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Fernando Castañeda Sabido

Laura Baca Olamendi


Alma Imelda Iglesias González
Coordinadores

Léxico de la
vida social
Universidad Nacional Autónoma de México
Editores e Impresores Profesionales, S.A. de C.V.

2016
Directorio

Universidad Nacional Autónoma de México

Enrique Luis Graue Wiechers


Rector

Leonardo Lomelí Vanegas


Secretario General

Leopoldo Silva Gutiérrez


Secretario Administrativo

Mónica González Contró


Abogada general

Javier Martínez Ramírez


Director General de Publicaciones y Fomento Editorial

Facultad de Ciencias Políticas y Sociales

Fernando Castañeda Sabido


Director

Claudia Bodek Stavenhagen


Secretaria General

José Luis Castañón Zurita


Secretario Administrativo

María Eugenia Campos Cázares


Jefa del Departamento de Publicaciones

4
Esta investigación, arbitrada por especialistas en la materia, se privilegia con el aval de la Facultad de Ciencias Políticas y
Sociales de la UNAM.

Léxico de la vida social

Primera edición: febrero de 2016

Coordinadores: Fernando Rafael Castañeda Sabido, Laura Baca Olamendi y Alma Imelda Iglesias González

Cuidado de la edición: Alma Imelda Iglesias González, Gabriela Monserrat Espejo Pinzón, Éber Josué Carreón Huitzil,
Luz Andrea Vázquez Castellanos, Uriel Armando Pérez Ramos, Alejandra Vela Martínez

Diseño de interiores y portada: Ernesto Morales Escartín y David Palacios Plasencia

Reservados todos los derechos conforme a la ley

D.R. © UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO


Ciudad Universitaria, Delegación Coyoacán, C.P. 04510, México, D.F.
Facultad de Ciencias Políticas y Sociales
Circuito Mario de la Cueva s/n, Ciudad Universitaria, Delegación Coyoacán, C.P. 04510, México, D.F.

D. R. © EDITORES E IMPRESORES PROFESIONALES, EDIMPRO, S.A. DE C. V.


Tiziano 144, Col. Alfonso XIII, Delegación Álvaro Obregón, C.P. 01460,
México, D. F.

ISBN UNAM: 978-607-02-7633-0


ISBN SITESA: 978-607-7744-79-5

Queda prohibida la reproducción total o parcial, directa o indirecta, del contenido de la presente obra, por cualquier medio,
sin la autorización expresa y por escrito del titular de los derechos patrimoniales, en términos de lo así previsto por la Ley
Federal del Derecho de Autor y, en su caso, de los tratados internacionales aplicables.

Impreso y hecho en México / Made and printed in Mexico

6
Índice
Presentación 11 Cambio político 81
Laura Hernández Arteaga
Introducción 13
Capital social y cooperación 87
A

Actitud 15
Fernando Castaños Zuno
René Millán

Álvaro Caso Ciudadanía 93


Lucía Álvarez Enríquez
Acuerdo 21
Fernando Castaños Zuno Ciudadanía liberal 100
Álvaro Caso Ana Luisa Guerrero Guerrero

Administración de justicia 24 Civilización 104


Angélica Cuéllar Vázquez Julio Horta
Roberto Oseguera Quiñones
Clases sociales 112
Administración pública 27 Massimo Modonesi
Omar Guerrero Orozco María Vignau

Antisemitismo 31 Clientelismo 116


Silvana Rabinovich Patricia Escandón Bolaños

Aprobación presidencial 35 Cohesión social 120


Ricardo Román Gómez Vilchis Germán Pérez Fernández del Castillo

Asociaciones voluntarias 39 Competencia electoral 126


Ricardo Tirado Rosa María Mirón Lince

Autonomía 48 Comportamiento cívico 131


Yolanda Angulo Parra Rosa María Mirón Lince

B

Autoridad pública
Daniel Sandoval Cervantes
53

Comunicación y cultura
Delia Crovi Druetta
137

Bienestar 57 Comunidad internacional 143


Mariano Rojas José Luis Valdés Ugalde

Bullying 61 Confianza 149


Nathalie Melina Portilla Hoffmann Pier Paolo Portinaro
Tizoc Fernando Sánchez Sánchez
Cooperación internacional 154
C Cambio climático 67 Roberto Peña Guerrero
Edit Antal
Cooperación y tecnologías 163
Cambio global 72 de la información y la
Gilberto Giménez Montiel comunicación
Gabriel Pérez Salazar

7
Cultura de masas 168 Estado interventor 264
Regina Crespo Gabriel Campuzano Paniagua

D Deliberación 171 F Familia 269


Fernando Castaños Zuno Fátima Fernández Christlieb

Democracia directa 176 Familia y diversidad 273


Rodrigo Páez Montalbán Rosario Esteinou

Democracia económica 180 Familias e intercambios 280
Alejandra Salas-Porras Cecilia Rabell
María Eugenia D’Aubeterre
Democracia representativa 186
Gerardo Cruz Reyes G Género 285
Marta Lamas
Democratización política 191
José Luis Velasco Cruz Gerencia social 291
Miguel Ángel Márquez Zárate
Derechos de los jóvenes 197
Alma Iglesias González Globalización 295
Ruslan Vivaldi Posadas Velázquez
Derechos humanos 203
Ariadna Estévez López Gobernabilidad 301
Alfonso Arroyo Rodríguez
Derechos políticos 208
Alma Iglesias González Gobernanza 305
Carlos Chávez Becker
Desigualdad 214 Edgar Esquivel Solís
María Cristina Bayón
Gobierno democrático 311
Discurso 218 Jorge Márquez Muñoz


Fernando Castaños Zuno
H Hegemonía del Estado 317
E

Ecología política
Mina Lorena Navarro Trujillo
226

Massimo Modonesi
Jesús Suaste

Educación 231 Hermenéutica 321


Georgina Paulín Pérez Rosa María Lince Campillo
Gabriel Siade Paulín
Heteronomía 332
Ejercicio del poder 239 Silvana Rabinovich
Fernando Ayala Blanco
Historia cultural 336
Epistemología social 243 Mauricio Sánchez Menchero
Adriana Murguía Lores
Humanidad 344
Espacio académico 247 Georgina Paulín Pérez
Humberto Muñoz García Julio Horta
Gabriel Siade Paulín
Espacio público 252
Ricardo Uvalle Berrones I Ideología
Julio Muñoz Rubio
352

Estado de bienestar 258


Rina Marissa Aguilera Hintelholher Iglesia 355
Hugo José Suárez

8
Instituciones políticas 362 Reforma del Estado 454
y sociales Germán Pérez Fernández del Castillo
Cristina Puga Espinosa Pablo Armando González Ulloa Aguirre
Lourdes Álvarez Icaza
Régimen autoritario 456
Instituciones públicas 365 Víctor Manuel Muñoz Patraca
Rina Marissa Aguilera Hintelholher
Representación política 460
J Justicia distributiva
Paulette Dieterlen
372

Matilde Luna Ledesma
José Luis Velasco

M Memoria 376 Resistencia civil no violenta 465


Gilda Waldman Mitnick Pietro Ameglio Patella

N Nacionalismo 382 S Salud pública 472


Fernando Vizcaíno Guerra Irene M. Parada
Luz Arenas-Monreal
Negociación política 387
Luisa Béjar Algazi Sistemas sociales 476
Adriana Báez Carlos José Antonio Amozurrutia

Nuevas tecnologías de la 391 Sistemas sociales emergentes 488


información y la comunicación Silvia Molina y Vedia del Castillo
( ntic )
Alejandro Méndez Rodríguez Sociología del derecho 495

Ocio 398
Antonio Azuela
O
Demetrio Valdez Alfaro Solidaridad 502
Fernando Pliego Carrasco
Organismos internacionales 403
Carlos Eduardo Ballesteros Pérez Subalternidad 510
Massimo Modonesi
Organización 408
Cristina Puga Espinosa T Teoría de la burocracia 513


Gina Zabludovsky Kuper
P

Parlamentarismo 414
Israel Arroyo Totalitarismo 518
Pilar Calveiro Garrido
Pensamiento político 419
Víctor Alarcón Olguín U Unión Europea 524
Beatriz Nadia Pérez Rodríguez
Políticas públicas 424 Teresa Pérez Rodríguez


Ricardo Uvalle Berrones

V Vida cotidiana 527
R

Racionalidad 435
Francisco Valdés Ugalde
Amelia Coria Farfán

Vida social 532


Razón de Estado 440 Fernando Rafael Castañeda Sabido
José Luis Orozco Alcántar
Voluntad 538
Redes sociales 448 Slaymen Bonilla Núñez
Matilde Luna Ledesma

9
Presentación
Anthony Giddens escribió, en la introducción de sus Nuevas misma a través del pensamiento que se genera en su interior,
reglas del método sociológico, que el “fracaso de las ciencias so- y que ese conocimiento sea un instrumento para dar sentido
ciales, cuando son pensadas como una ciencia natural de la a muchas de sus deficiencias y tensiones, es un desafío lleno
sociedad, es manifiesta no sólo en la ausencia de un corpus de paradojas y complicaciones, pero vale la pena emprender-
integrado de leyes abstractas […]; es evidente en las res- lo. No seríamos mujeres y hombres de nuestro tiempo, en el
puestas del público lego”. Para Giddens, las objeciones de pleno sentido de la palabra, si no sintiéramos la pulsión de
los legos a los descubrimientos de las ciencias naturales son enfrentar esos retos.
el resultado de que desafían su sentido común; la creencia en El Léxico de la vida social que les presentamos es el trabajo
que la tierra era plana hacía difícil aceptar que la tierra fuera colectivo de académicos y especialistas de las ciencias sociales
redonda; por el contrario, en las ciencias sociales el proble- que viven y sienten el reto de pensar su mundo, de interpretar
ma no es que desafíen su sentido común, sino que de alguna su entorno, de reflexionar en su tiempo.
manera éste les dice que es algo que ya saben. La diferencia Como hemos señalado, la vida social es una entidad en
radica en que el mundo natural no está construido por ellos, perpetuo movimiento y, por lo tanto, en permanente inven-
mientras que el mundo social es creado y recreado por cada ción y reinvención, y los conceptos que sirven para entenderla
uno de los hombres y mujeres que lo conforman, para lo cual están, a su vez, en constante proceso de reelaboración e in-
el sentido común es un elemento fundamental. terpretación.
Habría que decir que la obra misma de Giddens no es Un léxico como éste pretende dar a conocer a estudiantes,
fácil de entender para los legos y, en ocasiones, ni siquiera profesores y gente interesada en las ciencias sociales algunos
para los expertos. Sin embargo, tiene razón cuando señala conceptos centrales que sirven para interpretar la vida social
que el mundo social es una construcción de las habilidades tal como la vivimos hoy.
prácticas de cada uno y de todos los seres humanos que for- Los términos son explicados por académicos que trabajan
mamos el mundo de la vida social. en la investigación y, por lo tanto, llevan en su esclarecimiento
El secreto y el gran reto para las ciencias sociales es pre- la experiencia y la interpretación que han hecho de ellos en
cisamente la complejidad que surge de un mundo, cuerpo su propia práctica académica.
extremadamente complejo de instituciones, sistemas y es- La relevancia de este libro radica precisamente en la rein-
pacios, que enfrentamos como si fuera una realidad externa terpretación que hacen ellos de estas nociones a la luz de su
que, como decía Durkheim, se nos impone (particularmente experiencia actual, desde el horizonte donde observan la vida
en una sociedad tan vasta e intrincada como la sociedad mo- social al tratar de dar cuenta de ella.
derna), aunque al mismo tiempo, su existencia sea el resultado El Léxico contiene 96 vocablos y cuenta con la parti-
de la interpretación y recreación que hacen todos y cada uno cipación de 94 académicos provenientes de prestigiosas
de sus miembros. instituciones mexicanas especializadas en la investigación y
Parece una gran paradoja —y lo es— que la vida social difusión del conocimiento.
como un todo no pueda existir sin la actividad consciente y Quiero agradecer el trabajo de todos los académicos que
deliberada de sus miembros y que, al mismo tiempo, sus cri- participaron. El esfuerzo de involucrar a tantos investigadores
sis políticas y económicas, la desigualdad, el desempleo, las se lo debemos a Laura Baca. El esfuerzo de ponerlo a punto
diversas formas de exclusión social, la corrupción y la vio- fue el resultado del trabajo monumental de Alma Iglesias y
lencia en todas sus manifestaciones se nos presenten como de su equipo: Gabriela Espejo Pinzón, Luz Andrea Vázquez
calamidades que nos exceden. Castellanos y Éber Carreón Huitzil.
Las promesas que la Modernidad ha hecho para la reden- Al ver la obra concluida, volteamos atrás y observamos
ción de los retos y desafíos de nuestra sociedad actual parecen todas las etapas de su evolución con cierto sentimiento de
constantemente superadas, rebasadas y, quizás, es así. La vida sorpresa y admiración y, como en el mito de Sísifo, listos para
social es un ente en movimiento, en constante proceso de in- volver a escalar la montaña.
vención y reinvención. El conocimiento que se produce en su Ahora sólo queda el juicio crítico de los lectores.
interior es parte constitutiva de esa recreación permanente.
Estamos convencidos de que las ciencias sociales son,
sin duda, la invención y el reto más importante que la Mo-
dernidad se ha propuesto. Que ésta trate de explicarse a sí

Fernando Rafael Castañeda Sabido

11
Introducción
Éste es un libro hecho para los que desean estudiar y comprender una muestra de los temas que se investigan, ahora, principal-
la vida social. Entenderla y, más aún, incidir en ella, requiere no mente en la academia mexicana. Es una selección de textos con
sólo reunir toda la información asequible al respecto, sino relacio- los que se sientan las bases para diálogos futuros más complejos.
narla, compararla, hacer inferencias: convertirla en conocimiento. En cada uno de ellos, se hace el ejercicio de delimitar una no-
Implica, también, admitir la dificultad que representa responder ción, de observar cómo se ha modificado y de reseñar los debates
con coherencia cuando alguien nos pregunta: “dime, con toda sin- actuales en torno a ésta. Estas tres tareas complementarias —de-
ceridad, ¿a qué te refieres?”. “La verdad es simplemente —decía finir, preguntarse y no reificar—, tan importantes para conocer,
Chesterton— que la lengua no es un instrumento fiable como tienen cada una su lugar en los apartados: Definición, Historia,
un teodolito o una cámara”. El Léxico de la vida social atiende a la teoría y crítica y Líneas de investigación y debate contemporáneo.
importancia de la conceptualización y la creación de categorías en Aunque cada artículo puede leerse por separado, muchas en-
la construcción del conocimiento, y a la capacidad de éstas para tradas de este libro, cuyos textos se presentan conforme al orden
ayudarnos a imbricar la información y la razón para, como decía alfabético, se relacionan entre sí, pues se critican, se complemen-
Wright Mills, “conseguir recapitulaciones lúcidas de lo que ocu- tan, se refutan. El lector deberá estar atento a estos vínculos en
rre en el mundo” y, quizá, de lo que sucede en nosotros. Retoma, los que, por ejemplo, la “Heteronomía” apela a la “Autonomía”
así, la provocación de este autor cuando asegura que “el nuestro o en que, en cierto sentido, la “Salud pública” es una parte de la
es un tiempo de malestar e indiferencia, pero aún no formulado “Administración pública”, la cual, a su vez, es motivo de reflexión
de maneras que permitan el trabajo de la razón y el juego de la en la “Teoría de la sociedad burocrática”. O a las levísimas di-
sensibilidad […]; en vez de problemas explícitos, muchas veces vergencias que hay entre el “Estado de bienestar” y el “Estado
hay sólo el desalentado sentimiento de que nada marcha bien”. interventor”, ambos muy apegados al dilema de la filosofía que
Este libro apela a la sensibilidad con la que nos enfrentamos al se expone en “Justicia distributiva”. A veces ocurre que se puede
lenguaje en el difícil ejercicio de desarrollar lo que este teórico reconstruir una clara adscripción a una escuela de pensamiento,
llamó la imaginación sociológica, y de dar realidad a su promesa. entre, por ejemplo, las voces “Ideología”, “Hegemonía del Es-
Sabemos que esta tarea es social, puesto que nos urge a iden- tado” y “Subalternidad”. Otras tantas, dos o más textos tienen
tificar lo que hay de común en nuestras propias experiencias con preocupaciones en común, como sucede con “Discurso” y “Her-
las de todos los individuos con los que compartimos circunstan- menéutica”. En fin, aunque el corpus es heterogéneo, es posible
cias y a reconocer que, al tratar esta íntima relación, los problemas reconstruir afinidades. El carácter variado y distinto de las voces,
que podamos indagar trascienden la inquietud personal y se por su parte, nos ayuda a vislumbrar la diversidad de formas de
convierten en un asunto público. Así, nuestras definiciones vie- aproximarse a un objeto, de posturas ante el mismo y de prácti-
nen de un debate y provienen de una historia concreta. En otras cas de investigación.
palabras, sabemos que esta empresa no se resuelve en soledad ni Los vínculos de los que hemos hablado, además, no sólo
de una vez por todas, lo que el filósofo Bajtín llevó a sus últimas tienden hacia el propio contenido del libro, sino, como su título
consecuencias cuando dijo que “todo hablante es de por sí un con- —un tanto ambicioso— lo explica, a la vida humana, entendi-
testatario, en mayor o menor medida: él no es un primer hablante, da como un hecho que necesariamente se constituye a partir de
quien haya interrumpido por vez primera el eterno silencio del relaciones sociales. La conceptualización es un arma cargada de
universo”. Por eso pensamos que es necesario ofrecer a los lec- futuro; como la imaginación sociológica, “parece prometer de la
tores interesados una obra de consulta en la cual puedan revisar manera más dramática la comprensión de nuestras propias reali-
un panorama introductorio a los términos que han servido para dades íntimas en relación con las más amplias realidades sociales”.
describir uno o varios aspectos de la vida social. Puesto que los En este sentido, el esclarecimiento de los conceptos no es sólo
términos con los que diseccionamos un objeto de estudio fueron discursivo, sino también es una reflexión sobre hechos concretos,
creados en innumerables discusiones, el Léxico de la vida social es, que nos permite actuar e intervenir en el mundo con una mayor
en cierto sentido, un ponerse al día en una compleja conversación. conciencia de lo que es y lo que esperamos que sea, de lo que ha-
En él se aborda ampliamente el qué es de los nombres o conceptos cemos y decimos. Bajo la idea de que aún tiene vigencia aseverar,
cuya sola mención invoca una tradición completa de reflexiones como lo hacía Mills, que “la primera tarea política e intelectual
y preguntas, y que funcionan como pivotes de las discusiones del científico social consiste hoy en poner en claro los elementos
que constituyen disciplinas como la Ciencia Política, las Rela- del malestar y la indiferencia contemporáneos”, hoy, en México,
ciones Internacionales, la Filosofía, la Administración Pública y cuando pareciera haber una profunda divergencia entre lo que
la Sociología, todas ellas intrínsecamente ligadas a la vida social. se dice del país y lo que realmente sucede, urge agudizar nues-
Nuestro lector podrá comprobar que, como opinan muchos tra sensibilidad lingüística y teórica, y alertar los sentidos para
de los autores que escriben en este libro, los conceptos contenidos explorar los discursos con los cuales se describe nuestra realidad
en el Léxico (y en otras tantas obras) no se agotan, ya que respon- social, indagar de dónde vienen, qué prácticas sociales generan.
den y se amoldan a una realidad que cambia. No son inamovibles El ejercicio de definir es más que necesario, como también lo es
ni cerrados. En muchas ocasiones, su definición es apenas una revisar nuestras categorías y sus alcances, sus interpretaciones
hipótesis. De la misma manera, la vida social es inagotable y el implícitas, sus suposiciones.
corpus de este libro no pretende ser de carácter exhaustivo, sino Comité editorial, 2016

13
Aa
A la vez, la actitud está determinada, en buena medida, por
ACTITUD un valor. Estas ideas se representan frecuentemente por me-
dio de una pirámide invertida. En la parte inferior, que es la
Fernando Castaños Zuno más pequeña, se encuentra un valor; en la parte media, un
Álvaro Caso conjunto de actitudes y en la parte superior, que es la más
extensa, un número grande de opiniones. En este esquema
se puede apreciar cómo de un valor se desprende una serie
Definición
más grande de actitudes y cómo, análogamente, una actitud
En la comunicación cotidiana, la palabra actitud se emplea genera un número vasto de opiniones.
muchas veces para hacer referencia a una disposición de áni- En la sociología política y la demoscopia, actitud es un
mo que se manifiesta en una manera de estar, un modo de término central y tiene un significado derivado del que recibe
actuar o una forma de hablar. En consonancia con esta acep- en la psicología social, lo que se reconoce explícitamente en
ción, se utilizan como sinónimos parciales de ella voces que los informes de investigaciones básicas, cuyas metodologías
aluden a tales modalidades, como postura, talante, aire o tono. o cuyos resultados sustentan los marcos de referencia de otras
En ensayos de cierta índole, también se usan como equivalen- investigaciones. Más aún, la teoría de que las opiniones son
tes restringidos palabras que remiten más directamente a la variables dependientes de las actitudes y éstas, a su vez, de-
proclividad anímica, como orientación o inclinación.1 En otra pendientes de los valores, ha orientado, al menos en parte, la
acepción común, actitud denota una reacción constante a un interpretación de los datos en algunos de los trabajos acadé-
tipo de objetos o una respuesta generalizada ante una clase de micos más importantes de estas disciplinas.
hechos. Los sinónimos que podríamos encontrar cuando se Sin embargo, en esos campos, la necesidad de contar
adopta este sentido son construcciones con verbos que indi- con definiciones operacionales que guíen el análisis de in-
can la intención de acercarse o alejarse, como buscar o evitar. formación cuantitativa y cualitativa, obtenida tanto a través
No hay sustantivos que designen tipos específicos de ac- de encuestas, como por medio de entrevistas abiertas o de
titudes; pero éstas tienden a agruparse, por medio de frases discusiones en grupos de enfoque, ha llevado a introducir o
hechas, en función de sus grados de definición. Se habla, dar preponderancia a ciertos rasgos observables que puedan
por ejemplo, de actitudes claras o inciertas. También, con diferenciar las actitudes, por un lado, de los valores, y por el
el mismo tipo de recursos, se suelen esbozar clasificaciones otro, de las opiniones.
que toman en cuenta la consideración que tienen unos suje- El principal rasgo ha sido el de la duración: se considera
tos por otros, o las relaciones que entablan entre sí. Se dice, que un valor tiene mayor permanencia que una actitud, y que
en ese tenor, que una persona tiene una actitud cooperativa ésta es menos cambiante que las opiniones. Se piensa, por
o dominante. De lo anterior podría desprenderse que, gene- ejemplo, que un grupo social continuará teniendo una acti-
ralmente, una actitud entraña una valoración del objeto que tud favorable al tipo de políticas que promueva un partido
la suscita. No es extraño que esto se haga explícito cuando se en un periodo, aunque adopte una opinión negativa acerca
dice que el objeto despierta actitudes favorables o adversas; de la implantación de una de esas políticas. Análogamente,
también es frecuente que se califique al sujeto o a la actitud el grupo continuaría identificándose con los valores que sus-
misma, que se diga que alguien es positivo o negativo, o que criba el partido, aunque dejara de tener una actitud favorable
tiene actitudes buenas o malas. a ese tipo de políticas.
En el mundo académico se jerarquizan y complementan Ligado al rasgo de duración, está el de variabilidad con-
los rasgos de las acepciones cotidianas, de manera que se en- textual, que es también de carácter escalar, por lo que en
focan mejor fenómenos determinados, como veremos más relación con él se pueden establecer diferencias de grado
adelante. Pensamos que puede ser útil agrupar estos enfoques entre las opiniones, las actitudes y los valores. Qué tan favo-
en dos grandes conjuntos, de acuerdo con los intereses y las rables son las opiniones acerca de un político puede depender
perspectivas de las disciplinas que se han ocupado de la ma- tanto de los temas que se están tratando en el momento en
teria: en el primer conjunto, incluiríamos los tratamientos de que se expresan, como de con quién o quiénes se compare a
la psicología social, la sociología política, la demoscopia y la este político. En cambio, las actitudes acerca de un partido
psicología laboral; en el segundo, los de la lógica, la filosofía se conservan para espectros temáticos y rangos comparativos
del lenguaje, la lingüística y los estudios del discurso. más amplios. Los valores ligados a una orientación política
En el campo de la psicología social, el término actitud tienen alcances aún mayores.
tiene una carga teórica importante y se considera como un Cabría, quizá, resumir estas concepciones diciendo que
factor principal y definitorio de un conjunto de opiniones. las actitudes tienen profundidad, duración y alcance medios
en un marco de valoración estratificado o jerarquizado. Ade-
más de tratar las actitudes de esta manera, en la psicología
1 En más de una ocasión, Octavio Paz utilizó estos equivalentes laboral se considera útil distinguir entre dos actitudes de
parciales de la palabra actitud para hablar de rasgos de la perso- dedicación: una productiva, que conduce a una distribución
nalidad de otros poetas. Ver, por ejemplo, su ensayo biográfico eficaz de los esfuerzos, y otra estéril, que lleva al agotamien-
sobre Xavier Villaurrutia (1978).

Actitud 15 a
to y no produce resultados. Reflexiones más elaboradas en Si imaginamos que (7) se hubiera pronunciado, tanto
este campo conducen a definir lo que llamaríamos actitudes en 1700, como en 1785, tendremos un buen ejemplo de lo
de segundo orden, es decir, actitudes acerca de las actitudes. segundo:
Sería positiva la actitud de quien está preparado para cambiar
y aprender si su manera de acercarse al trabajo no es pro- (7) El rey de Francia tiene un carácter débil.
ductiva; en otras palabras, la de quien asume las dificultades
como retos por superar. En las dos fechas la oración hubiera expresado proposi-
En las disciplinas en que se ha desarrollado el segundo ciones distintas, una falsa y otra verdadera, porque en 1700 “el
conjunto de enfoques académicos, se parte de una distinción rey de Francia” se referiría a Luis XIV y en 1785, a Luis XVI.
entre dos tipos de información o de contenidos que son co- En la lógica y en la filosofía del lenguaje se observa tam-
municados por medio de las estructuras de las palabras: la bién que una proposición se puede expresar en diferentes
proposición y la actitud del hablante. idiomas,2 como ocurre con (8) y (9):
En primer lugar, cuando un enunciado expresa una propo-
sición, nos dice cómo es o qué ocurre con algo. En términos (8) La nieve es blanca;
técnicos, formular una proposición es asociar un predicado (9) Snow is white.
con un argumento o una serie de argumentos. Un argumento
representa una entidad, concreta o abstracta, y normalmente A partir de ello, se subraya que una proposición es una
es un nombre propio, un pronombre o una frase nominal. Un entidad abstracta y que es verdadera (o falsa) independien-
predicado representa una cualidad, una acción o una rela- temente de quién la exprese; en suma, que tiene un carácter
ción; comúnmente involucra un verbo y puede comprender objetivo. La actitud, en cambio, es subjetiva; incluso algunos
adjetivos y preposiciones. Entonces, una proposición es una filósofos importantes la consideran como un estado mental
construcción que se puede afirmar o negar, y que se puede del hablante que depende no sólo de quién pronuncia o es-
juzgar como cierta o falsa. Estrictamente, una proposición cribe el enunciado, sino de cuándo y en qué circunstancias
sería verdadera si el hecho al que corresponde es como dice lo hace: así como una persona puede estar convencida de la
que es, y falsa si es de otra manera. En un discurso hacemos verdad de una proposición y otra puede dudar de ella, alguien
referencia a las proposiciones expresadas anteriormente o en más puede aceptarla con distintos grados de confianza en di-
otros discursos, por medio del verbo decir acompañado de la ferentes momentos.3 En (10) y (11) se manifiestan distintas
conjunción que. Así, por ejemplo, (1) refiere una proposición actitudes acerca de la misma proposición:
expresada por Alberto acerca de Juan y (2) una formulada
por Josefina acerca del libro y la mesa: (10) Te digo que allí está;
(11) Me parece que allí está.
(1) Alberto dijo que Juan había venido;
(2) Josefina dijo que el libro estaba sobre la mesa. En la lingüística y los estudios del discurso, se concibe
la actitud de manera similar a como se hace en la lógica y la
En segundo lugar, un enunciado expresa una posición de filosofía del lenguaje, y en buena medida por influencia de
aquél que habla respecto de la proposición. En (3), por ejem- estas disciplinas, aunque más indirecta que directa. En esos
plo, el enunciador hace patente que considera la proposición campos, la actitud no es materia de discusión explícita, ni
de Alberto como verdadera, mientras que en (4) el hablante objeto de definición formal, pero las actitudes se examinan
muestra reservas sobre la proposición de Josefina: implícitamente al considerar el conjunto de recursos que las
manifiestan, el cual se denomina modalidad.
(3) Estoy seguro de que Juan había venido; En la mayoría de los enunciados, la modalidad depende
(4) No sé bien si el libro estaba sobre la mesa. primordialmente del modo sintáctico. En español, por ejem-
El segundo contenido del enunciado, es decir, la actitud plo, con el modo indicativo tienden a expresarse aseveraciones
del o de la hablante, atañe a la relación entre éste y la pro- que implican actitudes de compromiso con la verdad de la
posición (y lo hemos ejemplificado con la seguridad de (3)
y con la duda de (4)). 2 Se señala también que la traducción perfecta no existe. Por ejem-
En la lógica y la filosofía del lenguaje, cuyas reflexiones plo, John Lyons (1979) ha afirmado que se puede traducir todo lo
han dado gran fuerza a la distinción entre los dos tipos de que dice una oración o sólo lo que dice ella, pero no todo y sólo
lo que dice: siempre se agrega o se suprime algo. Pero esto no
contenidos, se subraya que dos oraciones distintas pueden demerita el punto principal aquí señalado, sino que lo subraya:
expresar la misma proposición y que con la misma oración en lo que expresan las dos formas distintas hay algo común.
se puede expresar proposiciones distintas. El par (5) y (6)
3 Por su importancia potencial para entender las dinámicas del
ejemplifica lo primero: pensamiento, se ha buscado indagar de diversas maneras la
variabilidad de las actitudes acerca de una proposición, e in-
(5) El Rey Sol gobernó Francia desde 1643 hasta 1715; clusive aprehenderla por medio de formalizaciones simbólicas;
(6) Luis XIV gobernó Francia entre 1643 y 1715. ver, por ejemplo, Richard, 1990.

a 16 Actitud
proposición; con el modo subjuntivo tienden a expresarse el de Gordon Allport, en el que se enfatiza que las actitudes
conjeturas o deseos y a describirse condiciones esperadas o dirigen el comportamiento (1935). Tal idea se desglosa y
hipotéticas, en otras palabras, planteamientos que implican complementa en las décadas de los años sesenta y setenta por
actitudes no acerca de lo que es, sino de lo que puede ser. medio de modelos estadísticos, de los cuales el más influyente
Entre los recursos modales se encuentran adverbios, como en su momento fue el que propusieron Martin Fishbein e
francamente o quizá, y frases adverbiales, como en verdad o tal Icek Ajzen (1975), para quienes expresar una opinión era una
vez. Muchas veces la modalidad depende también de manera forma de comportarse. De acuerdo con sus planteamientos,
importante del significado léxico de verbos que se denomi- qué tan favorable o desfavorable es una actitud ante un ob-
nan modales, entre los que se encuentran los siguientes: creer, jeto es algo que puede medirse en una escala elaborada en
pensar, saber, dudar. Por supuesto, habría que agregar decir al función de dos variables también cuantificables: la creencia
conjunto, así como otros verbos de comunicación. A partir de de que el objeto posee un rasgo determinado y la valoración
análisis gramaticales sobre las posiciones en las que pueden que se tiene de ese rasgo.
aparecer y las conjugaciones que pueden tener, se incluye en- El modelo de Fishbein y Ajzen delinea un espacio de
tre los verbos modales otros como poder, deber, querer, tener. las actitudes con dos dimensiones, una cognoscitiva y otra
Las combinaciones entre los modos sintácticos y los apreciativa, ambas importantes desde un punto de vista cien-
significados léxicos de los verbos modales pueden dar lugar tífico; distinguirlas brinda bases para realizar observaciones
a diferencias de modalidad sutiles, que implican, a su vez, más claras y reflexiones más rigurosas que las que se tenían
distinciones finas entre actitudes. Por ejemplo, tanto con el antes. Sin embargo, en las últimas décadas han tenido ma-
modo indicativo como con el subjuntivo se pueden exponer, yor difusión modelos que no reconocen esta distinción, pero
con los verbos mencionados, valores de probabilidad o grados que se consideran útiles para tratar temas de gran interés
de convicción, como en (12) y (13): para la sociología política aplicada, por lo que han recibido
gran atención.
(12) Yo sé que Rosa puede venir; Es notorio que actualmente el principal modelo en el
(13) Que yo sepa, Rosa puede venir. campo de la investigación sea el de la pirámide invertida,
descrito en la sección anterior, cuyo primer exponente, Da-
Con el modo imperativo, se pueden conformar modali- niel Yankelovich (1991), buscaba explicar el cambio como
dades desiderativas, además de las propiamente imperativas, un producto de comunicaciones recibidas y de procesos “in-
como en (14) y (15): ternos”, propios del sujeto individual. Él consideraba que los
procesos internos estaban impulsados por una necesidad de
(14) ¡Ven pronto! Eso es lo que quiero; resolver lo que Leon Festinger (1957) llamara “disonancias
(15) ¡Vengan inmediatamente! Tiene que ser. cognoscitivas”, es decir, estaban motivados por la necesidad
de modificar las ideas para que formaran sistemas armónicos
Si comúnmente las diversas actitudes que expresan los ha- o coherentes. Sin embargo, al postular que en la base de las
blantes son claras para los usuarios de la lengua, cabe advertir actitudes están los valores, Yankelovich asimiló la dimensión
que no hay entre los expertos un acuerdo sobre la taxonomía de las ideas y la cognición al campo de lo apreciativo, lo que
de las actitudes.4 Los problemas y las polémicas que hay al consideramos equivocado.
respecto se indicarán en la siguiente sección. Por ahora basta Lo que logró Yankelovich fue sintetizar planteamientos
decir que no todos los autores proponen el mismo número diversos de autores distintos, de tal manera que se pudieran
de categorías de clasificación, ni las mismas subdivisiones comunicar y recordar con relativa facilidad, por lo que su
para cada una de ellas. modelo piramidal resultó de utilidad considerable.5 Es im-
portante, sin embargo, consignar aquí que su propósito era
Historia, teoría y crítica poder enfocar una materia que parecía dispersa y que, al esti-
pular su esquema, el autor advertía que no debería atribuirse
Como se expuso en el apartado anterior, el primer enfoque un carácter rígido a las relaciones entre los tres estratos de
académico —el que plantea el esquema de opiniones, acti- la pirámide. Él tenía claro que un cambio de valores gene-
tudes y valores como predisposiciones estratificadas— se ralmente conlleva cambios de actitudes; pero sabía que, en
sustenta principalmente en la idea de que la actitud, como ocasiones, algunas actitudes cambian sin que lo hagan otras
respuesta o tipo de respuestas, es relativamente constante afines al estado anterior. Entendía también que, inclusive,
(véase p.11). Esta noción fue esbozada en la psicología social,
la sociología y la demoscopia a finales de los años veinte y
principios de los treinta del siglo xx en diversos textos; sin
embargo, los investigadores toman como punto de partida 5 Por ejemplo, cuando se prepara un cuestionario, el modelo obli-
ga a seleccionar o diseñar más de una pregunta de opinión para
medir una misma actitud, lo que generalmente proporciona a
4 De hecho, no hay tampoco una taxonomía definitiva de las los resultados una confiabilidad mayor que cuando se utiliza
modalidades. una sola pregunta como indicador de una variable.

Actitud 17 a
las modificaciones de las actitudes podrían conducir a una La discusión que propiamente da forma al enfoque recibe
transformación de los valores. su primer impulso de Bertrand Russell, en sus indagaciones
Desafortunadamente, sobre la posición prudente y, en sobre el significado (1905) y sobre el conocimiento (1984
parte, crítica de Yankelovich, se ha impuesto la fuerza icó- [1913]). El filósofo británico buscaba construir una teoría
nica de su modelo, en la que se apoya el punto de vista que que permitiera analizar cualquier afirmación a partir de las
confiere a la duración media el carácter de rasgo definitorio conjunciones o negaciones de lo que llamó “proposiciones
de las actitudes. La precaución aconsejaría dejar la tempora- atómicas”: oraciones simples que fueran constatables en la
lidad de una actitud (posiblemente variable) como un dato realidad empírica por medio de la observación. Esta teoría
empírico por explicar. permitiría establecer, por ejemplo, si la afirmación (16) es
La investigación contemporánea se apoya generalmente verdadera o no, una vez que se constate si las proposiciones
en variantes del modelo de Yankelovich, que muchas veces (17) y (18) son ciertas o falsas:
se combina con ideas de Allport o de Fishbein y Ajzen. La
herencia conjugada de estos autores se explicita muchas veces, (16) Los dos libros de química están sobre la mesa;
no sólo en introducciones de informes de encuestas sobre te- (17) El primer libro de química está sobre la mesa;
mas diversos, sino también en los títulos de las publicaciones (18) El segundo libro de química está sobre la mesa.
que se derivan de ellas.6 Ahí se revela la persistencia de las
inconsistencias teóricas aludidas arriba; por ejemplo, cuan- Pero Russell, que era crítico y autocrítico, muchas veces
do se incluyen los valores en una jerarquía cognoscitiva o las encontraba problemas que ponían en cuestión sus propios
ideas en una valorativa. planteamientos. Se dio cuenta de que podemos explicar la
No cabría concluir, sin embargo, que la influencia de di- verdad o la falsedad de una construcción como (19) cual si
chas herencias sea dominante, en un sentido estricto. Muchas fuera el producto de la verdad o la falsedad de unidades más
veces proporciona una orientación inicial, o queda como un simples, como (20) y (21):
sustrato implícito que facilita la comunicación entre exper-
(19) El gato y el perro son jóvenes;
tos; pero la manera en que se obtienen los datos de cada
(20) El gato es joven;
estudio no sólo depende de ella sino también, y con cierta
(21) El perro es joven.
frecuencia en mayor medida, de procedimientos de control
metodológico,7 como la prueba de preguntas de cuestionario
en levantamientos piloto y en sesiones de grupos de enfoque. No obstante, también advirtió que no podemos descom-
Estos procedimientos permiten mejorar, por ensayo y error, poner (22) de la misma manera:
los instrumentos de medición imperfectos debido a las limi-
(22) Creo que el gato es joven.
taciones de la teoría.8 Así como esto ocurre con la obtención
de los datos, la interpretación de los mismos está guiada por La proposición (22) puede ser cierta aunque (20) sea
la experiencia de los investigadores en la producción de los falsa; entonces, dar cuenta del significado de afirmaciones
instrumentos. con verbos como creer en función de proposiciones atómicas
En el segundo grupo de disciplinas —es decir, el de la verdaderas no resulta tan fácil como explicar el significado
lógica, la filosofía del lenguaje, la lingüística y los estudios de afirmaciones con verbos como ser. En consecuencia, el
del discurso—, algunas de las nociones que definen el análi- significado de verbos como creer es de naturaleza diferente
sis sobre la actitud tienen orígenes ancestrales y han cobrado al significado de verbos como ser. En la terminología que se
forma a lo largo de los siglos mediante análisis heterogéneos ha derivado de estas consideraciones, con los primeros ver-
—sobre todo gramaticales, retóricos y epistemológicos— bos se refieren estados mentales y con los segundos, hechos
acerca del concepto de modo. objetivos.
Lo interesante y lo importante es observar que, de algún
modo, el significado de (22) sí depende de los significados
6 Ver, por ejemplo, Vaske y Donnelly, 1999. de creer y de ser; en otras palabras, sí hay algo que vincula el
7 Al respecto, ver, por ejemplo, las investigaciones de la llamada estado mental y el hecho objetivo. Para tratar de esclarecer
Encuesta mundial de valores (World Values Survey), nombre de ese vínculo, Russell propuso la noción de “actitud proposi-
una red de investigadores sociales que, desde 1981, ha realizado cional”: una relación entre el sujeto que habla y lo que dice
cinco rondas u “olas” de encuestas a muestras representativas acerca del mundo. La afirmación, como la negación o la duda,
de sociedades que comprenden el 90% de la población mun-
dial (http://www.worldvaluessurvey.org/). Entre 2010 y 2012
constituye una actitud acerca de lo que dice; un compromiso
se condujo la sexta ola de la serie. Considérese también la in- con la proposición que se expresa. El problema para el ato-
vestigación que dio origen al libro Los mexicanos de los noventa mismo era, entonces, dar cuenta de la combinación de las
(iis, 1996). palabras que significan actitudes y las palabras que signifi-
8 Al respecto, ver, por ejemplo, cómo procede el Pew Research can proposiciones.
Center for the People and the Press (http://www.people-press. Este tipo de esclarecimiento inicial del problema de la
org/). relación entre el significado y la verdad ha sido de gran tras-

a 18 Actitud
cendencia para la filosofía. Aunque no hay consenso sobre su sólo de las propiedades gramaticales de las oraciones. Por
solución, discutirlo ha impulsado, tanto a seguidores como a ejemplo, si a un hecho se le da la condición de consumado,
críticos de Russell, a indagar asuntos clave para comprender luego aparece el conector por y después sigue una frase que
el uso del lenguaje en la actividad mental y en la interacción hace referencia a una acción, se entenderá que para el ha-
social. Un punto importante en las discusiones que han sur- blante la acción es la causa, y que no duda de ello, aunque la
gido es que se ha validado la concepción de proposición que frase no venga acompañada de ningún verbo conjugado, y no
expusimos en la primera sección (véase p.12), que consiste haya, por lo tanto, modo alguno. En este caso, hay un carác-
en la asociación de un predicado con uno o más argumen- ter afirmativo que se transmite de la descripción del efecto
tos. Ésta fue adoptada, aunque sin claridad suficiente, por a la expresión de la causa. Más aún, las actitudes pueden ser
Russell a partir de tratamientos seculares y de aportaciones tácitas, asumirse por el contexto, estar expresadas por la en-
de Gottlob Frege en el campo de la filosofía de las matemá- tonación o encontrarse sugeridas por gestos y ademanes. La
ticas (1950 [1893 y 1903]), y fue precisada posteriormente frase (23) podría ser empleada, por ejemplo, después de (24),
por John Searle a partir de señalamientos críticos de Peter para solicitar la ubicación de un producto al dependiente de
Strawson y John Austin. un supermercado y, después de (25), para responder la pre-
Strawson hizo ver que las teorías del significado y la gunta de un amigo:
verdad que Russell procuraba construir requerían que se
distinguiera más claramente entre la oración y lo que se (23) Y también los cereales;
dice con la oración (1950), porque lo que se dice puede variar (24) Quería preguntarle dónde se encuentran las salsas;
conforme al contexto en el que se usa la oración, como ya se (25) ¿Están caras las frutas aquí?
señaló en la primera sección. Austin (1962), por su parte,
mostró que no siempre que se emplea una oración se hace Si se mantiene la distinción entre actitud y modalidad,
una afirmación acerca de un hecho constatable, sino que se es relativamente sencillo explicar que los recursos empleados
puede hacer también una pregunta sobre el hecho o una ex- en (23) permiten expresar distintas actitudes o, incluso, que
clamación, las cuales lo suponen pero no lo aseveran. Incluso éstas se dan a conocer aún si divergen de lo que estos recur-
la oración puede constituir el hecho, como cuando se le da un sos significan canónicamente. Pero si se equiparan la actitud
nombre a una persona. En otras palabras, cuando hablamos y la modalidad, resulta caprichoso decidir a qué modalidad
normalmente llevamos a cabo distintos tipos de actos, y una corresponde la frase (23), si a la interrogativa (en cuyo caso se
teoría del significado como la de Russell, si fuera correcta, pregunta por la ubicación de los cereales) o a la afirmativa (en
sólo explicaría un tipo: el de las afirmaciones. Determinar cuyo caso es respuesta a la pregunta de (25)). El problema es
qué tipo de acto se realiza depende, entre otras condiciones, mayor si se confunden la modalidad y el modo, como ocurre
de la intención que tiene el hablante cuando pronuncia la en algunas clasificaciones que postulan los modos condicio-
oración o —deberíamos acotar nosotros— de la intención nal, negativo, optativo, potencial o interrogativo, además del
que es válido atribuirle al hablante. indicativo, el subjuntivo y el imperativo.9
Searle (1969) reúne las aportaciones de Strawson y Aus- En cuanto al problema de la taxonomía de las actitu-
tin y, en consecuencia, distingue entre la oración, el acto y la des mencionado en la sección anterior (véase p.13), se debe
proposición. Una oración contiene elementos que expresan considerar que si se toma la modalidad sólo como guía para
intenciones y que le dan la fuerza de acto, además de ele- elaborarla, pero éstas se categorizan en sus propios térmi-
mentos que expresan argumentos y predicados y que le dan nos, no se buscará una correspondencia biunívoca entre
carácter de formulación proposicional. Entonces, podemos modalidades y actitudes. Entonces, las actitudes se dividirán
ver las intenciones de Austin y Searle como una extensión inicialmente en un número limitado de clases y, posterior-
de las actitudes de Russell. Junto con la teoría patrimonial mente, esas clases se subdividirían en otras. De esta forma,
del modo, éste es uno de los sustratos de la concepción lin- el primer nivel de clasificación coincidiría con el primero
güística contemporánea de modalidad, que tiene su impulso (también) de una clasificación de los actos de habla, aunque
inicial en los años setenta y ochenta del siglo xx, como se esto no quiere decir que las taxonomías de las actitudes y los
puede ver en la obra del semántico John Lyons (1977; 1981). actos sean paralelas, pues, por un lado, en la categorización
Vistos así los asuntos en cuestión, habría que mantener cla- de los actos intervendrían otros elementos además de las
ras las distinciones, primero, entre actitud y modalidad y, actitudes imputables y, por el otro, en el discurso se pueden
luego, entre modalidad y modo. La actitud es un estado del expresar muchos grados de actitudes cuyas diferencias no se
hablante, mientras que la modalidad es un conjunto de re- traducen en distinciones de actos.
cursos de la lengua que, conjugados, expresan la actitud, y el
modo, solamente uno de esos recursos (el cual reside en la
conjugación de los verbos). 9 Aunque en estudios gramaticales de los últimos lustros, como
Cada vez es más aceptado que la organización del discurso el de Emilio Ridruejo (1999), se mantiene la distinción aquí
como tal contribuye también a la identificación de las actitu- sustentada, la confusión que se señala se ha extendido más de
des del autor; es decir, que la expresión de éstas no depende lo que pudiera pensarse, y se refleja, por ejemplo, en entradas
actuales de la Wikipedia (“Modo gramatical”, s.f.).

Actitud 19 a
Desde la perspectiva esbozada en el párrafo anterior, Tales problemas empíricos quizás se traduzcan en preo-
consideramos que hay tres clases básicas de actitudes.10 Las cupaciones teóricas, ya que en los ejemplos expuestos lo que
primeras son las actitudes que interesaron originalmente a se pone en cuestión es la predicción que se desprende de las
Russell: se ubican en el espacio del conocimiento y tienden a conceptualizaciones básicas. Si las predicciones son dudosas,
ser denominadas como epistémicas. Una actitud epistémica es se deberían revisar las conceptualizaciones. Cabría pensar, por
aquélla en que el hablante da a entender qué tan seguro está ejemplo, que una opinión no se deriva de una actitud, sino
de la verdad o la falsedad de la proposición que formula. Las que en una opinión se conjugan diversas actitudes sobre los
segundas son actitudes respecto a los derechos y las obligacio- distintos asuntos que están en juego en el enunciado. Luego,
nes relacionados con el hecho que representa la proposición habría que pensar en un modelo de redes que sustituyera el
y se denominan deónticas. Una actitud deóntica es aquélla en de la pirámide.
que un hablante indica que un hecho es permitido, prohibido Para indicar la posible dirección de la investigación fu-
u obligado. Las terceras se ubican en otro espacio diferente tura en las disciplinas que, como la filosofía y la lingüística,
de los anteriores y, aunque tienen diversas denominaciones, adoptan un enfoque como el segundo (tratado en las primeras
nosotros preferiríamos llamarlas simplemente valorativas. secciones de este artículo), es decir, que distinguen entre el
Las actitudes de este tipo corresponden a las ocasiones en contenido proposicional de un enunciado y la relación de su
que los hablantes manifiestan si un contenido proposicional autor con ese contenido, sería útil identificar dos problemas
es importante o no y si es positivo o negativo. El punto es que tienen cierta afinidad con los anteriores. Uno de ellos es
que uno puede considerar una proposición como verdadera el de las actitudes implícitas. Dado que no están codificadas
o como falsa independientemente de que vea el hecho como en la lengua, sino que se recuperan a partir de las estructuras
permitido o prohibido y deseable o indeseable; es decir, se discursivas que se forman con los elementos lingüísticos y
puede combinar cualquier actitud epistémica con cualquier en función de las condiciones en que se produce el discurso,
actitud deóntica y con cualquier actitud valorativa. En otras esas actitudes no sólo se dirigen hacia el contenido propo-
palabras, estamos hablando de tres dimensiones lógicamente sicional, sino también hacia el contexto discursivo y hacia la
independientes y, por lo tanto, si las tomamos como base de situación de enunciación. No tiene la misma fuerza afirmar
la taxonomía, ésta será exhaustiva y rigurosa. públicamente que alguien ha cometido una falta que hacerlo
en privado, ni postular una causalidad en un artículo cientí-
Líneas de investigación y debate fico que plantearla en una conversación informal, porque la
contemporáneo afirmación no tiene las mismas consecuencias en unos casos
que en los otros. Cuando atribuimos una actitud proposicio-
Para las disciplinas que, como la psicología social, la so- nal que no está marcada explícitamente, estamos suponiendo
ciología política y la demoscopia, ven una actitud como un que el o la hablante asume lo que esa actitud implica para él
haz de opiniones o como un rasgo común de un conjunto o ella, es decir, estamos haciendo una inferencia retrospectiva
de opiniones, el problema de la temporalidad continuará que va de los efectos a la actitud. Sería importante, entonces,
impulsando la investigación, y probablemente recibirá aún indagar cómo se relacionan las actitudes proposicionales con
mayor atención de la que ha tenido. Es de preverse que se las actitudes discursivas y las situacionales.
buscará entender por qué la duración de una respuesta no El otro problema es el de la imposibilidad de la paráfrasis
siempre corresponde a su posición en la jerarquía de valores, total. Como la distinción misma entre proposición y actitud
actitudes y opiniones; por qué, por ejemplo, en ocasiones, una de donde parte, la discusión sobre la tipología de las actitudes
actitud permanece, pero el valor que supuestamente la regía se apoya en equivalencias de frases u oraciones. Los filósofos
cambia. Un caso ilustrativo es el de ciertos países en los que y los lingüistas abstraen la noción de proposición cuando en-
se sigue apreciando el matrimonio religioso aunque la reli- cuentran que en dos enunciados distintos se hace referencia a
giosidad disminuya. la misma entidad y se dice lo mismo de ella; asimismo, ellos
Otro problema, en parte ligado al anterior, es el de la aíslan la noción de actitud cuando ven que con dos frases
dirección del cambio: se desea saber cuándo las modifica- diferentes un autor se compromete de una misma manera
ciones de las actitudes conducen a cambios de opiniones y con cierta proposición. No obstante, nunca dos estructuras
viceversa. Se supone que de la identificación con un partido sintácticas dicen estrictamente lo mismo; en el caso de la
se sigue la preferencia por un candidato, pero en ocasiones traducción, por ejemplo, siempre se minimiza o se subraya
el hecho de preferir a un candidato hace que grupos de vo- algún punto y se añade o se suprime algún matiz.11
tantes se identifiquen con su partido, de la misma manera Cuando tratamos dos frases como equivalentes, lo que
que rechazarlo produce un distanciamiento con el partido. hacemos es destacar lo que tienen en común y dejar fuera
¿De qué depende que estas divergencias se resuelvan en un de consideración lo que las distingue. Así que, advertir que
sentido o en otro? se manifiesta una actitud implica reconocer un horizonte
y una jerarquía de actitudes posibles. Ello indica que, para
10 Esta posición se basa en consideraciones expuestas en Casta-
ños, 1997. 11 Ver nota 2, p. 12.

a 20 Actitud
profundizar en el conocimiento del campo, un tema impor- Pew Research Center (2015). Disponible en: <http://www.peo-
tante sería el de la interacción entre las consideraciones que ple-press.org>.
pertenecen a las tres dimensiones identificadas en la sección Richard, Mark (1990), Propositional Attitudes: An Essay on Thou-
anterior: epistémica, deóntica y valorativa. Parece sugerir- ghts and How We Ascribe Them, Cambridge: Cambridge
University Press.
se, por ejemplo, que el rango de opciones valorativas que Ridruejo, Emilio (1999), “Modo y modalidad: el modo en las subor-
importan no necesariamente es el mismo cuando hay una ex- dinadas sustantivas”, en Ignacio Bosque y Violeta Demonte
pectativa de que ocurra un hecho que cuando se piensa que es (dirs.), Gramática descriptiva de la lengua española, Madrid:
imposible que suceda. Asimismo, dar a un acto el carácter de Espasa, pp. 3209-3251.
obligación, en lugar de verlo como derecho, podría modificar Russell, Bertrand (1905), “On Denoting”, Mind, New Series, vol.
el grado de pertinencia que tiene juzgar si el acto existe o no. 14, núm. 56, pp. 479-493.
Al ver todos estos problemas en conjunto, cabría imagi- _____ (1984 [1913]), Theory of Knowledge, Elizabeth Ramsden
nar que un diálogo entre los investigadores de cada uno de Eames y Kenneth Blackwell (eds.), London: George Allen
los enfoques sería muy productivo. Entender cómo se con- and Unwin.
Searle, John R. (1969), Speech Acts: An Essay in the Philosophy of
jugan las predisposiciones acerca de los diferentes elementos Language, Cambridge: Cambridge University Press.
que se tratan en un enunciado y comprender cómo lo hacen Strawson, Peter Frederick (1950), “On Referring”, Mind, New
las posturas epistémicas, deónticas y valorativas acerca de la Series, vol. 59, núm. 235, pp. 320-344.
proposición formulada en él son tareas que pueden iluminarse Vaske, Jerry J. y Maureen P. Donnelly (1999), “A Value-At-
mutuamente. Lo mismo puede decirse del cambio de valores titude-Behaviour Model Predicting Wildland Voting
y de la rejerarquización de opciones. Sin embargo, las rutas de Intentions”, Society and Natural Resources, núm. 12, pp. 523-
investigación asociadas a los dos enfoques han estado separa- 537.
das tanto tiempo, que no podríamos calificar el diálogo que se World Values Survey (s.f.). Disponible en: <http://www.worldva-
propone como probable, sino sólo como deseable. luessurvey.org/wvs.jsp>.
Yankelovich, Daniel (1991), Coming to Public Judgment: Making
Bibliografía Democracy Work in a Complex World, New York: Syracuse
University Work.
Allport, Gordon W. (1935), “Attitudes”, en Carl Allanmore Mur-
chison (ed.), A Handbook of Social Psychology, Massachusetts:
Clark University Press, pp. 798-844.
Austin, John Langshaw (1962), How to Do Things with Words,
Oxford: Clarendon.
Castaños, Fernando (1997), “Observar y entender la cultura po- ACUERDO
lítica: algunos problemas fundamentales y una propuesta
de solución”, Revista Mexicana de Sociología, vol. 59, núm. Fernando Castaños Zuno
2, pp. 75-91. Álvaro Caso
Festinger, Leon (1957), A Theory of Cognitive Dissonance, Illinois:
Row, Peterson and Company.
Fishbein, Martin e Icek Ajzen (1975), Belief, Attitude, Intention, Definición
and Behaviour: An Introduction to Theory and Research, Mas-
sachusetts: Addison-Wesley.
En el lenguaje ordinario, la palabra acuerdo tiene diversas
Frege, Gottlob (1950 [1893 y 1903]), The Foundations of Arithme-
tic: The Logical-Mathematical Investigation of the Concept of acepciones, que pueden agruparse en torno a dos significa-
Number, John Langshaw Austin (trad.), Oxford: Blackwell dos básicos. En primer lugar, denota una relación de afinidad
and Mott. o conformidad entre planteamientos. Es común emplearla
iis: Instituto de Investigaciones Sociales (1996), Los mexicanos de los en este sentido para sustentar una predicción; se dice, por
noventa, México: Instituto de Investigaciones Sociales-Uni- ejemplo: “De acuerdo con esta información, los precios van a
versidad Nacional Autónoma de México. bajar”. Se utiliza, también, en una especie de inferencia retros-
Lyons, John (1977), Semantics, Cambridge: Cambridge Univer- pectiva, para subrayar una evidencia contraria a un supuesto
sity Press. de forma que sea posible cuestionarlo: “De acuerdo con su
_____ (1979), “Pronouns of Address in Anna Karenina: The Stylis-
idea, la mayoría debería haber asistido; pero vinieron pocos”.
tics of Bilingualism and the Impossibility of Translation”, en
Sidney Greenbaum, Geoffrey Leech y Jan Svartvik (eds.), En el ámbito de esa denotación, muchas veces se usa
Studies in English Linguistics for Randolph Quirk, London: acuerdo para expresar la compatibilidad entre la forma en
Longman, pp. 235-249. que una persona percibe un hecho o un objeto y un plantea-
_____ (1981), Language, Meaning and Context, London: Fontana. miento acerca de este hecho u objeto, así como para referir la
“Modo gramatical” (s.f.), en Wikipedia. Disponible en: <https:// actitud epistémica de esa persona frente a dicha proposición.
es.wikipedia.org/wiki/Modo_gramatical>. Se advierte, por ejemplo: “Tu testimonio está de acuerdo con
Paz, Octavio (1978), Xavier Villaurrutia en persona y en obra, México: lo que ella ha dicho” o “ella está de acuerdo con eso”, para
Fondo de Cultura Económica. indicar que ella considera que eso es verdadero.

Acuerdo 21 a
Como sustitutos de la palabra en su primer significado o, en singular o en plural, vaya acompañada del nombre del lu-
mejor dicho, de la frase de acuerdo con, se utilizan, entre otros, gar en el que se firma el documento y que la frase resultante
los siguientes: según, en concordancia con y de conformidad con. se convierta en el título del mismo, como en el caso de “los
Como antónimos, se tienen: en desacuerdo con, en discrepancia Acuerdos de Yalta”.
con y en contra de. Por supuesto, en ciertos contextos se puede Acuerdo se usa también para nombrar la disposición de una
parafrasear tanto la relación positiva como la negativa, por autoridad colegiada o de un funcionario de alto rango en el
medio de conectores que indican consonancia y disonancia. Estado, en una asociación privada o en una organización civil.
Para el primer caso, tenemos, por ejemplo, adverbios de se- Aquí, lo importante es que la decisión es vinculante para otros:
cuencia, sobre todo los que funcionan como conjunciones estipula un curso de acción o define un conjunto de derechos
ilativas, por ejemplo luego; para el segundo, locuciones ad- y cometidos. En otras palabras, tiene el carácter de mandato
versativas, como sin embargo. o de precepto.
En segundo lugar, acuerdo tiene como significado básico Quizá por derivación de esos significados especializados,
el de ‘resolución conjunta’. Entre las acepciones que lo con- aunque ya con cierta distancia de los usos ordinarios, en el
forman se encuentra la de compromiso pactado. Se dice, por medio gubernamental se llama acuerdo a la reunión periódi-
ejemplo, “se pusieron de acuerdo”, para indicar que se llegó ca entre un funcionario y su superior. Se espera que en cada
a una decisión aceptada por las partes involucradas y que, ocasión éste apruebe o dicte objetivos y líneas de trabajo, de
en consecuencia, cada una ha adquirido obligaciones deter- modo que el primero se sujete a ellos. En este sentido, se dice
minadas. En tales casos suele suponerse que el resultado es “mañana tengo acuerdo” y “voy a mi acuerdo”.
producto de alguna negociación y pone fin a una disputa. Entre los expertos en estudios de opinión surgió, hace no
Una acepción del segundo grupo de significados que tiene más de veinte años, otra acepción que ha sido retomada en
ecos del primero es la de ‘consenso logrado’. Cuando se usa la ocasiones por conductores de radio y televisión; ésta es la de
palabra en este sentido, aparece en frases como “alcanzaron “calificación del desempeño presidencial”. Cuando se le da ese
un acuerdo”. Entonces, tiende a implicarse que, además de sentido, por “el acuerdo”, se entiende la respuesta promedio
la negociación, hubo alguna deliberación. Es decir, la palabra —en una escala cualitativa o numérica— a preguntas como
da pie para pensar que se tomaron en cuenta las razones de la siguiente: “¿Qué tan de acuerdo o en desacuerdo está usted
las partes y no sólo sus intereses. con la forma en que gobierna el Presidente?”.
Es de señalarse que el uso de la palabra acuerdo en sus
acepciones cotidianas generalmente tiene implicaciones de Historia, teoría y crítica
honestidad, aunque éstas pueden variar, dependiendo de la
acepción y del contexto de uso. Por ejemplo, si se dice que Aunque la palabra acuerdo no es en el mundo académico un
un número de personas están de acuerdo con una observa- vocablo técnico, tiene algunas de las propiedades de los tér-
ción acerca de un hecho, se entiende que la palabra adquiere minos científicos. No es objeto de definiciones formales y no
entonces su sentido epistémico y que todas las personas re- ha sido materia de controversias importantes; sin embargo,
feridas suscriben genuinamente la observación. Si alguna de tiene poca variabilidad y se le trata con cuidado considerable.
ellas es insincera, entonces lo que describe la palabra es falso. En la filosofía y en la lingüística, se tiende a emplear la
Por otro lado, si por medio de la palabra se informa que palabra en un sentido epistémico vinculado con la relación
dos partes han tomado una resolución conjunta, se implica de afinidad o conformidad entre planteamientos de la que
entonces que ambas se obligan a cumplir con lo establecido hablábamos al principio, aunque más preciso. Generalmen-
en dicha resolución. Por supuesto, se sugiere aquí que ambas te, cuando se dice que dos ideas están de acuerdo, se implica
tienen una buena opinión acerca de la medida concertada que una se puede inferir de la otra siguiendo las reglas de la
entre las dos, pero no hay un compromiso estricto al res- lógica, o bien que las dos son compatibles y que ambas serían
pecto: pueden desviarse de su mejor opinión, precisamente una consecuencia natural de supuestos válidos.1 También se
para alcanzar una resolución. Además, no porque alguna de puede entender que una de las ideas es análoga de la otra y,
las partes haya sido insincera, con respecto a la opinión, o entonces, se pueden poner en correspondencia los elementos
aún con respecto a la voluntad de asumir la obligación, la de una y otra. Por lo tanto, usar la palabra en este sentido
obligación deja de existir; lo que la palabra informa es cierto. supone que se han examinado y juzgado las ideas con cierto
La palabra acuerdo también tiene algunos significados detenimiento, como en el siguiente ejemplo: “Esencialmente
especializados, relacionados en distintos grados con los co- de acuerdo con el comité de vecinos, el ingeniero piensa que
tidianos o con las implicaciones de éstos. En ciertos ámbitos sí se puede reparar el puente”.
—prototípica pero no exclusivamente en el parlamentario y
el diplomático—, designa el contenido de una resolución o
la materia de un consenso. También puede denominarse así
al documento en que se asientan los puntos de vista comunes 1 Quizá el uso precursor de la palabra en estos sentidos sea el
a actores diversos o las responsabilidades asumidas por ellos de John Locke cuando la emplea para definir el conocimiento
en un proceso. Cuando esto ocurre, es común que la palabra, (ver el capítulo I del libro IV de su Ensayo sobre el entendimiento
humano, 2009 [1609]).

a 22 Acuerdo
En la sociología política y la historia política, acuerdo tie- modifican las posibilidades de representación de intereses y
ne una acepción muy similar a la diplomática especializada: pueden reducir las inequidades en los procesos de decisión.5
hace referencia al pronunciamiento de dos o más actores.2
Aquí se subraya que quienes lo suscriben quedan sujetos a la Líneas de investigación y debate
sanción mutua y, sobre todo, son agentes de responsabilidad contemporáneo
pública. Visto así un acuerdo, son materia de juicio, primero,
el proceso que conduce a la resolución y, luego, el contenido Es de esperarse que la investigación aplicada cobre aún ma-
de la misma; pero lo es también, posteriormente, el compor- yor impulso en los próximos lustros y que se especialice en
tamiento de las partes en relación con el objeto del acuerdo. función de los ámbitos y las materias de los acuerdos. Ya se
Por una parte, el actor político que procura y logra un observan tendencias más o menos claras en varios terrenos,
acuerdo legítimo es encomiable; el que no lo consigue es como el de la terminación de confrontaciones armadas y el
decepcionante; el que busca uno ilegítimo es despreciable. de la separación matrimonial.
Por otra parte, cuando el acuerdo es legítimo, quien lo honra Algunos de esos estudios están conduciendo a la elabo-
merece la confianza de sus pares, y quien lo incumple ve dis- ración de modelos sobre el cambio en las posiciones de los
minuidas sus posibilidades de entablar uno posterior. Ahora actores involucrados en un conflicto, los cuales tienen pre-
bien, la opinión de la ciudadanía es tanto o más importante tensiones de rigor analítico y de sustento empírico. Son de
que la inclinación de los actores políticos para emprender interés especial los que buscan captar las relaciones entre los
iniciativas conjuntas. En el paradigma ideal, el actor que marcos de compresión y las formas de entablar acuerdos.6
cumpla con lo estipulado recibirá el apoyo de los votantes; Es probable que en el campo de los estudios parlamenta-
el que no, su rechazo. rios se desarrolle uno de tales terrenos especializados. Aunque
Como podría suponerse, ese sentido de la palabra acuerdo no puede preverse si será en diálogo con los otros campos ya
es muy cercano a algunas nociones clave en el pensamiento mencionados o independientemente de ellos, sí puede antici-
sociológico, como las de pacto y contrato. Al igual que éstas, el parse que responderá a la motivación de mejorar la toma de
término que nos concierne se utiliza cuando se piensa que la decisiones en contextos de gobiernos divididos.7 Probable-
coordinación y la cohesión de los grupos dependen, en buena mente será promovido en parte también por la investigación
medida, de las normas que adoptan, aunque, a diferencia de sobre la deliberación, que a su vez recibe impulso académico
ellas, sugiere que la óptica desde la cual se ven las cosas es de los estudios sobre el discurso y sobre la democracia.
también importante. Como pacto, el acuerdo pone en el te- La deliberación propicia la identificación de premisas
lón de fondo los intereses de los actores; pero, como contrato, comunes y, por consiguiente, confiere legitimidad a los con-
da prominencia a la posible sanción por incumplimiento. En sensos, aún entre quienes representan identidades e intereses
comparación con ambos, el pacto y el contrato —que pueden confrontados. Además, en una democracia, las decisiones
ser tácitos o evidentes, haber sido creados por los signata- basadas en la deliberación conllevan, por ese solo hecho, la
rios o ser de antemano constitutivos del orden social—, el obligación de cumplirlas. En otras palabras, el acuerdo está
acuerdo casi siempre se manifiesta con claridad y se toma en implícito en ellas y, si se hace explícito, adquiere la mayor
un momento dado. Por tales razones, hay contextos en los fuerza posible.
que las tres palabras son intercambiables y otros en que sus
peculiaridades cuentan.3 Bibliografía
Aún considerando esas sutilezas, comprender qué es un
acuerdo no ha sido un problema académico, propiamente, y Biddle, Jesse, Vedat Milor, Juan Manuel Ortega Riquelme,
no hay un campo de investigación teórica dedicado al acuer- Andrew Stone (2000), Consultative Mechanisms in Mexico,
do. Las áreas de estudios empíricos y aplicados en las que éste Washington: The World Bank (psd Occasional Paper, 39).
es un tema importante tienden, por lo tanto, a ser de carácter Hernández Estrada, Mara, José del Tronco, José Merino
interdisciplinario y se concentran, bien en las condiciones que (2009), “Mejores prácticas en negociación y deliberación.
producen y mantienen acuerdos, bien en los efectos de ellos. Reflexión final y lecciones aprendidas”, en Un congreso sin
De dichas áreas, la principal es, quizá, la de la resolución de mayorías, México: Facultad Latinoamericana de Ciencias
conflictos, que en las últimas décadas se ha abocado sobre Sociales, Centro de Colaboración Cívica, pp. 357-386.
todo a caracterizar el papel de los mediadores en la obtención Kressel, Kenneth y Dean G. Pruitt (1985), “Themes in the Me-
de acuerdos y a identificar las mejores estrategias para lograr- diation of Social Conflict”, Journal of Social Issues, vol. 41,
los.4 Otra que ha recibido atención considerable es la de las núm. 2, pp. 179-198.
relaciones corporativas, donde se ha visto que los acuerdos
5 Ver, por ejemplo, Schmitter, 1992.
2 Ver, por ejemplo, cómo emplea Marwick (1964) la palabra. 6 Ver Thompson, Neale y Marwan, 2004.
3 Ambas condiciones pueden apreciarse en Biddle et al., 2000. 7 Varios libros publicados recientemente en nuestro país reflejan
4 Ver, por ejemplo, Kressel y Pruit, 1985, o Wallensteen y So- esta preocupación. Ver, por ejemplo, Hernández, del Tronco y
llenberg, 1997. Merino, 2009.

Acuerdo 23 a
Locke, John (2009 [1609]), An Essay Concerning Human Un- Diversos autores (Fix-Zamudio, 1992: XXI) sostienen
derstanding, en Works of John Locke [edición Kindle], s.l.: que el término administración de justicia es utilizado en dos
Halcyon Press. sentidos: en primer lugar, se emplea como sinónimo de
Marwick, Arthur (1964), “Middle Opinion in the Thirties: Plan- función jurisdiccional y, en segundo lugar, hace referencia
ning, Progress and Political ‘Agreement’”, The English al gobierno y a la administración de los tribunales; incluso
Historical Review, vol. 79, núm. 311, pp. 285-298. hay quienes sostienen que comprende a todos los órganos
Schmitter, Philippe C. (1992), “Corporatismo (corporativis- encargados de ejercer la función jurisdiccional con indepen-
mo)”, en Matilde Luna y Ricardo Pozas (eds.), Relaciones dencia de que se ubiquen dentro o fuera del poder judicial
corporativas en un periodo de transición, México: Instituto de (Ovalle, 2006: 67).
Investigaciones Sociales-Universidad Nacional Autónoma Entonces, el concepto administración de justicia tiene,
de México, pp. 1-21. formalmente, una doble dimensión: por un lado, funcional,
Thompson, Leigh, Margaret Neale y Marwan Sinaceur (2004), al referirse a las acciones de impartición de justicia y, por
“The Evolution of Cognition and Biases in Negotiation otro, instrumental, al hacer alusión a la organización de las
Research: An Examination of Cognition, Social Perception, instituciones.
Motivation, and Emotion”, en Michele J. Gelfand y Jeanne El término adquiere un sentido más amplio, se podría decir
M. Brett (eds.), The Handbook of Negotiation and Culture, que de carácter social, cuando la definición rebasa los límites
Stanford, California: Stanford University Press, pp. 7-44. estatales y niega el monopolio del poder judicial como único
Wallensteen, Peter y Margareta Sollenberg (1997), “Armed órgano encargado de administrar la justicia. Como ejemplo,
Conflicts, Conflict Termination and Peace Agreements, pensemos en formas tradicionales o alternativas de solución
1989-96”, Journal of Peace Research, vol. 34, núm. 3, pp. de conflictos que no se rigen por el derecho positivo y que
339-358. están enclavadas en la legitimidad de quienes ejercen la fun-
ción jurisdiccional.
En suma, se trata de un término polisémico envuelto en
controversias que se desprenden del hecho de que la admi-
nistración de justicia se relaciona siempre con la existencia
ADMINISTRACIÓN DE de realidades inequitativas; esto es, sociedades en las que,
formalmente, la ley cumple la tarea de resolver los conflictos
JUSTICIA que enfrentan los ciudadanos, pero en las que, en realidad,
no todos gozan del estatus ciudadano, por lo que tienen que
Angélica Cuéllar Vázquez recurrir a mecanismos informales o alternativos para encon-
Roberto Oseguera Quiñones trar solución a conflictos de diversa índole.

Historia, teoría y crítica


Definición
La administración de justicia ha existido en todo grupo hu-
El formalismo jurídico concibe la administración de justicia mano en el que la preocupación por controlar los conflictos
como el acto de organizar y ejercer la función jurisdiccio- sociales haya alcanzado formas institucionales. La manera de
nal por parte del Estado. Desde esta perspectiva, podemos administrar la justicia ha cambiado a lo largo de la historia.
decir que la administración de justicia tiene como objeto Con el paso del tiempo, las formas religiosas fueron paula-
la resolución de conflictos entre dos o más actores me- tinamente sustituidas por formas laicas. En las sociedades
diante la implementación de mecanismos institucionales modernas —es decir, en aquellos sistemas sociales en que
que impidan el deterioro del tejido social. Jurídicamente, el mundo de la vida ha sido colonizado por el derecho—, la
la resolución de conflictos se conoce como impartición de tradición poco a poco perdió su lugar como eje organizador
justicia y la figura encargada de dirimir el conflicto me- de lo social; en su lugar se pretendió que fuera el derecho el
diante la aplicación e interpretación de las leyes es el juez. que legitimara la acción de los gobernantes y el que orientara
Sin embargo, más allá de la perspectiva formalista, el el accionar de los individuos. De este modo, la ley se sepa-
término administración de justicia resulta ambiguo y su uti- ró de la tradición y se impuso como sistema normativo que
lización obliga a reflexionar sobre una serie de problemas funciona de manera autónoma. Con la llegada de la Moder-
de corte sociológico: ¿es posible administrar la justicia?, ¿la nidad, las sociedades alcanzaron el ideal de obedecer la ley y
justicia es un bien que existe en la sociedad y que es posible no al hombre. Ésta es la función simbólica más importante
administrar o dosificar?, ¿se define socialmente?, ¿quién o del derecho y la que, en teoría, le otorga legitimidad.
quiénes definen lo que es justicia? En este trabajo se abor- Sin embargo, la actividad jurisdiccional nunca ha estado
darán la historia del concepto, sus antecedentes históricos y completamente separada de las otras esferas de gobierno; di-
las críticas y debates que ha suscitado. cho en otros términos, la administración de justicia siempre
ha estado ligada al ejercicio del poder político. En sociedades

a 24 Administración de justicia
antiguas como Mesopotamia, Egipto y el pueblo hebreo, el tiempos y condiciones marcados por la ley. Si la administra-
rey era sumo sacerdote y al mismo tiempo cumplía la función ción de justicia se lleva a cabo respetando los procedimientos
de juez. Incluso, en una primera etapa de la historia romana, que protegen a las partes en conflicto, se puede decir que la
la actividad jurisdiccional estaba reservada a los sacerdotes. justicia tiene posibilidades de realizarse y que los juicios son
Poco a poco el derecho romano pasó por un proceso de se­ verdaderamente justos. Cuando no se cumplen, la administra-
cularización que tuvo como resultado el surgimiento de un ción de justicia pierde legitimidad frente a los ciudadanos. Si
grupo de juristas laicos que se ocupaban de dar respuesta el poder judicial es incapaz de respetar o hacer valer el princi-
(responsas) a cuestionamientos o problemas planteados por pio de eficiencia, la sociedad opta por recurrir a mecanismos
el pueblo. El prestigio de estos consultores romanos creció informales que le permitan la resolución de los conflictos.
paulatinamente, lo que posibilitó la incipiente instituciona- Por otro lado, la accesibilidad se refiere a la posibilidad
lización de un ius romano. de que cualquier ciudadano, sin importar su condición social,
En el Imperio romano se creó una estructura jurídica di- resuelva sus controversias a través de las instituciones jurisdic-
rigida por el emperador y operada por órganos y figuras de cionales. Esta cara de la administración de justicia es de suma
carácter político e inclusive militar. Con la aparición de los importancia, pues tener o no acceso a la justicia determina la
pretores y magistrados, encontramos indicios de la constitu- calidad ciudadana de los individuos y la calidad democrática
ción de figuras jurídicas encargadas de resolver los conflictos de una sociedad.
entre particulares mediante un proceso de interpretación El acceso a la justicia es uno de los derechos fundamen-
de las leyes y no sólo de su aplicación. El caso del derecho tales en las democracias modernas, y el Estado está obligado
romano es un ejemplo útil de la evolución de la administra- a otorgarlo y respetarlo. Sin embargo, en una sociedad don-
ción de justicia, pues es, sin duda, el que más ha influido en de la desigualdad social es el signo dominante, el acceso a
el desarrollo de los órdenes jurídicos modernos. la justicia deja de ser un derecho universal y se convierte en
El concepto administración de justicia está ligado a tres un privilegio del que gozan las élites con poder económico y
principios que le dan sentido: la independencia, la eficacia político. Muchos analistas (Baratta, 1986; Melossi y Pavarini,
y la accesibilidad. Idealmente, estos principios deben estar 1984) coinciden al señalar que los sectores menos favorecidos
presentes en el ejercicio y en el espíritu de la administración de las sociedades sólo conocen la faceta punitiva-represiva de
de justicia. Cada uno de ellos acota y describe lo que podría- los sistemas de justicia; en otras palabras, grandes sectores de la
mos llamar una buena administración de justicia. Sin embargo, población mundial viven el derecho como una amenaza la-
si pensamos en las sociedades contemporáneas, nos encon- tente y no como una institución protectora que vela por sus
tramos con que estos principios no se cumplen a cabalidad. intereses y los dota de una calidad ciudadana. A manera de
Las razones son múltiples y dependen de cada país y cada ejemplo, podemos mencionar los importantes trabajos de la
contexto, pero eso es materia de otra discusión. escuela italiana de criminología crítica en los que se denuncia
Estos principios que acotan la administración de justi- que la situación de pobreza, y no necesariamente la criminali-
cia en las democracias modernas tienen una función social dad, es el común denominador de la población penitenciaria.
y política muy importante: dan legitimidad a las decisiones
emanadas de la actividad jurisdiccional. En la construcción Líneas de investigación y debate
teórica ideal de la administración de justicia, la legitimidad contemporáneo
acompaña siempre a la legalidad: lo que resuelven los tri-
bunales es legal porque se apega a la ley y porque emana de En muchos países de América Latina el proceso de refor-
los procedimientos que ésta señala, y es legítimo porque la ma y fortalecimiento de los poderes judiciales se considera
sociedad cree que la aplicación de la ley es un sinónimo de un requisito indispensable en el camino de la consolidación
hacer justicia. de las democracias liberales. Sin embargo, los programas de
El principio de independencia establece la separación reformas a los poderes judiciales de la región, promovidos
de la función judicial de cualquier otra actividad guberna- por organismos internacionales como el Banco Mundial, no
mental o política. Implica la no subordinación del proceso han podido corregir los problemas estructurales de la fun-
de administración de justicia a otros procesos de los poderes ción jurisdiccional. En la mayoría de los casos, los tribunales
constituidos; esto con la intención de proteger las decisio- y juzgados no son instituciones cercanas a la sociedad y no
nes judiciales de intromisiones de otro orden que no sea el ejercen su labor de acuerdo con los principios de indepen-
jurídico, de forma que se pueda establecer la neutralidad y dencia, eficiencia y acceso universal.
objetividad de su labor. De acuerdo con la definición clásica Como ya hemos visto, el problema de la ambigüedad se
de Montesquieu (2003), el poder judicial es el encargado de hace presente al hablar del término administración de justi-
la administración de la justicia. Para que ésta sea legítima, cia. En algunos contextos, hace referencia a las instituciones
tiene que gozar de protección y de una relativa insularidad, estatales creadas con la finalidad de ejercer el dominio de la
lo que en muchas ocasiones no sucede. actividad jurisdiccional. En otros casos, se utiliza para refe-
La eficiencia de la justicia es el principio que establece la rirse a la actividad jurisdiccional misma. Finalmente, algunas
necesidad de que el juzgador cumpla con su tarea dentro de personas utilizan administración de justicia como sinónimo de

Administración de justicia 25 a
la organización de los bienes y recursos que se requieren para estos actores no pueden evadirse de la carga valorativa que
ejercer la actividad jurisdiccional. Para el formalismo jurídico los configura como individuos con preferencias políticas. En
y los abogados formados bajo esta corriente de pensamiento, suma, la administración de justicia condensa los mecanismos,
es la clave para el equilibrio social. Desde esta perspectiva, formales e informales, mediante los que una sociedad orga-
una buena administración de justicia, entendida en su triple niza el disenso, el conflicto, la injusticia y la inequidad; por
acepción, permite el mantenimiento de la paz social y el fun- ello, su función es fundamentalmente política.
cionamiento de la sociedad en su conjunto. La premisa aquí El viejo debate de la administración de justicia se centra
es que la ley produce orden per se y, por tanto, los tribunales en el papel que juegan los jueces en la aplicación del derecho.
que administran la justicia son pieza clave para la estabilidad Por un lado, tenemos una corriente que concibe a los opera-
política de una nación. dores del derecho como funcionarios que no hacen otra cosa
Sin embargo, existen otros espacios en los que se hace que subsumir en la ley los hechos específicos causantes de
uso del término. Desde el sistema político, nociones como un conflicto. Desde esta perspectiva se considera a los jueces
administración de justicia, y muchos otros relacionados con la como meros ejecutores o aplicadores del derecho, inclusive
idea de un Estado de derecho, son utilizados con la intención se habla de ellos como la bouche de la loi, haciendo referencia
de dar contenido y legitimidad a los discursos y acciones de a su supuesto carácter neutral y despolitizado. Por otro lado,
los actores políticos. Hablar de la obediencia irrestricta a las tenemos a aquéllos que defienden la figura de los jueces como
decisiones emanadas de los tribunales, o decir que una deci- agentes con poder, personajes con capacidad de movilizar re-
sión de gobierno se realizó con apego a derecho, representa cursos simbólicos y materiales. Desde esta visión, se concibe
estrategias de las que se echa mano en contextos donde las al juez como creador de derecho; el juez no sólo aplica la ley,
políticas o acciones emprendidas por un gobierno resultan sino que la interpreta y la recrea con su labor jurisdiccional.
impopulares o donde la manera de resolver un conflicto so- Naturalmente, este debate tiene una arista política; en
cial de manera justa no se apega a derecho. países donde se practica el common law, los jueces son elec-
Hablamos entonces del uso político de la administración tos y tienen un amplio margen de acción al construir sus
pública y el derecho, pero no sólo de las palabras y conceptos, decisiones a partir de la interpretación que hacen de la ley;
sino del peso y prestigio de las instituciones, utilizadas para en este caso la legitimidad del sistema se relaciona de manera
legitimar decisiones autoritarias o contrarias a los intereses de estrecha con la reputación de los agentes y con el respeto a
una nación. Se piensa que para obtener el apoyo de la ciuda- las tradiciones y costumbres del grupo social. En los países
danía basta con transmitir la idea de que nada puede ser más que, como México, se guían por el régimen románico, nor-
justo que una resolución judicial. La ley y la justicia se em- malmente se nos dice que la función de los operadores del
patan y el fetichismo del concepto aparece con toda claridad: derecho está restringida a la mera aplicación de la ley, por lo
aplicar la ley y tomar una resolución apegada a derecho son, en que se suele pensar en los jueces como personajes alejados
este discurso, sinónimo de justicia. La ley produce justicia, los de la política e incluso de la realidad que día a día viven los
jueces que resuelven de acuerdo a derecho lo hacen también ciudadanos. En este caso, la legitimidad se construye a partir
de manera justa. Los regímenes militares en América Latina de la percepción de efectividad, puesto que la mayoría de
siempre buscaron apoyar sus decisiones en la ley para legitimar los ciudadanos desconocen a los funcionarios judiciales y
decisiones autoritarias. no los consideran servidores públicos.
El problema es entonces cómo se compone el poder, qué Hoy en día, la reflexión en torno a la administración de
clase de regímenes organizan la administración de justicia justicia necesariamente pasa por la discusión sobre la forma
y cómo la utilizan políticamente. Desde esta óptica, el an- de mejorar el funcionamiento y la imagen de las institu-
helo de la división de poderes plasmado en la teoría de los ciones judiciales así como sobre su papel en el proceso de
pesos y contrapesos de Montesquieu no es más que un ideal consolidación de sistemas democráticos. Hablando de la
inalcanzable. A pesar de que la división de poderes es en- realidad latinoamericana, en las últimas décadas muchos
tendida como un elemento fundamental de las democracias de los recursos ofrecidos por las agencias de ayuda inter-
modernas, su existencia formal no garantiza una situación de nacional fueron invertidos en programas de modernización
ciudadanía plena en la que todos los individuos estén obli- de los poderes judiciales. Grandes cantidades de dinero se
gados a cumplir la ley y estén protegidos por los derechos gastaron en la realización de diagnósticos, capacitación de
que ésta les brinda. funcionarios, creación de escuelas judiciales y mejoramiento
A pesar de que a nivel simbólico se concibe la adminis- de infraestructura. Sin embargo, estos programas no tuvieron
tración de justicia como una suerte de escudo institucional el impacto esperado, las naciones con regímenes en transición
que en todo momento preserva los derechos ciudadanos, lo o con regímenes autoritarios no transitaron hacia la ansiada
cierto es que las decisiones judiciales están cruzadas por valo- y prometida democracia; los diagnósticos realizados habían
raciones extrajurídicas de todo tipo. Es cierto que, en muchas fallado: no reflejaron la forma compleja en la que los pode-
ocasiones, los operadores del derecho resuelven de acuerdo a res judiciales se articulan con la sociedad, la economía y la
la ley, pero también es cierto que en el momento en que lle- política. El fracaso de estos programas deja en claro que la
van a cabo el encargo que les fue conferido por la sociedad, cultura de la legalidad no ha permeado en nuestros países;

a 26 Administración de justicia
la impunidad y la corrupción siguen siendo una realidad la integridad política y legal como clave de la teoría y práctica,
cotidiana y desgraciadamente forman parte de la estructura Barcelona: Gedisa.
institucional en nuestras sociedades. Fix-Fierro, Héctor (2006), Tribunales, justicia y eficiencia. Estudio so-
Sin embargo, no podemos dejar de reconocer que existen ciojurídico sobre la racionalidad económica en la función judicial,
México: Instituto de Investigaciones Jurídicas-Universidad
algunos avances prometedores en la región. Algunos países, Nacional Autónoma de México.
como Argentina y México, utilizan ya, aunque de manera Fix-Zamudio, Héctor (1992), “Administración de justicia”, en
precaria, los juicios orales con la intención de avanzar hacia Diccionario Jurídico Mexicano, México: Porrúa, Instituto de
una mayor eficiencia y accesibilidad que, como ya hemos Investigaciones Jurídicas-Universidad Nacional Autónoma
mencionado, se consideran elementos indispensables para de México.
una correcta administración de justicia. La forma en que Foucault, Michel (1999), La verdad y las formas jurídicas, Barce-
se resolverán los casos al pasar de un modelo basado en la lona: Gedisa.
integración de expedientes a uno de escenificaciones casi tea- Habermas, Jürgen (2008), Facticidad y validez. Sobre el derecho y el
trales, será objeto de investigación en los próximos años. Sin Estado democrático de derecho en términos de teoría del discurso,
Madrid: Trotta.
duda, es importante que el estudio y análisis de la administra- _____ (2002), Teoría de la acción comunicativa, 2 tomos, México:
ción de justicia forme parte de una agenda de investigación Taurus.
en los países latinoamericanos. Estudiar los tribunales, hacer Lista, Carlos y Ana María Brígido (2002), La enseñanza del derecho
un diagnóstico sobre su independencia, eficacia y accesibili- y la formación de la conciencia jurídica, Córdoba: Sima Editora.
dad; analizar la actuación de los jueces, su forma de pensar Malem, Jorge (2008), El error judicial y la formación de los jueces,
y la manera en que ésta se ve reflejada en sentencias y re- Barcelona: Gedisa.
soluciones, son temas que hoy en día no pueden soslayarse. Melossi, Dario y Massimo Pavarini (1984), Cárcel y fábrica. Los
La administración de justicia es un asunto sensible que orígenes del sistema penitenciario, México: Siglo xxi.
involucra los sistemas de gobierno y la manera en que en una Montesquieu, Charles Louis de Secondat, barón de (2003), Del
espíritu de las leyes, Madrid: Alianza.
sociedad se procesan el disenso y el conflicto. Sabemos que Ovalle, José (2006), La administración de justicia en México, México:
no hay sociedad exenta de estos problemas, por ello es que no Instituto de Investigaciones Jurídicas-Universidad Nacional
hay una que no haya desarrollado, por más precaria que sea, Autónoma de México.
alguna forma de administración de justicia. Paniagua, Valentín (2004), Constitución, democracia y autocracia,
Si se trascienden los límites impuestos por el formalismo México: Instituto de Investigaciones Jurídicas-Universidad
jurídico, se debe entender que la administración de justicia Nacional Autónoma de México.
rebasa la acción jurisdiccional y la mera administración de Rentería, Adrián (2002), Discrecionalidad judicial y responsabilidad,
las instituciones judiciales; la administración de justicia es un México: Ediciones Coyoacán.
rasgo estructural que permite observar las características de
la organización específica que cada grupo social desarrolla
para dar curso a los conflictos que se gestan en su interior.

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del derecho, de las decisiones e interpretaciones de los jueces y de persona, entraña la condición de miembro de la comunidad
en forma indivisible, es decir, con el carácter de colectivi-

Administración pública 27 a
dad. La gestión pública, entonces, significa la provisión de lir a la administración pública, sino más bien reformarla de
los servicios que esa comunidad requiere y que asumen la fondo, convirtiendo a los ministerios en comisariatos. Como
forma de bienes indivisibles. Conceptos como interés públi- lo asegura José Posada de Herrera (1978), la administración
co, patrimonio público y utilidad pública retratan nítidamente pública es de todos los tiempos y de todos los lugares; es, en
ese sentido de comunidad que adoptan los servicios para la suma, una institución, un arte y una ciencia.
totalidad social. Públicos son el agua, el ambiente, las pla- Hasta aquí, las palabras precedentes contemplaron la no-
yas, los caminos y los canales, así como los edificios y otras ción como institución. Ahora la entenderemos como arte, es
construcciones hechas para satisfacer necesidades con fina- decir, como actividad continua con un sistema de aprendiza-
lidades públicas. En cuanto a la persona del ciudadano, la je por parte de aquellos actores que son los administradores
administración pública entraña las relaciones del individuo públicos, a quienes, hoy en día, se les atribuye el imperativo
con la comunidad y de ésta con cada uno de sus integrantes, de dominar su arte, cultivándolo y, obviamente, elevándolo
es decir, un ámbito donde las necesidades de la persona y lo a la condición de ciencia. Quizás haya sido Johannes Althu-
público se tocan y se conjugan. De modo que en lo referente sius (1990), quien en 1603, como un conocedor profundo
a la persona, la administración pública observa al ciudadano del derecho romano, fuera el primero en distinguir dos tipos
como participante en la comunidad, es decir, como conscrip- de administración: una universal y otra particular; llamando a
to, contribuyente o sujeto a una carga pública (fungir como la primera administración pública, y a la segunda administración
jurado, por ejemplo). Reclama, pues, su intervención en pro privada. Mientras que en la primera, el magistrado supremo
de la patria, o le exige su contribución a los gastos públicos, está relacionado con el cuerpo total del Estado, en la segunda
o en beneficio de la administración de justicia. Puede exigirle se vincula con sus miembros y con las partes del mismo. Si
asumir una tarea obligatoria y gratuita que, como miembro de bien es cierto que esta concepción del término resulta inma-
la comunidad, se juzga inexcusable. Esta última, la carga pú- dura, es un precedente digno de mención.
blica, sin deponer su significado oneroso para quien la asume Sin embargo, la Ilustración fue la atmósfera intelectual
o la padece fue, sin embargo, el origen del célebre autogo- en la cual se concibió la administración pública moderna,
bierno británico (self-government). En calidad de propietario principalmente por los ideales basados en los derechos del
privado, el ciudadano puede ser reclamado para participar en hombre y del ciudadano, por su proyecto racionalista en la
el sostenimiento del país, definiéndose sus cosas como objeto construcción de las organizaciones sociales y por el sentido
del apetito fiscal del Estado. Pero la definición de la adminis- deliberado que le atribuye a esa construcción. Como otras
tración pública es todavía más extensa, pues también abraza organizaciones de Estado —el parlamento o el poder ju-
a la persona del individuo no tanto como integrante de la dicial— la administración pública se edifica deliberada y
comunidad ni en términos de sus vínculos con el espacio racionalmente. Ya no es la cuna—la sangre y la estirpe—,
público, sino puramente en su existencia privada. En efecto, ni los estamentos ni las corporaciones, sino los ciudadanos
su persona, sus acciones y sus cosas le interesan por cuanto quienes sirven de fuente al reclutamiento de los servidores
puedan afectar a la vida: al generar un perjuicio, producir un públicos puestos al servicio de ellos mismos. De modo que
riesgo o amenazar la vida en común. Aquí la administración el administrador público no “nace” sino que se “hace”; el arte
pública se mueve en el terreno flexible donde convergen el de administrar se ha elevado a un proceso de aprendizaje que
derecho individual y el derecho de todos, porque toda acción corre en paralelo a la educación cívica. La administración
singular que afecta al interés público reclama una acción pre- pública, como la entendemos hoy en día, sólo es comprensi-
ventiva o reparadora. Por ejemplo, respeta a quien por gusto ble plenamente como tal a partir del Siglo de las Luces y la
propio fuma, pero se asegura de que el humo no afecte la evolución que brotó entonces.
salud de aquéllos que no lo consumen. La administración
pública respeta el gusto del comensal, pero procura evitar el Historia, teoría y crítica
exceso que lleva al sobrepeso y la obesidad por ser causa de
enfermedad que, siendo del fuero individual, repercute en la En cuanto a su historia, la administración pública es la bió-
salud pública y las finanzas estatales. grafa de sí misma, sea como institución, arte o disciplina.
Hay que apuntar que la administración pública suele ser Como institución, es observable que el motor de su desarrollo
un convidado perpetuo en todas las sociedades, a partir de son principalmente las crisis, hecho significativo que resalta,
aquéllas que pasaron la etapa de la comunidad gentilicia, es pues es sabido que el carácter distintivo de la administración
decir, que estaban basadas en vínculos familiares. Una vez pública es la estabilidad. En realidad, su tendencia a la conti-
surgido el liderazgo, aparece al mismo tiempo el personal nuidad obedece a etapas sucesivas de estabilización necesaria
administrativo que de un modo tan nítido retrató Max Weber —y hasta indispensable— para proveer los servicios públicos,
(1959); se trata del Estado, cuya imagen conlleva irreme- motivo por el cual genera y perfecciona tantas organizacio-
diablemente el sello indeleble de la administración pública. nes como esos servicios demandan: la seguridad exterior, la
Como lo sentenció Dwight Waldo (1961), el Estado es admi- justicia, la defensa, la hacienda y la administración interior.
nistrativo o no es Estado. Incluso la Comuna de París, que en Pero, merced al límite del desempeño de sus organizaciones,
1871 proyectó sustraerse del Estado, no intentó siquiera abo- es frecuente su deterioro y su asincronía con los tiempos

a 28 Administración pública
emergentes y, por consiguiente, el asomo de una crisis que Romana, elaborada por Juan de Lidia, quien fuera un distin-
demanda soluciones imperativas y cambios urgentes. De aquí guido estadista de la época de Justiniano. Hay que agregar
la emergencia de nuevas organizaciones y la reforma de las un manual sobre las precedencias bizantinas, el Kletorologion,
existentes. De un modo muy general, se puede hallar el origen preparado por el oficial áulico Filoteo a mediados del largo
de la administración pública en Asia Menor más o menos existir del Imperio bizantino. Del mismo género es el Diá-
como la conocemos y a pesar de sus borrosos orígenes. Más logo del Exchequer, un tratado medieval británico elaborado
precisamente, sus fuentes se remontan al Imperio sasánida por Fitz-Nel, empleado de la corte. Otros testimonios más
de Persia, imperio que fue enriquecido con la cultura griega, advierten de riesgos y peligros, como lo hace saber el defter-
por lo que la administración pública se erige como tributaria dar —ministro de finanzas otomano— Sari Mehmed Pasha,
del helenismo. La reforma administrativa emprendida por o se proyectan como consejos de estadistas experimentados a
el emperador romano Diocleciano en el siglo iii, tuvo allí su jóvenes prospectos, por ejemplo, el testamento intelectual del
inspiración, copiando al visirato —cuna del primer ministro célebre Nizam al Mulk —gran visir del Impero turco seljuk
actual— y a las oficinas sasánidas, mismas que, después del durante la Edad Media—. Todos los personajes mencionados
Imperio romano, llegaron hasta nuestros días. fueron estadistas, es decir, servidores del Estado, adminis-
Ahora bien, desplomada la parte occidental, el progreso de tradores públicos de profesión que delinearon los principios
la administración pública continúa en Oriente con Bizancio del “buen gobierno”, basándose en el razonamiento práctico.
y de allí, gracias a los emigrantes de Constantinopla, al Rena- Los principios con proyección explicativa basados en
cimiento italiano, merced a la cultura clásica así preservada. fines científicos quizá tengan su primer precedente con Al
Durante la Edad Media, Venecia también desarrolla y lega Mawardi, pensador administrativo del medioevo musulmán,
las instituciones oligárquicas que le dan vida por casi mil cuyas Ordenanzas del gobierno apuntaron al desarrollo de
años, así como las semillas de la gerencia económica estatal. categorías y generalizaciones trascendentes al simple obrar
En Italia se descubre el Código de Justiniano durante el si- práctico. Pero habrá que esperar hasta el siglo xviii, cuando
glo xiii (elaborado durante el siglo v en Constantinopla) que el alemán Johann Heinrich von Justi defina con precisión
sirve directa y decisivamente en el desarrollo del absolutismo, asombrosa el concepto policía, preámbulo de lo que luego será
y que hace revivir el ánima del Estado romano por doquier. administración pública, que destila al grado de diferenciarla
Así, su heredero, el Estado absolutista, reasume muchas de como campo del saber diverso (y próximo) al de la política,
sus instituciones y concibe otras más, hasta su derrumbe a más allá de la economía y las finanzas. Para dicha época, se
finales del siglo xviii y la erección del Estado moderno como empieza hablar de la ciencia de la policía (policeywissens-
creación de la Revolución francesa. De Francia, merced a la chaft). Fue ésta, la primera creación de la Ilustración, algo
obra de Bonnin, el modelo napoleónico se proyecta sobre necesario pero insuficiente. Es con Bonnin —como lo ano-
Alemania, España, Portugal e Hispanoamérica. tamos—, cuando la administración pública asume su estatuto
Pasado el tiempo, su influjo diferido se deja sentir en los científico. Desde entonces, se han sucedido progresiva y dia-
Estados Unidos a finales del siglo xix y en Gran Bretaña lécticamente las contribuciones universales a la ciencia de la
a principio del xx. A mediados de este siglo, la coloniza- administración pública.
ción imperial en África, Asia y otros países universalizan En Francia, luego de Bonnin, destacaron Louis Marie
a la administración pública, toda vez que las misiones de de La Haye Cormenin, Alexis de Tocqueville y Alexan-
expertos extienden y culminan esa labor. Al mismo tiempo dre Vivien, después, hacia el presente, Georges Langrod y
se desarrollaron los servicios civiles que convierten el arte Bernard Gournay. En España son memorables Alejandro
administrativo en una disciplina para la formación de los Oliván, José Posada de Herrera, Manuel Colmeiro y Peni-
funcionarios públicos. Es entonces que a partir de la déca- do, Adolfo González Posada y, hoy en día, Mariano Baena
da de 1940, proliferan escuelas fundadas para esa finalidad, del Alcázar y Alejandro Nieto. En Italia la figura mayúscula
emergen asociaciones civiles nacionales e internacionales fue Carlo Ferraris y, hacia nuestros días, Giuseppe Cataldi.
para congregar a científicos y practicantes, se instituyen re- En Alemania brillaron Robert von Mohl, Lorenz von Stein,
vistas, aparecen libros de texto en administración pública, y Kaspar Bluntschli (de origen suizo), Otto Hintze y Max We-
los profesionales y académicos se reúnen en congresos mul- ber. En los Estados Unidos surgieron grandes pensadores,
tinacionales. comenzando con Woodrow Wilson, Frank Goodnow, W. F.
Como ciencia, la administración pública tiene su propia Willoughby, Leonard White y, hacia la actualidad, Herbert
prosografía que reposa en el caudaloso manantial de huellas Simon, Fred W. Riggs y Dwight Waldo. En Gran Bretaña
de su devenir, comenzando con el Arthasastra de Kautilya, se debe mencionar a Harold Laski, Herman Finer y W. H.
tratado de gobierno que se remonta al siglo iv a.C., cuyo Moreland y, más recientemente, a E. N. Gladden y Richard
capítulo más extenso trata sobre la administración pública. Warner. En la cultura iberoamericana, son grandes pensado-
Destaca singularmente la Noticia de las dignidades (Notitia res administrativos el colombiano Florentino González y el
Dignitatum), un magno documento que retrata el edificio mexicano Luis de la Rosa, ambos del siglo xix. Más próxi-
entero del Bajo Imperio romano, así como la crónica so- mos a nuestro tiempo: Lucio Mendieta y Núñez (México),
bre sus funcionarios, De las magistraturas de la Constitución Rafael Bielsa (Argentina), Pedro Muñoz Amato (Puerto

Administración pública 29 a
Rico), Wilburg Jiménez Castro (Costa Rica) y Aníbal Bas- bien es cierto que la administración pública no hará todo y
cuñán (Chile). Todos ellos son cultivadores de la teoría de la de todo, pues dejará espacio a la iniciativa individual, una vez
administración pública y algunos, grandes críticos, innova- que va desapareciendo el entusiasmo por la privatización de
dores e incluso iconoclastas (como Simon, Waldo y Riggs). los deberes públicos, que los particulares fueron incapaces
de desempeñar, la administración pública los reasume con
Líneas de investigación y debate sentido de responsabilidad.
contemporáneo Dentro de la agenda emergente, en la década pasada, des-
taca el cultivo de temas que, siendo de interés ancestral para
El futuro de la administración pública está ligado íntima- la administración pública, obtuvieron renovado interés y en-
mente a su desarrollo como disciplina científica, tanto en su riquecimiento conceptual. Destacan la rendición de cuentas
sentido estático por el conocimiento acumulado y sistemá- y la transparencia, dos fórmulas que favorecen la publicita-
tico, como en lo referente al significado dinámico a manera ción del actuar administrativo, así como la transparencia de
de actividad de investigación continua. De modo que, por lo que aún son opacos espacios del trabajo burocrático. Un
principio, se deben fortalecer los carriles epistemológicos de tópico más consiste en la idea de administración por resul-
su progresión como disciplina independiente, es decir, afian- tados como contraparte del usual procedimiento de apego al
zar lo que Waldo denomina ciertamente su “autoconciencia”. reglamento, es decir, del ritualismo imperante en las faenas
Una vez en vías del eclipse de la nueva gerencia pública gubernamentales. Repunta igualmente el beneficio induda-
—que presentó un desafío tendente a desplazarla, más que ble de sincronizar y hacer coherente el perfil del puesto en
a reemplazarla—, la administración pública debe asimilar la la administración pública, que el salario no sólo sea justo,
experiencia pasada y sacar frutos de ese duelo epistemológico. sino también adecuado, pues en la administración pública
En efecto, una vez que el peso de la realidad mostró la ino- los cargos y los medios de administración por cuanto pú-
perancia del mercado sin regulaciones mínimas en el ámbito blicos deben separarse entre quienes los ocupan y procesan.
económico, resulta claro que, en el terreno político y en el de Asimismo, se requiere de la formulación de nuevas cate-
la administración pública, poco puede ofrecer. Lo mismo se gorías, como de la renovación de otras, por ejemplo: ordnung,
puede esperar de los conceptos competencia, mercado, empre- voz alemana que significa ‘orden regulado’, y polity, que de-
sario, gerente y cliente, propuestos por la nueva gerencia como nota regímenes factuales que emanan de usos, prácticas,
sustitutos de régimen, hechura de política, político, funcionario y costumbres. Conceptos como los referidos pueden colaborar
ciudadano. Habida cuenta del dominio de aquellas nociones, para replantear la interacción entre el mercado y la regulación,
categorías como Estado y gobierno padecieron del estigma, el esta interacción ha hecho brotar nuevos entes administrati-
abandono y la distorsión, lo mismo que la voz administración vos dedicados a dicha regulación junto con una diversidad
pública. De modo que las líneas de investigación en curso de- de organizaciones públicas autónomas. Es muy significativa
ben retomar un camino parcialmente torcido, comenzando la reorganización del orden político mundial, como una con-
por la reivindicación de la teoría del Estado, principalmente traparte de la reorganización del orden económico mundial.
redoblando los estudios sobre Estado de derecho regulador, lo Del mismo modo, la cultura administrativa planetaria, junto
que no es otra cosa que gobernar todo aquello que el interés con las culturas administrativas nacionales, podrán dar cabida
público exige. Por extensión, el gobierno debe resituarse en a nuevos estudios comparados y acercamientos teóricos que
su esencia sin menoscabo del uso actual de antiguas fórmulas faciliten el intercambio de información sobre experiencias de
derivadas del mismo, como gobernanza —que evoca las no- los países, sin restricciones debidas a férulas de alcance glo-
ciones de coordinación horizontal carentes de autoridad—. bal. Nos referimos al Banco Mundial, el Fondo Monetario
El gobierno, como organización del poder, hace comprender Internacional y la Organización para la Cooperación y De-
el significado de los regímenes y, por lo tanto, las modalidades sarrollo Económicos, cuyos lineamientos marcaron las rutas
que en su seno asume la administración pública. Al compren- de las reformas neogerenciales en la administración pública.
der un Estado que gobierna y un gobierno que administra, se
entiende mejor una administración pública que gestiona la Bibliografía
cosa pública. La ciudadanía se ubica sólidamente como una
línea de investigación que, lamentablemente, ha sido abando- Althusius, Johannes (1990), La política: metódicamente concebida e
nada en la era del neoliberalismo, en provecho de la clientela. ilustrada con ejemplos sagrados y profanos, Madrid: Centro de
La ciudadanía sirve no sólo como centro gravitacional, como Estudios Constitucionales.
formadora del Estado, sino también como expresión plena Baena del Alcázar, Mariano (1985), Curso de ciencia de la admi-
nistración, Madrid: Tecnos.
de sus derechos, tanto de los humanos como de los políti- Bielsa, Rafael (1937), Ciencia de la administración, Rosario: Uni-
cos, los cuales han dado vida a nuevas organizaciones de la versidad Nacional del Litoral.
administración pública. El Estado resurge como una “gran Bluntschli, M. (s.f.), Derecho público universal [1876], 2 tomos,
corporación ministrante de servicios público”, como lo llamó Madrid: J. Góngora Impresor [Ver particularmente tomo
Herman Finer (1994: 14-15), dotado de un ánimo reforzado II, cap. XIII, “La Administración”, pp. 247-259].
para proveer de los servicios fundamentales a la sociedad. Si

a 30 Administración pública
ANTISEMITISMO
Bonnin, Charles-Jean (2004), Principios de administración pública,
México: Fondo de Cultura Económica.
Debbasch, Charles (1981), Ciencia administrativa, Madrid: Instituto
Nacional de Administración Pública.
Silvana Rabinovich
Dimock, Marshall (1967), “The Meaning of Principles in Public
Administration”, en John Gaus, Leonard White y Marshall
Dimock (eds.), The Frontiers of Public Administration [1936],
New York: Russell and Russell. Definición
Finer, Herman (1994), Teoría y práctica del gobierno moderno, Ma-
drid: Tecnos. Entendido generalmente como antagonismo hacia la igual-
Gladden, Edgar Norman (1952), An Introduction to Public Admi­ dad social y política u hostilidad contra los judíos como
nistration, London: Staples Press. colectivo, el término antisemitismo designa a la ideología que
González, Florentino (1840), Elementos de ciencia administrativa,
estigmatiza a los descendientes de Sem (hijo de Noé de cuyo
2 tomos, Bogotá: Imprenta de J.A. Cualla [Ver edición de
1944, Bogotá: Escuela Superior de Administración Pública]. linaje nació Abraham, padre de Isaac e Ismael). La generali-
Goodnow, Frank (1900), Politics and Administration, New York: dad de los autores entiende el antisemitismo exclusivamente
Russell and Russell. como odio a los judíos (descendientes de Isaac), aun cuando
Gournay, Bernard (1966), Introduction a la science administrative, hay otros pueblos que se inscriben en el mismo linaje bíblico
Paris: Libraire Armand Colin. y hablan lenguas semíticas y hoy son ostensiblemente dis-
Gulick, Luther y Lyndall Urwick, eds. (1973), Ensayos sobre la criminados, como por ejemplo los árabes, descendientes de
ciencia de la administración, Madrid: Escuela Nacional de Ismael (y si de discriminación religiosa en Occidente se trata,
Administración. hoy sobresale el caso del Islam). Para dirimir las discusiones
Mohl, Roberto (1861), Scienza dell ’amministrazione, secondo i
suscitadas por su uso, el odio a los judíos ha sido especificado
principii dello Stato legale, Torino: Stamperia dell’ Unione
Tipografico-Editrice, fascicolo 1̊. como judeofobia (Pierre-André Taguieff, quien retoma a León
Moreland, W.H. (1980), “La ciencia de la administración pública”, Pinsker, 1882) y, asimismo, hoy podemos constatar la isla-
Revista de Administración Pública, 25 Aniversario, México. mofobia y la arabofobia (Martín Muñoz y Grosfoguel, 2011).
Oliván, Alejandro (1954), De la administración pública con relación Con Hannah Arendt, es posible definir el antisemitis-
a España, Madrid: Instituto de Estudios Políticos. mo como una idea secular que se dio a conocer con fuerza
Posada de Herrera, José (1978), Lecciones de administración tras- en los años setenta del siglo xix y que, según la autora, no
ladadas por sus discípulos Juan Antonio de Bascón, Francisco de debe confundirse con el odio religioso a los judíos. Se trata
Paula Madrazo y Juan Pérez Calbo, Madrid: Instituto Nacio- de un concepto político y social alimentado, entre otros, por
nal de Administración Pública.
prejuicios religiosos. Debido a su aplicación a fenómenos sus-
Simon, Herbert (1970), El comportamiento administrativo, Madrid:
Aguilar. tancialmente diversos a lo largo de la historia, el Diccionario de
Small, Albion (1909), The Cameralists: The Pioneers of German Social política de Norberto Bobbio propone hablar de antisemitis-
Polity, Chicago: The University of Chicago Press. mos en plural, que refieren a los diferentes tipos de hostilidad
Vivien, A. (1959), Études administratives [1845], Paris: Éditions contra la etnia judía como conjunto, aunque no incluye casos
Cujas, 2 tomos. puntuales, ni la crítica política contra la corriente dominan-
Von Justi, Johann Heinrich Gottlob (1996), Ciencia del Estado, Toluca: te en el movimiento sionista, así como tampoco contra la
Instituto de Administración Pública del Estado de México, Ins- política coyuntural del gobierno de Israel. Resulta erróneo
tituto Nacional de Administración Pública de México, Instituto considerar el antisemitismo como un fenómeno histórico
Nacional de Administración Pública de España, Comunidad
unitario; de ser así, debería entenderse como un problema
Autonómica de Madrid.
Von Stein, Lorenz (1897), La scienza della pubblica amministrazione, esencial al judaísmo. Por lo tanto, no es correcto aplicar el
Torino: Unione Tipografico. término a cualquier disidencia con las políticas seguidas por
Waldo, Dwight (1961), Teoría administrativa de la ciencia política, los representantes de las comunidades judías del mundo.
Madrid: Tecnos. Es necesario distinguir entre antisemitismo y aquello que
Weber, Max (1959), “La política como vocación”, Revista de Ciencias se denomina deslegitimación de las políticas del Estado de Israel.
Políticas y Sociales, año V, núm. 16 y 17. Filosóficamente, desde el punto de vista ético, el antisemitis-
White, Leonard (1964), Introducción al estudio de la administra- mo tiene un sentido universal y no particularista. El filósofo
ción pública [1926], 4a ed., México: Compañía General de Emmanuel Levinas (1987) considera que antisemitismo es
Ediciones.
el odio al otro ser humano por su diferencia, que llega —por
Wilson, Woodrow (1980), “El estudio de la administración”, Revista
de Administración Pública, 25 Aniversario. medio de su deshumanización— hasta el asesinato. En este
Willoughby, William (1927), Principles of Public Administration, sentido (que excede las fronteras del pensamiento eurocén-
Baltimore: The John Hopkins Press. trico), todo genocidio —pertenezca o no la víctima a una
etnia semita— es una forma de antisemitismo.

Antisemitismo 31 a
Historia, teoría y crítica como un problema la presencia de los judíos y su deseo de
integrarse a las naciones europeas. Entre los cristianos, los
No es posible datar con certeza el primer uso del término jesuitas ya habían abonado a la desconfianza en materia re-
antisemitismo (que sugeriría la preexistencia de una contra- ligiosa y, en Alemania, las secuelas de la crisis económica de
parte: el semitismo). A raíz de las discusiones que tuvieron 1873 se hicieron sentir en las elecciones de julio de 1878. És-
lugar en el siglo xix en torno al origen de los diversos gru- tas marcaron el inicio abierto del antisemitismo de la mano
pos lingüísticos, que distinguen las lenguas semíticas de las de los socialistas cristianos (Adolf Stocker), que percibían la
indoeuropeas (estas últimas en inglés reciben el nombre de emancipación de los judíos alemanes como un peligro para
arias), el par de opuestos ario-semita pasa de la gramática la cultura y la economía alemanas, y demandaban establecer
comparativa (Franz Bopp) al campo de la reflexión étni- un límite para su presencia en determinados puestos.
ca (Christian Lassen, Ernest Renan). En 1864, el teólogo La ideología antisemita se invistió de apariencia científica
Rudolf F. Grau publica Semitas e indogermanos en su rela- y se apoyó en las teorías del racismo como las de Gobineau
ción con la religión y la ciencia. Una apología del cristianismo o Von Treitschke. En Hungría, el caso del asesinato de la
desde el punto de vista de la psicología de los pueblos.1 En ese niña Esther Solimosy (1882), atribuido a judíos, tuvo gran
libro, cuyo objetivo es rescatar al cristianismo de la ame- repercusión. En Austria, Georg von Schönerer fundó un
naza pagana, el teólogo caracteriza como femenino (en el partido antisemita en 1882. Paralelamente, el odio religioso
particular sentido de ‘ajeno a la ciencia y a la vez legador del a los judíos alimentaba el antisemitismo: ese mismo año se
monoteísmo’) al elemento aportado por los descendientes difundió la lectura del panfleto de Der Talmud-Jude, escrito
de Sem; mientras que la estirpe de Jafet lleva la marca de la en 1871 por el profesor Rohling de la Academia Católica de
virilidad que el autor considera propia del espíritu científico. Münster, con objeto de sustentar la calumnia según la cual
Su propuesta consiste en las nupcias de ambas partes, lo que el Talmud indica la utilización de sangre cristiana en ciertos
daría como resultado cierto afeminamiento (semitización) rituales judíos, en una especie de reedición de los libelos de
del cristianismo. Contrariamente a la intención de Grau, sangre medievales. En 1899, el asesinato de Agnes Hruza
estas caracterizaciones sirvieron más tarde al racismo para en Polna, Bohemia, marcó otra escalada de antisemitismo.
inventar el antagonismo entre arios y semitas. Ambos na- En Francia, Édouard Drumont, quien posteriormente diri-
cen, respectivamente, como descendientes de Jafet y Sem girá el periódico nacionalista La libre parole, cuyo subtítulo
(hijos de Noé). Los orígenes de la hostilidad contra los era “Francia para los franceses”, publicó en 1886 La France
judíos pueden ubicarse en la Biblia, particularmente en el juive, que en 1894 recibió como respuesta L’antisémitisme,
libro de Esther (3:8), donde se narra que, bajo el dominio son histoire, ses causes, de Bernard Lazare. En 1895 el capitán
persa, el pueblo judío fue pasible de un intento abortado de Alfred Dreyfus fue acusado de traicionar al ejército francés a
exterminio, motivado por su característica de dispersión y favor del alemán. El caso Dreyfus azuzó aún más la polémica
por su diferenciación religiosa. Esta diferenciación, además frente a la cual se alzaron las voces de figuras como Geor-
de la prohibición de unirse en matrimonio con determi- ges Clemenceau, Émile Zola, Bernard Lazare, Jules Guérin,
nados pueblos y del goce de ciertas libertades económicas en contra de una abrumadora mayoría antidreyfusista. En
prohibidas por otras religiones, frecuentemente ocasionaba Rusia, si bien se habían registrado algunos pogromos en
la irritación de los pueblos y credos vecinos contra los ju- Odesa durante el siglo xix, la persecución de los judíos y la
díos. Estas características distintivas suscitaron sospechas destrucción de sus aldeas en el territorio ruso imperial (que
y alimentaron el odio religioso hacia los judíos, consumado incluía Polonia, Ucrania y Moldavia) se desataron entre los
institucionalmente por la iglesia católica en el Medioevo, a años 1881 y 1884, después del asesinato del zar Alejandro II,
través de las Cruzadas y de la Inquisición. El odio religioso y se recrudecieron luego entre 1903 y 1906. Esta persecución
se encarnizó durante la Alta Edad Media y se tradujo en estuvo acompañada de leyes que restringieron las actividades
prácticas de segregación y persecución que llegaron incluso y los puestos permitidos a los judíos. También en Rumania
a la expulsión y a la tortura (tanto de judíos como de mu- éstos fueron expulsados de las escuelas y despojados de sus
sulmanes). Se puede hablar de antisemitismo (político y ya actividades económicas. Debe destacarse la aparición, en la
no de odio religioso) a partir de las libertades proclamadas Rusia zarista, del panfleto “Los protocolos de los sabios de
en la Revolución francesa, que afectaron la hegemonía del Sión”, de 1903, que compendia en 24 protocolos la idea anti-
yugo religioso y trajeron aparejada la emancipación en el semita acerca de la existencia de un plan judío para dominar
seno del judaísmo. al mundo. El autor anónimo atribuye la redacción de este
En el siglo xviii con la emancipación, los judíos europeos panfleto antisemita a los participantes del Congreso Sionista
comenzaron a liberarse de las restricciones legales y econó- de 1897, en Basilea. A pesar de que fue probado largamente
micas que hasta entonces habían limitado sus derechos. Es que se trata de un fraude, el texto ha sido traducido a muchas
importante aclarar que el epicentro de esta corriente emanci- lenguas y actualmente puede consultarse en internet. Antes
padora se encuentra en Europa, donde más tarde se planteará de la Primera Guerra Mundial, el antisemitismo se debilitaba
en la Europa occidental. Sin embargo, el racismo “científico”
cobraba fuerza en Europa oriental.
1 Véase: Olender, 2005.

a 32 Antisemitismo
En Alemania, el antisemitismo resurgió debido a la ne- la posmodernidad hace que el lugar del Otro (allos) no sea
cesidad de contar con un chivo expiatorio luego de la grave hoy ocupado exclusivamente por los judíos, sino que otros
crisis de 1918. En 1921 Hitler asumió la conducción del grupos lo ocupan de manera más notoria.
partido nacionalsocialista y erigió a la postura antisemita
en uno de los pilares de su plataforma política, con el fin Líneas de investigación y debate
ganarse la simpatía de los diversos estratos sociales. Con el contemporáneo
triunfo electoral de 1933, la ideología antisemita se invistió
de ley. Durante la Segunda Guerra Mundial, y a causa de En su monumental Historia del antisemitismo, León Poliakov
los proyectos expansionistas de los nacionalismos europeos, (1980-1986) plantea una continuidad desde los orígenes del
el antisemitismo pareció convertirse en el destino inexorable odio religioso a los judíos por parte de los padres de la igle-
de Europa y de sus colonias. En los Estados Unidos, tam- sia católica hasta el exterminio provocado por los nazis en
bién se desarrollaron las ideas antisemitas, que cobraron su la Segunda Guerra Mundial. Por su parte, Hannah Arendt
máxima intensidad en 1929, como consecuencia de la crisis en Los orígenes del totalitarismo (1999) se opone a esta con-
económica. tinuidad y considera el carácter propiamente moderno del
En 1920, Henry Ford publicó El judío internacional. El antisemitismo político, que se vincula al terror como forma
primer problema del mundo. Sin embargo, las noticias sobre la de gobierno. Arendt tampoco está de acuerdo con la reduc-
persecución y el exterminio de los judíos europeos modificó ción del fenómeno antisemita a una situación de víctima
la percepción de la opinión pública estadounidense que, de propiciatoria que se explicaría por una causa económica y, en
forma mayoritaria, expresó su solidaridad para con los judíos. consecuencia, social. Según esta postura, la falta de asimila-
En la urss, por otras razones, el gobierno stalinista sospe- ción de los judíos a la sociedad gentil facilitaría su utilización
chaba que el internacionalismo de los judíos los convertía en como foco de atención para ocultar los verdaderos motivos de
parte de los “pueblos potencialmente subversivos”, por lo que las tensiones sociales. Por otra parte, la filósofa se sorprende
reforzó los prejuicios antisemitas en tierras fuera de Europa de que tantos historiadores judíos se apeguen a la idea de un
(incluso más allá de la penetración que el nazismo tuvo en “eterno antisemitismo”, pues de ese modo no reparan en el
otros continentes). En los países árabes el odio a los judíos, peligro que implica el hecho de plantear el odio antisemita
ligado al antisionismo, emergió a raíz de los conflictos políti- como elemento aglutinante y como factor de conservación
cos y territoriales ocasionados por el surgimiento del Estado del pueblo judío (idea que el filósofo Jean Paul Sartre desa-
de Israel. Si bien el antisionismo es una ideología política, rrolló en “Reflexiones sobre la cuestión judía”, texto en que
a veces apela a elementos religiosos, y es esgrimida por los su crítica del antisemitismo reclama asumir responsabilidad
movimientos extremistas islamistas de resistencia como Ha- social y política por parte de la sociedad y de los legislado-
mas (aunque no debe desdeñarse la existencia de pequeños res franceses). La misma preocupación de Arendt acerca de
movimientos antisionistas israelíes, algunos religiosos y otros la hipótesis del antisemitismo como factor de conservación
laicos, desde la guerra de 1967, ni tampoco las expresiones del pueblo judío es planteada por Abraham Burg (2007)
altisonantes de arabofobia e islamofobia en la derecha israelí). (ex director de la agencia judía y de la organización sionista
Cabe destacar que el antisemitismo se reconoce en el mundial) quien en su libro Vencer a Hitler, dedicado a Arendt,
negacionismo, corriente historiográfica que pretende negar sostiene que el Holocausto nazi no puede seguir teniendo un
la realidad histórica del Holocausto nazi (sería importante papel fundamental en toda la vida judía y del Estado de Israel.
pensar en estos términos también la negación de la Nakba Lejos de todo negacionismo e incluso del antisionismo,
palestina por parte del oficialismo israelí). En la corriente Burg manifiesta su preocupación por un país cuya política
negacionista de la destrucción de los judíos europeos se ins- tiende a olvidar los principios morales que la inspiraron, ve-
cribe Robert Faurisson, quien ha sido denunciado por Pierre lados por el tabú que constituye la amenaza de la repetición
Vidal-Naquet por pretender que hay dos escuelas históricas del horror nazi, pero esta vez fuera de Europa. Adorno y
de igual validez, la “revisionista” que él integra, y la “exter- Horkheimer, en la Dialéctica de la Ilustración (2009), conciben
minacionista”. El historiador Saul Friedländer (2004), quien el antisemitismo como parte integral de las ambigüedades
distingue entre antijudaísmo (hostilidad) y antisemitismo propias de la modernidad ilustrada y lo definen como un
(patología), considera que la persecución y el exterminio de caso de falsa proyección, ya que proyecta lo más íntimo y
los judíos perpetrados por los nazis se explica no sólo por familiar como característica del enemigo y se expresa como
factores culturales y sociales, sino también psicológicos. El odio feroz a la diferencia. Según estos autores, el antisemi-
sociólogo Zygmunt Bauman (2007) considera que el nom- tismo forma parte de un curioso fenómeno en la recepción,
bre antisemitismo, al igual que su contraparte, el filosemitismo, ya que la burguesía, desde un lugar que se pretende exterior
deben enmarcase como variantes del alosemitismo, esto es, a esa animadversión y que aspira a la ecuanimidad, plantea
un fenómeno que consiste en acotar a los judíos como pue- la necesidad de culpabilizar también a la víctima, pese a que
blo completamente distinto de los demás. Se trata de una al mismo tiempo reconozca el error de percepción por parte
ambigüedad que reta al orden. Ubica este fenómeno con del antisemita.
características que difieren según la época y considera que

Antisemitismo 33 a
En la actualidad, pueden mencionarse dos grandes co- del enemigo como inherente a Europa. Según este autor, el
rrientes: por un lado, los que identifican el antisemitismo antisemitismo se encuentra con estos dos descendientes de
con el antisionismo y con la denominada deslegitimación de Sem (también de Abraham), alternadamente, que ocupan
las políticas del Estado de Israel y, por otro, aquéllos que los el lugar del paria (a propósito del epíteto musulmán que se
consideran como fenómenos diferenciados, asumiendo una utilizaba para designar a los parias del campo de exterminio
perspectiva que replantea la relación entre política y ética y nazi). Entre el judío y el árabe, según este pensador, se halla
abriendo así un espacio a la crítica. Un exponente del primer lo mesiánico como condición para pensar en el vínculo entre
grupo es Pierre-André Taguieff (2003), quien asocia la “nueva religión y política.
judeofobia” con los discursos antisionistas, los islamistas y los El historiador israelí Ilán Pappé, descalificado como un
propalestinos, que reemplazan al objeto de odio étnico por caso más de auto-odio pese al reconocimiento académico
el estado nacional judío. El autor asocia dos neologismos: internacional del que gozan sus textos, también busca es-
israelofobia y palestinofilia, considerando la incompatibilidad cribir la historia desde el reverso. En su libro La limpieza
de estar a favor del pueblo palestino y del israelí. El “nuevo étnica de Palestina aborda la memoria de la Nakba, que en
antisemitismo”, según Taguieff, utiliza el discurso antirracista árabe significa ‘catástrofe’ y que comparte la fecha con lo
(antiimperialista y hostil a la globalización) con fines antiju- que en hebreo se llama “guerra de independencia”. Cabe
díos (antisionistas). El autor descalifica a los judíos críticos mencionar tanto a Noam Chomsky como a Judith Butler,
como “judíos antijudíos”. En las antípodas de esta definición ambos académicos estadounidenses que, en tanto judíos,
restringida a la insitucionalidad del judío, Paul Mendes-Flohr critican la reducción del antisemitismo al servicio de los
(2007), inspirado en el pensamiento de Martin Buber, amplía intereses geopolíticos del Estado de Israel.
el horizonte, recordando la intersubjetividad como espacio La filosofía ayuda a ampliar el horizonte de este difícil
hospitalario de los diferentes que constituye un elemento debate actual. En su búsqueda de lo universal, siempre parte
vital de cualquier institución. de lo particular, pero debe mantenerse sensible a la singu-
En México, Judit Bokser (2001) retoma el argumento de laridad. Jean François Lyotard en Heidegger y “los judíos”, no
judeofobia de Taguieff, inscribiéndolo en una noción más abar- se refiere a éstos como “el judaísmo” (una esencia) ni como
cadora que comporta un antisemitismo unitario y de gran una nación particular, sino como la figura de alteridad que
alcance cuya singularidad se basa en la continuidad de las fun- obsesiona a Europa y su horizonte de pensamiento basado
damentaciones religiosa, cultural y racial, y que por lo tanto en la identidad. Gustavo Perednik (2008) descalifica esta
desbordan el mero racismo. Actualmente, Bokser aborda definición como judeofobia encubierta. Asimismo desde la
esta cuestión tanto desde la judeofobia como desde la des- filosofía, inspirado en Emmanuel Levinas y en Michel Hen-
legitimación del Estado de Israel y del antisionismo, y lleva ry, Alain David (2001) escribe, con un prefacio de Jacques
adelante un rastreo y una clasificación de las publicaciones Derrida, un ensayo filosófico fenomenológico en torno al
mexicanas que pretenden ejercer alguna crítica a las situa- reverso de los conceptos de racismo y antisemitismo. Al cons-
ciones bélicas concernientes al Estado de Israel. Cualquier tatar que el activismo voluntarista no alcanza para combatir
mención considerada imprudente de resonancias del extermi- el antisemitismo, el filósofo ofrece una contribución ética
nio judío en la actualidad es descalificada por esta corriente desde la fenomenología que atañe a una exigencia de justi-
como banalización del exterminio. De esta forma, se preser- cia incondicional, heredera de las reflexiones derridianas en
va la unicidad (no sólo la indiscutible singularidad) de este torno a un compromiso con “lo imposible”, como en el caso
acontecimiento, con el nombre bíblico de Shoah. Otra voz de la hospitalidad sin condiciones. En otras palabras, la ética
afín que puede escucharse en Latinoamérica es la de Gus- heterónoma heredera de Levinas y Derrida permite pensar
tavo Perednik (2008), quien retoma el término judeofobia una política en tanto arte de lo imposible.
de Taguieff y lo adosa al antisionismo al sostener que, en la En este marco, el antisemitismo —entendido en su sen-
práctica, quien es antisionista resulta necesariamente judeo- tido amplio como el odio al otro ser humano por causa de su
fóbico, pues el antisionismo propone acciones que llevarían otredad— no se combate con buenas intenciones ni con un
a la muerte de millones de judíos. estado de alerta permanente (que por supuesto son necesa-
En las antípodas de la corriente recién descrita, se encuen- rios) sino con un respeto infinito por la alteridad.
tran varios intelectuales israelíes (considerados por aquéllos
como fenómenos de auto-odio). El primer caso, anteriormen- Bibliografía
te mencionado, es el de Abraham Burg (2007) cuyo libro es
inquietante, entre otras cosas, por su trabajo fino de análisis Adorno, Theodor y Max Horkheimer (2009), Dialéctica de la Ilus-
del discurso político israelí. En esa misma línea se inscribe tración, Madrid: Trotta.
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org/wlc/es/article.php?ModuleId=10007422>. nía cuando aprueba o rechaza lo que hace el presidente?, y
Lyotard, Jean-François (1995), Heidegger y “los judíos”, Buenos 2) ¿de qué le sirve la aprobación presidencial al Ejecutivo?
Aires: La Marca. La primera pregunta se enfoca en las determinantes de la
aprobación presidencial, es decir, en su análisis como varia-

Aprobación presidencial 35 a
ble dependiente. La segunda busca examinar los efectos de una visión retrospectiva (en inglés retrospective). Para otros
la aprobación presidencial, esto es, su estudio como variable (Kinder y Kiewiet, 1979; MacKuen et al., 1992), el ciudadano
independiente. A continuación se describen y desarrollan está concentrado en qué ocurrirá con el futuro de la econo-
ambas perspectivas. mía cuando evalúa la labor del Ejecutivo; se utiliza una visión
prospectiva (prospective).
Historia, teoría y crítica De tal forma, desde una visión economicista los análisis
de la aprobación presidencial pueden utilizar cuatro diferen-
Los primeros estudios enfocados en el análisis de las de- tes enfoques: pocket retrospective, pocket prospective, sociotropic
terminantes de la aprobación presidencial se realizaron en retrospective y sociotropic prospective. Otros especialistas en el
Estados Unidos durante los años setenta. Éstos retoman los comportamiento político, si bien reconocen la importancia
postulados de la literatura sobre el comportamiento político de la economía como determinante clave de la opinión ciu-
del votante, es decir, de las escuelas de Columbia (Berelson et dadana sobre el presidente, ponen énfasis en que las variables
al., 1954), Michigan (Campbell et al., 1960) y la de eleccio- políticas y los atributos “personales” del Ejecutivo afectan la
nes racionales (Downs, 1957). De tal forma, se asume que el aprobación presidencial. Estos trabajos han utilizado diversos
ciudadano aprueba al presidente cuando considera que éste enfoques que subrayan, entre otros aspectos, la política exte-
ha hecho un buen trabajo en materia de políticas públicas, rior (Kernell, 1978), los escándalos (Ostrom y Simon, 1989),
principalmente en el manejo de la economía, el desempleo la difusión de noticias a través de los medios de comunica-
y la inflación. En principio, se encontró un efecto directo so- ción (Miller y Krosnick, 2000), el conocimiento político del
bre la aprobación presidencial de las condiciones económicas, votante (Baum, 2005), la identificación y empatía que siente
los indicadores de la inflación y el desempleo. La lógica era el votante por el presidente (Thomas et al.,1984), los discur-
simple: al aumentar el desempleo o la inflación, el ciudadano sos presidenciales (Ragsdale, 1987), los viajes del Ejecutivo
consideraba que el Ejecutivo no hacía un buen trabajo y lo (Ostrom y Simon, 1989), la relevancia de los temas de inte-
castigaba con una baja aprobación. En caso contrario, si el rés nacional en la opinión pública (Edwards et al.,1995), los
desempleo o la inflación disminuían, la gente pensaba que problemas políticos (Nadeau et al.,1999), las instituciones
el presidente realizaba una buena labor; por lo que, se le re- políticas como el gobierno dividido (Nicholson et al., 2002),
compensaba con una alta aprobación. Estos primeros estudios por mencionar sólo algunos.
asumen que las principales determinantes de la aprobación Desde el punto de vista metodológico, estos trabajos pue-
presidencial son los indicadores objetivos de la economía y den concentrar su análisis en el nivel individual (la opinión del
que, a partir de ellos, se puede inferir que el ciudadano es ciudadano) o en el agregado (la evaluación de la nación en su
capaz de percibir cambios en el contexto económico, valo- conjunto sobre el presidente). Recientemente, algunas inves-
rarlos y tomarlos en consideración para evaluar al presidente. tigaciones (Cohen, 2002; Cohen y Powell, 2005) han optado
Las críticas a estos enfoques indicaban que era necesa- por utilizar un punto intermedio: ni el nivel individual ni el
rio “medir” de manera directa la percepción del ciudadano nacional, concentrando su atención en la evaluación que las
sobre la economía, en vez de limitar el análisis a los efectos entidades federativas —los estados— hacen del Ejecutivo.
que los indicadores económicos tenían en el votante cuando
éste juzgaba el trabajo del Ejecutivo. Si bien es cierto que el Líneas de investigación y debate
debate comenzó a centrarse en cómo la percepción sobre la contemporáneo
economía afectaba la forma en que el ciudadano evaluaba al
presidente, las líneas de investigación fueron diversas. Algu- Si bien es cierto que la gran mayoría de los análisis ya men-
nos autores (Downs, 1957; Markus, 1988) enfatizaron que la cionados sobre la aprobación presidencial se han enfocado
opinión del votante sobre el presidente dependía principal- en las llamadas democracias consolidadas, principalmente en
mente de cómo el ciudadano percibía su economía personal, Estados Unidos, desde la política comparada, los esfuerzos
en otras palabras, qué tan bien le iba a su bolsillo (en inglés por comprender qué determina la aprobación presidencial en
a este enfoque se le conoce como pocketbook). En contraste, otros contextos son cada vez más frecuentes. La evidencia
otros investigadores (Clarke y Stewart, 1994; Kenski, 1977) empírica muestra que en Perú (Arce, 2003), los ciudadanos
subrayaron que la apreciación de la ciudadanía sobre qué aprueban al Ejecutivo tomando en cuenta lo que éste ha
tanto el Estado conserva la economía de la nación (visión hecho en materia económica, pero también ponderan las
sociotropic en inglés) era la variable que tenía mayores efectos políticas públicas del presidente orientadas a terminar con
sobre la aprobación presidencial. Asimismo, otros estudiosos la guerrilla. En Brasil (Geddes y Zaller, 1989) los votantes
de este campo han centrado la discusión en la perspectiva de menor conocimiento político y que han sido expuestos a
temporal de la que parte el ciudadano cuando juzga el trabajo los medios son los más susceptibles a los mensajes del pre-
del presidente a partir de la economía. Para algunos (Fiorina, sidente. En Argentina y Venezuela, el impacto que tiene la
1981; Fiorina et al., 2003), el votante piensa principalmen- percepción sobre la economía en la aprobación presidencial
te en el estado de la economía en los últimos meses cuando es afectado por el grado de institucionalización del sistema de
aprueba o rechaza el trabajo del presidente, es decir, maneja partidos (Gélineau, 2007). Uno de los primeros trabajos sobre

a 36 Aprobación presidencial
la aprobación presidencial en México muestra que la gente juz- 1989). Los legisladores utilizan la aprobación presidencial
ga la labor del presidente usando su identificación partidista como una señal de las preferencias de los ciudadanos en ma-
y sus percepciones sobre lo que el Ejecutivo hace para reducir teria de políticas públicas. De tal forma, una alta aprobación
la corrupción (Davis y Langley, 1995). sugiere que el ciudadano apoya las políticas del Ejecutivo y
A pesar de este descubrimiento, en México, la mayo- al presidente mismo, por lo que, para “avanzar” en su carrera
ría de las investigaciones se han centrado en el impacto política, los congresistas tienden a votar a favor de la iniciativa
que las variables económicas, los indicadores objetivos y presidencial. De no existir una alta aprobación presidencial,
las percepciones de la ciudadanía sobre la economía, tie- el legislador interpreta que la gente no apoya al presidente
nen en la aprobación presidencial. Buendía (1996) sostiene ni a sus iniciativas; por lo tanto, los congresistas no votan en
que el apoyo del votante hacia el presidente depende de la favor de las iniciativas enviadas por el Ejecutivo. El segundo
variación de las condiciones objetivas de la economía, por enfoque (Bond y Fleisher, 1980; Cohen et al., 2000) cues-
ejemplo, los niveles de la inflación y el desempleo. Dicho tiona los efectos de la aprobación presidencial; señala que si
estudio utiliza variables principalmente a nivel agregado. La existen tales efectos, éstos deben ser marginales cuando el
lógica es sencilla: si el desempleo o la inflación aumentan, la Congreso evalúa las iniciativas del Ejecutivo. A continuación,
gente se disgusta con el Ejecutivo y lo castiga con una baja se presentan con mayor detalle ambos enfoques.
aprobación; si no ocurre así, y la economía resulta próspe- Uno de los primeros trabajos fue el de George Edwards
ra, el ciudadano “premia” al presidente y aprueba su trabajo. (1976), quien encuentra una fuerte correlación entre la apro-
Villarreal (1999) muestra resultados similares a los de Buen- bación presidencial y el apoyo legislativo para el presidente.
día (1996), pero utiliza variables a nivel individual, como la Este autor intenta depurar su análisis en otra investigación
percepción del ciudadano. Agrega una variable clave en su (Edwards, 1989); al desagregar los resultados que obtuvo en
análisis, que estadísticamente resulta significativa: la opi- un principio halla que en la Cámara de Diputados la apro-
nión de la gente sobre el Tratado de Libre Comercio (tlc) bación presidencial afecta el voto de los congresistas, pero
(Villarreal, 1999). Magaloni (2006) logra, en cierto modo, sus efectos son menores en el Senado. En este mismo estu-
conjuntar los resultados de Buendía (1996) y de Villarreal dio, Edwards (1989) descubre que la aprobación presidencial
(1999), ya que incluye en su investigación variables a nivel tiene mayores efectos en los legisladores que pertenecen al
agregado y a nivel individual. Confirma que la economía partido del presidente, que en los congresistas de la oposición.
tiene fuertes efectos cuando el ciudadano juzga la labor del Pritchard (1983) descubre resultados similares a los de
presidente. Otros estudios han explorado los efectos que la Edwards (1976), con un aporte principal: los efectos de la
aprobación presidencial tiene sobre la intención del voto en aprobación presidencial en el comportamiento legislativo
México, entre otros: Domínguez y McCann (1995), Kauf- son más evidentes en materia de política interior que de
man y Zuckermann (1998) y Moreno (2009). En general, política exterior. Siguiendo esta misma línea de investi-
se argumenta que una alta aprobación influye para que los gación, Canes-Wrone y De Marchi (2002) realizan un
ciudadanos voten por el partido del presidente. estudio pormenorizado sobre los efectos de la aprobación
Como se mencionó al principio, los estudios sobre la apro- presidencial en el comportamiento legislativo. Estos auto-
bación presidencial, además de discutir sus determinantes, res sostienen que los efectos de la aprobación presidencial
pueden también centrarse en la siguiente pregunta: ¿de qué le dependen de que la iniciativa promovida por el presiden-
sirve la aprobación presidencial al Ejecutivo? Desde esta pers- te sea “sobresaliente” y “compleja”. En el primer caso, un
pectiva, el análisis se centra en los efectos de la aprobación legislador podrá ser influido por una alta aprobación pre-
presidencial, es decir, en su funcionamiento como variable sidencial sólo si la iniciativa apoyada por el presidente toca
independiente. Si bien es cierto que desde los años ochenta un tema relevante para la opinión pública. De no ser así,
se sabe que la aprobación presidencial afecta la preferencia el congresista estará inmune a los efectos de la “populari-
electoral —una alta aprobación del Ejecutivo hace que el ciu- dad” del Ejecutivo. En el segundo caso, el tema debe ser
dadano tienda a votar por el partido del presidente (Clarke y lo suficientemente complejo, es decir, la ciudadanía debe
Stewart, 1994; Fiorina, 1981; MacKuen et al., 1992) —, otro mostrar una opinión cambiante en torno a la temática que
tipo de investigaciones han tratado de “rastrear” si la aproba- compete a la iniciativa; de tal manera, si hay una alta apro-
ción presidencial tiene otros efectos, además de influir en el bación presidencial, los legisladores podrán asumir que el
voto. En específico, varios autores (Edwards, 1976; Pritchard, votante apoya la iniciativa del Ejecutivo y lo respalda, por
1983; Rivers y Rose, 1985) se han preguntado si el hecho de lo que el legislador dará un voto a favor en el Congreso.
que el presidente cuente con el respaldo del votante, esto es, Del otro lado del debate, un grupo de estudiosos sostiene
con una alta aprobación, influye en las decisiones de los con- que los efectos de la aprobación presidencial son nulos o mar-
gresistas al evaluar una iniciativa que el Ejecutivo respalda. ginales. Bond y Fleisher (1980) encuentran que en sí misma
En este debate, hay dos posiciones principales: la primera la aprobación presidencial no afecta el comportamiento legis-
sostiene que la aprobación presidencial le “sirve” al Ejecutivo lativo, ya que sus efectos dependen de quien controla alguna
cuando envía o respalda una iniciativa que se discute en el de las Cámaras. Si el partido del presidente tiene una amplia
Congreso (Canes-Wrone y De Marchi, 2002; Edwards, 1976; mayoría en el Congreso, la aprobación presidencial posee

Aprobación presidencial 37 a
efectos positivos en el voto de los legisladores. Si la oposición Clarke, Harold y Marianne C. Stewart (1994), “Prospections,
es mayoría, la aprobación presidencial posee efectos negativos Retrospections and Rationality. The ‘Bankers’ Model of Pre-
sobre el comportamiento de los legisladores, quienes —al sidential Approval Reconsidered”, American Journal of Political
pertenecer a un partido distinto al del presidente— cuentan Science, vol. 38, núm. 4, pp. 1104-1123.
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con incentivos para frustrar los planes de un Ejecutivo que Approval, Part 2”, Presidential Studies Quarterly, vol. 32, núm.
resulta popular entre la ciudadanía. Cohen, Bond y Fleisher 4, pp. 779-788.
(2000) sostienen que, si existen, los efectos de la aprobación Cohen, Jeffrey E., Jon R. Bond, Richard Fleisher y John A.
presidencial son de tipo indirecto, es decir, pueden influir en Hamman (2000), “State-Level Presidential Approval and
el voto de los congresistas, pero sólo por medio de la identi- Senatorial Support”, Legislatives Studies Quarterly, vol. 25,
dad partidista. Los legisladores más vulnerables son entonces núm. 4, pp. 577-590.
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mocracias consolidadas, en específico de Estados Unidos. larity in a Context of Economic Crisis and Political Change:
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mínimos, como es el caso del estudio de la aprobación del Domínguez, Jorge I. y James McCann (1995), “Shaping Mexico’s
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a 38 Aprobación presidencial
Economy”, The American Political Science Review, vol. 86, núm. Historia, teoría y crítica
3, pp. 597-611.
Magaloni, Beatriz (2006), Voting for Autocracy, Cambridge: Cam- La asociación para la intervención en los asuntos de interés
bridge University Press. público es una figura social y política que surge con la Mo-
Markus, Gregory (1988), “The Impact of Personal and National Eco-
nomic Conditions on the Presidential Vote”, American Journal
dernidad y las revoluciones liberales en el mundo occidental.
of Political Science, vol. 32, núm. 1, pp. 137-154. Su aparición está estrechamente ligada a las luchas por los
Miller, Joanne y Jon Krosnick (2000), “The News Media Impact on derechos de libre pensamiento, de expresión de las ideas, de
the Ingredients of Presidential Evaluations”, American Journal reunión y de manifestación pública. El de la libre asociación
of Political Science, vol. 44, núm. 2, pp. 301-315. es un derecho que se ganó contra los poderes constituidos
Moreno, Alejandro (2009), La decisión electoral. Votantes, partidos y que se oponían a que los súbditos se asociaran con indepen-
democracia en México, México: Miguel Ángel Porrúa. dencia de su autoridad para deliberar y acordar sobre lo que
Nadeau, Richard, Richard Niemi, David P. Fan y Timothy Amato les pareciera.
(1999), “Elite Economic Forecasts, Economic News, Mass En efecto, tanto en Inglaterra como en Francia y Esta-
Economic Judgments, and Presidential Approval”, The Journal
of Politics, vol. 61, núm. 1, pp. 109-135.
dos Unidos, surge y se expande a lo largo del siglo xviii una
Nicholson, Stephen, Gary M. Segura y Nathan D. Woods (2002), esfera de lo público en la forma de logias secretas y francma-
“Presidential Approval and the Mixed Blessing of Divided sonería; de cafés y salones; de prensa, clubes de lectura y un
Government”, The Journal of Politics, vol. 64, núm. 3, pp. público lector; de sitios e instancias en que se conversaba y
701-720. se comunicaban opiniones e ideas sobre los más diversos
Pritchard, Anita (1983), “Presidents Do Influence Voting in the U.S. asuntos: artes, literatura, economía, política, etcétera (Ha-
Congress: New Definitions and Measurements”, Legislative bermas, 1981). Pero a esta expansión se opuso una parte
Studies Quarterly, vol. 8, núm. 4, pp. 691-711. de los filósofos, teóricos e ideólogos liberales; por ejemplo,
Ostrom, Charles y Dennis M. Simon (1989), “The Impact of Tele- Rousseau (2007: 39-40) sostuvo que entre el gobierno y los
vised Speeches Foreign Travel on Presidential Approval”, The
Public Opinion Quarterly, vol. 53, núm. 1, pp. 58-82.
ciudadanos no debía haber sociedades parciales que estorba-
Ragsdale, Lyn (1987), “Presidential Speechmaking and the Pu- ran la voluntad general del pueblo soberano. Tal vez por eso
blic Audience 1987”, The Journal of Politics, vol. 49, núm. 3, la Constitución de Estados Unidos y la Declaración de los
pp. 704-736. Derechos del Hombre y del Ciudadano no reconocieron el
Rivers, Douglas y Nancy L. Rose (1985), “Passing the President’s derecho a la libre asociación. Y en el campo económico fue
Program: Public Opinion and Presidential Influence in Con- muy drástica la hostilidad a las asociaciones de productores,
gress”, American Journal of Political Science, vol. 29, núm. 2, sobre todo de trabajadores. Smith, por ejemplo, sostuvo que
pp. 183-196. deberían prohibirse las asociaciones de quienes practican la
Thomas, Dan, Lee Sigelman y Larry Baas (1984), “Public Eva- misma actividad económica (1976: 142). Pronto las leyes de
luations of the President: Policy, Partisan, and ‘Personal’
Determinants”, Political Psychology, vol. 5, núm. 4, pp. 531-542.
Inglaterra, Francia y Estados Unidos prohibieron las orga-
Villarreal, Andrés (1999), “Public Opinion of the Economy and nizaciones de trabajadores. Sólo después de intensas luchas
the President among Mexico City Residents: The Salinas a lo largo del siglo xix los trabajadores lograron el recono-
Sexenio”, Latin American Research Review, vol. 34, núm. 2, cimiento de su libertad por sindicalizarse.
pp. 132-151. De cualquier manera, después de las revoluciones esta-
dounidense y francesa, las otras asociaciones voluntarias no
encontraron mayores obstáculos, y el derecho de libre aso-
ciación se hizo de fervientes defensores. El más destacado
de ellos fue Tocqueville (1984), quien durante su viaje por
ASOCIACIONES Estados Unidos en la tercera década del siglo xix quedó

VOLUNTARIAS 1
fascinado por la gran cantidad de asociaciones que los nor-
teamericanos habían creado y por los grandes beneficios que
ese espíritu asociacionista había traído para la admirable de-
Ricardo Tirado mocracia americana.
En suma, las luchas y revoluciones victoriosas y las ela-
Definición boraciones teóricas de grandes autores clásicos influyeron
para que el derecho de las personas a constituir asociaciones
La asociación voluntaria es un grupo de personas que, libre libres, permanentes e independientes de las autoridades gu-
y duraderamente, se coordina para el logro de un objetivo bernamentales y de otros poderes forme parte de la cultura
común. mundial y esté reconocido en las constituciones políticas de
prácticamente todos los Estados.
En esa brega, se forjaron los conceptos de organización
1 Parte de este artículo retoma el trabajo realizado por el autor intermedia, asociación voluntaria y sociedad civil, y los de sus
en Tirado, 2010. relaciones con la civilización, la sociedad en general, la li-

Asociaciones voluntarias 39 a
bertad y la democracia, y el poder y el Estado. A ese acerbo la autoridad emana y se sustenta en los participantes, y ver-
se han añadido recientemente nuevos conceptos, ideas y tical cuando la autoridad es jerárquica o no depende de la
teorías que se refieren a la opinión, el espacio, la esfera y la aceptación de los participantes.
deliberación públicos; las redes y los movimientos sociales; la De ese modo, podemos distinguir dos tipos polares de
gobernanza; el tercer sector o sector voluntario, y los nuevos agrupamientos o arreglos sociales: son éstos, por un lado,
y renovados arreglos grupales, como las organizaciones no los agrupamientos tradicionales en que son involuntarios el
lucrativas y las no gubernamentales, los grupos ciudadanos y ingreso y la permanencia y tienen gobiernos verticales, como
las agrupaciones virtuales en internet. Hay además un gran las tribus, las comunidades, las familias y las iglesias. Hay
debate en las ciencias sociales, y más allá de ellas, sobre el arreglos en que se nace, y sólo lentamente se va tomando
sentido y los alcances de la sociedad y esfera civiles; sobre clara conciencia de la pertenencia a ellos. Además, rige ahí
sus componentes y relaciones con el mercado y el Estado, y la autoridad vertical impositiva de los ancianos, los padres,
sobre sus consecuencias y posibilidades para el futuro de la los pastores, los patriarcas, los jerarcas, los jefes, etcétera, y
civilización humana (Habermas, 1992; Cohen y Arato, 2000; no se sale fácilmente de ellos.
Alexander, 2006). En el extremo opuesto, se encuentran los arreglos de
Aunque muchos autores aluden a las asociaciones vo- ingreso y salida voluntaria y gobierno horizontal, como las
luntarias, la gran mayoría de ellos se refieren a las relaciones redes de acción, los movimientos sociales y las asociaciones
entre la sociedad civil y las asociaciones, pero no existe, pro- voluntarias, arreglos en que los participantes han ingresado
piamente hablando, un corpus teórico, una “sociología de la porque así lo decidieron, y pueden desertar de ellas cuando
asociación”, como proponía Weber (1972), que centre su lo deseen, sin que esto les acarree mayores consecuencias; por
atención específicamente en ella y la investigue como un otro lado, sus dirigencias se sustentan en la aceptación de los
arreglo social con una dinámica propia. participantes. Un tipo de organización muy importante se
Tal vez la primera aproximación sólida sea la distinción de halla en medio de los dos antes analizados: la organización
Tönnies entre comunidad y sociedad, que se basó en el criterio de trabajo (empresa y agencia gubernamental) porque en ella
de que en cada uno de estos arreglos o agrupamientos sociales se entra y sale libremente, pero se tiene un gobierno vertical.
intervienen diferentes tipos de voluntad de los participantes Ya en el campo mismo de las asociaciones, es necesaria otra
(Heberle, 1937), distinción afín a la de solidaridad mecánica diferencia fundamental que se refiere al grado de complejidad
y solidaridad orgánica de Durkheim (1973), postulada en una de las asociaciones. Hay asociaciones de alta complejidad que
de sus obras clásicas poco tiempo después. se caracterizan porque sus miembros son muy autónomos
Retomando el trabajo de Tönnies, Weber distinguió entre —debido a que cada socio controla muchos recursos (eco-
relaciones sociales “asociativas” y relaciones sociales “comu- nómicos, políticos, culturales, simbólicos, etcétera)— y su
nitarias”. Las comunitarias son aquéllas en que el sentido ingreso y permanencia en las asociaciones son también muy
de la acción social de los participantes está basado en un libres y voluntarios porque, como tienen muchas oportunida-
sentimiento subjetivo, afectivo o tradicional, de pertenencia des de todo tipo, pueden también asumir los costos de estar
colectiva. En cambio, en las asociativas, la acción se funda fuera. Todo esto incide en que las asociaciones que los afilian
en un acuerdo o compensación de intereses racionalmente son también muy autónomas respecto de otros actores del
motivado, ya sea que el juicio racional se base en valores ab- entorno en que están insertas. En cambio, las asociaciones de
solutos o en razones de conveniencia (1974, I: 33-35). Con baja complejidad tienen miembros poco autónomos porque
estos elementos, puede hablarse de arreglos asociativos que en cada uno de ellos controla pocos recursos. Lo anterior incide
principio son racionales, intencionales y elegidos, y de arre- en que los asociados tienen, en general, un margen de liber-
glos comunitarios que son más bien “naturales”, adscriptivos tad menor para ingresar y salir de las asociaciones, pues sus
e involuntarios, y tradicionales o emotivos. Aunque ambos oportunidades de todo tipo son pocas y no quieren/pueden
son claramente distintos, entre ellos puede situarse una serie cargar con las consecuencias de estar fuera. Todo lo anterior
de arreglos que van variando poco a poco y en algún pun- repercute en que sus asociaciones sean menos autónomas. Lo
to intermedio se confunden. Retomando estos elementos, relevante de esta distinción es que la lógica de cada tipo de
considero que un buen criterio para distinguir entre tipos asociación tendrá consecuencias en su desempeño, de modo
de arreglos es el de la voluntad de participar en los arreglos, que sus formas de cohesión, de legitimación, de gobierno y
la cual se manifiesta en la libertad de ingresar o de salir de de dirigencia serán distintas (reda, 2009).
una agrupación, sea por vías de derecho o de hecho. Esto Hechas las prevenciones anteriores, se puede hacer el
último se refiere a situaciones en que, si bien no hay una nor- análisis de las asociaciones, recurriendo a los conocimien-
ma que obliga a ingresar o permanecer en el arreglo, sí hay tos que han generado los estudios organizacionales, disciplina
consecuencias fácticas negativas de consideración que pue- que, con los ajustes necesarios, es útil para analizar a las
den compeler a estar en él a quienes en realidad no querían asociaciones. Esos estudios han desarrollado tres grandes
ingresar o quedarse (Unir Hirschman, 1977). A ese criterio perspectivas analíticas:
añado el de la verticalidad u horizontalidad del gobierno en
cada arreglo, considerando que un gobierno es horizontal si

a 40 Asociaciones voluntarias
1) la racionalista-instrumentalista-utilitarista, trata de una expectativa de reciprocidad que incluye tan-
2) la realista-naturalista, y to altruismo como interés propio a largo plazo (Taylor, en
3) la del sistema abierto o ecológica. Putnam, 2003: 175).
Debe aquí considerarse el problema del free rider, según
Cada una de ellas se centra en uno de los tres grandes el cual los individuos “racionales”, “autointeresados”, no coo-
problemas típicos de las organizaciones y las asociaciones perarán en la acción colectiva para la producción de bienes
voluntarias. Al abordar algunos de esos problemas, intro- públicos, pues se comportarán como polizones o “gorrones”
duciré elementos analíticos muy útiles, que provienen de para maximizar sus beneficios, es decir, se beneficiarán de la
otras fuentes. acción que otros realicen sin cubrir las aportaciones que les
La perspectiva racionalista centra su atención en las acti- corresponderían si todos participaran proporcionalmente en
vidades que necesariamente tiene que realizar la asociación su producción (Olson, 1971).
para alcanzar sus fines. La intuición básica de este enfoque Como se está hablando aquí de las asociaciones volunta-
es que la organización es, ante todo, un medio racional para rias en las que ya se han inscrito los miembros voluntarios
lograr los objetivos propuestos, un instrumento que debe es- dispuestos a cooperar, el problema del llamado polizón o go-
tar construido y ser usado óptimamente para alcanzar esos rrón no es directo, pero sí está presente, ya que, no obstante
fines. Destacan en esta aproximación, cuyo modelo básico es haber ingresado a la asociación, los miembros pueden lue-
la empresa privada, la alta formalización de la organización go portarse como “gorrones” y no cooperar. Es, en cambio,
en estatutos y regulaciones que establecen con claridad cuáles muy evidente este problema cuando existen personas que
son los objetivos, la estructura y jerarquía de sus autoridades, no se afilian a las asociaciones y no contribuyen desde luego
los medios para alcanzar sus metas (planes y programas de a su acción, pero pueden, de todos modos, beneficiarse de
trabajo) y los mecanismos de control que aseguren que los los bienes públicos que la asociación produzca, tal y como
participantes (quienes son vistos como subordinados sus- sucede, por ejemplo, en una asociación de vecinos que, con
tituibles) cumplan sus tareas (Scott, 2003; Pfeffer, 1992). el trabajo de los socios, mejora la seguridad pública local.
Un supuesto que no se explicita suficientemente es que el Todo apunta a que en la medida en que un bien puede ser
accionista-director de la empresa posee todo el control y la consumido por cualquier individuo, independientemente
autoridad de la organización y ésta tiene que plegarse a su de que haya participado o no en su producción, será más
visión, sus intereses y su voluntad. difícil que haya personas dispuestas a producirlos sin ser
La afiliación a la asociación es voluntaria, pero esta vo- recompensadas (Hechter, 1987).
luntad no es ciega, pues se tiene una misión convenida y Por otra parte, la decisión de ingresar a una asociación con
explícita. Este objetivo constituye la razón misma de la exis- determinados objetivos supone que los fines de la asociación
tencia de la asociación: es ella en lo que los interesados se no podrán modificarse, salvo que se reconstituya a fondo
han puesto de acuerdo, lo que los decide a afiliarse y a actuar la asociación y todos los miembros puedan reconsiderar el
concertadamente para lograrlo. En ese sentido, sin duda, la seguir en ella. Al ingresar a la asociación, aunque los socios
motivación y el impulso para alcanzar la meta declarada re- coincidan en los objetivos de ésta, no renuncian a tener y
sulta un gran motor de la asociación, y las desviaciones que procurar otros fines e intereses y, por tanto, a mantener entre
impiden o retardan la acción para alcanzarlo van en gran ellos esas diferencias. Por eso, la asociación no puede deman-
detrimento de ella, porque sin frutos, el interés y la moral dar pertenencia y dedicación exclusiva a ella, y válidamente
de los socios decaen. Por lo contrario, el avance de las metas se puede pertenecer simultáneamente a varias asociaciones,
propuestas es un gran estímulo para la asociación y sus miem- cada una con sus propósitos diferentes. Además, el vínculo
bros, porque los éxitos refuerzan la motivación, la cohesión entre el miembro y la asociación es también revocable en
y las capacidades para el desempeño futuro. cualquier momento; por ello, quienes disienten de lo que
Como la acción para el logro del fin resulta difícil o cos- hace su asociación sólo tendrán que liquidar su compromiso
tosa, la posibilidad de repartir el costo o el trabajo total entre y podrán salir de inmediato.
todos los participantes representa una opción racional para En la práctica se observa, sin embargo, que muchas aso-
facilitarla. Sin embargo, al mismo tiempo, la adhesión a la ciaciones son desviadas hacia fines distintos de los suyos, y
asociación muestra que en su simiente hay un rasgo de soli- los socios son usados para otros propósitos. Esto, como se
daridad que se expresa en la disposición a actuar junto con verá adelante, tiene que ver con las formas de participación
los otros miembros; a sumar la contribución propia a las que de los miembros en las asociaciones, que en algunos casos es
aporten los demás, aunque no se sepa bien en qué propor- muy baja y deja hacer demasiado a sus dirigentes, con lo cual
ciones y tiempos lo harán, y aunque no haya una garantía las asociaciones empiezan a deslizarse hacia arreglos distintos
de éxito, ni sea segura la obtención de una retribución por el de la asociación voluntaria.
esfuerzo que se realizará. Por tanto, la decisión de ingresar Como la asociación existe para realizar un objetivo conju-
a la asociación entraña, de un lado, la decisión solidaria de gando los esfuerzos individuales de los miembros solidarios,
contribuir al esfuerzo común y, por otro, un cálculo racional requiere de una instancia distinta del agregado de los socios
de que los otros podrían aportar algo que uno no puede. Se que coordine las acciones para alcanzar el fin. Esta instancia,

Asociaciones voluntarias 41 a
que puede ser mínima o grande, es el gobierno de la asocia- normativa o estratégica), y en una mera dirigencia legal-ra-
ción, y es necesaria porque sin ella las acciones y los recursos cional eficaz y equitativa.2
movilizados individualmente por el conjunto de los asociados En cambio, si los miembros de la asociación carecen de
correrían un riesgo muy grande de dispersarse desordenada recursos de todo tipo para lograr la cohesión, la dirigencia
e improductivamente. deberá ir más allá de lo burocrático-racional y asumirse como
Sin gobierno, la asociación podría quedar al garete, pues un liderazgo social. El liderazgo social se basa en la identi-
no habría un custodio o encargado “natural” de ella. Debe dad de la asociación, que fortalece el sentido de pertenencia
entonces construirse un gobierno y un orden social interno y las interacciones solidarias entre los miembros, todo lo cual
que quedarán plasmados en reglas formales que tracen las potencia a la asociación para desplegar acción colectiva; en
fronteras asociacionales, es decir, que determinen quién per- otras palabras, un liderazgo en cuya acción se puedan reco-
tenece a la asociación y cómo se puede ingresar a ella; que nocer los miembros y que, por una parte, pueda convocar a
creen órganos de autoridad y fijen competencias, y que in- la comunicación, la visualización del camino, el trazo de la
diquen cómo se tomarán las decisiones más relevantes, qué estrategia, la concertación de la acción y que invite al com-
responsabilidades tiene cada quien y de qué modo se eje- promiso individual y puntual de los afiliados. Asimismo, debe
cutarán los acuerdos; que establezcan las previsiones sobre abocarse a evitar las rupturas, destrabar y aliviar las tensio-
transparencia de los procedimientos, sobre la rendición de nes entre los socios y, cuando llegue el caso, colaborar para
cuentas de lo que cada quien hace y del uso que da a los re- resolver el conflicto.
cursos que se le confían. Lo exhaustivo de la reglamentación Otra característica lógico-política de la asociación volun-
necesaria depende de las dimensiones de la entidad; no debe taria, que se desprende de la libre afiliación de los socios es,
ser excesiva, pero tampoco deficiente. Las reglas necesitan como se adelantó antes, la horizontalidad de la coordinación
cierto grado de formalidad, por lo que generalmente estarán o gobierno asociacional. Por ello, al considerar este aspecto
escritas y constituirán, de ese modo, el estatuto o constitu- de la asociación, debe uno apartarse de la perspectiva racio-
ción de la asociación. La falta de reglamentación suficiente nalista de las organizaciones.
y explícita es generalmente signo de que la asociación ado- Puesto que los voluntarios libres que se agrupan en la
lece de precariedad. asociación lo hacen como individuos iguales, generan en el
De acuerdo con la perspectiva racionalista que conside- interior de la asociación una especie de “ciudadanía asocia-
ramos, toda asociación deberá dar respuestas a las clásicas cional” de la que resultan también derechos y obligaciones
preguntas: ¿dónde estamos?, ¿adónde vamos?, y ¿cómo ha- originales, que son iguales para todos. La constitución de la
cemos para ir de aquí a allá? Es decir, requerirá de un plan asociación por iguales logra que todos ellos, con el mismo
racional de acción para el logro de su misión. Pero esas de- título, sean “los dueños” de la asociación, lo cual se traduce
cisiones, a diferencia de lo que sucede en las organizaciones en que el conjunto de las decisiones competen originalmente
de trabajo, no pueden ser tomadas unilateralmente por quien a todos en los mismos términos, y que la coordinación o go-
dirige una asociación voluntaria. En efecto, la organización de bierno de la asociación sea un gobierno surgido del colectivo
trabajo tiene empleados que reciben órdenes, mientras que la paritario de los asociados.
asociación tiene socios voluntarios que deben ser convenci- El corolario de lo anterior es que en la asociación la au-
dos, de ahí que —a diferencia de la organización jerárquica, toridad emana del conjunto de todos los afiliados, de la base
en la que el director traza una estrategia y ordena su imple- o asamblea “soberana” de los miembros. Se trata de una “so-
mentación— la asociación voluntaria tiene que propiciar la beranía” relativa que posee, desde luego, los claros límites del
comunicación, mitigar las tendencias centrífugas y alentar orden jurídico del entorno y de la legalidad asociacional misma.
la cohesión para construir el consenso y asegurar la coope- Ningún socio tiene per se la obligación de responsabi-
ración de los miembros a fin de desplegar la acción colectiva. lizarse de la asociación, y nadie tiene tampoco el derecho
Por eso, las reglas deberán promover la producción de a hacerlo. Esto es, no existe en el arreglo una autoridad
acuerdos, siguiendo un proceso que, en principio, deberá ser predeterminada como el padre, el patriarca y otros jefes
más o menos así: las ideas, opiniones, opciones, intereses y de los arreglos comunitarios tradicionales, ni tampoco
preferencias de los asociados son procesadas internamente, existen los directores designados desde arriba, como en las
desplegando ante todo influencia normativa, que es la ca- empresas y las agencias gubernamentales. Por lo tanto, en
pacidad de obtener una decisión por convencimiento entre la asociación la autoridad tiene que construirse interna-
quienes son solidarios con un sistema colectivo (Warren, mente y depende de la base; es decir, la legitimidad de la
2001). Para construir las decisiones colectivas, el gobierno autoridad asociacional emana de los socios. De ese modo,
asociacional necesita estar sostenido por la base de sus aso- se puede sostener que, por sus características propias, la
ciados, es decir, debe ser legítimo. En la medida en que las asociación posee una vocación democrática, entendida
asociaciones son más complejas y los miembros más autó- aquí la democracia solamente como una correspondencia
nomos —es decir, en que controlan más recursos propios
(económicos, culturales, políticos, sociales, simbólicos)—, la
cohesión necesaria deberá basarse en la confianza (técnica, 2 Sobre estas asociaciones de gran complejidad, véase Luna y
Velasco, 2010.

a 42 Asociaciones voluntarias
básica que une a la autoridad con la membresía y privilegia Frente a los postulados individualistas, voluntaristas y ra-
el uso de las distintas formas de influencia o deliberación cionalistas del primer enfoque, esta aproximación reconoce
y convencimiento entre los socios. Esta liga democrática que el peso de la realidad social se impone a la organización
entre la ciudadanía y el gobierno asociacionales puede de manera conflictiva (Brunsson y Olsen, 1998). En otras
concretarse en distintas formas de gobierno, siempre y palabras, la organización (y esto vale para toda asociación) es
cuando la membresía constituya el sustento que asegure un arreglo social forjado por consensos y disensos, por con-
legitimidad a los dirigentes. flictos y, en ese sentido, la coordinación de la organización se
Lo anterior significa que es propio de la asociación que topará con realidades que la constriñen y ante las que tendrá
las conductas de los socios se generen por convencimien- que adaptarse, al grado tal que la estructura informal de re-
to y no por la emisión de órdenes, por intercambios o por laciones entre los participantes puede ser más influyente en
coacciones extralegales. Ante todo, debe convencerse a los su conducta real que la formal. De ahí surgirá un equilibrio
socios para que se asuman las obligaciones colectivas, como inestable entre las iniciativas de la coordinación y las de los
pagar cuotas y el cumplimiento de las responsabilidades in- otros participantes: socios, empleados, militantes, miembros,
dividuales aceptadas, por ejemplo: desempeñar comisiones etcétera (Scott, 2003; Pfeffer, 1992). De ese modo, dicha
y realizar ciertos trabajos, rendir cuentas y, en su caso, acatar perspectiva se ocupa de los problemas de la cohesión y de las
las sanciones que, por haber incumplido, señale el ordena- diferencias y los conflictos consustanciales a la organización.
miento legal asociacional. Vuelvo al punto de partida: el elemento central del
En consonancia con todo lo mencionado, es práctica concepto de asociación voluntaria es que se trata de un
común que los estatutos de las asociaciones establezcan un arreglo libre e igualitario, es decir, se constituye por per-
régimen democrático de gobierno, basado en un órgano sonas que libremente deciden fundar una asociación o
principal: la asamblea de los socios, en la que cada persona afiliarse a ella porque desean actuar juntos y en ello se
cuenta con un voto igual al de los demás. reconocen como iguales.
El planteamiento es lógico-jurídico y político, pero la rea- Ya que la pertenencia a la asociación no es adscriptiva
lidad social, como ha sido documentada en muchos estudios, ni obligada y sí elegida, sólo ingresarán y permanecerán en
muestra que la participación de los miembros en la vida de la asociación quienes quieran hacerlo y mientras quieran
las asociaciones resulta muy diferenciada. Es muy frecuente hacerlo. Lo propio de la asociación es una voluntad indivi-
que, junto a pocas personas muy participantes, exista una dual básicamente libre de adherirse o salir de ella. Por eso,
mayoría de miembros que tienen bajos niveles de partici- las verdaderas asociaciones no se “inventan”, sino que nacen
pación y deja que un pequeño número de dirigentes tomen de la concurrencia activa de los interesados. Si la voluntad de
las principales decisiones. Este fenómeno, sin embargo, no afiliación y participación es ficticia, si una parte importante
elimina la lógica de la figura ni los derechos de los afiliados, de los socios no está por voluntad propia o forma en reali-
quienes permanecen latentes en una especie de reservorio de dad una masa pasiva, debe considerarse que la asociación es
derechos al que los miembros pueden recurrir en cualquier débil o el arreglo realmente existente es de otro tipo, aunque a
momento para participar e interpelar a quienes dirigen uni- veces logre grandes realizaciones, sea porque cuenta con muy
lateralmente la asociación. abundantes recursos económicos (o de otro tipo) o porque
Ahora bien, a partir de la igualdad original, en el espacio tiene dirigentes excepcionales.
y el orden social interno, el conjunto de los socios construye Sin embargo, como destaca el enfoque realista, muchas
consensualmente el gobierno asociacional, dividiendo el tra- veces la voluntad individual de afiliación no es tan pura, pues
bajo, repartiendo responsabilidades, creando competencias, suele empañarse por las presiones de otras personas para que
cargos y autoridades legítimas que participarán en el control los individuos se inscriban, o por los ingresos que se deciden
de los recursos asociacionales y en la toma de decisiones. En colectivamente y hacen que la gente se afilie —o no aban-
este proceso de construcción social, las habilidades, talentos, done— al sentirse comprometida. Es también conocido que
destrezas y, en general, los recursos de los diferentes miem- el entusiasmo inicial mostrado al fundar las asociaciones o
bros surtirán efectos. Tendencialmente, quienes tienen más ingresar a ellas, por muy diversas causas, disminuye luego y
recursos se proyectarán hacia la dirección de la organización. sobreviene un desinterés que se refleja en baja participación,
Si esos recursos que controlan los socios son exageradamen- abandono de los compromisos, ausentismo y, finalmente,
te desiguales, muy probablemente la vida asociacional será deserción.
dominada por los más afluentes. Estas tendencias centrífugas propias de la asociación
La idea básica de la perspectiva naturalista-realista se enfo- tienen muy diversas causas, pero una, que sin duda cuenta
ca en la naturaleza eminentemente social de la organización, mucho, es la ausencia de realizaciones. Por ello, en las aso-
y sostiene que la realidad genera una estructura y un orden ciaciones de personas con menos recursos, en las que por lo
diferentes de la propuesta racional inscrita en la estructura y mismo es más difícil que se alcancen metas pronto, la baja
en los fines definidos formalmente, ya que los participantes participación tiende a ser más alta. En contraste, en las aso-
tienen motivaciones diversas. ciaciones en que los miembros controlan muchos recursos,
es más probable que las agrupaciones avancen más rápido

Asociaciones voluntarias 43 a
en el logro de sus objetivos. Puede así afirmarse que hay una rados, también persiguen otros objetivos que pueden poseer
relación tendencial muy directa entre las características per- algunas incompatibilidades con los explícitos, e incluso, en
sonales de los afiliados y sus recursos, y la capacidad de acción el extremo, pueden ser opuestos. Es indudable que los dife-
de las asociaciones, porque de algún modo las características rentes individuos que integran la asociación, además de los
intrínsecas a los socios se trasladan de ellos a las agrupacio- propósitos compatibles con ésta, tienen otros fines distintos
nes. Algunas investigaciones han concluido que el factor que a los de ella, y esto también tiene consecuencias, en diferen-
más determina el compromiso cívico y la participación en tes grados, en la misma asociación. Lo anterior manifiesta
las asociaciones es el nivel educativo; esto es, a mayor capital algo que sostiene la perspectiva de análisis naturalista: en la
cultural, se dará mayor participación en las asociaciones (Be- asociación, se manifestarán diferencias y ésta tenderá a divi-
kkers, 2005). Dicho de otro modo, la capacidad de asociarse dirse; en parte, porque se introducen otros objetivos ajenos
eficazmente replica la capacidad de los miembros aislados. o incompatibles con los declarados, o porque se entienden
Otra explicación de los distintos niveles de participación de diversas maneras el objetivo común o los medios de ac-
es la relación individual que establecen los miembros con ción para obtenerlo.
la misma asociación y su fin declarado. Puede decirse que Dichas diferencias tienden a generar tensiones y con-
el vínculo de cada asociado con la asociación es específico. flictos en los que suelen formarse grupos, alineamientos y
Cada socio se vincula a su manera, pues construye o percibe coaliciones que intentan influir en los procesos de toma de
su pertenencia y se involucra y conecta con la asociación de decisiones a favor de distintos intereses o preferencias. Una
modo diferente (Einarsson, 2008). Esto suele mostrarse en cuestión central a este respecto es que si los miembros de la
el hecho de que los miembros no se entienden entre sí, no asociación son muy distintos en los recursos que controlan y
contribuyen al objetivo en la misma forma, les interesan más sus pesos de poder son relativos, las relaciones que se esta-
otras cosas que el fin declarado, etcétera. blecerán entre ellos no serán de interdependencia ni más o
Por otra parte, como la fundación de la asociación no es menos equilibradas, sino que quienes tienen muchos más
un acto de autoridad ni un pacto entre desiguales jurídicos amplios recursos tenderán a ser más independientes, llenarán
(aunque no se haga del todo explícito), este tipo de arreglo espacios de poder más amplios y terminarán por imponerse
supone la libre decisión de contribuir, en los mismos términos a los otros.3
del fin acordado, con los otros que también quieren hacerlo En principio, las luchas por el control tienen dos compo-
con carácter de socios iguales. nentes principales que generalmente se imbrican y articulan
Es este principio de la voluntad libre e igualitaria el que entre sí: las disputas con un contenido que se explica sobre
más determina la lógica de la figura, el más definitivo de su todo por la confrontación entre distintas propuestas de po-
orden social y su marco regulatorio, y del que se desprenden lítica y las que se explican más bien por la procuración del
las más importantes consecuencias. Una de ellas es que los poder por el poder mismo.
socios son, con su motivación, participación y decisión de En el primer caso de conflicto, las partes se reúnen en
actuar, el principal resorte específico de la acción de la aso- coaliciones con distintas propuestas de gobierno y luchan
ciación. Si no existe verdadera membresía o ésta es accesoria por modificar o consolidar la distribución del poder que
o prescindible, entonces la asociación es, en tanto tal, pre- permite utilizar los recursos de la asociación para favorecer
caria o inexistente. determinados proyectos o preferencias.
El colectivo de los socios es un conjunto unido, en princi- En el segundo caso, se vuelven especialmente importantes
pio, por la voluntad de alcanzar el objetivo común declarado los otros motivos —no declarados— que tienen los miem-
que los identifica. Pero aunque en derecho todos los miem- bros para participar en la asociación y que son diferentes del
bros sean iguales, en la realidad social no ocurre lo mismo, logro de los fines asociacionales. Éstos pueden muchas veces
tanto por los recursos de que disponen como por las adscrip- ser inocuos, pero en otras pueden producir consecuencias
ciones, pertenencias y compromisos sociales que tienen y que graves para el desempeño asociacional. Así como el fin no
se expresan en sus distintas motivaciones. Vale recordar la explicitado para algunos es “disfrutar de la vida asociativa”,
clasificación weberiana de las motivaciones de la acción social, otros intentan obtener ventajas personales para ellos o para
según la cual pueden diferenciarse, de modo no exhaustivo, un grupo. En relación con este fenómeno, se constata fre-
cuatro grandes rubros: la acción “racional con arreglo a fi- cuentemente que grupos minoritarios se instalan y controlan
nes”, que procura el logro de “fines propios racionalmente el poder en las asociaciones. Tan conocido es este problema,
sopesados y perseguidos”; “la acción racional con arreglo a que Michels (1996) postuló la “ley de hierro de la oligarquía”,
valores”, que está dirigida a la consecución de una idea; la según la cual todas las organizaciones terminan por ser do-
acción “afectiva”, en la que el proceder está bajo el imperio minadas por minorías. Muchos estudios empíricos confirman
de un estado emotivo o sentimental, y la acción “tradicional”, que, en efecto, en muchas asociaciones se han impuesto gru-
que se lleva a cabo bajo el influjo de la costumbre y el hábito pos que las controlan.
(Weber, 1974, I: 20-21).
De este modo, aunque presumiblemente los afiliados
participan en la asociación para que se logren los fines decla- 3 Investigaciones en ciertas organizaciones arrojaron este tipo
de resultados. Véase, por ejemplo: Tirado, 2006.

a 44 Asociaciones voluntarias
En los patrones de prácticas de interacción entre los asocia- Él conduce y ellos lo siguen con entusiasmo. No hay
dos pueden aprehenderse los mecanismos mediante los cuales debate, ni voz, ni deliberación, pero hay apoyo activo.
se procesa la toma de las decisiones, pero a veces los asuntos 4) El consenso pasivo o “autoridad delegada”. También
verdaderamente importantes discurren por otras vías. Por eso, existe y opera de manera muy generalizada el pro-
metodológicamente es relevante analizar las coyunturas en ceso de toma de decisiones en el que los socios
que se tomarán decisiones muy importantes para el futuro de dejan que una persona o un grupo decidan unila-
las asociaciones, pues entonces se produce una intensificación teralmente; es decir, aquí hay un mero consenso o
de las luchas entre las distintas coaliciones y personalidades aceptación pasiva de los afiliados, quienes descar-
que se disputan en la asociación. En esas coyunturas críticas gan en los dirigentes la responsabilidad de decidir
suelen revelarse los mecanismos decisorios que en verdad la vida asociacional. Hirschman (1977) observa que
rigen en la asociación. cuando en las asociaciones se toman decisiones,
En la medida en que la asociación ha previsto reglas y los disidentes y los inconformes que pierden op-
métodos de toma de decisiones, los conflictos y las luchas tan generalmente por salir de ellas. Es lo que se ha
tendrán cauces de resolución y podrán resolverse sin po- llamado coloquialmente “votar con los pies”. Antes
ner en peligro la estabilidad de la asociación. Un primer que usar la voz luchando en la asociación por un
modo de decidir puede llamarse “previo” porque en realidad cambio de gobierno, quienes no están de acuerdo
toma “decisiones” desprendiéndolas de supuestos, ambien- desertan. La sangría de socios puede matar a la aso-
tes, creencias, ideologías, saberes y un sentido común tan ciación o reducirla al tamaño de un grupo inocuo,
acendrado en quienes deciden, que ni siquiera perciben a las pero la salida de los opositores puede también te-
decisiones como tales (así lo plantean Foucault y otros au- ner el efecto interno de compactar a la asociación
tores). Los asuntos ordinarios suelen resolverse por medio en torno a su dirigencia que, desembarazada de la
del método “rutinario”, que decide los asuntos mediante la traba de los inconformes, podrá actuar con mayor
aplicación “automática” de cánones, reglas y prácticas repe- agilidad y contundencia. Y no por estas dirigencias
tidas, y el modo “legal-racional” (o burocrático, en el sentido protagónicas se rompe necesariamente la corres-
weberiano), que resuelve aplicando la regla abstracta al caso pondencia básica entre la autoridad y la membre-
específico previsto, con una “lógica de lo apropiado” (March, sía de la asociación voluntaria, pues la adhesión de
1997). No obstante, para tomar las decisiones más importan- quienes permanecen, así sea pasiva, sigue siendo el
tes, los procedimientos más recurrentes son los siguientes: sustento legítimo. Incluso puede acrecentarse si los
dirigentes unilaterales son ahora más eficaces para
1) El consenso activo, que genera decisiones a través de alcanzar los fines asociacionales. Es éste, por tanto,
la deliberación en debates que recurren a argumen- un procedimiento válido y, de hecho, es un modo
tos para convencer. Este modo puede también dar muy común de operar y decidir en las asociaciones
lugar a resoluciones de los asuntos mediante nego- voluntarias: un dirigente conduce y los miembros
ciaciones que componen los intereses en juego a pasivos lo dejan hacer.
través de concesiones mutuas. 5) El control por una oligarquía. En este caso, los di-
2) La votación, en la que cada socio emite un voto rigentes se han separado de los socios, controlan
enterado y gana la opción que obtiene la mayoría o la asociación y la usan para sus propios fines ante la
la totalidad de los votos. Debe resaltarse que éste y el impotencia de los afiliados, que aunque eleven la voz
anterior son procesos que suponen la participación no pueden cambiar las cosas, tal como lo mostró
activa de los afiliados a través de deliberaciones Michels (1996). Debe agregarse que los métodos
para que se tomen decisiones legítimas en la usados por los oligarcas no necesariamente im-
asociación, por medio de consensos activos, pactos plican el uso de la fuerza para prevalecer sobre la
y votaciones. Son estos tres —usando la voz, diría gran mayoría, sino que pueden basarse en el uso de
Hirschman (1977)— los procesos de decisión más recursos como la información y el conocimiento, a
adecuados a la lógica de la asociación voluntaria, través de la división del trabajo, las estructuras je-
sobre todo en asociaciones muy complejas, rárquicas y la ocupación de los puestos claves por
porque se corresponden bien con la libre voluntad expertos pagados que se hacen indispensables. Los
igualitaria y la correspondencia democrática que miembros no quieren a sus dirigentes, pero no pue-
las legitima. Sin embargo, muchas veces funcionan den desplazarlos porque éstos los derrotan una y
otros procesos de toma de decisiones en los que la otra vez. Se trata de un caso de negación del prin-
membresía participa menos activamente. cipio asociacional de legitimidad por aceptación del
3) La dirigencia carismática. Por este medio, un líder ca- gobierno por la base, y es de esperarse la deserción
rismático es el gran protagonista que toma a su arbi- de los socios o, quizá, la permanencia, porque, a pe-
trio las decisiones de la asociación y los demás miem- sar de todo, aprecian los beneficios que reciben y no
bros lo apoyan con ardor (Weber, 1974, I: 193 ss.) cuentan con alternativas. Esto es indicio de que la

Asociaciones voluntarias 45 a
asociación no es ya voluntaria y de que se trata más asociación: la autonomía. En su lógica social, la asociación
bien de una corporación u organización de afilia- voluntaria debe erigirse como un espacio de decisión relati-
ción constreñida. vamente autónomo. Si no presenta las resistencias necesarias
6) El control autoritario. Para concluir esta parte sobre a lo externo, desaparecerá.
la toma de decisiones, debe hacerse referencia a otro Autonomía significa que hay autodeterminación o capa-
método de decisión: el autoritario, a través del cual cidad de tomar las propias decisiones y ponerlas en práctica,
un dirigente o grupo de dirigentes imponen coacti- lo cual implica distancia y separación respecto de otras en-
vamente sus decisiones a una membresía que no las tidades, aunque éstas, desde luego, no sean plenas y totales,
comparte. Desde luego que aquí también se niega pero sí suficientes para que pueda deslindarse un espacio
la correspondencia entre gobierno y base. Sin duda, apreciable de responsabilidad y agencia propios. Una exten-
un arreglo social de este tipo, sin legitimidad, pone sión o una parte dependiente de otro centro de decisiones
en cuestión que se trate realmente de una asocia- no son real y efectivamente asociaciones autónomas, aunque
ción voluntaria. De hecho, la permanencia de los jurídicamente lo sean.
socios en una “asociación autoritaria” hace suponer Por otro lado, la autonomía permite atribuir a la asocia-
que se trata de una corporación, desde luego, au- ción una conducta propia, separada de la de sus afiliados y de
toritaria. la de otras entidades. Por eso, la asociación tenderá a produ-
cir un punto de vista, una propuesta, un proyecto y hasta un
Estos cuatro últimos tipos de procesos de toma de de- autointerés propio, que será distinto de los individuales de
cisiones suelen encontrarse más en las asociaciones de baja sus miembros. Este “común denominador”, como lo llama
complejidad, donde los socios que carecen de recursos están Greenwood (2000), implicará un posicionamiento institu-
dispuestos a soportar dirigencias que se apartan un tanto —y cional que contribuirá a dar a la asociación una identidad
a veces plenamente— de la correspondencia entre la base y propia que la distinguirá de otras entidades.
la dirigencia de las asociaciones voluntarias. Es decir, se trata A la identidad propia se añade la personalidad jurídica,
de dirigencias sin legitimidad. ficción que da a ciertas entidades colectivas un trato similar
La tercera perspectiva de análisis organizacional, la pers- al de las personas y las habilita para constituirse en sujetos
pectiva del sistema abierto o ecológica se funda en la intuición de derechos y obligaciones, así como para contar con un
de que la organización está enraizada en un ambiente o en- patrimonio propio. Más aun, les permite a las asociaciones
torno en que operan factores heterogéneos que la penetran, actuar por sus afiliados, representarlos y tener ellas mismas
influyen y arrastran. Considera a la organización como un sis- representantes que expresen “su voluntad” y actúen en su
tema abierto en que operan coaliciones de participantes con nombre. De todo esto se desprende que la asociación debe
intereses cambiantes, enraizados en ambientes más amplios. luchar por su autonomía y cuidarla, midiendo bien el tipo
Esta visión es útil sobre todo para analizar cómo se arti- de compromisos que asume.
culan la agrupación, sus participantes y sus dirigentes en el La identidad social de una asociación puede llegar a tener
entorno social y en los distintos actores políticos y sociales; su una carga simbólica tan fuerte que, dadas las creencias y per-
inserción en el conjunto de las instituciones; los efectos que cepciones socialmente construidas, puede operar eficazmente
la inserción genera y la dinámica que ese entorno le imprime y a distancia, como si fuera una “fuerza mágica” (Bourdieu,
a la agrupación; la construcción relacional de su identidad, la 1997), y el vigor de esa identidad social alimenta el grado de
efectividad social de su simbología, los límites de su autono- su autonomía. Una fuerte identidad es, por otra parte —sobre
mía y el componente extragrupal de sus procesos de toma de todo en las asociaciones poco complejas de miembros que
decisiones, sus estrategias y sus acciones; y permite evaluar controlan pocos recursos— una fuente de cohesión y de ca-
cuestiones como el impacto, la relevancia y la pertinencia pacidad para generar liderazgos sociales capaces de articular
sociales de la agrupación, así como su legitimidad externa. consensos y solidaridad entre los miembros.
Desde el punto de vista de la perspectiva teórica ecológica, Tanto la autonomía como la cohesión de la asociación
las asociaciones están penetradas por “factores externos” y la voluntaria le permitirán desempeñarse con solvencia en
vida asociacional está interferida por ellos. En otras palabras, medio del entorno, proveyéndola de recursos para desplegar
esos factores “externos” no lo son del todo, pues intervienen o estrategias y acciones que la protejan de las tendencias ne-
inciden en sus procesos internos, ya sea mediante agentes que gativas que afectan a su desempeño, y también le permitirán
actúan en ellas o a través de procesos sociales que las atravie- aprovechar las ventajas que el mismo entorno le ofrece para
san y arrastran, o a través de los vínculos que establecen con avanzar en sus objetivos, cuidando siempre que la asociación
otras organizaciones. Pero el entorno actúa también directa no se destruya en esos intentos (reda, 2009).
y cotidianamente, a través, por ejemplo, de las actitudes, ex-
pectativas y motivaciones que portan los miembros al seno
de las asociaciones (Scott, 2003; Pfeffer, 1992). No obstante
todo ello, de la libre afiliación y la participación activa de
la membresía proviene otra característica importante de la

a 46 Asociaciones voluntarias
Líneas de investigación y debate de esas organizaciones, con el supuesto de que no deben de-
contemporáneo pender —para su financiamiento— de “la buena disposición”
de ciertos donantes, sino que deben construirse mecanismos
El auge de los conceptos de sociedad civil, esfera pública, es- bien estructurados a través de los cuales, mediante procedi-
fera civil y muchas otras ideas surgidas más o menos a partir mientos sujetos a la transparencia y la más estricta rendición
de la tercera ola democrática que multiplicó enormemente de cuentas, se les canalicen fondos públicos autorizados por
el número de naciones democráticas, empezando con la los ciudadanos mediante manifestaciones individuales de su
transición a la democracia que puso fin a las dictaduras y los voluntad sobre el destino de una parte de los impuestos que
regímenes autoritarios del sur de Europa y de América La- pagan. Lo anterior, desde luego, incluye un debate sobre las
tina y el derrumbe del socialismo en Rusia y Europa oriental, modalidades y posibilidades de las organizaciones civiles y
ha tenido varios correlatos en el campo de las asociaciones su financiamiento, su régimen interno, y la transparencia y
voluntarias, a las que todos reconocen un lugar fundamental rendición de cuentas.5
en el seno de la sociedad y esfera civiles.
Por un lado, existe el crecimiento acelerado de muchas Bibliografía
agrupaciones voluntarias; muchas de ellas, ligadas a los
grandes movimientos sociales de los derechos civiles, el fe- Alexander, Jeffrey C. (2006), The Civil Sphere, Oxford: Oxford
minismo, de defensa del medio ambiente, etéctera. Junto University Press.
con éstas, destacan las conocidas como organizaciones no Arditi, Benjamín (2005), ¿Democracia post-liberal? El espacio po-
gubernamentales, que en todo el mundo se han ocupado de lítico de las asociaciones, Barcelona: Anthropos, Universidad
Nacional Autónoma de México.
los más diversos problemas. En general, las asociaciones del Bekkers, René (2005), “Participation in Voluntary Associations:
más diverso tipo se han constituido como un contrapoder Relations with Resources, Personality, and Political Values”,
frente a las fuerzas del Estado y del mercado. Political Psychology, vol. 26, núm. 3, pp. 439-454.
Por otro lado, surgió y maduró el concepto de capital so- Bourdieu, Pierre (1997), Razones prácticas. Sobre la teoría de la acción,
cial impulsado por teóricos de diversas escuelas (Bourdieu, Barcelona: Anagrama.
Coleman y Putnam) y entendido, de manera muy amplia y Brunsson, Nils y Johan P. Olsen (1998), “Organization Theory:
general, como complejos de relaciones sociales en las que Thirty Years of Dismantling, and Then...?”, en Brunsson y
anidan la confianza y las expectativas de reciprocidad. Olsen (eds.), Organizing Organizations, Bergen: Fagbok-
Ligado a lo anterior, se ha desarrollado el llamado “neo- forlaget, pp. 13-43.
Cohen, Jean y Andrew Arato (2000), Sociedad civil y teoría política,
tocquevillianismo”, en el que destaca Putnam (2002) y sus México: Fondo de Cultura Económica.
preocupaciones por el declive histórico del asociacionismo en Durkheim, Emilio (1973), De la división del trabajo social [1895],
sociedades como la norteamericana y su propuesta de enten- Buenos Aires: Schapire Editor.
der a las asociaciones como productoras “naturales” de capital Einarsson, Torbjörn (2008), “Ownership and Control in Swedish
social. Se ha criticado a esta propuesta que, en el conjunto de Federative Organizations —or a Member Is a Member Is a
las asociaciones, deben diferenciarse las asociaciones verti- Member?”, istr Eighth International Conference, Barcelona,
das sobre sí mismas (por ejemplo, un club de fiestas), que no 9-12 de julio. Disponible en: <http://www.studentcorner.eu/
participan para nada en el debate cívico, político y social, de pubs/senior/papers/senior2008_002.pdf>.
las que podríamos llamar civiles o “cívicas”, que sí participan Greenwood, Justin (2000), “Are eu Business Associations Gover-
nable?”, European Integration Online Papers, vol. 4, núm. 3.
comunicando activamente en la sociedad civil.4 Habermas, Jürgen (1981), Historia y crítica de la opinión pública,
A esas asociaciones que no participan en el debate públi- Barcelona: Gustavo Gili.
co deben agregarse, en principio, las asociaciones del tercer _____ (1992), Autonomy and Solidarity. Interviews with Jürgen Ha-
sector, cuyo objetivo es la producción de bienes y servicios a bermas, Peter Dews (ed.), London: Verso.
través de organizaciones no lucrativas: empresas sociales, fun- Heberle, Rudolph (1937), “The Sociology of Ferdinand Tönnies”,
daciones, instituciones de asistencia, etcétera. En relación con American Sociological Review, vol. 2, núm. 1, pp. 9-25.
este sector, se ha planteado la llamada “responsabilidad social Hechter, Michael (1987), Principles of Group Solidarity, Berkeley:
empresarial” y la nueva filantropía empresarial que, en algu- University of California Press.
Hirschman, Albert O. (1977), Salida, voz y lealtad, México: Fondo
nos casos, ha comprometido para ello cantidades colosales.
de Cultura Económica.
Otros debates y propuestas vinculados a las asociaciones Luna, Matilde y José Luis Velasco (2010), “Mecanismos de toma
voluntarias se relacionan con lo que se ha llamado “el segundo de decisiones y desempeño en sistemas asociativos com-
circuito de la ciudadanía”, asumiendo que en la sociedades plejos”, en Cristina Puga y Matilde Luna (coords.), Nuevas
contemporáneas es indiscutible y necesaria la participación perspectivas para el estudio de las asociaciones, México: An-
de un conjunto de organizaciones que intervengan en todo thropos, Instituto de Investigaciones Sociales-Universidad
tipo de redes, incluidas las de gobernanza. A estas propues- Nacional Autónoma de México, pp. 121-153.
tas se han añadido consideraciones sobre el financiamiento

4 Véase: Alexander, 2006: 99 ss. 5 Véase: Arditi, 2005

Asociaciones voluntarias 47 a
AUTONOMÍA
March, James G. (1997), “Understanding How Decisions Happen
in Organizations”, en Zur Shapira (ed.), Organizational
Decisions Making, Cambridge: Cambridge University Press,
pp. 9-34.
Yolanda Angulo Parra
Michels, Robert (1996), Los partidos políticos [1911], 2 tomos, Bue-
nos Aires: Amorrortu.
Montesquieu, Charles (1997), Del espíritu de las leyes [1748], Mé-
xico: Porrúa. Definición
Olson, Mancur (1971), The Logic of Colective Action [1965], New
York: Schoken Books. Ella pensaba que por fin iba a poner punto final a to-
Pfeffer, Jefrey (1992), Organizaciones y teoría de las organizaciones, das las traiciones, las vilezas y las apetencias sin cuento
México: Fondo de Cultura Económica. que habían labrado su perdición. Ahora ya no odiaba
Putnam, Robert D. (2002), Solo en la bolera: colapso y resurgimiento
a nadie, una vaguedad como de crepúsculo se cernía
de la comunidad norteamericana, Barcelona: Galaxia Guten-
berg, Círculo de Lectores. sobre todas sus ideas y el único ruido que escuchaba
_____ (2003), El declive del capital social. Un estudio internacional entre todos los de la tierra era el intermitente gemido
sobre la sociedad y el sentido comunitario, Barcelona: Galaxia de su pobre corazón, dulce e indistinto como el eco
Gutenberg, Círculo de Lectores. postrero de una sinfonía que se va alejando (Flaubert,
reda: Red de Estudios del Desempeño Asociativo, integrada por 1983: 376).
Jorge Cadena, Carlos Chávez, Sara Gordon, Gloria Gua-
darrama, Matilde Luna, Alejandro Natal, Cristina Puga, En Madame Bovary, personaje de la famosa novela de
Ricardo Tirado y José L. Velasco (2009), “Modelo para el Flaubert, encontramos el tema de la búsqueda de auto-
análisis y evaluación del desempeño asociativo”, ponencia
nomía y libertad en un entorno signado por una sociedad
presentada en el II Congreso Nacional de Ciencias Sociales,
Oaxaca, 20-23 octubre. rígida, que condena la transgresión de las buenas costum-
Rousseau, Jean-Jacques (2007), El contrato social [1762], Buenos bres y la moral. Si bien el personaje flaubertiano lucha por
Aires: Alfa Epsilon. romper las ataduras costumbristas, no se le puede otorgar
Schmitter, Phillipe (1992), “Corporatismo (corporativismo)”, la cualidad de actuar autónomamente, porque su compor-
en Matilde Luna y Ricardo Pozas Horcasitas (coords.), tamiento no es producto de una reflexión crítica, sino de
Relaciones corporativas en un periodo de transición, México: impulsos incontrolados presuntamente motivados por la
Instituto de Investigaciones Sociales-Universidad Nacional rigidez de una forma de vida impuesta por la moral de su
Autónoma de México, pp. 3-26. tiempo y grupo social. Sin embargo, si para Milan Kun-
Scott, W. Richard (2003), Organizations. Rational, Natural, and
dera Flaubert “descubrió la necedad” en la persistencia de
Open Systems, 5a ed., New Jersey: Upper Saddle River.
Smith, Adam (1976), Riqueza de las naciones, vol. 1, México: Cultura, Emma de ser libre en el amor y, pese a la adversidad, noso-
Ciencia y Tecnología al Alcance de Todos. tros podemos encontrar en ella —72 años después de que
Tirado, Ricardo (2006), “El poder en las cámaras industriales de Mé- Kant publicara la Fundamentación para la metafísica de las
xico”, Foro Internacional, vol. XLVI, núm. 2, abril-junio, costumbres— un atisbo de búsqueda de autonomía moral.
pp. 197-226. El concepto de autonomía aparece en la literatura y
_____ (2010), “De la asociación: características y problemas”, en se estudia en disciplinas como la filosofía, la psicología,
Cristina Puga y Matilde Luna (coords.), Nuevas perspec- la pedagogía, la estética, la ciencia jurídica y la política,
tivas para el estudio de las asociaciones, México: Anthropos, así como en la práctica científica y legal.1 Atendiendo a su
Instituto de Investigaciones Sociales-Universidad Nacional
etimología, la palabra proviene del griego autos (por uno
Autónoma de México, pp. 15-40.
Tocqueville, Alexis (1984), La democracia en América [1835 y mismo) y nomos (norma o ley) e ilustra claramente su sig-
1840], México: Fondo de Cultura Económica. nificado: alguien que se impone sus propias normas o leyes,
Warren, Mark E. (2001), Democracy and Association, Princeton: sin influencia externa. Así, en teoría jurídica, un Estado
Princeton University Press. es soberano cuando diseña e impone sus propias leyes, sin
Weber, Max (1972), “Max Weber’s Proposal for Sociological presión de fuerzas extrañas, y una universidad es autóno-
Study of Voluntary Associations” [1910], Everett C. Hu- ma cuando se rige por sus propios reglamentos internos;
ghes (trad.), Nonprofit and Voluntary Sector Quarterly, núm. la filosofía logró autonomía cuando se deslindó de la reli-
1, pp. 20-23. gión. El desarrollo de la ciencia es autónomo si responde
_____ (1974), Economía y sociedad, México: Fondo de Cultura
a investigaciones y métodos libres de coacción de agentes
Económica.
interesados, como gobiernos o empresas. La autonomía

1 En la cultura occidental, disciplinas que hoy son independien-


tes formaban parte de la filosofía, pero con el paso del tiempo
fueron deslindándose de ella, aunque coinciden en entender la
autonomía como autogobierno del individuo capaz de tomar
decisiones libremente.

a 48 Autonomía
pedagógica se entiende por lo menos en dos sentidos: la de poder, saberes emergentes y juegos de verdad.2 Por con-
realización de planes de estudio y procedimientos de en- siguiente, no existen significados únicos, universalmente
señanza-aprendizaje de cada institución educativa, libre válidos, sino que todo concepto adquiere su sentido y fun-
de presiones externas y, atendiendo a sus objetivos, como ción dependiendo de las condiciones sociales en donde se
señala Paulo Freire, educar para liberar y no para satisfacer expresa y usa. Analizaremos nuestro concepto en algunos
necesidades del mercado u otras instituciones. No obstan- autores y épocas relevantes del mundo occidental.
te, la autonomía es relativa, pues resultaría prácticamente En el siglo v a.C., Antígona —personaje de la trage-
imposible escapar del influjo de la sociedad, la política, el dia de Sófocles que lleva el mismo nombre— se considera
mercado o desatender demandas populares que restringen precursora de un acto autónomo. En una querella por el
el grado de autonomía. trono de Tebas, Polinices y Eteocles, ambos hermanos de
La filosofía, en su vertiente ética, reflexiona sobre las Antígona, murieron uno en manos del otro. Creonte, rey de
decisiones y actos del sujeto, en torno al bien y el mal, lo Tebas, declara a Polinices traidor a la patria y ordena que
justo y lo injusto, de manera que la autonomía queda estre- no sea enterrado, pero Antígona, desafiando a la autoridad,
chamente vinculada con otras nociones éticas como razón, le otorga los honores fúnebres y sufre las consecuencias:
voluntad, deber, libertad, responsabilidad, dignidad humana “Pero ahora Polinices, por recubrir tu cadáver, mira lo que
y conciencia. El concepto opuesto al de autonomía es he- me gano […] pese a haberte dedicado los más altos honores
teronomía, también proveniente del griego heteros (otro) y de acuerdo con tal ley, Creonte entendió que ese mi com-
nomos (norma o ley), lo cual significa que obedece a nor- portamiento constituía un delito y una osadía tremenda”
mas impuestas por otros. En algunas éticas, la separación (Sófocles, 1988: 162).3
entre autonomía y heteronomía no queda tajantemente Posteriormente, sabemos por Platón que para Sócra-
escindida, pues se reconoce la imposibilidad de hacer abs- tes, sin existir formalmente el concepto de autonomía, el
tracción de los usos, costumbres y demandas del entorno autogobierno era una cualidad de los hombres libres, la
social, aunque pasen por el tamiz de la reflexión filosófica. cual debían cultivar, especialmente quienes aspiraban a
En el lenguaje ordinario, se entiende como persona au- un puesto en la política, pues para gobernar a los otros era
tónoma la que actúa por sí misma, en forma racional, sin condición previa gobernarse a sí mismo: “al prescribirse
depender de otros, capaz de dar cuenta de sus actos y res- el conocimiento de ‘sí mismo’, lo que se nos ordena es el
ponsabilizarse de ellos frente a los demás. Esta concepción conocimiento de nuestra alma” (1981: 131c-258). El co-
no es ajena a la de la ética filosófica, aunque ésta desarrolla nocimiento de la propia alma (psyche) no es un fin, sino un
discursos racionales, vocabularios específicos, producto del medio para poder llevar a cabo el cuidado de sí o proceso
estudio riguroso y profundo del ser humano, la sociedad, transformador del ser. Por tanto, la introspección es nece-
la política y la historia, expresados en argumentos racio- saria para hacerse cargo del alma, de su verdad (aletheia) y
nalmente fundamentados. Es indispensable señalar que de su pensamiento (phronesis) (Hadot, 2006: 97).
ni la autonomía en tanto concepto, ni el sujeto —indivi- En la concepción aristotélica y las escuelas helenísticas,
duo, Estado o institución— son abstracciones que pasan la autarquía (del griego autos, sí mismo y arkéo, bastar), esto
en una continuidad y progreso histórico, experimentando es, ‘autosuficiencia’ o ‘bastarse a sí mismo’, es un bien al que
sólo cambios relativos. Desde una perspectiva genealógica, se debe aspirar y la vía para alcanzarlo es la no dependencia
basada principalmente en Nietzsche y Foucault, la hipótesis del exterior, bastarse a sí mismo y alcanzar la felicidad. El
de este artículo es que las categorías, conceptos y los mis- desapego de las cosas materiales conduce a la tranquilidad
mos sujetos están inmersos en procesos históricos, políticos del alma (ataraxia), la libertad, la felicidad (eudaimonia) y
y sociales con rupturas y discontinuidades. Tal enfoque la virtud (areté); tal es la situación del sabio. Sin embargo,
abandona la idea de un sujeto ahistórico que transita en el para Aristóteles sólo el Estado es autárquico, porque es el
tiempo sin que su “esencia humana” se modifique. En este único que puede bastarse a sí mismo. La tarea de la polí-
tenor, el concepto de autonomía se aborda desde una pers- tica consiste entonces en desarrollar la virtud en todos los
pectiva filosófico-genealógica, tomando en consideración ciudadanos para que la felicidad sea posible en una polis
vínculos con la política, la economía y la historia. donde reine el bien y la justicia.
Corrientes filosóficas posteriores al socratismo perfila-
Historia, teoría y crítica ron principios éticos de independencia moral e intelectual.
Las escuelas filosóficas de la época helenística y romana
La autonomía, como concepto de la filosofía moral, estric- (del iii a.C. al iii d.C.), como cínicos, escépticos, epicú-
tamente hablando, surgió en la Modernidad con Kant; sin reos y estoicos, se centraron en la vida interior —aún no
embargo, desde el enfoque genealógico-filosófico, dicha
noción emerge en un lugar y momento histórico específi-
2 La genealogía a la que nos referimos está basada en la obra de
cos, producto de determinadas condiciones, esto es, ciertas Michel Foucault.
prácticas sociales, una conformación especial de relaciones
3 Finalmente, Antígona se suicidó para evitar la sentencia de ser
enterrada viva.

Autonomía 49 a
considerada como autonomía— con tintes éticos y polí- pesimismo en Weber puesto que “la autonomía de la vo-
ticos, cuyo objetivo consistía en imponerse su propia ley luntad permite liberarse de la tradición y la aceptación del
para lograr independencia de la polis pero sobre todo de hecho de que, en principio, la toma de decisiones se basa
sí mismo, liberándose de pasiones, instintos y deseos me- en el compromiso con todos los valores” (Hall, 1994: 36).4
diante la práctica constante del autogobierno. Las éticas autónomas modernas sientan como princi-
Para los estoicos, la filosofía no consistía en el estudio pio la voluntad de un sujeto racional que actúa conforme a
de nociones abstractas, sino en el arte de vivir, el cultivo de las leyes o normas que le dicta su conciencia; es un sujeto
un estilo de vida y la transformación del ser para mejorar. moral reflexivo, creativo, siempre alerta, que toma deci-
Escépticos y epicúreos buscaban la ataraxia, que se logra por siones atendiendo a la “buena voluntad”, como lo expresa
la meditación y la concentración. Fueron tal vez los cínicos Kant. En pocas palabras, se da a sí mismo su ley moral. Se
quienes llevaron la idea de autosuficiencia al extremo. Se podría suponer que una ética autónoma conduciría a un
dice que Antístenes, filósofo fundador de la escuela cínica relajamiento o anarquía moral en donde cada quien actuara
(cinosarges), sostenía que el autocontrol era la base de la conforme a sus deseos, inclinaciones o instintos. Sin em-
virtud. Para ellos, la condición indispensable de libertad bargo, es lo contrario, pues el sujeto moral autónomo se ha
era reducir sus necesidades al mínimo, con el fin de evitar comprometido con su propia ley, producto de un proceso
hasta donde fuera posible cualquier tipo de dependencia. deliberativo de buena fe, que toma en consideración a los
De ahí proviene la fama de Diógenes de Sinope —y su- otros. Además —y ésta es la propuesta fuerte kantiana—
puestamente también el nombre de cínico—, apodado “el como todo el proceso se basa en la buena voluntad, en el
perro” (kinicós) porque emulaba la vida de los perros calle- momento de tomar una decisión de naturaleza moral,
jeros, que sobreviven de desperdicios, lo cual significaba el sujeto debe preguntarse si estaría dispuesto a que su
para Diógenes un alto grado de libertad. En general, con acto se convirtiera en una máxima aplicable a todos los
las variantes propias de cada filósofo, los cínicos se acerca- seres humanos; es decir, si quisiera que todos actuaran de
ban a la autosuficiencia mediante la constante práctica del la misma forma.
ejercicio físico y de la ascesis como preparación contra la Kant llamó a este precepto “imperativo categórico”, que
adversidad que produce el hambre, el frío y la pobreza, así reza: “Obra sólo según una máxima tal que puedas querer
como de males que no dependen de uno mismo. al mismo tiempo que se torne ley universal” (1983: 39); y
Aunque en la filosofía de la Antigüedad clásica se prac- ofrece una segunda versión: “Obra como si la máxima de
ticaba la introspección, la meditación y ciertos ejercicios tu acción debiera tornarse, por tu voluntad, ley universal
espirituales, no han emergido aún las condiciones para de la naturaleza” (40). El querer es ahora más contundente,
afirmar que se trata de autonomía. Pese a las similitudes pues se menciona la voluntad, es decir, una voluntad buena
conceptuales de distintas épocas, las investigaciones coin- porque obra por deber, no por gustos o inclinaciones in-
ciden en señalar que en sentido estricto la autonomía es dividuales, y es fundamento de la autodeterminación. La
producto de la Modernidad, ya que su emergencia se debe tercera versión dicta: “obra de tal modo que uses la huma-
a la confluencia de ciertas prácticas sociales y del proceso nidad, tanto en tu persona como en la persona de cualquier
histórico que lo posibilita. otro, siempre como un fin al mismo tiempo y nunca sola-
En el siglo xvii se da una ruptura con la moralidad mente como un medio” (45). Aquí aparece el tema de la
medieval fundada en Dios; Montaigne abandona la idea dignidad humana, que consiste en reconocer a cada indi-
de la moral como obediencia, concibiéndola como condi- viduo como un fin en sí mismo, con un valor intrínseco
ción de posibilidad de autogobierno y autocreación, y se absoluto y que por consiguiente nunca se le debe utilizar
experimenta un cambio en la significación de los valores. Si como medio para propósitos personales. La autonomía
en la Edad Media los valores se consideraban universales, kantiana, como “principio supremo de la moralidad”, con-
fungiendo como principios para la toma de decisiones y siste entonces en que la voluntad se determine libremente.
la acción, Max Weber señala que la Modernidad surge en Desde siglos antes de nuestra era, la famosa regla de
conjunción con la autonomía y la voluntad subjetiva, de oro “no hagas a otros lo que no quieras que te hagan” ha
manera que son los individuos, a través de sus elecciones existido en muchas culturas, en el marco de religiones tan
y actos, quienes dotan de sentido a las cosas. diversas como el hinduismo, el budismo, el judaísmo, el
En virtud de que los valores tradicionales ya no se in- confucionismo y el cristianismo.5 En la época moderna,
terpretan como independientes del sujeto, puesto que la Jeremy Bentham y John Stuart Mill sustentaron la regla de
racionalidad instrumental moderna no toma en cuenta fines
ni valores, tal emancipación conlleva el peligro de desem-
bocar en un decisionismo de la libre elección. Y aunque 4 Mi traducción del original en inglés.
la autonomía y la libertad posibilitan que el individuo sea 5 Es preciso considerar que aquí se hace una generalización de
un creador de sentido y valores, sólo unos cuantos ilustra- un tema mucho más complejo. Por ejemplo, existe controversia
dos podrán gozar de esa capacidad, lo cual se convierte en torno a si el Islam alberga la regla de oro; además, también
en un asunto elitista. Pero, afortunadamente, no todo es se deben tomar en cuenta las variables en la forma como se
sustenta y aplica. Para mayores referencias, véase: P.S.B., 2012.

a 50 Autonomía
oro, pero sería un error genealógico equiparar sus distintas individuo y su trabajo vivo están subordinados a la pro-
versiones con la filosofía moral de Kant, quien, por cierto, ducción, de manera que la única forma de liberarse es en
la rechazó. En el primer caso se trata de un imperativo una sociedad comunista, puesto que “el libre cambio será
hipotético, resultado de un cálculo de consecuencias. En entre individuos asociados sobre la base de la apropiación
cambio, el imperativo categórico de Kant es de naturaleza y control común de los medios de producción” (86). La
universal, se basa en la autonomía de la voluntad que a su emancipación de la clase obrera conduce a la libertad del
vez descansa en una ley universal, expresada por la razón trabajo vivo, es decir, del trabajador en su actividad vital,
práctica, esto es, la libertad. quien al apropiarse del proceso de producción habrá lo-
Una limitante de la regla de oro es que generalmente grado su autonomía.
se expresa en su versión negativa, que consiste en no dañar Sin embargo, no se trata de un acto solipsista, sino de
a los demás, sin prescribir ninguna obligación, así como un proyecto económico, político y social sustentado en
su carácter emotivo, subjetivista y sentimentalista, versus la abolición del capitalismo para dar pie al comunismo,
el intelectualista de Kant. Otra crítica a este mandato modo de producción superior que Marx denomina el rei-
señala que todos los seres humanos son diferentes, de tal no de la libertad. La autonomía es un logro al que se llega
forma que lo que disgusta a uno puede no coincidir con socialmente, en el proceso de trabajo, donde los sujetos es-
lo que a otro disgusta; así, se considera conveniente con- tablecen sus normas y logran la autodeterminación. En el
siderar la versión positiva, que indica: “trata a los demás sentido de clase, la emancipación es condición de posibili-
como desearías que te trataran a ti”. De cualquier forma, dad del ejercicio de poder del proletariado, y la autonomía,
la aplicación de esta norma surge más del deseo que de la capacidad de realización del obrero en su actividad vital.
la razón;6 por eso Freud critica la regla de oro en las reli- El concepto clave para el proceso de emancipación es
giones, cuyos principios se establecen apelando al amor y el trabajo vivo que está subsumido al capital en el proceso
no a la razón, como por ejemplo “ama a tu prójimo como de producción, y al Estado y a las clases dominantes como
a ti mismo”, ya que el amor es un sentimiento que no se sujeto. Desde la perspectiva foucaultiana, se deduce que
puede forzar; con base en la razón es posible respetar y —a diferencia de otros enfoques, como el kantiano— para
ayudar al prójimo, pero no amarlo. Marx, el objetivo es la constitución de una nueva forma de
Si bien la concepción ética kantiana y la regla de oro subjetividad, una vez que el trabajo vivo haya pasado por
han prevalecido durante largo tiempo, es preciso abordar un proceso de subjetivación a través de la lucha emanci-
otras vertientes que incluyen enfoques como el histórico, patoria en un nuevo modo de producción. La autonomía
el político y el económico, además del moral. Un ejemplo tiene una función política importante, pues no sólo implica
relevante es el marxismo; aunque el uso literal del térmi- al sujeto individual sino, como señala Rosa Luxemburgo,
no autonomía sea poco frecuente en la literatura marxista se trata de una “autonomía de clase”, en el transcurso de
—especialmente en el propio Marx—, en forma implíci- una autodeterminación progresiva (Modonesi, 2011: 3).
ta, tanto en su obra como en la de Engels, es un concepto Arriesgando una generalización a partir de las dife-
importante. El trabajo teórico de ambos filósofos tiene por rentes corrientes, pero centrada en Marx, se podría decir
objeto la superación del capitalismo, sustentado en que las que para alcanzar la autonomía se requiere la consecución
fuerzas históricas, económicas y políticas lo harán posible. de tres momentos: emancipación del trabajo vivo en el
En el contexto marxiano, la cuestión de la autonomía proceso de producción capitalista; independencia del pro-
está fuertemente ligada a la economía y la política, por lo letariado de la clase dominante (burguesía), y emergencia
que es preciso distinguirlo del concepto de emancipación. de una nueva forma de subjetividad autónoma. Conside-
En la obra juvenil de Marx, la emancipación no será posible rando lo anterior, la autonomía se inscribe en el marco
en tanto la actividad vital del obrero —el trabajo— perte- de la tríada saber, poder y sujeto: primero, el proletariado
nezca a otro como trabajo enajenado: “Cuanto más se mate tiene el saber específico del proceso de producción; segun-
el obrero a trabajar, más poderoso es el mundo ajeno, de do, la emancipación exige un ejercicio del poder sobre sí
objetos creados por él en contra suya, más se empobrece mismo (autogobierno) y sobre los demás (gestión);7 por
él mismo y su mundo interior, menos le pertenece éste a último, del resultado dependerá la emergencia de una nue-
él” (1982: 596). va forma de subjetividad autónoma. La discusión sobre la
En el sistema capitalista, la producción se desarrolla en autonomía presenta el doble aspecto de la “autonomía in-
vínculos de dependencia de personas y cosas, ya que dicho dividual” marxista y de una “nueva forma de subjetividad”
sistema “crea, por primera vez, y al mismo tiempo que la de la clase trabajadora. Es individual porque el sujeto se
universalidad de la enajenación del individuo frente a sí
mismo y a los demás, la universalidad y la multilateralidad
de sus relaciones y de sus habilidades” (1980: 89-90). El
7 Esta perspectiva foucaultiana erradica la concepción habitual
del poder como cosa y negatividad para concebirlo como re-
6 Para una disertación más amplia sobre esta diferencia, véase laciones de poder, incluyendo su aspecto “positivo”, es decir,
Alcoberro, s.f. que produce algo.

Autonomía 51 a
transforma a sí mismo, y social porque al mismo tiempo lar reflexivamente las normas heterónomas con decisiones
implica una transformación social. autónomas. La concepción kantiana de dotarse de una ley
Dando un vuelco hacia un individualismo moral, es im- moral universal deslindada del contexto histórico, político,
portante abordar la filosofía de Nietzsche, gran filósofo de jurídico y social ha quedado un tanto rezagada.
la libertad y, por tanto, de la autonomía. El famoso pasaje Una forma interesante de abordar esta controversia es
de las tres transformaciones del espíritu en Así habló Za- la del filósofo norteamericano John D. Caputo, que ofrece
ratustra es importante para entender el proceso que lleva una alternativa a la disyuntiva autonomía/heteronomía in-
a los hombres hacia la autonomía. Nietzsche ilustra la pri- troduciendo el término heterología, el cual significa lógica
mera transformación con la figura del espíritu de carga; la de la diferencia. El modo heterológico “significa reconocer
sumisión, que se arrodilla para recibirla, como si se tratara las necesidades urgentes de los que son diferentes” (Capu-
de un camello, representa los valores cristianos impuestos to, 1993: 115), admitiendo y acudiendo al llamado de otro
por la familia, la sociedad y las instituciones. La segunda en desgracia. Caputo critica la postura autónoma porque
transformación la lleva a cabo el león que tira la carga por- corresponde a un modelo cognitivo, como si un soldado en
que quiere ser libre, peleando con el dragón que representa solitario se ufanara de acatar órdenes. Sin embargo, acudir
los valores tradicionales, para efectuar el tránsito del “tú al llamado de la víctima de un desastre podría interpre-
debes” al “yo quiero”. Por último, la tercera transformación, tarse como acto autónomo porque es la propia voluntad
representada por el niño, ilustra el espíritu capaz de crear la que se obliga.10
nuevos valores, logrando el espíritu autónomo: “Inocen- En una línea diferente, Foucault critica la noción de
cia es el niño y olvido, un nuevo comienzo, un juego, una sujeto epistemológico con una esencia inamovible que tran-
rueda que se mueve por sí misma, un primer movimien- sita por la historia siempre igual y, por el contrario, sostiene
to, un santo decir sí” (Nietzsche, 2000: 55). La rueda que que el sujeto forma parte activa de la historia, transformán-
se mueve por sí misma es el espíritu libre, autónomo, la dose en el devenir. Atendiendo a esa premisa, se requiere de
voluntad capaz de deshacerse de la carga milenaria del nuevas categorías para reconfigurar la noción de autonomía,
deber de una moral impuesta, para finalmente crear una lo cual se está llevando a cabo volviendo la mirada al ca-
ética de la libertad. rácter práctico de la filosofía antigua. El proyecto consiste
No se puede pasar por alto el periodo existencialista cuya en difundir lo que Foucault llama “estética de la existen-
principal temática gira en torno a la libertad. Ilustraremos cia” y surge de la necesidad de enfrentar la problemática
esta corriente con Jean Paul Sartre, quien trató el tema de que aqueja a las sociedades contemporáneas, agobiadas por
la autonomía tanto en su obra literaria como filosófica.8 El autoritarismos, corrupción y sujeción, y cuya solución se
existencialismo ateo9 de Sartre es una forma radical de con- vislumbra en la transformación del ser individual.
cebir la autonomía. Partiendo de la premisa de que Dios no Aunque el trabajo de Foucault no tuvo intenciones de
existe, tampoco hay una esencia humana, de manera que que se llevara a la práctica, él mismo dio la pauta para ver
cada individuo debe crearla a lo largo de su vida. Sartre lo la filosofía como “caja de herramientas” destinadas a cons-
resume en la famosa sentencia: “la existencia precede a la truir algo. A partir de ahí y de sus últimas publicaciones,
esencia”. En esto consiste la radicalidad del sujeto autónomo, se vislumbra el proyecto de elaborar una ética centrada en
en la plena libertad para dotarse a sí mismo de una esencia, la idea de que cada uno es su propia obra de arte y debe
sin depender de un ser supremo que se la haya dotado. Por construirla de la mejor manera posible, una obra bella. No
tanto, “no hay determinismo, el hombre es libre, el hombre obstante, si bien la constitución del propio ser es un tra-
es libertad” (1973: 27). bajo autónomo, íntimo, está destinado al mejoramiento
político y social.
Líneas de investigación y debate El Diálogo Alcibíades de Platón resulta pertinente para
contemporáneo el proyecto; en él se plantea la relación entre el arte de go-
bernar y el cuidado de sí. Alcibíades expresa a Sócrates su
En sentido estricto, no existe una separación tajante en- intención de gobernar Atenas y éste responde que quien no
tre autonomía y heteronomía. La autonomía no se reduce es capaz de autogobierno no puede gobernar a los demás,
a la auto-imposición de la ley moral independiente de instándolo a que primero se aboque al conocimiento de sí
toda sujeción externa, sino que es la capacidad de vincu- mismo, para estar en condiciones de transformar su ser.11

8 A pesar del influjo que el existencialismo tuvo en una época, 10 La obligación proviene de la naturaleza (estoicos), de la ley
hoy parece olvidado y, no obstante, ha marcado la subjetividad divina (cristianismo), de la voluntad buena (Kant), del otro
occidental actual. (Levinas).
9 El existencialismo tuvo dos vertientes: el cristiano, entre cuyos 11 La inscripción en el templo de Apolo en Delfos rezaba “Co-
representantes están Søren Kierkegaard, Gabriel Marcel y Karl nócete a ti mismo”, “cuida de ti” (Gnothi seauton, epimeleia
Jaspers, y el ateo, signado por Jean Paul Sartre, Simmone de heautou). Relacionando ambas sentencias, Foucault describe
Beauvoir y Albert Camus. que para Platón, en las escuelas helenísticas y romanas, la

a 52 Autonomía
Así es que el sujeto debe adquirir el arte, la techné, para ller, en Fernando Álvarez-Uría (trad. y ed.), Hermenéutica del
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manejar emociones, liberarse de la dependencia de otros _____ (1995), Philosophy as a Way of Life, Oxford: Blackwell.
para ser autónomos y otros similares. Hall, David L. (1994), Richard Rorty. Prophet and Poet of the New
En otra vertiente, se trata de enseñar lo que Pierre Pragmatism, New York: State University of New York Press.
Hadot llama “la filosofía como forma de vida” y Foucault, Kant, Immanuel (1983), Fundamentación de la metafísica de las cos-
“constitución del sujeto moral”. La autonomía consiste en tumbres, México: Porrúa.
volver la mirada al interior, no para buscar la ley moral, Kundera, Milan (1990), El arte de la novela, México: Vuelta.
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filósofo, con técnicas diseñadas para conducir el trabajo nomía política (Grundrisse) 1857-1858, México: Siglo xxi.
de interiorización, conversión y transformación del suje- _____ (1982), “Manuscritos económico filosóficos de 1844”, en
to.2 En suma, la autonomía contemporánea consistiría en Wenceslao Roces (trad.), Carlos Marx-Federico Engels, Obras
“promover nuevas formas de subjetividad que se enfren- fundamentales. 1. Marx Escritos de juventud, México: Fondo
ten y opongan al tipo de individualidad que nos ha sido de Cultura Económica, pp. 555-668.
impuesta durante muchos siglos” (Foucault, 1994: 31) y Modonesi, Massimo (2011), El concepto de autonomía en el mar-
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AUTORIDAD PÚBLICA
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como práctica de la libetad”, entrevista realizada por Raúl Daniel Sandoval Cervantes
Fornet-Betancourt, Helmut Becker y Alfredo Gómez-Mü-

Definición
primera era la base de la segunda. No se puede constituir el
ser moral si no se conoce la verdad de uno mismo. De ahí la
importancia de la introspección. La siguiente definición constituye una buena introducción
al concepto de autoridad pública:
1 “Mal-estar” es mi traducción de Dis-ease, en el original, con-
cepto que se discute en la Parte 1 del libro (Marinoff, 2003:
3-24). [...] se reputa autoridad a aquel órgano de gobierno del
Estado que es susceptible jurídicamente de producir
2 Una propuesta actual, que comienza a cobrar fuerza, consiste en
extraer de las enseñanzas de griegos y latinos de la Antigüedad
una alteración, creación o extinción en una o varias
clásica elementos filosóficos para generar un discurso propio, situaciones, concretas o abstractas, particulares o ge-
con el fin de que la filosofía cumpla un papel transformador. nerales, públicas o privadas, que puedan presentarse
Véase: Angulo Parra, 2013. dentro del Estado, alteración, creación o extinción que

Autoridad pública 53 a
se lleva a cabo imperativamente, bien por una deci- no era impersonal y abstracta como se indica en las defini-
sión aisladamente considerada, por la ejecución de esa ciones ofrecidas al principio (Sabine, 2003).
decisión, o bien por ambas conjunta o separadamente También en la época romana —tanto en el Imperio,
(Burgoa, 1992:188).3 como en la República— el concepto de autoridad pública se
percibió de manera similar a la señalada para la época de la
La anterior definición nos adentra en varios temas que antigua Grecia: no había una distinción nítida entre lo públi-
han sido clave para la concepción de autoridad pública a lo co, entendido como una actividad de un sector especializado
largo de la época moderna, porque pone énfasis en la centrali- y puesto fuera del sistema de producción, y lo privado. A
dad de la ley (el derecho estatal) para la determinación de las esto podemos añadir que, en dicha época, no existía el mo-
características que debe tener un órgano para ser considerado nopolio estatal del ejercicio de la violencia legítima y que la
como autoridad pública, y porque, por otro lado, destaca una producción normativa tenía su centro más importante en
de las características fundamentales del derecho desde los ini- la jurisprudencia, la cual era flexible y no estaba codificada
cios de la Modernidad: la equiparación entre lo público y el (Touchard, 1990; Correas, 2003).
Estado. De manera que, según esta definición ampliamente Durante la Edad Media, por otra parte, se presentó el
aceptada, no existe otra forma de delimitar la autoridad pú- problema de la pluralidad de jurisdicciones. Esto se debió,
blica, si no es a través de la figura del derecho estatal. por un lado, a la lucha entre la jurisdicción de los nobles y la
A la primera definición podemos ahora agregar otra diame- de la iglesia y, por otro, a la gran multiplicidad de jurisdiccio-
tralmente opuesta: “[…] por ‘autoridades’ se entiende a aquellos nes nobles, lo que, evidentemente, dificulta la identificación
órganos estatales de facto o de jure, con facultades de decisión de órganos que puedan ser interpretados como autoridades
o ejecución, cuyo ejercicio engendra la creación, modificación públicas en el sentido plenamente moderno y estatal del
o extinción de situaciones generales o particulares, de hecho o término, el cual implica una unidad claramente definida.
jurídicas, o bien produce una alteración o afectación de ellas, Además, durante el periodo medieval, la autoridad era de-
de manera imperativa, unilateral y coercitiva” (Burgoa, 1992: terminada por el linaje y, al final del periodo, por la capacidad
191). Esta segunda definición es interesante pues, a diferencia económica de los individuos; no por normas jurídicas con
de la primera, establece dos criterios diferentes para identificar pretensión de distribuir los puestos de autoridad con base
qué es una autoridad pública. Por un lado, elimina el requisi- en méritos y conocimientos individuales. No había conte-
to fundamental de que para serlo, el individuo debe actuar en nidos plenamente codificados y estables de la competencia
nombre de un órgano que forma parte del Estado, de tal ma- de las autoridades, un requisito necesario para interpretar a
nera establece una disociación entre lo público y lo estatal. Por la autoridad pública como el ejercicio legal de poder. A todo
otro lado, no constriñe el concepto de autoridad al campo de esto se suma que existía una distinción estamental para la
las normas jurídicas, ya que permite considerar como autoridad aplicación de los múltiples regímenes jurídicos (Bloch, 1958;
pública a aquellas personas que tengan un poder de hecho sobre Ferrajoli, 2000).
los demás, de tal manera que disocia el concepto de autoridad Solamente con el advenimiento de la época moderna se
pública de su construcción exclusivamente jurídica. han podido consolidar las definiciones de autoridad pública
similares a las ofrecidas en el principio de este artículo. En
Historia, teoría y crítica primer término, porque sólo con el paso de la Edad Media a
la Modernidad, con la consolidación de las monarquías ab-
Cualquiera de las dos definiciones del concepto de autoridad solutas nacionales y con el ascenso de la burguesía al poder
pública antes citadas pudo sólo surgir después de la apari- político-jurídico, ha podido surgir el concepto de Estado-na-
ción del Estado moderno. Esto no significa que en épocas ción y, a través de él, la unidad y la monopolización estatal de
anteriores el derecho y la autoridad no hayan sido parte la producción de normas jurídicas (Foucault, 2006; Weber,
fundamental de la vida social, sino que, simplemente, se con- 2000; Luhmann, 1993).4
cebían de una manera muy diferente. En la antigua Grecia, La monopolización es, sin duda, una de las condiciones
por ejemplo, a pesar de que la vida pública y las leyes griegas necesarias para que la noción de lo público, desde los inicios
eran de fundamental importancia para la identidad misma de de la Modernidad hasta nuestros días, sea equiparada con
los individuos, el concepto de autoridad pública no coincide la idea de derecho y de Estado, ya que da pie a una idea de
con las definiciones antecedentes, porque como los cargos lo público que tiene más que ver con una generalidad abs-
públicos eran rotativos y se ocupaban por sorteo (por ejem- tracta y definida a través del Estado, que con la comunidad
plo, en los tribunales), y como todo ciudadano podía y debía y la participación activa de los individuos en su definición
participar en la asamblea (lo que no significa que fuera una y su actuar (Bourdieu, 2007). Únicamente después de que
institución incluyente), el concepto de autoridad se refería este concepto de lo público fue socialmente reconocido, se
más bien a una autoridad común y la noción de publicidad hizo posible el surgimiento del aparato burocrático, es decir,
de un grupo social especializado y separado de la produc-

3 Cf. Fraga, 1968. 4 Cf. Hart, 1998; Ferrajoli, 2000.

a 54 Autoridad pública
ción; encargado de crear y aplicar las normas jurídicas en es una autoridad pública, sobre todo, en la determinación de
nombre de la generalidad (Correas, 2003; Bourdieu, 2007; sus competencias y atribuciones (Correas, 2007; Wolkmer,
Weber, 2000). Sin duda, es gracias al surgimiento de este 2006; Santos, 2009b).
aparato que ha cobrado fuerza la idea del control objetivo y No hay que olvidar que esta segunda definición de lo que
neutral del poder a través del derecho. Siguiendo esta línea es una autoridad pública es válida únicamente dentro de sec-
de argumentación, se ha reforzado también la idea de que tores reducidos (bien por la materia específica en la que surge,
la autoridad pública proviene de su determinación a través bien por el hecho de que solamente en algunos países se ha
de la ley estatal, incluida, en la actualidad, en la constitución aceptado su aplicación jurídica), de manera que la primera
(Aragón, 2002; Ferrajoli, 2000). definición, más estrecha, continúa siendo la que domina y se
La teoría dominante sobre la noción de autoridad públi- aplica de forma más extendida.
ca ha sido la que se deriva de la primera definición dada: la
autoridad pública como producto de los actos de un órgano Líneas de investigación y debate
establecido jurídicamente y encargado de aplicar normas contemporáneo
legales. Para esta teoría, los individuos solamente son los
ejecutores de las competencias legales de los órganos que La línea de investigación más reciente y con perspectivas
representan y únicamente, en tanto que apliquen las disposi- de progreso más importantes (debido al poder subordinante
ciones jurídicas, serían considerados como autoridad pública cada vez más importante en manos de sujetos no estatales,
(Kelsen, 2004). como, por ejemplo, las empresas trasnacionales) opta por una
En oposición a esta teoría, encontramos la que se deri- ampliación, más allá del Estado, de los sujetos que pueden
va de la segunda definición de autoridad pública ofrecida en ser considerados como autoridad pública.
la primera sección, la cual amplía la noción para incluir a El desarrollo del concepto autoridad pública en la época
aquellos grupos o individuos que tienen el poder suficiente contemporánea sigue una lógica de continua expansión ya
para determinar la acción de otras personas, que estarían en que, desde hace algunas décadas, se ha aplicado a entida-
un estado de indefensión frente a las primeras (Vega, 2002). des, grupos e individuos que, aun no teniendo legalmente
Esta definición surge, precisamente, dentro del campo de la ninguna competencia para aplicar normas jurídicas, son
protección jurisdiccional de los derechos fundamentales, con considerados, para efecto de la protección jurisdiccional de
el objetivo de incluir en ella acciones de individuos que, con los derechos humanos, como autoridades públicas. El criterio
base en la primera definición, que es más restrictiva, no que- para tal atribución de autoridad pública a sujetos no estatales
darían incluidos dentro del concepto de autoridad pública; por se justifica argumentando que éstos se encuentran en una
ejemplo, en México, dentro de la Suprema Corte de Justicia posición de hecho tal que, en un sentido extralegal, tienen
de la Nación en 1935, y en Colombia, cuyo caso es el más el poder frente a otros individuos para obligarlos a realizar
importante y mejor definido. Por tanto, las violaciones contra alguna acción. Es posible observar que en esta relación hay
derechos fundamentales que se cometan no podrían ser direc- una posición de supraordinación entre ambos sujetos, que
tamente corregidas y anuladas por el Estado (Estrada, 2000). deja a los subordinados sin medios de defensa, jurídicos o no,
Aunque esta última forma de concebir a la autoridad pú- que resulten efectivos. Por esta razón, la extensión de la pro-
blica amplía y posibilita nuevos sectores para la protección tección jurídica en estos casos es vista como una necesidad,
de los derechos fundamentales más allá de las violaciones y extensión que implica, para ser aplicable jurídicamente, un
actos cometidos por instancias estatales, procede en su con- nuevo concepto de autoridad pública más amplio (Estrada,
tra una crítica que se basa en la apropiación del estado de la 2000; Vega, 2002).
definición de lo que es una autoridad pública. Hay que tener en cuenta que estos últimos avances no
Si bien se acepta que no solamente el Estado puede vio- son actualmente aceptados por la mayoría de los Estados y
lar los derechos fundamentales —los sujetos con poder, de de los órdenes jurídicos: todavía impera la visión tradicional
hecho, también pueden ser responsables de estas violacio- moderna de que el poder solamente puede ser ejercido de
nes—, la determinación de la violación, su alcance y la forma forma socialmente reconocida a través de las competencias
de resarcir a las víctimas continúan siendo responsabilidad legales. Por tanto, aún nos encontramos frente a una lucha
estatal. Son las cortes y los tribunales constitucionales —con entre dos maneras distintas, y con distintos efectos, de con-
base en los textos jurídicos y los desarrollos jurisprudenciales cebir a la autoridad pública. Esta nueva teoría amplía de
que interpretan y utilizan para justificar sus decisiones— los manera importante el concepto de autoridad pública y tiene
encargadas de definir los contenidos de los derechos funda- consecuencias de gran alcance en un campo tan importante
mentales (Bourdieu, 2000; 2007). como en el de la protección de los derechos fundamentales.
Siguiendo cualquiera de las dos definiciones, las concep- Adoptando un concepto ampliado de autoridad pública se
ciones distintas de la autoridad pública que provienen de pueden reconocer como violaciones a los derechos humanos
formas comunitarias no estatales (por ejemplo, las que pro- no solamente aquéllas cometidas por el Estado, sino también
vienen de las comunidades indígenas) se encuentran excluidas aquéllas cometidas por quienes ejercen un poder de hecho,
de una participación directa en la determinación de lo que contrario a lo que sucede si se sigue una teoría tradicional.

Autoridad pública 55 a
Esta ampliación de los sujetos que pueden ser considera- Bibliografía
dos como autoridades públicas para efecto de la protección
de los derechos humanos no pone énfasis en una de las Aragón, Manuel (2002), Constitución, democracia y control, México:
cuestiones que, en tiempos más recientes, ha cobrado gran Instituto de Investigaciones Jurídicas-Universidad Nacional
importancia: la disociación entre lo jurídico y el Estado en Autónoma de México.
su concepción moderna (Estrada, 2000). Incluso cuando Bloch, Marc (1958), La sociedad feudal. Las clases y el gobierno de
los hombres, Eduardo Ripoll Perelló (trad.), México: Unión
se amplía el quién puede ser considerado como autoridad Tipográfica Editorial Hispano Americana.
pública, ello se hace con una finalidad restringida: la de am- Bourdieu, Pierre (2000), Poder, derecho y clases sociales, Bilbao: Des-
pliar la protección de los derechos humanos y, sobre todo, la clée de Brouwer.
aplicabilidad de las garantías procesales (como el juicio de _____ (2007), Razones prácticas. Sobre la teoría de la acción, Thomas
amparo) a ámbitos en los cuales antes no resultaban ejerci- Kauf (trad.), Barcelona: Anagrama.
tables, que incluyan sectores no estatales. Esta ampliación Burgoa, Ignacio (1992), El juicio de amparo, México: Porrúa.
sigue subordinando la definición jurídica de lo que es au- Correas, Oscar (2003), Acerca de los derechos humanos. Apuntes para
toridad pública a su definición estatal: el concepto ampliado un ensayo, México: Universidad Nacional Autónoma de Mé-
de autoridad pública ha surgido lentamente a través de las xico, Ediciones Coyoacán.
_____ (2004), Teoría del derecho, México: Fontamara.
resoluciones judiciales (principalmente de las cortes consti- _____, coord. (2007), Derecho indígena mexicano, vol. I, México:
tucionales, como la Suprema Corte de Justicia de la Nación), Centro de Investigaciones Interdisciplinarias en Ciencias y
siguiendo su desarrollo dentro de los cauces y las categorías Humanidades-Universidad Nacional Autónoma de México,
del derecho estatal (Correas, 2004). Ediciones Coyoacán.
Uno de los trabajos más interesantes y prometedores Estrada, Alexei Julio (2000), La eficacia de los derechos fundamen-
es la reconceptualización de lo que es la autoridad pública: tales entre particulares, Colombia: Universidad de Externado
ello implicaría un cuestionamiento extenso de la identifica- de Colombia.
ción entre lo jurídico y el Estado moderno, de manera que Ferrajoli, Luigi (2000), Derecho y razón. Teoría del garantismo penal,
se ponga a discusión la posibilidad de existencia de normas Perfecto Andrés Ibáñez (trad.), Madrid: Trotta.
Foucault, Michel (2006), Defender la sociedad. Curso en el College de
jurídicas no producidas estatalmente (Correas, 2003 y 2007; France (1975-1976), François Eswald, Alessandro Fontana,
Wolkmer, 2006). Mauro Bertani (eds.), Horacio Pons (trad.), México: Fondo
Sin duda, una reconceptualización como la que se propo- de Cultura Económica.
ne se encontraría con mayor resistencia que la teoría jurídica Fraga, Gabino (1986), Derecho administrativo, México: Porrúa.
dominante, pues implica un cuestionamiento más profundo Hart, Herbert L. A. (1998), El concepto de derecho, Genaro R. Carrió
y con efectos más generales que la simple ampliación del (trad.), Buenos Aires: Abdeledo-Perrot.
concepto de autoridad pública para el efecto de la protección Kelsen, Hans (2004), Teoría general del Estado, Luis Legaz
jurisdiccional de los derechos humanos frente a particulares. Locambra (trad.), México: Centro de Investigaciones In-
Esto conduce a una concepción de lo jurídico que va más terdisciplinarias en Ciencias y Humanidades-Universidad
Nacional Autónoma de México, Ediciones Coyoacán.
allá del derecho producido estatalmente, con lo cual cam- Luhmann, Niklas (1993), “La observación sociológica del derecho”,
biaría radicalmente la manera en que, hasta el día de hoy, se Héctor Fix-Fierro (trad.), Crítica Jurídica. Revista Latinoa-
define lo que es autoridad pública. mericana de Política, Filosofía y Derecho, núm. 12, pp. 73-108.
Los casos de pluralismo jurídico son un ejemplo de fe- Sabine, George H. (2003), Historia de la teoría política, Vicente He-
nómenos actuales que nos llevan a afirmar esta posibilidad rrero (trad.), México: Fondo de Cultura Económica.
de reconceptualización. En ellos, parte de la teoría jurídica Santos, Boaventura de Sousa (2009a), Sociología jurídica crítica.
tradicional plantea que las autoridades comunitarias de los Para un nuevo sentido común en el derecho, Madrid: Instituto
pueblos indígenas tienen, con base en los sistemas normati- Latinoamericano de Servicios Legales, Trotta.
vos propios (y no los estatalmente determinados), el carácter _____ (2009b), Una epistemología del Sur. La reinvención del conocimien-
to y la emancipación social, México: Consejo Latinoamericano
de persona de derecho público y, en este sentido, aplican una de Ciencias Sociales, Siglo xxi.
nueva —y mucho más amplia— definición de autoridad pú- Suprema Corte de Justicia de la Nación (1935, 13 de septiembre),
blica en la que está implícita (al menos en parte) la discusión “Autoridad, carácter de, para los efectos del amparo”, tesis
de las autonomías originarias de las comunidades jurídicas aislada, Segunda Sala, Quinta Época, Semanario Judicial de
(Correas, 2007). la Federación, tomo XLV, p. 5033. Disponible en: <www.scjn.
Una de las finalidades de esta discusión es que posibilita gob.mx/ius2006/unatesislnktmp.asp?nius=335181&cpalpr-
una definición de la autoridad pública basada en los lazos co- m=autoridad,para,efectos,de,amparo,&cfrprm=>.
munitarios más que en la abstracción de la legalidad estatal. Touchard, Jean (1990), Historia de las ideas políticas, J. Pradera
Constituye una forma de acercar la definición y la identifi- (trad.), México: Red Editorial Iberoamericana.
Vega, Pedro de (2002), “La eficacia frente a particulares de los Dere-
cación de lo que es una autoridad pública a la participación chos Fundamentales (la problemática de la Drittwirkung der
de los individuos y a las prácticas sociales existentes (Santos, Grundrechte)”, en Miguel Carbonell (coord.), Derechos funda-
2009a; 2009b; Wolkmer, 2006). mentales y Estado. Memoria del VII Congreso Iberoamericano
de Derecho Constitucional, México: Asociación Argentina de

a 56 Autoridad pública
Bb
Derecho Constitucional, Facultad de Derecho de la Univer- desde la industria de la provisión de servicios de salud hasta
sidad Complutense de Madrid. la industria de la moda y la cosmetología. Basta mirar la te-
Weber, Max (2002), Economía y sociedad. Esbozo de sociología com- levisión para observar cómo las compañías privadas intentan
prensiva, José Medina Echavarría (trad.), México: Fondo de asociar la compra de un determinado producto al bienestar
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Wolkmer, Antonio Carlos (2006), Pluralismo jurídico. Fundamen-
de los niños, las madres, los padres y la población en general.
tos de una nueva cultura del Derecho, David Sánchez Rubio
(trad.), Sevilla: Mad. Conceptos y concepciones
La distinción entre conceptos y concepciones es importante
en el estudio del bienestar. El concepto hace referencia a un
término que es conocido pero que también es inherentemente
vago; por ejemplo, a términos tales como democracia, progreso
BIENESTAR y bienestar. Por su parte, la concepción hace referencia a una
especificidad en la comprensión de un concepto: la democra-
cia se puede definir como alternancia en el poder, separación
Mariano Rojas
de poderes, elecciones generalizadas, referéndum y muchos
más. De igual forma, el concepto de bienestar podría tener
muchas concepciones, tales como acceso a ciertos servicios,
Definición
satisfacción de necesidades consideradas como básicas, ple-
nitud humana y otras más.
El concepto de bienestar
Un mismo concepto puede tener varias acepciones; sin
Está en la condición humana el experimentar bienestar, así
embargo, el tema central en la definición de una noción es-
como el experimentar malestar. El bienestar es una vivencia
pecífica de bienestar es su relevancia para los seres humanos.
humana, le acontece a seres humanos de carne y hueso en su
Durante las últimas décadas ha adquirido preeminencia el
vida cotidiana. El bienestar le sucede a los sujetos y no a los
entendimiento de bienestar como vivencia. Así, el bienestar
objetos; por ello, el bienestar es inherentemente subjetivo, ya
deja de ser un constructo —sofisticado— de académicos,
que no puede suceder sin la presencia del sujeto que lo vive.
funcionarios públicos y expertos nacionales e internacio-
Es por esta razón que no tiene sentido hablar de un bienes-
nales, para pasar a ser la vivencia cotidiana de bienestar que
tar objetivo, pues el bienestar no está en los objetos, sino en
tienen las personas. Desde esta perspectiva, el bienestar deja
la persona que lo experimenta (Rojas, 2007; Sumner, 1995).
de ser un tema ajeno a las personas, ya que son ellas quie-
nes lo viven y lo conocen. Se vuelve innecesario —e incluso
Bienestar como fin último y motivación
riesgoso— el acudir a expertos para saber cuál es el bienestar
El bienestar es un fin último, ya que se aspira a éste por sí
de las personas.
mismo y no como medio para obtener algo más. Por ejemplo,
no se aspira al bienestar para poder comprar una casa o para
Historia, teoría y crítica
tener un ascenso laboral, ni las personas aspiran al bienestar
para casarse. Por el contrario, las personas se casan porque con
Dos grandes tradiciones dominaron por siglos la concepción
ello esperan un mayor bienestar, y es por esta misma razón
y estudio del bienestar: la tradición de imputación y la tradi-
que desean tener su casa propia y obtener un ascenso laboral.
ción de presunción del bienestar (Leite, 2007; Rojas, 2007;
Cualquier ascenso laboral y cualquier matrimonio se volve-
2014). En los últimos años ha adquirido relevancia una nue-
rían poco atractivos para las personas si éstas creyeran que
va tradición que se acerca al bienestar como vivencia de los
con ello se daría una caída de su bienestar. De esta forma, el
seres humanos y que, por lo tanto, afirma que el bienestar le
bienestar define lo que son bienes y males para las personas.
sucede a los sujetos y no a los objetos. Esta tradición postula
El bienestar también motiva la acción humana. Las per-
que el bienestar es inherentemente subjetivo, pues no puede
sonas toman sus decisiones motivadas por la consecución de
acontecer sin la presencia del sujeto que lo vive, y por ello se
un mayor bienestar; decisiones tan importantes como qué
le conoce como la tradición del bienestar subjetivo, o bien,
carrera laboral seguir, cambiar o no de ciudad de residencia,
del bienestar como vivencia.
migrar al extranjero y con quién casarse se toman con base
en la expectativa de bienestar.
Las tradiciones de imputación y presunción del bienestar
La procura del bienestar es el objetivo manifiesto de la
La tradición de la imputación parte de que es el experto
política pública, de la acción de organismos internacionales,
—por lo general un académico o comité de especialistas,
de los programas de las organizaciones no gubernamentales
pero también una organización— quien define qué es la
e incluso de las ayudas de las instituciones de caridad. El
buena vida y cuáles son sus atributos. Es con base en esta
trabajo de muchos funcionarios, expertos y consultores tiene
definición y en los atributos —observables— que el exper-
por propósito final contribuir al bienestar de la población. La
to imputa un bienestar a las personas (Nussbaum, 2011).
contribución a un mayor bienestar es también el objetivo ma-
Tanto los filósofos como los moralistas basan su posición en
nifiesto de la gran mayoría de las industrias del sector privado,

Bienestar 57 b
una argumentación convincente acerca de qué es la buena en el paradigma de progreso como crecimiento económico
vida y de cómo se obtiene (Collard, 2003). En el proceso de y de desarrollo como alto ingreso per cápita (Rojas, 2009).
imputar el bienestar de los demás, el experto está limitado Tanto la tradición de imputación como la de presun-
por aquellos atributos (posesiones y acciones de la persona) ción se basan en medir el bienestar de las personas a partir
que le son observables. Por ello, dentro de esta tradición, el de un juicio realizado por una tercera persona, con base en
bienestar termina siendo definido como una lista de atributos variables que le son observables. Esto ha llevado a concebir
observables para un tercero. Un problema con este enfoque el bienestar como un listado de atributos —posesiones, ca-
es que se define el bienestar con base en su medición, en vez rencias y acciones— y no como una vivencia de las personas.
de en su conceptualización. El énfasis se ha puesto en la medición de objetos y no en
Resulta interesante saber que muchos filósofos griegos la medición de la experiencia de bienestar del sujeto. Se ha
creían que la felicidad de una persona no podía ser evalua- llegado incluso a confundir el bienestar con sus potenciales
da mientras la persona estuviera viva, pues el capricho de factores explicativos.
los dioses griegos era tal que cualquier situación de dicha En consecuencia, dentro de estas tradiciones de presun-
o sufrimiento podía revertirse en un instante (McMahon, ción e imputación, el bienestar se ha medido en el mundo
2006). Esta creencia dejaba fuera de cualquier posibilidad de los objetos, lo cual resulta paradójico, pues el bienestar es
el que la persona juzgara su vida. Por ello, esta tradición de un asunto de seres vivos.
imputación sustenta la práctica de que sean otros quienes También en estas tradiciones de presunción e imputación
terminen juzgando el bienestar de los demás. Esos otros ba- proliferan los listados de variables que se consideran como
sarán su juicio en su propia definición de bienestar y en lo factores constitutivos del bienestar; además, se corre el riesgo
que pueden observar de los demás: lo que las personas poseen de que este listado refleje más los intereses, valores y perspec-
(activos) o no poseen (carencias) y lo que hacen o dejan de tivas de quien los propone que aquéllos de cuyo bienestar se
hacer (Sen, 1985; 1987). está hablando. Por ello, se ha dicho que estos listados reflejan
Es dentro de esta tradición de imputación donde se más el alma de quien hace el juicio que el bienestar de aque-
ubican los estudios de bienestar en los que un comité de ex- llas personas a las que el juicio hace referencia.
pertos es nombrado para proponer los criterios que midan
el bienestar de las personas, y donde luego se clasifica a las El bienestar como vivencia. Experiencias esenciales de bienestar
personas en grupos de alto, medio y bajo bienestar a partir de La tradición del bienestar como vivencia —también cono-
la información que se observa. Este enfoque predomina en cida como tradición de bienestar subjetivo— afirma que el
los estudios de marginación, en los que no se consulta a las bienestar relevante para los sujetos es aquél que experimentan
personas sobre su propia evaluación de vida. De igual forma, todos los días y que, por ello, no les es ajeno. Es este bienes-
este enfoque ha predominado en los llamados regímenes de tar como vivencia el que a las personas les resulta familiar;
bienestar, donde el énfasis se pone en el acceso de la pobla- es por ello que entienden y pueden conversar extensamente
ción a un largo listado de servicios y coberturas. acerca de su situación de bienestar y de si la están pasando
La segunda tradición es la de presunción del bienestar. Se mal o bien, y en qué grado, pues está en la condición humana
basa en la propuesta de teorías disciplinarias que asocian el experimentar bienestar y malestar.
bienestar a alguna variable clave de la disciplina; por ejem- A grandes rasgos, puede hablarse de cuatro tipos de ex-
plo, la disciplina económica gira en torno a la explicación periencias esenciales de bienestar que los humanos pueden
de variables que miden el poder de compra o capacidad de vivir: primero, las experiencias sensoriales asociadas al dolor y
consumo de las personas. El ingreso —tanto personal como al placer. Está en la condición humana distinguirlos, e incluso
nacional— adquiere una enorme relevancia para la disciplina diferenciar intensidades. Los cinco sentidos —tacto, olfato,
económica y, con ello, se tiende a asumir que la relación entre gusto, vista, oído— juegan un papel fundamental para tener
el ingreso y el bienestar de las personas es muy cercana, al estas experiencias de bienestar. En distinto grado, los olores,
punto que se llega a creer que el ingreso es la mejor variable sonidos, texturas, sabores y visiones pueden clasificarse como
para estimar el bienestar de los seres humanos. Este sesgo placenteros o dolorosos. El placer contribuye al bienestar, y
disciplinario no es exclusivo de la economía; por ejemplo, el dolor, al malestar, por ello, a no ser que medien circuns-
la ciencia política tiende a centralizar su estudio en facto- tancias especiales —como la existencia de consecuencias de
res como el ejercicio del voto, la transparencia electoral y la mediano y largo plazo— los seres humanos tienden a evitar
separación de poderes, incluso se llega a creer que éstas son el dolor y a acercarse al placer.
variables fundamentales para el bienestar de las personas. El Segundo, las experiencias afectivas asociadas a la viven-
listado específico y la importancia de cada uno de los factores cia de emociones y estados de ánimo. Una frase popular dice
depende más de la inclinación y énfasis disciplinario del ex- que los seres humanos no son de piedra, que tienen corazón.
perto, así como de sus valores y perspectiva. Por ejemplo, en el Las personas experimentan de manera cotidiana muchas
estudio de la pobreza ha predominado una visión económica emociones y estados de ánimo, tales como preocupación,
que asume una relación muy cercana entre bienestar e ingreso tristeza, ansiedad, soledad, miedo, irritación, ira, angustia,
(Rojas, 2015). De igual forma, esta tradición es dominante vergüenza, aburrimiento, envidia, depresión, amor, cariño,

b 58 Bienestar
aprecio, orgullo, entusiasmo, alegría, etcétera. Con no mucha en esa ciudad y de haber comprado una casa en la zona; po-
creatividad, los psicólogos han clasificado los afectos en po- dría incluso llegar a pensar que es una fracasada y que no le
sitivos y negativos; puede hablarse en términos generales de está dando a sus hijos el tipo de vida que desea para ellos. En
vivencias de gozo y de sufrimiento, las primeras contribuyen general, todas estas experiencias contribuyen a que la persona
al bienestar y las segundas, al malestar. A no ser que medie no esté a gusto consigo misma, que esté insatisfecha con su
alguna circunstancia especial, las personas buscan acercarse vida y que afirme ser muy infeliz.
a las experiencias de gozo y alejarse de las de sufrimiento. Como puede observarse, este tipo de experiencias las
Tercero, las experiencias evaluativas asociadas a la capa- tienen todas las personas, todos los días. Las experiencias
cidad humana de plantearse metas y de juzgar el alcance de pueden ser muchísimas y se dan en todas las actividades: en
las mismas. Las aspiraciones humanas pueden ser muchas el trabajo, en el oficio religioso, en el hogar, en el metro, en
y pueden diferir sustancialmente tanto entre culturas como la clase de yoga. Se dan también entre semana y en los fines
dentro de un mismo país; sin embargo, indistintamente de de semana; cuando se está solo, rodeado de seres queridos, o
cuáles sean esas metas y aspiraciones, los seres humanos son cuando se es parte de una multitud en un estadio de futbol.
capaces de evaluar su desempeño en el alcance de sus pro- Al final, son experiencias de bienestar que viven todos los
pósitos y aspiraciones. Dependiendo de la importancia que seres humanos en su vida cotidiana.
la persona asigne a las metas que se ha propuesto y del nivel
de realización o alcance de éstas, se viven, con distintos gra- El bienestar como vivencia. La felicidad o satisfacción de vida
dos de intensidad, los logros y fracasos. En general, los logros Los seres humanos tienen la capacidad de realizar una sín-
contribuyen al bienestar, mientras que los fracasos lo reducen. tesis acerca de qué tan bien marcha su vida; esta síntesis se
Un cuarto tipo de experiencia, menos estudiada, es la resume en frases del tipo “estoy a gusto conmigo mismo”,
mística. La experiencia mística implica un estado de absor- “estoy satisfecho con mi vida”, “mi vida marcha bien” y “soy
ción o involucramiento total para la persona, quien alcanza feliz”. Las experiencias esenciales de bienestar constituyen el
un estado de flujo que la energiza (Csíkszentmihályi, 1996). sustrato a partir del cual la síntesis es realizada por la persona
Estas experiencias de bienestar son muy cercanas a los (Veenhoven, 2009; Rojas y Veenhoven, 2013).
seres humanos. Por ejemplo, cuando se camina con los hijos En muchos casos, la síntesis se hace a partir de eventos
en un parque de la ciudad pueden tenerse de manera simul- que generan experiencias que confluyen en su contribución
tánea muchas experiencias. Se puede experimentar placer al bienestar; sin embargo, no pocas veces los eventos generan
visual al contemplar árboles coloridos y lagos serenos, pla- experiencias en conflicto. Una persona puede estar a dieta
cer auditivo al escuchar el canto de los pájaros, el placer de y tener una meta de peso para fin de año; no obstante, un
olfatear el agradable olor de los cipreses y de sentir en el pastel de chocolate, alto en calorías, constituye una tentación
rostro el calor del sol del mediodía. De igual forma, al jugar para su paladar. En este caso la experiencia sensorial entra
en el parque con los hijos puede haber sentimientos de amor en conflicto con la experiencia evaluativa. Las circunstancias
y de orgullo. Aún más, podría pensarse que las decisiones de donde se presentan conflictos en las experiencias esenciales
haber aceptado un trabajo en la ciudad y de haber comprado de bienestar no son pocas y cada persona actúa y aprecia su
una casa en un vecindario cercano al parque son correctas, vida con base en la importancia que da a cada uno de estos
lo cual da una evaluación de logro importante de vida. En tipos de experiencias.
general, todas estas experiencias afectivas, sensoriales y eva- La capacidad de realizar una síntesis de vida es funda-
luativas contribuyen de manera favorable al bienestar, y es mental para la acción humana, ya que es ésta la que permite
bastante probable que contribuyan a que la persona esté a a las personas evaluar la conveniencia de opciones de vida,
gusto consigo misma, que esté satisfecha con su vida y que, repetir ciertas acciones y tomar decisiones.
incluso, pueda afirmar que es feliz.
No obstante, el recorrido por el parque pudo haber sido El bienestar como vivencia. Su medición
totalmente distinto. En ese recorrido la persona pudo haber Por mucho tiempo se creyó que la medición del bienestar
escuchado el ruido molesto de la música estridente que quiere de las personas debía ser realizada por comités de expertos,
llamar su atención —y la de sus hijos— para venderle cosas los cuales, se asumía, tenían no sólo el conocimiento sino
que no necesitan. La basura esparcida por todo el parque no también la autoridad para juzgar el bienestar de las perso-
sólo es desagradable a la vista, sino que también huele mal y, nas. Sin embargo, tal y como se ha argumentado, el bienestar
en el peor de los casos, puede ser una fuente de insalubridad no es un constructo académico ni un concepto complicado
que al padre le hará pasar varias malas noches —debido al cuyo conocimiento es de difícil acceso para las personas. Por
desvelo, cansancio y preocupación que puede sufrir— aten- el contrario, el bienestar —y el malestar— es una experiencia
diendo a sus hijos enfermos. Aún más, puede ser que durante cotidiana de las personas, por ello, no hay que explicarles si
el recorrido se experimente miedo a consecuencia de la tienen bienestar o no, y mucho menos llamar a expertos para
desolación del lugar; exponerse a un robo a mano armada que les digan si lo están experimentando. Las personas vi-
contribuye a la angustia. La persona podría estar frustrada ven el bienestar y por ello son la autoridad para juzgarlo. En
y considerar que ha tomado la decisión incorrecta de vivir consecuencia, la mejor forma de conocer el bienestar de una

Bienestar 59 b
persona es mediante la pregunta directa. En efecto, si lo que disfrutar de muchos estados afectivos positivos (gozo), pocos
se quiere es saber cuál es el bienestar de la persona, lo correcto estados afectivos negativos (sufrimiento) y procesos evalua-
es preguntar a quien lo experimenta. tivos favorables (logro); esto aumenta la posibilidad de que
Así, durante las últimas décadas ha adquirido relevancia estén satisfechos con su vida. Se ha encontrado que también
medir el bienestar a partir de la pregunta directa. Es común es importante disfrutar de buena salud, disponer de tiempo
preguntar acerca de la satisfacción de vida: “Tomando todo en libre y utilizarlo de manera gratificante, tener una ocupación
cuenta, ¿qué tan satisfecho está usted con su vida?”; así como que no sólo genere ingreso sino que también satisfaga necesi-
realizar otras preguntas para indagar sobre los estados afec- dades psicológicas de realización, competencia y amistad con
tivos, sensoriales y evaluativos de la persona. Dentro de este colegas y amigos, y no estar en una situación económica de
enfoque, la labor del experto deja de ser el juzgar el bienestar penuria que genere angustia y evaluación de fracaso (Rojas,
de las personas y pasa a ser el entenderlo. 2006). Los factores de entorno también pueden ser impor-
tantes; por ejemplo, se ha encontrado que ser víctima de un
Líneas de investigación y debate delito y sufrir maltrato por parte de seres queridos tiende a
contemporáneo reducir el bienestar experimentado.
La disponibilidad de una mayor información permitirá
El bienestar puede ser conceptualizado de diversas mane- profundizar en el estudio del bienestar experimentado por
ras. Sin embargo, es importante distinguir entre aquellas las personas. Bases de datos de gran tamaño permitirán es-
concepciones que son relevantes para las personas y aqué- tudiar la situación y los factores relevantes para el bienestar
llas que sólo parecen relevantes para quienes las proponen. de distintos grupos etarios. Se sabe muy poco acerca del
Una queja frecuente de los representantes políticos es que bienestar de los niños y de cómo la escuela puede contribuir
sus representados no muestran el mismo entusiasmo por los a que disfruten un mayor bienestar en el presente, así como
indicadores de bienestar que aquel entusiasmo mostrado qué tipo de pedagogías y educación contribuyen a que estos
por quienes proponen y construyen estos indicadores. En las niños tengan las destrezas y valores que coadyuven a una vida
tradiciones de imputación y de presunción se corre el riesgo adulta satisfactoria. También se sabe muy poco acerca de los
de trabajar con constructos académicos que son elegantes y factores relevantes para el bienestar de la creciente población
sofisticados, que satisfacen propiedades matemáticas, pero de adultos mayores. Estudios culturales y transculturales da-
que son ajenos a la vivencia cotidiana de las personas. El rán más información acerca de la relación entre identidad,
reconocimiento de que el bienestar relevante para las perso- cultura, valores y la experiencia de bienestar. De igual forma,
nas es aquél que éstas experimentan y de que las mediciones se hace necesario realizar una mayor investigación cualitati-
de bienestar deben reflejar la experiencia de bienestar de las va para profundizar en la comprensión de los vínculos entre
personas constituye un cambio paradigmático en el estudio diversos factores y el bienestar.
del bienestar. Este cambio plantea nuevas preguntas y abre De especial relevancia es el replanteamiento de las
nuevos retos de investigación y de acción pública. políticas públicas y programas sociales a la luz de esta reconsi-
Algunas de las preguntas que emergen son: ¿cómo medir deración de lo que es el bienestar de las personas. El enfoque
el bienestar que las personas experimentan?, ¿qué tan robusta de presunción del bienestar dio una gran importancia al
resulta ser la medición del bienestar a partir de las preguntas ingreso como un indicador, al punto de que el crecimiento
realizadas?, ¿qué tipo de preguntas deben hacerse? Ya hay al- económico llegó a equipararse al concepto de progreso so-
guna investigación al respecto; por ejemplo, la oecd publicó cial. Dentro de este paradigma, la acción pública se enfocó a
sus lineamientos para medir el bienestar subjetivo (oecd, lograr mayores tasas de crecimiento económico. Temas como
2013), la oficina de estadística del Reino Unido ya mide la productividad, la inversión, la competitividad y el capital
el bienestar subjetivo y realizó una amplia investigación al humano adquirieron una gran importancia. El enfoque de
respecto. En América Latina ya se ha discutido al respecto imputación generó un interés por listados de acceso a bienes
(Rojas y Martínez, 2012). y servicios, y la política pública se enfocó a alcanzar metas de
Algunas oficinas nacionales de estadística —incluyendo cobertura, como la de agua potable, acceso a internet, etcétera,
la de México— ya realizan la medición de la vivencia de así como a atender los largos listados de carencias.
bienestar. Ahora se dispone de una mayor información que El bienestar como vivencia destaca la importancia de los
permitirá profundizar en el estudio del bienestar y de sus fac- factores de habitabilidad en el entorno y de las habilidades
tores explicativos. La investigación pionera se realizó a partir para desempeñarse en éste. La acción pública puede contri-
de bases de datos relativamente pequeñas y, en su gran mayo- buir mediante la creación de un entorno habitable para las
ría, de corte transversal. Los hallazgos obtenidos apuntan a personas, en donde destacan factores como parques y espacios
que la satisfacción de vida y los estados afectivos y evaluativos públicos que posibiliten no sólo la recreación sino también la
dependen fundamentalmente de las relaciones humanas — interacción social y el establecimiento de relaciones humanas
en especial de las relaciones familiares—. Esto es, aquellas genuinas y duraderas. También puede contribuir mediante
personas que logran tener relaciones gratificantes de pareja, una educación que no sólo dé habilidades para insertarse
con sus hijos y con sus padres tienen una alta probabilidad de en el proceso productivo sino, principalmente, habilidades

b 60 Bienestar
para llevar una vida satisfactoria; destacan las habilidades Well-being and Quality of Life, New York, London: Sprin-
y conocimiento que sirven para relacionarse con familiares, ger, pp. 317-350.
amigos, colegas y conciudadanos (prácticas de convivencia), Rojas, Mariano e Iván Martínez, coords. (2012), La medición,
así como para hacer un uso gratificante del tiempo libre y investigación incorporación en política pública del bienestar sub-
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desarrollar comportamientos que reduzcan la exposición a y Promoción del Bienestar en América Latina, México: Foro
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Durante los últimos años ha crecido el interés por replan- Sen, Amartya (1985), Commodities and Capabilities, India: Oxford
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Bullying 61 b
ying es un anglicismo que en español se traduce como acoso y Avilés (2006) consideran que es requisito que los actos de
escolar. En este texto, ambos se usarán de manera indistinta.2 acoso sean desconocidos por los adultos para considerarlos
maltrato. Asimismo, puede afirmarse que existe consenso
Definición sobre que en el bullying hay una intencionalidad agresiva que
se presenta de manera repetitiva, en el marco de relaciones
Antes de pasar a una definición, es importante anotar ciertos asimétricas.
puntos en que el lector deberá procurar no tropezar para en- Otros elementos fundamentales sobre el concepto de aco-
tender cabalmente el término bullying: en primer lugar, la ya so escolar, según se considere quiénes y cómo se lleva a cabo
mencionada incorporación de esta palabra al lenguaje popular esta práctica de violencia en la escuela, son los actores; hay
y el consiguiente desgaste en la precisión de su significado. tres participantes: el agredido, el agresor y los espectadores.
En segundo lugar, el hecho de que, como toda categoría de Sobre los agredidos, dice Olweus que “un alumno es
análisis, requiere un acercamiento riguroso para decidir en agredido y se convierte en víctima cuando está expuesto, de
qué casos puede utilizarse como una herramienta científica y forma repetida y durante un tiempo, a acciones negativas que
no sólo como un elemento passe-partout del sentido común, lleva a cabo otro alumno o varios de ellos” (2004: 25). Según
como sucede algunas veces. En tercer lugar, que como vere- el mismo autor, por acción negativa se entiende incomodar,
mos más adelante, este constructo responde a una situación herir o causar un daño de manera intencional. Suelen ser
específica, estudiada desde una postura puntual, por lo cual muchachos con baja autoestima, introvertidos, ansiosos e
posee alcances y limitaciones inherentes a su utilización. inseguros. Su cautela y tranquilidad son interpretadas como
Si se revisa la historia, se sabe que fue tras varios casos signos de que no responderán a agresiones. Es también fre-
de suicidios de estudiantes en Suecia cuando se empezó a cuente que estos niños tengan relaciones muy cercanas o de
explicitar el problema del acoso escolar; por esto empezó sobreprotección con sus familias.
una preocupación por el fenómeno, que si bien no era nuevo, Los agresores, siguiendo aún a Olweus, pueden distin-
sí se volvió tema de interés. Algunos académicos pudieron guirse en activos y pasivos. Los activos toman la iniciativa
responder ante tal coyuntura gracias a un trabajo previo. Al en el acoso y tienden a ser belicosos no sólo con sus com-
volverse asunto público, recibió atención de los medios, del pañeros, sino en ocasiones también con los adultos. Suelen
gobierno y de sectores más amplios de la academia. ser también imperiosos, impulsivos y con una alta opinión
El Dr. Dan Olweus, investigador noruego, acuñó el tér- de sí mismos (Olweus, 2004; Harris, 2006).3 Los pasivos
mino bullying durante su estudio del fenómeno. Tomó la participan en el acoso una vez que alguien ya lo ha iniciado
raíz bully, que alude al matón, al valentón o al abusón, y al y pueden presentar rasgos tanto propios de los agresores
acto to bully, que implica intimidar o tiranizar, y creó así una como de los agredidos; incluso, no es inusual que mucha-
nueva categoría en el estudio de la violencia escolar (Monjas chos agredidos sean en ocasiones agresores. El bullying
y Avilés, 2006: 14). Según Olweus, “el fenómeno de acoso guarda una consecuencia grave para los agresores, en tan-
escolar (bullying) se puede describir como”: to que hay una correlación entre la comisión de actos de
acoso en la infancia y de actos criminales en la juventud
• comportamiento agresivo o querer ‘hacer daño’ in- y adultez, cuando los primeros no son atendidos (Harris y
tencionadamente; Petrie, 2006; Viscardi, 2011). Aunque ello no quiera decir
• llevado a término de forma repetitiva e incluso fue- que todo agresor es un potencial criminal, sí demuestra que
ra del horario escolar; la desatención de estos comportamientos a largo plazo re-
• en una relación interpersonal que se caracteriza por sulta nociva no sólo para la víctima. Una característica que
un desequilibrio real o superficial de poder o fuerza notó Olweus en sus investigaciones en escuelas noruegas
(Olweus, s.f.: 2). es que en los primeros niveles de la educación formal, los
agresores ganan popularidad entre sus compañeros, diná-
Hay autores que agregan otros elementos. El propio mica que se va invirtiendo con el paso de los años (2004).
Olweus, en publicaciones más recientes (2004), considera Finalmente, los espectadores son testigos que pueden
un cuarto elemento en el que sugiere que los casos en que variar en su reacción frente al acoso, reacción que puede
la víctima provoca al agresor también son bullying. Monjas ensalzar y alentar al acosador, ya sea por una aceptación ex-
plícita de su actitud o, al contrario, por una falta de reacción
2 El acoso escolar a veces se confunde con la violencia escolar o visible. Según Harris y Petrie (2006), estos últimos tienden
violencia en la escuela. El bullying es sólo una forma de vio-
lencia en la escuela. Cabe advertir al lector que los términos 3 Olweus (2006) señala, ante la difundida noción de que los
violencia en las escuelas y violencia escolar no son sinónimos. El agresores esconden una autoestima baja, que sus propios es-
segundo describe la violencia estructural que ejerce la escuela tudios y los de Pulkkinen y Tremblay (1992) no encuentran
en tanto parte de un sistema sobre los miembros de la comuni- evidencia al respecto. Hay, por otro lado, informes como los
dad escolar. En este caso, ningún término se subordina al otro, de O’Moore y Kirkham (2001) que, con análisis elaborados a
sino que refieren fenómenos simultáneos en el espacio escolar. partir de grandes muestras de población, reportan lo contrario.
El bullying, en cambio, es un tipo de violencia en la escuela. No parece haber un consenso aún a este respecto.

b 62 Bullying
a sentir empatía por la víctima, lo que los hace experimentar • cordialidad, interés positivo e implicación por parte
sentimientos de tristeza o impotencia al no poder ayudar a de los adultos;
la víctima. A mediano plazo, los lleva a desensibilizarse ante • límites firmes ante un comportamiento inaceptable;
el acoso, ya que abre paso a su normalización. • una aplicación consistente de sanciones no puniti-
Si bien las características presentadas por los individuos vas y no físicas por comportamientos inaceptables o
que mencionamos suelen ser previas a las conductas de aco- violaciones de las reglas;
so, pueden también aparecer después y como consecuencia • adultos que actúen con autoridad y como modelos
de éste; es decir, un muchacho con rasgos de personalidad positivos” (s.f.: 10).
distintos de los del agredido no está necesariamente a salvo
de ser agredido, aunque seguramente las desarrollaría des- Desde esta perspectiva psicológica, todo recae en un ade-
pués de serlo. Los rasgos individuales de personalidad no cuado manejo de situaciones interpersonales. Sin embargo,
garantizan que un estudiante se convierta en agresor, agre- a la par de una lectura encapsulada en espacios delimitados,
dido o espectador. Esto depende de la respuesta, buena o existen organizaciones e instituciones gubernamentales que
mala, que encuentren en el ambiente escolar de convivencia exponen el acoso escolar como un problema de índole social.
y disciplina. Lo cierto es que, ya establecida una relación de En caso de plantear el problema desde ahí, debería también
acoso, ésta acentúa los rasgos descritos y éstos, a su vez, for- interpretarse a partir de sus componentes socioestructura-
talecen la relación. les, lo que no siempre sucede, ya que el concepto mismo no
Es necesario destacar que, como los elementos hasta aquí lo permite. Aquí se encuentran algunos límites para inter-
presentados sugieren y como el mismo Olweus explica (2004: pretar una realidad desde el concepto de bullying. Éste no
25-26), la definición de bullying está construida para excluir proporciona un sustento teórico para entender el problema
otros tipos de violencia que sean ocasionales y, según sus del acoso escolar desde un espectro más amplio. Por ejem-
propios términos, “no graves”. Sin embargo, puede expresarse plo, a partir de dicho concepto no podemos entender las
con diferentes esquemas, en que tanto las formas de agresión condiciones materiales, sociales y de justicia que llevan al
como la frecuencia varían de acuerdo con las características desarrollo de fenómenos de acoso escolar. Por lo mismo, no
de agresores y agredidos. puede entonces pensarse en una intervención de índole so-
cial, sino más bien en repeticiones de un mismo programa
Alcances y limitaciones de intervención educativa en espacios limitados.
Es importante notar que, tanto por la razón que condujo
a visibilizar el acoso escolar como por los criterios de defi- Historia, teoría y crítica
nición, el protagonismo recae en personas específicas y no
en estructuras sociales. Todo el peso se enfoca en el indivi- La historia de la violencia escolar es reciente, al menos
duo; él es quien lo sufre; él es quien lo provoca; él es quien tan reciente como la escuela que conocemos hoy, si bien
lo presencia. Así nació el concepto y así es definido. En los es cierto que se tiene conocimiento de actos violentos en
escritos que trabajan con el individuo, ya sea para reconocer la escuela desde la antigua Mesopotamia y de los castigos
alguna situación de bullying, ya sea para investigar el mismo que allí se utilizaban (Galino, 1960). Es también cierto que
fenómeno o para realizar programas de intervención, resalta los conflictos estudiantiles se remontan, por lo menos, a las
el uso de listas de características de los tres actores princi- confrontaciones de estudiantes con los pobladores o con el
pales —el agresor, el agredido y el espectador—, elaboradas ejército desde el siglo xiii (Bowen, 1985). Sin embargo, las
con el fin de definirlos. Esto recuerda el uso de los listados formas de violencia que dieron lugar al concepto de bullying,
de síntomas que permiten identificar patologías; se reconoce, así como al de otros enfoques sobre el tema, tienen raíces
entonces, una perspectiva clínica enfocada en el individuo. que pueden trazarse con seguridad en la Modernidad, antes
El término bullying es muy específico como categoría de de volverse demasiado difusas. El cambio fundamental que
análisis. Es importante reconocer esto porque de aquí derivan traen los siglos xviii, xix y xx occidentales es la creación
tanto sus alcances como sus limitaciones. En efecto, a partir de la propia escuela como hoy la conocemos, es decir, como
de éste se pueden identificar y clasificar situaciones de aco- territorio encapsulado que busca, con sus propias verdades y
so, así como pensar y diseñar intervenciones muy específicas dinámicas, crear un espacio de excepción en la sociedad y que
enfocadas en la responsabilidad y margen de acción de las sería escenario de los eventos violentos. Si bien antes hubo
personas en un ambiente escolar limitado a las cuatro paredes instituciones educativas, fue a partir de las ideas ilustradas
de una institución escolar, por ejemplo. Olweus no sólo teo- que la escuela contemporánea conformó su formato escolar.4
rizó y categorizó el fenómeno, sino que también realizó una
propuesta de programa de intervención en el que destacan
los principios siguientes para “la creación de un ambiente es- 4 La noción de formato escolar tiene sus antecedentes en otras
colar —e idealmente también del hogar— caracterizado por: dos: cultura escolar ( Julia, 1995) y gramática escolar (Tyack y
Cuban, 2001). Referirse a cada una supone aludir a discusiones
y matices que se relacionan con la perspectiva y los propósitos
de cada autor. Sin embargo, se puede decir, de modo general,

Bullying 63 b
A continuación, se delinean brevemente sólo tres elemen- zara a existir a partir de su conceptualización. En México ya
tos propios de la escolaridad moderna, rescatados de Pineau se presenciaban escenas de acoso escolar en las escuelas antes
(1999), con ellos se pretende sentar las bases para explicar de que pudieran ser nombradas. Sin embargo, su visibiliza-
cómo se conformó la violencia escolar como objeto de estu- ción ha permitido reflexionar y construir ciertos modelos de
dio. Primero, la escuela se volvió una institución pública, es intervención. Hay que contextualizar el pensamiento y la
decir, a cargo del gobierno, que buscaba atender a los futuros racionalidad de los siguientes argumentos; que un tema tal
ciudadanos. El respaldo otorgado por el Estado garantizó la como el acoso escolar provenga de un país como Noruega
legitimidad de las acciones emprendidas para reunir gene- se debe a que existe un contexto socioeconómico y cultural
raciones enteras bajo un mismo esquema de conocimientos que permitió su estudio. Enfocarse sobre una temática tan
transmitidos intramuros, así se creó un espacio donde se pu- específica, que no se basa en problemas más apremiantes, ya
diera desarrollar un tipo específico de violencia, con actores sea de injusticia o desigualdad, es posible sólo cuando cues-
y relaciones únicas, que, por surgir en un espacio de carácter tiones más urgentes han sido ya solucionadas. Ciertamente,
nacional, sería de interés público y social. en Noruega ya no había problemas con la masificación del
En segundo lugar, la legitimidad de las acciones se ex- acceso y permanencia en la escuela; podía agregarse a la agen-
tendió necesariamente a la intención de intervenir sobre el da un nuevo tema, que antes no era prioritario, para mejorar
comportamiento de los estudiantes, de guiarlos no sólo hacia las escuelas en el ámbito de la convivencia.
ciertos conocimientos, sino también hacia ciertas nociones Desde este contexto, el trabajo sobre el acoso escolar
morales. Con esta intención, se instituyó una escuela que se hizo público y tuvo un amplio alcance, ya que permitió
pretendía apartarse de la sociedad y que, mediante el confi- que en otros países, como el nuestro, que aún no se habían
namiento en las aulas, evitaba la permanencia de los niños en adentrado en el estudio del tema, pudieran comprender
entornos no controlados, que podrían permearlos de concep- parte de los acontecimientos violentos que sucedían en sus
ciones nocivas sobre el modo en que es correcto comportarse recintos escolares. México, sin embargo, era aquejado por
con el prójimo. Aquí reencontramos ambos elementos: la otros problemas no resueltos: aún había que pensar en que
posibilidad de violencia escolar dada por el confinamiento se matriculara el 100% de los niños y niñas, la permanencia
de grupos de niños y la importancia de estudiarla porque escolar era (y es) otro tema pendiente, al igual que la justicia y
irrumpe en un espacio que —se supone— carece de influen- la igualdad, puntos neurálgicos en la construcción del ámbito
cias indeseables. Ya que la escuela cumple con una función educativo formal. El acoso escolar aparece, entonces, como
social, exige una reflexión de los académicos sobre su rumbo un tema “más sencillo” para ser abordado, en el sentido de
y sobre lo que sucede en ella. que —desde su definición— no implica una visión estructu-
En tercer lugar, se encuentra la necesidad de conocimiento ral del fenómeno educativo y, por lo tanto, las intervenciones
específico para orientar la operación de los establecimientos para evitarlo, tampoco; no obstante, no puede olvidarse que
escolares, que hizo surgir materias de estudio especializadas en el acoso escolar es un problema entre muchos otros.
lo educativo, desde ramas específicas de la psicología, la socio- Además de las tres condiciones necesarias que se pre-
logía y la filosofía, hasta nuevas áreas de conocimiento, como la sentaron al principio para identificar el acoso escolar, hay
pedagogía o la didáctica. La existencia de este tipo de campos numerosos conceptos entretejidos en torno a este constructo,
de conocimiento, junto con el respaldo estatal, permitieron y sus relaciones pueden llegar a ser confusas. Abordaremos
que existieran las condiciones cognitivas e institucionales para algunos de los más relevantes, con la intención de establecer
reconocer, comenzar a estudiar y, posteriormente, intervenir sus límites y evitar confusiones.
en las primeras etapas de la contemporánea violencia escolar. Atendiendo al marco más general del acoso escolar, es
Lo anterior sucedió en la década de 1970, con los estudios del importante referirnos a la violencia en la escuela. Se trata
Dr. Olweus en Noruega. de un fenómeno más amplio que el bullying, que sólo es
Pero, ¿cuál era el contexto en que este concepto llegó a una de las posibles formas de violencia escolar. En térmi-
México? Como ya se dijo, no es que el acoso escolar empe- nos generales, la violencia en la escuela denota cualquier
acto de violencia que estalle dentro del recinto escolar o
en sus inmediaciones, y necesariamente tiene como prota-
que las tres nociones se refieren a formas de organización del gonistas a los miembros de la comunidad escolar. Bullying
tiempo y espacio escolar, las cuales incluyen prácticas, normas
y modos de relación de los sujetos, sedimentadas a lo largo de
indica sólo los modos de violencia con las características
la historia de la escuela y los procesos de escolarización, y han descritas en el apartado anterior: intencionalidad, cons-
definido a la escuela como la conocemos. De ese formato da tancia y desequilibrio de poder entre pares.
cuenta por ejemplo, la caracterización que hace Trilla (1985), En el marco de la violencia en la escuela, aparece también
en la que la escuela: es una realidad colectiva; está ubicada en el conflicto. El conflicto no es bullying, aunque bullying sí es
un espacio específico; supone actuación en unos límites tem- conflicto. En el lenguaje coloquial, ambos términos podrían
porales determinados; define los roles de docente y discente; parecer intercambiables. Incluso suele llamarse conflicto al
predetermina y sistematiza contenidos; lleva a cabo una forma acto violento, a la pelea en que se involucran los escolares,
de aprendizaje descontextualizado. Afirma Trilla que así es la como en: “Señora directora, hubo un conflicto entre dos
escuela en sí misma.

b 64 Bullying
alumnos de tercero; se golpearon en el patio”. En el léxi- en el discurso educativo de la definición que se establece a
co especializado, existe una diferencia. Los conflictos son partir del sentido común.
los desacuerdos producidos cuando se encuentran distintos
puntos de vista o criterios, y no implican necesariamente el Líneas de investigación y debate
uso de la fuerza. Los conflictos son naturales en la conviven- contemporáneo
cia humana y suceden también fuera de la escuela. Discutir
con un amigo sobre la ruta para llegar a una reunión es En torno al estudio de la violencia en la escuela se han arti-
un conflicto. Si el conflicto es solucionado por consenso y culado tres grandes campos de investigación que toman como
con la ayuda de un mapa y del informe vial, puede afirmarse objeto de estudio distintos elementos de esta violencia y que
que fue resuelto de manera pacífica y productiva. Sólo cuando difieren en sus métodos y construcciones teóricas y concep-
se recurre a la imposición forzosa de un punto de vista para tuales. Hay, además, numerosas líneas de investigación que
resolverlo, puede decirse que se ha llegado a la violencia; en específicamente pretenden identificar los vínculos entre la
tanto que esta imposición supone obligar al otro a actuar violencia en la escuela y otros factores de los entornos social,
en contra de sus convicciones o de su voluntad, necesita ser familiar o comunitario. Los campos generales de estudio son:
respaldada mediante la coacción, sea de la fuerza física o
por vías emocionales, verbales y psicológicas, lo que siempre a) Bullying. Concepto nacido en Noruega y con am-
causa un daño. plia difusión en México y en el resto del mundo;
Como se dijo anteriormente, el bullying se define como se concentra en aspectos psicológicos de quienes se
una conducta que tiene la intención expresa de causar daño, involucran en situaciones de acoso escolar entre pa-
así que no depende necesariamente del surgimiento de un res (Carrillo y Prieto, 2013).
conflicto. El acoso suele surgir sin ninguna provocación por b) Convivencia. Su investigación es particularmente
parte del agredido. A veces, incluso, puede premeditarse un fuerte en España y Argentina desde la década de
conflicto artificial para que el agresor lo use como excusa y 1990; en México se comenzó a estudiar a partir de
justifique su acoso sobre el agredido. la década del 2000. Según Furlán, analiza las re-
La categorización del acoso escolar, según sus formas, laciones entre pares o con adultos en el marco de
atiende a los medios por los que el agresor ejecuta el aco- la escuela como espacio de encuentro. Este autor
so sobre el agredido. Grosso modo, pueden considerarse las considera a la convivencia como “la situación y al
siguientes formas: las físicas, que son directas cuando se mismo tiempo la vía para que se produzca el apren-
agrede a la persona —como golpear— y son indirectas dizaje de valores en términos de acción” (2003:
cuando se dirigen a sus pertenencias —como robar, dañar o 249). Este tema suele vincularse a las teorías demo-
esconder—; las verbales, que son directas cuando implican cráticas de la educación.
insultar a la persona en su presencia o por medio de notas, c) Disciplina e indisciplina. Campo escasamente vi-
mensajes de texto o correos electrónicos dirigidos a ella, y sitado en México y en el ámbito internacional.
son indirectas cuando se recurre a la dispersión de rumores Tiende a enfocarse en la disciplina como la dispo-
sobre la persona; la social, que es la exclusión de la persona sición para construir aprendizajes, y en la indisci-
de uno o más grupos. plina como “episodios que dificultan el trabajo de
Un estudiante puede ser víctima de una o más formas de enseñanza” (249). Sus definiciones se traslapan con
acoso al mismo tiempo. Todas las formas, físicas o no, causan las de convivencia y violencia en dos sentidos: por
daños emocionales y psicológicos que pueden trasladarse a un lado, hay casos en que las conductas disruptivas
otros ámbitos, como los grupos de interacción del niño o el de la enseñanza pueden ser también conductas de
espacio cognitivo. violencia entre pares; por otro, para quienes con-
Las diferencias en cuanto a las características de las for- sideran que la escuela no enseña sólo contenidos,
mas de acoso escolar son particularmente evidentes según el sino también moral en tanto formas de convivencia,
género: la tendencia entre los chicos es estar más expuestos toda conducta violenta es una interrupción que va
al acoso físico directo, ejercido de manera abierta y explícita en contra de los principios mismos de la enseñanza.
ante el grupo, mientras que las chicas se hallan más expues-
tas al acoso verbal indirecto y al social. Los hombres son La mera existencia de estos campos constituye ya un
también los principales agresores, tanto de otros hombres, punto del debate contemporáneo, debido a que los últimos
como de mujeres. dos mencionados están en construcción y sus límites pueden
Ya que han quedado expuestas, de modo general, las ser difusos. Aunque poseen núcleos de proposiciones fun-
características del bullying, es importante insistir sobre un damentales, la cercanía entre sus objetos de estudio como
punto mencionado al principio. Las limitaciones del término elementos comunes de la realidad de la violencia en la es-
y la perspectiva que lo origina no lo hacen problemático en cuela coloca a los campos en un constante intercambio de
sí mismo, no obstante, es importante insistir en que se debe realidades y temas.
diferenciar bien el uso que pueda hacerse de este término

Bullying 65 b
Las líneas específicas de estudio pueden compartir algu- poca accesibilidad en lugares remotos, por ejempli-
nos aspectos con los campos anteriores, pues suelen abordar ficar brevemente. La consecuencia puede ser impo-
la relación entre la violencia en las escuelas y otros fenómenos sibilitar la permanencia en el sistema educativo a
que, si bien no conciernen directamente al fenómeno de acoso sectores enteros de la sociedad.
escolar, forman parte de la realidad social en que se desenvuel- d) Poder. Es una línea muy cercana al campo de Dis-
ve este tipo de violencia en la escuela. Por esto, se presenta a ciplina e indisciplina y al estudio de la didáctica.
continuación una recopilación —no exhaustiva pero sí in- Aborda las relaciones de poder desde perspectivas
formativa— de los problemas que permitan aprehender más predominantemente foucaultianas. Se estudia la es-
aspectos de la realidad escolar:5 tructuración de jerarquías y el uso de tecnologías
del control dentro de la estructura escolar. Una ver-
a) Consumo de drogas. Se revisa la relación entre el con- tiente de esta línea se enfoca en cuestiones estruc-
sumo de drogas legales o ilegales y la comisión de turales de violencia institucional.
actos violentos cuando éstas se convierten en nece- e) Construcción de identidades. Entiende la identidad
sidades para los individuos. Se estudia a las drogas no como un atributo aislado del sujeto, sino con
como factor de violencia entre los miembros de una dimensión colectiva, y busca los elementos que
la comunidad, pero también se considera el hecho permean tal dimensión en el entorno social. Esto es,
de que el consumo de drogas es un aprendizaje que cómo la cultura en que se desarrollan los estudian-
puede suceder dentro del espacio escolar y que en sí tes le empuja a mantener relaciones de algún nivel
mismo representa una conducta de violencia auto- de violencia con sus pares. En esta línea se cuentan
dirigida. Esta línea aborda uno de los problemas de estudios en las categorías de medios, diversidad y
más veloz crecimiento en tanto que los jóvenes son género.
el principal grupo de consumo. f ) Propuestas de intervención. Recupera y sistematiza
b) Narcotráfico. Tema emergente en México, no en información sobre el diseño, aplicación y resultados
cuanto a su existencia, sino en cuanto a la recien- de proyectos de intervención.
te atención que le han dedicado los investigadores. g) Políticas públicas. Analiza los proyectos de dependen-
Esta línea indaga los modos en que la violencia y la cias gubernamentales. En este rubro, confluyen pro-
cultura originadas en los grupos de narcotraficantes yectos de tres tipos: los educativos impulsados desde
se desplazan a los espacios escolares. Según Benítez, el sector educación; los de seguridad escolar, desde el
González e Izunza (2013), la violencia relacionada sector de seguridad pública, y los promovidos desde
con el narcotráfico posee tres vertientes que se rela- el sector salud.
cionan con la escuela: las balaceras en entornos es-
colares; las extorsiones, secuestros y robos dirigidos Han quedado fuera de este listado algunas líneas de in-
a docentes, y la exaltación por parte de los estudian- vestigación, como las que conciernen a la convivencia por
tes de los símbolos del narcotráfico. El peligro de medio de las nuevas tecnologías o las que tratan acerca de
la narcoviolencia radica fundamentalmente en este los menores infractores, pero las expuestas son suficientes
último punto, en la medida en que promueve entre para demostrar la complejidad del entramado de objetos de
los estudiantes la violencia como una forma de vida. estudio secundarios y, con ellos, la multifactorialidad propia
c) Exclusión. Esta línea muestra dos dimensiones su- de la violencia en la escuela. Aunque el concepto y estudio
perpuestas en la relación entre la violencia y la ex- del bullying se limita a los factores más inmediatos al sujeto,
clusión: por un lado, la exclusión como forma de el fenómeno mantiene relaciones necesarias con su entorno
violencia entre los individuos; por otro, la exclusión más amplio.
como forma de violencia del sistema. En ambos ca-
sos, la diversidad se identifica como el motivo de Consideraciones finales
exclusión. Para la violencia intersubjetiva, la dife- De los muchos problemas que se vinculan a las situaciones
rencia representa el motivo que dispara la exclusión de acoso escolar, desde los de control del grupo hasta los de
de individuos específicos de los grupos conforma- daños psicológicos, el más grave probablemente sea que “en
dos dentro de la escuela. La violencia sistémica realidad, afecta a nuestros principios democráticos fundamenta-
viene del no reconocimiento de la diferencia en la les […] ¿Qué opinión sobre los valores sociales se formará un
planeación y estructuración del sistema educativo, estudiante que es objeto de las agresiones repetidas de otros
el monolingüismo en los programas de estudio, alumnos sin que los adultos intervengan? Lo mismo puede
las construcciones no aptas para distintos tipos de preguntarse sobre los alumnos a quienes, durante periodos
cuerpo, la carencia de perspectiva de género o la prolongados de tiempo, se les permite que hostiguen a otros
[…]” (Olweus, 2004: 69). Desde esta perspectiva social, es
importante señalar un riesgo en la tipificación de la violencia
5 Las líneas aquí presentadas fueron recuperadas de Furlán, 2003; como propia de los individuos. La criminalización de los jó-
2013.

b 66 Bullying
Cc
venes puede ser una respuesta fácil, y hasta lógica, al ignorar O’Moore, Mona y Colin Kirkham (2001), “Self-Esteem and Its
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llamadas antropogénicas— muy probablemente desempe-

Cambio climático 67 c
ñan un papel importante en el calentamiento global que se industrializadas se comprometieron a reducir las emisiones
observó a lo largo del siglo pasado. de gei y a transferir recursos financieros y tecnológicos para
Las principales consecuencias del cambio climático son el que los países en vías de desarrollo también puedan disminuir
aumento del nivel de los mares, los cambios radicales en el pa- la contaminación ambiental.
trón de la precipitación pluvial, importantes transformaciones Entre otros asuntos ambientales de primera importancia,
en la agricultura, el traslado de cultivos hacia los polos, mo- en Río de Janeiro nació la Convención Marco de las Naciones
dificaciones en la localización de las zonas donde se ubican Unidas sobre Cambio Climático (cmnucc) con el fin de es-
las enfermedades y la aparición de refugiados ambientales. tablecer un régimen multilateral de mitigación de emisiones
Dichos cambios del clima generan enormes consecuencias de los gei. Su objetivo principal es reducir las emisiones de
económicas, sociales y políticas. Sin embargo, este texto sólo los gei, principalmente el bióxido de carbono, y, para ello, se
se enfocará en el problema del cambio climático como un negoció un tratado conocido como Protocolo de Kioto (pk).
objeto de estudio para las ciencias sociales y, en particular, El mecanismo de reducción propuesto por el Protocolo
en su vínculo con las relaciones internacionales y con las se basa en el principio de responsabilidades comunes, pero
políticas públicas. diferenciadas, entre los países. Lo anterior implica aceptar
La importancia del cambio climático como asunto políti- que las naciones desarrolladas son las principales responsables
co en el ámbito global se deriva del hecho de que éste afecta por el cambio climático, dado que son las que, en el pasa-
directamente la posibilidad de crecimiento de todas las áreas do, contaminaron el mundo al haber quemado demasiadas
de la economía. Además, plantea un problema muy compli- energías de origen fósil, como el carbón, el petróleo y el gas.
cado en el ámbito internacional: el de la justicia. ¿Cuáles son La filosofía del Protocolo de Kioto es que los países
los países que pueden crecer, en el futuro, y en qué grado? industrializados se hallan en condiciones de financiar las
La complejidad de la cooperación radica en que se tra- nuevas tecnologías de energías limpias y renovables para
ta de establecer un mecanismo en el ámbito mundial, que que los países en vías de desarrollo no repitan el proceso de
podría definir el tipo de desarrollo y ponerles límites a los industrialización contaminante. Lo anterior implica que las
niveles del crecimiento económico en el mundo. Las dificul- naciones desarrolladas asuman el compromiso de pagar los
tades políticas aumentan aún más porque la solución para costos de la descarbonización no solamente de sí mismas,
el cambio climático debe ser necesariamente de naturaleza sino también, en parte, de los países en vías de desarrollo.
global y de alcance a largo plazo. Estas características —ser Dado que los Estado Unidos —el principal contaminador
un problema global y a largo plazo— convierten a las políticas y, en aquel momento, responsable por emitir una cuarta parte
de cooperación sobre el cambio climático en un asunto muy de las emisiones de gei en el mundo— se muestra reticen-
complejo. Otro elemento importante en torno a la coope- te a aceptar dicha filosofía, es el gran ausente en el tratado
ración internacional sobre el cambio climático es lo relativo mundial sobre el cambio climático. El Protocolo de Kioto se
a la capacidad diferenciada de los países para enfrentarse al firmó en 1997 y, en este mismo año, el senado de los Estados
desafío ambiental. Unidos aprobó una resolución que sostiene que Estados Uni-
dos no puede firmar ningún tratado que dañe su economía y
Historia, teoría y crítica que, además, no comprometa de la misma forma a los países
en vías de desarrollo. Como consecuencia, en 2001 Estados
El problema del cambio climático como fenómeno natural Unidos se retiró del tratado, y cuando el protocolo finalmente
empezó a estudiarse de forma sistemática y dirigida duran- entró en vigor en 2005, la Unión Europa resultó ser el actor
te los años setenta, pero fue a finales de los ochenta cuando principal que se hizo cargo de los compromisos internacio-
se identificó el efecto invernadero causado por ciertos gases nales sobre el cambio climático, asumiendo una posición de
—principalmente bióxido de carbono (co2), clorofluorocar- liderazgo en el mundo en materia ambiental (Antal, 2004).
bonos (cfc), metano (ch2) y óxido nitroso (n2o)—. El Protocolo de Kioto —que establece las normas y obli-
En 1987, el Informe Brundtland —llamado urgente al gaciones respecto de la reducción de las emisiones entre 2008
mundo que, por primera vez, utiliza el concepto del desarro- y 2012, fiel a la filosofía ya mencionada— establece que sólo
llo sustentable en el sentido de satisfacer las necesidades del los 35 países más industrializados del mundo deben asumir
presente sin comprometer las necesidades de las futuras ge- el compromiso de reducir en 5.2% las emisiones de gases de
neraciones— dio un impulso definitivo al proceso de traducir efecto invernadero. Desde el punto de vista de la cooperación
el problema ambiental del cambio climático en el lenguaje ambiental en el ámbito internacional, una de las mayores no-
propio de la política. Un año más tarde se creó, por iniciati- vedades del pk es que introduce los llamados mecanismos
va de las Naciones Unidas, el Panel Intergubernamental del flexibles como instrumentos comerciales de reducción de las
Cambio Climático. emisiones de gases de efecto invernadero. Dichos mecanis-
En 1992, en Río de Janeiro, fue tratado en la Cumbre de mos permiten reducir las emisiones no solamente de manera
la Tierra, por primera vez en la historia, el asunto del me- directa, sino también indirecta; esto es, realizar proyectos de
dio ambiente con la participación de los mandatarios de los reducción de las emisiones en otros países, con o sin compro-
principales países. En esta ocasión, los líderes de las naciones miso, y acreditarlas como propias a través de un sistema de

c 68 Cambio climático
certificación, así como crear un mercado de bonos de carbón, Bajo presión de los líderes del mundo, a finales de 2007,
una especie de permiso de contaminación mercantilizado. los Estados Unidos se comprometieron a participar en un
Los mecanismos flexibles son de tres tipos: comercio de nuevo tratado para reducir emisiones de carbón que sustituye,
emisiones, aplicaciones conjuntas y mecanismos del desa- a partir de 2012, el Protocolo de Kioto. Este compromiso —a
rrollo limpio. pesar de no incluir límites duros en la reducción de las emi-
El comercio de emisiones permite la compraventa de cer- siones y de basarse principalmente en la siembra de árboles
tificados de emisiones; las aplicaciones conjuntas permiten, que absorben el carbón— incluye medidas para preservar los
bajo ciertas reglas, cumplir las obligaciones de reducción en bosques tropicales y ayudar a los países pobres a adaptarse a
otro país, y los mecanismos del desarrollo limpio permiten una economía más verde, y debe considerarse como un pro-
certificar reducciones de emisión mediante la realización de greso en la postura de los Estados Unidos.
proyectos de mitigación que transfieren tecnologías limpias Por su parte, el gobierno de Obama ha colocado en el
a los países en vías de desarrollo. La inclusión de estos tres centro de su propuesta presidencial el asunto del cambio
mecanismos en el pk ha generado discusión al confrontar dos climático en estrecha relación con temas de primera im-
argumentos: por un lado, sus proponentes sostienen que, sin portancia, como el problema de la seguridad energética y
estos mecanismos, el pago de los costos de la reducción no el relativo atraso de los Estados Unidos en tecnologías de
sería realista y, por otro, sus críticos cuestionan la efectividad energía renovable. Con ello, el asunto del cambio climático
ambiental de estos instrumentos. ha empezado a adquirir una nueva dimensión que considera
De manera general, los puntos más contenciosos durante el desarrollo tecnológico de energías renovables como una
la negociación del pk han sido el carácter comercial de los las principales fuentes de grandes oportunidades de merca-
permisos de contaminación, la equidad en relación con el do en el futuro. Sin embargo, lo anterior de ninguna manera
Norte-Sur y las instituciones a cargo de administrar y finan- implica que los cuerpos legislativos de los Estados Unidos —
ciar los mecanismos flexibles. sobre todo el Senado— estén de acuerdo en aprobar una ley
A fin de cumplir sus obligaciones, la Unión Europea ha que ponga límites duros y precio a las emisiones del carbón.
decidido crear un mercado europeo de carbón que funciona Los intereses de la industria petrolera, carbonera y ma-
sobre la base de bonos repartidos entre los países miembros nufacturera, así como la agricultura, siguen siendo muy
de acuerdo con sus capacidades diferenciadas en cuanto al poderosos, y la generación de una ley sobre cambio climático
nivel del desarrollo. no será fácil. Hasta que no se logre una ley de esta natura-
Desde 2005 —con la entrada en vigor del pk—, el asunto leza, los Estados Unidos no estarán en condiciones de dar
del cambio climático ha recibido una fuerte retroalimen- un paso decisivo, ni en el plano nacional ni en el global, para
tación: una serie de estudios científicos han confirmado la abatir los efectos del cambio climático. En Norteamérica,
dimensión del riesgo ambiental y económico de las conse- en el nivel local, es decir, en los estados y en las grandes ciu-
cuencias del calentamiento global del planeta. dades, ocurre la mayor actividad para reducir las emisiones
El Informe Stern, trabajo esencialmente económico de los gei principalmente mediante la creación de redes de
publicado en 2006, ha desempeñado un papel vital para mercados voluntarios de carbono. En este caso, en términos
demostrar que existe la necesidad de enfrentar el cambio cli- ambientales, lo decisivo es asegurar que las ganancias obte-
mático con urgencia. Este informe sostiene que si el mundo nidas de la compraventa de los bonos de carbono se utilicen
se dispone a hacer un esfuerzo ahora, el costo de la reducción para mejorar el medioambiente.
de emisiones podría representar el 1% del pib mundial, mien- En el plano mundial, desde finales de 2009 comenzaron
tras que, en caso contrario, los sacrificios podrían implicar un las negociaciones sobre la segunda fase del Protocolo de
retroceso del 20% de la economía mundial. Kioto —el llamado Kioto II— con el fin de trazar las nue-
El informe, junto con otros factores que abogan en favor vas líneas de acción. Se espera que esta negociación defina
de la acción impostergable frente al cambio climático, ha qué países tienen obligaciones de reducir emisiones de gei,
conducido a que el principal opositor del pk, Estados Unidos, los mecanismos y las nuevas metas de la reducción. Se cree
empiece a cambiar de visión sobre sus responsabilidades en que como mínimo los principales emisores de los países en
el asunto del cambio climático. desarrollo —que pueden ser China, India, Brasil, Sudáfrica
Desde principios de 2007, el presidente de los Estados y México— también tendrán que asumir compromisos, y
Unidos comenzó a aceptar la existencia del problema del que las metas de reducción serán diferenciadas entre 80%
cambio climático, a pesar de la amplia difusión de argu- y 50% para 2050.
mentos científicos, generados en este país, que niegan el El punto de partida de las negociaciones actuales es que,
factor antropocéntrico como causa del calentamiento global. dado que la temperatura en 2012 —según un estudio de la
El cambio se ha reflejado en el hecho de que el presidente nasa— fue 0.6 °C mayor que la temperatura promedio de
George W. Bush presentó una estrategia alternativa al pk que mediados del siglo xx, si sigue la misma tendencia de incre-
consiste en crear —y, desde luego, liderar— una alianza para mento, para 2050 la temperatura sería del 3.7 °C. El objetivo
combatir el cambio climático con los países de Asia Pacífico. actual es evitar el aumento de la temperatura global de más

Cambio climático 69 c
de 2 °C y para ello se estima que es necesario reducir al me- Otros autores —Haggard, Simmons y Keohane, por
nos 50% las emisiones de gei para 2050. ejemplo— centran su atención en el estudio de las con-
La cop 21, que se realizará en París en diciembre de 2015, diciones bajo las cuales nacen, se mantienen y cambian
buscará un acuerdo vinculante que permita limitar el calenta- los regímenes internacionales (Haggard y Simmons, 1987;
miento global justamente a un nivel por debajo de 2 °C y que Keohane, 1982). Richard Little tiene una recopilación muy
se aplique para todos los países. Lo importante de esta reu- útil para el estudio del concepto de régimen internacional
nión está en que con ella se da fin a la ronda de negociaciones (Little, 1997).
post Kioto y, por tanto, habrá de obtener el instrumento que Por su parte Peter Haas propone el concepto de las comu-
lo sustituya. Las expectativas no son muchas en el sentido de nidades epistémicas para estudiar el papel que desempeñan el
alcanzar un acuerdo jurídicamente vinculante sobre objetivos conocimiento y las comunidades científicas en los regímenes.
de reducción específicos. Es más realista esperar negociacio- Este autor se refiere al estudio de las redes de científicos o
nes basadas en acciones nacionales poco armonizadas en el expertos de reconocida competencia en un tema particular
marco de un sistema de promesas de compromisos previstos que tenga relevancia para la política, con lo que toca el tema
de un sistema de revisión y control poco claras. Se espera que muy importante de la traducción de un problema científico
la vigencia de este nuevo acuerdo sea en 2030. en el lenguaje de la política (Haas, 1992).
De allí se deriva que los principales retos ya no serán fija- Como ya se ha mencionado, uno de los temas más es-
dos en el ámbito global, sino mediante un acuerdo acerca de tudiados al que se ha aplicado la teoría de los regímenes
las así llamadas contribuciones nacionales determinadas. La sin duda ha sido el medio ambiente, tanto para el caso del
diferencia entre los países, sobre todo los principales emisores, ozono como para el del cambio climático, pero también de
ha sido persistente a lo largo de las negociaciones anteriores y biodiversidad. La investigación de estos temas ha contribuido
ésta no será la excepción. No parece haber consenso en torno al enriquecimiento de la construcción teórica-conceptual.
a la extensión y al alcance de las contribuciones nacionales Dos estudios que sobresalen en la aplicación de la teoría
entre la Unión Europea y los Estados Unidos, Rusia, Japón, del régimen internacional para el caso del cambio climáti-
Canadá y Nueva Zelanda. Otro punto de discordia gira en co son el de Matthew Paterson —muy puntual en los datos
torno a que los países en desarrollo agrupados en el g77+ empíricos, el análisis, el proceso de toma de decisiones y las
China continúan sosteniendo que no aceptarán compro- líneas de negociación— y el de Oran Young, quien coloca el
misos de reducción de emisiones a menos que cuenten con régimen del cambio climático en el contexto de la gobernanza
financiación internacional para llevarlos a cabo. global (Paterson, 1996; Young, 1996; 1997).
Enfoques teóricos El concepto de gobernanza global ambiental también
Las corrientes de pensamiento más interesadas en el estu- ha sido muy desarrollado por otros enfoques desde la pers-
dio de cambio climático han sido las de tendencia liberal, y, pectiva de la sociedad civil, por ejemplo, en los trabajos de
particularmente, las relacionadas con el concepto de inter- Ronnie Lipschutz con Judith Mayer, y el de Margaret Keck
dependencia compleja (Keohane y Nye, 1977). y Kathryn Sikking.
Una de las teorías que más se ha utilizado para estudiar Desde un principio, la teoría de regímenes internaciona-
el cambio climático es la teoría de regímenes internacio- les tuvo sus críticos. Por el lado realista, Susan Strange, por
nales, que surge durante los años ochenta y constituye uno ejemplo, cuestiona la voluntad de cooperar de los Estados y,
de los desarrollos conceptuales más significativos que, en el con ello, pone serios límites al alcance de esta teoría (Strange,
marco del debate entre neorrealismo y neoliberalismo, tiene 1982). Desde la perspectiva del estudio del medio ambien-
lugar entre los académicos estadounidenses. La creación de te, es muy relevante la discusión en torno a la voluntad y
los regímenes internacionales ambientales, empezando con capacidad de cooperación en el caso de los bienes globales
el Protocolo de Montreal sobre ozono, siguiendo con el del comunes. El texto de Garrett Hardin sobre la tragedia de los
cambio climático, constituye una expresión concreta de la comunes, que sostiene que los recursos compartidos serán
interdependencia compleja. sobreexplotados, así como el libro de John Vogler sobre los
El politólogo Stephen D. Krasner define el régimen in- bienes globales en relación con el análisis de los regímenes
ternacional como un conjunto de principios, normas, reglas internacionales, son lecturas obligatorias para estudiar la
y procedimientos en la toma de decisiones sobre un asunto contaminación atmosférica en el caso del cambio climático
específico en que las expectativas de los actores convergen (Hardin, 1968; Vogler, 1996).
(Krasner, 1983). Este concepto es novedoso para las relacio- En español, Edit Antal ha estudiado a fondo el régimen
nes internacionales, ya que, en cierto sentido, sustituye otros del cambio climático desde sus orígenes y, muy específi-
instrumentos formales, como los organismos internacionales camente, la comparación de las posturas entre la Unión
y el derecho internacional. Al mismo tiempo, el concepto de Europea y los Estados Unidos desde un enfoque construc-
régimen internacional abre la puerta a la participación de ac- tivista (Antal, 2004). En cuanto al enfoque de gobernanza,
tores no tradicionales en las relaciones internacionales, como vale la pena mencionar el número especial de la revista Nor-
los no estatales, las empresas y las ong. teamérica que publica una serie de estudios realizados en este
marco conceptual (Antal, 2012).

c 70 Cambio climático
Líneas de investigación y debate recursos energéticos podría reemplazar las energías de origen
contemporáneo fósil en un futuro en términos de costos y hasta qué punto.
Lo que sí está claro es que, para estimular la generación
Tal vez la línea de investigación más importante sobre al de las nuevas tecnologías, se requiere un programa público
cambio climático como régimen internacional es la relativa que contenga estímulos económicos, beneficios sociales y que
a la capacidad de cooperación en un ámbito multilateral y, otorgue recursos. La línea de investigación sobre políticas
específicamente, en el caso de los Estados Unidos. El prin- públicas en materia de ciencia y tecnología, así como de
cipal argumento de los Estados Unidos para no cooperar regulación energética que cada país propone en función
con el Protocolo de Kioto es que los compromisos no son de sus capacidades, recursos naturales y tecnológicos, res-
válidos para todos: en primer lugar, para los principales con- ponde precisamente a esta necesidad.
taminadores como China e India, pero también para otros Ante el fracaso de avanzar el régimen internacional o la
importantes contaminadores, como Brasil y México. gobernanza en el ámbito global, los enfoques no liberales y
En este orden de ideas, la pregunta más importante sobre a menudo relativos a la política comunitaria y local han ido
el cambio climático es ¿quiénes tienen que cooperar y bajo proliferando. Éstos suelen ser críticos al crecimiento eco-
qué condiciones?, ¿qué reglas se deben fijar para después de nómico y muchas veces se identifican con la corriente de la
2012, cuando termine el protocolo de Kioto? justica ambiental, o más precisamente, climática.
Los críticos, al hacer sus cuentas en montos de emisio- En estos casos, en el centro del análisis, se encuentra el
nes, afirman que, como China a lo largo de los años ya ha hecho de que el cambio climático resulta un problema de
rebasado en emisiones a los Estados Unidos, no es posible carácter global pero de naturaleza asimétrica en el sentido
que carezca de obligaciones de reducción. Lo que no toman de que no son los mismos quienes más gases de efecto inver-
en cuenta es que la causa del cambio climático que hay que nadero (gei) emiten y quienes más sufren las consecuencias
combatir es el hombre a través de su actividad económica, de dichas emisiones acumuladas tanto histórica como geo-
y, por tanto, que las emisiones han de ser medidas no por la gráficamente. De allí que aquí, además de la mitigación,
cantidad total sino por las emisiones per capita. De esta for- cobra gran relevancia el asunto de la adaptación e incluso
ma, China, por ejemplo, queda en el lugar 122, e India en el de la resiliencia y, con ello, la dimensión del Norte-Sur del
lugar 164 en la lista de los principales emisores del mundo, problema del cambio climático. Estos enfoques tienen en
mientras que los Estados Unidos encabezan la lista tanto en común criticar la postura dominante de que, como el origen
emisiones per capita como en suma histórica. del cambio climático está en una falla del mercado, la solu-
Existen algunas señales positivas del cambio de postura ción debe buscarse en la internalización del costo de carbón
en los Estados Unidos, aunque no está claro hasta dónde en el precio de los productos y los servicios (Klein, 2015;
pueden llegar. Desde el surgimiento del liderazgo demócrata Hamilton, 2011; McKibben, 2007).
en el Senado y en el Congreso (2006), un elevado número Las visiones críticas sobre el cambio climático tienen
de iniciativas han sido presentadas sobre el cambio climáti- como premisa un concepto no utilitario de la naturaleza, una
co sin lograr hasta la fecha avances sustanciales en el ámbito relación armónica entre hombre y medioambiente y recha-
federal; sin embargo, en el local sí puede observarse adelan- zo a fenómenos inherentes del sistema capitalista, como el
tos: el estado de California, en septiembre de 2006, aprobó consumismo y el crecimiento económico constante. Por lo
la primera ley en las Américas, que impone un límite legal anterior, estos enfoques necesariamente plantean algún tipo
a las emisiones de carbón y que tiene como objetivo reducir de límite al crecimiento económico y modelos de desarro-
en un 25% para 2020 los gases de efecto invernadero, y en un llo distintos, en ocasiones inspirados en sistemas indígenas
80% para 2050. Se han impulsado iniciativas similares tam- y comunitarios.
bién en otros estados e incluso en una serie de municipios.
Otra línea de investigación es sobre el funcionamiento Bibliografía
de los mecanismos hasta ahora implementados por el pk. En
México, ha tenido una particular importancia la implemen- Antal, Edit (2004), Cambio climático: desacuerdo entre Estados Unidos
tación exitosa de proyectos de Mecanismos del Desarrollo y Europa, México: Plaza y Valdés, Centro de Investigaciones
Limpio. Existen dudas sobre la capacidad de los gobiernos sobre América del Norte-Universidad Nacional Autónoma
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Lipschutz, Ronnie D. y Judith Mayer (1996), Global Civil Society El cambio global ha interesado a las ciencias sociales desde
and Global Environmental Governance, Albany: State Uni- sus inicios. Los clásicos de la sociología lo concibieron como
versity of New York Press. un progresivo proceso de modernización de las sociedades,
McKibben, Bill (2007), Fight Global Warming Now: The Handbook perceptible en el largo plazo multisecular, y lo describieron
for Taking Action in Your Community, New York: Holt Pa- como el tránsito de lo simple a lo complejo, del mito a la ciencia
perbacks. (Comte), de la comunidad tradicional a la sociedad contrac-
Paterson, Matthew (1996), The Global Warming and Global Politics, tual (Tönnies), de la sociedad tradicional a la sociedad racional
London: Routledge. burocratizada (Max Weber), de la solidaridad por semejan-
Strange, Susan (1982), “Cave! Hic Dragones: A Critique of Re- za a la solidaridad por interdependencia (Durkheim), de las
gime Analysis”, Internacional Organization, vol. 36, núm. 2, sociedades precapitalistas a la sociedad capitalista burguesa
pp. 479-496. (Marx), de la costumbre a la ley y, en fin, del particularismo
Vogler, John (1996), The Global Commons. A Regime Analysis, Lon- al universalismo (Parsons) (Giménez, 1995).
don: Wiley. De un modo más general, puede afirmarse que en un pri-
Young, Oran, George J. Demko y Kilaparti Ramakrishna (1996), mer momento el cambio global ha sido explicado en términos
Global Environmental Change and International Governance, evolucionistas, siguiendo las huellas de autores de fines del
Hannover: University Press of New England. siglo xix, como Herbert Spencer, Lewis Henry Morgan y
Young, Oran (1997), Global Governance. Drawing Insights from the Edward Burnett Taylor, entre otros. La evolución social se
Environmental Experience, Cambridge: Modern Institute of entiende como un proceso de cambio que comporta una se-
Technology Press. cuencia direccional.

1 Parte de este artículo retoma el trabajo realizado por el autor


en Giménez, 2005.

c 72 Cambio global
Las teorías evolucionistas fueron acremente criticadas y obra barata, acceso a recursos importantes y materia prima
entraron en receso durante las primeras décadas del siglo xx, para la exportación; 3) una semiperiferia o zona intermedia-
pero resurgieron con fuerza desde los años 1940 con autores ria más integrada al centro, constituida por países a la vez
como Leslie White (1949), Julian Steward (1977), Gerhard explotados y explotadores de la periferia.
Lenski (1966; 2005) y, sobre todo, Talcott Parsons (1966; Esta teoría es también evolucionista en el sentido de que
1971), quien acuñó el concepto de universales evolutivos especifica la tendencia direccional de largo plazo en la historia
(como la tecnología, por ejemplo) para explicar los suce- del sistema-mundo. Esta tendencia apunta, según el autor, a la
sivos estadios de adaptación evolutiva de las sociedades y profundización y expansión siempre creciente del desarrollo
mejorar sus niveles de eficiencia funcional. En la actualidad, capitalista, como expresión de la lógica mercantilista —ba-
el evolucionismo cuenta con figuras muy relevantes, como sada en el valor de cambio— en toda la economía, y aun en
Stephen K. Sanderson y su “materialismo evolucionista” las demás esferas de la vida social. Pero como todo ciclo de
(1991; 1999), y Jonathan Turner (1985; 1995), cuya teoría larga duración, también el sistema-mundo capitalista llega-
apunta a los procesos de diferenciación social provocados en rá un día a su fin para dar paso a un nuevo sistema-mundo
última instancia por el crecimiento demográfico. dominado por el sistema socialista.3
De modo general, los evolucionistas utilizan como marco Dos seguidores de esta corriente, Chase-Dunn y Hall
un esquema de grandes etapas en la evolución global, par- (1991), han tratado de fundamentar históricamente el sesgo
tiendo de los orígenes de la agricultura y terminando con el evolucionista de la teoría de Wallerstein, afirmando que por
ascenso de los Estados y la transición al capitalismo moderno milenios se han sucedido varios tipos de sistemas-mundo en
en sus diferentes fases. la historia de la humanidad, entre los cuales se pueden des-
En los años setenta, surge y se consolida lo que hoy tacar tres tipos principales: sistemas-mundo de base étnica
llamamos sociología histórica, ocupada precisamente del (fundados en el parentesco), sistemas-mundo tributarios y
cambio global entendido en una amplia perspectiva histórica, el sistema-mundo moderno. Los autores explican la transi-
y recuperando de este modo las preocupaciones iniciales de ción de un tipo a otro en términos culturales y materialistas.
la sociología clásica. Se trata de una verdadera “revolución Su modelo puede esquematizarse aproximadamente del
histórico-comparativa”, cuyos representantes más conspi- siguiente modo: emigración à circunscripción territorial
cuos fueron, entre otros, Perry Anderson (1974a; 1974b), à conflicto, formación de una jerarquía e intensificación
Michael Mann (1986; 1993) y Randall Collins (1999).2 del proceso.
Pero el autor más destacado en este campo fue, sin duda,
Immanuel Wallerstein (1983; 2003), quien elaboró un nuevo Líneas de investigación y debate
y revolucionario paradigma en sociología histórica: la teoría contemporáneo
de los sistemas-mundo (world-systems analysis), o también,
economías-mundo. Esta teoría constituye ciertamente el an- A partir de las dos últimas décadas, el cambio global ha
tecedente más cercano de la teoría de la globalización. sido interpretado y procesado en forma generalizada a través
El presupuesto básico de la teoría en cuestión es el de que de un nuevo concepto: la globalización. Este nuevo término ha
las sociedades del pasado y del presente no deben conside- ido cobrando popularidad creciente no sólo en el ámbito aca-
rarse como entidades aisladas e independientes, sino como démico, sino también en el político, en los medios masivos de
insertas en amplias redes intersocietales que constituyen comunicación y en el mundo de los negocios y la publicidad.
precisamente lo que el autor denomina sistemas-mundo, je- En la literatura académica, la globalización suele asociar-
rárquicamente organizados. El autor postula que alrededor se a la idea de interconexión e interdependencia crecientes,
de 1450 comenzó a formarse en Europa y en otros lugares cada vez más amplias y densas, entre países, regiones e ins-
un sistema-mundo específicamente capitalista. Por lo tanto, tituciones estatales y no estatales a escala mundial. “Vivimos
la Revolución Industrial del siglo xviii no marcó el inicio en una sociedad de redes”, ha dicho Manuel Castells (1999,
del sistema-mundo capitalista, como opinan muchos autores, vol. I, passim).
ya que sólo representó una fase más de la lógica inherente Ya que se trata de un concepto controvertido —como
al desarrollo capitalista que comenzó a desplazar las formas veremos más adelante—, ofrecemos aquí una definición
precapitalistas de vida social por lo menos dos siglos y me- operacional, de carácter más bien descriptivo, inspirada en
dio antes. autores como Held (1999; 2000) y Scholte (2005). En esta
El sistema-mundo capitalista o economía-mundo se fue perspectiva, la globalización podría definirse como ‘un con-
organizando jerárquicamente según el siguiente diseño: 1) junto de procesos que conducen a la extensión, intensificación
un centro constituido por países económica y políticamente e interpenetración crecientes de las relaciones económicas,
desarrollados; 2) una amplia periferia conformada por países políticas y culturales —en forma de redes de interacción,
subordinados y explotados que proveen al centro mano de interconexión e integración— por encima de las fronteras

2 Los precursores fueron, entre otros, S.N. Eisenstadt (1963) y 3 Se encontrará una excelente y amplia introducción a la macro-
Barrington Moore (1966). sociología de Wallerstein, en Aguirre, 2003.

Cambio global 73 c
nacionales, regionales y continentales’. Este carácter trans- 2004). Según Saskia Sassen, estos servicios —que no debe
fronterizo, transnacional y transregional de la globalización confundirse con los servicios al consumo— constituyen el
suele caracterizarse también como desterritorialización o sector líder de la economía mundial. Se trata de servicios
supraterritorialidad. Así, en una definición completamente altamente especializados, administrados por compañías pre-
homologable a la precedente, Scholte entiende por globali- sentes a través de sus filiales en todas las ciudades llamadas
zación “el proceso de desterritorialización de sectores muy “mundiales”, y que son subcontratadas por las corporacio-
importantes de las relaciones sociales” a escala mundial o, lo nes transnacionales, por ejemplo: servicios de contaduría,
que es lo mismo, “la multiplicación e intensificación de rela- de publicidad, de asistencia legal, de seguro, de consultoría
ciones supraterritoriales” (2005: 46), es decir, de flujos, redes administrativa, etcétera, pero sobre todo servicios bancarios
y transacciones que desbordan los constreñimientos territo- y financieros. Cabe destacar particularmente este último
riales y la localización en espacios delimitados por fronteras. sector de servicios, ya que en su ámbito se ha formado una
La globalización implica, por lo tanto, la reconfiguración especie de “economía electrónica” por la que los bancos, las
del espacio y el fin del “territorialismo” entendido como un corporaciones, los administradores de fondos y los inver-
“espacio macrosocial totalmente organizado en términos de sionistas individuales pueden desplazar enormes sumas de
unidades tales como distritos, poblados, provincias, naciones dinero de un continente a otro con un click de ratón de una
y regiones” (47). computadora. A este respecto, Saskia Sassen (2007: 92) ha
La condición de posibilidad de la globalización así en- hablado de una “financialización” de la economía, es decir,
tendida ha sido la formación de una infraestructura global del peso creciente de los criterios financieros en las transac-
constituida principalmente por las nuevas tecnologías de ciones económicas.
comunicación e información de alta velocidad —teleco- La globalización política se relaciona con el relativo
municaciones electrónicas, internet, sistema satelital, cable, desbordamiento del Estado-nación por organizaciones su-
etcétera— que permiten la operación de las redes globaliza- pranacionales como las Naciones Unidas, las organizaciones
das en la simultaneidad del tiempo real, mediante la supresión intergubernamentales y no gubernamentales (ong), el Fondo
o la reducción radical de las distancias. Es lo que suele lla- Monetario Internacional (fmi), la Organización Mundial
marse “compresión del tiempo y del espacio” (Harvey, 1990), de la Salud (oms), etcétera, a los que deben añadirse las nu-
que se usa para designar dos conceptos: 1) la aceleración de los merosas reuniones anuales de funcionarios de alto nivel en
ritmos de vida ocasionada por las nuevas tecnologías como forma de “cumbres” y de congresos. La interacción compleja
las telecomunicaciones y los transportes aéreos continentales entre estas instituciones supraestatales ha dado lugar a lo
e intercontinentales, los cuales han modificado la topología que se llama gobernanza global, que se refiere a procesos de
de la comunicación humana; 2) la alteración que todo esto coordinación política entre gobiernos, agencias interguber-
ha acarreado a nuestra percepción del tiempo y del espacio namentales y agencias transnacionales (públicas o privadas)
(Thrift, 2000: 21). para tomar decisiones de alcance mundial.
El resultado de este fenómeno ha sido la polarización Lo que tenemos de nuevo en este nivel de la globalización
entre un mundo acelerado, el mundo de los sistemas flexibles es una notable institucionalización de redes interguberna-
de producción y de refinadas pautas de consumo, y el mundo mentales y transnacionales de interacción política que se
lento de las comarcas rurales aisladas, de las regiones manu- expresa, entre otras cosas, a través de la multiplicación de
factureras en declinación, y de los barrios suburbanos social organizaciones formales, como la onu y Greenpeace, por
y económicamente desfavorecidos. ejemplo, y otras más informales, como los contactos regula-
Así entendida, la globalización es pluridimensional, y no res entre funcionarios de los bancos centrales de los países
sólo económica, aunque muchos admiten que la dimensión más poderosos del planeta o los carteles transnacionales de
económico-financiera es el motor real del proceso en su con- tráfico de drogas. Hemos pasado entonces, según McGrew
junto (Mattelart, 2000: 76). Hemos de distinguir, entonces, (2000: 132), de un sistema “westfaliano” de Estados a una
por lo menos tres dimensiones principales: la económica, la notable internacionalización de los Estados y a la transna-
política y la cultural (Waters, 1995). cionalización de la política. Lo anterior no significa, según
La globalización económica se vincula con la expansión el mismo autor, el fin de la autonomía y de la soberanía del
de los espacios financieros mundiales y de las zonas de libre Estado-nación, sino sólo su reconfiguración y redefinición,
comercio, con el intercambio global de bienes y servicios, en la medida en que en el futuro se hallarán imbricadas cada
así como también con el rápido crecimiento y expansión vez más en un sistema multi-estratificado de gobernancia
de las corporaciones multinacionales o transnacionales. global (142).
La integración económica global —cuestionada por algu- La globalización cultural suele entenderse, en primera ins-
nos historiadores de la economía como Hirst y Thompson, tancia, como la difusión a escala mundial de un conjunto de
(1999)— se vuelve particularmente visible en la red mundial productos culturales que circulan a través de las redes electró-
de los llamados servicios avanzados a la producción (producer nicas de comunicación y que son producidos, manufacturados
services), que ha sido estudiada, mapeada e incluso medida y distribuidos por un puñado de corporaciones mediáticas
recientemente por algunos equipos de investigadores (Taylor, radicadas habitualmente en los Estados Unidos, Europa y

c 74 Cambio global
Japón. Es lo que en los años 1960 se llamaba “cultura de cultural (multiculturalismo), pero también resurgencia de
masa” y actualmente “culturas populares”, no en su acepción neolocalismos y de nacionalismos inveterados.
clasista, sino en razón de la amplitud de su audiencia. Cabe En resumen, homogeneización tendencial, polarización,
aquí toda la gama de los productos llamados recorded cultu- recepción diferenciada de productos culturales masivos, hi-
re por algunos sociólogos norteamericanos (Crane, 1992), bridación intercultural: tal es el léxico básico que nos ayuda
es decir, la “cultura grabada” y por eso mismo reproducible, a descifrar el panorama complejo de la cultura en tiempos
exportable y archivada en periódicos, libros, magazines, dis- de globalización.
cos, películas, videos y otros medios electrónicos. Desde el Un aspecto fundamental de la globalización es lo que
punto de vista que nos ocupa, estos productos culturales han Saskia Sassen llama “subversión de las jerarquías escalares”
entrado de lleno en la dinámica de la globalización, desde (2007: 14). Esto significa que ya resulta insostenible la je-
el momento en que responden cabalmente al criterio de la rarquía: local/nacional/global, implícitamente centrada en el
supraterritorialidad. En efecto, escapan a la lógica de la dis- primado del Estado-nación, porque la globalización es un fe-
tancia y de las fronteras territoriales, y exhiben, en su mayor nómeno multiescalar en la medida en que se halla incrustada
parte, las características de la instantaneidad en tiempo real. a la vez en lo local (“glocalización”) y en lo nacional-esta-
Esta manera de concebir la “cultura globalizada” ha deri- tal. En efecto, por un lado, lo global se encarna en lo local,
vado, por un lado, en el tema de la “aldea global” (McLuhan) puesto que las localidades pueden insertarse directamente
que hace posible la comunicación instantánea y sin barreras en redes transnacionales o supraterritoriales, sin pasar por la
entre todos los habitantes del planeta, y por otro, en el del mediación o la jurisdicción nacional, como es el caso de las
“imperialismo cultural”, que subraya la tendencia a la homo- “ciudades mundiales”, y por otro, porque en lo global habita
geneización de la cultura a escala mundial en detrimento de también parcialmente lo nacional, en la medida en que cier-
las culturas particulares y en beneficio de los Estados Unidos tos territorios e instituciones tradicionalmente considerados
y de las naciones occidentales. Los temas de la “americaniza- como “nacionales” participan también bajo algún aspecto en
ción” y de la “macdonaldización” del mundo son derivaciones la agenda de la globalización. Según Saskia Sassen, este fe-
de la tesis anterior. nómeno implica la “desnacionalización parcial” de algunos
Pero este enfoque excesivamente mediático de la cultura, componentes de lo nacional (los bancos centrales, por ejem-
que parece responder a la óptica de los comunicólogos, ignora plo), como resultado de la interacción entre lo nacional y lo
la persistencia de las culturas particulares —que, según algu- global (2007: 51).
nos sociólogos, representan todavía la cultura de las nueve En la escala global subnacional, se destacan particular-
décimas partes de la humanidad—, minimiza su capacidad mente las llamadas “ciudades mundiales”, nudos estratégicos
de resistencia y deja en la sombra sus múltiples formas de de las redes financieras globales y de las que tienen que ver
interacción con las industrias culturales —coexistencia pa- con los “servicios avanzados” a la producción (producer ser-
cífica, conflicto, resistencia, compromiso, interpenetración, vices).
etcétera— (Giménez, 2007: 245 ss.). Más aún, en virtud Las ciudades mundiales o globales4 no se definen como tales
de una especie de etnocentrismo urbano-mediático, tiende por sus atributos particulares, como su historia, su tamaño
a confundir toda la cultura con una sola de sus especies: la o su población, sino por su interconexión con otras ciuda-
que circula a través de los medios masivos de comunicación. des, y forman en conjunto una tupida red metropolitana de
El panorama de la cultura en tiempos de globalización cobertura global. Esta red opera —sobre todo en el ámbito
es mucho más complejo. Lo que se puede afirmar con toda económico-financiero— por encima de las fronteras y de las
certeza es que la globalización —montada como está en las jurisdicciones nacionales (Friedman, 1986; Sassen, 2001; Jo-
nuevas tecnologías de información y comunicación— ha hnston et al., 2000; Abrahamson, 2004; Taylor, 2004).
provocado en primera instancia la copresencia de todas las Estas ciudades son centros donde se aglomeran las
culturas (incluidas, por supuesto, las particulares), pero no mayores compañías de servicios avanzados a la producción
de manera estática y pasiva, sino en interacción permanente (bancos, bufetes de abogados, compañías de seguro, empre-
las unas con las otras (tesis del interculturalismo). Esta inte- sas de publicidad, etcétera), juntamente con la corporaciones
racción, a su vez, ha provocado fenómenos contradictorios transnacionales más importantes a las que prestan apoyo,
y complejos como, por ejemplo, homogeneización tenden- así como las organizaciones internacionales de envergadu-
cial, pero también resistencia y polarización entre mundos ra mundial, las organizaciones mediáticas más poderosas e
culturales diferentes (Barber, 1995; Huntington, 1996); hi- influyentes, los servicios internacionales de información y las
bridización cultural (global mélange) (Pieterse, 2004), pero industrias culturales. Peter Taylor (2004) y su grupo (gawc)
también demarcación fundamentalista en defensa de supues-
tas purezas prístinas o de supuestas identidades amenazadas;
adicción generalizada a la cultura consumista mass-mediada, 4 Saskia Sassen explica que prefiere hablar de global cities y no
pero también recepción diferenciada y resignificada de ésta de world cities, porque estas últimas pueden referirse también
en contextos culturales locales (Thompson, 1995: 173 ss.); a ciudades históricamente importantes, como las capitales de
actitudes cosmopolitas o “ecuménicas” frente a la pluralidad los antiguos imperios, que en nuestros días pueden no formar
parte de la red de ciudades globales (2007: 24).

Cambio global 75 c
clasifican y jerarquizan las ciudades mundiales según su nía acceso a internet. Y mientras los europeos cuentan con
grado de conectividad, tomando como patrón de medida la el 32% del total de usuarios en el mundo, América Latina
conectividad de Londres, la ciudad más conectada del mun- sólo cuenta con el 6%, y el Medio Oriente juntamente con
do. Según las primeras clasificaciones del gawc, en América África, sólo con el 2%.5 Más aún, según un reporte de Zi-
Latina ninguna de las ciudades consideradas mundiales al- llah Einsenstein, “aproximadamente el 80% de la población
canza la categoría α, que es la más alta; y sólo la Ciudad de mundial carece todavía de acceso a la telecomunicación bá-
México y São Paulo alcanzan la categoría β. sica […]. Hay más líneas telefónicas en Manhattan que en
Por lo demás, del examen de éstas y otras formas de clasi- toda África subsahariana…” (2000: 212). Pero además “sólo
ficación de las ciudades mundiales, se desprende claramente alrededor del 40% de la población mundial tiene acceso a la
el predominio de la región Nord-atlántica como centro de electricidad” (212).
gravedad de la economía mundial. En cuanto a la “brecha económica”, un autor la sintetiza
Para concluir, cabe señalar todavía dos características lapidariamente así:
fundamentales de la globalización, que podemos sintetizar
en estas dos proposiciones: 1) la globalización tiene historia; 1.3 billones de personas, es decir, el 22% de la pobla-
2) la globalización es un proceso desigual y polarizado que ción mundial, viven por debajo de la línea de pobreza
genera ganadores y perdedores. […]. Y como consecuencia de tan severa pobreza, 841
La globalización no constituye un fenómeno dramática- millones de personas (14%) se encuentran hoy subali-
mente nuevo, como creen los globalistas radicales, sino en mentadas; 880 millones (15%) no tienen acceso a los
todo caso la aceleración de tendencias preexistentes en fases servicios de salud; un billón (17%) carece de vivienda
anteriores del desarrollo histórico mundial. Como señala adecuada; 1.3. billones (22%) carecen de agua pota-
Jhonston et al., “[…] la globalización es más bien una con- ble; dos billones (33%) carecen de electricidad; y 2.6
tinuación antes que una novedad, más bien algo que tiene billones (43%) carecen de instalaciones sanitarias en
que ver con una ampliación de escala, antes que una nueva y sus hogares (Pogge, en Held, 2000: 164).
específica forma de globalidad” (2000: 8).
Esto significa que la globalización tiene una historia y Entre nosotros, Manuel Garretón ha señalado con es-
se ha realizado por ciclos, como ya lo habían anticipado los pecial hincapié no solamente el carácter desigual de la
analistas de los sistemas-mundo, como Wallerstein. Histo- globalización, sino también su dinámica excluyente:
riadores de la economía como Hirst y Thompson (1999) han
señalado incluso que en la belle époque, es decir, en el ciclo que La exclusión fue un principio constitutivo de iden-
va de 1870 a 1914, la economía mundial estaba más integrada tidades y de actores sociales en la sociedad clásica
todavía, bajo ciertos aspectos, que en la actualidad. Según una latinoamericana, en la medida en que fue asociada a
expresión pintoresca de estos autores, los cables submarinos formas de explotación y dominación. El actual mo-
eran en esa época “la Internet de la Reina Victoria”. delo socioeconómico de desarrollo, a base de fuerzas
Esta tesis, que relativiza drásticamente la novedad de la transnacionales que operan en mercados globalizados,
globalización, ha acabado por ser aceptada incluso por los aunque fragmentarios, redefine las formas de exclu-
analistas del Banco Mundial, quienes hablan ahora de las sión, sin eliminar las antiguas: hoy día la exclusión es
“oleadas sucesivas de globalización” (Collier y Dollar, 2002: estar al margen, sobrar, como ocurre a nivel interna-
23 ss.). cional con vastos países que, más que ser explotados,
Una característica central de la globalización es su carácter parecen estar de más para el resto de la comunidad
polarizado y desigual; la consideración de esta característica es mundial (Garretón, 1999: 10).
fundamental para cualquier acercamiento crítico al fenómeno
que nos ocupa. En efecto, no todos estamos conectados por El concepto de globalización ha sido objeto de un in-
internet, ni somos pasajeros frecuentes de las grandes líneas tenso debate en el campo de las ciencias sociales en las dos
aéreas intercontinentales. El mundo de la inmensa mayoría últimas décadas. Los protagonistas de este debate suelen
sigue siendo el mundo lento de los todavía territorializados; distribuirse en tres categorías: globalistas, tradicionalistas y
no el mundo hiperactivo y acelerado de los ejecutivos de ne- transformacionalistas (Held, 2005: 22 ss.; Scholte, 2005: 17
gocios, de los funcionarios internacionales o de la “nueva clase ss.; Giddens, 2001: 58 ss.).6
internacional de productores de servicios” de la que habla Los globalistas interpretan el cambio global de nuestro
Leslie Sklair (1991). tiempo en términos de una mutación radical y dramática. La
Lo que vemos es que sólo un pequeño porcentaje de la globalización sería un fenómeno real y tangible cuyos im-
población mundial forma parte de la network society de Cas- pactos se dejan sentir en todos los rincones del mundo. Las
tells (1999). Para comprobarlo, basta mencionar un indicador
estratégico: la “brecha digital” entre países, grupos étnicos y 5 Véase, nua Internet Surveys, “How Many Online?”.
géneros. En efecto, según una encuesta de la nua Internet
Surveys, en 2002 sólo el 10% de la población mundial te- 6 En lo que sigue glosamos libremente la exposición de Held en
el lugar citado.

c 76 Cambio global
interconexiones globales habrían vuelto irrelevantes las fron- corporaciones, ni la necesidad imperiosa de competir en los
teras nacionales, y las culturas, las economías y las políticas mercados globales. Dichos poderes resultan más bien de un
nacionales habrían sido subsumidas en las redes de los flujos conjunto complejo de interconexiones a través de las cuales
globales de bienes, capitales y servicios. En consecuencia, las el poder se ejerce, en su mayor parte, de modo indirecto.
diferencias nacionales y la soberanía de los Estados se habrían Para corregir las formas indeseables del ejercicio de tales
eclipsado irremediablemente para dar lugar a una economía poderes, los transformacionalistas postulan una mayor demo-
globalmente integrada y a una cultura globalmente homo- cratización de las instituciones globales y un sistema también
génea. De este modo, habría surgido un nuevo orden global más democrático de gobernancia global.
cuyas reglas determinan lo que los países, las organizaciones Si bien ha sido aceptada por la mayor parte de los analistas
y la gente pueden hacer. Según esta perspectiva, la globali- la definición de la globalización en términos de intercone-
zación constituye un proceso inevitable, frente al cual todo xiones e interdependencias crecientes a escala global, se le ha
intento de resistencia está condenado al fracaso. reprochado muchas veces su carácter extremadamente gene-
Held introduce todavía una distinción entre globalistas ral y abstracto, hasta el punto de que, en opinión de algunos
positivos, que enfatizan los beneficios de la globalización así autores, no nos dice nada radicalmente nuevo en relación con
entendida —mejora del nivel y de la calidad de vida, mayor lo que ya sabíamos —desde el Manifiesto de Karl Marx— so-
libertad de elección en el consumo, mayor facilidad de comu- bre la dinámica inconteniblemente expansiva y transnacional
nicación y, por lo tanto, mayor posibilidad de entendimiento del desarrollo capitalista (Alasuutari, 2000: 259-260).
entre los pueblos, etcétera—, y globalistas pesimistas que, en Se le ha reprochado también el haber dejado en la som-
contraste, enfatizan la dominación de los países del Norte bra los fenómenos de localización de los procesos globales,
que son capaces de imponer su agenda al resto del mundo, al enfatizar sólo la creciente interdependencia y la formación
así como el lamentable debilitamiento de la soberanía y de de instituciones globales (Sassen, 2007: 3). Se requiere, por
las identidades nacionales. lo tanto, mayor investigación empírica sobre las modalidades
En el polo opuesto, los tradicionalistas afirman que la concretas de inserción de los procesos globales en los espacios
globalización es “el gran mito de nuestro tiempo”, ya que no locales y en los flancos de las instituciones nacionales (tesis
existe evidencia alguna de que se haya producido un cambio sasseniana de la “desnacionalización” parcial).7
sistémico en las relaciones sociales a nivel global. Lo que esta- Por lo demás, importa tener siempre presente que la de-
mos presenciando sería una simple continuación y progresión finición citada sólo describe y compendia —bajo la etiqueta
de tendencias y vínculos internacionales ya observados desde del término-ómnibus globalización— dinámicas y tendencias
el siglo pasado en el campo económico, político y cultural. reales, pero a la vez diversas y heterogéneas, no necesaria-
Más aún, la economía mundial habría estado más integrada mente conectadas entre sí, las cuales difícilmente pueden
todavía hacia fines del siglo xix que en la actualidad. Además, reducirse a un denominador común. Esto quiere decir que
hoy en día las relaciones económicas y políticas se desarrollan hay que descartar por completo la idea de que la globaliza-
más bien a escala regional y no global, como lo comprueba el ción implica una dinámica única, homogénea y lineal, capaz
caso de la Unión Europea (tesis de la “triadización” EE.UU., de explicar todos los cambios que se producen o se han pro-
Europa, Japón). En consecuencia, el Estado-nación estaría ducido en diversas partes del mundo.
lejos de haber perdido su autonomía y su soberanía para Por lo que toca al debate entre globalistas, tradicionalistas
maniobrar a favor de sus intereses y prioridades económicas. y transformacionalistas, ha sido y sigue siendo extrema-
Los transformacionalistas, por su parte, asumen una po- damente útil al conformarse como un amplio foro para
sición intermedia en este debate, e interpretan el cambio intercambiar puntos de vista sobre los grandes cambios de
global de nuestro tiempo en términos de transformación, en nuestro tiempo por encima de las fronteras geográficas y
el sentido definido más arriba, y no de mutación sistémica. disciplinarias. Ha servido, además, para renovar las ciencias
De acuerdo con esta posición, la globalización representa un sociales, elevando la escala de su objeto más allá de los espa-
cambio real y significativo, pero sin la exageración hiperbó- cios nacionales. En efecto, la discusión sobre globalización
lica de los globalistas ni el escepticismo injustificado de los cuestiona implícita o explícitamente dos presupuestos de
tradicionalistas. la sociología clásica: 1) el Estado-nación como contenedor
No se puede subestimar las consecuencias de las in- exclusivo de los procesos sociales; 2) todo lo que está den-
teracciones globales contemporáneas, que son complejas, tro del territorio nacional es nacional. Por el contrario, para
diversificadas e imprevisibles, pero tampoco se puede admitir la mayor parte de los analistas, los procesos atribuidos a la
que el curso de la globalización, tal como la conocemos hoy,
sea inevitable, irreversible e irresistible. El Estado-nación si-
gue siendo fuerte —si no es que más fuerte que nunca—, y 7 Vale la pena notar que los teóricos latinoamericanos de la glo-
conserva todavía en gran parte su autonomía y considerables balización, como Octavio Ianni (1996) y Renato Ortiz (1997),
márgenes de acción, pero es verdad que esa autonomía ha tuvieron muy presente la concreción local de los fenómenos
sido acotada por formas de poderes transnacionales que no globales. Para Ortiz, por ejemplo, la dimensión de la mundia-
son únicamente los que reflejan los intereses de las grandes lización es un “proceso que atraviesa los planos nacionales y
locales, cruzando historias diferenciadas” (57-58).

Cambio global 77 c
globalización trascienden el marco nacional y en parte se Geografía de la Universidad de Loughborough, Reino Unido,
incrustan en los territorios y en las instituciones nacionales. en la medida en que fueron los primeros en dar un amplio
El debate en cuestión no debería conducirnos a tomar sustento empírico a las hipótesis iniciales de John Friedman
partido por una de las posiciones con exclusión total de las (1986), posteriormente desarrolladas por Manuel Castells
otras, como si se tratara de facciones políticas irreconcilia- (1999) y Saskia Sassen (2001). En efecto, Taylor y su grupo
bles. La actitud más sensata es ponderar y tomar en serio los se adjudicaron tres logros estratégicos: 1) la primera recopi-
argumentos esgrimidos por cada una de ellas, evaluando su lación masiva de datos empíricos relacionales9 para documentar
capacidad heurística, su coherencia lógica y su adecuación la conexión reticular entre ciudades; 2) la elaboración de
empírica. Y esto por dos razones: 1) porque cada una de las un ingenioso dispositivo estadístico-factorial para medir el
posiciones nos ofrece algo que aprender y puede ayudarnos a grado de conexión entre éstas; 3) el diseño de los primeros
iluminar diferentes aspectos del problema de cómo entender cartogramas de la interconexión global que ilustran la “nueva
las transformaciones globales en curso, y 2) porque las tres geografía” de la globalización.
posiciones referidas no son necesariamente contradictorias En México, esta línea de investigación, que ha revolu-
entre sí, ya que a pesar de sus notorias diferencias, podrían cionado los estudios urbanos, ha tenido poco eco. Pero cabe
ser parcialmente complementarias. En efecto, todas compar- señalar dos excepciones importantes: 1) los estudios semina-
ten en el fondo un presupuesto común que Held explicita les del austríaco Cristof Parnreiter (1998; 2002) —exalumno
del siguiente modo: del urbanista Sergio Tamayo en la uam-Iztapalapa y de Sas-
kia Sassen en la Universidad de Chicago— sobre la Ciudad
[...] la existencia de un cambio significativo en las re- de México como ciudad mundial; 2) el reciente trabajo de
laciones entre las comunidades políticas. A saber, que Margarita Pérez Negrete (2008) sobre el mismo tema, pero
se ha ampliado considerablemente la interconexión desde una perspectiva más latinoamericana y, sorprendente-
entre Estados y regiones, aunque con desiguales con- mente, no en el marco de la teoría de la globalización, sino
secuencias para diferentes países y localidades; que en el del sistema-mundo de Wallerstein.
han surgido problemas transnacionales y transfron- Hay que señalar que esta línea de investigación puede
terizos, como los relacionados con la regulación del desdoblarse, a su vez, en múltiples sublíneas que permiten
comercio y de los flujos financieros, que se han vuelto estudiar bajo otra luz, por ejemplo, fenómenos como la po-
cada vez más apremiantes en el mundo entero; que larización urbana, la informalidad y el multiculturalismo
ha crecido exponencialmente el número y el papel de urbano.
las organizaciones intergubernamentales y no guber- Se pueden señalar todavía otras muchas líneas de inves-
namentales, así como de los movimientos sociales en tigación en curso, siguiendo las diferentes dimensiones de la
los asuntos regionales y globales; que los mecanismos globalización. Por ejemplo, en la dimensión cultural, una de
políticos e institucionales existentes, anclados en los las agendas de investigación más interesantes es el estudio
Estados naciones, se han vuelto insuficientes para de las diferentes modalidades de interacción entre los flujos
afrontar aisladamente los apremiantes desafíos de los culturales mediáticos y las culturas particulares (Lull, 2006:
problemas globales y regionales como son los que se 44-58). En la dimensión política, una agenda de investigación
centran, por ejemplo, en la pobreza y en la justicia muy interesante es la referida al estudio de la “gobernanza
social (2000: 176-177). global”, o de la “transnacionalización de la política”, en ex-
presión de Antony McGrew (2000), y su impacto sobre la
Según el mismo autor, las diferencias provendrían de las autonomía y la soberanía de los Estados —tesis de la “era de
diversas interpretaciones de estos hechos, así como de las apre- gobernanza post-soberana” (Scholte, 1997: 72)—.
ciaciones divergentes de sus implicaciones sociales y políticas En la dimensión económica, muchos autores coinciden en
de fondo. la necesidad de una mayor investigación empírica sobre los
Debido a la complejidad y a la pluridimensionalidad de cambios en la naturaleza y forma de los mercados financie-
su contenido, el concepto de globalización ha abierto innu- ros globales —tesis de la “financialización” de la economía—,
merables avenidas para la investigación, dentro de un marco como contrapeso al pesimismo de los historiadores de la eco-
obligadamente interdisciplinario o, mejor, transdisciplinario. nomía, como Hirst y Thompson (1999), sobre la realidad y
La línea de investigación más prometedora y más de-
sarrollada en los últimos años ha sido, sin duda alguna, el
estudio de la red de ciudades mundiales. A este respecto, ha
sido determinante la contribución de Peter J. Taylor (2004) coordina la interacción entre investigadores comprometidos
y su grupo de investigación (gawc)8 en el Departamento de en esta línea de investigación en el mundo entero. En tanto
centro virtual, el gawc ofrece una página electrónica de fácil
acceso: gawc Research Bulletins.
8 Globalization and World Cities Research Group and Network. 9 Como observa Taylor, existe abundante información sobre
Se trata de un grupo de investigación local, pero también de las relaciones entre el Reino Unido y Francia, pero muy poca
un centro virtual (www.lboro.ac.uk/gawc) que concentra y información sobre las relaciones entre Londres y París.

c 78 Cambio global
la novedad de una “economía global más integrada” desde el gubernamentales (redes de expertos, de autorida-
punto de vista de la producción y del comercio. des judiciales, de funcionarios de inmigración, de
En esta misma dimensión, existe ya una abundante lite- oficiales de policía, etcétera) y a la clase emergen-
ratura sobre los cambios inducidos por la globalización en te de trabajadores y activistas de escasos recursos,
el mundo del trabajo. Los temas del “pos-fordismo” y de la desfavorecidos por el sistema, en la que se incluyen
“japonización”, juntamente con los de la “flexibilización” y también sectores claves de la sociedad civil global,
“precarización” del trabajo, han sido abordados frecuente- redes diaspóricas y comunidades transnacionales de
mente por los economistas que analizan los mercados del inmigrantes (164 ss.).
trabajo (Cohen y Kennedy, 2000: 60-77). 5) El estudio de los actores locales (no estatales), indi-
En fin, en el plano de lo que hemos llamado infraes- viduales y colectivos, que participan activamente en
tructura global, se han multiplicado en nuestros días las los foros de política global valiéndose de las nuevas
investigaciones sobre las nuevas tecnologías de información tecnologías de información y comunicación, como
y comunicación (Freedman, 2006: 275), y muy particular- internet (activismo electrónico). Aquí se incluye los
mente de internet, que ha generado espacios digitales de movimientos ecologistas, los altermundistas, el mo-
acceso público y de acceso privado, vinculados estos últimos vimiento zapatista y las numerosas organizaciones
con usos financieros y transnacionales. Se puede hablar ya de no gubernamentales (ong).
una incipiente “sociología de los espacios digitales globales” 6) El estudio de las redes digitales, particularmente de
(Sassen, 2007: 232). las que dan soporte a lo que Saskia Sassen llama
Por último, queremos destacar por su particular relevan- “subeconomía interconectada” (networked subeco-
cia la agenda de investigación propuesta por Saskia Sassen a nomy), en buena parte digitalizada y ampliamente
la sociología en su reciente libro A Sociology of Globalization orientada a los mercados globales, que opera desde
(2007). Partiendo de la tesis de que lo global —trátese de diferentes partes del mundo (226 ss.).
una institución, de un proceso, de una práctica discursiva o
de un imaginario— simultáneamente trasciende el marco Como puede apreciarse, la simple enumeración de los
exclusivo de los Estados naciones y en parte se incrusta en puntos incluidos en esta amplia agenda de investigación
los territorios e instituciones nacionales, Sassen propone estu- propuesta por Saskia Sassen manifiesta la profunda renova-
diar los fenómenos globales localizados dentro de los Estados ción que la problemática de la globalización ha provocado
nacionales con los métodos tradicionales de la sociología. De no sólo en el campo de la sociología, sino también en el de
aquí derivan las siguientes líneas posibles de investigación: las ciencias sociales consideradas en su conjunto.

1) El estudio de la “incipiente desnacionalización de Bibliografía


componentes específicos de las instituciones nacio-
nales” que participan cada vez más en la agenda de Abrahamson, Mark (2004), Global Cities, New York, Oxford:
la globalización, como los bancos centrales (cada Oxford University Press.
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3) El estudio de las migraciones internacionales, en la
[Traducción al español: (2008), El cambio social, Madrid:
medida en que éstas —bajo algunos aspectos— de- Siglo xxi].
penden parcialmente de procesos globales. En este Barber, Benjamin R. (1995), Jihad vs. Mcworld: How Globalism
rubro, Saskia Sassen propone superar la explicación and Tribalism Are Re-Shaping the World, New York: Ran-
tradicional de las migraciones en términos de “fac- dom House.
tores de expulsión y de atracción” (130 ss.). Boyns, David E. y Jonathan Turner (2006), “The Return of Grand
4) El estudio de las nuevas clases globales emergen- Theory”, en Jonathan H. Turner (ed.), Handbook of Sociological
tes, que incluye no sólo a la nueva élite de los altos Theory, New York: Springer, pp. 353-378.
ejecutivos y de los profesionales transnacionales, Castells, Manuel (1999), La era de la información: economía, so-
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California: Stanford University Press. tabilidad. El énfasis que los estudiosos le han puesto a uno
Thrift, Nigel (2000), “A Hyperactive World”, en R. J. Johnston, de los dos lados de tal distinción da paso a la construcción de
Peter J. Taylor y Michael J. Watts (eds.), Geographies of Glo- una propuesta teórica sobre la estabilidad, por un lado, y sobre
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Wallerstein, Immanuel (1983), Dinámica de la crisis global, Mé- o focalizada a cambios institucionales, estructurales o con-
xico: Siglo xxi. ductuales específicos. En la construcción de los argumentos
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co: Siglo xxi. interpretaciones y enfoques sobre el cambio político. Ello,
Waters, Malcolm (1995), Globalization, London: Routledge. posiblemente, da cuenta de la dificultad para encontrar en
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Civilization, New York: Grove Press. [Traducción al espa- del cambio político. De entrada, existen dos grandes pers-
ñol: (1964), La ciencia de la cultura, Buenos Aires: Paidós].
pectivas sobre el cambio: una gradualista y otra radical o
revolucionaria.
Este trabajo versará sobre una noción de cambio políti-
co de tipo gradualista. Gradualismo no es inmovilismo. Los
recientes desarrollos del concepto en cuestión han manifes-
CAMBIO POLÍTICO tado que se trata de un gran dinamismo y de convergencias
temáticas.
Laura Hernández Arteaga Leonardo Morlino ha realizado un esfuerzo de teoriza-
ción relevante en esta materia; define cambio político como
“cualquier transformación que acontezca en el sistema políti-
Definición co y/o en sus componentes” (comunidad política —ideologías
y creencias, partidos, sindicatos, corporaciones y élites po-
El concepto de cambio político es central en la reflexión de la líticas—, régimen político —instituciones y autoridades
actual teoría política y social; sin embargo, no sólo ha sido políticas, normas, ideologías y valores— y autoridad). El
objeto de estudio de nuestros contemporáneos. Aristóteles, cambio, agrega, se deduce de la comparación entre un es-
al referirse a la vida de la polis y a la organización política, tado precedente y otro sucesivo del sistema o de sus partes
reflexionaba sobre el “cambio” de los regímenes, ya fuera por (1985: 47).
una degeneración de sus principios o por causas diversas. En su propia tipología, los cambios pueden ser continuos
Distinguió entre los cambios que conciernen al régimen al o discontinuos. Para ello hay un umbral de transformación
desplazar una forma por otra —el cambio de una democra- mediante el cual un cambio continuo se convierte en dis-
cia por una oligarquía, por ejemplo—, el que sucede cuando continuo, y uno pacífico, en violento.
la forma política es la misma y sólo se le agregan funciones,
y cuando sólo cambia alguna parte del régimen, como una Historia, teoría y crítica
magistratura. Estas consideraciones están magistralmente
expuestas en su famosa teoría de las revoluciones, en el libro Posterior a la Segunda Guerra Mundial, la ciencia política
V de la Política.1 norteamericana destinó sus esfuerzos intelectuales al estu-
dio sobre el desarrollo y cambio político en el contexto de
la emergencia de Estados soberanos que exigían respuestas
ante problemas sociales tan diversos, además de enfrentar a
1 De frente a la pregunta de cuáles son los modos de destrucción la forma de organización política que les cohesionaría como
y cuáles los medios de conservación de los regímenes, y sobre
las causas naturales que originan estos cambios, Aristóteles
responde que la “causa de que existan varios regímenes es que participan en el gobierno todos y en otras, menos (Aristóte-
toda ciudad tiene un número grande de partes” y que a veces les, 2000: 180).

Cambio político 81 c
Estados propiamente dichos. La mayoría de los países en desarrollo socioeconómico. En su opinión, una mayor riqueza
procesos de descolonización adoptaron como sistema de y educación sirven a la democracia, pues reducen el influjo de
gobierno la democracia liberal en un entorno de conflictivi- ideologías extremistas en los estratos más bajos (1992: 83).
dad social y económica. En este marco, se exigía encontrar La teoría de la cultura política, por su parte, sostiene que
herramientas que coadyuvaran a minar los factores de des- un cierto número de creencias y de normas compartidas por
estabilización. En palabras de Gabriel Almond, la academia una sociedad es fundamental para el surgimiento y desarrollo
de esos años enfrentaba “el reto de predecir en qué forma de la democracia. En su The Civic Culture (1963), Almond
aquellas nuevas naciones en vías de desarrollo accederían a y Verba plantean que la modernización económica y social
la modernidad” (Almond, 1999: 299). requiere la difusión y arraigo de valores; correlacionan una
En este sentido, emerge una serie de teorías cuya fo- determinada cultura política con una estructura política
calización es la promoción de políticas de modernización específica. Por ejemplo, una cultura política parroquial corres-
en sociedades tradicionales —del “Tercer Mundo”— y de ponde a una estructura tradicional descentralizada, donde no
la democracia como su forma de organización política. En existen las funciones e instituciones específicamente políticas.
1954, se crea el Social Science Research Council’s Committee on La cultura política de sujeción o subordinación corresponde
Comparative Politics bajo el liderazgo de Gabriel Almond, a una estructura autoritaria y centralizada, y se refiere sobre
cuyo objetivo era promover investigaciones comparadas so- todo a los aspectos administrativos y a una actitud pasiva del
bre países occidentales y países en vías de desarrollo. En este ciudadano. Por el contrario, una cultura política de partici-
marco, se publicó una serie de trabajos ya clásicos, como el pación corresponde a una cultura política democrática. La
estudio de Gabriel Almond y Sidney Verba, The Civic Cul- congruencia entre estas dos categorías garantiza, a decir de
ture, The Political Man, de Seymour M. Lipset o Political los autores, la estabilidad del sistema político.2
Order in Changing Societies, de Samuel Huntington (Martí Cabe subrayar la ambición holística de estos desarrollos
I Puig, 2001: 102). teóricos; sus pretensiones explicativas están hermanadas con
En opinión del propio iniciador de esta serie de traba- la propuesta weberiana y parsoniana.
jos, la iniciativa “nació de la convicción de que el desarrollo A decir de Josep Colomer, una de las deficiencias centrales
en el Tercer Mundo exigía no solamente una miscelánea de del enfoque estructuralista de las teorías de la modernización
políticas económicas, sino también instituciones políticas —entre las que está la del desarrollo político y la cultura cívi-
capaces de movilizar y actualizar recursos materiales y hu- ca— es el empleo de una noción premoderna de causalidad,
manos” (Almond, 1999: 301). en la que la génesis se identifica con la función, de modo que
La teoría de la modernización sostiene que, apenas una las llamadas precondiciones de la democracia son consideradas
sociedad alcanza un cierto nivel de desarrollo, están ga- causa de su estabilidad (1994: 245).
rantizadas las condiciones para promover la democracia Con el propósito de dar un giro a las interpretaciones
y garantizar su estabilidad y permanencia; los niveles más causalistas de la modernización, Dankwart A. Rustow, en
altos de educación, alfabetización y urbanización se hallan “Transition to Democracy: Toward a Dinamic Model”,
relacionados con el desarrollo económico, lo cual beneficia publicado en 1970 en Comparative Politics, se formuló dos
las prácticas democráticas. preguntas en relación con la democracia: ¿cuáles son las
Almond toma para su análisis el concepto de sistema condiciones que hacen posible la democracia? y ¿cuáles son
político formulado por David Easton y considera que los las que la hacen florecer? En su opinión, se han dado tres
conceptos de sistema y función interactúan, por lo que le per- respuestas al respecto. La primera fue vertida por Seymour
miten plantear una teoría del desarrollo político como teoría Martin Lipset, quien relaciona “a la democracia estable con
empírica; toma variables como los patrones de socialización, ciertas precondiciones económicas y sociales”; otra explica-
cambio en la contratación en los cargos políticos, en el fun- ción es la ofrecida por el enfoque cultural que se focaliza en
cionamiento de los grupos de interés, los partidos políticos la idea de que los ciudadanos “deben poseer ciertas actitu-
y los medios de comunicación. Desde su perspectiva, una des psicológicas o creencias comunes”, en ciertos “principios
teoría del desarrollo político o de la modernización política fundamentales o sobre los procedimientos de las reglas del
debe también dar cuenta de los procesos mediante los cuales
los líderes toman decisiones y resuelven problemas. Para su
2 Almond y Verba desarrollan una investigación comparativa so-
estudio, considera las condiciones ambientales que limitan bre el comportamiento político de cinco países: Gran Bretaña,
las opciones disponibles (1969: 455). Por su parte, David E. Estados Unidos, Alemania, Italia y México. Las principales
Apter ha afirmado que la mejor prueba para un sistema po- críticas a esta perspectiva le reclaman su relativo determinis-
lítico es su capacidad de fomentar el desarrollo económico mo metodológico, pues desde su perspectiva la socialización
(Pasquino, 1970: 297). política genera actitudes políticas que, a su vez, originan com-
Seymour Martín Lipset es otro exponente de esta pers- portamientos políticos y fundamentan la estructura política
pectiva de análisis. En “Algunos requisitos sociales de la (Almond, 1999: 202), con lo cual se están eludiendo las inte-
democracia: desarrollo económico y legitimidad política”, pu- racciones sociales, la perspectiva sobre las instituciones y cómo
blicado originalmente en 1959, vincula a la democracia con el se originan las situaciones en que se despliegan los comporta-
mientos (ver: Badie y Hermet, 1993: 37).

c 82 Cambio político
juego”, y la tercera “se centra en los rasgos de la estructura 10) Se puede derivar un modelo tipo ideal de la transi-
política y social” (Rustow, 1992: 151-152). ción a través de un examen detallado de dos o tres
De frente a estos planteamientos, considera que toda casos empíricos que pueden contrastarse a través de
construcción de una teoría sobre la transición a la demo- su aplicación al resto (160-161).
cracia debe considerar, metodológicamente hablando, la Entretanto, en América Latina surgió una perspectiva
distinción entre la función y la génesis. Para ello, Rustow crítica a la visión de la modernización de las sociedades no
se propone “derivar un modelo tipo ideal de la transición a desarrolladas. La teoría del desarrollo expuesta por la Comi-
través de un examen detallado de dos o tres casos empíricos sión Económica para América Latina (cepal) problematizó
que puedan contrastarse a través de su aplicación al resto” acerca del impacto negativo de los procesos de crecimiento
(161). Dicho modelo consta de cuatro fases: las condiciones económico en los regímenes políticos de los países subde-
iniciales del país, la fase preparatoria, la de las decisiones y sarrollados. El enfoque estructuralista cepalino demuestra
la de habituación. Considera como una condición inicial y que mayor integración económica de un país en el mercado
determinante la unidad nacional, pues “la democracia es un internacional no necesariamente conlleva modernización
sistema de gobierno en manos de mayorías temporales. Para ni democratización y, menos aún, desarrollo. En contraste,
que los gobernantes y las políticas puedan cambiar con libertad, preconizó la industrialización mediante sustitución de im-
las fronteras deben perdurar, la composición de la ciudada- portaciones y una modernización de la economía a través de
nía debe ser continua” (165). Este criterio de distinción, a una intervención activa del Estado y del despliegue de una
su vez, le permite desmarcarse de las teorías que vinculan política proteccionista.
economía y democracia. “Señalar la unidad nacional como la En una versión más radical de esta visión, con influen-
única condición previa implica que no es necesario un nivel cias del marxismo, el análisis se desplaza a las condiciones
mínimo de desarrollo económico o de diferenciación social históricas y estructurales que caracterizan la inserción de
como prerrequisito para la democracia” (166). las economías regionales en la economía mundial. La así
Lo que él denomina un modelo dinámico de la transición llamada teoría de la dependencia, expuesta por Fernando
hacia la democracia, considera las siguientes proposiciones: Henrique Cardoso y Enzo Faletto, en Dependencia y desa-
rrollo en América Latina: Ensayo de interpretación sociológica,
1) Los factores que mantienen a una democracia es- publicado originalmente en 1969, explica las desigualdades
table pueden no ser los que la llevaron a existir: las estructurales. Entre estas economías se da un “intercambio
explicaciones sobre la democracia deben hacer una desigual” que explica la riqueza en los países ricos y la pobreza
distinción entre función y génesis. en los pobres. Los autores conciben a la dependencia como
2) La correlación no es lo mismo que la causación: una relacionada “directamente con las condiciones de existencia
teoría genética debe concentrarse en este último as- y funcionamiento del sistema económico y del sistema polí-
pecto. tico, mostrando las vinculaciones entre ambos niveles en lo
3) No todos los eslabones causales van de los factores que se refiere al plano interno de los países como al externo”
sociales y económicos a los políticos. (1983: 24). Entre otros autores de esta corriente, figuran An-
4) No todos los eslabones causales van de las creencias dré Gunder Frank, Osvaldo Sunkel y Theotonio dos Santos,
y actitudes a las acciones. Peter Evans y Ruy Mauro Marini. Este último señaló, como
5) La génesis de la democracia puede no ser geográ- objetivo de sus trabajos, la elaboración de una teoría marxista
ficamente uniforme: puede haber muchos caminos de la dependencia.
hacia la democracia. Una variedad en esta constelación es el estudio de Gui-
6) La génesis de la democracia no tiene que ser tem- llermo O’Donnell acerca del autoritarismo democrático. Este
poralmente uniforme: diversos factores pueden re- autor sostuvo que son “los propios procesos de industriali-
sultar cruciales durante fases sucesivas. zación los que tendían a producir regímenes autoritarios,
7) La génesis de la democracia no necesita ser social- como instrumentos para hacer frente a los levantamientos
mente uniforme: incluso en el mismo lugar y tiem- populares que aquellas mismas transformaciones económicas
po, las actitudes que la promueven pueden no ser las suscitaban” (Colomer, 1994: 245).
mismas para los políticos que para los ciudadanos Los procesos de democratización experimentan una ola
comunes. expansiva desde mediados de los años setenta. América La-
8) Los datos empíricos que apoyen a una teoría gené- tina también se vio inmersa en este proceso que se inició en
tica deben cubrir, para cualquier país dado, un pe- España, Portugal y Grecia. Como producto de este hecho,
riodo que vaya desde justo antes hasta justo después surgió una serie de reflexiones sobre el avance de la democra-
del advenimiento de una democracia. cia liberal. Para algunos autores, la extensión de la democracia
9) Con el objeto de examinar la lógica de la transfor- se ha visto precedida, a su vez, por breves periodos de regre-
mación al interior de los sistemas políticos, pode- sión autoritarios. John Makroff apunta que “lo que define a
mos dejar a un lado (hacer abstracción de) los países una oleada democrática o antidemocrática es que durante
en donde el ímpetu mayor proviene del exterior. un cierto trecho histórico-temporal las transformaciones de

Cambio político 83 c
los gobiernos son, de forma preponderante, de una forma u de ciudadanía, es decir, el derecho a la igualdad de oportu-
otra” (1996: 18). nidades (1986).
Precisamente, en el marco de lo que se conoce como la El signo de que una transición del autoritarismo ha co-
tercera ola democratizadora, Huntington realiza un estudio menzado es cuando los propios líderes autoritarios empiezan
sobre el desarrollo político del mundo desde finales del siglo a modificar sus propias reglas del juego en tanto proveen más
xx. Observa la transición de regímenes no democráticos a garantías en los derechos políticos, individuales y grupales.
democráticos de los años setenta a los noventa y los visuali- Durante el proceso de transición, las reglas del juego no sólo
za como parte de una ola de democratizaciones. Según este no están definidas, sino que están en cambio continuo; se da
autor, una ola de democratización es un conjunto de tran- una lucha entre los actores políticos por redefinirlas en bús-
siciones de un régimen no democrático a otro de carácter queda de beneficios inmediatos y futuros.
democrático, cuya manifestación se da en un cierto periodo En el cuarto volumen de la serie mencionada, subtitula-
de tiempo; en este marco pueden darse casos de procesos li- do “Conclusiones tentativas sobre las democracias inciertas”,
beralizadores o de parcial democratización (1994: 26). Guillermo O’Donnell y Philippe Schmitter señalan la re-
Como se puede apreciar, la discusión sobre el cambio levancia del estudio de los procesos de transición en varios
político se desliza a la dimensión del régimen político. Para países porque este enfoque comparativo les permitió colegir
decirlo con Leonardo Morlino, puede cambiar el régimen que en los procesos transicionales de un régimen a otro re-
sin que cambien la comunidad política y las autoridades. El sulta difícil si no es que “casi imposible especificar ex ante
cambio de régimen precede o sigue a cambios en la comuni- qué clases, sectores, instituciones y otros grupos adoptarán
dad política. Pueden cambiar los valores, las creencias y las determinados roles, optarán por tales o cuales cuestiones o
ideologías vigentes en la comunidad política; los líderes o los apoyarán una determinada alternativa” (1986: 17).
grupos activos e incluso la influencia de los grupos políticos La teoría de las transiciones visualiza el cambio político.
activos; las distintas estructuras intermedias, como los parti- En su investigación, se acentúa el papel de los actores po-
dos, sindicatos y otras organizaciones (1985: 84). líticos que propician y encabezan el cambio, así como en el
En esta lógica conceptual puede insertarse el análisis de proceso a partir del cual ellos mismos confeccionan las nue-
la teoría de las transiciones a la democracia. vas reglas de juego.3 Esta perspectiva estratégica ha resultado
A finales de los años setenta, bajo los auspicios de la La- productiva por los aportes metodológicos de las teorías de la
tin American Program del Woodrow Wilson International agencia y del nuevo institucionalismo.
Center for Scholars, se organizó en Washington un semi- Las primeras “aportan herramientas que complemen-
nario sobre “salidas del autoritarismo”. A mediados de los tan el programa de investigación de la elección racional
años ochenta se publicó el libro Transitions from Authorita- en tanto que otorga una notable autonomía a los actores
rian Rule: Tentative Conclusions about Uncertain Democracies, políticos presentes en la arena política. Precisamente por
editado por Guillermo O’Donnell y Phillipe C. Schmitter ello se otorga gran importancia al fenómeno del liderazgo”
(1986). Para estos autores, los tres procesos que identifican a (Martí I Puig, 2001: 117).
la transición son la liberalización del régimen autoritario, la La teoría neoinsitucionalista, por su parte, también se
democratización política y la democratización social. Cierta- ha convertido en un recurso teórico interpretativo para la
mente, durante el proceso de transición que abarca las etapas explicación del cambio político, en especial del cambio ins-
ya referidas, puede observarse la emergencia de diversos ac- titucional. Desde esta óptica, las instituciones son reglas del
tores e intereses, cuyos cursos de acción tienen impacto en la juego político que determinan quiénes son portadores de
forma que adquiere la democratización propiamente dicha, derechos políticos, los actores que compiten por el poder
tanto en la configuración de las instituciones de la democracia político y los incentivos o inhibiciones que las instituciones
como en el desarrollo mismo de la consolidación democrática. fomentan y que impactan en la decisión de los actores.
O’Donnell, Schmitter y Whitehead definen la transi- Desde esta perspectiva teórica, las instituciones cambian
ción como el intervalo entre un régimen político y otro. Sus porque para algunos las variables “contingentes” ocasionan
límites son el momento del inicio de la disolución de un “accidentes” o factores no previstos; para otros autores, el
régimen autoritario y el de instauración de alguna forma de cambio evolutivo es la razón principal de las reformas, y otros
democracia, de un nuevo retroceso autoritario o de un cam- más consideran las innovaciones en el marco legal e insti-
bio revolucionario. Los autores distinguen entre la primera tucional como resultado de un diseño intencional por parte
fase de la transición, denominada “liberalizadora” del viejo de los actores estratégicos en busca de óptimos beneficios.
régimen autoritario, y la segunda, “democratizadora”, sea bajo Las distintas corrientes4 que convergen en esta escuela
la dirección de la élite o mediante elecciones fundacionales. coinciden en que las reformas en las instituciones son un
De tal modo, la liberalización es el proceso de redefinición
y ampliación de ciertos derechos que protegen a individuos
3 Una lectura que resume a la vez que critica esta teoría puede
y grupos sociales ante los actos arbitrarios o ilegales come- consultarse en Prud’Homme y Puchet, 1989.
tidos por el Estado. En cambio, la democratización consiste
en generar y extender al conjunto de la sociedad la condición 4 Entre ellas, figuran: el neoinstitucionalismo normativo, cuyos
autores representativos son James G. March y Johan P. Ol-

c 84 Cambio político
proceso gradual, el así llamado cambio incremental. En suma, el papel de la izquierda en los procesos democráticos y en la
el cambio institucional conlleva el entrelazamiento de las construcción de una nueva agenda pública.
interacciones, producto de la relación entre instituciones y Estos temas muestran que el estudio del cambio político
organizaciones que han sido creadas por la evolución política, se abre a una perspectiva multidimensional y cada vez más
en un horizonte de estructuras de incentivos proporcionada compleja, por lo cual requiere la suma de esfuerzos intelec-
por las instituciones (Parra, 2005: 54-55).5 tuales para su abordaje y reflexión.
De hecho, la bibliografía muestra cómo la teoría del desa-
Líneas de investigación y debate rrollo político ha aprendido de sus limitaciones y se ha alejado
contemporáneo de esa visión que la etiquetó como una perspectiva que enten-
día el desarrollo como un proceso teleológico aplicado en un
Las perspectivas de investigación sobre cambio político se contexto de descolonización (Hagopian, 2000: 880). La razón
han imbuido de una u otra manera del espíritu de la época, central para rechazar cualquier visión teleológica es que no hay
es decir, de sociedades cada vez más complejas que requieren leyes de hierro del desarrollo político, pues la sociedad política
—para su autoconocimiento— la convergencia de saberes y es contradictoria y desigual. Asimismo, los sistemas políticos
de ámbitos de especialización. En ese sentido, en la literatu- se desarrollan en ritmos y direcciones diferenciadas.
ra especializada se encuentran estudios que abren derroteros En las nuevas circunstancias, la teoría del desarrollo po-
de investigación en los que confluyen la ciencia política, la lítico debe considerar en sus análisis la creciente pluralidad y
sociología, la antropología y la economía. complejidad de las sociedades contemporáneas e incorporar
La bibliografía sobre el tema da cuenta de la relevancia la representación de intereses, la diversidad cultural y los de-
que ha tenido el estudio sobre las transiciones en los análisis rechos humanos, es decir, debe atender a la interacción entre
sobre el cambio político. Puede observarse un desplazamiento instituciones y ciudadanos, entre Estado y sociedad, y entre lo
al estudio sobre los problemas relacionados con la consoli- regional, lo nacional y lo supranacional (905-906).
dación de las democracias y la calidad de éstas. En dicho En esta línea de relación entre democracia y economía,
contexto, se han puesto en la mesa de discusión temas que Jordan Gans-Morse y Simeon Nichter (2008) muestran el
parecían superados. Tal es el caso de la relación entre econo- impacto que tuvo la reforma económica liberalizadora —im-
mía y democracia, expuesta líneas arriba en el contexto de la pulsada en los años ochenta y noventa en América Latina—6
teoría del desarrollo político; el papel de las instituciones, su en la democratización de estos países. Afirman que aquellos
naturaleza, características y contribución al proceso de demo- países que aplicaron reformas económicas de ese carácter
cratización; el de las organizaciones no gubernamentales en experimentaron, en el corto plazo, un deterioro temporal
el cambio de actitudes y construcción democrática, así como en la democracia debido a los efectos de desestabilización
social por la aplicación de políticas restrictivas; no obstante,
en el largo plazo estas políticas reforzaron las instituciones
democráticas.
sen; el de la rational choice, con autores como Elinor Ostrom, De igual manera, otros estudios sobre la democratización
Kenneth Shepsle y William Niskanen; el neoinstitucionalis-
mo histórico, donde se ubican autores como Theda Skocpol;
han destacado el papel de las élites políticas y los pactos en
también puede ubicarse este enfoque interpretativo en la teoría la transición a la democracia. En opinión de Zhang Baohui
de la organización, con autores como John W. Meyer, Brian (1994), se ha puesto escasa atención en las condiciones insti-
Rowan y Lynn G. Zucker. Véase: Peters, 2003. tucionales para determinar el éxito del pacto y las decisiones
5 “En coherencia con el supuesto metodológico de individua- entre las élites. Con base en el estudio de los casos de Bra-
lismo y con fundamentos tomados de la microeconomía, sil, España, la Unión Soviética y China, el autor demuestra
las interacciones decisivas pueden ser más apropiadamente que sólo ciertos tipos de regímenes autoritarios tienen la
modeladas mediante el uso de las herramientas analíticas pro- posibilidad histórica de seguir una transición pactada; en
porcionadas por la teoría de juegos, incluyendo aspectos como especial, los regímenes corporativos resultan con mayores
amenazas y promesas, pactos fundamentados en la carencia de ventajas, debido al control de ciertas instituciones políticas
información y la asunción de riesgos y garantías para el futuro. y estructuras sociales.
En numerosas aportaciones, este instrumental teórico, que se También existe literatura sobre el capital social, el gra-
ocupa sobre todo de elecciones y estrategias, se ha mostrado
ya muy adecuado para analizar procesos que se caracterizan
do de confianza de la sociedad entre sus instituciones y
por una gran incertidumbre de los actores acerca del futuro, un ciudadanía, el desarrollo de asociacionismo y cooperación
predominio de comportamientos estratégicos y significativos
problemas de estabilidad del resultado. Éste es particular-
mente el caso de la fase entre la liberalización, que permite la
definición de posiciones y la identificación de los actores, y las 6 La sistematización de datos y su análisis se orientó a los si-
primeras elecciones libres, que suelen establecer una relación guientes países: Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia,
de fuerzas más precisa y tienden a trasladar la interacción de Costa Rica, República Dominicana, Ecuador, El Salvador,
los grupos al interior de las instituciones estatales” (Colomer, Guatemala, Honduras, México, Paraguay, Perú, Uruguay y
1994: 251). Venezuela.

Cambio político 85 c
interpersonal, la desafección ciudadana y el debilitamiento Como puede apreciarse, varias son las perspectivas que
del alineamiento partidario. han enriquecido el estudio sobre el cambio político. Antes
Por ejemplo, Peter Ho (2007) estudia el surgimiento de de concluir, cabe agregar que la teoría de sistemas sociales
movimientos sociales en la China semiautoritaria. Desde una cuenta con todos los recursos teóricos para abrir una línea
perspectiva de la acción colectiva, analiza el impacto del mo- de investigación sobre el cambio político en las sociedades
vimiento ambientalista en el proceso de empoderamiento del complejas. Si bien se trata de una teoría ambiciosa y con
movimiento social en una situación claramente paradójica, un alto nivel de abstracción, o precisamente por ello, ofrece
ya que persiste un régimen semiautoritario. todo un andamiaje conceptual para analizar a la sociedad y
De igual forma, la izquierda en los países de reciente la política latinoamericanas y sus transformaciones en con-
democratización ha tenido que adaptarse a ese entorno de textos históricos de mayor alcance. De hecho, en la literatura
cambio político. En América Latina y países del Este asiá- sobre el tema hay ya trabajos que analizan la especificidad
tico,7 la izquierda ha aprovechado la liberalización política y de América Latina mediante la teoría de la diferenciación
económica para que el Estado provea los bienes públicos, y por funciones (Mascareño, 2000; 2003; 2009; Millán, 2002;
se ha sumado como un actor más en el juego democrático, 2008; Neves, 1996; 2001; Hernández, 2009).
abandonando su concepción marxista radical. De tal forma,
se ha erigido en la defensora de la asignación democrática Bibliografía
de bienes públicos. Resulta interesante observar cómo en el
proceso de deliberación democrática, la oposición de izquier- Almond, Gabriel (1969), “Political Development: Analytical and
da ha sustituido la lucha ideológica radical y ha incorporado Normative Perspectives”, Comparative Political Studies, vol.
en su agenda de política pública temas como el medio am- 1, núm. 4, pp. 447-469.
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biente, la corrupción, la igualdad de género y demás causas
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progresistas que en la década de los sesenta hubieran sido Aristóteles (2000), Política, Madrid: Gredos.
impensables (Wong, 2004: 1225). Badie, Bertrand y Guy Hermet (1993), Política comparada, México:
Larry Diamond y Leonardo Morlino (2004), por su parte, Fondo de Cultura Económica.
ponen sobre el tintero un tema de relevancia y actualidad: Baohui, Zhang (1994), “Corporatism, Totalitarianism and Transi-
cómo garantizar la calidad de las democracias, sobre todo en tions to Democracy”, Comparative Political Studies, vol. 27,
contextos sociales y económicos diferenciados. Una demo- núm. 1, abril, pp. 108-136.
cracia de calidad se caracteriza por el ejercicio pleno de las Cardoso, Fernando Henrique y Enzo Faletto (1983), Dependencia
libertades de expresión y tránsito, la vigencia del Estado de y desarrollo en América Latina, 18a ed., México: Siglo xxi.
derecho, una rendición de cuentas vertical y horizontal, la Colomer, Josep (1994), “Teorías de la transición”, Revista de Es-
tudios Políticos (nueva época), núm. 86, octubre-diciembre,
igualdad, pero también la participación y competencia po- pp. 243-253.
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cracia, los autores afirman que el actual desencanto hacia la octubre, pp. 20-31.
democracia se refiere a los procedimientos y al desempeño Doh Chull, Shin y Jhee Byong-Kuen (2005), “How Does De-
de las instituciones, pero también a una mayor información mocratic Regime Change Affect Mass Political Ideology?
sobre los errores del gobierno, sobre todo por las altas expec- A Case Study of South Korea in Comparative Perspecti-
tativas que el ciudadano tiene respecto de la democracia, en ve”, International Political Science Review, vol. 26, núm. 4,
materia de rendición de cuentas, transparencia y vigencia del pp. 381–396.
Gans-Morse, Jordan y Simeon Nichter (2008), “Economic
Estado de derecho. Los autores sugieren que si los ciudadanos Reforms and Democracy: Evidence of a J-Curve in Latin
se movilizan con eficacia para lograr concretar estas aspira- America”, Comparative Political Studies, vol. 41, núm. 10,
ciones, se podrá alcanzar una democracia de mayor calidad pp. 1398-1426.
(Diamond y Morlino, 2004: 30-31). Hagopian, Frances (2000), “Political Development Revisited”,
Shin Doh y Jhee Byong-Kuen (2005) analizan los resul- Comparative Politics Studies, vol. 33, núm. 6/7, agosto-sep-
tados de encuestas nacionales sobre los primeros diez años tiembre, pp. 880-911.
de democracia en Corea del Sur y observan que, si bien ha Hernández Arteaga, Laura (2009), “Un programa de inves-
habido un desplazamiento hacia una ideología de izquierda tigación para estudiar América Latina desde la teoría de
motivada por el ejercicio de las libertades democrático-libe- los sistemas sociales”, en Judit Bokser, Felipe Pozo y Gilda
Waldman (coords.), Pensar la globalización, la democracia y
rales, sus valores políticos conservan el legado de prácticas la diversidad, México: Universidad Nacional Autónoma de
autoritarias. Por ello, la democratización del pensamiento y México, pp. 89-116.
de las actitudes políticas es de mayor aliento en el tiempo que Ho, Peter (2007), “Embedded Activism and Political Change in
las instituciones políticas propiamente dichas. Semiauthoritarian Context”, China Information, Centre
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núm. 2, pp. 187-209.
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c 86 Cambio político
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Latina: los contornos de una sociedad concéntrica y los di-
lemas de su transformación”, Persona y Sociedad, vol. XIV, El capital social ha sido uno de los conceptos más importan-
núm. 1, pp. 187-207. tes de las últimas décadas. La utilidad analítica del concepto
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tos fundamentales para la descripción de una diferenciación nes que facilitan la cooperación voluntaria para la atención
funcional concéntrica”, Revista Persona y Sociedad, vol. XVII,
de asuntos o problemas comunes (administrar un condomi-
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vol. XXIII, núm. 2, pp. 65-89. Para entender su relación con las formas de cooperación
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núm. 58, pp. 47-65. es inconveniente colaborar con otros porque es posible in-
_____ (2008), Complejidad social y nuevo orden en la sociedad mexi- crementar la utilidad propia dada la disposición de ciertos
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Miguel Ángel Porrúa.
modos el “bien” calle) o al protegerse ante la posibilidad de
Morlino, Leonardo (1985), Cómo cambian los regímenes políticos,
Madrid: Centro de Estudios Constitucionales. que nadie coopere en asuntos de beneficio común. Frente a
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cho”, Revista Doxa, núm. 19, pp. 403–420. irracional cooperar, ¿por qué los individuos emprenden ac-
_____ (2001), “Justicia y diferencia en una sociedad compleja”, Re- ciones colectivas para atender problemas comunes según se
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O’Donnel, Guillermo y Philippe Schmittter (1986), Transitions El problema de la inconveniencia de la cooperación, sos-
from Authoritarian Rule: Tentative Conclusions about Uncer- tenida por la teoría de la elección racional, se ejemplifica con
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cional en Ciencia Política, Barcelona: Gedisa. si delata a su compañero, tendrá una reducción sustantiva de
Prud’Homme, Jean-François y Martín Puchet Anyul (1989), la pena. Se configura así una matriz de pagos o costos: si los
“Enfoques de la transición a la democracia en América La- dos cooperan entre sí, tendrán una bonificación de un año
tina. Revisión polémica y analítica de alguna bibliografía”, porque no podrán ser fácilmente incriminados; si ambos se
Revista Mexicana de Sociología, vol. 51, núm. 4, octubre-di-
delatan, alcanzarán un año de pena más; si uno delata y el otro
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Nacional de Ciencia y Tecnología, pp. 151- 178. mutuo, lo más razonable es no cooperar, independientemente
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vol. 37, núm. 10, diciembre, pp. 1213-1237. La racionalidad de esa estrategia no cooperativa puede ser
modificada al menos bajo dos condiciones. En primer lugar,
si el vínculo entre ambos prisioneros estuviese mediado por
una institución (la mafia, la familia, el ejército), seguramen-
te el costo de la deserción se incrementaría y los incentivos
para la colaboración, también. En segundo lugar, el dilema

Capital social y cooperación 87 c


del prisionero es un “juego de una sola movida”. Si el juego una solución hobbesiana capaz de modular coercitivamente
se repitiera y los actores se comunicaran, ellos incrementa- —y sin importar sus costos— todas las conductas (North,
rían su información sobre el mutuo comportamiento y, poco 1993), pues se requieren otros elementos más allá o adiciona-
a poco, se iría anticipando la posibilidad de la cooperación les a la intervención del Estado. Una estrategia cooperativa se
como la mejor opción. Para que la colaboración se estableciera estimula si se cuenta con un contexto institucional que facilita
de modo más o menos persistente (a lo largo de los distintos la resolución de conflictos de forma voluntaria; también si
interrogatorios), se requeriría la generación de confianza entre está presente un ambiente social que favorece la confianza y
los implicados en el dilema, ya que de ese modo se facilitaría normas de reciprocidad entre las personas; del mismo modo,
calcular la actuación del otro. La confianza es, precisamente, si con base en ese ambiente se construye voluntariamente un
uno de los componentes más importantes del capital social. conjunto de reglas prácticas para operar y sostener la colabo-
En la tragedia de los bienes comunes, dos pastores com- ración. Con ella, se reducirían el peso de implementación y
parten un mismo terreno para alimentar a sus ovejas. Dos vigilancia de acuerdos y los costos de las transacciones, por
tipos de estrategias se presentan de inmediato. En una, am- ejemplo, en el cumplimiento de acuerdos o contratos (North,
bos buscan maximizar su utilidad, por lo que tratan de que 1993). Así ocurre, normalmente, en redes de amigos o cívicas,
sus ovejas consuman el mayor pasto posible. En esa lógica, es decir, si hubiese capital social.
la extinción definitiva del bien común (common-pool resour- Instituciones, reglas, redes y, sobre todo, confianza y nor-
ces), es decir, el pasto, será el resultado más seguro. En la otra mas de reciprocidad constituyen los elementos constitutivos
estrategia, se puede acordar un número de horas o áreas para del capital social. No hay, sin embargo, una definición única del
pastar, pero si ninguno está seguro de que se cumplirá con término, ya que cada autor acentúa ciertos elementos. No obs-
el pacto, el resultado será seguramente el mismo que el de tante, existe un aspecto común: el capital social es un grupo
la primera estrategia. agregado de factores que incentivan la cooperación voluntaria,
La tragedia también es factible de modificarse. El Es- que promueven la conformación de estructuras de interacción
tado puede obligar a los actores a que asuman una actitud o de estrategias cooperativas. Facilita, en ese sentido, coordinar
de colaboración para beneficio de ambos y del propio bien acciones con los otros para atender problemas comunes. Es
mediante determinadas prescripciones o normas. La inter- por eso que la confianza y las normas de reciprocidad consti-
vención reduciría la incertidumbre sobre el uso del bien. Sin tuyen su principal elemento, pues adelantan una estructura
embargo, la regulación externa impone determinados costos de expectativas de comportamiento mutuo, predecible y cal-
para garantizar su cumplimiento; por ejemplo, para supervisar culable. Para operar, la confianza necesita confirmarse en las
quién incumple y aplicar las sanciones que correspondan. Si distintas “movidas” de una interacción. Si no se confirma, la
la regulación no considera la interacción entre pastores, será confianza decrece o desaparece.
más gravosa y menos eficiente. Si la cooperación es forzada, El capital social, entonces, no equivale a la agrupación
y no voluntaria, cuando muchos individuos participan del de individuos o a una organización de cualquier tipo; no es
usufructo de un bien común —como en la sociedad— los participación, tampoco es cualquier tipo de cooperación. Es
costos para garantizar los acuerdos se elevan y, en consecuen- posible estar afiliado y participar de manera obligatoria: por-
cia, se incrementan también los costos de las transacciones a que se es empleado o miembro del ejército. El capital social
las que dan lugar. Si se requiriese un policía por ciudadano a no tiene un estatuto mágico: no es suficiente para enfren-
fin de cumplir con las disposiciones de tráfico, el costo podría tar cualquier problema de acción colectiva o para resolver
superar el beneficio. Además, como después de cierta escala conflictos adicionales que pueden presentarse en la confor-
no es posible ni conveniente un monitoreo así de amplio, se mación de trayectos cooperativos. No debe presuponerse que
incrementa el free rider —por ejemplo, el inquilino que no suple la importancia de ciertas instituciones, como el Estado,
paga cuotas de mantenimiento, que no coopera con los otros, en la promoción de la cooperación que una sociedad requie-
pero que goza de los beneficios comunes—. La expansión del re. Sin embargo, hay que admitir que esas instituciones solas,
free rider desequilibra el balance entre pagos y beneficios y ge- o por sí mismas, tampoco son suficientes para garantizar esa
nera una serie de incentivos que reducen las posibilidades de cooperación. Es prudente considerar una relación compleja:
una estrategia colaborativa. En cambio, si existiese confianza determinados contextos institucionales pueden reforzar al ca-
entre los pastores y a partir de ella se construyeran reglas o pital social y, al mismo tiempo, la fortaleza de éste robustecer
normas recíprocas para el usufructo del bien, se incrementa- dichos contextos.
rían las posibilidades de generar una cooperación voluntaria
y sostenida. La confianza y las normas de reciprocidad son Historia, teoría y crítica
los elementos más relevantes del capital social.
Aunque no es su intención, los modelos del prisionero y Algunos autores atribuyen a Hanifan (1920) las primeras
de la tragedia de los comunes nos dan luz sobre una cuestión referencias intuitivas al concepto. Para él, la buena voluntad,
vital para el capital social. A través de esos modelos se aprecia el compañerismo y la empatía son factores que mejoran la ca-
cómo el problema de la cooperación plantea también la cues- lidad de grupos y comunidades. Sin embargo, el concepto
tión de las condiciones que pueden facilitarla voluntariamente, sin no evolucionó consecutivamente y quedó más o menos en el

c 88 Capital social y cooperación


olvido. En todo caso, han sido sobre todo Coleman, Putnam de cada casa coordina las acciones para repararla. Se pro-
y Ostrom quienes lo han refinado y lo impulsaron a partir duce así, entre los amigos, una estructura de interacción (e
de finales de los ochenta del pasado siglo. Son ellos los que intercambio) que genera capital social, que permite alcanzar
principalmente han configurado el cuadro de discusión sobre metas de beneficio general y rendimientos individuales indis-
el capital social, si bien existen otros importantes desarrollos cutibles porque con una cuota de trabajo individual menor,
(Fukuyama, 2001; Lin, 2001; Bourdieu, 1983). la colaboración en grupo ofrece los resultados esperados. Si
Además, prevalece una variedad de posiciones que, sin entre los amigos no existiese confianza en que se actuara re-
embargo, pueden agruparse gruesamente en dos espacios cíprocamente, de manera que el primero que logra reparar su
conceptuales: el que considera al capital social básicamente casa con la ayuda de los otros continuara colaborando hasta
como el acceso personal a redes que reportan beneficios in- concluir todas, la cooperación no sería posible. Eso es capi-
dividuales (Bourdieu, 1983; Lin, 2001) y cuyos efectos sobre tal social. Si ese capital no existe, la cooperación tiene menos
el resto de la sociedad pueden ser negativos (Portes, 1996). posibilidades de verificarse.
Este espacio considera que el capital social tiene un “lado Es importante notar que en el ejemplo anterior se inter-
oscuro”. En cambio, el otro lo entiende —como vimos— cambian trabajo y derechos de control de acciones pero no
como un factor ligado a colaboraciones colectivas con un capital social. Éste permanece como una dimensión que
efecto previsiblemente positivo en las posibilidades de reso- facilita ese intercambio precisamente porque es un atributo
lución de problemas de acción colectiva y en la formación y de la estructura de la interacción misma. Por esa naturaleza,
mantenimiento de bienes públicos o comunes. Tendría, en no puede ser intercambiado y no es propiedad de quien se
este caso, un “lado virtuoso”. A la primera posición, Ostrom beneficia de él. El capital social no se aloja en los individuos,
(2003) la denomina minimalista; a la segunda, expansionista. es inherente a la estructura de relación entre las personas, al
Por ese carácter, los expansionistas trazan un horizonte de tipo de vínculos que ellos sostienen. En este sentido, cuando
análisis que posibilita un tratamiento más coherente de los existe, como las calles, es un bien público y, por consiguiente,
niveles analíticos micro, medio y macro. En la relación de se obtienen beneficios de él sin poseerlo de forma privada.
estos tres niveles, la dificultad es de orden conceptual antes Hay varias formas que fortalecen aquella estructura en
que metodológica. términos de capital social. Entre otras, se pueden señalar
James S. Coleman (1990) es un típico caso de análisis (Millán y Gordon, 2004):
intermedio. Su interés fue vincular las estrategias individua-
les, de acuerdo con la elección racional, con la posibilidad a) Normas. En especial, normas que regulan y distri-
de que, bajo determinadas estructuras de interacciones, se buyen derechos que se incrustan en la estructura
generasen beneficios colectivos. Para él, el capital social es de relaciones, por ejemplo, tratos recíprocos como
un recurso para la acción conjunta que se orienta a atender sujetos de derechos políticos.
metas comunes y tienen un papel central en la posible arti- b) Obligaciones y expectativas. La reciprocidad de ex-
culación entre acción individual —conforme a parámetros pectativas, asumidas en la interacción como obli-
de la elección racional— y las estructuras sociales. Textual- gatorias, da certeza a la posibilidad de intercambio
mente, dice: “La concepción de capital social como recurso (“trabajo hoy en tu casa y tú mañana en la mía”).
para la acción es una manera de introducir estructura social c) Relaciones de autoridad. Ésas se instituyen cuando
en el paradigma de la acción racional” (1988: 95). Bajo esta se ceden voluntariamente derechos de control sobre
consideración, cooperar sería entonces racional. Coleman determinadas acciones.
piensa al capital social a partir de un delicado equilibrio d) Clausura de relaciones. La clausura se representa
entre su cualidad de bien público (porque es un recurso para como una estructura de relaciones en la que, a dife-
la cooperación y su resultado es positivo para la mayoría) y rencia de las lineales, todos los individuos que parti-
su generación conforme a intercambios de cierta utilidad cipan tienen contacto entre sí. De ese modo se fijan
individual. Con ese propósito, distingue conceptualmente determinadas obligaciones en todas las interaccio-
entre la estructura de la interacción y la acción individual (y su nes, como ocurre entre una red de amigos, porque
intención de maximizar). quien no las cumpla está mayormente expuesto a
Cuando un grupo de amigos acuerda reparar sus casas ser sancionado.
por turnos, ocurre una cooperación y un intercambio que
beneficia a todos. Si se asume que se intercambia sólo trabajo Para Coleman, muchas formas de capital social se crean
(como un bien privado), no se entendería dónde está el be- —y también se destruyen— como un “subproducto” de otras
neficio: si, con la cuota de trabajo aportado individualmente, actividades, algunas de las cuales se traslapan.
cada quien podría arreglar su propia casa sin más inconve- Putnam (1994; 2002) es quien más ha influido en el
nientes, o si la aportación excediese ese requerimiento, no debate del capital social y se ha vuelto un referente para su
sería racional colaborar. Lo que ocurre, según Coleman, es discusión y crítica. Gran parte de su éxito se debe a las con-
que se intercambia un bien privado (trabajo) por el derecho clusiones (polémicas) que extrajo de algunos de sus trabajos:
de control sobre las acciones (Millán y Gordon, 2004): el dueño el compromiso cívico es la variable más consistente para en-

Capital social y cooperación 89 c


tender el desempeño institucional democrático; del mismo y reciprocidad que la mantienen—. Las redes verticales (y
modo, el capital social lo es para explicar dicho compromiso. clientelares) no son capital social.
El capital social adquirió así una dimensión clave en la vida Además de densas y horizontales, las redes deben man-
cívico-política de las sociedades y en sus posibilidades de de- tener cierto tipo de lazos sociales, o vínculos, para formar
sarrollo. Para Putnam, los vínculos entre las personas de una capital social. La familia —y grupos semejantes— puede
comunidad y la forma en que se organizan tienen un valor actuar coordinadamente porque mantiene lazos fuertes. Esos
indiscutible porque su calidad influye en la productividad lazos agregan individuos homogéneos en grupos, pequeños
social para atender problemas colectivos. El capital social es, y horizontales, que encapsulan la cooperación dentro de esas
entonces, un activo almacenado en la calidad de las relacio- redes. Las redes de compromiso cívico, al regirse por lazos
nes entre individuos, de sus vínculos. Esa calidad se distingue débiles, enlazan a miembros de distintos grupos de manera
por ciertas características como la confianza, las normas de que se refuerzan las posibilidades de una colaboración más
reciprocidad y su organización: redes. amplia. A diferencia de las fuertes, las débiles (Granovetter,
La confianza y las normas de reciprocidad son los fac- 1999) amplían los horizontes de intercambio y comunicación
tores que más coadyuvan a la cooperación. La confianza de una comunidad. Una estructura social basada exclusi-
estabiliza vínculos porque permite cálculos sobre los otros vamente en redes densas —horizontales pero con lazos
y, en la medida en que opera, sólo si esos cálculos se cum- fuertes— promueve una sociedad segmentada, restringe la
plen repetidamente. Éstos dan información sobre con quién conectividad social y circunscribe, en esas redes, la capacidad
se interactúa, de ahí que se conforme como una estructura de resolver problemas de acción colectiva. En suma, merma
relacional en la que los participantes tienen claridad sobre la capacidad de cooperación social amplia. El tipo de lazo en
los incentivos que los motivan. La confianza en los demás que se basa el capital social influye notablemente en la ampli-
es esencial para determinar la decisión de colaborar o no. Y tud de las posibilidades de cooperación de una sociedad, en
como dimensión social tiene dos fuentes: la reciprocidad ge- su conectividad interna y en la intensidad de su compromiso
neralizada y las redes de participación civil. A diferencia de la cívico. Densidad, horizontalidad y lazos débiles distinguen a las
reciprocidad específica que se basa en intercambios inmedia- redes de compromiso cívico como capital social.
tos y de valor equivalente (un favor por otro o estrategia Tit Ha sido E. Ostrom (2000; 2005) quien, hoy, ha refinado
for tat), la generalizada reposa en la expectativa compartida más la dimensión teórica del capital social. Lo considera una
de que el beneficio que hoy se otorga será devuelto en el fu- pieza clave en la construcción de una teoría de segunda gene-
turo y no necesariamente por la persona que fue beneficiada ración de la relación entre elección racional y acción colectiva.
en el intercambio original; por ejemplo, cuando yo respeto el Rechaza tanto la imposibilidad de la cooperación como un
lugar de alguien en la fila y dos días después alguien respeta a priori conceptual como el hecho de que se subestimen los
el mío. Las comunidades que imponen esas reglas acotan los fuertes dilemas que se enfrentan al actuar conjuntamente.
comportamientos oportunistas (y al free rider) y resuelven Admite que hay varios tipos de individuos (no sólo egoístas,
mejor problemas de acción colectiva, como cuando alguien como la teoría de la elección racional postula) que tienen
no coopera para seguir los criterios de asignación de un motivaciones diversas y desarrollan estrategias múltiples para
bien (la asignación de un boleto, el uso de un recurso o el enfrentar dilemas de acción colectiva o cooperación.
ejercicio de un derecho). Para Ostrom, un dilema es una situación donde hay un
La formación de la reciprocidad está asociada a densas interés común que está en tensión o en conflicto con el inte-
redes de intercambio social. Densidad significa frecuencia de rés individual de los que participan en esa situación. Sostener
contactos, éstos generan información sobre los otros. Si se acciones coordinadas en el tiempo presupone, también, en-
espera que la confianza no sea traicionada, es más probable contrar un equilibrio entre esos dos extremos. Resolver ese
que la cooperación fluya. Además de densas, las redes deben problema es la tarea clave y primera de cualquier acción co-
ser horizontales, y no verticales para que se promueva la re- lectiva porque si no se resuelve no habrá acción conjunta. El
ciprocidad. Son las redes de compromiso cívico (asociaciones capital social es, para Ostrom, todo aquello que acreciente
de vecinos, cooperativas, clubes deportivos) las que cumplen las habilidades para tal fin. En particular se identifican tres
con esas dos condiciones. Según Putnam, ellas condensan el formas: confianza y normas de reciprocidad, redes de parti-
éxito de colaboraciones anteriores, entrenan a la gente en la cipación cívica y reglas o instituciones formales e informales.
coordinación de acciones para atender asuntos públicos o La confianza preestructura una oportunidad para que
comunes y son fuente esencial de capital social. Las redes quienes interactúan puedan obtener un beneficio; es un requi-
verticales, en cambio, no promueven la confianza ni la re- sito para que se agilice un buen número de transacciones (por
ciprocidad; la información es menos confiable y controlada. ejemplo, dos conocidos acuerdan un trato comercial). Como
Las redes clientelares, por ejemplo, por más densas que sean, en Putnam, la confianza es incentivada en redes densas de
sostienen intercambios y obligaciones mutuas pero asimé- carácter cívico: aunque las interacciones entre dos individuos
tricas. Aunque resuelven problemas de acción colectiva, las no sean repetidas, la presencia de otros miembros y la infor-
redes verticales socaban las bases de una colaboración vo- mación que fluye elevarán las posibilidades de que ambos se
luntaria —que es posible sólo por los vínculos de confianza comporten confiablemente, incluso si se mueven por moti-

c 90 Capital social y cooperación


vaciones egoístas, pues, de otro modo, reducirían sus posibles Líneas de investigación y debate
transacciones futuras con cualquier miembro de la red a la contemporáneo
que pertenecen. En otros términos, la red (cívica) conforma
un ambiente que equilibra el interés individual, incluso por Puntualmente, las principales críticas hacia el capital social
motivaciones utilitarias de largo término, de manera que la se resumen en los siguientes puntos. No todas son acerta-
confiabilidad y la reciprocidad para cooperar se hacen po- das pero permiten adelantar unas áreas de interés para la
sibles. En este sentido, la reciprocidad es una norma moral investigación.
que preconfigura un patrón de intercambio social: quien es
recíproco es confiable. En una sociedad donde la reciproci- a) Ciertas perspectivas aseguran que el concepto de
dad está afirmada como una norma social y, por tanto, como capital social es muy ambiguo pues se compone
un patrón que regula cierto tipo de interacciones, funciona de diversos elementos y su objeto analítico es im-
—en términos de teoría de juegos— como un marco que da preciso. Sin embargo, como vimos, es delimitable y
certeza y produce un equilibrio más o menos eficiente ante su objeto son las posibilidades de cooperación. Lo
una situación conformada como un dilema por la falta de realmente interesante es avanzar, aún más, en ló-
información entre los participantes. Así, por ejemplo, es más gicas de operacionalización del concepto y en un
fácil cooperar (para una transacción, para generar un acuerdo, registro más amplio de sus formas.
para compartir un taxi) con extraños. b) El capital social, se asegura, tiene un “lado oscu-
El aspecto más importante y original de la perspecti- ro”: la mafia y otros grupos tienen capital social y
va de Ostrom es el papel de las reglas o instituciones en la le imponen efectos negativos a la sociedad mientras
formación de capital social. Es innegable que un conjunto logran beneficios propios. En general, se acepta que
de normas que institucionalizan un sistema político pueden todo capital (físico, económico) tiene efectos nega-
inhibir o estimular la disposición ciudadana a atender volun- tivos: la formación de una empresa puede destruir
tariamente sus problemas de acción colectiva (en un barrio, un bosque o contaminar un río. Para el capital social
por ejemplo). De ahí la relevancia de las reglas formales. No esos efectos tienen más probabilidad de verificarse
obstante, es imposible —por su nivel general— que esas si las redes no cumplen con las características de
reglas contengan todos los elementos para atender todas compromiso cívico, reciprocidad, confianza, la-
las situaciones particulares que se definen por un dilema zos débiles; y si no hay, como quiere Ostrom, un
de cooperación (como ocurre cuando se administran bienes marco institucional que lo fomente o incentive. En
comunes, por ejemplo, en una cooperativa). Por ello, los in- ese sentido, un área de investigación importante es
dividuos tienden a construir reglas prácticas (o working rules) definir qué tipo de condiciones sociales favorecen
para saber cómo conducirse. Si no contravienen el orden ju- vínculos o interacciones que estén regidas por el
rídico formal, tanto su elaboración como el empeño en ellas conjunto o la mayoría de los componentes del ca-
es una forma de capital social clave: facilitan la cooperación pital social.
y su mantenimiento. c) Comúnmente se asegura que hay redes con mu-
Para producir reglas prácticas hay que resolver, antes, otro cho capital social y otras con poco, lo cual favorece
dilema de acción colectiva: las reglas de discusión y acuerdo la desigualdad. Esta crítica, de hecho, se basa en la
para su elaboración. En ese sentido, el tipo de reglas que ante- distribución del capital social, no en su importancia
ceden a las que están en construcción expresan determinados o utilidad. El capital humano (educación) tampoco
patrones de autoridad, justicia y reciprocidad que pueden ser, está bien distribuido pero su importancia es incues-
o no, convenientes para el nuevo momento. Las normas arti- tionable. Es importante buscar formas institucio-
culan varias áreas o niveles de actividad —desde lo cotidiano nales y sociales para el incremento del capital social
hasta problemas constitucionales— y, en consecuencia, las como bien público o determinar qué circunstancias
pautas de confianza y reciprocidad dependerán también de lo pueden disminuir. Es decir, es necesario investigar
normas más generales. Las reglas y su construcción, en ese qué factores favorecen —como diría Coleman— una
sentido, pueden generar o destruir capital social. Dos facto- subinversión en él.
res adicionales modulan la eficacia para resolver problemas d) La investigación empírica no encuentra siempre la
colectivos, más allá de ese capital: el tipo de bien en torno vinculación postulada (Putnam) entre redes volun-
al cual se interactúa y la experiencia, el “saber cómo”, de los tarias y confianza, reciprocidad y compromiso cívi-
participantes que desean cambiar las reglas o estructuras de co. Ciertamente, esa relación no se verifica siempre
interacción para resolver más apropiadamente los problemas ni con la misma intensidad. Al parecer, varía según
de cooperación que se presentan. Finalmente, del conjunto de la estructura de redes, los contextos institucionales y
este cuadro conceptual se desprende, con claridad, que el ca- culturales, en el sentido de Ostrom. La exploración
pital social se asienta en normas de reciprocidad compartidas, de qué asociaciones voluntarias (clubs, voluntaria-
confianza, reglas de uso y saberes comunes. do, partidos, ong) propician realmente la formación
de capital social y una educación cívica constituye

Capital social y cooperación 91 c


hoy el tema de un gran número de investigaciones. f ) Es preciso investigar si el capital social eleva la ca-
Ese interés contrasta con la escasa investigación en pacidad de una comunidad para afrontar problemas
América Latina. de desarrollo local y determinar si su papel es im-
e) El capital social no es una condición suficiente para portante o no en la consecución de proyectos con-
garantizar el éxito de la cooperación. Esto es abso- juntos.
lutamente cierto. Tanto como el hecho de que no g) Es impostergable investigar comparadamente di-
pretende serlo. Como hemos indicado, es sólo un versos tipos de redes sociales para explicar si los
factor (notablemente importante) que preconfigu- intercambios, soportes a individuos y formas de
ra condiciones favorables para las posibilidades de colaboración que en ellas se dan dependen o no del
cooperación. Indagar cómo lo hace en contextos tipo de capital social. Igualmente es interesante y
específicos es de vital importancia. prioritario indagar de manera empírica si el tipo de
redes se vincula con una mayor conectividad o con
El conjunto de líneas de investigación que hemos indi- una menor segmentación social según formas de
cado arriba, como resultado de las críticas al capital social capital social.
es susceptible de sintetizarse y, al mismo tiempo, es posible h) Se precisa investigar el bienestar subjetivo para
ampliarlo con otros temas que se desprenden de campos de identificar si el capital social, especialmente bajo su
interés en distintas áreas y que han desarrollado ya un buen forma de incremento de relacionales entre indivi-
número de investigaciones. Entre esos temas destacan: duos, incrementa la satisfacción con la vida.

a) Se requiere investigación empírica para comprobar Bibliografía


si los fundamentos y asociaciones conceptuales que
el capital social postula se verifican y en qué grado Bourdieu, Pierre (1983), “Forms of Capital”, en John G. Richard-
y en qué contextos. son (comp.), Handbook of Theory and Research for the Sociology
b) Es importante realizar investigación comparada of Education, New York: Greenwood Press, pp. 241-258.
para verificar si ciertos tipos de sistemas políticos e Brehm, John y Wendy Rahn (1997), “Individual-Level Evidence
for the Causes and Consequences of Social Capital”, Ameri-
instituciones amplían el capital social y elevan sus can Journal of Political Science, vol. 41, núm. 3, pp. 999-1023.
efectos en la cooperación. Por ejemplo, analizar si el Coleman, James S. (1987), “Norms as Social Capital”, en G. Radnit-
tipo de sistemas políticos y de cultura cívica entre zky y P. Bernholz (eds.), Economic Imperialism: The Economic
ciudadanos o partidos, así como las estrategias de Approach Applied Outside the Field of Economics, New York:
colaboración entre ellos, o no, tienen relación con Paragon House.
formas de capital social o son dimensiones total- _____ (1988), “Social Capital in the Creation of Human Capital”,
mente independientes. American Journal of Sociology, vol. 94 (supl. Organizations
c) Se precisa investigación empírica y comparada para and Institutions: Sociological and Economic Approaches to the
entender el papel que juega —según un buen nú- Analysis of Social Structure), pp. S95-S120.
_____ (1990), Foundations of Social Theory, Cambridge, Massachuse-
mero de autores— el capital social en desarrollo tts, London: The Belknap Press of Harvard University Press.
económico o comunitario. De particular importan- Cook, Karen S., ed. (2001), Trust in Society, New York: Russell Sage
cia es el análisis de las instituciones y factores cul- Foundation.
turales que promueven o inhiben esa vinculación. Dasgupta, Partha e Ismail Serageldin (eds.) (2000), Social Capital:
d) Es importante investigar si el capital social —como A Multifaceted Perspective, Washington: The World Bank.
se ha sostenido— eleva la eficiencia de políticas pú- Durston, John (1999), “Construyendo capital social comunitario”,
blicas (salud, pobreza, infraestructura) porque abre Revista de la CEPAL, núm. 69, pp. 103-118.
espacios de colaboración entre autoridades y usua- Fukuyama, Francis (1995), Trust: The Social Virtues and Creation of
rios y una construcción conjunta de políticas. Es de Prosperity, London: Hamish Hamilton.
_____ (2001), “Social Capital, Civil Society and Development”,
vital importancia indagar cuáles componentes del Third World Quarterly, vol. 22, núm. 1, pp. 7-20.
capital social actúan en el éxito o fracaso de esas Grootaert, Christiaan (1999), Social Capital, Household Welfare
políticas. and Poverty in Indonesia, Local Level Institutions Working
e) Es necesario investigar cómo interviene el capi- Paper, núm. 6, Washington: The World Bank.
tal social en el mantenimiento de bienes comunes Hanifan, L. (1920), The Community Center, Boston: Silver, Burdett
(cooperativas, sistemas de riego). Ésta es una de las and Company.
ramas más explorada. De particular interés es la in- Hardin, Russell (1991), “La acción colectiva y el dilema del prisio-
dagación de la relación entre tipos de bien (made- nero” (1982), en Josep Colomer (comp.), Lecturas de teoría
reros, pesqueros) y capital social, así como su papel política positiva, Madrid: Instituto de Estudios Fiscales, pp.
81-114.
con la configuración de reglas prácticas que regulan Knight, Jack (2001), “Trust, Norms, and the Rule of Law”, en Ka-
las interacciones en torno al bien común de que se ren Cook (ed.), Trust in Society, Nueva York: Russell Sage
trate. Foundation, pp. 354-373.

c 92 Capital social y cooperación


CIUDADANÍA
Lin, Nan (2001), “Building a Network Theory of Social Capital”,
en Nan Lin, Karen Cook y Ronald S. Burt (eds.), Social
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blishers, pp. 3-29.
Lucía Álvarez Enríquez
Lin, Nan, Karen Cook y Ronald S. Burt (2001), Social Capital: A
Theory of Social Structure and Action, New York: Cambridge
University Press.
Lowndes, Vivien y David Wilson (2001), “Social Capital and Local Definición
Governance: Exploring the Institutional Design Variable”,
Political Studies, vol. 49, núm. 4, pp. 629-647. El de ciudadanía es un concepto polisémico, pluridimensional
Millán, René y Sara Gordon (2004), “Capital Social: una lectura y complejo, respecto al cual existen diversas connotaciones de
de tres perspectivas clásicas”, Revista Mexicana de Sociología, acuerdo con el momento histórico y la realidad político-so-
núm. 4, pp. 711-747.
cial a la que remite; por lo tanto, no es una noción unívoca y
North, Douglass (1993), Instituciones, cambio institucional y des-
empeño económico, México: Fondo de Cultura Económica. ahistórica, sino que se ha construido a largo de los siglos, y
Ostrom, Elinor y T. K. Ahn (2003), “Una perspectiva del capital sus contenidos han sido modificados de acuerdo con la evo-
social desde las ciencias sociales: capital social y acción co- lución de la propia vida en sociedad, con las características
lectiva”, Revista Mexicana de Sociología, núm. 1, pp. 155-233. de las comunidades políticas existentes y con la complejidad
Ostrom, Elinor (2000), El gobierno de los bienes comunes, Méxi- y diversidad de estas comunidades políticas. Por esto, resulta
co: Fondo de Cultura Económica, Centro Regional de necesario situar y comprender la evolución de este concepto,
Investigaciones Multidisciplinarias-Universidad Nacional y asumir que, en la actualidad, éste no admite un sólo con-
Autónoma de México. tenido y no se atiene a una única circunstancia, sino a varias
_____ (2005), Understanding Institutional Diversity, Princeton: Prin-
a la vez; de aquí que probablemente hoy resulte más perti-
ceton University Press.
Portes, Alejandro y Patricia Landolt (1996), “The Downside of nente hablar de ciudadanías, en plural, que de una noción
Social Capital”, The American Prospect, núm. 26, pp. 18-21. que lo abarque todo.
Portes, Alejandro (1998), “Social Capital: Its Origins and Appli- Considerando lo anterior, se puede decir, sin embargo,
cations in Modern Sociology”, Annual Review of Sociology, que, en sus diversas variantes, la ciudadanía alude sustancial-
vol. 24, pp. 1-24. mente a la pertenencia de los individuos y los grupos sociales
Putnam, Robert D. (1994), Para que la democracia funcione: Las tra- a una comunidad política. Pero existen muchas maneras de
diciones cívicas en la Italia moderna, Caracas: Galac. concebir la ciudadanía, pues esta definición depende en bue-
_____ (2002), Solo en la bolera, Barcelona: Galaxia Gutenberg. na medida del tipo de sociedad y de comunidad política a
Putnam, Robert D. y Kristin A. Goss (2002), “Introduction”, en
la cual se pertenezca. La ciudadanía ha sido entendida, por
Robert D. Putnam (ed.), Democracies in Flux. The Evolution
of Social Capital in Contemporary Society, New York: Oxford ejemplo, como la “cualidad y derecho de ciudadano” y como
University Press, pp. 3-20. “un conjunto de ciudadanos de un pueblo o nación” (rae,
Stolle, Dietlind y Jane Lewis (2002), “The Concept of Social 2014: “Ciudadanía”); también se ha referido a la condición
Capital”, en B. Hobson, J. Lewis y B. Siim (comps.), Key de “natural o vecino de una ciudad”, y a la del “habitante de las
Concepts in Gender and European Social Politics, Cheltenham: ciudades antiguas o de los Estados modernos, como sujeto de
Edward Elgar Press. derechos políticos” (rae, 2014: “Ciudadano”). En otros ám-
Woolcock, Michael (2001), “The Place of Social Capital in Unders- bitos, el nacional y el de la ciudad, la ciudadanía se refiere al
tanding Social and Economic Outcomes”, Isuma Canadian estatus de “ser ciudadano” y a la membresía a una comuni-
Journal of Policy Research, vol. 2, núm. 1, pp. 11-17.
dad en donde los ciudadanos son también responsables ante
Woolcock, Michael y Deepa Narayan (2000), “Social Capital:
Implications for Development Theory, Research and Poli- ésta. En la tradición inglesa, la noción original de ciudada-
cy”, The World Bank Observer, vol. 15, núm. 2, pp. 225-249. nía, citizenship, y en la tradición francesa, la de citoyenneté,
World Bank (1996), Social Capital: A Report from a Working Group to fueron referidas por los juristas al asunto de la pertenencia,
the Task Force on Social Policy, Washington: The World Bank. emparentada ésta con la nacionalidad, y a una condición que
identifica el estatus del ciudadano vinculado al reconoci-
miento de derechos y obligaciones. De este modo, la noción
original de ciudadanía guarda una relación directa con dos
dimensiones: como vínculo entre personas que tienen algo en
común, sea esto una actividad, un gobierno o una posesión,
y como pertenencia de los individuos a un lugar (ciudad), o
a una comunidad política (Estado, nación).
En términos generales, la ciudadanía trata de una
condición que remite por principio, como se reconoce co-
múnmente, a derechos y obligaciones, a la plena competencia
de los individuos ante su comunidad, a la existencia de reglas
compartidas y observadas (los principios de la res publica) y a

Ciudadanía 93 c
la vigencia de la igualdad de los individuos ante la ley. Pero reglamentadas de participación que posibiliten la interven-
el asunto de fondo de la ciudadanía es el de la inclusión, ción de los ciudadanos en los asuntos públicos: políticas
y la relación inclusión/exclusión es uno de sus referentes públicas, gestión social, agenda social, contraloría ciudadana,
fundamentales. Quiénes forman parte y quiénes no, es un vigencia de derechos, etcétera. Y, por otra, poner de relieve
tema central que acota y dimensiona la noción. El “noso- la aspiración inherente al concepto de ciudadanía, de gene-
tros” establece los alcances y los límites de la comunidad; el rar la igualdad de condiciones entre los distintos miembros
“los otros”, la distinción con respecto a otras comunidades y de la comunidad para el ejercicio de sus derechos, de modo
otras ciudadanías. La pertenencia y la plena competencia de que éstos no sean desconocidos o desvirtuados por situa-
los individuos se registra y verifica en la capacidad inclusiva ciones de desventaja o vulnerabilidad, y de evitar entonces
que ofrecen la comunidad, el Estado, el régimen político; en la exclusión política, económica, social y cultural. En este
la capacidad de integrar a los diferentes, así como de distri- último sentido, más recientemente, la ciudadanía ha sido
buir beneficios, de compartir atribuciones, de construir en definida también de manera extensa como la lucha de los
común; y se verifica también en la capacidad de los indivi- individuos y los actores por la reducción de las exclusiones
duos para asumir las exigencias de la vida pública. Refiere a (San Juan, 2003), y como “conjunto de prácticas (jurídicas,
prácticas y condiciones que, en la doble dirección de dar y políticas, económicas y culturales) que definen a toda per-
recibir, promueven y afirman idealmente una inclusión in- sona como miembro competente de su sociedad, y que son
tegral, que trasciende los contornos de la exclusiva igualdad consecuencia del flujo de recursos de personas y grupos so-
individual ante la ley. ciales de dicha sociedad” (Turner, 1993a: 2). Esta definición:
En esta perspectiva, el concepto de ciudadanía pone el
acento también en una doble condición, una de orden jurídi- […] enfatiza la idea de práctica en orden a evitar una
co-formal y otra de carácter activo-participativo. En el primer definición netamente jurídica de ciudadanía como
caso, se exalta la condición legal de los individuos ante la ley una mera colección de derechos y obligaciones [...]
y, en el segundo, se remite a un ideal político igualitario; esto sitúa el concepto adecuadamente en torno a la des-
se traduce, por una parte, en el reconocimiento de un estatus, igualdad, diferencias de poder y clase social, porque
a través de la ya mencionada relación de pertenencia de los la ciudadanía está inevitablemente ligada con el pro-
individuos a una determinada comunidad política, relación blema de la inequitativa distribución de recursos en
asegurada en términos jurídicos; y, por otra, en la identifi- la sociedad (2-3).
cación de una práctica política y social, en el ejercicio de
una participación activa de los individuos en la vida pública. De este modo, la ciudadanía ha sido referida a diversas
La primera condición refiere al vínculo jurídico que liga condiciones y ha sido objeto de diversas acepciones. Se le
al individuo con el Estado del que es miembro, y se trata, por ha concebido, señala Charles Tilly (1996), como categoría,
tanto, de una condición que le otorga el derecho de tomar que refiere a un conjunto de actores agrupados por un cri-
parte en las decisiones mediante el voto, así como la posibi- terio común; como vínculo, en tanto relación en la que los
lidad de ser votado para su participación en cargos públicos, participantes de una comunidad comparten experiencias de
es decir, le concede al individuo la capacidad de ejercer los memoria, derechos, obligaciones, responsabilidades y con-
hoy reconocidos derechos políticos. Ésta es una dimensión cepciones de vida; como identidad, que se construye como
en la que el concepto de ciudadanía se equipara con el de resultado de experiencias políticas o vivenciales en común,
nacionalidad, y se llega a emplear incluso como sinónimo, o como un rol, que refiere a distintos vínculos asignados o
distinguiendo claramente a los que son ciudadanos de los referidos a un actor particular.
que no lo son dado que el ejercicio de estos derechos sólo
compete a los ciudadanos, situación que no siempre ocurre Historia, teoría y crítica
con otro tipo de derechos, como los cívicos, los sociales y los
culturales, que son reconocidos también por algunos Estados El concepto de ciudadanía tiene una larga historia en la tra-
para los extranjeros. dición occidental, que se reconoce en una doble raíz: la griega
La segunda condición alude a la parte activa de la ciuda- y la latina. Es de corte más bien político, en el primer caso, y
danía que involucra la participación de los individuos y los de carácter más jurídico, en el segundo. De ella han emana-
grupos sociales en los procesos de carácter político y social, do diversas escuelas y tendencias teórico-políticas que hasta
más allá del ejercicio del voto y de la intervención en cargos nuestros días se expresan en las dos principales tradiciones
públicos; esto es, en las prácticas de la llamada democracia vigentes: la liberal y la republicana.
participativa. Tales prácticas involucran distintos aspectos La ciudadanía, entendida como una relación política, es
referidos a la creación de las condiciones para hacer efec- decir, como vínculo entre el individuo y la comunidad política
tivos los derechos ciudadanos y para hacer valer también de pertenencia, es una idea presente tanto en los griegos como
el carácter protagónico de los individuos como miembros en los latinos; sin embargo, existen diferencias sustantivas
plenamente competentes ante su comunidad política. Esto entre ambas concepciones pues el carácter del vínculo y sus
supone, por una parte, la existencia de espacios y prácticas implicaciones en la vida política fueron y son hasta hoy, en

c 94 Ciudadanía
las tradiciones derivadas, muy distintos. Los griegos ponen parte en los asuntos públicos en una doble dimensión: en la
el énfasis en la participación directa de los ciudadanos en la deliberación de los asuntos de la polis, como autoridad, y en el
vida política, mientras que los romanos formulan la partici- reconocimiento de la necesidad de obedecer y observar las re-
pación mediante la representación. soluciones establecidas previamente por otros. En esto radica
En la concepción griega, los individuos, en tanto par- lo sustantivo de la noción aristotélica; en que los ciudadanos
te dinámica de la comunidad política, debían participar de participan y toman decisiones, pero también están obliga-
manera activa y propositiva en su seno; no se podía ser ciu- dos a respetar y obedecer las limitaciones que les impone el
dadano sin ocuparse de las cuestiones públicas y sin invertir gobierno, dado que han sido ellos mismos quienes han par-
tiempo y dedicación en los asuntos del bien común, el cual ticipado en el establecimiento de ese gobierno y de esas leyes.
era parte de la construcción ciudadana y a él se dedicaban Los alcances de esta noción han sido relevantes y han
importantes esfuerzos. La vida privada ocupaba un plano se- trascendido hasta nuestros días; sin embargo, vale la pena
cundario y la vida pública era la parte constitutiva de la polis. señalar también al menos dos de las principales críticas que
Entre los atenienses, la mejor vía para atender los asuntos se le han hecho. Éstas se refirieren al carácter restringido de
públicos era mediante la deliberación, el debate abierto y la misma, al considerar dentro de esta condición únicamente
el intercambio de ideas y posiciones en el ágora, que era el a los varones, adultos e hijos de padre y madre atenienses; es
centro de la vida pública. decir, estaba reservada a las personas que gozaban de cierto
En la cultura griega la ciudadanía estuvo muy ligada tam- estatus y representaba una situación virtual de privilegio, de
bién a la virtud; el ciudadano no era sólo un individuo activo la que estaban excluidas las mujeres, los niños, los extranjeros
y participativo, sino también un ser virtuoso, consciente, preo- y los esclavos. Esto hacía de la ciudadanía una noción que en
cupado por la comunidad, por el bienestar de los otros y por la última instancia poseía un carácter fuertemente excluyente.
construcción del bien común; de ahí que únicamente se podía La otra consideración crítica que dificulta su vigencia en
ser virtuoso si se tomaba parte en la política y se participaba la actualidad, se refiere a la circunstancia de que la demo-
en el ámbito público. Lo político significaba, igualmente, que cracia directa que emana de ella es una modalidad posible
todos los problemas y los asuntos públicos se trataban por únicamente en comunidades reducidas, donde las prácticas
medio de la palabra y de la persuasión; la fuerza y la violen- pueden llevarse a cabo cara a cara en ejercicios de asamblea,
cia, así como las modalidades despóticas, eran consideradas lo cual escapa a las condiciones de masividad de las socieda-
formas prepolíticas que sólo se empleaban al margen de la des contemporáneas.
polis, en el hogar o en el seno de la familia (Arendt, 2001). La tradición romana avanza en un sentido distinto de
Para Aristóteles, “sólo el hombre entre los animales tiene la ateniense, y radica principalmente en que ser ciudadano
lógos” (palabra) (1986: 24) y por eso puede, mediante ésta, en Roma significaba actuar bajo la ley y, por lo tanto, ser
manifestar lo justo y lo injusto, lo conveniente y lo perjudicial. protegido por la misma a lo largo y ancho del territorio del
Para él, el ciudadano poseía una doble categoría: distinguía Imperio; significaba también ser miembro de una comuni-
al “ciudadano en sentido absoluto” de los “ciudadanos degra- dad que compartía la ley y que podía identificarse, o no, con
dados o desterrados”; el primero era el que tenía el derecho una comunidad territorial (Cortina, 2003). La ciudadanía
de participar en el poder deliberativo o judicial de la ciudad, se convierte, en el Imperio romano, en un estatuto jurídico
y el que por ello estaba exento de “los trabajos necesarios de en el que se reconocen y demandan ciertos derechos y no
la vida” (116); en tanto que los otros eran ciudadanos con existe una exigencia manifiesta de cumplir con obligaciones
restricciones, que tenían a su cargo la realización de todos los respecto a la ciudad. De este modo hay un tránsito del zóon
trabajos relacionados con la provisión de los bienes materia- politikón de Aristóteles al homo legalis romano; del ciudadano
les necesarios para la vida, ya fuesen tareas de producción o participativo de los griegos al ciudadano protegido y repre-
de distribución. De ahí que el término ciudadano en estricto sentado de los latinos.
sentido quedaba reservado a “quien tiene parte en los hono- La extensión adquirida por el Imperio romano hasta
res públicos” (117), y la ciudad era concebida por él como diversos y lejanos pueblos conquistados, sin duda, contri-
“el cuerpo de ciudadanos capaz de llevar una existencia au- buyó a que la noción y circunstancia de ciudadano en esta
tosuficiente” (109). cultura se circunscribiera a un reconocimiento jurídico y a
Otro aspecto relevante sobre la ciudadanía en la tradi- una protección legal. Este reconocimiento se daba mediante
ción griega lo constituye la creación de la ciudad-Estado, tratados y decretos, y no era necesario haber nacido en sus
que significó la institucionalización de la vida pública frente dominios para obtenerlo y tampoco gozar de propiedades o
a las formas naturales de organización, como el hogar (oikia) de cierta fortuna. El concepto de ciudadano se fundaba en el
y la familia; y con ésta, la concreción del reconocimiento de derecho de actuar dentro del sistema jurídico y de la ley, en
la capacidad del hombre, exaltada por los griegos, de orga- donde participaban todos los habitantes de Roma, incluidas
nizarse políticamente. En este reconocimiento subyacía la las mujeres. Los habitantes de los pueblos conquistados se
consideración, apuntada por Aristóteles, en relación con convertían en ciudadanos del Imperio, por lo cual se dio una
que el ser ciudadano significaba también el ser gobernante y integración masiva que se reconocía en términos jurídicos
súbdito a la vez; esto quiere decir que el ciudadano tomaba pero que operaba también en términos socioeconómicos. La

Ciudadanía 95 c
capacidad de inclusión de la ciudadanía romana funcionó de El concepto liberal moderno de ciudadanía tuvo su ori-
forma semejante a como opera el concepto de nacionalidad, gen en las ideas de la Ilustración francesa, que tuvieron como
es decir, mediante la incorporación de todos los habitantes punto de partida la defensa de la emancipación y libertad del
en un marco legal común. individuo, y la crítica a la concentración del poder, los abusos
Bajo el Imperio romano, la calidad de ciudadano era y la corrupción del régimen monárquico. Defendían la idea
otorgada por la clase gobernante, así como los privilegios de un Estado regido por leyes y no por decisiones arbitrarias,
emanados de ésta, que eran a su vez un medio a través del cual y cuestionaban profundamente la condición del súbdito, en
los gobernantes mantenían el control sobre sus gobernados tanto sujeto oprimido por las condiciones de la monarquía
y obtenían de éstos el apoyo hacia el Imperio. Mediante este y sometido a la voluntad del monarca. En contraposición al
mecanismo se estableció en Roma una jerarquía timocrática súbdito, exaltaban la concepción del ciudadano como indi-
(basada en función de la propiedad), en donde los ciudada- viduo sujeto de derechos y capaz de tomar decisiones en el
nos eran clasificados de acuerdo con jerarquías de órdenes y marco de las leyes del Estado.
clases. Esta jerarquía se estructuró teniendo en la cima a los La construcción de la legalidad constituía para ellos una
ciudadanos de primera clase, los patricios, que eran, como se meta universal, que debía establecer las condiciones de la con-
sabe, la clase gobernante; y en la base social a los plebeyos, vivencia del Estado y los derechos ciudadanos, y debía también
que gozaban de derechos restringidos, económicos y legales. ser igual para todos los miembros de éste. Los principios de
Los plebeyos podían mejorar su condición y aumentar sus libertad e igualdad adquirían sentido y vigencia únicamente
privilegios con su participación en las guerras en defensa del en el marco de las leyes. Voltaire consideraba que la libertad se
Imperio. Después de ellos estaban los esclavos, excluidos de alcanzaba cuando se dependía únicamente de las leyes, y para
todo reconocimiento ciudadano y de todo privilegio. Montesquieu tal libertad se conseguía mediante el conoci-
La ciudadanía no estaba basada en un contenido político miento que los individuos tuvieran de la legislación; por otra
participativo, sino en un vínculo jurídico que implicaba el so- parte, las leyes protegían los derechos ciudadanos, los cuales
metimiento al derecho romano y a sus leyes; de ahí que esta eran la condición para hacer posible la libertad de los indivi-
noción se despojó en buena medida de su contenido político duos. En cuanto a la igualdad, ésta era identificada en distintos
y activo y adquirió un carácter más bien pasivo y legal. El planos por los ilustrados; para Montesquieu, la igualdad se
ciudadano romano, a diferencia del griego, no tenía noción situaba básicamente en el ámbito de la legalidad, donde las
de sus derechos individuales y no gozaba de plena libertad; leyes eran iguales para todos; en tanto que para Rousseau, la
estaba más bien regulado, dirigido y protegido por la ley. No igualdad se expresaba en el derecho de todos los ciudadanos
obstante, en la legislación romana se dieron las bases para el a la propiedad. Para este último, el derecho de cada individuo
reconocimiento de los derechos políticos (recuperados más sobre su tierra se relaciona directamente con el propio tra-
adelante por la Ilustración), derivados de la instauración del bajo; hacer producir la tierra es el medio para poseerla, pero
sistema de elecciones con el que operó posteriormente la Re- este derecho está supeditado al derecho de toda la comunidad
pública: el derecho a votar (ius sufragii) y a ser votado para los sobre el territorio. En El contrato social, Rousseau planteó la
cargos públicos (ius honorum). Aquí se erigen los principios posibilidad de una distribución y una organización comunal
del liberalismo y del sistema de representación. de la tierra en la que el interés de la comunidad estuviera por
Estos principios fueron recuperados en los siglos xvii y encima del interés individual.
xviii en los albores de la sociedad capitalista y al calor de las Los principios de libertad e igualdad de la Ilustración
revoluciones inglesa, norteamericana y francesa. Fue la épo- fueron la base para la redacción de la Declaración de los
ca de la expansión de la tradición iusnaturalista, en la que Derechos del Hombre y del Ciudadano, emanada de la Re-
se clamaba por la construcción de una modalidad de Estado volución francesa de 1789, en donde se asienta, en al artículo
capaz de defender y proteger la vida, la integridad y la pro- 4º, que: “La libertad consiste en poder hacer todo lo que no
piedad de sus miembros; de ella emergió el Estado nacional daña al otro” (ddhc). La libertad manifiesta coincide aquí
moderno, en el seno del cual toma forma la concepción libe- con la igualdad implícita reconocida en el hecho de que el
ral de ciudadanía que conocemos hasta nuestros días. En el “no dañar al otro” significa que todos, sin distinciones, poseen
Estado moderno, los ciudadanos son los miembros de pleno los mismos derechos. Se establecen también los derechos
derecho, es decir, los que forman parte de este Estado porque de ciudadanía, entendidos como la igualdad ante la ley y la
adquieren la nacionalidad, entendida como el estatuto legal ratificación de los “derechos naturales” de libertad, de pro-
por medio del cual una persona afirma su pertenencia a un piedad y de seguridad por parte del Estado. Sin embargo,
Estado determinado. La adscripción a éste se daba por dos pese a su sentido de inclusión, la idea del ciudadano que
vías: la residencia (ius soli) y el nacimiento (ius sanguinis), y emergió de la Revolución francesa reconoció al menos tres
esta adscripción significaba la obtención de la ciudadanía exclusiones: la de los extranjeros, la de los no propietarios y
legal, sustentada en la nacionalidad, que otorgaba derechos la de las mujeres; esto dio lugar a una diferenciación y a una
y beneficios al ciudadano a cambio de la aceptación del so- desigualdad en la condición del ciudadano en Francia, al re-
metimiento de éste a la coacción del Estado. conocerse ciudadanos activos (los propietarios) con derecho
al voto, y ciudadanos pasivos, sin acceso a este derecho. Así la

c 96 Ciudadanía
propiedad se convirtió en una condición indispensable de la do con la concepción de Marshall, cada individuo debe ser
ciudadanía liberal plena. La ausencia de esta condición im- tratado como un miembro de pleno derecho de una sociedad
plicó el reconocimiento únicamente de los derechos civiles de iguales, y la mejor forma de asegurar la pertenencia de los
para todos y excluyó a los desposeídos y a las mujeres de los individuos a su comunidad consiste en otorgar un número
derechos políticos, con lo que el principio de igualdad quedó creciente de derechos de ciudadanía (Kymlicka y Norman,
restringido a una parte de la población adulta. 1994). De este modo, es a través de los derechos expandidos
En sintonía con esta tradición liberal, tenemos ya en el siglo que la ciudadanía adquiere pleno sentido.
xx los aportes del inglés Thomas Humphrey Marshall, quien Dentro de la tradición liberal, la concepción de Marshall
se ha convertido en uno de los referentes obligados de la con- abre el espectro a una ciudadanía más plena, que supera con
cepción de ciudadanía. En su conocida obra Citizenship and mucho a la ciudadanía civil y política; sin embargo, desde las
Social Class, concibe la ciudadanía básicamente como la pose- tradiciones marxistas y conservadoras ha sido cuestionada
sión de derechos, aunque desde una perspectiva amplia que lo por el hecho de no incluir en esta perspectiva a los derechos
coloca, junto a Rawls y Dworkin, dentro del liberalismo igua- económicos y culturales, así como al derecho de participación
litario, promotor de la justicia distributiva y de las políticas de activa en los asuntos públicos, indispensables para el ejercicio
bienestar social. Marshall fue un defensor de la vida civilizada de una condición realmente plena de ciudadanía. Igualmen-
y entendía por esto, fundamentalmente, “el ser admitido como te, el concepto de Marshall ha sido objeto de otras críticas
parte de la herencia social, lo cual implica la completa acepta- relevantes, como es la ausencia de una explicación política y
ción como miembro pleno de derechos de una sociedad, esto social acerca de cómo se da el proceso de expansión de de-
es, como ciudadano” (1965: 76). Su concepción lleva implícito rechos en la sociedad de clases y en el marco de la tensión
el reconocimiento de una verdadera igualdad en la condición permanente entre capitalismo y democracia. Este autor ubica
ciudadana que subyace tras la desigualdad económica y social, esta expansión a través de la asignación progresiva de dere-
real característica de la sociedad de clases. Su definición tiene chos mediante la política del Estado de bienestar, pero no
que ver básicamente con el tipo de vínculo que define la mem- considera el papel de las clases y de los movimientos sociales
bresía de un individuo con su comunidad; la ciudadanía es así, en este proceso. De la misma manera, en su visión no resulta
“un estatus conferido a los miembros de pleno derecho de una claro el papel de la ciudadanía ante el modo de vida capitalis-
comunidad. Todos los que poseen este estatus son iguales con ta; falta precisión con respecto a si la ciudadanía contradice
respecto a los derechos y deberes, a través de los cuales, éste es al capitalismo al suponer la redistribución de la riqueza so-
conferido” (92). bre la base de la necesidad; si la ciudadanía únicamente es
Para Marshall, la ciudadanía es una condición que se una tensión permanente ante el capitalismo atemperando el
desarrolló en perspectiva histórica y que adquirió en el siglo impacto del mercado, o bien, si la ciudadanía contribuye a
veinte una triple dimensión, al ser constituida por tres com- apoyar al capitalismo al inhibir las contradicciones mediante
ponentes sustantivos acuñados a lo largo de tres siglos: el civil la integración de la clase trabajadora al sistema, a través del
(derechos civiles, siglo xviii), el político (derechos políticos, Estado de bienestar (Turner, 2001).
siglo xix) y el social (derechos sociales, siglo xx). Cada una En una perspectiva semejante se encuentra la visión de
de estas dimensiones estaba acompañada de la creación de Rawls (1996), quien parte de la idea de que la justicia tiene
las instituciones encargadas de hacerlos valer. La dimensión primacía sobre el bien y, por tanto, los derechos individua-
civil está constituida por los derechos indispensables para el les no pueden sacrificarse por el bien común; asimismo, los
pleno reconocimiento y el ejercicio de la libertad individual: principios de justicia que establecen esos derechos no pueden
la libertad de expresión, de pensamiento, de profesar el culto ser impuestos por ninguna concepción particular de la vida
religioso de elección, así como el derecho de propiedad, el de buena. Para este autor, el Estado es neutral ante las distintas
establecer contratos y el derecho a la justicia. Las instituciones concepciones de vida de los ciudadanos, y éstos deben guiarse
directamente vinculadas al ejercicio de estos derechos son los en su vida cotidiana por los principios de justicia y establecer
tribunales de justicia. La dimensión política comprende el de- una clara diferencia entre los asuntos privados y los públicos.
recho de los individuos a tomar parte en el ejercicio del poder De aquí que el ser ciudadano signifique “adoptar una cierta
político, a votar y a ser votado, sea esto “como miembro de perspectiva de justicia frente al mundo y gobernar el propio
un cuerpo investido de autoridad política, o como elector comportamiento de acuerdo a los principios derivados de
de sus miembros” (79). Las instituciones correspondientes ella” (Miller, 1997: 75). Consiste además “en verse a sí mis-
son “el parlamento y las juntas del gobierno local” (79). Y la mo como uno entre muchos individuos libres e iguales y en
dimensión social, la más extensa, se refiere a un abanico muy reconocer que la sociedad política a la que pertenece tiene
amplio que comprende desde “el derecho a la seguridad y a que ser gobernada por principios aceptados por todos” (75).
un mínimo de bienestar económico” (79), hasta el derecho de Así, el ciudadano es el que suscribe un conjunto de principios
“compartir plenamente la herencia social y vivir la vida de un mediante los cuales rige su vida cotidiana, y es quien reconoce
ser civilizado conforme a los estándares predominantes en la a los otros como agentes morales, libres e iguales, racionales
sociedad. Las instituciones relacionadas son, en este caso, el y razonables (Rawls, 1996). En abierta diferenciación con
sistema educacional y el de servicios sociales” (79). De acuer- los republicanos, Rawls no considera importante que existan

Ciudadanía 97 c
ciudadanos participativos; esta cualidad sólo es relevante en te de la democracia y una concepción activa de ciudadano,
la medida en que contribuya a proteger los derechos y las que reconoce a la ciudadanía más como una práctica y un
libertades básicas de las personas. ejercicio que como un mero estatus pasivo; el ciudadano no
En contraposición con el liberalismo distributivo y con el es únicamente un receptor de derechos sino un ejecutor,
Estado de bienestar, surgió también en la segunda mitad del promotor y defensor de los mismos. Estos planteamientos
siglo xx otra tendencia dentro de esta tradición, reconocida suponen la existencia de un nuevo modelo de democracia,
como liberalismo libertario (o la nueva derecha), de la que una democracia participativa, sustentada en la deliberación,
forman parte autores como Hayek, Nozick, Fullinwinder y la intervención y el vínculo estrecho entre la ciudadanía, la
Mead. Entre éstos existe la visión de que la ciudadanía, más esfera pública y las decisiones políticas.
que estar sustentada en los derechos, debe estar orientada a
fortalecer sus obligaciones, principalmente en la esfera pri- Líneas de investigación y debate
vada. Los individuos son los principales responsables de su contemporáneo
bienestar y del de su familia, y deben por ello tomar un papel
activo para llevar a la práctica sus deberes sociales. Para esta Más recientemente las dos tradiciones clásicas sobre ciuda-
tendencia, la ciudadanía consiste básicamente en el derecho danía han sido recuperadas por diversos autores, en versiones
a tener o asumir responsabilidades y obligaciones; y es ne- complejas, que responden a las características de las socieda-
cesario fomentar en los ciudadanos, además de los derechos, des contemporáneas. Por una parte, tenemos a O’ Donnell,
la responsabilidad de ganarse la vida, la autosuficiencia y una emparentado con Marshall pero con un énfasis republicanis-
ética del trabajo. Ésta es una visión emparentada directamen- ta, que defiende la idea de ciudadanía integral y considera que
te con el régimen neoliberal. para que los ciudadanos puedan tener acceso a los derechos
En una perspectiva muy distinta a las anteriores se ubican elementales, cívicos y políticos, es indispensable que cuenten
los autores republicanos, que constituyen toda una tradición con un mínimo de condiciones económicas y sociales —los
proveniente de la cultura griega y, en particular, de la escue- derechos sociales— para que puedan ejercer su capacidad de
la aristotélica. Actualmente existen al menos dos tendencias agencia, esto es, su cualidad de participación en las decisio-
claramente diferenciadas: la del republicanismo liberal y nes de la vida pública (2004). De este modo, es defensor de
la del republicanismo cívico o comunitarista. La primera la ciudadanía integral, en relación a la cual advierte que “los
sostiene que la participación y el compromiso ciudadano individuos tienen derecho a al menos un conjunto básico
poseen un carácter instrumental en la medida en que colo- de derechos y capacidades (sociales, civiles y políticos) para
can a los ciudadanos en la posición de defender sus derechos funcionamientos que son consistentes con, y consecuente-
y de contener la corrupción de los gobiernos; estas ideas se mente facilitadores de, su agencia” (2004: 45). Por otra parte,
sustentan en pensadores clásicos como Maquiavelo, Tocque- este autor se sitúa en el centro del debate sobre ciudadanía
ville, Jefferson y Harrington, y que han sido recuperadas más pasiva y activa al considerar que ésta, en realidad, posee una
recientemente por autores como Skinner, Pettit y Sunstein. naturaleza combinada; por una parte es activa, en relación a
La segunda tendencia es la que se deriva más claramente del los derechos políticos y al régimen democrático, y por otra
pensamiento aristotélico, destacando que la participación es pasiva, en relación a que es adscriptiva y otorgada desde
política y las virtudes cívicas son un valor en sí mismas y re- el Estado, como nacionalidad. En una perspectiva distinta se
presentan auténticas cualidades ciudadanas que es importante encuentra Turner (citado al inicio de este texto), más cercano
exaltar, al igual que las identidades comunitarias. En esta al republicanismo, quien pone de relieve el aspecto partici-
tendencia destacan autores como Arendt, Sandel y Taylor. pativo de la ciudadanía al destacar la participación política
La característica sustantiva de esta tradición consiste y las obligaciones del ciudadano con la comunidad; pero la
en poner de relieve al ciudadano como alguien más que un participación a la que él alude es toda aquella que tiene que
simple elector, como un participante activo y responsable ver con la vida de la comunidad, no únicamente la inscrita
que, mediante su participación, ejerce sus derechos al mismo en el ámbito político, de ahí que se trate de una participación
tiempo que sus obligaciones y compromisos con la sociedad integral, relacionada con el conjunto de relaciones entre la
de la que forma parte. La participación política es entendida ciudadanía y la sociedad, entendidas éstas como un todo. En
por esta corriente como la intervención de los individuos en este sentido, la ciudadanía, para Turner,
la res publica, esto es, en las distintas tareas de orden públi-
co que atañen a los cargos, las políticas y la organización de [...] tiene que ver con derechos y obligaciones, por un
la sociedad. Los republicanos consideran que las elecciones lado frente al Estado, y, por otro, su responsabilidad
son necesarias, pero no suficientes, y que los ciudadanos de- frente y para con la comunidad. Esta noción incluye
ben participar en el control de los procesos electorales y en un conjunto de prácticas que constituyen a los indivi-
la vigilancia de los representantes, para lo cual deben acudir duos como miembros competentes de su comunidad,
a otras modalidades de hacer política como lo son las asam- expresando un paquete de prácticas sociales, legales,
bleas, los referendos, las consultas públicas, la deliberación políticas y culturales. Por otra parte, estas prácticas lo
y la movilización. De este modo, se defiende una idea fuer- constituyen más que definen al ciudadano, que con

c 98 Ciudadanía
el tiempo llegan a institucionalizarse como arreglos Finalmente, otro autor contemporáneo significativo es,
sociales normativos que determinan la membresía a sin duda, Will Kymlicka, quien, partiendo del reconoci-
la comunidad (1993a: 3). miento del fenómeno de la diversidad cultural existente en
las sociedades contemporáneas, ha distinguido dos tipos de
El enfoque de este autor resulta importante y sugerente Estados multiculturales: los “Estados multinacionales”, en
porque, al poner el acento en las prácticas sociales, reconoce lo que la diversidad cultural surge de la incorporación de
que la ciudadanía puede ser generadora de solidaridad, pero culturas que anteriormente poseían gobierno propio y es-
también de conflictos al crear expectativas sobre la distri- taban concentradas territorialmente en un Estado mayor,
bución que no se cumplen y al propiciar prácticas sociales y los “Estados poliétnicos”, en los que la diversidad cultural
—movimientos— que luchan por acceder a los recursos. De proviene de la inmigración individual y familiar (Kymlicka,
aquí surge el cuestionamiento acerca de si existe una sola 1996). El autor advierte que tales circunstancias han sido
forma de ciudadanía o formas diversas ubicadas en contex- generadoras de formas de violencia y discriminaciones inte-
tos históricos y sociales distintos. Turner admite, incluso, que rétnicas e interculturales, y que es necesario por tanto admitir
las diversas formas de ciudadanía pueden generarse desde la existencia de una ciudadanía diferenciada “cuando en una
arriba o desde abajo y ser activas o pasivas, o desarrollarse sociedad se reconocen los derechos diferenciados en función
en el espacio público o en el privado (1993a: 8-9), con lo del grupo, en donde los miembros de determinados grupos
cual la diversidad se amplía. Él reconoce también que en las se incorporan a la comunidad política no sólo en calidad de
sociedades contemporáneas han surgido distintas formas de individuos, sino también a través del grupo, y sus derechos
ciudadanía que han evolucionado bajo diferentes circunstan- dependen, en parte, de su propia pertenencia al grupo” (240).
cias de modernización política y social. Con estas precisiones Esta reflexión da lugar a la identificación de tres conjuntos
abre un espectro amplio de indagación sobre la multidimen- de derechos que constituyen la ciudadanía diferenciada:
sionalidad de la ciudadanía. derechos de autogobierno, derechos poliétnicos y derechos
Otra vertiente interesante es la que propone Chantal especiales de representación. Con esto, el aporte de Kymlicka
Mouffe, reconocida promotora de la democracia radical y aborda una de las principales problemáticas de las sociedades
defensora de la tradición republicana. Esta autora sitúa la contemporáneas: la multiculturalidad, y pone el énfasis en la
problemática de la ciudadanía en el terreno de lo político y reflexión sobre uno de los principales retos para el reconoci-
en el marco de la comunidad política, entendida ésta como miento de las ciudadanías actuales.
un modo de asociación política que, aunque no postule
la existencia de un bien común sustancial, sí reconoce la Bibliografía
existencia de un “vínculo ético que crea un lazo entre los
participantes de la asociación” (Mouffe, 1999: 96). De esto Aristóteles (1986), Política, Madrid: Alianza.
deriva una idea de ciudadanía entendida sustancialmente Arendt, Hanna (2001), La condición humana, Barcelona: Paidós.
como “la identidad política que se crea a través de la iden- Cortina, Adela (2003), Ciudadanos del mundo. Hacia una teoría de
la ciudadanía, Madrid: Alianza.
tificación con la respublica” (101), es decir, ya no se trata
Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudada-
de un estatus legal sino de un tipo de identidad. “Es una no (s.f.), en Wikipedia. Disponible en: <http://es.wikipedia.
identidad política común de personas que podrían com- org/wiki/Declaraci%C3%B3n_Universal_de_los_Dere-
prometerse con muchas empresas diferentes de finalidad y chos_Humanos>.
que mantengan distintas concepciones del bien, pero que rae: Real Academia española (2014), “Ciudadanía”, Diccionario
en la busca de sus satisfacciones y en la promoción de sus de la lengua española, 23a ed. Disponible en: <http://lema.
acciones aceptan el sometimiento a las reglas que prescribe rae.es/drae/?val=ciudadan%C3%ADa>.
la respublica” (101). Y enfatiza la naturaleza del vínculo: “Lo _____ (2014), “Ciudadano”, Diccionario de la lengua española, 23a
que los mantiene unidos es su reconocimiento común de ed. Disponible en: <http://lema.rae.es/drae/?val=ciuda-
un conjunto de valores ético-políticos” (101). Esto consiste dan%C3%ADa>.
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en un principio de articulación que afecta a las diferentes desde abajo”, European Review of Latin America and Carib-
posiciones subjetivas del agente social, pero reconociendo bean Studies, núm. 55, pp. 21-37.
la existencia de una pluralidad de lealtades específicas y el Kymlicka, Will (2004), Ciudadanía multicultural [1996], Barce-
respeto también a la libertad individual. Lo relevante de lona: Paidós.
esta visión está en el reconocimiento de las diferencias que Kymlicka, Will y Wayne Norman (1994), “Return of the Citi-
integran la comunidad, individuos y comunidades diversas zenship: A Survey of Recent Work on Citizenship Theory”,
y en su adscripción, desde la diversidad, de intereses e iden- Ethics, núm. 104, pp. 257-289.
tidades particulares a la comunidad política. Para Mouffe lo Marshall, Thomas Humphrey (1965), Class, Citizenship and Social
importante radica en que “se tomen en cuenta las diferentes Development, New York: Doubleday and Company.
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relaciones sociales y las distintas posiciones subjetivas que dadanía y clase social, Madrid: Alianza.
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La democracia en América Latina. Hacia una democracia de y otra que la adjetiva, otorgándole un carácter específico y
ciudadanos y ciudadanas. El debate conceptual sobre la democra- determinante —liberal—. La primera surge y se constituye
cia, Buenos Aires: Programa de las Naciones Unidas para el a través de la adscripción del individuo a una comunidad,
Desarrollo, pp. 11-82. ya sea por haber nacido en ella (ius solis) o por mantener la-
Pettit, Philip (1999), Republicanismo. Una teoría sobre la libertad y zos de ascendencia y de consanguinidad con sus miembros
el gobierno, Barcelona: Paidós. (ius sanguinis), con lo que adquiere el estatus de ciudadano
Przeworski, Adam (1988), “El Estado y el ciudadano”, Política y y el reconocimiento de su membresía; tal condición de ciu-
gobierno, vol. 5, núm. 2, pp. 341-379. dadanía conlleva una dimensión jurídica que reconoce sus
Rawls, John (1996), Liberalismo político, México: Fondo de Cul- deberes y derechos. De esta forma, la ciudadanía se encuentra
tura Económica. regulada por los distintos códigos jurídicos de los diferentes
San Juan, Carlos (2003), La ciudadanía como instrumento para el Estados-nación. Ahora bien, con relación al adjetivo liberal,
análisis [mimeo], México. su referente teórico está delimitado por el liberalismo, que
Sandel, Michael, ed. (1984), Liberalism and its Critics, New York: es un término que lejos de significar una sola teoría política
New York University Press. y filosófica, amén de una económica, supone una serie de va-
Skinner, Quentin (1990), “La idea de libertad negativa: perspectivas lores que no pueden ser enlistados de manera total sin que se
filosóficas e históricas”, en Richard Rorty, J. B. Schneewind y contribuya a su mayor ambigüedad y confusión.
Quentin Skinner (comps.), Filosofía de la historia: ensayos de Por ello, sin pretender agotar los sentidos del concepto
historiografía de la filosofía, Barcelona: Paidós, pp. 227-259. mismo, podemos entender a la ciudadanía liberal como una
Taylor, Charles (1990), “Modes of Civil Society”, Public Culture, condición civil y política del individuo que el Estado protege,
núm. 1, pp. 95-118. el cual se comprende con ciertas funciones que no traspasan
_____ (2003), Multiculturalismo y la “política del reconocimiento”, Se- los derechos de sus ciudadanos, por ejemplo, sus libertades
villa: Fondo de Cultura Económica. de opinión, consciencia, culto, expresión, tránsito, acceso a
Tilly, Charles (1996), “Citizenship, Identity and Social History”, tribunales de justicia, proyecto de felicidad, seguridad y pro-
en Charles Tilly (ed.), Citizenship, Identity and Social History, piedad, así como a sus derechos políticos.
New York, Cambridge: Cambridge University Press (Inter- Se puede decir, por lo tanto, que la ciudadanía liberal
national Review of Social History Supplements), pp. 1-17. remite a la relación del individuo, poseedor de derechos in-
Turner, Bryan (1993a), “Contemporary Problems in the Theory of alienables, con el poder establecido llamado Estado-nación.
Citizenship”, en Citizenship and Social Theory, London: Sage De ahí que la ciudadanía liberal se distinga también de otros
Publications, pp. 1-18. conceptos de ciudadanía occidentales y modernos, por ejem-
_____, ed. (1993b), Citizenship and Social Theory, London: Sage plo, del correspondiente a la ciudadanía social que se inscribe
Publications. en un modelo de Estado intervencionista y planificador que,
_____ (2001), “The Erosion of Citizenship”, The British Journal of a diferencia del liberal, participa activamente en la puesta en
Sociology, vol. 52, núm. 2, pp. 189-210. marcha de los derechos que no podrían ser objeto de polí-
Von Hayek, Friedrich A. (1961), Los fundamentos de la libertad, Va- ticas públicas sin su injerencia como los derechos al trabajo,
lencia: Fomento de Cultura. la salud, la educación y la vivienda, los cuales requieren más
presencia del Estado y no podrían llevarse a cabo median-
te la intromisión mínima que presupone el modelo liberal.
La ciudadanía liberal tiene que ver tanto con la con-
cepción de una forma de vida enmarcada por las libertades
individuales, como también con las libertades y derechos
que protegen la vida política, es decir, con los derechos del
ciudadano a ser elegido para ocupar funciones de gobierno y
representar a sus conciudadanos, o bien, el derecho de elegir
libremente a sus representantes.

c 100 Ciudadanía liberal


Históricamente, la ciudadanía liberal se diferencia de frute seguro de sus derechos naturales a la libertad, igualdad
la ciudadanía perteneciente a otros momentos históricos y propiedades de los contratantes.
porque sus orígenes son modernos, situados en un contor- El concepto de ciudadanía liberal tiene una relación es-
no social que favorece la práctica política que tanto en la trecha con la concepción individualista de los derechos de
Grecia clásica como en la etapa perteneciente al republica- propiedad que sirvió de sustento, a su vez, a la aparición y
nismo renacentista no se observó, pues en tales ciudadanías fortalecimiento del Estado liberal o mínimo capitalista. Sin
la participación en asuntos públicos se ejerció desde el in- embargo, esta afirmación tiene que ser matizada, ya que los
terés colectivo y no en consideración de los intereses de los procesos sociales que condujeron a relaciones políticas mo-
individuos, como es el caso de la ciudadanía liberal. En este dernas en las que la ciudadanía liberal aparece, no fueron
tipo de ciudadanía, los derechos políticos coexisten con la idénticos ni se originaron del mismo modo, así como tam-
dimensión de los derechos del individuo a una vida o ámbito poco se obtuvieron los mismos resultados en todos los países
privado protegido y respaldado por la fuerza del Estado. Por en los que surgió dicha forma de organización.
eso se dice que a los teóricos de la tradición —como Platón, La presencia de un individuo dueño de una vida priva-
Aristóteles o Santo Tomás— les resultaría inconcebible la da, protegida y reivindicada desde la vida pública como un
valoración positiva de la separación de la vida pública del ámbito de realización humana, revela rasgos existenciales
ciudadano para cultivar ese espacio en el que tiene lugar la propios de la ciudadanía liberal que, por supuesto, dejan ver
realización personal, sin que por ello su calidad de ciuda- la peculiaridad del espacio de las relaciones sociales y políticas
danía se pierda o se vea descalificada. en donde la vida privada es un derecho inalienable. Se puede
La ciudadanía liberal presenta una tensión entre la vida decir que el liberalismo ético-político tiene un sustrato eco-
pública y la privada, a pesar de que las prácticas políticas nómico ya que, en su conjunto, el liberalismo es una postura
protejan la libertad personal y sus derechos específicos, pues filosófica que proviene de la acción de una nueva clase social
el antagonismo, la pluralidad y el conflicto son parte de ella. que transformó a los hombres pertenecientes a estamentos
Para sintetizar lo dicho anteriormente, la ciudadanía libe- jerárquicos diferenciados como terratenientes, eclesiásticos,
ral forma la identidad colectiva fincada en el “nosotros”, en campesinos, artesanos, guerreros y aristócratas, etcétera, en
cuanto conjunto de ciudadanos de una nación, y que son los asalariados, banqueros, comerciantes e industriales.
sujetos tutelados por el Estado moderno, mínimo o liberal, el Acudiendo nuevamente a Locke para ilustrar la nueva
cual administra política y jurídicamente el territorio en el que concepción de la propiedad que utiliza el liberalismo, él ex-
se desarrolla el “nosotros” como una nación y cuya estructu- pone en su obra que ella descansa en una idea de Dios: “Él
ra favorece el imaginario de una misma trayectoria histórica es quien ha dado la Tierra a los hijos de los hombres”, a la
a favor de la unión de ciudadanos, en una comunidad, que humanidad en común, aunque la persona humana no forma
comparten una nacionalidad. parte de lo común pues cada hombre tiene la propiedad de
El Estado moderno y liberal tiene la obligación de ase- su persona (1952: 16). Por ende, lo que el individuo, me-
gurar el disfrute del ámbito privado en tanto libertades y diante su esfuerzo y trabajo, se apropie es siempre legítimo.
derechos del individuo, puesto que lo privado se convierte Es importante enfatizar que para comprender el papel de la
en el lugar legalmente blindado de las intromisiones de los ciudadanía liberal, hay que señalar que el individuo tiene que
demás ciudadanos y del Estado mismo. ser protegido por un poder que institucionalice su igualdad
para la libertad. Locke, al tener en mente tal cosa, propuso la
Historia, teoría y crítica división del poder de la siguiente manera: legislativo, ejecuti-
vo y federativo. Él pensó que con esta división los derechos
Para comprender el aspecto histórico de la ciudadanía liberal, del individuo no podrían ser transgredidos y el poder estaría
es necesario y pertinente acudir al pensamiento filosófico de a favor de la comunidad de individuos, y no de los intereses
John Locke,1 figura central de la tradición liberal, ya que su particulares de los gobernantes.
perspectiva nos permite ubicar la ciudadanía liberal como El proceso histórico europeo en el que se gestó la ciu-
aquella proveniente de un contrato a través del cual se inau- dadanía liberal vino a centrar la riqueza como una posesión
gura la sociedad civil y política. En consecuencia, el Estado individual y a considerar su acumulación como un bien moral.
se compromete a asegurarle a su ciudadano la libertad en Al Estado, por otro lado, no le adjudica el derecho de inter-
la persecución de sus fines. La pertenencia a la comunidad venir en las propiedades de sus ciudadanos; por esta razón,
civil y política como efecto de un contrato, se traduce en la a la propiedad se le interpretó como el elemento nuclear de
formación del bien público que significa proporcionar el dis- la posición ético-política del individuo en la comunidad.
El barón de Montesquieu admiró el pensamiento político
de Locke y prosiguió su idea de la división de poderes en su
propia obra, con la intención de proteger la dimensión de los
1 John Locke es considerado el padre del liberalismo político y derechos individuales, como por ejemplo: la libertad de ha-
ético, pero nunca empleó el término de liberalismo ni tampoco cer lo que la ley permite. Desde aquí, la ciudadanía liberal es
el de ciudadanía liberal. El liberalismo es un término empleado perfilada con mayor claridad dentro del marco de la ley y de
en el siglo xix.

Ciudadanía liberal 101 c


la estructura jurídico-política. Concepciones filosóficas que generación de derechos. Asimismo, la idea de dignidad que
serán incorporadas en el lema revolucionario francés: “todos se utiliza en el liberalismo es una nueva concepción ética en
los hombres son iguales y libres ante la ley”. el pensamiento occidental, ya que anteriormente la dignidad
Por otro lado, para reforzar la perspectiva histórica del estaba dada por el lugar de nacimiento: si acaso éste era un
concepto de ciudadanía liberal, su aparición va aparejada al lugar superior, a la persona se le calificaba como digna; en su
fenómeno político que comprende a la humanidad repartida defecto, si era inferior se le valoraba como indigna, o bien,
en naciones; concepción que obvia ciertas implicaciones que según las actividades valiosas que desempeñara se le distin-
tienen que ser esclarecidas, pues el Estado-nación no nació guía llamándole digno. Una de las grandes aportaciones de
del sublime propósito humano del concepto de dignidad, que Kant al pensamiento liberal es su concepto de dignidad como
se empleó en su justificación filosófica, sino de fuerzas ciegas intrínseca al individuo, que no se adquiere por el lugar o por
fuera de control, y no se basó en principios perfectamente las obras: para Kant, el individuo es un fin en sí mismo, no
definidos, sino que fue originado por determinados cam- tiene precio, es miembro de una comunidad donde todos son
bios económicos y sociales que ocurrieron en Europa entre fines y no medios. En la Fundamentación de la metafísica de
los siglos xiii y xvi, como bien lo han señalado especialistas las costumbres dice que la dignidad es aquello que constituye
como Richard Crossman. la condición para que algo sea fin en sí mismo, porque sólo
Es pertinente, en este momento, señalar que el Estado por ella es posible ser miembro legislador en el reino de los
moderno ha tenido distintas fases: en sus inicios en Euro- fines (1999: 438.7-439.4). El individuo o ciudadano es libre
pa no fue liberal, es decir, no nació así. La nueva economía al obedecer la ley, pues contribuyó en su creación, siendo de
que modificó las prácticas medievales —como las prácticas este modo obediente y libre al mismo tiempo (aquí se oyen
gremiales que no perseguían el interés económico por sí mis- los ecos de Rousseau y de su concepción de la voluntad ge-
mo— sufrió procesos que fueron entendiendo la riqueza con neral). La filosofía liberal tiene en Kant al gran defensor del
distintos significados hasta que es sometida al servicio del sentido moderno de dignidad que va más allá de todo poder,
poder despótico centralizado, el cual cobijó el nacimiento de pero que ha sido cuestionado como una idea abstracta que en
nuevas relaciones económicas y sociales llamadas burguesas. la realidad sólo funciona para un grupo de humanos, aspecto
Es decir, el Estado centralizado y absoluto tuvo lugar en el que también se puede ilustrar con la idea de ciudadano activo
momento en que se dieron prácticas económicas diferentes y pasivo que el mismo Kant estableció en su obra.
a las del régimen aristocrático que se identificaron con los El liberalismo percibe a la ciudadanía no sólo desde una
intereses del soberano y de su exclusiva administración. Por base económica y una forma jurídica que la protege, sino tam-
medio de las luchas burguesas se lograron fracturar y trastocar bién, y esto es muy importante, desde una dimensión moral
los cimientos del poder absoluto, al mismo tiempo que divi- que se interpreta como bienestar o con la palabra inglesa
dieron republicana y constitucionalmente el poder, lo que Welfare State. Esta idea reúne a autores distintos como Ben-
no se convirtió en un compromiso con un bien común por jamin Constant, Wilhelm Humboldt y Adam Smith, para
parte de estos revolucionarios. Esta situación se dio porque quienes la libertad es un valor moral personal, que hace del
el liberalismo no es sinónimo ni de un poder democrático ni individuo un ser moral, creador de principios, de autonomía
tampoco de uno igualitario, ya que no tiene la vocación de y que es autolegislador.
incluir en sus intereses el bienestar común, sino solamente la El bienestar del individuo no tiene que ver con la idea
defensa de la igualdad para la libertad. Por todo lo anterior, el de que se apruebe la retirada del ciudadano al disfrute de
Estado que lo “administra todo”, se convirtió en opositor de sus bienes como la actitud de un individuo apático, pues en
los intereses de esta nueva clase social, llevándole a crear un Kant los bienes provienen de su actividad y de la competen-
Estado concebido para administrar lo menos posible; así, el cia; es por esto que el espacio privado es valorado desde los
ciudadano defensor de este ente político se emancipó de las esfuerzos del trabajo que produce bienes. Esta justificación
reglamentaciones estatales que se opusieron a sus prácticas kantiana de la competencia que desarrolla este individuo no
de laissez faire, laissez passer (dejar hacer, dejar pasar), y que contempla que al mismo tiempo se justifica el deterioro de
se convirtieron en la base de la vertiente liberal. otro individuo que es vencido por la “laboriosidad de aquél”.
Harold Laski afirmó que la ética del capitalismo se resume Es en este punto donde podemos mencionar nuevamente
en dar cuenta de los momentos que condujeron al poseedor las diferencias entre los valores de igualdad y libertad, pues-
de los instrumentos de producción, hasta su emancipación de to que para un liberal la igualdad no significa el desarrollo
toda obediencia a las reglas que coartan la explotación cabal de la comunidad, o la igualdad económica, etcétera, sino la
de quienes no los poseen (1994: 22-23). posibilidad de la libertad para todos.
Como ya se señaló anteriormente, la carga ideológica de la En el siglo xix, encontramos que hay una evolución del
ciudadanía liberal tiene que ver con la existencia de un poder liberalismo que ya no va a fundamentar su apoyo del Estado
que no se excede ante los derechos individuales. Además, la mínimo y de la ciudadanía liberal apelando a la existencia
ciudadanía liberal que detenta derechos civiles se contempla de derechos naturales. El utilitarismo de Jeremy Bentham
a sí misma complementaria de los derechos políticos que, en sostuvo una concepción del Estado no intervencionista, pero
conjunto, son los derechos humanos individuales o la primera no fue un autor iusnaturalista; es más, argumentó lo absurdo

c 102 Ciudadanía liberal


que es afirmar que hay derechos previos a la sociedad. Con Líneas de investigación y debate
este autor, la felicidad se entiende como la ausencia de dolor contemporáneo
y en ella sustenta su teoría del utilitarismo, que es la filosofía
ética que acompañó al liberalismo en la defensa del poder El socialismo como proyecto político antitético al liberalismo,
limitado. Esta misma filosofía va a ser desarrollada por otro y sus implicaciones para la ciudadanía liberal, no es un tema
gran filósofo, John S. Mill, quien se ocupó de los parámetros que vayamos a desarrollar aquí, ni las posibles relaciones de la
para justificar la protección de la vida privada y la vida públi- democracia tanto con el socialismo como con el liberalismo,
ca. El individuo, según Mill, es el único que puede ser juez tampoco del liberalismo igualitario o de la socialdemocracia.
de su vida personal, de su propia condición física y espiritual. Pero sí se hará mención de la ciudadanía liberal desde lo que
Por otro lado, en el mismo siglo también se presenta la se ha llamado nueva derecha, es decir, abordaremos las ten-
influencia del libro de Alexis de Tocqueville, La democracia dencias y debates actuales sobre la ciudadanía liberal desde
en América, en el que dio cuenta de la situación social y po- algunos datos del llamado neoliberalismo. Con esta consi-
lítica de la democracia en Estados Unidos que, a diferencia deración, un asunto de interés para la ciudadanía liberal es
de Francia, no tiene un pasado que le obstaculice su tránsito que la concepción de la propiedad de la que Locke se ocupó,
a la igualdad y a la democracia. Sin embargo, Tocqueville se ha transformado por las consecuencias de la revolución
denunció el peligro para la libertad que se suscita del exceso industrial y por la presencia de los monopolios surgidos en
de igualdad, ya que para él en Estados Unidos se favorecía la última parte del siglo xix.
la servidumbre, es decir, lo opuesto a la libertad. Centrándonos en el siglo xx y xxi, en el neoliberalismo, la
Las opiniones de Tocqueville significan una fuerte crí- perspectiva económica tiene preeminencia sobre el enfoque
tica a la democracia opuesta a la libertad del individuo, ya ético-político, pero no por ello deja de haber una teorización
que el ciudadano que solamente persigue la igualdad sobre desde este ámbito que representa una defensa de ciertas li-
todas las cosas obtiene igualdad de condiciones, como es el bertades, y que vienen a proponerse como independientes
caso del ciudadano norteamericano, que luego se dedica a sus de ese estrato económico, aunque a ciencia cierta no pueden
propios intereses económicos en detrimento de los intereses ser comprendidas y analizadas sin considerar ese sustrato
públicos, lo que en lugar de fomentar una forma de gobierno económico. En el neoliberalismo, la ciudadanía liberal del
libre contribuye a propiciar la llegada al poder de un tirano, liberalismo clásico se desdibuja al mismo tiempo que el Es-
o bien la tiranía de las mayorías, o un poder centralizado, to- tado-nación también sufre cambios al interior y al exterior,
das ellas formas de poder de las que el ciudadano no se dará pues ya no tiene el poder para la creación de normatividad
cuenta hasta que lo empiecen a oprimir. En La democracia en y de políticas en beneficio de los intereses del ciudadano li-
América dice: “He querido poner en claro los peligros que la beral ya descrito, sino que ahora las empresas trasnacionales
igualdad hace correr a la independencia humana, porque creo le hacen sombra.
firmemente que son los más imprevistos” (1957: 641), y en Un autor mexicano, José Luis Orozco, analiza el entorno
otro lugar sostiene: “la igualdad aísla y debilita a los hombres del liberalismo en el siglo xx y xxi y ofrece pistas para ubicar
[…] la igualdad quita a cada individuo el apoyo de sus veci- el tema de la ciudadanía liberal y del liberalismo. Apelando a
nos” (638). La solución y el remedio para esta situación, según las palabras de Dewey, Orozco señala que la tragedia del pri-
Tocqueville, no se encuentran fuera de la esfera liberal o de la mer liberalismo aparece cuando el problema de la organización
ciudadanía liberal, sino dentro de ella, en sus derechos, es decir, social era urgente y que los liberales no pudieron aportar a su
en el derecho de conciencia, de creencia y de opinión, que, al ser solución nada que no fuera la concepción de que la inteligencia
ejercidos en la libertad de prensa, se puede activar la participa- es una posesión individual. Se prepara una nueva organización
ción en la vida pública, y afirma: “la prensa es, por excelencia, del capitalismo para afrontar el déficit del liberalismo y, todavía,
el instrumento democrático de la libertad” (638). Su enorme el poder económico se convierte en otro poder frente al Estado
aportación, desde este horizonte de preocupaciones, se define con más eficiencia. A su vez, la corporación, dice el autor, se
en que previene de la despolitización como fenómeno de una convierte en una formación dominante de organización social
ciudadanía que se transforma en desinterés y pierde con ello que desplaza al Estado. En consecuencia, “la propiedad de la
la posibilidad de incidir en la vida pública; además, también riqueza sin control apreciable y el control de la riqueza sin
puso en la mesa la discusión sobre las posibles alianzas entre propiedad apreciable parecen ser el resultado lógico del desa-
libertad y democracia. rrollo corporativo” (1995: 61). Frente a esta condición, ¿qué
A partir de esta revisión conceptual histórico-filosófica puede decirse de la ciudadanía liberal?, ¿se puede mantener la
de la ciudadanía liberal, se abordarán algunos de los ejes que vida privada y la ciudadanía liberal como los elementos de un
dan pauta a pensar el significado de ella, pues la propiedad individuo dueño de sí mismo, autónomo y autolegislador? Las
de la que se hizo alusión en el liberalismo del que hemos ha- líneas de reflexión que sugieren estas interrogantes nos condu-
blado, se ha desplazado para darle paso a los monopolios y a cen a pensar sobre el sujeto liberal —del que se ha dicho que
una nueva derecha conocida como neoliberalismo. De esto ha muerto—, así como sobre la incomprensión de la política
nos ocuparemos en el apartado siguiente. desde los símbolos que anteriormente la definieron. Asimis-
mo, se necesita reflexionar acerca de la ausencia de proyectos

Ciudadanía liberal 103 c


políticos revolucionarios que incorporen a las masas y que, a _____ (2011), Hacia una hermenéutica intercultural de los derechos
su vez, provocan manifestaciones de “indignados” que surgen humanos, México: Centro de Investigaciones sobre Amé-
como consecuencia de la exclusión en la que el gobierno ha rica Latina y el Caribe-Universidad Nacional Autónoma
dejado a millones de jóvenes. Las crisis son constantes y di- de México.
Held, David (1992), Modelos de democracia, México: Alianza.
versas, de ahí que la realidad virtual sea más próxima a la vida Jardin, André (1998), Historia del liberalismo político, México: Fondo
privada. Existe, además, un gran déficit político que ha dejado de Cultura Económica.
el lugar a las transnacionales para que ellas se ocupen de los Kant, Immanuel (1999), Fundamentación de la Metafísica de las
derechos de los individuos, con lo cual los derechos humanos Costumbres, Barcelona: Ariel filosofía [ed. bilingüe: ale-
no cuentan con la fuerza del Estado —pues ésta está fuera mán-español}.
de él en las reglas del mercado— y, por si fuera poco, con la Laski, Harold (1994), El liberalismo europeo, México: Fondo de
presencia del narcotráfico y el crimen organizado, fuerzas tan Cultura Económica.
poderosas como las trasnacionales. Locke, John (1952), The Second Treatise of Government, Indianapolis,
Por lo anterior, es necesario que se vuelva a reflexionar New York: Bobbs-Merrill.
Mill, John Stuart (1978), On Liberty, Indiana: Hackett Publishing.
sobre el sujeto de la ciudadanía, pues sin la reivindicación Montesquieu (2000), Del espíritu de las leyes, México: Gernika.
de la política como la actividad civilizadora por excelencia, Orozco, José Luis (1995), Sobre el orden liberal del mundo, México:
no hay posibilidades del antagonismo tan relevante para la Centro de Investigaciones sobre América Latina y el Ca-
defensa de proyectos políticos. El asunto es que también hay ribe-Universidad Nacional Autónoma de México, Miguel
una contribución genuina, que proviene de centros culturales Ángel Porrúa.
como las comunidades de pueblos originarios que, siendo dis- _____ (2010), La odisea pragmática, México: Fontamara.
criminados e insuficientemente protegidos en sus derechos Orozco, José Luis y Ana Luisa Guerrero, comps. (1997),
culturales, luchan por mantenerse, por defender sus formas Pragmatismo y globalismo, México: Dirección General de
de ser y de vivir. Tal vez habría que volver a ellas y no sólo a Publicaciones y Fomento Editorial-Universidad Nacional
Autónoma de México, Fontamara.
la conformación de regionalismos neoliberales como la Unión Skinner, Quentin (2004), La libertad antes del liberalismo, Méxi-
Europea. A partir de las contribuciones de las comunidades co: Taurus.
pequeñas podríamos aprender el valor y la decisión de que _____ (2003), El nacimiento del Estado, Buenos Aires: Editorial
existen otras formas de pensar y de vivir la ciudadanía. Gorla.
Tocqueville, Alexis de (1957), La democracia en América, México:
Bibliografía Fondo de Cultura Económica.
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México: Fondo de Cultura Económica. ribe-Universidad Nacional Autónoma de México, Miguel
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sobre el origen y la difusión del nacionalismo, México: Fondo
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libertad humana, México: Fondo de Cultura Económica. CIVILIZACIÓN
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Ibérica. Julio Horta
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xico: Fondo de Cultura Económica.
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Dahrendorf, Ralf (2005), En busca de un nuevo orden. Una política Desde una perspectiva pragmática, el significante civilización
de la libertad para el siglo xxi Barcelona: Paidós. se vincula en las sociedades modernas con las nociones unidad
Dworkin, Ronald (2001), La comunidad liberal, Bogotá: Siglo del social y conciencia colectiva: el uso de este concepto manifiesta
Hombre. y constituye la conciencia del ciudadano que se sabe civilizado
Franklin, Benjamin (1964), El libro del hombre de bien, Madrid: en el espacio del “imaginario social” de Occidente. Desde la
Espasa-Calpe. perspectiva de Cornelius Castoriadis (1988), este imaginario
Fuentes Navarro, Daniel (2008), Derecho internacional, nacionali- determina la creación de valores, creencias, normas… que
dad y protección de la persona en el extranjero, México: Cámara cada sociedad plantea para “autocrear” los límites institucio-
de Diputados LX Legislatura, Miguel Ángel Porrúa.
nales de su propio mundo (lo posible, lo real).
Guerrero, Ana Luisa (2002), Filosofía política y derechos humanos,
México: Dirección General de Publicaciones y Fomento En este sentido, el concepto civilización, dentro del ima-
Editorial-Universidad Nacional Autónoma de México. ginario social moderno, se vincula con la idea de progreso
frente al devenir general de la humanidad, y en esta dirección

c 104 Civilización
se revela el conjunto de rasgos propios que determinan la límites fronterizos y la integración de los diferentes pueblos
identidad histórica de un pueblo. Esta connotación permite bajo la denominación racional de “ser civilizados”. Esta ge-
considerar la civilización como el pináculo del curso de desa- neralización de las diversas sociedades es el producto latente
rrollo racional alcanzado progresivamente por una sociedad de la expansión capitalista, y en ello se evidencia el carácter
y que, en virtud de esto, se opone de manera determinante a transformador de la civilización: la regulación coactiva de
condiciones históricas anteriores (propias o ajenas). La va- comportamientos específicos, que condiciona y sublima las
loración positiva hacia la racionalización de la estructura del pulsiones generadas en la vida social; es la manifestación
Estado moderno manifiesta la conciencia de una colectividad de la fuerza episódica de un proceso de transformación que
que se sabe a sí misma civilizada, en razón de que ha llegado construye el devenir mismo de un pueblo, afirmado en el pau-
a un alto grado de su propia realización. latino cambio en los modos y costumbres de cada sociedad.
Precisamente, este sentido nos remite a los contenidos que Siguiendo la línea de este ejercicio de reflexión, podemos
subyacen en la génesis de la voz inglesa civilization (derivado acotar además que el proceso de transformación histórica
de las voces antiguas civilize y civilized), en cuya tendencia de una sociedad no ocurre de manera aislada, sino más bien
inicial se aludía al carácter de ‘procedimiento’, pero que más en el contexto del necesario vínculo transnacional entre las
tarde, y como consecuencia ante el influjo del término fran- sociedades. La unidad moral de las diferentes civilizaciones
cés civilisation, adquiere una orientación particular hacia las en una única “sociedad cosmopolita” (utopía), o bien la cre-
formas más altas de la vida de un pueblo. En el esbozo del ciente desintegración moral de sociedades aisladas por efecto
concepto construido por Émile Benveniste (2004), se reto- del totalitarismo (distopía), son ideas que nos muestran que
man las conversaciones de Boswell con el doctor Johnson, el vínculo transnacional es una condición necesaria para el
registradas en el New English Dictionary, donde se reconoce desarrollo de una civilización. Por ello, puede afirmarse que,
la diferencia entre el término civility, relacionado con ‘civili- en su realidad histórica, toda civilización se constituye por el
dad’, ‘cortesía’, y la noción civilization, vinculado a ‘contrario reconocimiento de lo que, en sí misma, no es: una dialéctica
de barbarie’. De ahí que la religión, la ciencia, la técnica, el que supone al otro (por diferencia y distancia, no civilizado)
arte, como estructuras de organización social, se consideren como fundamento del juicio de conciencia depositado en
señales claras del más elevado desarrollo en la formación ci- saberse civilizado.
vilizada de lo humano. Finalmente, esta última consideración nos permite llegar
Siguiendo con esta perspectiva, el vocablo francés civi- a un concepto antropológico de civilización: a saber, como
lisation (proveniente de civiliser y civilicé) nos arroja hacia resultado de un proceso acumulativo de intercambios simbó-
aspectos diferentes del concepto: por un lado, estrechamente licos, tecnológicos y económicos, gracias a lo cual es posible
vinculado con las nociones sociedad, usos, obligaciones, decencia, afirmar que “ninguna cultura se encuentra sola; siempre viene
conducta…, se aborda su significado como práctica judicial dada en coalición con otras culturas, lo que permite construir
depositada en el hecho de volver civil un proceso criminal. series acumulativas” (Lévi-Strauss, 2012: 92). En conse-
Por otro, y relacionado con el pensamiento reformista de la cuencia, una civilización está conformada por la necesaria
nobleza campesina, se asocia como parte del planteamiento coexistencia histórica de las diferentes sociedades, en don-
teológico que el conde de Mirabeau utiliza para considerar de los límites de lo propio-original y lo ajeno se desdibujan
la institución religiosa como freno de las pasiones y primer progresivamente, ya que asisten a permanentes “coaliciones”
resorte de la civilización. Empero, Mirabeau establece una y choques que reestructuran los núcleos culturales que les
clara posición crítica, en tanto que considera que la civili- otorgan consistencia.
zación se encuentra estrechamente vinculada con la virtud: Ahora bien, en las líneas subsiguientes se trabajará en
no sólo es la dulcificación de las costumbres, la cortesía y los esta revisión temática en dos sentidos: por un lado, se mos-
conocimientos de las buenas maneras, no sólo es la forma de trará, desde un punto de vista filosófico, el vínculo estrecho
la urbanidad, sino que debe tener el contenido de la virtud entre civilización, cultura y progreso, para exponer de manera
(Elias, 1987: 85). problemática las implicaciones ontológicas del término ci-
En todo caso, este rasgo formativo del término circunscri- vilización; por otro, se mostrará que dicho concepto, a nivel
be su función social hacia la idea de “proceso”, cuyo resultado epistemológico, refiere en lo social una realidad semiótica
se manifiesta en la conciencia de “ser civilizado”. De acuer- compleja en que la identidad de una sociedad está determi-
do con Norbert Elias, la civilización como proceso tiene la nada por sistemas sígnicos.
función específica de expresar la “autoconciencia” que Occi-
dente tiene de sí mismo, de ahí que se edifique una creencia Historia, teoría y crítica
determinante en la sociedad occidental, que se justifica en
el aparente estado de avanzada evolución respecto de los El vocablo francés civilisation es, al parecer, la referencia
periodos sociales anteriores, o bien frente al estadio de las más antigua que se tiene del término civilización, acuñado
sociedades contemporáneas “más primitivas” (57). por el conde de Mirabeau en 1756 en su manuscrito L’ami
La autoconciencia, como resultado del proceso civili- des hommes ou Traité de la population, y utilizado de nueva
zatorio, es la condición que posibilita la expansión de los cuenta en su texto inconcluso L’ami des hommes ou Traité de

Civilización 105 c
la civilisation (Benveniste, 2004: 211). Si bien el estudio del Precisamente, en la teoría de la civilización los tér-
léxico presentado por Benveniste no resulta exhaustivo ni minos autoconciencia y proceso implican necesariamente
determinante, en cambio nos ofrece caminos posibles para su concreción en el devenir histórico como entidades fe-
interpretar el nacimiento de la palabra y su relación con la nomenológicas que se materializan empíricamente en el
noción alemana cultura. desarrollo de los pueblos. La identificación de la historia
En cuanto al término inglés civilization, las direcciones como el ámbito de realización de lo humano ha sido mo-
expuestas en Problemas de lingüística general I no alcanzan tivo de reflexión filosófica, en tanto proceso dirigido hacia
para vislumbrar una correspondencia precisa de la voz inglesa la autoconciencia de la humanidad y su consecuente unifi-
con la francesa. Los contenidos conceptuales de la lengua in- cación. En términos de Mattelart (2000), esta unificación
glesa anteriores a Boswell (1772), para quien civilización es lo de lo humano sería una suerte de “utopía planetaria” que
contrario de barbarie, declaran el sentido de la palabra como busca en la integración de las sociedades una paz universal.
un estado de progreso y avance, de gradual refinamiento de En este sentido, la filosofía de la historia, en su indagación
las artes y sujeción a las disposiciones de gobierno (Benve- fenomenológica acerca del devenir del hombre, desarrolla
niste, 2004: 214). Esta dirección del pensamiento anglosajón los medios interpretativos que permiten la comprensión y
encontraría terreno fértil en los principios liberales del eco- unidad de lo humano, en la diversidad de acontecimientos
nomista escocés Adam Smith en cuya obra, An Inquiry into que conforman el horizonte de su historia.
the Nature and Causes of Wealth of Nations (1776), considera Durante la Ilustración, en el contexto de aparición de los
favorable el desarrollo de la técnica y la ciencia armamentista, conceptos civilización y cultura, los estudios de filosofía vin-
necesarias para la preservación y consecuente extensión de la cularían el desenvolvimiento histórico del hombre dentro del
civilización (Benveniste, 2004: 215). Así pues, la civilización sentido universal de progreso. En razón de esto, en el siglo
en la historia de la humanidad, como señalamiento contrario xviii la postura teleológica del idealismo alemán aportaría
al estado de barbarie, sería uno de los temas en la filosofía un pensamiento integrador —metafísico— de los diferen-
de la historia, con especial acento en la crítica realizada por tes periodos de la humanidad: a diferencia de las corrientes
el pensamiento alemán ilustrado. anteriores de pensamiento, la postura fenomenológica no
Si partimos ahora del estudio de Norbert Elias (1987), negaba el valor epistemológico del periodo medieval, y buscó
el término civilización, considerado prima facie como mani- definirlo como una etapa que contribuyó significativamente
festación de una conciencia de lo nacional, resulta entonces al desarrollo racional humano. En esta dirección, el idealismo
familiar en los ámbitos francés e inglés, pero el concepto con alemán se esforzó por construir una teoría universal del hecho
el cual el alemán se interpreta a sí mismo es cultura. Dentro histórico, caracterizando sus realidades sociales particulares
de esta distinción, civilización designa hechos políticos, re- a través de leyes, principios y relaciones propias.
ligiosos, económicos… que determinan la “conducta” de los Desde esta perspectiva, la distinción entre civilización y
individuos y atenúa las diferencias entre los pueblos como cultura en el pensamiento de Kant resulta próxima a la con-
parte de un proceso racional. En cambio, para el alemán sideración crítica de Mirabeau acerca de la civilisation como
cultura determina una posición estática que alude a reali- las buenas formas y costumbres que enmascaran la virtud;
zaciones concretas, artísticas y espirituales, a la manera de para el filósofo alemán, la idea de moralidad pertenece a la
productos culturales que tienen significado en el contexto cultura. Sin embargo, la civilización sólo muestra un pareci-
de su propia realidad social. De ahí se desprende una distin- do externo con lo moral, pues el uso que se hace de esta idea
ción importante: en el pensamiento alemán, las sociedades (moralidad) en la civilización se reduce sólo al cultivo de lo
se distinguen por su manifestación espiritual, es decir, por aparente, a la forma del pundonor y a las buenas costumbres
los productos culturales y estéticos que expresan la moral del externas, es decir, a los protocolos, buenos modales y maneras.
espíritu de un pueblo. Para Kant, el fin primordial en el decurso de la historia del
Sin embargo, considerando la sociogénesis del concepto, hombre es constituir “seres moralizados universales”, en plena
la distinción entre ambas nociones se cimienta sobre una libertad, pero capaces de trascender las particularidades de
base común. Ambos conceptos (civilización y cultura) son el las costumbres. El planteamiento kantiano es determinante:
resultado del proceso de “autoconciencia” que acontece en los el fin del proceso civilizatorio consiste en la realización de
sujetos-ciudadanos dentro del espacio de lo nacional, pero aquello que constituye la especificidad de lo humano, a saber,
que tiende hacia la universalización de sus modos de actuar la cualidad de ser racional. En este sentido, Kant considera
y sus costumbres. Desde esta perspectiva, para Elias no re- que la Naturaleza funciona de manera orgánica, es decir, que
sulta de importancia la diversidad de formas implicadas en dispone de mecanismos, fines y medios para desarrollar en
esta autoconciencia —ya sea el alemán que hable con orgu- cada especie el fin que le es propio. En el caso del hombre,
llo de su cultura, al igual que el inglés y francés que piensan para llegar al más alto grado de racionalidad, el “plan de la
también con orgullo su civilización—; en todo caso, ambas Naturaleza” consiste (como suprema causa) en establecer una
posturas consideran como algo completamente normal el sociedad que administre y piense en el derecho general, no
hecho de que éste es el modo en que el mundo social ha de en lo particular. En esta dirección, una sociedad justa y libre
considerarse como una totalidad.

c 106 Civilización
es condición necesaria para el desenvolvimiento del estado asimismo el espíritu particular de un pueblo, como auto-
racional del hombre. conciencia de su verdad y su esencia; y cuya forma, bajo la
El proceso de civilización queda circunscrito entonces al cual produce todo cuanto existe, es su cultura misma” (Hor-
progreso orgánico de la naturaleza, es decir, al desarrollo de ta, 2008: 92), de ahí que la filosofía hegeliana nos permite
los fines dispuestos para cada especie. En el caso del hom- reafirmar que la idea de progreso, asociada a la noción de
bre, para alcanzar el más alto grado de racionalidad —y por civilización, nos refiere un proceso histórico donde el reco-
ende llegar al más alto grado de moralidad y civilidad— la nocimiento y negación del otro es una condición necesaria
naturaleza ha dispuesto de la “insociable sociabilidad” como para la conciencia de saberse civilizado.
el medio para lograr el pleno desarrollo de las disposiciones En relación con este particular modo de concebir el pro-
humanas, y así conducir por grados al hombre hacia el nivel greso de una civilización, para Hegel, en Lecciones sobre la
más alto de humanidad (Kant, 2004: 57). filosofía de la historia universal, “la idea especulativa muestra
Este último desarrollo encamina al ser humano hacia cómo lo particular está contenido en lo universal” (Hegel,
la sociabilidad, por efecto necesario de la insoportable li- 1980: 255). De hecho, desde el momento en que los pueblos
bertad indeterminada, hasta llegar posteriormente hacia la son una forma particular, su existencia es una determinación
sociabilidad universal de la especie dentro de una “sociedad particular de su esencia espiritual. Por ello, “lo que es en sí
cosmopolita”. La realización histórica del hombre, en la que mismo existe de modo natural: así el niño es hombre en sí,
no se puede suponer ningún “propósito racional” en su cur- y siendo niño, es hombre natural, que sólo posee las dispo-
so contradictorio, se piensa entonces en sentido teleológico, siciones para ser, en sí y por sí mismo, hombre libre” (255).
dada una causa natural que dirige los actos la formación de Este planteamiento permite hacer una descripción feno-
un Estado, cuyo grado de civilización permite el desenvol- menológica acerca del devenir interno en la conformación
vimiento pleno de las disposiciones naturales en la especie de una civilización. El proceso de autoconciencia del espíri-
humana (Horta, 2008: 90). tu racional de una sociedad tiene lugar en el escenario de la
En otra dirección, la interpretación de la filosofía hegeliana historia, es decir, deviene históricamente en la realización y
ha sido terreno fértil para la formulación de diversas críticas superación concreta de sí mismo (en su ser particular-históri-
cuyo sustento parece negar, en principio, el sentido dialéctico co como sociedad, pueblo, civilización), donde se vislumbran
hacia la conciencia que una civilización tiene de sí misma. En las formas particulares del espíritu racional (su concepto de
el ámbito de la filosofía de la historia, el esquema explicativo de sí mismo) y su consecuente desarrollo. Es decir, la síntesis
Hegel plantea un punto coyuntural: el desarrollo teleológico del dialéctica es devenir, pues es la unidad del ser y el no ser en un
espíritu de un pueblo implica el carácter determinante de pro- proceso de autodesarrollo que deviene activamente en la his-
greso, en el que el espíritu absoluto como “resultado” conlleva un toria (Horta, 2008: 92). Se realiza entonces el progreso como
proceso determinado por un fin absoluto, a saber, la formación la continuidad del espíritu de una cultura, una civilización, un
de un pueblo civilizado. pueblo… en la comprensión de sus propias particularidades,
Al hablar de la historia de un pueblo, Hegel pone énfasis como “el alma que dirige los acontecimientos”, los individuos;
en que el movimiento dialéctico de la conciencia de sí (del “el guía de los pueblos” (Hegel, 1980: 252).
autosaber) no plantea un fin (final) como el término de un Si seguimos esta línea de reflexión, podremos comprender
comienzo; en todo caso, es un desarrollo histórico cíclico las nociones civilización y cultura como parte del proceso de
en continuo movimiento, una espiral ascendente en la cual construcción de la idea del hombre dentro de la sociedad:
el proceso de realización y reconocimiento de la conciencia no como representaciones individuales, sino en un sentido
de una civilización está en constante superación. En conse- de colectividad e intersubjetividad (Horta, 2011: 40). Si
cuencia, espíritu de un pueblo, como absoluto, no significa bien la historia es el ámbito en que se manifiesta y realiza
enajenación, sino la pura realización, donde el individuo una sociedad, la idea del “devenir absoluto”, como desarrollo
particular se desarrolla en el proceso dialéctico del espíritu racional necesario —pero involuntario y alienante—, permi-
general de su pueblo. En este ámbito, la “formación” y “rea- te justificar la noción de civilización como el pináculo de la
lización” del individuo son momentos necesarios del devenir, racionalización y moralización del ser humano.
pues el espíritu, en cuanto totalidad real, es la unidad de la En esta dirección, el término civilización adquiere un
intersubjetividad en que la autoconciencia del yo (sujeto) se carácter determinista: describe el progreso histórico de una
logra a través del momento en que se supera y reconoce a sí sociedad, independiente de la voluntad y deseos de los in-
mismo en el ser otro o lo otro (dentro de una sociedad y frente dividuos que constituyen a esa misma sociedad. A partir de
a otra sociedad), como reconocimiento mutuo entre los indi- este punto, los filósofos posteriores buscarían cuestionar la
viduos. Y es precisamente este momento la condición misma marcha absolutista de la historia hacia la constitución de una
para la realización de la libertad dentro de una civilización. civilización. En este sentido, Nietzsche comienza su crítica
En el proceso histórico de reconocimiento de sí mismo hacia la Modernidad con una postura “pesimista” que se ex-
como pueblo se revela de manera particular en las institu- tiende hacia todos los ámbitos que conforman la cultura y
ciones que conforman una civilización. Por ello, “en cada una su consecuente idea de civilización. Esta filosofía es, en rea-
de las etapas en que se manifiesta el espíritu, se constituye lidad, un cuestionamiento acerca de la condición “ilusoria”

Civilización 107 c
de los elementos culturales que articulan y dan forma a la de la vida social. Esta posición crítica puede abordarse desde
civilización moderna, a saber, la ciencia, la ética, la estética y dos posiciones que han conformado el fundamento de la vi-
la religión (1959: 145). sión crítica del siglo xx hacia los procesos de racionalización
Desde de esta perspectiva, la civilización es una idea me- que acontecieron en siglos anteriores.
diadora, que distancia al hombre moderno de la fuerza vital Por un lado, para Nietzsche el devenir de la historia, y
que constituye el verdadero valor de la vida, a saber, la vo- su consecuente negación del individuo, dirige el proceso ci-
luntad de los individuos. En cambio, la civilización moderna vilización hacia la regresión en un “estado de barbarie”, con
ha ocultado tras su velo la realidad de la cosa, la verdad del lo cual puede afirmarse, en esta dirección, que la civilización
mundo que constituye el impulso volitivo. Así pues, Nietzs- moderna no es propiamente algo vivo, en tanto que no pro-
che encuentra ciertos “servicios” que los estudios históricos picia la generación de una vida en sociedad que permita el
le pueden brindar a la vida, pues de acuerdo con sus propios desarrollo y la madurez de la voluntad de los individuos que
fines, fuerzas y necesidades, cada civilización tiene necesidad la constituyen. En este sentido, la cultura queda reducida a “lo
de un cierto conocimiento del pasado (1959: 110). Bajo este culto”, es decir, a un conocimiento de la cultura, que en todo
supuesto, lo útil tiene sentido sólo si se fundamenta sobre caso es una idea intelectualizada de cultura, sin llegar ni a su
el terreno de lo vial; en otras palabras, de aquello que es útil comprensión ni a su vivencia. Para explicar este sentido nega-
para la vida cotidiana de las personas, pueblos y civilizaciones. tivo y contradictorio de la civilización y la cultura, Nietzsche
Frente al idealismo y su carácter instrumental de la histo- parte de suponer que el origen del estado de barbarie está en
ria, Nietzsche resulta contundente en su crítica, pues advierte la antinomia entre “ser íntimo” frente al “ser externo”. En el
invariablemente de los peligros de la alienación y negación ámbito histórico, este carácter antinómico del devenir tiene
de lo humano que la historia universal trae consigo. Por ello, como resultado una escisión ontológica, en la que el hombre
“consideraciones como éstas han habituado a los alemanes no asiste a una cultura que le sea propia, al tiempo que es
a hablar de un proceso universal y justificar su propia época negado como individuo por esa misma cultura.
viendo en ella el resultado necesario de este proceso univer- Esta contradicción ontológica imposibilita a los indivi-
sal. Consideraciones como éstas han destronado a los otros duos a tomar las riendas de su vida, pues una vez construida
poderes intelectuales, el arte y la religión, para poner en su esta contradicción en el terreno de lo social, la forma aparece
puesto a la Historia” (Nietzsche, 1959: 145). como una convención, un disfraz y una simulación, mientras
La crítica nietzscheana parte de un hecho histórico, que que el contenido, incapaz de hacerse manifiesto en lo externo,
tiene implicaciones ontológicas en lo fáctico: de hecho, el podría llegar a volatilizarse. En todo caso, esta contradicción,
devenir absoluto implica necesariamente la destrucción de nacida de la ilusión y de lo ausente, es la manifestación paten-
la “fuerza vital” (voluntad) de los individuos, generando en te del abismo cultural en las sociedades modernas: escisión
ellos una posición de escepticismo frente a su propia voluntad. edificante que distancia la civilización (objeto externo que
Pero quizá la consecuencia más grave que advierte Nietzsche construye el mundo) del ser íntimo (sujeto que vive y hace
en la civilización moderna es el estado de cinismo que gene- su civilización). Por supuesto, para Nietzsche el individuo
ra, pues en esta circunstancia los individuos pierden interés debe emerger como sujeto libre, capaz de salir del abismo
hacia sí mismos y hacia los demás, lesionando con ello al ser de la civilización moderna y comenzar a edificar su propio
íntimo que conforma la propia individualidad, propiciando destino. De este modo, resulta necesario que el
un detrimento de la personalidad y la fuerza de decisión.
En un esfuerzo por superar esta inclinación de la historia, la [...] impulso oscuro sea remplazado por la voluntad
crítica nietzscheana busca edificar el advenimiento de una constante, emanada de las relaciones puras y desin-
nueva concepción de cultura y civilización. Desde una posi- teresadas de aquellos individuos culturales liberados,
ción diferente, plantea una misión vital para la civilización: críticos y liberadores; pues sólo la indispensable feli-
trabajar en aras de la realización propia del hombre, para cidad en la tierra hace necesaria la existencia de una
ayudar a esta naturaleza a liberarse de sí misma a través de cultura, de una civilización: pero sólo si ésta es enten-
la manifestación concreta del filósofo, el artista y el santo. dida como la unidad del estilo artístico en todas las
La consecuencia es clara: el individuo debe utilizar la fuerza manifestaciones vitales de un pueblo (1959: 113–114).
vital vertida en sus deseos y aspiraciones, y a través de ellos
elevarse a un estadio superior. La crítica filosófica hacia la Modernidad está encami-
Como puede intuirse, la postura filosófica de Nietzsche nada a mostrar la insuficiencia de la razón para lograr la
lleva hacia una consideración negativa de civilización. Esta unidad social y la constitución plena de la moralidad. En
postura negativa parte de una dirección contraria a los plan- esta dirección, para Nietzsche resulta necesario despertar la
teamientos de la filosofía moderna; a saber, no considera la “fuerza plástica” de una civilización, es decir, un proceso es-
construcción de la civilización como un proceso histórico de tético en que la cultura misma obligue el nacimiento de una
progreso hacia un estado de racionalidad; más bien, como un fuerza vital presente, capaz de liberar a los individuos de la
devenir que ha tenido como resultado la negación de lo hu- pesantez del proceso civilizatorio moderno y su consecuen-
mano y la constitución de la irracionalidad como fundamento te contradicción. Este punto específico de la crítica hacia la

c 108 Civilización
condición de una civilización moderna no ha sido exclusivo Pero en el ejercicio de la imposición para dar unidad a
de la filosofía vitalista. lo civilizado, se evidencia una paradoja de las sociedades
La otra vertiente que condicionó una visión crítica hacia modernas: la fe, como instrumento de dominio, ha llevado
el proceso de civilización moderna tiene como fundamento la a los hombres a la más alta irracionalidad, conduciendo a la
filosofía de la cultura de la Escuela de Frankfurt. Desde esta humanidad por entero hacia un estado de “barbarie”, cada
perspectiva, la crítica filosófica parte del concepto dialéctica vez más desarrollado en su artificialidad. Aún en el conoci-
negativa, con el que se describe el proceso de la civilización miento más elevado se contiene la conciencia de la distancia
como una dialéctica escindida, en la que el progreso tiene como que existe frente a la verdad, una distancia construida por la
consecuencias la instrumentalización de la razón, el reposicio- naturaleza analítica del lenguaje moderno, la antinomia en
namiento del arte y la fe en los límites epistemológicos. Para la cultura y la civilización.
la Escuela de Frankfurt, la consecuencia de la civilización mo-
derna es clara: la instrumentalización de la razón tiene como Líneas de investigación y debate
efecto fortalecer el proceso de producción y consecuentemente contemporáneo
la alienación ideológica de los sujetos. En este sentido, la civili-
zación busca formar sujetos que se circunscriban a su función Si bien la reflexión filosófica de la historia nos ha permitido
como trabajadores, instrumentalizando sus modos de vivir y describir los atributos que constituyen (de manera proble-
pensar e impidiendo su crecimiento como “hombres de cultura”. mática) la noción de civilización, el estudio de los objetos y
La crítica esbozada por T. Adorno y M. Horkheimer ámbitos que por “extensión”1 están circunscritos dentro del
busca resaltar las contradicciones que subyacen en los plan- concepto nos lleva a proponer puntos de vista teórico-me-
teamientos filosóficos que afirman el carácter apodíctico de todológicos que permitan el estudio de las civilizaciones. En
la razón moderna y el espíritu científico. Las filosofías de la este apartado, se expondrán dos líneas de investigación, a sa-
historia, a la manera de Kant y Hegel, buscan ensalzar la dia- ber, sociológicas y semióticas, cuyos estudios han permitido
léctica histórica como un proceso necesario de realización, nuevas maneras de comprender los procesos sociales impli-
en el que una civilización se desarrolla progresivamente cados en la constitución de una civilización.
hasta llegar al más alto grado de racionalidad y, por ende, En la línea del sociólogo Norbert Elias, un concepto,
de moralidad. Sin embargo, para los filósofos críticos de en tanto símbolo, es una “síntesis progresiva” de sentidos y
Frankfurt, los hechos históricos muestran evidentes con- significados que se acumulan en los signos a través de un
trafácticos que permiten pensar que, en realidad, el progreso proceso histórico. La síntesis progresiva, en su manifesta-
histórico que planteaba la filosofía moderna no ha devenido ción lingual, se materializa en la realidad significativa de un
en la libertad de la razón. término que resulta cristalino en su uso dentro de su propio
En esta dirección, una dialéctica negativa implica un mo- contexto social y que expresa la conciencia que una sociedad
mento de desarrollo que, con esta misma idea de proceso tiene de sí misma.
histórico, llega a un callejón sin salida: surge como inevita- El estudio sociológico del proceso civilizatorio implica
blemente un proceso histórico incompleto en que el espíritu un sentido problemático: el carácter integrador de la noción
de una civilización alcanza un progreso parcial y, por lo tanto, civilización supone la reducción y designación de diversos
irracional. De este progreso histórico escindido surge una hechos sociales bajo un concepto. Si bien el símbolo es una
clara paradoja: la razón moderna produce, inevitablemente, síntesis histórica progresiva, en todo caso está circunscrita
la irracionalidad del pensamiento. Como consecuencia, la al uso dentro de un contexto social específico, de suerte que
ciencia implica en su propio progreso la instrumentaliza- palabras como la francesa e inglesa civilización o la alemana
ción de la razón. cultura tienden a delimitar un espacio específico que resulta
Por tanto, colocar el arte y la fe en los límites del conoci- integrador y excluyente, pues si bien son designaciones trans-
miento ha sido, para los críticos de la Escuela de Frankfurt, la parentes en el uso interno de la sociedad a la que pertenecen,
apuesta por un retorno hacia lo perdido, por la construcción
del sentido primigenio y la salvación de la oscuridad acae-
cida por la contradicción analítica en el lenguaje moderno. 1 Vale la pena hacer una acotación de índole semiótica al mar-
Retomando a Schelling: “el arte comienza ahí donde el saber gen de este texto: la relación de un concepto con sus atributos
predicables corresponde a lo que se denomina intensión o
abandona al hombre”, pues el arte es “el modelo de la ciencia, significado del término (civilización = progreso, proceso, de-
y donde está el arte, allí debe llegar aún la ciencia” (Adorno, sarrollo histórico...); en cambio, la relación de dicho término
2006: 73). Sin embargo, ahí donde las formas y usos de un con el conjunto de objetos que designa, se denomina relación
lenguaje existen a la par de la edificación de la civilización, de extensión (las sociedades, culturas, comunidades, sujetos…
no siempre se da una coexistencia armoniosa y enriquecedora que se designan como civilizadas). Por ello, este trabajo se ela-
entre sus hablantes; por ello, aparecen procesos político-so- boró en dos sentidos: primero ofrece un significado del término
ciales de imposición y dominio que unifican e integran el civilización, y define sus atributos dentro de la filosofía de la
orden del mundo civilizado. historia; luego, en el presente apartado, se busca mostrar las
herramientas teórico-metodológicas que permiten el estudio
de los objetos implicados en la noción civilización.

Civilización 109 c
todo lo que comprenden, su forma de representar una parte neutralizar el conflicto y viabilizar la transformación que la
del mundo, la naturalidad con que delimitan ciertos ámbitos misma modernidad obliga.
y excluyen otros, asimismo resultan difícilmente comprensi- En la Modernidad, el comportamiento cotidiano implica
bles para quien no forma parte de las sociedades en cuestión. asumirse en el hecho capitalista, en el cual el modo de ser
Pero en un sentido positivo, para el estudio del “proceso” de la vida práctica entra en una contradicción: el conflicto
histórico, los conceptos civilización y cultura son categorías de entre la vida social, en tanto proceso de trabajo y disfrute
análisis necesarias con las que se caracterizan la interrelación referido a valores de uso, y la reproducción de la riqueza, en
entre los cambios en la constitución de una sociedad y los tanto proceso de acumulación del capital. En este esquema,
cambios en el comportamiento de los individuos y grupos hay diferentes maneras de naturalizar el hecho capitalista
de esa sociedad. Por ello, en tanto categorías, permiten esta- en el seno de la sociedad moderna, lo cual nos lleva a con-
blecer explicaciones hipotéticas iniciales para el estudio del siderar diferentes ethos históricos (social-natural, espíritu de
fenómeno social en su carácter histórico, pues en todo caso, empresa, clásico…).
la indagación sociológica no reflexiona sobre el concepto Se pude llegar a concebir la cultura como “una historia
mismo, sino sobre el objeto que éste refiere, a la manera de un de acontecimientos concretos de actividad cultural, singula-
“bosquejo” inicial que debe nutrirse progresivamente de los rizados libremente, sobre un plano de diferenciación abierto,
estudios concretos (histórico-sociales). ajeno a todo” intento de determinismo (Echeverría, 2000:
Desde la reflexión marxista contemporánea, Bolívar 166). En este espacio, el ethos centra su atención en el moti-
Echeverría considera una perspectiva problemática diferen- vo de un acontecimiento de larga duración, en las diferentes
te: civilización es un “sujeto sustancializado” (junto con otros maneras en que tal motivo es asumido en el comportamiento
términos como nación, Occidente, Oriente…), que dirige y cotidiano de una sociedad, y con ello el concepto de ethos his-
conforma una identidad capitalista en ciertas sociedades, pero tórico permite reflexionar en una realidad histórica concreta
cuyo carácter generalizante corrompe la condición dialéctica acerca de la actividad cultural específica. Y en esta dirección,
de la cultura, a saber, el acontecer de una forma singular de no recurre a las determinaciones de un “sujeto sustancializa-
lo humano en una circunstancia histórica específica (2000). do”, pues la noción de ethos busca conformar lo singular de
Para superar las determinantes de estos sujetos, se alude a lo humano que está dentro de una cultura.
la noción de ethos histórico como categoría para interpretar Ahora bien, desde un punto de vista semiótico, este mis-
una cultura específica en el espacio de su propia historicidad, mo autor considera que una civilización se conforma por
y desde ahí, se puede llegar a sobrepasar el conflicto de la medio de un proceso de “mestizaje cultural”, en el que las
diversidad asumida dentro de sujetos históricos sustanciali- diferentes civilizaciones se constituyen por la interacción e
zados. No obstante, para establecer los criterios pertinentes influencia recíproca de las unas con las otras (20). En este
a través de los cuales caracterizar este ethos, resulta necesario sentido, el mestizaje tiene como fundamento la expansión
antes construir el marco conceptual sobre el cual se pueda de un proyecto de civilización: el proyecto eurocentrista que
pensar esta noción. desde el descubrimiento de América ha generado nuevos
En principio, hay que definir el concepto mismo de cul- espacios de interacción entre culturas que en principio re-
tura, el cual, de acuerdo con Bolívar Echeverría, se define sultaban ajenas.
como el cultivo de lo singular, la edificación de una forma Pero leído en clave semiótica, este proceso histórico de ci-
de humanidad inmersa en una circunstancia histórica deter- vilización puede entenderse como necesaria interacción entre
minada (2000: 161). En otras palabras, es la vida misma en culturas, cuyo resultado consiste en la imposición de códigos,
tanto uso o habla particular del código universal la que define o bien, de sistemas de lenguaje. En estos códigos se cifran los
lo humano. Este uso mismo alude al núcleo donde acontece símbolos que determinan el modo de comprender el mundo
la formación de aquello que en el interior se delimita como que, en lo peculiar de cada cultura, resulta de la imposición e
lo humano, la construcción formal de la “mismidad” que im- interacción con los códigos externos que conforman a otras
plica el conflicto entre los diferentes comportamientos que civilizaciones. Desde esta perspectiva, “las subcodificaciones
integran un momento histórico en la cultura. o configuraciones singulares y concretas del código de lo
Atendiendo a estas consideraciones, el ethos histórico es humano no parecen tener otra manera de coexistir entre sí
un comportamiento social estructural en que se repite a lo que no sea la de devorarse las unas a las otras; la de golpear
largo del tiempo la misma intención que guía la constitu- destructivamente en el centro de la simbolización constitutiva
ción de las distintas formas de lo humano. En este sentido, de la que tienen enfrente y apropiarse en sí, sometiéndose a
el ethos histórico puede ser entendido como principio de or- sí mismas a una alteración esencial” (52).
ganización en la vida social y de la construcción del mundo. La dinámica de estas configuraciones particulares que
Así pues, la Modernidad establece una determinada forma cada sociedad edifica constituye los límites de lo propio de
de ethos histórico, en cuanto que introduce una problemática una civilización, pero siempre incluyendo lo ajeno: aquello
particular en el trabajo dialéctico que la propia cultura lleva que caracteriza a otras sociedades. En este sentido, el “cerco
a cabo sobre la identidad social. Allí, el ethos moderno busca cognitivo” que planteaba Castoriadis para delimitar los lími-
tes de lo que puede ser conocido y conocible dentro de un

c 110 Civilización
imaginario social resulta indistinguible. Desde la postura de el espacio semiótico fuera del cual es imposible la existencia
Echeverría, cada civilización o cultura enfrenta un proceso de la semiosis” (Lotman, 1996: 33).
histórico de mestizaje cultural, lingüístico, religioso… en el Los productos culturales en permanente y dinámica
que las fronteras que delimitan lo propio-ajeno tienden a codificación son lo que llama Lotman “textos”, a saber, un
asimilarse mutuamente. conjunto de elementos significativos (signos, símbolos…),
Por ello, el intérprete-traductor de una civilización crea relacionados entre sí, que se encuentra codificado en al menos
necesariamente una situación comunicativa en la que se es- dos sistemas de lenguaje o códigos. En otras palabras, es un
tablece un nuevo código intermedio; en otras palabras, el conjunto sígnico codificado en al menos dos lenguajes, que
código edificado para esta específica situación comunicati- forman parte de la estructura misma de la semiósfera. Los
va contiene las estructuras de las civilizaciones que están en textos se producen dentro de la semiósfera, pero no necesa-
contacto y, por tanto, los textos-traducciones que se generan riamente contienen sólo la información inherente a esa esfera.
dentro de esta situación serán nuevos. Así, dentro de una si- El choque entre civilizaciones produce un intercambio de in-
tuación comunicativa que dispone un intercambio simbólico formación que, desde la frontera semiósica, pasa a constituirse
entre al menos dos civilizaciones, “ser intérprete no consiste como parte de un texto en el interior de una civilización. En
solamente en ser un traductor bifásico, de ida y vuelta entre este proceso de codificación de la información externa, Lot-
dos lenguas, desentendido de la reacción meta lingüística que man refiere una “fuerza centrípeta” que en el interior de la
su trabajo despierta en los interlocutores. Consiste en ser el semiósfera genera procesos dinámicos de codificación de
mediador de un entendimiento entre dos hablas singulares, textos que van desde la frontera semiósica hacia el centro.
el constructor de un texto común para ambas” (21). Pero, en sentido inverso, hay “fuerzas centrífugas” que buscan
Finalmente, desde la perspectiva de la semiótica de la distanciar, decodificar los textos del centro hacia la frontera.
cultura, Yuri Lotman propone un aparato teórico-metodo- Lotman denomina a este proceso de codificación interna
lógico que permita describir con mayor claridad el proceso “ley centro-periferia”, y constituye una descripción teórica de
de asimilación o mestizaje entre culturas (1996). Para ello, la dinámica semiótica que acontece en el espacio de una civi-
utiliza el término “semiósfera”, como constructo teórico2 que lización o cultura. La identidad de una civilización o cultura
permite describir los procesos sociales de configuración de depende del modo en que se construyen los sentidos y que
una cultura. En esta dirección, la postura lotmaniana resulta determinan sus propios límites de conocimiento. Por ello,
importante, pues permite entender las transformaciones in- para establecer la dinámica de estos límites, el autor plan-
ternas y externas que constituyen el núcleo de una cultura: por tea la noción de “frontera” como espacio teórico hipotético
ello, una semiósfera debe entenderse, en primera instancia, desde el cual se pueden describir las fases de asimilación de
como el espacio delimitado por fronteras de conocimiento, la información externa proveniente de otras civilizaciones.
dentro de las cuales se codifica el sentido de la realidad social, Un componente esencial de la frontera semiósica es la
pero que, al mismo tiempo, permite en el interior generar noción de “agente traductor” y su función como “filtro-tra-
nuevos sentidos, asimilando la información que viene de más ductor”. Este agente es aquél que establece un espacio de
allá de esos límites fronterizos. interacción con al menos dos semiósferas: es un vínculo capaz
En la descripción teórica de Lotman, la semiósfera tiene de filtrar y hacer comprensible la traducción de una semiós-
una función determinante: es la condición necesaria para la fera externa hacia la que le es propia. En esta descripción,
generación de vínculos comunicativos. Estos vínculos tienen el agente traductor es condición necesaria para la creación
como fundamento las relaciones de sentido que surgen y se de nuevos sentidos y, en consecuencia, resulta indispensable
solidifican dentro de la semiósfera. Sin embargo, desde esta para el progreso de una civilización. En términos teóricos,
perspectiva, el “sentido” no es un resultado específico; es en la frontera no es un espacio empírico, sino una abstracción
todo caso un proceso dinámico (“semiosis”) que consiste en la que refiere los límites cognoscitivos de una cultura; por ello,
codificación permanente de productos culturales. En razón “puesto que el espacio de la semiósfera tiene carácter abs-
de lo anterior, la semiósfera es el ámbito donde se realizan tracto, no debemos imaginar la frontera de ésta mediante los
las relaciones comunicativas y, por tanto, el lugar donde se recursos de la imaginación concreta […] la frontera semiótica
construye el conocimiento; es, en palabras del autor, “una es la suma de los traductores filtros bilingües, pasando a través
determinada esfera que posee los rasgo distintivos que se atri- de los cuales un texto se traduce a otro lenguaje (o lenguajes)
buyen a un espacio. Sólo dentro de éste (espacio) es posible la que se halla fuera de la semiósfera dada” (Lotman, 1996: 24).
comunicación y la producción de nueva información. […] es En todo caso, mirar el proceso de constitución de una
civilización tiene un valor epistemológico importante: nos
muestra que la posición de un investigador como observa-
2 Y se habla de constructo, pues en realidad el autor trata de ser dor de la cultura implica realizar una labor de interpretación
cuidadoso al no proponer “categorías”. La posición del autor, y traducción de sentidos ajenos, en un proceso dentro del
proveniente de la Escuela de Tartú, no es plantear categorías cual se busca establecer analogías en razón de los códigos o
que cosifiquen y determinen la realidad social por estudiar, sino sistemas de significación que constituyen su propia realidad
más bien constructos teóricos que permitan describir situacio- social. Esta afirmación no sólo relativiza las pretensiones de
nes y relaciones entre elementos sociales.

Civilización 111 c
conocimiento verdadero del científico social, sino que además
nos muestra los límites epistemológicos y ontológicos de lo
que podemos conocer. En palabras de Lévi-Strauss, “las otras
CLASES SOCIALES
culturas nos resultan estacionarias, no necesariamente porque Massimo Modonesi
lo sean, sino porque su línea de desarrollo no significa nada María Vignau
para nosotros, o no tiene sentido, [pues] no es ajustable a los
términos del sistema de referencia —códigos— que nosotros
utilizamos” (2012: 67). Definición

Bibliografía Existen pocos conceptos en las ciencias sociales tan intensa-


mente debatidos como el de clase social. Para la sociología, el
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en torno a la distinción establecida por Marx en la Miseria
de la Filosofía entre clase en sí y clase para sí, lo que Poulant-

c 112 Clases sociales


zas llama una “escisión teórica de una doble situación de Ante esta problemática, muchos marxistas han buscado
clase” (1998: 66). dar solución a la definición empírica de las clases sin abando-
Para Marx, la clase en sí se refiere a la ubicación estructural nar aquello que caracteriza al análisis marxista de las clases,
de los individuos en su relación con los medios de produc- esto es, la primacía de las relaciones de producción, la con-
ción en la dinámica de la estructura económica, siendo por tradicción capital/trabajo y la existencia de la lucha de clases.
lo tanto la existencia objetiva y reconocible de la clase que Son muchos y muy variados los desarrollos que ha habido
expresa la contradicción capital/trabajo y que está en rela- en años recientes en esta veta, por lo que hacer un recuento
ción con la propiedad que los sujetos tienen de los medios de todos ellos sería imposible en este momento. Sin embar-
de producción y el lugar que les corresponde en las relaciones go, es posible ejemplificar esta producción reciente con dos
sociales de producción. Por su parte, la clase para sí se refiere propuestas teóricas antitéticas; en tanto la primera defien-
a la existencia política, subjetiva e incluso ideológica de la de la vigencia del concepto de clase trabajadora, la segunda
clase. Es la clase que posee conciencia de clase (asumiendo pretende superarla.
y actuando en función de sus intereses de clase) como el Ricardo Antunes, destacado sociólogo brasileño, en su
ingrediente que configura su disposición y su capacidad de libro Los sentidos del trabajo (2005), reconoce la problemática
lucha de clases (Marx, 2006). socioeconómica anteriormente mencionada y, en una búsque-
Para examinar los debates en el marxismo contemporáneo da de otorgar validez contemporánea al concepto marxista de
en torno al concepto de clase social se mantendrá la distin- clase trabajadora, la reconceptualiza para enfatizar su sentido
ción de clase en sí y clase para sí, ilustrando las preguntas y actual como clase-que-vive-del-trabajo, incluyendo en este
desarrollos que han existido en cada frente. concepto amplio a la totalidad del trabajo colectivo asalariado,
a formas de trabajo que son productoras de plusvalía aunque
Clase en sí no sean directamente manuales, al proletariado rural, a los
Como ya se mencionó, la clase en sí se refiere a la existencia trabajos part time y a los trabajadores de la economía infor-
estructural, objetivamente reconocible, concreta y material; mal. De igual forma, como toda noción de clase, esta versión
clase constituida, de acuerdo con Marx, en función de la pro- abierta e incluyente se define también en función de lo que
piedad de los medios de producción y su colocación en las excluye: “a los gestores del capital, a los que viven de la especu-
relaciones de producción correspondientes. En este sentido, lación e intereses y a aquellos altos funcionarios que detentan
Marx distinguió dos clases principales: la burguesía, como los la función del control en el proceso de trabajo, valorización y
propietarios de los medios de producción, y el proletariado, reproducción del capital” (94).
como los que se ven obligados a vender su fuerza de trabajo. Por otro lado, la propuesta de Negri y Hardt ejemplifica
Sin embargo, hay que notar que incluso en esta primera de- el abandono de la noción de clase, no sólo por su desdibuja-
finición marxista empírica de las clases, Marx se movió entre miento en el capitalismo posindustrial, sino porque la clase
una definición teórica y abstracta, en donde tendencialmente ya no es considerada como agente de transformación. En su
el sistema capitalista giraba en torno a dos clases y su con- lugar, los autores proponen el concepto de multitud, una en-
flicto, y una aproximación más empírica, histórico concreta, tidad social que surge del trabajo inmaterial y cognoscitivo y
en la cual aparecían otras clases —como el campesinado, los creativo, plural y múltiple que se compone de singularidades
terratenientes o fracciones de clases—. y que actúa partiendo de lo común (2004: 127-130).
Esta primera distinción, realizada a mediados del siglo
xix, ha sido particularmente discutida desde los años seten- Clase para sí
ta cuando, en medio de transformaciones estructurales que Como se mencionó anteriormente, la clase para sí se refiere
implicaron una relativa desindustrialización en los países a la existencia política, subjetiva y consciente de la clase; au-
del capitalismo avanzado y la expansión de los mercados nado a ello, la noción hace referencia a la acción consciente
financieros, pareció invertirse la tendencia hacia la polariza- en función de los intereses de clase. Sobra decir que, para el
ción entre dos clases donde una “es dueña de los medios de marxismo, la temática de la clase para sí es fundamental por
producción” y otra “vende su fuerza de trabajo”. En efecto, el su carga y connotación política y por la dimensión estraté-
desplazamiento de los procesos productivos manufactureros gica que tiene tanto en el andamiaje teórico marxista como
hacia la periferia, en un contexto en donde a la proletariza- en la acción militante.
ción en sí no correspondían automáticamente los procesos Es también importante mencionar que, para esta co-
de subjetivación clasistas, obligó a un debate sobre la validez rriente de pensamiento, la existencia de la clase para sí hace
del concepto. En este sentido, preguntas tales como ¿cuáles referencia implícitamente a la lucha de clases; es decir, a pe-
son las formas de existencia real de las clases en la actuali- sar de los debates que existen en el marxismo alrededor de
dad?, ¿qué tanta diversificación puede tolerar la polarización esta temática, la certeza de la existencia de la lucha de clases
abstracta capital/trabajo?, o, en otros términos, ¿quién es el o de conflicto y antagonismo de las clases es irreductible en
obrero, el trabajador y el patrón del siglo xxi?, siguen pen- los análisis marxistas.
dientes y son objeto de debate actual. Los debates y discusiones en torno a la clase para sí tienen
que ver con su surgimiento, en otras palabras, con la respuesta

Clases sociales 113 c


a la pregunta ¿cómo se pasa de la clase en sí a la clase para sí ? es importante rescatar la concepción de Edward Palmer
Si la clase para sí es la existencia consciente y subjetiva de la Thompson por la innovación que representa su propuesta
clase (a diferencia de su existencia meramente objetiva en el y por el logrado intento de evitar el dualismo antes men-
plano de la producción material), las discusiones en torno a cionado. El historiador marxista inglés, en su trabajo La
ella bien podrían ser los debates en torno al surgimiento de la formación de la clase obrera en Inglaterra (1989), reconoce que
conciencia de clase. Es importante mencionar que la concien- las relaciones de producción tienen consecuencias objetivas
cia se refiere al pasaje de la existencia material de la clase al fundamentales al distribuir a los individuos en situaciones
reconocimiento de intereses de clase y las formas de acción de clase, siendo éste el inicio y no el final de la formación de
que de ello se desprenden. clase: los individuos experimentan esas condiciones objetivas
Al igual que con la noción de clase en sí, son muchos los y, a través de esa experiencia, identifican intereses de clase,
trabajos (y las polémicas) que se han generado en torno al pensando y actuando de forma clasista (esto es, en otras
problema del surgimiento de la clase para sí. Siendo impo- palabras, la “disposición a actuar como clase”). La clase es
sible revisarlos todos aquí, mencionaremos brevemente tres entonces algo dinámico, un proceso y una relación. Siguien-
autores fundamentales: Rosa Luxemburgo, Lenin y Anto- do esta argumentación, las personas “se comportan y valoran
nio Gramsci. de manera clasista incluso antes, y como condición, de que
Para Rosa Luxemburgo (2003), si bien la conciencia es un haya formaciones ‘maduras’ de clase con sus instituciones y
estado que implica conocimiento y racionalidad, su raíz y su valores conscientemente definidos” (Wood, 2000: 98). Para
nacimiento tiene que rastrearse en formas de espontaneidad, Thompson, entonces, la conciencia de clase debe entenderse
a través de las experiencias colectivas de luchas y de confron- también como un proceso histórico que se forma cuando se
tación clasista. En este sentido, la concepción de la marxista experimentan las situaciones de clase y las presiones objeti-
polaca refiere a una conciencia que se gesta al interior del vas —tales como la explotación y los conflictos de intereses
movimiento obrero, al calor de sus prácticas. Es importante de clase—.
resaltar esto porque, más allá de la influencia relativa de la Además de la marxista, que adopta el concepto de clase
obra de Luxemburgo, la perspectiva más influyente al interior como un pilar teórico, existen otras corrientes de pensamiento
del marxismo propone que la conciencia de clase es llevada al sociológico que utilizan esta noción.
proletariado desde afuera, por el partido, por la fracción más
politizada y por medio del conocimiento del marxismo como La tradición estructural-funcionalista y los “teóricos de la es-
clave de comprensión de la existencia de clase a contrapelo tratificación”
de su ocultamiento por la ideología burguesa. Después de Esta tradición está usualmente relacionada con la sociología
Kautsky, Lenin y Gramsci son dos autores que, con aproxi- norteamericana parsoniana, cuya influencia fue determinante
maciones algo diferentes, argumentan la exterioridad de la en el desarrollo de la sociología durante los años posterio-
conciencia. Lenin (1981) habla del partido de vanguardia res a la Segunda Guerra Mundial. Para diversos autores de
como aquél que porta y cataliza la conciencia de las masas esta tradición, el concepto de clase social es equiparado con
proletarias mientras que Gramsci (2000), sin abandonar la el de estrato social, que hace referencia a un ordenamien-
idea de partito, insiste en el papel central que ocuparían los to jerárquico de la población de una sociedad. El trabajo
intelectuales orgánicos como agentes de construcción ideo- más representativo de esta corriente es el realizado por los
lógica y de formación y politización de las clases. sociólogos norteamericanos Davis y Moore, Algunos funda-
En esta veta, preguntas como ¿de dónde viene la concien- mentos de la estratificación (1945). En él, se argumenta que
cia de clase?, y ¿cómo se constituyen los sujetos? son algunos las estratificaciones son universales y se basan en la distri-
de los cuestionamientos que quedan pendientes y sobre los bución desigual de derechos y obligaciones en una sociedad
cuales existe mucha discusión y desarrollo contemporáneo. de acuerdo a ciertos criterios cualitativos y cuantitativos
—el sistema de estratificación dependerá de los criterios
La clase como proceso que se utilicen—. Bajo este esquema y conceptualización, la
Finalmente, es importante mencionar que no sólo existen desigualdad es funcionalmente necesaria para mantener el
problemas con las conceptualizaciones y operacionalizacio- sistema social, en otras palabras, las clases no son antagónicas
nes de la clase en sí y la clase para sí sino que su presentación y se sustentan mutuamente por conexiones funcionales; así,
como condiciones o situaciones escindidas y duales representa la principal implicación de esta concepción de clase social es
un problema que se ha reproducido en muchos trabajos de que la desigualdad se justifica a partir de la noción de igualdad
la tradición marxista: en algunos momentos de la reflexión de oportunidades del liberalismo económico.
marxista se ha definido a la clase sólo en términos de su
determinación económica o su determinación estructural, Líneas de investigación y debate
mientras que en otras ocasiones la clase sólo se ha reconocido contemporáneo
en cuanto su existencia política y consciente.
En este sentido, y para terminar el esbozo de los debates Los intentos por definir a las clases sociales también han in-
en la tradición marxista en torno al concepto de clase social, cluido esfuerzos por establecerlas empíricamente a partir de

c 114 Clases sociales


agregados estadísticos que categorizan a los individuos de una ción, etcétera), sino de las relaciones sociales en general, en
sociedad en distintos grupos —los criterios utilizados para otras palabras, tienen una naturaleza diversa y socialmente
crear estos esquemas son muy variados; son utilizados por construida. Al identificar cuatro formas de capital —eco-
ejemplo ingresos, consumo, ocupación, etcétera—. Dentro de nómico, cultural, social y simbólico—, Bourdieu argumenta
este grupo encontramos a autores como Goldthorpe y Wright que éstas proporcionan o despojan a los agentes en su lucha
—quien busca construir un esquema de clases ocupacional por las posiciones en el espacio social; como consecuencia,
marxista—. Es importante mencionar que esta definición y las clases individuales desarrollan y ocupan un habitus simi-
concepción de las clases sociales es usualmente descriptiva lar. En otras palabras, al ocuparse de los procesos activos de
y busca ser una clasificación o categorización de individuos. formación de clase y de diferenciación social, Bourdieu utiliza
el concepto de clase social para identificar a aquellos grupos
Otras conceptualizaciones: Weber, Dahrendorf, Giddens y Bour- sociales que se distinguen por sus condiciones de existencia y sus
dieu respectivas disposiciones; las condiciones de existencia están
Max Weber conceptualiza a las clases sociales en relación dadas tanto por el capital económico —que refiere el nivel de
con las oportunidades de vida, dando importancia decisiva recursos materiales— como por el capital cultural —adquirido
a la propiedad en el análisis de clase. De acuerdo con Weber, principalmente a través de la educación—.
“el término clase se refiere a cualquier grupo de individuos
basado en la misma situación de clase [donde] las categorías Una reflexión final sobre la actualidad e importancia del aná-
básicas de toda situación de clase son propiedad y carencia lisis de clase
de propiedad” (2000: 242). En este sentido, Weber tiene una Si bien en las últimas décadas la noción de clase social parece
concepción pluralista de las clases que son negativa o posi- haber perdido peso e importancia explicativa en las ciencias
tivamente privilegiadas por lo que respecta a la propiedad y sociales, ello no debe ser atribuido sólo a un problema teó-
a la adquisición. rico o a la ambigüedad antes mencionada —que por otra
Dahrendorf, uno de los representantes de los llamados parte, como quisimos señalar, opera como apertura y por lo
“teóricos del conflicto”, presenta en su trabajo Las clases socia- tanto enriquece el alcance del concepto—. Razones políticas
les y su conflicto en la sociedad industrial (1959) una concepción ligadas a una crisis política del marxismo dogmático vincu-
muy distinta de las clases sociales: para este autor, más que lado al mundo del llamado socialismo real y, su contraparte,
posesión o no posesión de propiedad, la clase debe definirse la proliferación de perspectivas teóricas que exaltan nocio-
a partir de la posesión o exclusión de autoridad. Por tanto, nes liberales como la de ciudadano, operan en contra de la
existe una distribución diferencial del poder y la autoridad, reflexión sociológica en torno a las clases sociales sostenida
convirtiéndose ésta en el factor de definición de la clase social. históricamente por el marxismo crítico.
En su trabajo La estructura de clases en las sociedades avan- Al mismo tiempo, a nuestro parecer, el concepto de cla-
zadas (1973), Anthony Giddens parte de una crítica a la se ya no como paradigma preestablecido sino como campo
sobredeterminación estructural en sociología a favor de la es- y marco de hipótesis sigue ofreciendo una entrada fecunda
tructuración activa de las relaciones de clase. Para este autor, al análisis de las profundas contradicciones y desigualdades
una clase social “se refiere a un conjunto de formas de es- presentes en nuestras sociedades. Además, en un terreno
tructuración basadas en niveles comúnmente compartidos de que rebasa lo descriptivo, siendo la noción de clase social
capacidad de mercado” (1973: 121). En este sentido, existen profundamente crítica, permite rescatar aquella vertiente
tres capacidades de mercado importantes: la posesión de la sociológica que concentra sus esfuerzos en poner en evi-
propiedad de los medios de producción, la posesión de cua- dencia las contradicciones, las perversiones y las miserias
lificaciones educativas o técnicas y la posesión de fuerza de que se ocultan detrás de las apariencias de las sociedades
trabajo manual. Así, la estructuración de clase representa el capitalistas contemporáneas. Por último, aun cuando en el
modo a través del cual las disparidades en la capacidad de terreno subjetivo es donde el desdibujamiento de la eficacia
mercado se convierten en realidades sociales y, por lo tanto, explicativa e interpretativa de la noción de clase parece ser
condicionan o tienen influencia en la conducta social del indi- más real, es innegable que, del lado de los grupos dominantes,
viduo. La existencia de estructuración de clases presupone operan poderosos factores de cohesión y de identidad a nivel
siempre un reconocimiento de clase e implica así la existencia de cultural como político y, del lado de los grupos subalternos,
diferentes “culturas” de clase dentro de una sociedad. Giddens aún en medio de una relativa dispersión y fragmentación se
afirma entonces que, “en tanto que la clase es un fenómeno dan, esporádicamente o con persistencia según el momento
estructurado, existirá la tendencia a un reconocimiento co- y el lugar, procesos de agregación y de acción colectiva que
mún y a aceptar unas actitudes y creencias similares, ligadas a pueden y deben leerse en clave clasista.
un estilo de vida común, entre los miembros de la clase” (126).
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Clases sociales 115 c


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c 116 Clientelismo
la clientela, mayor poder y prestigio alcanzaban los clanes Desde que la Corona castellana estableciera en el Nuevo
nobles y los pater familias que los encabezaban; de ahí que Mundo su soberanía, los conquistadores, colonos y oficiales
éstos se enorgullecieran de tener bajo su tutela a grandes reales que en oleadas sucesivas arribaron a sus costas tenían
cantidades de clientes. No fue raro el caso en que un pueblo, perfectamente internalizados estos esquemas con los que mo-
incluso una ciudad completa, dependió de un patronus. La delaron su visión del mundo y su vida en comunidad. Entre
expansión imperial de Roma difundió en otras comunidades ellos, señaladamente, existía la convicción de que para hacer
mediterráneas la cultura y las instituciones latinas, entre ellas fortuna y carrera, aparte de los méritos personales, resultaba
la institución clientelar. En el caso particular de España, este decisivo el patrocinio de un poderoso señor, es decir, la rela-
hecho es perceptible en la legislación medieval de las Siete ción clientelar. Que la presunción era cierta lo demuestran las
partidas, de Alfonso X, el Sabio, texto de derecho común y prácticas de los virreyes y otros funcionarios en la distribución
fundamento de la legislación castellana. En la cuarta partida de oficios públicos y beneficios materiales (encomiendas y
se incluyen las regulaciones para la familia, dirigida por la au- mercedes) que habitualmente recaían en sus allegados y ser-
toridad absoluta del padre. También se incluyen las relativas vidores. Por otro lado, reiterativamente y a partir del último
al vínculo existente entre los que “crían” —esto es, los padres cuarto del siglo xvi, la legislación indiana prohibió a los ma-
o señores— y sus “criados” o dependientes; luego aparecen las gistrados de ultramar, así como a sus hijos, que contrajeran
que hay entre señores y vasallos y, finalmente, las que existen matrimonio en las jurisdicciones de su asignación.
entre los amigos de hombres ricos y poderosos. De su lectura, En un medio en que los vínculos de parentesco (bioló-
se concluye que lo que hizo la ley alfonsina a este particular gicos o rituales) tenían una fuerza determinante y servían
no fue inventar novedades, sino únicamente reglamentar para de base para la confección de poderosas redes políticas y
sus territorios la naturaleza de unas relaciones preexistentes, económicas, las leyes trataban de impedir que los oficia-
que venían de muy atrás. les establecieran lazos familiares que sesgaban o torcían el
Sin embargo, mientras que la relación de vasallaje suponía recto cumplimiento de sus funciones. Empero, tal política
un rito y un juramento que la Corona validaba formalmen- aislacionista no fue ni medianamente exitosa, pues los em-
te y cuyo rompimiento por parte del vasallo equivalía a la parentamientos entre la alta burocracia peninsular y las élites
comisión de un delito (felonía), la del poderoso señor y su criollas fueron muy comunes, y con ellos la constitución de
clientela (o conjunto de “criados”, es decir, personas que se nuevos grupos clientelares.
habían formado en su casa y bajo su amparo, o el de sus El periodo de dominación española modeló en Hispa-
amigos) era una liga estrictamente privada, personal, por lo noamérica una sociedad basada en una relación de poder
que, aun reconocida como lícita, quedaba fuera del control y entre los distintos cuerpos y estratos sociales y en la con-
de la sanción gubernamentales. El señor o patrón y sus cria- sideración prioritaria del orden jerárquico, la autoridad, el
dos, amigos o clientes mantenían una relación asimétrica, prestigio y el honor. Por otra parte, si no puede hablarse con
en función de la jerarquía de uno y otros, y compartían una propiedad de una “debilidad” de las instituciones centrales de
serie de obligaciones que quedaban hasta cierto punto bajo control, sí habrá que conceder que el ejercicio de la soberanía
el control discrecional del señor. Ya en la era moderna, más metropolitana dependía y gravitaba en torno a un sistema
de un tratadista político español formuló los principios de de pactos, pesos y contrapesos que, si bien resultó altamente
la relación clientelar en términos que aludían a un vínculo funcional para el mantenimiento de los vínculos de lealtad
“natural”, sancionado por Dios, quien fungía como primer entre las comunidades coloniales, también propició la atomi-
y gran patrón de la humanidad, a la que había creado. A se- zación de las relaciones de poder en los espacios regionales y
mejanza suya, los monarcas sólo podían labrarse reputación locales. Con ello, igualmente favoreció la propagación de las
de grandeza y poder a partir de la confección de “criaturas” relaciones clientelares a diferentes esferas y ámbitos sociales.
propias que le sirviesen, siguiesen y respetasen, es decir, de la En los distritos, las oligarquías terratenientes y mercanti-
creación de una casta nobiliaria. Sucesivamente, los nobles y les no sólo disponían de un amplísimo potencial económico,
grandes señores debían hacer otro tanto, favoreciendo a per- sino que además se habían adueñado —generacional y casi
sonas que se constituyesen en criados y servidores y que, a patrimonialmente— de los oficios e instituciones munici-
cambio, podrían recibir de sus patrones gracias y beneficios. pales, lo que les confería poder político, de modo tal que su
A este respecto, conviene tener presentes ciertas premi- posición preeminente les permitía disponer de una numerosa
sas acerca de la constitución social y política de esa época. clientela e igualmente negociar sus posiciones e intereses con
Primera, que si la sociedad se concebía como un conjunto la autoridad central. En el seno de estos grupos de cultura
dispar en que era indispensable una organización jerárquica, política jerárquico-patriarcal se fue gestando la figura del
la armonía social no requería de igualdad entre sus miem- cacique u “hombre fuerte”, característica del mundo ibe-
bros. Segunda, que la administración debía ser mediatizada roamericano.
y no central, pues entre la cabeza, que era el monarca, y los En el siglo xviii, las llamadas reformas borbónicas in-
súbditos que formaban la sociedad debía haber forzosamente tentaron, en el plano político, reordenar, profesionalizar y
instancias de poder intermedias, correas de transmisión que moralizar la administración colonial, así como debilitar o
hicieran efectivo el ejercicio del poder. socavar el poder de individuos o corporaciones que pudiesen

Clientelismo 117 c
oponerse a la “racionalización” de los nuevos lineamientos. En años. Aunque los sociólogos funcionalistas empezaron por
el orden gubernamental, se optó por un funcionariado y un destacar la relación de mutuo beneficio entre partes para el
cuerpo de burócratas de carrera cuya selección y promoción sostenimiento del equilibrio social, fueron los antropólogos
se determinó —al menos en teoría— por criterios merito- quienes abrieron camino con los estudios realizados durante
cráticos y no por la condición de nacimiento; lo anterior iba los años cincuenta y sesenta del siglo xx entre las socieda-
en detrimento, sobre todo, de los viejos patriciados locales. des rurales del Mediterráneo (Andalucía, Grecia e Italia) y
Cabe señalar que, en este sentido, ciertamente se afectaron América Latina (sobre todo México). Su enfoque definió la
intereses de grupos y clientelas tradicionales, sin que en el relación patrón-cliente como un contrato “diádico”, es decir,
fondo se erradicasen las antiguas prácticas, toda vez que los como un vínculo que, voluntariamente, ligaba a un indivi-
nuevos administradores y sectores favorecidos construyeron duo dotado de poder, dinero y prestigio con otro que carecía
sus propias redes clientelares. Más bien puede afirmarse que de ellos. El patrón utilizaba su posición privilegiada para
hubo relevo de personas e instituciones, pero no cambios proteger o beneficiar a su cliente que, a cambio, prestaba
sustanciales en las modalidades de relación sociopolítica o en servicios a su patrón.
los mecanismos de acceso al poder y los recursos. Cuanto más se profundizaba en el análisis, más necesa-
Las guerras de independencia, la desintegración del an- rio fue tomar en cuenta que las sociedades rurales, objeto
tiguo Imperio español y el posterior surgimiento de Estados de tales estudios, no constituían entidades cerradas y que,
nacionales en el siglo xix tampoco fueron acontecimientos en consecuencia, era indispensable ampliar las perspectivas
que modificaran de raíz las cosas, aunque sin duda les confi- hacia sus relaciones con ámbitos más amplios y con otros
rieron un cariz distinto. La novedad estribó en la aparición de protagonistas. Ahí se apreció la importancia de la figura o el
nuevas estructuras políticas y en los mecanismos de selección concepto del intermediario (broker), sujeto que interconectaba
de los cuadros dirigentes de las flamantes repúblicas: con pre- a patrones y clientes, que los representaba indistintamente y
sidentes y congresos o parlamentos elegidos por votación, se que, a cambio, recibía beneficios personales. El crecimiento
presenció el desarrollo de relaciones clientelares en el seno de del influjo del Estado en las comunidades rurales determi-
los partidos políticos y de la burocracia estatal. El referente e naba su surgimiento en escena y el relieve de su papel. Así,
indicador de la lealtad y el compromiso, la moneda de cam- en la medida en que en las sociedades contemporáneas la
bio en la relación patrón-cliente fue, en adelante, el sufragio. injerencia estatal no amengua sino que, por el contrario, se
Con todo, la debilidad institucional de los nuevos Es- fortalece prácticamente en todos los espacios, el peso de la
tados aún permitió la coexistencia de estas vertientes con actuación de los intermediarios o mediadores de la relación
las formas más antiguas del clientelismo autoritario. En el clientelar sigue siendo considerable y aún tiende a aumentar.
ámbito rural, particularmente en la unidad productiva co- Las principales objeciones a la formulación de este mo-
nocida como “hacienda” o “estancia”, los hombres fuertes, delo provinieron, entre los años sesenta y setenta, de la
los grandes propietarios, hacían valer su poder económico y antropología marxista, que señaló que las relaciones clien-
político, tanto al determinar selectivamente qué integrantes telares así definidas no eran sino una tergiversación de un
de sus propias clientelas tendrían acceso a la tierra y a otros modo de explotación del medio rural. Según este punto de
medios de subsistencia y beneficios, como al decidir en qué vista, los intercambios clientelares no resultaban significativos
sentido orientarían su voto para la elección de candidatos a frente a la coerción que ejercía el patrón sobre su clientela,
puestos de elección locales, distritales o nacionales. mediante el mercado de trabajo. El patronazgo no era un
En el decurso posterior de la historia de América Latina, tipo de relación, sino una forma de opresión y una ideolo-
la del siglo xx y la del incipiente siglo xxi, tanto los regíme- gía al servicio de la clase dominante, y era posible por una
nes autoritarios como los democráticos han echado mano “debilidad” en la conciencia de clase y porque constituía la
indiscriminadamente de las relaciones clientelares como única forma en que las “clases desposeídas” podían acceder a
mecanismos eficaces para fincar, extender o conservar su los bienes y servicios del Estado.
base social de apoyo por la vía comicial. Adicionalmente, la Desde el último tercio del siglo xx a la fecha, la sociología
opción por formas de economía mixta, es decir, la participa- y la ciencia política han dado un giro y una mayor apertura a
ción directa de los Estados en los procesos productivos, en la las interpretaciones que le precedieron. En principio, ya no
creación y apropiación de empresas, ha favorecido igualmente apuntan a la existencia de la relación patrón-cliente como
la expansión del clientelismo a través de la concesión de car- un fenómeno derivado del subdesarrollo o de la estructura
gos públicos y del sostenimiento de una burocracia creciente, de clases, ni —como se dijo antes— asumen que sea un ras-
pero no profesionalizada y de bajos ingresos. go privativo de las sociedades rurales tradicionales, sino que
las consideran variantes de conducta presentes en la mayo-
Líneas de investigación y debate ría de las comunidades del mundo. En función de que este
contemporáneo tipo de relaciones tiene que ver con aspectos fundamentales
de la estructuración y regulación del orden social, se presen-
Como objeto de estudio académico para las ciencias so- ta como una materia de estudio mucho más compleja, que
ciales, el tema del clientelismo tiene poco más de sesenta rebasa los estrechos marcos de los enfoques disciplinarios y

c 118 Clientelismo
que debe ser abordada desde un punto de vista integral. Esta sea de modo contingente— la seguridad y los beneficios que
perspectiva —junto con los aspectos quizá más tangibles se persiguen. Una relación clientelar se establece siempre y
de los centros neurálgicos de control y las periferias, de la cuando los agentes superiores (patrón o mediadores) puedan
influencia política, de la organización de los mercados y de asegurar la movilidad de recursos, y siempre y cuando haya un
las perspectivas vitales de los individuos— debe considerar contacto social continuo y fluido con la potencial clientela.
igualmente una interacción o imbricación con los códigos No obstante, como tampoco puede garantizarse la estabi-
axiológicos, las formas culturales y las creencias de las socie- lidad o permanencia en las jerarquías ni, consecuentemente,
dades. De ahí que hoy se haya hecho bastante hincapié en su poder para canalizar de modo indefinido los beneficios a
los estudios comparativos y multidisciplinarios. los sectores dependientes, la incertidumbre permea por igual
Finalmente, y puesto en términos llanos, la cuestión es de a todos los estratos sociales y los estimula a constituir ince-
muy amplio espectro, pues se trata de dilucidar quién, cómo y santemente relaciones clientelares que les permitan mejorar
dónde dispone del poder y de los recursos, así como de escla- o mantener sus posiciones en el entramado social y político,
recer mediante qué mecanismos los distribuye selectivamente de ahí también que los cambios sociales no necesariamente
entre quienes carecen o aspiran a ellos. Aun cuando también socaven la existencia del clientelismo.
se concede la pervivencia de las relaciones clientelares autori-
tarias, no son éstas las que reciben mayor atención por parte Bibliografía
de los especialistas. Actualmente, y sobre todo a partir de la
difusión en escala planetaria de los regímenes democráticos, Auyero, Javier, comp. (1997), ¿Favores por votos? Estudios sobre el
lo que se prioriza es el estudio del clientelismo electoral o de clientelismo político contemporáneo, Buenos Aires: Losada.
las llamadas democracias clientelares. Empero, el consenso en- Clapham, Christopher, ed. (1982), Private Patronage and Public
Power: Political Clientelism in the Modern State, New York:
tre los expertos es que no se trata de un asunto que se limite
St. Martin’s Press.
meramente a la cuestión del voto en periodos electorales y González Alcantud, José Antonio (1997), El clientelismo político:
tampoco es una cuestión que pueda expresarse —con cierta perspectiva socioantropológica, Barcelona: Anthropos.
ingenuidad— en términos de “manipulación política” de unas Graziano, Luigi (1976), “A Conceptual Framework for the Study
masas inertes y receptivas. of Clientelistic Behavior”, European Journal of Political Re-
El planteamiento se dirige preferentemente al estudio de search, Ernest Gellner y John Waterbury (eds.), vol. 4, núm.
la conformación y mantenimiento más o menos permanen- 2, pp. 149-165.
te de bases de apoyo para los partidos o sus candidatos y de Kitschelt, Herbert y Steven I. Wilkinson, eds. (2007), Patrons,
la participación conscientemente asumida de sus clientelas Clients and Policies: Patterns of Democratic Accountability
en los procesos. En este sentido, la figura de los mediadores and Political Competition, Cambridge: Cambridge Univer-
sity Press.
o brokers ha captado mayor atención, dado que ellos son el Machado Araóz, Horacio (2007), Economía política del clientelismo:
medio de materialización del vínculo entre los patrones y las democracia y capitalismo en los márgenes, Córdoba, Argenti-
clientelas; son el contacto personal, directo, cotidiano y visible na: Encuentro.
entre los dos protagonistas de la relación. Para los círculos Piattoni, Simona (2001), Clientelism, Interests and Democratic
superiores, la funcionalidad y utilidad del mediador está en Representation: The European Experience in Historical and
relación directa con su capacidad para penetrar y persuadir a Comparative Perspective, Cambridge: Cambridge Univer-
los grupos subalternos de integrarse a una clientela, en tanto sity Press.
que para estos últimos, la legitimidad y el poder del interme- Roniger, Luis (1990), Hierarchy and Trust in Modern Mexico and
Brazil, New York: Praeger.
diario se hallan determinados por su aptitud para mantener
Roniger, Luis y Aynes Günes-Ayata, eds. (1994), Democracy,
el flujo continuo y selectivo de beneficios (bienes, servicios, Clientelism and Civil Society, Boulder, Colorado: Lynne
participación en programas o políticas sociales, etcétera). Rienner Publishers.
Por otro lado, entre las interpretaciones académicas con- Roniger, Luis y Samuel N. Eisenstadt, eds. (1984), Patrons, Clients
temporáneas sobre el clientelismo que gozan de mayor and Friends. Interpersonal Relations and the Structure of Trust
aceptación, se encuentran las que parten del supuesto de que in Society (Themes in the Social Sciences), Cambridge: Cam-
la incertidumbre política y social, y la estrechez económica bridge University Press.
en el subcontinente latinoamericano, así como la naturaleza Schmidt, Steffen W., J. C. Scott, C. Lande y L. Guasti, eds. (1977),
transitoria de la interacción social y de las oportunidades de Friends, Followers and Factions: A Reader in Political Cliente-
mejoría en el nivel de vida son causa de que la gente busque lism, Berkeley: University of California Press.
Schrötter, Barbara (2010), “Clientelismo político ¿existe el fan-
continuamente medios que les proporcionen una seguridad tasma y cómo se viste?”, Revista mexicana de sociología, vol.
institucional y personal. Esto no se consigue mediante com- 72, núm. 1, enero-marzo, pp. 141-175.
promisos identitarios “de clase”, es decir, entre aquéllos que se Strickon, Arnold y Sidney M. Greenfield, eds. (1972), Structure
ubican en estatus socioeconómicos similares (vínculos hori- and Process in Latin America: Patronage, Clientage and Power
zontales), sino que se apela, en forma fragmentada y puntual, Systems, Albuquerque: University of New Mexico Press.
al establecimiento de lazos verticales y desiguales con los Torres, Pablo José (2008), De políticos, punteros y clientes: reflexiones
estratos superiores, que son los que pueden garantizar —así sobre el clientelismo político, Buenos Aires: Espacio.

Clientelismo 119 c
Trotta, Miguel E. V. (2003), La metamorfosis del clientelismo polí- rubros intervienen instituciones estatales y, desde luego, la
tico: contribución para el análisis institucional, Buenos Aires: interacción de la sociedad misma.
Espacio. La cohesión social, como parece obvio, no da cuenta sola-
mente de la relación del Estado con la sociedad. El estado que
guarda la cohesión social describe las relaciones horizontales
en su dinámica cultural y económica en dimensiones como
confianza-desconfianza, participación-aislamiento, certi-
COHESIÓN SOCIAL dumbre-incertidumbre, entre otras. Sin embargo, ese estar
de la sociedad es afectado de manera inevitable por políti-
Germán Pérez Fernández del Castillo cas públicas como las de índole laboral o social, por lo que
el estatus de lo social se ve afectado de modo determinante
por las acciones u omisiones del Estado, por la eficiencia o
Definición ineficiencia de sus instituciones. De esta manera, “[…] la co-
hesión social incorpora tanto la dimensión estructural como
Uno de los temas que mayor interés ha despertado en Amé- la subjetiva, y puede entenderse como la dialéctica entre meca-
rica Latina y Europa (tanto entre académicos como entre nismos instituidos de inclusión/exclusión sociales y las respuestas,
los tomadores de decisiones) es el de la cohesión social. Aun percepciones y disposiciones de la ciudadanía frente al modo en
cuando el concepto ha sido tratado desde las apariciones que ellos operan” (Hopenhayn, 2006: 39).
tempranas de la sociología (con Emile Durkheim a la cabe- La cohesión social puede manifestarse en forma de algún
za), éste ha cobrado un nuevo auge a partir de la unificación comportamiento particular o en valoraciones concretas que
europea y del debate sobre la desigualdad en América Lati- pueden ser positivas o negativas. En el primer caso, se ob-
na. Para la Unión Europea, lo relevante del tema radica en la serva un mejoramiento en la confianza en las instituciones;
necesidad de acercar a los ciudadanos europeos entre ellos y tiene un sentido de pertenencia que se expresa a través de
en crear una suerte de identidad supranacional, sin suprimir la participación; alimenta el sentido de un espacio público
los nacionalismos ni los regionalismos propios de cada país. fortalecido desde la perspectiva democrática y robustece la
En el caso de América Latina (considerada la región más creencia de que sus esfuerzos son recompensados y recono-
desigual del mundo), la cohesión social es importante, ya cidos socialmente. La “gente” obtiene seguridad subjetiva
que resulta necesario crear mecanismos para acotar la brecha al verse rodeada de relaciones de confianza y solidaridad
entre ricos y pobres puesto que las políticas económicas no que, según los estudios de Norbert Lechner (1990), forman
siempre bastan para lograr una redistribución más justa de parte esencial de la estrategias de salida de eventuales crisis,
la riqueza. Ante esta realidad, algunos gobiernos de Amé- sean éstas de índole emocional, económica o jurídica (un
rica Latina han puesto en marcha políticas de fomento a la argumento similar ha sido propuesto por Robert Putnam,
cohesión social, en aras de resarcir los daños provocados por aunque para este sociólogo norteamericano es el capital so-
la mala distribución de la riqueza. cial el principal repertorio de medios no materiales que le
Pero vayamos por partes. En un plano más sustancial permite a la gente afrontar sus crisis). Asimismo, la seguridad
y general, el concepto de cohesión social es importante por- objetiva se relaciona estrechamente con el reconocimiento de
que nos ayuda a comprender si el contrato que sustenta a espacios —públicos y privados— como vivibles, disfrutables
una sociedad es satisfactorio y eficiente para la población y utilizables, sin temor a la delincuencia, pero en todo caso,
(referenciada en sus símbolos, identidades, instituciones y con la confianza de que si alguien viola la ley en mi perjuicio,
recompensas económicas). En función de la cohesión social, existe un aparato institucional que me protege y que hará
el Estado utiliza e instrumenta mecanismos a través de sus justicia. La procuración e impartición de justicia es de vital
instituciones, con el fin de amortiguar la atomización social importancia para la cohesión social porque toca los funda-
derivada de la modificación de las formas simbólicas y reales mentos mismos de todo Estado liberal, así sea entendido el
en el intercambio social, institucional y económico, producidas Estado en su mínima expresión, como la organización que
por la globalización —que se expresa, entre otros fenómenos, detenta la obligación de velar por la vida y la propiedad de
en la pérdida de relaciones densas (familia, amigos), en ex- sus ciudadanos.
clusión y en desigualdad—, pero también da cuenta de la A través de la cohesión social, se puede replantear los
eficiencia institucional en ámbitos clave de todo contrato términos del contrato social con vistas, por un lado, al me-
social, como la elección de nuestras autoridades (legitimidad joramiento de la responsabilidad cívica, que genera respeto
de origen) y la procuración e impartición de justicia. Esto por las normas y confianza entre los individuos y en las ins-
es, la mayor o menor igualdad e inclusión social, legitimi- tituciones; por otro, a la inclusión y eficacia institucional para
dad de autoridades, procuración e impartición de justicia e fomentar la equidad, el bienestar y la protección. Para lograr
intensidad de redes sociales densas tendrá como resultado tal propósito, la sola idea de cohesión social debe derivar en
una mayor o menor cohesión social. En cada uno de estos políticas persuasivas que detonen una voluntad movilizada
por parte de la sociedad. La cohesión es, pues, a la vez fin y

c 120 Cohesión social


medio de las acciones institucionales en búsqueda de con- Es necesario entender la cohesión social no como una
diciones mínimas de bienestar: variable aislada, sino a partir de la conjunción de diferentes
teorías y enfoques analíticos. Tres son los que nos ofrecen
Como fin, provee contenido y sustancia a las políticas explicaciones extensivas de este concepto:
sociales, por cuanto éstas apuntan, en sus resultados
como en su proceso de gestión y aplicación, a reforzar 1) Explicaciones económicas y de entorno social. Según
tanto la mayor inclusión de los excluidos como mayor esta concepción desarrollada por Robert Putnam y
presencia de éstos en la política pública. […] socieda- sustentada en el neoinstitucionalismo, el desarrollo
des más cohesionadas [entendiendo cohesión social económico y la cohesión social forman un círculo
como medio] proveen un mejor marco institucional virtuoso en la medida en que uno y otro se condi-
para el crecimiento económico, fortalecen la goberna- cionan en un juego que no es de suma cero. A ma-
bilidad democrática y operan como factor de atracción yor equidad, inclusión e institucionalidad, habrá
de inversiones al presentar un ambiente de confianza mayor capital social, humano y mayor desarrollo
y reglas claras (Hopenhayn, 2006: 40). económico. Por su parte, el desarrollo económico
presenta mejores oportunidades de integración so-
El conjunto formado por la desigualdad (expresada en cial, menor pobreza, mayor democracia y mejores
un aumento de la brecha económica y la mala distribución instituciones. Esta perspectiva —hay que decir-
del ingreso), la legitimidad deteriorada de las autoridades lo— tiene el problema de fundamentarse en una
y el desmantelamiento de un espacio público sólido minan abstracción normativa y utilitaria que redunda en la
la construcción social de la vida pública y orillan a que la imposibilidad de ofrecer una distinción clara entre
sociedad, como conjunto, se fracture, produciendo un indi- redes negativas y positivas; por ejemplo, entre la de-
vidualismo extremo en función del miedo al “otro” y de la lincuencia organizada y aquellas redes socialmente
desconfianza en las instituciones, especialmente en aquéllas productivas. Lo anterior, porque en su construcción
encargadas de la seguridad. prevalecen criterios utilitarios de rendimiento eco-
Estudiar el concepto de cohesión social responde a la nece- nómico, lo que lógicamente las hace indiferencia-
sidad de conformar una sociedad capaz de interrelacionarse bles.
consigo misma de forma pacífica y legítima en un contexto 2) Explicaciones enfocadas en el sistema político. La co-
extremadamente complejo, plural y multicultural, diverso y hesión social aumenta si los resultados de las po-
desigual, como lo es el de la mayoría de las sociedades con- líticas socialmente esperadas a través del discurso,
temporáneas. La globalización, aunada a las reformas de los de las promesas y de los planes de gobierno cum-
años ochenta orientadas al mercado, mostraron “[...] que el plen con las expectativas de los ciudadanos; es decir,
cambio social hace languidecer los vínculos comunitarios y si las instituciones públicas son eficientes, justas,
otras formas de sociabilidad que alimentan la confianza y el honestas, imparciales y predecibles. Este enfoque,
sentido de pertenencia” (Peña, 2010: 7). Estas condiciones aunque muy poderoso, tiene el problema de imagi-
de desintegración posteriormente fueron el principal mo- nar un mundo global predecible, cuando la realidad
tivo de preocupación de los hacedores de políticas y de las nos indica todo lo contrario. La crisis desatada en
agencias internacionales durante las últimas décadas. un país, con frecuencia echa por tierra los planes
Para definir el concepto de cohesión social, se busca, a la de desarrollo de otros situados a muchos miles de
par de una construcción con validez teórica, una definición kilómetros. Lo que sucede en China, Europa, Japón
capaz de apelar a la voluntad y de movilizar las acciones o Estados Unidos no solamente tiene influencia
sociales. En el caso de las ciencias sociales, el carácter perfor- decisiva sobre estos países, sino que arrastra tras de
mativo de su lenguaje hace que la descripción del fenómeno sí al resto del mundo. La crisis de 2008, por ejem-
contribuya a su propia formación. plo, al afectar a los Estados Unidos, redundó en el
La cohesión social evoca a las redes sociales densas (fa- fracaso de los planes económicos en la mayoría de
milia y amigos), consistentes en el entramado de referentes los países de América Latina. Esto es, la eficiencia
que fortalecen la confianza y solidaridad de los ciudadanos institucional de un Estado, por ejemplo, en térmi-
en sus vecinos y familias. Hablar de redes sociales densas nos económicos o de seguridad, frecuentemente no
es hablar del patrimonio simbólico de una comunidad que depende de los Estados mismos, sino del contexto
fortalece el manejo de normas, redes y lazos de confianza. internacional en que se desarrollan. Lo anterior ex-
Asimismo, refuerza la idea de lo colectivo como pertenencia presa de una manera plástica los claros límites a la
derivada de la reciprocidad en el trato. Son redes que dotan soberanía y con ello al desplante institucional efi-
de estrategias de salida de crisis (económicas, sociales, jurí- ciente, sobre todo de los países emergentes. Esto
dicas o emocionales), solidaridad, protección y civilidad a las describe los límites objetivos de un análisis insti-
relaciones sociales y grupales. tucionalista que no observa las limitantes derivadas
de la interconexión global.

Cohesión social 121 c


3) Explicaciones enfocadas en el individuo. Se funda- que promueve un sistema de impartición y procuración de
mentan en el debilitamiento de la cohesión social, justicia eficiente. La cohesión aumenta si los resultados de las
relacionado con el desencanto, la individualiza- políticas implementadas cumplen con las expectativas de los
ción, la desconfianza, el menor grado de interés en ciudadanos; es decir, si las instituciones públicas están basadas
la política y en los medios de información, y en la “[...] en la promoción y protección de todos los derechos hu-
disminución de las redes sociales densas. Esta con- manos, como también en la no-discriminación, la tolerancia,
cepción, fundamentalmente culturalista, intenta el respeto por la diversidad, la igualdad de oportunidades, la
(no siempre con éxito) relacionar la subjetividad solidaridad, la seguridad, y la participación de todos, inclu-
vulnerada con fenómenos institucionales como la yendo a los grupos y personas en situación de desventaja y
ausencia de Estado, las políticas públicas erróneas vulnerabilidad” (Hopenhayn, 2006: 38), y si, además, son
y algunos fenómenos relacionados con la globaliza- eficientes, justas, honestas, imparciales y predecibles.
ción (por ejemplo, la percepción de que el mundo es La equidad es una de las categorías principales de la cohe-
convulso y colabora en el sentimiento de fragilidad sión social. No es posible hablar de cohesión en una sociedad
e inseguridad). Aquí el problema radica en la difi- desigual en extremo y, además, excluyente. Una sociedad con
cultad tanto de la medición como de la clarificación alto grado de cohesión es aquella donde sus integrantes saben
causal de los sentimientos y la variedad de hechos que no existen distinciones excesivas entre ellos respecto de
que los causan, desde la familia y los amigos, hasta su papel dentro de la dinámica social, pues se les da a los in-
lejanos conflictos percibidos a través de los medios. dividuos reconocimiento y retribución por su participación
en la vida social. Ello redunda en que el individuo reproduzca
Cada uno de estos enfoques hace hincapié en lo econó- un alto grado de confianza en el sistema social, en sus valores,
mico, lo político o lo subjetivo, por lo que todos tratan sólo principios y elementos de identidad que éste le proporciona
partes del problema. Por el contrario, la cohesión social debe a través del sistema educativo y de las redes sociales densas,
ser entendida como un universo complejo cuyos elementos como la familia y los amigos.
se interrelacionan y condicionan permanentemente. Las tres Por último, para poder hablar de equidad es necesario
dimensiones planteadas arriba podrían ser tratadas mediante referirse a la inclusión no sólo en el sentido formal, sino tam-
cinco categorías: redes sociales densas, legitimidad electoral, bién en el material; es decir, ya sea a través de la inserción de
justicia, equidad e inclusión, que, en su conjunto, engloban los grupos vulnerables dentro de una comunidad, o a través
el concepto de cohesión social. de políticas públicas —no solamente asistencialistas— que
La legitimidad–no legitimidad de autoridades nos remite consideren su papel como de vital importancia en el tejido
a lo subjetivo y a lo económico, aunque primordialmente a lo social. Para ello, es esencial la existencia de espacios públi-
político. De igual forma, la inclusión o la desigualdad contie- cos que ofrezcan oportunidades laborales, de socialización,
nen elementos tanto subjetivos como políticos o económicos. de construcción de redes sociales densas y de convivencia,
Por otra parte, cada una de las cinco categorías cuenta con espacios que fortalezcan los lazos entre individuos y generen
instrumentos analíticos para medir el grado de cohesión so- la cercanía que estimule la cohesión y asegure la vigencia del
cial en una comunidad. Todo ello resulta importante porque contrato social.
la cohesión es la única forma de conocer el estado que guar-
da la eficacia y la vigencia del contrato social; esto es, de la Historia, teoría y crítica
gobernanza y la gobernabilidad.
La legitimidad electoral es importante al hablar de cohe- Se ha reiterado que la cohesión social se halla estrechamen-
sión social, pues expresa la vigencia y fortaleza del vínculo de te unida al contrato social. Desde Hobbes, el contrato social
legitimidad entre las instituciones políticas y los ciudadanos —opuesto al estado de naturaleza— fue ideado como un
dentro del Estado. Al tener elecciones creíbles y justas se da arreglo mediante el cual el individuo cedería parte de su so-
una mejor relación entre los dos actores claves de la cohesión: beranía, de su libertad, en función de su seguridad. Esto es:
el Estado y la sociedad. Sin la necesaria legitimidad de las en el estado de naturaleza, el hombre es libre de disponer de
autoridades, se rompen las bases mínimas de la democracia, las propiedades y de la vida misma del otro. Por el contrario,
del contrato y de la cohesión social. La falta de legitimidad en el estado civil, bajo un contrato social, todos renuncian a
democrática de autoridades produce movilizaciones, des- la libertad total y se someten a normas que la limitan. De ese
obediencia civil, distanciamiento entre quienes defienden momento en adelante, yo no podré matar a nadie, pero nadie
y quienes atacan al gobierno. Ello deja poco margen a una me podrá matar a mí. De igual manera, yo deberé controlar
mínima cohesión social, sobre todo si se toma en conside- mi ambición sobre los bienes ajenos, sabiendo que el otro
ración la amenaza que implica la crisis de representatividad hará lo mismo. Se trata de un contrato por la seguridad, en
que aqueja a las democracias contemporáneas. un inicio y como mínimo, sobre la propiedad y la vida, cuyo
Uno de los productos directos de la legitimidad electoral garante es el Estado.
se refleja en el sistema de justicia. En el contexto de un Estado
de derecho, la cohesión social se nutre de un contrato social

c 122 Cohesión social


Y en ello consiste la esencia del Estado, que pode- de todas las tareas. Por una parte, la existencia de posiciones
mos definir así: una persona de cuyos actos una gran definidas dentro de una estructura da pie a conferir a los
multitud, por pactos mutuos, realizados entre sí, ha sido agentes sociales cierto margen de maniobra individual para
instituida por cada uno como autor, al objeto de que pue- llevar a cabo sus acciones; sin embargo, por otra parte, el que
da utilizar la fortaleza y los medios de todos, como lo no todos puedan encargarse de todo implica que unos depen-
juzgue oportuno, para asegurar la paz y defensa común dan de otros en tanto que el producto de su trabajo —y, sobre
(Hobbes, 1984: 181). todo, la función que cumplen dentro de la estructura— sea
indispensable para la conservación de ese todo:
Rousseau modifica sustantivamente el fundamento del
contrato social. Si para Hobbes el resultado del contrato es Cuanto más solidarios son los miembros de una so-
la cesión de la soberanía al gobernante, Rousseau inaugura ciedad, más relaciones diversas sostienen, bien unos
el tema de la representación política. El contrato social se con otros, bien con el grupo colectivamente tomado,
amplía a un sinnúmero de actividades humanas. A diferen- pues, si sus encuentros fueran escasos, no dependerían
cia de Hobbes, para Rousseau la soberanía ya no radica en unos de otros más que de una manera intermitente y
el monarca, sino en el pueblo, por lo que éste podrá modifi- débil […] el número de esas relaciones es necesaria-
car los términos del contrato cuando así lo desea. Aquí cabe mente proporcional al de las reglas jurídicas que las
destacar dos elementos. El primero es que las instituciones determinan […] la vida social, allí donde existe de una
del Estado deben funcionar correcta y eficientemente; de manera permanente, tiende inevitablemente a tomar
otra manera, la delegación de soberanía hecha por el pueblo una forma definida y a organizarse, y el derecho no es
deja de tener sentido. La obligación primordial del Estado otra cosa que esa organización” (Durkheim, 2007: 74).
radica justamente en proteger no sólo las propiedades y la
vida, sino todo el conjunto que expresa la “voluntad gene- Toda sociedad está compuesta por distintos estratos; en
ral”, que no siempre coincide con la voluntad de todos, pero cada uno existen ciertos referentes que nos hablan de la nor-
que en términos de representación supera la diferencia en el matividad. Un obrero, dentro de ese preciso estrato, posee
momento de la elección. En todo caso, para este autor que- límites hacia arriba y hacia abajo; hacia abajo, él sentirá que
da claro que un Estado que no cumple con esa obligación es su trabajo no es justamente compensado; pero si sus límites
un Estado que propicia la ruptura del pacto social, porque se rompieran hacia arriba, tampoco sería bien visto por los
obliga a la defensa propia e invita a la venganza. Entonces demás obreros. De esta manera, al igual que con los extremos
se rompe con el Estado de derecho y florece la impunidad y en los ingresos, se guarda una normatividad social que abarca
la violencia. El segundo elemento que se destaca es la clara muchas dimensiones, como la cultural, la política, la cívica, la
relación entre el buen funcionamiento del contrato social y familiar y con sus amistades. Cuando las cosas funcionan así,
la cohesión social. podría decirse que no hay anomia; cada quien desempeña su
El buen funcionamiento de un contrato social trae consi- papel porque hay previsibilidad y confianza en las acciones
go cohesión porque da certidumbre a nuestras transacciones, propias y de los propios. En suma: “no puede haber socie-
implica reciprocidad, confianza y, desde luego, la deliberación dad —decía Durkheim— si no hay una afirmación constante
pública sobre la base de un sentido mínimo de comunidad, de los sentimientos colectivos y de las ideas colectivas que
y busca cómo mejorar los elementos de nuestra vida social. hacen su unidad y personalidad” (Lechner, 1990: 126-127).
Se cuenta con legitimidad de autoridades, con una razona- Pongamos como ejemplo algunos Estados democráticos
blemente buena impartición y procuración de justicia, con consolidados (como fueron los países de Europa occidental
redes sociales densas y con inclusión y equidad en las rela- hasta los años ochenta). En esos sistemas, cada quién des-
ciones sociales. empeñó su papel y podría prever los resultados de su actuar.
El contrato social, según los contractualistas clásicos, se Ello, porque en general las condiciones económicas, sociales y
rompe cuando las instituciones del Estado no funcionan ade- políticas eran controlables por los gobiernos y por la sociedad
cuadamente y, por consiguiente, cuando deja de prevalecer la en sus distintos ámbitos. Se contaba con mecanismos institu-
norma. Para éstos “una sociedad cohesionada es una sociedad cionales de seguridad social y estabilidad en el empleo, y este
que, sobre la base de ciertas regularidades, presenta las carac- último era “para toda la vida”. Si bien había poca movilidad
terísticas normativas de ser bien ordenada” (Peña, 2010: 43). social y urbana, los papeles y el estatus social se otorgaban
Sin embargo, hay autores para quienes no es necesariamente en el barrio, la familia o el empleo, en mayor o menor medi-
la ineficiencia institucional la que puede dar por resultado la da, de acuerdo con su rendimiento social, pero siempre en el
ruptura de la normatividad y la falta de cohesión social. Me interior de una estructura social más bien cerrada.
refiero al estructuralismo francés en general y al concepto de Con el advenimiento de la globalización, se rompen las
anomia de Emile Durkheim en particular. estructuras de valoración y la normatividad misma, y se im-
La complejidad de las labores en el interior de una so- pone al mercado como único elemento estabilizador de lo
ciedad genera una creciente especialización y la consecuente social. Pero al perderse las estructuras y las formas de valora-
premisa de que no todos sus miembros pueden hacerse cargo ción social, que daban como premio estima y estatus, el único

Cohesión social 123 c


valor que permanece es el éxito económico. El panorama se De igual forma, con la globalización se socavan elemen-
abre. Nacen cuantiosas fortunas en unos años y otras se des- tos fundamentales para la estabilidad de una nación, como
vanecen en pocas semanas. La solidaridad es sustituida por la la confianza entre los ciudadanos, a partir de la difusión de
competencia y los referentes se pierden. Políticamente, se le “[...]un imaginario o representación negativa respecto del
sigue responsabilizando al Estado de estos desajustes, pero en funcionamiento de la sociedad, de los poderes y de quienes
realidad la globalización es un fenómeno que ningún Estado, lo detentan” (Machinea, 2006: 12), de los términos en los que
ninguna industria, ningún banco puede controlar. La globali- es entendido y observado el contrato social, la esfera de las
zación, a grandes rasgos, significa ausencia de Estado mundial. redes sociales densas, las oportunidades de inclusión social
Más concretamente: “sociedad mundial sin Estado mundial y y la eficiencia en la impartición de justicia.
sin gobierno mundial. Estamos asistiendo a la difusión de un Gran parte de las relaciones sociales del mundo actual se
capitalismo globalmente desorganizado, donde no existe nin- caracteriza por la prevalencia de un individualismo exacer-
gún poder hegemónico ni ningún régimen internacional, ya bado y, por consiguiente, de la anteposición de una clase de
de tipo económico, ya político” (Beck, 1999: 32). egoísmo como plataforma de oportunidad para alcanzar el
Sus efectos son devastadores para las formas de interrela- beneficio personal:
ción vigentes hasta hace apenas treinta años. Este descontrol
es estructural y difícilmente habrá políticas de Estado que La gente que vive de un proyecto a otro, la gente
puedan modificar sus dinámicas. El concepto de anomia de cuyo sistema de vida está parcelado en una sucesión
Durkheim justamente da cuenta de la ruptura de valoracio- de proyectos de breve duración, no tiene tiempo para
nes, referentes, normatividades de cada una de las diversas difundir descontentos que cristalicen en una puja por
estructuras sociales, que dejan a la deriva al individuo normal un mundo mejor […]. Esta gente deseará un aquí y
y por ello atentan contra la cohesión social y contra el con- ahora diferente para cada cual en lugar de pensar seria-
trato social mismo. En palabras de Durkheim: mente en un futuro mejor para todos. En el esfuerzo
cotidiano sólo dirigido a mantenerse a flote, no hay ni
La anomia [...] procede de que, en ciertos puntos de tiempo ni espacio para vislumbrar la “sociedad buena”
la sociedad hay falta de fuerzas colectivas, es decir, (Bauman, 2005: 79).
de grupos constituidos para reglamentar la vida so-
cial. Resulta, pues, en parte, de ese mismo estado de En parte se trata de la reacción inmediata del individuo
disgregación de donde proviene también la corriente ante una sociedad fracturada que difícilmente aspira a un
egoísta. Sólo que esta misma causa produce diferentes mayor grado de cohesión, pero es también un fenómeno pro-
efectos, según que su punto de incidencia actúe sobre ducido por la ausencia de un Estado suficientemente fuerte
las funciones activas y prácticas o sobre las funcio- —además de responsable— que articule, coordine, opere y
nes representativas. Exalta y exaspera a las primeras, accione políticas públicas encaminadas a recomponer el tejido
desorienta y desconcierta a las segundas (1928: 429). social, actualmente roto por diferentes crisis.
De forma reiterativa se han señalado carencias que afectan
Líneas de investigación y debate componentes importantes de la cohesión social. En Euro-
contemporáneo pa, por ejemplo, se pone énfasis en la inclusión-exclusión
social y en el mantenimiento de redes sociales densas. Se ha
Resulta particularmente apremiante el análisis detallado de construido la idea de cohesión social para la Unión Europea
las nuevas condiciones de la cohesión social dentro del Es- como parte de un discurso evocativo–normativo que busca
tado. En la medida en que las dinámicas de la globalización reforzar los valores de solidaridad y equidad. De esta manera:
ponen en jaque la base espacial característica de la estatalidad
moderna y plantean retos que sólo es posible atender eficaz- El objetivo de la cohesión social implica una recon-
mente actuando de manera conjunta con otros Estados (por ciliación de un sistema de organización basado en
ejemplo, con la delincuencia organizada), se plantea la nece- las fuerzas de mercado, libertad de oportunidad y de
sidad de reconceptualizar al contrato sobre el cual se funda. emprendimiento, con un compromiso con los valores
Lo anterior fuerza a un ejercicio necesario y simultáneo de de solidaridad y apoyo mutuo, lo cual asegura acceso
redefinición del estado social y sus políticas de cohesión. abierto a los beneficios y a proveer protección para
La geometría de la globalización, tal cual es concebida todos los miembros de la sociedad (Peña, 2010: 26).
en la actualidad, supone condiciones de exclusión social e
inequidad para el sector que concentra a los diferentes tipos En el proceso de formación de una “nación europea” con
de población vulnerable, condiciones cuyas repercusiones es- lenguajes, razas, culturas, religiones y tradiciones diferentes, la
tán caracterizadas por la fractura del edificio social. Surgen inclusión es una conditio sine qua non para la cohesión social,
abismos entre los países postindustriales y los que están en y esta última es condición también para lograr un sentido
vías de desarrollo, así como entre los grupos sociales en el de pertenencia. Ni lógica ni políticamente puede hablarse
interior de cada país.

c 124 Cohesión social


de cohesión social en un país donde la sociedad se segmenta otras apuntan a la capacidad de los actores subestatales y a
geográfica, urbanística, política, económica y culturalmente. las políticas “de abajo hacia arriba” como factores clave que
Por su parte, América Latina ha producido realidades conferirán cercanía suficiente para reconstituir el tejido social.
situadas al margen de lo razonable en varias vertientes de Es necesario hacer hincapié en la introducción de una
la cohesión social. En la región, la exclusión social aún se tercera perspectiva, que ha sido hasta ahora poco tratada
manifiesta en la forma más primitiva: a través del racismo y académicamente: la opción de la articulación multinivel
la segregación abierta hacia amplias capas de la población, de perspectivas, actores y estrategias, de entre los cuales
como los pueblos originarios o los negros. También se observa deberán manejarse con particular atención los propios del
exclusión social contra los grupos vulnerables y minoritarios, ámbito global —del cual emanan las condiciones que lla-
como la población en situación de pobreza, los homosexuales man a replantearse el significado mismo de las nociones
o las personas con capacidades diferentes: con que pretende integrarse el estudio del contrato y la co-
hesión sociales—.
No existe en América Latina esa cohesión social e Tanto en una como en otra perspectiva, es imperiosa la
ideología igualitaria que Tocqueville descubrió en la necesidad de adoptar un nuevo pacto social que permita
base de la democracia norteamericana. […] en au- replantear la protección sobre una base de derechos univer-
sencia de un referente colectivo por medio del cual salmente reconocidos. Así, “Un pacto social centrado en la
la sociedad puede reconocerse a ‘sí misma’ en tanto protección representa [...] la culminación de un acuerdo en
orden colectivo, la diversidad social no logra ser asu- el que los derechos sociales se consideran como horizonte
mida como pluralidad, sino que es vivida como una normativo y las desigualdades y restricciones presupuestarias
desintegración cada vez más insoportable (Lechner, como limitaciones que es necesario enfrentar” (Hopenhayn,
1990: 92). 2006: 41).
Finalmente, la cohesión social —en términos analíticos y
En ese sentido, la pobreza característica de la región lati- teóricos, pero también políticos— seguirá siendo importante,
noamericana, que alcanza un 40% de la población (Cecchini ya que acoge los elementos del contrato social, nos indica su
y Uthoff, 2007: 14), no propicia un sentido de pertenencia estado, nos devela sus problemas y puede indicar el cami-
ni solidaridad, ni otorga sentido de justicia. Por el contra- no. El arreglo social conforma el entramado sociopolítico y
rio, da cuenta de una sociedad atomizada, extremadamente económico sobre el cual se ha asentado el Estado moderno
individualista, en que se violenta un principio sustantivo de desde que lo conocemos. En eso radica su importancia pre-
toda doctrina liberal: la igualdad de oportunidades como sente y futura.
fundamento de su categoría central, la competencia. Todo
ello, sin un Estado capaz de nivelar las oportunidades (edu- Bibliografía
cación, salud, entre otras), sin lo cual ningún país podría
saldar mínimamente ese problema. Pero además, para el caso Bauman, Zygmunt (1999), La globalización. Consecuencias humanas,
específico de algunos países latinoamericanos, la ausencia México: Fondo de Cultura Económica.
de procuración e impartición de justicia eficiente ha tenido _____ (2001), En busca de la política, Buenos Aires: Fondo de Cul-
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clina favorablemente hacia la corrupción, la violación de la _____ (2005), Identidad, Buenos Aires: Losada.
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han ampliado el concepto de cohesión social con elementos desarrollo local, Buenos Aires: Paidós.
que dan cuenta de la solidaridad y el valor de las relaciones Cecchini, Simone y Andras Uthoff (2007), Reducción de la po-
sociales que incluyen la confianza y la ayuda mutua. Las ideas breza, tendencias demográficas, familias y mercado de trabajo en
América Latina, Santiago de Chile: Comisión Económica
de inclusión y exclusión social están acompañadas de las de para América Latina-Agencia Española de Cooperación
igualdad y desigualdad social, que abarcan lo referente a la Internacional.
pobreza, el empleo y la redistribución de la riqueza (Machi- cepal: Comisión Económica para América Latina (2007), Cohesión
nea, 2006: 10-11). social. Inclusión y sentido de pertenencia en América Latina y
Hay dos respuestas principales a la cuestión de cuál debe el Caribe, Santiago de Chile: Organización de las Nacio-
ser la estrategia para enfrentar las fisuras en el edificio social nes Unidas.
y en el contrato en que se sostiene, así como el actor que Durkheim, Emile (1928), El suicidio. Estudio de sociología, Madrid:
las promueva a partir de políticas más completas y eficaces. Editorial Reus.
Mientras que algunas posturas dan prioridad al “regreso” _____ (2007), La división del trabajo social, México: Colofón.
González Ulloa, Pablo (2008), “Del individualismo a la indi-
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Cohesión social 125 c


COMPETENCIA
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Lechner, Norbert (1990), Los patios interiores de la democracia.
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_____ (1994b), La democracia difícil, México: Alianza.
igual forma, es un referente de confianza en partidos o fi-
guras partidistas a través del sufragio, y la rotación de élites
que los marcos competitivos incentivan. La competencia
electoral se concibe así como el mecanismo directo con

c 126 Competencia electoral


que un electorado reforma, modifica y construye las insti- estratégico, por cuanto los procesos y contiendas de elección
tuciones políticas de acuerdo con sus preferencias, valores constituyen el mecanismo primordial para la designación de
y visiones de carácter cívico. representantes. De manera generalmente aceptada, en con-
La competitividad de un régimen democrático permite textos de alta competencia electoral, el voto de los ciudadanos
asumir que el engranaje institucional de un país es capaz se construye con base en un criterio de racionalidad indivi-
de resolver problemas mediante la toma de decisiones, con dual, en el cual prevalece la libertad para decidir por quién
participación de los ciudadanos, para favorecer la determina- votar, en función de un cálculo personal y del conocimiento
ción de soluciones. Ello implica, a su vez, que la competencia de información vasta y oportuna acerca de los candidatos y
se traduzca en la posibilidad de un sistema político para sus plataformas partidistas.
canalizar y dirimir conflictos mediante procedimientos ins- En ese sentido, la competencia electoral en un contexto
titucionales, pacíficos y apegados a la ley, sin atentar contra específico se fortalece si el votante recibe los incentivos ade-
la pluralidad política, social e ideológica; de esta forma se cuados que le permitan orientar sus preferencias de forma
consigue un equilibrio en el poder que permite la convi- cada vez más razonada, apegada a la satisfacción de sus ne-
vencia de fuerzas políticas, tanto en el terreno del ejercicio cesidades y al balance efectivo de propuestas y programas por
gubernamental, como en el de la oposición institucionalizada. parte de los candidatos a puestos de elección popular. Así, la
La tercera y última función de la competencia electoral competencia electoral se entiende como una condición tácita
consiste en materializar los principios, normas y valores que de desahogo democrático y funcional, a partir de la cual los
sustentan la orientación democrática de un sistema y un ré- procesos de selección implican una gama plural de actores
gimen político. El juego de reglas de la democracia se expresa políticos, quienes poseen una oportunidad real de acceder al
en buena medida por la exaltación del principio esencial de poder mediante la voluntad del electorado expresada en la
libre elección, y a su vez por los atributos de igualdad, respe- práctica del voto libre.
to a la diferencia, tolerancia, equidad, participación, diálogo,
entre muchos otros preceptos y prácticas que caracterizan Historia, teoría y crítica
de manera general los procedimientos, mecanismos y linea-
mientos electorales en un contexto específico. La democracia, tal como se conoce en nuestros días, es un
Estas tres funciones permiten asumir la competencia innegable producto de la Modernidad. Su sistema de reglas
electoral como un requisito de interacción política en regí- y sus arreglos institucionales han evolucionado conforme la
menes democráticos, que de forma directa tiene una relación historia ha dado testimonio de la consolidación de los pro-
de amplio impacto con dos variables: el sistema electoral y yectos de Estado-nación modernos. El siglo xx se caracterizó
el sistema de partidos. Con el sistema electoral, porque los por hacer de los regímenes democráticos una tendencia en la
criterios técnicos y la integración de principios de mayoría hechura política conforme el liberalismo predominó en las
relativa o de representación proporcional permiten delimitar visiones gubernamentales de los diferentes contextos oc-
ciertos parámetros de competencia que inciden en la ma- cidentales. La preocupación por la competencia electoral
nera como se constituye la autoridad legítima y legalmente adquirió relevancia a la par que instituciones, partidos po-
electa. Con el sistema de partidos, porque la base partidista líticos, conjuntos de normas y ciudadanos se involucraron
refleja, además del criterio numérico e ideológico, el aba- de manera cada vez más compleja para definir esquemas de
nico de posibilidades que hace de un régimen un esquema lucha por el poder.
auténticamente competitivo, con alternativas políticas reales De acuerdo con autores clásicos de la ciencia política como
a disposición de las preferencias y voluntades manifestadas Arend Lijphart (1977; 1995) o Samuel P. Huntington (1991),
por el electorado. la historia moderna de los regímenes políticos democráticos
Dada esta correlación, los sistemas se caracterizan de dos podría ser delimitada en cinco episodios: primera ola extensa
maneras generales: por una parte, sistemas no competitivos, de democratización de 1828 a 1926; primera ola de retroceso
que pueden configurarse bajo la modalidad de un partido democrático de 1922 a 1942; segunda ola breve de democra-
único (como la ex Unión Soviética) o de un partido hege- tización de 1943 a 1962; segunda ola de retroceso de 1958 a
mónico (como México durante buena parte del siglo xx). 1975; tercera y última ola de democratización de 1974 hasta
Por otra, sistemas competitivos, que pueden contemplar una nuestros días. Semejante lógica pendular en el desarrollo político
competencia limitada (como los regímenes bipartidistas en de los regímenes a nivel mundial demuestra precisamente que
Estados Unidos y Gran Bretaña), sistemas de pluralismo la dinámica transformativa del concepto y las condiciones de la
moderado (como en Alemania) o bien sistemas atomizados competencia política han atravesado por momentos de serios
(como en Ecuador). replanteamientos, caracterizados por la polaridad siempre latente
Finalmente, la competencia electoral, además de los cau- entre el autoritarismo y la tendencia liberal.
ces institucionales y los arreglos procedimentales que suscita, En todos los ciclos históricos en que la democracia pade-
tiene una expresión de carácter cívico-social que está rela- ció declives, la ausencia de procesos abiertos y competitivos
cionada directamente con la concepción y práctica del voto. de elección, sumada a la escasa legitimidad del poder, fue
En sociedades electoralmente competitivas el sufragio es decisiva para identificar aquellas sociedades altamente ver-

Competencia electoral 127 c


ticales, con prácticas de violencia sustentadas en el ejercicio objeto de procesos electorales crecientemente competidos,
desmedido de la autoridad. Por tal motivo, la competencia en los que los opositores adquirían de forma paulatina posi-
electoral adquirió mayor preponderancia en el léxico político bilidades cada vez más reales de acceder a las posiciones de
y social; a su vez, las prácticas vinculadas al funcionamien- ejercicio del poder político. Según lo anterior, la transición
to del sistema político comenzaron a advertir la presencia o democrática atravesaba necesariamente por importantes
ausencia de mecanismos democráticos que privilegiaran o re- cambios en el sistema electoral, en el sistema de partidos y
dujeran la capacidad de distintas instancias de carácter cívico en las prácticas mismas del ejercicio del voto.
o partidista para, en primer lugar, garantizar la legitimidad de Al respecto del sistema electoral, el fortalecimiento de la
una autoridad política y, en segundo, permitir que se recogiera competencia suscitó reformas escalonadas que, por un lado,
la voluntad popular y la pluralidad ideológica como atributos forjaron garantías institucionales para el reconocimiento de
primarios de las sociedades abiertas modernas. la oposición y el respeto a la decisión de la mayoría; y, por
En este sentido, las primeras consideraciones formales otro, establecieron procedimientos institucionales para dar
sobre la noción del concepto de competencia electoral comen- pie a procesos legítimos y efectivos mediante los cuales se
zaron a dilucidarse a partir de los esquemas de distinciones pudieran llevar elecciones limpias e imparciales, que brinda-
entre regímenes autoritarios y democráticos, definiendo las ran certidumbre tanto de los resultados como de la contienda
condiciones de lucha institucional por el poder y la verdadera en sí misma.
presencia competitiva de diversas fuerzas políticas, como ca- Dichas transformaciones, para el caso sobresaliente de
racterísticas esenciales de cualquier régimen que se asumiera América Latina y algunos países de Europa del Este, impli-
como una democracia. Por ello, autores de la tradición proce- caron la creación de plataformas y organismos institucionales
dimental y comparada como Joseph A. Schumpeter (1942), cuyas funciones fueron la planeación no sólo de las contien-
Anthony Downs (1957), Robert Dahl (1966; 1967b; 1971), das, sino también de todos aquellos aspectos relacionados
Arend Lijphart (1977; 1984), Alain Rouquié, Guy Hermet con la administración electoral, tales como la delimitación
y Juan Linz (1978), así como Adam Przeworski (1995), por de circunscripciones, el diseño y cumplimiento de códigos y
mencionar tan sólo algunos, describieron a la democracia reglamentos en la materia, así como la creación de registros
como un régimen en el cual la competencia partidista, por y concentrados de datos que permitieran identificar al grueso
obtener el favor de la voluntad popular, jugaba un papel del electorado de forma más oportuna.
imprescindible destacando las bondades de un marco com- Una vez que la competencia electoral fue señalada como
petitivo en materia de legitimidad, resolución de conflictos condición primordial para la democratización, resultó claro
políticos por la vía pacífica e involucramiento de la ciudadanía que las preocupaciones teóricas se desplazaron hacia otro
en el diseño y funcionamiento de las instituciones. plano de reflexiones. Ante la dificultad de determinar el
Las elecciones como el procedimiento marco de cual- punto culminante de los periodos de transición democrática
quier democracia comenzaron a ser objeto de precisiones en sociedades en vías de apertura y liberalización, las catego-
conceptuales y hasta de indicadores metodológicos con el rías de análisis apuntaron entonces hacia el establecimiento
fin de determinar el conjunto de condiciones prácticas que de un debate acerca de las características esenciales que de-
definían a un régimen como democrático y abierto. Así, luego finen la calidad de un régimen democrático. La naturaleza
de atravesar las distinciones entre lo autoritario y lo demo- de las preguntas de investigación fue entonces claramente
crático, la competencia electoral empezó a ser discutida como reorientada; se preocupan no sólo por la ausencia o exis-
un elemento más de los que caracterizaban contextos polí- tencia de procesos abiertos de participación para la elección
ticos y sociales en circunstancias de transición democrática. de la autoridad por parte de la ciudadanía; sino también por
Es decir, la competencia electoral se convirtió en un aspecto la presencia de instituciones suficientemente sólidas para
preponderante y dinámico dentro de los gobiernos que sí garantizar certidumbre a los individuos acerca de la valía y
contaban con mecanismos institucionales que incorporaban reconocimiento de sus preferencias expresadas por medio
una participación activa de la ciudadanía, y en los cuales, más del sufragio. De esta manera, la competencia electoral pasó
allá de la hegemonía de un partido, se reconocía la presencia de ser considerada un elemento de transformación política,
de una oposición, con voz y margen de maniobra frente a la a una propiedad del buen funcionamiento de cada sistema
fuerza política que encabezaba el gobierno respectivo. político democrático.
En los trabajos de Guillermo O’Donnell y Philippe Sch- Autores como David Altman y Aníbal Pérez-Liñán
mitter (1986), el concepto de liberalización precisamente (2002), Guillermo O’Donnell (2004), Philippe Schmitter
señala aquellas medidas transformativas a partir de las cua- (2006), Leonardo Morlino (2003; Diamond y Morlino,
les un régimen aspirante a ser democrático abría de manera 2005) y Larry Diamond (2005) han considerado la compe-
gradual sus campos de competencia electoral y los marcos de titividad electoral como un proceso multidimensional que
inclusión y reconocimiento de la oposición en canales ya ins- relaciona diversos factores de desahogo sistémico y que im-
titucionalizados. Para estudiosos de la transición como Juan plica algo más que un factor de legitimidad. Desde esa óptica,
José Linz y Alfred Stepan (1996) era importante demostrar la celebración de elecciones con un alto grado de participa-
que los países en vías de ser democráticos estaban siendo ción del electorado y de las fuerzas políticas constituidas en

c 128 Competencia electoral


cuerpos partidistas se traduce en un mecanismo indirecto de atravesar por las adecuadas medidas de reforzamiento insti-
evaluación de políticas públicas, a partir del cual no sólo se tucional, sino que también debió crear los canales adecuados
expresan preferencias de los votantes, sino también sus per- para garantizar el desahogo y persistencia de escenarios
cepciones acerca del funcionamiento e impacto de la toma de competitivos. La primera acción al respecto fue constituir
decisiones de la clase política que encabeza el régimen. Este un Instituto Federal Electoral, autónomo y compuesto por
significado de la competencia implica, entonces, un mayor ciudadanos, así como la gradual inclusión de un Tribunal
grado de complejidad al permitir contextualizarla en una dis- Electoral crecientemente protagónico.
cusión acerca de la democracia y sus vetas de consolidación, Más allá de la alternancia suscitada en años recientes, en
incorporando al debate otras categorías con relación entre los distintos órdenes y posiciones de gobierno, lo relevante
la ciudadanía y el gobierno. de nuestro caso reside en la caracterización de la competen-
En una primera consideración, como sugiere O’Donne- cia electoral como una condición sine qua non del arraigo
ll (1997), los regímenes competitivos implican el tránsito de democrático y de la apertura social. Así, para las discusiones
“ciudadanos súbditos” a “ciudadanos activos”, haciendo de és- generales sobre democracia, la competencia electoral tiene
tos no sólo electores con capacidad de ejercer plenamente que ser considerada como una categoría que no únicamente
el voto, sino de juzgar y analizar las condiciones generales sirve para definir las cualidades de un régimen que privile-
de funcionamiento en las tareas de gobierno de uno o más gia la pluralidad, la participación y el cambio social por la
partidos. En un segundo momento, el cambio cualitativo a vía institucional, sino como un atributo que define las prác-
nivel de la ciudadanía se traduce en transformaciones de los ticas sociales en un entorno democrático y que funciona
propios flujos políticos del sistema, enriqueciendo los canales, para contextualizar de una manera más amplia un conjunto
las formas, los objetivos y el sentido de la competencia en sí de elementos dinámicos que dan forma a las interacciones
misma, más allá de la simple contienda electoral. políticas entre actores. Con ello se reitera en la historia, la
Bajo esa lógica, es claro que la discusión sobre el concepto teoría y la crítica que las condiciones de competencia refle-
general de competencia electoral no ha sido agotada, porque jan, por mucho, las circunstancias de funcionamiento de la
las propias características de un régimen democrático no democracia a la que aspiran los distintos contextos modernos.
se asumen como circunstancias estáticas y permanentes. A
la altura de los imparables cambios sociales, la categoría de Líneas de investigación y debate
competencia electoral está destinada a considerarse en un contemporáneo
debate que incorpora cada vez más factores, en virtud de la
complejidad que acompaña el funcionamiento de las reglas Para insistir en la importancia del concepto de competen-
y procedimientos democráticos. cia electoral, como categoría de análisis y circunstancia de los
Tan sólo para el caso mexicano, vale la pena insistir en la devenires políticos, actualmente el debate se concentra en el
importancia que ha jugado la competencia electoral como mantenimiento y concreción de los regímenes democráticos.
categoría de análisis y circunstancia del devenir político. Sin Vinculados a una discusión sobre la calidad de la democracia,
duda, a lo largo del siglo xx, explorar los alcances del régimen los temas que rondan las investigaciones recientes se refieren
en el terreno de lo electoralmente competitivo fue clave, pues a la condición dinámica de la competencia, a la fortaleza o
las condiciones de desarrollo del sistema de partido hege- debilidad institucional de las plataformas que dan garantías
mónico en México relegaron el juego electoral a un terreno sobre la contención del poder, y a los elementos de justicia
meramente ritual, sin posibilidades reales de alternancia y, que permiten un acuerdo entre las partes implicadas sobre
mucho menos, con oportunidades para disentir a través del los resultados finales de la contienda.
sufragio. Así, las preocupaciones por la competencia comen- Durante los últimos diez años, ha sido claro que los gra-
zaron a expresarse conforme el grado de legitimidad del dos de confianza en la democracia dependen directamente
régimen priista entró en decadencia. Lo más destacado de de los resultados obtenidos por la competencia por el poder,
ello es que, frente al descontento social manifestado, a fina- mismos que van desde la manera en cómo los ciudadanos
les de la década de los cincuenta y durante la década de los califican a sus gobiernos, hasta la forma en que los electores
sesenta, al país le siguieron una serie de reformas políticas y asumen las condiciones de desahogo durante los procesos
rediseños institucionales orientados a hacer de la competencia electivos de la autoridad. De acuerdo con lo anterior, exis-
electoral un mecanismo de desahogo de presiones sociales ten tres grandes temas a tratar en las recientes discusiones.
y de incorporación de las distintas fuerzas políticas ante la El primero de ellos, vinculado directamente a la práctica
hegemonía del pri. del voto, consiste en las formas utilizadas por los electores
Una vez resuelta la incorporación de procesos electora- para construir sus decisiones y el impacto que el entramado
les competitivos, México requirió garantizar certidumbre y institucional tiene sobre dicho proceso. En la medida que
apego a la legalidad para sus contiendas en la medida que haya condiciones institucionales adecuadas para garantizar
dichas transformaciones sociales y las nuevas preferencias el buen término de las contiendas electorales, se fomenta-
de los electores comenzaron a reflejarse en los resultados de rá la confianza en el voto ciudadano. En ese sentido, lo que
los comicios. En consecuencia, nuestro país no sólo tuvo que interesa diagnosticar es la fortaleza que algunos regímenes

Competencia electoral 129 c


democráticos mantienen frente a la dinámica plural que tiene ticipation in 18 Latin American Countries”, Democratization,
lugar en sus contextos sociopolíticos. Al respecto, destacan vol. 9, núm. 2, pp. 85-100.
estudios como el de Gary Cox (2004), acerca del peso insti- Aranda, Rafael (2004), Poliarquías urbanas: Competencia electoral en
tucional sobre la proyección, planeación y ejercicio del voto, las ciudades y zonas metropolitanas de México, México: Insti-
tuto Federal Electoral, Porrúa, LIX Legislatura.
o los trabajos de Mark Franklin, Cees van der Eijk, Diana Bara, Judith y Albert Weale (2006), Political Democracy and Par-
Evans y Michael Fotos (2004) sobre la relación entre con- ty Competition: Essays in Honour of Ian Budge, London:
textos de competencia y volatilidad del voto. Routledge.
Un segundo tema sin duda tiene que ver con las condicio- Buendía, Jorge (2000), Estabilidad política, aversión al riesgo y
nes mismas de la competencia y el papel de los competidores. competencia electoral en transiciones a la democracia, México:
Estas investigaciones están más centradas en las condiciones Centro de Investigación y Docencia Económica.
estructurales de la propia dinámica de interacción entre la Cazarín, A., coord. (2005), Gobiernos locales, competencia electoral y
variedad de actores políticos y su anclaje institucional. So- alternancia en Tlaxcala, 1991-2001, México: Colegio de Tlax-
bre este tópico existe una gran variedad de estudios que van cala, Consejo Nacional para la Cultura y las Artes.
Cox, Gary W. (1997), Making Votes Count: Strategic Coordination
desde la perspectiva comparada hasta la visión instituciona- in the World’s Electoral Systems, New York: Cambridge Uni-
lista o sociológica del fenómeno. Algunos ejemplos de este versity Press.
rubro son los estudios de Judith Bara y Albert Weale (2006), _____ (2004), La coordinación estratégica de los sistemas electorales del
acerca de la correlación entre la democracia y el sistema de mundo: hacer que los votos cuenten, Barcelona: Gedisa.
partidos a nivel de la competencia; los trabajos de Peter Mair, Dahl, Robert Alan (1966), Political Oppositions in Western Demo-
Wolfgang Muller y Fritz Plasser (2004), quienes analizan cracies, New Haven: Yale University Press.
la vinculación entre el sistema de partidos y los procesos de _____ (1967a), Pluralist Democracy in the United States: Conflict and
cambio a nivel electoral. Consent, Chicago: Rand McNally.
Finalmente, un tercer tema presente en la discusión _____ (1967b), A Preface to Democratic Theory, Chicago: University
of Chicago Press.
actual tiene que ver con las plataformas institucionales _____ (1971), Polyarchy; Participation and Opposition, New Haven:
encargadas de la justicia electoral; adjudicando a tales Yale University Press.
instancias el papel de recurso estratégico de decisión en Diamond, Larry y Leonardo Morlino (2005), Assessing the Quality
escenarios o contextos de alta competencia. En esta área of Democracy, Baltimore: Johns Hopkins University Press.
se incluyen tanto la ingeniería constitucional y legal para Downs, Anthony (1957), An Economic Theory of Democracy, New
garantizar el desahogo de las contiendas, como el peso de York: Harper and Row.
los tribunales electorales y otros órganos colegiados que Duverger, Maurice (1988), Los partidos políticos, México: Fondo
aseguran la valía y efectividad del sufragio emitido por de Cultura Económica.
la ciudadanía. Algunas aportaciones por destacar son los Fernández de la Mora, G. (1977), La partidocracia, Madrid: Ins-
tituto de Estudios Políticos.
textos de Matthew Streb (2004) y de Louis Massicotte, Franklin, Mark, Cees van der Eijk, Diana Evans et al. (2004),
André Blais y Antoine Yoshinaka (2004) al respecto del Voter Turnout and the Dynamics of Electoral Competition in
diseño institucional y la procuración de justicia en ma- Established Democracies since 1945, Cambridge: Cambridge
teria electoral. University Press.
Así, el debate actual se encuentra bastante ligado a las García, Juan Ignacio, Cecilio Ortiz Blanco y Luis Camilo
preocupaciones que aquejan a las democracias modernas. (1994), Análisis del sistema electoral mexicano: informe de un
Se espera un tratamiento dinámico para el concepto de grupo de expertos, México: Organización de las Naciones
competencia electoral, tan cambiante como las circunstancias Unidas.
prácticas de su ocurrencia en los distintos contextos que se González, Juan de Dios (1997), Epistemología política del sistema
electoral mexicano, 1824-1996, México: Universidad Autó-
precien de ser o aspirar a una democracia funcional, plural y noma Metropolitana.
participativa como reflejo de las sociedades abiertas en que González López, Gemi José (2004), El sistema electoral mexicano:
se encuadra. Por ser la competencia electoral un componente bases constitucionales y consecuencias en el sistema de partidos
central de la vida democrática, es que el concepto seguirá vi- políticos, México: Porrúa.
gente por largo tiempo en el léxico socio-político de nuestras Gordillo Guillén, Oscar, Alma Isunza Bisuet y Rosana Santia-
disciplinas sociales y nuestra cotidianeidad. go García (2008), “Mecanismos de competencia electoral.
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c 130 Competencia electoral


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Núñez Jiménez, Arturo (1991), El nuevo sistema electoral mexicano, suscitan en la sociedad, uno de los aspectos de mayor prepon-
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cy”, en O’Donnell, G., J. Vargas y O. Iazzetta, The Quality of concepto de análisis y connotación de un conjunto de di-
Democracy. Theory and Applications, Notre Dame: University mensiones conductuales, prácticas y morales a partir de las
of Notre Dame Press. cuales se manifiestan las actitudes de la ciudadanía frente a los
O’Donnell, Guillermo y Philippe Schmitter (1986), Transitions fenómenos políticos y sociales que ocurren en sus contextos.
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Hablar de comportamiento cívico va más allá de las
Panebianco, Angelo (1990), Modelos de partido: Organización y poder conductas del votante, pues este concepto considera otras
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Przeworski, Adam (1995), Democracia y mercado, México: Fondo acciones y procesos que caracterizan los hábitos, prácticas y
de Cultura Económica.

Comportamiento cívico 131 c


costumbres de los ciudadanos frente al ejercicio y constitu- partidos políticos como campos de representación. Dichas
ción del poder público en sociedad. divisiones sociales a menudo se suelen denominar en el lé-
Según lo anterior, la acepción cívica del comportamiento xico de la ciencia política como clivajes (Rae y Taylor, 1969;
social puede entenderse desde tres distintas perspectivas vin- Zuckerman, 1978; Ferrara, 2005), y constituyen indicadores
culadas al tratamiento de lo político. La primera, de carácter categóricos acerca de las actitudes que expresan los grupos
conductual, está directamente relacionada con las actitudes y de participación política en la sociedad.
predisposiciones que los individuos y los cuerpos colectivos Un segundo elemento se refiere al concepto de ciudadanía
tienen frente a las prácticas instituidas del poder público. y se relaciona con las prácticas y las formas de participación
Desde esta óptica, el comportamiento cívico se asume como de los individuos en un contexto político específico. En ese
una categoría con tratamiento psicosocial a partir de la cual sentido, el involucramiento cívico cobra un amplio núme-
es posible determinar las formas, hábitos, costumbres y re- ro de formas más allá del voto, recogiendo como procesos
acciones de los ciudadanos frente a determinados estímulos participativos otros canales a partir de los cuales los indivi-
que se presentan en la esfera política de la sociedad. Así, es duos ejercen sus derechos y cumplen las obligaciones que les
posible entender los repertorios conductuales de la ciuda- otorga su pertenencia a la comunidad política y social. La
danía ante determinadas configuraciones estructurales del ciudadanía entonces hace referencia a un conglomerado de
sistema político, que inciden en los niveles de confianza y actitudes, orientaciones y conductas con las que se refuerza
aceptación de normas, procedimientos y formas de la auto- el lazo existente entre individuo y sociedad.
ridad. De acuerdo con esta visión del comportamiento cívico, Como tercer elemento, se encuentra el conjunto de há-
la idea primordial gira en torno a patrones de socialización bitos y patrones promovidos desde el ámbito institucional, y
que establecen ciertos códigos y actitudes difundidos y ge- que tiene que ver con el reforzamiento de conductas desde
neralizados por las instituciones de mayor arraigo. las organizaciones del sistema político. En esta lógica, ad-
Desde una segunda perspectiva, se puede concebir al quiere gran relevancia el significado y la práctica diaria de los
comportamiento cívico como un producto del cambio social, códigos y reglas que nutren el funcionamiento de las institu-
partiendo de la premisa que sostiene que las modificaciones ciones, como puede ser para el caso de los partidos políticos
en las conductas, actitudes y formas de interpretación de la su democracia interna, sus métodos de toma de decisiones y
política por parte de la ciudadanía van de la mano de las deliberación y cualquier otro procedimiento que implique la
transformaciones que persisten en el sistema político. Según asimilación de determinadas conductas, actitudes y costum-
esto, el comportamiento cívico se explicaría entonces por bres por parte de los actores involucrados. De ahí que hablar
cambios sustanciales en la cultura y la subjetividad social de de comportamiento cívico consista en identificar de manera
los individuos y los cuerpos colectivos, que se acompasan con clara a las instituciones de mayor peso en un contexto social
grandes reconfiguraciones en el plano institucional, norma- y los esquemas de valores, propósitos y visiones que desde el
tivo y procedimental de un régimen. Bajo esa consideración, seno de éstas prevalecen en el arraigo cotidiano de los indi-
el comportamiento cívico podría entonces jugar un doble viduos en la esfera política.
papel: como detonador, por una parte, y, por la otra, como Por todo lo anterior, el comportamiento cívico puede
resultado del cambio político y social. definirse de manera general como el conjunto de valores,
Finalmente, desde una tercera perspectiva el compor- actitudes, hábitos, percepciones, concepciones y prácticas que
tamiento cívico puede ser entendido como un proceso orientan las interacciones de los individuos en todos aque-
institucional que, con base en los lineamientos básicos de llos asuntos relacionados con la administración, ejercicio y
las teorías de las organizaciones, implica el asentamiento constitución del poder político.
de procedimientos, normas, patrones, valores, mecanismos
y plataformas de socialización política. En esta perspecti- Historia, teoría y crítica
va, la relevancia se enfoca en aquellos factores del diseño
institucional que impactan sobre las preferencias y orien- La preocupación acerca de las dimensiones subjetivas im-
taciones que dan forma a las prácticas de los ciudadanos y plicadas en las percepciones de los individuos frente a los
de quienes ejercen el poder. fenómenos políticos, ha recorrido una larga trayectoria de
El comportamiento cívico permite, así, centrarse en tres conceptos que van desde categorías como la personalidad
elementos clave de las expresiones políticas en sociedad. Un política, la conciencia colectiva o el imaginario social. Sin
primer aspecto reside precisamente en el conjunto de valo- embargo, los esfuerzos más consolidados para tratar de com-
res y arreglos subjetivos que suscita la emisión del sufragio prender las actitudes y valores que permean el actuar político
que, debido a su importancia en las democracias modernas, de los individuos y los grupos colectivos, comienzan con las
adquiere el papel de canal primordial de participación ciuda- investigaciones acerca del concepto de cultura política.
dana y es el nexo primigenio entre gobernantes y gobernados. Las nociones y trabajos sobre esta categoría fueron el
Por considerarse el voto una expresión ciudadana, éste con- resultado de una inquietud latente que se manifestó en la
lleva la pertenencia a adscripciones ideológicas, identitarias, ciencia política y en la sociología durante los tiempos de
sectoriales, religiosas y de muchos otros tipos que recogen los guerra y posguerra mundial, cuando las actitudes mostradas

c 132 Comportamiento cívico


por la ciudadanía jugaban parte importante en la toma de Para estos autores, una cultura política que favorece el
posición de la sociedad frente a los fenómenos contemporá- surgimiento y permanencia de la democracia posee las cua-
neos. Para autores como Gabriel A. Almond y Sidney Verba lidades de orientar las actitudes de la población, basándose
(1963) el principal resultado de los conflictos que atajaron al de manera sistemática y coherente en acervos de informa-
mundo durante la primera mitad del siglo xx fue sin duda ción que permiten evaluar el desempeño gubernamental. No
un cambio en la cultura global, que desde el hemisferio oc- obstante —dados los choques entre la tradición y moderni-
cidental se tradujo de manera inevitable en una aceptación zación—, una cultura que permite el florecimiento estable
cada vez más creciente de la democracia, sus prácticas, pro- de las democracias se caracteriza por ser esencialmente
cedimientos, reglas y preceptos políticos. Siendo congruentes participativa, sin denostar los complementos de actitudes
con ello, dichos investigadores definieron la cultura cívica tradicionales o subordinadas, dando lugar a una “cultura
como un conjunto de valores, concepciones y actitudes ha- cívica” en la que existe un entramado ciudadano capaz de
cia lo político en función de las tensiones siempre presentes discernir sobre lo político y reconocer el peso de los hábi-
entre tradición y modernización. tos arraigados y el proceder de las camarillas gobernantes.
Bajo esa lógica, Almond y Verba adujeron que “la cul- Sin duda, los aportes de Almond y Verba causaron un
tura cívica y el sistema político abierto fueron los grandes gran revuelo tanto por el alcance de sus conceptos, como por
y problemáticos dones del mundo occidental” (1992: 175), lo tajante de sus distinciones entre lo tradicional y lo mo-
ya que transformaron sociedades y arrasaron con culturas derno. Como consecuencia de esto, los aportes posteriores
de corte tradicional. Para estos autores, el cambio cualita- harían un gran eco del manejo categorial, pero problema-
tivo en las actitudes y orientaciones de los individuos hacia tizando de manera más compleja el peso de la cultura, las
el ámbito político residía en su capacidad para racionalizar actitudes y las prácticas frente a la evolución y preservación
progresivamente sus posiciones ante los fenómenos rela- de los regímenes políticos.
cionados con el poder y la sociedad. Con ese antecedente, a finales de los años ochenta, Ronald
Según el grado de racionalización y el fundamento pri- Inglehart redefinió a la cultura cívica como “un síndrome
mordial que nutre y sustenta las orientaciones frente a lo coherente de satisfacción personal, de satisfacción política,
político, Almond y Verba (1963), identificaron tres grandes de confianza interpersonal y de apoyo al orden social exis-
tipos de cultura política. El primero de ellos fue la cultura tente” (1988b: 1203). A partir de tal consideración, Inglehart
política de corte parroquial, caracterizada por el constante intentó hacer de la categoría de cultura cívica una nomen-
desconocimiento de algún vínculo relevante entre los indivi- clatura que, al estilo weberiano, se traducía en un ascetismo
duos y las tareas de gobierno. En contextos donde prevalece secular, a través del que se enarbolaban valores democráticos
esta visión, generalmente los individuos no se asumen como y de lealtad al régimen político, pero que de manera sobre-
ciudadanos activos y desconocen su capacidad para incidir saliente se traducían en estabilidad en los distintos campos
en el desahogo de lo político. Para los autores, este tipo de de la sociedad.
concepciones se ubica en un extremo marcado por el arrai- Así, el principal aporte de Inglehart consistió en ampliar
go tradicionalista, en el que la integración política y social la noción de cultura cívica para situarla como algo más que
no se ha racionalizado por medio de la institucionalización un factor de incentivo para las democracias; es decir, como un
de preceptos y costumbres, sino que predomina un juicio componente esencial de sociedades que tienden al orden y la
desinformado, desvinculado y desinteresado del ámbito de integración funcional de la sociedad.
lo público. A partir de ahí fue que Robert Putnam (1993) amplió la
El segundo esquema típico que identificaron fue la cultura idea sobre lo cultural y el peso de las dimensiones subjetivas,
política súbdita o subordinada, en la cual los miembros de la con el fin de enfatizar los comportamientos, actitudes y prác-
comunidad política son capaces de identificar someramente ticas de corte participativo que incidían en la generación de
los elementos integradores del sistema político, pero se con- confianza social y en la articulación de una noción compartida
ciben a sí mismos como individuos pasivos y a disposición de bien común (civicness). La civilidad —o comportamiento
de un gobierno cuyos procesos políticos no requieren de una cívico— se asumió a partir de los estudios de Putnam como
participación activa. En contextos con este tipo de orientacio- el ingrediente esencial de toda expresión de capital social.
nes, prevalece una ciudadanía aislada de los procesos de toma Influenciado por el análisis de Putnam, Francis Fukuyama
de decisiones, de manera que su incidencia en la política es (1995) respaldó la idea de comprender a los agregados socia-
de bajo impacto y de una trascendencia acotada. les como el producto de un fuerte incentivo a la confianza,
El tercer tipo fue la cultura política participativa, en donde la prevalencia de las normas que regulan la convivencia, la
la ciudadanía, además de identificar los elementos integra- extensión de redes de asociacionismo cívico, la vigencia de
dores del sistema político, muestra una voluntad y un interés valores y principios de carácter social, así como su inciden-
por involucrarse en la toma de decisiones y en la estructura- cia en el desempeño político o económico del entramado
ción de los procedimientos, reglas y códigos que permiten el institucional.
funcionamiento del ámbito público e institucional. El giro registrado con Inglehart y que tuvo eco en Putnam
y Fukuyama consistió en establecer que el comportamien-

Comportamiento cívico 133 c


to cívico y su acepción como cultura política, cultura cívica Así como las dimensiones objetivas del sistema políti-
o civilidad, permitía asumir una dimensión significativa de co ocupan parte importante de los debates de las ciencias
arreglo de valores y prácticas por medio de la cual los ciuda- sociales, resulta imprescindible comprender que el compor-
danos —y los grupos sociales a que se agregan— legitiman, tamiento cívico es un reflejo y a su vez un factor que incide
respaldan, validan y establecen frenos, reglas y procedimien- sobre la fortaleza o debilidad institucional de los agregados
tos en torno a la administración del poder público. políticos y sociales que dan sentido a los proyectos de cual-
Al considerar estos puntos, las aportaciones más recien- quier comunidad política. Por eso, el comportamiento cívico
tes ubican a lo conductual y lo cultural como dos factores debe ser asumido como una categoría que requiere de mayor
de amplia influencia sobre el desempeño institucional de los sistematización en su estudio y, al mismo tiempo, de un re-
regímenes democráticos modernos.1 Partiendo de la premi- novado tratamiento para cubrir la gama de dimensiones que
sa generalizada de que la democracia es el régimen que más le dan forma y significado.
privilegia a la participación ciudadana y al equilibrio del
poder, las investigaciones de última generación resaltan el Líneas de investigación y debate
papel toral del comportamiento cívico como un factor que contemporáneo
favorece una mayor calidad de la democracia y más controles
en sociedades crecientemente complejas.2 Actualmente, existen tres grandes vetas por las cuales se ha
Para Dieter Nohlen (2007), precisamente en las demo- conducido el debate sobre el comportamiento cívico y el
cracias cada vez más estables y prevalecientes, es necesario aporte práctico y cultural que éste conlleva.
identificar una cultura política que en lo particular incentive Como herederos de la tradición racionalista e interpreta-
un comportamiento cívico nutrido por la confianza, el recha- tiva de la ciencia política y la sociología se pueden situar, en
zo a las prácticas no confiables, la tolerancia y el respeto por primer lugar, aquellos trabajos que han resaltado de manera
las formas y hábitos ajenos, así como por la capacidad de la peculiar el papel de las decisiones y la carga de incentivos
élite para hacer compromisos y lograr consensos. para favorecer ciertas actitudes y prácticas en el comporta-
No muy distantes del argumento de Nohlen, Robert miento cívico. Sin descuidar la serie de controles que emanan
Jackman y Ross Miller (2004) vuelven a subrayar el peso desde el entramado institucional, este tipo de trabajos ha
del papel estructurante de las instituciones para que, an- hecho énfasis en la capacidad del individuo para que, con
tes de la definición de normas y procedimientos, sea desde base en determinados estímulos y restricciones, responda y
los canales institucionales de la sociedad que se orienten los se habitúe a los procedimientos ocurrentes en los flujos del
intereses, conflictos, visiones y capacidades de la ciudadanía sistema político.
para el diseño y desahogo de lo político. Para estos investi- Entre los esfuerzos más loables de reciente publicación
gadores, el comportamiento cívico se convierte en un enclave están los aportes de Alvin Rabushka y Kenneth Shepsle
de fomento a la virtud cívica, el crecimiento y el desarrollo (2009), quienes han discutido la creciente complejidad de los
técnico, científico y económico, y a la creciente y consagrada contextos sociales democráticos, así como la inestabilidad y
democratización. la pluralidad que persisten al interior de sistemas que se con-
Después del recorrido anterior, entendemos que si bien ducen a la luz de dicho régimen. Bajo estas consideraciones,
la preponderancia del comportamiento cívico se ha demos- los autores indican que el comportamiento cívico se vuelve
trado con el peso de la conducta, la cultura y las prácticas cada vez más heterogéneo y multidimensional, por lo que el
para el desarrollo político, aún es necesario establecer líneas conflicto y las respuestas frente al desacuerdo se vuelven cada
programáticas de investigación que sean capaces de ofrecer vez más habituales al interior del tejido social.
otras visiones sobre las múltiples aristas que influyen en las En ese sentido, para Rabushka y Shepsle no es sorpren-
orientaciones y costumbres políticas de los individuos. dente que las formas de participación se vuelvan cada vez
más contenciosas —y por momentos antisistémicas— si se
considera el alto grado de frustración e inconformidad que
1 Para indagar más sobre el tema, véase: Jacqueline Peschard,
deben afrontar sociedades con un fuerte componente mul-
1995 y Cerdas, 2002. tiétnico y diverso.
Desde una segunda óptica de la investigación, se encuen-
2 “Esa constitución ordenada de un cuerpo cívico, puede ser
entendida desde las aportaciones de autores contemporáneos
tran aquellas reflexiones que intentan determinar el peso de
como Robert F. Putnam, John Booth y Patricia Bayer, quienes las instituciones, sus normas, reglas, códigos y prácticas con
a través de una perspectiva socio–política y cultural conciben al que los individuos, aislados o en colectivo, refuerzan ciertos
capital político como un conjunto de redes sociales que enar- hábitos que fortalecen o debilitan el buen funcionamiento
bolan intereses comunes y referentes de confianza respecto del del sistema político. Así, bajo una fuerte influencia del nuevo
sistema político. En clave democrática, esa conformación de institucionalismo, estos trabajos ubican al complejo institu-
entramados sociales complejos que agregan intereses y trans- cional como un entorno que coarta el poder de decisión de
fieren confianza al sistema, detonan una participación creciente los actores y al mismo tiempo posibilita la toma de decisio-
que opera como un circuito periférico y sinérgico de la inci- nes. De esta manera, el comportamiento cívico se encuentra
dencia partidista e institucional” (Mirón y Urbina, 2011: 44).

c 134 Comportamiento cívico


fuertemente influenciado por el diseño institucional y adquie- Schwarzmantel, la consolidación democrática depende de es-
re un matiz sociológico que advierte del papel instituyente timular un comportamiento cívico ordenado a partir del que
de las plataformas de autoridad y administración del poder. los ciudadanos puedan acoplarse a un esquema de identida-
Algunos buenos ejemplos de esa vertiente de análisis son des plurales y de plataformas descentralizadas que permitan
los trabajos de Cliff Zukin, Scott Keeter, Molly Andolina, que las mayorías y las minorías tengan capacidad de opinión
Krista Jenkins y Michael Delli (2006), así como el estudio y cambio en las decisiones relevantes del ámbito público.
de John Gastil y Peter Levine (2005). Los primeros hacen Dentro de esa misma discusión del concepto de ciu-
una exploración del caso estadounidense acerca de las nuevas dadanía, también hay perspectivas como las de José María
formas de participación política y los elementos de la vida Maravall y Adam Przeworski (2003), quienes a partir del
cívica que impactan considerablemente en el comporta- diseño legal e institucional, ubican los procesos más prepon-
miento y las actitudes de la ciudadanía frente al desempeño derantes para capacitar a los ciudadanos de las herramientas
gubernamental. Entre otros aspectos Zukin, Keeter, Ando- necesarias para interferir en el ámbito político de cualquier
lina, Jenkins y Delli, analizan la agregación de ciudadanos a sociedad.
organizaciones gubernamentales y no gubernamentales, que Finalmente, además de esas tres ópticas de gran relieve en
demuestran que uno de los indicadores más importantes del la discusión, también es necesario subrayar la inquietud de
comportamiento cívico es el compromiso de los individuos. algunos investigadores por formular enfoques holísticos que
Por su parte, Gastil y Levine, junto con otros autores, recojan elementos de exploración que van desde el análisis
analizan las bondades de una democracia deliberativa con el institucional, el peso de la cultura, los escenarios prevalecien-
objetivo de explorar nuevas vetas en el compromiso cívico, y tes de conflicto y falta de cooperación, hasta la importancia
las formas de comportamiento, participación e interlocución de las ideologías y las formas de participación social.
configuradas al interior del sistema y sus canales institucio- Sin duda, uno de los más recientes e interesantes ejerci-
nales. Algunas de las reflexiones más sobresalientes consisten cios de este tipo es el realizado por Oliv Woshinsky (2009),
en subrayar que aunque la cultura política y el comporta- que hace un repaso sobre el peso de la cultura en el compor-
miento cívico son asuntos añejos, éstos se han transformado tamiento cívico y las actitudes políticas de los individuos,
de manera vertiginosa con los cambios acelerados sucedidos situándolas en arreglos institucionales complejos que favo-
durante el final del siglo xx y principio del xxi. recen o acotan el abanico de decisiones de los ciudadanos.
Es de subrayarse que en este tipo de enfoques centrados En ese sentido, no sólo se detiene en el rescate de categorías
en lo institucional, uno de los temas que ha cobrado mayor como la ideología, la personalidad, el liderazgo, las normas y
relevancia es el de las conductas negativas que impactan des- los códigos en la conducta de quienes se desempeñan como
favorablemente en la confianza de los ciudadanos y de las gobernantes y quienes se asumen como gobernados; además,
instituciones. A raíz de tal inquietud, surgieron textos que sostiene la tesis de un cambio radical en las posturas políti-
se enfocan en los vicios que en algunas regiones se han arrai- cas arraigadas en la sociedad como resultado de la transición
gado a la estructura del comportamiento cívico. Entre ellos, hacia un escenario post-industrial.
destacan los estudios de Michael Johnston (2006) acerca de Es así como las preocupaciones sobre el concepto de
los conflictos que suscita la falta de control y equilibrio en la comportamiento cívico y las prácticas que dichas orientacio-
distribución del poder y otros recursos, así como las aporta- nes y actitudes suscitan siguen siendo un tema persistente
ciones de Charles Blake y Stephen Morris (2009), sobre el en el debate contemporáneo. Sin duda, la discusión sobre
problema que representa la corrupción para las democracias dicha categoría se ubica en un debate mucho más profundo
frágiles de América Latina. y general sobre las sociedades actuales y la democracia que
Como tercera perspectiva en el debate contemporáneo, se prevalece, con el objetivo de detectar los mecanismos exitosos
encuentran aquellas reflexiones que hallan en el concepto de o fallidos mediante los cuales los ciudadanos pueden adquirir
ciudadanía la clave del comportamiento cívico, y que implica un mayor protagonismo y aportar más insumos para el buen
consolidar el papel de los individuos en los asuntos relevan- funcionamiento del sistema político.
tes de la comunidad política a la que pertenecen. Desde la Lo que queda pendiente en la materia es, precisamente,
vertiente comparada, sobresalen los más recientes aportes de ofrecer respuestas que permitan —además de proponer ca-
Van Deth, Westholm y Montero (2007), quienes realizan racterizaciones generales— plantear diagnósticos particulares
un análisis en perspectiva de las democracias europeas y la sobre las regiones y países que hoy afrontan la consolidación
evolución que ha tenido la ciudadanía en la consolidación de sus esquemas democráticos y la necesidad imperante de
de una relación más cercana y participativa con las instan- reforzar una ciudadanía cuyo comportamiento cívico pueda
cias de gobierno. impulsar el fortalecimiento institucional y el desarrollo de
Desde otra visión, destaca el trabajo de John Schwarz- procedimientos políticos de gran trascendencia y efectividad.
mantel (2007) sobre la ciudadanía y la identidad, donde
dirige una severa crítica a las democracias contemporáneas al
considerarlas regímenes con un alto nivel de fragmentación
que incide en la apatía y el desinterés de los ciudadanos. Para

Comportamiento cívico 135 c


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Zukin, Cliff, Scott Keeter, Molly Andolina, Krista Jenkins y nificada a partir de la diversidad cultural. Se trata sobre todo
Michael Delli Carpini (2006), A New Engagement? Po-
litical Participation, Civic Life, and Changing in American
de “ampliar las opciones de la gente, es decir, permitir que las
Citizen [edición Kindle], New York: Oxford University Press. personas elijan el tipo de vida que quieren llevar, pero también
de brindarles tanto las herramientas como las oportunidades
para que puedan tomar tal decisión” (2004: V). Este informe
puntualiza que “la libertad cultural consiste en ampliar las
opciones y no en preservar valores o prácticas como un fin
COMUNICACIÓN Y en sí mismo” (4). Tal noción de desarrollo referida a la cul-
tura la diversifica y permite la emergencia de nuevos actores
CULTURA culturales, fomentando con ello la inclusión, una práctica
que los Estados no siempre llevan a cabo ya sea por falta de
Delia Crovi Druetta recursos o de interés (Barbero, 2007). En un mundo cada
vez más plural y diverso esta inclusión debe ser evidente en
la cooperación desde abajo, es decir, desde el mundo de los
Definición ciudadanos, generoso en expresiones culturales que desbor-
dan las instancias de mediación tradicionales.
Cada vez es más frecuente que actividades de cultura y comu- Conviene precisar que, ante el amplio tratamiento que ha
nicación se realicen en el marco de acuerdos de cooperación recibido el concepto cultura en el marco de estas reflexiones,
locales, regionales o internacionales, en los cuales intervie- retomamos el acuñado por la unesco en 1982, que expresa
nen actores provenientes tanto del sector público como del que se la puede considerar como “el conjunto de los rasgos
privado. A nuestro juicio, este tipo de acuerdos va más allá distintivos, tanto espirituales como materiales, intelectuales
de la búsqueda de recursos financieros que permitan hacer y afectivos, que caracterizan una sociedad o grupo social” (1).
realidad ciertos proyectos, para ubicarse en el proceso general Esta definición de cultura abarca “las artes y las letras”, pero
de globalización de la cultura y la comunicación, así como en también “los modos de vida, los derechos fundamentales
el juego que se establece entre lo local y lo global. Estas múl- al ser humano, los sistemas de valores, las tradiciones y las
tiples contribuciones enriquecen las expresiones culturales y creencias” (Bustamante, 2007: 21).
científicas haciéndolas más plurales y diversas, al tiempo que Del mismo modo, conviene aclarar que cuando habla-
las enmarcan dentro de ciertos parámetros. mos de comunicación, excedemos el ámbito definido por los
El propósito de estas reflexiones es analizar la cooperación medios masivos de comunicación, para entender a este con-
en materia de cultura y comunicación (ccc a partir de ahora), cepto como un intercambio simbólico que puede ser ejercido
a fin de dar cuenta de un proceso que está cambiando ciertas con o sin mediaciones tecnológicas. Tal conceptualización
pautas de la producción cultural y comunicativa. Para ello, amplía el horizonte del término ubicándolo más allá de las
en primer lugar, definimos de manera general este tipo de industrias culturales tradicionales (prensa, radio, televisión,
acciones, delimitando los actores que regularmente intervie- cinematografía y música), al considerar también los procesos
nen y las actividades relevantes que involucran. Aportamos comunicativos cara a cara o los que se establecen mediante
asimismo, algunos elementos históricos que permiten revisar recursos digitales.
el tema desde una perspectiva crítica. Finalmente, identifi- A partir de este contexto, consideramos que la ccc debe
camos sectores emergentes que están transformando la ccc, ser entendida como “un proceso de ida y vuelta en el que los
cuya visualización permite advertir la orientación del debate participantes toman el acuerdo de cooperar para resolver un
actual sobre el tema. determinado problema y, al hacerlo, satisfacen los objetivos
¿Qué entendemos por cooperación en cultura y comu- que cada uno de ellos se ha propuesto previamente” (aecid,
nicación? Identificamos el concepto de cooperación con la 2012). Al respecto Marta Porto explica que toda cooperación
ayuda mutua y de manera específica, ayuda mutua para el internacional “se basa en la creencia de un ethos común que
desarrollo, en cuyo caso los actores realizan juntos una de- permite dialogar a partir de singularidades y particularis-
terminada labor. Estas actividades históricamente han sido mos” (2007: 87). Así entendida, la cooperación se identifica
parte de la política exterior de los países, dando cabida a ac- con la noción de diálogo propuesta por Paulo Freire “como
ciones de solidaridad, interdependencia, desarrollo comercial, el encuentro de los hombres mediatizados por el mundo,
y promoviendo la integración de una red internacional de para pronunciarlo” (2005: 107). Freire atribuye a la palabra
actores cuyo fin es compartir acciones y objetivos (Funda- la posibilidad de los hombres para transformar el mundo,
ción Eroski, 2005). por lo cual el diálogo representa el camino para ganar sig-
Conviene aclarar aquí que cuando nos referimos al desa- nificado como seres humanos. Es por ello que, desde esta
rrollo lo hacemos partiendo del Informe 2004 del Programa perspectiva, el diálogo constituye una demanda existencial,

Comunicación y cultura 137 c


ya que por su intermedio es posible compartir la reflexión todo, en la circulación de contenidos, así como dar al Tercer
y la acción de los sujetos que buscan transformar el mundo Mundo un papel más activo en términos de información.
humanizándolo. Freire rechaza que un ser humano deposite Estos trabajos tuvieron como corolario el Informe MacBri-
en otro sus ideas como algo acabado, valorando en cambio de Un solo mundo voces múltiples. Comunicación e información
la posibilidad de dialogar e intercambiar ideas. Marta Porto en nuestro tiempo (1980), resultado de las discusiones de la
agrega que si mediante un ethos común es posible hacer algo Comisión Internacional sobre problemas de la Comunica-
juntos y descubrir “otras formas de crear, pensar y estar en el ción, presidida por el irlandés Sean MacBride (premio Nobel
mundo”, el primer reto de la ccc es comprender los “imagi- y premio Lenin de la paz). Dos latinoamericanos, Gabriel
narios contemporáneos” y actuar para evitar asimetrías que García Márquez (colombiano) y Juan Somavia (chileno),
niegan el concepto universalista de la cultura (2007: 87), algo participaron en los trabajos. Una amplia consulta sobre el
que Freire había advertido años antes en su visión humanista tema a organizaciones, instituciones y personas físicas, dio
de la noción de diálogo. como resultado respuestas y propuestas diversas que fueron
Ayuda mutua para el desarrollo humano, diálogo, plu- analizadas y discutidas por los miembros de la Comisión, las
ralidad, igualdad de oportunidades y un ethos compartido, que se recopilaron en el ya mencionado informe MacBride.
emergen como principios rectores de la ccc. Pero para llegar La pluralidad de participaciones plasmadas en la letra
a esta delimitación fue necesario que la cooperación experi- del informe lo convirtió en un documento ambicioso para
mentara importantes transformaciones, sobre todo a partir los tiempos en que fue concebido. Al mismo tiempo, una
de los procesos de globalización cultural. Desde entonces creciente tendencia a la concentración mediática y al tra-
numerosas acciones se realizan entre actores privados y de tamiento mercantil de los contenidos, llevó a posponer las
la sociedad civil, con lo cual se relega al Estado que paula- acciones propuestas por el Informe MacBride. Lo realizado
tinamente va compartiendo con otros protagonistas de la fue poco, no tuvo continuidad, y la perspectiva desde la cual
cooperación su tradicional hegemonía en esta materia. Esto se concretaron algunas de las propuestas no respetó el espí-
indica que en el debate actual sobre ccc no puede obviarse ritu de la comisión, por lo que se traicionó la intención del
la intervención de estos sectores emergentes, sobre todo en nomic1 y se dejaron truncos los objetivos de impulsar políti-
áreas como investigación, becas artísticas y culturales, con- cas de comunicación. En este documento se plantea con toda
cursos y premiaciones, entre otros, en los que se visualiza una claridad, y por primera vez, la necesidad de contar con políticas
marcada tendencia a mercantilizar los productos culturales. de comunicación.2
Veinte años más tarde, cuando organismos internacionales
Historia, teoría y crítica (Banco Mundial, ocde, unesco, entre otros) plantean nueva-
mente la articulación racional y dinámica de los medios con
La ausencia de datos precisos sobre la ccc impide trazar una el desarrollo, lo hacen a partir del consenso de Washington
línea clara de su evolución histórica; sin embargo, es posible y denominan a la propuesta “Sociedad de la información”.
afirmar que ha existido de manera informal y a veces coyun- A pesar de revitalizar el papel de la información en las so-
tural, desde los inicios de México como país independiente. ciedades del fines del siglo xx, estos cambios3 no condujeron
Es a mediados del siglo xix cuando el país registra algunos tampoco a proponer políticas de comunicación o políticas
acuerdos formales para realizar este tipo de acciones. Así, culturales que incluyan a la comunicación, esto no obstante
la cooperación puede ser casi tan antigua como se quiera que Cuilenburg y McQuail (2003) afirman que el periodo
interpretar el fenómeno, pero, en materia de cultura y comu-
nicación, existen dos elementos concretos que la sitúan en el
tiempo. El primero es el surgimiento en diferentes países de
1 Vale la pena recordar que la propuesta de esta Comisión Inter-
instancias administrativas (secretarías, ministerios, departa- nacional de Comunicación acerca de los principales problemas
mentos) encargadas de la cultura y, por lo tanto, de plantearse del área se realizó mirando hacia el Tercer Mundo y sus ca-
como meta elaborar y mantener una política pública referida rencias. No obstante, y a pesar de las advertencias formuladas
a esos asuntos. El segundo se refiere a las políticas de comuni- entonces por el informe MacBride, esos serían también los
cación, mucho más jóvenes aún, ya que fueron enunciadas de años de arranque de las políticas neoliberales en la región. Si
manera explícita primero en los trabajos referidos al Nuevo bien el trabajo advierte sobre las posibles consecuencias de las
Orden Informativo Internacional, nomic, y luego a finales llamadas nuevas tecnologías de información y su proceso de
de los años setenta en el Informe MacBride, Un solo mundo, convergencia en red, lejos estaba de predecir lo que ocurriría
voces múltiples (1980). tres décadas después, cuando asistimos a tendencias concen-
tradoras que van en sentido inverso a la búsqueda de equidad
Las políticas públicas para la comunicación comenzaron que planteaba Un solo mundo, voces múltiples.
a ser una preocupación para América Latina y otros países
del entonces llamado Tercer Mundo en los años setenta. A la 2 El tema ya había sido presentado por unesco en Costa Rica
a finales de los setenta.
sazón se inició la búsqueda de un Nuevo Orden Informati-
vo Internacional, conocido como nomic, cuyo propósito fue 3 Para la comunicación como para otras áreas, los cambios in-
buscar equidad, un equilibrio mayor en la producción y, sobre centivados por las políticas neoliberales pasan por tres ejes:
flexibilización, liberalización y competitividad a nivel mundial.

c 138 Comunicación y cultura


actual se caracteriza por la búsqueda de un nuevo paradigma suelen contraponerse a expresiones creativas independientes
en torno a ese tipo de políticas. (como ocurre en la industria de la música, por ejemplo). Los
Respecto a las políticas públicas referidas a la cultura, cabe juegos geopolíticos también inciden en esta tarea que debería
mencionar que es apenas en las últimas cinco o seis décadas ser dialógica y horizontal, ya que los países con mayor de-
cuando algunos Estados crearon las instancias administra- sarrollo orientan el sentido de la cooperación hacia aquellas
tivas necesarias para atender el tema. Sin embargo, el hecho áreas que les pueden ser más favorables. Ejemplo de esto es
de que haya estas estructuras administrativas no se traduce de el caso del cine, actividad cultural que ha sido de las más
manera directa en la existencia de políticas públicas de cultura favorecidas de manera sistemática, mediante acuerdos de coo-
explícitas. Y es todavía más difícil encontrar que esas políticas peración, pero en la cual se han apoyado más los procesos de
comprendan a la comunicación, cuyo desarrollo industrial se distribución, que las producciones locales y regionales (Crovi,
encuentra primordialmente en manos privadas. 2009). Algo similar ocurre en la cooperación orientada por
Para México, aunque el tema es muy reciente, no se le los países desarrollados hacia sus antiguas colonias (Europa
resta relevancia: el 2 de octubre de 2008, la Cámara de Dipu- respecto de África, por ejemplo), donde conservan intereses
tados aprobó por unanimidad las reformas a los artículos 4 y económicos que suelen determinar también las acciones de
73 de la Constitución Política, las cuales se hicieron oficiales cooperación cultural.
el 30 de abril de 2009. Los cambios tuvieron el propósito de A pesar de la ausencia de una línea clara en la evolución de
“incorporar el derecho al acceso a la cultura y su libre ejer- la ccc, hay dos rasgos que definen su devenir: a) el paso de los
cicio”, así como “adicionar al artículo 73 constitucional la acuerdos bilaterales a los multilaterales y b) el multiculturalismo.
facultad del Congreso para legislar en materia de derecho
de autor y otras figuras de la propiedad intelectual” (Diario De los acuerdos bilaterales a los multilaterales
Oficial de la Federación, 2009: 2). Estas reformas enfatizan la En el marco que hemos trazado se advierte que la ccc en su
necesidad de lograr una vinculación entre los sectores público, evolución histórica ha pasado de un proceso bilateral, gene-
privado y social y los tres niveles de gobierno en materia de ralmente entre dos naciones (años setenta y ochenta), a uno
políticas culturales, así como el derecho al acceso a la cultu- multilateral con la participación de actores diversos cuya meta
ra en los servicios que presta el Estado. Precisan, asimismo, es lograr reciprocidad y co-responsabilidad.
que el país reconoce constitucionalmente el respeto a los Vale la pena recordar que la ccc ha estado supeditada,
derechos culturales como garantías individuales y establecen repetidamente, a propuestas coyunturales o impulsos indivi-
la responsabilidad del Estado para promover y proteger su duales o de grupos. En este contexto sorprende, sin embargo,
difusión y desarrollo. que a pesar de un camino fortuito sus actividades hayan
Sin embargo, esta importante resolución no hace re- mantenido una coherencia que va más allá de lo esperado:
ferencia explícita a la comunicación en ninguna de sus demuestran una marcada protección “hacia la cultura clásica
dimensiones. Las reformas introducidas se anclan todavía o hacia campos legitimados socialmente (como es el caso del
en el la fase del acceso, dejando un vacío en términos de cine, por ejemplo), prestando escasa atención a otras indus-
producción cultural y de la formación y protección de los trias culturales y mucho menos a los medios de comunicación”
creadores, temas de especial relevancia en la actualidad (Bustamante, 2007: 31). Sin duda esta orientación responde
frente a la fuerte emergencia de las llamadas industrias al grado y modo de aproximación al tema, el cual difiere se-
creativas que optan por el copyright desdeñando el concepto gún los actores que intervienen e informan.
de derechos de autor. Tal ausencia reafirma la perspectiva Estas limitaciones históricas para repensar de manera am-
dominante: a pesar de que aún sobreviven algunos medios plia la cooperación cultura-comunicación se ven en cambio
públicos, la comunicación mediática pertenece mayoritaria- compensadas por circunstancias claramente favorables. Por
mente al sector privado, comportándose como un negocio un lado, en los últimos años, se está asistiendo a una impor-
que se desenvuelve fuera del texto de la constitución mexi- tante revitalización de la conciencia internacional sobre la
cana. En este contexto, sobrevive el reto aún no alcanzado de centralidad de la cultura para el desarrollo, tanto en el orden
conseguir que la comunicación forme parte de las políticas económico como en el social, con hitos importantes como la
culturales y que se posicione en las esferas gubernamen- Convención para la diversidad, de la unesco (35).
tales, colocando a los mensajes mediáticos más allá de un Los países y los actores que actualmente intervienen en
valor económico o político, al tiempo que se rescaten los actividades de cooperación adquieren compromisos y traba-
procesos comunicativos digitales y los no mediados tecno- jan para conseguir metas comunes, eliminando así la noción
lógicamente. de una parte donante y otra que recibe. Esta ecuación se
La falta de políticas públicas explícitas en materia de establecía del siguiente modo: el donante era el más rico o
comunicación y cultura, sumada a una creciente mercantili- desarrollado, y el depositario de la cooperación el más pobre
zación del sector, colocan a la cooperación en una situación y menos desarrollado económicamente, aunque no por ello
que en ocasiones sigue lineamientos y normas claras (como con menor riqueza cultural. Hoy día actores gubernamenta-
en los acuerdos bilaterales entre países), pero en otras está les privados y organizaciones de la sociedad civil intervienen
condenada por los intereses de las industrias culturales que en ccc tanto a nivel internacional (mediante acuerdos que

Comunicación y cultura 139 c


suelen enfocarse en lo comercial) como nacional o regional. las industrias culturales y de las creativas como instrumentos
Emergen también nuevos actores privados de diversa índole, fundamentales de la producción cultural. Al mismo tiempo,
como fundaciones, bancos o empresas. este signo positivo valora el potencial de los medios de co-
El lado obscuro de este multilateralismo cultural se apre- municación como vehículos fundamentales para la difusión
cia en la mercantilización de los productos, en especial en y los posiciona más allá de una simple plataforma para mer-
el ámbito de las llamadas industrias creativas. Estos nuevos cancías simbólicas.
tipos de “industrias” están siendo vendidos (en especial a los En sus circunstancias actuales, la ccc está en condicio-
más jóvenes) como espacios de libertad, informales, dentro nes de diversificar los temas que son objeto de este tipo de
del ámbito de las corporaciones de la cultura. En ellos, los acciones, ya que a partir de los procesos de globalización sus
creadores deben desarrollar un papel activo que les lleva a intereses se diversificaron. Hoy día abarcan todas las fases
empoderarse y responsabilizarse por su propia situación, lo de la producción: creación, distribución y consumo, reper-
que convierte la propuesta en una suerte de libertad vigilada. cutiendo de manera diferente en cada una de ellas. Cine,
En una sociedad digitalizada en mayor o menor grado, que televisión, industria de la música, espectáculos en vivo, in-
desplaza una nueva dimensión espacio-temporal sin límites, dustria editorial, derechos de autor (autores y compositores,
las industrias creativas se ofrecen como alternativa a hora- autores y escritores), son áreas que en la actualidad son mo-
rios fijos y espacios reglamentados para trabajar o estudiar, tivo de cooperación.
promoviendo una falsa visión emancipadora. Los correlatos La apertura hacia una nueva concepción multicultural de
de este tipo de industrias se plasman en la subcontratación, la ccc debe, no obstante, ser reforzada mediante la genera-
la precarización del trabajo, el individualismo y la exigencia ción de indicadores que permitan conocer sistemáticamente
de reconvertirse mediante la generación constante de nue- su impacto, no para medirla exclusivamente en términos
vos y creativos proyectos capaces de producir ganancias en económicos, sino para crear información que alimente las
el corto tiempo. políticas públicas en esta materia y, entre otras cosas, abonen
Sobre esta situación, Gerald Raunig (2007) apunta que los el terreno para una necesaria profesionalización de la coo-
individuos creativos son empujados a un ámbito específico de peración cultural. Esta profesionalización evitará el carácter
libertad y de independencia que implica un gobierno de sí mis- volátil e inestable que la ccc ha manifestado en materia de
mos, en el cual son “abandonados”. De este modo, la libertad objetivos, campos involucrados o instrumentos instituciona-
se convierte en una “norma déspota”, en tanto que la “precari- les puestos a su servicio.
zación del trabajo” se transforma en una regla laboral. Si bien
se logra la meta de diluir fronteras entre el tiempo de trabajo Líneas de investigación y debate
y el tiempo libre, también desaparecen los límites que separan contemporáneo
el empleo del desempleo, con lo que se instituye una situación
de precariedad cuyos ámbitos se extienden más allá del trabajo Debido a su variedad de manifestaciones, la cooperación en
para abarcar la vida entera. materia de cultura y comunicación tiene amplias posibilida-
Este ambiente se ha vuelto propicio para generar accio- des de llevar a cabo acciones horizontales que revitalicen el
nes de cooperación en materia de cultura y comunicación, no sector como factor fundamental para el desarrollo humano.
obstante sus resultados son, por lo menos, ambiguos. Es indu- El paso de este tipo de intercambios desde una perspectiva
dable que los creadores se movilizan para encontrar caminos bilateral hacia una multilateral, permite ahora pensar en la
que permitan salida social y económica a sus producciones emergencia de nuevos actores (como el sector privado y las
identificando en la cooperación un aliado, pero es también organizaciones no gubernamentales) y también de nuevos
incuestionable que los consorcios industriales de la cultura niveles de cooperación. No obstante, en las actuales circuns-
se aprovechan de esta situación de precariedad para profun- tancias —modelo neoliberal que induce a un progresivo y
dizar la perspectiva comercial de los productos culturales. sostenido adelgazamiento del Estado, concepción mercantil
de la cultura y la comunicación, políticas públicas ausentes
Hacia el multiculturalismo o erráticas, situaciones agravadas por una profunda crisis
Otro de los atajos que ha tomado la cultura para ser objeto económica— surgen señales de alerta que es preciso atender.
de acciones de cooperación es pasar de expresiones legitima- En el debate actual en torno a la ccc, destacan algunos te-
das y aceptadas como tales, a otras plurales que conforman mas y preocupaciones: en lo inmediato, y como producto de la
lo que hoy denominamos multiculturalismo. Este escenario actual crisis económica, es necesario reflexionar en torno a una
permite vislumbrar a la cooperación horizontal como uno de posible disminución del flujo de recursos destinados a la ccc; en
los cauces de resistencia para hacer frente a los grupos tras- lo mediato, pensar al menos en cuatro cuestiones: la necesidad
nacionales que, dentro del sistema mundial, buscan acaparar de contar con indicadores que sean producto de la evaluación
los recursos culturales y comunicativos. sistemática de las acciones de ccc realizadas; las migraciones
El reconocimiento de la centralidad de la cultura como físicas y digitales como factor de cambio en la cooperación cul-
factor de desarrollo integral del ser humano constituye un tural; la diversificación de actores y productos que intervienen
signo positivo de cambio que conduce al reconocimiento de

c 140 Comunicación y cultura


en acciones de ccc, y debatir una necesaria profesionalización margen a la ccc, sino que a veces más que impulsarla la ence-
de la cooperación. rró en normas restrictivas que impidieron ampliar el abanico
de posibilidades hacia otras naciones, otros actores y, en fin,
Emergencia y reconfiguración de las regiones en tiempos de crisis hacia una verdadera mirada multilateral y multicultural de la
Respecto a una posible disminución de recursos, producto cooperación. La crisis económica puede agudizar tal cliente-
de la actual crisis económica, es importante dejar sentado lismo, fortaleciendo la idea de que las regiones son mercados
que las acciones de cooperación requerirán de mayor creati- culturales en los cuales, entre otros, están los productos que
vidad para sortear los inconvenientes que acarrea una menor son objeto de acciones de cooperación.
disposición a apoyarlas, como casi siempre ocurre con la Cabe mencionar, sin embargo, que los acuerdos comer-
cultura en tiempos de dificultades financieras. Cuestionar ciales desfavorables para un desarrollo horizontal y dialógico
las decisiones que no respondan a parámetros estrictamente oficial de la ccc, han propiciado al margen de esos pactos un
culturales y comunicativos y sobre todo proponer acciones descubrimiento y reconocimiento cultural entre pares que
que renueven la mirada y los actores de la cooperación, de- permitió mover el, a veces, pesado engranaje de la coope-
berá ser un ejercicio permanente para defender los espacios ración. Tal fue el caso de México y Canadá ante el Tratado
ganados y abrir nuevos. de Libre Comercio de América del Norte, tlc, cuya letra
Sabemos que, en mayor o menor grado, la crisis económi- evita normar los intercambios culturales, pero que de ma-
ca iniciada a finales de la primera década del siglo xxi afecta a nera paralela e informal promovió numerosas acciones de
los países que integran ese imaginario espacial y cultural que cooperación para la producción de bienes y servicios cul-
denominamos países en desarrollo, o en otros tiempos Tercer turales-comunicativos protagonizados por promotores o
Mundo, por lo que como producto de una posible escasez creadores de ambos países.
de recursos, surgen alertas de diversa índole. Entre ellas, es
necesario pensar en una inminente re-jerarquización de re- Evaluar y consolidar la cooperación
giones cuyo factor determinante no es la cultura, los idiomas En el debate internacional es menester posicionar la reflexión
o la historia compartida, sino los acuerdos comerciales y las en torno al camino azaroso seguido hasta ahora por la ccc,
áreas de interés económico que cada país establece a partir de a fin de recuperar la necesidad de evaluar lo ya realizado y
negociaciones y tratados. De esta situación surge la necesi- detectar prioridades. Crear una estrategia para la elabora-
dad de enfocar el análisis del tema en el renovado papel que ción sistemática de informes económicos y sobre el impacto
cumplen las regiones, así como en una nueva jerarquización social de la cooperación, organizados por países y regiones,
de las mismas siguiendo parámetros económicos. permitiría contar con información longitudinal para tomar
Ante esta reconfiguración, algunas de las naciones latinoa- decisiones y trabajar prospectivamente, abarcando incluso
mericanas podrían estar amenazadas por un reordenamiento las rezagadas o inexistentes políticas públicas de cultura y
de intereses regionales en los que las acciones de cooperación comunicación.
mirarían más hacia otros países —África o países del Este— La transparencia en este tipo de actividades surge como
que hacia Latinoamérica. En este contexto, y tomando en una necesidad fundamental para todo tipo de actores, en es-
cuenta que la ccc suele estar ligada a intercambios económi- pecial entre aquéllos que han sido beneficiarios de los apoyos
cos, países con menores recursos naturales o de otra índole, (las ong, por ejemplo, acerca de las cuales escasean datos de
capitalizables para los países centrales, representarían un inversiones y resultados). Es también fundamental rescatar
interés menor frente a los que sí los tienen, prescindiendo la experiencia que han acumulado los países y regiones que
siempre de la calidad o capacidad de su producción cultu- han sido interlocutores de cooperación, a fin de identificar
ral. En este contexto, es imprescindible que se lleven a cabo aciertos y corregir errores.
acciones tendientes a visibilizar las necesidades que tienen Como afirma Paul Tolila, la cultura y las cifras no son
los países menos favorecidos en materia de cooperación en los enemigos que frecuentemente se mencionan, son sólo
cultura-comunicación. un “aspecto más del vasto problema del conocimiento de los
La crisis nos coloca frente a un riesgo real o inminente de fenómenos culturales” (2003: 2). Indica que si somos capaces
concebir a las regiones, prioritariamente, como lugares de in- de plantear buenas preguntas a los fenómenos culturales, ob-
versión y espacios para la colonización cultural. Esta relación tendremos buenas cifras, y si a estos datos duros formulamos
de dependencia, histórica para algunos países (por ejemplo, buenas preguntas, se introducirán nuevas hipótesis.
la distribución de cine y televisión norteamericana en Amé-
rica Latina, con especial énfasis en el caso mexicano por su Migraciones físicas y digitales, estímulo para la multiculturalidad
vecindad), tomó forma y contenido aún al margen de la letra La redefinición de los términos de la cooperación entre
de los tratados comerciales, cuya materialización inició en regiones requiere también profundizar el debate en torno
la última década del siglo xx. Mediante estos acuerdos los a un tema por demás importante: las migraciones físicas
países signatarios se comprometieron a realizar intercambios y digitales. La digitalización nos ha colocado ante un pro-
comerciales de todo tipo que prontamente condicionaron a ceso de cambio en materia de soportes, medios, formas de
los flujos culturales. Este clientelismo comercial no sólo restó almacenamiento del conjunto de productos culturales que

Comunicación y cultura 141 c


compartimos, lo que incide no sólo en su proceso de produc- entendido de manera general como la participación de los
ción, sino también en su distribución y consumo. sectores gubernamental, privado y de la sociedad civil. La
Como resultado de la globalización económica y de la participación de nuevos actores fortalece la ya planteada ne-
crisis actual, las migraciones físicas representan uno de los cesidad de buscar mecanismos de evaluación de las acciones
problemas más urgentes por atender. Grandes grupos huma- de cooperación, tanto en sus resultados como en los mecanis-
nos se movilizan entre países y regiones y, como sabemos, mos de decisión y responsabilidades de quienes las impulsan.
algunas personas se trasladan siguiendo los parámetros legales
pero muchos lo hacen como ilegales. Este tránsito trasfron- Profesionalizar la cooperación
terizo de personas y, con ellas, de expresiones culturales, La figura de la cooperación en materia de cultura y comu-
ha conducido a ampliar la visión del mundo, a acrecentar nicación, como ya quedó expresado, ha tenido hasta ahora
los intercambios culturales aún al margen de los tratados y un camino incierto, plagado de buenas intenciones y poca
acuerdos internacionales; pero también ha levantado vallas, continuidad. Ante la coyuntura actual en la que emergen
impulsando acciones y programas que buscan detener o con- nuevos actores e instancias de cooperación, así como nuevos
trolar los crecientes flujos migratorios ilegales, alimentados mecanismos para lograrla y abarcar también a novedosos
casi siempre por esa misma visión ampliada y enriquecida productos culturales, es necesario pensar en una profesiona-
del mundo. En esta circularidad que lleva a millones de in- lización de esta actividad. La propia figura del cooperante
dividuos a moverse tras la utopía de un mundo mejor, los para algunos países equivale a una suerte de voluntariado con
ricos intercambios comunicativos y de expresiones culturales más buenas intenciones que capacitación para ejercer in situ
o son sujeto de programas de integración o sufren el emba- la labor horizontal de la cooperación.
te de las acciones legales para detener un movimiento que Toda evaluación de ccc deberá tomar en cuenta esta ne-
el propio modelo político-económico neoliberal alimentó cesaria profesionalización de los actores de la cooperación,
desde sus inicios. tanto por parte de quien se ubica en las instancias de deci-
Las acciones de cooperación, sobre todo aquellas que se sión de los proyectos y programas, como de quien la ejerce
realizan entre regiones y ciudades con una perspectiva de de manera directa y empírica. Éste es, sin duda, un tema de
horizontalidad, se revelan como un vehículo idóneo para debate que permitirá ir eliminando inequidades, ineficiencias
despertar y alimentar el respeto hacia el otro con todo lo que y, en algunos casos, el dispendio o aplicaciones poco adecua-
ello implica en términos culturales. Pueden, así, verse como das de los recursos materiales para la cooperación, que son
facilitadores del sentido de multiculturalidad que debe estar de por sí escasos.
presente en la cooperación. En la emergencia de nuevos actores de la ccc es necesario
acentuar el debate en torno a las condiciones de participación
Nuevos actores y nuevos productos para la cooperación del sector privado. Es común que fundaciones de grandes
La diversificación de los productos que son objeto de acciones consorcios industriales, comerciales o financieros, apoyen el
de cooperación es otro de los ejes por repensar. Es preciso desarrollo cultural mediante becas, incentivos a la investiga-
revisar a fondo experiencias exitosas de ccc para valorarlas ción y creación artística, ediciones, espectáculos, entre otras
y extrapolar su solvencia hacia otros productos de consumo acciones. Estas contribuciones, sin embargo, deben ser dis-
extendido a nivel social (como la televisión, contenidos para cutidas bajo el ya enunciado concepto de gobernanza para
internet, radio, festivales musicales, el patrimonio nacional, impedir que sea el sector privado el que incida de manera
entre otros). En los últimos años concursos, muestras y pre- preponderante en el establecimiento de una agenda cultural
miaciones de diferentes expresiones artísticas y culturales y comunicativa que favorezca sus propios intereses y des-
han demostrado su idoneidad como espacios para fomentar, víe la atención de las necesidades detectadas en materia de
sobre todo, los procesos de distribución y consumo. Meca- cooperación.
nismos similares tal vez puedan aplicarse a otros productos, El concepto de cooperación se encamina hacia el fortaleci-
hasta ahora encasillados en rígidas instancias gubernamen- miento de la corresponsabilidad, la horizontalidad, el diálogo
tales o manipulados por los intereses del sector privado, que multinivel, es decir, entre distintos sectores locales, regionales
impiden promover acciones de cooperación multilaterales o internacionales. Al mismo tiempo, el debate actual pone
e internacionales (como en el caso de la televisión privada, el acento en la multiculturalidad, por lo que el compromiso
por ejemplo). que asuman los nuevos actores de la ccc debe estar abierto a
La búsqueda de acciones regionales y locales de coope- novedosas expresiones provenientes de culturas y realidades
ración nos coloca en la tesitura de promover la participación diferentes, a fin de incentivar la creatividad y no el surgi-
de nuevos actores políticos y sociales. Las instancias tradi- miento de mercados de consumidores.
cionales de fomento a la cooperación han jugado un papel En el contexto que hemos planteado, es importante ce-
importante y también han sido adecuadas para determinados rrar estas reflexiones llamando nuevamente la atención sobre
momentos históricos, pero, dadas las condiciones actuales, es un tema que, por ser fundamental para la ccc, es necesario
necesario buscar su renovación, al mismo tiempo de procurar seguir debatiendo: el derecho de autor frente a la figura del
la apertura de otras donde impere el concepto de gobernanza copyright. Rescatar la dimensión inalienable de la producción

c 142 Comunicación y cultura


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Porto, Marta (2007), “Nuevos imaginarios y antiguas asimetrías:
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municación”, en Enrique Bustamante (ed.), La cooperación 1 Este trabajo fue concluido durante mi estancia sabática en el
cultura-comunicación en Iberoamérica, Madrid: Agencia Es- Lateinamerika–Institut, de la Freie Universität-Berlin (lai-
pañola de Cooperación Internacional para el Desarrollo, fu), para la cual gocé del apoyo de la dgapa-unam y del
pp. 87-96. conacyt, a quienes expreso mi agradecimiento. Contacto:
jlvaldes@unam.mx y jvaldes@zedat.fu-berlin.de.

Comunidad internacional 143 c


de carácter supranacional. También se le define como la base las relaciones comunales.2 La diferencia entre ambas radica
sobre la que opera el derecho internacional. en que la relación social será comunal (Vergemeinschaftung)
Se trata de una comunidad que afirma la existencia de si las acciones sociales involucradas se basan en un senti-
intereses y valores comunes a todos los pueblos civilizados. miento subjetivo de las partes involucradas, ya sea afectivo o
Andrés Serra Rojas establece que la comunidad jurídica in- tradicional, mientras que una relación social será considerada
ternacional es el conjunto de unidades soberanas constituidas asociativa (Vergesellschaftung) si las acciones sociales se basan
en Estados de derecho que se relacionan entre sí en planos en ajustes de intereses o acuerdos racionalmente motivados,
de igualdad (1998: “Comunidad jurídica internacional”). Se sea la base del juicio racional, sean los valores absolutos o las
concibe también como “el efecto neto de múltiples esfuerzos razones de conveniencia.
coincidentes de personas y naciones alrededor del mundo Modesto Seara Vázquez, en su definición de comunidad
basados en la voluntad de cooperar entre ellos y asistirse internacional, anota la diferencia sociológica entre comuni-
mutuamente en los esfuerzos por lograr el bien común. Es dad y sociedad:
una perspectiva, una ideología secular” (McGhee, 1992: 37).
A esto se le añade la diversidad de términos creados para El sentido genérico que se concede a esta expresión
referirse a diferentes características de este conjunto de en- para designar a la organización mundial de Estados se
tes: comunidad internacional, sociedad internacional, sociedad precisa con una connotación específica, la asociación
mundial y sistema internacional. Dado que el término comu- real y orgánica de los miembros de un medio social,
nidad es usado en ocasiones de manera intercambiable por lo que constituiría típicamente una comunidad, defi-
el de sociedad entre los diferentes enfoques teóricos de las nida por una participación altruista y solidaria, frente
relaciones internacionales, es necesario recurrir a las bases a una asociación inorgánica y egoísta en donde sus
sociológicas que la explican para comprender la esencia de miembros se hallan contrapuestos constituyendo una
esta terminología. sociedad. La comunidad aparece así como una forma
perfecta e ideal frente a la estructura imperfecta de
Historia, teoría y crítica Estados y organizaciones internacionales que forman
una sociedad (en Gómez-Robledo y Witker, 2001:
El sociólogo Ferninand Tönnies (1979) distingue entre co- “Comunidad internacional”).
munidad (Gemeinschaft) y sociedad (Gesellschaft); la primera
enfocada en la identificación entre sus miembros y en el Barry Buzan menciona que, en la práctica, Gesellschaft
sentimiento de pertenencia (we-feeling), y la segunda, en encaja de manera más cómoda en el ámbito de lo interna-
patrones de interacción estructurada a través de normas y cional en tanto que sociedad trata esencialmente de acuerdos
reglas compartidas. Para Tönnies, comunidad es una enti- que conciernen cierta conducta esperada (normas, reglas,
dad caracterizada por una conexión y unidad orgánica de la instituciones); en cambio, comunidad implica una identidad
voluntad de los individuos que la conforman. El elemento común que no existe a escala global (2004: 110).
distintivo es justamente el sentimiento de pertenencia y el Para confirmar la existencia de una comunidad interna-
hecho de que sus miembros comparten actitudes funda- cional, es necesario que existan ciertos intereses comunes a
mentales. Como entidad, la sobrevivencia de la comunidad todos sus miembros, además de un cuerpo de valores, princi-
resulta más importante que los individuos que la constituyen. pios y procedimientos que les sean comunes. Sobre esto, Kofi
Por otro lado, Gesellschaft (sociedad) es interpretada como Annan —en un intento no de definir a la comunidad interna-
una esfera menos íntima, donde sus miembros coexisten, mas cional, sino de probar que no es una ficción ni una frase para
no se encuentran profundamente conectados ni se identifican vestir las resoluciones de Naciones Unidas— argumenta que
por alguna actitud compartida. En esta esfera de convivencia, el elemento que mantiene unida a la comunidad internacio-
predomina el intercambio racional y económico de intereses nal es, en términos generales, la visión e interés común de un
estratégicos, contratos y leyes. De esta manera, la sociedad mundo mejor para todas las personas, tal como lo establece,
no resulta más importante para sus miembros que el interés por ejemplo, la carta de San Francisco (Annan, 2002: 30-31).
propio de los individuos que la conforman. Una diferencia La escuela clásica inglesa3 propone sociedad internacional como
importante entre ambos términos es que en la comunidad, uno de los tres conceptos básicos de su enfoque, a saber, sistema
las normas generalmente emanan de la concordia; en cambio, internacional, sociedad internacional y sociedad mundial. Identifica
en la sociedad emanan de la convención. Así, Gesellschaft o estos tres conceptos con las tres tradiciones de la teoría de re-
sociedad, representa de manera amplia la forma racional-con- laciones internacionales: la realista (Hobbes), la racionalista
tractual de organizar a la humanidad que ha sido dominante
desde el inicio de la Modernidad.
Max Weber afirma que todas las relaciones sociales tie- 2 Max Weber consideraba las nociones de sociedad y comunidad
como procesos más que como entidades. Véase Swedberg y
nen elementos tanto de las relaciones asociativas como de Agevall, 2005: 11-12, 43-44.
3 Ubicada en el ala tradicionalista del debate sobre teoría de
relaciones internacionales, frente a la propuesta conductista.

c 144 Comunidad internacional


(Grocio) y la revolucionaria/universalista (Kant), respectiva- compartido de su carácter unitario. Afirma que existe una
mente (Bull, 1977: 26). Mientras que los realistas enfatizan pluralidad de comunidades internacionales definidas como
y se concentran en el aspecto de anarquía internacional, los colectividades de actores políticos regionales que mantie-
racionalistas se enfocan en el diálogo e interacción inter- nen relaciones formales y continuas entre ellos en materia
nacional, y los revolucionario/evolucionistas en la unidad internacional sobre la base de normas políticas y de proce-
moral de la sociedad internacional. Según esta escuela de dimientos —todo lo cual orienta el término hacia la noción
las relaciones internacionales, comunidad internacional su- de sociedad— (Buzan, 2004: 113).
giere solidaridad y cohesión y los elementos que considera Chris Brown hace una distinción aguda entre sociedad,
necesarios para configurarla son interdependencia, interac- comunidad y sistema (2000: 92-94). Brown sostiene que el
ción, valores comunes e instituciones. En el extremo opuesto, sistema existe en tanto que las reglas y regularidades exis-
anarquía internacional sugiere desorden y caos, y supone un ten en el mundo, las cuales son producto únicamente de la
permanente estado de guerra entre los Estados. Así, sociedad interacción de las fuerzas y están desprovistas de todo con-
internacional concibe a las relaciones internacionales hasta tenido normativo. Es importante señalar que el término
cierto punto ordenadas, sujetas a restricciones mutuas, que sistema mundial es asociado con la tradición neomarxista y
emanan de un cierto interés compartido en la coexistencia con teóricos de la dependencia como Immanuel Wallerstein,
(Stern, 2000). La tradición grociana, de la que se desprende el quien ha señalado que las fuerzas que predominan en el sis-
término de sociedad internacional, sugiere que —a diferencia tema mundial son fuerzas socio-políticas-económicas, cuyos
de los hobbesianos— los Estados no están involucrados en componentes son Estados y clases. El realismo estructural o
una simple lucha permanente, sino limitados en sus conflic- neorrealismo es un enfoque ciertamente influyente respecto
tos por reglas e instituciones comunes, y en contraste con los de la idea de un sistema mundial, en tanto que entiende el
kantianos, acepta la premisa de que son los Estados la rea- orden como producto únicamente del balance y el equilibrio
lidad principal de la política internacional (Bull, 1977: 26). de poder (92-94).
La sociedad internacional se refiere a la institucionalización En este marco, el término comunidad se sitúa en el lado
de intereses compartidos e identidad entre Estados, y pone en opuesto del concepto de sistema, en razón de que entraña
el centro de la teoría de las relaciones internacionales el man- la idea de que cualquier orden existente en una comunidad
tenimiento de normas, reglas e instituciones. Barry Buzan se fundamenta normativamente, basado en relaciones que
reconoce la definición anterior como una sociedad interesta- constituyen una red de demandas, derechos y obligaciones
tal (2004: XVII). Para Geofrey Stern, el término es empleado mutuas que vinculan a las personas de forma cualitativamen-
en general para referirse a la red de relaciones internacionales te diferente a las fuerzas impersonales que crean un sistema.
razonables y racionales, ordenadas y predecibles, a pesar de En este sentido, la noción de comunidad sugiere la idea de
la ausencia de un gobierno global o de un sentido global de intereses comunes o, por lo menos, exige una identidad co-
solidaridad. Hedley Bull se refiere a la sociedad internacional mún emergente. La noción de comunidad a escala mundial
como un grupo de Estados (más generalmente, un grupo de implica, entonces, una creencia cosmopolita en la unidad de
comunidades políticas independientes) que no conforman la humanidad que pudiera encontrar expresión en las estruc-
propiamente un sistema en el sentido de que la conducta de turas de un gobierno mundial. Los elementos centrales que
cada miembro es necesariamente un factor de cálculo para los conciernen al concepto de comunidad son la unidad basada en
otros, sino que también han establecido un diálogo y reglas e nociones de empatía, resistencia ante fuerzas e ideas sociales
instituciones comunes consensuadas, y reconocen su interés —que dividen lealtades y debilitan el sentido de humani-
común para el mantenimiento de esos arreglos (Bull y Watson, dad— y un rechazo a ver el orden como algo que emerge
en Albert et al., 2000: 7). simplemente de la interacción entre fuerzas.
Algunos proponentes de la escuela clásica inglesa han ela- Brown sitúa el término de sociedad precisamente entre los
borado contribuciones importantes en cuanto a la distinción términos sistema y comunidad. La sociedad carece de la unidad
entre comunidad y sociedad. Martin Wight (1978), pionero afectiva de comunidad y es una forma de asociación basa-
de la Escuela Clásica Inglesa, establece que un sistema de da en un sistema normativo que emerge de las necesidades
Estados no podría formarse sin cierto grado de unidad cul- de cooperación social, pero que no requiere necesariamente
tural entre sus miembros. Esta afirmación refuerza la esencia compromiso alguno para el logro de proyectos, intereses o
sociológica de la comunidad como base de la formación iden- identidad común, más allá de lo que requiere para la coexis-
titaria de la comunidad internacional. Bull (1977) sostiene a tencia pacífica entre Estados. Asimismo, este autor sostiene
su vez que la existencia de la sociedad recae en la presencia que mientras que la sociedad internacional se limita a una
de mecanismos racionales y reglas de coexistencia que limitan “sociedad de Estados”, la comunidad internacional incluye,
el uso de la fuerza, proveen las bases para dotar de santidad además de los Estados, otros actores como los individuos,
a los contratos y generar los acuerdos para la asignación de todo lo cual lleva a discutir la estructura de la sociedad y la
derechos de propiedad. comunidad internacionales.
Por su parte, Bruce Cronin sostiene que la comunidad De acuerdo con la escuela inglesa, sólo los Estados son
requiere cierto grado de cohesión de grupo y un sentido miembros de la sociedad internacional. Los actores no estata-

Comunidad internacional 145 c


les no son considerados por la escuela inglesa como miembros Wendt la diferencia fundamental entre sociedad y comuni-
de la sociedad internacional a la par que los Estados, ya que dad se basa en el debate sobre la forma y profundidad de la
estos actores se hallan subordinados a los Estados en tanto socialización (Buzan, 2004: 115-116). Brown, por su parte,
que no pueden actuar de manera totalmente independiente no sugiere una progresión entre los términos, pero menciona
( Jackson y Sorensen, 2003: 142). un debate sobre la deseabilidad de la sociedad y la comuni-
Wight sugiere que la sociedad internacional o “Sociedad dad. Generalmente se acepta que una verdadera comunidad
de Estados” posee cuatro peculiaridades que la diferencian de mundial es una versión inalcanzable de orden internacional,
cualquier otra sociedad, a saber: a) que es una sociedad única mientras que la sociedad internacional es percibida de dos
compuesta primaria e inmediatamente de otras sociedades formas principalmente: como una opción alcanzable para
más organizadas, llamadas Estados; b) que el número de sus mantener la naturaleza pluralista del mundo moderno o
miembros es reducido; c) que los miembros de esta sociedad como una versión incompleta e insatisfactoria de un orden
son más heterogéneos que los miembros de las sociedades pri- internacional ideal.
marias (seres humanos individuales), dado que la disparidad en Referente obligado en el estudio comparado del con-
cuanto a tamaño, recursos, población, ideales culturales y arre- cepto de comunidad internacional es el análisis propuesto
glos sociales son mayores y la heterogeneidad, más acentuada por Goldsworthy Lowes Dickinson, desde el cual nace el
por el reducido número de miembros, y d) que los miembros cuestionamiento de la existencia de una sociedad inter-
de la sociedad internacional son, en general, inmortales (1978: nacional como resultado de la existencia de la anarquía
106-107). Asimismo, define a las instituciones que mantienen internacional (Bull, 1977: 46). De acuerdo con este en-
a la sociedad internacional: diplomacia, alianzas, garantías, foque, como consecuencia del estado de anarquía, los
guerra y neutralidad. Estados no pueden formar ningún tipo de sociedad, ya que
La evidencia más esencial de que la sociedad internacio- no están subordinados a una autoridad común.
nal existe es la existencia misma del derecho internacional. Bull descubre debilidades importantes en este argumento
En línea con este argumento, Wight ratifica la suposición validando como resultado la existencia de la sociedad inter-
de que la sociedad internacional está formada por Estados nacional, a pesar de la carencia de un gobierno internacional,
al afirmar que los sujetos del derecho internacional son úni- aunque acepta que existe un relativo estado de guerra en el
camente Estados y no individuos y, por lo tanto, la sociedad sistema internacional moderno. En primer lugar, Bull comen-
internacional es la suma de todos aquéllos que poseen per- ta que el sistema internacional moderno no es igual al estado
sonalidad internacional. Tal afirmación puede corresponder natural hobbesiano respecto de los siguientes aspectos: a) la
a la concepción clásica del derecho internacional. No obs- ausencia de un gobierno mundial no implica necesariamen-
tante, desde que el monopolio del Estado como sujeto por te un obstáculo para la industria y el comercio y, de hecho,
excelencia de derecho internacional terminó, la doctrina ha no es incompatible con la interdependencia económica in-
incluido una amplia y variada gama de sujetos además de los ternacional, y b) en las relaciones internacionales modernas,
Estados. Por lo tanto, si la sociedad internacional es la suma aun a pesar de la ausencia de un gobierno universal, existen
de todos aquéllos que poseen personalidad internacional, la nociones de lo correcto e incorrecto, de la justicia y la injus-
interpretación del término se acercaría más a la noción de ticia, incluida la noción de propiedad. En segundo lugar, Bull
sociedad mundial. establece que un gobierno mundial no sería en ningún caso el
Para algunas corrientes de las relaciones internacionales, único mecanismo de orden en un Estado moderno: el interés
sistema, comunidad y sociedad son etapas evolutivas de un recíproco, el sentido de comunidad o la voluntad general, el
mismo entorno. En la tradición sociológica de Tönnies, la hábito o la inercia tienen un peso importante en el mante-
comunidad es un estado superior a las relaciones racionales nimiento del orden. De acuerdo con el estado de naturaleza
y superficiales que se dan en la Modernidad. En este mismo de Locke, aun careciendo de una autoridad central capaz de
tenor, los solidaristas sugieren que el sentido de comuni- interpretar y hacer valer la ley, los miembros individuales de
dad, como afinidad normativa, emergerá de la práctica de la la sociedad pueden, ellos mismos, juzgar y hacerla cumplir.
sociedad. Por el contrario, comunidad en el sentido de una Finalmente, Bull argumenta que la anarquía entre Estados es
cultura compartida, según Wight, precede al desarrollo de tolerable en un grado mayor al que sostienen los individuos
una sociedad internacional. Se identifica así al sistema in- en sociedades primarias. Comparativamente, los Estados
ternacional, la sociedad internacional y la sociedad mundial son menos vulnerables a la destrucción que los individuos.
como etapas acumulativas, y a la sociedad mundial como la Son aislados los casos en que los Estados se han extinguido.
forma social más desarrollada del sistema mundial. Además de que los Estados no son igualmente vulnerables
Desde el enfoque constructivista, Alexander Wendt su- entre ellos como sí lo son los individuos.
giere que toda interacción social involucra la reproducción La diferenciación previa entre sociedades primarias (cons-
de los intereses e identidades de los agentes involucrados; tituidas por individuos) y de segundo orden (constituidas
por lo tanto, todas las estructuras sociales representadas por por Estados) es también un elemento de debate. Algunos
Hobbes, Locke y Kant están ligadas a la identidad y son, con- internacionalistas —de tendencia revolucionario/universa-
secuentemente, especies de comunidad. En todo caso, para lista— rechazan la idea de “sociedades de segundo orden”

c 146 Comunidad internacional


sobre el argumento de que toda sociedad se conforma por (Völkerrechtsgemeinschaft) (1998: 266-277) existe a partir del
seres humanos individuales; desechan como consecuencia supuesto de que este derecho obliga a los sujetos implicados
cualquier concepto de sociedad internacional y aceptan úni- confirmando, por un lado, la existencia de una “comunidad
camente la idea de sociedad mundial ( Jackson y Sørensen, de Estados” (ubi societas, ubi jus), y por otro, proporcionando
2003: 150-151). la estructura normativa necesaria para una comunidad (ubi
En el proceso de globalización y ante el surgimiento de jus, ubi societas).
actores no estatales protagonistas en el orden internacional, Santi Romano (1963) argumenta que el derecho interna-
se ha utilizado el término sociedad mundial, que la escuela cional es concebido por la existencia misma de una comunidad
clásica inglesa ha conceptualizado como aquélla compuesta de Estados, que necesariamente implica un sistema legal que
de individuos, organizaciones no estatales y, en todo caso, de la constituya y la gobierne. Rolando Quadri (1988), aunque
la población global como el punto central de los arreglos e con un enfoque propio del realismo, desarrolla el carácter bidi-
identidades societales globales, con lo que trasciende el sis- mensional de los Estados, en el que, por un lado, actúan como
tema de Estados como núcleo central de análisis de la teoría entidades individuales en una dimensión horizontal e igua-
de las relaciones internacionales. En este sentido, la sociedad litaria (uti singuli), mientras que por otro, en una dimensión
mundial va más allá del Estado, hacia estadios decididamen- vertical. Cada Estado individual se encuentra bajo presión de
te más cosmopolitas respecto de cómo la humanidad está o la voluntad colectiva del resto, todo lo cual nos muestra a los
debería estar organizada. Estados actuando uti universo. Así como valida la existencia de
Existen principalmente dos maneras de utilizar el tér- la comunidad internacional, igualmente invalida la existencia
mino. Hedley Bull lo identifica como una idea especializada del derecho internacional, dada la calidad superiorem non re-
para capturar la dimensión no estatal del orden social de la cognoscentes de los Estados y como resultado de la inexistencia
humanidad. Por otro lado, el enfoque sociológico usa este de una autoridad capaz de hacerlo valer. Únicamente los Es-
concepto en un intento de capturar la dimensión macro de tados más poderosos son capaces de proyectar a la comunidad
la organización social humana en su totalidad (Buzan, 2004). internacional.
En el enfoque sociológico (Shaw, Luard, Burton, Luhman, Focarelli destaca un hecho fundamental al reconocer que,
World Society Research Group), el término sociedad mundial por más útiles que sean las diferencias de términos para iden-
se acerca más al uso que la escuela inglesa le da al término tificar el grado de interacción entre actores internacionales,
sistema mundial. Buzan considera ambos conceptos como las distinciones son difícilmente aplicables al investigar el
complementarios al afirmar que la sociedad internacional significado legal último de la interacción entre Estados, razón
provee de un marco político sin el cual la sociedad mundial por la cual el término de comunidad internacional es aplicable
enfrentaría todos los peligros de la anarquía primigenia, y que, simplemente para Estados en su conjunto (2007: 51-70).
a su vez, la sociedad mundial provee una base de Gemein­ Se ha cuestionado si la comunidad internacional tiene
schaft sin la cual la sociedad internacional se estancaría en un personalidad jurídica, si se trata de una ficción jurídica o si
nivel básico (Buzan, 2004: 351). Ya sea sociedad, comunidad únicamente son sujetos de derecho internacional los ele-
o sistema internacional, los proponentes de la escuela clásica mentos políticos que la constituyen. En el estado actual del
inglesa afirman que el objeto de estudio son las condiciones derecho internacional, se dice que la comunidad internacional
del orden social internacional presente y posible en el marco no es sino un “sujeto menor del derecho”. Sujeto menor por
de la anarquía internacional (Evans y Newnham, 1998: 276). su limitada capacidad de ejercicio directo de sus derechos y
Aun entre teóricos de las relaciones internacionales, del obligaciones (pouvoir de juissance) y porque necesita ser re-
derecho internacional y de la sociología internacional, el conocida en la forma de un sujeto de derecho internacional
debate sobre los términos comunidad internacional, sociedad para legitimarse jurídicamente; es decir, en el Estado actual
internacional y sociedad mundial no se ha agotado. Quedan del derecho internacional, la comunidad internacional nece-
algunas cuestiones por resolver, como el hecho de que el tér- sita erigirse en la forma de una organización internacional
mino comunidad se refiera al aspecto interno de la estructura (Quoc, Daillier y Pellet, 1999: 400). Sin embargo, la noción
(en el sentido de la identificación entre sus miembros y el de comunidad internacional como sujeto del derecho interna-
sentido universal de identidad), lo que resulta problemático cional ha mostrado capacidad de autorizar la reglamentación
porque implica la existencia de otro, un ambiente exterior de intereses colectivos que no son cubiertos por la jurisdic-
contra el cual se define y delinea su identidad; así, ¿son acaso ción de los Estados o de las organizaciones internacionales.
las organizaciones terroristas o los Estados fallidos los que El concepto de comunidad internacional de Estados en su
constituyen este ambiente exterior de intereses opuestos? conjunto es una expresión que se ha encontrado en un gran
Por otro lado, la generalización del sistema de valores oc- número de provisiones legales y decisiones judiciales. Por
cidentales y, en un momento, propios del mundo cristiano, ejemplo, en la Convención de Viena sobre el Derecho de los
cuestiona también la amplitud del término y la posición de Tratados, el artículo 53 se refiere a la “Comunidad interna-
otras tradiciones en la estructura referida. cional de Estados en su conjunto” para definir el principio
A partir del derecho internacional, Simma y Paulus esta- de ius cogens, y también en el estatuto de la Corte Penal
blecen la noción de que una comunidad legal internacional Internacional. De hecho, “Comunidad internacional de Es-

Comunidad internacional 147 c


tados en su conjunto” es más frecuentemente encontrado en de equidad entre Estados y los derechos de los Estados en
provisiones legales y decisiones relativas al jus cogens y obli- sus jurisdicciones domésticas.
gaciones erga omnes.4 Para algunos, la firma de los tratados de Westfalia en 1648
En esta estructura normativa, la Carta de Naciones es el punto de referencia más preciso del surgimiento de un
Unidas ha sido interpretada como la constitución de la Co- nuevo sistema internacional. Geoffrey Stern menciona que
munidad internacional (Verdross y Simma, 1976), aunque en por ende es también el punto de referencia del surgimiento
este caso, la noción de constitución no es justamente la que de la sociedad internacional moderna, en tanto que marca el
espera imponer una forma específica de gobierno sobre todas inicio del sistema de Estados europeos. La Paz de Westfa-
las naciones, sino que sólo intenta mantener la estabilidad y lia introdujo como características fundamentales del nuevo
preservar el orden internacional en el que los derechos básicos sistema internacional el principio de la soberanía del Estado,
e intereses de los individuos y sus comunidades sean tomados la igualdad entre Estados y la no intervención, así como la
en cuenta, y los conflictos sean arreglados de manera pacífica promesa de apego al derecho internacional entendido como
(Fassbender, 1998). un cuerpo de reglas no impuestas, sino establecidas entre los
Estados soberanos (self-enforced body of rules). La diplomacia
Líneas de investigación y debate como instrumento para minimizar el desorden internacio-
contemporáneo nal y el balance de poder para impedir la dominación de un
bloque de países completan, por último, el esquema (Stern,
Bull revisa la evolución de la sociedad internacional partiendo 2000: 84).
de lo que estima como su primera conformación: la sociedad Woodrow Wilson, en su discurso de 1914, propone la
internacional cristiana (1977: 27). Esta sociedad internacio- construcción no de un balance sino de una comunidad de
nal estuvo vigente en los siglos xvi, xvii y xviii. Los valores poder, lo que para muchos es, de hecho, la inauguración del
que sostenían esta sociedad son cristianos y regían el derecho nuevo orden internacional. En el siglo xx, la sociedad inter-
natural como paradigma legal. No existe una guía clara sobre nacional deja de considerarse únicamente europea para ser
quiénes eran los miembros que la constituían (los individuos considerada mundial (Bull, 1977: 38). Si bien durante los
como portadores últimos de derechos y obligaciones): las re- siglos xviii y xix el positivismo se constituyó en la fuente
glas de coexistencia se basaban en la noción de una sociedad de las normas de la conducta internacional, en el siglo xx se
universal. Tampoco se definía el cuerpo de instituciones que tiende a un regreso a los principios del derecho natural. Se
podían derivar en la cooperación entre Estados. ha prestado menos atención a la cooperación entre Estados
En una segunda configuración, surge la Sociedad Interna- y más a los principios que pretenden establecer la manera
cional Europea como una suerte de asociación internacional en que se deberían comportar. En el siglo pasado reaparecen
por excelencia (33). Emerge cuando los vestigios de la cris- los supuestos universalistas o solidaristas en el marco mismo
tiandad occidental desaparecen de la teoría y de la práctica, en que las reglas de coexistencia están formuladas. Existe un
cuando el Estado se articula en su totalidad y un cuerpo de énfasis en la idea de una sociedad internacional reformada
prácticas interestatales se acumula para su estudio. En esta o mejorada. Bull argumenta que en el siglo xx se ha desa-
época, el derecho natural da paso al derecho positivo y aparece rrollado un rechazo por las organizaciones internacionales y
un sentido de diferenciación cultural de enorme significado. el balance de poder, una denigración de la diplomacia y una
Las entidades no europeas eran admitidas siempre y cuando tendencia a remplazarla por una mera administración inter-
cumplieran los estándares de civilización establecidos por nacional, y el regreso a confundir el derecho internacional
los europeos. En este momento, la sociedad internacional con un sistema normativo.
se constituye en sociedad de Estados o naciones. El cuerpo En general, pueden identificarse tres momentos claves
de reglas consuetudinarias y la ley de tratados acumulada para la evolución del sistema internacional y, por ende, de la
representaba la guía de lo que se debía hacer. En esta socie- comunidad/sociedad internacional: con la Paz de Westfalia,
dad, se liberaron de los supuestos universalistas y solidaristas la sociedad internacional toma una dimensión diferente post
para reconocer las características de la sociedad anárquica. Guerras Napoleónicas; Versalles la confirma y amplía, mien-
El derecho de las naciones remplaza al derecho natural (de- tras que se completa en 1945, con la creación de Naciones
recho entre naciones, mas no común a todas las naciones). Unidas. Aún es tema de discusión la supuesta transformación
La transición se completa cuando el derecho de las nacio- de la sociedad internacional; sin embargo, diversos autores5
nes se traduce en derecho internacional (término acuñado afirman que, a pesar de los cambios importantes desde la paz
por Jeremy Bentham en 1789). Los teóricos de este tiempo de Westfalia, éstos no prevén el surgimiento en 1945 de toda
reconocieron la soberanía como regla básica de coexistencia una nueva sociedad internacional (Stern, 2000: 84-85). Y esta
y desarrollaron principios como la no intervención, la regla sociedad internacional se halla, en pleno siglo xxi, en el marco
de una crisis de su conformación política y conceptualización

4 Reglas imperativas del derecho internacional, aplicables a todos 5 Véase: Morgenthau, 1967; Khanna, 2009; Ikenberry, 2011;
los sujetos, respectivamente. Wohlforth, 1999 y Kissinger, 2014.

c 148 Comunidad internacional


teórica y ante la enorme necesidad de reformularse y recons- Quoc Dinh, Nguyen, Patrick Daillier y Alain Pellet (1999),
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Adoptando una terminología sociológica más rigurosa, la
Quadri, Rolando (1988), Scritti giuridici i diritto internazionale pu-
bblico, Milano: Milano-Dott. A. Giuffrè Editore. confianza puede definirse como “la expectativa de experien-
cias con valor positivo para el actor, concebida en condiciones
de incertidumbre, más en presencia de una carga cognitiva

Confianza 149 c
y/o emocional dotada de características que permiten superar tégicos. Aun sin adoptar el léxico habermasiano del mundo
el umbral de la mera esperanza” (Mutti, 1994: 80). de la vida (Lebenswelt), puede sostenerse con facilidad que la
Aunque en el léxico cotidiano es frecuente la superposi- confianza es un recurso fundamental en el actuar comunica-
ción entre confianza y esperanza (como cuando se utiliza la tivo (de cualquier acción dirigida al entendimiento).
expresión “tengo confianza en que...”), es oportuno distinguir Por otra parte, la confianza en las instituciones se sitúa en
a la confianza, entendida como una disposición orientada ha- un escalón sucesivo de la escala evolutiva respecto de la con-
cia la conducta de otros actores sociales, de la esperanza, que fianza en el círculo cercano, y también deriva de un conjunto
es una espera positiva de un evento cualquiera. de expectativas formuladas en condiciones de incertidumbre
La confianza es, ante todo, un recurso socio-moral y un y dotadas de una connotación positiva para el actor social.
bien común, que no puede producirse artificialmente, sino La confianza sistémica es una expectativa general sobre la
que se genera mediante un proceso evolutivo; es, por tanto, persistencia y la estabilidad del mundo social y la validez de
un resultado acumulativo —involuntario, al menos en parte— las reglas que gobiernan sus interacciones.
de acciones orientadas hacia algo distinto (Donolo, 2009: El criterio que permite distinguir entre la confianza
5). Sin embargo, al igual que es un recurso escaso, también interpersonal y la institucional es la presencia o la ausencia
es un bien precario, y en esta última calidad se encuentra en de elección entre diferentes alternativas: si, por una parte,
riesgo permanente. en la relación interpersonal estoy en la posibilidad de ele-
Por otra parte, la confianza es un potenciador de la so- gir en cuáles individuos concretos confiar —a qué personas
cialización, ya que activa una espiral virtuosa en la cual las otorgar mi confianza—, la relación con las instituciones
relaciones sociales se intensifican. La espera de la cooperación presenta, en cambio, una naturaleza asimétrica y un carác-
de los demás y de su respuesta a las expectativas del sujeto es ter de obligatoriedad. No puedo evitar enviar a mis hijos a
reforzada por una disposición psíquica específica: la apertura la escuela, ni dejar de hacer uso del sistema de salud o de
hacia el mundo humano, que es lo opuesto de la misantropía. justicia (Sciolla, 2009).
De las situaciones de inseguridad extrema derivan los La confianza y la responsabilidad son conceptos íntima-
momentos de creatividad social más intensa y las revolucio- mente relacionados, pues todas las formas de confianza tienen
nes tecnológicas, políticas y culturales. Así, el lento y gradual en común su relación con las modalidades de comportamien-
progreso evolutivo de las instituciones depende de la acumu- to que calificamos como responsables. Tenemos confianza
lación del capital de confianza. en nosotros mismos en la medida en que nos consideramos
La confianza adopta múltiples aspectos: la confianza en sí sujetos con actuación responsable y con la capacidad de
mismo, que es condición para la autoestima, la confianza en cumplir con los compromisos y las promesas. Análogamente,
los demás (interpersonal), y la confianza en las instituciones tenemos confianza en los demás, no tanto por su calidad de
(sistémica). El apego del niño a su madre es, en la ontogénesis personas dotadas de poder, sino por sus cualidades morales
de la personalidad, el espacio en el cual se forma su confianza que las hacen confiables. La confianza en las instituciones
hacia el mundo; esto es, la creencia en la disponibilidad del también está vinculada a la expectativa de que éstas actúen
otro para satisfacer las expectativas propias. Sin embargo, en con base en el principio de responsabilidad —entendido
el transcurrir de la socialización, el individuo experimenta el como fundamento de una ética que no sólo obliga hacia el
hecho de que esa confianza sólo puede justificarse en el marco “prójimo”, sino también hacia las generaciones venideras, de
de un sistema de prestaciones mutuas. Para la formación de acuerdo con la definición de Hans Jonas—.
una personalidad abierta y cooperativa, es esencial que —aun De igual importancia es el nexo que se establece entre
externamente respecto de las relaciones parentales— el in- confianza y solidaridad. Esta última, entendida como dispo-
dividuo tenga experiencia de conductas altruistas. En efecto, nibilidad de los individuos para prestarse ayuda recíproca, es
como ya constataron los filósofos morales del siglo xvi, en una precondición de la confianza, del mismo modo en que
la economía de las relaciones humanas el altruismo es un ésta se constituye a su vez como un recurso fundamental para
importante generador de confianza. la realización de actos solidarios. Retomando una distinción
Los estudiosos de psicología social se han preguntado, en formulada con especial precisión por Kurt Bayertz y M. Bau-
diversas ocasiones, si —y en qué medida— la confianza en sí mann (2002), la confianza se encuentra en los cimientos tanto
misma favorece la existencia de otras formas de confianza, y de la “solidaridad comunitaria” —que nace a partir de una
si la confianza en los círculos próximos (la familia y las amis- pertenencia común— como de la “solidaridad en la lucha”,
tades) es un vehículo o un obstáculo para el desarrollo de la que se pone en marcha en el intercambio de ayuda material
confianza en las instituciones. y simbólica entre aquéllos que luchan por la realización de
Eric Erikson, en Identity: Youth and Crisis (New York, sus derechos. En efecto, para emprender una acción común
1968), definió como confianza básica la relación que se es- de lucha, es necesario que se establezca un alto grado de
tablece entre la confianza en sí mismo y la confianza en los confianza entre los “combatientes”.
otros. La confianza personal es la expectación de la sinceridad La confianza no sólo depende de la performance de las
y de la confiabilidad del Otro: aquél que confía en el Otro instituciones y de la manera en que es percibida por sus
espera que éste no trastorne la comunicación con fines estra- usuarios, sino también de factores culturales, en gran medida,

c 150 Confianza
independientes de su funcionamiento efectivo (Cavalli, 2009: de las instituciones basada en la confianza. En John Locke,
31). Por una parte, la confianza puede basarse en las relacio- de especial modo, el concepto de trust se convierte en un ele-
nes de vecindad, parentesco o comunidad de raíces culturales; mento central de la teoría política: en él se apoyan las ideas
por la otra, las culturas económicas y políticas presentes en de representación y el concepto de gobierno representativo.
la sociedad ejercen una influencia notable en el incremento En la temporada clásica de la democracia representativa
o debilitamiento de las relaciones de confianza en su interior. parlamentaria, los representantes eran elegidos sobre la base
La instauración de relaciones de confianza tiene como de la confianza personal, ligada a sus redes de relaciones so-
supuesto una tasa moderada de transformación, como suce- ciales y a su notoriedad. El representante parlamentario es
de en las sociedades tradicionalistas. Cuando se verifica una un fiduciario supervisado. Además, desde ese entonces en el
aceleración en el cambio, esas relaciones, aunque no pierden pensamiento de Locke se encuentra la distinción entre con-
relevancia, son sometidas a estrés. fidence y trust, a saber: entre una sencilla disposición anímica
En las sociedades modernas, y especialmente en el caso y una estrategia consciente.
de los sistemas tecnológicos complejos, se comienza a ha- El contractualismo sólo es una de las muchas líneas de
blar de confiabilidad. En esta última, el componente objetivo pensamiento que han contribuido al análisis teórico de la
tiene la primacía sobre el subjetivo, que suponía contar con confianza, ya que no tiene inferior relevancia la escuela que
las cualidades de la persona, las cuales debían conocerse y investigó la formación de las convenciones desde una pers-
haberse puesto a prueba (la relación de vecindad y la cos- pectiva evolucionista, y cuyo mayor exponente fue David
tumbre de los encuentros en los mercados o en ocasión de Hume.
rituales religiosos, por ejemplo, que en las sociedades tra- La sociología, por otra parte, desde su estación clásica,
dicionales son condiciones previas para la instauración de se ha planteado interrogantes acerca de la confianza como
la relación de confianza). recurso socio-moral. Esta disciplina basa su planteamiento
científico en la crítica del paradigma contractualista, pues
Historia, teoría y crítica afirma que no se trata sólo de explicar la génesis de la confian-
za desde las reglas contractuales, sino de explicar la génesis
A partir de la teoría aristotélica de la philia (amistad), una de las reglas contractuales a partir de relaciones preexistentes de
entera tradición de pensamiento se ha dedicado a la reflexión confianza. Esta última se relaciona con lo que Durkheim llamó
sobre las relaciones de confianza que constituyen el tejido los supuestos precontractuales del contrato.
social. Los vínculos personales basados en la confianza son Los aspectos alrededor de los cuales los estudios so-
un elemento fundamental en todas las sociedades donde ciológicos se han concentrado de especial manera son la
prevalecen las relaciones de tipo clientelar: el feudalismo interiorización de los valores, la solidaridad colectiva en
occidental ofrece un ejemplo sobresaliente de sistema so- calidad de sentimiento del “nosotros” (conciencia nacional,
ciopolítico fundado en relaciones de confianza. Por otra conciencia de clase) y los intercambios en reciprocidad.
parte, en el mundo entero —como lo evidenciaron algunos En la Edad Moderna, el primer sociólogo que se ocupó
clásicos de la sociología como Max Weber, Vilfredo Pareto explícitamente de la confianza fue Georg Simmel, en su Fi-
y Gaetano Mosca— se afianzaron aglomeraciones políticas losofía del dinero (1900), en que la relación entre la confianza
comparables con los reinos feudales de la Europa medieval. como recurso social y la génesis de las instituciones capita-
El mercado de las sociedades modernas también genera listas es indagada acuciosamente. Simmel muestra que la
confianza (de los clientes ante sus proveedores, de los acree- confianza se constituyó en el factor decisivo para posibilitar
dores hacia sus deudores, etcétera), como —desde Adam el tránsito de la moneda dotada de valor intrínseco al papel
Smith— lo reconocieron los clásicos de la economía po- moneda, que tiene un valor puramente simbólico, lo cual, a
lítica. Lo anterior se da bajo la condición de que todo esté su vez, hizo posible el nacimiento del crédito y las activida-
debidamente regulado y, por lo tanto, de que se encuentre des bancarias.
en condiciones de incentivar un comportamiento virtuoso En el capítulo dedicado al secreto, de su obra Sociología
(o correcto: el respeto de los acuerdos contractuales) de los (1908), Simmel volvió sobre el mismo tema desde una pers-
proveedores de bienes y servicios. Desde el nacimiento de la pectiva más general, en la cual reflexionó sobre los procesos
economía política, los científicos sociales mostraron, además, decisionales bajo condiciones de ignorancia relativa. Planteó
que el mercado funciona como acumulador de información que las relaciones de confianza se instauran cuando los ac-
dispersa (en la obra de Friedrich August von Hayek se en- tores sociales se encuentran en una situación caracterizada
cuentra una síntesis de esta argumentación, al igual que en por fuertes limitaciones cognitivas. Para él, la confianza es un
otros autores de la escuela austriaca de economía); sin em- puente que permite superar el abismo entre el conocimiento
bargo, mostraron también que el mercado necesita a su vez y la ignorancia: “Quien conoce completamente no tiene ne-
la confianza recíproca entre sus actores. cesidad de confiar, y quien nada sabe no puede, sensatamente,
El elemento estabilizador de las asociaciones humanas confiar” (1998: 299).
consiste en la observancia de los mutuos acuerdos. El contrac- Sigue siendo Simmel el autor de la distinción entre
tualismo moderno puede concebirse como una teoría general la confianza basada en el reconocimiento de las cualida-

Confianza 151 c
des personales y la confiabilidad, que postula la existencia intercambiados, evidentemente las relaciones de confianza
de instituciones que garantizan una objetivación de los desempeñan un papel esencial. Esto mismo sigue siendo
comportamientos con características que redimensionan decisivo en las formaciones sociales híbridas, a saber: las so-
significativamente el papel de la conciencia personal (sin ciedades tradicionales arrolladas por un tumultuoso proceso
que ésta desaparezca nunca por completo). La certeza moral de modernización. El conjunto de la teoría de la economía
subroga el déficit de conocimientos. Sin embargo, el nivel de informal atribuye a la confianza una función de “cemento
conocimiento personal requerido por las relaciones de con- social”, de factor integrativo.
fianza varía junto con la naturaleza de estas últimas: Por su parte, las ideologías de autogobierno de la sociedad
apuestan a la intensificación de las relaciones de confianza,
El comerciante que le vende cereales —o petróleo— pues identifican en la abstracción jurídica un mal, o por lo
a otro, sólo necesita saber si éste es solvente por el menos un instrumento de hegemonía, incompatible con una
importe correspondiente; pero, desde el momento en democratización auténtica.
que acepta a otro como socio, no sólo debe conocer su La confianza no sólo es un recurso para la economía in-
situación patrimonial y algunas de sus cualidades de formal, sino también, en general, para toda forma de acción
tipo general, sino también examinar su personalidad económica. En efecto, la actuación económica del mercado se
profundamente; debe conocer su honorabilidad, su funda en la mutua confianza, en la honestidad de los sujetos
tolerabilidad, su temperamento audaz o tímido, y en que intercambian entre ellos bienes y servicios.
este conocimiento recíproco no sólo se basa el inicio En la base de la conducta empresarial, también se en-
de la relación, sino toda su continuación, las acciones cuentra una fuerte inversión de confianza: en la capacidad
cotidianas y comunes y la división de las funciones de de innovación del empresario, en la calidad productiva de los
los asociados (300). trabajadores, en los mecanismos de distribución del merca-
do, en la tendencia del consumidor a premiar la calidad de
Simmel también ilustra el carácter especial de la confianza los productos.
interpersonal que es propia de las sociedades secretas: éstas La confianza, asimismo, desempeña un papel esencial en
son “una educación muy eficaz del vínculo personal entre la regulación de las relaciones entre la economía productiva
hombres” , en virtud de su “capacidad de saber callar”. y el crédito. En este aspecto, la historia del capitalismo es la
El concepto de confianza ha visto acrecentada ulte- historia de redes cada vez más extensas y sofisticadas de re-
riormente su propia centralidad en las ciencias sociales del laciones de confianza.
siglo xx: en su análisis contribuyeron diversas líneas de Por último, el recurso socio-moral de la confianza es im-
pensamiento, desde las que privilegiaron las interacciones portante también al imponer disciplina en la competencia:
simbólicas, hasta las que se concentraron en los estudios en ella, un buen nivel tiene el efecto de promover conductas
comunitarios, y hasta las teorías sistémicas mismas. En el correctas y respetuosas de las exigencias del consumidor, y
planteamiento de Niklas Luhmann, autor de una impor- por lo tanto, se constituye en un generador de confianza en
tante obra sobre este tema, el acto de confianza, una vez el interior del sistema de mercado.
iniciado, pone en marcha un mecanismo de reducción de Los operadores, al igual que los analistas, concuerdan
la incertidumbre y de la complejidad social. unánimemente en considerar que en la economía capitalis-
Tampoco han faltado en la producción escrita los análisis ta el verdadero fundamento del poder privado se encuentra
dirigidos a echar luz sobre el papel de las creencias religiosas en la red de relaciones de confianza en el ámbito financiero.
en la generación de la confianza interpersonal e institucio- Así es como la actividad de colocación de los capitales se
nal: aun recientemente se ha identificado a la confianza en sitúa en el interior de una red de relaciones de confianza
la ley como sustituto de la confianza en la Verdad revelada basadas, en primera instancia, en el parentesco y en procesos
(Supiot, 2005). Por otra parte, históricamente las iglesias de socialización compartidos y, en segunda instancia, en las
operaron poderosamente como colectores y redistribuidores pertenencias culturales en común (étnicas, religiosas, polí-
de la confianza en las instituciones. ticas). Sólo es a partir de la base de estos sentimientos de
confiabilidad recíproca que se hace posible recibir crédito y
Líneas de investigación y debate tomar decisiones arriesgadas (Pizzorno, 2007: 322).
contemporáneo A partir de estas consideraciones, el problema que se plantea
actualmente para las ciencias sociales es la valoración de la medi-
La economía guarda relaciones complejas con la confianza, da en la cual la globalización y la financiarización de la economía,
y su déficit —hoy presente en numerosos sectores de la vida que tuvieron lugar durante las últimas décadas, contribuyeron
social— involucra a la economía de manera no unívoca. En a la transformación de dichas redes de relaciones de confianza.
las sociedades tradicionales, el comercio llamado “equita- Es incontrovertible que la privatización de muchos servicios
tivo y solidario” seguramente es un generador importante que proveen bienes públicos y la explosión de los tráficos espe-
de confianza: en el intercambio no coercitivo y social, en culativos como consecuencia de la nueva dirección económica
el cual es difícil la medición y comparación de los objetos iniciada en los países del hemisferio norte durante los últimos

c 152 Confianza
veinticinco años del siglo xx, hayan generado un sentimiento de los acuerdos —se trata de instancias morales, de deonto-
de desconfianza entre las ciudadanías. Sin embargo, en este mo- logía profesional y de reputación (2009: 122).
mento no es claro aún el modo en que todo esto incide en la Por otra parte, las sociedades contemporáneas no sólo
dimensión transnacional, es decir, en lo que podríamos llamar sufren una crisis generalizada de confianza, sino que son
capital social planetario. atravesadas por una necesidad creciente de este mismo bien
El concepto de confianza constituye el fundamento sobre público, lo cual puede imputarse a las transformaciones ex-
el cual está construida la teoría del capital social, que se ha perimentadas por los ordenamientos económicos del mundo
convertido en una de las más socorridas por los sociólogos en globalizado y a la demanda de una nueva índole de confian-
su análisis de las sociedades postindustriales y postmaterialis- za: aquélla que confía cada vez menos en los valores de la
tas. La existencia de las relaciones de confianza ofrece pruebas tradición y en las atribuciones adscriptivas y cada vez más,
de la existencia, en una situación o realidad determinada, de en el reconocimiento y la consideración hacia el otro (Mutti,
un capital social de solidaridad, es decir, de vínculos sólidos 1998a: 533-534).
entre los miembros de un grupo, lo cual hace previsible su En el escenario de las democracias contemporáneas, cre-
actuación solidaria. La comunidad supone una gran cantidad cientemente empobrecidas de recursos solidarios a causa de
de capital social de confianza, una densidad de las relaciones los miedos ocasionados por la globalización, las patologías
y de las redes basadas en la confianza (Leonardis, 2009: 128). parecen prevalecer. Efectivamente, en sociedades complejas,
Alessandro Pizzorno, en su análisis del capital social, sobreinstitucionalizadas, caracterizadas por altos niveles de
distingue entre la confianza interna, en el caso de dos indi- movilidad y despersonalización, es inevitable que la relación
viduos que pertenecen al mismo grupo y actúan de acuerdo de confianza interpersonal, en términos generales, retroceda.
con obligaciones de solidaridad interiorizadas, y confianza A la vez, se mantiene sin alteraciones e incluso se refuerza
externa, en el caso en que los individuos pertenezcan a grupos en los circuitos clientelares (con gran ventaja de los políticos,
distintos pero cohesionados, por lo cual cada uno sabe que la que privilegian el voto de intercambio, o llegan a practicar y
integración del otro en el interior de su grupo de pertenen- a favorecer la corrupción).
cia garantiza su confiabilidad, pues lo expone a un sistema De esta situación se deriva el colapso de la confianza ha-
de sanciones positivas o negativas y de premios o castigos cia las instituciones, lo cual, a su vez, origina una reacción de
(2007: 207-8). repersonalización autoritaria del vínculo entre el electorado y
Otro asunto que ha sido repetidamente objeto de análisis aquéllos que logran presentarse —haciendo uso en ocasiones
científico es la relación entre confianza y sistemas jurídicos. de una retórica antipolítica— como jefes carismáticos inno-
De especial manera, en tiempos recientes, la literatura aborda vadores. En ese momento, nace una modalidad específica de
el planteamiento del trade off entre la confianza y el derecho, confianza política, que es característica de las dictaduras y
de acuerdo con el cual la creciente juridificación de la socie- también de los regímenes populistas: se trata de la fe acrítica
dad supliría el agotamiento del recurso de la confianza, al e incondicional en un líder.
sustituir las relaciones personales por una confiabilidad uni- Una gran parte de la reflexión acerca de la crisis de
versal de los ordenamientos normativos impersonales, basada autoridad en las sociedades contemporáneas examina el
en garantías reivindicables legalmente. En otras palabras, en debilitamiento de la confianza en las relaciones entre ac-
el pasado operaban relaciones de confianza interpersonales tores sociales. La crisis de autoridad, la crisis educativa y la
que ahora son sustituidas por obligaciones normativas. crisis de confianza guardan un nexo especialmente estrecho.
Sin embargo, las cosas no son tan sencillas como parecen: La escuela es, en efecto, el lugar donde cada individuo for-
efectivamente, se observa con razón que no sólo sucede que ma y pone a prueba las propias capacidades y, por lo tanto,
el derecho suple a la falta de confianza, pues el derecho, a su construye —o deja de hacerlo— la confianza en sí mismo.
vez, requiere de confianza (Leonardis, 2009: 125). En efecto, Además, el conjunto de las experiencias obtenidas y el bagaje
los ordenamientos normativos y las obligaciones jurídicas se de conocimientos acumulados en la escuela encontrarán una
basan —si aspiran a convertirse en derecho vivo y a tener una proyección en las otras instituciones sociales y en el mismo
puesta en acto real— en relaciones de confianza, tanto en las sistema institucional, por lo cual es evidente que la crisis de
instituciones como en las personas que las representan. Esto los sistemas educativos y de las instituciones escolares tiene
nos conduce al último segmento de la presente reflexión. repercusiones negativas en la gestación del capital social y de
Las patologías de la política contemporánea volvieron un clima de mutua confianza entre los actores en el interior
a colocar el problema de la confianza en el centro de la re- de una sociedad plural (Cavalli, 2009: 22).
flexión sociológica: el recurrir crecientemente a la litigation En lo concerniente a la crisis de confianza en su sentido
para combatir las malpractices de las administraciones es un estricto, es necesario distinguir entre sus diferentes manifes-
indicio del menoscabo de la confianza hacia las instituciones. taciones. La crisis de confianza en las asambleas legislativas
Nos remitimos con cada vez mayor frecuencia al derecho, de- es, principalmente, una crisis de representatividad, lo cual
bido a que ha sido mermada la confianza en otras instancias implica la convicción de que la representación del interés
de supervisión sobre lo correcto de las conductas y el respeto general se debilita frente al reforzamiento de la de inte-
reses individuales, lo cual reintroduce subrepticiamente el

Confianza 153 c
mandato imperativo. En cambio, la crisis de confianza ha- Pizzorno, Alessandro (2007), Il velo della diversità. Studi su razio-
cia el ejecutivo es esencialmente una crisis del principio de nalità e riconoscimento, Milano: Feltrinelli.
competencia: se duda de la capacidad de los gobiernos para Putnam, Robert, Robert Leonardi y Raffaella Y. Nanetti (1993),
enfrentar imperativamente problemas complejos y, por tanto, Making Democracy Work, Princeton, New Jersy: Princeton
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de la eficacia de las soluciones propuestas. La deslegitima- Resta, Eligio (2009), Le regole della fiducia, Bari, Roma: Laterza.
ción del poder judicial, ya que es el tercero por encima de Rosanvallon, Pierre (2006), La contre-démocratie. La politique à
las partes (el “guardián de la palabra dada”), es buscada sis- l’age de la défiance, Paris: Seuil.
temáticamente por los gobiernos populistas; es un aspecto Sciolla, Loredana (2009), “Fiducia e relazioni politiche”, Parole-
igual de grave que la crisis de legitimidad de las instituciones chiave, núm. 42, pp. 53-70.
contemporáneas; también constituye, fundamentalmente, una Simmel, Georg (1998), Sociologia [1908], Torino: Edizione di Co-
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Elster, Jon (1989), The Cement of Society: A Study of Social Order, se convierte en un elemento básico que debe de cubrir todo
Cambridge: Cambridge University Press. arranque de análisis serio. Es decir, los profesores e investi-
Erikson, Erik (1968), Identity: Youth and Crisis, New York: W.W. gadores tienen la obligación de definir los conceptos básicos
Norton Company. de los objetos de estudio que van a abordar, por lo que deben
Fukuyama, Francis (1995), Trust: The Social Virtues and the Creation explicar qué van a entender por los términos centrales que
of Prosperity, New York: Free Press. integran el aparato conceptual correspondiente, ya que es a
Gambetta, Diego (1989), Strategie della fiducia. Indagini sulla ra- través del manejo correcto de este último lo que nos permite
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Leonardis, Ota de (2009), “Appunti su fiducia e diritto. Tra giu- En congruencia con esta ortodoxia, nos vemos obliga­dos a
ridificazione e diritto informale”, Parolechiave, núm. 42, pp. precisar de entrada, en una primera aproximación, las dos
121-132. palabras que integran el concepto que identifica nuestro ob-
Luhmann, Niklas (1979), Trust and Power, New York: Jon Wiley jeto de estudio: cooperación e internacional. Ambas palabras,
and Sons. por separado, conforman conceptos por sí mismos, que han
Mitzal, Barbara A. (1996), Trust in Modern Societies, Cambridge: evolucionado y han sido cuestionados en el tiempo, aunque
Jon Wiley and Sons. el segundo es el que más observaciones y críticas ha sufri-
Mutti, A. (1994), “Fiducia”, Enciclopedia delle Scienze Sociali, vol.
do. Pero esto no es un atributo único de dichos conceptos.
IV, Roma, pp. 79-87.
_____ (1998a), Capitale sociale e sviluppo, Bologna: Il Mulino. Hay que reconocer que, a través de la historia, ha sido común
_____ (1998b), “I diffusori della fiducia”, Rassegna italiana di socio- que muchas palabras, cuyas raíces etimológicas no tienen re-
logia, núm. 39, pp. 533-549. lación alguna con las cosas, objetos, o realidades que llegan
Ostrom, E. y J. Walker, eds. (2003), Trust and Reciprocity. Inter- a identificar, logren arraigarse en los vocabularios debido
disciplinary Lessons from Experimental Research, London: a transferencias o extensiones semánticas de una realidad
Russell Sage Foundation.

1 Parte de este trabajo se publicó en Peña Guerrero, 2013.

c 154 Cooperación internacional


a otras que parecen cercanas (o que sirve como referentes que conforman las características sustantivas que, en su con-
metafóricos). Lo que conduce a su uso común y continuo, a junto, determinan la especificidad y cualidad de la cosa (objeto
que en la propia costumbre se arraiguen tales palabras. De o fenómeno), que la hacen única y diferente a todas las demás
tal forma, existen palabras que, aunque su utilización con- cosas. Por su parte, la extensión del concepto nos remite sólo
lleve una imprecisión terminológica para aplicarse a ciertos a aquellas realidades o cosas a las que se puede aplicar dicho
fenómenos, su uso recurrente en la práctica las arraiga en el término, en tanto que tales realidades reúnen el conjunto
vocabulario común y se incorporan como parte del lenguaje de elementos que determinan la especificidad del concepto
cotidiano, al grado de que muchas son integradas a los apa- mismo. A partir de este marco, procederemos al ejercicio de
ratos conceptuales de las mismas ciencias. Por ejemplo, en la precisión conceptual del término cooperación internacional.
el caso del concepto que nos ocupa —el de cooperación inter- Las variables o elementos que integran la intensión del
nacional— su utilización y aplicación indiscriminada a toda concepto cooperación internacional son:
relación pacífica entre Estados, y sus respectivas sociedades,
ha provocado confusiones al punto de tergiversar su senti- 1) Carácter internacional de los actores. Si bien esta va-
do y, por lo tanto, la pérdida de su especificidad. Éste es el riable es la más evidente en términos fenomenoló-
caso que veremos más adelante, sobre el empleo recurrente gicos, es la distintiva de esta forma de cooperación,
de los términos cooperación para el desarrollo o de ayuda ofi- ya que sólo pueden participar actores o sujetos re-
cial al desarrollo como sinónimos del concepto de cooperación conocidos por su estatus de internacional. Además,
internacional. se deben tomar en cuenta los diferentes tipos de ac-
Empezaremos con la palabra cooperación, que proviene de tores internacionales que intervienen en cada caso;
dos raíces del latín: opero, are; operor, -ari: ‘obrar, trabajar, ha- es decir, si participan solamente Estados o también
cer’, y de cum: ‘con, juntamente’, ‘obrar juntamente, colaborar’; organizaciones intergubernamentales y no guber-
es decir, ‘obrar juntamente con otro’. Así, la cooperación es namentales.
un fenómeno de interacción social, que implica la acción 2) Fenómenos transnacionales. Existe una diversidad de
conjunta de dos o más actores para la consecución de ob- campos en los que se puede dar la cooperación in-
jetivos comunes. De ahí que contemple la concertación y la ternacional, pero estos campos están referidos a fe-
realización de acciones de, por lo menos, dos participantes, nómenos o problemas que trascienden a los Estados,
ya sean individuos, comunidades, instituciones, provincias, porque su naturaleza es transnacional y convocan a
estados, regiones de un país o varios países, Estados u orga- los actores internacionales para que de manera co-
nismos internacionales, con objetivos compartidos y en busca lectiva se les dé atención o solución.
de un beneficio para las partes involucradas (Soria, 1999: 13). 3) Acuerdo expreso o tácito. Todo proceso de coope-
Respecto a la palabra internacional, ésta fue acuñada por Je- ración internacional requiere de la existencia de
remy Bentham, quien la utilizó por primera vez hacia 1780 acuerdos de facto o de iure sobre los compromisos
para designar las relaciones entre Estados soberanos. De que cada una de las partes asume, así como las re-
hecho, se considera que el propio Bentham no pudo perci- glas de comportamiento o las acciones por realizar,
bir el amplio sentido que se le iba a dar a dicho término en para el logro de los objetivos comunes.
el tiempo, a pesar de todas las ambigüedades que rodean a 4) Voluntad propia de las partes. Los actores interna-
la palabra internacional, la cual está anclada al concepto de cionales participan en todo esquema de coope-
nación (Cuadra, 1986: 59-60). Éste es buen ejemplo de lo que ración por decisión propia, ya que no pueden ser
señalábamos más arriba sobre aquellas palabras imprecisas obligados por nadie. Es decir, las partes participan
que en la práctica se incorporan como parte del lenguaje por voluntad propia, en la medida en que compar-
cotidiano y son integradas a los aparatos conceptuales de las ten la preocupación o los intereses por atender o
mismas ciencias. Tal integración obliga a los académicos a contribuir a resolver determinado problema.
darle contenido preciso a dichas palabras, por lo que, en el 5) Acción colectiva. Todas las partes o actores involu-
caso que nos ocupa, se ha definido el término internacional crados conciertan acciones para que, de manera
como aquellas relaciones sociales fundamentales (económi- coordinada, cumplan con lo que les corresponde, de
cas, políticas, militares, culturales, etcétera) que trascienden conformidad con los compromisos asumidos. De
las fronteras estatales y se articulan en el ámbito exógeno ahí que la acción colectiva se sustente en el mutuo
desconcentrado que conforma la sociedad internacional entendimiento entre todos los participantes.
(Peña, 2001: 183). 6) Objetivos comunes. Las partes cooperantes tienen y
De acuerdo con la teoría general del concepto, el procedi- comparten los mismos objetivos, aunque los bene-
miento metodológico para tener mayor precisión y alcanzar ficios obtenidos, al alcanzar dichos objetivos, varíen
una definición integral de los términos que utilizamos para en función de los intereses particulares de cada una
identificar las “cosas” y los fenómenos es el del análisis de las de las partes.
dos esferas que todo concepto contempla: la intensión y la 7) Satisfacción de intereses. Esta variable se desprende
extensión. La primera se refiere a las variables o elementos de la anterior, en tanto que el logro de los obje-

Cooperación internacional 155 c


tivos comunes genera la satisfacción de intereses, internacional. De ahí que este concepto debe reflejar con-
pero estos últimos pueden ser diferentes entre los diciones de existencia, las cuales obviamente no pueden ser
actores, en función de los beneficios que cada uno las mismas para que se les apliquen a otros conceptos como
obtenga; es decir, puede existir la expectativa de una colaboración, ayuda o asistencia internacional, como si fueran
de las partes de que la actuación seguida por la(s) sinónimos de cooperación internacional.
otra(s) parte(s), en el orden de lograr los objetivos, Sin embargo, en el caso del concepto cooperación interna-
le ayuda a satisfacer sus propios intereses. cional, existe el peligro permanente de utilizarlo de manera
8) Reciprocidad. En el marco de los derechos y obli- laxa, flexible o genérica, al extenderlo a fenómenos que sólo
gaciones que se asumen en todo acuerdo de coo- cubren algunas de las variables que hemos detallado en la
peración internacional, se deben de cumplir cier- intensión del concepto. Esto se debe más a un uso político
tos requisitos de reciprocidad, en el marco de los del término, con el que cualquier relación pacífica entre los
compromisos que cada una de las partes asume, con Estados suele estimarse como “cooperación”. Además, en el
el fin de alcanzar los objetivos. En este sentido, la marco de relaciones pacíficas, se recurre a la noción como
reciprocidad estará en función, por un lado, de los un recurso axiológico o valorativo cuyo campo de aplicación
compromisos específicos que cada una de las partes es amplísimo, en virtud de que se pueden presentar y pro-
acepte para la consecución de los objetivos y, por mover procesos de cooperación en todos los ámbitos de las
otro, de la distribución de los beneficios que se ob- relaciones internacionales (social, económico, político, mi-
tengan, que no necesariamente tienen que ser de la litar, cultural, judicial, etcétera). Ello ha provocado que con
misma especie o género. Aquí cabe el principio quid frecuencia se utilice el término cooperación internacional para
pro quo en su esencia literal, en tanto que ambas tipificar toda actividad de transferencias de recursos, bienes
partes se comprometen a dar algo a cambio de algo, o servicios que un actor internacional le otorga a otro en
aunque no sea de la misma especie. Es decir, es una condiciones concesionales. De ahí que se emplee como si-
reciprocidad que no está sujeta, necesariamente, a nónimo de ayuda o asistencia internacional. El problema de
la aportación de recursos y obtención de beneficios la extensión del concepto se va a proyectar en las diferentes
cuantitativos y mensurables de 50% por cada par- definiciones que se han difundido sobre la cooperación in-
te. De tal forma, se percibe a la reciprocidad en su ternacional, tanto en los ámbitos académicos como políticos.
esencia cualitativa, no cuantitativa.
Historia, teoría y crítica
La interconexión entre estas ocho variables hace posible
el fenómeno que se ha conceptualizado como cooperación La cooperación internacional es un fenómeno social tan
internacional. Si falta una de ellas, el fenómeno ya no co- antiguo como el reconocimiento formal entre comunidades
rresponde al concepto y no se puede hablar de cooperación políticas diferentes, que institucionalizan sus relaciones a
internacional como tal. Aquí nos enfrentamos con el aspecto partir de acuerdos o tratados que, además de dar constancia
de la extensión del concepto, ya que de acuerdo con la inten- del reconocimiento mutuo, recogen el objetivo o la intención
sión, sólo se puede aplicar cabalmente a aquellas realidades de un interés compartido por lograr beneficios recíprocos
en las que se presente el conjunto de las variables o elemen- sobre aquellos asuntos que motivan el acercamiento, la ne-
tos de la intensión. gociación y, finalmente, la cooperación para hacerles frente
Por lo tanto, el reto académico es formular una definición y buscar resolverlos.
basada en las ocho variables que integran la intensión del Se tiene registrado en Mesopotamia, hacia el año 3010
concepto. Con base en ello, nuestra propuesta de definición a. C., el tratado internacional más antiguo, entre las ciuda-
es la siguiente: cooperación internacional es todo proceso de des de Lagash y de Umma, sobre delimitación fronteriza
relación entre dos o más actores internacionales que deciden (descrito en una estela). Se reconoce como el primer trata-
de manera voluntaria concertar un acuerdo, expreso o táci- do (por contar con los archivos) el concluido hacia el año
to, en el que se establecen ciertos requisitos de reciprocidad 2500 a. C. entre el rey de Ebla y el rey de Asiria, en el que
para realizar acciones colectivas que coadyuven al logro de se establecen relaciones de amistad y de comercio, y se fijan
objetivos comunes, circunscritos a la atención o solución de sanciones para aquellos súbditos que cometan delitos (Tru-
fenómenos o problemas transnacionales, con lo que se ob- yol y Serra, 1998: 19).
tienen beneficios compartidos y la satisfacción de intereses Cabe aclarar que no todos los tratados internacionales son
de cada actor participante. producto de la cooperación, ya que muchos son imposiciones
Como toda definición, la propuesta anterior es una hi- de Estados fuertes sobre Estados débiles —conocidos como
pótesis que está sujeta a comprobación, pero tiene la ventaja tratados leoninos—, muchos de ellos producto, por un lado,
de que se sustenta en las variables detectadas en la intensión del reconocimiento de nuevos Estados que logran su inde-
del concepto, lo que nos permite tener una base sólida para la pendencia política a partir de un proceso de descolonización
extensión del mismo y su aplicación correcta a aquellas rea- y, por otro, del desenlace de un conflicto bélico, en el que el
lidades que son identificadas como procesos de cooperación Estado vencedor impone sus condiciones en un tratado al

c 156 Cooperación internacional


Estado vencido. México es un buen ejemplo de país que ha como la atención de las nuevas necesidades y la solución de
sufrido a lo largo de su historia independiente la imposición muchos problemas nacionales, ha demandado, forzosamente,
de tratados leoninos. la cooperación entre los Estados.
Como en el caso de los tratados, no se puede generalizar El siglo xix fue testigo del incremento de un número im-
el concepto de cooperación internacional a todas las formas portante de aspectos de la vida cotidiana —como el tráfico
de interacción pacífica, no conflictiva, entre los actores in- postal, el telégrafo, el ferrocarril, la navegación fluvial, el co-
ternacionales. mercio, etcétera—, que al operar y funcionar más allá de las
Por otro lado, se tiene registrado como antecedente de fronteras, exigían una acción concertada entre los Estados,
la cooperación que conduce a las organizaciones interna- donde la técnica tradicional del acuerdo bilateral resultaba
cionales, el fenómeno de las ligas de las ciudades griegas: insuficiente. Además, después de las Guerras Napoleónicas
las anfictionías —de carácter religioso—, constituidas para en Europa, se fue afirmando progresivamente una serie de
proteger en común y asegurar el acceso pacífico a los san- intereses colectivos frente a problemas mundiales como la paz
tuarios, y las simmaquías (de carácter político), constituidas y el desarrollo, cuya satisfacción desbordaba las posibilidades
en una especie de “confederación” para atender en común de un solo Estado (Díez de Velasco, 2006: 37-39).
diversas cuestiones (25). Frente al incremento de las transacciones y los conse-
En el transcurso del desarrollo histórico, las relaciones cuentes imperativos de solidaridad, los Estados se vieron
internacionales de cooperación van a adquirir una nueva impelidos a cooperar. Con el objetivo de estimular y promover
dimensión con el surgimiento del Estado soberano o Es- relaciones de cooperación, y ante la ausencia de instituciones
tado-nación, en el contexto europeo de fines del siglo xv internacionales, los Estados utilizaron, en un primer momen-
y principios del xvi. Desde entonces se va consolidando la to, los recursos propios de una sociedad internacional cuya
cooperación entre los Estados, de manera especial en el siglo estructura se sustentaba en la yuxtaposición de sujetos sobe-
xvii, a partir de los tratados de Westfalia, aunque se mantiene ranos; por lo que se recurrió a la celebración de conferencias
el esquema exclusivo de la cooperación bilateral. Será hasta internacionales y la adopción de tratados multilaterales. Pero
1815 cuando se promueva el primer tratado multilateral, que pronto se demostró la insuficiencia de estos esquemas para
se concreta en el Acta final del Congreso de Viena, donde coordinar y gestionar una cooperación permanente, que se
las potencias vencedoras de las Guerras Napoleónicas esta- hacía cada vez más necesaria. Ello condujo a los Estados a la
blecen el sistema de conferencias internacionales que, si bien creación de mecanismos institucionalizados de cooperación
al principio convocaban sólo a los Estados europeos, para permanente y voluntaria, lo que dio vida a unos entes inde-
finales del siglo xix ya desbordaban a Europa, como son las pendientes dotados de voluntad propia, destinados a alcanzar
Conferencias de Paz de la Haya de 1899 y 1907. los objetivos colectivos. Surgen así en la escena internacional
De hecho, la cooperación como un fenómeno socio-histó- las primeras organizaciones internacionales gubernamenta-
rico de alcance mundial permanente aparece en el transcurso les (oig), cuya presencia y proliferación constituye una de las
del siglo xix, en el marco de la creación de las primeras orga- características más sobresalientes de las relaciones interna-
nizaciones internacionales intergubernamentales promovidas cionales contemporáneas (37-39).
en Europa, en respuesta a la dinámica de las necesidades im- Con la creación de las organizaciones internacionales de
puestas por la interacción social, económica, política, militar alcance universal —la Sociedad de Naciones (1919) que más
y cultural entre los Estados soberanos. De ahí que, en una adelante será sustituida por la Organización de las Naciones
primera aproximación, afirmamos que la manifestación más Unidas (1945), a la que se le añadió toda una constelación
clara de concreción histórica de la cooperación internacional de oig especializadas—, la cooperación internacional se va a
contemporánea se patentiza con la ampliación de los acuerdos institucionalizar como objetivo permanente de las relaciones
bilaterales interestatales a los tratados multilaterales que dan pacíficas entre los Estados.
vida a las organizaciones internacionales intergubernamen- Asimismo, el desarrollo y dinámica de las relaciones in-
tales, las cuales pretenden regular y normar las interacciones ternacionales han favorecido cambios en la estructura de la
arriba mencionadas. sociedad internacional, lo que ha promovido el paso de una
La transformación y dinámica de cambio que ha experi- cooperación exclusivamente interestatal —intergubernamen-
mentado la sociedad internacional en los dos últimos siglos tal— hacia nuevos esquemas donde empezaron a participar
ha provocado un incremento sustantivo de las actividades otros actores internacionales que han surgido en el tiempo y
entre los Estados. Esto ha sido producto, en gran medida, han logrado posesionarse, respondiendo a nuevas exigencias
de la revolución científico-tecnológica que ha impulsado el y necesidades de la vida internacional. Entre estos nuevos
desarrollo de los medios de transporte y de las comunicacio- actores destacan las empresas transnacionales (et) y las or-
nes, con la consiguiente intensificación de los intercambios ganizaciones no gubernamentales (ong).
de todo tipo y, consecuentemente, la aparición de necesida- En la actualidad existe consenso sobre el criterio de clasi-
des colectivas y de procesos de transnacionalización que los ficación de las diferentes modalidades o tipos de cooperación
Estados de manera individual son incapaces de satisfacer. De internacional, de acuerdo con las áreas o ámbitos, el número
ahí que la participación de los Estados en dichos procesos, así y naturaleza de los actores participantes y el nivel de desa-

Cooperación internacional 157 c


rrollo económico relativo de los Estados. Cabe destacar que caracterizado a la sociedad internacional contemporánea. En
la clasificación de las modalidades de cooperación tiene una esta estructura jerárquica, la cooperación vertical es la que más
función explicativa, ya que en la realidad éstas operan de polémica y debates ha generado, en torno al tema del desarro-
manera articulada y siempre se entrecruzan algunas de ellas. llo, ya que la relación asimétrica entre países ricos y pobres se
Las modalidades son las siguientes:2 ha manejado en términos de transferencia de recursos de los
primeros hacia los segundos, de acuerdo con un esquema que
• Áreas o ámbitos que abarca la cooperación. Como se ha se ha institucionalizado entre Estados oferentes o donadores,
señalado, se pueden presentar y promover procesos que son los que otorgan los recursos, y Estados demandantes
de cooperación en todos los ámbitos de las relacio- o receptores, que son los que reciben los recursos. Este esque-
nes internacionales —social, económico, político, ma es el que se cuestiona como fenómeno de cooperación, ya
militar, ambiental, cultural, judicial, etcétera—. Asi- que en esencia se trata de un fenómeno de ayuda, asistencia
mismo, la amplitud del ámbito nos permite distin- o donación, pero no de una relación de cooperación en tér-
guir si la cooperación es de carácter general o secto- minos ortodoxos.
rial. Además, existe la interacción entre las áreas de Ahora bien, en el caso de cooperación internacional, en
cooperación, que, al combinarse, construyen formas términos ortodoxos, que se lleva a cabo entre actores desigua-
más complejas de colaboración. les, a pesar de ser una relación asimétrica, las acciones que
• El número de actores participantes. La cooperación realiza cada una de las partes deben generar beneficios para
puede ser bilateral o multilateral. Aquí cabe seña- todos los participantes, a diferencia de lo que sucede cuando
lar que existen procesos y fenómenos globales, que se trata de esquemas de ayuda o asistencia, en que los benefi-
demandan la intervención y cooperación de todos cios directos se reflejan únicamente en la parte receptora. De
los actores internacionales, como son los casos de hecho, en una cooperación internacional asimétrica los bene-
las pandemias y el calentamiento del planeta, entre ficios pueden ser diferenciados entre los actores, de acuerdo
muchos otros. con la satisfacción de intereses específicos o particulares que
• La naturaleza de los actores. La cooperación puede cada uno busca con el logro del objetivo común.
ser de carácter: a) interestatal, en la que sólo partici- Aquí cabe la reflexión sobre la existencia de beneficios
pan Estados; b) inter-organizaciones internaciona- activos y reactivos en el marco de la cooperación internacio-
les gubernamentales, promovida entre organizacio- nal entre actores desiguales, que si bien se ha enfocado más
nes intergubernamentales; c) transnacional, que se a esquemas de ayuda y asistencia internacional entre dona-
da entre actores no estatales o privados, como entre dores y receptores (Soria, 1999: 16), consideramos que es de
empresas transnacionales o entre organizaciones no utilidad en todo modelo de cooperación vertical.
gubernamentales, y d) mixta o combinada, que se Se entiende por beneficios activos el logro de objetivos
presenta cuando participan actores internacionales que un país alcanza a partir de la canalización de los apoyos
de diferente naturaleza. otorgados por otro(s) país(es) u organismo(s) internacio-
• El nivel de desarrollo económico relativo de los Estados. nal(es). Por su parte, los beneficios reactivos son la utilidad
La cooperación puede darse de manera horizon- (intereses satisfechos) que obtiene(n) el(los) país(es) u orga-
tal y vertical. La primera se presenta entre países nismo(s) internacional(es) que otorgó(aron) los apoyos. Hay
con un grado de desarrollo económico similar; es muchos ejemplos de procesos de cooperación internacional
decir, entre países desarrollados o entre países sub- que hacen evidentes los beneficios activos y reactivos, pero
desarrollados, lo que se conoce como cooperación en particular destacan los proceso de prevención de conflic-
Norte-Norte y cooperación Sur-Sur. Se estima que tos, gestión de crisis y construcción de paz, que promueve la
estos esquemas son más equitativos, en términos onu en el marco de las misiones de mantenimiento de la paz.
de que los compromisos se asumen de manera más
igualitaria. La cooperación vertical se da entre paí- Líneas de investigación y debate
ses de diferente grado de desarrollo económico; o contemporáneo
sea, entre países desarrollados y subdesarrollados, lo
que se conoce como cooperación Norte-Sur. El concepto de cooperación internacional adquiere su carta
de naturalización en el léxico diplomático con la creación de
Consideramos que entre las modalidades de cooperación, la Sociedad de Naciones en 1919, donde se empezó a utilizar
la del nivel de desarrollo económico relativo de los Estados el término para describir un modo de convivencia pacífica
es la más compleja, ya que contextualiza la cooperación en la entre los Estados. Posteriormente, se institucionalizó el con-
estructura jerárquica y, por ende, desigual e inequitativa que ha cepto en la Carta de San Francisco de 1945, por la que se
creó la Organización de las Naciones Unidas (onu); en ella
se establece que uno de los objetivos de la onu es “realizar
2 Se toman como base de esta clasificación las realizadas por Ra- la cooperación internacional en la solución de problemas
fael Calduch Cervera y Ernesto Soria Morales. Cf. Calduch, internacionales de carácter económico, social, cultural o
1991: 90-91; Soria, 1999: 14-15.

c 158 Cooperación internacional


humanitario, y en el desarrollo y estímulo del respeto a los pantes, ya sean individuos, comunidades, instituciones,
derechos humanos y a las libertades fundamentales de to- provincias, estados, regiones de un país o varios países,
dos, sin hacer distinción por motivos de raza, sexo, idioma o países u organismos internacionales, con objetivos
religión” (onu, 2012). comunes y en busca de un beneficio relativo para los
El estudio teórico de la cooperación internacional ha mismos (1999: 13).
ocupado un lugar secundario en las ciencias sociales, debi-
do en gran medida a que el desarrollo epistemológico en la En esta línea de propuestas de definición por parte de in­
disciplina de relaciones internacionales se ha centrado fun- ter­nacionalistas o académicos de la disciplina de relaciones
damentalmente en el tema del conflicto y la guerra (Calduch, internacionales, nos encontramos que son pocos los autores
1991: 88). Adicionalmente, en el ámbito académico, las de- que proponen una definición que no esté inclinada o sesgada
finiciones sobre la cooperación internacional van a variar en hacia la ayuda o asistencia internacional. Uno de ellos es Ra-
función de dos tendencias: la que busca el rigor científico fael Calduch, para quien la cooperación internacional es “toda
en torno a la teoría general del concepto, con la cual nos relación entre actores internacionales orientada a la mutua
identificamos, pero que, consideramos, ha tenido resultados satisfacción de intereses o demandas, mediante la utilización
poco satisfactorios, y la que busca responder al fenómeno complementaria de sus respectivos poderes en el desarrollo de
de la ayuda internacional al desarrollo, la cual ha sido consi- actuaciones coordinadas y/o solidarias” (1991: 88). Además,
derada como un tipo de cooperación que otorgan los países precisa que esta cooperación “se desarrolla en el seno de la
ricos a los países pobres, y que ha ocupado el lugar principal sociedad internacional” (88).
en los debates políticos y académicos a nivel internacional, Una definición de cooperación internacional que hace
pero que en esencia no cumple con la intensión del concepto. referencia al desarrollo, pero no en términos asistencialistas
Si bien existen diccionarios y enciclopedias especializadas o de simple ayuda, es la que nos brinda la Secretaría de Re-
en relaciones internacionales, sólo una de ellas incluye una laciones Exteriores de México:
definición genérica del fenómeno que nos ocupa; la Enciclo-
pedia Mundial de Relaciones Internacionales y Naciones Unidas, Conjunto de acciones que derivan de los flujos de
la cual señala que la cooperación internacional es “todo tipo intercambio que se producen entre sociedades na-
de relaciones internacionales cuya finalidad son las ventajas cionales diferenciadas en la búsqueda de beneficios
mutuas; objeto de tratados internacionales, por ejemplo sobre compartidos en los ámbitos del desarrollo econó-
cooperación cultural o científico-tecnológica” (Osmańczyk, mico y el bienestar social, o bien, que se desprenden
1976: “Cooperación Internacional”). de las actividades que realizan tanto los organismos
Sin embargo, en la Enciclopedia internacional de ciencias internacionales que integra el Sistema de las Na-
sociales nos encontramos con una definición sociológica, ciones Unidas como aquellos de carácter regional,
más amplia, de cooperación, propuesta por Nisbet, donde intergubernamentales o no gubernamentales, en cum-
no se hace referencia explícita a lo internacional, pero puede plimiento de intereses internacionales particularmente
extenderse a este ámbito. Se entiende por cooperación “al definidos. La cooperación internacional así descrita se
comportamiento de varios sujetos que obran en colaboración entiende como la movilización de recursos financie-
para alcanzar un objetivo, comportamiento que entraña un ros, humanos, técnicos y tecnológicos para promover
interés común o la esperanza de una recompensa”. Agrega: el desarrollo internacional (sre, 2010).
“La cooperación, en sus niveles intelectuales más altos, impli-
ca tanto reciprocidad de intención como actuación conjunta, Como se ha señalado, existe la tendencia a utilizar el
e incluso llega a ser un fin en sí misma. Su campo de aplica- concepto de cooperación internacional como sinónimo de
ción es ilimitado; la practican grupos tan pequeños como la ayuda o asistencia que otorga un país rico o un organismo
pareja o tan amplios como las uniones de Estados soberanos” internacional a un país pobre, a través de la transferencia de
(Nisbet, 1979: “Cooperación”). recursos, bienes o servicios, etcétera, en condiciones conce-
En el marco de estas definiciones genéricas, se encuentra sionales. Por lo tanto, la cooperación se plantea en términos
la que nos brinda Ernesto Soria Morales, de la cual tomamos de una parte que otorga (oferente) y otra que recibe (recep-
partes sustantivas en el primer apartado de este estudio, cuan- tor). Esto se debe a que se ha asociado la palabra cooperación
do se hizo referencia a las raíces etimológicas de la palabra con la ayuda para el desarrollo, lo que ha dado lugar al tér-
cooperación,3 pero vale la pena recuperarla textualmente: mino cooperación internacional para el desarrollo, que si bien
ha construido su propia especificidad en el discurso político
[…] la cooperación significa la acción conjunta de y académico, tergiversa la propia esencia de la intensión del
dos o más partes para la consecución de objetivos concepto cooperación internacional.
comunes. En ese sentido, implica la concertación y la De hecho, como señala Alfonso Dubois, el término coope-
realización de acciones de por lo menos dos partici- ración internacional para el desarrollo no tiene una definición
única, válida para todo tiempo y lugar, ya que se ha ido car-
gando y descargando de contenidos a lo largo del tiempo, de
3 Cf. página 141 de este texto.

Cooperación internacional 159 c


conformidad al sentido de corresponsabilidad de los países la diferencia que existe entre la cooperación bilateral y la
ricos con la situación de otros pueblos. Cabe recordar que multilateral:
este fenómeno surge después de la Segunda Guerra Mun-
dial, como consecuencia del despertar de la preocupación La cooperación bilateral es aquella en la que los go-
por el desarrollo de los países, pero desde su origen quedó biernos donantes canalizan sus fondos de cooperación
marcada por dos hechos: la existencia de la Guerra Fría, que al desarrollo directamente hacia los receptores, sean
fue decisiva para que Estados Unidos y la Unión Soviética éstos los gobiernos de los países receptores u otras or-
transfirieran recursos para terceros países con el objetivo de ganizaciones. La cooperación multilateral es aquélla
atraerlos hacia su esfera de influencia, y el comportamiento en la que los gobiernos remiten dichos fondos a las
de los países europeos, en los que su pasado colonial tuvo organizaciones multilaterales para que éstas los uti-
un gran peso a la hora de impulsar sus políticas oficiales de licen en la financiación de sus propias actividades, de
cooperación (Dubois, 2000a). modo que la gestión queda en manos de las institu-
Dentro de esta línea han proliferado las definiciones de ciones públicas internacionales y no de los gobiernos
cooperación internacional que, implícitamente, se refieren donantes (2000a).
de manera genérica a las políticas de ayuda o asistenciales.
Por ejemplo, la Organización para la Cooperación y el De- Una definición que pretende sintetizar el recurso de utili-
sarrollo Económicos (ocde) considera que “la cooperación zar como sinónimos del concepto de cooperación internacional
internacional es un ejercicio cooperativo de asociación entre los términos cooperación para el desarrollo o ayuda oficial al
donantes y beneficiarios, en donde los países en desarrollo desarrollo es la que propone la Agencia Peruana de Coope-
tienen la responsabilidad de su propio desarrollo y la ayuda ración Internacional:
no puede ser más que un elemento subsidiario y complemen-
tario de sus propios intereses” (ocde, 1995). La Cooperación para el Desarrollo o Ayuda Oficial al
Por su parte, Maite Serrano Oñate establece, en el Dic- Desarrollo o Cooperación Internacional se entiende
cionario Crítico de Ciencias Sociales, una definición que hace como un conjunto de actuaciones y herramientas de
explícito lo que se debe entender por ayuda oficial al desa- carácter internacional orientadas a movilizar recursos
rrollo (aod): e intercambiar experiencias entre los países desarro-
llados y los países en vías de desarrollo para alcanzar
Formalmente, la Cooperación Internacional se define metas comunes estipuladas en la agenda mundial y
como el conjunto de acciones llevadas a cabo por los basadas en criterios de solidaridad, equidad, eficacia,
países industrializados que, implicando transferencia sostenibilidad, corresponsabilidad e interés mutuo.
de recursos a los países del Sur, contribuye a su desa-
rrollo. Se considera aod las aportaciones de recursos Se agrega:
a los llamados países en desarrollo, procedentes de
fondos públicos (ya sea directamente —ayuda bilate- La Cooperación Internacional busca el aumento per-
ral— o a través de organismos multilaterales —ayuda manente y la sostenibilidad de los niveles de desarrollo
multilateral—) que tengan como finalidad la contri- social, económico, político y cultural de los países en
bución al desarrollo de los países receptores y que sean vías de desarrollo, mediante la erradicación de la po-
otorgados en concepto de donaciones o préstamos breza, el fin de la exclusión social tanto en educación
en condiciones ventajosas. La Cooperación Interna- como en salud, la lucha contra las enfermedades in-
cional se articula pues en torno a la transferencia de fecciosas y la conservación del medio ambiente (2007).
capital en diversas modalidades. Por un lado, aquellas
operaciones de préstamos realizadas en condiciones La última definición que vamos a presentar en este apar-
de mercado, que no se contabilizan como aod, y por tado se centra explícitamente en la cooperación para el
otra las realizadas en forma de donación o préstamo desarrollo; ésta se debe entender como ‘el conjunto de accio-
con carácter concesional, contabilizadas como aod. nes, proyectos, programas o convenios establecidos por dos o
Ambas, procedentes del capital público, se comple- más actores internacionales, que se diferencian entre oferen-
mentan con el capital privado tanto de empresas con te(s) y receptor(es), con la finalidad de promover el progreso,
carácter lucrativo, como de organizaciones privadas fortalecer la capacidad de desarrollo económico y contribuir
sin ánimo de lucro (ong) (2009: “Cooperación inter- a elevar el nivel de vida de la población de la parte receptora,
nacional para el desarrollo”). coadyuvando a la solución de problemas específicos, como
la extrema pobreza, analfabetismo, insalubridad, deterioro
En esta línea de definiciones que se inclinan por iden- del medio ambiente, etcétera. Al mismo tiempo, esta coo-
tificar la cooperación internacional con la transferencia de peración debe generar beneficios para la parte oferente, en
recursos en apoyo a los países pobres o en vías de desarro- el sentido de la satisfacción de determinados intereses, como
llo, Alfonso Dubois propone una definición centrada en mejores condiciones de mercado del país receptor para el co-

c 160 Cooperación internacional


mercio e inversiones del país oferente o apoyos políticos en acciones positivas de la democracia y los derechos humanos,
las negociaciones multilaterales en los foros internacionales así como sancionar, incluso con la suspensión de los acuer-
(Soria, 1999: 17). dos, cuando las acciones de un gobierno vayan en contra de
No se puede ignorar que los términos cooperación para el los preceptos indicados (Moreno, 1996: 6).
desarrollo y ayuda oficial al desarrollo han sido incorporados y, ob- En la resolución del Consejo Europeo del 28 de noviem-
viamente, aceptados en el lenguaje político-diplomático y, bre de 1991, se establece que
consecuentemente, en el académico; además, son utilizados
en textos, documento oficiales, acuerdos y tratados, tanto por [...] la Comunidad y sus Estados miembros harán
los Estados como por los organismos internacionales, ampa- constar de forma explícita la consideración de los de-
rados en el marco de la “cooperación internacional” o de un rechos humanos como un elemento de sus relaciones
“tipo o forma de cooperación”. Sin embargo, son términos exteriores con los países en desarrollo; se incluirán
que no cumplen con la intensión del concepto de cooperación cláusulas democráticas en materia de derechos hu-
y, por lo tanto, tergiversan y generan confusión al forzar la manos en sus futuros acuerdos de cooperación. Se
extensión del propio concepto a realidades que no le corres- celebrarán debates periódicos sobre derechos huma-
ponden. Esto último se hace evidente cuando se aborda el nos y democracia, dentro del marco de la ayuda al
carácter de la ayuda de los países donantes u oferentes y las desarrollo, con el objetivo de lograr mejoras (Sotillo,
formas de condicionalidad de dicha ayuda, a la cual se tienen 2006: 115).
que someter los países receptores.
En este sentido, cabe precisar que la concepción de la La resolución agrega que
cooperación al desarrollo, dominada por los países donantes,
no se caracteriza por la igualdad y la colaboración mutua, [...] en caso de violaciones graves y persistentes de
sino que ha sido entendida como una iniciativa voluntaria los derechos humanos o de interrupción seria de los
y generosa y no como una situación de obligación hacia los procesos democráticos, la comunidad y sus Estados
países receptores. La idea de donación implica la no obliga- miembros estudiarán respuestas adecuadas a la luz
toriedad y establece una relación desigual de subordinación de las circunstancias, guiados por criterios objetivos
e inferioridad por parte de quien recibe la ayuda, al que no se y equitativos, poniéndose en prácticas medidas que
le concede derecho alguno a reclamar, y sólo le queda esperar pueden llegar, en caso necesario, hasta la suspensión de
lo que el donante decida dar, cuándo y cómo. La carencia de la cooperación con los Estados de que se trate (115).
una cooperación real entre los países donantes y receptores
adquiere todo su significado en la existencia y funcionamien- A la cláusula democrática se le ha otorgado, en su aplica-
to de diversas formas de condicionalidad de la ayuda (Dubois, bilidad, la función de condicionar la ayuda desde un enfoque
2000b). Cabe recordar que la cooperación internacional para positivo, aumentando la ayuda, o de un enfoque negativo,
al desarrollo siempre ha ido acompañada de algún tipo de suspendiendo la ayuda. La perspectiva positiva se promove-
condicionalidad, tanto en el periodo de la Guerra Fría como rá en aquellos países en los que se ha producido una mejoría
en la actualidad (Prado, 2005: 25-33). En la década de los en el ámbito de los avances democráticos y el respeto a los
ochenta del siglo pasado fue una condicionalidad de carácter derechos humanos. La instrumentalización de la cláusula
económico, ya que obligaba a los países receptores a promover en el caso concreto de las relaciones de la Unión Europea
programas de ajuste estructural para implantar las políticas con América Latina y Asia, se formalizó en el Reglamento
neoliberales, de apertura de las economías, desregulación y 443/92 del Consejo, del 25 de febrero de 1992, donde se esta-
privatización. Cuando esto se cumplió, se pasó a la condi- blecen las bases de la cooperación de la Comunidad Europea
cionalidad de carácter política, que se centra en la defensa con los países de las dos áreas geográficas. El Reglamento
de la democracia representativa y el respeto de los derechos es muy claro en cuanto a la condicionalidad política, ya que
humanos, que supuestamente son condiciones básicas para contiene en su preámbulo la afirmación de que el Consejo
el desarrollo económico (Pi, 2000: 84). Europeo ha solicitado que mediante la inclusión de cláusulas
El caso de la Unión Europea (ue) es particularmente relativas a los derechos humanos en acuerdos económicos y
ilustrativo, tanto por ser el principal oferente de ayuda al de cooperación con terceros países la Comunidad y sus Es-
desarrollo del mundo, como por establecer oficialmente la tados miembros sigan fomentando activamente el respeto a
condicionalidad política dentro de los principios que rigen su los derechos humanos y la participación sin discriminación
política exterior. La ue ha asumido la condicionalidad política de todos los individuos o grupos en la sociedad (Reglamen-
para vincularse formalmente, a través de acuerdos, sólo con to 443/92: 1).
Estados cuyos sistemas políticos sean democráticos repre- En su artículo 1, el Reglamento establece que, en el
sentativos. Pero para llevar a la práctica esta condicionalidad, contexto de la cooperación, “la Comunidad otorgará una
ha impulsado la llamada “cláusula democrática”, la cual se ha importancia primordial al respeto de los derechos humanos,
ido incluyendo de manera progresiva en los acuerdos con los al respaldo de los procesos de democratización, así como a
terceros países y, en sus diferentes versiones, permite apoyar la buena gestión pública eficaz y equitativa” (1). Expuesta así

Cooperación internacional 161 c


la cláusula, prosigue en el artículo 2 a explicitar los enfoques con respecto a determinado país o región, y que la promoción
positivo y negativo de la misma. En relación con el primero, de los derechos humanos y de las libertades fundamentales
se afirma que “Conscientes de que el respeto y el ejercicio no implique sólo que, por ejemplo, determinados países dejen
efectivo de los derechos y libertades fundamentales de las de aparecer en los informes de Amnistía Internacional, sino
personas y de los principios democráticos son requisitos pre- que vaya ligada a una participación real de los ciudadanos en
vios de un desarrollo económico y social real y verdadero, la la vida pública y una justa distribución de los recursos (Soti-
Comunidad aportará una mayor ayuda a los países más firme- llo, 1994: 70).4
mente comprometidos en la defensa de estos principios” (2).
Respecto al enfoque negativo, se señala: “De producirse Conclusiones
violaciones fundamentales y persistentes de los derechos hu- Todas las definiciones expuestas en el apartado anterior, aun
manos y de los principios democráticos, la Comunidad podría considerando las que se inclinan hacia una perspectiva asis-
modificar y hasta suspender la cooperación con los Estados tencialista y no propiamente de cooperación internacional,
de que se trate, limitando su ayuda a las solas acciones que no contemplan la totalidad de las variables o elementos que
beneficien a los grupos de población necesitados” (2). Adicio- conforman la intensión del concepto que nos ocupa; es decir,
nalmente, cuando se hace la referencia a la ayuda financiera y ninguna definición llena los requisitos básicos que, de acuer-
técnica, en el artículo 5 se destaca que “una parte de la ayuda do con la interacción y sustancia de las variables, permitan
deberá asignarse a proyectos concretos relativos a la demo- una comprensión y descripción cabal del fenómeno de la
cratización, a la buena gestión pública y justa y los derechos cooperación internacional. En este sentido, todas las defi-
humanos” (2). Y por último, en el artículo 6 se comenta que niciones expuestas están incompletas, aun las que provienen
en el caso de los países relativamente más avanzados, la ayuda del ámbito de la academia, pero principalmente aquéllas que
se extenderá, entre otros ámbitos y casos específicos, a los de pretenden ajustarse o responder a iniciativas políticas de quien
democratización y derechos humanos (3). las formula, ya sea que se originen o provengan de países de-
Según Almudena Moreno, el enfoque positivo de la sarrollados, de países en vías de desarrollo o de cualquier otro
cláusula democrática considera: acciones de consolidación actor internacional.
del Estado de derecho (apoyo a las reformas de carácter Por último, hay que recordar que la determinación del con-
institucional, fortalecimiento de la independencia del po- cepto cooperación internacional, como cualquier concepto con
der judicial, mejoras del sistema penitenciario, promoción rigor científico, se produce y se logra en conjugación con todos
de la buena gestión pública); acciones de apoyo al proceso de los conceptos que tienen cabida en los juicios que contiene su
transición democrática (operaciones electorales mediante el definición. Es decir, la determinación del concepto implica un
envío de observadores, compra de material para las eleccio- proceso cognoscitivo en el cual los propios juicios que hacen
nes, elaboración de códigos electorales, censo de electores, posible su existencia están conformados por otros conceptos;
dentro del respeto del principio de neutralidad política), cada uno de los cuales desempeña simultáneamente la función
y acciones encaminadas a fortalecer el papel de las ong y de determinante de los otros, al mismo tiempo que el concep-
otras instituciones para garantizar el carácter pluralista de to cooperación internacional está determinado por ellos mismos
la sociedad civil. (Gortari, 1979: 91-92).
Por su parte, el enfoque negativo de la cláusula puede con-
ducir a tomar medidas de sanción que deberían estar sujetas Bibliografía
a cada circunstancia. Atendiendo a una escala de graduación,
éstas pueden ser: modificación del contenido de los progra- Acharya, Amitav y Alastair Iain Johnston, eds. (2007), Crafting
mas de cooperación o de los canales utilizados; la reducción de Cooperation: Regional International Institutions in Compara-
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armas e interrupción de la cooperación militar, y la suspensión drid: Ciencias Sociales.
de la cooperación (Moreno, 1996: 7-8). Cuadra Moreno, Héctor (1986), “Las relaciones internacionales
En resumen, el tema de la condicionalidad, en el marco y las ciencias sociales”, estudio preliminar en J. W. Burton,
de la política de “cooperación internacional para el desarrollo” Teoría general de las relaciones internacionales, traducción e in-
que promueve la Unión Europea, se ha debatido de manera troducción de Héctor Cuadra Moreno, México: Universidad
permanente, ya que “no pasa de ser un instrumento de ac- Nacional Autónoma de México, pp. 37-62.
Díez de Velasco, Manuel (2006), Las organizaciones internaciona-
ción exterior puesta en manos de los múltiples intereses que
les, Madrid: Tecnos.
la inspiran”. Para evitarlo, como señala José Ángel Sotillo, la Dubois, Alfonso (2000a), “Cooperación bilateral/multilateral”,
condicionalidad debería cumplir dos requisitos esenciales: que en Karlos Pérez de Armiño (dir.),  Diccionario de acción
no se aplique el doble rasero en virtud de los intereses que la
comunidad o alguno(s) Estado(s) miembros(s) pueda(n) tener
4 Véase también López y Sotillo, 1995.

c 162 Cooperación internacional


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y Sociales-Universidad Nacional Autónoma de México. junto de dispositivos, dados por elementos tanto culturales,
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(tesis para obtener el título de doctor), Madrid: Universidad posibilitan la realización de actos comunicativos e informa-
Complutense de Madrid. Disponible en: <http://eprints. cionales que consisten fundamentalmente en la transmisión
ucm.es/23390/1/T34849.pdf>. de información entre los actores participantes. Estas tecnolo-
Pi, Montserrat (2000), “Los derechos humanos en la acción exterior
de la Unión Europea”, en Esther Barbe (coord.), Política ex- gías pueden dar lugar a diversas formas de relación entre los
terior europea, Barcelona: Ariel, pp. 83-106. participantes, que pueden ir desde configuraciones altamente
Prado Lallande, Juan Pablo (2006), La condicionalidad política de jerárquicas y verticales, como en el caso de medios unidi-
la cooperación al desarrollo: las sanciones a la ayuda internacional reccionales como la televisión y la radio, hasta modelos con
(tesis para obtener el título de doctor), Madrid: Universidad niveles de interacción potencialmente altos, como Internet.
Complutense de Madrid. De acuerdo con la época en que estas tecnologías han
Reglamento 443/92: “Reglamento 443/92 del Consejo, de 25 fe- sido desarrolladas, es posible hablar de tic tradicionales,
brero de 1992, relativo a la ayuda financiera y técnica y a la entre las que se encuentran dispositivos tan antiguos como
cooperación económica con los países en vías de desarrollo la escritura, así como los principales medios masivos de co-
de América Latina y Asia”, Diario Oficial de las Comunidades
Europeas, Bruselas. municación —cine, radio, video, televisión, etcétera—. Estas
tic tradicionales lo son en tanto, efectivamente, permitan la
generación de flujos de información que van de los emisores

Cooperación y tecnologías de la información y la comunicación 163 c


a los receptores, aunque habitualmente hay pocas posibili- Tim Berners-Lee en el cern2, justamente a partir del mismo
dades de interacción en sentido contrario. propósito: establecer un sistema —en este caso, a partir del
Por otro lado, las llamadas nuevas1 tic, entre las que hipertexto— que facilitara la colaboración entre los investi-
destaca Internet, se caracterizan por posibilitar, técnica y gadores de este centro.
socialmente, vías de relación multidireccionales entre los Dado el carácter académico con que muchas de las tec-
participantes en los actos comunicativos e informacionales nologías que posibilitan la operación de Internet fueron
que tienen lugar dentro de ellas. En este conjunto de tecno- desarrolladas, es posible hablar de diversos grados de coope-
logías, dadas las posibilidades de acción de sus usuarios, se ración y colaboración entre sus creadores, que forman parte
habla de sujetos que cuentan con el potencial de participar indisoluble de la cultura de Internet, y que actualmente se ven
activamente en la construcción de muchos de los mensajes y reflejados en áreas como el software libre y la construcción
de los sentidos que se derivan de los actos comunicativos en colectiva de contenidos disponibles en los entornos virtuales.
los que participen. Son precisamente estas posibilidades de Desde una perspectiva teórica, la cooperación y las tic,
interacción las que permiten hablar de procesos de coopera- como objeto de estudio, han dado lugar a diversas aproxi-
ción mediados por tales tecnologías. Nos referiremos a éstos, maciones conceptuales relativamente recientes. Entre ellas,
de manera específica, en los siguientes apartados. destaca una forma colaborativa de relación que se conoce
como inteligencia colectiva. Esta noción se refiere a que es po-
Historia, teoría y crítica sible la construcción de conocimientos de manera conjunta,
si un grupo de personas deciden, de forma libre y voluntaria,
La relación entre cooperación y las nuevas tecnologías de aportar sus saberes subjetivos y cooperar para este fin. Uno de
la información y la comunicación tiene un origen que su- los principios fundamentales de la inteligencia colectiva es la
pone contactos e intersecciones particularmente estrechas idea de que nadie lo sabe todo, pero que una persona puede
y relevantes entre diversos campos del conocimiento, es- poseer un conocimiento, al menos parcial, sobre un asunto
pecialmente en lo que atañe al desarrollo de una de sus específico. De esta forma, la inteligencia colectiva estará dada
aplicaciones más emblemáticas: Internet. En 1958, en res- por la suma y depuración grupal de las aportaciones hechas,
puesta al lanzamiento del satélite Sputnik, el Departamento con un beneficio evidente para la comunidad de participan-
de Defensa de Estados Unidos establece la Agencia de tes: lograr la construcción de un conocimiento compartido
Proyectos de Investigación Avanzados (arpa, por sus siglas que supere el que podría obtenerse de manera individual.
en inglés). Su objetivo central era el desarrollo de tecnolo- Es importante señalar que estos modelos de cooperación
gías que permitieran a este país recuperar el liderazgo de no necesariamente requieren de las tic para ocurrir, aunque,
la innovación en la carrera que se había iniciado contra la dados los mecanismos de interacción que tales tecnologías
Unión Soviética en el contexto de la Guerra Fría. Durante posibilitan, se convierten en facilitadoras dentro de la cons-
esta época, las computadoras eran escasas y costosas, por lo trucción de la inteligencia colectiva. Desde esta perspectiva,
que se buscaban estrategias que optimizaran su uso. Uno las tic pueden ser concebidas como herramientas que permi-
de los proyectos desarrollados en este sentido pretendía la ten flujos de información, que a su vez posibilitan estructuras
construcción de una red informática que permitiera dividir sociotécnicas abiertas y cooperativas. La colaboración entre
una tarea compleja en porciones más pequeñas, de manera diversos sectores puede convertirse así en un modelo de ge-
que su solución se diera a partir de la colaboración entre neración de conocimiento y de riqueza, en el que un grupo
diversos centros de cómputo. El resultado de esta iniciativa de trabajo puede formarse para el logro de un objetivo es-
fue la red arpanet, antecedente directo del actual Internet. pecífico, con la posibilidad de reagruparse posteriormente
La cooperación entre diversos investigadores y espacios en una nueva configuración para una tarea distinta. En este
académicos sentó las bases de la operación técnica de Inter- planteamiento general, las tic constituyen una infraestruc-
net y sus protocolos de intercambio de información, dando tura tecnológica altamente flexible que permite interacciones
lugar a la red de estructura abierta que actualmente conoce- entre los participantes, que son a la vez generadores y usua-
mos. La World Wide Web (www), entorno hipertextual de rios de este cúmulo de información en constante circulación.
Internet, fue desarrollada a inicios de la década de 1990 por Como es posible observar, destaca la idea de que estas
tecnologías se constituyen en dispositivos mediadores, en
facilitadoras, si acaso, pero nunca en el elemento primordial
a partir del cual la colaboración tenga lugar. No obstante
esta visión que ubica a las tic en una dimensión subordi-
1 Enfatizamos este adjetivo en función de su absoluta relativi- nada a lo social, en aproximaciones optimistas en torno a la
dad. ¿Pueden tecnologías como Internet seguir siendo llamadas Sociedad de la Información pueden reconocerse tendencias
de esta forma, luego de que sus primeros antecedentes han tecnodeterministas que parecen sugerir que esta relación es
cumplido más de 40 años? Quizá la novedad radica en su com-
paración con las tic tradicionales: la tv, con cerca de 60 años
a cuesta, la radio y el cine con alrededor de 100, o la escritura, 2 Consejo Europeo para la Investigación Nuclear, por sus siglas
con al menos 5 mil años de haber sido desarrollada. en francés.

c 164 Cooperación y tecnologías de la información y la comunicación


prácticamente a la inversa, con la cooperación surgiendo lugar en sistemas dedicados. La peculiaridad de los sistemas
casi espontáneamente a partir de la introducción de las tic. de salvapantallas radica en que son iniciativas que promueven
la cooperación entre un grupo heterogéneo de participantes,
Líneas de investigación y debate muchos de ellos usuarios comunes y corrientes, que pueden
contemporáneo no estar involucrados directamente con los resultados que el
proceso distribuido arroje en un momento dado, lo cual da
El asunto de la cooperación y las nuevas tecnologías ha sido cuenta de un nivel de cooperación que tiene lugar, que podría
trabajado de forma muy intensa a partir de diversas disci- incluso ser calificado como un beneficio sumamente abstracto
plinas y líneas de investigación, entre las que destacan los para tales participantes.
sistemas de cómputo distribuido, el software libre, las redes
de transferencia de archivos entre usuarios3 y la construcción Software libre
colectiva de contenidos, entre otras. Tales son los campos de Este modelo de desarrollo de software se basa en la participa-
investigación que revisaremos brevemente a continuación. ción voluntaria de programadores que aportan sus habilidades
y tiempo para la elaboración de sistemas informáticos com-
Sistemas de cómputo distribuidos plejos. Los participantes cooperan a distintos niveles en la
En el desarrollo inicial de Internet, anticipamos que un sector programación, depuración y prueba de sistemas, que rivalizan
de las ciencias de la informática se ha dedicado al estudio y con aplicaciones elaboradas de forma comercial. Ejemplos
desarrollo de lo que se conoce como sistemas de cómputo de este tipo de desarrollos se pueden observar en sistemas
distribuido.4 Como ya hemos explicado, este modelo se basa operativos como Linux8 y una gran cantidad de aplicacio-
en el procesamiento paralelo de tareas repartidas entre un nes capaces de ejecutarse incluso en sistemas propietarios
conjunto de computadoras independientes. como Windows, y entre los que destacan la suite ofimática
Una estrategia específica empleada para la construcción OpenOffice,9 el sistema de edición de imágenes gimp10 y el
de estos sistemas entre el común de los usuarios tiene que navegador Mozilla/Firefox. El software libre representa una
ver con el uso de salvapantallas5 para llevar a cabo complejas estrategia para el desarrollo de aplicaciones informáticas en la
tareas, por ejemplo, el proyecto Search for Extraterrestrial que la comunidad de participantes se beneficia a consecuencia
Intelligence (seti) que ha dado lugar al sistema conocido de acciones que son provechosas tanto para los desarrolla-
como seti@home, en el que los usuarios descargan de forma dores en lo individual, como para el grupo en su conjunto.
voluntaria un pequeño programa que aprovecha los periodos
de inactividad de las computadoras personales para anali- Redes de transferencia de archivos entre usuarios
zar las señales recibidas por el radiotelescopio instalado en Basadas en sistemas descentralizados, estas redes permiten
Arecibo, Puerto Rico, en busca de patrones que puedan dar que usuarios de Internet compartan y transfieran entre sí
indicios sobre la existencia de vida inteligente extraterrestre. documentos de todo tipo. Napster, software empleado ma-
De este modo, se consigue un poder de cómputo compara- yormente para intercambiar archivos de audio,11 fue una de
ble al de una supercomputadora por una ínfima parte de su las primeras aplicaciones de este tipo que alcanzó gran no-
costo. Programas similares existen para el análisis epidemio- toriedad a inicios del presente siglo12 y que, en la actualidad,
lógico de la malaria6 y el modelamiento de proteínas a nivel
molecular,7 entre otros.
Es importante señalar que no todos los sistemas de cómpu- 8 Linux es un sistema operativo gratuito que puede funcionar
to distribuido operan a partir de aplicaciones de salvapantallas, en computadoras personales, como alternativa a Windows de
pues hay algunos en los que este trabajo colaborativo tiene Microsoft. Fue desarrollado inicialmente por Linus Torvalds, al
combinar elementos de GNU (proyecto liderado por el creador
del concepto de software libre Richard Stallman) y enriquecido
3 Conocidas como redes P2P (peer-to-peer). con las aportaciones de miles de programadores voluntarios de
4 En inglés, esto se conoce como grid computing. todo el mundo.
5 Screensaver computing, en el original. Un salvapantallas es una 9 Disponible gratuitamente en www.openoffice.org, ofrece
pequeña aplicación que se ejecuta luego de un periodo de aplicaciones como procesador de palabras, hoja electrónica de
inactividad en una computadora personal, y que tiene como cálculo, generador de presentaciones y otros elementos que
propósito evitar la formación de patrones persistentes en las generan archivos compatibles con Office de Microsoft.
pantallas de estos equipos, a consecuencia de una imagen es- 10 Alternativa, libre de costo, al popular sistema de edición de
tática. imágenes Photoshop. Disponible en www.gimp.org.
6 Proyecto desarrollado por The Swiss Tropical Institute (www. 11 Estos archivos de audio usualmente eran comprimidos en for-
malariacontrol.net). mato mp3 para optimizar el ancho de banda.
7 Iniciativa administrada por el Barcelona Biomedical Research 12 Dado que el sistema era empleado para intercambiar música
Park y que incluso es capaz de aprovechar las posibilidades de que en su mayor parte tenía derechos reservados, fue objeto
acceso a Internet de la plataforma de juegos PlayStation 3 para de una demanda que llevó a su cierre en 2001. El caso fue am-
ejecutarse. pliamente cubierto por los medios noticiosos tradicionales.

Cooperación y tecnologías de la información y la comunicación 165 c


presenta una serie de desarrollos posteriores, entre los que torno al tema en cuestión, sin recibir pago alguno por ello.
destacan las aplicaciones conocidas como torrents.13 Estos artículos son revisados y corregidos por la misma co-
En estos entornos, la cooperación se manifiesta de varias munidad de usuarios que, en este caso, alcanzan plenamente
maneras. La operación de estos sistemas permite que cual- el grado de lecto-escritores. A pesar de que cualquier usuario
quier archivo que haya sido señalado como de acceso público puede participar en su construcción y edición, es importante
pueda ser descargado por cualquier otro nodo conectado a señalar que en este caso la cooperación está sujeta a diversos
una red de esta naturaleza. Esto conduce a que los usuarios mecanismos de control, que tienen el propósito de contri-
coloquen contenidos accesibles a otros usuarios, a pesar de buir a la conservación, precisión y crecimiento de esta obra.
que esto conduzca a que las descargas realizadas por ellos A pesar de que los wikis son una de las herramientas de
demoren más tiempo (a consecuencia del mayor uso del an- trabajo colaborativo en línea más conocidas, es posible ob-
cho de banda disponible). Mantener accesibles los archivos servar otras aplicaciones, conocidas como computer-supported
descargados durante un tiempo razonable es otra estrategia cooperative work, entre las que es posible mencionar el sistema
de cooperación que es posible observar en este tipo de redes, NetMeeting de Microsoft y NotePub.15
particularmente en aquéllas del tipo torrent. De esta forma,
el total de archivos disponibles para descarga en un momen- Debate contemporáneo
to dado es igual a la suma de los archivos que cada usuario En relación con los procesos de cooperación mediados por las
pone a disposición de los demás. Evidentemente, mientras tic, destacan dos asuntos a los que creemos que es pertinen-
más usuarios haya, la cantidad total de contenidos accesibles te referirnos: las motivaciones para cooperar y los retos que
tiende a ser mayor, lo cual habla de uno de los criterios de éxi- enfrenta la cooperación mediada por las nuevas tecnologías
to de estos sistemas: el tamaño de la comunidad participante. de la información y la comunicación.
Dada la tendencia al egoísmo presente en muchas inte- En referencia a la tendencia al egoísmo que hemos men-
racciones sociales, se han desarrollado diversos dispositivos, cionado previamente, cabe preguntarse cómo es posible que
de índole tanto técnica como social, para motivar la coope- la cooperación ocurra efectivamente en estos entornos. Las
ración en estas redes de intercambio de archivos. Algunas de motivaciones que los usuarios tienen para colaborar, coo-
las estrategias más destacadas en este sentido tienen que ver perar y participar están relacionadas con distintas variables,
con sistemas que califican la reputación de los contribuyen- entre las que destacan las normas y valores de las comuni-
tes, el desarrollo de administradores de flujo de transferencia dades en las que estos procesos tienen lugar. La cooperación
que privilegian a aquellos participantes con el mayor núme- es un valor intrínseco a ciertas comunidades de usuarios de
ro de archivos disponibles con la mayor velocidad posible y Internet, especialmente entre quienes participan en el desa-
la inclusión de sistemas automatizados que dan prioridad a rrollo de software libre, donde el estatus se mide a partir de
las descargas hechas por quienes, a su vez, han permitido un las contribuciones hechas y es posible hablar de estructuras
mayor número de descargas de sus computadoras personales. meritocráticas.
Este reconocimiento público implica que la cooperación
Construcción colectiva de contenidos puede contribuir a la construcción de una reputación, un
Los protocolos de comunicación abierta de Internet, así como capital simbólico, que posteriormente puede expresarse en
el uso de recursos hipertextuales, permiten en la actualidad aspectos como el reconocimiento de pares y la conversión a
la construcción colectiva de contenidos en línea; en muchos otro tipo de capitales. Existe también una serie de elementos
casos, actualizan con ello el planteamiento de la inteligencia culturales que favorecen la cooperación en estos contextos,
colectiva que ya hemos mencionado. Una aplicación emplea- como el compromiso personal que puede ser asumido hacia
da con este fin y que es ampliamente utilizada por usuarios el modelo del software libre, la libertad de elección que se de-
de todo el mundo, son los wikis,14 con la Wikipedia como riva del desarrollo de aplicaciones distintas a las que ofrece el
su exponente más destacado. software propietario, el grado de pertenencia a la comunidad,
En esta enciclopedia de libre acceso, cada artículo es el sentido de trascendencia que se genera al hacer pública una
construido por voluntarios que aportan su conocimiento en aportación personal, entre otros.
Al darse esta cooperación, se presenta un fenómeno que
13 En estos sistemas, un archivo informático es dividido en una puede caracterizarse como “altruismo involuntario” y que con-
gran cantidad de fragmentos más pequeños (conocidos como siste en que las aportaciones hechas por una persona benefician
seeds), que son puestos a la disposición de los usuarios a par- a la comunidad entera, sin importar si ésta era su intención en
tir de computadoras conectadas a la red y que ejecutan una primer lugar. Si bien en muchos entornos virtuales la lógica
aplicación que administra y posibilita la reconstrucción del de la cooperación pareciera ser el “dar para recibir”, ésta es
documento original en cualquier nodo. una condición que no se cumple en todos los casos.
14 Explicado en términos muy sencillos, un wiki es una aplicación
que permite editar una página disponible en la www, construida
bajo este sistema, sin necesidad de conocimientos profundos en
programación, de manera que un conjunto de usuarios trabajen 15 Sistema que permite la publicación y edición colaborativa de
sobre un mismo documento de manera conjunta. notas en línea (www.notepub.com).

c 166 Cooperación y tecnologías de la información y la comunicación


De cualquier manera, el interés personal puede dar lugar Baldwin, Carliss Y. y Kim B. Clark (2003), The Architecture of Coo-
también a la cooperación, sobre todo a partir de un sentido peration: How Code Architecture Mitigates Freer Riding in the
lúdico. Algunas de las personas que colaboran en línea lo ha- Open Source Development Model, Harvard Bussiness School.
cen porque disfrutan haciéndolo; por ejemplo, programadores Disponible en: < http://citeseerx.ist.psu.edu/viewdoc/
download;jsessionid=77D98A78C280706225A189DD-
a los que les gusta lo que hacen, y que refuerzan la idea de FFF1E2B1?doi=10.1.1.145.3251&rep=rep1&type=pdf>.
que cooperar tiene que ver con hacer lo que puede aportar Bonaccorsi, Andrea y Cristina Rossi (2003), “Altruistic Indi-
un beneficio para el individuo, pero también para el grupo. viduals, Selfish Firms? The Structure of Motivation in
Como es posible observar, la cooperación en línea es Open Source Software”, Social Science Research Network.
motivada por una compleja mezcla de aspectos que respon- Disponible en: < http://papers.ssrn.com/sol3/papers.
den tanto a intereses propios, como al altruismo. Se trata de cfm?abstract_id=433620>.
acciones que, de una manera o de otra, suelen redundar en Bourdieu, Pierre (2005), The Social Structures of Economy, Malden:
beneficios más o menos inmediatos y tangibles para quienes Polity Press.
colaboran (y por ende, para las comunidades a las que perte- Bretzke, Helen y Julita Vassileva (2003), “Motivating Coopera-
tion on Peer to Peer Networks”, Lecture Notes in Computer
necen). Sin embargo la cooperación en los espacios virtuales Science, vol. 2702, pp. 218-227. Disponible en: <http://www.
enfrenta serios retos que han sido señalados de manera crítica springerlink.com/index/rxxqfyrcgu0n09wg.pdf>.
y entre los que destacan: Elliott, Margaret S. y Walt Scacchi (2004), “Free Software
Oportunismo. Los sistemas de colaboración en línea, de Development: Cooperation and Conflict in a Virtual Or-
forma casi inevitable, dan lugar a personas que toman sin ganization Culture”, en Stefan Koch (ed.), Free/Open Source
aportar.16 En los sistemas de intercambio de archivos entre Software Development, Hershey: Idea, pp. 152-173.
usuarios (P2P), se habla incluso de su colapso cuando sólo Hales, Davis (2004), “From Selfish Nodes to Cooperative Ne-
unos pocos contribuyen y la mayoría se limita a tomar lo tworks-Emergent Link-based Incentives in Peer-to-Peer
que pueda mientras pueda. Esto sugiere que el éxito de un Networks”, conferencia presentada en Fourth Internatio-
nal Conference on Peer-to-Peer Computing, pp. 151-158.
sistema de cooperación en línea no depende únicamente del Disponible en: <http://ieeexplore.ieee.org/stamp/stamp.
tamaño de la comunidad, sino, como ha sido señalado reite- jsp?tp=&isnumber=&arnumber=1334942>.
radamente, de cuántos de sus miembros efectivamente hacen Khan, Javed I. (2005), “Emerging Era of Cooperative Empower-
aportaciones, así como de la calidad de las mismas; lo cual se ment: Grid, Peer-to-Peer, and Community Computing”,
relaciona con otros aspectos como el llamado capital social. conferencia presentada en First International Conference
Falta de consenso. Tanto en las comunidades de software on Information and Communication Technologies, pp. 45-51.
libre como en sistemas de construcción colectiva de conte- Disponible en: <http://ieeexplore.ieee.org/stamp/stamp.js-
nidos, se ha observado que el consenso no siempre prevalece p?tp=&isnumber=&arnumber=1598542>.
entre quienes participan. No todos los programadores pueden Kollock, Peter (1999), “The Economies of Online Cooperation:
Gifts and Public Goods in Cyberspace”, en Marc Smith y
estar de acuerdo en un algoritmo en particular, ni siempre se Peter Kollock (eds.), Communities in Cyberspace, London:
tienen las mismas ideas en relación con el contenido de un Routledge, pp. 219-240.
artículo de la Wikipedia. En la medida en que se constru- Lai, Kevin et al. (2003), “Incentives for Cooperation in Peer-to-Peer
yan mecanismos que medien y concilien estas diferencias, la Networks”, Workshop on Economics of Peer-to-Peer Systems.
cooperación podrá mantenerse. Disponible en: <http://citeseerx.ist.psu.edu/viewdoc/down-
Vandalismo. Las estructuras abiertas que subyacen en los load?doi=10.1.1.14.1949&rep=rep1&type=pdf>.
sistemas cooperativos mediados por las nuevas tecnologías Lévy, Pierre (1997), Collective Intelligence, Cambridge: Perseus
de la información y la comunicación, en ocasiones, pueden Books.
dar pie a la aparición de actos vandálicos. En la Wikipedia Lillibridge, Mark et al. (2003), “A Cooperative Internet Backup
Scheme”, conferencia presentada en usenix Annual Technical
es relativamente frecuente la edición malintencionada de sus Conference, pp. 29-42. Disponible en: <http://www.usenix.
contenidos, que se expresa en la inclusión de datos falsos, org/events/usenix03/tech/full_papers/full_papers/lillibrid-
sesgos comerciales, y posturas racistas e intolerantes, entre ge/lillibridge.pdf>.
otros problemas. Oliva, Alexandre (2006), “A Beautiful Mind Meets Free Software:
Game Theory, Competition and Cooperation”, Exacta, vol.
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16 El término usado en el original es el de free riding.

Cooperación y tecnologías de la información y la comunicación 167 c


La multiplicación de los periódicos en Europa, durante las
CULTURA DE MASAS primeras décadas del siglo xix, el surgimiento del folletín y
el desplazamiento social del escritor por el periodista fueron
Regina Crespo simultáneamente efectos y elementos de consolidación de la
cultura de masas. El proceso galopante de urbanización e in-
dustrialización que se iniciaba en el continente, y que después
Definición se expandiría paulatinamente al resto del mundo, condujo a
la creación de un mercado de bienes culturales. Este mercado
La cultura de masas es fruto de la sociedad industrial. El le fue quitando a la lectura y a la escritura su carácter de pri-
concepto surgió para definir un tipo específico de creación vilegio social y las transformó en una condición de su propia
cultural destinado a un sector social amplio y, en cierto sen- expansión (la escolarización, necesaria para el perfecciona-
tido, homogéneo. Se caracteriza por la combinación entre miento de la mano de obra que demandaba la industria, creó
una producción industrialmente organizada y la búsqueda un público lector que, con el paso del tiempo, fue clasificado
de ganancia. Para muchos autores es culpable tanto de la por los empresarios editoriales como público consumidor).
banalización de la llamada cultura erudita como de la cari- De los periódicos al internet, pasando por la fotografía, el
caturización de los valores y tradiciones relacionados con la cine, la radio y la televisión, los medios masivos de comuni-
cultura popular. cación se consolidaron como una industria de carácter global.
Está indefectiblemente asociada a los medios masivos de A lo largo de su desarrollo se fueron gestando las condiciones
comunicación y a la producción en serie. En este sentido, la de ampliación e, incluso, universalización del consumo de
cultura de masas, concebida como “industria cultural” (tér- una serie de productos culturales y artísticos que, antes de los
mino creado por Theodor Adorno y Max Horkheimer en avances técnicos en los medios de reproducción, se limitaban
1947), tiene una connotación despectiva, ilustrada por el tipo al goce de una minoría.
de producciones que los medios masivos difunden: novelas A pesar de la crítica que es posible hacer a gran parte de
rosas, negras y de ciencia ficción, películas de suspenso, acción lo que se difunde en los medios, no se puede negar que, en
y aventura; telenovelas, series de televisión, programas de au- la moderna sociedad de masas, éstos han constituido una
ditorio, reality shows y caricaturas; historietas, publicaciones esfera de creación que todavía no ha sido rebasada. La posi-
de amenidades y chismes, periódicos deportivos y revistas ción de la crítica acerca de la cultura de masas y los medios
para caballeros; teatro de variedades, espectáculos musicales, se dividió básicamente en dos corrientes analíticas opuestas,
programas de radio, canciones de amor, rock y otros géneros cuyos autores Umberto Eco definió, en 1964, como “apoca-
musicales populares. lípticos” e “integrados”.
Se puede afirmar que fue a partir de 1940 cuando la cul-
Historia, teoría y crítica tura de masas empezó a ser objeto sistemático de análisis en
el ámbito de las ciencias sociales y las humanidades. Bajo el
No se puede hablar de cultura de masas sin relacionarla con impacto de la Segunda Guerra Mundial, en que la eficacia de
los conceptos de cultura erudita, popular y nacional. Podemos los medios masivos en la propaganda política se hizo patente
encontrar antecedentes de la cultura de masas en el proce- por la hábil utilización que Hitler y su ministro de propa-
so de rescate, registro y difusión escrita de las canciones y ganda Goebbels dieron a la radio para apoyar el ascenso del
cuentos populares, que algunos estudiosos como los alemanes nazismo, la discusión sobre la naturaleza y los alcances de la
Johann Herder y los hermanos Grimm iniciaron en Euro- cultura de masas y su papel en el avance del capitalismo se
pa a finales del siglo xviii. Este proceso de glorificación del hizo más fuerte.
pueblo tuvo no sólo una connotación estética y cultural, sino Sin embargo, para entender tal discusión, hay que recu-
también objetivos políticos. perar otro concepto que ya a partir de la Primera Guerra
La fusión entre lo popular y lo nacional —que signi- Mundial fue adquiriendo mayor importancia entre los críti-
ficativamente ocurrió con mayor frecuencia en países que cos y al cual la cultura de masas siempre estuvo íntimamente
presentaban dificultades en su construcción nacional (de- asociada. Se trata del concepto de sociedad de masas, cuyo
finición y conservación de fronteras, soberanía política y origen se encuentra en las primeras preocupaciones que, a
cuestiones étnico-culturales)— se materializó en la trans- mediados del siglo xix, los políticos y críticos sociales euro-
cripción del material recopilado. Dicha actividad, hecha de peos manifestaron acerca del lugar de las multitudes en la
acuerdo con el repertorio y los gustos del público al cual se sociedad (Martín-Barbero, 2001). Entre las fuentes de este
destinaba (los sectores alfabetizados, económicamente do- concepto está la concepción conservadora de autores como
minantes y asociados al aparato estatal), fue responsable de la Gustave Le Bon, quien buscó estudiar científicamente la
conservación y posterior difusión —ya en términos masivos “irracionalidad” de las masas (La psicología de las masas, 1986),
y adaptados a un público más amplio— de algunos elemen- y José Ortega y Gasset (La rebelión de las masas, 1993), quien
tos culturales claves para la consolidación de las distintas separaba al “hombre-masa” de las “minorías selectas”.
culturas nacionales.

c 168 Cultura de masas


El filósofo español creía que las masas eran incapaces del contratados por empresarios. Sin embargo, su compatriota
humanismo característico de la verdadera cultura y temía los Daniel Bell (1974) restó importancia a esta constatación. Para
cambios sociales originados por su notoria e inevitable as- él, los medios de comunicación democratizaban el consumo
censión social y política (La rebelión de las masas, 1931). La cultural y con ello nivelaban los estilos de vida que solían
sociedad de masas designa la nueva sociedad que se conformó confrontar a las clases sociales. Según Bell, a los nostálgicos
cuando, con el industrialismo y la democracia liberal, grandes del viejo orden sólo les quedaba comprobar la pérdida de
masas de personas provenientes de los estratos socioeconómi- sus privilegios, mientras que los revolucionarios aferrados en
cos medios e inferiores empezaron a participar activamente la lucha de clases sólo podían observar la manera en que el
en las esferas social, cultural y política, de las cuales siempre ámbito de la cultura se establecía como el gran instrumento
habían estado alejadas. de transformación social.
Según la visión optimista de Edward Shils (1974), dicho Quizás, para volver a la terminología de Eco (1997), el
ascenso no logró destruir la diferencia entre las masas y las exponente más llamativo de la vertiente “integrada”, mayo-
élites, constitutiva de la sociedad industrial, pero empezó ritariamente compuesta por autores norteamericanos, fue
a generar una “dispersión de la civilidad” y a intensificar el el canadiense Marshall McLuhan. En sus estudios sobre la
ejercicio de la individualidad, abriendo espacio hacia nue- naturaleza y los alcances de la radio y la televisión, este autor
vas formas de asociación e incluso a un mayor consumo de llegó a la conclusión de que los medios electrónicos podrían
cultura, aunque no necesariamente de aquella cultura que el acercar a los hombres, disminuyendo las distancias no sólo
autor definía como superior. territoriales, sino también sociales, entre ellos. La velocidad
Por otra parte, para los nada optimistas Adorno y Hor- de las comunicaciones, resultado del progreso tecnológico,
kheimer (1969), la sociedad de masas se consolidó con el haría más factible que los hombres se conocieran y pudieran
mercado y el consumo. En ella, la cultura de masas surgió compartir un mismo estilo de vida. Así, el mundo podría “re-
y se desarrolló como cualquier otra industria. Según los au- tribalizarse”, transformándose en una “aldea global”.
tores, para esta industria organizada con el fin de atender Al lado de otras expresiones polémicas de McLuhan, ésta
las necesidades de un público-masa, abstracto y homoge- se volvió clásica entre los teóricos de la comunicación y los
neizado, la noción de individuo no podría pasar de algo críticos sociales, pues suscitó una serie de debates acerca del
ilusorio. En la cultura de masas lo más importante siempre carácter realmente democrático e igualitario de un mundo
ha sido el público, estadísticamente contabilizado en grupos dominado por el gran capital, en donde el avance tecno-
de consumidores, estratificados en términos económicos y lógico de las comunicaciones aparentemente resolvería las
socioculturales. diferencias y suplantaría a las ideologías, convirtiendo a los
Para Adorno, la cultura de masas ha tenido como único espectadores en partícipes de lo que los medios electrónicos
objetivo fomentar la dependencia y la enajenación de los les enseñaban (Mattelart, 2003).
hombres. Al construir consumidores acríticos y pasivos de Es posible afirmar que el ejercicio de este tipo de con-
los productos culturales elaborados y anunciados por los cepción, en el que el análisis cultural se separa del análisis
medios de comunicación, logró seducirlos y hacerles olvidar de las relaciones de poder, lleva a la desvinculación entre las
su propia explotación en las relaciones de producción. En esferas de la cultura y de la producción. Asimismo, imposibi-
última instancia, al degradar a la cultura transformándola lita que se conciba a la esfera cultural como campo de batalla
en industria de diversión, la cultura de masas estimuló el política, ya que las contradicciones de clase y las divergencias
inmovilismo y la legitimación de la sociedad capitalista. ideológicas se desdibujan por la posibilidad —difundida por
Las polémicas que se desarrollaron sobre la sociedad de la propia cultura de masas— de que el acceso a los bienes
masas y su cultura a partir de los años sesenta se alimenta- culturales sea universal y liberador.
ron especialmente del debate que se llevó a cabo durante El hecho de que los medios masivos, especialmente los
las décadas de 1940 y 1950 en Estados Unidos. Adorno y audiovisuales, se hayan transformado en la fuente de infor-
Horkheimer habían llegado a este país huyendo del totali- mación —y formación— político-cultural de la mayoría de
tarismo nazi y se sorprendieron ante el grado de satisfacción la población en todo el mundo, podría atenuar el estigma
grandilocuente que la sociedad de consumo estadounidense mercantil de la cultura de masas. Lo mismo se podría afir-
mostraba hacia el modelo político y económico que su gobier- mar acerca de la estandarización del gusto, preconizada por
no había adoptado. En los Estados Unidos de la posguerra ella como un elemento unificador de la sensibilidad de los
se estaba creando una nueva manera de entender el lugar de diferentes grupos sociales. Sin embargo, estas justificaciones
la cultura de masas, de acuerdo con los moldes planteados reciben como contrapunto varias observaciones críticas que
por Shils, como medio de aproximación y diálogo entre los no es posible ignorar: la difusión de una cultura homogénea
diferentes estratos sociales. que no considera las diferencias culturales, el estímulo publi-
El radical Dwight Macdonald (1974), al criticar a la cul- citario que crea nuevas necesidades de consumo, la asociación
tura de masas, había observado cómo ésta, además de difundir automática entre cultura y entretenimiento, que inhibe el
productos de baja calidad cultural, reproducía la división so- pensamiento crítico y estimula el inmovilismo.
cial del trabajo, al ser elaborada por técnicos especializados

Cultura de masas 169 c


Como diría Eco, los “integrados” suelen olvidar que la Líneas de investigación y debate
cultura de masas es producida por grupos de alto poder eco- contemporáneo
nómico con fines lucrativos y objetivos ideológicos. Mientras
tanto, los “apocalípticos” se equivocan al considerar a la cul- La expansión y las posibilidades de creación ofrecidas por
tura de masas como algo malo simplemente por su carácter la industria cultural —concepto que, dígase de paso, la ma-
industrial. De hecho, la idea de que la cultura, si se transfor- yoría de los autores pasó a utilizar en sustitución o como
ma en industria, no puede ser cultura, podría ser considerada sinónimo de la cultura de masas— relativizaron la imagen
como la gran disyuntiva planteada por el pensamiento de de la cultura de masas como una versión simplificada de
Adorno y Horkheimer. la alta cultura, producida para consumo masivo. Las líneas
En este sentido, la contribución de Walter Benjamin es de investigación que se fueron abriendo a partir de los años
fundamental. Aunque estuvo vinculado a la llamada Escuela sesenta también pusieron en tela de juicio la imagen de la
de Frankfurt, como Adorno y Horkheimer, Benjamin llegó a cultura de masas exclusivamente como instrumento de mani-
una concepción diferente de la que tenían estos dos autores pulación y dominación de los sectores populares y su cultura,
acerca del papel político y social de la cultura de masas. Para y como guardiana del orden capitalista.
Benjamin, la revolución tecnológica de finales del siglo xix La moderna sociedad de masas no puede prescindir de
e inicios del xx no perjudicó a la cultura erudita, pero sí mo- la industria cultural. El proceso de globalización económica
dificó el lugar del arte y la cultura en la sociedad. Benjamin y mundialización de la cultura que se ha intensificado en
pudo observar que los medios de comunicación de masas las últimas cinco décadas se plasmó en una red de comu-
y sus nuevas formas de producción cultural propiciaron no nicación de escala planetaria. A setenta y ocho años de la
solamente una ampliación del público consumidor, sino que publicación del famoso ensayo La obra de arte en la época de
también generaron cambios en la percepción sensorial de su reproductibilidad técnica, de Benjamin, los avances de la
este público. Según Benjamin, la reproducción técnica de las comunicación vía satélite, la telefonía digital y la informáti-
obras de arte les quitó su carácter único y mágico —lo que el ca expandieron las posibilidades de estandarización cultural,
autor denominaba “aura”—. Esta desacralización hizo posible pero también de intercambio social y acción política. Los
que las obras de arte salieran de los palacios, museos y salas medios de comunicación masivos se han vuelto instru-
de concierto, y que un número mucho mayor de personas mentos de expresión y reivindicación política efectivos con
las pudiera conocer. La fotografía, la reproducción fonográ- mucha visibilidad. Las radios comunitarias son un ejemplo
fica, la radio y el cine acercaron a grandes sectores sociales a significativo en este sentido. Asimismo, las llamadas redes
un arte del cual estaban totalmente marginados. Al mismo sociales se han vuelto un imprescindible canal de debates y
tiempo, se transformaron en formas autónomas de arte, con eventualmente de acción política. Sin embargo, no se puede
todos los aspectos creativos, cuestionadores y transgresores negar que la red ha sido el vehículo preferente del desarrollo
asociados a éste. de un interminable mercado de bienes y servicios, algunos
La perspectiva de Benjamin hace posible pensar que no exactamente culturales, como la pornografía.
los efectos de la cultura de masas no son necesariamente En tales circunstancias, las líneas de investigación que
negativos. Al contrario, pueden contribuir a la emancipa- se incrementan tienen un carácter menos general y más
ción del público que la consume, al servir —con todas sus analítico-descriptivo. Buscan entender lo masivo a partir
contradicciones e incluso debido a ellas— a la ampliación de las articulaciones entre los medios de comunicación y
de su horizonte de conocimiento. En sus análisis, Benjamin los movimientos sociales. Procuran detectar las relaciones
jamás perdió de vista las contradicciones provenientes de las entre la cultura de masas y las culturas populares. Investigan
luchas sociales y, principalmente, la capacidad de resistencia el papel de los medios en la consolidación y transforma-
y la creatividad populares al confrontarse con la acción de los ción de las culturas nacionales y tratan de entender qué
medios. Por ello, sin ser apologeta de la cultura de masas, supo función desempeñan en el seno de la política. La cultura
reconocer que ésta nunca pudo funcionar de manera perfec- de masas se ha consolidado como lugar de creación, inno-
tamente eficaz como instrumento de la alienación requerida vación y experimentación. Muchas líneas de investigación
por el capitalismo. Preocupado por el tema de la recepción, de matiz estético y filosófico se han creado específicamente
analizó la experiencia estética de la sociedad moderna en alrededor del análisis de tal producción. En América Latina,
moldes sociales y no individuales, lo que hizo que percibiera estas vertientes han tenido mucho éxito. Entre los autores
las relaciones de doble sentido entre los productores y los más relevantes en este campo de investigación, se encuentran
receptores culturales. Al buscar las huellas de los margina- Néstor García Canclini (2002), Renato Ortiz (1998) y Jesús
dos y su cultura en las metrópolis (la multitud, los bohemios, Martín-Barbero (2001).
los poetas y artistas) y al interesarse en las formas de arte
“menores” como la caricatura, la crónica de costumbres, la
fotografía y el propio cine, Benjamin aplanó las diferencias
entre la llamada alta cultura y las culturas populares, y acercó
el universo cultural al mundo de la producción.

c 170 Cultura de masas


Dd
Bibliografía política de una nación. No es pertinente definir esa clase
como una categoría que reúna un conjunto de rasgos sufi-
Adorno, Theodor y Max Horkheimer (1969), Dialéctica del ilumi- cientes y necesarios, es decir, propios de todos sus miembros.
nismo, Buenos Aires: Sur. Su definición, más bien, ha de registrar las propiedades del
Bell, Daniel (1974), “Modernidad y sociedad de masas: Variedad prototipo de tales discursos. Cualquiera de ellos se parecerá
de las experiencias culturales”, en Daniel Bell et al., Industria a ese prototipo en un número de atributos, pero no todos
cultural y sociedad de masas, Caracas: Monte Ávila, pp. 11-58.
Benjamin, Walter (1989), “La obra de arte en la época de su repro-
compartirán los mismos atributos.
ductibilidad técnica”, en Discursos interrumpidos I, Buenos Entendida así la deliberación, como un prototipo de una
Aires: Taurus. clase de discursos, se define por las siguientes propiedades
Eco, Umberto (1997), Apocalípticos e integrados, 3a. ed., México: (Caso y Castaños, 2009):
Lumen, Tusquets.
García Canclini, Néstor (2002), Latinoamericanos buscando lugar 1) Es parte de un proceso de decisión acerca de una
en este siglo, Buenos Aires: Paidós. medida o una política.
Le Bon, Gustave (1986), Psicología de las masas, Madrid: Morata. 2) Tiene como objetivos:
Martín-Barbero, Jesús (2001), De los medios a las mediaciones. Co-
municación, cultura y hegemonía, 6a. ed., México: Gustavo Gill.
Mattelart, Armand (2003), La comunicación-mundo. Historia de a) estimar la factibilidad y las consecuencias de
las ideas y de las estrategias, México, Buenos Aires: Siglo xxi. la medida, o sea, efectuar juicios epistémicos
MacDonald, Dwight (1974), “Masscult y Midcult”, en Industria acerca de ella;
cultural y sociedad de masas, Caracas: Monte Ávila Editores, b) determinar la validez normativa de la medida,
pp. 59-140. es decir, llevar a cabo juicios deónticos sobre
McLuhan, Marshall y Quentin Fiore (1971), Guerra y paz en la ella;
aldea global, Barcelona: Martínez Roca. c) estipular qué tan deseable o indeseable es la
Ortega y Gasset, José (1993), La rebelión de las masas, Barcelo- medida, o producir juicios valorativos al res-
na: Altaya. pecto de ella.
Ortiz, Renato (1998), Otro territorio, Santa Fé de Bogotá: Conve-
nio Andrés Bello.
Shils, Edward (1974), “La sociedad de masas y su cultura”, en In- 3) Supone que los tres tipos de juicios anteriormente
dustria cultural y sociedad de masas, Caracas: Monte Ávila, mencionados son independientes entre sí.
pp. 141-176. 4) Incluye argumentos a favor o en contra de los jui-
cios que se emiten.
5) Está constituida por intervenciones de dos o más
participantes que inicialmente cuentan con distin-
tas posiciones epistémicas, normativas o valorativas

DELIBERACIÓN 6)
sobre la medida.
Supone que es legítimo argumentar a favor o en
contra de cualquier posición acerca de la medida.
Fernando Castaños Zuno 7) Implica que, cuando un actor se refiere a su posi-
ción, reconoce la existencia de otras posiciones.
8) Requiere que, cuando un actor aluda a la posición
Definición de otro, para adherirse a ella, para oponerse a la
misma o para exponer sus dudas al respecto, se re-
En su significado más básico, es decir, el que se registra en fiera también a las razones del otro.
los diccionarios generales, el sustantivo deliberación denota 9) Supone que, en el espacio o los espacios de decisión,
el acto de deliberar, verbo que se refiere a ponderar los pros y el acceso a todas las posiciones pertinentes esté ase-
los contras de una decisión posible (deum, 1996: “Deliberar”; gurado y regulado para garantizar la equidad.
rae, 1992: “Deliberar”). En ese tipo de obras de consulta,
cuando se ofrece un ejemplo de deliberación, tiende a men- Por sus primeras propiedades, la acepción definida se
cionarse la consideración que hace un jurado de los méritos distingue de otras afines que pueden encontrarse en otras
de distintas posiciones acerca de un caso antes de resolver. exposiciones académicas. Así, en ocasiones, el término de-
Si una de tales obras dispone de espacio suficiente, proba- liberación excluye claramente objetos de carácter dialógico,
blemente incluirá entre las características de la deliberación, como el de las propiedades 1 y 5; por ejemplo, cuando ciertos
la consideración pausada y cuidadosa de motivos o razones. autores lo utilizan para aludir a un proceso individual de ra-
El concepto se emplea en varios sentidos en el ámbito zonamiento libre que conduce a un sujeto a concluir y a hacer
académico. En su acepción más común, que es la que nos suya una afirmación.1 Otras veces el término implica objetivos
concierne aquí, denota una clase de discursos que atañen a
una colectividad y que tienen lugar, por ejemplo, en la vida
1 Ésta es la manera como lo emplea Seel, 2009.

Deliberación 171 d
más restringidos que los registrados en la propiedad 2; por otro y, no por ello, pierden o ganan validez. En otras palabras,
ejemplo, en determinadas interacciones verbales, se emplea cuando se busca una decisión de acuerdo con los ideales deli-
para designar una discusión científica que pretende dejar fue- berativos, no se intenta de entrada beneficiar ni perjudicar a
ra los asuntos normativos y los valorativos de una cuestión. nadie en particular, sino simplemente encontrar la conclusión
Por las propiedades 1 y 2, la deliberación se distingue de más razonable y justa. Por ende, en la conceptualización mí-
la toma de decisión misma. Puede haber un proceso de de- nima citada con mayor frecuencia, propuesta por Jon Elster
cisión que incluya una deliberación colectiva y que culmine (2001 [1998]: 21), la deliberación se caracteriza por incluir
en la determinación de una autoridad unipersonal, y otro que argumentos por y para terceros desinteresados.
comprenda una deliberación similar, pero que se defina por De los señalamientos anteriores, se desprende que, en
medio del voto en un órgano de representación. A la inversa, una deliberación, las contribuciones de un participante que
tanto la decisión singular como la colegiada pueden ser parte insiste en sostener sus puntos de vista primordialmente
de procesos en que la deliberación carezca de importancia. con base en su autoridad, sus antecedentes personales o sus
Por la conjunción de las propiedades 4 y 8, la delibera- objetivos ulteriores, más que en el valor propio de lo que
ción se distingue de otras clases de discursos que también plantea, pueden ser objetadas como contrarias a la actividad
forman parte de los procesos de decisión, pero que tienen discursiva que les brinda sus condiciones de posibilidad. De
pretensiones de validez diferentes a la pertinencia y calidad manera similar, son potencialmente materia de impugnación
de los argumentos. La deliberación contrasta, por una parte, las contribuciones que descalifican a los opositores, en lugar
con la negociación, cuya validez es principalmente una fun- de refutar sus argumentos.
ción de la sinceridad de las intenciones de los actores, y por Cuando se reconocen como válidas tales impugnaciones
otra, con la arenga y la admonición, que han de juzgarse en en un órgano de decisión, porque se aprecia la deliberación,
relación con las identidades de los actores que participan tienden a desarrollarse normas parlamentarias que aseguran
en el proceso y con las metas ulteriores de la medida que el acceso de todos los miembros a la discusión y que garan-
es materia de la decisión. tizan el respeto entre ellos, y a designarse moderadores que
Una intervención discursiva de un actor dado es apre- velan por el cumplimiento de éstas. De hecho, en ocasiones
ciable como deliberación si busca convencer a un público de se califican los procesos como deliberativos (o no delibera-
la verdad de sus premisas o de la consistencia lógica de sus tivos) en función de la calidad o la vigencia de tales normas.
inferencias, o bien, si está dirigida a explicar por qué acepta Por todo ello, cuando se requieren definiciones ope-
o rechaza las premisas o las inferencias de otros actores; es racionales, es decir, con base en rasgos observables, debe
decir, la intervención forma parte de una deliberación si trata considerarse como deliberativo un discurso en el que, al
propiamente de la medida en cuestión o de enunciados que sustentar su posición, los participantes se refieren a las pre-
hablan acerca de ésta, y no forma parte si trata de los enun- misas de los otros.2
ciadores o de otros temas estrictamente ajenos. Por ejemplo,
una intervención no se evalúa como deliberación, o sólo se Historia, teoría y crítica
evalúa negativamente, si el actor aduce que su posición debe
aceptarse porque es él quien la sostiene o si descalifica los El valor de la deliberación en los procesos de decisión ha sido
planteamientos de los otros porque provienen de ellos. señalado desde la Antigüedad clásica por actores importantes
Las propiedades 6, 7 y 9 suponen y subrayan que la delibe- de la vida social y política. Ya Pericles, discípulo de Zenón
ración ocurre entre sujetos libres e iguales. Los participantes y máxima autoridad de Atenas en uno de sus periodos de
poseen los mismos derechos de opinar en un sentido o en mayor esplendor (443-429 a.C.), defendió la discusión seria
otro y de aceptar o no las opiniones de los demás. En conse- en la asamblea de la ciudad-Estado, como un rasgo esencial de su
cuencia, en la deliberación es legítimo cambiar de actitudes democracia, frente a quienes la consideraban un lastre que resta-
y de formas de pensar sobre el asunto en cuestión. ba eficacia al gobierno. Para él, la deliberación entre ciudadanos
Ahora, las propiedades 7 y 8 implican una valoración libres implicaba la afirmación de su condición y conducía a
positiva alta del examen de segundo orden, es decir, de la buenas decisiones.
reflexión sobre la reflexión: quienes deliberan consideran En épocas más recientes, examinar en las cámaras legis-
importante que sea posible cuestionar cómo deliberan. Por lo lativas los méritos de una propuesta en relación con el bien
tanto, el resultado de la deliberación es siempre provisional; común, es decir, independientemente de los intereses parti-
las conclusiones alcanzadas se toman como las más razo- culares de quienes la promueven, ha sido considerado como
nables en su momento, pero al mismo tiempo se suscribe, un proceder necesario, si a esos órganos ha de atribuirse la
explícita o tácitamente, que puedan ser revisadas en el futuro representación general de la sociedad, y no sólo la de sectores
cercano o lejano, en caso de que surjan nuevas evidencias o diversos. Son notorias las intervenciones, en ese sentido, de
puntos de vista más agudos.
En conjunto, todas las propiedades señaladas orientan
la deliberación hacia la imparcialidad: las conclusiones que 2 Para una propuesta de indicadores de calidad deliberativa ba-
ofrece un participante pudieron haber sido propuestas por sados en tal concepción y en ideas afines a las expuestas en esta
sección, ver Castaños, Labastida y Puga, 2007.

d 172 Deliberación
políticos de diferentes orientaciones en momentos clave de humanos discuten para convencer, y no para engañar o impo-
la evolución de las democracias de Gran Bretaña, Francia y ner, es decir, cuando deliberan, asumen normas de discusión
Estados Unidos.3 que suponen su reconocimiento mutuo como seres racionales,
No obstante, el ámbito de los estudios sobre la delibera- libres e iguales. Ha formulado esta tesis de distintas maneras,
ción no es propiamente un campo disciplinario estructurado. explícitas e implícitas, desde diferentes aproximaciones,7 y
Si bien, por las investigaciones de las últimas décadas, podría defendido que es uno de los puntos cardinales de un sistema
estimarse probable que se constituya como tal en los próxi- que busca comprender la naturaleza de la responsabilidad y
mos lustros, no cuenta aún con prototipos de problemas que los fundamentos de la vida social.
hayan sido clave para profundizar en su comprensión, ni con En un conjunto extenso de textos sobre temas seculares de
ejemplos paradigmáticos de observaciones para contrastar las la filosofía y sobre grandes preocupaciones contemporáneas,8
predicciones generales con los hechos particulares. Se carece Habermas ha planteado también que, si un régimen político
también de modelos canónicos para exponer los resultados se sustentara preeminentemente en dicho reconocimiento, las
de las indagaciones al respecto. normas de la discusión constituirían el núcleo de un sistema
De hecho, debe advertirse, una conceptualización como de reglas de procedimiento que expresaría en forma plena la
la expuesta en el apartado anterior concuerda, en mayor o soberanía popular. Más aún, en la medida en que, en su esfera
menor medida, con las que orientan el trabajo de los inves- pública, una sociedad se acerque a tal ideal de racionalidad e
tigadores que se ocupan principalmente de la deliberación igualdad discursivas, las normas específicas de la discusión
y con las de quienes se han interesado en ella desde las propiciarán el desarrollo del sistema general.
perspectivas que brindan otros temas, sobre todo, el de la La filosofía de Habermas no es de lectura fácil. No
democracia, pero no expresa propiamente un consenso entre obstante, ha atraído a muchos lectores, ha recibido el reco-
los investigadores; éste aún no existe. Entre las divergencias nocimiento de sectores amplios y ha ejercido una influencia
que pueden observarse, para algunos la toma de decisiones es considerable en espacios diversos. Ello se debe, en buena
parte de la deliberación4 y, para otros, entre los que me inclu- medida, a que su trabajo, además de ser de alta calidad aca-
yo, es importante considerar aquélla como separada de ésta.5 démica, ha abierto, a la vez, vías de reflexión y perspectivas
Huelga decir que los esfuerzos por explicar las formas de de acción sobre asuntos de importancia para intelectuales y
la deliberación no han conducido a una teoría, en el senti- políticos. Por ejemplo, ha mostrado que la vitalidad de una
do fuerte, aunque ha habido teorizaciones muy serias. Este democracia está asociada con el grado de posibilidad que
ámbito del estudio del concepto es, más bien, un área temá- tiene de transformar las ideas que circulen en su seno, y ese
tica de contornos difusos, en la que confluyen de diferentes grado depende del vigor de la deliberación pública.
maneras líneas de investigación de distintas disciplinas, las Por su parte, Rawls9 sostiene que la estabilidad demo-
cuales se desarrollan con diversos enfoques y métodos, como crática se funda en la justicia, entendida como equidad e
se indica a continuación. imparcialidad. Ya que un régimen democrático garantiza los
El campo en que, en nuestra época, se llamó inicialmente derechos y las oportunidades para todos, independientemente
la atención sobre la deliberación, y en el que se han generado de su origen social y sus creencias, una mayoría suficiente lo
las principales aportaciones para su entendimiento, es el de preferirá, en la práctica, a otros. Además, se puede argumentar
la filosofía política, y los autores que más han contribuido que es preferible a cualquier otro, por cuestión de principios.
a impulsar el interés por estudiarla son Jürgen Habermas y Por lo tanto, en una democracia deberían preservarse las
John Rawls. reglas constitucionales que encarnan la garantía de impar-
Representante y contestatario de la escuela crítica de cialidad, y debería ser posible sustituirlas sólo por otras que
Frankfurt,6 Habermas ha hecho ver que, cuando unos seres también la exprese.
Para Rawls, un arreglo constitucional democrático que
cimiente la justicia identificará las normas morales comu-
3 Son particularmente célebres las intervenciones de Edmund nes entre personas con visiones del mundo y éticas diversas.
Burke, Emmanuel-Joseph Sieyès y Roger Sherman. Al respec- Además de incluir estas normas, el arreglo establecerá la exi-
to, ver, por ejemplo, la introducción de la obra citada de Elster, gencia autorreferencial de la consistencia jurídica: estipulará
2001 [1998].
4 Ver, por ejemplo, Stokes, 1998, quien define la deliberación
en función de (lo que es para ella) su resultado: el cambio de responsable, debería ser propositiva (y no puramente negati-
preferencias. va, como tendían a hacerla algunos de ellos), es decir, debería
buscar alternativas, porque la vida seguía.
5 Ver, por ejemplo, Gambetta, 1998, para quien la deliberación
es un proceso que tiene lugar antes de tomar una decisión. 7 Las reflexiones de este autor sobre la deliberación se han desa-
rrollado a lo largo de varias décadas, y muchas de ellas culminan
6 Los forjadores de esta escuela plantearon no sólo un rechazo en el libro Facticidad y validez (1998a), que trata también otros
a los sujetos que dieron forma al nazismo, sino también una asuntos clave para la filosofía política.
crítica radical a lo que consideraron las condiciones culturales
y lingüísticas que lo hicieron posible. Habermas, esencialmente 8 Ver, por ejemplo, The Inclusion of the Other (1998b).
de acuerdo con esa orientación, afirmó que la crítica, para ser 9 Ver, sobre todo, Political liberalism, 1993.

Deliberación 173 d
que se deben evitar las contradicciones en la constitución y deliberación, el efecto de ésta —con su nombre o con otros—
entre las demás leyes y la constitución. Cuando las institu- aparece en preguntas contemporáneas sobre la transición de
ciones legislativas y judiciales de un régimen están diseñadas fases o estados en una comunidad, formuladas inclusive desde
para responder a esa comunidad de normas y procurar el perspectivas que hasta hace poco no tomaban en cuenta las
cumplimiento de tal exigencia, las leyes tenderán a ser justas modalidades de interacción comunicativa, como la teoría de
porque la discusión final sobre las leyes tenderá a ser recta. la elección racional10 o el institucionalismo.11
Podríamos resumir los planteamientos de este filósofo de Viendo las cosas en mayor amplitud y profundidad, se
este modo: si la democracia cuida la deliberación, la deli- requerirá entender la relación entre la deliberación y la legi-
beración cuidará la democracia. timad de las decisiones. No sólo recibe atención considerable
Entre Habermas y Rawls hay convergencias importantes. la deliberación debido a que los rasgos más estudiados de la
Para ambos, el desarrollo de la democracia supone que la es- democracia —como la regla de mayoría— son insuficientes
fera pública de lo político está diferenciada de otras esferas para explicar por qué en ella se aceptan como válidas decisio-
de la vida social, es decir, que posee sus códigos propios y no nes con las que no se está de acuerdo, sino porque el problema
se subordina a los objetivos que se persiguen en las demás puede verse como una extensión de otros ancestrales que se
esferas. Recíprocamente, el ejercicio de la democracia forta- han esclarecido al tomar en cuenta la deliberación, como,
lece la independencia de esa esfera (la pública). por ejemplo, el del origen de la obligación de cumplir la ley
Sin embargo, entre ambos autores hay también divergen- (Castaños, Caso y Morales, 2008).
cias. Una, de consecuencias mayores, es que para Habermas Las respuestas a ambas interrogantes, la de la posibilidad
las comunicaciones que tienen lugar en las universidades, y la de la legitimidad de las decisiones, dependerán en bue-
los espacios de la sociedad civil y los medios son parte de na medida de comparaciones entre la deliberación y otras
la esfera pública, mientras que para Rawls ésta se restringe interacciones discursivas, que, a su vez, estarán ordenadas
a los foros oficiales de los poderes del Estado, como lo se- en función de taxonomías de las interacciones y de subta-
ñala McCarthy (1994). Otra de ellas es que, si para Rawls xonomías de la deliberación, a las que ya se está dedicando
la deliberación democrática se funda en un consenso de las atención considerable por razones afines a las expuestas aquí
culturas de una sociedad, en una intersección de sus diferen- (por ejemplo, Bächtiger et al., 2010). Los desarrollos de di-
tes conjuntos de ideales normativos, Habermas busca derivar chas comparaciones y tales taxonomías serán impulsados por
una ética universal del discurso a partir de sus condiciones los trabajos empíricos aludidos.
empíricas de posibilidad, que sea independiente de las cul- Muestra un camino posible para los interesados en los te-
turas de los hablantes. mas de la primera subárea, una investigación laboriosa de Jürg
Steiner y tres colegas suyos (2005), en la que se comparan las
Líneas de investigación y debate deliberaciones en los órganos parlamentarios de Alemania,
contemporáneo Estados Unidos, Gran Bretaña y Suiza. Ellos han obteni-
do medidas de atributos de la calidad deliberativa, como la
Las afinidades y las diferencias entre Habermas y Rawls han participación, el grado de justificación y el respeto de los con-
sido debatidas en diversas formas, y de los debates han surgi- trargumentos. Encuentran que las calificaciones del discurso
do temas que han atraído a estudiosos de la ciencia política y parlamentario en esos rubros dependen de las posibilidades
de la sociología política, campos en que se desarrolla actual- de veto que tiene la oposición, del grado de publicidad de las
mente la mayor parte de la investigación sobre la deliberación. discusiones y, en menor medida, del carácter parlamentario
De ellos —cabe prever— resultará una especialización y, por o presidencial del régimen. Observan también diferencias
ende, una división del área, en tres subáreas: una dedicada a importantes entre las cámaras altas y las bajas.
los asuntos teóricos, y otras dos, a las cuestiones empíricas, Considerando el contexto de la deliberación en un sentido
que tratarán, respectivamente, las condiciones externas de la más amplio, hay un interés por entender cuándo los ciuda-
deliberación y su régimen interno. Con seguridad, se con- danos participan en la discusión pública de formas que se
formará también como un terreno especializado, un cuarto acercan al ideal deliberativo. Por ejemplo, Diana Mutz (2006)
dominio de investigación, éste de carácter aplicado, en torno señala, a partir de una reseña de investigaciones propias y de
a temas que recientemente han atraído atención considerable: otros académicos, que en los ámbitos sociales en que hay una
el diseño de espacios de deliberación. pluralidad de puntos de vista políticos, la interacción discur-
En el plano teórico, la agenda contemporánea de inves- siva es potencialmente más rica y productiva, en principio,
tigación del campo se definirá probablemente a partir del que en aquéllos en que los puntos de vista son homogéneos,
siguiente problema: explicar cuándo y cómo la deliberación aunque en los primeros, es decir, en los diversos, si la parti-
hace posibles decisiones que, en su ausencia, son inalcan- cipación es muy intensa, el riesgo de radicalización es muy
zables, y cuándo y por qué pospone decisiones que podrían alto y, cuando ésta ocurre, deja de haber intercambios reales
tomarse sin deliberar. Además de que la temporalidad del
proceso de decisiones ha sido, desde la Antigüedad clásica, 10 Véase, por ejemplo, Austen-Smith y Feddersen, 2006.
un tema clave en las discusiones a favor o en contra de la
11 Véase, por ejemplo, Gerring et al., 2005.

d 174 Deliberación
y exámenes genuinos de las opiniones. Dado que si no hay se han instituido en gobiernos locales modalidades de parti-
participación tampoco hay deliberación, ella concluye que cipación ciudadana que tienen características deliberativas.17
la conjunción de pluralismo y participación moderada es el Ambas clases de procesos son como laboratorios que ponen
mejor entorno para la deliberación.12 en juego los elementos de las dinámicas discursivas estudia-
La segunda subárea empírica se encuentra menos prefi- das por las ciencias sociales y que propician el intercambio
gurada que la primera, pero desde que empezaron a cobrar de ideas entre éstas y el mundo de la vida política.18
auge los estudios sobre la democracia deliberativa, los escritos En suma, la deliberación es una interacción entre personas
que han tenido impacto notorio tienden a suponer o explicar libres e iguales que se respetan y que, al confrontar sus ideas
los efectos del orden en que ocurren, la manera en que son y sus evidencias, hacen referencia a las premisas de los otros.
moderadas y las formas en que se registran las deliberaciones Está orientada a la toma de decisiones, pretende la impar-
que forman parte de un proceso de decisión. Además de ellos, cialidad y, por lo tanto, sus juicios epistémicos, normativos y
han recibido atención considerable los que toman las garan- valorativos son autónomos entre sí e independientes de las
tías y las restricciones de acceso a la discusión como variables identidades de los participantes. Las investigaciones que se
de estudio.13 Cabe ahora esperar que se sistematicen y se so- desarrollan en torno a ella, que conforman un área multidis-
metan a prueba las predicciones sobre tales condicionantes ciplinaria, tienden a enmarcar la observación de condiciones
y, en general, sobre las reglas del juego de la deliberación. y regímenes del discurso y a vincularse con el diseño de es-
Enfocando los elementos y los efectos de la deliberación pacios de discusión política.
más de cerca, será importante comprender cómo interactúan
distintos tipos de argumentos y en qué sentidos modifican Bibliografía
las posiciones de los participantes.14
Seguramente, además de retroalimentarse entre sí, los Austen-Smith, David y Timothy Feddersen (2006), “Delibera-
estudios de las tres subáreas se relacionarán con los de otros tion, Preference Uncertainty and Voting Rules”, American
campos de investigación del discurso, de manera especial, Political Science Review, vol. 100, núm. 2, pp. 209-218.
con los que buscan elucidar la arquitectura lingüística de la Bächtiger, André et al. (2010), “Disentangling Diversity in Deli-
berative Democracy: Competing Theories, Their Blind Spots
argumentación.15 Asimismo, se verán impulsados por el desa- and Complementarities”, The Journal of Political Philosophy,
rrollo de iniciativas deliberativas prácticas. En las últimas dos vol. 18, núm. 1, pp. 32-63.
décadas, han sido promovidos por investigadores y activistas, Caso, Álvaro y Fernando Castaños (2009), “Democracia, delibera-
varios foros de información e intercambio de puntos de vista ción, representación”, ponencia presentada en el vi Coloquio
entre ciudadanos, funcionarios y candidatos, cuyo diseño ha anual del seminario académico Perspectiva Democrática, “Los
incluido el registro de los acuerdos y los desacuerdos de los déficits de la democracia”, México: Instituto de Investigacio-
participantes, antes y después de la actividad comunicativa, nes Sociales-Universidad Nacional Autónoma de México,
con el doble propósito de sustentar seguimientos académi- Instituto de Investigaciones Dr. José María Luis Mora, 6
y 7 de octubre.
cos de las razones ciudadanas y de hacer éstas presentes a los
Castaños, Fernando, Álvaro Caso y Jesús Morales (2008), “La
responsables de las decisiones gubernamentales.16 Asimismo, deliberación: origen de la obligación moral de cumplir la
ley”, en Julio Labastida, Fernando Castaños y Miguel Ar-
12 Mutz indica que esta conclusión es válida para el clima social mando López Leyva (coords.), La democracia en perspectiva:
de esta época y dadas las habilidades comunicativas que tienen consideraciones teóricas y análisis de casos, México: Instituto de
hoy la mayoría de los ciudadanos. Cabe imaginar otros casos Investigaciones Sociales-Universidad Nacional Autónoma
posibles, en los que la participación alta pueda conjugarse con de México, pp. 17-33.
la deliberación de calidad. Castaños, Fernando, Julio Labastida y Cristina Puga (2007),
“Measuring Mexico’s Democracy: Focus on Deliberation”,
13 Por ejemplo, en un conjunto de recomendaciones normativas
ponencia presentada en el XXX Congreso Internacional de
sobre la elaboración de una constitución, Jon Elster plantea
la Asociación de Estudios Latinoamericanos (Latin American
combinar el debate en comisiones y en el pleno de la asam-
Studies Association), Montreal, 5-8 de septiembre. Texto
blea constituyente de modo que se eviten (o se reduzcan) las
publicado en el cd-Rom Lasa2007, de la misma asociación.
concesiones injustificadas y las actuaciones espectaculares, y se
Checkel, Jeffrey T. (2001), “Taking Deliberation Seriously”, Wor-
privilegien la discusión seria y la transparencia.
king Paper Series, vol. 14, Oslo: University of Oslo-Arena.
14 Algunas de estas preocupaciones ya se manifiestan en trabajos deum: Diccionario del Español Usual en México (1996), “Deliberación”,
de la última década, como en Checkel, 2001. México: El Colegio de México.
15 En más de un trabajo sobre la deliberación o sobre la demo-
cracia deliberativa, se pueden encontrar referencias a un texto
comprehensivo y, a la vez, con planteamientos de vanguardia en
el campo de la argumentación: Van Eemeren y Grootendrost, 17 La más conocida y potencialmente trascendente es la de los
2004. llamados “presupuestos participativos”. Para un balance del
16 Quizás, el esfuerzo que se ha replicado y documentado mejor primero de ellos, el de Porto Alegre, Brasil, ver Gugliano, 2010.
es el de las llamadas encuestas deliberativas. Véase: “What is 18 Por ejemplo, ver en Fung, 2003, una sistematización de tales
Deliberative Polling?”, s.f. opciones y un análisis de las consecuencias que tienen.

Deliberación 175 d
DEMOCRACIA
Elster, Jon, ed. (2001), La democracia deliberativa, Barcelona:
Gedisa. [Edición original: Deliberative Democracy (1998),

DIRECTA
Cambridge: Cambridge University Press].
Fung, Archon (2003), “Recipes for Public Spheres: Eight Institutio-
nal Design Choices and Their Consequences”, The Journal of
Political Philosophy, vol. 11, núm. 3, pp. 338-367.
Rodrigo Páez Montalbán
Gambetta, Diego (1998), “‘Claro!’: An Essay on Discursive Machis-
mo”, en Jon Elster (ed.), Deliberative Democracy, Cambridge:
Cambridge University Press, pp. 19-42.
Gerring, John, Strom C. Thacker y Carola Moreno (2005), Definición
“Centripetal Democratic Governance: A Theory and Glo-
bal Enquiry”, American Political Science Review, vol. 99, núm. Se entiende por democracia directa la forma de gobierno en
4, pp. 567-581. donde el poder se ejerce por el pueblo sin la intermediación
Gugliano, Alfredo Alejandro (2010), “Balance de experiencias de la representación. El concepto de democracia directa, en
recientes de participación ciudadana: la descentralización tanto constituye el ejercicio de una ciudadanía activa en los
participativa en Montevideo y el presupuesto participativo
asuntos del gobierno, sin necesidad de correas de transmisión
en Porto Alegre”. Disponible en: <http://biblioteca.universia.
net/html_bura/ficha/params/id/51164148.htm>. entre pueblo y gobierno, ha sido la contraparte de la forma
Habermas, Jürgen (1998a), Facticidad y validez, Madrid: Trotta. históricamente prevaleciente de democracia: la democracia
[Primera edición: Faktizität und Geltung (1992), Frankfurt, representativa.
Main: Surkamp Verlag]. En un sentido más amplio, se considera que democracia
_____ (1998b), The Inclusión of the Other: Studies in Political Theory, directa puede referirse a diversos tipos de actividad colectiva
Maldon: Polity Press. [Primera edición: Die Einbeziehung en la construcción y ejercicio de ciudadanías —como formas
des anderen. Studien zur politischen Theorie (1996), Frankfurt, de participación— tanto en el ejercicio del gobierno como en
Main: Surkamp Verlag]. la supervisión del mismo, paralelamente o al margen de los
McCarthy, Thomas (1994), “Kantian Constructivism and Recons-
procesos electorales establecidos. En la práctica, los conceptos
tructivism: Rawls and Habermas in Dialogue”, Ethics, vol.
105, núm. 1, pp. 44-63. y formas de democracia directa se combinan hoy en día con
Mutz, Diana C. (2006), Hearing the Other Side: Deliberative Versus diversas formas de democracia participativa.
Participatory Democracy, New York: Cambridge Universi-
ty Press. Historia, teoría y crítica
rae: Real Academia Española (1992), “Deliberación”, Diccionario
de la Lengua Española , Madrid: Real Academia Española. En Occidente, la democracia nace como democracia direc-
Rawls, John (1993), Political Liberalism, New York: Columbia ta. La aparición de esta forma de gobierno en las ciudades
University Press. griegas, particularmente en Atenas, constituyó un ejercicio
Seel, Martin (2009), “The Ability to Deliberate: Elements of a
de intensa participación, referido a todos los aspectos co-
Philosophy of Mind”, conferencia impartida en el Instituto
de Investigaciones Filosóficas de la Universidad Nacional munes de la vida de la ciudad-Estado. Dentro de un espacio
Autónoma de México, México, 1º de abril de 2009. de igualdad política, esta participación se ejercía tanto en el
Steiner, Jürg, André Bächtiger, Marcus Spörndli y Marco campo legislativo como en el judicial. Los cargos públicos eran
R. Steenbergen (2005), Deliberative Politics in Action: ejercidos rotativamente o por sorteo, de manera breve y remu-
Analyzing Parliamentary Discourse, Cambridge: Cambridge nerada, excepto los que tenían que ver con las tareas militares.
University Press. En ese mundo en donde no existía aún la distinción en-
Stokes, Susan C. (1998), “Pathologies of Deliberation”, en Jon tre lo público y lo privado, la ciudadanía estaba restringida
Elster (ed.), Deliberative Democracy, Cambridge: Cambridge a los varones, hombres libres, generalmente jefes de familia,
University Press, pp. 123-138.
quienes dedicaban gran parte de su tiempo a deliberar en el
Van Eemeren, Frans H. y Rob Grootendrost (2004), A Systema-
tic Theory of Argumentation: The Pragma-Dialectical Approach, ágora, decidiendo sobre todo tipo de asuntos concernientes
Cambridge: Cambridge University Press. a la vida de la polis. Las mujeres, los esclavos y los extranje-
“What is Deliberative Polling?” (s.f.), Center for Deliberative Demo- ros estaban excluidos de cualquier participación. Era aquélla
cracy, Stanford University. Disponible en: <cdd.stanford.edu/ una sociedad estratificada, en la cual los hombres libres po-
polls/docs/summary/>. dían dedicarse a deliberar y gobernar mientras los esclavos
se dedicaban a las tareas de producción y de servicios varios,
ayudados por grupos de inmigrantes extranjeros.
Esta experiencia democrática inicial no se reprodujo his-
tóricamente y no gozó, en general, del favor de la mayoría
de los pensadores y teóricos en las consideraciones posterio-
res sobre democracia; sin embargo, en sus dos vertientes, ya
como fascinación o como aversión, la democracia griega ha
prevalecido en la historia y en el imaginario político como

d 176 Democracia directa


modelo de democracia, experiencia que se invocará en perio- de la explotación y reconociendo que el Estado liberal en la
dos posteriores de la historia, como se verá a continuación. sociedad capitalista no puede ser democrático puesto que
Después de la democracia ateniense, se produjo un si- no puede democratizar las relaciones fundamentales de la
lencio de siglos en relación con nuevos intentos de gobierno producción material, el capital y el trabajo, consideraban que
democrático y, por tanto, de democracia directa, y no es sino aunque la lucha de los demócratas liberales por la igualdad
hasta el Renacimiento cuando, con la emergencia de un nuevo política había sido un gran paso hacia la emancipación, ésta
tipo de ciudadanía activa en las ciudades-Estado italianas, no se lograría mientras continuase la explotación humana. La
se abren espacios para una mayor participación popular en libertad supone la democratización tanto del Estado como
los asuntos de la vida pública. Invocando la experiencia de de la sociedad y eso no es posible sin la disolución del mismo
la República romana más que la experiencia griega, estos Estado y de la división social del trabajo en que se sustenta.
reclamos de autogobierno apuntaban a un ejercicio de liber- En una sociedad poscapitalista, la democracia se basaría en
tad cívica como práctica que vinculaba libertad con virtud el libre desarrollo de cada uno como condición para el libre
y gloria cívicas, en la búsqueda de acuerdos comunes acerca desarrollo de todos; sería una sociedad en donde prevalecería
de las leyes y los derechos. la voluntad general del pueblo, como forma de autogobierno
Estas formas de republicanismo, basadas en ideas de par- de los productores.
ticipación ciudadana, tanto por su valor intrínseco —como Se suele considerar que Marx vio en la Comuna de Pa-
parte del desarrollo humano—, como por su valor instru- rís un presagio de lo que podría ser esa nueva sociedad, el
mental —como forma de conseguir objetivos de protección establecimiento de un gobierno poscapitalista sin ningún
o de convivencia—, provenían de concepciones de soberanía parecido con el régimen parlamentario, en donde conce-
popular que se fueron plasmando en exigencias de gobiernos jales —elegidos por sufragio universal—, responsables y
democráticamente electos. revocables en mandatos cortos, formarían una estructura
Si bien se aceptaba una autoridad coercitiva unitaria, esto piramidal de democracia directa en la cual cada comunidad
no contradecía la convicción de que el legislador último debía administrara sus propios asuntos por medio de delegados
ser el pueblo. Sin embargo, las propuestas de gobierno mix- para unidades administrativas mayores, hasta la delegación
to —que conjugaba elementos monárquicos, aristocráticos nacional. Las formas determinadas en que debía concretarse
y populares en el ejercicio del gobierno y en la elección de esta experiencia, sin embargo, no se desarrollaron dado que,
delegados para la integración de consejos— aunque incluían en expresión del mismo Marx, “a la Comuna no le fue dado
a artesanos y pequeños propietarios, excluían a las mujeres y disponer de tiempo” (Marx, 2010: 50).
a los trabajadores del campo. Estos breves rasgos de la evolución del concepto de de-
Más adelante, ya en plena Ilustración, estas ideas de mocracia directa no son suficientes para explicar por qué han
participación como miembro pleno de la polis aparecerán sido tan breves sus expresiones históricas y su concreción en
en el pensamiento de Jean-Jacques Rousseau como la formas de gobierno. Es preciso, por tanto, confrontar el con-
interpretación más radical del concepto republicano de cepto de democracia directa con el de democracia representativa
democracia y, posiblemente, de todo concepto posterior que acompaña a la tradición liberal y que se fue convirtiendo
de democracia directa. Crítico de Atenas en cuanto dicha en el núcleo de las realizaciones democráticas hegemónicas
experiencia no había separado la función legislativa de la hasta nuestros días.
ejecutiva, Rousseau fue el adalid de un contrato social para En efecto, desde los albores del siglo xix, a medida que las
una vida común, con ciudadanos libres, portadores de nuevos sociedades en Occidente se fueron transformando como fruto
deberes y derechos, defensores de la propiedad y de la de complejos procesos de industrialización y urbanización,
igualdad bajo la ley. Su idea de autogobierno presuponía y que el Estado moderno adquirió formas más complejas y
el ejercicio de una ciudadanía activa y participativa que burocráticas tanto en su relación con la sociedad civil como
lograra el cumplimiento de la volonté générale —la voluntad respecto de las fuerzas del mercado capitalista, las poblaciones
general— concebida como la suma de juicios sobre el bien se fueron concentrando en las grandes ciudades, lo que afectó
común —más que la voluntad de todos— o la agregación de a núcleos de población cada vez mayores. De esta manera, se
simples fantasías y deseos. Entendía a la soberanía como algo fue incrementando la división entre el manejo de los asun-
inalienable, pues el proceder del pueblo, debía quedarse en él tos públicos y la posibilidad de una participación directa de
y, por tanto, no podía ser representado. En esta tesitura, los ciudadanos y grupos en dichos asuntos.
diputados no son representantes sino solamente delegados y, El régimen democrático representativo parlamentario se
por lo tanto, no pueden concluir nada definitivamente hasta fue tornando hegemónico, y la relación entre democracia y
que haya sido ratificado por el pueblo de manera unánime o liberalismo —una relación histórica de conveniencia— se
por decisión de la mayoría. fue transformando en una realidad cada vez más excluyente
En la segunda mitad del siglo xix, dentro de las tradicio- en cuanto a formas alternativas de participación o de de-
nes socialista y comunista, también se va a apostar en favor mocracia directa. La cuestión del número se reveló como
de formas de democracia directa. Preconizando que la plena elemento importante en este debate porque las formas de
igualdad política y económica sólo puede lograrse con el fin democracia directa habían surgido dentro de grupos reduci-

Democracia directa 177 d


dos o sociedades preindustriales, mientras que la democracia Líneas de investigación y debate
representativa se extendía a poblaciones y electorados siempre contemporáneo
crecientes en la era moderna.
La idea de representación es parte fundamental de la Democracia es un concepto particularmente polisémico al
tradición liberal, ya que considera que la soberanía reside en que se le han añadido múltiples adjetivos y caracterizaciones
el pueblo, pero se confiere a los representantes para que ejer- a lo largo de su historia. Dentro de esta riqueza se suelen
zan las funciones del gobierno. Los representantes elegidos, plantear diferentes correlatos, como el existente entre de-
y ya no los ciudadanos o grupos particulares, son los actores mocracia como forma de gobierno —como régimen— y
principales dentro de estos juegos de poder. Si bien estos democracia como forma de vida. La primera se considera
representantes son elegidos por voto secreto en elecciones más bien como democracia formal, mientras que la segunda
competidas y periódicas entre facciones, con el fin de estable- se considera como un elemento referido a la convivencia
cer un gobierno representativo, el concepto de participación social y cultural de los ciudadanos. De alguna manera, esta
intensiva de los presupuestos de la democracia directa se fue división puede servir de marco para plantear el debate ac-
desdibujando o reduciendo a un papel más bien secundario. tual sobre formas de democracia directa, concebida, en este
Participación directa y representación marcan este recorri- caso, en términos de participación o deliberación y de la
do histórico. Es importante comprender esta situación para posibilidad de coexistencia o de complementariedad con los
señalar sus diferencias y plantear las posibilidades de coexis- presupuestos de la democracia representativa.
tencia o de colaboración entre ambas posturas. En efecto, diferentes enfoques critican las actuales formas
Acercando este debate hacia los tiempos actuales, se de gobierno, “la democracia realmente existente”, ligada o re-
puede apreciar la existencia y el funcionamiento de formas ducida a la celebración periódica de procesos electorales, al
de democracia directa, establecidas constitucionalmente en parlamentarismo y al subsiguiente ejercicio del gobierno, pues
algunos países como parte importante de estatutos o presu- consideran que es una expresión minimalista de democracia,
puestos de gobierno. Éstas son la revocación de mandato, la dado su carácter formal y su estatus elitista —en cuanto es
convocatoria a referendos para la aprobación popular de leyes generalmente controlada por los grupos que conforman las
o actos administrativos, o de plebiscitos para la aceptación o clases políticas y el desencanto y la apatía que produce en
rechazo de propuestas sobre soberanía, ciudadanía o poderes quienes se sienten excluidos de dichos procedimientos—.
excepcionales concedidos a las autoridades; también, la inicia- Se piensa que sus resultados han defraudado las esperanzas
tiva popular —para proponer la promulgación de leyes—, o la democráticas suscitadas por los procesos de “transición hacia
convocatoria a cabildos abiertos o populares —para consulta la democracia” de los últimos años del siglo xx en diversos
a la ciudadanía en ámbitos más bien locales—, por citar las países (O’Donnell, Schmitter y Whitehead, 1988).
formas más destacadas. Sin negar necesariamente la importancia de la dimensión
La revocación de mandato es una forma de confirmar electoral, y de los esfuerzos por ampliar y mejorar sus formas,
o destituir, según el caso, a un representante elegido pre- se han ido abriendo los reclamos “hacia otras democracias”
viamente. Su origen se deriva de la noción de delegación, (Sader, 2004), de creación de propuestas para la construc-
más cercana a los presupuestos del republicanismo que al ción de una concepción contrahegemónica de democracia,
de representación. Los referendos y los plebiscitos son una entendida como participación ciudadana en los asuntos que
manera de expresión de la voluntad popular mayoritaria para le conciernen directamente tanto en lo político como en lo
asuntos que generalmente dividen o polarizan a la sociedad social y lo cultural. El abanico de propuestas y de actores
y que son difíciles de tramitar por procesos parlamentarios. que reivindican estas posiciones es vasto y, de alguna mane-
La iniciativa popular consiste en la creación de espacios de ra, replantea el debate entre democracia directa e indirecta,
deliberación para proponer cambios legislativos o elabora- entre participación y representación. Por la brevedad de este
ción de leyes, pero sobre todo para la resolución de asuntos espacio sólo se mencionarán algunos enfoques.
concretos. Todos estos procedimientos combinan de alguna Ciertas propuestas plantean ampliar los procedimientos
manera formas de democracia directa y de democracia re- democráticos tradicionales hacia el campo de las prácticas
presentativa. En la Confederación Helvética, precisamente sociales, no sólo constreñirlos a los métodos de autorización
el lugar donde Rousseau planteó sus tesis sobre democracia, o constitución de gobiernos:
funcionan de manera eficiente y regular los referendos —obli-
gatorios para reformas constitucionales y facultativos, en otros En el interior de las teorías contrahegemónicas, Jür-
casos—, convocados por la autoridad o por un número de- gen Habermas fue el autor que abrió el espacio para
terminado de votantes. En la mayoría de países de América que el procedimentalismo pasase a ser analizado como
Latina, funcionan algunos de estos mecanismos de demo- práctica social y no como método de constitución de
cracia directa, aunque es preciso señalar, sin embargo, que a gobiernos […] al proponer dos elementos en el deba-
través del tiempo, estos espacios para la acción democrática te democrático contemporáneo: en primer lugar, una
han sido más bien la excepción y no la norma. condición de publicidad capaz de generar una gramá-
tica social […] la esfera pública es un espacio en el cual

d 178 Democracia directa


los individuos: mujeres, negros, trabajadores, minorías de inclusión en las definiciones de lo nacional (Peña: 2006).
raciales, pueden cuestionar en público una condición En estas regiones de amplia diversidad étnica se propone
de desigualdad en la esfera privada (Santos, 2004: 47). reconocer la autonomía y la multiplicidad de intereses en la
definición de políticas nacionales, enfrentando el particula-
Estas corrientes preconizan el principio de “deliberación rismo de las élites económicas y políticas dominantes, en la
social” en la democracia, no solamente como método sino lucha por la conservación del medio ambiente, por el reco-
como “ejercicio colectivo de poder político, cuya base sea nocimiento a la biodiversidad entre conocimientos sociales
un proceso libre de presentación de razones entre iguales” rivales y por el respeto a sistemas alternativos de producción.
(Cohen, 1997: 412). En consonancia con lo anterior, otros
planteamientos reclaman una revisión “para ampliar el canon Bibliografía
democrático” (Santos, 2004: 35-70), que implique la reivin-
dicación de diferentes tipos de derechos y la expresión de la Avritzer, Leonardo (2004), “Modelos de deliberación democrática:
pluralidad de formas de vida, en el entendido de que dere- un análisis del presupuesto participativo en Brasil”, en Boa-
chos humanos y soberanía popular se presuponen. Partiendo ventura de Sousa Santos (coord.), Democratizar la democracia.
de la comprobación de que la expresión de esta pluralidad es Los caminos de la democracia participativa, México: Fondo de
Cultura Económica, pp. 487-516.
cada vez mayor, y más diversa la manera de concebir la idea Bobbio, Norberto (1985), El futuro de la democracia, Barcelona:
del bien común, estos enfoques insisten en la necesidad de Plaza y Janes.
construir una nueva gramática histórica de la organización Chaves Teixeira, Ana Claudia y María do Carmo Albuquerque
de la sociedad, de la convivencia humana y de sus relaciones (2006), “Presupuestos participativos: proyectos políticos,
con el Estado, alrededor de agendas e identidades específicas: cogestión del poder y alcance democrático”, en Evelina Dag-
“una nueva gramática social y cultural y el entendimiento de nino, Alberto Olvera y Aldo Panfichi (coords.), La disputa
la innovación social articulada con la innovación institucional, por la construcción democrática en América Latina, México:
es decir, con la búsqueda de una nueva institucionalidad de Fondo de Cultura Económica, Centro de Investigaciones
la democracia” (Santos, 2004: 46). y Estudios Superiores en Antropología Social-Universidad
Veracruzana, pp. 192-242.
Algunos plantean estos requerimientos como formas de de- Cohen, J. (1997), “Procedure and Substance in Deliberative Demo-
mocracia radical, en el sentido de que la reivindicación de cracy”, en James Bohman y William Rehg (eds.), Deliberative
nuevos derechos es expresión de diferencias en lo personal Democracy, Cambridge: Massachusetts Institute of Techno-
y en lo social que no se habían afirmado con anterioridad, logy Press, pp. 407-437.
por lo que actualmente se explicitan en demandas cada vez Dagnino, Evelina, Alberto Olvera y Aldo Panfichi, coords.
más amplias de reconocimiento de nuevas identidades y (2006), La disputa por la construcción democrática en América
posicionamientos subjetivos: étnicos, etarios, de género, de Latina, México: Fondo de Cultura Económica, Centro de
clase, etcétera. El reconocimiento de esas diferencias, de lo Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología So-
particular y heterogéneo, particularizan lo múltiple contenido cial-Universidad Veracruzana.
Elster, Jon, comp. (2001), La democracia deliberativa, Barcelona:
en las abstracciones universales de las propuestas tradicio- Gedisa.
nales (Mouffe, 1992). Habermas, Jürgen (1998), “Derechos humanos y soberanía popular.
Otros campos de reflexión y de propuestas provienen de Las versiones liberal y republicana”, en Fernando Vallespín
la teoría y práctica de los movimientos sociales, en particular Oña, Rafael del Águila y José Antonio de Gabriel et al. (eds.),
de aquéllos que consideran que la cultura es una dimensión La democracia en sus textos, Madrid: Alianza, pp. 267-280.
fundamental de toda institucionalidad, que ven a la política Held, David (2001), Modelos de democracia, Madrid: Alianza (En-
como una disputa sobre el conjunto de significaciones políti- sayo).
cas y culturales de una sociedad y, en consonancia, exigen una Heller, Patrick y T. M. Thomas Isaac (2004), “La política y el di-
“resignificación de las prácticas sociales” (Dagnino, Olvera seño institucional de la democracia participativa: lecciones
de Kerala, India”, en Boaventura de Sousa Santos (coord.),
y Panfichi: 2006). Éstos ponen el acento en la necesidad de Democratizar la democracia. Los caminos de la democracia parti-
ampliación del campo de la política y de la inserción de los cipativa, México: Fondo de Cultura Económica, pp. 519-560.
actores hasta ahora excluidos del mismo. Un ejemplo notable Macpherson, Crawford Brough (1991), La democracia liberal y su
son las realizaciones y prácticas de democracia participati- época, Madrid: Alianza.
va alrededor de proyectos de elaboración de presupuestos Marx, Karl (2010), “Manifiesto del Consejo General de la Aso-
participativos o de planeación descentralizada, como los ciación Internacional de los Trabajadores sobre la guerra
realizados recientemente en algunas ciudades brasileñas y civil en Francia en 1871”, en Karl Marx, Friedrich Engels y
en la India (Chaves y Albuquerque, 2006; Avritzer, 2004; Vladimir Lenin, La comuna de París, Madrid: Akal, pp. 5-76.
Heller y Thomas, 2004). Mouffe, Chantal, ed. (1992), Dimensions of Radical Democracy. Plu-
ralism, Citizenship, Community, London: Verso.
Por último, en los espacios estatales o regionales en donde O’Donnell, Guillermo, Philippe C. Schmitter, Laurence
se desarrolla una creciente conciencia del pluralismo mul- White­head, comps. (1988), Transiciones desde un gobierno
tinacional, estos reclamos combinan la revisión de usos y autoritario, 4 tomos, Buenos Aires: Paidós.
costumbres con nuevos planteamientos de participación y

Democracia directa 179 d


Peña, Guillermo de la (2006), “Los nuevos intermediarios étnicos, Por ello, mientras se ha constituido un campo de estudio
el movimiento indígena y la sociedad civil: dos estudios de amplio y diverso que aporta múltiples conceptos y propues-
caso en el Occidente mexicano”, en Evelina Dagnino, Al- tas teóricas sobre el origen y la evolución de la democracia
berto Olvera y Aldo Panfichi (coords.), La disputa por la política, así como sobre las diferentes trayectorias que ésta ha
construcción democrática en América Latina, México: Fondo de
Cultura Económica, Centro de Investigaciones y Estudios
recorrido alrededor del mundo, el estudio de la democracia
Superiores en Antropología Social-Universidad Veracruza- económica ha sido menos sistemático y mucho más frag-
na, pp. 501-532. mentado en tiempo y espacio, a pesar de que sus orígenes se
Sader, Emir (2004), “Hacia otras democracias”, en Boaventura de remontan al siglo xvii.
Sousa (coord.), Democratizar la democracia. Los caminos de la Todo ello explica por qué mientras hay un amplio con-
democracia participativa, México: Fondo de Cultura Econó- senso sobre los derechos políticos del ciudadano frente al
mica, pp. 565 - 590. Estado, no lo hay tanto sobre cómo producir riqueza y dis-
Santos, Boaventura de Sousa, coord. (2004), Democratizar la de- tribuirla, y qué sistema de derechos de propiedad y arreglos
mocracia. Los caminos de la democracia participativa, México: económicos son los más eficientes. El fin del socialismo real
Fondo de Cultura Económica.
Sartori, Giovanni (1989), Teoría de la democracia. El debate contem-
pareció concluir este debate a favor del capitalismo, la pro-
poráneo, México: Alianza Universidad. piedad privada y la libertad irrestricta de los mercados. Sin
Weffort, Francisco (1993), ¿Cuál democracia?, San José: Facultad embargo, la desigualdad y la pobreza, los privilegios de las
Latinoamericana de Ciencias Sociales. minorías poderosas, la degradación del medio ambiente y
las crisis del capitalismo global ponen de nuevo en la mesa
de discusión los problemas de la democracia económica y la
sustentabilidad del desarrollo.
Pero ¿qué es la democracia económica? La democra-

DEMOCRACIA cia económica puede definirse como igualdad en los derechos


económicos y acceso efectivo a aquellos bienes y servicios que
ECONÓMICA hacen posible el bienestar en una sociedad determinada. La
democracia económica es también una práctica que supone
sistemas de relaciones y de producción, un movimiento social
Alejandra Salas-Porras
que lucha por una mayor equidad en los derechos económicos
y acceso efectivo a bienes y servicios, así como un proceso o
una corriente de filosofía socio-económica.
Definición
Por lo que se refiere a los derechos económicos y están-
dares de vida, tanto las libertades y derechos de trabajadores
Cuando uno habla de democracia se refiere casi siempre a la
y consumidores como las prerrogativas y limitaciones a los
dimensión política de la misma, rara vez a la económica. En
derechos de propiedad privada y a los empresarios —gene-
términos muy generales, podríamos definir la democracia
ralmente contenidos en las constituciones y leyes primarias
como la distribución equitativa del poder económico y po-
de los Estados—, son declaraciones ideales de lo que debe
lítico. Pero, ¿se puede distinguir entre estas dos formas de
ser. Entre los primeros, se encuentran el derecho al salario, la
poder? Las ciencias sociales hacen, por razones analíticas,
jornada máxima de trabajo, la pensión y jubilación, la organi-
cierta separación, pero en la realidad éstas se traslapan y en-
zación sindical, la garantía sobre bienes y servicios. Entre los
trecruzan de múltiples maneras.
segundos se encuentran el régimen de propiedad y el marco
El poder económico tiende a influir en el ejercicio del
legal de la actividad empresarial, así como el régimen fiscal
poder político, mientras que la política y los políticos expre-
y las instituciones económicas que protegen los derechos
san y defienden intereses económicos, aunque no de manera
del consumidor.
mecánica. Es común, sin embargo, que la democracia econó-
Por lo que toca a los derechos de acceso a los bienes, hay
mica —sobre todo en los países en desarrollo— se rezague
una dimensión social y política y otra cultural en la definición
con respecto a la política. La libertad formal para participar
de cuáles son los estándares mínimos de bienestar que todos
en la democracia electoral no se corresponde con el acceso
deben gozar. Los Estados-nación modernos se fundan en el
al bienestar económico (el conjunto de bienes y servicios
principio teórico de la igualdad universal de los ciudadanos,
que permiten un estándar de vida socialmente aceptable).
el derecho a la propiedad privada, el derecho al trabajo y a un
Más aún, la democracia política (en particular las libertades
salario. Pero estos derechos deben asignarse y reglamentarse:
de expresión, organización y participación electoral) se uti-
¿quién tiene derecho a qué?, ¿cómo se garantizan los derechos
liza a menudo como un sustituto o medio de compensación
de propiedad?, ¿qué significa ser ciudadano?, ¿qué derechos tie-
de la falta de democracia económica y, en algunos casos, es
ne un connacional? Es necesario definir quién y cómo se tiene
incluso manipulada para evitar avances en la democracia
acceso a la propiedad, al salario, a prerrogativas económicas y
económica que suelen lesionar intereses fundamentales de
a la protección del Estado. Las reglas de acceso se encuentran
la estructura de poder.
generalmente en reglamentaciones secundarias, por ejemplo,

d 180 Democracia económica


las leyes laborales. El sistema de propiedad es objeto de una diferentes de riqueza, poder, educación y otros activos.2 En
compleja armazón de leyes secundarias en donde generalmente particular, el poder de negociación entre patrones y trabaja-
se reflejan los intereses de quien detenta el poder económico y dores es muy desigual, a pesar de que son en el largo plazo
político: regímenes de responsabilidad limitada, fideicomisos, interdependientes. La necesidad, la pobreza y el hambre
concesiones, etcétera. tienen un potencial coercitivo en las relaciones y contratos
Por último, en lo que se refiere al acceso efectivo a bienes laborales, que en teoría son totalmente libres. Este tipo de
y servicios que hacen posible el bienestar social y económico coerción implica una distribución desigual de la libertad y
en una determinada sociedad, se han desarrollado múltiples desmiente la pretendida libertad absoluta del mercado.
metodologías para medir la desigualdad y la pobreza, la más Archer (1995: 22-23) abunda sobre las condiciones que
reconocida es el Índice de Desarrollo Humano adoptado por hacen posible una libertad equitativa. La libertad de acción,
la onu como resultado de la construcción teórica y conceptual que significa ausencia de limitaciones, está en el centro del
de Amartya Sen (2001). liberalismo moderno. Pero para llevar a cabo una acción el
Entre los derechos económicos legalmente reconocidos y individuo debe disponer de recursos. Sólo si dispone de re-
el ejercicio efectivo de los mismos generalmente hay una gran cursos el individuo es libre para actuar, aun en ausencia de
brecha, razón por la cual la democracia económica propone, otras limitaciones. Entonces, dos condiciones son necesarias
además de los ámbitos ya mencionados anteriormente, un sis- para la libertad de acción: ausencia de coerción y disponibi-
tema económico de mercado cuyas unidades, particularmente lidad de los recursos necesarios para realizar la acción, o sea
las empresas, sean gobernadas por los trabajadores; un movi- lo que Berlin caracteriza como la libertad de y la libertad para
miento social que lucha no sólo por la libertad sino porque (Archer, 1995: 14). Esta última exige condiciones que hacen
ésta sea más equitativa; un proceso dirigido por las mayorías posible la libertad, las capacidades de las que habla Sen (2001:
a fin de participar activa y directamente en todas las tareas de 99-141), mientras que la primera se refiere a la ausencia de
control, planeación y regulación del mercado y, por esta vía, coerción para ejercerla.
definir democráticamente los objetivos de política económica Por tanto, Archer sostiene, siguiendo el pensamiento de
y avanzar hacia a una sociedad más justa, libre e igualitaria, y John Stuart Mill e Isaiah Berlin, que para alcanzar la libertad
una filosofía socio-económica que pone en tela de juicio, por individual se tiene que tener la capacidad de elegir y realizar
un lado, los derechos de apropiación privada sobre los bienes cursos de acción propios. Sin embargo, dada la naturaleza
colectivos (tierra, conocimiento, salud) y, por el otro, la enaje- social de los individuos, para actuar de acuerdo con nuestras
nación de los derechos individuales sobre el trabajo, consagrada elecciones, es necesario asociarse con otros y, para actuar en
en el derecho laboral. asociación con otros, un individuo tendrá que aceptar que
Todas estas dimensiones de la democracia económica la asociación se convierte en una entidad con autoridad para
entrañan una participación amplia no sólo en los espacios de tomar decisiones en varios ámbitos. Según este autor, la de-
representación política, sino también en los centros de traba- mocracia se refiere a un ejercicio de la libertad que requiere
jo y en todos los lugares en los que se discuten y definen las asociación. Por tanto, la libertad individual puede adoptar dos
instituciones que planean y dan forma al sistema económico, formas: la ‘libertad personal’, cuando el individuo toma deci-
muy en particular los derechos de propiedad y todos aquellos siones sin necesidad de asociación, y la ‘libertad democrática’,
derechos que hacen posible la libertad con equidad. La libertad cuando un individuo no puede tomar decisiones sino es por
con equidad —principio básico de la democracia económica— medio de la asociación (Archer, 1995: 34).
supone, por una parte, que todos las personas tienen la mayor Las empresas son asociaciones y, en la democracia eco-
libertad, siempre y cuando ésta sea a la vez compatible con nómica, deben ser gobernadas de acuerdo con el principio
una libertad igual para el resto de los individuos y, por la otra, de los más afectados que son los trabajadores pues, a di-
que participan en condiciones de igualdad en las decisio- ferencia de los accionistas, consumidores y deudores, las
nes que afectan la libertad, entendida no sólo como ausencia opciones de salida o renuncia de los trabajadores se en-
de coerción sino como la capacidad para elegir estrategias de cuentran muy restringidas. En resumen, con base en los
vida y cursos de acción. conceptos de salida y voz de Hirschman (1977), Archer
El movimiento por la democracia económica es, pues, un define el capitalismo como un sistema en el que el capital
movimiento para que la libertad sea más equitativa ya que, ejerce el control de las empresas tanto por medio de la sa-
en contra de lo que se argumenta desde la economía con- lida (vendiendo las acciones) como de la voz (ejerciendo la
vencional, el mercado no garantiza condiciones de libertad dirección de la empresa), mientras que el trabajador sólo
mínimamente equitativas.1 Por el contrario, como refuta puede ejercer un control de salida por medio de la renun-
Hodgson (1984), las transacciones en el mercado se reali-
zan entre personas que se incorporan en condiciones muy
2 Véase, además del libro de Hodgson (1984), los trabajos de
Sen (2000; 2001) y Archer (1995), el texto de Stiglitz (1995),
1 Al respecto, además de los textos de Sen (2000; 2001), Archer pues examina las principales imperfecciones e ineficiencias del
(1995) y Smith (2005a; 2008), se pueden consultar los textos mercado que explican, desde una óptica keynesiana, por qué el
de Stiglitz (1995; 2010). mercado no garantiza condiciones de libertad equitativas.

Democracia económica 181 d


cia al trabajo (1995: 41-44). Sin embargo, la libertad para 103-110); defiende los derechos de asociación de los traba-
renunciar al trabajo está casi siempre restringida por las jadores e influye considerablemente en la política laboral,
condiciones de privación con que se inserta en el mercado. educativa y de salud, todas ellas precursoras de las reformas
En contraste, la democracia económica es un sistema en sociales que llevan a la construcción del Estado de bienestar.
el que los trabajadores pueden ejercer control de salida y Actualmente se experimenta una vez más el interés por
voz mientras que el capital sólo tiene el control de salida. hacer avanzar el movimiento por la democracia económica
que pone a las cooperativas en el centro de su agenda. Se-
Historia, teoría y crítica gún Archer, las empresas que operan en una economía de
mercado deben ser gobernadas por quienes trabajan en ellas
Se pueden identificar dos visiones encontradas sobre la de- porque son los trabajadores la única gente que es sujeto de
mocracia económica: la visión colectivista y la individualista. la autoridad de la firma; sostiene, incluso, que “el desarrollo
La primera se inspira en el liberalismo social y la segunda, de la democracia económica tendría que ser la pieza central
en el liberalismo de mercado. La primera pone especial del programa socialista” (1995: 58).
interés en los bienes y derechos colectivos (comunes), la se- La visión individualista del movimiento por la democra-
gunda, en los bienes y derechos individuales. Entre ellas se cia económica, que concibe a la sociedad como la suma de
ha desarrollado una discusión que data del siglo xviii pero los individuos, suele ser más conservadora, estrecha e incli-
que se revive periódicamente y adquiere matices diversos a nada a favorecer los intereses arraigados en el mercado. La
través del tiempo y el espacio. colectivista subraya la naturaleza social de los individuos y
Las doctrinas cooperativistas de Robert Owen y Charles tiende a favorecer la justicia social y una distribución más
Fourier representan un primer momento en el desarrollo de la equitativa de la riqueza. Cuando en las prácticas sociales se
democracia económica y la formación de cooperativas como logran vincular los derechos individuales con los colectivos
las unidades básicas de producción sigue siendo el objetivo se producen círculos virtuosos que enriquecen la democra-
más importante de los socialistas hasta el siglo xix. Como cia, como ocurrió, por ejemplo, en las diferentes etapas de
advierte Karl Polanyi, estos exponentes del socialismo utópi- construcción del Estado de bienestar cuando los sindicatos
co rechazan desde finales del siglo xix las consecuencias de pudieron influir en la distribución de la riqueza y se amplió
un sistema de mercado que hace de la ganancia la fuerza más al mismo tiempo el mercado interno, la derrama económica
importante de la sociedad. “Para Owen, el aspecto industrial y el bienestar. Sin embargo, también han sido comunes ten-
de las cosas no se restringía en modo alguno a lo económi- siones y excesos que han impedido el avance sistemático en
co (esto habría implicado una visión comercializadora de la la construcción de la democracia económica. Así, los apoyos
sociedad, lo que él rechazaba)” (2003: 229). de líderes fascistas (Mussolini y Franco, en particular) al coo-
Pero el liberalismo vive también un periodo cooperativista perativismo y al corporativismo, que fueron utilizados para
en el siglo xix con el trabajo y la obra de Benjamin Bentham controlar al movimiento obrero y para combatir el socialis-
y John Stuart Mill. Ambos pensadores, quienes también par- mo, desacreditaron hasta la fecha estas formas de asociación.
ticiparon activamente en el movimiento utilitarista, someten Quienes hoy en día suscriben la visión colectivista (Hodg­
a prueba los principios cooperativistas al involucrarse en fir- son, 1984; Smith, 2005a; Archer, 1995) argumentan que
mas dirigidas por los trabajadores y reflexionan ampliamente hay una continuidad entre el movimiento del socialismo
sobre la relación indisoluble entre individuo y comunidad, que hizo suyos los valores de libertad individual, igualdad y
suscribiendo lo que Bellamy define como un colectivismo fraternidad de la Ilustración y el movimiento por la demo-
individualista (1992: capítulo 1). cracia económica que retoma dichos valores. En contraste,
El interés en la democracia económica se renueva notable- quienes se acogen a una visión más individualista de la de-
mente a principios del siglo xx en Gran Bretaña, Alemania, mocracia económica —Hayek (2005) y Friedman (1962),
Suecia, Austria y otros países en donde se reflexiona sobre entre los más notables—, sostienen que hay una ruptura del
las condiciones para la libertad económica y se plantea el movimiento por la democracia económica con el socialismo,
autogobierno de las empresas como la más importante de especialmente el socialismo de Estado, porque este último
ellas. La Sociedad Fabiana, en Inglaterra, reúne a pensadores sigue sin reconocer los derechos fundamentales del indivi-
que contribuyen a desarrollar el pensamiento cooperativista duo a la autodeterminación en la esfera económica, lo que
y el Estado de bienestar. Entre ellos destacan dos: George se expresa en el peso que dan a las empresas controladas por
Douglas Howard Cole y Richard Henry Tawney (1964). El el Estado y no por los trabajadores.
primero, de acuerdo con Wright, se consideraba a sí mismo Un sistema de autoempleo universal es, según Ellerman,
socialista libertario, se pronunciaba a favor de una democracia la consecuencia lógica del principio de libertad (1992: 3). Así
activa y participativa, que se ubicaba en las empresas y en la como el derecho a la autodeterminación es inalienable en la
comunidad más que en un aparato de Estado centralizado esfera política, lo que significa que el voto no se puede ven-
(1979: 50-72). Por su parte, desde una óptica cristiana, Taw- der y los derechos políticos no se pueden enajenar ni parcial
ney critica el individualismo egoísta de la sociedad moderna ni totalmente, de la misma forma una persona no se puede
que alienta el consumismo y corrompe al individuo (1964: vender o alquilar para realizar un trabajo. Se identifican de

d 182 Democracia económica


esta manera incongruencias fundamentales entre, por un apropiación de tierras se reeditan con la colonización, si bien
lado, la economía convencional que justifica las implicacio- con particularidades según la región y el país.
nes de un contrato laboral en el cual se oscurece la sujeción Los derechos de propiedad exclusivos del feudalismo han
y la enajenación de los derechos de autodeterminación de sido sustituidos por leyes que defienden el derecho a contro-
los trabajadores y, por el otro lado, la estructura legal de las lar, más o menos sutilmente, todo el proceso de producción de
democracias occidentales, que prohíbe la venta del voto y la riqueza a escala nacional e internacional: desde el derecho a
venta de personas, defiende la autodeterminación política, no controlar los términos y reglas del intercambio comercial; la
reconoce contratos de sujeción política y atribuye responsabi- distribución de los recursos financieros; las condiciones de los
lidad sólo a las personas, no a las cosas. Se propone por ello créditos y la inversión; hasta, más recientemente, los derechos
un capitalismo de cooperativas y una revisión profunda de de propiedad intelectual y el control que dicha propiedad
los derechos de propiedad, especialmente los derechos sobre implica ya no sólo sobre el conocimiento y la innovación
bienes comunes como la tierra, el conocimiento, el dinero y tecnológica, sino también sobre la salud y los recursos genéti-
el trabajo, pero también sobre los derechos de herencia. La cos (Stiglitz, 2002; 2010). Más aún, como argumenta Robert
lucha por una economía basada en cooperativas, además de Reich (2015), mientras los derechos de propiedad intelectual
aglutinar a su alrededor a las diferentes visiones del movi- —patentes, marcas y derechos de autor— se han ampliado,
miento por la democracia económica, se ha convertido en al mismo tiempo se han relajado las leyes antimonopolios, lo
uno de los pilares fundamentales del movimiento, entre otras que se ha traducido en enormes ganancias para las empresas
razones, porque reconoce que la gran mayoría de los logros farmacéuticas, de entretenimiento, biotecnología y otras que
del individualismo han sido posibles gracias al apoyo de una pueden preservar por más tiempo sus derechos monopólicos,
comunidad (Ellerman, 1992: 4-5). así sea a costa de precios más altos para los consumidores.
Desde una visión colectivista, se creó en 1993 el Instituto La sujeción del campo a las ciudades, a lo largo del feu-
para la Democracia Económica encabezado, desde entonces, dalismo, se vuelve a partir del siglo xvii una relación de
por J. W. Smith. Este instituto ha trabajado sistemáticamente dominación más compleja entre países desarrollados y en
en una propuesta para avanzar hacia un capitalismo de coope- desarrollo. A través del intercambio desigual mercantilista
rativas que promueva la igualdad en los derechos de propiedad, estos países concentran y dilapidan una porción excesiva
especialmente los derechos sobre bienes comunes que deben de la riqueza proveniente de la periferia. Por medio de la
ser objeto de mayores condicionalidades y restricciones, tanto monopolización de la tecnología y el conocimiento (bienes
en tiempo como en amplitud. Dichas condicionalidades deben comunes privatizados) se ejerce un control sobre el proceso
evitar la formación de monopolios, eliminar los ya existentes de producción de riqueza a escala mundial (Smith, 2005b;
y restringir los derechos de herencia. 2008; Wallerstein, 1974; Chang, 2002; Wade, 2005; Reich,
Según Smith (2008), la estructuración de los derechos de 2015). Por ello, la gran mayoría de las guerras económicas
propiedad ha sido el vehículo más importante para defender en el mundo se llevan a cabo para retener o ampliar derechos
privilegios y justificar la apropiación y aun la monopoliza- de propiedad. El movimiento por la democracia económica
ción de los bienes comunes, esto es, todos aquéllos que se incluye en su agenda, además de la lucha en contra de los
derivan de la naturaleza y se sostienen en múltiples formas monopolios, la lucha por un comercio justo, la regionaliza-
de vida, tales como los recursos que contiene la tierra, el ción de la producción y la moneda (Smith, 2005b: 26-62).
aire, el agua (entre otros, petróleo, carbón, cobre, los espec- La monopolización más o menos sutil de la tierra, la tec-
tros de comunicación, el material genético de las plantas y nología y el dinero es posible en virtud de una estructura de
animales). Nadie produjo ninguno de estos bienes y todos los derechos de propiedad que entraña derechos superiores
son esenciales para la vida. La propiedad y el control sobre para unos cuantos y derechos inferiores para la mayoría. Por
todos estos recursos crean condiciones de escasez artificial ende, el control de los espacios en los que dichos derechos se
que limitan seriamente el acceso a las oportunidades eco- definen y legalizan ha sido una de las preocupaciones cen-
nómicas y el potencial de desarrollo económico y social. trales, tanto de quienes detentan el poder, como de quienes
Mantener derechos de propiedad exclusivos sobre los —desde los movimientos ambientalistas, cooperativistas,
bienes comunes ha sido una de las luchas recurrentes desde campesinos y otros— quieren avanzar hacia una democra-
el feudalismo. La aristocracia y la iglesia privatizaron dichos cia económica que se propone la recuperación de los bienes
bienes y debilitaron o desaparecieron las estructuras de apoyo comunes y su apropiación bajo otras condiciones. Entre los
y propiedad comunitaria (Polanyi, 2003). Los tres siglos del esfuerzos por la democracia económica, destaca el del Foro
feudalismo en que se formalizaron los cercamientos de las tie- Social Mundial cuya primera reunión se celebra en Porto
rras comunes constituyen uno de los más claros ejemplos de Alegre en 2001 con el fin de construir alternativas al neo-
la apropiación privada de bienes comunes y la estructuración liberalismo, reunir y coordinar la acción de numerosas ong
de leyes que legitiman las desigualdades en su distribución, tal de todo el mundo (entre otras muchas, el Movimiento de
y como se puede apreciar en la obra clásica de Karl Polanyi, los Trabajadores Rurales Sin Tierra, Vía Campesina, iba-
La Gran Transformación (2003: 81-138). Estos procesos de se, Public Citizen, crid-Francia, attac, Focus-Tailandia).
Además, este foro cuenta con la participación de destacados

Democracia económica 183 d


intelectuales como Walden Bello, Noam Chomsky, Naomi obtuvo ingresos por más 12 mil 500 millones de euros y sus
Klein, Vandana Shiva, Immanuel Wallerstein y otros muchos. inversiones totales superaban los 34 mil millones distribuidas
Uno de los campos de batalla del movimiento hacia la en actividades industriales, comerciales y financieras. Entre
democracia económica es, en tal virtud, la redefinición de los proyectos empresariales más recientes de la corporación
los derechos sobre los bienes comunes, concretamente: 1) se encuentran: Mondragón Health, que se propone generar
sobre la tierra, como el primer bien común que se privatiza y consolidar oportunidades de negocio en salud; Mondra-
a través de los cercamientos, porque toda la riqueza se pro- gón Eko, que se propone impulsar negocios en el sector de
cesa de los recursos de la tierra; 2) sobre la tecnología como la economía verde; y Mondragón Green Community, foro
conocimiento de la naturaleza, que se produce y reproduce de encuentro para todos los agentes de la corporación inte-
colectivamente y es parte de los bienes comunes privati- resados en compartir inquietudes e iniciativas en el sector
zados; la estructura de patentes, en particular, disminuye de la economía.3
las compensaciones para los inventores y alienta el control Las cooperativas de Mondragón están fuertemente co-
monopolista del conocimiento; 3) sobre los espectros de co- hesionadas alrededor de una concepción humanista de la
municación que son privatizados a través de concesiones, otro empresa, una filosofía participativa y solidaria, y una cul-
ejemplo de cómo se estructuran los derechos para privatizar tura empresarial común, que se ha plasmado en estatutos y
un bien común por naturaleza: unos cuantos monopolios normas de funcionamiento aprobadas mayoritariamente en
se apropian de las frecuencias, cuyo uso se vuelve extrema- los Congresos Cooperativos, que regulan la actividad de los
damente difícil para la mayoría; 4) sobre la seguridad y el Órganos de Gobierno de la Corporación. Dicha cultura gira
cuidado de la salud, los cuales son también bienes comunes en torno a diez principios cooperativos básicos de raíces muy
naturales que han sido privatizados, y por último, 5) sobre profundas, tales como la libre adhesión, la organización de-
el dinero que, como medio de cambio, es también un bien mocrática, la soberanía del trabajo, el carácter instrumental
común controlado por las grandes corporaciones financieras. y subordinado del capital, la participación en la gestión y la
La ausencia de derechos plenos es lo que crea pobre- solidaridad retributiva.4
za y violencia. La formación de bienes comunes modernos El cooperativismo en Argentina es ampliamente conside-
—uno de los principales objetivos de la lucha por la demo- rado como otro caso exitoso porque ha jugado un papel muy
cracia económica— enriquece el individualismo, pues los importante en el comportamiento de la economía, dadas sus
éxitos individuales sólo son posibles cuando hay apoyo de muy diversas y creativas prácticas solidarias. Hay provincias
una comunidad. en Argentina en donde se puede observar una mayor orga-
nización del sector cooperativo, pero prácticamente en todas
Líneas de investigación y debate hay una presencia de grupos que se organizan bajo este siste-
contemporáneo ma. Aunque las cifras varían de una fuente a otra, Verónica
Lilian Montes y Alicia Beatriz Ressel calculan que en 2003
No existen experiencias concretas en las que la democracia existían poco más de 16 mil cooperativas en Argentina, entre
económica sea un régimen económico, y el mercado y las las que sobresalen las de trabajo (con más de 6,500 coopera-
empresas sean controlados predominantemente por las ma- tivas), vivienda y construcción (con casi 3 mil), agropecuarias
yorías. La democracia económica sigue siendo por tanto una (con casi 2 mil 200), servicios públicos (casi mil 900) y las de
meta hacia la que, sin embargo, se han dado ciertos avances. provisión (con más de mil 500) (2003: 12). Sin embargo, otras
Por ello, varios autores (Hirschman, 1986; Cancelo, 1999 y fuentes calculan que actualmente existen más de 20 mil coo-
Archer, 1995) defienden su viabilidad y sugieren varios cami- perativas (“Cooperativa”, s.f.). A partir de la segunda mitad
nos para convertirla en realidad. Archer (1995), en particular, de la década de los años noventa, pero en particular a raíz de
examina dos: el primero es la democracia cooperativista, ca- la crisis de 2001-2002, los trabajadores recuperaron múltiples
mino que se empezó a recorrer en el siglo xix y en el que, empresas que se encontraban en quiebra y habían sido aban-
desde entonces, los trabajadores han tenido experiencias más donadas por los accionistas. La mayoría de estas empresas se
o menos exitosas de control de las empresas. Aunque no sería han rehabilitado como cooperativas autogestionadas, que han
posible dar cuenta de todas ellas, entre los casos más exitosos contribuido a elevar el empleo y el crecimiento económico.
se puede destacar los del País Vasco y Argentina. Pero hay otros muchos casos de éxito —aunque también
La Corporación Mondragón, cuyos orígenes se remon- de fracaso— de cooperativas alrededor del mundo que, desde
tan a 1941, es un grupo de cooperativas originario del País 1895, formaron la ong Alianza Cooperativa Internacional.
Vasco, que se ha expandido por el resto de España y por los Ésta reúne en la actualidad a 283 organizaciones cooperativas
cinco continentes. Además de ser el grupo cooperativo más nacionales e internacionales, tiene presencia en casi 94 países
grande del mundo —cuya sede central se ubica en la ciudad de África, las Américas, Europa, Asia y el Pacífico y repre-
de Mondragón, en la industrial comarca del Alto Deba—, senta a 2 billones de personas (ica, 2005-2015). Además,
es el más grande en el País Vasco y el séptimo en España.
Según su informe anual, en 2013 contaba con 257 empre- 3 Véase Corporación Mondragón, 2013.
sas, 74 mil trabajadores y 15 centros tecnológicos; ese año
4 Véase Corporación Mondragón, s.f. y Cancelo, 1999.

d 184 Democracia económica


cuenta con oficinas y recursos institucionales que le permiten los enormes incentivos que ofrecen las cooperativas para la
realizar un conjunto de actividades para investigar sobre el alfabetización, la elevación considerable tanto en los nive-
modelo de la empresa cooperativa, difundir información para les educativos de los miembros como en la capacidad de
mostrar a los medios de comunicación y a la opinión pública defender sus intereses; mejoras en la situación económica y
la trascendencia del modelo y los numerosos asuntos econó- mayor participación en asuntos públicos; la autoafirmación
micos y sociales que éste puede atender. Tan sólo en la región social y el sentimiento de liberación y emancipación que
europea esta organización cuenta con 171 organizaciones de las prácticas cooperativas entrañan para las comunidades,
cooperativas en 37 países, de los 42 que conforman esta co- especialmente para aquellas que han sufrido periodos pro-
munidad económica, 250 mil empresas cooperativas afiliadas longados de opresión y las muy diversas y multifacéticas
y 160 millones de miembros (ica, 2005-2015). También es combinaciones en las secuelas, secuencias y empalmes entre
de notar que la onu recomienda las cooperativas como un las expresiones de cooperación, que conducen y son, a la vez,
instrumento muy efectivo de política social.5 resultado de formas cada vez más complejas de reflexión y
El segundo camino hacia la democracia económica que acción colectiva. Sin embargo, Hirschman reconoce también
Archer examina es el corporativismo liberal (o societal) de los riesgos y limitaciones en el movimiento cooperativista
algunos países europeos, el cual ha logrado que, por ley, los de la región, que se vuelven patentes cuando las coopera-
sindicatos de trabajadores participen en los consejos de admi- tivas pierden o no logran alcanzar viabilidad económica y
nistración de las corporaciones y, por esta vía, en el control de financiera, lo que puede llevar al escepticismo, a la frustra-
las decisiones más importantes de la empresa (1995: 91-102); ción y el desánimo social (1986: 82-92).
además, ha logrado también que las organizaciones cúpula En conclusión, la lucha por la democracia económica su-
de los trabajadores participen en los espacios públicos en los pone múltiples y diversas formas de cooperación que, si bien
que se discuten políticas económicas y sociales de tipo distri- no necesariamente se traducen en organizaciones empresa-
butivo y en los que se acuerdan pactos sociales a nivel macro. riales formales, cuando esto ocurre el potencial de su acción
Por supuesto, estos caminos se entrecruzan y traslapan en trasciende al ámbito meramente económico. La enorme di-
algunos países y regiones en donde el movimiento coopera- versidad en los objetivos, el tamaño y los resultados de estos
tivista confluye e interactúa con el movimiento sindical, con esfuerzos cooperativos reclama un estudio más sistemático
otras formas de acción colectiva o con el movimiento socia- que nos permita identificar y tipificar las trayectorias seguidas
lista. Todos estos caminos coinciden en promover el espíritu para comprender mejor tanto las condiciones que propician
comunitario y contrarrestar el individualismo egoísta del li- la cooperación y elevan la calidad de la participación demo-
beralismo económico que tiende a desintegrar a la sociedad. crática, como aquéllas que la frustran y llevan al desencanto
Así, vemos cómo el movimiento cooperativista en Yugoslavia y a la desmovilización social.
se empalmó con el movimiento socialista y alcanzó un grado
de madurez y eficiencia ampliamente reconocido (Mítev, 2009) Bibliografía
pero, según Smith (2005b: 119-40), fue desmembrado delibe-
radamente cuando se desarticuló el país a finales de los años Archer, Robin (1995), Economic Democracy. The Politics of Feasible
noventa. Otro caso de interés es el de Venezuela, en donde el Socialism, Oxford: Clarendon Press.
movimiento cooperativista se inicia a finales del siglo xix, se Bellamy, Richard (1992), Liberalism and Modern Society. An His-
institucionaliza notablemente a lo largo del siglo xx, a través torical Argument, Oxford: Polity Press.
Cancelo Alonso, Antonio (1999), “Mondragón Corporación
de leyes y disposiciones que fomentan las cooperativas a ni- Cooperativa. Historia de una Experiencia”, Revista inter-
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Wade, Robert Hunter (2005), “Failing States and Cumulative Cau- indirecta o representativa no solamente es una atenuación de
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Review, vol. 26, núm. 1, pp. 17–36.

d 186 Democracia representativa


a controlar y limitar el poder (1993: 141).1 En ese sentido, Con ello, Kant anotaba que, en realidad, la base de to-
el encuentro entre la teoría liberal constitucionalista y la dos los Estados modernos era el sistema representativo,
teoría democrática determinaría en los siguientes años no independientemente de si eran o no Estados democráti-
sólo la consolidación del ideario representativo, sino la fase cos. Ciertamente, ahora sabemos muy bien que el sistema
de democratización del Estado constitucional, característi- representativo no es de naturaleza democrática como no lo
ca del siglo xx. son los parlamentos, de origen más bien medieval (Dahl,
En efecto, la tesis kantiana y que más tarde esgrimiera 1993: 41). No obstante, además del triunfo del principio
Kelsen en cuanto a que la auténtica soberanía residía en la ley, de la soberanía popular, particularmente desde los traba-
paulatinamente fue desplazando a las ideas de autogobierno jos de Hobbes, Locke, Montesquieu y Rousseau, un hecho
del pueblo, abriendo paso definitivamente al imperio de la histórico y geopolítico determinaría que la idea de los go-
ley y a los procedimientos jurídicos como únicos mecanismos biernos representativos terminara desplazando a la idea de
para la expresión de la voluntad ciudadana. En consecuencia, los gobiernos directos, a saber, la expansión de los sistemas
más allá de entender a la dr como la forma de gobierno en la de dominación político-militares de los Estados renacen-
que el ejercicio del poder se halla en manos de los funciona- tistas, de mayores proporciones que las de las llamadas
rios y autoridades representantes, que no en la de su titular ciudades-Estados de la Antigüedad.
—el pueblo—, el sistema democrático representativo se funda Alrededor de 1830, en sus Lecciones sobre la filosofía de la
en el orden jurídico y político, del cual son constitutivos los historia universal, Hegel escribía que aunque en los tiempos
ciudadanos en virtud del voto que depositan tanto para ele- modernos el ciudadano participa en las deliberaciones y re-
gir gobernantes y legisladores como para avalar o desaprobar soluciones sobre los negocios y leyes generales, como en la
leyes, procedimientos, políticas y función pública en general. Antigüedad, en nuestra época los
La mayor parte de los especialistas coinciden en que una
democracia real no puede ser sino representativa, esto es, par- Estados son tan grandes y los individuos tantos [que]
lamentaria, electoral y asociativa (Morlino, Cotta et al., 2001: éstos no pueden expresar directamente su voluntad,
95; Caminal, 1996: 383; Pasquino, 1988: 266; Bobbio, 2000: en la resolución de los negocios públicos, sino sólo
295). Lo primero, porque la democracia moderna opera so- indirectamente, por medio de representantes; esto es,
bre la base de la división de los poderes ejecutivo, judicial y, el pueblo debe estar representado por diputados en la
relevantemente, legislativo. Electoral, porque es el medio por confección de las leyes. La llamada constitución repre-
el cual los ciudadanos eligen, como diría Bobbio, a quien de- sentativa es la forma a que asociamos la representación
berá decidir por ellos (Bobbio, 1999a: 323; Schumpeter, 1963: de una constitución libre (2001: 124).2
343-362; Bovero, 2000: 31), renovando así a sus autoridades y
decidiendo a partir de ello el rumbo de sus instituciones. Y aso- Las evidentes dificultades que implicaba mantener comu-
ciativa, porque se admite que en sistemas de dominación a gran nicados y articulados a los territorios y provincias, sin perder
escala, la relación Estado-ciudadano es prácticamente inexis- la unidad del poder político central, así como el inevitable
tente, razón por la cual recae en los partidos políticos la tarea distanciamiento entre gobernantes y gobernados, a la postre
de organizar, dirigir y representar los intereses ciudadanos. confirmaron que la soberanía de los pueblos necesitaba, para
su realización, la intervención de instituciones intermedias,
Historia, teoría y crítica como las asambleas y, sobre todo, la organización constitu-
cional del poder. Por esas razones, se tiende a confundir las
El verdadero padre de la teoría del gobierno representati- instituciones liberales del Estado constitucional de derecho
vo, Immanuel Kant, estableció en los mejores términos que —como el parlamento—, de raíces aristocráticas, con el sis-
tema democrático, pero no es lo mismo. De esta manera, el
[…] toda verdadera república es […] un sistema re- concepto propio de representación ha experimentado una
presentativo del pueblo, que pretende, en nombre del metamorfosis (Palmer, 1959-1964: 125, 167), ya que no es
pueblo y mediante la unión de todos los ciudadanos, más la representación de la soberanía popular de los Estados,
cuidar de sus derechos a través de sus delegados […] comunidades o corporaciones, sino, tal como lo vislumbra-
y la república, una vez establecida, no precisa ya soltar rían Marx y Schmitt, la de los intereses individuales que,
las riendas del gobierno y entregarlas de nuevo a los por cierto, demandaba el desarrollo del capitalismo, en tan-
que antes la habían dirigido y que ahora en cambio to fundamento del libre intercambio entre hombres libres
podrían destruir, por un arbitrio absoluto, todas las (Marshall, 1992: 41; Tilly, 2004: 25-35).
nuevas disposiciones (1999: 179). A propósito de ello, una de las primeras críticas expresa-
das contra la democracia, definida por muchos como liberal
representativa, es la de que enmascaraba intereses particula-

1 Ver especialmente la segunda parte: “La práctica”, capítulo 2 En el mismo sentido, ver Manin, 1998: 20 y Dahl, 1993: 258-
VIII. 261.

Democracia representativa 187 d


res o de facciones, en detrimento de las mayorías.3 En ese tados. El problema, sin embargo, es que hoy más que nunca
tenor, los movimientos proletarios del siglo xix en Europa se han incrementado las críticas y desacuerdos con la demo-
pusieron de manifiesto no únicamente su impacto en los cracia representativa como teoría y como realidad. El hecho
procesos de democratización (Pareto, 1963: 133-146; Ti- es que desde principios de siglo xx se aceleró el desgaste de
lly, 2004: 38-64), sino, incluso, un aspecto poco conocido las principales instituciones, principios y actores del sistema
de ese “liberalismo democrático”, es decir, el de contribuir a democrático representativo: el Congreso, los partidos políti-
neutralizar y distender el conflicto social, dejando sentir su cos y la práctica del sufragio. Presidenciales o parlamentarios,
efecto contrarrevolucionario en favor del orden constituido unitarios o federales, los Estados están enfrentando un corro-
y en especial de sus gobernantes. sivo desdibujamiento de sus instituciones representativas, en
Precisamente, la paulatina extensión del sufragio universal y el mismo momento en que las soberanías nacionales, se dice,
el surgimiento de las distintas fórmulas de elección para repre- son cuestionadas por los procesos globalizantes. Tratemos,
sentantes parlamentarios —por mayoría y por representación pues, de explicar las cuestiones teóricas de aquellas críticas.
proporcional— vinieron a atenuar los conflictos sociales tanto Han transcurrido casi noventa años desde que el autor de
de clase como de género, aunque no tanto los de carácter étni- Esencia y valor de la democracia (1920) y también creador de la
co, religioso o regionales, más comunes en los últimos treinta Teoría pura del Derecho (1935), Hans Kelsen, desarrollara sus
años. Al respecto, Samuel Huntintong explicó el desarrollo ideas en torno al sistema democrático representativo, y pue-
histórico de los sistemas políticos democráticos como procesos de decirse, sin lugar a equivocarse, que es a Kelsen a quien
de adopción del método democrático, fundado en que quie- debemos epistemológicamente el sistema más integral para
nes toman decisiones colectivas de poder sean seleccionados a entender el carácter representativo de la democracia. Sin ex-
través de elecciones limpias, honestas y elecciones periódicas, cepción, partidarios y críticos de este modelo han adoptado
bajo competencia libre, en las que toda la población adulta los presupuestos teóricos de Kelsen. Veamos por qué.
tiene derecho a votar (Manin, 1998: 17). Antes que nada, habrá que reconocer que él fue el pri-
De acuerdo con Huntintong, dicho proceso se identi- mero en ver en la democracia un método de organización
fica con tres diferentes olas democráticas o transiciones de del poder que esencialmente descansaba en los procesos
regímenes no democráticos a regímenes democráticos que legales y constitutivos de dicho poder, como son las elec-
eventualmente fueron truncadas por movimientos totalitarios ciones ciudadanas y, posteriormente, la conducción de la
o dictatoriales: la primera comprende de 1828 a 1922 y hunde voluntad ciudadana a través de los cauces institucionales,
sus raíces en las revoluciones norteamericana y francesa. Parte de la política y del orden jurídico (Kelsen, 1992: 127). Lejos
de 1828 porque se comienza a abolir el voto de fortuna o cen- quedó la idea griega de la democracia como un sistema de
sitario —con base en criterios de propiedad para los electores vida, en el que el ciudadano era total —o de tiempo com-
o elegidos— y se amplía progresivamente el sufragio, de suerte pleto— (Sartori, 1993: 141), en razón de que tanto en lo
que en las primeras décadas del siglo xx unos 30 países habían privado como en lo público consagraba su vida a la polis.
desarrollado instituciones democráticas, incluidos emblemá- Según Pericles, todos cuidaban “de igual modo de las cosas
ticamente Gran Bretaña y los Estados Unidos.4 La segunda de la república que tocan al bien común, como de las suyas
ola, de 1943 a 1962, es influjo político de la Segunda Guerra propias; y ocupados en sus negocios particulares, procura-
Mundial en la instauración de instituciones democráticas en ban estar enterados de los del común” (Tucídides, 1998: 85).
Italia, Austria, Alemania Occidental, Japón y Corea, Argentina, En clave kantiana (Kant, 1999), Kelsen se encargó, antes
Colombia, Perú y Venezuela. Finalmente, la tercera se inicia a que Schumpeter, de liberar de matices ideológicos a la de-
partir de 1975, en el marco de la polarización ideológica en el mocracia, enfrentando los argumentos de quienes desde el
mundo, y se manifiesta con la restauración de la democracia marxismo y el socialismo trataban de enjuiciar a la democra-
en Portugal, Grecia, España y varios países latinoamericanos cia representativa por su falta de sentido social, o aduciendo
(Huntington, 1994: 25-36; Tilly, 2007: 40-44). Con la caída vagos principios del bien o de la justicia. Esta crítica hasta
del muro de Berlín en 1989 y del bloque socialista en 1991, ahora acompaña los debates en torno a los déficit de la demo-
esa tercera ola ha extendido su influencia hasta el siglo xxi, cracia moderna. Sorprendentemente, este autor entendió de
con la forzada instauración democrática en Irak. modo perfecto que ni el derecho ni la democracia presuponen
En cualquier caso, todo parece indicar que si entre el un contenido, como esencia inmanente y absoluta, toda vez
siglo xviii y el xix se reafirmó la fase constitucional de los que ello supondría, paradójicamente, su negación y la impo-
Estados liberales, los siglos xx y xxi enmarcan la égida de sibilidad del cambio social. El sistema representativo, para
los sistemas representativos y la democratización de los Es- Kelsen, implicaba la aceptación de las reglas de la compe-
tencia, la visibilidad o publicitación de los procesos políticos
—antes, durante y después de las contiendas electorales— y,
3 De John Stuart Mill, pasando por Pareto, Mosca y Michels, preponderantemente, garantizar la regla de la negociación
hasta Schumpeter, se ha señalado el aspecto elitista de los go-
biernos en un sistema democrático (Mill, 1991: 131; Mosca,
y el consenso en las deliberaciones políticas —no así en el
1949: 334; Pareto, 1994; Michels, 1969: 36-43, 50).
4 Ver también Nohlen, 1994: 23-32.

d 188 Democracia representativa


orden jurídico— (Kelsen, 1992: 133-145).5 La democracia, como fenómenos no exclusivos de ese ordenamien-
para el autor, es la voluntad representada en el orden legal to;
del Estado y su fundamento es la libertad, mientras que la
regla de la mayoría absoluta funge como el mejor mecanis- 4) desde el multiculturalismo, se ha dicho que es insu-
mo para la toma de decisiones en el Congreso, debido a que ficiente para solucionar problemas relacionados con
consiente el cambio. Respecto de la representación propor- las diferencias étnicas, culturales y regionales;
cional como fórmula de acceso al poder, Kelsen dirá que, por 5) que el pluralismo propio de la democracia repre-
su conducto, se garantiza el acceso de las minorías. La demo- sentativa termina por desvirtuar tanto el carácter
cracia representativa, por lo tanto, sólo lo es en la medida en unitario de los Estados como la esencia popular y
que garantiza procedimientos adecuados para designar a los mayoritaria de la democracia en tanto gobierno del
representantes y, en consecuencia, cuando sus funcionarios pueblo, dando lugar a micropoderes o a un mal en-
reflejan la voluntad de los electores y son responsables ante tendido asociacionismo que se apodera de los espa-
éstos (Kelsen, 1995: 337-345; 1998: 191-274). cios públicos, encubriendo intereses particulares, y
Ahora bien, la visión inaugurada por Kelsen pronto dejó 6) que la participación electoral fomenta el espíritu in-
su impronta en especialistas de la talla de Schumpeter, Dahl, dividual de los ciudadanos y los constriñe exclusiva-
Linz, Bobbio, entre muchos otros, que adoptaron la idea de mente a manifestarse en los circuitos jurídico-polí-
la democracia representativa como un sistema sustentado en ticos de los que ellos son críticos, desatendiendo o
los procedimientos de acceso y ejercicio del poder político. ignorando la importancia de la participación y la
En las concepciones, por ejemplo, de Dahl, sobre las insti- cooperación comunitaria como factores orgánicos
tuciones de la poliarquía, los universales procedimentales, de la ciudadanía y la democracia.
de Bobbio y la democracia mínima, de Linz, destacan los
elementos que facilitan el acceso a una competencia libre, Líneas de investigación y debate
equilibrada y transparente, la rotación y pluralidad de las fuer- contemporáneo
zas políticas que acceden al poder, así como otros derechos
aleatorios tendientes a defender la libertad de expresión, de La falta de entendimiento de que la democracia es un mé-
prensa, de asociación, etcétera (Dahl, 1993: 266-268; 1996: todo de organización política en que los electores gobiernan
15; Bobbio, 1999a: 45; 1999b: 380-382; Linz, 1990: 17; Zolo, mediante sus representantes o, por otro lado, la necesidad de
1996: 111-124). dotar de mejores herramientas a las democracias contempo-
Curiosamente, el declive del Welfare State6 y la victoria ráneas ha llevado a muchos analistas a proponer diferentes
de la democracia sobre el socialismo real sólo evidenciaron formas de democracia, admitiendo que no es posible regre-
aún más los límites del sistema democrático representativo, sar a formas directas. Entre todas las ideas que han cobrado
formal o procedimental. La significativa reducción de los fuerza, resalta aquélla según la cual en una democracia se
recursos públicos al área social, así como la crisis en los sis- requiere generar distintos centros de poder con el objetivo de
temas de pensiones y el creciente reclamo de reconocimiento neutralizar o equilibrar el predominio de uno solo. Sobre el
a los derechos diferenciados, ante el grado de fragmentación modelo de la poliarquía de Dahl se desdoblan múltiples pro-
de las viejas identidades nacionales, en las sociedades con- puestas encaminadas a reconocer y privilegiar la diversidad
temporáneas, han motivado una cascada de críticas sobre la de los grupos y fuerzas sociales, más que a un sólo núcleo de
eficacia de la democracia representativa. A grandes rasgos, poder. Así, primero con el modelo de la democracia conso-
se pueden resumir las principales críticas a la democracia ciativa y después con el de la democracia consensual, Arend
representativa en seis puntos: Lijphart introdujo ocho elementos que limitan el modelo
Westminster de mayoría:
1) está en situación de producir dos efectos antagóni-
cos: por un lado, una élite parcial que gobierna en 1) compartición del poder ejecutivo por parte de va-
función de sus intereses particulares y, por el otro, rios partidos, a través de grandes coaliciones;
puede dar lugar a gobiernos totalitarios que, en 2) separación formal e informal del poder;
nombre del pueblo, fustigan a las minorías —como 3) bicamerismo equilibrado y representación de la mino-
en los casos de Mussolini, Hitler, Stalin y Franco—; ría;
2) no garantiza mejores condiciones de vida ni una 4) sistema multipartidista;
justa redistribución de la riqueza; 5) sistema multipartidista multidimensional;
3) el orden jurídico y las instituciones políticas niegan 6) representación proporcional;
la verdadera política y la posibilidad de lo político, 7) federalismo territorial, no territorial —atendiendo
la pluralidad social y cultural— y descentralización,
5 Sobre las aportaciones de Kelsen, ver Cerroni, 1991: 190-195.
8) y constitución escrita con poder de veto de la mino-
ría (Lijphart, 1988: 31-39).
6 Estamos en consonancia con la idea de los efectos del Estado
de bienestar de Luhmann (1997: 47-52).

Democracia representativa 189 d


Lefort, por su parte, ha definido al poder democrático mejores condiciones para la resolución de sus problemas. No
como un espacio vacío, pues para él se han disuelto las tra- es nada más, pero tampoco nada menos.
dicionales fronteras del poder soberano absoluto, liberando
el espacio público de los poderes omnímodos o verticales Bibliografía
(1990: 26). Lo cierto es que se trata más de una definición
sociológica que politológica, ya que se coloca en un mismo Bobbio, Norberto (1999a), El futuro de la democracia, México: Fondo
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de Dahl, se pasa por alto que las auténticas poliarquías me- Cerroni, Umberto (1991), Reglas y valores en la democracia, Mé-
dievales atomizaban el poder y ello dejaba en desventaja al xico: Patria.
resto de los grupos sociales. En este sentido, la idea de crear Constant, Benjamin (1943), Principios de política, Buenos Aires:
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co aumentan conforme se agudizan los distintos problemas res: Amorrortu.
sociales, económicos y políticos, y muchos piensan que es Mill, J. Stuart (1991), Consideraciones sobre el gobierno representativo,
llenando de recomendaciones a la democracia como tal vez México: Gernika.
se solucionarán, aunque de cierto sabemos que, a pesar de las Morlino, Leonardo, Mauricio Cotta et al. (2001), Scienza política,
críticas, la democracia es solamente un método que hasta el Democrazia, Bologna: Il molino.
momento se ha servido de las instancias de representación, Mosca, G. (1949), “Aristocrazie e demcorazie”, en Partiti e sindicati
a partir de la cuales se espera que los hombres encuentran nella crisi del regime parlamentare, Bari: Laterza.
Nohlen, Dieter (1994), Sistemas electorales y partidos políticos, Mé-
xico: Fondo de Cultura Económica.

d 190 Democracia representativa


O’Donell, Guillermo (1996), “La otra institucionalización”, Política que un régimen político es democrático o que está en proceso
y Gobierno, vol. III, núm. 2, México, pp. 5-28. de democratización es, como lo argumenta Quentin Skinner
Palmer, Robert (1959-1964), The Age of the Democratic Revolution: (1973), hacer dos afirmaciones simultáneas: primero, que ese
a Political History of Europe and America, 1760-1800, vol. I, régimen tiene ciertas características o que está experimen-
Princeton, New Jersey: Princeton University Press.
Pareto, Vilfredo (1963), I sistemi socialisti, Torino: Unione Tipo-
tando ciertos cambios, y segundo (e implícitamente), que
grafico, Editrice Torinese. se trata de un régimen político bueno y justo, o que está en
_____ (1994), Trattato di sociologia generale, Bobbio (ed.), Milano: camino de serlo.
Comunità. Este problema no existía, o no con la misma intensidad,
Pasquino, Gianfranco (1988), Manual de ciencia política, Madrid: durante los muchos siglos en que la democracia era vista
Alianza. como un régimen más, incluso como una opción indesea-
Przeworsky, Adam, coord. (1998), Democracia sustentable, Buenos ble. Hasta la segunda mitad del siglo xviii, democracia era
Aires: Paidós. una palabra de especialistas, “herramienta de análisis, es-
Putman, Robert D. (1994), Para hacer que la democracia funcione. trechamente definida, de connotación árida y sin impacto
La experiencia italiana en la descentralización administrativa,
Caracas: Galac.
emocional” (Palmer, 1959: 14).1
Rawls, John (2004), Teoría de la Justicia, México: Fondo de Cul-
tura Económica. Historia, teoría y crítica
Rousseau, Jean-Jacques (1996), El contrato social, México: Porrúa.
Sartori, Giovanni (1993), ¿Qué es la democracia?, México: Tribunal Se pueden distinguir, esquemáticamente, tres grandes inter-
Federal Electoral-Instituto Federal Electoral. Disponible en: pretaciones de la democratización política: la procedimental,
<www.bibliojuridica.org/libros/libro.htm?l=1135>. la socioeconómica y la republicana. Cada una está vinculada
Schumpeter, Joseph A. (1963), Capitalismo, socialismo y democracia, a una concepción distintiva de la democracia.
Madrid: Aguilar.
Tilly, Charles (2004), Social Movements, 1768-2004, London: Pa-
radigm Publishers.
La democratización como adopción de procedimientos
_____ (2007), Democracy, Cambridge: Cambridge University Press. La visión procedimental cobró una enorme importancia en
Tocqueville, Alexis de (1996), La democracia en América, México: la segunda mitad del siglo xx, sobre todo a partir de la de-
Fondo de Cultura Económica. finición “realista” de la democracia propuesta por Joseph A.
Tucídides (1998), “Discurso de Pericles en loor de los muertos”, en Schumpeter. Para este autor, la democracia es un método a
Historia de la guerra del Peloponeso, México: Porrúa. través del cual “los individuos adquieren el poder para decidir
Zolo, Danilo (1996), Il principato democratico. Per una teoria realistica por medio de una lucha competitiva por los votos del pueblo”
della democrazia, Milano: Feltrinelli. (1947: 269). Esta corriente, con su insistencia en el carácter
elitista de la democracia, es heredera (y simplificadora) de
los grandes sociólogos políticos, especialmente Max Weber,
Robert Michels y los “elitistas” italianos, Vilfredo Pareto y
Gaetano Mosca.2
DEMOCRATIZACIÓN En esta visión, el camino hacia la democracia es rela-

POLÍTICA
tivamente sencillo y corto. Según una formulación muy
influyente, sólo es necesaria una precondición: la unidad
nacional. Sobre esa base, “el proceso de democratización pro-
José Luis Velasco Cruz piamente dicho es activado por una lucha política prolongada
e indefinida” (Rustow, 1970: 352). Los protagonistas de esta
lucha “representan fuerzas bien arraigadas (por lo general
Definición clases sociales) y las cuestiones por las que se enfrentan tie-
nen profundo significado para ellos” (352). Pero el momento
Tal vez lo más conveniente sea comenzar con una definición crucial —la fase decisiva— ocurre cuando los miembros de la
trivial: la democratización política es el proceso mediante el élite política deciden adoptar las reglas del juego democrático.
cual se establece una democracia política. Esta definición, Luego viene un proceso de habituación, en el que la decisión
aunque elemental, sirve ya para distinguir a la democratiza- tomada en el momento crucial se vuelve autosustentable.3
ción política de fenómenos similares en otros ámbitos de la
sociedad: la familia, la escuela, el trabajo, etcétera. 1 “Era raro, incluso entre los philosophes de Francia antes de la Re-
Las principales divergencias surgen cuando se intenta volución, encontrar a alguien que usara la palabra ‘democracia’ en
caracterizar ese proceso, pero también, y principalmente, sentido favorable en cualquier contexto práctico” (Palmer, 1959:
cuando se define el punto de llegada (la democracia políti- 14).
ca). La multiplicidad de definiciones no se debe únicamente 2 Véase: Pareto, 1935: 1568 ss.; Mosca, 1939: 153-162.
a desacuerdos analíticos entre los autores; se explica, sobre
3 “El primer gran acuerdo para establecer la democracia, si de-
todo, por la fuerza valorativa del concepto democracia. Decir muestra ser viable, es por sí mismo una prueba de la eficacia

Democratización política 191 d


Otra formulación muy famosa es la de Robert Dahl blecería así una relación directa entre millones de ciudadanos
(1971), para quien la democratización consiste en dos pro- atomizados y un omnipotente poder central. El problema,
cesos interrelacionados: liberalización (competencia política) para Tocqueville, era cómo conciliar la igualdad social con
e inclusión (el derecho a participar). La ruta más propicia es la preservación de la libertad política, cómo construir una
la seguida por Inglaterra y Estados Unidos, donde la libera- república democrática sobre la base de un Estado social de-
lización precedió a la inclusión. mocrático. Su respuesta, basada en la interpretación de lo que
La versión más difundida de la visión procedimental ocurría en Estados Unidos en la primera mitad del siglo xix,
está en la literatura sobre la transición a la democracia, que fue que había que establecer instituciones que dividieran el
analiza principalmente tres grupos de países que experimen- poder y recrearan así los poderes intermedios. Además, había
taron cambios de régimen en el último cuarto del siglo xx: que fomentar la participación de los ciudadanos: “no hay país
Europa del Sur (España, Portugal, Grecia), América Latina donde las asociaciones sean más necesarias para impedir el
y Europa del Este. Aunque hay importantes diferencias en- despotismo de los partidos o la arbitrariedad del príncipe,
tre los numerosos textos y autores,4 todos ellos coinciden en que aquel cuyo Estado social es democrático” (1986: 193).
dos puntos fundamentales: la tendencia a considerar que el Finalmente, se necesita algo aún más difícil: modificar las
núcleo de la democracia son los procedimientos electorales costumbres, los valores y los sentimientos de la población.
(lo que implica una contracción de la definición procedimen- Esta preocupación por la participación ciudadana y las vir-
tal original) y una exacerbada confianza en las decisiones y tudes cívicas también ocupa un lugar destacado en la obra de
acuerdos explícitos de la élite política. En cambio, las estruc- John Stuart Mill. Según él, una de las dos funciones centrales
turas sociales, los factores económicos, la cultura y la historia de las instituciones políticas es “promover el avance mental
reciben mucho menos atención.5 general de la comunidad; esa frase incluye el avance en inte-
lecto, en virtud, en actividad y en eficiencia práctica” (1993:
La democratización como búsqueda de la libertad 212). El conjunto de las instituciones políticas opera como
En la visión procedimental, el momento crucial de la “una agencia de educación nacional” (213). La participación
democratización se mide en meses, y sus antecedentes, en de los ciudadanos en los asuntos públicos no sólo mejora el
décadas. En cambio, en la visión republicana, el proceso se funcionamiento del gobierno; también permite que los in-
mide por siglos. Por lo menos así ocurre en el análisis de dividuos trasciendan sus intereses particulares, desarrollen
Alexis de Tocqueville. En la base de este análisis, se halla sus virtudes cívicas y se vuelvan mejores seres humanos. Por
una distinción entre Estado social democrático (igualdad) y lo tanto, en la concepción de Mill, la democratización es un
Estado democrático o democracia política (libertad). proceso largo, que no sólo se extiende hacia el pasado sino,
Según Tocqueville, la igualación de las condiciones socia- sobre todo, hacia el futuro. Es un desarrollo constante, que
les avanza inconteniblemente, impulsada por varios factores. concierne no sólo a las instituciones políticas sino también
Los conflictos entre reyes y nobles socavaron el sistema de a las capacidades de los ciudadanos.
mutuos controles que existían entre ellos. Pero la marcha
de la igualdad social también se explica por procesos más La democratización como construcción social
generales, entre ellos, el crecimiento del comercio y la in- Si en la visión procedimental lo decisivo para la democra-
dustria, y la expansión de las ciudades. En realidad, todo tización es el establecimiento de reglas, y en la republicana
parecía converger: “El desarrollo gradual de la igualdad de lo importante es el desarrollo de las virtudes cívicas, para el
condiciones es […] un hecho providencial […] es universal, enfoque socioeconómico lo crucial son los procesos sociales
es duradero, escapa cada día a la potestad humana; todos los y las relaciones entre clases.
eventos, así como todos los hombres, sirven a su desarrollo” La definición de Tilly puede servir de introducción a
(Tocqueville, 1986: 43). este enfoque:
Dejada a sus propios impulsos, esta incontenible demo-
cratización social, ante la cual Tocqueville decía sentir “un La democratización significa aumentos en la amplitud
terror religioso”, iba a conducir no a la anarquía, como temían e igualdad de las relaciones entre agentes guberna-
los conservadores, sino a la concentración de poderes. Se esta- mentales y los miembros de la población sujeta al
gobierno; en la consulta obligatoria a la población su-
jeta al gobierno con respecto al personal, los recursos
del principio de conciliación y mutuo ajuste. Por lo tanto, el y las políticas gubernamentales, y en la protección de
primer éxito puede estimular a las fuerzas en conflicto y a sus esa población (especialmente de las minorías que exis-
líderes a someter otras grandes cuestiones a resolución por
medio de procedimientos democráticos” (Rustow, 1970: 358).
ten en ella) contra la acción arbitraria de los agentes
gubernamentales (Tilly, 2004: 13-14).
4 Entre los textos más importantes están el de O’Donnell y Sch-
mitter (1986), Huntington (1991), Przeworski (1991), Linz y
Stepan (1996) y Diamond (1999).
Tilly enfatiza la centralidad de la lucha política e incluso
de la violencia. Entre los tipos de lucha que han desempeña-
5 Para una crítica de la literatura sobre transición a la democracia, do un papel muy importante en la democratización están la
véase Carothers, 2002.

d 192 Democratización política


revolución, la conquista, la confrontación y la colonización. Implantación y difusión de la democracia
Como ejemplos de la revolución, destacan la “gloriosa” Revo- Hay tres casos clásicos en la historia de la implantación de
lución inglesa de 1688 y la Revolución francesa de 1789. La la democracia: el de Francia, el de Inglaterra y el de Estados
conquista tuvo un papel decisivo a partir del siglo xviii, con la Unidos. De los tres, el francés fue el más dramático. Aun los
expansión de la Revolución francesa y las Guerras Napoleó- defensores más aguerridos del Tercer Estado se abstenían
nicas, pero también con la restauración de la democracia en de proponer un régimen democrático. Como decía uno de
Francia, Alemania e Italia y su instauración en Japón después ellos: “puesto que la verdadera democracia es imposible en un
de la Segunda Guerra Mundial. La colonización dio origen pueblo numeroso, es insensato creer en ella o fingir tenerle
a regímenes democráticos en algunos territorios británicos, miedo” (Sieyès, 1822: 188). Fue sólo cuando la Revolución
por ejemplo, en Estados Unidos, Nueva Zelanda o Canadá. alcanzó su punto más álgido que el más radical de sus líde-
Y la confrontación entre oligarquías y clases bajas fue crucial res proclamó abiertamente, ante la Convención, su creencia
para la democratización de la propia Inglaterra en el siglo xix. en la democracia: “Es […] en los principios del gobierno
Los análisis de Barrington Moore (1993) y Ruescheme- democrático que ustedes deben buscar los principios de su
yer, Huber y Stephens (1992) se diferencian del de Tilly en conducta política […]. Sólo en la democracia el Estado es
varios sentidos. El de Moore destaca la importancia de las verdaderamente la patria de todos los individuos que lo com-
relaciones entre campesinos y nobles, y entre éstos y la bur- ponen” (Robespierre, 1794: 296 - 297).
guesía; también otorga un lugar muy importante a procesos Vendrían después décadas de reacción, interrumpidas
sociales muy amplios, como el avance de la comercialización por breves erupciones radicales, como las de 1830, 1848 y
de la agricultura o el progreso de la urbanización y de la 1871. La democracia, asociada a Robespierre y al Terror, era
industrialización. Por su parte, el de Rueschemeyer y otros un objeto de temor para conservadores y moderados, y una
destaca el papel de la clase trabajadora, la fortaleza del Esta- aspiración para los revolucionarios. Pero ya en 1848 quedó
do y las fuerzas transnacionales. Pero en lo esencial, los tres establecido el sufragio universal masculino y se mantuvo vi-
esquemas coinciden en varios puntos básicos: la importancia gente —con algunas interrupciones— a partir de entonces.
del conflicto antes, durante y después de la democratización; Sin embargo, el sufragio sirvió para elegir, por una amplia
la visión de la democratización como un proceso de largo mayoría, al futuro golpista y luego emperador Louis-Napo-
plazo, que afecta a grandes estructuras y procesos sociales, y león. No fue sino hasta la Tercera República (1871-1940)
el arraigo social de la democracia.6 cuando otras instituciones típicamente democráticas (como
las asambleas representativas y los derechos civiles) cobra-
Surgimiento, expansión y moderación de la democracia ron plena vigencia.
La historia de la democratización moderna comenzó con La adopción de la democracia en Inglaterra fue mucho
las “revoluciones democráticas” que sacudieron a Europa y más sosegada. El balance de poder entre la Corona y el par-
Norteamérica a fines del siglo xviii. Los casos más famosos lamento inglés, especialmente la Cámara de los comunes
fueron la Independencia de Estados Unidos y la Revolución (que es el órgano representativo), cambió decisivamente
francesa. Pero hubo movimientos similares, aunque menos con la “Gloriosa revolución” de 1688, cuando los comunes se
vistosos, en varios otros países y regiones: Irlanda, Holan- arrogaron el derecho de fijar las reglas de la sucesión real. A
da, Italia, Suiza, Polonia, etcétera. “Todas estas agitaciones partir de ese cambio, durante el siglo xviii y principios del
trastornos, intrigas y conspiraciones formaban parte de un xix, se sentaron las bases del gobierno de gabinete: se esta-
gran movimiento” contra los privilegios aristocráticos (Pal- bleció el gabinete propiamente dicho (conjunto de ministros
mer, 1959: 7). Había aparecido, como lo dijo una horrorizada que cuentan con el respaldo de la Cámara de los comunes), el
aristócrata de La guerra y la paz, una “hidra de la rebelión puesto de primer ministro (titular del poder ejecutivo), el voto
terrible” (Tolstoi, 1998: 8). de censura (acto mediante el cual la Cámara de los comunes
La hidra, fiel al mito, habría de seguir mostrando sus prácticamente destituye al gobierno) y la superioridad de la
múltiples cabezas a lo largo del siglo xix, en un drama prota- Cámara de los comunes sobre la de los lores. Se estableció
gonizado por liberales, conservadores y radicales (socialistas, un sistema representativo, pero de naturaleza oligárquica, en
comunistas y anarquistas), apoyados en tres grandes fuerzas el que el derecho al voto estaba fuertemente restringido por
sociales: burguesía, aristocracia y trabajadores. Pero a princi- los requerimientos de propiedad y en el que era frecuente la
pios del siglo xx, la democracia había dejado de ser una bestia compra de escaños.
mitológica y se había convertido en una especie respetable, El “Acta de la representación del pueblo”, de 1832, ajustó
que ya estaba exportándose al resto del mundo. La historia mejor la distribución de escaños de la Cámara de los comu-
de la democratización comprende dos procesos interrelacio- nes, reduciendo la representación de los distritos “podridos”
nados: la creación o implantación de métodos, instituciones y (que tenían poblaciones muy pequeñas) y aumentando la de
prácticas democráticas en diferentes países, y la moderación las grandes ciudades. El Acta también redujo los niveles de
de los impulsos radicales de la democracia. propiedad requeridos para tener derecho al voto. Con esos
cambios, el electorado creció de aproximadamente 400 mil a
650 mil (Phillips y Wetherell, 1995: 413-414), pero aun así,
6 Sobre este enfoque, véase también Andrews y Chapman, 1995.

Democratización política 193 d


sólo uno de cada seis hombres adultos tenía derecho a votar. sufragio a algún grupo grande y descontento, cada vez más
La reforma fue realizada para “prevenir la necesidad de una grande y más descontento hasta abarcar, finalmente, a las
revolución”,7 pero ese objetivo no se logró satisfactoriamente, mujeres. Y, como reacción a esta demanda, el sufragio se ha
como lo prueba el surgimiento, casi inmediatamente después, del expandido lentamente, de mala gana y por pasos vacilantes”
movimiento obrero conocido como cartismo, cuyas seis deman- (Porter, 1918: VII).8 Fue necesaria una guerra civil para que
das incluían el sufragio universal (masculino), la eliminación de los negros adquirieran el derecho a voto, que rápidamente
requerimientos de propiedad para ser candidato al parlamento volvieron a perder para tener que reconquistarlo, con muchos
y el voto secreto (lwma, 1848). Habrían de transcurrir varias esfuerzos, en la década de 1960.
décadas y mucha agitación política antes de que algunas de estas Lo que ocurrió en Francia, Inglaterra y Estados Unidos
demandas fueran atendidas. en el siglo xix es significativo no sólo por la importancia
La reforma electoral de 1867 hizo una nueva redistribu- de estos países, sino porque constituye el núcleo de la de-
ción de los escaños por distrito, pero sobre todo modificó mocratización política de las sociedades modernas. Ahí,
los requerimientos de propiedad para tener derecho a voto. principal aunque no exclusivamente, se construyeron e im-
La consecuencia fue que se otorgó el derecho al voto a, pro- plantaron las instituciones que luego habrían de expandirse
bablemente, más de un millón de hombres; la gran mayoría, a otras áreas de la vida política y a otros lugares del mundo.
trabajadores urbanos. La reforma de 1884 redujo nuevamen- El presidente de Estados Unidos justificó la participación de
te los requisitos de propiedad, agregando casi dos millones su país en la Primera Guerra Mundial con el argumento de
de electores. Con estos cambios, en palabras de un autor, “el que había que luchar para hacer del mundo un lugar seguro
centro de gravedad cambió de los pocos hacia los muchos; para la democracia. Aun así, la democracia tuvo que enfren-
el principio de la democracia reemplazó al de la oligarquía” tar dos enemigos muy poderosos en las siguientes décadas:
(Marriot, 1913: 224). el fascismo y el comunismo. Un indicio muy elocuente del
A primera vista, la implantación de la democracia en Esta- avance de la democratización (por lo menos en el terreno
dos Unidos parece mucho más rápida y pacífica que en Europa; ideológico) fue la inclusión del “sufragio universal e igual” en
por lo menos, así lo sugiere La democracia en América, de Toc- la Declaración Universal de los Derechos Humanos de 1848.
queville (1986). En realidad, fue un proceso bastante sinuoso Comenzando por Nueva Zelanda, en 1893, muchos países
y conflictivo. Los fundadores de la nueva nación la concibieron fueron reconociendo el derecho al voto de las mujeres. Entre
explícitamente como una república, no como una democracia. las democracias de Europa Occidental, los casos anómalos
Como dijo uno de los “padres fundadores”: fueron Francia y Suiza, en los que el voto femenino fue re-
conocido muy tardíamente (1944 y 1971, respectivamente).
[…] una democracia pura, por la cual entiendo una Sólo después de este cambio se hizo realidad el sufragio
sociedad que consiste en un número pequeño de ciu- universal de los adultos.
dadanos, que se reúnen y administran el gobierno en Fuera de Europa, la democratización avanzó rápida y
persona, no puede ser curada de los daños de la facción firmemente en algunas colonias británicas, como en Nueva
[…]. Esas democracias siempre han sido espectáculos Zelanda, Australia y Canadá. En cambio, los países latinoa-
de turbulencia y conflicto; siempre han resultado in- mericanos tuvieron pocos y más inciertos avances, a pesar
compatibles con la seguridad personal o los derechos de que los primeros intentos comenzaron bastante tempra-
de propiedad; y, en general, sus vidas han sido tan cor- no (Langley, 1996). La descolonización de África y Asia,
tas como violentas sus muertes (Madison, 1961: 81). a mediados del siglo xx, abrió una gran oportunidad para
la difusión de la democracia. Pero la mayoría de los éxitos
Para atemperar el poder de la mayoría, la constitución es- fueron efímeros. El más notable fue el de la India, no tanto
tadounidense estableció varios mecanismos: la separación de por la calidad del régimen que se estableció ahí, sino por su
poderes, el federalismo, la elección indirecta del presidente y, capacidad para mantenerse en medio de muchas adversida-
en general, un sistema representativo con diferentes niveles des, sobre todo la pobreza y los conflictos étnicos y religiosos
y ámbitos. (Kohli, 2001). El salto más espectacular ocurrió, como ya se
El derecho a voto de los ciudadanos fue reconocido desde mencionó, en el último cuarto del siglo xx, cuando casi to-
la creación de la república, pero al mismo tiempo se estable- dos los países de América Latina y el bloque excomunista
cieron diferentes restricciones basadas en la propiedad, el adoptaron instituciones democráticas.9 Pero en la primera
ingreso, el pago de impuestos o la nacionalidad (especialmen-
te importante en un país de migrantes). La exclusión más
flagrante fue la de los negros y, por supuesto, la de las mujeres.
Como lo afirmó un estudioso del tema: “en todo momento a 8 Véase también Steinfeld, 1989.
partir de 1776 ha habido una vigorosa lucha por asegurar el 9 Una evidencia significativa es que en 1975, sólo 16 países te-
nían una puntuación promedio de 1 (la mejor) en el índice de
libertades civiles y derechos políticos estimados por Freedom
7 Esa fue la justificación dada por el entonces Primer ministro House; en 2008, el número de países con esa puntuación había
Charles Grey (en Newbould, 1990). subido a 48 (Freedom House, 2009).

d 194 Democratización política


década del siglo xxi, varios de estos avances parecen frágiles ésta tiene varios medios para escapar al control: su personal,
y potencialmente reversibles.10 por lo general, es profesional y permanente, es decir, no está
sujeto al cambio periódico como los representantes electos;
La moderación de la democracia maneja información y acumula experiencia que difícilmen-
Algo en lo que estaban de acuerdo autores tan distancia- te se adquieren por otras vías; está unido por un espíritu de
dos ideológicamente como el “federalista” James Madison, cuerpo (lo que contrasta con los habituales conflictos entre
el filósofo Jean-Jacques Rousseau y el revolucionario Em- líderes políticos), y tiende a ser eficiente y racional en el cum-
manuel-Joseph Sieyès, era que en la democracia el pueblo plimiento de sus tareas. Es cierto, como dice Hans Kelsen
gobernaba directamente; también coincidían en que, por esa (2002), que con la democratización el Estado moderno se
razón, ese régimen era inviable en las naciones modernas. volvió un “Estado de partidos”, pero es igualmente cierto, en
Pero la extensión del sufragio coincidió con el establecimien- contrapartida, que el gobierno democrático se burocratizó.12
to de sistemas de representación, “el gran descubrimiento de Parece paradójico, pero la propia lógica de la competencia
los tiempos modernos” según las entusiastas palabras de Ja- electoral limitó la influencia de las masas de ciudadanos. Los
mes Mill (1955: 67). El sistema de representación debía alejar partidos ideológicos, especialmente los socialistas, surgieron
la toma de decisiones de manos de las masas, presuntamente con el objetivo ostensible de transformar la sociedad, alte-
impetuosas, y colocarla en las de un órgano representativo, rando el equilibrio entre las diferentes clases sociales. Pero
presuntamente más sereno y responsable.11 en las elecciones votan ciudadanos individuales, no clases
El sistema de representación, combinado con la exten- sociales, y los dirigentes electos, al acceder a posiciones de
sión del sufragio, hizo posible (y necesaria) la existencia de poder, adquieren el compromiso de administrar el orden
partidos políticos: organizaciones permanentes dedicadas social existente, lo cual habitualmente los aleja del manda-
a movilizar a los ciudadanos con fines electorales. Como to transformador que creen haber recibido de su electorado
lo observó Michels, incluso los partidos más radicalmente (Przeworski,1985).
democráticos tienden a transformarse de instrumentos en Lo anterior hizo posible la adaptación de la democracia
fines, de vehículos para la participación política de las masas a otra gran estructura moderna, sin duda más extensa y tal
en aparatos de poder. “Es la organización lo que da origen a vez más profunda: el capitalismo. A menos que algún partido
la dominación de los electos sobre los electores, de los man- hubiera logrado súbitamente una amplia mayoría electoral a
datarios sobre los mandantes, de los delegados sobre los favor de abolir el capitalismo (cosa que nunca sucedió), inclu-
delegantes. Quien dice organización, dice oligarquía” (1983: so los representantes de los partidos más radicales, al adquirir
241). Así, la formación de la voluntad pública depende más posiciones de poder, asumirían la obligación tácita de tole-
de los aparatos partidistas que de las preferencias de los ciu- rar e incluso auspiciar a la empresa capitalista. Además, los
dadanos comunes. empresarios privados controlan recursos (dinero, prestigio)
En el siglo xix, casi simultáneamente con la extensión del que son indispensables para la competencia electoral, y muy
sufragio y el establecimiento de sistemas de representación, eficaces para el cabildeo. El resultado es que, como lo analizó
se consolidó el gobierno directo: relaciones de autoridad y Charles Lindblom (1977), en los países democráticos coe-
solidaridad entre autoridades nacionales y ciudadanos, sin xisten dos tipos de funcionarios públicos: los representantes
la mediación de corporaciones, comunidades o estamentos electos (y los burócratas teóricamente sujetos a ellos) y los
(Tilly, 1992). Lo anterior creó un ambiente propicio para representantes de las empresas privadas, ambos con poder y
la existencia de una democracia nacional; al mismo tiempo, funciones sociales muy importantes.
fijó límites muy fuertes al funcionamiento de los regímenes
democráticos. Líneas de investigación y debate
Los representantes electos tuvieron que coexistir con contemporáneo
grandes estructuras estatales, como la burocracia civil y las
fuerzas armadas, que no tienen un origen democrático pero No obstante todo lo anterior, la democratización moderó pero
que concentran muchas decisiones públicas. Los líderes no aniquiló los afanes igualitarios que tanto entusiasmaron
electos deben supervisar a la burocracia civil y militar, pero a los inconformes con el orden social moderno y tanto ho-
rrorizaron a los defensores de ese orden.
El avance de la democracia no puede separarse de las
10 Esta observación se aplica especialmente a los 60 países que luchas sobre la “cuestión social”. No por casualidad, la demo-
aparecen como “parcialmente libres” en la clasificación de Free-
dom House (2009).
11 El efecto de la representación es “refinar y ampliar la visión 12 Max Weber se preguntaba: “En vista la creciente indispensabi-
pública al filtrarla a través de un cuerpo de ciudadanos selectos, lidad de la burocracia estatal y su correspondiente incremento
cuya sabiduría puede discernir mejor el verdadero interés del de poder, cómo puede haber garantía de que sobrevivirá al-
país y cuyo patriotismo y amor de la justicia correrán menos gún poder capaz de contrarrestar y controlar efectivamente
riesgo de ser sacrificados a consideraciones parciales o tempo- la tremenda influencia de este estrato? ¿Cómo será posible la
rales” (Madison, 1961: 82). democracia, incluso en este sentido limitado?” (1978: 1403).

Democratización política 195 d


cratización de las sociedades modernas fue casi simultánea el ideal democrático y traducirlo en instituciones formales
con el establecimiento de instituciones redistributivas y siste- que arraigarlo en prácticas y estructuras reales.
mas tributarios progresivos.13 Sólo de esa manera fue posible Eso explica los bruscos vaivenes entre el optimismo de-
conciliar, en la práctica, el ideal democrático igualitario con mocrático y la desilusión que frecuentemente se observan en
las realidades del capitalismo y los Estados-nacionales. Las los países poco desarrollados. No obstante esas frustraciones y
instituciones democráticas redistributivas alcanzaron su no obstante las limitaciones del modelo democrático, la fuer-
máximo desarrollo con el keynesianismo y los “Estados be- za del ideal democrático ha mostrado una gran persistencia.
nefactores” de mediados del siglo xx, pero incluso después Lo anterior se debe, al menos en parte, a lo que Nietzsche
de la ofensiva “neoliberal” de fines de siglo, esas institucio- llamó, con obvio desprecio, “los instintos democráticos del
nes siguen desempeñando un papel muy importante en las alma moderna” (2000: 220), cuyo lema distintivo es: “Ni Dieu,
democracias avanzadas (Hicks, 1999). ni maître”. Por eso la democratización sigue siendo, en las
La historia de la democratización moderna es, en síntesis, sociedades modernas, un proceso siempre incompleto, un
la historia de cómo la democracia dejó de ser una amenaza temor recurrente y una esperanza nunca colmada.
contra el orden social y se convirtió en una peculiar forma
de dominación política que abre importantes espacios a la Bibliografía
participación ciudadana, pero que también establece una
separación duradera entre gobernantes y gobernados y fija Andrews, George R. y Herrick Chapman, eds. (1995), The Social
reglas claras para la transmisión y legitimación del poder. Construction of Democracy: 1870-1990, New York: New York
University Press.
Conclusión Ardant, Gabriel (1972), Histoire de l’impot, vol. 2, Paris: Fayard.
Carothers, Thomas (2002), “The End of the Transition Paradigm”,
Es posible ahora dar más contenido a la definición enun- Journal of Democracy, vol. 13, núm. 1, pp. 5-21.
ciada al inicio de este texto. La democratización política Dahl, Robert A. (1971), Polyarchy: Participation and Opposition,
implica al menos cuatro conjuntos de cambios: 1) el esta- New Haven: Yale University Press.
blecimiento del método democrático, es decir, la designación Diamond, Larry (1999), Developing Democracy: Toward Consolida-
de líderes políticos mediante elecciones; 2) la construcción tion, Baltimore: The Johns Hopkins University Press.
de un sistema de garantías, que incluye un conjunto de de- Elias, Norbert (1991), La société des individus, Paris: Fayard.
rechos civiles y políticos, como la libertad de asociación o la Freedom House (2009), “Freedom in the World”, Freedom House.
libertad de prensa; 3) la creación de instituciones típicas de Disponible en: <http://freedomhouse.org/>.
la democracia moderna, como los parlamentos y los partidos Hicks, Alexander (1999), Social Democracy and Welfare Capitalism:
A Century of Income-Security Politics, Ithaca: Cornell Uni-
políticos; 4) la integración de ese método, esas garantías y versity Press.
esas instituciones a otras instituciones y estructuras sociales Huntington, Samuel P. (1991), The Third Wave: Democratiza-
características de las sociedades modernas, especialmente el tion in the Late Twentieth Century, London: University of
Estado nacional y el mercado transnacional. Oklahoma Press.
Los dos primeros cambios pueden hacerse en plazos re- Kelsen, Hans (2002), Esencia y valor de la democracia, Granada:
lativamente cortos, mediante acuerdos explícitos entre las Comares.
fuerzas políticas; los otros requieren procesos más largos y Kohli, Atul, comp. (2001), The Success of India’s Democracy, Cambri-
menos controlables. Por eso, la democratización no es obra dge: Cambridge University Press.
de ningún actor político en particular. Ni los filósofos más Langley, Lester D. (1996), The Americas in the Age of Revolution,
1750-1850, New Haven: Yale University Press.
agudos ni los líderes más visionarios podían haber previsto, Lindblom, Charles (1977), Politics and Markets: The World’s Political
ni mucho menos controlado, el rumbo que tomó la demo- Economic Systems, New York: Basic Books.
cratización en las sociedades modernas. Fue una evolución Linz, Juan y Alfred Stepan (1996), Problems of Democratic Tran-
—como diría Norbert Elias— “nacida de múltiples proyectos, sition and Consolidation: Southern Europe, South America,
pero sin proyecto; animada por múltiples finalidades, pero and Post-Communist Europe, Baltimore: The Johns Hopkins
sin finalidad” (1991: 108-109). University Press.
La democratización de un país específico, una vez que ya lwma: London Working Men’s Association (1848), The People’s
se ha desarrollado e implantado el modelo democrático mo- Charter and a Brief Sketch of Its Origins, London: London
Working Men’s Association.
derno en otros países, puede parecer una obra más sencilla y
Madison, James (1961), “The Federalist No. 10”, en Alexander
rápida. Se trataría simplemente de importar el método y las Hamilton, James Madison y John Jay, The Federalist Papers,
instituciones característicos de la democracia y hacerles las New York: New American Library.
adaptaciones necesarias para que funcionen en las circuns- Marriot, J. A. R. (1913), English Political Institutions: An Introduc-
tancias del país destino. Pero siempre es más fácil importar tory Study, 2a. ed., Oxford: Clarendon Press.
Michels, Robert (1983), Los partidos políticos: un estudio sociológico
de las tendencias oligarquicas de la democracia moderna, Buenos
13 Según un historiador de la tributación, el impuesto progresivo Aires: Amorrortu.
al ingreso fue “el equivalente financiero del sufragio universal”
(Ardant, 1972: 242).

d 196 Democratización política


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Pareto, Vilfredo (1935), The Mind and Society, vol. 4, New York: Pareciera un lugar común señalar que toda definición requiere
Harcourt. y conlleva un ejercicio constante de delimitación de la reali-
Phillips, John A. y Charles Wetherell (1995), “The Great dad por nombrar y por explicar. Sin embargo, y precisamente
Reform Act of 1832 and the Political Modernization of con la frase derechos humanos de los jóvenes, se ha designado
England”, The American Historical Review, vol. 100, núm. 2, una realidad semánticamente muy compleja, porque en el
abril, pp. 411-436.
Porter, Kirk H. (1918), A History of Suffrage in the United States,
mundo, y a lo largo de la historia, los jóvenes han recibido
Chicago: The University of Chicago Press. diversos apelativos; incluso, en muchas ocasiones, no se les ha
Przeworski, Adam (1985), Capitalism and Social Democracy, Cam- nombrado como parte de un grupo social con características,
bridge: Cambridge University Press. necesidades y prerrogativas propias.
_____ (1991), Democracy and the Market: Political and Economic En cuanto al término derechos humanos, en este trabajo se
Reform in Eastern Europe and Latin America, Cambridge: concuerda con la definición que en México ha establecido la
Cambridge University Press. Comisión Nacional de Derechos Humanos, que los define
Robespierre, Maximilien (1794), “Sur les principes de como “el conjunto de prerrogativas inherentes a la naturaleza
morale politique qui doivent guider la Convention natio- de la persona, cuya realización efectiva resulta indispensable
nale dans l’administration intérieure de la République”,
discurso pronunciado ante la Convención el 5 de febre-
para el desarrollo integral del individuo que vive en una so-
ro de 1794. Disponible en: <http://fr.wikisource.org/ ciedad jurídicamente organizada” (cndh, s.f.).
wiki/%C5%92uvres_de_Robespierre/Sur_les_principes_ La diversidad de contenidos que la expresión derechos hu-
de_morale_politique>. manos de los jóvenes ha adquirido, en lugar de constituir un
Rueschemeyer, Dietrich, Evelyne Huber Stephens y John D. problema para quienes se preocupan por este grupo social,
Stephens (1992), Capitalist Development and Democracy, ha propiciado múltiples discusiones y análisis fructíferos, hasta
Chicago: University of Chicago Press. llegar a convenciones internacionales, y a trabajos y apoyos en
Rustow, Dankwart A. (1970), “Transitions to Democracy: Toward favor del bienestar, la protección y la seguridad de las mínimas
a Dynamic Model”, Comparative Politics, vol. 2, núm. 3, abril, condiciones que todo Estado debe proveer a los jóvenes para
pp. 337-363.
Schumpeter, Joseph A. (1947), Capitalism, Socialism and Democracy,
que desarrollen su vida siempre en un ámbito de dignidad.
3a. ed., New York: Harper and Row. Nuevamente, y como ocurre con el lenguaje, la realidad
Sieyès, Emmanuel-Joseph (1822), Qu’est-ce que le Tiers-État? précédé ha transformado el contenido de la expresión derechos huma-
de l’Essai sur les privilèges, Paris: Alexandre Correard. nos, en este caso y sobre todo, el de los jóvenes. Las distintas
Skinner, Quentin (1973), “The Empirical Theorists of Democracy situaciones de vida han llevado a los usuarios del término a
and Their Critics: A Plague on Both Their Houses”, Political transformarlo y delimitarlo, ya que la actividad del Estado
Theory, vol. 1, núm. 3, pp. 287-306. en relación con estos derechos debe entenderse e interpre-
Steinfeld, Robert J. (1989), “Property and Suffrage in the Early tarse en dos posibles escenarios: uno en el que el Estado
American Republic”, Stanford Law Review, vol. 41, núm. 2, actúe como contención del ejercicio de su propio poder, y el
enero, pp. 335-376.
Tilly, Charles (1992), Coercion, Capital and European States: AD
otro donde se constituya en protector de los derechos para
990-1992, Oxford: Blackwell. los jóvenes reconocidos por la ley. Sin embargo, ha tenido
_____ (2004), Contention and Democracy in Europe, 1650-2000, que ser la sociedad, organizada de diversas maneras, la que
Cambridge: Cambridge University Press. señale, advierta, prevenga, reclame y exija las omisiones del

Derechos de los jóvenes 197 d


Estado ante las múltiples violaciones a los derechos huma- los seres humanos: los derechos humanos. Éstos pueden ser
nos de los jóvenes. entendidos como las “normas jurídicas que imponen deberes
Regresando al tema concreto de los jóvenes, gracias a y obligaciones al Estado para su efectivo respeto y cumpli-
diversos estudios elaborados en América Latina y en la Unión miento y, a su vez, [están] provistas de sanciones para asegurar
Europea, se ha diagnosticado “que los jóvenes conforman un su efectividad” (Aguilar, 1993: 231). Dichas prerrogativas y
sector social que tiene características singulares en razón de libertades pueden ser de diversa índole: civil, política, econó-
factores psicosociales, físicos y de identidad que requieren mica, social y cultural, y se parte de la premisa de que deben
una atención especial” (Instituto de la Juventud, 2005: 4). ser reconocidas a todo ser humano, considerado individual
Por tal motivo, una de las cuestiones más complicadas en el o colectivamente (Vega, 2003: 177).
momento de tratar el tema de los derechos de los jóvenes Pese a que los derechos humanos debieran ser los mismos
es la definición misma de juventud. Hay quienes consideran para todos, resulta importante responder en los escenarios
que se trata de un grupo social al que pertenecen todas las específicos de cada grupo y de cada persona, a fin de con-
personas comprendidas entre determinados rangos de edad,1 quistar la igualdad, la equidad y, de esa forma, erradicar la
sin estimar ningún otro criterio específico. No obstante, a discriminación. En este sentido, y en función de ulteriores
pesar de que se tomara en cuenta sólo el referente etario para propósitos, será imprescindible delimitar los conceptos de
la definición de juventud, incluso así resultaría problemático juventud y de adolescencia.
el término, ya que entre los estudiosos no existe consenso en
cuanto a los rangos de edad. Historia, teoría y crítica
Por ejemplo, para Adam Fletcher, especialista en políti-
cas de la juventud de los Estados Unidos, el término niños se Al hablar de derechos humanos, es común escuchar que se
refiere a las personas que se encuentran en el rango de entre trata de aquéllos de la primera generación, de la segunda o
los recién nacidos hasta quienes tienen 11 años. La expresión de la tercera —individuales, sociales o colectivos, respecti-
juventud incluye a las personas de entre 12 y 20, y se entiende vamente—, e inclusive de la cuarta —los relacionados con
por gente joven al conjunto de personas desde las recién na- la bioética—. Sin embargo, hay cierto tipo de derechos
cidas hasta las que cuentan con 25 años (Fletcher, 2006: 6). humanos que pueden considerarse como pertenecientes si-
En la Ley de las y los jóvenes del Distrito Federal se “con- multáneamente a las cuatro generaciones. Tal es el caso del
cibe al joven como sujeto de derecho y actor social pleno”; derecho a la educación.2 En 1948, comenzaron a integrarse
asimismo, de acuerdo con el artículo 2º de dicha ley, un joven los derechos humanos de los jóvenes, lo que constituyó un
es un “sujeto de derecho cuya edad comprende el rango entre hito en la historia de los convenios y acuerdos internacio-
los 15 y los 29 años de edad” (sederec, s.f.). Por su parte, la nales: se emitió la Declaración Universal de los Derechos
Convención Iberoamericana de Derechos de los Jóvenes, en Humanos de 1948, reconfiguradora de los postulados libe-
su artículo 1º, considera que son jóvenes las personas “com- rales de las corrientes iusnaturalista y racionalista: el respeto
prendidas entre los 15 y los 24 años de edad” (Instituto de a la integridad del individuo, su nacionalidad, origen étnico
la juventud, 2005: 5). y su pensamiento, ya político, ya religioso. Intrínsecamente,
Como se puede observar, la categoría de jóvenes no es en- a los hombres, cuando nacen, se les debe reconocer libres y
tendida del mismo modo en las diversas regiones del mundo, con personalidad jurídica en lo individual.
ni siquiera en el sentido netamente etáreo. Los constructos de juventud y adolescencia, ya menciona-
Por otra parte, algunos especialistas comparten la opinión dos en el anterior apartado, surgieron en Europa a finales del
de que el término juventud se refiere a un estado psicosocial de siglo xix y principios del xx, cuando la sociedad separa a los
las sociedades o los individuos, y que no está necesariamente jóvenes del mundo adulto para educarlos y permitirles que
determinado por la edad. También se argumenta que resulta gocen de reconocimiento social, pues ya no son niños, pero
conflictiva una construcción teórica que conceptualice de tampoco plenamente adultos. Sólo a mediados del siglo xx
manera adecuada a la juventud, dado que ésta es una “con- se descubre el potencial y la capacidad de movilización de los
dición social con cualidades específicas que se manifiestan de jóvenes, que, tras las dos Guerras Mundiales, comenzaron a
diferente manera según las características histórico-sociales ocupar un lugar cada vez más visible e importante dentro de
de cada individuo” (Brito, 1998: 3).
Como se ha venido apuntando en el presente trabajo, los
derechos de los jóvenes constituyen un segmento de un con- 2 El artículo 13° del Pacto Internacional de Derechos Económicos,
junto más amplio de prerrogativas y garantías con las que se Sociales y Culturales establece el derecho de toda persona a la
procura proteger las libertades y derechos de la totalidad de educación, en términos amplios; no obstante, desde 1793 se
reconoce este derecho como fundamental en la Declaración
de los Derechos del Hombre y el Ciudadano, en su artículo 22,
1 La mayoría de las legislaciones se limita a definir como ju- quedando redactado de la siguiente manera: “La educación
ventud al conjunto de personas entre ciertos rangos de edad. es necesidad de todos. La sociedad debe esforzarse al máximo
Dichos rangos pueden variar entre los 12 y los 30 años, de- para favorecer el progreso de la razón pública, y poner la edu-
pendiendo de cada país. cación pública al alcance de todos los ciudadanos”.

d 198 Derechos de los jóvenes


la sociedad, dejando atrás la imagen de sujetos pasivos para subsecuentes. El Programa constituye una nueva estrategia
convertirse en protagonistas (Corona y Morfín, 2001: 26-27). internacional para tratar de resolver los problemas de la ju-
En la década de los sesenta y setenta, los jóvenes empezaron ventud y aumentar sus oportunidades de participación en la
a manifestarse públicamente. Su actividad política y su com- sociedad. En esa misma ocasión se exhortó a la realización
promiso social eran evidentes. En muchos países se redujo la periódica de una Conferencia Mundial de Ministros Res-
edad para que los jóvenes pudieran tener derecho al voto. De ponsables de la Juventud, bajo los auspicios de las Naciones
esta transformación, se derivó la conciencia de otros cambios, Unidas.
como la demanda de sus propios espacios, de autonomía y de En 1998 se celebró la primera conferencia en Portugal,
desarrollo en lo político, social y cultural. la cual se centró en la aplicación del Programa de Acción
Por su repercusión y trascendencia, bien vale la pena se- Mundial. Allí fue aprobada la Declaración de Lisboa sobre
guir la historia y la evolución de los derechos de los jóvenes la Juventud y una serie de recomendaciones para la adop-
a través de los tratados y acuerdos que diversos países y or- ción de iniciativas en los planos nacional, regional y mundial.
ganizaciones suscribieron en el siglo xx. En la Declaración Otra institución que promueve los derechos de la
de los Derechos del Niño, firmada en Ginebra en 1923, se juventud en el nivel supranacional es la Organización Ibe-
incluyó a los niños y jóvenes como sujetos de derechos es- roamericana de Juventud (oij), creada en 1992 en Sevilla,
pecíficos; ésta fue modificada posteriormente en 1948 por España, en el marco de la vi Conferencia Iberoamericana
la Organización de las Naciones Unidas (onu). Para 1959, la de Ministros de Juventud, con la intención de promover el
Asamblea General de la onu adoptó como propia una versión diálogo, los acuerdos y la cooperación en la materia. Entre
expandida de esta Declaración sobre los Derechos del Niño. los países miembros, se encuentran Argentina, Bolivia, Brasil,
Finalmente, el 20 de noviembre de 1989, los países miembros Chile, Colombia, Costa Rica, Cuba, Ecuador, El Salvador,
de la onu aprobaron y firmaron la Convención sobre los De- España, Guatemala, Honduras, México, Nicaragua, Panamá,
rechos del Niño (unicef, 2014). Paraguay, Perú, Portugal, República Dominicana, Uruguay y
En el caso de los niños y jóvenes menores de 18 años, Venezuela (oij, 2011).
sus derechos se encuentran explícitamente enunciados en la Tras 12 años de reuniones y acuerdos, en 2004, durante
Convención sobre los Derechos del Niño. De igual modo, la xii Conferencia Iberoamericana de Ministros de Juventud
se encuentran plasmadas ciertas prerrogativas en otros do- celebrada en Guadalajara, México, se decidió realizar la Con-
cumentos internacionales, como la Declaración Universal de vención Iberoamericana de Derechos de los Jóvenes, de la que
los Derechos Humanos, y otras convenciones internacionales, surgió el Acta Iberoamericana de Derechos de la Juventud.
como la Convención sobre la Eliminación de todas Formas En ésta se establece jurídicamente el pleno reconocimiento
de Discriminación contra la Mujer. de la condición juvenil, así como los mecanismos necesarios
En mayo de 1992, se realizó la Conferencia Interparla- para otorgar respuestas a los requerimientos de protección y
mentaria sobre Legislación y Políticas de Juventud, en La garantía en el ejercicio de los derechos de este sector.
Paz, Bolivia. La intención fue elaborar una Carta Iberoame-
ricana de Derechos de la Juventud, dado que en seminarios y Líneas de investigación y debate
reuniones previos se diagnosticaron los procesos de moder- contemporáneo
nización que habían afectado principalmente a este sector,
excluyéndolo y marginándolo progresivamente de la educa- Los Estados, al ser uno de los agentes centrales (junto con
ción y del trabajo. otros actores sociales) para la creación y promoción de una
De manera específica, la Asamblea General de la onu ha cultura de los derechos humanos, deben promover y proteger,
ratificado varias resoluciones y realizado campañas dedica- independientemente de las particularidades de cada grupo
das a la juventud. En 1965, aprobó la Declaración sobre el social, el derecho de cada joven a ejercer efectivamente sus
Fomento entre la Juventud de los Ideales de Paz, Respeto derechos humanos. No obstante, debe enfatizarse que
Mutuo y Comprensión entre los Pueblos, donde se subraya
la importancia del papel que desempeña la juventud en el [...] desde el punto de vista institucional,3 la desarticu-
mundo contemporáneo (onu, 1965). lación y superposición de esfuerzos suele presentarse
Veinte años después, se proclamó 1985 como el Año bajo la forma de una confusión de roles y funciones.
Internacional de la Juventud, con el lema Participación, de- Falta distribuir responsabilidades a fin de lograr ma-
sarrollo, paz, y se acordó la elaboración de una estrategia yores niveles de eficiencia y eficacia en el desempeño
mundial a largo plazo para reafirmar el compromiso relativo efectivo de las diferentes agencias implicadas en po-
a las políticas de juventud. Las Naciones Unidas han promo- líticas y programas para el desarrollo de la juventud.
vido la aplicación de esas directrices y asistido a los gobiernos Los Institutos Gubernamentales de Juventud, con
para construir políticas y programas sobre este tema. distintas denominaciones según los países, tienden
En 1995, a una década del Año Internacional de la Juven-
tud, la Asamblea General de la onu refrendó el Programa de
Acción Mundial para los Jóvenes hasta el año 2000 y años
3 Las cursivas son del texto original.

Derechos de los jóvenes 199 d


a ejecutar actividades sectoriales (educación, empleo, tectores de los derechos humanos, sino que justamente son
salud) (Rodríguez, 2008: 277), ellos quienes vulneran y hacen caso omiso de tales derechos,
dentro o fuera de su propio territorio. Respecto de los de-
sin lograr articular convenientemente las necesidades y de- rechos humanos de los jóvenes, la problemática resulta más
mandas generales de la población joven. compleja en tanto que se trata de prerrogativas que han ido
El establecimiento de políticas públicas dirigidas a ma- transformándose y delimitándose a lo largo de la historia,
terializar tales prerrogativas exige de los gobiernos de los junto con el concepto de joven. Por ello, es fundamental te-
Estados la voluntad de compartir y consultar con otras ins- ner claridad acerca de la NO universalidad de los derechos
tancias sociales y políticas la forma de concretar cabalmente humanos de los jóvenes, pues la diversidad de concepciones
estas tareas. Por tales motivos, la Organización Iberoameri- y percepciones de quién es un joven y cuáles son sus derechos
cana de Juventud propuso en 2008 el Plan Iberoamericano de humanos ha posibilitado la transgresión de éstos.
Cooperación e Integración de la Juventud. 2009-2015, el cual Una dificultad de llevar adelante el conocimiento y
“visibiliza a la juventud y la prioriza en la agenda pública, cumplimiento de los derechos humanos de los jóvenes la
[…y plantea la] articulación de pactos por la juventud a nivel constituye el hecho de que algunos Estados han pretendido
supranacional y nacional implicando a las instituciones y a los adoptar la cultura de los derechos humanos con el fin de ser
representantes de la sociedad civil, y apelando al compromiso reconocidos y aceptados por otros Estados, y no impulsados
de los agentes económicos” (oij, 2008: 6). por una firme convicción humanista. Encontramos casos de
Al respecto, se debe reiterar el papel imprescindible de las simulación como éstos tanto en los llamados “países desa-
ong y su cooperación en el diseño de políticas públicas, y en rrollados” como en aquéllos “en vías de desarrollo”; es decir,
el ámbito operativo de estas últimas, destinadas a fortalecer no sólo entre los países que otorgan crédito a otros respec-
los derechos de las personas jóvenes. Nos resulta notorio, to del cumplimiento de ciertos derechos o conductas, sino
por tanto, que “la sociedad civil organizada ha ido ocupando también entre los que reciben el visto bueno de tal cumpli-
un lugar cada vez más relevante en los mecanismos y pro- miento. Hallamos un caso similar de inequidad en ámbitos
gramas de cooperación internacional para el desarrollo de como la lucha antidrogas, en la que se produce el mismo tipo
todo el mundo” (Chávez, 2005: 351). De cualquier manera, de fenómeno internacional: países poderosos que se arrogan
y antes de abundar al respecto, resulta imperativo recordar el derecho a certificar y validar las acciones y conformación
que algunos estudiosos de las redes sociales de cooperación de países NO poderosos.
afirman que éstas surgen cuando un Estado o los Estados Si se recapitula lo dicho acerca de los fenómenos vincu-
no han hecho caso de urgentes necesidades sociales. Dichas lados entre los nombres y las realidades que éstos designan;
organizaciones, por otra parte, inhiben su multiplicación, su acerca de los distintos contenidos que puede adquirir o po-
crecimiento y su mantenimiento en cuanto el Estado, o ellas seer un término, y acerca de las diversas y aun entreveradas
mismas se institucionalizan. Este fenómeno paradójico es clasificaciones que se han hecho de los derechos humanos
también ya motivo de estudio.4 de los jóvenes, hay que reconocer que parte fundamental de
En México, por ejemplo, los tres poderes de la Unión, la cultura política democrática debe consistir en reconocer
los organismos no gubernamentales, los gobiernos locales las diferencias y aceptar la validez de la diversidad; pero
en todos sus niveles, así como la sociedad civil organizada esto —se debe insistir— no es tarea de un Estado o de un
de diversas maneras, podrían acelerar la conformación de gobierno en particular, sino de la comunidad de naciones.
un Estado en que el respeto a los derechos humanos de los De acuerdo con lo expresado por la Comisión Económica
jóvenes sea efectivo, es decir, cada vez más legitimado por para América Latina y el Caribe (cepal) sobre la realidad
mayores segmentos de la población. social heterogénea de los jóvenes en América Latina, la
Como observa Michael Ignatieff: “toda sociedad necesita diferenciación “permite abrir la discusión sobre los rangos
una fuente de legitimidad jurídica para ejercer el derecho a etáreos dentro de los cuales debe entenderse lo juvenil, ya que
desobedecer órdenes legales pero inmorales. Los derechos otorga flexibilidad para que tal definición sea considerada en
humanos constituyen una de estas fuentes, [sin embargo…] la función de cada realidad particular” (2005: 238). Debemos
protección de los derechos humanos de la mayoría de los seres comprender, entonces, la necesidad y la utilidad devenida de
humanos depende de los Estados en los que viven” (2003: 43). la disparidad existente entre los distintos conceptos de los
Al observar la realidad, Jean Baudrillard ha dicho: “Por derechos humanos de los jóvenes que se han venido mane-
paradójico que parezca, ¿no es a través de los derechos del jando en el mundo.
hombre como suceden actualmente, y a nivel planetario, las Si estas controversias conceptuales se reflejan en los ám-
peores discriminaciones?” (2002: 39). bitos escolares y políticos, así como en los medios de difusión,
Frente a este cuestionamiento, resulta inevitable reiterar probablemente los derechos humanos de los jóvenes estarán
que muchas veces los Estados no sólo no fungen como pro- más presentes en la cultura política de los pueblos no sólo
como un conjunto de prerrogativas de este rango etáreo,
sino como pilar jurídico para defender su dignidad.
4 Para ampliar la información al respecto, consúltese Molina y
Vedia, 2008.

d 200 Derechos de los jóvenes


La prensa y los medios de difusión y comunicación país fue presentada ante la Cámara de Diputados, en 2003, la
electrónicos dan testimonio de que los jóvenes, a pesar de Iniciativa de Ley Federal de la Juventud (Guizar, 2003), pero
constituir el sector mayoritario de la población mundial, no no pasó de ser una propuesta o una carta de buenas inten-
cuentan con la protección jurídica necesaria que salvaguarde ciones. Nuevamente, en 2008 se llevaron a cabo varios foros
sus derechos, con un marco legal concreto que los respalde interdisciplinarios en la ciudad de Monterrey, con la finalidad
en sus demandas o exigencias, que les garantice, en casos de conseguir legislar una Ley Federal de los Jóvenes. Más
extremos, el derecho a la vida. recientemente, en mayo de 2010, el diputado federal Víctor
Las economías de muchas naciones, de diversas maneras Humberto Benítez Treviño, presidente de la Comisión de
específicas, enfrentan a los jóvenes a desigualdades sociales Justicia, presentó una iniciativa con proyecto de decreto para
que también contribuyen a mantenerlos al margen de la expedir la Ley Federal de Justicia para Adolescentes (Gaceta
toma de decisiones políticas, económicas y culturales que les Parlamentaria, 2010). Lamentablemente, no ha prosperado,
conciernen de manera directa. Los derechos de los jóvenes, y no existe hasta el momento una Ley Federal que respalde
resultado de años de demandas y luchas juveniles, merecen un específicamente a los jóvenes mexicanos.
marco jurídico que responda satisfactoriamente a sus propios En este sentido, si continuamos hablando de México, es
intereses y necesidades. evidente que los jóvenes deberían gozar de todas sus garan-
Respecto de las críticas cardinales que se suscitan acerca tías, por tratarse éstas de derechos humanos establecidos con
de los derechos de los jóvenes, éstas se refieren más a lo ins- el fin de alcanzar un carácter universal.
trumental y a lo operacional de las políticas de la juventud, En el mundo contemporáneo, el desempleo juvenil, en
por lo que tales críticas están lejos de conformar un cuestio- la mayoría de los países, constituye uno de los más graves
namiento del carácter jurídico y sociológico de tales políticas. obstáculos para la integración social de este sector con todos
Se ha planteado de diversas maneras, y por parte de sus derechos, pues en el ámbito de lo laboral se enfrenta a
distintos actores sociales, la necesidad de entender que la problemas de adaptación y marginación social que requieren
juventud no es un grupo social homogéneo. Asimismo, se soluciones complejas. Por lo mismo, los continuos cambios
propone que deben ser consideradas las múltiples diferen- en la economía y en las empresas afectan su inserción en la
cias en los niveles de desarrollo económico, las estructuras sociedad: además de sufrir condiciones inseguras, percibir
socio-culturales y los sistemas políticos de cada uno de los bajos salarios y carecer de prestaciones y de seguridad social,
países y, con base en este contexto, prever las particularidades muchas veces los jóvenes son obligados a emigrar a otras re-
regionales para la instrumentalización jurídica.5 giones del país o incluso a otras naciones.
Entre los principales derechos de los jóvenes, se encuen- Los derechos de los jóvenes deberían ir más allá de los
tran los derechos civiles y políticos: derecho a la vida, a la derechos a la protección, la asistencia y la formación; es decir,
integridad personal, a la justicia, a la libertad y a la seguridad más allá de un carácter dadivoso que en ningún momento
personal; a la libertad de expresión, a la participación, a la permitiría su desarrollo como individuos independientes y
paz, a la igualdad de género. Asimismo, deben gozar de los conscientes de su derecho a la justicia, a la igualdad y a la
derechos económicos, sociales y culturales, como el derecho equidad. Se debe evitar que este sector de la sociedad siga
a la educación, a la cultura y el arte; al trabajo, a la vivienda, a la siendo relegado en los procesos de participación democráti-
protección social; al ocio y al esparcimiento, al deporte (Ins- ca y, sobre todo, que una gran mayoría de sus integrantes no
tituto de la Juventud, 2005). tenga acceso a la información. Sólo cambiando estas circuns-
Resulta importante señalar que el término juventud se tancias, se lograría posicionar a los jóvenes en una situación
convirtió en un objeto de estudio sociológico, ya que se le de menor vulnerabilidad y de mejores expectativas sociales,
ha reconocido al desarrollo de este concepto una influencia incluido el derecho a la felicidad.
cada vez mayor en la transformación social. A los jóvenes se En términos generales, y a modo de conclusión, tanto los
les considera, la mayoría de las veces, un factor de cambio tratados internacionales como los regionales en materia de
estructural, un sector de la población que, por su ímpetu, derechos humanos han significado un parteaguas propicio
logra desempeñar un papel reformador de las instituciones para la introducción de políticas públicas destinadas a garan-
políticas y sociales dentro de los Estados. tizar el pleno desarrollo de los jóvenes. No obstante, y pese
En algunos sectores de jóvenes de varios países ha habido a ciertas acciones gubernamentales y de las organizaciones
avances en materia de los derechos humanos de los jóvenes, civiles, quedan pendientes, por parte del Estado, la instru-
en rubros específicos como la participación, la libertad de mentación y la ampliación de los mecanismos apropiados
expresión, la igualdad de género, la educación y el desarrollo para el íntegro cuidado de los derechos garantizados por la
cultural. También es cierto que los progresos no han sido Declaración Universal de los Derechos Humanos.
lineales ni han estado exentos de dificultades. Lógicamente,
el desarrollo no ha sido homogéneo. Por ejemplo, en nuestro Bibliografía

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d 202 Derechos de los jóvenes


humanos, sino que los derechos humanos no tienen que ser
DERECHOS constitucionales para estar vigentes.
El valor jurídico de los instrumentos internacionales de
HUMANOS derechos humanos depende de cada sistema legal, así que
mientras en algunos países, como México, no pueden es-
Ariadna Estévez López tar por arriba de la Constitución, en otras naciones, como
Argentina, tienen mayor peso que ésta. No obstante, es un
error pensar que los derechos humanos son exigibles y de-
Definición mandables únicamente a través de la vía legal pues, como lo
demuestra la creciente literatura académica, la movilización
Los derechos humanos son las garantías civiles, políticas, eco- social también es una vía política para la defensa efectiva de
nómicas, sociales y jurídicas mínimas que deben tener todas los derechos humanos. Asimismo, su manejo discursivo da
las personas para vivir con dignidad. Aun cuando la dignidad legitimidad a las luchas sociales y articula movimientos so-
tiene cierto fondo metafísico, ésta se define de acuerdo con el ciales, los cuales llegan a imponer interpretaciones novedosas
contexto histórico y territorial, y con componentes lo mismo de derechos ya declarados, lo que constituye nuevos derechos
axiológicos que materiales y culturales, por lo que aquellos o nuevos sujetos de derechos.
derechos que garantizaban la dignidad de las personas en al- Son derechos humanos política y jurídicamente deman-
guna época en particular, no son necesariamente los mismos dables aquéllos declarados y reconocidos en los instrumentos
en el tiempo presente o en el futuro. Lo anterior significa que jurídicos internacionales de carácter obligatorio para todos
no existen derechos fijos en el tiempo y el espacio. De hecho, los países que aceptan regirse por ellos mediante la firma y
el fundamento de los derechos humanos más ampliamente la ratificación, o mediante la adhesión. Aunque existe ya una
admitido durante siglos, que es la presunta naturaleza uni- extensa literatura académica y una copiosa jurisprudencia in-
versal de las personas, es cada vez menos aceptado. ternacional que apunta hacia la responsabilidad de los actores
Es frecuente que los derechos humanos sean considerados privados —especialmente compañías trasnacionales y em-
como sinónimo de derechos constitucionales. Sin embargo, y pleadores— de cuidar los derechos humanos, el responsable
aunque comparten un origen histórico-conceptual, no pode- último de su cumplimiento es el Estado. La responsabilidad
mos afirmar que en la actualidad los derechos ciudadanos y del Estado para con los derechos humanos genera obliga-
los derechos humanos sean lo mismo, pues los primeros son ciones que implican tanto acciones negativas (no intervenir)
aquellos derechos básicos reconocidos en una constitución como positivas (tomar medidas), de tal manera que falta a
y atribuibles a ciudadanos o residentes, mientras que los se- ellas por acción pero también por omisión.
gundos son los derechos exigibles legal y políticamente por Las obligaciones de los Estados para con los derechos
todas las personas en su calidad de seres humanos. Los dere- humanos son seis: la obligación de respetar, que los llama a
chos humanos comparten un origen teórico-conceptual con no interferir en el disfrute de los derechos; la obligación de
los derechos ciudadanos, pero hay un quiebre temporal en proteger, que requiere prevenir o detener violaciones a los
el que toman rumbos distintos y se hace perfectamente dis- derechos humanos por parte de particulares; la obligación
tinguible la existencia de derechos constitucionales, propios de garantizar el goce de los derechos humanos, que implica
de los ciudadanos de un país determinado, y los derechos desplegar los recursos disponibles para ello; la obligación
humanos universales, propios de toda persona en su calidad de promover los derechos humanos, que los compromete a
de ser humano. elaborar políticas públicas de largo plazo encaminadas a ga-
El fundamento moral de los derechos humanos es hoy rantizar el respeto, la protección y la garantía de un derecho;
atribuible a diferentes elementos de su indiscutible construc- la obligación de establecer y cumplir con los objetivos que
ción social: desde la moral legal y el consenso político, que demuestren progreso en el cumplimiento de los derechos
dan origen a los instrumentos internacionales, hasta la legi- económicos, sociales y culturales, y la obligación de prevenir,
timidad que le otorgan las luchas sociales que los reivindican evitar y combatir la discriminación contra las personas en el
y el carácter ético-político de su simple declaración discursi- goce de sus derechos.
va. Los derechos humanos pueden o no estar positivizados Los instrumentos que generan obligaciones para con los
en la Constitución de un país, pues los derechos humanos Estados son los de la Carta Internacional de Derechos Hu-
propiamente dichos —aquéllos declarados y reconocidos a manos, que se compone de la Declaración Universal (1948),
partir de la Declaración Universal de los Derechos Humanos el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos (1966)
(1948)— son universales, interdependientes e indivisibles, de y el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y
tal suerte que no dejan de ser derechos defendibles jurídica y Culturales (1966). Asimismo, son vinculantes la Convención
políticamente en instancias internacionales, incluso cuando Internacional sobre la Eliminación de todas las Formas de
un Estado ha ratificado o se ha adherido a algún instrumento, Discriminación Racial (1965), la Convención Sobre la Eli-
pero no los ha hecho positivos en su derecho interno. Esto no minación de Todas las Formas de Discriminación Contra
implica que los derechos constitucionales no sean derechos la Mujer (1979), la Convención contra la Tortura y Otros

Derechos humanos 203 d


Tratos o Penas Crueles, Inhumanos o Degradantes (1984), indígenas, los gays/lesbianas y los migrantes, por mencionar
la Convención sobre los Derechos de las Niñas y los Niños sólo algunos grupos que han reivindicado situaciones espe-
(1989), y la Convención Internacional Sobre la Protección cíficas en las que sus derechos humanos son violados. Con
de los Derechos de Todos los Trabajadores Migratorios y esta evolución, en su condición de materialización de la idea
sus Familias (1990). En el caso del continente americano, contemporánea de justicia, la doctrina de derechos humanos
también la Declaración Americana de los Derechos y De- se ha transformado también.
beres del Hombre (1948) y la Convención Americana sobre
Derechos Humanos (1969) generan obligaciones. Historia, teoría y crítica
Es cierto que existen muchas otras declaraciones y do-
cumentos que conforman la jurisprudencia de los derechos La historia compartida de los derechos humanos y los de-
humanos, pero los arriba mencionados son los instrumentos rechos fundamentales o ciudadanos puede rastrearse en las
frente a los cuales las naciones tienen obligaciones legales o primeras declaraciones de derechos en la Europa antigua, más
vinculantes, y constituyen el núcleo duro del sistema universal específicamente, en la Magna Carta de Inglaterra de 1215.
de derechos humanos. Los derechos incluidos en estos instru- Sin embargo, es en la propuesta de derechos naturales a la
mentos son el derecho a la vida; la igualdad de derechos sin vida, la propiedad y la libertad de John Locke, escrita en el
discriminación; la libertad y seguridad personal; la protección siglo xvii, donde encontramos los indicios de lo que cons-
contra la esclavitud; la protección contra la tortura y otros tituiría el iusnaturalismo político, que en algún momento se
tratos y penas crueles, inhumanas o degradantes; la protección volvería el fundamento del constitucionalismo liberal. En
y el acceso a la justicia en el caso de violaciones a los dere- ella, los derechos naturales del hombre se formulaban frente
chos humanos; el juicio justo y la presunción de inocencia; al poder absoluto del Estado, con el fin de resguardar la dig-
la protección contra el arresto arbitrario; la protección de la nidad física y económica de los individuos.
privacidad, la familia y el hogar; la libertad de movimiento y Un pensamiento similar se había desarrollado ya en
de residencia; la búsqueda de asilo; el derecho a la naciona- las Américas en el siglo xvi, con el humanismo escolásti-
lidad; el derecho al matrimonio y a formar una familia, a la co de los misioneros españoles, entre quienes destacaban
propiedad, a la libertad de pensamiento, conciencia y religión, Fray Bartolomé de las Casas y Fray Francisco de Vitoria.
a la libertad de opinión, expresión y de prensa, a la libertad Ambos fundamentaron la “humanidad” de los indígenas
de asamblea y asociación, a la participación política, a la se- para reivindicar su libertad y derecho a formar parte de la
guridad social, al trabajo y las condiciones justas de empleo, sociedad colonial. Aunque algunos autores perciben en el
a la formación y la adhesión a sindicatos, al descanso y el pensamiento colonial la primera gran influencia latinoa-
esparcimiento, a la alimentación, el vestido y la vivienda, mericana en el discurso de derechos humanos, en realidad
a la salud y los servicios de salud, a la protección especial esta contribución se hizo al iusnaturalismo que devendría
para niñas y niños, a la educación, a la participación en la en constitucionalismo. En particular, el pensamiento de Fray
vida cultural, a un orden social e internacional propicio Bartolomé de las Casas se aleja del pensamiento de dere-
para la realización de los derechos (derecho al desarrollo), chos humanos y se acerca al constitucional nacional porque
a la autodeterminación, a un trato humano en condiciones al tiempo que reivindicó la humanidad de los indígenas,
de detención; la protección contra la expulsión arbitraria de sentenció a la esclavitud a los africanos arrancados de sus
extranjeros; la protección contra el odio racial o religioso; la tierras y traídos a América. En su desprecio por los esclavos
protección de las minorías culturales, y la protección de mu- africanos, las Casas contribuyó más al entendimiento del
jeres contra la violencia. ciudadano (hombre libre) y sus derechos constitucionales,
Algunos críticos de la doctrina de derechos humanos que al del humano y sus derechos universales.
reprochan que esta lista de derechos humanos se extienda El pensamiento de la Ilustración evolucionó de tal forma
demasiado porque, dicen, la proliferación les quita fuerza que se volvió el fundamento de la lucha por la autodetermi-
moral y política (Rawls, 1999; Shue, 1980; Vincent, 1995). nación de los pueblos europeos y de sus colonias en América,
Sin embargo, la supuesta multiplicación de derechos huma- y se materializó primero en la Declaración de Virginia, que
nos no es tal. Lo que ha ocurrido es que los componentes dio la independencia a Estados Unidos (1776), y posterior-
materiales y culturales de lo que entendemos por dignidad mente en la Declaración del Hombre y el Ciudadano, que
se han transformado frente a nuevas condiciones socia- marcó el triunfo de la Revolución francesa (1789). El carácter
les, económicas, políticas, ambientales y culturales, como excluyente de estos documentos se evidencia en su negación
la creciente migración global, el aumento de poder de las de derechos a las mujeres. En Francia incluso una mujer,
compañías transnacionales y los desastres naturales provo- Olympe de Gouges, fue llevada a la guillotina por sugerir el
cados por el calentamiento global. De la misma manera, la derecho de las mujeres a la educación y a la igualdad jurídica.
presunta proliferación de derechos tiene que ver con que En 1810, el pensamiento liberal fue también la base de
las sociedades han reconocido como sujetos de derechos a los movimientos independentistas en las colonias españolas, e
nuevos sujetos sociales o sujetos que habían sido relegados impregnó documentos fundamentales de estas luchas, como
a una condición jurídica subordinada, como las mujeres, los el Sentimientos de la Nación (1813), de José María Morelos y

d 204 Derechos humanos


Pavón, el cual —sin ser una declaración de derechos— fue Los derechos de la ciudadanía no son derechos humanos
más vanguardista que la propia Declaración de Virginia, porque están ligados a la ciudadanía nominal y no a la pose-
pues decretaba la abolición de la esclavitud, la regulación de sión de humanidad, de tal suerte que pueden estar excluidos
la jornada laboral y la eliminación de impuestos arbitrarios otros seres humanos no considerados como ciudadanos,
a los indígenas. como fueron, en su tiempo, las mujeres y hoy, los migran-
El pensamiento político que entonces se atribuía a la tes. El gran quiebre histórico entre derechos ciudadanos y
Ilustración y que hoy podemos conectar con el pensamiento derechos humanos puede ubicarse en la promulgación de la
liberal y el republicano, fundamentó el constitucionalismo Carta de San Francisco (1945), que dio origen a la Organi-
europeo, norteamericano y latinoamericano, con inclinacio- zación de las Naciones Unidas (onu), que a su vez formuló
nes más liberales o republicanas en algunos casos. la Carta Internacional de Derechos Humanos. Por primera
Las contradicciones del liberalismo empezaron a ser seña- vez en la historia de la humanidad se estableció una carta de
ladas a mediados del siglo xix por Karl Marx, un gran crítico valores, principios y compromisos que no eran el producto
de los derechos del hombre. Él aseguraba que éstos se oponían de una sola cosmovisión (liberal), sino que también tenía el
al desarrollo del ciudadano, porque en la defensa de su vida, concurso de naciones socialistas (marxismo) y colonizadas
libertad y propiedad, el hombre con derechos naturales se (diferentes perspectivas religiosas).
desarrollaba como un individuo egoísta, separado de su co- La trágica experiencia del Holocausto fue la base para
munidad y en oposición a ella. Marx estaba seguro de que los que la comunidad internacional reconociera que todas las
derechos individuales, sobre todo el derecho a la propiedad personas —los seres humanos— son poseedoras de derechos
y a la seguridad personal, eran el sustento ideológico para la independientemente de su nacionalidad, religión, grupo ét-
explotación de la clase obrera por parte de la burguesía. La nico, género, afiliación política, edad, etcétera. No obstante, a
crítica social del marxismo a los derechos liberales se volvió pesar de la negociación, el fundamento liberal —atribuible a
ley por primera vez con la Constitución mexicana de 1917, la hegemonía de los países liberales en la conformación de la
que fue la primera en el mundo en incluir derechos sociales y onu— prevaleció y se mantuvieron supuestos liberales como
económicos para los trabajadores, aunque seguía sin recono- la universalidad del individuo y las libertades personales,
cer el derecho de las mujeres al voto, a pesar de que en otros por lo que la inclusión de la perspectiva multicultural y de
países ya lo hacían desde mediados y finales del siglo xix. género fue posterior, y se realizó gracias a los movimientos
La formulación progresiva de derechos constitucionales sociales, cuyas reivindicaciones han sido incorporadas pro-
en Europa fue el sustento ontológico para que en 1950 el gresivamente.
sociólogo inglés T. Marshall fundamentara su concepto de Desde 1945, pero sobre todo a partir de finales de la
ciudadanía en tres supuestas generaciones de derechos. Para década de 1970, la sociedad civil y las diplomáticas latinoa-
él, la legalización progresiva de derechos civiles, políticos y mericanas promovieron el reconocimiento de un ámbito
sociales —en ese orden— es lo que fundamenta a la ciuda- privado de violación a los derechos de las mujeres, lo cual
danía, que es el estatus legal de una persona que se reconoce quedó plasmado en la Declaración y Programa de Acción
como perteneciente a una polis determinada, ya sea por na- de Viena (1993). Asimismo, la sociedad civil latinoamerica-
cimiento, naturalización o herencia. na presionó para que se reconociera la desaparición forzada
Aunque fue influyente en Occidente y en el mundo como una violación continuada del derecho a la vida. Por
colonizado, la definición de ciudadanía de Marshall no co- su parte, los diplomáticos latinoamericanos, influidos por
rresponde a la realidad de países como México, donde los la teoría de la dependencia, también promovieron la decla-
derechos sociales dependen de relaciones corporativas, o ración del derecho al desarrollo. Hoy en día, el surgimiento
donde el derecho al voto no se concedió a las mujeres has- de nuevos sujetos de derechos aún no reconocidos en el
ta mediados del siglo xx. La historización de los derechos sistema universal de derechos humanos, y las condiciones
ciudadanos en tres o cuatro generaciones —a las tres ge- sociales, políticas, económicas y ambientales relacionadas con
neraciones de Marshall se ha agregado una cuarta, la cual la globalización, son la corroboración de que el discurso de
se refiere a los derechos relacionados con la tecnología y la derechos humanos se encuentra en permanente construcción.
informática, como el derecho al internet de los derechos de A pesar del quiebre histórico entre derechos ciudadanos
la solidaridad, como el derecho al desarrollo o al medio am- y derechos humanos, es común que la teoría de los derechos
biente—1 es, pues, insostenible para explicar los derechos humanos se tome como equivalente a la de los derechos cons-
humanos e incluso los derechos ciudadanos en países colo- titucionales o fundamentales, propios de los ciudadanos. La
nizados. Además, en la práctica, los defensores de derechos discusión sobre derechos fundamentales identifica tres pos-
humanos han criticado que esta idea de cumplimiento pro- turas: las que establecen que los derechos humanos tienen un
gresivo ha dado la falsa impresión de que es necesario que se fundamento moral o natural, pero solamente pueden tomarse
ejerzan ciertos derechos antes de cumplir con otros. en cuenta los que han sido positivizados en la legislación na-
cional; las que establecen que las personas tienen derechos por
el simple hecho de ser personas, y aunque es ideal que éstos
se integren al marco jurídico nacional, esto no es necesario
1 Sobre la cuarta generación, véase: Bustamante, 2012.

Derechos humanos 205 d


para que sean vigentes; por último, las que no creen que haya lenguaje en la construcción de sujetos y realidades sociales,
un solo fundamento en los derechos y sólo su integración a como el postestructuralismo.
la ley justifica su existencia. En la medida en que los derechos humanos aparecieron
En contraste, el espectro teórico-conceptual de los en el horizonte empírico de las ciencias sociales, el constructi-
derechos humanos es más amplio, tanto por el carácter in- vismo se fue revelando como la perspectiva metodológica más
ternacional de la doctrina de derechos humanos como por su útil para analizar no sólo el papel de los derechos humanos
creciente prominencia social, política, económica, cultural y en la construcción de sujetos y objetos sociales, sino también
jurídica, lo cual los ha colocado en el ámbito de estudio de las para examinar a los derechos humanos mismos como una
ciencias sociales, que cuestionan fuertemente la epistemología construcción social que puede ser transformada, contestada y
y la ontología imperantes en los estudios legales de derechos mediada por el poder. De esta forma, el constructivismo social
humanos. La discusión político-internacionalista de los produjo una serie de cuestionamientos a la ontología de los
derechos humanos fue muy importante a principios de las derechos humanos. Mientras que la discusión legal tradi-
década de 1980, no en relación con los fundamentos, como cional se concentraba en dar por sentada la existencia del
ocurre en la discusión jurídico-política, sino con el asunto fundamento o los fundamentos de los derechos humanos,
más politizado del alcance de las obligaciones de los países la perspectiva construccionista en la sociología, la antropo-
en un orden internacional regido por los derechos humanos. logía, la historia, los estudios del desarrollo, las relaciones
La discusión internacionalista se centra en analizar la na- internacionales, etcétera, cuestionó la existencia —ya no se
turaleza de las responsabilidades de los países ricos respecto diga metafísica, sino objetiva— de los derechos humanos,
de los derechos humanos de las personas que habitan países y reivindicó su construcción social. Algunos autores des-
pobres, así como el listado mínimo de derechos frente a los tacaron el papel de los actores sociales en la elaboración y
cuales la comunidad de naciones y no sólo los Estados sobe- reforma de las normas de derechos humanos, especialmente
ranos tienen responsabilidades éticas. La discusión ha estado el papel de los movimientos sociales en la formulación de
dominada por las diferentes perspectivas cosmopolitas que, reivindicaciones sociales que se constituyeron en derechos
en lo general, debaten si debe establecerse un fondo global humanos gracias a acciones político-sociales que compren-
para satisfacer un núcleo duro de derechos básicos retomados dían desde la desobediencia civil hasta el ejercicio radical de
de la Carta Internacional de Derechos Humanos, o si es su- derechos existentes (Baxi, 2002; 2003; Dussel, 2001; Ellacu-
ficiente con dar asistencia voluntaria a los países más pobres. ría, 1990; Estévez, 2008a; 2008b; Freeman, 2002; Stammers,
A pesar de esta discusión ya antigua, recientemente los 2009; Woodiwisss, 2005).
derechos humanos se han convertido en objeto de estudio Hay estudios, por ejemplo, que destacan la gran influencia
de las ciencias sociales, debido a que los actores sociales han del movimiento de los Levellers en el pensamiento de John
hecho mayor referencia al concepto y a que las instituciones Locke (Stammers, 2009); las demandas obreras y campesi-
lo han retomado. nas en la formulación de los derechos laborales y la creación
de la Organización Internacional del Trabajo en 1919, y el
Líneas de investigación y debate papel de las Madres de la Plaza de Mayo en el estableci-
contemporáneo miento del delito de desaparición forzada en la década de
1980 (Estévez, 2008b).
En términos temporales, lo que coloca a los derechos hu- Otros autores destacaron el carácter deliberativo de la
manos y sus conceptos relacionados en el ámbito empírico construcción de las normas de derechos humanos y la legi-
de estudio de las ciencias sociales es la hegemonía de los timidad que les imprime la participación de diversas culturas
discursos liberales que se aprecia a partir de las liberaciones y perspectivas políticas representadas lo mismo por diplo-
políticas, conocidas como transiciones a la democracia. Los máticos que por sujetos de la sociedad civil. Algunos críticos
sujetos sociales empezaron a ver la conveniencia de legitimar de la doctrina de derechos humanos destacaron también el
sus demandas en un lenguaje ético que no despertara escep- papel de los derechos humanos en el sostenimiento de diver-
ticismo, como las diversas expresiones del estructuralismo, sas formas de dominación, desde las invasiones humanitarias
desde el marxismo hasta la teoría de la dependencia. hasta la institucionalización de normas de derechos humanos
La prominencia de los derechos humanos como un ob- que limitan el ejercicio de otros derechos (Douzinas, 2000).
jeto de estudio de las ciencias sociales coincide con una gran Los estudios postestructuralistas de análisis sociolegal ra-
revolución epistemológica: la del constructivismo social, que dicalizaron el análisis constructivista proponiendo el carácter
sugiere que la descripción de los fenómenos sociales es una discursivo de los derechos humanos. En esta perspectiva, el
construcción social determinada por las subjetividades del lenguaje de derechos humanos puede ser un elemento de
científico social. El constructivismo cuestionó la subjetividad empoderamiento social a través de su proclamación lin-
de teorías y conceptos que dejaban fuera o en desventaja a las güístico-política, y su referencia a lo “humano”. Desde este
mujeres, los homosexuales, los indígenas, etcétera, y facilitó enfoque, el humano de los derechos humanos es un “signi-
la aparición de metodologías que examinaban el poder del ficante vacío”, es decir, un elemento discursivo que no está
automática ni necesariamente vinculado a ningún significa-

d 206 Derechos humanos


do en particular; está vacío de cualquier significado y puede actualmente, surgieron en una época histórica en que éste
ser adjuntado a un sinnúmero de significantes de forma era el actor principal, si no es que el único, en las relaciones
indeterminada y contingente. Existe también una vertiente internacionales. En la medida en que los sitios de poder se
postestructuralista muy crítica de los derechos humanos, que han multiplicado, como lo explica la teoría de la globaliza-
los entiende como un discurso cuyo manejo retórico puede ción, se debe reconocer la responsabilidad de otros actores
ser pragmático, pero no resuelve los problemas reales de in- en las violaciones a los derechos humanos.
justicia (Douzinas, 2000; Baxi 2002; 2003). Otro debate fundamental tiene que ver con la respon-
Hasta hace unos años, los debates sobre los derechos sabilidad de los Estados respecto de los migrantes. A causa
humanos giraban en torno a varias construcciones binarias de que la migración se ha convertido en el mayor fenóme-
que por volverse lugares comunes ya han sido rebasadas. El no social de la globalización, las tendencias ontológicas a
primer debate es el del relativismo cultural, que oponía lo la exclusión de la ciudadanía, que en este caso ostenta una
particular frente a lo universal. Los ejemplos más frecuentes limitación territorial, representan una grave restricción a los
eran la circuncisión femenina o el papel de las mujeres en las derechos de los extranjeros, cuya situación irregular los hace
sociedades musulmanas. La discusión hizo evidente que el víctimas de explotación y abuso, acciones que permanecen
planteamiento era inadecuado, puesto que se asumía que la en total impunidad. Una de las posibilidades normativas es
cultura era algo esencial y fijo en el tiempo, cuando en rea- reformar la ciudadanía con base en los derechos humanos, y
lidad es una construcción social, flexible y cambiante, por lo otra es exigir que se respete la universalidad de los derechos
que en la medida en que haya un consenso político-inter- humanos por encima de los Estados-nación.
nacional en torno a los valores de los derechos humanos, o
en que las comunidades estén expuestas a discursos de dere- Bibliografía
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Otro gran debate era si los derechos económicos, sociales Cross-Cultural Perspectives: A Quest for Consensus, Philadel-
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y culturales constituyen derechos jurídica y políticamente Bartholomew, Amy (2001), “Toward a Deliberative Legitimation
exigibles como lo son los derechos civiles y políticos. La po- of Human Rights”, en Neil Stammers (ed.), Rights, Move-
lémica giraba en torno a que derechos como el juicio justo ments, Recognition, Brighton: Warwick Social Theory Centre,
o la participación política no implicaban al Estado más que Sussex Centre for Critical Social Theory.
la acción negativa de no intervención, mientras que dere- Baxi, Upendra (2002), The Future of Human Rights, New Delhi:
chos como el salario digno o la seguridad social implican Oxford University Press.
echar mano de recursos escasos. El debate y la evidencia han _____ (2003), The Politics of Reading Human Rights. The Legaliza-
demostrado que ambos tipos de derechos implican tanto tion of Human Rights, London: University College London.
acciones negativas como positivas, pues las cortes y las elec- Benhabib, Seyla (2004), The Rights of Others: Aliens, Residents and
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ciones tienen un costo similar a un programa de eliminación Beuchot, Mauricio (1993), Filosofía y derechos humanos, México:
de la pobreza, mientras que el Estado puede abstenerse de Siglo xxi.
reprimir a los sindicatos y sus huelgas o de impedir que las Bhambra, Gurminder K. y Robbie Shilliam (2009), Silencing
parejas homosexuales gocen de la seguridad social de la que Human Rights: Critical Engagements with a Contested Project,
gozan sus pares heterosexuales. Basingstoke: Palgrave Macmillan.
Estas discusiones están siendo remplazadas por debates Bob, Clifford (2009), The International Struggle for New Human Ri-
relacionados con las dinámicas y los conceptos de la globa- ghts, Philadelphia: University of Pennsylvania Press.
lización. Uno muy en boga es el que tiene que ver con las Brysk, Alison (2005), Human Rights and Private Wrongs: Construc-
obligaciones que tienen, en cuanto a la garantía de los dere- ting Global Civil Society, New York: Routledge.
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actores y su participación política de facto, tanto a nivel na- Brysk, Alison y Gershon Shafir (2004), People Out of Place: Glo-
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uba.ar/isuani/marshall.pdf>. primera por Karl Vasak ante el Instituto de Derechos Huma-
nos de Estrasburgo y es la siguiente:

d 208 Derechos políticos


junto con los derechos civiles. Ambos surgieron durante el la exclusión por motivos de raza, género, credo, nivel acadé-
proceso histórico-social que puso fin al absolutismo en Eu- mico o clase social. No obstante, los derechos políticos no
ropa; por esto, también se identifican con los movimientos son otorgados a todos los individuos por igual, sino tan sólo
liberales del siglo xviii, inspirados en el contractualismo y a aquéllos que cumplen con ciertos requisitos mínimos para
la Ilustración, cristalizados en los ideales de la Revolución obtener la ciudadanía, los cuales son previstos por las diversas
francesa y en la Declaración de los Derechos del Hombre y legislaciones de cada Estado. Entre los criterios necesarios
el Ciudadano, de 1789. para obtener el estatus de ciudadano, destacan el etario y el
En los Estados democráticos, los derechos políticos son de la nacionalidad.
un conjunto de prerrogativas reconocidas a aquellos indivi-
duos que han adquirido el carácter de ciudadanos. A través Historia, teoría y crítica
de éstas, se les permite cierta participación en la vida política
y en los asuntos públicos. Esta clase de derechos constituye Aunque en realidad no se puede hablar de derechos políti-
la base de las instituciones modernas que articulan las rela- cos sino hasta el advenimiento del Estado nacional moderno
ciones entre gobernados y gobernantes. En general, se trata —y sólo en los países europeos occidentales y en los Estados
de todos aquellos instrumentos que reconocen y garantizan Unidos— resulta cierto que estos derechos se han difundido
la participación de los ciudadanos en la vida pública. de modo tal que se convirtieron en un modelo planetario; en
De entre los principales derechos políticos, se pueden otras palabras, su pleno reconocimiento y positivación en las
destacar los siguientes: legislaciones modernas no son fortuitos, parten de una serie
de etapas previas en las que hallamos visos de su construcción
• El derecho al voto: se define como la capacidad de histórica, la cual se remonta a la Grecia clásica.
los ciudadanos para elegir, entre sus iguales, a aqué- En la Grecia antigua, con la conformación de la polis,2
llos que habrán de ocupar los cargos públicos. encontramos el primer modelo de ciudadanía y, por tanto, la
• El derecho a ser electo: representa el espectro com- primera etapa en que se reconocieron ciertos derechos polí-
plementario del derecho a votar. Todo ciudadano ticos; éstos y su pleno ejercicio se asociaban, en ese entonces,
debe estar en las mismas posibilidades de postularse a una serie de condiciones, como la práctica de la rotación
para ocupar un determinado cargo público. y el sorteo; el ámbito espacial de la polis, cuyos límites eran
• El derecho de asociación y reunión con fines políti- identificados, junto con sus espacios públicos y privados, por
cos: en este derecho, encontramos el sustento legal sus habitantes, y la autarquía3. Guillermo O´Donnell (1998)
para la conformación y participación de los partidos y otros estudiosos señalan, con pertinencia, que los proce-
políticos, que son el principal medio de acceso al dimientos democráticos en Grecia no estaban vinculados a
poder político mediante las elecciones populares. la virtud u otras características de quienes ocuparían cargos
Asimismo, es el que posee el carácter más colectivo públicos; tampoco la autarquía, característica de la polis, existe
de los derechos políticos, pues, regularmente, éstos en las democracias representativas, pues aunque, en esencia,
se ejercen de manera individual. el Estado moderno posee suficiencia, la interdependencia de
las naciones se ha exacerbado, lo que impide a la mayoría de
Se debe hacer hincapié en que la igualdad y la universa- los Estados y a sus ciudadanos la obtención de aquel nivel
lidad son condiciones sine qua non de los derechos políticos,
pues mientras el principio de igualdad genera condiciones 2 Existieron dos polis en Grecia: la espartana y la atenea. La
semejantes para los ciudadanos en el pleno ejercicio de esta forma de gobierno de la polis espartana se basaba en el mérito
clase de derechos, la universalidad garantiza a todos los ciu- y valor militar. Era aristocrática, porque en ésta, existían dos
dadanos, sin excepción, el acceso a estas libertades, evitando tipos de ciudadanía: la de los descendientes directos de Dorios,
hijo de Helén, que eran considerados ciudadanos “de prime-
ra”, y los ilotas, que eran ciudadanos “de segunda”, siervos que
Primera Generación: incluye los derechos civiles y polí- no podían ser ni comprados ni vendidos, pues en Esparta no
ticos, entre los que se encuentran las garantías jurídicas básicas había esclavos.
de los individuos, como el derecho a la vida, la libertad, la En el caso de la polis de Atenas, los ciudadanos eran
igualdad, la propiedad y la seguridad. aquellos individuos nacidos ahí, de padre y madre también
Segunda Generación: incluye los derechos de tipo co- atenienses, y poseedores de alguna propiedad. Si un ateniense
lectivo, los derechos sociales, económicos y culturales, y se los iba a Esparta, era extranjero, y viceversa. En Atenas se distin-
considera de satisfacción progresiva. De este modo, se en- guían dos tipos de extranjeros: los de paso y los metecos (meteco:
cuentran ligados a las posibilidades económicas del Estado y, el que cambia de casa); estos últimos eran comerciantes y po-
conforme se extiendan éstas, habrá de extenderse esta clase de dían radicar en Atenas toda su vida; pagaban impuestos, pero
derechos. no tenían derechos políticos (Aristóteles, 2008).
Tercera Generación: incluye aquellos derechos que se 3 La palabra autarquía proviene del griego aftarkia que etimo-
conocen como derechos de los pueblos o de la solidaridad; lógicamente significa autosuficiencia. Conceptualmente, hace
son normas que tienden a garantizar el pleno ejercicio de la referencia a una política de un Estado que intenta bastarse con
independencia, soberanía y autodeterminación de los pueblos. sus propios recursos (rae, 2014: “Autarquía”).

Derechos políticos 209 d


de autosuficiencia, esencial para el ejercicio de una ciuda- instituciones dependía de la estratificación de la sociedad
danía plena, tal como ésta fue entendida por los antiguos también en clases. De este modo, la República establecía una
pensadores griegos. distinción entre los individuos y el Estado, entre la República
En la polis, el sentido de la ciudadanía y, por tanto, de los y la plebe. En la polis no existía esta diferencia. Después de
derechos políticos derivados de tal condición, se relacionaba la caída del Imperio romano de Occidente, fueron surgiendo
indefectiblemente con la responsabilidad del ciudadano hacia estructuras feudales y, con ellas, una etapa en que no hubo
la comunidad política; en otras palabras, el ejercicio de la ciu- ningún tipo de reconocimiento a los derechos políticos. El
dadanía se supeditaba a la participación activa en los asuntos único estatus que tenían los individuos era el de súbditos.
públicos: más allá de un derecho, la ciudadanía representaba La participación en los asuntos públicos se encontraba su-
un deber y una responsabilidad para con la colectividad. De peditada a la estructura estamental a la que se pertenecía. La
esta manera, la ciudadanía solamente se ejercía a través de voluntad de una pequeña minoría prevalecía sobre la vida de
la participación en las asambleas ciudadanas; de no ser así, una gran mayoría de la población, lo cual derivó en enormes
el individuo podía ser sancionado incluso con el destierro tensiones sociales, que a la postre condujeron a las revolu-
temporal de la polis, con el ostracismo. Desde entonces, el ciones burguesas del siglo xviii.5
ejercicio de los derechos políticos ha sido esencial para ga- Se debe mencionar que los citados acontecimientos revo-
rantizar la libertad y sustentarla en el gobierno de las leyes lucionarios no fueron fortuitos, sino que formaron parte de
por encima del gobierno de los hombres. un largo proceso histórico inspirado en visiones de distintos
En la actualidad, pareciera que buena parte de los me- pensadores iusnaturalistas y contractualistas. Entre ellos,
canismos políticos de la polis se encuentran olvidados, pues destaca en primer término Thomas Hobbes (1980), quien,
la participación ciudadana se limita con frecuencia a la emi- en su obra Leviatán, justifica el hecho de que los individuos
sión del voto, sin que la ciudadanía exija y haga valer de entreguen el pleno ejercicio de sus libertades al Estado, con
forma plena sus prerrogativas políticas. A pesar de todo, no la finalidad de superar el “estado de naturaleza”, y así garan-
es posible idealizar a la sociedad griega, ya que también se tizar la seguridad física de ellos. Esta idea sirvió de sustrato
caracterizaba por una serie de valores que ahora únicamente al absolutismo y dejó de lado el principio de la igualdad, pues
pueden ser considerados como perniciosos para el ejercicio separaba categóricamente al Estado de la sociedad, negando
de los derechos políticos. En dicha sociedad, el acceso a és- asimismo la tradición griega, que consideraba al ciudadano y
tos nunca fue ni igualitario ni universal. Al respecto, habrá al Estado como un todo representado por la polis.
que referirse principalmente a la esclavitud, a la condición Posteriormente, John Locke (2005), a diferencia
de ser mujer y a la de ser extranjero en la polis griega. Se les de Hobbes, en su Ensayo sobre el gobierno civil, confirió
consideraba de un nivel más bajo a los esclavos, por no ser al individuo una serie de derechos y libertades, limitando
libres; a las mujeres, por su aparente condición intelectual el poder absoluto por medio del parlamento. Lo anterior
inferior, y a los extranjeros, debido a que no habían nacido fundamentó el concepto moderno de ciudadano, según
dentro del territorio de la polis. el cual éste debiera ser el miembro de una comunidad
La polis comenzó a debilitarse como unidad política du- política. De acuerdo con Locke, los individuos encuentran
rante las guerras del Peloponeso y desapareció por completo algunas restricciones para ejercer los derechos y las libertades
con el advenimiento del Imperio Macedonio, alrededor de ciudadanas; él destacó la propiedad como condición sine
148 a.C. qua non de la ciudadanía; así pues, propuso una forma de
En el mismo orden de ideas, la República romana, que ciudadanía censataria, es decir, solamente los propietarios
surgió durante el siglo v a.C., reconoció una ciudadanía dis- tendrían derecho a ejercer plenamente las garantías políticas.
tinta a la de la polis griega, ya que en Roma la libertad de los Resulta esencial mencionar a Rousseau (2008), quien, en
individuos para participar en la vida pública estaba vinculada su obra El contrato social, redefinió un estatus de ciudadano
con el derecho de propiedad.4 Lo anterior dio como resultado con mayores atribuciones que las reconocidas por Locke y
que, durante la República, los derechos políticos hayan es- Hobbes. Rousseau recuperó y adecuó algunas ideas expresa-
tado más restringidos que en la polis pues se llevaban a cabo das por Platón y Aristóteles, para formular las que serían las
elecciones en las que, mediante el voto, los plebeyos elegían modernas prerrogativas ciudadanas. La actuación del Estado
a sus cónsules de entre los patricios; es decir, los plebeyos resultaba esencial como garante del ejercicio de las libertades
tenían derecho a votar, pero no a ser elegidos para ocupar políticas, y la educación desempeñaba el papel de instrumento
cargos públicos, de ahí el carácter marcadamente elitista del de y para una ciudadanía plena, pues gracias a la instrucción los
republicanismo. individuos encararían mejor su compromiso con la vida públi-
Tal situación legal, que implicaba una diferenciación entre ca, al conformarse una comunidad de ciudadanos mediante la
dos clases sociales, se justificaba en un ideario que conside- que se expresaba la soberanía popular.
raba que el buen funcionamiento de la República y de sus
5 Los principales referentes de las revoluciones burguesas han
4 Durante todo el siglo xviii, los pensadores liberales retomaron sido la Revolución de Independencia de las Trece Colonias y
tal condición como se verá más adelante. la Revolución Francesa.

d 210 Derechos políticos


Rousseau, nuevamente diferenciándose de Hobbes y Loc- dad del derecho a la libertad, del derecho a la igualdad, que
ke, expresó que el principio de igualdad jurídica debería ser de facto son inexistentes, ha producido el incremento de las
condición necesaria para ejercer la libertad, pues se requería desigualdades.
establecer un principio de nivelación social que asegurara Con la Revolución industrial, se divisó que los derechos
que nadie pudiera ser tan opulento como para hacerse de la políticos y la ciudadanía eran ejercicios exclusivos de una clase
voluntad de otro, y que tampoco nadie fuera tan pobre como dominante, dejando de lado en la praxis la máxima rousseau-
para verse constreñido a venderse (2008: Capítulo III). Sólo niana de la igualdad; tal situación dio origen a los grandes
de esta forma se rompería la dinámica de una ciudadanía movimientos obreros que caracterizaron los siglos xix y xx.
fundada en la propiedad, como la formuló Locke, y se ga- Comúnmente, las movilizaciones obreras son aquellas luchas
rantizaría una condición mínima para el ejercicio universal por la obtención de los derechos humanos llamados, en la
de los derechos políticos. actualidad, de segunda generación o derechos económicos,
Las ideas de estos y otros pensadores fueron el sustento sociales y culturales. El auge de estas luchas ocurrió durante
intelectual de las revoluciones burguesas, también influidas la primera mitad del siglo xx, pues, además de no habérse-
profundamente por el pensamiento liberal, que desdeña- les reconocido varios derechos de tipo social a los obreros,
ba el principio democrático de la igualdad general, al darle éstos tuvieron que luchar por la obtención del sufragio uni-
primacía a las acciones individuales argumentando que los versal, al estar establecida una ciudadanía censataria.6 Como
individuos que actúan, incluso egoístamente, terminan pro- ejemplos, habría que mencionar que, en el Reino Unido, no
piciando el bienestar general (Smith, 2009). En la Declaración fue sino hasta 1928 cuando se reconoció la universalidad
de los Derechos del Hombre y el Ciudadano de 1789, se elevaron del sufragio; en Francia, a partir de 1944, y en los Estados
al rango de derechos inalienables e imprescriptibles la liber- Unidos, hasta 1965, es decir, a pesar de que estos países han
tad, la seguridad, la propiedad y la resistencia a la opresión. sido considerados históricamente como las sociedades demo-
Lo anterior parece haberse establecido a partir de una lectura cráticas por antonomasia, en todos ellos privó una forma de
descontextualizada de lo que había sido la democracia griega, discriminación respecto de quién podía ejercer el derecho al
es decir, de una construcción aburguesada que le adjudicaba voto, ya fuera esta discriminación de tipo censatario, ya por
características como el incondicional respeto a la propiedad cuestiones raciales.
y a la vida privada. Así, se construyó la moderna democracia En el siglo xxi, las luchas por los derechos políticos son
liberal burguesa, que, en vez de reconocer los derechos de vigentes, ya que en la mayoría de los países, inclusive en los
los ciudadanos, simplemente pareció positivar los derechos de alto desarrollo económico, grandes sectores de la población
de los burgueses, dejando sin el derecho a participar en los aún se encuentran excluidos del ejercicio de éstos.
asuntos públicos a la mayoría de la población. Aun así, se Lo anterior permite advertir que los derechos políticos
logró el tránsito de una sociedad de súbditos a una sociedad no son el resultado de una dádiva estatal, sino de diversos
de ciudadanos con derechos políticos positivados mediante procesos históricos que han permitido su reconocimiento y
un texto constitucional, lo cual, a su vez, propició el adveni- extensión paulatina a mayores y diversos sectores de la pobla-
miento del Estado moderno en gran parte de Europa y en los ción en los Estados democráticos, supeditando la ciudadanía
Estados Unidos, países donde, en teoría, de la misma manera a los criterios de la nacionalidad. Estas limitantes pueden ser
que en la polis griega, el gobierno de leyes hubo de prevalecer distintas entre los Estados de acuerdo con su legislación vi-
por encima del gobierno de los hombres. gente. Sin embargo, acciones como el “acarreo”, la captación
La postura liberal es ambigua, pues a pesar de que los de votos, la intimidación, la censura y el bloqueo al acceso a
derechos políticos representan un recurso de acción de la la información, han provocado retrocesos en las conquistas
sociedad frente a los posibles abusos de poder del Estado, de los derechos políticos, situación que deberá considerarse
éste es el encargado de garantizar los medios para el ejercicio siempre como inaceptable.
pleno de tales derechos, es decir, no se pueden entender los
derechos políticos fuera de la órbita del Estado moderno: a Líneas de investigación y debate
los ciudadanos les posibilitan la participación en los asun- contemporáneo
tos públicos y les permiten incidir en las decisiones que dan
forma a la estructura política de la comunidad a la que per- Las principales líneas de investigación respecto de los de-
tenecen. De esta manera, se instituyó la soberanía popular. rechos políticos se encuentran ligadas a los conceptos de
Simultáneamente, el reconocimiento y la garantía de esta Estado, constitución, igualdad, democracia, ciudadanía, diá-
clase de derechos representan para el Estado una legitimi-
dad que le permite ejercer el poder y su permanencia en él.
Los pensadores liberales no han logrado, ni en la teoría 6 El voto censatario se funda en la dotación del derecho al voto
ni en la práctica, reconciliar el postulado del hombre “libre con base en ciertas características (económicas, sociales, de
e igual” con la existencia de enormes masas de hombres y instrucción, etcétera) que el individuo debía cumplir para que
mujeres que ven limitada su participación política por falta le fuera reconocida su calidad de elector. Esta clase de sistema
de recursos y oportunidades. La afirmación de la universali- electoral estuvo vigente en el mundo occidental desde el siglo
xviii hasta principios del xx.

Derechos políticos 211 d


logo y cultura, y se centran en el análisis en los campos de la derechos “dentro de los límites establecidos por las leyes, lo
filosofía, la ciencia política y la sociología. cual incluye también la protección frente a las actuaciones
El sociólogo estadounidense Thomas Marshall (1998) estatales que vayan más allá de lo establecido para regular
inició el debate contemporáneo con su ensayo “Ciudada- la intervención”. Con los derechos subjetivos en tanto que
nía y clase social”, publicado después de la Segunda Guerra derechos negativos, se garantiza un espacio “de elección den-
Mundial, en pleno surgimiento del Estado de bienestar en tro del cual las personas jurídicas están libres de coacciones
Occidente. En su estudio, redimensiona el alcance de los externas” (232-233).
derechos políticos al otorgarles el nivel de derechos univer- Los derechos políticos están estructurados de la misma
sales, aparejados a los derechos de tipo social. Se abría así el manera, pues permiten a los ciudadanos hacer valer sus inte-
debate respecto de la universalización plena de la ciudadanía, reses privados para que éstos puedan sumarse a otros intereses
de un concepto de ciudadano de escala planetaria. Marshall privados y construir así una voluntad política que incida efec-
critica que los instrumentos jurídicos creados para garantizar tivamente en la administración por medio de elecciones, de la
los derechos humanos, específicamente la Declaración Uni- conformación de cámaras parlamentarias y de la formación
versal de los Derechos del Hombre y el Ciudadano de 1948, no del gobierno. Los ciudadanos, como ciudadanos políticos,
consideraron estas ideas y en sus artículos se plasmaron los verifican así que el poder del Estado se ejerza en interés de
derechos políticos restringidos al ámbito del Estado nacional, los ciudadanos en tanto que son sujetos privados (233).
acotándose así la universalidad de estos derechos a la esfera Desde la perspectiva de la concepción republicana, “el
estatal. De este modo, se les reconocía a los individuos sus de- estatus de los ciudadanos no se determina por el modelo de
rechos políticos en función de su nacionalidad, por lo que los las libertades negativas que pueden exigir como personas pri-
extranjeros quedaron marginados del estatus de ciudadanos. vadas” (233). Los derechos cívicos, sobre todo los derechos
Resultará oportuno recordar las aseveraciones de Jür- de participación y comunicación, son libertades positivas;
gen Habermas acerca de los modelos de democracia: la es decir, “no garantizan el quedar libre de coacción externa,
concepción liberal, la concepción republicana y la política sino participar en una práctica común para que los ciuda-
deliberativa como parte de la teoría discursiva, con la que se danos” (233) lleguen a ser lo que ellos desean ser: sujetos
busca conciliar las dos primeras (1999: 239). políticamente responsables de una comunidad de personas
Para Habermas, la comprensión liberal de la política y libres e iguales.
la comprensión republicana de ésta se enfrentan con sendos No obstante, Habermas considera que ambas posturas
modelos de democracia y origina, cada una, un concepto de incluyen puntos polémicos y propone, haciendo síntesis de
ciudadano, un concepto de derecho y una explicación distinta ellas, una política deliberativa, a través de la cual la opinión
de la formación de la voluntad política (231). pública desempeña un papel fundamental para la toma de las
Según la concepción liberal, el proceso democrático lle- decisiones políticas gubernamentales y la elección racional del
va a cabo la tarea de programar el Estado para beneficio de ciudadano en el momento de emitir su voto. De este modo,
la sociedad. El Estado sería el aparato de la administración “la opinión pública, transformada en poder comunicativo,
pública y la sociedad, el sistema de interrelación entre las no manda ella misma; sólo ante la presión de los problemas
personas privadas y su trabajo social estructurado con base de la sociedad, dirige el uso del poder administrativo hacia
en la economía de mercado. La política, como la formación determinados canales” (244).
de la voluntad política de los ciudadanos, tendría como tarea La política deliberativa ocurre de dos maneras en una
articular e incentivar los intereses sociales privados frente a sociedad compleja: a través de procesos formales, institucio-
un aparato estatal encargado de administrar el poder político nales, o de procesos informales, específicamente en las redes
para lograr fines colectivos (231). del espacio público político. Así, “las comunicaciones políti-
De acuerdo con la concepción republicana, la política no cas filtradas deliberativamente dependen de los recursos del
sólo tiene una función de mediación, sino que es un factor ‘mundo de la vida’ —de una cultura política libre y de una
constitutivo de la socialización. Sería entonces una forma de socialización política de tipo ilustrado y, sobre todo, de las
reflexión de un entramado de vida ético; también, el medio iniciativas de las asociaciones conformadoras de opinión—,
con que los miembros de comunidades un tanto solidarias que espontáneamente se constituyen y regeneran y que son,
asumen su recíproca dependencia, y con el que, como ciuda- difícilmente, accesibles a los intentos de intervención y di-
danos, continúan y configuran voluntaria y conscientemente rección política” (246).
las relaciones de reconocimiento recíproco con las que se en- La teoría discursiva y la concepción republicana le con-
cuentra, para transformarlas en una asociación de miembros ceden importancia mayúscula al proceso de formación de
libres e iguales (232). la voluntad y de opinión políticas. Según esta teoría, los
Para “la concepción liberal, el estatus de los ciudadanos exigentes presupuestos comunicativos del procedimiento
está determinado por la medida de los derechos subjetivos democrático dan como resultado los derechos fundamen-
que tienen frente al Estado y frente al resto de los ciuda- tales y los principios del Estado de derecho. La realización
danos”. Éstos, “como portadores de derechos subjetivos, de una política deliberativa, entonces, no depende de “una
disfrutan de la protección del Estado mientras” procuren tales ciudadanía capaz de actuar colectivamente, sino de la ins-

d 212 Derechos políticos


titucionalización de los procedimientos correspondientes” a El raci(ali)smo y la xenofobia parten de la creencia de la
dicha política (242). superioridad y, consecuentemente, de la inferioridad de algu-
La “intersubjetividad de orden superior” está represen- nas razas, y justifican así el dominio de las “superiores” frente
tada por los procesos de entendimiento realizados de forma a las “inferiores”. En estas relaciones de dominio, existen tres
institucionalizada, como en la deliberación en las cámaras variables posibles: la explotación, la marginación o segrega-
parlamentarias y “la red de comunicación de la esfera política ción y el exterminio (Etxeberria, 2004: 45).
de la opinión pública” (242). En el asimilacionismo también existe una relación de
Habermas aclara que las comunicaciones a las que alude dominio de una cultura sobre otra(s), ya sea por la fuerza,
en la teoría del discurso no son susceptibles de ser atribuidas ya por el convencimiento (Guerrero, 2011: 88). Esto último
a ningún sujeto, y se realizan en el interior y el exterior de las implica tanto un dominio ideológico como el uso de meca-
asambleas programadas para la toma de resoluciones, confi- nismos coactivos, que bien pueden ser instrumentos jurídicos
gurando escenarios donde pueden tener lugar una formación o el uso de la fuerza física.
más o menos racional de la opinión y de la voluntad común El multiculturalismo se caracteriza por la yuxtaposición
sobre los temas relevantes para el conjunto de la sociedad de diversas culturas que saben de la existencia de otras, pero
y sobre materias que requieren una regulación (242-243). mantienen escasos vínculos entre sí y con el Estado. Se re-
Por otra parte, “la formación informal de la opinión conocen, aceptan y toleran las diferencias, pero no existe un
pública deriva en decisiones electorales institucionalizadas impulso de comunicación, conocimiento y diálogo entre
y en resoluciones legislativas, [mediante] las que el poder ellas (89).
producido comunicativamente, se transforma en poder ad- El interculturalismo se diferencia del multiculturalismo
ministrativo” (243). en que va más allá del respeto a otras culturas y promueve
Sin embargo, la sociedad civil, “como base de una esfera pú- el diálogo y el intercambio entre aquéllas (89). El intercul-
blica autónoma, se diferencia tanto de la administración pública turalismo apoya la concepción de un Estado que reconoce
como del sistema económico” (243). Así, el poder de solida- plenamente a los grupos culturales, los derechos a la iden-
ridad se afirma como primordial ante los otros dos poderes: tidad y al autogobierno, siempre y cuando pertenezcan a
el dinero y el Estado. una cultura compatible con los elementos sustantivos de la
La discusión acerca de qué derechos y quiénes los poseen, democracia y los derechos básicos de las personas, y tengan
como derechos negativos o subjetivos, se ha trasladado a las una proyección solidaria hacia el exterior.
condiciones en que los derechos políticos son realmente efec- La última forma de relación entre las culturas es el mes-
tivos: para Habermas, el diálogo posibilita el surgimiento de ticismo, que apoya y promueve el mestizaje entre los diversos
una voluntad política transformable en un poder utilizable grupos culturales, propiciando así el surgimiento de una cul-
administrativamente. tura sintética que comparte la riqueza cultural de las diversas
A partir de preocupaciones parecidas, el filósofo Xabier culturas que le dieron origen (Etxeberria, 2004: 40-54).
Etxeberria establece los conceptos de la simetría y la asimetría. Etxeberria propone un punto intermedio entre el inter-
Cuestiona la primera en tanto que esconde la desigualdad de culturalismo y el mesticismo, pues se procura una interacción
los miembros dentro de una sociedad y la falta de considera- dialógica entre las culturas y no sólo su simple coexistencia.
ción de otros provenientes de sociedades o culturas distintas. En su sentido dialógico, la interculturalidad permite el reco-
En relación con la asimetría, Etxeberria afirma que ésta re- nocimiento de la diversidad de las culturas, a la vez que las
sulta develada a través de “la reclamación, la concepción, la presupone iguales y solidarias entre sí (18-19).
explicación y la fundamentación de los derechos humanos” El mismo pensador propone un modelo de ciudadanía
(Guerrero, 2011: 54). intercultural que proteja a los grupos de migrantes con-
El reconocimiento de los derechos humanos implica la siderando la especificidad de cada grupo y asegurando su
aceptación de una previa situación de desigualdad dentro de identidad e integración a la sociedad receptora (Guerrero,
la sociedad de los llamados iguales, así como el respeto a los 2011: 97).
otros, a quienes, a lo mucho, se les concede el derecho a ser Tanto Etxeberria como Habermas coinciden en la pa-
reconocidos inferiorizándolos, y no como merecedores de radoja que implica la extensión de los derechos humanos,
igualdad en la diferencia. entre ellos los políticos, a todos los seres humanos, y en la
Exteberria también propone el concepto de “ciudadanía necesidad de respetar, sin discriminar, la diversidad cultural.
intercultural o compleja”, que surge de la “relación entre el En la actualidad, lo anterior se ha reflejado en los movi-
Estado y los distintos grupos o colectivos culturales” que ha- mientos migratorios sin precedentes, que han impulsado a
bitan en su territorio, para que les sea posible “formar parte los países industrializados a estructurar medidas tendentes
de las decisiones políticas” (Guerrero, 2011: 92). El mismo a la exclusión de los inmigrados, negándoles todo género de
filósofo identifica cinco formas mediante las que se pueden garantías para ejercer cualquier clase de derechos políticos;
relacionar las distintas culturas: raci(ali)smo y xenofobia, en consecuencia, tampoco estas personas tienen garantizados
asimilacionismo, multiculturalismo, interculturalismo y mes- derechos sociales.
ticismo (Etxeberria, 2004).

Derechos políticos 213 d


El supuesto de universalidad de los derechos humanos, vestigaciones sobre América Latina y el Caribe-Universidad
en general, ha quedado en tela de juicio, lo mismo ha pasado, Nacional Autónoma de México.
en particular, con los derechos políticos. Así se ha provocado Habermas, Jünger (1989), Identidades nacionales y postnacionales,
una antinomia entre la igualdad y la ciudadanía, que podría Madrid: Tecnos.
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superarse con la generación de un nuevo modelo de ciuda- celona: Paidós.
danía o un nuevo concepto de Estado. Held, David (1996), Modelos de democracia, Madrid: Alianza.
Para finalizar, en relación con las ideas en torno al de- Hobbes, Thomas (1980), El Leviatán o la materia, forma y poder de
bate actual, habrá que reconocer que el centro de éste ya no una república eclesiástica y civil, México: Fondo de Cultura
se encuentra sólo en la problemática de quiénes pueden ac- Económica.
ceder a los derechos políticos y quiénes no, ni en cuáles son Locke, John (2005), Ensayo sobre el gobierno civil, México: Porrúa.
los criterios válidos para reconocer y obtener el estatus de Marshall, Thomas Humphrey (1998), Ciudadanía y clase social,
ciudadano en un Estado. A su vez, tales interrogantes han Madrid: Alianza.
conducido tanto al cuestionamiento del Estado como único Nichols, Terry y Michael Rempel, eds. (1997), Citizen Politics in
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espacio donde se garantizarían las prerrogativas políticas, O’Donnell, Guillermo (1998), “Accountability horizontal”, La po-
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núm. 745, septiembre-octubre, Madrid: Consejo Superior la exigencia de la igualdad, por lo menos en una dimensión.
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Guerrero Guerrero, Ana Luisa (2011), Hacia una hermenéutica concepto es multidimensional, la definición de igualdad en
intercultural de los derechos humanos, México: Centro de In-

d 214 Desigualdad
una de las dimensiones puede implicar la aceptación de la Historia, teoría y crítica
desigualdad en otras.
Ciertamente, no existe ni una definición única, ni un El concepto de desigualdad es multidimensional y dinámico.
acuerdo generalizado acerca de qué entendemos por des- No sólo supone un acceso diferencial al bienestar, sino que
igualdad. Dado que existen diversos tipos de desigualdad sus consecuencias son de largo alcance e imprimen su sello
(de ingresos, de riqueza, de oportunidades, de derechos, et- a las posibilidades de acceder al bienestar de futuras gene-
cétera), un primer paso para su definición es precisar a qué raciones; es decir, la desigualdad actual tiende a reforzar los
desigualdad nos referimos o, en términos de Amartya Sen, privilegios entre los ricos y las desventajas entre los pobres
responder a la pregunta: “¿Igualdad de qué?”. La idea de en la siguiente generación (Neckerman y Torche, 2007).
igualdad se enfrenta, por un lado, a la heterogeneidad básica El concepto de ventajas y desventajas acumulativas, acu-
de los seres humanos, en términos de sus características ex- ñado por Merton en su trabajo sobre la estratificación de
ternas y personales, ambiente social y natural, y por el otro, las carreras científicas, publicado en 1968, contribuye a la
a la multiplicidad de variables según las cuales puede ser comprensión de la desigualdad como un proceso en que se
juzgada (Sen, 1992). articulan múltiples dimensiones. La idea central es que la
En su Discurso sobre el origen y fundamentos de la des- ventaja (o desventaja) de un individuo o grupo se acrecienta
igualdad entre los hombres, Rousseau distingue dos tipos de (es decir, se acumula) a través del tiempo (Di Prete y Eirich,
desigualdades: una natural o física y otra moral o política, 2006). En otros términos, en un proceso acumulativo, las ven-
la cual es establecida o autorizada por el consentimiento de tajas o desventajas iniciales se amplían en las sucesivas etapas;
los hombres, constituida por los privilegios (riqueza, respe- así, la desigualdad de estatus persiste en el tiempo y a través
to, poder, obediencia) que unos gozan en perjuicio de otros de las múltiples etapas del curso de vida. De esta manera, no
(1991 [1754]: 205-206). Tilly sostiene que “las grandes y sólo son importantes las posiciones presentes, sino sus pers-
significativas desigualdades en las ventajas de que gozan los pectivas de evolución. Cuando las desigualdades iniciales se
seres humanos corresponden principalmente a diferencias acentúan a lo largo de las trayectorias, los recorridos tienden
categoriales (negro/blanco, varón/mujer, ciudadano/extran- a convertirse en destinos. Estos procesos tienen un efecto de
jero o musulmán/judío), más que a diferencias individuales fragmentación social: si cada uno considera que depende más
en atributos, inclinaciones o desempeños” (2000: 21). Aun de su pasado que de su relación con los otros, la tentación
cuando se empleen marcadores ostensiblemente biológicos, del individualismo es más fuerte y la desarticulación social
dichas categorías siempre dependen de la organización, la probablemente será más profunda (Fitoussi y Rosanvallon,
creencia y la imposición sociales, y a partir de ellas se “esta- 1997; Paugam, 1995; Dubet, 2005).
blecen sistemas de cierre, exclusión y control sociales” (21). La distinción entre desigualdad de oportunidades y des-
Scott destaca que la riqueza y la pobreza son el resultado de igualdad de condiciones es de particular relevancia para
la desigual distribución de recursos en una sociedad, y deben comprender tanto las formas que asume la desigualdad como
ser conceptualizadas de manera paralela y complementaria: las políticas que se generan en torno a ésta. “La desigualdad
mientras que la privación caracteriza las condiciones de de oportunidades tiene su origen en el ideal liberal de que las
vida de los pobres, el privilegio caracteriza las condiciones oportunidades de superación o ‘éxito’ de una persona —es-
de vida de los ricos (1994: 16-18). Lo anterior supone que tudiar, obtener un buen trabajo, etcétera— no deberían estar
las causas de la pobreza están estrechamente vinculadas a las relacionadas con características adscriptivas como raza, sexo
causas de la riqueza. u origen de clase”, sino responder al principio meritocrático
Llámese desigualdad moral o política en términos rous- (Breen y Jonsson, 2005: 223). La desigualdad de condición,
seaunianos, o sencillamente desigualdad social, lo cierto es en cambio, se refiere a la distribución de recompensas y con-
que tiene al menos dos elementos básicos: es un producto diciones de vida diferenciadas, ya sea en relación con bienes
social —es decir, proviene de las relaciones entre individuos, escasos o con diferentes insumos (como tiempo o esfuerzo) o
grupos y clases— y tiene dos caras: la riqueza y la pobreza, derechos (como ciudadanía o empleo). Mientras que los estu-
los privilegios y las privaciones, las ventajas y las desventajas, dios sobre desigualdad de oportunidades suelen centrarse en
cuyas articulaciones no pueden ser ignoradas si se pretende los logros educativos y las posiciones sociales (ocupación, clase
entender el problema en toda su complejidad. La desigualdad social, etcétera) y sus relaciones con características adscripti-
es, en última instancia, “una cuestión de poder”, vinculada vas, los estudios centrados en la desigualdad de condición, en
con “las asimetrías en la distribución de recursos y capacida- contraste, se preocupan por las diferencias de ingreso o por las
des y con las relaciones de poder” que se establecen con base diferentes retribuciones en el mercado de trabajo o en el siste-
en esas asimetrías, relaciones que se sustentan en factores ma distributivo más amplio, incluidas las provisiones públicas
económicos, políticos y simbólicos (Reygadas, 2008: 36-37). de bienestar (223-224).
Dubet (2011) destaca que la igualdad de oportunidades
y la de posiciones suponen concepciones contrastantes de
justicia social: mientras que la primera promete que los hi-
jos de los obreros tendrán las mismas oportunidades para ser

Desigualdad 215 d
ejecutivos que los propios hijos de los ejecutivos, la segunda ambos umbrales generan una profunda diferenciación tan-
pretende reducir la brecha de las condiciones de vida, trabajo to en términos de oportunidades y estilos de vida, como en
e ingresos entre obreros y ejecutivos. La igualdad de posicio- relación con las instituciones fundamentales (2002: 17-18).
nes y la sociedad de las oportunidades no son incompatibles, Wilkinson y Pickett destacan que “la calidad de las re-
pero requieren “políticas sociales inteligentes que aseguren los laciones sociales se construye sobre cimientos materiales: la
trayectos más que las adquisiciones sociales” (102); la igual- escala de las diferencias de renta tiene un efecto poderoso
dad de posiciones determina el espacio de las oportunidades sobre nuestra manera de relacionarnos” (2009: 23). Si bien
realmente abiertas a los individuos. Para Sen, una igualdad los problemas sociales y de salud son más comunes entre los
“real” de oportunidades supone una igualdad de capacidades, sectores más desfavorecidos, el peso de estos problemas es mu-
que se refiere a las oportunidades reales de una persona para cho mayor en las sociedades más desiguales (aunque éstas sean
satisfacer un conjunto de condiciones básicas, que involucra muy ricas). La desigualdad afecta la calidad de la pertenencia
también sus posibilidades de decisión y elección en relación social: lo que importa es qué posición ocupamos, en relación
con la manera de acceder al bienestar (1992: 7-8). con los demás, dentro de nuestra propia sociedad. Las des-
A fin de dar cuenta de las desigualdades que emergen igualdades incrementan la hostilidad entre los grupos y los
en un escenario de creciente incertidumbre como el actual, individuos: “se permanece entre iguales y sólo se ayuda a los
Fitoussi y Rosanvallon observan que, junto a la profundiza- más próximos; libres de elegir u obligados a vivir juntos, los
ción de las desigualdades “tradicionales” (o estructurales), han individuos se protegen poniendo la mayor distancia posible
emergido “nuevas” desigualdades (o desigualdades dinámi- entre ellos y los otros” que son “percibidos como extraños
cas). En tanto que las primeras se refieren a las diferencias peligrosos” (Dubet, 2011: 97).
entre categorías sociales —por ejemplo, las diferencias de En este contexto, cobra relevancia la relación entre des-
ingreso entre categorías ocupacionales—, las “nuevas” des- igualdad y ciudadanía, lo que nos conduce a reconocer formas
igualdades proceden de la “recalificación de diferencias dentro de “integración diferenciadas”, particularmente evidentes en
de categorías” a las que antes se consideraban “homogéneas” América Latina, la región con la distribución del ingreso más
(1997: 73-74); son desigualdades intracategoriales que dan inequitativa del planeta. Más que por “quedarse afuera”, nume-
cuenta de la “heterogeneidad de situaciones de los agentes rosas privaciones emergen de términos de inclusión desfavorable
económicos” (75). “¿Cómo justificar —se preguntan los au- y de una participación social profundamente desigual (Sen,
tores— la distinta suerte de dos personas con igual capacidad 2000: 28), lo que genera diferentes “calidades” de ciudadanía.
y similares trayectorias, pero de las cuales una está sin tra- Las desventajas no derivan de “estar afuera”, sino precisamente
bajo y se ve obligada a cambiar de ámbito para, en el mejor de la segmentación producida por las instituciones del Es-
de los casos, encontrar uno de menor calificación y menores tado, de una inclusión diferenciada en el sistema social que
ingresos?” (74). En estos casos, no sólo está en juego la dimen- profundiza las distancias sociales, no sólo respecto del acce-
sión económica, sino también está en cuestión la identidad. so a oportunidades —de empleo, educación, salud, vivienda,
Cuando estas “nuevas” desigualdades se tornan permanentes, etcétera—, sino también de la calidad de las oportunidades a
producen exclusión —una ruptura de pertenencia— y se exa- las que se accede, lo que genera un proceso de polarización y
cerban las frustraciones resultantes de la percepción de que el segmentación creciente entre ciudadanos de primera y se-
lugar ocupado en la estructura ocupacional y los ingresos son gunda clase (Roberts, 2004).
resultado de la suerte o de una lotería. Estas nuevas desigual- El debate latinoamericano sobre la desigualdad, sobre
dades sólo pueden ser observadas mediante “un seguimiento todo en los años sesenta y setenta del siglo xx, se centró en los
de las trayectorias efectivas de los individuos”, ya que cons- problemas del desarrollo, el subdesarrollo y la dependencia, y
tituyen, en gran medida, “desigualdades de trayectoria” (86). reveló una preocupación por analizar las relaciones entre fac-
Las instituciones desempeñan un papel fundamental tores económicos, sociales, políticos y culturales en un contexto
en los niveles de desigualdad. En efecto, la relación entre en que se buscaba impulsar el mercado interno y reducir las
desigualdad y exclusión social está mediada por el funciona- asimetrías sociales. Se esperaba que los procesos de urbaniza-
miento de las instituciones sociales, económicas y políticas ción e industrialización, el desarrollo del sistema de educación
que contribuyen o coartan las oportunidades de una experien- pública y la expansión de las ocupaciones no manuales condu-
cia social compartida, clave en toda práctica de ciudadanía. jeran a la conformación de sociedades más equitativas. Según
Según Barry, las sociedades que combinan economías de Faria (1995), las principales contribuciones de la literatura
mercado e instituciones liberales democráticas se caracteri- latinoamericana durante este periodo consistieron en conec-
zan por dos umbrales de exclusión. El umbral inferior divide tar los fenómenos de la pobreza, la desigualdad y la privación
a aquellos que participan en las instituciones fundamentales con el modo de funcionamiento de los sistemas sociales, e
(mainstream institutions) y los que están fuera de ellas, es insistir en que estos problemas no son el resultado de una
decir, que no pueden participar. El umbral superior divide a falta de integración, sino de modos específicos de integración.
quienes están en el medio, de quienes pueden separarse de Durante la década de los ochenta y noventa, en un periodo
dichas instituciones porque no las necesitan. En sociedades con en que se incrementó nuevamente la desigualdad en la re-
altos niveles de desigualdad en la distribución del ingreso, gión, el análisis se escindió entre mediciones económicas de

d 216 Desigualdad
las estratificación y la distribución del ingreso, por un lado, siciones duraderas que gobiernan las prácticas y los gustos
y el estudio de las desigualdades étnicas y de género, por el culturales de los diferentes grupos sociales—, señala que di-
otro (Reygadas, 2008: 16). En el periodo más reciente, se han chos gustos se definen en términos opuestos, en los que el
desarrollado investigaciones basadas en nuevas perspectivas gusto de una clase es, ante todo, el desagrado por los gustos
analíticas sobre la cuestión social (entre otras, aquéllas rela- de los miembros de otras clases sociales.
cionadas con la vulnerabilidad y la exclusión social), que han En contraste con los enfoques individualistas, centrados
comenzado a arrojar luz sobre las particularidades que asume en la distribución de atributos, bienes o posesiones entre
la desigualdad en el escenario latinoamericano contempo- los actores, Tilly (2000) propone una perspectiva relacional
ráneo y sus consecuencias en términos de integración social para el análisis de la desigualdad, según la cual los meca-
(Kaztman y Wormald, 2002; Saraví, 2007; Bayón, 2008a; nismos causales que subyacen en la desigualdad categorial
2009; Reygadas, 2008). —explotación, acaparamiento de oportunidades, emulación
y adaptación— no consisten en sucesos mentales individua-
Líneas de investigación y debate les, estados de conciencia o acciones autónomas de sistemas
contemporáneo sociales, sino que actúan en los dominios de la experiencia y
la interacción social. Se interesa por el trabajo categorial que
En los últimos treinta años, las ciencias sociales han experi- establece límites entre los grupos, crea estigmas y atribuye
mentado un conjunto de transformaciones que han tenido cualidades a los actores que se encuentran a uno y a otro
un profundo impacto en el análisis de la desigualdad. Entre lado de los límites. La desigualdad categorial tiene efectos
dichos cambios, Butler y Watt mencionan los siguientes: acumulativos que afectan las capacidades individuales: se
la introducción de nuevos enfoques y perspectivas teóricas, crean estructuras duraderas de distribución asimétrica de los
como el feminismo, el posestructuralismo y el posmodernis- recursos. Para eliminar la desigualdad no basta con eliminar
mo, así como el trabajo de Pierre Bourdieu; el “giro cultural” las creencias y las actitudes discriminatorias; es necesario
que ha permitido incorporar las dimensiones simbólicas de la transformar las estructuras institucionales que organizan los
desigualdad; la pérdida de centralidad de la categoría de clase, flujos de recursos, cargas y recompensas.
la cual se constituye en una de las fuentes de la desigualdad De manera creciente, las investigaciones sobre la
junto a otros elementos antes marginados del análisis, como desigualdad se han orientado a explorar sus dimensiones
el género, la pertenencia étnica y otras formas de clasifica- culturales, relacionadas con los diversos significados que las
ción social; el creciente interés en el espacio y el lugar, que personas y grupos construyen o adoptan para interpretar
permite dar cuenta de las expresiones espaciales que asumen sus experiencias de vida o para crear fronteras simbólicas o
los procesos de polarización social (Butler y Watt, 2007: 4). morales entre categorías de personas o cosas, mediante las
Junto al análisis de los procesos que generan y reprodu- cuales la gente atribuye identidades a “otros” y a ellos mismos
cen la desigualdad en sus diversas dimensiones, una de las (Charles, 2008: 42).
preocupaciones claves en la investigación actual se refiere a Junto a la dimensión simbólica, la dimensión espacial de
sus consecuencias políticas y sociales, que se relacionan con la desigualdad ha cobrado una particular relevancia. La distri-
“las percepciones e interpretaciones individuales sobre la bución de la población en el espacio, el nivel de concentración
desigualdad, mediadas por relaciones sociales, instituciones de determinados grupos en ciertas áreas de las ciudades o el
y el contexto cultural” (Neckerman y Torche, 2007: 350-351). grado de homogeneidad social de éstas nos remiten no sólo a
Una de las perspectivas teóricas que más ha contribuido a procesos de diferenciación, sino que contribuyen a una mejor
enriquecer el estudio de la desigualdad es la de Pierre Bour- comprensión de las expresiones que asume la desigualdad. En
dieu (1988) quien, junto a la innovación teórica, ha enfatizado este sentido, Massey (1996) destaca que asistimos a una época
el papel clave de la investigación empírica. El concepto de de extremos que supone un profundo cambio en la estructura
clase social desarrollado por este autor, además de un com- geográfica de la desigualdad, caracterizado por la creciente
ponente material, contiene un fuerte componente simbólico concentración espacial de la riqueza y la pobreza, lo que pro-
y cultural. En La distinción, propone un concepto relacional fundiza privilegios y desventajas, agudiza la fragmentación
y dinámico de clase, el cual se refiere a las maneras en que social y dificulta la convivencia social. La problemática de la
individuos y grupos utilizan un conjunto de recursos en sus desigualdad no se limita a la distribución de oportunidades
relaciones con otros, quienes, a su vez, se comportan de la y al debate acerca de las fuentes generadoras de desigual-
misma manera. Estos recursos toman la forma de diversos dad, sino que involucra la calidad de dichas oportunidades,
tipos de capital (económico, cultural, social y simbólico), y las formas y sentidos que adquieren las relaciones entre los
la posición de clase dependerá del volumen y composición individuos y la relación de éstos con las instituciones (Ba-
del capital disponible. Dado que la posesión de capital no yón, 2008b: 217). No es sólo una cuestión de oportunidades
puede ser analizada de manera estática, puesto que cambia su y resultados, sino de los procesos que conducen a éstos y sus
composición a lo largo del tiempo, incorpora un componente implicaciones para el bienestar y la convivencia social.
dinámico al análisis a través de la noción de trayectoria. Al
indagar acerca de los habitus de clase —sistemas de dispo-

Desigualdad 217 d
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Causes and Consequences”, Annual Review of Sociology, vol. o funcionarios importantes que conmemoraban algo, polí-
33, pp. 335-357. ticos que buscaban un cargo, o bien líderes que promovían
una causa.

d 218 Discurso
Hoy, para periodistas y conductores importantes, la pala- de las asociaciones científicas, los consejos de redacción de los
bra discurso denota toda suerte de unidades, no sólo de habla, medios de comunicación y los secretariados de los órganos de
sino de escritura, y parece que este significado más amplio representación política.
se está extendiendo entre la población. Con esta voz puede En las tramas discursivas, se ponen en juego las visiones
hacerse referencia a artículos científicos o a conversaciones que acerca del mundo tienen los usuarios, es decir, los hablan-
casuales, a convenios comerciales o a alegatos jurídicos, a tes y los oyentes, los autores y los lectores. Ahí se escenifican
narraciones fabulosas o a testimonios graves. Se le encon- también las relaciones que ellos guardan entre sí. Las reglas
trará utilizada también para aludir al vocabulario, al estilo de interpretación y los criterios de juicio del discurso supo-
o al sistema de ideas propio de una de esas unidades. En nen formas de clasificar las cosas y asignarles papeles en los
parte, el cambio se debe a la difusión de algunos usos an- acontecimientos. Por lo tanto, importa cuál de las opciones
cestrales de la palabra, que se habían conservado en ámbitos definidas por las reglas y los criterios se elijan; sabemos1 que
restringidos, por ejemplo, para nombrar algunos tratados filo- no es lo mismo (1) que (2):
sóficos, y en buena medida, es resultado de una transferencia
de conocimientos de los espacios de las ciencias sociales y (1) El bebé lloró. La mamá cargó al bebé.
las humanidades a los del sentido común. Lo que ha im- (2) La mamá cargó al bebé. El bebé lloró.
pulsado la nueva denotación del término es advertir que en
todos los usos de la lengua se recrea nuestro universo. Tanto Las tramas implican también maneras de definir las iden-
una plática informal o una arenga improvisada como una tidades, las adscripciones, las posiciones y los alineamientos
exposición preparada de antemano dependen de reglas de de las personas. Cuando Armando Manzanero dice “soy
interpretación que se han ido dando en las sociedades y que un trovador” para contestar si acepta que le llamen “poeta”,
se presentan cada vez que se emplean palabras. Los hablantes asume unas maneras de relacionarse con la lengua y con su
y sus destinatarios saben, por ejemplo, que en un desplegado, público; cuando Bob Dylan dice “soy un trapecista”, en res-
el pronombre nosotros ha de entenderse literalmente como puesta a la misma pregunta, plantea otras formas de hacerlo.
una pluralidad de primeras personas, pero en una consulta, Además de expresar pudor y mesura ante la palabra poeta,
el médico puede utilizarlo para interpelar al paciente y así la afirmación literal del baladista romántico refleja la aspi-
evitar las implicaciones de elegir entre tú y usted. Aquí, en el ración de que en sus líneas se reconozcan los auditorios que
hecho simple de elegir el significado literal o uno diferente, va encontrando al andar. En cambio, al tiempo que llama a
entran en juego las nociones de persona, pluralidad e inter- cuentas al mismo vocablo, la metáfora del rockero lo presenta
pelación, y, con ellas, ciertas formas de observar lo que ocurre a él ante la concurrencia como alguien dispuesto a dar giros
y ciertas maneras de relacionarnos. Esto ocurre porque hay, inesperados y lo invita a ser cómplice de los riesgos que corre.2
precisamente, reglas del juego que nos indican quién puede Generalmente, cuando se observan las reglas y se adoptan
referirse a qué, cuándo y cómo. los criterios del discurso, se suscriben las clasificaciones de los
Las distintas formas de habla y escritura que hoy com- seres y los modelos de acontecimientos que contiene la len-
prende la palabra discurso también se califican en función de gua. Asimismo, se validan los vínculos entre los usuarios que
criterios comunes, conforme a un nivel de abstracción perti- entraña el habla. A la inversa, actuar al margen de las reglas
nente; por ejemplo, se espera, o al menos es deseable, que una y de los criterios muchas veces expresa desacuerdos con las
nota periodística, al igual que una clase de matemáticas, sea formas de aprehender las entidades y sus dinámicas. Por los
informativa y coherente. Un chiste, al infringir el código, lo mismos medios se cuestiona también el orden que rige a los
reconoce; cuando es eficaz, nos hace reír porque su inesperado usufructuarios. Es lo anterior lo que explica que las alianzas
desenlace pone en evidencia las expectativas que se van ge- y las contiendas políticas sean, casi siempre, negociaciones y
nerando con cualquier narración en función de las exigencias confrontaciones discursivas. Un ejemplo ilustrativo es la lucha
de información y coherencia. Tales normas de apreciación, entre el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (ezln) y el
como las reglas de interpretación, son logros culturales que gobierno mexicano a mediados de los años de 1990. Ésta se
se heredan y enriquecen con el paso de las generaciones. En- libró, primero, mediante comunicados de cada parte; luego, en
tonces, aun cuando no se cumplan las reglas y los criterios, hay discusiones sobre reglas para la deliberación y, después, inclu-
en la simple utilización de la lengua una referencia a ellos, la so, en conversaciones para generar una propuesta común de
mayoría de las veces tácita; de hecho, desobedecer las reglas e reforma constitucional. En todos esos discursos, cada uno, el
incumplir los criterios no siempre son meras faltas y, en muchas
ocasiones, son significativos en sí. Más aún, el cumplimiento y
la infracción son los principales medios por los que se ratifican 1 Esta es una observación de Widdowson y Urquhart (1976)
y se modifican unas y otros, aunque tanto en la conservación que ha tenido una influencia indirecta considerable, aunque
como en el cambio, también intervienen los pronunciamien- no ha recibido el reconocimiento que merece.
tos expresamente normativos de personas y organismos a los 2 Estas observaciones se basan en análisis que he presentado en
que se confiere autoridad, como las academias de las lenguas, mis cursos de doctorado en el Posgrado en Ciencias Políticas
los comités de premiación literaria, las comisiones editoriales y Sociales de la unam y que estoy recogiendo de manera abre-
viada en mi sitio electrónico (www.discoursescience.info).

Discurso 219 d
gobierno y el ezln, disputaba la identidad que el otro asumía palabra, el significante (o portador) es una serie de sonidos,
y difundía (Castaños et al., 2000). De esa manera, confron- como por ejemplo: m – e – s – a. Aquí, el significado (lo que
taban sus pretensiones de legitimidad y de representación. se porta) es una noción, como la que aprehende una defini-
Entonces, en el ámbito académico, tiende a pensarse que ción de diccionario: “mueble compuesto por una plataforma
en el discurso se establecen las concepciones y se generan sostenida por una o varias patas, encima de la cual general-
las relaciones que definen a las sociedades. En forma breve, mente se pone o se hace algo” (dem, 2010). En el caso del
y quizá provocativa, muchas veces se dice que la realidad es guiño, el significante es el cierre de un ojo, y el significado,
construida por el discurso. Sin embargo, es frecuente tam- una expresión de empatía o un llamado a la complicidad.
bién que se plantee que todo discurso está determinado por El significante de un discurso es un texto y el significado
sus condiciones de producción, que lo que se dice y escribe un mensaje; pero el primero es ya un signo o, mejor dicho,
obedece a concepciones y relaciones previas y, por lo tanto, las una serie de signos. Está formado de palabras que tienen de
reproduce. Hay una dificultad básica para precisar cómo y en antemano sus significados como tales, sus significados lite-
qué medida un discurso puede ser agente y, al mismo tiempo, rales. En el momento de ser usadas, pueden adquirir un valor
proyección de su ámbito social. Aunque, como ya se señaló, discursivo coincidente con ese significado literal, como ocurre
lo que puede observarse en relación con el conjunto denota- con nosotros en el caso del desplegado y con trovador en el
do por la palabra discurso es algo muy cercano al consenso, caso de Manzanero; pero también pueden adquirir un valor
este término está lejos de representar un concepto común. diferente, como sucede con nosotros en el caso del doctor y
El discurso se caracteriza de distintas maneras en di- con trapecista en el caso de Dylan.
ferentes escuelas. Entre otras, se le ve como una unidad Además, el mensaje posee tres dimensiones, como se
lingüística,3 una interacción circunstancialmente determina- explicará en la próxima sección. Por medio de un texto, se rea-
da4 o una construcción ideológica.5 Yo he propuesto definir lizan actos que hacen presente o modifican el conocimiento,
un discurso como un signo complejo, noción que aprehen- como la definición, la observación y la generalización; pero
de los elementos válidos de las concepciones mencionadas también actos que reiteran o cambian las obligaciones y los
anteriormente, evita los problemas que entrañan y permite derechos, como la promesa, la orden y la invitación, y asi-
comprender mejor la relación entre el discurso y su ámbito mismo actos que ratifican o alteran las valoraciones, como el
(Castaños, 2011). Al igual que una palabra o un guiño, un elogio, la advertencia y la incitación. De hecho, un enunciado
discurso consta de un significante y un significado, que es- prototípico tiene el potencial de realizar simultáneamente tres
tán asociados por la fuerza de la convención: en el caso de la actos (uno de cada tipo), aunque hay ocasiones en que sólo
se realiza un acto y otras en que se realizan dos.
En ese orden de ideas, el significado textual de una unidad
3 Para números considerables de investigadores, el discurso está de habla o escritura constituye un conjunto potencial de actos
constituido esencialmente como la frase o la oración, aunque
es de orden mayor que estas unidades. Entre quienes suscriben
y su significado discursivo es un conjunto de actos que se rea-
esta concepción, destacarían dos grupos diferentes entre sí: uno lizan por referencia al potencial y que pueden o no coincidir
que considera a Zellig Harris (1952) como el gran precursor con él. Por ejemplo, afirmar que hace calor puede ser una ma-
y otro que toma a Michael Halliday y Ruqaiya Hasan (1976) nera indirecta de pedir que se abra la ventana o una manera
como los grandes iniciadores. irónica de decir que hace frío. Que el significado discursivo
4 Han ido ganando adeptos las ideas de que en un discurso se de un enunciado sea igual o diferente de su significado tex-
responde de diversas maneras, sobre todo por medio de la pro- tual dependerá de factores como la entonación, el ritmo y el
sodia, a su situación y que ésta se define, no sólo por el tiempo volumen, en el caso de la lengua hablada, o la puntuación, la
y el lugar de emisión, sino también por una multiplicidad de tipografía y el diseño de la página, en el de la lengua escrita,
factores sociales y psicológicos, como la relación entre los factores que reciben la denominación técnica de paralingüís-
participantes y la intención de los hablantes. Destacan en esta ticos. Dependerá también de sus entornos: de los enunciados
línea dos corrientes de investigación: la etnometodología y el que lo antecedan, es decir, de su contexto discursivo; del lugar
análisis conversacional. Los fundamentos de estas corrientes se
pueden apreciar en Garfinkel (1967), Sacks y Garfinkel (1970),
y el momento en que se emita, es decir, de su ubicación físi-
Sacks, Schegloff y Jefferson (1974) y Sacks (1995). ca; de quién lo diga o escriba a quién, es decir, de su situación
de enunciación, y de las relaciones que guarden entre sí esos
5 Con base en análisis sustentados en la gramática sistémico
funcional de Michael Halliday (1970), Gunther Kress y Ro-
individuos fuera de la situación y con otros a los que se haga
bert Hodge (1979) observaron que las distintas maneras de referencia, es decir, de su ámbito social.
hablar de un mismo acontecimiento lo representan o mode- La coincidencia o divergencia entre los significados tex-
lan de diferentes maneras, por ejemplo, culpando o soslayando tual y discursivo estará también en función de la óptica o
al agente. A partir de aquí, en buena medida inspirados por punto de vista que se adopte, lo que, a su vez, estará implicado
la noción marxista clásica de la ideología, es decir, como una en los propósitos del discurso. En un artículo de una revista
conciencia social determinada por el ser social, hicieron ver científica que busque explicar las propiedades de ciertas al-
que en el discurso se libran disputas de poder, lo que dio pie a gas de la Huasteca, es poco probable que la palabra célula se
una corriente denominada Análisis Crítico del Discurso, a la use metafóricamente; en cambio, en un artículo periodístico
cual se hará alusión en la última sección de este artículo.

d 220 Discurso
que intente informar sobre un nuevo sistema de generación pero lo que se logra decir al usar esa formulación varía con
de imágenes, es muy improbable que la misma palabra se la situación y con el contexto de uso.
use literalmente. Los significados de la lengua, que son la materia del
En suma, un discurso es una serie de enunciados con texto, existen antes del discurso. El significado discursivo
que se realizan actos epistémicos, normativos y valorativos. se crea ahí, con el discurso. Podríamos permitirnos decir
Esos actos pueden corresponder al potencial textual de los que se produce en el discurso o por el discurso; la licencia
enunciados o apartarse de él, dependiendo de reglas conven- no sería muy abusiva y ayudaría a recalcar que el discurso,
cionales y en función de los propósitos, las perspectivas y los más que un instrumento, es un medio activo.
entornos de enunciación. El significado discursivo puede entenderse como el re-
sultado de una derivación; está formado por conjunciones,
Historia, teoría y crítica implicaciones y negaciones de elementos textuales seleccio-
nados. Grosso modo, en el uso de trapecista por Dylan, ejemplo
Las ideas que sustentan las definiciones expuestas en el apar- mencionado anteriormente, se toma la consecuencia de un
tado anterior provienen de indagaciones en distintos campos salto ágil, llegar pronto de un punto a otro, y se destaca el
de las humanidades y de las ciencias sociales. Muy probable- deseo de trascender las limitaciones que lo impulsan; pero
mente serían aceptadas por la mayoría de los estudiosos del también se deja fuera la naturaleza específica del salto, su ca-
discurso, aunque las ponderarían de maneras diferentes, según rácter físico. Lo que se selecciona y lo que se implica, como
sus orientaciones. La concepción de un discurso como un signo lo que se niega, obedecen a una búsqueda de unidad entre lo
complejo fue prefigurada por Charles Peirce (1894), Jacques que se está diciendo, lo que ya se ha dicho, lo que ya se sabía
Derrida (1967) y Roland Barthes (1957). De acuerdo con los y lo que se espera. Porque sabemos que el músico estadouni-
dos primeros, un signo remite a otro signo; de acuerdo con el dense no es un cirquero, procuramos encontrar un parecido
tercero, hay signos que son significantes. Adoptar esa concep- que venga al caso entre los poetas y los trapecistas. Lo que
ción implica asignar importancia a lo que tienen en común un sucede, entonces, es que lo implícito no se transmite ni se
discurso y muchos otros signos que forman parte de la vida recibe en un sentido estricto, sino que está suscitado por el
social. Nos lleva a subrayar, de entrada, el carácter convencio- autor y fabricado por el destinatario. Lo que rige la comu-
nal de la asociación entre el texto y el mensaje, a ver que es nicación así entendida es lo que Paul Grice (1975 [1968])
arbitraria, en el sentido de Ferdinand de Saussure (1916), o ha denominado “principio de cooperación”: quien participa
intencional, según John Searle (1995), que es atribuida por los en una conversación ha de intentar que su contribución sea
usuarios del discurso. No hay entre el texto y el mensaje ni una verdadera, pertinente, clara y proporcionada; sabe que ésa es
relación causal ni una semejanza que pudieran llevar de uno la consigna y que su interlocutor sabe que los dos lo saben.
al otro a alguien ajeno a las convenciones de atribución. Un Ambos saben también que si el hablante comete una falta
discurso es, por ello, como una seña, que tiene el significado probablemente es por una buena razón, que así será percibido
de saludo porque se lo hemos dado, y no como el humo, que y que, por lo tanto, esa razón deberá indagarse (y procurarse).
significa fuego porque es causado por el fuego. Es como una Si, por ejemplo, cuando se pide una opinión acerca de una
moneda, en la que reconocemos un valor porque el valor le ha tercera persona, la respuesta es demasiado breve, el oyente
sido asignado, y no como un reflejo, en el que vemos un objeto inferirá que la contestación completa es incómoda para el
porque sus puntos corresponden a los de él. hablante y que, por lo tanto, su opinión de la tercera persona
Por supuesto, decir que un discurso es convencional, ar- no es muy buena. En un esfuerzo cooperativo, el oyente con-
bitrario o intencional no quiere decir que sea caprichoso. Sí fecciona la solución que el hablante apenas indica.
implica advertir que un mismo texto podría expresar distintos El principio de cooperación preside, incluso, el engaño y
mensajes en diferentes circunstancias, y que un mismo men- es la base para entender las diferentes formas del ardid. Lo
saje podría ser plasmado en distintos textos; pero también que hace un prevaricador es inducir la creencia de que se han
conlleva afirmar que toda interpretación de un texto puede cumplido las cuatro exigencias de Grice cuando en realidad
ser juzgada como válida o inválida, o dicho de manera más se ha faltado a alguna de ellas, o se ha incumplido alguna
sutil, que entre dos interpretaciones posibles generalmente por una buena razón, aun si ya hay una contribución que las
puede decirse cuál es preferible. De hecho, poner la compleji- satisfaga todas. De una manera u otra, es la propia víctima
dad del signo discursivo en un primer plano conlleva destacar la que genera el error que lleva al timo.
la necesaria existencia de criterios de juicio. El punto clave La comunicación y el discurso son contrapartes; si la
de la distinción entre las nociones de significado textual y una es cooperativa y, en una medida importante, implícita,
significado discursivo es que el primero es universal en el el otro es plural. Con un solo enunciado explícito pueden
sentido y en la medida en que lo es la lengua; mientras que darse a entender varias ideas implícitas. El significado dis-
el segundo es particular, propio de una ocasión. Lo que se cursivo puede tener más de una dimensión, condición que,
formula con una combinación de palabras, en virtud de sus desde otra perspectiva, Michael Halliday (1970) ha califi-
sentidos literales y de sus relaciones gramaticales, es lo mis- cado como cardinal del lenguaje humano, y que no ha sido
mo siempre, sin importar quiénes y cuándo las combinen; debidamente atendida en el ámbito del que proviene nuestro

Discurso 221 d
conocimiento acerca del carácter del significado discursivo: de los esfuerzos de Austin y Searle fue no establecer ade-
la filosofía analítica. Aquí, Bertrand Russell (1905) propuso, cuadamente la primera clasificación, es decir, no determinar
a principios del siglo xx, que decir cuándo es verdadera y cuántos grandes tipos de actos de habla existen, lo que va de
cuándo falsa una oración equivale a decir cuál es su signifi- la mano, pienso, de contestar cuántos actos se pueden realizar
cado. Con ello, intentaba capturar una intuición importante: simultáneamente. No se puede afirmar categóricamente que
quien puede juzgar si lo que se dice es cierto o no es alguien un acusado sea culpable y al mismo tiempo formularlo hipo-
que entiende lo que se dice. Russell sustentaba su tesis, sobre téticamente. Tampoco se puede permitir y a la vez prohibir
todo, en análisis perspicaces sobre algunas funciones de los que esa persona declare en un juzgado, ni menospreciar una
artículos definidos e indefinidos, de ciertas conjunciones y de fotografía testimonial en el momento en que se le confiere
algunos cuantificadores, con lo cual impulsó investigaciones importancia. Sin embargo, sí se puede valorar la fotografía,
en los terrenos de intersección de la filosofía del lenguaje y autorizar la declaración y plantear la hipótesis.
de las filosofías de la lógica y las matemáticas, cuyo precursor Desde otro ángulo y en términos más generales, un enun-
había sido Gottlob Frege.6 De hecho, desde entonces hasta ciado puede emplearse para afirmar o negar un hecho con
hoy, los grandes filósofos interesados en alguno de estos tres diferentes grados de convicción y, al tiempo, calificarlo como
campos han hecho referencia a la tesis de Russell, implícita conveniente o inconveniente. Las cuatro combinaciones son
o explícitamente; unos para apoyarla o apoyarse en ella, otros posibles: afirmación y conveniencia, afirmación e inconve-
para refutarla o cuestionar su pertinencia. niencia, negación y conveniencia, negación e inconveniencia.
De las discusiones sobre la relación entre el significado Las dimensiones del conocimiento, o epistémica, y de la
y la verdad han surgido numerosas aportaciones a la com- calificación, o valorativa, son independientes entre sí. Lo
prensión del discurso. Las principales que aquí se señalarán es también de ambas la dimensión del precepto, la norma-
son dos precisiones sobre los temas de los que habla Russel tiva o deóntica. Se puede hacer patente que una acción está
y sobre su manera de formular los problemas. prohibida y afirmar que ocurre, o tratar una conducta como
En primer lugar, las oraciones no son ni verdaderas ni indeseable y suscribir que es obligada. Si partimos de aquí, de
falsas, lo que planteara con agudeza Peter Strawson (1950); que hay tres grandes clases de actos de habla, los epistémicos,
lo verdadero o falso es aquello que se dice con las oraciones, los deónticos y los valorativos, los problemas de clasificación
puesto que con una misma oración pueden decirse diferentes de Austin y Searle se resuelven.
cosas. Por ejemplo, con la oración “el señor es sabio” puedo La independencia lógica y la posible combinación de actos
decir que Juan es sabio y que Pedro es sabio, y no tienen que que pertenecen a distintas dimensiones refuerzan un punto que
ser ciertas las dos cosas (ni tampoco falsas). tiene la mayor importancia y que muchas veces se olvida: no
En segundo lugar, si juzgamos algo como verdadero o hay una manera única, predeterminada, en que un discurso se
falso, es porque se trata de una afirmación; pero con las ora- relacione con sus entornos y sus ópticas. Desde que se empe-
ciones no sólo se hacen afirmaciones, lo que mostrara con zó a reconocer lo que hoy se conceptualiza como discurso y a
lucidez John Austin (1962), sino que se realizan muchísimos advertir qué hay que tomar en cuenta para analizarlo, se vio
otros tipos de actos (como preguntar, invitar, protestar, bauti- que la manera en que se acopla una cadena de palabras con la
zar, ordenar, adular, proponer, advertir o prometer), a los que situación en que se produce es parte de su interpretación y,
este autor denominó “actos de habla”. Entonces, la verdad muchas veces, tiene consecuencias para su cabal comprensión.
sólo podría dar cuenta de una parte del potencial general de En la antropología, tempranamente, Bronislaw Malinowsky
significado de una oración, no de todo el significado poten- (1923) y, posteriormente, Dell Hymes (1962), encontraron
cial de ella, ni del significado específico que adquiere en un que si una idea se puede expresar de dos formas es porque
momento de uso. cada forma, además de expresarla, indica una relación dife-
El propio Austin y, más tarde, John Searle (1976), discípu- rente; en un caso pudiera ser la que tienen el hablante y el
lo suyo y de Strawson, intentaron desarrollar una taxonomía oyente, en el otro la del hablante y aquello de lo que habla o
rigurosa de los actos de habla. Decía Searle que ése era el la que guarda con su comunidad o, inclusive, con su divini-
problema más importante para quien buscaba comprender dad. En la escuela de pensamiento gramatical denominada
cómo funciona el lenguaje y quizá tenía razón, en cierto “sistémica funcional” —inicialmente motivada por trabajos
modo: para hacer, desde la teoría, afirmaciones que sean de Malinowsky y de su discípulo John Firth—,7 se han de-
contrastables con nuestras observaciones, necesitamos iden- sarrollado tales ideas de manera muy fina, sobre todo por
tificar los actos que se realizan en cualquier momento. Los Roman Jakobson (1960) y Michael Halliday (1970). Ellos
intentos de ambos fueron infructuosos, como lo lamenta han mostrado, por ejemplo, que con una variación mínima
el propio Searle, aunque de ellos se derivaron aportaciones en la selección o el orden de las palabras no sólo se desta-
muy valiosas, cuya relación queda fuera del alcance de este ca o minimiza una de las relaciones, sino que alguno de los
artículo. Considero que la causa principal de la frustración elementos de la relación se subraya o se deja fuera. En ello
residen las diferencias entre (3), (4) y (5):
6 Ver, por ejemplo, Frege, 1962: una compilación breve que pre-
senta varias de sus ideas principales. 7 Ver Firth y Palmer, 1968.

d 222 Discurso
regalos entenderá como una muestra especial de afecto que
(3) Quiero invitarla a una reunión en mi casa. alguien le dé un obsequio debido, precisamente, a que no la
(4) La invito a una reunión en mi casa. esperaba. Por otro lado, alguien cuyo entorno tiene como una
(5) Se extiende a usted una invitación a una reunión práctica común el dar regalos podría interpretar uno como
en mi casa. un mero gesto de cortesía porque anticipaba el obsequio.
Los esquemas del segundo tipo generalizan y anticipan las
Con (3) se enfatiza al emisor; con (4), al destinatario; con estructuras y las secuencias que usamos para referir, relatar y
(5), la relación entre ellos queda en un segundo plano, y lo modelar los hechos. Hay modos usuales y excepcionales de
que más importa entonces es el acto de invitación. hablar acerca de los regalos.
Desde otra perspectiva, también antropológica, Gregory Por todo lo anterior, existen correlaciones, entre los en-
Bateson (1972) observó que toda unidad de comunicación tornos y las formas de los discursos, y a veces son muy altas.
conlleva un mensaje acerca de sí misma (una especie de me- Resumir los intentos por explicarlas requeriría un texto
ta-comunicación que trata sobre su propio carácter), y que, medianamente extenso y, por lo tanto, queda fuera de los ho-
por lo tanto, comprender una comunicación implica en- rizontes de este artículo. Cabe advertir, al menos, que una de
marcarla apropiadamente. Por ejemplo, quien entiende una las ideas más difundidas al respecto es que el entorno deter-
amenaza debe determinar si es real o es parte de un juego. Si mina el discurso, pero plantear esto es contradecir el espíritu
se equivoca, su respuesta será inapropiada (y tal vez riesgosa). de las observaciones y las reflexiones que originalmente con-
En la sociología, Erving Goffman desarrolló y combinó ideas dujeron a notar las correlaciones. Un discurso es emplazado
afines a las de Bateson y Hymes, quien probablemente fue en relación con sus entornos por el autor o la autora, quien
influenciado, en parte directa y en parte indirectamente por tiene la opción de hacerlo de diversas maneras, algunas de
ellos, y quien seguramente los influyó a ambos. Lo mismo las cuales ratificarían nuestros supuestos acerca de los entor-
ocurrió con John Gumperz, quien fue coautor con Hymes nos y otros las cuestionarían. De manera más elaborada, los
de algunos trabajos importantes. constituyentes de un discurso prototípico se configuran en
Goffman explicó la comunicación con base en una me- un orden doble:10 por una parte, se articulan entre sí; por otra,
táfora teatral (1974; 1959): cuando hablamos, creamos se relacionan con sus entornos, de manera que quien produce
escenarios, nos ubicamos en ellos y representamos papeles; una unidad de discurso ha de tomar en cuenta tanto normas
también nos ponemos vestuarios y asumimos expresiones de articulación como normas de relación.
faciales que correspondan con la representación, para hacerla
más creíble. Para comprender lo que se dice, hay que verlo Líneas de investigación y debate
como la adaptación de un libreto. contemporáneo
Gumperz propuso que la interacción comunicativa de-
pende de inferencias que hacen los participantes con base en En las últimas cuatro décadas, se han analizado los discur-
supuestos que dependen de su cultura y del orden en que se sos propios de diversos ámbitos, como la ciencia, la política,
encuentran y que, por lo tanto, la unidad de investigación no la literatura, los medios de comunicación y el aula de clases.
es el individuo, sino la comunidad de hablantes.8 Asimismo, Especial atención ha recibido el empleo de recursos discur-
estableció que, para realizar esas inferencias, se requieren sivos de formas que entrañan la promoción o la aceptación
claves de contextualización, las cuales pueden ser explotadas de condiciones de desigualdad, sobre todo en materia de
conscientemente por los usuarios. Entre ellas se encuentran género, raza y clase social, principalmente de investigadores
las diferencias dialectales y sociolectales, que comunican in- que suscriben el denominado “análisis crítico del discurso”,11
formación muy difícil de expresar de otra manera. como, por ejemplo, Teun van Dijk (1993).
A partir de las investigaciones de Bateson, Hymes, Es de esperarse que en los próximos años se procure reu-
Gumperz y Goffman, se han constituido áreas de estudio es- nir los resultados de dichos análisis y las aportaciones de las
pecializadas en la conversación y en la interacción.9 Sobre las investigaciones lingüísticas, filosóficas, antropológicas y so-
mismas bases, académicos de disciplinas como la psicología, la ciológicas, a las que se ha aludido en la sección anterior, en un
neurología y la inteligencia artificial, junto con estudiosos de- cuerpo coherente de conocimientos, es decir, en una ciencia
dicados específicamente a la investigación en torno al discurso, propiamente. Tal esfuerzo debería estar acompañado de una
han establecido que toda producción y toda comprensión de revisión de los fundamentos del campo, empezando por los
algún enunciado invocan conocimientos esquemáticos propios conceptos definitorios del término discurso mencionados en
de la comunidad del hablante. Estos conocimientos se clasi- la primera sección (unidad lingüística, interacción circunstan-
fican en dos tipos. Los primeros resumen acontecimientos,
generan expectativas y encuadran percepciones. Por ejem-
plo, una persona en cuyo entorno cercano no se suelen dar
10 Ver Foucault, 1970.
11 El iniciador de esta importante corriente fue Norman Fair-
8 Ver, por ejemplo, Gumperz, 1982. clough (1989) y, como ya se indicó en la nota 5, los principales
9 Ver, por ejemplo, Saks, 1995 o Garfinkel, 1967. precursores de ella fueron Kress y Hodge (1979).

Discurso 223 d
cialmente determinada, construcción ideológica, etcétera), para La escuela de la teoría de la recepción, cuyos principales
buscar un consenso similar al que ya tiene su denotación.12 proponentes han sido Hans Robert Jauss, Wolfgang Iser y
Aunque los esfuerzos por articular diversas corrientes de Harald Heinrich,14 trata las relaciones entre el texto, el lector
pensamiento han sido menores de lo que sería conveniente y la interpretación. Plantea que esta última depende de un
para el campo en su conjunto, es poco probable que la si- horizonte de expectativas que se encuentra en el texto como
tuación se sostenga, porque ya se han iniciado debates que tal, y un horizonte de experiencias que está en el lector. A
ponen en evidencia tanto las carencias, como las posibilidades partir de ahí, por medio de juegos de palabras propios de
de superarlas. Por ejemplo, hay autores que suscribirían los escritores de mente analítica, con la palabra alemana Spiel y
objetivos del citado análisis crítico, pero no concuerdan con la palabra inglesa play, proponen que la lectura es como la
muchas de sus concepciones, porque han mostrado que aquél escenificación de un libreto. Aquí, el lector es, a la vez, es-
frecuentemente tiene poco rigor;13 por ejemplo, señalan que pectador y actor; pero también personaje que va sufriendo
en ocasiones los practicantes de esta corriente atribuyen al los cambios de la historia y, más aún, es la materia en la que
léxico propiedades que son de la sintaxis, y viceversa; asimis- la obra va adquiriendo su textura. El lector ejecuta la trama
mo, asumen como generales interpretaciones que la mayoría como si ésta fuera una partitura; tiene un papel activo en el
de los usuarios no necesariamente haría. Tales críticas servi- proceso. Al mismo tiempo, es el instrumento y la materia
rán para elevar las exigencias metodológicas y propiciar que sonora en los que la trama está ejecutada; entonces el texto
los partidarios del análisis crítico del discurso adopten los no deja de ser un agente. Así, como si ensayara, quien lee se
criterios técnicos que hayan probado quienes tienen reparos pone a prueba en papeles que sería muy riesgoso asumir en
respecto de su enfoque. la vida real; pero también, en ocasiones, tiene experiencias
Cabe pensar que, en la integración que resulte de la tanto o más intensas que las de la vida. Por eso la literatura
confrontación y la cooperación que hemos reseñado, pro- nos cambia, nos forma.
bablemente tendrán especial relevancia los planteamientos La teoría de la argumentación surge como un diálogo
que se han hecho en cuatro escuelas que han buscado no sólo contemporáneo entre las disciplinas que integraban el trivium
analizar el uso o el abuso de los recursos discursivos, sino medieval. Esta escuela es, quizá, la más heterogénea de las
también explicar los fenómenos discursivos. La vocación de cuatro, pero todos sus integrantes se preguntan por qué los
estas escuelas se refleja en que, para designarlas, se utilizan usuarios del discurso se apegan o se apartan de los precep-
frases que contienen el sustantivo teoría, la preposición de, el tos de la lógica y buscan explicarlo con base en derivaciones
artículo la y alguna otra palabra que especifica: enunciación, de la gramática y de la retórica. Los principales son Stephen
recepción, argumentación, pertinencia. Toulmin (1958), Chaïm Perelman y Lucie Olbrechts-Tyte-
La primera de esas escuelas, la de la teoría de la enun- ca (1958), Jean-Blaise Grize (1990), Osvald Ducrot (1980)
ciación, cuyo primer y más lúcido exponente ha sido Emile y Frans H. van Eemerem y Rob Grootendorst (2004). En
Benveniste (1966), se ha concentrado en la ubicación, en el algunas ocasiones, ellos o sus seguidores promueven formas
tiempo y el espacio, de aquello de lo que trata el discurso. Él de disputa argumentativa regidas por una ética de responsa-
y sus seguidores plantean que es posible referirse a hechos bilidades y en otras ven el problema en términos puramente
presentes, pasados o futuros, e indicar que ocurren cerca o estratégicos, pero siempre consideran que el polemista exi-
lejos de los usuarios, porque el propio discurso los relacio- toso es quien consigue que otros hagan suyas las ideas que
na con el momento y el lugar de su enunciación, ya que el defiende. Entonces, una buena estrategia en la argumentación
enunciador apunta hacia ellos mediante marcas discursivas. es la que tiene por objetivo que los destinatarios acompañen
En consecuencia, diríamos que elaborar o subvertir estas he- al autor en la derivación de conclusiones, y una mejor aún,
rramientas con las cuales hacemos referencia a los objetos de la que, sin haberlas enunciado explícitamente, deja que ellos
los que hablamos es apuntalar o socavar la situación de habla las obtengan. Pueden adoptarse tales estrategias porque las
y de nosotros como hablantes. Referir implica reconocer o estructuras del discurso son claves de lectura y porque en cada
cuestionar la ubicación de quien refiere y, por extensión, tanto palabra hay, de entrada, orientaciones valorativas. Cuando
su papel como sus relaciones con los otros, lo que, a su vez, encontramos la conjunción porque, sabemos que sigue una
entraña aceptar o redefinir los papeles y las relaciones de los causa o una razón; cuando vemos el adverbio tan, buscamos
demás. En otras palabras, un discurso actúa no sólo sobre su un punto de comparación y, si no está en la página, lo pro-
objeto, sino también sobre su propio emplazamiento. Es esto porcionamos; cuando aparece el adjetivo negro, sabemos que
lo que hace la literatura cuando crea realidades virtuales y la se habla de algo incierto y peligroso o de algo elegante y co-
conversación cotidiana cuando recrea sus entornos. diciado, y escogemos una de las dos calificaciones según el
contexto. Por la manera en que se combinan las conjunciones,
los adverbios, los adjetivos y las demás palabras, todo enuncia-
12 Entre otros que también han señalado lo valioso que sería
contar con ese consenso, destacaría a Widdowson (2004) y a 14 Una selección atinada de textos de estos y otros autores que se
Charaudeau y Maingenau (2002). reconocen en la misma teoría se encuentra en Rall, 1987. Ade-
13 Ver, por ejemplo, Widdowson, 2004. más de esta antología, recomendaríamos también Iser, 1989.

d 224 Discurso
do apunta hacia una conclusión, o sea, tiene una orientación, nes heterogéneas sobre los efectos mutuos entre el discurso
como dirían quienes se adscriben a la escuela. Además, quien y sus marcos de referencia y entre el discurso y sus entornos;
argumenta se imagina los posibles contraargumentos y trata por último, proponer principios generales que den cuenta de
de rebatirlos.15 El lector o el auditor reconocen este diálogo cuándo y cómo divergen los significados discursivos de los
anticipado y lo recrean. Pero, al tomar partido, juzgan tam- textuales en función de tales efectos.
bién si el emisor es o no válido y, aún, si es apropiado o no
que haya una argumentación. En coincidencia parcial con Bibliografía
algunas de las ideas de las otras escuelas y con algunos de los
planteamientos básicos tratados en las secciones anteriores, el Austin, John L. (1962), How To Do Things with Words, Oxford:
estudio empírico de la refutación y la contrarrefutación nos Oxford University Press. [Traducción al español: (1991),
enseña que presentar un argumento, además de acercarnos o Cómo hacer cosas con palabras, Genaro R. Carrió y Eduardo
alejarnos de su contenido, nos convence de aceptar o rechazar A. Rabossi (trads.), Barcelona: Paidós].
Barthes, Roland (1957), Mythologies, Paris: Éditions du Seuil. [Tra-
las condiciones en que se produce la argumentación. ducción al español: (1980), Mitologías, Héctor Schmucler
La teoría de la pertinencia, o relevancia, surge de una (trad.), México: Siglo xxi].
actitud de reconocimiento a la visión de Grice y tiene el Bateson, Gregory (1972), Steps to an Ecology of Mind, San Fran-
propósito de superar su principio de cooperación, aunque al- cisco: Chandler.
gunos de sus críticos dirían que es contraria al espíritu de las Benveniste, Émile (1966), Problemes de linguistique gènèrale, Paris:
ideas de ese filósofo. Sus proponentes iniciales, Dan Sperber Gallimard. [Traducción al español: (1982), Problemas de lin-
y Deidre Wilson (1995 [1986]), buscan una explicación de güística general, 10a. ed., México: Siglo xxi].
los implícitos más austera, más precisa y más exhaustiva que Castaños, Fernando (2011), “Repensar los fundamentos”, confe-
la de Grice. Ellos plantean que, estrictamente, sólo se requie- rencia plenaria en el IX Congreso Latinoamericano de Estudios
del Discurso, Asociación Latinoamericana de Estudios del
re uno de los criterios que él planteara, el de la pertinencia, Discurso y Universidad Federal de Minas Gerais, Belo Ho-
porque la satisfacción de los otros es derivable del cumpli- rionte, Brasil, 1 a 4 de noviembre de 2011.
miento de éste. Definen la pertinencia como una relación Castaños, Fernando, María Eugenia Gómez y Lourdes Berrue-
óptima entre consecuencias lógicas y esfuerzo cognoscitivo: cos (2000), “Batallas de identidades: la lógica discursiva de
cuantas más consecuencias tenga una interpretación y menos la guerra zapatista en Chiapas, México”, en Lengua, discur-
esfuerzo requiera producirla, más pertinente será. Sperber, so, texto [I Simposio Internacional de Análisis del Discurso,
Wilson y sus seguidores han estudiado los significados de coordinado por José de Jesús Bustos Tovar, Patrick Charau-
distintas figuras retóricas, como la metáfora y la ironía, y deau, José Luis Girón Alconchel, Silvia Iglesia Recuero y
las ideas comunicadas sin ser dichas en diversos tipos de Covadonga López Alonso], Madrid: Universidad Complu-
tense de Madrid, Visor Libros.
discursos, como el humorístico y el publicitario. Ellos han Charaudeau, Patrick y Dominique Maingenau (2002), Dic-
ofrecido elucidaciones que se basan, todas, en la aplicación tionnaire d’analyse du discours, Paris: Seuil. [Traducción al
de la máxima de relevancia o pertinencia. De acuerdo con español: (2005), Diccionario de análisis del discurso, Buenos
éstas, tanto los significados figurativos como las ideas no di- Aires: Amorrortu].
chas son derivados y seleccionados por los destinatarios. De dem: Diccionario del Español de México (2010), “Mesa”, México: El
entre dos interpretaciones posibles, siempre escogeremos la Colegio de México. Disponible en: <http://dem.colmex.mx>.
más pertinente para un contexto dado, ya sea la que tenga Derrida, Jacques (1967), De la grammatologie, Paris: Les Éditions
mayores consecuencias, si se necesita el mismo esfuerzo para de Minuit. [Traducción al español: (1998), De la gramatolo-
producirlas, o la de más fácil acceso, si tienen las mismas gía, O. Del Barco y C. Ceretti (trads.), México: Siglo xxi].
Ducrot, Oswald (1980), Les echelles argumentatives, Paris: Les Édi-
consecuencias. Por ejemplo, se entenderá “es un niño” como tions de Minuit.
‘es irresponsable’, y no como ‘es espontáneo’, cuando se ha- Fairclough, Norman (1989), Language and Power, London: Long-
bla de confiarle una tarea a cierto adulto, porque ello tiene man.
consecuencias en su contexto, mientras que la otra lectura es Firth, J. R. y F. R. Palmer, eds. (1968), Selected Papers of J.R. Firth,
intrascendente; se entenderá como ‘es espontáneo’ cuando se Bloomington: Indiana University Press.
pregunta por la sinceridad de la persona, y no como ‘es in- Foucault, Michel (1970), L’ordre du discours, Paris: College de
constante’, porque lo primero se obtiene más directamente France. [Traducción al español: (1982), El orden del discurso.
y lo segundo resulta rebuscado. Lección inaugural, México: Ediciones populares].
Con base en lo expuesto en la secciones anteriores y en Frege, Gottlob (1962), Funktion, Begriff, Bedeutung, Göttingen:
Vandenhoeck y Ruprecht. [Traducción al español: (1971),
ésta, puede decirse que una agenda probable de investigación Estudios sobre semántica, Ulises Moulines (trad.), Barcelo-
del campo de los estudios del discurso incluiría las siguien- na: Ariel].
tes tareas: elaborar la definición de un discurso como un Garfinkel, Harold (1967), Studies in Ethnomethodology, Englewood
signo; revisar las formas de explicación de los fenómenos Cliffs, New Jersey: Prentice-Hall.
discursivos; articular en un cuerpo coherente las aportacio- Goffman, Erving (1959), The Presentation of Self in Everyday Life,
Edinburgh: University of Edinburgh Social Sciences Re-

15 Ver, por ejemplo, Quiróz, Apothéloz y Brandt, 1992.

Discurso 225 d
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tury-Crofts, pp. 338-366. en lo puntual del lugar, sin criticar las causas y los contextos
globales. Por otro lado, el ambientalismo se relaciona con la lu-

e 226 Ecología política


Ee
La multidisciplinariedad de la ecología política ha con- tales como la ecología profunda de Arne Næss,2 el ecosocia-
figurado un terreno abierto y común de conocimiento que lismo de James O’Connor,3 o el ecoanarquismo de Murray
contrasta con la parcialización y compartimentación episte- Bookchin.4 Así como por parte de los movimientos sociales
mológica de la cual ha sido objeto la ciencia moderna. Hay contra la energía nuclear, la guerra, la sociedad de consumo
un interés por diluir las fronteras entre el saber popular y el en Estados Unidos y países de Europa.
conocimiento especializado y consagrado como científico Si bien no hay un momento fundacional de la ecología
bajo ciertos cánones de la academia. política, u obras que constituyan “clásicos de ruptura” —tal
El carácter político que se ha dotado a la ecología política y como lo plantea Alimonda (2006)—, se reconoce que las
está relacionado con la especificidad de los humanos frente a primeras referencias a esta noción se remiten a 1957 y a Ber-
otras especies, en tanto que, como menciona Martínez Alier, trand de Jouvenel, pionero de lo que después se conocería
los seres humanos no cuentan con ningún registro biológico como economía ecológica5 y miembro del Club de Roma,
que regule o limite las posibilidades de consumo de energía instancia creada, a finales de la década de los años sesenta,
y recursos naturales, por lo que es excesiva la cantidad exter- por una centena de científicos preocupados por estudiar las
na de materia y energía que genera a su paso (Martínez, en transformaciones que la intervención humana generaba en
Alimonda, 2007: 14). Más bien, los modos de vinculación el planeta.
con la naturaleza están constituidos, social e históricamen-
te, como parte de las formas colectivas de socialidad que los
hombres y mujeres han gestado para la producción y repro-
ducción de la vida. Es así como la politicidad del vínculo
2 Esta propuesta considera a la humanidad parte de su entorno,
sociedad-naturaleza está constituida por dispositivos de po- rechazando la imagen del hombre-en-el-medio ambiente, en
der y de dominación, que adquieren formas específicas en favor de la imagen relacional, de campo-total. Considera a los
función del modo de producción en marcha. Sin embargo, organismos como nudos en la red biosférica o campo de rela-
es con el desarrollo del capitalismo que dicha relación pre- ciones intrínsecas. Aboga por los principios de diversidad y de
senta novedades y que, por primera vez, gracias a la lógica simbiosis, en tanto la supervivencia del más apto, debería ser
instrumental de acumulación, se ponen en riesgo los propios interpretada como la capacidad para coexistir y cooperar en
fundamentos de la vida, incluida la reproducción de la especie interrelaciones complejas, más que el sentido de la capacidad
humana y de la naturaleza. para matar, explotar y suprimir. Promueve economías complejas
En ese sentido, una de las preocupaciones ético-políticas que integran una variedad de medios de vida (Næss, 2007).
más importantes de la ecología política es vislumbrar los 3 Esta propuesta es un intento de ofrecer una alternativa ci-
dispositivos de poder y las contradicciones de la relación so- vilizatoria radical, fundada en los argumentos básicos del
ciedad-naturaleza en el marco del sistema capitalista, con el movimiento ecológico y en la crítica marxista de la economía
política. Opone al progreso destructivo capitalista una política
fin de encontrar modos de superación de la crisis ambiental económica basada en criterios no monetarios y extraeconómi-
contemporánea y coadyuvar en la construcción de alternati- cos: las necesidades sociales y el equilibrio ecológico. Entre los
vas al orden existente. promotores de este planteamiento, destaca James O’Connor,
quien plantea que el objetivo del socialismo ecológico es una
Historia, teoría y crítica nueva sociedad basada en la racionalidad ecológica, en el con-
trol democrático, en la equidad social y en el predominio del
La ecología política surge como consecuencia de la creciente valor de uso sobre el valor de cambio (Lowy, 2009).
preocupación por los efectos depredadores y contaminantes 4 Las aportaciones de Murray Bookchin han sido fundamen-
que el modelo de desarrollo y producción industrial capi- tales para desarrollar el vínculo entre anarquismo y ecología
talista ha venido generando en los últimos dos siglos. Sus social, lo que se basa en la convicción de que los problemas
orígenes se pueden ubicar en las décadas de los años sesenta ecológicos actuales tienen su origen en profundos problema
y setenta a partir de las voces que, desde la academia y los sociales y que, por lo tanto, la crisis ecológica es inseparable
de la crisis social. En ese sentido, son las relaciones sociales de
movimientos sociales de Europa y Estados Unidos, comien- dominación las que conducen al dominio de la naturaleza en
zan a articularse como parte de esta crítica. todas sus formas (López, 2009).
Desde entonces, el paradigma de la ecología se ha ido
5 Los aportes de B. Jouvenel están vinculados a una crítica a
posicionando como campo de comprensión de la realidad la ciencia económica y, en específico, a la economía neoclá-
existente a través de corrientes de acción y pensamiento sica-keynesiana ambiental. Su gran inconveniente es hacer
creer que el flujo de bienes ofrecidos para la satisfacción de
cha por un mejor ambiente y una mejor calidad de vida para las necesidades humanas depende sólo del esfuerzo huma-
los seres humanos desde un punto de vista exclusivamente an- no, en una perfecta independencia respecto al medio natural.
tropocéntrico. Finalmente, el ecologismo aborda las relaciones Así, la economía ecológica es una corriente del pensamiento
humanidad-naturaleza, denunciando el carácter destructivo económico que se estructura a partir de un carácter transdisci-
de la civilización productivista engendrada por el capitalismo plinario, derivado de la necesidad de estudiar la relación entre
moderno y esbozando un proyecto civilizatorio alternativo los ecosistemas naturales y el sistema económico (Foladori,
(Riechmann, 1994: 115-116). 2005: 189).

Ecología política 227 e


El Club de Roma publicó, en 1972, el informe Los límites Otro frente de amplia producción intelectual se da en
del crecimiento,6 el cual tendría profundas repercusiones por Francia y es encabezado por Jean-Pierre Dupuy,9 por el
el llamado de alerta que hace a los gobiernos, empresas y al biólogo Jean Pierre Deléage10 —editor de la revista Ecologie
conjunto de la sociedad, sobre la contradicción de un creci- Politique—, por André Gorz,11 y por el economista, geógra-
miento ilimitado y sin restricciones frente a los recursos de fo y diputado europeo, Alain Lipietz.12 Estos dos últimos
un planeta finito. La presentación de este informe y la con- —vinculados al marxismo— coincidían en que la ecología
formación de este grupo se ubican como antecedentes de la política contiene en sí misma la crítica al capitalismo, de-
ecología política. bido a que la devastación de la naturaleza y las condiciones
Lo cierto es que no fue sino hasta la década de los años naturales de la vida humana son consecuencia del modo de
setenta que, a partir del interés de la geografía y la antropo- producción actual y su lógica de acumulación.
logía por estudiar conflictos locales en relación con el medio Otro de los grandes referentes del campo de la ecología
ambiente, se comenzó a profundizar mucho más en el ca- política que, desde 1980, ha producido notables investiga-
rácter político de la ecología como clave de comprensión. ciones es Joan Martínez Alier y la revista Ecología política,
De hecho, la antropología ha sido una de las tradiciones que publicada en Barcelona y que él mismo ha dirigido desde
mayor interés y preocupación ha mantenido en las relaciones 1991. A él se le reconoce la introducción de la noción de eco-
de las sociedades humanas con la naturaleza. Al respecto, los logía política a la lengua castellana, lo que abonó al desarrollo
desarrollos sobre Mesoamérica de Eric Wolf —expresados
concretamente en su breve artículo de 1972, “Ownership
and Political Ecology”— fueron pioneros en la reflexión “combina las inquietudes de la ecología (antropología ecoló-
sobre la forma en la que la organización social y política de gica), y una economía política ampliamente definida. Juntos
las comunidades campesinas fue respondiendo a las trans- abarcan la dialéctica constante del cambio entre la sociedad y
formaciones ambientales. los recursos naturales, y también entre las clases y los grupos
Específicamente en la antropología anglosajona ha ha- dentro de la sociedad misma” (1987: 17). Y ambos definen
bido una vinculación con la ecología humana y la geografía su teoría como ecología política regional, uniendo los intereses
humana, que abonó el camino para la conformación explí- convencionales de la ecología con una “economía política en-
tendida en sentido amplio” y concebida esta última como un
cita de la ecología política como campo de estudio.7 Como interés, muy peculiar de latinoamericanistas, por los efectos
parte de estos esfuerzos, en la década de los años ochenta, se “sobre la gente así como sobres sus actividades productivas,
produce una serie de investigaciones por parte de los geógra- de los cambios en curso en la sociedad en plano local y en el
fos Piers Blaikie y H.C. Brookfield, interesados en pensar las mundial” (27).
relaciones conflictivas entre estructuras sociales y el uso del 9 Crítico feroz de la racionalidad capitalista en la que se identi-
medio ambiente desde una aproximación a nivel regional de fican todas las catástrofes posibles para, a continuación, diseñar
la ecología política.8 estrategias que nos ayuden a enfrentarlas. Según Depuy la úni-
ca actitud razonable, más que planificarlas, debiera ser evitarlas,
6 El Club de Roma es una asociación privada fundada en 1968 pues nada nos garantiza que las podamos solventar, salvo que
y conformada por 35 personalidades, desde empresarios, cien- sigamos confiando en que nada se le puede resistir al progreso
tíficos, hasta políticos. Actualmente cuenta con 100 miembros científico (Vercueil y Labrousse, 2013).
de 38 países diferentes. En 1970, un grupo de investigadores 10 Dentro de sus aportes se encuentra la crítica hacia el materialis-
pertenecientes al Club, provenientes del Massachusetts Insti- mo energético. Así mismo propone una serie de objetivos para
tute of Technology realizaron un estudio sobre las tendencias hacer frente a la idea de un crecimiento económico sin dañar
y los problemas económicos que amenazan a la sociedad glo- el patrimonio natural. Además de realizar una crítica radical
bal. Los resultados fueron publicados en marzo de 1972 bajo al productivismo “es decir, de estructuras sociales arcaicas que
el título de Los límites del crecimiento. En él se estudiaban las conducen irrevocablemente a la humanidad a un callejón sin
causas y consecuencias a largo plazo del crecimiento de cinco salida social y ecológico” (Deléage, 1993: 68).
variables fundamentales: población, capital industrial, pro- 11 André Gorz sitúa claramente a la ecología en el campo del
ducción de alimentos, consumo de recursos y contaminación anticapitalismo, en la continuidad del marxismo, de las luchas
(Meadows et al., 1972). obreras y de la tradición revolucionaria. Se halla muy lejos del
7 Son Robert Park y Ernest Burgess, miembros de la Escuela de ambientalismo que pretende corregir los efectos más evidentes
Chicago, quienes acuñan el término ecología humana en 1920, del sistema y remontar a las causas sistemáticas tanto como a
para pensar una división de la ecología en tres dimensiones: nuestras motivaciones más profundas, a lo que hace que una
animal, vegetal y humana. Más adelante y de acuerdo con vida valga la pena de ser vivida (Baird, 2008).
Gilberto Cely Galindo la ecología humana tiene tres com- 12 Partiendo de la ecología política, su trabajo como investiga-
ponentes: 1) la reconciliación del hombre consigo mismo; 2) dor y militante le han permitido hacer importantes críticas
la convivencia armónica con los demás seres humanos; 3) el al capitalismo, principalmente al progreso técnico concebido
equilibrio sustentable con la naturaleza biótica y abiótica (Cely, como motor autónomo de la historia; lo mismo que el Estado,
1998). el mercado y el partido, formas que tendencialmente se van
8 Las aportaciones de Blaikie y Brookfiel se orientan más al autonomizando y se vuelven contra los que creen utilizarlas
campo de la ecología política, la cual definen como aquélla que (Lipietz, 2009).

e 228 Ecología política


del campo de la ecología latinoamericana y al estudio de los Joan Martínez Alier, entre otros, quienes han criticado que
diversos movimientos de ecologismo popular. la economía política tradicional explique los conflictos de
En suma, la noción de ecología política se ha ido irradian- distribución económica como externalidades, fallas del mer-
do por diferentes espacios de la academia y de la militancia cado o del gobierno.
política y social, buscando articulaciones y campos comunes La economía ecológica, por su parte, concibe la cons-
entre diversas disciplinas, a raíz del cuestionamiento de la titución del metabolismo de la sociedad como un sistema
racionalidad dominante y del conocimiento científico, que abierto que funciona a partir de crecientes flujos de energía
no ha sido del todo capaz de responder y plantear salidas a y de materiales, así como de la salida de residuos, en los sis-
la profundización de la crisis ambiental. temas económicos.
Bajo esta perspectiva, los efectos de la extracción de
Líneas de investigación y debate recursos y producción de residuos afectan considerable y pre-
contemporáneo ponderantemente a especies no humanas y a las poblaciones
más pobres del planeta.
En la academia ha habido múltiples esfuerzos por fundar y Para la comprensión de estos fenómenos, Martínez Alier
conformar nuevos esquemas de comprensión sobre la cues- (2001) ha propuesto la noción de conflictos ecológicos distri-
tión ambiental; para ello, la retroalimentación, interacción y butivos, producidos por los patrones sociales, espaciales y
diálogo entre diversas disciplinas ha sido fundamental. Más temporales de acceso a los beneficios que generan los recursos
que una sola agenda de investigación de la ecología política, naturales. La distribución ecológica justamente da cuenta de
hay múltiples itinerarios y recorridos que van entretejiéndose la carga asimétrica y desigual del uso humano de los recursos
en función de las preocupaciones y desafíos actuales. y servicios ambientales, así como de sus efectos depredadores,
El campo de la antropología ecológica y la geografía son contaminantes y de desecho.
dos de los más reconocidos. El primero sigue aportando La relación de la ecología política con la economía ha
estudios sobre las adaptaciones locales de ciertas poblacio- servido para comprender los procesos de significación y apro-
nes a ecosistemas específicos y a las transformaciones de los piación de la naturaleza y su antagonismo con la lógica de la
mismos. La geografía ambiental ha generado importantes valorización del capital. De aquí la importancia de entender
investigaciones desde una dimensión geográfica o desde la los movimientos socio-ambientales como luchas de poder por
territorialización del ambiente, en las que el componente la distribución de bienes materiales, pero, sobre todo, como
político de las relaciones de la sociedad con la naturaleza es luchas de valores y de significaciones que conforman en con-
un signo distintivo. junto racionalidades no mercantiles.
Recientemente ha habido una recuperación del pen- A este respecto, Martínez Alier habla de tres corrientes
samiento marxista como modo de comprensión de lo del ecologismo (2005):
ambiental; fundamentalmente para articular visiones to-
talizadoras de la realidad, a contracorriente de las miradas • el culto a lo silvestre, en el que se busca conservar,
especializadas de la ciencia moderna. La ecología política ha preservar y proteger a la naturaleza, como sucede
revisado críticamente los fundamentos del marxismo, po- con las reservas naturales;
niendo en duda nociones como el desarrollo de las fuerzas • el evangelio de la ecoeficiencia, en el que el criterio
productivas o la visión teleológica de progreso; pero también económico es central y en el que, a través del desa-
ha recuperado nociones de esta misma tradición para pensar rrollo sustentable y la modernización ecológica, se
la relación sociedad-naturaleza, como es el caso de la fértil busca manejar los recursos naturales. En esta co-
categoría del metabolismo social. rriente el papel de la tecnología es importante para
Como parte del espectro marxista, la relación entre ecolo- remediar la degradación causada por la industriali-
gía política e historia ambiental ha sido crucial para pensar las zación y la intervención humana;
interacciones entre sociedades humanas y el medio natural a • el movimiento por la justicia ambiental y el ecologis-
lo largo del tiempo, y las consecuencias que se derivan de estas mo popular, que emergen al calor de conflictos am-
relaciones para ambos, incluyendo las interacciones naturales bientales originados por el crecimiento económico.
mediadas por los humanos y las humanas mediadas por la Estas últimas no necesariamente se identifican con
naturaleza. Desde la perspectiva marxista —como la de James el lenguaje ambiental, pero su lucha es por la sobre-
O’Connor—, se observa la intervención social como el im- vivencia y defensa de la vida.
pacto material humano, y el trabajo como la mediación entre
la cultura y la naturaleza. De modo que la historia ambien- De estas tres corrientes, la del ecologismo popular es con-
tal puede ser vista como la historia del trabajo del hombre. siderada parte de las preocupaciones centrales de la ecología
Otra prolífica línea de trabajo de la ecología política más política, ya que es notoria la irrupción de conflictos y luchas
reciente en la tradición materialista es la de la economía socio-ambientales en América Latina y otros países del tercer
ecológica desarrollada por varios autores como Nicholas
Georgescu-Roegen, Víctor Toledo, José Manuel Naredo,

Ecología política 229 e


mundo, como es el caso de los movimientos contra las presas _____ (2007), “Curso de ecología y socialismo en el siglo xxi”, Quito:
y la minería en la India.13 Instituto de Estudios Ecologistas del Tercer Mundo, Univer-
América Latina se ha vuelto un campo fructífero para sidad Andina Simón Bolívar.
el desarrollo de una ecología política propia que ayude a Baird, Eduardo (2008, 16 de julio), “La ecología política, una ética de
la liberación” [web blog post], Ecologie-politique, ère de l’infor-
la comprensión de los conflictos que se enfrentan en este mation et développement humain. Disponible en: <http://jeanzin.
continente en relación con la historia de conquista y la co- fr/2008/07/16/gorz-un-pionero-de-la-ecologia-politica/>.
lonización por parte de los países del centro. A este respecto, Blaikie, Piers y H. Brookfield (1987), Land Degradation and Society,
intelectuales como Arturo Escobar o Héctor Alimonda han London: Methuen.
buscado construir un pensamiento “de frontera” que cuestio- Cely Galindo, Gilberto, ed. (1998), Ecología-humana: una propuesta
ne la Modernidad occidental y, en específico, noratlántica, y bioética, Bogotá: Centro Editorial Javeriano.
explore caminos y alternativas. Bajo esta perspectiva, la colo- Deléage, Jean Paul (1993), “La ecología: del universo infinito a un
nialidad aparece como el lado oculto de la Modernidad, que mundo cerrado”, Viento Sur, núm. 7, enero-febrero, pp. 63-68.
ha afectado a la naturaleza latinoamericana, sometiéndola, ejolt: Environmental Justice Organisations, Liabilities and Trade, En-
vironmental Justice Atlas. Disponible en: <https://ejatlas.org>.
explotándola, arrasándola y reconfigurándola según las ne- Foladori, Guillermo (2005), “La economía ecológica”, en Guillermo
cesidades de los regímenes de acumulación vigentes. Se trata Foladori y Naína Pierri (coords.), ¿Sustentabilidad? Desacuerdos
entonces de reescribir las narrativas de la Modernidad desde sobre el desarrollo sustentable, México: Miguel Ángel Porrúa, Uni-
otro lugar, revalorizando a las culturas, los pueblos domina- versidad Autónoma de Zacatecas (América Latina y el Nuevo
dos y sus historias de resistencia, y de narrar nuevamente la Orden Mundial), pp. 189-196.
historia del continente desde la perspectiva de las relaciones Foladori, Guillermo y Naína Pierri, coords. (2005), ¿Sustentabilidad?
sociedad-naturaleza. Desacuerdos sobre el desarrollo sustentable, México: Miguel Ángel
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una de las agendas de la ecología política latinoamerica- y el Nuevo Orden Mundial).
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na, tiene un importante punto de contacto con la historia Hernández Cervantes, Tania (2008), “Breve exposición de las con-
ambiental al considerar que los actuales “conflictos de dis- tribuciones de Georgescu Roegen a la economía ecológica y un
tribución” se constituyen por historias profundas y, muchas comentario crítico”, Argumentos, vol. 21, núm. 56, enero-abril,
veces, invisibles de colonialidad que fueron posibles a costa pp. 35-52.
de la eliminación, devastación, expropiación, despojo y ex- Leff, Enrique (1994), Ecología y capital: Racionalidad ambiental, demo-
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esos territorios desde hace más de 500 años. Instituto de Investigaciones Sociales-Universidad Nacional
Sin duda, algunos de los puntos centrales del debate con- Autónoma de México.
temporáneo se concentran en abonar a la comprensión de _____ (1998), Saber ambiental. Racionalidad, sustentabilidad, complejidad,
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la compleja realidad que se enfrenta, marcada por la disputa Lipietz, Alain (1993), Esperanza Verde. El futuro de la Ecología Política,
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no humana está transitando marca una discusión en torno al <http://librepensamiento.org/archivos/3571>.
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cado, del Estado y de la sociedad civil; y también, en torno al herramienta.com.ar/revista-herramienta-n-42/ecosocialis-
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13 Recomiendo revisar el Environmental Justice Atlas, proyecto ecología profunda: un resumen”, Revista Ambiente y desarrollo
coordinado por Joan Martínez Alier, en el que se sistematizan de CIPMA, vol. 23, núm. 2, pp. 98-101.
diversos casos de conflictos y luchas de justicia ambiental en
todo el planeta.

e 230 Ecología política


O’Connor, James (2001), Causas naturales: ensayos de marxismo eco- busca alcanzar. Entre las diversas definiciones, se detectan
lógico, México: Siglo xxi. como predicativos de educación las siguientes: proceso hu-
Riechmann, Jorge y Francisco Fernández Buey (1994), Redes que mano (Fermoso, 1982); proceso intencional (Flitner, 1972);
dan libertad. Introducción a los nuevos movimientos sociales, proceso de perfeccionamiento con metas y fines previamente
Barcelona: Paidós.
Toledo, Víctor (1990), “Modernidad y ecología: la nueva crisis pla-
fijados (finalismo; perennialismo); proceso sin imagen prees-
netaria”, Ecología política. Cuadernos de debate internacional, tablecida o ideal humano por imitar (antifinalismo); proceso
Barcelona: Icaria, pp. 9-22. de reorganización, reconstrucción y transformación conti-
_____ (2013), “El metabolismo social: una nueva teoría socioecoló- nuas (Dewey, 1926); adaptación (relativismo y subjetivismo
gica”, Relaciones. Estudios de historia y sociedad, vol. XXXIV, axiológico; Perry, 1927); desarrollo natural (antifinalismo);
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org/articulo.oa?id=13729711004>. educación); función social (Dewey, 1926; Luzuriaga, 1953);
Vercueil, Julien y Agnès Labrousse (2013), “El capitalismo ne- realización de los valores (Scheler, 1915); ayudar a compren-
cesita creer que es inmortal para poder existir. Entrevista a der los valores, establecer una jerarquía de valores y vivir
Jean-Pierre Dupuy”, Revue de la régulation. núm. 64, ene-
ro-febrero. Disponible en: <http://www.ceil-conicet.gov.ar/
según ella (posición axiológica objetiva y absoluta; Hutchins,
wp-content/uploads/2013/08/NR-64Dupuy.pdf>. 1953); la práctica de los medios aptos para desarrollar las
Vivien, Frank Dominique (2002), Economía y ecología, Quito: Ab- posibilidades humanas (Fullat, 1983). En otras definiciones,
ya-Yala. donde el sujeto de la oración es el proceso educativo, resaltan
Watts, Michael (1989), “La geografía y la lucha en defensa del como predicativos los siguientes: maduración y aprendizaje
medio ambiente: la integración de la ecología humana (Peters, 1969; Piaget, 1968); comunicación (Gentile, 1926;
y la economía política, o ¿Marx era rojo y verde?”, Bo- Spranger, 1948; Jaspers, 1950),2 interiorización (Sócrates,
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ja&uact=8&ved=0CCEQFjAA&url=http%3A%2F%2F-
perfeccionamiento ( Jaspers, 1950); adquisición de hábitos
dialnet.unirioja.es%2Fdescarga%2Farticulo%2F1318199. (Aristóteles y Santo Tomás, en Fermoso, 1982; Locke, 1963;
pdf&ei=afZwVZTuHsGYsAXl1IDQBQ&usg=AFQjC- Dewey, 1929; Peters, 1969).
NFWE6dKRULuIQS0uzbdeotUe_oouA&sig2=jF_JULT- Las referencias anteriores permiten precisar los criterios
m4Hk_kOXCKKIWKQ&bvm=bv.95039771,d.b2w>. a partir de los cuales se define el concepto educación: por un
Wolf, Eric (1972), “Ownership and Political Ecology”, Anthropo- lado, las definiciones que describen atributos que caracterizan
logical Quarterly, vol. 45, núm. 3, pp. 201-205. a la educación como proceso, necesidad y función, y por otro,
las que indican los ámbitos dentro de los que se circunscriben
dichos atributos (lo humano, lo cultural y lo social, respecti-
vamente). En relación con los atributos, la educación como
proceso alude a nociones como actividad, acción, realización,
EDUCACIÓN 1 concreción. Debido a este carácter procesal, se diferencia
de la pedagogía. Esta última disciplina es el producto de la
Georgina Paulín Pérez acción educativa y, en tanto producto, es el resultado de la
Gabriel Siade Paulín sistematización y organización de los saberes en relación con
la educación. En este sentido, se podría hablar de dos ejes del
fenómeno educativo: uno, representado por el conocimiento
Definición (esquemas mentales, teorías, sistemas); el otro, mostrado por
la actualización (realización concreta o práctica educativa).
Adoptar una definición del concepto educación que tenga En términos esquemáticos, la convergencia equilibrada
validez general es imposible tanto espacial como temporal- de los ejes se daría cuando las realizaciones educativas sus-
mente, en virtud de que sus significados varían de acuerdo tentadas sobre el conocimiento y toma de conciencia de las
con los valores y fines educativos que en cada época y clase necesidades y recursos, que en materia educativa tienen los
social se privilegian en su mundivisión respectiva. No obs- miembros de una sociedad en particular, y la humanidad en
tante, lo que aquí interesa es buscar en esa diversidad las general, constituyeran la ejecución del proyecto que sobre
semejanzas y diferencias que permitan aproximarse, por un educación se haya planeado en el eje de la pedagogía. No
lado, al significado del vocablo educación y a los sentidos que obstante, parece que en la realidad educativa se evidencia un
adopta en relación con procesos afines, y por otro, a los va- desfase entre pedagogía y educación, lo cual es explicable en
lores que se prefieren según los fines que se proyectan y se razón de que los cambios que se producen en los procesos
son más rápidos que los que pudieran darse en los productos.
1 Parte de este artículo, así como el trabajo realizado por Georgi-
na Paulín Pérez (2013), deriva de una investigación más amplia 2 Véase también Platón, San Agustín, Santo Tomás y Pascal, en
recogida en Paulín, Horta y Siade, 2012. Fermoso, 1982.

Educación 231 e
Pero, si la educación se desvincula totalmente de los sistemas, la creación de nuevas obras, con lo cual no se busca anular
teorizaciones y esquemas mentales que interpretan, valoran ni la vigencia del producto ni la permanencia del grupo, ya
y le dan sentido a la práctica educativa, entonces esta última que la vigencia de aquél y la permanencia de éste se dan en
será ejecución inconsciente e irreflexiva. Por el contrario, si su adecuación a las exigencias de la propia dinámica social.
el conocimiento que ofrece la pedagogía no se concretiza en Aquí la educación se define desde el punto de vista del indi-
proyectos ejecutables, sólo habrá conciencia de nuestras nece- viduo y consiste en formar su capacidad no sólo para corregir
sidades y limitaciones, pero no su satisfacción ni superación. o perfeccionar lo que encuentra ante sí, sino para crear o
No obstante, con esta dicotomía se intenta establecer producir nuevos resultados. En este sentido, la educación es
la diferencia entre educación y pedagogía en razón de la el proceso que transforma en acto lo que estaba en potencia
distinción proceso/producto, aun cuando la dinámica del (hilemorfismo aristotélico).
proceso deje rezagado al producto (modelos pedagógicos), En cambio, la educación como transmisión alude a un
empero este último se convierte en marco referencial de lo proceso de tránsito, que tiene como fin la reproducción de
que se constituye como materia educativa, como medios tec- los artefactos (herramientas), de los sociofactos (modos y
nológicos y como objetivos próximos y remotos. En cuanto organización de vida) y los mentifactos (formas de ver el
a la concepción de educación como necesidad cultural, en mundo), que ya están en posesión de un grupo social y que,
las teorías evolucionistas y culturalistas de la educación, el al transmitirlos a las nuevas generaciones, aseguran tanto
término necesidad se contempla en relación con el modo de la existencia de esos productos como la permanencia del
ser característico del hombre. De acuerdo con esa postura, lo grupo. Aquí la educación se define desde el punto de vista
que es propio del hombre —aquello que lo especifica como de la sociedad, y consiste en el encuentro de algo ya hecho
tal— es su espiritualidad, que contrasta con la materialidad (idealismo platónico), en que la “formación” del individuo se
o corporeidad que, siendo también del hombre, son genéri- reduce, en palabras de Hegel (Fullat, 1983), a la conquista de
cas de los demás seres vivientes. En este sentido, se distingue lo que encuentra ante sí.
entre necesidades materiales (biológicas, corpóreas: sensa- La teleología educativa en la historia de la educación se
ción, crecimiento, automoción, reproducción) y necesidades ha movido alrededor de esos dos ejes: en el de la transfor-
espirituales (apertura, autoconciencia, autorrealización, au- mación se busca la liberación y en el de la transmisión, la
todecisión, comunicación). La necesidad espiritual resulta de socialización. Con la liberación se hace referencia tanto a
la capacidad que el hombre tiene de crear cultura y —con- la trascendencia espiritual como al libramiento del cons-
comitante a esa capacidad— de su posibilidad para recibirla. treñimiento social. En contraste, la socialización implica el
La satisfacción de esa necesidad revierte en la operatividad sometimiento a la experiencia.
de la capacidad espiritual del hombre y promueve su proce- La concepción de la educación como proceso humano
so de personalización ( Jung, en Fullat, 1983; Jaspers, 1950; comienza a configurarse en la reflexión filosófica griega. En
Zavalloni, 1958; Allport, 1970; Rogers, 1972). efecto, desde su perspectiva, Aristóteles, como menciona
Si bien la idea de educación como función social se gesta Fermoso (1982), estableció una tríada de conceptos sobre los
desde los filósofos griegos (Sócrates, Platón, Aristóteles), es cuales se han sustentado diversas proposiciones educativas,
en el marco de las teorías funcionalistas de la comunicación y que permiten la distinción entre educabilidad o el poder ser
de la axiología educativa donde se hace relevante este atributo de la educación (“la capacidad en potencia”), educación o el
funcional, al concebirla como una institución cuya actividad ser de la educación (“la perfección conseguida”), y el ideal
contribuye al mantenimiento del organismo social pues, de la educación o su debe ser (“el modelo de perfección”).
mediante ese proceso, se perpetúa la cultura (tecnológica, La educabilidad concebida como facultad de “poder ser
teórica y simbólica) a través de las generaciones y los siglos. educado” se ha constituido en basamento del principio de
Por consiguiente, la operatividad de esa función promueve en igualdad de oportunidades en materia educativa, y por su
las personas los procesos de socialización (Durkheim, 1927; parte, la educación, en un derecho humano. La educabilidad
Dewey, 1926; García, 1963) y de moralización (Herbart, concebida como un “poder realizarse” atañe a la responsabi-
1806; Revers y Fankl, en Fullat, 1983). lidad personal de un proyecto vital propio, que se dinamiza
En el sustrato de estas dos últimas concepciones (“la en la educación y se intencionaliza cuando se proyecta en
educación como necesidad cultural” y “la educación como términos del “deber ser”. Por eso, para Fermoso, como para
función social”) subyacen dos términos: el de transformación otros autores modernos y contemporáneos, la educación es
y el de transmisión, que se han constituido en ejes centrales un proceso típicamente humano, porque presupone capaci-
de las vertientes fundamentales del pensamiento en torno al dades propias del hombre, como la inteligencia, por medio
concepto educación y sus fines (la socialización y la liberación). de la cual aprende y planea su perfeccionamiento, así como la
La educación como transformación refiere un proceso de libertad para autorrealizarse, poder relacionarse, comunicarse,
cambio tanto de los sujetos como de los productos transmi- y la posibilidad de socializarse (1982: 139).
tidos de generación en generación, pero a instancias de los La presuposición de capacidades típicamente humanas
sujetos mismos. Al respecto, la educación tiene como meta el conlleva la noción de educabilidad. Este concepto determina
perfeccionamiento del individuo y de los productos, así como que la condición primordial del proceso educativo es tanto

e 232 Educación
una posibilidad como una categoría humana: por la primera, debe y puede ser completado, de ahí el uso común del vo-
el proceso educativo se torna viable; por la segunda, se alude cablo “formación” como significado o sentido de educación.
a una de las cualidades del hombre, al lado de la sociabili- Desde su enfoque hylemorfista, Aristóteles manejó tres
dad, la historicidad y la perfectibilidad. En este sentido, la voces griegas que explican el paralelismo entre educación y
educabilidad se define como posibilidad y categoría humana formación, y la disyunción de los fines educativos propues-
por ser el conjunto de disposiciones y capacidades —plásti- tos entre finalistas y antifinalistas. Los vocablos a los que se
cas y dúctiles— que permite al hombre recibir influencias y aluden son artuein, poíesis y physis. De manera más amplia,
asimilar todo lo que le estimula, y con ello elaborar nuevas artuein es una práctica que le da forma al hombre; poíesis es
“estructuras espirituales”. producción o fabricación de los educandos, y physis o produc-
En las afirmaciones anteriores, importa detenernos en ción natural o de la naturaleza, que en sí misma lleva aquello
las nociones de ductibilidad, plasticidad y estructura espiritual. que hay que hacer.
De acuerdo con Fermoso (1982: 39), uno de los autores que Para Aristóteles, educación es artuein, es dar forma a
utilizó los conceptos ductibilidad y plasticidad, fue Herbart lo que no está configurado, esto es, al espíritu, que por su
quien, aunque partió originalmente del sentido físico y bio- indeterminación está inconcluso y es perfectible (nunca es-
lógico de esos vocablos, estableció a partir de este sentido tará terminado). En este sentido, lo que el educador hace es
una analogía para hacerlos extensivos hacia lo humano. Si poíesis y no physis, ya que si bien el hombre posee estructura
bien estos conceptos (como capacidades que permiten reci- educanda (el qué educacional), lo que hay que producir no
bir influencias del exterior) son extensivos a los elementos se encuentra en el educando sino en la mente del educador
de la materia y a los animales, en el hombre están referidos (el para qué educacional).
no sólo a lo sensitivo de su animalidad, sino a la voluntad y Esta tesis se entiende a la luz de la dicotomía materiali-
a la inteligencia. dad/inmaterialidad —o corporeidad/espiritualidad—, donde
Esta última distinción sirve para diferenciar las propues- lo material y propiamente natural está ya determinado; lue-
tas de “desarrollo espontáneo” (teorías naturalistas) frente a go, no puede formarse, sólo desarrollarse (crecer, aumentar
las de “autodirección del propio perfeccionamiento” (teorías cuantitativamente). Y lo inmaterial, lo espiritual, es la facultad
perennialistas). Las primeras contemplan el plano sensi- de convertir en acto las potencias mediante la formación: la
tivo animal del hombre como sujeto de desarrollo y cuya transformación de lo imperfecto en lo perfecto —de lo ani-
condición es la habituación (Rousseau, en Fermoso, 1982); mal en el hombre, en lo esencialmente humano del hombre.
las segundas advierten esta capacidad como genérica, pero Pero esta potencia no se agota en un solo acto, pues tiene
subrayan como específica la que atañe al plano espiritual del como característica la posibilidad de que ese mismo acto se
hombre (inteligencia y voluntad) y cuya condición es la edu- torne en potencia de otros actos, dado que no cabe la deter-
cabilidad (Aristóteles, Santo Tomás y Thorndike, en Fermoso, minación de lo que ontogénicamente es indeterminado; por
1982; Dewey, 1928). ello, es posible hablar de perfectibilidad y no de perfección,
De esta manera, lo que explica la educabilidad es la espiri- de ahí que Aristóteles marque la diferencia entre la produc-
tualidad (Scheler, 1935) del ser humano, ya que la condición ción no-natural y la natural.
necesaria para poder ser educado es la libertad, la indetermi- Lo no-natural se va construyendo según el proyecto
nación y la autodecisión (Zubiri, 1980), operaciones propias educativo que, temporal y espacialmente, propone el mismo
del espíritu. En todo caso, éstas contrastan con las respectivas hombre según los fines que intenta alcanzar; en cambio, en
operaciones del cuerpo (de lo biológico) cuya actividad se ca- lo natural el fin ya está dado en la misma naturaleza. Esta
racteriza por la determinación y programación (a priori) en diferencia marca la disyunción entre las teorías educativas
razón de leyes físicas, biológicas, fisiológicas, psicosomáticas. finalistas y las antifinalistas, pues, si bien ambas incorporan
En este sentido, en la actividad del hombre hay tanto res- la noción de perfeccionamiento (donde radica la referencia a
puestas y reacciones (conductismo) como proyectos o respuestas valores), en las finalistas el ideal de lo perfecto se ubica más
propositivas (Dewey, 1928) frente al mundo circundante. allá del proceso educativo, en tanto que en las antifinalistas
Lo anterior determina al ser humano como sujeto no sólo radica en el proceso mismo.
de habituación, adiestramiento y entrenamiento (por la vía Entre las operaciones del espíritu sujetas a la acción de
estímulo-respuesta), sino también como sujeto de educación la educabilidad, y con las que se fundamenta la tesis de que
(por la posibilidad de proponer). el hombre es educable, se listan las siguientes: apertura o
Así como la condición de la educación es la educabili- capacidad de libre elección, y la memoria existencial o ca-
dad, la de esta última es la espiritualidad, cuyas cualidades pacidad reflexiva ( Jaspers, 1940; Scheler, 1915). En ellas se
(la inmaterialidad y la indeterminación) hacen del hombre subordinan las capacidades de autorrealización, comunica-
un ser perfectible, en que surge el vínculo estrecho entre la ción y aprendizaje.
idea de educación y la noción de mejora. La inmaterialidad La apertura es la capacidad de realizaciones múltiples.
(Scheler, 1935) junto con la indeterminación (Santo Tomás, Dada la indeterminación del espíritu, el hombre está abierto
en Fermoso, 1982) hacen del hombre un ser inconcluso que a un abanico de amplias posibilidades y debe elegir entre la
diversidad de opciones que se le presentan. Esa operación se

Educación 233 e
alcanza por la inteligencia y la libertad, y es en la posibilidad libertad; en este sentido, promueve cuando crea motivaciones
de elegir libremente donde se contraría el determinismo del tanto internas (estableciendo “niveles de aspiración” que se
desarrollo espontáneo, que anula las opciones al determinar introyectan como ideales y se convierten en fines y mode-
los estímulos y las repuestas. los) como externas (incentivos, expresados en los premios y
La memoria existencial es la capacidad de reflexión tanto castigos). Aquí hay que señalar que la educación es conside-
en la mismidad (sobre sí mismo) y en la otredad (sobre lo rada como tal cuando presenta programas, modelos; cuando
otro), como en la temporalidad (retrospectiva, presenciativa en lugar de determinar condiciona la preferenciabilidad. En
y prospectivamente). En este sentido, Max Scheler distingue esta orientación no estandariza, sino que dirige y estimula la
entre memoria asociativa y memoria existencial; la primera, fuerza proyectiva y libre del ser humano (la diversidad). La
propia de los seres vivos, está condicionada por las asocia- educación no cosifica, pues fomenta la iniciativa.
ciones que se establecen a partir de experiencias similares Sin embargo, es precisamente en las proposiciones nega-
ya vividas; la segunda, propia del hombre, se explica por la tivas anteriores donde residen las argumentaciones a favor y
temporalidad humana que hace posible, en su proyección en contra de las teorías finalistas y antifinalistas de la educa-
hacia el porvenir de un deber ser, estar frente a las cosas, y ción tradicional y de la moderna. Para los finalistas —como
en su retrospección de lo que ya fue, reconocer los ensayos y Aristóteles, Santo Tomas, Dewey, Scheler, Jaspers, Herbart—
errores pretéritos, pero que en su presencialidad posibilitan debe haber una escala de fines y de valores exteriores al
al hombre autodescubrirse, autoencontrarse y autorrealizarse hombre, pero elaborados por él mismo; una escala, producto
por la reflexión objetivadora/subjetivadora. y productora de preferenciabilidades y referentes valorativos
Pareciera que la línea directriz de la postura de Scheler, y teleológicos, productos y productores de la acción propo-
Jaspers, Herbart y de los que apoyan la tesis de la capacidad de sitiva y proyectiva del hombre. De esta manera, la liberación
libre elección y de reflexión en el hombre es el pensamiento se alcanza en la autodeterminación y la autocreación de sus
aristotélico. En efecto, Aristóteles distingue entre educación propios ideales y proyectos de vida.
eleutérica y aístesica. La primera es condición del theorein o Para los antifinalistas —como Rousseau, Freud, Piaget—
inspección de la verdad (de lo que las cosas son). Es por la la educación teleológica programa al educando, al constreñirlo
visión inteligente por la que alcanza su autodisponibilidad a los fines y valores que se le imponen. De allí surge el
(ser para sí mismo y no en vista de otro). La educación aís- sometimiento a las directrices de la sociedad, que promueve
tesica es condición de la empeiría o experiencia sensible; es la su sumisión y anula su libertad. En cambio, para los finalistas
visión no inteligente (sometida) de la realidad. el fomento y la dirección del desarrollo natural posibilita
Ello será el sustento de distintas corrientes de pensamien- modificaciones “útiles” de la conducta para que el hombre
to en el transcurso de la historia de la educación: unas (las se “adapte” a la vida, pero ello no le asegura la posibilidad
seguidoras de la tradición clásica) han privilegiado el cultivo de existir, de trascender. La socialización se ha contemplado
de la teoría, el ejercicio intelectual teórico; otras (las corrien- bien como adaptación a las instituciones (en Durkheim,
tes reformadoras, cientificistas, psicologistas), el cultivo de la “sometimiento a las presiones sociales”; en los funcionalistas
empiría, el ejercicio intelectual práctico, la praxis. Asimismo, —Durkheim, Dewey, García Hoz, Malrieu— “adaptarse para
se explica la disyunción que en el tiempo se ha perfilado sobre asegurar al grupo”), o como apertura a los otros (es decir,
los contenidos valorativos de dos móviles de la educación: intercambio, en las teorías de la comunicación). No obstante,
la búsqueda de la verdad frente a la búsqueda de la utilidad. en ambas se ventila la noción de interacción entre la sociedad
Ahora bien, por su capacidad de apertura y de reflexión, el y el individuo. Mediante dicha interacción, el individuo
hombre puede autorrealizarse como persona y como miem- asimila y comparte pautas, normas y costumbres comunes
bro de una sociedad. La realización individual y la social se a los miembros de la sociedad, y aprende a conducirse, a
posibilitan mediante la personalización y la socialización, adaptarse y a abrirse a los demás.
procesos constitutivos del educativo. La personalización es La socialización como parte del proceso educativo, o la
la actualización de las potencialidades (espirituales); se va educación como proceso de socialización (Durkheim, 1927;
logrando en el grado en que el hombre va adquiriendo au- Dewey, 1928; García Hoz, 1963; Hilgard, 1966; Malrieu,
tonomía e independencia mental y moral; en la medida en 1975) es un aprendizaje referido a los demás, en donde lo que
que se individualiza y diferencia (se encuentra a sí mismo) y se promueve y dirige es el respeto, la tolerancia, la compren-
puede ir proyectando su propio autoperfeccionamiento so- sión y la ayuda en la posibilidad de relacionarse con el otro.
bre la base de sus elecciones, producto de su reflexión, que él Aunque esa posibilidad de relación muchas veces se alcanza
mismo realiza frente a las opciones de “perfeccionamiento” formalmente mediante protocolos de urbanidad, para con-
(lo que implica referencia a los valores vigentes o no) que le vivir (ser y estar en el otro, sin anularse ni anular al otro) es
ofrece la sociedad en la que se encuentra inmerso. necesario aprender a valorar la relación, al otro y a lo otro, y a
La personalización como constitutivo de la educación, o partir de ahí poder establecer límites de la conducta humana.
esta misma como proceso de personalización ( Jung, en Fullat, En pocas palabras, aprender a convivir de una manera respon-
1983; Jaspers, 1950; Zavalloni, 1958; Allport, 1970; Rogers, sable y comprometida. Este último es ya terreno de lo moral.
1972) promueve y dirige el ejercicio de la autonomía y de la

e 234 Educación
El proceso de personalización y el de socialización tie- Historia, teoría y crítica
nen en común la referencia a valores: el primero, en lo que
concierne a las opciones de “perfeccionamiento”, y el se- Entre las definiciones con que se ha tratado de esclarecer
gundo, en lo que atañe a la responsabilidad y compromiso el concepto educación, los términos transmisión y transfor-
del “con-vivir”, de ahí que la moralización se constituya en mación se han constituido en ejes centrales de las vertientes
proceso vinculador con los otros y medular de la educación fundamentales de pensamiento en torno a dicho concepto.
(para los seguidores de las teorías finalistas de la educación, Precisamente, en la vertiente transformadora se inscribe
y punto crítico para los antifinalistas). La moralización como la tradición pedagógica de Occidente (en cambio, en la de
constitutivo de la educación, o ésta como proceso de mora- transmisión, más bien, la moderna y contemporánea), pues en
lización (Herbart, 1806; Quiles, 1942; Millán, 1963; Peters, ella se establece una relación casi sinonímica entre educación
1969),3 es contribuir a que el hombre sea dueño de sí mismo y cultura. En efecto, entre los griegos, la cultura era paideia,
con responsabilidad plena de sus actos. En este sentido, la y entre los romanos humanitas, y ambos consideraban que la
elección y el compromiso son actividades propias de lo moral, educación del hombre, como ser racional y político, consistía
no sólo porque implican referencia a valores, sino también en la búsqueda y realización de lo que lo hace humano. Esta
responsabilidad de las preferencias. búsqueda y realización se daba mediante la filosofía y en la
Asimismo, el hombre es educable por su capacidad de vida comunitaria: mediante la filosofía, porque en ella se in-
comunicar (Gentile, 1926; Jaspers, 1940; Spranger, 1948),4 cluían, por un lado, la investigación sensible e inteligible, y
y esta capacidad le viene de su posibilidad de crear y recibir porque posibilitaba el conocimiento de sí, de su mundo y la
cultura. Al crear cultura, el hombre concretiza en sus pro- búsqueda de la verdad, y por otro, en la vida comunitaria, por-
ductos las abstracciones que le permiten universalizar sus que sólo en ésta es posible la comunicación y la interacción,
conocimientos. Esta universalización hace posible establecer pues en estos procesos se realiza la transmisión de valores y
códigos y referentes comunes por los que es viable transmitir, códigos simbólicos que permiten significar el conocimiento y
interpretar, entender y comprender los saberes que el maestro la experiencia, y darle sentido a la vida misma en comunidad.
emite y los que el educando recibe. Pero, para que la educa- En este periodo, la realización de la naturaleza humana
ción se convierta en comunicación debe haber donación y no se concibe como un dato empírico (comportamiento ob-
participación: el maestro debe estar dispuesto no sólo a mos- servable), sino como un ideal que se contrapone tanto a la
trar o enseñar lo que sabe, sino saber lo que está mostrando actividad infrahumana como a la suprahumana: la primera,
y enseñando, mientras que el alumno debe tener la disposi- circunscrita a las actividades utilitarias, al trabajo manual,
ción de participar en el proceso, aprendiendo lo que recibe. que el animal también realiza para satisfacer sus necesida-
Al respecto, Aristóteles (Fullat, 1983) sostiene que el des, y con ello se desdibuja la distinción entre uno y otro;
maestro es un técnico (de tékne: ‘saber hacer cosas’) que obra por su parte, la actividad suprahumana, en tanto dirigida a
con conocimiento de causa, por lo que su saber es universable un destino supraterreno, trasciende el ámbito de realización
y enseñable, y contrario a simplemente hacer cosas propias del hombre en este mundo. Sobre estas consideraciones, se
de la experiencia. Con esto se opone a los sofistas griegos, distinguieron dos posturas: la aristocrática, la cual valoraba
para quienes enseñar es un arte (como destreza) y consideran positivamente la actividad intelectual, y negativamente el
que todo puede ser enseñado al margen de lo verdadero y de trabajo o actividad manual, y la naturalista, que eliminaba
lo falso. Para Aristóteles, un educador que no se cuestiona la actividad religiosa y ponderaba aquéllas con las que el
sobre su acción desprecia a los alumnos y a la cultura. En hombre se relaciona con su mundo terreno. A pesar de esta
este sentido, un pedagogo no-educador, simple investigador distinción, ambas posturas privilegiaban la vida contempla-
o reflexionador, tiende a perder de vista la comunicabilidad tiva por encima de la práctica.
de la verdad. En la Edad Media se mantiene la tendencia aristocrática
En lo que concierne a las teorías educativas modernas y y contemplativa, que veía en la educación la realización de la
contemporáneas (finalistas y antifinalistas), no hay discrepan- sabiduría, así como la búsqueda de la verdad. Estas actividades
cia aparente en la concepción de la educación como proceso especificaban la naturaleza del hombre. Durante este periodo,
de comunicación, pero sí en lo que puede ser comunicable. las artes liberales son las consideradas dignas de los hombres li-
Para los finalistas, el objeto de la comunicación en la educa- bres, y la filosofía, como conocimiento indispensable —pero no
ción debe ser la verdad, las virtudes; para los antifinalistas, la en el sentido de los griegos, sino en la orientación cristiana para
realidad natural (contra lo cultural, lo artificial). preparar a los hombres en sus deberes religiosos—, se contem-
pla como un bien instrumental, mediante el cual se accede a las
verdades reveladas por la religión. Aquí, si bien se mantiene la
postura que entiende la educación como proceso de transfor-
mación, en tanto realización del hombre, se mezcla la postura
3 Véase también Sócrates, Platón, Kant, Revers, Frankl, en Fullat,
1983.
que concibe a la educación como un proceso de transmisión en
tanto búsqueda de verdades ya establecidas.
4 Véase Platón, San Agustín, Santo Tomás y Pascal, en Fermoso,
1982.

Educación 235 e
En cambio, en el Renacimiento se sigue la postura natura- ésta, desarrollar su capacidad de convivencia con los demás.
lista, que concibe a la educación como formación del hombre Asimismo, por intermedio de esa naturaleza y esa conviven-
en su mundo. Dentro de esta concepción, se destaca el carác- cia, puede alcanzar su trascendencia. Otra de sus aportaciones
ter activo de la sabiduría humana, esto es, la posibilidad que pedagógicas es la articulación de métodos que permitan el
el hombre tiene de cambiar las circunstancias modificables desarrollo del conocimiento sensible e intelectual, la inte-
del mundo que le rodea para vivir del mejor modo posible. gración de los saberes, la vinculación entre teoría y práctica;
Por ello, la actividad práctica (el trabajo) encuentra sitio en en suma, sintetiza en el concepto utilidad la ventaja material
esta postura. Se inicia un proceso que vincula la actividad y el bien moral, esto es, relaciona el bien hacer con el buen
intelectual (teoría) y la actividad que sale del hombre para obrar y, con ello, establece los cimientos para la concepción
manipular los objetos que encuentra ante sí (práctica). No moderna de la educación como formación.
obstante, aun cuando se mantiene el carácter aristocrático de Posteriormente, en la Ilustración, la corriente enciclopé-
la educación, la religión se contempla también como parte dica, cuyas características son la difusión de la cultura entre
de la cultura, que proporciona máximas morales para la con- todos los hombres (como democratización) y la universa-
vivencia en esta vida. lización de los saberes (como diversidad), aparecen como
Más tarde, el periodo de la Ilustración se caracteriza por disciplinas nuevas las matemáticas, la física, las ciencias na-
su tendencia racionalista y democratizante: en la primera, se turales, la historia, la filología. Durante este periodo, la meta
promueve la crítica racional a todos los objetos de investi- de la educación es la formación de una vida humana equili-
gación y, en razón de la segunda, la difusión de la cultura a brada; no obstante, se presenta ahora la separación entre las
todos (universalización de la educación). Con esto último, se disciplinas naturalistas (biología, física, por citar algunas) y
abona el terreno para la construcción del positivismo. las no naturalistas (filosofía, retórica, gramática, entre otras),
Entre el Renacimiento y la Ilustración, aparece uno de los lo que preludia el positivismo y que, además, aunado a la in-
grandes pedagogos que revolucionó la educación y la pedago- dustrialización inglesa, nutrirán las condiciones conceptuales
gía: Juan Amós Comenius (1986). Para este autor, la educación para promover la educación como un proceso que posibilita el
es la adquisición de conocimientos encadenados mediante la desarrollo de competencias específicas mediante aprendizajes
asociación, relación, correspondencias, analogías, diferencias, particulares. Así, la educación se convierte en instrumento
desemejanzas y argumentación de las cosas. no sólo de socialización, sino que se circunscribe al servicio
El fin de la educación, según Comenius (1986), es con- de las necesidades utilitaristas de un sistema consumista. En
vertir al hombre en ser razonable, ya que el razonamiento síntesis, ya no parte del potencial del individuo como tal, ni
posibilita la comprensión para: 1) servirse legítimamente en términos de su potencialidad social, sino que se restringe a
de las demás criaturas; 2) gobernarse a sí mismo, y 3) servir las necesidades de un sistema social en una época y momento
a sus semejantes. Por lo tanto, uso, gobierno y servicio son específicos para fines determinados espacial y temporalmente.
cualidades del hombre que se desarrollan mediante la ac- Entonces, cuando la educación se empieza a reducir al
tualización (realización) del razonamiento humano, en las modelo y a los métodos tecnológicos, la realización del po-
dimensiones de la erudición o conocimiento, de la virtud tencial humano y su búsqueda por la verdad se constriñen a
moral y de la religión o veneración. En estas últimas, se hacen la mecanización, automatización y eficacia (velocidad y fun-
operativas las facultades del intelecto y de la voluntad, pues cionalidad). Esta concepción educativa se propicia no sólo
mediante la primera facultad, se posibilita la observación y por las condiciones reales de existencia, dentro de contextos
la distinción de las cosas, y por la segunda, la elección entre económicos de sociedades donde ocurren los diversos estadios
lo útil y lo nocivo. Éstas, a su vez, se posibilitan mediante la de las revoluciones industriales y tecnológicas, sino además por
aprehensión (conocimiento sensorial), la nominación (abs- las corrientes teóricas que surgen y promueven estas nuevas
tracción de la imagen sensorial), la memoria (acumulación formas de concebir lo científico del conocimiento. En efecto,
para lo futuro de lo asimilado por el intelecto y la voluntad), el desarrollo de las corrientes neopositivistas y experimenta-
la relación (análisis), la crítica (el juicio y su aplicación), las listas dan lugar al surgimiento de las teorías neoconductistas,
cuales a su vez estimulan la facultad de la imaginación, que cognoscitivistas, de sistemas y modelos de comunicación y
es propiamente la facultad de la creatividad y originalidad. administración empresarial, que proporcionarán las categorías
La formación integral de estas facultades conduce al teóricas de la tecnología educativa moderna, y de la misma
hombre a su dicha y libertad, lo que significa, para Come- manera, establecerán los modelos técnicos de corte eficientista
nius (1986), la evolución armoniosa de sus cualidades (que y de supuesta neutralidad ideológica.
orientan hacia lo que es bueno, verdadero y útil), al gobier- Ahora bien, para que la educación cumpla su cometido,
no de sí mismo (que fortalece la voluntad), para no ceder ni tanto como transmisora de los modos de pensar, sentir y ac-
someterse a los deseos y sentimientos de otros. Desde esta tuar, de un grupo social a otro, cuanto como transformadora
perspectiva, Comenius puntualiza la concepción de la edu- del potencial individual en comportamientos racionales que
cación como transformación del individuo, pues indica que, permiten al individuo servirse legítimamente de los demás,
cuando el hombre desarrolla su potencial intelectual, tiene gobernarse a sí mismo y servir a sus semejantes, requiere la
la posibilidad de realizar su naturaleza humana y, mediante

e 236 Educación
articulación de dos términos que se implican en el proceso o bien tecnócratas. En realidad, de todos los ejemplos posi-
educativo: el de enseñanza y el de aprendizaje. bles, aquí se busca en todo caso evidenciar el vínculo que se
Entre los modos de impartir conocimiento, pueden establece entre valores, ideas sobre lo humano y fines educa-
distinguirse dos formas de relación entre la enseñanza y el tivos. Así pues, la idea de educación y la noción de mejora se
aprendizaje: la relación dependiente y la interdependiente. dan siempre unidas, pero la práctica de los medios aptos para
Con respecto a la primera, propia de las exposiciones ma- desarrollar las posibilidades humanas varía en cada época, y
gistrales tradicionales, las posiciones entre el maestro y el también los modelos de educación que se construyen para
alumno están delimitadas tajantemente (el maestro es el que esa práctica y esos fines.
enseña y los estudiantes son los que aprenden o reciben la Ahora bien, en relación con la idea de educación y la
información que el maestro expone); ésta es una relación en noción de mejora, resulta conveniente mostrar este plantea-
que los alumnos dependen de lo que piense y diga el maestro, miento a la luz de la caracterización de diferentes modelos
y en la que este último expone —de acuerdo con su capacidad pedagógicos con los que hoy se pretende resaltar este sentido
expositiva, con su competencia en la materia, con los requeri- del proceso educativo: el tradicionalista, el social, el transmi-
mientos de las circunstancias— la información que considera sionista, el romántico y la educación a distancia.
que deben recibir los educandos. Por ello, los alumnos son El tradicionalista plantea metas humanistas y religiosas;
totalmente pasivos en este proceso, y su aprendizaje se limita propone el desarrollo de las facultades y del carácter a través
a la retención de ciertos datos. de la disciplina; se sustenta en el conocimiento de los autores
En la relación interdependiente, se busca un cambio en clásicos; establece la relación autoritaria (el maestro arriba
las pautas de conducta de las personas sujetas al aprendizaje. del alumno), y la enseñanza es un proceso transmisionista,
Este cambio se produce en la medida en que se promueven memorista y repetitivo. Sin embargo hay que distinguir entre
o propician los procesos de interacción y comunicación se- el modelo cuyo sujeto de la educación o aquello en lo que
ñalados anteriormente. Estos procesos implican dos tipos de incide es la inteligencia y voluntad del ser “humano libre”,
relación: la del sujeto con el objeto y la del sujeto con el suje- para desarrollar hábitos operativos: directivos (inteligencia);
to. En la primera relación, se busca el vínculo entre el sujeto imperativos (voluntad libre); ejecutivos (motrices), y cualida-
cognoscente y el objeto que se intenta conocer; en cuanto des perfectivas (racionalidad, autodeterminación), con el fin
a la segunda, se articulan los sujetos que se han apropiado de alcanzar la perfección del hombre, y la propuesta que se
de un saber determinado, que al encararse permiten la con- centra en las facultades perceptivas y retentivas del “hombre
frontación de sus marcos de referencia, de sus experiencias, ignorante”, para estimular comportamientos de aprehensión,
sus ideas vitales, y con ello la ratificación de sus fundamen- memorización y transmisión de información y valores, y cuya
tos teóricos, de sus interpretaciones de la realidad y de sus finalidad es la mecanización del comportamiento, esto es,
pautas de conducta. hacer hombres autómatas.
En este último sentido, la educación transforma al in- El modelo social establece como metas el desarrollo pleno,
dividuo cuando el conocimiento se convierte en un saber individual y colectivo. Este desarrollo, progresivo y secuencial,
utilizado que le permite problematizar y buscar alternativas jalona el aprendizaje en las ciencias; se sustenta en el conoci-
de solución mediante la elaboración de hipótesis, la defini- miento científico-técnico, politécnico y polifacético; propone
ción de conceptos, el análisis de los elementos, la proposición una relación horizontal alumno-maestro y maestro-alumno,
de alternativas, la identificación de medios, la evaluación de y la enseñanza como proceso de confrontación y evaluación
resultados, entre otras posibilidades que pudiera ofrecer este grupal y social. De la misma manera, se destaca la impor-
proceso educativo. tancia del trabajo productivo y la conjunción de la teoría y
la praxis. En este modelo se inscriben propuestas educativas
Líneas de investigación y debate dirigidas al desarrollo de la razón práctica (reflexión, crítica,
contemporáneo conciencia) del hombre “no emancipado” (oprimido, incon-
cluso, inauténtico) para fomentar o propiciar la capacidad
En general, puede afirmarse que, en el transcurso del pen- de problematizar (investigación crítica y comprometida) y
samiento occidental, los ideales educativos han estado el conocimiento de sí mismos, y cuya finalidad es la recu-
condicionados por valores filosóficos, culturales, sociales, peración de la humanización (conducir al hombre hacia su
políticos, prácticos, individuales, utilitarios, etcétera, que se ser más (Freire, 1971), liberar al hombre de la opresión de
han convertido en fines educativos, y éstos a su vez se han los hegemones).
determinado por el ideal de hombre que se pretende formar. El modelo transmisionista establece como meta la in-
En efecto, cuando los valores se centran en el dinero, entonces geniería social y técnico-productiva, así como el relativismo
el sentido instrumental y final de la educación es la prepa- ético; propone como desarrollo la acumulación y asociación
ración de productores y economistas; en cambio, cuando se de aprendizajes; se sustenta en el conocimiento técnico in-
enfocan en la belleza, entonces se preparan estetas; cuando ductivo; establece la relación maestro-alumno a través de un
en las virtudes, se forman seres morales; si lo que se busca es intermediario (ejecutivo de la programación), y la enseñanza
el dominio de la naturaleza por la técnica, entonces técnicos, como proceso de evaluación formativa y sumativa, median-

Educación 237 e
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Zavalloni, Roberto (1958), Educación y personalidad, Madrid: • Uno de los correlatos del ejercicio del poder es la
Razón y fe. ética, o más bien una ética-estética, que más que
Zubiri, Xavier (1933), “Sobre el problema de la filosofía”, Revista de responder a una normatividad limitativa de la ac-
Occidente, núms. 115 y 118, pp. 51-80, 83-117.
ción, responde a una creación lúdica de las posibili-
dades o de la misma voluntad de poder, que puede
articularse mediante un ejercicio tan arbitrario y
azaroso como el de una obra de arte.
• El otro correlato del ejercicio del poder es la liber-
EJERCICIO DEL tad. Ambos son fenómenos constantes e inherentes

PODER
a la naturaleza humana. Se podría decir que si la
libertad se traduce en la capacidad de autodeter-
minación, consciente y responsable, el ejercicio del
Fernando Ayala Blanco poder es el que la condiciona en un doble senti-
do: como relación activa (cuanto más poder, más
capacidad de determinación y dominio sobre la
Definición otredad), y como relación pasiva (cuanto menos po-
der, menos capacidad de determinación y dominio
La palabra poder se relaciona con capacidad, fuerza, dominio, por sí mismo). No cabe duda de que el poder y la
jurisdicción; por lo tanto, desde su raíz etimológica, significa libertad son correlatos del actuar del hombre. Por
tener la capacidad o los recursos para lograr o conseguir al- consiguiente, el poder político se entiende como la
gún fin, de ahí que el ejercicio de éste se refiera a la práctica capacidad de ordenación de la vida ajena cuando se
o ejecución de las funciones propias del poder. desarrolla sobre una comunidad, es decir, como una
En toda relación social de dos o más individuos, en- relación social entre seres humanos.
contraremos siempre vínculos de mando y obediencia, de
dominación y sometimiento. Habrá personas que goberna- El problema del poder y de su ejercicio, o de cómo ac-
rán y otras que serán gobernadas; habrá soberanos y también tores y grupos consiguen la sumisión y dominio sobre otros
súbditos; se erigirá un Estado y se formará una ciudadanía. actores y grupos, ha sido uno de los temas esenciales en la
Cabe señalar que todo ser humano ha ejercido el poder o ciencia política, la sociología y las ciencias sociales en general.
padecido su ejercicio —en distintos niveles— por lo menos
alguna vez en la vida. Historia, teoría y crítica
De igual forma, debemos considerar la aceptación volun-
taria del poder y su racionalización mediante la norma y la En las formas de organización política primitivas, el poder
ley. Ciertamente, el Estado de derecho legitima su actuación, estuvo estrechamente vinculado con la magia y el mito. Lo
de tal suerte que el poder se formula como la capacidad que detentaban aquellas personas con determinados conocimien-
tiene el homo sapiens de condicionar la vida en su entorno tos sobre lo inexplicable, lo que los convertía en mediadores
social, de ordenarla y de disponer la conducta de las personas entre el mundo físico y el metafísico: mediaban con lo divino,
que integran una comunidad. con el cosmos, con las fuerzas ocultas de su entorno, brin-
En consecuencia, el ejercicio del poder se puede interpre- dando así seguridad y cohesión a la comunidad.
tar de distintas maneras: Gracias al poder del mito hemos creado una cosmovisión
simbólica del universo y de la vida. El mito ha sido una de
• Capacidad, fuerza, mando, actualización de las po- las más antiguas e insignes fuerzas de la civilización, pues a
tencias, o impulso de un querer que no teme que- través de él se relata una sucesión de imágenes y símbolos
rer. Si partimos de la ambigüedad de una instancia que le dan sentido a la vida de los hombres. Ciertamente,
trascendente que pretende emitir un juicio universal el mito posee la capacidad de narrar una historia de dife-
sobre lo bueno y lo malo, veremos que todas estas rentes maneras y de relacionarlas entre sí. La aproximación

Ejercicio del poder 239 e


más bella para el mito es la de Salustio en De los dioses y del un arte. Para algunos, se transforma en una ciencia práctica
mundo: “Estas cosas no ocurrieron jamás, pero son siempre” que da paso a la razón de Estado.1
(Calasso, 1994a: 7). Las cosas a las que se refiere Salustio son Durante las cruentas guerras de religión, Etienne de la
precisamente las historias míticas. Boétie cuestiona el poder tiránico de los reyes europeos y
Ahora bien, en la medida en que Aristóteles se refirió al esboza un planteamiento crítico del poder. A los dieciocho
hombre como un animal político, el ejercicio del poder se años, escribe el Discurso de la servidumbre voluntaria (1549),
sustentó en una esfera superior: la vida en sociedad —unión reeditado por los calvinistas en 1574 con el título de Contra
de personas en la que el mythos y el logos han sido los elemen- uno, poniendo en el centro del debate la cuestión polémica y
tos principales para pensar y repensar a la polis, a la civitas, radical de la obediencia. El joven filósofo se pregunta: ¿Por
a la ciudad—. La comunidad política ha estado constituida qué existe la obediencia? ¿Por qué obedecemos al poder de
por instituciones, y en primer lugar destaca la relación en- Uno si su ejercicio es despótico y tiránico? De la Boétie
tre lo justo y lo injusto en el ejercicio del poder político. De quiere entender cómo es posible que muchos hombres y
tal modo, la pertenencia a una comunidad y el sentimiento naciones enteras soporten el yugo de un tirano. Bastaría
de justicia de esa misma comunidad han conseguido que se no obedecerle para que se desmorone. Sin embargo, vemos
consolide la idea de ciudadanía. Por ello, el Estagirita asegu- a millones de personas servir miserablemente, encantados
ra —en su Política— que la ciudad forma parte de las cosas y fascinados, al poder del Uno.
naturales y que el hombre es por naturaleza un animal po- La filosofía y teoría políticas se han preguntado sobre el
lítico (zoon politikon). origen y la naturaleza del poder, llámese Dios, Razón, Esta-
Para entender el fenómeno del poder y su ejercicio, debe do o poder legítimo; se admite, como si se diera por sentado,
considerarse la conexión del pensamiento aristotélico con la que hay un poder que asegura el hecho de mando. Pero mu-
escolástica medieval, que pervive en las concepciones políti- chas veces olvidamos que el mandato de “alguien” necesita
cas del Renacimiento. El planteamiento aristotélico-tomista forzosamente de la obediencia de los demás. Y se pasa inad-
recoge la política como una necesidad propia de la natura- vertido de dónde viene la obediencia. Si el hombre es libre
leza humana y de la ordenación racional de la convivencia por naturaleza, ¿por qué nos dejamos invadir y sojuzgar por
entre personas. Tomás de Aquino esgrime que la ciudad de la dominación del Uno? ¿Se obedece por temor a la coacción
los hombres es un hecho natural: el poder tiene como objeto del más fuerte? ¿Se obedece por costumbre o por el simple
asegurar la unidad de la comunidad política, considerando su interés de conseguir alguna prebenda? ¿Qué interés puede
ejercicio como un asunto enteramente humano, que cabe en haber en dejarse tiranizar y explotar, aun cuando se prometan
el plan general de la Providencia, y no como una designación riquezas y honores? ¿Se obedece con base en una razón de
particular de Dios o de su representante en la tierra. El hom- Estado? Por donde se vea, no tenemos todavía una respuesta
bre es libre porque actúa de acuerdo con un juicio libre que contundente. Quizás obedecemos por la simple comodidad
lo hace capaz de diversificar su acción. Desde el momento de no tomar responsabilidades sociales. Y más propiamente,
en que estamos dotados de razón (logos), también portamos dice De la Boétie, por la fascinación que irradia el poder del
el libre albedrío. En pocas palabras, la definición del buen Uno (2003: 16).
poder o buen gobierno depende enteramente de la Razón. La docilidad de todos a uno solo significa que los seres
Pero no será hasta el Renacimiento, con Maquiavelo, cuan- humanos nos dejamos fascinar y encantar por la imagen del
do el carácter teocrático del poder comience a desvanecerse. Uno, pues partimos del supuesto de la necesidad de un prínci-
En El Príncipe (1513), encontramos el ejercicio de un poder pe, un Estado o una instancia superior de la que todos y cada
preocupado no tanto por su legitimidad ética, sino por su uno podamos depender. La Boétie preludia la nueva forma
eficacia. La imagen del príncipe cristiano a la usanza medie- política que está a punto de imponerse en Europa: el Estado
val ha sido sustituida por la imagen de un señor renacentista como poder absoluto, del cual dará cuenta —en el siguiente
que ha de tener la astucia del zorro y la fuerza del león para siglo— Thomas Hobbes.
alcanzar el poder y conservarlo. En este orden de ideas, Ma- El Discurso de la servidumbre voluntaria apunta sin duda en
quiavelo ha señalado que hay dos formas de combatir: una la misma dirección de El Príncipe: no importa que el príncipe
con las leyes y otra con la fuerza. La primera corresponde sea odiado, mientras detente la soberanía y ejerza el poder;
a la naturaleza del logos y la segunda a la naturaleza bestial: más aún, detenta la soberanía y ejerce el poder porque irradia
dos caras de la misma moneda. una gran fascinación hacia todas las personas.
Maquiavelo no pretendía desvelar el origen ni el fin del Thomas Hobbes, por su parte, sostiene que el hombre,
poder, sino más bien el cómo conseguirlo, incrementarlo y como individualidad corporal, es principalmente poder. Es
mantenerlo, de ahí que el meollo radique en la transforma- una máquina natural que delibera y se mueve gracias al de-
ción del poder en un fin en sí mismo, restándole importancia seo. Con este razonamiento se inicia el Leviatán (o la materia,
a la legitimidad de origen. En realidad, es el propio poder el forma y poder de una República eclesiástica y civil), publicado
que —para su ejecución más eficaz— justifica los medios que
se han de utilizar. No cabe duda de que con Maquiavelo la
política adquiere la esencia de una técnica y su ejercicio el de 1 Cf. Claude Lefort (1972), George H. Sabine (1945), Jean
Touchard (1961), Jean-Jacques Chevallier (1981).

e 240 Ejercicio del poder


en 1651. Ciertamente, en el estado de naturaleza los seres enérgicamente por el materialismo de Karl Marx, quien
humanos, dispersos en su entorno, son poderes motivados realiza una férrea crítica del sistema económico capitalista,
por el deseo. Nada los limita salvo la incapacidad material haciendo referencia principalmente a las consecuencias de
de satisfacer dicho deseo. En una situación así, el hombre la Revolución industrial, que ocasionaron el surgimiento
experimenta sentimientos como la envidia y el miedo, prin- del proletariado y la lucha de clases. Es importante señalar
cipalmente miedo al sufrimiento y a la muerte. En efecto, también la influencia de la teoría darwinista de la evolución
el orden natural es la “ley de los lobos” (Davis, 1983: 11), en y del positivismo de Auguste Comte.
la que impera una libertad desbordada, al margen de todo Como corolario, recordemos la sentencia de Hegel: lo que
derecho, haciendo casi imposible la existencia del hombre. es racional es real, y lo que es real es racional. Esta frase pa-
El terror y la inseguridad serán las constantes en un estado rece preludiar los horrores que están por venir en el siglo xx.
natural.
La institución de un orden social no es una condición Líneas de investigación y debate
metafísica ni natural; es un producto del artificio del hombre contemporáneo2
—dirá Hobbes—, que se da a través de un contrato social. El
orden político, por lo tanto, sólo puede producirse mediante Después de algunas cruentas revoluciones, dos guerras
una decisión colectiva que genere un artefacto, especie de mundiales sumamente letales y sangrientas, los totalita-
dios mortal o de Leviatán. Si el estado de naturaleza es pre- rismos —con un genocidio programado como si fuera una
cario, inseguro y desesperante, puesto que antagonizan en proeza científica—, las atrocidades atómicas, los inhumanos
él el deseo de poder y el deseo de vivir en paz, se impone la ataques bacteriológicos, los embates del terrorismo y el cri-
necesidad de crear una instancia superior que ordene la vida men organizado, la estulticia de las grandes potencias, nos
en sociedad y que elimine la violencia natural. De esta forma, damos cuenta de que la frase de Hegel o el Guernica de Pi-
es posible sustituir la guerra de todos contra todos por una casso —por poner algunos ejemplos— dejan un sabor muy
paz para todos, de ahí que el ejercicio del poder recaiga ma- amargo. ¿Es acaso la aniquilación inhumana del hombre lo
yormente en un Estado soberano: el contrato que establece que la “razón” busca? El historiador Eric Hobsbawm (1995)
un orden político de esta magnitud no está sujeto a ninguna ha catalogado al siglo xx como la época de los extremos. En
obligación, excepto la de consolidar la seguridad y el bienestar ningún otro siglo han coexistido tan dramáticamente el pro-
de los contratantes. El poder soberano, según Hobbes, será greso y la regresión, la guerra y la paz, la razón y la barbarie.
siempre menos dañino que la ausencia de tal poder. Ha sido necesario arribar al siglo xx para que —quizá
El siglo xviii se caracteriza por la aparición de un pensa- por los horrores que han producido los abusos del poder—
miento ilustrado, que le dará otro rostro al ejercicio del poder. el pensamiento político se pregunte nuevamente: ¿qué es el
En 1748 aparece Del espíritu de las leyes de Montesquieu, poder? Así se lo han planteado figuras como Max Weber en
en el que analiza los distintos tipos de leyes que podemos El político y el científico (1919) y en Economía y sociedad (1922);
encontrar en un ordenamiento socio-político. Este texto ha Bertrand Russell, en Power (1938) —traducido al español
tenido un gran peso en la filosofía y teoría políticas, pues como El poder en los hombres y en los pueblos—; Guglielmo
plantea la separación de poderes en los Estados soberanos Ferrero, en El poder. Los genios invisibles de la ciudad (1942);
(Legislativo, Ejecutivo y Judicial), así como el equilibrio entre Bertrand de Jouvenel, en El poder (1945); Hannah Arendt, en
éstos. Kant nos habla de la instauración de una paz definiti- Los orígenes del totalitarismo (1951); Elías Canetti, en Masa y
va en Europa —en Sobre la paz perpetua [1795]—, gracias a poder (1960); E.M. Cioran, en Historia y utopía (1960), John
la consolidación de Estados soberanos que se mantienen en Rawls, en Teoría de la justicia (1971); Michel Foucault, en
equilibrio unos con otros. Asimismo, hacia finales del siglo Vigilar y castigar. Nacimiento de la prisión (1975) y en Histo-
xviii, Thomas Paine escribe La época de la razón y Los derechos ria de la sexualidad, 1. La voluntad de saber (1976); Fernando
del hombre, ambos temas centrales en la Ilustración. Savater, en Panfleto contra el todo (1982); Niklas Luhmann,
El ambiente europeo estaba ya abonado para un pensa- en Poder (1994); Ulrich Beck, en Poder y contrapoder en la era
miento ilustrado: iría tomando forma una concepción política global. La nueva economía política mundial (2004); Eugenio
—sobre todo en Francia, con los enciclopedistas— que re- Trías, en La política y su sombra (2004); Zygmunt Bauman,
chazaba toda autoridad del pasado —anacrónica y vetusta—, en Vida líquida (2005), entre otros.
asegurando en cambio la certeza del progreso humano me- Todos estos estudios consideran al poder como un fe-
diante el desarrollo de la ciencia y la razón. nómeno que contiene elementos y aspectos propios, pero
En el siglo xix, las reflexiones en torno al poder tomarían consustancial a la naturaleza misma del hombre.
otros caminos, más hacia el estudio del fenómeno social y del En sus obras El político y el científico y Economía y sociedad,
materialismo histórico. Como consecuencia de las Guerras Weber plantea que el orden político se ha caracterizado por
Napoleónicas, comienza la época de los Estados nacionales la emergencia del poder o la dominación de unos sobre otros.
europeos, que tienen como común denominador una fuerte
identidad nacional, fortalecida por la corriente del determi-
nismo histórico. Además, el idealismo alemán es confrontado 2 Parte de este apartado retoma fragmentos del artículo Ayala,
2013.

Ejercicio del poder 241 e


Mediante el ejercicio del poder, se logra que dominantes y que son inmanentes; cumplen, en el espacio en el que
dominados se integren en un grupo político. Por consiguien- actúan, una función directamente productora;
te, el Estado es una institución que usa la dominación en el c) el poder viene de abajo, esto es, no existe en las rela-
espacio —entendido como territorio— y en el tiempo —en- ciones de poder una oposición binaria y global entre
tendido como historia—, y que además tiene el monopolio dominadores y dominados; más bien, las relaciones
de la violencia física legítima. de fuerza múltiples que se forman y actúan en los
Ciertamente, establece una especificidad de lo político y aparatos de producción, las familias, los grupos res-
reflexiona en torno a la obediencia hacia el Estado. Una vez tringidos y las instituciones sirven de basamento a
hecho esto, compone una tipología de la dominación, dife- amplios efectos de escisión que recorren el conjunto
renciando a) el poder carismático, b) el poder tradicional y del cuerpo social;
c) el poder racional. El sociólogo alemán pone el acento en d) las relaciones de poder son a la vez “intencionales
la universalidad de una sociedad burocrática-racional, antes y no subjetivas”; están atravesadas por un “cálculo”
que en el advenimiento de una dudosa democracia. La legi- (no hay poder que se ejerza sin una serie de miras
timidad debe fundarse en un cuerpo de reglas legales, y los y objetivos); ni la élite que gobierna, ni los “grupos
responsables de la autoridad deben estar encerrados en una que controlan los aparatos del Estado”, ni los par-
esfera definida de competencia; de ahí, pues, que el poder tidos políticos, ni los que toman las decisiones eco-
deba legitimarse mediante un Estado de derecho. nómicas más importantes administran el “conjunto
En este momento es pertinente establecer la diferencia de la red de poder que funciona en una sociedad y
entre fuerza y poder. Elías Canetti sostiene que la fuerza es que la hace funcionar”; no debemos olvidar que la
más próxima y presente; está al alcance de la mano. Por ello, racionalidad del poder es la de las estrategias y las
es más coercitiva e inmediata que el poder. Regularmente se tácticas;
insiste en la fuerza física. Ahora bien, cuando la fuerza dura e) donde hay poder hay resistencia, no obstante, ésta
más tiempo y es más sutil, se convierte en poder, pues pertenece nunca se encuentra en posición de exterioridad res-
a éste —en oposición a la fuerza— una cierta ampliación, es pecto del poder; las relaciones de poder no pueden
decir, más espacio y también algo más de tiempo (1977: 277). existir más que en función de una multiplicidad de
Michel Foucault, por su parte, redefinió el poder, conside- puntos de resistencia: éstos desempeñan el papel
rándolo no un atributo sino un ejercicio. Parte de una visión de adversario, de apoyo, de saliente para una apre-
en la que relaciona saber y poder: si el poder es un ejercicio, el hensión; los puntos de resistencia están en todas
saber es su reglamento. En ese sentido, el poder está en todas partes dentro de la red de poder, o sea, no tienen
partes y, por lo tanto, se requiere una estrategia para ejercerlo. razón de ser sino se encuentran enclavados en el
En la mecánica del poder, se articulan deseo y poder. La campo estratégico de las relaciones de poder.
relación del poder está presente allí donde está el deseo. Con
base en sus mecanismos, en sus objetivos y en sus efectos, el En definitiva, el poder está en todas partes. La soberanía
ejercicio del poder es singular. Frente a un poder que se eri- del Estado, el marco jurídico represivo o la dominación de
ge en leyes, el sujeto constituido como sujeto —esto es, que unos sobre otros no representan el punto de partida, sino más
está “sujeto”— es el que necesariamente obedece (Foucault, bien las formas últimas, dirá Foucault.
1998: 103). Más aún, en una relación de poder intervienen, Podemos decir, a manera de epílogo, que en el siglo xxi
por un lado, algún “poder legislador” y, por el otro, algún todo apunta para que domine el fenómeno de la globalidad y
“sujeto obediente”. los equilibrios regionales. Los conflictos tendrán raíces muy
Se debe realizar una “analítica del poder” que ya no tome diversas. Algunos seguirán los clásicos conflictos geopolíti-
al derecho como modelo y como “código”, ya que el poder cos, ávidos por el control de áreas que consideren vitales, por
está en todas partes. El ejercicio del poder “no es una ins- ejemplo, los recursos naturales como el agua y los energéti-
titución, no es una estructura”; es más bien el nombre que cos, o por su situación geográfica sobre las rutas estratégicas.
se le ha dado a “una situación estratégica compleja en una Otros tendrán un carácter cultural, étnico, nacionalista o reli-
sociedad determinada” (193). De aquí se desprenden las gioso. Los riesgos de proliferación nuclear, los desequilibrios
características principales que se le han atribuido en la Mo- demográficos, la pobreza, los movimientos migratorios, los
dernidad (114-116): daños medioambientales, la existencia de Estados casi invia-
bles, la guerra bacteriológica, el terrorismo y el narcotráfico,
a) El poder no es algo que se adquiera, arranque o podrían generar efectos catastróficos sobre la humanidad.
comparta, o algo que se conserve o se deje escapar; La prevención, la diplomacia y el ejercicio racional del
se ejerce a partir de una multiplicidad de puntos, poder en estos conflictos proporcionarán un mosaico de
inscritos en un juego de relaciones móviles y des- medidas multilaterales, consensuadas y convergentes en las
iguales; que participarán un gran número de Estados y organizacio-
b) las relaciones de poder no están en posición de ex- nes mundiales. Si el componente racional es desbordado en
terioridad respecto de otros tipos de relaciones, sino odio y sinrazón, el panorama se presentará desolador, de ahí

e 242 Ejercicio del poder


la importancia de pensar y repensar el concepto de poder y Rawls, John (1978), Teoría de la justicia [1971], México: Fondo de
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constituyó el giro hacia la naturalización. Este giro, propues-
Lefort, Claude (1972), Le travail de l’oeuvre Machiavel, Paris:
Gallimard. to originalmente por W. V. Quine en 1969, postula que el
Luhmann, Niklas (1995), Poder [1994], Barcelona: Anthropos. conocimiento es producto de la forma en que un organismo
Maquiavelo, Nicolás (1981), El Príncipe [1513], Madrid: Alianza. interactúa con su medio ambiente y que permite su adap-
Montesquieu (1980), Del espíritu de las leyes [1748], Madrid: tación, por lo que constituye un fenómeno natural. En ese
Tecnos. sentido, Quine postuló que la tarea de la epistemología es
Nietzsche, Friedrich (1994), La genealogía de la moral, Madrid: explicar cómo producen los seres humanos el amplio y diverso
Alianza. conocimiento que poseen sobre el mundo externo, a partir
Paine, Thomas (2008), Derechos del hombre: respuesta al ataque rea- de los magros datos sensoriales de los que les provee su or-
lizado por el Sr. Burke contra la revolución francesa, Madrid:
ganismo. En un enfoque naturalizado este proceso habrá de
Alianza.
explicarse exclusivamente por causas naturales. Concebido

Epistemología social 243 e


de esta manera, el problema de la epistemología, para Quine, implicaciones que actualmente son objeto de críticas muy
es explicar la relación causal entre el input sensorial de los diversas bajo los enfoques naturalizados.
organismos humanos y el output cognitivo (83). La concepción cartesiana definió el conocimiento como
Siendo así, la naturalización de la epistemología implica una clase de creencias y exigió que, para su construcción, se
la crítica de la concepción tradicional de ésta como una dis- debía partir de un conjunto de éstas que contaran con un
ciplina estrictamente filosófica y propone, en cambio, que la fundamento indubitable. Actualmente, al abandonarse la
investigación sobre el conocimiento incorpore las contribu- concepción de la epistemología como una disciplina a prio-
ciones realizadas por las ciencias empíricas a la explicación de ri, la condición de certeza se debilita al reconocerse que las
las facultades que permiten a los seres humanos producirlo. capacidades cognitivas de los seres humanos son limitadas y
Hoy en día, la discusión sobre qué significa la naturaliza- falibles, y que, por tanto, no se puede exigir del conocimien-
ción de la epistemología es muy abundante, como también to dicha condición.
son muy diversas las líneas de investigación que ha propiciado Otra consecuencia de la hegemonía del cartesianismo en
este giro. La propuesta original de Quine defendía la tesis la epistemología moderna fue que convirtió las instancias so-
del reemplazo, que supondría la sustitución de la epistemo- ciales —ya fueran tradiciones, costumbres o autoridades, es
logía por la psicología científica, abandonando, por tanto, decir, a las relaciones, prácticas e instituciones sociocultura-
la dimensión normativa que ha caracterizado a la teoría del les— en fuente de error y prejuicio. A decir de Ernest Gellner,
conocimiento moderna (1969: 75-76). Sin embargo, esta Descartes inició un programa para liberar a la mente de la
posición se enfrenta a concepciones de la naturalización cultura, un programa que se habría llevado a cabo mediante
que sostienen no el reemplazo, sino la apertura de la epis- la investigación de las capacidades cognitivas individuales
temología a los conocimientos sustantivos producidos por y el seguimiento del método que permitiría su adecuada
las ciencias empíricas, por tanto, el abandono de la con- realización, alcanzando por esta vía la completa autonomía
cepción de la disciplina como reflexión a priori, pero no epistémica de los sujetos. Dicho programa habría sido com-
su dimensión evaluativa y normativa, a la que la mayoría pletado por Hume y Kant, a pesar de las diferencias entre el
de los epistemólogos no están dispuestos a renunciar, por racionalismo cartesiano, el empirismo humeano y el trascen-
considerarla el núcleo de la disciplina, lo que la distingue dentalismo kantiano (Gellner, 2005: 8-9)
de las ciencias empíricas que investigan el conocimiento. Sin embargo, en el camino hacia la naturalización, es
En un primer momento, en consonancia con la prioridad decir, en la investigación de cómo de hecho adquirimos co-
que la epistemología moderna otorgó desde su origen al in- nocimiento los seres humanos —un camino que se propone
dividuo como sujeto epistémico, es decir, de acuerdo con la dejar de lado las idealizaciones sobre el sujeto cognoscente
concepción que sostiene que es siempre la primera persona que guiaron a la epistemología moderna durante tres siglos—,
del singular la instancia que realiza el proceso de conocer, el los principios sobre los que ésta se construyó son puestos en
acercamiento de la epistemología naturalizada a las ciencias duda y se someten a investigaciones muy diversas.
empíricas condujo hacia disciplinas que investigan los proce- Además de que el falibilismo ha reemplazado a la cartesia-
sos mentales individuales como son la psicología y las ciencias na búsqueda de la certeza, que hoy se reconoce inalcanzable,
cognitivas, actualizando la perspectiva filosófica que Descar- otro cambio crucial lo constituye el reconocimiento de que
tes introdujo en el siglo xvii y que constituyó, hasta mediados los seres humanos, en la inmensa mayoría de los casos, co-
del siglo xx, el paradigma epistemológico hegemónico. nocemos a través de la interacción con otros individuos o
Descartes postuló que el universo se divide en dos sus- con la mediación de productos sociales como libros, instru-
tancias diferentes e irreductibles, la res cogitans (la mente) y mentos y artefactos, medios de comunicación, entre otros.
la res extensa (la materia), así como que el conocimiento es Reconocemos, por tanto, que la dependencia epistémica
producto de las facultades de la primera (Descartes, 1987: —es decir, la necesidad que tenemos los individuos huma-
65-82). Esta dualidad condujo al individualismo que permeó nos de nuestros congéneres y de nuestro medio ambiente
en la epistemología hasta la primera mitad del siglo xx, en socialmente construido para producir, reproducir y justificar
la medida en que la mente se separó no sólo del cuerpo, sino nuestro conocimiento— es ubicua y no se puede eliminar y,
también de los contextos materiales y sociales en que se des- por consiguiente, que el conocimiento es resultado de pro-
envuelven los sujetos. Fue por esta vía que las capacidades cesos colaborativos muy diversos.
cognitivas del individuo se convirtieron en el objeto de aná- Ahora bien, el reconocimiento de la dependencia episté-
lisis privilegiado de la teoría del conocimiento. mica condujo a la afirmación de que el acercamiento inicial
Del cartesianismo, por tanto, se deriva la concepción de la epistemología naturalizada a las diversas disciplinas que
tradicional del conocimiento como un logro individual que analizan las operaciones mentales debía completarse con la
depende exclusivamente de las capacidades y los procesos incorporación de la investigación de los factores sociales que
internos de la mente. Si bien esta concepción tuvo el mérito concurren a la producción del conocimiento. Este hecho llevó,
de dirigir la epistemología hacia el análisis de las facultades hacia finales de la década de los ochenta, a que se postulara
perceptivas e inferenciales de los individuos, también tiene la necesidad de desarrollar la epistemología social, una in-
vestigación que parte precisamente de la afirmación de que,

e 244 Epistemología social


contrariamente a las concepciones que han prevalecido en la Otra fuente de la epistemología social la constituye la
epistemología moderna, los seres humanos inevitablemen- sociología del conocimiento y de la ciencia, particularmente
te dependemos de otros para adquirir, producir y justificar los desarrollos de esta última a partir del llamado Programa
nuestro conocimiento. Fuerte de Barry Barnes y David Bloor que surgió en la dé-
La epistemología social cuestiona no sólo el lugar privile- cada de los setenta del siglo pasado. A este respecto habría
giado que ha tenido el individuo como sujeto del conocimiento, que decir que si bien la sociología siempre ha reconocido que
sino también reivindica que, en muchas ocasiones, la actitud el conocimiento es un producto social —en ese sentido en-
más racional que puede adoptar un individuo es apoyarse en contramos reflexiones sobre éste en tradiciones tan distintas
la autoridad epistémica de otros. Esta afirmación resulta in- como pueden serlo el marxismo, la sociología fenomenoló-
aceptable para la epistemología clásica. Sin embargo, si no gica, la escuela durkheimiana, entre otras—, el diálogo que
reconocemos este hecho, llegaríamos a la paradoja de que los se ha establecido entre la epistemología y la sociología se ha
individuos que viven en sociedades complejas, en las que sus producido primordialmente por la vía del debate con las so-
miembros recurren constantemente al conocimiento de muy ciologías del conocimiento científico.
diferentes clases de expertos, y que no pueden verificarlo o El giro cognitivo que se produjo en éstas a partir de las
comprenderlo, actuarían de manera no racional al fiarse del tesis propuestas por Barnes y Bloor, quienes, a diferencia
conocimiento ampliamente diversificado en el que se basan de la sociología del conocimiento de Mannheim (1987) y
las actividades de las sociedades contemporáneas y del que de la sociología de la ciencia de Merton (1977), sostienen
no se puede prescindir para desenvolverse como un miembro que todas las creencias, incluidas las científicas, tienen cau-
competente de la sociedad. sas sociales, abrió el camino para el análisis sociológico de
También es objeto de crítica, por parte de la epistemología problemas que tradicionalmente fueron considerados com-
social, la escisión que estableció la epistemología tradicional petencia exclusiva de la epistemología, como el de la verdad y
entre el cuerpo y la mente. Esta crítica conduce a la consi- el de la justificación, lo que propició el constante debate entre
deración de otros tipos de conocimiento como objeto de la las dos disciplinas, así como, en la obra de algunos autores, a
epistemología, conocimientos que difícilmente pueden redu- la redefinición de dichas nociones epistemológicas centrales.
cirse a creencias, como el conocimiento tácito y el práctico, Para los sociólogos de la ciencia, la verdad de las creencias no
que evidentemente requieren no sólo del ejercicio de las fa- depende, como en la concepción epistemológica tradicional,
cultades mentales, sino también de las del cuerpo, así como de de la relación entre las proposiciones y la realidad externa,
relaciones sociales a través de las que se llevan a cabo procesos sino del consenso de una comunidad epistémica (Bloor,
de socialización y aprendizaje. A pesar de que hay autores 1991). Asimismo, consideran que los criterios que distin-
(Stanley y Williamson, 2001) que sostienen que todo tipo guen el conocimiento de lo que no lo es son producidos
de conocimiento puede reducirse a proposiciones, es decir, a socialmente, es decir, dependen del contexto, y por tanto,
creencias que tienen la estructura lingüística de una oración, no existen estándares universales que permitan la evaluación
basta pensar en una habilidad como saber montar en bicicleta, de los muy diversos métodos de formación y validación de
para reconocer la diferencia entre este tipo de conocimiento creencias que llevan a cabo diferentes comunidades epis-
y una serie de proposiciones. En el mismo sentido, los soció- témicas. Estas tesis conducen a posturas relativistas sobre
logos de la ciencia reivindican el conocimiento tácito que se el conocimiento que constituyen una fuente de constantes
adquiere a través de la práctica cuando se forma parte de un debates entre filósofos, historiadores, sociólogos y antro-
grupo de trabajo científico (Collins, 1974). pólogos del conocimiento, así como a posiciones distintas
En el reconocimiento de las dimensiones sociales del co- sobre los alcances y tareas de una epistemología socializada.
nocimiento y, por tanto, en el nacimiento de la epistemología Por último, para la epistemología social es importante
social, concurren, además de la epistemología naturalizada, también la crítica de la epistemología tradicional llevada a
otras disciplinas. Una fuente importante es la historia de la cabo por la epistemología feminista, una de cuyas tesis cen-
ciencia desarrollada por Thomas Kuhn. El enorme impac- trales es que el sujeto del conocimiento no es abstracto y
to de su obra en diferentes ámbitos es de sobra conocido, neutral y propone por tanto la noción de sujeto cognoscente
pero lo que resulta central para la epistemología social es su situado que supone que el conocimiento refleja la perspec-
postulación de las comunidades científicas —y no los cien- tiva social de los sujetos. En este sentido, actualmente son
tíficos individuales— como el sujeto de la ciencia (Kuhn, objeto de investigación de la epistemología feminista pro-
2005: 57-69), así como su tesis sobre los factores sociales blemas tan diversos como la situación de discriminación de
que contribuyen al cambio científico (Kuhn, 1977). De ma- las que han sido objeto las mujeres tanto en la sociedad en
nera que la historia y la filosofía de la ciencia poskuhnianas general como en las instituciones científicas en particular,
han contribuido de maneras muy importantes a la crítica de así como la tesis de que el género (es decir, el conjunto de
la imagen de la ciencia como una práctica no “contaminada” características socialmente asignadas a hombres y mujeres)
por elementos culturales, sino guiada tan sólo por una racio- del sujeto epistémico influye en el conocimiento que produce
nalidad algorítmica, ahistórica y universal. (Anderson, 1995).

Epistemología social 245 e


Líneas de investigación y debate el epistemólogo social es el investigador más adecuado para
contemporáneo diseñar políticas de conocimiento.
Fuller sostiene que la epistemología es inherentemente
La ampliación del proyecto de naturalización de la epistemo- social; encuentra las razones de que el proyecto tradicional
logía hacia las dimensiones sociales del conocimiento se ha no haya reconocido este hecho en la distinción que estableció
desarrollado por vías muy diversas y que no necesariamente entre la búsqueda de conocimiento y su organización social,
concuerdan. Las propuestas van desde las versiones mínimas como cuestiones independientes, lo que condujo, por haber
que sólo conceden que las instituciones sociales juegan un tratado el problema de la organización social como si fuera
papel en la división y organización del trabajo cognitivo, y epistémicamente irrelevante, a la investigación sobre la bús-
que por tanto siguen sosteniendo que sólo son los individuos queda del conocimiento en términos individualistas (1988: 9)
los que conoce (Goldman, 1999), hasta versiones radicales A decir de Fuller, la crítica al individualismo lleva al
que sostienen que todo el proyecto de la epistemología tra- reconocimiento de que alcanzar un conocimiento no es
dicional debe de reformularse, porque niegan que los sujetos equivalente a tener una cierta clase de creencia, como lo con-
primarios del conocimiento sean los individuos, y proponen cibió tradicionalmente la epistemología moderna, sino que
en cambio que los sujetos cognoscentes son diferentes tipos equivale a obtener un estatus social al que se llega mediante
de grupos sociales, así como que la normatividad epistémica la participación del sujeto (individual o colectivo) en el pro-
es un producto histórico-social y, por tanto, que la tradicional ceso colaborativo de conocer. Asimismo, sostiene que el no
búsqueda de estándares transculturales debe abandonar- escindir la búsqueda del conocimiento de su organización
se (Bloor, 1991). Las discusiones sobre estos temas las han conduce al reconocimiento de que el proceso en su conjun-
sostenido, primordialmente, filósofos de la tradición analí- to es económico y a postular que la cuestión central para la
tica con las fuentes de la epistemología social a las que se ha epistemología social no es cómo producir más conocimiento,
hecho referencia, pero paralelamente se ha conformado una sino cómo distribuirlo más equitativamente (29).
concepción muy diferente sobre las tareas de esta disciplina. Fuller ha desarrollado ampliamente su programa. En
El término epistemología social fue acuñado en 1952 por los 1987 inició la publicación de Social Epistemology. A Jour-
bibliotecólogos estadounidenses Margaret Egan y Jesse She- nal of Knowledge, Culture and Policy, la primera publicación
ra, quienes desarrollaron un programa para dicha disciplina periódica del campo, cuyo acervo contiene muestras de las
cuyo objetivo habría de ser el desarrollo de los fundamentos muy diversas líneas de investigación de especialistas que
teóricos para la optimización del trabajo bibliotecológico. actualmente contribuyen al desarrollo de la epistemología
Egan y Shera propusieron ampliar la investigación episte- social. Entre los temas más destacados se encuentran el de
mológica tradicional al análisis de los procesos intelectuales la dependencia epistémica, relacionado con el testimonio
de la sociedad, es decir, de los procesos mediante los que el como fuente de conocimiento y con la división del trabajo
conocimiento se socializa, así como de las formas que permi- cognitivo; el problema de la autoridad epistémica, que invo-
ten su óptima distribución y aprovechamiento (1952: 132). lucra temáticas relacionadas con la fiabilidad de los métodos
Las propuestas de Egan y Shera prácticamente pasa- e instituciones que producen conocimiento; los diferentes
ron desapercibidas en el ámbito de la epistemología dada la tipos de conocimiento (el sentido común, la ciencia, el cono-
lejanía entre esta última y la bibliotecología. El término ad- cimiento tradicional, el práctico); los sujetos de conocimiento
quirió carta de ciudadanía en la filosofía hasta 1987, cuando (individuos, grupos, redes, comunidades), el diseño de polí-
la revista Synthese dedicó un número al tema, en el que los ticas científicas, estudios históricos y sociales de la ciencia,
colaboradores eran en su mayoría filósofos analíticos que ya entre otros, que evidencian los caminos muy diversos por
habían hecho influyentes aportaciones a la epistemología na- los que hoy se analizan las relaciones entre el conocimiento
turalizada individualista. El miembro más joven del grupo, y la sociedad.
Steve Fuller, retomó el término y propuso un programa de
investigación que implicaba una profunda transformación Bibliografía
de la epistemología clásica, así como una dirección muy di-
ferente para la epistemología social como ha sido tratada en Anderson, Elizabeth (1995), “Feminist Epistemology: An Interpre-
el seno de la tradición analítica (Zandonade, 2004). tation and a Defense”, Hypathia, vol. 10, núm. 3, pp. 50-84.
Fuller (1988) definió la epistemología social como el Bloor, David (1991), Knowledge and Social Imagery, Chicago: Chi-
campo de estudio que investiga cómo se debe de organizar cago University Press.
Collins, Harry (1974), “The TEA Set: Tacit Knowledge and Scien-
la búsqueda de conocimiento, en vista de que dicha búsqueda tific Networks”, Science Studies, vol. 4, núm. 2, pp. 165-185.
es muy diversa y que diferentes grupos e individuos tienen Descartes, René (1987), Meditaciones metafísicas y otros textos,
un acceso muy diferenciado al conocimiento producido por Madrid: Gredos.
otros. De la definición misma se desprende que Fuller con- Egan, Margaret y Jesse H. Shera (1952), “Foundations of a Theory
cibe la epistemología social como una búsqueda normativa of Bibliography”, The Library Quarterly: Information, Com-
de la óptima división del trabajo cognitivo y, por tanto, que munity, Policy, vol. 22, núm. 2, pp. 125-137.

e 246 Epistemología social


Fuller, Steve (1988), Social Epistemology, Bloomington, Indiana- te, este texto tiene el propósito de captar algunas cuestiones
polis: Indiana University Press. sustantivas del mundo social de la academia.
_____ (1996), “Recent Work in Social Epistemology”, American Antes, es necesario aclarar brevemente los dos términos
Philosophical Quarterly, vol. 33, núm. 2, pp. 149-166. del concepto. La idea de espacio ha sido objeto de análi-
_____ (2000), The Governance of Science: Ideology and the Future of the
Open Society, Philadelphia: Open University Press.
sis y reflexión de muchas disciplinas de las humanidades,
Gellner, Ernest (2005), Razón y cultura, Madrid: Síntesis. las ciencias sociales y las ciencias de la naturaleza. Se le ha
Goldman, Alvin (1987), “Foundations of Social Epistemics”, Syn- discutido desde varios ángulos a través del tiempo históri-
these, vol. 73, pp. 109-144. co, desde la filosofía clásica —en Grecia—, pasando por la
_____ (1999), Knowledge in a Social World, Oxford: Claredon Press. física de Einstein, hasta nuestros días, cuando el espacio y
Hardwig, John (1985), “Epistemic Dependence”, The Journal of el tiempo se separan,1 cuando el espacio se vuelve flexible y
Philosophy, vol. 82, núm. 7, pp. 335-349. puede ampliarse o restringirse, cruzarse de inmediato gracias
Kornblith, Hillary (1987), “Some Social Features of Cognition”, a las tecnologías de la comunicación, cuando puede alejar o
Synthese, vol. 73, pp. 27-41. aproximar las cosas que contiene. Todo esto se menciona
Kuhn, Thomas (1977), “Objectivity, Value Judgement and Theory
Choice”, en The Essential Tension, Chicago: Chicago Uni-
para ilustrar que el concepto de espacio ha ido modificándose
versity Press, pp. 320-339. y enriqueciéndose a lo largo de la historia del pensamien-
____ (2005), La estructura de las revoluciones científicas, México: Fon- to. Hay, pues, muchas concepciones del espacio. El espacio
do de Cultura Económica. puede ser indivisible o limitado, extenderse o dilatarse, servir
Lipton, Peter (1998), “The Epistemology of Testimony”, Studies in para separar cosas.
History and Philosophy of Science, vol. 29, pp. 1-31. Es posible citar varios sinónimos para orientar al lector; por
Mannheim, Karl (1987), Ideología y utopía: introducción a la sociolo- ejemplo, una primera idea se refiere al lugar, al sitio donde se
gía del conocimiento, Madrid: Fondo de Cultura Económica. posiciona algo. En geografía, se habla de territorio y éste tiene
Merton, Robert (1977), La sociología de la ciencia: Investigaciones ciertas dimensiones, como el territorio de un país y su espa-
teóricas y empíricas, Madrid: Alianza.
Quine, Willard van Orman (1969), “Epistemology Naturalized”,
cio aéreo, sobre el cual hay legislación. El de un país cubre un
Ontological Relativity and Other Essays”, New York: New espacio físico que puede dividirse en otros espacios, localida-
York University Press. des, zonas, regiones, entidades. Los grupos humanos ocupan
Schmitt, Frederick (1987), “Justification, Sociality and Autonomy”, territorios y hoy, en pleno siglo xxi, hay territorios en disputa
Synthese, vol. 73, pp. 43-85. cuando el poder adquiere extraterritorialidad y no está atado
_____, ed. (1994), Socializing Epistemology. The Social Dimensions of ni depende de un espacio fijo, cuando la sociedad está abierta,
Knowledge, Lanham, Maryland: Rowman and Littlefield. cuando el principio de soberanía está puesto en jaque y cuando
Stanley, Jason y Timothy Williamson (2001), “Knowing How”, el mercado ha derribado todas las fronteras.
Journal of Philosophy, vol. 98, núm. 8, pp. 411-444 Por ahora destaco, para fines de la exposición, que el espa-
Welbourne, Michael (1986), The Community of Knowledge, Aber-
deen: Aberdeen University Press.
cio es algo en que se ubica algún objeto material o inmaterial,
Zandonade, Tarcisio (2004), “Social Epistemology from Jesse Shera aunque también pudiera pensarse que hay espacios vacíos.2
to Steve Fuller”, Library Trends, vol. 52, núm. 4, pp. 810-832. La postura que aquí sigo es que en el espacio se sitúa algo de
una manera determinada con respecto o en relación con otros
objetos. El espacio al que nos referiremos y que nos intere-
sa es aquél que sirve como receptáculo de todo aquello que
tiene que ver con lo social, con la existencia de la sociedad.

ESPACIO ACADÉMICO
En el espacio social existen, analíticamente, varios espacios,
lo cual confiere a la idea de espacio un sentido relativo, pero
también un sentido de concreción.
Humberto Muñoz García Lo social puede ser un espacio físico o localizarse en un
espacio físico. El espacio social es aquél donde se encuentran
posiciones en que se sitúan individuos, grupos o colectivos,
Definición un espacio en que hay desplazamientos entre las posiciones
y distancias o proximidades sociales mayores o menores. Se
La noción de espacio académico no está definida en la literatu- trata de un espacio donde quienes tienen posiciones seme-
ra sociológica sobre educación. Hay muchas aproximaciones.
Aquí, el propósito es construir una idea del término, otor-
garle un sentido de pertinencia, y también de pertenencia 1 La idea de la ruptura entre el tiempo y el espacio la recojo del
para que, a partir de dicho espacio, se identifique a quienes libro de Bauman, 2004.
vivimos, actuamos y pensamos dentro de él. El ejercicio tra- 2 Hay filósofos que negaron la existencia del vacío, como Des-
ta de contribuir, asimismo, a entender mejor nuestro trabajo, cartes y Spinoza, y otros que la han defendido, como Leibniz.
nuestras prácticas, y a los académicos en general. Igualmen- Además, se ha discutido los límites del espacio para distinguir
el espacio concreto del espacio infinito.

Espacio académico 247 e


jantes comparten una serie de atributos que los distinguen plina) y que puede originar nuevos campos de conocimiento
de otros. El espacio social posee una estructura en que se que a su vez llevan a la creación de nuevas disciplinas.5
establecen relaciones entre quienes ocupan las posiciones en El espacio académico es el habitado por el homo academi-
las que puede dividirse la sociedad. Veremos más adelante, al cus: el académico entendido no como individuo, sino como
hablar del espacio académico, otras cuestiones y dimensiones colectividad, como sujeto actuante en su medio, con tareas
que también cubre la noción de espacio referida a lo social. asignadas a la actividad que realiza, que es por naturaleza
Por lo pronto, baste decir que quienes ocupan posiciones colectiva (Bourdieu, 2008). Los académicos son los pro-
y mantienen relaciones en un espacio social determinado, ductores de conocimiento; son el cuerpo social encargado
tienen un mundo externo con el cual también se relacionan. de trasmitirlo a sus alumnos y a diversos públicos en la so-
Se establecen lazos, por ejemplo, entre el espacio contenido ciedad, de difundir el conocimiento para que se distribuya.
en la esfera económica y el espacio contenido en el escenario Al académico lo distingue en la sociedad la labor que lleva a
político. Se forman redes de relaciones que producen tensio- cabo y tiene como referente el propio espacio que ocupa. La
nes y dinámicas que influyen en el devenir de cada espacio realización de sus tareas requiere plena autonomía para fijar
concreto. Uno de tales espacios es el académico. ¿Qué es lo o ampliar el espacio, para que se dé un ejercicio enteramente
académico? ¿Qué es un académico? libre, con creatividad y expresión. Podemos definir el espacio
Actualmente, es posible admitir que lo académico corres- académico como aquél donde se lleva a cabo la actividad de
ponde a una actividad en que se maneja un conocimiento producir, transmitir y difundir conocimiento científico. Estas
científico, en que se hace ciencia. En la actividad académica actividades tienen lugar en un espacio físico, por lo general,
se produce, se transmite, se difunde y se distribuye conoci- concedido por alguna institución educativa.
miento científico. Estas tareas se realizan en conjunto. El espacio académico, como todo espacio social, contie-
En la educación superior, la academia está constituida ne posiciones ocupadas por los académicos, desde las cuales
por una comunidad de estudiantes, profesores e investigado- éstos desempeñan sus actividades. Cada posición tiene sus
res. Son agentes receptores y transmisores de conocimiento, requisitos para ser ocupada. En nuestro país, por ejemplo, los
actores que se movilizan conforme a medios y fines acadé- académicos se dividen en titulares y asociados. En cada una
micos. La comunidad académica es el soporte social de la de estas categorías hay niveles. Las posiciones se otorgan de
vida académica, que se organiza en colectivos para realizar manera definitiva o interina.
sus tareas.3 La comunidad académica es dinámica. En ella, La estructura de posiciones en la academia contiene un
los profesores e investigadores tienen mayor presencia en el orden jerárquico, y el movimiento de las inferiores a las su-
tiempo que los alumnos, quienes entran y salen, divididos por periores forma lo que se conoce como carrera académica, que
generaciones. Por ello, cuando nos referimos a lo académico, se rige por una serie de normas previamente establecidas y
estamos pensando en quienes ejercen funciones académicas aceptadas por la comunidad. En el curso de dicha carrera,
de manera constante. El académico individual es aquél que los académicos siguen una trayectoria a través de la cual acu-
investiga, enseña y difunde el conocimiento. mulan méritos vinculados a la posesión de capital científico
Por lo general, se admite que la academia se estructura y (por ejemplo, publicaciones) y simbólico (reputación, reco-
se divide en disciplinas o campos de conocimiento (por ejem- nocimiento o prestigio asociado a su saber). La posesión de
plo, física, biología, sociología). Las disciplinas son cuerpos estas propiedades determina, entre otras cosas, la posición
de conocimiento y a lo largo de la historia han sufrido cam- que se ocupa en el espacio académico.
bios y mutaciones por la lógica de proliferación que sigue el La diferenciación de posiciones se basa en atributos o
conocimiento,4 que lleva muchas veces a la especialización, a propiedades que adquieren los académicos por su saber, por
la intersección entre disciplinas (de donde surge la interdisci- sus méritos, por el reconocimiento de su prestigio, por sus
conexiones con otros académicos dentro de su espacio. La
distribución de tales atributos y propiedades forma parte
fundamental de la vida social que mantienen los académi-
3 En su libro La estructura de las revoluciones científicas, T. Kuhn
cos en su espacio.
(2007) se refiere a la comunidad científica. A ella le asigna el Los académicos, para llevar a cabo su actividad, se re-
papel de sostener paradigmas de cómo hacer la ciencia. La lacionan con los colectivos en los que operan (profesores y
comunidad de académicos, para hablar de un término más estudiantes), con los colegas del campo de conocimiento,
genérico que el de comunidad científica, incluye a todas las dis- fuera o dentro de un país. Las relaciones entabladas son actos
ciplinas y formas de organizar la producción de conocimiento; de comunicación6 mediante los cuales circula el conocimien-
tiene creencias sobre lo que es y lo que no es ciencia. A ella le
corresponde realizar y legitimar los cambios de paradigma o
confrontar paradigmas (como, por ejemplo, entre funcionalistas 5 Sobre cómo nacen y se desarrollan nuevas disciplinas, consúl-
y marxistas en sociología). tese la obra de M. Dogan y R. Phare, 1991.
4 Paul Feyerabend (1979) fue quien incluyó el principio de 6 La comunicación académica tiene sus propias reglas en la
proliferación en la discusión de la ciencia y del cambio para- academia y varía según los públicos a los que va dirigida.
digmático. Actualmente, es muy importante la comunicación orientada,

e 248 Espacio académico


to. Las relaciones pueden ser directas o virtuales, pueden ser órganos, se toman decisiones sobre el curso y las normas que
conexiones en redes académicas. El intercambio intelectual rigen la vida académica.
es crucial para hacer avanzar el conocimiento. El conjunto de Asimismo, se lucha por las ideas. Se trata, en múltiples
relaciones que se dan en el espacio académico constituye un ocasiones, de imponer una teoría dada para investigar o un
marco que influye en la producción, transmisión y difusión paradigma, frente a otros paradigmas competitivos. Más allá,
del conocimiento; es el marco en que se relaciona el acadé- se lucha por imponer una visión de cómo hacer ciencia, por el
mico con su propia obra. modo de producir conocimiento. Se lucha por ser autoridad
El espacio académico es, predominantemente, un espacio en una materia o disciplina y, en consecuencia, por actuar
de relaciones y comunicaciones. Los académicos entablan de manera legítima entre los colegas y entre el público que
todas sus relaciones desde la posición que ocupan en su es- atiende los procesos de la ciencia.
pacio. Las relaciones entre los académicos marcan distancias En el espacio académico, se compite por el poder de la
con otros académicos dentro y fuera de su espacio, con los academia. La lucha se libra para ganar posiciones de autori-
alumnos y con los públicos externos, según el interés que dad, de dirección académica e institucional, de dominio en las
tengan en los productos de la academia. instancias de administración de la academia; por influir sobre
El espacio académico es un campo de fuerzas.7 Son fuer- la organización de la academia y sobre el gobierno institucio-
zas objetivas que se imponen a quienes están en el campo nal. Se participa en la competencia por lograr representación
académico, donde se lucha por el logro de posiciones su- en los cuerpos colegiados, que funcionan como un medio
periores. La división de los académicos en la estructura de de balance frente al poder de las autoridades unipersonales.
posiciones, en un momento dado, es resultado de luchas pre- El poder político en el espacio académico tiene relación
vias. Para llegar a determinadas posiciones hay que competir. con obtener beneficios y posibilidades para realizar proyec-
En la academia, la concurrencia es permanente y se da tos de investigación y docentes, para decidir sobre lo que es
en todos los niveles y formas de la actividad científica. El importante o interesante en las prácticas de la actividad aca-
espacio académico es un terreno de juego. Se compite por el démica, en los tiempos de su realización, y para ejercitar la
prestigio y el mérito, por distinciones. Pero más que eso, se palabra escrita o hablada. Desde el poder de la academia, se
lucha por abrir programas académicos en campos de conoci- busca orientar sobre los problemas o temas que merecen ser
miento específicos, por recursos económicos para investigar, investigados o enseñados; desde ahí se establecen las agen-
para enseñar y para difundir.8 das. Quienes dominan el espacio académico buscan asegurar
En el espacio académico se juega con una moral científica el orden académico y científico instaurado por ellos, lo que
para definir criterios de división en la estructura de posicio- no debe llevarnos a una visión simplista, porque la lucha en
nes. Y, muy importante, se lucha por imponer los criterios el espacio académico es mucho más compleja y mucho más
para evaluar el trabajo de los académicos. La posición de los complicada que lo que se observa desde una visión maniquea.
académicos en su espacio y la evaluación de su trabajo son Lo que sí es necesario dejar asentado es que el espacio
determinantes para conseguir recursos a fin de llevar a cabo académico es, también, un espacio de socialización y socia-
sus proyectos, lo que puede derivar en un mayor capital sim- bilidad. Pero además, es un lugar donde se gestan intereses,
bólico. Es una lucha en que cada cual pugna por que se le formas de ver la academia, un estilo de vida propio de los
asigne un mayor valor a sus productos. La evaluación se lleva intelectuales, científicos y académicos. Más aún, podría de-
a cabo entre pares organizados en cuerpos colegiados; en tales cirse que en la estructura de categorías y posiciones, aquellos
académicos ubicados en uno de ellas (investigadores, profe-
sores, técnicos, por ejemplo) desarrollan intereses comunes
que tratan de proyectar al conjunto del espacio académico.
desde el espacio académico, a la formación de opinión públi-
ca: la comunicación que sale del espacio académico para el
Pero esto último se refiere a cómo se conectan en el es-
entendimiento de lo académico por el sentido común. Este pacio académico lo objetivo y lo subjetivo, vínculo relevante
último tipo de comunicación es una de las formas con las que porque lleva al plano —tantas veces discutido en la sociolo-
el conocimiento coadyuva a transformar la realidad social a la gía— de la existencia social y de las imágenes que los actores y
que va dirigida su producción. los agentes que entran en relación se forman de ellos mismos;
7 En esta parte sigo mucho de lo señalado por Bourdieu (1999; de las relaciones que guardan y de la realidad que los rodea.
2008) en sus obras sobre el campo intelectual y científico. En Se trata de un plano que lleva al mundo de las representa-
términos generales, para Bourdieu un campo es un espacio so- ciones, que es crucial porque en determinadas circunstancias
cial estructurado, que tiene reglas y esquemas de dominación condiciona u orienta las prácticas que siguen los sujetos, en
propios; en él se lucha por posiciones entre personas y grupos, este caso en el espacio académico, también objeto de repre-
relacionados de manera compleja en el espacio social. sentación por quienes lo habitan.
8 Por ejemplo, para difundir los resultados de una investigación, Por último, y no menos importante, el espacio académico
se requiere una determinada suma de dinero a fin de publicar- se produce y se reproduce históricamente. La idea de qué es
los; se lucha por conseguirla (ya que es escasa), bajo la regla lo académico, la academia, es variable en el tiempo, lo mismo
de publicar o perecer, que se ha acentuado por la presencia de que las condiciones y las características de los lugares don-
lógicas de mercado en la academia.

Espacio académico 249 e


de puede ubicarse un espacio de manejo del conocimiento Varios siglos más adelante, en el xvi, se crearon las univer-
científico. Las luchas en el campo, la renovación generacional sidades en América Latina, en México y en Santo Domingo,
de unos académicos por otros, el desarrollo de la ciencia, la a las cuales seguirían otras en varios países del continente.
circulación de diferentes flujos de conocimiento, las deman- La construcción de un espacio académico institucional fue
das sociales por conocimiento, las redes de relaciones de los muy al modo de lo que era la Universidad de Salamanca en
académicos, la fluidez, el acceso a los avances científicos, et- España. Pero fue en los Estados Unidos donde la universidad
cétera, son, entre otros, los factores que han dado dinamicidad se desligó de los puntos de vista de la iglesia para volverse
al espacio académico a lo largo de la historia. secular y laica. En ese mismo país, las universidades abrie-
No podemos hablar, pues, de una sola definición de es- ron el curriculum para que hubiera libertad de selección de
pacio académico. La ciencia, el espacio y el tiempo de la estudios. Con la adquisición de nuevos territorios en el siglo
academia son, siguiendo a Bauman (2004), objetos líquidos xix, se expandió la universidad como institución pública.
que fluyen y se resisten a ser delimitados. Desde mi punto Durante el siglo de la Ilustración en Europa, el espacio
de vista, por lo que respecta al conocimiento, siempre fue así. académico comenzó a cambiar para delimitarse cuando, en
Alemania, surgió la concepción humboldtiana de universidad,
Historia, teoría y crítica en el siglo xix. El espacio académico universitario vendría a
constituirse en universidad de investigación. Esta actividad,
Llegamos al punto en que hay que situar históricamente la junto con la docencia, creó su principal nicho en el posgra-
idea de espacio académico. Como se sabe, sin duda, fue en do. Producir conocimiento, formar nuevos investigadores y
Atenas donde Platón fundó la Academia, habiendo sido académicos, difundir y transferir conocimiento, se volvieron
alumno de Sócrates y maestro de Aristóteles. Pero lo que las tareas que en conjunto serían realizadas por la universidad
interesa destacar, ahora, es que la Academia se instaló en un moderna. El vínculo investigación-docencia marcó toda una
predio fuera de los muros de la antigua ciudad. El espacio tradición universitaria que se ha extendido hasta nuestros
académico, consistente en sesiones de intercambio de ideas días. Autonomía y libertad de cátedra se han juzgado como
y enseñanza de la filosofía, tuvo un referente en el espacio elementos esenciales para el quehacer científico riguroso.
físico, un lugar de reuniones. El espacio académico ha cambiado históricamente en su
Hay otros antecedentes de la fundación de academias en contenido, lo mismo que los actores que lo ocupan y las rela-
los países asiáticos. En nuestro propio país, tendríamos que ciones que guardan. Además, como lo discute Clark (1997),
pensar en el Calmécac como un sitio académico en el más cada país ha organizado de forma distinta el espacio académico
amplio sentido, donde vivían los estudiantes y se preparaba en sus universidades y su sistema de educación superior. En la
a los futuros gobernantes en ciencias como historia y astro- discusión actual, el espacio académico en las universidades, y las
nomía, y también en música, filosofía y religión. universidades mismas, han recibido cuestionamientos, porque
De regreso al viejo continente, podría decirse que la Aca- estas instituciones perdieron el monopolio de producción del
demia entre los griegos es un antecedente de lo que vendría a conocimiento y de la enseñanza de alto nivel. Actualmente,
ser la necesidad en la época medieval de acumular, enseñar y en muchos países, se han creado centros de investigación o de
guardar la información creada por las sociedades del pasado. posgrado, centros de análisis estratégicos, consultorías y otras
Estas tareas fueron tomadas por los antiguos monasterios instituciones que generan información y análisis. La actividad
católicos, hasta un punto en que los propios clérigos decidie- académica salió del campus, y fuera del campus se ha creado
ron trasladarse a las catedrales para difundir en la sociedad el un modo de producción del conocimiento (llamado modo de
conocimiento que se había producido y guardado. En estos producción 2) (Gibbons, 1997) que es, en ocasiones, competi-
sitios se abrieron las primeras escuelas dedicadas a estudios tivo y en ocasiones complementario, al modo de la producción
avanzados y en este contexto comenzaron a crearse las uni- académica, que es el número 1. El modo 2 está orientado a
versidades. La primera fue la de Bolonia, en Italia, y después resolver problemas con el conocimiento científico de una ma-
en París, Francia, y en Oxford y Cambridge, Inglaterra. nera práctica y sus resultados no necesariamente se publican
Dos cuestiones sobresalen: la primera, que las universida- con reglas de la academia.
des eran fundadas por los estudiantes, quienes organizaban Finalmente, en esta apretada síntesis es de suma im-
los cursos y contrataban a los profesores; la segunda es que, portancia mencionar que en la actualidad hay un espacio
posteriormente, los maestros fundaron el colegio de docto- académico virtual: el que existe gracias a los medios de
res: un gremio de enseñanza, por así decir. Los profesores comunicación y a la formación de redes académicas que
reconocían el fin de los estudios y las instituciones donde se rebasan los límites disciplinarios. Las redes poseen sus pro-
desarrollaban y otorgaban licencias para ejercer una profe- pias entradas y salidas de quienes las componen. En ellas se
sión. También otorgaron licencias para ejercer la docencia. mezclan intereses por temas concretos, pero también forman
Se estableció el espacio académico en el espacio de las uni- espacios donde se puede especular para abrir rutas a la crea-
versidades, que comenzaron a tener sus propios lugares para ción de nuevo conocimiento general, estructural, histórico,
lograr sus cometidos, o sea, sus edificios, que cubrieron un ideas abstractas sobre la sociedad y la naturaleza, y sobre la
espacio denominado campus. relación de ambas. Las redes en el espacio académico virtual

e 250 Espacio académico


permiten intercambios de conocimiento e información casi en la competencia paradigmática, pues el movimiento de la
de manera inmediata, y que éstos sean usados por quien los ciencia tiene mucho que aportar para comprender cómo y
obtiene para fines propios. por qué el espacio académico se organiza de una cierta forma.
El espacio académico virtual y los modos que ha traído Un tópico abierto a la investigación es el de las represen-
para comunicar el conocimiento y la información plantean taciones del sujeto portador de lo académico. ¿Qué imagen
nuevos desafíos a la academia localizada en las institucio- se tiene de la institución en que se trabaja? ¿Cuál es la repre-
nes (por ejemplo, de lealtades, de identidades e incluso de sentación que los académicos se forman mentalmente de los
cuidado contra el plagio). Muchos desafíos están abiertos a alumnos, de quienes administran los procesos institucionales
la imaginación y pueden llegar a poner en jaque las prácti- y de sí mismos? Quienes habitan el espacio académico, por
cas tradicionales, vueltas hábito, en los modos de producir, lo general, son refractarios al cambio institucional. ¿Qué los
transmitir y difundir el conocimiento científico, así como la lleva a ser conformistas? Y, no obstante, la competencia por
evaluación del trabajo académico. el prestigio y los recursos están siempre presentes. El espa-
cio académico como campo de lucha, ¿está centrado en los
Líneas de investigación y debate propios académicos? ¿Cómo se da la lucha por los puestos
contemporáneo de autoridad y por la apertura de programas docentes o de
investigación? ¿Cómo aparece la lucha por la representación
Hay múltiples líneas para una investigación futura del es- y participación en los cuerpos colegiados? ¿Por qué y bajo
pacio académico, lo cual requeriría del interesado repasar qué circunstancias unos académicos tienen más poder que
profundamente la obra de Bourdieu y de muchos filósofos otros sobre el espacio académico? ¿Cómo lo ejercen? En fin,
del conocimiento que aquí no han aparecido. Asimismo, se- lo que sería el ámbito de las actitudes, de los hábitos y de las
ría fundamental seguir la pista de lo escrito por quienes nos prácticas políticas de los académicos es un campo de cono-
dedicamos al estudio de la educación superior, particularmen- cimiento poco desarrollado, al menos en México.9
te lo publicado sobre los académicos desde muy diferentes Finalmente, para analizar lo que ocurre actualmente
perspectivas, fuera y dentro del país. La literatura, al respec- con la idea de espacio académico, es crucial entender cómo
to, es bastante amplia. Aquí sugeriré algunas posibilidades circulan los flujos de conocimiento en el espacio virtual, su
para continuar avanzando en el examen del concepto y en adquisición, manejo y transformación para fines propios,
la problemática que lo circunda, no sin dejar de aclarar que que al mismo tiempo sirvan para transformar la realidad a
las ideas responden a los intereses que derivo, en lo personal, la que está dirigida el conocimiento y desarrollar la idea de
de lo expuesto. que la universidad es, justamente, el sitio donde confluye
Considero necesaria una aproximación más extensa la dinámica del conocimiento generado en ella y los co-
y profunda de lo que es y de lo que puede significar, para los nocimientos que vienen de fuera, para proyectar un futuro
profesores, investigadores y técnicos, la noción de espacio posible y promisorio a la institución.
académico. La importancia que le doy al concepto mere-
ce recomendar tal exploración, recorrer con más detalle su Bibliografía
historia, buscar y precisar sus momentos de cambio y, más
todavía, reflexionar sobre su futuro. Desde luego, no perde- Bauman, Zygmunt (2004), Modernidad líquida, México: Fondo de
ría de vista la relevancia de la universidad como receptáculo Cultura Económica.
del espacio académico, los riesgos que corre la institución Bourdieu, Pierre (1996), Cosas dichas, Barcelona: Gedisa.
para situarse en el siglo xxi y para responder a los patrones _____ (1999), Intelectuales, política y poder, Buenos Aires: Eudeba.
_____ (2008), Homo Academicus, Buenos Aires: Siglo xxi.
de demanda emergentes en distintas sociedades. Se trata de Brun, Jean (1992), Platón y la Academia, Barcelona: Paidós.
comprender lo que mantiene en común la idea de universidad Clark, Burton (1997), Las universidades modernas: espacios de
para seguir siendo el espacio académico de mayor relevancia investigación y docencia, México: Coordinación de Huma-
y, en ese caso, de discutir qué es lo nuevo de tal espacio en nidades-Universidad Nacional de México, Miguel Ángel
esta institución. Porrúa.
Como parte del cambio histórico, una preocupación que Dogan, M. y R. Phare (1991), Las nuevas ciencias sociales. La mar-
me queda es abordar cómo se produce el espacio académico, ginalidad creadora, México: Grijalbo.
dónde no existe y cómo se reproduce una vez que comienza a Feyerabend, Paul (1979), “Consolando o especialista”, en I. Laka-
operar, en términos macro y micro (por ejemplo, un semina- tos y A. Musgrave (coords.), A critica e o desenvolvimento do
conhecimento, Sao Paulo: Cultrix, Universidade de Sao Paulo.
rio o claustro). En el espacio académico instituido, el proceso Gibbons, M. et al. (1997), La nueva producción del conocimiento,
intergeneracional es una forma de percibir el cambio. Sin Barcelona: Pomares.
embargo, más allá de lo anterior, lo importante es entender
cómo ocurre la transmisión de experiencias y conocimientos
de las viejas a las nuevas generaciones y cómo se adquieren, 9 Hace algunos años, publiqué un texto sobre orientaciones y
permanecen o se modifican los valores de la academia. Igual- respuestas políticas de los académicos universitarios (Muñoz,
mente, darle seguimiento a las modificaciones que se realizan 2002).

Espacio académico 251 e


Kuhn, Thomas (2007), La estructura de las revoluciones científicas, la finalidad de que el ejercicio de la autoridad sea autónomo,
México: Fondo de Cultura Económica. articulado, complejo y funcional con objeto de garantizar la
Muñoz García, H. (2002), “Orientaciones y respuestas políticas de vigencia de los intereses públicos, evitando que sean apa-
los académicos universitarios”, en H. Muñoz (coord.), Uni- riencia o representación de ciertos grupos y organizaciones.
versidad: política y cambio institucional, México: Subsecretaría
de Educación Superior, Universidad Nacional Autónoma de
Los intereses públicos son consustanciales a la razón de ser
México, Miguel Ángel Porrúa. del espacio público moderno en el sentido de frenar y diluir
Román Alcalá, Ramón (1998), El enigma de la academia de Platón, abusos, privilegios e individualismos. Los intereses públicos
Córdoba: Berenice. son la clave para construir y consolidar los órdenes político,
Suárez Zozaya, María Hernández (2009), “La juvenilización de los social y económico que necesitan la sociedad, los ciudada-
estudiantes universitarios y los vuelcos del carácter público nos y el Estado para generar relaciones de cooperación y
de la universidad”, en H. Muñoz (coord.), La universidad entendimiento.
pública en México, México, Subsecretaría de Educación Su- Desde esta perspectiva, el espacio público constituye un
perior, Universidad Nacional Autónoma de México, Miguel caudal de opiniones y posturas que reflejan la posición de los
Ángel Porrúa.
grupos, organizaciones y personas en relación con los asuntos
colectivos que son el substrato de los intereses públicos. En
él se expresan voces distintas que reflejan lo que se piensa y
explica en razón de las conducta de las personas en calidad
de sujetos civiles y políticos, tomando en cuenta ideologías,
ESPACIO PÚBLICO credos y preferencias políticas. Su riqueza se localiza en la
diversidad de actores sociales, políticos y económicos pre-
sentes en la estructura básica de la sociedad.
Ricardo Uvalle Berrones Con base en la democracia moderna, el espacio público
favorece el análisis, la deliberación y el debate de los proble-
mas compartidos, reconociendo el derecho a coincidir y a
Definición discrepar. En este caso, se trata de un termómetro de cómo
se comportan la acciones y reacciones de los miembros de la
En la vida moderna, el espacio público ha sido y continúa sociedad civil. Su intensidad deriva del grado de conciencia
siendo el centro de los procesos que fundamentan el sentido, en la vida comunitaria, lo cual favorece la existencia de un
alcance y propuesta de la sociedad civil. Es el lugar donde las ambiente de compromiso con los intereses compartidos. El
personas, los grupos y las organizaciones conviven de manera espacio público se comparte teniendo como eje la pluralidad
cotidiana con base en la pluralidad y diversidad que caracte- democrática y la riqueza de la diversidad social y política.
rizan a las democracias modernas. Su vitalidad se relaciona Esto significa que no es factible alcanzar la unanimidad en
con la vigencia de las libertades civiles y políticas, que tienen los asuntos políticos y que, en todo caso, se han reconocido
reconocimiento constitucional y legal, con lo cual es relevante otras categorías para indicar las formas de aceptación que
la comunicación e interacción de la sociedad y el Estado. El necesita todo orden institucional, a saber: la construcción de
espacio público moderno se caracteriza por la racionalización las mayorías y el respeto por las minorías. En este sentido,
de la autoridad, la diferenciación de las estructuras sociales, la importancia de las mayorías en la sociedad moderna no
políticas y económicas, así como por el aumento de la parti- excluye a las minorías, dado que también tienen derecho a
cipación ciudadana en los asuntos políticos. recibir los beneficios que se producen en la vida colectiva y
El espacio público se ha convertido en el hogar de los habi- a un trato respetuoso. Mayorías y minorías son la fórmula
tantes de la comunidad civil y política, lo cual implica que hay que caracteriza la convivencia institucional de la democracia
elementos de identidad que posibilitan la relación y las formas y, por tal motivo, el espacio público las adopta atendiendo
de cooperación que permiten superar los individualismos y las al principio de inclusión que fortalece el sentido de perte-
conductas antisociales. Su naturaleza es la vida en común, la nencia hacia lo comunitario. El vigor del espacio público es
vida compartida y la vida asociada. Se nutre de las aportaciones consustancial al vigor de la sociedad civil. En efecto, se trata
individuales que se estructuran en forma de colectividades de un espacio diversificado donde caben todas las formas de
para cumplir los objetivos compartidos. Es un sistema de participación que han de contribuir a la vigencia de las nor-
energías, participación e intervención que permite construir mas institucionales.
la esfera política de la sociedad civil, así como la esfera pública Una característica del espacio público es que en él se
del poder para asegurar que una y otra tengan articulación ha diseñado el binomio institucional de los derechos y las
con fines de administración, gobierno y gestión a fin de ga- obligaciones para las personas civiles que también tienen de-
rantizar la existencia de los contrarios. rechos ciudadanos. Los primeros, los derechos, se agrupan
Lo anterior significa que el espacio público posee ins- en la vigencia de la libertad, la igualdad, la propiedad y la
tituciones vigorosas, diferenciadas y con capacidad para seguridad en la esfera civil y en la política. Las segundas, las
establecer y hacer cumplir pautas reiteradas de conducta con obligaciones, exigen el cumplimiento de las constituciones

e 252 Espacio público


y leyes; el pago de impuestos para financiar el presupuesto, vida en el espacio público, significa que hay capacidades y
las finanzas y el gasto público; el reconocimiento de que hay voluntades que, al conjugarse, favorecen su progreso y ventajas
costos compartidos, como la deuda pública, el déficit fiscal y transitando de lo individual hacia lo colectivo para evitar los
el pago de sueldos a la burocracia gubernamental; la obedien- antagonismos que arrecian la desunión. La colaboración es
cia con el sistema de autoridad establecido; la producción de una veta por intensificar en favor de lo colectivo, dado que
bienes públicos tangibles —calles, carretera, escuelas— y el permite sumar apoyos, aprovechar recursos y producir bene-
cuidado de bienes públicos no tangibles —aire y agua—, que ficios que hagan efectiva la equidad social.
son de naturaleza vital para el desarrollo de la vida colectiva. El desarrollo del espacio público en la visión de la vida
El universo de los derechos y las obligaciones, en este moderna debe entenderse como un sistema de compromisos
caso, destaca más a la persona en lo civil, lo individual y lo que exigen la articulación de intereses, los costos compartidos,
doméstico, pero se extiende hacia la esfera compartida en los beneficios colectivos y el logro de mejores condiciones
que prevalecen instituciones como ciudadano, ciudadanía, de vida. Les corresponde a las autoridades constituidas con
participación, representación, voto universal y elección de go- apego a la legalidad asegurar que el espacio público desarrolle
bernantes, generadores de prácticas de responsabilidad para los elementos vitales de su eficacia, productividad, bienestar
los miembros de la sociedad civil. Comprenden también el y progreso para que tanto la sociedad como el Estado ten-
plebiscito, el referéndum, la consulta popular y la evaluación gan relaciones armónicas sobre la base de un orden político
ciudadana como herramientas que permiten ratificar, modi- que funcione con eficacia a través de organizaciones, cuerpos
ficar, reconocer o cuestionar el desempeño de las autoridades administrativos calificados, procedimientos, reglas, estímulos
y los administradores del Estado. y penalidades, evitando que los conflictos no impidan alcan-
El diseño institucional del espacio público ha sido una zar las necesarias formas de cooperación entre los agentes y
tarea compleja, debido a que define la relación intensa y en organismos de la sociedad.
ocasiones tensa entre la sociedad y el Estado. El modo en que La visión positiva del espacio público finca su plenitud en
se ha conseguido llegar a medios de entendimiento entre uno la colaboración real de los actores y las organizaciones que
y otro es con base en los recursos que aportan las democracias. vinculan a la sociedad con el Estado para hacer factible diver-
Un ejemplo es el ejercicio del diálogo entre los opuestos para sos proyectos de vida. La visión negativa del propio espacio
superar problemas y conflictos; otro es la práctica de civilidad público está dada por conductas destructivas que lesionan la
para que sean los medios y conductas pacíficos el camino para vida asociada e impiden el crecimiento y consolidación de lo
el abordaje de las tensiones y la definición de las soluciones; que pertenece a las relaciones comunitarias.
uno más es la tolerancia para no incurrir en actitudes impro-
pias que estimulan los prejuicios y el desprecio por el otro; El espacio público tiene como punto cardinal de su
finalmente — pero no menos importante— es reconocer que eficacia no sólo la colaboración, sino también la soli-
la libertad de la persona termina donde se inicia la del otro, daridad para evitar que el desamparo sea la causa de
lo que significa que la libertad positiva tiene reconocimiento una mayor exclusión social y económica. La produc-
formal en el diseño de los derechos y las obligaciones. tividad del espacio público es un aspecto a destacar
En este caso, el espacio público moderno tiende hacia la porque finalmente da origen a formas de vida que se
construcción de acuerdos, sin desconocer que la diversidad lo relacionan con el modo de organizar y aprovechar los
nutre como un sistema de voluntades explícitas que concurren recursos. La estrategia que aumenta la productividad
hacia puntos de entendimiento. En el espacio público, el arte consiste en lograr que los agentes productivos tengan
de la política es fundamental para evitar que las contradiccio- los incentivos necesarios para alentar la producción
nes, las confrontaciones y los desacuerdos se intensifiquen, a de los bienes y servicios sobre la base de rendimientos
fin de dar cauce a la pluralidad institucionalizada, así como que permitan acumular el capital de manera cons-
a la cooperación de los actores sociales y políticos. tante [en el ámbito de la economía de mercado]. La
La política, en este sentido, alude al modo en que el con- productividad alude a las capacidades que tienen
flicto se traduce en entendimiento, al modo de favorecer el que desarrollarse para que la sociedad y el Estado en
diálogo y no la imposición, al modo de generar certidumbre la visión de lo público, tengan condiciones idóneas
y no situaciones erráticas. Para el espacio público, la política para asegurar y consolidar el intercambio mercantil
es un vehículo que acerca protagonistas, voluntades y orga- (Aguilera, 2012: 235).
nizaciones a fin de lograr no sólo la definición de las metas
colectivas, sino su cumplimiento de acuerdo con la definición De ahí la importancia de que la empresa, el gobierno y las
de agendas específicas. organizaciones sociales sean los motores que posibilitan el
Lo heterogéneo de la sociedad civil genera más com- crecimiento económico para que, a través de las políticas de
plejidad en el espacio de lo público, lo cual indica que su gobierno, se proceda a la distribución de los beneficios, para
gobernabilidad tiene que acreditarse de manera regular y evitar el aumento de la desigualdad social. Cuando ésta tiende
efectiva a través de procesos de institucionalidad democrá- a la baja, son mayores las posibilidades para que la exclusión
tica. Cuando la colaboración se instituye como un modo de no se reproduzca en escala creciente. La preservación demo-

Espacio público 253 e


crática del espacio público como un lugar de convivencia, que los intereses públicos prevalezcan sobre los particula-
coordinación y corresponsabilidad no sólo tiene elementos rismos, el gremialismo y el corporativismo, proclamando
políticos —acuerdos, arreglos, estabilización de conflictos—, los valores, principios y reglas de la democracia, los cuales
sino también económicos y sociales (235). Los económicos se organizan en un sistema de instituciones que, median-
aluden a que el pago de impuestos en la visión de la sociedad te acciones eficaces de gobierno, contribuyen a forjar la
moderna obliga a todas las personas y empresas a coadyu- unidad, cohesión e identidad del cuerpo político y social,
var con el fortalecimiento de la hacienda pública, para hacer teniendo como referente ineludible tanto a la diversidad
posible la elaboración de los presupuestos de ingreso y gasto, como la pluralidad, dado que en el mundo moderno, una
así como el financiamiento de la inversión pública entendida y otra legitiman que la sociedad y el Estado se reconozcan
como una herramienta que permite la producción de bienes como esferas diferenciadas, pero entrelazadas para que la
y servicios públicos para todos los gobernados. Los sociales, cooperación sea el eje de la estabilidad y la gobernabilidad.
por su parte, se orientan a la importancia de que los Estados
adopten políticas distributivas que estimulen que la calidad Historia, teoría y crítica
de vida aumente para evitar que la marginación y la exclu-
sión se reproduzcan como elementos corrosivos que pueden El espacio público moderno se forma en dos momentos im-
vulnerar el sentido de identidad, pertenencia y solidaridad portantes: uno, cuando las monarquías absolutas en el siglo
que necesita la vida moderna. Si están ausentes valores bá- xvi inician la expropiación de los privilegios feudales para dar
sicos en el desarrollo del espacio público, como la igualdad paso a la existencia de un poder político más centralizado que
y la equidad, para traducirlas en políticas públicas, se corre reclama el monopolio de las funciones generales —goberna-
el riesgo de que el orden social se quebrante al aumentar la ción, justicia, hacienda, política exterior— relacionadas con la
desigualdad aguda entre personas, grupos, organizaciones, gobernación de la sociedad civil, y otro a partir del siglo xvii
comunidades y regiones. y xviii, cuando el triunfo de las revoluciones políticas, como
la inglesa, la norteamericana y la francesa, destruyen el orden
Se requiere en consecuencia, de marcos institucionales político y social que favorece los privilegios de estamentos
que favorezcan arreglos constructivos entre los agentes aristocráticos, los cuales impiden el advenimiento de las rela-
productivos y las autoridades para llevar cabo accio- ciones de igualdad. Para destacar el ascenso de las monarquías
nes más solidarias y encaminadas a potenciar que las absolutas, es fundamental puntualizar que el Renacimiento
condiciones de vida sean más favorables. Un efecto italiano es el momento en que la vida pública con sentido
corrosivo que se debe evitar en el espacio público es la moderno se inicia, no con velocidad acelerada, sino pausada,
concentración de la riqueza y los beneficios materiales, para dar lugar al proceso en el que comienza la distinción
lo cual provoca que la inequidad aumente hasta propi- de la sociedad y el Estado. Para ello, la política es valorada
ciar tensión entre la forma de producir y distribuir la como una actividad realista fincada en habilidades y arcanas
riqueza material. Aminorar la desigualdad y aprove- encaminadas a la conquista, ejercicio y retención del poder.
char de manera estratégica los recursos escasos es una La autonomía que Nicolás Maquiavelo, en El Príncipe
ruta indicada para desactivar los conflictos políticos (1513), argumenta en apoyo de la política frente a la moral
que pueden cimbrar a las instituciones en el espacio y la religión, es un paso a favor de reivindicar la conciencia
público, cuando fallan la administración, la política y individual y con ello de impulsar la secularización y el laicis-
el gobierno (Aguilera, 2012: 236). mo, lo cual refleja la necesaria distinción entre la estructura
de la sociedad y el poder político representado por el Estado.
Las fallas institucionales interrumpen la regularidad del Además, con el cultivo del conocimiento científico y hu-
espacio público, dado por los diversos modos de vida que manístico se inicia la explicación racional del mundo como
permitan generar satisfactores, atender necesidades, plantear clave imprescindible que fundamenta la existencia humana.
soluciones e implementar objetivos y metas que indican cómo El espacio público en el Renacimiento abre el horizonte
los programas públicos posibilitan una respuesta puntual y del conocimiento moderno con el auxilio de la duda, el
diferenciada en el universo de la sociedad civil. Por tanto, método, la técnica y la experimentación. Junto a ello, la
la eficiencia de las instituciones es fundamental para que el expansión de la economía mercantil requiere personas li-
espacio público cuente con los elementos fundamentales de bres que intercambien las mercancías para dar inicio a la
su convivencia y reproducción. formación del capital. En este sentido, los Estados se asu-
En términos conceptuales, el espacio público es el men como la cabeza de los procesos de gobernación y, en la
habitat en que la persona en su condición civil —indi- medida en que el espacio público es más activo, le confieren
vidualidad— y política —ciudadano— tiene derechos y más atención a los asuntos relacionados con la administra-
responsabilidades que garantizan su realización para hacer ción, la economía, la política y la diplomacia. Los Estados
factible la construcción de los fundamentos que estructu- reclaman el derecho a la dominación política, lo que lleva a
ran las relaciones individuales, colectivas y solidarias sobre que la vida pública sea menos visible con la participación de
la base de un orden político con capacidad para garantizar

e 254 Espacio público


la sociedad, debido a la amplia intervención de los organismos bio político moderno —revolucionario o pacífico—, así como
políticos en los procesos sociales y productivos. la vigencia de las instituciones políticas y sociales.
Empieza la formación de la razón de Estado y con ello la El espacio público de la sociedad ha tenido en los siglos
definición de las funciones de orden general —diplomacia, xvii y xviii una actividad incesante, porque en él se forma la
orden, fisco, justicia, seguridad— que los Estados reclaman conciencia colectiva originada en los ateneos, las calles, los
como parte de su monopolio político, así como el derecho bares, las tabernas, los cafés, las bibliotecas, los museos, las
que invocan para gobernar a los demás, es decir, a los ha- óperas, los parques, los teatros, las tertulias. Junto a estos sitios
bitantes de la sociedad. Mientras tanto, el naciente espacio de convivencia, pluralidad y diversidad, la prensa, los libros y
público en la lógica de la Modernidad se convierte en un los debates generan la formación de una opinión pública que
sitio de convivencia, intercambios, recreación y cultivo de se ha convertido en contrapeso, vigilancia y evaluación para
las artes, la astronomía, la literatura, la pintura, la escultura el ejercicio del poder político, a fin de que éste sea objeto de
y la discusión de las cuestiones políticas. El espacio público controles y sea responsable ante los ciudadanos. En el espacio
que concierne a la sociedad supera el letargo y la resignación público se desarrollan dos importantes actividades que lo con-
para convertirse en un conjunto de energías que estimulan vierten en un lugar visto por todos: la publicidad y el publicar.
la toma de conciencia sobre el significado de la vida indi- En relación con la publicidad, se alude al conjunto de medios
vidual y la vida colectiva. La recuperación de la conciencia que se utilizan para divulgar y extender noticias sobre ciertos
individual es correlativa a una mayor conciencia colectiva, acontecimientos y hechos con objeto de generar algún efecto
fenómeno que se extiende hasta la Ilustración francesa y en el comportamiento de los habitantes, mientras que publicar
que será la base para luchar en un frente más amplio por los se refiere al modo patente en que las noticias son conocidas
derechos del hombre y los derechos el ciudadano, al estallar por todos los miembros de la sociedad civil. En este caso, la
la revolución política de 1789. prensa, la radio y la televisión son los vehículos que difunden
No menos importante es la aportación de los ingleses las noticias que son objeto de conocimiento público. Conse-
a la vida pública desde el siglo xvii, cuando el parlamento, cuentemente, el espacio público es el lugar donde lo sabido,
el mercado y la política son reclamados como ámbitos de lo visto por todos y lo manifiesto se expresa en ámbitos com-
la sociedad y los ciudadanos para frenar la urdimbre de in- partidos que en la vida moderna se acuñan con las categorías
tereses de los grupos aristocráticos. También la revolución pueblo y ciudadano para dar vida a una asociación política de
y la independencia en Norteamérica aportan el paradigma personas libres e iguales.
del autogobierno, la teoría de la pequeña democracia, las Por tanto, el espacio público tiene como característica
libertades republicanas, los procesos de descentralización y que es abierto, evidente, manifiesto, transparente y visible.
el consentimiento del pueblo para decidir sobre los asuntos Se encuentra a la vista de todos, es conocido por todos, es
colectivos fundamentados en los Bill of Rights que consagra incluyente y en su área geográfica todos pueden estar; en con-
la Constitución de 1791. Así, el espacio público moderno se secuencia, se opone a los secretos, los claroscuros, la opacidad,
organiza en sociedades civiles contestatarias, en las cuales la así como a las sombras y luces con que se pretenda ejercer
conciencia colectiva desempeña un papel fundamental. No es el poder. En el espacio público, la formación de la opinión
casual que en él se desarrollen las instituciones que permiten pública es uno de los aportes más significativos de la socie-
la construcción y el funcionamiento de los sistemas de poder dad civil para dar cuenta, en términos de la correlación de
inspirados en el liberalismo, el republicanismo y la democra- fuerzas, de cómo el poder democrático no es unicentrado,
cia, que son la esencia del Estado de derecho. sino multicentrado, lo que exige la formación de consen-
De este modo, la división de poderes, las libertades priva- sos y la aceptación de los gobernados para que sea no sólo
das y públicas, la representación política, la distinción de los legal, sino legítimo. En la lógica del poder democrático, se
espacios privado y público, la constitucionalidad del poder, la definen relaciones de inclusión, participación y colaboración
vigencia del derecho positivo, los límites al poder de los gober- que favorecen ambientes de discusión y compromiso con los
nantes, el control de las burocracias, la vigencia de los servicios problemas comunes para recrear el valor, sentido y alcance
civiles de carrera, la transparencia y la rendición de cuentas son del espacio público.
los elementos más conspicuos que caracterizan al Estado de La dinámica del espacio público aumenta desde el mo-
derecho, entendido como la institución en la cual el diseño del mento en que la diversidad de lo social y la competencia
poder implica que el gobernante tiene límites —sólo puede política dan lugar a formas de organización que se encargan
hacer lo que la norma escrita autoriza— para ejercerlo, dado de aglutinar personas y grupos que comparten ideologías,
que también está obligado a cumplir los mandatos en su con- principios, programas y plataformas. De este modo se explica
dición de primer servidor del Estado. la presencia de los partidos políticos en la sociedad, a efecto
Lo público del Estado, formalizado en el Estado de de- de que la lucha política sea metódica y eficaz para llevar a
recho, tiene su asiento en el espacio público de la sociedad cabo la alternancia o la permanencia en el poder con base
civil, en el cual lo común ha desempeñado un papel activo, en un esquema de voto de recompensa o voto de castigo por
contestatario y organizado que explica los alcances del cam- parte de los electores. La lucha política en la sociedad civil
encuentra en los partidos políticos un medio que moviliza

Espacio público 255 e


preferencias y voluntades en las que se trabajan para conquis- permiten valorar desde instancias directivas y operativas las
tarlas con base en ofertas de gobierno que pretenden, cuando necesidades fundamentales que la sociedad debe satisfacer
se gana el poder, traducirse en políticas públicas. para promover su desarrollo con fines productivos y de bien-
Por ello, el espacio público es la arena de las contiendas estar. Esto significa que mediante atribuciones que sustentan
políticas y en él, los votos ciudadanos —mandatarios— ex- la vigencia del interés público como la defensa, el orden, la
presados mediante sufragio universal y secreto, le confieren justicia, la seguridad, el cobro de impuestos, el ejercicio del
mandato a quienes deciden encargar —autoridades legales presupuesto, la inversión pública y la gobernación de la vida
y legítimas— la administración y gobernación de la propia asociada, el Estado —vía las instituciones administrativas—
sociedad. Este punto es fundamental para situar las modali- las ejerce para que la vigencia de los incentivos y sanciones
dades de respuesta institucional orientadas a que la dirección, asegure que las conductas individuales y colectivas cumplan
coordinación, implementación y regulación se acrediten de las normas, reglas y ordenamientos con el propósito de ha-
manera eficiente para garantizar una vida colectiva más or- cer viable la conducción, conservación y desenvolvimiento
denada, fructífera y próspera. de la sociedad civil.
En este sentido, cuando se tiene la responsabilidad de Finalmente, la gestión pública, además de tener relevancia
dirigir y coordinar los esfuerzos de la sociedad civil hacia el en la atención y solución de los asuntos públicos, implica el
cumplimiento de metas colectivas, se alude al gobierno de lo modo, las formas, las estrategias, los tiempos, los recursos y
público sobre la premisa de que es democrático, plural y re- la capacidad de operación que, conjugados, permiten proce-
presentativo, ya que tiene como pilares de su funcionalidad, la sar la agenda de los problemas públicos, puntualizando que
igualdad y la libertad para nutrir la legitimidad de la unidad en su atención y solución pueden intervenir organizaciones
y la organización jurídica del Estado moderno. Se encarga, de la sociedad con interés de participar en alguna o en todas
asimismo, de asegurar que la convivencia de los opuestos a las etapas del ciclo de las políticas públicas —gestación,
sea pacífica, productiva y tolerante, teniendo como referente formulación, implementación y evaluación— con el fin de
principal la certidumbre que debe garantizar el cumplimiento sumar esfuerzos, formalizar relaciones de corresponsabilidad,
eficaz de las reglas del juego que son las instituciones sociales aprovechar recursos y utilizar aptitudes diversas que permi-
(North, 1993; Ayala, 1999), políticas y gubernamentales. Se tan el abordaje y la solución de las demandas y necesidades
fortalece de ese modo la acción cooperativa como herramien- de carácter social.
ta que favorece la existencia de ambientes que estimulan el
entendimiento y los acuerdos públicos. Líneas de investigación y debate
Cuando se alude al modo de atender y solucionar los contemporáneo
problemas comunitarios con medios administrativos, guber-
namentales y políticos, se da lugar a la gestión de lo público Tanto el gobierno de lo público, la gestión de lo público, la
reconociendo que el nexo de las autoridades con los acto- administración de lo público, la administración pública como
res no gubernamentales genera alternativas —por ejemplo, la gestión pública, dan cuenta de cómo el espacio público se
coproducción de políticas públicas— para diseñar sistemas institucionaliza —normas, estructuras, organizaciones, pro-
de colaboración y corresponsabilidad que faciliten mejores cedimientos, recursos, directivos y operadores— para que
procesos de desempeño institucional para la ventaja de la con el auxilio de las herramientas de gobierno sea factible
sociedad y la economía de mercado. mitigar los conflictos y aprovechar mejor los recursos escasos.
Cuando se reconoce que en la sociedad hay formas de En el siglo xxi, el espacio público no sólo es más diversi-
cooperación para atender problemas compartidos con crite- ficado, plural e interdependiente, sino que con el auge de la
rios efectivos de regulación, incentivos y sanciones diseñadas, globalidad tiene magnitud planetaria y, en consecuencia, los
se alude a la administración de lo público, con objeto de enfa- problemas públicos son extensivos a los países y sociedades,
tizar que los diversos agentes económicos que son parte de como es el caso del combate al crimen organizado, la lucha
las relaciones horizontales localizadas en la estructura básica contra el terrorismo, el tratamiento de las pandemias, el ca-
de la sociedad, al ser titulares de derechos de propiedad que lentamiento de la tierra, la destrucción de la capa de ozono,
antes estaban en manos del Estado, pueden tener a su cargo la defensa de los derechos civiles, las crisis económicas, así
la producción de bienes y servicios públicos o bien dan vida a como la destrucción de parte de la vida, situación que deman-
la figura de la concesión para lo cual la autoridad define reglas da acciones solidarias para contrarrestar las consecuencias de
del juego que deben cumplirse, con el fin de evitar abuso, daño fenómenos naturales como ciclones, inundaciones, maremo-
o perjuicio en detrimento de los consumidores y usuarios, es tos, tornados, terremotos, tsunamis, sequías y sismos.
decir, de los gobernados que integran la vida comunitaria. Estos problemas se atienden con el criterio de agendas
Por otra parte, se alude a la administración pública como el de gobierno sobre la base de relaciones multilaterales, lo
sistema organizado, coordinado y cooperativo de capacidades cual indica el reconocimiento de que los Estados enfrentan
de respuesta a través del cual los Estados abordan, asumen problemas comunes con capacidades limitadas. Se impone,
y solucionan las demandas y los problemas comunes, que al en consecuencia, la búsqueda de fórmulas de negociación
rebasar los ámbitos doméstico y privado, ingresan a la calle y y acuerdo para conseguir el mejor aprovechamiento de las

e 256 Espacio público


capacidades y recursos. La dimensión mundial del espacio Entre los equívocos sobre el significado del espacio públi-
público genera nuevos problemas de dirección y conducción co, hay uno que distorsiona su valor y significado al establecer
que obligan a una mayor interacción entre la sociedad y el sin fundamento una homologación entre lo público y los
Estado para que las capacidades de una y otro sean engar- “asuntos oficiales” que, por atribución, le corresponden al
zadas con ejercicios de planeación consensuada, la toma de Estado y al sistema constituido de autoridades. Lo público
decisiones y la implementación de las políticas públicas. no es equivalente al Estado, aunque éste ocupa en el espacio
Por otra parte, en el presente el espacio de lo público posee de lo común el lugar más importante en tanto que le corres-
un horizonte de complejidades múltiples en la sociedad de ponde dar vigencia y certidumbre a los intereses públicos. Lo
la información, que es otra forma de entender a la sociedad público es un espacio que no admite reclamos categóricos
contemporánea. El desarrollo de la electrónica y el internet por parte de las asociaciones, las cámaras, las cofradías, las
abren ámbitos de referencia pública con alcance planetario, corporaciones, los gremios, los partidos políticos, los sindi-
lo que da lugar a nuevas racionalidades en las cuales la in- catos o las iglesias; tampoco de las autoridades del Estado,
formación se valora como un bien público. La carretera de la sino que es un área compartida e integrada por una red de
información, como se le conoce al internet, se ha desarrollado instituciones que, mediante fórmulas de cooperación, ori-
de manera importante, originando nuevas formas de regula- ginan los procesos de gobierno para asegurar la dirección y
ción que entrelazan lo privado y lo público en un horizonte coordinación de la vida comunitaria.
de mayor complejidad. Lo público, analizado en la óptica del El arquetipo de lo público como perteneciente ex-
ciberespacio, genera una categoría nueva y sugerente como lo clusivamente al Estado es terreno abonado para que los
neopúblico, que a la vez puede entenderse como un espacio autoritarismos, los cesarismos y los populismos reclamen esa
activo de pluralidad, participación y democratización. En este condición de vida para consumar el principio de autoridad
caso, la relación de lo privado y el derecho a la intimidad con y el poder sobre la base de la imposición, la verticalidad y la
la esfera de lo público, en la que se reconoce a las personas burocratización. En la sociedad contemporánea, lo público
en su condición de sujetos jurídicos, es un asunto que debe es un espacio compartido, visible y evidente en que no hay
considerarse desde un enfoque de lo público en el sentido razones ni argumentos para excluir a las personas por cues-
de que hay datos e información que deben protegerse con tiones de credo, género, ideología o condición de vida.
reglas y categorías jurídicas para garantizar su seguridad por Otro equívoco que debe destacarse es que lo público no
parte de las autoridades. se rige por determinismos de ninguna especie. Se estruc-
Frente a las relaciones jerárquicas, burocratizadas y cen- tura tomando en cuenta los valores de igualdad y libertad
tralizadas que se gestan con el desarrollo de la sociedad que universalmente proclama la sociedad civil. Aceptar los
industrial, la tendencia es hacia la búsqueda de relaciones determinismos significa negar la diversidad y la pluralidad
que recuperen lo público de la sociedad para que se articu- como fórmula de asociación y convivencia; significa que no
len con lo público del Estado. Se modifica, en consecuencia, hay ciudadanos libres y reflexivos, sino sujetos atomizados
el patrón de gobierno que se forja al amparo de los Estados y desorganizados.
burocratizados, para dar cauce a una nueva gobernanza en la Los determinismos se apegan al camino de lo inexorable,
cual la acción pública, la acción cooperativa y los gobiernos lo inevitable, las profecías políticas y lo irremediable, que son
reguladores, son la tríada en que se sustenta el ejercicio del incompatibles con el carácter abierto, democrático y liberal
poder democrático. de las comunidades modernas. Los determinismos implican
Se rompe así la visión de los monopolios públicos a cargo el intento fallido de pretender programar los acontecimien-
del Estado: ciertas actividades económicas y sociales quedan tos históricos y políticos como si fuese posible reducirlos a
a cargo de agentes de la sociedad. Con las políticas públicas, moldes prefabricados.
se favorecen esquemas para democratizar la propiedad con En cambio, lo público —desde la óptica de la democracia
la aplicación de los programas de privatización y la intensifi- moderna— es un lugar de capacidades individuales y colecti-
cación de los procesos de concesión en los servicios públicos, vas que tienen presencia efectiva en el territorio de lo común
la vigencia de la subrogación y el establecimiento de las fran- y, por tanto, lo caracteriza el movimiento, las contradicciones,
quicias. En algunos casos, la implementación de las políticas las dinámicas y los cambios. No es factible confinar el espacio
públicas también se transfiere a grupos de la sociedad civil público en las democracias políticas modernas a los deter-
para que se ocupen de tareas productivas, asistenciales, eco- minismos porque aluden al heroísmo y hazañas, mientras
nómicas, culturales, solidarias y de servicio. En este sentido, que las democracias modernas dan paso al gobierno de las
lo público desestatiza a la sociedad, con lo cual disminuyen instituciones y, en consecuencia, son la negación de los perso-
los procesos de burocratización e intervencionismo que favo- nalismos en forma de cacicazgos, caudillos y bonapartismos.
recen la existencia de relaciones distantes entre la sociedad y Un equívoco más que debe refutarse es que el orden
el Estado. Lo público como espacio es reclamado por grupos político constitucional y los intereses del espacio público
de la sociedad y, en esa medida, es un contrapeso al poder de moderno son mero reflejo de las ambiciones, deseos y codi-
los aparatos del Estado. cias que unos cuantos grupos tienen y que son impuestos a
los demás habitantes de la sociedad con el poder del Esta-

Espacio público 257 e


do. Esta postura es inexacta porque diluye el significado de Hirschman O., Alfred (1986), Interés privado y acción pública, Mé-
cómo se forma la vida pública moderna más allá de posturas xico: Fondo de Cultura Económica.
clasistas o partidistas. North, Douglas C. (1993), Instituciones, cambio institucional y des-
La institucionalidad del Estado moderno tiene como base empeño económico, México: Fondo de Cultura Económica.
Przeworski, Adam (2005), Democracia y mercado. Reformas políticas
la constitucionalidad y la legalidad, las cuales se edifican a y económicas en la Europa del Este y América Latina, Cam­
partir de premisas abstractas, generales e impersonales cuyo bridge: Cambridge University Press.
significado radica en los valores y principios que organizan Rabotnikof, Nora (2005), En busca de un lugar común: el espacio
a la sociedad civil moderna. El mundo de lo estatal se define público en la teoría política contemporánea, México: Instituto
a partir de la igualdad y la libertad de las personas, motivo de Investigaciones Filosóficas-Universidad Nacional Autó-
por el cual no es posible que su universalidad se adapte me- noma de México.
cánicamente a la elaboración del orden político y jurídico de Rawls, John, (1997), Liberalismo político, México: Fondo de Cul-
la sociedad moderna para favorecer de modo especial a los tura Económica.
intereses de ciertos grupos. Starr, Paul (1993), “Significado de la privatización”, en Sheila B.
Kamerman y Alfred J. Kahn (comp.), La privatización y el
Afirmar que el Estado con su poder organizado sólo re- Estado benefactor, México: Fondo de Cultura Económica.
presenta a una clase o a algunas clases sociales en detrimento Uvalle Berrones, Ricardo (2007), Perspectiva de la Admi-
de otras, es la negación de la diversidad y la pluralidad que nistración Pública contemporánea, México: Instituto de
caracteriza a la sociedad civil. Al no distinguir que el poder Administración Pública del Estado de México.
político caracteriza al Estado y el poder público a los ciuda-
danos, se incurre en posturas en que lo público del Estado y
lo público de la sociedad son lo mismo. Sin caer en posturas
antagónicas, el espacio público articula con el auxilio de la
política —arte y técnica para disciplinar los conflictos con ESTADO DE
soluciones eficaces— a la sociedad y al Estado, lo cual favo-
rece que el mundo moderno sea entendido como un sistema
BIENESTAR
diferenciado de ámbitos de realización, lo que impide que
Rina Marissa Aguilera Hintelholher
el orden vigente se oriente a favorecer privilegios de clase o
corporativos.
Definición
Bibliografía

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México: Fondo de Cultura Económica. tiene a su cargo la producción y distribución de beneficios
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Instituto de Investigaciones Jurídicas-Universidad Nacional zada que entiende al mercado como el principal actor de las
Autónoma de México. relaciones sociales, debe tener condiciones óptimas para su
Habermas, Jürgen (1981), Historia y crítica de la opinión pública, desarrollo al relacionar la producción, el consumo y la acu-
Barcelona: Gustavo Gili. mulación de capital sobre la base de que el bienestar es la
_____ (2001), Más allá del Estado nacional, Madrid: Trotta. palanca que favorece el mejoramiento de las condiciones de

e 258 Estado de bienestar


vida, a fin de asegurar que la prosperidad material sea el an- tecnología, la máquina se convierte en ventaja y riesgo para
tídoto que disuelva los efectos negativos del conflicto político la producción capitalista. Ventaja, porque disminuye tiempos,
y el carácter corrosivo de la desigualdad social. costos, esfuerzos y distancias. Riesgo, porque la capacitación
El Estado de bienestar es la institución que se encarga del obrero tiene que impulsarse para dominar a la máqui-
de asegurar, mediante postulados universales, las ventajas na y, en compensación, el bienestar comprende, además de
sociales1 que se generan con la economía de mercado, el in- ingresos competitivos, un sistema de protección, seguridad
tercambio económico y las políticas distributivas. Para ello, y estímulo que garantiza la reproducción sana y efectiva de
genera un movimiento de conciencia entre diversos sectores la fuerza de trabajo. No es casual que los Estados negocien
políticos, empresariales y sociales, a fin de sumar esfuerzos en los contratos colectivos paquetes de ventaja gremial que,
para que el bienestar se adopte como el paradigma idóneo que además de proteger al trabajador, lo incentivan a desarro-
permita a la sociedad moderna vivir con mejores condiciones. llar capacidades y habilidades, lo que genera un sistema de
El bienestar, como política estatal, significa que todos bienestar que, junto con su familia, le proporciona movili-
los miembros de la vida comunitaria tienen el derecho de dad social, esperanza de vida y apoyo solidario de parte de
vivir con progreso y realización, tanto en lo individual como las autoridades.
en lo colectivo. La universalidad manifiesta que no hay for- La importancia del Estado de bienestar consiste en que
malmente impedimento alguno para acceder a niveles de asume como un compromiso explícito la necesidad de que las
vida considerados no sólo deseables, sino también factibles relaciones capitalistas de producción no consuman de modo
y mejores; significa que la educación, la salud, la vivienda y irracional, sino con método y procedimiento, a la fuerza de
la seguridad social son posibles en un marco de relaciones trabajo. El balance entre negociación, acumulación del ca-
solidarias que favorecen los procesos de mayor inclusión y pital y legitimidad, caracterizó al Estado de bienestar en la
cooperación social. etapa posbélica, en la que no se cuestionó la confianza en el
El carácter solidario del Estado de bienestar se apoya propio Estado para alcanzar la prosperidad y la calidad de
en una red de instituciones administrativas encargadas de vida, que fue el objetivo central para llevar a cabo la recons-
elaborar y de aplicar las políticas que permiten concretar lo trucción de Europa occidental y conseguir, con programas
universal en el goce específico de los beneficios que acredi- de eficacia social, logros en esta materia, capaces de contri-
tan el bienestar tangible, no el imaginario. Destacan, en este buir a la formación del capital en los marcos de la justicia
aspecto, la seguridad médica, la asistencia social, el acceso distributiva. Incluso, en países como Alemania y Francia, se
a los servicios médicos y la posibilidad de que, a través de proclamó una especie de “socialismo reformista” durante la
prestaciones efectivas, aumente el consumo de los bienes y década de los años sesenta y setenta del siglo pasado. Con
servicios que nutren de manera directa la formación del capi- la visión de Paul Boccara, en Capital monopolista de Estado
tal, lo que incrementa el auge de las empresas y los mercados. (1970) y de acuerdo con Paul Baran, en su obra La economía
El nexo entre producción y consumo explica la vigencia política del crecimiento (1959), se explicó la posibilidad de
del Estado de bienestar al considerar que el aumento de la conseguir el bienestar si el capitalismo, además de desarro-
riqueza material favorece mayores ingresos, mayor seguridad llar plenamente sus fuerzas productivas, establecía programas
y mayor posibilidad de capitalizar el ahorro individual y co- solidarios de asistencia y desarrollo para garantizar que los
lectivo. Se reconoce, en este sentido, que el trabajo genera la obreros interiorizaran como modo de vida un sistema eco-
riqueza social y que el Estado, mediante procesos de nego- nómico que podía combinar simultáneamente producción y
ciación, acuerda con los propietarios del capital las ventajas distribución de beneficios.
de fortalecer la distribución de los beneficios en el corto, El vínculo entre los políticos socialdemócratas y los
mediano y largo plazo. sindicatos simpatizantes del socialismo reformista, que im-
El bienestar en las sociedades industrializadas es tema de pulsaban Gran Bretaña, Alemania, Francia e incluso España
la agenda gubernamental en la medida en que la economía hasta los años ochenta del siglo anterior, fueron de gran en-
capitalista se desarrolla técnica y tecnológicamente con velo- vergadura y definieron una época fincada en el paradigma
cidad y capacidades diferenciadas —legales, administrativas, del bienestar que comprometió a los Estados a lograrlo. Lo
burocráticas y políticas— para potenciar su gestión institu- más importante es que éstos tenían la capacidad de admi-
cional a favor de la vida colectiva.2 A mayor desarrollo de la nistración y gestión para conseguirlo. Este nuevo paradigma
implicaba un esquema en el que las burocracias y los polí-
ticos del Estado de bienestar consiguieron que la economía
1 Entendemos las ventajas sociales como aquellas posibilidades capitalista funcionara sobre la base del éxito, respaldado fun-
de movilidad social, garantizadas por el Estado de bienestar, en damentalmente en la distribución de los beneficios colectivos.
función de la educación, las fuentes de empleo y la promoción En este renglón, lo relacionado con jubilaciones, pensiones,
de una distribución equitativa de la riqueza.
servicios médicos, servicios recreativos, servicios de capacita-
2 Las capacidades diferenciadas se refieren a las oportunidades
con las que cuentan los Estados más desarrollados sobre aqué-
llos en vías de desarrollo. El ejemplo más claro se encuentra en de América, a diferencia de la economía en crisis de los paí-
la capacidad económica desarrollada por los Estados Unidos ses africanos.

Estado de bienestar 259 e


ción y actualización, así como el mejoramiento de los salarios Canadá, Italia y, en algún grado Japón, sí han incurrido en
y de la capacidad para consumir en el mercado, indica que crisis periódicas del capitalismo que lo reciclan y que conlle-
la producción del excedente económico lo administra, con van estancamiento, sobreproducción, deflación, inflación; esto
importante autonomía política, la burocracia gubernamental los ha obligado a revisar el modelo del Estado de bienestar y
del Estado de bienestar que, mediante programas y políticas, a iniciar procesos encaminados a ponerle fin.
define los objetivos y metas que se relacionan con el aumento A partir de los años ochenta, dado que la crisis de los
de la calidad de vida. Estados de bienestar en materia de gestión gubernamental
Desde mediados de los años setenta, el corporativismo daña las condiciones de vida de la sociedad, se impone, en
diseñado y organizado en el Estado de bienestar funcionó consecuencia, adoptar políticas que lo reciclen, disminuyendo
exitosamente; tanto el incremento de la tasa de ganancia los programas sociales. Esta circunstancia explica la llegada
de los inversionistas como las conquistas laborales fue- al poder de los grupos neoconservadores que postulan “más
ron posibles con la función de arbitraje y conciliación que sociedad, menos Estado”, con el fin de reducir radicalmente
desempeñaron los cuadros directivos del bienestar. El cor- las políticas de beneficio social.
porativismo es considerado un modelo de largo alcance que La crisis de gestión de los Estados del bienestar en las
permite reivindicaciones importantes, como las que surgen democracias industrializadas —Alemania, Estados Unidos,
del arreglo político para negociar con los sindicatos los bene- Canadá, Japón, Italia— se originó luego de los años setenta,
ficios sociales para sus agremiados, con lo cual se consiguen, debido a la sobrecarga de demandas que asumieron, lo que
al mismo tiempo, paquetes de prestación social en materia provocó que los recursos de la hacienda pública se agotaran
de pensiones, jubilaciones, retiros y seguridad social. En el y, a su vez, originó una deuda en sus finanzas, lo que calificó
ámbito de los países latinoamericanos, por ejemplo, Argen- James O’Connor, en 1975, como una “profunda crisis fiscal”,
tina, Brasil, México y Venezuela, se adoptaron sus ventajas, en su libro La crisis fiscal del Estado (1981).
aunque no se llegó a consolidar, debido a la falta de reformas A partir de 1973, el mundo industrializado vivió etapas de
democráticas efectivas y a la carencia de un Estado admi- turbulencia política y financiera que significaron el agotamien-
nistrativo con alta eficacia para lograr que la sociedad tenga to de la gestión intervencionista para favorecer el bienestar
mejores condiciones de vida (Ayala, 1999). del Estado. En efecto, el aumento de los precios del petróleo,
Aunque no hay un patrón homogéneo para su rendimiento la aceleración de la globalidad y el aumento de la inflación
y eficacia, los países del capitalismo desarrollado, como Cana- en términos crónicos, debido a su relación con prácticas de
dá, Estados Unidos, Francia, Italia, Reino Unido, asumen su recesión, alteran el panorama estable y previsible de las so-
diferenciación histórica y cultural y reconocen que el Estado ciedades industrializadas y emergen, en su lugar, signos de
de bienestar es producto de actores, contextos, cultura y políti- ingobernabilidad que tienen su raíz en la desproporción entre
cas públicas que permiten construirlo como un arquetipo que los compromisos adquiridos por los políticos de corte liberal
amortigua el conflicto de clases y las desigualdades económicas y socialista, preocupados por aumentar la calidad de vida en
para evitar el riesgo de dañar las libertades civiles, políticas y un sentido de vastedad y fortaleza para la sociedad, sin valorar
económicas en el capitalismo, con lo que se consigue que sus el realismo de las finanzas públicas y los compromisos de la
ejes claves (la propiedad privada, el intercambio mercantil y deuda pública para financiar los programas sociales.
los derechos de propiedad) no tengan quebranto. El tiempo Ante el panorama crítico de la gestión estatal en las so-
histórico y político del Estado de bienestar es el final de la ciedades industrializadas, se crea un ambiente encaminado
Segunda Guerra Mundial y el imperativo de restituir, con a revisar los poderes del gobierno en materia económica y
las ventajas de la democracia política, las condiciones de vida social. En ese sentido, se elabora un estudio por parte de la
dañadas durante el conflicto bélico. Estos elementos, que Comisión Trilateral formada por Japón, Europa y Estados
son la columna vertebral de la economía capitalista, además Unidos a cargo de Michel Crozier, Samuel Huntington
de haber sido protegidos por las constituciones políticas y el y Joji Watanuki (1975) para analizar las causas que lle-
poder del Estado, no estuvieron en riesgo mientras los ren- van al deterioro institucional y operativo del Estado de
dimientos económicos fueron abundantes y el sistema de bienestar (Welfare State). El documento que elaboraron los
instituciones sociales conseguía distribuir beneficios sociales autores mencionados se relaciona con la crisis y con la in-
para disciplinar, con agendas, recursos, normas y políticas, los gobernabilidad que vivían las democracias occidentales por
conflictos de clase. sobrecargarse de compromisos y agotar con ellos los recur-
Sin embargo, el desarrollo del Estado de bienestar no ha sos públicos. Señalan, en sus planteamientos centrales, que
sido homogéneo. En la actualidad, países como Finlandia, la ingobernabilidad se apodera de las democracias que sos-
Noruega, Suecia y Suiza continúan con el patrón vigente del tienen que el gobierno es responsable ante el pueblo y, por
bienestar (encaminado a la provisión de servicios educativos, lo tanto, está obligado a garantizar el bienestar social de los
de salud, laborales, así como de pensiones) y no han incurrido menos protegidos.
en las crisis periódicas del capitalismo avanzado de Occi- De esta manera, se inició una ofensiva sistemática contra
dente que obligan a su revisión y eventual disolución. Por el el carácter “caritativo presidencial” del Estado de bienestar,
contrario, países como Alemania, Francia, Estados Unidos, pues se cuestionó que se atara a reglas abstractas y universales

e 260 Estado de bienestar


relacionadas con la vigencia del bienestar colectivo y que, en sin embargo, cómo los grupos y las personas se desarrollan
el afán de proteger a los que menos tenían, estaba favorecien- en ámbitos de contraste y carencia.
do especialmente a los grupos más poderosos. Esta situación Una ventaja de la sociedad moderna es que acredita una
conducía a un punto sin retorno, a la pérdida de la capacidad capacidad indiscutible para llevar a cabo la producción de
directiva y operativa del Estado, lo cual estancó la economía los bienes, servicios y mercancías, con la cooperación de los
y los procesos distributivos y, posteriormente, ocasionó la agentes privados y las agencias gubernamentales. Pero, a nivel
caída del bienestar, el deterioro de los resultados esperados, de condiciones de vida, no se caracteriza por la distribución
así como la pérdida de la confianza de los gobernados en el equitativa de estos bienes. La distancia entre la igualdad for-
acceso a los programas del bienestar. Frente a esta circuns- mal y las condiciones reales de vida no debe llegar a extremos
tancia, los políticos socialdemócratas fallaron y se abrió la opuestos, por tal motivo, le corresponde a la autoridad pro-
oportunidad para que los grupos neoconservadores —im- curar, con políticas y programas públicos, formas más justas
pulsores de políticas desestatizadoras por improductividad de distribución.
social y económica— asumieran, mediante el voto electoral, La idea del bienestar es parte central en el desempeño de
el timón del Estado. los Estados, sobre todo, en la Edad Moderna. La destrucción
Se transitó así de un Estado interventor a uno que fo- de los privilegios políticos y las ventajas económicas concen-
mentaba políticas de mercado que tienen como características tradas que aumentan la desigualdad entre personas, grupos
fundamentales el control de la inflación, la disminución de y regiones explica por qué la búsqueda de la igualdad en la
la demanda agregada, la disciplina del gasto público, la des- sociedad moderna ocupa y preocupa a las autoridades. En
activación de los sistemas distributivos del bienestar y la efecto, una tarea clave de gobierno consiste en amortiguar las
proclama de que el esfuerzo individual es requisito previo desigualdades sociales para evitar que los conflictos políticos
para generar las ventajas colectivas. En términos funciona- aumenten. En la distribución de los beneficios, los Estados
les, el ocaso del Estado de bienestar se localiza en las fallas han encontrado la alternativa para que las disparidades eco-
de gobierno que no se superan en tiempos de globalidad nómicas y sociales no se acrecienten.
contemporánea, que conducen a situaciones inviables y a su El arquetipo del Estado del bienestar tiene como antece-
desprestigio institucional y político. dente el programa del seguro social impulsado por el canciller
Bismarck en la antigua Prusia, en 1889.3 Es una respuesta a
Historia, teoría y crítica las demandas obreras que se plantearon con la aparición del
sistema de máquinas que hacía más evidentes las desigual-
Desde la formación del Estado moderno, a consecuencia de dades entre los propietarios del capital y los propietarios
los movimientos políticos que se desarrollan con el triunfo de la fuerza de trabajo. Lo relativo a la jornada laboral de
del liberalismo sobre las estructuras feudales, se consolidan ocho y no de catorce horas, a la seguridad social, al trabajo
los proyectos de vida encaminados hacia la mejoría social. regulado para adultos —aunque no para niños, ancianos ni
El sentido y efectividad del Estado únicamente se acredita mujeres embarazadas—, a la protección contra tóxicos, a la
cuando lleva a cabo el cumplimiento de los objetivos y metas importancia de que el sitio laboral sea higiénico, a las cajas
que lo caracterizan como un sistema de capacidades orien- de ahorro y al cuidado médico, da origen a la franja sobre
tadas a favorecer a los gobernados con políticas que alientan la cual descansan los derechos sociales (Galbraith, 1984).
el desarrollo individual y colectivo. Con el capitalismo industrial, se acelera la lucha por los
En el siglo xviii, se reconocen los derechos civiles; en el derechos sociales, que tiene en Europa antecedentes impor-
siglo xix, los derechos políticos, y en el siglo xx, los dere- tantes en la lucha política y doctrinaria del Manifiesto del
chos sociales (Marshall, 2005: 304), considerando el amplio partido comunista, escrito por Carlos Marx y Federico En-
desarrollo del capitalismo como un sistema de producción gels en 1848. La categoría proletariado industrial se formó y
que requiere del Estado para evitar la concentración de los extendió de manera reivindicativa para luchar contra la pro-
beneficios sociales. Sin embargo, no ha sido fácil dar vigencia piedad privada de los medios de producción y los beneficios
a los derechos sociales porque forman parte de los sistemas restringidos, que estaban a cargo de los dueños del capital,
de distribución que se inscriben en contextos políticos, cul- quienes, en consecuencia, tenían ventajas para apropiarse del
turales y comunitarios que corresponden a cada sociedad y excedente económico que se producía gracias a la interven-
su respectiva forma de Estado. Hay, en este sentido, actores ción de los trabajadores asalariados.
y organizaciones que los impulsan para evitar que aumente La industrialización es la etapa en que la producción de
la desigualdad entre las personas. las mercancías en escala creciente pone en riesgo a la fuerza
El sentido del Estado de bienestar responde al imperativo de trabajo debido a los posibles accidentes provocados por el
de buscar formas más justas de vida que permitan acrecen- sistema maquinizado. Esta parte de la sociedad moderna, en-
tar los valores comunitarios a través de la distribución de tendida como la sociedad industrial, conlleva la búsqueda de
los beneficios sociales. Si la sociedad moderna invoca a la
igualdad formal como una de las tesis más importantes de la
convivencia humana, las condiciones reales de vida reflejan, 3 Al respecto, puede consultarse: Ayala, 1992; 1996; 1999.

Estado de bienestar 261 e


formas de asistencia, cuidado y protección por parte del Es- produjo no sólo riqueza material, sino que hubo excedentes
tado para evitar que las condiciones de trabajo atenten contra que se pudieron repartir con fines sociales mediante arreglos
la fuerza laboral. Incluso, los movimientos sindicalistas del institucionales.
siglo xix tenían como objetivo hacer contrapeso al capital y Con Roosveltt, se formó la visión del Estado de bien-
evitar así situaciones desfavorables para la propia fuerza labo- estar en Norteamérica, que, después de la Segunda Guerra
ral. Junto a la protección de los obreros, se demandó que si el Mundial, se convirtió en el modelo para que coexistieran la
trabajo era una fuerza que producía excedentes sociales, había producción material y los beneficios compartidos en un es-
que dar oportunidad de repartirlos a quienes exponían la vida quema propio de la economía de mercado.
en la fábrica, considerando que la estructura distributiva de los Cuando se inició la reconstrucción europea después del
beneficios no favorece por sí misma a la fuerza de trabajo. Por conflicto bélico que llegó a su fin en 1945, la tarea para lograr
lo tanto, los Estados modernos asumieron la tarea de aplicar el bienestar social se convirtió en un auténtico paradigma por el
instrumentos para que los propietarios de la fuerza de trabajo cual lucharon las sociedades industrializadas como Alemania
tuvieran modo de acceder a los beneficios sociales. Federal, Canadá, Francia, Italia, Reino Unido y, en tiempo
posterior, Japón. La búsqueda de la prosperidad material y
Líneas de investigación y debate la vigencia del bienestar social caracterizaron la etapa que
contemporáneo transcurrió de 1945 a 1973 como el tiempo en que fue fac-
tible conjuntar las exigencias productivas de la economía
El Estado del bienestar del siglo xx es inexplicable sin la capitalista y el logro de mejores condiciones de vida. El arre-
referencia a la lucha política en el mundo para obtener glo político e institucional favoreció la colaboración entre el
más beneficios sociales. Un hecho importante en el forta- Estado, las empresas y los sindicatos para conseguir la adop-
lecimiento de las banderas a favor del bienestar social es la ción de políticas que permitieran aumentar la solidaridad
depresión capitalista de 1929-1933, en la que se desploman social a través de la distribución igualitaria de los beneficios.
los niveles de vida de las personas y las familias, ya que no Se asumió que el Estado se comprometió con el logro del
se emprendieron medidas que amortiguaran o evitaran una bienestar social a nivel institucional, lo cual implicó que su
caída estrepitosa de la economía. Cunde de esta manera el autonomía frente a los factores de la producción —capital y
desempleo, se pierde el capital productivo, cierran las em- trabajo— era efectiva para llevar a cabo la administración y
presas, se derrumba la bolsa de valores, el gobierno falla en distribución del excedente económico.
materia de regulación, y la autoestima de los ciudadanos se En este periodo, se diseñaron políticas públicas orien-
desploma con el saldo desfavorable de la economía y la falta tadas hacia la distribución de los beneficios sociales, hasta
de condiciones necesarias para asegurar la sobrevivencia. Los crear relaciones solidarias en favor de los grupos y familias
errores de la administración del presidente Herbert Hoover con menores recursos. La administración del bienestar so-
en el gobierno norteamericano cimbraron al mundo, y las cial caracterizó a una época en la que, junto a la acumulación
consecuencias que se derivaron de ellos fueron fulminantes capitalista, era posible negociar que parte del excedente
en cuanto al desplome de las condiciones de vida y el de- económico se distribuyera para atemperar los conflictos de
rrumbe de los negocios.4 clase. Había posturas compartidas en materia de política
Franklin D. Roosvelt sustituyó en el poder a Herbert social entre los dirigentes estatales, empresariales y sindica-
Hoover y propuso un nuevo arreglo institucional para re- les como John F. Kendedy y Lyndon B. Johnson de Estados
activar la economía, la sociedad, las empresas y los negocios Unidos, Billy Brandt de Alemania, Mario Soares de Portugal,
financieros. Con el New Deal, política instaurada por él, se François Miterrand de Francia y Felipe González de España,
inició la reconstrucción de la economía de mercado en la para evitar, con la distribución de los beneficios compartidos,
sociedad norteamericana y el Estado se convirtió en el ac- que la discriminación social, la marginación y el desamparo
tor principal de los procesos económicos y distributivos: se dañaran a núcleos no favorecidos. De este modo, el con-
alentaron las políticas del gasto público, se estimuló la de- flicto político se reguló a través de la agenda de gobierno
manda, se incentivó la inversión privada, se generó ahorro y por medio de presupuestos públicos para cuyo uso no se
y se aumentó el efecto multiplicador en los procesos pro- reparó en restricciones fiscales o monetarias para conseguir
ductivos para rehabilitar el sistema de libre empresa. Con el bienestar social.
políticas públicas intervencionistas, empezó la recuperación La lucha contra la desigualdad social se administró e
de la economía norteamericana y del mundo capitalista. Se institucionalizó con eficacia política, atendiendo al impe-
rativo de que los derechos sociales son la clave que explica
la existencia de las agencias y programas orientados hacia
4 En este sentido, es importante analizar el estudio introductorio el renglón de los beneficios compartidos. Las ideas de John
que realiza Luis F. Aguilar Villanueva (1993) en la antología Maynard Keynes (1970), en su obra Crítica de la economía
La implementación de las políticas públicas, porque en ésta hay clásica, fueron el abono que sustentó el papel activo y expan-
tesis, análisis y autores que dan cuenta de cómo los temas del sivo del Estado en la sociedad y la economía en un ambiente
bienestar social son replanteados a la luz de los tiempos ac- de recursos disponibles. Los Estados se comprometieron con
tuales.

e 262 Estado de bienestar


amplios programas sociales a que el bienestar fuera el me- En efecto, se adoptaron, para ello, políticas de ajuste
dio para reducir la distancia entre la igualdad formal y las que lograron desestimular el crecimiento económico bajo la
condiciones reales de vida. La obra en la que Keynes (1935) óptica de las burocracias reformistas y se optó por políticas
expone sus ideas sobre lo enunciado es Teoría general del em- conservadoras que permitieron contener los efectos de la in-
pleo, el interés y el dinero. flación y la recesión. Se descubrió, en este proceso, que en los
Sin negar la importancia del Estado de bienestar en el de- Estados del bienestar se localizan los problemas administra-
sarrollo de la sociedad moderna al postular y luchar para que tivos y políticos que desvían a las democracias más avanzadas
el mejoramiento en la calidad de vida fuera en aumento, es al descuidar, por intención u omisión, el necesario equilibrio
importante destacar que éste se convirtió en bandera política que debe haber entre ingreso y gasto público. Sobreviene, en
y con ello se perdió de vista que tiene capacidades limitadas consecuencia, una etapa denominada “de ingobernabilidad”,
de gestión, lo que provocó que perdiera el rumbo en materia en la que el Estado pierde su capacidad de autocontrol y au-
económica. En efecto, las burocracias decisivas no tomaron tovigilancia para evitar el desorden fiscal que lo pone en el
en cuenta la necesaria relación entre medios y fines para el terreno de la insolvencia; con ello, la política de bienestar se
Estado del bienestar, lo que ocasionó el vaciamiento de las transforma en un problema para la sociedad y no en la solu-
haciendas públicas y, con ello, el derrumbe de las expectati- ción efectiva de sus problemas.
vas de vida fincadas en la prosperidad y el bienestar mismo. Los errores de operación gubernamental condujeron a
A partir de los años setenta del siglo pasado se iniciaron, largos periodos de ajustes que fueron propuestos por grupos
en las sociedades industrializadas, cuestionamientos sobre neoconservadores, cuyas propuestas inician, con Margaret
el modo en que se dirigen los asuntos públicos, es decir, so- Thatcher y Ronald Reagan, el camino hacia la desactiva-
bre los criterios y políticas que se aplican para determinar, ción de las políticas a cargo del Estado orientadas al logro
desde el poder, quiénes son los destinatarios del bienestar. del bienestar social. El saldo último del Estado de bienestar
La influencia de las burocracias para maximizar ventajas e consistió en los problemas de ingobernabilidad que se pro-
imponerlas a los políticos fue una de las causas de las fallas vocaron al alentar la sobrecarga de demandas y expectativas
de los Estados para atender y satisfacer la economía de la de- sin considerar la existencia real de los costos y recursos pú-
manda estimulando el consumo, el ahorro y el gasto público, blicos existentes.
vías que permitían a las economías modernas crecer y expan- Los errores de gestión gubernamental, al ceñirse más a
dirse.5 En este caso, la ideas de William Niskanen (1971), en criterios políticos que al realismo fiscal, dieron como resul-
su obra Bureaucracy and Representative Government, ayudan a tado el declive del Estado de bienestar y, junto con ello, un
comprender la función maximizadora de la burocracia que, a largo periodo de bonanza construido con déficit fiscal, en-
fin de tener más poder en la esfera política del Estado, desde deudamiento y evaporación de los recursos de las haciendas
el momento que tiene la oportunidad, apoya o bloquea las públicas. El mayor error del Estado de bienestar fue haber
políticas sociales. perdido el horizonte de que su sobrevivencia, además de po-
La lucha por el bienestar desde las alturas del poder es- lítica, económica y social, era también de carácter fiscal, es
tatal le permitió a los dirigentes políticos y a los directivos decir, no se debió perder de vista la disciplina y la correlación
de la burocracia establecer formas de negociación con los lí- entre las demandas que pueden atenderse y la disponibilidad
deres sindicales y los principales hombres de empresa, hasta efectiva de los recursos financieros y presupuestales.
formar un conjunto de relaciones corporativas que favore-
cieron la concordancia entre los factores de la producción y bibliografía
la intervención, el arbitraje y la conciliación del poder estatal.
Este esquema funcionó con regularidad, lo cual alentó las Aguilera Hintelholher, Rina Marissa (2006), La trascenden-
expectativas de la fuerza de trabajo y los inversionistas para cia del Estado y la Administración Pública en la esfera social
impulsar la acumulación del capital con el apoyo de la estabi- y pública, Puebla: Instituto de Administración Pública del
Estado de Puebla.
lidad política. El mundo capitalista parecía haber encontrado,
Aguilar Villanueva, Luis F. (1993), La implementación de las po-
después de la Segunda Guerra Mundial, la forma de crecer y líticas públicas, México: Miguel Ángel Porrúa.
distribuir beneficios. El ejercicio de este planteamiento fue Ayala Espino, José (1992), Límites de mercado, Límites de Estado.
óptimo hasta que las crisis económicas impactaron direc- Ensayo sobre economía pública del Estado, México: Instituto
tamente en los procesos productivos y distributivos, hasta Nacional de Administración Pública.
frenarlos y desacelerarlos. _____ (1996), Mercado, elección pública e instituciones. Una revisión
de las teorías modernas del Estado, México: Facultad de Eco-
nomía-Universidad Nacional Autónoma de México, Miguel
5 Al respecto, autores como Michael Barzelay (2000), Guy Peters Ángel Porrúa.
(2000), Enrique Cabrero, David Arellano y Arturo Del Castillo _____ (1999), Instituciones y economía. Una introducción al neoinstitu-
(2003) explican las consecuencias de la excesiva burocratización cionalismo económico, México: Fondo de Cultura Económica.
de los Estados y la necesidad de revalorizar las organizaciones Baran, Paul A. (1959), La economía política del crecimiento, Nathan
públicas como instancias capaces de incidir en la modificación Warman (trad.), México: Fondo de Cultura Económica.
de las condiciones de vida de la sociedad.

Estado de bienestar 263 e


ESTADO
Barzelay, Michael (2000), Atravesando la burocracia, México: Fondo
de Cultura Económica.

INTERVENTOR
Boccara, Paul (1970), Capital monopolista de Estado, traducción y
selección de Daniel Lacalle, México: Grijalbo.
Cabrero Enrique, David Arellano y Arturo del Castillo,
coords. (2003), Reformando al gobierno: Una visión organi-
Gabriel Campuzano Paniagua
zacional del cambio gubernamental, México: Miguel Ángel
Porrúa, Centro de Investigación y Docencia Económicas.
Crozier, Michel, Samuel Huntington y Joji Watanuki (1975),
The Crisis of Democracy. Report on the Governability of De- Definición
mocracies to the Trilateral Commission, New York: New York
University Press. Estado interventor, Estado de bienestar, Estado asistencial, Es-
Crozier, Michel (1992), Estado modesto, Estado moderno, México: tado providencia, Estado promotor, Estado ampliado, Estado
Fondo de Cultura Económica. planificador, Estado empresario, Estado patrón, entre otros,
Galbraith, John K. (1984), Nuevo Estado industrial, Barcelona: son términos que se han usado de manera indistinta y como
Ariel.
sinónimos para referirse a la realidad concreta de las tareas
Isuani, Ernesto Aldo y Daniel Ricardo Nieto Michel (2002),
“La cuestión social y el Estado de bienestar en el mundo del Estado en la vida económica de la sociedad capitalista
post-keynesiano”, Revista del clad. Reforma y Democracia, posterior a los años treinta y hasta los ochenta del siglo xx.
núm. 22, febrero, pp. 1-13. La idea del Estado interventor alude, específicamente, a
Kamerman, Sheila B. y Alfreed J. Kahn, comp. (1993), La priva- la tendencia estatal de los años posteriores a la gran crisis
tización y el Estado benefactor, México: Fondo de Cultura del 29 de intervenir directa y abiertamente en las actividades
Económica. económicas y en el plano social ante el marasmo generado
Keynes, John Maynard (1935), Teoría general del empleo, el interés y en el mundo contemporáneo por las secuelas de la misma
el dinero, New York: Harcourt, Braser and Company. crisis. Así, la mano y hacienda estatales se ven palmariamente
_____ (1970), Crítica de la economía clásica, Barcelona: Ariel.
creando, fomentando, salvaguardando empresas y evitando
Marshall, Thomas Humphrey (2005), Ciudadanía y clase social,
Buenos Aires: Losada. quiebras; apoyando a ciertos sectores industriales, monopoli-
Niskanen, William A. (1971), Bureaucracy and Representative zando otros rubros específicos y actividades como el petróleo,
Government. United States of America, Chicago: Aldine la electricidad, las telecomunicaciones, la aviación y los fe-
Atherton. rrocarriles; fomentando y construyendo la infraestructura
O’Connor, James (1981), La crisis fiscal del Estado, Barcelona: Pe- necesaria para el despliegue de la industria y la ampliación de
nínsula. todas las actividades económicas; creando ciertas “industrias
Offe, Claus (1994), Contradicciones en el Estado de bienestar, Ma- nuevas y necesarias”, promoviendo el empleo y abriendo nue-
drid: Alianza. vas áreas empresariales, o estableciendo medidas laborales,
Peters, Guy (2000), La política de la burocracia, México: Fondo de
subsidios y una amplia política social favorable, fundamental-
Cultura Económica.
Picó, Josep (1990), Teorías sobre el Estado de bienestar, México: Si- mente, para las clases trabajadoras. Por supuesto, la utilización
glo xxi. del presupuesto y gasto públicos fue esencial para orientar
Sen, Amartya (1976), Elección colectiva y bienestar social, Madrid: y dirigir toda la inversión nacional en las áreas o ámbitos
Alianza. considerados clave en esta lógica de desarrollo capitalista.
Subirats, Joan y Ricard Gomá (2000), “Cambios en la política En todo este amplio proceso de intervención económica, las
de bienestar e innovación social en la Unión Europea”, en empresas públicas o empresas del Estado desempeñaron un
Revista del clad. Reforma y Democracia, núm. 17, pp 1-18. papel estelar. Al Estado interventor también se le identifica
Uvalle Berrones, Ricardo (2001), “Estado y mercado: institucio- como la ampliación de la economía pública en la vida social.
nes fundamentales de la sociedad democrática”, en Gaceta
de Ciencia Política, núm. 2, México: Instituto Tecnológico
Autónomo de México, pp. 177-194. Historia, teoría y crítica

¿Sólo el periodo de 1929 a 1978-80 se denomina de Estado


interventor? ¿Cuándo nace el Estado interventor? ¿Cuán-
tos tipos se conocen? ¿Se trata de una forma específica,
históricamente determinada, concreta y geo-referenciada
o simplemente es una característica específica de todos los
Estados modernos y, por lo tanto, no una etapa específica ni
una forma de Estado históricamente concreta?
Desde mi perspectiva, no debemos pensar en el Estado
interventor sólo como una etapa puntual del Estado en el
desarrollo capitalista y político contemporáneo, histórica-
mente acotado, sino también concebir al Estado con esa

e 264 Estado interventor


característica propia de intervenir en la vida económica y […] el capitalismo sólo triunfa cuando se identifica con el
social de manera amplia, ya sea de modo directo, ya sea de Estado, cuando es el Estado” (en Pipitone, 1994: 61). Para
modo indirecto; por ejemplo, a través de la legislación ge- avanzar, desarrollarse, ampliarse, el capitalismo necesitó,
neral, a través de los mecanismos de regulación de la vida como necesita ahora, de un ambiente social propicio, de
económica o con la manera de orientar la inversión total de canales adecuados de producción y comercialización, de
una sociedad vía la orientación del presupuesto y el gasto la creación y ampliación de mercados, y de un ambiente
públicos, con el manejo de las políticas fiscal y tributaria, de seguridad para garantizar el desarrollo y permanencia de
los apoyos y subsidios al campo, las políticas asistenciales, el los negocios, es decir, de un poder político centralizado y no
financiamiento de la educación pública y de la investigación difuso, lo suficientemente consolidado y extendido, y con la
y la provisión de servicios de salud, entre otros rubros. De la flexibilidad suficiente para propiciar el adecuado clima de
misma manera, podemos pensar en el potencial que se encie- negocios, en el que los mercados y la economía prosperan y
rra para una adecuada presencia social del Estado en la vida el bienestar se construye.
económica o en su desistimiento de intervenir a favor de los En esta misma línea, Marx y Engels, en el Manifiesto del
intereses públicos nacionales, con el manejo que se hace de Partido Comunista, aluden a esta identificación del capita-
las empresas estatales o públicas. Su gama de formas de or- lismo con el Estado y a la centralización del poder político:
ganización, creación y operación resulta muy heterodoxa en
el caso de México, pero veamos con mayor detalle. La burguesía va aglutinando cada vez más los me-
Para algunos autores, como William Patton Glade, el ca- dios de producción, la propiedad y los habitantes del
rácter interventor de los Estados latinoamericanos derivaba país. Aglomera la población, centraliza los medios de
de su esencia ibérica, con lo que se refieren al hecho de que los producción y concentra en manos de unos cuantos
Estados latinoamericanos eran directamente descendientes la propiedad. Este proceso tenía que conducir, por
del Estado absoluto español, cuya naturaleza fue altamente fuerza lógica, a un régimen de centralización política.
interventora y reguladora de la vida social, y, por lo tanto, Territorios antes independientes, apenas aliados, con
tenían una especie de propensión natural a la intervención intereses distintos, distintas leyes, gobiernos autóno-
en el plano económico. mos y líneas aduaneras propias, se asocian y refundan
Encontraremos, por ejemplo, que el Estado español del si- en una nación única, bajo un gobierno, una ley, un
glo xviii poseía grandes propiedades agrícolas e intervino en interés nacional de clase y una sola línea aduanera
la construcción de canales y en la minería. Había constituido (2013 [1847]: 303).
también varios monopolios reales o las famosas compañías
coloniales, dedicadas al comercio internacional, así como ver- En el proceso mismo de la construcción y consolidación
daderas instituciones empresariales públicas, fábricas reales de los Estados, como en el caso de los Estados ibéricos y el
o fábricas de la real hacienda. Asimismo, el Estado español Estado alemán, por ejemplo, pueden existir condiciones y
inicia en ese siglo el servicio público de correos y telégrafos. elementos que diferencien radicalmente la constitución de
Entre las fábricas reales, podemos destacar la Fábrica de Por- un Estado minimalista, cuya principal función consista en
celana del Buen Retiro, la de Vidrios Artísticos de la Granja garantizar la paz social y la libertad individual, de un Estado
de San Ildefonso y la de Tapices de Santa Bárbara, llamadas interventor que desempeñe un papel crucial no sólo al ga-
en conjunto “empresas artístico industriales de la hacienda rantizar la seguridad y la paz sociales, la ampliación, garantía
pública española”. y fortalecimiento de las garantías y libertades individuales
Hay un sinnúmero importante de empresas de este cor- y sociales, sino también al impulsar los procesos de indus-
te que se instituyeron con el tiempo, como la Real Fábrica trialización y el desarrollo económico y ampliación de los
y Escuela de Relojes, la Real Escuela-Fábrica de Platería y niveles de bienestar, además de construir y mantener la paz
la Real Manufactura de Lapidación y Pulimento de Piedras social mediante diversos programas de asistencia pública. En
Preciosas, entre otras empresas públicas que florecieron en estos países, el “contrato social” entre gobiernos y sociedad
el siglo xviii español, pero que tratarlas aquí desbordaría el ha respondido más bien a una visión del Estado como algo
objetivo del presente trabajo. Baste decir que con estos ejem- más que un simple garante de la paz social o una institución
plos estamos en presencia de un Estado concebido como un neutral que arbitra los conflictos de intereses de grupos so-
inmenso promotor económico o fabricante y que erige fábri- ciales o personas en conflicto.
cas o establecimientos técnico-educativos-productivos con la Ya comentamos líneas arriba cómo los Estados latinoa-
finalidad de enseñar artes, artesanías, nuevas técnicas de pro- mericanos tienen la propensión a intervenir bajo la idea de
ducción y diseño. Su finalidad fue comercializar y aprovechar crear condiciones para el bienestar y el desarrollo económico.
los recursos que ahí se generaran para la hacienda pública. En el caso alemán, Brigitte H. Schulz señala que la Consti-
Por su parte, la historia y desarrollo del capitalismo nos tución alemana declara que:
habla de un Estado siempre activo y siempre presente en la
vida económica y social. Como dice Braudel, “el capitalis- ‘[…] la República Federal de Alemania es un Esta-
mo es impensable sin la complicidad activa de la sociedad do federal democrático y social’. Y que esta frase le

Estado interventor 265 e


encomienda a éste no sólo permitir las libertades in- partir de los años ochenta del siglo pasado, los Estados in-
dividuales, sino también garantizar que se contemplen terventores empezaron a declinar precisamente por la falta
estas libertades en un sistema de seguridad social más de capacidades para adecuarse a los nuevos tiempos, por ad-
amplio. Éste es el fundamento ideológico del Esta- ministraciones públicas y servicios civiles deficientes y por
do social Alemán. La diferencia con los Estados de cambios en la ideología de los dirigentes políticos de esos
bienestar modernos, cuyos orígenes se remontan a años, más orientados a confiar o favorecer tendencias hacia la
las iniciativas de la política keynesiana […], es que libertad de los mercados y hacia una menor reglamentación
el Estado social o de bienestar alemán, se fundó dé- para la actividad empresarial.
cadas antes bajo el gobierno del Canciller Bismarck. El enorme déficit fiscal, el endeudamiento público, la
[…] Bajo su dirección, Alemania creó el primer se- corrupción y el bajo rendimiento de la economía pública,
guro público de salud en 1883, el primer seguro de así como el florecimiento de tendencias deslegitimadoras
accidentes en 1884 y la pensión por discapacidad y las (ideologías neoconservadoras) abiertamente opositoras al
jubilaciones en 1889. Estas acciones sociales fueron Estado interventor, dieron como resultado un gran movi-
importantes elementos del proceso de construcción miento mundial tendiente a modificar y transformar a los
del Estado en Alemania (2000: 41). Estados capitalistas contemporáneos y a eliminar todo signo
de intervencionismo básicamente en las políticas sociales,
Otro elemento clave en la constitución y las característi- aunque no así en los apoyos y financiamientos a la actividad
cas del Estado alemán deriva del hecho de que la unificación empresarial. Este gran movimiento de reforma estatal a ni-
alemana se haya hecho bajo Prusia, puesto que el legendario vel mundial estuvo representado, fundamentalmente, desde
servicio civil prusiano desempeñó un papel clave en la ela- los gobiernos de Inglaterra y Estados Unidos y fue cobijado
boración de los objetivos de las políticas: por los organismos multilaterales, como el Fondo Monetario
Internacional, el Banco Mundial y la Organización para la
Ser funcionario público del servicio civil en Alemania Cooperación y Desarrollo Económicos, entre otros, que han
era una profesión respetada y cotizada, y el gobierno alentado las llamadas reformas macroeconómicas —también
se convirtió en uno de los principales emprendedores. conocidas como reformas estructurales o reformas de primera
De hecho, hacia finales del siglo pasado, Alemania generación—, adecuadamente condensadas en lo que Wi-
tenía, en términos relativos, el funcionariado público lliamson llamó: “Consenso de Washington”.
más numeroso del mundo. El proceso de construcción Posteriormente, aparece otra serie de reformas llamadas
de la nación y la transición a la industrialización y la de segunda generación. Como bien explica Vito Tanzi, “las
urbanización estaba, por lo tanto, íntimamente liga- llamadas reformas de primera generación […] no siempre
do a las políticas gubernamentales concretas y a un elevan la calidad de este sector (público), aunque sí mejoran
Estado sumamente intervencionista bajo la dirección la de la política pública. De hecho, el ir en pos de reformas
de un cuerpo profesional de funcionarios civiles (41). de primera generación es lo que ha puesto de relieve la ne-
cesidad de mejorar la calidad del sector público. Para que
Más cercanamente a nuestros días, podemos afirmar que esto último se logre, son necesarias las reformas de segunda
el Estado asistencial, benefactor o interventor no estuvo generación” (2000: 21).
nunca exento de ataques y críticas a su filosofía y actuación.
Estuvo expuesto a los ataques de los apologistas del mercado Líneas de investigación y debate
y de la “libre empresa”, de las posturas políticas conservadoras, contemporáneo
de las ideas socialistas y comunistas, y de la crítica académi-
ca. Se le reprocharon las inmensas burocracias e ineficientes En efecto, esta serie de reformas experimentadas por muchas
sistemas de gestión pública utilizados, el enorme dispendio sociedades en los últimos años tuvieron la finalidad de supri-
del gasto público, el creciente déficit fiscal y la debilidad mir los Estados de bienestar o Estados interventores, así como
crónica de las finanzas públicas, la falta de transparencia, de la estabilización de la economía y la superación de las crisis
rendición de cuentas y la corrupción. Se le recriminó su ex- fiscales, resultado del agotamiento del modelo de desarrollo
cesiva reglamentación y sobreprotección de ciertos sectores anterior, esencialmente cerrado, y en el que el Estado desempe-
económicos. Se denunciaba la “competencia desleal” de las ñaba un papel preponderante. Un balance de estas medidas de
empresas públicas en el mercado y hacia las empresas de ini- ajuste indica que no se resolvieron algunos problemas básicos
ciativa particular; se oponían resistencias, organizadas unas, y que, al contrario, la desigualdad y marginación sociales se
espontáneas otras, en contra de los intentos de planificación incrementaron alarmantemente; un ejemplo típico lo consti-
nacional económica, con lo cual —se argüía— se marginaba tuyen las sociedades latinoamericanas.
y acorralaba la libre iniciativa empresarial. Hoy en día se reconoce que la presencia del Estado en la
Pese a esta acechanza, los Estados interventores dieron vida social es vital para el desarrollo económico; por lo tanto,
un impulso muy importante a la vida económica de las na- economistas, historiadores, politólogos y publiadministra-
ciones donde operaron. Pero la historia da sus vuelcos y, a dores, además de otros profesionales y académicos de las

e 266 Estado interventor


ciencias sociales, debaten acerca del papel relevante que los a múltiples fallas en los procesos económicos y que el mer-
Estados deben tener para lograr tal propósito. Ayala Espino cado por sí mismo no puede resolver. Se necesita, por tanto,
escribió que: la intervención estatal de manera pública, legal, transparente.
En la práctica, observamos que la administración pública
La literatura económica reconoce la necesidad de mexicana dispone de varios instrumentos, directos e indirec-
trascender el enfoque economicista convencional y tos, para realizar convenientemente su función económica: la
desarrollar uno que permita estudiar los procesos po- normatividad vigente —entendida en su sentido más amplio,
líticos y sociales. Para ello, es pertinente desarrollar es decir, desde el marco constitucional hasta la reglamenta-
teorías, enfoques e instrumentos, que nos ofrezcan un ción menor—, las dependencias administrativas públicas, el
marco analítico más adecuado para pensar y entender presupuesto público, las empresas públicas. El uso de estos
al Estado, desde una perspectiva transdiciplinaria, que instrumentos puede favorecer el crecimiento de la economía,
permita estudiar las ricas relaciones que se establecen dependiendo, entre otras variables, de la capacidad guberna-
entre las esferas económica, social y política (1996: 31). mental para su aplicación eficiente.
En segundo lugar, con la nueva concepción antes men-
Efectivamente, en los últimos años hemos atestiguado un cionada, pasamos, por un lado, de teorías enmarcadas en la
desarrollo muy interesante de teorías encaminadas a analizar, economía neoclásica a teorías enmarcadas en la economía
comprender y explicar mejor el comportamiento económico política y el neoinstitucionalismo y, por otro, de teorías
del Estado en el seno de la sociedad moderna. Me parece que microeconómicas y microsociales a macroeconómicas y ma-
algunas líneas de investigación en que se pudiera trabajar de crosociales (Ayala, 1996).
manera interdisciplinaria se centrarían alrededor de las si- En tercer lugar, hay otra serie de temas tratados con es-
guientes cuestiones que reseñaré a continuación. tas nuevas teorías (Ayala, 2000a) que resultan, generalmente,
En primer lugar, hay un acuerdo básico en que los Es- muy controversiales, y con los que no hay un acuerdo defi-
tados, sin lugar a dudas, deben intervenir en el proceso nitivo sobre la disyuntiva Estado-mercado. Uno de ellos es
económico; la discusión se centra alrededor de los límites de el que trata de la mayor o menor eficiencia del Estado para
esa intervención. Esta importancia del Estado en la economía mejorar la asignación de recursos e incrementar el bienestar
ha sido posible gracias al redescubrimiento y al reconoci- social (la experiencia del Welfare y sus desastres financieros
miento de las funciones económicas de los Estados. Siendo fueron experiencias fatales para la sociedad) (Picó, 1987;
así, la actividad económica del Estado resulta vital en la so- Schultz, 2000).1
ciedad y la economía contemporáneas. Encontrar las mejores
formas de operación y su aplicación pública redundará en un
mejoramiento de la productividad, de la generación de em- 1 El caso mexicano es, sin duda, una de las experiencias fatales
pleo, de la competitividad de los sectores económicos y del de mal manejo financiero del Welfare State. Vale la pena re-
país, del incremento del bienestar y en la minimización de cordar el manejo de la función pública en el periodo de 1970
las fallas de los mercados y de los Estados. a 1982, en que los presidentes Luis Echeverría y José López
Las funciones económicas del Estado son las siguientes: Portillo llevaron al país a una crisis económica y financiera
a) asignación de recursos, b) distribución y redistribución de efectos muy perniciosos y que llevó a tomar la decisión de
del ingreso, c) estabilización y pleno empleo, d) promoción del realizar ajustes estructurales, bajo las presiones de organismos
financieros internacionales.
crecimiento, e) regulación económica, d) salvaguarda de los En los periodos de 1982-1988 y 1988-1994, en México,
derechos de propiedad. Es importante recalcar que desde se llevaron a cabo una serie de medidas racionalizadoras y de
diferentes posiciones teóricas se coincide en que éstas son las ajuste estructural de la administración pública, condensada
funciones básicas del Estado en la economía, aunque no hay en la inadecuada frase “adelgazamiento del Estado”, las que
acuerdos definitivos sobre los límites y alcances de la parti- incluyeron procesos de racionalización y recortes del perso-
cipación estatal (Bobbio, Matteucci, Pasquino, 2005; Ayala, nal administrativo, procesos de privatización, liquidación y
1996; Retchkiman, 1975). desincorporación de organismos paraestatales. En un inicio,
Debemos recalcar, por ejemplo, la importancia que la estas ideas contra la “intervención estatal” nacieron en contra
regulación económica tiene en la conformación de una de la enorme financiación para la conservación y el manejo de
empresas del Estado de muy diversa índole. Ése fue el caso de
economía competitiva, con la que se limitan los monopo- inversión pública en áreas como hoteles, farmacias, restauran-
lios, los consumidores tienen instancias públicas que velan tes, equipos de fútbol, empresas quebradas y otras, realizada
y salvaguardan sus intereses y preferencias, los mecanismos bajo el pretexto de mantener el pleno empleo, sin importar la
institucionales se aplican de manera general e imparcial, eficiencia o rentabilidad de las mismas. Asimismo, se mantenía
hay reglas de aplicación general y las concesiones públicas un sistema de Seguridad Social “proverbialmente” ineficien-
están abiertas a todos los jugadores y actores del mercado de te tanto en la parte de atención médica como en la parte del
manera transparente y con equidad en la información. Éste sistema de pensiones, que no cubría las necesidades de toda la
es uno de los temas en que específicamente la sociedad y la población. Todo eso, sin mencionar los altos niveles de corrup-
economía mexicanas tienen un enorme déficit que se presta ción que han imperado en la administración pública mexicana
en los tres órdenes de gobierno.

Estado interventor 267 e


Otra preocupación recurrente es la de la eficiencia del educativos; más exactamente, al acceso libre, pleno y equita-
mercado contra la ineficiencia del Estado. ¿Es el mercado tivo al conocimiento y a la información (también al acceso
siempre más eficiente que el Estado? ¿El Estado es perma- a las tecnologías de la información y la comunicación). Me
nentemente ineficiente? La respuesta afirmativa de la primera parece que estas llaves se condicionan mutuamente y que
pregunta dio pie a todos los procesos privatizadores de fi- pueden abrir múltiples puertas, entre ellas, el empleo, los
nales del siglo pasado y a los que se siguen intentando o se mejores niveles de salud y bienestar personales y la posibili-
llevan a cabo por diversos medios. La respuesta afirmativa a dad de la superación de la pobreza. Los dos asuntos no son
la segunda cuestión justifica las reformas de las administra- sólo temas que importen a la economía de la educación o a la
ciones públicas, lo que se logra, generalmente, recortándolas economía de la salud, sino que tienen una repercusión estra-
y ensayando medidas gerenciales para intentar demostrar tégica fundamental para la productividad, la competitividad,
que un aparato gubernamental racionalizado o con menos y el bienestar y desarrollo que pueden acompañarlos. Es un
administración pública puede ser eficaz y eficiente. hecho que los países latinoamericanos han invertido enormes
La verdad es que, gracias a la investigación económica y cantidades de recursos en estos servicios sociales a lo largo de
al trabajo interdisciplinario, llegamos a la conclusión de que las últimas décadas y, sin embargo, los efectos positivos no
es necesaria la coexistencia —productiva, creativa y benefi- alcanzan a divisarse contundentemente. Del lado de los ex-
ciosa— del mercado y del Estado en la actividad económica. pertos y académicos, se sugieren “nuevos lentes” para analizar
Esta coexistencia debe tener un énfasis en la vitalidad del el problema de la falta de un mejor desempeño. Esta nueva
Estado, entendido como un gran entramado organizacional visión puede desprenderse del neoinstitucionalismo y de la
e institucional que está dotado de poder económico y políti- teoría del agente y el principal (Ayala, 2000b) que permite
co, aunque limitado por el marco constitucional y la división vislumbrar nuevas formas de organización y de administra-
de poderes, y en una sociedad civil más activa para negociar ción de los servicios sociales provistos por el Estado; de esta
y acordar con las fuerzas sociales un marco de obligaciones, manera se superan viejas y estériles discusiones sobre admi-
regulaciones y restricciones a la vida social y a las transac- nistraciones burocráticas y gerenciales, sobre privatización y
ciones económicas. Aunque, también, dicho poder estatal se estatización, centralización y descentralización, federalización
encuentra acotado por las fuerzas de la globalización y los y municipalización de los servicios, y se pone el acento en
poderes ultraestatales (ilegales, fácticos y de la globalización); una mejoría de éstos y en la satisfacción de los destinatarios.
es el caso específico de tratados internacionales en materia La investigación multidisciplinaria puede coadyuvar a
económica acordados entre países, así como de las diversas desentrañar algunas discusiones que se plantean en torno al
especificaciones que cualquier Estado tiene que cumplir para alcance de la intervención del Estado (y a sus límites) en el
acceder a un crédito financiero otorgado por organismos seno de la vida económica y social contemporánea.
como el Fondo Monetario Internacional.
Otro tema que me parece muy importante para su inves- Bibliografía
tigación multidisciplinaria —me refiero al trabajo creativo de
los economistas con otras disciplinas, como la ciencia políti- Arellano, David et al. (2000), Reformando al gobierno: una visión
ca, la sociología, la administración pública, entre otras— es organizacional del cambio gubernamental, México: Miguel
el que se refiere a los aspectos ligados a la nueva economía o Ángel Porrúa.
economía del conocimiento y al papel que los Estados y sus Ayala Espino, José (1996), Mercado, elección pública e instituciones.
Una revisión de las teorías modernas del Estado, México: Mi-
administraciones públicas desempeñan en estos procesos que guel Ángel Porrúa.
demandan mayor productividad y competitividad. ¿Cuáles son _____ (1997), Economía Pública. Una guía para entender al Estado,
los mecanismos y elementos necesarios para la competitividad México: Facultad de Economía-Universidad Nacional Au-
de un sector económico de un país? ¿Cuál es el papel de la tónoma de México.
sociedad, de la cultura, en la productividad? ¿Qué aprendizaje _____ (1999), Economía del sector público mexicano, México: Facultad
se genera de la presencia de grandes corporaciones transna- de Economía-Universidad Nacional Autónoma de México.
cionales en el país? ¿Qué lecciones podemos aprender de la _____ (2000a), “Globalización y nuevas instituciones”, Revista de
experiencia de otros países que han avanzado en su desarrollo Administración Pública, México, núm. 100, pp. 1-16.
económico? ¿Cómo las aplicamos en nuestra sociedad y eco- _____ (2000b), Instituciones y economía. Una introducción al neoinstitu-
cionalismo económico, México: Fondo de Cultura Económica.
nomía? ¿Todo se reduce a reformas estructurales, a reformas Bobbio, Norberto, Nicola Matteucci y Gianfranco Pasquino
laborales? ¿Estamos aprovechando adecuadamente la investi- (2005), Diccionario de Política, México: Siglo xxi.
gación universitaria? Éstas son sólo algunas de las interrogantes Campuzano Paniagua, Gabriel, comp. (1990), Empresas Públicas,
que podemos responder con líneas investigativas multidis- México: Facultad de Ciencias Políticas y Sociales-Sistema
ciplinarias. Como se aprecia claramente, en estos tópicos la de Universidad Abierta- Universidad Nacional Autóno-
intervención estatal resulta clave. ma de México.
Un último aspecto tiene que ver con dos elementos o _____ (1998), “¿Hacia una Administración Pública moderna?
llaves maestras que pueden auxiliar a los países a salir de la Lecciones para la era de la post-privatización”, Revista Pros-
pobreza. Me refiero a los servicios de salud y a los sistemas pectiva, año 3, núm. 9.

e 268 Estado interventor


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Familia 269 f
Ya lo decía el etnólogo Lévi-Strauss, al analizar las es- década, varios terapeutas familiares se refieren a la “familia
tructuras elementales del parentesco: “si las culturas difieren Cuéntame” (tomando el nombre de la serie que se transmite
es porque, dentro de la regla, caben muchas variables” (2005: en Televisión Española desde 2001) para designar al padre, la
15). La forma de integrar una familia es un asunto cultural, madre y los hijos de una misma pareja, con quienes, por ejem-
varía con las épocas, y las normas pueden cambiar de una plo, también vive también la abuela. Junto a estos modelos de
sociedad a otra. El tránsito de una concepción de familia a familia han brotado muchos otros productos, principalmente,
otra es lento, lo va empujando la realidad, lo va modificando por el incremento de los divorcios y de las madres solteras
un entorno incontrovertible. que se erigen como jefas de familia. Surge también, en mu-
¿Cómo definir hoy a la familia de manera que no se vea chos países, la posibilidad de que los homosexuales adopten
excluida ninguna de sus formas existentes? ¿Qué es lo que niños legalmente, con lo que se presenta en el panorama un
no varía en una familia? ¿Cuál es su elemento constitutivo tipo de familia diferente ante la ley.
esencial? No es el parentesco consanguíneo, puesto que, en el La familia es un sistema diacrónico que se mueve en
caso de una pareja integrada por un hombre y una mujer que varios sentidos; a la par, sus miembros, al desarrollarse, ge-
no son parientes entre sí, y que deciden adoptar a un niño y neran movimientos sincrónicos en su interior. No hay pues,
tener otro mediante inseminación artificial con un embrión una definición universal para este fenómeno social y, sin em-
adquirido, resulta que cada uno de ellos proviene genéti- bargo, es claro de que se trata de un sistema relacional que
camente de su sistema familiar y entre ellos cuatro no hay articula a sus miembros entre sí, que está en transformación
vínculo de parentesco natural y, sin embargo, nadie objeta- constante, y que funge como núcleo o unidad básica en las
ría que constituyen una familia. Entonces, ¿qué une a estas sociedades contemporáneas.
cuatro personas? ¿Qué las convierte en comunidad familiar? La etimología de la palabra, introducida al castellano en
En realidad, los lazos afectivos, los vínculos cotidianos y la el siglo xv, remite al conjunto de esclavos y criados que te-
pertenencia explícita a un núcleo humano con intimidad son nía una persona. El término proviene del latín famulus, que
los elementos de una familia. significa sirviente o esclavo, lo cual nos obliga a incursionar
En 2009, el Comité Científico del seminario “Familias en en la historia.
el siglo xxi: realidades diversas y políticas públicas”, realizado
en El Colegio de México e integrado por académicos de las Historia, teoría y crítica
principales instituciones educativas con investigaciones sobre
el tema, definió a la familia como el grupo primario de convi- La humanidad ha conocido, a lo largo de los siglos, una gran
vencia, seguridad, protección y afecto de los seres humanos.1 diversidad de vínculos para la convivencia cotidiana entre se-
En las familias donde hay parentesco consanguíneo se res cercanos. Para la procreación, antes de que se conocieran
observan, cada vez con mayor fundamento teórico y empírico, los úteros en alquiler y los bancos de embriones, sólo existía
vínculos genéticos y psicológicos más allá de la generación la cópula hombre/mujer. Ésta ha tenido contextos sociales
de los padres. En todas las familias, sea cual sea su forma de variados según las latitudes y las épocas. Cada sociedad se
integración, es posible apreciar una forma de funcionamien- ha procurado sus propias formas de organización para lo que
to producto de las características de sus miembros. Todas las hoy llamamos familia.
familias tienen alguna manera de funcionar. No hay familias En sociedades primitivas era frecuente que se conociera la
disfuncionales pues cada una ha encontrado, probablemen- identidad de la madre del recién nacido; sin embargo, la del
te sin proponérselo, la forma más adecuada de sobrellevar el padre era desconocida; los hijos pertenecían a la comunidad
cúmulo de elementos, muchas veces inconscientes, con los o la tribu. Esta etapa, en la cual la promiscuidad sexual era
que debe lidiar mientras viva. En ocasiones algunos de estos frecuente, es nombrada por algunos autores como Bachofen,
elementos son adversos. Al respecto, Marta Lamas afirma como heterismo. La filiación sólo podía establecerse por línea
que “la familia es el espacio del amor y la solidaridad, sí, pero femenina, con lo que la mujer era la única progenitora y el
también es el de la violencia y el incesto” (2009: 56). derecho materno era explícitamente reconocido y aceptado.
Hay instituciones estatales o internacionales que, si- Posteriormente, en otras sociedades antiguas como la
guiendo una línea tradicional, circunscriben sus trabajos a que prevaleció durante la Roma imperial, el padre era el
la familia “normal”, es decir, al núcleo padres/hijos. Las so- importante y decidía sobre todos y sobre todo; era el pater
ciedades buscan referentes que puedan ser generalizables. familias, o varón vivo más antiguo de entre los vinculados
Todos conocemos prototipos que las instituciones estatales consanguíneamente, mismos que integraban una gens para
o civiles utilizan para hablar de la familia conyugal nuclear. dar lugar, entre los patricios, a un grupo social cohesionado
En México, por ejemplo, se menciona informalmente a la bajo un mismo gentilicio o apellido.
“familia dif”, (en alusión al sistema público para el desarrollo En épocas de guerra y, por tanto, de muertes masivas de
integral de la familia) como sinónimo de núcleo compuesto varones, algunas culturas fomentaron la poligamia para prote-
por padres, hijos y otros familiares. En España, en la última ger a mujeres que quedaban solas. El término familia proviene,
como se dijo, de un conjunto de bienes y personas que se con-
sideraban propiedad del jefe de familia y que abarcaba la casa,
1 Véase: Rabell, 2009.

f 270 Familia
los criados, los hijos, los animales; situación que cesó comple- muy posiblemente, no les prodigó la atención suficiente para
tamente a partir del siglo xvi cuando el término se redujo al saciar su necesidad de calor.
núcleo padre/madre/hijos. Para ilustrar lo que ocurre a finales del siglo xx con las fa-
La infancia, como etapa de la vida con características milias, Norbert Elias (1998) afirma que nos encontramos en
específicas a las que había que poner atención para tener ci- un periodo de transición, en el cual unas relaciones de padres
mientos firmes en sociedades evolucionadas, fue reconocida e hijos estrictamente autoritarias, y otras más recientes, más
entre los siglos xiv y xvi, sin que ello significara que a partir igualitarias, se encuentran simultáneamente, y ambas formas
de entonces hubiera claridad sobre el óptimo desarrollo in- suelen mezclarse. La transición de una relación padres-hi-
dividual y social de niños y niñas. jos más autoritaria a una más igualitaria, genera para ambos
El matrimonio surge cuando se rompen las colectividades grupos una serie de problemas específicos, y en general una
para dar lugar a las familias individuales, en las que predomi- considerable inseguridad. “¿Cómo se llegó a esto?”, pregunta
na la pareja. La palabra matrimonio viene de madre y señala el sociólogo alemán. Su respuesta se encuentra en sus estudios
un estatuto dado por la maternidad. En los inicios de los idio- sobre el proceso de la civilización, en el que muestra que desde
mas indoeuropeos no había términos comunes para designar la antigua Grecia y Roma hasta bien entrado el siglo xviii,
la relación de un hombre con una mujer como producto de los métodos para deshacerse de los niños era algo cotidiano.
su boda. Iván Illich (2008) distingue tres pasos que conducen Eran arrojados a los ríos o a los estercoleros, con mayor fre-
al paradigma de la asociación que actualmente se denomina cuencia si eran niñas. Por ello el desequilibrio entre hombres
matrimonio: uno, la institución de la familia individual que y mujeres hasta la Edad Media en Occidente fue muy mar-
paga renta; dos, el creciente predominio de la pareja en el cado. Aún en el Londres del siglo xviii era frecuente hallar
seno de esta familia gravable durante el Renacimiento; y niños recién nacidos en los basureros. La opinión pública de
tres, la polarización económica de los sexos en el siglo xix. la Antigüedad no veía este hecho con malos ojos, ni había
La gran ruptura que se consolida en el siglo xx es el leyes que lo sancionaran.
tránsito del matrimonio por conveniencia, al matrimonio En las sociedades antiguas los padres “producían” hijos
supuestamente por amor. No más uniones arregladas por los ciegamente, sin deseo, sin necesidad, sin que le encontraran
padres con base en beneficios económicos o para el mante- a los nacimientos alguna función. Por ello había dureza en
nimiento de linajes. Al terminarse la imposición, se abre la las relaciones padres-hijos. No se consideraba al niño y a la
posibilidad de elegir entre permanecer o liquidar la unión. niña como personas con necesidades propias de su edad; no
Lo cual da origen al incremento de separaciones y divorcios. había habitación para los niños, éstos dormían en el mismo
Otro cambio que, según Luc Ferry (2008), ha sido seña- lecho que los adultos. Fue hasta los siglos xvi y xvii que
lado por todos los historiadores de la familia, es la aparición los ricos construyeron espacios para separar a los infantes
de la intimidad, misma que en los tiempos antiguos no existía de sus padres. Antes de ello la promiscuidad era grande y
ni entre el pueblo ni entre las élites. Tanto en las ciudades el incesto, frecuente. Es claro que los cambios en la familia,
como en el campo las familias compartían, sin privacidad su estructura, la relación entre los miembros, se modifica en
alguna, la única habitación que poseían, dando lugar a pro- correspondencia con los cambios que experimenta la socie-
miscuidades generalizadas. Es hasta el siglo xviii cuando las dad en la cual la familia se inserta.
alcobas comienzan a aislarse. En la actualidad, dice Elias, más que nunca, todos los
No siempre en la historia de la familia se consideraba miembros de la familia tienden a tener una vida individual
prioritario que el padre sintiera y manifestara amor por su sólo para sí mismos, es decir, se inclinan a asumir tareas y a
prole. El comportamiento normal de la época era el distan- establecer relaciones humanas independientemente de los
ciamiento respecto a esos seres todavía en potencia que eran demás miembros de la familia. Este sociólogo hace un lla-
los niños, carentes de interés para los padres, según describe el mado a elaborar estudios más realistas sobre las familias y a
mismo Ferry, quien ilustra la afirmación con ejemplos como dejar de lado tantas representaciones idealizadas de esta tan
el de Rousseau, autor del gran referente sobre la educación citada célula básica de la sociedad.
y que abandonó a sus cinco hijos. Escribir sobre la familia contemporánea y hacerlo con
Un caso que muestra las diferencias entre las madres de precisión implicaría tener una visión de 360 grados para
la segunda mitad del siglo xx con las de dos centurias ante- poder captar todas las aristas del contexto relacional. Han
riores, es el analizado por Elisabeth Badinter (1981) a través cambiado demasiados ámbitos que han traído consigo no-
de documentos franceses de 1780: de los 21 mil niños que vedades de peso en esa unidad social llamada familia. Las
en números redondos nacían anualmente en París, sólo mil ciudades se han vuelto intransitables por el exceso de vehí-
fueron criados por sus madres; otros mil fueron amamantados culos, producto de un paradigma de desarrollo que a su vez
por nodrizas en la casa paterna, y 19 mil aproximadamen- ha perjudicado al planeta. Los profesionistas son los más
te fueron llevados al domicilio, más o menos lejano, de una castigados por el desempleo, y en el seno de sus familias se
nodriza a sueldo mientras duró la lactancia. Al volver a casa, genera una tensión que frecuentemente se traduce en enfer-
esos niños conocerían a una extraña: la que los parió, quien, medad y en mal humor hacia aquéllos más cercanos. A los
ancianos se les regatea su pensión tanto en las instituciones

Familia 271 f
como por parte de sus hijos. La pirámide poblacional se ha marche por su cuenta sin incorporar las aportaciones que sur-
invertido, y nunca en la historia de la humanidad habrá tan- gen de autores ajenos al propio ámbito. Es notable verificar
tos viejos como a mediados del siglo xxi. que la academia avanza con sus propios teóricos, y fuera de
Como dice Elias, cada relación familiar es además un ella surgen autores, corrientes, escuelas, modas, enfoques que
proceso en sí mismo. Las relaciones siempre están cambiando. ofrecen soluciones a problemas que brotan en la comunidad
El reto se plantea cada vez de nuevo. Para los hombres y las llamada familia. Desde una perspectiva externa, este univer-
mujeres, la necesidad de trabajar conscientemente en sus rela- so es confuso para quien intenta comprender las dinámicas
ciones mutuas nunca acaba. En la medida en que se produzca familiares desde el ámbito de la psicología, y aunque con
el autoconocimiento consciente del propio núcleo familiar, menos enfoques y corrientes y, por lo tanto, con un menor
se abrirán mayores posibilidades para la cooperación social. volumen de información, ocurre lo mismo en el seno de otras
disciplinas. Se ha acumulado demasiada información que se
Líneas de investigación y debate encuentra dispersa.
contemporáneo Como respuesta a este proceso de incremento y disper-
sión de conocimiento, así como de técnicas y enfoques para
La familia es objeto de estudio de numerosas disciplinas y la solución de conflictos relacionados con la familia, han
en cada una hay diversas líneas de investigación. Todo indica surgido en diferentes países y sin conexión entre sí, pro-
que el siglo xxi se abrió con la convicción de que la solución a puestas o movimientos integrativos, es decir, intentos por
múltiples problemas que aquejan a las sociedades y al planeta, acoplar coherentemente premisas teóricas y prácticas sobre
comienza por la educación, por los principios y los valores asuntos familiares para aprovechar visiones distintas con
que puedan darse en la familia. Esto antes de que se inicie la objetivo similar.
socialización del individuo. Por ello, la familia es estudiada Entre los logros más relevantes se puede mencionar el que
desde la psicología, la historia, la pedagogía, el derecho, la llevan a cabo en la primera mitad de los años setenta Band-
economía, la medicina social, la demografía, la psiquiatría, ler, Grinder y Satir (1976). Entre los tres escriben un libro
la comunicación, la sociología, la etnología y, seguramente, titulado Changing with Families, en el que ofrecen un modelo
por otras disciplinas más. para trabajar con patrones de comunicación intrafamiliar. El
El gran problema para un interesado en el tema de la fa- texto es pionero en una cadena de intentos por integrar teo-
milia es que resulta imposible conocer la información que se ría y práctica que provienen de fuentes diversas. Los mismos
va acumulando sobre éste, no únicamente por el volumen de Bandler y Grinder continúan con este esfuerzo de integración
lo publicado sino, y sobre todo, porque entre las disciplinas e incorporan a su teoría las principales aportaciones de Mil-
hay todavía demasiadas barreras pese a los esfuerzos multi ton H. Erickson, creador de la hipnosis que lleva su nombre,
y trandisciplinarios que brotan desde tantas instituciones e así como los de Fritz Perls, padre de la Gestalt. El resultado
investigadores, lo cual impide ya no digamos asimilar, sino integrativo es la programación neurolingüística.
siquiera conocer lo que otro campo disciplinario produce. Otro esfuerzo integrativo importante especialmente
El panorama completo del conocimiento acumulado sobre centrado en los sistemas familiares es el de Bert Hellinger.
el tema no lo tiene nadie. Se trata de un alemán contemporáneo, ensamblador de co-
Las fronteras y los muros entre las disciplinas se alzaron nocimientos teóricos y empíricos de distintas procedencias.
con la exigencia de la especialización, y crecieron debido al Conoce la obra completa de Freud y, entre otras cuestiones,
celo miope de algunos estudiosos por su campo académico. toma de ahí la visión de los destinos de vida. Tiene una
A todos les interesa la familia porque a todos les preocupa formación psicoanalítica en Viena, realiza dinámicas gru-
algo sobre ella, sea la propia o la de los demás. También todos pales en Sudáfrica y estudia los métodos de los zulúes para
creen saber algo sobre ella porque todos tienen o tuvieron recomponer el equilibrio en una comunidad. Incursiona en
una familia. Por ello, las opiniones, los estudios, los análisis la Gestalt. Viaja a Estados Unidos, donde entra en contacto
sobre el tema abundan. Dar con el conocimiento consisten- con el trabajo de Milton H. Erickson, con la programación
te y probado es todo un reto. Consideremos lo que ocurre, neurolingüística y con distintos tipos de terapias familia-
por ejemplo, en la psicología. De Freud a nuestros días se res. Tras décadas de estudio, de práctica y de someterse a
ha analizado a la familia con énfasis en ángulos distintos. diversas técnicas terapéuticas, da a conocer su Aufstellung
Se ha echado mano de la mitología griega, de la experiencia Familien, que pasó al castellano con el nombre de constelacio-
clínica, se ha puesto énfasis en el padre, en la madre o di- nes familiares, método o terapia breve a la cual califica como
rectamente en el núcleo familiar. De los discípulos de Freud fenomenológica, sistémica y transgeneracional. Se ha desa-
surgieron ángulos nuevos, rupturas, enriquecimiento de rrollado fuera de la academia, tiene seguidores en numerosos
planteamientos originales y, para mediados del siglo xx, ya países y su método de diagnóstico levanta lo mismo entu-
había psicoanalistas y terapeutas especializados en la familia. siasmos que polémicas. Sin necesidad de conocer al detalle
Brotaron escuelas con premisas a veces coincidentes, a veces una historia familiar, la técnica permite descubrir lealtades
no. Surgieron las etiquetas para denominar a tales escuelas y invisibles, secretos de familia o violación a lo que el autor
a sus representantes. Lo más frecuente es que cada corriente

f 272 Familia
llama órdenes del amor o regularidades que rigen todos los
sistemas familiares. FAMILIA Y
Un esfuerzo más de tipo integrativo es el que se lleva a
cabo en América del Sur a partir de los años noventa, con DIVERSIDAD 1
Fernández-Álvarez (argentino) y Roberto Opazo (chileno).
Ambos han recibido el premio Sigmund Freud que se entrega Rosario Esteinou
en Viena a los mejores trabajos del campo. Todo esto ocurre
únicamente en el ámbito de la psicología. Dar cuenta de las
aportaciones de otras disciplinas al estudio de la familia es Definición
una tarea que rebasa con mucho el propósito de estas líneas,
cuyo objetivo fue únicamente presentar un panorama gene- Las concepciones sobre la diversidad familiar han sido muy
ral del actual concepto de familia, con miras a integrar esta variadas a lo largo de la historia en los debates internaciona-
unidad social en el léxico que se requiere para la cooperación les, y en ellos han intervenido distintos enfoques y disciplinas.
entre los seres humanos. A grandes rasgos, podemos identificar dos vertientes iniciales
que nutrieron este concepto desde finales del siglo xix hasta
Bibliografía los años sesenta y setenta del siglo xx. La primera proviene
del análisis mismo de la familia que han desarrollado distintas
Badinter, Elisabeth (1981), ¿Existe el amor maternal? Historia del disciplinas. La antropología, por ejemplo, desde sus oríge-
amor maternal, siglos xvii al xx, Barcelona: Paidós. nes en tanto disciplina, ha desarrollado sus propuestas en el
Bandler, Richard, John Grinder y Virginia Satir (1976), Chang­ marco de la construcción del parentesco, particularmente en
ing with Families, New York: Science and Behavior Books. las sociedades “simples” o escasamente diferenciadas. La so-
Elias, Norbert (1998), La civilización de los padres y otros ensayos, ciología, por su parte, ha ubicado su discusión hasta los años
Bogotá: Norma.
sesenta y setenta en torno del desarrollo de la familia nuclear.
Fernández-Álvarez, Héctor y Roberto Opazo (2004), La inte-
gración en psicoterapia, Barcelona: Paidós. La demografía la ha recortado y definido a partir de las di-
Fernández Christlieb, Fátima (2009), “La comunicación intra- námicas de población (a través del análisis de la fecundidad,
familiar”, en Fernández y Rizo (coords.), Nosotros y los otros: la mortalidad, la nupcialidad). Por último, la psicología la ha
la comunicación humana como fundamento de la vida social, definido a partir de la conformación de la personalidad y de
México: Editoras los miércoles. la dinámica relacional de los grupos primarios. Todas ellas
Ferry, Luc (2008), Familia y amor. Un alegato a favor de la vida pri- han proporcionado visiones distintas sobre lo que significa
vada, México: Taurus, Santillana. la familia y su diversidad. Por consiguiente, la variedad o di-
Illich, Iván (2008), “El género vernáculo”, en Obras completas II, versidad familiar ha estado presente por largo tiempo en las
México: Fondo de Cultura Económica.
disciplinas que se han ocupado de la familia.
Lamas, Marta (2009, 25 de enero), “Dos conceptos de familia”,
Proceso, núm. 1682. La segunda vertiente inicial que nutrió una concepción
Lévi-Strauss, Claude (2005, 7 de mayo), “El esfuerzo humano particular sobre la diversidad familiar refiere a la identifica-
por los descubrimientos está abocado al fracaso”, entrevis- ción misma de ésta, es decir, a las diversas formas que asume
ta realizada por Octavi Martí, suplemento Babelia, El País, la familia en distintas sociedades y momentos históricos. No
pp. 14-15. obstante, esta segunda vertiente ha ordenado la diversidad,
Rabell Romero, Cecilia, coord. (2009), Tramas familiares en el Mé- hasta los años sesenta y setenta del siglo pasado, a partir de un
xico Contemporáneo. Una Perspectiva Sociodemográfica, México: solo elemento, de tal forma que dicha diversidad era remitida
Instituto de Investigaciones Sociales-Universidad Nacional o reducida a una sola forma. En el caso de la antropología, por
Autónoma de México, El Colegio de México.
ejemplo, hasta esos años prevaleció un enfoque en que dicha
Satir, Virginia (2002), Nuevas relaciones humanas en el núcleo fami-
liar, México: Pax. diversidad era analizada tratando de determinar si había una
Schneider, Jakob Robert (2009), Constelar familias. Fundamentos y única unidad elemental del parentesco en todas las sociedades.
procedimientos, México: Herder. Se trataba de analizar cómo la variedad de las estructuras de
parentesco remitían a un último elemento, presente en todos
los sistemas de parentesco. Éste se hallaba constituido por la
familia elemental o la familia nuclear. Dicha unidad elemen-
tal constituía el prototipo a partir del cual se desarrollarían la
variedad de formas familiares y estructuras de parentesco, y
constituía también un prerrequisito de la organización social.

1 Este artículo retoma argumentos que fueron presentados en


otra publicación (Esteinou, 2008), pero son trabajados con otro
enfoque.

Familia y diversidad 273 f


La familia elemental era la unidad fundante de la sociedad nuclear occidental representaría así el resultado de este pro-
(Esteinou, 2008). ceso histórico (Esteinou, 2008).
La tesis de la existencia de un proceso de progresiva sim-
Historia, teoría y crítica plificación de las formas familiares, que se presentó todavía
en forma dominante en la sociología hasta los años sesenta,
Autores como Radcliffe-Brown (1950) y Murdock (1949) derivó de una instancia evolucionista que a partir de pensado-
realizaron su trabajo tratando de determinar si la familia res del siglo xix atravesó y condicionó también las reflexiones
elemental o nuclear constituía la base de los sistemas de sociológicas del siglo pasado, creando una continuidad que
parentesco. El estudio de Murdock resulta particularmente vinculaba conceptualmente a Durkheim (1975), quien for-
revelador para ejemplificar dicho enfoque. En un intento muló la “ley” de contracción progresiva de la familia, con
por establecer generalizaciones inductivas a partir de los Parsons (1955), quien sistematizó los procesos de cambio
estudios que se habían realizado sobre el parentesco, trató en las estructuras familiares en términos de nuclearización
de confirmar la tesis de que la familia nuclear era universal y de especialización funcional.
y constituía la unidad básica del parentesco. Analizando 250 La tendencia evolucionista de Durkheim fue producto de
sociedades, observó que en ellas la familia nuclear estaba su época. El intento de individuar una ley que permitiese leer,
presente como unidad básica y que cumplía cuatro funcio- comprender y explicar el nacimiento y las transformaciones de
nes fundamentales para la vida social: sexual, económica, la sociedad humana a partir de la sociedad animal, la indivi-
reproductiva y educativa. La universalidad de esta forma duación de estadios en la historia de la humanidad, la hipótesis
familiar residía no sólo en la presencia y las funciones que de que cada fase fuese el resultado de cambios en las fases
desempeñaba en toda sociedad, sino también en que éstas precedentes, formaban parte del paradigma evolucionista
no podían ser sustituidas o desarrolladas por otra. La fa- decimonónico. En una época de grandes y acelerados cam-
milia nuclear aparecía no sólo como institución necesaria bios sociales, la individuación de una “ley del cambio social”
sino también como un prerrequisito de toda organización respondía no sólo a una función explicativa, sino también
social; por lo tanto, como elemento fundante. predictiva y de control, de entender la dirección del cambio
La sociología, por su parte, ordenó, dentro de esta se- y de contar con instrumentos teóricos para aportar even-
gunda vertiente, la diversidad en el eje conceptual de la tualmente correctivos. Pero el objetivo —y desafío— era la
modernización, de tal forma que la variedad de formas fa- construcción de un modelo explicativo que diera cuenta de
miliares observables en distintas sociedades era clasificada de todas las fases que desde la sociedad animal habían llevado a
acuerdo con el desarrollo de las instituciones modernas. Es la sociedad humana, y en el interior de ésta, de las primeras
posible describir cuál era el modelo dominante con que se formas de agregación social a la civilización. Este modelo
construyó buena parte de la sociología de la familia, el cual explicativo que tenía como ambición la generalización y la
revelaba un tratamiento particular de la diversidad. El asun- universalidad se podía también aplicar a la familia. Autores
to de base puede resumirse en los siguientes términos: en el como Morgan (1964 [1877]) y Engels (1978) siguieron este
paso de una sociedad simple a una compleja, de formaciones marco interpretativo.
histórico-sociales tradicionales a modernas, la familia, de ser Durkheim (1975) rechazó una concepción de la familia en
extensa, se volvía nuclear. En ese paso, las formas familiares se términos de grupo natural y la definió como una institución
modificaron tanto en sus estructuras como en sus relaciones socialmente determinada. Consideraba a la familia nuclear
y sus funciones. Desde el punto de vista de sus funciones, conyugal como el punto de llegada de una evolución, en el
de una estructura polifuncional (unidad de producción y curso de la cual dicha institución se contrajo cuanto más se
consumo, detentadora de los mecanismos de transmisión ampliaba el ámbito social con el cual el individuo estaba en
cultural de los valores y de las normas, de integración social relación inmediata. Del clan exógamo amorfo, que constituía
de sus miembros, de socialización primaria y secundaria de la primera agrupación político-doméstica, se pasó a la familia
las nuevas generaciones, de control de la propiedad y de sa- clan (uterina o masculina), a la familia agnada no dividida, a
tisfacción de las necesidades de los sujetos que cohabitan), la familia patriarcal romana, a la familia paterna germánica
la familia perdió potencialidad en muchas de sus funciones, y a la familia conyugal (monogámica) moderna. Esta forma
que eran asumidas entonces por otras agencias externas a familiar fue el resultado de la ley de contracción progresiva
ella (la escuela, la fábrica, el mercado en sentido amplio, la que resume y da cuenta de la evolución que ha influido a la
iglesia, etcétera), y se caracterizó por una función eminen- institución familiar. Este marco interpretativo permitió asi-
temente expresiva (estabilización de la personalidad adulta mismo dar un tratamiento particular a la diversidad familiar,
y socialización primaria de los niños). El aumento de la di- ubicándola en un continuum de desarrollo.
visión del trabajo, con el relativo proceso de especialización Parsons (1955) concentró toda su reflexión en el contexto
funcional de los subsistemas que componían el sistema social de clase media urbana americana, asumiendo como centro de
y la industrialización constituían los factores principales que análisis no tanto y no sólo la familia, sino también la relación
influyeron en el cambio de la familia y que permitieron a los familia-movilidad social. En efecto, consideró a la familia
científicos sociales ordenar la diversidad familiar. La familia nuclear (compuesta por los padres y los hijos dependien-

f 274 Familia y diversidad


tes), aislada de la parentela, particularmente “adecuada” para lutiva que va de lo simple a lo complejo, de lo indiferenciado
transmitir el sistema de valores de la sociedad estadouniden- a lo diferenciado. Este tratamiento de la diversidad fami-
se, centrado en lo que se puede definir como una filosofía liar también fue sostenido por otros autores, como Goode
del éxito, del logro social. Y esto era así porque el resultado (1982) y Zelditch (1955), quienes afirmaban que la familia
primario de la unidad familiar, bajo el perfil sociológico, nuclear aislada era, en la sociedad moderna, si no inevitable,
consistía en la organización de la motivación individual y al menos previsible.
la personalidad. En específico, el valor de la integración con Pero el postulado sobre el surgimiento y difusión de la
los parientes era un resultado negativamente correlacionado familia nuclear no sólo se refirió a la emergencia de un tipo
con la determinación de la lógica adquisitiva, con la ambi- de estructura particular. Un elemento implicado en esta
ción del éxito personal. concepción evolutiva es que la estructura nuclear supone un
Sin embargo, Parsons abandonó posiciones valorativas ordenamiento de las relaciones familiares que le corresponde,
pesimistas sobre la nuclearización de la familia. El funcio- de tal forma que conforme se pasa a este tipo de estructura
nalismo estructural, del que Parsons fue el exponente más se configura cierto tipo de relaciones familiares internas y
representativo, siguió, en sus líneas fundamentales, el pen- una desvinculación con las de la parentela. En ese sentido,
samiento de Durkheim que propuso evidenciar las “leyes” dicho modelo no distinguía entre estructura familiar, rela-
orgánicas evolutivas de la familia moderna. En la sociedad ciones familiares y relaciones de parentela, y establecía una
moderna, la familia se desvincula de la parentela y tiende a correspondencia tal entre ellas que bastaba estudiar una de
reducirse siempre más a la familia nuclear, se caracteriza como estas dimensiones para obtener los resultados de las otras
grupo privado, pierde potencialidad desde un punto de vista (Esteinou, 2008). La diversidad familiar se veía aún más
funcional (conservando un número limitado de funciones, restringida y simplificada con este modelo.
en particular, la estabilización de la personalidad adulta y la El tratamiento de la diversidad familiar tomó un giro
socialización primaria de los niños), aunque la sociedad de- fundamental alrededor de los años sesenta y setenta del
pende de estas funciones residuales de la familia de manera siglo xx y el cuestionamiento a los modelos que enarbola-
mucho más exclusiva que en las sociedades tradicionales. De ban un solo tipo de familia, la nuclear, provino de distintas
ahí la centralidad y la importancia de la familia en la sociedad disciplinas. La crítica de Lévi-Strauss (1988; 1995), desde
moderna y contemporánea: nuclearización no era sinónimo la antropología, por ejemplo, dio un golpe duro al modelo
de pérdida de centralidad. que postulaba su universalidad. De acuerdo con este autor,
Nuclear se refería al conjunto familiar, denotaba una ca- la familia monógama y conyugal (es decir, nuclear) se ha
racterística dinámica, procesual: las formas familiares tienden presentado frecuentemente en las sociedades pero la cons-
a un lento proceso de simplificación; formas de cohabitación tatación de este hecho no es suficiente para establecer que
entre más núcleos conyugales, o bien núcleos que incluyen as- es resultado de una necesidad universal. El análisis de los
cendientes, colaterales o descendientes, disminuyen desde un pocos casos donde no se presenta muestra que no existe ley
punto de vista cuantitativo; pierden centralidad la lealtad y la natural alguna que exija su universalidad: ni los motivos pu-
dependencia parental porque no es dentro del grupo de parien- ramente naturales de procreación, ni el instinto materno, ni
tes que el sujeto encuentra seguridad, apoyo, recursos para la los sentimientos psicológicos entre hombre y mujer, o padres
satisfacción de muchas de sus necesidades. La familia nuclear, e hijos, son suficientes para explicar cómo se crea una familia.
la familia conyugal se separa de la parentela, se individualiza Lo anterior sólo puede explicarse con la existencia previa de
respecto de ella, y esto podía advertirse en los siguientes as- otras dos familias, una que proporciona un hombre, la otra
pectos: a) desde el punto de vista espacial, del asentamiento, una mujer. La creación de una familia supone entonces la
la familia moderna es neolocal; en el momento en que se existencia de la sociedad, esto es, una “pluralidad de familias
constituye va a vivir en una vivienda diferente de aquélla de dispuestas a reconocer que existen otros lazos, además de
las respectivas familias de origen de los cónyuges; b) desde los consanguíneos, y que el proceso natural de descendencia
el punto de vista material, es la inserción en el mercado de sólo puede llevarse a cabo a través del proceso de afinidad”
trabajo la que determina el nivel de recursos a disposición de (Lévi-Straus, 1995: 20).
la familia y no más la tierra que da de comer a varios núcleos En este proceso, la prohibición del incesto adquiere una
familiares, y c) desde el punto de vista relacional, afectivo y importancia central en tanto que marca el paso de la natu-
psicológico, la identidad, la seguridad del sujeto no tienen raleza a la cultura. La prohibición del incesto no es tanto
sus raíces en el reconocimiento en una comunidad adscrip- una regla que prohíbe a un hombre casarse con su madre, su
tiva —la parentela— a la cual se pertenece por nacimiento hermana o su hija, sino que es sobre todo la regla que obli-
y no por elección (Parsons, 1955; 1994). ga a darlas a otros. Es la regla del don por excelencia y, por
Los términos que generalmente eran utilizados para lo tanto, es intercambio y base de la exogamia, es un medio
recoger este proceso —separación, individualización, distan- para mantener la cohesión social. Esta prohibición consti-
ciamiento, etcétera— tenían una secuencialidad que subrayaba tuye un principio básico de la organización social y de ello
cómo la familia de hoy es el resultado de cambios que han resulta la existencia de lo que llama Lévi-Strauss el “átomo
impactado a la familia de ayer, de acuerdo con una línea evo- del parentesco”, constituido no por la familia conyugal, ele-

Familia y diversidad 275 f


mental o nuclear sino por el marido, la mujer, los hijos y el asume para el hombre constituir una familia en el paso de
hermano de la madre. El eje central alrededor del cual se la sociedad medieval a la moderna y contemporánea. Ellos
construye la estructura elemental de parentesco es entonces se concentraron en el estudio de las relaciones que se dan en
la relación entre cuñados. el núcleo familiar. A pesar de las diferencias y matices que
Desde el campo de la sociología, también se presentó presentan dichos autores, ellos identificaron una fractura de
una variedad de críticas importantes al modelo que postu- tipo sociocultural entre finales del siglo xvi y el inicio del
laba que la familia nuclear aislada fuese la forma típica de xvii, que impactó en las relaciones familiares, modificando las
las sociedades modernas pues era la que mejor se adapta- relaciones de autoridad y afectivas entre los sexos y las gene-
ba a las condiciones de la sociedad industrial. El creciente raciones; éstas fueron asumiendo lentamente un carácter más
interés de los sociólogos por analizar las relaciones que afectivo y de privacidad. Para estos autores, el surgimiento
mantenía la familia nuclear con la red de parientes se de- de la familia nuclear moderna podía ser remitido al periodo
bía principalmente a los rápidos cambios generados sobre preindustrial o industrial. Al igual que los estudios de Laslett
todo a partir de los años cincuenta por la industrialización y de la demografía histórica, estos análisis abrieron la puer-
y la urbanización que habían influido sobre la organización ta para el reconocimiento de la diversidad familiar, en tanto
familiar. El modelo parsoniano suponía una concepción que derrumbaron los postulados evolucionistas que ataban
dicotómica en que la familia extensa —constituida por un tipo de familia (extensa o nuclear) a un tipo de sociedad
uno o varios núcleos y otros parientes— de las sociedades (tradicional o moderna).
rurales se contraponía a la familia nuclear de la sociedad La postulación de la familia nuclear como la forma que
urbana. De ello derivaba la idea de que las familias que no mejor respondía a las necesidades de la sociedad postindus-
lograban dar el paso de la familia tradicional más o menos trial fue cuestionada en los años sesenta y setenta también
extensa a la familia nuclear aislada, no se habían adaptado por el movimiento feminista, la revolución sexual y el desa-
adecuadamente a la sociedad urbana industrial. rrollo del psicoanálisis, la psiquiatría y la pedagogía. Entre
Muchos estudios demostraron la disfuncionalidad y la los cuestionamientos que se le hicieron se encuentran el
incapacidad de la familia nuclear aislada de afrontar el con- carácter desigual y no complementario de las relaciones
texto urbano-industrial y la importancia en este sentido de entre los sexos —diríamos ahora, entre los géneros— y las
las relaciones de parentela. El estudio de McLaughlin (1971) generaciones, así como las visiones biologistas que daban
sobre los inmigrantes italianos de Buffalo, Nueva York, mos- sustento a dichas relaciones; su papel como agencia que so-
tró cómo la presencia de la familia extensa en este grupo cializaba individuos que se integraban relativamente bien a
—sea como corresidencia pero sobre todo como relación de la sociedad; se resaltaba el papel económico que cumplían las
parentela sistemático y relevante en la vida cotidiana de los mujeres en la reproducción de la familia; se cuestionaba a la
individuos y de los núcleos familiares restringidos— no pue- familia como espacio equilibrado de comunicación y como
de considerarse como una trasposición residual de relaciones agente que formaba personalidades acordes con la sociedad
típicas de la organización familiar campesina tradicional, sino industrial; se señaló cómo este tipo de familia enarbolaba
como una respuesta articulada y eficiente, y a menudo nueva, el autoritarismo entre esposos y entre padres e hijos, gene-
a las necesidades de supervivencia originadas por el contex- raba depresión entre las mujeres, y ocultaba la doble moral
to de inmigración y de urbanización. El reconocimiento de masculina (Horkheimer, Adorno et al., 1974; Cooper, 1985;
la importancia de las relaciones de parentela abrió la puerta Mitchell, 1974; Chodorow, 1978; y Friedan, 1982, entre
para el reconocimiento de otras formas familiares, como la muchos otros).
extensa, y su vitalidad en las sociedades modernas.
Los estudios provenientes del campo de la demografía Líneas de investigación y debate
histórica también aportaron elementos críticos al modelo contemporáneo
de una supuesta evolución lineal de la familia extensa a la
nuclear. El estudio de Laslett (1972), por ejemplo, mostró Los cuestionamientos anteriores dieron pie a la formación de
que la estructura nuclear había precedido por siglos a la in- otras formas familiares, a la experimentación de varias formas
dustrialización. En consecuencia, este tipo de familia no era de convivencia y, lo que es más importante, a su defensa como
un resultado de aquélla, lo cual también abonó el terreno parte de los derechos individuales. En consecuencia, no sólo
para el reconocimiento de distintas formas de familia en la surgieron nuevas formas familiares o se difundieron otras no
historia y de cómo éstas no convergían hacia un único re- convencionales, sino que varias de ellas se desarrollaron de
sultado. Junto a los trabajos de Laslett y de la demografía manera más frecuente entre los distintos grupos sociales. De
histórica, resulta particularmente importante la aportación esta forma, al lado de la familia nuclear y de aquélla extensa,
y cuestionamiento que arrojó un filón de la historiografía. que habían sido por largo tiempo reconocidas en la literatu-
Autores como Ariès (1987), Shorter (1975) y Stone (1983) ra, se difundieron otras formas como la de doble carrera y de
cuestionaron la tesis sobre la nuclearización de la familia, no dobles perceptores de ingresos, las familias reconstituidas, las
en términos del análisis de su estructura, sino en el nivel de de homosexuales y las monoparentales con mujeres u hom-
una profundización del significado simbólico, cultural, que bres a la cabeza. El tratamiento y estudio de ellas siguió, en

f 276 Familia y diversidad


adelante, otros parámetros. La diversidad de formas familiares género masculino. Se presentan problemas de
ya no era remitida, contrastada o comparada en concordancia identidad en relación con los papeles de auto-
con los criterios que integran a la familia nuclear, sino que la ridad, al papel que desempeñan los ingresos de
investigación contemporánea ha arrojado como resultado que cada uno en la configuración de la pareja, etcé-
cada forma familiar tiene su propia lógica de constitución y tera. Estos problemas pueden no manifestarse
dinámica interna (Esteinou, 2012). Para ilustrar lo anterior, abiertamente y por ello la pareja debe trabajar
describiré brevemente las principales características de dos de en establecer un balance para permitir que cada
estas formas: la de doble carrera y de dobles perceptores uno desarrolle su propia identidad separada;
de ingresos, y la de la familia reconstituida. d) dilemas de las redes sociales, fundamental-
mente debido a que hay una divergencia entre
Familias de doble carrera y de dobles perceptores de ingresos este tipo de familia y las normas de comporta-
A partir de la segunda mitad del siglo xx, las mujeres, miento esperadas por las redes sociales; surgen
además de estar casadas y tener una familia, comenzaron problemas entre las expectativas por parte de
a ingresar de manera más frecuente al mercado de trabajo. los parientes y amigos, y principalmente las de
Entre los diferentes tipos de familia, hubo uno que se ha la mujer que trabaja; de esta forma, las familias
desarrollado hasta nuestros días, caracterizado porque tanto de doble carrera tienden a desarrollar otro tipo de
la mujer como el hombre tienen un alto grado de compro- relaciones con sus redes: a diferencia de los
miso y aspiración en el mundo del trabajo: ambos buscan patrones seguidos por las familias nucleares
ejercitar sus competencias en sus ocupaciones y desarrollar convencionales, establecen reglas sobre cuán-
trabajos altamente productivos. A ese tipo de familia se le do se pueden ver, las visitas casuales tienden
denomina familia de doble carrera, en contraste con el patrón a disminuir, los vecinos tienden a ser menos
más convencional, en que el esposo es el proveedor de in- importantes, pero sobre todo, hay una ten-
gresos y la esposa es la madre-ama de casa (familia nuclear). dencia a formar amistades de parejas; en las
Este concepto no necesariamente requiere que ambos miem- familias tradicionales o de mono-carrera, los
bros trabajen de tiempo completo. Lo que la distingue de miembros de la pareja no aceptan conjunta-
otros tipos de familia es el alto compromiso de ambos hacia mente las amistades que establecen, sino que
el trabajo sobre bases más igualitarias (Fogarty, Rapoport y la tendencia es que la esposa se acomode a la
Rapoport, 1971). Este tipo de familia funciona de manera elección del esposo y que ambos se relacionen
distinta a la familia nuclear convencional y esto puede ob- en forma separada de acuerdo con líneas tra-
servarse analizando tres dimensiones: 1) los dilemas que dicionales de la división de actividades e inte-
enfrenta la pareja y la manera en que les da solución; 2) los reses; en cambio, las familias de doble carrera,
síndromes motivacionales, es decir, los tipos de motivos que debido a sus fuertes diferencias en cuanto a
subyacen en el deseo de las mujeres de trabajar y aquéllos del concepción y situación entre la esposa con ca-
esposo que hacen esto posible; 3) factores de viabilidad, esto rrera y las que no la tienen, tienden a asociarse
es, los elementos que posibilitan que una mujer tenga una ca- principalmente con otras parejas como ellas;
rrera y, al mismo tiempo, que la reconcilie con su vida familiar. e) cuando los miembros de la pareja asumen un
papel laboral, este último supone ciertas expe-
1) En la primera dimensión, relacionada con los dile- riencias derivadas del papel mismo y tiene un
mas que enfrentan, se han apuntado cinco: desarrollo propio, es decir, sigue un ciclo; las
familias de doble carrera enfrentan dos con-
a) dilemas que surgen de la sobrecarga de funcio- flictos fundamentales a este respecto: entre los
nes y actividades por cumplir, lo cual conduce a roles ocupacionales del esposo y la esposa y
una redistribución de las tareas domésticas; sus roles familiares, y entre el rol ocupacional
b) dilemas que surgen de la discrepancia entre nor- del esposo y el de la esposa.
mas personales y sociales, es decir, entre las normas
y comportamientos que ellas ven como correctas 2) En cuanto a la dimensión relacionada con las mo-
y apropiadas y las que ellas creen que la gente tivaciones que subyacen en la formación y mante-
a su alrededor sostiene; tal es el caso del valor nimiento de estas familias, hay varios de ellos pre-
positivo que ellas tienen de que la mujer trabaje, sentes en este tipo de parejas. El primero de ellos se
en contraste con el valor social de que la mujer relaciona con la seguridad financiera, es decir, éste
debe quedarse en su casa; es un motivo muy importante que consideran las
c) dilemas de identidad, los cuales se presentan de- mujeres para trabajar y que contribuye a la forma-
bido a que ambos miembros de la pareja desem- ción y mantenimiento de las familias de doble ca-
peñan ocupaciones que convencional y sociocul- rrera, ya sea porque ellas hayan sufrido desventajas
turalmente se han percibido como propias del socioeconómicas durante su niñez o que la pareja

Familia y diversidad 277 f


quiera mantener un nivel de vida. Sin embargo, carrera ni tampoco estén basadas en la realización personal.
las motivaciones de tipo financiero no son el ele- Asimismo, probablemente las desigualdades de género en la
mento decisivo para formar familias de este tipo. pareja y en la jerarquía de autoridad pueden ser más mar-
Una segunda motivación proviene de que ambos cadas. No obstante lo anterior, este tipo de familia enfrenta
miembros de la pareja se distancian o diferencian muchas más dificultades que aquélla de doble carrera, pues
de los roles de género tradicionales. Las mujeres, a tiene que conciliar el trabajo con la familia. Es decir, las dos
pesar de que desarrollan papeles laborales, tradicio- enfrentan problemas similares en cuanto a la educación de
nalmente no asociados a su género, no sienten que los hijos, el manejo del tiempo escaso, el trabajo doméstico
éstos son “masculinos”. De la misma manera, los y otros. Actualmente, el análisis de este tipo de familia se ha
esposos, al involucrarse más en el trabajo domésti- convertido en una línea de investigación muy importante.
co y cuidado de los hijos, desempeñan papeles que
tradicionalmente han sido clasificados como “feme- Familias reconstituidas
ninos”, pero ellos no lo experimentan de esa mane- A partir de los años sesenta del siglo pasado, muchas socieda-
ra. Más allá de esas clasificaciones convencionales, des experimentaron fuertes cambios en el plano económico,
ellos desempeñan sus roles porque quieren, forman social y cultural. Gran cantidad de ellos tuvo un impacto
parte de sus intereses, forman parte del proceso de fuerte en la esfera familiar, en la red de costumbres y tradicio-
crecimiento y de hacerse responsables, y están a la nes, las leyes y la interdependencia económica que en épocas
mano. No hay una motivación explícitamente cues- previas habían dado cohesión al matrimonio y a la familia.
tionadora o conformista de los papeles tradicionales Dichos cambios tuvieron también un impacto en el ethos ma-
pero tampoco perciben una contraposición o dico- rital de sacrificio personal y la devoción que usualmente daba
tomía entre los roles atribuidos a los hombres y a sostén a la pareja y a la familia en tiempos difíciles. Cada vez
las mujeres. Hay otra motivación para la formación más, el matrimonio moderno se fue definiendo como creación
de este tipo de familias y es que las mujeres dan existencial, una institución cuyo principal propósito era servir
un significado particular al trabajo, como medio de como vehículo para la realización y la satisfacción personales.
realización personal, y los esposos frecuentemente Los cambios en los roles, aunque en general trajeron muchos
se ven motivados a apoyarlas y a compartir con ellas beneficios, también contribuyeron a la inestabilidad marital
sus intereses y preocupaciones. creando confusión sobre los roles que hombres y mujeres
3) La tercera dimensión tiene que ver con los factores deben desempeñar en un matrimonio y en la familia. Como
que hacen viable este tipo de familia. En el centro consecuencia de estos cambios, se produjo un incremento en
de los factores que hacen que una familia de doble las tasas de divorcio y separación de las parejas y en la for-
carrera sea posible se encuentran las motivaciones mación de otro tipo de familia: la reconstituida o, como se le
a las que nos hemos referido arriba. Pero también conoce en inglés, stepfamily. Su peculiaridad en las sociedades
hay otro factor central que se refiere a la flexibilidad modernas es que se forma, no como resultado de la muerte
en las situaciones del trabajo y de la familia, es de- de uno de los cónyuges, sino del divorcio.
cir, debe haber algo de flexibilidad para que ambas Este tipo de familia fue analizada de manera sistemática
esferas puedan ser manejadas con éxito. Pero la fle- y con mayor profundidad por Bray y Kelly (1999), quienes
xibilidad en sí misma no es la solución, sino que se en 1984 iniciaron un estudio de 200 familias (100 de tipo
debe dar en combinación con una cierta estructura nuclear y 100 de tipo reconstituido) y las siguieron duran-
que permita organizar y sacar adelante las activi- te 9 años para observar sus similitudes y diferencias. Una
dades relacionadas con el trabajo y con la familia. conclusión central es que las familias reconstituidas tienen
Además de esto, hay una serie de mecanismos que pautas de formación y dinámicas distintas de los patrones
los individuos y parejas desarrollan para manejar las observados en las familias nucleares, lo cual muestra que no
diferentes situaciones que enfrentan. hay un solo eje sobre el cual articular las diferencias de cada
tipo de familia. La diversidad aquí consiste en que cada una
A pesar de que las familias de doble carrera han ido cre- tiene sus propios principios de organización.
ciendo hasta nuestros días, no todas las familias donde los Los rasgos más importantes que se encontró que carac-
miembros de la pareja trabajan son familias de este tipo. En terizan a las familias reconstituidas son:
efecto, cada vez más las mujeres casadas o unidas han in-
gresado al mercado de trabajo formando una variante de la a) Poseen su propio ciclo de vida que las diferencia
familia de doble carrera y que se denomina familia de dobles de la familia nuclear. La familia reconstituida tie-
perceptores de ingresos. Este tipo de familia comparte muchos ne tres puntos de transición, y dos de ellos pueden
rasgos de la familia de doble carrera pero también tiene rasgos lanzarla a una crisis temporal. El primer ciclo com-
que de manera importante la distingue de ella. Por ejem- prende generalmente los dos primeros años, du-
plo, en este tipo de familia es posible que las motivaciones rante los cuales los miembros de la familia no son
de las mujeres para trabajar no estén fincadas en hacer una felices, se experimenta un gran estrés, desilusión,

f 278 Familia y diversidad


conflicto y división interna. El padrastro o madras- esposos(as). En la familia nuclear, la pareja enfrenta
tra a menudo se siente aislado, los padres o madres una dificultad similar pero la separación debe ser
resquebrajados, los hijos confundidos y temerosos, de las familias de origen para evitar intrusiones y
y casi todos se sienten desilusionados. Por lo tanto, la generación de conflictos. En la reconstituida, se
el desafío más importante es reunir a la familia di- deben evitar los “fantasmas en la mesa”, los cuales se
vidida y proveerla de una ideología y un sistema de pueden manifestar como dificultades económicas,
valores más realista. El segundo ciclo generalmente conflictos legales, en los comportamientos de los
va de finales del segundo al quinto año. Es el perio- niños, en los hábitos del corazón y la mente, y en
do feliz de la familia reconstituida. Sus miembros los miedos y defensas del matrimonio previo. Los
son ahora más realistas sobre lo que es una familia hombres y las mujeres que no se pueden liberar de
de este tipo; las divisiones internas disminuyen sen- la influencia de un primer matrimonio usualmente
siblemente y se desarrolla una estructura organiza- terminan por destruir el segundo. Por ello, es muy
tiva. En el tercer ciclo, las cosas cambian de nuevo, importante que la nueva pareja construya especial-
usualmente hacia el malestar. Entre el quinto y nove- mente buenos patrones de comunicación y reglas
no año, las relaciones, las reglas, las formas aceptadas sobre cómo manejar la relación con la pareja previa.
de hacer las cosas —la estructura organizacional— En lo que se refiere a la relación padrastro (o
entran en una fase de estrés por segunda vez, gene- madrastra)-niños, se ha observado que es muy
ralmente debido a que los hijos entran en la etapa de particular. En una familia nuclear, la relación entre
la adolescencia. matrimonio-parentalidad se establece como sigue:
b) A la familia reconstituida le toma muchos años de- la situación que guarda el matrimonio afecta enor-
sarrollarse como una unidad familiar. Se ha obser- memente a los niños, pero un niño problemático
vado que es a partir del segundo año en que estas tiene relativamente poco impacto en el matrimonio.
familias empiezan a actuar como tales. En una familia reconstituida, en cambio, dicha re-
c) Durante los dos primeros años, la familia reconsti- lación fluye en el sentido opuesto: la situación del
tuida se encuentra en gran riesgo. Cerca de un cuarto matrimonio no tiene tanto impacto en el bienestar
de ellas se disuelve durante este periodo. Esto tie- emocional de los niños, pues éstos se hallan menos
ne un corolario que es necesario indicar, puesto que involucrados con el padrastro o la madrastra. Sin
ilustra el peligro de aplicar el mapa utilizado para embargo, el estado emocional del niño tiene un im-
la familia nuclear a la familia reconstituida. De pacto enorme en el estado emocional del matrimo-
manera típica, en un matrimonio inicial (del tipo nio reconstituido y puede llevarlo a una situación
nuclear), la satisfacción marital empieza en un nivel crítica. Por ello, los padres deben evaluar y decidir
alto y luego declina. En un matrimonio reconsti- de qué manera se integrará al padrastro o a la ma-
tuido ocurre lo opuesto: la satisfacción marital se drastra en su papel parental: si se quiere promover
inicia en un nivel medio y luego se eleva, y no hay el una relación cercana, un vínculo íntimo, o sólo una
efecto de la “luna de miel”. amistad.
d) La mayoría de ellas adquiere las características de f ) Una familia reconstituida puede sanar las cicatri-
una de las siguientes tres formas: neotradicional, ces del divorcio. Ha habido una gran cantidad de
romántica o matriarcal. La primera de ellas tiene literatura que ha señalado los efectos nocivos del
éxito prácticamente siempre; la segunda sale ade- divorcio en los niños. Sin embargo, la investigación
lante la mayoría de las veces, y la tercera se encuen- ha mostrado que una familia reconstituida amorosa
tra en grave riesgo de divorcio. y en buen funcionamiento puede ayudar a restaurar
e) Para tener éxito, la familia reconstituida tiene que el sentido de bienestar emocional y psicológico en
resolver cuatro tareas básicas: integrar al padrastro o los niños y jóvenes.
madrastra en la vida de los niños, crear un matrimo-
nio de segundas nupcias satisfactorio y separarlo del En conclusión, una familia reconstituida fuerte es capaz
primero (lo que se llama el fenómeno de los “fan- de nutrir un desarrollo sano, al igual que la familia nuclear.
tasmas en la mesa”), manejar el cambio y desarrollar Puede inculcar valores, establecer límites y vínculos, y proveer
reglas con las que se pueda trabajar para tratar con de una estructura en que se construyen reglas para vivir una
los padres no residentes y esposos previos. vida moral y productiva, en que esas reglas se transmitan, se
Se ha observado que cuando un matrimonio prueben, se cuestionen y finalmente se afirmen.
trabaja en una familia reconstituida, lo hace espe-
cialmente bien, por la multiplicidad de pequeños
sacrificios que cada uno tiene que hacer por su
parte. Sin embargo, enfrentan la dificultad de se-
pararse de la familia previa, especialmente de los ex

Familia y diversidad 279 f


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tion: Buffalo’s Italians”, Journal of Interdisciplinary History, dentes y otros parientes y no parientes que no comparten el
vol. II, núm. 2, pp. 299-314. mismo techo con ellos, y puede tratarse de parientes con-
Mitchell, Juliet (1974), La condizione della donna, Turín: Einaudi. sanguíneos, políticos —también llamados afines— o ficticios,
Morgan, Lewis H. (1964), Ancient Society [1877], Cambridge: como los compadres. También podemos incluir a otras per-
Belknap. sonas cercanas.
Murdock, George P. (1949), Social Structure, New York: The Mac- Los intercambios son manifestaciones de los vínculos
millan Company. normativos o afectivos que mantienen las familias con de-
Parsons, Talcott (1994), “La estructura social de la familia”, en Erich
terminados parientes y con otras personas allegadas, como
Fromm, Max Horkheimer, Talcott Parsons et al., La familia,
Barcelona: Península, pp. 31-66. amigos y vecinos. Si asumimos que el entorno social inmedia-
Parsons, Talcott y Robert Bales en colaboración con James Olds, to de las familias no está constituido por la localidad en que
Morris Zelditch Jr. y Philip E. Slater (1955), Family, viven, sino más bien por estos vínculos, podemos introducir
Socialization and Interaction Process, Glencoe, Illinois: The el concepto de redes familiares. A través de éstas, las familias
Free Press. intercambian bienes y servicios con las personas externas. Las
Radcliffe-Brown, Alfred R. (1950), “Introduction”, en Alfred redes no constituyen un hecho “natural”, ni están constituidas
Radcliffe-Brown y D. Forde, African Systems of Kinship and de una vez y para siempre; para mantener una red, es nece-
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f 280 Familias e intercambios


Otras características de las redes son que su contorno De acuerdo con este sociólogo, la familia moderna se
se modifica a lo largo del ciclo doméstico, y que no todas adaptaba mejor a los requerimientos de las sociedades indus-
las familias pueden cultivar sus redes con la misma intensi- trializadas, donde había movimientos migratorios frecuentes,
dad, puesto que son necesarias ciertas formas de reciprocidad, y también respondía a los deseos de independencia de las
aunque no sea más que el tiempo invertido en mantener las generaciones nacidas en el entorno urbano, que rechazaban
relaciones vinculantes. Los bienes, servicios e información el control ejercido por padres y parientes. De hecho, los estu-
intercambiados entre las familias y los parientes y allegados dios de demografía histórica realizados a partir de la segunda
que no comparten una misma residencia también pueden ser mitad del siglo veinte, demostraron que la familia nuclear,
pensados como parte del patrimonio de las familias. Desde lejos de ser un producto de la industrialización, era la forma
esta perspectiva, es posible aplicar la noción de capital social de organización familiar más frecuente en las sociedades
que designa al conjunto de recursos, actuales o potenciales, preindustriales de Europa y América.
asociados a la posesión de una red durable de relaciones más En los años sesenta, sociólogos y antropólogos estudia-
o menos institucionalizadas. ron familias de países industrializados en Europa y Estados
Unidos y constataron que los parientes no corresidentes se-
Historia, teoría y crítica guían desempeñando un papel de gran importancia. Existe,
por ejemplo, un estudio realizado en Francia que mostró la
La antropología ha abordado la temática de los intercam- estrechísima relación —afectiva y económica— que los hijos
bios desde los años treinta del siglo pasado. Pensemos, por ya casados mantenían con sus padres, considerando la proxi-
ejemplo, en el ensayo sobre el don de Marcel Mauss. En los midad de la residencia.
estudios etnológicos se partía del supuesto de que el parentes- En los años sesenta y setenta del pasado siglo, en Méxi-
co era uno de los ejes principales de la vida social, económica, co, los estudios sobre intercambios familiares en contextos
política y ritual de las sociedades tradicionales, y se intentaba urbanos fueron escasos. La mayoría se centró en familias de
comprender las lógicas del parentesco a través, entre otros, los sectores populares. En ellos se consideró la reciprocidad,
del sistema de prestaciones y contraprestaciones, es decir, de elemento básico del intercambio, como un recurso que pue-
la circulación de bienes, trabajo y objetos simbólicos. de amortiguar e incluso solucionar la escasez de recursos de
Con variado énfasis, desde la segunda mitad del siglo los hogares. Recordemos que, en la década de los ochenta, el
xx, los estudios antropológicos, que abordan el tema de la empleo informal empezó a sustituir, en esos sectores sociales,
dinámica familiar en el México rural e indígena, se han in- al empleo formal, y el Estado mexicano inició la aplicación
teresado en las formas de reproducción de los vínculos de de un paquete de medidas de reestructuración económica.
parentesco, tanto real como ficticio. Este último término se Ello significó una disminución sustantiva en los apoyos que
aplica a vínculos como el compadrazgo. En estos estudios recibían los sectores populares en materia de salud, vivien-
de caso, se ha mostrado que la reciprocidad es un principio da, productos subsidiados, etcétera. En esa misma década,
básico, ya que estos vínculos se sustentan en el intercambio los estudios de las élites económicas revelan la fuerza de los
de bienes, servicios y favores, soportes de la vida económica, vínculos en el seno de la llamada “gran familia”, unidad no
política y ceremonial de las comunidades, incluso en estos residencial que incluía a tres generaciones.
tiempos en que las poblaciones rurales experimentan impor- El estudio de familias de altos niveles socioeconómicos
tantes transformaciones económicas. es uno de los temas menos explorados por las ciencias so-
Un ejemplo de ello es que la reciprocidad opera aun cuan- ciales mexicanas. En esos mismos años, estudios realizados
do las familias se relocalizan a consecuencia de la migración en otras latitudes se centraron en poblaciones urbanas de
de algunos de sus miembros a Estados Unidos, a las grandes inmigrantes de procedencia rural, o bien en vecindarios ét-
ciudades o a las regiones de agricultura comercial e intensiva nicos, lugares de asentamiento de minorías desplazadas de
del país. Este ejemplo nos muestra cómo las redes familiares sus países de origen. Estos estudios buscaban desentrañar el
logran adaptarse a las nuevas circunstancias y apoyan a sus papel que desempeñaban las redes de parentesco en el apoyo
miembros, en este caso reduciendo costos y riesgos de la mi- a estas poblaciones.
gración, y también construyendo enclaves laborales y étnicos Otra vertiente de los estudios sobre las redes familiares
en los nuevos entornos de vida. toma en cuenta la clase social a la que pertenecen las familias:
Los sociólogos asimismo han mostrado interés por temas se hacen estudios sobre familias obreras, familias de clase
ligados a la familia. El destacado sociólogo Talcott Parsons media, y aquéllas de las élites económicas y políticas. Los au-
sostenía que la familia moderna, reducida a los padres y a sus tores muestran, en todos los casos, que las redes de parentesco
hijos, sufría de un “aislamiento estructural” al haber roto los desempeñan un importante papel en las sociedades indus-
vínculos estrechos con la parentela. Esta situación oponía a trializadas. En suma, las redes familiares siguen funcionando
la familia moderna, es decir nuclear, constituida por la pareja eficientemente tanto en las sociedades desarrolladas como en
parental y sus hijos, a las familias extensas que incluyen va- aquéllas en vías de desarrollo. Estas redes se han convertido
rios parientes más y que, supuestamente, eran más frecuentes en catalizadoras del cambio en sociedades industrializadas;
entre las poblaciones campesinas tradicionales. por ejemplo, las redes familiares son una de las principales

Familias e intercambios 281 f


vías para que los jóvenes accedan a la propiedad de una vi- se centran en el mantenimiento de los vínculos entre las
vienda. En las sociedades menos desarrolladas hemos visto familias, y pueden incluir visitas, cartas, llamadas telefóni-
que constituyen un apoyo indispensable para los migrantes cas, postales, regalos a los parientes, celebración de fiestas,
y son también de gran utilidad cuando se trata de conseguir decisión de fortalecer o no determinados vínculos, así como
el primer trabajo. el trabajo mental de pensar y planear estas actividades. En
suma, se trata de la creación y comunicación de la imagen de
Líneas de investigación y debate la familia frente a las imágenes de otras familias.
contemporáneo En el México urbano de las décadas de los ochenta y no-
venta, González de la Rocha constata que las mujeres son
En México, a partir de los años noventa y a raíz de diver- quienes invierten buena parte de su tiempo y de su trabajo en el
sos estudios de antropología urbana, declina el optimismo proceso de engrasar y mantener en marcha la maquinaria social
acerca de la efectividad de las redes sociales para paliar la del intercambio. Si, como hemos dicho, los vínculos sociales
pobreza. En estos estudios se aprecia que las redes familia- forman parte del capital social de las familias, esta inversión de
res se desgastan y es cada vez menor el apoyo que pueden trabajo femenino constituye un aporte de consideración a los
proveer en los repetidos contextos de crisis económica que recursos de los que puede disponer la familia a corto o largo
han enfrentado las familias. Dado su carácter fluctuante y plazo. Además, se ha sostenido que las relaciones contempo-
sus contornos móviles a lo largo del ciclo familiar, las redes ráneas de parentesco tienden a desplazarse cada vez más hacia
requieren un trabajo continuo. Se constató que no todas las el polo femenino. Una forma de observar el papel diferenciado
familias cuentan con la posibilidad de dedicar los recursos que desempeñan hombres y mujeres en el funcionamiento de
suficientes en bienes o en tiempo para el mantenimiento las redes familiares es a través de las ayudas brindadas.
de sus redes. La falta de recursos y la inseguridad econó- En el estudio ya mencionado, que se llevó a cabo en
mica constituyen obstáculos a veces infranqueables para México en 2005, se manifiesta que en situaciones de vida
la instrumentación de estrategias y el mantenimiento de cotidiana el número total de ayudas brindadas por las mujeres
relaciones recíprocas. En situaciones de pobreza extrema, supera al de los varones. El género desempeña un papel en
incluso las redes dejan de ser una fuente de recursos y las el tipo de apoyos que se proporcionan. Las mujeres brindan
familias pueden encontrarse en una situación de gran aisla- apoyo sobre todo bajo la forma de trabajo —cuidar niños y
miento social y familiar. personas impedidas, hacer trámites para el pago de servi-
La investigadora González de la Rocha ha planteado que cios, trasladarse a centros escolares o laborales—, mientras
las condiciones de vida de las familias son responsables de que los hombres dan dinero en una mayor proporción. Esta
una suerte de “efecto de selectividad” que favorece a ciertas constatación condensa, en sus términos elementales, la dis-
familias y excluye a otras que resultan, en situaciones límites, paridad de recursos, de ámbitos y, sin duda, de posesiones y
discriminadas. Se han señalado el desempleo, la precariedad, especialidades que se ponen en circulación según el género.
la inestabilidad en los ingresos ligada a la informalidad y la Sorprendentemente, no hubo diferencias significativas entre
desintegración de los espacios de sociabilidad asociada a el apoyo moral según el género. Ello sugiere que, en el terreno
estas situaciones como los factores que socaban la vitalidad de las emociones, las tradicionales fronteras entre hombres y
de estas redes, reconfigurando sus contornos y sus alcances mujeres se están erosionando a favor de una mayor equidad.
en el México urbano de los años noventa. En 2005, en un En situaciones críticas, el número de las ayudas brindadas
estudio representativo en el ámbito nacional de la población por hombres supera el número de ayudas de las mujeres. Al
mexicana de 18 y más años, se mostró que la proporción de igual que en el caso de los apoyos para enfrentar situaciones
familias que recibe ayuda para enfrentar tanto contingencias de vida cotidiana, es más frecuente que las mujeres apoyen
de la vida cotidiana como situaciones de crisis grave —la con trabajo y los hombres con dinero.
muerte de un familiar cercano, un accidente, problemas eco- Los cambios demográficos que se empezaron a dar en las
nómicos severos, etcétera— aumenta a medida que lo hace el poblaciones de países desarrollados hace ya varias décadas,
nivel socioeconómico al que pertenecen las familias. En con- y que se viven ahora en las poblaciones de países en vías de
secuencia, es posible afirmar que las familias de los estratos desarrollo, han tenido efectos en la estructura y el funciona-
sociales altos cuentan con redes eficientes que les proporcio- miento de las redes de parentesco. El fuerte descenso de la
nan más bienes y servicios para resolver sus problemas que fecundidad, gracias al cual las mujeres que antes tenían entre
las familias desfavorecidas. cinco y siete hijos en promedio, ahora tienen alrededor de
Los estudios con perspectiva de género también han dos, ha sido el factor más importante en el proceso de en-
hecho importantes contribuciones al estudio de las redes vejecimiento de la población. Decimos que una población
familiares. Resulta claro que las mujeres, en la llamada esfera envejece cuando la proporción de personas de 65 y más años,
doméstica, desarrollan una serie de actividades destinadas a es decir, aquélla constituida por los adultos mayores, aumenta,
la creación y mantenimiento de las redes, prácticas que, de a la vez que disminuye el peso relativo de los otros grupos
acuerdo con el sociólogo francés Bourdieu, forman parte de edad, en especial del integrado por la población de 15 y
de la “economía de los bienes simbólicos”. Estas prácticas menos años. El proceso de envejecimiento afecta de manera

f 282 Familias e intercambios


profunda las relaciones familiares. Al reducirse el número de sólo cubre a una quinta parte de los adultos de 65 años y
hijos, disminuye el número de hermanos y primos, mientras más; en consecuencia, la responsabilidad de este sector de la
que aumenta el número de años durante los cuales pueden población cada vez más numeroso recae fundamentalmente
convivir hasta seis generaciones —bisabuelos, abuelos, padres, en las redes familiares.
hijos, nietos y bisnietos—. Un ejemplo de la funcionalidad y eficiencia de dichas
Hay autores que plantean que en las sociedades posin- redes es el resultado tras analizar las ayudas que recibieron
dustriales, los lazos de amistad se fortalecen y tiende a haber personas de 60 y más años después de una situación crítica,
una convergencia entre los vínculos de parentesco y los esta- a partir de la ya mencionada encuesta de 2005. Algo más de
blecidos con amigos, vecinos, compañeros de trabajo y otros, tres cuartas partes de las personas que declararon haber te-
es decir, con personas pertenecientes a los mismos grupos nido una grave crisis recibieron ayuda. El apoyo provino, en
etarios. No hay que olvidar que el proceso de envejecimiento gran medida (43%), de hijos e hijas. Los hijos proporciona-
de la población tiene como una de sus consecuencias el que ron casi la mitad de las ayudas y éstas fueron sobre todo en
se reduzca sustantivamente el número de parientes de una dinero y, en segundo lugar, en apoyo moral. Las hijas también
misma generación —por ejemplo, hermanos y primos—. proporcionaron dinero, aunque en menor medida que los
Estos cambios en las relaciones íntimas, que implican una hijos, pero dieron más apoyo moral y colaboraron con dis-
creciente confianza en la amistad, poseen marcados efectos tintas formas de trabajo —cuidados materiales, transporte,
en las redes familiares, en las que los no parientes tenderían a labores domésticas, etcétera— con mayor asiduidad que ellos.
desempeñar un papel cada vez más importante. Hay, por tan- La división genérica se presenta en estos intercambios. Los
to, un cambio cualitativo en el capital social de las personas, hermanos colaboraron también, puesto que otorgaron una
cuya consecuencia puede ser la emergencia de una sociabili- cuarta parte de las ayudas, especialmente en dinero y apoyo
dad más amplia que rodearía a los individuos y a las familias. moral. El resto de los apoyos —una tercera parte— fue brin-
Podemos preguntarnos entonces qué sucede en las dado por amigos y vecinos.
sociedades en vías de desarrollo, donde el proceso de en- Podemos extraer varias conclusiones de los datos ante-
vejecimiento de las poblaciones es mucho más reciente. En riores: los contornos de las redes familiares se modifican a lo
México, en el estudio ya citado, se ha mostrado que en situa- largo de la vida de las familias y, en el último tramo, amigos y
ciones de vida cotidiana las ayudas más frecuentes, en dinero, pares tienden a desdibujarse, mientras que hijos y hermanos,
trabajo y apoyo moral, siguen siendo las proporcionadas por es decir, los parientes consanguíneos más cercanos, adquie-
los parientes. Sin embargo, los amigos, vecinos y otros alle- ren mayor relevancia. Vemos asimismo que las personas de
gados brindan más de dos quintas partes de las ayudas. Se la tercera edad dependen en gran medida de sus parientes, y
trata, sin duda, de un número sustantivo de apoyos. Entonces podemos preguntarnos, en fin, qué futuro les espera a estas
es posible reconocer que el parentesco, en todas sus modali- tramas familiares, dado que el número de hijos y de hermanos
dades —hermanos, cuñados, concuños, primos, etcétera—, y disminuye de manera acentuada; simultáneamente, el Estado
los vínculos electivos, los amigos, tienen, a fin de cuentas, una reduce cada vez más la prestación de servicios básicos para
importancia compartida en la explicación de la dinámica de el cuidado de las personas, y la falta de recursos económicos
estos intercambios. Resultó muy interesante constatar que en erosiona la participación en estos intercambios.
situaciones de grave crisis en la familia, como la muerte de un
familiar cercano, un accidente, problemas económicos serios y Bibliografía
otras, tres cuartas partes de las ayudas recibidas provinieron de
parientes, mientras que los amigos y pares proporcionaron la Ariza, Marina y Orlandina De Oliveira (2002), “Cambios y
cuarta parte restante. Queda de manifiesto la importancia que continuidades en el trabajo, la familia y la condición de las
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Otro tema de gran relevancia en la actualidad es el del Superiores en Antropología Social (Antropologías).
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f 284 Familias e intercambios


Gg
pueden ser y hacer resultan ser muy diferentes. La atribución
GÉNERO de características, sentimientos y habilidades diferenciadas
responde a una serie de prohibiciones simbólicas. Por ello, el
Marta Lamas género funciona simultáneamente como una especie de “filtro”
cultural con el cual se interpreta al mundo, y también como
una especie de freno con el que se constriñen las acciones
Definición de las personas, dependiendo de si tienen cuerpo de mujer
o cuerpo de hombre.
La palabra género tiene múltiples significados en la lengua El género, esa lógica cultural con consecuencias psíquicas
española, por lo que se producen confusiones cuando se uti- que existe en todas las sociedades, es un mecanismo principa-
liza sin precisar a cuál de ellos se refiere. Las tres principales lísimo de la reproducción social, y el medio más potente del
acepciones son: mantenimiento de la desigualdad social entre las mujeres y
los hombres. Sin embargo, otras condiciones —como la clase
1) La definición clásica de género como clase, tipo o social, la pertenencia étnica o la edad— se articulan y mezclan
especie: ‘el género musical’, ‘el género humano’, ‘este (intersectan) con el género, potenciando ciertos fenómenos
género de conducta’, etcétera (genre en inglés); o características que producen formas específicas de opre-
2) la acepción tradicional de género como sexo (gender sión, marginación o subordinación. No es, pues, solamente
en inglés), y el género lo que determinará el acceso a las oportunidades
3) una nueva significación que se refiere al conjunto económicas, políticas y sociales, ni es lo que provocará las
de creencias, atribuciones y prescripciones cultura- desventajas o desigualdades que padecen los seres humanos.
les que establecen “lo propio” de los hombres y “lo
propio” de las mujeres en cada cultura, y que se usa Historia, teoría y crítica
para comprender conductas individuales y procesos
sociales, así como para diseñar políticas públicas El psicólogo estadounidense John Money estableció la nueva
(también gender, en inglés). acepción de gender en oposición al hecho biológico de sex.
En su investigación sobre hermafroditismo e intersexualidad
Si bien es complicado que dos conceptos distintos como se vio en la necesidad de desarrollar un discurso más preciso
genre y gender se traduzcan con el mismo término de géne- sobre la construcción de las identidades femeninas y mascu-
ro, el asunto se enreda aún más porque gender tiene a su vez linas. Las reflexiones de Money con los doctores Jean y John
dos acepciones: la tradicional de sexo biológico y la nueva Hampson (1955; 1957) fueron el punto de partida para esa
de simbolización cultural. Actualmente, el uso cotidiano del nueva distinción entre sexo y género. Estos especialistas tra-
término género circula en la vida social con las tres acepciones, bajaron en la unidad endocrinológica pediátrica del Hospital
y aunque con los tres homónimos puede aludirse a las dife- Johns Hopkins de Baltimore University, y ahí acuñaron el
rencias entre mujeres y hombres, todavía hay poca claridad concepto de papel de género (gender role) para aludir a “todo
respecto de su uso conceptual. lo que una persona dice y hace para mostrarse con el estatus
La nueva acepción de género se refiere a la simbolización de niño u hombre, o de niña o mujer” (1957: 334).
que se hace de la diferencia anatómica, regulada culturalmen- Quien retoma la propuesta conceptual de distinguir entre
te e internalizada en el psiquismo de los seres humanos. Esta sex y gender, y trabaja con la nueva definición es Robert Sto-
acepción de género nombra una lógica cultural, omnipresente ller, psicoanalista y médico psiquiatra de la Gender Identity
en todas las dimensiones de la vida social, que condiciona Research Clinic (girc) en la Universidad de California en
las normas sociales y el sistema jurídico para teñir la cons- Los Ángeles (ucla). Stoller fue muy claro al usar el térmi-
trucción de la identidad psíquica. En todas las sociedades, no gender: “[también] se puede aludir a la masculinidad y a
los seres humanos registran un hecho idéntico: la diferente la feminidad sin hacer referencia alguna a la anatomía o a la
sexuación de los machos y las hembras. Cada cultura otor- fisiología” (1968: VIII-IX). Si bien “para el sentido común sex
ga significados a esa diferencia anatómica, y en cada cultura y gender son prácticamente sinónimos y en la vida cotidiana
dicha simbolización de la sexuación estructura no sólo usos están inextricablemente unidos, no están inevitablemente
y costumbres particulares, sino que determina las relaciones unidos en una relación de uno a uno, sino que cada cual
de poder entre mujeres y hombres. Existen múltiples sim- puede seguir un camino independiente” (1968: IX). Desde
bolizaciones de esa constante biológica universal que es la su perspectiva, que posteriormente retomará el campo de
sexuación, y llevan a contrastar los mandatos culturales so- las ciencias sociales, en la categoría género se articulan tres
bre “lo propio” de los hombres y “lo propio” de las mujeres instancias básicas: la asignación de género, la identidad de
en cada cultura. Baste comparar la visión de países escandi- género y el papel de género.
navos, islámicos y latinoamericanos para observar que —si
bien la sexuación es igual—, las simbolizaciones que se han
desarrollado respecto de lo que las mujeres y los hombres

Género 285 g
a) La asignación (rotulación, atribución) de género que manifiestan las interpretaciones de los significados de
Se realiza en el momento en que nace la criatura, los símbolos y se expresan en doctrinas religiosas, educati-
a partir de la apariencia externa de sus genitales. vas, científicas, legales y políticas para afirmar categórica y
Hay ocasiones en que dicha apariencia es ambigua unívocamente el significado de varón y mujer, masculino y
o está en contradicción con la carga cromosómica, femenino; iii) las instituciones y organizaciones sociales de
y si no se detecta o no se prevé su resolución o las relaciones de género (el sistema de parentesco, la familia,
tratamiento, se generan graves trastornos. el mercado de trabajo segregado por sexos, las instituciones
b) La identidad de género educativas, la política), y iv) la identidad, tanto la individual
Se establece más o menos a la misma edad en que el como la colectiva. Su ensayo abrió nuevos cauces a la inves-
infante adquiere el lenguaje (entre los dos y los tres tigación histórica y a la teorización feminista, pues subrayó
años) y no implica un conocimiento de la diferencia la historización de la categoría mujer, que se toma como una
anatómica entre los sexos. Es decir, las niñitas de esas realidad autoevidente e introdujo una reflexión sobre la in-
edades se saben “niñas” y los niñitos, “niños” (como sea tencionalidad y la motivación inconsciente presentes en el
que se entienda en cada código cultural), y cada quien campo sociopolítico.
es capaz de elegir ropa y juguetes de acuerdo con esa Entre finales de los años ochenta e inicios de los noven-
identidad social, aunque desconozca en qué consiste la ta, el debate intelectual sobre el género cobra un impulso
diferencia relativa a los genitales. sustantivo, pues varios intelectuales de la talla de Derrida,
c) El papel o rol de género Giddens, Habermas y Rorty se involucran en discusiones
Se forma con el conjunto de normas y prescripcio- con las feministas. Por su parte, Pierre Bourdieu, quien lle-
nes que transmite la sociedad sobre el comporta- vaba tiempo trabajando en una reflexión específica sobre el
miento femenino o masculino: algunas son explí- género como lógica cultural, analiza cómo los habitus de la
citas y otras están entretejidas en la cultura. En el masculinidad determinan las prácticas de los hombres, y los
repertorio de cada cultura la dicotomía masculi- de la feminidad las prácticas de las mujeres. Así se repro-
no-femenino establece estereotipos que condicio- duce el orden social y simbólico: la dominación masculina.2
nan y norman la conducta humana, y esto limita las Paulatinamente se va instalando en el campo intelectual
potencialidades de las personas. una comprensión del género como un conjunto de expecta-
tivas y creencias sociales que troquela la organización de la
Definir conceptualmente la diferencia entre sexo y género vida colectiva y que produce desigualdad respecto de la for-
resultó muy útil en muchos sentidos y, poco después de la ma en que las personas valoran y responden a las acciones de
discusión psicomédica, la nueva acepción de gender entró al los hombres y las mujeres. Precisamente el género hace que
campo de las ciencias sociales. Desde mediados de los años mujeres y hombres sean los soportes de un sistema de regla-
setenta, se realizaron investigaciones y elaboraciones teóricas mentaciones, prohibiciones y opresiones recíprocas, marcadas
con el fin de comprender mejor el entramado de la simbo- y sancionadas por el orden simbólico. Al sostenimiento de
lización y su impacto en la vida de los seres humanos. Dos tal orden simbólico contribuyen por igual mujeres y hom-
ensayos clave enmarcan la exploración de la construcción del bres, reproduciéndose y reproduciéndolo, con papeles, tareas
concepto de género en su contexto social y cultural. El de y prácticas que cambian según el lugar o el tiempo, pero que
Gayle Rubin (1975) inició posteriores reflexiones, pues de- mantienen la oposición entre “lo propio” de los hombres y
finió al “sistema sexo/género” como el conjunto de acuerdos “lo propio” de las mujeres.
a partir de los cuales una sociedad transforma la sexuación La nueva acepción de gender, creada para distinguir lo que
en un producto de la actividad simbolizadora humana; con se deriva de la biología de lo que se construye en lo social,
este “producto cultural”, cada sociedad establece un conjun- tiene un famoso antecedente. A finales de los años cuarenta,
to de normas a partir de las cuales la materia cruda del sexo Simone de Beauvoir esbozó el significado de género con la
humano y de la procreación es moldeada por la interven- frase que inauguró la forma moderna de comprender la pro-
ción social, y se satisface de una manera que se considera blemática femenina: “No se nace mujer, se llega a serlo” (1999:
“natural”, aunque a ojos de otras culturas se vea extraña. El 207). Esta filósofa francesa supuso que lo que hace que las
de Joan W. Scott (1996) consolidó la definición de género hembras humanas lleguen a ser “mujeres” no es su biología,
como una forma primaria de relaciones significantes de po- sino el conjunto de procesos culturales y psicológicos que
der. Scott planteó los cuatro elementos que lo constituyen: las marca con determinadas atribuciones y prescripciones,
i) los símbolos y los mitos culturalmente disponibles y sus y sostuvo que los datos biológicos del sexo cobran signifi-
representaciones múltiples;1 ii) los conceptos normativos cación sólo a través de sistemas culturales de interpretación.
De Beauvoir planteó que las características humanas consi-

1 Los arquetipos culturales de los dos sexos son la madre y el


guerrero. Las características de género que se desprenden de 2 Su primer ensayo al respecto data de 1990. En 1999 publica-
ellos son: abnegación, ternura y pasividad, por un lado, y agre- rá el libro La domination masculine, que aparecerá traducido al
sividad, fuerza y violencia, por otro. español un año después. Ver: Bourdieu, 2000.

g 286 Género
deradas “femeninas” son adquiridas por las mujeres mediante actividades, y los papeles y lugares sociales (Héritier, 1996).
un complejo proceso individual y social, en vez de derivarse La manera como las personas aprehenden esa división que
“naturalmente” de su anatomía. las precede al nacimiento es mediante la crianza, el lenguaje
En los años noventa irrumpe la reflexión de Judith Butler3 y las actividades diarias, es decir, mediante la cultura y las
con un giro clave en donde “el género resulta ser performa- prácticas cotidianas. Ya establecidas como un conjunto ob-
tivo, es decir, que constituye la identidad que se supone que jetivo de referencias, las ideas culturales sobre lo “propio” de
es” (1990: 25). Butler toma distancia de la diferenciación ya las mujeres (lo femenino) y lo “propio” de los hombres (lo
consolidada entre sexo y género, y plantea al género como un masculino) estructuran la percepción y la organización con-
acto performativo, en el que el significado es construido por creta y simbólica de toda la vida social. Así la cultura, vía el
los mismos términos que participan en su definición. Por eso lenguaje y los habitus, inculca en las personas normas y va-
la persona interpreta las normas de género recibidas de tal lores de género profundamente tácitos, al grado de que las
forma que las reproduce y organiza de nuevo. Esta filósofa propias personas los consideran “naturales”. Este trabajo de
desarrolla un alegato sobre la construcción de la identidad y inculcación, a la vez sexualmente diferenciado y sexualmen-
la simbolización de la diferencia anatómica, donde retoma el te diferenciador, impone lo que se considera “masculino” a
pensamiento de Freud y Lacan para reivindicar la flexibilidad los machos humanos y lo que se considera “femenino” a las
de la orientación sexual que, por la fuerza del inconsciente, hembras humanas. Con la lógica cultural de género se articula
se resiste a aceptar el mandato cultural heterosexista. Butler la configuración de las relaciones entre mujeres y hombres,
problematiza las creencias esencialistas en torno a qué es y los seres humanos vuelven subjetivas las relaciones socia-
ser mujer u hombre y, siguiendo a Foucault, define al géne- les e históricas.
ro como el efecto de un conjunto de prácticas regulatorias Las oposiciones entre “lo propio” de cada sexo se sostienen
complementarias que buscan ajustar las identidades humanas mutuamente, práctica y simbólicamente, al mismo tiempo
al modelo dualista hegemónico: la matriz heterosexual. Su que los esquemas de pensamiento de los seres humanos las
propuesta coincide con la formulación de habitus de Bour- registran como diferencias “naturales”. Esto dificulta que
dieu, que es al mismo tiempo un producto (el entramado las personas tomen conciencia de la relación de dominación
cultural) y un principio generador de disposiciones y prác- que está en la base. Los habitus encarnan la relación de po-
ticas. El género es central en el proceso de adquisición de la der, y eso lleva a que se conceptualice la relación dominante/
identidad y de estructuración de la subjetividad: en la forma dominado como natural. Por eso Bourdieu advierte que el
de pensarse, en la construcción de su propia imagen, de su orden social masculino está tan profundamente arraigado
autoconcepción, los seres humanos utilizan las categorías y que no requiere justificación: se impone a sí mismo como
elementos hegemónicos de su cultura, presentes en los habitus auto-evidente, y es considerado como “natural” gracias al
y en el lenguaje. Por eso las prácticas humanas no son sólo acuerdo “casi perfecto e inmediato” que obtiene de estruc-
estrategias de reproducción determinadas por las condicio- turas sociales tales como la organización social de espacio y
nes sociales de producción, sino que también son producidas tiempo y la división sexual del trabajo. Por otro lado, dicho
por las subjetividades. orden simbólico es internalizado en las estructuras cognitivas
A partir de los años noventa, la nueva acepción de gender inscritas en los cuerpos y en las mentes. Este autor señala que
se instala en el discurso político. La onu y el Banco Mundial la socialización tiende a efectuar una “somatización progre-
exigen que los proyectos gubernamentales y las políticas pú- siva de las relaciones de dominación” de género, y de ahí que
blicas tengan perspectiva de género, es decir, que contemplen hable de una “subjetividad socializada” (Bourdieu, 1995: 87).
los condicionantes culturales que establezcan pautas diferen- De la misma forma en que las mujeres y los hombres
ciadas y reproduzcan la desigualdad social entre mujeres y son “producidos” por los habitus, por el lenguaje y las prác-
hombres. La propuesta de gender mainstreaming se traducirá ticas y representaciones simbólicas dentro de formaciones
como “transversalizar el género”, y se comprenderá como ins- sociales dadas, también existen procesos inconscientes que
talar dicha perspectiva en todas las instancias de gobierno y moldean las identidades con elementos del género. Por ello,
elaborar los presupuestos con enfoque de género. para comprender cabalmente qué es el género, hay que tomar
El género se construye mediante la operación universal, en consideración el proceso de constitución de la identidad.
aunque con contenidos distintos, que otorga sentido sim- El ser humano es más que una anatomía o más que una
bólico a la diferencia sexual. Esta simbolización, que opone construcción social: también es psiquismo (inconsciente,
lo “propio” de las mujeres a “lo propio” de los hombres (lo pulsión, deseo). Somos seres bio-psico-sociales y en esas tres
femenino y lo masculino), se refleja en el conjunto de oposi- dimensiones (la biológica, la psíquica y la social) se inscribe el
ciones que organizan todo el cosmos, la división de tareas y género. La identidad de género se construye en la subjetividad
cultural y psíquica, y hay que tomar en cuenta que parte del
proceso de estructuración psíquica de los seres humanos es
3 Su famosísimo libro Gender Trouble. Feminism and the Subver- inconsciente. Los seres humanos nos vamos constituyendo
sion of Identity (1990) será traducido diez años después como como mujeres u hombres dentro de sistemas de significado,
El género en disputa. Feminismo y la subversión de la identidad rodeados de representaciones culturales que, a su vez, están
(2000).

Género 287 g
inscritas en jerarquías de poder. La fuerza simbólica de la se- anatomía. La comprensión del género muestra la
xuación, especialmente su aspecto procreativo, propicia que complejidad que provoca la adquisición del manda-
se vean como disposiciones “naturales” construidas cultural- to cultural en cuerpos sexuados y con inconsciente.
mente. Por los mandatos de género que la cultura impone, las Otra forma de reduccionismo es considerar
personas llegan a actuar en contra de sus propios intereses. que sólo usando el concepto se puede comprender
Esto es lo que Bourdieu califica como “violencia simbólica”. cómo han sido inscritas, representadas y normadas
Hoy en día circulan interesantes interrogantes en re- la feminidad y la masculinidad en determinada
lación con la complejidad de vivir dentro de un esquema cultura, clase social o grupo étnico. Existen auto-
simbólico que piensa que hay dos tipos de seres humanos y res que, sin usar el concepto de género, exploran e
que son complementarios. El concepto de género sirve para interpretan ese proceso. Un caso ejemplar es el de
esclarecer los procesos psíquicos y culturales mediante los Bourdieu quien, a lo largo de su obra y en particu-
cuales las personas nos convertimos en hombres o mujeres lar en La dominación masculina (2000), expone los
dentro de un esquema que postula la complementareidad de efectos constitutivos del género como una práctica
los sexos y la normatividad de la heterosexualidad. Pero no significante que respalda una lógica de exclusión.
basta el género para comprender la condición humana. Hay Desde la perspectiva de Bourdieu, las mujeres y los
que tomar al género como un componente en interrelación hombres reproducen el conjunto de relaciones his-
compleja con otros sistemas de identificación y jerarquía tóricas “depositadas” en sus cuerpos individuales en
que producen opresiones, desigualdades y discriminaciones forma de habitus, y advierte que estas disposiciones,
de distinto tipo. De ahí lo imprescindible de contar con una estructuradas de manera no consciente, regulan y
perspectiva que analice cómo el género intersecta con otros armonizan sus acciones y reproducen el poder mas-
determinantes, como la clase social, la edad, la pertenencia culino. Según Bourdieu, las estructuras mentales
étnica, etcétera (Crenshaw, 1989).4 La interseccionalidad del de las personas toman forma (“se encarnan”) en la
género con otras desigualdades está actualmente en el centro actividad de la sociedad y el habitus se convierte en
de la teoría política de género (McCall, 2005). un mecanismo de retransmisión de las creencias y
Entre las críticas al nuevo concepto de género, destacan prácticas de la feminidad y la masculinidad. Este
principalmente tres: antropólogo y sociólogo, desde una posición epis-
temológica con consecuencias políticas, desenmas-
I. La crítica a su uso reduccionista cara las premisas fundantes del género sin usar el
Esta crítica plantea que con frecuencia se habla de concepto.
la construcción de género como si sólo fuera el re-
sultado de prescripciones culturales y lo psíquico no II. La crítica sobre su capacidad heurística
tuviera nada que ver. Se suele pensar que sobre el Varias autoras han cuestionado la imprecisión de
cuerpo biológico se establece una serie de atribu- una categoría que se usa para hablar de las mujeres,
ciones, y que el género es algo que se hace, como del sexo o de una lógica de la cultura. Tal vez lo más
un estilo corporal, casi voluntario, aunque arraigado común es tomar género por mujeres, pero también
profundamente en mandatos culturales, pero no se en el discurso académico género se usa demasiado
toman en consideración ni los procesos inconscien- ampliamente y alude a una gran cantidad de cues-
tes ni el imaginario. La identidad de género de los tiones. En este sentido, destaca la crítica de Mary
seres humanos no se desprende en automático ni de Hawkesworth (1997), quien señala5 que se usa gé-
la biología ni del mandato cultural, sino que se es- nero
tructura a partir de la manera en que se elabora —in-
consciente e imaginariamente— la diferencia sexual. a) para analizar la organización social de las rela-
Precisamente por la operación en el inconsciente, ciones entre hombres y mujeres; para referirse
hay distintas formas de simbolización y, por lo tanto, a las diferencias humanas; para conceptualizar
distintas identidades. La condición transexual es el la semiótica del cuerpo, el sexo y la sexualidad;
ejemplo paradigmático de cómo el psiquismo pue- para explicar la distinta distribución de cargas
de entrar en contradicción con el esquema cultural, y beneficios sociales entre mujeres y hombres;
pues implica un proceso de identificación de género para aludir a las microtécnicas del poder, y para
contrario a la que corresponde culturalmente por la explicar la identidad y las aspiraciones indivi-
duales;

4 La jurista feminista estadounidense Kimberlé Crenshaw


publicó un trabajo donde analizó el caso de las mujeres
afroamericanas y la violencia. Allí se constituye el referente 5 En su ensayo, para cada definición, ella cita a quienes usan
básico en el desarrollo teórico de la interseccionalidad. Véase: “género” de esa forma. Aquí he omitido los nombres de las
Crenshaw, 1989. autoras correspondientes.

g 288 Género
b) como un atributo de los individuos; como una Líneas de investigación y debate
relación interpersonal y como un modo de or- contemporáneo
ganización social;
c) en términos de estatus social, papeles (roles) se- Para las ciencias sociales, el concepto género ha supuesto
xuales, estereotipos sociales y relaciones de po- una herramienta para ahondar en cómo los seres humanos
der expresadas en dominación y subordinación; nos concebimos a nosotros mismos y, por lo tanto, cómo
d) como producto del proceso de atribución; con- formamos lazos y relaciones con los demás. Los mandatos
secuencia de la socialización; resultado de las culturales de género desempeñan un papel crucial en nuestra
prácticas disciplinarias o de las tradiciones; conciencia y nuestro inconsciente, y afectan nuestro modo
como un efecto del lenguaje; como una cues- de vivir de forma muy profunda.
tión de conformismo conductual; como una Muchas investigaciones especializadas exploran las
característica estructural del trabajo, el poder y diferencias de conducta y de carácter que se notan entre
la catexis, y como un modo de percepción. mujeres y hombres, y el género ayuda a diferenciar lo que
antes se interpretaba como derivado de la biología (Fine, 2010;
Luego de mostrar tal amplitud de sentidos, McKinnon, 2012). Puesto que todavía se dan situaciones de
Hawkesworth hace un señalamiento crítico: “el discriminación y opresión en función de si la persona tiene
género se transforma de una categoría analítica en cuerpo de mujer o cuerpo de hombre, con la perspectiva de
una fuerza causal” (1997: 42). género se intenta explorar los mecanismos que producen
—y que permiten que sigan reproduciéndose— problemas
La crítica a su fetichización
III. que resultan de las creencias culturales sobre “lo propio”
Además de las definiciones amplias o ambigüas de de los hombres y “lo propio” de las mujeres, y que generan
género, también el concepto se ha vuelto un fetiche discriminación para ambos.
en los campos académico y político. La fetichiza- La comprensión del género ha sido fundamental para
ción suele petrificar lo que está vivo y en transfor- investigar y abordar graves problemas sociales, calificados de
mación, y quienes usan género como un fetiche para “patologías del vínculo social” (Fitoussi y Rosanvallon, 1997),
interpretar la complejidad de las relaciones entre como el debilitamiento de la cohesión intergeneracional en
mujeres y hombres lo reifican como algo inamo- la familia, la descomposición de identidades colectivas tra-
vible; por ejemplo, las mujeres siempre son vícti- dicionales, la violencia intrafamiliar, la drogodependencia,
mas y los hombres, siempre victimarios o verdugos. el aumento en la delincuencia juvenil y la violencia sexual.
Además, se usa el fetiche género para establecer una Si bien estos fenómenos no se explican únicamente con el
“explicación” tautológicamente reiterativa: todo lo género, ha resultado altamente productivo incluir dicha pers-
que ocurre entre mujeres y hombres es producto del pectiva para tener una visión más atinada e integral sobre sus
género. causas y expresiones.
Leslie McCall (2005) considera que el género es Ahora bien, aun cuando el género remite a una lógica
una categoría analítica insuficiente para lo que se cultural milenaria, no es inmutable. Las relaciones de género
propone la teoría feminista —explicar la condición se han ido transformando históricamente y, además, varían
de los seres humanos— y argumenta a favor de la según las tradiciones de las diversas civilizaciones, ubicadas
“interseccionalidad” como una herramienta teórica en distintas regiones geográficas. Muchas investigaciones
más precisa. Privilegiar el género como el eje de exploran las diversas expresiones de los mandatos y prácticas
desigualdad más relevante es erróneo, ya que toda de género en otros tiempos y en otras culturas. Además, la
persona vive varias formas de opresión o discrimi- reflexión en torno al género como instancia de formación de
nación, y está marcada por múltiples condicionantes poder (político, militar, eclesiástico y económico) ha deriva-
sociales. Hay que tomar en consideración cómo se do en cientos de investigaciones no sólo de los campos de
articulan (intersectan) las diferentes desigualdades. las ciencias sociales, la psicología o la historia, sino también
El enfoque de la “interseccionalidad” critica el uso en la literatura, las artes, la educación, la comunicación, la
fetichizante de la “perspectiva de género”, ya que no medicina, la arquitectura y el derecho, donde existen mul-
visualiza la forma en que las distintas desigualdades titud de estudios y teorizaciones que investigan cómo las
son mutuamente constituyentes y reproducen los creencias y mandatos de género marcan el terreno sobre el
mecanismos de poder existentes entre los grupos que ocurren los demás.
(Ferree, 2009). En especial, lamenta que la mentada Además, la categoría género ha adquirido un valor ex-
“perspectiva de género” se haya vuelto un fetiche en tra-académico y se utiliza en el ámbito político para poner
la administración pública y en el diseño y la gestión atención en la forma como operan los condicionantes psí-
de políticas públicas, pues usualmente se la inter- quicos y los culturales en las asimetrías que existen en los
preta como “poner la mirada sobre las mujeres”. derechos y las obligaciones de las mujeres y los hombres,
y en cómo se traducen en capacidades y comportamientos

Género 289 g
distintos. Pero es imprescindible entender que la interacción sus papeles laborales y políticos, sexuales y afectivos. Ésta
del género con otros ejes (clase social, raza, edad, etcétera) es una ardua labor, ya que la sexuación del cuerpo es el dato
produce formas específicas y diferenciadas de opresión y que produce género. La sexuación no es una convención hu-
discriminación. Las políticas públicas de igualdad de género mana; sin embargo, el hecho de que la diferencia anatómica
deben reconocer que las mujeres no configuran un grupo ho- no sea una forma producida por la cultura, no implica en lo
mogéneo, sino que poseen distinta clase, pertenencia étnica, absoluto que los cuerpos escapen a la inscripción histórica y
edad, religión, orientación sexual, entre otros rasgos. cultural: los cuerpos están marcados por el género, la perte-
El debate contemporáneo sobre género guarda grandes nencia étnica y la clase social, entre otros aspectos, y el dato
afinidades con el proyecto desconstructivista del postestruc- corporal se entreteje con elementos imaginarios y simbólicos.
turalismo. Como el género propone una comprensión de la Finalmente, hablar de género es referirse a un filtro cul-
determinación situacional y relacional de los seres humanos, tural, a una identidad y a un conjunto de prácticas, creencias,
impulsa un cambio de paradigmas cognitivos racionalistas representaciones y prescripciones sociales. Por ende, no basta
y objetivistas. Al entender cómo los seres humanos apre- la comprensión de la manera en que la simbolización de la
henden como subjetivas a las relaciones que también son diferencia sexual estructura la vida material y simbólica, sino
sociales e históricas, es posible visualizar la existencia de un que es necesario comprender al género como un habitus, que
Yo relacional que produce sentimientos, percepciones y co- tiñe la forma en que internalizamos al mundo y que condi-
nocimientos filtrados por la operación simbólica que otorga ciona nuestras respuestas a él.
significados diferentes al hecho de tener cuerpo de mujer o
cuerpo de hombre. Por consecuencia, en el debate se revi- Bibliografía
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[…] la gerencia social puede ser entendida, en tér-
minos generales, como el conjunto integrado de
principios, prácticas y técnicas que permiten me-
diante su aplicación producir cambios significativos en
al menos una condición de bienestar en la población
objetivo a la que es referido, mediante el uso efectivo y
racional de recursos. Sus principios son: el impacto, la
equidad, la focalización, la articulación, la flexibilidad
y la participación social. La expresión operativa de la

Gerencia social 291 g


gerencia social se encuentra en la gestión de progra- tíficos y tecnológicos tendientes a lograr una gestión social de
mas y proyectos sociales (1997: 6). calidad (Kliksberg, 1993: 107).

Sus objetivos son: 1) favorecer una gestión social más El modelo escandinavo
eficiente, abierta, flexible y democrática; 2) definir y apli- El estudio del modelo escandinavo ha servido como referen-
car un nuevo paradigma de racionalidad gubernamental; 3) cia para la aplicación de una gerencia social con un alto grado
responder con mejor eficiencia estructural y organizativa de desarrollo. La importancia de este modelo radica en la
a las demandas básicas de la sociedad; 4) estimular las ta- atención que otorga el Estado a la política social. Los países
reas de coordinación interinstitucional dadas entre la vida escandinavos —Dinamarca, Finlandia, Noruega y Suecia— se
comunitaria y el papel del Estado; 5) redefinir de manera caracterizan por tener un alto grado de desarrollo en el aspecto
horizontal las relaciones de los ciudadanos y la vida comu- social (Esping-Andersen y Korpi, 1993: 373). A diferencia del
nitaria con la autoridad gubernamental; 6) redescubrir las modelo marginal1, el modelo institucional escandinavo2 ha logrado
cualidades de la vida comunitaria —capital social— para hacer de la solidaridad social de los habitantes de estos países
aprovecharlas con alcance de racionalidad pública, y 7) que un modelo que manifiesta en términos reales la importancia
los beneficiarios de los programas sociales intervengan de de la democracia participativa.
modo activo en su diseño e implantación.
Una característica importante del modelo escandinavo
Historia, teoría y crítica es hasta qué punto el derecho a un nivel de vida nor-
mal está divorciado del criterio del mercado. El sistema
La erradicación de la pobreza constituye una tarea importante ha emancipado a los individuos en la compulsión tra-
de los derechos humanos del siglo xxi. Educación, nutrición, dicional a trabajar y ahorrar para los tiempos difíciles,
vestido, vivienda, atención a la salud y al trabajo deben ser en un grado bastante considerable. En este sentido, los
no sólo metas del desarrollo, sino derechos inalienables de la viejos dogmas liberales de autosuficiencia y los nuevos
humanidad. En este contexto, la gerencia social se convier- dogmas liberales de ‘ayuda para autoayudarse’ han sido
te en una opción del gobierno para enfrentar dichos retos. reemplazados por un poderoso compromiso con la res-
Es un campo de conocimiento aún en proceso de cons- ponsabilidad social colectiva para el bienestar óptimo
trucción, experimentación, sistematización, demandado hoy de los ciudadanos (289).
por innumerables organizaciones públicas, sociales y privadas.
Su utilización es cada vez más importante por parte de los
gobiernos. En América Latina se comienza a estudiar desde
la década de los ochenta del siglo pasado. Su aplicación se
debe en gran medida a los diversos programas establecidos 1 El modelo marginal parte de la premisa de un compromiso
por la Comisión Económica para América Latina o por el con la soberanía del mercado. Estipula que los gobiernos sólo
Banco Interamericano de Desarrollo, a través del Instituto juegan un papel limitado en la distribución de la asistencia so-
cial. Una política social marginal parte de la hipótesis de que
Interamericano para el Desarrollo Económico y Social, sus la enorme mayoría de la población puede contratar su propia
impulsores han sido, entre otros, José Sulbrandt y Bernardo previsión social y que el Estado sólo necesita intervenir cuando
Kliksberg. los canales normales de distribución fallan (Esping-Andersen
La gerencia social es también un concepto en constante y Korpi, 1993: 373).
evolución, producto de la integración de distintas disciplinas 2 El rasgo característico del Estado asistencial escandinavo
y de las experiencias derivadas de los modelos de intervención contemporáneo puede ser expresado en términos de tres ca-
social; se ubica en un plano de conocimiento interdisciplinario, racterísticas esenciales. Primero, la política social es amplia
donde destacan las políticas públicas, la gerencia pública, la en su intento por ofrecer asistencia social. El alcance de la
teoría de la organización y el neoinstitucionalismo. intervención pública está definido en forma más amplia que
Se distingue por llevar a cabo el diseño e implantación de en la mayoría de las demás naciones y la política abarca un ex-
políticas públicas, a través de programas sociales participati- tenso rango de necesidades sociales. La segunda característica
vos, utilizando modelos organizacionales, criterios técnicos y distintiva es el grado hasta el cual se ha institucionalizado el
principio de derecho social. Los Estados asistenciales escandi-
procedimientos de la gestión pública, pero adaptándolos a los navos han investido a los ciudadanos con un derecho básico a
requerimientos particulares del ámbito social. Los programas recibir una gama sumamente amplia de servicios y beneficios
de desarrollo rural, autovivienda, salud comunitaria, educati- que, en general, tiene la intención de constituir un derecho
vos, etcétera, son un ejemplo del complejo ámbito en el que se democrático a un nivel de vida socialmente adecuado. La ter-
desarrolla. La especificidad del campo social y, sobre todo, el cera característica es la naturaleza solidaria y universalista de
logro de objetivos y metas requieren una identidad en cuanto al la legislación social. El Estado asistencial apunta a integrar e
análisis y solución de una infinidad de problemas. La respues- incluir a toda la población, más que a enfocar sus recursos ha-
ta del gobierno a las necesidades sociales exige de la gerencia cia grupos problemas en particular. Se emplea activamente la
social la aplicación de toda una gama de conocimientos cien- política social en la búsqueda de una sociedad más equitativa
(Esping-Andersen y Korpi, 1993: 374).

g 292 Gerencia social


Principios de la gerencia social La dinámica social se contempla desde una perspectiva
La dinámica social exige la puesta en marcha de políticas so- de revaloración de las tradiciones de las comunidades, bajo
ciales innovadoras. “Se requiere una búsqueda heurística que la premisa de la colaboración y solidaridad social, que es un
se interne en la complejidad de los problemas institucionales aspecto humano inherente al desarrollo del mismo.
y gerenciales subyacentes” (Kliksberg, 2000: 24). Tomando en
consideración “los factores históricos y culturales” que “deter- Los grupos pobres no tienen riquezas materiales
minan el rango de reformas disponibles para cada gobierno” pero tienen un bagaje cultural, en oportunidades,
(Hood, en Kliksberg, 2000: 24). como sucede con las poblaciones indígenas, de siglos
Las reglas, la obligatoriedad y la centralización van dando o milenios. El respeto profundo por su cultura creará
paso a modelos más flexibles que, a través de una gestión pú- condiciones favorables para la utilización, en el mar-
blica dinámica, fomentan la participación de los ciudadanos co de los programas sociales, de saber acumulados,
en el diseño, aplicación y evaluación de las políticas públicas. tradiciones, modos de vincularse con la naturaleza,
La gerencia social plantea el redimensionamiento de las capacidades culturales naturales para la autoorganiza-
dependencias gubernamentales encargadas de aplicar la po- ción, que puede ser de utilidad (Kliksberg, 1993: 118).
lítica social, incorporando técnicas, procedimientos y diseños
organizacionales modernos. Este tipo de gerencia implica La gerencia social coadyuva al desarrollo del capital social.
trabajar en redes sectoriales e intersectoriales, que produz- La solidaridad, la confianza, la reciprocidad y el compromi-
can servicios de calidad bajo el precepto del interés público: so cívico se ven incentivados cuando el Estado motiva la
implanta un mejoramiento del funcionamiento a nivel ma- participación comunitaria en la puesta en marcha de pro-
cro y micro del sector público. La utilización de recursos gramas sociales. Las potencialidades de los grupos sociales
limitados demanda la voluntad de revisar los servicios desde se fortalecen a través del apoyo que brinda a los procesos de
la perspectiva del usuario, así como una decidida voluntad autogestión comunitaria. Las experiencias empíricas han de-
para satisfacer las necesidades del público en términos de su mostrado la importancia que adquiere la participación y la
calidad de consumidores y ciudadanos, “orientada a la acción cooperación para aumentar el nivel de vida de la población
y a la solución creativa de los problemas de la administra- más desprotegida, bajo dos aspectos visionarios: el desarrollo
ción dentro de un contexto de innovación y con la ayuda de basado en la gente y el fortalecimiento del proceso de des-
instrumentos racionales, basada en la aplicación de cono- centralización democrática.
cimientos y técnicas modernas y apoyada por ejercicios de Lo esencial del concepto es la capacidad de organiza-
reflexión sistemática de la práctica profesional en el contexto ción colectiva. Normas, redes y asociaciones representan los
del trabajo” (Ospina, 1993: 38). vehículos a través de los cuales se expresa. La experiencia
demuestra que la participación da resultados positivos en el
La tendencia internacional acentúa que las soluciones ámbito social, contrariamente a los modelos de organización
más exitosas se hallan vinculadas a captar la especifi- de corte tradicional.
cidad gerencial de lo social, trabajar sobre la misma,
elaborar teniendo en cuenta la ciencia gerencial global, Bernardo Kliksberg considera que la participación
pero apoyándose en ella para crear innovativamente tiene una legitimidad macroeconómica y gerencial.
respuestas propias para gerencia social, prestar la máxi- Es percibida como una alternativa con ventajas com-
ma atención a la vasta experiencia existente en gestión petitivas netas para producir resultados en relación
social tratando de aprender de ella. Se trata de un pro- a las vías tradicionalmente utilizadas en las políticas
ceso de impulsar la innovación en gerencia social de sociales. Ello pone la discusión sobre la participación
modo planificado y sistemático (Kliksberg, 1993: 97). en un encuadre diferente al de décadas anteriores. No
se trata de una discusión entre utópicos y antiutópicos,
La importancia del ciudadano como receptor de la acción sino de poner al servicio de los severos problemas so-
del gobierno evita la desconfianza, inconformidad y resenti- ciales que hoy agobian a buena parte de la población,
miento, derivado de la crisis del modelo burocrático. los instrumentos más efectivos, y allí aparece la par-
ticipación, no como imposición de algún sector, sino
[…] propone como condición de una acción eficiente, como oportunidad (Mandell, 1993: 201).3
que los gobiernos recojan las iniciativas de los grupos
no favorecidos con el bienestar social. De ahí la impor- La participación es resultado de estructuras simbólicas
tancia de que el trabajo comunitario sea la plataforma e internalizadas por los grupos como normas, márgenes y
para que la sociedad participe en el proceso de rever- horizontes de expectativas para la interacción. Este enfoque
tir las condiciones de vida cuando son de injusticia y otorga un papel privilegiado a las instituciones públicas y su
marginación (Uvalle, 1994: 129). vínculo con los ciudadanos como mecanismo de generación

3 Cf. Kliksberg, 1998.

Gerencia social 293 g


de capital social y desarrollo económico. La sinergia Esta- a nivel internacional, en términos disciplinarios, y existe un
do-sociedad, como señala Peter Evans, se hizo patente en importante considerable caudal de investigaciones, elabora-
el llamado milagro asiático en el que “un gobierno activo y ción teórica, y tecnologías ad hoc, desarrolladas en torno de la
comunidades movilizadas fortalecieron sus esfuerzos respec- misma” (Kliksberg, 1993: 92).
tivos de desarrollo” (1996: 61). En diversos países se desarrollan cursos, licenciaturas y
La gerencia social frena el conflicto social, atenúa la estudios de posgrado sobre gobiernos locales y gerencia social.
desigualdad y busca alternativas que permitan una mayor En México sobresalen las investigaciones y publicaciones del
legitimidad a través de resultados eficaces de la acción guber- Centro de Investigación y Docencia Económicas (cide), que
namental. A su vez, se orienta a formalizar un compromiso de a través del premio sobre gobiernos locales difunde los casos
participación comunitaria reconociendo carencias, desigual- exitosos de gerencia social en el ámbito local (Arellano, 2006).
dades y contradicciones sociales, para lo cual utiliza recursos El Instituto Interamericano para el Desarrollo Económi-
y estrategias que favorece un ambiente de corresponsabilidad co y Social (indes), dependiente del Banco Interamericano
entre el Estado y la sociedad (Márquez, 2009). de Desarrollo (bid), articula el estudio de la gerencia so-
cial a través de la interacción de las políticas públicas, la
Crítica gerencia social y el desarrollo social, mediante un enfoque
La gerencia social enfrenta a una serie de circunstancias que interdisciplinario que permita dar respuesta a los problemas
impiden su desarrollo; por ejemplo, el que la ciudadanía no específicos de la realidad latinoamericana y así mejorar las
siempre demuestra interés en participar en la resolución de condiciones de vida de la población.
los asuntos públicos y muchas veces ni siquiera en la elección La escuela estadounidense está representada, entre otros,
de sus representantes. Esta cierta apatía se debe a una larga por Richard Estes, Myrna Mandel, Mark Jacobs, Georges
historia de formas de gobierno burocráticas y autoritarias, Mason, David Fansfest y Jamres Midley (Kliksberg, 1993),
lo cual ha generado con mucha razón desinterés y apatía, quienes abordan el estudio de la gerencia social desde diversas
así como la falta de credibilidad de los ciudadanos respecto perspectivas teóricas, con base en las experiencias derivadas
al trabajo voluntario y comunitario (Márquez, 1998: 105). del complejo ámbito de lo social.
Por un lado, existen Finalmente, el Programa de las Naciones Unidas para el
Desarrollo (pnud) también aplica la categoría de la geren-
[…] avances en ciertas direcciones con potencialidades cia social para analizar los resultados de sus programas en
importantes y, al mismo tiempo, pronunciadas dificulta- países pobres.
des e incertidumbre de fondo en continentes completos, Las diversas líneas de investigación coinciden en los si-
como América Latina, África, grandes zonas de Asia, guientes puntos:
serios problemas en la transición de las economías de Es necesario incentivar las capacidades de gestión social, a
Europa Oriental hacia nuevos modelos económicos, través de la creación de habilidades, conocimientos y pericias
crecimientos económicos limitados, recesiones en el para lograr resultados favorables que demanda la sapiencia
mundo desarrollado, todos ellos en el mencionado técnica y tecnológica, tendientes a satisfacer los requerimien-
clima de inequidades en lo económico y en lo político tos tanto internos como externos de la organización en que
(Kliksberg, 1994: 23). se desenvuelve, aunado a que sus capacidades se encuentren
en un marco valorativo consonante a los intereses nacionales
Líneas de investigación y debate y a los valores éticos de carácter colectivo.
contemporáneo Brindar educación y capacitación a la gente en materia de
gerencia y otras destrezas para que puedan tener un concep-
En últimas fechas se ha incrementado tanto el estudio como to más informado del desarrollo y de su papel en el mismo.
la enseñanza de la gerencia social en instituciones de educa- Hari Mohan retoma el pensamiento de Paulo Freire y en-
ción superior, organismos internacionales, así como en diversos fatiza la necesidad de cambiar el enfoque de los pobres para
gobiernos, tendientes a difundir sus preceptos teóricos, técni- que puedan salir de su aislamiento. “Lo importante es crear
cos y metodológicos, los cuales cada vez son más exitosos en conciencia y motivación en la gente para que piensen que las
la puesta en marcha de políticas públicas en el ámbito de lo cosas pueden estar mejor, que ellos tienen opciones. Una vez
social.4 “Esta especificidad ha sido recogida crecientemente que la gente tome conciencia de las posibilidades para una
vida mejor, cabe esperar que tendrá un rol más activo para
4 “Esfuerzos recientes por mejorar la actuación de los organis- promover su desarrollo” (Mohan, 1993: 239).
mos gubernamentales se han dedicado a numerosos aspectos
de la administración pública, tales como descentralización,
coordinación, delegación, información y sistemas de control en cualquier lugar. Soluciones adecuadas para una situación
gerenciales, reglamentos, procedimientos, contratación, com- determinada resultan inapropiadas en otros contextos. […].
pensación, capacitación, etcétera. Algunas medidas de reforma, El desarrollo institucional debe ser abordado como un largo
en efecto han producido resultados rápidos, pero aún no se proceso de experimentación, aprendizaje y adaptación” (Mo-
ha inventado una fórmula que funcione en todos los casos han, 1993: 236-237).

g 294 Gerencia social


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Globalización 295 g
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de América del Norte y el acuerdo de libre comercio de la por Karl Marx, cuando éste diseccionó el modus operandi del
Asociación de Naciones del Sudeste Asiático. capitalismo. Beck describe el nuevo modus operandi adminis-
Estos procesos de integración económica forzaron a los trativo de muchos aeropuertos internacionales cuando ilustra
Estados, especialmente a los más débiles, a revaluar su pa- que en horario nocturno, en el aeropuerto berlinés de Tegel,
pel en el escenario internacional, por lo que comenzaron a una voz comunica a los pasajeros que pueden abordar con
definir nuevas relaciones tanto con poderes multilaterales destino a Hamburgo. El tema relevante es que dicha voz per-
como con Estados fuertes, estableciendo arreglos y marcos tenece a una trabajadora que está sentada frente a su tablero
institucionales de acuerdo con la lógica del libre mercado, electrónico en California, Estados Unidos de América, y no
que enfatizaron los intereses económicos regionales y fueron en Berlín, Alemania.
diluyendo paulatinamente los nacionales. Beck aclara que esto ocurre porque después de las dieci-
El comercio exterior y la inversión extranjera directa, séis horas, la megafonía del aeropuerto berlinés es operada
elementos que han definido la globalización en su vertiente desde California, ya que ahí no hay que pagar horas extras a
netamente económica, se han dado fundamentalmente en los los trabajadores, y porque el costo de la remuneración salarial
tres bloques económicos regionales señalados. Este aspecto es para la misma actividad es considerablemente mucho más
indicativo de la inequidad del proceso, pues pareciera que la bajo que en Alemania. Esta situación resulta posible gracias
globalización económica se limita a Europa, Norteamérica y a las telecomunicaciones, lo cual da al traste con una premisa
el Sudeste Asiático, ya que, por sí solas, estas regiones concen- antaño inderogable del sistema organizativo del trabajo de las
tran el 85% de la inversión extranjera (Boyer y Drache, 1996). sociedades industrializadas: ya no existe la necesidad de que los
Por ello, John Zysman (1996) advierte que vivimos una trabajadores estén juntos en un lugar concreto para producir
globalización económica fragmentada, inacabada y desigual, determinados bienes o servicios (1998: 38-39).
pues la economía mundial está integrada por estas tres po- Es evidente entonces que la globalización, en su eje
derosas zonas geográficas en las cuales se produce cerca del económico, tiene efectos sin precedentes sobre el trabajo,
70% del producto bruto a nivel global. el comercio, la inversión y la diseminación de la tecnología.
Es necesario señalar que el desarrollo tecnológico ha Igualmente obvio es que el desarrollo tecnológico ha favo-
facilitado la integración de la economía y el crecimiento recido enormemente el proceso de globalización económica,
de corporaciones multinacionales (bancos y empresas) con lo cual lo hace significativamente diferente a la globalización
oficinas matrices centralizadas en un solo país, pero con la que, en su momento, experimentaron las primeras civiliza-
capacidad para comunicarse en tiempo real con sus sucursa- ciones, de la cual nos habla Aldo Ferrer en su Historia de la
les en el resto del mundo a efecto de realizar transacciones globalización (1996), así como de las olas globalizadoras de
monetarias e intercambio de información (Brooks y Guile, siglos más recientes.2
1987). Por su propia naturaleza económica, la historia reciente
Quizás el aspecto más relevante del avance tecnológico de la globalización ha concitado un sinnúmero de cuestio-
es que las innovaciones pueden ser desarrolladas y disemi- namientos, pues se le asocia casi irremediablemente a las
nadas más rápidamente, el capital humano puede ser usado posiciones neoliberales. Empero, un punto importante a
a conveniencia y las transacciones financieras cobran veloci- considerar es que el proceso de globalización va más allá del
dad. La tecnología posibilita así la movilidad de los factores neoliberalismo, por más que este último se presente como la
de la producción, a excepción de la tierra, para ofrecer más parte culminante de aquél. Ésa es simplemente una visión
productos y servicios al consumidor final. ideológica que Ulrich Beck ha caracterizado con el término
Michel Albert indica que el fenómeno de la globalización globalismo.
económica no se habría estructurado a gran escala sin medios Sin embargo, para analizar las repercusiones que ha traído
tecnológicos y jurídicos de por medio. En el ámbito tecnoló- para los Estados, los grupos sociales y los individuos menos
gico, la informática y las telecomunicaciones beneficiaron al favorecidos, la forma en que ha sido conducida reciente-
sistema financiero internacional. Con computadoras, nodos y mente la globalización resulta pertinente traer a colación la
satélites las transacciones financieras pudieron circular libre- evaluación que sobre el malestar social en la globalización ha
mente a través del mundo a velocidad on line. Albert advierte formulado Joseph Stiglitz, personaje importante si se toma en
que la introducción de las nuevas tecnologías de la informa- cuenta que vivió de cerca la toma de decisiones en un orga-
ción y la comunicación ha permitido disminuir en un 98% el nismo encargado de diseñar políticas apegadas a la doctrina
costo de dichas transacciones, lo cual hace más asequible que
nunca el negocio de las acciones que cotizan en las bolsas de
valores, así como la compra-venta de diversos instrumentos
financieros. De acuerdo con esta visión, la tecnología ha pro- 2 Para adentrarse al tema histórico de la globalización, además
porcionado el vector de la expansión financiera (1992: 169). del texto de Aldo Ferrer, véase Germán Pérez Fernández del
Castillo y Juan Carlos León y Ramírez, 2008.

g 296 Globalización
de libre mercado, cuando se desempeñó como vicepresidente políticas macroeconómicas favorables a las grandes empre-
del Banco Mundial. sas (por ejemplo políticas de reducción o eliminación de las
En su obra El malestar en la globalización, Stiglitz (2006) barreras arancelarias), pero con efectos sociales negativos
realiza un análisis crítico sobre el proceso de globalización para las realidades de los países en desarrollo a las que están
en su vertiente estrictamente económica, destacando las ra- enfocadas (siguiendo con el ejemplo, se desincentiva el mer-
zones por las cuales la doctrina neoliberal no ha conseguido cado interno con una medida como la eliminación gradual
los resultados esperados en los temas relativos a la reducción de los aranceles).
de la pobreza y el progreso económico, principalmente en los Esta situación ha dado origen a la conformación de gru-
países en vías de desarrollo. pos a nivel mundial contrarios a la forma en que ha sido
Stiglitz reprocha las políticas económicas derivadas del conducida la globalización, conocidos inicialmente como
llamado Consenso de Washington, acuerdo de la Comisión globalifóbicos, después como altermundistas y hoy como in-
Trilateral emanado hace casi cuatro décadas y promovido tras dignados. Lo que hay que subrayar es que la crítica se debe
el fin de la Guerra Fría por las grandes potencias económicas, centrar en las políticas de quienes conducen la globalización
las empresas transnacionales y los organismos financieros (los neoliberales), más que en la globalización en sí misma,
internacionales a efecto de poner en marcha principios eco- pues ésta representa un proceso que aunque integra al libre
nómicos apegados a las tesis del libre mercado: liberalización mercado, va mucho más allá de aquél.
de la economía, ajustes estructurales en la intervención eco- Existen muchas teorías que han intentado explicar el
nómica del Estado (desregulación), control de la inflación, proceso de globalización desde posiciones panegíricas, inter-
recortes al gasto social y primacía de la libre empresa. medias, críticas e hipercríticas. Este texto se concentrará en
Para el economista estadounidense, los actores que pro- los análisis que han realizado Ulrich Beck, Anthony Giddens
movieron el modelo neoliberal fallaron en la prevención de y Zygmunt Bauman, pues sus reflexiones, aunque contienen
desastres financieros como los experimentados en Etiopía, juicios sobre la globalización, resultan útiles para centrar el
Rusia y Argentina, por mencionar los casos más emblemá- problema de su conceptualización.
ticos de los años recientes. En contraste, destaca que si se Para abordar el tema, Ulrich Beck ha propuesto una suge-
revisan las experiencias de naciones que no siguieron esas rente distinción entre los términos globalidad, globalización y
recomendaciones al pie de la letra (China, Japón y Corea del globalismo. Para el sociólogo alemán, la diferencia entre estos
Sur), se encontrará que gozan de mayor estabilidad y pros- conceptos es trascendente para no incurrir en confusiones
peridad económica. que dificulten la comprensión de los fenómenos actuales y se
Aun así, el autor cree que no debe penalizarse a la glo- tienda a utilizar estos términos como sinónimos, cuando en
balización per se, pues también ha generado condiciones la práctica, si bien refieren procesos adyacentes, su significa-
excepcionales alrededor del mundo, como el comercio do es distinto. Según Beck, hay que definir estos conceptos
internacional que ha propiciado el incremento en las ex- en orden de prelación y sabiendo que, en ese orden, cada
portaciones, la reducción del aislamiento de muchos países uno lleva al otro.
en desarrollo al serles transferidos nuevos conocimientos y El primero de estos conceptos, la globalidad, constata
tecnologías, así como la disposición de ayuda financiera in- simplemente que desde hace bastante tiempo vivimos en
ternacional para la promoción del bienestar en esos países. una sociedad mundial. Acudiendo a la tesis de Immanuel
Por ello, para Stiglitz la globalización es la “integración Wallerstein, Beck señala que desde el siglo xvi el capitalis-
más estrecha de los países y los pueblos del mundo, producida mo ha requerido la formación de circuitos internacionales de
por la enorme reducción de los costes de transporte y comu- intercambio que le den soporte y razón de ser, dando lugar
nicación, así como por la porosidad de las barreras artificiales a lo que en teoría de sistemas se denomina sistema mundo:
a los flujos de bienes, servicios, capitales, conocimientos y (en un modo de organización económica que, a diferencia de los
menor grado) personas a través de las fronteras” (2006: 34). imperios, no implica una determinada estructura territorial
No obstante su visión optimista, Stiglitz considera que se y política, pero sí el intercambio de bienes y servicios para
deben ponderar también los desaciertos de la globalización, cerrar el ciclo económico.
materializados principalmente (pero no únicamente) en las En la interpretación de Beck, la globalidad significa que
pésimas condiciones de vida de los ciudadanos de muchos hace ya bastante tiempo que vivimos en una sociedad mun-
países del mundo. dial, de tal forma que el argumento de los espacios cerrados
De acuerdo con Stiglitz, el origen de estas fallas del mer- es ficticio, ya que no existe ningún país ni grupo que pueda
cado se encuentra al interior de las instituciones que controlan vivir al margen de los demás. Para Beck, las distintas redes
el proceso de globalización, como el Fondo Monetario In- económicas, culturales y políticas no han dejado nunca de
ternacional (fmi) o la Organización Mundial del Comercio entremezclarse y por eso el proceso de globalización no es
(omc), en virtud de que éstas responden casi exclusivamente necesariamente un fenómeno novedoso (1998: 28).
a los intereses económicos de sus socios y aliados. En contraparte, para Beck la globalización es el conjunto
Por ese motivo, los acuerdos emanados del Consenso de de procesos en virtud de los cuales “los Estados nacionales
Washington son totalmente parciales, pues han promovido soberanos se entremezclan e imbrican mediante actores

Globalización 297 g
transnacionales y sus respectivas probabilidades de poder, cia en la nueva era industrial-tecnológica, la transformación
orientaciones, identidades y entramados varios” (29). En ese (y destrucción) gradual del medio ambiente para crear un
sentido, Beck entiende la globalización como un fenómeno entorno artificial, así como la acumulación de capital en el
esencialmente político, sobre todo por la marcada hegemonía contexto de mercados transnacionales competitivos de tra-
de los intereses del capital transnacional y su expresión en el bajo y producción.
plano del diseño del nuevo orden político mundial (ésta es En su texto Consecuencias de la modernidad, apoyado en
una concepción muy parecida a lo que los franceses entien- la idea del espacio-tiempo, ensaya una definición de glo-
den por mundialización). balización, caracterizándola como “la intensificación de las
En ese tenor, la globalización tiene que ver con las es- relaciones sociales en todo el mundo por las que se enlazan
trategias de las corporaciones transnacionales, como la lugares lejanos, de tal manera que los acontecimientos lo-
internacionalización del capital en sus modalidades de pro- cales están configurados por acontecimientos que ocurren
ducción, circulación y consumo, así como con los distintos a muchos kilómetros de distancia o viceversa” (Giddens,
arreglos institucionales —internacionales y nacionales— que 1994: 67-68).
cobijan esas estrategias. Una década después, en su libro Un mundo desbocado, Gi-
La globalización articula procesos que alteran las prácticas ddens opta por una visión más radical al concebir el proceso
de los gobiernos nacionales. La manera en que éstos se mani- de globalización como un runaway world, un mundo finan-
fiestan es a través de la formación de bloques geoeconómicos ciero sin ataduras ni reglas que arrasa con todo a su paso: el
que impactan las prácticas políticas de los gobiernos locales accionar de los gobiernos locales, las palancas tradicionales de
y de un modo más evidente si éstos son débiles. la política económica (el empleo, los salarios, las pensiones)
Es por eso que Beck propone la tesis de que la globali- y el modus vivendi de los propios individuos.
zación cuestiona el presupuesto fundamental de lo que él De acuerdo con el sociólogo inglés, la globalización repre-
llama la primera modernidad, entendida como “la noción senta un momento crucial de transición histórica con carácter
de una sociedad que se constituye en el marco de un Estado ambivalente. Por un lado muestra sus ventajas —como el
nacional” (2001: 13), caracterizada por una política de Es- acceso a las telecomunicaciones, la tecnología y la ciencia—,
tado de bienestar con identidades colectivas, relativamente aunque acotadas a zonas concretas del planeta (Estados Unidos
homogéneas y definidas por la tradición del progreso a partir de América, Europa y una parte de Asia). Por otro lado, las
del pleno empleo y una ética del trabajo. medidas de libre mercado a ultranza, impulsadas por quienes
Beck afirma que este modelo, cuyo auge se dio en la pos- conducen la globalización y los diseños institucionales ad hoc,
guerra, ha sido puesto en tela de juicio por una radicalización perturban las vidas de millones de habitantes de todo el globo.
de la Modernidad. Por ello, plantea acuñar el término segunda Al ser un proceso de dos caras, Giddens cree que la opción
modernidad con el fin de comprender la globalización como es plantear la crítica en términos de los efectos sociopolíticos
un proceso histórico donde la individualización de la sociedad que la internacionalización de la economía trae consigo. De
(materializada en las nuevas legislaciones que se orientan más acuerdo con este autor en la economía electrónica global,
hacia las personas que hacia los grupos sociales) alcanza su gestores de fondos, bancos y empresas transfieren cantidades
máxima expresión, dando al traste con la visión asistencialista enormes de capital de un lado del mundo a otro en un abrir y
y desarrollista de la primera modernidad. cerrar de ojos. Al hacerlo pueden desestabilizar economías só-
Para terminar con la distinción entre los términos, Beck lidas, como sucedió en Asia en los años noventa del siglo xx.
llama globalismo a la construcción ideológica que predica el Giddens refiere que esto es posible ya que a diario más de
carácter inevitable e irrevocable de la forma en que ha sido mil millones de dólares sin patria circulan en los mercados
conducido el proceso de globalización. El globalismo repre- mundiales de capitales,3 lo que representa un aumento consi-
senta el dominio del mercado y su primacía en el derrotero derable respecto a lo que acontecía hace apenas unas décadas.
mundial. Por ello, el valor del dinero que podamos tener en nuestros
El globalismo es la concepción parcial y errónea del proce- bolsillos o nuestras cuentas bancarias cambia al instante se-
so de globalización, por lo que es preciso poner de manifiesto gún las fluctuaciones de los mercados (Giddens, 2005: 22).
la complejidad de la globalización y la simplicidad del dis- Aunque, por lo general, se ponderan los desatinos de la
curso ideológico del neoliberalismo. globalización, el autor considera que se deben ver los otros
Anthony Giddens también ha trazado en algunas de sus
obras los rasgos distintivos que configuran el proceso de glo-
balización. A principios de la década de los noventa del siglo 3 René Passet señala que a diario las transacciones puramente
pasado, Giddens concibió las grandes transformaciones eco- especulativas alcanzan la cantidad de 1. 3 billones de dólares,
nómicas y políticas derivadas del fin de la Guerra Fría como esto es, 1. 3 millones de millones de dólares. Para tener una idea
un proceso de modernización avanzado. de esa cantidad de dinero, tomemos como referencia que, en
De acuerdo con Giddens, el proceso de globalización se el mundo hispano, un billón equivale a un millón de millones.
configuró a partir de cuatro ejes: el control de la información Se expresaría numéricamente así: 1,000,000,000,000 (Passet,
y la supervisión social, el control de los medios de la violen- en Bauman, 2001: 90).

g 298 Globalización
efectos del proceso en un sentido integral, lo que, a su juicio, capital financiero en el orbe y la diseminación de los avances
es la parte rescatable de la globalización. tecnológicos y científicos. Sin embargo, para él, estos aná-
Entre esos rasgos positivos del orden global —motivados lisis son parciales, pues si bien ponen de manifiesto ciertos
principalmente por los flujos de información a gran escala y beneficios, no advierten sobre los efectos nocivos vincula-
sin restricciones— encontramos la promoción de la cultura dos principalmente a la exclusión y al desarrollo de ciertas
democrática y los derechos humanos, la igualdad jurídica del patologías sociales como la incertidumbre o el desempleo,
hombre y la mujer, la promoción de la ecología, la caída de derivadas de la merma de la actividad política en los proce-
regímenes autoritarios, así como la cooperación internacio- sos de toma de decisiones que se materializa en la pérdida
nal para el desarrollo. Por esos motivos, para el teórico de la de autoridad de los gobiernos, o lo que autores como Susan
tercera vía, aunque se ha transformado paulatinamente, se Strange llaman la retirada del Estado.
debe seguir confiando en la estructura estatal como el dique Bauman refiere que el Estado era justamente una instan-
que haga frente a los riesgos que puede generar el desbocado cia que reclamaba para sí “el derecho legítimo de formular
proceso de globalización. e imponer las reglas y normas a las que estaba sujeta la ad-
Zygmunt Bauman es otro autor central para caracterizar ministración de los asuntos en un territorio”. De ahí que
la globalización, pues es él quien la ha asemejado con un se esperaba que dichas reglas y normas transformaran “la
“mundo líquido”, un orbe donde los referentes con los que contingencia en determinación, la ambivalencia en Eindeu-
interpretamos la vida sociopolítica ya no llegan para quedar- tigkeit, el azar en regularidad, el caos en orden” (2001: 82).
se, sino que hacen de la constante mutación su mejor aliado. En esta apretada síntesis de las posiciones teórico-con-
La metáfora del mundo líquido es ilustrativa ya que, aten- ceptuales de los autores referidos, hay que destacar que en
diendo a las leyes de la física, lo sólido casi siempre perdura ellos existe una coincidencia en el sentido de reprobar la in-
en su forma, en contraparte a lo líquido, que continuamente terpretación económica unidimensional que el neoliberalismo
se adapta a otro tipo de formas. No habría mejor manera de le ha dado a la globalización, pues esta última implica temas
caracterizar la globalización que como la etapa del resque- que van más allá de los aspectos financiero y mercantil. Por
brajamiento de lo sólido y la fluidez de lo líquido. ello, como se señalaba con anterioridad, en sentido estricto,
Según Bauman, la sociedad moderna líquida es aquélla no habría por qué condenar la globalización en sí misma,
donde “las condiciones de actuación de sus miembros cam- pues, en todo caso, la crítica debe dirigirse a la ideología que
bian antes de que las formas de actuar se consoliden en unos se desprende de lo que Beck llama globalismo.
hábitos y en unas rutinas determinadas” (2006b: 9). Por ello, También conviene apuntar, para efectos de la utiliza-
el autor considera que en un contexto de vida líquida, como ción del concepto globalización, que éste hace referencia
el que trae aparejado el proceso de globalización, no se pue- a las interacciones entre los distintos actores mundiales
de mantener el derrotero social durante mucho tiempo, ni (primordialmente los Estados poderosos, las empresas trans-
se puede planear a largo plazo. nacionales y los organismos financieros globales), que son
Bauman afirma que debido a las cambiantes condiciones producto de los procesos de apertura comercial y avance
de vida que se han estado experimentando en los últimos tecnológico que alteran los ámbitos de la vida política y so-
años, habría que tomar en cuenta las consecuencias huma- ciocultural de las naciones, los grupos sociales y los individuos
nas que todo ello ha generado para millones de habitantes de todo el planeta desde hace más de un cuarto de siglo.
del planeta. En específico, le interesa advertir sobre lo que Al referirnos en específico a la conducción ideológica de
ha traído consigo la pérdida de centralidad del Estado y las la globalización por parte del neoliberalismo es pertinente
decisiones de actores económicos mundiales identificados utilizar el término globalismo acuñado por Beck, a efecto de
con el neoliberalismo. diferenciarlo de globalización.
Para Bauman, el quid del asunto es que el discurso ema- Asimismo, es menester advertir el carácter ambivalente
nado de los grandes centros financieros de poder equipara la de la globalización, ya que como señala Giddens, por un lado
globalización con el libre mercado y no da pauta a concebirla trae aparejadas circunstancias poco favorables para muchos
de otra forma, y señala que habría que desenmascarar la ideo- habitantes del planeta, al mismo tiempo que genera bene-
logía subyacente que orilla a abordar la globalización como la ficios insoslayables como la diseminación a gran escala de
expansión al por mayor de las leyes del mercado a todos los avances científicos, tecnológicos y en materia de expansión
Estados y como modo de vida de los individuos del planeta. de los derechos políticos.
Por eso, para el sociólogo de origen polaco la globalización También hay que indicar, con Bauman, que las conse-
es “la idea que expresa el carácter indeterminado, ingoberna- cuencias humanas de la globalización han sido igualmente
ble y autopropulsado de los asuntos mundiales” (2001: 80). progresivas y se han traducido principalmente en el trastor-
La globalización representaría entonces el nuevo desorden no de las condiciones de vida de millones de personas en el
mundial pero con otro nombre. mundo que se han visto orilladas a vivir en la incertidumbre,
Según Bauman, los primeros estudios en torno a la a experimentar en carne propia los efectos de la vida líquida.
globalización abordaron los procesos de eliminación de las Ya sea como segunda modernidad, mundo desbocado o
fronteras físicas entre los distintos Estados, el libre flujo de modernidad líquida, la globalización ha llegado para que-

Globalización 299 g
darse e interferir en la vida socioeconómica y sociopolítica laboral, la conformación de nuevas identidades y procesos de
de naciones, grupos sociales e individuos. No se puede negar creciente individuación.
que es un proceso de interés público con repercusiones en Las organizaciones dedicadas al crimen internacional
el ámbito privado. cuentan con mayor capacidad para disputar a los Estados el
monopolio de la violencia y desafiarlos con una economía pa-
Líneas de investigación y debate ralela que promueve el comercio de productos ilícitos (drogas
contemporáneo y armas), además de bienes y servicios sui géneris (mercancía
de contrabando, productos piratas, tráfico de personas y re-
Con el proceso de globalización, las humanidades y las des de prostitución).
ciencias sociales, y en particular la ciencia política, la adminis- Por último, la forma en que la globalización es presenta-
tración pública, las relaciones internacionales, la antropología da por el neoliberalismo hace que ésta se autoinstituya como
social y la sociología, están obligadas a rediseñar su marco un proceso determinista y como si fuera para siempre, dando
analítico, pues muchos de los referentes con los que está- como resultado que el Estado aparezca imposibilitado para
bamos acostumbrados a pensar la vida social han perdido hacer frente a los problemas de gobernabilidad que históri-
vigencia; han migrado hacia lo que Ulrich Beck denomina camente había atendido, tal como lo habían establecido las
categorías zombis, categorías que aún se siguen utilizando teorías tradicionales del Estado desde la de Nicolás Maquia-
sólo porque no contamos con otras que expliquen el devenir velo hasta la de Max Weber.
del mundo actual. Ante el nuevo panorama que las ciencias sociales tienen
En ese sentido, el proceso de globalización nos obliga a frente a los desafíos que plantea el proceso de globalización,
reflexionar en torno a los siguientes temas: es necesario repensar cómo se entienden hoy las tareas del
El quehacer estatal se ha vuelto dependiente de la globa- Estado, las acciones de gobierno, los referentes de la soberanía
lización económica, amén de que se encuentra bajo la presión y la legitimidad, las nuevas formas de interacción social, la
del capital transnacional y está incapacitado de facto para dar representación y los procesos que cimientan la gobernabili-
respuesta a demandas de bienestar social: salario, empleo, dad. En suma, resulta indispensable reflexionar sobre cómo
pensiones. Esta situación se traduce, por un lado, en pérdida la globalización y los cambios vertiginosos están desgastando
de soberanía y, por otro, en escasez de legitimidad. el léxico que utilizábamos hace apenas unos años para in-
El modelo económico neoliberal promueve que los or- terpretar la actividad política y comprender la vida pública.
ganismos financieros internacionales y los grandes capitales
operen para definir las políticas financieras en el orbe, lo cual Bibliografía
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Aires: Katz.
Sennett, Richard (2006), La cultura del nuevo capitalismo, Barce-
En este sentido, considerando además dos condiciones
lona: Anagrama. esenciales de cualquier gobierno como la legitimidad y la
Stiglitz, Joseph (2006), El malestar en la globalización, México: eficacia, se podría considerar como una aproximación de
Taurus. definición de la gobernabilidad a “la capacidad de respuesta
Strange, Susan (2003), La retirada del Estado. La difusión del poder que tiene el Estado a través de su estructura gubernamental,
en la economía mundial, Barcelona: Icaria, Oxfam Intermón. para equilibrar las demandas societales, bajo cierto grado
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mundo de hoy, Barcelona: Paidós. caces, con el objetivo de garantizar la estabilidad política,
Zolo, Danilo (2006), Globalización: Un mapa de los problemas, Ma- social y económica de la sociedad en su conjunto” (Arbós y
drid: Mensajero.
Giner, 2002: 5).

Gobernabilidad 301 g
La gobernabilidad nos refiere directamente a la noción teles y Platón llegaron a reflexionar acerca de qué gobierno
de gobierno, que en una acepción del término significa “ti- era mejor, si el de los hombres o el de las leyes.
món de la nave” (rae, 2006: “Gobernabilidad”), el cual en En las formas de gobierno es más significativo el poder y
sentido metafórico nos indica que mientras el gobierno es las relaciones entre los entes a los que la constitución asigna
el guía del barco (sistema político), los gobernantes serán los el ejercicio del poder, en cambio, en los tipos de Estado
timoneles y los gobernados la tripulación. Sin embargo, no tiene una mayor consideración “las relaciones de clase, las
es el gobierno per se lo que permite gobernar o ser el timón relaciones entre el sistema de poder y la sociedad subyacente,
de la sociedad, como tampoco lo es que la sociedad sea go- las ideologías y los fines de carácter histórico y sociológico”
bernable por sí misma, sino la construcción de los términos (Bobbio, 2010a: 145). Hay además, dentro de la teoría general
de referencia que se conforman entre ambas partes como del Estado, tres tipologías clásicas de las formas de gobierno,
demandas societales, las cuales se pueden expresar en la ca- a saber: las que define Aristóteles (monarquía, aristocracia
pacidad y manejo de recursos con que cuentan el gobierno y y democracia); Maquiavelo (monarquía y república) y
sus gobernantes y, por el otro extremo, las demandas, recursos Montesquieu (a la tricotomía de Aristóteles agrega el criterio
y apoyos que solicitan los gobernados. No obstante, con el de principios de obediencia ressorts); en general, la diferencia
tiempo, este proceso puede verse afectado en su desarrollo, lo entre estas tipologías se ubica en las posiciones que guardan
que provoca el fenómeno de ingobernabilidad, consecuencia los gobernantes respecto a los gobernados.
del incumplimiento del pacto entre Estado y sociedad, lo que Sin embargo, es hasta la mitad de la década de los se-
podría conducir a escenarios de inestabilidad política, social tenta del siglo xx, derivado de las crisis de las economías
y económica. Cabe aclarar que la disensión civil y la ingo- desarrolladas, el debilitamiento del Estado de bienestar, la
bernabilidad en un sentido estricto no son lo mismo, aunque irrupción de movimientos sociales en el escenario mun-
muy probablemente sea, en algunos casos, una la causa de dial, el aumento de las demandas ciudadanas y una mayor
la otra. Asimismo, la ingobernabilidad puede ser ocasionada participación social en la acción pública, cuando surge de
por factores internos y externos, debido a que el Estado de manera significativa el concepto de gobernabilidad en las
derecho se vulnera por causas internas, propias del sistema ciencias políticas y sociales, en la filosofía política y el dis-
político, lo que incita a cierto grado de ingobernabilidad, curso político.
mientras que los factores externos afectan más al status quo Para el caso de América Latina en particular, el debate ini-
del Estado. La gobernabilidad y la ingobernabilidad no se cia en la década de los ochenta, centrándose principalmente
deben analizar de manera estricta como dos polos opuestos, en tres causas fundamentales: el debilitamiento y reforma del
es decir, no hay que concebir estos dos términos de manera Estado interventor, la crisis económica y la consolidación de
absoluta, sino más bien hay que plantear la situación a ma- gobiernos democráticos en la región (democracia sobre auto-
nera de grado o niveles en ambos términos. ritarismo). Esta transición de gobiernos militares a gobiernos
En suma, la definición que se propone al inicio es una civiles provocó un cambio radical en el debate político y teó-
aproximación que expresa de una manera tensa pero positiva rico, toda vez que, al contar ya con gobiernos democráticos, el
el papel del gobierno y sus gobernantes con relación a los análisis se centró en el cómo gobernar democráticamente. La
gobernados, respecto al pacto que hay entre ellos. También problemática de la crisis de gobernabilidad, al trasladarse a esta
considera tanto la calidad y desempeño de los aparatos bu- discusión, se transforma de crisis a construcción de democracia.
rocráticos como la calidad y resultados de la formulación de Desde la década de los noventa se observa que los go-
las políticas para resolver los conflictos; en otras palabras, bernantes centran sus preocupaciones en las consecuencias
refleja el grado de legitimidad y eficacia con que se realiza sociales y económicas de los mecanismos que utilizan para
la acción de gobierno y el respaldo social con que se recibe lograr mantenerse en el poder y ganar legitimidad ante los
esta acción por parte de la sociedad (grado de aceptación gobernados, esto se da en un ambiente de mayor presión a la
popular del gobierno). De esta manera, la responsabilidad democracia y, en consecuencia, a la gobernabilidad.
por mantener la estabilidad del sistema político recae tanto Ahora bien, es hasta el año 1975 cuando el sociólo-
en el gobierno como en la sociedad en su conjunto. go francés Michel Crozier, el politólogo norteamericano
Samuel P. Huntington y el sociólogo japonés Joji Watanu-
Historia, teoría y crítica ki presentan los resultados de su investigación The Crisis of
Democracy. Report on the Governability of Democracies to the
La presencia del gobierno y la inquietud para realizar un buen Trilateral Commission, obra que se convirtió en un hito para
desempeño de la acción de gobernar ha sido una constante el estudio de este tema. En este informe, los autores tienen
en la vida civilizada de la humanidad. Existen desde el año como objetivo explicar el escenario de las democracias, hasta
165 a.C., en los edictos de Kao-Tsu y Hsiao-Wen, quienes cierto punto pesimista, en sus países. Proponen un diagnós-
crearon la burocracia profesional en la China imperial, an- tico de la situación política, social y económica, el cual tuvo
tecedentes de elementos de eficacia y eficiencia para el buen como resultado significativo que la crisis de gobernabilidad
gobernar. De modo similar, en la antigua Grecia, ya Aristó- democrática se manifiesta cuando existe un desequilibrio de
las relaciones entre gobierno y gobernados. De acuerdo con

g 302 Gobernabilidad
Manuel Alcántara, este informe determina cuatro tendencias La tercera se fundamenta en un enfoque neomarxista.
que ocasionan dichos desequilibrios (1995: 33): James O’Connor, Jürgen Habermas y Claus Offe son sus
principales representantes. O’Connor refiere que la crisis
1) “Deslegitimación de la autoridad y la pérdida de fiscal del Estado es el resultado de sus propias contradic-
confianza al liderazgo” del gobierno ocasionado por ciones en una etapa de capitalismo avanzado, las cuales se
las aspiración a mayor igualdad e individualidad de- ven afectadas por un sistema democrático. Por su parte,
mocrática de la sociedad; Habermas propone una situación de doble crisis: a) “cri-
2) “Sobrecarga del gobierno”, lo que origina una sis de entrada”, relacionada con la crisis de legitimidad, la
“expansión de la participación política” y de la cual se manifiesta cuando el sistema legitimatorio no puede
actividad gubernamental, además de que la lenta mantener el nivel necesario de lealtad de las masas al eje-
capacidad de respuesta de los gobernantes ante cutar los mecanismos de control que demanda el sistema
las demandas ciudadanas representa una amenaza económico, y b) “crisis de salida”, relacionada con la crisis
efectiva para la democracia; de racionalidad, la cual se manifiesta cuando el sistema ad-
3) Crisis por la “intensificación de la competencia po- ministrativo no puede conducir los “mecanismos de control”
lítica” y división de los partidos políticos; que demanda el sistema económico (34-35).
4) Políticas cada vez más nacionalistas ante la inter- Una cuarta hipótesis es la que aporta Bourricaud, quien
vención del sector externo. considera la gobernabilidad como un “conjunto de condiciones”
que garantizan el ejercicio del poder sin el riesgo de violen-
Por su parte, Gianfranco Pasquino nos dice que en la ac- tarse, lo que implica la existencia de un mínimo de cohesión
tualidad la noción de ingobernabilidad es más utilizada para y unidad social. Una de las condiciones a que se refiere es “la
referirnos a la crisis de gobernabilidad, la cual tiene dos en- existencia de un sistema normativo respetado por las autorida-
foques pesimistas: el primero, aquél que le adjudica la crisis des centrales con el uso ocasional de sanciones efectivas” (36).
al gobierno y a los gobernantes derivado de su incapacidad, y Considera, además, la posibilidad de que las crisis de gobernabi-
el segundo, que se refiere a que la ingobernabilidad es ocasio- lidad pueden ser producto directo de la formación y evolución
nada por la “demanda excesiva de los ciudadanos” (Pasquino, de grupos minoritarios que irrumpen el equilibrio del orden
1988: “Gobernabilidad”). Argumenta tres hipótesis acerca de político, social y económico, su expresión más extrema es el
las causas de la ingobernabilidad: 1) es consecuencia de una terrorismo (35-36).
“sobrecarga” de las demandas de los ciudadanos, toda vez que En este mismo sentido, Camou nos menciona que el
la respuesta inmediata del Estado es una mayor intervención pensamiento político de la gobernabilidad versa sobre tres
que origina un mayor endeudamiento, es decir, genera una componentes fundamentales: eficacia/eficiencia (tradición
crisis fiscal del Estado; 2) es un problema de naturaleza po- de la razón de Estado), legitimidad (tradición del buen go-
lítica relacionado con la autonomía, complejidad, cohesión bierno) y estabilidad, mismos que se pueden relacionar de
y legitimidad de las instituciones; 3) es el resultado de una manera individual o combinados. Estos componentes, a su
crisis de gestión administrativa del sistema y de una crisis vez, se basan en dos concepciones opuestas, por un lado se
por la falta de apoyo de los ciudadanos a sus gobernantes. encuentra la ética que define su interés en la construcción del
Manuel Alcántara ahonda más respecto de estas tres hipó- modelo del buen gobierno y, por otro lado, ubica a la política
tesis de Pasquino y retoma a François Bourricaud para plantear presentándola como un sistema de ejercicio del poder. Estos
una cuarta hipótesis. Define la primera como un planteamiento tres componentes son los siguientes:
neoconservador y negativo (ingobernabilidad), representado
por Daniel Bell y Samuel P. Huntington, donde el informe a) Gobernabilidad y eficacia (tradición de razón Es-
The Crisis of Democracy cobra su mayor connotación (Alcán- tado). Considera como elemento significativo la
tara, 1995: 33). relación “eficacia/eficiencia en el ejercicio del poder
Sobre la segunda plantea que es elaborada por econo- político”, es decir, de la acción del gobierno. La go-
mistas neoliberales, políticamente conservadores, quienes bernabilidad es considerada una propiedad de los
consideran que la teoría keynesiana presiona la democracia, sistemas políticos, en donde sus objetivos se pueden
lo que a su vez genera una “mezcla inestable”. Los políticos llegar a cumplir con menores costos. La relación
son considerados como “dilapidadores empedernidos” por- entre gobernabilidad y eficacia/eficiencia se aproxi-
que gastan más de lo que recaudan, y el Estado es visto como ma al concepto de razón de Estado de Maquiavelo.
una fuente inagotable de recursos capaz de atender todas las Pensadores como Thomas Hobbes, Niklas Luh-
demandas de los ciudadanos, lo que pone en riesgo a la gober- mann y Max Weber —y, en general, la escuela del
nabilidad. El fenómeno económico de la inflación se deriva pensamiento conocida como realismo político—
del déficit del gobierno, lo que se trata de ajustar con medi- coinciden en que el aspecto esencial de la política
das de carácter monetario u otras de carácter presupuestario pasa por el ejercicio eficaz/eficiente del poder, en-
(mayores impuestos, establecimiento de políticas de control tendiéndose esta acción como un manejo adecuado
de precios y salarios, entre otras) (33-34). del grado de gobierno. A su vez, la gobernabilidad

Gobernabilidad 303 g
(como gobierno eficaz) se puede relacionar con la las causas de la sociedad. Por su parte, la gobernabilidad
concepción de dominación de Weber cuando se no es estrictamente un fenómeno político, es más bien un
refiere a que entre mayor sea el cumplimiento de fenómeno transversal de los sistemas políticos, ya que para
las decisiones políticas, o el contar con un mínimo su legitimidad, eficacia y estabilidad convergen también
de apoyo social, mayor será el grado gobernabilidad factores sociales, económicos, tecnológicos e internacio-
(Camou, 2001a: 18-20). nales, estrechamente relacionados, dentro de un marco de
b) Gobernabilidad y legitimidad (tradición de buen sociedades globalizadas cada vez más complejas, que, de esta
gobierno). Camou asocia la gobernabilidad a “la forma, colocan en el centro del debate la evidente dificultad
tradición de la justicia y de la legitimidad”, la del de gobernar y de transformar los sistemas políticos actuales.
“respeto a los derechos humanos” y de la responsa- En los gobiernos democráticos, la solución de los conflictos se
bilidad del gobierno para proporcionar el bienestar fundamenta en los principios básicos de consenso y diálogo,
común (buen gobierno). Filósofos desde Platón y no de violencia. Por esta razón, en algunas situaciones espe-
Aristóteles, incluyendo a Maquiavelo, se han preo- cíficas, las guerras o movimientos armados son una solución
cupado por esclarecer la mejor forma de gobierno. democrática del conflicto cuando en un sistema político se
Para Jean Bodin, la república “es un recto gobier- amenaza la gobernabilidad. Ahora bien, si consideramos que
no de varias familias, y de lo que les es común, con un Estado débil ocasiona cierto grado de ingobernabilidad
poder soberano” (1997: 82). En el caso del filósofo por la falta de legitimidad y confianza de los ciudadanos
John Locke, menciona que el fin del gobierno es hacia su estructura gubernamental, entonces es necesario
obtener paz, seguridad y el bien común de la po- plantearnos varias interrogantes: ¿hacia qué modelo de Es-
blación, y que para lograr este fin, el Estado deberá tado tenemos que transitar?, ¿hacia dónde debemos dirigir la
gobernar bajo un marco legal y no con disposicio- estructura gubernamental para recuperar mayor legitimidad,
nes discrecionales, justificando, incluso, el uso de la eficacia y estabilidad?, ¿cómo insertar a este nuevo proyecto
fuerza para cumplir con los ordenamientos legales. una mayor representación de la sociedad en su conjunto?
Esta tradición considera necesaria la relación entre Para el caso de la gobernabilidad en América Latina, res-
legitimidad y ejercicio del poder (calidad de la ac- ponder a estas preguntas no es del todo favorable ni optimista,
ción gubernamental). Incorpora las amenazas a la toda vez que se advierte una preocupante paradoja, ya que a
gobernabilidad por motivos de exclusión y del re- partir de la década de los ochenta se observa un proceso de
zago social. Propone una gobernabilidad progresiva, ascenso de gobiernos democráticos al poder; sin embargo,
que supere a una limitada gobernabilidad sistemática estos logros democráticos en poco han contribuido a generar
capaz de incorporar a la acción de gobierno las de- mayor crecimiento económico y bienestar en la sociedad. En
mandas de la sociedad (Camou, 2001a: 20-21). esta región se sigue presentando una considerable crisis so-
c) Gobernabilidad y estabilidad. Este componente cen- cial y económica derivada de los altos niveles de desigualdad,
tra su atención en la estabilidad política, entendida pobreza y exclusión social, lo que representa una amenaza
como la probable capacidad del Estado para perdu- constante para la gobernabilidad democrática de la región.
rar en el tiempo, haciendo la aclaración de que no La falsa idea de a mayor democracia mayor bienestar con base
se debe de confundir con ninguna connotación de en elecciones legítimas, competitivas y transparentes, no
anquilosamiento del sistema político, que será más consideró que para la consolidación de la gobernabilidad
estable y gobernable en la medida en que posea una democrática hay que ir más allá de una elección, lo que signi-
mayor capacidad de asimilar los cambios políticos, fica transformar y fortalecer la estructura gubernamental del
sociales y económicos, tanto del contexto nacional Estado, la construcción de una ciudadanía participativa, rede-
como del escenario internacional (21-23). finir las políticas públicas y generar las condiciones para una
mayor cultura política. En este sentido, hay que reflexionar
Líneas de investigación y debate si los mecanismos democráticos actuales son los adecuados
contemporáneo para superar los rezagos sociales y económicos, o si es nece-
sario empezar a construir nuevos paradigmas democráticos
En la actualidad, el análisis de la gobernabilidad desde el entre el Estado y la sociedad en su conjunto, capaces de lograr
ángulo de un gobierno que representa a la sociedad en su mejores grados de gobernabilidad en los que la inclusión de
conjunto ya no es suficiente. Hay que redefinir los pactos los derechos políticos, civiles, sociales, económicos y cultu-
entre el Estado y la sociedad para evitar desequilibrios en rales de los ciudadanos sea también parte fundamental de la
el sistema político y preservar la estabilidad. Transitar hacia reforma del Estado.
escenarios más democráticos podría ser el mejor camino para
una mayor gobernabilidad. Democracia y gobernabilidad son Bibliografía
dos términos que tienen el mismo derrotero, de ahí que se
deben analizar en su conjunto. Un gobierno democrático es Aguilar Villanueva, Luis Fernando (2008), Gobernanza y gestión
aquél que cuenta con legitimidad social y representa todas pública, México: Fondo de Cultura Económica.

g 304 Gobernabilidad
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_____, comp. (2001b), Los desafíos de la gobernabilidad, México: Fa- que se trata de “algo nuevo” en términos de las relaciones
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Crozier, Michel, Samuel Huntington y Joji Watanuki, eds. Es importante señalar que en la actualidad la noción de
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se ha multiplicado exponencialmente en las últimas décadas.
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Mateucci y G. Pasquino (dirs.), Diccionario de política: Su- gobiernos nacionales y, más recientemente, se le menciona
plemento, Madrid: Siglo xxi. en algunos medios de comunicación masiva. Esta situación
_____ (2011), Nuevo curso de ciencia política, México: Fondo de Cul- ha generado un uso indiscriminado del concepto, al punto
tura Económica. de que hoy, sin una correcta delimitación, nos dice prácti-
Prieto Martin, Pedro (2003), “De la gobernabilidad a la gober- camente nada. Por ello, el excesivo “estiramiento” (Sartori
nanza local: marco conceptual y metodológico”, en Seminario 2000: 291) del que ha sido objeto parece ser una explicación
sobre eGovernance: información política en la red, Barcelona:
Universitat Oberta de Catalunya.
plausible para su reciente inclusión en el Diccionario de los
pnud: Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (2004), términos confusos, los clichés contemporáneos, el argot y la jeri-
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nario Esencial de la Lengua Española, Madrid: Espasa Calpe.
1 Este artículo retoma, en gran parte, el trabajo publicado en
Carlos Chávez Becker, 2010.

Gobernanza 305 g
De esta manera, con pretensiones clarificadoras, la noción así el orden Estado-céntrico. En las décadas de los sesenta y
de gobernanza ha sido acompañada de calificativos como setenta, múltiples proyectos, como el capitalismo del Estado
global, buena (good governance), democrática, electrónica, local, de bienestar, la sustitución de importaciones, la “economía de
municipal, empresarial, multinivel, participativa, entre muchos mercado planificada” y la “economía planificada” del socialismo
otros, que a menudo no han sido suficientemente útiles en real dieron cuenta de la predilección global por una hegemonía
aras de darle precisión. Incluso, por momentos, la disemina- estatal en la conducción del desarrollo nacional en buena parte
ción y proliferación de distintas variantes y vertientes de la de los países del orbe.
gobernanza ha hecho más compleja la ya de por sí difícil tarea Para Norbert Lechner, en concordancia con esta ten-
de delimitar sus alcances, profundidad y poder explicativo. dencia global, el Estado en las sociedades latinoamericanas
Sin embargo, desde una perspectiva más politológica2 generó mecanismos de coordinación preponderantemente
o propia de la gerencia pública, el concepto de gobernanza políticos, o más precisamente, mecanismos de coordinación
se refiere, de manera muy general, a una nueva forma de hegemonizados por el poder político. Para el autor, esta for-
coordinación social o política. Y, más en particular, alude a ma de coordinación se caracterizaba, de manera general, por
una forma específica de gobierno, gestión y conducción en ser: a) centralizada, ya que se asumía al Estado prácticamente
organizaciones, empresas, comunidades y Estados, basada como el único rector de los asuntos públicos; b) jerárquica,
en la cooperación, la reciprocidad, la corresponsabilidad y porque prevalecía una centralización de la toma de decisio-
la inclusión e involucramiento de todos o una parte de los nes, que recaía principalmente en el Estado; c) pública, que
actores estratégicos. nos remite al ejercicio de ciudadanía en el ámbito público,
Esta definición amplia es sólo el inicio de un debate y d) deliberada, es decir, con propósitos y criterios fijos, con
muy rico e importante sobre la forma en que las socieda- metas y objetivos de desarrollo definidos por el propio Esta-
des contemporáneas, y prácticamente cualquier esfuerzo do. En la versión jerárquico-estatal de las diversas formas de
de acción colectiva, se gobiernan, gestionan o dirigen. Sin coordinación social, este actor, por ende, tenía tres grandes
embargo, desde ahora conviene aclarar que la gobernanza responsabilidades o capacidades: a) la regulación, b) la repre-
no es sinónimo de gobierno, entendido como el aparato po- sentación, y c) la conducción (Lechner, 1997: 8).
lítico-administrativo que conduce a los Estados modernos, Hay diversas interpretaciones y explicaciones sobre los
puesto que, desde esta lógica, incluye actores comúnmente motivos que originaron la crisis en que cayó el modelo Esta-
asociados con otros sectores sociales provenientes del mer- do-céntrico de coordinación social desde finales de la década
cado o de la sociedad civil (sc en adelante). de los setenta, pero sobre todo, a partir de la década de los
ochenta (Martinelli, 2003; Held, 1997; Messner, 1999; Gue-
Historia, teoría y crítica rrero, 1999). Lechner resume en cuatro grupos las explicaciones
de la crisis, según el tipo de problemas que la ocasionaron: a)
El recorrido histórico del concepto data de poco más de medio problemas de implementación; b) problemas de motivación;
siglo. Sus cambios más relevantes coinciden o fueron producto c) problemas de conocimiento, y d) problemas de complejidad
de serias y profundas transformaciones en los mecanismos po- (1997: 9). Al respecto, resulta sumamente importante el influ-
líticos de conducción social durante la segunda mitad del siglo yente documento sobre la La crisis de la democracia, elaborado
xx en casi todo el mundo. Básicamente, en este breve recorrido por Crozier, Huntington y Watanuki (1975), donde sostenían
histórico-contextual del concepto, ubicamos tres periodos: el que en las democracias occidentales se vivía un creciente pro-
del dominio del mecanismo de coordinación jerárquico-esta- blema de sobrecarga de demandas al Estado. Tal situación,
tal, el de la hegemonía de la coordinación social mediante el desde su enfoque, llevaría paulatinamente a las “democracias
mercado y, el más reciente, en el que se prefigura un auge del consolidadas” a enfrentar problemas cada vez mayores de in-
control social mediante redes. gobernabilidad, interpretación que fue identificada por algunos
En un inicio, la idea de gobernanza (governance) estaba (Offe, 1992; Schmitter, 1992) como la “teoría neoconservadora
ligada estrechamente a la teoría de la dirección política y a la de la ingobernabilidad”.
actividad pública-estatal de diseño y modelado de estructuras Según Offe, esta interpretación generó una serie de “re-
y procesos socioeconómicos para la atención de los asuntos cetas” en que se recomendaba a los países miembros de la
de índole público (Martín, 2003). Trilateral diferentes medidas para enfrentar la crisis. Tales
En este periodo, de acuerdo con Mayntz (1998) y Messner
(1999), una vez que concluyó la Segunda Guerra Mundial, tableció por una lógica de necesidad, durante varias décadas,
el Estado se estableció claramente como el pivote de todos de manera global. Por ejemplo, en el caso del Reino Unido,
los proyectos político-económicos que aspiraban a dirigir durante el periodo de entreguerras, se desarrollaron interesan-
el desarrollo de sus países hacia objetivos precisos.3 Surgió tes mecanismos para la participación de la sc en los asuntos
públicos. Sin embargo, la contingencia política, expresada en
la explosión de la Segunda Guerra Mundial, llevó a desarrollar
2 Que es la que desarrollamos en el presente texto. “un Estado mucho más centralizado y poderoso”, necesario en
3 Conviene dejar por sentado en este apartado que el proyecto los tiempos de la guerra, que aún después de que ésta concluyó,
de coordinación social hegemonizado por el Estado no se es- permaneció por varias décadas (Rhodes, 2007: 1251).

g 306 Gobernanza
recomendaciones siguieron un objetivo central: la disminu- El viraje neoliberal de los años ochenta y noventa del
ción de la sobrecarga de demandas al Estado —mediante siglo xx intentó llenar el vacío que los modelos desarrollis-
privatización, desestatización, filtración, priorización, entre tas estatistas dejaron abierto. Pero tampoco el proyecto del
otras medidas—. A partir de aquellos momentos, esta inter- Estado mínimo se ha logrado mantener a la altura de las
pretación se difundió en todo el mundo y fue adoptada por complejidades actuales: desigualdad, pobreza y polariza-
una buena cantidad de gobiernos y, digamos, fue finalmente ción, por un lado; integración, bienestar y cosmopolitismo,
“oficializada” por el llamado Consenso de Washington en por otro. La división entre turistas y vagabundos conce-
1990 como una política económica global. Entre los puntos bida por Bauman (2001), demostró que el mercado por sí
más importantes de dicho consenso, figuran: disciplina pre- solo, en vez de mitigar, tiende “a acentuar las inequidades,
supuestaria, una reforma fiscal encaminada a buscar bases la exclusión y la desintegración social” (Messner, 1999: 78).
impositivas más amplias, liberalización financiera, especial- En este mismo sentido, las fallas estructurales del modelo de
mente de los tipos de interés, búsqueda y mantenimiento coordinación social mediante el mercado, según Salamon,
de tipos de cambio competitivos, liberalización comercial, han originado un “creciente cuestionamiento del consenso
apertura a la entrada de inversiones extranjeras directas, neoliberal, denominado a veces el Consenso de Washington,
privatizaciones y desregulación de diversos sectores de la que ha dirigido la política económica mundial durante las
economía. dos últimas décadas” (1999: 21).
La idea de los impulsores del Consenso de Washington, Por ello, en la actualidad, de uno u otro lado, instituciones
medidas conocidas desde la década de los noventa como po- intergubernamentales, analistas y practicantes de la política,
líticas neoliberales, era que a partir de la disminución de las académicos y tomadores de decisiones, debaten y se han ido
demandas al Estado y su traslado al mercado, los riesgos de posicionando con respecto al “nuevo” papel que el Estado y
ingobernabilidad disminuirían al generar mejores condicio- las instancias políticas tienen en el mundo de la globaliza-
nes de bienestar social debido a la “derrama” de recursos que ción.4 En efecto, debido a la atomización y radicalización de
acarrearía el buen funcionamiento de las economías. planteamientos entre “quienes defendían el proyecto de orden
Desde la perspectiva de Lechner (1997: 10), el viraje jerárquico estatal y quienes apostaban por las capacidades au-
neoliberal de los ochenta significó en los hechos la instau- torreguladoras del mercado, han fomentado que se olviden
ración de una segunda forma de coordinación social. Esta aspectos fundamentales relativos a las complementariedades,
transformación trajo consigo una mutación en el concepto interacción, ‘bloqueos recíprocos’ e interdependencias de ‘la
de gobernanza, ya que en este periodo, de manera casi gene- tres formas de coordinación social’” descritas por Lechner
ral para académicos e instituciones intergubernamentales, la (Chávez, 2009). Esta situación ha derivado continuamen-
noción apuntó hacia el mercado, al que se le atribuyó poder te en reformas superficiales e insuficientes del Estado para
coordinador (Martín, 2003). afrontar la problemática social contemporánea.
En el nuevo escenario, determinado por la coordinación En este punto, cabe aclarar que no se trata de un cambio
social mediante el mercado, se observa a la sociedad como mecánico, inevitable o teleológico, sino de una serie de
una totalidad auto-organizada y autorregulada, en la que las procesos definidos por transformaciones e inercias que se
leyes prevalecientes serán las leyes del propio mercado. Las determinan mutuamente. En efecto, “no se trata de una
características principales de la forma de coordinación social secuencia en que la nueva forma elimina a la anterior, sino
mediante el mercado son: a) la descentralización, que supo- más bien de una combinación de los tres mecanismos”
ne que no hay un centro de conexión y coordinación, sino (Lechner, 1997: 16).
múltiples centros que coordinan, en conjunto, la actividad Por ello, para resolver la relación conflictiva entre pasado,
estatal; b) que es privada, la ciudadanía es desplazada por la presente y futuro de las formas de coordinación social, recu-
relación entre privados; c) que es horizontal, al contrario de rrimos a los conceptos de archivo y diagnóstico acuñados por
las jerárquico-estatales formas de coordinación y, finalmen- Deleuze y Guattari (1993). Para los autores, el archivo es la
te, d) que es no intencionada, es decir, no tiene propósitos dimensión histórica, el presente que se escapa hacia atrás,
predefinidos (Lechner, 1997: 10). eso que somos, pero que poco a poco estamos dejando de ser.
La propuesta de coordinación social desde el mercado Mientras tanto, el diagnóstico es el bosquejo de aquello en lo
suponía un nuevo abordaje de los asuntos públicos, lógica
que en buena medida recogió el paradigma de la nueva ge- 4 Aquí entendemos la globalización como lo hace Ulrich Beck,
rencia pública (New Public Magnament, npm por sus siglas quien distingue entre las ideas de globalización y globalismo.
en inglés). Para Bevir, Rhodes y Weller (2003: 2), el npm no Entiende la primera como diversos “procesos en virtud de los
se integró por una teoría consistente, sino por diversas doc- cuales los Estados nacionales soberanos se entremezclan e
trinas y principios, con propuestas, por momentos, incluso imbrican mediante actores transnacionales y sus respectivas
contradictorias, principalmente con respecto al “nuevo” papel probabilidades de poder, orientaciones, identidades y entrama-
del Estado en la coordinación social y política de las socie- dos varios” (1988: 27-29). El segundo concepto hace referencia
dades modernas. tan sólo a la versión económico-comercial de la globalización,
por cierto, un proceso mucho más restringido que el de la glo-
balización.

Gobernanza 307 g
que paulatinamente nos estamos convirtiendo, de lo que no o menos estables de relaciones sociales entre actores inter-
tenemos una idea clara o precisa, pero cuyos “síntomas” más dependientes, que toman forma en torno a problemas y/o
evidentes “vienen hoy a tocar a nuestra puerta” (114). Desde programas políticos” (1998: 34). Para el autor, las redes tienen
esta lógica, el diagnóstico es una nueva forma de coordina- tres elementos constitutivos: el primero es que existen por
ción social, definida, en primera instancia, por la existencia de lazos de interdependencia entre los actores; el segundo es que
redes de cooperación “crecientemente horizontales, de análisis, se conforman por una pluralidad de actores que persiguen, en
diseño, implementación y evaluación de políticas públicas y, última instancia, sus propios objetivos; y por último, que están
más en general, de decisiones públicas para la superación de la conformadas por vínculos más o menos permanentes (34).
problemática social moderna” (Chávez, 2010). Por su parte, Sin embargo, para Rhodes (2007: 1246), si bien las redes
la idea del archivo representa las “viejas” y cuestionadas for- de gobernanza hacen referencia a formas de gobierno o coor-
mas de coordinación social hegemonizadas por el Estado y dinación social a través de redes, no se debe soslayar el rol
el mercado. Por ello, en concordancia con lo anterior, Lech- definitorio y predominante de los gobiernos en estos esfuer-
ner (1997: 12) afirma que en la actualidad, ante el fracaso o zos en la actualidad, debido a que los grupos externos a ellos
creciente cuestionamiento de los modelos de coordinación necesitan “el dinero y la autoridad legislativa” que sólo éstos
social jerárquico-estatal y mediante el mercado, se abre un pueden aportar. A cambio, los grupos exteriores al gobierno
nuevo horizonte político en que las redes constituyen el ele- aportan cuotas de legitimidad a las acciones, políticas y mo-
mento central de una forma distinta de coordinación social. dificaciones legislativas acordadas en las redes. Lo interesante
En este nuevo contexto, en los últimos años, la idea de de esta postura radica en que, si bien hay un reconocimiento
gobernanza ha ido trasladándose paulatinamente al análi- explícito de la existencia de nuevas formas de coordinación
sis de formas cooperativas crecientemente horizontales de social, se acepta el lugar privilegiado que hasta ahora conser-
coordinación social. Así se motivan cada vez más proyec- van los sistemas de autoridad (derivados de los mecanismos
tos de descentralización, negociación entre actores sociales del esquema de representación territorial de las democracias
y políticos e inclusión de las organizaciones de la sc en la modernas) y legítima coerción de los gobiernos nacionales.
toma de decisiones y diagnóstico de problemáticas diversas Una primera crítica plantea que la gobernanza es una
en el seno de la sociedad. En este sentido, incluso se habla categoría que emana del pluralismo político y que, como
de redes de acción pública, redes de gobernanza o, también, consecuencia, arrastra sus mismos problemas. El más impor-
redes de políticas (Luna, 2005). En este sentido, incluso se tante de ellos es el que plantea la difusión del poder. Desde
afirma que la gobernanza es gobernar con y a través de redes esta perspectiva, se afirma que el poder, a diferencia de lo que
(Rhodes, 2007: 1246). plantea la propia idea de la gobernanza, está estructurado en
La coordinación social mediante redes, de manera ge- unas cuantas y reducidas élites que limitan la inclusión de
neral, se entiende como una coordinación horizontal “entre los actores relevantes y estratégicos en las redes de políticas.
diferentes actores interesados en un mismo asunto con el fin Desde esta visión, se señala que aún en el contexto actual de
de negociar y acordar una solución” (Lechner, 1997: 14). Se creciente diferenciación y complejización social, las estruc-
trata de mecanismos en que los actores estratégicos, prove- turas de poder siguen estando cerradas a la participación de
nientes de diferentes ámbitos (el sector público, el mercado, la mayoría de los actores sociales y políticos.
el sector de lo social organizado, las universidades, entre En segundo lugar, se sostiene que el análisis de las redes
otros), se reúnen para analizar, discutir y tratar de resolver de políticas no explican el cambio social, ya que las redes, sin
problemas o asuntos de interés público o, en otras palabras, control democrático, pueden estar al servicio del mejor postor
de mecanismos para la incorporación de diversos actores en y representar y promover intereses particulares, tal y como
la conducción de la sociedades. nos advierte David Held (1991) en su análisis del modelo de
Rhodes argumenta que la idea de gobernanza, o la coor- la democracia directa. Esto rompe la idea de que una partici-
dinación social mediante redes, alude a novedosos procesos pación directa implica un juego más limpio que en el modelo
de gobierno con los cuales la sociedad es regida, y señala que representativo. Más aún, el propio Colin Crouch señala que
posee cuatro características fundamentales: a) interdepen- es necesario distinguir “entre el activismo que defiende una
dencia de las organizaciones e instituciones; b) interacciones agenda básicamente política, y que, en consecuencia, busca
continuas entre los miembros de las redes, provocados por la realización de una acción”, como podría ser la creación de
la necesidad de intercambiar recursos y negociar propósitos una nueva ley o la realización de una política concreta, res-
comunes; c) reglas y normas comunes negociadas y acordadas pecto del activismo que realiza tareas concretas pero ignora
por los participantes de la red, y d) una significativa autono- a la política (2004: 29). Desde el punto de vista de Crouch,
mía del Estado (2007: 1246). este tipo de participación a través de redes puede ser funcio-
La idea de redes, así, define tanto a las de “políticas” nal sistémicamente, pero no significar cambio social alguno.
como a las de “gobernanza”, revelando la enorme proximi- Queda cuestionado el probable (y deseable) impacto de la
dad conceptual de unas y otras en tanto que ambas aluden labor de las redes en la búsqueda del bien común, especial-
a procesos de coordinación social. De acuerdo con la inter- mente con la idea de una gobernanza de corte democrático.
pretación de Klijn: “Las redes de políticas son patrones más

g 308 Gobernanza
Una tercera crítica rechaza que el Estado está en declive 2005: 757) y se pone énfasis en la coordinación de
y refuta la idea de un juego de suma cero en términos de que diversos sectores y actores de las economías (Ho-
los espacios y ámbitos en que pierde influencia son ocupados llinsworth y Boyer, 1997).
por actores de la sc, proceso a través del cual estos últimos d) Desde la discusión de la gestión empresarial (corpo-
aumentan su poder. Incluso, se afirma que, por medio de la rate governance) (Denis, 2001; Williamson, 1984).
gobernanza, el Estado podría aumentar el control sobre nu- e) En las relaciones internacionales, en que se analiza
merosas organizaciones de la sc a las que “ganaría” acceso con especial interés el tema de la gobernanza global
mediante el trabajo coordinado. (Finkelstein, 1995; Martineli, 2003; Martín, 2003).
En este sentido, se afirma que las redes de políticas (o de f ) Desde instituciones intergubernamentales, como
gobernanza) se desempeñan y desarrollan con la permanente la onu o el Banco Mundial y el Fondo Monetario
tutoría del Estado, eliminando, en última instancia, la posi- Internacional, que plantean mecanismos para pro-
bilidad de una autonomía plena con respecto a éste, debido mover la llamada “buena gobernanza”, poniendo
a que, por ejemplo, es el poder público el que determina el acento en los procesos de reforma de los países en
contexto de la negociación y el espacio para la deliberación. desarrollo.
Debido a esto, se plantea que las decisiones con respecto a g) En “el terreno de la política urbana”, en que la go-
los asuntos públicos permanentemente estarán influenciadas bernanza local y el análisis de las redes de participa-
por el Estado, por lo que, incluso en ocasiones extremas, son ción ciudadana se siguen con mucho interés (Pierre,
simplemente un ardid legitimador y no espacios de genuina 1997; Stoker, 1999).
coordinación. h) En el campo de reforma de la Unión Europea, ám-
En cuarto lugar, están los cuestionamientos en términos bito en que se debate la forma de una gobernanza
de la legitimidad de las redes de políticas públicas. Al res- multinivel que permita el desarrollo de las políticas
pecto, se afirma que estos espacios, en los hechos, influyen comunes, incluso pensada (la gobernanza) como su
en la toma de decisiones sobre los asuntos públicos suplan- base de legitimidad (Schmitter, 2007).
tando, en muchas ocasiones, las estructuras de la democracia
representativa. Desde nuestra perspectiva, sin embargo, resulta particu-
Finalmente, en quinto lugar, se encuentra la crítica sobre larmente relevante y promisorio el desarrollo de la noción de
la continua falta de mecanismos que obliguen a los actores a gobernanza en relación con la democracia. La relación entre
respetar los acuerdos tomados en el interior de las redes de ambos conceptos, que ha emergido de la literatura especia-
gobernanza. Lo anterior resulta problemático en la medida en lizada con la idea de la gobernanza democrática, abre un
que alcanza acuerdos y, más en general, implica la inversión interesante campo de análisis y debate que pone énfasis en
de recursos que, al no generar acuerdos vinculantes, se pueden los mecanismos de funcionamiento de las redes, espacios o
perder ante el incumplimiento unilateral de los acuerdos por ámbitos de la gobernanza. Se pretende, desde este enfoque,
parte de uno o algunos de los actores involucrados. que dichos mecanismos sean democráticos. En este aspecto,
es preciso aclarar que nuestra idea de la democracia se am-
Líneas de investigación y debate plía más allá de versiones instrumentales (particularmente,
contemporáneo la versión liberal de la democracia), puesto que en las redes
o espacios de gobernanza, la deliberación y la negociación
Natera (2005: 757-758) y Rhodes (2007: 1246) coinciden son prácticas fundamentales. Ahora bien, nos parece que
en que existen numerosas líneas contemporáneas de inves- el entrecruzamiento entre la gobernanza y la democracia
tigación con respecto a la gobernanza. El primero de ellos no se dio de manera fortuita, ya que radicalizando nuestro
identificó, al menos, ocho diferentes. Se trata de campos argumento, nos atrevemos a afirmar que si un espacio de
académicos independientes en los que el concepto de go- gobernanza no es democrático, realmente no se trata, como
bernanza resulta un elemento clave: sostenemos más atrás, de un forma “novedosa” para la gestión
de asuntos entre actores colectivos. En efecto, nos parece que
a) Como ya mencionamos, es el ámbito de la gestión sin el calificativo democrático, difícilmente un espacio o una
pública “en su relación con el paradigma de la nueva red de gobernanza podrían alejarse de “viejos” mecanismos
gestión pública”, pero más particularmente con res- de cooptación social, como algunos tipos de corporativismo
pecto a sus formas colaborativas (Klijn, 1998). o ciertas versiones del autoritarismo.
b) El campo de análisis de las políticas públicas, en Por ello, suscribimos el planteamiento de Messner (1999)
que prevalece un análisis de las “redes de políticas” con respecto a que las formas genuinamente novedosas (o
(policy networks), enfoque del que también ya he- incluso modernas) de gestión de los asuntos entre actores
mos hablado (Rhodes, 2007; Luna, 2005). colectivos, suponen poner en práctica los valores del “credo”
c) Desde la perspectiva de la economía política, en democrático, léase: tolerancia, reciprocidad (corresponsa-
que “el intercambio público-privado ha pasado a bilidad, agregaríamos nosotros), participación ciudadana
concebirse en términos de gobernanza” (Natera, autónoma e inclusión. De esta forma, la gobernanza de-

Gobernanza 309 g
mocrática prioriza el análisis del “contenido sustancial de de problemas (en lugar del “individualismo egoísta”), y d) el
las reglas” internas de los espacios de gobernanza y se busca respeto a los intereses legítimos de otros actores (en vez del
que sean capaces de modular y modelar “la lógica del com- ejercicio unilateral del poder).
promiso y la negociación en el interior de las redes”, basadas Finalmente, nos parece que la versión democrática de la
siempre “en una orientación hacia la resolución colectiva de gobernanza resulta una línea contemporánea de investigación
problemas” (109). Desde una mirada republicana de corte sumamente importante en la medida en que se reconoce la
aristotélico, la gobernanza democrática implicaría el mayor necesidad de incluir a más actores en la toma de decisiones,
grado5 de la participación ciudadana al suponer que el reco- particularmente sobre los asuntos públicos. Hoy, la gober-
rrido participativo de la ciudadanía en los asuntos públicos nanza no sólo se trata de que más actores participen en la
(la cosa pública) se reflejaría en una relación de correspon- solución y atención de los problemas y rezagos de las socieda-
sabilidad entre gobernantes y gobernados. des contemporáneas. Se trata de mejorar la calidad de dicha
El análisis de Dingwerth (2004: 22) con respecto a los participación, buscando asegurar que los “nuevos” espacios
elementos que componen la gobernanza democrática nos pa- de coordinación de actores colectivos no sean sólo una for-
rece acertado y puntual. Según el autor, esta categoría se nutre ma de legitimación de intereses particulares, sino efectivos
de tres enfoques teóricos que resaltan diferentes aspectos de mecanismos al servicio del bien común o público. Se trata,
la teoría democrática: el constitucionalismo, el pluralismo y desde esta perspectiva, de mejorar la calidad de la democracia.
la deliberación. Concretamente, este análisis plantea la exis-
tencia de elementos mínimos que aseguran o acrecientan la Bibliografía
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mente los de aquéllos que serán afectados por la de- The Crisis of Democracy. Report on the Governability of De-
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sión contradictoria? ¿Sólo lerda? ¿Una salida prometedora de defendida por Edmund Burke en el “Discurso a los
electores de Bristol” (1984).

Gobierno democrático 311 g


• Igualdad. En la Grecia antigua era la igualdad de los un desarrollo que se llevó a cabo, sobre todo, a lo largo del siglo
ciudadanos lo que contaba, pero los esclavos, los ni- xix y que prácticamente culminó en el siglo xx. La primera
ños, las mujeres y los extranjeros estaban excluidos nación que dio el voto universal a los hombres fue Francia,
de esta categoría. Los liberales, desde la Revolución durante la Revolución. Pero su experiencia se considera fa-
francesa, han insistido en que la democracia se ma- llida porque tuvo retrocesos inmediatos con la restauración
terializa en la condición de igualdad ante la ley, tal y (Gueniffey, 2001: 29). En cambio, la experiencia inglesa fue
como lo afirma el artículo primero de La Declara- más consistente aunque le tomó varios siglos consolidarse
ción de los Derechos del Hombre y del Ciudadano. (Hermet, 1995: 29).
Los comunistas, por el contrario, consideran que La tercera dimensión de la ciudadanía está vinculada con
la verdadera democracia sólo puede darse una vez el nacimiento del Estado benefactor tras la Segunda Gue-
que se han igualado las condiciones económicas del rra Mundial, que consideró que las condiciones mínimas de
pueblo. Así lo escribió Karl Marx, en La cuestión educación, salud, bienestar económico y seguridad son esen-
judía (1955) y en La guerra civil en Francia (1955). ciales para el ejercicio de los atributos civiles y políticos de la
• Nomocracia. La democracia es el gobierno en el que ciudadanía (Marshall, 2000).
las leyes deben ser respetadas por todos. Éste es el Actualmente se discute si los derechos de las minorías
otro aspecto de la igualdad ante la ley: todos gozan deberían considerarse la cuarta dimensión de la ciudadanía.
de derechos pero también de obligaciones. Esta ca- Es decir, si los grupos vulnerables —minorías étnicas, muje-
racterística aparece tanto en la politeia —el gobierno res, discapacitados e incluso animales— deberían contar con
virtuoso de la mayoría según Aristóteles—, como en “derechos especiales” (Nussbaum, 2007; Kymlicka, 2000).
las democracias liberales. Montesquieu, en El espíritu
de las leyes, contrasta el gobierno republicano con la Historia, teoría y crítica
tiranía, entre otras cosas, porque la primera forma
de gobierno respeta las leyes y la segunda no. Ray- Los autores que han apostado por la democracia no siempre
mond Aron, en el Ensayo sobre las libertades (1990), han sido congruentes en la defensa de sus atributos. Alexis
sostiene lo mismo haciendo el contraste entre las de Tocqueville, en su libro La democracia en América, mani-
democracias occidentales y el totalitarismo sovié- fiesta la ambigüedad del término democracia durante el siglo
tico. xix. Así como encontró muchas virtudes en la “democracia
• Libertad. La ley está ahí, antes que nada, para de- americana”, también la consideraba la madre de la medio-
fender la libertad. Sin embargo, el significado de la cridad, en donde además, los individuos están expuestos a la
libertad es variado. Ya Benjamin Constant en 1818 “tiranía de la mayoría”. Igualmente, le agradaba el respeto a
distinguió la libertad de los modernos de la de los la libertad de la democracia, pero consideraba que un exceso
antiguos. La primera consistía en participar direc- de igualdad llevaría a la anarquía.
tamente en las decisiones del gobierno; la segunda, En El contrato social, a lo largo de su defensa de la “volun-
en la “seguridad en los goces privados”, es decir, los tad general”, Rousseau mostró tales ambigüedades que aún
modernos “llaman libertad a las garantías acordadas se discute si su teoría promueve la democracia o el totalita-
por las instituciones para estos goces” (Constant, en rismo (Dent, 2005).
Bobbio, 1989: 8). La misma incongruencia podemos encontrarla en autores
• La ciudadanía. El estatus de quienes viven bajo un que no han defendido la democracia y que, en ocasiones,
gobierno democrático es el de ciudadanos. Significa defendieron algunos de sus atributos. El lector atento de La
que no son súbditos sino individuos que influyen República puede notar estas vacilaciones en Platón. En los
en el gobierno, valoran la libertad, obedecen la ley y Discursos sobre la primera década de Tito Livio de Maquiavelo
tienen derechos. En la Grecia antigua, el ciudadano (1987), un autor generalmente conocido como defensor de
era quien participaba directamente en el gobierno la monarquía, encontramos algunos párrafos en favor de la
de la polis. En el mundo moderno, la ciudadanía ha república.
tenido un desarrollo en tres dimensiones: la civil, la Asimismo, respecto a la historia institucional de la de-
política y la socioeconómica. mocracia, cabe destacar que no todas las sociedades que
defienden el “gobierno del pueblo” son por completo con-
La primera incluye la libertad de expresión, de pensa- secuentes con sus ideales. Tampoco ocurre lo contrario. Por
miento y religión, el derecho a la justicia equitativa y algunos ejemplo, las monarquías medievales, nada liberales, coexistían
otros aspectos. Sus fuentes son la doctrina de los derechos y a veces incentivaban la formación de gobiernos populares
naturales y de los derechos del hombre de las revoluciones en el interior de las ciudades (Touchard, 1994: 142).
estadounidense y francesa.
La segunda es el derecho de los ciudadanos a participar en La democracia antes del término
el ejercicio del poder político, que avanzó en la medida en que Hace más de medio siglo, Karl Polanyi advirtió que fenó-
el derecho al voto se extendió a grupos cada vez mayores. Es menos como la economía existen aun antes de que haya un

g 312 Gobierno democrático


discurso específico sobre ellos. De la democracia se puede La reforma que amplió el voto y popularizó el acceso a
decir lo mismo. Sin duda, el término no fue usado por las los cargos, se llamó originalmente timocracia y la reforma que
comunidades primitivas, pero el etnólogo Pierre Clastres en- universalizó el acceso a los cultos, fue llamada democracia.
contró, después de varias décadas de vivir entre los yanomami En el siglo xiv d.C., Marsilio de Padua hizo una defensa
y los tupí-guaraníes, que en algunas tribus de América del del gobierno popular y una crítica a la tiranía, pero nueva-
Sur existía un gobierno popular. Jacques Attali fue más lejos mente con el fin de universalizar el acceso a la religión y
al considerar que el rasgo característico de las sociedades del no para construir una nueva forma de gobierno (Touchard,
paleolítico es justamente la ausencia de un poder centralizado, 1994: 164).
es decir, de un gobierno al margen del pueblo. Las caracte- Lo mismo puede decirse de Lutero, quien con su doctrina
rísticas esenciales de estas comunidades son: igualitarismo, del sacerdocio universal, contribuyó a la crítica a la iglesia y
decisiones tomadas por todo el grupo, defensa de la libertad, democratizó el acceso a la salvación. De cualquier manera,
oposición al surgimiento de poderes opresores y respeto de la el gobierno sobre las almas —en este caso la democratiza-
ley común (las tradiciones). No es exagerado entonces clasi- ción de la salvación— no necesariamente conduce a formas
ficar a estas sociedades entre las democráticas. democráticas de gobierno terrenal. Erich Kahler habló sobre
En el año 594 a.C., con la finalidad de concluir un con- esta contradicción, que es posible porque el luteranismo se-
flicto que llevaba dieciséis años entre el partido de “los pobres para radicalmente las cuestiones del alma de las cuestiones
de la montaña” y los “ricos del litoral”, Solón diseñó una prosaicas (1998: 324).
nueva constitución para Atenas. La primera novedad fue En Los nueve libros de la historia, escritos a mediados del
que las leyes se hicieron públicas y claras; dejaron de ser un siglo v a.C., Herodoto (2000) apenas menciona el término
misterio religioso. También encontramos reformas que libe- democracia en tres ocasiones. Incluso, hoy se discute si el vo-
raron a la clientela de su servidumbre, y la reforma agraria, cablo es atribuible al padre de la historia o si se trata de una
que generalizó la propiedad de la tierra. Vemos que la nueva mala traducción. En cambio, usa en numerosas ocasiones la
ley otorgó a todos los atenienses el acceso a la asamblea del expresión gobierno popular.
pueblo y el senado quedó abierto a las clases inferiores. A En la tragedia Suplicantes, del 423 a.C., Eurípides escribió:
esta nueva forma de gobierno se le llamó timocracia (Már-
quez, 2008: 35-39). Mensajero tebano. —¿Quién es el rey? [...].
Destacan los siguientes rasgos de la reforma de Solón: Teseo. —Yerras desde el principio, oh extranjero: bus-
fortaleza de la ley, elección popular de representantes, amplia- cas un rey aquí. Esta ciudad no es gobernada por un
ción de la base electoral y avance del igualitarismo. Podríamos solo hombre. Es una ciudad libre [...] uno en pos de
hablar ya en este caso del “gobierno de los muchos”, al menos otro, se van turnando los magistrados cada año. Aquí
formalmente, pues en realidad la mayoría de los cargos de no hay privilegios para el rico [...].
elección los ganaban quienes más recursos tenían, ya que la Mensajero tebano. —[...] Dime, ¿cómo es posible que
igualdad ante la ley no contribuyó a la igualdad económica. un pueblo que ni siquiera puede regular lo que piensa,
En muchas otras polis surgieron revoluciones similares a la podrá con rectitud regir una ciudad certeramente? [...].
de Atenas y también reformas constitucionales análogas. Lo Teseo. —[...] ¿Qué hay para un pueblo peor que un
mismo sucedió entre los latinos, sabinos y etruscos. tirano? ¡Se acabaron las leyes, que escritas sólo que-
dan! ¡Un hombre solo manda! La ley, es letra muerta.
La polivalencia del término Iguales no son ya los hombres. Pero si hay leyes fijas, si
En Grecia y Roma antiguas las palabras demos y populus fue- gobierna el derecho, tiene el mismo derecho el pobre,
ron usadas de muchas maneras. El helenista Moses I. Finley1 como lo tiene el rico [...] (1982: 213).
ha documentado la ambigüedad de dichos vocablos.
En el año 507 a.C., en la reforma de Clístenes, encon- ¿La democracia es un mal o un bien? Con Eurípides es-
tramos ya la palabra democracia. La reforma del estadista tamos, de nueva cuenta, ante la descripción del gobierno del
implicaba una reorganización de Atenas: en lugar de la di- pueblo sin que se mencione la palabra democracia. Por el con-
visión en cuatro tribus, que conservaban algunos rasgos de la trario, Platón y Aristóteles comenzaron a utilizar con mayor
religión nobiliaria de los griegos, se creó una nueva división frecuencia dicho término. Ambos se refirieron a él como un
en diez demos. Aquí no sólo quedaba eliminado el estatus vocablo de la esfera política, no religiosa. Sin embargo, para
adquirido de nacimiento, sino que también se agregaba la ellos, generalmente la democracia era una forma viciosa de
igualdad en los cultos religiosos a la igualdad ante la ley y gobierno. Platón escribió que el gobierno de los muchos era,
la igualdad política —de votar, ser votado y ejercer cargos— en realidad, imposible, un simple discurso. En la introducción
(Márquez, 2008: 34). de Fernández Galiano a La República leemos:

Lo que caracteriza al régimen político, como al régi-


men del individuo, es la preponderancia de una parte
determinada con su tendencia propia. La democracia
1 Véase Finley, 1990.

Gobierno democrático 313 g


no es, ni puede ser por tanto, el régimen en que el po- bien para quienes lo aprobaban —democracia— y un mal,
der es ejercido por el pueblo ni por su mayoría, sino el para quienes lo desaprobaban —anarquía— (2011: 455).
predominio alterno, irregular y caprichoso de las dis-
tintas clases y tendencias (Fernández-Galiano, 1949). La democracia liberal
Además de los ideales de la definición inicial, la democra-
Por otra parte, Platón opinaba que el demo es un menor cia liberal suma los de la tolerancia, las elecciones limpias y
de edad, caprichoso y fácil de engañar, presa de las argucias de competitivas por el voto popular y la defensa de la propiedad,
los demagogos. En todo caso, en Leyes, en boca del Ateniense, empezando por la de la propia vida.
Platón acepta ciertas bondades de la democracia, siempre que John Locke, quien apostó por el gobierno civil y la tole-
esté templada por algunos rasgos aristocráticos. rancia de las minorías, consideraba peligroso ir demasiado
En la Política, Aristóteles (2000) utiliza el término de- lejos en cuanto a la igualdad. De hecho, defendía la des-
mocracia para hablar de un gobierno corrupto. Su contrario igualdad de la propiedad (Goldwin, 2004). Para decirlo en
es república o politeia, que significa ‘gobierno de los muchos los términos de Marshall (2000), la democracia liberal valora
enfocado al bien común’. más la primera dimensión de la ciudadanía (la civil) que la
Sin embargo, podemos hacer el contraste entre el punto tercera (la socioeconómica). La representación, de acuerdo
de vista de los políticos y el de los filósofos si consideramos con El federalista, se hace indispensable cuando la gente es
que, para Pericles, la democracia era no sólo un bien precia- mucha y está muy dispersa para reunirse en una asamblea y
do, sino un motivo de orgullo por el cual valía la pena dar participar en la democracia directa (Hamilton et al., 2001). La
la vida. En la Oración fúnebre existe un pasaje que ha sido democracia pura, que los autores de El federalista le atribuyen
traducido de dos maneras: “Tenemos un régimen político” a las polis griegas, puede ser apropiada para los gobiernos de
cuyo “nombre, debido a que el gobierno no depende de unos pequeños pueblos, pero para los gobiernos nacionales o fe-
pocos sino de la mayoría, es democracia”. La otra traducción derales, las instituciones republicanas de Roma son mejores.
es: “Tenemos un régimen político” cuyo “nombre, debido a Los federalistas —Alexander Hamilton, John Jay y James
que no gobierna en interés de unos pocos sino en el de la Madison— tenían otro motivo para abogar por el gobierno
mayoría, es democracia”.2 La segunda traducción nos acerca representativo: la enfermedad mortal de los gobiernos po-
más a la versión aristotélica de politeia. De cualquier manera, pulares es la violencia de la facción que decide medidas, no
es natural que Pericles, quien no nació en una tribu (fratría) de acuerdo a la reglas de la justicia y derechos del partido
sino en un demo, defendiera la democracia; era un hijo de la minoritario, sino por la fuerza superior de una mayoría au-
reforma de Clístenes.3 toritaria e interesada. Ellos creían que el espíritu de facción
Esto nos lleva a la cuestión de cómo evaluar la democracia. se encontraba enraizado en la naturaleza del hombre y de la
Aristóteles consideraba la distinción en función de a quién sociedad y que los principios de la representación ofrecían,
beneficia el régimen. Cuando beneficia a todos, se trata de un según James Madison, una cura.
gobierno virtuoso: es el caso de la politeia. Y cuando sólo be- El federalista afirma que la representación, al delegar el
neficia al grupo que está en el gobierno —uno, unos cuantos gobierno a un pequeño número de ciudadanos elegidos por
o la mayoría—, es vicioso, como en el caso de la democracia. el resto, “refina y extiende las opiniones públicas al pasarlas
A lo largo de la historia, la democracia o el gobierno de a través del medio de un cuerpo selecto de ciudadanos, cuya
la mayoría, ha sido una forma de gobierno alabada y criti- sabiduría es capaz de discernir los verdaderos intereses de la
cada. En El Príncipe de Maquiavelo, vemos que se trata del nación” (Hamilton et al., 2001: 22). Así, la democracia com-
gobierno más inestable de todos. Para Rousseau es el mejor, bina el gobierno popular con el principio aristocrático del
pero es sólo un ideal. Quien habló con mayor claridad sobre gobierno de los mejores.
el problema de la maldad o bondad de la democracia fue Asimismo, los federalistas asumían que los mejores
Thomas Hobbes. Según él, el gobierno de los muchos era un hombres eran los de buena cuna, propietarios, capaces de
resguardar los intereses de la gente y mantener a salvo a la
república de la demos, la “gran bestia”, según Hamilton.
2 Véase nota 4, en Tucídides, 1983: 4. Sin embargo, el del gobierno representativo no es un
tema exclusivo de la democracia. En la Edad Media, el rey
3 Una vez impuesta la Constitución de Clístenes en Atenas, los
derechos de nacimiento desaparecieron. El sentimiento reli-
era el representante de la nación y en el parlamento inglés,
gioso permaneció, pese a que el pueblo había luchado contra los nobles representaban a su estamento y nada más. Pero
la antigua religión para destronar a los aristócratas. Las leyes se en la medida en que se amplió el sufragio, la representación
promulgaban y su proceso de elaboración dejó de ser misterio- comenzó a relacionarse con una forma de gobierno indirecto
so; ya no tenían como fundamento la religión sino la decisión del pueblo. Esto ocurrió en Inglaterra a partir del siglo xviii
del pueblo; dejaron de ser sagradas y podían ser suspendidas y en Francia, desde la Revolución. A lo largo del siglo xix,
o modificadas. La plebe contaba demasiado. La polis se con- la base electoral se fue ampliando y en el siglo xx, se univer-
virtió en una sociedad de iguales ante las leyes. El pueblo se salizó en casi todos los países.
jerarquizó y no tardó en decir quiénes eran ‘iguales’ (Márquez,
2008: 34-35).

g 314 Gobierno democrático


En el siglo xix, al lado de la defensa de los derechos civi- la igualdad política (los derechos políticos son atribuidos a
les, los demócratas —Alexis de Tocqueville, John Stuart Mill, todos) y los derechos de libertad que preexisten a las mismas
Benjamin Constant— comenzaron a defender la democracia reglas del juego (la libertad personal y las libertades civiles,
electoral. John Stuart Mill dijo al respecto: “Por lo que he po- es decir, la libertad de prensa y opinión, la de reunión y aso-
dido observar, mi propuesta no ha encontrado ninguna reacción ciación).
favorable: todos los que propugnan alguna clase de desigualdad
en el voto electo­ral quieren favorecer a los que tienen más pro- Líneas de investigación y debate
piedad, y no mayor inteligencia o conocimiento” (2008: 266). contemporáneo

La ciencia política En la actualidad se discute si la democracia procedimental o


Los clásicos de la ciencia política, desde la escuela france- democracia como equilibrio, descrita por los politólogos del
sa de Elie Hálevy hasta la norteamericana de Robert Dahl, siglo xx, es adecuada para afrontar los mayores problemas
pasando por Weber y Pareto, describieron la democracia de la humanidad.
liberal desde la teoría de las élites. La fórmula más famosa Los marxistas ya han dado su veredicto: este tipo de de-
al respecto es la ofrecida por Schumpeter, quien definió la mocracia no contribuye a la igualdad, sino a perpetuar los
democracia como aquella forma de gobierno en la que las privilegios de las corporaciones. Por tanto, invitan a dar un
oligarquías competitivas o élites compiten por la conquista siguiente paso: por un lado, la instauración de la democracia
del poder mediante una lucha que tiene por objeto el voto directa, que actuaría a nivel local y defendería a las pequeñas
popular. La contienda por la lucha por el poder se resuelve colectividades de la intrusión de los poderes centralizados,
en favor de quien haya logrado, en una libre competencia, el nacionales o globales. Es la opción defendida por Crawford
mayor número de votos (1983: 333-348). Brough Macpherson (1968) y George Novack (2004), en-
De acuerdo con esta teoría, la democracia se refiere al tre otros.
procedimiento mediante el cual se toman las decisiones y Los autores de la derecha, de acuerdo con la interesante
no a cuál deba ser el contenido de éstas. Así, un gobierno tesis sobre el pensamiento reaccionario de Albert Hirschman
democrático puede adoptar políticas sociales o económicas (1994), llevaron a cabo diversos embates contra la demo-
distintas, si una u otra logra el consenso de la mayoría. cracia. A principios del siglo xix, autores como Joseph de
El procedimiento democrático, de acuerdo con Norberto Maistre (1946) y Edmund Burke (1984), criticaron que se
Bobbio, obedece a las siguientes reglas (2007: 450): intentara imponer la primera dimensión de la ciudadanía.
Después, Gaetano Mosca (2004) y Vilfredo Pareto (1984)
1) El máximo órgano político, a quien esté asignada ridiculizaron, y a veces consideraron peligrosa, la extensión
la función legislativa, debe estar compuesto por de los derechos políticos a los pobres. Desde la segunda mi-
miembros elegidos directa o indirectamente [...]. tad del siglo xx, los miembros de la Comisión Trilateral nos
2) Junto al supremo órgano legislativo deben existir advirtieron sobre lo contraproducente del Estado benefac-
otras instituciones con dirigentes elegidos como los tor. Según ellos, éste ha contribuido a hacer la pobreza más
entes de la administración local o el jefe del Estado insoportable en lugar de terminar con ella y, así, a envenenar
[...]. el clima político de las naciones.
3) Los electores deben ser todos ciudadanos que ha- Sin embargo, no está claro que la derecha ofrezca una
yan alcanzado la mayoría de edad sin distinción de opción a la democracia procedimental. En opinión de algu-
raza, de religión, de ingreso, y [...] de sexo. nos críticos, debido a que la democracia —tal y como opera
4) Todos los electores deben tener igual voto. en la actualidad— depende de enormes sumas de dinero y
5) Todos los electores deben ser libres de votar según debido al hecho de que quienes poseen enormes fortunas
su propia opinión, formada lo más libremente po- generalmente apoyan a la derecha, ésta ha logrado manipular
sible [...]. la democracia en su favor. En este sentido, pueden encon-
6) Tanto para las elecciones de los representantes trarse estudios, como el de Colin Challen (1998), acerca del
como para las decisiones del supremo órgano po- financiamiento del partido tory en Inglaterra; y el de Greg
lítico, vale el principio de mayoría numérica, aun Palast (2003), sobre el financiamiento de la primera campaña
cuando pueden ser establecidas diversas formas [...]. electoral de George W. Bush.
7) Ninguna decisión tomada por la mayoría debe limi- Sin embargo, la tesis contraria también ha sido sostenida.
tar los derechos de la minoría [...]. Para autores como Flavia Freidenberg (2007) o Amy Chua
8) El órgano de gobierno debe gozar de la confianza (2003), en los países pobres existe la posibilidad de que los
del parlamento, o bien, del jefe del poder ejecutivo partidos de izquierda lleguen al poder por medios democrá-
elegido por el pueblo. ticos y una vez ahí, contraríen algunas reglas básicas de la
democracia. Por ejemplo, violen las garantías de la primera
Según Bobbio, además de las reglas procedimentales, hay ciudadanía, o bien, no promuevan el principio de la tolerancia.
dos valores fundamentales presupuestos por la democracia:

Gobierno democrático 315 g


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g 316 Gobierno democrático


Hh
capital y trabajo, se encontraba en condiciones de hegemo-
HEGEMONÍA DEL nizar el movimiento revolucionario.

ESTADO Si hasta Lenin el concepto de hegemonía se había pen-


sado como dirección política, como capacidad de la clase
obrera de tejer a su alrededor una serie de alianzas con
Massimo Modonesi otros grupos o sectores subalternos, Gramsci retomará este
Jesús Suaste principio para llevarlo a nuevos horizontes con el fin de com-
prender los procesos de dominación de clase en sociedades
Definición donde la burguesía moldeó a su imagen y semejanza no sólo
las relaciones de producción —que determinan su capacidad
El concepto de hegemonía tiene un momento de consolida- de explotar—, sino todo el andamiaje político-cultural que
ción teórica en la obra del dirigente e intelectual marxista sostiene la dominación en un sentido amplio, diríamos so-
italiano Antonio Gramsci. En ella aparece como una forma cietal. En el tratamiento del concepto encontraremos además
de nombrar el conjunto de relaciones de dominación que, a el desarrollo de una de las mayores aportaciones atribuidas
escala societal, se finca más que en el uso de la fuerza o la a Gramsci: la empresa de estudiar el ámbito de lo político y
coerción, en la capacidad de los grupos o clases dominantes lo cultural desde el punto de vista del materialismo histórico
de construir consenso y fomentar la pasividad de las clases o como dimensiones atravesadas por la lucha de clase, como es-
grupos dominados o subalternos. pacios vinculados a las relaciones de producción, pero dotados
de autonomía relativa y con dinámicas y formas específicas.
Historia, teoría y crítica Esta cuestión no era ajena a Marx o a los autores marxistas
anteriores, pero es en Gramsci que adquiere un tratamiento
Un uso socio-político relativamente sistemático del térmi- sistemático, al punto de que es considerado por mucho el
no remonta a los debates que se gestaron alrededor de la fundador de la teoría política marxista.
Revolución rusa, en una situación en la que una minoría Por las condiciones carcelarias en las que Gramsci creó
obrera organizada como vanguardia había tomado el poder la mayor parte de su producción teórica —esto es, por tra-
del aparato estatal dentro de una sociedad escasamente in- tarse de notas de trabajo más que de textos destinados a su
dustrializada. Esto enfrentaba a los comunistas rusos con el publicación—, el concepto de hegemonía fue adquiriendo
problema de cómo transitar a una sociedad comunista sin alcance y densidad a lo largo de los distintos Cuadernos. Se
haber pasado por una fase de desarrollo capitalista. comprenderá mejor su significado si atendemos a las cir-
Según la concepción “etapista” de la historia que sostenía cunstancias en que el concepto se asienta y las inquietudes
buena parte del marxismo de la época, esta fase prepararía a las que responde.
las condiciones para la sociedad comunista en la medida que Gramsci escribió sus notas en el contexto de la derrota
ahondaría sus contradicciones, se formaría una clase obrera que durante la década de los años veinte sufrieron los movi-
mayoritaria y otras clases sociales (principalmente la pequeña mientos obreros de los países europeos, incluida Italia, donde
burguesía y el campesinado, aristocracia feudal, comercian- el propio Gramsci, como dirigente revolucionario, había en-
tes) tendencialmente se irían integrando a la oposición entre cabezado un intento insurreccional en la ciudad obrera de
burguesía y proletariado, haciendo de este último el sujeto Turín en los años 1919 y 1920. Esta derrota generalizada en
preparado para impulsar el salto hacia la socialización de los Europa occidental, confrontada con el triunfo bolchevique
medios de producción. en Rusia, ponía en serios cuestionamientos la tesis según la
En Rusia, sin embargo, con una sociedad mayoritaria- cual las revoluciones obreras acontecerían en los países con
mente agraria, el proletariado estaba obligado a construir una un capitalismo más desarrollado y obligaba a preguntarse
alianza que aglutinara a las clases opuestas a la burguesía y la por las estructuras de contención del conflicto que habían
aristocracia feudal. De cara a esta situación, los revoluciona- imposibilitado el triunfo de los trabajadores. Gramsci, pues,
rios rusos —y en particular Plejanov y Lenin— utilizaron el haría de este revés un objeto de profunda reflexión en aras de
término de hegemonía refiriéndose a la dirección política que poner en evidencia los mecanismos por medio de los cuales la
el proletariado reclamaba para sí en el interior de la alianza de clase en el poder asegura el consenso de las clases dominadas.
clases. Ser clase hegemónica significaba tener el papel histó- En este preciso contexto histórico, el análisis que Gramsci
rico y la fuerza suficiente para conducir a la totalidad de las realiza tanto de las condiciones de la victoria bolchevique
clases oprimidas, asumiendo la responsabilidad de organizar como de las de la derrota italiana, lo llevará a sostener la tesis
las demandas de los distintos grupos aliados y dar respuesta de que mientras en Rusia el poder de las clases dominadas se
a ellas en vista del enfrentamiento con el otro bloque clasis- encontraba “condensado” en el Estado, es decir, en la coer-
ta. El proletariado, en virtud de que sus intereses objetivos ción que a partir de él se ejercía sobre las clases subalternas,
coincidían con los intereses universales de la sociedad y que en las sociedades capitalistas más desarrolladas esa transfor-
se colocaba en el seno de la contradicción fundamental entre mación no estaba tan directa e inmediatamente referida al
poder político central.

Hegemonía del Estado 317 h


La revolución de 1917 se había realizado en un país donde instituciones que modelan la subjetividad de los oprimidos
la burguesía era socialmente débil en tanto no había podido y ordenan a la sociedad en su conjunto.
enraizar a nivel cultural y socio-político, lo cual se traducía En la distinción de un momento y nivel de relaciones de
en una sociedad civil “primitiva y gelatinosa” susceptible de fuerzas políticas —que Gramsci separa de un previo (cor-
ser atravesada en el salto hacia la conquista del poder estatal. porativo) y otro posterior (militar)—, entre las fases que lo
Pero en Occidente, donde se había generado “una robusta componen, escribe el autor que la culminación se da en la
estructura de la sociedad civil” (Gramsci, 1981, III: 157), es
decir, del Estado entendido como aparato, la estrategia de la […] más claramente política […] en la cual las ideo-
conquista del Palacio de Invierno no era suficiente. logías germinadas anteriormente entran en contacto
Cabe destacar aquí que Gramsci no usa el término de so- y en contraposición hasta que una sola de ellas, o por
ciedad civil en el sentido en que lo utiliza la tradición liberal, lo menos una sola combinación de ellas, tienda a pre-
sino como una dimensión o un campo fundamental de la lu- valecer, a imponerse, a difundirse sobre toda el área,
cha de clases, lo cual complejiza y enriquece, al interior de la determinando además de la unidad económica y polí-
tradición marxista, el análisis de la dominación de clase. Para tica también la unidad intelectual y moral, en un plano
Gramsci, la “sociedad civil” es un campo de confrontación entre no corporativo sino universal, de hegemonía (II: 170).
las clases, aquél en el que operan instituciones que, sin recurrir
a la coerción física —un derecho que corresponde al Estado—, Es en este pasaje que una clase subalterna puede volverse
difunden la ideología de la clase dominante y estructuran a la dominante en el plano de la sociedad política y del Estado
totalidad de la sociedad de acuerdo con los intereses de ésta, que, en una nota muy citada, Gramsci define en forma am-
ganando así el consenso de las clases dominadas: escuela, pliada de la siguiente manera: “Estado = sociedad política
prensa, iglesias, sindicatos, entre otras, que conforman el di- + sociedad civil, es decir hegemonía acorazada de coerción”
verso campo de la sociedad civil. Ello implica que la sociedad (III: 76).
civil es un campo de disputa, es tanto el ámbito de realización Siendo que esta concepción llevaba a insistir sobre la rele-
de una hegemonía en términos de ejercicio de la dominación, vancia política de la difusión de la ideología, para Gramsci el
como el espacio de despliegue de la lucha contrahegemónica tema de los intelectuales adquiría una gran relevancia y se tor-
de los sectores dominados o subalternos —en sus acciones naba objeto de una reflexión específica. En efecto, el marxista
de resistencia y de rebelión— en dirección del asentamiento italiano forjó a lo largo de sus notas una noción que resaltaba
de una nueva hegemonía. Por ello, Gramsci concluiría que el carácter pedagógico-político, ligado a la construcción de la
en las sociedades capitalistas avanzadas —allí donde la clase hegemonía, de los intelectuales que llamaba “orgánicos”, es
dominante había conquistado también la esfera de la sociedad decir, relacionados orgánicamente a proyectos y movimientos
civil—, la toma del poder era imposible sin una previa con- de clase. Éstos eran los agentes fundamentales de la disputa
quista de la hegemonía, sin la afirmación de una capacidad entre hegemonía existente y hegemonía posible, proyecto
dominante y dirigente que le permita conformar un bloque de conservación y de transformación. Según Gramsci, los
histórico, es decir, un nuevo equilibrio societal entre la forma intelectuales orgánicos cumplen una función, son funciona-
de la base económica y las superestructuras. rios: “una función en la hegemonía que el grupo dominante
Para Gramsci, la idea de dirección que evoca la dimen- ejerce en toda la sociedad y en la dominación sobre ella que
sión del consenso —contrapuesta a la coerción— es la clave se encarna en el Estado y esta función es precisamente or-
fundamental de todo proyecto o proceso hegemónico. El ganizativa y conectiva” (II: 188).
punto estratégico es colocado por Gramsci en la secuencia En esta misma tónica, de acuerdo con Gramsci, además de
entre construcción de una capacidad “dirigente” antes de la ser un órgano de lucha en el clásico sentido marxista y leninis-
toma del poder. La lógica procesual que acompaña la cons- ta, el partido comunista será una condensación organizativa
trucción de la hegemonía se traduce en lo que Gramsci llama y conectiva basada en una labor pedagógica que se traduzca
“guerra de posición” como tendencia y opción estratégica pri- en un proceso de intelectualización de masa —diría Gramsci
vilegiada en las sociedades occidentales frente a la “guerra de una “reforma moral e intelectual” (III: 228)—.
movimiento” o la “revolución permanente”. Es decir que la Como puede observarse en esta apretada síntesis, el con-
revolución, pensada como un verdadero hecho de masas en cepto de hegemonía es la piedra de toque de una profunda y
el contexto de Occidente, supone la conquista de “trincheras amplia teorización de lo político que lleva al enriquecimiento
en la sociedad civil”. Así, mientras en el caso de los bolche- sustancial del pensamiento marxista.
viques rusos era pertinente hablar de una “toma de poder”, En la década de los ochenta, el término adquirió un nuevo
en las sociedades occidentales la estrategia revolucionaria uso a partir del trabajo de Ernesto Laclau y Chantal Mouffe,
debía estar orientada más bien a volverse hegemónico en la Hegemonía y estrategia socialista. Los autores intentan sepa-
sociedad civil para posteriormente “devenir Estado”: no sólo rar el concepto de hegemonía, comprometido con lo que los
la captura del sitio donde reside el despliegue de la coerción autores llaman “lógica de la necesidad”, de su relación con
física, sino también la construcción-reconstrucción de las el andamiaje teórico propio del materialismo histórico para

h 318 Hegemonía del Estado


luego insertarlo dentro de una perspectiva que se nutre de la incompletud constitutiva de lo social. Si la sociedad se en-
teoría del discurso y el estructuralismo. cuentra en constante transformación, no es por la presencia
Después de llevar a cabo una revisión del uso del concepto de un motor subyacente, sino por la acción contingente de
al interior de la tradición socialista, Laclau y Mouffe conclu- los agentes que la pueblan. Uno de los efectos más evidentes
yen que éste había quedado encerrado en el interior de una del viraje propuesto es la separación entre el concepto de he-
metafísica incapaz de captar el estatuto contingente de las gemonía y el de clase. En la concepción de Laclau y Mouffe,
identidades políticas y, por tanto, quedaba inhabilitado para cualquier colectivo capaz de ejercer una fuerza de articulación
dar cuenta de la proliferación y diversidad de los puntos de con otros colectivos es una entidad hegemonizante. Lo que en
antagonismo que habitan las sociedades contemporáneas. El el pensamiento socialista tradicional es entendido como una
pensamiento marxista, arguyen Laclau y Mouffe, ha partido alianza entre clases, se transforma aquí en una articulación
del supuesto de que la sociedad es una totalidad definida por entre elementos discursivos. Desde esta óptica, el hecho de
las relaciones de producción. De este supuesto se derivarían, que, por ejemplo, la clase obrera se asuma como conductora
según los autores, dos conclusiones equivocadas: primero, que de una alianza con el campesinado no tiene que ver en abso-
las relaciones de producción definen las cualidades esenciales luto con “intereses objetivos” o “determinaciones históricas”
de los sujetos sociales; segundo, que lo político queda redu- que serían trascendentes al plano discursivo. No se trata sino
cido a ser el plano en que se expresan los intereses de sujetos de una práctica política contingente, orientada a articular y
previamente constituidos. Partiendo de estas premisas, todo fijar la identidad de dos sujetos sociales.
intento de explicación de lo social queda condenado a tener La hegemonía, pues, queda definida como un cierto tipo
que explicar el actuar de los sujetos en función de la lucha de de relación política caracterizada por dos determinaciones.
clases, y de remitir cualquier modalidad del conflicto a un Primero, sólo podemos hablar de hegemonía si se trata de
antagonismo central y fundante: la contradicción entre capi- una relación penetrada por el antagonismo, es decir, si cons-
tal y trabajo. Así pues, supeditar la explicación de lo social a tatamos la presencia de distintas fuerzas que luchan por fijar
la lógica de la necesidad implica, en cuanto concepción de la el sentido de los mismos elementos. Segundo, la hegemonía
sociedad, según Laclau y Mouffe, la reducción de lo político supone la inestabilidad de las fronteras que separan a las prác-
a lo económico; y en cuanto compromiso con una metafísica, ticas antagónicas. Esto quiere decir que los elementos por ser
conlleva la reducción de la identidad mutable de los sujetos hegemonizados siempre son susceptibles de ser articulados
sociales a la identidad fija y sustancializada de las clases. dentro de discursos diferentes; de no ser así, estaríamos ha-
Estos autores concluían así que el concepto de hegemonía blando de un elemento portador de una identidad “positiva” y
adquiriría vigencia únicamente si el pensamiento socialista cerrada, no modificable por la acción de prácticas discursivas.
admitía la contingencia como cualidad constitutiva de lo so- Dado que las sociedades contemporáneas están caracterizadas
cial. De acuerdo con ellos, esto es posible siempre y cuando por ambas condiciones, la hegemonía adquiere una relevan-
concibamos a la sociedad como un medio discursivo. Dado cia política mayor. Casi la totalidad de los vínculos políticos
que nada en la sociedad se constituye al margen de una tra- es un esfuerzo de articulación que fija equivalencias entre
ma discursiva, es posible tratar las entidades y relaciones del distintos agentes y establece así efectos de frontera. Por ello,
campo social con las categorías con que se trata al orden de concluyen los autores, el concepto gana para sí un inmenso
lo simbólico. Esta operación permite anular la oposición campo de aplicaciones y, liberado del supuesto de la lucha
“discursivo/no discursivo” a favor de una ontología en la cual de clases, permite a la reflexión encarar adecuadamente los
la totalidad de las entidades funcionan como entidades cuya problemas relativos al conflicto social.
identidad es siempre relacional o negativa, es decir, defini-
da por el hecho de estar en una relación con otros agentes Líneas de investigación y debate
al interior de un campo discursivo. Así, el momento de la contemporáneo
articulación política, que es siempre contingente, adquiere
la mayor relevancia en la explicación de los fenómenos so- Desde finales de los años setenta, la noción de hegemonía
ciales. Si nada queda fuera del discurso, entonces se niega circuló ampliamente en el discurso llamado posmarxista en
la existencia de un plano en el cual las entidades sociales se la medida en que correspondía a un proyecto democrático
constituirían ontológicamente, con anterioridad al momento que quería liquidar la idea de revolución y de lucha de clases.
de la articulación política. Como se ha visto, Laclau y Mouffe, en su pretensión
El orden social, finalmente, es concebido como el resulta- de deshacerse de la “necesidad histórica”, han sacrificado la
do de un esfuerzo por asignar un sentido fijo a los elementos a materialidad del proceso. Vale preguntarse si el costo no es
partir de prácticas articulatorias, las cuales establecen relacio- demasiado alto; si los autores no han sustituido el “reduc-
nes regulares que adquieren la apariencia de necesarias. Esta cionismo de clase” por una hipertrofia del discurso, con lo
necesidad, empero, no es más que el efecto de una práctica cual han llegado a confundir un efecto de la práctica arti-
discursiva y sólo tiene existencia en el interior de ella. Así, culatoria con la naturaleza material del proceso. En efecto,
el hecho de discursivizar lo social asegura el carácter móvil podemos objetar que si bien la constitución de las identida-
y flexible de las entidades sociales y, en última instancia, la des políticas pasa por momentos lingüísticos (declaraciones,

Hegemonía del Estado 319 h


acuerdos, contratos), el proceso obedece a fenómenos que última instancia a un vínculo no equivalente entre niveles
no pertenecen al orden del discurso y cuya legalidad no es identitarios, de culturas y reivindicaciones entre los cuales
la de lo simbólico. la dimensión de clase, sin anular otras dimensiones, las so-
Es verdad que, por ejemplo, un proyecto populista resignifica bredetermina y se vuelve hegemónica.
la identidad de entidades como “pueblo”, “Estado” o “nación”, que El concepto de hegemonía, pensado por Gramsci, im-
sobre cada uno de ellos se producen efectos de sobredetermi- plica el reconocimiento de una diversidad sin abandonar la
nación que pueden ser entendidos a partir de los términos posibilidad, así como el aceptar la necesidad de una articu-
con los que se trata a un discurso cualquiera. Esto, empero,
es apenas el efecto de un proceso que es más que lenguaje lación para evitar que el principio de diversidad y pluralidad
y cuyos agentes son algo más que signos. La identificación se extienda a paradigma que inhiba e impida la comprensión
entre una comunidad y un líder, los procesos de solidaridad de los mecanismos generales de lo social y clausure toda hi-
laboral que se gestan en el interior de los centros de trabajo, pótesis de convergencia que no sea meramente coyuntural,
el margen de maniobra que la clase dominante tiene para sino que abreve de elementos estructurales.
otorgar concesiones económicas a los subalternos o el nivel Para terminar, vale la pena subrayar que la actualidad
organizativo de éstos de cara a una situación conflictiva, y la relevancia de estos debates dan cuenta del valor del
por citar tan sólo algunos fenómenos que son definitivos concepto de hegemonía en tanto permite, como concepto
de los procesos de articulación política, no son metonimias crítico, una teorización de las relaciones de dominación y,
ni sinécdoques (aunque los sujetos se valgan de ellas para en particular, de los diversos mecanismos a través de los
representárselas) sino fenómenos cuya explicación precisa cuales la clase en el poder se hace del consenso de las cla-
el uso de otro tipo de categorías. Del mismo modo, es ver- ses subalternas y, en tanto concepto estratégico, una clave
dad que todo orden social puede ser descrito en términos no sólo de comprensión de los procesos políticos, sino de
de un orden discursivo. De ello no es lícito derivar, sin em- acción revolucionaria relacionada con la tarea de articular
bargo, que dicho ordenamiento esté siendo producido por políticamente a los sectores subalternos.
articulaciones lingüísticas.
Con ello no negamos el hecho de que todo acontecimien- Bibliografía
to político tiene una dimensión simbólica o expresiva; lo que
Anderson, Perry (1981), Las antinomias de Antonio Gramsci, Bar-
resulta insatisfactorio es la pretensión de imputar a lo real una celona: Fontamara.
lógica como la que rige los significantes de los discursos. Ésta, Frosini, Fabio y Guido Liguori (2004), Le parole di Gramsci. Per
si bien puede ser útil para dar cuenta del resultado final de un un lessico dei Quaderni del Carcere, Roma: Carocci.
proceso de articulación política, no dice nada acerca de las cau- Gramsci, Antonio (1981), Cuadernos de la cárcel, 6 volúmenes,
sas del proceso ni de la naturaleza de dicho orden. De hecho México: Era.
los autores reconocen que el acto de hegemonizar depende de Gruppi, Luciano (1978), El concepto de hegemonía en Gramsci, Mé-
la fuerza que los agentes sociales tienen en un momento dado, xico: Ediciones de Cultura Popular.
no obstante, no se atreven a indagar en la naturaleza de esa Laclau, Ernesto y Chantal Mouffe (1987), Hegemonía y estrategia
fuerza, pues ello implicaría abandonar el plano del discurso. socialista. Hacia una radicalización de la democracia, Madrid:
Siglo xxi.
Esta crítica, en fin, orienta la reflexión hacia la necesidad Liguori, Guido y Pasquale Voza, comps. (2010), Dizionario
de volver hacia una ontología materialista. Materialismo no Gramsciano 1926-1937, Roma: Carocci.
es aquí un regreso a un determinismo económico, sino, en Liguori, Guido (2006), Sentieri Gramsciani, Roma: Carocci.
primer lugar, a una ontología capaz de captar a la diversi- Portantiero, Juan Carlos (1981), Los usos de Gramsci, México:
dad de los fenómenos sociales bajo las relaciones reales que Folios.
entablan, sin reducirlas a una representación discursiva. Y, Gallino, Luciano, Alessandro Pizzorno, Norberto Bobbio et al.
en segundo lugar, a una concepción de lo social en la que (1972), Gramsci y las ciencias sociales, Córdoba: Cuadernos
lo político no quede separado del proceso de producción de Pasado y Presente.
social de la vida.
Este viraje implica un rescate del concepto gramsciano
de hegemonía. Rescate que pasa, por ejemplo, en reconocer
la matriz clasista de las luchas sociales y las alianzas políti-
cas. En Gramsci, la articulación de las contradicciones en
torno a un campo clasista no implica la subordinación de
los movimientos sociales a una centralidad obrera difícil
de encontrar y sostener, sino la configuración de redes y
vínculos más o menos orgánicos que surgen del antagonis-
mo capital-trabajo y en el ámbito polifacético del trabajo.
En efecto, la diferenciación de los procesos de forma-
ción de subjetividades políticas, evidente en la emergencia
de los llamados movimientos sociales, puede remitirse en

h 320 Hegemonía del Estado


hombre y el mundo, la realidad y la idealidad, la objetividad y
HERMENÉUTICA la subjetividad” (Ortiz-Osés, 2003: 21-22), por eso debemos
admitir que existen múltiples razones y otros tantos lenguajes.
Rosa María Lince Campillo Es por medio de la lectura (acto interpretativo por ex-
celencia), que se conectan la interpretación hermenéutica
y la interpretación pragmática, diferenciadas sólo por el
Definición énfasis puesto en la subjetividad o en la objetividad de la
interpretación y que confluyen en la interpretación analógi-
La palabra hermenéutica proviene del griego hermenéuein y ca equilibradora del sentido literal y del sentido alegórico o
significa ‘interpretar, comunicar, traducir, iluminar el enten- simbólico (Beuchot, 2004: 11).
dimiento, anunciar algo que previamente se ha escuchado El texto es el registro escrito, sonoro, visual, etcétera, de
como mensaje y darlo a conocer’. En esta dimensión prác- una acción humana realizada con intencionalidad (Beuchot,
tica, la metodología hermenéutica se considera arte de la 2005: 17). Para conocer, interpretar y comprender la reali-
interpretación y teoría de la comunicación (Beuchot, 2004: dad, se requiere decodificar los mensajes que se encuentran
47). La función de la interpretación o hermenéuein es un implícitos en un texto. El trabajo del hermeneuta consiste en
modo de comprensión del hombre (Ortiz-Ossés, 2003: 6). recuperar las claves y reconstruir los mensajes que se encuen-
“Hermeneia y hermeneusis, sentido e interpretación: lenguaje tran ocultos, con objeto de identificar el sentido con el que
cuasi musical que, como sabía platónicamente san Agustín, se fueron creados. Es decir, no sólo se trata de reconstruir lo que
refiere al alma porque la refiere o correlata, música anímica” dice el texto sino de recuperar su intencionalidad. En los textos
(Ortiz-Osés y Lanceros, 2006: XII). La hermenéutica se en- se encuentra la herencia de lo que se considera importante de
tiende como palabra y disciplina estableciendo la diferencia y ser recordado para la vida futura; muestran el significado que
las relaciones específicas que guardan entre sí el comprender tuvo y tendrá el actuar humano, así como el sentido y la razón
y explicar. Hay que aceptar que los textos literarios y estéticos que guio estos actos.
también pueden ser objeto de interpretación porque expresan La hermenéutica filosófica busca explicar el presente
los sentimientos de estar vivo, lo que involucra el problema con base en el pasado por medio de las causas que motivan
de la verdad (Romo, 2007: 9). los paradigmas o (iconos) y, a partir de ahí, ya ubicado en el
La primera hermenéutica se refiere al procedimiento para mundo, sabiendo de qué lugar viene, plantearse hacia dónde
interpretar textos antiguos, en los que se encuentra registrada va o quiere ir. El ejercicio hermenéutico consiste en hacer
la historia de la humanidad. La filosofía interpretativa o her- exégesis de textos y, con los datos localizados en diversos frag-
menéutica es el pensamiento contemporáneo dedicado a la mentos de objetos creados por el hombre, intentar reconstruir
comprensión del sentido de la realidad y se le define como el ambientes y hechos que ayuden a explicar las razones de su
arte de interpretar la experiencia humana plasmada en obras actuar. En ocasiones, se localizan y estudian símbolos, obje-
a las que llamamos textos. De alguna manera todos somos tos sagrados, mitos, etcétera, que constituyen la herencia que
hermeneutas porque constantemente estamos interpretando explica lo que es el sujeto. Al interpretar, como ejercicio para
(Cruz, 2005: 46). El futuro de las humanidades depende en leer la realidad social, se trabaja en retrospectiva explicando
gran medida de saber traducir e interpretar las expresiones relaciones que van de efectos a causas. Se traducen palabras
del espíritu humano mediante el estudio de obras cultura- o se develan claves que se encuentran herméticamente sella-
les, artísticas y documentos históricos. La hermenéutica “les das en los textos para lograr la comprensión de los mensajes
dará su estatuto epistemológico propio y las hará crecer en y su intencionalidad implícita. De esta forma, encontramos
amplitud y profundidad” (Beuchot, 2004: 171). la posibilidad de dar sentido a nuestro mundo, recobrando
En el ámbito académico de las ciencias sociales, la herme- los significados de lo que es, debe ser y quiere ser el hombre.
néutica se ha reconocido como una filosofía de la comprensión Según Ortiz-Osés (n. 1943), para lograr la comprensión
a través del lenguaje (Ayala, 2014: 14). “La reflexión herme- del sentido por medio y a través de la mediación del lengua-
néutica es el ser de la conciencia que se ejerce en implicación je, la hermenéutica trabaja en la interpretación lingüística,
simbólica con el mundo” (con ciencia con) identidad y sentido estableciendo un diálogo entre el intérprete y la obra. El
(Cruz, 2005: 46). hermeneuta es el “traductor” entre objetos y sujetos, lenguas
Es imprescindible aceptar que la interpretación no es y personas, que posibilita la comunicación mutua y el enten-
unívoca, nadie posee una única interpretación, ni la última: dimiento de lo real en su significación (Ortiz-Osés, 2003:
estamos en un mundo de contrastes y nos hemos desarrollado 21-24). El objetivo de la hermenéutica es lograr que el in-
en espacios diferentes, por lo que enfrentamos las cosas desde térprete comprenda el sentido de las acciones; pero también
diversos ángulos. Una característica de la filosofía hermenéu- del sujeto que las realizó. El sentido no está dado como una
tica contemporánea es buscar la mediación entre “objetivismo verdad objetiva, pero tampoco está puesto por una razón sub-
clásico y subjetivismo moderno”. Según Gadamer (1900- jetiva: el sentido está interpuesto objetiva-subjetivamente en
2002), “la mediación se representa hermenéuticamente en tanto que es un sentido lingüístico, dado en relación con el
y por el lenguaje”, que es el espacio donde se encuentran “el hombre. Se trata de un sentido dialógico, que responde a la

Hermenéutica 321 h
“correspondencia ontológica entre el alma y el ser, así como Las dos posiciones hermenéuticas inician con el reco-
el hombre y el mundo” (28). nocimiento de un Ser. Sin embargo, no podemos conocerlo
Un problema de la hermenéutica consiste en proponer sólo nombrándolo. La prueba de su existencia se da a través
diversas formas de proceder o métodos para realizar una in- de las diferentes formas en las que se expresa este Ser, de las
terpretación lo más correcta posible, en tanto se acerca a lo huellas que va dejando porque está viviendo, existiendo y se
que ocurrió. Sin embargo, las ideas generales que Gadamer manifiesta en textos. De tal suerte que el Ser es en el tiempo
presenta en el prólogo a su libro Verdad y método, publicado y está siendo en un espacio. La labor del hermeneuta consiste
en 1960, indican que el problema hermenéutico consiste en en reconocer, leer e interpretar los textos como huellas, ya
comprender los textos y no tanto en interpretarlos, ya sea de sea buscando el significado exacto o la intencionalidad con
manera jurídica, literaria o teológica. Por ello, pone especial la que fueron creados, para conocer y comprender a quien
atención al estudio del lenguaje, ya que considera que el au- los creó (Romo, 2007: 20-21, 93, 102-103).
tor de un texto vivió en cierto momento y condiciones, en Como la vida, la hermenéutica sólo se descubre ejer-
tanto el intérprete se encuentra en otras circunstancias. Al ciéndola. Todo se relaciona con este arte-ciencia de la
intercambio que se da entre ambos le llama fusión de hori- interpretación considerado como episteme o paradigma cog-
zontes;1 “comprender textos es entenderse en una especie de noscitivo, que es un reflejo de la necesidad que tenemos de
conversación” (Gadamer, 2004a: 130). comprendernos. Con ella, no sólo se pretende develar sig-
Más adelante, basándose en el postulado heideggeriano2 nificados, sino que se intenta “conjeturar significaciones” y
de que el ser se funda en el habla y que los seres humanos estimarlas, así como “compararlas con otras interpretaciones”
tenemos la capacidad de interpretarnos mutuamente y por (Alcalá, 1999: 65).
eso somos diálogo en el tiempo (Ayala, 2014: 15), Gadamer El hombre interpreta traduciendo las acciones de otros
agrega que es posible plantearnos las preguntas que guiaron hombres y las relaciones que establecen con el mundo que
las reflexiones de los fundadores de la filosofía y mantener tienen un lenguaje no necesariamente oral o escrito y, al
un diálogo crítico con ellos, ya que, desde nuestro contexto mismo tiempo, comparando; se identifica a sí mismo y se da
y nuestra “mediación” con el mundo, sus respuestas pueden voz, existencia. No sólo toma conciencia de su ser, sino de
resignificarse (Gadamer, 1999: 160-162). De la fusión de que está en el mundo, de que es y está para hacer algo, se da
horizontes se obtendrá un conocimiento nuevo, enriquecido cuenta de su razón histórica. Por ello, requiere de una her-
y, por tanto, revitalizado. Más aún, la prueba hermenéutica menéutica ontológica que ayude a comprender el sentido del
sólo resulta tal en caso de que el lector pueda probar en sí ser que se encuentra en un tiempo dado (contexto) con una
mismo lo que se encuentra expresado en el texto, “en impli- determinada forma de existencia.
cación dialogal con el autor” (Cruz, 2005: 60). Existe una La concepción dinámica de la realidad social requiere del
relación de implicación ontológica con el mundo que no uso de la hermenéutica para que sea interpretada como un
es una mera re-presentación, sino un presente con-textuado lenguaje que se encuentra en continua conjugación, como una
en la presencia del intérprete o hermeneuta. narración incompleta en la que el hombre es co-relator que
Podemos afirmar que hay dos corrientes básicas de inter- articula, relaciona, reúne y penetra en el devenir del ser. Es
pretación hermenéutica: la expresión misma de la vida, la que se tiene que interpretar
como palabra y como acción recíproca. El hermeneuta la deja
1) la que busca la traducción literal de un texto, que hablar y a la vez la escucha para aprender a captar la vida de
trabaja en investigar el significado exacto (semán- los demás a partir de observar y atender a lo que oye. La in-
tico), y terpretación se presenta como la relación entre lo racional y
2) la filosófica, que intenta develar la intencionalidad lo irracional: incluso lo que no puede afirmarse lógicamente
del autor o, más claramente, el sentido con el que puede ser relatado lingüísticamente. “El verdadero lector
fueron creados los textos en relación con su con- debe ser una ampliación del autor”, dice una frase de Novalis.
texto. Cada procedimiento de lectura es por tanto una traducción
al idioma de partida, desde la lengua que se lee a un diálogo
1 Fusión de horizontes es un término acuñado por Gadamer que que sigue su marcha, y esto a pesar de que este diálogo sea
se refiere al encuentro de diferentes perspectivas culturales en solamente en principio la conversación interior del lector
el momento de acercarse a conocer un mismo objeto, que im- consigo mismo (Gadamer, 2004b: 13).
pactará la forma como se aprehende. Mientras que la semántica estudia el significado, “la her-
2 Martín Heidegger (1889-1976), discípulo de Edmund Husserl menéutica trata del significado humano o humanado” en la
(1859-1938), creador de la filosofía trascendental. Entre 1960 significación simbólica (Ortiz-Osés, 2003: 29). La herme-
y 1970, Heidegger influyó en filósofos franceses como Jacques néutica interpreta con objeto de comprender las vivencias
Derrida (1930-2004), Emmanuel Levinas (1906-1995) y, es- que otros seres humanos tuvieron y dejaron registradas en
pecialmente, Paul Ricoeur (1913-2005). Pero fue fuertemente sus textos. Si bien, es imposible recrear una situación en su
criticado desde la filosofía analítica por Rudolf Carnap (1891- totalidad (porque nos encontramos en otro momento his-
1970), miembro del Círculo de Viena, junto con Kurt Gödel tórico), vivir la vida de otros también lo es. El hermeneuta
(1906-1978).

h 322 Hermenéutica
se propone lograr una interpretación lo más precisa posible La hermenéutica que atiende al estudio de los símbolos
del sentido con el que se realizaron las acciones. Para ello, tiene un campo de estudio amplio porque debe considerar
recurre a una investigación minuciosa de datos históricos y los sentidos: mitológico, filosófico, axiológico, antropológico,
filosóficos que le ayuden a reconstruir (hasta donde sea po- etcétera (Ortiz-Osés, 2012: 31-33). Los iconos que se en-
sible) el hecho que está tratando de comprender. cuentran en los textos son estructuras construidas; una forma
En el proceso, el hermeneuta se ve afectado y en la me- de inteligibilidad, separada e independiente del contenido,
dida en que va conociendo hay un intercambio de sentido abstracta, invisible e inconsciente, y la labor del intérprete
entre los textos y significados que se encuentran en ellos y la es reconstruirla a partir de los elementos relacionales que
propia vida del intérprete. “No es que únicamente nosotros la definen y, a través de ellos, penetrar en la comprensión
conduzcamos la conversación, sino que también somos con- profunda del ser humano porque éste se encuentra disuelto
ducidos por ella” (Gadamer, 2004b: 11). Este acercamiento en sus símbolos.
permite familiarizarse con un hecho a través de sus vestigios. En este momento no podemos olvidar que en un frag-
Andrés Ortiz Osés presenta “el amor como una donación mento póstumo Nietzsche (1844-1900) sostuvo que: “Contra
de sentido” y “la interpretación como una mediación dialógi- el positivismo que se detiene ante el fenómeno sólo hay hechos;
ca de los interlocutores y sus interlocuciones” (2003: 24-25). yo diría: no, justamente no hay hechos, sólo interpretaciones”.
A esta forma de conocimiento comprensivo, propuesta por Para él, todo acontecer tenía carácter interpretativo, lo que
Dilthey (1833-1911), le llama hermenéutica filosófica. sucede es un grupo de fenómenos seleccionados y reunidos
No es sólo el conocimiento por sí mismo, sino que trans- por un intérprete (Gutiérrez, 2008: 9).
forma a quien interpreta, porque las obras se estudian desde Por eso es necesario que “se amplifique y se abra a esa
otra perspectiva, con otros valores, y así se revitalizan, es decir, otredad asumiendo y recuperando fragmentos de la historia
vuelven a tener un sentido que quizá no sea el original con espiritual del hombre que han quedado plasmados y con-
el que fueron creadas, pero que afectan y formarán parte de densados”, que comparecen como textos de una significación
nuevas vivencias. filosófica, que son capaces de revelar ciertas dimensiones de la
Al respecto, Blanca Solares (n. 1959) nos regala una vida humana olvidadas o desfiguradas (Garagalza, 1990: 18).
cita del experto en el islam y filósofo francés Henry Corbin En síntesis, la interpretación implica simultáneamente
(1903-1978): un modo de ser y un modo de conocer: es un lenguaje que
articula, mediante la palabra, al objeto con el sujeto. Con su
[…] anuncia un plano de conciencia diferente a la discurso el hombre expresa su relación con el mundo y con
evidencia racional, es la esfera de un misterio, el único los otros. Es así que la hermenéutica resulta un excelente au-
medio de decir aquello que no puede ser aprehendi- xiliar en el proceso de construcción de conocimiento, porque
do de otra manera, no está jamás explicado de una trata de abrir lo hermético traspasando el sentido literal para
vez por todas, siempre ha de ser de nuevo descifrado. llegar al sentido pleno, como una práctica de la transmisión y
Lo mismo que una partitura musical no está jamás la mediación. Interpretar conlleva un acto de apropiación del
descifrada definitivamente, el símbolo reclama una significado de algo, pero la hermenéutica no es pensar para
ejecución siempre nueva (Solares, 2001: 12). uno mismo, tiene sentido en el diálogo, en la comunicación.
Lo anterior ha propiciado pasar del pensamiento clási-
El proceso de comprensión, desde Dilthey y después con co fundado en el ser al pensamiento posclásico basado en el
Martín Heidegger, será una parte fundamental de la her- sentido, así como el traspaso de la Modernidad basada en
menéutica, ya que no sólo se trata de explicar o interpretar, la razón-verdad, a la Posmodernidad, basada en el sentido
sino de apropiarse del significado de los textos en un acto (Ortiz-Osés y Lanceros, 2006: VII). En la hermenéutica
(amoroso) de aprehensión y comprensión para vivenciar su contemporánea, el sentido es la categoría más significativa
significado. La característica que define a la hermenéutica en su doble aspecto: teórico y práctico.
filosófica es que al obtener un conocimiento comprometido
con la realidad social permite su comprensión y genera una Historia, teoría y crítica3
posibilidad de transformación.
El diferente abordaje de los textos (ya sea literalista o de Hermes, dios de la hermenéutica, es hijo de Zeus y de la ninfa
sentido e intencionalidad) consiste en que mientras que la Maia (una de las estrellas del grupo de las Pléyades). Se le
semántica estudia el significado, “la hermenéutica trata del representa con sandalias aladas, porque tiene la habilidad de
significado humano o humanado” en la significación simbó- desplazarse con gran velocidad entre varios sentidos, lo que
lica (Ortiz-Osés, 2003: 6-29). La hermenéutica simbólica
cumple con su función sin renunciar a la razón; pero amplía
su horizonte, pues el ser humano además de poseer una razón 3 Para ampliar la información acerca de la figura de Hermes
también es afectividad, amor y sentido, y éste es el complejo pueden consultarse principalmente a Ortiz-Osés y Lanceros
tejido subjetivo-objetivo que hay que explicar (Ortiz-Osés, (2006); Karl Kerényi (2010); Walter F. Otto (2003); Blanca
2012: 101-122). Solares (2001); Fernando Ayala Blanco (2014); Gilbert Du-
rand, (1990) y Luis Garagalza (1990).

Hermenéutica 323 h
implica riesgo. Es reconocido como un ingenioso inventor entre lo que se ve y lo que está oculto, por eso es visto como
ya que con un caparazón de tortuga fabrica la primera lira, y el dios de la hermenéutica y de las encrucijadas.
también se le atribuye la creación de una flauta, instrumen- Finalmente, se le considera inventor de las letras del alfa-
tos con los que impresiona a Apolo, por lo que se le conoce beto, del lenguaje y transcriptor (Durand, 1990: 20-49). Se le
como el patrón de los músicos. relaciona simbólicamente con el origen de la palabra griega
Este dios aparece en varias mitologías aunque con di- hermeneia, que significa interpretación y, por extensión, con
ferentes nombres: los romanos lo conocen como Mercurio la palabra hermeneuein como arte o técnica del hermeneutés
porque, al igual que este metal, es escurridizo; en la mitología o intérprete “que se encarga de traducir a un lenguaje inte-
céltica se le identifica como Lug y, en la egipcia, como Toth ligible lo dicho de un modo extraño” (Ayala, 2014: 15), por
(Ayala, 2014: 15). Los hebreos lo llamaron Ukhnûkh, los lo que también puede ser referido a la “acción de explicar o
persas lo conocieron como Hûshang, los musulmanes como significar algo hablando” (Romero, 2008: 5). Tanto hermeneia
Idrîs. Su nombre se relaciona con los montones de piedras como hermeneusis significan sentido e interpretación.
que dejaban los griegos en sus caminos para orientarse, des- Se ha equiparado a la hermeneia con elocutio y con exégesis
cansar y hacer oración. Con el tiempo, con la acumulación de y, por ende, con la función de los exeghetai y con la explica-
estos pedruscos, se constituyeron altares y lugares de poder ción de las cosas sagradas. La tarea de Hermes se relaciona
(Ortiz-Osés y Lanceros, 2006: 204-209). “con la filología que pretende preservar y garantizar el acceso
Es un dios que tiene muchas funciones en el panteón a los textos transmitidos por la tradición” actualizándolos, y
griego; es el guía o psicopompo de las almas en su tránsito de con “la tarea de la exégesis de la escritura sagrada, más dis-
la vida a la muerte y el vigía de las encrucijadas que orienta a puesta a descifrar un sentido” que se encuentra “oculto tras
los viajeros. Por su carácter de aventurero y explorador, abre el sentido literal”. Las “fuentes principales que a lo largo de
veredas por caminos poco frecuentados y comunica lo que nuestra historia se han enfrentado” constantemente son dos:
parecía inconexo, dando seguridad frente a lo desconocido. “la hermenéutica entendida como arte-ciencia de la interpre-
Según Homero, Hermes es el elegido por Zeus para que tación de textos irá paralelamente a la correspondencia entre
le sirva de mensajero entre los dioses de los infiernos, Hades pensamiento, lenguaje y ser” (Durand, 1990: 180).
y Perséfone, porque es el único que conoce el lenguaje divino Podemos considerar a Hermes icono de la personalidad
y traduce al griego (lengua accesible para los hombres) lo que creadora que inaugura la posibilidad de mediación recreado-
es dicho de manera incomprensible. Se presenta como un dios ra y reconciliadora de los opuestos en la función simbólica
revelador del sentido que escapa, especialmente en el lenguaje que además representa acto, poesía y creatividad humana. Es
simbólico. Ejerce una actividad práctica llevando y trayendo armonía que establece y permite emerger el sentido de las
anuncios, amonestaciones y profecías tanto racionales como cosas (Garagalza, 1990: 118).
irracionales y, cuando su intelecto se pervierte, es patrón de En síntesis, las principales características de Hermes son:
comerciantes y ladrones porque confunde.
Por su carácter de mensajero conoce los secretos de los • La potencia de lo pequeño: Hermes es un dios
dioses y, aunque tiene astucia e inteligencia innata, por su pequeño pero mensajero del gran dios; simboliza
libre albedrío nunca transmitió a los humanos una cita a la luna que ilumina en la noche, mensajero e in-
textual, no dijo lo que tenía que decir, les dio su propia inter- térprete de la voluntad divina, por tanto del sentido
pretación. Gilbert Durand (1921-2012) se refiere a él como profundo.
hermético-hermenéuticamente como “doble” hermafrodíti- • El mediador: hijo de Zeus y Maia, tiene natura-
co, sugiriendo que es un mensajero mentiroso (Ortiz-Osés leza intermedia, tiene acceso al Olimpo pero sus
y Lanceros, 2006: XII). Es claro que Hermes nunca dice lo orígenes son demoníacos, por lo que es capaz de
que piensa, provoca contradicción y polémica, es ambiguo, comunicar a los opuestos, contrarios, irreductibles,
sugiere palabras y seduce con ellas, establece el puente entre representando a la armonía.
la palabra y el poder, es el dios de la interpretación. • Conductor de las almas: con su caduceo (que repre-
Con su inteligencia, Hermes logra la armonía del tres y senta a la alquimia, la magia y los encantamientos)
cuatro, y enciende fuego con maderas diferentes, es diurno transforma los muertos en vivos, de donde deriva su
y nocturno, reúne a los contrarios para producir algo nuevo. nombre Hermes Psicopompo.
Desorganiza lo estable, cambia los signos para modificar las
relaciones entre saber y poder, fuerza y astucia, también orga- Hermes es el paradigma de la personalidad creadora e
niza lo caótico, así, cuando controla el desorden que provoca, ingeniosa que inaugura la posibilidad de mediación recrea-
adquiere un gran poder. dora y reconciliadora de los opuestos en la función simbólica.
Lo mismo transgrede que obedece; es polémico, imprevi- Además, representa acto, poesía y creatividad humana. Con
sible, fugaz y múltiple. Reúne a los contrarios para producir la armonía que establece, permite que las cosas suelten su
algo nuevo, por eso es mediador entre el hombre y la mujer, sentido (Garagalza, 1990: 118).
entre lo que se dice y lo que se hace. Es una especie de bisagra En Occidente, se desarrolla una idea del mundo como
pensamiento hermético que se caracteriza por su visión coim-

h 324 Hermenéutica
plicadora de los contrarios, en virtud de la cual desaparece Algunos de los traductores pensaron en la Biblia como
la ruptura o separación dualista de la Antigüedad que no es el texto inspirado por Dios. Sin embargo, en su escritura
excluyente entre hombre y cosmos, cuerpo y alma, sagrado y participaron muchos hombres provenientes de diversos lu-
profano. En esta concepción, los pares de opuestos aparecen gares con lenguajes y estilos diferentes para expresarse. Los
como interpenetrados, vinculados por la similitud interna problemas de interpretación fueron cada vez más críticos
que los cohesiona. Hermes media entre lo exterior y lo in- y provocaron divisiones. Entonces, se constituyó una cofra-
terior, lo inmanente y lo trascendente, la figura y el sentido. día hermética con quienes afirmaban ser los escogidos, los
Lo que significa que hay diversos métodos de objetivación insuflados por el espíritu intercesor, el paráclito o Espíritu
desde los cuales se aborda la realidad, a lo que responde la Santo. Estos iniciados, con sus prácticas y conocimiento, eran
hermenéutica analógica. En este proceso el símbolo resulta los capacitados para transmitir enseñanzas a la comunidad,
indispensable, y queda simbolizado como el ángel mediador para separar entre los hechos y los dichos, porque sólo a ellos
entre dioses y hombres (Garagalza, 1990: 37-52). eran revelados los deseos y órdenes de Dios a través de la
Para contextualizar, haremos un breve recorrido históri- traducción que hacían de las Sagradas Escrituras. Tal como
co de las principales corrientes de la hermenéutica. Según lo dice san Marcos en su evangelio: “Y con otras muchas
testimonios antiguos en el apogeo de la época helenística, la parábolas semejantes les estuvo exponiendo su mensaje, de
biblioteca de Alejandría llegó a tener entre 200,000 y 490,000 acuerdo con lo que ellos podían entender. Y no les hablaba
volúmenes, por lo que había gran necesidad de traducir y co- sino en parábolas; pero a sus discípulos les explicaba todo en
rregir manuscritos y verificar con la mayor certeza posible la privado” (Marcos 4: 26-34).
versión original evitando corrupciones, lo que llevó al floreci- La mayoría del pueblo era analfabeta y los libros eran he-
miento del método histórico gramatical y del hermetismo. El chos a mano, por lo que no había muchos ejemplares, además
más célebre exponente fue Aristarco de Samotracia (217-143 de que los que había, en ocasiones, eran resguardados en los
a.C.), quien elaboró la mejor guía en el uso y corrección de conventos, lo que dificultaba su lectura. Era necesario prote-
textos (Ferraris, 2007: 16). Las traducciones fueron estudiadas ger la univocidad de las interpretaciones religiosas que podían
por eruditos de casi todas las ramas de la ciencia.4 peligrar si el aristotelismo o cualquier otra forma de concep-
En la antigua hermenéutica, se da el problema de la his- ción del universo se contrapusiera o criticara a la teológica.
toricidad. Por una parte, el método histórico gramatical, por Traducir el sentido de los textos y, por tanto, los preceptos
analogía, trata de rescatar el sentido literal y determina el era labor de quienes habían sido elegidos por el espíritu para
problema de las transformaciones de los usos lingüísticos. recibir la revelación y se constituyeron en comunidades llama-
Entonces, el hermeneuta es un mediador que, basado en su das gnósticas. Presumían de tener conocimientos completos y
conocimiento lingüístico, hace comprensible lo no compren- absolutos sobre casi cualquier materia, incluyendo las normas
dido. Lo anterior se obtiene sustituyendo una palabra que ha o mandamientos por seguir para lograr la salvación del alma
dejado de ser clara por otra que corresponde al nivel lingüís- y su ingreso al paraíso. Sólo a algunas órdenes, como la de
tico de los lectores, lo que hace accesible lo incomprensible los dominicos, les era permitido hacer traducciones de textos
recuperando su validez. antiguos, lo que les daba un gran poder frente a otras órdenes
Con el cristianismo se da el surgimiento de nuevos pro- “menores”, las mendicantes, entre ellas, la de los franciscanos.
blemas y retos para la interpretación hermenéutica con Ahora bien, la interpretación de las normas éticas que
respecto a lo no revelado, lo hermético, que es ruptura en se encuentran en la Biblia debía ser unívoca, esto es, hacerse
la tradición que significa el Nuevo Testamento con relación sin contradicción alguna, de lo contrario, se deterioraría el
al Antiguo. poder que los gnósticos habían logrado frente a los gentiles,
En los primeros siglos después de Cristo, Alejandría se además de que podía poner en peligro las bases sobre las que
constituyó como una de las ciudades principales de desarro- se había construido la estructura eclesiástica y toda su jerar-
llo del cristianismo, lo que explica la necesidad de prepararse quía. Es por eso que se recurre a la traducción literal —no
para trabajar los textos bajo una interpretación alegórica, o obstante en la Biblia existen múltiples alegorías, parábolas
sea, la integración entre el sentido literal y el sentido espiri- e incluso metáforas, como formas de presentar o simbolizar
tual. Sin embargo, se desató una polémica dado que algunos cosas distintas— y también se requiere de una traducción del
practicantes consideraban que había que hacer una traduc- significado de las imágenes para que sea clara la intención
ción literal para encontrar el sentido original con el que el que se busca para el creyente. San Agustín (354-430), uno
texto había sido escrito, en tanto otros proponían la exégesis de los llamados padres de la Iglesia por su desarrollo de la
del sentido espiritual. Los representantes del método his- patrística, lo expresa así:
tórico-gramatical se reunieron en la Escuela de Antioquia.
[…] comprender de modo correcto las palabras de
las cuales se conoce el significado quiere decir, por
principio, conocer el pensamiento de quien las ha
4 La mayoría de los datos históricos se encuentran en Maurizio pronunciado; sólo que, una vez concedido esto, el pro-
Ferraris, 2007:13-133. También en Luis Garagalza, 1990: 36; blema suscitado permanece tal cual. Dado que hemos
pero a su vez, Garagalza consultó a Gilbert Durand, 1990.

Hermenéutica 325 h
constatado, en algunos casos, una disociación mani- sin que mediara la traducción e interpretación de la iglesia
fiesta del lenguaje y del pensamiento, puede suceder católica contrarreformista (Romo, 2007: 14).
que, en los demás casos, su unión no sea tan estrecha Schleiermacher tuvo una destacada labor en la Universi-
como se imagina (Ferraris, 2007: 23). dad de Berlín (1809) y llegó a ser miembro de la Academia
Prusiana de Ciencias, su obra más destacada fue Hermenéuti-
Mucho tiempo después, en la segunda mitad del siglo xiii, ca, en la que afirma que la hermenéutica es una interpretación
bajo el reinado de Alfonso X de Castilla, apodado “el sabio”, o exégesis de la Sagrada Escritura porque en ésta se encuen-
se fundó por órdenes suyas una escuela de traductores en la tran las normas para vivir. Afirmó que Dios escribió dos
ciudad de Toledo. Su institucionalización se hizo necesaria textos: el mundo y la Biblia, y se propuso descifrar el senti-
debido a la convivencia de latinos (católicos), hebreos (judíos) do oculto tras el literal en el texto sagrado: el problema del
e islámicos (árabes). Las traducciones que se hicieron en ella uso lingüístico teológico de la comprensión e interpretación
fueron patrocinadas y supervisadas por el rey y estudiadas por correcta. Para él, la hermenéutica es el arte de comprender
eruditos de casi todas las ramas de la ciencia, y se cuenta que mediante una doctrina metódica ordenada de acuerdo con un
los libros que se editaron surtieron a las primeras universi- saber práctico, a fin de llegar a una interpretación correcta de
dades europeas, lo que facilitó que figuras como el filósofo y la Sagrada Escritura. Establece una disciplina que reflexione
médico Averroes, musulmán nacido en Córdoba, estudiara sobre la interpretación, basándose en la comprensión de la
tanto a Platón como Aristóteles. El también filósofo y médico obra como una exteriorización de la interioridad (Romero,
iraní Avicena tuvo acceso a las traducciones de Aristóteles y, 2008: 19) y concibe a la religión como un sentimiento.
gracias a ello, fue conocido como uno de los más notables sa- Por otra parte, el método alegórico también trabaja con
bios orientales, su influencia corrió hasta el siglo xvii. un vínculo con el pasado; trata de recuperar la intención ori-
En Europa, el filósofo Llull (1232-1315), crítico de ginal del autor, pero por la distancia temporal, es superado
Averroes, fue conocido por el desarrollo del arte luliano: por el surgimiento de su propia intención que ya no es la que
partiendo de figuras geométricas organizaba postulados y originalmente se propuso el autor, pues la obra es recontex-
de acuerdo con su presentación lógica podía afirmar si eran tualizada mediante la alegoría.
correctos o incorrectos. Como él, muchos otros pensadores le Al final del siglo xix, Wilhelm Dilthey funda la Nueva
dieron gran importancia al lenguaje y a su correcta utilización, Escuela Histórica, con su obra Introducción a las Ciencias del
influidos por el hermetismo que se practicaba en el islam. Espíritu (1883), como una crítica a las enseñanzas de Im-
En el Renacimiento, una de las figuras más interesadas manuel Kant (1724-1804) y también con el objetivo de dar
en la tradición hermética fue el religioso dominico Giordano un fundamento gnoseológico y metodológico a las ciencias
Bruno (1548-1600), quien, después de estudiar filosofía, cri- del espíritu o sociohistóricas. Para determinar las posibili-
ticó la idea del universo cerrado formulada por Aristóteles al dades y límites de estas ciencias, se propone dotarlas de un
afirmar que el universo es infinito, por lo que no puede tener método de estudio y define a la teoría hermenéutica como
un centro, con lo que rechazó la teoría heliocéntrica. Debi- el arte de la comprensión. Afirma que si bien todo conoci-
do a que su postura se inclinó hacia el extremo panteísta, la miento parte de la experiencia, ésta es de dos tipos: sensible
Inquisición lo procesó en un juicio que duró siete años y lo (experiencia captada por los sentidos) e interiorizada (expe-
condenó a ser quemado vivo. riencia acumulada mediante el proceso de reflexión). Agrega
Ya en el siglo xvii y hasta el xviii, en la Inglaterra que hay diversos tipos de textos, incluyendo a la poesía, en
protestante, se reavivó el interés por el hermetismo. Las los que se expresa la experiencia del espíritu humano, como
investigaciones de los físicos Newton (1642-1727) y Boyle pueden ser las manifestaciones artísticas, y no sólo los escritos
(1627-1691) fueron posibles gracias a la observación e iden- o literarios (Dilthey, 2000: 22). Concluye que las ciencias del
tificación de signos en la naturaleza. El primero desarrolló la espíritu coinciden con la interacción social y se fundamentan
teoría de la luz y las fuerzas de acción y reacción; el segundo, en la interpretación y comprensión de la práctica humana,
las leyes de los gases y de los elementos primarios. En Alema- se construyen y dependen de ella. Afirma que el carácter del
nia, Jacob Böhme (1575-1624), filósofo y místico que adoptó comprender está en la inserción del sujeto en el mundo de
el lenguaje hermético e influyó en Goethe (1749-1832), reali- la vida, en la posibilidad de volver a sentir, de comprender al
zó también investigaciones científicas sobre la metamorfosis, otro posteriormente a través de una distancia temporal, lo que
la luz y los colores, pero algunos de sus hallazgos los reportó va a dificultar los procesos de interpretación hermenéutica.
en forma de metáforas para mantenerlas ocultas. La hermenéutica se entiende como exégesis o actividad
La hermenéutica moderna surge con el lingüista Frie- interpretativa que tiene como finalidad recuperar la inten-
drich Schlegel (1772-1829) y con el teólogo protestante ción del autor al realizar un texto con la aplicación de un
Schleiermacher (1768-1834); básicamente toma en cuenta conjunto de lineamientos o reglas (Beuchot, 1989). Se trata
lo sagrado, lo religioso que se expresa mediante conceptos. de comprender cada pensamiento o cada expresión a partir de
Es común encontrar la afirmación de que la hermenéutica la totalidad de un contexto de vida. Es la comprensión com-
es resultado de la teología del luteranismo que debía funda- parativa sustentada en la multiplicidad de conocimientos
mentar su fe en la lectura directa de las Sagradas Escrituras objetivos, gramaticales e históricos. Para ello, es necesario

h 326 Hermenéutica
introducirse en el autor y en su mundo de pensamiento y En la Escuela de Baden, aunque también está con-
de representación. formada por filósofos neokantianos, critican el excesivo
racionalismo de la Escuela de Marburgo, porque se orientan
Líneas de investigación y debate más al estudio de la filosofía de la cultura y de los valores. Es
contemporáneo representada por su fundador Wilhelm Windelband (1848-
1915) y Heinrich Rickert (1863-1936), quien lo sucedió en la
La Hermenéutica trata de interpretar humanamente cátedra en la Universidad de Heidelberg y que ya apuntaba a
el mundo como un ‘lenguaje’, cuyo sentido y sinsenti- la distinción entre las ciencias de la naturaleza y las ciencias
do se intenta comprender simbólicamente. Con ello la del espíritu, mismas que debían atender a los valores. Ambos
Hermenéutica ha propiciado el paso del pensamiento fueron maestros de Wilhelm Dilthey (Garagalza, 1990: 19).
clásico fundado en el ser al pensamiento posclásico Consideran que la filosofía debe estudiar las condiciones
basado en el sentido, así como el traspaso de la moder- formales de posibilidad del conjunto y de la acción, desta-
nidad fundada en la razón-verdad a la posmodernidad cando el papel constructivo de la razón humana, tal como
basada en el sentido encarnado. De esta guisa el sen- Kant lo planteó. Valoran aspectos formales del pensamiento
tido emerge como la categoría más significativa de la kantiano, el análisis de su teoría del conocimiento y su apli-
Hermenéutica contemporánea, en su doble aspecto cación al mundo de las ciencias empíricas.
teórico y práctico. Cabe hablar de una Ética herme- Debemos recordar el contexto histórico al inicio de la
néutica del sentido tanto frente al fundamentalismo década de los años treinta: el mundo estaba convulsionado,
tradicional de la razón-verdad absoluta, como también se enfrentaban, contradecían y contraponían diversos radi-
frente al nihilismo relativista de cierta posmodernidad calismos ideológicos como el nacionalsocialismo, fascismo
evanescente (Ortiz-Osés, 2006: VII). y comunismo. Entre 1933 y 1946 un grupo de pensadores
de diversas disciplinas se reunieron en el Círculo de Eranos
Desde la fundación de la Nueva Escuela Histórica, Dil- (que en griego significa “comida en común”). Cada año, hasta
they había planteado que tanto la interpretación como la 1988, viajaban en agosto a Suiza para intercambiar, me-
comprensión toman forma desde la vivencia personal o diante una serie de conferencias, sus explicaciones y nuevas
interiorizada. En el siglo xix, la hermenéutica simbólica o an- propuestas sobre lo mítico, lo sagrado, el significado de los
tropología hermenéutica propone una respuesta a cuestiones signos y sus sistemas, los símbolos, etcétera. Se especializa-
básicas de problemas epistemológicos clásicos en relación con ron en mitología comparada con el objetivo de confrontar el
las preguntas: ¿Cuál es la diferencia entre ciencias naturales pensamiento oriental con el occidental.
y ciencias sociales? ¿Qué hechos analizan como su objeto A partir de la segunda mitad del siglo xx, surge el pro-
de estudio? ¿Qué objetividad puede pretender cada una de blema de los juegos del lenguaje con Ludwig Wittgenstein
ellas? ¿Con qué lenguaje se expresan o qué significa observar (1889-1951) y el llamado giro lingüístico es uno de los prin-
e interpretar en los ámbitos socioculturales? La hermenéutica cipales temas de reflexión. Wittgenstein, en su obra póstuma
simbólica constituye una actitud consistente en una dispo- Tratado de lógica filosófica (1953), vio en el lenguaje una forma
sición o modo de abrirnos a la vida (Solares, 2001: 14-16). de pintura del mundo o modelo que se fue haciendo cada
En la primera década del siglo xx, surgen las escuelas vez más complejo. Antes de la interpretación, debemos re-
neokantianas de Marburgo y Baden. Hermann Cohen (1842- conocer la manera como se vive en el tiempo, una forma de
1918), profesor de la Universidad de Marburgo, pretendió vida adecuada que queda plasmada en un texto, ya no sola-
renovar el estudio de la filosofía de Kant junto con Cassirer mente narrativo, sino normativo. La hermenéutica filosófica
(1874-1945), ambos son antecedentes del Círculo de Eranos. nos invita a vivir como hermeneutas, a contar o expresar la
El conocimiento de sus propuestas es imprescindible para historia de nuestro ser-en-el-mundo, nuestro vivir de cada día,
incorporarse al pensamiento actual de la filosofía política. contar la historia de nuestra vida en historias de texto, para
En Marburgo podemos encontrar a personajes como Paul ubicarnos en un contexto.
Nartop (1854-1924) con su pedagogía social, al sociólogo Gracias a los estudios de teología que realiza Martín
Friedrich Albert Lange (1828-1875), a los filósofos Nicolai Heidegger (1889-1976) y a las enseñanzas de su maes-
Hartmann (1882-1950) y Otto Liebmann (1840-1912), y a tro Heinrich Rickert, Heidegger se familiarizó con la
Karl Vorländer (1860-1928). hermenéutica; posteriormente fue ayudante de Edmund
A México llegó la influencia de los filósofos españoles Husserl (autor de la moderna fenomenología). Entre
Manuel García Morente (1886-1942) y José Ortega y Gas- 1923 y 1928 trabajó como docente en la universidad de
set (1833-1955), quienes estudiaron en Alemania bajo la Marburgo. Investiga el problema de la relación entre la
influencia de los filósofos de Marburgo, corriente considerada palabra de la Sagrada Escritura y el pensamiento teoló-
la más conceptualista, que toma las ciencias de la naturaleza gico-especulativo. Considera la hermenéutica como un
—y especialmente la física matemática— como modelo o intento por determinar la esencia de la interpretación
paradigma de conocimiento. a partir del estudio de la existencia, de el-ser-ahí en el
tiempo, dasein, lo que lleva a una autocomprensión y a la

Hermenéutica 327 h
vez comprensión humana del ser y de sus posibilidades. A esta escuela pertenece Gilbert Durand (1921-2012),
Sus planteamientos se encuentran en su obra más im- quien toma como punto de partida el simbolismo de Carl
portante, aunque inacabada, El ser y el tiempo, publicada Gustav Jung. En su libro La imaginación simbólica, Durand
en 1927. En ella presenta una postura nihilista, reflejo critica a la semiótica y al estructuralismo. Se refiere a la
de haber estudiado a Nietzsche. Sus ideas han influido importancia de diferenciar entre signo, alegoría y símbolo.
tanto en el existencialismo como en la deconstrucción. El símbolo aparece, por su carácter dual, como mediador;
En 1960 Gadamer, discípulo de Heidegger, publica en complementa y totaliza la conciencia y lo inconsciente,
dos tomos Verdad y método. Muchos pensadores afirman que subjetividad y objetividad, pasado y futuro (Durand, en Ga-
con esa obra se funda la hermenéutica contemporánea. En ragalza, 1990: 22).
ella se entiende a la hermenéutica como un diálogo que se Entre los miembros destacados de la Escuela de Eranos
establece entre el ser y el hombre. La razón hermenéutica están: en su primera etapa, la fundadora Olga Fröbe (1881-
posibilita la aplicación que toda interpretación lleva consi- 1962), en cuya casa se reunieron a partir de 1933 estudiosos de
go a nuestra realidad presente en un proceso de incesante varias disciplinas para hacer un análisis cultural e identificar
actualización o resignificación. Una de las funciones de la las diferencias y posibles coincidencias entre Oriente y
hermenéutica es expresar un significado, como explicar o ser Occidente; Rudolf Otto (1869-1937), teólogo protestante
intérprete. Se trata de conducir a la comprensión mediante estudioso de las religiones; Carl Gustav Jung, psicólogo
diferentes formas de plantearse el problema del comprender que propuso varias teorías para analizar la personalidad;
(Ferraris, 2007: 11). Es el modelo del lenguaje y su forma de Gilbert Durand (1921-2012), quien fue discípulo de Gastón
realización en el diálogo el que soporta el entendimiento en- Bachelard (1884-1962) —ambos pensaban que el punto
tre los hombres, así como el entendimiento acerca de las cosas inicial del conocimiento era el símbolo—; Erich Neumann
de que consta el mundo (Ortiz-Osés y Lanceros, 2006: XIII). (1905-1960), psicólogo israelí que trabajó la psicología
El origen del Círculo de Eranos se ubica entre 1933 y analítica; Henry Corbin (1903-1978), filósofo especialista
1946; el año en que se reunieron por última vez en Suiza en estudios del islam que se hizo famoso al dar a conocer
estudiosos de diversas disciplinas fue 1988. Este grupo se trabajos de Martin Heidegger en Francia; Mircea Eliade
reconoce como auspiciador de la perspectiva teórica de la (1907-1986), quien tuvo un gran interés por la filosofía
hermenéutica contemporánea como forma específica de hindú; Joseph Campbell (1904-1987), que estudió con
comprender la existencia (Solares, 2001: 7). Fue funda- especial dedicación a los héroes que aparecen en la literatura;
do en Ascona, Suiza, por el psicólogo Carl Gustav Jung Karl Kerényi (1987-1973), especialista en mitología griega;
(1875-1961) para promover y proseguir el estudio del saber Gershom Scholem (1897-1982), conocedor del simbolismo
marginal. Reunió a un grupo interdisciplinario que, a lo lar- judío y la cábala, entre otros.
go de poco más de medio siglo, elabora una hermenéutica Luis Garagalza (profesor titular de filosofía de la Uni-
simbólica de la cultura. Los miembros del Círculo de Eranos versidad del País Vasco), afirma que Gastón Bachelard da un
afirman que, en el proceso de pensamiento, la pregunta va enfoque filosófico al lenguaje como indagación del trasfondo
por delante; por eso es más difícil elaborar una pregunta de de las investigaciones poéticas, es decir, de lo inexacto, con
manera correcta que responderla (Ortiz-Osés y Lanceros, lo que posibilita la organización de las experiencias como
2006: 286). En sus reuniones anuales su labor consistía en datos. Quiere ampliar el marco de la estructura de la razón,
ampliar los horizontes culturales más allá de la razón, pues constreñida en la visión occidental, y extenderlo por campos
se centraban en estudiar y explicar la experiencia humana, que tradicionalmente se consideran irracionales. Desconfía
lo que lleva necesariamente a interpretar el posible sentido del absolutismo de las ciencias naturales y desemboca en la
de la vida. investigación de la creación poética. Su noción de ruptura
Por otra parte, también en el Círculo de Eranos se pre- epistemológica se encuentra en todos los ámbitos de la cul-
tende un acercamiento entre los principales planteamientos tura: en la historia de un pensador, un artista, la literatura o
filosóficos de Oriente y Occidente. Al mismo tiempo trata de la forma de transgresiones de patrones establecidos o juegos
encontrar el sentido en los arquetipos de los dioses ocultos, lingüísticos. En lo que se refiere al espíritu científico y al es-
en la dualidad del bien y el mal, así como en la vida y muerte, píritu poético, Bachelard descubre que cada uno se mueve en
o dios y demonio, atributos de Hermes. su marco de referencia y se rige según su propio modelo, sin
En poco tiempo, va más allá de las interpretaciones de que por ello sean estrictamente comparables. El conocimien-
Jung, porque su análisis es más cultural que filosófico (Kerén- to científico y el saber poético, separados entre sí, se presentan
yi, Neumann et al., 1994: 10-11). Persigue un conocimiento como los dos polos de la vida psíquica como métodos para
basado en la captación de sentido de la experiencia vivida y transformar la realidad (Garagalza, 1990: 22).
sentida (consentida). Entones el símbolo aparece como el Por su parte, Gilbert Durand, mitologista, tiene el proyec-
único medio a través del cual el sentido puede “manifestarse to de comprender la totalidad del discurso humano en una
y realizarse como auténtica mediación de la verdad, conce- interpretación cultural de los lenguajes simbólicos (poesía,
bida como sentido” (Garagalza, 1990: 24). mitos, leyendas, ritos, textos literarios, neurosis, etcétera) es

h 328 Hermenéutica
decir, de elaborar una teoría antropológica unitaria (Gara- En 1935, Rudolf Carnap (1891-1970) llegó de Aus-
galza, 1990: 24-26). tria a Chicago huyendo de los nazis. Trabajó en la lógica
En una segunda etapa, durante la posguerra —entre matemática —o simbólica— y en la semántica. Entre sus
1947 y 1971—, los adeptos del Círculo de Eranos se con- obras se encuentran: Investigación sobre el significado y la
centran en la elaboración de una nueva imagen del hombre verdad y Significado y sinonimia en los lenguajes naturales. En
y trabajan en la construcción de una antropología cultural. la Universidad de Chicago coincidieron con él el filósofo y
La tercera etapa va de 1972 a 1988. En ella se desarro- semiótico Charles Morris (1901-1979) y Bertrand Russell
lla la hermenéutica simbólica que se encuentra más allá de (1872-1970), filósofo y matemático, quien, influido por Mo-
la filosofía y de la racionalidad. Se concentra en mythos más rris, adoptó la pragmática para elaborar la Enciclopedia de la
que en logos, aunque considera a ambos. Toma elementos de Ciencia Unificada.
la religión y de varias disciplinas, entre las que se cuentan el El filósofo Paul Griece (1913-1988) agrega que otro
psicoanálisis, la antropología social, la filosofía, la literatura, objetivo de la hermenéutica es captar no sólo el significa-
la mitología, el simbolismo y, especialmente, la hermenéutica. do del texto, sino también la intención del hablante o the
La hermenéutica simbólica va más allá de los límites que le speaker’s meaning, de ahí que las disciplinas hermenéutica y
marcan la metodología y la epistemología, fundamentándo- pragmática busquen la intencionalidad en lo que interpretan
se en lo ontológico. En su razón de ser, queda de manifiesto (Beuchot, 2004: 86).
el énfasis que pone en lo simbólico, es decir, en el mito, la En todas las variantes que hemos mencionado, la herme-
leyenda, la magia, el misterio, la pasión por la vida, etcétera, néutica aparece sistemáticamente desarrollada y se entiende
de ahí que el filósofo neokantiano Ernst Cassirer defina al como corriente filosófica y cultural en la que el mundo y el
ser humano como hommo simbolicus. hombre se constituyen como tales en y por el lenguaje, de
Más allá del hommo faber, hommo sapiens, zoon politikon, modo que llegar a ser es llegar a la palabra y, por tanto, a la
hommo parlante, se asume el hommo simbolicus o religioso como interpretación. Todo se da y se articula en el lenguaje, sede
espiritualidad y comunión con los dioses. El hommo simbolicus del sentido, del ser-sentido-lenguaje (Barrera, 2006: 40; Ga-
incluye al hommo ludens, hommo eroticus y al hommo esteticus o ragalza, 1990: 11-12).
artístico. En él se conjugan las fuerzas con alcances ontológicos Entre los más representativos antecedentes de los pos-
desde donde se comprende antropológicamente al hombre, ya modernos se cuentan: el filósofo y crítico literario Walter
que, para que éste se ubique en el universo, necesita otorgarle Benjamin (1892-1940), quien escribió El origen de la tragedia
un sentido a su existencia y definir su destino. alemana y que en su huida de la Alemania nazi fue detenido
Esta tercera generación de la Escuela de Eranos afirma y muerto, y también el novelista francés que siempre estuvo
que debemos comprender al hombre con su vida, no sólo ocupado en dilucidar la obscura mente humana contempo-
como un ser estrictamente racional, sino sustentado por una ránea y sus contradicciones, Georges Bataille (1897-1962),
imaginación creadora. Para conocer el mundo y al hombre que es pieza importantísima para explicar el conocimiento
en él, es necesario interpretar y captar el sentido de su vida, y la situación del ser humano, especialmente el occidental,
planteamiento que años antes habían hecho tanto el escri- en la posmodernidad.
tor Friedrich Hölderlin (1770-1843) como el poeta Rainer Entre los filósofos que han influido en el pensamiento
Maria Rilke (1875-1926), para quienes el mundo es sím- de la posmodernidad también hay que mencionar a Michel
bolo y diálogo. Foucault, aunque no se considera propiamente posmoderno.
Ahora bien, podemos hablar de dos formas de llegar a la Mauricio Beuchot escribe en la introducción de su obra
comprensión de la dimensión simbólica de la cultura: Historia de la filosofía en la posmodernidad que el sociólogo y
filósofo alemán Jurgüen Habermas (n. 1929), pertenecien-
1) el estructuralismo formalista en torno a Claude Lé- te a la segunda generación de la Escuela de Frankfurt, hace
vi-Strauss (1908-2009), racionalista y agnóstico, y una historiografía del pensamiento posmoderno en la que
2) la hermenéutica simbólica de corte gnóstico repre- clasifica diversos autores de acuerdo con su perspectiva, por
sentada por la Escuela de Eranos, de la que ya he- tanto con su forma de interpretar la realidad, y los ubica en
mos hablado, que “indica la forma posible de mediar las siguientes divisiones de posmodernidad: antimoderna,
entre lo que la Modernidad ha separado: espíritu paleoconservadora, neoconservadora y ético-crítica (Beu-
y materia, vida y muerte, mitos y logos. La com- chot, 2009: 7-10).
pleja cuestión de la coincidencia de los contrarios
a través del análisis de su relación abierta hacia lo • Los antimodernos están representados por per-
otro que pretendemos comprender como matriz del sonajes como el filósofo y sociólogo de izquierda
pensamiento” (Solares, 2001: 8-9). Aunque resulta Jean-François Lyotard (1924-1988), perteneciente
claro que sólo podemos juzgar a partir de nuestras al grupo Socialismo o Barbarie, quien en sus me-
propias categorías culturales y, en consecuencia, que tarrelatos trató de encontrar el sentido de la his-
nuestras certezas son relativas. toria; Jean Baudrillard (1929-2007), sociólogo, fi-
lósofo y teórico de la cultura; Gilles Lipovetski (n.

Hermenéutica 329 h
1944), que reflexiona sobre lo efímero y el vacío en Julio César Barrera Vélez, quien pertenece al círculo de
la contemporaneidad; Gilles Deleuze (1925-1995), hermenéutica analógica en la unam, propone una clasifica-
considerado como uno de los filósofos más influ- ción5 de las siguientes variantes de la hermenéutica:
yentes del siglo xx que con una extensa obra abarcó
temas de filosofía, política, literatura, cine y pintura, a) Metódica (heredera de Dilthey): interroga acerca
y que trabajó varios de sus textos con Félix Guattari de las posibilidades de las ciencias humanas para
(1930-1992); Jacques Derrida (1930-2004), cuya que su interpretación alcance universalidad y obje-
propuesta filosófica se conoce como el pensamien- tividad.
to de la deconstrucción; Gianni Vattimo (n. 1936), b) Ontológica (Heidegger y Gadamer): la experien-
quien escribe sobre el ocaso de la historia y el pen- cia se configura en el lenguaje, considerado un me-
samiento débil, se acoge a la hermenéutica filosófica dio de dominio y poder: el lenguaje puede ser el
y ha participado en política, y finalmente, Richard punto de encuentro de la verdad y la correcta co-
Rorty (1931-2007), quien estuvo en contra del ab- municación, pero también de la mentira, lo mismo
solutismo del pensamiento analítico. Todos ellos, de que de la no verdad y comunicación distorsionada
diferentes formas, critican en la Modernidad, tanto (Barrera, 2006: 41). Se suponen los actos del habla
a la ética como a la técnica. como comunicativos y no lingüísticos. Heidegger
• Los paleoconservadores hacen una crítica tanto a y Gadamer relacionan la experiencia hermenéuti-
la ética como a la técnica y proponen volver a éti- ca con el universo del lenguaje y el logos como un
cas anteriores como la de Aristóteles. Entre sus re- verbum (Ferraris, 2007: 11).
presentantes podemos mencionar a Hanna Arendt c) Semiológica (Ricoeur, 1913-2005): en ella se da un
(1906-1975), Agnes Heller (n. 1929) y a Alasdair interés ontológico. Está orientada a la comprensión
MacIntyre (n. 1929), neoaristotélico que ha hecho del yo que “sigue el camino del análisis de las zonas
aportaciones a la filosofía moral. Otros, como el fi- simbólicas producidas por el hombre, los sueños,
lósofo canadiense Charles Taylor (n. 1931), recono- mitos, ritos, metáforas, etcétera” (Barrera, 2006:
cido por sus investigaciones sobre la Modernidad y 41-42). Considera al lenguaje simbólico multívoco,
la hermenéutica, proponen la ética de Hegel. opuesto al de las ciencias.
• Los neoconservadores, si bien critican a la ética d) Crítica (Habermas, n. 1929 y Apel, n. 1922): consi-
moderna, también proponen conservar la técnica, dera la “posibilidad de conocimiento y se funda en
como el sociólogo y filósofo Daniel Bell (1919- los intereses de la vida cotidiana”. Presenta una:
2011), profesor en la Universidad de Harvard, en
su libro El fin de la ideología; el neoconservador […] crítica de las ideologías que sostienen a los
William Kristol (1920-2009) y Michael Novak (n. dominadores: es necesario develar el sentido de
1933), economista y humanista neoconservador. éstas para posibilitar la comunicación y conver-
• Los ético-críticos refutan la técnica de la Moder- gencia entre las diversas perspectivas de cada uno
nidad pero desean conservar o replantear la ética de los mundos cotidianos […]. Este consenso es
moderna. Sus exponentes son Habermas, Karl Otto posible si el oyente entiende al hablante […], lo
Apel (n. 1922), especialista en lenguaje y comuni- que lo lleva a ‘aceptar la verdad del contenido’ de
cación que, al igual que Habermas, mantiene una lo que se propone, y si la considera correcta, tam-
postura crítica frente a la hermenéutica, y Maurice bién lo hará con la norma (42).
Blanchot (1907-2003), amigo de Levinas, Bataille
y Derrida. e) Nihilista (Gianni Vattimo, n. 1936): la hermenéu-
tica es una cosmovisión. Desde las múltiples inter-
Después de la segunda mitad del siglo xx, los filósofos pretaciones se debe enfrentar, en su fluir, al mundo
y, en general, los estudiosos de las ciencias sociales, pusieron real cambiante.
especial atención a los diferentes lenguajes por medio de los
cuales se expresan los seres humanos, así como los proble- Después vienen filósofos críticos de la Modernidad o an-
mas de traducción (niveles de significación) y, desde luego, la timodernos de izquierda, entre ellos: el filósofo y sociólogo,
posibilidad o no de la comunicación con los demás. En otras Jean Francois Lyotard (1924-1998); Gilles Deleuze (1925-
palabras, el problema de la interpretación de lo que ocurre 1995); Jacques Derrida (1930-2004); Anthony Giddens (n.
(hermenéutica), los significados de los hechos culturales y el 1938); Bolívar Echeverría (1941-2010), profesor emérito
posible establecimiento del diálogo (comunicación con los de la unam; Adolfo Sánchez Vázquez (1915-2011), y Em-
demás) para llegar a acuerdos que permitan la convivencia, manuel Levinas (1906-1995), quien realiza una crítica a la
porque todo se articula por medio del lenguaje (Barrera,
2006: 40).
5 Basada en una taxonomía que retomó de Daniel Herrera Res-
trepo, 1998.

h 330 Hermenéutica
filosofía occidental; Gianni Vattimo (n. 1936), y Richard Dilthey, Wilhelm (2000), Dos escritos sobre hermenéutica: el surgi-
Rorty (1931-2007), que dejó las filas de la filosofía analítica miento de la hermenéutica y los esbozos para una crítica de la
para unirse a los posmodernos (Beuchot, 2009: 7-10). razón histórica, Madrid: Istmo (Fundamentos, núm. 164).
Vattimo ubica entre los posmodernos a Paul Ricoeur, pero Durand, Gilbert (1990), “La creación literaria. Los fundamentos
de la creación”, en El retorno de Hermes, Barcelona: Anthro-
no a Gadamer. En todo caso, lo que es un hecho es que la pos, pp. 20-49.
hermenéutica ha pasado a ser la episteme o koiné de la pos- Ferraris, Maurizio (2007), Historia de la Hermenéutica, México:
modernidad (Beuchot, 2009: 10). Siglo xxi.
Desde 1993, Mauricio Beuchot ha venido desarrollando Gadamer, Hans-Georg (1999), ¿Quién soy yo y quién eres tú?, Bar-
algunos planteamientos teóricos y ha propuesto la herme- celona: Herder.
néutica analógica que ya tiene aplicaciones en psicología, _____ (2004a), Verdad y método, tomo II, Salamanca: Sígueme.
psicoanálisis, pedagogía, antropología, filosofía de la cultura, _____ (2004b), Hermenéutica de la Modernidad. Conversaciones con
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Finalmente, la Dra. Blanca Solares, en Los lenguajes del _____ (2007) Verdad y Método, Tomo I, Salamanca: Sígueme.
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símbolo, indica que no podemos dejar de incluir a quienes néutica y lenguaje en la filosofía actual, Barcelona: Anthropos
en el ámbito latinoamericano han desarrollado trabajos de (Hermeneusis, núm. 7).
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Alfredo López Austin (n. 1936); Mercedes de la Garza (n. simbolismo y sociedad, Barcelona: Anthropos (Hermeneusis,
1939); Rubén Bonifaz Nuño (1923-2013); Miguel León núm. 18).
Portilla (n. 1926); Gutierre Tibón (1905-1999); Octavio Paz _____ (2014), El sentido de la Hermenéutica. La articulación simbólica
(1914-1998); Enrique Florescano (n. 1937); Roger Bartra del mundo, México: Anthropos, Universidad Autónoma de
(n. 1942); José Pascual Buxó (n. 1931); Gabriel Weiss; Noé México- Iztapalapa (Hermeneusis, núm. 31).
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Hermenéutica 331 h
Regional de Investigaciones Multidisciplinarias-Universidad La otra cara de la discusión en torno a la heteronomía re-
Nacional Autónoma de México (Hermeneusis, núm. 17). vela el concepto de libertad que la subyace. Mientras que para
Kant la moral autónoma es la voluntad del sujeto que decide
libremente, conforme a la razón, sin mediar coacción externa
alguna (provenga de Dios, del entorno o de otra persona), para
Levinas la libertad se define con relación a la responsabilidad
HETERONOMÍA por el otro, irreductible y exterior al yo. Esta responsabilidad
heterónoma levinasiana, anterior a la voluntad, proviene de la
interpelación del rostro del otro que, según el filósofo, al vol-
Silvana Rabinovich
verse hacia el sujeto, se le opone sin hostilidad. Podría objetarse
que esa irrupción del otro en la calma del yo es violenta. Sin
embargo, contrariamente al sentido común, la violencia, según
Definición
el filósofo lituano, consiste en ignorar esta oposición del rostro
del otro, en reducirlo a cálculo para su sometimiento, borrando
Comúnmente considerada como la ausencia de autonomía,
su inquietante alteridad.
la heteronomía designa un origen de la ley que rige el com-
El encuentro con el rostro del otro, que se presenta como
portamiento en tanto exterior a la voluntad del sujeto (por
anterior a la libertad del sujeto, le ofrece a este último la po-
su etimología, en griego heteron refiere al “otro” y nomos a la
sibilidad de poner en marcha esa libertad. En este sentido,
ley). Para su definición, que resuelven por la vía negativa,
para la ética heterónoma, la palabra es mandamiento. Aparen-
los diccionarios de filosofía remiten al vocablo “autonomía”,
temente hay una paradoja, la libertad heterónoma es difícil
que a partir de Kant se define como la voluntad que se da a
libertad: por ejemplo, el “no matarás” se vuelve infinitamen-
sí misma la ley moral acorde a la razón. Para el filósofo de
te exigente —y a la vez prometedor— al traducirse como la
Königsberg, todo otro origen de la ley moral cuestiona la
obligación de que el otro viva. En términos de Levinas esta
libertad de la voluntad y por lo tanto los actos que produce
responsabilidad por la vida del otro recibe el nombre de “ma-
no son auténticamente morales (Kant, 1968: 144). Este con-
ternidad ética”. El Otro levinasiano remite tanto al presente
cepto de autonomía, relativo al orden político y social, había
(el prójimo) como al pasado (memoria de los vencidos por
sido concebido antes por Rousseau en el Contrato Social y se
redimir) y al porvenir (responsabilidad con las generaciones
relaciona con la voluntad individual y general. Actualmente
que vendrán). Es característica de la ética heterónoma la in-
remite a sociedades o comunidades que se rigen por su propia
versión de la perspectiva: al provenir de la exterioridad, se
normatividad (que se basa en una concepción comunitaria y
relaciona con el mundo desde el lugar del otro (que nunca
no individual de la subjetividad), aun cuando ésta contradice
puede confundirse con el yo, o con el Mismo), de ahí su enor-
ciertas leyes del Estado nacional.
me potencial (auto)crítico. La exterioridad del otro exhorta al
Con Emmanuel Levinas la heteronomía pierde su defi-
sujeto a tomar posición a su favor: al mostrarle su condición
nición por la vía negativa —que la reduce a la antítesis de
de usurpador y ocupante, el otro conmina al sujeto a ceder el
la autonomía o simplemente a su carencia—, y se define
espacio que ocupa. Implacable en su crítica, la heteronomía
como el sustento del concepto de sujeto. Literalmente, para
genera un pensamiento inquieto, neutraliza la comodidad
el filósofo lituano, sujeto es aquel que se encuentra sujetado
autocomplaciente típica de una moral altruista.
a una relación con el otro. Así, el nomos por el que se rige el
El esquema ético levinasiano, basado en la anterioridad
yo tiene origen en el heteron.
y prelación del prójimo, que se constata en la relación del
sujeto con el tiempo y el lenguaje (éstos no son posesio-
Historia, teoría y crítica
nes ni atributos, sino la garantía misma de hospitalidad)
da cuenta de un desfasaje o retraso del sujeto respecto de sí
En Occidente, hacia finales del siglo xviii surge la con-
mismo. Podríamos parafrasear “en el principio fue el otro”,
cepción de la moral como autogobierno en tanto facultad
aquel anfitrión que recibió al yo en la lengua y en el tiempo.
humana igual en todos los hombres. Anteriormente, la moral
Cuando el sujeto puede hablar —evocando a Bajtín— sabe
se entendía como obediencia a la autoridad. En el proceso de
que no es justo decir con Descartes “yo soy” sino “yo también
liberalización del pensamiento, la autonomía se considera un
soy” (porque lo dice en la lengua del otro, que lo precede).
punto de inflexión en la relación entre individuo y sociedad.
Características de la heteronomía, desde el inicio, son la
Esta descripción presupone un progreso en la libertad hu-
asimetría y la no reciprocidad de la relación entre el yo y el
mana y en este sentido la heteronomía —entendida como el
otro. Es asimétrico por solicitar atención y también por la
sometimiento a la voluntad de un tirano— se explicaría como
autoridad de ordenarla. En este sentido, la palabra del otro
un estadio superado en la moral. Sin embargo, la heteronomía
es mandamiento. La sujeción del yo que se descubre capaz
no se reduce a la coacción ni tampoco a una obediencia irra-
de atender su reclamo, se vuelve garantía de liberación. La
cional (y, adelantamos, tampoco el pensamiento se amolda al
responsabilidad por el otro es incondicional, y por eso la re-
esquema del progreso). Desde esta perspectiva, la heterono-
ciprocidad no puede caracterizarla. Sin embargo, a pesar de
mía no es la falta de autonomía sino su exterioridad.

h 332 Heteronomía
presentarse como anterior a la voluntad que sería el resulta- mo y el libre mercado, puede transformarse en una pesadilla
do de una decisión racional, la heteronomía no es irracional. excluyente. Las poblaciones marginales (pueblos originarios)
Levinas considera que, anterior a la razón lógica —que pro- o “superfluas” (emigrantes, refugiados, parias) lo atestiguan.
porciona al sujeto los elementos para tomar decisiones de Desde esta perspectiva, que no ubica a la heteronomía en
manera autónoma— la heteronomía apela a la razón ética las antípodas de la autonomía sino en su genealogía, queda
pre-originaria. cuestionada la creencia liberal —fundada en la idea de pro-
Debe aclararse que la relación heterónoma hasta aquí greso— que considera a la autonomía como superación de
presentada no describe los vínculos cotidianos entre las per- la heteronomía. El filósofo Emmanuel Levinas se queda
sonas sino que plantea una hipótesis ética que el autor llama junto a la ética frente a la política —sin entrar en ella, para
pre-originaria o an-árquica, esto es, que subyace al orden so- poder vigilarla— porque la entiende a la manera del libe-
cial y es anterior a todo origen (arjé) y a toda cronología. Al ralismo político, al que ve como la forma más elaborada de
modo de la maldad o bondad natural del hombre esbozadas organización. Según el filósofo, esta organización política
por Hobbes o Rousseau respectivamente, la responsabili- presupone un avance —insuficiente— en el desarrollo social
dad heterónoma levinasiana —que a diferencia de éstas no y político, al que ve con desconfianza. Pero cabe preguntarse:
es esencialista— constata trazos humanos, chispas de una ¿acaso la historia —la vida— sólo se entiende en función del
ética que, bajo un sedimento de relaciones cotidianas nu- progreso? El progreso es un valor occidental —orientalista,
bladas por la propiedad privada, oculta genuinas esperanzas es decir, excluyente—,1 producto de un pensamiento teleo-
de justicia. Esta justicia se teje en una ética que, al antepo- lógico que pretende universalidad pero que no la alcanza.
ner el otro al sujeto, le intima a reconocer su vulnerabilidad. Desde la crítica de Said al orientalismo, la teleología en la
La sujeción del yo le obliga a desconfiar del poder y de las historia, como una cadena de causas y consecuencias en una
posesiones. Desnudo ante la desnudez del otro, el sujeto se dirección única, se revela como una forma más, entre muchas
descubre responsable de la fragilidad del prójimo. La ética otras, del pensamiento, asociada a un yo que se concibe a sí
heterónoma da la clave para desactivar la lógica de “guerra mismo como voluntad de dominio. Un pensador heteróno-
preventiva” —tan común en las sociedades occidentales— en mo como Walter Benjamin (2008) hace una crítica radical
la que, ante el temor a ser agredido por el otro, cuya calidad a la ideologización del progreso en el concepto de historia.
de indigente se percibe como amenaza (en tanto le recuerda Este cuestionamiento benjaminiano a la inexorabilidad del
al sujeto su propia vulnerabilidad), éste opta por “prevenir” la progreso conduce a revisar otras formas de heteronomía
supuesta agresión perpetrándola. Al definir al sujeto a partir política experimentadas en el seno de diversas culturas (al-
de su responsabilidad por la fragilidad del otro, la heterono- gunas de ellas consideradas como “atrasadas” por la visión
mía cuestiona radicalmente el esquema de autoafirmación orientalista). De esto tratará el apartado siguiente.
que ha imperado en la ética y en el pensamiento occidental.
Ahora bien, lo descrito hasta aquí corresponde a la ética Líneas de investigación y debate
heterónoma, filosofía primera para Levinas, que plantea la contemporáneo
hipótesis pre-originaria del cara-a-cara. Pero en el mundo,
además del sujeto y aquel otro por quien se descubre res- La ética heterónoma, que antepone el Otro al Mismo, apa-
ponsable, se encuentra el tercero: la sociedad. En el plano rece abordada por primera vez en la historia de la filosofía
social y político, la ética desempeña un papel de horizonte, de manera afirmativa —en tanto filosofía primera—. Sin
de promesa. La idea de justicia es matizada por la pluralidad, embargo, en la filosofía del siglo xx, el debate se abre a otros
la exigencia infinita de la difícil libertad se atenúa. La ética, pensamientos pertenecientes a culturas que la filosofía au-
entonces, funge desde un afuera que vigila al poder desde la todenominada “occidental” no supo tomar en cuenta, por
vulnerabilidad. Al modo de los profetas bíblicos, que amones- considerarlos “atrasados” o alejados de la razón ilustrada. En
taban al rey sin concesiones en nombre de la justicia, la ética esta sección se presentarán cuatro líneas de pensamiento que
heterónoma —insobornable e incapaz de calcular— descon- actualmente, pero que también desde hace siglos y desde lu-
fía del poder político. En esta escena queda claro por qué para gares diferentes, plantean distintas perspectivas heterónomas
Levinas la heteronomía no es ausencia de autonomía, sino que se manifiestan en el plano ético, social y político.
su condición previa. La autonomía, en cuanto afirmación del
Mismo, corre el peligro de olvidar su progenie, su condición Pensamiento andino
filial respecto al Otro. El orden político en su afirmación de El ideal de una “autonomía” personal para el runa/jaqi andi-
libertad debe tender a la autonomía; sin embargo, la política no es un absurdo; como miembro de una red de relaciones,
no puede negar su génesis social y ética. Dicho en otros tér- el individuo nunca puede establecer su propia ley (autos y
minos, la autonomía política no debe pretenderse ex nihilo, nomos), sino que tiene que insertarse en la gran ley cósmica
porque si niega su estirpe heterónoma —su condición de
heredera responsable con el pasado, el presente plural y el
porvenir—, corre el riesgo de volverse tiranía. Aquel sueño de 1 En el sentido que le da Edward Said al término, que refleja la
libertad fácil, pura voracidad reducida a las leyes del capitalis- percepción de superioridad que Occidente tiene de sí mismo
en comparación con un Oriente caricaturesco y despreciado.

Heteronomía 333 h
de la correspondencia, complementariedad y reciprocidad. cula con la hospitalidad. “El escuchar es revelador respecto a
Fuera de ésta, el individuo está condenado a ser una “nada” la realidad y al escuchador mismo. Se oye lo que no se sabe,
(Estermann, 2009: 235). ni de sí mismo” (Lenkersdorf, 2008: 143). En esta descrip-
Pensamiento heterónomo por definición, la red comuni- ción de la escucha hay elementos característicos de la ética
taria da forma al sujeto, que no puede ser comprendido como heterónoma: la revelación como fuente de saber exterior es
tal sin el marco de la comunidad. La heteronomía se mani- imposible de anticipar o de poseer, no sólo enseña sobre el
fiesta a través de los conceptos de Sumak kawsay, “buen vivir” otro sino que por el otro se llega al “sí mismo”.
—en quichua ecuatoriano—, y Suma Qamaña, “buen convi- En esta cosmovisión, la tierra es madre (al igual que para
vir” —en aymara boliviano—. El buen vivir nada tiene que los pueblos andinos) y por lo tanto no se concibe su traba-
ver con el afán de posesión y acumulación característicos del jo por dinero, ya que el dinero la prostituiría. Allí radica la
capitalismo, que se basa en el consumo. En este contexto de diferencia entre el “trabajo por la vida” y el “trabajo por di-
convivencia que desconoce la hegemonía del par sujeto-ob- nero” (Lenkersdorf, 2006: 24). Mientras el último se basa
jeto (que conlleva el poder del primero sobre el último), el en la acumulación, el primero se explica por y para la vida.
estatus epistemológico se muestra radicalmente diferente al Este sentido de la escucha se traduce políticamente en
“occidental” —caracterizado por el afán de dominio—. En el la posibilidad de una democracia en la que se respetan las
marco intersubjetivo del buen convivir, la sabiduría consiste voces, pensamientos y palabras de todos y cada uno. Hacia
en el encariñamiento —diferente del conocimiento— con el la política exterior, la comunidad se dirige traduciendo su
medio (Álvarez, 2013), es decir, que presupone una relación heteronomía radical como “autonomía”. El Estado nacional,
de atención mutua, solidaria. La relación de amor se ma- que busca unificar a todos los pueblos que componen la na-
nifiesta no sólo en el acercamiento a la sabiduría sino en el ción, debe entender que ese otro (por ejemplo, los zapatistas
trabajo, que en este contexto trata de asistir a la naturaleza en Chiapas) se rige por reglas diferentes que está obligado a
y no de explotarla. Así, la reciprocidad, que no se reduce al reconocer por ley. Autonomía (respecto al gobierno nacio-
cálculo sino que tiene que ver con la solidaridad, es uno de nal) heterónoma (en el interior de la comunidad) es la de los
los principios económicos, epistemológicos y de organización zapatistas de México.
social. Este principio se profundiza con la solidaridad que
no espera retribución y se relaciona con una característica Pensamiento judío
de la heteronomía, que es su incondicionalidad. La posición Llamamos pensamiento judío a una filosofía en cuya genea-
del ser humano en el mundo no es de superioridad sino que logía se encuentra la tradición comunitaria de lectura de la
se relaciona de manera horizontal con el medio, como parte Torah en el marco de la religión judía entendida a partir del
integrante del mismo. Cuando el buen vivir y el buen con- cumplimiento de sus preceptos. Filósofos modernos y con-
vivir interpelan a la política “occidental”, desde una alteridad temporáneos, permeados directa o indirectamente por estas
que se ubica en el interior del Estado, le impelen a revisar prácticas tradicionales de lectura, dan lugar a un pensamiento
su constitución nacional, corrigiéndola como plurinacional. filosófico que, si bien no se inscribe en la religión, por su ca-
Este es el caso de países andinos como Ecuador y Bolivia que rácter heterónomo se ubica en ese horizonte cultural.
tradujeron estas nociones de orden institucional, modificando Las leyes morales y sociales de la Torah (Levítico 19 ss.)
de manera profunda sus textos constitucionales. dan lugar a una organización social que, al postular la res-
ponsabilidad por el otro (el pobre, el extranjero, la viuda y el
Pensamiento tojolabal huérfano), puede prescindir de la autoridad monárquica (I
Si toda lengua refleja un horizonte de pensamiento, en el Samuel 8), bajo la supervisión divina que garantiza la igual-
tojolabal —lengua mayense— se trasluce una cosmovisión dad de los seres humanos ante Dios. En el marco ritual, la
muy diferente a la del español. Una de sus características lectura del Libro se lleva a cabo regularmente en comunidad,
más sobresalientes concierne a la predominancia de la es- en voz alta, poniendo en acto la heteronomía (de la voz en
cucha y a la concepción comunitaria de la subjetividad. la lectura que garantiza la escucha, del testimonio del otro
Son cuatro los conceptos clave del tojolabal (Lenkersdorf, que impide el sojuzgamiento de los sentidos del texto). Esta
2008): el “nosotros”, “todo vive”, la “complementariedad”, o cosmovisión, que concibe al tiempo —diacrónico— en cla-
intersubjetividad, y el “escuchar”. No se trata de negar al yo ve generacional, define al sujeto como responsable por las
sino de entenderlo en el marco de un nosotros comunitario generaciones pasadas y por las que le sucederán. Más tarde,
—incluyente— que lo constituye. El sentido de comunidad dentro del marco religioso, el Talmud (escrito bajo el yugo
lo da la certeza de que todo vive, es decir que la vida no es de Roma) considerará a la prelación del otro postulada en
cualidad exclusiva de los tres reinos de la naturaleza, sino que la Torah como garantía para impedir la soberbia del poder.
todo aquello que nos rodea (sea artificial o natural, terrestre Pensamiento diaspórico, el Talmud y luego la Cábala luriánica
o celeste, en vida o difunto) vive. En ese sentido, se da una postularán al exilio (simbólico) como garantía de humildad
inversión típica de la heteronomía: ver y escuchar supone que y libertad; pensamiento del desarraigo, el Levítico (25: 23),
somos vistos y escuchados por todos esos otros que conviven al dictaminar la condición radical de extranjería, impedirá la
con nosotros. La escucha, relacionada con la atención, se vin- posesión de la tierra.

h 334 Heteronomía
Esta cosmovisión heterónoma originada en el marco por la palabra del otro la vuelve inmune al “egoísmo colecti-
religioso, trasciende las fronteras hacia el mundo secular a vo” que Buber distingue como propio de los nacionalismos.
través de pensadores judíos contemporáneos (algunos cre- Nuevamente constatamos que la heteronomía funge como
yentes y otros no) a quienes les fuera transmitida directa o garantía de la autonomía con justicia.
indirectamente. Así, Emmanuel Levinas, filósofo religioso y A mediados del siglo xx, Martin Buber consideraba que
conocedor directo de las fuentes, propone una ética heteróno- el único socialismo factible era el utópico (Buber, 2009). A
ma que traduce (e interpela) a la filosofía occidental; Walter través de sus investigaciones, el cientificismo se revela más
Benjamin, pensador laico permeado por algunos aspectos de fantasioso por sus pretensiones de realismo que los caminos
la Cábala, plantea una concepción heterónoma del marxis- de la utopía.
mo, de la historia y la memoria que acerca lo mesiánico a la En nuestros días el socialismo utópico, a través de la re-
revolución; Jacques Derrida presenta un pensamiento polí- lectura de las Tesis sobre la historia de Walter Benjamin, ha
tico heterónomo de raigambre generacional que tiñe toda su sido actualizado por ejemplo en el “ecosocialismo” planteado
filosofía; Sigmund Freud concibe al sujeto desde la hetero- por Michaël Löwy (2001). Motivada por la responsabilidad
nomía del insconsciente; Martin Buber y Gustav Landauer heterónoma con el porvenir, la ecología política radical —
—en su implacable reclamo por la justicia donde resuenan que hoy une a militantes de muy diversas etnias y realidades
los preceptos del Levítico 19 y 20— construyen un socialismo sociales en el planeta— constituye una fuerza de oposición
profético… La lista es amplia. Del sentido heterónomo de la que se expresa desde lenguas y culturas diversas contra la
utopía en Buber, Landauer y Benjamin nos ocuparemos en globalización neoliberal capitalista. Si la preocupación ética
el apartado siguiente. ante la depredación extractivista del medio ambiente puede
tejer esta red política que trasciende fronteras de toda clase
Socialismo utópico (culturales, lingüísticas, económicas) es porque se acercan
Entendida por los autores del Manifiesto Comunista como desde la vulnerabilidad y no desde la autoafirmación. Esta
opuesta a la comprensión científica de la estructura económica posición heterónoma de la subjetividad permite aproximarse
de la sociedad burguesa, la utopía fue denostada como mera a toda lengua —incluso la propia— como traducción. En-
fantasía reformista. El problema de esta oposición radica en tonces, el intercambio de experiencias vulnerables se vuelve
el concepto de ciencia en que descansa y también en el de la “débil-fuerza” (Benjamin, 2008, tesis 2) capaz de propiciar
utopía. Martin Buber se abocó a la tarea de recuperar cierta autonomías en cuyo horizonte brilla la responsabilidad hete-
génesis de esta “idea en desarrollo” (Buber, 1998: 7) y lo hizo rónoma que ilumina presente, pasado y porvenir. En las tesis
a través de otra concepción del conocimiento, que se acerca al benjaminianas convergen el elemento mesiánico judío —que
“encariñamiento” propio del concepto andino de “buen vivir”, es apertura a un porvenir incognoscible y no anticipable—
abierto a la ficción, aunque no a la fantasía engañosa. Pensada con el socialismo utópico, que esboza cuadros inconclusos
como “cuadro de lo que debe ser”, la utopía se inspira en un de lo aparentemente imposible.
deseo crítico de justicia, donde la crítica se considera corolario Para concluir: las experiencias andinas, maya tojolabal
de la experiencia heterónoma. y utopista comparten la concepción del ser humano como
Lo que inquieta en el discurso utópico es la imaginación un integrante más del mundo que habita, hermanado con la
política incondicionada que permite a Gustav Landauer de- naturaleza y con el medio ambiente, que se resiste a concebir
finir a la política como “el arte de lo imposible”, a Charles el trabajo como explotación. En el caso de la heteronomía
Fourier plantear el trabajo como asistencia de la naturaleza de raigambre judía, no es el hecho de hermanarse con la
en su labor de alumbramiento de “las criaturas que como naturaleza (que de algún modo está presente en la condi-
posibles dormitan en su seno” (Benjamin, 2008, tesis 11) y ción de creatura) ni mucho menos de apropiársela, sino el
no como explotación de la misma, o a Piotr Kropotkin, en de ser heredero de la responsabilidad de cuidarla para poder
tanto ácrata, oponerse al Estado centralista —dominador— transmitirla al porvenir. En un horizonte de profundo desa-
desde una idea de organización política que nunca queda rraigo, la experiencia del exilio recuerda al judío que la tierra
definitivamente constituida. sólo pertenece a Dios, esto obliga al pueblo a mantenerse al
El escenario de las diversas versiones del socialismo margen de luchas por la posesión del territorio. Provisto de
utópico es la comunidad que se diferencia del colectivo por dos oídos y una sola boca (fisiología heterónoma), el deber
definirse como tejido de relaciones intersubjetivas. En los de escuchar, o incluso de atender, se descubre como lo pro-
cuadros utópicos, la ética tiene un lugar privilegiado respec- piamente humano y revela que la palabra “propia” proviene
to a la política. Esto hace postular a Landauer la absoluta de otro (“animal profético” levinasiano, inspirado por el len-
coherencia entre medios y fines y la imposibilidad de que los guaje, “que da la palabra” en varios sentidos: presta su boca
primeros tomen caminos divergentes al de los últimos en aras para que el Otro hable a través de él, empeña la palabra dada
de una supuesta eficacia. La confederación de comunidades responsabilizándose por ella y cede la palabra al otro, ante-
autónomas propuesta por este utopista exige un dinamismo poniendo la escucha). En Benjamin y en Buber, de maneras
que impide el anquilosamiento de cualquier forma de orga- muy distintas, convergen la heteronomía judía (mesiánica)
nización política. Se trata de una autonomía cuyo respeto y la socialista (utópica).

Heteronomía 335 h
Todos los ejemplos aquí mencionados dan testimonio de Disponible en: <http://www.formacion.psuv.org.ve/wp-con-
una alteración profunda en los sentidos de autonomía y hete- tent/uploads/2013/06/Un-Manifiesto-Ecosocialista.pdf>].
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por un prejuicio orientalista— de presentarlas como opues- ja Negra.
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h 336 Historia cultural


americana. En Francia, por ejemplo, Pierre Bourdieu se encar- se propuso el uso del concepto de culturas populares,3 por
gó de aportar un sistema teórico para representar y analizar la ejemplo, para hablar del entorno de resistencia a los poderes
cultura desde la sociología. En el ámbito historiográfico y de de explotación. En este sentido, Antonio Gramsci catalogaba
manera indirecta —pues, en un principio, se esgrimió más el las culturas subalternas como concepciones del mundo que, a
término de historia de las mentalidades—, el impulso se estable- pesar de su asistematicidad, oralidad y fragmentariedad, po-
ció a través de los trabajos —en la década de los setenta— de seen —como toda cultura— un rasgo generador y distintivo,
Jacques Le Goff, Georges Duby o Michel Vovelle. Pero sólo un modo de percepción y producción simbólica alternativo
será a partir de la década de los ochenta cuando termine por (Gramsci, 1975: 151).
forjarse la noción teórico-metodológica de la historia cultural. Otra crítica a la historia cultural clásica, de mayor peso
En los Estados Unidos, Hayden White estableció en su que la anterior, hacía referencia a la supuesta unidad del con-
obra Metahistoria (1992) el “giro lingüístico” para fundar las cepto cultura que los marxistas calificaban como un término
bases de la llamada nueva historia cultural. Para este autor, que ocultaba las contradicciones sociales. Aunado a lo ante-
la historia se reducía a un discurso retórico. Por eso mismo, rior, también estaba el problema del enfoque metodológico,
lo que debía llamar la atención del historiador no eran los pues al carecer de una lectura diversificada y materializada,
hechos del pasado, sino la manera en que éstos eran cons- las manifestaciones culturales se escapaban por la carencia de
truidos de acuerdo con los contextos y los significados del instrumentos para su correcta aprehensión y análisis.
propio narrador. Esta idea será ampliamente desarrollada por Una crítica más a la historia cultural clásica tenía que
Michel de Certeau (1993) como una práctica del presente ver con los estudios de la tradición como un fenómeno sin
en la que se hace referencia al pasado. Por ello, la historio- ruptura. De ahí la falta de consideración de los conflictos
grafía debe dar cuenta de la coyuntura social, económica y ocurridos de una generación a otra y todos los cambios y
cultural del historiador. adaptaciones que se necesitan constituir para dar lugar a
ésta. Pero además, esta visión tradicional de la cultura hacía
Historia cultural clásica hincapié en lo erudito. Frente a esta postura reduccionista,
Sin embargo, desde fines del siglo xix, el historiador alemán el investigador de la cultura fue impulsado a considerar, por
Karl Lamprecht (1905) ya utilizaba el término historia cul- ejemplo, no solamente “las figuras tutelares de la filosofía,
tural (Kulturgeschichte) como una contrapropuesta teórica a sino toda una declinación letrada que va desde las academias
la historia política que, por entonces, dominaba el panorama hasta los Rousseau de banqueta, no solamente esta cultura de
historiográfico. Solamente será con las obras del suizo Jacob las élites iluminadas, sino también la ‘vida frágil’, […] la de los
Burckhardt, 1860, y del holandés Johan Huizinga, 1919,1 que ‘malos pensamientos y malos discursos’, la del cuerpo y los ru-
la historia cultural clásica haga su aparición (Burke, 2006). mores” (Baecque, 1999: 214).
En esta primera caracterización de la historia cultural clásica
suelen colocarse también obras como las de François Guizot Culturas subalternas
o de Jules Michelet.2 En general, en estos trabajos se resal- Peter Burke, al hablar de las culturas subalternas en la Europa
taba la idea de la unidad o del consenso cultural, con todos de comienzos de la era moderna, puntualizaba críticamen-
los inconvenientes teóricos que ello conlleva. te que
Una primera objeción a la historia cultural clásica tiene
que ver con la concepción de la cultura como un fenómeno […] no sólo variaba de una región a otra, sino tam-
de características baladíes y que, por lo tanto, presenta escasa bién tomaba diferentes formas en ciudades y pueblos,
relación y atención para con las realidades económicas, políti- o entre mujeres y hombres. Incluso la cultura de un
cas y sociales. Frente a estos vacíos, desde el análisis marxista, individuo puede no ser homogénea. Las clases altas
de la Europa de esa época pueden calificarse de bicul-
turales en el sentido de que participaban de la cultura
1 Huizinga afirmaba que el objetivo principal del historiador es
identificar patrones de la cultura, es decir, describir los pen-
samientos y los sentimientos característicos de una época y
sus expresiones en obras literarias y artísticas. Por eso, para 3 Frente al resbaloso y complicado uso del término de cultura
Huizinga no había duda de que era fundamental ocuparse de popular, Peter Burke sugiere la utilización del concepto de
“competiciones y carreras, de exhibiciones y representaciones, subcultura. Sin embargo, no descarta el uso indiscriminado de
de danzas y música, de mascaradas y torneos” (1996: 19 y 21). cultura popular sobre todo si hace referencia a los distintos
2 Para Michelet, la historia debía dar cuenta del ámbito material modos de apropiación o de consumo. Asimismo, “sería más
y espiritual. “Para encontrar la vía histórica, hace falta seguirla fructífero si los historiadores culturales dejaran de lado la cul-
pacientemente en todas sus rutas, todas sus formas, todos sus tura popular en sí misma —como han estado haciendo— y
elementos. Pero también es necesaria una pasión más grande, centraran su atención en el estudio del largo proceso de inte-
incluso, para rehacer y restablecer toda su dinámica, la acción racción de los elementos cultos y populares. No obstante, si lo
recíproca de sus diversas fuerzas en un movimiento poderoso que nos interesa es la interacción de los alto y lo bajo, debemos
del que vendría la vida misma” (1885: 3-4). Traducción del reconocer la variedad o poliformismo de este proceso” (2000:
autor. 176).

Historia cultural 337 h


popular y además poseían una cultura propia que no esquema tradicional de las mentalidades que buscaba romper
compartían con la gente común (2000: 234-238). la jerarquización de los hechos “de lo económico a lo social,
Otra crítica hecha hacia el uso del concepto de culturas de lo social a lo cultural, en niveles sucesivos, del sótano al des-
subalternas, es que éstas eran observadas y, sobre todo, conser- ván”, la propuesta de la historia cultural —apuntaba Daniel
vadas desde la historia cultural clásica como costumbres del Roche— también asumió dicha ruptura pero ya no como
pueblo —testimonios y documentos— sólo válidos para el espacios estancos, sino como una metodología que estudia las
conocimiento del pasado. Todo lo anterior conllevaba el ries- interacciones (1999: 48). Esta perspectiva teórica se inspiraba
go de generar una mirada romántica: buscar lo auténtico y lo en La invención de lo cotidiano de Michel de Certeau (1996).
espontáneo en los productos y los actos populares que expresa- Es decir, partir de la apropiación y consumo de objetos, de
ban el alma nacional, pero que en realidad dejaban de lado la formas, de códigos, y no exclusivamente de las clases sociales.
actualización de las culturas. Se trataba del error de observar
las prácticas subalternas como un mundo cerrado en sí mismo. Propiedades de la historia cultural
Una última crítica se refiere a la postura populista de corte Por ello la historia cultural se interesa por observar y anali-
marxista, que descontextualizaba las culturas populares por un zar la realidad a partir de las variables que modifican estas
afán y uso político, una moda social de tintes nostálgicos; se representaciones en diferentes momentos y espacios. A par-
consideraba las culturas subalternas en referencia a la legiti- tir de categorías como el género, las generaciones, las etnias,
midad cultural de la que había sido excluida. Todas éstas son las religiones y las profesiones o estudios se ha pretendido
posturas relativistas que yerran por su erudición, su populismo dar cuenta de fenómenos que podían pasar imperceptibles
y su “legitismo” (Chartier, 1995: 122). en investigaciones que, debido a su carácter general, no se
Estas orientaciones también fueron repetidas con otros preocupaban por complejizar la realidad. Igualmente, cada
esquemas por la historia de las mentalidades. Fue un periodo una de estas variables, de manera particular o fusionada,
en que la historia económica y social serial, de corte marxista, enriquecía las preguntas de investigación al ofrecer desde la
dominaba el panorama historiográfico francés. La búsqueda perspectiva historiográfica una comprensión y explicación
de un intersticio para dar cuenta de lo que entonces se conce- diacrónica de los problemas que, de otra manera, podían pa-
bía como la superestructura procuró un cambio de métodos sar imperceptibles dentro de un corte sincrónico. Al respecto
y fuentes. En términos de Michel Vovelle (1980), se trataba y en una metáfora, José Emilio Pacheco mencionaba que a
de pasar del sótano al desván (de la cave au grenier). Robert veces su visión de los hechos cotidianos era “como los relo-
Mandrou (1968), uno de sus iniciadores, definía la historia jes digitales en que sólo aparece el instante como si no fuera
de las mentalidades como la reconstrucción de los compor- parte de un proceso que viene del pasado y avanza hacia el
tamientos, de las expresiones y de los silencios que traducían futuro” (2014: 53 ).
las concepciones del mundo reconocidos por determinados Aquí conviene recordar a Fernand Braudel y su triple
grupos o por la sociedad en su conjunto. concepción en torno al tiempo en los estudios sociales (1995:
Sin embargo, los métodos cuantitativos de la historia 54). Una noción resumible en los siguientes periodos tem-
de las mentalidades fueron criticados por obras como la de porales de duración: corto, mediano y largo de duración. En
Carlo Ginzburg (1986). A partir de lo que concibió como la primera, Braudel colocaba los sucesos sincrónicos que se
“microhistoria”, consideraba las series documentales como re- inscriben en lo acontecido de forma inmediata (événementiel)
ductoras y deformadoras de una realidad social; por lo mismo, y del que dan cuenta, por ejemplo, los periódicos. El tiempo
prefería apreciarla por el recurso del estudio de casos vistos de mediana duración se refería a las “coyunturas” políticas,
como representativos. Otra crítica era la de Robert Darnton económicas o socioculturales que podían continuarse durante
sobre el gusto francés por los números. Los padrones elabo- años, lustros o décadas. Y la larga duración (longue dureé) que
rados por los historiadores podían ser interpretados de muy se desarrolla a través de prolongados periodos que pueden
diferentes formas. “Para la izquierda secular […], las curvas abarcar centurias.
estadísticas por lo general indican un embourgeoisement del Un ejemplo en el uso de estos tres tiempos puede resultar
punto de vista del mundo; para la derecha religiosa […], más claro si se piensa desde variables como la de género y
revelan nuevos patrones de afecto familiar y caridad. El úni- de generaciones. Así, en un periodo coyuntural como el fin
co punto en que están de acuerdo parece ser la afirmación del siglo xx y los primeros años del xxi, se puede categorizar
de Ernest Larousse: ‘todo se deriva de la curva’” (Darnton, la presencia, según Beck, de la “sociedad en riesgo”. Por una
2006: 261). parte, se muestra una “‘destradicionalización’ de la familia
Posteriormente, uno de los iniciadores de la historia de [que estalla] esencialmente en la relación de pareja” (Beck,
las mentalidades, Roger Chartier (1992), realizó una auto- 2010: 180) en cuanto a los papeles por repartirse y desempe-
crítica y reclamó un cambio: buscar las voces de una historia ñar. Pero al mismo tiempo se crean “movimientos de búsqueda
de las circulaciones y las apropiaciones para incluirlas en una […] en las más diversas variantes de la subcultura alternativa
historia social de los usos y de las representaciones, vincula- y juvenil” (126).4 Sin embargo, si el investigador se retrotrae
dos a sus determinaciones e inscritos en los discursos y las
prácticas específicas de su producción. Por lo tanto, ante el
4 Cf. Caron, 1996: 184.

h 338 Historia cultural


en el tiempo encontrará una explicación histórica más am- Ahora bien, no debe olvidarse que la historia está com-
plia a partir de las dos guerras mundiales que modificaron los puesta de sedimentos culturales. Por eso, “convendría analizar
patrones de comportamiento tradicional tanto de hombres y [...] cómo se amalgaman e interfieren los múltiples sistemas
mujeres como de adultos y jóvenes. Incluso, si se extiende el de representaciones del entorno y de la sociedad. La histo-
tiempo hacia atrás, en un periodo de larga duración, se podrá ria cultural está hecha de estos rasgos” (Corbin, 1999: 115).
encontrar cómo a mediados del siglo diecinueve industrial el Al respecto, un ejemplo sobre el intercambio de culturas
papel de la mujer o de los infantes y jóvenes ya comenzaba a materiales a ambos lados del Atlántico durante el siglo xvi
tener una autoconciencia “identitaria”. Por ello, estos secto- puede ilustrar aquí los procesos de producción, circulación y
res adquirieron una visibilidad justo en un periodo en donde consumo. Desde una historia cultural, se puede observar a una
la modernidad burguesa, al menos en las grandes ciudades planta americana como el tabaco, por ejemplo, en su entra-
occidentales, provocó cierta movilidad y cambios en los dis- mado histórico y con la complejidad de sus hechos. Y es que
cursos y las prácticas sociales. no podemos explicar los distintos usos dados a esta hierba
La historia cultural se anuncia, entonces, como una en su tránsito europeo –ornamental, médico, placentero– de
reflexión teórica sobre los grupos humanos y las representa- manera unilateral o separada del sistema total por estudiar.
ciones del mundo que les rodea desde múltiples categorías Cada una de estas apropiaciones y usos deben estar presentes
como las arriba mencionadas. Un fenómeno que puede ser en una historia cultural, incluidas las explicaciones de poder,
estudiado a través de los discursos y las prácticas que ha- desconocimiento y placer.
blan de la circulación y recepción de bienes o, incluso, de La presencia del tabaco en el viejo continente, entonces, nos
la inducción al desconocimiento o agnotology (Proctor y permite seguir sus reapropiaciones a través de sus discursos,
Schiebinger, 2008). prácticas y representaciones manifiestas en una historia inter-
Desde luego este gran propósito de la historia cultural conectada (Subrahmanyam, 2004). Sin embargo, no basta con
requiere de una sujeción a periodos no circunstanciales. Por localizar y señalar ciertos gustos y preferencias de hombres y
ejemplo, existen estructuras que resisten al movimiento y a la mujeres por el tabaco en el pasado. Es necesario también ex-
evolución, pero la permanencia de esas disposiciones no deja plicar y analizar el lugar ocupado por grupos de poder atentos
de recibir generalmente los flujos y corrientes que afectan a en privilegiar el cultivo y el intercambio de esta planta —fue-
las representaciones colectivas. Le corresponde al historiador ran productores o comerciantes, burócratas o gobernantes—,
discernir la orientación y el vigor de toda la herramienta de como un producto de consumo placentero de altos dividendos
la que la conciencia humana dispone. —fuera éste fumado en cigarros o pipas e, incluso, aspirado
en polvo—. Es decir, la inducción de lo que devendría en una
Esos cambios —dice Duby— se llevan a cabo según industria agrícola y artesanal sin par frente a otros usos como
diversos ritmos. Fugaces, y de hecho totalmente su- el terapéutico (Sánchez, 2014; 2015).
perficiales, aparecen, en un nivel de la sociedad, las Ahora bien, Lucien Febvre destacaba cómo “cada época se
modificaciones de la moda y del gusto, mientras que fabrica mentalmente su representación del pasado histórico”
las transformaciones profundas que afectan a la sen- (1996: 8). Una idea que Edmundo O’Gorman explicaba al
sibilidad, la ética y el funcionamiento de la razón se decir que los viajes de Colón no podían haber sido “viajes a
inscriben en el largo plazo. Es importante, entonces, América, porque la interpretación del pasado no tiene, no pue-
distinguir con cuidado cada uno de los múltiples flujos de tener, como las leyes justas, efectos retroactivos. Afirmar lo
[...]. La historia cultural debe situarse en la cronología contrario, proceder de otro modo, es despojar a la historia de
de esas flexiones que sacuden la vida de una cultura la luz con que ilumina su propio devenir y privar a las hazañas
(1999: 452-453). de su profundo dramatismo humano, de su entrañable verdad
personal” (1995: 2). En este sentido, una de las críticas que
A veces, las modificaciones o las transformaciones se se pueden hacer a la historia cultural proviene de la idea de
derivan del encuentro de las culturas. En esta medida, los construcción cultural.5 La falta de una crítica de las fuentes
historiadores se han interesado por los cruces culturales puede derivar en la utilización de documentos sin reflexionar
fronterizos. por qué llegaron a existir cierto tipo de textos o imágenes.
Asimismo, una de las virtudes de la historia cultural, que
[…] sería imprudente tratar estos encuentros como si busca abarcar muchos campos del mundo social y cultural
se hubieran producido entre dos culturas, volviendo al —privado y público, real e imaginado, natural y social—,
lenguaje de la homogeneidad cultural y considerando puede convertirse, no obstante, en debilidad cuando ter-
las culturas como entidades limitadas objetivamente mina por pretender alcanzar la historia de todo. De hecho
(los individuos pueden tener un fuerte sentido de las Paul Veyne señalaba que una frase crucial para el discurso
fronteras, pero, en la práctica, éstas se cruzan una y
otra vez) (Burke, 2000: 252).
5 Véase la idea desarrollada por Alexandre Koyré sobre los anda-
mios que sostienen las construcciones filosóficas (Koyré, 1994:
50).

Historia cultural 339 h


histórico como c’est interesant… (resulta interesante que…) (1994) daría cuenta de la importancia de la cultura libresca
podría ser tomada como lema de la nueva historia cultural en la producción científica europea.
(Olábarri y Caspistegui, 1996: 47). Ciertamente, dentro Desde el ámbito de las culturas populares, la historia del
de la historia cultural, la riqueza de temas y métodos de libro significó una aportación importante para dar cuenta
trabajo se ha multiplicado en función de una práctica mul- de las diferencias en la construcción de las representaciones
tidisciplinaria. Así se han tendido puentes metodológicos sociales. A partir del análisis de textos impresos, se podían
para articular la historia cultural con disciplinas como la so- describir los gustos y los intercambios materiales y simbólicos
ciología, la antropología, la psicología o la historia del arte. que se establecían, por ejemplo, durante la práctica de la lec-
Sin embargo, al acometer la integración multidisciplinaria tura —silenciosa o en voz alta, individual o grupal (Chartier,
desde la historia cultural, se ha llegado a correr el riesgo de 1995: 128)—.6 En Francia se llevaron a cabo investigaciones
caer en un enfoque ecléctico cuando no en un simple tras- sobre la Bibliothèque Bleue. En particular, Robert Mandrou
lape. En definitiva, el reto actual para los historiadores en reconstruyó el nivel cultural, o más aún, el contenido de la
el campo de la cultura no es ya la elección de los objetos de mentalidad en contraposición con las manifestaciones escritas
estudio, sino el replanteamiento conceptual, metodológico y de las culturas eruditas. Mandrou abrió camino a un grupo
epistemológico. “En cualquier caso, si se utilizan diferentes importante de investigadores, como Robert Darnton, quien
métodos disciplinarios estos deben ser bien conocidos y apli- estudió, por ejemplo, la literatura irreverente que durante el
cados en una correcta utilización que demande la resolución siglo xviii francés sirvió para calumniar a miembros de la
de los distintos problemas planteados” (García, 2006: 24). iglesia y de la nobleza (Darnton, 2008: 297).
Sin embargo, el concepto de cultura popular será criticado
Líneas de investigación y debate por Chartier, Certeau y Revel en su aplicación a la historia
contemporáneo del libro. Se trataba de una noción por la que se consideraba,
por ejemplo, a la Bibliothèque Bleue únicamente como expre-
En la historia cultural, se pretende tomar en cuenta todas las sión popular, cuando en realidad estaba difundida por todas
diferentes formas de circulación de bienes económicos, socia- las capas sociales francesas. En cambio, un concepto como
les y culturales que conforman su discurso historiográfico. En el de lecturas compartidas permite entender que los lectores
particular, los bienes simbólicos serán los objetos de estudio “populares” o los nobles poseían libros que no les estaban
que interesen a la historia de la cultura. Es decir, de lo que se especialmente destinados. Ahora bien, aunque coincide en la
trata es de reconstituir la herencia que cada generación reco- crítica sobre lo popular, Peter Burke argumenta sobre el sen-
ge del pasado tido de la apropiación:

[…] mediante los libros que lee, las obras de arte que […] toda cultura, la nuestra y la de todos los demás
admira, los espectáculos que llaman su atención, los […] son formas de bricolage; pero es necesario pregun-
ritos que respeta [...]. Resulta fácil darse cuenta de tar cuál es la lógica social de la apropiación, es decir, por
que la cultura nunca es recibida de manera uniforme qué un determinado grupo, en determinados lugares y
por el conjunto de una sociedad, que ésta última se momentos, elige una determinada combinación de va-
descompone en distintos medios culturales, a veces lores, actitudes y símbolos; y es necesario hacerlo, porque
antagonistas y que la transmisión de la herencia cultu- los grupos sociales no forman parte de la naturaleza,
ral está gobernada por la disposición de las relaciones sino que son construcciones históricas que no pode-
sociales (Duby, 1999: 453). mos eliminar, por lo que no podemos escribir historia
sin términos como nobleza o campesinado (Olábarri y
Historia del libro Caspistegui, 1996: 201).
No resulta extraño, entonces, observar cómo las inves-
tigaciones en torno a la cultura escrita —manuscritos y Conviene recordar aquí las aportaciones metodológicas
libros— hayan cobrado un gran auge desde los ochenta. Pero —desde la sociología de la literatura— que hiciera Lucien
ya desde dos décadas antes se había comenzado a estudiar la Goldmann al investigar la producción de textos filosóficos,
historia del libro —y más ampliamente el hecho escrito—, lo literarios o científicos. Mediante la utilización de conceptos
que ha desempeñado un papel fundamental en la construc- como los de explicación y comprensión, proponía estudiar la
ción de la historia cultural. En Francia, la historia del libro desestructuración de una forma tradicional cultural y la apa-
debe mucho a la obra pionera de Lucien Febvre y de Hen-
ri-Jean Martin, quienes con La aparición del libro, en 1958,
analizaban la producción libresca desde aspectos técnicos, 6 A decir de Fernando Bouza, un segmento demográfico “que
económicos y geográficos, con lo cual se demostraba cómo llamaremos minoría letrada, contaba en su haber con una
lo impreso estaba en el centro de la historia de la cultura triple opción de comunicación, mientras que la inmensa ma-
moderna occidental. Posteriormente Elizabeth Eisenstein yoría de la población se hallaba reducida a sólo dos, la oral y la
icónico-visual, debiendo recurrir a la ‘minoría letrada’ si quería
expresar o dejar constancia de algo por escrito” (1992: 26).

h 340 Historia cultural


rición de una nueva. Tal fue el caso del estudio que llevó a estudio se ha ampliado, se ha hecho uso de nuevas fuentes,
cabo Goldmann sobre los Pensamientos de Pascal, en el que desde la ficción hasta las imágenes —fijas y en movimien-
la “estructura significativa interna” y la obra que intentaba to—, y se ha ensayado una práctica multidisciplinaria para
comprender, en el momento de insertarla en una estructura conectar especialidades académicas. Desde hace más de tres
más amplia, como la del movimiento jansenista, era explicada décadas se han construido nuevos objetos que se han enfo-
en un contexto más amplio (Goldmann, 1980: 22). cado al estudio cultural de la vida social desde la perspectiva
Por otra parte, con la influencia metodológica de la “socio- de las sensibilidades, las emociones, el cuerpo humano y la
logía de los textos”,7 apoyada en la tradición bibliográfica, la sexualidad, así como de los géneros y las generaciones de
historia cultural ha colocado el énfasis en la materialidad del los cuales se dan a continuación algunas muestras mínimas.
texto y en la historicidad del lector con una intención doble:
Enfoques actuales
[…] comprender cómo las apropiaciones particulares En primer término se pueden mencionar algunos ejemplos
e inventivas de los lectores singulares […] dependen, de estudios sobre las sensibilidades como el referido al oído.
en su conjunto, de los efectos de sentido construidos Alain Corbin (1994) supo contraponer los sonidos de la
por las obras mismas; de los usos y de las significa- tradición, representados por las campanas de iglesias, frente
ciones impuestas por las formas de su publicación y a los ruidos de la Modernidad procedentes de las ciudades.
circulación, y de las competencias, categorías y repre- Asimismo, Ramón Andrés (2005) se adentra no sólo en las
sentaciones que rigen la relación que cada comunidad partituras de Johann Sebastián Bach, sino también en los
tiene con la cultura escrita (Chartier, 2005: 29). libros que el compositor resguardaba en su biblioteca para
así explicarlo y escucharlo mejor. Otro trabajo de referencias
Desde el enfoque de la bibliografía, el análisis material sonoras interconectado al mundo de la medicina es el que
del libro es puesto al servicio del estudio del texto, de la con- presenta Diego Armus (2007) al utilizar la letra de los tan-
frontación entre sus versiones y variantes y, finalmente, del gos vinculados a la enfermedad y la muerte provocada por
establecimiento de una edición. Se trata de reconstituir el la tuberculosis en la ciudad de Buenos Aires.
modo de composición del texto, por ejemplo, revisando los Junto al oído, el sentido de la vista se ha convertido en
hábitos geográficos y ortográficos de los diferentes operarios un tema de investigación cultural importante. A partir de la
que han trabajado sobre una misma obra, o bien, identifican- percepción de las identidades, se da cuenta de las diferentes
do ciertas particularidades de su propio material. El ritmo miradas y clasificaciones sociales. Es el caso de Eva Johanna
de la reaparición de dichos elementos claramente recono- Holmberg (2009), quien retrata el sentimiento que envuelve
cibles en el interior del libro impreso puede decir mucho a la comunidad judía que habita y es observada en distintos
sobre la organización de su fabricación, sobre el orden de la lugares por viajeros ingleses en plena Edad Moderna. Por
composición y de la impresión, sobre las decisiones textuales su parte, Ariane Knuesel (2007; 2013) compara las diferen-
asignables a los operarios, sobre la manera en que ese tex- tes percepciones culturales que se generaron en los Estados
to ha sido compuesto, o sobre las correcciones introducidas Unidos, Suiza e Inglaterra de los chinos migrantes percibi-
durante el tiraje (McKenzie, 1991: 7). dos, por ejemplo, como una “amenaza amarilla” o más tarde
La historia cultural se enriqueció, entonces, cuando el como una “amenaza roja”.
libro fue convertido en “un nuevo objeto” al que se le podía En cuanto a la historia de las emociones Javier Moscoso
preguntar sobre “la herencia” gracias a las aportaciones de (2011) habla del dolor físico y de su descripción no sólo en
“la bibliofilia y la de las bibliologías” (Roche, 1999: 43). De palabras, sino también de su percepción a partir de gestos,
esta manera, la historia del libro y de la lectura posibilitó actitudes y expresiones corporales. Asimismo, Susan J. Matt
comprender lo que lee una sociedad entera (Sánchez, 2012). (2011) estudia cómo una emoción puede dar curso al desa-
Pero si la historia del libro ha sido una de las grandes rrollo de hechos históricos como la guerra civil de Estados
tendencias que han impulsado el desarrollo de la historia Unidos. Así, a través de una enfermedad como la nostalgia,
cultural, también hay que señalar que una de sus principales su autora da cuenta de cómo este mal provocó que los mé-
características ha sido la pluralidad de prácticas históricas dicos mandaran de regreso a sus hogares a un buen número
que, en diversas partes del mundo (Poirrier, 2004: 387),8 de soldados.
se despliegan con este vocablo. De esta forma, el campo de Otro ejemplo de estudios se refiere a la historia del cuerpo
humano. Clare Anderson (2010) estudia la cultura del tatuaje
en las Polinesias y su circulación y apropiación por parte de
7 El trabajo de D. F. McKenzie (1991) destaca por sus aporta- los colonos ingleses. Sobre el tema de la sexualidad, Karma
ciones para la historia del libro y de la lectura. Lochrie (2005) estudia la construcción de la heterosexualidad
8 En una obra colectiva y como ejemplo de su extensión mundial, a través del análisis de relatos y mitos medievales referidos a
doce autores representantes de Europa, América y Australia la mujer. En el mismo ámbito temático pero desde la Nueva
reflexionan sobre las variadas formas historiográficas que en España, Zeb Tortorici (2007) analiza cómo las monjas vivían
cada región se han desarrollado con la influencia de la historia su sexualidad en los conventos.
cultural (Poirrier, 2008).

Historia cultural 341 h


En el tema de géneros se puede destacar el trabajo de [...], en la cual los elementos no son ‘separables’ y, por tanto,
Liz Conor que se ha interesado en ilustrar cómo los avances no pueden ser estudiados aisladamente” (García, 2006: 21).
tecnológicos en la reproducción de imágenes ha convertido
a las sociedades industriales occidentales en culturas visuales Bibliografía
o “ocularcéntricas”, lo que ha tenido consecuencias signifi-
cativas y complejas para la vida de las mujeres. Por su parte, Andrés, Ramón (2005), Johann Sebastián Bach. Los días, las ideas y
Susanne Kord y Elisabeth Krimmer (2011) se encargan de los libros, Barcelona: Acantilado.
dilucidar los estereotipos masculinos, desde los cowboys a los Anderson, Clare (2010), “Empires, Boundaries, and Bodies”, en
soldados, pasando por los superhéroes construidos por la Michael Sappol y Stephen P. Rice (eds.), A Cultural History
of the Human Body, vol. 5, Oxford: Berg, pp. 171-189.
industria cinematográfica. Arcangeli, Alessandro (2012), Cultural History. A Concise Intro-
En cuanto a la perspectiva de las generaciones se encuen- duction, New York: Routledge.
tra el libro de Carl Ipsen, Italy in the age of Pinocchio (2006), Armus, Diego (2007), La ciudad impura. Salud, tuberculosis y cultura
donde se aborda el tema de los niños italianos que enfren- en Buenos Aires, 1870-1950, Buenos Aires: Edhasa.
taron el problema del abandono, la inmigración o el trabajo Baecque, Antoine de (1999), “La Revolución francesa: ¿regenerar
infantil, sin dejar de mencionar la delincuencia juvenil. la cultura?”, en Pierre Rioux y Jean-François Sirinelli (eds.),
Ahora bien, la historia cultural tiene más de treinta años Para una historia cultural, México: Taurus, pp. 203-225.
y no se puede negar que junto a la riqueza de temas explora- Beck, Ulrich (2010), La sociedad en riesgo. Hacia una nueva moderni-
dad, Barcelona: Paidós.
dos aparece el riesgo de falta de crítica de las nuevas fuentes
Bourdieu, Pierre (1991) La distinción. Criterio y bases sociales del gusto,
utilizadas. También se ha descuidado la metodología y no Madrid: Taurus.
se ha buscado una combinación de métodos cuantitativos y Braudel, Fernand (1995) La historia y las ciencias sociales, México:
cualitativos. Lo mismo, finalmente, se puede indicar el riesgo Alianza.
de la fragmentación de estos estudios por la falta de cone- Bouza, Fernando (1992), Del escribano a la biblioteca. La civiliza-
xiones disciplinarias. Tal vez, como apunta Peter Burke, no ción escrita europea en la alta edad moderna (siglos xv-xvii),
sabemos si estamos ante Madrid: Síntesis.
Burckhardt, Jacob (2004), La cultura del Renacimiento en Italia
[…] una fase todavía más nueva o si esta fase ya ha [Die Kultur der Renaissance in Italien, 1860], Madrid: Akal.
comenzado. También podríamos preguntar si lo que Burke, Peter (1996), La cultura popular en la Europa moderna, Ma-
drid: Alianza.
vendrá a continuación será un movimiento aun más _____ (2000), Formas de historia cultural, Madrid: Alianza.
radical o si, por el contrario, asistiremos a una apro- _____ (2006), ¿Qué es la historia cultural?, Barcelona: Paidós.
ximación a modalidades más tradicionales de historia. Caron, Jean-Claude (1996), “La segunda enseñanza en Francia y
[…]. Probablemente lo más útil que podamos hacer en Europa, desde finales del siglo xviii hasta finales del si-
en este punto sea analizar los escenarios alternativos glo xix: colegios religiosos e institutos”, en Giovanni Levi y
(2006: 125-126). Jean-Claude Schmitt (coords.), Historia de los jóvenes, II. La
Edad Contemporánea, Madrid: Taurus, pp. 167-238.
Uno de ellos sería fijarse en una atenta formulación Certeau, Michel de (1993), La escritura de la historia, México: Uni-
epistemológica que corrija los despistes9 en el momento de versidad Iberoamericana.
_____ (1996) La invención de lo cotidiano, 1. Artes de hacer, México:
entrelazar los objetos de estudio y las teorías y metodologías Universidad Iberoamericana.
disciplinares de las que la historia cultural echa mano. Se trata Cervantes, Miguel (1998), Don Quijote de la Mancha, Barcelona:
de una relación compleja en que se debe impedir considerar Instituto Cervantes, Crítica.
los aspectos particulares de un hecho o proceso histórico a Chartier, Roger (1992), El mundo como representación. Historia cul-
partir de una sola especialidad disciplinaria. Es el caso de in- tural: entre práctica y representación, Barcelona: Gedisa.
vestigaciones históricas que al lado de estudios sociológicos _____ (1995), Sociedad y escritura en la Edad Moderna, México: Ins-
y políticos ayuden a explicar mejor procesos culturales de tituto Mora.
la vida social. Por lo tanto, se puede considerar a la historia _____ (2005), El presente del pasado. Escritura de la historia, historia
cultural como un sistema complejo en que el recorte de la reali- de lo escrito, México: Universidad Iberoamericana.
Conor, Liz (2004), The Spectacular Modern Woman: Feminine Visibi-
dad debe ser “conceptualizado como una totalidad organizada lity in the 1920s, Bloomington, Indiana: Indiana University
Press.
9 De forma institucional, la Sociedad Internacional de Histo- Corbin, Alain (1994), Les cloches de la terre: paysage sonore et culture
ria Cultura (International Society for Cultural History, isch) sensible dans les campagnes au xixe siècle, Paris: Albin Michel.
cumple con el cometido de reflexionar y debatir con académi- _____ (1999), “Del Lemosín a las culturas sensibles”, en Pierre Rioux
cos de todo el mundo sobre temas de historia cultural en sus y Jean-François Sirinelli (dirs.), Para una historia cultural,
conferencias anuales celebradas, año con año, desde 2007. De México: Taurus, pp. 109-124.
esta forma, la isch impulsa reflexiones teórico-metodológicas, Darnton, Robert (2006), La gran matanza de gatos y otros episodios
temáticas y de usos de nuevas fuentes. De ello dan cuenta la en la historia de la cultura francesa, México: Fondo de Cul-
edición de una revista semestral y la publicación de libros. Cf. tura Económica.
isch, 2014.

h 342 Historia cultural


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Historia cultural 343 h


Desde una perspectiva diferente, el positivismo comtiano
HUMANIDAD 1 delinea el sentido de humanidad hacia su realidad histórica,
a saber: un Gran Ser que corresponde a la síntesis “hipos-
Georgina Paulín Pérez tasiada” de la historia, como el conjunto de seres (pasados,
Julio Horta presentes y futuros) que concurren a un mismo tiempo para
Gabriel Siade Paulín realizar el perfeccionamiento del orden universal.
Ahora bien, con respecto a las humanidades como la
Definición designación de un conjunto de discursos o conocimientos
relativos a la cualidad humana, se pueden distinguir dos
La palabra castellana humanidad procede de la voz latina hu- orientaciones principales: por un lado, las disciplinas que
manĭ tas que, como sustantivo colectivo, remite al conjunto recibieron el calificativo de humanísticas por su capacidad de
formado por todos los seres humanos. En este sentido, el tér- educar al hombre en su forma perfecta; por otro, las ciencias
mino humano(a) es un adjetivo especificativo del sustantivo que tienen como objeto al hombre en lo empírico.
humanidad y, como tal, se refiere al significado de ‘cualidad
de humano’ (latín hûmânus, relativo al hombre). De la unidad Historia, teoría y crítica
semántica humano derivan significantes tales como humanal, hu-
manidad, humanitario, humanitarismo, humanista, humanidades. El vocablo humanidad es una noción central dentro de la in-
De manera que el término humanidad es usado para expresar terpretación filosófica occidental a propósito de los objetos
dos nociones principales: 1) en singular, remite a la cualidad, “humanos”, los cuales han sido centro de reflexión desde la
calidad o condición humana del hombre, y 2) en plural, a la de- Antigüedad hasta nuestros días. De manera que el lenguaje del
signación del conjunto de discursos o conocimientos relativos discurso humanístico se ha convertido en un lenguaje univer-
a aquella condición humana. sal a partir de tres planteamientos. En primer término, por el
Si se tiene en cuenta el sentido de condición del hom- objeto de estudio, el cual versa sobre las cualidades humanas
bre, el concepto humanidad se ha desarrollado con especial que, de acuerdo con las concepciones filosóficas tradicionales,
acento en determinadas posturas filosóficas, cuyas diferen- son inherentes al hombre mismo.
cias teóricas edifican un espacio propio que busca justificar Desde un segundo aspecto, ese discurso, en tanto resul-
la existencia de una idea universal del hombre, esbozando a tado de las reflexiones referentes a las cualidades humanas,
lo largo de la historia un amplio panorama que va desde la tiene un carácter universal por el hecho de formar parte de
metafísica de lo humano hasta su realidad histórica. un conocimiento filosófico que indaga las determinaciones
En la metafísica latina, la noción humanĭ tas significa la esenciales y las relaciones causales (en su dimensión teórico/
forma acabada de lo humano, pero dispuesta en sentido ideal; empírica); en este sentido, se constituye como el saber de
es decir, la causa que condiciona el desarrollo del hombre y la totalidad y, consecuentemente, de lo universal. En efec-
lo encamina hacia la formación del espíritu que le es propio. to, la filosofía, desde Platón, se contempla como el método
En otra dirección, la postura aristotélico-tomista acota este a través del cual se va alcanzando el conocimiento de lo
carácter ideal de lo humano, entendiendo por éste sólo los universal (sabiduría infieri) y, considerado así, el discurso
principios esenciales de la especie, y no propiamente los in- filosófico humanista mantiene relaciones y determinacio-
dividuales, de manera que considera a la humanidad como nes entre sus objetos, necesarias para la comprensión de lo
la sustancia o esencia del hombre, prescindiendo de los atri- humano en un sentido de universalidad.
butos particulares. En una tercera perspectiva, debido precisamente a este
En la Ilustración, el idealismo kantiano define el término carácter filosófico, se establece, en el discurso humanista, un
humanität como el sentimiento universal de simpatía por el lenguaje compuesto por unidades conceptuales —dadas por
otro y, en este sentido, lo considera además como la facultad ciertas relaciones de causalidad tradicional (material, for-
para comunicar de manera íntima y universal. Así entendido, mal, eficiente, final), a partir de la identificación del léxico
constituye el rasgo de sociabilidad propia del hombre que le que designa: el ideal o forma esencial del hombre; el sujeto
separa de la animalidad y le conduce hacia su realización en el o las facultades humanas en las que se alcanza ese ideal; las
conjunto de la especie. En la línea crítica de la razón práctica cualidades, virtudes y valores que se buscan; los medios por
kantiana —la moral—, la humanidad es la naturaleza racio- los que se intenta alcanzar el ideal, y la finalidad que se per-
nal del hombre que, dotada de dignidad, se considera un fin sigue— que ha posibilitado la articulación y sistematización
en sí misma, como cimiento sobre el cual se construyen las de la diversidad de posturas en las diferentes corrientes de
normas de la razón (imperativo categórico) y el sentimiento pensamiento, lo cual ha permitido la identificación de un
moral de respeto. núcleo humanista (cuyos temas comunes son la libertad, la
elección, lo imprevisible, entre otros muchos), con el que se
ha caracterizado la actividad del hombre y a partir del cual
se intenta fundamentar su sentido humano y social.
1 Parte de este artículo retoma el trabajo realizado por los autores
en Paulín, Horta y Siade, 2009.

h 344 Humanidad
Ahora bien, de la diversidad de corrientes y épocas, in- quizá resulte más próximo a este último el término filia (ji−
teresa resaltar aquellos periodos de la filosofía occidental en lia), que se refiere a la comunidad establecida por lazos de
los que se manifiestan cambios cruciales en el desarrollo del afecto e inclinaciones mutuas entre sus miembros. De hecho,
pensamiento humanista y, consecuentemente, modificacio- la interpretación latina del vocablo filia como ‘cooperación
nes en los sentidos y significados de la noción de humanidad. orgánica’ y ‘amistad’ se asocia con la máxima socrática: “el que
Dentro del recorrido histórico del concepto, el sentido desea que otros le hagan bien tiene que empezar a hacerlo
de humanidad como forma acabada del hombre, contenida por él mismo a otros” ( Jaeger, 1945: 434-438) (máxima con
en la voz latina humanĭ tas y en la griega paideia (o cultura)2, la que Sócrates explica, en la posibilidad de anticipación, el
aludía a la educación que tenía como fin formar al hombre comportamiento racional y el conocimiento de este com-
en su genuina y perfecta forma en el mundo. En el contexto portamiento).
filosófico del mundo griego, la idea platónica de educar al Posteriormente, el cristianismo surge en la escena de la
hombre en su forma perfecta en el mundo, implicó el concepto historia como una religión cuyo credo modificará no sólo
de naturaleza humana, no como realidad empírica, sino como la noción de hombre, sino también el orden de las virtudes,
forma ideal que distinguía entre lo natural (lo propio del ani- los temas morales, así como los supuestos y problemas me-
mal, del homo) y lo cultural (lo que especifica al homo como tafísicos desarrollados por la filosofía griega.
humānus). Para alcanzar este ideal, se planteó la necesidad de Los dogmas de fe cristiana registrados en la Biblia impo-
especificar los ámbitos que hicieran posible la formación del nen ahora la noción de un Dios uno y único, con un poder
hombre, con lo cual no sólo se diferenciaron aquellos cono- infinito y absolutamente trascendente; éste es causa primera
cimientos y actividades que tenían el potencial formativo de de la creación, capaz de producir “de la nada” todo lo creado.
aquellos que no lo tenían; sino que también se valoraron las Luego, en dicho contexto, la doctrina de la creación explicará
actividades formadoras (poesía, elocuencia, filosofía) como ontológicamente el problema del ser, mismo que se habían
buenas artes y las actividades necesarias (trabajo en general, planteado los griegos en términos del devenir y no propia-
trabajo manual, etcétera) como infrahumanas. En conse- mente en la existencia de las cosas. Esta diferencia marcará
cuencia, se consideró como hombres libres y verdaderos a los límites sobre los que se construye una y otra metafísica del
quienes se educaban en las buenas artes, y como esclavos, no ser: para el griego, ser es estar ahí; en cambio, para el europeo
dignos de llamarse hombres, a quienes realizaban actividades occidental, ser es la negación de ser una nada. Asimismo, esta
infrahumanas, así se constituyó una de las fuentes del ideal postura ontológica señalará el horizonte interpretativo des-
aristocrático de la cultura. de el que se desarrollan los temas humanos —entre los que
En este desarrollo cultural, la libertad y la autenticidad se interesa destacar el antropocentrismo, el pecado original y
consideraron metas del proceso de formación, y con ello se los valores cristianos— en virtud de su oposición frente a los
afirmó la capacidad del hombre no sólo para desearlas y contenidos culturales griegos que se establece, precisamente,
conseguirlas, sino también para contribuir a la adquisición en sus semejanzas y diferencias.
e incremento del saber —propio del hombre como tal—. En el antropocentrismo bíblico, al igual que en el cos-
Además, como parte de esta formación, comenzaron a de- mocentrismo griego, se encuentra el tema de la posición
sarrollarse actividades orientadas a la vida asociada en la polis del hombre en el universo. Sin embargo, en el creacionismo
(ideal naturalista) y a la exclusión de aquéllas que buscaban cristiano, el hombre se contempla como un ser que participa
un destino ultramundano. Entre las actividades orientadas a de su creador, de manera que se considera como creado a se-
la vida asociada, se puso énfasis en la contemplación, puesto mejanza de Dios, por ello se asume la concepción del hombre
que el fin último de la cultura —la búsqueda de la sapiencia como centro de la creación. Desde esta postura privilegiada se
y beatitud— era modificar la vida de los individuos y no la fundamenta su señorío, legitimando con ello su dominación
estructura del mundo. En este último punto también radica hacia todo lo demás. Dentro de este contexto referencial, se
el carácter aristócrata, pues se pensaba que la contemplación evidencian rasgos comunes en los contenidos culturales del
era una forma de vida privilegiada y que sólo una minoría pensamiento griego y del cristiano, pues cuando el signifi-
selecta podía alcanzar sapiencia y beatitud. cante hombre se emplea para expresar valores derivados de
Dentro de la cultura de la polis, la noción de autarquía una posición señorial, en ambos contenidos se presentan de-
como dominio de sí mismo para controlar lo instintivo se signaciones que refieren tanto la posición privilegiada, como
proyecta al campo de la vida política donde, en conexión con el atributo de señorío, además de la función de dominación.
ideas orgánicas derivadas de la medicina, adquiere el sentido Sin embargo, en el sentido de ‘dominación’ es notoria una di-
de ‘cooperación’ dentro de la familia y del Estado, del mismo ferencia cultural importante: para el griego, el saber más alto
modo como lo hacen los órganos del cuerpo humano. Sin implica un estado de contemplación, admiración y desinterés;
embargo, cabe señalar que las palabras cooperar (del latín coo- para el cristiano, el conocimiento conlleva la recuperación del
perāri) y amistad (del latín amicitĭ a) ciertamente no aparecen estado adámico de dominación sobre la creación.
como formas léxicas y significantes en el horizonte griego; Así pues, el fin del conocimiento resulta opuesto, ya que
para el griego es la contemplación desinteresada del orden,
mientras que para el cristiano es la herramienta a través de
2 Véase: Jaeger, 1945: 19-20.

Humanidad 345 h
la cual se busca la redención y regreso al estado de dominio. directa de Dios. Puesto que la humildad se convierte enton-
Entonces, no se puede hablar de una misma idea de “do- ces en la principal virtud de los valores cristianos, se invierte
minación”, pues ciertamente ésta no se presenta dentro del la tabla de valores del ideal supremo del griego: el afán de
horizonte de pensamiento griego, sino que es una idea que distinguirse, así como la aspiración al honor, ahora son vistos
surge en la cristiandad y continúa vigente en la Modernidad. como vanidad pecaminosa de la persona. De la misma mane-
No obstante, cuando en el presente texto se hace referencia ra, la autarquía y la autosuficiencia son imposibles, pues, en
a rasgos comunes del significante hombre y se alude con ello el modo de pensamiento cristiano, la salvación sólo se puede
a la “función de dominación”, se hace este planteamiento alcanzar con la ayuda y gracia de Dios.
atendiendo al hecho de la esclavitud presente en la cultura De acuerdo con estos contrastes, la diferencia fundamen-
griega, donde sólo el “ciudadano” (miembro de la polis) era tal del concepto humanidad fue, en la concepción griega, su
considerado como “hombre libre”, mientras que las mujeres y contraposición a la animalidad; y en la cristiana, a la divini-
esclavos eran seres carentes de razón y, por eso mismo, se les dad. Luego, humanĭ tas en los griegos es un valor; mientras que
consideraba como “cuasi hombres”. Al igual que los anima- en el cristianismo se trata de una limitación. Con el significa-
les, esta clase —similar a los hombres— estaba subordinada do de ‘valor’, humanidad se refiere a la cualidad que distingue
a la nobleza griega (ciudadanos), y su presencia resultaba al hombre de los animales y del bárbaro o del hombre vulgar
necesaria dentro de la polis en razón de las labores domés- carente del respeto por los valores morales de saber y urba-
ticas que desempeñaban, indispensables para el ejercicio de nidad. En cambio, en su sentido de ‘limitación’ (cristiano),
la comunidad política. humanidad significa ‘cualidades de lo frágil y lo transitorio’.
Empero, el discurso humanista griego no evidencia una De lo anterior resulta que, para restablecer la naturaleza di-
consciencia acerca de este estado de esclavitud, pues, como vina del hombre y alcanzar la recompensa ultraterrena, el
ya se mencionó, desde su enfoque filosófico, los esclavos y cristiano coopera (pero en un sentido de obediencia) con la
mujeres no eran hombres dotados de razón, sino cuasi hom- obra divina: mantiene el orden jerárquico del mundo huma-
bres. Sin embargo, visto con la distancia de la historia, esta no mediante la esperanza del premio y el temor al castigo.
idea de “hombre” manifiesta una función de dominación y Durante el periodo comprendido entre la última déca-
señorío, donde se plantean relaciones de distinción y subor- da del siglo xvii y finales del xviii, se origina y desarrolla
dinación frente a otros seres, aunque las diferencias son los en Europa la corriente filosófica que recibió el nombre de
dominios de donde se derivan sus creencias: en los griegos, la Iluminismo o Ilustración. Este movimiento filosófico se
naturaleza; en los cristianos, la divinidad. De igual manera, las caracterizó por el espíritu racionalista que prevaleció en los
divergencias se hacen evidentes en razón del estrato o grupo pensadores y escritores típicos de la época, quienes, a dife-
humano al que se dirigen: en los griegos, a la aristocracia; en rencia de los escolásticos medievales, buscaban interpretar y
los cristianos, a los cristianos mismos. resolver los problemas de la vida humana mediante el uso
Dentro del horizonte cristiano se mantiene el carácter exclusivo de la razón, sin referencia a una revelación divina
aristocrático y contemplativo de la noción cultura. De la incuestionable, ni sometida a la autoridad de las costumbres
misma manera que los griegos, el Medioevo conservó la va- e instituciones establecidas. Entonces, con el reconocimiento
loración de las artes liberales (gramática, retórica, dialéctica, de la capacidad racional del hombre como instrumento de
aritmética, geometría, astronomía y música) como las únicas comprobación y de examen de la verdad, y con su aplicación
dignas de los hombres libres. No obstante, el fin de la edu- en los campos de indagación accesibles al hombre, proliferan
cación ya no sería la formación del hombre en su mundo, nuevas disciplinas científicas y, tras ello, nuevos elementos
sino su preparación para la vida ultramundana, por lo que la del ideal de la cultura.
filosofía —que para los griegos era investigación— se cons- En este sentido, la filosofía de la historia sería otra de
tituyó en un instrumento teleológico que buscaba acercar al las corrientes que florecerían durante el periodo de la Ilus-
hombre a las verdades reveladas por la religión. Luego, los tración. Pero, a diferencia de las posturas anteriores acerca
planteamientos cristianos establecen contrastes importantes, de la historia, el enfoque ilustrado aportó un pensamiento
los cuales muestran que en el mundo cristiano existe una in- integrador de los diferentes periodos de la humanidad, en
versión de los valores, virtudes y cualidades contemplados y su esfuerzo por construir una teoría universal del hecho his-
tipificados en el mundo griego. tórico y de la naturaleza, caracterizándolos como realidades
De hecho, los griegos, desde los antiguos poetas has- con sus propias leyes, principios y relaciones, dentro de un
ta Platón y Aristóteles, habían tratado el tema de la hybris proceso de desarrollo encaminado hacia un fin supuesto.
(trasgresión a las leyes, exceso de las pasiones) y el castigo, Ciertamente, este enfoque teleológico de la historia —con
mediante el recurso del mito y los misterios órficos; no obs- especial acento en la vertiente metafísica— mostraría la idea
tante, estaban convencidos de que la redención del hombre de lo útil como el principal instrumento en el devenir de lo
era obra del hombre mismo. En contraparte, el mensaje bí- humano. Así pues, desde esta perspectiva —y asintiendo con
blico convertirá la culpa original en el pecado de la soberbia o el filósofo mexicano Ricardo Guerra— es como se llega a
rebelión contra Dios, cuyo castigo es la naturaleza caída de la lo que para Hegel constituye el concepto fundamental de la
humanidad, de ahí que la redención requiera la intervención Ilustración: la utilidad, pues “[…] la historia del hombre […]

h 346 Humanidad
se comprende como un proceso donde todo aparece como metodológica de los procedimientos que usan las diversas
medio para otra cosa, para un fin, y dado que la utilidad rige ciencias particulares. Pero, dentro de esta postura, resulta más
la vida real y concreta, la búsqueda de lo útil se convierte en importante la búsqueda de una síntesis doctrinal que puede
una determinante vital” (1996: 139). alcanzarse mediante un método subjetivo, lo que significa
Durante esta etapa histórica, “ser culto” ya no significa contemplar a las ciencias desde la óptica de sus relaciones con
poseer las artes liberales, sino tener conocimiento general y la humanidad; esto es, con las necesidades del hombre como
sumario de todos los dominios del saber hasta entonces co- ser social. Puesto que la física social o sociología, como ciencia
nocidos (matemáticas, física, ciencias naturales, disciplinas del hombre, permite unificar las ciencias desde la perspecti-
históricas y filológicas). En este marco, la alta estimación del va del sujeto convertido en la humanidad, en general, Comte
amor propio, el afán de distinguirse y la aspiración del honor propone esta disciplina como principio sintetizador del co-
griegos, como premio y sublimación de la virtud aristocrá- nocimiento científico. Pero además, desde este enfoque, la
tica, se transforman en la conciencia burguesa ilustrada, en sociología posibilita la meta práctica de la filosofía positivista:
el refinado culto a la personalidad y en el enriquecimiento la reorganización social; lo cual es posible sobre la base del
espiritual de la propia personalidad. conocimiento y formulación de las leyes de la sociedad; luego,
En este contexto, el concepto cultura, por un lado, comien- esta disciplina tiene por objeto precisamente la solidaridad, el
za a significar ‘enciclopedismo’, y por el otro, se considera orden y el progreso sociales, medios y metas de la sociedad
producción de un ser racional libre y, como tal, producto y positivista. Así, la filosofía comtiana sustenta la exigencia de
fin último del género humano. Con esto, la idea de cultura hacer de la ciencia el fundamento de un nuevo orden social
se escinde de su significado como formación. y religioso con carácter unitario, y concibe a la humanidad
Si bien el cambio de significación —de formación a —que bautiza con el nombre de Gran Ser— como la prime-
producto— se produce en el siglo xviii por la filosofía ra persona de la trinidad positivista (las otras serían el Gran
iluminista, en todo caso será Kant (1968) quien precise Ídolo o tierra, y el Gran Medio o el espacio).
esta nueva referencia. Para este filósofo alemán, la cultu- Para el positivismo la educación era sinónimo de ad-
ra es entendida como el resultado de la producción de un quisición de competencias específicas que confinaban al
ser racional que tiene la capacidad de escoger los propios individuo en ámbitos restringidos de actividades y estudios.
fines, y alude a la noción de humanidad como el principio Lo que la sociedad demandaba de sus miembros era eficien-
que mueve a los seres racionales a reconocer la existencia cia en la tarea o función por desempeñar, y esa eficiencia no
de otros seres racionales, y la exigencia de comportarse en requería de una cultura, entendida como formación equili-
sus confrontaciones sobre la base de ese reconocimiento. brada y armoniosa del hombre como tal, sino especialización
En esos términos, el planteamiento kantiano de humanidad técnico-científica.
remite a las ideas de respeto (reconocimiento de la propia Paralelamente, se origina el pensamiento marxista que
y ajena dignidad, así como un comportamiento consecuen- planteó la necesidad de desarrollar una teoría que partie-
te a dicho reconocimiento), de simpatía (disposición a la ra de la actividad práctica, es decir, de la acción. Se elaboró
comprensión de los demás), y de sociabilidad (condición de una corriente filosófica destinada a constituir un medio de
realización de la naturaleza racional, vinculada con incli- transformación, y no simplemente un modo de interpretar
naciones y tendencias hacia la asociación-disociación). En el mundo. En esta propuesta, el carácter humanista de la teo-
síntesis, con esta concepción, la noción de cultura se escinde ría marxista se contempla tanto en el plano teórico como en
de su significado original como ‘formación’, para adquirir el práctico: el primer sentido se expresa indirectamente en el
ahora una nueva referencia, la de ‘producto’. ateísmo, caracterizado por el rechazo a la metafísica idealista
Las ideas fundamentales del empirismo británico y los de corte religioso, pues para el pensamiento religioso lo hu-
ideales cosmopolitas de la Francia revolucionaria del siglo mano (espiritual) le es ajeno al hombre, ya que inculca a las
xviii, constituyen el clima intelectual de donde emerge el masas el amor y la obediencia servil a los explotadores. Por
positivismo, cuya característica principal es la pretensión de su parte, el humanismo práctico se instaura con el comunis-
absorber en la ciencia todas las manifestaciones del hombre; mo, porque a través de éste se propicia la eliminación de la
igualmente, acompañó y estimuló el nacimiento y la conso- propiedad privada, en tanto condición necesaria para la rea-
lidación de la organización técnico-industrial de la sociedad lización plena de la vida humana e inherente a la condición
moderna. En este contexto, Auguste Comte, filósofo y físico (humana) del hombre.
francés, no sólo empleó el vocablo positivismo para titular su En efecto, siguiendo la línea hegeliana y particularmente
filosofía, sino que gracias a su obra se designa así la corriente la propuesta en torno a la necesidad de objetivación previa
que, a partir de la segunda mitad del siglo xix, tendría una para la realización del hombre, Marx sostiene que la forma
gran influencia en las diversas manifestaciones del mundo primaria de auto-objetivación se da en el trabajo, esto es, en
occidental. la producción, pues el bien que resulta de él viene a cons-
De las propuestas filosóficas de Comte, citado por Dil- tituirse como el hombre en-su-ser-otro. En este sentido, el
they (1979: 168), interesa resaltar la relativa a la tarea de la proceso de trabajo (intelectual-manual) que conduce a la
filosofía (positiva) que, según él, consiste en la unificación objetivación del hombre es un proceso de auto-enajenación,

Humanidad 347 h
pues el objeto producido posee una especie de existencia in- desde la Ilustración, entra en un periodo crítico: el desplaza-
dependiente del productor. No obstante, siempre que esos miento del centro de poder económico hacia Estados Unidos
objetos se usen y consuman para conservar la vida humana, replanteó el orden geopolítico tanto de la potencia cultural
el producto como fin-en-sí-mismo se cancela, y el hombre como del capital técnico.
se apropia en-su-uso nuevamente de lo producido. Por eso, En este sentido, el contexto de la posguerra resultó un
mientras el trabajo y el uso formen una unidad, no sólo se espacio fértil para la función de los medios de difusión masiva
anula la auto-enajenación, sino que se renueva la auto-pro- en la construcción nacional de la sociedad emergente. Como
ducción. En esta circularidad, el hombre dispone libremente consecuencia, en el ámbito de la producción cultural, se gene-
de lo que ha creado porque el producto de su actividad le ró la confrontación entre el ideal europeo de alta cultura y el
pertenece, luego su libertad se revela precisamente en el do- modelo estadounidense de cultura masiva y masificada; ésta
minio efectivo del resultado de su trabajo. última propiciada por medios de alta tecnología que, en su
En razón de esto, Marx establece una crítica contra el sis- dinámica de difusión masiva, representan y promueven prác-
tema capitalista y hacia la perversión que éste mismo genera: ticas modernas de imposición y dominación hegemónicas,
las cuales, a su vez, se nutren de la racionalidad industrial y
[…] pues el capital, como objeto creado por el sujeto, se materializan en la circulación mercantil de toda produc-
al convertirse él mismo en “sujeto” con una realidad ción simbólica.
independiente a la materialidad del sujeto creador, Es importante advertir las estrategias que usan los discur-
condiciona el proceso creativo del trabajo; en donde sos “tecnoutópicos” sobre la organización futura del mundo
el sujeto creador está subordinado a producir objetos occidentalizado. En efecto, en sus propuestas y predicciones
de consumo en los cuales no se crea (auto-realiza) a se emplean frecuentemente enunciados reiterativos sobre el
sí mismo. Por lo tanto, en el capitalismo está depo- poder de la técnica —en oposición al de la política— para
sitado el germen de la negación del sujeto mismo, solucionar problemas sociales, y sobre el papel de los ciuda-
condenado a trabajar sin realizarse como conciencia danos, considerados como “consumidores-públicos” (noción
(1973: 36). opuesta a “miembro” de la comunidad que participa en esa
organización política, mediante el disfrute de derechos y el
La superación de estas contradicciones se logrará cuando cumplimiento de obligaciones), que sólo tienen “la obligación
se elimine la propiedad privada y se establezca el comunis- neodarwiniana de adaptarse al nuevo entorno competencial
mo en la sociedad. Así, cuando se disuelva la auto-alienación del librecambismo mundial” (Matterlart, 2000: 432). De
en los ámbitos de la economía y de la estructura social, se la misma manera, se esgrime la alianza entre los gerentes
eliminará la propia auto-alienación en la esfera religiosa; en (managers) y los intelectuales como factor necesario y su-
suma, sólo de esta manera puede existir el hombre íntegro, el ficiente para la construcción de la sociedad planetaria de la
hombre no escindido, y la ética humana desplazará a la ética información-saber; por ello, tal y como afirma Peter Druc-
de clase, con lo que reinará por fin un humanismo genuino. ker, uno de los teóricos de la gestión empresarial, en esta
Por eso, Marx considera al comunismo como el ideal relación de aliados,
moral de la humanidad porque, como señala A. Bebel (en
Shishkin, 1966: 116), la nueva sociedad actuará para asegu- […] cada uno necesita del otro […]. El intelectual,
rar a todos iguales condiciones de vida y hacer posible que si no se completa con el manager, crea un mundo en
cada cual tenga una existencia digna del hombre. En este el que cada uno hace lo que quiere pero donde nadie
universo discursivo, los valores y cualidades que se aprecian está sin hacer nada. El mundo del manager, si no se
como fundamentales y que se reconocen como sociales y completa con el intelectual, se convierte en una bu-
humanos son: la dignidad humana, la sabiduría y la honra- rocracia, en una rutina embrutecedora donde reina
dez política, la solidaridad proletaria, la fidelidad a la causa el hombre de la organización. Pero si encuentran su
común, la hermandad internacional, la libertad como con- equilibrio, entonces pueden nacer la creatividad y el
ciencia de la necesidad. Todo ello tan primordial como la orden, el sentido de la misión y del cumplimiento (en
elección consciente de la posición en la lucha histórica (que Mattelart, 2000: 432).
se contrapone a la noción de libre albedrío individualista); la
voluntad de servicio para el bien social común; el heroísmo Por cierto, en los discursos referidos se eliminan o no se ha-
revolucionario, que se caracteriza por la valentía, la conciencia cen explícitas las nociones de “igualdad” y de “justicia” como
de la propia dignidad, el sentimiento de orgullo y de inde- metas o medios para realizar los proyectos de moderniza-
pendencia (contrarias a las cualidades cristianas: miseria de ción y de desarrollo; asimismo, se suprime o sustituye la voz
espíritu, sufrimiento, mansedumbre, humildad, misericordia), colaboración —que alude más bien al sentido de relación
y la utilidad como respeto al trabajo socialmente útil, entre humana—, por la de integración —dirigida al sentido de
otras cualidades. relación orgánico-mecánica—. De la misma manera, se ad-
En las primeras décadas del siglo xx, la universalidad vierte un énfasis en la concepción y la definición utilitarista
de la civilización y cultura europeas, mantenida y difundida

h 348 Humanidad
del intelectual, que lo centran como “objeto-útil” y lo deter- Desde este enfoque, la determinación del hombre como
minan a un cierto uso, entre otras peculiaridades discursivas. ser racional lo convierte en un todo que se puede organizar,
clasificar, producir, destruir; es decir, en una cosa que se so-
Líneas de investigación y debate mete a un cálculo y un plan; luego, el hombre no tiene un
contemporáneo papel central o exclusivo en su propia determinación. Por
eso, cuando el pensamiento humano reduce todo al hombre
Desde luego, las referencias sobre la modernización y la como explicación primera y última, sobreviene el ocaso de
globalización son importantes, pues, además de revelar la metafísica y, con ello, del humanismo. Entonces, la técni-
los sustentos de la mentalidad mercantil contemporánea, ca, la tradición metafísica y el humanismo, son momentos
son evidencias en las que podemos explorar los efectos de diferentes dentro de un proceso único.
la deshumanización generada por el binomio “crisis del Aun cuando a partir del Renacimiento el hombre ocupa
humanismo-triunfo de la civilización técnica”, que se carac- un lugar central en el orden del mundo, no es sino hasta el
teriza precisamente por promover una formación del hombre siglo xix cuando se da una conciencia epistemológica del
centrada en la técnica dentro de un proceso de acentuada hombre como tal. Lo que hizo posible un ámbito académi-
racionalización. co de debate entre las ciencias de la naturaleza y las ciencias
De hecho, la formación del hombre centrada en la cien- del espíritu. Este debate planteó, en un principio, cuestiones
cia-técnica y el proceso de racionalización son consecuentes sobre problemas metodológicos, pero más tarde se concentró
con el pensamiento de los siglos precedentes inmediatos, en aspectos teóricos.
pues cuando se establecen los cuadros del saber que fun- De manera más extensa, en el debate de carácter meto-
damentan las ciencias empíricas e igualmente prescriben el dológico sobre las ciencias de lo humano, se buscaba el rigor
orden mediante el cual se hace factible el conocimiento y la y la exactitud que se exigía en el modelo del saber metódico
comprensión del mundo, se reinaugura, por un lado, el modo seguido y autorizado por las ciencias de la naturaleza, pero
de pensar teórico que hace posible presentar las cosas bajo con la condición de preservar el núcleo humanista (la liber-
la forma de generalidad y totalidad y, por otro, un modo de tad, la elección, lo imprevisible) que la tradición reconocía
hacer que, por medio de la transformación de la forma in- en la actividad humana.
mediata de la presencia, se construya y produzca lo que no El debate de carácter teórico que plantea Husserl (1992:
hay para prever y asegurar la realidad. 75-128), pone de manifiesto el vínculo entre la crisis del
En este sentido, el filósofo alemán Arnold Gehlen (Vatti- humanismo y el proceso mediante el cual la subjetividad hu-
mo, 1986: 33-41) señala que el “progreso” de la “modernidad” mana se pierde en la objetividad científica y tecnológica. Por
es rutina, ya que el aumento de la capacidad humana de dis- su parte, el planteamiento del núcleo humanista, en términos
poner y planificar técnicamente la naturaleza hace que los de contenido teórico, deriva en una concepción restaurativa
“nuevos” resultados, surgidos de la disposición y planificación, y en otra provocativa. La primera concibe que la salida de la
sean menos nuevos, puesto que la renovación se exige para crisis está en la recuperación de la función central del sujeto,
asegurar la supervivencia del sistema, donde lo nuevo —la lo cual es posible pues considera que lo que se ha afectado
novedad— es lo que permite que las cosas marchen de la no son los contenidos de la naturaleza humana, sino sólo sus
misma manera. elecciones de supervivencia.
Esta renovación moderna, en el plano práctico, hace que La segunda, la corriente provocativa, considera que la
la técnica inmovilice y que el progreso se convierta en rutina. imposición de la técnica provoca la expresión de lo espiri-
Por otro lado, en el plano teórico, provoca que la seculariza- tual, pues las condiciones de vida que impone la estructura
ción de la noción de progreso se vacíe de contenido al perder de la nueva ciudad moderna llevan al desarraigo del hombre
su finalidad (que en la visión cristiana era la salvación) o, en su tanto de la aldea como de la familia y, al mismo tiempo,
defecto, al constituirse él mismo como propio fin. De la misma a la destrucción estilística (evidente en el expresionismo).
manera, se introduce el concepto trabajo dentro del ámbito Así, ese desarraigo y esa destrucción de formas propician
económico, cuya consideración como fuente de todo valor lo expresiones espirituales —en la comunidad orgánica y en el
convierte en mercancía y fundamento de cambio, reduciendo expresionismo— que constituyen un crepúsculo de la huma-
con ello al trabajador a un valor más, dependiente de otro nidad y del humanismo.
sujeto que lo reconoce y valora. De esta manera, las humanidades, como disciplinas que
Esta reducción del sujeto a valor de cambio, es una ma- se ocupan del hombre en lo que tiene de empírico, se em-
nifestación de lo que Heidegger denomina “imposición y piezan a configurar precisamente cuando el humanismo
provocación del mundo técnico”, que a su vez es manifesta- metafísico entra en crisis y, con ello, inicia la revitalización
ción del ereignis o evento del ser, en el que toda apropiación de los contenidos humanísticos que la tradición reconocía
se efectúa como transapropiación o disolución del ser en en la actividad humana.
valor de cambio en que hombre y ser pierden todo carácter Como señala el filósofo e historiador francés Michel
metafísico (Vattimo, 1986: 33-41). Foucault, la instauración de un análisis de lo vivido surge
cuando el objeto hombre aparece en el pensamiento mo-

Humanidad 349 h
derno, como un “duplicado empírico” trascendental. Este psíquica de otro, hay que reconstruir mediante la interpre-
duplicado se constituye en el espacio donde se busca des- tación de las objetivaciones de la vida (lenguaje, costumbres,
cubrir las condiciones del conocimiento a partir de sus formas y estilos de vida; la familia, la sociedad civil, el Estado,
contenidos empíricos (1997: 313-319). De esto resultaron el derecho, el arte, la religión, la filosofía). Esto implica que
fundamentalmente dos tipos de análisis: los que, indagando para analizar al hombre como lugar de conocimientos empí-
en la anatomía y fisiología humanas, destacan los atributos ricos remitidos hacia aquello que los hace posibles, no sólo se
naturales del conocimiento humano —de ahí derivan las requiere de un análisis de tipo positivista cuyo fundamento
condiciones que determinan las formas y su manifestación en y modelo es la certeza intuitiva, sino también de un estudio
los contenidos empíricos de dicho conocimiento—, y, desde hermenéutico que permita elevar la comprensión de lo sin-
el enfoque trascendental, los análisis que centrándose en las gular a un conocimiento objetivo, y desde donde se puedan
condiciones históricas, sociales, económicas que se forman plantear posibilidades de validez universal.
en el interior de las relaciones humanas, sostienen la idea de Sin embargo, la reflexión sobre el fenómeno del conoci-
un conocimiento dado (preestablecido) que ordena las for- miento y los problemas contenidos en que se interprete como
mas del saber empírico. una relación de trascendencia (entre el sujeto y el objeto) en
No obstante, estos análisis se han mantenido inde- la esfera de las ciencias humanas, enfrentan las cuestiones
pendientes, por lo que, en la búsqueda de una historia del que se relacionan con la determinación del criterio de ver-
conocimiento, se ha desarrollado una vía crítica que entre dad, pues cuando se plantea al hombre (en su finitud) como
otros asuntos ha juzgado la verdad del objeto y del discurso. el lugar de análisis que permite el conocimiento en general,
En cuanto a la reflexión sobre un discurso verdadero, se surge el problema de cómo conciliar o articular las condicio-
han planteado dos alternativas: o el fundamento del discur- nes del conocimiento racional-discursivo con los contenidos
so verdadero es la verdad empírica y entonces se tiene un empíricos del conocimiento intuitivo-racional que determi-
análisis de tipo positivista, o bien, el discurso verdadero es el na las formas de aquél y que, a su vez, se manifiesta en los
fundamento de la verdad empírica, entonces el discurso es contenidos de éste.
de tipo escatológico. Ahora bien, los cuestionamientos contemporáneos gi-
Por esta razón, el pensamiento moderno busca un dis- ran alrededor de concepciones que, como las de Heidegger
curso que si bien tiene que mantener separado lo empírico y (1968: 40-58), interpretan el mundo exterior de la vida o de
lo trascendental, permita a su vez analizar al hombre como los hechos sociales no como objetos del mundo de la vida
lugar de conocimientos empíricos, pero remitidos a lo que misma, ni como formas condicionadas por nuestra manera
los hace posibles; un discurso tal que funcione como una de dirigirnos hacia esos objetos, sino como un entramado de
analítica de lo vivido, esto es, del espacio donde se dan los relaciones dentro del cual el individuo es sujeto y objeto a
contenidos empíricos a la experiencia y la forma originaria un mismo tiempo, capaz de descubrir y constituir lo otro (al
que, en general, los hace posibles. otro), en tanto que, simultáneamente, se descubre y consti-
Por su parte, entre las características con las que se busca tuye a sí mismo.
distinguir el conjunto de ámbitos disciplinarios dirigidos al En relación con este tema, pero en términos simbólicos,
conocimiento de lo humano, dos vocablos destacan por sus Thompson (1998) considera que los sujetos-objetos consti-
significados dentro de las propuestas modernas y contempo- tuyen e interpretan formas simbólicas —que previamente
ráneas, a saber: los términos vivencial y experiencial. han sido constituidas e interpretadas—, éstas organizan en
En relación con la referencia vivencial, resultan impor- el interior de los sujetos-objetos la experiencia manipuladora
tantes los planteamientos que W. Dilthey (1833-1911) y simbólica de lo que se presenta como susceptible de mani-
desarrolla sobre las ciencias que él mismo bautizó como “del pulación y estructuración simbólica.
espíritu”, y a las que les asigna lo humano como objeto propio A pesar de que la ruta crítica de los paradigmas funda-
de su estudio. Para este filósofo, lo propiamente humano ra- cionales ha transitado desde la epistemología centrada en
dica, precisamente, en la actividad racional, que se manifiesta los conceptos hasta la epistemología enfocada en los signos,
y desenvuelve en la vivencia, la expresión y la comprensión; el cuestionamiento del fundamento último ha orientado la
estas últimas consideradas tanto basamento estructural de reflexión hacia el tema del conocimiento probable y a uno de
esas ciencias como categorías metodológicas para investigar los problemas que eso implica: la interpretación que se plan-
lo humano (1979). tea en la hermenéutica y en el pragmatismo contemporáneos.
De acuerdo con el autor citado, la comprensión, que parte En relación con la hermenéutica reciente, se han delinea-
de la inducción de los fenómenos sensibles, se sustenta en la do, cuando menos, dos vías de interpretación, perfiladas por
conexión de la estructura psíquica, la cual se manifiesta en la preocupación que subyace en ellas: por un lado, la epis-
términos de un discurso, pues en la evidencia discursiva se ve- temológica, que reconoce en la comprensión un modo de
rifican los conceptos que surgen de la realidad empírica, según conocer; por el otro, la ontológica, que concibe el compren-
sus relaciones fundamentales. Así, dicho discurso muestra lo der como una manera de ser y de comportarse con respecto
que se ha explicitado en la comprensión, y su veracidad se de- de los entes y del ser.
fine a partir de la realidad empírica que, en el caso de la vida

h 350 Humanidad
Dentro de la primera vertiente hermenéutica, el plan- Dilthey, Wilhelm (1979), Historia de la filosofía, México: Fondo
teamiento de Dilthey dio como resultado una relación de de Cultura Económica.
subordinación de esta disciplina a la psicología (en el sen- Foucault, Michel (1977), La arqueología del saber, México: Siglo xxi.
tido de interpretación de signos externos), pues el objeto _____ (1976), Vigilar y castigar: nacimiento de la prisión, México:
Siglo xxi.
de comprensión de las ciencias del espíritu era el individuo _____ (1997), Las palabras y las cosas. Una arqueología de las ciencias
considerado en sus relaciones sociales, aunque fundamental- humanas, México: Siglo xxi.
mente singular. Sin embargo, para captar la vida psíquica Guerra, Ricardo (1996), Filosofía y fin de siglo, México: Facultad
de un “otro” hay que reconstruirla mediante la interpreta- de Filosofía y Letras-Universidad Nacional Autónoma de
ción de los signos en que se objetiva; esto es, a través de las México.
formas o configuraciones estables (relaciones recíprocas, Heidegger, Martin (1968), Ser, verdad y fundamento, Caracas:
símbolos culturales, filosofía, arte, religión, etcétera) donde Monteávila.
se exterioriza la vida. Horta, Julio, Georgina Paulín y Gabriel Siade (2009), “La viven-
Aunque en la propuesta del alemán se evidencia, como cia y su análisis: consideraciones breves sobre las nociones
objeto-sujeto en el universo discursivo del mundo cultu-
señalara Paul Ricoeur, un conflicto latente entre una filosofía ral”, Revista mexicana de ciencias políticas y sociales, vol. 51,
de la vida —con su irracionalismo— y una filosofía del senti- núm. 205, enero-abril, pp. 15-35. Disponible en <http://
do —con similares pretensiones que la filosofía hegeliana del www.scielo.org.mx/scielo.php?script=sci_arttext&pi-
espíritu—, aquella propuesta de Dilthey planteaba la inter- d=S0185-19182009000100002&lng=es&nrm=iso>.
pretación de significaciones y no la construcción especulativa Husserl, Edmund (1992), “La filosofía en la crisis de la humani-
del concepto como posibilidad de superar tal conflicto. Otra dad europea”, en Invitación a la fenomenología, Barcelona:
de sus aportaciones fue, sin duda, la necesidad de ampliar el Paidós, pp. 75-128.
ámbito de la hermenéutica a la comprensión histórica (Ben- Jaeger, Wilhelm (1945), La Paideia. Ideal de la cultura griega, vol. I
goa, 1992: 44-52). y II, México: Fondo de Cultura Económica.
Kant, Emmanuel (1968), Crítica del juicio, 2a. ed., Buenos Aires:
En cuanto al cuestionamiento del fundamento último, la Losada.
propuesta de Foucault evidenciaría una búsqueda por dis- _____ (1984), Crítica de la razón pura, 3a. ed., Madrid: Alfaguara.
tanciarse de la fundamentación racional que enfatiza el valor Marías, Julián (1974), Historia de la filosofía, 26a. ed., Madrid: Re-
de la verdad, mostrando a través de las diferencias entre las vista de Occidente.
distintas épocas que el devenir del pensamiento no respon- Marx, Karl (1973), La ideología alemana, Buenos Aires: Pueblos
de a una lógica lineal, es decir, a una historia unificada del Unidos.
pensamiento. Mattelart, Armand (2000), Historia de la utopía planetaria. De la
A la luz de estas consideraciones, Foucault planteó la ciudad profética a la sociedad global, 2a. ed., Barcelona, Buenos
noción de un a priori histórico, pero a diferencia del a priori Aires, México: Paidós.
O’Connor, D. J., comp. (1964), Historia crítica de la filosofía occiden-
kantiano como estructura cognitiva inherente al espíritu, la tal: racionalismo, iluminismo y materialismo de los siglos xvii y
del francés resultaba una estructura histórica porque no era xviii, vol. III, Buenos Aires: Paidós.
universal sino que cada momento histórico, cada sociedad, Panofsky, Erwin (1979), El significado de las artes visuales, Ma-
debía generar un tipo de estructura conceptual a partir de la drid: Alianza.
cual los sujetos pensaran y representaran el mundo; por ello, Shishkin, A. F. (1966), Ética marxista, México: Grijalbo.
sostenía, las formas del pensamiento se relativizan (1977: 166 Sineux, Raphael (1976), Compendio de la suma teológica de Santo
ss.). Esta fractura del conocimiento se construía, de acuerdo Tomás de Aquino, México: Tradición.
al Foucault estructuralista, a partir de campos del saber que, Thompson, John B. (1998), Ideología y cultura moderna. Crítica social
como subsuelo categorial, producían otras formaciones ha- en la era de la comunicación de masas, 2a. ed, Gilda Fantinati
Caviedes (trad.), México: Universidad Autónoma Metro-
cia la superficie, aunque hay que señalar que el Foucault de politana-Xochimilco.
La arqueología del saber (1977) y de Vigilar y castigar (1976) Vattimo, Gianni (1986), El fin de la modernidad. Nihilismo y herme-
ya no enfatizaría la categoría en sí, sino su uso como instru- néutica en la cultura posmoderna, México: Gedisa.
mento de poder que es más bien el ámbito de la pragmática.

Bibliografía

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Corominas, Juan y José Antonio Pascual, (1991), Diccionario crítico
etimológico castellano e hispánico, Madrid: Gredos.

Humanidad 351 h
Platón enfatiza la enorme frecuencia con que la gente que
IDEOLOGÍA vive en esos estados de aletargamiento y narcotización socia-
les mantiene una negativa para admitir la mínima posibilidad
Julio Muñoz Rubio de estar equivocado y de que, fuera de su mundo de ideas
falsas, pueda existir uno de ideas adecuadas y verdaderas. Con
esto, Platón sienta las bases sobre las cuales se desarrollará,
Definición ya en el mundo moderno, la concepción y la discusión sobre
las ideas falsas o ideología.
El concepto de ideología tiene una aplicación en numerosas Es en el siglo xvii cuando se retoma el problema de la
ramas de la actividad y el conocimiento humanos, lo que lucha contra las ideas falsas en el contexto del ascenso del
hace imposible definir a cuál de esas ramas pertenece. De capitalismo y de una forma de comprensión del mundo que
hecho, el concepto ha sido ampliamente estudiado en filo- sustituyera el fijismo y el misticismo de la visión medieval
sofía, historia, sociología, psicología, ciencia social y natural, por una visión materialista y dinámica del mundo. Francis
y epistemología, cuando menos, y en todas ellas encuentra Bacon (1561-1626), en su Novum Organum (1620), propone
aplicaciones trascendentales. una nueva forma de pensamiento basada en la recolección
Entendemos ideología como un resultado erróneo de las inductiva de datos acerca de los procesos en la naturaleza,
relaciones entre el mundo de las ideas —propio del ser hu- de manera que el ser humano adquiera poder sobre ésta me-
mano— y el de la realidad externa al ser humano mismo. En diante el conocimiento y la obediencia a las leyes naturales.
concreto, la ideología se define como una sobrerrepresenta- Bacon dirige una parte importante de su obra a las for-
ción de las ideas del mundo real por encima de la realidad mas erróneas de captación de la realidad, de acuerdo con lo
misma, lo que conduce a imaginar equivocadamente que las que él llama “Ídolos” en la segunda parte de esta obra. Bacon
reglas o leyes que explican algún acontecimiento del mundo distingue 4 tipos de ellos: los ídolos de la tribu (LII), cuyo
en un periodo de la historia son las leyes naturales y eternas de origen está en el prejuicio, en la imprecisión de los sentidos,
la misma. Esto implica una ahistorización del conocimiento. o en lo que él llama la “uniformidad sustancial del espíritu
A lo largo de la historia del pensamiento occidental, en- humano”; los ídolos de la caverna (LIII, en evidente alusión
contramos una constante preocupación por entender cómo a Platón), que se originan en la mala educación, hábitos o
pueden los humanos superar los errores de percepción y cons- circunstancias; los ídolos del foro (LIX) que surgen por un
trucción del mundo en el que viven, de manera que puedan exceso de peso e importancia de las palabras sobre la razón;
llegar a determinar verdades o aproximarse a ellas mediante y los del teatro (LVI-LVII), en referencia a los efectos per-
métodos de conocimiento correctos. niciosos que tienen las fábulas, la teología y la religión sobre
La ideología hace alusión a lo erróneo, a lo equivocado, el entendimiento.
a lo falso de nuestras ideas que se proyectan hacia el mun- Para Bacon, estas fuentes de ideas erróneas solamente se
do y de cómo este error de comprensión se retroalimenta y pueden eliminar mediante la observación desprejuiciada del
vuelve sobre sus pasos, reforzando una y otra vez las visiones mundo natural, de manera que se pueda llevar a cabo una
equivocadas de las que somos víctimas. La ideología es, pues, sistematización y ordenamiento del conjunto de leyes natu-
una falsa conciencia. rales del universo.
Por estas razones, Bacon es considerado como el fundador
Historia, teoría y crítica del método científico moderno y, aunque sus tesis centrales
han sufrido muchas transformaciones, siguen estando vigen-
Una de las primeras reflexiones en Occidente acerca de la tes, sobre todo, entre muchos estudiosos del método de las
visión errónea del mundo se encuentra en Platón (427-347 ciencias. La idea del sujeto que aborda su objeto de estudio
a.C.): la metáfora de la caverna (“República”, VII, 514a-532d), sin prejuicios y la idea de aquella mente abierta al descubri-
sitio imaginario en el interior de un espacio obscuro en el que miento de las leyes del universo tal cual es, serán proyecciones
solamente se perciben las siluetas de las otras personas y de hacia los siglos posteriores.
los pocos objetos que allí se encuentran, donde es imposible Las ideas de Bacon se expresan en las tesis de Auguste
tener una percepción correcta del mundo, en especial de la Comte (1798-1857) y en el desarrollo de todo el positivismo
existencia de un mundo externo a la propia caverna, mucho posterior a él. Para Comte, la humanidad se ha ido despren-
más vasto y diverso de como es el interior. diendo paulatinamente de una serie de ideas y concepciones
Platón usa esta metáfora para referirse a la gente sin edu- erróneas propias de los estados “teológico” y “metafísico”, que
cación que no tiene experiencia de la verdad (VII, 519a-e). necesaria e inevitablemente desembocan en el tercer estado:
De este modo liga el problema de la concepción falsa del el “científico”, también llamado “positivo”; éste instaura el
mundo con el de la enajenación, es decir, el proceso de des- predomino de la racionalidad y la objetividad en el ser hu-
pojo de lo que debería ser propio. Esto marcará un vínculo mano. Las falsas ideas y conciencias del mundo, típicas de
entre estas dos categorías, que permanece hasta nuestros los estados anteriores (dominados por la presencia de seres
tiempos en el análisis de la ideología. sobrenaturales y divinos en el estado teológico, y por esen-

i 352 Ideología
Ii
cialismos y abstracciones en el estado metafísico), deberán de las relaciones de producción. Por eso la esfera de las ideas
desaparecer en este estado de la civilización gracias a la he- no es meramente la expresión de la capacidad de pensa-
gemonía de la racionalidad. miento humano, sino un reflejo de las condiciones sociales
El positivismo post-comtiano se identifica con estas ideas en las que ésta se da. Desde luego, en toda formación social
racionalistas y las desarrolla desde la tercera y cuarta décadas hay ideas correctas, pero muchas de ellas son falsas y unas y
del siglo xx, especialmente entre el grupo de filósofos que otras se confunden. Lo que no puede soslayarse es que son
integran el llamado Círculo de Viena. La preocupación de un producto de la historia y son tomadas por válidas en un
este grupo, integrado, entre otros autores, por Moritz Schlick periodo de la misma.
(1882-1936), Carl Hempel (1905-1997), Rudolf Carnap En el capitalismo se invierte la relación entre el mundo
(1891-1970), Otto Neurath (1882-1945), y A. J. Ayer (1910- de las ideas y el mundo de los objetos y procesos, de modo
1989), es la de encontrar un lenguaje común para el conjunto tal que las ideas acerca del mundo resultan distorsionadas y
de las ciencias, eliminando de sus filas todo contenido me- falseadas desde el momento en que tanto a la sociedad como
tafísico e ideológico, como lo expresó Carnap en 1932. Un a la naturaleza se le imponen leyes que corresponden a aque-
lenguaje de este tipo, dice Neurath (1983a), expresaría de una llo que la clase capitalista desearía que fuera el mundo. Se
mejor manera la realidad del mundo exterior que, a su vez, confunden esos deseos e intereses con la realidad, y por esto
debería estar construido en términos de las leyes de la física, los principios temporales y transitorios que corresponden a
ser medible y traducible a magnitudes precisas; esto desde las formas de organización social del capitalismo se vuelven
la física clásica a la psicología (Carnap,1965b). Sólo de esta leyes eternas e históricas de la naturaleza. Las ideas sobre el
manera se podría eliminar la incertidumbre, la vaguedad y el mundo se sobreponen a la realidad, que es forzada a compor-
prejuicio del lenguaje de la ciencia, único lenguaje que puede tarse de acuerdo con las ideas que el capitalismo tiene sobre
expresar la verdad del mundo. ella: de ahí el nombre de ideología.
Esta concepción central se mantiene en filósofos que La ideología para Marx y Engels es así una falsa conciencia.
enfrentan la hegemonía positivista hacia finales de los años Más falsa aún debido a la inversión que en el capitalismo se da
treinta del siglo xx, como Karl Popper (1902-1994), quien en la relación del ser humano con los productos de su trabajo,
critica de numerosas formas al positivismo, pero coincide los cuales han adquirido el carácter de mercancía y, por tanto,
con él en que el progreso de la ciencia mediante la falsación poseen un carácter de fetiche que los hace pasar por objetos
o la corrección del error es búsqueda y encuentro de ver- con una naturaleza propia, proclives a comprarse y venderse.
dades, hecho con el que se mantiene uno de los preceptos De esta manera se enmascara la relación social que está de-
fundamentales del racionalismo existentes desde el siglo xvii. trás de su producción. Las relaciones humanas se convierten
Ahora bien, los autores hasta ahora citados se plantean en relaciones entre cosas.
el problema de la ideología y, por lo tanto, de la conciencia Siguiendo la tradición marxista, contamos con György
verdadera o falsa del mundo en términos de las formas del Lukács (1885-1971), uno de los más destacados estudiosos
pensamiento y éste se expone como proceso independiente de la ideología o falsa conciencia. En su obra Historia y con-
del mundo externo. Pero si al proceso del pensamiento se le ciencia de clase (1969), explica que la burguesía produce un
quita esa independencia y se le hace entrar en relación cons- tipo de pensamiento condenado a proponer una visión falsa
tante y dinámica con la sociedad entera y las condiciones del mundo, debido al enfoque parcial y fragmentado que tiene
materiales de la existencia de los seres humanos, resultará que de la realidad, desviado por sus propios intereses o su visión
los criterios y parámetros de la falsa y verdadera conciencia, del mundo, la cual se reduce a las leyes del mercado. A esta
adquirirán otras dimensiones. perspectiva fragmentada y parcial, Lukács le contrapone el
Para ello debemos retroceder hasta el segundo tercio enfoque de la dialéctica marxista, entendida como una vi-
del siglo xix, cuando se construye una de las concepciones sión de la totalidad o, para decirlo con mayor precisión, de
de ideología que mayor influencia han tenido en el mundo las totalidades concretas.
entero. Toca el turno a Karl Marx (1818-1883) y Friedrich Siguiendo a Marx, Lukács señala que la ciencia histórica
Engels (1820-1895), quienes en varias de sus obras —pero burguesa comete un error metodológico al partir de realida-
especialmente en La ideología alemana (1845-1846) y en el des concretas y, de allí, sin darse cuenta, abstraer sus categorías
libro I de El Capital (1864)— acometen la ambiciosa tarea de análisis. Como consecuencia, se considera concreto algo
de develar las fuentes de error que permean el pensamiento que es completamente abstracto; eterno y permanente, aque-
burgués y por lo tanto, la concepción burguesa del mundo, llo que es histórico y transitorio. Es decir: para Lukács, el
particularmente a partir del cuestionamiento de la filosofía complejo problema de la verdad y la comprensión verdade-
clásica alemana y de la economía política. ra o aproximada de la realidad es un problema de método.
Según Marx y Engels, en la sociedad, las clases domi- Con esta pérdida de la visión de la totalidad quedan os-
nantes imponen no sólo las condiciones y relaciones de curecidas las relaciones de la parte con el todo, del todo con
producción de riqueza material, sino también el conjunto la parte y de las partes entre sí. En cambio, se favorece una
de las ideas dominantes en su periodo, con el fin de reforzar visión de esencias y fijismos.
su visión particular del mundo y reproducir las condiciones

Ideología 353 i
Líneas de investigación y debate de toda la humanidad. La ideología de la conciencia tecno-
contemporáneo crática despolitiza la organización de la vida en sociedad y
refleja una represión de la ética misma.
Dentro de la tradición marxista contemporánea han surgido Ahora bien, un problema interesante en el análisis de la
aportaciones interesantes al concepto de ideología. Una de ideología es el de la presencia de ésta en la ciencia. De acuer-
ellas es la de Louis Althusser (1918-1990), quien habla de la do con el positivismo, la ciencia, para merecer ese estatus
existencia de “aparatos ideológicos del Estado” (1970), que son epistemológico, debe estar libre de influencias ideológicas.
los encargados de reproducir las relaciones de producción. Esos Al confrontar esta posición con la del marxismo, es posible
aparatos ideológicos son: la escuela, la familia, la iglesia, los constatar que existen numerosas intromisiones ideológicas
partidos políticos, los sindicatos, los medios de comunicación en la ciencia y que a veces éstas forman parte importante
y la literatura y las artes en general. Todos ellos situados junto de algunas de las grandes teorías. La economía política, por
a lo que Althusser denomina los “aparatos represivos” (policía, ejemplo, ha sido tradicionalmente calificada por el marxismo
ejército), que intervienen de manera sutil y persuasiva en la como una ideología: éste es un caso evidente de interpreta-
esfera de la vida privada. ción de leyes y comportamientos de la sociedad en una época
Althusser afirma que la ideología representa las relacio- de la historia, como si fueran leyes ahistóricas y permanentes.
nes imaginarias de los individuos con las condiciones de su Por otra parte, la concepción internalista de la ciencia
existencia más que con las condiciones reales de la misma. —y asimismo de la ideología—, prevaleciente en la escue-
Según él, la ideología no tiene historia y, en la medida en la positivista y el falsacionismo popperiano, se empieza
que el ser humano no se puede desprender de esas relacio- a resquebrajar con la publicación de La estructura de las
nes imaginarias, ni siquiera una sociedad comunista estaría revoluciones científicas (1962), en la que Thomas S. Kuhn
libre de ideología. (1922-1996) cuestiona el carácter estrictamente racional de
Otra importante aportación es la de Herbert Marcu- la ciencia. Habla del carácter inconmensurable de las teorías
se (1898-1979), quien, en su análisis crítico de la sociedad existentes antes y después de una revolución científica y de
industrial avanzada de alta tecnología y elevado consumo las frecuentes deficiencias de entendimiento entre comuni-
(1968; 2000), afirma que en esta sociedad opera un proceso dades científicas que trabajan con paradigmas rivales. Kuhn
que podríamos calificar de “domesticación” de las oposicio- también opina que, en los hechos, la ciencia no necesaria-
nes políticas a las instituciones; un proceso de igualación y mente tiene que ser búsqueda de verdad. Las falsas ideas del
homogeneización de intereses y grupos antagónicos y un mundo pueden subsistir dentro de la ciencia gracias a los
eficaz proceso de colaboración entre sindicatos y patrones. distintos intereses de las comunidades científicas, aunque
La sociedad industrial altamente desarrollada no promue- en ocasiones no tengan nada que ver con la racionalidad
ve ninguna aspiración a la libertad, sino que hace del lucro del método científico, que tampoco tiene que ser único.
una verdadera pasión que se explota al máximo, como nunca Paul Feyerabend (1924-1994) lleva al extremo esta po-
antes en la historia del capitalismo. Se produce así un enor- sición afirmando, lisa y llanamente, desde 1975, que no
me potencial de destrucción, tanto del mundo físico como existen ni el método científico ni la verdad; que la ciencia
de las fuerzas interiores del ser humano. Todo esto, explica y la racionalidad no tienen ningún estatus superior en rela-
Marcuse, mina la conciencia de las personas y las hunde cada ción con cualquier otra tradición de conocimiento; que los
vez más en el ámbito de la falsa conciencia. científicos, empezando por el propio Galileo Galilei, violan
La forma de producción dominante —dice Marcuse— cau- continuamente sus propias reglas metodológicas con tal de
sará “metódicamente” la falsa conciencia del mundo. La alta probar la certeza de sus hipótesis. Todo esto lleva a admi-
industrialización, la comodidad de vivir en ese ambiente tir que la discusión sobre la verdad y la falsedad del mundo
altamente tecnologizado, automatizado y de consumismo es ficticia y que en realidad no existen una o varias visiones
galopante, en realidad es una forma de enajenación produ- erróneas del mundo y una acertada, pues cada quien tiene la
cida por el sistema, que impide acceder a cualquier forma de propia. La ideología es, entonces, algo en el fondo inexistente.
la conciencia verdadera y que, en cambio, produce continua- La influencia de la economía política, en otras teorías, ha
mente un sinnúmero de necesidades ficticias que tienen un llevado a ideologizarlas. Es el caso de la teoría darwinista de
aplastante poder falsificador de la conciencia. la evolución, en la que coexisten numerosos elementos re-
Otra visión de la ideología en las sociedades altamente volucionarios con un elevado valor de verdad y elementos
tecnologizadas proviene de Jürgen Habermas (n. 1929), quien ideológicos, principalmente de las teorías de Thomas Mal-
afirma que las conciencias tecnocráticas son menos ideologi- thus y de Adam Smith combinados con el esencialismo y el
zadas que todas las ideologías previamente existentes. Éstas se reduccionismo cartesianos.
ven sobrepasadas por la situación de la conciencia tecnocrá- Elementos como “selección natural”, “competencia” y
tica, la cual desarrolla un ocultamiento de la realidad que no “adaptación”, que forman parte del núcleo duro de esta teoría,
va dirigido ya a justificar intereses de dominación de alguna han sido calificados en varias ocasiones como ideológicos por
clase sobre los intereses de emancipación de otra, sino que, autores contemporáneos como Richard Lewontin (n. 1929),
según Habermas (1994), afecta los intereses emancipatorios Richard Levins (n. 1930), Steve Rose (n. 1938) o Stephen Jay

i 354 Ideología
Gould (1941-2002), quienes consideran que estas categorías Levins, Richard y Richard Lewontin (1985), The Dialectical Bio-
son insuficientes cuando se aplican acrítica y universalmente logist, Cambridge: Harvard University Press.
en la interpretación de todos los procesos evolutivos. Autores Lewontin, Richard (1992), The Doctrine of dna: Biology as Ideology,
como éstos, además, han desvelado las vulgarizaciones del London: Penguin.
Lukács, György (1969), Historia y conciencia de clase, México: Gri-
evolucionismo en las pseudociencias del darwinismo social. jalbo.
En general, cuestionan las consecuencias racistas, clasistas y Marcuse, Herbert (1968), El hombre unidimensional, México: Joa-
sexistas que se desprenden de estas excesivas pero muy fre- quín Mortiz.
cuentes ideologizaciones del darwinismo cuando sus tesis _____ (2000), “Acerca del problema de la ideología en la sociedad
son aplicadas al caso de los seres humanos. industrial altamente desarrollada” [1962], en Kurt Lenk
Se menciona este ejemplo como un caso paradigmático (ed.), El concepto de ideología, Buenos Aires: Amorrortu, pp.
de ideologización de la ciencia, pero no es el único. Otro caso 343-363.
es el de las ciencias de la mente (muchas veces en estrecha Marx, Karl (1984), El capital. Libro I, México: Siglo xxi.
relación con el darwinismo vulgar y, desde luego, con las Marx, Karl y Friedrich Engels (1953), L’ideologie allemande, en Karl
Marx, Oeuvres philosophiques, tomo VI, Paris: Alfred Costes.
ciencias sociales), en las que la presencia de factores ideoló- Neurath, Otto (1983a), Physicalism: The Philosophy of the Viennese
gicos es moneda corriente. Todo esto lleva a la reflexión de Circle, en R. S. Cohen y M. Neurath (eds.), Otto Neurath:
si algún día será posible separar por completo a la ideología Philosophical Papers 1913-1946, Dordrecht, Boston, Lan-
de la ciencia o si, por el contrario, es un peso que hay que caster: D. Reidel, pp. 48-51.
cargar sin poder librarse de él. _____ (1983b), “Physicalism”, en R.S. Cohen y M. Neurath (eds.),
Lo que es claro es que la antítesis ciencia/ideología no Otto Neurath: Philosophical Papers 1913-1946, Dordrecht,
es válida siempre, ni es disyuntiva obligada. Ésta es una idea Boston, Lancaster: D. Reidel, pp. 52-57.
sostenida por Terry Eagleton (n. 1943) (2003), uno de los Platón (1997), Complete Works, Indianapolis: Hackett.
estudiosos contemporáneos más importantes de la ideología, Popper, Karl Raimund (1962), La lógica de la investigación científica,
Madrid: Tecnos.
quien sugiere que cuando una visión del mundo se proyecta Rose, Steve (1997), Lifelines: Biology, Freedom, Determinism, Lon-
a la ciencia, incluirá en su proyección los elementos de falsa don: Penguin.
conciencia en ella. En todo caso, la intensidad, frecuencia e
importancia con la que esto se haga dependerá del tipo de
visión del mundo que domine la escena. El hecho de que el
capitalismo no pueda superar esta situación hasta este mo-

IGLESIA
mento, no implica que no pueda ser superada nunca.

Bibliografía
Hugo José Suárez
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xismo occidental”, en Slavoj Žižek (comp.), Ideología: un
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Kuhn, Thomas Samuel (1962), La estructura de las revoluciones cien-
En su uso más corriente, existen tres maneras de utili-
tíficas, México: Fondo de Cultura Económica.
zar el término iglesia. Por un lado, se trata de un colectivo

Iglesia 355 i
de creyentes cristianos que, unidos por una serie de rituales Historia, teoría y crítica
particulares —por ejemplo, el bautismo—, pertenecen a una
misma comunidad religiosa. Una segunda acepción evoca di- El problema de la religión ha sido fundamental desde el
rectamente la construcción material utilizada para el culto o nacimiento de la sociología. Los autores más prolíficos en
la difusión del cristianismo. Por último, iglesia se refiere a la la disciplina se han ocupado de ella en sus distintas formas.
institución compuesta por una serie de autoridades respon- Por eso conviene referirse a algunos de los principales acer-
sables de la administración, difusión, celebración y cuidado camientos, poniendo especial atención al concepto de iglesia
de prescripciones propias de su fe (Pratt, 1987: 147). que, en todos los casos, forma parte de un dispositivo teórico
El cristianismo ha sido una de las religiones que ha uti- mayor al que ineludiblemente hay que mencionar.
lizado la palabra iglesia con mayor contundencia. La iglesia Es conocido que para Emile Durkheim su interés analí-
“cristiana”, como producto histórico, es un tipo “particular de tico fue la transformación de la sociedad en que le tocó vivir.
combinación entre comunidad religiosa y comunidad políti- Por ello reflexiona detalladamente sobre el tipo de sociedad
ca” que surge del “encuentro entre las comunidades religiosas tradicional, donde prima la llamada “solidaridad mecánica”.
cristianas y la estructura estatal de la Roma imperial” (Casa- Hay formas sociales relativamente similares y con pocas dife-
nova, 1999: 128). Dicho término se encuentra en el Nuevo rencias, un sistema de creencias homogéneo y una conciencia
Testamento de distintas maneras, lo que ha generado una mínima clara; a la vez, describe la sociedad moderna como
serie de reflexiones teológicas de mayor envergadura en dis- aquélla caracterizada por la “solidaridad orgánica”, la desin-
tintas direcciones. Hay que recordar la diferencia de acentos tegración, las múltiples posibilidades de elección por parte
entre los discípulos Pablo y Pedro respecto de la comunidad de los individuos y la anomia. Específicamente, se pregunta
de fieles: mientras que el primero se inclina más por la pro- cómo sobrevivirá el vínculo social, y por tanto, la sociedad
moción del acontecimiento que implica la experiencia de misma, en un contexto de cambio en que los elementos que
Cristo y la fe (Coenen, 2003: 715), al segundo se le atribuye cohesionaban a la colectividad empiezan una reconfiguración
la sentencia de que Cristo le dio una misión: “Tú eres Pedro, acelerada. Sus extensas reflexiones sobre las formas del sui-
y sobre esta piedra edificaré mi iglesia” (Mateo 16: 18). Esta cidio y la anomia tienen la intención de develar la relación
última frase es interpretada por el pensamiento teológico entre la cohesión social y estos fenómenos que, por más que
de matiz ortodoxo de la iglesia católica como la base para parezcan individuales, son colectivos.
la creación de una institución dirigida por los herederos del Ante la angustiosa pregunta de Durkheim sobre el fu-
mandato que encarna el obispo de Roma, que es a la vez el turo de la sociedad moderna impregnada por la anomia, su
papa y, por tanto, líder del catolicismo mundial. respuesta es encontrar en la religión la fuerza anónima y di-
Sin embargo, también existen interpretaciones opuestas. fusa que “impregna en los individuos y les impone respeto y
El clásico libro de Leonardo Boff, Iglesia, carisma y poder obediencia” (Voyé, 1998: 112). La divinidad logra concentrar
(1992), sostiene que la misión de Cristo nunca fue la crea- reglas y normas, lo que permite mantener la integración y
ción de una iglesia institucional; Juan Antonio Estrada va conduce a la continuidad de la vida colectiva.
más lejos; afirma además que Cristo ni siquiera inauguró De hecho, para Durkheim, a diferencia de otros enfoques,
una religión: la naturaleza religiosa del hombre es “un aspecto esencial y
permanente de la humanidad” (1968: 2), por tanto no se trata
El propósito de Jesús no era fundar una iglesia se- de un fenómeno transitorio destinado a desaparecer. En sus
parada; por eso, su predicación se centró en Israel y estudios, busca encontrar en las religiones —que son todas
tenía resistencia a trabajar con no hebreos […]. Es comparables— los elementos esenciales comunes y las re-
decir, históricamente Jesús fue un reformador judío presentaciones fundamentales que “tienen siempre la misma
y no fundó ninguna nueva religión. Se ubica dentro significación objetiva y asumen las mismas funciones” (6).
de las corrientes proféticas y estaba cercano a algunos Para este autor, todas las religiones constituyen un tipo de
círculos reformadores y críticos con las autoridades reflejo —transfigurado— de la realidad de donde son creadas,
sacerdotales y políticas (2005: 126-7). por lo que son, en principio, verdaderas:

Las iglesias inspiradas en el cristianismo son varias y de- Los ritos más bárbaros o los más extravagantes, los
penden de su propia historia, su fundador, lugar de acción y mitos más extraños traducen alguna necesidad hu-
momento histórico. Existen las iglesias ortodoxas de Oriente mana, algún aspecto de la vida colectiva o social […].
—griegos, rusos, sirios, etcétera—; la iglesia católica romana; No existen pues, en el fondo, religiones falsas. Todas
iglesias protestantes —luteranos, presbiterianos, anglicanos, son verdaderas a su modo: todas responden, aunque
metodistas, etcétera—; iglesias pentecostales, entre otras. de maneras diferentes, a condiciones dadas de la exis-
tencia humana (3).

Durkheim sugiere que la sociedad necesita crear un ideal,


es decir, representaciones “que nos hagan actuar y nos ayuden

i 356 Iglesia
a vivir” (595). El hombre no podría vivir sin historias y mitos Todas las creencias religiosas conocidas, ya sean
que le cuenten su historia de otra manera, que transfiguren su simples o complejas, presentan un mismo carácter
realidad en cuentos fantásticos y efectivos para la vida coti- común: suponen una clasificación de las cosas, rea-
diana. La religión tiene, entonces, una función psicoafectiva, les o ideales, que se representan los hombres, en dos
da sentido a la existencia en el mundo, moviliza a los hom- clases, en dos géneros opuestos, designados gene-
bres en búsqueda de sus objetivos y del sentido de la vida: ralmente por dos términos distintivos que traducen
bastante bien las palabras profano y sagrado. La di-
El objetivo principal de la religión no es dar al hombre visión del mundo en dos dominios que comprenden,
una representación del universo físico; si ésta fuese su uno todo lo sagrado, el otro todo lo profano, es el
tarea esencial, no entenderíamos cómo se puede man- rasgo distintivo del pensamiento religioso (50-51).
tener esta relación sobre la base de un tejido de errores.
La religión es, antes que nada, un sistema de nociones Así, llegamos a la definición clásica del autor:
a partir del cual los individuos se representan la socie-
dad a la que pertenecen y las relaciones, oscuras pero Una religión es un sistema solidario de creencias y de
íntimas, que mantienen con ella (322). prácticas relativas a las cosas sagradas, es decir, sepa-
radas, prohibidas, que unen en una misma comunidad
Para definir la religión, este autor empieza caracterizando moral, llamada Iglesia, a todos aquéllos que adhieren
los elementos que no necesariamente llevan a la compren- a ellas. El segundo elemento que entra de este modo
sión del concepto: en nuestra definición no es menos esencial que el
primero; pues, mostrando que la idea de religión es
1) La divinidad. La referencia a dios, espíritus u otro inseparable de la idea de Iglesia, hace presentir que la
tipo de referencias no es precisa, pues “la religión religión debe ser cosa eminentemente colectiva (65).
desborda, entonces, la idea de dioses o espíritus
y, en consecuencia, no puede definirse exclusiva- Si bien la institución eclesial en Durkheim no es en sí
mente en función de esta última” (49). misma definitoria de la religión, pues existen religiones que
2) Lo sobrenatural. La referencia a lo sobrenatural prescinden de ella, es indispensable una “comunidad moral”
como uno de los calificativos de la religión tampoco con la cual se comparte una cosmología particular, atravesada
es un aspecto definitorio: “las concepciones religio- por la dicotomía sagrado/profano. Resalta la segunda tesis del
sas tienen como objeto, ante todo, expresar y expli- párrafo, donde la iglesia es lo que permite que la experiencia
car no lo que hay de excepcional y de anormal en las sea colectiva. Para este autor, la iglesia es una comunidad en
cosas, sino, al contrario, lo que tienen de constante que los miembros tienen una misma manera de represen-
y regular” (39). tarse el mundo en lo sagrado y profano, lo que se expresa en
3) La institucionalización. Tampoco es una caracterís- prácticas comunes. En este sentido, religión e iglesia serían
tica básica el que una creencia sea legalizada en una inseparables: “si existe vida religiosa, existe también iglesia”
institución eclesiástica que se denomine a sí misma (Cipriani, 2004: 105).
portadora de lo religioso: “existen fenómenos reli- Otro pilar de la reflexión sociológica respecto de la reli-
giosos que no pertenecen a ninguna religión deter- gión es Max Weber. Su forma de trabajo es diferente de la
minada […]: fiestas del árbol de mayo, del solsticio de Durkheim, aunque comparte con él el interés analítico
de verano, del carnaval, creencias diversas relativas a por “las características y los efectos de las dos grandes revo-
los genios, de demonios locales, etcétera […]” (57). luciones que marcan el fin del siglo xviii” (Voyé, 1998: 135).
Entre sus múltiples preocupaciones, está la comprensión del
Para este autor, los elementos centrales de la religión son sentido de la acción humana, lo que lo lleva a la construcción
la referencia a una cosmología, la división sagrado/profano de una tipología particular. La sociedad que observa está mar-
y la experiencia colectiva. No hay religión que no constituya cada por el nacimiento del capitalismo y su peculiar relación
un sistema de ideas que quiera comprender la totalidad de las con lo religioso; el nacimiento de la burocracia, las formas
cosas, es decir, una visión de mundo, una representación del de Estado y la cuestión jurídica; los distintos mecanismos de
universo: “No hay religión que no sea una cosmología […]” dominación; el ingreso de la razón como eje de la explicación
(12); “todas las religiones conocidas fueron, en distintos gra- de la vida social que lleva al “desencantamiento del mundo”.
dos, sistemas de ideas que buscan abarcar la universalidad de Weber sostiene que la sociología es “una ciencia que pre-
las cosas y darnos una representación total del mundo […] tende entender, interpretándola (deutend verstehen), la acción
una concepción del universo” (200). social para de esa manera explicarla causalmente (ursächlich
Por otro lado, hay religión si existe una distinción entre erklären) en su desarrollo y efectos” (1978: 5). Metodológica-
lo sagrado y lo profano. La referencia a una visión bipolar del mente propone el estudio comparativo de los fenómenos. Su
mundo es central para comprender el fenómeno. análisis intenta ver la singularidad de cada experiencia para
comprender mejor cómo se articulan y suceden los hechos.

Iglesia 357 i
Se trata de llevarlos al límite de manera que pueda ir cons- singular o diferente que hace que su posición económica sea
truyendo poco a poco el tipo ideal que responde al momento distinta de la de los demás?, ¿qué tiene esta creencia religiosa
o problema que trata: que condiciona la aparición de un ethos económico?, ¿cómo
influye el pertenecer a una religión en la vida económica? La
En el tipo ideal, se trata de caracterizar una acción respuesta a estas interrogantes es el hilo conductor. Su pro-
por su proyecto mostrando los trazos pertinentes puesta es que “el principio de estas actitudes diferentes no
que permiten comprender la lógica de acción […]. se lo debe buscar únicamente en las circunstancias exteriores
Ciertos trazos llevados al límite permiten compren- temporales, histórico-políticas, sino también en el carácter in-
der la singularidad de una relación significativa […]. trínseco y permanente de las creencias religiosas” (1994: 35).
El ideal tipo es una herramienta de base en el nivel Para Weber, el concepto de iglesia está relacionado, por
de la comprensión, donde se trata de extraer la lógica un lado, con el problema de la dominación, y por otro, en
intencional que sustenta la acción (Remy, 1994: 141). su relación con las sectas. Hay que recordar que para él toda
sociedad tiene un tipo de dominación, que se sintetiza en
El tipo ideal es una construcción abstracta a partir de la relación que se establece entre dos grupos, mientras uno
la observación histórica concreta de comportamientos ex- emite órdenes, el otro obedece; de ahí se desprenden los tres
tremos que le permita la lectura de la realidad en cualquier tipos de dominación: la tradicional, que reposa en las tradi-
otro contexto (Suárez, 2003: 60). En sus análisis, parte de ciones para ejercer la autoridad legítima; la legal (racional o
un hecho histórico (un “dato concreto”) para dejar de lado burocrática), cuyo funcionamiento más bien opera gracias a
lo poco importante, aislando y abstrayendo su modelo hasta la legalidad de los reglamentos, y la carismática, que reposa
llegar a lo esencial y particular que forma su tipo ideal. Su en el carisma de un personaje con fuerzas extraordinarias.
propósito es conceptualizar a partir de situaciones específicas En el desarrollo de la idea de dominación, Weber define
y construir una teoría que a un cierto nivel de abstracción a la iglesia:
logre una comprensión universal del fenómeno, pudiendo
aplicar sus conceptos a distintas realidades. Por asociación hierocrática debe entenderse una aso-
Su obra La ética protestante y el espíritu del capitalismo ciación de dominación, cuando y en la medida en que
(1905) es una referencia porque, por un lado, la escribe a aplica para la garantía de su orden la coacción psíquica,
partir del método del tipo ideal y, por otro, busca compren- concediendo y rehusando bienes de salvación (coac-
der el origen del capitalismo analizando un tipo de hombre ción hierocrática). Debe entenderse por iglesia un
que articula a la vez disposiciones económicas con un sistema instituto hierocrático de actividad continuada, cuan-
religioso de valores. Weber resume cuál fue su procedimiento: do y en la medida en que su cuadro administrativo
mantiene la pretensión al monopolio legítimo de la
Recordé con la ayuda de ejemplos que hasta ahora no coacción hierocrática (1987: 44).
han sido rechazados por nadie, la marcada congruen-
cia entre el protestantismo y el capitalismo moderno. En el marco de una relación de poder, el concepto de
Luego presenté, a título de ilustración, algunos ejem- iglesia adquiere mayor contenido cuando se lo contrapone
plos de máximas morales (Franklin) que consideramos con el de secta:
como testimonios indudables del “espíritu capitalista”,
y me pregunté en qué estas máximas éticas de vida En el sentido sociológico, una secta no es una comu-
se diferencian de otras máximas, particularmente nidad religiosa “pequeña” y tampoco una comunidad
aquéllas de la Edad Media. Después intenté ilustrar, que se ha desprendido de cualquier otra y que, por
nuevamente con ayuda de ejemplos, la relación cau- consiguiente, “no es reconocida” por esta última o es
sal de ese tipo de actitudes psíquicas con el sistema perseguida y considerada como herética […]. Se trata
económico del capitalismo moderno. Haciendo esto, de una comunidad que, por su sentido y naturaleza,
encontré la idea de “profesión-vocación” (Beruf ) y la rechaza necesariamente la universalidad y debe ne-
nombré afinidad electiva muy específica que tiene el cesariamente basarse en un acuerdo completamente
calvinismo con el capitalismo, afinidad que se puede libre de sus miembros. Debe ser así, porque se trata de
constatar desde hace mucho tiempo, y al mismo tiem- una organización aristocrática, de una asociación de
po busqué mostrar que nuestra concepción actual de personas calificadas desde el punto de vista religioso.
la profesión posee, de una manera o de otra, un fun- No es, como una “iglesia”, un instituto dispensador de
damento religioso (1996: 139-140). gracias, que proyecta su luz sobre los justos y los injus-
tos y que cabalmente quiere llevar a los pecadores al
En esa obra, el punto de partida es la constatación de que redil de quienes cumplen los mandamientos divinos.
una gran cantidad de personas adineradas en Alemania per- La secta tiene el ideal de la ecclesia pura (de ahí viene
tenece a la religión protestante. Se pregunta: ¿por qué sucede el nombre de “puritanos”), de la comunidad visible
este fenómeno?, ¿qué tienen los protestantes de particular, de los santos, de cuyo seno son excluidos los corderos

i 358 Iglesia
sarnosos con el fin de que no ofendan la mirada de En contrapartida, la secta es una comunidad de la libertad
Dios. Cuando menos en su tipo más puro, rechaza voluntaria que reposa sobre una adhesión–conversión cons-
las indulgencias eclesiásticas y el carisma oficial (932) ciente cuyas características son:

En la interpretación de Bourdieu (1971) sobre la lectu- El cristianismo laico, la prestación personal ético-re-
ra de la religión en Weber, se enfatiza la distancia entre el ligiosa, la comunidad radical del amor, la igualdad
profeta —vinculado a la secta— y el sacerdote —vinculado y fraternidad religiosas, la indiferencia frente a los
a la iglesia—. El primero se caracteriza por una propuesta poderes estatales y los estratos sociales dominantes,
crítica de ruptura; el segundo será el reproductor del discurso la aversión al derecho técnico y a la prestación de ju-
institucionalizado. Uno es productor de principios de visión ramento, la separación de la vida religiosa respecto a
de mundo, el otro instancias de reproducción encargado de las preocupaciones de la lucha económica en un ideal
inculcar esta visión y mantenerla viva. El profeta está asociado de pobreza y sobriedad o en una actividad caritativa
a lo discontinuo, a lo extraordinario y extracotidiano, mientras con tránsitos ocasionales al comunismo, la inmedia-
que el sacerdote se vincula con lo ordinario, lo continuo y co- tez de las relaciones religiosas personales, la crítica a
tidiano (12). La iglesia es el aparato burocrático cuya función los directores oficiales de almas y a los teólogos ofi-
es controlar la producción, reproducción, distribución y admi- ciales, la apelación al nuevo testamento y a la iglesia
nistración de los bienes de salvación, delegando para ello a los primitiva (251).
sacerdotes como los funcionarios autorizados para utilizar el
capital religioso. Mientras que la iglesia tiene una propensión universal,
Para Weber, existe una constante tensión entre la auto- con alcance de masas y de orientación cultural global, lo que
ridad oficial de la iglesia, como “una comunidad organizada la vincula al mundo y sus poderes, la secta más bien persigue
por funcionarios y que adopta la forma de una institución un “fin vital supramundano”, con carácter “individualista y
administradora de dones de gracia” y la “religión virtuosa” que de ligación religiosa inmediata con Dios” (248). La primera
busca un desarrollo independiente (1978: 35). La pugna en- educa a los pueblos, convoca a las masas; la segunda congrega
tre “funcionarios y virtuosos” estará en el origen de múltiples a la “élite de los llamados”.
enfrentamientos en diferentes contextos históricos concretos. La iglesia es
La reflexión de Weber se inscribe en la problemática de
definición de estas dos formas religiosas en diálogo y discu- […] una organización predominantemente con-
sión con otros pensadores de la época. Particularmente, hay servadora, relativamente afirmadora del mundo,
que evocar a Ernst Troeltsch (1865-1923), teólogo y filósofo dominadora de masas y, por ello, tendiente en virtud
luterano que desarrolla con especial atención una tipología de de su mismo principio hacia la universalidad, es decir
la dupla iglesia-secta. Para él, ambas encuentran su inspira- a abarcarlo todo. Frente a ella, las sectas son grupos
ción en el cristianismo primitivo, y de hecho en los primeros proporcionalmente pequeños, apuntan a una forma-
siglos del cristianismo se puede observar una y otra de acuer- ción personal e interior y a una vinculación directa
do con situaciones particulares, antes de que asumieran un persona a persona entre los miembros de su círculo,
rostro más contundentemente diferenciado. estando así destinadas por su origen a la formación
La iglesia propiamente se construye sobre la base de la de grupos más reducidos y a la renuncia a ganar el
doctrina de la santidad del sacerdocio, la sucesión apostólica y mundo; frente al mundo, el Estado y la sociedad, se
los sacramentos. Estos elementos imprimen una forma jerár- comportan de una manera indiferente, tolerante u
quico-sacramental que será uno de sus rasgos fundamentales: hostil, ya que no pueden hacerse con ello ni articu-
larse a ellos, sino que pretenden evitarlos y dejarlos
La esencia de la iglesia es su carácter objetivo de ins- que exijan junto a sí, o, en todo caso, sustituirlos por
titución. En ella se nace y, mediante el bautismo de su propia sociedad (247-248).
los niños, queda uno introducido en el ámbito de su
círculo miraculoso. El sacerdocio y la jerarquía, como Troeltsch sugiere que ambas formas religiosas tienen una
portadora de la tradición, de la gracia sacramental y de base teológica en los evangelios y que, al estar enlazadas, es
la jurisdicción, ofrece, incluso en los casos accidenta- conveniente el análisis de las dos para la comprensión so-
les de una indignidad personal del sacerdote, el tesoro ciológica.
objetivo de la gracia, al que sólo se necesita ponerlo El desarrollo del concepto de iglesia y en general de la
en el candelero y llevarlo a efecto en los sacramentos, sociología de la religión en el siglo xx ha sido fructífero y
para que se pongan así por obra sus efectos, en virtud ha asumido distintos nombres e inquietudes, que no es per-
de la fuerza miraculosa que le es inherente a la iglesia tinente destacar en estas líneas. Lo que sí parece de mayor
(Troeltsch, 1976: 253). importancia es exponer el cambio en el enfoque de lo reli-
gioso que se dio a partir de los años sesenta y setenta, lo que
se hará en el apartado siguiente.

Iglesia 359 i
Líneas de investigación y debate de la existencia individual” (105); el sentido subjetivo se lo
contemporáneo descubre y construye desde la experiencia individual: “en la
sociedad moderna —concluye el sociólogo— la religiosidad
En 1967, Thomas Luckmann publica el libro La religión eclesial se convierte pues en un fenómeno periférico” (97).
invisible, que marcará un nuevo enfoque en la comprensión Esto es lo que se llamaría la “religión invisible”.
de la religión. El autor analiza un proceso de segmenta- Este temprano argumento que pondría en duda la relación
ción de ámbitos institucionales como una característica de iglesia-religión, la formalidad institucional y la experiencia sub-
la sociedad moderna, lo que sucede en distintos campos jetiva, fue alimentado con una serie de reflexiones durante las
que van desde el económico hasta el político. En términos décadas siguientes, que alimentaban —y debatían— la misma
generales, observa la decreciente capacidad de las institu- idea. Michel de Certeau afirmaba que el “lenguaje religioso”
ciones en la formación de las conciencias. oculta otro lenguaje que no enuncia explícitamente, “funcio-
En un momento en que la teoría de la secularización había na de otra manera que no dice; oculta otra realidad de la que
tenido cierta importancia, Luckmann se pregunta sobre la anuncia; hay un doble sentido, sea político, sea constituido
“forma interna de la cosmovisión típica de la sociedad mo- por otra experiencia religiosa, y esta significación implícita
derna, en qué consiste la estructura temática de las creencias no corresponde a lo que afirma explícitamente” (1973: 136).
religiosas que llena el estrato simbólico de la moderna visión Las observaciones de estudios sociológicos posteriores
del mundo” (1976: 89). vinieron a corroborar la misma idea, con acentos y matices
En su estudio, describe los distintos comportamientos reli- propios de cada equipo de investigación. Remy, Hiernaux
giosos y varios contextos. En Europa, el campo es más religioso y Servais (1975), de la Universidad Católica de Lovaina,
que la ciudad, las mujeres son más religiosas que los hombres, analizaban en la Conferencia Internacional de Sociología
así como los jóvenes y los viejos tienen una práctica más sos- Religiosa, cómo las formas religiosas estaban en transforma-
tenida que otros grupos. Los sectores con mayor educación ción, poniendo en duda que las instituciones eclesiales fueran
se comportan de manera diferente que los que tienen menor las responsables de la creación del sentido en los individuos:
educación, y lo propio sucede con las diferencias de clase. En
suma, lo que el autor busca es comprender “el lugar social que Nuestra opción teórica indica que no podemos li-
la religión institucionalmente especializada ocupa dentro de mitarnos a considerar como “religioso” lo que es
la sociedad moderna” (90), y subraya que las variables sociales promovido como tal por las organizaciones social-
e históricas están en el seno de la explicación de la práctica mente reconocidas como depositarias de un cuasi
religiosa. Estas consideraciones lo conducen a afirmar, por monopolio de la definición del universo religioso y de
un lado, la existencia de una “religión de iglesia” diferenciada la difusión de los bienes religiosos. Por el contrario,
entre Europa y Estados Unidos y, por otro, a que en términos nuestro análisis implica considerar que es posible que,
más generales, en los países industrializados ésta constituye en ciertas condiciones, los simbólicos que se invertían
un fenómeno marginal (1980: 133). anteriormente en formas oficialmente “religiosas” se
Luckmann critica la identidad preestablecida entre re- invierten en otro momento en otras formas (90).
ligión e iglesia; este presupuesto —que prevaleció durante
largos periodos de la historia de Occidente— conllevaba Así, se subrayaba que había que concentrar la atención en
una concordancia entre ambas que no siempre fue cierta. el proceso de articulación entre el orden afectivo y el orden
El individuo estaría viviendo un proceso de segmentación social, teniendo claro que existe una “implicación de la rela-
de las instituciones, lo que lleva, en el ámbito de la fe, a que ción con el sentido y de la relación social en diversas tareas y
dinámicas de la vida cotidiana” (Hiernaux y Remy, 1978: 101).
[…] las creencias religiosas institucionalizadas en la El estudio de Roland Campiche y su equipo sobre la
iglesia ya no constituyen el núcleo evidente del estrato creencia en Suiza develó un proceso de desinstitucionali-
simbólico de la realidad. En la cosmovisión moderna, zación de la religión que incrementa las posibilidades de
el estrato simbólico de la realidad recibe como com- escoger libremente las ofertas religiosas; la producción del
pañía de las creencias tradicionalmente religiosas, sentido se realiza con referencia, de manera preponderante,
toda una creciente cantidad de creencias “religiosas” a uno mismo (Campiche et al., 1992: 256). La conclusión del
y “antirreligiosas” (1976: 92). estudio argumentaba que “la individuación de la religión está
en el origen de la recomposición del campo simbólico” (267),
Por ello, la religiosidad de los individuos ya no puede y las iglesias —es decir, las empresas encargadas de la admi-
ser considerada como un “conjunto unitario en una ideo- nistración de la fe— pierden su influencia.
logía institucional” (98). Las búsquedas no se vinculan a las Fue el trabajo de Daniéle Hervieu-Léger el que bus-
orientaciones institucionales, sino más bien a la demanda có situar la reflexión de la desregulación de las instancias
de autorrealización y autoconfirmación de individuos autó- eclesiales en la discusión sobre las formas de creencia en la
nomos: “la racionalización de las normas les es propia a las Modernidad:
instituciones, no está acompañada de una racionalización

i 360 Iglesia
La modernidad ha destruido los sistemas tradicionales ciología norteamericana, Buenos Aires: Universidad Nacional
de la creencia, pero no ha podido evacuar a la creencia. de Quilmes, pp. 115-162.
Se expresa de forma individualizada, subjetiva, dis- Certeau, Michel de (1973), L’absent de l’histoire, Paris: Repé-
persa y a través de la multiplicidad de significaciones res-mame.
Cipriani, Roberto (2004), Manual de sociología de la religión, Bue-
que los individuos elaboran en forma cada vez más nos Aires: Siglo xxi.
independiente del control de las instituciones de la Coenen, Lothar (2003), “Iglesia”, en Coenen, Beyreuther y Bie-
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Considerando que la característica de lo religioso mo- Paris: Presses Universitaires de France.
derno sería la fluidez y la movilidad, estaríamos frente a una Estrada, Juan Antonio (2005), “Las primeras comunidades cristia-
recomposición global en la cual el individuo es el responsable nas”, en M. Sotomayor y J. Fernández (coords.), Historia del
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Hervieu-Léger, Danièle (1993), La Religion pour Mémoire, Pa-
Esta amplia recomposición, que juega simultáneamen- ris: Cerf.
te sobre la identidad, la centralidad y la mediación, trae _____ (1999), Le pèlerin et le converti. La religion en mouvement,
la idea de las rearticulaciones de la creencia, o más pre- Paris: Flammarion.
cisamente una crisis de la articulación entre la creencia Hiernaux, Jean Pierre y Jean Remy (1978),“Rapport de sens et
individual y la creencia en común: la crisis no es de rapport social, Eléments pour une problématique et une
la creencia, sino de creer en conjunto, lo que trae la perspective d’observation”, Recherches Sociologiques, vol. IX,
pregunta central de la institución (Michel, 1993: 225). núm. 1, pp. 101-131.
Luckmann, Thomas (1967), The Invisible Religion. The Transforma-
tion of Symbols in Industrial Society, New York: Macmillan.
En uno de sus distintos textos, Hervieu-Léger analiza _____ (1976), “Religión y persona en la sociedad moderna”, en F.
el fin de la figura del practicante como figura típica del ca- Fürstenberg (coord.), Sociología de la religión, Salamanca:
tolicismo caracterizado por la centralidad de la iglesia, cuya Sígueme, pp. 89-105.
práctica se caracterizaba por la obligatoriedad, la territoria- _____ (1980), “La decadencia de la religión en la iglesia”, en R. Ro-
lidad estable, la repetición, lo fijo, lo comunitario y la norma bertson (coord.), Sociología de la religión, México: Fondo de
institucional, y afirma que más bien la socialidad religiosa Cultura Económica, pp. 127-136.
actual asume el rostro de la figura del peregrino, cuya práctica Michel, Patrick (1993), “Pour une sociologie des itinéraires de sens:
es voluntaria, autónoma, individual, extraordinaria y diná- une lecture politique du rapport entre croire et institution,
mica (1999: 109). Esa sería, desde su perspectiva, una de las hommage à Michel de Certeau”, Archives de Sciences Sociales
des Religions, núm. 82, abril-junio, pp. 223-238.
nuevas formas religiosas contemporáneas de referencia que Pratt Fairchild, Henry, ed. (1987), Diccionario de sociología, Mé-
se encuentra más distante del modelo eclesial. xico: Fondo de Cultura Económica.
En los últimos años, los estudios sobre el concepto de Remy, Jean (1994), “Max Weber”, en Gilles Ferreol (org.), Histoire
iglesia han estado marcados por las reflexiones menciona- de la pensée sociologique, Paris: Armand Colin, pp. 139-157.
das, con discusiones y acentos de acuerdo con escuelas o Remy, Jean, Jean Pierre Hiernaux y Émile Servais (1975), “For-
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dad, la individuación, la desinstitucionalización, la crisis et aux structures symboliques”, en Changement social et Re-
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transnacionalización, la relocalización, son los temas que pre- Religieuse, Paris, pp. 87-110.
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Iglesia 361 i
_____ (1996), “Aprés ‘L’éthique protestante’, Réponse finale aux cosas se lleven a cabo de la manera prevista por las reglas y por
critiques”, en Sociologie des Religions, Paris: Gallimard, pp. las organizaciones, así como las prohibiciones, las sanciones,
133-163. las jerarquías y los privilegios que derivan de las propias reglas.
Este entramado también comprende numerosísimas reglas
no escritas, algunas asociadas a la solidaridad, la reciproci-
dad y la confianza, pero también otras más que modulan o

INSTITUCIONES
modifican a las propias instituciones formales, en ocasiones
porque éstas las necesitan para funcionar con eficacia, y otras
POLÍTICAS Y porque la propia sociedad se ha acostumbrado a ellas y en-
cuentra difícil aceptar nuevas reglas.
SOCIALES Las instituciones se refieren también a la estructura or-
ganizativa que rige el funcionamiento de la vida política y
Cristina Puga Espinosa
que define los procedimientos administrativos y legales que
Lourdes Álvarez Icaza
otorgan certidumbre y confianza a los miembros de la colec-
tividad. Incluyen los ordenamientos constitucionales, leyes
y reglamentos que establecen la relación de gobernantes y
Definición gobernados, así como el ejercicio, alcances y límites de la
autoridad pública, los derechos y garantías de los ciudada-
En el lenguaje sociológico, las instituciones se refieren a las nos, las atribuciones y límites de las autoridades públicas, la
reglas, rutinas y tradiciones que norman la vida y las pautas de estructura organizativa creada para la dirección y adminis-
comportamiento de una colectividad. Las instituciones com- tración estatales, los procedimientos para el nombramiento
prenden lo mismo leyes escritas que costumbres o prácticas y permanencia en los cargos públicos y para los procesos de
consuetudinarias que han logrado interiorizarse y extenderse toma de decisiones, así como los principios que presiden el
entre los miembros de la sociedad a través de procesos educa- ejercicio de la función pública.
tivos y de socialización con los que se construye su identidad En particular, la ciencia política refiere las instituciones a
cultural, social y política. los órganos del Estado, cuyas funciones tienen que ver con la
Talcott Parsons las entendió como “aquellas pautas que normatividad y las facultades que rigen la actuación de quie-
definen los elementos esenciales del comportamiento espe- nes ocupan los espacios de poder, de modo que dan cuenta
rado de personas que desempeñan papeles estructuralmente del ordenamiento que guarda el régimen de gobierno. Así,
importantes en el sistema social” (1985: 56), mientras que por ejemplo, del carácter de las instituciones y de la jerarquía
en una acepción más amplia, March y Olsen las explican u ordenamiento que ellas mantienen, deriva una manera de
como “reglas constitutivas que prescriben comportamien- definir los regímenes políticos como monarquías, dictadu-
tos apropiados en situaciones específicas” (1997: 109), a lo ras, democracias presidencialistas o parlamentarias, etcétera.
cual añaden que las instituciones son también “estructuras
de significado relacionadas con identidad y pertenencia de Historia, teoría y crítica
los actores” (63), así como “estructuras de recursos que faci-
litan la acción” (90), todo lo cual remite a un campo amplio Entendidas como pautas de conducta o sistemas de nor-
de prácticas sociales que pueden estar legalmente aprobadas mas, las instituciones surgen y son resultado de su contexto
o simplemente formar parte rutinaria de la vida de una co- histórico. Forman parte de un legado en el que se fusio-
munidad. En términos generales, las instituciones brindan nan tradiciones, acontecimientos memorables y demandas
certidumbre a las relaciones entre los individuos y se sostie- de grupos de individuos con las formas organizativas que
nen cuando demuestran su utilidad o su eficacia. mantienen una colectividad. Las instituciones se construyen
Las instituciones, por lo tanto, comprenden los textos para la satisfacción de necesidades, bienes o servicios y en
constitucionales, leyes secundarias, reglamentos y códigos respuesta a las exigencias de participación social, de manera
que regulan la vida de la sociedad, así como los hábitos, que sus raíces se encuentran en el transcurrir de la acción
creencias, ritos, festividades civiles y religiosas, y numerosas colectiva, en la voluntad y en el esfuerzo de grupos sociales
costumbres y actividades que no están establecidas en leyes organizados que requieren solución a problemas y conflictos,
o códigos escritos, pero que se hallan firmemente arraigados así como atención a los intereses y fines que les son propios.
en prácticas sociales rutinarias, como las celebraciones del Cada época y cada región tienen instituciones distin-
Día de Muertos, en México, o el Día de Acción de Gracias, tas que se han transformado con el paso del tiempo. Las
en los Estados Unidos. instituciones requieren procesos graduales y paulatinos de
En efecto, la vida colectiva se lleva a cabo en medio de un adecuación a las cambiantes realidades en que se desen-
complejo entramado institucional que incluye las normas escri- vuelven; de lo contrario, inician un ciclo de decadencia o
tas, las organizaciones que les dan sustento, los procedimientos descomposición que altera su funcionamiento, legitimidad,
y mecanismos legales o administrativos que permiten que las certidumbre o credibilidad, y que puede generar un escena-

i 362 Instituciones políticas y sociales


rio de ingobernabilidad, de desconfianza o de ausencia de objeto del análisis institucional. En la medida en que las
legitimidad que únicamente podrá ser superado con la reade- organizaciones se construyen como sistemas de reglas y, de
cuación y fundación de nuevas instituciones que reconstruyan manera muy significativa, de procedimientos rutinarios, es
el tejido social y político de la comunidad. pertinente analizar no únicamente la existencia de la insti-
Desde la Antigüedad clásica, la naturaleza de ciertas insti- tución, sino su funcionamiento real, incluidos los diversos
tuciones de gobierno, su ordenamiento y composición, fueron mecanismos de interacción que lo posibilitan. Los rituales
temas esenciales de reflexión y análisis en una búsqueda por que acompañan ciertas acciones, los símbolos que se generan
explicar y dar respuesta a la variedad de formas en que los alrededor de ellas y las formas de incorporar a los individuos
seres humanos hemos organizado la vida política y social. De en el cumplimiento de obligaciones o en la participación po-
la Política de Aristóteles hasta El espíritu de las leyes de Mon- lítica deben ser objeto del análisis institucional.
tesquieu, sin dejar fuera otros trabajos fundamentales sobre A su vez, desde la economía, Douglass North (premio
la naturaleza y organización del Estado como los de Hobbes Nobel en 1993) retoma la importancia de las reglas en el
(1999), Bodino (2006), Locke (2010) o Madison (Hamilton, comportamiento económico de los individuos, abriendo con
Madison y Jay, 2001), quienes abordaron las instituciones ello otra vertiente de análisis, al sostener que las instituciones
políticas de una manera general, orientada a examinar la constituyen las reglas y limitaciones del interactuar humano
disposición y jerarquía de las diferentes autoridades públicas, e influyen sobre intercambios, costos de transacción y des-
la delimitación de sus funciones y ámbitos de competencia empeño económico en general. El mercado, dice North, “es
y la distribución del proceso de toma de decisiones bajo el un saco mezclado de instituciones” (1993: 95).
principio de que las instituciones son el cimiento de la ac-
ción colectiva y organizativa de toda sociedad y comunidad Líneas de investigación y debate
política. En una perspectiva predominantemente normativa, contemporáneo
dos preocupaciones rigieron los estudios de la primera mitad
del siglo xx: la eficacia y el “buen gobierno”. Como se ha visto, a partir de las últimas dos décadas del siglo
Sin embargo, la ciencia política moderna se ocupó hasta xx, el tema de las instituciones adquirió un destacado auge
muy recientemente de definir el concepto de institución. En en los debates políticos, económicos y sociales desplegados
un reciente artículo, Jean Blondel subraya la importancia de tanto en ámbitos académicos como gubernamentales. El
las instituciones como concepto clave de la ciencia política, llamado nuevo institucionalismo destacó la importancia del
al mismo tiempo que descubre la ambigüedad con que la ordenamiento, de las reglas y normas —formales e informa-
mayoría de los autores utilizaron el término, ya que, a pesar de les— que rigen, constriñen y permiten la conducta personal
una continua referencia, han considerado a las instituciones y colectiva, y propuso una forma de abordar la realidad: el
como un sobreentendido y, hasta por lo menos 1985, no se análisis institucional.
preocuparon de conceptualizarlas debidamente. No lo hacen
—demuestra el autor— politólogos tan importantes como El análisis institucional
Easton, Huntington, Almond y Powell o Sartori. Por su March y Olsen (1997) subrayan la importancia de estudiar
parte, los clásicos de la sociología (Durkheim, Marx, Weber) la conducta social y política como resultado de una interac-
reflexionaron desde distintas perspectivas sobre el tema de la ción compleja entre individuos que no actúan aisladamente
relación entre funcionamiento social e interiorización de reglas, y que están influidos por reglas formales e informales, inclui-
aunque fue a partir de Parsons cuando la sociología definió las das aquéllas derivadas de la tradición, los mitos y las rutinas
pautas repetidas de conducta como instituciones e incorporó sociales. Para el caso de las organizaciones estatales que los
el concepto de institucionalización como el proceso de crear y autores eligen como objeto de su análisis, los comportamien-
mantener las reglas. tos políticos, el uso de elementos simbólicos, las formas de
Hacia comienzos de la década de los noventas, en el siglo aprendizaje de las organizaciones y los procedimientos para
xx, en un contexto teórico dominado por el individualismo la toma de decisiones son considerados como elementos y
metodológico y las teorías de la elección racional, aparece mecanismos institucionales que colaboran para explicar si-
un nuevo interés por la influencia de las instituciones sobre militudes, variaciones y procesos de cambio.
la conducta de los individuos. El importante libro de James En el análisis así propuesto, es importante el estudio del
March y Johann Olsen, Rediscovering Institutions: The orga- diseño institucional de las organizaciones, incluido el Esta-
nizational Basis of Politics, de 1989 (1997), que sigue a un do mismo, para identificar aquellas estructuras que limitan y
artículo fundacional de 1984, propone el estudio de las ins- definen la acción individual y colectiva, pero que son suscep-
tituciones como una perspectiva ecléctica que no solamente tibles de continuas transformaciones por parte de los propios
permite entender las relaciones sociales, sino, fundamental- actores. En este aspecto, el marco legislativo y normativo
mente, las organizaciones políticas. Su propuesta recupera desempeña un papel preponderante, ya que las leyes y ordena-
los planteamientos de muchos autores de la ciencia política mientos constitucionales, junto con los códigos y reglamentos
que, de una manera u otra, se preocuparon por este tema que se derivan de ellas, cuando se cumplen, describen la forma
e incorporan a las organizaciones gubernamentales como de gobierno; regulan la participación política de los ciuda-

Instituciones políticas y sociales 363 i


danos, la división territorial y burocrático-administrativa; reglas y procedimientos que se generan en el interior de una
establecen los criterios generales para la administración de la organización y, en particular, de las organizaciones públicas o
justicia y la distribución de las riquezas públicas, además de gubernamentales, así como los procesos de aceptación, legiti-
establecer las sanciones por el incumplimiento de las reglas, mación y, en ocasiones, rechazo de éstas.
de modo que los preceptos legislativos son uno de los ejes De acuerdo con W. Richard Scott, el análisis orga-
principales del análisis institucional. nizacional tiende crecientemente a integrarse con el de
No obstante, en el nuevo institucionalismo no existe un instituciones para comprender el funcionamiento de las or-
consenso único en torno a la metodología por seguir a fin ganizaciones a partir de tres ejes: el normativo, que incluye
de abordar el tema, ni tampoco sobre la forma en que las las reglas formales; el regulativo, que se refiere a los sistemas
instituciones influyen en el funcionamiento de las organiza- de control formales e informales dentro de las instituciones,
ciones, en el desempeño de las autoridades públicas o en el y el cognitivo, que agrega a los anteriores el uso de símbolos,
comportamiento de los individuos, por lo que han surgido significados e información. El trabajo de Powell y DiMaggio
diversas líneas de investigación que pueden agruparse en (1991) sobre el “isomorfismo de las organizaciones” añadió el
varias corrientes. Algunas de ellas son: la ingeniería institu- concepto de “campo organizacional” para explicar el mimetis-
cional, que se propone el diseño de nuevas instituciones para mo que se produce entre las organizaciones que se encuentran
sustituir aquéllas obsoletas o ineficientes; el institucionalis- dentro de un mismo ámbito y que adoptan acríticamente las
mo histórico, que encuentra el límite de la permanencia de formas de funcionamiento prevalecientes. Ello pone de mani-
las instancias de gobierno y el rumbo inicial de las políticas fiesto la importancia del contexto institucional para explicar
públicas en las tendencias de la acción colectiva y la creación el funcionamiento de las organizaciones, así como de muy
de nuevas instituciones, pero también descubre la fuerza de diversos procesos sociales y políticos.
la inercia cuando el cambio institucional es demasiado rápi-
do y no permite a la población adaptarse a las nuevas reglas, Algunos temas nuevos
como sucedió en el caso de los cambios en Europa del Este; Al tema clásico de las instituciones políticas, se ha sumado
el llamado institucionalismo empírico, basado en análisis recientemente el del estatus de los organismos autónomos,
comparativos y encuestas de opinión pública, como lo hacen instancias públicas de gobierno que no se ubican bajo ningu-
Przeworski, Linz y Lijphart y, más recientemente, el aná- no de los tres poderes tradicionales del Estado —ejecutivo,
lisis estructurado de Elinor Ostrom (2005) quien, todavía legislativo y judicial—, y que gozan de independencia de
conectada con la perspectiva de la elección racional, busca gestión y administración. El carácter institucional de estos
establecer cómo las personas, individual o colectivamente, organismos, con frecuencia creados —como es el caso de
miden y valoran las consecuencias de sus interacciones, a su México— en respuesta a demandas de participación ciu-
vez definidas por reglas institucionales. Ostrom pone parti- dadana o con el fin de atender problemáticas particulares
cular atención en las razones por las cuales se prefieren los relacionadas con el control del ejercicio público de las au-
canales no-institucionales y en el tipo de reglas que los in- toridades, la organización de las elecciones, la rendición de
dividuos y comunidades están más dispuestos a aceptar para cuentas o el acceso a la información pública, entre otros, y
normar su acción colectiva. su función como mecanismos de cambio institucional para
Un enfoque similar es el de Anthony Giddens, quien el sistema político en su conjunto, han propiciado un intere-
insiste en la unidad entre la acción social y la estructura, en- sante debate en torno a su diseño organizativo, los alcances
tendida esta última como la combinación de reglas y recursos. jurisdiccionales de sus decisiones y la obligatoriedad de és-
Las reglas limitan institucionalmente la acción social pero, tas, así como su relación con las otras instancias de gobierno.
dice Giddens, ésta tiene también la capacidad de modificar El análisis institucional también ha permitido una
las reglas en un proceso continuo. reflexión amplia sobre la tenue separación entre las institu-
ciones formales e informales y sobre el importante papel que
Organizaciones e instituciones estas últimas tienen en el funcionamiento de los sistemas polí-
El análisis institucional ha centrado su interés en las orga- ticos. Si bien se sostiene que la madurez de un sistema político
nizaciones en la medida que éstas surgen de la regulación y deriva de su institucionalidad, también es cierto que, al igual
ordenamiento de agregados sociales y, por lo mismo, en la que sucede en la sociedad, muchas veces persisten sistemas de
medida que funcionan controladas por mecanismos institu- reglas informales que han sido adoptadas e interiorizadas por
cionales. Sin embargo, March y Olsen (1997), al igual que los individuos y que pueden tener un alto grado de eficacia. Sin
otros autores después de ellos, no establecen claramente si embargo, este tipo de reglas informales —como las relaciones
equiparan el concepto de organización con el de institución, clientelares, la compra de influencias, el cohecho (la “mor-
lo cual ha generado equívocos y dificultades en su uso. Sin dida”) a la autoridad intermedia o el excesivo papeleo en los
duda, cuando organización se refiere al agregado formal, con procedimientos burocráticos— son sustituidas gradualmente
reglas, jerarquías y límites, constituye tanto una organización por reglas formales que, aunque no sin dificultad, conducen a
como una institución. March y Olsen prefieren, sin embargo, la mayor institucionalidad de los sistemas y forman parte de
enfatizar, para el análisis institucional, el conjunto de acciones, lo que se ha llamado el Estado de derecho. De la misma manera,

i 364 Instituciones políticas y sociales


cambios sociales y políticos profundos obligan generalmen- Parsons, Talcott (1985), On Institutions and Social Evolution, en Se-
te a una redefinición institucional que, con frecuencia, se ve lected Writings, Leon H. Mayhew (ed.), Chicago: University
obstaculizada por prácticas informales anteriores. Of Chicago Press (Heritage of Sociology).
Finalmente, la fractura, debilitamiento o transformación Peters, B. Guy (2003), El nuevo institucionalismo, Barcelona: Gedisa.
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radical de instituciones sociales tan importantes como la nalism in Organizational Analysis, Chicago: The University
familia, el matrimonio o las prácticas religiosas ha llevado of Chicago Press.
a profundizar en la relación compleja entre cambio institu- Przeworski, Adam (2004), “La última instancia: ¿son las
cional y contexto social, comunicación, avance tecnológico y instituciones la causa primaria del desarrollo económi-
otros elementos tan importantes como la incorporación de las co?”. Disponible en: <http://www.researchgate.net/
mujeres a la vida profesional, la ampliación y reforzamiento publication/255662591_La_ltima_Instancia_Son_las_Ins-
de los derechos humanos o la revaloración de la vida demo- tituciones_la_Causa_Primaria_del_Desarrollo_Econmico>.
crática. Todos ellos, junto a muchos otros, son elementos de Scott, W. Richard (2008), Institutions and Organizations. Ideas and
carácter institucional que simultáneamente colaboran hoy al Interests, California: Sage.
cambio de las propias instituciones.

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Hacer Editorial, pp. 229-256. posible asegurar que los espacios individuales y colectivos
Ostrom, Elinor (2005), Understanding Institutional Diversity, New cumplan el papel que tienen asignado.
Jersey: Princeton University Press. La tarea central de las instituciones consiste en formar
un orden social, jurídico y político que sea obedecido. Tanto

Instituciones públicas 365 i


en las asociaciones como en las corporaciones, los clubes, la mentos de realización tanto en las actividades productivas
empresa, los partidos políticos, los sindicatos y las iglesias, es como en las sociales. Cuando la obediencia y los incentivos
necesario que las instituciones, una vez creadas, sean objeto se armonizan como herramientas de gobierno, es más prác-
de aceptación y cumplimiento de los mandatos que profesan. tico dirigir la sociedad, dado que, de manera simultánea, es
Más complejo es el orden que crea el Estado entendido posible exigir acatamiento a las normas y otorgar alicientes
como la organización política de la sociedad (Aguilera, 2012: para que la conducta individual y colectiva tenga un desem-
82). Éste se ha de obedecer para asegurar la pervivencia de su peño más efectivo que permita producir los bienes y servicios
territorio y la sobrevivencia de su carácter institucional. De públicos que demanda la vida comunitaria.
este modo, lo imperativo, la coerción y la persuasión son los La eficacia de las instituciones favorece un ambiente de
caminos que el Estado utiliza para asegurar la dominación certidumbre porque alude a condiciones de previsión, orden,
que le es inherente por cuanto que es la institución más im- secuencia y seguridad, que son fundamentales para articular
portante de la vida asociada. la vida de la sociedad, los ciudadanos y el Estado. Estos ele-
El valor de las instituciones públicas no está a discusión; mentos multiplican la credibilidad en las propias instituciones
tampoco su importancia estratégica en el desarrollo de la vida porque significa que la autoridad pública sólo puede actuar
comunitaria. Lo importante, una vez que han sido creadas, es en razón de lo autorizado. La incertidumbre, en cambio, es
que sean eficaces en cuanto a su cometido. Entendidas como el resultado de la falta de certeza; es decir, que no hay segu-
las reglas del juego de la sociedad, son moldes que definen ridad de que la actuación de la autoridad en la vida pública
conductas en términos de autorizarlas y prohibirlas. se ciña a las normas establecidas y, en consecuencia, se pro-
Las instituciones, como reglas del juego,1 indican qué vocan dudas sobre su proceder.
hacer y qué no hacer; por eso responden a los valores del Cuando la duda respecto a la actuación de la autoridad
orden que las necesita y son producto de interacciones y está presente en la vida colectiva, se incita a la zozobra y
compromisos que llevan a cabo los actores interesados en la el orden establecido es un claroscuro entre las reglas por
construcción de las normas y procedimientos que se orientan cumplirse y la falta de certeza de que así sea. Sobreviene, en
a la regulación de la vida colectiva. Las instituciones moder- consecuencia, un ambiente que puede conducir a situaciones
nas tienen como atributo que son formales, lo cual implica caóticas. En ningún sentido la sociedad se desarrolla cuando
que hay órganos y atribuciones que las crean con el auxilio lo caótico se instala como un modo de vida. De ahí la impor-
de actores, agendas, normas, procedimientos y tiempos. Son tancia de que la efectividad de las instituciones no sea objeto
medios que regulan la vida individual y pública, y tienen como de dudas, sino que se acredite de modo constante, con lo que
eje que una y otra se realicen de manera íntegra. se garantiza que la regularidad de la vida productiva tienda
La formalidad de las instituciones modernas como el Es- a multiplicarse.
tado, el derecho, la economía y la vida social se caracteriza Si las reglas del juego, que son las instituciones, se han
por su naturaleza escrita, abstracta, impersonal y general. La diseñado para que sean obedecidas, le corresponde al or-
formalidad de las instituciones como reglas de alcance obli- den que las sustenta, utilizar los medios que garanticen su
gatorio consiste en que se elaboran y diseñan para que sean vigencia con base en los objetivos para los que han sido
aplicadas a personas y tipos de conducta específicas. Su uni- creadas. La ventaja de instituciones públicas como el Es-
verso compromete a los miembros de la sociedad civil para tado moderno consiste en que, como sistemas de dirección,
que obedezcan los preceptos que son obligatorios para todos. regulación y ejecución de políticas públicas, favorecen, con
Como reglas del juego, las instituciones aluden a la vigi- el fin de salvaguardar el ámbito de la universalidad: 1) limi-
lancia, autorización y restricciones que la conducta individual tar las conductas antisociales que lesionan la vitalidad de la
tiene que obedecer para evitar que el desorden invada a la sociedad y lastiman la cooperación y la solidaridad; 2) cas-
sociedad; de la eficacia de las instituciones depende que un tigar conductas nocivas que son contrarias a la eficiencia y la
orden creado funcione y sea eficiente. convivencia social; 3) hacer prevalecer el interés público para
Un medio para regular la vida colectiva consiste en que evitar que las ventajas privadas se impongan como una forma
las instituciones definan tiempos, requisitos y procedimientos de que las minorías ganen a las mayorías en la distribución de
que se deben cumplir para armonizar obediencia e incentivos. los beneficios colectivos; 4) establecer autorizaciones y res-
La obediencia consiste en aceptar y cumplir las normas ela- tricciones a la conducta individual y colectiva para que nadie
boradas y sancionadas que permitan asegurar la convivencia haga justicia por sí mismo; 5) estimular el reconocimiento a
de los opuestos. Los incentivos son recursos que se aplican a las personas y organizaciones que realizan aportaciones sig-
las personas y organizaciones para que tengan mejores ele- nificativas a la vida colectiva, las cuales redundan en mayor
eficiencia productiva; 6) evitar que los fundamentos de la
vida democrática se erosionen con la impunidad; 7) alentar
1 North define a las instituciones como: “Las reglas del juego en formas de convivencia distribuyendo costos y beneficios sobre
una sociedad o, más formalmente, son las limitaciones ideadas el criterio de equidad y proporcionalidad; 8) fomentar que el
por el hombre que dan forma a la interacción humana. Por espíritu de lo público se arraigue para evitar que los excesos
consiguiente, estructuran incentivos en el intercambio huma- del individualismo dañen la vida asociada; 9) procesar, en
no, sea político, social o económico” (1993: 13).

i 366 Instituciones públicas


términos de gobiernos, necesidades, problemas, demandas de las autoridades cuando imparten justicia, aplican sanciones y
y soluciones para reforzar el desempeño de la sociedad y la otorgan incentivos. Este punto es, en el mundo moderno, de la
economía, y 10) proteger el orden jurídico y político para mayor importancia y por ello las instituciones tienen que pro-
que sea entendido como un bien público, con órganos, atri- tegerse de cualquier pretensión gremial o partidista que intente
buciones, responsables y sistemas de ejecución, que se debe obtener beneficios al margen de la legalidad.
preservar para producir estabilidad y equilibrio, no obstante Para la sociedad civil moderna, la vida de las instituciones
el impacto de los conflictos y los problemas por solucionar. permite que se realicen dos ámbitos de su creatividad: la vida
La relevancia de las instituciones públicas es de primer privada y la vida pública. La vida privada reconoce a las per-
orden para estabilizar la sociedad, asegurar los procesos de sonas como sujetos de carácter jurídico para que, mediante un
gobierno y dar cumplimiento a los objetivos compartidos sistema de derechos y obligaciones, ingresen al mundo civil
que se formalizan en planes y políticas caracterizados por laboral y productivo para desarrollarse con eficacia. La vida
el modo en que se fijan horizontes temporales para llevar a pública, por su parte, permite procesos de asociación, identi-
cabo el ejercicio del poder. Por eso el Estado moderno tiene ficación, participación y representación para ejercer derechos
órdenes autónomos o unitarios de gobierno que encauzan su de carácter político y así tener la oportunidad de ejercer el
operación como un centro que tiene a su cargo tareas múlti- sufragio universal, elegir representantes legislativos, pertene-
ples. Se distingue, a la vez, porque se integra por la división y cer a un partido político, ingresar a la competencia política y
colaboración de los poderes (Aguilera, 2012: 70), mismos que ser parte, si se desea, de la lucha por el poder.
acreditan el modo en que se ejerce el mando imperativo, con Lo privado y lo público son esferas de importancia cen-
base en la premisa de que el cuerpo institucional del Estado tral en los procesos de la sociedad civil y por eso necesitan
no admite, de acuerdo con los valores democráticos, que el que las instituciones definan pautas de actuación para que las
poder se ejerza de manera centralista. En todo caso, el Estado personas y grupos tengan la oportunidad de ser parte activa
contemporáneo combina centralización, descentralización y en la vida asociada. Las instituciones prescriben conductas
regionalismo, al estructurar incentivos que regulan los in- e indican cómo debe ser la vida individual y colectiva con
tercambios entre las personas y los organismos interesados base en reglas escritas y formales. En este caso, le correspon-
en fomentar las relaciones económicas y políticas; incluso, de al Estado producir, a través de sus órganos legislativos,
adopta la modalidad de la unidad regional como ocurre en las normas jurídicas que la sociedad necesita para crecer y
la Unión Europea, integrada por 25 países. Sobre esa base desarrollarse. La legislación de los países responde al interés
se desarrollan formas de funcionamiento que se caracterizan público y, en esa medida, las instituciones son producto del
por la soberanía compartida para dar tratamiento común a trabajo parlamentario formalizado en normas de derecho
problemas igualmente comunes como la migración, el te- positivo; dan vida a códigos, estatutos y reglamentos, que son
rrorismo, las cuestiones laborales y los asuntos monetarios, medios para estructurar conductas y asegurar que los procesos
presupuestales y fiscales, entre otros. de la vida diaria sean objeto de la necesaria regulación. La
importancia del Estado en la producción de las instituciones
Historia, teoría y crítica es básica, porque de él depende que las normas de civilidad
y tolerancia sean la clave que permite procesar diferencias,
En el siglo xviii surge un cúmulo de instituciones que conflictos, problemas, tensiones.
combina el auge entre los procesos de la sociedad y la esfera El mundo moderno finca en la racionalidad de las ins-
institucional del Estado (Aguilera, 2012: 70), por lo tanto, tituciones el punto para desarrollarse con las ventajas de la
la formación del Estado moderno es propia de un conjun- certidumbre generada con la definición de las reglas forma-
to de procesos que se orientan y tienen como resultado el les. El Estado moderno, entendido en la visión del Estado
establecimiento de estructuras de poder y autoridad que lo de derecho,2 es la institución más acabada que hace posible
caracterizan como la institución más importante de la vida la estructuración de la sociedad, los mercados, la vida priva-
colectiva. El Estado es un sistema de poderes y atribuciones da y la vida pública, para que sean los ejes de la efectividad
organizados con base en reglas que autorizan sus acciones y pública que contribuye a la producción necesaria de los bie-
que, a la vez, las restringen (70). nes y servicios.
Las instituciones definen derechos y obligaciones para En la lógica estatal, también el poder ejecutivo tiene a
las personas y organismos de la sociedad que cotidianamente su cargo la expedición de normas institucionales como los
comparten formas de vida e intercambio. Su importancia ra- acuerdos, los decretos, las circulares y los reglamentos, instru-
dica en que garantizan que la vida de la sociedad, la economía,
la política, la cultura y los intercambios de los bienes y ser-
vicios se realicen sobre la base del principio de certidumbre. 2 “[…] el Estado está sometido en todas sus acciones a normas
En efecto, la certidumbre consiste en que el cumplimiento fijas y conocidas de antemano; normas que permiten a cada uno
de las normas y procedimientos se lleve a cabo con base en prever con suficiente certidumbre cómo usará la autoridad en
su espíritu, contenido, tiempos y modalidades, a fin de que las cada circunstancia sus poderes coercitivos, y disponer los pro-
personas y los grupos tengan confianza en la imparcialidad pios asuntos individuales sobre la base de este conocimiento”
(Hayek, 1990: 103-104).

Instituciones públicas 367 i


mentos que permiten afinar y detallar el sentido y alcance de del Estado se estructura en órganos, atribuciones, respon-
las normas jurídicas, a fin de que sean ejecutadas con mayor sabilidades y jurisdicciones para evitar abusos o atropellos.
claridad y eficacia. En este sentido, el Estado debe entenderse El Estado, como un sistema de instituciones, se materializa
como un sistema de instituciones organizadas para cumplir a través de acciones que se deciden en sus esferas de com-
tareas de gobierno y administración pública en favor del or- petencia. Por ello las instituciones, entendidas como reglas
den jurídico que se forma y proclama con los valores de la (North, 1994) (que prescriben, orientan y autorizan con-
vida democrática. ductas individuales y colectivas), son creadas para regular
En el mundo moderno se han reconocido dos tipos de conflictos, problemas y diseñar soluciones que garantizan
derechos que explican el advenimiento de la sociedad y el la gobernabilidad de la sociedad, la economía, la vida pri-
Estado moderno. Por un lado, los derechos del hombre,3 que vada y la vida pública. De la eficiencia de las instituciones
tienen como finalidad proteger la privacidad y la intimidad depende el progreso de la sociedad, la calidad de vida de las
de las personas con base en libertades civiles que resguardan personas y el aseguramiento de las condiciones que favore-
su efectividad para que se desenvuelvan en la vida produc- cen el desarrollo de la sociedad con la mejor conservación
tiva. Para fines de la privacidad e intimidad se instituyen la del Estado. Tanto los problemas como las soluciones de los
libertad de creencias, la libertad de pensamiento y la libertad problemas públicos se procesan en las instituciones y son és-
de expresar ideas e ideales. Por otro lado, entre los derechos tas el camino para asegurar la reproducción de la vida social
del hombre también son reconocidos los derechos a votar, a a través de las políticas. Por eso, el sentido de comunidad de
asociarse, a elegir, de participación y de representación; és- la sociedad moderna deviene del modo en que se aprovechan
tos dan movimiento a la esfera de la política en un marco los recursos escasos y se distribuyen a través de las institu-
de normas públicas. ciones. Esto implica que las instituciones son el centro que
Tanto los derechos del hombre como los derechos del hace posible vivir en convivencia, articulando fines colectivos
ciudadano se formalizan con el triunfo de la sociedad liberal y cumpliendo las metas sociales que se definen mediante los
ante la sociedad estamental y, desde el siglo xviii, se convier- arreglos institucionales. De este modo, la cooperación ha de
ten en bandera del cambio político que da paso a la sociedad prevalecer sobre el conflicto para lograr que las capacidades
civil y al Estado de derecho en Francia. Esto implica que las individuales y las colectivas sean invertidas en la lógica de
instituciones modernas tienen como precedente la lucha re- los rendimientos crecientes que hacen posible aprovechar
volucionaria de 1789 en Francia. En este caso, los derechos recursos e iniciativas de acuerdo con las políticas.
del hombre y los derechos del ciudadanos son el testimo- La organización social, política y económica que correspon-
nio de cómo la vida moderna es regulada por un poder que de al Estado de derecho es la sociedad moderna, lo que implica
sea más público y sujeto a controles democráticos. De ahí la búsqueda de fórmulas de entendimiento y cooperación para
la acepción del Estado de derecho como la institución que que la economía funcione bien con el auxilio de las políticas
se diseña sobre la base de controles como el liberalismo y el públicas que se aprueban mediante las reglas de carácter ins-
constitucionalismo. titucional. La ventaja de las instituciones para las sociedades
El liberalismo es un límite al poder del Estado; es el re- democráticas consiste en que favorecen que los problemas
conocimiento de que en la sociedad moderna el Estado está y las soluciones tengan agendas, recursos, leyes, autoridades
al servicio del individuo y, por ello, lo protege en un marco y soluciones para superar las condiciones críticas que dañan
de derechos y obligaciones para evitar la arbitrariedad o el el desempeño de la vida asociada.
abuso del poder, frente a los cuales la persona tiene los me- Le corresponde al Estado de derecho, como institución
dios jurídicos para defenderse ante el mismo. suprema de la sociedad civil, crear y estimular a los actores
El constitucionalismo es la técnica que controla al poder, productivos y políticos para que acepten las convocatorias
enfatizando la distribución de funciones para evitar que un que tienen como objetivo incrementar la cooperación en gran
solo centro tenga la supremacía, lo cual sería contrario al in- escala para que las fuerzas productivas tengan un mejor apro-
terés público. El constitucionalismo se refiere a que el poder vechamiento eficiente (Peters, 2003: 95-96). En este caso,
las instituciones son fundamentales para desarrollar tareas
de gobierno y administración con el fin de conseguir que el
3 “[…] derechos del hombre se explica porque la práctica de la desempeño de la sociedad no sólo sea satisfactorio, sino tam-
autolegislación ciudadana tiene que institucionalizarse en for-
ma de derechos de participación política; pero esto presupone
bién efectivo y responsable con base en las libertades civiles
el estatus de personas jurídicas como portadores de derechos y políticas (Luhmann, 2010: 112-113).
subjetivos; y tal estatus no puede haberlo sin los clásicos de- Le corresponde a las instituciones articular elecciones
rechos de libertad; no puede haber derecho positivo sin tales sociales con valores individuales, a fin de potenciar la crea-
derechos; y el derecho positivo es precisamente el único len- tividad de las personas y los organismos que integran a las
guaje en que los ciudadanos pueden asegurarse y garantizarse sociedades democráticas. En suma, las instituciones: 1) son
mutuamente la participación en la práctica de la autolegisla- reglas formales que inducen y regulan conductas; 2) diseñan
ción, es decir, la participación en la producción de leyes que incentivos positivos y negativos para controlar a las personas
sólo así pueden entenderse como leyes que los ciudadanos se y agrupaciones; 3) son necesarias para desactivar conflictos
imponen a sí mismos” (Habermas, 2001: 162-163).

i 368 Instituciones públicas


y diseñar soluciones; 4) reducen los ambientes de incerti- relacionado con la preservación del orden, la seguridad y
dumbre y estimulan la estabilidad de la vida colectiva, y 5) la paz. Las gubernamentales se vinculan a la capacidad de
distribuyen costos, beneficios e impactos a los largo y ancho dirigir, a través de políticas públicas, los diversos asuntos,
de la vida comunitaria. problemas y soluciones para dar respuesta efectiva a lo que
El Estado moderno como institución pública que se desean los ciudadanos y la sociedad; son la parte más activa
consolida en las sociedades liberales y democráticas se carac- del Estado, desde el momento en que articulan decisiones y
teriza por el conjunto de transformaciones que acredita en acciones, encaminadas, junto con las políticas públicas, hacia
términos de evolución y cambio. La evolución implica que su la atención focalizada de los asuntos colectivos para garan-
desarrollo es gradual, que tiende a la conservación y, por tanto, tizar que el desempeño de la vida productiva sea creciente
no desecha el legado que se relaciona con el modo de asegurar y efectivo. Las jurídicas tienen el objetivo de establecer las
su sobrevivencia. Esto implica que es producto de condiciones reglas y normas que regulan los intercambios, los arreglos
que preservan su esencia en la continuidad de sus tareas de privados, las ventajas públicas, así como la distribución de
orden público y en los órganos administrativos que aseguran los costos y beneficios que se producen en el seno de la vida
su operación en términos de producir los bienes y servicios asociada. Las instituciones jurídicas tienen como propósito
públicos que exige la vida asociada. El cambio que el Estado evitar abusos y desigualdades que dañan el espíritu de lo pú-
lleva a cabo es de carácter institucional, lo cual significa que blico, así como los fundamentos de la convivencia pacífica.
tienden a ejecutar movimientos incrementales que, en la ló- En suma, el Estado no es sólo una abstracción conceptual,
gica de las secuencias, son la base para entender la magnitud ni arquetipo intangible, sino realidad viviente que se materia-
de las transformaciones que vive. El cambio institucional liza con la administración, la burocracia, los legisladores, los
implica que hay procedimientos y estrategias para modificar jueces, el pago de la nómina, la ejecución de la ley, las obras
sobre la base de un cálculo cuidadoso de las partes orgánicas y públicas, la solución de los conflictos, los servicios comuni-
funcionales que han ingresado a zonas de agotamiento y pier- tarios, los órganos preventivos, de inteligencia y los que se
den, en consecuencia, eficacia. Por ello, las categorías reforma, encargan de la violencia instrumental cuando así lo demanda
rediseño o reestructuración aluden a las modalidades del cambio la protección y seguridad del orden público. También los me-
institucional del Estado como institución pública y tienen dios de ejecución como el presupuesto, los edificios, el manejo
como objetivo dotarlo de vitalidad para que se conserve con de los equipos bélicos y el cuidado de los bienes físicos, son
energía y eficacia. parte de la existencia material del Estado como institución
La misión del Estado está dada por la producción, con- que se encarga de cuidar y fortalecer la vida productiva de la
servación y consolidación del orden jurídico y político. El sociedad. El Estado moderno, cuando se organiza en institu-
Estado moderno, en este caso, se organiza sobre dos ele- ciones, atiende a la preservación de sus intereses primordiales
mentos clave que justifican su razón institucional, a saber: con la administración del poder que detenta. Esto significa
asegurar la dominación política y crear un sistema de insti- que el poder, que se forma como un conjunto de relaciones
tuciones que permitan la gobernación de la sociedad. sociales sustentadas en condiciones específicas de vida, en el
La dominación política consiste en que el Estado moder- Estado, se institucionaliza atendiendo a la premisa de que
no es el único poder que tiene la legitimidad para conseguir la se debe conquistar, ejercer, acrecentar y defender para llevar
obediencia de los gobernados e implica que no hay un poder a cabo la gobernación de la sociedad.
superior sobre él que pueda tener potestad sobre los gober- La institucionalidad del poder es un asunto estratégico
nados. La dominación es un atributo irrenunciable para que que responde a su naturaleza, es decir, al cumplimiento de
éste sea valorado como la fuerza organizada de la sociedad las reglas públicas a través de la administración del Estado.
que dispone de los medios para hacerse obedecer con eficacia. El poder del Estado permite construir la vida asociada con
El sistema de instituciones que el Estado crea para ase- políticas públicas que se aplican en el campo de la economía
gurar la gobernación de la sociedad está dado por las leyes, para producir los bienes materiales que permitan, después,
órganos, atribuciones, instancias burocráticas, los códigos, que los habitantes de la sociedad vivan con bienestar y ven-
los estatutos, los reglamentos y los acuerdos, que son las tajas compartidas. Pero el Estado también tiene medios
reglas del juego que limitan e incentivan la conducta de defensivos y destructivos que aplica cuando es desafiado por
las personas y organismos de la sociedad. Las instituciones poderes no estatales a los que valora como un riesgo para su
que el Estado crea son administrativas, políticas, guberna- conservación y plenitud. Cuando el Estado calcula que puede
mentales y jurídicas. enfrentar riesgos que amenazan con disolverlo como poder
Las administrativas se relacionan con las tareas de direc- organizado, legal y legítimo de la sociedad, procede a eliminar
ción y gestión orientadas a favorecer el desarrollo material de los factores nocivos que intentan desarticularlo. El tratamien-
la sociedad y atienden las necesidades civiles de la población. to que el Estado elige para estas situaciones es el destructivo,
Las políticas se relacionan con la vigencia de la soberanía, es decir, el que erradica con la violencia instrumental y llega,
el manejo de las relaciones internacionales, la lucha por el incluso, a la eliminación de dichos factores, cuando se trata,
poder, la renovación periódica de las autoridades y la regu- por ejemplo, de un golpe de Estado, una invasión, una rebe-
lación de la competencia política. También comprenden lo lión o un levantamiento contra el poder constituido.

Instituciones públicas 369 i


En este caso, el Estado actúa como poder compulsivo que manera colectiva, implica caer en el error de que la voluntad de
defenderá su derecho a vivir con los medios que tiene a su las personas y las organizaciones se impone sin más.
alcance o frenará sus acciones hasta que se eliminen las causas Nada más inexacto que considerar que los procesos se de-
que alientan a los factores perniciosos que atentan contra él. sarrollan sin reglas del juego, que son las instituciones, y nada
La situación extrema en que el Estado vive valorando entre es más mecánico que valorar que los grupos se imponen unos
enemigos y adversarios es la guerra. Ésta puede entenderse a otros sin considerar los incentivos positivos y negativos que
como la situación que da vida a la máxima enemistad entre regulan las conductas individuales y sociales. Por eso es una
actores que no sólo rompen diálogos y formas de entendi- falacia, por ejemplo, que los mercados se rigen por la “mano
miento, sino que declaran la disposición de destruirse uno a invisible”, que en la política el juego del poder se localiza
otro. En este caso, el Estado no admite desafío alguno y si se únicamente en las cúpulas, con lo que no se consideran las
trata de la guerra, atacará con todo su poder no al adversario, relaciones de poder, que los gobiernos hacen lo que desean,
sino al enemigo que lo desafía. sin tomar en cuenta la opinión y las presión de los grupos de
Si el Estado tiene como fin básico la preservación de la la sociedad, y que los beneficios sociales se deciden en una
vida en condiciones de regularidad institucional, pacífica y posición de suma y resta.
democrática, también tiene el derecho de ejercer la violencia Con el análisis de las instituciones se evita que las extra-
organizada que detenta para defenderse, con los medios que polaciones se reduzcan y que las conjeturas se nutran más de
lo integran, del enemigo. En este caso, su fin no es la preser- realidad fáctica y menos de consideraciones ideológicas que
vación de la vida, sino la destrucción de la vida del enemigo optan por los determinismos históricos y políticos. También
cuando éste asume la osadía de encararlo y desafiarlo. Por eso se comprende de modo más enriquecedor cómo se estruc-
la paz y la guerra son condiciones de vida que el Estado valora turan los procesos que llevan a la organización del poder, así
y asume en razón de condiciones específicas de convivencia. como los medios que se utilizan para su ejercicio y eficacia.
Por eso, el dominio sobre el territorio es fundamental para Tanto la sociedad como el Estado se deben entender como
que la vida del Estado sea asegurada por medio del control estructuras de poder que tienen reglas que autorizan su cons-
de su geografía y sus recursos naturales, pero, sobre todo, te- titución como organismos con tareas diferenciadas.
niendo como elemento clave la obediencia de los gobernados No hay, por tanto, en el estudio del poder, hazañas in-
hacia sus poderes y potestad. El control del territorio es básico dividuales, heroísmos inmaculados, líderes solitarios ni
para que el Estado sea reconocido como una organización personalidades sin éxitos o fracasos. Con el estudio de las
que sabe ganarse el respeto y el reconocimiento de otros Esta- instituciones es posible corroborar que, en la vida moderna, la
dos, estableciendo los límites de su dominio físico y terrenal, lucha por el poder se realiza sobre la base de la competencia,
para lo cual instaura sus fronteras como áreas infranqueables las presiones, los actores, los contextos y, sobre todo, con las
que se han de cuidar y hacer respetar con fines de seguridad reglas formales que se decide cumplir para asegurar el orden y
del Estado y de la sociedad. La seguridad interior del Estado la estabilidad. Por eso es un reduccionismo considerar que la
se vincula con la capacidad que tiene para desenvolverse en vida colectiva es un asunto que se ciñe a la relación de clases
el contexto de las relaciones internacionales. dominantes y clases dominadas, sin más salida que pensar que
Cuando, en el contexto exterior, un Estado reconoce el poder del Estado funciona para que las primeras sometan
a un otro como soberano, se avanza hacia la convivencia a las segundas. La organización y distribución del poder en
entre los Estados. Para alcanzar ese estatus, el Estado tie- la sociedad moderna no es igual, sino desigual. Pero esto no
ne que demostrar que es eficaz para ejercer la dominación implica que el determinismo político prevalezca como modo
y que es aceptado por otros poderes internos y externos. de vida. Al incorporar la dinámica del pluralismo ideológico,
Ése es el mayor desafío que tiene el Estado moderno para político, económico y cultural en el análisis de las institucio-
que se consolide como una organización que sabe dirigir y nes, se evitan la afirmaciones contundentes, para dar paso a
administrar tanto a su población como los recursos que se categorías como conflictos, competencia, contradicciones, lucha,
localizan en su territorio, y crear condiciones de vida favo- tensiones y soluciones, las cuales reflejan de manera más com-
rables que permitan el desarrollo de la sociedad y la mejor pleta el sentido de la acción individual y la acción pública,
conservación de él como la institución de poder más im- así como las formas de colaboración entre las organizaciones
portante del mundo moderno. de la sociedad y el Estado.
El análisis de las instituciones modernas es un tema de la La visión institucional del Estado moderno permite
mayor relevancia para potenciar la comprensión sobre el modo entenderlo como el poder creado para producir reglas o
en que se organizan las sociedades y los Estados. Sin el signi- instituciones, que se organizan con los poderes ejecutivo,
ficado de las instituciones no es posible la explicación de los legislativo, judicial; también, como la categoría que designa
acontecimientos, problemas y estrategias que dan significado a los órdenes de gobierno, los cuales dan vida a formas de
a los actores, contextos y procesos que se llevan a cabo en la gobierno central o federal. La visión institucional del Estado
vida pública. Considerar que la racionalidad, sea pública, sea contribuye a explicarlo con base en normas y reglas que se
social, política o económica, se produce en sí misma y no de generan mediante acuerdos y compromisos que los actores
más activos y detentadores del poder traducen en mandatos

i 370 Instituciones públicas


generales y universales. No se trata de un proceso mecánico Debate contemporáneo
en el que unos se imponen a otros, sino de entender cómo el El estudio, análisis y funcionamiento de las instituciones es
poder, en su lucha desigual, es conquistado por actores y or- una de las vetas más interesantes por monitorear en el com-
ganizaciones que, al utilizar programas, recursos y estrategias, portamiento ininterrumpido de la sociedad y del Estado
tienen la ventaja de ganar apoyos hasta constituirlos de ma- contemporáneos. En un mundo en proceso de cambio, las
nera institucional cuando logran acceder al timón del Estado. crisis y la superación de las mismas obligan a revisar conti-
En consecuencia, el Estado es la organización política nuamente el modo en que funcionan y cumplen los objetivos
de la sociedad y no el brazo instrumental de la clase domi- colectivos las instituciones públicas. Si algo caracteriza a la
nante que se impone a la clase dominada para tener ventajas sociedad contemporánea es que no tiene puntos de inacción,
y privilegios con los recursos públicos. Por lo menos en las sino que sus dinámicas se desarrollan con la acción individual,
sociedades democráticas, el Estado se forma en razón de valo- la acción colectiva y los procesos de cooperación que las au-
res, principios, normas e instituciones que lo sustentan como toridades son capaces de diseñar e implementar.
el poder más importante de la vida colectiva y como aquél Esto significa que, sin referencia a las instituciones, está
que tiene los fundamentos legales y legítimos para construir incompleto el análisis de los procesos colectivos, dado que és-
el orden jurídico y político, y que reconoce derechos y obli- tos no son voluntaristas ni casuísticos, sino que son producto
gaciones para todos, incluso para los gobernantes. de contradicciones, interacciones y formas de negociación.
El Estado, como institución, se rige por la correlación Si las instituciones pueden considerarse como las reglas del
de fuerzas, es decir, es la fuerza más importante responsa- juego de la vida en común, su eficacia depende de los medios
ble de evitar que las fuerzas de la sociedad se destruyan con que formalizan para su conservación y efectividad: si es cier-
problemas y conflictos, motivo por el cual el propio Estado to que se traducen en normas formales, ello no significa que
tiene los instrumentos de gobierno que posibilitan desarti- tengan ausencia de actores que las generan. Por el contrario,
cular momentos críticos, elaborar soluciones y ejecutarlas. son los actores de la vida social, económica y política los que
Institucionalmente el Estado se rige por la trasparencia y favorecen su vigencia y eficacia. Por eso los asuntos colecti-
la rendición de cuentas, lo que indica que no es un poder vos, los problemas públicos y las soluciones concertadas no
desbordado ni carente de reglas para que sea obediente a las se explican por sí mismas, sino en relación con valores, reglas
normas escritas. El Estado moderno, entendido como la ins- y prácticas que se producen con la funcionalidad de las ins-
titución pública más relevante de la vida política, económica tituciones. De cara a un mundo complejo, la importancia de
y social, es, a la vez, un sistema de reglas o instituciones que las instituciones aumenta y eso significa que, sin referencia
autorizan y restringen la actuación de sus órganos, de sus a las mismas, se incurre en el análisis insuficiente sobre su
titulares y sus atribuciones. Puede decirse, parafraseando al sentido y necesidad.
barón Charles de Montesquieu (2002), que el Estado genera Hoy, los problemas colectivos y las expectativas de los
su propia base de poder, pero también las reglas institucio- individuos y grupos se procesan en las instituciones, lo que
nales, que permiten controlar y controlarse para evitar que se significa que es fundamental adentrarse en su comprensión
desarticule como un centro de poder que funciona sobre la y, de ese modo, explicar los productos que generan como
base de la unidad, la centralidad, el dominio y los incentivos son las decisiones, normas, acciones, obediencia, incentivos
positivos y compulsivos. y sanciones. En lo fundamental, el mundo vive procesos en
los cuales las instituciones se diseñan, rediseñan, reforman
Líneas de investigación y debate o reestructuran.
contemporáneo En este caso, hay una búsqueda permanente de la efi-
cacia para llevar a cabo la contención y regulación de los
Considerando la importancia de las instituciones en el mundo conflictos. De igual modo, la necesidad de producir nuevos
contemporáneo, es factible destacar las siguientes líneas de in- incentivos positivos y negativos es también una línea que se
vestigación: actores, contextos y nuevas reglas del juego; acción debe considerar, dado que las acciones de gobierno no cesan
pública, acción individual y valor de lo estatal; cálculo insti- y, en cambio, hay necesidad de institucionalizar las demandas
tucional y certidumbre colectiva; ciudadanización organizada y soluciones sobre la base de la certidumbre institucional.
y calidad institucional; gobernanza y nueva institucionalidad; Tanto la sociedad, como los ciudadanos, el mercado y el
problemas estructurales y construcción de institucionalidad Estado son tipos de institución que interactúan sin cesar y
estratégica; procesos de institucionalidad y problemas sociales; el modo en que lo hacen tiene impactos, costos y ventajas
regulación óptima y acción política-económica; racionalidad para la vida colectiva. Visiones como las de la “mano invisi-
pública y desempeño estatal; sociedades abiertas y produc- ble” del mercado y como las de los determinismos de toda
ción de institucionalidad democrática; tecnologías sociales y índole son superadas con el análisis metódico y comprensi-
cooperación pública. vo de las instituciones, con lo cual la agenda del trabajo de
investigación se nutre al incluir la formación y el compor-
tamiento de los problemas colectivos en una dimensión no
sólo nacional, sino globalizada. De ahí que las instituciones

Instituciones públicas 371 i


sean imprescindibles para comprender los problemas viejos y Kim, Pan Suk (2007), “Desafíos a la capacidad pública en la era de
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Elster, Jon (1996), Tuercas y tornillos. Una introducción a los conceptos La justicia distributiva es una rama de la filosofía que se
básicos de las ciencias sociales, Barcelona: Gedisa. apoya en tres de sus diferentes subdisciplinas. Por un lado,
Frederickson, George H. (1992), “Hacia una teoría del público se relaciona con la ética, ya que comprende una visión moral
para la Administración Pública”, Gestión y Política Pública, de los seres humanos; por otro, se une a la filosofía política,
vol. 1, núm. 1, julio-diciembre, México, pp. 7-31. puesto que detrás de las concepciones de la justicia se en-
Habermas, Jürgen (2001), Más allá del Estado nacional, Madrid:
cuentra una visión determinada del Estado; por último, se
Trotta.
Hayek, Friedrich A. (1990), Camino de servidumbre, Madrid: Alian- conecta íntimamente con la filosofía de la economía, dado
za. que se refiere a los recursos escasos que deben distribuirse
Hood, Christopher (1989), “A Public Management for All Sea- de alguna manera.
sons?”, Public Administration, vol. 69, pp. 3-19. Si intentamos proporcionar una definición de la justicia,
ocde: Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos podemos afirmar que es la rama de la filosofía que se ocupa
(1991), “La Administración al servicio del público”, Madrid: de estudiar la forma más justa en que un Estado o una ins-
Ministerio para las Administraciones Públicas. titución distribuyen a las personas ciertos recursos, bienes o
Innerarity, Daniel (2006), El nuevo espacio público, Madrid: Espasa. servicios que necesariamente son relativamente escasos. La

j 372 Justicia distributiva


Jj
escasez relativa de los recursos es indispensable, pues si no son las capacidades; según John Rawls, los bienes primarios;
la hubiera, los criterios de la justicia serían innecesarios. Si, según Ronald Dworkin (2003), los recursos; de acuerdo con
por el contrario, fuera absoluta, sólo dominaría la ley del más Thomas Pogge (2005), los derechos humanos, sobre todo los
fuerte. Es posible agregar que los ideales que se hallan en jue- económicos y los sociales, que se refieren a las necesidades
go cuando hablamos de justicia distributiva son la libertad básicas de las personas.
y la igualdad. La clase de teoría que se defiende dependerá La justicia distributiva está comprometida con el estu-
del peso que se le dé a éstos. dio de tres temas: los sujetos de la distribución, los objetos y
los mecanismos mediante los cuales ésta se lleva a cabo. El
Historia, teoría y crítica tema de los sujetos se refiere a la manera de concebir y de
identificar a las personas susceptibles de recibir algún bien,
En la tradición filosófica, los temas que se refieren a las po- recurso o servicio. Por ejemplo, si consideramos que los in-
líticas justas de distribución siempre han estado presentes. dividuos de escasos recursos son seres pasivos e incapaces
Aristóteles, en el libro V de la Ética Nicomaquea (1998), de decidir, pondremos en marcha políticas paternalistas.
distinguió la justicia legal de la distributiva. La última es Dichas políticas consisten en percibir a los sujetos de la dis-
aquélla que tiene que ver con la igualdad de los ciudadanos tribución, es decir, a las personas, como si fueran menores
de una polis. de edad que ignoran lo que quieren y lo que necesitan; por
En la Edad Media, en los siglos xii y xiii, surgió la dis- lo tanto, es indispensable decidir por ellos. Otra manera de
cusión sobre el derecho de aquéllos que se encontraban en verlos es como maximizadores de utilidad; en este caso, las
una necesidad extrema de recibir bienes por parte de aquéllos personas que requieren que ciertos bienes o servicios les sean
que tenían demasiado. distribuidos son consideradas como poseedoras de ciertas
John Locke (1979) señaló un criterio para saber cuándo unidades de utilidad, y la distribución contribuiría a que las
podemos disponer legítimamente de nuestras propiedades. El personas la incrementen. Pero si, de acuerdo con una idea
filósofo escocés David Hume (1981) introdujo la pertinencia más kantiana, concebimos a las personas no sólo como me-
de plantear la existencia de bienes escasos cuando discutimos dios, sino también como fines, quizá propongamos políticas
sobre la distribución. Marx propuso un criterio de distribución que tomen en cuenta una amplia gama de condiciones eco-
y, aun cuando pensó que bajo otras condiciones de propie- nómicas y sociales que proporcionen alternativas para que
dad de los medios de producción se generaría un estado de los beneficiarios de éstas lleven a cabo, en la medida de lo
abundancia, creyó que cada quién podría recibir según sus posible, sus planes de vida. También es necesario distinguir
necesidades y dar según sus capacidades. En el siglo xix, los entre las teorías de la distribución que toman a los recep-
liberales pensaron que eran las sociedades y no el Estado tores como posibles productores y aquéllas que consideran
las que debían ocuparse de la distribución de ciertos bienes que para producir hay que tener ciertas necesidades básicas
a las personas menos favorecidas. satisfechas y que, por lo tanto, una política de distribución
Si bien la justicia distributiva nunca dejó de preocupar a justa debe de ser asistencial.
los filósofos, fue a partir de la publicación, en 1971, del li- Otro tema que se discute cuando hablamos de los sujetos
bro de John Rawls, Teoría de la justicia (1995), que el tema de la distribución se refiere a aquéllos que tienen la responsa-
ocupó prácticamente la mayor parte de las discusiones en la bilidad de otorgar los bienes, servicios y recursos. Al respecto,
ética, la filosofía política y la filosofía de la economía. Rawls existen principalmente tres posiciones. La primera consiste
propuso dos principios de justicia que debían regir en una en afirmar que el Estado tiene una responsabilidad con los
sociedad bien ordenada, es decir, en una democracia liberal. ciudadanos y, si consideramos seriamente los derechos eco-
Estos principios se refieren a la libertad que deben poseer nómicos y sociales, tiene la obligación de evitar que existan
todas las personas, a la igualdad formulada por el acceso grandes desigualdades. La desigualdad puede ser combatida
igualitario, a una equitativa igualdad de oportunidad y a un si se establece un mecanismo de impuestos justo que permita
incremento en la situación de las personas menos favorecidas que el Estado recupere suficientes recursos que se empleen
de la sociedad. Las cuestiones relacionadas con la distribución en la redistribución de los bienes y servicios para otorgárse-
justa son, principalmente, cómo adquirimos los bienes y los los a los ciudadanos menos aventajados de la sociedad. Esta
servicios que necesitamos o deseamos, cómo los transferi- posición conlleva una visión del Estado como respetuoso de
mos y cómo rectificamos injusticias pasadas, es decir, cómo la ciudadanía y preocupado por ella.
podemos compensar ciertas diferencias originadas por las La segunda posición considera que el Estado no tiene
desigualdades socioeconómicas, por problemas genéticos, por qué llevar a cabo acciones de redistribución, puesto que
de raza, de sexo, de etnia o por algún tipo de accidente. Pero su único compromiso debe ser la seguridad de los ciudada-
quizás el aspecto más importante de la justicia distributiva nos. Lo anterior se logra favoreciendo ciertas instituciones,
sea la discusión de la pregunta formulada por el economista como la policía y el ejército, así como aquéllas encargadas
hindú Amartya Sen (1994): ¿igualdad de qué? Las respuestas de impartir justicia, como los juzgados, los tribunales y las
a este cuestionamiento han marcado las diferencias entre las cárceles. Asimismo, tiene la obligación de asegurar que se
distintas teorías: según Amartya Sen, lo que debemos igualar cumplan los contratos. Quienes defienden esta posición

Justicia distributiva 373 j


piensan que un Estado comprometido a llevar a cabo políti- libremente y usan sus habilidades para hacerlo. Además, el
cas redistributivas impone cargas fiscales injustas a quienes mercado cumple con creces el criterio de eficiencia men-
hayan obtenido legalmente sus bienes. Con una adecuada cionado anteriormente, ya que establece una relación entre
oferta de posibilidades fiscales, las personas en una situa- productores y consumidores sin ninguna interferencia. Sin
ción económica privilegiada podrían abrir instituciones que embargo, cuando hablamos de justicia distributiva, es im-
distribuyan ciertos bienes y servicios, pero esto es un asunto portante recordar que el mercado no sólo depende de la
que corresponde a los particulares y no al Estado. distribución real de los recursos económicos, sino también
Un tercer punto de vista —probablemente el más genera- de los costos que implica. Esto significa que a ciertos bienes
lizado en los países democráticos— consiste en una mezcla de y a ciertos males no es posible asignarles un costo, porque no
las posturas anteriormente mencionadas. Quienes defienden se puede cuantificar su grado de deseo o de rechazo respecti-
esta posición piensan que el Estado, principalmente, tiene la vo. Por otro lado, nuestras valoraciones morales rechazan la
obligación de establecer políticas redistributivas, pero no ven idea de los costos. No es posible transformar el valor de una
con malos ojos que los particulares, mediante organizacio- vida plena y de las actividades que son indispensables para
nes no gubernamentales o empresas particulares, conjuguen observarlas como una simple cuestión de dinero. Además,
esfuerzos para mejorar la situación de los ciudadanos. Estas algunas personas tienen necesidades especiales porque sufren
acciones se relacionan con la filantropía y la caridad como de alguna discapacidad y esto les impide tener empleos más
medios de distribución de bienes y servicios, pero admiten lucrativos; otras personas nacen en un medio socioeconómi-
que, a fin de cuentas, la responsabilidad es del Estado. co desfavorable y esto hace que empiecen las transacciones
El segundo tema de la justicia distributiva es el de los obje- comerciales con grandes déficits. Respecto del mérito, pue-
tos y servicios que se distribuyen. Algunas veces, los recursos de definirse, a grandes rasgos, como el bien o servicio que
escasos serán bienes como el dinero; otras veces se tratará de se le proporciona a una persona por haber llevado a cabo
bienes como la educación, el cuidado de la salud, la vivienda, una serie de acciones, en el pasado, que la colocan como
y de servicios como el agua y la electricidad. En varias ocasio- receptora indicada para recibirlo o para ser liberada de una
nes, cuando estudiamos los temas de la justicia distributiva, se carga. Este criterio parece requerir un vínculo especialmente
menciona que el problema con los objetos de la distribución estrecho entre los bienes particulares y las personas particu-
es que implican gastos severos para los Estados. Sin embar- lares, mientras que la justicia sólo en ocasiones requiere un
go, con frecuencia sucede que el dinero se distribuye de una vínculo de este tipo.
manera poco ordenada e ineficiente y la ciudadanía no cuenta Tres dificultades surgen cuando hablamos del mérito. La
con los mecanismos adecuados para supervisar la distribución primera se refiere a la discusión entre dos criterios de justi-
de los recursos económicos. En la actualidad, existe una am- cia: el que afirma que un criterio de justicia debe incorporar
plia bibliografía sobre la forma más justa de distribuir un bien la rectificación de las injusticias cometidas con el paso del
o servicio específico como la salud y la educación. tiempo y el que afirma que la justicia distributiva sólo se
El tercer tema de la justicia distributiva es el de los cri- aplica al presente. La segunda tiene que ver con la persona
terios de la distribución. Dado que las teorías de la justicia, o personas que deciden quién merece qué. Esto nos puede
como lo advirtió Hume (1981), se mueven en un trasfondo llevar a una petición de principio porque siempre surge la
de escasez, es de suma importancia que los criterios sean ob- duda acerca de la forma en que se distribuyó la capacidad de
jetivos, públicos, transparentes y eficientes. La objetividad se decidir quién es la persona con los méritos suficientes para
refiere a que las características de los sujetos a los que se les juzgar quién tiene méritos. La tercera se refiere a la posibi-
distribuyen los bienes y los servicios deben ser conocidos. lidad de confundir la causa con el efecto. Por ejemplo, en el
Dichas características no deben depender de la apreciación caso del alcoholismo, se tenía la creencia de que éste era la
de las personas sobre sí mismas, sino de la situación en que causa de la pobreza, cuando muchas veces es un efecto de ella.
se encuentran. Ejemplos de estos elementos objetivos son las Dicho principio ha desempeñado un papel importante en los
condiciones de las viviendas, el número de hijos o el nivel de estudios sobre la justicia distributiva, ya que se discute si la
educación de los padres. La publicidad —que en este caso situación en que se encuentran ciertas personas, y por la cual
se opone a la discrecionalidad— se relaciona con el acceso deben ser compensadas, depende de acciones voluntarias o de
a la información sobre las medidas que se toman para asig- aquéllas ajenas a su voluntad. El tema se presenta de manera
nar los recursos. También se relaciona con la posibilidad dramática cuando hablamos de la distribución de la salud o
de consultar, por parte de aquéllos que participan en los de la educación. Con frecuencia, el mérito se relaciona con
procesos de distribución, los datos sobre los sujetos de ésta. las decisiones y las acciones que resultan de éstas.
Después de analizar las características que deben tener los Por último, otro criterio de distribución que parece ade-
mecanismos de distribución, se examinarán tres de ellos: cuado cuando hablamos de justicia es el de las necesidades
el mercado, el mérito y las necesidades básicas. básicas no satisfechas. Éstas han sido estudiadas buscando
Existen pensadores que opinan que el mercado consti- una definición en la que aparece la noción de daño, lo que
tuye una distribución justa porque depende de las acciones significa que cuando se carece de algún bien o servicio, se pro-
voluntarias de los individuos que adquieren bienes y servicios duce un daño en las personas, el cual puede tener resultados

j 374 Justicia distributiva


catastróficos. Por ejemplo, si alguien padece de desnutrición, alguna pauta de distribución como el mérito o las necesi-
su cuerpo y su mente sufrirán un daño que en la mayoría de dades básicas, estamos violando la libertad de las personas
los casos es irreparable. Otros autores prefieren elaborar una al quitarles a algunas de ellas los recursos que han obtenido
lista de aquellos elementos considerados esenciales que las por el fruto de su trabajo con objeto de dárselos a aquéllos
personas pueden desarrollar como tales. La dificultad con que, según ciertos criterios, los merecen o los necesitan más.
las necesidades, según algunos teóricos, es que las personas, Como parte de esta línea de investigación, se encuentra
dada su heterogeneidad, transforman los bienes de diferen- el papel que desempeña el Estado en materia de justicia
tes formas con el fin de alcanzar las necesidades básicas no distributiva. Algunos autores sostienen que el Estado debe
satisfechas. Sin embargo, el criterio de las necesidades básicas abstenerse de implantar políticas sociales de distribución de
no satisfechas ha sido un elemento importante para las teorías bienes y servicios para limitarse a las funciones de seguri-
de la justicia distributiva cuando se enfrentan a situaciones de dad. Estos autores defienden una idea de Estado mínimo.
personas en estado de pobreza extrema. Por el contrario, hay pensadores que afirman que el Estado
debe cumplir una función distributiva justa, es decir, debe
Líneas de investigación y debate implementar políticas que contribuyan a que los ciudadanos
contemporáneo adquieran ciertos bienes y servicios básicos, ya que muchos
de ellos se encuentran establecidos en las constituciones, así
El tema de la justicia distributiva es inagotable pues son va- como en los tratados internacionales. Estos pensadores sos-
rias las líneas de investigación que pueden derivarse de su tienen la idea de un Estado social o de bienestar. En el seno
estudio. Un tema del que han surgido polémicas interesantes del liberalismo igualitario, existen varias líneas de investi-
es el de los sujetos de la distribución, que se encuentra en gación que se refieren a aquello que debemos igualar. Los
las discusiones sostenidas entre los pensadores liberales, con filósofos que defienden esta línea de pensamiento afirman
propuestas igualitarias, y los pensadores llamados comunita- que la libertad es un ideal por seguir, pero que no debe opo-
ristas. Esta polémica ha girado en torno a la diferencia que nerse a la igualdad. Ellos piensan que el concepto de libertad
existe entre adoptar como unidad de distribución, por una que está de acuerdo con la igualdad es el que nos permite ser
parte, a los individuos y, por la otra, a los grupos sociales, to- y hacer, es decir, que no sólo constituye una restricción de lo
mando en cuenta su historia y sus particularidades culturales. que los demás no pueden hacernos, sino también lo que no-
Los pensadores comunitaristas han sostenido que las po- sotros podemos hacer. La discusión sobre la igualdad radica
líticas distributivas basadas en el individuo han fracasado al en el elemento que se tiene que igualar. Ejemplos de ello lo
no tomar en cuenta que los hombres no nacen como átomos constituyen el principio de la equitativa igualdad de opor-
aislados, sino que se encuentran arraigados en ciertas cultu- tunidades, las capacidades y los funcionamientos, los bienes
ras, forman parte de grupos sociales y adquieren su identidad primarios, los recursos o los derechos económicos y sociales.
a través de ellos. Asimismo, piensan que las comunidades Otra discusión actual se compone por los conceptos de
poseen formas diferentes de procesar los objetos de la dis- justicia distributiva local y global. En relación con este tema,
tribución. También piensan que cada comunidad cuenta con podemos distinguir dos acepciones distintas de lo local y
formas diferentes de producir, redistribuir y consumir sus de lo global. Para ciertos autores, las políticas globales son
bienes y sus servicios. aquéllas que se diseñan centralmente, es decir, son federales.
Por su parte, quienes apoyan las teorías de la justicia ba- Estas políticas tienen por objeto compensar a las personas
sadas en los individuos piensan que las comunidades no son cuando han sido agraviadas por acontecimientos que, según
homogéneas y, por lo tanto, es imposible satisfacer los criterios características morales establecidas de manera arbitraria,
de distribución sin tomar primero en cuenta a los individuos son considerados “de mala suerte”. Lo que generalmente se
que las componen. Piensan también que no sólo pertenece- transfiere para realizar la compensación es dinero. Podemos
mos a una comunidad, sino a varias. Por ejemplo, podemos añadir, además, que las teorías globales recurren a principios
encontrar comunidades que comparten su historia, sus raíces, universales y generales para regular cualquier distribución.
pero no la religión. Con esto basta para que se pierda la iden- Por el contrario, las políticas locales son diseñadas por
tidad de grupo. instituciones relativamente autónomas que, aun cuando
Otra línea de investigación fecunda se encuentra en los puedan derivarse de leyes centrales, son instituciones capa-
puntos de vista de los pensadores llamados liberales igualita- ces de incrementar sus propios esquemas de distribución. La
rios y los libertarios. Mientras que los primeros afirman que distribución, en este caso, es de bienes y no de compensa-
los ideales de la libertad y la igualdad no son incompatibles ciones económicas. A diferencia de las teorías globales, los
y que una teoría de la justicia debe incorporarlos, los segun- autores que tratan estos temas piensan que las características
dos opinan que una defensa seria de las libertades excluye de los bienes y de las sociedades son las que determinan los
cualquier preocupación por la igualdad. Según los pensadores mecanismos de asignación. Un ejemplo de justicia global es
libertarios, el único criterio de distribución digno de tomarse la implementación de programas de combate a la pobreza
en cuenta es el de cada quien como elija y a cada quien como es diseñados centralmente desde la federación. Un ejemplo de
elegido. Cuando sustituimos el elemento de la elección por

Justicia distributiva 375 j


justicia local se encuentra en los criterios de las unidades Sen (comps.), La calidad de vida, México: Fondo de Cultura
hospitalarias para distribuir órganos, como riñones o córneas. Económica, pp. 27-53.
En los años recientes, ha habido una corriente de pen- Dworkin, Ronald (2003), Virtud soberana, Madrid: Paidós.
samiento en que lo local y lo global tienen otro significado. Elster, John (1998), Justicia Local, Barcelona: Gedisa.
Gargarella, Roberto (1999), Las teorías de la justicia después de
Quizás ésta sea la discusión que más ha impactado a las Rawls, Barcelona: Paidós.
teorías de la justicia distributiva. Desde esta concepción, Hume, David (1981), Tratado de la naturaleza humana, vol. 2, Ma-
las teorías locales se refieren a los mecanismos de dis- drid: Editora Nacional.
tribución justa aplicada a las naciones, mientras que las Kant, Immanuel (1973), Cimentación para la metafísica de las cos-
globales son cosmopolitas se aplican a todos los países. La tumbres, Madrid: Aguilar.
idea de una justicia global internacional ha surgido por el Locke, John (1979), Ensayo sobre el gobierno civil, Madrid: Aguilar.
papel que desempeñan los organismos internacionales en Nozick, Robert (1988), Anarquía, Estado y utopía, México: Fondo
la distribución de los bienes y servicios. La idea de justicia de Cultura Económica.
distributiva local presupone un mundo limitado, una comu- Nussbaum, Martha C. (2007), Las fronteras de la justicia, Barce-
lona: Paidós.
nidad o un grupo de individuos dentro de la que se lleva a Rawls, John (1995), La teoría de la justicia, México: Fondo de Cul-
cabo la distribución, un grupo de personas comprometidas tura Económica.
con la división, el intercambio y la distribución entre ellos _____ (1996), El liberalismo político, Barcelona: Crítica.
mismos. Las unidades de distribución son los ciudadanos _____ (2000), La justicia como equidad. Una reformulación, Barce-
que pertenecen a un Estado-nación. Por su parte, la justicia lona: Paidós.
distributiva global se compone de tres elementos. El prime- Sen, Amartya (1994), “¿Igualdad de qué?”, en John Rawls, Amartya
ro es el individualismo —las unidades de consideración son Sen et al., Libertad, igualdad y derecho, Barcelona: Planeta,
los seres humanos y las personas, más que las familias, tribus, pp. 135-156.
grupos étnicos, comunidades culturales y religiosas, naciones _____ (1995), “Capacidad y Bienestar”, en Amartya Sen y Marta
C. Nussbaum (eds.), La calidad de vida, México: Fondo de
o los Estados—. El segundo lo constituye la universalidad Cultura Económica, pp. 154-194.
—ello significa que la preocupación se debe extender a todo _____ (2010), La idea de la justicia, Madrid: Taurus.
ser humano viviente de una manera igualitaria, no sólo a un Pogge, Thomas (2005), La pobreza en el mundo y los derechos huma-
subgrupo, como: hombres, aristócratas, blancos o musulma- nos, Barcelona: Paidós.
nes—. Por último, el tercero se refiere a la generalidad —esta _____ (2009), Hacer justicia a la humanidad, México: Instituto de
categoría posee una fuerza global—. Todas las personas me- Investigaciones Filosófica-Universidad Nacional Autónoma
recen consideración a la hora de llevar a cabo una distribución de México, Fondo de Cultura Económica, Comisión Nacio-
justa, no sólo los compatriotas, los seguidores religiosos, o nal de los Derechos Humanos.
los miembros de ciertas comunidades. Las unidades de dis- Walzer, Michael (1995), Esferas de la justicia, México: Fondo de
Cultura Económica.
tribución son los individuos que forman parte del mundo.
En los últimos tiempos, la posibilidad de establecer líneas
de investigación sobre la justicia distributiva global ha gene-
rado una fructífera discusión. Un método de investigación
sobre la justicia distributiva que goza de gran actualidad es el
que se concentra en ciertos bienes y servicios específicos. En MEMORIA 1
la literatura contemporánea, abundan las investigaciones, por
ejemplo, sobre la distribución justa de la salud. Debido a que Gilda Waldman Mitnick
la justicia distributiva trabaja con la manera más equitativa
de distribuir bienes que son escasos, su campo de aplicación
es uno de los más ricos dentro de la ética, la filosofía política Definición
y la filosofía de la economía. Asimismo, se aplica en la im-
plementación de lo que suele denominarse políticas públicas. El término memoria, que designa una amplia diversidad de
experiencias, discursos y perspectivas analíticas, constituye un
Bibliografía concepto complejo cuyas problemáticas han sido temas de in-
terés primordial para diferentes disciplinas: la neurobiología,
Aristóteles (1998), Ética Nicomáquea, libro V, Madrid: Gredos. la psicología, el psicoanálisis, la psiquiatría, la antropología
Barry, Brian (2001), Teorías de la justicia, Barcelona: Gedisa. cultural, la filosofía y, ciertamente, la historia y las ciencias
Brock, Dan (1996), “Medidas de la calidad de vida en el cuidado sociales. De esta manera se ha convertido, a lo largo de las
de la salud y la ética médica”, en Amartya Sen y Marta C. últimas décadas, en tema central de una renovada reflexión,
Nussbaum (comps.), La calidad de vida, México: Fondo de en particular, en la última área, pues los problemas relativos
Cultura Económica, pp.135-178
Cohen, G. A. (1996), “¿Igualdad de qué? Sobre el bienestar, los bie-
nes y las capacidades”, en Marta C. Nussbaum y Amartya
1 Parte de este artículo retoma el trabajo realizado por la autora
en Waldman, 2006; 2012.

m 376 Memoria
Mm
a la memoria se entretejen con los conflictos sociales, po- situaciones dolorosas o traumáticas tanto a nivel individual
líticos, ideológicos y culturales presentes en cada época y como social (Pollak, 2006). También pueden existir olvidos
son, además, insoslayables de las interrogantes planteadas institucionales, decretados como estrategias políticas a fin
por el presente. de realizar determinadas lecturas interpretativas del pasado.
El vocablo es polisémico, al hablar de memoria se puede Desde un punto de vista individual, la memoria entreteje
aludir tanto a una dimensión estrictamente privada, indivi- recuerdos y olvidos desde la subjetividad personal, soste-
dual y subjetiva de vinculación con el pasado, como a una niendo y configurando la identidad. Cualitativa y singular,
dimensión social, en el sentido de que también los grupos la memoria individual encarna en un sujeto que recuerda; se
y sociedades seleccionan, fijan y rememoran diversas di- sustenta “en experiencias, marcas y signos tanto simbólicos
mensiones y aspectos de su pasado colectivo. En un sentido como materiales” ( Jelin, 2002a: 2) y se modifica en el trans-
individual —más allá de las consideraciones neurobiológicas curso del tiempo. En este sentido, dado que el pasado no se
que asumen a la memoria como un proceso neurocogniti- puede reconstruir fielmente, la memoria “relatada” no es la
vo que le permite al ser humano conservar información y lo realmente vivida, y puesto que ningún relato puede recons-
capacita para adquirir, conservar y utilizar una diversidad de truir de manera total los episodios vivenciales exactamente
conocimiento y habilidades—, el término apunta, en prime- como fueron experimentados, la memoria siempre constituirá
ra instancia, a la capacidad para retener y recordar hechos y una interpretación parcial y fragmentada, construida en la
experiencias del pasado y revivir experiencias anteriores, sin narración misma. En este sentido, hay una distancia entre lo
tomar en cuenta el entorno histórico o social en que ésta se vivido, lo que se recuerda, y lo que se puede verbalizar. No
desenvuelve. obstante, tal como lo recalcan las aportaciones de la sociolo-
El psicoanálisis, a su vez, centra su “atención en el papel gía, la etnografía y la antropología, la memoria individual se
del inconsciente [para] la explicación de olvidos, vacíos y encuentra inserta en una red de relaciones sociales.
repeticiones que el yo consciente no puede controlar” ( Jelin, La memoria se construye y desenvuelve en procesos
2002a). Pero la memoria puede aludir también a procesos de colectivos y culturales en los que el individuo se encuentra
construcción simbólica y de sentido sobre el pasado (Franco inmerso, sujetos a cambios en tiempo y espacio. Si bien las
y Levín, 2007: 40), reinterpretándolo de manera permanente representaciones, prácticas culturales, relatos y discursos
con nuevas significaciones, hipótesis y conjeturas (Richard, construidos colectivamente inciden en las memorias indivi-
1998). Así, la memoria no sería, en sentido estricto, un re- duales, los significados asociados con ella serán construidos
flejo exacto o total de los acontecimientos vividos sino, en personalmente a partir de situaciones biográficas específicas.
primera instancia, una representación interpretativa de los Las memorias individuales y subjetivas se pueden organizar,
mismos —selectiva, discontinua, arbitraria y fragmentaria— a su vez, en grandes matrices mediadas por la identidad de
cuyos códigos se expresarían de manera narrativa (Waldman, los grupos a que se pertenece. Por ejemplo, se puede hablar
2012: 159). Es decir, ella constituiría un acto narrativo que un de la memoria genealógica, que reconstituye linajes en una
individuo o un grupo construye acerca de su pasado, puesto dimensión temporal de largo aliento (Cuesta, 1998); la me-
que las acciones humanas tienen una estructura narrativa. Si moria familiar, que abarca lo vivido por una familia, (Cuesta,
la memoria es un relato discursivo, entonces el énfasis en su 1998); la memoria política (Concheiro, 2007); la étnico-cultural
aproximación no reside en la selección fáctica de los hechos (Yerushalmi, 1982); la militante (Anguita y Caparrós, 1997);
vividos, sino en la interpretación de los mismos y, en conse- la generacional, (Passerini, 1996), amén de una cultura popular,
cuencia, en el carácter ficcional de dicha narrativa sobre el expresada, por ejemplo, a través de la prensa y otros medios
pasado, así como en sus grietas e intersticios. de comunicación (Cuesta, 1998).
La memoria no puede reproducir el pasado tal cual Asimismo, las memorias individuales se pueden organizar
fue, aunque, en tanto representación, realizada de manera en memorias emblemáticas (Stern, 2000: 13); es decir, marcos
narrativa puede entretejer recuerdos —conservándolos, trans- que permitan organizar las memorias personales en torno de
mitiéndolos, embelleciéndolos o sublimándolos— y olvidos. los sentidos compartidos generacionalmente, otorgando sig-
“Memoria y olvido se desarrollan en un frágil equilibrio de nificados interpretativos a la memoria personal. Pero también,
fuerzas ligado a los cambiantes sentidos e interpretaciones referida a la forma en la que las sociedades fijan y rememoran
del pasado que siempre, en última instancia, arrancan del pre- su pasado colectivo, puede hablarse de una memoria colecti-
sente” (Waldman, 2012: 158). La representación del pasado va. Término impreciso teóricamente que en el ámbito de las
supone, de este modo, rememorar u olvidar, pues memoria ciencias sociales se ha traducido en el uso, a veces indistinto,
y olvido constituyen dos caras de la misma moneda. En esta de conceptos tales como memoria colectiva, social, cultural,
línea, no es menor el tema del olvido al abordar el tema de la histórica, entre otros (Lavabre, 2006).
memoria y de hecho, éste ya ha comenzado a ser incorporado En todo caso, al aludir a memoria colectiva se hace refe-
en algunos análisis sobre la memoria como un objeto de his- rencia a representaciones grupales del pasado, tal y como son
toria (Yerushalmi, 1989). Ciertamente, no hay que confundir forjadas en el presente (Traverso, 2007). Ellas constituyen
olvido y silencio, pues éste último puede denotar lo indecible, el relato que un grupo o comunidad social construye sobre
lo oculto o la incapacidad de comunicar, como es el caso de acontecimientos socialmente relevantes y significativos de

Memoria 377 m
su pasado, y sirven para configurar una identidad colectiva y Pierre Nora (1984) al afirmar que la memoria es vehiculi-
una visión de mundo propia, transmitida a través de un pro- zada por grupos de gente viva y que está arraigada a gestos,
ceso de institucionalización: ritos, tradiciones, monumentos, imágenes y objetos, en tanto la historia pertenece a todos y
marcas materiales, inscripciones simbólicas, lugares de me- tiene vocación de universalidad. A esta posición se adhiere
moria, eventos de recordación, etcétera. Su mayor ámbito es también Yosef Yerushalmi (1982) quien, en su estudio sobre
el referente nacional y, aunque en su construcción intervie- la memoria judía, establece una clara diferenciación entre
nen instituciones presentes a nivel social como la iglesia, los historiografía y memoria colectiva.
medios de comunicación, los partidos políticos y otros, es Desde una óptica cercana a la anterior, se argumenta que
el Estado quien juega un papel relevante para crearla, con- la historia constituye una interpretación y reescritura del
figurarla, transmitirla (a través del sistema educativo, por pasado según las modalidades y reglas de un saber especí-
ejemplo), modificarla, etcétera, e incluso para configurar sus fico regido por los preceptos de verdad, objetividad y rigor,
silencios y olvidos institucionalizados (Lewis, 1979). que tendría como objetivo la exactitud de la representación,
En contraposición al análisis de Maurice Halbwachs mientras que la memoria —atravesada por el desorden, la
(2004), que le otorga a la memoria colectiva un efecto co- pasión, las emociones y los afectos— es falible, selectiva, ol-
hesivo subsumiendo en ella las memorias individuales, los vidadiza, caprichosa e interpretativa (Candau, 2002 [1996]).
análisis más recientes destacan que rara vez la memoria en Desde una segunda perspectiva, la memoria sería la esencia
una sociedad o en un grupo es única, monolítica u homo- de la historia. Esta postura es defendida por Enzo Traverso
génea ( Jelin, 2002a). En ese sentido, no existiría una sola al señalar que la memoria es una narración del pasado que
memoria, sino interpretaciones diversas, simultáneas y, en trata de responder a las preguntas suscitadas desde el pre-
ocasiones, contradictorias, en las que se juegan disputas y sente, analizando el testimonio de los actores del pasado e
conflictos en torno de cómo procesar y reinterpretar el pasado, integrando la historia oral entre otras fuentes, en el mismo
interpretaciones que no son ajenas a situaciones y conflictos nivel que los archivos y otros documentos y materiales o es-
específicos en momentos históricos concretos. critos (Traverso, 2007). Desde una tercera óptica, existiría una
Estas “batallas por la memoria” se han manifestado, entre proximidad entre historia y memoria, sin negar el estatuto
otros casos, en las polémicas sobre el régimen de Vichy en separado de ambas. Así, por ejemplo, Eric Hobsbawm (1998)
Francia (Rousso, 1991); el caso de la resistencia y las acti- afirma que cuando los historiadores estudian la historia del
tudes de la población ante la ocupación alemana en el caso presente, coinciden dos conceptos diferentes de la historia:
italiano (Portelli, 2003); en el impacto del pasado nazi en la el de los archivos y el de la memoria personal.
identidad nacional alemana actual (Herf, 1997), y, en el caso En todo caso, la imbricación entre ambas parece ser difí-
del cono sur latinoamericano, éstas han enfrentado a diversos cil de negar. La memoria puede reconstruir dimensiones del
sectores de la sociedad civil no sólo con los partidarios de la pasado a través de la incorporación de experiencias subjeti-
dictadura durante los regímenes militares, sino también con vas a las que una concepción estrictamente positivista de la
los gobiernos democráticos posteriores ( Jelin, 2002b; 2003; historia se rehusaría a acceder ( Jelin, 2002a). De igual modo,
2004; Jelin y Kaufman, 2006; Illanes, 2002). y en el marco del clima intelectual posmoderno, la historia
En este sentido, la reapertura de los debates sobre el pa- ha favorecido la preocupación por la memoria al poner en
sado en un gran número de países, así como la irrupción de el centro de su preocupación la experiencia vivida. En este
memorias diversas y hasta cierto momento marginadas del sentido, la memoria ha irrumpido en la historia constitu-
ámbito público, ha evidenciado que no existen “verdades his- yendo paulatinamente una fuente crucial de información
tóricas” monolíticas ni tampoco una memoria colectiva que para la historia; incluso sus falencias y subjetividades abren
aglutine los recuerdos de toda la sociedad, sino que más bien interrogantes que la investigación histórica debe considerar
coexisten memorias parciales o escindidas, e incluso antagó- (Portelli, 2003). A su vez, la historia utiliza cada vez más a
nicas, aunque en cierto momento alguna de ellas aspire a ser la memoria, desplazándose hacia la historia oral y la micro-
hegemónica ( Jelin, 2002a). En esta línea, pueden coexistir en historia, recuperando fuentes testimoniales y operaciones
una misma sociedad memorias fuertes mantenidas por institu- de la memoria vehiculadas a través de una narración e, in-
ciones oficiales, pero también memorias débiles —prohibidas cluso, realizando interesantes trabajos de historización de la
y reprimidas— (Traverso, 2007) y memorias subterráneas memoria en procesos específicos (Herf, 1997; Winn, 2007).
(Pollak, 2002) que transmiten recuerdos disidentes a los de
la memoria oficial. Historia, teoría y crítica
Pero la memoria no es la única construcción de discurso
sobre el pasado; también lo es la historia. Ambas son repre- La historia del concepto ha recorrido una larga travesía,
sentaciones narrativas del pasado estrechamente imbricadas, desde que, ya en la Grecia clásica, Mnemosyné, divinidad
aunque la relación entre ellas pueda ser comprendida de de la memoria, se encargaba de registrar, conservar y trans-
manera diferencial. Así, por ejemplo, desde una primera pers- mitir genealogía, filiación, lazos de parentesco y matrimonio,
pectiva, historia y memoria serían ámbitos diferentes, por lo creencias y tradiciones. Sin embargo, junto a la remembranza
que existe una ruptura entre ellas. A esta posición se adhiere colectiva estaba también la evocación individual de quienes

m 378 Memoria
ejercían una disciplina de rememoración que los llevaba a y, ciertamente, por la aparición de los temas de derechos
recordar sus vidas anteriores. humanos, crímenes contra la humanidad y responsabilidad
El arte de la memoria perduró durante toda la Antigüe- colectiva como eje central en la agenda pública de numerosos
dad grecorromana, fortalecida por la aparición de la escritura países, en especial de Europa y América Latina.
y, más tarde, durante el Renacimiento, al tiempo que las En este sentido, la problemática sobre la memoria aparece
condiciones de ejercicio de la memoria experimentaron un en diversos ámbitos de la reflexión contemporánea sobre
cambio sustancial con la invención de la imprenta. Pero las lo social. Está presente, por ejemplo, en los estudios so-
tradiciones relacionadas con la memoria se debilitaron du- bre identidades colectivas y nuevos actores sociales, así como
rante la Modernidad, que privilegiaba el desprendimiento en la emergencia teórica del tema de la subjetividad social.
del pasado como signo de renovación indispensable para el La memoria no puede permanecer ajena a la reflexión sobre
progreso (Le Goff, 1991) hasta que hoy, como nunca antes, políticas y espacio público o a las preocupaciones en torno
la memoria ocupa un lugar central en el horizonte cultural de la enseñanza de la historia y la historización de pasados
contemporáneo. problemáticos; está presente en el estudio de las narrativas
Lo que incluso se podría denominar “una obsesión memo- sobre experiencias corporales y represión política, así como
rialista” (Huyssen, 2002) se manifiesta, por ejemplo, a través de en el debate acerca de las continuidades y rupturas entre di-
los esfuerzos por recuperar antiguas (y olvidadas) tradiciones, el ferentes regímenes políticos y cuando se examina la impronta
regreso a modas, música o series televisivas pasadas, la prolife- del pasado sobre el presente, en particular en el caso de los
ración de exposiciones históricas y fotográficas sobre tiempos crímenes de guerra y procesos traumáticos en recientes ex-
idos, la expansión de la escritura de memorias, biografías y periencias históricas. Por supuesto, el tema de la memoria es
autobiografías, el resurgimiento de la novela histórica, la referencia obligada en toda reflexión en torno de las interac-
multiplicación de fechas conmemorativas y placas recorda- ciones entre memoria y justicia.
torias, el entusiasmo por las genealogías, la preocupación por De igual modo —y más allá del interés de larga data que
restaurar el patrimonio urbano, etcétera. la memoria ha despertado en la filosofía, el psicoanálisis y la
¿Por qué nuestro presente tiende a responder tan favora- antropología—, la memoria ha sido una inquietud impor-
blemente a los temas y problemas generados por la memoria? tante para la historia, particularmente a partir de las primeras
Podrían esbozarse varias razones explicativas. Por una parte, décadas del siglo xx, aunque no fue sino en la década de
un entorno de profundos y acelerados cambios experimenta- los ochenta cuando se produjo una notable expansión del
dos en un periodo muy corto de tiempo remite a la necesidad tema entre numerosos historiadores, en especial en Europa
de mirar hacia el pasado y de buscar anclajes para reflexionar y Estados Unidos, en el marco de un nuevo quehacer his-
sobre el significado histórico de estos cambios. Por otra parte, toriográfico que intentaba trazar los nexos entre historia y
fenómenos como la globalización o la flexibilización de los memoria, incorporando a esta última como elemento útil y
hilos homogeneizadores de la sociedad llevan a reflexionar necesario para el análisis. Si el tema de la memoria comenzó a
sobre orígenes, tradiciones y trayectorias socio-culturales del desarrollarse en el ámbito de las ciencias sociales desde 1925
pasado, a fin de comprender las mutaciones que ocurren en con la publicación pionera del libro de Maurice Halbwachs,
los sustratos de los diversos ámbitos de la identidad (grupal, Les cadres sociaux de la memoire, no fue sino en la década de
étnica, cultural, nacional, etcétera). los ochenta cuando el tema alcanzó carta de ciudadanía entre
De igual modo, el tema de la memoria se vuelve im- numerosos historiadores, en el marco de un nuevo quehacer
portante cuando se fractura la idea del Estado-nación y se historiográfico que reactivaba el debate en torno de las reglas
debilita la comunidad histórica nacional. El resurgimiento de construcción del discurso histórico (estatuto de verdad,
de la problemática de la memoria se vincula asimismo con objetividad, neutralidad academicista, etcétera) y que regis-
los procesos de democratización y lucha por los derechos traba, al mismo tiempo, la inclusión de diversos relatos de
humanos —en especial allí donde la sociedad está marcada memoria (historias de vida, testimonio, entre otros) como
por profundas huellas de violencia estatal— expandiendo y fuente del análisis histórico.
fortaleciendo las esferas públicas de la sociedad civil. La me- En el ámbito de la disciplina misma, las corrientes his-
moria se convierte así en un factor esencial en todo proceso toriográficas que ponían el acento en la historia económica
de construcción de un proyecto de nación. social comenzaron a ser cuestionadas y surgieron nuevas co-
Los discursos de la memoria se han intensificado por la rrientes o propuestas, como la historia de las mentalidades,
expansión del debate sobre el Holocausto y las resonancias de historia política, historia cultural, etcétera. De igual modo,
éste en las políticas genocidas de Ruanda y Bosnia, así como con el impacto de las corrientes posmodernas interesadas en
por el proceso de unificación europea, que obligaba a países el lenguaje y el discurso, el tema de la memoria adquirió un
como Alemania y Francia a repensar su propia participación nuevo giro. El “giro lingüístico” —en el que se agrupan una
en el Holocausto; también por el colapso de la Unión So- serie de corrientes intelectuales en la que confluyen el estruc-
viética, que posibilitaba la aparición de múltiples recuerdos turalismo francés y el pragmatismo anglosajón— permitió
de la Rusia presoviética; por el surgimiento de los proyectos romper con la interpretación según la cual la historia era un
identitarios de las minorías en Europa Central y Oriental reflejo de los acontecimientos pasados. El “giro lingüístico”

Memoria 379 m
puso énfasis en la dimensión textual del saber histórico (Mu- ha volcado en la recuperación del registro personalizado del
drovcic, 2005a) reconociendo que la escritura de la historia ser humano en toda su subjetividad, repensando la impor-
es la práctica de un discurso narrativo. En esta línea, y en el tancia de los sujetos como actores sociales, y privilegiando
marco de las nuevas corrientes historiográficas —que evitan sus prácticas y experiencias (Arfuch, 2002). En este senti-
paradigmas totalizadores, plantean el carácter ficcional de la do, recuperar la palabra viva de los protagonistas, así como
narrativa sobre el pasado, reflexionan de nueva cuenta sobre las voces marginadas, excluidas y silenciadas que relatan su
la importancia de los sujetos como actores sociales privile- propia vida, privilegiando metodologías cualitativas como el
giando sus experiencias y otorgan legitimidad al espacio de método biográfico, los relatos de vida, las autobiografías, la
lo subjetivo—, la memoria —concebida también como un historia oral y los testimonios, entre otros.
acto narrativo— ha pasado a ocupar un lugar privilegiado.
El “giro subjetivo” (Sarlo, 2005) ha propiciado la re- Líneas de investigación y debate
construcción del espesor y la textura de la vida a partir de la contemporáneo
rememoración de la persona a través del relato en primera
persona. El “giro subjetivo” coloca así, en primer plano, la Desde diferentes registros disciplinarios y con un bagaje
noción de experiencia vivida, permitiéndole a la memoria teórico en expansión, los debates en torno de la proble-
incorporar las experiencias al estudio historiográfico. La mática de la memoria cubren una vasta gama de aspectos.
historia oral ya no sólo busca conocer exactamente lo que Algunos de ellos son:
pasó a partir de las fuentes, sino comprender el significado
subjetivo que los actores se otorgan a sí mismos y a su tiem- Memoria y procesos de democratización en América Latina
po histórico a través de la memoria como acto narrativo y El interés en torno de la problemática de la memoria se ha
de mediación simbólica. Asimismo, los temas de la memo- incorporado a la ciencia política en los debates en torno de
ria también han pasado a ocupar un espacio importante en su papel e importancia en los procesos de transición demo-
lo que se ha denominado la “historia del tiempo presente”, crática posdictatorial en América Latina. Si bien desde el
es decir, aquella historiografía que se ocupa de fenómenos o final de la década de los ochenta, prevaleció el optimismo en
procesos sociales en los que al menos una de las tres genera- torno de la consolidación democrática. El tema de la falibili-
ciones que comparten un mismo presente histórico recuerda dad de los acuerdos institucionales para garantizar los procesos
(Mudrovcic, 2005a), y en la que el historiador ya no es un ob- de redemocratización fue incorporado a la agenda acadé-
servador ajeno y escéptico de los acontecimientos estudiados, mica después del arresto de Augusto Pinochet en Londres.
sino que se avoca a estudiar el pasado reciente —abierto e Laurence Whitehead (2000) señala que, en el caso chileno,
inconcluso— que se puede nutrir de experiencias y recuerdos los actores claves de la democratización habían acordado un
personales, ligados generalmente a momentos históricos de conjunto de reglas para la transición en un país en el que
traumas, rupturas, guerras, etcétera, tanto individuales como se suponía que la política estaba sólidamente instituciona-
colectivas (Franco y Levín, 2007). Así, la historia “del tiem- lizada. Sin embargo, la “irrupción de la memoria” (Wilde,
po presente” analiza el testimonio de los actores del pasado 1999) posterior a la detención de Pinochet evidenció que el
e integra la historia oral, entre otras fuentes, al mismo nivel proceso democrático no se correspondía con los supuestos
que los archivos y otros documentos y materiales o escritos. de la “democracia de los acuerdos”, y trajo a la palestra de la
Por otra parte, el interés por la memoria también ha sido discusión consideraciones acerca de la necesaria ampliación
particularmente notable en la sociología, disciplina en la de los supuestos teóricos referidos a los procesos de la de-
que se ha desarrollado una “sociología de la memoria” que mocratización (Whitehead, 2000).
ha incursionado, entre otros temas, en el estudio de cómo se Lo anterior se ligaba a nuevas problemáticas: ¿cómo
manifiesta la memoria en diferentes grupos sociales —geo- construir una cultura democrática?, ¿debe ser a través de si-
gráficos, políticos, familiares, populares, obreros, urbanos, lencio-olvido o palabra-memoria? (Richard, 1998), ¿cómo
etcétera— (Cuesta, 1998); en últimas fechas, en el marco de garantizar que los procesos de redemocratización sean efec-
recuperación de la textura de la subjetividad (Sarlo, 2005) y, tivamente un sistema de derecho, justicia y legalidad sin los
de manera muy importante, en temas relativos a la construc- cuales su legitimidad se desvanece? (Sosnowski, 1997; Mo-
ción de identidad, sujetos colectivos, etcétera. raña, 1997), ¿cómo imponer el imperio de la memoria como
En el marco del quiebre de las construcciones teóricas herramienta de construcción de sociedades democráticas?,
centradas en la idea de “estructuras” (sociales, culturales, ¿cómo incorporar a la memoria como espacio ético para la
económicas, impuestas a los individuos en términos de so- construcción de ciudadanía? (Sosnowski, 1997).
cialización, coerción o consenso) y de los grandes sujetos Por otra parte, y asumiendo que toda cartografía del futu-
colectivos (Estado, partidos, pueblo, clase), así como en ro requiere una mirada al pasado, nuevos temas se incorporan
contraposición a una sociología concebida a imagen y se- a las agendas de investigación en los países latinoamericanos.
mejanza de las ciencias naturales, una vertiente importante ¿Qué proyecto de país se desea construir?, ¿cómo construir
de la sociología contemporánea (en particular en el ámbito un país para las generaciones futuras si no es desempolvan-
de la sociología de la cultura y de los estudios culturales) se

m 380 Memoria
do acertadamente el pasado, abriendo a examen crítico sus de propósitos morales, intelectuales y políticos, no puede
sombras, discontinuidades o ausencias? (Garretón, 2003). ser cuestionado. Al respecto, cabe destacar el aporte del
historiador Enzo Traverso, para quien la imbricación de la
La transmisión y construcción de la memoria entre las nuevas historia, de la memoria y de la justicia está en el centro de
generaciones después de situaciones traumáticas la vida colectiva (Traverso, 2008).
¿Qué sentido le otorgan al pasado las nuevas generaciones
cuando existe una ruptura del bagaje generacional?, ¿cómo Bibliografía
viven el pasado traumático las generaciones que no tuvieron
la experiencia directa?, ¿cómo trazar los puentes genealógicos Anguita, Eduardo y Martín Caparrós (1997), La voluntad. Una
cuando la filiación ha sido rota abruptamente? historia de la militancia revolucionaria en la Argentina. 1966-
Un concepto que podría permitir una aproximación para 1978, 3 volúmenes, Buenos Aires: Norma.
responder estas interrogantes sería el de posmemoria. Desa- Arfuch, Leonor (2002), El espacio biográfico. Dilemas de la sub-
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rrollado por Marianne Hirsch (1998), en relación a los hijos Económica.
de sobrevivientes del Holocausto, también puede ser útil Candau, Joel (2002), Antropología de la memoria [1996], Buenos
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en un tribunal aunque sea para aclarar, gracias a sus com- Herf, Jeffrey (1997), Divided Memory. The Nazi Past in the Two Ger-
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Rousso argumenta que la “judicialización de la historia” per- Susan Suleiman (ed.), Exile and Creativity, Durham: Duke
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n 382 Nacionalismo
Nn
de algunos elementos de ésta en un texto, una imagen o una expresa como una imagen, una acción o un discurso, con
serie de acciones públicas. Tales elementos no poseen igual- algunos referentes fundamentales: el territorio, la nación o
dad de importancia ni de contenido para cada nacionalismo. el pueblo; un problema central y una solución cuya justifica-
Mientras la fe o la raza son centrales para un pueblo no ción última no es sino la nación misma; un enemigo común,
necesariamente lo son para otro, para el que quizás es más casi siempre en el extranjero; un enemigo en la misma nación
importante la libertad o las instituciones civiles. El nacio- o un antipatriota; una idea del tiempo, en donde la historia y
nalismo, por tanto, es un discurso o una imagen que usa los un futuro promisorio se combinan implícita o explícitamente,
contenidos —como la materia prima de la acción nacionalis- y una defensa de la soberanía o independencia que debe ser
ta— que son significativos para una determinada nación. No aceptada por los miembros de la nación y especialmente por
se puede decir, sin embargo, que cada nacionalismo refleje con las otras naciones o Estados nacionales.5 Un texto o un mural
exactitud los elementos de la nación, sino que utiliza algunos nacionalista se caracteriza por esos referentes esenciales o por
de ellos de acuerdo a un interés que puede ser tan disímbolo la mayor parte de ellos; lo que cambia son los contenidos o
como celebrar un triunfo deportivo, justificar una decisión referentes específicos.
política o declarar la guerra.
Así, el nacionalismo implica, primero, una selección de Historia, teoría y crítica
esa diversidad de elementos sociales o históricos, materiales
o simbólicos, comunes a un grupo de personas o con los que Existe una amplia discusión sobre el origen y desarrollo del
éstas se identifican; segundo, avivar o aumentar el mérito o nacionalismo. Aunque una corriente académica numerosa ha
dignidad de esos elementos y de la nación misma. Hay que insistido en que se trata de un fenómeno asociado a las trans-
decir que una y otra acción casi siempre se presentan como formaciones revolucionarias del siglo xviii, especialmente en
procesos naturales o neutrales, “por el bien de la nación”. Francia, otra vertiente asume que la condición del naciona-
Sin embargo, no es imposible volver visible los intereses lismo no es el Estado sino la nación, por lo que el fenómeno
que se esconden en ello. Precisamente el estudio del na- nacionalista es mucho más antiguo. Al parecer, empero, existe
cionalismo implica revelar esos intereses y la función del un cierto consenso de que “las raíces” del fenómeno son de
nacionalismo en la sociedad, para lo cual se requiere de tiempos remotos. Los libros Génesis y Éxodo, por ejemplo,
una metodología capaz de desagregar el fenómeno y ex- ya utilizaban explícita y reiteradamente el término nación y
plicarlo en su contexto. muchas de las acciones atribuidas a la narración de los pro-
El nacionalismo puede ser llevado a cabo por cualquier fetas claramente son propias del nacionalismo. Hans Kohn,
miembro de la nación, aún con recursos limitados como la para quien el nacionalismo había surgido no más de medio
pintura, el discurso en la plaza pública o la lectura en voz alta siglo antes de la Revolución francesa de 1789, asumía, sin
frente a un grupo de personas tal como era costumbre antes embargo, que entre los griegos y el antiguo pueblo de Israel
de la aparición de la imprenta;4 sin embargo, el fenómeno habían existido características nacionales y nacionalistas.
adquiere relevancia exponencial y verdaderamente política Particularmente destacó entre los judíos la idea del pueblo
cuando la acción nacionalista alcanza a una amplia población escogido, el mesianismo nacional y la conciencia histórica
gracias a los medios masivos de comunicación. Los líderes nacional (1944: 36).
nacionales —y quienes pueden acceder a los medios— tienen Si observamos el concepto y su incorporación en el léxi-
un papel fundamental para el desarrollo del nacionalismo, de co institucional, es evidente que el término nacionalismo ha
sus contenidos y de su influencia en la vida social. estado condicionado al de nación, que es mucho más anti-
En realidad, el nacionalismo no hace referencia a la na- guo. El término nación se recoge en el Diccionario de Nebrija
ción ni a los elementos que unen a los miembros de la nación, (1495), mientras que el de nacionalismo no aparece por pri-
sino a una idea de nación que una parte de la población mera vez sino hasta mediados del xix en el Diccionario de la
busca imponer sobre el conjunto. El mestizo y el mestizaje lengua española (drae), lo cual parece expresar precisamente
o la idea del hombre nuevo de la primera mitad del siglo un contexto histórico en el que el nacionalismo adquirió
xx en México, por ejemplo, no era sino la imposición de un mayor importancia para el desarrollo del Estado y alcanzó a
conjunto de características sobre los pueblos indígenas que una amplia población gracias a la expansión de la imprenta
todavía conservaban sus idiomas e instituciones propias. Por y de los periódicos. Anderson (1993) ha destacado la impor-
tanto, el nacionalismo es fundamental para la dominación y tancia de los diarios y los “pioneros criollos” en el desarrollo
la gobernabilidad y, a su vez, para la resistencia de los pue- del espíritu nacional en América, gracias a editores como
blos indígenas y, en general, para las minorías nacionales o Fernández de Lizardi.
culturales integradas a Estados que no necesariamente re- En concordancia con las principales acepciones de na-
presentan su cultura. En cualquier caso el nacionalismo se ción, el nacionalismo y la teoría sobre el mismo tienen dos
fuentes principales: por una parte, el amor de las personas al
4 Juan Pablo Carrillo (2010) ha estudiado la lectura en voz alta
entre los siglos xv y xvi, precisamente cuando la imprenta to- 5 Estos elementos han sido desarrollados en algunos estudios
davía no constituía un fenómeno de expansión capitalista. recientes. Véase: Vizcaíno, 2004.

Nacionalismo 383 n
lugar de nacimiento y la desconfianza hacia aquéllos que no La diversidad de teorías y metodologías pueden ordenarse
pertenecen a la comunidad; por otra, una acción planeada de asimismo de acuerdo con dos enfoques predominantes. El
las élites en el poder o que aspiran a éste: un discurso sobre la primero ha abordado el nacionalismo como un fenómeno
nación y sus componentes. La primera es un sentimiento o ceñido a un territorio y un Estado con el que teóricamente
una actitud más o menos natural de los miembros de la na- coincide una población y una nación. Aquí el Estado es la
ción; la segunda, en cambio, una actitud política de acuerdo noción dominante, ya sea porque es el objetivo de la acción
a intereses y fines. Estas dos modalidades —nacionalismo de nacionalista, o bien, por ser el ordenamiento jurídico, político
los miembros de la nación y nacionalismo como ideología y social que lo explica y lo contiene. Supone, además, una se-
de Estado— en realidad no están claramente delimitadas. rie de hechos históricos: el nacionalismo data del siglo xviii;
El Estado casi siempre utiliza, como referentes del discurso surgió en Europa, especialmente en torno a la Revolución
nacionalista, elementos de la nación: tradiciones o aspectos francesa, y se extendió por el mundo a lo largo de los siglos
étnicos, lingüísticos, raciales, históricos o culturales propios xix y xx. En cierta forma, siguió la ruta de las migraciones
de la población; además, el nacionalismo oficial casi siempre europeas, la colonización, la industrialización y la democracia,
es un discurso construido por las élites políticas pertenecien- de donde se desprende que los países menos desarrollados
tes a la mayoría social. Ernest Gellner afirmaba por ello que económica y políticamente conocieron el nacionalismo mu-
el nacionalismo requiere que los gobernantes pertenezcan a cho tiempo después, hasta finales del xix y principios del
la misma nacionalidad del conjunto de la población (1983: xx, luego de la formación de los Estados alemán e italiano.
59-60). La población, a su vez, recrea o internaliza el nacio- Se llegó al extremo de imaginar el nacionalismo como una
nalismo oficial que el Estado expande a través del sistema sustancia activa que conforme se expande, se diluye. Mien-
escolar, los medios masivos de comunicación, las celebracio- tras el nacionalismo inglés o francés de los siglos xvii y xviii
nes de fechas simbólicas o incluso aspectos tan cotidianos condensa el elemento que vivifica el fenómeno, los naciona-
como la iconografía en las estampas postales y los billetes de lismos “tardíos” de América, y más aún de África y Asia, ya
banco. De manera que la “espontaneidad” con la que la socie- se presentan como menos naturales y más artificiales. Sígase,
dad expresa su apego o amor por la nación no es tan natural por ejemplo, este recorrido de Hayes:
como se cree y aun en las comunidades pequeñas y aisladas
son las élites quienes, para ejercer su poder, difunden una idea El nacionalismo es moderno. Tuvo su origen y su
de nación o una historia mientras “olvidan” otra, como soste- desarrollo en Europa y fue implantado en América y
nía la idea central de la obra clásica de Renan (1882: 20, 37). en las demás regiones de civilización occidental por
Conviene abundar en algunos aspectos. Primero, casi influencia europea y siguiendo el ejemplo de aquel
cualquier elemento de la realidad puede, si se presentan las continente [...]. Desde el siglo xvi, miembros de di-
condiciones históricas e intelectuales, ser objeto de la trans- versas nacionalidades europeas han emigrado allende
formación nacionalista: el petróleo, la industria eléctrica, los los mares llevando consigo sus lenguas y sus culturas
ferrocarriles, un santo o una virgen, la raza, el territorio, una tradicionales. Así fue como América se repartió entre
guerra o los personajes de la historia (reales o inventados). las nacionalidades francesa, española, portuguesa e in-
Lo significativo es que cualquiera de esos elementos pueden glesa [...]. De aquí que las nacionalidades en América
ser utilizados por la acción ideológica del nacionalismo. Se- puedan ser descritas como nacionalidades secundarias
gundo, la acción nacionalista de Estado, o de quienes aspiran a o subnacionalidades (1960: 1).
controlarlo, es la que realiza no cualquier miembro de la nación
sino aquél que tiene al menos dos capacidades: dar un mensaje Hans Kohn normó buena parte de la investigación, desde
a un grupo de personas, grande o pequeño, y seleccionar los la aparición de su libro The Idea of Nationalism, en 1944, si-
elementos de la nación útiles a esa acción y a sus propósitos. guiendo dos principios: el nacionalismo supone la presencia
Los líderes y los intelectuales tienen una función crucial.6 del Estado moderno y adquiere importancia política hasta
Tercero, la acción nacionalista adquiere una función social y medio siglo después de la Revolución francesa, y “presupone
política importante cuando se relaciona con un proceso de la existencia, de hecho o como ideal, de una forma centra-
unificación de una sociedad y con el dominio de una élite lizada de gobierno en un territorio grande y definido. Los
sobre las mayorías. Cuarto, el nacionalismo está relacionado monarcas absolutos, que abrieron el paso al nacionalismo,
con el conflicto social: sirve para moderar el conflicto o dis- crearon esa forma; y la Revolución francesa llenó la organi-
minuir la insuficiencia de gobernabilidad, pero también es zación central con un espíritu nuevo, dándole una fuerza de
útil a quienes recurren a la violencia; por ello su definición se cohesión desconocida antes” (17).
halla ligada a movimientos tan disímbolos como la defensa Gellner asimismo siguió la tesis según la cual el Estado
de la industria nacional, las expropiaciones, el nazismo, el es la condición fundamental del nacionalismo, desde su li-
separatismo, el terrorismo, etcétera. bro Thought and Change (1964) y especialmente en Nations
and Nationalism (1983) y Nationalism (1997). Sin embar-
go, a diferencia de Kohn, quien aceptó la importancia del
6 Sobre el nacionalismo entre los intelectuales indígenas en Mé- Estado como un ideal del nacionalismo, Gellner se refirió
xico, por ejemplo, véase Gutiérrez, 2000.

n 384 Nacionalismo
al Estado como un hecho material y al nacionalismo como judía, una historiografía y la reflexión sobre los derechos de
la expresión de la homogeneización del Estado contempo- las minorías. Pero fue durante la Primera Guerra Mundial y
ráneo. Definió el nacionalismo como un principio político a través del Tratado de Versalles cuando realmente se expan-
que hace coincidir una cultura, un Estado y un determinado dió la literatura sobre el problema de las minorías. Después
territorio, y estableció como una de sus condiciones que los de la Segunda Guerra Mundial todavía se ampliaron más
gobernantes pertenecieran a la misma cultura que el conjunto los derechos y reconocimiento de éstas, especialmente por
de la población. Dado que no todas las sociedades naciona- consideración de extranjeros nacionales integrados a países
les están dotadas de un Estado, sostenía que el problema europeos y a sus colonias en Europa, África y Asia.
del nacionalismo no surge en sociedades sin Estado puesto La literatura de las naciones y el nacionalismo de las
que si no existe un Estado, uno no puede preguntarse si sus minorías llegó a un momento de auge a finales del siglo xx.
fronteras coinciden con los límites de la nación; y si no hay Uno de sus principales exponentes ha sido la revista Nations
gobernantes, no habiendo Estado, nadie puede plantearse si and Nationalism, y particularmente su director, Anthony
ellos son parte de la nación. Gellner argumentó, además, que Smith. Nations and Nationalism in a Global Era (1995) es,
el nacionalismo no surge en todos los Estados, sino sólo en entre otras obras de Smith, la que aborda el tema de manera
los que corresponden a la era industrial dado que ésta requie- más amplia, aunque la tesis la había expuesto mucho antes
re de una homogeneidad social. “No es que el nacionalismo en Theories of Nationalism (1983).
imponga la homogeneidad; el nacionalismo es la expresión
de la necesidad objetiva de la homogeneidad” (1983: 59-60). El estudio del nacionalismo necesita ser reorientado
La tesis de Gellner, sin embargo, además de no explicar para tomar en cuenta no sólo las nuevas fuerzas aso-
la existencia de diversos nacionalismos de las minorías, tam- ciadas con la Revolución francesa y las revoluciones
poco da una respuesta a otros problemas que no coinciden industriales, sino también la permanencia de viejos
con las fronteras del Estado, por ejemplo: el del nacionalismo parentescos y sentimientos. El nuevo foco del estu-
transfronterizo o el de las regiones que aspiran a constituirse dio, sin negar factores como capitalismo, urbanización,
en Estados. burocratismo y ciencia, debe considerar la etnicidad y
A diferencia de la concepción difundida alrededor de el resurgimiento étnico (X).
Kohn, Hayes y Gellner, el otro enfoque metodológico ha
dado menos importancia al Estado y, en cambio, ha asumido Smith se opuso a la concepción del Estado como con-
que la nación constituye la fuente principal del nacionalismo. dición fundamental del nacionalismo y a la visión de la
La nación, como cultura o grupo de personas unidas por una Revolución francesa como referente histórico imperioso. A
cultura o un origen, siempre ha existido. Esta concepción partir de entonces, se ha dado cada vez mayor aforo a los
primordialista ha existido desde al menos la segunda mitad estudios de los nacionalismos periféricos, contestatarios,
del xix pero adquirió especial importancia en las últimas dos étnicos y de las nacionalidades sin Estado y, en general, se
décadas del siglo xx con motivo del resurgimiento de los insiste en que el nacionalismo deriva su fuerza de “la presen-
etnonacionalismos, los nacionalismos de las minorías cultu- cia de esta o aquella nación específica, la cual, transforma en
rales y religiosas, el multiculturalismo y la globalización, los absoluta” (Smith, 1995: VII). Esto significa, por tanto, que el
nacionalismos transfronterizos y, en general, por la emer- nacionalismo depende principalmente de la herencia cultural
gencia del nacionalismo que no se explica bajo el marco del particular y de las formaciones étnicas.
Estado-nación sino multinacional. En México, por ejemplo,
la Constitución se reformó en 1992 para reconocer la pluri- Líneas de investigación y debate
culturalidad del Estado y unos años antes los misquitos de contemporáneo
Nicaragua habían ganado el reconocimiento como cultura
diferente con un importante grado de autodeterminación. Durante los años noventa se llegó a creer que el nacionalismo,
Hay que decir, empero, que el problema de las minorías cul- especialmente el nacionalismo de Estado, estaba próximo a
turales o nacionales dentro de los Estados integrados por desaparecer como consecuencia del fin de la Guerra Fría, el
más de una nación es en realidad muy antiguo. En la historia avance de la democracia y el debilitamiento del Estado auto-
contemporánea aparece con claridad en el Tratado de Berlín ritario; la idea, difundida por figuras como Fukuyama (1992),
de 1878, donde ya se discutían los derechos de las minorías real o simbólicamente se representaba en la caída del muro de
y de los grupos de religión diferente a la de la mayoría. Al Berlín y la desintegración de la Unión Soviética, con lo cual
mismo tiempo apareció una literatura, si no abundante sí el nacionalismo perdía importancia, siguiendo el supuesto de
significativa, que discutía temas como autodeterminación que el fenómeno era propio de los gobiernos autoritarios e
y derechos religiosos de las naciones integradas a Estados incompatible con los regímenes democráticos. Los valores y
de mayoría social diferente. Los judíos, asimismo, en buena la interpretación central se organizaban como una oposición
medida como respuesta necesaria a la persecución, desde fi- —en realidad falsa— entre la opción autoritario nacionalista
nales del xix y principios del xx, emprendieron, como parte y la democrático liberal.
del movimiento sionista y la defensa de la religión y cultura

Nacionalismo 385 n
Durante esa misma década, como consecuencia de la pér- nación o las naciones. El nacionalismo es un recurso que sirve
dida de centralidad política tanto en Europa del Este como a los movimientos sociales que luchan por la construcción de
en Yugoslavia, el nacionalismo de las regiones o de las mino- instituciones autónomas y, a su vez, al Estado para la tarea de
rías nacionales creció y, con ello, la agenda de investigación ejercer la soberanía y reproducir la idea colectiva de nación.
sobre el tema se orientó cada vez más al estudio del nacio- Esos dos tipos principales del nacionalismo —de las minorías
nalismo de las minorías. De manera que si bien declinaba el y del Estado— en realidad deben estudiarse como procesos
nacionalismo de Estado, a la par crecía el nacionalismo de las interconectados: el nacionalismo, en una etapa, es un movi-
minorías. La década con la que concluyó el siglo xx también miento instituyente; en otra, instituido. Una vez constituido el
fue el momento de la intensificación del comercio y el dere- nacionalismo de Estado, éste adquiere su propia lógica y ésta no
cho internacional, la expansión de internet y las tecnologías. se entiende si no consideramos que dentro del nuevo Estado
La globalización crecía mientras el Estado perdía capacidades existen minorías culturales que habrán de desplegar su pro-
y las minorías a su vez adquirían importancia y se vinculaban pio nacionalismo. La explicación del nacionalismo de Estado
cada vez más con el mundo sin la mediación del Estado. En no puede excluir la etnicidad o las identidades minoritarias.
ese contexto, el nacionalismo de Estado quedaba todavía más A su vez, el nacionalismo de las minorías no tiene sentido si
acotado. Un factor aparentemente desvinculado de ello, el no se reconoce que el fin último del mismo es alcanzar algún
ataque a las torres gemelas de Nueva York en septiembre de grado de autonomía o, incluso, la forma de Estado soberano.
2001, modificó esas tendencias y cambió el contexto. Des- La agenda de investigación no es ajena a esa discusión
de entonces, en muchos otros países, hemos visto que los pero puede afirmarse sin ninguna duda que existe predo-
gobiernos están interviniendo cada vez más entre las comu- minancia de los estudios sobre las minorías nacionales o
nidades y, especialmente, en la vida privada. El nacionalismo regionales ya sea desde una perspectiva histórica o contem-
de Estado otra vez ha servido no sólo para justificar la unidad poránea, por ejemplo: Irish Nationalism in Canada (Wilson,
nacional, la seguridad y la lealtad al Estado, sino también para 2009) o Turkey, Islam, Nationalism, and Modernity (Findley,
limitar el avance de las minorías y el discurso nacionalista 2010). El tema de la globalización asociado a las minorías o
de éstas. El contexto mundial que hasta 2001 favoreció los el nacionalismo transfronterizo no es menos importante, lo
movimientos separatistas en Rusia, España, Yugoslavia o la cual se advierte en estudios que se están publicando en Es-
India ya no existe. En cambio, cada vez es más evidente una tados Unidos y Europa, como Muslims in Motion: Islam and
suerte de “regreso del Estado” y con ello del nacionalismo de National Identity in the Bangladeshi Diaspora (Kibria, 2011).
Estado. No es extraño, en este contexto, la vigilancia masiva En este esfuerzo por analizar los problemas de las minorías,
de las agencias federales en los Estados Unidos a través de las en cierta forma desde el primordialismo y desde una agenda
telecomunicaciones ni la justificación ideológica de ello que política en defensa de los derechos de los grupos no mayo-
apela a la defensa de la seguridad del Estado. Por otra parte, ritarios que reclaman el reconocimiento de su identidad, es
a mediados de la segunda década del siglo xxi, los hechos en fundamental la obra de Anthony Smith, quien recientemente
Crimea muestran no sólo la recuperación de Rusia en Europa publicó Ethno-Symbolism and Nationalism (2009). Algunos
del Este sino la importancia del nacionalismo que habíamos estudiosos del tema, sin embargo, no han seguido el enfoque
conocido desde al menos el siglo xix, un nacionalismo en predominante ocupado en el nacionalismo de las minorías,
el que la etnicidad y la lengua, la historia, la condena del como se advierte en Everyday Nationalism: Women of the
enemigo, la defensa de la patria, del territorio y la soberanía, Hindu Right in India (Menon, 2011) o Political Culture and
constituyen referentes centrales. En Europa, en las eleccio- Nationalism in Malawi (Power, 2010). En esa misma línea
nes de mayo de 2014, al parlamento europeo han avanzado de investigación, Isidro Sepúlveda sigue escribiendo sobre
partidos nacionalistas —de izquierda o derecha— y el nuevo el nacionalismo de Estado; su último libro sobre el tema
tono que ha dado a la India la elección de Modi como Primer apareció en 2005: El sueño de la madre patria. Hispanoameri-
Ministro también subraya la importancia que está cobrando canismo y nacionalismo.
el nacionalismo en todo el mundo. En cualquier caso, mientras el nacionalismo continúe
La discusión actual sigue esas dos perspectivas principa- desempeñando un papel necesario para ejercer el poder o
les: quienes sostienen que el nacionalismo es expresión de una para quienes aspiran al poder, o como apego de las gentes
idea primordialista de nación y quienes lo explican conforme hacia la propia nación, los estudios sobre el fenómeno segui-
a la formación de los Estados-nación de finales del xviii y a rán de manera abundante, ya sea como forma de justificar
lo largo del xix. Empero, hoy el debate se halla imbricado “científicamente” movimientos sociales y decisiones políticas,
con diversos problemas contemporáneos en correspon- ya como aspiración por conocer y desarrollar explicaciones
dencia con la complejidad del fenómeno, puesto que siempre verdaderas.
aparece de una u otra manera una relación entre el Estado
y la nación y, por tanto, el nacionalismo como tensión entre Bibliografía
aquél y ésta. Se trata de un proceso complejo: nunca sabemos
exactamente dónde comienza la acción del Estado (o cualquier Anderson, Benedict (1993), Comunidades imaginadas, México:
otro nivel institucional menos desarrollado) y dónde la de la Fondo de Cultura Económica.

n 386 Nacionalismo
NEGOCIACIÓN
Carrillo Hernández, Juan Pablo (2010), Lectura y realidad: el
cariz comunitario de la lectura en soledad (tesis para obtener

POLÍTICA
el título de Licenciado en Sociología), México: Universidad
Nacional Autónoma de México.
Findley, Carter (2010), Turkey, Islam, Nationalism, and Modernity:
A History, New Haven: Yale University Press.
Luisa Béjar Algazi
Fukuyama, Francis (1992), The End of History and the Last Man,
Adriana Báez Carlos
New York: The Free Press.
Gellner, Ernest (1964), Thought and Change, London: Weidenfeld
and Nicolson.
_____ (1983), Nation and Nationalism, New York: Cornell Uni- Definición
versity Press.
_____ (1997), Nationalism, New York: New York University Press. Del latín negotiatio, en su definición más general la palabra
Gutiérrez Chong, Natividad (2000), Mitos nacionalistas e identi- negociación se refiere a los tratos dirigidos hacia la conclu-
dades étnicas: los intelectuales indígenas y el Estado mexicano, sión de un convenio o pacto. Vinculada al mercado, remite
México: Instituto de Investigaciones Sociales.
a la acción de ajustar el traspaso, la cesión o el endoso de un
Hayes, Carlton (1960), Nationalism: A Religion, New York: Mac-
millan. vale o de una letra al descuento de valores, o al intercambio,
Hobsbawm, Eric (1991), Nation and Nationalism since 1780, Cam- a través de la compra-venta de géneros, mercancías o valo-
bridge: Cambridge University Press. res a fin de obtener un beneficio. Trasladado a la política, el
Kibria, Nazly (2011), Muslims in Motion: Islam and National Iden- término pasa del ámbito de lo privado a lo público para alu-
tity in the Bangladeshi Diaspora, New Brunswick: Rutgers dir al proceso de interlocución entre diferentes sujetos para
University Press. resolver los conflictos y construir acuerdos que satisfagan sus
Kohn, Hans (1944), The Idea of Nationalism, New York: Macmillan. intereses respecto del curso que debe seguirse por los asuntos
Kolig, Erick, Vivienne Sm. Ángeles y Sam Wong (2009), Iden- de orden colectivo.
tity in Crossroad Civilizations: Ethnicity, Nationalism and
Desde esta perspectiva, la negociación apunta a uno de los
Globalism in Asia, Amsterdam: Amsterdam University Press.
Kymlicka, Will (1995), Multicultural Citizenship, New York: Oxford métodos quizá más utilizados en las democracias modernas a
University Press. fin de determinar el contenido de las políticas públicas, sobre
Menon, Kalyani Devaki (2011), Everyday Nationalism: Women todo en aquéllas en que el poder de decisión se encuentra
of the Hindu Right in India, Philadelphia: University of repartido entre dos o más actores con intereses u objetivos
Pennsylvania Press. diversos y, eventualmente, hasta contrarios y excluyentes.
Power, Joey (2010), Political Culture and Nationalism in Malawi, Situaciones de este tipo son comunes tanto en los regíme-
New York: University of Rochester Press. nes parlamentarios de coalición, como en los presidenciales
Renan, Ernest (1882), Qu’est-ce qu’une nation?, Paris: Calmann Lévy. carentes de un gobierno con mayoría legislativa al activarse
Samaniego López, Marco Antonio (2008), Nacionalismo y revolu-
con ello el sistema de pesos y contrapesos diseñado por el
ción: los acontecimientos de 1911 en Baja California, Mexicali:
Instituto de Investigaciones Históricas-Universidad Autó- pensamiento liberal para evitar los abusos de poder de la
noma de Baja California. autoridad sobre el ciudadano.
Sepúlveda Muñoz, Isidro (2005), El sueño de la madre patria.
Hispanoamericanismo y nacionalismo, Madrid: Marcial Historia, teoría y crítica
Pons Historia, Centro de Estudios Hispánicos e Ibe-
roamericanos-Fundación Carolina. Aunque la negociación política es una práctica antigua, su
Smith, Anthony (1983), Theories of Nationalism, New York: Holmes aplicación como mecanismo para la resolución de diferen-
and Meier Publishers. cias —bien sea entre personas, grupos, partidos u órganos del
_____ (1995), Nations and Nationalism in a Global Era, Cornwall:
Estado— alcanza su cumbre máxima en las democracias libe-
Polity Press.
_____ (2009), Ethno-Symbolism and Nationalism: A Cultural rales, luego de la materialización del pluralismo de intereses
Approach, London: Routledge. y preferencias que acompaña el desarrollo de las sociedades
Vizcaíno, Fernando (2003), “Nacionalismo, Estado y nación”, contemporáneas. Remplazada la toma violenta del poder por
Revista Colombiana de Sociología, núm. 20, pp. 41-65. Dispo- la celebración de procesos electorales periódicos, la aceptación
nible en: <http://www.bdigital.unal.edu.co/16294/#sthash. de la diversidad de puntos de vista y la tolerancia se convier-
BrQikt6k.dpuf>. ten en el elemento distintivo de esta forma de gobierno, en
_____ (2004), El nacionalismo mexicano en los tiempos de la glo- oposición al absolutismo o al totalitarismo, con pretensio-
balización y el multiculturalismo, México: Instituto de nes monocromáticas y, por lo mismo, renuentes a buscar el
Investigaciones Sociales-Universidad Nacional Autónoma
acuerdo de los sujetos y de los afectados por sus resoluciones.
de México.
Wilson, David A., ed. (2009), Irish Nationalism in Canada, Mon- Inicialmente, el pluralismo se abre paso en la vía consti-
treal: McGill-Queen’s University Press. tucional mediante la incorporación de la división del poder y
la doctrina del equilibrio entre las ramas del Estado. Una vez
concluida la Segunda Guerra Mundial, el reconocimiento de

Negociación política 387 n


los partidos como sujetos de derecho público obliga también sus postulados teóricos. De ser así, la deliberación puede ser
a incorporarlos en los procesos democráticos de discusión considerada como una ruta hacia las decisiones públicas, pero
y de negociación. A este respecto, conviene recordar que la también figurar como un complemento de la negociación
“voluntad general” está lejos de implicar ya a una comunidad cuando su aplicación logra pavimentar el camino para llegar
homogénea, y que la pluralidad política sólo puede referir al al establecimiento de acuerdos negociados.
reconocimiento de la diversidad de puntos de vista y cursos Los primeros estudios sobre los procesos de negociación
de acción que conviven en ella y del conflicto potencial pre- se deben a Thomas Schelling (1960) y Anatol Rapoport
sente en las relaciones sociales. (1976), quienes en sus obras Strategy of Conflict y “General
La toma de decisiones en las democracias modernas bá- System Theory: A Bridge between Two Cultures”, retoman
sicamente descansa en la aplicación de la regla de la mayoría. los conceptos de juegos de suma cero y juegos de suma
No obstante, cuando debe elegirse entre opciones carentes de variable, desarrollados por Jon von Newmann y Oskar Mor-
la votación necesaria para lograr su aprobación, el fallo final genstern (1944) en Theory of Games and Economic Behavior,
depende de la deliberación o la negociación requeridas para con miras a desarrollar una tipología de los conflictos según
conseguir ese apoyo. En principio, la deliberación supone au- los objetivos planteados por los actores y los resultados que
sencia de relaciones de poder y que las preferencias puedan la negociación puede generar. Los juegos de suma cero figuran
ser transformadas mediante el intercambio de argumentos como la única transacción posible ante conflictos en los que
racionales entre los actores afectados por una decisión o, de los actores persiguen un objetivo único e incompatible con
ser el caso, por sus representantes. Esto significa que los suje- cualquier otro, ya que su resolución siempre da lugar a un ga-
tos participantes en ese proceso están dispuestos a modificar nador y un perdedor. Dicho de otra manera, todo lo que uno
sus juicios, preferencias y visiones a través de interacciones gana lo pierde otro. Los juegos de suma variable, en cambio,
orientadas hacia la persuasión, más que hacia la coerción, la suponen un tipo de negociación en que los actores se plan-
manipulación o el engaño. tean objetivos múltiples, lo que permite un incremento en
Presente el elemento del poder, los supuestos de partida las ganancias y, por lo tanto, no hay perdedores.
de la negociación son distintos al afirmar que los individuos En la práctica política, se combinan diferentes enfoques
se encuentran motivados por un interés egoísta, antes que y estilos de negociación. El enfoque ganar-perder, también
por cualquier concepción del bien común, y que ellos son conocido como “regateo tradicional”, se caracteriza por la
los mejores jueces para juzgar en lo que corresponde a sus actitud competitiva con que los actores se aproximan a una
necesidades. En consecuencia, cuando los intereses predefi- negociación; están dispuestos a utilizar tácticas de engaño,
nidos de diferentes individuos no pueden ser reconciliados, ocultamiento de intereses y amenazas de sanción, todo ello
sólo queda proceder a su agregación bajo los auspicios de un con el propósito de lograr el mayor beneficio posible con
conjunto de reglas tendientes a la neutralidad, generalmen- base en la correlación de fuerzas existente entre las partes. En
te recogidas por la Constitución. De individuos dispuestos aquellas situaciones en que los actores prefieren renunciar a
a cambiar sus juicios y preferencias como resultado de una sus pretensiones a fin de evitar un conflicto mayor, o aceptar
reflexión deliberativa, se pasa a una concepción de la política soluciones intermedias, la negociación deriva en acuerdos
como la persecución de metas e intereses por medio de accio- perder-perder en los que ninguna de las partes queda com-
nes estratégicas en las que los actores compiten por obtener pletamente satisfecha. Por último, la opción ganar-ganar se
ventajas de la otra parte. abre paso cuando los actores procuran soluciones de mutuo
Entendida así la cuestión, la primera impresión es que la beneficio; vale decir, capaces de satisfacer los intereses y ne-
deliberación y la negociación son procesos incompatibles. De cesidades de todos, y de sentar las bases para una relación
hecho, algunas concepciones sobre la negociación descalifican colaborativa de largo plazo, lo que permite que los conflictos
el uso de la deliberación con el argumento de que, más que se resuelvan en forma constructiva.
ayudar a resolver los problemas, la comunicación sin límites Desde los años setenta, el estilo ganar-ganar ha sido im-
puede complicar las decisiones. Sus promotores suponen que pulsado por varios expertos en negociación, quienes sostienen
la variedad de opiniones es inmanejable, y que la deliberación que todos los conflictos son susceptibles de resolverse median-
a través de la pluralidad y la diferencia es imposible si éstas te transacciones de suma constante, ya que al formar parte de
no son borradas. Las críticas generadas desde las teorías de la un sistema, las relaciones entre los actores pueden trascender
elección social suelen seguir este camino, sin por ello lograr el objetivo que originalmente genera el problema y abrir la
resolver distintos problemas derivados de su propia visión. posibilidad de acceder a caminos de solución alternos. Para
Cabe aquí destacar la incapacidad de los mecanismos de vo- ellos, el establecimiento de una comunicación fluida puede
tación, centrales en los enfoques agregativos para producir lograr una negociación colaborativa al permitir identificar las
resultados estables y no arbitrarios, o la exclusión de deter- necesidades, temores y aspiraciones que subyacen a las posi-
minados individuos o grupos en las decisiones elaboradas con ciones iniciales de cada sujeto, así como aclarar los intereses
ese formato. Más allá de dichos desencuentros, otras corrien- compartidos, diversos, u opuestos, y las prioridades manifesta-
tes plantean que el conflicto entre ambos procedimientos es das por cada uno de ellos. Asimismo, los actores deben buscar
inexistente si ambas partes acceden a flexibilizar algunos de soluciones creativas que les permitan potenciar sus intereses

n 388 Negociación política


comunes y ampliar las opciones a distribuir. Como se observa, Líneas de investigación y debate
la deliberación desempeña aquí un papel fundamental para el contemporáneo
logro de ese objetivo.
En los casos en que la toma de decisiones corresponde a La ciencia política ha abordado el estudio de los procesos
actores con preferencias e intereses relativamente homogé- de negociación desde múltiples perspectivas teóricas. Entre
neos, la preferencia óptima del individuo medio o del actor ellas, destacan la racionalista, la conductual y la organiza-
que está en el centro de las preferencias es la que finalmente cional. No obstante, el enfoque neo-institucionalista en sus
prevalece. En aquellas instancias encargadas de decidir sobre diversas vertientes parece haber acumulado el mayor número
un flujo continuo de asuntos, e integradas por actores con in- de aportaciones sobre el tema en los últimos años. Esto ha
tereses y preferencias heterogéneas, los acuerdos básicamente sido resultado del análisis detallado y exhaustivo emprendi-
siguen un esquema de tema por tema en el que se aplica un do desde la ciencia política para determinar la estructura de
sistema de compensaciones que permite que quienes hoy ce- incentivos producida por distintos diseños institucionales a
den en su consenso, mañana puedan satisfacer sus intereses. fin de favorecer la cooperación entre los actores en distintos
Las reglas de unanimidad, las de mayorías calificadas, y ámbitos de la política. El catálogo de trabajos realizados con
las de representación proporcional suelen utilizarse también este enfoque comprende asuntos tan diversos como la rela-
para evitar resultados suma-cero en la solución de conflictos. ción entre poderes, el sistema electoral, el sistema de partidos,
Bajo la regla de la unanimidad todos los miembros del grupo el tipo de lógica prevaleciente en la legislatura y el derivado
cuentan con poder de decisión o de veto. Esto obliga a que de la estructura interna de los partidos para tramitar la re-
las decisiones colectivas sólo se lleven a cabo con el consen- novación de sus dirigencias, la selección de sus candidatos y
so de todos, lo que significa que si alguno de sus miembros para dar curso a la representación política a su cargo.
considera que la decisión es contraria a sus intereses puede Los hallazgos hasta ahora alcanzados en aras de trazar el
bloquearla, a menos que obtenga una compensación a cambio. perfil de los incentivos presentes en los formatos de gobier-
La regla proporcional sirve para la solución de conflictos en no presidencial y parlamentario son abundantes y permiten
los que se encuentran involucradas grandes colectividades. ya distinguir entre aquellos arreglos que alientan la toma de
Con esta regla, cada actor o subgrupo tiene el derecho de decisiones de manera jerárquica y los que alientan la transac-
influir en la toma de decisiones en razón del peso de los in- ción; esto, en consonancia con los modelos de democracias
tereses que representa, o de su consistencia numérica. mayoritarias y consensuales previamente desarrollados por
En toda negociación, no obstante, existe un poder di- Arendt Liphart con el objetivo de avanzar en la comprensión
ferencial de transacción entre los actores, derivado de los de este tipo de regímenes desde una perspectiva comparada y
recursos generados por las alternativas que les brinda el en- multidimensional. De hecho, con la llegada de la tercera ola
torno en caso de no llegar a un acuerdo, por la posición que democratizadora, esa línea de investigación vuelve a tomar
les dota la normatividad institucional, por su talla, y por el nuevo impulso al inicio de la década de los noventa, luego
respaldo que, llegado el momento, pueden obtener de deter- de la anticipación de Juan Linz sobre el fracaso de las demo-
minados grupos. Cuando un conflicto involucra a más de dos cracias presidenciales por su supuesta rigidez para resolver
actores, las partes logran incrementar su poder mediante el el posible surgimiento de tensiones entre el ejecutivo y el
establecimiento de alianzas o coaliciones para la consecución congreso. Dicho de otro modo, si se quiere, por el carácter
de sus objetivos comunes. Las coaliciones efectivas pueden suma-cero mostrado por éstas al dar la plena autonomía a
ser bloqueadoras o ganadoras. El primer caso refiere a aqué- cada una de las ramas del Estado y, por lo mismo, al desalen-
llas que logran sumar la fuerza suficiente para impedir un tar la negociación entre ellas.
acuerdo o decisión que puede ser perjudicial para sus miem- El impacto del sistema electoral con respecto a este
bros; el segundo, a las que permiten disponer de la fuerza o posible desenlace ha sido también objeto de abundantes
los votos necesarios para imponer su agenda, o tomar una reflexiones que, si bien no permiten hacer predicciones a
decisión tendiente a lograr el cambio deseado. toda prueba, sí establecen algunas coordenadas útiles para la
Pese a que el enfoque ganar-ganar es el más constructi- formulación de hipótesis sobre los efectos implícitos en las
vo, los actores suelen optar por los otros enfoques, ya que al modalidades que este impacto puede adoptar en cada caso
negociar se inclinan a anteponer obstáculos derivados de su y, en especial, sobre su inclinación a favorecer o desalentar
concepto de equidad y de justicia, de visiones tendenciosas la negociación tanto entre los partidos como en el interior
sobre el conflicto, del incumplimiento de compromisos en el de sus grupos parlamentarios en el congreso. En ese sentido,
pasado, de la ausencia de disposición a ceder en los requeri- apenas queda duda de que éste constituye un factor de prime-
mientos de la contraparte, pero también de la suposición de ra importancia al tratar de explicar el comportamiento tanto
que el reparto de beneficios es imposible. de los votantes como de sus representantes en ese órgano.
Al respecto, por ejemplo, se ha comprobado la conve-
niencia de que la renovación de la legislatura se efectúe de
manera simultánea con la del ejecutivo, a fin de reducir las
probabilidades de conflicto entre ellos. Además, se ha es-

Negociación política 389 n


tablecido la influencia de la reelección presidencial en la vínculos establecidos entre éstos y la sociedad con objeto de
prolongación del apoyo parlamentario recibido por el go- posibilitar la rendición de cuentas.
bierno en la elaboración de las políticas públicas al dotarlo El recuento presentado a partir de esta reflexión sobre la
de herramientas más firmes para sancionar a los desertores de investigación realizada desde el nuevo institucionalismo, en
su partido y para negociar con los legisladores de oposición. la que la negociación política ocupa un lugar preferencial de
Sin embargo, también se ha advertido sobre el riesgo latente manera implícita o explícita, está lejos de ser exhaustivo. A
en la adopción sin restricciones de esa fórmula al alentar al pesar de ello, es claro que por mucho que este enfoque haya
titular de la administración pública a perpetuarse en el po- avanzado considerablemente en el conocimiento sobre el
der mediante los amplios recursos puestos a su disposición tema, sus resultados deben ser complementados con el im-
al ocupar ese cargo. pulso de nuevas líneas de investigación, pero sobre todo, con
En lo que toca al congreso, se ha visto que los sistemas pesquisas que permitan arrojar luz sobre la importancia de
electorales no sólo impactan en la gobernabilidad al crear los factores contextuales, culturales e históricos en la posibi-
incentivos para la negociación entre poderes, sino también lidad de que estos procesos logren abrirse camino de manera
en el sistema de partidos, en su grado de fragmentación y en exitosa. Así pues, lo único que por ahora cabe afirmar es que
el desempeño de sus unidades. En este sentido, la literatura todavía queda mucho por hacer en este campo.
apunta, entre otras cosas, que cuando la elección de los legis-
ladores se lleva a cabo con un esquema de mayoría relativa Bibliografía
o de representación proporcional con lista abierta y distritos
amplios, la construcción de mayorías disciplinadas suele verse Amorim Neto, Octavio, Gary Cox y Mathew McCubbins (2003),
obstaculizada en mayor medida que cuando ésta se realiza con “Agenda Power in Brazil’s Câmara dos Deputados, 1989 to
ese principio mediante lista cerrada, ya que lo anterior obli- 1998”, World Politics, vol. 55, núm. 4, pp. 550-578.
Arrow, Kenneth (1974), Elección social y valores individuales, Ma-
ga a los candidatos de una misma fórmula a competir entre
drid: Ministerio de Hacienda.
ellos por el voto del electorado y, una vez ocupada la curul, Bobbio, Norberto (2000), El problema de la guerra y las vías de la
a labrarse una reputación personal, muchas veces a costa de paz, Barcelona: Gedisa.
actuar en perjuicio de las posiciones defendidas por su parti- Bohman, James (2003), “Reflexive Public Deliberation: Democracy
do. Sobre este punto, por cierto, los procedimientos formales and the Limits of Pluralism”, Philosophy Social Criticism, vol.
e informales adoptados por las legislaturas para llevar a cabo 29, núm. 1, pp, 85-105.
sus labores tienen también mucho que decir al alentar la Cheibub, José, Adam Przeworki y Sebastián Saiegh (2004),
centralización o la descentralización de las resoluciones que “Government Coalitions and Legislative Success under
la constitución les confiere en los liderazgos parlamentarios. Presidentialism and Parliamentarism”, Bristish Journal of
El formato federal de gobierno, combinado con otras Political Science, vol. 34, núm. 4, pp. 565-587.
Del Tronco, José, Mara Hernández y Ana Solórzano (2009),
variables institucionales, constituye de igual manera un refe- “Contexto y marco conceptual”, en Mara Hernández, José del
rente clave en el estudio del tema al inhibir muchas veces la Tronco y Gabriela Sánchez (coords.), Un Congreso sin mayo-
cooperación tanto entre los poderes del Estado como entre rías. Mejores prácticas en negociación y construcción de acuerdos,
los miembros de un partido. Esto sucede al dotar a los pode- México: Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales,
res subnacionales de facultades para decidir sobre múltiples Centro de Colaboración Cívica, pp. 19-66.
cuestiones en lo correspondiente al territorio bajo su juris- Dryzek, John S. (2000), Deliberative Democracy and Beyond, New
dicción. Si, como ocurre en varios países de América Latina York: Oxford University Press.
—incluido México—, éste se acompaña con el pluralismo Elster, Jon (2001), La democracia deliberativa, Caracas: Gedisa.
partidista y la alta competitividad electoral, el resultado pue- Entelman, Remo (2002), Teoría de conflictos, Barcelona: Gedisa.
Fisher, R., W. Ury y B. Patton (2001), SÍ… de acuerdo, México:
de ser bastante negativo en términos de la disposición de Norma.
los legisladores a negociar tanto con los líderes nacionales Gutmann, Amy y Dennis Thompson (2004), Why Deliberative
de su partido como con el gobierno central. Democracy, Princeton: Princeton University Press.
Por lo hasta aquí comentado, es evidente que la inclinación Hamilton, Alexander, James Madison y John Jay (2001), El Fe-
de los partidos y sus militantes a negociar ha sido abordada por deralista [1780], México: Fondo de Cultura Económica.
muchos trabajos en los que se ha pretendido fijar las coordena- Habermas, Jürgen (1996), Between Facts and Norms, Cambridge:
das de una teoría que permita caminar con pasos más firmes Cambridge University Press.
hacia diseños institucionales que garanticen la gobernabilidad Lijphart, Arendt (1984), Democracies: Patterns of Majoritarian and
exigida para la supervivencia de cualquier régimen democráti- Consensus Government in Twenty-one Countries, New Haven:
Yale University Press.
co. Éstos se han visto complementados, por cierto, con otros Linz, Juan (1990), “The Perils of Presidentialism”, Journal of Demo-
estudios tendientes a establecer las dinámicas generadas cracy, vol. 1, núm. 1, pp. 51-69.
desde el seno de esas organizaciones a partir del examen rae: Real Academia española (2014), “Negociación”, Diccionario
de su estructura interna y de sus procedimientos para llevar de la lengua española, 23a. ed. Disponible en: <http://lema.
a cabo la selección de sus dirigentes y sus candidatos, y los rae.es/drae/?val=negociaci%C3%B3n>.

n 390 Negociación política


Raiffa, Howard (1982), El arte y la ciencia de la negociación [pri- nómicos y culturales que constituyen una organización social
mera edición en español 1991], México: Fondo de Cultura que abarca a la sociedad en su conjunto. En términos gené-
Económica. ricos, se denomina a ésta como la sociedad de la información
Rapoport, Anatol (1976), “Systems Theory: A Bridge between Two y del conocimiento. Así, el binomio didáctico entre la socie-
Cultures”, en Behavioral Science, vol. 21, núm. 4, pp. 228-239.
Rawls, John (1998), Debate sobre el liberalismo, Barcelona: Paidós
dad de la información y las ntic forma parte de una relación
Ibérica. dinámica y dialéctica en la que están intrínsecamente unidas.
Schelling, Thomas C. (1960), Strategy of Conflict, Cambridge: La sociedad da lugar a las tecnologías y éstas se convierten
Harvard University Press. en un motor de transformación de la misma sociedad. Los
Shugart, Matthew Soberg y John Carey (1992), Presidents and nuevos planteamientos teóricos sobre la actual sociedad han
Assemblies: Constitutional Design and Electoral Dynamics, dejado atrás la visión del determinismo tecnológico de los años
Cambridge: Cambridge University Press. sesenta del siglo xx; hoy en día, la tecnología es un medio y
Shugart, Matthew (2006), “Comparative Executive-Legislative no un fin. Con el objeto de explicar el papel de las ntic, en el
Relations: Hierarchies Vis Transactions in Constitutional presente artículo se explora, en primer lugar, el elemento clave
Design”, en R.A.W. Rhodes, Sarah Binder y Bert Rockman
(eds.), The Oxford Handbook of Political Institutions, New York:
que define a las ntic, así como sus dimensiones principales.
Oxford University Press, pp. 344-365. En segundo lugar, se ofrece una síntesis de las consideracio-
Strom, Kaare (1990), Minority Government and Majority Rule, New nes teóricas y metodológicas de la sociedad de la información
York: Cambridge University Press. para comprender la dinámica social de las ntic. Finalmente,
Von Newmann, John y Oskar Morgenstern (1944), Theory of se plantean dos aspectos sobre la relación entre las ntic y las
Games and Economic Behavior, New York: John Wiley and transformaciones de la vida cotidiana.
Sons.
Definición

Las ntic surgen de la confluencia entre el desarrollo de


la microelectrónica y las telecomunicaciones. De manera
NUEVAS esquemática, la electrónica transitó por diversas etapas du-

TECNOLOGÍAS DE rante el siglo xx, los hitos comúnmente reconocidos son el


paso de los bulbos a los transistores y después, a los circui-
LA INFORMACIÓN Y tos integrados. En cambio, las telecomunicaciones tuvieron
su importancia con la creación de los satélites en los años
LA COMUNICACIÓN cincuenta del siglo xx (Huurdeman, 2003). El hecho que

(NTIC)
revela lo nuevo de las tecnologías es el cambio del mun-
do analógico al universo digital. Hoy en día, la tecnología
analógica ha sido enriquecida con la tecnología digital, es
Alejandro Méndez Rodríguez11 decir, con la incorporación de microprocesadores digitales.
En general, se afirma que el mundo real es fundamen-
talmente analógico (Tocci y Widmer, 2003: 3). De manera
Las nuevas tecnologías de la información y de la comuni- esquemática, se reduce la idea de lo analógico al sistema que
cación (ntic) son un icono de la actual sociedad y, a su vez, toma los valores reales (sin codificación) como variables de
son el resultado de la evolución de las ciencias, en general, cálculo mediante funciones continuas y reales. Por ejemplo,
de la computación, la informática, la microelectrónica y las el termómetro utilizado en la medición de la temperatura del
telecomunicaciones. Considerando la magnitud de cambios cuerpo humano. El termómetro más común es el inventado
tecnológicos, se les ha denominado una revolución. Las ntic por Daniel Gabriel Fahrenheit en 1714, su diseño analógico
constituyen en su conjunto el eje transformador de la sociedad, descansa en el principio de que la dilatación del mercurio
algo así como lo fue el motor de combustión interna para la responde al calor recibido. El tamaño de la dilatación es cuan-
sociedad industrial. tificado bajo una escala numérica grabada en el termómetro.
La innovación que acompaña a las ntic se ha manifestado, El mercurio recibe valores reales y continuos del calor, por lo
desde los años sesenta, en una serie de aparatos, dispositivos tanto, su respuesta mediante la dilatación es inmediata.
y objetos que la sociedad de masas ha consumido sin límites. En cambio, los sistemas digitales responden a valores co-
Así, las innovaciones de las ntic representan la punta del dificados estableciendo funciones discretas, comúnmente bajo
iceberg y en el fondo se hallan diversos aspectos sociales, eco- valores binarios de alto y bajo voltaje, o bien, de unos y ceros.
El código digital binario, como el empleado en las computa-
doras, constituye una tabla de nuevas medidas: el bit, el byte
1 Investigador Titular en la Instituto de Investigaciones Eco- (8 bits), con 256 posibilidades de significado. Regresando al
nómicas, unam. Correo electrónico: menrod@unam.mx. El ejemplo del termómetro, ahora conocido ampliamente por su
autor agradece el apoyo del proyecto papiit, “Comunicación, pantalla de cristal líquido (lcd), comúnmente llamado display.
transmigración y sistemas emergentes”.

Nuevas tecnologías de la información y la comunicación (ntic) 391 n


Figura 1. Internet de las cosas

Población
6,3 mil millones 6,8 mil millones 7,2 mil millones 7,6 mil millones
mundial
Dispositivos
500 millones 12,5 mil millones 25 mil millones 50 mil millones
conectados

Más
Dispositivos dispositivos
conectados 0,8 que 1,84 3,47 6,58
personas
por persona conectadas

2003 2010 2015 2020

Fuente: Evans, 2011: 3.

El lcd fue presentado por la empresa Hoffmann-La Roche en lo cual permite mayor calidad de definición de la imagen,
1970. En general, el termómetro digital está compuesto por multicanal y la interactividad. Actualmente, en algunos paí-
cinco elementos físicos: el sensor de temperatura que capta ses, la televisión se trasmite en formatos digitales; en otros,
el calor, el convertidor analógico-digital, el microprocesador hd; en pocos países, en 4k, y recientemente se encuentra en
digital que recibe la información y, mediante un programa, desarrollo el formato 8k, que se estima como el límite de la
transforma la información a códigos digitales, el display que capacidad de resolución de los televisores. Se espera que los
muestra el resultado y la batería que alimenta el circuito elec- Juegos Olímpicos de Tokio, Japón 2020, se trasmitan bajo
trónico. Como se desprende, el termómetro digital responde a el formato 8k. Los nuevos formatos digitales aplicados a los
variables codificadas, no reales, por lo cual, cuenta con mayor diversos aparatos electrónicos, como la televisión, superan el
procesamiento de la información analógica a digital y es capaz formato analógico, por lo cual, el tañer de las campanas anun-
de almacenar los resultados con mayor precisión y exactitud; cia la muerte de lo analógico.
también se pueden tener diversas rutinas de programación:
en este caso, el termómetro puede desplegar el resultado en Las dimensiones de las nuevas tecnologías de la información y
grados Celsius o Fahrenheit. comunicación
El tránsito de lo analógico a lo digital abre la puerta al Las ntic fincadas, como se ha dicho, en la computación,
desarrollo de las nuevas tecnologías fincadas en el desarrollo la informática, la electrónica y las telecomunicaciones han
digital. Así, lo que define a las ntic es la forma del proce- impactado a la sociedad en su conjunto a través de un sin-
samiento y tratamiento de la información, el cual crea un número de innovaciones tecnológicas, que se agrupan en las
fenómeno de innovación digital acelerada que produce una siguientes categorías: computación personal, internet y tele-
transformación en la vida social en conjunto. comunicaciones.
Las ntic están presentes en diversos aparatos, dispositivos
y objetos. Los recursos tecnológicos digitales son introducidos, La revolución de las computadoras personales
adaptados y modificados en diversos bienes, transformando Las ntic son una serie de recursos tangibles e intangibles
a éstos en nuevos, tecnológicamente hablando. Por ejemplo: destinados a procesar y almacenar información. Comúnmente,
la televisión que fue popularizada en Estados Unidos a partir son identificadas con el equipo de cómputo, compuesto por
de la revolución de la electrónica (transformación de la luz en una Unidad Central de Procesamiento (cpu), y por una gama
electrones) en los años cuarenta del siglo xx ha mantenido de dispositivos periféricos como monitores, teclados, tabletas
un desarrollo vertiginoso a partir de los años ochenta, cuan- gráficas, ratón, escáner, impresoras, etcétera.
do inicia la aplicación y desarrollo de la tecnología digital,

n 392 Nuevas tecnologías de la información y la comunicación (ntic)


El desarrollo de la computación se experimentó en dos mención el concepto de base de datos, ya que éste es un cla-
ejes: lo físico, o sea el hardware, y lo intangible, es decir, el ro ejemplo de la capacidad de almacenaje de información de
software. El origen de las computadoras modernas se ubica a manera estructurada.
mediados del siglo xx con equipos como: Respecto al software, en el mundo coexisten de manera
desigual tres orientaciones de desarrollo de éste: el soft­ware
Primera Tubo de Vacío o eniac:
impulsado por la empresa Microsoft, las aplicaciones del
Generación bulbos, Electronic sistema mac y los programas de software libre y abierto. Los
1946 Computadoras Numerical Integrator and dos primeros son considerados software propietario que el
Computer. Integrada usuario debe pagar para usar. En cambio, el software libre y
por 18 mil bulbos, abierto ofrece el código fuente y, generalmente, el uso de los
de la Universidad de programas de forma gratuita.
Pensilvania. Peso: 27 En la sociedad de la información, el software desempeña
toneladas, velocidad de un papel central en la revolución de las tecnologías de la in-
cálculo: 5000 sumas y formación y comunicación, además, se ha convertido en un
300 multiplicaciones por
minuto
icono de la sociedad, en donde el conocimiento codificado a
partir de los programas es tan relevante como los bienes ma-
Segunda Computadora univac: Universal teriales. Así, en la economía del conocimiento se considera a
Generación Automatic Computer, la información y al conocimiento como una mercancía.
1950 Peso: 7257 kg
Tercera Transistores, Empresa ibm La red de internet
Generación Mini- Según el Diccionario de lengua española, internet es una “red
1960-1970 computadoras informática mundial, descentralizada, formada por la conexión
Cuarta Chips, Empresas Microsoft y directa entre computadoras mediante un protocolo especial
Generación Micro- Apple de comunicación” (rae, 2014: “Internet”). En el desarrollo de
1980 computadoras internet se observan dos momentos: el internet de las personas
personales y el internet de las cosas.
Internet de las personas es un medio de información y
comunicación que ha transitado por diversas etapas, desde el
Desde el punto de vista de los componentes electrónicos, sistema gopher, al desarrollo del World Wide Web (www)
desde 1940 a la fecha se ha transitado de los bulbos, tran- presentado por sus creadores en 1991. Actualmente es una
sistores, chips, hasta circuitos integrados. Considerando las gran biblioteca conformada por sitios web. En ellos se alojan
dimensiones y peso de los equipos, éste se ha reducido de páginas web con multiplicidad de contenidos bajo la tecno-
manera significativa, debido a las características del equipo logía revolucionaria del hipertexto. Estos sitios en su primera
de computación. Durante los años cuarenta a setenta, las base sólo ofrecían información, ahora, bajo la web 2.0, los si-
esferas de la sociedad que se beneficiaron del desarrollo tec- tios web presentan características interactivas.
nológico fueron las empresas y las oficinas gubernamentales. El inicio de internet se encuentra en Advanced Research
Cabe destacar la participación líder de los grupos de inves- Projects Agency Networks (arpanet). En 1969, mediante el uso
tigación de las universidades. A partir de los años ochenta, del protocolo de comunicación Network Control Protocol (ncp),
las computadoras personales (pc) han tenido una marcada se logra comunicar varias computadoras denominadas nodos.
presencia en la sociedad en su conjunto. A partir de ahí se Un hecho importante es la primera comunicación mediante
observa una disminución de costos de las computadoras per- correo electrónico en arpanet, en 1971. Diez años después,
sonales y, por otro lado, un crecimiento en las capacidades de se desarrolló el protocolo de comunicación entre computa-
procesamiento de datos. doras tcp/ip (Transmission Control Protocol/Internet Protocol).
El elemento intangible de las computadoras es el software Internet es considerado como una gran red telemática que
o programas de cómputo. El hecho de la presencia de la pc en crea el ciberespacio. En él intervienen las telecomunicaciones y
la sociedad descansa en las aplicaciones desarrolladas para la la informática para almacenar, procesar y transmitir informa-
sociedad. Al respecto, los programas están desarrollados bajo ción y datos en formato digital. Ofrece un espacio informativo
el código binario que permitió el procesamiento mediante y comunicativo en un principio bajo el concepto de web, que
lenguajes de alto nivel que existe en el código de máquina. actualmente evolucionó a web 2.0; en esta última los indivi-
De la primera a la tercera generación, las computadoras duos juegan un papel activo ya que abre la posibilidad de que
estaban dedicadas a computar, o sea, realizar operaciones internet sea un instrumento para promover el pensamiento
numéricas. A partir de la cuarta generación, el software se reflexivo y la interactuación global, mediante movimientos
dirigió a diversas aplicaciones: hojas de cálculo, procesadores sociales, redes sociales y comunidades virtuales.
de texto, manejo de bases de datos, sistemas de información Recientemente se ha caracterizado el internet de la cosas
geográfica, sistemas bibliográficos, etcétera. Merece especial como la nueva fase de desarrollo de internet. El internet se ha

Nuevas tecnologías de la información y la comunicación (ntic) 393 n


ampliado al concepto de las cosas o de los objetos (internet of Las innovaciones de las ntic, como se dijo arriba, son
things), es decir, a la comunicación entre cosas mediante senso- un icono de la sociedad actual, la cual experimenta transfor-
res alámbricos e inalámbricos. Hoy, es notoria la comunicación maciones vertiginosas. Los cambios sociales vinculados a la
mediante tarjetas de comunicación alámbrica o inalámbrica de ntic plantean diversos retos para debatir y construir nuevas
computadoras, teléfonos inteligentes, cámaras de video, relo- teorías que permitan comprender la nueva sociedad. Los de-
jes inteligentes, tabletas, e-Reader y los recientes Google Glass. bates académicos sobre los rasgos y el papel histórico de la
También hay cosas que se conectan a internet y cuentan con sociedad actual son constantes, en virtud de que el paradigma
sensores especiales; algunos ejemplos son refrigeradores, auto- de la sociedad postindustrial de los años setenta del siglo xx
móviles, aviones, mascotas, etcétera. Se estima que el número es superado por los cambios registrados (Castells, Giddens
de cosas u objetos conectados a internet supera la cantidad de y Touraine, 2001). El debate se ubica en el macronivel; en
habitantes del mundo. Un hecho que propició esta distribu- primer lugar, se cuestiona la existencia de la nueva sociedad
ción de conexiones a internet fue la tecnología omnipresente de la información. En segundo lugar, los debates teóricos se
del smartphone. Naturalmente, el fenómeno de conectar más dirigen a reflexionar sobre los cambios sociales relacionados
cosas al internet está acompañado del surgimiento de nuevos con la tecnología, y los alcances de ellos.
protocolos de direcciones de internet, como el ipv6. Uno de los paradigmas tradicionales que generó un amplio
La posibilidad de que la mayor parte de bienes u objetos debate en los años sesenta fue el del determinismo tecnológico
cuente con sistemas de comunicación y sensores para conec- (Montoya, 2004: 212). De manera sucinta, se decía que las
tarse a internet y proporcionar información crea un panorama fuerzas técnicas determinan los cambios sociales y cultura-
realmente amplio de transmisión de datos a los sistemas de les. A partir de la segunda mitad del siglo xx, se incorporan
almacenamiento de datos privados y públicos. las fuerzas tecnológicas de la información, el conocimiento
La próxima evolución de la red es el internet de las co- y la cultura. De manera esquemática, después de la sociedad
sas o de los objetos, lo que significa que están conectados a postindustrial de los años setenta surge el paradigma de la
internet más objetos o cosas que personas. En 2003, había sociedad de la información, también denominada del co-
500 millones de dispositivos conectados a internet, en cam- nocimiento, en red o tecnotrónica. Los autores claves sobre
bio, había cerca de 6.3 millones de personas en el mundo, estas reflexiones han sido, a lo largo de cuatro décadas, Alain
es decir, había más población que dispositivos conectados. Touraine (1969), Anthony Giddens (2006) y Manuel Castells
Años más adelante, con el boom de los smartphones y con las (1999; 2011). No obstante, antes de ellos, la historia reconoce
tabletas, se elevó a 12.5 millones de dispositivos conectados como visionario a Daniel Bell (1994) con sus planteamientos
a internet en 2010; por su lado, la población ascendió a 6.8 de la sociedad postindustrial.
millones.2 A partir del año 2010, es notorio que hay más
dispositivos conectados que personas en el mundo. A este Rasgos de la sociedad de la información
hecho se le denomina como el inicio del internet de la cosas. El concepto de sociedad preindustrial ha estado enfocado a
la preeminencia de las fuentes de trabajo naturales y de la
Historia, teoría y crítica extracción de recursos primarios de la naturaleza. En cam-
bio, la sociedad industrial está organizada en torno al eje de
El reto de definir o caracterizar a la sociedad actual rebasa la producción y la maquinaria para la fabricación de bienes.
el espacio de este artículo; sin embargo, considerando que Por su parte, la sociedad de la información es diferente;
las sociedades comparten rasgos comunes tanto en la eco- como categoría analítica, tiene su antecedente en la sociedad
nomía como en la tecnología, se hace un recuento general postindustrial expuesta por Daniel Bell en 1973, cuando se
de las diversas orientaciones del concepto de sociedad de la publica la multicitada obra sobre la sociedad postindustrial
información. En el contexto de la fase actual de la sociedad que pronostica la futura sociedad. El trabajo tiene su origen
capitalista, la economía está orientada a la preeminencia del una década anterior, en 1962, por lo que las reflexiones que
sector terciario, en el sistema de trabajo se observa la flexi- realiza de manera prospectiva a cincuenta años de distancia
bilidad y el uso de alta tecnología. En la esfera política se se cumplirían en la actualidad.
distinguen rasgos de ampliación de la participación electoral, El libro clásico de Daniel Bell, en la cuarta edición en
y en lo social, el reforzamiento de la individualización. Vale español, tiene una portada sugerente de la sociedad posin-
la pena aclarar que el concepto de individualización describe dustrial que da lugar a la sociedad de la información: consiste
la transformación estructural de las instituciones sociales y la en un collage de 16 tarjetas perforadas representando una fá-
forma en cómo las personas asumen estas transformaciones brica, el mensaje es que las nuevas fábricas se construyen con
en términos de identidad y conciencia, asimismo, “cómo han información y conocimiento. Las clásicas tarjetas perforadas
cambiado sus situaciones existenciales y sus modelos biográ- diseñadas por Herman Hollerith para computar el censo de
ficos” (Beck y Beck-Gernsheim, 2003: 339). población de los Estados Unidos de 1890 sobrevivieron en
los sistemas de computación del mundo hasta el año 1980,
cuando dejaron de ser el principal medio para almacenar e
introducir información a las computadoras.
2 Véase: figura 1

n 394 Nuevas tecnologías de la información y la comunicación (ntic)


En los años sesenta surge la reflexión del papel del cono- era del conocimiento, en la era científica. En la sociedad in-
cimiento en la vida social y económica, ya que la necesidad formada, los habitantes investigan las bases de sus creencias,
básica institucional de la sociedad gira en torno a la ciencia. se guían por normas objetivas, siguen reglas científicas. La
El conocimiento es considerado como un bien instrumental sociedad dedica recursos a la investigación científica, acumu-
e intelectual, es decir, como un dato construido que sintetiza la, organiza e interpreta el conocimiento. Él plantea que al
y codifica hechos e ideas que se transmiten a través de algún igual que la política, la ideología ya no es el factor principal
medio de comunicación. Así, el circuito del conocimiento de los cambios; se observa que el conocimiento es uno de
avanza de la producción a la distribución, y de la adquisición los factores de transformación (662). De manera especial, el
a la transmisión (Machlup, 1962). En este circuito económico, conocimiento promueve el desarrollo de las tecnologías ba-
las decisiones recaen en el pensamiento científico (Bell, 1994: sadas en la electrónica, que dan lugar a las computadoras y
64). Además, Bell señala que: a las comunicaciones.
En los años sesenta surgen industrias basadas en la cien-
La sociedad post-industrial, como resulta evidente, es cia. La unión entre la ciencia, la tecnología y la innovación,
una sociedad del conocimiento en un doble sentido: de forma especial, se denomina investigación y desarrollo. La
primero, las fuentes de innovación derivan cada vez sociedad de la información depende del trabajo teórico y del
más de la investigación y el desarrollo (de modo más pensamiento tecnocrático.
directo, se produce una nueva relación entre la ciencia Desde el ángulo de la economía de la innovación tec-
y la tecnología en razón del carácter central del co- nológica, el autor clásico sobre el crecimiento económico a
nocimiento teórico); segundo, la carga de la sociedad partir de factores endógenos como la tecnología es Joseph
—que se mide por una mayor proporción del Producto A. Schumpeter, quien plantea como elemento clave la inno-
Nacional Bruto y una mayor tasa de empleo— reside vación y la destrucción creadora en el desarrollo capitalista
cada vez más en el campo del conocimiento (249). (Barletta, Pereira y Yoguel, 2013; Olaya, 2008). La respon-
sabilidad recae en empresarios emprendedores individuales
De forma esquemática, Daniel Bell puntualiza los rasgos que buscan beneficios a largo plazo. Sin embargo, las accio-
de la futura sociedad postindustrial, en donde el principio es nes de los emprendedores o innovadores disminuyen en la
la codificación del conocimiento científico. Así, la estructura y medida en que el progreso tecnológico se reduce poco a poco
problemas de la sociedad postindustrial son como se muestra (Sánchez-Ancochea, 2005: 82). La teoría actual de desarrollo
en la tabla siguiente (145): capitalista de Schumpeter está vinculada con las ntic en fun-
ción de que las fuerzas innovadoras impulsan el crecimiento
de nuevas aplicaciones de las tecnologías digitales.
• La centralidad y codificación del
Principio axial En conjunto, la economía de la innovación tecnológica se
conocimiento científico
basa en la microelectrónica, computadoras, software, teleco-
• Universidad municaciones (cable de fibra óptica y satélites), biotecnología,
Instituciones
• Instituciones académicas entre otros. A su vez, la sociedad de información se estructura
primarias
• Corporaciones de investigación a partir de los cambios tecnológicos de esas áreas del cono-
Fundamento cimiento que se expresan en las ntic.
• Industrias basadas en la ciencia
económico
Recursos Líneas de investigación y debate
• Capital humano
primarios contemporáneo
Problemas • Política científica
políticos • Política educativa Léxico temporal
Uno de los efectos de las ntic en la sociedad es el lenguaje
Problema • Equilibrio de los sectores privado corto y temporal de las denominaciones tecnológicas, por
estructura y público ejemplo: ram, dvd, cd, gb, ip, vpn, mp3, p2p, b2b, y2k, et-
• La especialización cétera. Con la finalidad de ilustrar esta situación, se explica
Estratificación en qué consiste el y2k y cómo fue tratado por la sociedad.
• La educación
y2k se refiere a un problema de ejecución de programas de
Problema teórico • La cohesión de la nueva clase cómputo con relación al advenimiento del año 2000, también
Reacciones denominado “efecto 2000”. Esto no tendría importancia en el
• La resistencia a la burocratización léxico de la vida social, ya que se trata de un asunto eminen-
sociológicas
temente técnico. Sin embargo, en el año 1999, un fantasma
En los años sesenta era común el término de sociedad recorrió el mundo vertiginosamente. La población mundial
democrática, por tanto, Robert E. Lane (1966) se pregunta conoció la vulnerabilidad de los sistemas de cómputo deri-
si se puede hablar de una sociedad informada en una nueva vada de la práctica común en la programación de sistemas

Nuevas tecnologías de la información y la comunicación (ntic) 395 n


de cómputo de escribir el año omitiendo los dos primeros Londres, Bertelsmann AG (bmg) en Berlín, Seagram/Uni-
números, es decir, bastaba escribir 98 para representar el año versal Music en Toronto ( Japón) y Time-Warner Music en
1998. Esto funcionó adecuadamente durante los años 19xx, Los Ángeles y Nueva York (Hracs, 2012: 443). El modelo
pero cuando se llegó al año 2000, éste se traducía como 00, analógico entró en crisis con el surgimiento de los produc-
o sea 1900. ¡Ah, qué grave error! Los algoritmos que ope- tos digitales en los medios de discos compactos y dvd. Con
raban sobre fechas entrarían en un mundo oscuro, plagado estos nuevos soportes, la industria disquera incursionó en el
de errores ocasionado por y2k. El 31 de diciembre de 1999, proceso de reedición de la música y el video.
Daniel Aguilar publicó en el periódico mexicano El Uni- En 1992, con la finalidad de estandarizar los archivos
versal un artículo donde señalaba: “Estados Unidos, Japón, de imagen y audio para el intercambio internacional en la
Jerusalén, Rusia y Canadá encabezan la lista de países que industria de la televisión, se crea el software mpeg-1 Audio
temen atentados de grupos extremistas; a todo el mundo Layer 3, por Motion Pictures Expert Group of the Inter-
(México incluido), con excepción de algunos países islámicos national Standards Organization. En esta línea de trabajo
que viven otro calendario, amenaza el problema informático surge el formato de compresión de audio digital llamado
conocido como y2k”. mp3 en 1995. El nuevo formato permitió la trasmisión en
Otra nota periodística publicada el 30 diciembre de 1999 internet de archivos musicales por el nivel de compactación
indicaba: de la información digital: bajar música a las computadoras
personales fue posible, con lo cual se consolidó el fenómeno
El gobierno mexicano, las instituciones financieras y cibernético de las redes sociales, en particular las de compar-
el sector privado se declararon desde ayer listos para tir bienes musicales.
la transición al año 2000. La red del Metro, confor- Este proceso de digitalización de la música llevó al surgi-
mada por 167 estaciones, informó que suspenderá su miento de la llamada “crisis de mp3” en la industria disquera,
servicio 6 minutos: 3 minutos antes de que termine al desarrollarse los modelos de distribución no legal de los
1999 y 3 minutos después del inicio del año 2000. El bienes musicales. El año de 1999 marca el inicio de la trans-
director del organismo explicó que la medida servirá formación de la industria musical con el surgimiento de sitios
para evitar alguna anomalía por el y2k (“México em- en internet que ofrecían archivos de música; el más impor-
pieza conteo regresivo”, 1999). tante fue Napster, porque alteró la arquitectura de la industria
de la música, la tecnología y la legislación internacional co-
El término técnico y2k es integrado a la vida social como rrespondiente, lo que ocasionó una especie de choque en la
un parteaguas asociado a una fecha (2000). Un día después, industria formal musical.
significa una nueva vida sin antecedentes y totalmente vul- A finales de los noventa, Napster fue una plataforma de
nerable. En el ámbito editorial, y2k motivó la escritura de servicio de distribución de archivos de música en mp3 y la
diversas novelas, así como varios manuales de ayuda para primera red p2p; en el año 2000 tuvo 500,000 personas re-
enfrentar la catástrofe del y2k. Dorothy R. Bates y Albert K. gistradas compartiendo archivos de música, lo cual afectó la
Bates editan The y2k Survival Guide and Cookbook. Michael industria musical. Por ejemplo, ante el crecimiento de mp3,
S. Hyatt escribe The y2k personal Survival Guide. la industria de la música experimentó un descenso en el gasto
Después del “efecto 2000” emergieron diversos “efectos”; de los consumidores del orden 1.4 billones a 850 millones en
por ejemplo, en el año 2010, las tarjetas de débito emitidas por 2004 (Hracs, 2012: 446).
bancos alemanes tuvieron un error en el microchip que impe- Los actuales canales de intercambio, descarga, creación y
día procesar adecuadamente la fecha 2010. Como resultado difusión de música en internet están soportados por las ver-
de estos errores de programación, la sociedad ha adoptado tiginosas transformaciones tecnológicas que tuvieron lugar a
una serie de términos de la tecnología en la vida social. Sin partir de los años ochenta, que de manera particular se expre-
embargo, cada término apropiado es efímero en función del san en los modelos de la web 1.0, web 2.0 y web 3.0. YouTube
dinamismo de los cambios tecnológicos. es resultado de esta evolución de la web, líder como reposi-
torio de videoclips, además de ser un referente importante
Las redes sociales y la nueva industria digital cultural: música para el análisis de objetos específicos de bienes musicales.
y video La característica principal de éste es que es un espacio
El actual modelo digital de la música y el video experimenta en el que los usuarios pueden hallar, ver o bien subir videos;
una gran transformación en la manera de producir y distri- ofrece a los usuarios un foro para conectarse y funciona como
buir los bienes culturales. La industria digital cultural es un plataforma de distribución para creadores de contenido. Aun-
ejemplo de la transformación social de los productos cul- que YouTube no lo autoriza, se ha desarrollado software que
turales analógicos. El modelo tradicional analógico llegó a facilita la descarga de videos de este sitio y su transformación
su fin a principios de los años noventa del siglo xx. Bajo el a otros formatos, como audio o dvd.
proceso de globalización, la industria de la música se con- Actualmente no se tienen cifras precisas de la cantidad
centró en cinco grandes compañías o empresas, y en ciertos de usuarios de YouTube, sin embargo, se sabe que asciende
lugares. Por ejemplo: Sony Music en Tokio, emi Group en a cientos de millones de usuarios en todo el mundo. Está

n 396 Nuevas tecnologías de la información y la comunicación (ntic)


disponible en 39 países en 54 idiomas, lo que representa un Castells, Manuel (1999), La era de la información: economía, sociedad
alcance determinante en escala global: casi cualquier perso- y cultura, México: Siglo xxi.
na con acceso a internet puede entrar en contacto con otras _____ (2011), Comunicación y poder, Madrid: Alianza.
mediante los contenidos de YouTube. Castells, Manuel, Anthony Giddens y Alain Touraine (2001),
Teorías para una nueva sociedad, Cuaderno de la Fundación M.
Se calcula que por minuto se suben 60 horas de video, lo Botín, Madrid: Fundación Marcelino Botín.
que equivaldría a una hora de video por segundo. Las cifras Evans, Dave (2011), Internet de las cosas: Cómo la próxima evolución
son impresionantes: al día se reproducen más de 4,000 mi- de Internet lo cambia todo, Cisco International Business So-
llones de videos, al mes se reproducen 3,000 horas de video, lutions Group. Disponible en: <http://www.cisco.com/web/
70% del tráfico de YouTube llega del exterior de Estados LA/soluciones/executive/assets/pdf/internet-of-things-iot-
Unidos y, en 2011, el sitio recibió más de mil millones de ibsg.pdf>.
reproducciones, lo que representaría 140 reproducciones por Giddens, Anthony (2006), La constitución de la sociedad: Bases para la
cada habitante de la Tierra (Start Up Studio, s.f.). teoría de la estructuración, Buenos Aires: Amorrortu.
El dinamismo, la sencillez de uso y la actualización cons- Hracs, Brian (2012), “A Creative Industry in Transition: The Rise
of Digitally Driven Independent Music Production”, Growth
tante vuelven a YouTube uno de los sitios más asequibles and Change, vol. 43, núm. 3, pp. 442-461.
para los diferentes públicos que tienen acceso a internet. Por Huurdeman, Anton A. (2003), The Worldwide History of Telecom-
ejemplo, cada día se reproducen en Facebook 500 años de munications, New Jersey: Wiley-Interscience.
video de YouTube, y cada minuto se comparten en Twitter Lane, Robert E (1966), “The Decline of Politics and Ideology in a
más de 700 videos de YouTube. Esta característica posibilita Knowledgeable Society”, American Sociological Review, vol.
el intercambio de contenidos específicos dentro de las redes 31, núm. 5, pp. 649-662. Disponible en: <http://www.jstor.
digitales, lo que a su vez representa una apertura a las formas org/stable/2091856>.
de acceder al mundo (Start Up Studio, s.f.). Machlup, Fritz (1962), The Production and Distribution of Knowledge
in the United States, New Jersey: Princeton University Press.
“México empieza conteo regresivo” (1999, 30 de diciembre), El
Universal. Disponible en: <http://www.eluniversal.com.mx/
Consideración final finanzas/3768.html>.
Las ntic son el motor de la sociedad de la información. Los Montoya Suárez, Omar (2004), “Schumpeter, innovación y de-
procesos de innovación tecnológica descansan en los actores terminismo tecnológico”, Scientia et Technica, año X, núm.
económicos, llamados bajo la perspectiva de Schumpeter 25, pp. 209-213.
emprendedores creativos. El espacio que abre la destrucción Olaya Dávila, Alejandro (2008), “Economía de la innovación y
creativa del desarrollo capitalista es el lugar donde las nuevas del cambio tecnológico: una aproximación teórica desde el
tecnologías tienen su campo fértil para la creación de nuevos pensamiento schumpeteriano”, Revista Ciencias Estratégicas,
productos y objetos tecnológicos que cambian a la sociedad. vol. 16, núm. 20, julio-diciembre, pp. 237-246.
Rae: Real Academia española (2014), “Internet”, Diccionario de
Los cambios tecnológicos vertiginosos desencadenan la lengua española, 23a. ed. Disponible en: <http://lema.rae.
problemas sociales, quizás el principal es la presencia de la es/drae/?val=internet>.
brecha digital (Dijk, 2005). Ésta se expresa entre los países y Sánchez-Ancochea, Diego (2005), “Capitalismo, desarrollo
al interior de cada nación. El acceso a las nuevas tecnologías y Estado. Una revisión crítica de la teoría del Estado de
es un tema cada día más agudo, en función de la velocidad Schumpeter”, Revista de Economía Institucional, vol. 7, núm.
de los cambios, donde una parte importante de la pobla- 13, pp. 81-100.
ción no tiene acceso a las ventajas tecnológicas, por lo que Start Up Studio, Plan de empresa, Barcelona: Escuela Técnica Su-
se asiste a la formación de una sociedad de la información perior de Ingenieros Industriales de Barcelona-Universidad
altamente desigual. de Cataluña. Disponible en: <http://upcommons.upc.edu/
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Nuevas tecnologías de la información y la comunicación (ntic) 397 n


la economía mundial. El tiempo libre no escapa a este modo
OCIO de instrumentar la vida y se ve acompañado de ventajas y li-
mitaciones contemporáneas que están latentes en cualquier
Demetrio Valdez Alfaro sociedad del siglo xxi.
Puede parecer arrogante y erróneo vincular el ocio y
la virtud en el mundo contemporáneo; un viejo refrán
Definición dice que “la ociosidad es la madre de todos los vicios”. Es
importante mencionar que los planteamientos enciclope-
El ocio está íntimamente ligado con nuestra concepción del distas difícilmente podrían llevar al lector a la comprensión
tiempo libre. Si partimos de principios matemáticos elemen- del ocio, pues las referencias generalmente estarán bañadas
tales, como la suma o la resta, y asumimos que en nuestro de los prejuicios propios de una visión utilitaria de la vida, en
tiempo de vida existe un tiempo libre, entonces podemos las que, incluso eventualmente, se habla de un uso produc-
hacer una sustracción del tiempo de vida de la siguiente tivo del tiempo libre, lo cual aleja la posibilidad de disfrutar
manera: el tiempo libre es igual al tiempo de vida, menos la comprensión del ocio desde la teoría como si se tratara
tiempo de sueño, tiempo de aseo, tiempo de estudio o traba- de una invitación al placer y al disfrute de la existencia en el
jo, tiempo de alimentación, de traslado, gestión de servicios entendimiento de su propósito esencialmente ocioso. Si no
o de adquisición de productos para la existencia, tiempo de se tiene claro el concepto de ocio, se recomienda la reflexión
enfermedad y recuperación o convalecencia, tiempo de com- sobre el marco teórico del término.
promisos familiares ineludibles, y así sucesivamente. Incluso
podemos restar algunos otros momentos en que no decidimos Historia, teoría y crítica
qué hacer o qué no hacer, sino que no tenemos alternativa
y actuamos conforme a factores ajenos a nuestra voluntad. El tema del ocio tiene la flexibilidad suficiente para hacer
El ocio tiene que ver con la oportunidad de decidir qué de él un planteamiento conceptual, conductual, psicológi-
hacer en el tiempo libre e incluye la decisión de tener una co, social, económico e, incluso, político, que acompaña al
actividad o no tenerla. Es un tiempo en el que nuestra elec- hombre en su historia durante los momentos de contenta-
ción está relacionada con los conocimientos que recibimos miento social, de alegría y tristeza, de recuerdos y aprendizaje,
cuando jugamos en casa, en nuestra convivencia con amigos, de emociones profundas, de sentimientos o heridas en el
compañeros de la escuela y del trabajo o vecinos. La calidad espíritu... de amar por supuesto. El concepto occidental
de las experiencias de ocio está determinada por lo que vivi- contemporáneo de ocio tiene sus orígenes en la antigua Gre-
mos en la niñez. Todo lo jugado, practicado, entrenado física, cia: históricamente el ocio es la skole de los griegos. Esto no
mental o espiritualmente influye en lo que decidimos vivir significa que esa región sea el origen del ocio mismo. En el
de adultos y en la actitud que tenemos ante la vida durante planteamiento filosófico cristiano, el ocio ha sido incluido al
la tercera edad. En esas experiencias conocemos la diferencia detallar el día de descanso del Gran Arquitecto del Universo,
entre el cansancio y el descanso, el orden y el respeto. La jus- como una manera de referirse a la importancia del reposo
ticia, la armonía, la alegría, el amor, son otros de los aspectos y del estar consigo mismo después de la máxima creación.
que surgen en el momento de ocio. Para hablar del ocio es pertinente referirse al siglo xix,
La recreación es una actitud de ocio en el tiempo libre, específicamente a la revolución del tiempo libre, según los
de carácter intelectual, físico, social y a veces hasta ritual; términos de la revista argentina Janus (1966), en que se
representa una faceta emocional importante en la vida del aprecia que en este periodo se forjó una tradición teórica
ser humano porque nos permite expresar emociones, sen- sobre el tema, que cuenta autores valiosos, como George
timientos y aprendizajes acumulados (a veces de manera Friedman, Jean Fourastié, Paul Lafargue, André Parinaud y
espontánea, a veces predeterminada), y asumir el riesgo de Evelyne Sullerot, entre otros. Estos escritores se aproximaron
decidir hacer o no lo que nos plazca para buscar un benefi- al tiempo libre como fenómeno social y rebatieron el culto al
cio personal o social. trabajo; también discutieron la consideración del ocio como
Ahora bien, la cultura es parte de la vida del hombre, un tiempo banal e improductivo, percepción que atribuyeron
porque es una expresión antropológica natural de él y en principalmente a la religión.
él. Como expresión del hombre en el tiempo y el espacio, Como se aprecia, los trabajos formales acerca del ocio
está presente tanto en el tiempo libre como en el ocupado; no son de origen reciente. Existen textos sobre el tema que
forma parte de su vida misma y no hay razón para desvin- se pueden rastrear en la historia. Entre ellos se encuentra la
cularla de ella. Teoría de la clase ociosa, de Thorstein Veblen, quien inicia un
El ocio está directamente relacionado con nuestra concep- panorama sociológico para estudiar el concepto y cuyo punto
ción del tiempo, por lo que la reflexión abarca las formas en que de vista trasciende hasta nuestros días. Este autor distinguió
el hombre ha decidido medir el tiempo; la historia del reloj, la clase ociosa de la trabajadora, de acuerdo con las tareas o
el caso de la evolución de la medición mecánica del tiempo actividades que cada una realizaba:
a la medición electrónica y cómo esto influye en la esfera de

o 398 Ocio
Oo
Las clases altas están consuetudinariamente exentas o bre comunitario con miras a una mejor construcción de vida
excluidas de las tareas industriales y se reservan para propia y pública (1983; 1993).
determinadas tareas a las que se adscribe un cierto Hillel Ruskin (2002) planteó la vinculación del ocio y la
grado de honor. La más importante de las tareas hono- educación, tanto en los sistemas escolarizados como en el
rables en una comunidad feudal es la guerra (1974: 9). quehacer cotidiano y, en especial, para mejorar el desarro-
llo de los jóvenes en situaciones de riesgo. De igual manera,
Veblen abordó el tema con un análisis muy extenso en el Richard Kraus (1997) afirmó que la oportunidad de la con-
que identifica una clase ociosa y la delimita histórica y geográ- vivencia familiar en el tiempo libre fue un importante factor
ficamente. También distinguió diversas formas de ocio, como de prevención de escenarios de violencia y desintegración
el ocio ostensible y el ocio vicario y algunos de sus valores y en este rubro.
manifestaciones, como las proezas, el vestido, la honorabilidad, Stanley Parker, por su lado, apuntó la importancia de
la reputación, el derroche y el saber. incluir la noción de consumo en la comprensión del tiempo
Johan Huizinga, por su parte, realizó planteamientos libre y observó el hecho de que el ser humano expresa una
antropológicos importantes para el tema, en su obra Homo actitud de ocio incluso en el tiempo de trabajo; de hecho,
ludens, en la que estudia un aspecto muy relacionado con el para el autor, el ocio no se comprende sin la noción de tra-
ocio: el juego. Huizinga define el juego como lenguaje, ya bajo (1976). A finales del siglo xx, Manuel Cuenca favoreció,
que éste funciona como un código que comparten dos o más con sus aportaciones conceptuales sobre el ocio autotélico,
individuos. En la misma década, Bertrand Russell escribió su la creación de la Asociación Mundial de Ocio y Recreación.
ensayo Elogio del ocio que, desde la perspectiva de Tomasini En el contexto mexicano, si bien no habla propiamente
Bassols (2010: 1), ha sido mal traducido como Elogio de la del asunto, Néstor García Canclini (1995) aporta elementos
ociosidad, pues la diferencia entre el primero y el segundo es- para identificar la condición de ciudadano o de consumidor
triba en que con aquél se aprovecha el tiempo libre, mientras y su planteamiento es pertinente para el análisis del uso del
que con éste no. El Elogio de Russell es, al mismo tiempo, una tiempo libre.
crítica a la ética del trabajo, ya que, desde su punto de vista,
su moral “es la moral de los esclavos, y el mundo moderno Líneas de investigación y debate
no tiene necesidad de esclavitud” (s.f.: 2). contemporáneo
En el siglo xx, Joffre Dumazedier incita a que se efectúe
un estudio académico del ocio mediante aportaciones con- El tiempo libre ha adquirido dimensiones extraordinarias de
ceptuales y evidencias estadísticas. Su obra es fundamental, estudio en el campo teórico-formal. La vinculación del ocio
aunque la expectativa que planteó en los primeros ensayos con el mundo cotidiano se encuentra en la vida personal del
de ¿Hacia una civilización del ocio?, no se cumplió: él pensaba adulto, en la etapa infantil, en la aventura juvenil, en la expe-
que el ocio, como “producción continua del progreso técnico” riencia y la emulación del anciano; de hecho podemos hablar
(1962: 46), conduciría a la creación de una nueva cultura y un de su carácter histórico, ritual, social, político y económico
nuevo hombre. Fue él, también, quien notó que el término desde el principio de la vida del hombre en grupo. La última
ocio fue reemplazado paulatinamente por la noción de tiempo parte del siglo veinte —digamos, los últimos veinte años—,
libre: “[…] la expresión ‘tiempo de ocio’ de los años setenta el ocio ha tomado formas tan diversas y confusas que resul-
fue remplazada en los años ochenta por ‘tiempo libre’”.1 Su ta difícil explicar solamente con palabras en qué consiste, ya
importancia radica, entre otros factores, en su planteamiento que la experiencia es fundamental para comprender el sen-
de las tres categorías o funciones del ocio, conocidas como tido mismo del término, incluso cuando se trata de exponer
las tres D: descanso, desarrollo y diversión (27-29), con lo su importancia en un estudio formal. Hace falta la atención
que sus estudios constituyeron una influencia definitiva en de otras áreas del conocimiento para plantear la vincula-
el surgimiento de la tempoliberología. Este sociólogo creó ción del ocio con los aspectos biológico, social, económico,
un equipo de investigación de nombre Comité de Investi- ecológico, político, y con actividades como la asistencia. Por
gaciones sobre el Ocio; en el grupo sobresalen críticos como ejemplo, los planteamientos de la antropología contemplan
Nicole Samuel, quien destacó el papel del ser humano en la alternativas de formas de expresión en el tiempo libre, entre
transformación de su circunstancia de ocio e hizo énfasis en las que se distinguen las de carácter lúdico, como la que se
la relación entre ésta y el género, aspecto para el que exigió encuentra en la descripción de Johan Huizinga cuando dice:
atención en las futuras investigaciones. Otro crítico de esta “Después de recordar una vez más el carácter primario del
escuela fue Gilles Pronovost, quien advirtió que en la juven- juego podemos pasar a considerar el elemento lúdico de la
tud de cualquier parte del mundo existe un potencial enorme cultura como fenómeno histórico” (1972: 66).
para la transformación de la actitud de ocio en el tiempo li- En el ámbito de la economía, existen diversos factores
que han hecho del ocio un asunto importante en el desarro-
llo económico; en el caso de México, por ejemplo, una de las
1 “[…] l’expression ‘temps de loisir’ des annes 70 a été reemplacée
dans les annes 1980 par ‘temps libre’”.

Ocio 399 o
industrias más importantes es el turismo.2 A esto se suma La asociación ha contado con la participación de los más
que la perspectiva laboral en este país —como en casi todo notables estudiosos del ocio en el mundo, entre los que desta-
el mundo— no es muy alentadora, que el poder adquisiti- can Hillel Ruskin, de Israel, Stanley Parker, del Reino Unido,
vo del trabajador mexicano va en disminución y que, en las Ishwar Modi, de India, Teus Kamphorst, de Holanda, Nada
megaciudades,3 el tiempo tiene un alto valor y es un factor Kacavenda, de la antigua Yugoslavia, Willy Faché, de Bél-
determinante en la vida de los habitantes. gica, Barbara Hendricks, de Dinamarca, Pilar Figueras, de
El potencial del ocio es tal, que actualmente es indispen- Barcelona, Nicole Samuel y Joffre Dumazedier, de Francia,
sable considerar la formación de recursos humanos en este Manuel Cuenca, del país Vasco, Blanka Filipcová, de la ex
campo. En México se han establecido carreras profesionales Checoslovaquia, Arnold Grossman y Larry L. Neal, de los
y estudios de posgrado que subrayan la necesidad de definir Estados Unidos, Sergio Jaretti, de Italia, John Jackson y Cor
puestos institucionales, metas educativas y una oferta de ser- Westland, de Canadá, Bohdan Hegon, de Polonia, Adriana
vicios de ocio que respondan a las necesidades de un estilo Estrada, Lupe Aguilar y Elena Paz, de México, e Inés Mo-
de vida que cambia vertiginosamente. reno, de Argentina, entre muchos otros.5 Estas personas han
El ocio se ubica en el contexto de las alternativas del uso estudiado el fenómeno desde diversas perspectivas.
del tiempo libre, aunque particularmente en México no es El Dr. Manuel Cuenca Cabeza, actual vicerrector de la
empleado el término con la misma regularidad que en Es- Universidad de Deusto en Bilbao, plantea las dimensiones
paña,4 pues se vincula el concepto con lo que comúnmente del ocio autotélico, que se refiere a las acciones que tienen
llamamos la ociosidad, palabra a la que se adjudica un carác- un fin en sí mismo y que son personalmente satisfactorias,
ter negativo. las cuales surgen por interés personal (1995: 56-81). Cuen-
Actualmente existe una corriente de estudio formal del ca propone “una ordenación de las experiencias de ocio”, en
ocio que tiene su sede en Montreal pero que incluye puntos la que el ocio nocivo en una punta y el ocio solidario en la
de vista de muchos profesionales del área en el mundo. Me otra (2009: 20-21). También advierte que el ocio puede ser
refiero a la Asociación Mundial de Ocio y Recreación, que, una “experiencia grupal compartida” y refiere que “el ocio
por las iniciales de su nombre en inglés (wlra), es conocida comunitario se define a partir de la propia comunidad que
con el nombre de World Leisure and Recreation Association lo experimenta; de ahí que sus raíces estén en la tradición y
y, más actualmente, como wlo, World Leisure Organization. la cultura que se desarrolla en el entorno. En su sentido más
puro, es expresión de las personas que constituyen un grupo
humano concreto” (2000: 97). Las cinco dimensiones del
2 No podemos decir lo mismo de la industria del juguete pues ocio autotélico y comunitario que propone Cuenca Cabeza
la población de empresas de este ramo acusan una situación son (2000: 97-99):
que puede calificarse de dramática, por el paso acelerado del
juguete local al juego de dimensiones globalizadas que se ha
dado en los últimos treinta años. Esta situación cambia la per-
1) Dimensión ambiental-ecológica: “expresa la sen-
cepción del juego y del juguete. A principios de los ochenta, sibilidad ciudadana ante los impactos de las acti-
cuando abrieron las empresas jugueteras Mattel y Hasbro en vidades de ocio y ayuda a planificar un desarrollo
México, el mercado del juguete mexicano y chino —que por sostenible que respete la armonía medioambiental”.
cierto afectó severamente el ramo juguetero mexicano— se vio 2) Dimensión festiva: “en cuanto experiencia eminen-
perjudicado por una fuerte campaña televisiva para introducir temente grupal, permite hablar de ocio compartido
juguete producido por esas dos gigantes globalizadoras del ju- y social frente a la vivencia individual en sí misma”.
guete. De 1985 a 2005 cerraron un gran número de empresas 3) Dimensión solidaria: “es un signo de calidad huma-
jugueteras mexicanas y se perdió una cantidad significativa de na y de sensibilidad. Su desarrollo se corresponde
empleos, a pesar de que la llegada de las empresas Mattel y
Hasbro implicó la creación de fuentes de trabajo. Por otro lado,
con comunidades abiertas, en las que madura la
la inundación del mercado con productos de Oriente afectó responsabilidad y el compromiso, cuyo fundamento
sensiblemente el comercio de juguete nacional. descansa en la voluntariedad y en la libre elección”.
3 En 2005, el Distrito Federal alberga a poco más de ocho mi-
4) Dimensión lúdica: “es algo necesario para el equili-
llones de habitantes, pero en la cuenca del Valle de México y brio físico y psíquico. Propicia la alternancia y ejer-
zona conurbada conviven —si así se puede llamar— más de 22 citación de diferentes facultades. Cualquier activi-
millones. Para alguien que vive en el sur de la ciudad de Mé- dad del hombre puede ser juego y, al mismo tiempo,
xico (Tláhuac) y trabaja en el norte (Cuautitlán), el recorrido a cualquier realidad puede accederse por vía lúdica”.
diario de transporte de uno a otro rebasaba las tres horas de 5) Dimensión creativa: “alude a experiencias cultura-
ida y de regreso. Hay quien normalmente se traslada durante les de ocio, unidas tradicionalmente al desarrollo
media hora a su trabajo, aunque esto representa distancias que de prácticas musicales, dramáticas, literarias, arte-
no rebasan los doce kilómetros. Por eso me refiero así al tiempo sanales, pictóricas y folklóricas, entre otras. Es una
en la Ciudad de México.
dimensión que guarda una relación directa con el
4 De hecho, a los colegas españoles es recomendable leerlos con
detenimiento pues la terminología en el campo profesional no
tiene el mismo sentido que en México. 5 Véase: Moreno, 2006; 2010; 2012.

o 400 Ocio
capital cultural de las personas y los grupos, por lo En esa misma época, José Ignacio Ruíz Olabuénaga exige
que expresa modos de vida y mentalidades, puntos una posición de los ciudadanos ante el término ocio pues él
de vista, estética y, en muchos casos, planteamientos afirma que “ha dejado de ser una ‘aspiración utópica’, a la que
éticos”. sólo unos pocos privilegiados consiguen tener acceso, para
transformarse en una experiencia cotidiana que reclaman
Con lo antes descrito, se puede asumir que la experien- como propia las masas populares” (1992: 11).
cia de ocio es una vivencia humana personal, pero cuando Ruiz examina el ocio, en un estudio de caso de los bilbaí-
se comparte comunitariamente se transforma en un fenó- nos, según las diferencias de género de la siguiente manera:
meno social.
Por su parte, Frederic Munné (1980) identifica un ocio Un reparto por sexos de los diferentes hábitos en
autocondicionado, que podría ser equivalente al autotélico de el mundo de las aficiones indica claramente que
Cuenca, y uno heterocondicionado, que se realiza por razo- este mundo es más propio de mujeres que de hom-
nes aceptadas pero ajenas a nuestra decisión absoluta y en el bres, y que aquéllas son las más dadas al mundo de los
que intervienen muchos factores externos a nosotros, lo que hobbies que los hombres. Las diferencias se destacan
para Cuenca podría denominarse, desde nuestra perspectiva sobretodo en el campo de los hobbies domésticos
y siguiendo sus mismos términos, ocio exotélico. (lavar, coser, bordar, planchar), reduciéndose sensi-
Planteamientos intelectualistas como el de Josef Pieper, blemente en lo relativo al bricolaje y en la afición a la
estudian el ocio en una perspectiva que surge de la filosofía cocina […] cocina es la afición princeps de los bilbaí-
cristiana. Pieper revisa cuidadosamente los textos antiguos y nos, no lo es menos la afición a la salida de casa ‘para
refiere que la celebración, que es “el punto esencial del ocio”, dar la vuelta’, esto es, el salir de paseo […] Un hábito
hace pensar en el sacramento de la homilía y en el culto que fomentan casi la mitad de los bilbainos, esto es
(1979: 66). La condición teológica de su trabajo constriñe el 44% (1992: 11).
la actividad del ocio al culto, por lo que resulta privativa de
un grupo social creyente. Otro aspecto por considerar es la tecnología. En Europa,
Fuera del ámbito religioso, y en consideración de las rela- como en América, el ocio ha sido revolucionado a través de
ciones entre género y ocio o entre género y edad, se ha hecho ella. La tecnología ha modificado el modo de trabajar en gran
abundante trabajo de investigación en España. Pere Negre Ri- medida, y tal vez más para y en el tiempo libre; esto tiene
gol, en 1993, dice: “A pesar del ritmo obsesivo de la producción gran influencia en las acciones que el ser humano emprende.
y la competencia, vivimos seducidos por el ocio y sus oportuni- Ésta podría ser la revolución del tiempo libre más cercana
dades, con una oferta pública y privada de espectáculos, fiestas, pues se han modificado considerablemente los hábitos de
deportes y juegos, sin precedentes” (7). En la cita se reconoce ocio desde que surgió la tecnología pública, como es el caso
que el ocio también es la antesala del consumo. La existencia del internet gratuito, con la que ya cualquiera tiene acceso a
de una industria de servicios y productos para el ocio es cre- un mundo totalmente diferente, tanto en calidad como en
ciente. En su obra El ocio y las edades, Negre Rigol estudia el cantidad, de información.
concepto de acuerdo con la historia de vida. Aunque no distin- Además de estas consideraciones, cabe mencionar que el
gue la situación social en su planteamiento, sin embargo acusa ocio se ha vinculado con otros temas como la salud, el juego
cierta radicalidad en Dumazedier y otros autores de la misma y el deporte. En cuanto a la salud, Erik Cohen, en su trabajo
corriente sociológica al denunciar el carácter ideológico de la “Leisure: The Last Resort. A Comment” (1991), sistematiza
sociología del ocio. La referencia del autor al uso del tiempo buen número de resultados de investigación en torno al tema.
libre cuando habla de jóvenes españoles por encima de los 17 Para el estudio del deporte existe específicamente la rama
años se basa en la encuesta complementaria en Cataluña del de la sociología del deporte. En ella destacan los plantea-
Centro de Investigación Sobre la Realidad Social (cires) de mientos que distinguen entre un deporte praxis y un deporte
1991, y dice lo siguiente: espectáculo (Rodríguez, 1995: 4-9). Otro aspecto de estudio
del tema concierne a los espacios destinados para el depor-
[…] un día normal, diferenciado por sexos, supone te. En cuanto al ocio y el juego, una importante perspectiva
que los hombres duermen algo más que las mujeres, de estudio consiste en ubicar al juego como instrumento
dedican mucho más tiempo al trabajo remunerado, al para el logro de diferentes objetivos y en diversas áreas del
estudio y al ir al bar o de copas, mientras que las mu- conocimiento.
jeres, además de dedicar más tiempo a la limpieza, las Aunque el juego hace una entrada tardía al campo de
compras diarias y la cocina, sobresalen en el tiempo estudio de las ciencias humanas (Vial, 1981: 19), diversos
dedicado a la higiene corporal, el cuidado de la salud, autores lo han estudiado. Particularmente importante para
los desplazamientos por la ciudad, pasear y hacer y este concepto es Johan Huizinga quien lo definió como: “una
recibir visitas. Actividades como cuidar enfermos, son acción u ocupación libre, que se desarrolla dentro de unos
casi exclusivamente femeninas (Negre, 1993: 167). límites temporales y espaciales determinados, según reglas
absolutamente obligatorias, aunque libremente aceptadas,

Ocio 401 o
acción que tiene su fin en sí mismo y va acompañada de decisión de otros, a intereses de los grandes capitales y que
sentimiento de tensión y alegría y de la conciencia de ‘ser de fundamentan con ello un estilo de vida en contra de la natu-
otro modo’ que en la vida corriente” (1972: 44). También es raleza humana, atendiendo muchas veces a la superficialidad
importante el trabajo de Caillois, autor que dividió las accio- de las experiencias de ocio, por lo que conviene una reflexión
nes lúdicas en agón, alea, ilinx y mimicry (1986: 39-43). Para acerca de la importancia de vivir un ocio inteligente.
una revisión de los hechos significativos para el juego en la
historia, se puede revisar la obra Las ludotecas: instituciones Bibliografía
de juegos, en donde María de Borja estudia los cambios en el
concepto de juego (Alonso, Borja et al., 2000: 17). Alonso, Gonzálo, María de Borja et al. (2000), Las ludotecas: ins-
De igual manera, ha sido importante el estudio de la re- tituciones de juegos, Barcelona: Octaedro.
creación como una de las actitudes de ocio que el ser humano Butler, George Daniel (1966), Principios y métodos de recreación para
puede realizar en su tiempo libre. George Butler (1966) es la comunidad moderna, Buenos Aires: Omeba.
Caillois, Roger (1983), Los hombres y lo sagrado, México: Fondo de
uno de los primeros autores cuyos textos nos permiten co- Cultura Económica.
nocer un punto de vista crítico y prospectivo respecto de las _____ (1986), Los juegos y los hombres, México: Fondo de Cultura
actividades recreativas. Pocos son los autores que estudian Económica.
multidisciplinariamente a la recreación y Richard Kraus es Cohen, Erik (1991), “Leisure: The Last Resort. A Comment”, en
uno de ellos; la aborda en sus aspectos filosóficos, psicoló- B. L. Driver, P. J. Brown y George L. Peterson (eds.), Bene-
gicos, administrativos, legales, sociales, educativos e incluso fits of Leisure, Pensylvania: Venture Publishing, pp. 438-444.
fiscales. Es uno de los autores norteamericanos más des- Cuenca, Manuel (1995), Temas de pedagogía del ocio, Bilbao: Uni-
tacados en el campo de la recreación, y uno de los puntos versidad de Deusto.
importantes de su planteamiento es el referente al liderazgo _____ (2000), Ocio humanista, Bilbao: Universidad de Deusto
(Documentos de ocio, 16). Disponible en: <http://www.
en recreación (1997). deusto-publicaciones.es/deusto/pdfs/ocio/ocio16.pdf>.
La historia en América Latina nos refiere, en los últimos _____ (2009), “Perspectivas actuales de la pedagogía del ocio y el
siglos, la conquista ideológica y por las armas; en nuestro tiempo libre”, en José Carlos Otero López (ed.), La pedagogía
léxico popular hemos tenido diversas maneras, en el idioma del ocio: Nuevos desafíos, Lugo: Axac.
español, de referirnos a lo que hoy conocemos como tiempo Driver, B.L., Perry J. Brown y George L. Peterson, eds. (1991),
libre, y el ocio figuró un uso de éste entre la sociedad durante Benefits of Leisure, Pennsylvania: Venture Publishing.
y después de la colonia. La llegada del término tiempo libre a Dumazedier, Joffre (1962), Vers un civilization du loisir?, Paris:
esta región tiene más fuerza después de la Segunda Guerra Édition du Seuil.
Mundial, sobre todo por influencia de las culturas inglesa, _____ (1988), Revolution culturelle du temps libre 1968-1988, Paris:
Meridiens Klincksieck.
francesa y alemana; en este sentido heredado, el término García Canclini, Néstor (1995), Consumidores y ciudadanos. Con-
abriga la idea de nuestro quehacer efectuado por decisión flictos multiculturales de la globalización, México: Grijalbo.
personal, también familiar o comunitaria, y decidido con la Huizinga, Johan (1972), Homo ludens, Madrid: Alianza.
conciencia de un interés por cultivar o sosegar nuestra vida Janus (1966), Dossier: La revolución del tiempo libre, núm. 7.
o nuestro espíritu. Kraus, Richard (1997), Recreation Programming: A Benefits-Driven
Las tareas y los compromisos están presupuestados, cal- Approach, Boston: Allyn and Bacon.
culados, estimados con costos y gastos. La decisión de hacer Moreno, Inés (2006), El juego y los juegos, Buenos Aires: Lumen,
o no lo que nos plazca en el tiempo libre es precisamente el Humanitas.
ocio que nos permite darle el valor deseado al tiempo libre, _____ (2010), Recreación: conducción de personas y grupos, tomo 2,
Buenos Aires: Lumen, Humanitas.
siempre y cuando seamos capaces de tomar la decisión de _____ (2012), Espacios de juego: intervenciones lúdicas en educación,
usarlo. Cuando no es así, por diversas circunstancias de de- salud, empresas y áreas públicas, Buenos Aires: Bonum.
pendencia, como ocurre en la infancia o la vejez, existe, en Munné, Frederic (1980), Psicología del tiempo libre: un enfoque crí-
quien facilita los elementos para el disfrute del tiempo libre, tico, México: Trillas.
un compromiso de animar o de proporcionar un goce y un Negre Rigol, Pere (1993), El ocio y las edades, Barcelona: Hacer.
aprendizaje, lo que implica gran responsabilidad. Ante la Parker, Stanley (1976), The Sociology of Leisure, London: George
ausencia de las experiencias elegidas nos encontramos con Allen and Unwin.
la oportunidad de generar un movimiento educativo que Piaget, Jean (1977), La formación del símbolo en el niño, México:
tienda a ayudar a normar el criterio de uso de tiempo libre, Fondo de Cultura Económica.
Pieper, Josef (1963), Leisure: The Basis of Culture, San Francisco:
con base en una pedagogía del ocio que oriente al usuario del Random House.
tiempo libre a convertirse en un tomador de decisiones no _____ (1979), “Ocio y culto”, en El ocio y la vida intelectual, Madrid:
contaminadas por la simple experiencia de ser consumidor Rialp, pp. 11-76.
de tiempo y productos para vivir experiencias de ocio ajenas Pronovost, Gilles (1983), Temps, culture et societé: Essai sur le proces-
a su realidad social que son, incluso, alienantes. Ésta es una sus de formation du loisir et des sciences du loisir dans les societes
manera de quitar la venda de los ojos del hombre y mujeres occidentales, Québec: Presses de l’Université du Québec.
que actualmente atienden a la idea de un ocio basado en la

o 402 Ocio
_____ (1993), Loisir et société. Traité de sociologie empirique, Québec: como la Organización Mundial de la Salud (oms), mientras
Presses de l’Université du Québec. que otras cubren temáticas múltiples, como la Unión Euro-
Rodríguez López, Juan (1995), Deporte y ciencia. Teoría de la acti- pea (ue); su duración depende del mandato de los Estados;
vidad física, Barcelona: inde. mientras que organismos con vocación universalista, como
Ruíz Olabuénaga, José Ignacio (1992), “La ciudadanía del ocio”, en
Equipo de investigación interdisciplinar en ocio, El ocio en el
la onu, tienen una duración indefinida, otros se proyectan
área metropolitana de Bilbao, Bilbao: Universidad de Deus- únicamente para realizar una tarea específica.
to, pp. 11-88. La intervención de las oig en los asuntos mundiales se
Ruskin, Hillel (2002), “Desarrollo humano y educación del ocio”, despliega a partir de tres mandatos: primero, constituirse en
en Cristina de la Cruz (ed.), Educación del ocio: propuestas foro para las negociaciones entre los países sobre problemas
internacionales, Bilbao: Universidad de Deusto. diversos; segundo, establecer normas en diversas áreas de
Russel, Bertrand (s.f.), Elogio de la ociosidad. Disponible en: <http:// acuerdo con un enfoque multilateral, sustentado en el dere-
www.alcoberro.info/pdf/russell3.pdf>. cho internacional; tercero, proporcionar asistencia en asuntos
Tomasini Bassols, Alejandro (2010), “Ocio y utopía”, Segundo cruciales del ámbito global como la seguridad y el desarrollo.
congreso nacional de recreación, México, Ciudad Universita-
ria-Universidad Nacional Autónoma de México, octubre.
Las oig pueden tener competencias plenas, al contar con ca-
Disponible en: <http://www.filosoficas.unam.mx/~tomasini/ pacidad de acción sobre materias delegadas por los Estados,
CONFERENCIAS/Ocio.pdf>. y pueden adoptar resoluciones que deben ser cumplidas por
Veblen, Thorstein (1974), Teoría de la clase ociosa, México: Fondo los firmantes del tratado base. También pueden funcionar a
de Cultura Económica. partir de resoluciones vinculantes para cada acto de los miem-
Vial, Jean (1981), Jeu et education. Les ludothèques, Paris: Presses Uni- bros del organismo. Otras oig sólo cumplen una función
versitaires de France. de consulta, por lo que sus resoluciones no son vinculantes.
Es pertinente diferenciar entre oig semisupranacionales,
como la ue, y no supranacionales, como la onu y la otan.
Mientras las primeras limitan parcialmente la soberanía de las
naciones participantes, las segundas no infringen la soberanía
ORGANISMOS de los Estados miembros, por lo que sólo tienen una influen-
cia restringida en sus políticas. Un aspecto indisociable de
INTERNACIONALES las oig es que, pese a la premisa de igualdad jurídica, operan
en un contexto determinado por la jerarquía de poder. Los
Carlos Eduardo Ballesteros Pérez ejemplos clásicos son el Consejo de Seguridad de la onu y
el Fondo Monetario Internacional (fmi).

Definición Historia, teoría y crítica

Los organismos internacionales son entidades creadas para Las organizaciones internacionales tienen una historia que
desarrollar operaciones y regular la dimensión pública del va de la Antigüedad a la época contemporánea. El primer
ámbito internacional. Para designarlos se utiliza también el referente que puede tomarse como idea precursora se en-
término organizaciones internacionales, aunque de manera es- cuentra en la Liga Delia, una asociación de ciudades-Estado
pecífica los organismos internacionales son aquéllos que están dominada por Atenas y que en el siglo v a.C. sirvió de alian-
integrados por Estados soberanos, o que incorporan estruc- za contra el Imperio persa. El segundo gran antecedente es
turas intergubernamentales. El enunciado que se utiliza con la Liga Hanseática, la asociación de comercio que unía a las
mayor frecuencia para referirse a estos organismos es el de or- ciudades del norte de Alemania que duró del siglo xi al si-
ganizaciones intergubernamentales (oig), a fin de distinguirlos glo xvii d.C. Sin embargo, si se tiene una perspectiva más
de las organizaciones no gubernamentales (ong) y de simples amplia, puede también considerarse como un precedente
agrupaciones de Estados, como el g-8. Las organizaciones in- fundamental al Imperio romano después de la conversión de
tergubernamentales tienen un carácter formal que deriva de su Constantino al cristianismo. La unidad del mundo cristiano
personalidad jurídica como sujetos del derecho internacional. se fragmenta con las guerras de religión del siglo xvii y, en
Su fundamento legal se encuentra en los tratados multilaterales 1648, la Paz de Westfalia lleva a su fin a la organización in-
establecidos por los Estados. ternacional de la iglesia. Permanece, sin embargo, el legado de
Las funciones que han ido asumiendo las oig son parte de la ley romana, como sistema de reglas de conducta, gobierno
un proceso de institucionalización a escala internacional. Su y relaciones de intercambio.
actuación como organismos con atribuciones delegadas por La idea de una legalidad internacional se mantiene en el
los Estados les ha permitido la ampliación progresiva de su pensamiento de Hugo Grocio (1995), para quien el derecho
influencia política en una gran diversidad de temas. Pueden de gentes correspondía al dictado de la justa razón, y cuya al-
tener una conformación global o regional; algunas se encuen- ternativa a la anarquía del estado de naturaleza y a la dictadura
tran orientadas a un solo aspecto de interés internacional,

Organismos internacionales 403 o


del Imperio era la formación de una comunidad de naciones.1 principios de acción internacional, incluida la protección de
Estas ideas, que tienen un referente importante en la escuela los derechos humanos, una estructura de gobierno basada en
de Salamanca, fueron complementadas por la concepción del el voto unánime en el Consejo y el mayoritario en la Asam-
Estado como persona legal desarrollada por Samuel Pufen- blea, así como organismos que siguen cumpliendo funciones
dorf (en Zweifel, 2006: 36-37.), así como por la noción de esenciales como la Organización de la Salud, antecedente de
ciudadanía global propuesta por Christian Wolff,2 el térmi- la actual oms y la Organización Internacional del Trabajo.
no ley internacional acuñado por Emer de Vattel (2011)3 y el Desde 1942, los veintiséis aliados contra las potencias
sentido que a éste aporta Jeremy Bentham (2015), quien lo del eje comenzaron a plantearse la necesidad de sustituir la
precisa como obligaciones de los Estados, no de los indivi- sdn por una nueva organización. Un año después se formó
duos.4 Ahora bien, el espíritu universalista que se encuentra la primera agencia que sería parte de la onu, la Administra-
detrás de la idea de una comunidad pacífica de naciones tiene ción de Ayuda y Rehabilitación de las Naciones Unidas, que
entre sus fundamentos esenciales al pensamiento ilustrado de tuvo un papel importante en la posguerra durante el proce-
Immanuel Kant. En el opúsculo de 1795, Sobre la paz perpe- so de reconstrucción. Más adelante, en la Conferencia de
tua, Kant (2005) esboza la propuesta de una sociedad pacífica, Dumbarton Oaks (1944), los aliados comenzaron a definir
basada en la unión de Estados libres. los principios de una nueva organización internacional que
El siguiente paso importante en la historia de las oig tiene tomaría el lugar de la sdn. Finalmente, en abril de 1945, aún
como contexto el periodo de relativa paz que sucedió al Con- con la guerra en curso, los fundadores de la onu se reunieron
greso de Viena de 1815. El llamado Concierto de Europa, en San Francisco para redactar la carta que habría de darle
producto de un tratado entre las principales potencias de la fundamento jurídico.
época, puede entenderse como la primera organización inter- A diferencia de la sdn, la onu tuvo la posibilidad de afir-
nacional de los tiempos modernos. Su función fue mantener marse en virtud de las condiciones que determinó la estructura
el equilibrio de poder y evitar un gran conflicto, lo que pudo bipolar de la Guerra Fría. Estados Unidos y la Unión So-
cumplirse hasta la guerra franco-prusiana de 1870. Las con- viética tenían como interés principal mantener su estatus
diciones del Concierto de Europa propiciaron el surgimiento y, en consecuencia, el sistema internacional vivió una eta-
de la Unión Postal Universal y del Comité Internacional de pa de estabilidad, pese a las fricciones producidas por la
la Cruz Roja, que dieron inicio a las organizaciones mul- competencia geopolítica de las superpotencias. Además,
tilaterales y marcaron la pauta para una nueva diplomacia. las propias condiciones de la Guerra Fría permitieron la
La Primera Guerra Mundial, producto de la afirmación cooperación entre los Estados, sobre todo por el riesgo que
geopolítica de Alemania, llevó a observar la necesidad de una implicaba la tensión permanente entre las potencias nuclea-
organización mundial para resolver los conflictos internacio- res, así como la necesidad de evitar la proliferación nuclear.
nales de manera pacífica. Con la creación de la Sociedad de Sobre esa base, la onu se convirtió en una institución con
Naciones (sdn) se dio inicio a un vasto proyecto democrático gran importancia política, fundamentalmente como espacio
de representación universal. La Sociedad de Naciones, que para la deliberación y la toma de decisiones en materia de
concretó las ideas del presidente norteamericano Woodrow seguridad internacional, aunque también adquirió suficiente
Wilson, constituyó un giro importante en la historia de las legitimidad para emprender acciones de alcance mundial en
relaciones internacionales. Al haber logrado que los países los planos económico y social.
aceptaran colaborar en beneficio de la paz mundial, se sentó Actualmente la onu es una oig que cubre múltiples cam-
un precedente en materia de cooperación internacional, ar- pos y que mantiene su carácter universalista. Los miembros
bitraje de conflictos y seguridad colectiva. de la onu reconocen el compromiso de no utilización de la
El grave deterioro de las relaciones intereuropeas durante fuerza y de la solución pacífica de controversias. Su propó-
los años treinta y el desencadenamiento de la Segunda Gue- sito principal es mantener la paz y la seguridad, pero tiene
rra Mundial llevaron a la disolución de la sdn en 1946. Este también, como función fundamental, propiciar la coopera-
primer ensayo de organización mundial legó importantes ción internacional para resolver problemas mundiales como
la pobreza, el deterioro ambiental o la violación de los de-
rechos humanos.
1 Véase también: Keene, 2002: 40-59 y Bull et al., 1990. Los avances hacia la supranacionalidad de las oig se han
2 La idea de Civitas Máxima de Wolff esboza la noción de ciu- dado más bien en el ámbito de las organizaciones regiona-
dadanía global. Véase en Koskenniemi (2011), lo referente a les como la ue; no obstante, también algunas instituciones
Christian Wolff, Jus Gentium Methodo Scientifica Pertractatum multilaterales como el fmi, el Banco Mundial (bm) y la Or-
y “The Law of Nations Treated According to a Scientific
Method in which the Natural Law of Nations is Carefuly
ganización Mundial del Comercio (omc) han desarrollado
Distinguished from that which is Voluntary, Stipulative and reglas supranacionales que se aplican a todos los Estados
Customary”, Joseph. H. Drake (trad.), en The Classics of Inter- miembros. Asimismo, regímenes como el Protocolo de Mon-
national Law, vol. 2, Oxford: Clarendon Press, 1934. treal, relativo a sustancias agotadoras de la capa de ozono,
3 Véase también: Chettail y Haggenmacher, 2011. son prácticamente acuerdos vinculantes de carácter supra-
nacional. En el ámbito de la seguridad, se ha ido pasando
4 Véase también: Janis, 1984.

o 404 Organismos internacionales


paulatinamente del monopolio estatal de la violencia legítima para que prevaleciera este enfoque, ciertamente matizado por
a dinámicas transnacionales. el interés de advertir las limitaciones que impone la estruc-
La situación del presente —tras el fin de la Guerra Fría tura internacional a los actores estatales. El neorrealismo de
y en medio de una etapa de globalización intensificada— se teóricos importantes como Kenneth Waltz (1979), o Robert
perfila como un momento en el que las oig tienen la posibili- Keohane (1984), plantea un modelo estatocéntrico que, si
dad de elevar los niveles de cooperación internacional frente bien explica algunos aspectos en el ámbito de la seguridad, ca-
a problemas imposibles de resolver en el marco del Estado. rece de elementos para comprender procesos más complejos.
La creciente urgencia de ciertas cuestiones globales ha pro- Una visión paralela al voluntarismo del Estado y sus pre-
vocado un profundo cambio en las relaciones internacionales. tensiones de racionalidad es la que proviene del idealismo
Frente a los límites de las organizaciones estrictamente wilsoniano. El proyecto general que inspira a la onu —y otras
intergubernamentales, adquieren interés otras experiencias de grandes iniciativas— se sustenta en la premisa de que es po-
cooperación internacional profundizada, particularmente los sible y necesario establecer medios de acción colectiva para
procesos de regionalización, que contribuyen a dar relieve a los fines comunes. A partir de 1945 se han integrado una serie de
temas de gobierno supranacional. En este campo, la ue es un propósitos comunes a cargo de organismos internacionales,
proyecto señero que se articula en torno a la cesión progresiva por ejemplo, la prohibición del recurso a la fuerza, la eman-
de soberanía por parte de los Estados miembros. La prospec- cipación de los pueblos colonizados, el derecho al desarrollo,
tiva sobre la ampliación de funciones e influencia de las oig ha la protección del medio ambiente, el desarrollo sustentable
ido variando con los cambios en el contexto internacional. El o la ampliación de la democracia. En el fondo, se define una
momento posterior a la Guerra Fría dio impulso a previsiones trayectoria en la que la noción de comunidad internacional se
optimistas durante toda la década de los noventa. Sin embar- superpone a la de la sociedad de Estados.
go, tras los acontecimientos del 11 de septiembre de 2001 y la Frente a la problemática que representa un multilate-
Guerra de Irak de 2003, el escenario favorece las posiciones ralismo con tendencia a la indefinición y la vaguedad de
escépticas. En el balance de la última etapa se observa que si contenidos, ha surgido la necesidad de precisiones teóricas
bien la onu extendió sus capacidades para autorizar nuevas que intentan describir y orientar las prácticas de las oig. La
misiones de paz, esto no ha significado una mayor efectividad línea de interpretación que se ha desarrollado parte de los
en la solución de conflictos. enfoques funcionalistas y neofuncionalistas para avanzar
Una aproximación a las teorías que sondean la proble- posteriormente hacia los planteamientos de la interdepen-
mática de las oig debe partir del ámbito general en el que se dencia y la teoría de regímenes. Sobre esa base y de manera
desarrolla su acción. Ese ámbito es el correspondiente a la más contemporánea, se han definido nuevos intereses teóricos
cooperación internacional y sus modificaciones históricas. En que se asumen en las concepciones de la gobernanza global
él operan las oig como instituciones definidas por la función y el nuevo multilateralismo.
que asumen y por su relación con el sistema internacional. El funcionalismo de los años cincuenta renovó la pers-
Los ensayos explicativos de la interacción de los Estados y la pectiva teórica de las relaciones internacionales al plantear
definición de intereses comunes han avanzado de las premi- que el sentido y la forma de las instituciones dependen de las
sas jurídicas, el orden a través de la ley, a los planteamientos funciones que cumplen. De esta premisa se deriva que las ne-
sobre un nuevo multilateralismo y la democracia cosmopo- cesidades funcionales, en principio de orden técnico, conducen
lita. El proceso teórico corresponde a una transición desde progresivamente a requerimientos de coordinación política.
el modelo de “comunidad de Estados civilizados” al de “so- Tales requerimientos, llegado un punto, pueden propiciar
ciedad civil mundial”, heterogénea, policéntrica y tendiente la cesión limitada de segmentos de soberanía estatal en ra-
a la formación de un nuevo espacio público. zón de objetivos comunes. El neofuncionalismo de los años
El primer discurso sobre cooperación internacional fue sesenta recuperó estas ideas y las desarrolló en teorías de la
el del derecho, tal y como lo determinó la Paz de Westfalia. integración que subrayaron la importancia creciente de las
Sobre la premisa de la soberanía y la igualdad jurídica de los instituciones y las élites transnacionales en procesos de
Estados se desarrolló un sistema de derecho internacional cooperación cada vez más amplios. Una década más tar-
que, hasta la Primera Guerra Mundial, era fundamentalmen- de, la teoría de la interdependencia puso el acento en las
te un derecho de coexistencia. El orden del mundo se hacía transformaciones mundiales que desplazaron el paradigma
depender de la voluntad de los actores incuestionables de la estatocéntrico y dejaron lugar para consideraciones de una
política exterior y la ausencia de conflictos se encontraba en complejidad formada por la interacción de organizaciones
el estricto respeto a los intereses de cada uno. Por lo tanto, internacionales, movimientos de todo tipo y sociedades
en un esquema definido absolutamente por los Estados no transnacionales con gran influencia. El concepto de inter-
había lugar para organismos que pudieran asumir funciones dependencia compleja propuesto por Keohane y Nye (1977)
de regulación. De alguna forma, esa Weltanschauung es la que sintetiza esa concepción.
se encuentra detrás de la perspectiva del realismo como teoría La teoría de los regímenes desarrollada en los años ochen-
fundada en la preeminencia del Estado. La Guerra Fría, de- ta se enfocó directamente en la organización y la cooperación
terminada por el esquema bipolar, fue una condición propicia internacionales. Su núcleo conceptual es el neoinstituciona-

Organismos internacionales 405 o


lismo liberal, que parte de una reflexión sobre el papel del pel de las oig y del esquema intelectual que les da sustento.
mercado y los modos de regulación de sus imperfecciones. El requerimiento es sobre todo de orden práctico, toda vez
Según esta perspectiva, no existe la competencia perfecta que, debido a los cambios del proceso internacional, se hace
porque la información de los agentes económicos es siempre patente un déficit general de legitimidad.
asimétrica, de allí la necesidad de organizaciones. Esa idea es En función de ese déficit, se define un campo de inves-
introducida a la teoría política norteamericana y a las relacio- tigación que debe retomar el marco conceptual de las oig
nes internacionales. En este último campo, el planteamiento procedente de los contenidos teóricos de la Ilustración y
explicativo es que la cooperación interestatal no proviene ni el liberalismo. Esa transposición se refleja en la estructura
de las obligaciones legales, ni de la existencia de organiza- analítica con la que se ha abordado la actividad de las oig
ciones internacionales, sino que depende de los regímenes. y que se comprende en los enfoques académicos de las re-
El enfoque de la teoría de regímenes ha sido criticado por su laciones internacionales. Las perspectivas del realismo y del
sesgo conservador al considerar el orden internacional como institucionalismo han competido históricamente por deter-
algo dado y no interrogarse por la naturaleza de las regulacio- minar con suficiencia el papel de las oig en el marco de la
nes establecidas. La falta de atención a los factores de poder política mundial. Para el realismo, esas estructuras no tienen
y la distribución de oportunidades debilita la teoría de los otro carácter además de ser extensiones o instrumentos del
regímenes, pero también el hecho de que desplaza el valor poder estatal (Mearsheimer, 1994-1995)5. En consecuencia,
de las instituciones al subsumirlas en el plano de las reglas y su legitimidad sería una derivación directa de la de los Es-
procedimientos. Pese a todo, la teoría de regímenes tiene un tados. Para el institucionalismo, dado su sesgo idealista, las
importante valor heurístico y aclara aspectos importantes de oig tienen una función propia en los asuntos internacionales,
la interacción internacional. De hecho, es un avance que da además de una autonomía relativa como sujetos formales en
acceso a la teoría de la cooperación descentralizada, que asume términos jurídicos.6 Por lo tanto, las oig deben ser entendi-
la problemática de la gobernanza global a través del análisis das como actores internacionales responsables, en principio,
de las formas de cooperación internacional. El tema principal ante los miembros que las integran; pero también ante los
de esa teoría es la factibilidad de interacciones cooperativas individuos, colectividades y pueblos que son afectados por
internacionales a múltiples niveles, sin requerir de institucio- sus decisiones.
nes formales. Sin embargo, se ha ido generando un consenso La legitimidad de las oig está construida en múltiples
en el sentido de que la cooperación resulta improbable sin un niveles y no está exenta de paradojas. Con la extensión cada
contexto institucional adecuado. vez más global de los procesos y con el nuevo despliegue de
La evolución actual de las teorías que se relacionan con el diversas perspectivas culturales, lo que para algunos puede
ámbito de las oig tiende a ser más comprehensiva del papel ser legítimo no lo es para otros. Por eso, cuando se habla de
que desempeñan como instituciones. Las oig son también déficit de legitimidad de las oig se alude, en principio, al
vistas como un proceso social en curso, en el que las ideas, la hecho de que la complejidad de los desarrollos internacio-
comprensión y el conocimiento tienen un lugar preponderan- nales plantea un problema de inadecuación para las actuales
te. El enfoque constructivista aplicado a las organizaciones organizaciones. En el fondo, los actuales problemas de legiti-
internacionales permite una interpretación que atiende a mación de las oig tienen relación con un cambio de contexto
factores subjetivos inseparables del análisis. que no puede asimilarse ni desde la perspectiva realista ni
Actualmente se reconoce que la actividad de las oig exige la del institucionalismo. Ese cambio obedece centralmente
un estudio que combine tanto las interpretaciones racionalis- a factores sistémicos tanto en el nivel político como en el
tas (incluido el realismo) como las constructivistas. Con esa económico. El fin del mundo bipolar ha relativizado la ca-
orientación es posible replantear los estudios institucionalistas, pacidad de las potencias para influir de manera determinante
abordar de mejor manera la dimensión empírica de las oig e en el curso de los procesos globales. A la vez, muchos de los
identificar a estas organizaciones en términos de un importante procesos decisivos a escala global han sido impulsados por
nivel de institucionalización. las necesidades económicas del capitalismo globalizado. Tal
tendencia ha ido modificando las orientaciones de las oig y
Líneas de investigación y debate las ha alineado con las del sistema económico. La creciente
contemporáneo influencia de las corporaciones transnacionales en el desarro-
llo de leyes internacionales es un ejemplo a tomar en cuenta.
El devenir de las oig las ha llevado a formar una realidad No obstante, el cambio de contexto en un nivel global resulta
propia que es parte de la complejidad mundial y que requiere ambiguo para las oig: por una parte las ha obligado a adaptar-
de un pensamiento especializado. Esa necesidad se ha visto se y asumir una nueva funcionalidad; pero por la otra, las ha
agudizada con la transformación paulatina de la constela-
ción histórica perteneciente a la segunda mitad del siglo xx.
Desde el fin de la Guerra Fría, pero con mayor intensidad a 5 Véase también: Grieco, 1988.
partir del entrelazamiento de procesos y problemas globales
del presente, se ha hecho indispensable una revisión del pa- 6 Véase: Keohane y Martin, 1995; Haftel y Thompson, 2006;
Simmons y Martin, 2002.

o 406 Organismos internacionales


conducido a replantear sus enfoques y a elevar su trascendencia Coicaud, Jean Marc (2001), “International Organizations, the
frente a retos inéditos de orden planetario. Evolution of International Politics and Legitimacy”, en Jean
En verdad, ni el realismo ni el institucionalismo resuelven Marc Coicaud y Veijo Heiskanen (eds.), The Legitimacy of
la problemática de la legitimidad de las oig, como tampoco se International Organizations, New York: United Nations Uni-
versity Press, pp. 519-553.
resuelve la cuestión de la legitimidad de los Estados desde los Cox, Robert W., ed. (1997), The New Realism. Perspectives on Mul-
enfoques de la Ilustración o del liberalismo. La legitimidad tilateralism and World Order, New York: United Nations
en uno y otro plano es uno de los aspectos más complejos University Press.
de la política y exige un procesamiento multidimensional. Grieco, Joseph M. (1988), “Anarchy and the Limits of Cooperation:
Se trata de una temática abierta en la que los consensos A Realist Critique of the Newest Liberal Institutiona-
son inestables, sobre todo a raíz de los efectos de dinámicas lism”, International Organization, vol. 42, núm. 3, verano,
globales sobre las estructuras estatales y los espacios de coo- pp. 485-507.
peración internacional. Grocio, Hugo (1995), The Rights of War and Peace, traducción al
La nueva circunstancia mundial remite más allá del es- inglés de la edición de 1646, Oxford: Clarendon Press.
Habermas, Jürgen (2009), “Constitucionalización del derecho in-
pacio circunscrito a las oig. Al observar las necesidades de ternacional y problemas de legitimación de una sociedad
adaptación, las paradojas y la crisis de legitimidad de esas mundial constitucionalizada”, en ¡Ay Europa! Ensayos políticos,
organizaciones se hace patente que el trasfondo está en la Madrid: Trotta, pp. 107-126.
problemática de la gobernanza global. En ese ámbito resalta Haftel, Yoram Z. y Alexander Thompson (2006), “The Indepen-
tanto la importancia de las oig, como la disfuncionalidad de dence of International Organizations”, Journal of Conflict
muchas estructuras. De la misma manera, aparecen proce- Resolution, vol. 50, núm. 2, abril, pp. 253-275.
sos de complejización de las relaciones políticas y formas de Held, David (1995), Democracy and the Global Order. From the
cooperación. Ante la falta de reformas efectivas de las oig Modern State to Cosmopolitan Governance, Cambridge: Po-
—como en el caso de la onu y su eficacia limitada para lity Press.
Janis, Mark Weston (1984), “Jeremy Bentham and the Fashioning
abordar la agenda internacional, solventar las carencias de of International Law”, The American Journal of International
coordinación y resolver las dificultades para desarrollar sus Law, vol. 78, núm. 2, abril, pp. 405-418.
premisas democráticas— se presenta una evolución intere- Junne, Gerd C. A. (2001), “International Organizations in a Period
sante en términos de acción global. En la época más reciente of Globalization: New (Problems of ) Legitimacy”, en Jean
se ha ido poniendo atención a las redes internacionales hí- Marc Coicaud y Veijo Heiskanen (eds.), The Legitimacy of
bridas que articulan la participación de actores públicos y International Organizations, New York: United Nations Uni-
privados, gobiernos nacionales, oig, ong y corporaciones versity Press, pp. 189-219.
multinacionales. Este proceso se observa con mayor claridad Kant, Immanuel (2005), Sobre la paz perpetua, Madrid: Tecnos.
en la escala de las organizaciones regionales, en particular de Keene, Edward (2002), Beyond the Anarchical Society. Grotius, Colo-
nialism and Order in World Politics, Cambridge: Cambridge
la ue, donde apunta una alternativa concreta de gobernanza University Press.
supranacional. En ese marco podría jugarse una forma alter- Keohane, Robert (1984), After Hegemony. Cooperation and Discord
nativa de legitimación para las oig. in the World Political Economy, Princeton: Princeton Uni-
versity Press.
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Organismos internacionales 407 o


Simmons, Beth A. y Lisa L. Martin (2002), “International Orga- contextos de acción” (1997: 10). La idea de sistema en esta
nizations and Institutions”, en Walter Carlsnaes, Thomas última definición implica la existencia de fronteras mínimas
Risse y Beth A. Simmons (eds.), Handbook of International que permiten aplicar las reglas (producto de la instituciona-
Relations, London: Sage, pp. 969-1000. lización) a aquéllos que se encuentran dentro de las fronteras
Smouts, Marie Claude (1995), Les organisations internationales,
Paris: Armand Colin.
y las han aceptado. Eso incluye prácticamente a todas las
_____ (1998), “La coopération internationale: de la coexistence à la personas que viven en sociedad. La vida moderna, dice Ahr-
gouvernance mondiale”, en Marie Claude Smouts (ed.), Les ne, es una vida crecientemente organizada y los individuos
nouvelles relations internationales. Pratiques et Théories, Paris: entramos y salimos permanentemente de organizaciones
Presses des Sciences Po. diversas —la escuela, la fábrica, la empresa, la tienda de au-
Strange, Susan (1983), “Cave! Hic Dragones: A Critique of Regime toservicio, el club deportivo, el partido político o la oficina
Analysis”, en Stephen D. Krasner (ed.), International Regimes, de pago de impuestos—.
Ithaca: Cornell University Press, pp. 337-354. De acuerdo con lo anterior, organizaciones de distinto
The Commission on Global Governance (1995), Our Global Neigh- tipo han sido estudiadas desde perspectivas diversas, acordes
borhood, Oxford: Oxford University Press.
Vattel, Emer de (2008), The Law of Nations, or, Principles of the Law
no sólo con el paradigma teórico del que proceden, sino de la
of Nature, Applied to the Conduct and Affairs of Nations and naturaleza misma de la organización. El caso más represen-
Sovereigns, with Three Early Essays on the Origin and Nature of tativo es el Estado, considerado por muchos autores como
Natural Law and on Luxury, edición e introducción de Bela el ejemplo más acabado y complejo de organización social.
Kapossy y Richard Whitmore, Indianapolis: Liberty Fund. Aspectos tales como la dominación, el poder, la legitimidad,
Waltz, Kenneth N. (1979), Theory of International Politics, New la relación entre sistema económico y estructura política, el
York: Addison Wesley. pacto social, el conflicto, el buen gobierno y las teorías de la
Zweifel, Thomas D. (2006), International Organizations and De- democracia, han orientado abordajes distintos y en ocasio-
mocracy. Accountability, Politics and Power, London: Lynne nes contradictorios sobre los numerosos ángulos de la gran
Rienner.
organización política en la que se desarrolla la mayoría de las
actividades de las sociedades nacionales. Sin embargo, como
veremos, la teoría ha concentrado su atención en organiza-
ciones de dimensiones más limitadas.

ORGANIZACIÓN 1 Historia, teoría y crítica

Cristina Puga Espinosa Los clásicos se preocuparon de la vida organizada conside-


rada como parte fundamental de la existencia social. Emile
Durkheim la explicó a partir de la “solidaridad orgánica” ba-
Definición sada en la especialización y complementariedad de las tareas
originadas por la división del trabajo. Karl Marx concentró
El concepto de organización se utiliza de manera amplia para su atención en la necesaria organización de los trabajadores
referirse a la forma en que los grupos sociales estructuran su frente a la explotación de que eran objeto por parte del capital
acción a partir de jerarquías, reglas, comportamientos y relacio- y Max Weber planteó el avance de la racionalidad humana,
nes con el entorno. En este sentido, organización es al mismo entendida como la adecuación entre medios y fines, para ex-
tiempo un proceso (el de organizarse) y una forma constituida plicar el surgimiento de la burocracia y la profesionalización
(Brunsson, 1999). Sin embargo, la teoría sociológica ha privi- de las tareas en las sociedades modernas.
legiado esta última acepción: la organización ha sido estudiada Con base en sus trabajos, la sociología del siglo xx se pre-
como una forma particular de asociación humana con ciertos ocupó por encontrar los patrones de la buena organización,
elementos recurrentes. los elementos que la hacen posible y las claves de la eficacia
Para Göran Ahrne (1990), el criterio básico que define a organizacional, lo cual dio lugar a un amplio caudal sociológico
la organización es la voluntad de los individuos de reunirse sobre cuestiones como el liderazgo y las formas de ejercer la
en forma estructurada: los grupos suceden, mientras que las autoridad; la manera de elaborar reglas, de hacerlas cumplir y
organizaciones se crean. Semejante pero un poco más com- de lograr con ello los objetivos de la organización; las relacio-
pleja es la definición que proporciona Friedberg, quien ve a nes entre los integrantes de la organización; la asignación de
las organizaciones como “sistemas de actores humanos que, roles; el funcionamiento de las jerarquías, y la relación entre
dentro de diferentes estructuras de oportunidades y restric- metas y resultados.
ciones, se plantean un problema idéntico: la estructuración de Aunque orientada desde perspectivas diversas, la inves-
su cooperación y la institucionalización consiguiente de sus tigación en este rubro ha contemplado fundamentalmente
cuatro tipos de organizaciones: la empresa industrial o co-
mercial, las agencias gubernamentales, las organizaciones de
1 Algunas ideas contenidas en este trabajo se publicaron en Puga atención a la sociedad, tales como hospitales y escuelas, así
y Cadena, 2005.

o 408 Organización
como las organizaciones llamadas totales (Goffman, 1961), Consideradas ya sea como escenario de la interrelación
que son aquéllas cuyas fronteras más densas las separan del entre actores individuales o como actores en sí mismas, con-
resto de la sociedad y les permiten el ordenamiento integral juntos que actúan unificadamente y que, como tales, tienen
de la vida de sus miembros, como cárceles, conventos, cuar- capacidad de interlocución con otros actores individuales o
teles y hospitales psiquiátricos, en las cuales hasta el reposo con otras organizaciones, los objetivos y procedimientos de
o el sueño obedecen a reglas internas. Además de los men- las organizaciones constituyen el centro de interés de una
cionados, la organización política —y más concretamente el teoría que, como se ha visto, da inicio con una intención
partido político— ha generado algunos trabajos importan- normativa y que, conforme avanza en el trabajo empírico,
tes,2 mientras que el auge reciente de las asociaciones civiles encuentra crecientes dificultades para generalizar principios
ha empezado a impulsar una nueva línea de investigación e incluso recomendaciones, lo que ha dado lugar a contro-
sobre la organización de las formas de asociación voluntaria. versias teóricas y, con ellas, a nuevos enfoques y propuestas
Hasta hoy, sin embargo, el interés fundamental de la teoría de análisis:
ha sido la empresa productiva.
Antecedentes importantes de esta última preocupación Reglas o autorregulación. Una interesante discusión
1)
fueron las propuestas de Taylor sobre la organización cientí- se dio hacia 1960 en torno a los modelos racional
fica del trabajo, las de Fayol sobre el proceso administrativo y natural de organización (Scott, 2003). En un tex-
y las de Chester Barnard sobre la organización (la empresa) to que se ha vuelto clásico, Alvin Gouldner afirmó
como espacio de cooperación y de construcción de un orden que la organización había sido considerada funda-
moral, las cuales, entre 1908 y 1930, sentaron las bases de mentalmente desde dos perspectivas: aquélla que,
un pensamiento que se propuso incorporar una mayor ra- a partir de Comte, de Durkheim y principalmente
cionalidad al proceso de producción a partir, por un lado, de de Talcott Parsons, entendía la organización como
la planificación y especialización de las tareas y, por el otro, producto de un orden natural, sostenido por las
de la introducción de normas sencillas para coordinar al per- expectativas recíprocas de sus integrantes, y aque-
sonal, evitar el conflicto y garantizar la disciplina (Harmon lla otra que, a partir de Weber, la entendía como
y Mayer, 2001; Bernoux, 1985; Clegg y Dunkerley, 1980). resultado de un orden racional, regido por reglas
Sin embargo, las deplorables condiciones del trabajo, las de- elaboradas expresamente para asegurar su mayor
nuncias en las fábricas y las represiones en contra de obreros eficiencia (Gouldner, 1959).
señalaron a estas teorías organizacionales como contrarias a En el primer caso, orientado por el funcionalis-
la clase trabajadora y encubridoras del conflicto básico entre mo, las organizaciones han sido estudiadas como
capital y trabajo, que había sido expuesto por Marx y conver- sistemas naturales en los cuales la división del tra-
tido en bandera de los movimientos proletarios y comunistas bajo y el desempeño de funciones específicas (los
de la época. La crítica de la propia ciencia social, elaborada roles) por parte de cada uno de los integrantes de la
en particular desde la antropología, llevó a revisar las pro- asociación colaboran para mantener un equilibrio
puestas de la organización científica y centrarlas, entre otros estable, mientras que normas y pautas de conducta
aspectos, en la búsqueda de un mejor ambiente de trabajo tienden a reforzar la integración y a evitar el con-
que fomentara la integración y la solidaridad. flicto. La adaptación y la supervivencia se estable-
La vuelta a los clásicos y un mayor desarrollo de la socio- cen como orientaciones centrales del sistema en su
logía funcionalista colaboraron para brindar bases teóricas al conjunto. A medida que aumenta el número de los
desarrollo de la sociología de la organización en las décadas integrantes de la organización, las tareas se diver-
siguientes. Numerosas investigaciones empíricas nutrieron sifican y las formas internas de funcionamiento se
el conocimiento de la vida interna de las organizaciones transforman, lo cual conduce a la aparición de nue-
mediante encuestas a los empleados y empleadores, observa- vos mecanismos formales e informales necesarios
ción participante y experimentos con grupos de enfoque. Un para regular la actividad cotidiana.
pensamiento de corte más bien gerencial incorporó nuevos La segunda perspectiva, con base en Weber, pro-
elementos tales como el equilibrio interno, la satisfacción pone que las organizaciones tienen un fundamento
del empleado o del obrero y la eficiencia, esta última aplica- racional al ser establecidas como una forma de ob-
da fundamentalmente a la administración pública. Algunos tener los fines deseados. Este enfoque, por lo tanto,
trabajos pioneros nutrieron esta construcción teórica, entre enfatiza la existencia de reglas formales que orien-
los cuales habría que señalar el trabajo de Merton sobre los tan la actividad de los integrantes de la organización
riesgos de la burocratización y los estudios de Mayo sobre y que asignan tareas a sus diferentes niveles de res-
los cambios en la actitud de los empleados hacia el trabajo ponsabilidad, independientemente de quién ocupe
provocados por pequeños cambios de ambiente. los puestos. La organización consiste básicamente
en “la distribución de los poderes de mando” (We-
ber, 1969: 704 ss.) entre los individuos que confor-
man la organización. Esta segunda corriente hará
2 Véase: Panebianco, 1990.

Organización 409 o
objeto de sus preocupaciones a las organizaciones tica de Gouldner, las cuales surgían de una visión de
vinculadas con el aparato estatal que constituía la la organización como sistema cerrado (Scott, 2003)
primera preocupación de Weber y, por extensión, en el que el cumplimiento de las reglas, así como las
a las empresas productivas. Si en la organización medidas tendientes a preservar el equilibrio interno,
estatal las acciones pueden estar orientadas hacia eran consideradas como factores estructurales inhe-
metas precisas, en donde es posible medir el grado rentes a la propia organización.
de cumplimiento, en la empresa productiva, enca- La introducción de la noción de contingencia,
minada hacia la producción de bienes concretos, utilizada para señalar condiciones externas cam-
esta correspondencia se vuelve aún más evidente. biantes que podían afectar el cumplimiento de las
En estos casos, la organización “es vista como pro- metas o la permanencia de una organización (por
ducto de una administración racional y consciente ejemplo, la inflación o una crisis económica, en el
al tiempo que los cambios en los patrones organiza- caso de la empresa), así como diversos desarrollos
cionales se consideran como estrategias planeadas teóricos posteriores —desde el institucionalismo
para aumentar el nivel de eficacia” (Gouldner, 1959: hasta la teoría del caos—, llamaron la atención so-
404). La eficacia y la eficiencia son simultáneamen- bre la influencia que tienen diversos tipos de ele-
te consideradas como resultado de la buena organi- mentos del entorno (reglas oficiales, agencias de
zación y como valores fundamentales que orientan financiamiento, tendencias políticas, circunstancias
su estudio formal. inesperadas, etcétera) sobre la organización (Scott,
Gouldner sostuvo, en contra de unos y otros, que 2003). Las nuevas teorías de la organización tien-
el funcionamiento real de una organización com- den a considerar a ésta como un sistema abierto, su-
bina ambas orientaciones: la natural y la racional. jeto a diversas influencias del medio ambiente —y
Una teoría de la organización que aspirase a dar con ellas a grados cambiantes de incertidumbre—,
cuenta de la complejidad del fenómeno tendría que pero también capaz de controlar o aprovechar los
echar mano de los dos puntos de vista para reco- elementos externos para servir a sus fines.
nocer tanto los elementos racionales que surgen de El entorno puede estar constituido por organiza-
la búsqueda de caminos más eficientes para llegar ciones mayores o incluir otras con las cuales se esta-
a las metas, como los patrones de comportamiento blecen relaciones de distinta índole; puede ser estable
(regidos por normas, valores y sentimientos) que y predecible o fluido, cambiante y difícil de entender,
explican el funcionamiento de la organización más todo lo cual requiere de un permanente esfuerzo de
allá de las reglas y las rutinas formales. La búsqueda adaptación o innovación (Hall, 1980). De esta ma-
de espacios de encuentro de los empleados en una nera, a los elementos de funcionamiento interno y
oficina para platicar o tomar café, los elementos de externo, la teoría de la organización ha incorporado
identidad que impulsan a los miembros de una or- nuevas líneas de investigación que incluyen, entre
ganización a defenderla en momentos de crisis o, en otras, procesos de aprendizaje, innovación tecnoló-
el caso de las empresas productivas, la aplicación, por gica, formación de redes y transformación institucio-
parte de personal especializado, de procedimientos nal.
técnicos que retardan resultados y aparentemente ac- La siguiente cita de Perrow, en su contribución a
túan en contra de las metas de productividad e in- la Enciclopedia Internacional de las Ciencias Sociales,
cluso de calidad del producto, pero que garantizan pone de manifiesto el relativo desconcierto de los
mayor seguridad a los trabajadores, son ejemplos estudiosos del tema hacia los años setenta del siglo
que se argumentan para demostrar que la organi- xx frente a las cambiantes características de las or-
zación no puede explicarse exclusivamente por sus ganizaciones y el esfuerzo para replantear la teoría
objetivos y que, para su sobrevivencia, los mecanis- de acuerdo con esas variaciones:
mos espontáneos de comportamiento de los inte-
grantes de la organización y las normas o pautas Las organizaciones no nacen con una estructu-
de conducta elaboradas a partir de los mismos son ra fija o con un sistema de orientación interno
tan importantes para asegurar el cumplimiento de y estable que las dirija hacia un fin preciso, sino
las metas como las reglas, controles y conocimiento que están sujetas a innumerables fuerzas inter-
experto que se establecen por quienes tienen auto- nas y externas y tanto sus competencias como
ridad en la organización. sus responsabilidades cambian en consonancia
2) Organizaciones cerradas o abiertas. Un segundo ajus- con un entorno cambiante: estos cambios no se
te a la teoría de la organización ocurre cuando se in- producen a un ritmo uniforme; los objetivos de
troduce el entorno como tercer factor por tomarse la sociedad y la producción cambian a veces a
en cuenta para el análisis. Este elemento enriquece paso de tortuga, pero los otros fluctúan a me-
las perspectivas mencionadas arriba, incluida la crí- nudo con las estaciones (1975: 478).

o 410 Organización
Conflicto y poder. Lejos de ser conjuntos coheren-
3) nes dentro de una organización. Dos autores más
tes y perfectamente integrados, las organizaciones destacan la intervención del poder como elemento
frecuentemente son escenario de debate o conflicto central y preocupante de las organizaciones. En
en la medida en que han sido producidas o integra- la primera década del siglo xx, la teoría de hierro
das por individuos que tienen motivaciones distin- de la oligarquía de Robert Michels (2003 [1911])
tas, que ocupan puestos diferentes en la jerarquía llamó la atención sobre las tendencias oligárquicas
organizativa y que, incluso, tienen puntos de vista en las organizaciones políticas donde recurrente-
divergentes sobre los mejores caminos para obtener mente las élites dirigentes concentraban el poder
las metas que la organización persigue. El conflicto y se perpetuaban en él. Por su parte, Michel Fou-
puede tener raíces profundas. En su análisis sobre cault (1976), en su extensa reflexión sobre el poder,
el tema, Dahrendorf (1959) consideró a la confron- advirtió que su ejercicio vertical y excluyente era
tación como un motor del cambio en las organiza- el principio funcional de las organizaciones de re-
ciones y señaló que la movilidad social y la creciente clusión, en las cuales se establece un orden rígido
preocupación por el bienestar social habían mitiga- que se extiende incluso a la distribución arquitec-
do la contradicción entre capital y trabajo, apuntada tónica del espacio, sintetizada, dice Foucault, en el
por la teoría de Marx, contradicción que ya no se panóptico de Jeremy Bentham que permite vigilar
resolvía necesariamente por la violencia revolu- permanentemente a los reclusos.
cionaria. Sin embargo, encontraba que el conflicto 4) Isomorfismo. Las organizaciones pueden diferir en
persistía inevitablemente en el interior de las orga- objetivos, en capacidad para lograrlos, en recursos
nizaciones y que la división a partir de la propiedad o en el grado de cohesión entre sus integrantes,
de los medios de producción podía replantearse con pero en términos generales se parecen unas a otras.
base en la autoridad. Dahrendorf sostiene que los Ello ocurre, de acuerdo con los autores que las han
conflictos generalmente se dan en forma dicotómi- estudiado, por una tendencia a la reproducción
ca: es decir, entre quienes detentan la autoridad (y de prácticas observadas o estandarizadas en una
con ella, prestigio, alto ingreso y poder) y quienes suerte de mimetismo organizacional al que Powe-
tienen una situación subordinada. En la misma di- ll y DiMaggio (1991) se refieren con el término
rección y más recientemente, Stewart Clegg, desde de isomorfismo. Formas de actuar útiles para otras
una perspectiva crítica hacia el enfoque funciona- organizaciones son adoptadas dentro de un “cam-
lista, ha replanteado el conflicto como un problema po organizacional” que contiene simultáneamente
de distribución del poder dentro de la organización reglas aplicables a las organizaciones que perte-
que se resuelve mediante el control sobre quienes necen al mismo, así como experiencia compartida
están más abajo en la jerarquía organizacional y de que conduce a una mayor profesionalización de los
quienes se espera disciplina. Sostiene que el poder actores en las propias organizaciones. Al parecerse
debe ser estudiado cuando se ejerce no solamente unas a otras, las organizaciones adquieren legiti-
mediante reglas, sino a través de recompensas y ele- midad dentro del propio campo.
mentos simbólicos o discursivos en el interior de la Mientras algunos autores advierten que el iso-
organización, al igual que deben ser analizadas las morfismo actúa simultáneamente como una ga-
formas de resistencia pasiva o activa en el ejercicio rantía de eficacia y como un freno invisible a la
del mismo (Clegg y Hardy, 2006; Clegg, Courpas- innovación y la experimentación de nuevas formas
son y Phillips, 2003). (Meyer y Rowan, 1991), Brunsson (1999) ha pro-
El poder y la diversidad interna son también fundizado en el estudio de esa tendencia al refe-
elementos de la explicación de Crozier y Friedberg rirse, por un lado, a la organización como un “tipo
(1990), quienes subrayan que los actores dentro ideal” al que se acercan o tratan de acercarse todas
de una organización utilizan las “áreas de incerti- las formas de acción estructurada, y, por el otro, a
dumbre” —es decir las expectativas recíprocas de la estandarización como “reglas suaves” que facili-
acción— como recurso de poder interno. En ese tan el intercambio y la comunicación entre orga-
sentido, el conocimiento especializado de un obre- nizaciones y con el entorno que las rodea, el cual
ro o de un jefe de taller puede ser estratégicamente incluye a una serie de actores que tienen que ver
tan importante como el poder de decisión del ge- con ellas como clientes, proveedores, beneficiarios
rente de una empresa. El cálculo adecuado o torpe o público en general.
de las posibles conductas dentro de las zonas de
incertidumbre por parte de un actor o de un grupo
de actores dentro de la organización puede alte-
rar el funcionamiento de la misma. Proponen, por
lo mismo, el análisis “estratégico” de las relacio-

Organización 411 o
Líneas de investigación y debate Todo lo anterior ha modificado los temas centrales de la
contemporáneo sociología de la organización; cuestiones en algún momen-
to centrales, como la coherencia entre metas y objetivos, o
A pesar de las tendencias isomórficas, la estructura de las la armonía entre personal directivo y personal subordinado,
diferentes organizaciones —empresas industriales, escue- han sido sustituidas por otras como la democracia interna,
las, hospitales, supermercados, asociaciones filantrópicas o los procesos de innovación, la construcción de identidades o
partidos políticos— puede variar considerablemente y sus las modalidades en la toma de decisiones. En relación con la
procesos pueden estar influidos por numerosos elementos empresa, algunos autores3 señalan la necesidad de poner un
internos y externos. La teoría ha renunciado a unificarlas bajo mayor énfasis en el excesivo productivismo, en los efectos de las
premisas de aplicación general, en la medida, dicen Brunsson tendencias humanistas de las nuevas filosofías empresariales y
y Olsen, en que en lugar de “unidades armónicas, coherentes en los mecanismos informales de comunicación interna, mien-
y jerárquicas” como lo demandaba la racionalidad burocrática, tras que la llamada ecología de la organización ha reclamado
las organizaciones tienden a ser “conflictivas, policéntricas y atención sobre los procesos de nacimiento, auge y muerte de
sin vínculos fuertes entre sus miembros” (1998: 117). Ello las organizaciones en su relación con el entorno.
obliga a un esfuerzo de análisis que requiere a la vez de ima- La cohesión interna, la equidad en la distribución de ta-
ginación sociológica y de evidencia empírica para reconocer reas y de beneficios materiales o morales, los mecanismos de
los diversos aspectos que facilitan, condicionan u obstaculizan elección de dirigencias y de toma de decisiones, la construc-
el funcionamiento de una organización en un contexto social ción de confianza o la relación con el medio social adquieren
limitado por reglas, por prácticas sociales y discursivas, y por un significado distinto cuando se aplican hoy al estudio de
coyunturas políticas, cuando no por fenómenos naturales o las asociaciones, largo tiempo vistas como grupos secunda-
por acontecimientos de carácter global. rios o como actores del sistema político (sindicatos, grupos
Ello no quiere decir que los avances de la teoría no sean de presión) pero poco estudiadas como organizaciones con
importantes: más allá de procurarnos un lenguaje para en- reglas y comportamientos propios de su condición voluntaria
tender lo que ocurre dentro de las organizaciones, la teoría ha y desligada de la economía como interés principal (Luna y
permitido identificar procesos significativos, tipos de lideraz- Puga, 2008; Luna, 2010). La importancia de la acción colec-
go, formas de ejercicio del poder y de elaboración de reglas, tiva organizada como sustento de las democracias modernas
mecanismos de comunicación y de cohesión, ciclos de vida obliga a prestar una mayor atención a los elementos que
organizada y formas de aprendizaje e innovación. Asimis- proporcionan a las asociaciones fuerza y eficacia, así como
mo, reconoce un proceso de creciente complejización de las al surgimiento de nuevas formas asociativas en donde parti-
propias organizaciones, en la medida en que se multiplican cipan actores sociales diversos, por ejemplo, comités, grupos
y especializan funciones y en que se amplían las formas de de trabajo, organismos de gobernanza. Con la misma lógica,
interrelación con otros actores sociales. una nueva corriente de eclecticismo teórico intenta aplicar
Muchos de estos aspectos adquieren nueva importancia conceptos y conclusiones derivadas del análisis organizacional
con los grandes cambios experimentados por las formas or- al estudio de los movimientos sociales, a pesar de que éstos
ganizativas a raíz de la internacionalización de los mercados tienen una dinámica distinta, caracterizada por la fluidez de
y el desarrollo de las tecnologías de robótica y comunicación su membresía y la determinación coyuntural de su existencia
que transforman desde la necesidad de la presencia cotidiana (Davis et al., 2005).
de los miembros de una organización en un determinado lu- En ese sentido, una prometedora línea de investigación
gar hasta el número de quienes pueden pertenecer a ella por organizacional es actualmente la de las redes sociales, que
el solo expediente de comunicarse vía internet. pueden referirse lo mismo a los integrantes de una organiza-
Al mismo tiempo, otros procesos, tales como el fortale- ción interconectados por una serie de relaciones de carácter
cimiento de las democracias y de la lucha por la extensión laboral, familiar o basado en afinidades, que a las organiza-
de los derechos humanos, así como el fortalecimiento de ciones mismas, crecientemente dependientes en una nueva
la ciudadanía y, con ello, de la atención sobre el funciona- división nacional e internacional del trabajo y articuladas a
miento eficiente y honrado de agencias públicas e, incluso, partir de un complejo entramado de comunicaciones de todo
de empresas privadas, han llevado a cambios importantes tipo, en el que el internet, en todo caso, no es sino uno de los
en las organizaciones. Éstas, de cualquier tipo, privilegian muchos mecanismos que permiten la comunicación y la inte-
crecientemente aspectos como la comunicación eficaz, el racción entre actores y organizaciones (Castells, 2000; Luna,
aprendizaje y la participación creativa de los miembros, la 2005). El funcionamiento de las redes, que hoy constituye
equidad de género en la distribución de tareas o el otorga- tanto una teoría como una metodología, permite un nuevo
miento de estímulos, la cohesión interna, la transparencia y productivo acercamiento a la diversidad de mecanismos
de los procesos administrativos y de uso de los recursos. El institucionales mediante los cuales los diversos tipos de or-
desarrollo sustentable empieza a volverse parte del lenguaje ganización articulan su acción en la sociedad.
de la propia organización.
3 Véase: Casey, 2002.

o 412 Organización
Organización, como se ha visto, es un concepto que Dahrendorf, Ralf (1959), Class and Class Conflict in Industrial So-
abarca muchas realidades y que se refiere a un espacio que ciety, London: Routledge and Kegan.
es simultáneamente cooperación y conflicto; que requiere Davis, Gerald, Doug McAdam, W. Richard Scott y Mayer N.
el orden tanto como la flexibilidad y la capacidad de adap- Zald (2005), Social Movements and Organization Theory,
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tación; que depende de las reglas y los controles lo mismo Durkheim, Emile (1982), La división del trabajo social, Madrid: Akal.
que de la confianza, la identidad y la satisfacción derivada Etzioni, Amitai (1980), A Sociological Reader on Complex Organi-
del cumplimiento de metas. La teoría de la organización ha zations, Canada: Holt, Rinehart and Winston.
dejado atrás su preocupación fundamentalmente producti- Fayol, Henri (1916), Administration industrielle et générale; pré-
vista para abarcar un sinnúmero de organizaciones diversas voyance, organisation, commandement, coordination, controle,
que presentan lo mismo rasgos en común que importantes Paris: Dunod.
singularidades. Su estudio requiere de un análisis cuidadoso Foucault, Michel (1976), Vigilar y castigar. Nacimiento de la prisión,
para identificar los elementos que las unifican y aquéllos México: Siglo xxi.
que las distinguen unas de otras, los que las hacen eficaces Friedberg, Erhard (1997), Le pouvoir et la règle, Paris: Editions
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y significativas para la sociedad y los que obstaculizan su Goffman, Erving (1961), “On the Characteristics of Total Institu-
acción. “La sociedad moderna está dominada por las orga- tions”, en Peter Worsley (ed.), Modern Sociology. Introductory
nizaciones”, afirman Brunsson y Olsen (1988: 22), y señalan Readings, Middlesex, England: Penguin.
que las organizaciones, además de realizar la mayor parte Gouldner, Alvin (1959), “Organizational Analysis”, en Robert K.
de las actividades que integran la vida social, controlan Merton, Leonard Broom and Leonard S. Cottrell (eds.),
enormes cantidades de recursos, establecen reglas y com- Sociology Today; Problems and Prospects, New York: Harper
portamientos, y colaboran con la solución de conflictos, al Torchbooks.
mismo tiempo que expresan las desigualdades e inequidades Hall, Richard (1980), “Closed Systems, Open Systems and Contin-
de la sociedad. Todo ello las convierte, sin duda, en objeto gency Choice Perspectives”, en Amitai Etzioni, A Sociological
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Organización 413 o
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ciclopedia internacional de las ciencias sociales, Madrid: Aguilar, punto, maniquea entre democracia directa buena y democra-
tomo 7, pp.475-481. cia representativa de dudosos intereses. La exaltación de una
Powell, Walter W. y Paul DiMaggio (1991), The New Institutio- “época mítica” esconde, por lo menos, cuatro consideraciones
nalism in Organizational Analysis, Chicago: The University que la literatura actual ha rebatido.
of Chicago Press. En primer lugar, que la antigua “democracia” de Pericles
Puga, Cristina y Jorge Cadena Roa (2005), “Criterios para la eva- era acotada, pues los individuos con derecho a participar en
luación del desempeño de las asociaciones”, Revista Mexicana el ágora pública solían ser pocos: los extranjeros, los coloniza-
de Ciencias Políticas y Sociales, Universidad Nacional Autóno-
ma de México, núm. 193, enero-marzo, pp. 13-40.
dos, las mujeres y los esclavos nunca alcanzaron el estatus de
Scott, W. Richard (2003), Organizations. Rational, Natural and ciudadanos. En segundo lugar, las asambleas públicas en las
Open Systems, New Jersey: Prentice Hall. que participaba directamente la ciudadanía fueron un recurso
Taylor, Frederick Winslow (1911), The Principles of Scientific Ma- extraordinario para discutir los asuntos colectivos de la comu-
nagement, New York: Harper and Row. Disponible en: nidad política, pero no el mecanismo regular de las directrices
<https://www.marxists.org/reference/subject/economics/ públicas. El proceso regular estuvo a cargo de agrupaciones
taylor/principles/>. acotadas y especializadas de “procuradores”.
Weber, Max (1969), Economía y Sociedad [1922], México: Fondo En tercer lugar, los procuradores fungían de manera
de Cultura Económica. temporal —eran puestos periódicos— y su nombramiento
se efectuaba por dos vías: por elección o por “suerte política”.
Y, en cuarto lugar, la introducción del término democracia
sesga el estudio de las representaciones políticas, dado que
la discusión tiende a definir los diversos tipos de democracia.
PARLAMENTARISMO La pérdida de autonomía del concepto de representa-
ción, lleva a demeritar su recorrido histórico, pues no toda
Israel Arroyo representación política ha sido liberal democrática. A la no-
ción de debate público, sintetizada admirablemente por Carl
Schmitt, hay que añadir un elemento más de su definición
Definición (lo que tampoco exime a los parlamentarismos modernos):
la representación política es intrínsecamente aristocrática
El parlamentarismo es una forma específica de represen- (hoy diríamos, “meritocrática”), ya que supone una distin-
tación política. En su forma moderna, se sustentó en dos ción —edad, profesión, educación, información— entre los
principios: legislar mediante la discusión y la publicidad de representantes y los representados. Aquí opera la necesidad
los argumentos individuales e independientes de una deter- de seleccionar a los “mejores” para que decidan lo que la co-
minada asamblea. Sin embargo, la representación política munidad completa no puede discutir y resolver. De ahí que
no se originó ni terminó en el parlamentarismo, por lo que el verdadero antagonista de las formas representativas en la
admite diferentes acepciones teóricas e históricas. historia fuera el método de la suerte política. Tomando como
Norberto Bobbio (1986) sugiere que todo comenzó con la base la centralidad del concepto de representación, es más
distinción entre democracia directa y democracia representativa. fácil entender cómo y por qué tuvieron larga vida los distin-
La democracia directa sería el arquetipo ideal de las peque- tos formatos de representación política que, por comodidad
ñas ciudades, como la antigua Grecia de Pericles, puesto que analítica, se han denominado de antiguo régimen. Pensamos,
allí los problemas de la comunidad política se resolvían en por ejemplo, en experiencias históricas como las cortes de
el ágora pública y con la participación de los individuos que España, las dietas en Alemania, los Estados Generales de
tenían el estatus de ciudadanos. Francia y los parlamentos en Inglaterra.
La democracia representativa, en cambio, surgió con el Las representaciones de antiguo régimen descansaron
advenimiento de las sociedades complejas. En este último bajo el amparo de cinco pilares. Primero: en la representación
caso, las deliberaciones colectivas no se ejercían directamen- regía un orden estamental fragmentado en su estructura e
te, sino por medio de representantes designados o elegidos intereses colectivos; es decir, que los convocados a una reu-
para tomar las decisiones que afectaban al conjunto de la nión de cortes o asambleas provinciales sólo tenían derecho
comunidad política. A partir de este momento, se genera- a dar su “opinión” sobre su segmento o territorio al que re-
rían tres problemas o dilemas que Bobbio sintetizó en las presentaban (clero, nobleza, ciudades, regiones). Pocas veces
se daban convocatorias generales de todos los estamentos,

p 414 Parlamentarismo
Pp
pero cuando esto sucedía era frecuente que no sesionaran en Cabe subrayar que el gobierno británico mantuvo un
el mismo recinto, sino que lo hacían por separado. sistema bicameral en lo que respecta a su poder legislativo,
Segundo: los representantes o delegados eran general- pero su cámara alta conservó una estructura estamental, con
mente “designados” o seleccionados por procedimientos puestos vitalicios por herencia y por “designación”. Una apor-
indirectos o la suerte política. Lo menos frecuente fueron tación más de las representaciones modernas fue trastocar
los procedimientos de elección “popular”. Tercero: la repre- los cimientos del antiguo mandato imperativo optando por
sentación se ejercía mediante un mandato imperativo; los representantes individuales e independientes y nuevamente,
delegados tenían que defender los intereses de sus representa- esta tensión se dio con precocidad en el parlamentarismo
dos previamente acordados y no los que su parecer les dictara. inglés.
Cuarto: las convocatorias eran irregulares y ocurrían de Es célebre la respuesta de Edmund Burke (1963) a las au-
acuerdo con la voluntad de los monarcas. En un mismo año toridades locales de Bristol, en 1774, en donde pretendieron
podían darse muchas reuniones o pasar décadas sin una sola imponerle, mediante “instrucciones imperativas”, una forma
convocatoria. Y quinto: las reuniones eran sólo de carácter con- de actuar en el parlamento. Él respondió que le debía respeto
sultivo. Es decir, que en un sentido estricto no obligaban al y atención a sus electores, pero que las cuestiones de gobierno
rey a nada; pero legitimaban los intercambios, por ejemplo, y orden legislativo eran problemas de “razón y de juicio, no
los privilegios otorgados a los estamentos o regiones enteras de inclinación”. ¿Qué clase de razón sería aquélla que anulara
a cambio de un incremento de impuestos para la Corona. No la previa discusión? ¿Qué clase de parlamentario sería aquel
debe olvidarse que las representaciones de antiguo régimen que emitiera sus argumentos, si otros ya habían decidido por
funcionaban con la máxima de “consentir”, no con la de “de- él con antelación? El parlamentario tenía que regirse por su
batir”. A pesar de ello, la temprana coexistencia de elementos conciencia y sus convicciones para deliberar sobre los asuntos
de antiguo régimen y de corte liberal del caso inglés —siglo de la nación y no de su localidad.
xvii— lo hacen aparecer como un arquetipo del tránsito a A mediados del siglo xix, John Stuart Mill (1994) volve-
las representaciones modernas del mundo contemporáneo ría a plantear el tema en los mismos términos: la distinción
(los cambios más contundentes habrían de ocurrir entre la entre delegación —equivalente a la representación por ins-
segunda mitad del siglo xviii y la primera mitad del xix). trucciones de Burke— y la representación libre. Esta misma
La disputa de competencias entre la Corona inglesa y insistencia en el asunto muestra que la preferencia de Burke
el parlamento fue uno de los primeros momentos de este por la representación individual e independiente fue más una
tránsito. La lucha implicó una cierta división de poderes postura personal que una solución definitiva al dilema que
públicos, pero el legado liberal más importante fue antepo- enfrentaron los miembros de la cámara de los comunes de su
ner el sentido último de los gobiernos representativos. Esto tiempo y que debe afrontar todo representante moderno: ¿a
es que toda representación se debía a valores más altos que quién o quiénes representan los legisladores?, ¿a sus electores,
el poder en sí mismo; en la versión liberal del siglo xviii: distritos, regiones o partidos políticos?, ¿o al interés general,
seguridad (vida), propiedad (del individuo y los frutos de su intereses particulares, a la nación o a sí mismos?
trabajo) y la libertad. Los actores han cambiado en el tiempo, pero el dilema no
John Locke (2002) —claro defensor del parlamentarismo, se diluye ni admite respuestas simplistas, pues es una tensión
pero nunca detractor de la monarquía— señaló lo que a su inherente a toda forma de representación política. Otro paso
parecer debían ser los rasgos y funciones principales del go- a la configuración de las representaciones modernas fue la
bierno representativo: la diferenciación entre los creadores de permanencia, autonomía y regularidad de su funcionamiento;
las leyes y sus ejecutores (medio siglo después, Montesquieu pues el hecho de que los monarcas europeos tuvieran en su
haría recomendaciones similares para el gobierno republica- haber el poder de convocatoria limitó, de facto, la importancia
no); que el parlamento estableciera leyes fijas y generales, y de las asambleas de antiguo régimen. El cambio cualitativo
que el monarca no pudiera variar los impuestos sin el con- se dio cuando las representaciones políticas se convirtieron
sentimiento del parlamento. en instituciones electivas, periódicas y permanentes.
Con el tiempo, la tensión entre la Corona y el parlamento El ejemplo inglés comenzó este proceso en el siglo xvii,
obligó a que éste fortaleciera su legitimidad mediante la elec- pero hubo retrocesos según los monarcas en turno. El par-
ción de sus miembros. El paso al sufragio universal, que todos lamento británico consolidó su permanencia hasta el siglo
conocemos y enarbolamos en el presente, fue una construc- xviii. Los casos de Estados Unidos (1787), Francia (1789)
ción gradual que tardó siglos, aun en la propia Gran Bretaña y España (1812) fueron producto de cambios más abruptos,
(primero el voto censitario, luego el voto por impuestos y por sin eludir ciertas regresiones. La autonomía y regularidad de
último el voto universal). No obstante, lo que importó en un sus representaciones —definición de las reglas de operación,
inicio fue la selección de los representantes de la cámara de facultades y duración de los tiempos legislativos, nombra-
los comunes mediante procedimientos electivos. Este rasgo, miento de comités parlamentarios especializados— fue la
junto con la periodicidad del cargo, aumentó la potencia del consecuencia de la instauración de su permanencia.
parlamento inglés, siempre en desmedro de la Corona. En paralelo a dicho desarrollo, las representaciones mo-
dernas lograron que sus resoluciones fueran obligatorias —no

Parlamentarismo 415 p
consultivas como en el antiguo régimen— y de carácter ge- En segundo lugar, la cámara alta británica contempló un
neral. La cuestión no sólo consistía en que el parlamento se esquema de cargos vitalicios y hereditarios (en la actuali-
reuniera, como dijo Locke en su momento, sino en el tener dad, dos terceras partes de sus miembros activos tienen este
“libertad de discusión” para aprobar leyes generales que de- carácter y los demás han sido designados por los primeros
biera ejecutar el gobierno de la Corona y que acatara toda la ministros); los convencionalistas de 1787 proyectaron un
comunidad política. senado periódico y electivo (por las legislaturas estatales en
Más tarde se extendieron las funciones de las represen- el siglo xix y por elección directa en el xx).
taciones modernas. Se institucionalizaron, por ejemplo, las Y en tercer lugar, la cámara de los lores inglesa tuvo
facultades de control político. Otra vez, debemos a Mill y su como misión original atemperar los ánimos exaltados de la
“gesto de desconfianza” la necesidad de ampliar las compe- cámara de los comunes, aunque actualmente tiene más bien
tencias de los parlamentos, pues desde 1861, Mill pensaba en una función de “debate” sobre asuntos externos y de revisión
agregar las tareas de vigilancia y transparencia a las funciones muy acotados; mientras la cámara de senadores americana
regulares de legislación: imposición de impuestos, voto de los se constituyó para generar un sistema de contrapesos entre la
presupuestos, deliberación (caja de resonancia de los conflic- representación de la república (la cámara de representantes)
tos sociales y políticos), etcétera. Hasta aquí se ha aludido a y la representación federal (las representaciones territoriales
las características y rupturas de los gobiernos representativos en manos del senado).
de Europa; sin embargo, también el continente americano Todos estos rasgos del caso estadounidense demuestran
aportó elementos novedosos al debate sobre las representa- que se trató de una verdadera reinvención política de los
ciones políticas modernas. gobiernos representativos de corte moderno. Los conven-
La convención de 1787 de Estados Unidos es un referen- cionalistas de 1787 lograron que coexistieran los principios
te obligado, pues dio vida al primer republicanismo federal liberales de representación —como la división de poderes
del mundo sin abandonar el esquema “clásico” de división públicos en función de la libertad individual— con el nove-
de poderes liberal. La experiencia estadounidense ideó un doso diseño de representación federalista.
esquema dual de los poderes ejecutivo y legislativo en su cá- La elección directa y por separado del poder ejecutivo y
mara de representantes (la parte republicana) y la reinvención la cámara de representantes generó una peculiar forma de
de una segunda cámara senatorial (la parte federal). Es decir gobierno representativo que se conoce en la teoría política
que los convencionalistas propusieron que el poder ejecutivo contemporánea como “sistema presidencialista”. Todavía
—encabezado por un presidente, del que emanarían todos están por escribirse las particularidades y convergencias
los cargos del gobierno— fuera nombrado “directamente” de los republicanismos de América Latina respecto de los
por la ciudadanía. El procedimiento indirecto de elección Estados Unidos; sin embargo, queda claro que el continen-
que subsiste en Estados Unidos no elimina el sentido directo te americano no transitó por la ruta de los denominados
de la relación entre autoridad y población, debido a que los sistemas parlamentarios. Su alejamiento de los arquetipos
electores no dejan de ser ciudadanos. parlamentarios europeos en el siglo xix tuvo que ver con el
De forma similar, se proyectó que la cámara de represen- distanciamiento temprano, salvo de Brasil, de toda forma de
tantes fuera electa popularmente, aunque en su origen con monarquismo constitucional.
variantes censitarias, fiscales o de voto universal masculino, En el siglo xx, los latinoamericanos no edificaron nin-
según el Estado y el tiempo de aplicación. Con ello, el pre- guna representación parlamentaria. El debate actual sobre el
sidente de la república conseguía la misma legitimidad de estatus y el papel de las representaciones modernas tiene que
origen que la cámara de representantes, de la que se derivó ver con cuestiones que han impactado directamente su confi-
una gran independencia respecto del poder legislativo. En un guración. Una de ellas se refiere al desarrollo y consolidación
sentido simbólico y constitucional, ambos instancias serían de los partidos políticos pues su presencia lo cambió todo:
—y lo siguen siendo ahora— los representantes de toda la todavía en la Gran Bretaña de mediados del siglo xix no
república o de la “nación”. En cambio, la creación de la cámara predominaban los partidos políticos en un sentido moderno,
de senadores tuvo la intención de otorgar igual representa- sino una política de clubes y grupos políticos de época y su
ción a los estados y compensar la “desproporción” de pesos constitución más acabada sería hasta finales del mismo siglo.
políticos de la cámara de representantes. La primera legislación sobre los partidos políticos en
A pesar de la obvia conexión entre el gobierno inglés y Alemania se dio en la república de Weimar (1919). Una
el estadounidense, el senado de Estados Unidos tuvo poco cosa similar sucedería en otros países europeos, de ahí pue-
que ver con el bicamerismo británico. En primer lugar, la cá- de decirse, en términos generales, que la hegemonía de los
mara alta inglesa nació y aún conserva el rezago del antiguo partidos políticos en las representaciones políticas fue un
régimen para representar a los estamentos tradicionales de fenómeno del siglo xx.
la Gran Bretaña; mientras que el senado americano surgió
para representar e igualar a las antiguas colonias de Estados
Unidos.

p 416 Parlamentarismo
Líneas de investigación y debate el gobierno en funciones sería ineficaz para dictar el rumbo
contemporáneo de las políticas públicas.
Por su parte, el presidencialismo se caracteriza por la
Hoy en día, puede erigirse la máxima de que en aquellos elección popular de un presidente de la república, que sólo
lugares donde se ha institucionalizado un sistema de parti- es responsable ante el congreso por faltas graves a la cons-
dos, menos autonomía tiene su representación política. La titución o la “nación” (impeachment) y que goza de una gran
disciplina de las organizaciones partidistas ha contribuido independencia frente al poder legislativo (congreso), ya que
a la pérdida de las decisiones individuales de los grupos ambos son electos de la misma manera. Asimismo, persiste
parlamentarios. Da la impresión de que asistimos a una un poder unitario en la parte ejecutiva; es decir que el presi-
resurrección del mandato imperativo de antiguo régimen, dente tiene la capacidad de nombrar y remover libremente
pero ahora trasladado a las directrices que toman los líderes a sus colaboradores de gobierno. Por último, en el presiden-
de los partidos políticos y los agentes del gobierno en turno. cialismo no existe la figura del voto de censura. El debate
La historia de los partidos políticos es la historia del debi- contemporáneo ha recaído en descifrar cuál sistema tiende a
litamiento de la autonomía en las representaciones políticas, ser más perdurable, estable y eficaz en las tareas de gobierno.
al grado de que en los gobiernos representativos de cepa Juan Linz (1990), en 1978 y en 1984, introdujo la idea de
parlamentaria se habla de un “parlamento de partidos”. Para- que los sistemas presidencialistas (a excepción del de Estados
dójicamente, en los sistemas presidencialistas —que suponen Unidos) tendían a ser más inestables que los sistemas par-
una independencia de los poderes ejecutivo y legislativo— la lamentarios. La precariedad, sobre todo en América Latina,
autonomía de los congresos subsiste con mayor fuerza, de- no sólo se debía a factores externos sino a las característi-
pendiendo del sistema de partidos que impere en cada caso. cas propias de su diseño institucional. Scott Mainwaring y
La segunda cuestión tiene que ver, precisamente, con las Matthew Søberg Shugart (2002) criticaron, en 1997, esta vi-
ideas políticas fraguadas en la convención estadounidense sión y resaltaron algunas de las virtudes del presidencialismo
de 1787; como se describió anteriormente, esta experiencia que Linz había subestimado; por ejemplo, que el presidencia-
constitucional —más la parte republicana que la federal— lismo soporta situaciones de pluripartidismo con estabilidad,
tuvo una influencia trasatlántica, pero fue en América Latina escenario de difícil consolidación en el parlamentarismo.
donde consiguió mayores adeptos. A partir de este fenómeno, También que la excesiva fragmentación de los partidos no
la teoría política contemporánea instituyó la presencia de dos genera únicamente problemas en el modelo presidencial; lo
tipos de “democracias representativas”: la presidencialista, en mismo puede suceder con las opciones parlamentarias. En
la que siempre se pone como ejemplo a los Estados Unidos, cuanto a la rigidez, en lugar de ser un defecto puede generar
y la parlamentaria. Casos como el de Alemania (en especí- una mayor estabilidad, ya que neutraliza la amenaza de los
fico, la república de Weimar de 1919-1933), Austria (1929), grupos opositores, porque saben que el gobierno no caerá
Irlanda (1937), Islandia (1945), Francia (1958-1962) o Por- hasta que termine el periodo de gobierno previamente fijado.
tugal (1976) obligaron a los analistas políticos a ampliar la José Antonio Cheibud (2007) dio una vuelta de tuerca
tipología. Entonces comenzó a hablarse de sistemas mixtos más a los planteamientos endebles de Linz: el problema no
de representación, debido a que coexistían o se mezclaban radica en el diseño institucional en sí mismo, sino en las con-
características tanto de los sistemas presidencialistas como diciones en que se aplica el gobierno representativo (el pasado
de los parlamentarios. militar de los países, la historia de sus partidos, la cultura, los
Las variantes pueden ser muchas, pero existe el consenso sistemas electorales, las condiciones sociales, etcétera). De la
de que los rasgos definitorios de los sistemas parlamentarios misma forma en que se hacen distinciones para los sistemas
están dados por cuatro elementos. Uno: el gobierno emana parlamentarios, hay que hacer un ejercicio parecido para los
del parlamento ya sea por una opción de mayoría (con el de corte presidencial (ejecutivos débiles o fuertes, derecho de
predomino de un solo partido, como en Gran Bretaña) o iniciativa, gobierno por decreto, bicamerismo o unicamerismo).
por coalición (con el compromiso de varios partidos para Cheibud coincide con Mainwaring y Shugart en que los
lograr una mayoría parlamentaria, como en Alemania, Di- sistemas presidencialistas resisten mejor las condiciones de
namarca o Italia). Dos: la existencia del voto de confianza multipartidismo, pues permiten gobiernos de mayoría, de mi-
o de censura, que permite la disolución del gobierno por el noría o de coalición. En este sentido, desmitifica la premisa
parlamento o la disolución del parlamento, ya sea por la vía de que sólo en los bipartidismos se garantiza la estabilidad de
del jefe de Estado o del jefe de gobierno. Tres: la distinción los sistemas presidenciales y que el multipartidismo en este
entre jefe de Estado, que suele ser un monarca (aunque exis- tipo de instituciones desfavorece las coaliciones de gobierno.
ten casos como el de Francia y Finlandia, donde un presidente De una muestra empírica de 135 países democráticos en el
electo popularmente tiene esta facultad) y jefe de gobierno mundo (1946-2002), Cheibud encontró que 35 países habían
(nombrado y responsable ante el parlamento). Y cuatro: una sido sistemas presidencialistas con gobiernos de coalición. La
cuidada disciplina de los miembros parlamentarios del parti- tercera cuestión apunta a la crítica del parlamentarismo desde
do mayoritario o de la coalición de partidos. De otra manera, una perspectiva institucional, pues se piensa que es un fenó-

Parlamentarismo 417 p
meno nuevo aunque en realidad ha acompañado al desarrollo que existen formas de sociabilidad con intereses diversos que
histórico de los gobiernos representativos desde el inicio. pueden llegar a ser contrapuestos. Así, parte de la querella
El gesto de desconfianza de Mill fue un momento clave de se ha enfocado en revelar qué persiguen los grupos sociales
la crítica liberal: los electores no siempre eligen a los mejores organizados, qué oportunidades de participación tienen sus
hombres, es frecuente que nombren seres incapaces o desho- miembros y cómo pueden influir en la legislación y las polí-
nestos; o bien, individuos egoístas y con intereses particulares ticas públicas de los gobiernos representativos.
que se alejan del bienestar general de la comunidad. De ahí que Del mismo modo, las alternativas han sido proyectadas
haya propuesto como antídoto una representación de mayorías en distintas formas: creación de viejos y nuevos movimien-
y minorías (la imagen del parlamento como un espejo en mi- tos sociales; ampliación de los instrumentos de participación
niatura de la pluralidad de intereses de la sociedad). directa, ya existentes en muchos constitucionalismos vigentes
En la segunda década del siglo xx fue turno de Schmitt, como el referéndum, plebiscito, iniciativa popular, revoca-
quien encabezó una de las críticas más penetrantes contra ción del mandato, acciones colectivas, etcétera; la promoción
los fundamentos de las representaciones políticas. Esto, en de candidaturas independientes subsidiadas públicamente
medio de un contexto donde se discutía la permanencia y el para hacer competitivos a los “ciudadanos” frente a los par-
futuro de la república de Weimar, que tuvo como principales tidos políticos; rendición de cuentas mediante la creación
defensores a Weber y Kelsen a pesar de que la presencia de de organismos autónomos —constituidos por ciudadanos
los partidos políticos había minado la raíz moral e intelec- y profesionales, según la materia— con el objeto de vigilar,
tual de sus principios: el debate público. Las decisiones se anticipar y controlar las ineficiencias y espacios de corrupción
tomaban fuera del parlamento (líderes partidarios y gobierno de los gobiernos representativos.
de mayoría) y, de hecho, se gestó un desvanecimiento de la Todo esto no ha bastado para los críticos más radicales de
división de poderes. la sociedad civil, puesto que algunos de ellos piden la supre-
La literatura contemporánea ha dado dos tipos de res- sión de los partidos políticos y, por consiguiente, de los modos
puestas a Schmitt. La primera es el reconocimiento de que tradicionales con los que operan los parlamentos del siglo
el dominio de los partidos políticos debilitó la centralidad de xxi. Sin embargo, y a pesar de las críticas moderadas o maxi-
los parlamentos, ya que una vez que se conforma el gobierno malistas de la sociedad civil, está claro que el mundo no ha
de mayoría o de coalición, el papel del parlamento es perifé- encontrado un buen sustituto de los partidos políticos. Hoy
rico o secundario. De ahí que expertos como Philip Norton en día, existen más parlamentos que en ningún otro momento
(2003) se hayan dado a la tarea de “medir” cuál es el grado de la historia (Norton registró 150 en 1997). La expansión se
de influencia de los parlamentos en las políticas públicas. El debe a la sumatoria de los nuevos parlamentarismos de los
resultado es una tipología de parlamentos o congresos que países del Este y de los recientes procesos democratizadores,
va desde los activos, como Estados Unidos; reactivos, como en su vertiente presidencialista, de América Latina
Alemania y mínimos, como el de Gran Bretaña.
El segundo tipo de respuesta es una corriente que niega la Bibliografía
existencia de una época clásica del parlamentarismo liberal,
pues lo considera una ficción literaria. En esta respuesta, se Bobbio, Norberto (1986), El futuro de la democracia, México: Fondo
propone pasar de la discusión de los fundamentos —el debate de Cultura Económica.
público, la representación de individuos libres e independien- Burke, Edmund (1963), Selected Writings and Speeches, Chicago:
Regnery Gateway.
tes— al refinamiento de sus funciones residuales —acrecentar
Cheibud, José Antonio (2007), Presidentialism, Parliamentarism and
y mejorar el papel de la oposición como instrumento de con- Democracy, New York: Cambridge University Press.
trol, vigilancia y de comunicación con la opinión pública en Linz, Juan J. (1990), La quiebra de las democracias, México: Alianza,
contra de los gobiernos de mayoría o de coalición—. Consejo Nacional para la Cultura y las Artes.
Finalmente, la última embestida ha emergido desde el Locke, John (2002), Ensayo sobre el gobierno civil, Madrid: Aguilar.
ámbito de la sociedad civil, donde la crítica es por partida Mainwaring, Scott y Matthew Søberg Shugart, comps. (2002),
doble. Se alega una crisis de los partidos políticos y una cri- Presidencialismo y democracia en América Latina, Buenos
sis de las representaciones políticas. El argumento es muy Aires: Paidós.
simple: los partidos han dejado de representar los intereses Manin, Bernard (1997), The Principles of Representative Government,
y demandas de la sociedad; son seguidores de sí mismos y Cambridge: Cambridge University Press.
Mill, John Stuart (1994), Del gobierno representativo, Madrid:
sus cúpulas partidarias, además de que su dominio en los Tecnos.
parlamentos reproduce un mal de origen que sus acciones Norton, Philip (2003), Parlamentos y gobiernos en Europa occidental,
intrapartidistas no pueden evadir. México: Porrúa, El Colegio de Veracruz.
Ambas instituciones —los partidos y el parlamento— no Pau i Vall, Francesc, coord. (2004), El parlamento del siglo xxi. VIII
salvaguardan el interés general ni suelen actuar en función jornadas de la Asociación Española de Letrados de Parlamen-
de intereses particulares, sobre todo de orden económico. La tos, Madrid: Tecnos, Asociación Española de Letrados de
principal dificultad de esta última postura, legítima en sus Parlamentos.
aspiraciones, es que la sociedad no existe como un todo, sino

p 418 Parlamentarismo
Pitkin, Hanna Fenichel (1967), The Concept of Representation, Ber- De esta forma, al pensar, los seres humanos no sólo
keley: University of California Press. definen lo que acontece, sino que consideran las diversas posi-
Schmitt, Carl (1996), Sobre el parlamentarismo, Madrid: Tecnos. bilidades en que puede darse o pudo realizarse un fenómeno,
reconociendo así los nexos existentes entre los agentes, los
medios y las consecuencias que se presentan en su desarro-
llo, si bien esto le hace contender con las diversas fuentes de
razonamiento con que disponemos los seres humanos, donde
PENSAMIENTO las emociones se presentan como un elemento de contraste

POLÍTICO
respecto a una mente libre de prejuicios y desapasionada, tal
y como la presupone la concepción científica (Elster, 2002).
En consecuencia, con el acto de pensar también se da el
Víctor Alarcón Olguín proceso de situar dicho pensamiento en un contexto tem-
poral, un espacio abstracto que permite definir, comparar y
decidir lógicamente qué puede proceder a efecto de concretar
Definición de mejor manera nuestra intencionalidad presente, pasada
o futura, la cual intenta interpretar y resolver una situación
Los seres humanos tenemos la cualidad de pensar. Esto es, confusa o caótica al volverla un hecho conocido y controlable
podemos articular conceptos, representaciones, imágenes, en su acontecer único o recurrente. De alguna manera, los
ideas o sueños que tienen como objeto ser un entendimiento seres humanos procuran enfrentar los dilemas de la incerti-
de la realidad circundante de manera consciente y racional. dumbre a partir de tener respuestas concretas para remediar
Esta cualidad implica tratar de explicarse situaciones, cosas las anomalías que impiden el desarrollo normal del aconte-
o personas, lo que son, lo que hacen, así como por qué y para cer cotidiano (Wallerstein, 2005). Pero lo más interesante
qué lo hacen, lo hicieron o lo harán (Douglas, 1998). Pensar es que no sólo pensamos en un ámbito temporal, sino que
posee una intencionalidad y por tanto pueden identificarse nuestros pensamientos pueden ser expresados y asociados con
modos o maneras de realizarlo que pueden terminar configu- diversos ámbitos situacionales, con el propósito de explicar
rando un estilo o una propuesta específica para aproximarnos y comprehender las formas de funcionamiento y los resulta-
a dicha comprensión de las cosas. dos que se generan con las diversas actividades humanas. La
Por diversas rutas, la creación del conocimiento gracias perspectiva orteguiana de que la vida humana es producto
a un acto ideatorio nos ha permitido llegar a la esencia de contingente de las circunstancias permite equilibrar, por así
tener alternativas configurativas, modelos o estructuras que decirlo, la pretensión y la ambición del excesivo racionalis-
posibilitan dar direccionalidad y sentido a nuestra lógica de mo cartesiano/kantiano con que se ha querido inmunizar la
comportamiento (Ferrater, 1985). Pensar también es un acto propia existencia humana respecto a sus fallas y errores de
que se dirige hacia la construcción de una deliberación y una juicio, colocando a la técnica como punto central de susten-
decisión en torno a un conocimiento; esto es, influir de ma- tación de la sociedad (Ortega y Gasset, 1962).
nera categórica sobre el curso de lo que sabemos, asumiendo
con ello la necesidad de asignar valores clasificatorios a dichos Historia, teoría y crítica
discernimientos: bueno/malo, verdadero/falso, etcétera. Para
ello es importante definir una función descriptiva y expresiva Desde una perspectiva dialéctica clásica, podría decirse que el
con que dicho pensamiento debe canalizarse mediante un pensamiento es la interacción más persistente entre el sujeto
lenguaje propio que connote adecuadamente los contenidos y el objeto de la acción humana para definir los alcances y
conceptuales que se pretenden describir (Spirkin, 1966). límites de su propia capacidad de (re)creación y destrucción.
Sin embargo, los seres humanos reflexionamos no sólo De esta manera, el pensamiento humano tiene como vir-
individualmente sobre lo que nos pasa, sino que también tud (re)crear, asociar, seleccionar e intercambiar diversos tipos
poseemos el interés y la expectativa de entender a nuestros de interacciones y conocimientos, lo que le vuelve una estruc-
congéneres, lo cual hace que el pensamiento adquiera enton- tura compleja. No obstante ello, los seres humanos somos
ces un propósito social, expresado bajo el impulso de generar capaces de sustentar nuestro discernimiento respecto a lo
un bien o mejora en las condiciones en que se vive tanto ma- que debe permanecer, precisamente gracias al aprendizaje
terial como emocionalmente. Ello implica aprender a vencer continuo que implica obtener dichos conocimientos de
nuestros miedos para convertirlos así en recursos poderosos fuentes confiables, ya que éstas le confieren un principio
al servicio de la propia transformación humana (Boghossian, de credibilidad y consenso a nuestros pensamientos frente
2009). Cada actividad realizada por un conjunto de perso- a los demás (Ferrara, 2008).
nas necesita entonces ser fundamentada de manera racional Las estructuras del pensamiento social humano han
y consistente, para así entender por qué se lleva a cabo y por pasado por tres grandes rutas de estructuración: primero,
qué se realiza de una manera específica. el pensamiento místico-religioso, cuya fuente se aduce a
una causalidad externa y divina; el pensamiento positivis-

Pensamiento político 419 p


ta, que contribuyó a concebir una teleología del método nes adecuadas que permitan un acuerdo entre personas con
científico con base en una causalidad lineal que entrelaza relación a la asignación de ciertos bienes o la realización de
eventos en secuencias lógicas y progresivas, con objeto de actividades concretas (Walzer, 2010).
arribar a un conocimiento único y excluyente en su vali- Dicho de otro modo, significa entonces la elaboración
dez. Y más recientemente, nos encontramos en la etapa del de un conjunto ordenado de ideas, conceptos y teorías cuyo
pensamiento complejo, que no posee epicentro alguno, en alcance presenta una sistematización lógica que organiza
la medida que la humanidad se ha desplegado en múlti- medios y fines que se estructuran para la obtención de un pro-
ples dimensiones y espacios de conocimiento, causalidad pósito concreto, como lo puede ser el ejercicio del poder como
y pluralidad cultural (García, 2006). el atributo que permite decidir las maneras en que coexisten
La actividad constante de pensar nos ha llevado hacia la las personas para resolver sus necesidades de alimentación,
pretensión de tener conjuntos continuos de conocimientos vestimenta, vivienda, seguridad y convivencia. Esto puede
ciertos que permitan darnos certeza acerca del carácter mis- darse de manera sincrónica, diacrónica o secuencial en la
mo de nuestros actos más diversos. De esta manera, pasamos dinámica del tiempo. De esta manera, la justificación de los
de un pensamiento aislado a un sistema de pensamiento, lo razonamientos que motivan el uso del poder, así como de
que implica tener ahora una estructura de ideas ordenadas de quiénes y bajo qué circunstancias y medios pueden hacerlo,
manera tal que puedan ser usadas y aplicadas por cualquier se convierte en uno de los motivos esenciales del pensamiento
individuo de cara a la búsqueda de interpretaciones y res- de carácter político.
puestas respecto a situaciones concretas, sean éstas de índole Una vez definido que las ideas o reflexiones generadas por
práctica o interpretativa (Bunge, 1999). Conforme los seres un sujeto son emitidas con el objetivo de explicar, justificar o
humanos amplían sus espacios y necesidades, se requiere ge- legitimar la presencia de argumentos —leyes, normas o ac-
nerar conocimientos cada vez más particularizado que sigan tos— que poseen una connotación o intencionalidad de tipo
teniendo la posibilidad de mantenerse insertados dentro de política —expresado a su vez en comportamientos que pue-
esquemas o modelos explicativos de alcance universal; aunque den hacer uso de la fuerza o cualquier otro medio que las haga
ahora nos hemos desplazado a una dinámica que convierte cumplir—, entonces corresponde al propio sujeto elaborarlas
dichos conocimientos en relativos y frágiles dados los avances y tratar de expresarlas de manera coherente y asequible para
continuos respecto a nuevos descubrimientos y desarrollos. sus interlocutores, para que las acepten y las hagan extensivas
La noción de ciencia terminó por imponerse a la de re- hacia todas las personas que se puedan considerar obligadas a
ligión como el mecanismo ordenador del conocimiento, en dicho cumplimiento, en tanto vivan en los límites territoriales
una lucha por alejarnos de las creencias o las intuiciones como donde dichas reglas tengan vigencia, o bien, dichas personas
bases del mismo, aunque esto todavía no es un asunto com- practiquen el tipo de comportamiento definido por éstas.
pletamente saldado en virtud de la falta de acceso que muchos De esta manera, los tipos de comportamiento correctos
seres humanos todavía presentan con relación a la educación son una primera base del pensamiento político. Pero también
y la tecnología modernas, debiéndose conformar todavía se hace necesario pensar sobre los medios e instancias que
con la pertenencia a sociedades controladas por pautas de harán posible la permanencia y aplicación de las reglas. Así,
socialización y adquisición de conocimientos sostenidos en la necesidad por instituciones y personas que se encarguen
el misticismo, la magia u otras fuentes ancestrales (Herrera de realizarlo es un segundo paso esencial en el proceso de
y Castillo, 2004). Sin embargo, la responsabilidad de pensar instauración de ciertos tipos de actividad social. Hacerlo im-
subyace como una tarea que no sólo produzca cosas ciertas, plica crear una actividad específica: gobernar. Con este paso,
sino que éstas se sigan sustentando bajo la premisa de per- se da consecuentemente la base de todo pensamiento político:
seguir un bienestar. Orientar al conocimiento y sus usos nos justificar la forma correcta de gobernar —ejercer el poder—.
hacen ver la tarea ética que posee tener sistemas de pensa- La noción de buen gobierno será el punto de partida para
miento que enseñen a las personas no sólo a crear, sino a creer ir definiendo otros atributos importantes: ¿sólo se necesita
en sus capacidades. De esa forma, las actividades humanas si de una persona para hacerlo? ¿Se necesitan otras cosas para
bien se van ampliando en intensidad e intereses, no pueden ejercer el poder? Las respuestas que se comienzan a eslabo-
perder de vista esta premisa esencial que guíe tales propósitos. nar remiten entonces a configurar las formas de gobierno,
Como se ha sostenido en la sección anterior, pensar es la las cuales surgirán a partir de las maneras en que la propia
consecuencia clara de un ejercicio de reflexión que pretende gente comience a asociar el gobierno con sus costumbres. El
arribar a la construcción de un conocimiento sistemático e pensamiento político se convierte en un lenguaje y discurso
integrador. Implica entonces un acto racional y psíquico que propios que se desarrollan por medios orales, simbólicos y
se direcciona y se contextualiza en torno a un propósito u escritos, que implican la definición un esquema expositivo
objetivo específico. En este caso, debe asumirse que pensar que permita su transmisión, entendimiento y aplicación, sea
políticamente implica una delimitación objetiva que obliga por sí mismo o a través de quienes se convierten en sus ad-
a una persona a tener un acercamiento explicativo referente herentes y practicantes, independientemente de la instancia
a todo lo que se considere dentro de la esfera particular de o situación por la cual se logre transmitir su propuesta y de la
la realidad que le rodea respecto a cómo crear las decisio-

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manera en que se logre manifestarse o permanecer (Schepsle sistematizar una interpretación de estrategias y medidas
y Bonchek, 2005). específicas a ser implementadas por actores concretos, a
No obstante, la dinámica misma de las sociedades no partir de un diagnóstico aproximativo de la realidad en una
permite llegar a una forma única de gobernar debido a las coyuntura dada. Situarlo en el tiempo es una opción que
deficiencias con que los individuos ejercen dicho poder. De nos permitiría ver y comparar históricamente la permanen-
esta manera, comienzan a surgir diferencias importantes cia de dichas estrategias o maneras de resolver las cosas. No
acerca del propósito del poder y de la actividad directiva, ya obstante, como puede advertirse, esto es una consecuencia o
que se comienza a pensar que el gobierno implica ejercer alternativa de estudio, no su premisa.
una dominación que justifique el aprovechamiento y la ex- Con lo anterior, una metodología para el estudio del
plotación de unos seres sobre otros, mientras que para otros pensamiento político se sustenta bajo el principio de contex-
el gobierno debe ser un medio de cooperación y acuerdo. En tualizar y entender una propuesta o sistema partiendo de las
ambos casos, la exigencia de mostrar su pertinencia les obliga descripciones, explicaciones y evaluaciones que éste genera.
a justificarla mediante ejemplos históricos o razonamientos Esto es, define una política de cómo acercarse a la política
articulados, con lo cual el pensamiento político comienza a (Leftwich, 1987). Un problema usual prevaleciente en la
ser visto como una doctrina o una ideología, cuya lógica se historia de las ideas políticas, en la filosofía política o hasta
vuelve cerrada y dogmática, bajo el argumento mismo de la en la teoría política, es insistir en el uso de ciertos autores
infalibilidad de las fuentes que lo sostienen, sea mediante ar- tratando de que ellos digan cosas o que las hayan anticipado
gumentos personales, religiosos o incluso hasta científicos. De más allá de sus connotaciones.
esta manera, la noción de pensamiento político usualmente El mal uso de los clásicos políticos, a decir de Haddock
ha tenido que distinguirse en su uso de estas otras nociones, (1974), es llegar a una perspectiva tautológica del propio
no siempre con mucha fortuna. pensamiento político al intentar roer un texto para seguir
sacándole jugo; o bien, dar vueltas en círculo sin tener la
Líneas de investigación y debate capacidad de ver al texto o al autor no hacia atrás o en sí
contemporáneo mismo, sino más bien mirarlo justamente a partir de lo que
ya no dice, pero sobre todo, evaluarlo desde las maneras y
Como ya se argumentó, la expresión pensamiento político posibilidades en que los hemos superado, para así situarlos
usualmente implica la definición de conjunto sistemático y efectivamente como parte de un proceso histórico que ya fue
ordenado de ideas acerca de la política y las maneras en que y que tuvo sus razones de ser, las cuales dejaron de funcionar
ésta se constituye y desarrolla. Sin embargo, a decir de Mee- o nunca se concretaron por circunstancias diversas. En todo
han (1973), existe una perspectiva limitada que ha colocado caso, el calor de la comparación histórica radica en tratar
dicha expresión como un simple sinónimo de la teoría o la de identificar los cambios en los usos conceptuales de las
filosofía política, asignándosele entonces sólo las cualidades ideas y los contextos en que se acuñaron dichos sistemas de
normativas, interpretativas, históricas, psicológicas, éticas o pensamiento, asumiendo así el dinamismo en la propia ca-
descriptivas que supuestamente no tendrían nada que ver pacidad de comprensión que se posee en torno a las propias
con los elementos de la ciencia política moderna, en el sen- instituciones y prácticas políticas al paso del tiempo, tanto
tido de que se puedan generar conocimientos aplicables a la por los propios autores al interpretar y plasmar su realidad,
vida práctica. Pero visto justamente a la luz de los factores como también debería serlo con mayor razón por parte de
enunciados, cabe darse cuenta de la importancia sustancial sus intérpretes y críticos posteriores (Skinner, 1989). De esta
que implica mantener y desarrollar no sólo la enseñanza de forma, el estudio del pensamiento político permite ver algo
los modelos de pensamiento para entender las maneras y distinto que la simple obstinación o perseverancia porque
contextos a partir de los cuales se articulan —su lógica in- las ideas de un cierto autor o corriente deban realizarse de
terna— las decisiones de poder, sino también para situar la manera forzosa. En todo caso, ver a un autor hacia adelante
intencionalidad y direccionalidad de objetivos con que pre- marca un desafío metodológico y conceptual que debe regir-
tenden proponer un diseño e implementación de una forma se precisamente por las bases de la propia ciencia para saber
concreta de ver y hacer la(s) política(s) concreta(s). contextualizar la viabilidad de un sistema de ideas dentro de
Esto implicaría trascender la perspectiva tradicional de la propia realidad política, más allá de la voluntad individual
que el pensamiento político es sólo una teoría o filosofía ela- o colectiva que lo impulse (Duso, 1997).
borada por un autor y atrapada en el tiempo, para más bien En contraste con la postura anterior, existe una larga tra-
proponer que los sistemas de pensamiento nos permiten va- dición que percibe la presencia y estudio del pensamiento
lorar y evaluar en forma sistemática diversos ámbitos de político desde una perspectiva asociada con estructuras con-
la actividad política a partir de la observación y práctica ceptuales o con el estudio específico de un autor y sus ideas
de la misma. De este modo, el pensamiento político no insertas en su dinámica histórico-filosófica. En ambos casos,
es necesariamente un sinónimo de historia intelectual o sea que se parta desde una visión de influencia individual o
evolutiva de las ideas políticas, sino que es un “programa una colectiva, los estudios emprendidos se encaminan en la
de investigación” de los procesos lógicos que permiten dirección de analizar los procesos que influyen a las institu-

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ciones, así como explicar las causas y consecuencias de los centrales de sus contribuciones. Por otra parte, están los es-
comportamientos asociados con el quehacer de la política y tudios que teorizan en torno a las formas del pensamiento
lo político, tal y como era visto por dicho autor o desde la político, precisamente bajo la preocupación de presentar un
época bajo revisión. método para interpretar de manera conceptual-genética,
De esta manera, se puede emprender el estudio de los ideológico-histórica y contextual los procesos de pensamien-
procesos de gestación y evolución ideológica de un autor, to individuales o colectivos que dieron paso a los conceptos
un grupo generacional, de un país o una región, de un texto, y modelos de pensamiento —esto distingue a las aportacio-
o de un concepto o un movimiento político, o de una épo- nes de Norberto Bobbio, Isaiah Berlin o Quentin Skinner,
ca, a partir de los cuales se pueden hacer uno o más nexos quienes se preocupan por esclarecer cuestiones importantes
entre sí. Como puede advertirse, la gama de combinacio- como el origen, usos y transformaciones semánticas del len-
nes o niveles analíticos que pueden considerarse son una guaje político, con el propósito de definir el sentido amplio
base muy amplia dentro de esta perspectiva de análisis. A y estricto de los conceptos, lo que son y lo que no son—. 1
manera de simples ejemplos, destacan los sendos análisis Por otro lado, también están los esfuerzos por presentar
monumentales de J. L. Talmon y Hannah Arendt con res- ejercicios que tratan de establecer las influencias, las adap-
pecto al concepto de totalitarismo, el de Friedrich Meinecke taciones y asimilaciones con que las ideas y los sistemas de
sobre la razón de Estado, los de Crane Brinton, Barrington pensamiento se trasladan y reciben de un lugar a otro. Esto
Moore o Theda Skocpol sobre el origen de las revoluciones, último es particularmente importante para definir —como
el de John Dunn en torno a la idea de la democracia, el de se verá más adelante— el problema de la colonización o
Guglielmo Ferrero sobre la legitimidad política, el de Carl dependencia del pensamiento político ejercido desde una
Schmitt sobre la teología política o el de Hermann Heller perspectiva de dominación eurocéntrica, que ha delimitado
sobre la soberanía. También podemos señalar los volúmenes de manera significativa las discusiones sobre la especificidad
de Michael Mann que analizan las fuentes del poder social, y originalidad que se llega a desplegar en espacios y regiones
o los trabajos de Alessandro Passerin D’Entrèves, Ernst que intentan proponer opciones de pensamiento emancipa-
Kantorowicz o Walter Ullmann en torno al pensamiento doras de los propios sujetos políticos respecto a sus ideas,
político medieval, o bien, los estudios puntuales que existen instituciones y tradiciones hasta ahora generadas por la de-
para sólo hablar de las influencias e ideas políticas de un pendencia intelectual proveniente de otros lares.
grupo intelectual como la Escuela de Frankfurt —George En particular, aquí podemos reflexionar aspectos de
Friedman— o los trabajos de André Jardin o Pierre Manent choque cultural en materias de identidades inconclusas,
sobre la historia del liberalismo político. de procesos de ruptura o (re)construcción, de conceptos,
Por otra parte, la atención y estudio para leer o entender prácticas e instituciones sin arraigo. De alguna manera, el
correctamente la obra concreta de un autor nos lleva a ejerci- pensamiento político alterno intenta romper con la fatalidad
cios amplios como el clásico estudio de Raymond Aron sobre de situaciones que siguen aduciendo la presencia de “pueblos
Karl Marx, así como al desarrollo de las introducciones de sin historia ni ideas” conducentes hacia la repetición continua
rigor que se colocan previamente a un texto político que se de experiencias históricas que les impiden crecer y desarro-
considera clásico. Los trabajos de historia conceptual sobre llarse (Amin, 1989; Santos, 2009).
la propia noción de la ciencia y la filosofía política merecen Contrario a lo que uno pudiera pensar, la experiencia
destacarse por separado —por ejemplo, el notable trabajo de mexicana posee notables ejemplos de realización de trabajos
Stefan Collini, Donald Winch y John Burrow sobre el desa- que recorren alguna de las vías de aproximación analítica
rrollo del estudio de la política en el siglo xix en Inglaterra—, que se han desarrollado en las secciones anteriores. De he-
debido a que poseen la aspiración de mostrar cómo una disci- cho, la enseñanza del pensamiento y de las ideas políticas
plina o profesión intenta convertirse en una escuela, corriente comienza a ser un campo de estudio que está congregando
o paradigma de alcance generalizador, además de tener la pre- a más de una disciplina, lográndose ver entonces como un
tensión de conservarse por un periodo largo de tiempo. Desde asunto de importancia dentro de una visión cooperativa e
esta segunda perspectiva, se iría en una dirección contraria a integradora del conocimiento. Esto es, cada vez persiste un
la acepción metodológica, en tanto que un sistema de pensa- mayor interés por entender las maneras en que desde una
miento pretende llegar a manifestarse como una ideología trayectoria cultural e histórica específica hemos marcado
o doctrina dominante, inserta y justificada precisamente en nuestras filias y fobias en torno a las instituciones e iden-
el contexto histórico que facilita su crecimiento y desarrollo tidades políticas que han sido adoptadas.
para la preservación o el cambio de la sociedad. Nuestros primeros acercamientos al estudio del pensa-
Un tercer modo de aproximación serían los grandes tra- miento mexicano se los debemos ciertamente a los actores
tados generales en materia de la historia del pensamiento o mismos de las diversas coyunturas por las que transita el país.
de las ideas políticas —por ejemplo, Jean Touchard, J. P. Ma- El recuento y justificación de los acontecimientos y decisiones
yer, George Sabine, Jean Jacques Chevallier o Leo Strauss/
Joseph Cropsey—, que usualmente presentan una narración
histórica secuencial estricta y un resumen de los elementos 1 Desde luego no se pueden omitir los estudios que se concen-
tran en presentar balances sobre centurias específicas.

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políticas hacen que el país desde un inicio tuviera testimo- De manera más reciente, los trabajos de autores como
nios importantes como los de Carlos María de Bustamante, José Antonio Aguilar Rivera, Alfredo Ávila, Erika Pani,
Lucas Alamán, Lorenzo de Zavala, los cuales vendrían a Javier Garcíadiego, Fernando Vizcaíno, Mauricio Teno-
ser seguidos por los cultivadores de la historia científica y rio, Carlos Illades o Elías Palti han venido a trazar rasgos
social como Justo Sierra, Francisco Bulnes, Andrés Molina específicos de lo que actualmente sigue siendo la corrien-
Enríquez o Emilio Rabasa, quienes comienzan a discutir y te dominante de estudio del pensamiento político, que se
explicar al naciente país en sus ideas e historia en el paso de realiza desde el ámbito de la historiografía. Sin embargo,
la Reforma al Porfiriato. cabe pensar que el debate de las ideas necesita del análisis
Posteriormente, podemos ubicar a lectores de la genera- puntual de lectores capaces de esclarecer los usos y abusos
ción revolucionaria como Jesús Silva-Herzog, José C. Valadés de ciertos términos, cuál es el significado que le damos a
o Vicente Lombardo Toledano, quienes intentan ofrecer una las principales categorías como el Estado, la nación, la so-
construcción filosófica de dicho proceso. Sin embargo, a partir beranía, la justicia, la democracia, etcétera.
de mediados del siglo xx, se presenta la posibilidad de iniciar Una mención aparte merecen quienes han tratado de ela-
un estudio más claro de la historia del pensamiento político. borar trabajos de interpretación general de las ideas políticas
Gracias a ello surgen los trabajos sobre el desarrollo de la mexicanas, como los emprendidos por Abelardo Villegas
constitución del 57 —Daniel Cosío Villegas—, la trayecto- (1993), Francisco José Paoli Bolio (2002) y los trabajos com-
ria del liberalismo mexicano —Jesús Reyes Heroles— y la pilados por Yolanda Meyenberg y Antonio Mejía (1994). Sin
del conservadurismo —Alfonso Noriega Cantú—, el pensa- embargo, esto revela que el estudio sistemático del pensa-
miento socialista y reaccionario —Gastón García Cantú— o miento local requiere mayor amplitud e interés dentro de la
las influencias políticas en las intervenciones extranjeras en disciplina politológica propiamente dicha.
México —José Fuentes Mares y José Iturriaga—. Quizás En la era contemporánea se habla recurrentemente de cri-
una importante excepción en torno al estudio de las ideas sis y agotamiento de los sistemas de pensamiento en general.
políticas mexicanas con una orientación teórico-filosófica sea Con el crecimiento del llamado “lado débil” de las ideas se
justamente el caso de Raúl Cardiel Reyes. explica el paso de la Modernidad a la Posmodernidad que
Una generación apenas posterior —y activa todavía— se se dio en el siglo pasado —un horizonte derrotista trazado
lanza a estudios igualmente importantes como el surgimien- desde Martin Heidegger hasta Gianni Vattimo que ha des-
to de las primeras ideas políticas en México al calor de la moronado muchos elementos de confianza y afinidad en las
colonia novohispana —Pablo González Casanova o Silvio propias expectativas morales y políticas de los individuos—.
Zavala—, el proceso ideológico de la independencia y sus Hoy estamos ante un pasmo reflexivo que nos ha devuelto
ideas republicanas —Luis Villoro, Ernesto de la Torre Vi- a la contemplación y el escepticismo como sus expresiones
llar y Edmundo O’Gorman—, el desarrollo del positivismo más evidentes. Se ha puesto en franca duda la fuerza o la ca-
mexicano y la mexicanidad —Leopoldo Zea—. Después se pacidad del propio pensamiento para analizar y transformar
vislumbra la visión de conjunto de la Revolución mexicana al mundo. En el mejor de los casos, las categorías y concep-
abierta por Arnaldo Córdova, Lorenzo Meyer y Álvaro Ma- tos políticos están a la búsqueda de una reconstrucción de
tute, los cuales se ven inspirados en los estudios que intentan sus esencias, implicando entonces una suerte de retraimiento
ver el impacto de las ideas en procesos o niveles específicos respecto al entorno. Si bien se tiene que hablar de una cri-
—como la microhistoria de Luis González—. Igualmente, sis del pensamiento político, habría que acotarla dentro de
se pueden situar los esfuerzos por estudiar a generaciones o ciertas especificidades. Esto conlleva retomar el problema
movimientos intelectuales como lo realizan Enrique Krauze de la creación, adaptación o sumisión de las ideas propues-
en su estudio sobre la generación de los Siete Sabios, Héctor tas de una realidad o autor frente a otros. Lo que unos ven
Aguilar Camín al estudiar al Grupo Sonora, Jean Meyer en como un problema de continuidad en la dependencia —por
su aproximación al movimiento cristero. ejemplo, las discusiones tradicionales como el pensamiento
Más recientemente se tienen los volúmenes de Enrique colonial europeizante contra el pensamiento original au-
González Pedrero y Moisés González Navarro para entender tóctono precolombino— otros lo ven como hibridación,
las ideas políticas durante el México santanista y liberal; o transformación, oportunidad y continuidad de tradiciones
bien, los trabajos de Josefina Zoraida Vázquez sobre el desa- que se van mezclando y ramificando en una dinámica abierta,
rrollo del republicanismo mexicano y los de Eugenia Meyer plural y universalista. La vigencia del pensamiento político
sobre el periodo revolucionario, a la par de los de Adolfo Gi- se mantiene precisamente por la necesidad que se tiene por
lly sobre el cardenismo. Todo ello no hace olvidar que dicho construir decisiones e instituciones de poder y gobierno acor-
desarrollo va a la par de la influencia de las importantes con- des a nuestra trayectoria histórica y cultural. La demanda por
tribuciones hechas por autores extranjeros como Nettie Lee democracia, libertades y justicia sigue estando aquí, por lo
Benson, Charles A. Hale, John Womack Jr., Friedrich Katz, que resulta importante trazar un compromiso que se dirija
James D. Cockcroft, David Brading, Alan Knight, François hacia el fortalecimiento de la reflexión y los valores, más allá
Xavier Guerra o Tzvi Medin, por ejemplo. de las imposturas mediáticas o la tentación de querer ganar
en el debate de la historia.

Pensamiento político 423 p


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Walzer, Michael (2010), Pensar políticamente, Barcelona: Paidós. ciencia. El realismo del gobierno se comprende mejor con
la utilización del análisis positivo, dado que éste centra en la
factibilidad de las políticas lo que el gobierno hace, lo que
cuesta a los ciudadanos su funcionamiento y cuál es su ca-

p 424 Políticas públicas


pacidad efectiva para cumplir las metas colectivas. En este del orden civil y político carecen de estrategias eficaces para
sentido, las políticas públicas son producto del realismo del evitar la caída de la economía de mercado. Con esa base, las
gobierno, con lo cual se forman y legitiman en un ambiente políticas públicas son comprendidas y se trabaja en ellas de
que indica la vulnerabilidad de la sociedad en zonas dañadas manera multidisciplinaria para evitar la fragmentación del
por el rompimiento de la funcionalidad productiva —crisis, conocimiento que las ciencias sociales no logran detener.
devaluaciones, inflación crónica, desajustes, imprevisión de El conocimiento de tipo disciplinario no es garantía para
desastres naturales—, debido a fallas que tienen su origen alimentar los recursos intelectuales y metodológicos que
en el funcionamiento de las instituciones, en particular, en necesitan las instituciones públicas para su operación eficaz
la aplicación de ciertas políticas que no dan los resultados en términos de procesamiento y solución de los problemas
deseados y esperados. comunes.
Fue el caso de la crisis de 1929-1933, que se originó en Un mérito del campo de las políticas públicas es que hace
los Estados Unidos de Norteamérica y sacudió el mundo concurrir a diversos conocimientos y saberes profesionales
capitalista, que se desenvolvió en una situación catastrófica para focalizar la atención, importancia y solución de los pro-
provocada por la caída del empleo, la producción, el desplome blemas públicos, dado que su complejidad rebasa las ventajas
de la bolsa de valores, el desacomodo de los sectores financie- disciplinarias de las ciencias sociales. No es un campo de
ros, la inversión, el ahorro y el gasto público. En consecuencia, estudio retórico ni formalista, sino sustentado en cimientos
el desencanto invadió la vida de las personas y las familias, al epistemológicos y aplicados, cuyo objetivo es mejorar las
provocar la pérdida de la autoestima, dado que fue al mismo condiciones de la vida colectiva para que, en la visión de la
tiempo la pérdida de las capacidades individuales y colectivas democracia moderna, los ciudadanos tengan los elementos
que eran el motor que garantizaba la vida productiva y aso- que garantizan no sólo métodos para solucionar conflictos,
ciada. El gobierno del presidente Herbert Hoover no tuvo sino para conseguir que la productividad individual y la co-
la pericia para evitar la pérdida del capital y la no utilización lectiva sean ascendentes. Lo público de la sociedad define las
de la fuerza de trabajo en las empresas, situación que condujo políticas al valorar en un planteamiento de esa naturaleza los
al debacle de la economía, la caída de los niveles de vida, la problemas compartidos, los cuales necesitan la intervención
acentuación de la incertidumbre y la pérdida de horizonte de los ciudadanos de modo organizado para proceder a su
para forjar un futuro razonable en términos de empleo, in- tratamiento y solución.
greso, seguridad y prosperidad. Por eso, la visión de la sociedad, desde la óptica de las
Al esfumarse el éxito empresarial, se disolvió la posibi- políticas públicas, es la de la sociedad civil, dado que se carac-
lidad de que la economía de mercado se fortaleciera en el teriza por el sentido de pertenencia, comunidad y ciudadanía,
mundo capitalista, cuya expresión más desarrollada sería un esenciales para generar la capacidad instalada. La sociedad
sistema de producción y distribución. En esas condiciones, civil puede y debe participar en la solución de los problemas
la fuerza de trabajo perdió la oportunidad de asegurar un públicos. Se trata en este caso de valorar al ciudadano no sólo
lugar en la economía formal que comprendía el manejo de como categoría jurídica y política que es fundamental en las
la nómina, los fondos de la seguridad social, el servicio mé- democracias modernas, sino como participante activo en la
dico y la generación de productos fiscales vía impuestos para discusión y formulación de las soluciones colectivas. La visión
financiar el gasto público. La falla del gobierno centrada en de la sociedad civil en este sentido implica que el gobierno no
su operación ineluctable, cuando se desarticularon los medios ejerce tutela sobre los ciudadanos, ni tampoco es majestuo-
y los fines —ineficiencia, deficiencia, insuficiencia, impro- so ni autárquico, sino que crea con la ventaja de las políticas,
ductividad— con las políticas de la administración Hoover, condiciones para que el desarrollo de las personas y las orga-
descarriló tanto el espíritu de empresa como la competencia nizaciones tenga plenitud a partir de que sean ellos mismos
y la reproducción del capital. Por otra parte, descapitalizó a los actores con capacidad para generar sus medios de acción,
los bancos y bloqueó, para la clase trabajadora, la posibilidad con la intervención coordinada de las autoridades.
de contribuir a la formación de la riqueza material al desplo- En el planteamiento de las políticas públicas, el perfil del
marse el empleo, el consumo y el ahorro. gobierno no es omnipotente, sino abierto y persuasivo. Esto
La crisis indica el fin de una etapa de producción y acu- implica que se trata de un gobierno democrático que garan-
mulación con rendimientos decrecientes. Ante la falta de tiza derechos y obligaciones para que, en un sentido liberal,
eficacia gubernamental, la sociedad de mercado ingresa a una las personas aprovechen las condiciones que se forman para
etapa de destrucción de los sistemas productivos. Se eviden- su desarrollo individual y colectivo. El gobierno democrático
cia que el orden civil y político, con las políticas públicas que tiene conciencia y se organiza con el referente de que en la
se aplicaron, no evitó el desplome en importantes áreas de vida política hay pesos y contrapesos, controles y regulaciones,
la economía moderna. Cuando una crisis tiene el impacto estabilidad y equilibrios, y que su transformación es de ca-
como la de 1929-1933, significa que las fallas del mercado rácter institucional, no unipersonal. No hay, en consecuencia,
y del gobierno denotan falta de coordinación para asegurar la pretensión de las autoridades para convertirse en faraones
la eficacia de los rendimientos crecientes. Se genera así un ni en autoridades eternas, sino en representantes y responsa-
ambiente de incertidumbre que refleja que las instituciones bles del orden constituido. En este caso, las políticas públicas

Políticas públicas 425 p


responden al orden democrático y su naturaleza se orienta comunidad decide asumir y cumplir con la lógica de los com-
por los valores, reglas, prácticas y procesos que hacen que la promisos políticos, sociales y económicos para asegurar sus
democracia funcione sobre la base de la corresponsabilidad condiciones de vida. Ello implica que los valores, objetivos
y la eficacia acreditada. y metas se asumen tanto por la esfera gubernamental como
Esto significa que las instituciones son ideadas para ase- por la no gubernamental, teniendo como punto nodal de
gurar que la vida productiva, social y política sea regida por funcionamiento un esquema de cooperación y compromiso
incentivos positivos y negativos a cargo de la autoridad. Una para potenciar la calidad de vida en la democracia. Diseñar
opción de las instituciones para gobernar son las políticas incentivos, estimular a los actores de la sociedad y definir
públicas, entendidas como la herramienta que permite la in- cursos de acción específicos son parte de la tarea de gobernar
tervención de las autoridades en los puntos débiles de la vida que asumen las autoridades responsables del orden jurídico y
colectiva y que pueden colapsar los sistemas productivos y político, lo cual alude a los procedimientos que se utilizan al
distributivos que la sustentan, tomando en cuenta la impor- convocar a los ciudadanos y las organizaciones para que se in-
tancia de los grupos de interés que dan vida a los ciudadanos teresen en la atención de las necesidades colectivas que indican
con interés de participar en la definición, agenda y solución de cómo ciertos asuntos domésticos llegan a alcanzar la categoría
los problemas colectivos. El desafío mayor en las democracias de problemas públicos y, por tanto, de soluciones instituciona-
es cómo producir la capacidad de gobierno que responda les a cargo de los gobiernos.
a los valores democráticos de la sociedad civil para que se Un ingrediente fundamental de las políticas públicas es
transformen en políticas y cursos de acción específicos. Lo que no se entienden sin relación con la deliberación y los de-
anterior implica que el arte de gobernar alude a las apti- bates públicos que caracterizan el hogar de lo público. En la
tudes, habilidades y destrezas que se han de producir para democracia moderna, la discusión de los asuntos colectivos es
asegurar que la cooperación diluya a las formas de conflicto requisito para dar vida a la energía ciudadana y así fortalecer
que surgen con el desarrollo complejo de la vida colectiva. la legitimidad de las instituciones públicas. Sin deliberación
Fortalecer la capacidad para que la cooperación sea el eje de y debate, la sociedad moderna no responde a los valores de
la vida productiva implica que los gobiernos tienen la efica- la democracia. Por tanto, los asuntos colectivos y las políticas
cia para institucionalizar los conflictos que, de no regularse públicas han de ingresar a los circuitos de la opinión pública
con procesos institucionales, alterarían la funcionalidad de para que sean objeto de discusión. Cuanta más deliberación
la democracia, entendida como un sistema de vida pacífico hay en relación con las políticas públicas, mejor comprensión,
y eficiente para que los ciudadanos puedan vivir con liber- aceptación y legitimidad habrá por parte de los ciudadanos
tad, igualdad, bienestar y equidad, de ahí que las políticas para valorar la intervención de las autoridades en algún
públicas también sean entendidas como un medio que po- punto crítico de la vida colectiva. Si la democracia moderna
sibilita la intervención de las autoridades y algunos grupos exige deliberación y discusión constantes a fin de publicitar
ciudadanos en los marcos de cooperación que posibilitan una los asuntos de interés colectivo, las políticas públicas son
convivencia más efectiva, al estabilizar los desajustes sociales productos institucionales que reúnen esos dos ingredientes
y productivos. En este sentido, los trabajos de Luis Aguilar porque no son asunto exclusivo de la autoridad, sino que im-
(1992a) y de Ricardo Uvalle Berrones (2013) proporcionan plican que los ciudadanos sean parte activa y organizada en
un marco de comprensión fundamental para destacar cómo su discusión y hechura, desde el momento en que se relacio-
la interacción gobierno-ciudadanos es importante al destacar nan con el radio de acción que concierne a su vida cotidiana.
el comportamiento de la sociedad contemporánea. De este modo, la dialéctica es el recurso para que las polí-
Si los problemas públicos afectan al conjunto de la socie- ticas públicas sean defendidas con argumentos convincentes,
dad civil, es importante que no sean valorados únicamente tomando en cuenta que son portadoras de valores coinci-
por las autoridades, sino que existan los espacios institucio- dentes y divergentes que se han de ordenar como respuestas
nales para que los grupos organizados de la sociedad tengan institucionales que tienen como monitoreo, alerta y vigilan-
la oportunidad de aportar sus iniciativas, capacidades, in- cia, las diversas voces del público ciudadano. La naturaleza
formación, tecnología y recursos para que, sumados a los del racional de las políticas proviene de que son fruto del dis-
gobierno, sean destinados a la mejor atención y solución de cernimiento, la deliberación y la discusión; de que son piezas
las necesidades colectivas. Si la democracia es el gobierno del para que las democracias sean entendidas como una forma
pueblo, es decir, de la comunidad que integran los ciudadanos, de gobierno que condensan deliberación, libertades civiles y
significa que los asuntos públicos le conciernen no sólo a la políticas, elección de autoridades, renovación periódica del
autoridad, sino también a los ciudadanos. poder, articulación de metas, participación, representación
Por eso, las políticas públicas pueden entenderse a la vez políticas, transparencia, rendición de cuentas, juego de la opi-
como un método para gobernar desde el momento en que nión pública y reconocimiento de la pluralidad y la diversidad.
las autoridades y los grupos organizados deciden intervenir Por tanto, las políticas públicas son un conjunto de es-
en la definición de las soluciones que llevan al tratamien- trategias planificadas, deliberadas y ejecutadas por diversas
to metódico de los problemas colectivos. Con las políticas agencias del gobierno, que suman la corresponsabilidad de
públicas es factible articular las metas colectivas que una grupos ciudadanos cuando tienen interés activo en superar

p 426 Políticas públicas


las restricciones de la vida asociada, las cuales sobrevienen y participativos que luchan por la vigencia de los derechos
desde el momento en que frenan y desincentivan los siste- civiles y políticos; es el eje que explica cómo los gobiernos
mas productivos y sociales que sustentan la eficacia de la vida elaboran e implementan las políticas que se originan en la
democrática con la generación de los bienes, los servicios, los esfera activa de la sociedad civil desde el momento en que
beneficios y las prestaciones que contribuyen a reproducir a la se ha definido la suma de problemas que exigen tratamiento
democracia como un sistema de vida regido por la igualdad, y solución estratégica.
la inclusión, la cooperación y la eficacia. La vida pública, por su parte, se constituye en el núcleo
Cuando las políticas públicas revitalizan algún sector que que permite identificar el entramado institucional que de-
constituye un riesgo para la vida colectiva, es factible com- fine la acción de los gobiernos. Se trata de un espacio cuyo
prenderlas por lo siguiente: 1) son un método para gobernar elemento distintivo es la convivencia de públicos organiza-
la vida asociada con la participación activa de la autoridad dos en asociaciones, grupos y organizaciones con interés en
y los grupos ciudadanos; 2) articulan un conjunto de proce- participar de manera activa en la definición de la agenda de
dimientos institucionales y organizativos que se encaminan gobierno. En este sentido, tanto lo público como la vida pú-
a disminuir los conflictos y potenciar las soluciones que fa- blica son el binomio que permite destacar el sentido y alcance
vorecen el mejor desempeño de la vida social y productiva; de los gobiernos en las sociedades abiertas y democráticas,
3) acreditan la intervención justificada de la autoridad en las cuales no aceptan los viejos tutelajes ni los controles que
algún punto de la vida civil y política cuando valoran que anulan a los ciudadanos en la dinámica que lleva hacia la
las acciones públicas ingresan a sitios donde se corrobora la solución de los problemas colectivos.
existencia de rendimientos decrecientes que lastiman las rela- La zona de lo público es la parte medular para que la
ciones del orden vigente; 4) son un modo en que la sociedad, acción del gobierno se entienda como un sistema de interac-
junto con la autoridad, definen la agenda de los problemas y ciones que permiten el diseño de relaciones de cooperación e
las soluciones que tienden a crear situaciones que favorecen incentivo para que las autoridades constituidas y los ciudada-
el mejor desempeño de la vida colectiva, y 5) se formalizan nos tengan elementos convergentes. Si la zona de lo público
como un sistema de gestión que permite definir problemas, es abierta, visible, evidente y manifiesta, la acción del gobierno
elegir alternativas de solución, seleccionar cursos de acción, se lleva a cabo sobre esos elementos. Lo anterior implica que
distribuir recursos escasos, aprovechar esfuerzos cooperativos los medios utilizados están a la vista de todos. Por ello, las
y proceder de manera estratégica para evitar que las debilida- políticas públicas, entendidas como estrategias deliberadas,
des y la eventual formación de elementos vulnerables limiten planificadas e impulsadas desde los gobiernos, tienen como
el desarrollo de las esferas privada, pública y social. finalidad la intervención de la autoridad en los puntos crí-
ticos, riesgosos o vulnerables que dañan el desempeño de la
Historia, teoría y crítica vida productiva, tomando en cuenta los deseos y preferen-
cias de los ciudadanos. Su fundamento se relaciona con el
Teoría modo de concebir y elegir cursos de acción efectivos para
El desarrollo de las políticas públicas como una disciplina revertir lo adverso de las condiciones de vida.
nutrida de varios saberes profesionales enfocados a la solución Esto implica que el funcionamiento del gobierno no se da
de los problemas colectivos se ha consolidado en el mundo en el vacío, sino que forma parte de elementos cognoscitivos
moderno de manera importante. Desde 1951, cuando Da- aplicados para elegir y decidir su respuesta, atendiendo a la plu-
niel Lerner y Harold Lasswell las definieron como campo de ralidad de intereses que concurren en la sociedad civil. Como
estudio, se ha nutrido su aportación. Orientadas al análisis de estrategia de gobierno, las políticas públicas aluden al modo de
lo que hacen los gobiernos en las democracias modernas, aten- hacer las cosas, generar resultados, coordinar ámbitos diversos
diendo al realismo institucional, han transitado por la atención con el criterio de cooperación. Gobernar con un esquema de
y solución de los problemas colectivos aportando recursos política pública implica desenvolverse en condiciones factuales
intelectuales aplicados para institucionalizar las respuestas que suman las oportunidades y las restricciones que se han de
públicas. Lo que hacen los gobiernos, y no lo que deben hacer valorar para decidir cuándo se actúa o se decide no hacer algo.
en sentido formal y constitucional, es el núcleo primordial Un punto básico en la compresión de las políticas públicas
de las políticas públicas, dado que tienen raíz filosófica de son los valores.
compromiso con la calidad de vida en la democracia, para Éstos son sistemas de orientación que destacan la manera
garantizar la dignidad de las personas, así como la solución en que se forman las preferencias e ideología de las personas en
de los problemas que aquejan la convivencia mundial. relación con los problemas y las soluciones públicas. Los valores
Los fundamentos de las políticas públicas se sustentan son eventos deseados que denotan lo que prefieren las personas
en la concepción de lo público y en el comportamiento de y las organizaciones cuando eligen luchar por ellos hasta lograr
la vida pública, sin desconocer la importancia de la vida que se conviertan en cursos de acción del gobierno. Es el caso
privada, que tiene conexión con los centros de la decisión de la guerra o la paz, el empleo o el desempleo, la educación o
pública. Lo público se ha convertido en el centro de referen- el analfabetismo, la drogadicción o la salud integral, la pobreza
cia que destaca la importancia de los ciudadanos organizados o la prosperidad, la equidad o la injusticia.

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Los valores son productos cognitivos y culturales que autoridad constituida, implica de manera concomitante el
aluden a creencias, concepciones y arquetipos que se origi- diseño de la solución institucional que permite convertirlos
nan en el mundo subjetivo de las personas y que ingresan al en oportunidades de nuevos desarrollos para la vida asociada.
circuito de la publicidad cuando se discuten hasta adoptar De modo pacífico, es posible utilizar herramientas institu-
una postura frente a un sistema de intereses que se expresan cionales para elaborar opciones de política que se traduzcan
para defender y formalizar en los procesos de la acción públi- en un sistema de acciones coordinadas, con el objetivo de
ca organizada. Los valores son preferencias que ingresan a la superar los desajustes de la vida colectiva.
discusión colectiva y reflejan cómo se entiende y comprende Hay en este caso organización, estructuras, leyes, personal,
la vida social, económica y política en un marco de pluralidad presupuestos y reglamentos que se utilizan para estructurar
y diversidad. Son el ingrediente más importante para enten- los valores, los objetivos y las metas de las políticas públi-
der el contenido de las políticas. No hay políticas sin valores; cas. Se agrega también la cultura, las rutinas y los procesos
por el contrario, aun en su razonamiento más elaborado, las que permiten el abordaje y el diseño de soluciones de corto,
políticas tienen carga de valor que, con el auxilio de la meto- mediano y largo plazo que se han de implementar para la
dología, la lógica y la técnica, son objeto de sistematización ventaja de la vida pública. Cuando un problema es valorado
con el concurso de los argumentos y las razones que públi- en esa línea, ingresa a la agenda institucional, es decir, a la
camente se exponen para que tengan grado de legitimidad. agenda que reconoce que ciertos hechos alcanzan la categoría
Hay pues, dos ramas del conocimiento íntimamente de problema público y, por tal motivo, hay dispositivos para
vinculadas con las políticas públicas: la axiología, que se en- procesarlos desde la óptica de las soluciones que combinan
carga del estudio de los valores, y la ética, que proporciona criterios, recursos, decisiones y opciones de solución que se
la fundamentación —deber ser— de los valores para que eligen para su implementación en condición de política pú-
funjan como moldes sociales y culturales. Por eso, los asun- blica. En una agenda de gobierno se conjugan los problemas,
tos, problemas y soluciones relacionados con las políticas las oportunidades, los recursos y las soluciones a fin de revertir
públicas no se dirimen de manera finalista, sino que toda los desajustes que en la vida colectiva retrasan o desincentivan
reflexión sobre éstos nunca es concluyente. En todo caso, el desempeño de los sistemas productivos y sociales.
con la invocación de los valores es posible puntualizar que Una vez que el problema está en la agenda sobre la base
los problemas públicos se entienden mejor en el universo de la toma de decisiones a cargo de la autoridad, significa que
de las políticas públicas y que cada uno de ellos tiene su pro- compite con otros más para recibir atención seria y activa,
pia política. En consecuencia, no hay soluciones ni políticas lo cual implica que será objeto de tratamiento institucional
definitivas, los problemas y las políticas ingresan de manera en razón de los recursos disponibles, el ámbito de gestión
permanente a la discusión y recreación en los debates públi- que se encargará de éste, así como el tiempo que se conside-
cos. Sobre los elementos de valor, se definen tanto los hechos ra necesario para su tratamiento. El gobierno, en este caso,
como los problemas y soluciones públicas. asume una posición de compromiso para canalizar recursos,
Un hecho es algo dado e impuesto de manera externa; información, legislación, tecnologías y personal con objeto
es algo en sí mismo; se analiza y sobre la base de compor- de superar las restricciones que limitan el desempeño de la
tamientos frecuentes, se categoriza como un problema, es vida productiva y social.
decir, como algo que tiene solución, como una hipótesis En consecuencia, una vez que se formaliza el problema
en la que es factible trabajar y que se puede entender, en el en la agenda, se procede al diseño de la política pública,
mundo de las refutaciones, hasta corroborar los elementos y en la esencia de ésta, se articulan los objetivos, las me-
más tangibles que reflejen un comportamiento frecuente y tas y los proyectos a través de los cuales se decide atender
permitan elaborar una conjetura. Un problema, en este caso, alguna disfuncionalidad de la vida colectiva que altera la
es la valoración de ciertas propiedades factuales que rompen productividad y eficacia de la vida colectiva. Se reconoce,
con la normalidad de la vida colectiva y que, por su ubica- en este caso, la importancia de los ambientes políticos que
ción, necesita tratamiento institucional para que sea motivo comprenden áreas del gobierno y el acuerdo con los grupos
de alguna respuesta que permita reencauzar el curso de la que han presionado para la adopción de la política pública.
vida cotidiana. Una solución, en consecuencia, es la respuesta Se toma en cuenta el juego de intereses que concurren en el
transitoria dada a un problema que tiene elementos correc- diseño de la política, a fin de articular su contenido y fac-
tivos para restituir la funcionalidad de algún sector social o tibilidad institucional. Hay que tomar en cuenta las esferas
productivo. El vínculo entre problema y solución es conco- legislativa, ejecutiva, judicial, estadual y local cuando se trata
mitante, es decir, no se pueden separar, motivo por el cual de políticas que abarcan, por ejemplo, un ámbito más allá del
las políticas públicas sólo se entienden como una respuesta a federal. También se debe considerar a los actores no guber-
situaciones específicas, no a cuestiones majestuosas y, mucho namentales que, hacia distintos puntos de la sociedad civil y
menos, faraónicas. Lo que se define como problema forma la opinión pública, dirigen presiones para que los intereses
parte de la capacidad instalada que tiene un gobierno para y necesidades que defienden queden debidamente incluidos
darle tratamiento institucional, atendiendo a la premisa de en la estrategia gubernamental.
que la definición de los problemas públicos por parte de la

p 428 Políticas públicas


En este caso, existe el ajuste mutuo de intereses, que es gubernamentales y no gubernamentales incide en su eficacia
un método para encauzar las posturas sectoriales que con- o desviación de propósitos.
vergen en la política y que la caracterizan por la importancia La implementación de las políticas puede estar a cargo
de pluralidad que concurre en ella. La elaboración de la po- de agencias gubernamentales —correos, impuestos, justicia,
lítica no sigue la línea recta propia de los teoremas, sino que relaciones exteriores—, pero también de organizaciones no
se logra reconociendo un esquema de racionalidad limitada, gubernamentales encargadas del servicio público —de banca,
que es la suma de oportunidades y restricciones que han de las cárceles, la educación, la salud, la vivienda—. La imple-
ponderarse en todo momento. El diseño de la política es una mentación de las políticas es el modo en que se gobierna
de las partes más importantes del proceso del gobierno, dado desde las áreas de dirección y ejecución, que son las encar-
que se alude a la estrategia que se aplicará tomando en cuenta gadas de armonizar las capacidades y los recursos que exigen
los actores, el contexto, los recursos y el acuerdo de intereses los objetivos de las políticas públicas. Es el saldo efectivo de
que hacen posible que la política sea producto de la factibili- un gobierno para producir resultados atendiendo a su agenda
dad institucional. y a sus compromisos. Por eso es de gran importancia que la
Una vez estructurado el diseño de la política, sobre- capacidad para implementar las políticas públicas sea enten-
viene una de las etapas más complicadas y dinámicas: la dida como un sistema de respuestas variadas que atienden
implementación. Implementar la política significa que llega a problemas específicos, y que sea el medio con que cuenta
el momento de su cumplimiento con base en los valores, el gobierno para incrementar o perder su capital político.
objetivos y metas que la acreditan como una estrategia de Uno de los puntos no menos importantes de las políticas
gobierno. La implementación alude a un conjunto de acti- es relativo a la evaluación. Ésta es el resultado de analizar y
vidades, operaciones y tiempos que se conjugan para que el comparar lo que se ofrece con las políticas, así como con el
gobierno consuma su intervención activa en algún punto de cumplimiento de los objetivos y metas que las definen ante el
la sociedad civil. En este sentido, es un proceso que se inicia público electoral, es decir, el público ciudadano que ejerce
en la cúspide de las organizaciones públicas hasta llegar a la el voto en las urnas para calificar el desempeño de las institu-
base de las estructuras que posibilitan el cumplimiento de ciones de gobierno. Evaluar implica valorar, opinar, enjuiciar y
la política. Se combinan, en este caso, tipos de racionalidad criticar lo que hace el gobierno en tiempos comprometidos.
que sustentan la efectividad de la política como estrategia Es el momento de analizar la oferta de políticas con los re-
de gobierno. La racionalidad administrativa se encarga de sultados conseguidos. El compromiso de la autoridad con los
generar la gestión operativa de la política aludiendo a los va- votantes es parte de lo que se lleva a cabo con la evaluación.
lores de eficacia y responsabilidad. La racionalidad jurídica se Todo compromiso público de la autoridad adquiere la
produce con el cumplimiento de las normas constitucionales, modalidad de una oferta de políticas que comprenden las
legales y reglamentarias que dan validez a la acción del go- expectativas y respuestas a las necesidades colectivas de los
bierno. La racionalidad burocrática se encarga de armonizar diversos públicos que integran la sociedad civil. El voto de
medios y fines para que las oficinas encargadas de la gestión los ciudadanos no sólo elige políticos, sino tipos de política
funcionen sobre la base de una alta profesionalización, que pública que se ofrecen durante el tiempo de las campañas
se acredita con las habilidades y las destrezas que posibili- electorales y que se formalizan con el triunfo de los candi-
tan la operación del gobierno. La racionalidad política es el datos. La elección y la formalidad de las políticas públicas
resultado de acuerdos y compromisos que se gestan con la fundamentan, en buena medida, por qué los electores votan
negociación entre los responsables de la implementación; por ciertas opciones partidistas y por qué, una vez alcanzado
combina la interacción y coordinación de agencias, áreas, el timón gubernamental, han de traducir en programas que
instancias, órganos, decisores y operadores encargados del sustenten la aplicación de éstas. La ventaja de las democracias
cumplimiento efectivo de la política. modernas, apoyadas por la riqueza de la pluralidad, es que
La implementación se explica como un terreno de arenas favorecen que, en el espacio público, se conozca a los políticos
movedizas y no de piso macizo, que exige la concurrencia tan- y la oferta de políticas propuestas a los ciudadanos, de ahí que
to de la autoridad como del liderazgo en las organizaciones la evaluación sea una práctica obligada para valorar el sentido
gubernamentales para superar los obstáculos y contratiempos. y el impacto de las políticas, dado que su alcance es de orden
Una forma de caracterizarla es en razón de las condiciones general, es decir, público. En esa medida, sus efectos son di-
que la favorecen en su arranque. Otra manera de entenderla símbolos e involucran a diversos tipos de público ciudadano.
es por las condiciones intermedias que aluden a su grado de La evaluación es de importancia creciente en la vida
avance, en el cual es posible valorar en qué medida se cum- de los gobiernos porque se conjugan en su óptica tanto los
plen los objetivos y meta de la política, o bien, en qué medida políticos, cuando son autoridad constituida, como las polí-
se incumplen. La implementación no es acción mecánica, ticas que ofrecen a la población, lo cual implica que tienen
en la cual una orden dictada por los mandos jerárquicos es compromisos ante el electorado. Ya que las políticas inciden
cumplida irrestrictamente por lo mandos subordinados; por directamente en las condiciones de vida de la población, son
el contrario, es un conjunto de procesos regidos por la in- evaluadas por diversos públicos de la sociedad civil, sea por
certidumbre, dado que la intervención de numerosos actores impacto o percepción. Este hecho significa que el desempeño

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del gobierno es asunto de primer orden, motivo por el cual cidencia en la vida productiva y social para contribuir al mejor
la evaluación es una herramienta fundamental para calificar desempeño de la economía de mercado, la información que
su acción en la sociedad y en la economía. La evaluación es producen es de vital importancia para afinar la dirección co-
parte de la capacidad instalada de un gobierno, ya que permite lectiva de la sociedad civil sobre la base de los consensos y la
valorar los avances que éste logra o los retrocesos en que in- satisfacción de las necesidades colectivas.
curre, los cuales tienen costos negativos cuando se incumple
la oferta de las políticas. Historia
La evaluación de las políticas involucra a diversos actores En esta sección se exponen algunas obras relevantes en el
—congresos, partidos políticos, legisladores, jueces, prensa, desarrollo histórico de las políticas públicas. En ningún mo-
radio, televisión, universidades y centros de opinión pública— mento se trata de un examen detallado, pero sí representativo
que manifiestan interés por calificar la actuación del gobierno de lo que ha sido este campo.
en razón de los compromisos que adquiere en materia de La formación del campo de las políticas públicas con cri-
política pública. Cada uno de estos actores tiene su visión, terios metodológicos sustentados en el aprovechamiento de
percepción y sistema de evaluación sobre el desempeño de los distintos saberes profesionales se efectúa en Estados Uni-
la vida pública y, sobre esa base, formulan juicios vinculados dos de Norteamérica en 1951 con la obra pionera de Harold
con el resultado de las políticas que, una vez implementadas, Lasswell (1992), “La orientación hacia las políticas”, que se
generan costos y ventajas a los habitantes de la sociedad civil. cimienta en la formación de las Policy Sciences, y en la obra
Estos costos y ventajas son valorados de acuerdo con la plura- de Daniel Lerner. Antes, y para contrarrestar la influencia
lidad de los intereses que caracterizan a la vida democrática y, social y jurídica en la década de los veinte y los treinta del
sobre todo, de acuerdo con la mejoría o no de las condiciones siglo anterior, William Ascher (1992), en su trabajo “La evo-
de vida en la sociedad civil. La evaluación permite producir lución de las ciencias de políticas”, destaca cómo se forma el
datos cuantitativos y cualitativos sobre el modo en que se movimiento conductista de carácter multidisciplinario, cuyo
ejecutan las políticas. La necesidad de formar y fortalecer la eje es el análisis de la conducta humana en la modalidad de
memoria del gobierno es fundamental para disponer de ar- acción individual y vinculada a factores económicos, políticos,
chivos y bancos de datos que registran el desempeño de las legales y psicológicos.
instituciones gubernamentales. En 1970, Yehezkel Dror (1992) abre otra veta para el
La cobertura de éstas es el espacio público en que con- estudio de las políticas públicas al acuñar el término public
viven actores y organizaciones que son fundamentales para policymaking, y formar la línea de las metapolíticas, es decir,
llevar a cabo la valoración de las decisiones y las acciones de el estudio de las políticas de las políticas que vincula el pro-
gobierno. La evaluación permite identificar los aciertos y fesionalismo con el sentido heurístico que mejora la práctica
fallas de manera directa, a fin de precisar su origen y las re- de las mismas. No menos importante es la visión de G. David
laciones de causalidad que explican a unos y otras. La prueba Garson (1992) en su trabajo “De las ciencias de políticas al
de fuego de un gobierno democrático es la aceptación o el análisis de política: veinticinco años de progreso”, donde re-
rechazo de lo que lleva a cabo a través de programas. En este toma de Charles Lindblom dos categorías que se aplicaron
caso, el cumplimiento o las fallas a la hora de implementar durante los años cincuenta y sesenta del siglo pasado en el
las políticas públicas es la clave para identificar la eficiencia estudio de las políticas públicas, como el enfoque sinópti-
del gobierno que lleva a nuevos apoyos y reconocimientos co que alude al conocimiento global apoyado en el análisis
por parte de los ciudadanos, o bien, al repudio que se ge- de sistemas, el empirismo y la optimización de valores para
nera cuando por omisión, incapacidad o indolencia no se visualizar como objetivo la racionalidad exhaustiva, y el
responde a las expectativas de los ciudadanos, considerando antisinóptico, que toma en cuenta el pluralismo, el análisis
los problemas que le plantean a la autoridad con fines de contextual y de casos como metodología para dar paso a la
atención y solución. racionalidad limitada.
La utilidad de la evaluación es fundamental para formar la En este sentido, Charles Lindblom (1992) escribe, en
memoria de las políticas en términos de continuar en la línea 1959, su célebre trabajo “La ciencia de ‘salir del paso’ ”, don-
del éxito o reformular su aplicación cuando sobrevienen erro- de, sobre la lógica de la racionalidad limitada, aporta, como
res y contratiempos previsibles o situaciones de contingencia. elementos de análisis relevantes, el método de las compara-
La información obtenida con la evaluación es indispensable ciones sucesivas, también conocido como el incrementalismo
para la toma de decisiones adoptadas por las autoridades, que y la visión que permite “salir del atolladero” para romper
deben atender a los movimientos de la vida asociada. La in- toda esquematización rígida en la solución de los asuntos
formación factual, entendida como información en tiempo públicos. En 1963, se publica la segunda edición del traba-
real, se produce con la evaluación de las políticas; es un recur- jo de Kenneth Arrow, Social Choice and Individual Values,
so con ventajas múltiples para mejorar, reformular o cancelar en el que se destaca que la relación fines‐medios, propia
su vigencia, una vez que se puntualice si han cumplido o no de los economistas neoclásicos, es limitada para analizar la
con el cometido que acredita su origen e implementación. Si conducta social de los individuos en un esquema de política
las políticas se convierten en cursos de acción que tienen in- pública. Propone al respecto que la acción colectiva sea el

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medio que permita comprender cómo los individuos pueden Subirats analiza en 1995, “Los instrumentos de las políticas,
alcanzar con mayor racionalidad los fines individuales que el debate público y el proceso de evaluación”; entiende evalua-
se proponen, considerando la importancia de las relaciones ción como un proceso social de aprendizaje. De igual modo,
interpersonales. En 1964, Theodore Lowi (1992) escribe el en ese año Henry Mintzberg y Jan Jørgensen (1995), en su
trabajo “Políticas públicas, estudios de caso y teoría política”, trabajo “Una estrategia emergente para la política pública”,
en el que expone el ambiente político de la políticas públicas indican que el concepto de política pública ha significado
con categorías como arena de poder, ámbito de poder, proceso desde hace mucho tiempo para el sector público lo que el
político, a fin de tipificar el impacto de las políticas distribu- concepto estrategia significa para el sector privado. En esta
tivas, regulatorias y redistributivas. El trabajo de Robert D. línea, Juan Pablo Guerrero Amparán (1995) escribe “La
Behn (1992), “El análisis de políticas y la política”, publicado evaluación de las políticas públicas: enfoques teóricos y rea-
en 1986, centra su argumentación en los dos jugadores que lidades en nueve países desarrollados”. David Arellano Gault
intervienen en las políticas públicas: los analistas de políticas publica en 1996, “Política pública, racionalidad imperfecta
y los políticos, en situaciones que combinan la eficiencia eco- e irracionalidad. Hacia una perspectiva diferente”. Charles
nómica —analistas— y cómo las políticas afectan a ciertos Lindblom publica en 1997 “Cómo adecuar la política en el
grupos —políticos—, tomando en cuenta la distribución de análisis de las políticas”, en el que puntualiza la relación entre
los recursos y los beneficios. el análisis y la política, tomando en cuenta la importancia de
No menos importante es el trabajo de Douglas Torger- la arena política. En el mismo año, Omar Guerrero publica
son (1992), “Entre el conocimiento y la política: tres caras “Las políticas públicas antes de las ciencias de las políticas”;
del análisis de políticas”, en el que se destaca que el analista reconoce su extraordinaria actualidad y aclara que “hay espe-
de políticas debe desarrollar no sólo un conocimiento de la cialistas de otros tiempos que las han cultivado, con lo cual es
sociedad, sino en la sociedad, y que el análisis de políticas es posible relacionar el valor de su actualidad con antepasados
una estrategia metodológica que inspira un nuevo enfoque conspicuos” (1997: 256-259).
en la filosofía de las ciencias sociales. En 1977, Martín Lan- En 1998, aparece el libro Evidencia, argumentación y
dau (1992), en su trabajo “El ámbito propio del análisis de persuasión en la formulación de políticas, de Giandomenico
políticas”, destaca que el objetivo de éste es resolver proble- Majone, quien analiza la importancia de los argumentos en
mas prácticos, que la política pública se extiende a cualquier el sentido y exposición de las políticas públicas, recordando
área de la vida, y puntualiza que el análisis de políticas, para que “las políticas públicas están hechas de palabras, motivo
tener sentido, debe ser considerado como ciencia social por el cual, la base de la política y de la política democrática,
aplicada. En 1989, Jean G. Padioleau escribe El Estado en que se ha llamado a la democracia un sistema de gobierno
concreto desde un enfoque de política pública y destaca que: mediante la discusión” (35). José Luis Méndez Martínez
“La observación metódica de las actividades rutinarias de las coordina en 1998 un interesante libro sobre Organizaciones
oficinas y las empresas —palpables, dijéramos— de la élites civiles y políticas públicas en México y Centroamérica, que ana-
administrativas, sin mencionar el atolladero de las conductas liza la dinámica de los grupos organizados en los espacios
ciudadanas, hace concreto al Estado” (1989: 10). En 1990, públicos y cómo se adoptan las políticas para responder a la
Yehezkel Dror escribe Enfrentando el futuro, sobre “algunas agenda de los problemas colectivos. En el año 2000, desta-
ideas concernientes a las unidades centrales de formulación ca el trabajo de Enrique Cabrero sobre “Usos y costumbres
de cursos de acción política, llamadas metafóricamente ce- en la hechura de las políticas públicas en México. Límites
rebro central del gobierno” (1990: 269-270). de las policy sciences en contextos cultural y políticamente
Entre 1992 y 1993, Luis F. Aguilar Villanueva lleva a cabo diferentes”, con base en cuatro dimensiones: tipo de régi-
la edición de cuatro volúmenes de la colección Antologías de men político, modelos de gestión, referentes institucionales
Política Pública, que abren camino para su estudio, análisis y y tradiciones culturales. También Rodolfo Canto Sáenz, en
argumentación. Los títulos son El estudio de las políticas pú- “Políticas Públicas. Más allá del pluralismo y la participación
blicas (1992a), La hechura de las políticas (1992b), Problemas ciudadana”, se pregunta si “el pluralismo, el ajuste partida-
públicos y agenda de gobierno (1993a) y La implementación de rio mutuo y la participación ciudadana marcan las fronteras
las políticas (1993b). En cada tomo realiza estudios intro- naturales de las políticas públicas” (2000: 231).
ductorios de carácter magistral. Su contribución al campo En 2004, Eugenio Lahera Parada escribe el libro Intro-
de las políticas públicas es fundamental para nutrir el com- ducción a las políticas públicas, en el que expone un tratamiento
portamiento de los gobiernos en la visión del proceso de las conceptual y aplicado de las políticas pública, a las cuales
políticas, al aportar conceptos y formulaciones que son de refiere en el marco de los sistemas políticos y las áreas de
obligada referencia para comprender un campo de estudio gobierno que se encargan de su decisión, diseño e implemen-
fundamental en el tiempo actual y en el porvenir. tación, destacando la importancia de los procesos de gestión
En 1994, Charles Lindblom escribe “La investigación so- que explican el comportamiento de los gobiernos. En 2007,
cial para la elaboración de políticas: quién la necesita y para se publica el libro de Wayne Parsons, Políticas públicas. Una
qué”, en el que destaca las buenas reglas que se han de observar introducción a la teoría y la práctica del análisis de políticas pú-
para una buena investigación sobre el diseño de políticas. Joan blicas, donde hay un disertación muy sólida sobre ese campo

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de estudio, así como una sección de casos latinoamericanos y el poder influye de manera importante en la visión de las
que ejemplifican su aplicación en la atención de problemas políticas públicas, a fin de producir tanto el conocimiento
y soluciones institucionales. En 2009, se publica el trabajo como las estrategias que han de ser de utilidad para mejorar
Política Pública y democracia en América Latina. Del análisis el desempeño de los sistemas sociales. Pero el conocimiento
a la implementación. Se trata de un libro colectivo coordina- humanista de las políticas públicas no se forma con fines re-
do por Freddy Mariñez y Vidal Garza Cantú, en el cual se tóricos, sino aplicados, es decir, se encamina a la atención y
exponen diversos enfoques sobre el significado y práctica de solución efectiva de condiciones de vida que dañan el pres-
las políticas públicas. tigio y la dignidad de las personas, de ahí que la valoración
En 2010, Mauricio Merino y Guillermo Cejudo coor- de la nación y la nacionalidad, del Estado y los gobernan-
dinan el libro colectivo Problemas, decisiones y soluciones, tes, de la política y los políticos como centros únicos de la
que contiene artículos diversos sobre la importancia de las vida colectiva, no sea su foco de interés, sino lo que sucede
políticas y sobre el análisis de la política en una versión de en la vida productiva de la sociedad civil y que puede ser
actualidad que contribuye a debatir el sentido de esas dos apuntalado, rescatado y mejorado, teniendo como arquetipo
esferas: una de reflexión y otra de práctica de gobierno. En las acciones que conjuntan las aportaciones de la ciencia y la
2011, Freddy Mariñez publica el libro Hagamos entre todos tecnología. Por ello, las políticas públicas no se entienden al
la política pública, en el que expone ideas con base en la margen del tipo de sociedad que se desea construir y desarro-
gobernanza, así como los retos de la acción pública en la llar. En este caso, el nexo entre las instituciones académicas,
visión de las políticas públicas. Destaca a la vez una cosmo- las comunidades de científicos, los políticos, los directivos del
visión contemporánea del espacio público, en la que sitúa el gobierno y las organizaciones de la sociedad es fundamental
planteamiento de las políticas públicas. También en 2011, para organizar habilidades, información, recursos y estra-
Ricardo Uvalle Berrones pública el trabajo “Las políticas tegias que permitan aumentar las capacidades de respuesta
públicas en el arquetipo de la gobernanza democrática”, en la vida pública para evitar el deterioro de las relaciones
donde señala que las propias políticas tienen contextos de sociales y productivas.
alta intensidad ciudadana que presionan en los espacios de El diálogo multidisciplinario entre campos especializados
la dirección de la vida colectiva. de conocimiento es fundamental para alimentar y elaborar las
políticas que demanda la vida colectiva. El involucramiento
Crítica en los asuntos públicos es imperativo para estimular el debate
Las políticas públicas son, en algún sentido, una respuesta sobre éstos, así como socializar las propuestas que permitan
para debatir y comprender el comportamiento de las razones estructurar decisiones y acciones constructivas. Se rompe
que llevan a los gobiernos a la adopción de estrategias que con ello la visión totalizadora de que las sociedades son
inciden directamente en la vida pública. La racionalidad pro- grandes conjuntos que demandan soluciones majestuosas,
gresiva de los gobiernos se convierte en el centro de referencia como si las condiciones de vida fuesen homogéneas y uni-
de las políticas públicas, pero no a partir de planteamientos de versales. Nada más inexacto que el determinismo histórico
la teoría política, sino de razonamientos que fueron expues- que se apoya en la visión de que los procesos sociales, po-
tos no como verdades absolutas o posturas dogmáticas, sino líticos y económicos son inexorables y que incluso pueden
atendiendo a la lógica abierta y experimental de los sistemas alcanzar la categoría de leyes. Lo importante en la sociedad
democráticos. Se trabaja para conjuntar el saber y el poder con moderna es el individuo y su individualidad, son la base para
fines constructivos, lo cual implica que la sociedad se integra construir el sentido de comunidad y no el colectivismo que
por ciudadanos que interactúan, se comunican y establecen tiene como pretensión imponer como un patrón que pueda
relaciones de cooperación y convivencia, y no por átomos moldear lo individual, para controlar lo mejor de su desem-
con vidas aisladas. En la medida en que la sociedad se com- peño en la vida comunitaria. Es lo individual, convertido en
porta como un sistema de valores que la definen en favor de acción pública, la clave para situar la riqueza plural y diversa
los individuos y la comunidad, será posible una vida pública en el espacio público. La acción pública cuenta con antece-
más vigorosa, dado que permite la realización de las personas dentes en el pensamiento liberal y forma parte de campos
y las organizaciones que necesita. La sociedad moderna ha de estudio como la sociología de la acción colectiva. Tanto lo
fincado en la libertad y la igualdad los valores básicos que la individual como lo colectivo son esferas de actuación cerca-
caracterizan ante otras de corte medieval o autoritario; favo- nas a los problemas compartidos por comunidades, grupos y
rece la realización de los individuos, sin perder el sentido de organizaciones que articulan intereses, valores y necesidades.
comunidad que es la base para nutrir los espacios públicos. Cuando el colectivismo se invoca como doctrina y práctica,
Por tanto, las políticas públicas tienen raíces humanis- se asume que es la fórmula idónea para generar una forma
tas que destacan con el auxilio de la filosofía política, la de convivencia más “justa”.
importancia de que el ser humano tenga la oportunidad de En todo caso, el colectivismo finca en la generalidad la
desarrollarse con los mejores elementos de la vida cotidiana, base para entender lo que necesita la vida privada; por tanto,
como las libertades civiles y políticas, que son la expresión se anula la efectividad de lo público desde el momento en que
de los espacios privados y públicos. El nexo entre el saber lo individual queda supeditado a las normas de la abstracción

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general que no distingue, por ese motivo, la especificidad y definir con mayor precisión el alcance factual de la política
concreción de las personas que pueden y deben potenciar que se decide asumir y adoptar.
los espacios de la vida comunitaria. Sobre esta visión, las La ventaja del análisis de políticas es que permite eva-
políticas públicas son interesantes para el ámbito académi- luar opciones frente a diversos problemas calificados como
co, intelectual y profesional que reconocen la riqueza de la públicos, tomando en cuenta actores, contextos, oportuni-
vida individual y colectiva para que, mediante estrategias dades, limitaciones, recursos y situaciones conflictivas. Lo
de actuación pública, la sociedad, el orden constituido, los anterior implica que los gobiernos no hacen lo que desean,
ciudadanos y las autoridades legales y legítimas, generen las sino que enfrentan realidades ineluctables —agendas, con-
alternativas que se necesitan para asegurar la gobernación de flictos, presiones, negociaciones, peticiones, recursos escasos,
la vida pública. Se trata de diversas contribuciones, no sólo tiempos— que deben valorarse para no incurrir en la defini-
de que el gobierno sea un centro faraónico y decida sin los ción de las políticas vetustas que sólo provocan altos costos
demás; por el contrario, en la visión de las políticas públicas fiscales, desencanto ciudadano cuando fallan y evidencian
el gobierno coordina, incentiva, convoca y coordina lo que la falta de previsión de las autoridades para llevar a cabo la
existe en la vida asociada. tarea de gobernar.
Por ello, la superestructura estatal integrada por los pode- Frente a posturas redentoras y populistas que fomentan
res defensivos, ofensivos, las oficinas burocráticas, los tramos los gobiernos faraónicos, fincados en el estilo del autoritaris-
de control, los cuerpos de inteligencia, las oficinas legislativas, mo, el análisis de políticas es una herramienta para abordar
judiciales, en suma, por los poderes que dan vida al Estado con realismo institucional lo que se debe hacer o no, reco-
en acción, no son salida confiable para imponer patrones de mendando opciones hasta elegir la más efectiva para algún
verticalidad que tienden a la solución de los problemas co- problema calificado como público y darle solución; permite
lectivos sin la intervención de los ciudadanos organizados. calibrar lo que el gobierno puede realmente hacer, cuidando
Lo fundamental consiste en conocer y mejorar el proceso en todo momento la calidad del proceso de las políticas, así
decisorio de las políticas con las ventajas del saber multi- como la disponibilidad de los recursos escasos, a fin de actuar
disciplinario, a fin de producir los recursos intelectuales y con mejor racionalidad pública en los diversos ámbitos de
de política que necesitan la sociedad civil, la economía de competencia que integran el sistema de gestión pública. De
mercado y la calidad de la vida pública. este modo, el análisis de políticas se compone de elementos
Lo importante es mejorar los procesos de las políti- valorativos, normativos, técnicos y argumentativos que se
cas no sobre bases sólo del conocimiento normativo, sino aplican para elegir opciones de política que permitan superar
que es fundamental utilizar herramientas metodológicas y los puntos críticos de la vida organizada, así como rehabilitar
cuantitativas que permitan la medición de los problemas, las partes deterioradas que provocan rendimientos a la baja
la construcción de las evidencias y la formulación de los en las áreas productivas y sociales.
argumentos sobre elementos más efectivos de análisis, com-
prensión y razonamiento, sin desconocer que todo problema Líneas de investigación y debate
y solución públicos no son neutrales en su comprensión, sino contemporáneo
productos de las valoraciones que elaboran los ciudadanos, las
organizaciones civiles, así como las autoridades constituidas. Las líneas de trabajo más conspicuas en materia de políti-
Por eso se requiere el consenso para que sean reconocidos e cas públicas en una visión contemporánea se relacionan con
ingresen al tratamiento operativo que se lleva a cabo en las temas como: acción colectiva, sociedad civil y gestión de po-
instituciones públicas. líticas, cambio climático y medio ambiente, coproducción de
De este modo, el análisis positivo es una de las piedras políticas, corresponsabilidad pública, crisis financieras de los
angulares de las políticas públicas, debido a que tiene como Estados, derechos civiles y de género, desarrollo sustentable,
foco principal el análisis objetivo, preciso y confiable para instituciones y desempeño de la economía de mercado, ética
tomar distancia de las especulaciones, la ambigüedad y de las y servicio público, mejora regulatoria, nexo entre valor públi-
posturas teológicas y metafísicas que ensombrecen el estudio co y políticas públicas, nueva institucionalidad democrática,
de los hechos y los problemas públicos. Una aportación fun- pobreza, hambrunas y exclusión social, procesos dialógicos
damental del campo de las políticas públicas es, sin duda, el y construcción de institucionalidad, presupuestos públicos y
análisis de política que permite indagar las causas, procesos y auditoría ciudadana, rendición de cuentas, simplificación ad-
consecuencias. En este caso, el análisis de políticas contribuye ministrativa y costos de transacción, y transparencia.
a elegir problemas, cumplir metas valorativas, fundamentar En este punto, se destaca cómo las políticas públicas son
alternativas, elegir políticas e implementar decisiones pú- un medio para potenciar las capacidades de gestión de los
blicas. Es una herramienta para recomendar opciones de Estados, las cuales comprenden los ámbitos de dirección,
política tomando en cuenta la importancia de los procesos estímulo, promoción, fomento y regulación para estructurar
que llevan hacia la adopción de cursos de acción que no se incentivos, costos y ventajas que tienen impacto en la vida
dan en el vacío. Hay que tomar en cuenta restricciones di- colectiva. Los rumbos de la vida pública contemporánea exi-
versas —fiscales, operativas, legales, organizacionales— para gen que los problemas y las soluciones colectivas tengan un

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tratamiento cada vez más eficaz, lo cual implica la búsqueda y y la conservación efectiva del Estado sean procesos conver-
adopción de estrategias que acierten a remontar condiciones gentes y eficaces.
adversas de vida tanto en la sociedad como en las institucio-
nes públicas que las regulan. El tema de las capacidades del Bibliografía
gobierno tiene cada vez mayor relevancia. Los Estados se
cimbran con problemas no sólo de su ámbito interno, sino Aguilar Villanueva, Luis F. (1992a), “Estudio introductorio”,
también con las dinámicas de la vida exterior. en El estudio de las políticas públicas, México: Miguel Ángel
El grado de interacción entre los ámbitos nacional e in- Porrúa, pp. 15-74.
_____ (1992b), La hechura de las políticas, México: Miguel Ángel
ternacional presiona en el impacto de los problemas públicos,
Porrúa.
así como en el imperativo para diseñar e implementar las _____ (1993a), Problemas públicos y agenda de gobierno, México: Mi-
políticas que permitan revertir situaciones críticas. La ge- guel Ángel Porrúa.
neración de las capacidades del gobierno es un desafío para _____ (1993b), La implementación de las políticas, México: Miguel
los políticos responsables de la dirección del Estado y los Ángel Porrúa.
administradores públicos, dado que son la base para asegu- Arellano Gault, David (1996), “Política pública, racionalidad im-
rar el cumplimiento de las políticas. Unos y otros se sitúan perfecta e irracionalidad. Hacia una perspectiva diferente”,
en el eje de las decisiones y las acciones, que tienen impli- Gestión y política pública, vol. V, núm. 2, pp. 319-347.
caciones para la vida colectiva. Se ubican en las estructuras Arrow, Kenneth (1963), Social Choice and Individual Values, New
que generan incentivos positivos y negativos, y aluden a la Haven: Yale University Press.
Ascher, William (1992), “La evolución de las ciencias de políticas”,
tarea de gobernar. en Luis F. Aguilar Villanueva (ed.), El estudio de las políticas
En este caso, los asuntos colectivos no son de solución públicas, México: Miguel Ángel Porrúa, pp. 181-195.
rápida, sino que demandan tratamiento sistematizado e insti- Behn, Robert D. (1992), “El análisis de políticas y la política”, en
tucional, con base en actores, agendas, recursos, información, Luis F. Aguilar Villanueva (ed.), El estudio de las políticas pú-
programas y tecnologías. Estas herramientas son utilizadas blicas, México: Miguel Ángel Porrúa, pp. 239-273
con criterio político y argumentos técnicos para dar vida a Cabrero, Enrique (2000), “Usos y costumbres en la hechura de las
las políticas entendidas como estrategias que acreditan la políticas públicas en México. Límites de las policy sciences
intervención de los Estados en la superación de los proble- en contextos cultural y políticamente diferentes”, Gestión y
política pública, vol. IX, núm. 2, pp. 189-229.
mas públicos, ya que éstos limitan el desempeño de la vida
Canto Sáenz, Rodolfo (2000), “Políticas públicas. Más allá del
asociada, así como la capacidad productiva de la economía pluralismo y la participación ciudadana”, Gestión y política
de mercado. Se trata de asuntos complejos de gobierno, lo pública, vol. IX, núm. 2, pp. 231-256.
que implica que las capacidades de dirección, coordinación Dror, Yehezkel (1990), Enfrentando el futuro, México: Fondo de
e implementación de los gobiernos tengan que ser cada vez Cultura Económica.
más efectivas. _____ (1992), “Salir del paso, ¿’ciencia’ o inercia?”, en Luis F. Aguilar
La capacidad instalada de los Estados tiene en las polí- Villanueva (ed.), La hechura de las políticas, México: Miguel
ticas públicas un conjunto de medios que se han de utilizar Ángel Porrúa, pp. 255-264.
en razón de actores, decisiones, problemas, oportunidades, _____ (1996), La capacidad de gobernar, México: Fondo de Cultura
recursos y restricciones. Elementos por considerar en los Económica.
Garson, G. David (1992) “De las ciencias de políticas al análisis
procesos de las políticas, los cuales dan como resultado las de política: veinticinco años de progreso”, en Luis F. Aguilar
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relacionan con el desempeño productivo de la sociedad, la Miguel Ángel Porrúa, pp. 149-179.
vida pública, la vida privada y la economía de mercado. Ésta Guerrero Amparán, Juan Pablo (1995), “La evaluación de políti-
es la base para organizar las capacidades de gestión pública, cas públicas: enfoques teóricos y realidades en nueve países
entendidas como capacidades del Estado, mismas que se en- desarrollados”, Gestión y política pública, vol. IV, núm.1, pp.
lazan con la lógica de tomar decisiones, distribuir recursos, 47-115.
procesar demandas y diseñar soluciones para problemas y Guerrero, Omar (1997), “Las políticas públicas antes de las cien-
grupos diferenciados. cias de las políticas”, Gestión y política pública, vol. VI, núm.
2, pp. 257-282.
En consecuencia, la conservación, la seguridad y la sobre- Lahera Parada, Eugenio (2004), Introducción a las políticas públicas,
vivencia de los Estados es un imperativo de primer orden. México: Fondo de Cultura Económica.
La calidad de la vida en la sociedad civil, una vez que se Lasswell, Harold (1992) “La orientación hacia las políticas”, en
cumplen los valores mencionados, depende del modo en Luis F. Aguilar Villanueva (ed.), El estudio de las políticas
que se elaboran y aplican las políticas públicas que cumplen públicas, México: Miguel Ángel Porrúa, pp. 79-103.
con los valores del bienestar, la equidad y la igualdad. Las Laswell, Harold y Daniel Lerner (1951), The Policy Sciences, Stan-
capacidades de gobierno tanto en el plano institucional, or- ford, California: Stanford University.
ganizacional, fiscal, financiero, tecnológico, y la formación de Landau, Martín (1992), “El ámbito propio del análisis de políticas”,
su capital humano tienen que asegurar y mejorar de modo en Luis F. Aguilar Villanueva (ed.), El estudio de las políticas
públicas, México: Miguel Ángel Porrúa, pp. 275-280.
continuo, a fin de garantizar que el desarrollo de la sociedad

p 434 Políticas públicas


Rr
RACIONALIDAD
Lindblom, Charles (1992) “La ciencia de ‘salir del paso’”, en Luis F.
Aguilar Villanueva (ed.), La hechura de las políticas, México:
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Francisco Valdés Ugalde
quién la necesita y para qué”, Gestión y política pública, vol.
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_____ (1997), “Cómo adecuar la política en el análisis de las po-
líticas públicas”, Gestión y política pública, vol. VI, núm. 2, Definición
pp. 239-255.
Lowi, Theodore (1992) “Políticas públicas, estudios de caso y teo- La idea de racionalidad es tan antigua como los registros
ría política”, en Luis F. Aguilar Villanueva (ed.), La hechura conocidos de pensamiento filosófico y científico. Aunque no
de las políticas, México: Miguel Ángel Porrúa, pp. 89-117. existe acuerdo en cuanto a cómo fijar los puntos de partida de
Majone, Giandomenico (1998), Evidencia, argumentación y persua-
la teoría de la elección racional, puede establecerse una clara
sión en la formulación de políticas, México: Fondo de Cultura
Económica. y útil división para determinar dos grandes periodos en que
Mariñez Navarro, Freddy (2009), Política pública y democracia en se forjó: por un lado, el de la Antigüedad y el surgimiento
América Latina, México: Miguel Ángel Porrúa. del mundo occidental, es decir, aquél que abarca la época de
Mariñez Navarro, Freddy y Vidal Garza Cantú, coords. (2011), la Grecia clásica y su influencia en la antigua Roma, la Edad
Hagamos entre todos la política pública. Una reflexión sobre la Media y el Renacimiento; por otro lado, el del mundo mo-
visión relacional de las políticas públicas, México: Instituto derno, con la filosofía política de Hobbes, Locke y Hume,
Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey, Mi- Rousseau y Montesquieu y la metafísica de Leibniz y Kant,
guel Ángel Porrúa. así como la economía política de Adam Smith.
Méndez Martínez, José Luis, coord. (1998), Organizaciones ci-
Mientras que en la primera etapa podríamos ubicar la
viles y políticas públicas en México y Centroamérica, México:
International Society For Third Sector Reserch, Academia prehistoria del racionalismo y algunos de los fundamentos del
Mexicana de Investigación en Políticas Públicas. racionalismo occidental, en la segunda podemos reconocer la
Merino, Mauricio y Guillermo Cejudo, coords. (2010), Problemas, explosión del pensamiento racional como una forma espe-
decisiones y soluciones, México: Fondo de Cultura Económica. cífica del mundo moderno, una de las más características y
Mintzberg, Henry y Jan Jørgensen (1995), “Una estrategia emer- complejas del mundo contemporáneo y del comportamiento
gente para la política pública”, Política y gestión pública, vol. humano en general.
IV, núm. 1, pp. 25-46. La teoría de la elección racional, más allá de sus antecedentes
Padioleau, Jean G. (1989), El Estado en concreto, México: Fondo de en las teorías antiguas de la racionalidad —principalmente de la
Cultura Económica.
aristotélica—, sería impensable sin la creencia en el postulado
Parsons, Wayne (2007), Políticas públicas. Una introducción a la teoría
y la práctica del análisis de políticas públicas, México: Facultad metodológico individualista, que se basa en dos axiomas: el pri-
Latinoamericana de Ciencias Sociales. mero sostiene que la acción social tiene su centro en individuos,
Pressman, Jeffrey (1998), Implementación: cómo grandes expectati- únicos entes dotados de inteligencia humana, y el segundo, que
vas concebidas en Washington se frustran en Oakland, México: la acción social es consecuencia —inusualmente buscada o
Fondo de Cultura Económica. deseada— de acciones individuales que se producen de ma-
Subirats, Joan (1992), Análisis de políticas públicas y eficacia de la nera simultánea e interrelacionada, independientemente de
administración, Madrid: Ministerio para las Administra- la voluntad de sus protagonistas. La comprensión de la acción
ciones Públicas. individual y colectiva en los planos social, cultural, económico
_____ (1995), “Los instrumentos de las políticas, el debate público
y político es una tarea de las ciencias sociales, que tienen en esta
y el proceso de evaluación”, Gestión y política pública, vol. IV,
núm. 1, pp. 5-23. teoría de la elección racional una herramienta poderosa para
Torgenson, Douglas (1992), “Entre el conocimiento y la política: modelar, interpretar y proyectar la acción humana.
tres caras del análisis de políticas”, en Luis F. Aguilar Villa-
nueva (ed.), El estudio de las políticas públicas, México: Miguel Historia, teoría y crítica
Ángel Porrúa, pp. 197-237.
Uvalle Berrones, Ricardo (2011), “Las políticas públicas en el La teoría del actor racional tiene varias fuentes de origen,
arquetipo de la gobernanza democrática”, Reforma y Demo- pero interesa destacar dos: la economía política clásica y las
cracia, núm. 50, pp. 167-190. contribuciones matemáticas a la teoría de juegos.
_____ (2013), “Las políticas públicas en el arquetipo de la go-
En la contribución de la economía política clásica, el
bernanza democrática”, en Marta Ochman y Eduardo
Rodríguez-Oreggia (coords.), Análisis e incidencia de las principal precursor fue Adam Smith (1723-1790) (Renwick,
políticas públicas en México: en busca de un gobierno eficiente, 1991). Él se refiere al comportamiento económico del indivi-
México: Miguel Porrúa, pp. 13-35. duo (ya sea una persona, una empresa o una entidad política),
orientado a perseguir el interés que el actor percibe como
propio, el cual está sujeto a costos de información y opor-
tunidad. El atractivo de este mecanismo —de mercado—,
descubierto por Adam Smith, reside en que responde por

Racionalidad 435 r
primera vez de forma satisfactoria a la pregunta: ¿cómo es de información) y formación de preferencias. Debido a esto,
posible que una sociedad de ciudadanos egoístas produzcan se popularizó una idea del intercambio en la que se desva-
un bienestar colectivo sin un gobierno autoritario? necieron las realidades concretas de estas condiciones a las
Smith fue contemporáneo de las revoluciones políticas que están sujetos los agentes.
e intelectuales más importantes de la era moderna. Como
todos los pensadores del siglo xix, presenció la caída del Líneas de investigación y debate
absolutismo y la emergencia de los nuevos sistemas parla- contemporáneo
mentarios o monárquico parlamentarios. Con la ventaja de
la notable anticipación de Inglaterra a este respecto, Adam A mediados del siglo xx se presentó la contribución inno-
Smith percibió con agudeza que, una vez caídos los lazos del vadora de Kenneth J. Arrow (1951), que significó una nueva
feudalismo y del absolutismo, la cohesión de la sociedad ha- frontera en el conocimiento que alentó y reanimó el campo
bría de provenir de mecanismos que previamente no habían de la teoría de la elección racional, originalmente establecido
mostrado la capacidad para mantener unidos a los nuevos en el siglo xviii por el barón de Condorcet. Como veremos,
Estados-nación. En su Teoría de los sentimientos morales, esta contribución y la vasta literatura a la que dio impulso
Smith encontró en las emociones humanas el fundamento de ofrecen condiciones nuevas para pensar la cooperación social.
su economía política: en la virtud, en el ejercicio de los valores Arrow parte de identificar tres grandes posibilidades para
de la civilización y el intercambio, en el desarrollo colectivo. la toma de decisiones en una sociedad: la teocracia, la dictadu-
Es imposible entender su economía política sin tomar en ra y la democracia de mercado. En la primera, las sociedades
cuenta que la consideraba una derivación de la filosofía mo- toman decisiones con base en textos sagrados interpretados
ral y, por consiguiente, de carácter explicativo y normativo. por sacerdotes, que guían a los miembros de la sociedad sobre
La evolución de la ciencia económica tuvo, a finales las preferencias que les son permitidas o prohibidas. En la
del siglo xix, una influencia importante en la concep- dictadura, un individuo toma las decisiones por todos, esta-
ción del mercado. La llamada revolución marginalista y la bleciendo lo que es preferible y lo que no. En las sociedades
introducción de técnicas matemáticas sofisticadas permi- con libertad económica y política hay dos métodos principa-
tieron alcanzar un modelo sencillo para pensar el mercado, les: votar, en la política, y producir/consumir, en la economía.
pero también lo simplificaron. Originalmente Smith no Pensando en el tercer grupo de sociedades, Arrow se
concebía que el mercado fuera aplicable a la vida política, pregunta si las decisiones tomadas en sistemas democrá-
sino únicamente a la económica. Sin embargo, la revolución ticos con economías de mercado pueden ser racionales, en
marginalista de fines del siglo xix y el desarrollo técnico de tanto que están involucradas las voluntades de muchos in-
la economía hicieron que este sentido filosófico más amplio dividuos que, dado el ingrediente de libertad de decisión,
se perdiera. pueden ser muy variadas e incluso contradictorias. Arrow
A la revolución marginalista se remonta la idea más co- advierte, asimismo, que su investigación concierne sola-
mún que se tiene del mercado, que consiste en un intercambio mente a los aspectos formales de esta pregunta, es decir, a
entre dos actores: productores y consumidores. Ambos tie- si es formalmente posible construir un procedimiento para
nen como propósito maximizar su ingreso o su inversión, pasar de un conjunto de preferencias o gustos individuales
es decir, obtener uno de otro el mayor beneficio posible. La a un patrón de toma de decisiones sociales.
forma de medir esta maximización consiste en contabilizar Arrow destaca que si identificamos la racionalidad con al-
la satisfacción obtenida con los últimos bienes adquiridos gún tipo de maximización, entonces el problema de alcanzar
del lado tanto del productor como del consumidor, de ahí el un máximo social derivado de los deseos individuales sigue
concepto de marginal. siendo el problema central en el campo de la economía del
Esta teoría supone que los actores son racionales, en el bienestar. El problema de fondo es que no se puede encontrar
sentido de que están dotados de la capacidad para maxi- una función social de preferencia que satisfaga los requeri-
mizar una función de utilidad. Cada función de utilidad se mientos mínimos de la decisión democrática. Entendemos
puede calcular identificándola como un punto en un plano que una función de bienestar social es aquélla que, decidida
cartesiano (x, y), en el que se ubican los productores y los con- colectivamente, cumple con la condición de incorporar en
sumidores, y en el que cada uno obtiene una máxima utilidad. ella todas las preferencias u ordenamientos de preferencias
La economía puede ser vista como un equilibrio de funciones individuales.
de utilidad que se sostiene en el tiempo bajo el supuesto de Arrow (1951) recurre a la paradoja de Condorcet o para-
racionalidad. En la medida en que se difundió, este enfoque doja de la votación para referirse al problema. Supongamos
se hizo más sofisticado y dio pie a que se generalizaran sus que, por el procedimiento de mayoría, tres votantes (v1, v2 y
axiomas en la forma de abstracciones: los agentes económicos v3) eligen entre tres alternativas o estados1, por ejemplo, can-
son racionales y maximizan su utilidad. Las restricciones de
estos supuestos se diluyeron en la elegancia matemática de los
modelos de equilibrio, especialmente dos de ellas, que son de
gran importancia: restricciones del entorno (principalmente 1 “Estados sociales” (en inglés, social states) quiere decir, en el
lenguaje de la teoría de la elección social, situaciones o alter-

r 436 Racionalidad
didatos o partidos (a, b, c), con los siguientes ordenamientos lógicamente sus premisas, la tensión entre libertad y justicia
de sus preferencias: no se puede resolver en la agregación, al menos formalmente.
El problema de imposibilidad planteado por Arrow
v1: a > b > c establece el desafío de obtener agregaciones sociales de pre-
v2: b > c > a ferencias a pesar de que es imposible hacerlo cumpliendo con
v3: c > a > b todas las condiciones y sin contradicciones lógicas. Puesto de
otra forma, el teorema de Arrow inaugura una fase en la lite-
Si observamos este esquema, el resultado es que no ratura de la elección social; de hecho, se dice que la re-funda;
existe posibilidad de encontrar un ordenamiento social ésta investiga bajo qué otros criterios y principios es posi-
compatible con cada uno de los particulares. Si el principio ble una agregación social de preferencias que resulte lo más
de mayoría cumpliera con la condición o el principio de adecuada posible o, más bien, la menos inadecuada, desde el
transitividad que, en matemáticas elementales, indica que si punto de vista del respeto a las condiciones que, en princi-
a>b y b>c, entonces, a>c, esperaríamos que a fuera preferible pio lógico, debe contener una función social de decisión, a
a c, pero en el ejemplo de los votantes no se sostiene esta saber: que no sea dictatorial, que no restrinja ilegítimamente
transitividad, pues cada uno tiene una preferencia opuesta el dominio sobre el que se decide, que sea eficiente y que no
a la de todos los demás. En pocas palabras, de este ordena- se distraiga en la irrelevancia. En términos de la tradición
miento de preferencias no puede derivarse una transitividad, literaria inaugurada por el teorema general de posibilidad,
o sea, una decisión colectiva incluyente de los tres, sino so- la pregunta pertinente es cómo se pueden modificar (o “re-
lamente una mayoría cíclica, en la que ninguna alternativa lajar”) los principios lógicos de las cuatro condiciones para
puede ser descartada: la decisión social puede saltar de una conseguir agregaciones sociales, si no óptimas, siquiera me-
alternativa a otra sin encontrar nunca un resultado estable nos insatisfactorias.
por regla de decisión de mayoría. El planteamiento de Arrow es de suma importancia para
Tomando en consideración los valores fundamentales de comprender la profundidad del problema de la cooperación
una sociedad económica y políticamente libre, Arrow estable- en sociedades abiertas, como las definió Karl Popper (1984).
ce cuatro condiciones que deberían cumplirse para conseguir Si en ellas se realizan las preferencias sociales que se derivan
una elección social racional: de los valores de los individuos, pero aún formalmente no
se consigue agregarlas a todas sin incurrir en imposibilidad,
a) Dominio universal o irrestricto (u): requiere que ¿cómo encontrar fórmulas que permitan el grado de coope-
todas las preferencias individuales, independien- ración suficiente para llegar a los arreglos más satisfactorios
temente de cuáles sean, queden integradas por la posibles? En el ejemplo de tres individuos frente a tres op-
función de bienestar. ciones hay un indicio de respuesta:
b) Principio de Pareto (p): establece que si cada indivi-
duo prefiere x antes que y, entonces x es socialmen- v1: a > b > c
te preferida a y. v2: b > c > a
c) Independencia de alternativas irrelevantes (i): de- v3: c > a > b
manda que el rango social de cualquiera de los es-
tados, x y y, dependa exclusivamente de los rangos v1 y v2 tienen en común preferir b>c; v2 y v3, por su par-
individuales de esos dos estados. te, comparten la preferencia c>a, y v1 y v3 comparten a>b.
d) No dictadura (d): prohíbe la presencia de un dicta- Desde luego, para unos se trata de la primera preferencia y
dor, es decir, un individuo que, cuando prefiere x para otros, de la segunda; no obstante, resalta la posibilidad
ante y, haga que x sea socialmente preferida a y. de que, bajo la regla de mayoría, dos de ellos acuerden im-
poner su preferencia excluyendo al tercero. Puede entenderse
El teorema de Arrow concluye que si hay tres estados la relevancia de estos dilemas si aumentamos la complejidad
sociales que pueden ser elegidos y el conjunto de individuos del caso: una sociedad de más de tres individuos y con más
es finito, no hay función de elección social que cumpla las de tres opciones tiene, por definición, que determinar qué
cuatro propiedades. En otros términos, ya que no se cumplen mecanismos de decisión son más adecuados para satisfacer
las cuatro condiciones en ninguna de las funciones sociales los intereses de sus miembros, es decir, debe decidir acerca
de decisión posibles, las efectivamente resultantes deberán de cómo decidir.
mantener restricciones para alguno de los principios men- Para entender mejor este problema desde el punto de vista
cionados. El “teorema general de posibilidad” de Arrow se de la cooperación, conviene referirse al dilema del prisione-
conoce como “teorema de la imposibilidad” porque, siguiendo ro, piedra clave en la literatura sobre las condiciones bajo las
cuales los individuos racionales cooperan o desertan. Asu-
miendo que los individuos son racionales, ¿cuándo les resulta
conveniente cooperar y cuándo desertar?
nativas diferentes y excluyentes entre sí por todas o algunas
de sus características.

Racionalidad 437 r
El planteamiento del dilema del prisionero supone que en Cuadro 2: matriz del dilema del prisionero en valores ordi-
toda sociedad el interés de cada individuo predomina sobre nales (1>2>3>4)
las motivaciones de los demás y, por extensión, de la colecti-
vidad. Los sentimientos de solidaridad existen pero no son
Pii
un elemento abundante, sino más bien, escaso y ocasional.
Los límites reconocibles del interés individual derivan de él Pi (E1) (E2)
mismo cuando se pone en interacción para dar por resultado No confesar Confesar
un interés compartido o común.2
La narrativa del dilema tiene varias versiones que se E1 2, 2 4, 1
resumen en la siguiente (Ordeshook, 1995: 206-210): dos E2 1, 4 3, 3
individuos (Pi y Pii) han cometido un crimen y son captura-
dos y encerrados en celdas distintas. Ambos saben que deben
elegir entre dos estrategias: negar el crimen (E1) o confesar Lo peculiar del juego es que, para los dos prisioneros,
(E2). El fiscal los mantiene separados e incomunicados en- E2 es la estrategia preferible o dominante. Ambos tendrían
tre sí con el objeto de extraerles una confesión ofreciéndoles mejores resultados confesando, pero si lo hacen —que es lo
algunas ventajas. Sabe que es improbable que se demuestre que quiere el fiscal—, el resultado será inferior al de no ha-
fácilmente su culpabilidad para enviarlos a la cárcel, por lo cerlo y abrumadoramente perjudicial para el que confiesa si
cual los amenaza con hacerles la vida difícil usando sus an- el otro deserta.
tecedentes criminales y consigue una sentencia de 10 años Este juego tiene tres rasgos para las decisiones de ambos
para ambos. No obstante, si obtiene la confesión de uno de jugadores. El primero es que, dados los incentivos, cada uno
ellos, éste podría recibir la gracia de libertad condicional tiene una estrategia dominante (E2), el segundo es que si cada
en 8 años, y el otro, una condena de 20 años sin derecho a prisionero se apega a esa estrategia, el resultado es desventa-
libertad condicional. Si los dos aceptan haber cometido el joso en comparación con una hipotética estrategia conjunta,
crimen, el fiscal se vería menos comprometido a cumplir con previamente acordada, y la tercera es que si no pueden acor-
los incentivos ofrecidos y los dos podrían ser condenados a dar y obligarse mutuamente para tener una estrategia de este
15 años de cárcel. tipo, cada uno tendrá más interés en abandonarla o desertar.
La matriz de pagos muestra que para cada jugador hay un
Cuadro 1: recompensas de los prisioneros Pi y Pii: incentivo mayor para desertar, porque si uno decide hacerlo
y el otro no, el que confiesa se lleva la máxima ganancia (-8
o preferencia 1), mientras que el que no confiesa se lleva la
Pii máxima pérdida (-20 o preferencia 4), por lo que el primero
tendría ventaja sobre el segundo. Si los dos eligen su mejor
Pi (E1) (E2)
estrategia, la deserción (que es equivalente a confesar), ob-
No confesar Confesar
tienen un resultado inferior a si optan por cooperar, es decir,
E1 -10, -10 -20, -8 a no confesar. En esto consiste el dilema.3
Pero este resultado se sostiene si el juego acontece
E2 -8, -20 -15, -15 una sola vez, es decir, si nos enfrentamos a una situación
de una sola jugada (one shot game) que no se repetirá. En
Nota: En cada casillero el primer valor se asigna al jugador este caso, la mejor estrategia es buscar la máxima ganancia
de fila (en este caso Pi) y el segundo al de columna (en este posible y hacer que el otro reporte la máxima pérdida, por-
caso Pii). que estamos frente a un juego de suma cero, donde el que
gana, gana todo, y el que pierde, pierde todo, a sabiendas de
Esta matriz puede expresarse también en valores ordina- que el juego no volverá a ocurrir. Sin embargo, el esquema
les que indican la jerarquía de las preferencias, donde 1 es la se transforma cuando éste se repite constantemente,4 lo que
primera preferencia y 4, la última.
3 Las opciones cooperar-desertar y desertar-cooperar del dilema
del prisionero se conocen también como equilibrios de Nash
(1951), quien expuso que la solución más equilibrada en una
relación entre dos agentes es la que resulta óptima para cada
jugador. Desde el punto de vista del equilibrio de Nash, el que
un jugador consiga la máxima ganancia posible y el otro la
máxima pérdida, es el mejor equilibrio del juego.
4 El dilema del prisionero, tanto en la versión de una jugada
2 Para una exposición de la tradición explicativa que toma estos como en la versión iterativa, fue ampliamente analizado por
principios como punto de partida puede consultarse Vanberg, Luce y Raiffa (1957). Posteriormente, Rapoport (1974) realizó
1999: 13-50. investigación experimental sobre este dilema. Los estudios más

r 438 Racionalidad
es común en sociedades en las que cada individuo es, de al- dos. Éste es el caso particular de los bienes públicos: nadie
guna forma, “prisionero” de todos los demás, pues sin ellos puede ser excluido del consumo de una calle, un parque o la
no puede realizar su propio interés. La opción por desertar protección de la policía, pero cada individuo puede tratar de
puede volverse menos ventajosa si el resultado buscado por evadir el pago del costo que conlleva producirlos. De ahí que
un grupo de individuos es la satisfacción del interés mutuo. ante la tendencia natural al free riding, sea necesario implantar
Por ejemplo, si se trata de una asociación con fines comunes, normas de carácter vinculante que garanticen la cooperación
el interés de cada miembro sería conseguir la máxima satis- que racionalmente sería escamoteada. Ésta es una forma de
facción posible por medio del cumplimiento de los objetivos imponer una lógica o racionalidad colectiva de cooperación
del grupo, para lo cual es indispensable la cooperación. ahí donde la racionalidad individual apuntaría a lo contrario.
En los grupos pequeños, la cooperación es más factible Esta visión pesimista de la racionalidad para la coo-
debido a dos condiciones: los miembros del grupo dependen peración es vista por otros autores desde perspectivas más
más de cada uno para conseguir un fin común y, gracias al ta- alentadoras. Por ejemplo, algunos autores sostienen, con
maño, es más fácil que haya un monitoreo directo entre ellos. base experimental, que en los juegos de dos jugadores y
En cambio, en los grupos grandes el interés colectivo puede en algunas circunstancias en los de más de dos, tenderá a
ser igualmente claro, pero la interdependencia de sus miem- prevalecer la reciprocidad; a medida que cada jugador hace
bros para usufructuar los bienes colectivos y las posibilidades explícito el sentido de sus movimientos, su contraparte
de supervisión entre los miembros del grupo son menores. tenderá a responder en forma equivalente (Axelrod, 1984;
El primer caso es claro, pero el segundo requiere una 1997; Axelrod y Cohen, 1999). Desde luego, ambas formas
mayor explicación. Un grupo grande —por ejemplo, un Es- de análisis de la relación entre interés individual y coope-
tado— está conformado por un sinnúmero de individuos ración colectiva no escapan a la idea de que estos procesos
que no tienen conocimiento unos de otros y que mantienen se producen en situaciones complejas y de que comprender
pocos lazos entre sí. En estos casos, las probabilidades de que las relaciones que los involucran en ellas permite recurrir a
se produzca cooperación individual para la producción del otras opciones teóricas complementarias.
bien colectivo se reducen, pues, partiendo del axioma de que Por ejemplo, el institucionalismo histórico, económico y
prevalece el interés propio, muchos individuos evitarán cubrir político constituye enfoques que hacen posible incorporar
el costo del interés colectivo, al mismo tiempo que procura- datos nuevos a la refutación de los postulados de la teoría ra-
rán seguir consumiéndolo. Así, los beneficios que ofrece un cionalidad individual como base de la lógica de la cooperación.
Estado a sus súbditos o ciudadanos tienen un costo que éstos Sin embargo, la adición de estos enfoques tiende a confirmar
deben cubrir, pero no lo harán voluntariamente a menos que muchos de los supuestos asumidos por ella.
haya una regla de cumplimiento obligatorio, acompañada de
una sanción legítima asociada a amenazas de ejecutarla y a su Bibliografía
aplicación efectiva cuando la norma se transgrede.
La estrategia descrita (E1, E2) resulta en un juego no coo- Arrow, Kenneth J. (1951), Social Choice and Individual Values, New
perativo de carácter permanente en el que la incertidumbre York: John Wiley and Sons.
aparece de modo perverso, es decir, de una forma en la que Axelrod, Robert (1984), The Evolution of Cooperation, New York:
cada jugador verá disminuidos progresivamente su capacidad Basic Books.
e incentivos para anticipar las respuestas del otro y, por con- _____ (1997), The Complexity of Cooperation, New Jersey: Princeton
siguiente, tenderá a aumentar la varianza de sus opciones de University Press.
réplica, a fin de mejorar las probabilidades de ganar o no per- Axelrod, Robert y Michael D. Cohen (1999), Harnessing Comple-
der. A largo plazo, ese nivel de incertidumbre es incosteable xity: Organizational Implications of a Scientific Frontier, New
y, peor aún, endémicamente perjudicial para el desempeño York: The Free Press.
social. De este modo, la racionalidad individual socava los Gächter, Peter y Christian Thöni (2007), “Rationality and
intereses del conjunto debido a un efecto no cooperativo. Commitment in Voluntary Cooperation: Insights from
En grupos grandes esta condición se da por definición, Experimental Economics”, en Fabienne Peter y Hans Ber-
lo que plantea el reto de encontrar la manera de evitarla, es nhard Schmid (eds.), Rationality and Commitment, Oxford:
decir, de controlar el free riding o el “efecto del gorrón”. Man- Oxford University Press, pp. 175- 208.
cur Olson (1965) definió este concepto como el dilema que Luce, R. Duncan y Howard Raiffa (1957), Games and Decisions,
enfrenta la acción colectiva para conseguir la cooperación de New York: Wiley.
los individuos que la componen y para que cada uno aporte su Nash Jr., John Forbes (1951), “Noncooperative Games”, Annals of
cuota correspondiente del costo de producción de los bienes Mathematics, vol. 54, núm. 2, pp. 286-295.
colectivos que consumen y de los que no pueden ser exclui- Olson, Mancur (1965), The Logic of Collective Action, London, Mas-
sachusetts: Harvard University Press.
Ordeshook, Peter C. (1995), Game Theory and Political Theory: An
recientes abordan el problema en la perspectiva de la mayor Introduction, Cambridge: Cambridge University Press.
complejidad que implican juegos iterativos de múltiples juga-
dores (Axelrod, 1984; 1997; Axelrod y Cohen, 1999).

Racionalidad 439 r
Popper, Karl R. (1984), La sociedad abierta y sus enemigos, Barce- Con todo, la razón de Estado en su acepción moderna
lona: Orbis. resulta mucho más remisible a Nicolás Maquiavelo (1469-
Rapoport, Anatol (1974), Games and Theory as a Theory of Conflict 1527), quien abre la dimensión secular, voluntarista, realista
Resolution, Dordrecht: D. Reidel. y nacionalista como el factor último que subyacerá, aun en el
Renwick Monroe, Kristen, ed. (1991), The Economic Approach to mismo Botero, en la anterior y posterior literatura maquia-
Politics: A Critical Reassessment of the Theory of Rational Action, vélica y antimaquiavélica sobre la técnica o el arte del poder
New York: Harper Collins Publishers. y el vigor de su expansión. Si la razón busca, en principio,
Smith, Adam (2010), Teoría de los sentimientos morales, México: coincidir con la teología política del catolicismo acosada por
Fondo de Cultura Económica. una reforma protestante que Botero atribuye a la lectura de
Vanberg, Viktor (1999), Racionalidad y reglas. Ensayos sobre teoría Tácito y Maquiavelo, con Maquiavelo la razón secularizada
económica de la Constitución, Barcelona: Gedisa. no descarta la opción de valerse de la religión ajustándola a
la racionalidad superior del poder. “A mi entender”, asienta
Maquiavelo en los Discursos, “quien considera bien a la histo-
ria romana se percata de cuánto servía la religión para mandar
a los ejércitos, para exaltar a la plebe, para mantener buenos a
RAZÓN DE ESTADO los hombres, y para avergonzar a los reyes”. Maquiavelo de-
talla empero los errores de Luis de Baviera cuando acude a
la iglesia y al rey de España para asediar Nápoles. Su derrota,
José Luis Orozco Alcántar
dirá, se debe a “no haber atendido las medidas observadas por
otros que han capturado provincias y cuentan con la voluntad
para retenerlas”. “No hay ningún milagro en ello”, insiste Ma-
Definición
quiavelo, “sino algo muy ordinario y razonable” (Machiavelli,
1969b: 236-237). Maquiavelo, en fin, no será el maestro que
“El Estado es un dominio estable sobre un pueblo y la razón
predica el engaño y el fraude, y a quien Botero no se digna
de Estado es el conocimiento de los medios a través de los
siquiera citar en su texto. “No se puede llamar virtù al asesinar
cuales ese dominio se puede fundar, preservar y extender”
a los ciudadanos”, lo desmentiría Maquiavelo, “traicionar a
(1956: 3), define Giovanni Botero (1544-1617), quien acuña
los amigos, no tener fe, ni piedad, ni religión, modos a través
en 1589 la expresión en contra de la boga de Tácito y, más
de los cuales puede conquistarse el poder pero no la gloria”.
próxima a él, la de Maquiavelo como consejero de príncipes.
Agatocles, tirano de Siracusa, contrastará en El Príncipe su
Personaje de la Contrarreforma, jesuita, consultor de Federico
valor y su grandeza de ánimo con “su desenfrenada crueldad
Borromeo, Botero declara detestables los “bárbaros modos”
e inhumanidad, con las infinitas maldades que no permiten
del tacitismo y del maquiavelismo, a pesar de lo cual, aquéllos
contarlo entre los hombres excelentísimos”. “No se puede,
se cuelan como la raíz profunda de su mismo trabajo y de
por lo tanto”, resume Maquiavelo, “atribuir a la fortuna o a
casi toda la literatura clásica de la razón de Estado. Motivado
la virtù aquello que, sin una o la otra, obtuvo” (1969a: 243).
“más por la indignación que por la diversión”, Botero declara
Componentes esenciales en el razonamiento maquiavélico,
en la dedicatoria de su De la Ragion di Stato (1589) al arzo-
la virtù y la fortuna prolongan en su obra la antítesis prag-
bispo y príncipe de Salzburgo la intención de reinstaurar la
mática entre la eficiencia principesca y la incertidumbre
Ley Divina frente a “la falta de conciencia” de Maquiavelo y
políticas enunciadas desde Polibio con la intervención de
la crueldad y tiranía de Tiberio, legitimadas por “una inhuma-
la inquietante y brumosa diosa Tiqué. Al tenor de Polibio y
na lex maiestatis”, ultrajante aún para “la más humilde mujer
menos de Maquiavelo, el cauto positivismo de Botero admite
menos por los romanos”. Ante la irracionalidad y la blasfe-
que “claramente, constituye una grandísima tarea preservar
mia que despoja a la conciencia de su jurisdicción universal,
un Estado, ya que los asuntos humanos, tal y como la luna,
Botero invoca una racionalidad que distingue el bien del mal
ascienden y declinan de acuerdo con una ley de la naturaleza
y enaltece al alma y a Dios. Así, declara atreverse a escribir
a la cual se hallan sujetos” (1956: 36-38).
“sobre la corrupción fomentada por aquellos dos personajes
“Un campo de estudio mucho más grande”, asienta Bo-
en la política y la consejería de príncipes, la cual ha impulsa-
tero en el Segundo Libro, “es proporcionado por quienes ya
do la discordia al interior de la Iglesia de Dios y el conflicto
han muerto, porque cubren toda la historia del mundo, en
entre los Cristianos”. “No conozco ningún Soberano”, alaba
todas sus partes” (191). “La historia es el teatro más encan-
Botero a su arquetipo político, “que tenga un conocimiento
tador imaginable”, asegura Botero, “ya que en ella un hombre
superior en los asuntos de Estado o que tome mayor interés
aprende para su provecho a expensas de otros; allí puede
en ellos o que aplique su conocimiento con mayor habili-
presenciar los naufragios sin temor, la guerra sin peligro, sin
dad y juicio”. Rara combinación de “la custodia del pastor
desperdicio las costumbres y las instituciones de muchas na-
y la majestad del príncipe”, su doble dignidad eclesiástica y
ciones” (191). Son, pues, las promesas de la historia donde se
secular se armoniza “de tal manera que vuestros súbditos os
cifra tanto una razón de mercado o comercial, como una ra-
aman no menos de lo que os temen” (XIII-XV).
zón de seguridad política o militar. Aureoladas por la Divina

r 440 Razón de Estado


Majestad y “la conformidad con la ley de Dios”, el poder y la ese dominio, lo que Tácito tal vez aludió con la expresión
riqueza adquieren en Botero la valuación propia de su tiempo: arcana imperii” (1988: 49-51). Con aquella razón de Esta-
“los venecianos, al concentrarse en el comercio, se han vuelto do, la democracia no es en Settala el bastión de la legalidad,
sólo moderadamente ricos en lo individual pero enormemen- sino el de la arbitrariedad. Cuando la razón de Estado se
te opulentos como comunidad, en tanto que los genoveses, al angosta al grado de convertir en una simple “frase ética” la
ocuparse de las finanzas, han hecho fortunas individuales pero idea de la comune felicitá y se centra en el bien de los que son
han mermado considerablemente su erario público” (34-37). cabeza del Estado, la seguridad personal de los gobernantes
Si las consideraciones económicas son obvias en Botero, las se identifica con la conservación del estado político vigente
consideraciones de seguridad y los preparativos de guerra y y la seguridad inmediata de la soberanía y la forma política
represión en el exterior y en el interior ocupan la parte cen- que la sustenta, así se trate de un poderío tan invasor como
tral de su tratado. Aquí, la noción del enemigo en su carácter el de la Corona española.
nacional mueve no sólo a que el gobernante asegure la es- El Estado internamente precario, el pensado en concreto
tabilidad confiando el poder “únicamente en aquéllos cuyos por Settala, corresponde todavía al Estado-ciudad envuelto
intereses sean inseparables de la paz interna y se hallen en en oposiciones, ambiciones y conspiraciones y dotado de
peligro ante la agitación y el cambio” (41-45). Con ello, la máximas de prudencia política que se circunscriben más a
razón de Estado acaba fincándose en la técnica de las guerras la prudencia familiar y patrimonial de los príncipes y las oli-
y sus financiamientos, en la captación de ingresos y el logro garquías, y al buen clima político que a una democracia sin
de préstamos, en la industria y la ayuda de la iglesia, en la vida y sin razón de ser. De frente al desprecio y horror ante
adquisición territorial y colonial, y en el desplazamiento de la plebe y al desbordamiento virtualmente inexorable de sus
la población; en las guarniciones, las alianzas dinásticas, sin fuerzas elementales, la Contrarreforma asocia en Settala la
descontar la concitación de hambrunas enemigas. razón de Estado de los eruditos y los servidores de prínci-
Si el énfasis en lo administrativo, lo descriptivo y lo ecle- pes a la metapolítica del orden y la paz, apenas expuestos al
siástico de Botero vuelve superior a Maquiavelo en términos conflicto y al expansionismo. La estabilidad y la racionalidad
de filosofía y ciencia política, Botero adelanta, empero, nocio- del Estado —al fin categorías dinámicas que se expresan en
nes como la del “equilibrio de las fuerzas” y los “contrapesos eventos históricos— hallan en Settala su esquema contem-
a los designios de los más poderosos”, sin mencionar sus poráneo de referencia en la inteligencia en el interior, y la
tempranas incursiones en los dominios de la geopolítica y conciliación y neutralización en el exterior, puestas en práctica
las relaciones internacionales. No obstante, con el antima- por la España imperial. Dedicado en mayo de 1627 al “Ilus-
quiavelismo y el catolicismo de Botero arranca a su vez la trísimo y Excelentismo Señor don Manuel de Fonseca y
proliferación de tratados y catecismos que concilian intrin- Zúñiga, conde de Monterrey y de Fuentes, miembro del
cadamente “las virtudes que son por completo altruistas, como Consejo de Estado de su Majestad Católica y Presidente
la amabilidad, la cortesía, la clemencia y otras que pueden del Supremo [Consejo] de Italia”, el tratado de Settala de-
resumirse como la justicia y la liberalidad” y “las cualidades clara sin rubor su vocación de “filosofía moral o, mejor dicho,
que confieren cierta grandeza y fortaleza de ánimo y la con- de la verdadera razón de Estado”. Y es que allí se exponen “los
ciencia apropiada para altas empresas tales como la vigorosa verdaderos preceptos de la mencionada razón de Estado en
habilidad militar y política, la perseverancia y la presteza que forma distinta de como lo han hecho otros escritores hasta
incluimos todas cuando hablamos de valor y de prudencia” hoy día”, cuando “tan pocos han llegado al conocimiento
(134-147). Preocupado, como buen hombre de su tiempo, verdadero de su naturaleza”, al desvirtuar su esencia dedu-
acerca de “cómo conciliar el honor y la ganancia”, Botero se ciendo preceptos y máximas “tanto del Secretario Florentino
adentra, más allá de los arcana imperii de Tácito, en los arcana como de las acciones de Tiberio, según las describe Cornelio
lucrum de la modernidad capitalista: “nada es más importan- Tácito” (1988: 49-50).
te”, sostiene al hablar de la industria, la tierra y la ganancia,
“para que se incremente el poder de un Estado y aumente la Historia, teoría y crítica
población y la riqueza de toda clase” (148).
Médico y filósofo milanés, Ludovico Settala (¿1552/55?- A partir de sus raíces aún inmersas en el Renacimiento, la
1633) aporta en ese raudal doctrinario seis distintas clases de razón del Estado-nación acerca, en su primera etapa ab-
razón de Estado acordes con los medios y mecanismos clási- solutista, a quienes meditan sobre la consolidación de las
cos de dominación: la monarquía, la aristocracia, la “verdadera soberanías europeas a los argumentos doctrinales que cubren
república” (también llamada politia commune), la tiranía, la oli- desde el derecho natural hasta la dictadura y la técnica del
garquía y el gobierno de las masas (democracia, según ejemplo golpe de Estado, obedientes a las modalidades mercantilistas
de Aristóteles). Con todo, Settala introduce una razón más del primer capitalismo. Una vez que entra en quebranto la
eminente, correctora y anuladora última, en los términos de una bipolaridad mundial entre España y Portugal y su sustento
supremacía católica y una prudencia civil que excluyen todo pontificio, los espejos de príncipes cobran más y más una
estado de excepción y sus “leyes profundas, íntimas y secretas, dimensión interestatal acorde con los poderes político, econó-
o privilegios otorgados en consideración de la seguridad de mico y militar acumulados nacionalmente durante las etapas

Razón de Estado 441 r


iniciales. Con un criterio de soberanía, conquista, comercio que condensa la experiencia acumulada de la sociedad. De
o libertad de los mares, de una razón consolidada de Estado la complementariedad y continuidad de las leyes de la po-
y una incipiente razón de mercado, en suma, se proyectan lity y los principios de la iglesia, de las leyes de las naciones
en múltiples direcciones tanto los intereses nacionales como y las de “la sabiduría oculta de Cristo”, deriva el hilo rector
los derechos internacionales que invocan una legitimidad de la verdadera autoridad y de la razón pecadora de Estado:
política que corre desde el realismo hasta el jusnaturalismo “Aquéllos para quienes Dios resulta por completo inconce-
y el utopismo. bible no son sino unos cuantos en número”, acusa Hooker a
Tiempo éste para que el mundo noratlántico europeo los ateos, maquiavélicos y “sabios malignos” por igual, “y es tal la
reconfigure con sus nuevos modos eclesiásticos, contractualis- zafiedad de su catadura que con dificultad e insignificancia
tas y corporativistas, y fragmente en la dinámica de lo público parecen ocupar el lugar del ser humano” (223).
y lo privado los modos modernos y científicos de la nueva A pesar de la antinomia católica que ofrece La ciudad
razón metropolitana de Estado. Francis Bacon (1561-1626), del sol (1623) de Tommaso Campanella (1568-1639) al
magistrado, “director supremo de estudios”, figura clave del anglicanismo de Hooker, las coincidencias científicas, po-
empirismo anglosajón, advierte desde 1605 acerca del “diseño líticas, metafísicas, cosmológicas y zodiacales de su núcleo
de ciertas magníficas estructuras” que Cornelio Tácito delineó político-eclesiástico también forman una red autoritaria de
para el avance del conocimiento histórico-civil “y que no de- las comunidades civiles y espirituales, integradas al fin por
ben olvidarse en política, especialmente con esa práctica a la unidades semejantes. Voces falsas, para Hooker, las que se
que, además, dio forma en los anales y las memorias persona- elevan “afirmando con toda severidad que la religión glo-
les, asignando a los primeros las cuestiones del Estado y a las rificada aumentó en grandeza y menoscabó las repúblicas
segundas los actos y accidentes de inferior naturaleza” (1915: (commonwealths) provocando sus ruinas; que los príncipes y
78). De acuerdo con esa sabiduría de los antiguos tiempos, Ba- los Estados que continúan haciéndolo están, por sobre todas
con añade al “discurso sobre las historias y los ejemplos”, que las cosas, para defender el reverendo respeto de la religión
Maquiavelo recupera, “el discurso de los negocios” que asoma y disponer las medidas para la misma con todos los medios
ya en las “acciones privadas”. A pesar de ello, dirá Bacon, “yo utilizados en la elaboración de sus leyes” (225). La paridad
coloco en segundo lugar la riqueza y los medios, que yo sé que que establece que el Estado y la iglesia no son comunidades
la mayoría de los hombres colocarían al principio por el uso separables y, menos, subordinables entre sí, tampoco mueve
general que prometen para toda una variedad de ocasiones”. a Campanella al tono de su pretensión de aliviar la gran frac-
“Pero puedo desaprobar esa opinión”, prosigue Bacon, “con tura luterana y restaurar y mundializar el Imperio católico,
la misma razón que Maquiavelo lo hizo contra aquél según a reponer las jerarquías unitarias existentes, por extrañas o
el cual los dineros eran los músculos de las guerras, en tanto místicas que puedan parecer. “Entre los modos del gobierno”,
él sostenía que los verdaderos músculos de las guerras estaban establece el Almirante genovés ante el Caballero Hospitalario
en los brazos de los hombres, esto es, de una nación valiente, cuyo diálogo dice consignar Campanella, “hay un Príncipe Sa-
populosa y militar” (200). Al número y a la fuerza se suma cerdote que se llama Sol (Hoh) y en nuestra lengua se le llama
el consenso: “¿No es éste el fundamento sobre el que Ma- Metafísico: éste está a la cabeza de todos en lo espiritual y
quiavelo, al disertar larga y sabiamente sobre los gobiernos, lo temporal, y es la última instancia para todos los asuntos”.
asentaba que la manera de establecer y preservar a la admi- “A sus flancos”, continúa el Almirante, “se hallan tres Prín-
nistración civil consistía en sujetarla, ad principia, al mismo cipes, Pon, Sin y Mor, que significan el Poder, la Sabiduría y
orden de la religión y la naturaleza?” (165). el Amor” (1962: 35-36). Así, la guerra, las ciencias liberales y
En un lapso que va de 1593 a, muy póstumamente, 1648, mecánicas, y la maestría reproductiva y productiva producen
Richard Hooker (1554-1600) publica en Oxford y en el inte- en conjunto el amor a la comunidad, la magnanimidad, la
rior de las coordenadas de la teología, la política eclesiástica justicia, la patria, la gratitud, las cosas y Dios. La cercanía de
y secular, la sociedad civil, los contratos, la razón humana y la República Solar con el cristianismo no obedece, pues, al
la ley natural y divina que rige a todo el mundo, la versión simple azar. “Aunque los españoles descubrieron el resto del
multifacética de la razón anglicana, reformista y capitalista mundo para unirlo todo bajo una ley”, afirma el Caballero
de Estado. “Para ser conocidas”, establece Hooker su largo su fe planetaria, “admitiendo que el primer descubridor fue
eslabón normativo, “las Leyes de la Razón tienen como sello Colón, vuestro genovés, esos filósofos serán testimonios de
distintivo asemejarse más impetuosamente en sus acciones la verdad, elegidos por Dios”. “Y veo”, prepara su conclusión,
a la mismísima manera en la que opera necesariamente la “que no sabemos que, en lo que hacemos, no somos sino los
propia naturaleza al trasladarse a lo largo de todo el mun- instrumentos de Dios”. “Los españoles van, por la avaricia
do” (1975: 165-166). Que Hooker abre el camino para John del dinero, en busca de nuevos países, pero Dios se propone
Locke no deja dudas: su idea de la identidad de los principios un fin más elevado”. “El Sol busca fusionar la tierra”, finaliza
morales y el derecho positivo acordes con la ley natural, la Campanella, “no crear las plantas y los hombres: para esto, se
revelación y el bien común fundado en el consenso permi- sirve de ellos”. “Alabado sea” (75-76).
te ajustarlos tanto a las necesidades del tiempo y el espacio Al viraje del siglo xvii, las guerras de religión y las nuevas
políticos como a la voluntad de una autoridad corporativa inquietudes de clase complican en Francia la visión elemental

r 442 Razón de Estado


de la razón de Estado. En medio y, a veces, por encima de la todas ellas se alojan en nosotros con un dominio tan na-
figuras de los dominantes y los dominados, Michel Eyquem tural que su imagen no vuelve a encontrarse ni siquiera en
de Montaigne (1533-1592) anticipa al frente del círculo de las bestias” (139). Entreveradas, incluso, la compasión y la
los libertinos franceses la filosofía que, en cosa de un siglo, crueldad, vista como “extremo agridulce de placer maligno”,
entreverará las ilustraciones francesa y escocesa en las coor- “quien removiese del hombre la semilla de tales cualidades
denadas capitalistas del liberalismo individualista, mundano, destruiría las condiciones fundamentales de nuestra vida”.
empirista, patrimonialista, escéptico, si no es que ateo. Hijo “De la misma manera”, redondea Montaigne su filosofía
de un próspero mercader, consejero de Enrique IV, magis- política, “en todo gobierno están los cargos necesarios, no
trado en Bordeaux, Montaigne no es de manera alguna la sólo abyectos sino también viciosos”. “Los vicios”, anticipa
pretendida antítesis privatista de Maquiavelo. Más que poner una entera línea discursiva, “encuentran su lugar adecuado
a éste de cabeza, Montaigne añade y legitima, también con y son útiles para afianzar nuestros vínculos, al igual que los
las astucias y los desatinos de la cultura clásica, la dimensión venenos para conservar nuestra salud”. “Si se vuelven justifi-
privada de la política y, en un giro inusitado, la sustrae por una cables cuando atienden nuestros asuntos y la necesidad común
parte de la teología y la mitología y, por la otra, del racionalismo cancela su verdadera naturaleza, es preciso dejar que esta parte
y el normativismo. Ante la variedad y contradicción de los la desempeñen los ciudadanos más vigorosos y menos pusilá-
eventos humanos y la naturaleza humana misma, ni siquiera nimes que sacrifican su honor y su conciencia como quienes,
la historia proporciona pautas universales de conducta moral en la Antigüedad, sacrificaban su vida por la salvación de su
que superen el simple subjetivismo o validen los monólogos país”. “Nosotros”, aconseja Montaigne, “asumamos papeles
interiores atrapados en el fluctuante mundo de la experiencia más fáciles y menos riesgosos” (543).
que apuntala casi cualquier argumento. “Nuestra condición Más allá del ambivalente oportunismo que introduce
defectuosa”, apunta Montaigne en el segundo libro de sus la nueva dispersión del trabajo político de Montaigne,
Ensayos, “debería por lo menos hacer que nos conduzcamos sus primeras pinceladas de la sociedad burguesa y el
con mayor moderación y reparando en nuestros cambios”. lugar en ella de la razón de Estado quedarán distantes del
“Debemos recordar, cualquiera que sea la cosa que acepte- maniqueísmo de lo público y lo privado de la futura economía
mos en nuestra mente”, insiste, “que en numerosas ocasiones liberal escocesa. En Montaigne no se avista ni por asomo
aceptamos cosas falsas y con esos mismos instrumentos que una abierta antítesis moral-económica entre gobernantes
con frecuencia se contradicen y engañan”. “Ahora que no es y gobernados que explique en adelante las conmociones de
de maravillarse si se contradicen, ya que es fácil que se tuer- la política. Al contrario: su intrincado libertinismo conlleva
zan y distorsionen por levísimas causas ocasionales”, agrega una excursión en torno a las motivaciones, las combinaciones
Montaigne. “Es cierto”, concluye, “que nuestra inteligencia, y los medios del poder que, por fuerza, debe iniciarse con
nuestro juicio y las facultades de nuestra alma sufren en las deformaciones intelectuales y morales acarreadas por
general, según el movimiento y las alteraciones del cuerpo, el absolutismo y la obediencia acrítica. “Tito Livio”, afirma
alteraciones que son continuas” (1966, II: 875). Montaigne, “está en lo cierto al afirmar que el lenguaje de los
Condenada a no reflejar jamás una existencia constante, la hombres crecidos bajo la monarquía está siempre atiborrado
razón que se aferra a la idea de fijeza sufre una inexorable de ostentaciones delirantes y vanos juramentos, porque
insuficiencia instrumental. “De esta manera, hallándose su- todos ensalzan sin discernimiento a su propio rey al grado
jetos todos los asuntos a pasar de un cambio al otro”, detalla máximo del valor y la grandeza soberana”. “Platón define al
Montaigne, “la razón, al buscar una consistencia real, estará tirano en su Gorgias como alguien que tiene licencia en una
defraudada y sin poder asir nada constante y permanente, ciudad para hacer todo lo que le plazca”, dibuja Montaigne
porque todo está por ser y no es todavía algo completo o al maestro. “A menudo, por ello”, añade, “la ostentación y el
comienza a morir antes de nacer”. Desde esa óptica, la vida conocimiento público de su vicio ofende más que el vicio
asociativa, política, se revalúa. Al tono de los sofistas, y de los mismo”. “Cada uno”, empequeñece Montaigne a los tiranos,
amigos Pierre Charron o Gabriel Naudé, la autonomía crítica “teme ser espiado y controlado: ellos lo son hasta en sus gestos
de Montaigne deja atrás desde sus primeros Ensayos la figura y sus pensamientos, puesto que todo el pueblo considera
del príncipe como Imago Dei y, sin descartarlo de lleno como tener derecho e interés en juzgarlos” (33-34). El Hierón
representante de un orden superior, abandona cualquier noción de Jenofonte ilustra a Montaigne una soberanía prisionera,
sobre el primado universal o moral del monarca. “Nuestra “en su propio país”, la de los codiciosos, los traidores, las
organización, la pública y la privada”, dicta el realismo indi- muchedumbres fastidiosas, los parlanchines y los serviles.
vidualista de Montaigne, “está plagada de imperfecciones”. Despojadas de toda amistad y relación mutua, “en las que
“Pero no existe nada de inútil en la naturaleza, ni siquiera la radica el fruto más perfecto y más dulce de la vida humana”,
inutilidad misma”, se apresura a aclarar. “En este universo”, la inteligencia, la imaginación y la razón de Estado han de
hace ver, “no se ha introducido nada que no ocupe un lugar construir un mundo suyo y tortuoso a sabiendas de que “el
adecuado” (38). “Nuestro ser”, enuncia su antropología filo- honor que recibimos de quienes nos temen no es honor: los
sófica, “está armado de cualidades malsanas: la ambición, los homenajes que recibo se deben a la realeza, no a mí”. “Mi
celos, la envidia, la venganza, la superstición, la desesperanza, alteza”, reconoce por su parte, y reveladoramente, el Príncipe

Razón de Estado 443 r


de Montaigne, “me ha sustraído del comercio de los hombres: Bodin descansará “sobre todas las demás cosas” en la religión
hay demasiada disparidad y desproporción”. “Ellos me como fundamento de la república, de la obediencia política,
siguen por conveniencia o por costumbre”, razona, “o, del temor a los príncipes, de la amistad y la justicia. De aquí
más que a mí, siguen mi fortuna para acrecentar la suya”. que, aunque la soberanía no sea limitada “ni en poder, ni en
“Todo lo que me dicen y hacen”, admite, “es meramente responsabilidad, ni en tiempo” (49), su carácter absoluto y
cosmético”. “Puesto que su libertad está embridada con perpetuo tiene empero dos referentes y limitantes: uno teo-
cada parte del gran poder que yo poseo sobre el de ellos”, lógico y otro racionalista, que cobran forma en las leyes de la
concluye el Príncipe, “no veo nada en torno mío que no se naturaleza. Son esas leyes y sus mandamientos, y el derecho
encuentre encubierto o enmascarado” (294-295). De aquí que implica equidad y armonía los que mueven a los comen-
que la aportación de Montaigne a la razón de Estado no se taristas de Bodin a verlo saltarse su tiempo y trascender su
cifre sólo en una suerte de medición realista de la estatura contexto histórico para plasmar, desde la perspectiva de los
moral e intelectual de los que mandan —en una contra razón principios y la lógica, el primer gran esquema moderno del
de Estado en estricto sentido—. Su aportación significativa, Estado de derecho. Con todo, quedan remanentes medievales
a mi juicio, consiste en iluminar el lado oculto, oscuro si se insalvables. Por una parte, el príncipe “propietario y poseedor
quiere, de la misma razón de Estado, el de la esfera privada, de la soberanía” (49) debe mostrarse “tan dúctil y flexible ante
en proporcionar las claves del poder total por encima del las leyes naturales como él quiere que los súbditos lo sean
poder formal. A diferencia de los clásicos escoceses, la esfera hacia él”, lo cual le abre un buen margen pragmático, y, por
pública no se presenta en Montaigne como la victimaria de otra, su soberanía, que lo distingue del tirano, lo obliga sola-
la privada, sino como su complemento necesario último. mente “a dar cuenta a Dios” (97). “Al igual que el gran Dios
“Concedamos que el orden político soporte pacientemente soberano no puede crear otro Dios semejante, ya que siendo
su indignidad”, asienta Montaigne acerca de los monarcas infinito no puede, por demostración necesaria, que haya dos
carentes de virtud, “oculte sus vicios, tolere, con nuestro apoyo, cosas infinitas”, postula Bodin en el capítulo X de su Primer
sus acciones mediocres cuando su autoridad tenga necesidad Libro, “del mismo modo podemos afirmar que el príncipe que
de que la apuntalemos”. “Pero, una vez terminada nuestra hemos puesto como imagen de Dios, no puede hacer de un súb-
relación con ellos”, condiciona el individualismo de aquél, dito su igual sin que su poder desaparezca” (73).
“no hay razón para negar que la justicia y nuestra libertad Ante la enorme variedad y la consecuente sobreposición de
expresen nuestros verdaderos sentimientos y, especialmente, rangos, ante el conflicto latente y la autonomía confusa de los
para arrebatar a los buenos súbditos la gloria de haber servido grupos corporativos que responden a necesidades e intereses
respetuosa y fielmente a un Señor cuyas imperfecciones específicos, el virtual constitucionalismo de Bodin jerarquiza y
eran tan bien conocidas, privando a la posteridad de un subordina el feudalismo de unidades esencialmente artificiales
ejemplo tan útil” (692). Pero ni siquiera en ese momento y extrafamiliares dentro del Estado concebido ahora como un
la amoralidad pública tiene como contrapeso la moralidad orden corporativo total.
privada. Aunque el monarca aparezca entonces reducido a Al vérselas con esos órdenes estamentales y sacramentales,
la artificialidad, la pequeñez y la vanidad, y el buen burgués el trabajo de Bodin encuentra en los jueces y los magistra-
cuente con el acceso a la amistad, la justicia, la tolerancia y dos el segmento más poderoso entre las corporaciones y los
la libertad, ambos permanecen orgánicamente vinculados colegios, y de allí se sigue con los estados eclesiásticos, no-
mediante la compleja red de los vicios privados que dan biliarios y populares, y sus grupos, familias, guildas o sectas.
sustancia a las virtudes públicas. Para evitar que alguno de éstos dañe a la corporación universal,
Sin las sinuosidades individualistas de Montaigne, Jean Bodin rechaza tolerarlas en secreto porque pueden incubar
Bodin (¿1529/30?-1596) opta, a pesar de su evidente inser- “impiedades execrables y aborrecibles” (161); su tratamiento
ción en los tiempos que corren, por una suerte de solución reclama un diagnóstico reflexivo y prudente tanto de las en-
total, por una restauración integral, intemporal y universal de fermedades a las que son propensas las repúblicas como de
la soberanía, en este caso la de la monarquía real de Francia. los peligros reales de “las facciones y las sediciones” (203). Si
A la represión ejercida entonces por la familia Guisa contra bien no faltan en Bodin las referencias a la “riqueza excesiva”
las élites protestantes y cuya expresión más sangrienta aparece y la justicia en sus modalidades distributiva y conmutativa, su
en la masacre de San Bartolomé (1572), Bodin antepone en premisa mayor de que “nada conserva más a los Estados y las
sus Seis libros de la República (1576) un Estado que, a pesar Repúblicas que la religión” (208) cede ante un maquiavelismo
de su poder destrabado e indivisible, busca la tolerancia y la que inicia con la conformación y el número de los senadores
conciliación entre cristianos. Jurista, mercantilista, asesor de en las repúblicas populares y aristocráticas. Allí, observa, “no
Enrique III, partidario del catolicismo liberal de les politi- hay más remedio, para evitar las sediciones, que apacentar
ques, el autor declara restaurar el orden monárquico lejos de el hambre rabiosa de los ambiciosos que participan de la
Maquiavelo, “de moda entre los cortesanos de los tiranos” soberanía” (120). Si algo logra el equilibrio de fuerzas con-
(Bodin, 1997: XLII) y que, por insigne que fuera, Paolo Gio- trapuestas en el juego, el maquiavelismo acaba imponiéndose.
vo no dudaba en llamar “ateo e ignaro de las bellas letras”. “El mejor medio para conservar un Estado y mantenerlo a
Con Polibio, ateo también, la soberanía del gobierno recto de salvo de rebeliones, sediciones y guerras civiles, así como para

r 444 Razón de Estado


sustentar la amistad de los súbditos”, afirma, “es la existencia imprime a su categoría al emparentarla con la sagesse del
de un Enemigo a quien hacer frente” (243). Los ejemplos de sacerdote Pierre Charron (1541-1603) y el empleo de las
las sociedades desarmadas que fracasan en inculcar al pueblo locuciones latinas secretum et arcanum, que “no deben ser
la práctica del honor y la virtud, a fin de cuentas, “ponen de atribuidas a los preceptos y las máximas de una ciencia” y
relieve el gran error en que incurren quienes piensan que el que establecen una esfera impenetrable para los spiriti deboli
único fin de la guerra es la paz” (244). acosados por el dogmatismo teológico y secular. A los spi-
Más tarde, Gabriel Naudé (1600-1653), médico, pole- riti forti corresponde determinar cuando, en una condición
mista y bibliotecario en Roma y París, favorecido por los de relativa estabilidad política, la inseguridad exige que el
cardenales Richelieu y Mazzarino, plantea en sus Conside- príncipe transponga el derecho común en función del intan-
raciones políticas sobre los golpes de Estado (1639) los intereses gible bonum commune, tan intangible como la justicia o el
respectivos de ambos estadistas: los del primero, en torno a derecho de soberanía insertados ahora por “los escribanos
la seguridad ante los disensos y las revueltas nacionales, y los corruptores de las palabras” en la dimensión hermética y
del segundo, acerca de la fuerza, la astucia y la diplomacia mágica de los secretos de Estado. La prudencia aparece así en
que Francia reclama para su ascenso en el exterior. Erudito Naudé como la virtud moral y política para investigar “la na-
libertin, diplomático papal, librepensador opuesto por igual turaleza de estos secretos de Estado” y “los diversos sesgos
al dogmatismo escolástico y al racionalista, Naudé combina y las mejores y más fáciles invenciones para tratar y hacer
a Maquiavelo y a Montaigne sin justificar en política una que se logren los negocios que el hombre se propone” (71).
voluntad inherentemente irrefrenable y tiránica. Su perso- “Muchos opinan que el príncipe bien aconsejado y sagaz no
naje paradigmático de consejero de príncipes resulta ser, casi solamente debe mandar según las leyes”, dictamina Naudé,
empíricamente, aquel Monseigneur le cardinal de Richelieu en “sino además según sus leyes si la necesidad lo requiere” (90).
el cual ve conjugarse, a escala individual, “los deberes recípro- “Para guardar la justicia en las cosas grandes”, cita a Cha-
cos del amo y el sirviente” que conceden al príncipe que “su rron, “algunas veces habrá menester de desviarla de las cosas
crédito sea conservado, su autoridad mantenida, su persona pequeñas y, para impartir derecho a gran magnitud, se le
amada, sus órdenes ejecutadas y que todo su Estado coseche permite causar perjuicio a pequeña escala” (86). Vistos, pues,
los frutos”. Como en el Testamento político de Richelieu, las como excesos del derecho común en razón de un bien público,
Consideraciones de Naudé comparten la convicción arrogan- los golpes de Estado podrán respaldarse “mediante máximas,
te de que las complejas reglas morales de los príncipes y los causas, juicios, manifiestos, declaraciones y todas las formas
ministros para asegurar “la costumbre y la autoridad política” y modos de legitimar una acción que preceden a los efectos
son inaccesibles a las inteligencias ordinarias y, en particular, y las operaciones”; también, y al contrario, cuando “retumba
a un populace que, entendido con “frialdad empírica”, acude a el relámpago que uno ha escuchado rugir en los nubarrones,
sus instintos, abusa de mil maneras de la razón y se guía por el estruendo antecede al estallido, la madrugada se anticipa al
una religión indistinguible de la superstición. En un mun- tañido de las campanas, la ejecución se adelanta a la senten-
do oscilante donde “todo baila en perpetuo retorno”, donde cia”. Tiempo entonces de calibrar los golpes de Estado, de
las tradiciones están “infectadas de leyendas y mentiras” o la adoptar precauciones, de resistir insinuaciones. Si bien esos
ciencia se desfigura por “excesos purulentos”, desestabilizado juegos limitados de astucia, engaño y vanidad “no trastornan
por taimados enemigos y rebeldes potenciales, la seguridad y al mundo entero”, Naudé observa cómo:
su obligada agresividad imponen “manipular al pueblo con
bellas palabras, seducirlo y engañarlo mediante apariencias” […] esos cambios, esas revoluciones de los Esta-
(2004: 176). A fin de cuentas, el príncipe de Naudé “nece- dos, esa muerte de los imperios, no se producen sin
sita a veces esquivar e inclinarse, entreverar la justicia con la arrastrar consigo las leyes, la religión y las sectas:
prudencia y, como lo hemos dicho, ser un zorro o valerse de considerándolo bien, es más cierto decir que esos tres
los ardides del zorro: en esto consiste la educación (pédie) para fundamentos internos de los Estados envejecen y se
el buen gobierno”. “Los agentes”, vuelve ahora la atención corrompen, la religión por las herejías y los ateísmos;
a la política exterior, “los nuncios, los embajadores, los emi- la justicia por la venalidad de los funcionarios, el fa-
sarios son enviados para espiar las acciones de los príncipes vor de los grandes, la autoridad de los soberanos; y
extranjeros y para disimular, encubrir y disfrazar las de sus las sectas por la libertad que cada una se toma para
propios soberanos”. “Luis XI, el más sabio y prudente de introducir nuevos dogmas o restablecer los antiguos,
nuestros reyes”, resume Naudé, “tenía como principal máxima dando lugar a que caiga y perezca todo el entramado
de su gobierno que quien no sabe disimular no sabe asimismo encima de ellos al disponer la situación para alguna
reinar” (86-87). revuelta o transformación memorable (104).
A diferencia del discurso especulativo de la razón de
Estado, las Consideraciones de Naudé, “no compuestas para En términos más sólidamente arquitectónicos, el Levia-
satisfacer a todo el mundo”, consagran un giro estratégico tán de Thomas Hobbes (1588-1679) presenta en 1651 el más
y preventivo que bien puede extenderse a nuestros días. La acabado diseño teórico del Estado burgués como tal, pero no
ambivalencia moral misma del golpe de Estado que Naudé de una razón política superior impuesta absolutamente sobre

Razón de Estado 445 r


las acciones humanas en general. Para comenzar, la misma bbes un cuadro absolutista y pesimista final que abdique de
noción de razón se sustrae a todo voluntarismo animista, a la voluntad individual y corporativa del actor político en aras
toda una sobrenaturalidad poblada de fantasmas y miedos, y de la geometría o la mecánica. La autoría comprobada más o
adquiere en Hobbes una connotación calculadora universal. menos recientemente de sus pequeños ensayos de juventud,
“Cuando un hombre razona”, esboza la aritmética política muestra no sólo los presagios de la guerra civil sino la “pre-
de los anglosajones, “no hace otra cosa que concebir una via dimensión política” del método científico que otorga a
suma total mediante la adición de fracciones, o concebir un su obra la influencia de Maquiavelo y Bacon. Desde allí, en
remanente mediante la sustracción de una suma en relación la transposición de aquéllos y de Tácito y el mundo romano
a otra”. “Si bien en algunos casos (como en los números)”, apunta, sin más, la idea inglesa clave de que la tiranía sobre
añade, “además de la suma y la resta, los hombres denominan “un pueblo poderoso y libre” no es sino “lo peor que puede
multiplicar y dividir a otras operaciones, ellas son sin embargo pasarle al Estado” (722).
las mismas porque la multiplicación no es sino la suma si- Preceptor de familia del barón de Cavendish, formado
multánea de cosas iguales, y la división la sustracción de una en un ambiente cultural cartesiano y galileano, los viajes a
cosa tantas veces como sea posible”. Con ese presupuesto, Francia e Italia y el futuro exilio en París en 1640 hacen de
así como los aritméticos operan con números, los geómetras sus Horae subsecivae y su Discurso sobre los inicios de Tácito,
con ángulos, proporciones, tiempos y, entre otros, grados de publicados anónimamente en 1620 por Edward Blount, un
velocidad, fuerza y poder, y los lógicos con las consecuencias testimonio tanto de maduración intelectual como una crónica
de las palabras, “los escritores de política suman unos con de barruntos revolucionarios. Ante la mala fama de Maquia-
otros los pactos (pactions) para determinar los deberes de los velo en los siglos xvi y xvii, la estrategia literaria del joven
hombres y los juristas las leyes y los hechos para esclarecer lo Hobbes no duda en rescatar la gran temática maquiavélica
que es justo e injusto” en las acciones de los hombres privados sobre Augusto como “espejo de príncipes” y como fundador
(1985: 110-111). Cuadro éste al parecer impecable, sustenta- de una “nueva soberanía”, y la dialéctica de la virtud y los
do también en la física, la mecánica, la fisiología, la psicología vicios en un mundo abierto, que no cuenta con el auxilio
y el ateísmo político, el de Hobbes no conduce empero a un divino, situado fuera de los estándares tradicionales de la
“arte cierto e infalible”: por más que se aleje de las tinieblas conducta moral. “Las múltiples miserias que acompañan las
a las que conduce la errónea interpretación de las Escrituras, guerra civiles y la extrema debilidad que las sigue”, expone
hay “falsas conclusiones” y disyunciones insondables entre las Hobbes en su Discurso, “abaten y exponen por lo común a
leyes de la naturaleza y nuestras pasiones naturales que pueden que el Estado sea la presa de hombres ambiciosos, que, si no
conducir a la “miserable condición de guerra” y que, en última pierden su libertad, es sólo porque no hay alguien que tenga
instancia, reclaman erigir un Poder “lo suficientemente grande el coraje de sacar ventaja de su debilidad” (1992: 43-44). La
para garantizar nuestra seguridad” (227). lucha se entabla entonces por “la fortuna de los parientes”
Erigir ese poder, señala el Hobbes del Leviatán, curtido o por el control de las inteligencias y voluntades: “Y ahora, al
ya en el exilio y las imágenes de las guerras civiles inglesas, tener poder sobre los cuerpos del pueblo, (Augusto) se en-
impone otorgarle una soberanía que sustrae la soberanía de carga de obtenerlo sobre sus inteligencias y voluntades, las
cada uno de los súbditos contratantes para su erección. Puesto cuales aseguran el mando más seguro y más noble que todos
que entre los hombres no existe una sociabilidad automática los demás” (61). El ejemplo de Roma y la continuidad de su
como entre las abejas o las hormigas, Hobbes enuncia una soberanía a través de sus reyes, cónsules, tribunos, dictadores
suerte de cálculo del enemigo común que obliga a que “la conti- y emperadores cancela la esperanza de los ciudadanos “en las
nua competencia por el Honor y la Dignidad” ceda entonces costumbres antiguas”, singularmente la de una igualdad que
su lugar a la unidad del Estado. Si bien es cierto que los hom- se sustituye por la obediencia y, con ella, la esperanza en “un
bres guardan una mutua coherencia entre ellos, dependerán, mando que tiene el poder de elevarlos o rebajarlos según le
no obstante, del alma del Estado. Si ésta fallase, “el Estado se plazca” (61). Al tercer ensayo juvenil de Hobbes, el Discurso
desintegra en una guerra civil y ningún hombre mantiene la sobre las Leyes, toca aminorar ese ánimo al inclinarse por “la
cohesión uno con el otro por la falta de una Dependencia justicia justamente distribuida y pueblo obediente a las le-
común respecto a un Soberano conocido” (363). De aquí que yes”, apto así para mantener la religión, la vida y la sociedad.
el bosquejo de los sistemas de sujeción, los públicos y los priva- Aquí, en un tono que parece disentir con la razón de Estado,
dos, parezca hundir a los últimos en los primeros, a semejanza Hobbes se pronuncia por el respeto al derecho de la natu-
de la expresiva portada del texto hobbesiano. Ni siquiera las raleza, “común a todas las criaturas vivientes”, el derecho de
corporaciones mercantiles, tan caras al pensamiento político las naciones, “común a todos los hombres en general” y cuyas
inglés, quedan dotadas de una soberanía parcial: al politizarse, normas son “las que la razón ha prescrito a todos los hombres
afirma agudamente Hobbes, ejercerían un “doble monopolio” y en general, de tal modo que todas las naciones, la una con la
sus mecanismos de acumulación de ganancias no tendrían por otra, lo admiten y observan como justo” y, ¿culminación tal
qué ser consonantes con el beneficio común de “la corpora- vez?, el derecho particular de cada nación, “mezclado con las
ción entera” (275). A pesar de “la fe y la obediencia” que el leyes generales de todos los países” (108).
súbdito debe en última instancia al Estado, no hay en Ho-

r 446 Razón de Estado


No es casual que en Hobbes se entreveren lo nacional el nacionalismo, el imperialismo, el racismo, el espíritu mi-
y lo internacional: traductor de la Odisea, de la Ilíada y de sionero, el redentorismo, la defensa o la misma represión. Si
los Ensayos en latín de Bacon, su labor como tal alcanza el bien la Ilustración arrebata al monarca el monopolio del in-
rango de clásico en su versión de la Historia de la guerra del terés público y, en consecuencia, parece despojarlo del Estado
Peloponeso de Tucídides, dedicada a Sir William Cavendish patrimonial, resulta cada vez más falso imaginar el interés
y considerada como el crisol en el que se forjan el Leviatán privado como marginal, irrelevante o secundario, subsumido,
y Behemoth, “la mejor lectura de todos los clásicos”, según su a la manera de la portada del Leviatán, en un cuerpo mayor
juicio de anciano, y traducido como la lección política en la y superior, dotado de existencia propia.
que el miedo aparece como causa de la guerra y la ausencia de Disociados en última instancia por su énfasis “natural” en
miedo como la causa de la anarquía “y la plaga consecuente”. el mercado o “artificial” en el Estado, los anglosajones con-
En Behemoth, obra de plena madurez escrita en 1668 y tinuarán subrayando, después de las dos guerras mundiales
publicada en 1682, brillarán empírica e históricamente sus que les confieren la hegemonía mundial, su propia filosofía
grandes marcos teóricos aplicados ahora a la guerra civil de la historia, impersonal y presuntamente dejada a las leyes
inglesa y el protectorado de Oliver Cromwell. Es una ad- impersonales del comercio y las finanzas. A su vez, la Europa
vertencia sobre los tercos desvaríos y pasiones del poder, continental posterior a la Segunda Guerra Mundial confia-
opuestos al razonamiento calculador de los intereses y a la rá, transcurridos al parecer los excesos de la realpolitik, en la
propia vida, la que Hobbes formula en torno a las nuevas vigencia del derecho comunitario y el derecho internacional.
presencias políticas, las de la dictadura o el parlamentarismo. Allí habrán de darse las dificultades de un federalismo que
Allí aborda la temática de futuros conservadurismos. Aún no nace de entrada en el capitalismo, que no logra comprimir,
prematura o mal calibrada, la operación del parlamento o del en una unidad política integrada, las razones de Estado y las
mismo “gobierno popular” aparece como calamitosa ante la razones de mercado. Omitiendo las singularidades de los
óptica del deterioro del tesoro real. países africanos y de tantos otros en condiciones de miseria,
Los parlamentarios, afirma el maestro al discípulo en el las naciones llamadas subdesarrolladas ofrecen expresiones
diálogo hobbesiano, “deseaban la soberanía total y absoluta y que lo mismo muestran la pertinencia, más o menos breve,
transformar el gobierno monárquico en una oligarquía, esto del populismo y del neoliberalismo como la veleidad más o
es, hacer del parlamento, integrado por unos cuantos Lores menos perdurable de los hombres fuertes.
y alrededor de cuatrocientos Comunes, absoluto en soberanía, Con todo, la hegemonía de los Estados Unidos se sus-
y colocar poco después, aparte, a la Cámara de los Lores”. tentará, no sin fricciones, en la concurrencia definitiva, desde
“Comprendo ahora cómo el parlamento destruyó la paz del 1947, de las grandes corporaciones de negocios y el apara-
reino”, indica el maestro, “y con cuánta facilidad, con la ayuda to militar en torno al “principio” de la seguridad nacional.
de sediciosos ministros presbiterianos y ambiciosos oradores En la fidelidad patriótica a ese principio residirá la para-
ignorantes, los parlamentarios redujeron este gobierno a la doja del idealismo y el realismo que el historiador Harry
anarquía” (1990: 139). Era tiempo de emprender la difícil Elmer Barnes enuncia en 1953 como “la guerra perpetua
restauración de la paz y del gobierno bajo las formas empí- por la paz perpetua”. Entendida como ineficaz y autoritaria
ricas o racionales y, para ello, de echar mano de la Magna desde 1776, la razón de un Estado con trece estados de la
Charta y su protección de la propiedad o de la religión como clase política norteamericana se inclina durante la guerra
el principal medio para mantener la paz: “¿Por qué no se de independencia por la razonabilidad empírica de la inte-
enseña a los hombres su deber, esto es, la ciencia de lo justo y ligencia que el patricio John Jay equipara con la detección
de lo injusto?”, se pregunta el maestro, y el viejo Hobbes deja de enemigos y conspiraciones. A su vez, el surgimiento del
para la posteridad algunas claves nada desdeñables para ese Departamento de Estado con Thomas Jefferson combina el
nuevo arte del Estado. orden, en el interior, y el expansionismo, en el exterior, en
una sola rama del poder ejecutivo, funcional y operativamente
Líneas de investigación y debate estatal en el sentido estricto de la palabra. Con el paso del
contemporáneo tiempo, el Departamento de Estado asume lo que me parece
una estatidad desbordada, esto es, gigantesca, sin paralelo en
A partir del siglo xviii, la idea de razón de Estado pierde su el mundo, pública y privada, nacional y transnacional, civil y
connotación unívoca original y se convierte en una fórmula militar, estratégica y desestabilizadora.
difusa y con titulares individuales o colectivos en diversos pla- ¿Summa razón de Estado sin Estado? Con premisas teóricas
nos, por no mencionar las abstracciones a las que se prestan liberales y democráticas, el pluralismo y la competencia oli-
las figuras del Estado, la soberanía, el pueblo o la seguridad gárquicos, así como la dispersión que originan las diferencias
nacional. En el interior del sistema establecido de dominio, seccionales y sectoriales del complejo corporativo norteame-
invoca los argumentos y tesis de la organización, la legitima- ricano mueven, empíricamente a la glorificación, por un lado,
ción, la combinación de la política de poder y de la presión o de un sistema universal de economía libre y, por el otro, de
el equilibrio del poder, al igual que las fórmulas de manipu- una economía de guerra complementaria, cuya imbricación
lación y adoctrinamiento del liberalismo, el antiliberalismo, con la primera es siempre soslayada por la academia respe-

Razón de Estado 447 r


table que acusa la indignidad del enemigo, cualquiera que Settala, Ludovico (1988), La razón de Estado [1627], traducción
sea. Así, el “idealismo americano”, que se dice arraigado en la de Carlo Arienti, notas preliminares, revisión e índice de
tradición de Woodrow Wilson y su diplomacia de los nego- Hernán Gutiérrez, México, Madrid, Buenos Aires: Fondo
cios, se contrasta con un “realismo americano” y su realpolitik, de Cultura Económica.
en principio endosada a los exiliados alemanes como Hans
J. Morgenthau o Leo Strauss (discípulos de Carl Schmitt,
abogado del Reich alemán de los años treinta). Al final, lo

REDES SOCIALES
que la noción resultante de la seguridad nacional traduce es
la tensión pragmática y el cálculo geopolítico de la razón de
mercado y la razón de Estado, ambas siempre entreveradas
en mayor o menor grado, actualizadas, hablando en términos Matilde Luna Ledesma
cibernéticos, como la mano suave (soft) y la mano dura (hard)
cuyo indudable abolengo maquiavélico se pierde en medio
de la ampulosa ciencia de la toma de decisiones. Definición

Bibliografía Las redes sociales representan configuraciones, estructuras,


patrones o sistemas de relaciones entre entidades sociales.
Bacon, Francis (1915), The Advancement of Learning, edición e intro- Los nodos o entidades sociales son, por lo general, indi-
ducción de G. W. Kitchin, London: J. M. Dent y New York: viduos, posiciones o agregados sociales constituidos por
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M. Dent and Sons Ltd., y (1974), Totowa, Nueva Jersey: culos que entrelazan los nodos pueden ser de muy diversa
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drid: Tecnos. sus partes y, en consecuencia, que las propiedades y caracte-
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de C. B. Macpherson, London: Penguin Books. sociológico, y como A. R. Radcliffe-Brown (1881-1955) y
_____ (1990), Behemoth or The Long Parliament (1682), compilado Bronislaw Malinowski (1884-1942), quienes han sido ubi-
por Ferdinand Tönnies, introducción de Stephen Holmes, cados en ciertas vertientes del funcionalismo sociológico y
Chicago, London: The University of Chicago Press. antropológico, en particular la que sostiene la primacía del
_____ (1992), “A Discourse upon the Beginning of Tacitus”, en Three sistema y que, por tanto, sus unidades son secundarias.
Discourses. A Critical Modern Edition of Newly Identified Work Para los fines de esta exposición, puede decirse que
of the Young Hobbes [1620], compilación de Noel B. Reynolds
Simmel (1950) planteó como objeto de la sociología la
y Arlene W. Saxonhouse, Chicago, London: The University
of Chicago Press, pp. 31-70. investigación de las condiciones de la “sociación” —como
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1648], edición abreviada de A. S. McGrade y Brian Vickers, de las formas de las interacciones sociales (el conflicto, el
New York: Martin’s Press. secreto, la coquetería, la relación superior-subordinado, et-
Machiavelli, Niccoló (1969a), Opere Politiche, recopilación de cétera), y comparó el quehacer sociológico con la geometría
Mario Puppo, Florencia: Le Monnier. y la gramática, en tanto que abstraen de sus contenidos a
______ (1969b), “Discorsi sopra la prima deca di Tito Livio”, en Ma- las “formas más puras”. Radcliffe-Brown, haciendo un pa-
rio Martelli (ed.), Tutte le opere, libro III, Firenze: Sansoni. ralelismo con los sistemas orgánicos, puso el acento en las
Montaigne, Michel de (1966), Saggi [1580-1595], tomos I y II,
interrelaciones entre la morfología, el funcionamiento y la
edición de Fausta Garavini, Milano: Adelphi.
Naudé, Gabriel (2004), Considérations politiques sur les coups d’État evolución o desarrollo de la vida social; planteó que no se
[1639], edición de Frédérique Marin y Marie-Odile Perulli, puede establecer la morfología social independientemente de
Paris: Le Promeneur, Gallimard. su funcionamiento (la “fisiología social”) y que una sociedad
Pufendorf, Samuel (2003), The Whole Duty of Man, According to puede cambiar su tipo estructural sin que haya solución de
the Law of Nature [1673], compilación e introducción de continuidad (1972: 206).
Ian Hunter y David Saunders, Indianapolis: Liberty Fund.

r 448 Redes sociales


Malinowski, por su parte, identificó el funcionalismo con les (ars), el cual ha sido particularmente influyente en muy
el estudio de las interrelaciones, teniendo como unidades a diversas disciplinas y ha tenido un desarrollo teórico, meto-
las instituciones, definidas como conjunto de actividades dológico y técnico consistente a lo largo de ya varias décadas.
organizadas alrededor de alguna necesidad. Tanto Radcliffe- Sin embargo, la espectacular difusión de la noción de redes,
Brown como Malinowski destacaron el problema de la particularmente visible desde los inicios de la década de los
integración de sistemas y el estudio de las interrelaciones noventa, permite hablar de una pluralidad de enfoques que
(Martindale, 1968: 539). imprimen sentidos distintos al concepto de red, de acuerdo
Pero la propia historia del concepto se remonta a me- con los objetos y propósitos de investigación, y que responden
diados del siglo xx. Se reconoce que el primero en utilizar cada uno a diferentes influencias teóricas, tradiciones, tipos
el concepto de red social fue el antropólogo británico John de problemas y preguntas que abordan. Esto sin considerar
Barnes (1954), como respuesta a las limitaciones del estructu- que el uso de la noción de redes sociales rebasa actualmente
ral-funcionalismo para explicar los cambios en las sociedades el ámbito académico.
tradicionales y los mecanismos de articulación de las socie- En función del enfoque que se trate, las entidades ar-
dades complejas, y que quien codificó esta clase de redes fue ticuladas a través de redes pueden ser individuos, actores,
Elizabeth Bott (1955), psicóloga canadiense que enfatizó que organizaciones, instituciones, países, sistemas, acontecimien-
la estructura de la red social tenía una capacidad explicativa tos, posiciones u objetos que se transforman por la manera en
mayor que la pertenencia a categorías sociales o grupos ins- que se relacionan o no se relacionan entre sí. Los enfoques de
titucionalmente definidos (Molina, 2001: 27-28; Reynoso, redes pueden organizarse a partir de distintos criterios. Hage,
2008). En esta misma línea suele citarse el trabajo de J. Clyde por ejemplo, sugiere una distinción a partir del énfasis en la
Mitchell (1969), quien a finales de los años sesenta y princi- noción de redes, que pueden definirse como un mecanismo
pios de los setenta sistematizó los avances de los trabajos que de integración, como un contexto de aprendizaje o como un
se “centraban en las redes sociales que se podían delimitar a sistema de comunicación (2002).1
partir de una persona, ego, y en los diferentes tipos de relacio- Los estudios de redes también pueden observarse desde
nes existentes [centralidad, frecuencia, intensidad, densidad, un corte disciplinario: la sociología o la sociología econó-
conectividad, distancia, etcétera] más que en las propiedades mica, la ciencia política o la economía política, la historia
de las redes globalmente consideradas” (Molina, 2001: 28). y la gestión pública. Cada campo disciplinario responde a
Aunque son muchos los autores y variadas las escuelas determinadas preocupaciones. En la economía es particular
y tradiciones que contribuyeron al desarrollo del enfoque observar en qué medida las redes contribuyen al desarrollo
de redes en la vertiente de lo que se conoce como el “aná- económico o el crecimiento de las empresas, mientras que
lisis de redes sociales”, es de mencionarse aquí la figura del desde la ciencia política es común analizar en qué sentido
sociólogo Mark Granovetter quien, en esta misma época de contribuyen o no a la eficacia y la legitimidad democrática.
finales de los años sesenta y principios de los setenta, preci- Otra manera de distinguir los enfoques es en función de
samente se preocupa por la vinculación entre el nivel micro, las distintas dimensiones de la red, asociadas cada una con
que concentraba la atención de los antropólogos, y el nivel de determinados tipos de preguntas generales. Es decir, ¿cómo
los patrones de relaciones de las grandes estructuras sociales. están dispuestos los actores?, pregunta relativa a la morfología
En este marco, Granovetter plantearía el principio de la de la red; ¿cómo y por qué se originan las redes, cuáles son sus
fortaleza de las ligas débiles, donde “el vínculo débil es un trayectorias y por qué desaparecen?, preguntas relativas a su
‘puente’, es decir, la única línea en una red que comunica dos dinámica; ¿cómo se toman las decisiones, se estructuran los
puntos, que conecta entre sí diferentes grupos, cada uno for- conflictos y se abordan los problemas?, preguntas relativas a
mado por individuos con vínculos personales fuertes” (Luna, los mecanismos de coordinación que las distinguen, y ¿qué
2003: 61) y donde la fuerza se refiere a la intensidad de los tipo de recursos fluyen en la red?, es decir, si se trata de redes
vínculos interpersonales entendida como una “combinación de información, de poder, de políticas, de conocimiento, de
lineal de tiempo, intensidad emocional, intimidad y servicios producción, religiosas o de movimientos de opinión pública,
recíprocos” (Granovetter, 1973: 1361). De aquí que la for- por citar solamente algunos ejemplos.
taleza de los vínculos débiles sea conectar las interacciones Para fines de esta exposición se han seleccionado tres en-
individuales y las estructuras sociales, y que para que una in- foques que permiten mostrar las marcadas diferencias entre
novación (idea o información no redundante) se extienda a ellos y que, al mismo tiempo, dejan observar un movimiento
toda la red, tenga que pasar por vínculos débiles de relaciones de convergencia en la noción de redes como sistemas comple-
especializadas que funcionan como puentes que conectan las jos, lo que quizá podría definirse como un cuarto enfoque en
subredes. Aunque esta tesis sería relativizada —incluso por construcción. Se trata del Análisis de Redes Sociales (ars),
el propio Granovetter (1982)—, ha tenido una influencia
importante en el estudio de las redes sociales y ha marcado
su desarrollo, como veremos más adelante.
En general, la historia del concepto de redes sociales ha
sido narrada desde el enfoque del Análisis de Redes Socia-
1 Véase: Luna y Velasco, 2006: 15.

Redes sociales 449 r


del enfoque de la red como modo de coordinación social, y de las estructuras radiales y los individuos liga-débil en la di-
de las Teorías del Actor-Red (tar).2 fusión de las innovaciones, en el marco de redes concebidas
El enfoque del análisis de redes, como antes se señaló, como patrones de comunicación interpersonal que entrañan
es el enfoque más difundido e influyente. Ha sido adoptado riesgos (cantidad de recursos potenciales perdidos) y ocurren
como recurso analítico para entender los más variados ob- en condiciones de incertidumbre (grado en que los resultados
jetos de estudio en distintas disciplinas sociales y desde una son desconocidos).
diversidad de teorías, sobre todo de corte estructural. Como Dos enfoques mucho más recientes son el de la red como
ha sido ampliamente reconocido en este campo, el ars com- forma de coordinación social y el de la teoría del actor red.
bina ciertas vertientes estructurales de la teoría social, como la Aunque en ambos casos su desarrollo puede situarse en la
sociometría, la teoría de grafos y la formalización matemáti- década de los noventa, cada uno tiene estatutos teóricos muy
ca, y se caracteriza por el uso de la tecnología computacional distintos y responde a preocupaciones muy diferentes, tan-
(Wasserman y Faust, 1998). Por la influencia que ha teni- to entre sí como en relación con el ars. En el campo de las
do la teoría matemática de grafos (una red es una clase de teorías de la coordinación social, que son teorías de rango
grafo), Reynoso remonta la historia de la teoría de las redes medio, se han reconocido tradicionalmente varios modos de
sociales hacia 1736, cuando fue concebida la teoría de gra- coordinación y cada patrón se ha identificado con diferentes
fos (2008: 17-18). El ars parte de la noción primaria de red tipos de instituciones: el control jerárquico, como principio
como sistema de vínculos o ligas entre nodos o entidades de integración, se ha asociado con el Estado o el modo je-
sociales, y de los vínculos como estructuras de comunicación rárquico-mayoritario, según el cual la mayoría parlamentaria
interpersonal, aunque actualmente se considera que los nodos legitimada en elecciones democráticas o el ejecutivo, apoya-
pueden ser agregados (por ejemplo, organizaciones o países) do por esa mayoría, toma y ejecuta decisiones de carácter
o pueden ser posiciones. obligatorio para la comunidad con base en su competencia
Si bien se supone que las estructuras de las relaciones so- legislativa y de control (Messner, 1999); el principio del in-
ciales tienen un poder explicativo mayor que los atributos de tercambio se ha asociado con el mercado; la solidaridad, con
los miembros que componen un sistema dado, cualquier tipo la comunidad, y la concertación con el modelo asociativo o
de relación y estructura social puede ser tratada como una corporatista (Eising y Kohler-Koch, 1999; Martinelli, 2003;
red. Este enfoque se ha centrado en la dimensión morfológica Streeck y Schmitter, 1992).
de las redes y, en este sentido, básicamente intenta responder a Aunque no hay un acuerdo generalizado, en este contexto
las preguntas sobre cómo están dispuestos los actores en una se ha concebido a las redes como un modo o mecanismo par-
estructura informal de relaciones y cuáles son los límites de ticular de coordinación social, que es resultado de fenómenos
la red. Las preocupaciones principales han girado en torno de diferenciación, especialización e interdependencia entre
a la operacionalización, la medición, la formalización y la distintos sistemas sociales: el político, el social, el económico,
representación de los vínculos. El desarrollo de modelos y el científico, el educativo, etcétera. Para construir y alcanzar
herramientas para analizar la dinámica de las redes y predecir metas comunes entre una membresía heterogénea, las redes
comportamientos en el tiempo es más reciente. dependen de la comunicación y el flujo de información, e im-
Aunque el ars se ha preocupado por medir los grados plican una tensión entre la cooperación y el conflicto político
de centralidad y densidad (relación entre los lazos existen- derivados de intereses, recursos y necesidades diversas de los
tes y los lazos posibles) de una red, y más recientemente participantes en la red. A diferencia del ars, que parte de la
ha distinguido las redes como homófilas o heterófilas, en imagen de estructuras densas, egocéntricas y constituidas
función de la “distancia social” que caracteriza a los actores por actores homogéneos, el punto de partida de las redes
participantes, la imagen a partir de la cual se construye este como mecanismo de integración son las redes dispersas, po-
enfoque es la de una red densa, egocéntrica y constituida por licéntricas, donde ocurren desfases cognitivos como efecto
actores homogéneos con ligas fuertes (intensas). Un punto de la heterogeneidad de los actores. El institucionalismo es
de quiebre importante en esta imagen, que introduce el ars el encuadre teórico en el que se desarrolla originalmente esta
en el campo de los sistemas complejos, es el principio de la noción, particularmente en la vertiente que parte de la dis-
fortaleza de las ligas débiles, al que antes se hizo referencia, tinción de diversas formas de construcción del orden social,
donde la fortaleza es informativa y la debilidad se refiere a y supone que estas modalidades tienen un efecto significativo
la intensidad de los vínculos interpersonales. Algunos desa- en la conducta de los individuos, en sus elecciones, necesi-
rrollos en esta línea son los de Burt (1992) sobre los “hoyos dades y preferencias.
estructurales” o regiones dispersas que existen entre regiones Entre las teorías y conceptos vecinos a la idea de la red
densas de relaciones, que en el campo de la economía reper- como modo de coordinación pueden mencionarse, además,
cuten en altos niveles de retorno económico (Walker et al., la comitología, el análisis de redes políticas, la gobernanza
2000), y las teorías de Valente (1995) sobre la importancia de múltiples niveles y el capital social. Más tarde, el institu-
cionalismo evolucionista derivaría mucho más claramente
en la noción de red como una entidad compleja. Desde esta
2 Una primera aproximación a estos tres enfoques se encuentra perspectiva las redes son estructuras orientadas al abordaje y
en Luna, 2004.

r 450 Redes sociales


la solución de problemas, que vinculan actores de diferentes construcción de propiedades que hacen ciertas cosas posibles
entornos institucionales y que cruzan barreras organizativas, y ciertas otras imposibles.
sectoriales, culturales o territoriales. Se trata de estructuras Como lo señalan Callon y Law (1997), esta teoría abrió
relativamente horizontales donde “ningún miembro tiene una las ciencias sociales a los no-humanos. Desde esta perspec-
total autoridad y todos tienen una cierta autonomía” (Hage y tiva, la red es una configuración de elementos animados e
Alter, 1997: 98) o, en su caso, hay una dispersión dinámica de inanimados. Se trata de sistemas de alianzas de personas y
la autoridad (Kaiser y Prange, 2002; Hooghe y Marks, 2001). sistemas de alianzas de cosas que conectan a la gente, que
Las redes son entidades auto-reguladas en tanto que los son interdependientes y se ligan por un periodo de tiempo.
procedimientos sobre las formas de decisión y acuerdo, la Un actor-red es simultáneamente un actor cuya actividad
delimitación de sus objetivos, la definición de los problemas vincula elementos heterogéneos y una red que es capaz de
y la manera de resolverlos se construyen colectiva y autóno- transformar los elementos de los cuales está hecha. En este
mamente por los participantes (Luna y Velasco, 2010). Con marco, la heterogeneidad de las entidades que configuran a
variables pero bajos niveles de formalidad, en las redes así las redes alcanza su punto más radical, así como también la
concebidas las obligaciones derivan principalmente de la in- indeterminación del actor.
terdependencia de recursos estratégicos (económicos, legales, La tar es un movimiento que surge de la sociología de la
políticos, de información, etcétera), de la confianza inter- ciencia y la tecnología, y de la sociología del conocimiento.
personal en sus dimensiones normativa, calculada y basada Está asociada a la teoría de sistemas y al concepto de frontera;
en las capacidades de los miembros (Luna y Velasco, 2005). a la evolución y la dinámica de sistemas y a las teorías de
Estos elementos son centrales para lograr la cohesión social la complejidad y la evolución del orden (Stalder, 1997). A
necesaria para el mantenimiento de la red y para la genera- diferencia del ars, que se ocupa fundamentalmente de la
ción de nuevas redes. morfología de la red, la tar se preocupa por los procesos,
Finalmente, las redes tienen un horizonte temporal limi- la dinámica y la evolución de las redes, aunque también
tado, en la medida que se disuelven una vez que cumplen sus se dedica a la construcción de modelos analíticos capaces
objetivos o, en su caso, cuando predomina el conflicto y se de describir las sociedades. En cuanto a la dinámica de
rompen los acuerdos. Estas propiedades, traducidas al campo las redes, es crucial en esta teoría la función de traducción
de la morfología de las redes (o el ars), se manifiestan en una que se refiere a las “[…] negociaciones, intrigas, cálculos,
configuración policéntrica y en un sistema de relaciones de actos de persuasión y violencia, por los cuales un actor o
ligas débiles, resultado de una membresía elástica y hetero- una fuerza [...] adquiere autoridad para hablar o actuar en
génea, donde los actores se orientan con base en diferentes representación de otro actor o fuerza” (Callon y Latour,
códigos o principios de coordinación que no siempre son 1981: 279). La traducción es lo que permite a los actores
consistentes entre sí, tales como el intercambio o la ganancia comunicarse y marca la evolución de la red. Esta evolución
(relativo al sistema económico), la autoridad legítima o la contempla tres fases principales. La primera se refiere a la
ley (referente al sistema político), y la solidaridad (propia emergencia de la red, donde la traducción adquiere relevancia
de la comunidad). Las teorías de la coordinación social (a al construir un lenguaje común. La segunda, relativa al
diferencia del ars y la teoría del actor-red) suelen enfatizar desarrollo de la red, se construye de acuerdo con la propia
la noción de red como mecanismo de integración y estruc- lógica de la traducción y puede tener una dirección hacia
turación del conflicto, y el uso de esta idea con frecuencia se la convergencia o hacia la divergencia entre los actores. La
restringe a ciertas configuraciones sociales o arreglos insti- tercera es la fase de la estabilización, donde entre más diversos
tucionales que no son jerárquicos. Desde esta perspectiva, las son los elementos, más compleja y estable es la red (Stalder,
redes remiten principalmente a los vínculos entre organiza- 1997). En suma, la red puede ser vista como un sistema de
ciones o instituciones y al estudio de las normas, las prácticas traducción (Leydesdorff, 2001).
y las reglas de interacción entre los participantes de la red. Esta corriente de los enfoques de redes es, quizás, la
La teoría del actor-red (tar), impulsada por Bruno La- menos difundida y, a pesar de su impacto más profundo, ha
tour y Michel Callon, entre otros, parte de una preocupación quedado en buena medida confinada a los estudios sociales
muy distinta: el cuestionamiento de la separación entre la de la ciencia, la tecnología y la innovación. Su desarrollo está
naturaleza, la sociedad y el lenguaje, que permitía hacer re- sin duda marcado por la declaración de Latour en 1997 sobre
ferencias estables a uno u otro de esos polos (Stalder, 1997). la disolución de esta teoría. Entonces, Latour afirmaría que
La realidad, sostiene Latour, “[…] es simultáneamente real “hay cuatro cosas que no funcionan con la tar, la palabra
como la naturaleza, narrada como el discurso y colectiva como teoría, la palabra actor, la palabra red y el guión” (1999: 15).
la sociedad” (1993: 91). Bajo este supuesto, la tar buscaría Sin embargo, a la fecha, este enfoque ha adquirido vida pro-
describir una asociación de humanos y no humanos (obje- pia y no ha sido abandonado por sus seguidores.
tos, habilidades, artefactos, dioses) o “actantes”, vinculados Por último, cabe señalar que en el campo de las ciencias
a través de redes construidas y mantenidas temporalmente sociales, la noción de red se encuentra fuertemente entrela-
para alcanzar una meta específica: una elección estratégica zada con conceptos tales como los de confianza, capital social
de opciones, la satisfacción de necesidades de adaptación o la y cooperación. Por ejemplo, la tensión entre la cooperación y

Redes sociales 451 r


el conflicto, o entre la cooperación y la competencia, es un teras de acuerdo con novedosas formas y temporalidades, y
factor clave que imprime dinamismo a la red y, en particular sin necesariamente tener un propósito o estadio final al cual
a las redes, que por necesidad (un alto nivel de interdepen- llegar (Urry, 2004). Se trata de entornos sociales de alto riesgo
dencia de recursos), por conveniencia (cálculo racional sobre y altos niveles de incertidumbre, en los que una crisis puede
costos y beneficios de obrar o participar conjuntamente en la ocurrir en cualquier punto de la estructura y en cualquier mo-
solución de un problema o conflicto) o por simple solidari- mento de la vida de la red por causas inesperadas, y donde las
dad, implican la participación y acción conjunta y articulada unidades convencionales de tiempo y espacio se desdibujan.
de dos o más personas en la búsqueda de un fin común o de En particular se ha hablado de que el tiempo y el espacio
solución a un problema que los afecta. “se comprimen”, sobre todo como resultado del desarrollo
de las tecnologías de la información y la comunicación que
Líneas de investigación y debate permiten la interacción a distancia, y hacen posibles comu-
contemporáneo nicaciones materiales y simbólicas que alcanzan multitudes
en toda la tierra (Harvey, 1989; Martinelli, 2003).
Diversos enfoques parecen converger en una concepción de
las redes de relaciones sociales como sistemas complejos, aun Bibliografía
cuando sus orígenes y preocupaciones son muy distintos entre
sí. La difusión de la red como metáfora o clave conceptual Barabási, Albert-László (2003), Linked: How Everything is Connec-
para entender la sociedad o las sociedades contemporáneas ted to Everything Else and What It Means for Business, Science,
ha quedado marcada en nociones tales como la sociedad-red and Everyday Life, New York: Plume Books.
(Castells, 1996), la sociedad de redes o la era del capitalismo Barnes, John (1954), “Class and Committees in Norwegian Island
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de redes. Pero sus alcances han sido mayores, de manera que Bott, Elizabeth (1955), Family and Social Network, London: Ta-
la red no solamente se ha constituido en un elemento clave vistock.
para entender la vida social, sino el mundo, donde la com- Burt, Ronald Stuart (1992), Structural Holes: The Social Structure
plejidad se ha convertido en el terreno de convergencia de of Competition, Cambridge, Massachusetts: Harvard Uni-
una variedad de enfoques disciplinarios. En este sentido, dice versity Press.
Barabási, “[…] las redes son por su propia naturaleza aquello Callon, Michel y Bruno Latour (1981), “Unscrewing the Big
de lo que están hechos casi todos los sistemas complejos, y los Leviathan: How Actors Macrostructure Reality and How
nodos y los vínculos permean todas las estrategias dirigidas Sociologists Help Them to Do So”, en Karin Knorr-Ceti-
a entender nuestro universo entrelazado” (2003: 222). Cabe, na y Aaron Victor Cicourel (eds.), Advances in Social Theory
and Methodology: Toward an Integration of Micro-and Ma-
sin embargo, la pregunta de si se trata de un uso metafóri- cro-Sociologies, Boston, Massachusetts: Routledge and Kegan
co de la noción de red o de un concepto poderoso que nos Paul, pp. 277-303.
permite entender mejor el mundo y cuyo diseño teórico se Callon, Michel y John Law (1997), “L’irruption des non-hu-
encuentra en construcción. mains dans les sciences humaines: quelques leçons tirées de
Desde la perspectiva del ars y su evolución, Reynoso la sociologie des sciences et des techniques”, en Jean-Pierre
señala que “[…] en las puertas del siglo xxi las teorías de Dupuy, Pierre Livet y B. Reynaud (eds.), Les limites de la
redes, ya de antigua data en sociología y antropología, al fin rationalité. Les figures du collectif, tomo 2, Paris: La Décou-
devinieron complejas, caóticas, dinámicas y no lineales en verte, pp. 99-118.
el sentido técnico de la palabra” (2008: 18). Concluye, no Castells, Manuel (1996), The Rise of the Network Society. The In-
formation Age Economy, Society and Culture, vol. 1, Oxford:
obstante, que cualquiera que sea la capacidad técnica y el Blackwell.
aprendizaje epistemológico que el análisis de redes sociales ha Eberlein, Burkard y Dieter Kerwer (2002), “Theorising the
proporcionado, el verdadero trabajo teórico está por hacerse. New Modes of European Union Governance”, Euro-
En diversos campos disciplinarios, el planteamiento de pean Integration Online Papers, vol. 6, núm. 5. Disponible
problemas semejantes, como la búsqueda por identificar en: <http://ssrn.com/abstract=307521 or http://dx.doi.
las propiedades emergentes de las redes y los mecanismos org/10.2139/ssrn.307521>.
que regulan las interacciones entre sus componentes, parece Eising, Rainer y Beate Kohler-Koch (1999), “Introduction: Ne-
apuntar en esa dirección, aunque una verdadera comunica- twork Governance in the European Union”, en Rainer Eising
y Beate Kohler-Koch (eds.), The Transformation of Gover-
ción entre las disciplinas es todavía incipiente. En el mundo
nance in the European Union, London: Routledge, pp. 3-13.
social, la imagen de las redes como sistemas complejos y Granovetter, Mark S. (1973), “The Strength of Weak Ties”,
dinámicos se encuentra fuertemente influida por la globa- American Journal of Sociology, Chicago, vol. 78, núm. 6, pp.
lización y el impacto de las tecnologías de la comunicación. 1360-1380.
Desde esta perspectiva, las redes, fusionadas con la imagen _____ (1982), “The Strength of Weak Ties Revisited”, en Peter
de la internet —el “fluido global icónico”—, emergen sin un V. Marsden y Nan Lin (eds.), Social Structure and Network
control central o una jerarquía centralizada, evolucionan de Analysis, Beverly Hills: Sage, pp. 131-145.
manera irreversible e impredecible con consecuencias sobre Hage, Jerald (2002), “Knowledge, Creativity and Communication”,
muy distintos lugares y gente, y se mueven a través de fron- intervención en las sesiones plenarias del tema II, Interna-

r 452 Redes sociales


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Redes sociales 453 r


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Phillippe Schmitter, México: Universidad Iberoamericana, La reforma del Estado es un tema que se ha venido deba-
Universidad de Guadalajara, pp. 297-334. tiendo por muchos años. Pueden señalarse, por ejemplo, los
Urry, John (2004), “The Complexities of the Global”, Lancaster,
Departament of Sociology-University of Lancaster. Dispo-
ochenta, cuando la crisis del Estado de bienestar se presen-
nible en: <http://www.lancaster.ac.uk/sociology/research/ tó como el punto de inflexión que marcó el comienzo de las
publications/papers/urry-complexities-global.pdf>. últimas reformas después de los treinta años estabilidad. Tal
Valente, Thomas (1995), Networks Models of the Diffusion of Inno- crisis impactó en diferentes ámbitos y estructuras, desde el
vation, Cresskil, New Jersey: Hampton Press. modelo económico hasta la estabilidad política e institucional
Walker, Gordon, Bruce Kogut y Weijan Shan (2000), “Social de los diferentes regímenes. También se podría hacer refe-
Capital, Structural Holes and the Formation of an Industry rencia a la crisis producida por el crack del 29 como un punto
Network”, en Eric Lesser (ed.), Knowledge and Social Capital. importante en este reformismo. El sentido de este ensayo,
Foundations and Applications, Boston: Butterworth-Heine- sin embargo, es entender lo que ha significado el concepto
mann, pp. 225-254.
Wasserman, Stanley y Katherine Faust (1998), Social Network
durante los últimos treinta años en particular.
Analysis, Methods and Applications. Structural Analysis in the La reforma va acompañada con el fin de la idea de las
Social Sciences, Cambridge: Cambridge University Press. revoluciones. El gradualismo se convierte en la nueva forma
de guiar los cambios políticos y económicos en las socieda-
des modernas. El modelo de Estado benefactor tuvo un éxito
notable durante los años cincuenta y sesenta; sin embargo,
a partir de los setenta, dicho modelo comenzó a mostrar

REFORMA DEL signos de agotamiento cada vez más notorios, hasta hacerse
insostenible. La inversión y el gasto gubernamental, ambos
ESTADO productores de empleo, trajeron consigo déficit fiscal, que
fue subsanado con mayores cargas impositivas para, poste-
riormente, recurrir a tácticas inflacionarias que iban desde
Germán Pérez Fernández del Castillo
aumentar el circulante hasta incrementar el endeudamiento
Pablo Armando González Ulloa Aguirre
del país en cuestión. Así, la socialización de los riesgos in-
dividuales por parte del Estado ya no era rentable. En este
sentido, la labor omniabarcante del Estado trajo consigo
Definición
críticas desde diversas posturas. Por un lado, la perspectiva
económica, representada por Hayek y Kalecki, y por el otro,
La definición de la reforma del Estado puede resumirse, de
la política, representada desde la izquierda y la derecha por
manera general, como la necesidad de todo gobierno por
diversos intelectuales que van desde Niklas Luhmann, Jürgen
actualizar sus instituciones y formas de interrelación con la
Habermas y Offe, entre otros.
sociedad en función de las transformaciones de su entorno. El
antecedente puede ser la inadecuación no sólo institucional,
Líneas de investigación y debate
sino también jurídica, económica o de comunicación política
contemporáneo
respecto del grado de desarrollo de la sociedad en su conjunto.
El Estado y la sociedad cambian, evolucionan, tienen re-
De acuerdo con el discurso liberal de Hayek a Samuel
trocesos; por ello, los cambios son fundamentales para que
Huntington, el Estado era demasiado rígido, poco fluido
éste se adapte a los nuevos tiempos según las modificaciones
y centralizado: omniabarcante. La burocracia y las empre-
que se vayan suscitando y las necesidades surgidas. Las refor-
sas paraestatales eran grandes e ineficientes. La planeación
mas, por lo tanto, muchas veces son reactivas a los tiempos;
económica se percibe como coercitiva y, además, limita la
otras veces son adaptativas, y en pocos casos, incluso, pro-
libertad democrática de los individuos para crear un nuevo
veen los tiempos de cambio. Puede decirse que existe una
consenso social.
constante persecución entre la reforma y la historia, o entre
Huntington, de hecho, comparte casi la misma visión al
la historia y la reforma.
argumentar que la libertad y la democracia se veían ame-
Con todo, la reactividad de la reforma no significa, de
nazadas ante el creciente poder del Estado por medio de
ninguna manera, progresividad. De hecho, una reforma
la seguridad social. Una crisis del gobierno democrático, en
puede ser reaccionaria, es decir, que promueva el “cambiar
este panorama, era presentada como el subproducto de un
todo para que nada cambie”. Es el clásico gatopardismo, en
exceso de democracia. Se trata de un escenario ―plantea―
el que los supuestos cambios no son tales, sino que tienen
de potencial ingobernabilidad que, sin embargo, requiere ser
un sentido de fortalecimiento de ciertos grupos, aunque la
gobernado (Crozier, Huntington y Watanuki, 1975).
reforma también puede ser efectivamente modernizadora y
En este sentido, el problema ligado al Estado benefactor u
reactualizar las estructuras políticas y económicas, en rela-
obeso (como se le hacía nombrar) es que trataba de dar cauce
ción con las sociales.

r 454 Reforma del Estado


a todas las demandas y contaba con recursos limitados y, en Al final, los organismos internacionales actuaban como
esa medida, llegaría el momento —como sucedió a finales bancos que querían ver su dinero de alguna u otra manera
de los setenta— en que ya no podría dar soluciones o tantas de vuelta, pero lo que no se tomó en cuenta es que cada país
respuestas como antes, por lo que había que hacer algo con posee ciertas peculiaridades, y la receta puede ser peor que
los Estados para que no perdieran legitimidad y evitar así la enfermedad, es decir, puede producir efectos iatrogénicos
que cayeran en una crisis de gobernabilidad. en varios casos.
De esta manera, el origen del fracaso del Estado de bien- En países como México, sin embargo, la reforma del Esta-
estar tiene que ver con las modificaciones estructurales que do ha incluido cambios en materia electoral, lo que ha hecho
propiciaron que dicho Estado se subrogara desproporciona- de las elecciones una competencia más equitativa. En el ám-
damente a funciones, derechos y obligaciones de la sociedad, bito mundial, la inclusión de ciertos grupos minoritarios ha
al tiempo que es incapaz de proponer un modelo distinto del también motivado la reforma del Estado, aunque la exclusión
capitalista y de la economía del mercado. y la polarización social también han sido una constante; por
El lema, según Crozier (1989), era el de “Estado moderno, ello, la reforma es un proceso paradójico a todas luces, que
Estado modesto”. Se trataba de generar gobernabilidad a través ha producido efectos de lo más diversos. Para fines prácticos,
de una autonomización de los ámbitos sociales con respecto al lo importante es entender la forma en que la liberalización
Estado, dando paso al laissez faire del liberalismo libreconcu- económica fue acompañada por una liberalización política,
rrente del siglo xviii, actualizado por las corrientes neoliberales por lo menos en Latinoamérica.
que se han expandido por el mundo (Borja, Klinsberg y Ozlak) Al final, el Estado se vuelve un ingrediente fundamental
y modelado a partir de lo que se ha denominado una segunda para la tarea democrática, que al parecer ha quedado in-
reforma, promovida con la introducción de políticas sociales conclusa ante las paradojas producidas respecto del avance
focalizadas, con la creación de espacios de decisión colectiva indiscriminado del mercado, sin tomar en cuenta sus efectos
y con la descentralización. nocivos que, al final, equiparaban el espectro omniabarcante
El principio de lo anterior fue expuesto en un documento del cual emanaba la crítica al Estado de bienestar, pero dejan-
básico en el que participaron tres intelectuales de los años do espacios vacíos y sin dar un sentido simbólico y de orden.
sesenta (Crozier, Huntington y Watanuki, 1975), y que se Pero regresando al plano de lo económico, en los años
llamó La Comisión Trilateral. El problema, para ellos, era el noventa, tanto el fmi como el bm reconsideran su postu-
exceso de democracia que había en esos momentos, lo que ra de Estado mínimo, recomendando su participación en
a su vez acarreaba muchas demandas para el Estado, quien ciertas áreas, como los programas sociales, la otorgación de
ya no tenía la capacidad de dar respuestas por la crisis fiscal créditos, la justicia tributaria, la organización y los apoyos al
antes señalada. Este documento se plantea como una pie- sector exportador, hasta llegar al reconocimiento de la nece-
dra de toque ante las críticas al Estado y dio una especie de sidad de inversiones en investigación. De mero regulador, el
prospectiva sobre las nuevas políticas que deberán aplicarse Estado pasa a ser reconocido como promotor y moderador
en el ámbito mundial, enfocadas a subsanar los problemas del desarrollo económico y social.
deficitarios —tanto económicos como políticos— en el inte- La reforma del Estado asimismo buscaba fomentar la
rior de los Estados. Así, la reforma del Estado, en el sentido participación ciudadana porque, ante la falta de respuestas
más contemporáneo, nace como una manera de evitar la crisis por parte de los gobiernos, serían los propios ciudadanos
de gobernabilidad. quienes debían empoderarse y buscar los medios para dar
En ese punto, la reforma del Estado buscaba, paradó- las respuestas, además de participar en la formulación de las
jicamente, menos Estado. De esta manera, organismos políticas gubernamentales.
internacionales como el Fondo Monetario Internacional Las posturas anti-Estado fueron, posteriormente, rever-
(fmi) y el Banco Mundial (bm), principalmente, planteaban tidas o desvaloradas. Reformar al Estado era necesario de
una serie de reformas integrales. Lo anterior no quiere dar alguna u otra manera, aun cuando se pudiera haber hecho
a entender una suerte de complot contra los Estados; por el en un sentido erróneo.
contrario, se trata de desajustes estructurales que apunta- Autores como Lechner, Bresser Pereira y Cunill consi-
ban a que la forma en que se podía enfrentar la crisis, según deran que no todo debe ser dejado en manos del mercado
las ideas predominantes en esos momentos, era con menor porque, más que responder a los problemas sociales y fo-
intervención estatal en la economía, lo que trajo como con- mentar la participación ciudadana, la inhiben. No obstante,
secuencia la venta de empresas paraestatales, el control de la por muchos años, la corriente neoconservadora pensaba que
oferta monetaria, reducir la inflación a un dígito, liberaliza- el Estado no fomentaba la democracia ni la participación,
ción de los mercados, por nombrar algunas medidas. Por el opinión que poco a poco se ha modificado y cuya importan-
otro lado, también se dieron procesos de descentralización cia se ha revalorizado en cuanto a las políticas sociales y a la
dentro de los mismos Estados; se transfirieron mayores pre- reducción de la pobreza.
rrogativas a los poderes locales para descargar a los gobiernos Por ello, actualmente se propone el espacio público no
centrales de tantas responsabilidades y disipar la demanda estatal, que busca un equilibrio entre el mercado y el Estado,
de los ciudadanos. en razón de que —en estos momentos de globalización— el

Reforma del Estado 455 r


Estado no puede reconstituirse como en los años dorados Cunill G., Nuria (2009), “El mercado en el Estado”, Nueva So-
del Estado de bienestar, sino que debe repensarse ante el ciedad, núm. 221, mayo-junio, pp. 34-53. Disponible en:
nuevo escenario global. Este espacio público no estatal <www.nuso.org>.
también implica el fomento de la participación ciudadana _____ (s.f.), “Responsabilización por el control social”. Disponible
en: <http://unpan1.un.org/intradoc/groups/public/docu-
dentro del espacio público como uno de los principales ca- ments/clad/unpan000183.pdf>.
minos para fomentar una nueva forma de reconceptualizar Díaz Montiel, Fernando (2000), “Reforma”, en Laura Baca Ola-
la relación entre Estado y sociedad. mendi, Judit Bokser-Liwerant, Fernando Castañeda, Isidro
No puede negarse que la reforma del Estado fue necesa- H. Cisneros, Germán Pérez Fernández del Castillo (comps.),
ria de acuerdo con los cambios económicos y políticos que El léxico de la política en la globalización, México: Fondo de
se venían generando. El punto ahora es pensar hacia dónde Cultura Económica, pp. 618-622.
van las nuevas reformas, y si el sistema económico y político Lechner, Norbert (1996), “Las transformaciones de la política”,
da o no las respuestas necesarias a sociedades tan comple- Revista Mexicana de Sociología, vol. 58, núm. 1, enero-fe-
jas como las actuales. Es urgente repensar en el papel que brero, pp. 3-16.
Nohlen, Dieter (2006), Diccionario de ciencia política, México: Po-
debe desempeñar el Estado para enfrentar los problemas rrúa, El Colegio de Veracruz.
que aquejan a la realidad social y que van desde la pobreza Pérez Fernández del Castillo, Germán (2000), “Reforma
y la exclusión, hasta el malestar social. La cohesión social del Estado”, en Laura Baca Olamendi, Judit Bokser-Li-
es un vehículo para lograr tal entendimiento, ya que puede werant, Fernando Castañeda, Isidro H. Cisneros, Germán
ser un comienzo para replantear el pacto social y adaptarlo Pérez Fernández del Castillo (comps.), El léxico de la política
a los nuevos procesos —y también a los no tan nuevos—, en la globalización, México: Fondo de Cultura Económica,
producidos a partir de la globalización. Lo anterior puede pp. 623-631.
ser una plataforma para repensar en qué democracia se quie- _____ (2001), “La reforma del Estado en México. Una revisión
re: una participativa o una meramente formal; asimismo, es crítica”, en Antonio Camou (comp.), Los desafíos de la
gobernabilidad, México: Plaza y Valdés, Instituto de Inves-
una oportunidad para plantear la posibilidad de volver más tigaciones Sociales-Universidad Nacional Autónoma de
democráticos a los partidos y a los congresos mediante el ba- México, pp. 241-260.
lance que pueda lograr la sociedad en las decisiones estatales. Rancière, Jacques (2006), El odio a la democracia, Buenos Aires:
Otro punto que ha quedado claro desde el comienzo de Amorrortu.
la reforma del Estado en el ámbito mundial es el que los
derechos sociales son garantizados por el Estado y no por el
mercado. Sin estos derechos, la participación de la ciudadanía
se vuelve incipiente y no hay posibilidad de consolidación de-
mocrática o ampliación, según sea el caso. Aquí, los derechos
sociales no se están entendiendo en la forma corporativa de
RÉGIMEN
antaño, sino como una vinculación entre los derechos y los
deberes, cuestión que sugiere que si la ciudadanía no partici-
AUTORITARIO
pa en las decisiones públicas y no hay una conciencia de que Víctor Manuel Muñoz Patraca
se trata de derechos y no de dádivas, se atrofiará cualquier
participación ciudadana.
Definición
Bibliografía
El régimen político no puede ser observado más que desde
Bresser Pereira, Luiz C. (1998), “Entre el Estado y el mercado”, la perspectiva del derecho constitucional, en una relación
en Luiz C. Bresser Pereira y Nuria Cunill (eds.), Lo públi- dinámica entre gobernantes y gobernados, sociedad y
co no estatal en la reforma del Estado, Buenos Aires: Centro
Estado, que lo acerca al concepto de sistema político. Sin
Latinoamericano de Administración para el Desarrollo,
Paidós. Disponible en: <http://www.bresserpereira.org.br/ embargo, el dinamismo en ambos es diferente: en el régi-
papers/1998/84EntreElEstadoYElMercadoLoPublico- men político el movimiento es propio de las instituciones y
NoEstatal.pg.pdf>. su sociedad o formación social específica, entendida como un
_____ (2011), “Cultura, democracia y reforma de Estado”. Dis- conjunto de factores, entre los que se encuentra la geografía,
ponible en: <http://www.bresserpereira.org.br/Works/ el clima, la población y su historia. En el sistema político se
LecturesandSpeeches/79CulturaDemocraciaReformaDe- procesan demandas de la sociedad a sus gobernantes.
lEstado.pdf>. El régimen tiene el aspecto de una relación en la cual tanto
Crozier, Michel (1989), Estado modesto, Estado moderno: Estrate- la sociedad como el Estado cumplen su pacto político-social,
gia para el cambio, México: Fondo de Cultura Económica.
es decir, el ejercicio de la constitución. Es la manera como se
Crozier, Michel, Samuel Huntington y Joji Watanuki (1975),
The Crisis of Democracy: Report on the Governability of De- conducen las políticas lo que determina el carácter del régi-
mocracies to the Trilateral Commission, New York: University men, y así puede observarse totalitario, en el que predomina
of New York Press. el Estado, o democrático, en el que hay una pluralidad y un

r 456 Régimen autoritario


juego de fuerzas que resulta en bienestar, producción de ri- El camino recorrido en este esfuerzo de precisión ha sido
queza sostenida y ganancias para todos. Un régimen político largo pero, como se verá más adelante, ha abierto posibilida-
autoritario es aquél que no se apega a las reglas del juego de des a la discusión teórica y al análisis empírico de la realidad
la democracia. política mexicana, largamente percibida como compleja, di-
Los regímenes democráticos adoptan características par- fícil de desentrañar y, sobre todo, de clasificar.
ticulares dependiendo de las instituciones y normas que los
rigen, los valores y creencias prevalecientes en la sociedad, y Historia, teoría y crítica
la manera como se ejerce el poder en el sistema político en
el que se ubica. A pesar de esto, en todos ellos se encuentran En la historia de las civilizaciones, siempre ha habido abuso
rasgos comunes que permiten clasificarlos como democracias: de poder. En la Grecia clásica y en Roma se le dio el nom-
la elección de los gobernantes mediante la participación de bre de tiranía o dictadura al ejercicio del poder excesivo y
los gobernados en procesos electorales caracterizados por la arbitrario. Diversos autores, desde Aristóteles, estudian el
competencia, y un ejercicio del poder basado en la ley, respe- fenómeno de los gobiernos que se alejan del interés común
tuoso de los límites impuestos por las instituciones vigentes. para usar el poder en beneficio del monarca o del grupo en el
En los regímenes de este tipo, además, se ha creado un am- poder. Carl Schmitt (2007) hace un recorrido por el concepto
biente de libertades que posibilita la expresión abierta de la de dictadura: la comisarial en Bodino, la práctica de comi-
oposición y la pluralidad de ideologías, creencias, costumbres sarios regios en el siglo xviii, la transición de la dictadura
y proyectos políticos. soberana en la teoría del Estado del siglo xviii, el concepto
Por el contrario, en los regímenes no democráticos, al- de dictadura soberana de Cromwell, los comisarios del pueblo
gunas de estas características no existen o se simulan para durante la Revolución francesa.
ocultar la forma real de las relaciones políticas. Los regíme- La dictadura se observa también en el ordenamiento
nes autoritarios son un tipo de los no democráticos; en el del estado de sitio. En la segunda mitad del siglo xx, tras
pasado se les denominó tiranías o dictaduras. El desarrollo la derrota del nazifascismo y la muerte de Stalin, cuando el
de la ciencia política en la segunda mitad del siglo xx llevó totalitarismo había comenzado a estudiarse con rigor acadé-
a afinar la clasificación para dar cuenta de fenómenos como mico, se plantea un nuevo orden internacional, cuyo objetivo
el totalitarismo, en beneficio de la precisión en el análisis, lo es el desarrollo económico-social de los países que vivieron
que da lugar a la aparición del concepto. un proceso de descolonización. Así comienzan a multiplicar-
El totalitarismo, en una primera aproximación, se definió se regímenes autoritarios desarrollistas en los países recién
como un fenómeno único en la historia, caracterizado por independizados, que se sumarán a las dictaduras militares de
una ideología antisemita e imperialista y el terror ejercido América Latina y del sur de Europa. El autoritarismo será un
desde el poder. Esta definición se utilizaba para explicar lo rasgo común de las sociedades en su incorporación al mundo
ocurrido durante el Tercer Reich en Alemania y en la urss de capitalista. Pronto se vería que la modernización socioeco-
Stalin (Arendt, 1974), aunque recientemente Emilio Gentile nómica en marcha no se acompañaba del fortalecimiento de
ha presentado a la Italia de Mussolini como una vía propia al regímenes democráticos. La democracia no florecía en lugares
totalitarismo (2005). A partir de esas experiencias se identi- cuyas instituciones y procedimientos carecían de sustento.
fican cinco o seis elementos que lo definen: partido único de Las profundas transformaciones que acompañaron el proceso
masas que monopoliza la actividad política; ideología oficial; de industrialización o modernización económica encontra-
monopolio de los medios de comunicación y de los medios de ron mejores condiciones en dictaduras militares y regímenes
combate; actividades económicas y profesionales controladas unipartidistas. Con lo anterior, quedaba descartada la tesis
por el Estado, y terror policiaco (Aron, 1965). de la relación inobjetable entre capitalismo y democracia.
La especificación de la naturaleza de los regímenes au- El partido único comenzó a instaurarse en los países
toritarios condujo a contrastar sus atributos tanto con los subdesarrollados, donde desempeñó un papel central en el
de regímenes democráticos como totalitarios. Para definir a proceso de formación de la unidad nacional, convirtiéndose
los regímenes autoritarios se han propuesto criterios como el en su principal fuente de legitimación. La competencia por
carácter personal del ejercicio del poder (Burdeau, 1970) o la el poder, característica de las democracias, desapareció en
relación de la autoridad con la libertad (Sartori, 1987; 1993). estos regímenes volcados a la creación de las bases institu-
Aspectos como la pluralidad política, la ideología, la movili- cionales de los nuevos Estados; es decir, no se cumplió uno
zación y las características del líder o de la élite gobernante de los primeros criterios utilizados para la identificación de
han sido utilizados para precisar los límites del concepto los regímenes políticos democráticos contemporáneos: la plu-
(Linz, 2000). Habrá que añadir la política económica, pues ralidad de partidos que compiten por el poder, que dirimen
en un régimen autoritario el Estado no asume una política su lucha en el terreno electoral, a fin de que los ciudadanos
pública reproductiva y de ganancia, y hace un juego interme- decidan quiénes serán los encargados de dirigir los asuntos
dio de energías sociales en el que la ganancia es escasa para públicos (Aron, 1965). El autoritarismo se aceptaba como
muchos y concentrada para unos pocos. necesario para lograr el desarrollo en países marcados por el

Régimen autoritario 457 r


rezago económico y social, para avanzar a marchas forzadas Un régimen autoritario es aquél en el que la autoridad
en procesos dirigidos directamente por el Estado. ha perdido aceptación, en el que la influencia utilizada por la
La definición de las características de los regímenes de- autoridad legítima para dirigir a la sociedad ha sido sustitui-
mocráticos y totalitarios hizo necesario establecer los rasgos da por el poder coercitivo, o sea, por el uso de la fuerza para
de los que, como el español, no eran ni democráticos ni obligar a obedecer. La relación existente entre una autoridad
totalitarios, a los cuales Juan Linz (2000) denominó autori- legítima, reconocida, respetada, y la libertad, es de comple-
tarios. El concepto forjado por este autor identifica en ellos mentariedad: la verdadera libertad reconoce a la autoridad.
un pluralismo político limitado, no responsable, así como la Rechazarla no es libertad, sino licencia. Cuando la autoridad
carencia de una ideología elaborada, pero con una mentalidad ha perdido el respeto y el reconocimiento por el recurso siste-
peculiar, un bajo grado de movilización política, salvo en mo- mático a la fuerza, a la imposición por medio de la coacción,
mentos precisos de su desarrollo, y un líder o pequeño grupo se convierte en enemiga de la libertad: la autoridad que no
que ejerce el poder dentro de límites mal definidos, aunque reconoce la libertad es autoritarismo (Sartori, 1987). Por lo
predecibles. Linz sostiene que la elaboración de una tipología tanto, el autoritarismo está presente en diversos grados en
de los regímenes autoritarios ha sido una tarea emprendida todas las sociedades. Para saber el grado de democracia de
por autores diversos, desde perspectivas diferentes. Entre esos un régimen, se introducen otros criterios.
esfuerzos, destacan los de Almond y Powell (1972), quienes Cuando el dirigente se impone a la institución, cuando
subrayan las diferencias entre autoritarismos conservadores el orden político descansa en la voluntad personal del indi-
y modernizantes; Samuel Huntington (1970), quien estudia viduo que gobierna, nos encontramos ante uno de los rasgos
los diferentes sistemas de partido único, y Giovanni Sartori definitorios del autoritarismo. Para Georges Burdeau, en
(1980), con su tipología de partidos y sistemas de partidos. el régimen autoritario existe una tendencia hacia la perso-
Juan Linz (2000) propone una tipología basada en elementos nalización del poder. Para este autor, el ejercicio del poder
de carácter ideológico. Encuentra seis grandes tipos: personalizado aparece, por una parte, cuando un jefe impone
al grupo su voluntad, asumiendo él solo la responsabilidad
1) Regímenes autoritarios que llevan adelante proce- de los actos realizados en la conducción; por otra, en una
sos básicos de modernización para sentar las bases sociedad sumisa, temerosa, necesitada de conducción, que
de una democracia constitucional al estilo de los no pocas veces reviste al líder de rasgos sobrenaturales por
países occidentales. A juicio del autor, a este tipo medio de los cuales podrá incitar al hombre común a en-
corresponden los regímenes de Turquía y México, frentar a un mundo hostil (Burdeau, 1970). La obediencia
los cuales iniciaron sus procesos de construcción al líder responde simultáneamente a un deseo de protección
democrática en los años de la Primera Guerra y a una incapacidad para asumir el peso de la responsabili-
Mundial y tienen potencialidades para concluirlo. dad impuesta por la libertad, como escribió Erich Fromm
2) Regímenes fascistas o semifascistas-nacionalistas. en los años 1940 (1988). Esta cara del autoritarismo condujo
3) “Fascismo clerical”, que combina planteamien- a psicólogos sociales y sociólogos a ocuparse del problema.
tos de la doctrina social de la iglesia católica con El estudio clásico de la personalidad autoritaria de Theo-
elementos fascistas. Este tipo de régimen particu- dor W. Adorno y el grupo de investigadores coordinado por
larmente ambiguo se observa a finales de los años él (1950) hace notar la interiorización de este carácter
veinte y principios de los treinta. por individuos cuya estructura de personalidad los hace
4) Regímenes nacidos después de la Segunda Guerra sensibles a la propaganda antidemocrática. El estudio del
Mundial que buscan una vía nacional a la partici- antisemitismo en la Alemania nazi los llevó a la conclusión
pación por medio de un partido único o la subordi- de que esta forma de racismo era una expresión de tenden-
nación de los partidos existentes. Los ejemplos son cias originadas en la estructura de la persona; las otras eran
la Indonesia de Sukarno y Pakistán. el etnocentrismo, el conservadurismo social y el llamado
5) Los regímenes de partido único en África, los cua- propiamente potencial autoritario.
les se identifican a sí mismos como socialistas. Más recientemente, W. P. Kreml refuerza los argumen-
6) Regímenes comunistas postotalitarios. tos de estas tendencias localizándolas en raíces profundas y
observa cómo los ciudadanos de menos conocimientos de
La idea del vínculo indisoluble entre capitalismo y de- política son tan capaces como otros de mantener la coheren-
mocracia también fue puesta en duda en las democracias cia básica en lo que es realmente su orientación ideológica.
competitivas y pluralistas, donde la práctica de la fuerza coac- Al estudiar el fenómeno en los países comunistas, confirma
tiva se aplica a grupos minoritarios, de lo cual son ejemplo la presencia de rasgos de personalidad autoritaria en los re-
las terapias psiquiátricas en asilos y prisiones; es decir, las gímenes totalitarios y refuerza la tesis de que las actitudes y
prácticas autoritarias se producen también en los regímenes creencias políticas tienen bases en la individualidad de los
democráticos, induciendo a establecer escalas de medición y a miembros de una sociedad (Kreml, 1977).
preguntarse cuán democrático es un régimen (Sartori, 1993). Con la introducción de la visión del problema desde la
psicología social puede observarse el fenómeno del autori-

r 458 Régimen autoritario


tarismo como un sistema de retroalimentación basado en la ciones. Esta realidad obliga al científico social a volver sobre
relación gobernantes-gobernados. Con esto no dejo de re- un problema relevante en los estudios producidos después
conocer las diferencias entre régimen y sistema político pero de la Segunda Guerra Mundial. El tema del populismo tie-
no olvido que en el estudio del régimen no pueden ignorarse ne un cuerpo teórico variado sobre sus diversas expresiones
las relaciones con la sociedad. nacionales. Surgió en Estados Unidos como un movimiento
Esto lo ve muy claramente Seymour Martin Lipset progresista, con una base agraria que incorporaba además a
(1993), para quien el autoritarismo es resultado de extre- algunos sectores de asalariados urbanos principalmente del
mistas tanto de izquierda como de derecha. El autoritarismo oeste del país. Más tarde se aclimató en América Latina,
se presenta entonces en sociedades nacientes, de reciente donde el proceso de industrialización propició alianzas de
implantación estatal, donde cada una de las partes carece de clases en los periodos de expansión, pero en el marco de un
centro político o un conjunto de valores y una constitución régimen político autoritario que le dio características parti-
en que se codifiquen éstos. Su análisis sobre el autoritaris- culares (Vilas, 1994).
mo lo llevó a demostrar la proclividad de las clases bajas a La presencia de caudillos y caciques ha sido una cons-
engrosar los movimientos extremistas e intolerantes, con lo tante en la historia latinoamericana. En la etapa actual, el
cual corroboraba, desde la sociología y la ciencia política, las populismo aparece como un reto para la consolidación de las
hipótesis de que las tendencias autoritarias se encuentran democracias recientes, pues la clientela sigue supliendo a la
en individuos partidarios de ideologías tanto de izquierda ciudadanía y la masa a la sociedad. En esta región del mun-
como de derecha. do, la amenaza de retroceso en la construcción democrática
La preocupación por encontrar explicaciones científicas proviene de la acción de dirigentes políticos que ejercen el
al autoritarismo ha tenido resultados recientes. La persona- poder de manera personalista y de la sumisión e irresponsa-
lidad autoritaria (Adorno et al., 1950) constituye la base de bilidad de los dirigidos.
nuevos estudios, como el de Robert Altemeyer (1996). Los
extremistas actúan en Estados Unidos poniendo al descubierto Bibliografía
una violencia antidemocrática. El bombazo de Oklahoma, la
cacería de migrantes indocumentados en California y Arizo- Adorno, Theodor W., E. Frenkel-Brunswik, D. J. Levinson y
na, los ataques en contra de clínicas en donde se practica el R. N. Sanford (1950), The Authoritarian Personality, New
aborto, muestran el alcance de las acciones de individuos pre- York: Harper and Row.
Almond, Gabriel A. y G. Bingham Powell (1972), Política compa-
dispuestos psicológicamente a la agresión y al racismo. Las
rada: una visión evolutiva, Buenos Aires: Paidós.
tendencias autoritarias están latentes en todas las sociedades Altemeyer, Robert (1996), The Authoritarian Specter, Cambridge:
contemporáneas y constituyen una amenaza a la democracia. Harvard University.
Arendt, Hannah (1974), Los orígenes del totalitarismo, Madrid:
Líneas de investigación y debate Taurus.
contemporáneo Aristóteles (1968), Política, La Habana: Instituto del Libro.
Aron, Raymond (1965), Democracia y totalitarismo, Barcelona:
La tercera ola de la democracia, como la llamó Samuel Seix Barral.
Huntington, dio lugar a procesos de transición del autorita- Bénéton, Philippe (1996), Les régimes politiques, Paris: Presses Uni-
versitaires de France.
rismo a la democracia en países de Europa (Central, del Sur
Burdeau, Georges (1970), Traité de science politique: Les régimes
y del Este) y de América Latina que, al inicio de la década politiques, vol. 5, 2a. ed., Paris: Librairie Générale de Droit
de los noventa, albergaron esperanzas de un nuevo orden et de Jurisprudence.
internacional basado en el respeto a las reglas básicas de la Fromm, Erick (1988), El miedo a la libertad, 11a. ed., Buenos Ai-
democracia y los derechos humanos. Sin embargo, el primer res: Paidós.
decenio del siglo xxi ha sido testigo de cómo algunos de los Gentile, Emilio (2005), La vía italiana al totalitarismo. Partido y
logros recién alcanzados han comenzado a revertirse. Este Estado en el régimen fascista, Buenos Aires: Siglo xxi.
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constituye una de las principales líneas de investigación en a finales del siglo xx, Buenos Aires: Paidós.
los próximos años. Huntington, Samuel P. y Clement H. Moore, eds. (1970), Autho-
ritarian Politics in Modern Society. The Dynamics of Established
Países estratégicos para la paz internacional, como China One-Party Systems, New York: Basic Books.
y Rusia, están involucrados en el declive de las libertades po- Kreml, William P. (1977), The Anti-Authoritarian Personality,
líticas, principalmente a través del control sobre los medios Oxford: Pergamon Press.
masivos de comunicación, que se ha extendido a internet. Lehr, Volker G. (1986), Autoritarismo y desarrollo, México: Coordi-
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dando por medio del populismo. Venezuela, Bolivia, Ecua- de México.
dor, Nicaragua y, en menor grado, Honduras han vivido el Lipset, Seymour Martin (1993), El hombre político, México: Rei.
renacimiento de políticos que, en nombre del pueblo, ejercen Linz, Juan J. (2000), Totalitarian and Authoritarian Regimes, Boul-
un poder personalista, arbitrario, por encima de las institu- der: Lynne Rienner.

Régimen autoritario 459 r


Loaeza, Soledad (2000), “Autoritarismo”, en Laura Baca Olamendi, son atribuidas a otras. Las acciones en cuestión (que pueden
Judit Bokser-Liwerant, Fernando Castañeda, Isidro H. Cis- incluir actos u omisiones, así como palabras y gestos) tienen
neros, Germán Pérez Férnández del Castillo (eds.), Léxico de por objeto la toma de decisiones vinculantes para toda la
la política, México: Fondo de Cultura Económica, Facultad comunidad política (por ejemplo, una nación) y, en especial,
Latinoamericana de Ciencias Sociales, Consejo Nacional de
Ciencia y Tecnología, Fundación Heinrich Böll.
buscan influir sobre la entidad política más importante: el
Muñoz Patraca, Víctor Manuel (2001), Del autoritarismo a la Estado. Normalmente las decisiones desembocan en leyes o
democracia. Dos decenios de cambio político en México, Méxi- políticas que afectan la organización de toda la comunidad
co: Siglo xxi, Universidad Nacional Autónoma de México. y la distribución de los recursos dentro de ella.
_____ (2006), Partido Revolucionario Institucional, 1946-2000, Mé- Un rasgo característico de la representación política mo-
xico: Siglo xxi, Universidad Nacional Autónoma de México. derna es que está altamente institucionalizada: hay normas
Murga Frassinetti, Antonio (2003), “Teodoro Adorno y La Perso- formales e informales que definen los roles más importan-
nalidad Autoritaria. Una lectura a 50 años de su publicación”, tes, especialmente los de representante y representado; hay
Argumentos, núm. 46-47, diciembre-abril. espacios instituidos para el ejercicio de las funciones re-
Sartori, Giovanni (1980), Partidos y sistemas de partidos, Madrid:
Alianza.
presentativas, entre los que destacan los parlamentos; hay
_____ (1987), Teoría de la democracia, vol. 1, Madrid: Alianza. mecanismos establecidos para la elección o designación de
_____ (1993), ¿Qué es la democracia?, México: Nueva Imagen, Tri- los representantes; la función de representante está prácti-
bunal Federal Electoral. camente monopolizada por políticos profesionales, que por
Schmitt, Carl (2007), La dictadura, Madrid: Alianza. lo general se apoyan en partidos políticos, organizaciones
Stoppino, Mario (1981), “Autoritarismo”, en Norberto Bobbio especializadas en entrenar y postular futuros representan-
y Nicola Matteucci, Diccionario de política, vol. 1, México: tes y en conseguirles el apoyo de sus futuros representados.
Siglo xxi. Pero la representación política convencional puede resultar
Vilas, Carlos M. (1994), El populismo en América Latina, México: demasiado estrecha, particularmente frente a los retos de
Consejo Nacional para la Cultura y las Artes.
las sociedades actuales, marcados por la diversidad y por
el cuestionamiento a instituciones políticas tradicionales,
como los partidos, las elecciones, los parlamentos y la bu-
rocracia. Muchas de las decisiones políticamente relevantes
son tomadas fuera de las instancias políticas formales, en un
REPRESENTACIÓN campo en el que convergen autoridades gubernamentales y

POLÍTICA
representantes de organizaciones formalmente privadas que,
sin embargo, actúan en la esfera pública y se preocupan por
temas de interés general.
Matilde Luna Ledesma Así, entendida apropiadamente, la representación polí-
José Luis Velasco tica debería incluir también las relaciones de representación
presentes en este campo mixto en el que coexisten, en mutua
colaboración y competencia, políticos profesionales, miem-
Definición bros de la burocracia gubernamental, organismos privados,
movimientos sociales, organizaciones civiles y una gran va-
La representación política es (y con razón, dada su indudable riedad adicional de actores públicos y privados. No sólo la
importancia) la forma de representación que más atención ha identidad de los representantes y representados, sino también
recibido en las ciencias sociales. Sin embargo, no es la única las funciones de cada uno de ellos, los criterios de designación
forma existente. Las relaciones de representación tienen una y elección de representantes, el tipo de decisiones que los re-
importancia obvia en, por ejemplo, los intercambios econó- presentantes pueden tomar y varios otros aspectos relevantes
micos y los procesos jurídicos. De hecho, se puede encontrar para el análisis de la representación política son muy diferen-
la representación en cualquier ámbito de la vida social (en las tes en esta esfera pública que coexiste con las instituciones
relaciones familiares, en los deportes, en la ciencia, etcétera). políticas tradicionales.
Conviene, por lo tanto, partir de una definición amplia,
como la que da Max Weber. Según este autor, la representa- Historia, teoría y crítica
ción ocurre siempre que, “dentro de una relación social […]
la acción de ciertos miembros (los ‘representantes’) puede ser El término representación proviene del latín repraesentare,
atribuida a otros (los ‘representados’)” (1978: 46-47). En otras conformado por re- y praesentare. Etimológicamente significa
palabras, hay una relación social de representación cuando los “poner de nuevo algo frente a algo o alguien”. Obviamente, las
actos o palabras de ciertas personas son imputados a otras. relaciones de representación existen y han existido en cual-
Entendiéndola así, como propiedad de ciertas relaciones so- quier sociedad. Basta con que una persona (un embajador,
ciales, podemos definir la representación política como una un padre de familia, un comerciante, un jefe guerrero) actúe
relación social en la cual las acciones políticas de una persona en nombre de otros para que se pueda hablar de represen-

r 460 Representación política


tación. Pero, como lo demuestra Hanna Pitkin, “el concepto Curiosamente, fue Robespierre, el gran radical de la Re-
de representación, el que se refiere a una relación social en volución francesa, el primero en sugerir que la democracia y la
la que una persona actúa por otras, es distintivamente mo- representación podían ser compatibles.2 Parte del debate sobre
derno” (1969: 2). la relación entre ambos conceptos versaba sobre el carácter del
El precedente más importante de la noción moderna mandato. La posición más radical, sostenida por los jacobinos
parece haber surgido en el siglo xiii y principios del xiv, franceses y posteriormente por los socialistas y los anarquistas,
en la iglesia católica y entre los juristas. La idea era que el era que los representantes debían estar fuertemente controla-
papa era el representante, la corporificación, por así decirlo, dos por los representados. Los representantes debían ajustarse a
de Cristo y los apóstoles; que la comunidad era una “per- un mandato estricto y debían ser revocables en todo momento.
sona representada” (no material sino ficticia o, más bien, Por el contrario, la posición liberal (curiosamente expresada
simbólica) y que los magistrados “representaban” a la co- con toda claridad por el conservador Edmund Burke) era que
munidad política (Pitkin, 1967: 240-252). Un paso crucial el representante debía hacer lo que, según su propio criterio,
en la génesis de la representación política moderna fue el fuera más adecuado para sus representados. Aun así, como
establecimiento de “Estados” o “Parlamentos” en la Alta veremos, la relación entre democracia y representación sigue
Edad Media. En ellos se reunían, convocados por el rey, el siendo materia de controversia.
clero, la nobleza y miembros distinguidos de las ciudades. Como cualquier forma de representación, la representa-
Con el tiempo, estos miembros distinguidos comenzaron ción política incluye tres elementos básicos: el representante,
a ser vistos como representantes: primero como voceros lo o el representado y la relación que existe entre las dos par-
de los habitantes de las ciudades, después como personas tes, esto es, la representación que ejerce el representante en
capaces de asumir compromisos que los obligaban no sólo nombre de los representados (Dovi, 2006; Pettit, 2009). En el
a ellos personalmente sino también a sus “representados”. terreno de la representación política, de estos tres elementos
La primera formulación teórica importante de la repre- básicos deriva un conjunto de temas que estructuran diferen-
sentación política fue hecha por Thomas Hobbes. Para él, tes teorías de la representación y que permiten caracterizar
todo gobierno es representativo, pero la representación no un sistema de representación específico, en tanto que com-
significa que el gobierno deba consultar a los gobernados. prenden formas y expresiones de la representación pública.
Si existiera un mandato vinculante, si el gobernante tuviera Varios de estos temas se encuentran en el centro del debate
que seguir las instrucciones de los gobernados, entonces no sobre la relación entre representación y democracia, en bue-
sería un gobernante verdadero sino un simple servidor, un na medida aluden a los mecanismos idóneos que, de acuerdo
ministro no un magistrado.1 con diferentes teorías de la representación, pueden satisfacer
La democratización política moderna dio un nuevo im- de mejor manera el ideal democrático. El siguiente cuadro
pulso a la representación. La historia es complicada. Incluso enuncia los temas principales y los términos más generales
autores tan diferentes como James Madison, Jean-Jacques en los que se sitúa el debate hasta nuestros días.
Rousseau y Emmanuel-Joseph Sieyès estaban de acuerdo
en que la democracia era un régimen político en el que el
Temas Términos del debate
pueblo gobernaba directamente, sin representantes. Pero, en
la práctica, los regímenes democráticos modernos se constru- El papel del representante Delegados o depositarios
yeron sobre la base de la representación, que según el filósofo (trustees)
inglés James Mill, es “el gran descubrimiento de los tiempos Clases de representados Individuos, organizaciones,
modernos” (1955: 67). La representación fue vista como una asociaciones, grupos,
forma de moderar los ímpetus de las multitudes y de hacer poblaciones, estados,
viable la democracia en países extensos con poblaciones nu- “audiencias”
merosas. La función de la representación, escribió Madison,
es “refinar y ampliar la visión pública al filtrarla a través de Formas de ejercer la Actuar, estar o hablar por
un cuerpo de ciudadanos selectos, cuya sabiduría puede dis- representación alguien
cernir mejor el verdadero interés del país y cuyo patriotismo
y amor de la justicia correrán menos riesgo de ser sacrificados
a consideraciones parciales o temporales” (1961: 82). 2 “La democracia no es un estado donde el pueblo, continua-
mente reunido, arregla por sí mismo todos los asuntos públicos;
mucho menos es aquél donde cien mil fracciones del pueblo,
por medio de medidas aisladas, precipitadas y contradictorias,
1 “Una multitud de hombres se transforma en una persona cuan- decidiría la suerte de toda la sociedad: un gobierno de ese tipo
do es representada por un hombre o una persona… Puesto que no ha existido jamás y no puede existir más que para conducir
es la unidad del representante, no la unidad de los represen- al pueblo al despotismo. La democracia es un estado donde el
tados, lo que le da unidad a la persona. Y es el representante pueblo soberano, guiado por leyes de las que él es autor, hace
quien porta a la persona… y es imposible entender la unidad por sí mismo todo lo que puede hacer bien y por delegados
de una multitud de otra forma” (Hobbes, 1996: 109). todo lo que no puede hacer él mismo” (Robespierre, 1794: s.p).

Representación política 461 r


de las posiciones adoptadas bajo un esquema de racionali-
Sentidos de la Política (electoral),
representación descriptiva o sociológica, dad argumentativa.3
simbólica, como
intercesión, etcétera Líneas de investigación y debate
contemporáneo
Mecanismos de acceso a la Votación, designación o
posición de representante selección, “autoselección”, Una primera forma a partir de la cual se estructura actual-
nombramiento aleatorio mente el debate en torno a la representación política se
Bases de autoridad o Elección, semejanza, relaciona con una tensión entre tres formas de democracia:
consentimiento del liderazgo, capacidad representativa, participativa y deliberativa.
representante con respecto técnica, etcétera En este contexto, la democracia representativa alude
a sus representados a la representación política como representación electoral
que, como su nombre lo indica, se refiere a un representante
Dos temas de mayor importancia en las teorías de la (intermediario) electo por votación, que con esta autoridad
representación son el relativo al carácter o papel del repre- actúa en nombre de un determinado electorado (constituency)
sentante y el del significado de la representación. En lo que integrado por individuos. Desde esta perspectiva se enfatiza
corresponde al carácter del representante, la clásica distinción la importancia del sujeto individual y de los derechos indi-
a la que antes se hizo referencia, entre “delegados” y “depo- viduales, tanto políticos como civiles, en la construcción de
sitarios”, sigue siendo un punto de controversia importante. la noción de ciudadanía.
Básicamente, el dilema es —como señalara Pitkin (1969: En particular, las teorías de la democracia representativa
17-18)— si el representante debe hacer lo que su electorado y participativa son vistas con frecuencia como teorías rivales,
le ordena o lo que él piensa que es mejor. y quienes defienden la democracia representativa suelen ver a
En cuanto al sentido de la representación, buena parte de la democracia participativa —que aboga por formas más di-
la literatura ha construido la noción de representación polí- rectas y colectivas de intervención en la vida pública— como
tica, básicamente entendida como representación electoral, una amenaza a las instituciones políticas convencionales (el
por oposición a la representación descriptiva o sociológica, parlamento, los sistemas electorales, el principio de mayoría,
basada en el principio de semejanza entre el representante y los partidos políticos, etcétera), aunque también hay quienes
sus representados, ya sea en términos de una correspondencia sostienen que ambas pueden coexistir e inclusive comple-
de intereses, ya sea en términos de experiencias compartidas. mentarse mediante un control mutuo.
Mientras que, desde esta perspectiva, la “representación po- En cuanto a la relación entre la democracia representativa
lítica” implica un principio activo (“actuar por alguien”), la y la deliberativa, la controversia suele basarse en que los de-
descriptiva involucra una visión del representante como un fensores de la segunda encuentran en la deliberación —más
mensajero pasivo de ciertos intereses u opiniones, al mismo que en la representación— el verdadero fundamento de la
tiempo que acentúa la noción de representatividad más que democracia. Desde esta perspectiva, la representación es vista
de representación. La concepción de la representación como como una interacción comunicativa entre los representantes
intercesión, a partir de un “vínculo emocional” del represen- y los representados,4 basada en un intercambio racional de
tante con las causas de su electorado (Urbinati, 2000), junto argumentos en torno a los derechos individuales o colectivos.
con la idea del representante como sujeto de la deliberación Un segundo eje del debate sobre la representación po-
pública, es decir, con autonomía relativa de juicio, vendría a lítica tiene que ver básicamente con una tensión entre dos
cuestionar el carácter pasivo del representante, propio de la modelos clásicos de la política: el modelo republicano y el
concepción de la representación descriptiva. modelo pluralista, en los que aparece una visión contrastan-
El conjunto de los temas señalados tiene importancia te de la representación política basada respectivamente en
para otros problemas de orden más general, como son la el carácter del representante como depositario o como dele-
legitimidad (en algún sentido democrática) tanto del repre- gado. De acuerdo con Rehfeld, mientras que, en el contexto
sentante como del cuerpo representativo, y el problema de la del modelo republicano, el bien público emerge de la delibe-
relación entre la legitimidad y la eficacia política de diferentes ración de los representantes, quienes aportan información y
sistemas de representación. También con estos temas están perspectivas de su electorado y son suficientemente libres para
asociados otros problemas de carácter más específico, como
la importancia que ciertas teorías de la representación dan 3 Como lo explica Pitkin en su texto clásico, estas teorías con-
a la rendición de cuentas por parte del representante hacia ciben a la representación como la obligación de responder:
el electorado, grupo de referencia o audiencia, y a los me- “un representante es alguien que va a ser llamado a cuentas,
canismos que se utilizan para ello, como la inclinación por que va responder ante otro por sus actos” (Pitkin, 1967: 55).
la consulta irrestricta y sistemática a los representados o la Véase esa misma obra, para una rápida discusión crítica de los
preferencia por la justificación pública de los representantes mecanismos formales asociados a dicha concepción (55-57).
4 Por ejemplo, Mansbridge, 2003.

r 462 Representación política


cambiar sus posiciones como resultado de la deliberación, en (Abal, 2004; Bourdieu, 1981). En parte esto se debe a cam-
el contexto del modelo pluralista el bien público emerge de bios en la estructura y forma de proceder de los partidos y
las negociaciones entre los representantes, quienes interceden los políticos profesionales, como lo atestigua la expansión
en nombre de los intereses de su electorado (2005: 203). Es del modelo de partido “atrapa todo” o del “partido cartel”
decir, mientras que el modelo republicano enfatiza el papel (Kirchheimer, 1966; Katz y Mair, 1995). Pero también se
del representante como depositario, quien actúa con base en explica por cambios sociales importantes. Muchas de las
un juicio independiente de lo que es mejor, el modelo plu- adscripciones tradicionales (el sindicato, la comunidad de
ralista enfatiza el papel del representante como delegado, residencia, la clase social) se han debilitado, dando lugar a
quien como tal se encuentra acotado por los dictados de su una serie de adscripciones más variadas y cambiantes con las
propio electorado. que difícilmente pueden lidiar los mecanismos tradicionales
Con respecto a los temas del debate enunciados en el de representación política.
apartado anterior, de manera más general, puede decirse Al mismo tiempo, ha surgido un ambiente posburo-
que el modelo republicano, además de enfatizar el papel del crático (Peters, 2004). Las cadenas que, aunque de forma
representante como “depositario”, ha tendido a privilegiar el problemática, unían a los representantes políticos (encarga-
sentido de la representación como “actuar” por alguien con dos de tomar las decisiones fundamentales) y los burócratas
base en los derechos individuales del electorado, y a enfatizar (encargados de especificar y ejecutar las decisiones políticas)
el sentido de la representación política como representación se han vuelto menos relevantes. Junto a las agencias guber-
electoral, con el consecuente privilegio de la elección libre namentales aparecen nuevos actores, procedentes del sector
y voluntaria de los representantes, entendido como funda- privado, la sociedad civil, los organismos internacionales y
mento de la autoridad del representante para intervenir en una diversidad de grupos y ciudadanos que reclaman el de-
las decisiones de carácter público. recho a participar en las decisiones que los afectan. Se ha
En contraste, el modelo pluralista ha tendido a enfatizar hecho evidente la complejidad de los problemas y conflictos
el papel del representante como “delegado”; ha reivindicado en las sociedades contemporáneas, cuya solución requiere
la importancia de la representación sociológica o descripti- del concurso activo de una heterogeneidad de actores, de la
va y de los derechos e identidades colectivas. En este mismo participación de distintos niveles de gobierno y de acuerdos
contexto, más recientemente se ha reconocido el sentido ac- por consenso. En respuesta, se ha creado una multiplicidad
tivo de la representación descriptiva, a partir de la idea de la de comisiones y consejos, por ejemplo, las llamadas estruc-
representación como intercesión (advocacy). La concepción turas de gobernanza, orientadas a la solución de problemas
del representante como delegado también se encuentra aso- que no han podido ser resueltos a través de los canales ins-
ciada con el modelo corporatista de la política, en el marco titucionales convencionales.
del cual adquiere relevancia la representación descriptiva de Una breve mirada a lo que ocurre en las estructuras de
grandes y bien establecidas categorías sociales, tradicional- gobernanza puede ilustrar las diferencias entre la represen-
mente, el capital y el trabajo. tación política tradicional y la representación pública en
La concepción del representante como delegado también sentido amplio. Un rasgo distintivo de las estructuras de
suele estar asociada con el modelo burocrático, que remite a gobernanza es que en ellas coexisten diversas formas, sen-
la representación por la vía de mecanismos de designación tidos y mecanismos de representación. Se trata, en buena
y que, por ejemplo, en el caso de las monarquías constitu- medida, de una representación autoconstruida, en la que los
cionales, puede involucrar ingredientes de la representación participantes deben ganarse el derecho de hablar y actuar por
simbólica que, a diferencia de la representación descriptiva, ciertos grupos o comunidades. Para lograrlo, aprovechan su
no requiere que el representante se parezca a quien representa semejanza “sociológica” con esos grupos o su capacidad para
sino que está relacionada con el significado que el represen- convertirse en símbolos de ellos, aunque no estén unidos a
tante tiene para aquéllos a quienes representa.5 ellos por vínculos burocráticos o electorales.
Los debates clásicos descritos arriba mantienen su vi- Del mismo modo, una alta proporción de los represen-
gencia. Pero han surgido nuevos temas. Entre otros, se ha tantes que actúan en las redes de gobernanza no siguen un
intensificado la crítica a la representación política tradicional mandato rígido, sino que tienen una amplia libertad para
y se han formulado varias propuestas para extender la repre- usar su propio criterio. Pero debido precisamente a esta
sentación más allá del ámbito predominantemente electoral pluralidad y flexibilidad, la legitimidad de la representación
y convertirla en una auténtica representación pública. en las estructuras de gobernanza siempre está expuesta a
En las últimas décadas, no sólo ha crecido la distancia en- cuestionamientos. No sólo se cuestiona la legitimidad de las
tre los electores y los líderes políticos que supuestamente los personas que actúan como representantes; también, la del
representan, sino que también ha aumentado la desconfian- propio órgano representativo en el que participan. En este
za de los ciudadanos hacia las instituciones representativas contexto, la representatividad es algo que tiene que ser ganado
y defendido continuamente. Las estructuras de gobernanza
deben demostrar, en primer lugar, que hay una similitud
5 Sobre este sentido de la representación simbólica véase Pitkin fundamental entre los representantes y los presuntos repre-
(1969: 11-12).

Representación política 463 r


sentados, y que la composición del órgano representativo es Katz, Richard S. y Peter Mair (1995), “Changing Models of Party
congruente con la diversidad de personas, grupos e institucio- Organization and Party Democracy: The Emergence of the
nes interesadas en el problema que se busca resolver. Deben Cartel Party”, Party Politics, vol. 1, núm. 1, pp. 5-28.
demostrar, en segundo lugar, que tanto los representantes Kirchheimer, Otto (1966), “The Transformation of the Western
European Party Systems”, en Joseph La Palombara y Myron
como el órgano representativo en su conjunto se identifican Weiner (eds.), Political Parties and Political Development, New
con los intereses de los presuntos representados. En otras Jersey: Princeton University Press, pp. 177-200.
palabras, la representación en las estructuras de gobernanza Madison, James (1961), “The Federalist, no. 10”, en Alexander
es mejor cuando, en medio de su diversidad característica, Hamilton, James Madison y John Jay, The Federalist Papers,
privilegia la representación descriptiva o sociológica y la re- New York: New American Library. Disponible en: <http://
presentación por intercesión. www.constitution.org/fed/federa10.htm>.
La representación pública, como la que se ejerce a través Mansbridge, Jane (2003), “Rethinking Representation”, Ameri-
de estructuras de gobernanza, puede enriquecer la represen- can Political Science Review, vol. 97, núm. 4, noviembre, pp.
tación política. Más que una representación meticulosamente 515-528.
Mill, James (1955), An Essay on Government, New York: Liberal
regulada y confinada a la esfera política tradicional, la repre- Arts Press.
sentación pública puede ser entendida como una serie de Peters, Guy (2004), “Cambios en la naturaleza de la administración
cadenas o redes de representación que pueden acoplarse a pública: de las preguntas sencillas a las respuestas difíciles”,
las cadenas de representación tradicional (electoral, buro- en María del Carmen Pardo (comp.), De la administración
crática o corporativa) y complementarlas, adaptarse a las pública a la gobernanza, México: El Colegio de México, pp.
cambiantes adscripciones de los ciudadanos; ofrecer me- 69-100.
canismos flexibles de representación a diferentes actores Pettit, Philip (2009), “Varieties of Public Representation”, en Ian
en situaciones diversas, integrar a representantes disímiles Shapiro, Susan C. Stokes, Elisabeth Jean Wood y Alexan-
en un área relativamente autónoma y neutral, situada en la der S. Kirshner (eds.), Political Representation, Cambridge:
Cambridge University Press, pp. 61-89.
intersección del mercado, el Estado y la sociedad civil. No Pitkin, Hanna Fenichel (1967), The Concept of Representation, Ber-
obstante, debido precisamente a su indeterminación, esta keley: University of California Press.
representación pública puede resultar decepcionante. La ––––– (1969), “Introduction”, en Hanna Fenichel Pitkin (ed.), Re-
representatividad de los participantes puede ser fácilmente presentation, New York: Atherton Press, pp. 1-13.
cuestionada; la deliberación entre ellos puede degenerar en Rehfeld, Andrew (2005), The Concept of Constituency: Political Re-
una discusión desestructurada, sin resultados concretos, o presentation, Democratic Legitimacy and Institutional Design,
puede ser relegada, hasta volverla irrelevante, y sustituida por Cambridge: Cambridge University Press.
la negociación o la imposición vertical; la diversidad de los Robespierre, Maximilien (1794), “Sur les principes de morale
representantes puede obstaculizar la comunicación o puede politique qui doivent guider la Convention nationale dans
l’administration intérieure de la République”, discurso pro-
ser reemplazada por una unanimidad forzada y excluyente. La nunciado ante la Convención el 5 de febrero. Disponible en:
autonomía de las estructuras de gobernanza o de organismos <http://fr.wikisource.org/wiki/%C5%92uvres_de_Robespie-
similares, que es una de sus propiedades básicas, puede resul- rre/Sur_les_principes_de_morale_politique>.
tar contraproducente si no va acompañada de una conexión Urbinati, Nadia (2000), “Representation as Advocacy: A Study of
apropiada con los actores sociales y políticos decisivos para Democratic Deliberation”, Political Theory, vol. 28, núm. 6,
el tema en cuestión, en especial con el gobierno (que, a pe- diciembre, pp. 758-786.
sar de todos los cambios, sigue siendo el principal encargado Weber, Max (1978), Economy and Society, edición de Guenther
de tomar decisiones públicas). En otras palabras, el paso de Roth y Claus Wittich, vol. 1, Berkeley: University of Ca-
la representación política convencional a la representación lifornia Press.
pública en sentido amplio es, además de una realidad inci-
piente, una promesa y un riesgo. En todo caso, es materia de
un debate crucial para las sociedades actuales.

Bibliografía

Abal Medina, Juan (2004), La muerte y la resurrección de la represen-


tación política, Buenos Aires: Fondo de Cultura Económica.
Bourdieu, Pierre (1981), “La représentation politique”, Actes de la re-
cherche en sciences sociales, vol. 36-37, febrero-marzo, pp. 3-24.
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Stanford University. Disponible en: <http://plato.stanford.
edu/archives/fall2008/entries/political-representation/>.
Hobbes, Thomas (1996), Leviathan, London: Oxford University
Press.

r 464 Representación política


y está en riesgo la sobrevivencia, “el campesinado se atreve
RESISTENCIA CIVIL a seguir el camino del desafío abierto y colectivo” (Scott,

NO VIOLENTA 1 2000: 24, 26, 28, 59, 113). En una reciente declaración del
Congreso Nacional Indígena (cni) en Xayakalan (9 agosto
2009) se apunta muy bien esto: “La resistencia es […] nuestra
Pietro Ameglio Patella alternativa histórica, […] es conservarnos”.
Foucault puntualizaba bien al respecto: “Desde el mo-
mento mismo en que se da una relación de poder, existe una
Definición posibilidad de resistencia. Nunca nos vemos pillados por el
poder: siempre es posible modificar su dominio en condi-
Resistencia civil: ¿el qué? ciones determinadas y según una estrategia precisa” (1980:
La resistencia civil y la noviolencia son dos conceptos centrales 258-259).
para la construcción de nuestra especie, aún más joven de lo Según Michael Randle, la resistencia civil desarrolla un
que quisiéramos aceptar. Para Konrad Lorenz, los actuales método de lucha colectivo que no recurre en principio al uso
humanos podríamos aun considerarnos como el eslabón de la violencia en un sentido de impunidad, unilateralidad ni
perdido, o sea, la humanidad de nuestra especie es todavía destrucción de los cuerpos adversarios aunque “su uso, algu-
un proyecto en construcción, un deseo más que una realidad nas veces, ha estado combinado con una limitada violencia”.
(1994). Si uno pone atención al número de genocidios —el La base está “en la idea básica de que los gobiernos depen-
máximo grado de la acción inhumana— acaecidos en las den en último término de la colaboración, o por lo menos
últimas décadas, y a que un quinto de la población mundial de la obediencia de la mayoría de la población, y de la lealtad
no sabe si comerá al otro día, entonces tal vez no suene tan de los militares, la policía y los servicios de seguridad civil”
descabellada esta afirmación. (1994: 25). Muchas veces es además asociada o fundida con
Todo ser que se precie de humano debe tener como un las formas de lucha noviolenta activa, aunque no necesaria-
valor fundamental la capacidad de resistir a lo inhumano, lo que mente implique que acepte una ética pacifista o noviolenta
históricamente ha permitido a la especie pasos sustantivos (que tampoco son lo mismo entre sí). En realidad, el término
de avance hacia lo humano; el que está vivo resiste, resistir noviolencia no es del todo afortunado y reiteradamente se ha
es defender la vida. En principio, además, este tipo de lucha prestado a malos entendidos, al significarse por la aparente
social al llevar el apellido de “civil”, nos remite también al negación de algo —la violencia— lo que no da necesaria-
terreno de la lucha por la ciudadanía o la ciudadanización de mente la idea de lo que en realidad es: “La noviolencia no
grandes masas de individuos, excluidos de muchos derechos es la antítesis literal y simétrica de la guerra. La noviolencia
del orden social dominante. es, ella misma, guerra o, por decirlo mejor, lucha…” (López,
Es útil, de inicio, reconocer que podemos hablar de 2006: 180).2 De ahí que en diferentes lugares los pueblos
“resistencia” desde diferentes enfoques: “la resistencia ar- y movimientos sociales han intentado definir este tipo de
ticulada al poder de la que habla Foucault; la resistencia lucha con categorías más adaptadas a sus propias culturas:
que opone la multitud al imperio, de la que tratan Hardt y Gandhi la llamó la “Fuerza de la Verdad”; Martin Luther
Negri […]; Juan Gelman [hablaba] de la resistencia como King, la “Fuerza del amor”; en Filipinas, el “Poder del pue-
la única forma de no aceptar la derrota […]; la resistencia blo”; en Brasil se le ha llamado la “Firmeza permanente”; en
como rendición, de Žižek […] la resistencia freudiana como Checoslovaquia, el “Poder de los sin poder”; en México, re-
‘recurso del sujeto para resistir el saber inconsciente’” (Aguilar, cientemente, ha sido la “Resistencia civil pacífica”.
2013: 126). Asimismo, esta resistencia puede ser más o menos Continuando con la caracterización de la resistencia, es
abierta y civil o encubierta y cotidiana-cultural: “cuanto más bueno precisar que “en la resistencia pasiva se va establecien-
grande sea la desigualdad de poder entre los dominantes y los do un equilibrio inverso con la identidad del otro que busca
dominados y cuanto más arbitrariamente se ejerza el poder, la continuidad, se trata de una relación de fuerzas opuestas
el discurso público de los dominados adquirirá una forma enfrentadas, pero que no buscan llegar a la ruptura; en la
más estereotipada y ritualista […] un respeto y una sumisión resistencia activa este equilibrio se rompe” (Ameglio, 2002:
que son probablemente una mera táctica de (sobrevivencia)” 117-118). Gandhi mismo transformó la tradicional resisten-
(Havel, 1992: 143-193), pues en el “discurso oculto” puede
haber acciones de mucha resistencia “fuera de escena”. Evitar
formas de “confrontación abierta con las estructuras de au-
toridad” ha sido siempre una característica de la resistencia
en sus etapas iniciales, y sólo cuando estas acciones fracasan
2 Gandhi decía que “la no-violencia no tiene nada de pasivo […]
es la fuerza más activa del mundo” (Gandhi, 1985: 130, 134).
1 Para este texto utilizaremos, entre otras reflexiones, algunas Afirmaba también el padre Donald Hessler que “La noviolen-
partes textuales de ciertos artículos elaborados en los últimos cia es la más violenta de las violencias, pero no busca eliminar
años: Ameglio, 2005; 2007. al adversario sino su conversión a la justicia” (1995: 28-29).

Resistencia civil no violenta 465 r


cia pasiva hindú en el satyagraha (“la fuerza de la verdad”) o c) La intervención noviolenta (sentadas, ocupacio-
noviolencia activa.3 nes-tomas, bloqueos, creación de instituciones pa-
A su vez, “Toda resistencia comienza con actos de trans- ralelas de gobierno…).
gresión, inobediencia y rebeldía, moral, ética y política
(noviolencia); que pueden derivar en algo más profundo: Complementando esta clasificación, para Jean Goss y
insurrección, levantamiento, agitación o, incluso, revolu- Hildegard Goss-Mayr (1987), importantes teóricos y activis-
ción. Es un no, muy grande, nacido de la fortaleza y de la tas internacionales, los métodos de la lucha social noviolenta
convicción” (López, 2012: 6). De hecho, en los siglos xviii pueden dividirse en:
y xix, la resistencia civil europea “cabalga al lado de la rebe-
lión armada premeditada […] sólo en el siglo xx, y bajo el a) Acciones de información y diálogo donde se busca
liderazgo de Gandhi, apareció un concepto explícito de la llegar a acuerdos o negociaciones entre las partes
no violencia” (Randle, 1994: 64). Este punto es aún hoy uno involucradas en el conflicto y a la vez informar a
de los temas que generan más reflexión y discusión dentro de sectores de la población que podrían ser futuros
los movimientos sociales en resistencia civil: dónde están las aliados.
fronteras entre la acción noviolenta y la armada, no porque se b) Acciones directas o movilizaciones en espacios
desee emplear la violencia sino porque nuestra especie aún abiertos.
no sabe cómo detener acciones de alta violencia material sin c) Formas de no-cooperación donde se deja de co-
aplicar una violencia defensiva similar, aunque evitando in- laborar explícitamente con alguna de las causas o
crementar la espiral de la violencia. Algunas de estas acciones fuerzas que sostienen la injusticia: huelgas, boi-
de frontera podrían ser las de sabotaje, que aplican violencia cots…
hacia objetos y no hacia personas, o las que utilizan palos y d) Acciones de desobediencia civil donde se infringe o
piedras —que son también herramientas de trabajo— para impugna abiertamente una ley opresora.
protegerse de ataques violentos.
Ahondando un poco en este aspecto, Jacques Sémelin Estas acciones van desde el terreno de la solidaridad
revolucionó el conocimiento sobre la resistencia no armada con los que luchan hasta el de la lucha social junto a los
en situaciones límite al publicar su libro Sin armas frente a que luchan.
Hitler. La resistencia civil en Europa (1939-1943), tratando Como vemos entonces, dentro de la tradición de la re-
de “entender cómo pueden existir personas que se empeñen sistencia civil noviolenta, la desobediencia civil constituye
en una lucha sin armas, mientras se encuentran frente a un el grado más intenso de acción, donde en forma abierta y
adversario brutal y desprovisto de valores morales” (López, consciente se coloca el principio de legitimidad antes que
2012: 78). el de legalidad, la obediencia a la propia conciencia antes
Usó el “concepto de ‘resistencia civil’, preferible al de ‘acción que a la autoridad, y se desemboca en este tipo de acciones
noviolenta’, especialmente en unas condiciones de brutalidad después de un proceso de haber intentado muchas otras de
extrema […]. Resistencia civil como un proceso espontáneo gradación inferior (Randle, 1994: 195). En general, nunca
de lucha de la sociedad civil con medios no armados, bien a sería la primera etapa de una lucha, sea por la preparación
través de la movilización de sus principales instituciones, bien previa que exige como por la necesidad de que la opinión
a través de la movilización de sus poblaciones, o gracias a la pública pueda tener conciencia de la gradualidad y legiti-
acción de ambos elementos” (83). midad del proceso de esa lucha social. Frecuentemente en
¿Cuáles son entonces estos métodos de lucha? Según México se usan los términos de resistencia y desobediencia
una clasificación o escala de Gene Sharp, las acciones de la civil como sinónimos, lo que puede entonces llegar a cons-
resistencia civil noviolenta pueden dividirse en (Sharp, 1984; tituir un factor importante en el aumento de la indefensión
Randle, 1994: 25-32): ciudadana para la lucha.

a) La protesta social (manifestaciones, declaraciones, Historia, teoría y crítica


peticiones…), la persuasión y distribución de infor-
mación. Resistencia civil: ¿quiénes?
b) La no-cooperación social, económica y política Gandhi decía que la lucha noviolenta era “tan antigua como
(huelgas, boicot, desobediencia civil…). las montañas” y, aunque quizás exagerara un poco, podemos
situar antecedentes en la obra Lisístrata, de Aristófanes,
en los textos de La Boétie, Thoreau, Tolstoi… Algunos
3 Gandhi convocó en 1907 en el Indian Opinion a un concurso ejemplos históricos (Randle, 1994: 13-112; López, 2006:
para encontrar un nombre que definiera la nueva forma de la 182-217) fueron las luchas independentistas de Estados
lucha social hindú en Sudáfrica, al comprender que la “resis- Unidos, Hungría, Irlanda, Finlandia, India, Tibet, Timor
tencia pasiva” se “suponía un arma para débiles, que podía ser Este; las luchas obreras, antimonárquicas, religiosas, de los
definida como un odio, y que finalmente podía manifestarse pueblos indios…; las resistencias contra los nazis (Holanda,
por la violencia” (Gandhi, 1983: 307).

r 466 Resistencia civil no violenta


Noruega, Dinamarca…); la lucha antiapartheid en Sudáfri- terminado, pero ha germinado un ciclo social nuevo,
ca; la lucha del movimiento negro por los derechos civiles del trabajo precario. […] Es algo clásico: termina el
y políticos en Estados Unidos; las luchas contra la guerra a ciclo político y recomienza el social […]. Es la nueva
partir de movimientos como los Shanti Sena, la Internacional forma del trabajo, es el nuevo terreno de la revuelta
de Resistentes a la Guerra, las Brigadas Internacionales de de la fuerza de trabajo (47, 50).
Paz…; la lucha de las Abuelas y Madres de Plaza de Mayo
contra la dictadura argentina y de los chilenos contra Pino- Siguiendo con el mismo autor, vemos cómo en “esta situa-
chet; la lucha filipina contra el dictador Marcos (1986); la ción, cuando se habla de guerra ésta no va relacionada a la paz
lucha por la democracia en China (1989); la lucha contra los sino más bien a la resistencia contra la dominación, la explo-
regímenes comunistas en Europa del Este (finales de los tación, la prepotencia: estos son los términos fundamentales
90); la lucha de los monjes budistas y el pueblo birmano que constituyen el tema de la paz” (46). Y agrega: “Hay formas
contra la dictadura militar; la lucha de la comunidad de San de violencia necesarias, y con alguna dificultad legitimadas,
José Apartadó (Colombia) contra la guerra; la lucha contra la como la violencia de la huelga. El derecho a resistir es fun-
base militar de Estados Unidos en Vieques (Puerto Rico); la damental, como también el de desobediencia: son derechos
lucha de las comunidades indígenas mayas zapatistas por radicales. […]. Esta resistencia produce y es la verdadera paz”
la autonomía; las luchas globalifóbicas; la Primavera árabe… (46). “Comprendo la necesidad de la guerra como resistencia,
(López, 2004: 1022-1025). como derecho fundamental de resistencia del individuo y de
Los movimientos sociales de resistencia civil noviolenta las masas, como hecho de la democracia” (45). “Pero la guerra
muchas veces han estado asimismo asociados con fuertes li- no empieza cuando el otro intenta imponer una orden, sino
derazgos morales, que encarnarían con su vida las palabras cuando se empieza a resistir” (42).
del subcomandante Marcos: la resistencia “sólo se pronuncia Particularmente en México, hasta hace pocos años —a
con autenticidad cuando se vive” (Subcomandante Marcos, mediados del 2006— el territorio estaba atravesado por tres
2011): Gandhi, Vinoba, Martin Luther King, Mandela, grandes movimientos de masas instalados en la etapa más
Luthuli, Desmond Tutu, César Chávez, A. Muste, Narayan radical de la resistencia civil noviolenta —la desobediencia
Desai, Dorothy Day, Hélder Cámara, Leónidas Proaño, Do- civil—: Chiapas con las comunidades autónomas zapatistas,
nald Hessler, Lanza del Vasto, Danilo Dolci, Aldo Capitini, Oaxaca con la experiencia de la Asamblea Popular de los
Pérez Esquivel, Petra Kelly, Chico Mendes, Óscar Romero, Pueblos (appo), y la resistencia en las calles del movimiento
Rigoberta Menchú, Dalai Lama, Salvador Nava, Aung San contra el fraude electoral. Todos ellos, en diferentes grada-
Suu Kyi… ciones, planteaban acciones encaminadas a una “dualidad de
Hoy día, numerosos sujetos sociales en México y en el poder”, “doble soberanía” o “poder paralelo” (Sharp, 1984).
mundo están intensificando, renovando y radicalizando las Hoy, en cambio, estamos instalados en una brutal guerra
acciones de resistencia civil noviolenta, desde los distintos de exterminio masivo y selectivo, con características de civil
espacios en que organizaciones e individuos instalan su porque atraviesa a todos los territorios y clases sociales de
terreno de lucha social,4 frente a los embates de la actual ex- la población, muy erróneamente disfrazada como “guerra al
pansión capitalista que necesita construir permanentemente narco” (Equipo Bourbaki, 2011). Frente a ello ha habido tres
condiciones de guerra, militarización y violencia extrema gritos de indignación moral y material masivos de la sociedad
para desplazarse y ampliarse. En las últimas décadas se ha civil mexicana en los últimos tres años: “¡Estamos hasta la
incrementado: la importancia de los medios alternativos y madre!” (2011), “#YoSoy132” (2012) y “¡Ya no!” (2013), como
autónomos de comunicación, de las redes sociales; el in- continuación del “¡Ya basta!” zapatista del 94.5 Han marcado
tercambio y conocimiento de experiencias entre activistas la emergencia de sujetos sociales que resisten a su despojo y
sociales; la presión y sanciones internacionales; el nuevo exterminio: pueblos indios, víctimas individuales y colectivas
liderazgo de las generaciones jóvenes con mayor nivel edu- de la guerra, jóvenes.
cativo y capacidad de “indignación moral”… (Randle, 1994: Por otro lado, actualmente las mayores resistencias civiles
227-248). en México se dan en la defensa de la vida de las personas, el
Sin embargo, según Toni Negri: territorio y el medio ambiente, principalmente por el agua,
bosques, minerales: zapatismo, autodefensas y policías co-
[…] las resistencias no han todavía logrado expresarse munitarias en todo el país, Paso de la Reina, San José del
como alternativa de un movimiento fuerte y esta es Progreso, cerro de san Pedro, sierra de Manantlán, sierra norte
la dramática situación en que hoy nos encontramos
[…]. A mi modo de ver el ciclo político de Seattle que 5 El grito “estamos hasta la madre” fue dado en marzo por el
llega hasta Génova y toca al movimiento antibélico ha poeta Javier Sicilia, los familiares de víctimas y el Movimiento
de Paz con Justicia y Dignidad; el de “Yo soy 132” fue dado en
mayo por grupos de estudiantes de la Universidad Iberoame-
4 Foucault habla de “dispersión del poder”: las resistencias “no ricana y otras universidades del país; el “Ya no” es una frase del
están centradas, forman un enjambre” (Aguilar, 2013: 108); Dr. José M. Mireles que representa el sentido del levantamiento
ampliar en Randle, 1994: 243. de las autodefensas michoacanas de febrero 2013.

Resistencia civil no violenta 467 r


de Puebla, sierra rarámuri, zona yaqui, Zacualpan, Atenco, por eso la resistencia noviolenta tiene en la no-cooperación
Huexca, Tamacapulina, Ejido Juárez de Chihuahua… (To- y la desobediencia civil sus acciones de mayor radicalidad.
ledo, 2011).
Dos
Líneas de investigación y debate Otro elemento clave está en la concepción de fuerza, en su
contemporáneo carácter material, psicológico y moral. Bien decía Gandhi en el
Hind Swaraj, que “una petición sin el apoyo de la fuerza es
Resistencia civil: ¿el cómo? inútil” (2002a: 221). En la resistencia civil noviolenta, esta
Analicemos ahora una serie de elementos centrales acerca fuerza nace de la acumulación moral y adquiere relevancia
de ciertas características de estas acciones de resistencia civil, al articularse colectivamente con otras fuerzas materiales
que permitan instalar con claridad las luchas en el plano de similares en las movilizaciones. Así, podemos constatar que
la defensa u ofensiva estratégica noviolenta. antes que en el plano de los cuerpos, la lucha se presenta en
el plano de la confrontación e impugnación moral, donde tiene
Uno una centralidad determinante para su legitimación lograr
Esta forma de resistencia se basa en el principio de que evidenciar ante las masas y las fuerzas del adversario la jus-
los gobiernos dependen socialmente de la colaboración y la ticia de las propias posturas. Por tanto resulta fundamental
“obediencia ciega anticipada a la autoridad, para ejercer toda plantearse en las acciones, la necesidad de que éstas acumulen
orden de castigo que ésta nos demande” (Marín, 1995: 25- fuerza moral, el uso que se haga de las “armas morales” (Marín,
56),6 así como de la lealtad de las fuerzas armadas y la policía. 1995: 25-56) y de la “reserva moral” de la sociedad moviliza-
Por tanto, en esta forma de lucha, sobre todo socio-política da (Ameglio, 2011).
y político-militar, se trata de movilizar a la población civil La presión moral se conjuga con la física. Lo moral, ade-
—y, si es posible, a la militar, como por ejemplo en Filipinas, más, en su doble carácter, afecta la moral y tiene que ver con
Dinamarca, Polonia y Rusia— para que retire sus formas de temas morales; el argumento central se enuncia casi siempre
consenso apriorístico hacia la autoridad, y se vayan socavando en términos morales y es fundamental ganar públicamente
las fuentes de poder del adversario. Surge así el mandato y esa discusión.
tarea básica de una acción de resistencia civil y noviolencia:
“desobedecer toda orden inhumana que nos da la autoridad” Tres
(alas, 1999),7 una de las empresas más difíciles para nuestra Así, la lucha se plantea inicialmente en el terreno de la legiti-
especie,8 donde se nos domestica a todos desde el inicio de midad moral —viene antes que la legalidad institucional—9
nuestra vida familiar, escolar y social a tener como un valor y la acumulación allí también de fuerza material: cuerpos y
central la obediencia ciega a la autoridad. “Las relaciones de espacios físicos que desobedezcan lo inhumano y realicen muy
poder son también relaciones de resistencia”, y las formas diversas formas de interposición y objeción noviolentas, la resis-
de dominación necesitan permanentemente “esfuerzos de tencia civil noviolenta consiste en el arte de la interposición
consolidación, perpetuación y adaptación” (Scott, 2000: 71), de cuerpos —generalmente en la mayor escala posible— dis-
tribuidos en el tiempo y el espacio, en relación con los que el
adversario distribuya en el territorio donde se lucha.
Al respecto, un punto central es la relación entre el fin y
6 El mismo autor señala que “una moral de la autonomía se forja los medios,10 que también depende mucho de la experiencia
cuando se comprende, y se aprende, que hay que desobedecer histórica con que se cuenta. Los medios son ya un fin en sí
toda orden de inhumanidad” (Marín, 1996: 24-25). Thoreau y mismos que deben ir en plena concordancia con los fines, y
Gandhi fueron dos de los mayores maestros en este arte, en lo
individual y colectivo. La Boétie, tres siglos antes, ya postulaba:
por más que uno esté totalmente convencido de sus argumen-
“Resolveos a no obedecer y seréis libres” (Randle, 1994: 44). tos, no se tiene el derecho de imponerlos por la fuerza a los
otros. Con frecuencia lo que criticamos de nuestro adversario
7 Esta consigna intelectual y moral, impulsada desde hace mucho
tiempo por el Dr. Juan Carlos Marín, y plenamente identificada
lo reproducimos en nuestro propio bando; puede así estarse
con la noviolencia activa, se recupera también en la Declaración registrando el mayor triunfo del adversario sin tener noso-
Final del XXII Congreso de la ALAS (1999): “Postulamos así tros conciencia: luchar con la lógica y armas del adversario,
la urgencia de colaborar en la construcción de un juicio mo- lo que garantiza la derrota de nuestro propio bando. Es una
ral que haga posible la ruptura con las formas de obediencia
acrítica a la autoridad, haciendo observable y promoviendo la
desobediencia debida a toda orden de inhumanidad”. 9 Gandhi situaba la ley moral por encima de la jurídica, lo legí-
8 “La desobediencia es el último medio por el que se pone fin a timo por encima de lo legal. Decía que “se obedece a las leyes
una tensión […] reformula la relación entre sujeto y autoridad por la conciencia, no por temor a las sanciones” (Ameglio, 2002:
[… se crea un] carácter totalmente desconocido de la relación 155-156).
que (se) espera tras la ruptura [… es] un camino difícil que sólo 10 Decía Gandhi que “los medios son como la semilla y el fin
una minoría es capaz de seguir hasta su conclusión” (Milgram, como el árbol […] (entre ambos) hay una relación inescindi-
1980: 152-153). ble” (Gandhi, 1985: 114). Ampliar en López, 2006: 59-63.

r 468 Resistencia civil no violenta


de las primeras formas de penetración del otro, quien por lo una reflexión y discusión colectiva, con el fin de contar con
general se mueve en la lógica de la guerra. Aunque tampoco las adhesiones necesarias y la toma de conciencia acerca:
hay que descuidar el fin de la lucha, porque pueden practi-
carse acciones de resistencia civil por causas de injusticias. a) de los riesgos en la relación de fuerza con el ad-
versario.
Cuatro b) del valor de su legalidad o legitimidad social e his-
Ahondando en el punto anterior, es un factor clave para la tórica
resistencia civil el cómo sumar cuerpos y apoyo público a la causa, c) de las posibilidades de alcanzar los objetivos pro-
cómo traducirla a un lenguaje y a las necesidades comunes de puestos.
muchos más,11 cómo romper el cerco o el encierro en que mu-
chas veces el poder nos coloca como primera táctica, ya que Es fundamental analizar la conjunción de estos aspectos,
el dueño de la situación es el que cerca y no el cercado. La o, a veces, la forzada preeminencia de uno en la construcción
importancia estratégica de ganar aliados también al exterior de cualquier proceso de resistencia civil.
de nuestra lucha: en las partes del adversario, en las neutra-
les o en las no interesadas directamente en el problema; así Seis
como mantener con claridad y fuerza a los del propio bando. Como complemento para la planeación de las acciones, las
El desafío está entonces en cómo lograr que la población primeras coordenadas serán siempre espacio y tiempo: el aná-
instale de algún modo ese abuso de poder en su propia identidad lisis de la coyuntura, de los tiempos cortos hasta los largos, de
y se sienta al menos moralmente afectada para movilizarse. Bien los lugares donde más se evidencian públicamente las pro-
señalaba Hannah Arendt que “el más claro signo de des- testas y donde el cuerpo del adversario tiene un interés más
humanización no es la rabia ni la violencia sino la evidente directo o frágil, de la relación de las propias fuerzas materiales
ausencia de ambas. La rabia no es en absoluto una reacción y morales con respecto a las del adversario. Sería el principio
automática” (2008: 85). En el mismo sentido complementa- de realidad básico desde donde partir para distinguir tiempo,
ba Hessel al llamar especialmente a los jóvenes a no perder espacio y actores a quienes van dirigidas las acciones. En la
su “capacidad de indignarse y el compromiso que nace de variable temporal, existe una interacción entre los tiempos per-
ella” (2011). sonales-grupales propios, los tiempos sociales y los del adversario
Entran aquí aspectos de reflexión acerca de la incorpo- directo. La decisión del lugar donde realizar la acción táctica
ración a mi identidad de la identidad de los otros, de una es fundamental, y generalmente es uno de los aspectos más
mirada más amplia y compleja de lo que son mis intereses descuidados y abandonados a la rutina; se acaba por ir siempre
personales y familiares, del manejo del miedo y el impedir que al mismo lugar: las plazas, y no en cambio a los lugares donde
éste se convierta en aterrorizamiento. Hoy día, grandes por- viven, despachan y actúan los sujetos y sus familiares a presionar
ciones de la ciudadanía han sido colocadas en condiciones o tocar en su identidad, por tanto se hace mucho más difícil
de indefensión por aterrorizamiento gracias a toda una com- que ellos nos vean u oigan, que sientan una verdadera presión
pleja construcción social desde el aparato en el poder y su social. Así, la variable espacial está muy ligada a la de los su-
articulación con el mundo militarizado y del delito. Este jetos (u objetos) a quienes van dirigidas las acciones, pues de
encierro deriva precisamente en un proceso de “soldariza- esta elección, en la lógica geográfica que apuntábamos antes,
ción” (Marín, 2009: 61-74) de la población civil, colocada depende el lugar escogido para buscar la relación de fuerza.
entonces en una permanente “espera de órdenes” por parte
de la autoridad, como el soldado (Canetti, 1997: 299-329). Siete
En este sentido, un aspecto importante de la resistencia civil
Cinco está en la capacidad de tocar (presionar) al adversario en un
Pasando ahora al plano de la acción, dentro de una gran va- punto de interés o fragilidad moral y material centrales para
riedad resulta importante resaltar un rasgo básico al respecto: su identidad social. Esto va aunado a un intento de interlocu-
existen diferentes niveles e intensidades de acción —como ya ción hacia las partes más positivas del adversario, tratando que
planteamos al inicio de este texto—, sea en el propio bando él no coloque la lucha sólo en el plano de la violencia física,
o en el del adversario —ambas tienen una relación mutua y legalista e institucional, y confiando en que él también pueda
transversal—, algo que no siempre es obvio a primera vista, cambiar en sus posturas incorrectas. Se trata entonces de hu-
y la selección estratégica y táctica de las acciones pasa por manizar la lucha y desarmar al adversario, de construir juntos la
verdad,12 romper la etapa de los odios y pre-juicios. Por ello es tan
importante un buen conocimiento descriptivo y analítico de
11 Una de las mayores originalidades de Gandhi, por ejemplo en
la marcha de la sal (marzo-abril 1930), fue escoger un símbo-
lo fácil de entender para las masas (la sal como esencia de la 12 La autobiografía de Gandhi se llama precisamente Mis ex-
vida), claro en su representación de inhumanidad (monopolio periencias con la verdad (1983), porque para él “La verdad es
inglés) y con un objetivo posible de alcanzar por todos (hacer Dios”, y hablaba de “verdad con v minúscula” porque la otra
sal con sus manos). es inalcanzable.

Resistencia civil no violenta 469 r


quien tengo enfrente, conocerlo en toda su complejidad y en que involucra. Con todas sus fragilidades y carencias, des-
el proceso de constitución de sus distintas identidades, no por de su propia historia y cosmovisión reciente y ancestral,
estereotipos, con distintas formas de medición y comparación consideramos que en esas regiones del sureste mexicano
de su accionar, o sea, tener un claro principio de realidad en la realmente se está gestando un orden social constructivo lla-
lucha, sea del propio bando o del que se confronta. mado “autonomía” (impartición de justicia, salud, educación,
organización comunitaria y producción), que propone un
Ocho esquema de relaciones sociales y de producción en muchos
En la relación con el adversario, un principio de base que aspectos diferentes al capitalismo neoliberal, y que busca en
atraviesa la lógica de la acción noviolenta, es el del judo y gran medida construir espacios de igualación social y mayor
jujitsu político (Sharp, 1984). La aparente fuerza y errores pú- humanización. Ha sido una acción entre la no-cooperación y
blicos del adversario son usados en su contra, lo que exige la la desobediencia civil, realizada con una estrategia noviolenta
construcción pública y en los medios de rupturas intelectuales, central: ejercer una autoridad en un territorio que ya está libe-
epistémicas y morales en la gente (y si es posible en la autoridad), rado, o sea, hacer realidad algo que aun el orden legal oficial
donde a partir de las propias palabras o acciones esgrimidos no legaliza, ejercer el propio poder y autonomía corporal y
por el adversario queden al descubierto sus ilegalidades y social sin pedir permiso,13 con una rotación de poder en las Jun-
abusos. Se avanza así también en otro de los elementos cen- tas de Buen Gobierno, donde todos tienen una experiencia
trales de la resistencia civil noviolenta: desarmar al adversario. temporal directa de poder y representatividad, a partir del
“mandar obedeciendo”. Así, “la resistencia social noviolenta
Resistencia civil = autonomía se desenvuelve en el ámbito de la constitución de poderes
Gandhi concluía su Programa Constructivo de la India (1945) afianzados en la comunidad local y es radical en su negativa
afirmando que “La desobediencia civil es un estímulo para los a convertirse en poder central de dominación” (Useche et al.,
combatientes y un desafío para el adversario. Debería ser claro 2008: 336-354).
para el lector que la desobediencia civil en los términos de la La autonomía tiene entonces que ver con la lucha por
Independencia, sin la cooperación de las masas por medio la posibilidad de ser libres de las instituciones y la cultura
de un esfuerzo constructivo, es una pura y simple bravuco- hegemónica, por ser humanamente más uno mismo. Pero ¿au-
nada y peor que inútil” (2002b: 328). Vemos, por tanto, que tonomía de qué? En un encuentro de la Zezta en Oventic,
la resistencia civil noviolenta en su etapa más radical debe decían los comandantes sobre la autonomía: “‘es una for-
ir acompañada de una propuesta de orden social en conso- ma de tomarnos en cuenta entre nosotros mismos’ porque
nancia, que permita vislumbrar una alternativa real, si no se aquí ‘el gobierno es otro’. ‘No dependemos de los políticos.
caería en una simple provocación y choque, en que siempre Nosotros decidimos cómo queremos que trabajen nuestras
ganará el que detente la mayor fuerza material. La construc- comunidades.’ Y esto ‘no se parece al sistema de los capita-
ción de un orden social alternativo constituye también un listas neoliberales […], que [se] gobierne proponiendo y no
modo de acumulación de fuerza moral a la vez que material. imponiendo’” (Bellinghausen, 2006: s.p.). Agregaban que la
Hoy día en el mundo, si bien existen cada vez mayores autonomía: “la vivimos desde la casa, la comunidad y de ahí
espacios de protesta social, no existen muchos ejemplos de a toda la sociedad” (s.p.).
orden social alternativos al capitalismo neoliberal que nos Comentaba también Marcos al inaugurar el Encuentro de
atraviesa. Este es uno de los grandes límites con que chocan la Zezta Internazional en Oventic, el 1º de enero del 2007:
las protestas mundiales contra la globalización. Dichas ma- “En nuestra historia no caben el ‘yo’, ni el ‘tú’ ni el ‘él’, sólo
nifestaciones han cumplido muy bien varias de las etapas de cabe el ‘nosotros’, somos ‘nosotros’ para lo bueno y para lo
la lucha social: han logrado desnudar la verdad de la injusti- malo” (ezln, 2006-2007). Autonomía como dialéctica entre
cia y opresión social de las políticas neoliberales; han acumulado la autodignidad individual y colectiva de pueblo y comuni-
fuerza moral por lo legítimo de sus demandas, al grado que la dad; una no se logra sin la otra.
Organización Mundial de Comercio (omc) acepta dialogar
en foros paralelos con representantes de estas protestas; han La historia del ezln es la historia de una dignidad
cercado a los del poder económico mundial en los lugares precisos, que se hace colectiva, la dignidad que tenemos como
con una gran capacidad creativa, organizativa y valentía. Sin pueblos indios de México. Y la dignidad es el respeto
embargo, la suma de experiencias locales y de luchas puntua- a lo que somos y como somos, y el respeto a lo que son
les no constituyen mecánicamente por sí mismas un nuevo y como son los otros y otras. Nuestra historia como
orden social, aunque a veces sí son un embrión de él. ezln es la historia de una dignidad que lucha por
¿Dónde voltear entonces para explorar esas alternativas hacerse cada vez más colectiva, por hacer un nosotros
y tener así más fuerza en la resistencia civil? Pensamos que muy grande, tan grande que quepan todos los explota-
en mucho se puede voltear hacia el zapatismo en Chiapas,
allí se construye desde hace décadas la experiencia mundial
actual de resistencia civil noviolenta más compleja y radical
—de raíz—, por la magnitud del territorio y la población 13 Cf. “Palabras del Comandante David del CCRI-CG del
EZLN el 1 de enero de 2007” (ezln, 2006-2007).

r 470 Resistencia civil no violenta


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tendido que nuestras demandas no se pueden conseguir si Havel, Vaclav (1992), Selected Writings 1965-1990, New York: Vin-
no nos unimos con otros pueblos indios de México, si no tage Books Edition.
nos hacemos compañía con otras personas que no son in- Hessler, Donald (1995), Cristianismo y noviolencia. Entrevista,
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Resistencia civil no violenta 471 r


públicas relacionadas tanto con la calidad de vida como con
SALUD PÚBLICA la organización de los servicios de salud.
Milton Terris, en la última década del siglo pasado, plan-
Irene M. Parada tea las diferencias entre la salud pública y la medicina social,
Luz Arenas-Monreal la comunitaria y la preventiva. Refiere que las últimas tres
conforman una subdivisión de la disciplina médica y que la
salud pública incorpora a su quehacer la actividad guberna-
Definición mental y social a través de la multidisciplinariedad, abarcando
aspectos sociales (1992: 199).
La definición de salud pública fue emitida como tal hasta Por todo lo anterior, se puede definir la salud pública
1920 por Charles Edward Winslow. Esta definición estuvo como el saber reglamentado con contenidos ideológicos,
enfocada en la higiene y en la prevención de enfermedades científicos y tecnológicos, determinados por las condiciones
infecciosas, cuya responsabilidad correspondía a institucio- históricas de cada época y vinculada al Estado.
nes del Estado, las cuales ponían énfasis en un adecuado
saneamiento ambiental y en la organización de los servicios Historia, teoría y crítica
médicos para el diagnóstico temprano y el tratamiento (Te-
rris, 1992: 187). Milton Terris propone que esta definición Henry Sigerist señala que la historia de la salud pública se
de Winslow debe ser actualizada e incluir para los tiempos remonta a épocas muy antiguas de la humanidad, que los
actuales el “control de enfermedades infecciosas y no infec- primeros vestigios de la misma se encuentran en la higiene,
ciosas así como lesiones”, además, de integrar la rehabilitación la cual estuvo estrechamente vinculada a la religión y a las
al diagnóstico y tratamiento (187-188). tendencias sociales y filosóficas de cada época. En ese sen-
En épocas recientes, Julio Frenk señala que la salud pú- tido, Sigerist refiere que todas las viejas religiones exigían
blica tiene tres componentes fundamentales: a) nivel, b) a las personas “que entraban al templo, a la presencia de su
fenómenos sustantivos, y c) aplicaciones. En el caso del pri- dios, que estuvieran limpios” y se entendía que era limpieza
mero, menciona que la característica de pública no se refiere espiritual, pero que ésta debía venir acompañada por limpie-
a un conjunto de servicios de salud, sino a un nivel poblacio- za corporal y de la vestimenta (1974: 33). Este mismo autor
nal, que es el foco de acción de la salud pública. En cuanto menciona que el Levítico contiene reglas que regulaban la
a los fenómenos sustantivos, los divide en tres: 1) necesida- vida cotidiana del pueblo judío, las cuales están relacionadas
des de salud, 2) servicios para satisfacer las necesidades de con aspectos de higiene. Además incluye normas que se ase-
salud, y 3) recursos que se requieren para proporcionar los mejan a las actuales para la regulación de las enfermedades
servicios. Como aplicaciones de la salud pública considera contagiosas, tales como examen obligatorio, denuncia de los
investigación y acción. En ambas se requiere la confluencia casos y separación de los enfermos (21).
de las ciencias biológicas, sociales y de la conducta. Así, la Se menciona que una de las grandes contribuciones que
salud pública aborda la atención médica desde el diagnóstico, permanece hasta la actualidad es el pensamiento de los grie-
tratamiento y rehabilitación para el análisis organizacional gos sobre la higiene personal “mente sana en cuerpo sano”,
de los servicios (Frenk, 2003: 51-52). cuya motivación residía en un cuerpo bello y armonioso que,
La salud pública está sujeta hoy en día a los enfoques por consecuencia, efectuaba prácticas personales de higiene.
liberales y neoliberales impulsados por el capital internacio- La salud pública ha estado vinculada al Estado desde otras
nal y las agencias financieras, que difunden una particular épocas. Sigerist indica que el pueblo romano, en la época de
concepción de salud pública desde la perspectiva del mer- los reyes, con un gobierno fuerte, tuvo el mérito de haber
cado, las ganancias y los intereses inversionistas, y han dado desarrollado medidas de salud pública en la Antigüedad,
origen a las reformas sanitarias de las últimas décadas en creando en Roma acueductos para la distribución de agua
diversos países. Dichas aproximaciones teóricas consideran y cañerías para los desechos, así como disposiciones para el
la salud pública como una externalidad que, siendo imper- entierro de los muertos fuera de la ciudad, lo cual fue posible
fecta como mercancía, debe ser asumida por el Estado. La por decisiones tomadas desde el Estado (35).
salud pública se asume como una forma ocupacional indi- Para hablar del debate contemporáneo de la salud públi-
vidual desarrollada en el seno del sector público, sujeta a la ca, hay que considerar tres grandes acontecimientos a nivel
división del trabajo y a la oferta de la demanda, es por ello mundial: a) la Revolución francesa (1789), cuando el Estado
que los profesionales salubristas pueden concebirse como interviene en la formación de los profesionales médicos, así
responsables de la administración de los servicios médicos y como en la organización y control de los servicios de salud
usualmente vinculados al Estado como servidores públicos con la finalidad de tomar decisiones en epidemias y desastres,
(Gómez, 2002: 1-11). planteándolo como un derecho humano, b) la Revolución in-
Desde su quehacer, se vincula con el ejercicio de la profe- dustrial (aparición del proletariado), con el establecimiento
sión, la gestión de los servicios médicos estatales, de políticas de la asistencia social en Inglaterra (William Farr, 1848, 1a.
acta de salud pública), y c) que en Alemania (1860), la salubri-

s 472 Salud pública


Ss
dad, asistencia y seguridad social consolidan la salud pública concepción de la salud pública; a continuación se presentan
como un sector político-técnico del Estado que involucra ins- aportes de algunos de ellos a lo largo de la historia.
tituciones o comunidades en la toma de decisiones, así como Para 1790, Johann Peter Frank hace referencia a la nece-
intervenciones en el control del ambiente, construcciones y sidad de reformas sociales y económicas y no necesariamente
el establecimiento de procedimientos para el tratamiento de reformas sanitarias, tomándose lo anterior como punto de
enfermedades colectivas y el registro de datos administrativos partida del movimiento moderno de la medicina social ver-
(Rojo y García, 2000: 93). tido en su libro Sobre la miseria popular: madre de todas las
Entre 1830 y 1880 en Francia, Alemania e Inglaterra, a enfermedades. Señala que la prevención de la enfermedad ya
partir de la Revolución industrial y la reivindicación de la no debe ser un problema de unos cuantos individuos pri-
clase obrera, se incorporan en las agendas políticas temas vilegiados, sino de la colectividad. En el tratado de higiene
relativos a la salud para dar respuesta a las crisis sanitarias del pública sostiene que los factores sociales condicionan el es-
momento. Es a partir de ello que se postula que “la medicina tado de salud de la población (Sigerist, 1998: 66-81).
es política aplicada en el campo de la salud individual y que Rojo Pérez y García González plantean que Marx y
la política no es más que la aplicación de la medicina en el Engels indicaron que los factores sociales influyen sobre las
ámbito social, curando los males de la sociedad” (Almeida y causas de la enfermedad (distribución de la riqueza, acceso
Silva, 1999: 5). Paralelamente, en Estados Unidos e Inglaterra a bienes y servicios básicos), dejando de lado la visión indi-
se constituye el movimiento conocido como sanitarista con vidual de la salud (2000: 91-100).
un fundamento basado en la aplicación de la tecnología y los Louis Pasteur y Robert Koch (1870) fijan la plataforma
principios de organización en la aplicación de prácticas pro- de la primera revolución epidemiológica con el paradigma
filácticas (saneamiento, inmunización y control de vectores) del modelo médico unicausal, rector del pensamiento mé-
dirigidas a la población excluida y con más carencias. Más dico por un tiempo prolongado y de las estrategias de salud
tarde, con el paradigma microbiano de las ciencias básicas, pública (Sigerist, 1974: 130).
se redefine el movimiento sanitarista para modificar así las En Inglaterra, Edwin Chadwick (1840) plantea la
directrices de la teoría y la práctica de la salud pública en el hipótesis de que la salud depende de las condiciones socioe-
mundo occidental (10). conómicas y del saneamiento, y de que los poderes públicos
La salud pública ha presentado una dinámica histórica de centrales y locales deben actuar con la intención de evitar las
movimientos de reacomodo en sus prácticas, donde se articula enfermedades. Asimismo, impulsa el saneamiento ambiental
la sociedad y el Estado, definida por los avatares condiciona- como clave para el desarrollo de la salud pública, constituye
dos por las necesidades y los problemas de salud. De acuerdo grupos de médicos para la protección a la salud y promueve
con Foucault, el discurso y las bases doctrinales sobre la salud la atención de la madre y el niño (Gómez, 2002: 7).
que nacen a mediados del siglo xvii en Europa occidental Lemuel Shattuck (1850), en Estados Unidos, esboza
se basan en un proceso histórico de disciplinamiento de los una serie de propuestas dirigidas a la prevención ambiental
cuerpos y la constitución de intervenciones sobre los suje- en viviendas y ciudades, formación de recursos humanos en
tos por una parte; la higiene como un conjunto de normas enfermería, incorporación de la enseñanza de higiene en las
y preceptos aplicables en el ámbito individual circunscrito a escuelas de medicina e incorporación de la medicina preven-
la esfera moral (1963; 1979). Por otra parte, las propuestas tiva en la práctica médica, así como el control de alimentos,
políticas médicas asentadas en instancias jurídico-políticas análisis de estadísticas vitales y estudios de problemas priori-
establecidas por el Estado definen las leyes y reglamentos tarios. Esto trajo como consecuencia la creación de servicios
referentes a la salud en lo colectivo y como agente fiscaliza- de salud e higiene pública como un organismo estatal en el
dor en la aplicación social (Rosen, 1980: 77-141, 213-242). país (Gómez, 2002: 8). Después, con John Snow (1854), sur-
Es en los inicios del siglo xx, en Estados Unidos de Amé- gió uno de los instrumentales metodológicos indispensable
rica, con el informe Flexner, que se realiza una redefinición de la salud pública: la epidemiología (Cerda y Valdivia, 2007).
de la enseñanza y práctica médica, la cual se fundamenta Alfred Grotjahn, en Alemania (1911), consolidó la ela-
en el uso riguroso de los principios técnicos con énfasis en boración teórica de la medicina social haciendo énfasis en
el conocimiento experimental de base subindividual (en- que la enfermedad, desde el punto de vista social, se deter-
fermedades infecciosas). El modelo flexneriano refuerza la mina debido a la relación entre las condiciones del medio
separación entre individual y colectivo, privado y público, ambiente físico, económico y social. Para abordar las en-
biológico y social, curativo y preventivo (Rodriguez, 1979). fermedades desde este análisis, concreta la dimensión de la
Así es como surgen las escuelas modernas de salud pública, higiene social y funda la primera cátedra de esta disciplina
generalmente con financiamientos privados, que posterior- (Aldereguía, 1990: 150).
mente se institucionalizan como centros de formación de Con Nikolai Semashko, primer comisario de sanidad
sanitaristas y epidemiólogos (White, 1991). del gobierno de Lenin, se despliegan concepciones teóricas,
Durante el desarrollo de la salud pública diversos perso- metodológicas y organizativas de los servicios de salud y la
najes, tanto médicos como de otras áreas, han influido con salud de la población, que han tenido influencia universal
su pensamiento e ideas para clarificar o problematizar la hasta nuestros días (Aldereguía, 1990: 150).

Salud pública 473 s


Con los aportes presentados de estos pensadores, se epidemiológica que se sustenta en el cambio del perfil epi-
puede visualizar que la salud pública se mueve, por un lado, demiológico, el paso de las enfermedades infectocontagiosas
desde la perspectiva biológica fundamentada con los aportes y parasitarias a las crónicas degenerativas. Sin embargo, en
de la microbiología y el modelo unicausal de la enferme- muchos países subdesarrollados coexisten dentro de las
dad y, por el otro, están aquellos autores —como G. Rosen causas de morbilidad y mortalidad tanto enfermedades
(1980), H. Sigerist (1974) y más recientemente M. Terris infectocontagiosas como crónico-degenerativas. Los mo-
(1992), J. Breilh y, en México, A. Laurell—, que señalan que delos cientificistas parecen entrar en crisis, o por lo menos
las condiciones de vida y del ambiente son fundamentales empiezan a ser cuestionados en su validez y legitimidad. El
para la salud de la población. enfoque positivista-mecanicista comienza a mostrar signos
En los años cuarenta del siglo pasado, a raíz de las cri- de insuficiencia explicativa (Villasana, 2007).
sis de la década de los años veinte, se produce una reforma En los años ochenta, para América Latina, el debate en la
del sector salud en los modelos de la mayoría de los países salud pública se centra en una reorientación basada en pro-
europeos. Se proponen cambios en la enseñanza médica in- gramas focalizados con grupos de población vulnerable. El
corporándole un énfasis en la prevención y la apertura de los enfrentamiento de la pobreza, así como la privatización,
departamentos de medicina preventiva, que sustituye a las desregulación y la descentralización impulsada en diversos
cátedras de higiene. Es necesario mencionar que se enfatiza países por el Estado ha obedecido a las crisis económicas y a
el modelo biologicista con una concepción teórica, mecani- políticas ortodoxas de estabilización, lo que ha traído, como
cista y evolucionista. El proceso salud-enfermedad es visto en consecuencia, una reducción del gasto público y efectos con-
términos mercantiles, básicamente orientado a la medicina traproducentes en las políticas sociales y los sistemas estatales
curativa basada en la eliminación de los síntomas. de seguridad, lo cual se refleja con mayor énfasis en la sa-
A partir de los años cincuenta se introduce un modelo lud y la educación. Todo lo anterior ha sido impulsado por
de acción en la salud pública donde convergen la investiga- las agencias financieras que fomentan una lógica inherente
ción clínica, psicoanalítica y científico-social, lo cual tiene de una economía de mercado que sugiere que las reformas
como eje conductor la investigación biológica. Con el paso sociales son una condición indispensable para la eficiencia
del tiempo, este modelo se redujo a la práctica clínica exclu- económica y la estabilidad (bid y pnud, 1993: 6f ).
sivamente. Se reafirma en las décadas siguientes el modelo La salud pública ha estado vinculada de forma estrecha
etiológico con fundamento en la epidemiología y sostenido con el Estado. En algunos países, como Estados Unido, Co-
ahora por el factor de riesgo. Para proporcionar fortaleza en lombia y Paraguay, básicamente en los servicios preventivos,
este enfoque de riesgo se realizan investigaciones en series pero en otros, como Inglaterra, Canadá y Cuba, tanto en las
históricas de corta duración con énfasis en variables como el acciones preventivas como en la organización de los servi-
sexo, la edad y reduciendo las variables sociales. El modelo cios curativos y de rehabilitación. En ese sentido, Eduardo
predominante para este momento fue el preventivista, do- L. Menéndez plantea que la institucionalización de la salud
minado por la historia natural de la enfermedad que sostiene pública vinculada al Estado, en los países con modelos econó-
que ésta es un hecho natural, biológico, y al componente so- micos capitalistas, dificulta que se generen políticas públicas
cial sólo se le reconoce en lo teórico. Se amplió el objetivo que resuelvan las condiciones de vida de la población. Asi-
de la epidemiología y se incorporó la bioestadística, la cual mismo, refiere que en la medida en que la salud pública es
brindó elementos para el enfoque de riesgo de la enfermedad. parte del sector salud, se limita que se actúe con autonomía
Es entonces que a partir de la segunda mitad del siglo xx se técnico-científica, y se dificulta que se asuma determinacio-
presenta un despegue de las investigaciones retrospectivas y nes políticas (1992: 197).
prospectivas que van a aportar material para la interpretación
de la causalidad de las enfermedades. Ejemplo de ello es la Líneas de investigación y debate
causalidad que señala que el cáncer de pulmón está ligado al contemporáneo
tabaquismo (Pelcastre-Villafuerte, 2003: 37).
Los años setenta del siglo pasado se caracterizaron por Para finales del siglo pasado e inicios del nuevo milenio se
una crisis profunda en la salud pública debido a las limitacio- empieza a vislumbrar el agotamiento del paradigma científico
nes propias del modelo que predominaba en esos momentos. en la práctica de la salud pública, lo que ha abierto el deba-
En esta misma época surge en América Latina la epide- te. Los cambios vertiginosos que enfrentan las sociedades,
miología social, a partir de la cual se realizan fuertes críticas al los movimientos migratorios, el crecimiento de la dinámica
modelo económico capitalista en conjunto con las políticas de poblacional, el crecimiento desmedido de la tecnología y los
corte neoliberal, las cuales han tenido serios efectos sobre avances científicos presentan un escenario desafiante para
las condiciones de vida y en consecuencia, sobre el proceso los recursos tanto públicos como privados. Aunado a lo an-
salud-enfermedad de la población (Aldereguía, 1990: 150). terior, han aparecido problemas emergentes en el ámbito de
El debate de la salud pública a finales de los años setenta la salud, tales como la resistencia a los antimicrobianos, bio-
y en la década de los años ochenta se asentó en la tendencia terrorismo, violencia social, entre otros, los cuales se suman
de los países desarrollados, caracterizada por la transición a las enfermedades y fenómenos como el aumento de las

s 474 Salud pública


enfermedades crónico-degenerativas, padecimientos men- En los inicios del siglo xxi, los retos de la salud pública se
tales, enfermedades emergentes, ambientes tóxicos, mayor centran en el ámbito público-colectivo-social donde se pueda
cantidad de población sin acceso a los servicios de salud y incorporar efectivamente el complejo promoción-salud-enfer-
en pobreza extrema. medad-cuidado; todo esto mediante políticas saludables y a
Debido a esto, en el debate de la salud pública es imperan- través de una mejor y efectiva participación de la sociedad. Los
te analizar todos los aspectos que podrían estar relacionados retos se entienden como la transformación no sólo en la forma-
con el concepto de la salud. Con este fin se señala que la salud ción profesional, la producción del conocimiento, la renovación
debe mirarse como un bien público que debe fundamentarse conceptual y epistemológica, sino también en la producción y
en el Estado, siendo éste el actor principal en la promoción consumos de bienes y servicios, y en las formas de organización
y protección de la salud de la población. Es necesario con- del Estado y sus aparatos, en sus relaciones con la sociedad, la
siderar la salud desde un punto de vista poblacional y no a cultura y, por supuesto, los grupos sociales.
nivel individual, además de tomar en cuenta no sólo los ser-
vicios curativos que benefician a nivel individual, ya que este Bibliografía
enfoque se limita a las necesidades de los individuos enfer-
mos y no tiene en consideración las cuestiones relacionadas Almeida filho, Naomar y Jairnilson Silva (1999), “La crisis de la
con las disparidades en el acceso y calidad de los servicios salud pública y el movimiento de la salud colectiva en La-
preventivos, curativos y de rehabilitación (iom, 2001; Mc- tinoamérica”, Cuadernos Médicos Sociales, núm. 75, pp. 5-30.
Aldereguía Henriques, Jorge (1990), Problemas de higiene social y
Ginnis et al., 2002). Así, se hace necesaria una perspectiva
organización de salud pública, La Habana: Científico Técnica.
que comprenda toda una gama de aspectos que afectan la _____ (1995), “La medicina social y la salud pública ante los desa-
salud de las poblaciones; por ello es importante considerar los fíos del siglo xx”, Revista Cubana de Salud Pública, vol. 21,
determinantes de la salud, ya que son lo que en otras épocas núm. 2, pp. 1-18.
pensadores, como H. Sigerist (1974), llamaban condiciones bid y pnud: Banco Interamericano de Desarrollo y Programa de las
de vida, es decir, aspectos tales como la ocupación, educa- Naciones Unidas para el Desarrollo (1993), Reforma social
ción, vivienda, servicios públicos, alimentación, acceso a los y pobreza, Washington, New York: Banco Interamericano
servicios de salud e incluso las características del ambiente de Desarrollo y Programa de las Naciones Unidas para el
en el que se vive, trabaja y estudia. En la actualidad, dentro Desarrollo.
de los determinantes de la salud, se incluyen categorías tales Breilh, Jaime (2013), “La determinación social de la salud como
herramienta de transformación hacia una nueva salud pública
como el género, etnia y migración (oms, 2008: 3). Se señala (salud colectiva)”, Revista Facultad Nacional de Salud Pública,
que la salud pública dentro del enfoque de los determinan- Medellín, vol. 31, suplemento 1, pp. 13-27.
tes debe contribuir a disminuir las desigualdades sanitarias Cabieses, Báltica y Manuel A. Espinoza (2011), “La investigación
y aumentar la justicia social. traslacional y su aporte para la toma de decisiones en polí-
Las corrientes más recientes en el estudio de la salud pú- ticas de salud”, Revista Peruana de Medicina Experimental y
blica consideran tres realidades fundamentales: la primera es Salud Pública, vol. 28, núm. 2, pp. 288-297. Disponible en:
que el riesgo de enfermarse está concebido como un proceso <http://www.scielo.org.pe/scielo.php?script=sci_arttext&pi-
continuo en lugar de una dicotomía, es por ello que se reco- d=S172646342011000200017&lng=es&nrm=iso>.
Cerda L., Jaime y Gonzalo Valdivia C. (2007), “John Snow, la
nocen diferentes grados de riesgos en lugar de dos extremos
epidemia de cólera y el nacimiento de la epidemiología
(riesgo y no riesgo); la segunda es que las estrategias deben moderna”, Revista chilena de infectología, vol. 24, núm. 4,
centrarse en la modificación del riesgo para toda la población pp. 331-334.
y no sólo en individuos de alto riesgo (Rosen, 1980: 8-32), Foucault, Michel (1963), Naissance de la clinique: une archeologie
ya que éste mueve toda la distribución del riesgo a niveles du regard médical, Paris: Presses Universitaries de France.
más bajos para obtener ganancias máximas para toda la po- _____ (1979), Surveiller et punir, Paris: Gallimard.
blación; la tercera es que los riesgos de enfermarse de forma Frenk, Julio (1992), “La Nueva Salud Pública”, en La crisis de la salud
individual no deben considerarse aislados de los riesgos de pública: reflexiones para el debate, Washington: Organización
enfermarse del grupo social al que se pertenece. Panamericana de la Salud, pp. 75-93.
Otra línea de investigación para la salud pública surge _____ (2003), La salud de la población. Hacia una nueva salud pú-
blica, México: Fondo de Cultura Económica, Secretaría de
desde la teoría salutogénica de Antonovsky, la cual se contra- Educación Pública.
pone con el paradigma predominante del enfoque de riesgo Gómez, Rubén (2002), “La noción de ‘salud pública’: consecuencias
de la salud pública. Desde esta propuesta se consideran las de la polisemia”, Revista Facultad Nacional de Salud Pública,
fortalezas, recursos y capacidades de la población y se pro- Medellín, vol. 20, núm. 1, pp. 1-11.
pone que el Estado y sus instituciones desarrollen políticas iom: Institute of Medicine (2001), Crossing the Quality Chasm: A
públicas que potencien las capacidades positivas a nivel po- New Health System for the 21st Century, Washington: Na-
blacional (Morgan y Ziglio, 2007: 17-22). Para lo anterior se tional Academy Press.
requiere vincular estas políticas con los determinantes de la Iriart, Celia, Howard Waitzkin, Jaime Breilh, Alfredo Estrada
salud, porque de otra manera no se puede hablar de fortalecer y Emerson Elías Merhy (2002), “Medicina social latinoa-
mericana: aportes y desafíos”, Revista Panamericana de Salud
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Salud pública 475 s


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cionadas en la definición general de sistema— pueden ser
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White, K. (1991), Healing the Schism. Epidemiology, Medicine, and peso, la estatura, la edad o información derivada de respuestas a
the Public’s Health, New York: Springer Verlag. preguntas cerradas. Pero también pueden ser datos empíricos
intangibles, derivados de propiedades intrínsecas e implícitas
en los datos empíricos, como es el caso de los motivos, las
expectativas o los significados en hechos y acciones sociales,
ya en documentos o en las respuestas a preguntas abiertas
de una entrevista.
Al mismo tiempo, la organización de las estructuras y
de los procesos tiene explícita o implícitamente escalas de
valoración que pueden agruparse en términos de módulos y
subsistemas siempre orientados a un propósito, objetivo o fin
que le da sentido al sistema. Tanto el propósito como la orien-
tación del sistema dependen de la relación entre las variables

s 476 Sistemas sociales


de entrada y salida del mismo. De esta manera, se establece sociales, organizados en códigos de valor y estructuras ten-
que lo sistémico es una forma que adopta un modelo cons- dientes a mantener un equilibrio social dentro de un rango
tituido por los aspectos mencionados y que el concepto de de equilibrio homeostático en sus procesos institucionales,
sistema remite a una forma genérica de modelar un fenómeno comunitarios o societales. Resuelve los conflictos en el mar-
que puede ser aplicado a prácticamente cualquier universo co de dichas estructuras y códigos sociales, evitando todo
de datos, ya sea considerándolo como parcialidad —módulo cambio social fuera del rango establecido. El ejemplo más
o subsistema— o como totalidad —sistema—. ilustrativo es el sistema social parsoniano y, en cierta medi-
Los grandes retos en la construcción sistémica radican en da, los sistemas sociales propuestos por Vilfredo Pareto y
la definición de los límites entre subsistemas o entre los del Pitirim Sorokin.
sistema y su entorno o contexto, así como en la forma para Una concepción de sistema social que deriva de un siste-
llevar a cabo la actualización de sus estructuras y procesos de ma abierto lo define en términos de un conjunto de acciones,
organización. Estos retos cobran aún mayor significado cuan- hechos, comunicaciones o actividades y sus relaciones como
do son realizados en sistemas cerrados —mediante un agente interacciones entre grupos sociales, organizados en estructu-
externo— o cuando los realiza el mismo sistema, desde una ras y códigos de valor con posibilidades de ser transformados,
iniciativa propia, abierta a su entorno. Las distinciones sus- con el propósito de encontrar un nuevo rango de equilibrio
tantivas en la concepción de un sistema social se encuentran homeostático en sus procesos institucionales, comunitarios
fundamentalmente en las posibilidades de cambio en las es- o societales. Resuelve los conflictos sociales encontrando
tructuras y los procesos. Si permanecen prácticamente iguales nuevas formas de equilibrio permitiendo algunos cambios
dan pie a los sistemas cerrados, si tienen grados de transfor- sociales significativos fuera del rango establecido. Ejemplos
mación devienen como sistemas abiertos, y evidentemente ilustrativos son los sistemas sociales propuestos por Walter
existe una gran variedad de estados sistémicos intermedios. Buckley y por Niklas Luhmann.
En el primer caso, un sistema social se orienta a mantener Como se puede inferir, estas dos definiciones de sistema
un concepto de equilibrio estable, enfrentando con ello las social provienen en primera instancia de un trasplante del
causas del problema que evitan o inhiben el conflicto y cam- concepto de sistema en las ciencias físicas y naturales hacia las
bio social. Por otro lado, en la conceptualización de sistema ciencias sociales, especialmente a la sociología. Por ello, en el
abierto son posibles los cambios en el concepto de equilibrio apartado teórico se verán las concepciones de sistema abierto
y en consecuencia enfrenta el reto de encontrar y reformular y cerrado en las ciencias físicas y naturales, y las implicacio-
alternativas en la organización de sus códigos, estructuras y nes que han tenido en sus traslados a las ciencias sociales.
procesos ante el conflicto social. Un sistema cerrado permite A continuación se presenta una definición de sistema social
entradas y salidas de información pero no admite perturba- aún más próxima a una concepción sistémica actual que,
ciones del entorno. Un sistema abierto, además de las entradas bajo una perspectiva necesariamente multidisciplinaria de
y salidas, reconoce las perturbaciones que pueden modificar las ciencias sociales, está muy vinculada con los desarrollos
su organización interna y si tiene capacidad de resolverlas, las de la Teoría General de Sistemas y con las derivaciones ac-
lleva a cabo. Si el sistema acepta modificaciones internas, pro- tuales de esta teoría en las ciencias sociales, como es el caso
venientes del entorno —de otros sistemas—, se dice que está de la sociocibernética.
heterodeterminado, pero si dispone de una auto-organización Desde dicha perspectiva es posible definir que un sistema
para transformar sus propios códigos, estructuras y procesos, social es un conjunto de acciones, hechos, comunicaciones o
entonces asume una autodeterminación y mayores niveles actividades, y a sus relaciones como interacciones interdepen-
de autonomía. Un ejemplo típico de sistema físico cerrado dientes e interdefinibles entre grupos sociales, organizados
es el sistema solar o un reloj, un sistema natural abierto es la dentro de códigos, funciones, estructuras y procesos hete-
célula, y un sistema intermedio puede ser el sistema político rogéneos que de manera auto-organizada y auto-catalizada
considerado como un conjunto de principios, leyes, agentes e se transforman. Ello con el propósito de encontrar mejores
instituciones organizadas dentro de códigos, comportamien- grados de acoplamiento estructural que eviten fuertes des-
tos y valores que tienen el propósito de coordinar procesos equilibrios derivados de procesos emergentes no deseables
de decisión asociados a una política de Estado y al control entre los subsistemas y propicien nuevos equilibrios para re-
en el poder de decisión. En la medida en que los códigos solver sus conflictos con sus propios procesos institucionales,
de decisión se transformen mediante el ejercicio de la juris- comunitarios o societales. Esta cuarta definición de sistema
prudencia, el sistema actualiza las estructuras en sus leyes y social, basada en algunos conceptos de sistemas comple-
puede ser considerado como abierto. jos que más adelante se describen, debe tomarse como una
A partir de estas dos grandes clasificaciones de los sis- aproximación permanente a un modelo evolutivo de com-
temas —abiertos y cerrados—, se pueden definir dos tipos portamiento deseable entre los sistemas sociales. Para ello es
generales de sistemas sociales: una concepción de sistema necesario comprender cómo se integran las perspectivas de
social que deriva de un sistema cerrado lo define en térmi- las ciencias físicas, naturales y sociales en la Teoría General
nos de un conjunto de acciones, hechos, comunicaciones o de Sistemas y cómo a partir de esta teoría se ha desarrolla-
actividades y sus relaciones como interacciones entre grupos

Sistemas sociales 477 s


do un pensamiento sistémico que enfrenta lo complejo de a teóricos de las ciencias sociales que generan por analogía
la realidad social. desarrollos sistemáticos.
En esta concepción, lo sistemático se concibe como una
Historia, teoría y crítica propiedad que deriva de lo sistémico en un universo organi-
zado de acuerdo con un plan y estructuras jerárquicas fijas y
Vertientes del pensamiento sistémico en las ciencias sociales un objetivo central que permite efectuar operaciones de aná-
Se pueden distinguir cuatro grandes vertientes de desarrollo lisis y de síntesis de acuerdo con la forma de una estructura
del conocimiento para comprender el pensamiento sistémico de conceptos y valores que conducen a un fin inamovible. Es
que aplica al ámbito de lo social: una concepción —arraigada en varios profesionistas e inves-
tigadores de las ciencias sociales— que desconoce o ignora
• la vertiente de lo sistemático, derivado de la filosofía que proviene de un concepto de sistema estático, cerrado y
y las matemáticas, comete equívocos cuando asume que lo sistémico tiene dichas
• la vertiente de lo sistémico, derivado de las ciencias características con algún nivel de dinamismo elemental en la
físicas, organización y totalidad a que se hace referencia.
• la vertiente de lo sistémico, derivado de las ciencias
naturales, Lo sistémico en las ciencias sociales derivado de las ciencias físicas
• la vertiente de la Teoría General de Sistemas a los La vertiente sistémica en las ciencias físicas se consolida en el
sistemas complejos. desarrollo científico de la física y la química en los siglos xvii
a xix, asistidas por la geometría y diversas áreas de las mate-
Se incluye en esta sección una síntesis de las etapas y con- máticas. Su primer contacto oficial indirecto se establece en las
ceptos esenciales de la teoría de sistemas que van desde el ciencias sociales con Auguste Comte (1798-1857). De la siste-
surgimiento de la Teoría General de Sistemas a los sistemas matización de la física se derivaron las categorías de la estática
complejos. Con estos elementos será posible comprender el y la dinámica sociales, así como la concepción de una unidad
desarrollo actual de la concepción sistémica de la sociedad. de observación y sus propiedades con base en la analogía con
las unidades y propiedades físicas. Del modelo científico en la
Lo sistemático en la filosofía y las matemáticas física se derivó el modelo mecanicista en las ciencias sociales,
La concepción de lo sistemático en las ciencias sociales y trasplantando algunas formas de sistematicidad y de equilibrio
en las humanidades, incluyendo a la cultura y la filosofía, físico al dominio de lo social.
ha estado presente desde que se ha prestado atención a las La vertiente sistémica en las ciencias sociales tiene sus
formas de organizar cuerpos teóricos generados desde la primeras expresiones en Vilfredo Pareto (1848-1923) y de-
perspectiva de la filosofía y su vinculación con las matemáti- sarrollos mayores en Pitirim Sorokin (1889-1968) y Talcott
cas —especialmente con la geometría— y su relación con las Parsons (1902-1979). En los tres casos, el concepto de sis-
ciencias físicas. Dicha vertiente se basa en el establecimien- tema tiene diferentes grados de dinamismo en sus criterios
to de estructuras jerárquicas dentro de cuerpos teóricos que de organización aunque no se consideran como sistemas
dictan el desarrollo de procesos analíticos y especialmente abiertos. En todos los casos se deriva de esta organización
sintéticos. Constituyen lo que se ha denominado como sis- una concepción de equilibrio social que es mantenido por una
temas conceptuales. Los cuerpos teóricos de filósofos como concepción cíclica —en Pareto y Sorokin— o por un control
Aristóteles, Tomas de Aquino, Spinoza y Leibniz han con- homeostático —Parsons—, esto es, por un mantenimiento de
figurado organizaciones como una totalidad de pensamiento los límites superiores e inferiores en los códigos del sistema
que se integra como un sistema cerrado que no permite ajuste dentro de los cuales se llega a un equilibrio considerado como
alguno en sus estructuras y códigos, y sí permite referir a una deseable o preferido. En el caso de Pareto, los elementos del
totalidad integrada. El análisis de sus cuerpos teóricos mues- sistema están constituidos y organizados en tipos y clases
tra dicho pensamiento (Benítez y Robles, 1992). de intereses, conocimientos, residuos, derivaciones y élites
Por su organización remite a una forma de pensamien- como estados bio-psíquicos y fuerzas en la actividad social.
to sistemático, que puede ser tomada como referencia para Ofrece diversos argumentos para que el restablecimiento del
procesos de análisis y síntesis en otras áreas de conocimiento. equilibrio social surja de fuerzas cíclicas del sistema: por un
Esta vertiente tiene como referencia fundamental una or- lado, se presentan fuerzas exteriores impunes y esporádicas
ganización del pensamiento análoga a la estructuración del que propician el cambio y desequilibrio social y, por otro, las
cuerpo teórico de los Elementos de Euclides (365 a 325 a.C.) fuerzas de revulsión del sistema propician el restablecimiento
para definir estructuras jerárquicas con base en postulados, del equilibrio social.
principios y axiomas de los que se derivan e infieren teore- Un dinamismo cíclico en las etapas conduce finalmente a
mas, corolarios y demostraciones (Reza, 2001). En dicha obra un sistema cerrado que no implica al sistema la actualización
se definen no sólo los principios sino toda una sistematiza- de sus estructuras (Pareto, 1947; Timasheff, 2002: 202-210).
ción que sirve de referencia tanto a físicos y filósofos como En el caso de Sorokin, la unidad de observación es la inte-
racción entre dos o más agentes —como individuos o grupos

s 478 Sistemas sociales


sociales— en la que se incluye, entre otros, las acciones pa- con el propósito de mantener un equilibrio que posibilita
tentes y los estados de ánimo. Los niveles de organización el desarrollo y la adaptación del organismo en su entorno.
se circunscriben a las esferas de la personalidad, la sociedad Herbert Spencer (1820-1903) asume la perspectiva evo-
y la cultura, considerados a su vez como sistemas, e inclu- lucionista de corte lamarckiano para configurar su teoría
ye de manera sustantiva significados y valores como motivos social y asume la analogía entre el organismo biológico y el
de su interacción para formar unidades causales-funcionales organismo social de manera muy completa. El objetivo del
interdependientes dentro de una forma sistémica. La orga- sistema spenceriano estuvo anclado en el desarrollo de una ley
nización social responde a un concepto de equilibrio cíclico universal del devenir asociada a una ley cósmica de transfor-
en el que las sociedades se van transformando de una men- mación de la sociedad basada en la evolución orgánica. Los
talidad sensual a una ideacional o religiosa, pasando por una procesos de transformación de las estructuras siguen el paso
sociedad idealista. El cambio social lo explica mediante las de lo homogéneo y uniforme a lo heterogéneo y multiforme,
transformaciones cíclicas en dichas mentalidades (Timas- lo que significa progreso y una apuesta a la supervivencia del
heff, 2002: 293-300). más apto. Los elementos y las relaciones de partida los cons-
El caso de la concepción teórica de la sociedad de Parsons tituyen tres leyes que rigen a las entidades sociales: la ley de
es muy similar a la de Sorokin, ambos contemporáneos y la persistencia como causa última, la ley de la indestructibi-
siempre dentro de una controversia que favoreció al primero. lidad de la materia, y la de la continuidad del movimiento.
En ambos casos se trata de una gran teoría constituida por Suma a ellas principios de relación entre fuerzas de trans-
un suprasistema y varios sistemas o subsistemas sociales. En formación, equivalencia y ritmo entre ellas. La integración
el caso de Parsons, la unidad de observación parte del acto de estos componentes sistémicos es muy pretenciosa porque
unidad concebido ya como sistema de acción, a partir del cual incluye no sólo la sociología, sino a las demás disciplinas
elabora los componentes de la personalidad, de lo orgánico sociales y naturales. Admite sin mucha preocupación las di-
en él, de su sociabilidad y de la cultura, todos considerados ferencias entre las disciplinas y los organismos, así como la
como subsistemas dentro de un gran sistema de la sociedad. existencia de perturbaciones externas al sistema original. El
La organización e interacción de estos subsistemas se logra concepto de equilibrio se deriva de la tendencia a conservar las
a partir de la relación entre un conjunto de ocho variables leyes fundamentales y a evitar las perturbaciones del sistema
patrón y cuatro funciones paradigmáticas orientadas a man- (Timasheff, 2002: 49-60).
tener un equilibrio social. Se trata evidentemente de una Las propuestas que hemos sintetizado han sido elabora-
forma cerrada de sistema. das a partir de una concepción sistémica asumida como un
modelo para la organización de universos de datos y de sus
Lo sistémico en las ciencias sociales derivado de las ciencias naturales funciones en las estructuras y procesos dentro de un equili-
Una segunda concepción sistémica en las ciencias socia- brio que había de ser mantenido. El uso de la computadora
les y en las humanidades ha estado presente a partir de su no era posible dado que el desarrollo de la teoría y construc-
vinculación con las ciencias naturales en su indagación por ción de sistemas computacionales se estaba cerniendo hasta
la naturaleza del cuerpo humano. Dicha vinculación está mediados del siglo xx. Fue hasta los años ochenta que se
fundamentada por la analogía entre la organización de un iniciaron las propuestas para construir sistemas que enfren-
organismo basado en funciones fisiológicas y una organiza- taran los retos del dominio de lo social, bajo una propuesta
ción funcional en los agentes sociales. Se hace explícita una de sistema abierto.
organización orientada a las funciones que desempeñan los
componentes sociales, los cuales explican la fisiología de la De la Teoría General de Sistemas a los sistemas complejos
sociedad como un todo que permite hacer más comprensi- Es a partir del desarrollo de la teoría de sistemas en la se-
ble una totalidad compleja como organismo, como sistema. gunda parte del siglo xx que se inicia la integración de las
Esta perspectiva cobró un impulso importante a mediados perspectivas de las ciencias físicas y naturales, y se hace
del siglo xix a través del evolucionismo. Este movimiento posible una nueva comprensión y aplicación de las propues-
tuvo dos grandes propuestas: la lamarckiana, orientada a un tas sistémicas en las ciencias sociales, especialmente en la
desarrollo evolutivo regido por un principio de maximización sociología. El desarrollo de dicha teoría es de tipo multidi-
y perfección de cualidades, y la darwiniana, orientada al desa- mensional y multidisciplinario, por tanto, la comprensión
rrollo evolutivo gestado a partir de la conjunción de la historia de los sistemas actuales necesariamente exige una aproxi-
o génesis del organismo y de las condiciones ambientales de mación cada vez mayor del conocimiento de las disciplinas
su existencia. La concepción sistémica del organismo no se de las ciencias físicas y naturales que se han vinculado entre
hizo explícita en las propuestas evolucionistas, pero se con- sí para consolidar un pensamiento sistémico que enfrenta lo
figuró implícitamente como tal a partir de un conjunto de complejo del fenómeno social.
elementos y relaciones —partes del cuerpo humano— que La historia de los sistemas computacionales se gesta a
se organizan en códigos, estructuras y procesos —códigos fí- principios de los años cincuenta y nace de la conjunción del
sicos y morales, estructuras óseas y musculares— que operan diseño electrónico de dispositivos asociados a operaciones
dentro de procesos constituidos por funciones fisiológicas lógicas. Con estos dispositivos fue posible dar inicio al desa-

Sistemas sociales 479 s


rrollo propiamente de las computadoras, consideradas como ojo, hacia las diversas zonas del cerebro. También se formulan
mecanismos electrónicos para efectuar cálculos aritméticos los primeros modelos para el desarrollo de conceptos como
y de la cibernética en 1948. Esta disciplina estuvo orienta- auto-organización y la adaptación en los sistemas computa-
da al estudio de las comunicaciones entre las partes de una cionales (Lilienfeld, 2000; Reza, 2001).
máquina y al control de su operación con base en la analogía Una segunda inquietud dentro de las industrias que utili-
con el comportamiento de animales. El aporte central de la zan los dispositivos computacionales como una herramienta
cibernética fue el concepto de retroalimentación, operación básica de producción y control de procesos se orientó a la
que consiste en volver a considerar en el proceso del sistema solución de problemas que no tenían solución aparente, y
resultados previamente generados por éste, de tal manera presentaban planteamientos poco claros con múltiples po-
que el sistema puede comparar algo que hizo con lo que sibilidades de solución. De ella surgió, en 1981, una nueva
está haciendo y corregir o mantener su rumbo, su objetivo. perspectiva identificada como sistemas suaves. Esta línea de
Este concepto, aunado a su versión electrónica en una desarrollo de sistemas es liderada por el ingeniero químico
computadora, permitió el modelado de un comportamiento Peter Checkland (n.1930) y propone una metodología para
homeostático y con ello el control de la operación de pro- el análisis y diseño de sistemas que enfrenta la industria en
cesos. De manera paralela, en los años cuarenta el biólogo su conjunto, esto es, en su aspecto técnico y en su aspecto
Ludwig von Bertalanffy (1901-1972) desarrolló una Teoría social. La metodología se basa en la construcción de diagra-
General de Sistemas. Esta propuesta integradora de los co- mas conceptuales e ilustrativos de todos los componentes del
nocimientos sistémicos con base en una serie de conceptos sistema —incluyendo los actores, las intenciones y las con-
de la biología, las matemáticas y algunos temas de las cien- diciones del entorno— para compararlos con los esquemas
cias sociales, no fue comprendida en su momento —fines de formales de éste, así como hacer explícitas las suposiciones y
los años cuarenta— y sólo hasta finales de los años sesenta consideraciones del problema desde todos los ángulos posi-
(1968) resurgió como una teoría que propició el desarrollo bles (Checkland, 2000).
multidisciplinario de los sistemas.
Uno de sus conceptos centrales es el isomorfismo, que viene Pensamiento sistémico en las ciencias sociales
a ser como un común denominador en los comportamien- Es en este marco de desarrollo multidisciplinario que a par-
tos de los sistemas y que permite hacer análisis e inferencias tir de la primera cibernética y su vinculación y acoplamiento
entre dominios diferentes. Más adelante, a mediados de los con las matemáticas, la física, la biología y la computación, se
años cincuenta, se inicia el desarrollo de sistemas que emu- ha ido conformando una nueva perspectiva sistémica en las
larán una inteligencia artificial con algunas características ciencias sociales. Con ello ha sido posible el surgimiento de
que se aproximan al análisis e inferencia humana. En los una teoría de sistemas necesariamente interdisciplinaria en su
años setenta surgen los sistemas expertos y en los ochenta, quehacer, dado que además de tomar en cuenta las materias
la computación suave (Zadeh, 1994), los cuales se aproxi- mencionadas, incorpora las disciplinas implicadas en el pro-
man aún más a las formas de razonamiento del hombre e blema que se desea analizar, comprender y ofrecer soluciones
incluso logran modelar procesos de inferencia muy podero- posibles. El carácter interdisciplinario no trata de unir múl-
sos y rápidos. Esta vertiente de desarrollo de los sistemas da tiples disciplinas para apoyar o resolver desde una disciplina
pie a lo que se ha denominado como sistemas inteligentes, —que establece el objeto de estudio y la metodología— lo
sistemas adaptativos o sistemas complejos. Desde entonces que la otra no puede resolver, sino formular conjuntamen-
no ha cesado de encontrar hallazgos que en su conjunto van te dicho objeto y metodología a partir de la conjugación de
delimitando nuevas formas de abordar lo complejo en las conceptos y lenguajes comunes entre las diversas disciplinas.
ciencias físicas, naturales y sociales. Como se ha referido, el pensamiento sistémico antes de
Uno de los aportes más significativos en la vertiente re- la Teoría General de Sistemas está presente como una con-
flexiva dentro del desarrollo de la inteligencia artificial fue ceptualización que permite modelar los fenómenos sociales
la cibernética de segundo orden o cibernética de la ciber- con base en sistemas cerrados en Pareto, Sorokin y Parsons.
nética, propuesta en 1970 por el físico Heinz von Foerster Es a partir de la asimilación de la Teoría General de Sistemas
(1911-2002) (1996). La cibernética de segundo orden hace que son posibles sistemas abiertos en los cuerpos teóricos,
explícita la manera de concebir reflexividad en un agente como el caso de Walter Buckley (1922-2006), que junto con
inteligente con base en la vinculación de la epistemología las propuestas sistémicas del físico Heinz von Foerster, se
constructivista propuesta por el mismo Von Foerster (1966; involucró en el desarrollo de una perspectiva sistémica que
1973), además del uso de los conceptos cibernéticos y de incluyera la auto-organización y adaptabilidad orientada a
computación.1 Con estos elementos se hacen posibles las la transformación de las propias estructuras y procesos en
aproximaciones sistémicas para modelar una forma factible los sistemas sociales. De aquí surge una nueva propuesta de
del trayecto de la información recibida por un sensor como el carácter general, como una teoría de sistemas sociales estable-
cida por Niklas Luhmann (1927-1998), y se hacen posibles
alternativas de implementación y desarrollo, como es el caso
1 Una perspectiva complementaria sobre estos conceptos está
en Heylighen y Joslyn, 2001.

s 480 Sistemas sociales


de la sociocibernética,2 considerada como una de las propues- los actores y las interacciones entre los tres subsistemas refe-
tas sistémicas más avanzada en la sociología. ridos bajo la operación de un orden normativo que justifica
En esta sección se presentan los principales conceptos el empleo del poder.
de las teorías sociales de Parsons, Buckley y Luhmann a Los cuatro subsistemas están interpenetrados, esto es,
la luz de una perspectiva sistémica que toma en cuenta los las acciones en uno tienen vinculación con las acciones de
principios de la Teoría General de Sistemas, especialmente otros, siendo los segundos ambientes del primero y vicever-
en los dos últimos. sa. Parsons enmarca estos cuatro subsistemas dentro de dos
subsistemas más: el inferior, constituido por el ambiente fí-
Visión sistémica en Parsons sico u orgánico y no conductual de la sociedad desde donde
La semilla germinal sistémica en el acto unidad —como se determinan las funciones biológicas y se establece una
unidad de los sistemas de acción—- de Parsons (1968, ca- jerarquía de factores de condicionamiento hacia los subsis-
pítulo II) incorpora explícitamente las condiciones iniciales temas superiores, y el superior, que tiene un nivel de realidad
o entradas al sistema —–en la selección o elección de los última de ideas como representaciones simbólicas con pro-
motivos y expectativas— y las salidas —en los fines y en las blemas de significado. De este subsistema se establece una
gratificaciones o penalizaciones—. La transformación de jerarquía de control cibernético hacia los subsistemas infe-
estos componentes, propios de una mirada sociológica, los riores. Hasta aquí una primera conceptualización sistémica
relaciona dentro de una estructuración de los tipos de acción de la sociedad con base en una teoría sobre los sistemas de
racional, catéctica y valorativa asociada a objetos físicos, cul- acción basados en el acto unidad, en la dinámica de la doble
turales y sociales como individuos o colectividades, y a un contingencia entre ego y alter, y en la conjugación de los seis
conjunto de medios para lograr sus propósitos. A su vez, la subsistemas referidos.
acción se encuentra en un medio físico y en uno biológico y Más adelante, Parsons desarrolla una nueva conceptua-
con elementos de azar y condiciones sin control del entorno lización para organizar y reestructurar las posibilidades de
pero dentro de un marco de referencia tanto subjetivo, en análisis de dichos subsistemas estableciendo un nuevo ni-
los actores de la acción, como objetivo, en el investigador. vel categórico a partir de un conjunto de variables patrón y
Además, Parsons propone una expresión matemática para de cuatro funciones paradigmáticas. Con ellas le es posible
observar a la acción como una función compleja susceptible establecer un marco teórico para el análisis del equilibrio
de ser analizada. Incluye un nuevo nivel de agregación sisté- social (Parsons, Bales R. y Shils, 1968: 197 ss.); mediante
mica al establecer una unidad más grande —un nuevo tipo las variables patrón, diferencia orientaciones de las acciones
de subsistema— constituida por el estatus y el rol de un actor entre el actor y los objetos de su acción, y para distinguir
social, sea individuo, grupo o institución, a partir de la cual modalidades establece formas de relación entre agentes y
se podrán hacer estimaciones de categorías superiores en su objetos sociales. Estas variables se asumen como una forma
sistema (Parsons, 1968). de complementariedad de conceptos: “difusividad/especi-
A partir del acto unidad considerado como sistema de ficidad” y “afectividad/neutralidad” como orientaciones y
acción,3 Parsons desprende patrones de conducta y códigos “universalismo/particularismo” y “cualidad/desempeño” para
culturales mediante los cuales se constituye el subsistema de las modalidades.
la personalidad como parte de su concepción sistémica. De Por otro lado, desprende las funciones paradigmáticas
las intensiones en la acción deriva un nivel simbólico que evo- —conocidas como modelo agil— a partir del análisis sobre
luciona hacia el subsistema cultural. Del sentido deseado de las funciones esenciales de los cuatro subsistemas centrales
los actores y de la fisiología individual se deriva el subsistema de su modelo general. Del subsistema orgánico desprende
orgánico y, finalmente, el subsistema de integración social lo la función de adaptación del sistema a las condiciones del
genera a partir de las interacciones entre los agentes, ya como ambiente físico; del subsistema cultural desprende el mante-
ego o como alter, dentro de procesos de doble contingencia, que nimiento de códigos en el sistema de los patrones de control;
vienen a ser un nuevo nivel relación para concebir la interacción del subsistema de la personalidad desprende el alcance de las
social entre dos sistemas de acción unitarios. Incluye también metas del sistema, y del sistema de integración social des-
las necesidades de organización y de solución a conflictos entre prende las formas de integración interna de todo el sistema.
Finalmente, Parsons establece una correspondencia en-
tre las variables patrón y las funciones paradigmáticas de tal
2 Una visión de la historia del grupo de investigación que desa- manera que genera dieciséis combinaciones factibles que le
rrolla esta área de la multidisciplina en torno a la sociología, permiten categorizar acciones orientadas y evaluadas ha-
ver Scott, 2003 y Marcuello-Servós, 2006. cia una estabilidad y uniformidad del sistema social. Dicha
3 Enfatizamos la potencialidad de la definición sistémica del evaluación está dirigida al análisis del sistema social en su
acto unidad y de la acción social de Parsons para desprender conjunto. Se puede concluir diciendo que la concepción del
de ahí, con una perspectiva sistémica, la constitución de los fenómeno social en Parsons queda consolidada como un gran
subsistemas que integran el gran sistema de la sociedad. Estos sistema teórico de difícil implementación, pero dentro de
conceptos los presenta Parsons en varias fuentes y, en este caso, una amplia conceptualización como sistema. Su gran logro
provienen de Parsons, 1974: 15-50.

Sistemas sociales 481 s


es haber integrado elementos de un cuerpo teórico sólido y una menor medida a otros niveles inferiores y señala que “no
consecuente con una tradición sociológica europea dentro existirán discontinuidades bruscas”, pero se incomoda por el
de una organización y dimensión cibernética, matemática uso del prefijo “auto”, que puede ser engañoso para dichos
y de teoría de sistemas que no se había hecho con anterio- sistemas. En su lugar propone los términos morfostasis y
ridad, salvo de manera semejante por Sorokin. morfogénesis. El primero refiere a procesos de intercambio
complejo entre el sistema y el ambiente y tiende a preservar
La sociedad como sistema adaptativo complejo en Buckley y mantener una forma, una organización o un estado del sis-
Para Buckley, un sistema es un complejo de elementos o com- tema. Los procesos homeostáticos y el rito en los procesos
ponentes relacionados directa e indirectamente dentro de una socioculturales son ejemplos de morfostasis. El segundo re-
red causal, de tal manera que al menos algunos componentes fiere a los procesos de transformación de las estructuras del
están relacionados con otros de forma más o menos estable sistema por el sistema mismo (Buckley, 1993: 95).
en cualquier momento. Las interacciones pueden ser mutuas De esta manera, los sistemas adaptativos complejos4 son
o unidireccionales, lineales, no lineales o intermitentes y con sistemas necesariamente abiertos con flujos de energía del
varios grados de eficiencia causal o de prioridad. Los tipos entorno al sistema y del sistema al entorno con ciclos rea-
en ellas constituyen una estructura particular en la dinámica les de retroalimentación que permiten la autorregulación, la
del sistema. Por un lado, componentes de la estructura del autodirección y la adaptación a un entorno cambiante, de tal
sistema se encuentran en permanente cambio y constitu- manera que el sistema puede cambiar o modificar su estruc-
yen una propiedad del sistema y no una característica de su tura como condición de supervivencia. Buckley sostiene que
adaptabilidad. Pero al mismo tiempo la condición necesaria de los sistemas socioculturales son del tipo descrito y requieren
un sistema adaptativo es la persistencia de la estructura, cuya para su análisis de un modelo teórico o perspectiva construi-
continuidad es una función compleja del estado interno del da sobre la base de las características descritas. Pueden tener
sistema, del estado de los aspectos relevantes del entorno y amplios cambios de fluctuación para cambiar significativa-
de la naturaleza del intercambio entre el sistema y el entor- mente la naturaleza de sus componentes. Evidentemente,
no (Buckley, 1969). ellos deciden su nivel de estabilidad (Buckley, 1969).
Buckley percibe con claridad que no puede formularse una
división neta entre las cosas que son y las que no son sistemas, La integración disciplinaria en Luhmann
sino que es necesario reconocer diversos grados de sistemati- El gran aporte de la propuesta luhmanniana es la integración
cidad. Afirma que todas las sustancias y entidades estudiadas de varias disciplinas dentro de un cuerpo teórico de la socio-
por las diferentes disciplinas científicas, desde las partículas logía y, consecuentemente, la vinculación de la sociología en
nucleares, átomos, moléculas, células, órganos, organismos, la convergencia teórica de las ciencias y en las potencialidades
comunidades ecológicas, sociedades, tienen grados de enti- tecnológicas de nuestro tiempo. Su propuesta se enriquece
tividad y representan a su vez sistemas particulares —grados especialmente de la teoría de la autopoiesis de Humberto Ma-
de sistematicidad— cuyas características o propiedades res- turana y Francisco Varela (1999), de la cibernética de segundo
ponden a una organización particular de sus componentes. orden y consecuentemente, del constructivismo de Heinz von
En consecuencia, distingue diferentes grados de organización Foerster, y de la teoría las leyes de la forma de Spencer Brown,
y considera que cuando se crea o se destruye una entidad, entre otras. Es a todas luces una propuesta multidisciplinaria
surge o desaparece una organización. orientada a la necesidad de incorporar en la sociología las
Es la organización de elementos lo que permite la exis- perspectivas de otras disciplinas sobre la mirada reflexiva a
tencia de los sistemas (Buckley, 1993: 71-72). Ante el reto sus objetos de estudio. Su teoría toma en cuenta el análisis y
de definir la naturaleza de lo social, sintetiza su postura en la crítica a la perspectiva sistémica de la teoría de Parsons. Su
la idea de que el individuo es realmente social y la sociedad, propuesta es radical para la tradición sociológica que descansa
verdaderamente psíquica. Disuelve la dicotomía individuo y en la diferencia entre sujeto y objeto, así como la crítica a un
sociedad, considerándolos no como discretos, sino como sis- conglomerado de ontologías en torno al sujeto. Su punto de
temas continuos en ella. A medida que los sistemas abiertos partida ya no es la unidad, es la diferencia que se aplica como
cobran mayor complejidad, se desarrollan en ellos procesos operación de un observador cognoscente —constructor—, no
mediadores de complejidad también creciente, que se in- de un sujeto omnipresente.
terponen entre las fuerzas externas —del entorno— y la Así, la sociedad o el mundo no son conceptos unitarios,
conducta. Buckley distingue tres operaciones básicas: adap- sino conceptos concebidos como una primera diferencia
tar en forma temporal el sistema a las contingencias externas
(auto-regulación); dirigir el sistema hacia ambientes más 4 Es importante diferenciar la propuesta de los sistemas adaptati-
armónicos con él (auto-dirección), y reorganizar permanen- vos complejos de Buckley de los sistemas complejos adaptables
temente aspectos del sistema mismo para enfrentar, quizá con de John Holland (2004). Ambos comparten principios seme-
mayor eficacia, el ambiente (auto-organización). jantes de adaptabilidad pero difieren en su conceptualización,
Precisa que en su cabal sentido, estas operaciones se rea- uno como sociólogo y estudioso de los sistemas y el otro como
lizan sólo a nivel humano. Sin embargo, también aplican en psicólogo, ingeniero electrónico y en computación, respecto al
ámbito social.

s 482 Sistemas sociales


constitutiva: sistema/entorno. De esta manera, Luhmann parte cerradura de sus operaciones para llevar a cabo la autorrefe-
de un concepto de sistema que no puede estar desligado del rencia y con ello la diferencia del sistema con el entorno. La
concepto de entorno, por ello lo habremos de denominar clausura operacional permitirá entonces que los sistemas sólo
permanentemente sistema/entorno. Este concepto implica un se puedan referir a sí mismos en la construcción de sus ele-
“cambio de paradigma en la teoría de sistemas” y parte de la mentos y operaciones elementales y fundamentales, y con ello
primera aplicación de su principio epistémico sobre la dife- conformar una unidad. No debe confundirse esta clausura con
rencia como punto de partida.5 Para Luhmann, los sistemas el carácter cerrado de un sistema. El sistema luhmanniano
“existen” y “[...] para un observador, un sistema es sistema está abierto al flujo de energía con el entorno y a sus pertur-
sólo si por medio de sus propias operaciones el sistema se baciones —ortogonalmente consideradas—, pero clausurado
vuelve a sí mismo sistema” (Luhmann, 1998: 14). La socie- a las informaciones que se gestan en el marco de su propio
dad es considerada, entonces, como un sistema/entorno cuyos dominio operacional. El acoplamiento estructural permite a
elementos/relaciones esenciales son las comunicaciones. En los sistemas que la energía del entorno, como información,
el entorno están otros sistemas: máquinas, organismos o con quien se ha acoplado el sistema, pueda ser dispuesta por
los sistemas psíquicos —entiéndase las personas—, cuyos los elementos/relaciones que conforman la clausura opera-
elementos/relaciones esenciales están en el dominio de la cional del sistema y por la organización que deben tener para
conciencia. permitir la auto-organización. “A través del acoplamiento
En el sistema de la sociedad, cada uno de los subsistemas estructural un sistema puede empalmarse a sistemas alta-
societales (religión, ciencia, educación…) tiene su propio có- mente complejos del entorno” (Luhmann, 1992: 55) Para
digo directriz (bien/mal, verdadero/falso, saber/no saber…) lograr este empalme debe “utilizar la complejidad ordenada
y está acoplado estructuralmente a los demás subsistemas. a la medida de las propias posibilidades de operación, lo cual
No obstante, entre el sistema de la sociedad y los sistemas en las sociedades significa lingüísticamente” (2007: 78-79).
psíquicos la relación es más intensa; Luhmann la pone en Conceptualmente, el modelo luhmanniano de sistema
términos de interpenetración de sistemas, y con ello se “per- tiene los componentes sistémicos de una célula modelada
tenecen recíprocamente uno al entorno del otro”, “ambos por la propuesta de Maturana y Varela (1999): un núcleo en
sistemas se posibilitan mutuamente uno al otro su propia donde se encuentran los elementos/relaciones de la clausura
complejidad preconstituida” (1998: 201). Por otro lado, el giro operacional, en cuyo alrededor, en el citoplasma, se encuen-
paradigmático de la propuesta luhmanniana queda centrado tra un conjunto de elementos —vacuolas, aparato de Golgi,
en tres aspectos (34): del interés por el diseño y el control etcétera…— que organizan el sistema y que están delimi-
(del sistema como conjunto de elementos/relaciones que se tados por una membrana, acoplada estructuralmente con el
auto-producen como interacciones, organizaciones o siste- entorno. Esta concepción está además concebida bajo un
mas societales) se pasa al interés por la autonomía y por una lenguaje epistemológico y cibernético que ofrece muchos
mayor “sensibilidad ante el entorno”; de “la planeación” de elementos de comprensión del sistema societal a muchos
una “evolución fincada en la estabilidad estructurada se pasa investigadores de muy diversas disciplinas. Evidentemente,
a una estabilidad dinámica”; de la concepción del todo y las para un estudioso de las ciencias sociales resulta una pers-
partes con atributos inexplicables, como las características pectiva complicada si no tiene conocimientos básicos sobre
propias del todo, o de la existencia de una punta jerárquica un pensamiento sistémico posterior a la Teoría General de
que representa al todo, se pasa a una concepción a la au- Sistemas. En este apartado se hacen tres reflexiones sobre las
to-producción de todos aquellos elementos y desmitifica su limitaciones que han propiciado una comprensión limitada
razón de ser (34-35). De su cuerpo teórico sólo se habrán de del concepto de sistema y de sus implicaciones al aplicarse
señalar algunos conceptos que permiten delimitar y comple- a la sociología.
mentar tres aspectos esenciales en su concepción sistémica:
la clausura operacional, el acoplamiento estructural y la au- La distinción entre lo sistemático y lo sistémico antes y después
to-organización. del surgimiento de la Teoría General de Sistemas
La clausura operacional y el acoplamiento estructural son Como se indicó en la primera parte de este capítulo, la con-
dos propiedades derivadas de la propuesta autopoietica de cepción de sistema como un orden jerarquizado de conceptos,
Maturana y Varela (1999), y Luhmann las incorpora a su teo- asociado a la posibilidad de utilizarlos como marco de refe-
ría de sistemas después de la redacción del libro de Sistemas rencia para procesos de análisis y síntesis, condujo a relacionar
sociales (1998). El sistema impone una necesaria clausura o el concepto dinámico de sistema con un concepto estático de
orden sistemático. Como ya mencionamos, lo sistemático im-
plica una organización encerrada en su propio dominio por la
5 Una reflexión y propuesta teórica que amplía y enriquece la necesidad de conservar permanentemente una estructura y fin
perspectiva epistemológica luhmanniana la podemos ver en determinados. Este orden ha sido utilizado desde el estableci-
Rodrigo Jokisch (2002). En su texto Metodología de las distin- miento de metodologías y procedimientos de organizaciones
ciones nos ofrece una reflexión profunda sobre dicha perspectiva burocráticas, hasta formulaciones temáticas y lineamientos
profundizando conceptos asociados al pensamiento sistémico operacionales en diversos tipos de institución. Aunque son
de las ciencias sociales.

Sistemas sociales 483 s


actualizados sus contenidos, las transformaciones en su estruc- En ambos casos, los modelos de sistema eran consi-
tura y códigos son siempre realizadas desde fuera del sistema, derados como ideales, sin grados de autodeterminación
de manera heterodeterminada y, por tanto, remiten finalmente y consecuentemente cerrados. Se ignoró la capacidad del
a un sistema cerrado. Dicha concepción induce a una crítica sistema para restablecerse por sí mismo —de desarrollar la ca-
hacia la rigidez de un orden instituido y a su inflexibilidad pacidad de resiliencia— o tomar nuevos rumbos y encontrar
para autotransformarse. Es una crítica que puede ser válida si sus propias formas de equilibrio, distantes al modelo ideal. El
efectivamente se hace para autores que desarrollan sistemas concepto que dominaba para mantener el equilibrio, como
con el fin de establecer un control dinámico e inhibición de señala Bailey, fue mantenido por gobiernos y grupos sociales
creatividades (Roitman, 2003). privilegiados como un proceso homeostático impuesto como
En contrapunto a esta concepción de lo sistemático en statu quo con el afán de conservar posiciones de poder en el
un sistema está la concepción de sistema abierto con grados campo científico, político o económico, argumentando la
de autodeterminación. Un sistema abierto dialoga con su existencia de un equilibrio teórico deseable y generalizado.
entorno para que desarrolle con sus propios elementos for- El contrapunto de esta perspectiva parte de una con-
mas creativas de adaptación y nuevos rumbos de estabilidad cepción de sistema abierto que, de acuerdo con la génesis e
en el devenir de sus estructuras internas. Se trata de una historia de la naturaleza de sus elementos y relaciones, y de
concepción de sistema —ya presente desde la perspectiva las condiciones de su entorno, determina la transformación
organicista, pero imposibilitada de conceptualizarse a tra- o permanencia de sus propias estructuras, procesos y códigos.
vés de los recursos computacionales y conocimientos sobre Con el tiempo necesariamente va evolucionando, rompiendo
la biología y cognición actuales— que asume al organismo los umbrales dictados por un criterio impuesto de homeos-
humano como totalidad integrada. Dicha perspectiva sisté- tasis ideal, y va encontrando los niveles propios de equilibrio
mica asume al modelo del organismo vivo como referencia entre sus subsistemas y su entorno. Esta perspectiva implica
para desarrollar sistemas organizados y autodeterminados, y una valoración diferente respecto a las relaciones entre los có-
con ello desenvolver capacidades y cualidades aproximadas digos normativos establecidos para crear identidad, libertad,
a las “estructuras/procesos” del cerebro humano. respeto y autonomía, así como de nuevas formas de conce-
Cuando hoy en día se hace referencia a las limitaciones e bir los procesos de diferenciación e integración que inciden
inhibiciones sistémicas, se promueve una alarma contra los directamente en la dimensión axiológica.
sistemas sociales que insisten en formas de control sublimi- Los modelos sistémicos posteriores a la Teoría General de
nales, pero debe estar atenta también a no ignorar la existencia Sistemas establecen como criterio general la existencia de iso-
de centros de investigación que están trabajando, en busca de morfismos entre naturalezas aparentemente diferentes en los
nuevos mundos posibles. ¿Estamos creando sistemas para volver sistemas físicos, naturales o sociales y propician el desarrollo
a crear nuevas jaulas?, ¿estamos creando sistemas para construir de mayores grados de autodeterminación para encontrar sus
una nueva “comprensión/explicación” de problemas que enfren- propios equilibrios. La búsqueda, comprensión y formalización
tan lo complejo del nivel de observación presente? de dichos isomorfismos, “eigenformas” o morfogénesis simi-
lares constituye un campo de investigación de interés central
El concepto de equilibrio en los sistemas sociales hoy en día. Pero la comprensión de estos conceptos no es del
Kenneth Bailey ha señalado críticamente las limitaciones que dominio común y requieren de un nivel de observación que
presentaron los modelos sistémicos propuestos desde Comte implica nuevos aprendizajes y nuevas formas de interdisci-
a Parsons al indicar que el concepto de equilibrio social ho- plinariedad. Sin embargo, es posible argumentar desde otras
meostático favoreció el statu quo social, y trajo fuertes críticas perspectivas la pertinencia de formular y construir sistemas
sobre el carácter conservador no sólo de la teoría de sistemas, cerrados para poner orden en el desorden social, para propi-
sino de sus proponentes, que fueron vistos como políticamen- ciar una identidad más generalizada, para consolidar ámbitos
te conservadores (Bailey, 2001). Por otro lado, Buckley refiere de poder económico o para conservar la tradición y los valo-
que el nivel de conocimiento limitado sobre el equilibrio me- res construidos. ¿Estamos creando sistemas para mantener un
cánico, aunado a un conocimiento aproximado de la entropía equilibrio seguro?, ¿estamos creando sistemas para encontrar
termodinámica y de las fluctuaciones y formas de interacción nuestro propio equilibrio?
de los sistemas abiertos, condujo a la concepción de un mode-
lo mecanicista que no estableció correspondencias adecuadas De la práctica sistémica
para explicar el cambio social convincentemente. Tampoco Como hemos referido anteriormente, la historia de la
el conocimiento del equilibrio termodinámico aplicado a los computación implica necesariamente un desarrollo interdis-
sistemas biológicos, aún bajo el concepto de homeostasis — ciplinario que concilia el conocimiento de las ciencias físicas
que ya consideraba la posibilidad de explicar ajustes y algunas o “duras”, muy de la mano hoy en día con el desarrollo del
formas de cambio social—, permitió fortalecer el componente hardware computacional, con las ciencias sociales “blandas”,
cientificista de la sociología y, en consecuencia, la formulación muy de la mano con el desarrollo del software sistémico.
sistémica de lo social basada en el equilibrio (Buckley, 1969). El reto de los analistas y programadores ha sido conocer y
acoplar el instrumento computacional —conceptos sobre

s 484 Sistemas sociales


sistemas, matemáticas y lenguajes de programación— con con base en un pensamiento sistémico y matemático. Por
la comprensión de los significados, conceptos y del sentido otro lado, se admite que se ha perturbado y desviado dicha
de la aplicación asociada a un problema práctico. La cons- comprensión hacia rumbos que se apartan de una visión pro-
trucción de sistemas queda sintetizada en el análisis del pia de las ciencias sociales, alterando significados y sentidos.
problema, en el diseño conceptual, en la programación y En gran medida se debe reconocer que se trata de una
en la puesta en marcha que confirma su diseño. distinción que debe replantear el nivel de observación en la
Autores como Bertalanffy, Von Foerster, Checkland y naturaleza de los objetos de estudio en ellas. Pero una distin-
Buckley han llevado a cabo una praxeología que les permitió ción enraizada en la dicotomía entre lo material e inmaterial,
hacer inferencias y propuestas bajo el ejercicio sistémico a tra- entre una concepción ideográfica y una nomológica, entre “la
vés del análisis, diseño y programación de sistemas reales. Al realidad” de la mente desvinculada de la del cuerpo —todas
mismo tiempo, una gran mayoría de sociólogos y de teóricos ellas distinciones propias en la discusión entre los dos mun-
como Parsons y Luhmann sólo conceptualizan sus modelos dos—, no permitirá una convergencia hacia una zona común
a partir de teorías asociadas al desarrollo de sistemas. En de consenso en la solución de problemas. El reto principal
consecuencia, no los llevan a la computadora y se inscriben se puede centrar en la dificultad para ubicar las perspectivas
dentro de una praxeología restringida. De aquí que la real antagónicas ante los problemas y objetos de estudio dentro
asimilación de una concepción sistémica en el quehacer de de un nivel de observación próximo que permita reconocer
las ciencias sociales implica un acercamiento y experiencia naturalezas complementarias y una aproximación siempre
cada vez mayor con un “hacer/conocer” relacionado con la heurística hacia su comprensión. Un nivel en el que las escalas
construcción de sistemas computacionales. de observación macro y micro estén próximas y sea posible
De igual manera, a los investigadores y profesionistas de compartir conceptos comunes desde ambas perspectivas. Sin
las ciencias físicas y naturales se les debe exigir un mayor embargo, también se trata de una evasión casi permanente en
acercamiento y comprensión de la dimensión de lo social en el encuentro de complejidades entre subsistemas y sistemas,
términos de significados y sentido en su quehacer profesio- y que remite a la región de la inconmensurabilidad.
nal, para que no excluyan el nivel valorativo y el componente El reto aquí radica en establecer una aproximación renova-
anímico en las acciones, comunicaciones, actividades y hechos da hacia la mejor comprensión de la frontera entre dominios
sociales. La aproximación de investigadores y profesionistas distantes: entre la palabra y el número o entre la calidad y la
desde las ciencias físicas y naturales hacia problemáticas y cantidad, entre lo continuo y lo discreto, entre la concepción
cuestionamientos de las ciencias sociales a través de la pers- convergente de los procesos del cuerpo y los de la mente,
pectiva sistémica ha sido mucho mayor que la aproximación pero sobre todo, a la construcción de nuevas formas epis-
en sentido inverso. Es importante señalar que la educación en temológicas para cruzar dichas fronteras. El desarrollo del
las áreas de la matemática, la física y los sistemas en las cien- pensamiento sistémico a partir de los años noventa del siglo
cias sociales ha sido deficiente en los planes de estudio en pasado ha sido ampliado y reforzado por un constructivis-
las disciplinas sociales. Es fundamental replantear el tema de mo epistemológico (García, 2000; 2006), y permite diseñar
la convergencia disciplinar, sin descuidar en primer lugar la distintos criterios de mensurabilidad, formas de integración
relevancia del conocimiento disciplinar mismo, para entonces y diferenciación para comprender nuevos tejidos y puentes
reconocer la pertinencia de establecer un nivel de observación entre fronteras. Mediante el lenguaje cibernético, desarrollado
compartido con las ciencias físicas y naturales, en el que las en el ámbito de los sistemas adaptativos, inteligentes o com-
distinciones entre los objetos de estudio y los procesos de es- plejos, es posible construir sistemas que emulen y simulen
tructuración y reestructuración en ambos dominios permitan comportamientos no sólo en la zona de la frontera sino en
reconocer elementos comunes y facilite el proceso heurístico las trayectorias entre estados de equilibrio diferentes. ¿Se-
en la solución de cualquier problema que enfrenta lo com- guiremos convencidos de que la naturaleza de los objetos de
plejo. ¿Estamos creando sistemas para conservar las regiones estudio de las ciencias físicas es diferente a los naturales y a
disciplinarias?, ¿estamos creando sistemas para tejer puentes los de las sociales y de la cultura?, ¿seguiremos convencidos
y construir nuevos tejidos entre las fronteras disciplinarias? de que la naturaleza de las ciencias físicas, naturales, sociales
y de la cultura tiene elementos comunes y permite una con-
Reflexiones antagónicas vergencia no reduccionista ni solipsista del conocimiento?
La asimilación del pensamiento sistémico en la naturale-
za —generalmente explícita— de los objetos de estudio en Líneas de investigación y debate
las ciencias físicas y naturales respecto a la asimilación del contemporáneo
pensamiento sistémico en la naturaleza —generalmente im-
plícita— en los objetos de estudio de las ciencias sociales ha El desarrollo de sistemas sociales desde la sociocibernética
fraguado reflexiones antagónicas. Por un lado, se destaca el La sociocibernética es el nombre con el que se identifica un
enriquecimiento que ha tenido el proceso epistémico que va grupo de investigación —rc51— dentro de la Asociación
de la comprensión de los objetos de estudio de las ciencias Internacional de Sociología (isa). Creada en 1998, tiene
sociales a las posibilidades de explicación y formalización reuniones anuales en donde se presentan trabajos y reflexio-

Sistemas sociales 485 s


nes sobre la perspectiva sistémica en las ciencias sociales. De aquí se afirma que toda investigación siempre afecta al
En su Journal of Sociocybernetics se define a la sociociberné- objeto de estudio y, en consecuencia, es necesario explicitar
tica como un término que denota “aplicaciones de la Teoría esa afectación derivada de la intervención. Los detractores
General de Sistemas y de las Cibernéticas, especialmente la de este razonamiento minimizan dicha afectación, partien-
de segundo orden, en las Ciencias Sociales” (Geyer, 2000). do de una objetividad en el actuar del investigador y en todo
Una perspectiva complementaria más cercana al componen- caso la consideran despreciable en su intervención sobre el
te pragmático del análisis social es la propuesta por Bernd material empírico y, consecuentemente, en los resultados de
Hornung, quien la define en términos de “la Ciencia de los la investigación.
Sistemas en Sociología y otras Ciencias Sociales” (Hornung, Otro de los temas de debate radica en la importancia que
2006: 44), pero que no está limitada a una teoría solamente, tiene la experiencia en el diseño y programación de sistemas
sino que incluye su aplicación en problemas prácticos, a la para la comprensión de la perspectiva sistémica en lo social.
investigación empírica, y al desarrollo de una metodología, Algunos investigadores opinan que no es necesario hacer
axiología y epistemología renovadas. programas para comprender la perspectiva sistémica y apli-
La sociocibernética toma como punto de partida y ele- carla en sus planteamientos ante problemas sociales. Otros
mentos sustantivos para su perspectiva sistémica los aportes investigadores —sólo aquéllos que han tenido la experiencia
de Walter Buckley y la teoría de sistemas de Niklas Luhmann del diseño y la programación de sistemas— consideran que
(Geyer, 1995). Uno de los temas a debate en este grupo radica no se llega a los mismos resultados si se usa la computadora
en la validez del principio autopoietico en la sociedad, dado para obtenerlos (Amozurrutia, 2007). Argumentan que la
que este concepto lo asumieron Maturana y Varela (1999) en falta de experiencia en programación y diseño de sistemas
el dominio de los seres vivos, concretamente a nivel celular, y computacionales es equivalente a la falta de experiencia en
Luhmann lo trasplanta al dominio de lo social. Desde hace el trabajo empírico en campo de un sociólogo. Para enfrentar
algunos años se ha reconceptualizado el problema aceptan- este reto, en este grupo se realizan discusiones que cuestio-
do que dicho pensamiento no aplica de manera tajante en el nan investigaciones sin el uso del cómputo e investigaciones
dominio social, en términos de si hay o no hay autopoiesis que tergiversan los resultados por el uso sesgado de dicho
en un sistema dado. En su lugar, se ha considerado la posibi- instrumento.
lidad de que existan grados de autopoiesis o definitivamente
sustituir el concepto por el de auto-organización del sistema, El desarrollo de modelos de simulación social
considerando que sólo algunas operaciones relacionadas con La técnica de la simulación se ha definido como la estrategia
la autopoiesis son posibles en los sistemas sociales, especial- fundamental para el análisis y la reflexión de los problemas
mente cuando se refieren a grupos o instituciones. sociales hoy en día, e incluso es considerada como un ins-
Un segundo tema a discusión en este grupo de investi- trumento de investigación imprescindible para el análisis no
gación de la isa es el concepto de reflexividad de segundo sólo cuantitativo, sino cualitativo (Carley, 2001; Amozurrutia,
orden en las ciencias sociales. Este concepto surge a partir 2006). Esta actividad se desarrolla en muchas universidades y
de las reflexiones que hace Von Foerster (1966) sobre la centros de investigación, y una de las revistas más importantes
cibernética de la cibernética, que como se describió líneas que recopila los avances en el tema es The Journal of Artificial
arriba, puede traducirse como el estudio cibernético del Societies and Social Simulation (jasss, 2015). Un texto básico
análisis sistémico (cibernético) de los problemas. La re- para obtener una visión de conjunto sobre la simulación en
flexión de segundo orden se refiere a la observación de los los problemas sociales es el propuesto por Gilbert y Troitzsch
sistemas que observan. Esto es que desde una perspectiva (2006), en el que se describen: modelos de simulación mi-
praxeológica de lo sistémico, es necesario hacer explícita la croanalíticos, de multinivel, con base en autómatas celulares,
actividad de un observador, que desde la perspectiva ciber- modelos multiagente, de aprendizaje y evolutivos. Una de las
nética, observa a un sistema cibernético que a su vez es un discusiones más fuertes sobre la simulación de fenómenos
observador relacionado con la solución de un problema. Se sociales radica en la crítica que se hace desde la perspecti-
trata de una reflexión sobre una reflexión, ambas de orden va sociológica al uso de modelos matemáticos basados en
cibernético, y no meramente de orden epistemológico, ya la probabilidad o en modelos y ecuaciones que representan
que esta última ha sido materia desde la primera filosofía. leyes cuasi universales —como la ley de potencias— y su
Esta reflexión de segundo orden implica una conciencia, validez para el fenómeno de estudio.
atención y reflexión explícita en el quehacer de la investigación Desde la perspectiva sociológica, se argumenta claramente
sistémica, en aspectos que generalmente se ignoran por consi- que en los modelos no se toma en cuenta el componente de
derarlos despreciables o inexistentes, o no se hacen explícitos libre albedrío o la dinámica de la contingencia entre los ac-
para no ensuciar la investigación. Es el caso de la intervención tores objeto de la simulación. En general, se manifiestan las
del investigador, como instrumento en sí de la investigación, limitaciones de los modelos matemáticos al ignorar variables
sobre el objeto/sujeto investigado. Un argumento a favor de asociadas a la dinámica real de los comportamientos huma-
esta apreciación viene de la importancia que tiene el prin- nos. La discusión se aclara cuando se aprecian los distintos
cipio de incertidumbre de Heisenberg en la física cuántica. niveles de observación del investigador hacia el problema.

s 486 Sistemas sociales


Gran parte de los modelos matemáticos generados por físicos de observación compartido por investigadores y profesionis-
y matemáticos adoptan un nivel o distancia de observación tas, siempre orientado a la solución de problemas. Esto no es
que determina una perspectiva macro de análisis del pro- otra cosa que el desarrollo de una actividad interdisciplinaria
blema. Evidentemente no les interesa conocer la dinámica enfocada a la solución de problemas urgentes y necesarios
de contingencia —nivel micro— de algunos actores porque en nuestra sociedad.
ello no repercute en el fenómeno en su conjunto. Por otro Para el lector no especializado en el tema se sugieren los
lado, al reconocer la importancia del libre albedrío o de las textos de Walter Buckley (1993), La sociología y la teoría mo-
contingencias entre actores sociales, el nivel de observa- derna de los sistemas, en el que se presenta un panorama general
ción del sociólogo asume una perspectiva micro en donde del análisis sistémico de lo social de la sociología de Parsons y
sí es evidente la relevancia de dichos acontecimientos para anteriores, con especial énfasis en el concepto de equilibrio social
el desarrollo del fenómeno. El debate —propio de la ciega y el concepto de sociedad auto-organizada. En las referencias
enemistad de las perspectivas de formalización y de las in- de Felix Geyer (1995), “The Challenge of Sociocybernetics”,
conmensurabilidades de observación— puede llevar a un y de Bernd Hornung (2006), “El paradigma sociocibernético.
nivel de incomunicación perteneciente a muchos dominios Conceptos para la investigación de sistemas sociales com-
universitarios, o a una conciliación cuando se asume un nivel plejos”, ambos presidentes honorarios del grupo RC51 de la
y distancia de observación semejante y próximo, actividad que isa, están sintetizadas dos perspectivas complementarias de
implica una reflexión sobre el problema a partir de lenguajes la sociocibernética.
comunes como la epistemología, las matemáticas y el pensa- Para el lector especializado, se sugieren los textos de
miento sistémico (Amozurrutia, 2008). Heinz von Foerster (1996) recopilados en Las semillas de la
cibernética sobre la concepción epistemológica de los siste-
Reflexión final sobre la perspectiva sistémica mas abiertos, y los artículos de la revista Journal of Artificial
La relevancia de la perspectiva sistémica frente a la solución Societies and Social Simulation que se pueden consultar desde
de problemas que integran el componente tecnocientífico y su inicio en 1998, con un índice excelente de autores y temas.
sociocultural de la sociedad es una estrategia metodológica
que cobra cada vez mayor peso en el quehacer de la inves- Bibliografía
tigación académica. No es la única estrategia, pero es la que
ofrece el uso inteligente de las computadoras para llevar a Amozurrutia, José A. (2006), “Lógica borrosa y redes neuronales
cabo el diseño, rediseño y formulación de escenarios con artificiales aplicadas a las ciencias sociales: retos y herra-
problemas que enfrentan lo complejo: heterogeneidades, mientas ante la complejidad”, Estudios sobre las Culturas
interdefiniciones, emergencias y problemas de escala. El uso Contemporáneas, vol. II, núm. 24, pp. 119-167.
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que puede tener el pensamiento sistémico y su puesta en ximación desde la Sociocibernética (Tesis doctoral), Zaragoza:
práctica tiene también riesgos, y la reflexión desde las ciencias Universidad de Zaragoza.
sociales debe necesariamente señalarlos y proponer alterna- _____ (2008), “Genetic Epistemology, Mathematics and Systemic
tivas de solución. Entre ellos están una clara ausencia de la Thinking: As Essential Disciplines for Social Research In-
dimensión axiológica en los modelos físicos, matemáticos o terdisciplinary”, artículo presentado en la Octava Conferencia
cibernéticos; la adopción de niveles de observación que no Internacional de Sociocibernética, México.
corresponden a los niveles de observación de quienes lo re- Bailey, K. (2001), “Systems Theory”, en Jonathan H. Turner (ed.),
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implica también un mayor conocimiento del pensamiento Mauricio Beuchot: “Sistema y Sistematicidad en la filosofía
sistémico del presente y su práctica en las diversas áreas de de Santo Tomás de Aquino”, pp. 7-16; de Margaret Wilson:
las ciencias sociales y humanidades. “Perplejidades del orden geométrico”, pp. 17-26, y de Ale-
El compromiso de estudiantes, docentes, profesionistas e jandro Herrera I: “Problemas en torno al sistema leibniziano
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una de ellas por cada individuo participante. Entonces es po- Carley, Kathleen M. (2001), “Computational Approaches to So-
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Sistemas sociales 487 s


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s 488 Sistemas sociales emergentes


ces comunicativos sencillos que comienzan a ordenarse con fenómenos aislados o para tener una imagen detallada de
base en criterios propios. Estos criterios surgen mediante un los rasgos particulares de algunos de ellos; se estudiaron, por
proceso autorreferencial, de modo que el incipiente sistema ejemplo, los sindicatos, los diversos movimientos sociales, los
evoluciona sin ser guiado, normado u obligado por fuerzas procesos revolucionarios, etcétera, sin considerar que podían
externas a él. Collier y Muller (1998) consideraron que la tener —más allá de lo que resultaba familiar— conexiones
emergencia —que se opone a la perspectiva reduccionista de sistémicas profundas que los ligaran entre sí.
la ciencia— es un fenómeno de autonomía causal, irreductible En los últimos años del siglo xx se formularon las teorías y
e impredecible, basado en la cohesión. metodologías apropiadas para descubrir que, tras las notables
Los sistemas emergentes se gestan y evolucionan por me- diferencias que existían entre estos casos particulares, también
dio de la auto-organización. El proceso de auto-organización, se presentan rasgos comunes subyacentes. Fueron estos ras-
según Steven Johnson (2003), inicia cuando una dificultad se gos los que permitieron identificar con claridad los sistemas
afronta por medio de acciones aparentemente no inteligentes sociales emergentes y los que en la actualidad no sólo facili-
y proviene de las experiencias y de la multiplicidad de in- tan la comprensión de los sistemas sociales emergentes, sino
tentos para resolverla (efectuados sin directrices jerárquicas) que muestran las opciones que existen para entender mejor
hasta que se alcanza el nivel de información necesario para cómo evoluciona el sistema social y cómo pueden vincularse
establecer las soluciones más adecuadas. A partir de esto se los sistemas de la sociedad con los emergentes.
despliegan comportamientos emergentes que impulsan a los Los primeros estudios sobre sistemas sociales emergentes
sistemas hacia una complejidad cada vez mayor. partieron de extrapolaciones hechas a base de algunas ob-
En los sistemas sociales emergentes este proceso está servaciones, hallazgos y teorías realizadas en el campo de las
adaptado a las peculiaridades de lo social, que están ca- ciencias naturales,3 física,4 y otros.
racterizadas por la forma en que se producen los procesos A principios del siglo xxi, un provocativo trabajo de
comunicativos en horizontes autorreferenciales, y se observa Steven Johnson impulsó las primeras investigaciones sobre
básicamente como una manera atípica de evolución comuni- sistemas sociales emergentes que se apoyaban en trabajos
cativa que se fundamenta en la participación. Estos sistemas recientes de distintas ciencias y en observaciones sobre nue-
pueden tener propósitos muy diversos y distintas historias, vos campos de estudio, como los videojuegos, la inteligencia
pero tanto los primeros como las segundas son contingentes, artificial y los mundos virtuales. Cuando se publicó el trabajo
es decir, son unos pero también pueden ser otros: cambian; de Johnson, ya había una serie de teorías de origen sistémico
lo que prevalece en estos sistemas y les otorga sentido es la que implicaban la emergencia. Entre ellas hay que mencio-
forma en que se configuran y la manera en que desempeñan nar: a) la teoría del caos de Ilya Prigogine,5 quien rompe con
sus funciones. Sin embargo, no puede considerarse a los sis- las aspiraciones de exactitud del neopositivismo y se orienta
temas sociales emergentes como una anomalía puesto que, hacia una ciencia de lo probable y lo improbable, con la cual
desde que la sociedad existe, lo hace también la posibilidad observa cómo se forjan nuevas e inesperadas realidades; b)
de que se formen. Con sus sesgos y omisiones, la propia so- la teoría de la complejidad de Edgar Morin,6 quien admite
ciedad crea áreas silenciadas, de desinterés y olvido, y nuevos
espacios que evolucionan lejos de su control y de acuerdo
con sus propósitos particulares. Tales sistemas son, por lo 3 En biología destaca la importancia que tuvieron para el de-
tanto, una manifestación de estructuras disipativas2 dentro sarrollo de la noción de sistemas emergentes los trabajos de
Maturana y Varela de 1984 y 1997.
del gran sistema social.
4 En física se destaca el trabajo pionero del premio Nobel Philip
Historia, teoría y crítica Warren Anderson, quien sostuvo que: “Resulta ser que el com-
portamiento de grandes y complejos agregados de partículas
elementales no puede ser entendido en términos de una sim-
No fue sino hasta fines del siglo xx que se acuñó el con- ple extrapolación de las propiedades de unas pocas partículas.
cepto de sistemas sociales emergentes y se comenzó a estudiar En su lugar, en cada nivel de complejidad aparecen propie-
científicamente, ya que antes éstos eran observados bajo dades completamente nuevas” (1972: 393). Otros desarrollos
perspectivas sociológicas que no permitían conceptualizarlos de sistemas emergentes en física se refieren, por ejemplo, a la
de esta manera, sino que sirvieron (y sirven) para describir superconductividad y la superfluidez tratada por Kapitzka,
quien fue Premio Nobel 1968 y abrió un nuevo espacio a la
investigación en física.
2 Prigogine señaló que existen estructuras disipativas que se for-
man en condiciones de no equilibrio. El sistema social no está 5 Ilya Prigogine, quien recibió el Premio Nobel de Química
en perfecto equilibrio, básicamente, porque al no conocerse a en 1977, es considerado un precursor de la teoría del caos y,
sí mismo totalmente y estar, al mismo tiempo, en constante a partir de su trabajo, se comienzan a conocer las estructuras
evolución, siempre puede ocurrir en él formaciones fuera de disipativas.
control que pasen inadvertidas por un tiempo. El juego autorre- 6 Edgar Morin, en El método (2006), desarrolla una teoría y una
ferencial en tales formaciones actúa por iteración, es su propio forma de observar la complejidad social que permite acerca-
catalizador y va creando estructuras disipativas que pueden mientos a la noción de emergencia y de estructura siguiendo
llegar a estabilizarse bajo la forma de sistemas emergentes. algunos lineamientos de la cibernética de segundo orden.

Sistemas sociales emergentes 489 s


la enorme transformación de la sociedad y la necesidad de • La condición de silenciamiento inicial tiende a
estudiarla con un nuevo arsenal metodológico; c) la teoría romperse y ser reemplazada por formas propias de
de los sistemas autorreferentes y autopoiéticos de Niklas expresión, como la comunicación estridente.9
Luhmann (1991),7 que apunta con precisión las caracterís- • La comunicación que rompe el silenciamiento no
ticas comunicativas y evolutivas de los sistemas complejos; viene determinada por éste y, por lo tanto, pueden
d) la perspectiva de la inteligencia artificial de Hofstadter existir sistemas emergentes que comuniquen y se
(1982; 1994; Hofstadter y Dennet, 1988), quien permitió orienten por otras razones.
entender cómo se producen los procesos de aprendizaje en • Se perciben a sí mismos como extraños, distintos o
las computadoras, que son emergentes; e) la cibernética de separados del resto de la sociedad.
segundo orden de Heinz von Foerster, que revoluciona la del • Operan, en el inicio de su formación, mediante un
primero al orientarla hacia los sistemas complejos y el cons- proceso llamado “inteligencia del enjambre”.10 Con
tructivismo, y finalmente, f ) las posibilidades de aplicación posterioridad, y a medida que en su interior se van
de esta nueva cibernética al campo de las ciencias sociales, definiendo distintas funciones y roles, suelen ir asi-
tal como propuso Jesús Ibáñez (1991). milando otros tipos de comportamiento.
Todas estas teorías y sus nuevos enfoques de la realidad • Son oportunistas en el sentido de que aprovechan
proporcionaron elementos teóricos y metodológicos que per- cualquier cosa que consideren útil para lograr sus
mitieron reconocer las características propias de los sistemas fines.
sociales emergentes que, si bien tienen parentesco con los • Desarrollan un lenguaje propio que puede diferir
sistemas de otros órdenes, poseen su propio modo de expre- considerablemente del que prevalece en el resto de
sarse. De esta forma, muchos fenómenos sociales que antes la sociedad.
se consideraban inconexos fueron explicados como pertene- • Su organización es independiente, no jerárquica, y
cientes a una misma categoría de sistemas, lo que resalta sus evoluciona modularmente y por racimos. La par-
aspectos funcionales y operativos y da lugar a la incipiente ticipación y la comunicación participativa son sus
teoría de los sistemas sociales emergentes. características iniciales y el principal recurso con
Los rasgos distintivos que comparten los sistemas socia- que cuentan en sus primeras fases evolutivas. Pos-
les emergentes, cualquiera que sea su forma, meta o interés, teriormente se fortalecen mediante acoplamientos
son los siguientes:8 con sistemas afines.
• Practican la “ignorancia útil”, con la que desco-
• Se forman en las regiones fronterizas de los siste- nocen todo aquello que no les conviene y que es
mas diferenciados dentro de la sociedad y en las un obstáculo para lograr sus metas o, que desde el
más distantes de sus centros de decisión. exterior del sistema, es visto como imposible. Esta
• Todos ellos coinciden en su origen: el silenciamien- ignorancia útil les permite encontrar soluciones a
to acerca de cuestiones que no son atendidas, son sus problemas por vías no tradicionales.
ignoradas o se reprimen en la sociedad. Esto hace
que cuando se forman estos sistemas produzcan so- Todos los rasgos arriba mencionados ponen de manifiesto
bresaltos por su carácter inesperado. la capacidad auto-organizadora y la autonomía funcional que
• Sus propósitos, procedimientos, formas de comuni- caracteriza el comportamiento de los sistemas sociales emer-
car y acciones son independientes de las convencio- gentes, lo que indica que pueden llegar a ser un importante
nes sociales, las instituciones y la ley, así como del factor de cambio. De hecho, cualquier proceso de cambio
control social. implica una fase emergente, aunque no toda emergencia con-
• Sus propósitos no se encuentran inicialmente en la
agenda de los temas públicos relevantes.
• Cada uno experimenta el silenciamiento y busca
9 La comunicación estridente es la que está destinada no a lo-
comunicarse y trascender socialmente a su manera; grar los objetivos del sistema, sino a romper el silenciamiento y
en este proceso, crea sus recursos por sí mismo, es adquirir presencia en la sociedad. Para más información, véase:
decir, no reciben influencias directas del exterior. Molina y Vedia, 2009.
10 La inteligencia del enjambre implica una forma de partici-
pación caracterizada por: a) una conducta colectiva global;
b) homogeneidad en el conjunto de los comportamientos; c)
7 La teoría de Luhmann no sólo introdujo un modelo muy localismo en la perspectiva de acción, las metas y la visión;
estructurado de la sociedad en el que el orden no está garan- d) capacidad para evitar las colisiones internas; e) velocidad
tizado y la improbabilidad se hace presente en cada decisión y de maniobra y capacidad de cambio; f ) consistencia y com-
comunicación, sino que también aportó las bases para que se patibilidad de sus acciones, comunicaciones y decisiones; g)
profundizara en el fenómeno de la emergencia en la sociedad, concentración en la perspectiva de conjunto, y h) las comuni-
tal como lo destaca Fuchs (1988; 1999) a fines del siglo pasado. caciones directas con los más cercanos hasta integrar el sistema
8 Véase: Molina y Vedia, 2008a; 2009. completo.

s 490 Sistemas sociales emergentes


duce a un cambio. Esto se debe a que no todos los sistemas vamiento de la fe que inducen las nuevas iglesias cristianas
sociales emergentes logran trascender o se proponen hacerlo. sirve para resolver problemas sociales y económicos, como
En la mayoría de los casos, estos sistemas tienen una en el caso de Almolonga, en Guatemala, en el que bajaron
vida corta y se desintegran en poco tiempo; son formacio- significativamente los índices de alcoholismo y la crimina-
nes sociales que se comportan como estructuras disipativas lidad, al tiempo que se incrementó la capacidad productiva
débiles que acaban disolviéndose o fundiéndose con otros de la población y se redujo la pobreza.
sistemas. Pero la observación detenida de aquéllos que sí han La historia muestra que los sistemas emergentes más
impactado en la sociedad muestra que entre sus componentes extendidos y consecuentes han logrado imponer a la socie-
existen elementos que se encontraban antes en otros sistemas dad su propia organización y perspectiva. El capitalismo, en
emergentes. Esto puede deberse a la peculiar forma de des- sus orígenes, fue un sistema emergente auto-organizado y
acoplamiento que tienen estos sistemas que, tal como el moho alcanzó su objetivo.
de fango, se pueden desensamblar ante fuertes dificultades y Esto último destaca otro de los aspectos de los sistemas
luego reorganizarse en torno al mismo sistema o a otro afín. sociales emergentes que está relacionado con el tiempo: si
En todo caso, también hay que tomar en cuenta que la no se disgregan por sí mismos en la etapa inicial y si no son
temporalidad afecta los sistemas emergentes de muchas ma- arrasados por la violencia de los Estados o por su habilidad
neras. En sus orígenes, sus debilidades —falta de recursos, para ir integrándolos al status quo, los sistemas emergentes, al
agresiones de su entorno, escasa experiencia en participación, ver cumplidos sus propósitos, desactivan su comportamiento
objetivos muy limitados, conflictos internos, etcétera— pue- emergente, afianzan la formación de jerarquías en su orga-
den devastarlos, pero si su cohesión prevalece, se produce un nización, reducen y controlan las formas de participación,
rápido proceso en el que se potencian el aprendizaje y la ca- instalan sus propios centros de poder y decisión, impulsan
pacidad de acoplamiento, al mismo tiempo que sus objetivos cambios en la sociedad y acaban imponiéndose, pero como
tienen mayor alcance y se diversifican.11 Como resultado, el sistemas integrados, en un nuevo orden que se defiende ante
sistema se fortalece y comienza a resonar entre los demás todo sistema emergente que contravenga sus intereses.
sistemas en su entorno; aparecen simpatizantes y detractores,
y el sistema emergente tiene la oportunidad de potenciar su Líneas de investigación y debate
radio de acción al ensamblarse con otros cuyos objetivos son contemporáneo
complementarios. A lo largo de su existencia, estos sistemas
no dejan de aprender. La investigación sobre sistemas emergentes auto-organiza-
Es precisamente la capacidad de acoplamiento y apren- dos no se ha desarrollado con la misma rapidez con que estos
dizaje, junto con la transformación rápida de objetivos y sistemas realmente han evolucionado en los últimos años. Si
procedimientos, lo que hace que algunos sistemas emergen- bien se han realizado algunos avances, los centros de decisión
tes planteen serios retos a los gobiernos, a los valores, a los e inversión en investigaciones no están muy interesados en
usos y costumbres, así como a las instituciones que prevale- la perspectiva de cambio social que suponen los sistemas so-
cen en la sociedad. ciales emergentes y apuestan por todo aquello que procura la
La sociedad, el gobierno y sus principales instituciones estabilidad, a pesar de que la sociedad se está transformando
usan procedimientos muy distintos y mucho menos veloces de manera acelerada.
que los que aplican los sistemas emergentes, pero tienen La aceleración de la evolución social y el creciente em-
recursos como la ley y la fuerza pública para tratar de impo- poderamiento que han alcanzado algunos sistemas sociales
nerse ante ellos. En algunos casos la lucha es abierta, como emergentes parecen estar directamente relacionados con el
la que se presentó en México a partir de la “guerra contra el uso de redes sociales interpersonales y electrónicas, así como
crimen organizado”; en otros, se puede producir una apro- con su gran capacidad de acoplamiento con sistemas afines
piación de los objetivos del sistema emergente, como ocurrió (Molina y Vedia, 2015).
con el movimiento ecologista, cuyas demandas, al tiempo En esta sección, por lo tanto, se va a hacer hincapié en las
que el ecologismo perdía fuerza, fueron reinterpretadas por preguntas que aún no han sido contestadas y los retos que la
los gobiernos, lo que dio lugar a ministerios de ecología y investigación en la materia tiene que enfrentar. Para ello se
partidos ecologistas, entre otras instituciones útiles para mo- van a tratar algunos casos concretos a partir de los cuales es
dernizarlos y ampliar su radio de acción. posible derivar importantes preguntas de investigación. Estos
También puede existir algún tipo de acoplamiento entre casos son: a) las migraciones como conglomerado de sistemas
un sistema emergente y una institución social, cuando lo que emergentes; b) el empoderamiento de Ayotzinapa a partir
se propone el sistema emergente no rompe con las normas y del caso de los 43 estudiantes de magisterio desaparecidos;
leyes vigentes. Esto se produce, por ejemplo, cuando el avi- c) WikiLeaks, Snowden y el uso de las redes electrónicas, y
d) el surgimiento de nuevos partidos políticos, candidatos
independientes y movimientos políticos.
11 Al respecto se puede consultar el capítulo que trata de la co- En su estudio sobre las migraciones, el equipo de investi-
municación estridente y la comunicación extrema con relación gación coordinado por Molina y Vedia, Los sistemas emergentes
al caso de la appo en Oaxaca, en Molina y Vedia, 2009.

Sistemas sociales emergentes 491 s


en México y su impacto social y comunicativo (papiit-unam, mucho más complicado por los intereses que involucra—,
2009-2011), demostró que algunos sistemas emergentes han que existe otro sistema social emergente estructurado como
logrado cierta dinámica de estabilidad temporal, es decir, que un conglomerado: el crimen organizado.
se mantienen cambiando y establecen acoplamientos que, a su Además de las dimensiones globales en que se encuentran
vez, se estabilizan. Éste es el caso de las migraciones, a las que los conglomerados de sistemas emergentes, las redes sociales
están ensamblados los “polleros”, los transportistas, los ban- han facilitado también la formación y el empoderamiento
cos que se encargan de los envíos de remesas, los comercios de la sociedad civil y las comunidades en muchos países. En
fronterizos que pertrechan a los migrantes, las organizaciones la sociedad civil y las comunidades se han gestado muchí-
humanitarias de apoyo a éstos, etcétera, de forma que cons- simos sistemas emergentes desde que el uso de internet 2.0
tituyen un complejo o conglomerado en el que encuentran y la telefonía celular se acoplaron, con lo que aumentaron
protección y “abrigo” y frente al cual los gobiernos no pueden las posibilidades de ampliar las redes de comunicación. Un
controlar flujos masivos de indocumentados, ya que al actuar ejemplo de este tipo de nuevos sistemas es el que se originó
sobre ellos afectan también al conglomerado, y éste responde a partir del caso de los 43 estudiantes de magisterio desa-
a la acción desde diversos flancos. parecidos el 26 de septiembre de 2014 en Iguala, que dio
Esto último es lo que está sucediendo en 2015 con los lugar a la formación de un nuevo sistema emergente de tipo
masivos contingentes africanos y de Medio Oriente, en comunitario: el de los familiares y compañeros de los desa-
los que migrantes y refugiados convergen en la Unión Euro- parecidos. Este nuevo sistema emergente logró impactar al
pea, con lo que agravan la crisis que por otras razones se está mundo mediante el uso de redes como Twitter y Facebook y
padeciendo en esa región. Como simple dato ilustrativo, Eu- beneficiarse de la respuesta de apoyo social que suscitó y de
ronews reporta el 15 de febrero de 2015: “933 (migrantes) han su relación con organizaciones magisteriales y de derechos
llegado a la isla de Lampedusa en las últimas 24 horas, pero humanos. Asimismo, mantuvo slogans exitosos (trending to-
según la Organización Internacional para las Migraciones pics) a nivel nacional y global, mediante los cuales consiguió
las personas rescatadas en las aguas del Mediterráneo en los que el gobierno de México tuviera que dar una explicación
últimos cuatro días alcanza las 3,800” (“Nueva ola de inmi- ante la onu de lo sucedido. Insatisfecho por las explicacio-
gración en el sur de Italia”, 2015). Asimismo, el 26 de junio nes y contradicciones de las investigaciones que se hicieron
de 2015, la Unión Europea decidió reubicar a 40,000 refugia- a nivel oficial, este sistema sigue manteniendo en 2015 una
dos sirios y eritreos en su territorio (Grecia e Italia) (“Unión activa injerencia política, a pesar de que en los medios ma-
Europea acepta reubicar a 40 mil migrantes”, 2015), pero las sivos casi no es mencionado. ¿Fue la magnitud del crimen
migraciones rebasan ampliamente ese cupo y no cesan, sino cometido o el manejo de las redes lo que permitió que las
que ocasionalmente se redirigen a lugares menos controlados. demandas de este sistema emergente resonaran a escala in-
En junio de 2015, en un solo día, llegaron a Europa más de ternacional? ¿Qué es lo que hace detonar la comunicación
3,700 migrantes rescatados en el Mediterráneo (“Rescatados en las redes? ¿Por qué algunos mensajes en las redes socia-
más de 3,700 inmigrantes en el Mediterráneo”, 2015) y el 14 les interpersonales y electrónicas superan el impacto de los
de junio de 2015 llegaron a Grecia, atribulada por su impa- medios de comunicación masiva? ¿Cuándo un slogan alcanza
gable deuda ante el Fondo Monetario Internacional, 2,000 trascendencia internacional y por qué? ¿Existe una relación
refugiados sirios (“Unos 2,000 refugiados desembarcan en directa entre popularidad en las redes y empoderamiento?
Grecia huyendo de la guerra en Siria”, 2015). ¿Qué factores Alrededor mismo de las redes sociales electrónicas existen
históricos, sociales, políticos y ambientales originan estas sistemas emergentes que, desde diversos nichos, cuestionan
migraciones? ¿Cómo se estructuran las redes de migrantes? las políticas de información y control de los grandes centros
¿Qué hace posible su persistente emergencia? ¿Qué tipo de de poder político, económico y de gestión. Algunos de es-
políticas habría que diseñar para tratar la emergencia migra- tos sistemas están formados por hackers y tienen propósitos
toria y de qué manera podrían afectar a los diversos sistemas criminales; otros espían los centros de poder luchando por
acoplados a ella? ¿Qué ganan y qué pierden con las migracio- la libertad en el uso de las redes electrónicas y los derechos
nes masivas los países de origen y los de destino? humanos. Entre estos últimos cabe mencionar el caso de Wi-
Así como hay importantes vacíos en el estudio de los kiLeaks,12 con el que se exhibió mundialmente el espionaje
sistemas sociales emergentes y de la emergencia en sí, como y las posturas encubiertas de los grandes líderes mundiales,
fenómeno y proceso, también los hay a nivel de los grandes
conglomerados de sistemas emergentes: los mecanismos con
que operan no han sido estudiados, ni tampoco sus propie-
dades, a pesar de que los gobiernos tratan de controlarlos, 12 Se trata de la difusión de documentos secretos, obtenidos por
aunque la dinámica del control gubernamental, aun desde la WikiLeaks y divulgados por Julien P. Assange, con la que se
violencia del poder, no ha resuelto nada hasta el momento. da a conocer al público en general a nivel global información
Las migraciones masivas son sólo uno de los grandes fe- documental secreta, procedente de diversas fuentes. A pesar de
nómenos globales de emergencia social del siglo xxi. Sólo que afectó seriamente a funcionarios, países y organizaciones,
se hará mención aquí, sin tratarlo en especial —porque es le permite a la gente conocer los sucios entretelones de la “alta
política”.

s 492 Sistemas sociales emergentes


y el caso de Snowden,13 quien mostró la forma en que Esta- Valencia, Sevilla y Palma de Mallorca también son ciudades
dos Unidos y Gran Bretaña intervienen las conversaciones regidas por alcaldes surgidos de movimientos emergentes;
privadas, tanto de políticos como de otras personas que les no de partidos políticos.
interesan. El carácter de la denuncia a través de las redes México también mostró al mundo que algo estaba cam-
electrónicas y los documentos que dejan de ser secretos al biando en el espacio político tras las elecciones del 7 de junio
ser dados a conocer públicamente muestran aspectos de una de 2015, pues ganó Jaime Rodríguez Calderón, El Bronco,
estrategia de control encubierta desde y entre las cúspides la gubernatura de Nuevo León; él aseguró que su éxito se
del poder, que afecta a la ciudadanía, a la democracia y a los debió a un adecuado conocimiento de las redes sociales.15
derechos humanos. WikiLeaks, con Assange a la cabeza, y Asimismo, candidatos sin partido que contaron con el apoyo
Snowden han despertado tanto simpatías como antipatías, popular fueron: Alfonso Martínez Alcazar, en Morelia; Cé-
pero sus partidarios forman un verdadero sistema emergente sar Valdés, en García, Nuevo León; Manuel Clouthier, en el
de apoyo que los sostiene, que embandera el software libre quinto distrito de Culiacán, y Pedro Kumamoto en el distrito
y la libertad en un sentido lato, y que continúa con la labor 10 de Zapopan (“Candidato sin partido lidera preferencias en
de denuncia. Morelia”, 2015). Otros casos similares —por ser inéditos—
Estos casos plantean importantes preguntas de inves- se produjeron en Turquía, donde los resultados electorales
tigación: ¿tienen algún proyecto social, cultural, político y mostraron el avance de los kurdos, y en Gran Bretaña, con
económico los sistemas sociales emergentes que luchan por el empoderamiento de los escoceses. Estos ejemplos reafir-
mantener la libertad en el uso de las redes electrónicas y que man y ponen de manifiesto el hecho de que la sociedad está
afectan a políticos, Estados y organizaciones, o se trata de la viviendo procesos de emergencia en los que aparecen nuevos
denuncia por la denuncia? ¿Qué oportunidades reales de pri- actores políticos.
vacidad tienen las personas que usan las redes electrónicas? También en el ámbito político Hong Kong, con la “Re-
¿De qué manera afectan a la democracia los documentos “se- belión de los paraguas” vivó un proceso de protesta civil por
cretos” revelados por WikiLeaks y Snowden? ¿Qué medidas el intento chino de imponer una ley electoral que asegurara
de control y seguridad han implementado las grandes poten- que ganarían candidatos afines a Pekín. Hong Kong mostró
cias a partir de las fugas de información que han tenido? ¿Ha la fuerza popular de una sociedad que no quiere ser dirigi-
entendido la sociedad las implicaciones de la forma en que su da desde fuera. La “Rebelión de los paraguas” triunfó en su
privacidad y derechos son afectados por la interesada survei- propósito, al lograr que la propuesta de ley fuera vetada el 18
llance de las cúspides del poder mundial? de junio de 2015 por la legislatura de la ciudad, a pesar de las
Finalmente, en relación con el caso de la emergencia de presiones del gobierno de China (“El parlamento de Hong
nuevos partidos políticos a partir de la insatisfacción popular, Kong rechaza la reforma electoral propuesta por China”,
el acceso al poder de candidatos independientes y el éxito 2015). A otro nivel, en Hungría la campaña gubernamental
social y político de algunos movimientos políticos, hay toda- antiinmigrante, fue repelida por los movimientos ciudada-
vía que investigar y aprender mucho de esta nueva y exitosa nos pro derechos humanos, lo que puso en jaque al gobierno,
emergencia social. En la primera mitad de 2015 hubo elec- puesto que el 98% de los ciudadanos húngaros está en contra
ciones en muchos países y sus resultados sorprendieron al de tal campaña (“Contraofensiva a la campaña antiinmigra-
mundo, además de que otros procesos electorales se avecinan, ción del Gobierno húngaro”, 2015).
lo que sugiere que las sorpresas no han acabado. ¿Cuál es el significado de la emergencia de la participa-
En España los resultados electorales fueron un duro gol- ción ciudadana independiente, en la política? ¿Han fallado
pe para el Partido Popular en el gobierno porque, aunque se las instituciones o el descontento social es resultado de la
mantiene en el poder, ha perdido el control de algunas de emergencia natural que supone el acceso a la globalización y
las más importantes ciudades del país: en Madrid subió al los instrumentos tecnológicos que la han posibilitado? ¿Es-
poder Manuela Carmena como alcaldesa, juez asociada al tán poniendo en crisis al orden mundial los sistemas sociales
movimiento Podemos y, a su vez, ligada estrechamente a los emergentes? ¿Qué es lo que realmente están buscando los
“plantados” de la Plaza del Sol y a los Indignados;14 en Bar- sistemas emergentes?
celona, la segunda ciudad de importancia en España, llegó a No existe hoy respuesta a estas preguntas en el campo de
la alcaldía Ada Colau, activista social anti desahucios y líder la investigación y las ciencias sociales, pero sí muchas opi-
de Comú, organización vinculada con Podemos; Zaragoza, niones. Lo que se necesita es investigar el sentido que en su

15 El 24 de junio de 2015, en la VII Cumbre de Comunicación


13 Snowden dio a conocer en junio de 2013, a través de la prensa Política, ocurrida en la República Dominicana, el gobernador
(The Guardian y The Washington Post), documentos secretos que electo de Nuevo León, que llegó al poder como candidato in-
probaban el espionaje realizado por la NSA en connivencia con dependiente, declaró que lo que lo llevó a ganar sin partido,
su homóloga en Gran Bretaña. sin medios de comunicación masiva a su favor y sin recursos,
14 Ambos movimientos confluyeron en Podemos y se originaron fue su estrategia de movilización social y el uso de las redes.
en las protestas por la crisis económica española entre 2012 y El ahora gobernador señaló que su éxito fue tal, que existen
2013. personas que lo siguen desde otros países.

Sistemas sociales emergentes 493 s


conjunto tienen estas cuestiones y las razones por las cuales Ibáñez, Jesús, coord. (1990), Nuevos avances en la investigación social:
la sociedad está dando lugar a tantos y tan diversos sistemas la investigación social de segundo orden, Barcelona: Anthropos.
y procesos de emergencia. Lo grave es que esto no repercute _____ (1991) El regreso del sujeto. La investigación social de segundo
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ta-reubicar-a-40-mil-migrantes-1110149.html>. derecho en sus respectivos sistemas de pensamiento fue una
“Unos 2 000 refugiados desembarcan en Grecia huyendo de la guerra empresa ineludible. Si ellos son considerados los fundadores
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es.euronews.com/2015/06/14/unos-2000-refugiados-des- forma específica de abordarlo que todavía está entre nosotros.
embarcan-en-grecia-huyendo-de-la-guerra-en-siria/>. Hoy en día pueden distinguirse dos grandes modalidades en
Von Foerster, Heinz (1988) “Construyendo una realidad”, en Paul el análisis sociológico del derecho: la que se interesa por los
Watzlawick et al., La realidad inventada, Barcelona: Gedisa. efectos prácticos de los fenómenos jurídicos y la que lo hace
por su dimensión simbólica. Como se verá a continuación,
la obra de Weber está más asociada a la primera, mientras
que la de Durkheim lo está con la segunda.
La manera más frecuente de recuperar la obra de Weber
SOCIOLOGÍA DEL para la sociología del derecho consiste en señalar el lugar de

DERECHO
la racionalidad legal, que en principio caracteriza a los Es-
tados modernos, dentro del mapa conceptual de las formas
de dominación que prevalecen en las sociedades humanas
Antonio Azuela (es decir, de los tipos ideales de la dominación tradicional,
carismática y racional), lo cual constituye una de las contri-
buciones fundamentales del pensamiento weberiano. Como
Definición se sabe, ello forma parte de un proyecto encaminado a com-
prender las transformaciones que condujeron al ascenso del
La frase sociología del derecho puede usarse en diversos senti- capitalismo y a la formación de los Estados modernos en
dos. En un sentido estricto, se refiere a la investigación de los Occidente. Un aspecto fundamental de ese proyecto es el de
fenómenos jurídicos a través de las categorías y de los méto- haber establecido una relación verosímil entre el derecho y
dos propios de la sociología como disciplina. En un sentido la racionalidad propia de la Modernidad.
amplio, suele utilizarse (incorrectamente) para referirse a Pero hay algo más en la obra de Weber: en su sociolo-
cualquier investigación de dichos fenómenos desde el punto gía del derecho (capítulo séptimo de Economía y sociedad,
de vista del significado o los efectos que puedan tener más 1967) se despliega un ambicioso análisis que problematiza
allá del mundo de los juristas y los operadores del derecho. el papel del orden jurídico en la formación de las socieda-
Lo que ambos tienen en común es que abordan cuestiones des modernas. Como parte de la búsqueda por definir las
socialmente relevantes del mundo del derecho que no suelen múltiples vinculaciones entre derecho y economía, Weber
ser reconocidas como problemas propios de la ciencia jurídica, insiste en que los fenómenos jurídicos no se pueden deducir
tal como ésta se definió desde el siglo xix, con el ascenso del de la lógica de las relaciones económicas, a pesar de que ellos
positivismo jurídico. sean indispensables para el desarrollo de estas últimas. En
En las páginas que siguen se tratará de establecer una particular, muestra cómo a lo largo de la historia, las formas
diferencia de tipo contextual entre la sociología del derecho, de razonamiento propias de los juristas añadieron al dere-
como una variante más, y los estudios socio-jurídicos, como cho características específicas que no son deducibles de los
la investigación que explora la dimensión social del derecho requerimientos de la economía.
dentro de las escuelas y facultades correspondientes. Como Se trata probablemente de la primera formulación, en cla-
veremos, estos últimos han estado marcados por un rasgo ve sociológica, de la autonomía del orden jurídico a partir de
general: sustentan una revuelta en contra del formalismo que las cualidades que él mismo asume en las sociedades moder-
durante más de un siglo ha predominado en el pensamiento nas, o sea la positivización, la legalidad y la formalidad. De ahí
jurídico. Las convergencias y divergencias entre estos estudios se deriva una cuestión central: si el derecho tiene “su propia
y la sociología del derecho propiamente dicha constituyen lógica”, ¿no ha de tener también sus propias consecuencias?
una clave fundamental para entender el desarrollo de este Más allá de que esto significaba un deslinde sobre las
campo de estudio que, a pesar de su heterogeneidad interna, posiciones que proclaman que el derecho no es más que un
produce ideas y debates de una enorme riqueza, que son in- “reflejo” de las relaciones económicas, era la primera vez que
dispensables para conocer el significado del orden jurídico se planteaba una de las preguntas que hasta hoy movilizan
en las sociedades contemporáneas. (y a la vez justifican) a toda una vertiente de la sociología

Sociología del derecho 495 s


jurídica: ¿qué hay en el mundo social que pueda ser atribuido No se puede negar que el derecho tuvo un lugar impor-
de manera específica al derecho? tante en la obra de Durkheim. En La división del trabajo social
Lo más interesante de esa cuestión es que no se presen- (2007), de 1893, proponía una de las tesis por las que es más
ta de manera aislada. Además de estar inscrita en un marco conocido: la distinción entre las formas de solidaridad que
que reconoce diversas dimensiones en el desarrollo histórico, caracterizarían a diferentes tipos de sociedad: la solidaridad
como la consolidación de la burocracia o el ascenso de ciertas “orgánica” sería propia de sociedades con una alta división
formas religiosas, nos permite ver la relación entre el derecho del trabajo social, mientras que la solidaridad “mecánica” lo
y un aspecto crucial de las sociedades modernas, o sea, el de sería de sociedades más simples. Durkheim eligió nada me-
la pérdida de sentido (el desencanto) que se asocia a las for- nos que al derecho como un indicador para determinar el tipo
mas dominantes de racionalidad. Es por ello que el concepto de solidaridad que predomina en una sociedad determinada
de racionalidad en Weber ha sido un referente ineludible del y, con ello, poder caracterizarla.
pensamiento social contemporáneo, por ejemplo, a través de Fue así como propuso la distinción entre un derecho
la recuperación crítica de dicho concepto por Jürgen Haber- “represivo”, que estaría asociado a la solidaridad mecánica,
mas en los años ochenta. y un derecho “restitutivo”, que lo estaría a la solidaridad or-
Para la sociología jurídica esto conduce a algunas pre- gánica. Es importante destacar que lo que Durkheim estaba
guntas fundamentales. Entre ellas: ¿fueron las formas de haciendo era tomar los fenómenos jurídicos tan sólo como
racionalidad que concibió Weber las que efectivamente se una manera de observar el orden social, es decir, como un
impusieron en los órdenes jurídicos a lo largo del siglo xx?, recurso de carácter metodológico, porque pensaba que eran
¿cómo se vive hoy en día la tensión entre racionalidad formal un “símbolo visible” cuyo análisis hacía posible constatar la
y racionalidad material? A la luz de la experiencia contem- existencia de uno u otro tipo de solidaridad social. En reali-
poránea, ¿es esa tensión todavía relevante? dad, Durkheim nunca profundizó demasiado en el derecho
Otro aspecto fundamental de esas preguntas es su rela- como tal. Al contrario de Weber, pasó por alto el proceso de
ción con un elemento central del esquema weberiano que no positivización del derecho y por ello nunca se propuso ex-
hemos mencionado hasta aquí: su teoría de la acción social. plorar sus efectos sociales.
Las implicaciones prácticas de los fenómenos jurídicos no A pesar de lo anterior, Durkheim hizo una contribución
se dan de manera automática, sino a través del modo en que central a la sociología jurídica al mostrar la dimensión cog-
se organizan las expectativas de los actores sociales. Hoy en nitiva del derecho, es decir, al hacer evidente que, más allá
día, decir que las normas jurídicas producen (bajo ciertas de la función estrictamente regulatoria o normativa del de-
condiciones) una “estabilización de las expectativas”, es una recho, éste concentra un conjunto de representaciones que
manera típicamente weberiana de expresar la relevancia del juegan un importante papel simbólico en las sociedades.
derecho en las relaciones sociales. Pero para apreciar la riqueza de dicha contribución, hay que
Por cierto, no hay que confundir esta perspectiva con el moverse de sus textos sobre el derecho hacia sus textos sobre
razonamiento dominante en la ciencia económica, que tiende la religión. Fueron muchos los pensadores que en esa época
a establecer relaciones más o menos mecánicas a partir de trataron de comprender el fenómeno religioso. La respuesta
supuestas estrategias maximizadoras de los actores. Más bien, de Durkheim fue tan original como simple: lo que las so-
lo que Weber propone es una aproximación hermenéutica, ciedades adoran a través de las prácticas religiosas no es otra
abiertamente opuesta al utilitarismo propio de la economía, cosa que a sí mismas.
en la que se trata de comprender el sentido que los actores No se trata de una proposición meramente especulativa;
atribuyen a sus actos y a las condiciones en las que actúan. en Las formas elementales de la vida religiosa (1912), encon-
Es eso lo que hace de él una figura central de la tradición tramos una notable recuperación de lo que la investigación
sociológica y, por lo mismo, de la sociología del derecho. antropológica había producido sobre el totemismo en los
Por otra parte, la recuperación de la herencia de Émile pueblos del centro de Australia, con lo que Durkheim inau-
Durkheim en la sociología del derecho ha sido menos clara guró una nueva manera de leer las estructuras profundas de
que en el caso de Weber, y ello se debe a dos razones. En las sociedades humanas, a través del análisis de la dimensión
primer lugar, durante mucho tiempo su obra fue asociada con simbólica (expresiva) de sus instituciones. Si bien su inten-
el estructural-funcionalismo en la versión de Talcott Parsons, ción con esa lectura era comprender los fenómenos religiosos,
lo que acarreaba no sólo una sospecha de conservadurismo, ella resulta perfectamente pertinente para una interpretación
sino sobre todo una lectura muy restringida de la obra mis- sociológica del derecho.
ma de Durkheim. En segundo lugar, porque la importancia A pesar de que esa herencia durkheimiana ha sido esca-
de su pensamiento no radica tanto en lo que escribió sobre samente recogida por la sociología del derecho, su vigencia
el derecho, sino en sus estudios sobre la religión, que bien es evidente en distintas vertientes del pensamiento y la
pueden ser recuperados para el estudio de aquél. Para ello investigación social de nuestros días. La encontramos en
es necesario hacer un recorrido que no es tan evidente en la propuestas teóricas de alcance general como la sociología
obra misma del autor. cultural ( Jeffrey Alexander), así como en investigaciones
que se refieren a cuestiones muy cercanas, o incluso di-

s 496 Sociología del derecho


rectamente relacionadas con aspectos jurídicos. Algunos Esto no tiene nada de extraordinario, en la medida en
ejemplos de ello son el concepto de religiones cívicas que que el derecho está presente en gran parte de la experiencia
se ha utilizado para comprender aspectos fundamentales social del mundo contemporáneo. Lo interesante está en la
de la legitimidad de los Estados modernos (Robert Neelly variedad de formas en las que el análisis de las disciplinas
Bellah); los trabajos de Mary Douglas (en particular su con- sociales enfrenta los fenómenos jurídicos. Unas veces, trata
cepto de “necesidad forense” para denotar la existencia de de mostrar el carácter “ideológico” de las categorías jurídicas;
espacios institucionales que todas las sociedades requieren otras, se interesa por demostrar los niveles de inobservan-
para hacerse cargo de sus calamidades); así como toda una cia de determinadas reglas o principios jurídicos; otras más,
serie de investigaciones sobre la “vida social de las cosas”, muestra el modo en que ciertas leyes benefician a una o a
que exploran la dimensión simbólica de la propiedad y de la otra categoría de actores sociales.
noción de patrimonio, de un modo tal que es posible superar Con toda su riqueza, esa producción académica suele
el economicismo que imperó durante décadas en el estudio tener un grave problema: rara vez hace explícitos los refe-
sociológico de las instituciones económicas. rentes teóricos que podrían servir de fundamento a lo que
Hasta aquí se ha tratado de ilustrar el modo en que la nos dice sobre el derecho. Y no lo hace porque el estudio de
herencia de la sociología weberiana ilumina la dimensión los fenómenos jurídicos no es su principal propósito. Pero
pragmática de los fenómenos jurídicos, mientras que la de el resultado es que, unas veces, se da por supuesto que tal o
la sociología durkheimiana nos ilustra sobre su dimensión cual ordenamiento jurídico no tiene la menor posibilidad de
simbólica. En todo caso, más que enfrentar a un autor contra afectar los procesos sociales que trata de regular, mientras
el otro, la sociología del derecho puede beneficiarse de la he- que otras, parece que el derecho está dotado de una fuerza
rencia de sus fundadores a partir de la identificación de ambas irresistible, de modo que la explicación que se nos ofrece
dimensiones como esferas legítimas de su campo: ninguna de está nada menos que en algún fenómeno jurídico. Y muchas
ellas es, per se, más importante que la otra y debemos a esos veces el mismo investigador oscila entre una y otra posición.
autores haber iniciado el camino para comprenderlas. Si es A pesar de éstas y otras debilidades, se trata de un universo
posible o no hacer una síntesis entre ambas, es una cuestión que la sociología del derecho no puede darse el lujo de igno-
que por ahora ha de quedar abierta. rar. Primero, porque representa un caudal de conocimiento
de enormes dimensiones, del que se aprende mucho sobre
Una sociología jurídica involuntaria la vida social del derecho. Segundo, y quizá más importante,
Antes de pasar a los estudios socio-jurídicos, es importante porque constituye el material a partir del cual nuestra disci-
hacer notar que, a lo largo de prácticamente todo el espectro plina puede ganarse un lugar más reconocible en el conjunto
de la sociología y las disciplinas afines a ella, se ha producido de las ciencias sociales. Como se verá más abajo, uno de los
lo que podemos llamar una sociología jurídica involunta- problemas del derecho es que la mayor parte de su produc-
ria. Nos referimos a la enorme cantidad de trabajos —no ción no rebasa el mundo de los juristas.
únicamente sociológicos, sino de todas las disciplinas so- Adicionalmente, existe un tipo de producción académica
ciales— que a pesar de abordar temas que en principio no que ni siquiera reconoce en su objeto un tema relevante para
pertenecen al mundo del derecho, terminan convergiendo el estudio del derecho y que también puede ser caracterizada
con él; no sólo incorporan fenómenos jurídicos a su cam- como sociología jurídica involuntaria. Tal es el caso, por citar
po visual, sino que lo convierten en un objeto privilegiado sólo uno, de la perspectiva neo-institucionalista, que abarca
dentro del mismo. tanto la economía como la ciencia política. Un buen ejemplo
Así, por ejemplo, es inconcebible una sociología rural que es la obra de Elinor Ostrom, Premio Nobel de Economía
no toque, aunque sea tangencialmente, la cuestión del régi- en 2009. Sin que en su trabajo aparezca siquiera la palabra
men jurídico de la propiedad en el campo, o una sociología “derecho” ni tenga la menor intención de dialogar con juris-
del trabajo que ignore los pactos entre sindicatos y empresas o tas o con sociólogos del derecho, lo que nos presenta es nada
los efectos de las decisiones judiciales sobre los conflictos la- menos que un poderoso argumento teórico, apoyado con un
borales; o un análisis de los procesos electorales que prescinda vasto trabajo empírico, respecto de la formación de sistemas
de un conocimiento del marco jurídico respectivo; y lo mis- de reglas para el uso sustentable de recursos naturales en
mo con la familia, la migración y casi cualquier otro proceso regímenes de propiedad común. Sin duda se trata de fenó-
social. Del mismo modo, cuando se adopta una perspectiva menos normativos que tienen que ver con uno de los retos
histórica en ciencias sociales, es frecuente que la periodiza- más grandes que hoy en día enfrenta la especie humana —o
ción con la que se trabaja tome como referencia la expedición sea, el problema de cuáles serían los mejores arreglos nor-
de determinados ordenamientos (leyes y, en particular, cons- mativos para garantizar un uso sustentable de los recursos—.
tituciones) o la adopción de ciertas resoluciones judiciales. En suma, existe una enorme producción académica,
En suma, de una gran parte de la investigación en ciencias hecha desde preocupaciones y con métodos muy distintos
sociales, uno puede “entresacar” tanto el material básico como entre sí, que nos habla de la vida social del derecho y que, a
muchos de los argumentos de una sociología jurídica. pesar de que no se lo ha propuesto, debería ser reconocida
como un referente ineludible para la sociología del derecho.

Sociología del derecho 497 s


El argumento es muy simple: esta última debe tomarla en una relación directa con los debates más generales de las
serio porque hace lo mismo que ella, aunque no lo haga de ciencias sociales.
manera formal. En la medida en que moviliza argumentos Una ilustración clara de lo anterior es el estatuto de la
sobre el significado social de los fenómenos jurídicos (o, en noción de contrato social en ambos espacios. Para los soció-
general, normativos) y proporciona análisis relevantes e inter- logos, es evidente que dicha noción no puede tener más que
pretaciones originales, tiene que ser incorporada a cualquier un valor metafórico y que la clave para comprender el orden
programa fuerte para la disciplina. social hay que buscarla en otra parte; no hay que convencer
a ningún colega de ello. En cambio, entre los juristas (sobre
Los estudios socio-jurídicos todo, pero no sólo, en el siglo xix) la idea del contrato social
Con la expresión “estudios socio-jurídicos” (del inglés socio- circula como una manera razonable de entender el funda-
legal studies) suele designarse al conjunto de investigaciones mento social del orden jurídico —muy a pesar de que la idea
académicas que se proponen rebasar los límites tradicionales de los clásicos del pensamiento político moderno hubiese
de la dogmática jurídica con el objeto de comprender el sido otra—. En algunos centros de enseñanza del derecho,
significado social de los fenómenos jurídicos. Dicha todavía hoy la sociología jurídica tiene que enfrentarse a la
expresión, lejos de ser resultado de alguna formulación creencia de que el orden social es resultado de un conjunto
teórica, se usa de manera convencional para no hablar de de normas (las del derecho) que serían la expresión de nada
“sociología jurídica” o “sociología del derecho”, ya que trata menos que un contrato social.
de incluir investigaciones que pueden estar más cercanas a En otras palabras, una reconstrucción de la génesis y el de-
la antropología, a la ciencia política, y a otras distintas a la sarrollo de los estudios socio-jurídicos tiene que considerar el
sociología como tal. En el presente apartado, la utilizamos para campo social donde ellos tienen lugar, lo que supone entender
designar las investigaciones que, además de la característica la compleja relación entre las escuelas de derecho y el mundo
arriba anotada, se distinguen por el lugar institucional donde de la práctica jurídica —y esto incluye nada menos que el
tienen cabida, es decir, las escuelas y facultades de derecho parlamento, los tribunales y la administración pública—. Al
de las universidades. respecto, es interesante observar el contraste entre el desa-
Por varias razones, no es lo mismo hacer investigación rrollo de los estudios socio-jurídicos en los Estados Unidos
sobre el derecho como un fenómeno más, desde una ciencia de América y Europa. En el recuento que sigue se dedicará
cuyo objeto es la sociedad (o la economía o la política), que un espacio importante (aparentemente desproporcionado) a
hacerlo desde dentro de la disciplina jurídica, que implica al- lo ocurrido en aquel país, en virtud de que ha sido ahí donde
gún tipo de contacto con el ejercicio de la profesión jurídica los estudios socio-jurídicos han tenido un mayor impacto en
y, por lo tanto, con las formas de poder asociadas a la misma. la práctica y en la orientación del derecho.
Además, el sociólogo tiene que acomodar el derecho en su Lo que hoy llamamos estudios socio-jurídicos comen-
comprensión general del mundo social; en cambio, el jurista zó a principios del siglo xx, en los Estados Unidos, con la
enfrenta una tarea más difícil: la de acomodar una visión del “jurisprudencia sociológica” (sociological jurisprudence) —
mundo social dentro de su definición del derecho. Por eso denominada así por su fundador Roscoe Pound—, que no
no es extraño que, en este último caso, el resultado sea ser era sino la expresión jurídica de la llamada “era progresista”,
más tortuoso que en el primero. durante la cual un conjunto de actores, desde la academia
Por más de un siglo, los estudios socio-jurídicos han hasta la política, se movilizaron en pro de una reforma que
mantenido, como rasgo distintivo, el hecho de que libran mejorara las condiciones sociales de las nuevas clases subal-
una batalla contra el formalismo que domina la ciencia del ternas surgidas del desarrollo capitalista de la época. Además
derecho. Mientras la dogmática jurídica se esfuerza en con- de argumentar a favor de la legislación social frente a un po-
centrarse en la lógica interna de los sistemas legislativos, los der judicial predominantemente conservador, la innovación
estudios socio-jurídicos tratan, por el contrario, de mostrar más importante de esa corriente, fuertemente influida por el
las múltiples conexiones que existen entre el derecho y su pragmatismo de John Dewey, fue la de recurrir a la sociolo-
contexto social. Así, en la medida en que el formalismo si- gía, en tanto que ciencia, para construir un nuevo paradigma
gue prevaleciendo en las escuelas y facultades de derecho, el sobre el derecho. El espíritu antiformalista de esta escuela
sentido de la visión socio-jurídica no parece ser otro que no derivaba de una reflexión meramente académica, sino de
el de combatirlo. una crítica a las formas de interpretación judicial predomi-
Esto ha creado una división profunda en el campo de la nantes, debido a que no se hacían cargo de sus consecuencias
sociología del derecho en cuanto a los objetivos que la misma sociales, lo que llevó a Pound a calificarla como una “juris-
debe perseguir: para quienes están ubicados en escuelas de prudencia mecánica”.
derecho, el propósito principal de la perspectiva socio-jurídica Es verdad que hoy en día la expectativa de utilizar el
es combatir al formalismo de los juristas. En cambio, para conocimiento científico como insumo fundamental para la
quienes están ubicados en otros contextos institucionales, formación del derecho puede parecer ingenua; la experiencia
eso no es un problema y por lo mismo es posible establecer ha demostrado que la ciencia puede servir para apoyar pro-
yectos políticos diversos e incluso contradictorios. En todo

s 498 Sociología del derecho


caso, es interesante hacer notar que el movimiento de la juris- interesaron por recuperar las nuevas ideas que surgían en Eu-
prudencia sociológica fue el primero en defender la necesidad ropa. Por citar sólo un caso, Jerome Frank desarrolló todo un
de utilizar el derecho como instrumento de cambio social argumento, a partir de la obra de Freud, en el sentido de que
en el contexto de una sociedad marcada por la desigualdad. la obsesión por encontrar en el derecho un sistema coherente
Es difícil trazar la línea divisoria entre la jurisprudencia y cerrado, no era más que una manifestación de la necesidad
sociológica y el realismo jurídico; de hecho, para muchos no paterna de los juristas.
existe una diferencia tan importante como para considerarlas No obstante sus éxitos, el realismo jurídico tuvo que en-
dos escuelas distintas. En todo caso, para fines de los años frentar la acusación de que era portador de un relativismo
veinte, ya existía un numeroso grupo de juristas que se reco- respecto de los valores y que resultaba inaceptable frente al as-
nocían a sí mismos como defensores de una escuela “realista”, censo de los regímenes autoritarios de la época. Como se sabe,
con una agenda mucho más amplia que la de la jurisprudencia uno de los corolarios jurídicos del desenlace de la Segunda
sociológica y, en algunos casos, con una clara intención de Guerra Mundial fue la Declaración Universal de los Dere-
deslindarse de las figuras asociadas a ella. chos Humanos, doctrina que daba sentido nada menos que
Independientemente de sus méritos académicos, la im- a un nuevo orden jurídico internacional representado por la
portancia del realismo jurídico radica en la influencia que onu y que supone la existencia de principios normativos que
logró tener, entre las dos grandes guerras, sobre la reflexión y estarían por encima de las contingencias de la vida jurídica.
la práctica jurídicas en los Estados Unidos. Es difícil encon- Como cabe esperar, esa declaración no fue una sorpresa
trar otro caso en el que la investigación socio-jurídica haya de última hora, sino que se venía incubando en los medios
tenido tanto éxito. Lo que los juristas de esa corriente tenían académicos y en la opinión pública de los Estados Unidos.
frente a sí era lo mismo que veían sus colegas europeos: los En ese contexto, no es difícil entender que el realismo jurídico
jueces no siempre resolvían de acuerdo a los mismos criterios, haya caído en un profundo desprestigio, ya que era objeto de
la legislación estaba fuertemente marcada por las contingen- la acusación de “cinismo” o al menos de indiferencia frente
cias de la política, surgían por todas partes prácticas jurídicas al fascismo y al nacional-socialismo —y acaso también de
que no se ajustaban a los moldes tradicionales —como los complicidad frente al comunismo—.
pactos entre sindicatos y empresas—. Sin embargo, el realis- Sin embargo, el desprestigio del realismo jurídico durante
mo floreció en Norteamérica y no en Europa, por las razones y después de la Segunda Guerra, no impidió que haya dejado
que más adelante se señalan. una huella indeleble en la cultura jurídica estadounidense.
Una de las tesis del realismo jurídico era que, lejos de Como una especie de corriente subterránea impulsó, tanto
lo que sostenían las doctrinas jurídicas dominantes sobre en los medios universitarios como en los de los operadores,
la imparcialidad de los jueces, el sistema judicial estaba por una manera de entender el derecho que se hacía cargo de
definición cargado de subjetividad y producía resultados in- las condiciones sociales dentro de las cuales se producen los
consistentes como resultado de las preferencias políticas y fenómenos jurídicos, así como de las consecuencias que pro-
morales de los jueces. Más allá de la denuncia sobre ciertas ducen. De manera prácticamente unánime, hoy se reconoce
formas de comportamiento judicial, eso llevaba a reconocer que el pensamiento jurídico de los Estados Unidos no sería
que los jueces crean derecho. La idea, tan propia del siglo lo mismo sin el realismo jurídico.
xix, de que los jueces serían simples ejecutores de las dis- De hecho, en las últimas décadas, dos corrientes del pen-
posiciones aprobadas por el poder legislativo, resultaba al samiento jurídico opuestas entre sí, la conocida como law and
menos ingenua. economics y los estudios críticos del derecho, se reclaman ambas
Sobre la legislación, los realistas hacían ver que, por herederas del realismo jurídico. Lo que en todo caso queda es
ejemplo, la relativa a las relaciones entre caseros e inquilinos una actitud abierta a utilizar el conocimiento que provenga no
estaba expresamente diseñada para favorecer los intereses de importa de qué disciplina, para predecir lo que va a resolver el
los primeros y que la relativa a las cuestiones laborales daba juez. Si al principio del siglo xx se trataba de usar la ciencia
todas las ventajas a los patrones; a menos, claro, que cam- para el “avance social”, al final del mismo lo que quedaba era
biasen las condiciones políticas de la actividad legislativa. la disposición del abogado para utilizar la ciencia como un
Fue ahí donde se incubó una de las ideas fundamentales de “activo” para mejorar su desempeño profesional.
la sociología jurídica contemporánea: la de la indetermina- Los estudios críticos del derecho (critical legal studies o
ción como rasgo fundamental del derecho en las sociedades cls), que aparecieron a fines de los años setentas, constitu-
contemporáneas. yen la más reciente modalidad de estudios socio-jurídicos en
Los realistas jugaron un papel importante en la era del New los Estados Unidos. Esta corriente se distingue del realismo
Deal roosveltiano, ya que, al igual que sus predecesores de la jurídico no sólo por ser portadora de un pensamiento más
escuela de la jurisprudencia sociológica, estaban del lado de radical, sino por su vinculación directa con los movimientos
las reformas sociales y, por ello, fueron capaces de influir tanto sociales y las luchas por los derechos civiles de las décadas
en la legislación como en la práctica jurisdiccional de la época. anteriores. A pesar de su diversidad teórica, que va desde el
Ahora bien, ello no significa que se tratase de un pragmatismo post-marxismo hasta el feminismo y el post-estructuralismo,
sin horizonte teórico alguno. De hecho, muchos de ellos se los cls tienen al menos dos postulados en común. Por un

Sociología del derecho 499 s


lado, la insistencia en la dimensión política de los procesos Sin embargo, en Europa los estudios socio-jurídicos no
asociados al mundo del derecho, desde la enseñanza hasta llegaron a tener la importancia que tuvo el realismo jurídico
la práctica judicial. Sin caer en las simplificaciones propias en los Estados Unidos. Una explicación obvia está en los
del marxismo vulgar, y reconociendo la especificidad de los totalitarismos y, sobre todo, en las dos grandes guerras que
diferentes contextos de la práctica jurídica, los cls no han alteraron la vida de los Estados y con ello la operación
dejado de señalar dicha práctica como un ejercicio de poder. normal del derecho —incluyendo su relación con el mundo
En segundo lugar, esta escuela ha profundizado sobre uno de académico—. Pero también hay razones relativas a la
los aspectos que el realismo jurídico había atisbado desde sus organización del campo jurídico que sería largo explicar aquí.
inicios: el carácter necesariamente indeterminado del derecho. En Francia, por ejemplo, el ascenso del positivismo jurídico y
Acaso sea éste el punto de tensión más importante con la dog- su consolidación en la formación de abogados y juristas, que
mática jurídica tradicional, que no ha abandonado la imagen implicaba la autonomización de la ciencia del derecho, trajo
del orden jurídico como un conjunto de normas coherente, como consecuencia que la sociología jurídica fuera excluida
unívoco y predecible. Debido a la profusión de su produc- por mucho tiempo de las escuelas de derecho (García-Villegas,
ción académica, así como a la simpatía por los movimientos 2009: 40).
sociales y por las causas de los sectores sociales subalternos De hecho, las grandes aportaciones europeas a la tradi-
en el mundo de las universidades, los cls han logrado forjar ción sociológica del derecho, hasta bien entrada la segunda
una fuerte identidad en las escuelas de derecho en ese país, posguerra, no se dieron desde las facultades de derecho sino
así como ejercer una influencia importante en el resto del desde otros ámbitos. En algunos casos, como el de Georges
mundo de habla inglesa. Gurvitch, quien heredó la cátedra de Émile Durkheim, la so-
En cuanto a su relación con su entorno, conviene hacer ciología jurídica siguió siendo una rama más de la sociología.
notar dos rasgos adicionales de los cls. Primero, está el hecho En otros, como el de la perspectiva marxista, las condiciones
de que su radicalismo no ha sido un argumento para aban- del trabajo académico fueron sumamente azarosas. Para dar
donar la posibilidad de incidir en la vida jurídica; de hecho, una idea de esto último, basta recordar el contrastante destino
han tenido una visibilidad importante en la defensa de una de las dos figuras más relevantes del pensamiento marxis-
gran variedad de reivindicaciones sociales en el mundo del ta sobre el derecho: Karl Renner y Eugenio Pashukanis. El
derecho. Segundo, y acaso debido a lo anterior, los cls han primero de ellos fue, entre 1918 y 1950, la figura política
incorporado muchos elementos de la teoría social contempo- más importante de la República Austriaca; el segundo, des-
ránea, pero los han puesto al servicio de una transformación pués de haber sido un comprometido miembro del Partido
del pensamiento jurídico. En esa dinámica, han renunciado Comunista de la Unión Soviética, terminó ejecutado en los
a la posibilidad de entablar un diálogo crítico “de regreso” procesos de Moscú de 1937.
con la teoría social misma. Es decir, han renunciado, como No fue sino hasta principios de los años sesenta, cuando
el conjunto de los estudios socio-jurídicos, a la posibilidad en diversos países europeos comenzó a abrirse paso la pers-
de innovar en el pensamiento social a partir de lo que han pectiva sociológica en las escuelas de derecho. Para 1962, tras
aprendido del mundo del derecho. la creación del Comité de Investigación en Sociología del
Volvamos la vista a Europa. En contraste con lo ocurrido Derecho (rcsl, por sus siglas en inglés) dentro de la Asocia-
en Norteamérica, la trayectoria de los estudios socio-jurídicos ción Internacional de Sociología, ya eran reconocibles figuras
en ese continente es más difícil de sintetizar, sobre todo de- como la de Renato Treves en Italia y Adam Podgòrecki en
bido a la diversidad interna de la cultura jurídica europea, así Polonia. El auge del Estado de bienestar en esos años trajo
como a las condiciones de la vida académica. Aun asumiendo consigo una nueva demanda de análisis sociológicos del de-
el riesgo de dejar de lado algunos movimientos relevantes, recho, que una nueva generación de juristas estaba dispuesta
como el realismo escandinavo, puede decirse que en Europa, a satisfacer: la seguridad social, la política criminal y la regu-
desde principios del siglo xx, también se produjo una revuel- lación económica, entre otros, fueron los temas que ayudaron
ta anti-formalista que básicamente apuntaba hacia la misma al impulso de los estudios socio-jurídicos en Europa.
dirección que en los Estados Unidos: romper la hegemonía Hoy en día existen numerosas revistas sobre la materia y
de la tradición liberal e introducir la “cuestión social” en la las escuelas y facultades de derecho acogen a un número cre-
agenda del derecho. ciente de académicos dedicados a los estudios socio-jurídicos.
También ahí se ponían en duda los presupuestos funda- Sin embargo, para ellos la tarea principal sigue siendo la de
mentales del positivismo jurídico en ascenso. Para citar sólo hacer valer su perspectiva frente a un establishment jurídico
dos de las figuras más relevantes, vale la pena evocar a Eugen marcado por diferentes versiones de la tradición positivista.
Ehrlich, defensor de la idea del derecho viviente, y más tarde Cuando se consideran en conjunto el estado actual de los
a Santi Romano, que fue el primero en utilizar la expresión estudios socio-jurídicos y la investigación que se reconoce
pluralismo jurídico para señalar la existencia de fenómenos explícitamente como sociología del derecho, se observa un
jurídicos que ponían en duda la idea de un orden jurídico campo en constante desarrollo, no sólo por el incremento
único y dotado de coherencia interna. notable en su producción académica, sino también por la
diversidad y la relevancia de las cuestiones que aborda. De

s 500 Sociología del derecho


entrada conviene señalar que el derecho ha ocupado un lugar alternativa” del derecho. Lograron crear algunos espacios de
más general en la discusión sobre teoría sociológica, como lo diálogo en el plano regional (como las revistas Crítica Jurídica
atestigua la polémica entre Niklas Luhmann y Jürgen Ha- y El Otro Derecho) y, en muchas universidades, ofrecieron a
bermas. Acaso Anthony Giddens sea el único gran sociólogo los estudiantes una mirada distinta a la del formalismo do-
del último tercio del siglo xx que no ha dedicado una inves- minante. Con todo, su influencia en el pensamiento social
tigación al tema del derecho. fue muy limitada y sus perspectivas cambiaron radicalmente
En general, puede decirse que, en las últimas décadas, con las llamadas transiciones democráticas que gran parte de
los temas jurídicos han ofrecido un terreno fértil tanto para los países del continente experimentó en las últimas décadas
las diferentes disciplinas sociales como para las nuevas ex- del siglo pasado.
presiones del pensamiento social. El caso más claro es el de En virtud de que la gran mayoría de los estudios so-
la antropología, sobre todo por su contribución al debate cio-jurídicos de los setenta y ochenta venían acompañados
sobre el pluralismo jurídico. Pero también está el caso de la de posturas que rechazaban los supuestos de la democracia
ciencia política, con sus estudios sobre el poder judicial, así liberal, cuando los regímenes autoritarios de la región dieron
como el de la historiografía. Más allá de los enfoques dis- paso a democracias constitucionales, fue muy difícil sacar pro-
ciplinarios, han sido tres las perspectivas que traen consigo vecho de ellos. Como veremos en el apartado siguiente, tienen
las novedades más relevantes en el análisis socio-jurídico: el ante sí la enorme tarea de erigirse en una opción relevante
neo-estructuralismo, la teoría de sistemas y el llamado giro frente a otras maneras de ver el derecho que han cobrado
interpretativo, a partir de autores como Michel Foucault, fuerza en el contexto de las transformaciones recientes del
Niklas Luhmann y Pierre Bourdieu, respectivamente. La estado en América Latina.
riqueza de la producción académica se puede ver en la gran
cantidad de revistas especializadas en temas socio-jurídicos, Líneas de investigación y debate
así como en la copiosa participación en las reuniones de la contemporáneo
Law and Society Association y del rcsl.
Con toda su abundancia, y acaso debido a su dispersión Por lo que se ha dicho hasta aquí, es claro que la sociología
teórica, es preciso hacer notar que este campo de estudios del derecho y los estudios socio-jurídicos abarcan una enor-
no ha utilizado toda la riqueza conceptual de la tradición so- me variedad de líneas de investigación, al respecto tanto de
ciológica para salir al paso de dos corrientes de pensamiento sus objetos como de los modos de aproximarse a ellos. La
que se están convirtiendo en las alternativas dominantes para dificultad para clasificarlos es la misma que se tiene al tratar
comprender los fenómenos jurídicos en el mundo actual. de catalogar las ciencias sociales en general.
Por un lado, existe una literatura que comprende diversas Tras un esfuerzo de síntesis, en el caso de los debates
variantes del neo–institucionalismo y de las teorías de la contemporáneos, puede decirse que, en primer lugar, existe
elección racional que, con el apoyo del Banco Mundial y de una polémica entre quienes piensan que la sociología del de-
organismos afines, ofrecen una visión de lo que debería ser recho, como una rama más de la sociología, debe orientarse a
el derecho en las sociedades contemporáneas, basadas en los contribuir al desarrollo de la propia disciplina, es decir, que
postulados de la economía neoclásica; es lo que podríamos debe mostrar la forma en que nuestro conocimiento de los
denominar el paradigma jurídico de la “gobernanza”. Por otra fenómenos jurídicos contribuye a nuestro conocimiento de
parte, en el contexto del sistema de las Naciones Unidas y con las sociedades humanas (Reza Banakar); y quienes consideran
el apoyo de numerosas organizaciones no gubernamentales, que ella debe servir para combatir las concepciones jurídicas
toma cada vez más fuerza una concepción de los fenómenos dominantes en las escuelas de derecho (Roger Cotterrell).
jurídicos basada en la doctrina de los derechos fundamentales. Cada una de esas posturas tiene sus respectivos méritos y
Huelga decir que prevalece una total incomunicación entre no es éste el lugar para discutirlas, baste con señalar que la
ambas perspectivas. Sin negar los méritos que, por razones existencia misma de tal polémica da una idea de la dispersión
diferentes, puede tener cada una de ellas, lo cierto es que en que prevalece en el campo.
la tradición sociológica están los argumentos para hacer evi- Sin dejar de hacerse cargo de ése y otros debates, es preci-
dentes las limitaciones sustanciales de ambas corrientes. Más so reconocer al menos dos grandes retos para la sociología del
adelante volveremos sobre esto que parece ser el déficit más derecho. En primer lugar, tiene que hacerse cargo de lo que
importante de la sociología del derecho (y de los estudios hemos denominado la sociología del derecho “involuntaria”,
socio-jurídicos) en la actualidad. es decir, del conjunto de ideas que circulan en el mundo de
El caso de América Latina merece una mención aparte. las ciencias sociales, donde se atribuyen cualidades o efectos
Si bien es cierto que en dicha región la sociología del derecho (incluso “funciones”) determinados a los fenómenos jurídi-
no ha arrojado una producción cuantitativamente notable, ni cos. Si hace dos o tres décadas el discurso dominante sobre el
mucho menos ha ejercido una influencia perceptible en la derecho en ciencias sociales tendía a desestimarlo mediante
práctica del derecho, tampoco se puede decir que haya sido conceptos como el de “ideología” o el de “superestructura”,
irrelevante. Durante los años setenta y ochenta, apareció una o simplemente se pasaba de largo porque se pensaba que el
generación de juristas que trataron de impulsar una “visión derecho no era un objeto en el que valiera la pena detenerse,

Sociología del derecho 501 s


hoy en día, en casi todos los ámbitos de las ciencias sociales Dupret, Baudoin (2006), Droit et sciences sociales, Paris: Armand
y las humanidades, el derecho atrae mayor atención y, en Colin.
ocasiones, aparece como algo sobrevaluado, o al menos esto Durkheim, Émile (2007), La división del trabajo social [1893], Mé-
último suelen pensar quienes lo han visto desde una perspec- xico: Colofón.
García-Villegas, Mauricio (2009), “Champ juridique et sciences
tiva sociológica. La tarea de “devolverlo a su lugar” sucedería sociales en France et aux États-Unis”, L’Année Sociologique,
en el plano teórico, pero también puede darse (y de hecho vol. 59, núm. 1, pp. 29-62.
se da) en cada uno de los ámbitos donde la investigación Habermas, Jürgen (1998), Between Facts and Norms, Cambridge:
socio-jurídica se topa con discursos sobre el derecho que no The mit Press.
han reflexionado bastante sobre el modo en que insertan a Harrington, Christine y Barbara Yngvesson (1990), “Interpre-
los fenómenos jurídicos en sus marcos más generales. tive Sociological Research”, Law and Social Inquiry, núm.
La segunda gran tarea de la sociología del derecho, par- 15, pp. 135-148.
ticularmente en países donde las agendas jurídicas están Luhmann, Niklas (2002), El derecho de la sociedad [1993], México:
marcadas por la tensión entre organismos financieros como Universidad Iberoamericana.
Tamanaha, Brian (1995), “An Analytical Map of Social Scientific
el Banco Mundial y los del sistema de Naciones Unidas Approaches to the Concept of Law”, Oxford Journal of Legal
(junto con muchas ong), es la de convertirse en una tercera Studies, vol. 15, núm. 4, pp. 501-535.
opción para entender el significado y alcance de los fenóme- Weber, Max (1967), Economía y sociedad, México: Fondo de Cul-
nos jurídicos. Vale la pena insistir en esto: en la actualidad, las tura Económica.
iniciativas de reforma jurídica que más dividen a las comuni-
dades políticas corresponden a dos paradigmas opuestos: por
un lado, el de la “gobernanza”, que supone el despliegue de
los conceptos de la economía neoclásica y que ve al derecho
como un conjunto de reglas que deben fomentar la eficiencia
de los mercados y de las políticas públicas, sin hacerse car-
SOLIDARIDAD
go de las consecuencias sociales que ellas pueden acarrear; Fernando Pliego Carrasco
por otro, el de los derechos humanos, que ve en el derecho
un orden organizado desde principios morales, es decir, ins-
pirados en ciertas ideas acerca de la dignidad humana, que Definición
no se hace cargo de las consecuencias económicas (o de los
límites estructurales) de los diferentes arreglos normativos. Pocas palabras tienen la propiedad de evocar significados
Frente a la polarización creciente entre esas perspecti- tan positivos en las personas y, a la misma vez, servir como
vas, acaso podamos esperar de la sociología del derecho una herramientas analíticas para estudiar fenómenos de muy va-
mirada que nos muestre una imagen más compleja del lugar riada escala social. Es el caso de solidaridad, donde convergen
del derecho en las sociedades contemporáneas o, al menos, características normativas y descriptivas (Bayertz, 1999b).
una descripción del derecho que sea más densa que la de los En el primer aspecto, solidaridad nos remite a un ima-
paradigmas hoy dominantes. ginario de prácticas y comportamientos que promueven
ayuda, apoyo a víctimas, preocupación por quienes padecen
Bibliografía injusticias, promoción de programas de asistencia social y
desarrollo comunitario, lucha por la paz y el cambio social,
Banakar, Reza (2009), “Law through Sociology’s Looking Glass:
Conflict and Competition in Sociological Studies of Law”, defensa de derechos políticos. Una gama amplísima de ac-
en Ann Denis and Devorah Kalekin-Fishman (eds.), The isa ciones formales o informales con las que los seres humanos
Handbook in Contemporary Sociology: Conflict, Competition and trascendemos con creces la frase lapidaria de Marcio Plauto
Cooperation, India: Sage Publications, pp. 58-73. (254-184 a.C.), popularizada en el libro Elementa Philosophica
Bourdieu, Pierre (2000), “Elementos para una sociología del cam- de Cive por Thomas Hobbes, homo homini lupus (el hombre
po jurídico”, Pierre Bourdieu y Gunther Teubner, La fuerza es lobo para el hombre).1
del derecho, Bogotá: Siglo del Hombre, Facultad de Derecho Como herramienta descriptiva, la palabra también nos
de la Universidad de los Andes-Ediciones Uniandes, Insti- sirve para estudiar fenómenos sociales relevantes como son
tuto Pensar.
los procesos de cohesión e integración entre individuos y
Clark, David, ed. (2007), Encyclopedia of Law and Society. American
and Global Perspectives, Los Angeles, London: Sage. grupos, o bien, los fenómenos sociales de muy variada escala,
Cotterrell, Roger (2007), “Sociology of Law”, en David Clark desde el apoyo que un país o una organización internacio-
(ed.) Encyclopedia of Law and Society. American and Global nal de países brindan a otro en situaciones sociales extremas
Perspectives, tomo 3, Los Angeles, London: Sage Publica- (desastre natural o guerra) con el fin de atender y recuperar
tions, pp. 1413-1420.
Díaz y Díaz, Martín (1998), Derecho y orden. Cuatro ensayos para el
1 De manera equivocada, la frase suele ubicarse en el libro Levia-
análisis realista de los fenómenos jurídicos, México: Fontamara.
than. La cita original de Plauto dice: “lupus est homo homini”
(Véase Plauto, 1759).

s 502 Solidaridad
el bienestar de las víctimas, hasta el compromiso personal asalariado, la manipulación mediática, el crimen organizado,
que —por ejemplo— un profesional de la salud brinda a la guerra y muchas otras problemáticas semejantes.
enfermos terminales de sida o a comunidades afectadas por Identidad. En la literatura disponible el surgimiento de la
epidemias como la malaria. solidaridad suele explicarse por la presencia de vínculos de
En el intermedio, también se refiere a una gran cantidad identidad entre los individuos: emerge cuando tienen refe-
de prácticas desarrolladas por fundaciones y organizaciones rencias culturales o funcionales compartidas en su historia
no gubernamentales, grupos de base, sindicatos de trabaja- (étnicas, nacionales, religiosas, filosóficas, laborales, etcéte-
dores, asociaciones profesionales y técnicas, comunidades ra) que les motivan y facilitan el desarrollo de relaciones de
étnicas y religiosas, entre muchos otros actores, orientados a tipo cooperativo. No obstante, la solidaridad también con-
la ayuda mutua y a la gestión de necesidades y demandas de tribuye al desarrollo de la identidad: favorece los vínculos de
los propios participantes, o bien, a brindar apoyo a individuos pertenencia. En consecuencia, es efecto y causa de la iden-
y comunidades en condiciones de pobreza o de violación de tidad social; surge a partir de ella, pero también la recrea y
sus derechos humanos más elementales. ¿Habrá otra pala- la promueve.
bra mejor para referirnos a dichos procesos sociales que la de El vínculo estrecho de la solidaridad con la identidad
solidaridad? La respuesta debe ser negativa o, al menos, un social es uno de los rasgos que permiten separarla analí-
matizado “probablemente, no”. Si tal es su importancia y re- ticamente de muchas otras formas de cooperación social,
levancia, ¿cuáles son, entonces, sus características distintivas? pues aunque todas operan bajo principios de justicia, mu-
Un lugar común en las ciencias sociales es señalar que de- chas no crean y recrean procesos identitarios. En especial,
terminada palabra no goza del mismo significado conceptual las formas de cooperación que llegan a desarrollarse en el
para distintos autores; en el caso de solidaridad, tal situación mercado (cuando hay intercambio equitativo de bienes y
se presenta cuando comparamos las definiciones elaboradas servicios) están, por definición, marcadas generalmente por
al respecto. Sin embargo, tenemos distintos caminos para dinámicas de interés, coyunturales y pragmáticas. Asimismo,
sobreponernos al señalamiento, uno de ellos es recurrir a un algunas de las dinámicas sociales estudiadas por la teoría
método de aproximación fenomenológico: si analizamos la del comportamiento colectivo, como es el caso de las mul-
literatura clásica y la más importante de los últimos años titudes, no requieren vínculos de solidaridad aunque sean
sobre el tema (la cual citaremos en las siguientes secciones igualmente expresiones de procesos cooperativos.
del presente ensayo), podremos identificar varias caracterís- Cohesión social. Debido a sus características identitatarias,
ticas frecuentemente mencionadas: cooperación, identidad, la solidaridad es un importante factor de cohesión social,
cohesión y atención de los derechos humanos; asimismo, es decir, densifica y estabiliza las relaciones sociales entre
encontraremos otras que, aunque también señaladas, no los individuos y los grupos participantes, lo que favorece la
deberían integrarse en una definición general: deber moral, creación de marcos normativos donde los individuos pueden
fraternidad y caridad. El método puede considerarse prag- compartir expectativas y procedimientos intersubjetivamente
mático y ecléctico, pero al menos nos ayudará a establecer válidos. Por ello, donde hay solidaridad, los individuos pue-
puentes de diálogo en el océano de opiniones tan diferentes den anticipar las respuestas de sus interlocutores y orientar el
y a fundamentar la definición de solidaridad que se presen- curso de sus actividades de manera cooperativa. Sin embargo,
tará más adelante. a la inversa funciona distinto: la cohesión social no siempre
Cooperación. En primer lugar, la solidaridad debe presupone o crea solidaridad porque hay diversas formas de
entenderse como una relación social que comparte una carac- cohesión social que no cumplen con el primer requisito se-
terística importante con muchas otras igualmente presentes ñalado: la cooperación. En efecto, sistemas de estratificación
en la sociedad: procede de principios de justicia distributiva, social, como el de castas, manifiestan altos niveles de cohe-
es decir, acordes con la máxima “a cada quien lo que le co- sión, pero no operan bajo principios de justicia. Lo mismo
rresponda”. A este grupo de relaciones sociales lo podemos puede decirse de muchas otras formas de organización social
llamar cooperación e incluye actividades tan distintas como cohesionada donde se reproducen distintos mecanismos de
el ejercicio democrático y republicano del poder, el trabajo dominación (por ejemplo, el “orden” impuesto en un sistema
académico dentro de un equipo científico, el intercambio de político autoritario, en el trabajo esclavo o en las relaciones
mercancías sin precios monopólicos o explotación, el ejer- inequitativas entre géneros).
cicio ético y responsable de una profesión, la autogestión de Atención de los derechos humanos. En los estudios empíricos
demandas, la equidad entre los géneros y, desde luego, la so- disponibles es común considerar que el objetivo central de la
lidaridad, por citar sólo algunos ejemplos. Todas ellas tienen solidaridad es atender necesidades consideradas como básicas
la peculiaridad de intercambiar bienes o servicios mediante o importantes por los actores individuales o colectivos partici-
procedimientos considerados por los participantes como pantes, ya sea como destinatarios, ya sea como promoventes, ya
justos. Contrario a la cooperación son las relaciones socia- sea en ambas posiciones. La atención de los derechos humanos
les donde priva el abuso o el dominio de unos hacia otros: es una propiedad de la solidaridad prefigurada en las caracte-
el ejercicio autoritario del poder, la explotación del trabajo rísticas cooperativas señaladas con anterioridad. Sin embargo,
cuando le dábamos tal calificación, nos referíamos únicamente

Solidaridad 503 s
al procedimiento más general que comparte con muchas otras de cierto sentimiento de obligación moral de parte de los
relaciones sociales, o sea, guiarse bajo principios de justicia; no participantes. Sin embargo, esta lectura no es adecuada,
aludíamos a la materia específica de los beneficios ocasionados. pues, de acuerdo con dicho texto, la obligación moral sólo se
En esta última perspectiva, la solidaridad tiene que ver con un presenta en una forma de solidaridad: la que llamaba mecá-
tipo particular de beneficios: la atención de los derechos huma- nica, no así en la resultante de la división social del trabajo.
nos, por lo que posee una dimensión marcadamente normativa, En el contexto de una actualización de la perspectiva
como señalamos con anterioridad. durkheimiana, diremos que la solidaridad está enlazada con
En efecto, las conductas cooperativas acarrean, por defi- un sentimiento de obligación moral sólo cuando la identi-
nición, beneficios a los participantes, pero lo distintivo de la dad que la soporta se construye culturalmente y no cuando
solidaridad es atender necesidades consideradas como básicas la identidad se desarrolla instrumentalmente. Son los casos,
o fundamentales en el marco de un horizonte cultural. La por ejemplo, de aquéllos relacionados con la pertenencia a
solidaridad no es, por lo tanto —y ejemplificando—, la con- comunidades étnicas o religiosas, a una determinada nación
ducta cooperativa resultante de la creación de una sociedad y a perspectivas filosóficas o ideológicas de significado vital.
de accionistas, ni la contribución monetaria de un grupo de En todas estas situaciones, la definición identitataria es tan
trabajadores para adquirir un inmueble que sirva como sede relevante para los individuos adscritos, que ocasiona debe-
sindical, ni la donación de fondos para organizar la fiesta de res y obligaciones morales respecto de la conducta social por
graduación al terminar la universidad. En todos estos casos, desarrollar. Sin duda alguna, tal conducta tiene un altísimo
como muchos otros semejantes, nos movemos en el campo nivel de automotivación.
de otro tipo de necesidades que no se relacionan con las con- Pero no todas las conductas solidarias necesitan dicho
sideradas como básicas o fundamentales. componente motivacional de orden moral, por lo cual no lo
Más bien, el objetivo de una conducta solidaria es la integraremos en nuestra definición de solidaridad. Al respecto,
atención de los derechos humanos, es decir, el conjunto de destacan todas aquellas conductas donde el motivo es el logro
necesidades que se precisan resolver para lograr el desarrollo de objetivos personales, pero que sólo pueden realizarse mediante
integral de las personas en el marco de un horizonte cultural. la organización y mantenimiento de determinados grupos, por
Algunas son básicas, como las de alimentación, educación, sa- lo que el trabajo solidario se persigue por fines preponde-
lud, protección del medio ambiente y respecto a la integridad; rantemente instrumentales, y la identidad que lo soporta es
otras son más complejas y de distinto nivel, como son las de igualmente instrumental.
asociación, libertad de expresión y conciencia, participación Estudiadas en detalle por autores como Michael Hech­
cívica y respeto a la propia tradición cultural. ter (1987), las conductas solidarias abarcan casos como la
En el contexto de las sociedades contemporáneas, la aten- formación de asociaciones de pobladores para resolver de-
ción de los derechos humanos puede realizarse mediante mandas de servicios públicos, en los que la motivación está
distintos procedimientos. Uno muy importante es el mercado: basada generalmente en intereses individuales o familiares,
a través del intercambio monetario, los individuos obtienen pero que requiere el trabajo con otros vecinos por razones
bienes y servicios que les permiten garantizar diversas necesi- pragmáticas; también, las organizaciones sindicales estruc-
dades básicas. Otro procedimiento es la solidaridad, donde el turadas corporativamente, en las cuales la participación de
despliegue de conductas de asistencia, promoción o defensa de los afiliados no proviene frecuentemente de una motivación
los derechos humanos permiten resolver necesidades básicas voluntaria, sino que deriva de obligaciones institucionales
o fundamentales tanto de individuos como de colectividades. más o menos coercitivas.
Éstas consisten en: 1) asistencia, cuando la atención de las ¿Fraternidad? Se suele señalar a la solidaridad como una
necesidades se realiza por medio de mecanismos de donación forma de conducta equivalente e incluso mejor que la idea de
y ayuda directa. Es el caso, por ejemplo, de los programas de fraternidad (escrita en el ideario de la Revolución francesa y
salud públicos o de organizaciones privadas, en los que el be- de honda herencia cristiana). Esta equivalencia entre solida-
neficio es subrogado por fondos aportados por donantes en ridad y fraternidad supone que la primera tendría siempre el
la totalidad, o bien con la colaboración de los beneficiarios; alcance universalista de la segunda: todos los seres humanos
2) promoción, cuando la atención de los derechos se realiza comparten una misma dignidad de derechos y deberes mu-
con la participación organizada de los beneficiados, por me- tuos. La característica que señalamos con anterioridad —el
canismos como la autoayuda y la autogestión, y 3) defensa, vínculo entre solidaridad y derechos humanos— reforzaría tal
cuando la atención se logra mediante actividades de presión, apreciación. Sin embargo, aunque toda forma de solidaridad
sea por procedimientos legalmente establecidos, o bien por guarda relación con la atención de determinados derechos
procedimientos no formalizados como es el caso de las mo- humanos, la procuración de éstos no tiene necesariamente un
vilizaciones sociales. alcance universalista, como sí lo tiene la idea de fraternidad.
¿Deber moral? Tal vez debido a la influencia de cierta En efecto, la atención de los derechos humanos puede tener
lectura sobre los escritos tempranos de Émile Durkheim, una lógica exclusivamente particularista, y la acción solidaria
en especial de la División del trabajo social (1982), algunos correspondiente puede estar restringida únicamente a quie-
autores sostienen que la solidaridad sería la consecuencia nes pertenecen a un determinado grupo local, sin interés en

s 504 Solidaridad
cualquier otro. Como veremos en el siguiente apartado, la ma- tidad, es resultado de la presencia de referencias culturales
triz identitataria que facilita el surgimiento de una conducta o funcionales compartidas. Como cohesión social, densifica
solidaria puede ser de alcance comunitarista o funcional en y estabiliza las relaciones sociales de los participantes. Fi-
un extremo, o bien, universalista en el otro. Sólo a esta últi- nalmente, la solidaridad tiene una dimensión fuertemente
ma situación correspondería la calificación de fraternidad. normativa porque es un procedimiento para atender los
¿Caridad? Para construir una definición de solidaridad, derechos humanos mediante actividades de asistencia, pro-
varios autores suelen comenzar sus estudios con un cues- moción o defensa.
tionamiento muy crítico de la palabra caridad; el recurso es
contraponer ambas palabras de manera total. De acuerdo con Historia, teoría y crítica
esto, la caridad es una práctica de ayuda propia del cristia-
nismo, de validez premoderna y claramente contrapuesta a La palabra solidaridad proviene del latín solidus, es decir, ‘só-
la solidaridad, sobre todo porque es de tipo “asistencialista” lido’, y denota la realidad de un cuerpo que, debido a la gran
—no se debe confundir con la asistencia social— y no está cohesión de sus partes, mantiene forma y volumen constantes.
interesada en la justicia social, ni mucho menos en el cam- En su aplicación social, es muy probable que se utilizara por
bio estructural de las condiciones que producen pobreza y primera vez en el ámbito del derecho romano clásico; por lo
desigualdad social. mismo, la encontramos varias veces en el Digesto, la codifica-
Esta opinión es más bien un juicio anacrónico, en el cual ción que sobre el derecho latino mandó realizar el emperador
se confunden de manera injustificada las condiciones que bizantino Justiniano I (1889) en la primera parte del siglo vi.
en las sociedades actuales facilitan el desarrollo de políticas En el libro IV, título IX de dicho texto, leemos lo siguiente:
públicas orientadas al combate de la pobreza y la promoción
de la justicia social —en especial, como consecuencia de la Estas acciones, aunque son honorarias, son, sin embar-
riqueza generada por la industrialización y de las oportuni- go, perpetuas; pero no se darán contra el heredero. Por
dades de cambio que abren los regímenes democráticos—, esto, si un esclavo administró la nave y murió, tampoco
y las posibilidades tan restringidas que al respecto ofrecían se dará la acción de peculio contra el señor, ni den-
las sociedades premodernas —caracterizadas por la escasez tro del año. Pero cuando con la voluntad del padre ó
y la presencia de estructuras de poder autoritarias—. Por lo del señor administra el esclavo ó el hijo la nave, ó la
mismo, no concuerda con la historia del quehacer social de venta, ó el mesón, opino que también deben soportar
la religión cristiana en el mundo occidental, que siempre ha solidariamente esta acción, como si solidariamente
estado limitada por las oportunidades económicas y políticas hubieren aceptado la responsabilidad de todo lo que
ofrecidas en cada época. Tampoco concuerda con la autoper- allí acontece (§ 6).
cepción moderna tanto católica como protestante, en la que
la caritas (caridad) no se confunde con el asistencialismo sino En este texto ya encontramos las características básicas
que es un tipo de solidaridad motivada por una fe religiosa del concepto jurídico de solidaridad: significa los compro-
y que conlleva: 1) un sentido de compromiso moral con el misos mutuos que adquiere una determinada persona con la
logro del bienestar de quienes sufren pobreza o injusticia, y parte deudora de una obligación; todo con el fin de garantizar
2) un marco de interpretación universalista —la hermandad su cumplimiento (deudores solidarios). Significado repetido
de todos los seres humanos en cuanto “hijos de Dios”—.2 en el primer código civil del mundo moderno: el Code civil
La caridad mantiene así un vínculo estrecho con la solidari- de Napoleón (1804)3 y, a partir de ahí, en muchos otros có-
dad, el deber moral y la fraternidad; de ahí que toda acción digos civiles elaborados durante los últimos doscientos años.
de caridad sea solidaria, pero no toda forma de solidaridad Con el advenimiento del siglo xix, la palabra solidaridad
sea caritas, porque no siempre está motivada por un deber trascendió el ámbito del derecho y comenzó a ser utilizada
moral ni, mucho menos, de índole religioso, como tampoco por autores provenientes de otras disciplinas. Tal es el caso
presupone en todos los casos una perspectiva de fraternidad, de Charles Fourier (1772-1837), pionero del pensamiento
de identidad universalista de las personas. socialista. En su escrito Teoría de los cuatro movimientos y de
Hechas las aclaraciones anteriores, ahora sí estamos en los destinos generales de 1808, utiliza las palabras solidario y
condiciones de presentar una definición sustantiva de so- solidaridad (1841: 332-333) para definir el tipo de vínculos
lidaridad: son las relaciones sociales de cooperación que, que deberían prevalecer entre los distintos sectores de la so-
fundamentadas en vínculos de identidad, generan cohesión ciedad en la etapa que llamó “civilización”. En específico se
en los participantes y se orientan a la atención de los dere- refería al “cuerpo comercial”, el cual debería ser “solidario y
chos humanos. Como cooperación, la solidaridad pertenece subordinado a los intereses de productores, fabricantes, agri-
al grupo de relaciones sociales orientado por principios de cultores y propietarios” (222), en lugar de proceder mediante
justicia. Como conducta fundamentada en vínculos de iden- el dominio por la fuerza —como en la etapa de barbarie—

2 Cf. Benedicto XVI, 2005; 2009; World Council of Churches, 3 Véase Libro III, Título III, Capítulo III, Sección IV, “Des
2008. obligations solidaires”.

Solidaridad 505 s
o mediante la libre concurrencia, su participación debería más clara la influencia del cristianismo en la concepción de
orientarse al bien de toda la sociedad (concurrencia social). la solidaridad y de las reformas concomitantes, pues muchas
En el libro de Fourier no se encuentra un uso sistemático veces la entiende como la comunidad de todos los seres hu-
y teóricamente desarrollado de la palabra solidaridad; se em- manos redimidos por Jesucristo.
plea de manera más bien práctica. Sin embargo, observamos En la segunda parte del siglo xix, la importancia de la
una connotación claramente normativa, pues denota un ideal solidaridad en la historia de las ideas adquirió un nuevo
de relaciones sociales. Presupone, entonces, la herencia del empuje con el uso dado por los revolucionarios de la época,
derecho: la presencia de deberes de unos para otros, aunque pues se convirtió en el instrumento de emancipación de los
hay un enriquecimiento de la palabra al utilizarse en el marco obreros. Al respecto, en los Estatutos de la Asociación In-
de una propuesta de reforma social. ternacional de Trabajadores, redactados originalmente por
El uso sistemático y teóricamente desarrollado de la pala- Karl Marx en 1864, leemos lo siguiente:
bra lo encontraremos por primeva vez en Pierre Leroux, quien
también fue el primero en acuñar la palabra socialismo. En su […] que la emancipación de la clase obrera debe ser
libro De l’humanité de 1840, plantea que la solidaridad es la obra de los obreros mismos; […] que todos los es-
alternativa a la caridad porque ésta sólo actúa a favor de las fuerzos dirigidos a este gran fin han fracasado hasta
personas por motivos de “obligación” y no por una auténtica ahora por falta de solidaridad entre los obreros de las
preocupación y, además, porque la igualdad no tiene ningún diferentes ramas del trabajo en cada país y de una
lugar en ella.4 La solidaridad, en cambio, es el vínculo univer- unión fraternal entre las clases obreras de los diver-
sal que existe entre todos los seres humanos, por lo que éstos sos países (2000).
son iguales y tienen un destino común.5 Un destino que Le-
roux explica mediante un lenguaje cuasi religioso, en el que La palabra solidaridad adquiere, entonces, tres significados
relaciona la solidaridad con la devoción hacia la humanidad y normativos cuando ya no se restringe al campo del derecho;
con una lectura muy personal del significado de Dios y de las significados frecuentemente relacionados: 1) de índole hu-
enseñanzas de Jesús.6 manista, relativo a la concepción de los vínculos constitutivos
El doble lenguaje utilizado por Leroux, uno estrictamente y de los deberes mutuos que hay entre todos los seres huma-
secular y otro relacionado con categorías de origen religioso, nos. En este aspecto, hay versiones seculares y religiosas; 2) de
nos puede ayudar a explicar por qué la palabra solidaridad reforma social, relacionado con propuestas de mejoramiento
ha sido bienvenida por grupos que se identifican, en mayor progresivo de la sociedad, y 3) de tipo revolucionario, vincu-
o menor medida, con cualquiera de los dos lenguajes. En mi lado a movimientos socialistas y comunistas.
opinión, la razón se encuentra en el significado frecuente- Junto al significado normativo de la palabra, en la primer
mente universalista que se le ha dado a la palabra solidaridad. parte del siglo xix también comenzó a desarrollarse un uso
Su significado fue construido por primera vez por Leroux preferentemente descriptivo, en especial a partir de la obra
y ha sido convergente con todas las formas de humanismo, de Augusto Comte, para quien solidaridad significaba ge-
sean seculares o de inspiración religiosa. neralmente ‘relación de cohesión’, pero no necesariamente
La doble vertiente secular y religiosa de la palabra soli- ‘relación social de cohesión’. Al respecto, en el Discurso sobre
daridad se desarrolló de igual manera en el primer libro que el espíritu positivo de 1844, la palabra y sus variantes aparecen
la llevó como título, cuyo autor fue un discípulo de Fourier mencionadas doce veces7 y se utiliza para denotar la relación
interesado en difundir su obra: Hippoliyte Renaud. La obra estrecha entre aspectos tan variados como: la ciencia y el arte
se titula Solidarité. Veu synthétique sur la doctrine de Charles (§ 22), el orden y el progreso (§ 43), la teología y la moral
Fourier (1842), y en ella se utiliza, desde una perspectiva (§ 49 y 50), y la inteligencia y la “sana filosofía” (§ 63), por
normativa y universalista, pues el autor está claramente in- mencionar algunos ejemplos. En cambio, sólo en una oca-
teresado por los trabajos de reforma de la sociedad que se sión la palabra es utilizada para denotar la relación entre los
llevarían a cabo en la comuna. El paralelismo con la obra de individuos y la sociedad, a la que llama solidaridad social:
Leroux es tal que Renaud casi repite el título de varios ca-
pítulos, por ejemplo, al segundo y al tercero los llama “Unité El conjunto de la nueva filosofía tenderá siempre a
de l’homme avec lui-même”, y al cuarto, “Unité de l’homme hacer resaltar, tanto en la vida activa como en la vida
avec Dieu et avec l’univers”. Sin embargo, en este trabajo es especulativa, el vínculo de cada uno con todos, en una
multitud de aspectos diversos, de manera que se haga
involuntariamente familiar el sentimiento íntimo de
4 En Leroux se observa, por primera vez, lo señalado anterior-
mente: para fundamentar su idea de solidaridad, realiza una
la solidaridad social, extendida convenientemente a
crítica de la idea de caridad. todos los tiempos y a todos los lugares (§ 56).
5 Cf. el capítulo IV, “Solidarité mutuelle des hommes” (1845:
157-175).
6 Cf. el capítulo V, “La solidarité des hommes est éternelle” (176-
230). 7 Véase: § 18, 22, 24, 36, 39, 43, 45, 49, 50, 56, 63 y 68.

s 506 Solidaridad
Otros autores continuaron con el desarrollo conceptual construir un modelo analítico que, basado en la definición de
de la palabra solidaridad en los últimos decenios del siglo solidaridad desarrollada en el primer apartado de este trabajo,
xix, pero la doble dimensión mencionada —normativa y nos permita relacionar la mayor cantidad posible de estudios
descriptiva— se estableció de manera temprana y caracte- empíricos sobre solidaridad. A este modelo lo llamaré enfoque
rizará toda su historia, hasta el presente. Por lo mismo, la cultural y estructural de la solidaridad, y su rasgo distintivo es
obra más importante que se escribió sobre el tema en el el énfasis dado a los procesos de identidad sobre los cuales se
siglo xix, La división social del trabajo, publicada en 1893, construyen las prácticas solidarias. Supone partir de la pers-
de Émile Durkheim (1982), transitará el mismo camino pectiva durkheimiana, pero reconstruyéndola en gran medida.
pero de manera notable. Por una parte, porque mediante Desde dicha perspectiva, y de acuerdo con nuestra defini-
la distinción descriptiva entre solidaridad mecánica (por se- ción de solidaridad, la presencia de procesos de identidad es
mejanza) y solidaridad orgánica (por división del trabajo), la una de las características centrales que permiten distinguirla
palabra alcanzó un alto nivel analítico que influyó de ma- de otras relaciones sociales igualmente cooperativas. Por lo
nera muy importante en las ciencias sociales del siglo xx, mismo, clasificaré a las prácticas solidarias en tres grupos:
sobre todo en la sociología e, inclusive, en el mismo derecho. comunitarias, funcionales y humanistas, de acuerdo con las
Por otra parte, sin abandonar la precisión requerida para referencias identitatarias que las fundamenten (véase cuadro
el desarrollo académico del término, Durkheim utilizó di- 1). En los dos primeros casos (solidaridades comunitarias y
cha distinción con el fin de proponer una serie de cambios funcionales) se trata de referencias identitatarias particula-
que consideraba necesarios para resolver las situaciones de ristas, que recuerdan los estudios de Talcott Parsons (1951)
anomia y conflicto de la sociedad en su época. Se conjuntó, sobre las pautas de valor, pues derivan de la pertenencia a
entonces, un sólido análisis descriptivo de la palabra y, con determinados grupos sociales, lo que supone la distinción
ese fundamento, Durkheim elaboró una propuesta norma- de unos participantes respecto de otros.
tiva de reforma social, que descansaba en un nuevo diseño
legal de las relaciones laborales. Cuadro 1: Tipos de solidaridad
Con el advenimiento del siglo xx, la palabra solidari-
dad ha continuado su desarrollo. Ha estado presente de
Tipo de Identidad que Ejemplos
manera significativa en el trabajo de muchos académicos,
solidaridad los fundamenta
pero también en los movimientos sociales reformadores y
revolucionarios; en los idearios de los partidos políticos Comunitaria Particularista- Grupos de base étnica,
socialdemócratas y democratacristianos que configuraron transversal nacional, familiar, de
el proyecto de una Europa unificada (Stjernø, 2005); en el amistad, edad, género,
trabajo de una gran cantidad de organizaciones no guberna- etcétera
mentales; en el pensamiento humanista religioso, en especial Funcional Particularista Organizaciones de clase y
en la Doctrina Social de la Iglesia Católica y en el Consejo técnico-profesionales
Mundial de Iglesias8 (protestantes), y en los programas de
ayuda y desarrollo de las Naciones Unidas, por mencionar Humanista Universalista Políticas públicas
algunos ejemplos relevantes. La doble dimensión que la ha de seguridad social;
caracterizado desde el siglo xix —ser herramienta de aná- organizaciones no
lisis e ideario en pos de una sociedad mejor— explica su gubernamentales
importancia en tantos y tan distintos escenarios. humanistas, etcétera

Teoría
Cuando la solidaridad descansa en la pertenencia de los
Las publicaciones académicas que utilizan la palabra solidari-
individuos a un grupo social específico que define su iden-
dad como categoría descriptiva de determinados fenómenos
tidad de manera transversal, es decir, global en términos
sociales son muy numerosas y se caracterizan por presentar
personales, hablamos de solidaridades comunitarias. Son
una gran cantidad de definiciones y perspectivas analíti-
los casos de los estudios sobre solidaridad en grupos étnicos
cas. Algunos autores, como Michael Hechter (2001), han
(Boswell et al., 2006; Retzlaff, 2007), familias (Silverstein y
propuesto taxonomías clasificatorias de las mismas. Sin
Bengtson, 1997; Whitbeck, Hoyt y Huck, 1994), configura-
embargo, aunque tal proceder es importante, considero que
ción de naciones (Calhoun, 2007; Osa, 2003), comunidades
no es suficiente para fines de investigación porque nos lleva
barriales y grupos de amistad (Spencer y Pahl, 2006), gru-
a la contraposición entre enfoques analíticos, pues formula
pos de edad (jóvenes, adultos mayores…) y de mujeres (Tax,
un enlistado de perspectivas aisladas, sin diálogo de unas
2001), y en tradiciones religiosas (Leff, 2006; Lelyveld, 2003).
con otras. Por lo anterior, propongo un enfoque alternativo:
En todas estas situaciones, la condición identitataria no es
una definición de pertenencia secundaria que sólo abarca-
8 Conocido por sus siglas en inglés como World Council of ría una parte de la vida social de los individuos; más bien, la
Churches (wcc).

Solidaridad 507 s
identidad es transversal: marca todas las actividades sociales dicto XVI, 2005; 2009; World Council of Churches, 2008;
que realizan los individuos y es basamento de la identidad Korgen, 2007). En cualquier caso, ambas visiones comparten
personal. una idea de solidaridad que no se restringe a la presencia de
Por lo anterior, las prácticas solidarias fundamentadas en características particularistas (comunitarias o funcionales),
vínculos de identidad transversal operan siempre bajo prin- sino a una perspectiva valorativa que se considera extensiva
cipios particularistas y, en consecuencia, bajo premisas de para todo ser humano.
distinción entre el “nosotros” y el “ustedes”. Es una distinción La solidaridad basada en el reconocimiento de una iden-
que a veces en la historia ha facilitado el surgimiento de con- tidad humana universal, de una comunidad universal de
flictos, especialmente cuando se transforma en una disputa derechos y obligaciones, es la fuente de la cultura democrática
por el control de determinados bienes y servicios escasos. En moderna orientada a la asistencia, promoción y defensa de
estas situaciones, las prácticas solidarias se vuelven excluyen- los derechos de todas las personas indistintamente de su con-
tes y pueden, incluso, ser motivo de situaciones extremas de dición de raza, edad, credo religioso, género y profesión, por
discriminación y guerra. mencionar sólo unos casos. Es pieza angular de los sistemas
No obstante los riesgos anteriores, en la mayoría de las estatales modernos de seguridad y protección de las garan-
ocasiones, no se llega a tales extremos. Lo que siempre está tías y derechos humanos (Meulen, Arts y Muffels, 2001);
presente es la importancia sustantiva de las identidades y de las actividades de todo tipo de organizaciones sociales y
solidaridades comunitarias, pues son dos de los factores más privadas interesadas en trabajar a favor del bien común y la
fuertes de cohesión social en las sociedades tradicionales y, promoción de los derechos humanos sin distinción de gru-
contrariamente a lo sostenido por muchos clásicos del pen- pos, y de movimientos internacionalistas a favor de la paz y
samiento social, también lo son en las sociedades modernas de la justicia (Goodman y James, 2007).
democráticamente avanzadas. En la práctica, la clasificación de las tres formas de soli-
En el caso de las solidaridades funcionales, las identi- daridad: comunitaria, funcional y humanista, se entrecruzan
dades también son de tipo particularista, pues dependen de en numerosos casos. Por ejemplo, las formas de solidaridad
las actividades que realizan los individuos en el contexto comunitaria y funcional pueden converger frecuentemente en
de la división social del trabajo (Durkheim, 1982). En esta situaciones concretas, lo que les da una fuerza de gestión par-
situación, podemos distinguir dos tipos de estudios em- ticularmente relevante. Esto se observa en los estudios sobre
píricos (Church y Outram, 1998; Joseph, 2000; Turner y los enclaves mineros e industriales (Richards, 1997), donde
Cornfield, 2007): 1) solidaridad de clase, según la ubicación convergen, en un mismo territorio, las solidaridades comu-
de los individuos en las relaciones sociales de producción y nitarias, derivadas de la pertenencia a un ámbito concreto de
en la propiedad de los medios de producción. Son los es- residencia, con las solidaridades funcionales, derivadas del
tudios sobre las prácticas de solidaridad en la clase obrera, ejercicio de una habilidad técnica semejante. Otro ejemplo
en los sectores empresariales y en los campesinos, por citar relevante son las solidaridades en el movimiento juvenil y en
algunos ejemplos; y 2) solidaridad técnico-profesional, de distintos movimientos de mujeres. En ambos encontramos
acuerdo con el perfil de competencias de los individuos en la convergencia de una solidaridad comunitaria basada en la
el mundo del trabajo. Algunos ejemplos relevantes son las pertenencia a un grupo de edad o a un determinado género
formas de ayuda y de gestión colectiva que realizan las aso- y la presencia de identidades funcionales (estudiantes, amas
ciaciones profesionales de científicos, médicos, ingenieros de casa, profesionistas, etcétera).
y abogados, entre muchos otros casos.
Diferente a las solidaridades comunitarias y funciona- Líneas de investigación y debate
les basadas en identidades particularistas, es la solidaridad contemporáneo
humanista que descansa en identidades universales. Inclu-
ye las prácticas de ayuda y colaboración, tanto individual Los estudios más recientes abarcan una gran cantidad de tópi-
como colectiva, motivadas por perspectivas como las ideas cos; por ello, sólo se mencionarán algunas investigaciones que
de fraternidad, igualdad y responsabilidad mutua de todos pueden considerarse de obligada referencia para quienes estén
los seres humanos. Pueden estar fundamentadas en ideas interesados en profundizar en el tema:
estrictamente seculares y en determinadas visiones filosófi-
cas sobre el valor y el destino común de todas las personas 1) La compilación editada por Kurt Bayertz: Solida-
(Brunkhorst, 2005). Al respecto, podemos recordar la máxima rity (1999a). Es un texto importante debido a su
formulada por Kant en la Crítica de la razón práctica: que tu carácter multidisciplinario, pues reúne diecisiete
acción se guíe por un principio que pueda elevarse a princi- estudios agrupados en cinco áreas temáticas: consi-
pio universal de acción (2013: 115); o bien, la Declaración deraciones conceptuales; perspectivas sociológicas,
Universal de los Derechos Humanos de las Naciones Uni- psicológicas y biológicas; historia de la solidaridad;
das. Pero también suelen estar fundamentadas en tradiciones solidaridad, ley y Estado; y perspectivas de la so-
religiosas humanistas, como puede ser la idea cristiana de la lidaridad en sociedades posmodernas. En mi opi-
“dignidad común de los hijos de Dios” (Arinze, 2002; Bene-

s 508 Solidaridad
nión, es el mejor texto para acercarse a una visión social y político de la palabra en siete países euro-
amplia y fundamentada del tema. peos: Alemania, España, Francia, Italia, Noruega,
2) Aproximaciones filosóficas, en que podemos en- Reino Unido y Suecia. En especial se destacan las
contrar autores destacados que plantean posiciones experiencias al respecto en los partidos laboristas y
muy distintas sobre el significado de la solidaridad socialdemócratas, como en los democratacristianos.
en las sociedades contemporáneas. Son los casos de
Jürgen Habermas: Autonomy and Solidarity: Inter- Bibliografía
views (Dews, 1992), y Richard Rorty: Contingen-
cia, ironía y solidaridad (1996). Mientras Habermas Arinze, Cardinal Francis (2002), Religions for Peace. A Call for So-
recurre a sus teorías de la comunicación, de la ética lidarity to the Religions of the World, New York: Doubleday,
del discurso y de la responsabilidad pública en las Random House.
sociedades democráticas, Rorty explica el compor- Bayertz, Kurt, ed. (1999a), Solidarity, Dordrecht: Kluwer Acade-
mic Publishers.
tamiento solidario en contraposición explícita con _____ (1999b), “Four Uses of Solidarity”, en Kurt Bayertz, Solidarity,
la obra habermasiana y desde una posición liberal Dordrecht: Kluwer Academic Publishers, pp. 3-27.
radical fundamentada en el discurso literario. La Benedicto XVI (2005), Deus caritas est [Encíclica]. Disponi-
lectura de ambos autores permite conocer cómo ble en: <http://www.vatican.va/holy_father/benedict_xvi/
autores con posiciones filosóficas tan distintas pue- encyclicals/documents/hf_ben-xvi_enc_20051225_deus-ca-
den converger en la apreciación positiva de un tema ritas-est_sp.html>.
específico. _____ (2009), Caritas in veritate [Encíclica]. Disponible en: <http://
3) Modelos matemáticos y teoría de juegos. La com- www.vatican.va/holy_father/benedict_xvi/encyclicals/
pilación de Patrick Doreian y Thomas Fararo, The documents/hf_ben-xvi_enc_20090629_caritas-in-verita-
te_sp.html>.
Problem of Solidarity. Theories and Models (1998), es Boswell, Terry, Cliff Brown, Jhon Brueggemann y T. Ralph Pe-
un buen trabajo para quienes disponen de una for- ters Jr. (2006), Racial Competition and Class Solidarity, New
mación media de matemáticas y tienen el interés de York: State University of New York Press.
estudiar modelos de simulación del comportamien- Brunkhorst, Hauke (2005), Solidarity. From Civic Friendship to a
to solidario. Los trabajos presentados son buenos Global Legal Community, Cambridge: Massachusetts Insti-
ejemplos de la utilidad que tiene dicha metodología tute of Technology Press.
para analizar casos específicos. Calhoun, Craig (2007), Nations Matter. Culture, History, and the
4) El diálogo interdisciplinario entre sociología y psico- Cosmopolitan Dream, London: Routledge.
logía es un camino fructífero para conocer la impor- Code Civil [Código civil de Napoleón] (1827), Paris: B. Warée Fils
Ainé Libraire.
tancia de las motivaciones subjetivas en la configu- Comte, Auguste (1844), Discours sur l’esprit positif, Paris: Cari-
ración de los comportamientos solidarios, así como lian-Goeury et Vor Dalmont.
la importancia del contexto social en la definición Church, Roy y Quentin Outram (1998), Strikes and Solidarity.
de dichas motivaciones. El libro editado por Detlef Coalfield Conflict in Britain 1889-1966, Cambridge: Syndi-
Fetchenhauer, Andreas Flache, Abraham P. Buunk y cate of the University of Cambridge Press.
Siegwart Lindenberg, Solidarity and Prosocial Behav- Dews, Peter, ed. (1992), Autonomy and Solidarity: Interviews with
ior (2006), compila catorce estudios que nos permi- Jürgen Habermas, London: Verso.
ten adentrarnos en el conocimiento de los aspectos Dorein, Patrick y Thomas Fararo (1998), The Problems of Solida-
académicos positivos que ocasiona un diálogo de ta- rity. Theories and Models, Amsterdam: Gordon and Breach.
Durkheim, Emile (1982), La división del trabajo social, Madrid: Akal.
les características. En la misma línea, trabajos como Fetchenhauer, Detlef, Andreas Flache, Abraham P. Buunk y
los de Aafke E. Komter, Social Solidarity and the Gift Siegwart Lindenberg, eds. (2006), Solidarity and Prosocial
(2005), permiten enriquecer la perspectiva tradicio- Behavior, New York: Springer.
nal de la sociología a partir de la noción antropológi- Fourier, Charles (1841), Théorie des quatre mouvements et des desti-
ca de regalo u obsequio. nées générales, en Œuvres Complètes, tomo I, Paris: Libraire
5) Estudios históricos de cobertura multinacional. En de L’École Sociétaire.
la tercera sección del presente trabajo, en el subapar- Goodman, James and Paul James, eds. (2007), Nationalism and
tado Teoría, se citaron varias publicaciones que, en Global Solidarities: Alternative Projections to Neoliberal Glo-
años recientes, estudiaban distintas experiencias balisation, London: Routledge.
Hechter, Michael (1987), Principles of Group Solidarity, Berkeley:
vinculadas con comportamientos solidarios, gene- University of California Press.
ralmente restringidas al ámbito local o nacional. _____ (2001), “Sociology of Solidarity”, en N. J. Smelser y P. B.
Por ello, es necesario resaltar un texto que tiene Baltes (eds.), International Encyclopedia of the Social and
una cobertura multinacional y que destaca por su Behavioral Sciences, Amsterdam, New York: Elsevier, pp.
fundamentación tanto histórica como analítica. Es 14588-14591.
el libro de Steinar Stjernø, Solidarity in Europe. The Hobbes, Thomas (2003), On the Citizen [Elementa philosophica de
Story of an Idea (2005), donde aborda el desarrollo cive, 1646], Cambridge: Cambridge University Press.

Solidaridad 509 s
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lona: Jaime Molinas.
Kant, Immanuel (2013), Crítica de la razón práctica, Roberto R.
Aramayo (trad.), Madrid: Alianza.

SUBALTERNIDAD 1
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Leff, Lisa (2006), Sacred Bonds of Solidarity: The Rise of Jewish
Internationalism in Nineteenth-Century France, Palo Alto:
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Lelyveld, David (2003), Aligarh’s First Generation: Muslim Solida-
rity in British India, New Delhi: Oxford University Press. Al margen de las variaciones y los matices que surgen y mar-
Leroux, Pierre (1845), De l’humanité, de son principe, et de son avenir, can las líneas de debate, es posible reconocer una definición
Paris: Perrotin, libraire-éditeur. mínima y un primer nivel de caracterización del concepto de
Marx, Karl (2000), Estatutos generales de la asociación internacional subalternidad. La definición mínima podría ser la siguiente:
de trabajadores. Disponible en: <https://www.marxists.org/
espanol/m-e/1860s/1864-est.htm>.
la subalternidad es la experiencia y la condición subjetiva
Meulen, Ruud Ter, Wil Arts y Ruud Muffels, eds. (2001), Soli- propia de los subordinados —como clase o como grupo—
darity in Health and Social Care in Europe, Dordrecht: Kluwer como resultado de una relación social de dominación. En un
Academic Publishers. plano más definido y siguiendo las intuiciones de Antonio
Osa, Maryjane (2003), Solidarity and Contention. Networks of Polish Gramsci, podemos fijar los contornos y el perímetro de la
Opposition, Minneapolis, London: University of Minneso- subalternidad en el marco de la tensión entre la aceptación/
ta Press. pasividad y la acción de resistencia o de rechazo a una de-
Parsons, Talcott (1951), The Social System, London: Collier-Mc- terminada relación de dominación. Dicho de otra manera,
Millan. las clases y los grupos subalternos son aquellas subjetividades
Plauto: Marci Acci Plauti (1759), Comoediae, tomo I, Paris: Typis
J. Barbou.
sociales conformadas en una situación de subordinación —
Renaud, Hippolyte (1842), Solidarité. Vue synthétique sur la doctri- derivada de una relación de dominación— y caracterizadas
ne de Charles Fourier, Paris: Librairie de L’École Sociétaire. por una combinación de actitudes pasivas de aceptación y
Retzlaff, Steffi (2007), Tradition, Solidarity and Empowerment: acciones de resistencia.
The Native Discourse in Canada. An Analysis of Native News
Representations, Stuttgart: Ibidem. Historia, teoría y crítica
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Division in Britain, Oxford: Berg Publishers. El concepto de subalternidad es relativamente reciente en
Rorty, Richard (1996), Contingencia, ironía y solidaridad, Barce- el debate académico y político. Su surgimiento se remonta
lona: Paidós.
Silverstein, Merrill and Vern L. Bengtson (1997), “Intergene-
a los años treinta, cuando fue forjado —en tanto concepto
rational Solidarity and the Structure of Adult Child-Parent teórico— en los Cuadernos de la cárcel escritos por el mar-
Relationships in American Families”, The American Journal xista italiano Antonio Gramsci —que serán publicados
of Sociology, núm. 2, pp. 429-460. hasta los años cincuenta y traducidos todavía más tarde—,
Spencer, Liz y Ray Pahl (2006), Rethinking Friendship: Hidden mientras que su posterior desarrollo encuentra un momento
Solidarities Today, Princeton: Princeton University Press. importante en las investigaciones de la Escuela de Estudios
Stjernø, Steinar (2005), Solidarity in Europe: The History of an Idea, Subalternos —Subaltern Studies— de la India, y su amplia
Cambridge: Cambridge University Press. difusión actual, además de la siempre mayor circulación y po-
Tax, Meredith (2001), The Rising of the Women. Feminist Solida- pularidad en el mundo académico de los escritos de Gramsci,
rity and Class Conflict 1880-1917, Illinois: University of
Illinois Press.
se debe a su recuperación y uso en el marco de los llamados
Turner, Lowell and Daniel B. Cornfield (2007), Labor in the New estudios culturales —Cultural Studies— y de los estudios
Urban Battlegrounds: Local Solidarity in a Global Economy, poscoloniales —Poscolonial Studies—.
New York: Cornell University Press. Aun cuando los clásicos del marxismo, incluyendo al
Whitbeck, Les, Danny R. Hoyt y Shirley M. Huck (1994), “Fa- propio Marx, nunca utilizaron la palabra subalterno y, por lo
mily Relationships, Intergenerational Solidarity, and Support tanto, no la concibieron como concepto fundamental, existe
Provided to Parents by Their Adult Children”, Journal of Ge- en la historia de esta corriente de pensamiento una cons-
rontoly, núm. 2, pp. 585-494. tante preocupación por la temática de la dominación y, en

1 Este artículo retoma el trabajo publicado en Modonesi, 2012.

s 510 Subalternidad
particular, por la problemática de la subordinación, es decir, En síntesis, el concepto gramsciano de subalternidad per-
por las clases subalternas. Sin embargo, en sentido estricto, mite reconocer las dimensiones subjetivas de la experiencia y
la noción de subalternidad surge de las inquietudes intelec- la condición de subordinación en un contexto de hegemonía:
tuales y políticas de Antonio Gramsci en su creativo intento por una parte, la incorporación y aceptación relativa de la
de desarrollar el pensamiento marxista en el terreno de la relación de mando-obediencia y, al mismo tiempo, su contra-
comprensión y el análisis de los procesos socio-políticos. parte de resistencia, forcejeo y negociación permanente. Esta
La noción de subalternidad aflora en las notas de los conclusión es tan fundamental en la reflexión gramsciana que
Cuadernos como correlato subjetivo de la idea de hegemonía podemos considerarla como el correlato subjetivo de la teoría
—posiblemente la mayor contribución de Gramsci a la teoría de la hegemonía que Gramsci desarrolla en los Cuadernos de
política contemporánea— por medio de la cual caracteriza a la Cárcel. A nivel de estrategia política, esta aproximación
la dominación como una relación de fuerzas en permanente teórica se traduce en la idea de que la hegemonía no puede
conflicto y como un fenómeno y un proceso fundamental- ser destruida por un simple y repentino acto o gesto revolu-
mente basado en la construcción de consenso más que en el cionario, sino que debe ser desmantelada progresivamente,
uso de la coerción o la violencia. de la misma manera en que se fue construyendo. Surge así
En uno de los primeros pasajes de los Cuadernos en don- una teoría de la conformación política del sujeto que apun-
de aparece la noción, Gramsci define a los grupos o clases ta hacia el proceso de autonomización a través del cual los
subalternas a partir de los siguientes elementos distintivos: subalternos dejan de serlo, mediante procesos de politización
pluralidad, disgregación, carácter episódico de su actuar y y de ejercicios de acción colectiva. Para Gramsci todo ello
débil tendencia hacia la unificación “a nivel provisional”. Una debía traducirse en movimiento obrero, partido comunista
frase lapidaria muestra claramente este aspecto: “las clases y revolución socialista.
subalternas sufren siempre la iniciativa de la clase domi- La lectura de la obra de Gramsci, a partir de los años
nante, aun cuando se rebelan” (2000, II: 27). La experiencia cincuenta, llevó a cierta difusión de la palabra subalterno
subalterna se caracteriza, por lo tanto, por la imposición no en la jerga académica y política marxista. Sin embargo,
violenta y la asimilación relativa de la subordinación, es de- más allá de investigaciones particulares sobre aspectos de
cir, la internalización de los valores propuestos por los que la cultura popular en Italia, para encontrar una utilización
dominan o, usando una fórmula gramsciana, conducen moral relativamente sistemática y un esfuerzo simultáneo por de-
e intelectualmente el proceso histórico. sarrollar el concepto a nivel teórico y metodológico habrá
Al mismo tiempo, y justamente a partir del reconocimiento que esperar el nacimiento de la llamada Escuela de Estudios
de la sumisión como piso y plataforma, la preocupación teó- Subalternos (ees o Subaltern Studies), fundada por historia-
rica y política de Gramsci se mueve hacia la superación de la dores hindúes en los años ochenta, pero reconocida a nivel
condición de subalternidad como horizonte. Al escribir en mundial a partir de los noventa.
plural clases subalternas o grupos subalternos, Gramsci mostraba Desde su texto fundador, redactado por Ranajit Guha, la
reconocer la diversidad social y cultural, al mismo tiempo que Escuela de Estudios Subalternos asumió una postura sub-
la pensaba políticamente como fragmentación y proyectaba la jetivista y se propuso relevar y revelar la perspectiva de los
idea de una necesaria convergencia y unificación subjetiva en subalternos, no sólo su existencia material sino fundamen-
términos de clase. El concepto de subalternidad nace, por con- talmente sus acciones y sus voces negadas por los diversos
siguiente, tratando de reconocer los límites de subjetividades estatismos que dominaron tanto la cultura colonial bajo la
históricamente determinadas por las relaciones de dominación dominación británica como los que promovieron el nacio-
para proyectar su potencial transformación por medio de la nalismo hindú y el marxismo, tanto en sus posicionamientos
conciencia y la acción política hacia un plano más elevado y políticos como en las perspectivas historiográficas que les co-
avanzado de protagonismo político. rrespondían. Desde esta óptica, la ees trató sistemáticamente
En efecto, aun cuando Gramsci muestra el asujetamien- de rescatar del olvido la historia de las rebeliones campesinas
to como condición de origen de la subalternidad, reconoce en la India. En esta dirección, en sintonía con el marxismo
también su contraparte dialéctica: la subjetivación como pro- gramsciano, asumió nociones ampliadas de política y de
ceso constitutivo de la subjetividad, lo cual se hace sensible y conciencia que permitían reconocer e incluir en el análisis
visible en los pasos y tendencia hacia la autonomía en contra fenómenos y procesos tradicionalmente olvidados o negados.
y en las fronteras de la hegemonía. En este sentido, Gramsci Las investigaciones sobre la condición y la praxis de los
considera fundamental y estratégico encontrar los “rasgos de subalternos realizadas por los miembros de la ees tienen la
iniciativa autónoma” que, en las prácticas de las clases sub- virtud de poner de relieve el equilibrio inestable y los consi-
alternas, pueden rastrearse en los “márgenes de la historia” y guientes problemas de una conciencia campesina compuesta
ser reconocidos como puntos de partida de la construcción y tensada por tendencias opuestas de carácter conservador y
de una subjetividad ya no subalterna, sino tendencialmente transformador, estirada entre pasividad y acción. Sin embargo,
autónoma y capaz de asumir un papel histórico contrahege- esta apertura consustancial a la experiencia de la subalternidad
mónico y revolucionario. se pierde de vista cuando la corriente opta, en una primera eta-
pa, por exaltar y sobredimensionar la “esfera autónoma” de los

Subalternidad 511 s
subalternos. En efecto, la fertilidad historiográfica de la pers- valorar la apertura y el desarrollo de nuevas y sugerentes
pectiva de la ees parece entramparse en un impasse teórico en fronteras en la investigación social e histórica que iluminan
la medida en que se traduce en una oscilación desarticulada aspectos olvidados del mundo de los subordinados y dan
entre dos vertientes interpretativas. Por una parte, en la primera cuenta de las dimensiones culturales de la dominación y de
etapa promueve una aproximación a la subalternidad entendi- la resistencia. De alguna manera, estas corrientes cobijaron
da como política autónoma que ensalza a las rebeliones; por y cobijan una forma del pensamiento crítico que trató de
la otra, y en un segundo momento en la historia de la ees, se sobrevivir a la normalización hegemónica del pensamiento
centra en la subalternidad como expresión de la eficacia de la liberal-conservador de los años ochenta y noventa. Al mismo
dominación que propicia una historia de la imposibilidad del tiempo y por otra parte, su línea de teorización lleva hacia
éxito y del fracaso permanente de los proyectos y los deseos territorios en los cuales la noción de subalternidad se diluye
encarnados en los movimientos campesinos. Ambas vertientes y pierde su talante interpretativo para convertirse en un
interpretativas, separadas entre sí, tienden a polarizarse y a ha- mero “campo de estudios”, en lugar de ser una perspectiva
cer más rígidos y extremos sus argumentos y sus conclusiones. cargada de apuestas y de opciones estratégicas vinculadas a
En síntesis, la ees hizo un uso fecundo en el terreno disputas político-culturales. Esto confirma que, de alguna
historiográfico del concepto de subalternidad y favoreció la manera, los estudios de la subalternidad en el mejor de los
difusión de éste pero no logró contribuir al fortalecimiento casos se convirtieron en una trinchera teórica e inclusive
y al desarrollo teórico del enfoque de la subalternidad por- epistemológica que, como toda trinchera, no deja de dar
que no asumió plenamente el desafío de captar la dialéctica cuenta de un momento y una postura defensiva. En términos
entre aceptación y rechazo y entre resistencia y rebelión, y gramscianos esto sería plenamente válido si no se exaltara
buscó una resolución en un primer momento centrada en la ni se absolutizara.
exaltación de los fenómenos de autonomía y la rebelión, lo La contraparte teórica de esta colocación corresponde a
que posteriormente refluyó hacia el análisis de situaciones un esencialismo por medio del cual se congela a la subalterni-
más típicamente pasivas de la subordinación. dad como una condición en la que la movilidad y la dinámica
es sólo interna, es decir, nunca se deja de ser subalterno, no
Líneas de investigación y debate hay alternativa. Pero la subalternidad debería, a mi parecer,
contemporáneo ser concebida como un componente o dimensión fundamen-
tal pero no única o esencial de los procesos de subjetivación.
Para dar cuenta brevemente del debate actual y las líneas de Gramsci entendía la subalternidad como condición y como
investigación en curso, hay que distinguir la discusión teórica proceso de desarrollo subjetivo —de subjetivación política
sobre el concepto de subalternidad de los usos del concep- centrada en la experiencia de la subordinación— que inclu-
to en el terreno de las investigaciones y análisis históricas o ye combinaciones de aceptación relativa y de resistencia, de
sociológicas. espontaneidad y conciencia. Recuperando esta perspectiva
En efecto, en el primer plano encontramos poco desa- y esta definición general, deberíamos asumir el desafío de
rrollo y poco debate, lo cual nos indica que el concepto está distinguir tanto niveles y dimensiones como situaciones y
siendo escasamente trabajado a nivel teórico, mientras que momentos, reconocer distintas formas y pasajes, como di-
está siendo siempre más utilizado en las investigaciones em- versas manifestaciones de la subalternidad que sería posible
píricas y que estas últimas no están (todavía) redundando en adjetivar para desarrollar el alcance interpretativo del con-
el terreno de las teorizaciones y las formulaciones metodo- cepto. Al mismo tiempo, otra posibilidad teórica es ampliar
lógicas generales. la mirada hacia procesos y dinámicas de subjetivación política
Los usos más frecuentes de la noción de subalternidad que rebasan la resistencia —como postura defensiva— e im-
se vinculan con estudios históricos, sociológicos y antro- plican incorporar otras dimensiones y otros conceptos, como
pológicos derivados, en particular, de la proliferación de los podrían ser el antagonismo y la autonomía.
estudios culturales, así como en América Latina, de los es-
tudios poscoloniales. Bibliografía
Ambas corrientes están influenciadas en su origen por el
pensamiento gramsciano, tanto en la apropiación de Ray- Baldussi, Annamaria y Patrizia Manduchi, coords. (2010), Gramsci
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s 512 Subalternidad
Tt
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de México. Disponible en: <http://conceptos.sociales.unam. mediante una rigurosa disciplina, se apega a reglamentos ge-
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Debates post-Coloniales: una introducción a los estudios de la labilidad, continuidad, disciplina, rigor y confianza. En las
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Los valores de esta moderna forma de dominación trascien-
den el funcionamiento de las organizaciones y penetran en el

1 Parte de este artículo retoma el trabajo de Zabludovsky, 2003;


2007.

Teoría de la burocracia 513 t


conjunto de la sociedad (Beetham, 1979: 126; Leyva, 1988: tores del aparato administrativo. En la práctica cotidiana, las
180-182; Weber, 1979; Merton, 1972: 203-204). A partir racionalidades técnicas y jurídicas se integran dando lugar a
de estas consideraciones, hacia mediados del siglo xx, varios una diversidad de instituciones y modelos híbridos que varían
autores recuperaron críticamente el pensamiento weberiano según los casos. El nuevo sistema “tecnoburocrático” emerge
para proponer nuevas alternativas teóricas para el estudio de como consecuencia del intento de adaptación de la estructura
la burocracia (Moss, 1991: 66-68). y funciones estatales a las exigencias actuales de la civilización
tecnológica (Aguilar, 1982: 63-66, 106; Morales, 1994: 88).
Historia, teoría y crítica De forma paralela a estos cambios y transformaciones
científicas, durante la segunda mitad del siglo xx se dio otra
El fortalecimiento y la ascendente importancia de los apa- gran revolución silenciosa, protagonizada por la participación
ratos de administración pública fue un rasgo distintivo de la de un creciente número de mujeres en el trabajo extradomés-
segunda mitad del siglo xx, que se intensificó con el enor- tico. Esta situación inédita conlleva nuevos cuestionamientos
me peso de la administración central en los países del bloque a las teorías de la burocracia y la tecnocracia que, al presupo-
soviético. En el proceso de burocratización, que se vive desde ner una ausencia de vínculos entre la actividad directiva y la
1950 hasta 1980, los cuerpos de funcionarios se consolidan emocional, conciben los cargos de autoridad como propios
como estratos sociales autónomos extendiendo su dominio de la racionalidad masculina. Bajo este esquema, las mujeres
a todo tipo de sistemas económicos y políticos (Bencini, sólo eran contratadas para las funciones de apoyo conside-
1981: 198-200; Clegg, 1994: 86). Esta tendencia adquiere radas “propiamente femeninas” en las posiciones de menor
una nueva modalidad durante los últimos años del siglo xx jerarquía de las estructuras organizacionales. Esta concepción
con la creciente importancia de la estructura técnico-econó- es objeto de diversas críticas a partir de la creciente impor-
mica frente a la jurídico-legal, que es propia de la tecnocracia tancia de la perspectiva de género en las ciencias sociales
(Leyva, 1988; Bell, 1964; García, 1982: 28-30; Galbraith, (Lamas, 1986: 173-178; Rosales, 2007) y de las evidentes
1967; Meynaud, 1964; Escalona, 1998: 80). De acuerdo con restricciones que, en la práctica, han tenido las mujeres para
Manuel García Pelayo, la tecnocracia se caracteriza por ser acceder a los cargos de capacidad decisoria en los ámbitos
una organización del poder en la cual los técnicos tienden a políticos y económicos.2 Vinculadas con esa realidad, otras
sustituir a los políticos en la toma de decisiones y a los bu- inquietudes de fin de siglo tienen que ver con la nueva rele-
rócratas tradicionales en la implementación de las mismas. vancia de la inteligencia emocional dentro de las estructuras
La nueva “clase política” comprende no sólo a los expertos organizacionales. Bajo esta línea argumentativa, Martin Al-
dentro del proceso productivo, sino también a los especialistas brow (1997: 93-99) cuestiona la pretendida desvinculación
en management, planificación, organización, comunicación entre lo racional y lo afectivo, y la consecuente supresión de
de masas, investigaciones operacionales y análisis de sis- los factores emocionales que ha llevado a una interpretación
temas (García, 1982: 53). En comparación con el orden errónea y limitada de la teoría de la burocracia desarrollada
jurídico-legal, la estructura de la tecnocracia suele ser poli- a partir de Max Weber. En la medida en que se parte de una
céntrica y con menor grado de institucionalización formal. concepción de la administración legal-racional del Estado
La jerarquía se considera como una variable dependiente del moderno —y no de una teoría de la cooperación humana—,
problema a resolver y la autoridad burocrática tiende a ser la afectividad pocas veces es tomada en cuenta. Como con-
sustituida por equipos de especialistas ad hoc (constituidos secuencia, el análisis de las organizaciones ha adoptado una
circunstancial o permanente) con tareas y responsabilidades perspectiva de corte “militar” y “racionalista” que ha enfati-
que fluctúan según las circunstancias y necesidades, y que se zado la disciplina sin tomar en cuenta que el desempeño de
adaptan a los problemas específicos del momento. La com- las personas también depende de la cooperación, la empatía y
pleja red de comunicaciones se despliega tanto horizontal otras cualidades que van más allá de los aspectos cognitivos y
como verticalmente. Las órdenes, los trámites y acuerdos ya profesionales, y que debieran ser el sustento de una teoría pos-
no se expresan ni se apegan al “expediente”, sino a otras mo- moderna de la burocracia que permita ser reformulada a la luz
dalidades de intercambio generadas por las nuevas técnicas de la sociología interpretativa y de la totalidad del proyecto
informáticas y electrónicas. weberiano. Desde esta perspectiva, la teoría de la legitimidad
Sin embargo, a pesar de sus grandes diferencias, la “bu- debe reconocer que las organizaciones sólo existen a partir
roestructura” y la “tecnoestructura”, tienen las siguientes del comportamiento humano; que, en el mundo moderno,
características afines: 1) los integrantes son designados por las personas tienen distintos motivos para obedecer órde-
una autoridad superior y no por los propios miembros de nes (Albrow, 1997: 109-111; Aguilar, 1984; Marcuse, 1971;
la organización; 2) existe una separación entre propiedad y Peters, 1988: 267-282; Reed, 1985; Harvey-Jones, 1989).
función, y 3) la gestión es de carácter impersonal y se rige Además de esta lectura sobre Weber y de la recuperación
por reglas consideradas objetivas (García, 1982: 54-64). La de Merton y del pensamiento feminista, Albrow (1997)
transición de la burocracia a la tecnocracia no se da de for- rescata a otros autores de la tradición sociológica como Pe-
ma repentina, sino a partir de un paulatino deslizamiento de
competencias que afectan desigualmente a los diferentes sec-
2 Cf. Moss, 1989; 1991.

t 514 Teoría de la burocracia


ter Blau (1955), Alvin Gouldner (1955), Reinhard Bendix incorporar la flexibilidad, la agilidad y la creatividad de la
(1949) y Richard Sennett (1993), cuyos argumentos podrían actitud emprendedora (características de los inicios del ca-
ser útiles para fundamentar una “teoría posmoderna de la pitalismo según el tipo ideal desarrollado por Max Weber
administración” más afín al “espíritu de los tiempos” y capaz en La ética protestante y el espíritu del capitalismo), junto con
de incorporar una concepción normativa de autoridad que los impactos de los cambios corporativos. La nueva forma
trascienda el modelo fáctico centrado en el seguimiento de de hacer carrera al interior de las compañías se da a partir de
las órdenes sobre la calidad de las relaciones. Con una pre- la descentralización y de la contratación externa y afecta fun-
ocupación similar, autores como Luis Sarries sostienen que, damentalmente las trayectorias laborales de los directores en
frente al pensamiento moderno en el que las organizacio- los mandos intermedios y superiores (Moss, 1991: 66-68).
nes son una especie de prisiones que atrapan la vida de las En la práctica, muchas compañías actúan como centros de
personas, el posmodernismo “trata de destruir la dictadura información y de comando para una red de organizaciones,
de la racionalidad” abriéndose a perspectivas que le permi- lo cual conlleva cambios dramáticos en las nociones del tra-
tan entender, explicar y operar en el mundo entero dentro bajo. El nuevo tipo de organización, que ha sido considerada
de instituciones más flexibles, donde los individuos asumen por algunos autores como “posempresarial” o “posburocrática”
tareas multifuncionales y establecen redes horizontales que (Barzelay, 1998; Moss, 1993), tiene, entre sus rasgos posi-
debilitan el modelo jerárquico (Clegg, en Sarries, 1993: tivos, el incremento de las oportunidades, el estímulo para
126-127; Sarries, 1993: 127). La reformulación de una teo- desarrollar nuevas ideas e involucrarse en proyectos exitosos,
ría alternativa de la burocracia y las organizaciones deberá la compensación directa en función de las respectivas con-
reconocer la creciente globalización del mundo y la eviden- tribuciones y la colaboración entre diversas unidades. Sin
cia de que tanto las burocracias gubernamentales como las embargo, este modelo también conlleva efectos negativos
grandes organizaciones industriales han tomado trayectorias como la erosión de las expectativas de carrera de los funciona-
diferentes a las diagnosticadas por la teoría clásica (Albrow, rios, la reducción de las necesidades de trabajo a largo plazo
1997: 153-155). A partir de éstas, algunos autores consideran y el desplazamiento de un número creciente de empleados
que las nuevas condiciones de administración contemporánea (Moss, 1991: 74-77). La revolución posempresarial transfor-
responden más bien a modelos posburocráticos o posempre- ma las modalidades del ejercicio del poder y produce cambios
sariales (Barzelay, 1998; Moss, 1993). drásticos en los patrones de carrera y en la vida de las per-
sonas, generando una constante incertidumbre. Los salarios
Líneas de investigación y debate son cada vez más fluctuantes, las perspectivas de promoción
contemporáneo menos seguras y la presuposición de un ascenso continuo
en la estructura jerárquica es reemplazada por contratos
En el ámbito gubernamental, la carrera burocrática tiene sus externos o prestaciones temporales de servicios. Las nuevas
momentos de expansión con el modelo centralizado del go- necesidades de las compañías refuerzan las habilidades em-
bierno soviético de posguerra, mientras que, en la esfera de la prendedoras asociadas a las actividades independientes, a la
administración privada, el auge se da en Estados Unidos con propiedad y manejo de pequeños negocios, y al desarrollo de
el crecimiento de la gran corporación industrial del siglo xx competencias necesarias para crear un nuevo servicio o valor
basada en tecnologías mecánicas y en un tipo específico de (Moss, 1991: 75-76). El empleo especializado remplaza al
organización de la fuerza de trabajo. Con la caída del muro rutinario, las agencias de trabajo temporal se transforman en
de Berlín, el crecimiento paralelo de los mercados, la inten- grandes corporaciones y se da una efervescencia de todo tipo
sificación de la competencia global y el cambio tecnológico, de servicios como los profesionales, de publicidad, compu-
cada vez resulta más difícil sostener este patrón. Además, tación, consultoría gerencial, mantenimiento y asesoría. De
como ya se ha señalado, los presupuestos básicos del trabajo forma creciente, las tareas se desempeñan bajo la estructura
burocrático también se ven minados por el creciente acceso de proyectos más enfocados hacia la resolución de problemas
de las mujeres a los mercados de trabajo, la desaceleración de dentro de una rama específica que a la expectativa de cumplir
las industrias tradicionales, el incremento en el ritmo y las con órdenes jerárquicas en función del cargo que se ocupa
modalidades de transmisión de información, y la multipli- (Moss, 1991: 78-81). La reestructuración internacional del
cación de los competidores en diversos ámbitos productivos empleo, los nuevos modelos de subcontratación y flexibilidad
(Guitián y Zabludovsky, 2003: 223-251; Moss, 1991: 80). Si laboral, los drásticos efectos del internet y la revolución in-
bien es cierto que, desde el fin de la Segunda Guerra Mun- formática permean la vida cotidiana y el sustento de muchas
dial, la teoría política ya había señalado las disfunciones de instituciones. Frente a la creciente importancia de las redes
la burocracia y de la jerarquía, no es sino hasta los últimos (networking), el trabajo en equipo, la realización de actividades
decenios del siglo xx cuando sus limitaciones se hacen cada profesionales bajo proyectos, el reclutamiento abierto y la con-
vez más evidentes. tratación externa, las estructuras administrativas se reinventan
Para enfrentar los nuevos retos, se han desarrollado mo- constantemente. Las concepciones de la administración pú-
delos gerenciales que ya no pueden ser considerados como blica y privada basadas en una especialización de tareas y de
meramente burocráticos o empresariales y que intentan funciones en el interior de una estructura burocrática y de

Teoría de la burocracia 515 t


una rígida jerarquía corporativa han quedado rezagadas y, estandarizados para las familias, las carreras profesionales o
en su lugar, se desarrolla una concepción emprendedora en las estructuras organizacionales.3
torno a la propia existencia (Casas, 2005: 216-217; Moss, En el terreno político, las agendas públicas ya no son re-
1991: 81-84). En la sociedad actual, los centros de poder no sultado único de las iniciativas de los parlamentos o de las
siempre responden a las cadenas verticales de comando y al burocracias, sino de diversos grupos y actores con una gran
interior de las organizaciones conviven una gran variedad influencia dentro de lo que Beck (1994: 18-19) considera
de relaciones. Mientras algunos empleados aún se definen como la “subpolítica” y que tiene relación con el creciente pa-
primariamente por su posición en la jerarquía de autoridad, pel de aquellos agentes que no pertenecen al sistema político
otros lo hacen en función de sus habilidades para movilizar o corporativo. Los nuevos patrones de carrera se conciben
recursos y desarrollar compromisos con nuevas tareas. Las a partir de la descentralización y de la contratación externa,
teorías sociológicas y politológicas, aferradas a categorías por lo que las expectativas de los mandos intermedios y su-
dualistas, ya no son útiles para estudiar las nuevas realidades periores se han visto afectadas por los innovadores modelos
sociales. En la práctica, los sistemas industriales y los go- gerenciales de los gobiernos y de las organizaciones que se
biernos desarrollan modelos híbridos que combinan los desarrollan con fuertes grados de contingencia y de incer-
trabajos “entrepreneurial” con los burocráticos y se sitúan tidumbre. Los centros de poder responden cada vez menos
a medio camino entre las estructuras jerárquicas y los patro- a cadenas verticales de comando, y los diferentes actores
nes orientados por el mercado. Si bien es cierto que muchos económicos y políticos actúan de forma semiindependiente.
actores corporativos ya no se ajustan a los esquemas de au- El proceso de individualización y diversificación de las
toridad de las compañías, su relación laboral con ellas no formas de vida y las características de la “sociedad de riesgo”
depende únicamente de la subcontratación externa. Sin ser han debilitado las jerarquías y otros presupuestos de la vida
trabajadores de tiempo completo, tampoco son empresarios burocrática. Si bien es cierto que durante la “primera mo-
o autoempleados, sino que constituyen una fuerza contin- dernidad” se cumplen las profecías de Max Weber sobre la
gente que establece vínculos informales con la organización burocratización del mundo, en la “modernidad tardía” la rea-
(Moss, 1989: 81-85). lidad se apunta hacia condiciones eminentemente distintas.
En el ámbito gubernamental, el término public man- Hoy resulta evidente que, ante las crecientes condiciones de
agement (Guerrero, 2004: 12) reconoce la importancia de globalización y flexibilidad, cada vez resulta menos eficiente
incorporar mecanismos de competitividad en las oficinas aferrarse a una concepción de burocracia basada en un mo-
públicas mediante una noción de gestión que combina los delo jerárquico que descansa en un cuadro administrativo
papeles del empresario y del gerente. El modelo burocrático sujeto a relaciones estrictas de autoridad y disciplina. La
weberiano centralizado se desarticula en unidades menores acelerada innovación tecnológica de la segunda mitad del
que operan con mayor libertad y flexibilidad. En lugar de siglo xx ha dado lugar a nuevas formas de organización social
una sola jerarquía de autoridad coordinadora de todos los en las que la dualidad entre racionalidad técnica y jurídica
servicios, el nuevo paradigma posburocrático (Barzelay, 1998) y la separación entre trabajo especializado y rutinario ya no
de la administración pública recoge la experiencia empre- parecen tener mucho sentido. La forma de administración
sarial privada y establece arreglos multiorganizativos que “racional” de la vida moderna que Weber concibió a principios
buscan ser más cercanos al mercado y al individuo (Guerre- del siglo xx está ahora en entredicho: el empleado ya no pue-
ro, 2004: 242). Los drásticos cambios sociales en la vida de de confiar en una especie de perpetuidad para el cargo, que
las organizaciones repercuten a nivel individual. De forma se presuponía como norma fáctica, y cada vez es más difícil
creciente, las expectativas laborales de amplios sectores de compartir los anhelos de seguridad y orden que constituye-
la población no descansan en la posibilidad de acceder a los ron durante mucho tiempo los ideales generales de los seres
cargos que se desocupan dentro de la jerarquía ocupacional, humanos. El gran impacto de la revolución cibernética y los
sino en las propias posibilidades de diseñar un trabajo para procesos simultáneos de individualización y globalización
el cual no ha habido precedente. Las inquietudes colectivas han debilitado las estructuras piramidales características de
ya no giran en torno a la monotonía y a la obediencia dentro las organizaciones modernas y las condiciones sugieren que
del empleo burocrático, sino a la inseguridad del trabajo. Los el siglo xxi apunta hacia la “desburocratización del mundo”.
seres humanos de fin de siglo se enfrentan, simultáneamente, Sin embargo, lejos de ser una tendencia general e ineludible,
a un ámbito más abierto de oportunidades y a una amenaza se trata más bien de una hipótesis provocativa que tendría
creciente del empleo (Albrow, 1997: 74-75; Beck, 1994: 20; que ser comprobada a la luz de la realidad empírica, de las
Moss, 1991: 290; Zabludovsky, 2003). Los procesos de in- distintas situaciones históricas y de las propias limitaciones
dividualización y diversificación de las formas de vida no se del debate en torno a la burocracia que aquí se ha desarro-
apegan a las jerarquías. En la “sociedad de riesgo”, caracte- llado. Lo anterior nos lleva a advertir sobre la importancia
rizada por una creciente incertidumbre, no existen modelos de contrastar los planteamientos teóricos con el análisis de

3 Cf. Albrow, 1997; Beck, 1998; Guitián y Zabludovsky, 2003;


Zabludovsky, 2007.

t 516 Teoría de la burocracia


casos específicos que den luz sobre lo que ocurre en distintos Giddens, Anthony (1992), The Transformation of Intimacy, Califor-
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Teoría de la burocracia 517 t


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y dominación en la sociología del Oriente de Max Weber, México: cándolo. Apenas el 21 de junio de 1925, Benito Mussolini
Fondo de Cultura Económica. afirmaba “la nostra feroce volontà totalitaria” (Mussolin-
_____ (2001), “La globalización, las nuevas identidades y las di- ni, s.f.), como rasgo positivo de su movimiento que, a su
mensiones de lo tradicional y lo moderno, en el pensamiento
ideológico”, Acta Sociológica, núm. 33, septiembre-diciembre,
vez, justificaba la ampliación de la fuerza del Estado. Poco
México: Facultad de Ciencias Políticas y Sociales- antes, Giovanni Gentile, filósofo identificado con el régi-
Universidad Nacional Autónoma de México, pp. 69-83. men, lo había caracterizado como “una concepción total
_____ (2002), Sociología y política, el debate clásico y contemporáneo, de la vida” (Schapiro, 1981: 17), señalando desde entonces
México: Universidad Nacional Autónoma de México, Mi- la intención de rebasar el ámbito político. En efecto, el
guel Ángel Porrúa. fascismo trataba de alcanzar la voluntad, el pensamiento
_____ (2003), “Burocracia y comportamiento organizacional: de la y el sentimiento de la “nación”, en una completa identifi-
jerarquía moderna a la sociedad-red”, en Mónica Guitián cación entre Estado e individuo. Afirmaba Gentile que la
y Gina Zabludovsky (coords.), Sociología y modernidad tar- realización individual sólo era posible dentro del Estado
día: entre la tradición y los nuevos retos, México: Juan Pablos,
Universidad Nacional Autónoma de México, pp. 223-249.
y que nada de lo humano o espiritual que se considerara
_____ (2007), “Burocracia, tecnocracia y modelos postempresa- valioso podría existir fuera de él, en tanto expresión de la
riales”, en Gina Zabludovsky Kuper (coord.), Sociología y universalidad y la totalidad social. En la misma dirección,
cambio conceptual, México: Siglo XXI, Facultad de Ciencias el texto sobre el fascismo que presentaba la Enciclopedia
Políticas y Sociales-Universidad Nacional Autónoma de italiana en 1932, escrito por Giovanni Gentile y Benito
México, Universidad Autónoma Metropolitana Azcapot- Mussolini, sostenía que “para el fascista, todo está en el
zalco, pp. 106-139. Estado. […] En ese sentido el fascismo es totalitario” (847-
_____ (2009), Intelectuales y burocracia, Barcelona: Anthropos, Uni- 848). Al respecto, cabe señalar que la enunciada identidad
versidad Nacional Autónoma de México. entre individuo y Estado, presentada en teoría como una
relación simétrica, implicaba la subordinación total de la
persona, en franca oposición con los postulados del pen-
samiento liberal.
En esos mismos años, Carl Schmitt (2004) criticó al
TOTALITARISMO Estado liberal advirtiendo sobre la posible desaparición de
la política, a causa de la penetración de la sociedad en el
Pilar Calveiro Garrido Estado y el desdibujamiento de los límites entre ambos. Su
propuesta del restablecimiento de la fuerza del Estado como
lugar de la soberanía, definida por la capacidad de establecer
Definición el Estado de excepción liberándolo de los límites del derecho,
fue retomada para la construcción del discurso y las prácti-
Se puede entender por totalitarismo a un tipo de dominación cas totalitarias en la Alemania nazi. Ernst Forsthoff (1993),
paraestatal que se articula con el aparato del Estado para uno de sus discípulos, desarrolló el concepto de Estado to-
penetrar política e ideológicamente en todos los ámbitos de tal, ya utilizado por Schmitt, en un sentido más claramente
la sociedad, desdibujando la distinción entre lo público y lo vinculado con el concepto de totalitarismo. Sin embargo, el
privado. Se impone por el terror masivo —ejercido principal- nazismo no le dio al Estado el lugar predominante, funda-
mente por la policía secreta— y propicia la despolitización, mento de la nación, que le atribuía el fascismo. En el caso
la desindividualización y la retracción del ser humano a las alemán, el Estado se concebía sólo como un instrumento
condiciones más básicas de la reproducción de la vida, en del proyecto racial, marcando una distinción fundamental
sentido biológico e instrumental. Se presenta en sociedades entre ambos procesos.
fragmentadas y masificadas, profundizando ambos rasgos. Así los conceptos de Estado total y totalitarismo, ya fuera
Los regímenes totalitarios tienen una política bélica, con pre- para denostarlos o para reivindicarlos, se usaron principal-
tensiones de alcanzar un dominio supranacional y global. Se mente para caracterizar al fascismo y al nazismo, por lo menos
postulan como proyecto ideológico “progresista”, de acuerdo hasta el inicio de la Guerra Fría. Un aporte significativo en
con cierto “curso de la historia”, o bien, con leyes naturales, esta línea fue la aparición, en 1942, de Behemoth, de Franz
económicas o de cualquier tipo que fijan un desarrollo pre- Neumann (1943). El texto hacía un análisis histórico del na-
establecido e inamovible. zismo, explicándolo como respuesta contrarrevolucionaria a
la “catastrófica crisis” del capitalismo alemán. Se detenía en
Historia, teoría y crítica ciertos rasgos del Estado nazi (concentración de todos los
poderes, uso del terror, protagonismo de un partido único
El término totalitario se comenzó a usar en Italia a partir de superpuesto con el Estado, gestión en manos de una burocra-
1923, por parte de liberales, socialistas e, incluso, católicos cia irracional), que permitían definirlo como totalitario. A su
para criticar al fascismo, aunque casi inmediatamente fue vez, analizaba en detalle el liderazgo carismático, el racismo

t 518 Totalitarismo
—presente desde antes en la política imperialista alemana—, sobre todo a los regímenes comunistas. Con fines principal-
la economía monopólica y las transformaciones sociales y mente políticos, se propicia un mecanismo de simplificación:
legales del régimen nazi, como parte de una estructura capi- si el totalitarismo había sido enemigo de la democracia libe-
talista. Concluía entonces que el Estado totalitario alemán ral, cualquier régimen que rehusara esta forma de gobierno
—Behemoth— era capitalista, antidemocrático, antiliberal dándole preeminencia al Estado, caería bajo sospecha de
y, también, antirracional, por completo diferente al Leviatán totalitario. Se asimilaba así al socialismo real con el nazis-
que, siendo un Estado autoritario, era, sin embargo, un Es- mo, como forma de cuestionar su legitimidad, a la vez que
tado de derecho. En el caso alemán, Neumann consideraba se imponía una suerte de modelo político único. En este pe-
que, al no haber un derecho claramente establecido, se podía riodo, el debate pasó a estar dominado por una perspectiva
considerar que tampoco había Estado, en sentido estricto. de corte liberal capitalista. Sin embargo, en este mismo lapso
Algunos miembros de la Escuela de Frankfurt, como Max se produjeron dos obras fundamentales que, siendo de raíz
Horkheimer y Theodor Adorno (1998), coincidieron en ver liberal, no se inscriben necesariamente en esta perspectiva.
al totalitarismo como producto de la crisis de la civilización Los trabajos de Arendt (1981), por una parte, y Friedrich y
moderna y del liberalismo burgués, pero entendiéndolo más Brzezinski (1975), por otra –—de los que se hablará en el
como su continuidad que como su antítesis, iniciando un siguiente apartado—, aunque datan del mismo periodo y
largo debate al respecto. En cuanto a la posible considera- tienen sus respectivos signos políticos, exceden en mucho a
ción del estalinismo como totalitario, desde los años treinta esos usos político-ideológicos.
existían textos que señalaban ciertas coincidencias entre A partir de los años sesenta del siglo xx, la crítica al so-
estalinismo y fascismo. Tal es el caso de los trabajos de Wal- cialismo real, hecha desde la propia izquierda, recuperó el
demar Gurian (1953) y, sobre todo, de Gaetano Salvemini concepto para analizar el estalinismo y sus secuelas. Es el caso
(1997), quien, pese a reconocer el papel políticamente dife- de los trabajos de Cornelius Castoriadis, Claude Lefort y Her-
rente entre nazismo y fascismo, por un lado, y estalinismo, bert Marcuse, vinculados con las reflexiones de la Escuela de
por otro, encontraba, sin embargo, elementos comunes entre Frankfurt, de la que Marcuse formó parte. Todos ellos vuelven
ellos, que caracterizaba como totalitarios. También desde la al fenómeno totalitario para pensarlo, más que como una abe-
disidencia de izquierda se comenzó a utilizar el concepto rración, como un producto de la Modernidad, y realizan a la
para caracterizar el régimen de Stalin. Victor Serge, en una vez un análisis crítico de Occidente y sus democracias. Tanto
carta personal, describía al Estado soviético de 1933 como Castoriadis (1982) como Lefort (1970; 1990) caracterizaron
“un Estado totalitario para el cual el hombre no cuenta” (17), como totalitario al sistema estatal burocrático de la Unión
adelantando parte de la tesis que posteriormente desarrolla- Soviética —incluso después de Stalin—. De hecho, Claude
ría Hannah Arendt. En la misma vertiente, León Trotsky Lefort lo consideró un capitalismo de Estado en el que el
(1972) hablaba del “régimen totalitario estalinista”, como Partido Uno, identificado con el Estado, concentraba todos
un sistema burocrático comparable al nazi, aunque de base los poderes sin separación de los niveles político, económico
social diferente. No obstante estas primeras reflexiones, bue- e ideológico. A su vez, ambos criticaban la insuficiencia de las
na parte de la crítica de izquierda contra el estalinismo, así democracias occidentales, en “retirada al conformismo”. Por
como su posible comparación con el nazismo, se vio frena- su parte Herbert Marcuse planteaba en El hombre unidimen-
da —por lo menos hasta el fin de la Segunda Guerra— por sional, publicado en 1964, que en las sociedades industriales
la lucha antifascista, de la que el poder soviético era aliado. avanzadas existen nuevas formas de control, basadas princi-
Desde la visión liberal, en cambio, se produjeron, hacia los palmente en la tecnología, la ausencia de libertad, la supresión
últimos años de la guerra, algunos textos que comenzaron a de la individualidad y mecanismos de control internalizados
identificar totalitarismo y comunismo. El más sobresalien- que representan “tendencias totalitarias de la sociedad unidi-
te de ellos, Camino de servidumbre, de Friedrich von Hayek mensional” (1968: 270). Finalmente, Michel Foucault retoma
(1978), publicado en 1944, asociaba directamente al tota- el concepto del Estado totalitario, en su curso del Collège de
litarismo con tres rasgos: el control estatal de la economía, France de 1979, para rebatir las posturas de Hayek y otros
los partidos de masas y el antindividualismo, propios de los pensadores liberales que veían en cualquier ampliación de las
regímenes comunistas. funciones del Estado una amenaza de corte totalitario. Sos-
Durante la segunda posguerra, la división bipolar del tiene, en cambio, que el Estado totalitario —categoría en la
mundo produjo un giro político —y teórico— significati- que incluye al fascismo, al nazismo y al estalinismo— “no es
vo. El concepto de totalitarismo pasó a reformularse desde en absoluto la exaltación del Estado sino […] una limitación
una perspectiva principalmente liberal, ya no como consu- de su autonomía” (2007, 224) con respecto al partido, reto-
mación del proyecto ilustrado —como proponía la Escuela mando las posturas de Neumann, Arendt y otros. Foucault
de Frankfurt— sino como su negación. A partir de algunos considera al totalitarismo como una “gubernamentalidad
trabajos previos, que habían identificado ciertas semejanzas de partido”, no estatal; y afirma, al mismo tiempo, que lo
entre el nazismo y el estalinismo —partido único, moviliza- que está en cuestión en el neoliberalismo es, precisamente,
ción y apoyo de masas, grandes aparatos de propaganda— el una disminución de la gubernamentalidad de Estado, esta-
concepto comenzó a utilizarse políticamente para designar

Totalitarismo 519 t
bleciendo una conexión interesante entre neoliberalismo y que amortigua el radicalismo de la propuesta totalitaria hacia
totalitarismo (224 ss.). afuera y las divergencias del mundo externo hacia adentro,
manteniendo la ficción totalitaria.
Líneas de investigación y debate Esta idea de la construcción de un mundo ficticio basa-
contemporáneo do en la mentira está muy desarrollada en Arendt, y ha sido
retomada en trabajos de análisis o de corte testimonial como
A partir de las investigaciones principales sobre el totali- los de Arthur Koestler (1998) y Ante Ciliga (1977). El se-
tarismo, se podrían identificar dos grandes discusiones. La creto y la restricción de la información son principios clave
primera se refiere a los alcances del concepto de totalitarismo del funcionamiento totalitario. Una vez en el gobierno, el
y su pertinencia para el análisis de regímenes con proyectos rasgo más sobresaliente del totalitarismo —que lo distingue
políticos muy diferentes, como el nazismo y el estalinismo. de cualquier dictadura— es su pretensión de alcanzar un do-
Existe una segunda cuestión, que consiste en dirimir la ex- minio planetario o global. El gobierno totalitario se comporta
tensión temporal del fenómeno totalitario; esto es, por una como si tuviera jurisdicción sobre el mundo entero, lo que
parte, si surge en la Modernidad, dentro del contexto de las lo vincula fuertemente con el imperialismo. En este sentido,
guerras del sangriento siglo xx, o si sus características prin- pese a su discurso, manifiesta cierto desdén por los intereses
cipales se pueden rastrear desde la Antigüedad y, por otra, si propiamente nacionales, subordinados siempre a su proyecto
se lo debe confinar a las experiencias traumáticas que acom- supranacional. Asimismo, Arendt coincide con Neumann al
pañaron a la Segunda Guerra o sigue aún vigente, por lo considerar que no existe una ampliación del poder del Es-
menos en algunas de sus manifestaciones. tado sino todo lo contrario, dado que el partido funciona
como estructura paralela donde se asienta el poder real. Se
Los alcances del concepto. crea una serie de instituciones políticas nuevas, cambian-
La obra de Hannah Arendt Los orígenes del totalitarismo tes, y se multiplican y superponen focos de poder paralelos,
(1981), publicada en 1951, marcó un punto decisivo en los en donde la única autoridad clara es la del líder. El centro
estudios sobre el totalitarismo y en este debate en particular. del poder coercitivo del Estado se desplaza del ejército a la
Su trabajo realizaba un análisis comparativo entre el nazismo policía y, en especial, a la policía secreta, que tiene un papel
y el estalinismo, señalando sus coincidencias y precisando, a central en la vigilancia de la sociedad, y cuyas prácticas de
partir de ellas, los rasgos principales del fenómeno totalita- control, sospecha y delación van permeando a toda la socie-
rio. Aunque lo entendía como algo completamente nuevo, dad. El terror es el instrumento principal de la dominación
señalaba la persistencia de elementos presentes desde el siglo totalitaria, la “esencia del totalitarismo”. Una de las figuras
xix en Europa (como el antisemitismo, el racismo, el colonia- decisivas para establecerlo es la del “enemigo objetivo”, es
lismo y el imperialismo). Así Arendt, al analizar el proceso decir aquél que, aunque no haya hecho nada en contra del
de surgimiento y desarrollo del totalitarismo, apuntaba a las régimen, representa un peligro por su sola existencia —el
raíces europeas y occidentales de una antigua violencia que judío en el nazismo o el disidente en el estalinismo— como
se reorientaba ahora contra su propia población. Esta nueva si fuera el “portador de una especie de enfermedad” (Aren-
forma de dominación sólo sería posible en sociedades con dt, 1981: 634). Como es una figura poco clara, cualquiera
“grandes masas”, consideradas “superfluas”, y que han perdido puede caer potencialmente en ella, por lo que el terror se
previamente las identidades política y de clase. Es decir, que desparrama en toda la sociedad. La institución prevista para
se desarrolla sobre un fondo de despolitización importante, la completa desaparición del enemigo real u objetivo es el
en un contexto de crisis del sistema político partidario y en campo de concentración, “lugar sin límites” que Arendt define
sociedades atomizadas y masificadas, con una fuerte rup- como “institución central del poder organizador totalitario”
tura de los vínculos sociales, que el totalitarismo agudiza. (654). Aislado por completo del mundo externo, el campo de
En ese contexto, analiza el surgimiento de los movimientos concentración es un experimento de dominación total de la
totalitarios como organizaciones de masas compuestas por persona para transformarla en una simple cosa prescindible.
individuos aislados, de quienes se reclama una lealtad total. Este experimento revela el objetivo último del totalitarismo:
Pragmáticos y violentos, le asignan a la propaganda un papel la fabricación de una humanidad carente de personalidad
principal, sosteniendo la inexorabilidad de las transforma- jurídica o política, reducida a la pura dimensión biológica e
ciones que intentan imponer, a partir de leyes históricas, instrumental, una suerte de humanidad superflua.
naturales o de otro orden. Organizan a las masas en estruc- Hannah Arendt insiste en la distinción entre dictadura,
turas jerárquicas o “capas”. Arendt propone, en este sentido, autoritarismo y totalitarismo. En este sentido sólo consi-
la imagen de una cebolla, en el centro de la cual estaría el deró al nazismo, desde 1938, y al estalinismo a partir de
líder, de autoridad inapelable y opinión infalible; lo sigue 1930 —no al fascismo ni al régimen soviético después de
el estrecho círculo de sus próximos; luego los miembros Stalin— como regímenes propiamente totalitarios. Consi-
del partido, al que no accede cualquiera, y, por último, una deraba que en las formas autoritarias o pretotalitarias puede
mayoría de simpatizantes agrupados en organizaciones del practicarse el terror, pero éste no es tan indiscriminado sino
movimiento. Cada capa es un muro protector, de aislamiento, que se dirige principalmente contra los oponentes políticos.

t 520 Totalitarismo
Asimismo, en dichas formas se conserva el espacio de la vida do inicialmente como instrumento central de la dominación
privada como tal y se mantienen activos ciertos ámbitos de totalitaria, a formas más imprecisas como el “terror psíquico”,
la creación y el pensamiento, que desaparecen en los totalita- o incluso el “terror voluntario”, que permitieron considerar
rismos. Aunque enfatizó la especificidad de las experiencias dentro de esta categoría a regímenes cualitativa y cuantitati-
totalitarias, advirtió que algunas de sus prácticas habían lle- vamente muy distantes del nazismo, caracterizado éste por sus
gado para quedarse y no consideraba que se tratara de un millones de víctimas, el nivel de arbitrariedad del Estado para
fenómeno cerrado. seleccionarlas y la existencia de dispositivos tecnológicos de
Si Arendt analizó el totalitarismo como un proceso ins- exterminio masivo. Además, la idea de la capacidad de auto-
crito en la historia europea, con el objeto de crear una nueva rreproducción del sistema avalaba la política de intervención
humanidad, obediente y prescindible, pocos años después, en externa propiciada por Estados Unidos durante la Guerra Fría.
1956, se publicó otra obra, Dictadura totalitaria y autocracia, A partir del síndrome totalitario propuesto por Frie-
de Carl Friedrich y Zbigniew Brzezinski (1975), desde una drich y desde una perspectiva semejante, Leonard Schapiro
perspectiva por completo diferente. Se trataba de un análisis (1981) desarrolló una profundización de este modelo, en la
sistémico que, al entender el totalitarismo como sistema de que proponía distinguir entre los contornos y los rasgos del
acción, partía de la identificación de sus variables esenciales totalitarismo, que el síndrome confundía. Como parte de los
y de la capacidad de autorreproducción de las mismas para contornos o aspectos característicos sin los cuales el totalita-
garantizar la persistencia del sistema. De ello se infería que rismo dejaría de serlo, consideraba lo siguiente: la existencia
la caída del mismo sólo podía producirse por una interven- del líder único y carismático, el sometimiento del orden legal,
ción externa. el control de la moral privada, la movilización continua de
Las variables esenciales identificadas por Friedrich y Br- la sociedad y la legitimidad basada en el apoyo masivo, que
zezinski (1975) eran: 1) una ideología oficial revolucionaria, también llamó “democracia masiva”. Estos contornos indi-
es decir, opuesta al orden previo que, a su vez, se proponía carían el carácter general del régimen totalitario, sustentados
como válida para todos los aspectos de la existencia y prome- por tres pilares: una ideología única, el partido surgido de
tía un estado final perfecto de la humanidad; 2) un partido un movimiento más informal y la maquinaria administrativa
único de masas, de estructura jerárquica y liderazgo uniper- del Estado. En este análisis, elementos sustantivos como el
sonal, que se superponía a la estructura del Estado o incluso uso del terror —sólo posible con una violencia masiva— o
lo rebasaba; 3) un sistema de terror —columna vertebral del la superposición de la estructura del partido sobre el Estado
régimen— ejercido por la policía secreta, orientado contra los desaparecían o resultaban secundarios. El concepto de tota-
posibles enemigos, pero también contra grupos de la sociedad litarismo parecía ajustarse más a los populismos autoritarios
elegidos arbitrariamente; 4) el control casi completo sobre que a una experiencia tan radical como el nazismo.
los medios masivos de comunicación por parte del partido, Como respuesta a estas perspectivas, y en franco des-
valiéndose principalmente del desarrollo tecnológico; 5) la acuerdo con Hannah Arendt, Slavoj Žižek considera que el
tendencia al control monopólico del partido sobre las armas totalitarismo no alcanza a constituir una categoría, sino que es
y sobre todo el potencial de violencia, basado éste igualmente una noción meramente ideológica, una suerte de “espantajo”
en el avance tecnológico; 6) el control y la dirección central que se agita políticamente para neutralizar la crítica radical
de la economía. de la izquierda a las democracias liberales. Así, la amenaza
Estas variables constituirían un “síndrome totalitario”, totalitaria se presume detrás de cualquier opción a tales de-
fenómeno completamente nuevo en relación con otras ex- mocracias para que “renunciemos a cualquier compromiso
periencias autoritarias previas, en particular por el uso de radical efectivo” (Žižek, 2002: 14). Partiendo del concepto
las tecnologías de comunicación y represión para penetrar y de hegemonía de Ernesto Laclau, quien sostiene que para
movilizar sociedades masificadas. Si bien estos elementos cons- entender un sistema hegemónico es preciso distinguir entre
titutivos del sistema retoman muchos de los planteamientos de los componentes de una construcción ideológica y la articu-
Hannah Arendt, la reducción del análisis a un haz de variables lación de los mismos —que es la que les confiere su sentido
propició cierta simplificación y una ampliación del concepto específico—, Žižek afirma que no basta la coincidencia de
de totalitarismo, que perdía así la excepcionalidad propuesta ciertos rasgos entre el fascismo y el estalinismo para pensar-
por la autora. Desde esta perspectiva, tanto el fascismo italiano, los como un mismo fenómeno, sino que es preciso revisar su
como el estalinismo, el nazismo, el comunismo chino, sovié- articulación a proyectos ideológicos por completo diferen-
tico y de los países de Europa Oriental se debían considerar tes. Por ello, reconoce una serie de rasgos comunes entre el
igualmente totalitarios. Con posterioridad se hicieron algunas estalinismo y el nazismo, en particular, la superposición de
precisiones que tendieron a difuminar aún más el concepto. la estructura estatal con otra extraestatal —el Partido— que
Una de ellas fue la idea de que el totalitarismo tendía al mo- controla al Estado y domina sobre la sociedad a través del
nopolio de todas las organizaciones, incluidas las económicas, terror, paralizándola. Identifica también, en ambos casos, un
en manos no necesariamente del partido sino de cualquier sistema represivo, disciplinar y concentracionario, que opera
elite que gobernara la sociedad. Otra modificación, de gran por fuera de la ley y las normas, sustentándose en hipoté-
relevancia, fue el desplazamiento del papel del terror, defini- ticas leyes de la historia, así como la existencia de un líder

Totalitarismo 521 t
indiscutido. Asimismo, ambos sistemas implican un modo de tarias en el seno de sociedades aparentemente democráticas.
dominación que provoca una despolitización radical, a la vez Una última postura plantea la irrelevancia del concepto y su
que desconoce toda subjetividad e individualidad. inutilidad para comprender los fenómenos de las sociedades
No obstante estas semejanzas, Žižek enfatiza en las di- contemporáneas.
ferencias de origen y de proyecto entre ambos regímenes.
También Raymond Aron había hecho estas distinciones, al Longevidad y actualidad del totalitarismo
señalar que el régimen soviético había surgido de una vo- Un segundo debate se centra en los alcances temporales del
luntad revolucionaria “inspirada por un ideal humanitario”, a fenómeno totalitario. Con respecto a la novedad del totali-
diferencia del caso nazi, cuya meta era “pura y sencillamente tarismo, algunos autores afirman la existencia del fenómeno
el exterminio” (1968: 250). Para Žižek, el estalinismo, en con- desde la Antigüedad. Franz Neumann, por ejemplo, califica
traste con el fascismo, provenía de una “revolución auténtica”, al régimen espartano de dictadura totalitaria por el dominio
de un proceso emancipatorio real, por su condición anticapita- absoluto sobre los ilotas, la utilización del terror en su con-
lista. En este sentido, opone fascismo y estalinismo, para seguir tra y el control completo de la vida privada, acompañado de
la antigua distinción entre capitalismo y socialismo, dándole un sistema de educación estatal muy rígido. Karl Wittfogel
prioridad a esa diferencia. Desplaza así la importancia del fe- (1966), por su parte, describe el despotismo oriental como un
nómeno totalitario para subordinarlo a la necesaria salida del sistema de poder total, sin limitaciones legales ni sociales y
sistema capitalista, como condición de posibilidad de cualquier concentrado por lo general en una persona. Destaca el papel
proceso emancipatorio. Ciertamente, como lo señala Žižek, ca- del Estado como organizador general del trabajo y patrón
pitalismo y socialismo fueron proyectos políticos e ideológicos colectivo de la sociedad que, además del poder económico,
divergentes y, como tales, propusieron sistemas hegemónicos concentra un poder militar y policial capaz de aterrorizar a
diferentes, articulaciones distintas. Pero es preciso recordar la población obligándola a la sumisión, la obediencia abso-
que no hay identidad entre socialismo y estalinismo, sobre luta y el aislamiento más radical. Por fin, Barrington Moore
todo no la hay políticamente hablando. Como se ha señalado encuentra los antecedentes del totalitarismo moderno en
con anterioridad, el estalinismo se ha pensado desde la propia India y China, así como en la dictadura teocrática de Cal-
izquierda antes como capitalismo de Estado que como pro- vino en Ginebra. Con respecto a esta última señala sobre
tosocialismo. El análisis de Arendt, al señalar las semejanzas todo el control político, moral y religioso, con la consecuen-
entre nazismo y estalinismo nada menos que en las formas te intromisión en la vida privada de toda la población. Más
de organización del Estado y su violencia, marca la distancia que crear un debate falso en torno a la posible antigüedad
efectiva entre el estalinismo y el proyecto socialista original. del totalitarismo o a la corrección del uso de esta categoría
A su vez, un punto central en la reflexión de Žižek, que no para dar cuenta de tales sistemas políticos, los trabajos antes
resuelven los análisis de Arendt ni de Friedrich, es la posible mencionados tienden a señalar la preexistencia de algunos
insuficiencia del marco democrático liberal para dar respuesta de sus rasgos, en tanto antecedentes históricos de relevan-
al problema planteado por el totalitarismo. cia. En este sentido apoyan a la comprensión del fenómeno
En síntesis, existe una postura que considera totalitarios totalitario. Sin embargo, el totalitarismo moderno ocurre en
a todos los regímenes que presentan por lo menos algunos sociedades masificadas, fuertemente penetradas y movilizadas
de estos rasgos: partido único, planificación y centralización de por el Estado gracias al uso de recursos tecnológicos —en las
la economía, control estatal de los medios de comunicación, comunicaciones, la información y la represión—, y ostenta
fuerte penetración de una ideología única, presencia de un lí- pretensiones de dominación planetaria; todos, rasgos propios
der carismático que moviliza a la sociedad y control de la vida de las sociedades contemporáneas.
privada y la moral. Desde esta perspectiva, se puede hablar Otros autores han extendido el uso del término para de-
de totalitarismo en una gran variedad de casos. Para otros, signar procesos posteriores a los analizados en los estudios
como Waldemar Gurian (1953) o Gaetano Salvemini (1997), clásicos. Ya se mencionó su utilización durante la Guerra
el totalitarismo fue una experiencia puntual que acompañó Fría en relación con los países del llamado socialismo real.
a la violencia de la Segunda Guerra y abarcó al nazismo y al Más recientemente se ha abordado la relación entre el to-
fascismo, en su expresión capitalista, así como al estalinismo talitarismo y los procesos de globalización. Étienne Tassin
en el contexto del socialismo real. Desde esta perspectiva se (1999) rechaza la extensión del concepto de totalitarismo a
distinguen proyectos políticos divergentes, de base social dis- cualquier forma de dominación fuertemente coercitiva, así
tinta, aunque con técnicas de control semejantes que, a través como su aplicación a aquellas cuya violencia es sólo subrep-
del terror, se imponen sobre la totalidad social invadiendo ticia. Se pregunta, sin embargo, sobre la emergencia de una
incluso sus esferas más privadas. Una tercera posición res- sociedad que llama globalitaria, por la reunión de ciertos ras-
tringe el fenómeno totalitario al nazismo y al estalinismo, a gos totalitarios con los procesos de globalización. En primer
pesar de la diferencia de los objetivos políticos enunciados. lugar, señala que sólo en un contexto global la dominación
Se centra en las semejanzas de las prácticas estatales de am- puede ser efectivamente total, para alcanzar su vieja aspira-
bos sistemas y desde allí desafía su supuesta contraposición. ción de dominio planetario. El “globalitarismo” ocurriría por
Sugiere asimismo la posible persistencia de prácticas totali- la extensión de las actividades que generan ganancia a nivel

t 522 Totalitarismo
mundial, con la consecuente hegemonía de la economía sobre Gallegos Olvera, Jesús (2007), “Totalitarismo, ¿hoy?”, en José Luis
las diferentes esferas de la existencia humana. Ésta quedaría Orozco (coord.), ¿Hacia una globalización totalitaria?, Méxi-
reducida entonces al registro del consumo o, en otras pala- co: Universidad Nacional Autónoma de México, Fontamara,
bras, de la vida y la supervivencia. Aunque reconoce que la pp. 97-122.
Gentile, Giovanni (1982), “Fascismo, identitá di Statu e indivi-
reducción de la existencia a la vida es un aspecto del capita- duo”, en C. Casucci (ed.), Il fascismo, Bologna: Il Mulino,
lismo desde el siglo xix, afirma que este rasgo se sistematiza pp. 250-278.
con la globalización. El poder globalitario, ejercido por las Gurian, Waldemar (1953), “Totalitarianism as Political Religion”, en
multinacionales, las bolsas y toda la maquinaria de rentabi- Carl J. Friedrich (ed.), Totalitarianism, Cambridge: Harvard
lidad, fuerza a los individuos a renunciar al mundo de vida y University Press, pp. 119-129.
a restringir su existencia a la búsqueda de satisfacción en el Hermet, Guy (1991), Totalitarismos, México: Fondo de Cultura
consumo para hacerlos superfluos. Este poder no se entiende Económica.
como un aparato o una organización, sino como la capacidad Jay, Martin (1974), La imaginación dialéctica, Madrid: Taurus.
destructiva desencadenada por un dispositivo económico Koestler, Arthur (1998), El cero y el infinito, Buenos Aires: Emecé.
Lefort, Claude (1970), ¿Qué es la burocracia?, Madrid: Ruedo Ibérico.
financiero que ninguna instancia internacional está en posi- _____ (1990), La invención democrática, Buenos Aires: Nueva Visión.
ción de regular. Es, por lo tanto, más abarcador que el poder Linz, Juan (1975), “Totalitarian and Authoritarian Regimes”, en
totalitario previo. Su dominación es global porque incluye a Fred I. Greenstein y Neslson Polsby (eds.), Handbook of
la totalidad de los seres. También es total porque se presenta Political Science, Reading, Massachusetts: Addison-Wesley,
como inevitable, sacando su fuerza de las capacidades vitales pp. 175-411.
de aquéllos a los que somete para destruirlos. Esta domina- Marcuse, Herbert (1962), Eros y civilización, México: Joaquín
ción global se sirve de los Estados y los aparatos policiales y, Mortiz.
a diferencia del totalitarismo, que pretende llevar a cabo las _____ (1968), El hombre unidimensional, México: Joaquín Mortiz.
leyes de la naturaleza o de la historia, el globalitarismo lleva a Moore, Barrington (1969), Poder político y teoría social, Barcelona:
Anagrama.
cabo la Ley de la vida como reproducción de lo viviente desde Mussolini, Benito (1932), “Fascismo”, Enciclopedia italiana, Flo-
el consumo. En América Latina se han desarrollado enfoques rencia: Treccani.
semejantes. Jesús Gallegos Olvera (2007) afirma que en la _____ (s.f.), Discorso del 21 giugno, 1925. Disponible en: <http://www.
actualidad el mercado asume la función que desempeñaban mussolinibenito.it/discorsodel21_06_1925.htm>.
el Estado y el líder carismático en los regímenes totalitarios, Neumann, Franz Leopold (1943), Behemoth, pensamiento y acción en
en tanto ente omnipresente que evapora el espacio político, el nacionalsocialismo, México: Fondo de Cultura Económica.
a la vez que persigue un dominio absoluto de la sociedad y Orozco, José Luis (2005), “Pareto: los equilibrios del liberalismo y
de sus deseos. En este contexto, el mercado no tiene un jefe el fascismo”, Acta Sociológica, núm. 44, pp. 13-44.
visible pero sí una mano visible que controla los modos de Petersen, Jens (1975), “La nasita del concetto di ‘Stato Totalitario’
in Italia”, Annali dell’Istituto storico italo-germanico in Trento,
vivir de los individuos, dirige su forma de pensar y orienta núm. 1, pp. 143-168.
los gustos y placeres, “apoyándose cada vez más en viejos usos Salvemini, Gaetano (1997), Polemica sul fascismo, Roma: Ideazione.
totalitaristas” (121). José Luis Orozco, por su parte, plantea Schapiro, Leonard (1981), El totalitarismo, México: Fondo de Cul-
que del “hombre económico” del siglo xx al “hombre tota- tura Económica.
litario” del siglo xxi “no hay ya sino un paso” (2005: 121). Schmitt, Carl (2004), El Leviatán en la teoría del Estado de Thomas
Hobbes, Granada: Comares.
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Totalitarismo 523 t
cercana —al menos en la actualidad— a una organización in-
UNIÓN EUROPEA tergubernamental con instituciones que tienen competencias
exclusivas conferidas por los Estados de manera soberana,
Beatriz Nadia Pérez Rodríguez características inexistentes en otras organizaciones interna-
Teresa Pérez Rodríguez cionales o en otras regiones del mundo, a las que se suman
otras peculiaridades como las competencias exclusivas de las
instituciones supranacionales, las competencias compartidas
Definición con los Estados y la participación cada vez mayor de los ac-
tores nacionales y locales.
La Unión Europea (ue) se ha definido como un proceso La integración europea inició con la participación de seis
de integración novedoso, exitoso y sui generis. Sin embargo, Estados miembros y ha tenido siete ampliaciones, cada una
basarnos en dichos términos no nos explica la extensión del de ellas en los años de 1973, 1981, 1986, 1995, 2004, 2007 y
concepto. La ue es catalogada como un “proceso” debido a la ampliación de 1990 que se da de facto al incorporar mayor
que desde el momento de su creación y hasta la actualidad, el territorio y población, pero sin corresponder a la adhesión de
común denominador ha sido el cambio y la transformación otro Estado, sino que es resultado de la reunificación alema-
con la finalidad de adecuarse al contexto internacional, a los na (Truyol y Serra, 1999; Aldecoa, 2002). En la actualidad,
intereses y negociaciones regionales, e incluso a las trans- forman parte de la Unión Europea veintiocho Estados ubi-
formaciones de sus Estados miembros. Por esto, para sus cados geográficamente en el continente europeo (Francia,
dirigentes, estudiosos y ciudadanos, resulta difícil establecer Alemania, Italia, Bélgica, Luxemburgo, Países Bajos, Reino
los alcances que podrá tener en un futuro cercano. La ue es, Unido, Irlanda, Dinamarca, Grecia, España, Portugal, Aus-
entonces, un proceso integral en el que se aborda una gran tria, Suecia, Finlandia, Polonia, República Checa, Hungría,
diversidad de temas, y que si bien comenzó como una inte- Eslovenia, Estonia, Chipre, Eslovaquia, Letonia, Lituania,
gración de carácter económico con la Comunidad Europea Malta, Rumania, Bulgaria y Croacia), y nueve Estados, hasta
del Carbón y del Acero (ceca) en 1951 y la creación de un el momento, en espera de adhesión (como países candidatos,
mercado común con la firma de los Tratados de Roma en Albania, Islandia, Montenegro, Antigua República Yugoslava
1957, actualmente abarca tanto aspectos políticos y econó- de Macedonia, Serbia y Turquía, y como candidatos poten-
micos como sociales, culturales, del medio ambiente, etcétera. ciales, Bosnia-Herzegovina y Kosovo).
Para definir a la Unión Europea es fundamental consi- La Unión Europea representa un territorio total de
derar el aspecto de la cooperación, principalmente política, 4,324,782 km2 con 501,259,840 habitantes (Peña Gue-
como un pilar para lograr la integración de sus partes, con- rrero, 2012). La ue se basa en el establecimiento y respeto
siderando que integrar es la incorporación, inclusión o a un Estado de derecho; por ello, los tratados constitutivos
unificación en un todo. Pensar que los países europeos que son el referente fundamental para determinar los alcances y
forman parte de este proceso de integración únicamente limitaciones del proceso en cada una de las temáticas que se
cooperan entre sí, es limitar las dinámicas de armonización incorporan en las negociaciones, ya sean los temas políticos,
de estrategias económicas, sociales o políticas que han lo- económicos, militares, sociales, tecnológicos, etcétera. Los
grado a lo largo de sus más de cincuenta años de existencia. tratados que han firmado y ratificado los Estados miembros
En resumen, sin la cooperación, la integración es inviable. son siete, desde el Tratado de París en 1951, que da origen a
La conformación de la Unión Europea se da en un mun- la ceca como el primer referente, y los Tratados de Roma, en
do definido por la dicotomía de la cooperación y el conflicto, los que se establecen las Comunidades Europeas, hasta el más
y es la voluntad política de seis gobiernos —que buscan reciente que es el Tratado de Lisboa y que entró en vigor el 1
eliminar cualquier posibilidad de un conflicto bélico entre de diciembre de 2009 (Truyol y Serra, 1999; Aldecoa, 2002).
ellos después de haber sufrido dos guerras mundiales en Los tratados constitutivos de la Unión Europea se di-
sus territorios— lo que constituye el principal motor de su viden en tratados base, como el Tratado de París, que fue
creación. Por esta razón, a lo largo de los años, la ue irá incor- firmado el 18 de abril de 1951 y entró en vigor el 23 de ju-
porando a sus negociaciones temas cada vez más ambiciosos lio de 1952; los Tratados de Roma, que se firmaron el 25 de
que busquen el bienestar comunitario. Para determinar las marzo de 1957 y entraron en vigor el 1 de enero de 1958; el
características de la Unión Europea se han tomado como Acta Única Europea, firmada el 17 de febrero de 1986, que
base los referentes políticos existentes y se han tratado de entró en vigor el 1 de julio de 1987; el Tratado de Maas-
ubicar las diferencias que el proceso de integración europeo tricht, que fue firmado el 7 de febrero de 1992 y entró en
ha creado y que ha sido considerado por algunos como un vigor el 1 de noviembre de 1993, y tratados de reforma, que
híbrido político. son: el Tratado de Ámsterdam, firmado el 2 de octubre de
A partir de la terminología política, la ue ha sido compa- 1997 y que entró en vigor el 1 de mayo de 1999; el Tratado
rada con un súper-Estado, una confederación, una federación de Niza, firmado en febrero de 2001 y que entró en vigor el
y una organización intergubernamental, aunque los juris- 1 de febrero de 2003; el Tratado de Lisboa, firmado el 13 de
tas han determinado que sus especificidades la hacen más

u 524 Unión Europea


Uu
diciembre de 2007 y que entró en vigor el 1 de diciembre de de competencias dadas a las instituciones, lo que establece el
2009 (Borchardt, 2011). artículo 48.2 del tue.
Con la firma y ratificación de estos tratados y con las El progreso de la Unión ha sido posible a pesar de la per-
dinámicas propias que ha creado el proceso de integración, sistencia en el debate de partidarios de la integración y de
los países miembros han consolidado un derecho comuni- aquéllos que buscan favorecer únicamente la cooperación. Es
tario derivado del internacional y aceptado por el derecho un proceso en el que se pueden encontrar cuatro libertades
nacional de cada Estado de la Unión. Aunado a esto, la ue fundamentales: libre circulación de personas, libre circulación
ha establecido instituciones y términos propios del proceso de mercancías, libre circulación de capitales y libre circula-
para poder explicar la complejidad de las dinámicas políticas ción de servicios.
intracomunitarias y tratar de esclarecer, entonces, la división La constante en la Unión Europea es la negociación, la
de decisiones, así como la cooperación entre los diversos ni- cooperación y la interacción entre los intereses y decisiones
veles de gobierno. gubernamentales y comunitarias; sin embargo, la toma de
La ue se ha convertido en un entramado institucional decisiones es un entramado tan complejo que se encuentra
de pesos y contrapesos sumamente complejo, en el que se alejado de sus ciudadanos y de muchos otros actores interna-
incorporan los equilibrios entre los intereses de la comu- cionales, que mantienen la esperanza en cada nuevo tratado
nidad europea, los intereses de cada Estado miembro y los para encontrar, de manera más sencilla, la explicación del
intereses de los ciudadanos desde su creación. Para lograr- éxito de la integración europea.
lo, se debe negociar constantemente entre las instituciones
supranacionales, intergubernamentales y nacionales dentro Historia, teoría y crítica
de un marco institucional único por lo que los europeos han
incorporado el principio de subsidiariedad para garantizar La idea de una Europa unificada no es novedosa: en la histo-
que cada decisión sea tomada en el nivel más cercano al ciu- ria podemos encontrar pensamientos relacionados de poetas
dadano, tal como establece el preámbulo del Tratado de la y politólogos, así como los intentos de Carlomagno, Carlos V,
Unión Europea (tue). Napoleón o Hitler en pro de la unificación. Sin embargo, la
Cada una de las temáticas del proceso de integración eu- diferencia entre lo que ha logrado el proceso de integración
ropeo se basa en la negociación de las competencias exclusivas y los ejemplos históricos es el método para lograrlo.
de las instituciones comunitarias, de las competencias com- La ue es un proceso que se basa en la relación entre enti-
partidas entre instituciones y Estados, y de las competencias dades jurídicamente iguales, a partir de la vinculación de sus
únicamente de los Estados. La distribución de estas facul- voluntades políticas y no en la dominación. Para revisar la
tades concretas y limitadas nos muestra el grado de avance historia de la integración en Europa es necesario remontar-
del proceso de integración y los temas más sensibles en las nos tanto al periodo de entre guerras como al momento en
negociaciones, y evidencia las reticencias de los Estados en que se consolida la idea de una unión política con referen-
los temas que se siguen considerando de vital interés. En la tes de instituciones supranacionales, con el fin de fortalecer
Unión Europea, además, se conjuntan la democracia direc- las negociaciones intergubernamentales. De manera formal,
ta y la democracia representativa. La primera, a partir de la la Unión Europea surge a partir de la denominada Decla-
elección por voto directo de los miembros del Parlamento ración Schuman del 9 de mayo de 1950 y, con el paso del
Europeo y fortalecida por las modificaciones del Tratado de tiempo, se fortaleció a través de modificaciones y reformas
Lisboa para incorporar la propuesta de una iniciativa ciuda- en los tratados.
dana, siempre y cuando cuente con las firmas un millón de Aunado a lo anterior, se fueron incorporando en la historia
ciudadanos de la Unión Europea que sean nacionales de un del avance del proceso de integración las siete ampliaciones
número significativo de Estados miembros, según establece que modificaron su territorio y población. La Unión Europea
el artículo 11.4 del tue, y la segunda, a partir de los intere- representa una historia de constantes negociaciones, de avances
ses de los ciudadanos representados por los jefes de Estado y estancamientos, intentando adecuarse siempre al contexto
y de gobierno que negocian las modificaciones del proceso internacional, a los diversos intereses de los Estados que la
de integración. han conformado en cada periodo histórico y a los retos que el
La cooperación intergubernamental es lo que ha per- propio proceso de integración ha ido demandando.
mitido la creación, consolidación y, en ocasiones, incluso, El proceso de integración, en su historia de más de medio
el estancamiento de la ue, hecho que se vio modificado a siglo, ha dejado claro que ha podido sobrevivir gracias a la
partir del Tratado de Lisboa, que establece jurídicamente cooperación política y la concertación de voluntades, a pesar
la posibilidad de un retroceso en la ue al subsanar vacíos de la existencia de momentos de crisis que, según los europ-
existentes en los Tratados anteriores como la posible salida timistas, han sido la clave para salir fortalecidos. La manera
de un Estado miembro —que permite, por primera vez en en que se entiende el fenómeno de la integración europea ha
la historia del proceso de integración, reducir el número de dado pie a diversos debates teóricos, entre los que se pueden
estos Estados o, incluso, una desintegración— o la reducción considerar las vertientes utilizadas en la teoría de las rela-
ciones internacionales y, en específico, las teorías políticas o

Unión Europea 525 u


económicas de la integración —la mayoría de ellas basadas enfrentado los miembros de la ue les han permitido aprender
en explicar las dinámicas del proceso europeo—, y que se han y seguir avanzando con innovación política, económica y so-
tratado de aplicar en la identificación de variables de otros cial. La cooperación es una de sus principales características,
mecanismos de integración en el mundo con especificacio- tanto por que es el reflejo de la cooperación política entre los
nes muy diferentes, tales como el Mercado Común del Sur actores locales, estatales, regionales y de la comunidad euro-
(Mercosur) u otros mecanismos subregionales. pea, como por la importancia que tiene el gasto en conjunto
Existen los debates tempranos del federalismo, fun- dentro del presupuesto comunitario para el desarrollo a nivel
cionalismo, neofuncionalismo, intergubernamentalismo, la internacional, aunado al monto que destina casa uno de sus
gobernanza multinivel y varias reflexiones derivadas de estas Estados miembros.
mismas vertientes como es la de los liderazgos, que se basa Existen tantas líneas de investigación sobre la Unión
en el intergubernamentalismo y que retoma sus postulados Europea como temas que conforman el proceso de inte-
para analizarlos en el referente empírico. Entre las teorías gración europeo. Se podrían catalogar en dos vertientes
políticas, las que mayor debate han establecido son el neo- principalmente: la primera de ellas se refiere al avance y a los
funcionalismo y el intergubernamentalismo. Las principales problemas y beneficios que genera el proceso interno para
diferencias entre ellas son las interrelaciones que existen en- sus Estados miembros y ciudadanos; la segunda se refiere al
tre los actores y su peso relativo en la toma de decisiones, papel que tiene la Unión Europea como actor internacional
así como el impulso que permite el avance en el proceso de y a la interacción e instrumentos que renuevan sus relaciones
unificación europea. con terceros (un ejemplo es el estatus de socios estratégicos),
ya sean países, ya sean regiones u organizaciones internacio-
Líneas de investigación y debate nales gubernamentales.
contemporáneo En las líneas temáticas existe un énfasis en los elementos y
aspectos económicos y comerciales, que inician y se fortalecen
Uno de los debates que ha marcado al proceso de inte- con la integración económica, la cual ha permitido mayores
gración de la Unión Europea es el de la complejidad y la avances en la eliminación de barreras en estos ámbitos, los que
permanencia de lo supranacional e intergubernamental en a su vez se han extendido a otros aspectos de la vida diaria,
cada una de sus decisiones. El fin de la era bipolar dejó a por encima de la creación de instituciones. Sin embargo, las
la Unión Europea en uno de los debates más complejos de crisis económicas han puesto cada vez más en duda la perma-
su historia: avanzar en una mayor integración y fortalecer nencia y fortaleza de la ue, así como la aceptación y cercanía
a las instituciones comunitarias —lo que se ha denomina- que tienen las instituciones comunitarias con los ciudadanos
do profundización—, o un incremento en la membresía del europeos. Éste es uno de los debates más actuales.
proceso de integración a más países como reflejo del éxito Así pues, la integración europea es un proceso sumamente
adquirido, proceso al que se le denomina ampliación. complejo que ha sentado sus bases en la creación de un dere-
En cada uno de los casos, las preguntas a responder son: cho comunitario e instituciones sin precedentes, además de
¿hasta dónde pueden llegar las fronteras políticas o geo- fortalecer a nivel regional varias dinámicas entre ideologías
gráficas de la Unión Europea?, ¿qué tanto podrá avanzar la partidistas semejantes, al tiempo que permite la participación
integración para incorporar más temas y mayor interdepen- de la sociedad civil.
dencia entre sus Estados e instituciones?, ¿cuánto más podrá Así, la Unión Europea deberá establecer su propia hoja
crecer en territorio, población, Estados e intereses? y ¿qué de ruta en la que pueda crear las dinámicas de consolidación
tanto podrán extenderse sus fronteras? o de transformación necesarias, que le permitan estar en
En el momento en el que se generó el debate, se llegó a concordancia con el cambiante contexto internacional, con
afirmar que cada uno de los pasos, ya fuera la ampliación, ya los intereses de cada Estado miembro y con los debates de
fuera la profundización, no eran excluyentes. Los europtimis- beneficios que debe brindar a cada actor político, económi-
tas consideraban que el éxito del proceso permitiría el avance co y social que la integra. Incluso, incorporar acciones que
del mismo sin importar las condiciones o el número de Esta- le faciliten responder a las expectativas de otras regiones del
dos miembros. Sin embargo, a pocos años de las ampliaciones mundo que consideran que debería tener un rol más impor-
más numerosas y recientes de la Unión Europea (2004, 2007 tante en el escenario internacional.
y 2013), ha quedado evidenciada la complejidad en la toma de
decisiones para avanzar hacia una profundización del proceso. Bibliografía
Esto se ve reflejado en el incremento de la cooperación refor-
zada y en que se privilegia la opción de mayoría cualificada Aldecoa Luzarraga, Francisco (2002), La integración europea.
en la toma de decisiones de las instituciones comunitarias, Análisis histórico-institucional con textos y documentos, vol. II:
con lo que se desplaza la unanimidad y se procura evitar el Génesis y desarrollo de la Unión Europea, Madrid: Tecnos.
estancamiento de la integración europea. Attina, Fulvio (1992), Introducción al sistema político de la comuni-
dad europea, Madrid: Centro de Estudios Constitucionales.
A pesar de esto, el referente histórico del proceso de inte- Balassa, Bela (1980), Teoría de la integración económica, México:
gración ha demostrado que las crisis, o impasses, a las que se han Unión Tipográfica Editorial Hispano-Americana.

u 526 Unión Europea


Vv
Beck, Ulrich y Edgar Grande (2006), La Europa cosmopolita. So- Derivado de lo anterior, en Bergson se encuentra la idea
ciedad y política en la segunda modernidad, Madrid: Paidós. de que esta posible generalización opera como un factor de
Borchardt, Klaus-Dieter (2011), El ABC del derecho de la Unión carácter selectivo que interviene de manera práctica, “puesto
Europea, Luxemburgo: Oficina de Publicaciones de la que nuestra vida cotidiana es necesariamente una espera de
Unión Europea.
Carreón, Mónica, Héctor Ortega y Olga Pellicer (2005), Unión
las mismas cosas y de las mismas situaciones” (234) y, por
Europea de los Veinticinco: una mirada retrospectiva, México: tanto, es “natural que ese carácter común, esencial al punto de
Porrúa, Instituto Tecnológico Autónomo de México. vista de nuestra acción, aproximara los dos órdenes entre sí,
Fazio Vengoa, Hugo (1998), La política internacional de la Unión a pesar de una completa diversidad interna, que sólo interesa
Europea, Bogotá: Siglo del Hombre, Instituto de Estudios a la especulación” (234).
Políticos y Relaciones Internacionales (Universidad Nacio- A juicio de Bergson, la vida porta en sí misma la indi-
nal de Colombia). viduación y la sociabilidad. En su tesis, la vida se compone
Giddens, Anthony (2007), Europa en la era global, Madrid: Paidós. a fuerza de mantener la totalidad a partir de la simpleza,
Le Monde Diplomatique (2007), Europa. Éxitos y fracasos del pro- lo que expresa en un singular pasaje en el que nos muestra
yecto común, Santiago de Chile: Aún Creemos en los Sueños.
Mangas Martín, Araceli, ed. (2010), Tratado de la Unión Europea,
que “a través de las palabras, los versos y las estrofas, corre
Tratado de Funcionamiento y otros actos básicos de la Unión la inspiración simple que es el todo del poema” (264). Así,
Europea, Madrid: Tecnos. prosigue el filósofo francés, “la vida circula aún entre los
Peña Guerrero, Roberto (2012), Indicadores políticos México-Unión individuos disociados: en todas partes, la tendencia a indi-
Europea, México: Facultad de Ciencias Políticas y Socia- viduarse es combatida y al mismo tiempo rematada por una
les-Universidad Nacional Autónoma de México. tendencia antagonista y complementaria a asociarse, como
Rodríguez Suárez, Pedro Manuel (2006), Hacia una nueva Eu- si la unidad múltiple de la vida, atraída en el sentido de la
ropa. La integración de los países de Europa Central y Oriental multiplicidad, hiciera un esfuerzo tanto mayor para retraerse
en la Unión Europea, México: Fondo de Cultura Económica. sobre sí misma” (264).
Roy, Joaquín y Roberto Domínguez (2001), Las relaciones exteriores
de la Unión Europea, México: Plaza y Valdés, Universidad
La vida, en el sentido bergsoniano, permite relacionar al
Nacional Autónoma de México actor con un tipo de materia, la cual está en función de éste y,
Solana, Javier (2010), Reivindicación de la política. Veinte años de al procesar esta relación, se le presenta como un planteamien-
relaciones internacionales, Madrid: Debate. to del problema, a sabiendas de que cuenta con la capacidad
Truyol y Serra, Antonio (1999), La integración Europea. Análi- para resolver problemas; a cada momento, el actor enfrentará
sis histórico-institucional con textos y documentos, I. Génesis y ése y otros problemas y constantemente se dirá a sí mismo
desarrollo de la Comunidada Europea (1951-1979), Madrid: que la solución dada era inmejorable de acuerdo con la forma
Tecnos. en que se había planteado tal conflicto. Además, él mismo
justifica la solución de ese problema al contar con los medios
dispuestos, en ese momento, para resolverlo en concreto.
Desde esta perspectiva, “existe una oscilación, en todo
el dominio de la vida, entre la individuación y la asociación”
VIDA COTIDIANA (264); no obstante, para Bergson, “la evolución de la vida en
la doble dirección, la de su individualidad y la de asociación
Amelia Coria Farfán
no tiene nada de accidental, dado que es la esencia misma de
la vida” (266). En este sentido, se puede apreciar la posición
de Bergson en la siguiente afirmación: el cuerpo es un instru-
Definición mento de la acción y sólo de la acción (Copleston, 2011: IX-158).

Según Henry Bergson, “la vida en su conjunto, considerada Historia, teoría y crítica
como una evolución creadora, es algo análogo: ella trasciende
la finalidad, si por finalidad se entiende la realización de una Alfred Schütz. El mundo de la vida cotidiana
idea concebida o concebible por adelantado” (2007: 232). Los La teoría de Alfred Schütz está dirigida a interpretar el
actores, en su duración de vida, dan por hecho la existencia mundo de la vida cotidiana. Su propuesta está basada en la
de otros actores, con quienes interactúan cotidianamente, afirmación que hizo explícita en su primera obra, La feno-
con quienes celebran la totalidad del mundo de la vida, con menología del mundo social (1932), en la cual manifiesta la
quienes comparten una vida común y, al coexistir con ellos, creencia asumida en todo el transcurso de su vida: la nece-
evolucionan creativamente, a la vez que mantienen con esos sidad de que “toda teoría social cuente con un fundamento
mismos y otros actores, lazos indisolubles. filosófico” (2012: 10).
Bergson, en este sentido, manifiesta que “la semejanza El planteamiento hecho por Schütz acerca de los procesos
entre individuos de una misma especie tendría un sentido y que hacen que los hombres sean capaces de comprender los
un origen [...]. Pero en un caso como en otro hay semejanzas pensamientos y las acciones de los otros se remite, en primer
y en consecuencia posible generalización” (234). lugar, a los conceptos metodológicos de Max Weber, de los

Vida cotidiana 527 v


que hace una revisión exhaustiva, reconociendo el notable experiencias corporales en el mundo de la vida cotidiana en
esfuerzo del sociólogo alemán por realizar una interpretación actitud natural, esto es, el hecho de “estar” en el mundo de
científica de la acción humana. la vida cotidiana es posible siempre y cuando los actores se
La característica que hace posible esta interpretación atengan a los siguientes presupuestos indiscutibles: “a) la
puede resolverse, según Schütz, al dilucidar la manera en que existencia corpórea de otros hombres”; b) la certeza de que
puede “el hombre, en actitud natural de la vida cotidiana y tales existencias corpóreas están dotadas de conciencias “simi-
el sentido común, comprender la acción de otro” (33). Aquí lares a la mía”; c) “las cosas del mundo [...] incluidas en mi
cabe hacer una precisión respecto al concepto de actitud na- ambiente y el de mis semejantes son las mismas para todos
tural. Husserl, en sus Investigaciones para la fenomenología y y tienen […] el mismo sentido”; d) se establecen “relaciones
teoría del conocimiento, se manifestó a favor de la siguiente recíprocas con mis semejantes” y, por tanto, e) me entienden
afirmación: “la fenomenología pura representa un terreno y los entiendo, dado que, f ) el mundo de la vida cotidiana,
de indagaciones neutrales, en el cual tienen sus raíces dife- ya estratificado por otros, históricamente hablando, opera
rentes ciencias [...], la fenomenología alumbra las [fuentes] como un marco de referencia para todos los involucrados,
de las cuales [brotan] los conceptos fundamentales y leyes y que g) “la situación donde me encuentro […] es sólo, en
ideales de la lógica pura [...] que comprende indagaciones de pequeña medida, creada […] por mí” (Schütz y Luckmann,
gran dificultad, pero también de incomparable importancia” 1973: 26-27).
(1995: 216). En este sentido, Husserl señala que “no pocas De esta serie de presupuestos básicos, que son asumi-
diferenciaciones y delimitaciones de conceptos de la esfera dos naturalmente por los habitantes del mundo de la vida
lógica pura se hacen evidentes en la actitud natural, esto es, cotidiana, se desprende una de las más consistentes y funda-
sin necesidad de análisis fenomenológicos” (219). En otras mentales consideraciones de Schütz en torno a este concepto:
palabras, se refiere a que los habitantes del mundo de la vida “el mundo total de la vida cotidiana [es] nuestra realidad
cotidiana evitan, la mayoría de las veces, hacer reducciones pre-eminente” (27).
fenomenológicas de cosas que “todo mundo sabe” y eluden, La relación entre la realidad pre-eminente, el yo y, a su
por decirlo así, el conocimiento de tipo científico en el mun- vez, el Otro que es como yo, se traduce en un esfuerzo de este
do de la vida cotidiana. autor por recrear el concepto de intersubjetividad, que alude
Así pues, la vida cotidiana es un constructo que da cuenta al hecho de que el mundo de la vida cotidiana es un mundo
de la forma en que prima la rutina en las acciones efectuadas compartido, es decir, que conozco, por mi experiencia, que el
por todos los actores en el transcurso de su actividad diaria. Otro ejecuta acciones de forma similar a la mía y, por tanto,
En la vida cotidiana no necesariamente se interpretan las mis vivencias tienen características comunes con las de mi
acciones de nuestros semejantes con los “cánones académi- interlocutor, las cuales me permiten, por otro lado, “dotar de
cos de objetividad”; por el contrario, las interpretaciones son sentido” la conducta de mi semejante (35) y así reaccionar
“ingenuas y precientíficas” (Schütz, 2012: 33-34). ante su actuar, o bien, lograr acuerdos tácitos. El mundo de
En la propuesta de Schütz es preciso observar que el mun- la vida cotidiana es, desde esta perspectiva, la “realidad en la
do de la vida cotidiana, para los científicos sociales, representa cual es posible la comprensión recíproca” (53). A su vez, es
un espacio constituido a través de una serie de estructuras que un mundo de cultura:
favorecen y hacen susceptible el análisis científico. Para él, la
vida cotidiana es el lugar donde “comparto experiencias con Es un universo de significación [...], es una textura
mis semejantes y actúo sobre ellos impulsado por motivos de sentido que debemos interpretar para orientarnos
pragmáticos” (34). Tales experiencias compartidas ya están, y conducirnos en él. Pero esta textura de sentido [...]
por decirlo así, construidas, dado que “el conocimiento, tanto se origina en acciones humanas y ha sido instituido
especializado como general, surge en una matriz de acción por ellas, por las nuestras, las de nuestros semejantes,
y experiencias compartidas y condicionadas por otros. En contemporáneos y predecesores” (Schütz, 1995: 41).
verdad, la realidad del mundo de la vida cotidiana, siendo
una realidad social, posee estructuras sociales de significati- Schütz reconoce que el conocimiento y la sociedad se
vidades” (Schütz y Luckmann, 1973: 19). hallan profundamente entrelazados y afirma que, tanto el
Tales estructuras de significatividades son persisten- conocimiento especializado como el general, “surgen de una
tes en el tiempo y el espacio, es decir, al ser el mundo de la matriz de acción y experiencias compartidas y condicionadas
vida cotidiana un mundo no privado, los otros hombres son por otros. En verdad, la realidad del mundo de la vida coti-
percibidos por el actor respecto de su cercanía o anonimato diana, al ser una realidad social, posee estructuras sociales de
y, a partir de esta consideración, el actor puede poner a su significatividades en las que cada uno de nosotros ha nacido y
alcance sus experiencias compartidas de cara a sus seme- en las que vive y ‘envejece’ junto con sus semejantes” (Schütz
jantes o “en su sentido más amplio, a sus contemporáneos” y Luckmann, 1973: 19).
(Schütz, 2012: 35). A final de cuentas, el mundo de la vida cotidiana es el
Por ello, es importante dar cuenta de la idea de Schütz escenario y también el objeto de nuestras acciones e inte-
acerca de que la mayoría de las personas manifiestan sus racciones. Tenemos que dominarlo y cambiarlo para realizar

v 528 Vida cotidiana


nuestras metas, las cuales perseguimos en el mundo de la vida Desde la perspectiva de este autor, el escenario sirve para
entre nuestros asociados. Así pues, trabajamos y operamos no construir y también para ser derribado; es útil para dar cuenta
sólo en nuestro interior, sino en el mundo de la vida; nues- de que estos aspectos teatrales discurren, furtivamente, en la
tros movimientos corporales son operativos; manipulamos vida cotidiana y atañen, de manera directa, a la “estructura
variados tipos de accesorios en el mundo, modificándolos o de las interacciones sociales, a las entidades de la vida social
manteniéndolos en sus mutuas relaciones. que surgen toda vez que los individuos se encuentran unos
El mundo es, desde el inicio, no un mundo privado para con otros” (270).
alguien en lo individual, es un “mundo intersubjetivo, común Así pues, la puesta en escena de una actuación exitosa
para todos nosotros”, en el cual no sólo hay intereses teóricos, implica, dice Goffman, el uso de técnicas reales, “las mis-
sino también eminentemente prácticos. En este sentido, se mas mediante las cuales las personas corrientes sustentan
puede decir que es un “motivo pragmático” el que gobierna en la vida cotidiana sus situaciones sociales reales” (271), al
nuestra actitud natural en el mundo de la vida cotidiana y, defender su punto de vista en términos de su expresividad.
como tal, tanto nosotros como nuestros asociados coopera-
mos con motivos pragmáticos. Harold Garfinkel y la importancia de las convenciones en la
vida cotidiana
Erving Goffman y el uso del escenario en la vida cotidiana Garfinkel, al seguir la propuesta de Alfred Schütz, retoma
La vida cotidiana se aprecia, en la propuesta de Goffman, el hecho empírico que implica el conocimiento de los acto-
como el escenario en el cual un individuo desempeña un res (Garfinkel, 2006: 9). De algún modo, en el mundo de la
papel; este individuo se presenta ante la audiencia con el vida cotidiana, éstos saben qué es lo que hacen y son capaces
objeto de lograr en ésta una impresión acorde con el tipo de compartir este conocimiento. Los estudios de Garfinkel
particular de escenario donde tenga lugar la representación. sobre las propiedades de las acciones cotidianas y su com-
Naturalmente, el actuante tendrá algún interés en lograr una prensión ordinaria derivan de la comprensión que ofrece la
actuación exitosa o quizá surja algún imprevisto en el desa- existencia de un orden de sucesos y, con esta idea, trata de
rrollo de la actuación que demerite la presentación. conocer la forma en que los hombres, en principio aislados,
Al utilizar las impresiones como un medio para compro- cooperan unos con otros y se comprometen de manera co-
bar lo que los otros son y han hecho, se debe tomar en cuenta mún para construir, mantener, alterar o, en su caso, legitimar,
que estas impresiones no deben llevar al actor por un camino un orden juntos.
equivocado. Lo peculiar de esto es que el individuo asume Esto significa que, en la práctica, se comienza en un
esta posición aunque estime que los otros no tienen concien- contexto de interacción establecido (17); Garfinkel propo-
cia de muchos de sus propios comportamientos expresivos y ne observar cómo puede ser interrumpido dicho contexto
quizá sepa de antemano que éstos podrán ser explotados con (29). Durante este procedimiento, es necesario provocar
base en la información que recibe acerca de ellos. Goffman operaciones que multipliquen los rasgos absurdos factibles
menciona que hay: de manipularse para encontrar los procedimientos que les
permiten a los actores intentar normalizar las discrepancias
[…] dos extremos: un individuo puede creer en sus entre los acontecimientos esperados. En este enfoque hay
propios actos o ser escéptico acerca de ellos. Estos ex- dos factores que deben ser considerados en los experimentos
tremos son algo más que simples cabos de un continuo. disruptores: uno es el conocimiento de las reglas y su carácter
Cada uno de ellos coloca al sujeto en una posición vinculante, ejercido en el uso de éstas como un esquema que
que tiene sus propias seguridades y defensas […] de permite reconocer e interpretar las manifestaciones conduc-
manera que aquéllos que se han acercado a uno de tuales de los actores inmersos en el proceso de interacción;
estos polos, tenderán a completar el viaje (1981: 31). el otro es la confianza, es decir, el hecho de dar por supuesto
que las reglas constituyen la definición de la situación y su
Goffman se refiere al reconocimiento, por parte del in- relación entre los actores.
dividuo, del desempeño de sus roles y probablemente de la El análisis conversacional es un aspecto distintivo de la
concepción que tenga cada uno de nosotros mismos de la etnometodología y se ha desarrollado recientemente (51). Al
ejecución de éstos. En cierto sentido, dice Goffman, “el rol seguir los estudios etnometodológicos de Garfinkel, de Sche-
de acuerdo con el cual nos esforzamos por vivir, [...] es nues- gloff y de Sacks (1998: 50), los investigadores de esa disciplina
tro ‘sí mismo’ más verdadero, el yo que quisiéramos ser” (31). comenzaron con estudios conversacionales ordinarios, ya que
Es importante mencionar que, en la introducción de su este tipo de conversaciones no son sólo un medio de interac-
libro, La presentación de la persona en la vida cotidiana (al que ción predominante en el mundo social, sino que son, también,
llama informe), prima como un recurso teórico ineludible el lo que da forma a estrategias de investigación mantenidas
concepto de interacción cara-a-cara, que “puede ser definida como parte central del análisis dirigido al descubrimiento de
como la influencia recíproca de un individuo sobre las ac- competencias sociales subyacentes a la interacción social, es
ciones de otro, cuando ambos se encuentran en presencia decir, los procedimientos y expectativas mediante las que se
física inmediata” (27). produce y entiende la interacción. La importancia que se les

Vida cotidiana 529 v


concede a las convenciones se dirige básicamente al modo Giddens vincula, en este sentido, una triple división del
en que éstas, en materia de conversación, son usadas por las individuo: un sistema de seguridad básica, conciencia práctica
personas en su vida cotidiana. y conciencia discursiva. Para él, estos tres planos se intersectan
El objeto de estos estudios tiene como base la apreciación en “los esquemas de comprensión y de las normas que los
del lenguaje natural dentro de un sistema social en sí mismo actores utilizan en la constitución de su conducta y que son
y externo al individuo que lo utiliza para “hacer cosas” en el inherentes a las tres dimensiones de su personalidad” (77).
mundo de la vida cotidiana. Es preciso dejar anotado que El reconocimiento de la importancia del “registro reflexi-
los análisis conversacionales no se centran exclusivamente vo de una conducta” en la vida cotidiana es, para Giddens,
en el análisis lingüístico de las interacciones verbales, sino el esfuerzo que implica prestar atención expresa al peso de
en evidenciar las propiedades elementales de la acción social, las “fuentes inconscientes de cognición y motivación” (79).
esto es, la manera en que los participantes de una interacción Al realizar la diferencia entre inconsciencia y consciencia,
verbal llevan a cabo, de manera local, la organización social. Giddens le adjudica a esta última la capacidad de “denotar
En el transcurrir de la vida cotidiana, los sujetos tenemos circunstancias en que la gente presta atención a sucesos que
la capacidad de interactuar: hay en la interacción una com- se producen en su derredor para poder referir su actividad a
petencia conversacional que todos adquirimos con el tiempo estos sucesos” (80). De ello deriva “el registro reflexivo de una
y, derivado de ello, sabemos un conjunto de procedimientos, conducta” y, en buena parte, lo que se acepta como “concien-
reglas y métodos que sostienen las interacciones verbales. cia práctica” y que, a su vez, es el resultado de sus recuerdos
Estos procedimientos conversacionales son negociables y o rememoraciones.
negociados: por ejemplo, sostenemos el mecanismo del turno, En el caso de la consciencia discursiva, Giddens mues-
lo que quiere decir que empleamos una base que implica un tra que ésta implica “una aptitud”, cierta capacidad que nos
turno para hablar y otro para escuchar y negociamos abier- permite “poner las cosas en las palabras” (80). Nombrar o
tamente el fin de la interacción. individualizar objetos no es sólo una forma de rotular los
Es impresionante apreciar cómo, con el uso de estos mé- fenómenos con cualidades conocidas por nosotros; nombrar
todos en la interacción de las personas en la vida cotidiana, algo correctamente es ser capaz de hablar sobre ello de ma-
éstas se coordinan y se aplican, cooperativamente, en una nera clara, lo que supone un potencial de abstracción de sus
estrecha relación. Todos participamos de estas prácticas y propiedades para remitirlo a ciertas clases de objetos compa-
es precisamente en la interacción de la vida cotidiana don- rables con el fin de diferenciarlo, a su vez, de otras clases (80).
de surge el modo que todos tenemos para ocuparnos de los El desarrollo de estas capacidades, según Giddens, genera
otros; en ésta se encuentran las expresiones fundamentales sentimientos de confianza en la continuidad del mundo de
de la vida en común. objetos, así como en el seguimiento de la actividad social que
tiene lugar entre el agente individual y los contextos a través
Anthony Giddens y el carácter rutinizado de la vida cotidiana de los cuales ese agente se desarrolla en la vida cotidiana. De
En su teoría de la dualidad de la estructura, Giddens deter- esta forma, dice Giddens, no sería factible “comprender la
mina de qué manera se reproducen las prácticas sociales. La mecánica de la personalidad si no consideramos las rutinas
ausencia de una concepción adecuada de las formas repro- de la vida cotidiana por las que pasa el cuerpo y que el agente
ducidas de conducta en muchas teorías de la acción social produce y reproduce. Este concepto de rutinización, fundado
subyace a la demanda de Giddens de una teoría institucional en una conciencia práctica, es vital para la teoría de la estruc-
de la vida cotidiana. El uso del término institucional no es turación” (94-95). Finalmente, el autor le otorga al concepto
casual, pues tiene una intención programática. El concepto de de rutinización la clave que le permite explicar las formas
instituciones sociales en la teoría de la estructuración se refiere características de relación entre el sistema de seguridad bá-
específicamente a las prácticas rutinarias que la mayoría de sica y los procedimientos constituidos reflexivamente (95).
los miembros de una colectividad realiza o reconoce.
Los individuos actuamos y, al hacerlo, solemos perseguir Líneas de investigación y debate
determinados fines. Gran parte de nuestra acción cotidiana contemporáneo
es, por tanto, acción instrumental en la que cada individuo
pone en marcha determinados recursos, medios o estrategias Von Glasersfeld. La teoría constructivista
para satisfacer determinadas preferencias. El individuo puede El constructivismo rompe “con las convenciones y desarrolla
tener preferencias racionales o no, nobles o mezquinas y tam- una teoría del conocimiento en la cual éste ya no se refiere
bién puede ser más o menos eficaz en su acción instrumental. a una realidad ontológica, ‘objetiva’, sino que se refiere
Así pues, por la vía del análisis de “situaciones críticas” en las exclusivamente al ordenamiento y organización de un
que las rutinas se subvierten radicalmente, Giddens muestra mundo constituido con base en nuestras experiencias” (Von
que “el registro reflexivo de encuentros en circunstancias de Glasersfeld, 2005: 25). Lo que vivimos y experimentamos,
copresencia se coordina de ordinario con componentes in- lo que conocemos y llegamos a saber, está necesariamente
conscientes de personalidad” (2006: 77). construido con nuestros propios materiales y sólo se puede
explicar por la manera y forma en que lo fabricamos.

v 530 Vida cotidiana


En el análisis que realiza Von Glasersfeld se muestra que Por otro lado, cuando tratamos de hacer funcionar nues-
la conciencia, cualquiera que sea su constitución, “sólo puede tro entendimiento de manera sana y despreocupada, por así
reconocer la ‘repetición’, ‘la constancia’ y ‘la regularidad’ sobre decirlo, nos estamos refiriendo al uso de un entendimiento
la base de una comparación” (35). Asimismo, llama la aten- doméstico. Su misión consiste en orientarnos para juzgar
ción sobre el hecho de que ya antes de la comparación como no sólo lo esencial del mundo, sino también las miles de
tal, hay que decidir si estos hechos por comparar pueden con- pequeñas opciones sobre las cuales tenemos que decidir en
siderarse como características de uno y el mismo objeto o de la vida cotidiana, sin que debamos, no obstante, entregarnos
dos objetos separados. “Estas decisiones determinan lo que continuamente a reflexiones y cavilaciones.
ha de considerarse como unidad ‘existente’ (objeto) y lo que Con frecuencia concedemos atención a nuestra subje-
ha de considerarse como relación (entre objetos), y, al hacerlo, tividad en la vida cotidiana. El estudio del modo en que
se crean estructuras en el flujo de la experiencia” (35). Esa pensamos y sentimos no es una investigación técnica desa-
estructura, agrega Von Glasersfeld, “es lo que el organismo rrollada por expertos que se dirigen a otros expertos; es algo
cognitivo consciente experimenta como ‘realidad’” y, puesto que siempre ha sido básico para los seres humanos, los cua-
que dicha estructura “fue creada de manera automática, se les hemos desarrollado, a lo largo del tiempo, maneras muy
presenta como condición dada de un mundo independiente diversas y sofisticadas de pensar en ello.
que existe por sí mismo” (35).
Apenas se concibe el conocimiento, no ya como la bús- Bibliografía
queda de un acuerdo ad-hoc con la realidad ontológica, sino
como búsqueda de modos de conducta y pensamiento que Bauman, Zygmunt (2007), Vida de consumo, México: Fondo de Cul-
pueden conectarse; es decir, desaparece el problema tradicio- tura Económica.
nal del saber (como es visto en la epistemología tradicional). Bergson, Henry (2007), La evolución creadora, Buenos Aires: Cactus.
Botton, Alain de (2000), Las consolaciones de la filosofía, Madrid:
El saber es construido por el organismo viviente para Taurus.
Copleston, Frederick (2011), Historia de la filosofía, vol. 4, Madrid:
ordenar lo más posible el flujo (en sí mismo informe) Ariel.
de la experiencia en hechos repetibles y en relaciones Dennet, Daniel (2004), La evolución de la libertad, Barcelona: Paidós.
relativamente seguras. Las posibilidades de construir Ferrara, Alessandro (2008), La fuerza del ejemplo, Barcelona: Gedisa.
semejante orden están determinadas por los pasos Francisco, Andrés de (1997), Sociología y cambio social, Barcelona:
previos de la construcción y esto quiere decir que el Ariel.
mundo ‘verdadero’ se manifiesta exclusivamente cuan- Gergen, Kenneth J. (1997), El yo saturado. Dilemas de identidad en el
do nuestras construcciones naufragan. Pero como sólo mundo contemporáneo, Barcelona: Paidós.
podemos describir y explicar el naufragio con preci- Garfinkel, Harold (2006), Estudios en etnometodología, México: An-
thropos, Facultad de Ciencias Políticas y Sociales-Universidad
samente esos conceptos que hemos empleado para
Nacional Autónoma de México.
construir las estructuras fallidas, nunca nos será dada Giddens, Anthony et al. (2001), La teoría social hoy, Madrid: Alianza.
una imagen del mundo a la cual podamos culpar del _____ (2006), La constitución de la sociedad. Bases para la teoría de la
naufragio. Quien ha entendido esto naturalmente no estructuración, Buenos Aires: Amorrortu.
considerará al constructivismo radical como represen- Goffman, Erving (1981), La presentación de la persona en la vida co-
tación o descripción de una realidad absoluta, sino que tidiana, Buenos Aires: Amorrortu.
lo concebirá como un posible modelo de conocimiento Habermas, Jürgen (1991), “Justicia y solidaridad”, en Karl Otto
en seres vivos cognitivos que son capaces, en virtud Apel et al., Ética comunicativa y democracia, Barcelona: Crí-
de su propia experiencia, de construir un mundo más tica, pp. 175-205.
o menos digno de confianza (36). Hollis, Martin (1998), La filosofía de las ciencias sociales, Barcelo-
na: Ariel.
Hookway, Christopher (1978), “Indeterminacy and Interpretation”,
Por otro lado, y estrechamente relacionada con nuestra en Hookway y Pettit, Action and Interpretation, Great Britain:
idea del tiempo, está la del desarrollo, visto como una línea Cambridge University Press, pp. 17-41.
recta que va desde el pasado y atraviesa el presente para dar Husserl, Edmund (1995), Investigaciones Lógicas I, Barcelona: Altaya.
con el futuro. Pese a esta aparente seguridad, en la más trivial Maravall, José María (1978), “Descosificando el mundo: los límites
experiencia cotidiana se reconoce algún fenómeno disgresor del análisis fenomenológico”, en Jiménez Blanco et al., Teoría
en el cual el curso de los hechos no se desarrolla en línea sociológica contemporánea, Madrid: Tecnos, pp. 358-365.
recta sino que el efecto puede convertirse a su vez retroacti- Maturana, Humberto R. (1996), “Realidad: la búsqueda de la objeti-
vidad o la persecución del argumento que obliga”, en Marcelo
vamente en causa. Piénsese tan sólo en cualquier discordia
Pakman (comp.), Construcciones de la experiencia humana, vol.
conyugal que gira en círculo sin encontrar salida y de la cual I, Barcelona: Gedisa, pp. 51-138.
ya nadie se acuerda, ni tampoco es ya importante acordarse, Sacks, Harvey (1998), Social Science and Conversation Analysis, Oxford:
luego entonces, ¿en qué punto empezó el desacuerdo? Una Oxford University Press.
vez cerrado el círculo en casos de esta índole se está más Schütz, Alfred (1989), The Structures of the Life-World, vol. II, Illinois:
allá de cualquier principio y fin, de cualquier causa y efecto. Northwestern University Press.

Vida cotidiana 531 v


_____ (1995), El problema de la realidad social, Buenos Aires: Amo- naturalmente a fundirnos con nuestro grupo social (Sim-
rrortu. mel, 1977: 43).
_____ (2012), Estudios sobre teoría social. Escritos II, Buenos Aires: Tal como lo plantea Simmel, cada “forma esencial” que
Amorrortu. la vida nos presenta durante toda la historia de nuestra es-
Schütz, Alfred y Thomas Luckmann (1973), Las estructuras del mun-
do de la vida, Buenos Aires: Amorrortu.
pecie, “significa una manera peculiar de conseguir”, dentro
Von Glasersfeld, Ernst (2005), “Introducción al constructivismo ra- de su órbita vital, “la reunión de la permanencia”, así como
dical”, en Paul Watzlawick et al., La realidad inventada. ¿Cómo la “unidad e igualdad con sus contrarios” (44). Esta unidad
sabemos lo que creemos saber?, Barcelona: Gedisa, pp. 20-37. e igualdad implica no poder hablar de un individuo sin te-
ner en cuenta su presencia en la vida social. En realidad, el
hombre es un ser que vive en sociedad. Si es verdad que la
inteligencia humana apunta a fabricar, es preciso añadir que
ésta se asocia, para esto y para otras cosas más, con otras
VIDA SOCIAL inteligencias. En este sentido, Bergson señala que “es difícil
imaginar una sociedad cuyos miembros no se comuniquen
Fernando Rafael Castañeda Sabido
entre sí por signos. Las sociedades de insectos tienen sin duda
alguna un lenguaje, y este lenguaje debe adaptarse, como el
del hombre, a las necesidades de la vida en común” (Bergson,
Definición 1959: 574). El lenguaje hace que una acción colectiva sea
posible; no obstante, “las necesidades de la acción común no
El concepto de vida social es complejo aun tratándolo de aco- son del todo las mismas para una sociedad de hormigas que
tar a determinados usos y a determinados ámbitos. para una sociedad humana” (574).
En su significado biológico, el término vida alude a El concepto de vida, interpretado desde las ciencias so-
aquellas formas de la materia capaces de nacer, crecer, mul- ciales, se enlaza a la idea de la existencia en un sentido en
tiplicarse y morir. Sin embargo, también usamos esta noción que no se trata sólo del mero ser, sino de todo un proceso. La
cuando nos referimos a la biografía de una persona o, incluso, mera existencia no tiene un elemento singularizador; la idea
cuando hablamos de la “vida de los autos o del piano de la de vida consiste en que hay algo que ha seguido una trayec-
abuela”. En estos casos, no empleamos la palabra en su sen- toria, es decir, que ha seguido un proceso que la singulariza,
tido biológico o físico, sino en un sentido social. La biografía que tiene una historia, una historia social.
de cualquier persona nos remite necesariamente al mundo La vida en comunidad, en sociedad, no es algo específico
social en el que ésta se ha desenvuelto; representa a la vez el de los seres humanos. Hay muchas especies que se caracteri-
tiempo personal y social en el que transcurre su existencia. zan por vivir asociadas; las hormigas y las abejas, por ejemplo,
Algo parecido ocurre con los objetos creados y usados por los pero también chimpancés, lobos y muchas especies de ma-
seres humanos. Cuando hablamos de la vida de estos obje- míferos, viven de esta manera.
tos estamos hablando de su historia social, del momento de Hay algunos rasgos de la vida en sociedad que los seres
su creación, de la forma en que penetraron en la vida de los humanos compartimos con algunas de estas especies.
seres humanos que los usaron, de la forma en que contribu- Primero, la vida social aparece como una realidad emer-
yeron a moldearlos. gente, es decir, impone a los individuos de cada especie una
Podemos decir que el concepto de vida social se refiere a realidad que los define integralmente: son lo que son por su
la compleja relación entre biografía e historia, entre el tiem- vida en sociedad; por tanto, hay que conocer las características
po personal o individual y el social. La biografía y la historia de esa vida social para entender a la especie.
no son dos fenómenos independientes que se complemen- Segundo, existe una distribución de funciones y asigna-
tan; son las dos caras de la vida social: no puede existir uno ción de roles entre los miembros de esas colectividades. El
sin el otro. grado de diferenciación de roles y distribución de funciones
Bergson, en su texto La evolución creadora (1959), expone puede ser muy variado entre los miembros de esas comuni-
argumentos en torno a la idea de que la vida misma es impo- dades, pero está lo suficientemente desarrollado para que los
sible de describir por completo y que, para referirnos a ella, individuos dependan unos de otros y para que la comunidad
tendríamos que contentarnos con mostrar las contraposicio- dependa de la conjunción de esas actividades.
nes que la integran. Habría que considerar la base fisiológica El concepto división del trabajo ha sido uno de los más
de nuestro ser, pero también la vida espiritual, cuyo “afán de comunes y compartidos en las teorías sociales y en las dife-
generalización” proporciona “la quietud a nuestro espíritu”; rentes ciencias sociales. La antropología, la economía y la
la vida afectiva, que nos permite apreciar la energía de nues- sociología han hecho uso in extenso del concepto. La idea
tra persona frente a otras; la vida social, que es un nosotros de que, a través de la división del trabajo, podemos conocer
que nos incita a formar parte de la historia de la sociedad, y entender las diferentes sociedades humanas, sus transfor-
consolidada entre luchas y compromisos, y que nos impulsa maciones y evoluciones, ha sido una de las más socorridas

v 532 Vida social


en el análisis social, económico y antropológico, y ha dado entre política y sociedad, el hombre es un ser social con las
lugar a muchas teorías acerca de su naturaleza y desarrollo. cualidades reflexivas (cívicas, racionales) de la polis, de mane-
Tercero, existen relaciones jerárquicas en las que algu- ra que la política es considerada como un arte —como una
nos miembros ocupan el centro de la actividad comunitaria. práctica y no como una técnica— y, por tanto, no se compara
Las relaciones de poder son elementos que están insertos con una ciencia rigurosa (Luque, 1984: 73). La política “se
en las relaciones sociales. Sin embargo, no debemos caer basa en la phronesis, en el entendimiento prudente de la si-
en una visión simplista de éstas, pues hay tantas formas de tuación. No hay ni puede haber discontinuidad entre ética y
organización del poder como formas de organización social política, o entre el ámbito privado y el ámbito público, por-
que hayan existido. Las teorías que ven al poder como una que ser humano y ser ciudadano son la misma cosa, un zoon
fuerza constituyente y no constituida terminan haciendo una politikon” (73). Este concepto alude al carácter social de los
teología del poder y caricaturizando las relaciones humanas. seres humanos: politikon viene de polis, que supone la orga-
Cuarto, en toda organización social hay un sistema de nización ciudadana; es ésa la idea, producto del pensamiento
comunicación que cumple varias funciones: coordinar las aristotélico, de una sociedad organizada, sociedad con poder,
interacciones sociales, ordenar los roles y asignar identidades. con derecho, con todo lo que constituye una organización.
La comunicación es un elemento central en la organización El ciudadano es miembro de la polis, y el zoon politikon es,
humana; el lenguaje es cultura y la cultura es lenguaje. Para al final de cuentas, un animal social, un hombre, un ser vivo,
muchos paleoantropólogos (Stringer, 2012: cap. 9), lo que que realmente existe en una sociedad organizada.
distingue al hombre moderno de otros homínidos (como El concepto de sociedad civil, en la teoría política clásica
el neanderthal, por ejemplo) es precisamente la cultura que (siglos xvi-xviii), intenta recuperar el sentido que tiene el
logramos desarrollar, el nivel al que llevamos el lenguaje. concepto griego de polis. La distinción entre sociedad orga-
Sin el lenguaje no podemos entender la compleja rela- nizada o sociedad civil y la barbarie era la distinción entre la
ción entre biografía e historia, entre sujeto y sociedad, entre sociedad racional y la sociedad o mundo de la depredación,
universalismo y particularismo. La comunicación humana el mundo salvaje. El gran problema, la gran pregunta, es la
alcanza un nivel de reflexividad y complejidad que hace po- naturaleza de la sociedad organizada.
sible que cada individuo construya una identidad propia y En el caso de Hobbes, “la humanidad se divide en dos
una capacidad de agencia propia; a la vez, logra que la socie- bloques: la que vive en estado de naturaleza y la que, mediante
dad se construya y se reconstruya a través de la agencia de el pacto social, alcanza la República (la civitas)” (Hobbes, en
todos sus miembros. Luque, 1984: 74). De frente al “argumento aristotélico de la
En síntesis, el concepto de vida social remite a la compleja sociabilidad natural” (como la de las abejas y las hormigas),
relación que se establece entre los miembros de una sociedad Hobbes defiende la peculiaridad de la condición humana:
y la sociedad misma, mediante el sentido común, las habilida-
des prácticas de cada uno de sus miembros, el conocimiento El acuerdo de las criaturas es natural y el de los hom-
compartido y construido a través del lenguaje y la experiencia bres proviene sólo de pacto, lo cual implica artificio.
diaria de cada sujeto en su hacer cotidiano. En todas estas En consecuencia, no debe asombrar que (además del
dimensiones está presente la vida social. Ella encierra los pacto) deba de existir algo capaz de hacer constante
secretos de ese fenómeno inasible que llamamos sociedad. su acuerdo, esto es, un poder común que los mantenga
[a los seres humanos] en el temor y dirija sus naciones
Historia, teoría y crítica al beneficio común (74).1

En las sociedades humanas —en sus concepciones religio- La teoría social que abre el camino a la Modernidad
sas, en sus estructuras normativas, en sus manifestaciones sentará las bases de una nueva comprensión de la sociedad
artísticas— está presente la idea de que los humanos son y del hombre. Como consecuencia de los procesos de secu-
seres gregarios que son, por naturaleza, sociales. Tanto en larización, que desarticulan la primacía de la religión y de la
las sociedades primitivas como en las modernas, la expulsión, iglesia en el ordenamiento del mundo social y político, apa-
segregación o aislamiento del sujeto de su comunidad es con-
siderado como una de las mayores puniciones que se le puede
hacer a un individuo. También el aislamiento voluntario de 1 Véase también: Luque, 1996: 20 ss. Este autor se remite
una persona de la comunidad es considerado como virtud y a Hobbes para dar cuenta de que ante la disolución de la
signo de fortaleza, en la medida en que se considera que es República: “‘cada hombre está en libertad para protegerse
un desafío difícil o imposible de cumplir. Los ceremoniales por los medios que su propia discreción le sugiera’. Dicho de
religiosos en todas las culturas convocan a la comunidad y otro modo, hay que apuntalar bien el edificio […] porque el
celebran la “comunión” de los miembros de la misma. proceso es temiblemente reversible en cualquier momento y en
En la idea de la Grecia clásica de que el “hombre es un cualquier lugar” (21), dado que la solución hobbesiana del poder
animal político”, esta última palabra no expresa lo que hoy absoluto, “tiene menos trascendencia para la universalización
entendemos por política; puesto que no existe una separación del discurso político que el haber apuntado a la siempre posible
reversibilidad del proceso” (21-22).

Vida social 533 v


rece una comprensión de la vida social que busca fundar el racionales, y la “conciencia”, en su sentido filosófico, no es algo
orden social fuera del ámbito de la teología. previo a la constitución de la sociedad, sino que se produce
Como señala Kosseleck (2007: 31-33), la razón de Es- en su interior. Con diferentes niveles e intensidades, hay una
tado fue el medio a través del cual la política pudo construir ruptura o distanciamiento con la filosofía política y con la
un fundamento propio por encima de los partidos religiosos. filosofía de la historia. En consecuencia, para muchos de los
La reforma protestante se vuelve, de esta manera, la partera nuevos sociólogos y científicos sociales, la sociedad tiene sus
de un nuevo orden político que tiene como fundamento al propias formas, sus estructuras y sus componentes, los cuales
Estado mismo, que es medio y fin. satisfacen o realizan funciones y tienen que ser analizados e
La comprensión que surge para dar fundamento a la vida interpretados como hechos o fenómenos concretos.
social que se está formando es la de una sociedad que se au- En la Ley de los tres estados, Comte (2000) propone un
toorganiza a través del Estado. Se trata de un pensamiento modelo evolutivo de las sociedades caracterizadas por tres
filosófico y normativo, más que científico o fáctico, que busca formas diferentes de pensamiento: la etapa teológica, la etapa
dar sustento al nuevo Estado en términos de un orden “justo” metafísica y la etapa positiva. De acuerdo con Comte, hemos
y “verdadero”. Cómo se justificaron ambos términos (justo, llegado a la etapa positiva, en la que predomina el conoci-
verdadero) es una cuestión que tuvo muchas versiones, pero miento basado en la relación entre fenómenos y en la que ya
en todos los casos, el nuevo orden social es una construc- no intentamos captar “esencias abstractas”, como en la etapa
ción racional que realizan los miembros de esas sociedades metafísica. Este modelo, con pretensiones a la vez históricas
(al menos aquéllos calificados para ello), a través del Estado. y epistemológicas, sugiere que hemos transitado de la vieja
Después de la Revolución industrial y de la Revolución filosofía a la etapa científica.
francesa, durante el siglo xix, surge una nueva interpretación A pesar de las grandes diferencias que separan a Marx de
y entendimiento de la vida social y de las relaciones humanas. Comte, el primero también hace la crítica de la filosofía y se
Quizá, como dijera Adorno (1989: 9-10), la sociología nace propone hacer un análisis “objetivo” de la sociedad capitalis-
como resultado del desencanto de la Revolución francesa ta moderna. Marx explica, en su libro El Capital (2000), la
y del Reino del Terror de Robespierre y de su ángel Saint- transición de las viejas sociedades mercantiles a la sociedad
Just, y es hija de la Reacción Termidoriana. Lo cierto es que capitalista mediante un análisis, a la vez, histórico y estruc-
el siglo xix verá el surgimiento de un nuevo entendimiento tural. Las formas simples de producción de mercaderías se
de la sociedad y de sus miembros; será testigo del debilita- mueven por el modelo m-d-m, (mercancía-dinero-mercan-
miento de la comprensión filosófica del mundo y de la idea cía); por el contrario, en el capitalismo la fórmula es d-m-d’
de que la filosofía establece el objeto de las ciencias y de los (dinero-mercancía-dinero incrementado por la plusvalía).
otros saberes. Para Marx, ésta es una ley en el sentido científico (no en el
Durante la segunda mitad del siglo xix, aparecerán nuevas jurídico), y la innovación no es el resultado de las virtudes o
disciplinas y divisiones en el conocimiento que darán lugar a cualidades emprendedoras de los sujetos, sino una propiedad
una nueva fundamentación de la ciencia, el arte y la cultura. de las estructuras sociales del capitalismo. La fórmula d-m-d’
Cada forma de conocimiento buscará su fundamento en su es un modelo que contiene los principios estructurales de la
hacer mismo. Como lo dijera Weber: “El viejo Mill, cuya fi- economía capitalista.
losofía no quiero por eso alabar, dice en una ocasión, y en este En el Prefacio a la Contribución a la crítica de la Econo-
punto sí tenía razón, que en cuanto se sale de la pura empiria mía Política (2003), Marx no sólo cuestiona a Hegel, sino a
se cae en el politeísmo” (Weber, 1967: 216). Más adelante, toda la filosofía política clásica: la llamada sociedad civil y el
añade: “También sabemos que algo puede ser bello, no sólo Estado no son la fuente de la organización social, son supe-
aunque no sea bueno, sino justamente por aquello por lo que restructuras de las relaciones sociales de producción y de las
no lo es. Lo hemos vuelto a saber por Nietzsche y, además, lo fuerzas productivas. Desde su perspectiva, la economía no era
hemos visto realizado por Las flores del mal, como Baudelaire una actividad humana que se pudiera colocar junto a otras
tituló su libro de poemas” (216). actividades, sino un elemento estructural de toda sociedad y,
La política, la ciencia, el arte y la moral son ámbitos inde- por lo tanto, las formas técnico-económicas eran los funda-
pendientes: no se fundan unos a otros, ni hay un discurso por mentos para entender la organización de cualquier sociedad.
encima de ellos que les dé sustento. Usando los términos de Durkheim, en su libro Las reglas del método sociológico
Weber, no hay un discurso que pueda decir cuál es el sentido (1988), afirma que los “hechos sociales se le imponen al
en general de cada uno de estos saberes, ni mucho menos individuo”, tesis que ha sido objeto de muchas críticas y co-
cuál es el sentido de todos ellos en conjunto. Este movimiento mentarios. Pero lo que Durkheim está afirmando es que la
hacia el objeto mismo llevará a una parte importante de las sociedad es una realidad emergente que debe ser explicada
ciencias sociales a interpretar a la sociedad como una reali- en sí misma, que los hechos sociales esclarecen los hechos
dad en sí misma. sociales. Durkheim se propone aplicar el método científico
Los seres humanos son seres sociales en el sentido de que a la sociología en el sentido en que se discutía en la segunda
su identidad y sus formas de pensamiento se construyen so- mitad del siglo xix y principios del xx, es decir, aplicar los
cialmente. La sociedad no es el resultado del pacto entre seres principios lógico-metodológicos del modelo experimental. El

v 534 Vida social


modelo de ciencia experimental de John Stuart Mill, desarro- Lévi-Strauss y el sociólogo americano Jeffrey Alexan-
llado en El sistema de la lógica y editado aproximadamente en der en su texto de Sociología cultural (2000), comparten la
1843, fue utilizado en libros de metodología hasta bastante idea de que hay que entender la construcción simbólica del
avanzado el siglo xx; un buen ejemplo de esto es el trabajo mundo social y no, al revés, la constitución social del mundo
de Adam Przeworski (1970), The Logic of Comparative Social simbólico, idea que también proviene de Durkheim, quien,
Inquiry. Por ello propone, como recurso heurístico, tratar en su texto Las formas elementales de la vida religiosa (1993),
los hechos como si fueran cosas. Durkheim siempre insistió contribuye de manera significativa a la sociología de la ciencia
en que el mundo social era un mundo fundamentalmente y reinterpreta la conciencia trascendental de Kant en términos
simbólico; sin embargo, en Las reglas del método sociológico, sociológicos para demostrar que existen categorías que no
él sostiene que, como tal, el mundo simbólico no puede ser pueden ser propias de la conciencia del individuo, sino que
explicado científicamente. sólo pueden corresponder a un mundo social, a una reali-
Para Dilthey (1989), el mundo social —el mundo del dad social:
sentido— es el que nos es dado en primera instancia; es un
mundo interno frente al mundo natural, que es externo; por El espacio que yo conozco por mis sentidos —dice
ello, hay que recurrir a la comprensión y no a la explicación. Durkheim— en el que me sitúo como centro y don-
Mientras tanto, para Durkheim (1982), el mundo simbólico de todo está dispuesto en relación a mí, no puede ser
también es interno pero, como tal, no puede ser aprehendi- el espacio total, que contiene todos los seres extensos
do científicamente; hay que tratarlo como objeto opuesto al particulares, y donde, además, todos éstos se encuen-
pensamiento, como si fuera un objeto natural. A través de tran en coordenadas cuyos puntos de referencia son
este artificio, es posible establecer relaciones de causalidad impersonales, comunes a todos los individuos (1982:
entre, por ejemplo, el fenómeno social del suicidio y el fenó- 409).
meno social de la anomia. Sólo cuando podemos equiparar
dos fenómenos que se suceden en el tiempo y en el espacio, La religión —en particular, el ritual religioso— represen-
podemos establecer relaciones de causalidad. ta un modelo a través del cual se pueden efectuar los procesos
El modelo experimental de Durkheim (1993), basado de comprensión de la vida social. “La interacción produce
en la inducción eliminatoria de Mill, habría de tener una una energía semejante a la ‘efervescencia’ del éxtasis reli-
gran influencia en la sociología empírica americana, pero gioso” (Alexander, 2000: 204). Esta energía “se acopla”, dice
sus reflexiones sobre las estructuras sociales, que permiten Alexander, “a los símbolos determinantes —cosas e ideas—
caracterizar a las sociedades de acuerdo con sus formas de que cristalizan […] en hechos sociales críticos”. Los símbolos,
diferenciación, habrían de tener mucho mayor alcance. Las por lo demás, “tienen su propia organización” a partir de “lo
sociedades pueden ordenarse de acuerdo con sus formas de sagrado y lo profano” (204).
diferenciación e, incluso, adoptar un modelo evolutivo. Pode- Sean cuales sean las diferentes formas que presenten los
mos, al menos, hablar de sociedades segmentarias, sociedades sistemas simbólicos, hay algo que persiste en todos ellos; tal
estratificadas y sociedades funcionalmente diferenciadas. Es- como dice Geertz: “fuentes extrínsecas de información en
tas formas de diferenciación definen formas de organización virtud de las cuales puede estructurarse la vida” social (2005:
y de integración de la vida social específicas para cada tipo 189). “Son mecanismos extrapersonales para percibir, com-
de sociedad: en las sociedades segmentarias, los miembros se prender, juzgar y manipular el mundo”. Estos “esquemas
integran a través de la familia; en las estratificadas, lo hacen culturales”, continúa Geertz, “religiosos, filosóficos, estéticos,
a través del estamento, y por su parte, en las modernas, los científicos, ideológicos”, son “programas” dado que “suminis-
individuos se integran a la sociedad sin tener que pasar por tran un patrón” para organizar procesos sociales (189).
el clan, la familia o el estamento. La idea de la diferenciación La sociedad y los fenómenos sociales son realidades que
social y sus posibilidades de explicación evolutiva habría de tienen su propia dinámica; entender cómo funcionan tiene
ser muy importante para la sociología de Talcott Parsons y que ver con la lógica misma de estructuración social y no tan-
central en la teoría de sistemas de Niklas Luhmann. to con bases de orden biológico o de algún otro orden natural.
El pensamiento de Durkheim ha dado lugar a muchas El problema es que muchas veces se siguen buscando bases
líneas de reflexión en las ciencias sociales. Además de la biológicas para explicar comportamientos complejos y que,
importancia de El Suicidio (1974) y Las Reglas del método aunque es muy difícil encontrar las relaciones entre éstas y lo
sociológico (1988) en la sociología empírica americana y en social, algunas propuestas se vuelven exitosas por algún tiem-
el funcionalismo y el estructural funcionalismo de Parsons po,2 no obstante que, invariablemente, terminan fracasando.
(1962), Radcliffe-Brown (1972) y Merton (2002), sus ideas
permearon la lingüística estructural de Saussure (2004) y
en el estructuralismo de su sobrino Marcel Mauss y su cé- 2 Tal es el caso, por ejemplo, de Herbert Spencer. En su idea
lebre Ensayo sobre el don: forma y función del intercambio en de evolucionismo social, basado en la analogía del cuerpo
las sociedades arcaicas (2009); ambos, a su vez, influyeron en biológico y el organismo social, se efectúa una nueva forma
la Antropología Estructural (1981), de Claude Lévi-Strauss. de relación social recreada bajo un principio preservador de la
especie bajo la consigna de “supervivencia del más apto”. No

Vida social 535 v


La representación o modelación de la vida social en tér- del pensamiento contemporáneo, sino una ontología (Mue-
minos estructurales o estructural funcionales fue, quizás, el ller-Vollmer, 1992; Gadamer, 2004).
modelo más dominante de la sociología hasta los años seten- Una solución de compromiso la proporcionó Max Weber
tas. Sin embargo, no ha sido ni con mucho la única línea de (1969). Las ciencias sociales y, en particular la sociología,
interpretación contemporánea de la vida social. Las perspec- tienen como objeto comprender y explicar la acción social y,
tivas estructurales tienden a reducir al sujeto y a los actores por lo tanto, parten de la dimensión volitiva o intencional,
sociales a su mínima expresión. Quizá como consecuencia lo que Weber llamó sentido mentado o subjetivo, el cual se
del desencanto de la “filosofía de la conciencia” (Habermas, refiere siempre a la acción de otros. Pero dicha acción puede
1989), desde el siglo xix, las ciencias sociales cuestionaron la ser a la vez comprendida y explicada en la medida en que
idea de un sujeto equipado con una conciencia previa a toda la descompongamos en dos dimensiones, los fines y los
interacción humana; dicho de otra manera, la idea de que medios, para entenderla en su dimensión significativa y en
el individuo y sus cualidades racionales son previas a todo su dimensión causal.
proceso social. El efecto de este pensamiento fue la reduc- Desde el punto de vista significativo, la acción tiene que
ción del sujeto y sus representaciones mentales a una mera ser comprendida en términos de una conexión de sentido
manifestación de las estructuras sociales. que hace posible dar cuenta de su racionalidad (adecuación
Marx y su idea de que hay una conciencia de clase “con- a nivel del significado). La racionalidad no es el sentido que
tingente” (Mészáros, 1973: 135, 136) y otra “necesaria”, tiene para mí la acción, sino el sentido que tiene para todos
Lévi-Strauss (1981) y la idea de que las estructuras sociales (lo que la hace racional). 2 x 2 = 4, no es algo que tiene sólo
son subyacentes y, en esencia, inconscientes para los legos, sentido para mí, sino que es igualmente válido para los de-
Merton (2002) y su idea de las funciones latentes, Parsons más. A su vez, la relación medio-fin puede ser observada en
(1962) y su idea sistémica de la acción, o más recientemente, términos de “adecuación causal” y mostrar la conexión entre
Luhmann y su idea de que los sistemas sociales son inde- el medio utilizado y la realización del fin o las consecuen-
pendientes de los sistemas psíquicos (1998a), han reducido al cias de la acción. Esta segunda dimensión debe ser explicada
sujeto y el carácter intencional de la acción social a su míni- —no comprendida— en términos de reglas de experiencia
ma expresión. Pero lo cierto es que el lenguaje y los sistemas (estimaciones de causalidad). De esta manera, se puede hacer
simbólicos no son sistemas de códigos que los sujetos eje- una ciencia comprensiva/explicativa.
cutan como robots. El lenguaje es acción, es comunicación y, El modelo de Max Weber es un clásico y ha sido un re-
por lo tanto, interpretación y capacidad de expresión; es dar ferente para buena parte de las teorías económicas, políticas
a entender algo y comprenderlo: dos procesos que no pueden y sociales, que ven en la acción una motivación egoísta, uti-
ser realizados sin un sujeto. litaria, o un interés privado en el móvil de la acción.
Aunque los modelos estructurales tuvieron un largo pe- Sin embargo, muy tempranamente el modelo de Weber
riodo de dominio, esto no quiere decir que el pensamiento recibió críticas de posiciones fenomenológicas como las de
social contemporáneo no haya tenido una larga tradición de Alfred Schütz en su texto Fenomenología del mundo social
reflexión en torno al sujeto y a la acción. Una parte impor- (1977). Para Schütz, lo que Weber (1969) llama el sentido
tante de las tradiciones que hicieron de la acción su punto de mentado o subjetivo de la acción no es esto, sino una raciona-
partida son herederas de la idea kantiana del hombre como lización que un sujeto efectúa en un momento determinado
un ser moral que, a diferencia de los animales, es capaz de de su hacer y, podríamos añadir, motivado por algún estímulo
decir y, por lo tanto, de reconocer lo bueno y lo malo. Para de su entorno.
Kant (2006), el mundo de la libertad era el mundo de los A pesar de que la sociología de Schütz ha sido muy
seres humanos: el mundo moral, mientras que el mundo de cuestionada por no poder dar cuenta del problema de la
la necesidad (causal) correspondía al mundo natural. intersubjetividad, su crítica a Weber abrió un largo debate
A mediados del siglo xix, el avance de las ciencias socia- acerca de cómo entendemos la acción y su dimensión subje-
les presionaba para desarrollar una ciencia de la vida social tiva, volitiva e intencional.
y no una filosofía de la moral. En este contexto, uno de los Para muchos sociólogos, los sujetos no son cyborgs cuya
autores que retomaron el problema fue Dilthey (1989), quien vida es una sucesión infinita de actos discretos, es decir, in-
abrió el camino al distinguir entre ciencias explicativas y dividuos que se ponen un cassette, realizan su acto, se quitan
ciencias comprensivas. La explicación causal corresponde el cassette, se ponen otro para la siguiente acción y así su-
a las ciencias naturales, mientras que la comprensión, a las cesivamente. La acción es, más bien, un continuum, parte
ciencias sociales; las primeras hablan de la regularidad cau- fundamental del fluir de la vida; los actores son seres corpó-
sal; las segundas, de lo singular histórico. El problema, sin reos, insertos íntegramente en el mundo social y natural, y
embargo, fue que Dilthey no hizo una ciencia en el sentido la atribución de sentido a algo o a alguien remite siempre a
un complejo de sentido.
Para concluir este apartado, vale la pena señalar que las
ciencias sociales han sido de una u otra manera conscientes
obstante, Spencer produjo varias reflexiones filosófico-mo- de su carácter histórico. Son producto de una época y de un
rales y sociales.

v 536 Vida social


espacio social. En otras palabras, son hijas de la Moderni- optar y al reconocimiento de la diversidad sexual, religiosa,
dad. La comprensión de su propia historia está inserta en la étnica, cultural, que, si bien no son del todo nuevas, han sido
comprensión que tienen de la sociedad, en general, y de la redimensionadas a causa de la globalización.
sociedad moderna, en particular. De una u otra manera, los La sociedad de la información y la llamada sociedad del
grandes teóricos de las ciencias sociales han visto a la socie- conocimiento han transformado los ciclos de vida, las formas
dad moderna como una sociedad universal. de interacción, la velocidad y la forma tanto de las transac-
ciones económicas como de los encuentros íntimos.
Líneas de investigación y debate Los mercados se han emancipado de los controles esta-
contemporáneo tales. Las estructuras verticales de las grandes corporaciones
se han reducido y éstas se han horizontalizado, promovien-
Las ciencias sociales entraron, a finales del siglo xx, en lo do el oursourcing; el mercado laboral se ha vuelto informal.
que algunos han llamado un giro hermenéutico, parafrasean- En la mayoría de las naciones ricas, como en los Estados
do el famoso giro lingüístico de la filosofía de principios Unidos, las clases medias están desapareciendo, la desigual-
del siglo xx. dad se está incrementando y la concentración del ingreso es
El tema del sentido adquirió una dimensión predomi- cada vez mayor.
nante y desplazó lo que Giddens (2001) llamó una ciencia Los temas religiosos y la exclusión social están poniendo
natural de la sociedad. Después de que entre los años sesenta a prueba los límites de la esfera pública moderna y resurgen
y setenta se sobredimensionaron los temas estructurales, la viejos debates sobre los déficits de sentido —tal como lo re-
década de los ochenta atestiguó el retorno del sujeto, aun- ferimos en la cita de Max Weber— sobre el sentido general
que no todos los autores trataron el tema del sentido desde de las diferentes esferas de la cultura. Alguna vez Gadamer
esta perspectiva. Un ejemplo fue Niklas Luhmann (1998), escribió:
quien destacó como un teórico que intentó dar cuenta de
los problemas del sentido desde el punto de la teoría de sis- Este gran sociólogo y polihistoriador [Max Weber]
temas, según la cual los sistemas sociales procesan sentido representaba no sólo para Jaspers, sino para mi propia
a diferencia de los sistemas naturales, que procesan energía. generación todo lo grandioso y absurdo del ascetismo
Sin embargo, la mayoría de los teóricos sociales que apa- intramundano del científico moderno […]. Ésta con-
recieron en escena en los años ochenta intentaron hacer una sistía en que separaba, por principio, al hombre que
síntesis entre lo micro y lo macro,3 entre el sujeto y la estruc- actúa, al hombre que toma decisiones definitivas, del
tura. Para ello, había que recuperar el problema del sentido ámbito del conocimiento científicamente objetivable,
común y entender que la sociedad es el producto del cono- pero comprometiendo a este hombre de la acción al
cimiento práctico de sujetos sociales altamente competentes. mismo tiempo con el deber ser, y esto quiere decir con
Las estructuras no son inconscientes, sino que son reglas la “ética de la responsabilidad” (2002: 19).
prácticas, así como el conocimiento de las reglas sintácticas
del lenguaje por parte de los legos no se corresponde con las El origen de la filosofía de la existencia se encontraba
modelizaciones de la teoría lingüística. Esto no se explica en el esfuerzo por responder al “ascetismo intramundano”
porque sean inconscientes, sino porque dichas reglas son de de Max Weber, que en este trabajo hemos descrito como el
naturaleza práctica. El lego no conoce la teoría pero conoce movimiento hacia el objeto mismo.
de manera práctica su lenguaje y puede hacer uso de las reglas Las ciencias sociales, como lo hemos dicho, son conscien-
de acuerdo con sus necesidades y preferencias. tes de su propia historia porque son producto de su objeto
La estructura y el sujeto no son opuestos, sino dos caras de de estudio y cambian con sus movimientos. Vivimos en una
una misma realidad social: no puede haber sujeto sin estruc- época de crisis y vale la pena preguntarse al menos dos co-
turas, ni estructuras sin sujeto. Las estructuras son más bien sas: uno, ¿realmente la sociología de las últimas décadas ha
habilitantes y no camisas de fuerza para los actores sociales. podido dar cuenta de la relación entre sujeto y estructura?,
A finales del siglo xx, y en el marco de la globalización, y dos, ¿qué puede sustituir a la filosofía en una Modernidad
surgieron interpretaciones de la sociedad moderna más crónicamente deficitaria de sentido?
acordes a una teoría social que prestaba atención al sentido
común y a los actores sociales legos. La Modernidad tardía Bibliografía
estaba produciendo nuevas formas de identidad e individua-
ción, con lo que cambiaron las agendas políticas. Surgieron, Adorno, Theodor et al. (1989), Sociológica, Madrid: Taurus.
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Siglo xxi. tan amplio como el de voluntad es remitirse a su etimolo-
Luhmann, Niklas (1998), Complejidad y modernidad. De la unidad gía. La palabra voluntad proviene del griego βουλή, que se
a la diferencia, Madrid: Trotta. define como determinación, propósito, traza, plan, consejo,
_____ (1998a), Sistemas sociales. Lineamientos para una teoría general, deliberación, reflexión, prudencia e incluso asamblea o se-
Barcelona: Anthropos. nado. El dato anterior, por supuesto, no resuelve casi nada
Luhmann, Niklas y Raffaele De Giorgi (1998), Teoría de la sociedad, de la pregunta seminal por la voluntad, esto es: ¿qué es eso
México: Universidad Iberoamericana, Triana. a lo que llamamos voluntad? Ciertamente, a partir de estos
Luque Baena, Enrique (1984), “Sobre antropología política (diá-
logo polémico con un viejo discurso)”, Revista española de
datos podemos comenzar a pensar en un conjunto de con-
investigaciones sociológicas, vol. 25, pp. 71-94. ceptos íntimamente ligados a lo que pueda ser la voluntad.
_____ (1996), Antropología política. Ensayos Críticos, Barcelona: Ariel Lo importante es ver cuántas y cuán diferentes palabras nos
(Antropología). plantea el simple término βουλή. Esto hará que la definición
Marx, Karl (2000), El capital I. Crítica de la economía política, Mé- real sea bastante ambigua e, incluso, contraria en sus elemen-
xico: Fondo de Cultura Económica. tos. Así, se nos dice que voluntad es “facultad de decidir y
_____ (2003), Contribución a la crítica de la economía política, Mé- ordenar la propia conducta”, “libre albedrío o libre determi-
xico: Siglo xxi. nación” o “amor, cariño, afición, benevolencia o afecto” (rae,
Mauss, Marcel (2009), Ensayo sobre el don: forma y función del inter- 2014: “Voluntad”). Claro está que lo último que importa es
cambio en las sociedades arcaicas, Buenos Aires: Katz.
Merton, Robert King (2002), Teoría y estructuras sociales, México:
la exactitud del término o, al menos, la congruencia entre las
Fondo de Cultura Económica. definiciones, pues a lo que atiende la llamada “definición real”
Mészáros, Itsván, comp. (1973), Aspectos de la historia y la conciencia es más al consenso o tradición que tiene la lengua sobre un
de clase, México: Facultad de Ciencias Políticas y Socia- determinado concepto.
les-Universidad Nacional Autónoma de México. Ahora bien, todo lo dicho debe servir sólo para que se
Mueller-Vollmer, Kurt (1992), The Hermeneutics Reader, New entienda la dificultad de procurar una definición unívoca
York: Continuum. de un término que en lo social y cultural es todavía dema-
Parsons, Talcott y Edward A. Shils, eds. (1962), Toward a General siado equívoco, lo que da lugar a muchas confusiones y al
Theory of Action, New York: Harper Torchbooks. surgimiento de un relativismo conceptual (o incluso un sub-
Przeworski, Adam (1970), The Logic of Comparative Social Inquiry,
New York: Wiley-Interscience. jetivismo) que lo único que hace es dificultar aún más una
Radcliffe-Brown, Alfred Reginald (1972), Estructura y función en aproximación al término. Por ello, creo que es importante,
la sociedad primitiva, Barcelona: Península. para definir el concepto voluntad, retomar una hermenéutica

v 538 Voluntad
analógica (Beuchot, 2007) que nos permita mayor flexibilidad tienen voluntad, sino sólo deseo, pues la voluntad está ligada
a la hora de confrontar lo definido por los distintos autores a lo bueno o útil. Aristóteles seguirá por esta línea para decir
en aras de plantear una definición probable (no unívoca ni que la voluntad es la apetencia que obra conforme a lo racio-
equívoca, sino análoga) que delinee las posibilidades actuales nal (2003: 433a). La elección está integrada con la voluntad,
del concepto, pues depende en gran parte de lo que se en- en tanto que depende de una apetencia racional de nosotros.
tienda por voluntad el camino que tomará la crítica actual de De aquí que la voluntad esté también relacionada con las
ésta, y más cuando se trata de relacionarla con la vida social. asambleas, los senados y las deliberaciones. Parece ser que ella
Por lo pronto, retomaré la línea de investigación de Ni- se delimita como ese impulso surgido de la razón que puede
cola Abbagnano (2004), así como su recorrido histórico de actuar en situaciones concretas de la vida. La voluntad es, por
autores, pero añadiendo énfasis en las partes que considero tanto, política, pero entiéndase aquí político en su sentido más
más importantes, así como un aparato crítico que desarrolle amplio, como aquél que abarca lo social y se permea del ethos.
varias implicaciones del término. El eje de análisis separa la Manuela García Valdés (Aristóteles, 1988: 50) ha tenido a
concepción de la voluntad en dos grandes escuelas: 1) por bien traducir la famosa expresión aristotélica (politikón zóion)
un lado, la que entiende la voluntad como el principio ra- como animal social, pues el adjetivo pólis es a la vez la sociedad
cional de la acción, y 2) por otro, quienes la piensan como el y la comunidad política. Por tanto, si el hombre es un animal
principio de la acción en general. Ambas formas de enten- político (social), la voluntad es una facultad determinante en
der la voluntad provienen de la filosofía y la psicología del el ámbito social. Épocas posteriores acordarán el mismo juicio,
siglo xix, lo que las vincula a nociones como alma o faculta- desde los estoicos, pasando por Cicerón, hasta la Edad Media
des originarias. Lo anterior nos proporciona otra pista sobre (Alberto Magno, Tomás de Aquino, Duns Escoto, etcétera).
el camino que nos ha de llevar a la definición de voluntad, a Será Spinoza (1958) quien replantee la originalidad del
saber: que ella ha sido planteada y estudiada principalmente término. Para él, la voluntad es la capacidad de afirmar o
por la filosofía y la psicología, y que su debate más álgido se negar lo verdadero o falso, mientras que el deseo apetece
ubica en el siglo xix. o aborrece algo. Completando el análisis arriba propuesto,
Antes de empezar con la historia del concepto y las podemos afirmar que las dimensiones socio-políticas de la
diversas formulaciones que se le han dado, es importan- comunidad (pólis) no sólo son deliberativas en un sentido
te comprometerse con una línea de investigación; de lo práctico, sino que deben encontrarse con una theoría. Se
contrario, todo lo aquí expuesto resultaría una divagación, cumple así la traza griega que dividía al hombre en dos ca-
interesante pero confusa, de lo que pueda ser la voluntad, lo tegorías: el hombre teórico y el hombre práctico. El primero
que —más que presentarse en un léxico, en que se requieren era el observador o especulador (en latín, speculatio), quien
habilidades de síntesis bien arraigadas— habría de ser obje- tenía la capacidad de interponer una distancia entre él y las
to de una disertación de mayor extensión. Por ello, con este cosas, apartándose de sus intereses personales, por lo que
mandato, tomaré como eje de una primera definición la que, a podía acercarse más a la verdad, a la esencia (el en sí) de la
mi parecer, es la más original y revolucionaria de la categoría cosa; el segundo es el que está confundido con las cosas, por
voluntad: la propuesta por Arthur Schopenhauer, quien en lo que sólo puede procurárselas para sus fines prácticos, lo
su obra máxima, El mundo como voluntad y representación, la que le hace alejarse de la esencia de éstas. El hombre político,
plantea como el principio mismo de la realidad. La volun- por tanto, será una especie de “justo medio” entre estas dos
tad se manifiesta en todas las cosas (fenómenos), en mayor posturas, o más precisamente, retomará lo mejor de ambas,
o menor medida (grados de objetivación), pero siempre co- es decir, será un hombre de ciencia (epistemé) y a la vez de
rresponde a una esencia en común. La voluntad es, por ende, praxis (ethos). La voluntad será la línea que integre ambas di-
la cosa en sí (noúmeno) (Schopenhauer, 2004: Libro I y II), mensiones y dará lugar al surgimiento del verdadero animal
tan buscada por la filosofía desde Kant (2008). Si esto es así político, hombre de razón y de comunidad.
(que la voluntad sea el principio originario de la realidad), Kant nos hará ver que la voluntad como razón práctica
podremos discurrir sobre la voluntad justificando su inclu- tiene que obrar según reglas. Pero para un mejor análisis,
sión como categoría no sólo metafísica, sino social, política, dividirá la voluntad en dos: voluntad pura y voluntad bue-
cultural e incluso ética. Pero antes de eso, debemos interrogar na (o buena voluntad) (2004: 77-100). Estrictamente, estas
a la voluntad y a la definición dada, a la luz de la historia. dos categorías serían lo mismo, sólo que, repito, retomo aquí
su análisis para una mejor comprensión. La voluntad pura
Historia, teoría y crítica es aquélla que sólo está determinada por principios a priori
(leyes racionales) y no por motivos particulares o persona-
Platón distinguió la voluntad como apetencia racional de la les (empíricos). La buena voluntad, por su parte, obra sólo
apetencia sensible, a la que llamó deseo. De esto se despren- conforme al deber. Mientras una se dirige al conocimiento,
derá una consecuencia que puede plantearse en el orden de la otra, al orden moral. Estas dos nociones darán lugar al
lo político. A partir de esta diferenciación, Platón nos dice en imperativo categórico, que es un principio (regla) formal y
Gorgias (1981: 466e), por ejemplo, que los tiranos no hacen universal bajo la que el hombre debe actuar. La voluntad con-
lo que quieren, sino lo que les place. Esto significa que no cuerda, desde esta perspectiva, con el deber (Kant, 2008: 199

Voluntad 539 v
ss.). Ésta se evidencia en el comportamiento personal, que luntad (ligada a la razón), enmarcada principalmente por la
es por deber, pero también habría de hacerlo en el colectivo. dicotomía entre voluntad y creencia. La creencia se termi-
La persona y la sociedad que actúan conforme a voluntad na racionalizando sobre la base de su practicidad; es decir,
serán aquéllas que lo hagan conforme a deber. Sin embargo, mientras ayude a los intereses del portador, esto es, mientras
esta doble visión de la voluntad (individual y social), en tanto sea práctica, su derecho se justifica. Incluso es posible afirmar
deber, encuentra una sutil tensión. En el proyecto kantiano que la voluntad de creer puede versar sobre lo irracional, pero
para una paz perpetua, el plan se transforma en algo más nunca sobre lo absurdo, retomando una racionalización de las
jurídico que ético. Kant no pretende hacer buenos hombres, ideas. Pero William James no lleva a las últimas consecuen-
o mejor, no pretende hacer buenos Estados (comunidades cias su teoría: sigue suponiendo que la voluntad es directiva
de hombres), sino sólo trata de establecer las condiciones de racional y no supuesto irracional del mundo. Por ello, parte
posibilidad de un orden jurídico que ponga a la guerra como de su intención con este nuevo término es racionalizar la fe,
algo ilegal (1998). La tensión tal vez se encuentra en suponer lo que implicaría justificar la creencia de Dios (su existencia)
que la voluntad individual puede ser fácilmente aprendida sobre la base pragmática que él diseñó.
(que la virtud se puede aprender), pero la voluntad social es Una variante más de distinción es de Croce, quien en
algo que se encuentra más ordenado por las leyes y por el su Filosofía de la práctica apunta a dos tipos de voliciones
consenso que por la libre determinación. Es muy similar esto emparentadas con la distinción entre voluntad y deseo, sólo
a la corrección que hace Platón entre su República y las Leyes. que a partir de su división de la forma económica utilitaria y
En la primera, parece que confía en el ethos libre y racional la forma ética o moral (Abbagnano, 2004: 1095). La forma
(voluntad) del rey filósofo, en sus mandatos, y en la comu- económica es volición de lo particular, mientras que la ética
nidad en la aceptación de tales mandatos. Ya en su vejez, un es volición universal y, por tanto, apetencia racional. De esto
desencanto producto de sus malas experiencias (por ejemplo, se sigue que el hombre económico y, más aún, la sociedad
la de Siracusa), pudo operar en el filósofo un cambio de pen- capitalista está basada en la concepción de deseo apartada del
samiento sobre la estructura social. Serán aquí las leyes las imperativo kantiano, lo que la presupone como irracional y
que deban regir, pues no se puede dejar a la buena voluntad autodestructiva, mientras que el hombre político está basa-
de la gente las decisiones sobre lo social (polis). do más en la concepción de sociedad roussoniana (voluntad
Será este aspecto social el que se complemente con lo general), en la que no existe una contradicción de clases o, al
dicho pocos años antes de Kant por los iluministas y, sobre menos, los individuos renuncian a su concepción atómica y
todo, por Rousseau, cuando hablan de una voluntad general, egoica (intereses de clase o personales) en pos de la sociedad
concebida por ellos como la razón misma. Para Diderot, por y la comunidad.
ejemplo, la voluntad general es un acto de entendimiento que En todas estas concepciones hay algo en común: la vo-
razona acerca de lo que uno le puede pedir a sus semejantes y luntad es entendida como un elemento racional de la teoría
de lo que ellos tienen derecho a exigirnos (Abbagnano, 2004: y praxis individual y social. Debido a esto, se hace el esfuer-
1095). Rousseau distingue claramente entre la “voluntad de zo por separarla de concepciones como deseo y apetencia,
todos”, que puede equivocarse, y la “voluntad general”, que etcétera, a los que se les otorga la dimensión irracional del
nunca se equivoca (2002: 28-29). Por eso mismo, la voluntad hombre. En este sentido, Hegel afirma que la voluntad es
general es indispensable a la hora de construir el contrato universal, puesto que universal es la racionalidad, y si “lo que
social. Podemos deducir, por tal, que para Rousseau una ver- es racional es real, y lo que es real es racional” (1986: 33), la
dadera sociedad es aquélla que es expresión de la voluntad voluntad se capta como un puente entre lo indeterminado y lo
general. Pero he aquí una pequeña apertura: Rousseau iden- determinado capaz de racionalizar al mundo y comprenderlo.
tifica una “teoría de la espontaneidad”, según la cual el acto Pero existe otra tradición en que la voluntad, más que ser
más elemental de pensamiento se lleva a cabo por la fuerza entendida como principio racional de la acción, es identificada
de un yo volente, puesto que los pensamientos no se pueden como el principio general de la acción. El primero en expo-
pensar a sí mismos. Esto nos podría hacer considerar a este ner la voluntad de esta forma fue Agustín de Hipona, quien
autor como perteneciente a la segunda línea que expusimos: en La ciudad de Dios afirma que “todos los actos del hombres
los que piensan en la voluntad como principio de la acción no son más que voluntad” (2006: XIV). La idea permeará en
en general. Aun así, dejaremos la premisa abierta a posibles san Anselmo que, a su vez, influirá en Descartes, para quien
matices. la voluntad no es sino la acción misma del alma, distinta, por
Otra categoría de voluntad es la propuesta por William tanto, de las pasiones. Para Descartes hay dos modos posibles
James, como voluntad de creer, que en términos generales, de pensar: la percepción del entendimiento y la operación de
es el derecho a creer en algo (1922: 9-37). Puesto que el la voluntad (1995: XXXII). En la primera tenemos el sentir,
individuo siempre está en una situación determinada y la el imaginar y el puro entendimiento; en la segunda, el deseo,
pretensión de verdad es una quimera, el individuo tiene dere- el rehusar y el afirmar. El error para este filósofo se halla en
cho a apoyarse en alguna idea que le permita seguir actuando los juicios en que la voluntad se extiende más allá del enten-
(y siendo). Esta idea será la que se denomina “creencia”. Lo dimiento, pues aunque ambos son necesarios, la primera es, en
que aquí vemos es una elipsis de la idea tradicional de vo- cierto modo, infinita, mientras que el segundo, al ser creado, es

v 540 Voluntad
finito. Pero no será hasta Hobbes cuando el concepto de vo- superior: la de la ascética (2004: §68). Para Schopenhauer,
luntad se yerga crítico de la línea tradicional. Para Hobbes, la esta resignación implica el arte de participar refrenándose al
noción dada por las escuelas tradicionales (apetito racional) es mismo tiempo. Todo esto conlleva saber equilibrar el trato
mala, pues hay actos voluntarios que van contra la razón (1980: social con la soledad, pues se puede estar solo entre muchos
48). De la misma manera, Hume negará alguna influencia de o estar acompañado en soledad (2009: §396). La dicotomía
la razón en la voluntad, encontrando con ello una serie de siempre está presente.
emociones relacionadas con el instinto humano (Abbagnano, Un último pensador en retomar en toda su intencionali-
2004: 1096), por ejemplo: la benevolencia y el resentimiento, dad esta segunda corriente de pensamiento sobre la voluntad
algo que después la psicología llamará emociones primarias es Nietzsche (2011), quien, como buen discípulo de Schopen-
(cólera, alegría, miedo y tristeza). hauer, nos presenta una radicalización del pensamiento de
Así llegamos a Schopenhauer, quien representa la síntesis su maestro: la voluntad de poder. Esta voluntad nada tiene
más original de esta segunda línea de pensadores. Su acep- de racional, pues es el impulso o aspiración de dominar más
ción de voluntad se plasma en la llamada voluntad de vivir. y más; lo que hoy llamamos el poder por el poder. Mientras
La voluntad de vivir es un concepto intercambiable por el que para Schopenhauer la voluntad de vivir es un nivel semi-
de voluntad, pues está implicando su esencia misma: es una nal del deseo de seguir viviendo por parte del hombre, para
afirmación del cuerpo en tanto modelo inmanente de la vo- Nietzsche esto no sólo queda ahí, sino que hay una energía
luntad eterna (2004: 237, 331). La voluntad de vivir se centra creativa cuya necesidad y afán por expandir su poder siempre
en los genitales y ya no en el cerebro. La irracionalidad pura está desenvolviéndose. Lo que, además, implica el someti-
del mundo se manifiesta en todo (desde una roca hasta el ser miento de las otras voluntades (2008a: 679-680; 2008b: 112).
humano) y busca, desesperadamente, su reproducción infi- Es obvio, con todo esto, por qué estos últimos dos autores
nita, sólo para volverse a devorar constantemente. Es, pues, no eran partidarios de movimientos revolucionarios ni demo-
la rueda de Ixión, un constante deseo inapagable, un ciclo cráticos. Ambos, más bien, pugnaban por una aristocracia o
eterno de querer, un impulso ciego. La voluntad está antes que una monarquía y, más allá, por el afán del superhombre o del
la razón. La razón es sólo un elemento secundario que, más asceta. Muchos quieren resolver esto aludiendo al carácter
bien, llena (justifica) lo dado por la voluntad. El ser humano burgués de estos autores, sin entrar de fondo en la concepción
necesita reglas, explicaciones, justificación, y para eso “crea” del mundo que suponían. En una realidad llena de sufri-
la razón. Mientras tanto, la voluntad es la esencia misma del miento y de dolor, en la que la historia parece ser un simple
mundo (noúmeno). Schopenhauer da un revés formidable a la juguete de utopías y guerras, en la que lo último que vemos
filosofía tradicional de Occidente, primero suponiendo que en los hombres es un afán de razón, ¿qué cabe esperar sino la
la voluntad es irracional y a ésta como la esencia del mundo, más profunda tragedia? De esta segunda concepción surgiría
y segundo, demarcando alrededor de ello un antiplatonismo algo así como la “sociedad trágica”, en la que una “felicidad
que va del Ser concebido como to agathon (lo bueno) al Ser resignada” es la más alta meta, pues los hombres saben de
presentado como la más grande condena, es decir, el mal (No- antemano que por mucho que luchen, todo seguirá igual, así
riega, 2003). Se rompen así los llamados existenciarios del Ser. que lo único que queda es el héroe que aún así afirme la vida,
El logos ya no es lo mismo, lo que, llevando a Schopenhauer aun cuando sabe que todo está perdido (Nietzsche: 2008b:
a sus últimas consecuencias, nos indica un nuevo camino, en 158), o el asceta que se aparta y encuentra en la soledad lo
el que la sinonimia trinitaria de logos como Verbo, Razón y inefable (Schopenhauer: 2004: 440-475).
Ser se desgarra en sus mismas entrañas, dando lugar a una
nueva concepción del Todo. Líneas de investigación y debate
Una concepción así del mundo sólo puede llevar a un contemporáneo
tipo de sociedad desangrada en sí misma. A esto viene bien
la parábola de los puercoespines, que de manera sucinta ex- En la actualidad, el debate sigue. Parece que hubiera dos gru-
plica esta atracción-repulsión del hombre por su semejante. pos más o menos articulados en torno a los cuales se concibe
El hombre necesita del otro, de eso no queda duda, pero el mundo mismo y, por tanto, la voluntad y la sociedad. Son
cuando se acerca demasiado sale algo pinchado de la expe- las dos líneas antes presentadas. De la primera han surgido
riencia, por lo que tiene que guardar una distancia apropiada, intentos de racionalización de la sociedad, ya sea en un pla-
pues no quiere pasar frío (soledad), pero tampoco quiere no formal o en uno material. Tenemos, por ejemplo a John
renunciar totalmente a sus comodidades. Esta tensión, con Rawls (1995: 9-41 y 137-154) o a Jürgen Habermas (2002),
otras palabras y categorías, nos la presentan el marxismo y el quienes plantean tipos de sociedades en que los argumentos
capitalismo. Para Schopenhauer, la solución es simple: para (razón) son la base para la realización plena de los individuos
poder vivir en comunidad se requiere una restricción mutua y la comunidad. Aquí el logos se convierte en un discurso
(2004: 402-403). Esto, muy similar a lo dicho por Hobbes en (ética del discurso) bajo el que hay imperativos formales de
su Leviatán sobre la fundación del contrato social, se presen- comunicación, incluso cuando se entienden como mínimos.
tará ante Schopenhauer, sí, como un prejuicio comprensivo En cuanto a una materialidad, tenemos el planteamiento de
liberal, pero también como el fundamento de una conciencia Enrique Dussel (2006), quien critica el uso de nociones na-

Voluntad 541 v
turales para justificar estructuras históricas de dominación. disputa gira en torno a cuál de ambas necesidades es
Esto, por supuesto, ataca la segunda visión de la voluntad, en dominante, Hegel y luego Marx, creen en la victoria
la que ésta se ve más como un fenómeno natural y no como de la necesidad social sobre la necesidad natural. Para
una explicación de una razón histórica. ambos se trata de un camino hacia la libertad (Sa-
Por otro lado, están los que postulan a la voluntad como franski, 2008: 406).
realidad originaria antepuesta a la razón. No se trata aquí de
un simple argumento determinista, sino que se afirma que la Del otro lado, tendremos a aquéllos que, ya dicho está,
libertad misma es una ilusión. El que aduce un determinis- entienden la necesidad natural como “determinante”. Es,
mo es porque ya de por sí se ubica en una visión del mundo, otra vez, la parábola de los puercoespines. Para este segundo
del individuo y de la sociedad en que se pretende que exista grupo, la historia no representa ese punto de inflexión sobre
una cosa llamada libertad. Es Hegel contra Schopenhauer. el que se pueda generar una conciencia absoluta, esto es, una
Desde este momento, la historia del pensamiento occiden- conciencia libre. Para ellos, la historia es circular (Schopen-
tal se rompe en dos líneas generales. Hegel es la libertad hauer, 2004: §53) y, por lo tanto, redundante en sus mismos
como comprensión de la necesidad, es la victoria de la ne- principios. No hay nada nuevo bajo el sol. Ayer, hoy y siem-
cesidad social sobre la natural. Schopenhauer está más del pre seguiremos siendo los mismos imbéciles. Sólo el genio y
lado del poder de la necesidad natural (voluntad). De este el asceta, cuyo número es limitadísimo, pueden salir de esta
segundo grupo, salen autores como el ya citado Nietzsche, vorágine. Por eso no importan ni la tecnología (movimiento
pero también Freud, Hartmann o Mainländer. Para ellos, la Zeitgeist), ni los ideales utópicos, ni los sistemas socioeco-
autoconciencia está limitada a los procesos de la propia vo- nómicos o políticos, pues la voluntad los subsume en su
luntad en lo inmediato (afectos y pasiones). De ello surgirá irracionalidad; por eso vemos hombres haciendo guerras,
un concepto como el del inconsciente. La cuestión está en tirando basura, golpeando al otro, matando...; hombres que,
saber si por el hecho de ser libre para hacer determinadas al verlos, diríamos que lo último que tienen es una cualidad
cosas existe también la libertad para quererlas. A lo mucho, racional. La sociedad es inerte, necesaria para la mayoría, pero
lo que se puede hacer es representarse los motivos de nues- inmóvil y sufriente (salvada únicamente por esos genios o
tras acciones, tratar de hacer consciente lo que está detrás, santos). El problema que se presenta es aquél que se planteó
pero esta especie de libertad relativa sólo nos presenta lo que Camus en El mito de Sísifo: “No hay más que un problema
no implica una acción directa de una razón libre, sino una filosófico verdaderamente serio: el suicidio” (Camus, 2006:
causalidad y necesidad estricta de correspondencia, lo que, 13). Ser o no ser, esa es la cuestión. Las respuestas han sido va-
sin embargo, no implica la ausencia de la responsabilidad, riadas. Ahí está el triste Mainländer, quien con su filosofía
pues existe un sentimiento de responsabilidad anclado en la de la voluntad de morir, optó por “no ser”. En su Filosofía de
autoconciencia. Hay, pues, un contenido de verdad que hace la redención, este hombre se propone desarrollar un programa
que la ilusión de la libertad se justifique como el sentimiento que lleve a la felicidad general del pueblo, pero no para lograr
de poder soberano sobre uno mismo, lo que nos hace asumir el fin de la historia y el ideal, sino para que todos reconoz-
nuestros actos (Schopenhauer, 2007: 39-142). can que los bienes de la vida no resuelven nada (Mainländer,
Hemos encontrado así el concepto que determina lo so- 2011: 79-94). Su objetivo primario es, por tanto, decepcionar
cial: la libertad. Lo social surge, desde Hegel, de la unificación a los que carecen de todo, que es lo que, al parecer, los haría
del individuo con el todo. Antes estaban las contraposicio- infelices, entonces hay que darles todo para que así entiendan
nes cotidianas de Dios y hombre, hombre y naturaleza u que el verdadero problema no es lo material (Mainländer se
hombre y ser. El término humanidad era empleado como ubica en plena efervescencia del socialismo), sino la falta de
suma de atributos y no como categoría especial. Con Hegel, valor de la vida misma.
la dualidad “individuo-todo” queda superada por una cate- Otra respuesta desde este tenor es la de Max Horkheimer,
goría intermedia que creará un nuevo mundo: lo social. Un quien a partir de Schopenhauer desarrolla “una utopía del
mundo nutrido de los dos primeros (individuo y totalidad). como si”, en la que, al final, el pesimismo de la voluntad irra-
Ya el individuo no se puede entender sin su contexto social. cional termina generando una praxis más optimista debido a
El individuo es así historia (sociedad en acción). Todos estos su conciencia del horror universal, al que trata de “mejorar”
conceptos tienen como pretensión la realidad y la racionali- (Safranski, 2008: 424, 440). La ética schopenhaueriana de la
dad, ya sea como estados de cosas existentes, ya como deber compasión que es un “a pesar de”, fue severamente criticada
de realización. Este “nuevo mundo”, lo social, sólo dejará lugar por ser de tipo sentimentalista, pero es el mismo Horkhei-
a “algo más”: la naturaleza, que en relación con el hombre se mer quien argumenta contra la razón superestratégica de
convertirá en antropología. la “emancipación”. De manera general, lo que Horkheimer
plantea es que quienes aducen que sólo se puede cambiar la
En adelante no es posible ya sustraerse a este mundo totalidad de las cosas o, de lo contrario, es mejor no hacer
intermedio entre lo social-histórico, por un parte, y nada, están afirmando una mentira vital para no ayudar en
la ‘naturaleza’, por otra. Hay que someterse a la ne- la realidad, excusándose de las obligaciones que hay en cada
cesidad natural y a la necesidad social histórica. La caso concreto y escondiéndose detrás de las grandes teorías,

v 542 Voluntad
lo que al final sólo racionaliza la inhumanidad (Safranski, Nicol, Eduardo (1965), Los principios de la ciencia, México: Fondo
2008: 424). Ésta, a final de cuentas, será una respuesta por de Cultura Económica.
la afirmación del ser, a pesar de la voluntad y de todo lo que Noriega González, Santiago (2003), “Prólogo”, en Arthur
ella implica. Schopenhauer, Sobre la voluntad en la naturaleza, Madrid:
Alianza, pp. 7-38.
De todo lo anterior, podemos afirmar que la pregunta Platón (1981), “Gorgias”, en Diálogos, vol. II, J. Calonge Ruiz et
por el hombre, que es también la pregunta por lo social, es al. (trad.), Madrid: Gredos.
la de “ser o no ser”, y ésta sólo puede ser respondida cuando Rawls, John (1995), Liberalismo político, Sergio René Madero Báez
se toma a la voluntad como categoría principal en su análisis (trad.), México: Fondo de Cultura Económica.
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Léxico de la vida social, editado por la Facultad de Ciencias
Políticas y Sociales de la unam y Sitesa, se terminó de
imprimir el 19 de febrero de 2016 en los talleres de
Editores e Impresores Profesionales, edimpro, Tiziano
144, colonia Alfonso XIII, Delegación Álvaro Obregón,
C.P. 01460, México, D. F. El tiro consta de XXXX
ejemplares, impresos en offset, en papel Bond ahuesado,
90 gramos. En su composición se usaron los tipos Avenir
y Caslon en diferentes puntajes. El diseño y formación
fueron realizados por Ernesto Morales Escartín y David
Palacios Plasencia, y el cuidado editorial estuvo a cargo
de Éber Josué Carreón Huitzil, Gabriela Monserrat
Espejo Pinzón y Luz Andrea Vázquez Castellanos.

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