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MALFORMACIONES DE LA MIGRACION TESTICULAR

Testículo no descendido
Un testículo no descendido es poco frecuente en los bebés que completaron el período de
gestación, pero es común en los bebés prematuros.

El principal síntoma del testículo no descendido es no ver ni sentir un testículo donde debería
estar ubicado en el escroto.

Generalmente, el testículo se ubica en la posición adecuada por sus propios medios al cabo de
pocos meses. Si esto no ocurre, se puede reubicar por medio de una cirugía.

Requiere diagnóstico médico:

 El principal síntoma del testículo no descendido es no ver ni sentir un testículo donde


debería estar ubicado en el escroto.

Las personas pueden sufrir:

 Síntomas comunes: testículo ausente en el escroto o ganglios linfáticos inflamados en la


ingle

El tratamiento consiste en hormonas y cirugía

Generalmente, el testículo se ubica en la posición adecuada por sus propios medios al cabo de
pocos meses. Si esto no ocurre, se puede reubicar por medio de una cirugía.

 Cuidado de apoyo
 Seguimiento de cambios o mejoras: Controlar una afección médica, en vez de
tomar medidas de inmediato.
 Cirugía
 Desplazamiento quirúrgico del testículo hacia el escroto: Cirugía para sacar un
testículo de adentro del abdomen (testículo no descendido) para colocarlo en el
saco detrás del pene (escroto).
 Especialistas
 Urólogo pediátrico: Especialidad quirúrgica de la medicina que trata las
enfermedades del sistema genitourinario de los niños.
 Cirujano pediátrico: Realiza diversas cirugías en bebés y niños.
 Pediatra: Brinda atención médica a los bebés, niños y adolescentes.

Factores de riesgo

 Bajo peso al nacer


 Nacimiento prematuro
 Antecedentes familiares de testículos no descendidos u otros problemas de
desarrollo genital
 Condiciones del feto que pueden restringir el crecimiento, como el síndrome de
Down o un defecto de la pared abdominal
 Consumo de alcohol por parte de la madre durante el embarazo
 Fumar cigarrillos por la madre o estar expuesto al humo de segunda mano
 La exposición de los padres a algunos pesticidas

Complicaciones

Para que los testículos se desarrollen y funcionen normalmente, deben tener una temperatura
un poco menor que la temperatura normal del cuerpo. El escroto ofrece este entorno más frío.
Entre las complicaciones que conlleva un testículo que no está ubicado donde debería estar se
incluyen:

 Cáncer testicular. El cáncer testicular suele comenzar en las células del testículo que
produce esperma inmaduro. No se sabe por qué estas células se convierten en células
cancerosas. Los hombres que tuvieron un testículo no descendido tienen mayor riesgo
de desarrollar cáncer testicular. El riesgo es mayor cuando los testículos que no
descendieron se encuentran en el abdomen en lugar de la ingle, y cuando ambos
testículos están afectados. Una cirugía para corregir un testículo no descendido puede
disminuir, pero no eliminar, el riesgo de desarrollar cáncer testicular en el futuro.
 Problemas de fecundidad. Los hombres que han tenido un testículo descendido tienen
más posibilidades de tener números bajos de espermatozoides, esperma de mala
calidad y fecundidad reducida. Esto se puede deber a un desarrollo anormal del
testículo, y puede empeorar si la afección no se trata durante un período prolongado.

Otras complicaciones relacionadas con la ubicación anormal de un testículo que no descendió


incluyen:

 Torsión testicular. La torsión testicular es la rotación del cordón espermático, que


contiene vasos sanguíneos, nervios y el tubo que conduce el esperma desde los
testículos hasta el pene. Esta dolorosa afección corta el suministro de sangre hacia los
testículos. Si no se trata de inmediato, se puede perder el testículo. La torsión testicular
es 10 veces más frecuente en los testículos que no descendieron que en los testículos
normales.
 Traumatismo. Si el testículo se aloja en la ingle, se puede dañar debido a la presión
ejercida contra el pubis.
 Hernia inguinal. Si la abertura entre la pared abdominal y el canal inguinal es muy laxa,
parte del intestino puede protruir hacia la región inguinal.

La ectopia testicular

¿Qué es la ectopia testicular?


Los testículos de los niños se forman durante la vida embrionaria, junto a los riñones, en el
abdomen. A lo largo del desarrollo fetal, el testículo desciende para salir de la cavidad abdominal
(por el canal inguinal) y colocarse en la bolsa correspondiente. A medida que desciende, el canal
inguinal se cierra pegando sus paredes.
Normalmente, al nacer, los dos testículos han descendido. Pero, a veces, uno de ellos (o los dos)
se detiene por el camino. En el 90% de los casos eso ocurre en el canal inguinal (a cualquier
altura del mismo). Si el testículo se queda en el abdomen, el caso es más complejo, porque no
se puede descubrir al tacto y puede poner en duda su existencia.

¿En qué momento se detecta esta anomalía?

Durante la revisión que realiza en la maternidad, el pediatra comprueba si los testículos han
descendido bien. Si descubre que uno de los dos no está en su lugar te lo comunicará, pero no
urge intervenir: apenas un 1% de los niños siguen teniendo ese problema al cumplir 1 año.

Si, por el contrario, el pediatra diagnostica una hernia inguinal (al no haber descendido el
testículo, el canal inguinal no se ha cerrado y el intestino se ha quedado dentro), recomendará
que le realicen una intervención.

¿Cuándo se puede hacer un diagnóstico definitivo?

Todos los bebés a los que se les ha diagnosticado una ectopia testicular al nacer vuelven a ser
examinados un año después para ver cómo ha evolucionado la situación. El diagnóstico es
clínico: el médico palpa las bolsas para comprobar si ha descendido el testículo. Si sigue mal
colocado, pero el médico lo nota al tacto, te tranquilizará de inmediato. Se trata de un testículo
en ascensor: el canal inguinal se ha cerrado bien, pero deja espacio suficiente al testículo para
ascender ligeramente en su parte baja (lo que ocurre cuando el niño está agitado o inquieto).
Solo hay que esperar: el testículo se colocará en su lugar por sí mismo, al alcanzar la pubertad.

Si por el contrario está todavía alto en el canal o parece que se ha quedado en el abdomen, el
médico te derivará a un cirujano.

¿Por qué hay que corregir la ectopia?

A diferencia del órgano equivalente femenino (los ovarios), los testículos, que secretan las
hormonas masculinas y fabrican espermatozoides, tienen que abandonar el abdomen porque
allí la temperatura es demasiado elevada para que puedan ser “operativos” (necesitan una
temperatura ambiente inferior a 37 ºC).

En un bebé, la producción de espermatozoides no es urgente, claro está (aunque el testículo


esté activo desde los primeros años), pero hay que intervenir lo antes posible (a lo largo del
segundo año) porque un testículo que ha pasado demasiado tiempo en el abdomen suele
presentar anomalías anatómicas que pueden llevar a una baja fertilidad.

¿En qué consiste la intervención?

Si el testículo se ha quedado en el canal inguinal: el cirujano practica una primera incisión a la


altura del glande para liberar las adherencias que lo rodean y le impiden descender. Al mismo
tiempo, alarga el cordón espermático, los vasos sanguíneos. Una segunda incisión permite
colocar el testículo en su lugar, en el fondo de la bolsa. Esta sencilla intervención se realiza con
anestesia general y el niño vuelve a casa en el mismo día.

Si no se puede palpar el testículo: puede que se haya quedado en el abdomen. Lo importante es


asegurarse de que existe. La única prueba fiable es la laparoscopia. Esta técnica quirúrgica
consiste en hacer pequeñas incisiones por las que se introducen instrumentos minúsculos:
algunos sirven para ver el interior del vientre (y verificar así la presencia del testículo) y otros
son réplicas en miniatura del material quirúrgico que sirven para colocar el testículo en su lugar.

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