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Carol Tomlinson, “(capítulo 7) Estrategias docente que apoyan la diversificación” en El aula

diversificada

Agendas (pp. 122 – 126)

Una agenda es una lista personalizada de tareas que un determinado alumno debe realizar en un
tiempo dado. Las agendas de los estudiantes de una misma dese deben tener elementos similares y
diferentes. Normalmente el profesor diseña una agenda que tendrá una vigencia de dos o tres
semanas. Cuando se ha completado, se la reemplaza por una nueva.
Generalmente son los propios aprendices los que deciden el orden en el que van a desarrollar los
distintos puntos de su agenda. Dentro de la jornada escolar se asigna un momento concreto a la
agenda. En las clases de primaria y en las de secundaria distribuidas por bloques, normalmente se
selecciona el primer segmento del día. En otro tipo de cursos, las agendas se llevan a cabo una vez
por semana, o a modo de actividades de refuerzo cuando se terminan otras tareas encomendadas.
Mientras los chicos trabajan en sus agendas, el profesor goza de una gran libertad para moverse
por la clase, aconsejando y verificando los progresos, individuo por individuo. También puede
decidir aprovechar este tiempo para formar pequeños grupos de alumnos que necesiten trabajar con
ciertas pautas o recibir instrucción directa sobre un concepto o una habilidad en concreto. (ver la
imagen que contiene un modelo de agenda.)

Curso 5º: Varias asignaturas

Todas las mañanas al entrar en clase, los estudiantes guardan sus libros y sus abrigos, y, después
de saludar a sus compañeros y a su profesora, acuden a la caja de las agendas. Después de leer las
indicaciones, cada uno rellena el apartado correspondiente a la planificación para ese día. que debe
incluir los objetivos que elige cumplir de aquellos que marca la agenda. Si alguien necesita ayuda
del profesor, escribe una petición en este sentido en la pizarra que hay encima de la caja de agendas.
A continuación, los alumnos se trasladan a diferentes puntos del aula para hacer sus tareas. Muchos
de ellos trabajan solos, leyendo, escribiendo o investigando de manera independiente. En ciertos
lugares del aula, algunos se juntan de dos en dos, de tres en tres o en grupos sobre la alfombra, para
colaborar en la realización de una actividad.
La señorita Clayter, su profesora, circula por la clase asegurándose de que todo el mundo se halla
centrado en sus actividades. Después llama a tres de los chicos para que se sienten con ella en el
suelo cerca de las estanterías. Quiere comentar con ellos la baraja de Hipercartas de los volcanes
que confeccionaron ayer con la ayuda del ordenador. Les hace llegar a la conclusión de que sus
gráficos son estupendos, cosa que ella confirma. A continuación, les insta a revisar los objetivos
escritos para el proyecto de las Hipercartas. Entre ellos se encuentra el propósito de que cualquiera
que use la baraja sacará una idea clara de qué es lo que hace entrar a un volcán en erupción.
Con ayuda de la profesora, los alumnos terminan admitiendo que su producción se queda corta a
la hora de alcanzar esta meta. Ella les deja solos, para que planifiquen la creación de una baraja de
Hipercartas que cumpla todos los objetivos. Deberán presentar sus ideas a la profesora para que ésta
les dé su visto bueno.
La señorita Clayter se dirige hacia una pareja de alumnas que están escribiendo poemas en
colaboración. Las ha colocado juntas porque cada una tiene algo importante que enseñar a la otra.
Jenna es muy imaginativa y utiliza el lenguaje como si fuera un pincel, creando imágenes para el
lector, pero carece del tesón necesario para pulir su trabajo. Han posee menos fluidez al manejar el
lenguaje, en parte porque el inglés es para ella su segunda lengua. Cuando llegó a Estados Unidos
estaba en segundo curso. Pero, por otro lado, su amor por la poesía es apasionado y su ética de
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trabajo es inmensa. Las dos chicas disfrutan mucho trabajando juntas y la señorita Clayter sabe que
sus respectivos talentos para la escritura pueden salir reforzados. La señorita Clayter les pide que
lean sus últimos poemas, les comenta lo que ella considera que son los aspectos eficaces y les
plantea un par de cosas que se pueden mejorar, para que reflexionen sobre ellas en el tiempo que
queda para trabajar sobre los asuntos de la agenda.

Dos niños que necesitan práctica extra en matemáticas, tienen planteado un enigma numérico
que requiere una elección apropiada de las operaciones necesarias y su correcta resolución para
llegar a la respuesta acertada. Los conocimientos matemáticos que se necesitan son de nivel
bastante básico, pero el planteamiento del enigma resulta muy estimulante. Estos alumnos llevan un
registro con los misterios que resuelven para obtener “puntos de promoción”. Con ellos consiguen
certificados e insignias que los acreditan como detectives matemáticos.
Los objetivos de la señorita Clayter al crear agendas para sus estudiantes son tres: reforzar los
aspectos fuertes, paliar las lagunas o puntos débiles, y promover la independencia de los aprendices.
Por ello, en cada una de ellas hay actividades que se concentran en esas tres áreas. En una agenda
que tenga un ciclo de unas dos o tres semanas, todos tienen la oportunidad de afanarse con varias
asignaturas. Se las verán con algunas materias que les gustan y con otras que no les son muy gratas.
Se fijarán metas diarias y semanales que verificarán puntualmente. Trabajarán solos y también con
compañeros. Todos tendrán la ocasión de reunirse formal e informalmente con la profesora, &
petición suya o de los propios alumnos.
La señorita Clayter considera que esta técnica constituye una manera estupenda de contemplar
las diferencias entre los estudiantes en cuanto a intereses, capacidades y perfiles de aprendizaje.
En ese momento del día, puede ampliar los conocimientos de cada niño y apoyar sus progresos en
cualquier asignatura. A sus alumnos les encanta el sosiego que acompaña a este método, así como la
variedad y la sensación de independencia que proporciona.
Qué diversificar: A través de las agendas, la señorita Clayter puede diversificar casi todo. Puede
diversificar los contenidos variando los materiales, las asignaturas, los temas de estas últimas y la
cantidad de apoyo que suministra a cada uno. También puede diversificar los procesos modificando
la dificultad de las tareas y los procedimientos que usan los aprendices para apropiarse de las ideas.
Los ritmos de trabajo que introduce no son tampoco iguales. La cantidad de tiempo que destina
cada uno para dominar un concepto o habilidad es asimismo variable. La técnica de las agendas
posibilita la diversificación en la elaboración de productos, al asignar un tiempo en el aula destinado
a la realización de proyectos de larga duración, cuya planificación, desarrollo y calidad pueden ser
guiados por la profesora.
Cómo diversificar: Se constata nuevamente que este procedimiento es muy flexible y permite
introducir múltiples modificaciones en función de los intereses, aptitudes y estilo cognitivo del
aprendiz. La señorita Clayter puede formar grupos homogéneos o heterogéneos desde el punto
de vista de las capacidades. Puede agrupar a aquellos alumnos que tienen un retraso en un área
determinada, o reunir a ciertos estudiantes que hace tiempo que dominan los niveles elementales.
También tiene la posibilidad de orientar a algún estudiante en particular hacía los materiales o
actividades que le van a suponer un reto signif1cativa Puede modificar las condiciones de trabajo de
modo que entren en juego los aspectos visuales, auditivos y psicomotrices o para que los chicos
elijan un modo de expresión musical, lingüístico o espacial, actuando solos o en colaboración con
otros. Esta técnica es ideal para apelar a los intereses de cada uno. El tiempo destinado a las
actividades de la agenda permite que un alumno tenga la oportunidad de estudiar las fracciones a
través de su relación con la música, otro a través de los cromos de béisbol, y otro a través de los
informes del mercado bursátil.
Por qué diversificar: La señorita Clayter es una profesora relativamente novata, pero se da
cuenta de que en su clase las necesidades e intereses de sus alumnos varían considerablemente en
todas las asignaturas. Le resulta difícil encontrar la manera de modificar el currículum y la
instrucción en cada asignatura ¿1 lo largo de todo el día. El procedimiento de las agendas le permite
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concentrar los esfuerzos encaminados a la diversificación en ciertos momentos del día y seguir
atendiendo con eficacia las necesidades de los estudiantes. Mediante esta estrategia, le resulta
posib1e alcanzar la mayoría de los objetivos que plantea la diversificación, y no se siente
desbordada al planificar las clases.

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