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AUTOR

Julio Mario Villarreal III

-Pertenece a la R.I.F.L.
Chiriqui N° 10 Panamá.
-Miembro Honorario de la
R.B.C.L. Maravilla N° 10
Costa Rica.
-Miembro dual R.L.L. Valle
de la Luna N° 16 Panamá.
-Miembro de Abou Saad
Shriners de Panamá
-Miembro N° 7588 de
Shriners International
-Maestro Elegido de los
Nueve de la Cámara de
Perfección Fernando
Halphen Pino, Supremo
Consejo Nacional del
REAA Panamá.
-Coadministrador del
Portal Masones de
Panamá
- Director Adjunto de la
Revista Internacional
Dialogo Entre Masones.

Para contacto:
jvillarreal@petroterminal.com 2
Aclarando el Concepto de Orientación Masónica y
La Posición de las Columnas en el Templo
Masónico y El Templo de Salomón
Las Columnas del Templo de Salomón, del Templo Masónico y su
Circuambulación.

“Y colocó las columnas delante del templo, una a la mano


derecha, y otra a la izquierda; y a la de la mano derecha llamó
Jaquín {del hebreo: Establecer}, y a la de la izquierda, Boaz {del
hebreo: Fortaleza}”.

LSE - 2 - Crónicas 17

…Empecemos por la raíz del asunto utilizando la Masonería Operativa


y los conocimientos del primero y segundo grado de la Masonería
Especulativa:

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 ¿Por qué las personas cuando se extravían solicitan
“orientación” para llegar a sus destinos?,
 Se debe decir: ¿La Caridad es el Norte de todo Mason, o La
Caridad es el Oriente de todo Masón?
 ¿Alguna vez se han preguntado por qué la brújula no es un
instrumento masónico a pesar del gran servicio que aún presta
a la Humanidad?

La respuesta a la última pregunta es sencilla: Porque no la necesitaban.


La brújula es más que nada un instrumento de navegación, no de
construcción. Los antiguos masones operativos eran constructores no
navegantes, por lo cual no requerían de la brújula, sin embargo, es
siempre necesario saber cuál es la orientación respecto al Norte para
poder construir los templos alineados del Occidente al Oriente. Para ello
se pueden utilizar técnicas complejas de eclíptica o simplemente utilizar
la masonería práctica pues con una escuadra y los ejemplos que se dan
más adelante en este escrito se puede definir con relativa facilidad la
orientación de cualquier objeto con respecto al norte.

Por otra parte, trasladémonos 2,500 años en el tiempo, en cualquier


lugar del mundo que no sea China. En esa época el término “Norte” no
tenía ningún significado, pues era un concepto que muchos hombres ni
siquiera imaginaban. El concepto más sencillo era lo que es palpable y
no abstracto como era el concepto del “Norte”, de hecho, la raíz de la
palabra “orientarse” tiene que ver con la trayectoria del Sol desde el
“Oriente”.

Para los antiguos, las primeras herramientas de medición más sencillas


fueron una vara (algunas unidades de medida antigua llevan su
nombre), una cuerda y una piedra. Con estos elementos se puede
construir geométricamente una regla, una plomada, un nivel y hasta una
escuadra y un compás rudimentario. Todo esto es fácilmente
demostrable con el uso de la geometría euclidiana simple. Con el tiempo
se perfeccionaron estas herramientas tan simples, las cuales se utilizan
hasta nuestros días.

El concepto del Norte es algo secundario para los antiguos


constructores, e indirectamente, con el uso de una escuadra, o de una

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simple cuerda, se puede siempre obtener con la ayuda de la
“orientación” y el trazado de la perpendicular al movimiento del sol.

Para los antiguos constructores alrededor del Mundo, el Oriente siempre


fue más importante que el Norte.

La brújula fue inventada en China alrededor del siglo IX con el fin de


determinar las direcciones en mar abierto.

Existe un gran debate acerca de qué ocurrió con la brújula luego de su


aparición en China. Diferentes teorías incluyen:

 Viaje de la brújula desde China hasta el Medio Este a través de


la Ruta de la Seda, y luego a Europa.
 Transferencia directa de la brújula de China a Europa, y luego de
Europa al Medio Este.
 Creación independiente de la brújula en Europa, y luego paso de
ésta al Medio Este.

Las dos últimas teorías se basan en evidencias de aparición de la brújula


en trabajos europeos antes que en arábigos. La primera mención
europea de una aguja magnetizada y su uso entre marineros ocurre en
De naturis rerum (Las cosas naturales) , de Alexander Neckam,
probablemente escrito en París en 1190 Otra evidencia para esto incluye
la palabra árabe para «brújula» (al-konbas), similar al kompass o
compass de las lenguas germánicas, posiblemente derivada de la
palabra italiana compasso, por la forma circular de la caja de la brújula.11

En el mundo árabe, la más temprana referencia al dispositivo se


encuentra en «El libro Tesaurus de los Mercaderes» (conocido por su
transcripción al inglés como: The Book of the Merchant's Treasure),
escrito en árabe por Baylak al-Kibjaki en El Cairo en 1282. Dado que el
autor describe haber presenciado el uso de una brújula en un viaje en
barco 40 años antes, algunos eruditos se inclinan a anteceder la posible
fecha de aparición del objeto consecuentemente. También hay una
mención musulmana a una brújula con forma de pez de hierro en un
libro persa de 1232.

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En Europa, la brújula es oficialmente conocida desde el Renacimiento,
inicialmente se creyó que obraba por brujería de allí su nombre más
común que es un diminutivo de bruja; desde fines de la Edad Media y
hasta aproximadamente mediados del siglo XIX se creyó que la aguja
imantada apuntaba hacia el Polo Norte y se creía que esto ocurría
porque -se suponía- existía en el Polo Norte una gigantesca montaña de
hierro o de magnetita en medio de una isla (imaginaria) a la que se llamó
Rupes Nigra.

Métodos de orientación

 Mediante el uso de la brújula.


 Por medio de la eclíptica lunar.
 Por el método del reloj.
 Por la observación de la Naturaleza.
 Localizando la Estrella Polar (hemisferio norte) o la Cruz del Sur
(hemisferio sur). En la zona intertropical es posible ver ambas.
 Por medio de la eclíptica solar, mediante la línea imaginaria que
se produce desde la salida del sol en el Oriente hasta la puesta
del mismo en Occidente.

De todas las anteriores, la última es la más sencilla de todas pues solo


necesitamos de nuestros sentidos para orientarnos y no necesitamos
grandes conocimientos ni herramientas de ayuda para tal fin. Es así
pues que desde el inicio de los asentamientos humanos, esta fue la
forma elemental de orientación.

Si no tuviéramos ni una brújula ni un mapa nos podríamos orientar


valiéndonos por el Sol y las Estrellas recordando que el Sol recorre el
cielo, por así decirlo, de Este a Oeste, de tal modo que
aproximadamente y asumiendo que estamos en el hemisferio norte, a
las 6:00 como se encuentra hacia el Este, a las 9:00 se encuentra en el
noreste, a las 12:00 se encuentra hacia el Norte, a las 15:00 (3:00 de la
tarde) se encuentra en posición Noroeste y a las 18:00 (6:00 de la tarde)
se encuentra en el Oeste.

Tal vez se dé el caso de que ni siquiera sepas que hora es, en este caso
(y si el cielo está despejado) clava una estaca recta en dirección al sol,
fíjate que no proyecte ninguna sombra. Al poco tiempo y por el
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movimiento de rotación de la tierra, se empezará a dibujar una sombra,
que te indicará la dirección Este-Oeste: la base de la estaca
corresponderá al Oeste y el extremo de la sombra al Este.

De noche podemos usar, en el hemisferio norte, la Estrella Polar la cual


nos indica el Norte. Todas las constelaciones giran alrededor de dicha
estrella (o mejor dicho, la Tierra gira y hace ese efecto). El único
problema es que hay que saber cuál es (lo cual no es un problema). La
estrella polar se encuentra en la constelación de la Osa Menor (con
forma de carro), es “la última del mango del cazo o del carro”.

He aquí una forma de encontrarla. La Osa Mayor es mucho más fácil de


distinguir ya que es un carro grande, que se distingue a simple vista y
con unas estrellas que se ven perfectamente. Pues bien si tomamos la
distancia del borde del carro de la osa mayor y lo alargamos hasta contar
cinco veces esa distancia encontraremos la Estrella Polar y la Osa
Menor. Aquí lo veréis más fácil:
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Como orientarse de día - El Sol

Recuérdese que el sol sale por el este y se pone por el oeste, pero
poquísimas veces lo hace por el este y el oeste exactos. El sol sale por
el este tirando ligeramente hacia el sur y se pone por el oeste tirando
ligeramente hacia el norte. La declinación, o sea el ángulo que forma
con cada uno de ambos puntos cardinales, varía según las estaciones
del año. Téngase en cuenta, además, que la dirección es un concepto
relativo; depende de lo que uno pretenda. Para llegar simplemente a un
punto o lugar determinado, habrá que alinear la direcci6n con el norte
magnético o geográfico. Pero si sólo queremos conservar todo el tiempo
la misma dirección, entonces el arco solar es nuestro mejor punto
constante de referencia. Verifíquese la dirección al menos una vez al
día, empleando cualquiera de los métodos que siguen.

1. Método de la punta de la sombra.

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a. Plántese en el suelo un palo o una rama desnuda, cuidando
de hacerlo en un terreno lo bastante llano para que se proyecte
una sombra bien visible. Márquese la línea formada por la
sombra. Colóquese una piedra, una ramita u otra señal
parecida en el lugar correspondiente a la punta de la sombra.
b. Espérese a que la punta de la sombra se mueva unos pocos
centímetros. Si el palo mide un metro, bastarán unos 15
minutos. Cuanto más largo sea, más rápidamente se
desplazará su sombra. Señálese la nueva posición de la punta
de la sombra por el mismo procedimiento de antes.
c. Trácese una línea entre las dos marcas para tener así una
dirección aproximada este-oeste. La primera punta indica
siempre el oeste, y la segunda el este, a cualquier hora del día
y en cualquier parte de la tierra.
d. Trazando una segunda línea perpendicular a la primera, se
obtendrá la dirección aproximada norte-sur, con lo cual uno
está ya prácticamente orientado y puede dirigirse adonde
desee.
e. Cuanto más cerca estés del ecuador y más cerca del verano
más exacto será este sistema.

Inclinar el palo para lograr una sombra más conveniente por su tamaño
o dirección no influye en la exactitud de este método. Así, el que camine
por suelos en cuesta o con mucha vegetación no necesita perder un
tiempo precioso buscando terrenos lisos. Todo cuanto se requiere para
señalar las dos puntas de sombra es un pequeño espacio aplanado no
mayor que la palma de la mano. El palo puede plantarse en cualquiera
de sus bordes. Tampoco es del todo indispensable utilizar un palo o una
rama para esta operación; el mismo resultado se obtiene con cualquier
objeto fijo (la base de una rama, un tallo, etc.), pues lo único que interesa
marcar es el extremo de la sombra.

2. Hora del día por el método de la sombra.

La hora señalada por un reloj de sol es a mediodía casi la misma - - que


la de un reloj convencional; en otros momentos hay diferencias, que
también varían con la localidad y la fecha.

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Para averiguar la hora por medio del sol usando del método que ya
conocemos y una vez establecidos los puntos cardinales, plántese el
palo en la intersección de las dos líneas, este-oeste y norte-sur,
poniéndolo bien vertical. El lado Oeste de la primera línea indica las seis
de la mañana y el lado este las seis de la tarde en cualquier parte del
mundo. La línea norte-sur es aquí la de mediodía. La sombra del palo o
estilete equivale a la manecilla de las horas en este tipo de reloj y nos
permite situarnos en el tiempo al desplazarse entre ambas líneas. Según
el punto en que nos encontremos y la estación del año, la sombra se
moverá en el sentido de las agujas de un reloj mecánico o al revés, pero
no por eso cambia la manera de leer las horas.

El reloj de sol no es un reloj en el significado que de ordinario atribuimos


a esta palabra, ya que divide el día en doce "horas" desiguales e
invariablemente marca las 6 de la mañana al alba y las seis de la tarde
al ocaso. Con todo, resulta un instrumento bastante satisfactorio para
conocer la hora cuando no se tienen otros relojes. Aun disponiendo de
un verdadero reloj, el de sol puede usarse para "conservar" la dirección
ya obtenida por el método de la punta de la sombra.

Bastará con hacer coincidir la hora del reloj mecánico con la hora solar
y servirse luego del "método del reloj" que explicamos a continuación.
Esto ahorra los diez o quince minutos de espera mientras la sombra se
desplaza, permitiendo así verificar instantáneamente la dirección
cuantas veces parezca necesario para no caminar en círculo. Más o
menos por cada hora de marcha, compruébese la hora solar utilizando
el método de la sombra y ajústese con ella la hora del reloj si ambas
difieren. La dirección hallada por este método "mixto" es la misma que

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la obtenida por el método puro de la punta de sombra. Dicho de otra
manera, el grado de precisión de los dos métodos es idéntico.

Cómo Orientarse de Noche

Por la noche, las estrellas pueden servirnos para encontrar los puntos
cardinales.

En el hemisferio Sur (al sur del Ecuador), la constelación Cruz del Sur
(Crux) permite localizar la dirección aproximada del Sur geográfico,
partiendo de ahí, las demás direcciones.

La ubicación de esta constelación es aproximadamente el Sur, pero si


no sabes cuál es el Sur, esa información no es muy válida, debes
practicar buscándola ahora y conociendo sus movientes (como las
manijas del reloj sobre el Sur Celeste), para que cuando realmente la
necesites ocupar te resulte más fácil.

Este grupo consta de cuatro estrellas bien visibles por su luminosidad y


adopta la forma de una cruz algo inclinada. Las dos estrellas que
constituyen su eje largo se llaman "guardas". Prolongando la longitud de
este eje unas tres veces y media desde el pie de la cruz hasta un punto
imaginario, tendremos la dirección aproximada del sur celeste. Bájese
luego la vista en línea recta desde ese punto hasta el horizonte y
escójase una característica del terreno que sirva de señal.

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En el hemisferio Norte se debe descubrir la Estrella Polar (o Estrella del
Norte), para ello busque la Osa Mayor. Las dos estrellas posteriores del
cuadrilátero reciben el nombre de "guardas". A partir de las "guardas"
en línea recta (y a distancia quíntuple de la que media entre ellas) se
encuentra la Estrella Polar. La Osa Mayor gira lenta- mente en torno de
la Estrella Polar, por lo que no siempre aparece en la misma posición.

También puede usarse como referencia la constelación Casiopea, grupo


de cinco estrellas muy brillantes que aparece en forma de "M" ladeada
(o de "W" en la parte baja del firmamento). La Estrella Polar se encuentra
situada en línea recta a partir de la estrella central, más o menos a la
misma distancia que de la Osa Mayor. Casiopea gira a su vez
lentamente alrededor de la Estrella Polar y casi siempre le queda la Osa
Mayor enfrente. Esta posición es de gran utilidad cuando la Osa Mayor
está en la parte baja de la bóveda celeste, u oculta a nuestra vista por
la vegetación o los accidentes del terreno.

Observación de la Naturaleza

Puede ocurrir que un día necesitemos orientarnos y no podamos usar


ningún método visto hasta ahora, entonces podemos recurrir a la
observación de la naturaleza, la cual nos da indicios de orientación
aunque no son muy exactos.

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Árboles, paredes, troncos y rocas

Un árbol aislado puede ofrecernos un medio de orientación. Su tronco


suele estar más desarrollado en dirección Norte que Sur por ser la cara
Norte la que recibe más sol.

Para saber los puntos cardinales tendremos que cortar un tronco


aproximadamente vertical y notaremos que las vetas de la madera que
forman el corte son más anchas del lado Norte que del opuesto.
Las paredes o tabiques suelen estar más secos del lado Norte porque
del lado Sur jamás reciben los rayos del sol, esto provoca que haya una
mayor humedad. Dicha humedad la podemos ver porque se traduce
como una coloración verdosa, debido a los musgos que requieren
humedad y poco sol. Lo mismo podemos observar en los troncos de los
árboles y en las rocas, siempre los musgos cubren el lado Sur.

Indicadores naturales

La naturaleza está más adaptada al campo magnético de la tierra, de lo


que están los humanos. Las planchas crecen siempre en dirección al
sol. Los girasoles según el movimiento del sol cruzando el cielo, los
anillos de los arboles a menudo son mucho más anchos del lado del sol.

Algunos pájaros, como los tejedores, construyen sus nidos únicamente


en la cara oeste de los árboles.

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Algunos nidos de termitas están construidos siguiendo un eje norte sur.
De esta manera, reciben el máximo calor durante la mañana y la tarde,
y están protegidos del sol del mediodía.

Árboles: pueden tener más hojas y más insectos en la parte sur (hay
más luz). Golpeando el árbol suena más hueco en el sur. En un tocón
(lo que queda en el suelo del árbol al cortarlo), los anillos estarán más
separados en el Sur, por lo que el centro estará desplazado hacia el
Norte.

Los conejos suelen hacer la madriguera hacia el sur.


Los muros y rocas suelen estar más secos en la parte sur, por el sol.
La nieve suele aguantar más y más dura en la parte norte de la montaña.

Etimología de la palabra Oriente

Orientación es la acción de ubicarse o reconocer el espacio circundante


(orientación espacial) y situarse en el tiempo (orientación temporal). Se
realiza guiándose por puntos ya conocidos que actúan como referencia.
La palabra orientación proviene de la palabra oriente (el punto cardinal
Este, por donde sale el sol).

Dadas las definiciones antes citadas, El eje Norte Sur es


perpendicularmente opuesto al eje Oriente Occidente.

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Etimología de la palabra Norte

No solo las imágenes tienen simbolismo, origen y significado; las


palabras también lo tienen, y es así que el término “Norte” proviene del
vocablo norð, del gótico antiguo, y éste deriva del protoindoeuropeo
*ner-, que significa "izquierda" (la misma raíz aparece en el latín sinistra
'izquierda', de donde deriva la expresión "a diestro y siniestro"), puesto
que el Norte está a la izquierda cuando uno enfrenta el sol por la
mañana (orto solar). Por otra parte, el concepto “siniestro” también
alude a la oscuridad.

Dado lo anterior, el concepto “Norte” procede de una derivación del


concepto “Oriente”.

El Templo Masónico

En la liturgia del Rito de York para el grado del Aprendiz, se instruye que
la forma de la Logia es oblonga y su longitud se extiende de Oriente a
Occidente; su anchura de Norte a Sur; su altura de la superficie terrestre
al firmamento, y su profundidad de esa misma superficie al centro de la
tierra.

La Logia debe estar situada siempre de Oriente a Occidente, por varias


razones:

Primera porque el sol, que es gloria y belleza del día, se levanta en el


Oriente y se oculta en el Occidente;

Segunda, porque las ciencias y las artes, así como la Francmasonería,


florecieron en el Oriente y se difundieron luego por el Occidente, y
tercera porque los templos y capillas deben estar situados así;

Y así deberían estar situados; porque esa era la posición del templo del
Rey Salomón. El templo fue situado así por las siguientes razones:
después de que Moisés condujo con toda seguridad a los hijos de Israel
a través del Mar Rojo al ser perseguidos por Faraón y sus ejércitos, él,
Moisés, construyó por designio divino un tabernáculo y lo situó
debidamente de Oriente a Occidente, a efecto de conmemorar el
maravilloso suceso mediante el cual fueron salvados; además para

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recibir los rayos del Sol naciente y poniente; dicho tabernáculo sirvió de
modelo para el templo del Rey Salomón, del cual esta y toda Logia
regularmente establecida es una representación, razón por la cual
deben estar situadas siempre de Oriente a Occidente.

Cuando bajó Moisés del Monte Horeb, era necesario proteger las Tablas
de la Ley. Comenzaron por construir un arca ricamente adornada, -
recuerdo quizá de las cajas sagradas del culto egipcio -. (Éxodo XXV,
10). Ricas maderas, oro y figuras de querubines contenían las Tablas,
un vaso de oro lleno de Maná y la vara de Aarón.

Pero el Arca no podía quedar al aire libre, por lo que se decidió construir
un Tabernáculo. Debieron tener en cuenta que la construcción fuera
modular, para poder trasladarse en el constante periplo. Y por ello se
delimitó un Atrio, una gran superficie cercada pero no techada a la cual
tuviera acceso el pueblo para pisar el suelo sagrado y presenciar los
sacrificios. Todo esto acontecía en el año 1330 A.C. (Éxodo XXVII, 9).

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La columna del Aprendiz es la B y está ubicada hacia el Norte. La
columna de los Compañeros y Maestros es la J y está ubicada en el Sur.

Obligados por la discreción que ampara nuestros rituales, repasaremos


solamente algunos paralelismos entre el Tabernáculo, el Templo de
Jerusalén y nuestros Templos Masónicos. Recordemos primero la forma
de los tres: rectangular. (El Templo del Rey Salomón propiamente dicho,
sin considerar el Patio Exterior) tenía dimensiones relativamente
modestas, - 27 metros de largo por 9 de ancho, - pero su magnificencia
era impresionante). La teoría más recibida es que el Templo en sí
mismo, estaba ubicado en el lugar que hoy ocupa la Mezquita de Omar.

En el Tabernáculo el Ara estaba cerca de la pared occidental y la entrada


del Atrio en el medio de la pared oriental. En el Templo de Jerusalén se
da igual distribución: la entrada al Atrio está en Oriente y el Santo
Sanctorum está cerca de la pared del Oeste, mirando al Oriente.
(Ezequiel VIII,16).

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El Templo de Salomón

Cuando el Gran Sacerdote entraba en el Santo Sanctorum del Templo


y se paraba ante la mesa de los Panes (I Reyes VII, 48 y VIII, 22 y 54)
o ante el Altar de los Perfumes, miraba hacia el Occidente, pues en esa
dirección estaba ubicada el Arca Sagrada (Reyes, VIII,6). Lo mismo
ocurre en las Iglesias Cristianas actuales, donde el Oficiante se ubica de
cara al Altar Mayor. Tanto en uno como en otro caso, el "pueblo" está a
espaldas de los Sacerdotes (Hasta que Juan XXIII, el Papa y Santo
Masón, realizó en 1962 cambios que incluían entre otras cosas, que el
Oficiante de la misa le diera el frente a la congregación). En cambio, en
las Iglesias Cristianas primitivas el altar se ubicaba algo alejado de la
pared occidental, y el Oficiante se paraba detrás del altar, mirando a los
fieles. También en las Cámaras de los Lores y de los Comunes de
Inglaterra, el Rey se sienta mirando a los parlamentarios. Y lo mismo
ocurre en nuestro Templo Masónico, al parecer sometido a ambas
influencias, la cristiana primitiva y la inglesa: el Venerable Maestro se
ubica en el Oriente, mirando hacia el Occidente. Está de frente a los
Hermanos, cuyas miradas a su vez se dirigen al oriente.

Lo anterior también se explica en parte el la liturgia del Primer Grado del


Rito de York cuando el Venerable Maestro pregunta cuál es su sitio y su
deber en eses lugar:
VM: ¿El sitio del VM?
PV: En el Or, VM
VM: ¿Su deber en ese lugar?
18
PV: Así como el Sol se levanta por el Or, para abrir y alegrar
el día, el VM desde igual sitio se encarga de abrir y cerrar su Log,
y dar trabajo y enseñanza a los HH en MM.

Las Columnas

En el Tabernáculo de Moisés había cinco columnas que marcaban su


entrada, (Exodo XXVI, 37) miraban hacia el Este, y al fondo, en
Occidente, se guardaba el Arca Sagrada.

También el Templo del Rey Salomón, estaba orientado con su entrada


hacia el este, y adornando el pórtico oriental, estaban las dos columnas.
(I Reyes VII, 21). Si nos ubicáramos en la puerta del lugar sagrado,
mirando hacia la entrada, hacia el Oriente, la columna de la derecha
(Sur) se denominó Jachin y la de la izquierda Boaz.

Igualmente, a la entrada de nuestro Templo Masónico nos encontramos


con dos Columnas. Aclaremos en primer término que la instalación de
las dos columnas dentro de nuestro Templo, es meramente simbólica:
las columnas son en realidad vestibulares, así como en el Templo del
Rey Salomón, las Columnas Boaz y Jachim adornaban o sostenían el
pórtico del Templo propiamente dicho y no estaban dentro del Lugar
Santo ni dentro del Santo Sanctorum. Es decir que también en el Templo
Masónico deberían estar fuera, en Pasos Perdidos. Por eso, cuando en
nuestro ritual decimos que el Hermano se ubica entre Columnas, la
referencia es a las Columnas del Norte y del Sur, y no a las Columnas
Boaz y Jachim.

Las Columnas de nuestro Templo están al Oeste (Occidente). Entre los


Hermanos y el Venerable Maestro está el Altar de los Juramentos. Hay
autores que sostienen que este Altar es una representación del Altar de
los Panes Azimos. Otros, recordando la forma de nuestro Altar con sus
cuatro vértices superiores terminados en forma de cuernos dirigidos
hacia abajo lo asimilan al Altar de los Holocaustos. Y aún hay quienes
dicen que el Altar es, simbólicamente, el Arca Sagrada.

Así pues, la tradición impuso que las Columnas estuvieran dentro del
Templo. Y cuando miramos desde la entrada del Templo hacia el
Oriente, a nuestra mano derecha (IAMIN = DERECHA y también SUR)
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debe estar la columna Jachin, que señala la ubicación exclusiva de
Compañeros y Maestros, y a la izquierda la columna Boaz, que
acompaña a los Aprendices.

Hemos atravesado vertiginosamente una historia desarrollada durante


doce siglos de trascendencia incomparable para una humanidad que
desde entonces resistió los embates de otros tres mil setecientos años
y cuyo impulso genético, espiritual e intelectual, deberá servir de escudo
para los peligros que la acechan en la historia del nuevo milenio. El
monoteísmo allí engendrado es el fundamento para la cultura de un
noventa por ciento de los habitantes de la Tierra, ya sean éstos judíos,
cristianos o musulmanes. La Masonería ha sublimado la esencia de las
más altas virtudes contenidas en esa teodicea, para contribuir a la
formación de un hombre digno del destino que el GADU le ha
fijado como ejemplo de perfección para su orden supremo.

Es menester mencionar que en algunos talleres se invierte a propósito


la posición de las columnas durante la Tenidas Blancas.

20
Colocación de las Columnas en el Rito de York (Panamá)

21
Colocación de las Columnas en el REAA (Panamá)

La Orientación en Arquitectura

La Orientación, en arquitectura, es la disposición de la planta de los


edificios con criterios astronómicos. Es muy importante para la
iluminación y ha sido objeto de consideración a lo largo de la historia en
distintas culturas por cuestiones religiosas. En la Prehistoria, la
arquitectura megalítica tenía en cuenta estos criterios, e incluso se
interpreta alguno de sus más destacados ejemplos (Stonehenge) como
historia, mecanismos de observación y predicción de los movimientos
del sol, la luna y las estrellas.

La arquitectura egipcia, desde la época predinástica, responde a una


cosmovisión astronómica, en que al Oeste (donde muere el sol
diariamente) está la ultratumba o mundo de los muertos. Las tumbas
estaban orientadas en función del cuerpo de los difuntos, con la cabeza
mirando al Oeste. En los templos egipcios, el lugar elegido y su
orientación eran fundamentales para su construcción. Se construían
22
sobre un eje orientado de Este a Oeste, lo que hacía que el sol saliera
por el lugar más sagrado (la cámara del dios) y se pusiera entre los
pilonos de la entrada; no obstante, existen algunas excepciones, como
es el caso del Templo de Luxor, puesto que la orientación podía ser más
compleja e incluir otras consideraciones.

El trazado Norte-Sur del Nilo hace que la orientación también se dé entre


sus dos orillas: las tumbas se preferían situar en el lado Oeste (Valle de
los Reyes).

Se ha observado una orientación vinculada a Venus (Astarté) en


algunos templos fenicios.

En cuanto a las ciudades romanas (cuya planificación fue muy


importante, sobre la base del campamento romano), el mismo Vitrubio
recoge que su orientación preferente, siguiendo el eje Norte-Sur, debe
alterarse para oponer los muros a los vientos dominantes y así evitar
que transcurran longitudinalmente a las calles.

Desde el cristianismo primitivo, la oración litúrgica se practicó mirando


hacia el este (fuera o no esa la dirección de Tierra Santa), y la
orientación arquitectónica de las iglesias se hace con la cabecera hacia
el Este de modo que la luz de la mañana ilumina el altar mayor en
cualquier parte del mundo. Tal costumbre puede entenderse como
herencia de determinadas prácticas de la religión romana (Ex Oriente
Lux -"del Este viene la Luz"-), e incluso un Padre de la Iglesia como
Tertuliano recoge esta posibilidad de interpretación (una continuidad
sincrética de los cultos solares), aunque sea para negarla. También
puede entenderse como herencia de la religión judía (la orientación de
la oración y las sinagogas hacia el Este -mizrah-). En la hermenéutica
bíblica no se interpreta esta dirección como la de Jerusalén, sino como
la del "Sol Naciente", que desde el siglo III se identifica simbólicamente
con Cristo como "Luz del mundo" o "Sol de justicia" (Malaquías 4:2,
Lucas 1:78 y Juan 8:12), al quien el cristiano espera durante su vida
terrena (identificada con la noche), confiando en su venida gloriosa. Las
Constituciones apostólicas prescriben que las iglesias deben construirse
con sus cabeceras hacia el Este. Algunos autores especularon sobre el
lugar al que se dirige esa orientación: Para Gregorio de Nisa es el
Paraíso terrenal; para Tomás de Aquino es el lugar donde Cristo vivió y

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murió, que será también el lugar de donde vendrá para juzgar a la
humanidad.

Vitrubio ofrece distintas soluciones de orientación para los templos


romanos, aunque destaca las ventajas de la orientación que tenga en
cuenta la salida del sol:

La orientación de los templos de los dioses inmortales debe


establecerse de la siguiente forma: si no hay ningún obstáculo y si se
presenta la oportunidad, la imagen sagrada, que será colocada en la
cella, se orientará hacia el occidente, con el fin de que quienes se
acerquen al altar para inmolar o sacrificar víctimas, miren hacia el oriente
y hacia la imagen sagrada situada en el templo; así, quienes dirijan sus
súplicas contemplarán al mismo tiempo el templo y el oriente y dará la
impresión de que las mismas imágenes son las que contemplan a los
que elevan sus súplicas y sacrifican sus víctimas, por lo que es preciso
que los altares de los dioses queden orientados hacia el este. Si el lugar
presentara un serio obstáculo, debe entonces cambiarse la orientación
siempre que desde el templo pueda contemplarse la mayor parte de la
ciudad. Si, como sucede en Egipto junto al Nilo, va a levantarse un
templo junto a un río, se orientará hacia las márgenes del río. De igual
modo, si van a situarse cerca de las vías públicas, levántense de modo
que los viandantes puedan contemplarlo de un golpe de vista y hacer
sus reverencias.
De architectura, libro IV, capítulo V.

Destacados ejemplos de la arquitectura paleocristiana de época de


Constantino el Grande presentan los ábsides en su extremo occidental:
En Roma Basílica de San Juan de Letrán, San Pedro del Vaticano, San
Pablo Extramuros - en su configuración original - y la Basílica de San
Lorenzo Extramuros; en Oriente la Basílica de la Resurrección de
Jerusalén y las basílicas de Tiro y de Antioquía. No se ha establecido
con seguridad la causa de ello (podría responder a la liturgia de la época
- el oficiante se disponía de cara al pueblo y no al contrario, como se
estableció posteriormente-, o a otras razones).

Fueron construcciones posteriores las que fijaron el modelo orientado al


Este: la remodelación de San Pablo Extramuros, San Pietro in Vincoli y
las basílicas de Rávena.

24
Esta orientación de las iglesias cristianas hacia el Este se mantuvo
durante la Edad Media, y se mantiene todavía en el cristianismo oriental.
En el occidental no se tiene en cuenta desde el siglo XVI (Reforma
protestante y Contrarreforma católica).

En la arquitectura monástica, los claustros y las dependencias que les


rodean se suelen situar en el lado sur de las iglesias, lo que determina
la orientación general del conjunto. Lo mismo suele ocurrir con los
claustros anejos a las catedrales y otras iglesias no monásticas.

En el Islam la orientación es particularmente importante: la qibla (la


dirección en la que debe hacerse el salat - oración islámica - y el muro
de la sala de oraciones de las mezquitas) es la dirección hacia La Meca.

En la cosmología hinduista hay conceptos de la orientación astronómica


basados en el cuadrado y el octógono, con ocho dioses guardianes. El
yoni del cero, y en segundo lugar su opuesto, el del cuatro (que
significan la orientación hacia el Este o el Oeste), son considerados los
más favorables para un templo hindú, aunque los cálculos son mucho
más sofisticados.

Dado todo lo anterior, cuando se trata del tema de Orientación, de la


derecha y de la izquierda, es de necesidad el tener siempre el mayor
cuidado de precisar en relación a qué se consideran; así, cuando se
habla de la derecha y de la izquierda de una figura simbólica, ¿se quiere
entender realmente las de esa figura, o bien las de un espectador que
la mira colocándose frente a ella?

Los dos casos pueden presentarse de hecho: cuando se trata de una


figura humana o de algún otro ser vivo, no hay apenas duda sobre lo
que conviene llamar su derecha y su izquierda; pero ya no es lo mismo
para otro objeto cualquiera, para una figura geométrica por ejemplo, o
también para un monumento, y entonces, lo más ordinariamente, se
toma la derecha y la izquierda colocándose en el punto de vista del
espectador. Pero, no obstante, no es siempre forzosamente así, y
puede ocurrir también que se atribuya a veces una derecha y una
izquierda a la figura tomada en sí misma, lo que corresponde a un punto
de vista naturalmente inverso del punto de vista del espectador; a falta

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de precisar de qué se trata en cada caso, uno puede ser llevado a
cometer errores bastante graves a este respecto.

De ahí vienen, por ejemplo, en el simbolismo masónico, las divergencias


que se han producido sobre el tema de la situación respectiva de las dos
columnas colocadas a la entrada del Templo de Jerusalén; no obstante,
la cuestión es fácil de resolver remitiéndose directamente a los textos
bíblicos, a condición de saber que en hebreo, la «derecha» significa
siempre el Sur y la «izquierda» el Norte, lo que implica que la orientación
se toma, como en la India, volviéndose hacia el Este. Este mismo modo
de orientación es igualmente el que, en Occidente, era practicado por
los constructores de la edad media para determinar la orientación de las
iglesias.

Dios como geómetra trazando sobre el abismo, Códice 2544, fol. 1 v


(Génesis) Biblioteca Nacional de Austria

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Un tema común a todos los Ritos es el de las dos columnas del templo
salomónico, Jakin y Boaz, situadas a la entrada de la logia y de las que
hay una descripción en varios pasajes bíblicos (1 Reyes VII, 21; II Reyes
XXV, 13-17; Jeremías LII, 20-23 y II Crónicas III, 15-17), además de la
que nos ha dejado el historiador judío Flavio Josefo (siglo I después de
Cristo) en sus Antigüedades judaicas. De las citadas columnas dice el
Zohar (III, 58a) que "los dos ríos secundarios que tienen su origen en el
río principal, (río Vida) se bifurcan en dos direcciones, que son los
nombres de las dos columnas del Templo erigido a Salomón: Jakín y
Boaz". Todos esos ríos circulan en un mismo grado, llamado el "Justo",
como está escrito: "Y el Justo es la base del mundo". Jakín aparece en
el Antiguo Testamento como hijo de Simeón, el cual es a su vez hijo de
Jacob (Génesis XLVI, 10), mientras que Boaz es el marido de Ruth,
ancestro de David y Salomón (Ruth IV, 13 a 22).

Según ciertas versiones masónicas, estas columnas son las


destinadas a unir de nuevo la tierra y el cielo. El significado de
Jakín es fundamento, erigir, del verbo "consolidar", y el de Boaz
es "la Fuerza" o "en la Fuerza". Se han hecho muchas
interpretaciones de las dos columnas, algunas de las cuales son
fruto de versiones muy personales.

El Rito Francés o Moderno, que ha expurgado y simplificado el


Escocismo, ha invertido la situación de las columnas, de manera
que Jakín es emplazada a la izquierda y Boaz, a la derecha. Dicha
innovación no está basada en la tradición, cuya fuente en este
caso es el Antiguo Testamento. Por otra parte, en hebreo, la
izquierda es siempre el norte y la derecha, el sur, lo que implica
inequívocamente que la orientación se toma, como su nombre
indica, volviéndose hacia oriente, hacia el este.

No hay duda alguna que en los inicios de la Masonería Operativa


no había Templos Masónicos de la forma en que hoy los
entendemos. Los templos construidos por los obreros fueron las
grandes catedrales de la Edad Media en delante. Los
constructores se reunían en las canteras, y en lugares que
recibieron posteriormente el nombre de Logia. En el inicio de la

27
Masonería Especulativa los Masones ya no eran solamente los
constructores de edificios e iglesias, sino también los Masones
Aceptados, generalmente oriundos de posiciones filosóficas y
religiosas diversas, y que no se reunían en templos determinados,
sino generalmente en tabernas. Pero cuando resolvieron reunirse
en un local determinado, cuando intentaron construir un Templo,
intuyeron y dedujeron que debería tener un simbolismo especial,
pues debería el mismo tener un simbolismo que aportara también
el simbolismo del Templo moral y social. ¿Pero, qué Templo
podría ser el escogido para este simbolismo? Obviamente,
considerando su formación judeocristiana (de la mayoría), ningún
otro serviría mejor que el templo mandado construir por Salomón.
Este Templo simbolizaría todo el Universo, por cuya perfección
lucharía el Masón. Quedó definitivamente instituido entonces, que
el Templo Masónico sería una réplica del Templo de Salomón.
Esta tesis es la abrazada por todos los mejores autores Masones.
Ahora bien, si el Templo es réplica del Templo de Salomón, las
columnas que quedan ubicadas en su entrada deben ser aquellas
descritas en la Biblia. Sin embargo, encontramos hoy en casi
todas las Logias Masónicas la aberración de ver colocadas en su
entrada columnas corintias o similares, que no existían a la época
de la construcción del Templo de Salomón.

En el primer libro de los Reyes, capitulo VII, versículo 21, la Biblia


nos enseña que las dos columnas de bronce, obra del fundidor
Hiram, de Tiro, fueron erigidas a la entrada del Templo de
Salomón, una a la derecha bajo el nombre de B y la otra a la
izquierda bajo el de J. Nunca ha habido duda sobre el sexo
simbólico de estas dos columnas, la primera está suficientemente
caracterizada como masculina por el YOD inicial que la designa
comúnmente. Este carácter hebraico corresponde, en efecto, a la
masculinidad por excelencia.

Si estas dos columnas no hubieran sido transportadas al interior


del Templo, sus colocaciones no serían dudosas, ya que la Biblia
coloca J a la derecha y al Sur, y B∴, a la izquierda, al Norte. Esta
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disposición ha debido ser respetada en el momento de la
colocación de las columnas, pues J∴ corresponde al Sol y B a la
Luna, pues en el Oriente el primero de estos astros resplandece
al Sur, mientras que el segundo brilla al Norte.
Otra cuestión conexa a la de la orientación es la del sentido de las
«circumambulaciones» rituales en las diferentes formas
tradicionales; es fácil darse cuenta de que este sentido se
determina en efecto, ya sea por la orientación «polar» o ya sea
por la orientación «solar», en la acepción que hemos dado más
atrás a estas expresiones.

La cruz trazada en el círculo marca la dirección de los cuatro


puntos cardinales. El Norte puede estar situado en lo alto. Pero
también en el Sur según otra opción simbólica. El primer sentido
es aquel en el que, mirando hacia el Norte, se ven girar las
estrellas alrededor del polo. Por el contrario, el segundo sentido
es aquel en el que se efectúa el movimiento aparente del Sol para
un observador que mira hacia el Sur. La circuambulación se
cumple teniendo constantemente el centro a su izquierda en el
primer caso, y al contrario a su derecha en el segundo (lo que se
llama en sánscrito pradakshinâ); este último modo es el que está
en uso, en particular, en la tradición hindú y tibetana, mientras que
el otro se encuentra concretamente en la tradición islámica.
Quizás que no carezca de interés hacer observar que el sentido
de estas circumambulaciones, que van respectivamente de
derecha a izquierda y de izquierda a derecha, corresponde
igualmente a la dirección de la escritura en las lenguas sagradas
de estas mismas formas tradicionales.

En la Masonería, bajo su forma actual, el sentido de las


circumambulaciones es «solar» pero parece haber sido, al
contrario, «polar» primeramente en el antiguo ritual operativo,
según el cual el «trono de Salomón» estaba situado al Occidente
y no al Oriente, para permitir a su ocupante «contemplar el Sol en
su salida».

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A esta diferencia de sentidos se vincula igualmente el hecho de
avanzar el pie derecho o el pie izquierdo el primero en una marcha
ritual: considerando todavía las mismas figuras se puede ver
fácilmente que el pie que debe ser avanzado primero es
forzosamente el del lado opuesto al lado que está vuelto hacia el
centro de la circuambulación, es decir, el pie derecho en el primer
caso y el pie izquierdo en el segundo; y este orden de marcha se
observa generalmente, incluso cuando no se trata de
circumambulaciones hablando propiamente, como para marcar de
alguna manera la predominancia respectiva del punto de vista
«polar» o del punto de vista «solar». La inversión que se ha
producido respecto a este orden de marcha en algunos ritos
masónicos es tanto más singular cuanto que está en desacuerdo
manifiesto con el sentido de las circumambulaciones.

A continuación, algunos ejemplos de estructuras antiguas y


famosas que están orientadas tomando en cuenta el movimiento
solar.

Catedral y Torre de Pisa, Italia


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Referencias:

 Del Tabernáculo al Templo, R:.H:. José Schlosser,


Respetable Logia Simbólica La Fraternidad No. 62, Grand
Lodge of the State of Israel.
 René Guenón, La Gran Triada, capítulo VII.
 Oscar Wirth, Las Dos Columnas
 Joaquim Villalta, Las Columnas del Templo - En Defensa
de una Tesis
 Pere Sánchez Ferré, Tradición Hebrea en la Masonería
 La orientación de los templos egipcios. La orientación
estelar de los templos egipcios
 La orientación de los templos fenicios del sur peninsular
apunta un mismo culto, La Información, 20/05/2013.
 Citado en Vetus Religio
 La orientación de estructuras en la arquitectura romana
 http://www.uned.es/dpto-
hdi/museovirtualhistoriamasoneria/index.htm
 Apologeticus pro Christianis, cap. XVI, citado en
«Orientation of Churches», Catholic Encyclopedia, New
York: Robert Appleton Company, 1913,
//en.wikisource.org/wiki/Catholic_Encyclopedia_(1913)/Ori
entation_of_Churches
 "Mizrah" (1997). Encyclopedia Judaica. Fuente citada en :
Mizrah
 II, 7, citado en «Orientation of Churches», Catholic
Encyclopedia, New York: Robert Appleton Company,
1913,
//en.wikisource.org/wiki/Catholic_Encyclopedia_(1913)/Ori
entation_of_Churches

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 «Orientation of Churches», Catholic Encyclopedia, New
York: Robert Appleton Company, 1913,
//en.wikisource.org/wiki/Catholic_Encyclopedia_(1913)/Ori
entation_of_Churches
 Summa Theologiae, II-II, Q. lxxxiv, a. 3, citado en
«Orientation of Churches», Catholic Encyclopedia, New
York: Robert Appleton Company, 1913,
//en.wikisource.org/wiki/Catholic_Encyclopedia_(1913)/Ori
entation_of_Churches
 «Orientation of Churches», Catholic Encyclopedia, New
York: Robert Appleton Company, 1913,
//en.wikisource.org/wiki/Catholic_Encyclopedia_(1913)/Ori
entation_of_Churches
 The Eschatological Dimension of Church Architecture: The
Biblical Roots of Church Orientation. Fuente citada en:
Versus populum y en: Ad orientem
 Cosmología hinduísta

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