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EL CARBÓN QUE SE

TRANSFORMÓ EN DIAMANTE
EL CARBÓN QUE SE
TRANSFORMÓ EN DIAMANTE
 
Descubre la senda que te llevará al éxito.
 
 
FERNANDO CARLOS

 
DEDICATORIA
 

A quien ya no puede escuchar mi voz pero que sigue pre-


sente en mi corazón y siempre será una de las personas
que llevaré presente hasta el día que deje este mundo.
A quien espera en casa y quien es un gran impulso en
mi vida, a quien adoro con todo mí ser y siempre será mi
más grande ejemplo de fortaleza y superación.
A mis dos hermanos que amo profundamente y que re-
presentan el más grande regalo que me dio la vida.

Alfonso y Guillermo
AGRADECIMIENTOS

A DIOS: Por darme siempre la fuerza que necesito para


seguir adelante, por darme su protección cada día y por
poner en mi camino a seres increíbles que han sido pilares
fundamentales para ser quien soy.

A MIS PADRES: Quienes me brindaron todo su amor,


comprensión, apoyo y confianza en todo momento, quie-
nes han dado tantas cosas por verme feliz y porque jamás
me faltara nada, no tengo forma de pagarles por todos los
sacrificios que han hecho por mí. Gracias por aguantarme
tantos años y por darme la dicha de ser su hijo.

A GLORIA: Amiga mía, gracias por todo tu apoyo, gra-


cias por acompañarme en los momentos más difíciles de
mi vida, gracias por tus grandes consejos, por tu amistad
invaluable y por ser quien siempre me brinda su ayuda
cuando más la necesito. Te admiro por tu gran entrega en
las cosas que realizas y por brindar siempre lo mejor de ti
a las demás personas.
A LUIS: Un amigo como pocos en este mundo, a pesar
de los años seguimos siendo grandes amigos, gracias por
todo tu apoyo y por una amistad sincera desde el prin-
cipio. Gracias por todos los momentos que hemos com-
partido y que hemos disfrutado, por esas desveladas de la

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carrera y por todos los retos que nos toco enfrentar.

A MICH: Quien no solo es mi gran amigo, sino que se ha


convertido en parte fundamental en mi vida. Gracias por
todo tu apoyo, gracias por compartir tu sabiduría y por
mostrarme un mundo diferente, gracias por sacar la mejor
versión  de mí.

A MI GRAN EQUIPO DE CAMPEONAS FABY, LAU,


CECI: Sin duda alguna el mejor equipo con el que hubiese
querido trabajar, son unas campeonas que merecen todo
en la vida, gracias por sus enseñanzas, por las carcajadas,
por su gran amistad, por su persistencia, por todos esos
momentos que hemos compartido y que han significado
bastante en mi vida. 

 
INDICE

Introducción
Capítulo 1 – Reconocimiento
Capítulo 2 - ¿Por qué hacemos las cosas?
Capítulo 3 – Despierta al gigante
Capítulo 4 – El secreto para triunfar
Capítulo 5 – Aprende a modelar la excelencia
Capítulo 6 – Rodéate de grandeza
Capítulo 7 – Mentalidad ganadora
Capítulo 8 – La vida solo es una, cómetela

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INTRODUCCIÓN
 
Antes que nada quiero agradecerte por tomarte el tiempo
de leer estas páginas, el tiempo es tal vez desde mi punto
de vista el recurso más importante con el que cuenta el ser
humano y puesto que el tiempo que dedicarás a leer esta
obra nadie te lo va a regresar, es por eso que mediante esta
obra quiero mostrarte una forma para transformar tu vida.
Como vas a darte cuenta no soy una persona especial,
ni mucho menos poseo poderes mágicos, solo soy un joven
de veinticuatro años que ha llegado a comprender varias
cosas fundamentales en su vida. Que ha tenido la fortuna
de conocer ciertos conceptos y principios que han ayuda-
do a miles de personas en el mundo a mejorar sus vidas.
Y que al aplicarlos en la suya pudo conseguir resultados
increíbles. Mi intención al compartir contigo un poco de
esta sabiduría que he aprendido en estos últimos años, es
que puedas transformar tu vida en algo completamente
distinto de lo que es hoy. No soy un escritor profesional y
mucho menos un maestro en literatura, trate de plasmar
de la mejor manera posible el mensaje que quiero compar-
tir, usando ejemplos que a mi consideración pueden ayu-
darte a comprender mejor cada uno de los temas descritos
en cada capítulo.

¿Cuál es el propósito de este libro?

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El carbón que se transformó en diamante

EL CARBÓN QUE SE TRANSFORMÓ EN DIAMAN-


TE, es un libro que pretende mostrar al lector cómo trans-
formar su vida como la conoce el día de hoy en aquella
que desea tener. Tomando como base el proceso de forma-
ción de un diamante, la idea central de esta obra es mos-
trar cómo una persona tiene que vivir cierto proceso en su
vida antes de alcanzar la grandeza. ¿Qué es un diamante?,
es una piedra preciosa con un valor muy alto, es un ma-
terial con una dureza increíble, una gema que es buscada
por muchas personas en el mundo precisamente por el va-
lor que posee. Pero para que esta piedra pueda formarse
debe pasar mucho tiempo, miles de años. Para llegar a esta
transformación es necesario someter al elemento poseedor
de carbono a una presión extrema y a muy altas tempera-
turas, si logra resistir este largo proceso, entonces dejará
de ser un trozo de carbón para convertirse en uno de los
minerales más preciados en el mundo.
Si trasladamos este mismo proceso al ser humano, en
este momento representamos a ese carbón que está a pun-
to de vivir una transformación en una piedra preciosa, es-
tamos a punto de presenciar un suceso en nuestras vidas
que va conducirnos a encontrar ese brillo en nosotros mis-
mos, a ese ser lleno de grandeza que está esperando salir
al mundo y mostrar el gran poder que le ha sido conferido
desde su nacimiento.
La palabra diamante, proveniente del griego, significa
Invencible, de tal modo que si somos capaces de soportar
las diversas pruebas que la vida nos pone enfrente, esta-
remos dando paso a esa formación en nosotros, cada una
de esas pruebas y obstáculos que estamos enfrentando
en nuestras vida, van a dar paso a encontrar a ese GRAN
DIAMANTE EN NUESTRO INTERIOR, y lo único que
está haciendo la vida es ayudarte a desenterrarlo para que
pueda llegar a la superficie.
En este libro el lector encontrará las herramientas que
necesita aplicar en su vida para que ese diamante pueda
salir a luz, va a encontrar una serie de leyes universales

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Fernando Carlos

que en conjunto pueden hacer que su vida de un giro de


180° en la mejor dirección existente.
Cada persona en este mundo tiene cualidades increí-
bles, posee grandes habilidades y es capaz de conseguir
grandes logros en su vida. No sé a qué te dediques, quién
seas o como vivas, pero sí sé que puedes llevar tu vida de
ese punto a uno que tal vez hoy no te imaginas. Es mi de-
seo que miles de personas en este planeta sean capaces de
ver el mundo con unos ojos distintos, que puedan ver esa
luz que permita mostrar un camino lleno de abundancia y
felicidad, que puedan cosechar grandes éxitos en su vida,
pero que ante todo, puedan ayudar a su vez a otras perso-
nas a conseguir sus propósitos de vida.
Si gracias a la implementación de los conceptos descri-
tos en este libro, puedo contribuir a que una persona lo-
gre encontrarse a sí misma y descubrir ese diamante que
habita en su interior, habrá valido la pena mi existencia
en este mundo. Disfruta de cada uno de los temas que se
presentan a continuación y te deseo de todo corazón que
puedas alcanzar una vida feliz y colmada de grandes éxi-
tos. Gracias.

 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

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CAPÍTULO 1

RECONOCIMIENTO
 
 Dale al mundo la peor versión de ti y el mundo te dará el
peor escenario, dale al mundo lo mejor de ti y el mundo
te posará sobre sus hombros.

 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
¿Quién eres?
Una pregunta que parece muy simple, es a menudo una de
las más difíciles de contestar, por el hecho de que la mayo-
ría de las personas cree saber quién es, pero en realidad no
está consciente quien es en verdad. Cuantas veces te has
preguntado realmente ¿Quién eres?, ¿Quién es la persona
que está en ese cuerpo?, ¿De dónde proviene y porque está
en este mundo?, ¿Por qué esta en este lugar en este preciso
instante? Tal vez pienses que son preguntas que no tienen
mucha importancia, pues nunca te las habías hecho y aun
así sigues en este mundo y estás vivo. Y eso está genial,
pero dime, ¿Qué pasaría si fueras consciente de esto? Te lo
voy a decir, tu vida sería completamente distinta a lo que
es hoy en día.
Mi intención al realizar esta obra es ayudar a tantas
personas como pueda a que descubran realmente quie-
nes son. A que puedan entender que lo que hasta ahora
creían de sí mismos, probablemente es algo que no provie-
ne de sus propios pensamientos, y que si realizan ciertas
cosas pueden transformar sus vidas por completo. Pero
para que esta transformación pueda darse, es necesario
conocernos a nosotros mismos desde el interior, desde lo
más profundo de nuestro ser, para poder ver la grandeza
de nuestra persona y de las increíbles virtudes que están
ocultas esperando salir y mostrarse al mundo.
Tal vez, en incontables ocasiones sentiste muchas ganas
de hacer algo que te erizaba la piel con tan solo pensar en

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El carbón que se transformó en diamante

lo que lograrías, sin embargo hubo algo que siempre te


detuvo y que no te permitió realizar eso que tantas ganas
tenías por hacer. Y lo sé porque a mí me sucedió, fueron
demasiadas veces. Así que puedo comprender lo frustran-
te que es quedarte solo con las ganas de hacer algo y jamás
llevarlo a cabo, sé por experiencia propia lo que se siente
ver que otras personas lo hacen, pero tú no te atreves a
intentarlo. ¿Y la razón de esto? ¿Por qué otras personas
sí pueden y yo no?. Al principio llegue a pensar que solo
unas pocas personas estaban destinadas a hacer grandes
cosas y otras no, y probablemente en mi caso me había
tocado ser de las no afortunadas. Sin embargo me ponía a
analizar un poco más a detalle las cosas y me daba  cuenta
que en muchas ocasiones yo tenía grandes posibilidades
de llevar a cabo eso que quería hacer, y que incluso era
más inteligente y con mejores habilidades que muchas de
las personas que ya lo estaban haciendo. Entonces, ¿Qué
me frenaba?, no podía comprender como era posible que
con tantas cosas a mi favor no me atreviera a intentarlo.
¿Te has sentido así alguna vez? Pues si lo has experi-
mentado podrás darme toda la razón cuando digo que es
un sentimiento muy doloroso y que te genera una frustra-
ción muy fuerte. Una de las cosas que más agradezco en
mi vida, fue tener una familia increíble, que siempre me
brindó todo su amor y apoyo, lo cual fue un factor funda-
mental para ayudarme a descubrir quién era en realidad.
Esta etapa fue la base  de gran parte de los pensamientos y
aptitudes que desarrolle con el paso de los años.
Como cualquier niño tenía muchos sueños, los cuales
se alimentaban de tanta televisión y juegos. Y cuando eres
un pequeñuelo, la vida parece fácil, todo es sencillo, no
existe el estrés, ni mucho menos las preocupaciones por lo
que vas a hacer en la vida. Y es debido a que disfrutas la
vida tal como es, una oportunidad para explorar y experi-
mentar, una etapa donde no entiendes de limitantes. Todo
parece posible y ves las cosas con gran admiración y entu-
siasmo, pues tus pensamientos son de un infante que no

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Fernando Carlos

tiene idea del mundo, pero que sí tiene idea de quién es.
Con el tiempo pensamos que nos volvemos más cons-
cientes de las cosas, y es cierto, pero algo que también es
cierto, es que en la mayoría de los casos nos olvidamos
de quienes somos nosotros, de cuál es nuestra verdadera
esencia y de todo aquello que nos hace únicos e iniguala-
bles en este universo. Te apuesto a que de niño soñabas
con ser algo totalmente distinto a lo que eres el día de hoy
(Hay algunas excepciones por supuesto), yo soñaba con
ser Power Ranger, si naciste antes de 1990 probablemente
también querías ser uno, asimismo me entró la idea de ser
un gran futbolista y convertirme en el mejor jugador del
mundo, como Oliver Atton, incluso yo decía, ‘¿Por qué no
soy japonés como él?, si fuera japonés tendría las mismas
posibilidades de ser como Oliver’. Hoy sé que Japón es un
país que no da una en el Futbol y que tengo más oportu-
nidades siendo mexicano. Y al leer esto tal vez te suene
tonto, pero en ese entonces era lo que deseaba ser y no me
daba miedo gritarlo al mundo, si hoy digo algo parecido
en una reunión probablemente sea la burla de todos, cuan-
do hace 20 años causaba sensación entre los presentes.
¿Y qué tiene que ver esto con saber quién eres tú? Todo,
si mientras te relataba esta divertida historia llegaste a
recordar qué deseabas ser cuando eras niño, entonces ha
valido la pena que te hayas reído de mis aspiraciones de
la infancia. Lo que busco es que regreses a esos momen-
tos donde sabías perfectamente lo que querías ser aun-
que no fuese posible, pero para ti sí lo era, porque simple
y sencillamente confiabas en ti. No existían en tu mente
pensamientos limitantes que te hicieran por un segundo
imaginar que no lo podías hacer, pues hasta ese entonces
tu programación mental no había sido tan condicionada.
Así que, para determinar quién eres, el primer paso es
recordar esa esencia que ya está en ti, ese niño soñador
y con muchas ganas de ver el mundo, ese pequeño que
al preguntarle quien era, podía responder de una manera
tan natural y sin complejos, pues no le importaba el mun-

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El carbón que se transformó en diamante

do, sino, él mismo.


Ahora bien, tal vez no recuerdes algo de eso, puede ser
que solo tengas recuerdos de una niñez en la que trataron
de hacerte ver la realidad del mundo según la sociedad y
te quitaron todas esas ilusiones y sueños que estaban en
tu interior. En alguna ocasión cuando era pequeño, conocí
a un niño muy alegre y que disfrutaba de todo lo que le
rodeaba, era mucho menor que yo, y para ser sincero no
me agradó tanto que digamos, creo que demasiada felici-
dad en él me hostigaba. Sin embargo, después nos hicimos
amigos aunque no convivimos mucho tiempo. Pasaron los
años y deje de verlo, no supe de él sino hasta hace muy
poco tiempo. Para mi sorpresa, este amigo era completa-
mente distinto a lo que yo recordaba. Aquel niño alegre y
con una imaginación increíble, se había perdido por com-
pleto. Y ahora solo quedaba una persona sin confianza en
sí misma y sin sentido alguno de la vida. Fue algo total-
mente impactante para mí, pues no podía comprender
cómo alguien que era tan feliz hubiera llegado al punto de
estar en tan mal estado. Ya ni siquiera recordaba cómo nos
conocimos y en que circunstancias. Cuando le mencioné
que no entendía cómo fue que pasó de ser tan feliz a estar
en un estado fatal, me dijo que ya casi ni podía recordar
esos momentos a los que me refería, y no porque ya no
estuvieran presentes en su memoria, sino porque las cosas
que vivió después lo condicionaron a dejar de pensar en
esos días.
Hoy es nuevamente una persona feliz y con deseos
enormes de cumplir sus sueños, pues gracias a que volvió
a ser consciente de su verdadero ser, pudo recuperar aque-
lla confianza en sí mismo. Así que estoy seguro que hubo
algún punto en tu vida cuando eras un infante, en donde
sabías perfectamente quién eras, y lo único que tienes que
hacer es indagar en tu mente y llegar hasta él nuevamente.
La fórmula para alcanzar la felicidad y el éxito consiste,
en primera instancia, saber quién eres y porque estás en
este mundo, reconocer tu potencial y las grandes virtudes

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Fernando Carlos

que te fueron dadas desde tu nacimiento y que están es-


perando a que les des salida para que se puedan manifes-
tar y dar testimonio de la grandeza que posees. Yo sé que
a veces no creemos que somos lo suficientemente buenos
para algo, pero dime quien  nació siendo muy bueno en
cualquier actividad. Si hay individuos que han alcanzado
grandes logros  ¿por qué tú no has de alcanzarlos? ¿Qué
te limita a ser la persona que deseas ser? ¿Qué te impide
ver que ya eres ese ser lleno de grandeza y que solo está
esperando el disparo de salida para actuar?.
Seas quien seas crees en algo superior a ti que te dio
vida, en algo que creo las cosas, llámese dios, universo,
materia, o en lo que sea que tú creas. Yo creo en dios y
siempre desde que recuerdo me han dicho que soy hijo
de dios. Y que dios es un ser perfecto y poderoso, pero
además también estoy hecho a imagen y semejanza de él,
entonces ¿Por qué si soy creación de alguien perfecto, yo
debería pensar que soy un inútil o bueno para nada?, ¿Por
qué si el molde del que fui creado está lleno de virtudes,
yo debo pensar que no tengo ni una sola de ellas?
Alejandro Magno, un gran emperador sobre el cual se
han escrito libros y se han realizado cintas cinematográfi-
cas mostrando los grandes triunfos que obtuvo en su vida,
comprendía esto que te cuento a la perfección. Él se creyó
la idea de que era hijo de un dios, en este caso de Zeus y
era tan fuerte su creencia que fue la razón que lo llevo a
convertirse en la gran figura que fue, jamás dudo de sus
capacidades o de sus posibilidades, y todas las personas
que le rodeaban creían lo mismo, al ver los resultados que
obtenía también se hacían a la idea de que era el hijo de
un dios.
Quiero ilustrarte de la manera más entendible posi-
ble que efecto causa en una persona una simple creencia.
Quiero mostrarte qué puede pasar si logras creer en ti con
tanta fuerza. Cuando eres consciente por fin de quién eres
tú, cosas increíbles comienzan a suceder. Ahora pregúnta-
te, ¿Qué es lo que piensas acerca de ti?.

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El carbón que se transformó en diamante

Los pensamientos que generas todos los días acerca de


ti, van a determinar todos tus resultados por igual. Tal vez
tu eres una persona de tipo 8 (por poner un número para
ilustrar mejor, no significa que debas etiquetarte con algu-
no, y si lo haces, asegúrate que sea el más alto) pero tú te
sientes como una persona de tipo 4, ¿Por qué?, ¿Qué razón
o razones existen para que siendo alguien de un nivel su-
perior te creas inferior?
Esto es algo que sucede muy a menudo en muchas per-
sonas, me atrevería a decir que son millones de personas
en el mundo. Y la causa está en que existen ciertos condi-
cionamientos en el cerebro de cada una de ellas, programa-
dos de manera automática a aparecer en ciertas situacio-
nes. Es como si existiera un botoncito, el cual es oprimido
cuando se realiza la acción para la cual fue programado.
Estos patrones mentales que no te dejan avanzar, por lo
regular son en su mayoría adquiridos de otras personas,
son los pensamientos y creencias que han sido adquiridas
durante toda la vida.
La realidad está creada por acuerdos y entre más per-
sonas participen en dicho acuerdo, este se vuelve una ver-
dad que es aceptada. Sabemos que el color azul es azul
porque desde que naciste te dijeron que es azul, te mos-
traron algo de ese color y tu cerebro lo aceptó como algo
verdadero y formo una realidad. Si hoy estuvieras en un
cuarto pintado de azul y dentro de él estuvieran muchas
más personas y todos acordaran ahora  que ese espacio
está pintado de rojo y no de azul, al entrar una persona
nueva, ella diría que es azul, pero como son más las per-
sonas que afirman que no es azul, sino rojo, no le quedaría
de otra a esta persona que aceptar tarde o temprano que
ahora es rojo y ya no azul. Y lo mismo sucedería con las
personas que siguieran entrando. Cuando un grupo muy
grande está aferrado a una creencia, cada uno de los nue-
vos integrantes tiene más posibilidades de hacerla parte
de su persona, antes que defender lo que él cree, hasta lle-
gar al punto de desechar lo que piensa y aceptar la nueva

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Fernando Carlos

creencia como verdadera y real.


De esta forma es como cada uno de nosotros adopta-
mos los pensamientos y creencias de las personas con las
que convivimos sin cuestionarnos nunca de si son reales
o no. Cada vez que intentabas hacer algo y no te resultaba
bien, seguramente tus amigos o familiares te decían cosas
como: ‘eres un inútil’, ‘eres un bueno para nada’, ‘eres un
burro’, ‘no puedes hacer nada bien’, etc. Y tu cerebro fue
grabando todo eso en tu subconsciente, de manera que te
fue programando para creer que en verdad eres un inútil.
Cuando lo único que pasó fue que hiciste algo para lo que
aún no estabas preparado y la gente lo interpretó como
uno de los mayores fracasos de tu vida y consideró perti-
nente hacerte saber que jamás podrías hacerlo bien, cuan-
do lo que en realidad sucedió es que tuviste un error como
cualquier ser humano.
Así que este es el momento para que hagas un análi-
sis de tus creencias acerca de ti y reflexiones si de verdad
son tuyas. Si los pensamientos que tienes con respecto de
tus capacidades y habilidades son cien por ciento tuyas
o alguien más te las sugirió y tú decidiste convertirlas en
verdades para ti.
Yo estoy seguro que tú eres un ser extraordinario, vir-
tuoso y repleto de grandeza. Que posee grandes talentos
que te hacen único en el mundo y en el universo entero,
que solo necesita reencontrarse consigo mismo para explo-
tar al máximo nivel sus habilidades y construir una vida
llena de éxitos y satisfacciones. Si yo pude hacerlo no me
queda la menor duda de que tú también lo vas a lograr.
Trata de traer a tu mente aquellos momentos donde te
has sentido orgulloso de lo que conseguiste, revive esos
momentos donde sentiste que eras invencible y nada te
podía derrotar, busca en lo más profundo de tus recuer-
dos esas ocasiones en que sentiste que eras la persona más
feliz del mundo y piensa por un instante por qué te sen-
tiste de esa forma. Qué factores influyeron para que esos
momentos se convirtieran en los mejores recuerdos de tu

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El carbón que se transformó en diamante

vida. Sabes que eres bueno en muchas cosas, sabes que


eres mejor que muchos en algunas otras, no tengas miedo
de mostrar lo que piensas o sientes solo porque en alguna
ocasión fuiste censurado y exhibido por cometer un error.
Dale al mundo una prueba de tu increíble grandeza, que
el universo entero sepa quién eres y por qué estas en esta
vida.
Pero sobre todo muéstrate a ti mismo quien eres, mírate
al espejo y reconoce el potencial que hay dentro de ti, son-
ríe y repítete cuán grande eres hasta que no te quede duda
de lo que puedes hacer. Dale al mundo la peor versión de
ti y el mundo te dará el peor escenario, dale al mundo lo
mejor de ti y el mundo te posara sobre sus hombros.

 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

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PASOS DE ACCIÓN

Toma una hoja de papel y enlista DIEZ CUALIDADES


POSITIVAS que te describan.

Toma TRES que consideres las más importantes y anó-


talas en un lugar donde puedas verlas todos los días.
Escríbelas de la siguiente forma.
Yo soy Cualidad 1
Yo soy Cualidad 2
Yo soy cualidad 3
Repítelas en voz alta por lo menos DIEZ VECES AL CO-
MENZAR TU DÍA y aprieta tu puño mientras lo haces.
Por el resto del día repítelas en tu cabeza hasta que pier-
das la cuenta.

Realiza este ejercicio por CUARENTA DÍAS y tu cerebro


habrá adoptado una nueva creencia.

 
 
 
 
 
 
 
 

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CAPÍTULO 2

¿POR QUÉ HACEMOS LAS COSAS?


 
 No permitas que pensamientos ajenos destruyan tus
metas, no permitas que acciones pasadas obstruyan tus
victorias futuras.

 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

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Este es un tema que, particularmente, me apasiona. Si
puedes saber qué es exactamente aquello que te impulsa a
tomar ciertas decisiones, si puedes conocer que es lo que
te hace accionar de determinada manera en cada situación
que se te presenta en la vida, no solo podrás controlar tu
destino, sino que también comprenderás por qué has he-
cho lo que ya hiciste.
Los humanos somos seres emocionales, respondemos a
ciertos estímulos ya sean físicos o mentales, y aunque ex-
perimentamos diversas sensaciones, todo se resume a dos
simples cosas: Placer y dolor.
Así es, es por estas razones que hacemos las cosas, ya
sea que nos produzcan placer o dolor, son la base que nos
lleva a accionar o no. Imagina que eres aun un niño y que
estás jugando cerca de algún aparato eléctrico, de pronto
notas que el cable de la corriente tiene una ligera raspa-
dura, lo suficiente para mostrar el interior de cobre que
conduce la electricidad. Te da curiosidad saber qué pasa
si tocas esa parte descubierta y pones tu dedo sobre ella.
El resultado como todos lo sabemos es que te va a dar to-
ques, vas a sentir como la electricidad que conduce ese ca-
ble ahora pasa a través de ti y eso te genera una sensación
desagradable, por lo tanto jamás vas a volver a intentarlo
puesto que te ha causado dolor y sabes que si lo vuelves
a hacer te vas a electrocutar. Ahora se ha creado un nue-
vo condicionamiento en tu mente subconsciente, que cada
vez que te encuentres en una situación similar, mandará

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El carbón que se transformó en diamante

una señal neurotransmisora que se encargará de avisarte


que la última vez que hiciste algo parecido experimentaste
una sensación desagradable, entonces tu cerebro recreará
la imagen de aquella ocasión y tu respuesta inmediata será
alejarte de ahí.
Este mismo patrón se produce en muchos otros casos.
Veamos otro ejemplo, retrocede al tiempo en que eras es-
tudiante de secundaria. Estás en la escuela con tus amigos,
y de pronto aparece, la miras y tu corazón comienza a al-
borotarse, es ella, la chica que te gusta, tus amigos se dan
cuenta y comienzan a presionarte para que vayas y hables
con ella. Te llenas de valor y por fin vas hasta donde está y
la invitas a salir, pero, oh sorpresa, ella te rechaza y te hace
quedar como un tonto frente a tus amigos, ellos se burlan
y tú te sientes como un fracasado. Ahora hay un nuevo
patrón de pensamiento en ti que se ha formado a través de
esa experiencia. Cada vez que te encuentras con tus ami-
gos y alguna chica que te gusta aparece, te sientes incapaz
de hablarle, pues tu mente trae de vuelta aquel recuerdo
de esa chica que te bateo y acciona el botón que te dice: ‘ni
lo intentes o todos se van a burlar de ti’. La decisión que
tomaste en esta ocasión fue basada en la experiencia de esa
última vez, la que te causó vergüenza ante tus amigos, por
lo tanto, cada vez que se te presente una situación similar
es más probable que sea el dolor quién determine que ac-
ción realizarás.
Por otro lado, en el mismo ejemplo, si al acercarte a la
chica ella acepta salir contigo, ahora experimentarás pla-
cer, no solo porque aceptó -y eso alimenta a tu autoesti-
ma-, sino que también tus amigos te reconocerán como
todo un rompecorazones y ahora cada vez que estés junto
a ellos y una chica aparezca puede que te acerques sin te-
mor alguno, pues en tu programación mental el acercarte
a hablar con una chica te genera resultados positivos. La
sensación de placer es lo que ahora te hace tomar acción.
De esta forma sucede con todas las cosas, existen mu-
chas personas que tuvieron en el pasado una relación que

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Fernando Carlos

no fue lo que esperaban y que les dejó secuelas muy fuer-


tes en su persona. Ahora cada vez que tienen la oportu-
nidad de ser felices con alguien más se cierran a esa idea
porque algo dentro de ellas les dice que si lo intentan va
a ser lo mismo que la última vez. No importa que sea una
persona distinta, el cerebro va a tomar ciertas cosas muy
generales y va a traer a su mente el dolor que una pareja le
causa. Por lo que terminará por arruinar la relación.
Para cambiar esto, debes comprender que no todas las
situaciones que experimentes en tu vida tienen que darte
el mismo resultado siempre. Si tuviste algún suceso en tu
pasado que te hizo sentí dolor, no forzosamente debe ser
así siempre. Cada vez que intentes hacer algo que te cau-
se temor por las consecuencias desagradables que puedan
resultar, ponte a pensar en cuales son los mejores escena-
rios en los que te podrías encontrar si lo intentas. Concén-
trate en el resultado final que te produce placer, imagina
lo grandioso que sería conseguir lo que te propones, siente
esa emoción por haber logrado tu objetivo, hazla parte de
ti aunque aún no hayas comenzado. De esta forma cuando
des paso a la acción, tu cerebro estará programado para
buscar triunfar sí o sí.
 
 

 
 
 
 
 
 
Cuando tus pensamientos solo están enfocados en con-
seguir el resultado que de verdad deseas, no existen obstá-
culos en tu camino. Y este concepto es indispensable para
que logres alcanzar tus objetivos. Enfoque.
Visualiza que vas caminando por alguna calle, de pron-
to te encuentras con una propiedad que tiene un gran

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El carbón que se transformó en diamante

huerto, sabes que dentro puedes encontrar un gran festín


de jugosas y deliciosas frutas. El hecho de imaginar el sa-
bor en tu boca hace que te decidas a entrar y hurtar algu-
nos frutos. Lo único que te separa de tu deseo es una barda
de dos y medio metros de altura. Como puedes tratas de
subir por ella, te resbalas y lo vuelves a intentar hasta que
logras subir y ahora puedes ver lo que hay detrás, así que
bajas con cuidado para que no te lastimes y ¡vualá! por
fin estás dentro, tardaste algún tiempo en cruzar pero por
fin estás del otro lado sano y salvo. Ahora solo te queda
disfrutar de lo que el huerto te ofrece. Te adentras cada
vez más en la propiedad hasta que estás a una distancia
considerable del lugar por donde ingresaste, vas con mu-
cho cuidado para que no pises alguna planta o te puedas
raspar con alguna rama. Cuando por fin te dispones a co-
mer de los frutos que tienes enfrente, escuchas a lo lejos
unas pisadas y de pronto un ruido que te pone los pelos
de punta. Miras hacia donde proviene y observas cómo
¡un gran perro gigantesco se acerca hacia ti! ¡Oh por dios!
¡Estás en graves problemas! Un can enorme está a punto
de convertirte en su alimento si no sales de prisa de ahí.
Como puedes reaccionas y comienzas a correr lo más rá-
pido que puedes haca la salida, corres sin mirar atrás, solo
escuchas los ladridos y cómo el sonido cada vez se hace
más fuerte. Llegas a la barda por donde cruzaste y con un
movimiento de gran técnica y agilidad, cruzas esa barda
en un par de segundos, esa misma barda que al principio
te llevó traspasar algunos minutos.
Por fin a salvo, sientes como por tu cuerpo recorre una
gran sensación de alegría y satisfacción, has logrado esca-
par de lo que parecía un final desastroso. Sigues tu camino
y comienzas a notar que hay varios rasguños en tu cuer-
po, incluso tu playera tiene una cortada y hay un poco de
sangre. Pero no te percataste de ello hasta que estuviste
a salvo y tranquilo, mientras que en el trayecto hacia tu
gran escape no fuiste consciente de todas las ramas de los
árboles y plantas que te ocasionaron esos daños. Incluso

32
Fernando Carlos

cuando estuviste frente a esa barda que por un instante se


parecía a la gran muralla china, ni siquiera te detuviste a
pensar como ibas a subir y a cruzar, sino que simplemente
lo hiciste.
¿Cuál fue la diferencia? Por supuesto que las condicio-
nes eran completamente distintas. En un inicio tu deseo de
satisfacer tu antojo te arrojó a entrar en ese huerto, sin em-
bargo no era algo que te hiciera actuar de manera como si
no hubiera mañana. Mientras que, en la escena siguiente,
tenías a un perro enorme detrás de ti tratando de conver-
tirte en su merienda. Lo cual te llevó a enfocarte en una
sola cosa, ¡SALVAR TU VIDA! De tal manera que no exis-
tía obstáculo alguno que te hiciera cambiar de opinión, tu
vista siempre estuvo en tu objetivo final.
Si transportamos esta analogía a nuestra forma de ac-
tuar día a día, el deseo de comer algunas frutas represen-
ta aquellas metas que queremos conseguir pero que si no
las alcanzamos no repercuten en gran medida en nuestra
vida. Vamos paso a paso y muy lento, procurando no salir
lastimados y haciendo las cosas de una manera cuidado-
sa. Por el contrario, tener a un gran perro persiguiéndo-
nos, representa aquellas metas y objetivos que son de vital
importancia para nosotros, aquellas cuyas consecuencias
tendrían una grave repercusión en nuestra vida si no las
conseguimos. Y en la cuales al comprender la importancia
de las mismas, nos llevan a concentrarnos solo en el resul-
tado final, sin importar los obstáculos que puedan presen-
tarse, pues al estar concentrados en conseguir el objetivo,
no existe forma de que puedan detenernos.
Estoy convencido de que tienes sueños que has dejado
de lado, porque no creíste que serías capaz de alcanzarlos.
Es momento de recuperarlos y luchar por ellos, todo lo
grandioso en este mundo ocurre gracias a un sueño. Es
gracias a que alguien tuvo una gran idea y no descansó
hasta materializarla, sin importar las opiniones que se
opusieran, que hoy podemos comunicarnos de un extre-
mo del mundo a otro con tan solo hacer un par de clicks.

33
El carbón que se transformó en diamante

Es gracias a un sueño que podemos ir de un continente a


otro en cuestión de horas solo con abordar un enorme ca-
jón de acero que se transporta por los cielos.
No existen grandes obstáculos, existen sueños peque-
ños. Si tu sueño es lo suficientemente grande, no hallarás
obstáculos en el camino. Ese sueño se convertirá en tu gran
perro y será el motor que haga que te levantes del sillón y
vayas por aquello que deseas. No permitas que las opinio-
nes de personas que no se atreven a intentar grandes cosas
opaquen tu espíritu de triunfo y tu deseo de brillar. No
permitas que pensamientos ajenos destruyan tus metas,
no permitas que acciones pasadas obstruyan tus victorias
futuras.

 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

34
PASOS DE ACCIÓN

Haz una lista de CINCO COSAS que no te has atrevido


a realizar pero que tienes muchas ganas de llevar a cabo.

Anota delante de cada una de ellas la razón del porque


aún no las has realizado, describe cual es el posible dolor
que te genera el pensar hacerlas.

Ahora anota delante de cada una de ellas el placer que


te generaría verlas realizadas. Describe las sensaciones y
emociones que te causaría el hecho de conseguir el resul-
tado deseado.

Visualízate como si ya lo hubieras conseguido, imagina la


felicidad que te provoca estar en esa situación triunfante.
Cierra tu puño con gran fuerza y di en voz alta “Voy a
conseguirlo”

Toma acción y realízalas.

 
 
 
 
 
 

35
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
CAPÍTULO 3

DESPIERTA AL GIGANTE

¡Piensa en grande!, ¡sueña en grande!, ¡actúa en grande!

 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Pensar en alcanzar grandes logros en la vida, es en mu-
chas ocasiones algo que mucha gente no se cree capaz de
conseguir. La mayoría de las personas van por el mun-
do siguiendo solamente lo que ven fácil de realizar. Por
la simple y sencilla razón de que los mantiene en su zona
cómoda, en la cual están a gusto y nada los inquieta.
La razón por la que decidí llamar a este capítulo DES-
PERTANDO AL GIGANTE es porque quiero mostrar al
lector que hay un ser grandioso en su interior, un ser gi-
gantesco, pero que esta encadenado por enanos que no
deberían causar ninguna molestia, sin embargo han con-
seguido dominarlo hasta hacerle creer que no es un GIN-
GANTE, sino más bien, que es un ser muy pequeño.
Lo que voy a compartirte a continuación es información
muy valiosa que no me saque de la manga o que en algu-
na ocasión llego a mí por inspiración divina, me gustaría
decir que fui yo quien hizo estos descubrimientos, pero no
fue así. Hubo personas que se adelantaron y gracias a ellas
yo pude conocerla. Y ahora quiero compartirla contigo.
Existe un libro llamado Despertando al Gigante Interior
y del cual debo decir que tome el nombre para este capí-
tulo. Este libro te brinda un panorama mucho más amplio
de como liberar a ese gigante que hay en ti. El autor es An-
thony Robbins, considerado hoy en día el LIFE COACH
más influyente en el mundo. Es autor de otro de mis libros
favoritos el cual también te recomiendo muchísimo y es:
PODER SIN LIMITES, solo con ver el titulo puedes tener

39
El carbón que se transformó en diamante

una idea de lo que puede enseñarte. Y hay un tercer libro


que te voy a recomendar, se llama la Vocecita y es un libro
que en lo personal me encanto y estoy seguro que a ti tam-
bién te va a gustar. El autor es Blair Singer. Estas obras es-
tán dedicadas a mostrar al lector como encontrar a ese ser
lleno de grandeza y poder, a como callar esos pensamien-
tos limitantes y como deshacerse de ellos para alcanzar
una vida plena y llena de éxito si aplicas en tu vida lo que
vas a encontrar en sus páginas. Así que, después de estas
recomendaciones vamos a comenzar con este capítulo.
En alguna ocasión recuerdo haber leído un texto que
decía más o menos lo siguiente: Si lo grandes árboles de
las más frondosas selvas tuvieran consciencia de ser hu-
mano, en lugar de alcanzar alturas de treinta metros o
más, solo alcanzarían a crecer unos tres metros. ¿A que se
refiere este párrafo? ¿Acaso nos dice que si fuéramos ar-
boles creceríamos treinta metros de altura? No. Más bien
lo que da a entender es como los  humanos limitamos de-
masiado nuestras capacidades, al ser los únicos seres en
la tierra que utilizan en mayor porcentaje las funciones
cerebrales, llegamos a poner ciertos límites a nuestras des-
trezas y aptitudes. Generamos pensamientos que solo nos
provocan preocupaciones y miedos de algo que probable-
mente jamás ocurra y nos frenamos a hacer aquellas cosas
que tenemos deseos de cumplir.
A estos pensamientos limitantes vamos a llamarlos
“enanos”. Son todas estas cosas que llegan a tu mente
para sabotearte y decirte que no puedes hacer las cosas. Y
efectivamente no las vas a poder llevar a cabo pues el uni-
verso funciona por ley de atracción, y solamente aquellas
cosas que estén en la misma sintonía van a poder juntarse.
Mientras en tu mente existan pensamientos de mediocri-
dad, tus resultados serán mediocres.
Los gigantes no conviven con enanos.
No puedes tener pensamientos de grandeza y de me-
diocridad a la vez. Tienes que escoger un bando, de lo con-
trario no vas a conseguir nada. Muchas veces se puede lle-

40
Fernando Carlos

gar a pensar que tener pensamientos de grandes triunfos,


puede llevar a las personas a convertirse en arrogantes,
engreídas o ambiciosas. Y en parte es cierto, para aque-
llas personas que no logran comprender estos principios
de forma correcta puede arrastrarlos a tener una vida así.
Pero para quienes saben aplicar estos fundamentos con
sabiduría llegan a experimentar grandes satisfacciones en
sus vidas. Vamos a hablar más adelante acerca de ello, por
ahora concentrémonos en el tema.
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
En el esquema de arriba está representado el proceso
que vive una persona cuando intenta transformarse en
alguien mejor. En alguna ocasión escuche la frase “cre-
cer duele” y hasta cierto punto es cierto. Cuando intentes
transformarte en una persona mejor, vas a experimentar
ciertas sensaciones que te van a causar dolor y si no es-
tás lo suficientemente dispuesto a lograr tu objetivo vas
a caer, es por esta razón que debes tener muy claro aque-
llo que quieres alcanzar, pues en el camino vas a toparte
con varios obstáculos, pero si tienes a un gran perro detrás
persiguiéndote, entonces vas a llegar a tu meta sí o sí.
Solo tú eres quien decide que pensamientos alimentar
en tu cabeza. Si decides que esos enanos que solo intentan
frenarte en la vida son quienes tienen razón, entonces se-
rán ellos quien dominen tus resultados. Si decides que es
el gigante quien tiene el poder sobre ellos, entonces estas a
punto de experimentar cosas increíbles.
Necesitas comenzar a confiar en ti como nunca lo has

41
El carbón que se transformó en diamante

hecho, comienza a atreverte a hacer cosas que hasta hoy te


daban miedo realizar, la mejor medicina ante el miedo es
la acción. Cuando tengas dudas acerca de algo y no sepas
que hacer, aun así toma una decisión, es mejor que hagas
algo a quedarte estático, actúa aunque no tengas certeza de
lo que va a suceder. En la vida solo se gana o se aprende,
no existe el fracaso, solo aprendizajes y entre más apren-
das más oportunidades de alcanzar la excelencia tendrás.
Piensa en tu artista o deportista favorito, ¿Qué es lo que
puedes apreciar cuando los ves? Tal vez sientas que son
personas fabulosas, llenos de gran talento y con virtudes
únicas en el mundo, y es cierto, es verdad que son así, y
lo son porque se lo creyeron. Antes de llegar a ser grandes
figuras confiaron en sí mismos, sin importar las circuns-
tancias tenían en mente lo que querían alcanzar y se es-
forzaron cada día por conseguirlo. Siguieron adelante sin
importar lo que sucediera mientras accionaban y eso los
ha colocado hoy en el ligar que están.
Encontrar al gigante en ti es un proceso que tienes que
vivir todos los días, hoy seguramente tienes problemas
que crees que son muy grandes, pero cuando los resuelvas
eso dejara de ser así. Si en alguna otra ocasión vuelves a te-
ner un problema similar ya no representara el mismo reto
que era en un principio, pues ya lo has solucionado una
vez y puedes volver a hacerlo las veces que sea. Por lo tan-
to cada vez que vas superando obstáculos en tu vida estas
creciendo, no trates de evadir los problemas porque solo
estas logrando que tu cerebro registre esta acción como el
patrón que seguirá siempre, HUIR. Y huir no te va a hacer
mejor persona, no te va a hacer triunfar en los deportes,
no te va a colocar en la presidencia de tu empresa, simple-
mente no te va a ayudar en nada. Pero si enfrentas cada si-
tuación que se te presenta poco a poco vas a idear mejores
soluciones y llegara un punto donde veras a tú alrededor
y escucharas a las personas quejarse por sus problemas y
tú dirás: pero si es tan fácil resolverlos. Y eso será gracias
a que tú has ido creciendo cada día hasta ser esa persona a

42
Fernando Carlos

la que esos problemas le quedan muy chicos.


Hugo Sánchez, uno de los jugadores más reconocidos
en México por sus grandes actuaciones en la selección
mexicana de futbol y un gran elemento del Club Real Ma-
drid, un equipo que no solo es considerado un grande de
España, sino del mundo entero. Sin duda es una historia
de gran inspiración, pues a pesar de convertirse en una
gran estrella en uno de los clubes más importantes del
mundo, el proceso que tuvo que vivir para llegar a ese
punto no fue del todo muy agradable. Tuvo que enfren-
tarse a las burlas de gente que no lo quería, a las opiniones
de periodistas que decían que no era bueno, a las críticas
de personas que lo menospreciaban por ser mexicano, a
gente que lo insultaba por sus orígenes y que le gritaba
que se regresara a su país.
En varias ocasiones algunos jugadores de Latinoamé-
rica tienen la oportunidad de emigrar al futbol de Euro-
pa, en donde se encuentran las ligas de mayor nivel en el
planeta. No solo es jugar a un nivel de exigencias mucho
más alto, es también ganarse a una afición de otro país.
Por lo regular, quienes más éxitos registran en el futbol
europeo, con jugadores provenientes de Argentina, Brasil
o Uruguay. Así que era la primera ocasión que un jugador
mexicano estaba compitiendo al lado de grandes figuras
del futbol, participando en las competencias de mayor exi-
gencia en el mundo y tenía una tarea muy grande, demos-
trar que era lo suficientemente bueno para estar ahí. Y así
fue, logro ganarse un lugar entre los mejores del mundo.
¿Su secreto? En su interior siempre supo que lo lograría,
él sabía quién era y sabía lo que podía hacer. Tenía cla-
ro su objetivo y no descansaría hasta alcanzarlo. Tenía la
confianza en sí mismo y estaba consciente de que aquellas
personas con las que ahora disputaría cada partido, eran
seres humanos como el, y que si bien tenían gran talento
y habilidad, no estaban muy lejos de der iguales. Personas
imperfectas que tomaron la decisión de mostrar al mundo
que podían conseguir grandes cosas. Hugo Sánchez sabía

43
El carbón que se transformó en diamante

que existía un gigante dentro de él y que no dejaría que


ningún enano opacara sus actuaciones, solo tenía que dar
lo mejor de si cada día y tarde o temprano el mundo nota-
ria que era un gigante.
Cuando se enfrentó a la presión y las críticas en España
tuvo la opción de rendirse y regresar a su país donde ya
era casi un ídolo y volver a jugar en algún club de México
donde seguramente hubiera realizado grandes proezas.
Sin embargo opto por enfrentar las situaciones y demos-
trar por qué razones había llegado a un nuevo continente.
Y esa decisión lo llevo a ganarse el corazón de miles de
aficionados en el mundo que coreaban su nombre, que fes-
tejaban sus goles y se llenaban de emoción cada vez que
tocaba el balón frente al área rival, pues sabían perfecta-
mente que era gigante en campo.
La vida te va poner pruebas, pruebas para preguntarte
si de verdad deseas alcanzar lo que quieres, si estás dis-
puesto a pagar el precio que conlleva. Y si piensa en pe-
queño lo más probable es que desistas y prefieras evitar las
incomodidades. Si lo aceptas y enfrentas el reto, entonces
veras que existe en ti un ser increíble, que no le importa lo
difícil que sea el asunto, sino lo gratificante que será el re-
sultado. Y que en el proceso que enfrentes día a día, te re-
cordara lo grandioso que eres y por qué no debes rendirte.
No tengas miedo a equivocarte, pues todo el mundo se
equivoca y quien se ha equivocado más veces ha conse-
guido mejores resultados que aquellas personas que van
por la vida cautelosamente, buscando los caminos más se-
guros para no tropezar que las demás personas puedan
ver q han caído. Si estas en el suelo solo hay una dos op-
ciones posibles, o te quedas ahí o te levantas, así de simple.
No permitas que las opiniones de personas te hagan sentir
que no eres capaz de hacer algo, sal y demuestra que eres
grande y que nada puede detenerte. ¡Piensa en grande!,
¡sueña en grande!, ¡actúa en grande! Y no dejes nunca que
los enanos te digan que hacer, TÚ ERES UN GIGANTE y
estas destinado a triunfar.

44
PASOS DE ACCIÓN

Haz una lista con al menos diez cosas que no has intenta-
do hacer por miedo a lo que otras personas piensen de ti.

Anota delante de cada una de ellas cual sería el mejor es-


cenario en el que podrías encontrarte si las llevas a cabo y
cuál sería el peor escenario.

Si el peor escenario que puedes visualizar aun te mantie-


ne vivo y no tienes grandes cosas que perder, no esperes
más, comienza a realizarlas.

Cada vez que te encuentres ante una situación donde no


sepas que hacer, toma una hoja de papel, anota hasta arri-
ba las opciones que tienes y debajo de cada una de ellas
el mejor y el peor escenario posibles si lo llevas a cabo. Al
final podrás tomar una mejor decisión.

 
 
 
 
 
 
 
 

45
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
CAPÍTULO 4

EL SECRETO PARA TRIUNFAR

Sueña en grande y la grandeza vendrá a ti.

 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Te has preguntado alguna vez, ¿Por qué te suceden las co-
sas?. Todo en el universo está en constante movimiento,
nada se encuentra estático. Y para esto es necesario que
exista energía que pueda generar dichos movimientos.
Nuestros pensamientos generan ciertas vibraciones que a
su vez atraen a todo aquello que se encuentre vibrando en
la misma frecuencia, es decir, es como un imán. Cada vez
que tenemos pensamientos positivos acerca de las cosas
es más probable que las cosas salgan bien, pues la energía
que estamos enviando al universo es energía positiva, por
lo que el universo buscará y enviará a nosotros aquellas
cosas que manifiesten energía del mismo tipo.
A este fenómeno se le ha denominado Ley de atracción.
Y consiste en entender cómo nuestros pensamientos ge-
neran nuestra realidad, cualquier cosa que nuestra mente
pueda concebir es muy posible que sea capaz de materia-
lizar. Bob Proctor, uno de los grandes referentes en este
tema y a quien tuve la fortuna de conocer, explica cómo
es que cada vez que tenemos pensamientos de grandeza,
estos nos llevan a convertirnos precisamente en alguien
que demuestra grandeza. Varios hombres y mujeres de
gran éxito a lo largo de la historia han sabido cómo aplicar
este principio de tal manera que los condujera a alcanzar
la cima en las respectivas áreas que han desempeñado en
sus vidas.
El poder de la visualización
Cuando yo era niño y cursaba la primaria, tuve la opor-

49
El carbón que se transformó en diamante

tunidad de participar en algunas competiciones. La más


destacada tal vez era la que en ese entonces se llamaba
Olimpiada del conocimiento infantil. Esta era una compe-
tencia que se hacía entre todas las escuelas primarias del
país, se realizaba una prueba académica por cada grado
en todas las escuelas para determinar al representante de
cada uno de los respectivos grados. Cuando mi escuela
participó por primera vez, yo cursaba el tercer año.
De tal manera que se llevó a  cabo esta prueba entre cada
uno de los grados de la escuela para obtener a un ganador
y futuro representante en la siguiente etapa. Para mí fue
un gran logró el haber sido el mejor de todo el tercer grado
en mi escuela, en ese momento sin saberlo utilizaría uno
de los principios más interesantes en el camino del éxito,
El Poder de la Visualización. Pues en esta experiencia de
mi infancia logré descubrir que cada vez que visualizaba
algún hecho importante que deseaba con tanta fuerza que
sucediera, existían grandes posibilidades de que se hiciera
realidad.  Era momento de concursar ante las demás es-
cuelas que pertenecían a la misma zona, decenas de alum-
nos buscando una sola cosa, demostrar que eran los mejo-
res y poner en alto el nombre de sus respectivas escuelas.
En mi mente solo existía una sola cosa, ganar. Hubo
personas que me dijeron que diera mi mejor esfuerzo y
que no importaba si ganaba o perdía, lo importante era
competir. Y a decir verdad de ese tipo de consejos lo único
que tome fue: haz tu mejor esfuerzo, pues estaba decidi-
do a ganar, a demostrar que sin importar las condiciones
podía lograrlo y ser el vencedor. Cada vez que tenía que
estudiar, en mi cabeza solo había lugar para una cosa, eres
un ganador y mereces el primer lugar, no importa quien se
te ponga enfrente, ¡tú lo vas a vencer! Cerraba los ojos y me
visualizaba en una escena donde se me reconocía como el
mejor, imaginaba todos los detalles, el tono de voz de los
jueces anunciando mi nombre en el primer puesto, la cara
de felicidad de mi profesora y el director, la alegría de mis
amigos al verme en ese momento y sobre todo lo orgu-

50
Fernando Carlos

llosos que se sentirían mis padres de mí. De ver como su


hijo estaba consiguiendo sus primeros triunfos en la vida.
Y estos pensamientos me motivaban cada día, fueron mi
motor durante todo el proceso para llegar listo y con mu-
cha confianza al día de la prueba.
La competencia se llevó a cabo y puedo decir que fue
una experiencia increíble, era la primera vez que estaba
enfrentando a alumnos que no eran de mi colegio y eso
me fascinaba, pues sentía que era uno de los mejores y por
eso estaba en ese lugar. Solo disfrutaba el momento como
nunca, pues durante varios días soñé con ese momento y
aunque admito que al principio me sentí un poco nervioso
por lo que pudiera llegar a pasar, bastó con cerrar los ojos
y revivir esa película que llevaba muy grabada en mi men-
te acerca de cómo sería recordado mi triunfo. Y con esto
en mente pude sentirme tranquilo, pues estaba seguro de
que era el mejor en ese salón y de que nadie deseaba tanto
ganar como lo deseaba yo, así que solo quedaba una sola
cosa por hacer, contestar mi examen y dejar que el mundo
se diera cuenta de quién soy.
Ese día terminó y me encontraba feliz y seguro de que
cuando estuvieran listas las evaluaciones, sería mi nombre
el que figuraría en la punta de la lista. Al cabo de algunos
días llegaron los resultados. Era una mañana como todas
las demás, la maestra dando su clase y todos los alumnos
sentados tratando de poner atención. El director entró en
el salón, interrumpió la clase y le dijo a mi profesora que
su alumno había ganado la competencia de zona y ahora
tenía que prepararse para las pruebas regionales que se
llevarían a cabo en algunas semanas. En ese momento to-
dos me aplaudieron y me sentí increíblemente bien, debo
admitir, todos me reconocían como el alumno más inteli-
gente de toda la zona y eso fue grandioso para mí, no solo
por el hecho del reconocimiento, sino porque días antes
había creído con tanta fuerza que eso sucedería, y cuando
por fin ocurrió marco un gran parteaguas en mi vida, pues
de forma subconsciente mi cerebro estaba registrando este

51
El carbón que se transformó en diamante

patrón del triunfo como algo natural y que desencadena-


ría grandiosas cosas a lo largo de mi vida.
Todo estaba listo, era momento de prepararse para la
competencia regional, los ganadores de cada zona acadé-
mica estarían presentes luchando por demostrar que eran
los mejores y merecían llevarse el primer premio a sus
respectivas escuelas. De igual manera utilicé la misma es-
trategia que la vez anterior, visualizar los resultados que
quería para así poder enfocarme en ellos con gran pasión
y dedicación. A pesar de ser un niño solamente, esto era
algo que me hacía sentir que era bueno en algo y que era
mi deber dar lo mejor de mí para alcanzar los mejores re-
sultados posibles, sin pensar ni un solo segundo en que
pudiera perder.
Por fin llego el tan esperado día. Cada uno de los con-
cursantes estaba listo, dispuesto a dar lo mejor de sí para
ganar, durante varias semanas se habían preparado inten-
samente para salir victoriosos, así que sería una compe-
tencia difícil. Sin embargo, eso no me preocupaba, pues
mi mente solo podía tener una imagen, una fotografía de
un  momento que aún no sucedía pero que en el fondo de
mi corazón era real. Un momento de triunfo, satisfacción
e inmensa alegría. El examen dio inicio y durante algunas
horas estuvimos en completa concentración contestando
cada una de las preguntas. Poco a poco veía como se iba
levantando uno por uno hasta que solo quedábamos unos
cuantos. En momentos me dio miedo, ‘¡qué inteligentes
deben ser, terminaron muy pronto!’, pensé. Pero a pesar
de ello en mi mente mantenía esa imagen de mí recibiendo
mi premio.
Por fin terminé, entregué mi examen y salí del salón
para ver a mi profesora y al director. -¿Cómo te fue?- me
preguntaron. -Bien- respondí, yo sabía que mis resultados
serían buenos. Pues no solo trabajé muy duro en la par-
te académica, sino que programé mi mente para que así
fuera. Llegó la hora de escuchar los resultados. Todos los
presentes esperaban las calificaciones para saber quién era

52
Fernando Carlos

el ganador. Ahora sí estaba nervioso, pues si aquí volvía a


ganar, no solo representaría un gran logro para mi escuela
y para mis padres, sería un suceso que reforzaría en mí
una confianza increíble y me daría la razón cuando pensé
que si deseaba algo y lo mantenía en mi mente todos los
días podrían lograrlo sin importar lo que fuera.
Los jueces encargados del evento comenzaron a dar los
nombres de los ganadores, comenzaban por el tercer lu-
gar, citaban el nombre el alumno y la calificación obtenida.
Debo decir que escuchar mi nombre primero no me dio
tanto gusto, pues era el tercer puesto el que me gane y no
el primero. Sin embargo, al escuchar las calificaciones del
segundo y tercer lugar me di cuenta que la diferencia que
me separaba de ellos era mínima, me vencieron por muy
poco. Así que pensé, ‘bueno, no gané esta vez, pero aún
quedan los siguientes años y voy a regresar por ese primer
lugar’.
Las premiaciones terminaron y era hora de regresar.
Durante el trayecto de vuelta, uno de los profesores nos
platicó acerca de los premios para los alumnos de sexto
año. Pues hasta quinto año, la competencia regional era la
última y más importante. Pero para los del último grado
continuaba la competencia estatal, en la cual quien logra-
ba ser ganador en esa instancia, no solo ganaba el derecho
de participar en la olimpiada nacional, sino que también
era acreedor de un viaje como premio por sus esfuerzos.
Eso me emocionó aún más y unas ganas intensas de ser
parte de ello cobraron vida, aunque faltaban algunos años
para que tuviera la oportunidad de luchar por ello, dentro
de mí nació la ilusión de ser uno de esos niños que dejaría
huella en esta competencia.
 
Como en cada una de las cosas que realizamos en nues-
tra vida, es necesario tener la certeza de que cada una de
nuestras acciones nos acerca al lugar en el que pretende-
mos estar.
Visualizar todo aquello que deseamos que ocurra en

53
El carbón que se transformó en diamante

nuestras vidas puede parecer algo fantasioso solamente


y en algunas ocasiones he escuchado a las personas que
no tiene sentido imaginarte como un ganador, pues temen
a que la caída sea dura y no puedan sobreponerse a eso.
Por lo que prefieren vivir aceptando lo que encuentran en
la vida sin ir en busca de aquello que en realidad están
deseando en lo más profundo de sus corazones. Frases
como: ‘tienes que ser realista’ o ‘algunos nacen con estrella
y otros estrellados’, son desde mi punto de vista expresio-
nes sin sentido. Pues cada uno crea su realidad con base en
la precepción que puede apreciar del mundo, cada quien
parte desde un nivel de consciencia distinta, por lo tanto
el entorno que parece realista para una persona en este
momento  puede cambiar el día de mañana si así lo desea.
Tampoco se puede decir que aquellas personas que alcan-
zan grandes cosas en la vida nacen con suerte, con la torta
bajo el brazo o son especiales y es por eso que consiguen
cosechar increíbles triunfos. Pues es la determinación y
el trabajo de cada uno de ellos lo que los ha colocado en
la cima del mundo. Se necesita de un motor muy grande
para poder mover toda esa máquina que eres, se requiere
de un impulso tan fuerte para que tomes acción y hagas
lo que tienes que hacer para concretar esos resultados que
buscas. Necesitas forjar en tu alma un gran sueño, un sue-
ño enorme que te inspire a levantarte todos los días con un
propósito, que haga que disfrutes de cada acción que rea-
lices. Necesitas creer que puedes lograrlo y visualizarte en
cada momento como un triunfador en eso, debes hacer ese
momento de gloria parte de ti, sentirlo tan profundamente
para que tu mente solo pueda reconocer una cosa, el éxito.
 
 
 
 
 
 
 

54
Fernando Carlos

Sueña en grande y la grandeza vendrá a ti.


Aunque estaba en tercer año y apenas tenía ocho años
de edad, dentro de mí había nacido un nuevo reto, demos-
trar que podía regresar el año siguiente y dar mi mejor
esfuerzo para poder conquistar ahora sí el primer lugar
y repetirlo año con año hasta llegar al último año de pri-
maria y conseguir ese premio especial que le deban a los
ganadores.
Se convirtió para mí en un gran sueño, un sueño ardien-
te que día a día ocupaba mi mente y me hacía imaginar
cientos de escenarios posibles. Este fue sin duda una de las
más grandiosas experiencias de mi vida, un proceso muy
largo en el que aprendí muchas cosas acerca del éxito en la
vida, en ese entonces era muy pequeño para comprender-
las pero hoy que puedo ver hacia atrás y reflexionar acer-
ca de todo lo sucedido, puedo comprender cuales fueron
aquellas cosas que impactaron de tal forma en mi vida y
que dieron paso a que sucesos interesantes ocurrieran en
mi vida.
Me encantaría decir que todo fue fácil en mi vida y que
jamás sentí miedo, o quise renunciar a las cosas que hacía.
Soy un ser humano y como todos estoy expuesto a situa-
ciones en las que la vida te va a poner a prueba, donde
te va a preguntar con cuantas fuerzas deseas alcanzar tus
objetivos y que estás dispuesto a hacer para llegar a tus
metas. Quiero decirte que crecí en una pequeña localidad
a las orillas de mi pueblo. Un lugar que recuerdo con mu-
cho cariño pero que no es el más apropiado para desarro-
llar un espíritu de grandeza. Es muy cierto que somos el
promedio de las seis personas con las que más convivi-
mos, en pensamientos, creencias, hábitos y por supuesto
resultados. Yo no conocía nadie que hubiera ganado algu-
na competencia, no tenía a nadie que me alimentara con
esas ganas de ser alguien en la vida, simplemente no exis-
tía nadie cercano a mí que pudiera darme esa motivación
que necesitaba. Mis padres, a los que amo infinitamente,
siempre me apoyaron en todo y doy gracias a que jamás

55
El carbón que se transformó en diamante

me dieron la espalda, para ellos siempre un niño inquie-


to, que jamás se conformó con las cosas que la sociedad
podría esperar que se conformara en las condiciones con
las que creció. Y siempre recordaré sus palabras de aliento
para hacerme sentir grande, pues fueron esas palabras las
que me impulsaron a seguir cada día y ser mejor.
El cariño y aprecio de mis padres fue un factor determi-
nante para que pudiera conseguir grandes cosas. Pues en
medio de tantas personas que intentaban decirme que no
podía porque solo algunas personas nacen con esa suerte,
o que era imposible que alguien de mis condiciones pudie-
se lograrlo, pues nuestro pueblo era muy pequeño y aun-
que fuera bueno ahí, no estaría a la altura de las grandes
ciudades. No quiero decir que estas personas lo hacían con
mala fe, creo entender el punto de vista que ellos tenían en
ese entonces y puedo entender que su única intención era
protegerme.
Pero yo no podía renunciar a ese sueño, se había con-
vertido en algo muy fuerte para mí y a pesar de había
tantas cosas que parecían estar en mi contra me resistía a
imaginar que yo no era capaz de conseguirlo. Mi corazón
estaba seguro de que yo lo iba a hacer sin importar cómo,
lo único de lo que tenía certeza es que yo lo conseguiría.
Cada vez que he querido intentar algo mi mamá siempre
me ha dicho esto: ‘si crees que lo puedes hacer hazlo, y si
lo logras qué bien, y si no, también, lo único que me im-
porta es que seas feliz’. Y mi papá me decía cosas como
estas: ‘Estoy muy orgulloso de ti, sé que eres muy bueno
y que vas a hacer grandes cosas, cosas que yo no puedo
hacer pero que tú sí. Y si tú crees que puedes hacerlas yo te
voy a apoyar en lo que pueda’. Nunca me cortaron las alas
y eso es algo que agradezco infinitamente, pues gracias a
eso hoy sé que los sueños están para cumplirse.
En cuarto año de primaria tuve un accidente que me
dejo fuera de la escuela por casi dos meses, por lo que ese
año no pude tomar parte de la Olimpiada. Fue un año
duro y que me dejó marcas para toda la vida, sin embargo

56
Fernando Carlos

la vida continúa y yo aún tenía un sueño por conquistar y


no iba a descansar hasta conseguir hacerlo realidad. Llegó
el quinto año y esta vez estaba listo para cumplir lo que
había dicho dos años atrás, era el momento para demos-
trar que merecía ganar. La Olimpiada comenzó y todo sa-
lió de maravilla, todo el esfuerzo y la espera habían rendi-
do frutos, era por fin el ganador, podía sentir esa emoción
y alegría en mi corazón por haber logrado el objetivo, por
haber demostrado que podía hacerlo y que no era cuestión
de suerte, sino más bien, era de decisión. Y aunque fue un
gran momento, todavía faltaba la prueba final, regresar el
siguiente año y luchar por alcanzar esa imagen que se for-
mó desde que tenía ocho años.
Llego el sexto año, un periodo de grandes momentos y
alegrías, un año lleno de emociones y experiencias que lle-
varé siempre conmigo. La más importante de todas, vivir
ese momento que durante años esperé, ya no había más
tiempo, esta era la prueba final, era el momento de decirle
al mundo que mi nombre quedaría escrito en el concurso
más importante del país en aprovechamiento académico
de educación primaria. Sabía que la competencia iba a ser
más fuerte y que iba a requerir mucho más esfuerzo, pues
ahora no solo estaba en puerta esa competición, logré for-
mar parte de la selección de atletismo, por primera vez
nuestra escuela iba a participar en eventos deportivos y yo
no quise quedarme fuera. Y por si fuera poco descubrí que
tenía una gran fascinación por el ajedrez, lo que me llevó
a tener la oportunidad de competir en ese año de igual
manera. Lo mejor de todo, obtuve buenos resultados en
atletismo y mejores en ajedrez, siendo un novato comple-
tamente en ajedrez, logre posicionarme entre los mejores
ocho del estado. Algo que para mí fue increíble, pues des-
pertó en mí un sentido de importancia y satisfacción que
contribuyó de gran manera para forjar una autoestima que
sería pilar en mi vida.
Y por fin era hora, ese momento tan esperado llegó, la
gran Olimpiada del Conocimiento Infantil en su última

57
El carbón que se transformó en diamante

etapa, las cartas estaban puestas, solo quedaba disfrutar y


dar lo mejor para cumplir mi sueño. Cada una de las fases
se fue cumpliendo hasta llegar al punto donde se definiría
todo, la última parte, el filtro final para conocer a los ga-
nadores de la edición 2002, que se ganarían una semana
de vacaciones todo pagado, la oportunidad de desayunar
con el Presidente de la Republica en la Casa Presidencial
y recibir un reconocimiento cómo uno de los niños más
inteligentes de México, un premio de Tres Mil pesos por
parte de la SEP, un premio de Treinta Mil pesos por par-
te de BBVA Bancomer y varias sorpresas más incluyendo
una experiencia única para cada uno.
Sin duda el verano del 2002 fue el mejor verano que
pude haber imaginado. Después de tantos años de espe-
ra, por fin había llegado la hora de saber que se siente
cumplir un sueño, durante tantos días anhelé llegar a ese
punto que cuando ocurrió, no podía contener la emoción
que emanaba de mí ser. Fue la primera ocasión que me
sentí verdaderamente lleno de grandeza. Era fascinante
ver cómo a mis once años tenía un escuadrón de policías
custodiando nuestros vehículos, saber que el tráfico debía
detenerse para que nosotros pudiéramos pasar, fue una
experiencia increíble en pocas palabras. Fueron unas va-
caciones mágicas, llenas de emociones y diversión, mo-
mentos increíbles junto a grandes personas e increíbles
amistades. No solo se trataba de los premios y los reco-
nocimientos, de las fotos y de lo mucho que se hablaba
de nosotros, era la culminación de grandes esfuerzos y sa-
crificios, pero sobre todo de una gran determinación por
conseguir un sueño, un sueño que no llegó en un mes o
un año, que presentó diversos obstáculos y adversidades,
un sueño que jamás dejó de arder en mi corazón. Y sé per-
fectamente que así como pude cumplir mi sueño también
existía la posibilidad de que no llegara a hacerse realidad.
Pero elegí luchar por él, escogí creer con tanta fuerza que
podía lograrlo, que no quedó espacio para pensar que no
era posible. Decidí que sería yo quien tenía que hacer que

58
Fernando Carlos

las cosas sucedieran en lugar de esperar a la suerte. Fui yo


quien alimentó cada día ese sueño y lo llevó, de ser conce-
bido en mi mente, a encontrar la forma de materializarlo.
Cuando tienes un sueño claro no importa lo que se
presente en tu camino, siempre encontrarás la forma de
seguir adelante. El problema no es que existan dificulta-
des en el proceso, la vida siempre te va a poner a prueba
para determinar si de verdad quieres conseguir ese sueño.
No existen problemas grandes, existen sueños pequeños,
porque cuando el sueño es muy grande, los obstáculos
se vuelven insignificantes. Tal vez creas que esta historia
de un niño consiguiendo ganar una competencia no sea
gran cosa, sin embargo es una muestra de que tan grande
puede ser el poder de un sueño, un sueño que crece cada
día y que jamás da marcha atrás. Mi intención al contarte
estas historias es que tú puedas reconocer esa grandeza
en ti, sin importar tu edad, estudios, condiciones socioe-
conómicas o cualquier otra cosa. Quiero mostrarte que si
un pequeño niño puede lograrlo TÚ TAMBIEN PUEDES,
que tal vez es momento que te mires al espejo y te digas a
ti mismo: hoy voy a triunfar, cierres los ojos y visualices
los grandes triunfos que vas a obtener. Que vuelvas sacar
del baúl de los recuerdos aquellos sueños que tenías y que
aun puedes perseguir. Sueña en grande, actúa en grande
y jamás demerites tus resultados, ensálzate de tus logros y
siéntete orgulloso de tus avances, sin la necesidad de caer
en la arrogancia.
Todos los seres humanos nacemos con la capacidad de
soñar y pareciera que con el paso del tiempo vamos restán-
dole sentido e importancia a nuestros sueños, pues proba-
blemente la sociedad nos va enseñando a ser más realistas
y a dejar de lado aquellas fantasías que no nos llevaran a
ningún lado. Y efectivamente, si no hacemos nada para lo-
grarlo, si no accionamos y hacemos que las cosas sucedan,
esos sueños solo se quedaran en eso, en fantasías vagas, en
ilusiones que veremos por siempre inalcanzables. Si esta
obra puede despertar aunque sea en una sola persona ese

59
El carbón que se transformó en diamante

deseo de volver a soñar y tomar acción en las cosas que


debe hacer para alcanzar a ver su sueño hecho realidad,
entonces podré decir que ha valido la pena, ¡Atrévete nue-
vamente a soñar!

 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

60
PASOS DE ACCIÓN

Enlista en una hoja de papel tres objetivos que desees al-


canzar. Anota en cada uno de ellos que cosas debes hacer
para poder alcanzarlos. Se muy claro y toma en cuenta
todos los detalles posibles.

Pon una fecha límite para cumplir cada uno de ellos y


escríbela. Te recomiendo que comiences por metas pe-
queñas a corto plazo. Cuando las cumplas tu cerebro
registrará ese momento como algo cada vez más natural
en ti y sentirás cómo te costará menos trabajo conseguir
tus objetivos. Así podrás ponerte cada vez metas más
grandes y tu mente subconsciente ya estará preparada
para lidiar con ellas.

El tener tus metas por escrito y en un lugar donde pue-


das verlas siempre aumenta tus probabilidades de éxito
considerablemente.
 

 
 
 
 
 
 

61
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
CAPÍTULO 5

APRENDE A MODELAR LA EXCELENCIA


 
Busca al mejor, imita al mejor, supera al mejor.
 

 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
¿Cómo me afecta o beneficia lo que hago hoy?
Somos seres de hábitos, los resultados que producimos día
a día son simplemente la manifestación de todas las cosas
que realizamos y que en conjunto producen un efecto po-
sitivo o negativo. Lo que determina si una persona es exi-
tosa o no, es en gran parte gracias a los hábitos que prac-
tica en su vida diaria. Cuando vemos a una persona con
una condición física muy buena y un cuerpo escultural,
podemos suponer qué tipo de hábitos son los que ejecuta
y que le permiten obtener esos resultados. Podemos saber
que es una persona que se ejercita con mucha frecuencia,
que cuida de su alimentación, que duerme bien, que evita
estresarse en gran medida, que practica algún deporte o
que incluso tiene rituales extraños para elevar su energía
y cambiar su estado de ánimo.
Estas prácticas son algo que se ha vuelto parte de su día
a día, pues son la clave para poder tener buena salud y un
buen cuerpo. Estas prácticas por sí solas y practicadas de
vez en cuando no podrían surtir el mismo efecto que cuan-
do se realizan de manera diaria y con ciertos estándares.
El factor clave para que se puedan alcanzar los mejores
resultados posibles es la disciplina.
Se puede tener mucho talento en algo y aun así no tener
éxito. Pues a veces el hablar de disciplina es algo que no
nos causa mucha emoción. Tal vez porque hemos asocia-
do este término con algo desagradable, como una forma
de restar libertad a lo que hacemos y encadenarnos a si-

65
El carbón que se transformó en diamante

tuaciones que tarde o temprano terminarán por hartarnos.


Pero déjame decirte una cosa, sin disciplina no es posible
alcanzar grandes resultados. Las personas que consiguen
cosas grandiosas en sus carreras, en los deportes, en los
negocios, etc., han sabido utilizar con sabiduría este con-
cepto y han desarrollado hábitos que les han permitido
hacer menos tedioso el proceso.
Todas las cosas que haces hoy en día, las haces a través
de hábitos que te has formado a lo largo de tu vida, la ma-
yoría de ellos me atrevería a decir de forma empírica, un
día viste a alguien más hacerlo y de forma subconsciente
adoptaste la misma fórmula. Pues la forma más sencilla de
aprender algo es ver como lo realiza alguien más y tratar
de copiarlo para obtener resultados similares. Lo que no
sabemos es que ese mismo patrón que utilizamos para rea-
lizar alguna actividad, puede repetirse en alguna otra que
hagamos, pues como está instalado en la parte de nuestro
cerebro a la cual no tenemos acceso cuando estamos cons-
cientes, es muy probable que nuestra mente traiga a noso-
tros ese mismo proceso cuando requerimos hacer algo que
pueda presentar condiciones similares.
Por ponerlo de cierto modo, cuando alguien descuida
mucho su persona, hace lo mismo con todo, si en su mente
no está el cuidar de su persona, lo mismo hará con todo
lo que le rodea. No solo descuidará su persona, sino que
también sus relaciones, amistades, trabajos, escuela, etc.
Cabe una gran probabilidad de que en cada una de las
áreas de su vida tenga resultados similares, pues los hábi-
tos que suele llevar en su vida son los mismos que aplica
para la mayoría de las cosas que hace. Ponte a pensar en
aquellas personas que conoces que dejan las cosas a me-
dias. Si conoces a alguna, date un segundo para hacer un
recuento de cuantas cosas ha dejado inconclusas, tal vez te
des cuenta de que son muy pocas las que ha conseguido
terminar. Y aunque para algunas personas parezca fácil
cambiar este tipo de patrones mentales, no lo es. De hecho
es muy difícil, pues para esta persona es algo que ya se

66
Fernando Carlos

realiza de manera natural, algo que no controla, puesto


que se ha vuelto un proceso similar a respirar. Todos res-
piramos todo el tiempo, pero cuantas veces te has deteni-
do a pensar en ello, en cuantas ocasiones has puesto aten-
ción a tus respiros, es más cuando vas con el médico y te
dice que respires, puedes notar como te cuesta más trabajo
realizar esta actividad, ¿por qué? Porque eres consciente
de ella, pero en la mayor parte del tiempo no prestas aten-
ción porque es un proceso que ya está establecido en tu
cerebro es algo que sea en las condiciones que sea debe
darse. Tú ya no tienes que gastar energías en decidir cómo
respirar, tu cerebro ya lo hace automáticamente sin que
tengas que detenerte a pensar en ello. Lo mismo pasa con
el patrón de pensamiento en que se deja todo a medias, el
cerebro de esa persona ha desarrollado ya una formula en
la cual puede determinar en qué momento abandonar, sin
que esta persona pueda ser consciente de ello. Ha desarro-
llado hábitos que ya no requieren esfuerzo, pues se han
vuelto algo natural para ella, por lo tanto al ser la misma
ecuación la que se ejecuta, el resultado que se puede espe-
rar es el mismo.
2 + 2 siempre va a ser 4, 3 x 5 siempre será 15, jamás
será 20, aun si se invierten los factores el resultado siem-
pre será el mismo y esto es porque los valores siempre son
los mismos, sin importar el orden. Lo mismo sucede con
los resultados en los seres humanos, no podemos esperar
tener un cuerpo muy bien marcado si comemos hambur-
guesas todos los días y nunca nos levantamos del sillón.
Es necesario entender que cada resultado que tenemos en
nuestra vida es solo el efecto de una serie de pequeñas ac-
ciones que venimos realizando día con día. Y que mientras
no cambiemos nuestra programación, no podemos espe-
rar ver resultados diferentes.
 
¿Qué hábitos tiene la gente altamente exitosa?
Buena pregunta, el punto de partida para poder alcan-
zar el éxito en cualquier disciplina es preguntarse qué ha-

67
El carbón que se transformó en diamante

cen aquellas personas que ya tienen el éxito en las manos.


Es implementar y aplicar la tecnología de lo obvio: BUS-
CAR AL MEJOR, COPIAR AL MEJOR, SUPERAR AL
MEJOR.
Si deseamos de verdad tener éxito en algo, es necesario
encontrar a alguien que ya tenga los resultados que noso-
tros buscamos y adoptarlo como nuestro modelo a seguir.
Necesitamos averiguar qué hace y cémo lo hace, algunas
cosas tal vez no las entendamos al cien por ciento en un
inicio, pero con el paso del tiempo podremos descifrar la
razón del porque realizar dicha actividad. Ahora bien, hay
que tener cuidado de solo tomar aquellas prácticas que en
verdad sean productivas y no destructivas.
Cuando tienes un modelo a seguir, recorriendo el ca-
mino de alguien que ya pasó por un proceso que le tomó
años consolidar en una sola metodología, tienes una gran
ventaja, pues te estás ahorrando muchos tropiezos y mu-
cho trabajo, lo único que resta es hacer lo que tienes que
hacer y adoptar la disciplina necesaria para que obtengas
los mejores beneficios.
Si bien en cada disciplina o actividad en la que tú quie-
ras tener éxito, hay hábitos muy particulares, que solo tie-
ne validez su aplicación para esta. Pero hay muchos que
son fundamentales para cualquier área. Hábitos financie-
ros, hábitos en manejo de tiempo, hábitos para el cuidado
de la salud, hábitos para mejorar la productividad, etc. Lo
único que tienes que hacer es mejorar tus hábitos en los
ámbitos necesarios y tu vida comenzará a mejorar indu-
dablemente.
Puede que algunas cosas te parezcan extrañas en un
principio, pues es algo a lo que no estás acostumbrado,
sin embargo, te recomiendo que los hagas tal y como son.
Esa es la tecnología de lo obvio. Vas a buscar al mejor para
copiar lo que hace al pie de la letra, cuando seas conscien-
te del porque lo hace, tal vez te des cuenta de que puedes
mejorar algunas cosas, pero será cuando ya hayas experi-
mentado que lo que esa persona hace también te produjo

68
Fernando Carlos

a ti resultados y ahora es momento de agregarle tu toque


personal si así lo crees de verdad conveniente.
Desarrolla nuevos y mejores hábitos para sustituir
aquellos que no te están produciendo los resultados que
deseas. Y sobre todo hábitos que te ayuden a mejorar tu
salud y condición física, pues tú eres el activo más impor-
tante que tienes, si no te encuentras bien te costará más
trabajo realizar las demás actividades que tengas por ha-
cer.
 
¿Cómo desarrollo nuevos hábitos?
Para dar paso a que una nueva forma de realizar algo se
implante en nuestro cerebro y se vuelva parte de nuestra
programación subconsciente, hay que determinar primero
cuales son aquellos patrones que desarrollamos hoy en día
y que no favorecen en lo más mínimo a alcanzar nuestros
objetivos. Estos hábitos que ya hemos venido arrastrando
desde hace mucho tiempo hay que desecharlos en su lugar
adoptar nuevos que van a proporcionar grandes benefi-
cios en nuestras tareas y actividades, lo que se traducirá en
mejores resultados para nosotros.
Primero que nada debemos tener en cuenta que el im-
plementar un nuevo hábito en nuestras vidas, puede llegar
a tornarse difícil, pues es algo que estaremos aplicando por
primera vez y nuestro cerebro al no estar acostumbrado a
esas nuevas fórmulas, sentiremos cierta resistencia al cam-
bio. Por lo que debemos emplear nuestra fuerza de volun-
tad para que este nuevo hábito que estamos tratando de
implantar, pueda adaptarse lo más rápido posible. Si man-
tenemos una disciplina constante y practicamos este nue-
vo hábito todos los días por un periodo de veintiún días,
habremos logrado que se quede en nuestro como algo que
ya no requiere de esfuerzo para llevarlo a cabo.
Para que una actividad pueda volverse un hábito, es
necesario realizarla todos los días durante veintiún días
como mínimo. En un inicio tendremos que utilizar nuestra
fuerza de voluntad para que podamos llevar a cabo dicha

69
El carbón que se transformó en diamante

actividad. Con el paso de los días, la parte subconsciente


de nuestro cerebro irá registrando la manera en que lo ha-
cemos y comenzará a programarla de manera automática
hasta que no nos cuente ningún esfuerzo realizarla. Esto
es una gran ventaja, pues nuestra fuerza de voluntad es un
recurso que se agota. Durante el día solo podemos hacer
uso de ella una sola vez, por lo que después de pasar este
periodo de programación mental, podemos utilizar nues-
tra fuerza de voluntad en alguna otra actividad.
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Vamos a suponer que tienes malos hábitos alimenticios.
Quieres corregir esto y vas a implementar nuevo hábitos
saludables en tu alimentación que te van a ayudar a me-
jorar tu rendimiento y condición física. Tus hábitos ac-
tuales son: Comer en horas no recomendadas, comer solo
dos veces al día, comer comidas nada balanceadas, tomar
solamente cosas endulzadas y acostumbras comer muy
rápido. Podemos saber que estos hábitos no producen be-
neficios a tu salud, pues si no te alimentas a las horas que
tienes que comer y comes muy pocas veces tu metabolis-
mo se hará cada vez más lento, si lo que consumes es co-
mida de un solo tipo o que no aporta los nutrientes que tu
cuerpo necesita tu rendimiento en las actividades que rea-
lices no será óptimo. Y si además no te das el tiempo ade-
cuado para poder ingerir tus alimentos puedes presentar
algunos problemas digestivos. En consecuencia por todo
esto es muy probable que pueda darte gastritis, colitis y
acumular grasa en el cuerpo.

70
Fernando Carlos

Al tratar de implementar los nuevos hábitos que serán,


comer de manera más regular y a determinadas horas,
consumir alimentos de forma más variada y que aporten
los nutrientes necesarios, consumir bebidas bajas en azú-
car y dar más tiempo para comer, resultara como podrás
imaginar un poco doloroso al principio. Y esta es una de
las razones por las que hay mucha gente en este estado,
pues al ser un proceso que produce una sensación de do-
lor al individuo, no son capaces mantener esa disciplina
por el tiempo mínimo requerido. Así que interrumpen
el proceso y vuelven a lo que ya estaban acostumbrados,
pensado que poco a poco lo irán haciendo, pero en reali-
dad solo se están engañando a sí mismos, porque su fuer-
za de voluntad ya no está surtiendo efecto por lo que ya
no hay algo que pueda seguir impulsando a continuar con
la nueva fórmula. Por lo tanto nuevamente una de los pro-
cedimientos que van a ayudar muchísimo en esta etapa es
determinar primero por qué queremos cambiar esos há-
bitos, visualizarse con los resultados que se obtendrán al
realizar ese cambio y hacerlo parte de nosotros. De esta
forma será más fácil soportar el proceso y mantener la dis-
ciplina que se necesita.
Al final de todo si tenemos realmente un porque lo su-
ficientemente grande, podremos soportar el proceso que
sea, por muy difícil que parezca, pues en nuestra mente
solo existirá eso que buscamos alcanzar y esta mentalidad
dará paso a que las nuevas conductas y disciplinas que
vayamos adoptando se adhieran de forma más rápida y
con mejores resultados.

 
 
 
 
 
 
 

71
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
PASOS DE ACCIÓN

Elabora una lista de cinco hábitos que no aporten benefi-


cios a tu vida. Anota en qué áreas o actividades te afectan
y determina cual sería el nuevo hábito que debes adoptar
para que te genere mejores resultados.

Comienza a trabajar en ellos, utiliza la visualización de


los resultados que obtendrás para conseguir el impulso
que necesitas hasta lograr que se quede programado en
tu mente. (Veintiún días)

 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

73
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
CAPÍTULO 6

RODÉATE DE GRANDEZA
 
Puedes generar cien unidades si sabes hacer mil, pero no
puedes generar mil si solo sabes hacer cien.

 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
¿Dónde me encuentro?
Si lo que queremos es alcanzar grandes logros en nuestra
vida, lo primero que necesitamos es creer que somos ca-
paces de conseguirlos. Puesto que si no creemos que no-
sotros somos merecedores de eso que buscamos o que es
algo que está fuera de nuestro alcance, entonces es muy
probable que no lleguemos muy lejos.
Existe algo muy importante llamado Contexto, este
concepto no es más que la cajita donde albergamos nues-
tra cosas, por lo tanto si decimos que nuestro contexto es
pequeño significa que nuestra caja es pequeña y por ende
no podrá contener muchas cosas o cosas muy grandes. Por
el contrario si nuestro contexto es grande, significa que
esta caja puede contener muchas más cosas.
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 Este es un concepto que afecta de manera directa nues-
tros resultados en la vida, pues como puedes darte cuen-
ta en la figura de arriba, es más importante el contenedor

77
El carbón que se transformó en diamante

que el contenido. Pues si la caja de las herramientas es más


grande podrá contener más herramientas. Pero no solo es
cuestión de la cantidad que puede albergar un contexto
más grande, sino de la calidad de los elementos conteni-
dos. Te voy a poner un ejemplo. Se realizó un estudio para
probar cómo es que el entorno donde se desenvuelve al-
gún ser vivo puede afectar su desarrollo. Así que se hizo
un experimento con tres tiburones recién nacidos, todos
ellos con características similares, misma edad, mismo
peso, etc. Cada uno de ellos fue puesto en un estanque dis-
tinto. El primer tiburón fue colocado en el estanque más
pequeño, el segundo tiburón en un estanque de propor-
ción más grande y tercer tiburón fue colocado en el estan-
que de mayores dimensiones.
 
 
 
 
 
 
 
 Al cabo de algún tiempo se revisaron los resultados y
esto es lo que arrojo el estudio:
El primer tiburón cuyo estanque era el más pequeño no
alcanzó grandes dimensiones, creció muy poco, su tama-
ño era muchísimo muy inferior a un tiburón promedio.
El segundo tiburón que había sido colocado en un es-
tanque más grande que el del primero, logro crecer más
que el tiburón número uno, sin embargo aún estaba por
debajo del promedio.
El tercer tiburón, quien se encontraba en el estanque
más grande, alcanzó un tamaño mucho mayor que el de
los dos primeros y es quien más cerca estuvo de las dimen-
siones promedio de un tiburón que crece en mar abierto.
 
 
 

78
Fernando Carlos

 
 

Este experimento logró demostrar que el ambiente don-


de se desenvuelve alguna especie es factor determinante
en su crecimiento y desarrollo.
Otro ejemplo para ilustrar este concepto es el de los
bonsáis. Esos pequeños arbolitos que encontramos conte-
nidos en una maceta en algún vivero o tienda de decora-
ción. Estos pequeños arbolitos llegan a medir unos cuan-
tos centímetros y por eso son ideales para tenerlos en casa
como parte de nuestra ambientación interior. Sin embar-
go si traspasáramos este arbolito a un lugar mucho más
amplio que esa maceta, digamos en un campo abierto o
al lado de algún río y en una tierra fértil, este pequeño
ejemplar de la naturaleza llegaría medir por lo menos diez
veces el tamaño que alcanza al estar contenido en una pe-
queña maceta.
La razón de esto es muy simple, al estar en un recipien-
te muy pequeño no puede expandir sus raíces, pues estas
topan con las paredes de su contenedor y ya no le permi-
ten seguir creciendo. En cambio, al estar en un lugar más
amplio, las raíces de este pueden expandirse tanto como
lo requieran por lo que este árbol tiene todo para poder
alcanzar su máxima altura.
 
 
 
 
 
 
 
 

79
El carbón que se transformó en diamante

 Por lo tanto podemos determinar que el entorno es más


importante que el individuo, es decir el contexto es más
importante que el contenido.
Para nosotros los seres humanos este principio se aplica
de la misma manera, el lugar en el que nos desenvolvemos
afecta en gran medida nuestro desarrollo. Si el lugar don-
de crecemos está rodeado de un ambiente de abundancia
y de grandes logros, es mucho más probable que nuestros
resultados sean muy parecidos. Por el contrario si el lu-
gar donde crecimos estuvo lleno de limitaciones y escasez,
nuestros pensamientos serán de igual forma, lo que nos
conducirá a resultados no tan favorables.
Hace poco leí la historia de un empresario mexicano
cuya vida y trayectoria ejemplifican este principio de ma-
nera excelente. Su nombre es Pedro Osvaldo Ramírez y
en su libro Tu Primer Millón, donde relata la travesía que
tuvo que enfrentar para convertirse en la persona que hoy
es, deja ver muy claro como el haber escogido el entorno
correcto fue el factor clave para lograr sus objetivos. Déja-
me mostrártelo con sus propias palabras.
“Antes de iniciar la universidad ya tenía yo muy cla-
ro que no pretendía estudiar una carrera profesional para
ejercerla. La verdad es que no me veía dentro de un em-
pleo. Ya leía de manera cotidiana publicaciones de nego-
cios, revistas y periódicos financieros. Me gustaban… en
aquella época comenzó a formarse en mi mente la idea de
ser millonario. Recuerdo bien que lo establecí: A más tar-
dar, a los 25 años, habré generado mi primer millón de pe-
sos, y por mucho, a mis 30 años, habré generado mi primer
millón de dólares.
No sabía cómo, y en verdad tampoco tenía la más re-
mota idea, pero esa idea se había fijado en mí.
Investigué muchas universidades. Por supuesto que
la universidad pública no era mi opción… imagínate mi
grado de enfoque, ya que sabía perfecto que quería ser
millonario, y me dediqué a buscar qué carrera, qué uni-
versidad, podía darme esa enseñanza. Revisé escuela por

80
Fernando Carlos

escuela, carrera por carrera, plan de estudios por plan de


estudios, materia por materia, para encontrar aquella que
pudiera enseñarme cómo ser millonario.
¿Cuál crees que fue el resultado?
Naturalmente, no existe una sola carrera que te enseñe
a ser millonario…una vez que me di con una pared de
concreto, al entender que ninguna carrera me enseñaría
como volverme millonario, mi búsqueda entonces se en-
focó en la universidad. Necesitaba estar en medio de los
millonarios. Necesitaba poder entender su pensamiento.
Requería conocer no solo su estilo de vida, sino sus formas
de pensamiento. Y ese fue el factor decisivo para elegir ca-
rrera universitaria. Elegí la carrera menos peor, en el único
campus que encontré, que estaba a mi alcance para po-
der rodearme de lo más alto que yo conocía en aquel mo-
mento. Y decidí estudiar en el Tecnológico de Monterrey,
Campus Santa Fe… Decidí ese campus al cual, para llegar,
debía recorrer un trayecto de dos horas por la mañana y
dos horas por la noche para regresar… ¿Había campus
que resultaran más cercanos a mí y menos complicados?
CLARO QUE SÍ. Pero recuerda que a mí no me interesaba
la carrera, me interesaba rodearme de las personas ade-
cuadas. Y las personas adecuadas NO estaban en ningún
otro campus de la ciudad.
…definitivamente era un mundo totalmente distinto.
Mientras que mi círculo de origen charlaba en cientos (de
pesos), yo charlaba en miles, y mi círculo en la escuela
charlaba en cientos de miles de dólares. Mientras que yo
aprendía a generar dinero trabajando, ellos charlaban con
sus padres sobre estrategias de inversión. Mientras yo sa-
bía ahorrar en centavos, ellos sabían ahorrar en miles.
…Hoy esto te lo cuento de una manera muy simple,
pero en realidad es un choque emocional muy fuerte.”
Podemos apreciar claramente como el enfoque que te-
nía en alcanzar su sueño lo llevó a buscar el lugar más
adecuado para conseguirlo. Claramente sabía lo que que-
ría lograr ahora solo hacía falta rodearse de las personas

81
El carbón que se transformó en diamante

correctas, personas de las cuales pudiera aprender lo que


le hacía falta, personas con las cuales pudiera expandir el
contexto que tenía en ese entonces. El resultado de esta
acción lo llevo a conseguir su primer millón de pesos a los
veintidós años, un resultado que jamás se hubiera mani-
festado si hubiera escogido un entorno diferente.
Somos el promedio de las SEIS personas con las que
más tiempo pasamos. En pensamientos, hábitos, creencias
y por supuesto resultados. Si no tienes los resultados que
te gustaría tener, voltea a ver a tu alrededor y observa bien
tu círculo íntimo, probablemente sea momento de ampliar
tu círculo social.
El buscar un lugar en el que existan personas con los
resultados que tu deseas obtener te acercará más a que
puedas alcanzarlos. Ponte a pensar por un segundo, ima-
ginemos que estás con tu novia o novio, todo está bien y
de pronto sin verlo venir ya están peleando. La discusión
aumenta de tono cada vez más y al final ambos terminan
furiosos y debido a que las emociones están a tope uno de
los dos decide terminar la relación. Después de algunas
horas o un par de días te das cuenta de que todo fue una
tontería y quieres arreglar a las cosas, sin embargo no sa-
bes cómo actuar así que decides preguntarle  alguien más
que te recomienda hacer.
Opción A.- Pides consejos a tu tío que lleva tres divor-
cios.
Opción B.- Pides consejos a tu tío que lleva treinta años
de casado.
¿A quién le pides consejos? Suena más que obvio, a
quién lleva varios años de casado, pues es claro que sabe
cómo manejar las discusiones y te puede aconsejar sobre
cuáles serían las formas más adecuadas de actuar. El pro-
blema es que a veces le preguntamos a las personas in-
correctas y nos arrastran a resultados que no queremos.
Y en diversas ocasiones sucede que nuestras amistades
no están proporcionándonos pensamientos productivos a
ciertas cosas que esperamos realizar. No digo que todo sea

82
Fernando Carlos

malo, en algunas cosas te van a dar buenos consejos y te


van a ayudar, sin embargo, existen algunas para las que es
mejor no hacerles caso, escucha las opiniones que puedan
dar pero evalúa de una forma acertada si tomas el consejo
o no. Reflexiona si eso que te está diciendo está basado en
la experiencia propia o solo lo ha escuchado en alguien
más pero jamás lo ha vivido.
Es muy importante saber identificar a cuales personas
les hacemos caso. Pues en muchas ocasiones aquellas per-
sonas de quien esperamos una respuesta que nos ayude
a alcanzar lo que buscamos, no pueden brindártela real-
mente. En la historia anterior, el personaje quería llegar a
ser millonario, por lo tanto debía rodearse de millonarios
para poder aprender lo que debía realizar si quería ser
como ellos.
Edgar, un amigo mío, en una ocasión nos contó una
anécdota que le ocurrió mientras estudiaba la universi-
dad. En cierta ocasión tenía que entregar un trabajo para la
materia de negocios internacionales, así que como quería
obtener una buena nota ponía mucha atención a las clases
del profesor que impartía dicha materia. Pensando que lo
que aprendería en esa clase le ayudaría a crear negocios
muy buenos en el futuro. Con el paso de los años y con
el contexto que fue adquiriendo con el tiempo, reflexionó
acerca de lo que sucedió tiempo atrás.
“Cuando quería aprender acerca de negocios en la es-
cuela, le preguntaba a mi profesor de negocios, hoy me
doy cuenta que no podía ayudarme a crear negocios pues-
to que no tenía ninguno, jamás había creado negocios,
solo daba clases acerca de información que debía tener
un empleado para saber cómo llevar los negocios de al-
guien más, pero no para crear sus propios negocios. Tenía
compañeros que llegaban en autos de lujo, mi profesor no
conducía un auto así, ni tenía negocios propios, solo era
un empleado enseñando como crear negocios desde un
punto de vista teórico, hoy sé que hubiera sido más lógico
preguntarle de negocios a los papás de mis amigos, pues

83
El carbón que se transformó en diamante

todos ellos eran dueños de grandes negocios y sabían per-


fectamente cómo crear negocios.”
No siempre las personas que dicen saber lo que dicen,
realmente lo saben, pueden tener la información, pero no
el conocimiento, pues el conocimiento solo lo da la expe-
riencia de haber realizado algo.
Por último podemos definir como contexto al nivel que
alcanzan tus pensamientos y creencias en determinado
momento. El cual se genera a través de todo lo que te ro-
dea e influye de manera directa o indirecta en tus decisio-
nes y resultados.

 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

84
PASOS DE ACCIÓN

Determina tres objetivos que quieras alcanzar. Re-


flexiona acerca de cómo el entorno en el que te desen-
vuelves hoy te acerca o te aleja de esos objetivos.
Busca rodearte de personas que tengan los resulta-
dos que esperas conseguir, observa que hacen y como lo
hacen, investiga cómo piensan, como actúan y que pasa-
tiempos tienen.

Amplía tu contexto cada día, sube los estándares de las


actividades que realizas, los lugares a donde viajas, los
restaurantes donde sueles ir a comer, los sitios donde te
diviertes, las cosas que te compras, la ropa que usas, etc.

Si crees que el nuevo nivel al que estas accediendo es


mucho para ti, entonces tienes que trabajar más en tus
pensamientos y creencias limitantes.
 

 
 
 
 
 
 
 

85
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
CAPÍTULO 7

MENTALIDAD GANADORA

Si no te gusta lo que ves afuera, pregúntate que hay


adentro.

 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
             
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
La herramienta más poderosa con la que cuenta el ser hu-
mano desde mi punto de vista es la mente. El cerebro es
quien controla todos los procesos que ocurren en nuestro
cuerpo, de tal forma que si somos capaces de dominar
nuestra mente, no solo consciente sino subconsciente, se-
remos capaces de controlar mejor las señales neurotrans-
misoras que el cerebro envía y recibe en cada acción que
realicemos, por lo tanto seremos conscientes de como
nuestros pensamientos son los únicos responsables de los
resultados que obtenemos en nuestra vida.
Cada acción que llevamos a cabo está ligada cien por
ciento con nuestros pensamientos, son estos los que de-
terminan que hacemos y como lo hacemos. El proceso que
ocurre es el siguiente:
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

89
El carbón que se transformó en diamante

 Cada pensamiento que creamos en nuestra mente se va


a encargar de crear nuestra realidad, los pensamientos que
tengamos en determinado momento van a generar ciertas
emociones en nosotros, las cuales van a determinar qué
acciones vamos a tomar al respecto, y dichas acciones son
las encargadas de producir nuestros resultados.
Ahora bien, este mismo proceso se repite durante va-
rias veces en el día por lo que queda más o menos de la
siguiente forma:
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 Supongamos que hoy por la mañana te levantaste un
poco tarde, tienes apenas el tiempo justo para llegar al
trabajo, pero tienes que apresurarte o llegarás tarde y tu
jefe explotará contra ti. Te metes a la ducha y de pronto se
acaba el agua. En ese instante todo cambia, pues ya ahora
no solo estás pensando que llegarás tarde, sino que ahora
este molesto por que no puedes terminar de bañarte como
se debe. Por lo que comienzas a estresarte, pareciera que
todo está conspirando para que no llegues a tiempo a tu
trabajo y eso te pone de muy mal humor. Sales de tu casa
y te diriges a tomar el autobús, y casualmente hoy demora
más de lo normal en pasar, por fin llega, subes en él y te
sumerges entre toda la multitud que apenas si cabe. El trá-
fico está horrible y el autobús va a vuelta de rueda, y por
si fuera poco cuando llegas al lugar donde debes bajar no

90
Fernando Carlos

oprimes a tiempo el botón que indica que bajas debido a


que te es muy difícil pasar entre tanta gente para llegar a él
y te pasas de largo, por lo que tienes que bajar varios me-
tros después, muchísimos metros después. Por fin llegas a
tu trabajo, casi media hora después de la hora en que de-
berías haber llegado, estás muy enfadado por todo lo que
te pasó, por quedarte dormido, porque se acabó el agua y
no pudiste terminar de bañarte, porque el autobús paso
tarde y después el trafico te hizo el momento más amar-
go, te pasaste de largo y tuviste que regresar para llegar
al trabajo y ahora lo más probable es que recibas un gran
regaño por parte de tu jefe o supervisor.
Estás tan enfadado y preocupado que todo lo que haces
no te sale bien y en tu mente solo está el pensamiento de lo
que te va a decir tu superior por haber llegado tarde. Estás
en tu área de trabajo y notas que el ser a quien más temes
en esos momentos se acerca, sientes como por tu cuerpo
recorre una sensación desagradable y solo esperas lo peor.
Sin embargo, cuando esta persona llega solo te saluda de
manera amable y alegre, te asigna algunas actividades del
día y se marcha sin decir más.
En ese momento sientes un gran alivio, sientes que has
vuelto a nacer y todas tus preocupaciones se esfuman, el
mal humor desaparece y en su lugar queda una persona
feliz y tranquila. De pronto pareciera como si todas las
nubes negras desaparecieran y el sol brillara nuevamente,
casi por arte de magia todas las cosas comienzan a salir
muy bien y aquel día que parecía estar perdió ahora se ha
convertido en algo increíble.
¿Qué ha sucedido en este ejemplo? En un principio las
cosas parecían ir muy mal, los pensamientos dominan-
tes en ese momento producían sensaciones negativas, las
cuales a su vez conducían a un estado de amino fatal. Si
este estado de ánimo hubiese perdurado por el resto del
día, los resultados de cada acción que se hubiera realizado
hubieran sido en relación con ese estado de ánimo, PESI-
MOS. Sin embargo hubo una acción que cambio todo, y el

91
El carbón que se transformó en diamante

estado de ánimo cambio por completo, lo cual sustituyó


esos pensamientos y sensaciones negativas por unas más
agradables, de tal forma que las acciones siguientes gene-
rarían resultados positivos, con lo que se reforzaría aún
más ese estado de felicidad.
Es muy común que estemos expuestos a situaciones
que nos hagan perder el control y poner a prueba nues-
tra inteligencia emocional, y cuando esto ocurre por lo
general entramos en un estado de ánimo nada favorable
para desempeñar nuestras actividades. Este estado de áni-
mo está compuesto por nuestros pensamientos y nuestra
fisiología, cuando estamos tristes los pensamientos que
llegan a nuestra mente son pensamientos que encierran
penas o dolor, de tal manera que nos sentimos abatidos y
sin ganas de hacer algo. Nos veremos tal vez con la cabeza
caída, una expresión de tristeza en nuestro rostro y proba-
blemente experimentemos algunos males internos, como
dolor de cabeza o de alguna otra parte de nuestro cuerpo.
Todo esto está generando emociones muy desalentado-
ras y todo lo que hagamos parecerá que lo hacemos con
los pies, como se dice coloquialmente. Y si no cambiamos
ese estado de ánimo pronto, ese mismo patrón se repetirá
tantas veces se le permita, produciéndonos resultados de-
sastrosos hasta que decidamos cambiar la situación. En el
ejemplo de arriba hubo un momento donde algo cambio
el estado de ánimo de mal humor y preocupación por uno
de tranquilidad y alegría, pero ¿cómo podemos cambiar
nuestro estado de ánimo sin esperar a que algún suceso
externo a nosotros lo haga?.
La respuesta está en desarrollar una Actitud Mental
Ganadora.
Todo en el universo es atraído mediante las vibracio-
nes que enviamos, cada vez que en nuestra mente predo-
minan pensamientos positivos, enfocados a la grandeza o
que nos recuerden momentos de suma felicidad, produci-
mos cierta energía que genera vibraciones que atraerán a
todas las cosas que se encuentren en la misma frecuencia,

92
Fernando Carlos

es decir, todo lo positivo, la grandeza y más felicidad.


Si nuestra mente solo se enfoca a ver las cosas positivas
de cada situación entendiendo que cada cosa que nos suce-
de nos ocurre por alguna razón, nuestro panorama acerca
de lo que vivimos se vuelve más acogedor. Pues en lugar
de lamentarte por la cosas que no salieron como esperába-
mos estamos reflexionando sobre que hemos aprendido
y que podemos utilizar de esa lección. No significa que
todo el tiempo estemos de buen humor y jamás nos enoje-
mos, pues somos seres emocionales y enfadarnos es parte
de nuestra naturaleza. Sin embargo, sí podemos controlar
esas emociones para que no tengan mayor influencia en
nuestros resultados. Si en algún momento explotamos de
furia, tratemos de sacar todo eso que nos oprime y nos
hace sentir de esa manera, pero pongamos un límite, una
vez que sintamos que hemos calmado a la bestia interna,
respiremos profundamente y concentrémonos en cómo
solucionar las cosas. Pues cuando la emoción aumenta la
inteligencia baja. Así que cuando nuestras emociones es-
tén a tope evitemos tomar decisiones, pues estas estarán
basadas en impulsos más que en la razón.
Controlar nuestros pensamientos en un principio pue-
de resultar difícil, pero como toda disciplina en la vida,
rendirá frutos si se es constante en la práctica.
Cada vez que te sientas decaído, trae a tu mente aque-
llos recuerdos donde te sientes feliz y lleno de amor, lo-
gra que tu mente reviva esos instantes hasta que puedas
sentirlos presentes en ti. Cierra tu puño y agítalo de arri-
ba abajo y mientras haces eso repite lo siguiente: soy un
ganador y nada puede vencerme (o alguna otra frase que
consideres que pueda empoderarte), sonríe cada vez con
más intensidad y aumenta tu energía hasta que todo tu
cuerpo experimente una sensación de bienestar increíble.
Mantener la motivación alta es un factor imprescindible
para alcanzar tus objetivos, para ser un ganador necesi-
tas mantener esa motivación alta y saber cómo auto moti-
varte. Puedes crear una lista de reproducción con algunas

93
El carbón que se transformó en diamante

canciones que te eleven el ánimo, que te hagan sentir con-


tento y te suban la energía y escucharla cada vez que te
sientas decaído o con la energía muy baja.
Al levantarte por las mañanas, desarrolla el hábito de
dar gracias por diez cosas en tu vida, pueden ser cosas
como, gracias por el sol de esta mañana, gracias por la
comida que me alimentara el día de hoy, gracias porque
mi familia está bien, gracias por mi trabajo, etc. Así te pa-
rezcan cosas ridículas da gracias por ello, de esta forma
comenzaras tu día enviando al universo gran cantidad de
vibraciones positivas y en consecuencia el universo a lo
largo del día te enviará un poco de lo que otorgas. Por
las noches antes de dormir, elimina toda preocupación
que pueda robarte el sueño, en su lugar piensa en cua-
les fueron los momentos más felices del día, aquellos que
te hicieron reír y que disfrutaste al máximo, experimenta
nuevamente esa sensación de bienestar y da gracias por el
gran día que tuviste.
Puede que te parezcan un poco raras estas prácticas
pero te aseguro que si las intentas y las realizas con fre-
cuencia, pronto serán parten de tu vida diaria y notaras
como las cosas comienzan a salir mejor casi como por arte
de magia.
 
La clave para ser un ganador.
Uno de los secretos clave de un ganador es la CERTE-
ZA. No dudar de que las cosas vayan a suceder es uno
de los factores más importantes para que los resultados
aparezcan. Tener siempre la certeza de que lo que lo que
se busca alcanzar va a llegar tarde o temprano, te brinda
una perspectiva muy diferente del proceso que tienes que
enfrentar.
En una ocasión escuché a un socio de la empresa de
Mercadeo en Red, en la cual estoy afiliado, dar un ejemplo
de cómo funciona este concepto y me gustó mucho porque
es muy claro, así que voy a tratar de repetirlo aquí.
Imagina que hoy hay un partido de futbol, va a jugar

94
Fernando Carlos

la selección de tu país contra una selección considerada


una potencia mundial, llamémosle Alemania. Yo vivo en
México así que el partido sería México Vs Alemania. Pero
por ciertas razones tú no puedes ver el partido porque a
esa hora tienes que realizar otras actividades que termi-
nar. De tal forma que piensas ver después la repetición
para saber el resultado. Sin embargo, después de terminar
el partido y antes que tu puedas ver la repetición, escu-
chas en la radio el marcador final, México 3 – 2 Alemania.
Esa noticia te pone muy feliz, pues tu equipo ha ganado el
partido, entonces te dispones a ver la repetición para po-
der ver cómo fue la victoria. Comienza y el primer gol cae,
¡gol de México!, tu cara muestra alegría por esa anotación,
después viene otra anotación pero esta vez es del equipo
contrario, de Alemania, no tomas tanta importancia. Vie-
ne una anotación más y nuevamente es de Alemania, el
marcador es 2-1 a favor de los europeos, sin embargo, eso
no te causa ninguna emoción de descontento. Si estuvie-
ras presenciando el encuentro en vivo probablemente te
encontrarías preocupado o molesto porque tu equipo va
perdiendo y no sabes si podrá remontar en el tiempo que
resta o si el equipo rival terminará por golear a tu selec-
ción. En cambio como estás viendo solo la repetición del
juego cuyo marcador ya conoces y es favorable para ti, el
ver que tu equipo va perdiendo no te preocupa, pues sa-
bes perfectamente que va a anotar otros dos goles y dará la
vuelta al marcador. Tienes la absoluta certeza de que va a
ganar, así que no importa si el rival lleva ventaja, tú sabes
que va a ganar.
En el negocio del mercado en red es fundamental ver
las cosas de esa forma, tener la certeza de que se va a llegar
al resultado deseado, es decir, comenzar con el final en la
mente para que los obstáculos que enfrentaras en el proce-
so puedan hacerte desistir de tu objetivo. Y lo mismo pasa
en cualquier negocio, se debe confiar cien por ciento en
que las cosas van a resultar como uno espera. La certeza
junto con la FE va a lograr que muchas cosas que parecen

95
El carbón que se transformó en diamante

imposibles se hagan realidad.


Hace algunos años dejé de ver a una persona muy im-
portante para mí. No había día que no pensara en esa per-
sona, era una parte importante en mi vida y tenía muchas
ganas de volver a verla. Sin embargo, las circunstancias en
ese entonces dificultaban mucho ese deseo, por lo que al
no encontrar manera alguna de hacerlo realidad, me dije a
mi mismo: estoy completamente seguro que vamos a vol-
ver a encontrarnos, pero yo no voy a mover un solo dedo
para que eso ocurra. Esto podrá sonar un poco extremo y
tal vez hasta sin sentido, dejar que el destino pueda jun-
tar nuevamente a dos personas es casi como de película,
sin embargo conocía estos principios y decidí ponerlos
a prueba ahí, de tal modo que eso hice, durante mucho
tiempo me despertaba cada mañana y decía: “hoy es el
día”, jamás dude que eso pasaría, sin importar nada, en
mi mente solo existía ese momento. Algunos amigos me
decían que dejara de vivir en el pasado y que siguiera ade-
lante, que pensar en que volvería a ver a esa persona era
algo que probablemente no sucedería jamás y que no tenía
caso alguno seguir con ese objetivo.
Un día, cuando estaba a punto de hacer caso a lo que
mis amigos decían, ese momento llegó. Sucedió como lo
había dicho, sin mover un solo dedo, sin hacer nada más
que confiar y tener fe en que sucedería. Después de mu-
cho tiempo debo decir, por fin ocurrió y para mí no solo
fue un momento de alegría por volver a ver a esa persona,
sino que también fue una increíble satisfacción por todo
el proceso que viví y porque puse a prueba algo nuevo y
me funcionó. Y tal vez puedas decir que no es gran cosa y
que hubo maneras más fáciles de cumplir con el objetivo
y probablemente tengas razón, pero yo quise aplicar estos
principios que hoy comparto contigo y me funcionaron. Y
lo he aplicado en innumerables ocasiones con resultados
muy favorables, por lo tanto puedo asegurarte que si ha-
ces parte de tu vida estos principios puedes mejorar indu-
dablemente tus resultados.

96
Fernando Carlos

Desarrolla una mentalidad ganadora, cree firmemente


en tus propósitos, no te detengas a dudar ni un solo mo-
mento si eres capaz de lograrlo o no, debes tener la con-
fianza en ti de que puedes hacerlo cueste lo que cueste y
mantener siempre una fe inquebrantable. Pues en el ca-
mino vas a toparte con cientos de cocodrilos, dispuestos a
hacerte retroceder, dispuestos a derrumbar tus sueños, a
verte derrotado, a decirte que no puedes hacerlo, que no
eres lo suficientemente bueno, que no tienes el potencial
suficiente, que no cuentas con los recursos necesario, etc.
Y dependerá de ti solamente pasar sobre ellos o dejar que
terminen con tus sueños e ilusiones.
Conviértete en la clase de persona que es capaz de ele-
varse por encima de los problemas y ver el camino libre
hasta conseguir sus metas. Se esa persona que se enfoca y
se apasiona con tal fuerza por lo que desea conseguir, que
no existe obstáculo alguno que lo haga desistir. La vida
jamás plantará una semilla de deseo en tu corazón sin pro-
veerte de las herramientas para lograrlo.
Mereces todo lo que deseas, pero recuerda que la vida
te va a preguntar muchas veces si de verdad lo deseas, y te
pondrá a prueba para ver si de en realidad estás seguro de
conseguirlo. Pero la vida premia a quienes luchan por sus
sueños y se atreven a ir mas allá de sus posibilidades, pues
demuestran ser personas extraordinarias que son merece-
doras de las más grandes cosas en este mundo. Eres un
ganador, no vayas por la vida jugando en pequeño, nacis-
te para triunfar en la vida, estas aquí para cumplir un pro-
pósito, ve por él y no te rindas hasta haberlo conseguido.

 
 
 
 
 
 
 

97
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
PASOS DE ACCIÓN

Primero
Anota la siguiente frase en un lugar donde puedas verla todos los
días:
“Yo soy un ganador y siempre consigo lo que me propongo”
Repítela varias veces al día en tu cabeza, mientras vas en el auto-
bús, mientras comes o realizas alguna actividad que te lo permita.
Hazlo por cuarenta días para reprogramar tu mente con este
nuevo pensamiento, después de cumplido este tiempo cambia esta
frase por alguna otra que pueda empoderarte y repite el proceso
por los siguientes cuarenta días.
Haz de este método un hábito y tu vida cambiara considerable-
mente.

Segundo
En un pedazo de papel del tamaño de una tarjeta de presentación
vas a anotar alguna meta a corto plazo que desees alcanzar de la
forma siguiente:
“hoy (fecha límite para tu meta) yo (tu nombre) estoy muy agrade-
cido por (cumplir tu meta).”
Debe quedar más o menos así:
Esta tarjeta la vas a llevar contigo todos los días y al verla vas a
recordar que tienes una fecha establecida para conseguir tu objeti-
vo, por lo que tienes que aprovechar cada instante que tienes para
luchar por alcanzarlo.
Es muy importante que estas declaraciones estén escritas en
tiempo presente, pues el cerebro no reconoce entre pasado y futu-
ro, por lo que solo toma en cuenta el decreto como es en presente.

99
CAPÍTULO 8

LA VIDA SOLO ES UNA, CÓMETELA

Si no te estas divirtiendo no lo estás haciendo bien.

 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Hace algunos días me encontraba caminando por la calle
y vi un spot publicitario en una parada de autobús, era
un anuncio acerca de un restaurante y en la parte inferior
tenía una frase que me gustó mucho, y es el título de este
capítulo. “La vida solo es una, cómetela”. Así que es gra-
cias a ese anuncio que pude encontrar nombre para este
último capítulo, le doy todo el crédito al restaurante por
darme la inspiración.
Y bueno, ¿Por qué me agrado tanto esta frase?, porque
encierra un concepto muy importante, ¡DISFRUTAR LA
VIDA! Para saber si estamos haciendo bien algo o no, solo
basta con determinar si lo estamos disfrutando, el secre-
to para conseguir siempre los mejores resultados en cual-
quier disciplina es disfrutar lo que hacemos. No solo hacer
las cosas porque tenemos que hacerlas, sino divertirnos en
el proceso, dar lo mejor de nosotros y disfrutar cada mo-
mento, pues cada minuto que pasa ya no volverá, y si no
lo aprovechas al máximo ya no podrás hacerlo después.
Cuando hablamos de éxito y de conseguir grandes lo-
gros en la vida, sabemos que hay que poner mucho esfuer-
zo para alcanzar esos objetivos, sabemos que debemos ha-
cer ciertos sacrificios para poder ser quienes deseamos ser.
Sin embargo, a veces no comprendemos que necesitamos
mantener un equilibrio en todas las áreas de nuestra vida.
Y sucede que nos obsesionamos tanto con alguna idea o
trabajo que nos olvidamos de aquello que en realidad es
importante en la vida, que es disfrutar la vida misma. Vol-

103
El carbón que se transformó en diamante

vemos de nuestras actividades algo tan esclavizante que


en lugar de disfrutarlas, nos provocan estrés, y cuando
esto llega a suceder, vamos por la vida sin darnos cuen-
ta de que estamos dejando de lado muchas cosas que son
importantes para nosotros y de las que no nos percatamos
hasta que las hemos perdido.
En todo este libro he tratado de compartir un poco de
lo que yo he aprendido en la vida para conseguir grandes
logros y seguir cosechando victorias en diversas activida-
des. Son principios que he aplicado en mi vida y la han
transformado de una manera tan increíble que a veces no
lo puedo creer. Y en todo este proceso me dado cuenta de
algo muy importante y es precisamente esto que te comen-
to ahora mismo acerca de disfrutar la vida y mantener un
equilibro en ella.
Por mucho tiempo quise hacer grandes cosas, quise
conseguir triunfo tras triunfo y me enfrasqué en muchas
ocasiones en el trabajo y en buscar cómo hacer el trayecto
a conseguir mis metas más corto. Sin darme cuenta estaba
tomando acción pensando que todo en la vida es segu-
ro, sin recordar que en esta vida solo estamos de paso, y
que si bien le dediqué mucho tiempo a esas actividades
que me llenaban de satisfacciones personales, me olvidé
de mantener una vida equilibrada. Siempre hay un precio
que pagar por nuestros actos y el precio que tuve que pa-
gar fue muy alto. Si con estas líneas que escribo hoy puedo
brindarte herramientas que te ayuden a convertirte en la
mejor versión de ti mismo y a la vez logro hacer que veas
una nueva forma de ver la vida y de vivirla, entonces ha-
bré logrado mi objetivo cuando me propuse escribir este
libro.
Desde que era un niño, siempre fui muy orgulloso, un
niño al que le gustaba que las cosas se hicieran como él
quería y me acostumbré a buscar siempre la manera de
conseguir lo que quería. Esto me ayudó mucho, pero tam-
bién dio origen a muchas de las cosas que en el futuro for-
marían parte de los sucesos más desastrosos de mi vida, y

104
Fernando Carlos

que me harían entender que solo tengo una oportunidad


para disfrutar mi estancia en este mundo y que cada vez
que mi orgullo ganaba, estaba desperdiciando tiempo que
jamás regresaría.
Mi infancia fue grandiosa, aunque no viví rodeado de
grandes lujos y cosas ostentosas, fui muy feliz, fue una
etapa que disfruté muchísimo y que al recordar hoy en día
me hace sentir vivo, pues he llegado a comprender gracias
a eso como es la vida. Mis padres siempre me brindaron
todo su amor y comprensión, cada noche cuando mi papá
llegaba del trabajo lo primero que hacía antes de cenar
era jugar conmigo, una pelota y muchas risas era lo único
que se podía apreciar durante ese tiempo. Mi mamá deci-
dió dejar de trabajar para dedicarse a cuidar de mí, por lo
tanto estaba conmigo cada día, por lo que jamás me faltó
cariño, pues los tuve a ambos siempre, divirtiéndome, pa-
seando, disfrutando de una vida llena de alegría.
Mi única tarea era divertirme, no me importaba nada
más. Recuerdo como todos los días estaban llenos de
aventuras, siempre salía a jugar a la calle con mis vecinos,
eran momento de increíble diversión. No existía televisión
por cable, internet o videojuegos, al menos no en donde
crecí. Por lo que todos nuestros juegos estaban basados en
la imaginación, en tomar una simple vara y transformarla
en una espada láser, o una caja y convertirla en una nave,
cosas de ese estilo. Dos botellas de frutsi vacías se trans-
formaban en una portería, vaya, era una época increíble,
podría decir que gracias a eso mi imaginación se disparó
por completo hasta ser como es hoy, inquieta y siempre
maquinando cosas que parecen imposibles.
A pesar de no tener nada en la vida era completamente
feliz, amaba salir a jugar todos los días, disfrutaba de las
risas, de las bromas, de las historias que los chicos más
grandes nos contaban y me fascinaba imaginarme algunas
otras. En ese entonces no lo sabía, pero estaba viviendo mi
vida al máximo, estaba viviendo como debe ser, sin pre-
ocupaciones, sin estrés, y pensaba, ya quiero ser grande

105
El carbón que se transformó en diamante

para poder disfrutar de la vida. Vaya que no sabía lo que


pedía.
El tiempo de asistir a la escuela llegó y comencé a dar-
me cuenta de varias cosas en mí, como saber que era muy
bueno memorizando cosas, que tenía talento para el di-
bujo, las maquetas y todo lo que tuviera que ver con crear
algo. Siempre fui el mejor de la clase y eso me agradaba,
sentir que era el más inteligente me daba en ese enton-
ces un gran sentido de importancia. Tenía nuevos amigos
y con ellos pasaba momentos increíbles, llenos de diver-
sión, como algunos dicen, dios los hace y ellos se juntan.
Siempre estuve rodeado de niños soñadores, con mucha
imaginación, divertidos y un poco inquietos. Entendí la
importancia de contar con grandes amigos y el sentido
que le dan a tu vida, cuando compartes momentos de gran
alegría con esas personas, esos momentos se vuelven inva-
luables. Por las tardes después de llegar de la escuela, me
sentaba frente al televisor para ver las caricaturas mientras
comía y después me salía a la calle a sonsacar a mis veci-
nos para jugar. Como mencione al principio siempre m las
ingeniaba para salirme con la mía.
Uno de los momentos más felices en mi vida fue la lle-
gada de un nuevo integrante a la familia, mi hermano. Re-
cuerdo la felicidad en mi rostro cuando lo vi por primera
vez, deseaba tanto tener un hermanito que cuando llegó
me sentí increíblemente feliz, pues por fin tenía un compa-
ñero con quien compartir mis aventuras. Tenía seis años
en ese entonces y solo imaginaba las tantas cosas que vivi-
ríamos juntos, aún recuerdo cómo al intentar pronunciar
mi nombre mencionaba solo una sílaba “ta” no tenía nada
que ver con mi nombre pero por lo menos ya sabía quién
era yo y lo que representaba en su vida, creo que yo sentía
más emoción que mis padres, pues eran de sus primeras
palabras y mi alegría por verlo pronunciarlas era incalcu-
lable, sabía que pronto aprendería a hablar, a caminar y yo
le podría enseñar varias cosas, a explotar su imaginación, a
ser un soñador como yo y a compartir muchos momentos

106
Fernando Carlos

por los que nos acordaríamos toda la vida. Y así fue, tenía
un compañero que no solo estaba conmigo en las buenas
y en las malas, sino que tenía a alguien que me quería por
ser quien era, a pesar de mis errores, de mis defectos, de
mis tonterías, y a quien amaba con toda mi  alma y estaba
dispuesto a dar mi vida por él si era necesario.
Me convertí en alguien que parecía ser bueno para
todo, me agradaba competir y mucho más ganar, así que
por lo regular obtenía buenos resultados en las competen-
cias en las que me involucraba. Pruebas de conocimiento,
atletismo, ajedrez, futbol, entre muchas otras, parecía que
no existían límites para mí y que siempre iba a ser bueno
en esas áreas donde quiera que sea, y así fue, al menos
durante la secundaria y preparatoria.
Pero antes de eso, a los nueve años, llego otra persona
que cambio mi vida, mi segundo hermano, un momento
de increíble alegría, pues ya éramos tres niños inquietos.
Los años pasaron y era hora de ingresar a la secundaria,
pasar de ser un niño a un adolescente. Esta fue una etapa
donde las cosas comenzaron a ser diferentes, pues ahora
las cosas que me divertían años atrás ya no me causaban
el mismo impacto, por lo que ya no era la convivencia con
mis hermanos, de tal modo que ellos comenzaban a vivir
una nueva etapa también, una donde yo poco a poco me
hacía a un lado y ellos se volvían más unidos.
El tiempo siguió su curso y la preparatoria llegó, nue-
vas cosas por vivir, nuevos retos y nuevos amigos por des-
cubrir. Pero no solo eso, pues en este periodo conocería un
nuevo sentimiento, un sentimiento que cambiaría mi for-
ma de ver las cosas de una forma tan radical que no tenía
idea del impacto tan fuerte que tendría en mi vida. Como
podrás imaginar ya, fue aquí donde me enamoré y donde
comencé a sentir esas famosas maripositas en el estómago.
Después llegó la hora de partir a la universidad, era mo-
mento de dejar mi casa, a mi familia y mudarme a un nue-
vo lugar para comenzar mis estudios universitarios. Elegí
estudiar arquitectura, pues desde niño descubrí que me

107
El carbón que se transformó en diamante

agrada crear cosas, diseñaba edificios con cajas de cartón,


estadios de futbol, entre muchas otras cosas, además tenía
habilidades para el dibujo y me encantaba ver las magní-
ficas construcciones en las grandes ciudades del mundo,
así que decidí que quería ser arquitecto. Me gustaría decir
que esta fue una etapa increíble, sin embargo no lo fue del
todo, aunque al principio las cosas parecían marchar muy
bien, solo era el comienzo, pues no imaginaba que la vida
me iba  mostrar cómo es en realidad y como yo era tan
vulnerable como cualquier otro ser humano.
Las cosas ya no parecían ser como antes, ahora me era
más difícil demostrar que era el mejor en ciertas activida-
des y no porque no tuviera las habilidades, sino porque
había algo más que no comprendía. Comencé a sentirme
frustrado por muchas cosas y a cuestionarme sobre mu-
chas otras. Y en este punto conocí uno de los más grandes
dolores en mi vida, uno que hasta el día de hoy me ha cos-
tado trabajo lidiar con él, pues es aquí donde descubrí que
el amor duele. Como te mencione anteriormente, estaba
muy enamorado, y eso perduró hasta esta etapa, donde mi
orgullo y mi falta de comprensión por las cosas me lleva-
ron a perder a esa persona, mi mente se había enfrascado
en ciertas cosas, que me olvidé que era importante para
mí, y mi orgullo fue más grande que no pude ver el daño
que me estaba provocando. Cuando por fin me di cuenta
de ello, ya era demasiado tarde y en este punto experi-
mente lo que jamás creí vivir en la vida, una depresión tan
grande comenzó a invadirme y no solo eso, parecía que
todas las cosas que realizaba estaban hechas con los pies,
no era ni la sombra de lo que un día había sido. El impacto
fue tan fuerte que no sabía qué hacer, no podía entender
como había caído en esa situación, no me explicaba cómo
era posible que me sintiera de esa manera y lo peor de
todo que no sabía cómo solucionarlo.
Había experimentado grandes problemas en mi vida y
sin embargo, sin importar lo grande que parecieran siem-
pre encontraba la manera de salir adelante y seguir, esta

108
Fernando Carlos

era la primera vez que me sentía incapaz de superar lo


que me estaba pasando. Parte de mí se sentía desesperado
y sin ganas de seguir, me alejé de mi familia, de mis ami-
gos y de muchas personas. Solo quería volver a sentirme
bien y a disfrutar de la vida. Busqué la manera de superar
esto que estaba viviendo y por fortuna me encontré con la
ayuda que necesitaba para poder hacerlo. Poco a poco fui
saliendo de ese abismo en el que me encontraba y sentía
como iba recuperando mi ser, nuevamente podía realizar
las cosas bien, volví a sentir que podía lograr grandes co-
sas.
Me encontraba a muy poco de terminar la carrera, y
las oportunidades estaban presentes desde mucho antes.
Me encontraba trabajando en un proyecto de gran impor-
tancia, sabía que era una buena oportunidad para dejar
mi huella y mostrar al mundo quien era. Las vacaciones
se convirtieron en días de trabajo y en mi interior estaba
seguro de que hacia bien, pues en algunos años esos sa-
crificios rendirían frutos. Era un día antes de clases, las
vacaciones de invierno habían terminado, estaba en mi
casa realizando el diseño que tenía que entregar el día si-
guiente. Pasaban de las tres de la tarde y decidí que era
tiempo de comer, fui a la cocina, me preparé algo y re-
gresé a la mesa. En ese momento comencé a recordar mi
infancia, venían a mi mente los momentos de diversión
que pase junto a mi familia y en especial con mis herma-
nos, de pronto se me vino a la mente la imagen de aquella
vez que vi a mi primer hermano llegar a mi vida, sentí
como una sensación rara entraba en mi cuerpo. De pronto
sonó el teléfono, y al contestar sentí como el alma se me
destrozo por completo, fue la llamada más  dolorosa que
he recibido en mi vida. Bastó con escuchar el tono de voz
de la persona al otro lado para darme cuenta que algo no
estaba bien, cuando pregunte qué había pasado, recibí la
peor noticia que alguien pudiese darme.
No podía creerlo, me parecía algo irreal, simplemente
no podía concebir lo que había pasado, me tiré al suelo y

109
El carbón que se transformó en diamante

grité con todas mis fuerzas, lleno de rabia y coraje, explo-


té con mucha furia y desesperación golpeando y tirando
todo lo que estuviera a mi alcance, gritaba ¡no! Con tantas
fuerzas y preguntaba ¿Por qué? Estaba en un estado de
inmenso dolor y euforia. Después de desahogarme por un
rato, me senté en el suelo a llorar como un niño, encogí
mis piernas y las abrace con mis brazos, tenía deseos de
morir en ese instante, de cerrar los ojos y despertar pen-
sando que fue un sueño. Sin embargo, era muy real, tan
real que me quemaba las entrañas, tan real que me partió
el alma en pedazos. Ahora sí, sentí que el mundo se había
acabado.
Llegar a mi casa esa noche y ver el cuerpo de mi her-
mano sin vida, ha sido el momento de mayor impacto en
mi existencia, un suceso que hasta el día de hoy me sigue
causando un gran dolor. Tan solo recordar esa noche es
motivo para sentir como un terrible escalofrío recorre mi
cuerpo. Ver no solo el alma sin vida de uno de los seres
que más he querido, sino ver a mis padres destrozados
por el dolor y la tristeza, ver a mi otro hermano en un es-
tado de shock y sin comprender cómo sucedieron la cosas,
sin duda el peor momento de mi corta vida.
Hoy que puedo ver las cosas en retrospectiva, puedo
comprender porque fue que en mi infancia parecía que
todo era posible, tuve el amor de una familia increíble que
fue el pilar sobre el que me sostuve. Disfrutaba cada cosa
que hacía como si no hubiera mañana, daba mi máximo
esfuerzo sin esperar nada a cambio, gané tantos torneos
como pude gracias a que era feliz haciendo las cosas y po-
día compartir esos triunfos con la personas que más apre-
ciaba. Y tenía un gran motivo para sobresalir, quería que
mis hermanos sintieran que era alguien importante, que
supieran que su hermano mayor era un ganador y se sin-
tieran orgullosos de eso, pero además que sirviera como
fuente de inspiración en sus vidas, que tomaran como
ejemplo las cosas buenas que hice en mi vida y que pudie-
ran aplicarlas a las suyas, en lo que fuese. Mi razón para

110
Fernando Carlos

ganar, estaba en mostrarles que la vida es un juego y que


quien se atreve a jugar en grande y dar su mejor esfuer-
zo puede alcanzar increíbles cosas. Que soñar es posible,
pero que es mejor conseguir esos sueños. Tenía un deseo
enorme de verlos triunfar de festejar sus logros y de verlos
crecer viviendo una vida plena y sin temores.
Cuando comencé a enfocarme solo en conseguir cosas
sin sentido, mis resultados comenzaron a mostrarse dife-
rentes, cuando pensé que necesitaba de ciertas cosas para
ser feliz, no me daba cuenta que ya sabía cómo ser feliz
pero no podía verlo. Desperdicie mucho tiempo tratando
de encontrar felicidad en lugares equivocados, en lugar de
aprovechar lo que tenía en esta vida y que de verdad tenía
sentido, preferí buscar otras cosas. Hoy me miro a mí mis-
mo y me pregunto cómo pude ser tan tonto para no darme
cuenta que lo tenía todo y nunca lo pude ver.
Hoy me doy cuenta que cometí muchos errores, que
hay cosas que ya no puedo cambiar aunque quiera, por
más que desee retroceder el tiempo y cambiar la cosas ya
no puedo, solo me queda vivir con eso y aprender de lo
vivido. De nada me sirve lamentarme y sentirme culpable
por las cosas que ya pasaron, no importa cuánto me tortu-
re y me lastime emocionalmente, nada va cambiar el he-
cho de que ya sucedieron tal y como fueron. Aunque hoy
siento aun un gran dolor por estos sucesos, no existe nada
que pueda remediar mis errores, pero sí puedo aprender
de todos ellos para jamás volver a cometerlos.
Ahora que escribo estas páginas tengo veinticuatro años
y aún sigo siendo un niño inquieto, un soñador implacable
y una persona con sed de triunfo. Una persona que sigue
regándola y aprendiendo de sus errores, pero que cada
día es mejor persona y ayuda a otros a conseguir ser me-
jores. Te cuento parte de mi historia no para que veas que
he sufrido, si no para que valores lo que hoy tienes, para
que disfrutes de la vida y te atrevas a perseguir tus sueños
a pesar de las circunstancias. Pero que seas consciente de
que nunca te olvides de los seres que amas, que les dedi-

111
El carbón que se transformó en diamante

ques el mayor tiempo posible y disfrutes junto a ellos cada


momento. Pues la vida es solo una y si no la aprovechas
ahora, probablemente no puedas hacerlo mañana.
Vive como si no hubiera mañana, da lo mejor de ti en
todo momento y te aseguro que tu vida se llenara de mo-
mentos increíbles, de acontecimientos llenos de emoción y
alegría, pero sobre todo de amigos y personas que darán
un sentido diferente a tu vida.
Tengo la fortuna de conocer a dos grandes personas
que me han mostrado como disfrutar la vida. Faby y Lau
son dos increíbles amigas, las cuales si tienes la fortuna de
conocer, van a dar un toque especial a tu vida. Pues son
dos chicas que pareciera que son felices en todo momento,
siempre están sonriendo y mostrando al mundo que son
felices. Y claro que como cualquier otro ser humano tienen
problemas, sin embargo han aprendido a darles la impor-
tancia que merecen, muy poca, para dejar más espacio a
los momentos de suma importancia. Nuevamente, dios las
hace y ellas se juntan. Ambas son grandes deportistas y
con grandes talentos, han conseguido grandes logros en
sus respectivas carreras y siguen triunfando en la vida, la
razón, son felices con lo que tienen, y lo demuestran cada
día.
En mi vida he ganado cosas increíbles y he perdido cosas
invaluables, pero sea como sea aún sigo en este mundo, el
dolor es inevitable pero el sufrimiento es opcional, cuando
mi vida parecía estar en el más profundo agujero en el que
jamás hubiera imaginado estar, llegaron a mi vida grandes
personas, personas que me han ayudado a salir adelante
y a comenzar de nuevo, hoy tengo nuevamente muchas
metas por cumplir por las razones correctas, tengo una fa-
milia por la cual luchar y disfrutar cada momento junto a
ella. Tengo un hermano por quien seguir avanzando y con
quien quiero vivir grandes momentos, con quien pienso
recorrer el mundo y crear cosas increíbles mientras dios
me lo permita. Tengo amigos maravillosos con los que
paso momentos de gran emoción y alegría y con los que

112
Fernando Carlos

cuento cada vez que los necesito.


Así que, te invito a que te atrevas a dar un nuevo sen-
tido a tu vida, a que logres reconocer quién eres, a que
despiertes al gigante que vive en tu interior, a que desem-
polves esos sueños que siguen vigentes, que te atrevas a
creer en que las cosas son posibles, pero sobre todo a vivir
como si no hubiera un mañana. El peor error que podemos
cometer, es pensar que tenemos mucho tiempo, nunca sa-
bremos lo que pueda pasar mañana, así que no hay que
preocuparnos tanto por el futuro, no podemos cambiar las
cosas que ya hicimos, así que no tiene sentido aferrarse al
pasado, sal y enfrenta tus miedos, atrévete a luchar por lo
que quieres, demuestra al mundo lo que tienes y que no
te importen las opiniones ajenas, haz lo que te haga feliz.
No desperdicies tu tiempo en cosas inservibles, cuida
tu salud pues tú eres el mayor activo que tienes y sin sa-
lud no importa cuántas cosas alcances en la vida. Ve por
lo que te mereces y no te conformes con lo que la socie-
dad espera que aceptes, eres un ser lleno de grandeza. Un
mundo lleno de abundancia está esperando a tu puerta,
el universo está ansioso por mostrarte al mundo como un
gigante, naciste para dejar tu huella, estás aquí para mos-
trar tu talento y tus dones, pero ante todo estas aquí para
disfrutar de tu única vida, para ser inspiración y soporte
en la vida de varias personas y para escribir tu propia his-
toria, una historia que será tan grandiosa solo hasta donde
tú decidas que lo sea.
Muestra tu brillo al mundo, tu valor incalculable, tu
gran resistencia y ese ser invencible que llevas dentro,
¡Muéstrale al mundo el gran diamante que existe en ti!

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PASOS DE ACCIÓN

Disfruta de cada instante que la vida te otorgue, no im-


porta si las condiciones no son las mejores. Sal y vive una
vida increíble, no temas equivocarte, cómete el mundo.

Eres un carbón en proceso de convertirse en el más bri-


llante y gigantesco diamante que haya
visto la humanidad.

 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

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