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Fisco

(Derecho Financiero) Conjunto de los servicios encargados de establecer


y percibir los impuestos.

Actualmente, denomínase fisco al estado cuando desenvuelve


su personalidad en el campo del derecho privado.

El fisco no es sino un aspecto de la personalidad del Estado. La palabra


fisco sirve para designar al Estadoconsiderado como sujeto de derechos
pecuniarios pero, bien entendido, derechos de índole patrimonial,
de derecho privado, quedando, entonces, excluidos
del concepto los derechos que, aun siendo pecuniarios, tengan
naturaleza publicística y su exigibilidad se base en el imperium estatal,
verbigracia, todo lo atinente a impuestos; pues, como bien
se dijo, en todo aquello donde no exista ejercicio del poder público debe
admitirse que se trata de la actividad del fisco.

Los bienes que integral el dominio privado del Estado son, por lo
expuesto, bienes fiscales.

Vinculada a la noción de Estado, aparece la noción del fisco.

La noción del fisco aparece, primeramente, en derecho romano. Luego


fue retomada, con nuevas proyecciones, en la época de auge
del Estado de policía. La doctrina actual le atribuye un significado
especial.

En el derecho romano el fisco aparecía como una persona moral junto al


emperador, a la cual pertenecían los bienes que el Estado utilizaba para
el cumplimiento de sus fines, y a la cual le correspondían
ciertos privilegios de derecho civil y de procedimiento.

En la época de auge del estado de policía, la doctrina del fisco contribuyó


a atemperar el rigorismo a que se hallaban supeditados los habitantes
frente al estado, en materia de responsabilidad estatal. El fisco aparecía
equiparado al "hombre común u ordinario que administraba sus bienes",
hallándose sometido al derecho civil y dependiendo de la jurisdicción
civil. Se diferenciaba del estado propiamente dicho, en que carecía de
bienes, pero poseía imperium. En esa forma la doctrina del fisco adquirió
gran importancia en la organización del derecho durante el llamado
régimen de policía, porque en defecto de protección jurídica frente a
la administración, dicha doctrina suministra un sustitutivo al
establecer que el jefe del Estado, o el Estado mismo, pueden
ser demandados como fisco ante los tribunales civiles.

Fleiner ha resumido con claridad el origen y los alcances de la teoría del


fisco en la época del estado de policía.

Los tribunales del príncipe en cada territorio, dice, no se hallaban


facultados para tramitar demandas contra su autoridad o contra
sus funcionarios, pues el príncipe no estaba sometido a su propio Poder
judicial; en cambio, el demandante podría acudir a los tribunales
del imperio. Pero el poder absoluto del príncipe procuro, mediante la
obtención de imperiales privilegios, sustraerse al control de los tribunales
imperiales. Cuando no podía obtener un privilegio imperial, lograba
frecuentemente su objeto acudiendo al violencia.

La laguna que ocasionó la supresión del control de los tribunales, se


pretendió llenar mediante la llamada teoría del fisco. Según esta teoría,
el patrimonio público no pertenecía ni al príncipe ni al Estado soberano,
sino a un sujeto jurídico distinto de ambos:

el fisco, o sea a una persona sometida al derecho patrimonial.


La teoría del fisco consideró el derecho patrimonialcomo una parte
del derecho privado; por lo tanto, no se encontraron dificultades para
someter al fisco, como un particular cualquiera, a la justicia y a las
normas jurídicas, es decir al derecho civil. Esta
nueva concepción imprimió a los asuntos fiscales el carácter de
asuntos litigiosos. Paralelamente a la teoría del fisco, se desarrolló la de
la independencia de los tribunales frente a la administración. De este
modo, esta teoría proporcionó al súbdito la posibilidad de demandar a
la autoridad, en la persona del fiscus, ante sus propios tribunales
territoriales, con tal de que la relación litigiosa tuviere
carácter patrimonial.

La teoría del fisco sometió numerosas relaciones jurídicas en que


la Administración pública intervenía como participante,
al dominio del derecho privado; por ejemplo: las relaciones económicas
entre el Estado y sus empleados; las pretensiones de los particulares
frente al Estado fundadas en títulos de derecho privado. Mas no se agota
con esto la teoría del fisco. Su conquista mas interesante hallase
contenida en el intento de lograr también protección jurídica para
el súbdito frente a los actos soberanos de la autoridad.

Esto nos e logró directamente, pues los tribunales territoriales no


tenían competencia para anular decisiones de la autoridad en asuntos
gubernativos; no obstante, los tribunales civiles obtuvieron, en virtud que
la teoría del fisco, la facultad de condenar al fisco al pago de una suma
como indemnización a favor del administrado cuyo derecho había sido
lesionado por una decisión de la autoridad.

Hasta ahí llegaron los efectos de la teoría del fisco durante


el estado de policía. El derecho administrativo actual ofrece nuevas
soluciones cuando se trata de enjuiciar al Estado por actos realizados
en ejercicio de su actividad en la esfera del derecho público o en la
del derecho privado.

Actualmente, denomínase fisco al estado cuando desenvuelve


su personalidad en el campo del derecho privado.

El fisco no es sino un aspecto de la personalidad del Estado. La palabra


fisco sirve para designar al Estadoconsiderado como sujeto de derechos
pecuniarios pero, bien entendido, derechos de índole patrimonial,
de derecho privado, quedando, entonces, excluidos
del concepto los derechos que, aun siendo pecuniarios, tengan
naturaleza publicística y su exigibilidad se base en el imperium estatal,
verbigracia, todo lo atinente a impuestos; pues, como bien
se dijo, en todo aquello donde no exista ejercicio del poder público debe
admitirse que se trata de la actividad del fisco.

Los bienes que integral el dominio privado del Estado son, por lo
expuesto, bienes fiscales.

Concepto de fisco
Se refiere al Estado que en su carácter de persona jurídica, se inviste de potestad tributaria
como organismo recaudador, para lograr por medio del cobro de impuestos, tasas y
contribuciones, solventar necesidades de interés general y particular de los contribuyentes.
La legislación tributaria o fiscal regula esa potestad del Estado dentro del marco legal.
Quienes deben abonar los tributos, en concepto de impuestos, tasas o contribuciones por
mejoras, son los sujetos pasivos de las cargas fiscales, y se denominan contribuyentes.

Cuando una persona realiza maniobras engañosas para no cumplir sus obligaciones impositivas,
se dice que comete fraude fiscal.
En el antiguo Imperio Romano se llamaba fisco (del latín “fiscus”, término que aludía a la
canasta donde el dinero se guardaba, por parte de los recaudadores impositivos)
al patrimonio destinado a mantener al emperador, para diferenciarlo del erario (aerarium) que
era el patrimonio del Senado, para utilidad pública. En el Bajo Imperio ambos términos se
unificaron siendo ambos componentes del “fiscus”, que se constituyó en una persona jurídica
de derecho privado, con capacidad de adquirir derechos y contraer obligaciones, pudiendo
también ser judicialmente demandado, aunque por supuesto, gozó de ciertos privilegios.
Se usa actualmente, para referirse a todo lo que sea patrimonio del Estado, integrante del
Tesoro Nacional, por ejemplo se habla así de terrenos fiscales o empresas fiscales. Es el fisco,
entonces, la actuación privada del Estado que es un organismo de derecho público; aunque
identificado el fisco con el Estado mismo, es considerado por muchas legislaciones como
persona jurídica de derecho público.

La confiscación de bienes, o sea la apropiación de bienes privados por parte del Estado, está
prohibida en la mayoría de las legislaciones del mundo capitalista, en defensa de
la propiedad privada de los particulares; por eso cuando los tributos exceden de sumas
razonables, se dice que son confiscatorios.

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