You are on page 1of 9

Cátedra de Derecho Político

Renovación del constitucionalismo en Chile

Constitucionalismo es un concepto político que se ha definido como «un conjunto de ideas, actitudes y pautas
de comportamiento que establecen el principio de que la autoridad del gobierno deriva y está limitada por la parte
principal de una ley fundamental».

Su objetivo es arbitrar la autoridad y consagrar los derechos de los hombres y poderes.


En un régimen o sistema constitucionalista cualquier ley debe estar fundamentada en la constitución, por lo que
todas las leyes quedan reguladas y supeditadas al articulado general de la constitución.

Teoría Constitucional

Tras una somera incursión en la historia del constitucionalismo, avanzaremos a sus proyecciones más recientes,
cuidando en uno y otro caso de realzar las peculiaridades de la experiencia chilena.

Junto con señalar algunos tópicos que, a nuestro juicio, sería menester contemplar a propósito de una
institucionalidad plena, esperamos que los criterios suministrados al concluir este ensayo sean útiles para
adentrarse en tal difícil empresa.

Fueros o Cartas

Históricamente las constituciones surgieron como leyes de garantías de los gobernados, frente al ejercicio del
Poder por los gobernantes.

En la medida que tales estatutos, reconocieron determinados derechos a los primeros y los dotaron de
instrumentos para protegerlos, limitaron simultáneamente las atribuciones de los últimos al imponerles el deber de
respetar las garantías que las Cartas Fundamentales les aseguraban.

La preocupación de los gobernados, por obtener una zona en su vida de la que gozar libremente y con seguridad
ante las pretensiones de los gobernantes, permite explicar porque las primeras leyes de garantías fueron por lo
general denominadas Cartas, Declaraciones de Derechos o Fueros.

No siempre hubo, sin embargo pacífica consolidación de aquellas conquistas, puesto que los detentadores del
poder las violaron o las desconocieron afirmando su acción en la sumisión temerosa de agregaciones humanas
carentes de organización e incapaces de defensa.

Se comprendió entonces, que de poco o nada servían las declaraciones de derechos, si en ella no se estipulaban
además las bases conforme a las cuales debería organizarse el mando político, precisando su origen, desempeño,
posibilidades y restricciones.
Constitucionalismo y Estado de Derecho
Entre el concepto de estado derecho y el constitucionalismo, aparece lo que sería una definitiva e inseparable
conexión.

Esto significaba, que los gobernantes y los gobernados quedaban subordinados en sus comportamientos a
normas jurídicas objetivas.

Para el constitucionalismo, se hallaba un telos o finalidad al cual deberían o habría necesariamente entregarse
todos los miembros de un cuerpo político.

Este implicaba un valor que antecedió a lo político y legislativo, pues le reconocía como postulado importante la
dignidad de la persona humana en la vida terrenal.

Constitución política y constitución social

Hasta la primera década del presente siglo, las constituciones eran todavía calificadas únicamente como políticas.
Ya que sólo se reunían en sus textos la declaraciones de derechos el estatuto del Poder y las relaciones de
mando-obediencia entre los ciudadanos y las autoridades estatales.

El énfasis se daba en la connotación política, no se divisaba por consiguiente las implicancias sociales y
económicas del constitucionalismo demasiado apegado cómo estaba la doctrina a los cánones del período clásico.

Derecho y garantías reconocidos eran típicamente las políticas y civiles, como por ejemplo derecho a sufragio,
libertad de opinión, de conciencia, de reunión y de asociación, igualdad ante la ley, la justicia, por nombrar
algunos.

La Constitución superó el carácter de eminentemente política y se enriqueció al expandirse, al reconocimiento y


promoción de los derechos y garantías socioeconómicas.

La recepción del constitucionalismo Social, fue impuesta contra la voluntad del sector que por consideraciones de
índole diversa los resistía.

El referéndum de 1925 los tensos momentos vividos durante el debate correspondiente, perjudicaron la
percepción clara de las proyecciones en la reforma impuesta, faltó el tiempo indispensable para examinar en
profundidad y de forma tranquila su sentido y alcance, perfilando con nitidez, los límites entre los cuales tener que
obrar el emergente estado de bienestar.
Elementos para una constitución plena

En el estudio de una constitución plena, es decir, de aquella que ha de regular cada régimen político en su ancho
sentido, la participación de los politólogos, economistas, sociólogos y juristas es imperativo.

Lo que gobernantes y gobernados tienen que hallar son, sin duda, los criterios que fijen el telos del texto
fundamental.

El propósito de lograr la indispensable seguridad, certeza y estabilidad, en los planos social y económico, conlleva
un grado de formalización explícita de los principios y normas que es cierto podrían acarrear una rigidez
inconveniente y la obsolescencia de unos y otros.

Desde el punto de vista económico, la definición del modelo básico debe abarcar cuatro aspectos como
mínimo.

En primer lugar, fijar la sede en que naturalmente se encontrará la propiedad de los medios de producción y
cambio con sujeción al principio de subsidiariedad. Consecuentemente se debe indicar tanto las excepciones, en
que el estado se le conferirá la posibilidad de una acción principal, pero residual de la privada de su diversa
especie como los límites y obligaciones que aseguren la función social del dominio.

En segundo lugar expresar cuál será el marco básico en que se desenvolverá la gestión económica.

En tercer lugar sentar con claridad las potestades del estado en la economía, las que tendrían que ser
consistentes, con los aspectos precedentemente enunciados.

El cuarto lugar la organización institucional encargada de llevar a cabo las funciones públicas en el área
económica, configurando su competencia y los recursos que invariablemente, asistirá a los afectados por
resolución arbitraria o contrarias a la letra, o el espíritu de los principios y normas constitutivos del modelo
económico.

Proponemos que con los principios y reglas, se establezca una fórmula que cubra todos los posibles intersticios,
del orden público socioeconómico declarando así su calidad sistemática y proscripción del recurso a los
resquicios.

Revisión de la teoría constitucional

Objeto de teoría constitucional


Se trata del conjunto de principios normas y técnicas político jurídicas que con sujeción al constitucionalismo
determinan con validez Universal, el concepto, características, contenido y finalidad de la Constitución de
cualquier estado nación.

Su análisis y evaluación es de carácter general, se desarrolla dentro de los parámetros del constitucionalismo, es
decir, un movimiento que propugna la promoción y defensa de la dignidad y derechos esenciales de la persona
humana, sobre la base del gobierno o poder limitado por aquel objetivo capital.
Importancia del tema
Importancia de la teoría constitucional pronunciarse con rigor sobre la legitimidad formal y sustantiva de una
constitución, esto se vincula con el procedimiento para el establecimiento de la carta fundamental y con el
contenido de los Derechos deberes y garantías que se contemplan en ella.

Responder también a preguntas Como ¿por qué son tan escasas las constituciones de larga vida y tan
numerosa la de corta duración?

¿Deben ser cambiadas las constituciones o más bien formados los ciudadanos en las exigencias de un
gobierno civilizado?

La inestabilidad constitucional de un estado ¿es producto de las deficiencias de su carta fundamental o es


reflejó de los gobernantes y gobernados del Estado respectivo?

¿Qué sentido tiene redactar una constitución clara y completa Si a la vez se buscan y encuentran los
medios para no cumplirla?

Que es la constitución

Constitución viene del sustantivo latino constitutio o constitucionis, el cual significa estado condición, carácter o
complexión, en un significado más próximo aquél sustantivo quiere decir, arreglo disposición orden u organización
del estado.

Aplicando lo expuesto a la constitución del Estado nación, podemos decir que en su origen o etimología, se refiere
al orden de la sociedad política, a la configuración de su poder de mando o soberanía, a la estructura o sistema de
organizaciones que ejercen esta, como a la disposición de los gobernantes y gobernados en dicho sistema.

Desde un punto de vista natural, la Constitución se refiere a las características que la naturaleza, ha dotado un
pueblo y al ambiente geográfico que él habita.

Si nos detenemos en su acepción real la constitución apunta directamente al tema político de manera que este
concepto presupone un avanzado nivel de evolución en la trayectoria histórica de un pueblo más precisamente se
refiere a los hechos políticos a lo que sucede verdaderamente en torno al poder o soberanía a los conflictos o
consensos qué ocurre entre gobernantes y entre estos y los gobernados a la actividad política concreta y práctica
en la que hay actores con poder otros que luchan por alcanzarlo a la obra de gobierno que se realiza y en la que
se mantiene pendiente.

Concepto
Definimos una constitución como ley suprema del Estado nación que, cumpliendo los principios y técnicas del
constitucionalismo, ha sido, legítimamente establecida para regular, con eficacia y Justicia las fases y finalidades
esenciales de la convivencia política, social y económica de un pueblo.

Primero la Constitución es derecho positivo algo que se haya en la referencia que se trata de la ley Suprema del
Estado nación.
Segundo es un ordenamiento jurídico formulado con el propósito de regir de ser obedecido respetado y cumplido
rajó que se encuentra entre la constitución aspira a regular con eficacia la conducta de gobernantes y gobernados.

Tercero es un sistema expresivo de valores, reflectante de una axiología sobre la dignidad y los derechos del
hombre la libertad la igualdad la justicia y el bien común de este rasgo al que la definición apunta donde manifiesta
que aspira regular con justicia la convivencia en el estado nación

Trayectoria del constitucionalismo

Ya dijimos que este movimiento tiene por base y finalidad, el respeto y protección de la dignidad y los
derechos de la persona humana.

Para ello, el constitucionalismo limita el poder en atención a la dignidad y derechos de la persona humana,
los cuales son superiores a la soberanía.

En suma, restringe el ejercicio del poder mediante el derecho, sometiendo a este para así lograr, en la
mayor medida posible, porque jamás se podrá lograr de forma completa, que la libertad, la igualdad y la
justicia imperen en la convivencia de gobernantes y gobernados.

En la Grecia antigua, encontramos los gérmenes más tempranos de lo que hoy llamamos
constitucionalismo, con Aristóteles y su obra Política, planteó el principio cardinal del gobierno limitado, es
decir, el poder que resulta legítimo cuando es ejercido para el bien común, esto es, el de todos y cada uno
de los ciudadanos de las polis o sociedad política de su época.

En el imperio Romano hay una decadencia de este principio, debido al énfasis en el Derecho Privado y la
menor atención al Derecho público.

En la Alta edad media, fue semejante el panorama, salvo excepciones plantearon el imperativo del
gobierno limitado por el Derecho, como por ejemplo San Isidoro de Sevilla y otros pensadores.

El estudio de los últimos tres capítulos del Digesto de Justiniano, dedicados a cuestiones propias del
Derecho público, en la Universidad de Bolonia, marcan el comienzo del resurgimiento del principio del
gobierno limitado.

En la Baja edad media, entonces encontramos fueros, cartas o leyes fundamentales, ejemplos en
Dinamarca, España, Hungría e Inglaterra, aprobadas por los Concilios o los primeros Parlamentos que
corresponden al principio nombrado.

La carta magna inglesa de 1215 es el más importante de tales documentos.

Las guerras por motivos religiosos unidas a los grandes descubrimientos, y al nacimiento de los ejércitos
permanentes condujeron a la concentración del Poder, integrando por la fuerza los múltiples reinos,
principados, señoríos y feudos medievales e imponiendo por la fuerza, la paz dentro de o entre ellos.

El resultado es la Configuración del Estado Moderno a comienzos del siglo 15, con el Poder temporal
centralizado, único y supremo, ejercido por las monarquías absolutas en los territorios que habían
conquistado.
Luego surge la lucha que el iusnaturalismo racionalista presentó en contra de las monarquías absolutas.
La revolución inglesa de 1688 marca el comienzo de los grandes acontecimientos insurreccionales que
terminaron derribando, 100 años después, a esos despotismos.

Fue en el contrato o pacto social, que Hobbes, Locke, Montesquieu y Kant, sucesivamente concretaron su
iusnaturalismo racionalista, para explicar ahí que los gobiernos nacen del consentimiento de los gobernados
manifestado en tales pactos, motivo por el que los pueblos deben ceñirse a estos, de manera que
quebrantarlos libera a los gobernados de la obligación de obediencia a sus gobernantes.

Todos estos movimientos insurrecciones se hicieron en contra del Poder absoluto y en defensa de la vida,
la libertad individual, la propiedad privado, el justo proceso legal previo y otros que hoy llamamos derechos
fundamentales.

Para que lo anterior fuera recordado y cumplido, la burguesía victoriosa logro que esos derechos fueran
reconocidos expresamente en las Constituciones.

A fin de que esos derechos fueran respetados, Montesquieu y Kant, a la cabeza de la ilustración,
desarrollaron la llamada Teoría de la Separación de los Poderes.

Al principio del gobierno limitado por el respeto a los derechos naturales del hombre, unirse ahora el
principio de la división de las funciones estatales con frenos y contrapesos entre los órganos encargados de
ejercerlas.

El constitucionalismo en sentido estricto nace, en consecuencia, aproximadamente en la parte final del siglo
XVIII, como resultado de los antecedentes reseñados hasta aquí.

Secuela de las revoluciones rusa y mexicana, como asimismo de la primera guerra mundial, en la década
de 1920, comienza a desplegarse el Constitucionalismo Social, concepto que se direcciona a los
derechos sociales, al gozar de estos de forma efectiva lograría que legitimara a los sistemas democráticos.

El Constitucionalismo ya no solo proclama los derechos individuales, sino también ahora reconoce y
protege el derecho al trabajo, a una remuneración digna por él, al descanso, a la protección de la salud y a
la seguridad social, a la educación y a la enseñanza, traducido esto a, los Derechos Sociales que se
materializan en lo que se llamara Estado de Bienestar.

Actualmente se vive un periodo auspicioso para el Constitucionalismo, debido a la mayor conciencia que
existe, de gobernantes y gobernados, con respecto a la necesidad importantísima de proteger y promover
tanto la dignidad de la persona como los derechos humanos.

Según señala el autor, vivimos en un periodo de reconstitucionalizacion, es decir, de retorno a los principios
del gobierno limitado por el Derecho y de robustecimiento de las técnicas par cumplir esa meta, por
ejemplo, a través de nuevas y efectivas acciones judiciales para cautelar los derechos humanos en el orden
interno e internacional, como asimismo mediante la descentralización o dispersión (territorial y funcional) del
Poder en sentido político y socioeconómico.
Conciencia Constitucional

Se señala a la Conciencia Constitucional, para indicar la cualidad cívica en un pueblo políticamente


civilizado, mediante la cual pueden darse cuenta o reconocer el grado de acuerdo o nivel de desacuerdo
que se siente con respecto a la legitimidad de la Constitución que lo rige.

Dicha conciencia existe una vez que la Constitución se ha institucionalizado en la sociedad. Esto ocurre
cuando a gobernantes y gobernados, entre estos el ciudadano común, la Constitución les significa mucho y
se interesan en ella no únicamente leyendo y entendiendo, sino que ciñéndose, más o menos
reflexivamente pero siempre de buena fe, a los principios y reglas de aquella.

Entonces debemos preguntarnos, ¿Tiene Chile hoy una sólida conciencia constitucional? ¿La tuvo acaso
en el pasado? y ¿hasta qué punto es razonable suponer que la tendrá en el futuro?

En nuestra historia nacional, se han resuelto hasta cuatro veces por la fuerza los conflictos políticos. Lo cual
ha dejado varias hendiduras en el alma nacional. (1829, 1891,1924 y 1973) lo cual nos revela cierta
incapacidad para estructurar y proyectar acuerdos, mínimos pero fundamentales, como para lograr la
estabilidad y eficacia gubernativa que hace posible el bien común, y dentro de este, el progreso espiritual y
material de todos los chilenos.

Estos quebrantamientos institucionales son parte de los testimonios de una conciencia constitucional
incompleta por la concreción precaria de ideales.

Además, la institucionalización insuficiente de nuestra conciencia social también queda demostrada en las
numerosas reformas a los textos constitucionales y en las mutaciones del significado de las palabras
empleadas en ellos.

La Constitución como institución


Las instituciones son organizaciones perdurables, porque se han arraigado en la conciencia de la población
en que ellas existen, debido a que cumplen o satisfacen bien las funciones y necesidades reputadas
importantes por ella.

No están subordinadas a un individuo ni grupo determinado, ni tampoco a un lapso de tiempo.

¿Es nuestra Constitución una Institución? Nuestra Constitución todavía no es una institución y
lamentablemente, es difícil que llegue a serlo mediano plazo, por lo menos. Nunca hemos llegado a
estabilizar nuestras instituciones y por lo mismo, jamás hemos institucionalizado ninguna de nuestras
Cartas Fundamentales.

Existe un debate, en torno a si Chile terminó o no, la transición desde el régimen militar a la democracia,
cuestiones como esta han dificultado el proceso de institucionalización.

La Separación de poderes
Es un principio fundamental y organizativo, además deriva del imperativo de vigilar el ejercicio de la
dominación humana para asegurar, de la mejor manera posible, el respeto y promoción de la dignidad de la
persona y de los derechos esenciales que fluyen de ella, cualquiera sean las circunstancias que se vivan.
El principio implica, asumir el ejercicio seguro de la libertad, la igualdad y la justicia en democracia, valores
que configuran un régimen pluralista, con distinción nítida entre el Estado y la Sociedad civil, sin perjuicio de
las relaciones recíprocas entre uno y otra.

El principio ha experimentado cambios, entre ellos debemos resaltar la subdivisión de los órganos estatales,
abarcando entes constitucionales autónomos como el Tribunal Constitucional, el Banco Central, el
Ministerio Público, la Contraloría General y el Defensor del Pueblo.

Los poderes se hallan solo parcialmente separados, porque están unos a otros dispuestos para controlarse
recíprocamente. Existe un equilibrio entre los tres poderes, sin que el servicio de ninguna competencia
relevante quede eximido de control.

En el caso chileno, solo dos de los diez textos constitucionales chilenos se han referido, por su nombre, al
principio de separación de poderes. Sin embargo, la ausencia de expresiones explícitas no ha disminuido la
presencia, vigencia y exigibilidad del mismo.

A partir de 1833, Chile fue arraigando el presidencialismo, la constitución de 1980, reformada 17 veces, no
lo ha modificado en su esencia. Por lo cual existen un Congreso Nacional, Poder judicial y una Contraloría
General de la República, débiles en su estructura orgánica, potestades, recursos humanos, autonomía
presupuestaria y procesos de modernización.

Consecuencia de esto, es que los nuevos órganos constitucionales enfrentan dificultades con la Presidencia
de la República, (desde la designación de sus miembros hasta, incluso en algunos casos la ejecución de
sus presupuestos, el desempeño de las competencias que les confiere la Constitución, y la independencia
funcional que, por principio, tienen que serles siempre reconocida.

En este contexto, es creado el Tribunal Constitucional, en 1970. La función esencial de la Justicia


Constitucional es la defensa del espíritu, la historia y la letra de la Carta Política, en todo momento y
circunstancia, quien sea el que la amenace o quebrante. Con el objetivo de tutelar la dignidad humana y los
atributos que fluyen de ella, y después, con el ánimo de resolver los conflictos entre órganos
constitucionales mediante la aplicación del Código Político.

La fe en un presidencialismo exacerbado, término sofocando la democracia hacia 1970.


El Código Político chileno de 1980 contemplo ciertos mecanismos destinados a rectificar tan deplorable
situación. Fue ampliada, por ejemplo, la gama de posibilidades para declarar la inaplicabilidad de las leyes,
por vicios de forma o de fondo, en cualquier asunto o gestión en que hubieren sido invocadas para
decidirlos.

Análogamente se introdujeron el Recurso de Protección, para tutelar el respeto en el ejercicio legítimo de la


mayoría de los derechos fundamentales.

Por último, los Presidentes de cada una de las dos Cámaras del Congreso Nacional quedaron facultados
para pronunciar la admisibilidad o no tramitación de los proyectos de ley una vez cotejados con el Código
Político.

Sumisión de la ley a la Constitución

En agosto de 2005, fueron realizadas ciertas enmiendas a la Constitución, para fortalecer el control de
supremacía de los preceptos legales.
La ley, en un Estado de Derecho se encuentra en la situación de subordinación, tanto a la Carta
Fundamental como a los Tratados internacionales.

El aprendizaje de los sufrimientos surgidos en el siglo XX en diversos países, produjo un acuerdo amplio y
profundo, con respecto a limitar al legislador por Constituciones garantistas, expresivas de un Derecho
mejor.

El resultado, es el predominio de regímenes mixtos, esto es, integrados por instituciones diferentes que
participan, cada cual dentro de su competencia, en vigilar al legislador para que acate la supremacía.

En Chile, con la reforma de 2005, el Tribunal constitucional retuvo su competencia exclusiva para velar,
preventivamente por el respeto de la supremacía de los proyectos de leyes pertinentes, pero incrementado
con el control después de los hechos, tanto entre partes o de inaplicabilidad del precepto legal en el asunto
o gestión que motiva el requerimiento, como con también de inconstitucionalidad, equivalente a la
derogación de la ley con alcance general.

Entonces, hablamos de un sistema, cuyo principio se halla en la ampliación de los sujetos para poder
requerir el pronunciamiento de nuestra Magistratura, con la continuación de la admisión de tal
requerimiento, con la eventual suspensión del procedimiento, y por último, la pronunciación de
inaplicabilidad del precepto legal impugnado.

Eventualmente, puede concluir el control de supremacía, con la sentencia que declara la


inconstitucionalidad de aquel precepto.

La norma legal, por lo tanto, es eliminada del ordenamiento jurídico.

Vivimos la época en que surgió y se va consolidando un concepto o idea nueva de Constitución con
todas las implicancias pertinentes.

Ese concepto puede ser caracterizado, sumariamente, destacando algunos de los rasgos siguientes:

-Supremacía formal y sustantiva, con énfasis a propósito de la ley;

-Reconocimiento de que la Constitución es la fuente primaria del sistema normativo, cuya imperatividad
goza de los caracteres de inmediata y directa, sancionando las imprudencias en que incurre el legislador,
pero sin que tal crítica perturbe la aplicación, sin más trámite, de sus disposiciones;

-Articulación de valores, principios y normas que asume la dignidad de la persona en cuanto criterio matriz,
el cual fluyen los derechos y deberes inherentes esa cualidad única del sujeto aludido: imperativo de tutelar
y promover aquel humanismo por todos los órganos estatales, debiendo el ordenamiento contemplar las
garantías, sobre todo judiciales, que permitan el acceso fácil a ella para infundir eficacia sociológica;

-Entronización de la Justicia Constitucional como Magistratura dedicada a la defensa de la Constitución en


todo momento y circunstancia, cualquiera sea el que intente transgredir o la haya quebrantado: radicación
en el Tribunal, Corte o Sala Constitucional de la responsabilidad suprema e custodiar el respeto y
desenvolvimiento de aquel Código.

You might also like