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Guía para la preparación de ponencias

Nombre y apellidos del primer autor

Cargo, Empresa o institución, País
Nombre y apellidos del segundo autor
Cargo, Empresa o institución, País

RESUMEN

La estructura y organización actual de las ciudades en conjunto con el elevado crecimiento

poblacional se suma al problema ambiental por el cual atraviesan las grandes ciudades en
crecimiento, estas problemáticas generan una mayor demanda de políticas sobre el uso y
eficiencia de los distintos sistemas de transporte en la actualidad y la energía que ellos
utilizan para poder responder a una demanda creciente de transporte. Colombia posee una
gran riqueza hídrica gracias a sus recursos naturales y el aprovechamiento de estos por
medio de recientes construcciones de hidroeléctricas, este recurso permite plantear el uso
futuro de fuentes más renovables para el uso en sectores como el transporte que
representan más del 5,5 del PIB Nacional.

Bogotá cuenta con una proyección 8.081 millones de habitantes para el año 2018, como
ciudad capital aporta el 25,7 % del PIB de la nación, equivalente a 73.000 millones de
dólares, esta cifra se encuentra por encima de algunas capitales distintos países
latinoamericanos. La demanda de transporte tiene un valor representativo dentro de la
economía capital y en el último año presento un crecimiento del 2,2 por ciento siendo uno
de los sectores que mayor aporta a la economía y el empleo en el país. Paralelamente el
parque automotor colombiano cuenta con 5.3 millones de vehículos de los cuales
aproximadamente el 50% se encuentran concentrados en Bogotá y Medellín. El uso de
vehículo particular es predominante con un 42%, un 41% son motocicletas, el 4% buses y
busetas, otro 4% son vehículos de carga y un 9% vehículos varios.

Un sistema de trasporte eléctrico surge como una alternativa para solventar la creciente
demanda de transporte, el crecimiento de la población junto con los factores ambientales
hace surgir medios alternativos como respuesta a la ausencia de políticas sobre nuevos
sistemas de transporte que sean sustentables económica y ambientalmente. Junto con la
implementación de un sistema de transporte es necesario apoyar la oferta de vehículos
eléctricos que son un complemento a la política ambiental.

1. INTRODUCCIÓN

El crecimiento demográfico en las capitales del mundo en conjunto con los altos índices de
contaminación, han generado una exigencia mayor para la implementación de sistemas de
transporte alternativos, que, a mediano plazo, respondan a la demanda de transporte
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público masivo disminuyendo la congestión y los problemas derivados de las políticas

ambientales y energéticas. En Bogotá, gran cantidad de la contaminación auditiva y
ambiental es causada por el transporte urbano, por ende, la implementación de un sistema
de transporte que haga uso de la electricidad, en un país que cuenta con un recurso hídrico
importante, emerge como una alternativa viable y sostenible para la solución a los
problemas que presenta la ciudad.

El uso de sistemas eléctricos no es un tema nuevo, desde 1830 se empezó a usar ese tipo de
sistemas para el transporte. No obstante, el vehículo de motor a combustión en 1909
desplazó el uso de la energía debido a su mayor eficiencia en la potencia (especialmente
para transporte de carga); esa variante no tuvo en cuenta la disponibilidad de combustibles
fósiles y su impacto ambiental. Actualmente ciudades como Beijing, San Francisco o
Seattle cuentan con sistemas extensos de trolebús y trenes eléctricos, los cuales han surgido
como solución a las externalidades del transporte, por ser más silenciosos, más eficientes
en términos energéticos, mucho menos contaminantes, con menor mantenimiento y mayor
vida útil prolongable. El uso de un sistema eléctrico para la ciudad de Bogotá, que en el
pasado contó con trolebús, supone superar los mitos alrededor de estos sistemas eléctricos
que a pesar de sus bondades aún cuentan con una mala imagen debido a la liquidación de
la empresa EDTU que contaba con 250 trolebuses, pero sólo 80 estaban en servicio y
poseía 195 km de red aérea, de las cuales solo se usaban 125 km, haciendo inminente su
cierre.

En un estudio en el que se compara la implementación en la Carrera 7ª de un sistema LRT

frente al BRT, se encontraron diferencias porcentuales significativas entre esos modos de
acuerdo a estimativos evaluados por distintos niveles de impacto, primordialmente en las
externalidades relacionadas con el factor ambiental. Mediante factores de sostenibilidad,
una de las principales diferencias se observa en las emisiones de GEI y material
particulado en donde los niveles de afectación son positivos para el LRT y negativos para
el BRT (a tracción por Diésel) en una proporción de tres a uno. Así mismo, se evidencia
una significativa ventaja del sistema LRT sobre el BRT en el espacio de circulación y
maniobra de vehículos del sistema, en las condiciones limitantes de la Carrera 7ª. Por otro
lado, los factores de sostenibilidad muestran que los niveles de impacto económicos y de
servicios conexos, tienen menor afectación para el sistema BRT, ya que, para la primera
fase en la ciudad, el sistema LRT requiere de nuevo equipamiento, tecnología e
infraestructura Sin embargo a largo plazo las diferencias se podrían solventar.

En la actualidad, muchas empresas de la industria automotriz concentran sus estudios hacia

la implementación de los vehículos eléctricos, por las ventajas que estos conllevan en
términos, por ejemplo, de los impactos positivos al medio ambiente al no necesitar el uso
de combustibles para su funcionamiento y disminuir en gran medida la producción de
gases de efecto invernadero; por otro lado, estos vehículos cuentan con una eficiencia
energética cercana al 90%, es decir, para realizar el esfuerzo que realiza normalmente un
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vehículo de combustión, necesitará menos energía. El cambio de tecnología supone un

cambio social y de políticas públicas que requiere de un impulso a nivel político, el costo y
la financiación son los principales obstáculos a superar inicialmente, debido a la poca
experiencia en uso de transporte eléctrico la incertidumbre aumenta y la decisión se
condiciona a una barrera tecnológica a futuro.

REFERENCIAS

FONDADE. (1997). Diseño conceptual del Sistema Integrado de Transporte Masivo.

VASCONCELLOS, E. A. (2010). Análisis de la movilidad urbana. Espacio, medio

ambiente y equidad. CAF - Banco de Desarrollo de América Latina.

YEPES, T. (31 de Agosto de 2013). La integración de los sistemas de transporte urbano en

Colombia. Una reforma en transición. Bogotá: Fedesarrollo.

ZHANG, M. (2009). Bus Versus Rail. Journal of the Transportation Research Record
2110, 87-95