You are on page 1of 2

CAPARRETA BLANCA

Ceroplastes sinensis Del Guercio

1 2 3 4

4
1

1. Larvas de caparreta blanca sobre hojas.

2. Detalle de hoja con las larvas de caparreta blanca


alineadas sobre el nervio central.

3. Distintos estadios de caparreta blanca sobre ramilla.


6
4. Larva de Scutellista coerulea en el interior de la
hembra de caparreta blanca.

5. Orificio de salida de Scutellista coerulea.

6. Hembra adulta de caparreta blanca.


Es una especie ampliamente distribuida por la mayoría de países donde se cultivan cítricos. No tiene
excesiva importancia en España. Esta plaga surgió a principios del siglo XX en los cítricos de la Plana
de Castellón y en la actualidad se encuentra con frecuencia en todas las zonas citrícolas españolas.

Es un insecto bastante polífago y se encuentra sobre todo en cítricos y diversas ornamentales. El


mandarino es la especie más afectada. Se presenta por focos y tiene en realidad poca importancia. Es
raro que haya necesidad de tratarla. En la década de 1970 aumentó sensiblemente en algunas zonas.

Descripción La hembra adulta es de forma oval y convexa, con un diámetro de 3 mm. La cutícula endurecida por
sustancias céreas, es de color blanquecino y consiste en una placa dorsal rodeada de ocho pequeñas
placas. La separación entre estas placas acaba difuminándose con la edad. La diferencia con Ceroplastes
floridensis es que las larvas de ésta muestran la tercera secreción cérea lateral doble.

Los huevecillos son de color claro o amarillentos y se encuentran en número de 2.000 por término
medio debajo del cuerpo de la madre que a medida que efectúa la puesta va reduciendo su tamaño.

Biología
Pasa por tres fases larvarias antes de llegar al estado adulto.

Este parásito pone los huevos bajo el caparazón de la madre. La puesta se realiza durante el mes de
agosto, quedando perfectamente resguardados y protegidos dichos huevos por el caparazón. En este
punto la madre termina su ciclo vital y muere.

Desde principios hasta finales de septiembre se produce la eclosión de huevos y el consiguiente


avivamiento de larvas que son móviles. En este estado buscan un lugar donde instalarse, haciéndolo
preferentemente en el haz de las hojas a lo largo del nervio central. Una minoría, no obstante, se sitúa
en las ramillas más tiernas correspondientes a la última brotación. Inmediatamente después de su
instalación definitiva, en la que clava el pico chupador, toma forma de diminuta estrella blanca que la
hacen fácilmente localizable.

Hacia el mes de febrero, cuando el árbol comienza a activar su flujo de savia, el pequeño parásito
aumenta de tamaño rápidamente hasta alcanzar un aspecto estrellado, pero en el que las zonas blancas
del cuerpo destacan del resto a modo de seis o siete puntos equidistantes de otro central. Este aspecto
se mantiene hasta abril o mayo. Durante este período, prácticamente, todas las caparretas situadas en
las hojas emigran hacia las maderas de los brotes del año anterior, donde se instalan hasta alcanzar su
tamaño definitivo de hembra adulta.

Tiene una sola generación al año y la eclosión de los huevos ocurre de septiembre a octubre. Las
larvas neonatas caminan por el árbol y se fijan en zonas soleadas, prefiriendo el nervio central del haz
en las hojas jóvenes, y también las ramas tiernas. En la 1ª y 2ª fases larvarias se alimentan produciendo
algo de melaza. La larva desarrollada y la hembra adulta producen bastante melaza. El máximo de
salida de larvas se produce al final del verano. Por esto en aquellos huertos en que sea problema, y de
acuerdo con su biología, requerirá un tratamiento específico ya que la época no coincide con los
tratamientos habituales que se efectúan a lo largo del año.

Daños Directo:
- Debilitamiento de la planta producido por la extracción de savia.
Indirectos:
- Secreción de melaza, acompañada de la negrilla, que cubren el árbol.

Su principal característica es que, repentinamente, aparecen focos de cierta importancia que muchas
veces desaparecen por sí solos sin necesidad de tratamientos.

Medios de La caparreta blanca está parasitada, entre otros, por el himenóptero pteromálido Scutellista caerulea
lucha (Fonscolombe).

El tratamiento se recomienda sólo en caso de fuertes invasiones. La caparreta blanca no suele ofrecer
problema alguno porque sus poblaciones no alcanzan niveles altos debido a diversos agentes. Dadas
las características de su zona dorsal endurecida que la protege, solo es sensible a aplicaciones de
plaguicidas hechas en la primera fase de su vida, esto es, de octubre hasta enero.

You might also like