El documento describe el valle de Virú ubicado en la costa norte de Perú, donde se encuentra la quebrada de Queneto que contiene restos arqueológicos como el templo de Queneto y petroglifos. El templo fue descubierto en 1932 por Rafael Larco y contiene plazoletas ceremoniales. Los petroglifos se encuentran en cinco zonas y fueron elaborados con la técnica de fricción, representando formas zoomorfas, antropomorfas y geométricas asociadas a caminos y construcciones
El documento describe el valle de Virú ubicado en la costa norte de Perú, donde se encuentra la quebrada de Queneto que contiene restos arqueológicos como el templo de Queneto y petroglifos. El templo fue descubierto en 1932 por Rafael Larco y contiene plazoletas ceremoniales. Los petroglifos se encuentran en cinco zonas y fueron elaborados con la técnica de fricción, representando formas zoomorfas, antropomorfas y geométricas asociadas a caminos y construcciones
El documento describe el valle de Virú ubicado en la costa norte de Perú, donde se encuentra la quebrada de Queneto que contiene restos arqueológicos como el templo de Queneto y petroglifos. El templo fue descubierto en 1932 por Rafael Larco y contiene plazoletas ceremoniales. Los petroglifos se encuentran en cinco zonas y fueron elaborados con la técnica de fricción, representando formas zoomorfas, antropomorfas y geométricas asociadas a caminos y construcciones
En la costa Norte de Perú entre los valles costeños de la
región La Libertad, se encuentra el productivo valle de Virú. (Ubicado a 50 minutos de Trujillo en movilidad).
El valle toma la denominación del nombre del
río, el cual tiene aproximadamente 22,5 km. de longitud desde su formación el cual desemboca en el océano Pacífico. Las huellas de ese transitar versan también de una fecunda existencia y la influencia de sus aguas en el rol social desde las épocas prehispánicas.
En 1932, Larco dio cuenta del hallazgo del templo de Queneto,
detallando tambien la existencia de tres grandes y largas rocas de mayor proporción tiradas en la entrada de dicha quebrada.
Postuló que estos restos estuvieron verticalmente colocados;
se basó que en una de ellas aún mantenía su base fragmentada de su forma originalmente y que habría caído producto del acarreo aluvial.
Avanzando al interior de la quebrada se distinguen
restos de caminos, viviendas, petroglifos, cementerios, que nos testifican que estos lares hoy desolados, tubieron una actividad constante.
En la margen derecha del Río Virú al borde de la quebrada
pedregosa (Queneto) se reafirma con sus plazoletas ceremoniales ubicandose en la parte estrecha de la misma quebrada.
Rafael Larco la descubre en 1932, manifestaba: “aunque se
hallaron fragmentos de cerámica Tardía se supone que estas plazoleta fueron construidas en tiempos remotos.
Los Reportes para este lugar son: Bennett, 1939, Larco
pasaron a catequizar a los naturales de Huamachuco (1560) manifestaron: “encontramos en esta región una especie de menhires y betilos cuya relación de que en cada pueblo había una huaca o idolo la cual adoraban y tenían por ojo del pueblo y a la cual rendían culto para que los cuide sus (chacaras) con son su estancia y le dan chicha, sanco y cuyes para ser fiesta”.
Cristóbal de Albornos aseguraba que 300 (adoratorios) fueron
quitados por dichos padres entre ellas algunas conocidas como :”Yanac guanca, Quispiguanca, esta última manifestaban que andaba vestida y era guaca principal de los indios Caxamalcas del Ayllu Cuyosmango”. Entre otros nombres, se suman los existentes en los documentos de compra de terrenos (archivo Regional de la Libertad) ubicada en 1590, folio 124 a favor de doña Florencia de Mora; en el documento se detalla sobre la existencia de una piedra hincada a manera de “moxon” de dos estados de alto la cual los naturales de aquella época llamaban “Uncuycapac”, otros la conocían como “Noncopoc”.
Aún faltan profundizar mayores estudios al respecto siendo un
desafío a los futuros investigadores de la actual generación y aquellos que se están formando. D.C.B.
Queneto – Cuenca del Rio Virú
Arte Rupestre QUENETO CUENCA DEL RIO VIRU
El valle de Virú se encuentra al sur del valle de Moche y
dista aproximadamente unos 80 kilometros de la ciudad de Trujillo.
En la parte media de este productivo valle se encuentra la
quebrada de Queneto, en cuyo interior, permanecen evidencias de restos líticos ubicadas en cinco zonas conteniendo grabados con similitud en en la técnica de su elaboración.
El procedimiento empleado en la elaboración de estos grabados,
fue la técnica de fricción sin alterar la superficie de la roca, aprovechandose las caras planas de las moles del lugar, en cuyos lados se plasmo diseños con grabados diversos y cuyas representaciones nos manifiestan formas zoomorfa, antropomorfa y geométricas. Estas unidades están asociadas a caminos y pequeñas construcciones circulares.
Los primeros comentarios de estas evidencias son mencionadas
por Rafael Larco en 1934, luego Bennett y otros investigadores.
La peculiar manifestación abstracta elaboradas en los lados
planos de las rocas presenta una coloración de una pátina rojiza que cubre toda la superficie, las muestras fotográfica pertenecen al conjunto de petroglifos más cercanos al templo de Queneto; en cuyo lado Oeste se divisa un viejo camino que conduce a estos lugares tambien hay otros caminos menores que conducen a otras zonas más altas. Representación ornitoforma : A la cual hemos bautizado con el nombre de “El Picaflor”. Este grabado elaborado con la técnica del raspado superficial, su diseño obedece a las concepciones que el hombre logro adquirir de la naturaleza y convivio en armonia con ella. La ave cumplio una función trasendental dentro de la superestructura social siendo ampliamente representada tanto en la cerámica, hueso, piedra y otros elementos que fueron dejados por el hombre en diversas etapas.
Grabado realizado con gran realismo
primitivo. El grabado se encuentra plasmado sobre una gran roca plana de aproximadamente casi dos metros de largo a la vez esta al igual que los diversos restos líticos van presentando una coloración rojiza por el sol.
Elaborada por el procedimiento de raspado ligero este al igual
que los grabados de la misma zona presentan diversos temas, empleandose la técnica del raspado ligero.
Estos Petroglifos ubicados en las cercanias del templo de
Queneto, dista aproximadamente 5 minutos con orientación Nor Oeste en la parte más estrecha de la quebrada.