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UNIVERSIDAD NACIONAL ABIERTA

RECTORADO
DIRECCIÓN DE INVESTIGACIÓN Y POSTGRADO
CENTRO LOCAL METROPOLITANO

Elaborado por: Yelitza Porras Fecha: Diciembre, 2017.

LA IMPORTANCIA DE LA EDUCACIÓN A DISTANCIA: SEMIPRESENCIAL,


CON MATERIAL AUTOINSTRUCCIONAL O EN LÍNEA, COMO ADULTO EN
SITUACIÓN DE APRENDIZAJE.
ENSAYO.

Hablar de educación a distancia en el pasado era sinónimo de hablar de


“adulto”, ya que se infería que ésta tenía unas características específicas para una
población con cierto grado de madurez, responsabilidad y autonomía que sólo
podían ser conferidas por la edad; además, el término también hacía referencia a la
idea de que se estaba fuera del sistema formal educativo, en el cual se requería la
presencia constante del individuo en proceso de formación. Sin embargo, hoy en
día la educación a distancia; aunque concebida originalmente para adultos; se ha
diversificado de tal manera que se están usando algunas modalidades educativas
a distancia en cursos para jóvenes tanto a nivel universitario como a niveles
inferiores (Jiménez, 2010).

Esta educación ha pasado de ser estrictamente para personas mayores; que


disponen de poco tiempo para asistir al sistema formal educativo; a ser una ayuda
para todas aquellas personas que por distintas razones; no sólo de tiempo; no
pueden asistir al mismo y, ven en esta modalidad una manera de satisfacer sus
necesidades educativas sin sacrificar sus otras necesidades. En este sentido, se
habla ahora de educación on line, aquella que se da mediante el uso de las
tecnologías de información y comunicación (TIC) a través de un entorno digital
(Jordán, 2017); como una manera de referirse a la educación a distancia que en la
actualidad está teniendo mayor impacto y éxito en la implementación de cursos a
distancia no sólo para adultos sino también para jóvenes; siendo un hecho que
desde hace un tiempo son bastantes los programas de estudio, instituciones y
profesores que usan un sistema de educación mixto o combinado donde se potencia
el uso de medios electrónicos junto a las clases presenciales, en muchos casos
para reforzar lo visto en estas últimas (Arabasz y Baker, 2003; Garrison y Vaughan,
2008; Herrington, et al., 2009). En la actualidad, son muchas las instituciones y
programas de estudio que se sostienen a través de las amplias herramientas
digitales que ofrecen las TIC (Alvarez, Avello, y López, 2012).

Aunque actualmente el término “educación a distancia” se emplea para


denominar a toda aquella modalidad educativa que use un sistema de aprendizaje
no presencial; tales como: la educación semi-presencial; la que se imparte con
material instruccional y la que se da en plataformas virtuales llamada on line; al
hablar de ella, se debe especificar hacia qué población va dirigida y en qué medio
de difusión se estará realizando; lo cual le dará una metodología, didáctica,
estrategias y basamento educativo diferentes; así es posible encontrar a nivel digital
por ejemplo; la educación e-learning (a través del internet), m-learning (móvil
learning, a través de los celulares inteligentes) o b-learning (blended learning,
educación mixta o combinada) (ANUIES, 2004); todas estas, pueden ser tanto para
adultos como para jóvenes; de hecho, son estos últimos quienes mejor aprovechan
el uso de las TIC en la educación, ya que ellos son; como los llama Piscitelli; “Nativos
digitales” por haber nacido en una época en donde la era digital ya estaba presente
(Piscitelli, 2009). Por lo que, principalmente, el término “educación a distancia” y sus
tipologías de implementación (andragogía) se siguen empleando y aceptando con
predominancia para los estudiantes adultos; ya que éstos presentan ciertas
características que los hacen mucho más dispuestos y motivados para este tipo de
aprendizaje; y todas aquellas otras modalidades, sobretodo digitales, se denominan
por su nombre especifico.

La idea principal de la educación a distancia, sea cual sea su estilo; semi-


presencial, con material auto-instruccional o la más reciente, en línea; es la de que
“el aprendizaje puede ocurrir sin la presencia del profesor y que el soporte dado a

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los estudiantes puede ser adaptado a sus standars de conocimiento” (Casas, 2017);
esta concepción la hace ser un vínculo de mucha importancia entre el deseo o
necesidad de aprender que posee el adulto y la capacidad de ser atendido;
colocándose en el primer lugar; a la hora de solicitar aprendizaje; que prefieren los
adultos, debido a las posibilidades de poder aprender ya sea; un oficio, una
especialización o cualquier otra cosa, sin arriesgar sus otras obligaciones y
necesidades tales como: trabajo, familia, matrimonio, etc.; ya que en este caso, el
adulto, ahora estudiante, es el que decide aprender voluntariamente para responder
a una necesidad personal producto de su vida íntima o profesional, todo ello, sin
suprimir sus otros roles que son igual de importantes y necesarios, y que en muchos
casos prevalecerán sobre la educación (idem). De allí, proviene el principal valor
que se le confiere al sistema educativo basado en la andragogía, ya que le permite
al estudiante adulto tener como característica principal la flexibilidad (Alcalá, 1999),
lo cual lo hace muy llamativo para él; debido a su poca disponibilidad de tiempo el
cual emplea en sus otras obligaciones o responsabilidades.

Aunque, “La educación debe ser un proceso continuo en la vida activa de un


individuo. Y ella debe ser relevante y centrada en el que aprende” (Casas, 2017);
no siempre el ser humano está consciente de esta necesidad y; en muchos casos,
se piensa que el aprendizaje termina al acabar el sistema formal educativo; lo cual
implica un serio error en la manera de desenvolverse el individuo tanto a nivel
profesional como social, porque cada día representa un aprendizaje; aunque éste
sea pequeño; para el desarrollo de las habilidades cognoscitivas y psicológicas que
le permiten interactuar con los demás individuos en la compleja red de situaciones
personales y laborales en las que se desenvuelve. Por lo tanto, siempre está en un
constante aprendizaje, aunque sólo sea consciente de éste cuando se ha ingresado
a un programa de estudios en particular; y es en este momento cuando el adulto
toma las riendas de su proceso de aprendizaje trazando metas y objetivos,
aplicando estrategias, planificando qué y cómo desea aprender; empleando para
ello los principios de horizontalidad y participación en los que se basa el modelo
andragógico (Alcalá, op. cit.). Es por esta razón que la educación a distancia; con
sus distintas modalidades; es de gran importancia para el aprendizaje del adulto, ya

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que en ella no sólo se consideran estos tres principios básicos (flexibilidad,
horazontalidad y participación) los cuales parten de las características principales
que posee el estudiante adulto; sino que, además, la base educativa en la que
subyace es la andragógica; lo que permite al tutor o facilitador, diseñar una
planificación instruccional que permita al adulto “aprender desarrollando la
estructura intelectual y capacidades creativas y críticas” (Casas, op. cit.) lo cual se
convertirá en el objetivo principal del modelo andragógico, donde el aprendiz es
independiente y responsable de su propio aprendizaje.

La educación siempre ha sido vista como una fusión entre las teorías
pedagógicas sobre el aprendizaje y la práctica docente propiamente dicha; éstas
van íntimamente ligadas entre sí, no se puede hablar de una práctica educativa sin
que está pueda estar asociada a alguna teoría pedagógica; por lo tanto, como en
todo proceso educativo; la educación a distancia no escapa al basamento teórico
que la sostiene; que en este caso es la andragogía; así como tampoco puede
escapar del diseño instruccional, el cual define los objetivos de la instrucción,
permitiendo trasladar los principios andragógicos del aprendizaje y la instrucción
en el diseño de los recursos y las actividades de la enseñanza (Smith y Ragan,1993;
citados por Ertmer y Newby, 1993) los cuales junto a las características de los
alumnos constituyen los puntos principales de inicio del proceso educativo a
distancia y permiten definir la estructura de la unidad de estudio, lo cual establece
las bases para definir las estrategias de aprendizaje (Casas, op. cit.).

En resumen; la importancia de la educación a distancia para el aprendizaje


del adulto radica en sus principios básicos, los cuales le permiten satisfacer sus
requerimientos educativos mediante un sistema flexible y adaptado a sus
necesidades, que le ayuda a desarrollar sus capacidades creativas y críticas a fin
de lograr mejores resultados en su vida profesional, ya sea a través de la resolución
de problemas, de planteamientos teóricos o prácticos, de adquisición de nuevas
habilidades en la disciplina de interés o simplemente de la apropiación de las nuevas
tecnologías en su campo de trabajo. Sin importar los objetivos conseguidos durante
el transcurso por este método, el estudiante adulto logra la meta planteada al

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ingresar al sistema educativo a distancia y culminar con éxito su proceso de
aprendizaje a través de este sistema.

Referencias Bibliográficas.

ANUIES. (2004). La innovación en la educación superior.


Documento estratégico. 2da edición. D.F., México. Asociación Nacional de
Universidades e Instituciones de Educación Superior. ANUIES-Universidad
Pedagógica Nacional. 175p.

Alcalá, A. (1999). Curso de Introducción a la Andragogía. Universidad Nacional


Abierta. Dirección de Investigación y Postgrado. Caracas, Venezuela.

Alvarez, H., Avello, R., y López R. (2012). Los entornos virtuales de aprendizaje
como recurso didáctico en el ámbito universitario. Universidad y Sociedad, vol.
(5) Nro 1, pp. 1-10.

Arabasz, P., & Baker, M. B. (2003). Evolving campus support models for e-
learning courses. Educause Center for Applied Research Bulletin. Disponible
online en:
http://www.educause.edu/ir/library/pdf/ecarso/ers/ERS0303/EKF0303.pdf

Casas, (2017). Fundamentos teóricos de la educación a distancia. Material de


apoyo con fines instruccionales. Universidad Nacional Abierta. Dirección de
Investigación y Postgrado. Caracas, Venezuela.

Ertmer, P. y Newby, T. (1993). Conductismo, Cognitivismo y


Constructivismo: Una comparación de los aspectos críticos desde la
perspectiva del Diseño de Instrucción. Performance. Improvement Quarterly, 6
(4), pp 50 - 72.

5
Garrison, D. R. & Vaughan, N. D. (2008). Blended Learning in Higher
Education. Framework, Principles, and Guidelines. San Francisco,
CA: Jossey Bass A Wiley Imprint.

Herrington, J.; Herrington, A.; Mantei, J.; Olney, I. & Ferry, B. (2009). New
technologies, new pedagogies: Mobile learning in higher education.
[En línea] Wollongong, NSW: University of Wollongong and the Australian Learning
& Teaching Council. [Consulta: 2017, Enero 20] Disponible
en: http://ro.uow.edu.au/

Jiménez, D. (2010, octubre 25). Modalidades educativas. [Consulta: 2017, febrero


09] Disponible en: http://www.slideshare.net/auri_desi/modalidades-educativas-
5551315

Jordan, (2017). Educación en línea. Material de apoyo con fines instruccionales.


Universidad Nacional Abierta. Dirección de Investigación y Postgrado. Caracas,
Venezuela.

Piscitelli, A. (2009). Diálogos: Las nuevas tecnologías y la educación. Diario


Página 12.

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