You are on page 1of 5

encuadre.

1. m. Acción y efecto de encuadrar.

2. m. Cinem. y Fotogr. Espacio que capta en cada toma el objetivo de una cámara
fotográfica o cinematográfica.
¿Qué muestran tus imágenes?
Seguramente ya habrás oído que a la hora de hacer una fotografía es tan importante
lo que incluyes en el encuadre como lo que dejas fuera.

Si haces fotografías pensando en enseñárselas a un público (el que sea) debes tener
siempre muy presente que el espectador va a dar por supuesto que has incluido de
manera consciente e intencionada todo lo que ve en ellas.

Quien mira tu fotografía no tiene por qué saber qué te llamó la atención si no has
hecho nada por sugerirlo. Si a eso le sumamos que la experiencia de cada uno influye
en cómo vemos las cosas, el resultado es que puede haber tantas interpretaciones
como espectadores…

Quizás para ti esa fotografía de treinta personas sea el retrato de sólo una de ellas,
pero quien contemple esa imagen va a ver a las treinta; si no haces algo para atraer la
atención (toda o gran parte de ella) sobre una cara en concreto el espectador no verá
el “retrato” que tú imaginabas, sino una foto completamente distinta (la de una
multitud indistinguible).
Dentro, fuera. Ni una cosa ni otra.
Si pensamos en la posición de un objeto o persona con respecto al encuadre, hay más
posibilidades de las que podríamos pensar a priori.

Está dentro.

Eso implica que se ve y, nos guste o no, significa que es relevante. Quizás no sea lo más
importante, pero está ahí y va a verse. Tienes que contar con ello.

Si cuando miras por el visor hay algo dentro de la escena que no quieres que aparezca
en tu fotografía (o lo quieres en un lugar distinto a donde está) siempre deberías estar
dispuesto a esforzarte un poco más. Cambiar la longitud focal, dar un paso hacia un
lado o el simple hecho de agacharte pueden suponer una gran diferencia: dejar fuera
esos cables tan molestos, hacer que ese campanario no salga directamente de la
cabeza de tu pareja…

Está fuera.

Lo que no se ve (ni se intuye) en tu fotografía no existe. Piensa siempre en que el


espectador de tus imágenes no recuerda lo que tú al verlas. Sólo tiene la información
que le muestras. A veces haces una fotografía en un determinado ambiente que te
atrae pero no lo captas; quien la contempla después no tiene porqué adivinar las
circunstancias que te rodeaban, no estaba allí y por tanto su visión va a limitarse a
aquello que hayas cazado dentro del marco.

¿Nunca te ha pasado eso de tener que explicar por qué hiciste una fotografía? A mí sí,
y sé que la mayoría de las veces es porque en ella no se ve todo lo que me gustaría. Un
motivo más para trabajar las fotos con mimo y no darse por satisfecho con la primera
versión…

Una solución para incluir cosas interesantes en tus capturas es hacer muchas más
imágenes, pero yo te recomiendo que te curres un poco más la escena, que la
exprimas caminando y cambiando tu punto de vista (si es que puedes). Siempre es
mejor una sola imagen potente que un montón de fotos mediocres…
Está a mitad de camino (cortado por el marco).

Si nos ponemos académicos los objetos o personas deberían estar completamente


dentro o completamente fuera del marco. Por lo general que haya algo medio dentro o
medio fuera se interpreta como un error, en parte porque atrae demasiada atención
sobre una zona que inconscientemente esperamos encontrar vacía.

Lo cierto es que algo cortado por un lateral de la fotografía (o por arriba o abajo)
produce cierta sensación de inquietud. Sabiendo esto puedes usar ese recurso de
forma consciente, añadiendo un elemento inesperado que puede funcionar muy bien,
eso sí, siempre y cuando aporte y no se convierta en el único atractivo de tu imagen
restando protagonismo al verdadero sujeto. Algunos fotógrafos -como el gran Alex
Webb- han conseguido dominar esta herramienta. Te invito a que eches un ojo a su
trabajo y compruebes por ti mismo cómo la utiliza.

No está pero está.

A veces lo que no se ve en la fotografía se puede llegar a intuir. Imagina esta imagen:


tres personas corriendo hacia la izquierda con gesto de miedo, una de ellas gira su
cabeza hacia atrás y mira a la derecha, fuera del encuadre. Una escena así nos hace
imaginar inmediatamente que hay algo fuera del marco que les asusta y les hace huir.
La misma situación sin la mirada hacia atrás tendría un significado completamente
diferente.

Hay muchas otras formas de conseguir un efecto parecido: con alguien que señala
fuera del marco, incluyendo la sombra de una figura que queda fuera del encuadre,
etcétera.

Recuerda que como espectadores sólo contamos con la información contenida en el


marco. Por eso siempre que en una imagen haya una “conexión” con lo que hay fuera
de ella sentiremos el impulso de explicarnos qué es y qué sucede, nos haremos
preguntas que no tendremos más remedio que contestar nosotros mismos. Es una
manera de añadir interés a una fotografía mediante una pequeña dosis de
incertidumbre.
En definitiva.
Ten muy presente en todo momento que el espectador sólo ve aquello que le
muestras, no tiene recuerdos sobre la imagen y las circunstancias que la rodeaban.
Para bien o para mal tus fotografías sólo cuentan con lo que contienen, ya sea de
forma explícita o implícita (si nos hace pensar más allá del marco que las contiene). Por
eso es absolutamente determinante seleccionar con mucho cuidado qué dejas dentro
y qué excluyes.

Si no te convence lo que ves, cúrratelo un poco más y no cejes hasta haber conseguido
el mejor resultado posible con el equipo de que dispones.

No lo olvides:

eres responsable al cien por cien de lo que se queda dentro del encuadre
cuando pulsas el obturador.

You might also like