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l Códice Dresde

Descripción
Solo existen cuatro manuscritos mayas en todo el mundo, de los cuales el más
antiguo y mejor conservado es el Códice Dresde, que se conserva en las
colecciones de la Biblioteca del Estado de Sajonia y de la Universidad. El manuscrito
fue adquirido para la biblioteca de la corte de Dresde en 1739, en Viena, como un
«libro mexicano». En 1853 se lo identificó como un manuscrito maya. El manuscrito
consta de 39 hojas, inscritas en ambos lados, mide alrededor de 358 centímetros
de largo y originalmente estaba doblado en forma de acordeón. El soporte sobre el
que está escrito, amatl (amate), es similar al papel y se obtiene mediante un proceso
de remojado y machacado de fibras de higuera. El códice representa jeroglíficos,
números y figuras, y contiene calendarios de rituales y de adivinación, cálculos de
las fases de Venus, eclipses de Sol y de Luna, instrucciones relativas a las
ceremonias del año nuevo y descripciones de los lugares del dios de la lluvia, que
culminan en una miniatura a toda página que muestra un gran diluvio. En el siglo
XIX, el investigador más destacado en el trabajo con códices mayas fue Ernst
Förstermann (1822-1906), bibliotecario real del Electorado de Sajonia y director de
la Biblioteca del Estado de Sajonia y Biblioteca de la Universidad. Förstermann
dilucidó los sistemas numéricos, astronómicos y de calendarios en el códice y
determinó que las deidades, los números y los nombres de días se relacionaban
con el calendario maya de 260 días. Förstermann también utilizó el códice para
hacer importantes aportes a la comprensión científica del calendario maya de
cuenta larga, que contaba los días desde la fecha de la creación maya.
EL CÓDICE DE PARÍS

El Códice París fue adquirido por la Bibliothèque Impériale (más tarde Bibliothèque
Nationale) de París en 1832. Su primera réplica fue como un dibujo Aglio hecho por
Lord Kingsborough en 1835. Éste ahora está perdido, pero una copia, con algunas
páginas coloridas, está preservados en las hojas a prueba del Volumen X de
"Antiquities of México" de Kingsborough nunca publicado, ahora alojado en la
Biblioteca Newberry de Chicago. Aunque el Códice París fue mencionado
ocasionalmente durante los 24 años siguientes, realmente no hizo su "debut" hasta
1859 cuando Léon de Rosny dijo que lo había descubierto en la esquina de una
chiminea polvorienta de la Biblioteca Nacional de París. Aunque algunas veces se
ha referido al códice como el "Códice Pérez" y el "Códice Maya-Tzental" los
nombres preferidos son "Códice Paris" y "Códice Peresianus":
Imagen
del Códice de París.

1. En 1864, S. E. M. Duruy, Ministro de la Enseñanza Pública y Presidente de la


Comisión Científica de México, tenía las fotos en blanco y negro del Códice de París
(en ese tiempo descrito como un Manuscrit dit Mexicain No. 2 de la Bibliothèque
Impériale) impreso (en París). Se imprimieron pocas copias de esta edición
(probablemente entre 10 a 50) ahora son bastante raras realmente. Sin embargo,
copias de estas fotos aparecen con la versión de Gates 1909, y con la copia de Graz
1968 del París. Esto recopila los records de fotografías más antiguos que tenemos
del París.

2. Léon de Rosny, imprimió una versión cromolitográfica (de 45 o 85 copias) del


Códice París en 1887. Como esa es la versión que Graz usó en la publicación del
facsimil en 1968 (con una introducción y un sumario por F. Anders), esta versión se
ha convertido en una de las más usadas de este códice (por lo menos
indirectamente). La versión Graz a su vez se usó como la base para la versión de
Chiapas (Thomas A. Lee, Jr., "Los Códices Mayas", 1985).
Códice de Madrid

El Códice de Madrid es uno de los códices mayas que aún se conservan,


anteriormente también llamado Códice Tro-Cortesianus o Tro-Cortesiano, esto
debido a que hasta finales del sigo XIX, se encontraba dividido en dos partes, una
perteneciente a Don Juan de Tro y Ortolano (Códice Troano) y la otra sección
propiedad del señor José Ignacio Miró (Códice Cortesiano) (Fahsen, F., 2007).

El primero en darse cuenta que ambas partes formaban un solo documento fue León
de Rosny, en 1880. Los dos fragmentos fueron comprados por el Museo
Arqueológico de Madrid, la primera en 1869 y la segunda en 1872. En 1882 se
procedió a unir ambas partes (Gutiérrez, N. 1992).
El códice “fue consolidado por el Instituto de Conservación y Restauración de
Bienes Culturales de España y el que se exhibe al público es un facsímile, ya que
el original se encuentra resguardado para su mejor protección” (Fahsen, F., 2007,
p. 48).

Forma y procedencia

El Códice de Madrid, explica Gutiérrez, consta de 56 hojas pintadas por ambas


caras, esto hace un total de 112 páginas (pero seguranmente tuvo más páginas de
las que llegamos a conocer), las hojas son largas y angostas y están hechas de
papel. En su libro la misma autora indica que J. Eric Thompson afirma que proviene
de la parte occidental de la Península de Yucatán y que fue elaborado hacia finales
del siglo XV (1992).
Por su parte Fhasen afirma que hay al menos dos posibles procedencias del
manuscrito: la zona de Champton en Campeche, México o la zona del centro de
Petén, Guatemala, donde habitó la etnia Itzá (2007, p. 50).

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