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FACULTAD DE CIENCIAS CONTABLES, FINANCIERAS Y ADMINISTRATIVAS

ESCUELA PROFESIONAL DE ADMINISTRACIÓN

TEMA : UNCIÓN DE LOS EMFERMOS-PENITENCIA

ASIGNATURA : DOCTRINA SOCIAL DE LA IGLESIA II

DOCENTE : VARGAS ALEJOS SEAONE SAMUEL

CICLO : II

GRUPO : A

INTEGRANTES :

 CORICHAHUA PAUCAR, Jonder


 HUAMANCUSI JOYO, Juan
 ILLANES DURAND, Liz Lisennia
 MARAPI ARANGO, Olivia
 NUÑEZ HUAMANÍ. Anthony
 PARIONA QUISPE, Ederson
 POZO LOPEZ, Clisbeth
 CUBA GARCIA, Janeth

AYACUCHO – PERÙ

2016
DEDICATORIA

A nuestros padres que nos han dado la existencia, y en ella la capacidad de


superarnos y desearnos lo mejor. En nuestros pasos por el camino difícil y arduo de
la vida.

A los maestros que nos están formando profesionalmente, porque cada uno de
ustedes nos motivan en nuestros sueños y esperanzas lo que la vida nos tiene
preparado para nosotros para el futuro.
INTRODUCCIÓN

Alguno de vosotros quizás leyó, en fechas recientes, este titular en los periódicos:
“El Papa Juan Pablo II confirió el sacramento de la Unción a cien inválidos romanos”.

confusión muy extendida: que este sacramento ha de darse únicamente a quienes


están en las últimas, próximos a morir.

De esta confusión viene el pánico que muchos cristianos sienten hacia él. Hay
quienes lo consideran “el sacramento, antesala de la muerte”. No es extraño, por
ello, que el sacerdote sea recibido con frialdad cuando va a impartir este
sacramento. Constituye una especie de certificado de defunción inminente. Cuando
a alguien le dan la “Unción”- es la opinión más frecuente- parece que le están
diciendo que hay que ir preparando la caja y la sepultura...

Pero el Concilio Vaticano II nos ha dejado ya muy clarito que este sacramento no es
para los moribundo sino una sacramento de apoyo y ayuda para los enfermos y
débiles físicamente. Es un sacramento que no se da para prepararse a la muerte
sino para vivir plenamente nuestra enfermedad y debilidad física. De ahí que se
haya cambiado hasta el nombre. Del temible nombre “Extremaunción” se ha pasado
a llamar “Unción de enfermos “el sacramento de la Unción es la fuerza que recibimos
de Dios para vivir levantados, nunca encogidos o de rodillas. Desde él la Iglesia nos
dice: “Levántate. No tengas miedo. Dios está contigo”. Y, además, nos ofrece su
gracia, su fuerza sacramental, su Espíritu Santo, para afrontar las dificultades
propias de la enfermedad o debilidad física. El Sacramento de la Unción de los
enfermos, es, por tanto, es la fuerza que nos concede para atraer sobre aquellos
que lo reciben la salud de espíritu y de cuerpo.

Desde él, el cristiano recibe consuelo, paz, ánimo y el perdón de todos sus pecados,
si no ha podido participar en el sacramento de la penitencia.

Esto, y no otra cosa, es el sacramento de la Unción de los enfermos: un sacramento


para pedir a Dios que nos alivie, que nos fortalezca y nos dé sentido en la
enfermedad y que nos purifique de nuestras faltas y pecados
UNCIÓN DE LOS ENFERMOS

El Sacramento de la Unción de Enfermos confiere al cristiano una gracia especial


para afrontar las dificultades propias de una enfermedad grave o vejez. Es el
recurso, que ayuda al cristiano a poder sobrellevar con fortaleza y en estado de
gracia un momento delicado en la vida, de tal manera que, fortalece en momentos
delicados y, en caso de mayor gravedad, prepara su cuerpo y su alma para el
tránsito a la Casa del Padre a través de la muerte. Lo esencial del sacramento
consiste en ungir la frente y las manos del enfermo acompañado de una oración
litúrgica realizada por el sacerdote o el obispo, únicos ministros que pueden
administrar este sacramento. La Unción de enfermos se conocía antes como
"Extrema Unción", pues sólo se administraba "in articulo mortis" (a punto de morir).
Sin embargo, hoy, para “desdramatizar” y no hacer pensar que es ya inevitable la
muerte, se le ha cambiado la denominación, que es más ajustada a lo que realmente
es: acudir a Dios cuando físicamente uno puede estar más necesitado, sin que
necesariamente corra peligro la propia vida. De hecho es un sacramento de “vivos”.
Actualmente el sacramento se puede administrar más de una vez, siempre que sea
en caso de enfermedad grave.
SACRAMENTO DE LA UNCIÓN DE LOS ENFERMOS

El sacramento de la unción de los enfermos es un acto litúrgico comunitario


realizado por parte de distintas Iglesias cristianas (Iglesia católica, Iglesia
ortodoxa, Comunión anglicana) por el cual un presbítero signa con óleo sagrado a
un fiel por estar enfermo, en peligro de muerte, o simplemente por su edad
avanzada. Con esta acción se significa que le es concedida al enfermo o al anciano
una gracia especial, eficaz para fortalecerlo y reconfortarlo en su enfermedad, y
prepararlo para el encuentro con Dios. Al igual que los demás sacramentos, la
Iglesia católica considera que la unción de los enfermos fue instituida
por Jesucristo quien, según los textos, hizo participar a sus discípulos de su
ministerio de compasión y de curación.

¿QUÉ ES LA UNCIÓN DE LOS ENFERMOS?

- La unción de los enfermos es el sacramento que le da fuerza, ánimo y consuelo a


una persona enferma y la prepara para una buena muerte.

¿CUÁNDO EMPEZÓ LA UNCIÓN DE LOS ENFERMOS?

- Cristo durante su vida siempre mostró un gran amor por aquellos que padecían
algún mal, que tenían alguna enfermedad o dolor.

Recuerda que el Evangelio nos cuenta cómo Jesús curó a paralíticos, ciegos y otros
enfermos.

- Esta preocupación del Señor por los enfermos, se la comunica a sus discípulos.
Jesús, en dos momentos del Evangelio, les dice lo que debían hacer con los
enfermos: y ungiendo con óleo a muchos enfermos, los curaban.¨ (S. Marcos, 6,13)
pondrán las manos sobre los enfermos, y éstos se encontrarán bien.¨ (S. Marcos,
16,18)

- El apóstol Santiago nos cuenta en la Biblia, la costumbre que ya existía entre los
primeros cristianos con estas palabras: ¿Alguno entre ustedes enferma? Haga
llamar a los presbíteros de la Iglesia, y oren sobre él, ungiéndole con óleo en el
nombre del Señor, y la oración de la fe salvara al enfermo, y el Señor le hará
levantarse, y los pecados que hubiere cometido le serán perdonados.¨

(Santiago, 5 14-15)
¿QUÉ PIENSA JESÚS SOBRE EL DOLOR?

- Jesús nunca se quejó, nunca se rebeló ante el sufrimiento, ante el dolor del alma o
del cuerpo.

- Jesús vino a enseñarnos a dar UN SENTIDO NUEVO AL DOLOR, a tomarlo de


otra manera.

Nada mas piensa de qué forma aceptó El su sufrimiento en la cruz.

- Desde entonces el cristiano sabe que la enfermedad no es una maldición, sino que
puede ser un MEDIO PARA SANTIFICARSE, un medio para acercarse más a Dios.
Una persona puede ofrecer su enfermedad por su salvación o por la de otros
hombres.

- La enfermedad puede ser también algo que nos ayuda a preparar mejor nuestra
alma para dar cuenta a Dios de nuestra vida. Jesús quiso dejarnos el
SACRAMENTO DE LA UNCIÓN DE LOS ENFERMOS para vivir mejor estos
momentos.

¿CUÁNDO SE HA DE RECIBIR LA UNCIÓN DE LOS ENFERMOS?

- Cuando un hombre empieza a estar en peligro de muerte por causa de enfermedad


o por la vejez.

- ¿Se puede recibir varias veces este sacramento? Sí, cuando después de haberlo
recibido, la enfermedad se agrava.

¿CÓMO SE HACE LA UNCIÓN DE LOS ENFERMOS?

- Primero debes saber que solo el SACERDOTE puede dar este sacramento.

- El padre va a donde se encuentra el enfermo o el anciano y unge, es decir, unta


con óleo sagrado (el óleo es un aceite de oliva que es bendecido por el Obispo el
jueves santo) la frente y las manos del enfermo y dice la siguiente oración:
Por esta santa unción y por su bondadosa misericordia te ayude el Señor con la
gracia del Espíritu Santo para que libre ya de los pecados, te salve y te alivie por su
benignidad. ¨

- No es bueno pensar que este sacramento debe darse cuando ya se está muriendo
la persona, pues la Iglesia recomienda que se reciba al comienzo de la enfermedad,
para que la persona lo reciba con lucidez, o sea, que sé de cuenta, y con fervor,
porque la unción ayuda también si así Dios lo quisiera, para curar la enfermedad.

¿QUÉ GANA LA PERSONA QUE RECIBE LA UNCIÓN DE LOS ENFERMOS?

1) El enfermo se une a la pasión de Nuestro Señor Jesucristo.

2) La unción da fuerza, consuelo y ánimo al enfermo para soportar cristianamente el


sufrimiento y el dolor.

3) Cuando un hombre no tiene pecado se dice que esta ¨ en gracia ¨. Pues la unción
de los enfermos, si el enfermo esta en gracia, aumenta esa gracia.

4) Cuando un hombre tiene pecados veniales, o sea, pequeños, la unción de los


enfermos quita las pequeñas manchas que el alma pudiera tener por ellos.

5) Si el enfermo ya no está consciente (o sea, que no está despierto y que ya no se


da cuenta de las cosas), este sacramento le perdona los pecados, aun cuando no
haya podido confesarse, siempre que el enfermo estuviera arrepentido antes de
perder el sentido.

6) Si Dios así lo quiere, la unción de los enfermos puede producir la curación de la


enfermedad. Si es la voluntad de Dios que esa persona muera, este sacramento le
da fuerza para prepararse para la muerte.
¡NO SE VAYA ASUSTAR! ¿Y SU SALVACIÓN QUÉ?

- Este sacramento nos ha hecho reflexionar que la vida del hombre no acaba aquí en
el mundo, sino que sólo es el camino para alcanzar la verdadera vida: la VIDA
ETERNA, la vida para siempre con Dios en el cielo.

Esto nos hace pensar ¿De verdad vivo mi vida preparándome para ese día en que
me voy a encontrar con Dios, para ese momento que se llama MUERTE?

- Hay algunas personas que creen que el llevar un sacerdote a un enfermo para que
le dé la unción de los enfermos, sólo le va a asustar más, porque va a creer que se
está muriendo.

Después de leer TODO, TODO LO QUE DIOS REGALA A UN ENFERMO, cuando


recibe este sacramento, ¿Crees que es justo negárselo a cualquier persona, solo
porque no se vaya a asustar de ver llegar al sacerdote?

Recuerda, lo que está en juego es su SALVACIÓN, no le niegues a quien amas, la


oportunidad de confesarse y recibir la unción de los enfermos.

PROPÓSITO DEL MES:

- Si tú estás enfermo o anciano, pide al sacerdote que te administre este


sacramento.

- Si conoces alguna persona enferma o algún viejito en peligro de muerte, habla con
él sobre todo lo que has aprendido de este sacramento.

¡Ayúdale a conseguir un padre que lo visite!

LA UNCION DE LOS ENFERMOS

“Con la sagrada unción de los enfermos y con la oración de los presbíteros, toda la
Iglesia entera encomienda a os enfermos al Señor sufriente y glorificado para que
los alivie y los salve. Incluso los anima a unirse libremente a la pasión y muerte de
Cristo; y contribuir, así, al bien del Pueblo de Dios” (LG 11).
“¿Está enfermo alguno entre vosotros? Llame a los presbíteros de la Iglesia, que
oren sobre él y le unjan con óleo en el nombre del Señor. Y la oración de la fe
salvará al enfermo, y el Señor hará que se levante, y si hubiera cometidos pecados,
le serán perdonados” (St 5,14-15).

El sacramento de la Unción de los enfermos tiene por fin conferir una gracia especial
al cristiano que experimenta las dificultades inherentes al estado de enfermedad
grave o de vejez.

El tiempo oportuno para recibir la Santa Unción llega ciertamente cuando el fiel
comienza a encontrarse en peligro de muerte por causa de enfermedad o de vejez.
Cada vez que un cristiano cae gravemente enfermo puede recibir la Santa Unción, y
también cuando, después de haberla recibido, la enfermedad se agrava.

Sólo los sacerdotes (presbíteros y obispos) pueden administrar el sacramento de la


Unción de los enfermos; para conferirlo emplean óleo bendecido por el Obispo, o, en
caso necesario, por el mismo presbítero que celebra.

Lo esencial de la celebración de este sacramento consiste en la unción en la frente y


las manos del enfermo (en el rito romano) o en otras partes del cuerpo (en Oriente),
unción acompañada de la oración litúrgica del sacerdote celebrante que pide la
gracia especial de este sacramento. La gracia especial del sacramento de la Unción
de los enfermos tiene como efectos:

 La unión del enfermo a la Pasión de Cristo, para su bien y el de toda la Iglesia;

 El consuelo, la paz y el ánimo para soportar cristianamente los sufrimientos de la


enfermedad o de la vejez;

 El perdón de los pecados si el enfermo no ha podido obtenerlo por el sacramento


de la penitencia;

 El restablecimiento de la salud corporal, si conviene a la salud espiritual; la


preparación para el paso a la vida eterna.
EFECTOS DE LA UNCIÓN DE LOS ENFERMOS

La santa Unción concede al enfermo la gracia santificante suficiente para


aliviarle y confortarle, despertando en él la confianza en la divina misericordia
y para resistir las tentaciones del demonio.
Los que rodean al enfermo tienen la obligación de caridad de procurar que
no muera sin haber recibido el sacramento de la Unción de los enfermos.

Los familiares tienen obligación grave de procurar que el enfermo reciba


la Unción de los enfermos, y, si es posible, antes de que pierda el
conocimiento.

a) Perdona los pecados graves, si el enfermo no ha podido recibir el


Sacramento de la Penitencia y tiene siquiera atrición. Pues con pecados
graves no podría salvarse.

b) Disminuye la pena temporal debida al pecado, según las disposiciones de la


persona, y acelera así su entrada en la gloria.

c) Proporciona la enfermo gracias actuales para sobrellevar la enfermedad y


afrontar la muerte con fortaleza cristiana y hasta con alegría sobrenatural.
Ayuda, pues, al cristiano enfermo a vivir su vida sobrenatural hasta el fin.

d) El texto que comentamos dice: “El Señor lo levantara” (griego, erguiré). ¿En
qué sentido? Ciertamente este Sacramento obtiene también, si así conviene al alma,
la salud del cuerpo, pero el texto de Santiago no pone ninguna limitación ni
condición, sino que afirma, como algo propio del Sacramento, que el Serlo levantará
al enfermo.
El verbo griego “egerein” se emplea en los textos relativos a la resurrección con el
sentido claro e indudable de resucitar. En estos textos, del significado de “despertar”
(por ejemplo en S. Mt 8,25, los discípulos despiertan a Jesús dormido en la barca),
se pasa al de “despertar del sueño de la muerte”, o sea resucitar:
· Mt 10, 8 (resucitar – griego egerete – muertos).
· Jn 5, 21 (Como el Padre resucita –egerei – los muertos...).
· Hc 5, 30 (Dios... levantó, resucitó –egeiren – a Jesús).
· I Cor 6, 14 (Dios resucitó –egeiren– al Señor y también nos resucitará-
exegerei– a nosotros).
ANEXOS
BIBLIOGRAFÍAS

1. http://www.archimadrid.es/nsmoraleja/hojas/UNCION-ENFERMOS.pdf
2. https://es.wikipedia.org/wiki/Sacramento_de_la_unci%C3%B3n_de_los_e
nfermos
3. http://www.laverdadcatolica.org/F19.htm
4. http://campus.uladech.edu.pe/pluginfile.php/2169100/mod_resource/cont
ent/1/TEXTO%20DOCTRINA%20SOCIAL%20DE%20LA%20IGLESIA%20I
%202014.pdf
5. http://idd0098d.eresmas.net/nbse21.htm

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