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LA TORMENTA PERFECTA

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LA TORMENTA PERFECTA

GUATEMALA
LA TORMENTA PERFECTA
Impacto del cambio climático y la
crisis económica en la niñez y la
adolescencia

© Fondo de las Naciones Unidas para


la Infancia, UNICEF

Oficina de UNICEF en Guatemala


13 calle, 8-44, edificio Edyma Plaza,
Nivel 2, zona 10
Ciudad de Guatemala, Guatemala

Año 2010
Primera edición
Con información actualizada a octubre
de 2010

Adriano González-Regueral
Representante

Parisa Nabili
Oficial de Comunicación

Documento elaborado por:


Aridane Hernández

Texto revisado por:


Iván Yerovi
Julián Duarte
Gonzalo Arteaga
Jonathan Menkos
Ricardo Stein

Diseño y diagramación:
Rolando Chews

Edición:
Isabel Aguilar

Fotografía de portada:
Laboratorio de Medios 2009

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LA TORMENTA PERFECTA

Índice
PRESENTACIÓN ....................................................................................................... 5 
INTRODUCCIÓN ....................................................................................................... 6 
1.  Panorama de la niñez ......................................................................................... 7 
y la adolescencia pre-crisis ........................................................................................ 7 
2.  Impacto del cambio climático............................................................................. 11 
y la crisis económico-financiera ................................................................................ 11 
2.1  Cambio climático ....................................................................................... 13 
2.2  Crisis económico-financiera ......................................................................... 17 
2.3  Crisis de empleo ........................................................................................ 21 
2.4  Remesas................................................................................................... 24 
3.  Consecuencias en la niñez ................................................................................. 26 
y la adolescencia.................................................................................................... 26 
3.1  Cambio climático ....................................................................................... 30 
3.2  Cambios en la dieta .................................................................................... 32 
3.3  Salud ....................................................................................................... 36 
3.4  Formación de parejas ................................................................................. 39 
3.5  Abandono escolar ...................................................................................... 41 
3.6  Trabajo infantil .......................................................................................... 44 
3.7  Migración .................................................................................................. 47 
3.8  Negocios ilícitos ......................................................................................... 48 
3.9  Explotación y violencia ................................................................................ 50 
3.10  Víctimas colaterales de la violencia ............................................................... 51 
4. De la preocupación ............................................................................................. 54 
a la acción ............................................................................................................ 54 
Referencias bibliográficas ........................................................................................ 59 
Listado de siglas y acrónimos .................................................................................. 64 

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LA TORMENTA PERFECTA

Los datos utilizados en este documento han sido recopilados de diversas fuentes nacionales y
extranjeras. Se trata de un documento vivo que se actualiza con periodicidad y puede
consultarse en la siguiente dirección de Internet:

www.unicef.org/guatemala

Cualquier comentario sobre la «tormenta perfecta» la puede realizar en la página ‘web’ o a la


dirección electrónica:

guatemalacity@unicef.org

©UNICEF/Guatemala2010/JRChewsKlée

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LA TORMENTA PERFECTA

PRESENTACIÓN

En Guatemala, tanto los efectos del cambio climático como los de la crisis económico-
financiera mundial han provocado una «tormenta perfecta» que tiene consecuencias sobre la
situación de la niñez y la adolescencia de múltiples maneras y que puede condicionar el
alcance pleno de sus potencialidades. En este documento se encontrarán datos, cifras y
testimonios de personas que están sufriendo los embates de estos dos fenómenos que, si bien
tuvieron su origen fuera de esta República, tienen grandes consecuencias en su interior.
La «tormenta perfecta» derivada del alza de los precios, las difíciles circunstancias económico-
financieras, el cambio climático y la pérdida de oportunidades de empleo, tiene consecuencias
en la población del país, algunas de las cuales se relatan aquí. Esto ha hecho aumentar el
número de personas que pasan hambre, resintiéndose su salud y exponiéndolas a una mayor
vulnerabilidad y abuso en un contexto de impunidad, entre otros aspectos.
La suma de estas crisis aumentan las vulnerabilidades sociales, medioambientales y
económicas, como ha quedado patente tras el paso de la tormenta Agatha por Guatemala, la
cual destruyó infraestructura y arrasó miles de hectáreas de producción agrícola en veintiuno
de los veintidós departamentos del país. Agatha tuvo como consecuencia un impacto
psicosocial significativo entre las personas que fueron más afectadas, provocando desplazados
y cifras lamentables de decenas de muertos, así como daños en infraestructura y redes de
comunicación.
Tras cada cifra expuesta en este documento hay personas que son parte integrante y activa de
la sociedad guatemalteca, más allá de su condición social, económica, étnica y sexual. En este
documento también se busca visibilizar la situación de la niñez y la adolescencia de
Guatemala, con el fin de desarrollar respuestas adecuadas y apropiadas para todas las esferas
de su vida. Con tal propósito, desde septiembre del año 2008, UNICEF ha realizado diferentes
acciones para conocer las consecuencias del cambio climático y la crisis económica en niñas,
niños y adolescentes mediante estudios cualitativos y encuestas cuantitativas en diferentes
regiones del país.
Aunque no existen soluciones mágicas, la situación de la vida de las personas puede cambiar
en la medida en que se tomen las decisiones correctas que logren que el crecimiento
económico se haga sostenible en el tiempo. Esta es la manera más eficiente y menos costosa
de enfrentar futuras crisis económicas, así como de asegurar un mejor desarrollo para la niñez
y la adolescencia. Si no se toman las decisiones oportunas y adecuadas, la situación también
cambiará, pero de manera negativa.
Sin dejar de preocuparnos -por los análisis, estudios…- debemos ocuparnos por mejorar la
situación de la niñez y la adolescencia de Guatemala ante las difíciles situaciones que se han
vivido y se prevén para el futuro, dadas las circunstancias en torno a los aspectos climáticos, la
crisis alimentaria y la problemática económico-financiera.

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LA TORMENTA PERFECTA

INTRODUCCIÓN

Son muchos los hogares guatemaltecos que están padeciendo en su vida diaria las
consecuencias directas del cambio climático y la crisis económica que se reflejan, sobre todo,
en la pérdida de empleo y poder adquisitivo, lo que limita las posibilidades de abastecerse y
alimentarse. Aspectos como la deserción escolar, la formación de parejas a temprana edad en
hogares que no reciben remesas, arreglos en la dieta, la explotación sexual comercial, la
migración o la incorporación a negocios ilícitos, si bien no son consecuencias directas de las
crisis económica y climática, sí se han agudizado como resultado de las mismas.
Los efectos del cambio climático en Guatemala se han profundizado en la última década. Si no
se toman las medidas oportunas para asegurar un desarrollo compatible con el medio ambiente
pero, sobre todo, que cubra las necesidades de la sociedad sin poner en riesgo la seguridad
alimentaria de los años venideros, es decir, la disponibilidad y acceso a los alimentos, la
situación puede agravarse Por ejemplo, las lluvias torrenciales acaecidas durante el año 2010
tienen consecuencias sobre las condiciones de vida de la población, principalmente por la
magnitud de los daños y pérdidas para la población en situación de subsistencia.
La pérdida de cultivos y el incremento de los precios de los alimentos se encuentran, asimismo,
enmarcados en un contexto de crisis económica que está repercutiendo en las exportaciones e
importaciones, a la inversión extranjera, al turismo y a las remesas, entre otros. Todo ello tiene
impacto negativo en la recaudación fiscal de Guatemala, disminuyendo los recursos públicos
para el desarrollo de niñas, niños y adolescentes, para quienes la situación antes de estos
fenómenos distaba de ser la ideal.
La pérdida de oportunidades de empleo —debido a la contracción de la economía y a los
efectos de las crisis ambientales— afecta a la sociedad guatemalteca, orillando a muchas
personas a realizar trabajos peligrosos o que se sitúan fuera de la ley para obtener ingresos.
Todo parece indicar que la recuperación laboral será más lenta que la recuperación económica
mundial.
Desde ya, la prioridad ha de ser mejorar la calidad de vida de las niñas, niños y adolescentes
de Guatemala. No sólo porque representan el 49% de la población total del país, sino porque el
desarrollo social y económico se juega ahora. En este sentido, si no se toman decisiones
oportunas, los efectos de la crisis económica sobre la niñez y la adolescencia guatemaltecas
traerán consigo una mayor brecha social, sobre todo entre la población indígena rural,
especialmente las mujeres.
Las políticas y programas deberán ayudar a minimizar el impacto de ambas problemáticas,
privilegiando la protección social que garantice el cumplimiento de las necesidades básicas de
las personas en mayor desventaja. La recuperación económica será frágil si no trae consigo,
como mínimo, el fortalecimiento con rostro humano del tejido social.

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LA TORMENTA PERFECTA – Impacto del cambio climático y la crisis económica en la niñez y la adolescencia

1. Panorama de la niñez
y la adolescencia pre-crisis

Después de varios años de crecimiento económico con valores superiores al 3% del producto
interno bruto (PIB) y de relativa estabilidad macroeconómica (FMI, 2010), se produjeron tímidos
avances en la mejoría de las condiciones de vida de la población. A partir del año 2007, el alza
de los precios de los alimentos y el combustible, la crisis económico-financiera mundial, el
cambio climático y, de manera más reciente, el deterioro del empleo, han contribuido a
aumentar el número de personas que están en situación de pobreza y que pasan hambre en
Guatemala.
Gráfica 1.
Crecimiento económico anual como porcentaje del PIB
7
6
6.3%
5
5.4%
4
3 3.9%
3.6%
3.2% 3.3% 3.3%
2
2.5% 2.5%
1
0 0.6%
1999‐ 2002 2003 2004 2005 2006 2007 2008 2009 2010*
2001

Fuente: Fondo Monetario Internacional (FMI, 2010).


* Proyección de crecimiento para 2010 según el Banco de Guatemala (Banguat, 2010d).

Entre los años 2000 y 2006, caracterizados por el crecimiento económico, la tasa de pobreza
general disminuyó en cinco puntos porcentuales, pasando del 56 al 51%. Esta cifra no permite
ver en su magnitud las grandes disparidades existentes en el país, donde la pobreza entre la
población indígena y rural era del 71.9%, según la Encuesta nacional de condiciones de vida
(Encovi, 2006). En lo que respecta a la niñez y la adolescencia, el 59.2% vive en condiciones
de pobreza y, de este porcentaje, el 19.2% es extremadamente pobre (Encovi, 2006).
Además, la pobreza contribuye al aumento del hambre en Guatemala, donde el principal
problema es la desnutrición crónica (baja estatura para la edad), que afecta al 49.8% de la
población menor de cinco años de edad, según Nutrition Update 2010 (Usaid, 2010), 0.5% más
respecto al año 2002. Para el Banco Mundial (2009), la desnutrición crónica es «el único
indicador que no ha mejorado, y en el que Guatemala desgraciadamente tiene uno de los
peores indicadores del mundo».

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LA TORMENTA PERFECTA

En Guatemala, el hambre está relacionada con la dificultad en el acceso a los alimentos. Según
el Programa Mundial de Alimentos (PMA, 2008), «las familias del medio rural adquieren más de
un 80% de sus alimentos en el mercado y el 20% proviene de la producción propia», por lo que
el aumento en los precios les dificulta el acceso a ellos ya que, además, este grupo de
población tiene escasas posibilidades de aumentar o diversificar sus ingresos.
En el ámbito rural, la situación alimentaria y nutricional ha empeorado desde finales del año
2007 debido al aumento del costo de los alimentos y la crisis económica y climática. En muchas
familias, el limitado acceso a alimentos les obliga a consumirlos en menor cantidad y calidad o,
en algunos casos, espaciar las comidas, incluso por varios días.
El 20.5% de la población no tiene acceso a los servicios públicos de salud, según la Encovi
(2006). En lo que respecta a la mortalidad infantil, ésta ha descendido de manera paulatina y
constante a lo largo de los años; sin embargo, aún existe una brecha importante entre el área
urbana y la rural.
Según la Ensmi (2008/09), la tasa de mortalidad infantil nacional es de 34 por cada mil nacidos
vivos: esta cifra es inferior en el área urbana (27) y superior en el área rural (38). Para la región
de Petén, en el norte del país, esta tasa es de 43 por cada mil nacidos vivos, cercana al triple
del área metropolitana (16), lo que evidencia una vez más las grandes disparidades del país en
ámbitos vitales para el desarrollo.
Gráfica 2.
Tasa de mortalidad infantil

90
80
70
60
50 Urbano

40 Rural

30 Nacional
20
10
0
1987 1995 1998/99 2002 2008/09

Fuente: elaboración propia con base en la Ensmi (2008/09).

Tanto el limitado acceso a los servicios de salud, como la falta de información básica sobre
salud reproductiva y sexual, inciden en la alta tasa de fecundidad de Guatemala, que se sitúa
en 3.6 hijas e hijos por mujer en edad fértil, según la Ensmi (2008/09). Otro de los factores que
explica esta tasa de fecundidad es la educación ya que, entre las mujeres sin estudios, la tasa
se sitúa en 5.2 hijas e hijos, frente a los 2.3 en mujeres con educación secundaria y superior
(Ensmi, 2009).

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LA TORMENTA PERFECTA

En el ámbito educativo se han logrado importantes avances, como la tasa neta de


escolarización en primaria, que ha «aumentado casi el 25% desde principios de los años
noventa, hasta alcanzar el 96.3% en 2007» (Icefi, 2009). Para el año 2009, según el Ministerio
de Educación (Mineduc), esta tasa neta de escolarización en primaria (niñas y niños entre 7 y
12 años) alcanzó el 98.3%.
Un análisis de las tasas educativas
promedio en los diferentes grupos de
la población nos da una idea de los
grandes desafíos existentes en el país:
«Un guatemalteco no-indígena del
área urbana tiene como promedio un
nivel de alfabetismo comparable con el
promedio de Brasil (97%). La tasa de
alfabetismo de la mujer indígena del
área rural es 30% más bajo,
comparable a la de Burundi (68%)»
(Icefi, 2009).
El bajo rendimiento en los niveles
educativos que presenta Guatemala se
deben a factores estructurales como la ©UNICEF/Guatemala2010/JRChewsKlée
pobreza extrema, el nivel de ingreso
familiar, la educación de los padres, la
distancia de los centros educativos o el acceso a servicios básicos (USAID/AED/Icefi, 2007).
Por su parte, entre la población indígena escolar, los principales problemas que se encuentran
para su ingreso y permanencia en la escuela son el rezago escolar, la sobre edad, el
ausentismo y la deserción escolar, así como «otras causas de carácter cultural, social y
económico» en las que «la pobreza es, sin lugar a dudas, el factor determinante que explica el
abandono de las aulas por parte de la niña» (UNICEF, 2007b). Para el Banco Mundial (2009),
«los problemas de salud y la falta de interés son las principales razones para el abandono entre
los estudiantes de primaria».
La productividad laboral es baja en comparación con otros países del entorno, debido, en parte,
al bajo nivel educativo y a las consecuencias de la desnutrición. Asimismo, la tendencia
histórica al trabajo infantil es alta y va en aumento debido, muchas veces, a la necesidad de
contribuir al sustento del hogar, agravado en períodos de crisis económica y por los efectos del
cambio climático. Con frecuencia, estas situaciones llevan a la migración temporal o
permanente a otras partes del país e, incluso, al extranjero.
Durante el siglo XXI la población guatemalteca residente fuera del país ha aumentado de
manera constante. De esta manera, para el año 2003, el 10.5% de la población vivía fuera (1
273 658); este porcentaje ha llegado, en 2009, al 11.3% (1 590 832). Asimismo, la entrada de
remesas ha seguido la misma tendencia positiva durante todos estos años hasta que, en 2009,
descendió un 9.3% respecto al año 2008. Ello, como consecuencia de la crisis económica y la
pérdida de empleo, según la Organización Internacional para las Migraciones (OIM/UNICEF,
2009).
Desde la firma de los Acuerdos de paz, los hechos delictivos han ido en aumento en todo el
país. En 1996, año de dicha firma, la tasa de homicidios por cada cien mil habitantes era de 40,
es decir 3619 homicidios. Aunque esta tasa se redujo durante tres años consecutivos, llegando
en 1999 a 26 (2655 homicidios), desde entonces se ha incrementado cada año. De esa cuenta,
en 2008 se llegó a 46 por cada cien mil habitantes (un total de 6292 homicidios). Por su parte,
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LA TORMENTA PERFECTA

2009 fue el año más violento de la historia de la República, alcanzando una tasa de homicidios
de 47 (6498 muertes violentas, según la Policía Nacional Civil, PNC). «Del total de víctimas,
720 fueron mujeres y 510 niños» (OACNUDH, 2010).

Gráfica 3.
Homicidios en Guatemala (1995-2009).
7000
6498
5885 6292
6000
5781
5338
5000
4507
4237
4000 3998
3619 3631
3260 3310 3230
3000 2904
2655
2000

1000

0
1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007 2008 2009

Fuente: elaboración propia con base a PNUD (2007), PDH (2009) y OACNUDH (2010).

En 2006, se cometieron 5885 homicidios de acuerdo con la misma organización policial. En ese
año, el costo de la violencia en Guatemala ascendió a Q. 17 900.4 millones (USD 2386
millones), representando el 7.3% del PIB. Esto supone «más del doble del valor de los daños
que causó al país la tormenta Stan en octubre del año 2005, y a más del doble de los recursos
asignados a los ministerios de Salud, Educación y Agricultura para el año 2006», según el
Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD, 2006).
Según el Banco Mundial (2009), «la frecuente impunidad y la exclusión social, un sistema de
justicia ineficaz y una juventud que enfrenta el problema de tomar decisiones con incentivos
negativos, son algunos de los factores que contribuyen a una mayor actividad delictiva».
Durante estos años también se han producido avances importantes en el marco normativo del
país, como la implementación de la Ley de adopciones, aprobada en 2007, así como la entrada
en vigencia del Convenio de La Haya sobre protección del niño y cooperación internacional con
relación a la adopción internacional. Con ello se puso fin a un período negro de la historia de
Guatemala: en un lapso de diez años, entre 1997 y 2007, 25 198 niñas y niños fueron
entregados en adopción internacional (UNICEF, 2008), sin garantías que aseguraran sus
derechos. Sin embargo, el persistente clima de impunidad —en el que más del 98% de los
crímenes y delitos quedan impunes, según la Comisión Internacional Contra la Impunidad en
Guatemala (Cicig)— dificulta una implementación efectiva de dichas leyes.

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LA TORMENTA PERFECTA – Impacto del cambio climático y la crisis económica en la niñez y la adolescencia

2. Impacto del cambio climático


y la crisis económico-financiera

Guatemala se ha visto impactada de manera severa por los efectos del cambio climático y de la
crisis económica y financiera, sufriendo transformaciones sustanciales en las condiciones de
vida de su población, especialmente de la niñez y la adolescencia, grupos que con anterioridad
a estas crisis se encontraban ya en una situación particularmente preocupante.
Debido al aumento de los precios de los alimentos y los combustibles, gran cantidad de familias
se vieron incapacitadas para asegurar su abastecimiento regular de muchos productos básicos,
como el maíz y el frijol. Esta situación tiene como consecuencia un empeoramiento en la
situación nutricional de niñas, niños y adolescentes de dichas familias y puede condicionar su
desarrollo físico e intelectual.
Los altos niveles de inequidad, la urbanización no
planificada, la discriminación por género y etnia,
la insuficiencia de acciones orientadas de
manera específica a la agricultura y al desarrollo
rural, el abandono escolar y el hambre, así como
los efectos de los embates climatológicos, son
algunas de las razones por las que más de una
de cada dos niñas, niños y adolescentes en
Guatemala sufría condiciones de pobreza desde
antes de la crisis.
La crisis económico-financiera mundial continúa
impactando en Guatemala, tanto en el sector
público como el privado, trayendo como
consecuencia un aumento en la ya de por sí alta
brecha social.
Las dos crisis analizadas en el presente
©UNICEF/Guatemala2010/JRChewsKlée
documento han aumentado el número de
guatemaltecos y guatemaltecas que están en
situación de desempleo, tanto dentro como fuera del país.
Las remesas, uno de los motores de la economía nacional (11.08% del PIB en 2009, según el
Banguat), también cayeron durante ese año debido al impacto de la crisis económica sobre los
guatemaltecos que se encontraban viviendo y trabajando fuera del territorio y que enviaban
periódicamente una suma económica a sus familias en el país. El descenso alcanzó el -9.3%,
por lo que algunos hogares que reciben remesas se han visto en la necesidad de buscar
estrategias para complementar los ingresos forzando, en ocasiones, a sus hijas e hijos a
emplearse o ausentarse de la escuela. En efecto, según la encuesta realizada por
OIM/UNICEF en 2009, el 8.7% de niñas y niños de entre siete y diecisiete años de edad que
viven en hogares que reciben remesas desertaron del sistema educativo sobre un total de 1
247 048 personas.

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LA TORMENTA PERFECTA

Gráfica 4.
Escolaridad de niños y niñas de 7 a 17 años de edad beneficiarias de
remesas (2009)

550,773; (44.17%)
1,200,000

524,180; (42.03%)
1,074,953; (86.2%)
1,000,000
172,095; (13.8%)
800,000
No inscritos

108,514; (8.7%)

82,727; (6.63%)
89,368; (7.17%)

54,178; (4.34%)

54,336; (4.36%)
600,000 Inscritos 

400,000 Deserción Escolar

200,000

0
Total Niñas Niños

Fuente: OIM/UNICEF (2009).

Además, las crisis analizadas inciden en la alimentación, especialmente de las familias más
pobres. Se come menos y de menor calidad. Al escasear la alimentación, los niveles de
desnutrición aumentan. Los cambios en el consumo alimenticio repercuten la ingesta de carne
roja, pollo y lácteos que, en su mayoría, suelen estar ausentes de la dieta, incluso desde antes
de la crisis, circunstancia que en la actualidad se ha agravado. El grupo más damnificado
dentro de la población son las mujeres, especialmente aquellas que tienen varios hijos e hijas,
ya que son las más afectadas por la falta de comida (pues suelen ser las últimas en comer) e
ingieren alimentos en menor cantidad.
La escasa alimentación daña también a las mujeres adolescentes, las más vulnerables frente a
las crisis. Según la Red Humanitaria, tras el periodo de sequía que padeció Guatemala durante
el año 2009, de entre la población femenina entre diez y diecinueve años consultada en el
corredor seco del país, el 24.8% presentaba cuadros de desnutrición aguda, observándose la
existencia de «una correlación directa entre el grupo de edad y la ocurrencia de desnutrición
aguda. Así, el grupo de mujeres más jóvenes presentan mayor probabilidad de desnutrición
aguda» (Red Humanitaria, 2009).
Esta situación probablemente se ha agravado aún más tras el paso de Agatha y la erupción del
volcán Pacaya, «descapitalizando a los hogares afectados, lo que reduce su capacidad de
respuesta y adaptación para futuros shocks» (MFEWS/USAID, 2010) y aumentando la
vulnerabilidad ante próximos fenómenos atmosféricos. A este respecto, según el Banco
Mundial (2009), «las condiciones particulares de los pobres –su falta de ahorros y de otros
medios para compensar una pérdida inesperada- los hace particularmente susceptibles o
vulnerables».

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LA TORMENTA PERFECTA

2.1 Cambio climático


Variabilidad en el régimen de lluvias, incremento de las temperaturas, inundaciones… Todas,
evidencias de que el cambio climático está impactando de manera cotidiana el desarrollo
social, cultural, económico y medioambiental del país, condicionando negativamente las
oportunidades de desarrollo de niñas, niños y adolescentes, más aún si no se cuenta con
planes y acciones que lo prevengan.
Según el Banco Mundial (2009), las personas que «viven muy cerca de la línea de la pobreza
extrema, fácilmente pueden caer del otro lado sólo con un pequeño embate provocado por un
desastre natural» y que, además, «les toma mucho más tiempo recuperarse de una crisis, por
lo que es mejor tratar de contar con estrategias de prevención que ayuden a mitigar los efectos
de la crisis desde un primer momento». Ello se torna especialmente preocupante en
Guatemala, uno de los diez países más vulnerables a desastres naturales, según la Estrategia
Internacional para la Reducción de Desastres (UNISDR, 2009).
Para Oxfam (2010) «la pobreza, más que cualquier otro factor, determina la vulnerabilidad
frente al cambio climático y limita la capacitad de adaptación. La combinación del acceso a y el
control de la tierra, el dinero, los créditos, la información, la atención sanitaria, la movilidad
personal y la educación determina la capacidad de supervivencia y de recuperación frente a
desastres».

¿Qué es el cambio climático?

Es la modificación del «clima atribuida directa o


indirectamente a la actividad humana que altera la
composición de la atmósfera mundial y que se suma a la
variabilidad del clima observada durante períodos de
tiempo comparables», según la Convención marco de las
Naciones Unidas sobre el cambio climático.

Según el Gobierno de Guatemala (2010b), entre mayo y septiembre del año 2010 la población
afectada por los diferentes eventos climáticos que azotaron Guatemala ascendió a 911 043
(3.9% de la población total de Guatemala) personas, el 75% debido a la tormenta Agatha y a la
erupción del volcán Pacaya. Los daños y pérdidas ocasionados en 2010 por el acumulado de
eventos ascienden a 1,553.3 millones de dólares, equivalente a casi el 25% del monto del
presupuesto de egresos de la Nación.
Los efectos del cambio climático tienen un fuerte impacto en la economía guatemalteca. La
agricultura, una de las principales actividades económicas legales del país, que representa el

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LA TORMENTA PERFECTA

13.5% del PIB (Banguat, 2010e) y emplea al 29.2% de la población (Encovi, 2006), está
seriamente afectada. Se trata, además, de un sector muy vulnerable a cualquier cambio de
temperatura o fenómeno atmosférico, como sequías, olas de calor o tormentas.
Según el Sistema Mesoamericano de Alerta Temprana para la Seguridad Alimentaria
(MFEWS/USAID, 2010), el paso de la tormenta Agatha provocó pérdidas y daños en la
producción de hortalizas, papa, café y otros cultivos, lo que «afectará la generación de ingresos
por una reducción en los volúmenes comercializados y también por una menor demanda de
mano de obra no calificada, fuente importante de ingresos en los hogares más pobres».
Cuando una cosecha se pierde, muchas familias quedan sin alimentación y sin empleo.
Además, al darse menos cosechas, los precios de los alimentos aumentarán, por lo que habrá
sectores sociales que estarán impedidos económicamente para poder comprar determinados
alimentos, como frijol o maíz, lo que podría aumentar el número de personas que pasan
hambre.
Para Oxfam (2010) a nivel mundial, «las poblaciones que dependen de la agricultura son
particularmente vulnerables al cambio climático, debido a que sus actividades son sensibles al
clima y debido a la marginalización económica en la que se encuentran». Ello, además «se
agrava en el caso de las mujeres debido a las desigualdades de género y debido a los
impactos de la emigración de la población masculina en respuesta a los choques climáticos y la
pérdida de cosechas».
Según el Instituto de Sismología, Vulcanología, Meteorología e Hidrología (Insivumeh) en el
boletín climático 1-2010, los acumulados de precipitación en 2009 disminuyeron en un 33% en
comparación con 2008, debido a la sequía que azotó, sobre todo, al corredor seco. Esto
provocó daños en los suelos y en la vegetación, lo que causa serios problemas de retención de
agua en periodos de lluvias y produciéndose deslaves con lluvias torrenciales
La calidad del agua se ve afectada, tanto por el
efecto del cambio climático como por acciones
humanas irresponsables. La contaminación de
ríos y lagos (como en el caso del lago de Atitlán),
así como la degradación de zonas de captación
de agua, son situaciones que se están agravando
como consecuencia de los vertidos y su escasa
protección, tanto por parte del Estado como de la
ciudadanía.
La Laguna del Tigre, en el departamento de
Petén, que contiene la reserva de agua dulce más
grande de Centroamérica, también está
amenazada por su escasa conservación.
El deterioro de la calidad del agua tiene un efecto
directo y perjudicial para la salud, higiene y
saneamiento ambiental, impactando en la
nutrición de niñas y niños, especialmente los de
menor edad.
El rico patrimonio histórico y cultural de
Guatemala también padece las consecuencias de
las alteraciones en el clima. No sólo aumentan los ©UNICEF/Guatemala2010/JRChewsKlée
costos para su conservación, sino que su ritmo de
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LA TORMENTA PERFECTA

deterioro es mayor, lo que tiene incidencia en la cantidad de turistas que llegan a Guatemala
con el propósito de conocer el país. El ingreso de divisas por turismo y, sobre todo, el número
de empleos —formales e informales— se reducen. Sólo en el año 2009, el ingreso de divisas
por turismo y viajes descendió un 9.63% respecto a 2008 asociado a la crisis económica. Lejos
de mejorar, durante el primer semestre del año 2010 estas divisas se redujeron un 3.99% con
respecto al mismo período del año 2009, según Banguat.
Por otro lado, algunas regiones del país podrían beneficiarse del cambio climático, ya que el
aumento de la temperatura puede repercutir de manera positiva en ciertos cultivos, aunque a
largo plazo también podría suscitar efectos negativos, como la aparición de nuevas plagas y
enfermedades, o menor cantidad de agua potable, particularmente en el denominado corredor
seco, ya que «las altas temperaturas facilitan la existencia de insectos y enfermedades en las
plantas, agravando el riesgo de la pérdida de las plantaciones. Los cambios en la precipitación
afectan directamente la humedad del suelo y por lo tanto, la producción de alimentos» (Cepal,
2010).
El cambio climático tiene, igualmente, efectos sobre la salud. Aparecen más casos por estrés
del calor, malaria, dengue, cólera, enfermedades respiratorias y otras relacionadas con la
variabilidad en las precipitaciones, la disponibilidad de agua potable y la calidad del aire. Para
hacer frente a un deterioro de la salubridad y a una mayor demanda de servicios, el Estado
deberá aumentar el gasto destinado a la salud, el cual, en la actualidad, representa el ya
altamente insuficiente 1% del PIB.
Además, podría aumentar la movilidad humana. Habrá zonas del país donde será difícil
sobrevivir, sea porque no se puede cultivar, o porque la temperatura y eventos climatológicos lo
desaconsejen. Con ello se espera un incremento de la migración del área rural a las zonas
urbanas, ocasionada por la búsqueda tanto de nuevas fuentes de trabajo como de lugares
donde vivir, aumentado el número de asentamientos urbanos y periurbanos precarios.
Los casos por diarrea pueden incrementarse. De ser así, continuaría una tendencia histórica en
Guatemala, aunque ésta se podría ver agravada. Desde el año 1987, con datos de la Ensmi, el
porcentaje de niñas y niños menores de cinco años de edad que han tenido diarrea durante las
dos semanas previas a la encuesta, según las madres, ha aumentado, pasando de 16.7%, en
aquel año, a 22.5% para el periodo 2008-2009 (Ensmi, 2009).
Según Acción contra el Hambre, tras la
tormenta Agatha los casos de niños y niñas
con enfermedades diarreicas agudas
(EDAS) aumentaron un 300%, lo cual
evidencia «el impacto de la contaminación
generalizada de pozos debido al traslado de
los contenidos de las letrinas y sedimentos
por las inundaciones» (Acción contra el
Hambre, 2010). Asimismo, también
aumentaron las infecciones respiratorias
agudas (IRAS).
Esto incide directamente en el estado
nutricional de la población, especialmente
©UNICEF/Guatemala2010/JRChewsKlée de las y los menores de cinco años. La
diarrea y la desnutrición forman un círculo
vicioso que incide en el desarrollo de niñas
y niños. La diarrea y otras infecciones provocan pérdida de peso, dañan los intestinos e
15
LA TORMENTA PERFECTA

impiden el crecimiento adecuado. La desnutrición, por su parte, produce un descenso


importante en las defensas del organismo, lo cual provoca una mayor propensión a contraer
infecciones. La falta de acceso a agua potable y saneamiento básico agrava este ciclo
perverso, incrementando el riesgo de enfermedades infecciosas, más aún en aquellos lugares
en donde hay acumulación de agua contaminada.
Los efectos de las alteraciones en el patrón del clima serán más intensos en aquellos lugares
en donde la deforestación es más severa. Tradicionalmente, los bosques han sido
considerados como productores de madera y leña, pero también contribuyen «a regular el
clima, inundaciones, enfermedades y el agua; ofrecen recreación y educación; y apoyan la
formación de suelos, así como la producción primaria y reciclaje de nutrientes» (IARNA, 2009).
Tienen, por consiguiente, un papel fundamental en la conservación medioambiental.
De hecho, la tala de árboles en las áreas rurales ha aumentado a un ritmo superior a su
reforestación. Los desprendimientos de tierra, por ejemplo, son más constantes allí donde hay
poca cantidad de árboles. En muchas comunidades, la tala de árboles obedece a la necesidad
de conseguir leña para los hogares. Aunque la tala se realice por adultos, los niños y los
adolescentes suelen trabajar acarreando la leña hasta la cabecera municipal para su venta o
consumo, lo que les impide asistir de manera regular a la escuela y, además, frena su
desarrollo físico deseable.
Un bajo nivel de adaptación al cambio climático aumenta el riesgo de pérdida de las cosechas,
contribuye a la disminución del empleo y, por ende, genera sensibles dificultades para
encontrar la senda del desarrollo sostenible. Cabe recordar que si la agricultura se reduce, las
arcas públicas se resienten. De esta manera, el Estado debe hacer frente a más gastos
derivados de sequías, inundaciones, epidemias, olas de calor o pérdidas en la infraestructura,
entre otros, pero cuenta con menos recursos económicos para hacerlo.

¿En qué me afecta el cambio climático?


 Aumento de la temperatura. Algunas regiones del país tendrán más días
de calor extremo y otras de frío extremo.
 Variabilidad en los regímenes de lluvia. La temporada de lluvias en el
país puede padecer cambios; en algunas zonas lloverá con más fuerza.
 Aumento en el nivel del mar, especialmente en la costa sur de
Guatemala. Mayor probabilidad de padecer eventos climáticos extremos
como lluvias intensas, inundaciones y deslizamientos de tierra.
 Contaminación de ríos y lagos.

16
LA TORMENTA PERFECTA

2.2 Crisis económico-financiera


Aunque esta crisis comenzó a manifestarse a nivel global a finales del año 2007, fecha en la
que afectó a Guatemala en el alza de los precios de los combustibles y los alimentos, no fue
sino hasta 2009 cuando tuvo su mayor impacto en todos los sectores del país, especialmente
en la población más vulnerable. Las exportaciones, las remesas, la inversión extranjera directa
y el turismo se vieron duramente dañados, reduciéndose de manera considerable.
Mientras que en 2008 la economía guatemalteca experimentó un crecimiento del PIB del 3.3%,
para el año 2009 lo hizo un 0.6% (Banguat, 2010), alcanzando los 193 949 millones de
quetzales. El ritmo inflacionario disminuyó del 9.4% en 2008 al -0.28% en 2009. Junto a ello, la
entrada de remesas cayó un 9.3% respecto al año 2008. Todo ello pudo contribuir a un
deterioro en la situación de la niñez y la adolescencia del país, segmentos poblacionales que, si
bien no sintieron mayores beneficios durante los años de bonanza económica, sí están
padeciendo las consecuencias más graves de la crisis.

Tabla 1.
Guatemala: principales indicadores económicos

Tasa
Indicador
2007 2008 2009 2010
(Proyección)

Inflación 8.75 9.4 -0.28 4.6

Crecimiento económico 6.3 3.3 0.6 2.5

Remesas (variación interanual) 14.4 4.5 -9.3 3.5

Déficit fiscal (como porcentaje del


1.4 1.6 3.2 3.1
PIB)

Déficit en cuenta corriente -5.2 -4.5 -0.6 -3.3

Ingresos tributarios (variación


15.8 5.8 -4.9 6.49
interanual)
Valor FOB de las exportaciones
14.7 12.2 -6.6 5.7
totales (tasa de variación)
Valor CIF de las importaciones
13.9 7.2 -20.8 10.3
totales (tasa de variación)
Fuente: elaboración propia con datos del Banguat, el FMI y el Ministerio de Finanzas Públicas (Minfin).

17
LA TORMENTA PERFECTA

Las finanzas públicas experimentan los efectos de la crisis de manera contundente. Para el año
2009, se aprobó un presupuesto de 49 723.1 millones de quetzales (Asíes, 2008), con base en
una expectativa de recaudación de impuestos que no se logró cumplir. Además, los ingresos
tributarios en el país se redujeron un 4.9% respecto a 2008 (Minfin, 2010). Sin embargo, para el
año 2010, según el proyecto de presupuestos, la variación esperada en los ingresos tributarios
es del 6.49% con respecto al cierre de 2009 (30 525 millones de quetzales).
El Estado, ante la dificultad de cumplir con sus compromisos financieros debido a la caída en la
recaudación tributaria, recurrió al endeudamiento y a la contención del gasto público. Como
resultado, el déficit fiscal aumentó hasta el 3.2% del PIB, 9 920.6 millones de quetzales, de los
cuales el 44.2% se sufragó mediante financiamiento interno bruto, el 41.4% con financiamiento
externo y el restante 14.3% con recursos de caja.

¿Qué es el PIB?

El producto interno bruto es el resultado de la suma


monetaria de los bienes y servicios producidos en
Guatemala y transados en un año determinado. El PIB
sumó 193 949 millones de quetzales en 2009, creciendo
un 0.6% respecto a 2008.

También se redujo el consumo interno debido a que, por una parte, hay más personas sin
empleo que, cuentan con menos recursos económicos. Por otro lado, los precios siguen altos,
por lo que no todas las personas tienen un acceso adecuado, especialmente a los alimentos
básicos.
Las personas que viven en situación de pobreza extrema dedican la totalidad de su
presupuesto para abastecerse de los alimentos básicos. Cualquier aumento en los precios
tiene un mayor impacto en la situación de estas personas, lo que incide en el aumento de la
brecha de pobreza.
Jesús Alvarado, indígena achí, de cincuenta años, vive en Rabinal (municipio de Baja
Verapaz); relata el impacto de la crisis en su familia de la siguiente manera: «Las cosechas ya
no son las mismas y comprar maíz o frijol sale muy caro. En 2008 subió a cinco quetzales la
libra y no baja. Por eso, mi esposa muchas veces mezcla el maíz con maicillo para que abunde
la masa para hacer tortillas».
El aumento en el costo de los productos está asociado con los precios internacionales de los
carburantes y de los alimentos de mayor consumo en Guatemala, como el maíz, arroz y frijol.
Según el Programa Mundial de Alimentos (PMA), la mayor parte de las familias depende del
mercado para adquirir sus bienes y el aumento de precios de la canasta básica puede causar
un incremento del número de personas viviendo en condiciones de pobreza (PMA, 2008).

18
LA TORMENTA PERFECTA

Gráfica 5.
Precios internacionales del petróleo, el maíz y el trigo

100
90
80
70
60 Petróleo
50
Maíz
40
Trigo
30
20
10
0
2006 2007 2008 2009 2010* 2011*

Fuente: Banguat (2010).


* Proyección.

Tal como se desprende de la gráfica anterior, aunque en 2009 hubo una disminución de los
precios internacionales del petróleo, el maíz y el trigo, durante el año 2010 el costo de estos
productos ha vuelto a aumentar, según lo había previsto el Banco de Guatemala (Banguat,
2010). De acuerdo con este organismo, el precio del petróleo para este último año se ubicaría
en 84.6 dólares el barril, superior en 37% respecto del precio promedio de 2009. En el caso del
maíz, el incremento sería de un 19.4% en 2010, hasta llegar a los 8 dólares por quintal; por su
parte, el trigo tendría un precio promedio de 9.5 dólares el quintal, aumentando un 8% respecto
a 2009. Para el año 2011, se prevé que los precios seguirán incrementándose, según el
Banguat.
El análisis del Presupuesto de ingresos y egresos de la nación 2009 permite conocer la
cantidad de recursos ejecutados para mejorar las condiciones de vida de la niñez y la
adolescencia en el país. Según un estudio del Instituto Centroamericano de Estudios Fiscales,
elaborado para UNICEF (Icefi, 2009b), el gasto público destinado a niñez y adolescencia
ascendió a 17 753.3 millones de quetzales, «lo que representa el 35.7% del presupuesto total
de egresos». De este monto, el 49.6% se refiere a gasto relacionado con programas dirigidos
específicamente a este grupo de población.
El 46.3% de la inversión pública nacional en niñez y adolescencia, según el Icefi, se destina a
educación, otro 20.7% a vivienda y servicios comunitarios, «donde los programas de
abastecimiento de agua juegan un papel significativo». La protección social equivale al 18.9%
del presupuesto destinado a niñez y adolescencia, teniendo «un rol importante tanto el
19
LA TORMENTA PERFECTA

programa de transferencias condicionadas, “Mi Familia Progresa”, como el programa de


alimentación escolar»
.
El Icefi hace un análisis de la inversión pública en niñez y adolescencia por persona para este
grupo de edad con base al presupuesto. De esta manera, «el gasto destinado a educación se
aproxima a los Q1,200.00, en contraste con los Q239.7 destinados a Salud. Por su parte,
protección social y Vivienda y Servicios Comunitarios registran gastos por habitante (de 0 a 17
años cumplidos) entre los Q490.0 y los Q540.0, respectivamente» (sic).
De acuerdo con cifras del Banguat establecidas con información al mes de abril, en 2010 la
economía guatemalteca puede llegar a crecer entre el 1.7 y el 2.5%. No obstante, la población
tardará mucho más tiempo en recuperarse de los efectos de la crisis económica, especialmente
en los ámbitos vinculados con el desarrollo de la niñez y la adolescencia, sobre todo si no se
incrementa la inversión social destinada a este grupo de edad. Además, «dicha estimación no
incluye el posible efecto derivado de la erupción del Volcán de Pacaya [sic] y de la tormenta
tropical Agatha» (Banguat, 2010b), que ha provocado daños y pérdidas en el sector público y
privado por valor de 7 855.7 millones de quetzales (Gobierno de Guatemala, 2010), teniendo un
impacto total sobre el PIB del 2.6%. Sin embargo, para el segundo semestre, Banguat ha
ajustado su proyección a un crecimiento esperado entre el 2.0% a 2.8%.
Para el año 2010, la carga tributaria se mantiene baja, al igual que el año precedente. Por ello,
el Estado tiene que recompensar el espacio fiscal con deuda pública. En este aspecto, para el
año 2009, la recaudación representó el 10.4% del PIB, porcentaje que la ubica como una de las
más bajas de la región (Minfin, 2010). Este porcentaje está compuesto principalmente por lo
que se recauda a partir de impuestos indirectos, ya que el «sistema de tributación directa,
relacionado con la renta es, en cambio, muy débil y representa menos del 30% de la
recaudación tributaria. Además, las exenciones y los gastos deducibles, junto con el
establecimiento de regímenes alternativos, han hecho del impuesto sobre la renta un impuesto
complejo y poco efectivo» (Icefi, 2009).
Las estimaciones contemplan que, para el 2010 la carga tributaria sufrirá un ligero retroceso,
rondando el 10.2% del PIB (Minfin, 2010b). En lo que respecta a la deuda pública, para este
mismo año se plantea la emisión de bonos del tesoro por valor de 4500 millones de quetzales,
mientras que la contratación de deuda pública externa supone el desembolso de,
aproximadamente, 6700 millones de quetzales. Para finales del año 2010, la deuda pública
podría pasar del 23.6%, en el año 2009, al 26.5%.
En lo que respecta a la reforma fiscal, en el momento de finalizar este documento aún se
encontraban en el Congreso de la República las iniciativas de ley que contemplan la
modernización del sistema tributario indirecto y aduanero, el fortalecimiento del Código
Tributario, algunos cambios a la imposición directa y la modernización del marco legal
aduanero, entre otras.

20
LA TORMENTA PERFECTA

Algunos efectos de la crisis económica y financiera en


Guatemala
- Incremento del número de personas que pasan hambre
- Menos exportaciones
- Menos remesas
- Más violencia
- Mayor inseguridad alimentaria
- Más demanda en servicios públicos de educación y salud
- Menor presupuesto público
- Más presión sobre los recursos medioambientales
- Aumento de los negocios ilícitos

2.3 Crisis de empleo


Como consecuencia de la crisis económica-financiera y el cambio climático, se ha generado
una crisis laboral de gran impacto que tiene como resultado la pérdida de oportunidades de
empleo de guatemaltecos y guatemaltecas, tanto dentro como fuera del país. En Guatemala,
miles de personas han perdido sus puestos de trabajo y, con ello, una entrada importante de
recursos económicos para el hogar, cuando no la única entrada de dinero. La pérdida de
oportunidades de empleo de quienes viven fuera del país también repercute, ya que se reduce
el envío de remesas para algunas familias.
La carencia de un sistema de protección social público que
provea un seguro de desempleo, la pérdida de puestos de
trabajo y la disminución en la disponibilidad de recursos
económicos en el hogar obligan a las familias a adoptar
estrategias, sea para complementar ingresos, o sea para
reducir costes, lo que incide en la situación de niñas, niños y
adolescentes. Entre otros, aumentan el trabajo infantil, la
violencia y la explotación sexual. En algunos casos, se
termina aceptando empleos de alto riesgo y que, en
ocasiones, están mal remunerados.
«Yo le ayudo a mi papá a buscar chatarra y botes en el
basurero porque eso nos da para comer», dice William
Santos, de diez años, quien vive junto a su familia en el
caserío Pueblo Nuevo, en el municipio de Olintepeque
(departamento de Quetzaltenango). William afirma que
diariamente logra juntar un costal de pedazos de hierro y latas
que recoge entre la basura y que luego vende en un comercio.
©UNICEF/Guatemala2008/JRChewsKlée
Su padre, Víctor Santos, observa atento el trabajo de su hijo
en el vertedero de desechos. «Yo no sé la letra y sin eso no

21
LA TORMENTA PERFECTA

encuentro trabajo, tampoco consigo en el campo porque la gente ya no siembra maíz. Un día
decidí irme al basurero y aprendí a ganar dinero buscando latas de aluminio, cobre y bronce
que luego vendo», expresa Santos.
«Cada día hay más gente en el basurero y desde principios de 2009 la competencia es fuerte
porque mucha gente fue despedida de su trabajo y ahora busca cómo ganar unos centavos.
Llegan albañiles, agricultores… y ahora me cuesta más juntar latas», agrega Víctor Santos.
La creación de empleos a nivel mundial será más lenta que la recuperación económica, ya que
las empresas tardarán en volver a contratar mano de obra. En el caso de Guatemala, esto se
evidencia, por ejemplo, en la tasa de variación de las exportaciones totales, que se redujo en el
año 2009 un 6.6%, con respecto a 2008 (Banguat, 2010d). Aunque en 2010 las exportaciones
vuelvan a valores positivos (5.7%, según el Banguat), todavía no se recupera el valor de los
años precedentes de crecimiento económico. Es por ello que hasta que la demanda de Estados
Unidos —país receptor «del 50% de las exportaciones» (Icefi, 2010) guatemaltecas— no se
afiance, el empleo en Guatemala seguirá estancado, según diferentes análisis.

Gráfica 6.
Valor FOB de las exportaciones totales (tasa de variación)

14.70%
15.00%
12.90%
12.20% 11.70% 12.20%
11.20%

10.00% 8.80%
7.10% 6.90%
5.70%

5.00%

0.00%

‐1.40%
‐3.40%
‐5.00%

‐6.60%

‐10.00%
1998 1999 2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007 2008 2009 2010*

Fuente: Banco de Guatemala (Banguat, 2010c).


* Proyección.

22
LA TORMENTA PERFECTA

Intervenir cuando hay empleos en riesgo es siempre menos costoso que hacerlo cuando éstos
ya se perdieron. En algunos países de la zona euro, como Alemania, se ha recurrido a la
jornada reducida como medida de protección laboral (FMI, 2009); ello, bajo la perspectiva del
Estado y las empresas, en el sentido de que es mejor mantener a los trabajadores de planta y
esperar tiempos mejores que pagar indemnizaciones por despido y luego, tras contratar nuevo
personal, invertir en su formación.
Por otro lado, el desempleo originado por los efectos de los fenómenos climatológicos en el
sector de la agricultura podría ser utilizado por el crimen organizado para apropiarse de tierras
y expulsar a sus propietarios, lo que crea un entorno propicio para la delincuencia, en un
contexto marcado por la impunidad. Sirva como dato que los daños y pérdidas generados
durante la temporada de lluvias en el sector de la agricultura, ganadería y pesca ascienden a
862.6 millones de quetzales (Gobierno de Guatemala, 2010b). A lo que hay que agregar que
«la delincuencia es un obstáculo para los negocios y la generación de empleo» (Banco
Mundial, 2009).
La baja cualificación de la mano de obra limita el crecimiento económico y productivo de
Guatemala. Ello se debe tanto a un bajo nivel educativo como a las consecuencias de la
desnutrición crónica en los primeros años de vida. En su conjunto, esto limita el acceso a
trabajos mejor remunerados y con buenas prestaciones y puede inducir a muchas personas a
aceptar empleos en actividades ilícitas ligadas, en más de una ocasión, a conductas criminales
o violentas, lo que incide en sectores clave para el desarrollo del país, como salud, educación,
economía, trabajo y agricultura.

23
LA TORMENTA PERFECTA

2.4 Remesas
Hablar del impacto de la crisis económica en las y los guatemaltecos es ampliar la frontera
geográfica. Según la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), 1 590 832
guatemaltecos residen en el extranjero y envían remesas a sus hogares en Guatemala con
cierta periodicidad. De los 4 386 678 guatemaltecas y guatemaltecos que se benefician de las
remesas, el 39% tiene menos de dieciocho años de edad (OIM/UNICEF, 2009).
Las remesas representaron el 11.08% del PIB guatemalteco en 2009, suponiendo un descenso
del 9.3% respecto al año 2008, según datos del Banco de Guatemala. No obstante, en los
primeros nueve meses de 2010 se revirtió esta tendencia negativa, pues aumentó la entrada de
remesas entre enero y septiembre en un 4.5%, en comparación con el mismo período de 2009,
lo que ha llevado al Banguat a estimar un crecimiento del 3.5% para el año 2010 (Banguat,
2010).
Gráfica 7.
Ingreso de divisas por remesas (tasa de variación)

35

30

25

20
33.4
15

21.1 21
10 17.3
14.4
5
4.5 3.5
0

‐5 ‐9.3

‐10
2003 2004 2005 2006 2007 2008 2009 2010*

Fuente: Banguat (2010c).


* Proyección.

En otros períodos de crisis económica, las remesas han jugado un papel crucial, aumentando
el consumo y reactivando la economía, sobre todo en crisis nacionales. En el caso de las
actuales dificultades financieras, el colapso se originó en Estados Unidos, país de donde
procede la mayoría de las remesas (95.8%, según OIM/Unicef 2009) y cuyos emisores se

24
LA TORMENTA PERFECTA

encuentran, en muchos casos, sin empleo y, por lo tanto, con escasa disponibilidad para seguir
enviándolas.
En Estados Unidos, el desempleo tiene un impacto desigual entre sectores y tipos de
trabajador. Según el Departamento de Trabajo de ese país, el desempleo en latinos llegó al
11.9% en hombres y al 12% en mujeres, según datos de septiembre de 2010 (tasas similares a
las registradas en el mismo mes de 2009: 12.6 y 11.6%, respectivamente).
Para medir el impacto de la crisis económica en hogares que reciben remesas, en junio de
2009, OIM y UNICEF (2009) realizaron una encuesta que permitió conocer la situación de la
niñez y la adolescencia de estas familias. A la pregunta sobre la situación económica en el
hogar, el 61.9% de las personas encuestadas la consideraron «regular», mientras que el 10.5%
la calificó como «mala». El 21.4% consideró la situación económica del hogar como «buena».
El 65.8% de los hogares encuestados afirmó que están afectados por la crisis económica. De
este porcentaje, el 73.3% dice contar con menos recursos, en comparación con 2008. Para el
23.8%, la situación del hogar es la misma que en 2008 y para un 2.5% la situación había
mejorado.
Las causas de esta reducción en los ingresos se deben, según los propios encuestados, a que
estaban recibiendo menos remesas (37.3%), los salarios eran inferiores a los percibidos
durante el año 2008 (28%), y/o a la pérdida de empleo (15.3%). En muchos hogares se da una
combinación entre las diferentes respuestas, dado que la problemática no se debe a una sola
causa.
Gráfica 8.
Causas de disminución de ingresos en hogares con menores de 17 años

Están recibiendo menos remesas 
(37.34%)
Salarios inferiores a los percibidos 
en el año 2008 (28.02%)
Perdida de empleo de alguno de 
los miembros del hogar (15.32%)
Muerte de algún miembro del 
hogar (4.93%)
Abandono del jefe del hogar 
(3.67%)
Otros (10.72%)

Fuente: Encuesta Remesas 2009, niñez y adolescencia (OIM/UNICEF, 2009).

25
LA TORMENTA PERFECTA

3. Consecuencias en la niñez
y la adolescencia

La combinación de los efectos del cambio climático y la crisis económica están haciendo mella
en la situación de la niñez y la adolescencia de Guatemala, grupos que ya estaban viviendo
una crisis histórica y silente en los ámbitos clave para su desarrollo, como el alimenticio, el
educativo, o la desprotección frente al abuso y la violencia.
Las dificultades históricas que han afectado el desarrollo y bienestar de muchas generaciones
en el país se han profundizado debido a los embates de las crisis económicas recurrentes.
Durante el año 2008, el incremento del 11.4% en los precios de los alimentos pudo haber
aumentado la cifra de pobreza en Guatemala, pasando del 51%, en 2006, al 56% para el año
2008; es decir, hubo un retroceso a los niveles de 2000, según el Programa Mundial de
Alimentos (PMA, 2008).
Aunque durante 2009 los precios aumentaron en un porcentaje menor a la media histórica, la
difícil situación económica por la que atraviesan muchas familias hace que el acceso a diversos
alimentos se vea obstaculizado. Para el año 2010, de acuerdo con la proyección del FMI, los
precios de los alimentos aumentarán un 3.3%, cifra inferior a la proyectada por el Banguat, que
estima alrededor del 5%. Cabe anotar, no obstante, ambas proyecciones no tuvieron cuenta los
efectos que sobre la producción han ocasionado la tormenta Agatha y la erupción del volcán
Pacaya (mayo de 2010), así como otras lluvias intensas y tormentas tropicales. Estos hechos
podrían incidir en el aumento de los precios, debido a una menor producción; en efecto, de
acuerdo con el Gobierno de Guatemala (2010), se reportaron pérdidas en la agricultura por
valor de 595.01 millones de quetzales.
Gráfica 9.
Variación en los precios de los alimentos

12.0%
11.4%
10.0%
9.0% 9.1%
8.1%
8.0%
7.6% 6.6%
6.8%
6.0%
5.6%
4.0%
3.3%
2.0%
1.9%
0.0%

Fuente: FMI (2010).


* Proyección.

26
LA TORMENTA PERFECTA

La crisis económica también ha contribuido a aumentar la presión sobre los recursos


medioambientales, justo cuando los efectos del cambio climático comienzan a ser considerados
como el gran desafío a nivel mundial. El desarrollo de actividades que contaminan ríos y lagos,
que aumentan la desforestación, la agricultura no sostenible o la construcción indiscriminada,
afectan la sustentabilidad climática. Según la Cepal (2010), de acuerdo a la temperatura anual
y la precipitación acumulada histórica (22,6ºC y 1738,7 mm, respectivamente, proyecta
aplicando un modelo un probable «aumento de la temperatura media anual de 1,55ºC y una
disminución de la precipitación acumulada de 27,23 mm con relación a los valores medios
históricos».
Durante el año 2009, la situación de régimen irregular en las lluvias, consecuencia de los
efectos del cambio climático, provocó pérdidas en las cosechas, lo que pudo contribuir al
aumento de los niveles de pobreza, especialmente entre la población rural, donde alcanzaba
antes de la crisis al 75.7% de la niñez y adolescencia (16.5% por encima de la media nacional
para este grupo de edad, según Encovi 2006). Debido a ello, la mayoría de personas que
trabajan en la agricultura se encontraron en una situación de alta vulnerabilidad alimentaria y
nutricional.
Según una evaluación rápida realizada tras el paso de la tormenta Agatha por Acción contra el
Hambre (2010) en sesenta y dos comunidades de siete municipios ubicados en los
departamentos de Escuintla, Suchitepéquez, Retalhuleu y San Marcos, estableció que, entre
los pequeños productores un «área dañada de 1662 hectáreas en los cultivos de plátano y la
distribución del daño está en el 79% de las comunidades, se estiman pérdidas totales en el
90% del área dañada». En el conjunto del país, las pérdidas y daños causados por Agatha en
la agricultura, ganadería y pesca ascendieron a 672.4 millones de quetzales, lo que da una idea
de la severidad de esta tormenta (Gobierno de Guatemala, 2010), a lo que habría que sumar
190.2 millones de quetzales más por otras tormentas y lluvias intensas.
Todo ello merma las oportunidades de empleo de muchas personas, quienes no encuentran
otra fuente de ingresos por trabajo, ya que el mercado laboral se ha reducido al ser duramente
impactado por la crisis en todo el mundo. Como resultado, muchas familias optan por emplear a
sus hijos e hijas o, en casos extremos, los abocan al abandono del hogar como manera de
reducir los gastos. Aumentan, además, las uniones a temprana edad y el embarazo en
adolescentes en los hogares donde no se reciben remesas, en un contexto marcado por el alto
índice de impunidad (98%, según Cicig) de los crímenes cometidos contra la niñez y la
adolescencia.
Por su parte, la disminución de la cantidad de comida que efectúan muchas familias como
estrategia para adaptarse a la crisis económica no sólo no es recomendable sino que, además,
tiene repercusiones negativas para la salud. Según un informe de la Red Humanitaria (2009), el
«77.5% de los hogares encuestados [en el corredor seco] tienen en promedio reservas para 8
semanas en vez de las 24 de reserva mantenidas en período normal», lo que los deja en una
situación de vulnerabilidad ante otros fenómenos, aumentando el hambre.
Para hacer frente a esta situación, muchas familias se ven obligadas a emigrar, ya sea a otras
zonas del país o al extranjero, como manera de complementar los ingresos que disminuyen
debido a la crisis climatológica y económica. Por ejemplo, según el estudio cualitativo llevado a
cabo por UNICEF, en el municipio de Chisec (Alta Verapaz), adolescentes entre trece y catorce
años de edad migran a fincas cercanas para trabajar en labores agrícolas, cobrando menos del
salario agrícola legal (cincuenta y seis quetzales diarios) y llegando a pasar varios días —
incluso semanas— fuera de su hogar y sin contacto con sus familiares.

27
LA TORMENTA PERFECTA

Esta adaptación a la crisis por parte de los hogares con población más vulnerable —la cual,
como se ha visto, está especialmente relacionada con el desarrollo de la niñez y la
adolescencia— tiene una incidencia negativa, ya que aumenta el riesgo de disminuir el acceso
a los derechos básicos como salud, educación, protección contra la violencia, el abuso o la
explotación sexual comercial.
De esta manera, las familias más perjudicadas por el impacto de la crisis económica y el
cambio climático no utilizan una única estrategia de adaptación sino que, tal como se
desprende de varios estudios, adoptan una serie de ellas.

Cuestión de derechos

Artículo 32 de la Convención sobre los derechos del niño (CDN):


«Los Estados Partes reconocen el derecho del niño a estar protegido
contra la explotación económica y contra el desempeño de cualquier
trabajo que pueda ser peligroso o entorpecer su educación, o que
sea nocivo para su salud o para su desarrollo físico, mental,
espiritual, moral o social».

Artículo 80 de la Ley de Protección Integral de la Niñez y la


Adolescencia (ley PINA): «La protección integral de los niños, niñas y
adolescentes deberá realizarse a nivel social, económico y jurídico».

28
LA TORMENTA PERFECTA – Impacto del cambio climático y la crisis económica en la niñez y la adolescencia

29
LA TORMENTA PERFECTA – Impacto del cambio climático y la crisis económica en la niñez y la adolescencia

3.1 Cambio climático


Inundaciones, erosión del suelo, deslizamiento de tierras, desertificación, menor acceso a agua
potable y aumento de las enfermedades son sólo algunas de las consecuencias que el cambio
climático puede tener sobre la niñez y la adolescencia de Guatemala, especialmente en el
ámbito rural. Según CEPAL (2010), «un ligero aumento en las temperaturas conlleva un
impacto negativo hacia la agricultura guatemalteca. De igual manera, un incremento en la
precipitación acumulada anual de 10 mm implica una disminución en la renta de la tierra por
hectárea de aproximadamente 2 dólares».
En 2009, debido al cambio climático y al fenómeno «El Niño», Guatemala presenció
irregularidades en las lluvias, lo que trajo como consecuencia la pérdida de muchas cosechas y
un aumento en los casos de desnutrición crónica en niñas y niños menores de cinco años,
especialmente en los departamentos que
integran el denominado corredor seco:
Baja Verapaz, El Progreso, Zacapa,
Chiquimula, Jutiapa y Jalapa.
«El maíz y el frijol, junto a el sorgo [sic] y
la yuca, son los cuatro cultivos que
sufrieron pérdidas de más del 50%
debido a la sequía que azotó el país en
2009», según un informe de la Red
Humanitaria del año 2009. De esa
cuenta, las familias que se dedicaban a la
agricultura no sólo vieron sus ingresos ©UNICEF/Guatemala2010/JRChewsKlée
disminuidos de manera drástica, sino que
también vieron limitada su alimentación
ya que, entre los pequeños y medianos agricultores, los cultivos se destinan mayormente al
autoconsumo y, de haber excedente, a la venta, asegura la Red Humanitaria.
Junto a ello, a nivel mundial «los cultivos principales de subsistencia están alcanzando los
límites de viabilidad por intervalos de temperatura; las pautas erráticas de las precipitaciones y
de las estaciones alteran los ciclos agrícolas y convierten la alimentación de muchas familias
en una lucha continua» (Oxfam, 2009).
En cambio, para el año 2010, la irrupción de la tormenta Agatha generó grandes daños en la
mayoría de los departamentos del país (Gobierno de Guatemala, 2010). La situación se vio
agravada por la erupción del volcán Pacaya, el cual arrojó millares de metros cúbicos de arena
volcánica, provocando, entre otros, el cierre durante cinco días del aeropuerto internacional La
Aurora, en la ciudad de Guatemala, con las consecuentes pérdidas económicas.
Jaime Martínez tiene trece años de edad y vive en San Juan Ermita (municipio del
departamento de Chiquimula). Realiza labores agrícolas por las cuales recibe diez quetzales al
día: «me voy desde la mañana con mi machete a limpiar las matas de maíz y frijol y regreso en
la tarde. Este trabajo me cansa pero tengo que hacerlo para llevar a casa algo para comer»,
dice. «Mi mamá nos da tortillas con frijol, pero a veces no alcanza y nos tenemos que hacer los
locos cuando nos chillan las tripas», agrega Jaime.
Lejos de ser un caso puntual el que protagoniza Jaime, las familias acuestan a sus hijas e hijos
más temprano para que no pidan cena debido a la escasez en la disponibilidad de alimentos.

30
LA TORMENTA PERFECTA

Aunque es un fenómeno histórico, esta práctica se está extendiendo a familias que, con
anterioridad a la crisis, tenían suficiente disponibilidad para el acceso a los alimentos. Como
podrá colegirse, esta costumbre se torna perjudicial para el desarrollo de la niñez, pues afecta
su salud y disminuye el rendimiento escolar, en un país como Guatemala donde, los años de
escolaridad promedio se sitúa en 4.8 años (UNICEF, 2008) con datos del Censo 2002.
No sólo la agricultura se resiente por los efectos del cambio climático, también la avicultura,
que se redujo en un 67% en 2009 en el corredor seco (Red Humanitaria, 2009). La pérdida de
aves por parte de las familias «disminuye la capacidad de respuesta ante futuros eventos
adversos», asegura el informe. La disminución de la cantidad de animales es clave pues éstos
constituyen un activo que se vende cuando se agrava la situación de crisis.
Según la Red Humanitaria, para el 25.6% de los hogares el principal problema generado por la
sequía era la pérdida de empleo; para un 16.2%, la falta de lluvias; el 16.1% aseguró que la
crisis en que vive se debe al incremento del precio de los alimentos, mientras que para el
12.5% el principal obstáculo era la pérdida de las cosechas. «Estos elementos están
relacionados con la capacidad actual y a futuro de acceso a alimentos, que para los hogares es
percibido como uno de los principales riesgos», advierte el informe.

Gráfica 10.
Principales problemas y riesgos ocasionados por la sequía de 2009 en el
corredor seco

Pérdida de empleo (25.6%)

Falta de lluvias  (16.2%)

Aumento de los precios de los 
alimentos (16.1%)
Pérdida de cosechas (12.5%)

Otros (14.7%)

Fuente: Red Humanitaria (2009).

El cambio climático también tiene consecuencias en el acceso al agua para consumo humano,
sobre todo en el área rural donde, según el Instituto de Agricultura, Recursos Naturales y
Ambiente de la Universidad Rafael Landívar (IARNA, 2009), para el año 2006, «más del 30%
equivalente a 498.191 hogares, debían acarrear agua desde un chorro público o privado, un
pozo o un río, lago o manantial». En el lado opuesto están los hogares urbanos, de los cuales
31
LA TORMENTA PERFECTA

el 90% «tiene acceso a una red de agua dentro de la vivienda o, al menos, dentro del terreno».
Este aún incompleto acceso al agua puede verse limitado tanto por los fenómenos atmosféricos
como por la deforestación y la urbanización no planificada.
La falta de acceso adecuado al agua puede provocar la aparición de varias enfermedades.
Debe subrayarse, en este sentido, que el 21% de los hogares del área rural y el 10% de los
ubicados en el área urbana no contaban, en 2006, con servicios mejorados de saneamiento
(IARNA, 2009). El IARNA también advierte que «más del 50% de los hogares de las áreas
urbanas en los departamentos de Alta Verapaz, Baja Verapaz, Sololá, Totonicapán y Petén no
poseen condiciones sanitarias mínimas».
El daño causado por la tormenta Agatha en los sistemas de agua y saneamiento, así como la
acumulación de agua contaminada, favorecen «el aumento en la incidencia de enfermedades,
como las diarreicas, respiratorias, cutáneas y el dengue y la malaria, en menoscabo del estado
de salud y nutrición de la población afectada, especialmente en niños y niñas menores de 5
años» (MFEWS/USAID, 2010).
Como resultado de todo ello, las familias adoptan diferentes estrategias para enfrentar los
efectos del cambio climático mediante la búsqueda de otras fuentes de ingreso más allá de la
agricultura o la acuicultura.

3.2 Cambios en la dieta


Una de las consecuencias de las crisis referidas en el presente documento, estima que los
hogares se ven obligados a realizar cambios en la dieta, con el propósito de aprovechar de
mejor manera los recursos —económicos y/o alimenticios— con los que cuentan, consumiendo
menos alimentos y, además, de menor calidad.
En Guatemala, estos cambios en el patrón alimenticio se deben, entre otros al aumento de los
precios de los alimentos que forman parte de la dieta básica del país, como el maíz, el cual en
parte está siendo importado. Este grano es también el principal cultivo de subsistencia entre los
pequeños y medianos agricultores, quienes se vieron severamente impactados por los
fenómenos climáticos del año 2009 que tuvieron como consecuencia la pérdida o disminución
de las cosechas.
«Los fuertes vientos y las copiosas lluvias ocasionadas por Agatha causaron daños y pérdidas
en los cultivos por inundaciones, desborde de ríos y deslaves» (MFEWS/USAID, 2010), a lo
que habría que sumar los efectos de la erupción del volcán Pacaya. Ambos fenómenos
ocurrieron entre el 25 y el 30 de mayo de 2010, período en el cual la mayoría de los hogares
pobres de Guatemala enfrentaba la temporada anual de escasez de alimentos y, por
consiguiente, se encontraba dependiendo del mercado para su alimentación.
En temporada normal, la primera cosecha se recoge durante el mes de agosto. Ello propiciaba
una reducción en la dependencia de los mercados en las familias más pobres. En la actualidad,
en la costa sur y en el oriente de Guatemala, algunas cosechas se retrasaron hasta el mes de
octubre, por lo que «los hogares seguirán dependientes de la compra hasta entonces»
(MFEWS/USAID, 2010).
Por su parte, en el altiplano, según el Sistema Mesoamericano de Alerta Temprana para
Seguridad Alimentaria (MFEWS, por sus siglas en inglés), debido a sus características, «la
opción de resiembra es poco viable» (MFEWS/USAID, 2010). Por este motivo, los hogares más
pobres dependen casi únicamente de los mercados para obtener sus alimentos, ya que no
cuentan con reservas de comida. Así las cosas, a partir de octubre de 2010 «podría agudizarse

32
LA TORMENTA PERFECTA

la inseguridad alimentaria de estos hogares» del altiplano, ya que «no contarán con la opción
de recurrir a sus cosechas a final de año para acceder a sus alimentos», según MFEWS.
Como consecuencia del menor acceso a los alimentos, se incide en el patrón cultural histórico
según el cual, a la hora de la comida, suele ser que, en primer lugar, coma el padre, luego los
hijos varones, más tarde las hijas y, por último y en caso de que haya sobrado algo de comida,
la madre.
No sólo se come menos, sino que de peor calidad. La crisis económica ha producido cambios
en el consumo de alimentos debido al aumento en el precio de éstos. Ello coincide, además,
con un descenso del poder adquisitivo de la mayoría de consumidores. Igualmente, disminuye
el número de comidas y aumenta el número de días sin comer. Esto tiene impacto significativo
en los niveles proteínicos-energéticos, donde no se llega a cubrir las «necesidades promedio
de energía de la población» (SNU, 2003), tal como se expresa en la siguiente gráfica.

Gráfica 11.
Nivel de suficiencia energética

2750
2650
2550 Suficiente
2450
2350
2250
Insuficiente
2150
2050
1950
1850 Critico
1750
1980
1981
1982
1983
1984
1985
1986
1987
1988
1989
1990
1991
1992
1993
1994
1995
1996
1997
1998
1999
2000
2001
2002
2003
2004
2005
2006
2007
Fuente: datos FAOSTAT.

Efectivamente, si se observa el nivel de suficiencia energética, la población guatemalteca vive


en niveles de insuficiencia energética, especialmente desde 1994 hasta la fecha, cuando la
tendencia se agrava. Esto se «debe a factores naturales adversos que han azotado la región
centroamericana, principalmente las lluvias huracanadas en 1997 y 1998 y las sequías de los
veranos de 1999, 2000 y 2001» (SNU, 2003), así como a la pérdida de oportunidades de
empleo.
Si proyectamos esta gráfica a la actualidad, probablemente encontraríamos otra caída similar a
la producida entre 1994 y 2001 ya que, para el año 2009, se sumaría la sequía originada por el
cambio climático y la falta de acceso a los alimentos y, para el año 2010, los efectos de la
tormenta Agatha y la erupción del volcán Pacaya, entre otros fenómenos climatológicos.
Además, «se ha tornado más caro comprar los productos alimenticios que proveen los

33
LA TORMENTA PERFECTA

requerimientos calóricos mínimos del guatemalteco medio (2,173 kilocalorías por día por
persona)» (Banco Mundial, 2009).
Por su parte, los alimentos de origen animal están limitados en la dieta de la mayoría de la
población. Respecto a la canasta básica de alimentos, el estudio cualitativo de percepción
realizado por UNICEF advierte que ha habido un descenso importante en la ingesta de carne
roja, pollo y lácteos, así como de los granos debido al alto costo de los mismos.
En el departamento de San Marcos, en los municipios de Comitancillo e Ixchiguán, las
personas consultadas en el referido estudio cualitativo indicaron que si antes consumían una
vez por semana carne roja (res) o carne blanca (pollo), ahora lo hacen una o dos veces por
mes. Espacian los tiempos de comida porque compran alimentos básicos en menor cantidad y
en menos ocasiones.
En estos municipios, como en otros muchos del país, la compra de alimentos se limita a maíz,
café, azúcar y sal, además de verduras y hierbas. La compra de carne o de otro producto
similar se realiza de manera eventual. En Comitancillo, además, ha disminuido la adquisición
de productos básicos como el arroz, papas, huevos y leche, con el objetivo de incrementar la
compra de maíz, café, sal y tomate.
En el altiplano, uno de los cultivos más afectados por la tormenta Agatha fue la papa, que
reportó un aumento del 54% la semana siguiente al paso de las lluvias torrenciales, por lo que
muchas familias vieron imposibilitada su compra. De esta manera, y no sólo en esta región del
país, se espera que los efectos de las intensas lluvias impulsen un aumento de la canasta
básica de alimentos, que hasta el mes de septiembre de 2010 representaba una variación
interanual del 3.55%, llegando a 2,030.10 quetzales (página ‘web’ del INE). Es decir, un hogar
promedio guatemalteco (5.38 miembros) necesita 67.6 quetzales diarios para alimentarse, a
pesar de que el salario mínimo por día es de 56 quetzales.

¿Qué es la canasta básica?

«Es el mínimo alimentario que debe satisfacer por lo


menos las necesidades energéticas y proteínicas de un
hogar», según el Instituto Nacional de Estadística (INE).
En Guatemala, una familia de 5.38 personas necesitó
2030.10 quetzales en septiembre de 2010 para comprar
los alimentos básicos.

Cuando los productos son de origen local, los precios son generalmente menores. Por ejemplo,
en el municipio de Rabinal (del departamento de Baja Verapaz), la población indígena y rural
tiene como base de su alimentación diaria el frijol, tortillas de maíz, arroz, café, azúcar, pepita,
ayote tierno, tomate, cebolla y pinol, entre otros productos que proceden del lugar, por lo que el
precio es inferior.

34
LA TORMENTA PERFECTA

Esta limitada variedad en el patrón de consumo de los alimentos contribuye a aumentar los ya
elevados índices de desnutrición en niñas y niños menores de cinco años de edad, quienes no
consumen la cantidad ni calidad adecuada de proteínas y micronutrientes de origen animal.
Una alimentación deficitaria durante los primeros años de vida determina el desarrollo físico e
intelectual, lo que se traduce en un bajo rendimiento educativo y, más tarde, en una baja
productividad laboral.
La situación de restricción en las comidas es paliada, en parte, gracias a las ayudas que los
hogares están recibiendo, sea mediante alimentos o transferencias monetarias condicionadas.
En este sentido, el 30% de los hogares consultados (436) por la Red Humanitaria (2009) en el
corredor seco indicó que ha recibido dicha clase de transferencias, lo que les ha «permitido
mejorar temporalmente la disponibilidad de alimentos dentro del hogar».
Por su parte, del 1 104 736 hogares que se benefician de remesas, el 49.2% ha hecho cambios
en sus gastos para hacer frente a la disminución de los ingresos económicos, según la
encuesta realizada por OIM y UNICEF (2009). Entre estos hogares, el 85.3% de las personas
encuestadas compra actualmente productos más baratos; el 78.8% ha dejado de consumir
determinados productos; el 67.16% compran menos cantidad de alimentos. Otro 50.9% ha
disminuido la compra de ropa y calzado. El 3% de estos hogares han traslado a sus hijos e
hijas a escuelas públicas. Muchos hogares han realizado varios de estos cambios, como se
observa en la siguiente gráfica.
Gráfica 12.
Hogares que han realizado cambios en sus gastos
Sustitución de productos más baratos 
(85.32%)

Ha dejado de consumir productos 
(78.77%)

Menor cantidad de alimentos (leche, 
carnes, etc) (67.16%)

Disminución de compra de ropa y 
calzado (50.93%)

Utilización de transporte público 
(13.74%)

No asisten a cines y restaurantes 
(26.21%)

Se quitaron los sevicios de cable e 
internet (5.19%)

Trasladaron a los niños a escuelas 
públicas (2.95%)

Utilización de hospitales públicos 
(14.57%)

Otros (2.98%)

Fuente: OIM/UNICEF (2009).

35
LA TORMENTA PERFECTA – Impacto del cambio climático y la crisis económica en la niñez y la adolescencia

3.3 Salud
La crisis económica también tiene efectos sobre la atención en salud, especialmente en un país
como Guatemala donde «el 57% del gasto total en salud es pagado directamente por las
personas y las familias» (USAID/Proyecto Diálog, 2009b) esto es, no se cuenta con un seguro
médico, sino que se acude a los centros de salud en dependencia de la posibilidad económica.
Además, «menos de la mitad de todas las enfermedades infantiles en Guatemala son
atendidas fuera de la casa» (Banco Mundial, 2009).
Para paliar esta situación, el Consejo de Cohesión Social, por conducto del programa de
transferencias monetarias condicionadas llamado «Mi Familia Progresa», ha trazado como
objetivo «mejorar el estado de salud y nutrición de las familias pobres, con niños entre 0 y 6
años de edad y/o mujeres gestantes», según su página ‘web’, propiciando que niñas y niños
acudan a los chequeos médicos de manera gratuita, ayudando a la prevención de
enfermedades y la desnutrición.
En el departamento de Chiquimula, desde el primer cuatrimestre del año 2009, las consultas
médicas han aumentado debido, entre otros factores, a los mecanismos establecidos para la
recepción de transferencias monetarias condicionadas. Además, la ampliación del horario de
atención en el Centro de Atención Permanente, durante las 24 horas del día, también propicia
que más personas hagan uso del mismo.
En San Marcos, tras el aumento de los servicios de salud gratuitos, las personas acuden con
mayor frecuencia a consulta médica por problemas de desnutrición y anemia. También se ha
incrementado el número de atención por enfermedades gastrointestinales, diarrea, neumonía,
deshidratación y atención de partos.
Según el Banco Mundial (2009), las personas
que viven en pobreza utilizan los servicios
públicos de salud con la misma frecuencia que
los no pobres, pero «hay diferencias
importantes en el tipo de centros a los que
acuden». Aunque, en promedio, ambos grupos
utilizan los servicios públicos de salud 1.6
veces por año, los hogares pobres se
concentran en los servicios locales (Centros de
salud, Puestos de salud y Centros comunitarios
(1.2 veces por año) y van poco a los hospitales
(0.4 veces por año). En el caso de los hogares
no pobres, estos «utilizan con más frecuencia
los hospitales (una vez por año) que los
servicios de salud locales (0.6 veces por año)».
Por su parte, la Red Humanitaria de
Guatemala, de la que forma parte UNICEF,
asegura que las causas más frecuentes de
enfermedad en niñas y niños en el corredor
seco son «tos, fiebre o gripe (61% de los
casos), seguida de diarrea (27%). La
desnutrición fue reconocida como causa de
enfermedad solamente por el 1%», lo que
©UNICEF/Guatemala2010/JRChewsKlée
evidencia la escasa identificación del problema.
El 81% de las niñas y los niños enfermos
recibió algún tratamiento en centros de salud. Según este informe, las razones por las que no

36
LA TORMENTA PERFECTA

se acudió a centros de salud son «falta de dinero (según el 33% de los encuestados), no hay
servicio cerca (26%) y fue atendido por otros (22%)» (Red Humanitaria, 2009).
Es el caso de Liseth Cruz, de doce años de edad, quien vive en San Juan Ermita, Chiquimula.
Afirma que cuando tiene algún dolor sus padres le dan «agüitas de hierbas» porque no tienen
posibilidades de llevarla con un médico. «Los doctores están muy lejos y tenemos que caminar
mucho. Cuando uno tiene dolor lo que menos quiere es caminar y por eso mejor me acuesto y
mi mamá me da algo de tomar para que se me vaya el dolor», dice.
Su padre, Feliciano Cruz, de treinta y ocho años, señala que en su aldea hay un puesto de
salud, pero no hay medicina suficiente. «Cuando llega un médico nos da recetas para que
compremos los medicamentos, pero sólo la guardamos porque no tenemos dinero para
comprarla», afirma este campesino que apenas gana 35 quetzales diarios, cuando encuentra
trabajo como jornalero.
Según la Ensmi 2008/09, el 77.6% de las niñas y los niños entre los 12 y los 23 meses están
vacunados contra el sarampión, lo que representa 2.9 puntos porcentuales más que en el año
2002. De acuerdo con esta misma encuesta, el 71.2% de las niñas y los niños en esa franja de
edad tiene todas las vacunas, 8.7% más que en 2002. Enfermedades como el sarampión, la
neumonía y la diarrea pueden elevarse debido, entre otras razones, a una escasa alimentación,
ya que el organismo no cuenta con las defensas adecuadas para protegerse.
Tras el paso de la tormenta Agatha, las aguas estancadas generadas por las inundaciones en
diferentes partes del país hicieron aumentar los casos de dengue, cuyos síntomas aparecen
entre 7 y 14 días después de la picadura infecciosa. El dengue ocasiona fiebre y afecta sobre
todo a lactantes; puede resultar mortal si no se diagnostica a tiempo. A ello hay que sumar que
esta tormenta tropical causó pérdidas y daños en el sector de agua y saneamiento por un valor
de 117.26 millones de quetzales, de los cuales el 50.87% corresponde a destrucción de
infraestructura urbana de saneamiento (Gobierno de Guatemala, 2010).
Ligia Lorena Grijalva, de tres años de edad, está desnutrida. Estuvo en peligro de muerte, por
lo que sus padres la llevaron al Hospital Regional de Occidente (en el departamento de
Quetzaltenango). La niña, que vive en el municipio de Cantel, pesaba apenas 10 libras y medía
64 centímetros cuando ingresó en el centro hospitalario. Parecía «un bebé de cinco meses de
nacida por la desnutrición que padecía», expresó una enfermera del Hospital. Debido a la falta
de espacio, Ligia Lorena fue regresada a su casa para cumplir con el proceso de recuperación.

¿Qué es la desnutrición crónica?

Es el déficit de talla para la edad; es decir, cuando se


tiene una estatura menor a la que corresponde según la
edad. En Guatemala, la desnutrición crónica afecta al
49.8% de niñas y niños menores de cinco años.

37
LA TORMENTA PERFECTA

El alto índice de desnutrición crónica (49.8%, según Nutrition Update 2010 de USAID) está
íntimamente relacionado con el hambre, la pobreza, la falta de escolaridad y la exclusión por
género y etnia. Se trata, en suma, de un reflejo de la alta desigualdad que caracteriza a la
sociedad guatemalteca. En efecto, si se relaciona el PIB per cápita con los porcentajes de
desnutrición crónica, es notoria la contradicción o nula correspondencia: mientras que
Guatemala cuenta con un ingreso por habitante equiparable a Paraguay o Jordania (con bajos
o moderados niveles de desnutrición), sus niveles de desnutrición crónica se asemejan a los de
países mucho más pobres, como Madagascar, Etiopía o Yemen (UNICEF, 2008b).

Gráfica 13.
La paradoja guatemalteca

60
Ingreso Bajo – Alta Desnutrición Ingreso Medio – Alta Desnutrición
Yemen
50 Madagascar
Niger Guatemala
Etiopía
% desnutrición crónica

40

30
Ingreso Medio – Baja Desnutrición
20
Paraguay
Armenia
10
Georgia Jordania
0
0 1,000 2,000 3,000 4,000 5,000 6,000

PIB per cápita PPA (US$)

Fuente: UNICEF (2008b) y USAID (2010)

38
LA TORMENTA PERFECTA

3.4 Formación de parejas


Las familias, en su intento por minimizar los efectos de la crisis económica, no sólo buscan la
manera de complementar los ingresos, sino que, además, intentan reducir los gastos familiares.
Una de las hipótesis que se manejó en la encuesta OIM/UNICEF fue que la formación de
parejas a temprana edad aumentaba en época de crisis, incrementándose el riesgo de la
explotación sexual comercial infantil y la pornografía, así como el riesgo a contraer el VIH/sida y
otras enfermedades de transmisión sexual.
Los resultados obtenidos invalidaron parcialmente esta hipótesis. Mientras que en los hogares
que reciben remesas las uniones tempranas se retrasan en el tiempo, en los hogares donde no
se reciben remesas estas uniones continúan con el patrón histórico cultural y, además, se
agravan por la crisis económica.
Las y los adolescentes que viven en hogares donde se reciben remesas posponen la unión y el
casamiento, según la referida encuesta OIM/UNICEF (2009). Las remesas contribuyen a la
educación sexual, pues se dispone de más recursos e información al respecto. Además, los
familiares que están en el exterior asesoran e influencian a los que permanecen en Guatemala
con los hábitos de vida de los países de destino.
Para las familias que no reciben remesas, el deterioro de la situación económica puede tener
efectos más marcados sobre las uniones tempranas en un rango de edad que puede ir desde
los doce hasta los dieciocho años de edad. Ello valida la hipótesis anterior. En algunos casos,
se trata de opciones familiares o de las y los adolescentes para intentar modificar una situación
económica apremiante asociada con la crisis.
Aunque en la mayoría de los casos estas uniones suponen un comportamiento arraigado
culturalmente, no pueden disociarse de las condiciones de precariedad de la mayoría de las
familias donde tiene lugar este comportamiento.
La desintegración familiar, violencia intrafamiliar, carencia de educación sexual y, en
consecuencia, embarazos no previstos, son factores que propician estas uniones. A largo
plazo, podría generarse un aumento en la tasa de mortalidad materna por los partos en niñas
que apenas llegan a ser adolescentes. Todo ello expone a las adolescentes más vulnerables a
padecer un mayor riesgo de contagio por VIH/sida, a pesar de que, según la Ensmi 2008/09, el
88.8% de las mujeres en edad reproductiva tiene conocimiento sobre la enfermedad.
Por ejemplo, en diferentes municipios del departamento de Sololá (el caso de Panajachel),
estas uniones tempranas están aumentando desde el año 2007 debido a la crisis económica,
especialmente entre las mujeres, lo que también tiene incidencia en el embarazo adolescente.
En efecto, en Panajachel, el 14.3% de las menores de diecinueve años de edad ya ha sido
madre en el año 2009, cifra que está muy por encima de la de municipios cercanos como San
Pedro la Laguna (7.5%) o San Juan la Laguna (12.5%) (MSPAS/SIGSA 2010).

39
LA TORMENTA PERFECTA

Gráfica 14.
Porcentaje de adolescentes menores de 19 años que han sido madres

16
14
12
10
Panajachel
8
San Pedro la Laguna
6
San Juan la Laguna
4
2
0
2002 2003 2004 2005 2006 2007 2008 2009

Fuente: elaboración propia, con base en el Sistema de Información Gerencial de Salud del Ministerio de Salud
Pública y Asistencia Social del Gobierno de Guatemala (MSPAS/SIGSA) y Proyecto Diálogo.

Como resulta obvio, para que una adolescente quede embarazada necesita tener relaciones
sexuales con un varón. Por este motivo, los programas de información y capacitación en salud
sexual y reproductiva, que normalmente están orientados a las mujeres, deben también
ofrecerse a adolescentes de sexo masculino. Esto se hace aún más necesario en aquellos
municipios en donde la masculinidad está íntimamente relacionada con el control de la
sexualidad de las mujeres, lo que las limita a imponer su derecho a tener relaciones sexuales
seguras usando, por ejemplo, el condón.
Además de los problemas físicos de un embarazo precoz, han de considerarse los problemas
sociales y económicos que se derivan. Una madre adolescente suele ver limitada su movilidad
social e independencia, así como las oportunidades de proseguir con sus estudios formales.
Junto a ello, su inserción en el mercado laboral es más compleja, tanto en el presente como en
el futuro, ya que una madre soltera adolescente y sin educación tendrá menos oportunidades
de empleo.

40
LA TORMENTA PERFECTA

3.5 Abandono escolar


El ausentismo y la deserción escolar en primaria siguen una tendencia histórica en Guatemala,
donde «el 69% de los alumnos completan el quinto grado» (USAID/ Proyecto Diálogo, 2009).
La migración y la incorporación de la niñez y la adolescencia en actividades laborales —
remuneradas o no— para contribuir con la economía familiar, constituyen las principales
causas del ausentismo y la deserción escolar. De esta manera, según el Banco Mundial (2009)
«los esfuerzos dirigidos a reducir el abandono y la repitencia en primaria deberían concentrarse
en el acceso a la salud y en la calidad de la educación, incluyendo actividades como el deporte
y las artes», ya que suponen las principales causas del abandono y no matriculación en las
escuelas.
Tabla 2
Razones que conducen al abandono y a no matricularse en las escuelas en
Guatemala (año 2006).

No Pobres No
Total Varones Mujeres Indígena Pobres
indígena extremos pobres

Razones que conducen al abandono escolar durante el año escolar en primaria

Salud 27.5% 23.7% 32.6% 11.8% 39.5% 23.0% 26.0% 35.4%

Económica 9.6% 8.2% 11.6% 14.4% 3.1% 8.9% 9.7% 9.5%

Falta de
31.4% 33.8% 28.3% 27.3 37.2% 39.2% 31.9% 28.8%
interés
Oferta
5.7% 6.8% 4.2% 7.6% 3.2% 1.0% 4.8% 10.5%
inadecuada

Otros 25.7% 27.5% 23.3% 32.0% 17.0% 27.9% 27.5% 15.9%

Razones para no matricularse en secundaria

Salud 1.4% 1.5% 1.3% 1.8% 1.1% 1.7% 1.5% 1.3%

Económica 63.4% 65.6% 61.5% 63.5% 63.2% 67.9% 64.4% 60.6%

Falta de
27.5% 24.2% 30.2% 25.3% 29.9% 26.2% 28.2% 25.7%
interés
Oferta
3.6% 5.1% 2.4% 5.2% 1.9% 0.8% 2.0% 6.5%
inadecuada

Otros 7.7% 8.6% 7.0% 9.4% 5.8% 4.1% 5.9% 12.3%

Fuente: Banco Mundial (2009).

Este ausentismo escolar se ve agravado en los denominados días de plaza, esto es, la
concentración de la población del municipio en la cabecera municipal o departamental para
realizar actividades de mercado. Durante estos días, suele emplearse a los niños y los
adolescentes como vendedores o «reponedores» en los puestos de venta. Las temporadas de
41
LA TORMENTA PERFECTA

corte de café y caña de azúcar también son eventos que propician la salida o la deserción
escolar, pues en ellos se emplea a niñas y niños, cuando no a familias enteras.
En varios municipios del departamento de Chiquimula, el ausentismo escolar es más
pronunciado durante los meses entre abril y mayo, debido a la cosecha de frijol y maíz, que
emplea a varios miles de niños. Lo mismo sucede entre los meses de noviembre a enero,
debido al corte de café. Además, en este departamento, la tendencia de adolescentes es a
abandonar el sistema educativo una vez culminado el sexto grado de primaria, con el objetivo
de incorporarse al mercado laboral, lo que influye en la formación temprana de parejas desde
los doce o trece años.
El trabajo del Consejo de Cohesión Social, mediante transferencias monetarias condicionadas
para potenciar y fomentar la asistencia y permanencia escolar de niñas y niños entre 6 y 15
años, está haciendo disminuir los altos índices de ausentismo y abandono escolar en los
municipios donde el programa «Mi Familia Progresa» está presente. Además, a partir del año
2009, el Estado cubre íntegramente el costo de la matrícula de la escuela pública. Sin esta
iniciativa del Gobierno central, los efectos de la crisis en la educación hubieran sido
incalculablemente mayores para la niñez y la adolescencia.
Julio Tzoy Pú, indígena k’iche’ de Santa Lucía la Reforma (municipio del departamento de
Totonicapán), asegura que «de mis seis hijos, cinco van a la escuela. Como es gratis, es más
fácil. El Gobierno nos ha ayudado con eso del programa “Mi Familia Progresa”, y el dinero que
nos dan para algo sirve».
Un caso muy distinto es el de César,
de catorce años, quien vive en el
municipio de Rabinal (departamento de
Baja Verapaz), también priorizado por
el Gobierno central. Manifiesta haber
sobrevivido gracias al trabajo en el
campo; dice: «vendemos tamalitos en
la plaza; de eso comemos». Asegura
haber tenido que ausentarse de la
escuela para poder trabajar: «a veces
no puedo ir a estudiar porque no me
queda tiempo, pues la vida en el
campo es muy fuerte y no se puede
abandonar la milpa así por así».
©UNICEF/Guatemala2006/JRChewsKlée Según el Banco Mundial (2009), «a
medida que se comienza a resolver el
problema de la cobertura», los esfuerzos deben ir encaminados a «alcanzar y mantener la
calidad de la educación».
También la desintegración familiar, muchas veces asociada con la migración de madres y
padres de familia al exterior, fomenta el ausentismo escolar. Ello es así especialmente en el
caso de los hijos de mayor edad, quienes, entre otras cuestiones, deben hacerse cargo del
cuidado del hogar o se ven en la necesidad de buscar nuevas fuentes de ingresos económicos,
en particular si no reciben remesas.
En Guatemala, cuando los desastres naturales —como la tormenta Agatha— causan destrozos
y dañan hogares, las escuelas se convierten de manera automática en albergues, lo que trae
como «consecuencia la interrupción del proceso de enseñanza-aprendizaje, aumento de

42
LA TORMENTA PERFECTA

índices de repetición, el abandono de la escuela y el incremento del trabajo infantil, entre


otros». (Naciones Unidas, 2008).
Utilizar las escuelas como albergues deteriora las aulas y el mobiliario y equipo con el que se
cuenta, dañando además los servicios sanitarios y produciendo la pérdida de varios materiales
educativos. Por estos motivos, tras las emergencias, se dificulta la reanudación de las
actividades escolares, a pesar de que éstas se consideran como un componente necesario
para la vuelta a la normalidad de niñas y niños.
Según estimaciones del Gobierno de Guatemala (2010), los daños y pérdidas ocasionados por
la tormenta Agatha ascienden, en el ámbito educativo, a 640.35 millones de quetzales. Este
fenómeno natural dañó en total 957 edificios educativos, lo que afectó a 209 004 niñas y niños.
Por su parte, tras el paso de la tormenta Stan por Guatemala, en octubre de 2005, el sector
educativo del país «sufrió daños por 52,6 millones de quetzales, incluyendo afectación a
iglesias y centros deportivos y pérdidas estimadas en 9,3 millones, lo que arroja un total de
61,9 millones» (Cepal, 2005). El uso de las escuelas como albergues temporales trae consigo
una serie de consecuencias directas e indirectas tal como se puede observar en la siguiente
tabla.
Tabla 3.
Consecuencias directas e indirectas del uso de las escuelas como albergues
temporales

Consecuencias Consecuencias Consecuencias Consecuencias en


sociales económicas físicas la salud
Interrupción del proceso Inversión en Daños en Las niñas y niños están
educativo rehabilitación y infraestructura, más expuestos a las
Aumento de la reconstrucción del servicios sanitarios, enfermedades debido al
repetición, deserción y centro escolar abastecimiento de hacinamiento
trabajo infantil agua, cocinas, aulas,
bodegas, instalaciones
eléctricas, etc.
El espacio de seguridad Algunas personas que Daños al mobiliario y Las y los estudiantes y
y esparcimiento de la no necesitan ayuda equipo del centro docentes necesitan
niñez se ve afectado hacen uso de los educativo: deterioro de apoyo psicosocial
recursos pupitres, sillas,
estantes, pizarras,
Ruptura de las redes de Pérdidas económicas equipo de laboratorio y Interrupción de
apoyo social de las y los docentes y herramientas programas de salud
auxiliares de escuela mecánicas y de escolar
electricidad, bibliotecas,
Interrupción de los Búsqueda de lugares materiales didácticos, Malas condiciones de
programas de alternos para el etc. agua y sanidad
alimentación en las desarrollo de
escuelas aprendizaje

Alteración de la rutina
familiar y separación de
las familias

Fuente: Naciones Unidas (2008).

43
LA TORMENTA PERFECTA

3.6 Trabajo infantil


Aunque en Guatemala el trabajo infantil es un fenómeno de carácter histórico, es importante
subrayar que la crisis económica y el
cambio climático han propiciado un
incremento en la incorporación de niñas y
niños al mercado laboral como estrategia
para complementar los recursos
económicos del hogar.
Según la Encuesta Nacional de Empleo e
Ingresos (ENEI, 2004), el 23% de la
población entre 7 y 17 años de edad
realizaba alguna actividad económica o
deseaba hacerlo. «El trabajo infantil
repercute negativamente en muchos
aspectos; es un obstáculo para la
educación, interfiere con el necesario
tiempo de juego y esparcimiento, y puede
poner en riesgo la salud física y mental de
niños y adolescentes» (UNICEF, 2008).
Para el Ministerio de Trabajo y el Instituto
Nacional de Estadística (2008), «si bien el
53.3% de los niños, niñas y adolescentes
económicamente activos asisten a la
escuela, esa tendencia disminuye conforme
aumenta la edad». De esta manera, para las
niñas y niños trabajadores entre 5 y 9 años ©UNICEF/Guatemala2006/JRChewsKlée
de edad, el 83.7% asiste a la escuela10 y
14 años asiste el 67.6% y, 15 y 17 años el
33.8% acude a la escuela.
En el área rural, la mayoría de los miembros de la unidad familiar trabajan en la cosecha. En
2009, la sequía obligó a las familias a buscar nuevas fuentes de empleo, incluso en el caso de
los más pequeños del hogar, quienes debieron recurrir a realizar empleos poco cualificados y
de escasa remuneración que, además, los mantiene alejados de las aulas y los enfrenta a una
mayor situación de vulnerabilidad.
Para Juan José Tale la vida no es fácil en Tecún Umán, municipio del departamento de San
Marcos ubicado en la zona fronteriza con México. Desde el año 2007 tuvo que dejar sus
estudios para poder mantener a su madre y a sus ocho hermanos, luego de que falleciera su
padre de manera trágica. «Trabajo de lo que sea porque no encuentro una ocupación formal»,
afirma. Cuenta que a veces trabaja como herrero, albañil, cargador de bultos en la aduana,
ayudante de conductor de bus o maneja un «bicitaxi» en la zona de mayor movimiento de
personas en esta localidad, que sirve de paso obligado hacia las oficinas de migración de
ambos países.
Juan José vive con su familia en la colonia Tres de Mayo, en Tecún Umán, donde la mayoría
de habitantes vive en condiciones de pobreza y se puede observar a niños y niñas pedir
limosna a los transeúntes. En un mes de extenuante trabajo, Juan José logra reunir 400
quetzales y a veces solo la mitad, cuando la situación se vuelve más crítica. Ese dinero lo
utiliza para comprar alimentos para su familia, compuesta por diez miembros. «Lo que gano no
44
LA TORMENTA PERFECTA

alcanza para mucho y a veces la gente no quiere pagar mucho aunque trabaje más de la
cuenta», expresa, en referencia a que la jornada laboral es de sol a sol.
La crisis económica ha impulsado a más padres de familia a llevarse a sus hijos e hijas a
trabajar con ellos u obligarlos a que se empleen en diversas actividades para que colaboren
con los ingresos en el hogar. Mientras que los varones —niños y adolescentes— suelen
emplearse en la prestación de servicios escasamente remunerados (ayudantes de albañilería,
lustrabotas o vendedores ambulantes), las niñas y adolescentes están más expuestas al
trabajo doméstico, en su propia vivienda o en casas particulares, donde efectúan tareas
domésticas o cuidan a niñas y niños de menor edad que ellas.
Además, niños, niñas y adolescentes son empleados como trabajadores estacionales en los
períodos de corte de caña (zafra) y de café. En algunos municipios también se dan casos de
menores trabajando en la recolección de frutas de temporada. Por ejemplo, en el municipio de
Cubulco (del departamento de Baja Verapaz), el trabajo que ejercen niños del área rural a partir
de los nueve años es la labor agrícola en fincas, donde se dedican al corte de café, cardamomo
y otros productos, según el tipo de producción del contratante.
En diversas comunidades del municipio de La Libertad (Huehuetenango), debido a la pobreza
extrema y al desempleo de muchos padres de familia, éstos buscan el apoyo laboral de los
niños y niñas en tareas domésticas y en labores de agricultura o de comercio de subsistencia.
Este hecho histórico se ha visto agravado por la crisis económico-financiera que lleva a más
adolescentes a la búsqueda de empleo mediante el cual, aunque aporten a la economía, se
trata de un empleo que se encuentra invisibilizado y subregistrado, insertándose en el mercado
laboral en condiciones desfavorables.
Con base en la Encovi 2006, el Ministerio de Trabajo y Previsión Social y el Instituto Nacional
de Estadística (2008) han establecido que, en Guatemala, el número de personas menores de
dieciocho años de edad económicamente activas era de 966 361. Es en el área rural donde «se
ubican casi tres cuartas partes de los niños, niñas y adolescentes económicamente activos
(66.8%), mientras que en la parte urbana se ubican apenas un 33.2% de niñas, niños y
adolescentes que realizan alguna actividad laboral». A nivel nacional, «hay una tendencia a
que quienes comienzan a laborar continúan trabajando y van paulatinamente dejando el
estudio, también, hay una leve disminución en el grupo de trabajadores de 10 a 14 años».

45
LA TORMENTA PERFECTA

Gráfica 15.
Distribución de la niñez y adolescencia trabajadora por grupos de edad.
Guatemala (año 2006)

5 a 9 años (7.7%)
10 a 14 años (47.0%)
15 a 17 años (45.4%)

Fuente:Ministerio de Trabajo y Previsión Social y el Instituto Nacional de Estadística (2008).

Si bien han sentido los embates de la actual situación económica, los niños y niñas que viven
en hogares que reciben remesas están menos expuestos al trabajo infantil. Según la encuesta
realizada por OIM y UNICEF (2009), el 7.44% de los menores de estos hogares aseguraba
trabajar. De éstos, el 57% indicaba que trabajaba por la necesidad de aumentar los ingresos en
el hogar. El 30.26% de estos trabajadores no está cualificado; el 27.34% se dedica a la
agricultura; otro 18.39% está conformado por operarios y artesanos de artes mecánicas y otro
17.86% está compuesto por trabajadoras y trabajadores de servicios y vendedores.
Si se realiza un análisis por rama de actividad en personas trabajadoras menores de 18 años
que viven en hogares que reciben remesas, se tienen los siguientes datos: el 43.84% se dedica
a la agricultura, caza, silvicultura y pesca; el 21.91% al comercio por mayor y menor,
restaurantes y hoteles; el 16.65% se emplea en la industria manufacturera, textil y alimenticia.
El 7.72% trabaja en la construcción. De todos ellos, el 46.4% labora en una empresa o
actividad familiar y no recibe sueldo; el 40.2% presta servicios a empresas privadas y recibe
contribución económica. Otro 3.3% trabaja por cuenta propia en el hogar.

46
LA TORMENTA PERFECTA – Impacto del cambio climático y la crisis económica en la niñez y la adolescencia

3.7 Migración
Una de las estrategias utilizadas para aumentar los ingresos familiares es la migración, ya sea
a las diferentes cabeceras municipales o a otras zonas del país (como la migración que se da
del área rural a las ciudades), incluso al extranjero, principalmente a Estados Unidos.
La migración es provocada por varias circunstancias, que van desde la búsqueda de mejores
condiciones económicas, huir de la violencia o bien de los efectos de los fenómenos
climatológicos adversos. En este último caso, la migración sucede porque las tierras dan
menos cosechas y las personas suelen quedar en mayor grado de vulnerabilidad (Oxfam,
2009).
Según la encuesta OIM/UNICEF (2009), las principales causas de la emigración entre las
niñas, niños y adolescentes que residen fuera de Guatemala son: mejorar la condición
económica (40%), conseguir trabajo (38.9%) y la reunificación familiar (10.7%).
Aunque trae beneficios incuestionables, sobre todo en materia económica, la migración
también propicia la desprotección y la desintegración familiar. Niñas, niños y adolescentes
llegan a pasar horas, incluso días, sin referentes maternos o paternos dentro del hogar. El lazo
familiar se resiente entre los que se quedan (mayoritariamente niños y adolescentes) con
relación a los que se van (madres y/o padres). Al mismo tiempo la desintegración familiar tiene
consecuencias en el desarrollo afectivo y social, llegando incluso a afectar el rendimiento
educativo.
«La desintegración familiar, problemas en la crianza de los niños y niñas, adopción de
conductas de riesgos de la niñez y adolescencia que quedaron sin orientación de los padres y
una mayor vulnerabilidad a la violencia, el abuso y la explotación son algunas manifestaciones»
de la migración de guatemaltecos a otros países (UNICEF, 2007c).
La migración también tiene impactos económicos negativos para el país, tales como la fuga de
cerebros de emprendedores y profesionales formados en Guatemala. Quienes emigran tienen,
normalmente, un nivel educativo superior a la media nacional y su desempeño profesional será
ejercido fuera del país.
Por otra parte, cuando los padres o las madres tienen que salir del hogar para buscar trabajo,
el cuidado y atención tanto de la casa como de los hermanos y hermanas quedan a cargo,
muchas veces, de adolescentes, especialmente mujeres. Estas adolescentes se ven abocadas
a abandonar el sistema educativo para realizar tareas de hogar. En muchos casos, quedan
indefensas ante el abuso o la violencia sexual y de género, por parte de otros hermanos,
familiares o vecinos que saben de su situación de vulnerabilidad.
Según el estudio cualitativo que llevó a cabo UNICEF durante 2008 y 2009, la tendencia es que
niñas, niños y adolescentes participen en el sostenimiento del hogar. El estudio de percepción
identificó que la migración de niños y niñas entre doce y catorce años de edad del campo a la
ciudad, especialmente para el caso de los niños, supone un fenómeno que se ve intensificado
por la crisis. Dicha migración tiene como principal destino las cabeceras municipales y
departamentales.
En los departamentos de Chiquimula, Huehuetenango, Retalhuleu, Sololá, Quetzaltenango,
San Marcos, Totonicapán, Escuintla, Quiché, Santa Rosa y Baja Verapaz, la migración
temporal interna (de un lugar a otro del país) afecta a familias completas que acuden a trabajar
a las fincas. Esto implica el abandono temporal de la escuela, lo cual trae consigo problemas
de aprendizaje o un posible abandono definitivo de la misma para centrarse en el aspecto
laboral.

47
LA TORMENTA PERFECTA

La migración también tiene como destino otros países, principalmente Estados Unidos, donde
vive el 97% de la población guatemalteca que reside en el exterior (OIM/UNICEF, 2009). Entre
las personas que han emigrado, un 43.14% ha salido de Guatemala en busca de trabajo; otro
40.51% lo ha hecho para mejorar sus condiciones económicas, entre otros aspectos. Por rama
de actividad, destaca el trabajo en hostelería y comercio (26.48%), seguido por agricultura
(20.79%), industria textil y/o alimenticia (16.78%) y el trabajo en servicios sociales (9.58%),
según la encuesta OIM/UNICEF del año 2009.
Una vez en el país de destino, las y los guatemaltecos que allí residen deben adecuarse a la
demanda de trabajo existente. De esta manera, en el momento de realizar la encuesta (junio
2009), el 26.48% trabajaba en el comercio por mayor y menor, hoteles y/o restaurantes; el
20.79% en la agricultura, caza, silvicultura y/o pesca; el 16.78% en la industria manufacturera,
textil y alimenticia; el 9.58% en servicios comunales, sociales y personales; 7.39% en la
educación y otro 5.17% en la construcción.

3.8 Negocios ilícitos

Debido a la crisis económica y a otros factores, los negocios ilícitos en Guatemala han
aumentado en muchos casos como una estrategia de sobrevivencia vinculada con la
informalidad pero, sobre todo, con las actividades ilegales. De esta manera, la economía que
bordea la legalidad se está convirtiendo en la gran empleadora a nivel nacional, así como en la
proveedora de redes de protección social.
Estas actividades ilegales están minando la capacidad del Estado, ya que operan fuera del
marco legal e impositivo establecido y se caracterizan por «la versatilidad de su organización»,
lo que además hace que sea una problemática «sumamente difícil de estimar dado que los
agentes que se dedican a actividades subterráneas evitan ser detectados y no existen registros
públicos» (PNUD, 2009b).
Para las personas que se han quedado en situación de desempleo, las actividades y negocios
ilícitos suelen ofrecerles pagos por servicios muy altos para períodos cortos de tiempo.
Asimismo, son vistos como una ocupación y manera rápida de hacer dinero. Debido a una
situación apremiante, las personas que se enrolan en estas actividades no son siempre
conscientes de los riesgos que pueden llevar a la privación de libertad o la muerte.
Estos negocios ilícitos tienen diferentes categorías, que van desde el trafico de drogas hasta el
robo de vehículos. De acuerdo a los datos generados por la Unidad de Información Pública del
Ministerio de Gobernación, de los 15 578 hechos delictivos contra la propiedad registrados
durante el año 2009, el 42.53% corresponden a hurtos y robos a vehículos; 20.27% a hurtos y
robos de motocicletas; 12.58% a hurtos y robo de armas de fuego y otro 6.18% a hurtos y
robos a residencias, entre otros. Además, se registraron 401 violaciones sexuales, 1510 delitos
contra la libertad.
Para la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC, 2009), en Guatemala,
Honduras y El Salvador, «la intensa violencia generada por las drogas ha planteado un grave
problema para la gobernabilidad», ya que «parte de la cocaína dirigida hacia el norte está
pasando a través de Centroamérica, incluyendo El Salvador, Honduras, Guatemala y Belice».

48
LA TORMENTA PERFECTA

El informe Blanqueo de capitales y delitos financieras (Departamento de Estado de Estados


Unidos, 2010b), pag 180) plantea que «el blanqueo de capitales procedentes de otras
actividades ilícitas, tales como la trata de personas, contrabando, secuestro, evasión de
impuestos y el robo de vehículos, es sustancial».
Según la Procuraduría de los Derechos Humanos (PDH), «la actividad del crimen común y
organizado incluyó el secuestro de menores de edad, unas veces con fines de extorsión o
intereses económicos, otras por venganzas personales» (PDH, 2009), habiéndose
contabilizado durante los primeros diez meses del año 2009 el secuestro de 48 niñas, niños y
adolescentes, quedando otros muchos sin registrar.
Para el PNUD (2007) «los hechos ilícitos en el municipio de Guatemala están siendo cometidos
por hombres jóvenes contra la población económicamente activa». En la capital de la
República, durante el primer semestre del año 2007, la mayoría de hechos delictivos cometidos
corresponde «a robos o asaltos» (81.1%).
El estudio del PNUD indica que el 75% de los delitos no es denunciado. En este sentido, tres
de cada cuatro «hechos ilícitos acontecidos en la Ciudad de Guatemala [sic] quedan
completamente invisibles para las estadísticas oficiales» (PNUD, 2007). Esto se debe a que
una gran parte de la población «no cree que sirva para algo» denunciar (59%), o considera que
el robo o el asalto «no fue grave o de valor» (13.1%).

Gráfica 16.
Razón por la cual no se denunció un hecho ilícito

No cree que sirva de algo 59 %

No fue grave o de valor 13.1 %

Temor a represalias 9.8 %

Otros 8.7 %

Trámites complicados 6 %

No sabía dónde 2.2%

Lo resolví  yo misma/o 0.5 %

0 10 20 30 40 50 60 70

Fuente: PNUD (2007).

La falta de oportunidades educativas y de empleo, así como de espacios de ocio y recreación


para población adolescente, unidas a la crisis económica, la exclusión social y la impunidad,

49
LA TORMENTA PERFECTA

crean el contexto propicio para el aumento de los negocios ilícitos en Guatemala. Según el
Banco Mundial (2009), un escenario «de baja escolarización, falta de oportunidad y de alta
impunidad aumenta el riesgo de que los jóvenes participen de actividades ilegales».
Por último, la crisis económica merma la capacidad de reacción y de capacidad de acción por
falta de recursos de los diferentes actores e instituciones públicas, lo que es aprovechado por
el crimen organizado. Para el Banco Mundial (2009), «el alto nivel de impunidad y la exclusión
social son dos de las principales causas de la gravedad y el empeoramiento de los problemas
de delincuencia y violencia».

3.9 Explotación y violencia


La crisis económica y climática ponen en peligro los avances que se han realizado en materia
de protección a los derechos de la niñez y la adolescencia, tal como ha quedado patente en
este documento. En lo relativo a la violencia contra adolescentes, especialmente mujeres, su
aumento es un hecho preocupante.
Según la Unidad de estadísticas de violencia intrafamiliar del INE, en 2008 se registraron
23,721 casos de violencia intrafamiliar; el 10.4% de las víctimas tienen menos de diecinueve
años de edad. De estos, el 92.18% se da en contra de mujeres en ese rango de edad. No hay
que olvidar que «el efecto de la violencia puede ser devastador y tiene repercusiones en
diversos ámbitos de la vida» (UNICEF, 2008) ya que muchos niños y niñas están expuestos y
son víctimas de la violencia por parte de cualquier miembro de la unidad familiar.
En cuanto al trabajo de niñas, niños y adolescentes asociado con la explotación sexual
comercial, el estudio cualitativo realizado por UNICEF encontró evidencias en la ciudad de
Tecún Umán, cercana a la frontera con México. Asimismo, en las áreas urbanas de la mayoría
de departamentos del país se puede observar mujeres adolescentes que están siendo
explotadas sexualmente en centros nocturnos y bares, tal como sucede en Chisec (Alta
Verapaz).
En el departamento de San Marcos (fronterizo con México) existen reportes de lo que se da en
llamar «tarjeteras», esto es, madres y padres que explotan sexualmente a sus hijas a cambio
de recargas o tarjetas de telefonía celular.
En la ciudad de Guatemala, adolescentes de ambos sexos que antes cuidaban y limpiaban
automóviles o lustraban zapatos, recibían poco más de veinticinco quetzales por un día de
trabajo, al no tener vehículos para cuidar y menos zapatos para lustrar, han sido captados por
redes pedófilas y son explotados sexualmente usando teléfonos celulares e Internet.
Si bien en las actividades de explotación sexual comercial hay niñas, niños y adolescentes
provenientes de otros países de Centroamérica, principalmente de Honduras, Nicaragua y El
Salvador, la mayor cantidad son guatemaltecos y guatemaltecas. Las redes criminales que
buscan más víctimas para introducirlas en esta actividad encuentran un campo fértil en las
poblaciones con altos índices de pobreza extrema, pues muchos adolescentes pueden ser
engañados con la promesa de un trabajo legal, pero en realidad son víctimas de la explotación
sexual comercial y de otras formas de violencia.
El municipio de Camotán, en Chiquimula, cercano a la frontera con Honduras, forma parte de
un corredor de migrantes centroamericanos, tráfico de drogas y trata de personas. La población
advierte de la existencia de explotación sexual comercial en adolescentes, aunque también
indica su temor a represalias por presentar denuncias, lo que lleva a un comportamiento que
profundiza la impunidad.

50
LA TORMENTA PERFECTA

Para la Central de Inteligencia Americana, «Guatemala es una fuente de tránsito y destino para
centroamericanos traficados con fines de explotación sexual comercial y trabajo forzado; la
trata de personas es un problema importante y creciente en el país» (CIA, 2010).
Con la entrada en vigor de la Ley contra la Violencia Sexual, Explotación y Trata de Personas,
en el año 2009, Guatemala dejó de ser el único país de Centroamérica que no había
armonizado su legislación en este ámbito esencial para la protección y desarrollo de la niñez y
la adolescencia. El Informe mundial sobre la violencia contra los niños y niñas (Naciones
Unidas, 2006) indica que «los niños y niñas víctimas de trata y explotación sexual deben ser
tratados como víctimas y recibir apoyo, en vez de ser tratados como criminales y ser
arrestados».

3.10 Víctimas colaterales de la violencia


La alta tasa de impunidad prevaleciente en el país tiene un alto impacto en los delitos contra
las mujeres. En 2009, murieron en Guatemala 720 mujeres, según la Procuraduría de los
Derechos Humanos (PDH). El 43% de ellas tenían entre trece y veintisiete años de edad. Las
autoridades encargadas no tomaron mayores acciones para evitar sus muertes, ni para la
captura y condena de sus victimarios. La muerte de la madre, además de que es un factor de
desintegración familiar, tiene consecuencias negativas para la niñez y la adolescencia ya que
se quedan prácticamente sin referente en el hogar y sufren una pérdida emocional irreparable.
Guatemala tiene una de las tasas más altas de América Latina y el Caribe por mortalidad
materna —pues mueren alrededor de 589 mujeres al año por causas relacionadas con el
parto—, sin embargo la muerte de mujeres por violencia es mayor, lo que da una idea de la
envergadura del problema. Durante el año 2009 se denunciaron 2174 casos de violencia
intrafamiliar, de acuerdo a la Unidad de Información Pública del Ministerio de Gobernación con
datos generados por la PNC.
La muerte de la madre por violencia
machista se da en un ambiente de total
impunidad por parte de los victimarios.
Niñas, niños y adolescentes que crecen
en un ambiente de miedo, violencia y
violación de sus derechos, estarán
marcados de por vida y probablemente
repetirán con sus parejas lo que han
visto en su familia.
Carmen López, dirigente de la
organización Alianza para la Acción, en
declaraciones recogidas por la agencia
AFP, asegura que desde la vigencia de
©UNICEF/Guatemala2009/EDíaz la ley contra el femicidio y otras formas
de violencia contra la mujer, hasta el 22
de abril de 2010, al Organismo Judicial
ingresaron 17.687 casos. Del total de denuncias se emitieron 75 sentencias; 18 absolutorias y
57 condenatorias». En otras palabras, el índice de impunidad en este tipo de delitos alcanza el
99.57%.
De acuerdo con la Unidad de Estadísticas de Violencia Intrafamiliar del INE, en 2008 se
registraron 23 271 casos de violencia intrafamiliar, de las cuales el 90.34% fue contra mujeres;

51
LA TORMENTA PERFECTA

y dentro de éstas, el 27.77% eran mujeres mayas. El 75.96% de estas agresiones provienen
del esposo o el conviviente. En muchos casos, se trata, de mujeres que son económicamente
dependientes, ya que el 71.39% de las mujeres víctimas de violencia se encontraba sin trabajo
remunerado. Por su parte, el INE, traza el perfil del agresor como varón, trabajador (86.93%) y,
en un 63.5%, tiene entre veinte y treinta y nueve de edad. Para 2010, el INE prevé alrededor
33 600 casos de violencia intrafamiliar, es decir 92 hechos por día, aunque el subregistro
continuará siendo alto.

Gráfica 17.

Población masculina agresora de violencia intrafamiliar por grupos de edad

12 a 19 (3.75%)
20 a 24 (14.21%)
25 a 29 (19.01%)
30 a 34 (16.96%)
35 a 39 (13.31%)
40 a 44 (9.64%)
45 a 49 (6.53%)
50 a 54 (4.11%)
55 ó más (4.46%)
Ignorado (8.02%)

Fuente: Unidad de Estadísticas de Violencia Intrafamiliar del INE (página web).

La Ley para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia Intrafamiliar (Decreto 97-1996), en su


artículo 1 establece que, «la violencia intrafamiliar constituye una violación a los derechos
humanos y para los efectos de la presente ley, debe entenderse como cualquier acción u
omisión que de manera directa o indirecta causare daño o sufrimiento físico, sexual, psicológico
o patrimonial, tanto en el ámbito público como en el privado, a persona integrante del grupo
familiar, por parte de parientes o conviviente o ex conviviente, cónyuge o ex cónyuge o con
quien se haya procreado hijos o hijas».
En Rabinal (municipio del departamento de Baja Verapaz), la violencia intrafamiliar es un
problema constante. Para enfrentarlo, la municipalidad abrió la Oficina Municipal de la Mujer,
Niñez y Adolescencia, en la cual se reciben las denuncias por violencia machista, las cuales
son posteriormente objeto de acompañamiento.
La violencia intrafamiliar y el maltrato infantil son parte de la vida diaria en la mayoría de los
municipios del departamento de San Marcos. En el municipio de Ixchiguán, estos
comportamientos se asocian con machismo y alcoholismo. Diferentes personas consultadas
en el municipio de Tejutla informaron de casos de violencia intrafamiliar asociados con la
tensión en el hogar por falta de recursos económicos.
52
LA TORMENTA PERFECTA

Para muchas adolescentes indígenas víctimas de violencia intrafamiliar, no poder ser atendidas
ni contar con la atención requerida en su idioma materno representa un obstáculo para
presentar denuncias. Adicionalmente, la falta de recursos económicos para pagar el transporte
desde el hogar hasta el juzgado supone también un impedimento para denunciar y exigir
justicia.
La violencia psicológica tiene especial impacto entre mujeres, niñas, niños y adolescentes ya
que, aunque no haya violencia física o sexual, los efectos sobre las víctimas son altos y, en
muchos casos, irreparables. La violencia psicológica no sólo daña a quien la sufre —la mayoría
de las veces, las madres de familia— sino que, además, perturba la convivencia y el desarrollo
de niñas, niños y adolescentes.
Por otra parte, según la PDH, «los homicidios de personas relacionadas con el transporte
público reflejan un nuevo patrón en el incremento y los altos niveles de violencia que se viven
en el país» (PDH, 2009).
Los crímenes cometidos en autobuses dejaron 192 pilotos, 50 ayudantes y 52 pasajeros
muertos durante el año 2009 (PDH, 2009). Las familias de estas personas han quedado
destrozadas, en muchos casos sin otras fuentes de ingresos monetarios. La mayoría de los
niños y las niñas de estos hogares se ven forzados a ausentarse de la escuela o abandonarla
en forma definitiva, como estrategia de subsistencia familiar, aceptando incluso empleos de
riesgo. De esta cuenta, niñas, niños y adolescentes huérfanos son más vulnerables a ser
reclutados por pandillas juveniles, por el crimen organizado o para la explotación sexual
comercial.
Gráfica 18.
Asesinatos en autobuses entre 2007 y 2009

300

250

200
Pasajeros
150 Ayudantes 

100 Pilotos 

50

0
Año 2007             (121  Año 2008           Año 2009           (294 
muertes) (206 muertes) muertes)

Fuente: elaboración propia a partir de datos de la PDH (PDH, 2009).

53
LA TORMENTA PERFECTA – Impacto del cambio climático y la crisis económica en la niñez y la adolescencia

4. De la preocupación
a la acción

En Guatemala, los efectos del cambio climático y de la crisis económica han limitado las
oportunidades de empleos nuevos, provocando una tormenta perfecta que tiene consecuencias
en toda la sociedad, especialmente entre la población más joven, como se ha visto en este
documento. Los desafíos provocados por estas crisis representan oportunidades para el
cambio y ponen a prueba la capacidad de la sociedad y de las instituciones para reinventarse y
seguir creciendo, creando riqueza y bienestar de manera más equitativa, fortaleciendo los
sistemas de protección social.
Sin duda alguna, la República de Guatemala saldrá de la crisis económica y financiera con el
tiempo, pero no es tan seguro que su sociedad retome pronto a la senda de la prosperidad
económica, sobre todo si no se adoptan las decisiones oportunas y necesarias para mitigar la
histórica desigualdad social, nutricional y económica que ha postergado e impedido el
desarrollo pleno de su población, especialmente de la niñez y la adolescencia. Por ello, es
ahora el momento de pasar de la preocupación a la acción y la ocupación.
Desde finales del año 2007, tras el fuerte impacto provocado de la combinación de estas
crisis, la situación de la niñez y la adolescencia está empeorando, especialmente en cuanto a
los niveles de pobreza e inequidad social. El mayor efecto podría concentrarse en el aumento
en el número de personas que pasan hambre y están malnutridas.
La situación de la niñez y la adolescencia en Guatemala debe ser cuestión de Estado. Cuando
los niños, niñas, adolescentes y mujeres tienen bajos niveles de salud, nutrición y educación,
son menos productivos y la probabilidad de seguir siendo pobres y heredar la pobreza a las
siguientes generaciones es mayor.
Todas las acciones tienen que tomar en cuenta la interculturalidad del país, ya que no se
pueden aplicar soluciones generales, sino que éstas deben adaptarse a las diferentes zonas
geográficas, étnicas, lingüísticas y culturales de Guatemala y a sus respectivas demandas.
Asimismo, es necesaria la incorporación del enfoque de género en la elaboración de
presupuestos; la inversión en la mujer genera el mayor retorno del bienestar social, lo cual
redunda en una mejora de las condiciones de vida de la niñez y la adolescencia.
Tanto los efectos del cambio climático como de la crisis económica están menguando la
capacidad del Estado para hacer frente a las demandas de la población para mejores y más
servicios públicos, por lo que se hace necesario mejorar la eficiencia de la inversión social y la
productividad pública. En otras palabras, corresponder a una mayor demanda con menos
recursos, adaptando la oferta de servicios públicos a las necesidades de la población, es decir,
hacer más con menos.
Por ejemplo, el aprovechamiento de las tecnologías de información y telecomunicación para
mejorar la conectividad entre la población y quienes toman decisiones, tanto a nivel nacional
como municipal, puede ayudar a mejorar la entrega de servicios públicos, tal como sucede en
otros países. La aplicación de las tecnologías en el sector salud, podría evitar desplazamientos
innecesarios del personal del centro de salud a las comunidades y viceversa, si el trámite o
consulta se puede realizar con una llamada telefónica, mensaje de texto o correo electrónico.

54
LA TORMENTA PERFECTA

El Estado debe desempeñar un papel anticíclico. Para ello, es preciso que asegure —cuando
no aumente— la inversión pública a favor de la niñez y la adolescencia, fortaleciendo la
protección social.
En tiempo de crisis económica es necesario mantener y, de ser posible, ampliar la cobertura
de los programas de salud y nutrición, así como servicios de abastecimiento de agua limpia,
educación básica, protección y lucha contra la impunidad, que protegen los derechos de la
niñez y adolescencia
El coste de la violencia es alto y va en aumento. Para reducir la violencia es esencial combatir
la impunidad y evitar que más jóvenes caigan en las redes de la delincuencia. Las
instituciones nacionales, departamentales y municipales están llamadas a jugar un papel
decisivo en la lucha contra la impunidad y el crimen organizado. Además, la sociedad debe
tener tolerancia cero contra todas las personas que cometen algún tipo de delito. La violencia
intrafamiliar, el abuso y los crímenes contra la niñez y la adolescencia se reducen combatiendo
la impunidad.
En el ámbito de la desnutrición, es necesario reforzar y enfatizar, por parte del Estado, las
medidas de prevención de la desnutrición mediante el monitoreo y promoción del crecimiento
físico, con énfasis en niñas y niños menores de dos años de edad, para lo cual es más que
necesario aumentar el presupuesto y los esfuerzos a todos niveles destinado a tal fin. La
promoción de medidas como el fomento de la lactancia materna exclusiva para menores de
seis meses y de la lactancia materna complementaria hasta los dos años de edad, favorece el
crecimiento físico y el desarrollo mental de niñas y niños, además de procurarle mayores
defensas y beneficios para su crecimiento.
Para superar los efectos de la crisis económica mundial es necesario implementar acciones
nacionales y locales específicas. Los recursos municipales también se ven disminuidos por
la situación económica, por lo que resulta indispensable ajustar sus planes y estrategias,
orientando sus acciones a los grupos menos favorecidos, especialmente para niños, niñas y
adolescentes.
En la implementación del plan de recuperación y reconstrucción con transformación del
Gobierno de Guatemala se debe privilegiar la contratación de personas afectadas por los
eventos climatológicos.
Aunque Guatemala contribuya poco al cambio climático mundial sí padecerá en gran medida
sus efectos. Por ello, la política más eficiente y menos costosa es adaptarse al cambio
climático de manera preventiva, teniendo en cuenta los procesos naturales, económicos,
sociales, tecnológicos, ambientales y energéticos. Esta adaptación no debe entenderse
únicamente como acciones de preparación y respuesta a desastres naturales, sino más bien el
conjunto de estrategias tendentes de evitar su impacto en los grupos menos favorecidos.
Actuar y adaptarse rápido a las transformaciones provocadas por las crisis ofrece ventajas. Si
el país no previene los efectos las crisis, las arcas públicas se pueden resentir de manera
brusca ante el impacto de cualquier fenómeno climatológico o crisis económica.
Adaptarse a los efectos del cambio climático no es una tarea exclusivamente del Estado, sino
también de la ciudadanía y del sector empresarial. Se puede y se debe hacer esfuerzos
conjuntos para minimizar el impacto entre la población presente y futura. Prevenir contra la
contaminación de las fuentes de agua potable, como ríos o lagos, evitar la urbanización
inadecuada y las prácticas agrícolas insostenibles es económicamente más ventajoso que
recuperar lo ya destrozado.

55
LA TORMENTA PERFECTA – Impacto del cambio climático y la crisis económica en la niñez y la adolescencia

Se requieren políticas y programas, tanto a nivel nacional como regional y municipal, que
contemplen el desarrollo ambiental de manera sostenible. Para ello, se ha de implementar la
legislación necesaria tanto para la preservación del entorno como para castigar los delitos
medioambientales. Este desarrollo debe fomentar el uso de energías limpias, la regeneración y
limpieza de ríos y lagos, protección de fuentes de agua segura para consumo humano, así
como la reforestación de los bosques.
Para aumentar la resiliencia de las familias y comunidades ante los desastres naturales, se
debe aumentar los conocimientos, habilidades, acceso a servicios públicos e ingresos.

¿Qué podemos hacer para adaptarnos?

Para prevenir DESASTRES


• Ordenar y regular los asentamientos humanos y el territorio. El nivel más indicador para
llevar a cabo estas actividades es el municipal.
• Incluir el tema de gestión de riesgo para los proyectos de inversión pública y privada.

Para mejorar la SEGURIDAD ALIMENTARIA


• Poner mayor atención a los pronósticos del tiempo como parte de los sistemas de alerta
temprana.
• Diversificar los cultivos y el uso de variedades genéticas.
• Fortalecer a las organizaciones de base que funcionan como sistemas de soporte para
los agricultores.
• Mejorar el acceso a fuentes de financiamiento para la producción y cadenas de
comercialización.

Para asegurar el suministro de AGUA


• Mejor el ordenamiento y la gestión de los recursos hídricos: ley general del agua,
generar y mejorar la producción y difusión de información sobre los recursos y sus
usuarios.
• Aumentar los sistemas de almacenamiento de agua. Los embalses son multiusos:
generación hidroeléctrica, riego y abastecimiento domiciliar.
• Regulación territorial: no ocupar áreas de recarga hídrica, tratar las aguas residuales y
controlar la descarga de los alcantarillados sanitarios.

Para garantizar respuestas efectivas, oportunas y fiables, deben adoptarse y actualizarse los
preparativos para atender las emergencias. Se debe poner especial énfasis en la atención de
niños, niñas, adolescentes, mujeres y comunidades, así como a prestadores de servicios
básicos, quienes han de estar preparados para afrontar las necesidades sanitarias,
nutricionales, educativas y de seguridad que se presenten cuando se produzca un desastre.
El cambio en las condiciones climáticas repercutirá en el suministro de agua, por lo que es
necesario mejorar la gestión de los recursos hídricos con los que cuenta Guatemala. Ante un

56
LA TORMENTA PERFECTA

escenario de probabilidad de cambio de las precipitaciones, se hace más que necesario


almacenar el agua en embalses, ya que éstos pueden ser multiusos: generadores de energía
hidroeléctrica, riego, abastecimiento para hogares y para cubrir la demanda ecológica del agua.
Para, para mejorar el saneamiento básico a nivel comunitario, es necesario fortalecer al
Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social (MSPAS) como entidad rectora de la materia,
mejorando la planificación sectorial y de programas. Para ello, es preciso establecer
mecanismos de coordinación nacional que permitan ordenar las intervenciones públicas y
privadas, incrementando la asignación del presupuesto público priorizando acciones para el
área rural.
La reforestación evita erosión del suelo, mitiga la desertificación y protege las zonas costeras,
entre otros efectos. Plantar árboles es una buena forma de conservar el medio ambiente y
mejorar las condiciones para el desarrollo, por lo que es una actividad imprescindible de
realizar en Guatemala.
En el ámbito energético, el Estado podría fomentar la adopción de energías limpias,
bonificando con reducción de impuestos a las empresas que den el paso. La disponibilidad de
servicios limpios de energía —como la solar, por ejemplo— mejora la condición de vida de los
hogares y la permanencia de niñas y niños en la escuela, ya que no necesitan ir a buscar leña
y otros biocombustibles como el aceite para cocinar y producir calor en el hogar.
Si no se toman las medidas necesarias de adaptación, el cambio climático será más
devastador que la crisis económica, financiera y laboral y durará mucho tiempo. Aunque el
país pueda retomar la senda del crecimiento económico, más de la mitad de la población
tardará mucho más tiempo en recuperarse si no se cuenta con un plan de ajuste y recuperación
que tome en consideración a la niñez y la adolescencia, así como a otros colectivos
vulnerables.

57
LA TORMENTA PERFECTA – Impacto del cambio climático y la crisis económica en la niñez y la adolescencia

Las principales fuentes:


Este documento ha sido posible gracias a los diferentes esfuerzos de investigación y análisis
que el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia en Guatemala ha llevado a cabo desde el
tercer trimestre del año 2009 con diferentes organizaciones e instituciones. Entre ellas,
destacan:
- Seguimiento y atención de la situación de la niñez y la adolescencia en Guatemala, en
el contexto de la crisis de alza de los precios de los alimentos. Diciembre de 2008.
Estudio cualitativo.
- Seguimiento y atención de la situación de la niñez y la adolescencia en Guatemala, en
el contexto de la crisis económica mundial. Julio de 2009. Estudio cualitativo.
- Encuesta sobre remesas 2009, niñez y adolescencia. Realizado por OIM con el apoyo
de UNICEF. Octubre de 2009
- Resultados de la valoración de inseguridad alimentaria y nutricional en los
departamentos del corredor seco del oriente de Guatemala, Quiché e Izabal. Realizado
por la Red Humanitaria de Guatemala, de la que es parte UNICEF. Noviembre de 2009.
- Marco conceptual para el análisis del presupuesto orientado a la niñez y la adolescencia
guatemalteca. Icefi. Diciembre de 2009.

58
LA TORMENTA PERFECTA

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63
LA TORMENTA PERFECTA

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Banguat Banco de Guatemala
BM Banco Mundial
Central Intelligence Agency, por sus siglas en inglés. Agencia Central de
CIA
Inteligencia.
CDN Convención sobre los derechos del niño
CECC Coordinadora de Educación y Cultura de Centroamérica
Cepal Comisión Económica para América Latina
Cicig Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala
EDAS Enfermedades diarreicas agudas
Encovi Encuesta nacional sobre condiciones de vida
Ensmi Encuesta nacional de salud materno infantil
Food and Agriculture Organization, por sus siglas en inglés. Organización de
FAO
las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación
FMI Fondo Monetario Internacional
Instituto de Agricultura, Recursos Naturales y Ambiente de la Universidad
IARNA
Rafael Landívar
Icefi Instituto Centroamericano de Estudios Fiscales
INE Instituto Nacional de Estadística
Insivumeh Instituto de Sismología, Vulcanología, Meteorología e Hidrología
IRAS Infecciones respiratorias agudas
IVA Impuesto al valor agregado
Mineduc Ministerio de Educación
Minfin Ministerio de Finanzas Públicas
MSPAS Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social
Mesoamerican Food Security Early Warning System, por sus siglas en inglés.
MFEWS
Sistema Mesoamericano de Alerta Temprana para Seguridad Alimentaria
NNUU Naciones Unidas
ODM Objetivos de Desarrollo del Milenio
OIM Organización Internacional para las Migraciones
OIT Organización Internacional del Trabajo
PEA Población económicamente activa
PIB Producto interno bruto
PMA Programa Mundial de Alimentos

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LA TORMENTA PERFECTA

PNUD Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo


PNC Policía Nacional Civil
PPA Paridad de poder adquisitivo
Segeplan Secretaría de Planificación y Programación de la Presidencia
Sesán Secretaría de Seguridad Alimentaria y Nutricional
Sida Síndrome de inmunodeficiencia adquirido
United Nations Children’s Fund, por sus siglas en inglés. Fondo de las
UNICEF
Naciones Unidas para la Infancia
United Nations. International Strategy for Disaster Reduction, por sus siglas en
UNISDR inglés. Naciones Unidas. Estrategia Internacional para la Reducción de
Desastres
United Nations Office on Drugs and Crime, por sus siglas en inglés. Oficina de
UNODC
Naciones Unidas contra las drogas y el delito.
United States Agency for International Development, por sus siglas en inglés.
USAID
Agencia de Estados Unidos para la Cooperación Internacional
VIH Virus de inmunodeficiencia humana

65
LA TORMENTA PERFECTA

http://www.unicef.org/guatemala

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