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"PRINCESA BRAMBILLA"

o las paradojas
de la ilusión teatral

Por Jean Claude Blanc

EL GESTO en la que se integran todos los


lugares reales e imaginarios de la
"Princesa Brambilla", novela cor- novela; participa, por consiguiente,
ta en forma de "capriccio" escrita en la representación, de pie v
por E.T.A. Hoffmann en 1820, mezclándose con la acción. Para
celebra las hazañas de la ficción; es el espectador una de las formas de
el gesto del simulacro. tener una actividad es hacer que
El TPR, transformando secuen- varíen, según su voluntad, sus
cias literarias en secuencias teatrales, perspectivas de percepción, en
interpreta el texto de Hoffmann crearse el mismo, a través de su
dentro de toda su complejidad: propia movilidad las anamorfosis
aplicación temática, polifonía for- escénicas que son la traducción de
mal, algazara de intrigas encajadas. las transiciones laberínticas y de las
Creando todo ello — t a n t o por el elipsis de Hoffmann. Unas pasarelas
texto como por la i m a g e n — un móviles se cruzan por medio de este
desbordamiento de los esquemas público protagonista, cuya reunión
lineales de la narración. o dispersión engendra unas configu-
Al espectador de "Princesa Bram- raciones originales continuamente
billa" se le invita a que se mueva transformadas por los movimientos
en el mágico círculo del teatro incoherentes (o que hallan su
limitado por un cerco de luz y aventurada coherencia en la resis-
por un gigante de 3 pisos de altura, tencia de los espectadores) de la
llamado "el palacio" y que se ins- multitud de personajes abigarrados
pira de los dibujos del arquitecto del carnaval. No existe equívoca
italiano Palladio. Como un elemen- alguno en esta gestión de coalescen-
to dinámico, este espectador forma cia entre actores y público, nunca
parte de una ficción escenográfica es otra cosa más que teatro, y a los

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espectadores no se les invita a co de "Princesa Brambilla".
tomar parte en un pseudo-carnaval. En la escena que precede a la del
Lo que se ofrece a sus sensibilidades duelo, el público ocupa todo el
no es más que un simulacro de un área del juego. Las dos pasarelas
auténtico carnaval, simulacro inven- móviles se colocan frente a frente,
tado partiendo de los medios ya preparadas para los movimientos
específicos que posee el teatro, y del duelo. El público llena por con-
que da paso también a ciertas siguiente el espacio del futuro tra-
formas carnavalescas, tornasolados yecto de estas. Es también en este
colores y sobrecogedores aconteci- espacio donde el charlatán Celionati
mientos musicales. En "Princesa está reprendiendo fuertemente a su
Brambilla" todo es ilusión, pero protegido Giglio Fava, porque este
ilusión dentro de un sistema de último acaba de dejarse arrastrar a
convenciones teatrales productora bailar con una vulgar costurera a la
de un universo de formas seducto- que tomó por una princesa. El
ras y fascinantes, que uno saborea diálogo se termina con una toma de
de pie, como si se tratara de una conciencia por parte de Giglio de
copa de champán burbujeante en que un príncipe exótico que está
una noche de fiesta. de paso por Roma se está aprove-
chando v riendo de él. Giglio
Inspirándose en los grabados de
expresa su determinación de des-
Jacques Callot, Hoffmann imagina
truir a su rival. El momento de la
un duelo, o lucha a muerte entre el
suspensión del texto marca el prin-
Yo y su Doble grotesco, pero sobre
cipio de la intervención de dos
todo etapa decisiva en la iniciación
Polichinelas, que se dedican para
del actor Giglio Fava por el empezar, en medio de un silencio
charlatán C e l i o n a t i — a la práctica (o más bien en medio del ruido
de un auténtico arte dramático, es causado por el desplazamiento y
decir el que encuentra su funda- los comentarios divertidos de la
mento en la agudeza y el humor, y gente) a sacar al público fuera de
cn
la distancia. El duelo se de- los "railes" imaginarios en los que
sarrolla en el espacio común perte- las dos pasarelas no tardarán en
neciente al público y a los actores, moverse con más o menos violencia.
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ese momento de ficción del Cor- Con la mímica grotesca v la autori-
so romano. Giglio y su Doble están dad inquietante que emplean (uno
de pie sobre dos pasarelas móviles de los Polichinelas hace como si
que se cruzan, al ritmo de la acción . fuera a serrar al público) para for-
dc
las armas, entre dos filas de zar a formar las dos filas de especta-
es
pectadores. Poco antes del duelo, dores, los Polichinelas dramatizan
Un
Polichinela hace un gesto, la situación, creando un suspense, y
darnos a intentar analizar este ges- poniendo al público en situación
to; para ver si llegamos a elucidar el de espera de una situación aún
Principio del funcionamiento estéti-

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imprecisa (el texto que precede no puede tener un carácter narrativo
da a comprender que va a haber un (o más bien poli-narrativo) acen-
duelo). Giglio Fava y su Doble gro- tuado. El gesto del actor está cons-
tesco, ambos armados con una cientemente contruido, es volunta-
espada y un escudo de madera, se rio y controlado. Esto no quiere
suben a las pasarelas, y siguiendo un decir que sea más pobre que un ces-
antiguo rito de caballería, se provo- to incontrolado (o peor controlado;
can en voz alta, con fórmulas este- hecho en la realidad. Al contrario.
reotipadas y divertidas. Es entonces El gesto del actor es paradójico,
cuando uno de los Polichinelas, el obedece a las convenciones del
que se halla ante la pasarela ocupa- teatro, negando al mismo tiempo
da por el Doble, hace el gesto de las convenciones de la realidad (de
"acariciar" (su mano entra en con- la que sin embargo los primeros se
tacto por rozamiento) la estruc- inspiran). Esta superación se hace
tura de madera de la pasarela. Gesto posible gracias al trabajo creativo
furtivo, rápido, no ligado a ningún del actor, por la contribución al
texto, pantomima teatral. Gesto sentido de su imaginación gestual.
altamente enigmático muy concreto Así es como, seguramente, nadie ha
y al mismo tiempo muy abstracto, hecho jamás en la realidad un gesto
simple y complejo, paradójico. Lo idéntico al del Polichinela. El gesto
llamaremos el gesto del Polichinela. del Polichinela posee una unidad
Inmediatamente después de este orgánica, un ritmo, una puesta en
gesto, en medio de una música de escena, una fisionomía, todos ellos
percusión, las pasarelas son precipi-elementos de los que depende su
tadas la una contra la otra, empuja- poder de signiíicación. Este gesto
das por los Polichinelas (con la no obedece para nada a la concep-
ayuda de los técnicos del TPR). Los ción clásica, que al gesto lo convier-
carros se cruzan sin tocarse. El te en un medio de expresión exterior
duelo, momento muy espectacular, de un contenido psíquico interior
termina con la derrota de Giglio que el cuerpo tiene por misión
Fava, que en el grotesco entierro comunicar a los demás. La construc-
que le hacen los Polichinela;, revelación del gesto de Polichinela es mas
no haber sido nunca más que un obra del actor ese asiduo lector
vulgar maniquí de cartón. de Hoffmann que el del persona-
¿Qué es un gesto? ¿Qué diferen- je. Ese gesto representa por una
cia hay entre un gesto en el teatro y parte comunicación de sentimientos
un gesto en la realidad? Tanto en la y por otra comunicación de reflexio-
realidad como en el teatro, el gesto nes transformadas en gestos a la
obedece a unas convenciones, que, hora de la realización del trabajo
por regla general, no son las mismas teatral, al tiempo que una produc-
en los dos casos. El gesto es una ción de signos autónomos. Pode-
actitud o un movimiento del cuerpo, mos decir, además, que se trata de

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jniTCSto original en tanto en cuanto riamente contiene su indecible
te destaca claramente de la forma calidad.
Je gesticular corriente. Este gesto es Estén o no ligados a un texto
puro juego. hablado, los gestos se interpretan
continuamente a lo largo de toda
la representación. Al fundarnos en
LA REPRESENTACIÓN criterios dramatúrgicos, nos es
posible recortar la representación
El problema del análisis de la re- en unidades de gesto.Estas unidades
presentación teatral se inscribe, fun- no son mónadas autónomas y se-
damentalmente, en una paradoja, paradas, sino que pertenecen al
va que la representación es, esen- conjunto dramático. Pueden esta-
cialmente, un proceso de síntesis. blecerse jerárquicamente o clasifi-
Síntesis activa de una fábula,-de un carse partiendo de distintos puntos
juego de actores, de una música, de de vista (por ejemplo por la presen-
una coreografía, de un complejo de cia o la ausencia de un texto conco-
formas en movimiento; la construc- mitante). Ante un análisis, hay algu-
ción de la representación teatral nas unidades que pueden aparecer
reúne los diversos elementos perte- como más pertinentes que otras. El
necientes a la materia teatral con- gesto sustituyendo a menudo un
creta. La representación hay que texto imposible (o más bien la im-
analizarla a la vez local y global- posibilidad de expresar con la pala-
mente, ''analítico" y sintética- bra cualquier texto posible), resulta
mente. Un verdadero análisis de la totalmente paradójico el querer
representación resulta imposible. intentar la descripción verbal del
>e trata siempre de un análisis- gesto. Lo mejor que podemos hacer
síntesis, es decir de la investigación en este caso es callarnos y ponernos
ut
opica de un punto de vista per- a reproducirlo. Todo lo que, dentro
ceptivo, análogo al del espectador, del gesto, va más allá de la palabra,
pero ubicado en el trabajo teórico, es percibido-vivido intuitivamente
--tste análisis-síntesis permite acaso por el espectador y no puede expre-
medir la calidad artística? Probable- sarse verbalmente. En esto estriba
mente no nos da más que una medi- la dificultad del análisis de las uni-
da indirecta, a través de la manifes- dades de gesto dentro de la repre-
tación argumentada de una can- sentación. Sin embargo, es impor-
tidad artística determinada. El tante hacer más aún, y analizar la
a
nalisis-síntesis (¿una semiología totalidad verbal y gestual de la re-
general del teatro?) solo permite presentación.
'dentificar la presencia de una de-
terminada cantidad de arte, del que La representación teatral puede
^ puede decir con certeza, pero sin comprenderse partiendo de la cate-
tormalización posible, que necesa- goría filosófica de la totalidad.
Cada segmento infinito-decimal del

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teatro contiene idealmente todos Polichinela en la imagen de un
los elementos del teatro, todas las caballo. Podríamos redargüir que
modalidades de sus síntesis que son hace falta mucha imaginación para
otros tantos elementos estéticos. El ver a un caballo en lo que es una
estilo que tiene el espectáculo en su estructura cúbica de madera. Sin
totalidad puede también estar en duda esto es verdad, pero el catali-
todas sus partes. El análisis local se zador de la imaginación es preci-
convierte así, ipso facto, en un samente la técnica del juego del
análisis global. La estética general Polichinela que eis la que inspira
de un espectáculo obedece a una el carácter brutal de su "caricia".
hipótesis de unidad y de coheren- El Polichinela no tiene secretos.
cia que puede hacerse extensible Tampoco tiene lógica alguna, dice
aún a los sistemas dramatúrgicos todo lo que es verdad y lo que no
más incoherentes. Y si optamos lo es, lo blanco y lo negro. Su
por mencionar una sola unidad ges- gesto crea un ambiente, una atmós-
tual de "Princesa Brambilla", el fera de interrogación, cumple una
gesto del Polichinela, no es que con función "anacrúsica" en la drama-
ello renunciemos a hablar del con- tización del duelo. La preparación
junto de la representación. No espacial del público es también una
sería difícil demostrar que la uni- preparación psíquica. El arte teatral
dad gestual escogida está perfec- manifiesta su carácter vivo en las
tamente relacionada con todas las perpetuas modificaciones del "aire
otras unidades de gesto de la teatral" logradas por medio del
representación. juego. La puesta en escena crea
unos campos de potencial artístico,
unos ambientes originales, unas
EL JUEGO formas de comportamiento social
recreativo.
El gesto del Polichinela puede El gesto del Polichinela viene a
prestarse a múltiples interpreta- indicarles a los espectadores hacia
ciones. Solo su description basta donde se dirigirá el carromato: es
para hacernos entrar en el problema. un gesto de advertencia que desig-
¿Tenemos acaso que llamarlo "una na un aerodinamismo inexistente,
caricia" aquel paso bastante rápido cuya ficción hace que aparezca el
y vivo de la mano sobre el canto de concepto del peligro. Este gesto
un tablón coloreado? No se trata marca la connivencia del Polichi-
ciertamente de una caricia en el nela con el protagonista del duelo
sentido de una manifestación física y, más allá, con toda la compañía
de ternura. Pero el juego del actor que interpreta el espectáculo, con
resulta suficientemente ambiguo todo el público que participa e n
para evocar, sugerir una caricia. "Princesa Brambilla" y, más alia
Por ejemplo la caricia que haría el aún, con toda la sociedad humana

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que acepta Ja convención del teatro; dad que es la esencia misma del
es un gesto de complicidad, de fenómeno teatral. En el frente
inteligencia, de acuerdo concertado. psíquico, el actor está en vanguar-
Este gesto también expresa la ironía dia, al espectador lo conduce
de la situación que, si fuera un hacia batallas ficticias.
duelo de verdad, resultaría terrible. El gesto del Polichinela no se di-
Tanto el juego como la puesta en rige a un aspecto particular del
escena, al tiempo que dramatizan, espectador, sino a todo su ser. El
insisten en el carácter funcional. actor no comunica, es en sí comuni-
Comprendiéndolo en su primerísi- cación. Exactamente igual que
mo grado, este gesto representa ocurre con la comunicación, su
además con qué cuidado se ha lle- gesto es paradójico. El sentido de su
vado a cabo la representación, su gesto es a la vez opaco y transparen-
perfecta limpieza, la ideal ausencia te.
de cualquier tipo de escoria en la
La "caricia" del Polichinela es a
realidad teatral. Como si el Polichi-
la vez enigmática, realista y grotes-
nela, antes de usarlo, quisiera lim-
ca, portadora de los innumerables
piar el objeto imaginario practicable.
significados de las distintas situacio-
Juego que algunos espectadores nes concretas incluidas en la abs-
ven en su totalidad, mientras que tracción del dispositivo escenográ-
otros no lo ven más que parcialmen- fico. Un gesto absolutamente arti-
te, y hasta llegan a no verlo para ficial, productor de una abierta
nada. Un gesto esencial que se lo ilusión. Un gesto irrisorio, pero no
puede uno perder sin perderse el falto de autoridad.
ambiente que el mismo produce, ya Al final de la secuencia parcial
c uc
l el efecto del juego del actor del juego un fragmento del
Pasa a través de los espectadores, espectáculo recortado en el tiempo
comunicándose gradualmente por la y el e s p a c i o — el Polichinela se
^radiación emotiva (otros gestos) pone con la mano un poco de
c e
* los cuerpos. Por ello es por lo saliva en la planta del pie. Se pre-
1ue este juego superficial resulta para para empujar el carromato
ser
un juego en profundidad, y por para el inicio del duelo. Su "cari-
e
"o es por lo que es necesario que cia", por consiguiente, termina con
'°s espectadores estén de pie, prepa- un movimiento de retorno de la
r a o s para todas las orientaciones ilusión hacia la materialidad del
P er ceptivas, como amantes en el teatro. Escupiéndose en las manos,
c
ampo variable del juego. el Polichinela pone punto final a la
Con su gesto, el Polichinela in- fase gestual de su "caricia". Este
tenta amansar al monstruo. Exor- último gesto antes del duelo produ-
Clsa
los peligros de la realidad, ce un efecto de visagra dramático.
ase
gurando con ello el perpetuo
equilibrio entre el teatro y la reali-

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LA ILUSIÓN temática que funcional (en el
sentido teatral). Todo ocurre como
El gesto del Polichinela es un si la distanciación fuera la marca
gesto de ilusionista. Pero no esca- del humor y la ironía, y la ilusión lo
motea nada; todo queda claro, lím- fuera de la seriedad. Gracias a los
pido. Son los espectadores los que efectos deformantes de sus espejos
fabrican la ilusión de que algo se irónicos, Hoffmann invierte las
esconde en este gesto. Lo único perspectivas ordinarias e instaura la
que el actor ha hecho es poner en confusión entre representante y re-
marcha -el potencial de ilusión que presentado. La ambivalencia funda-
el gesto contiene. mental del gesto del Polichinela se
Consideremos la interpretación basa sobre el juego de equilibrio
que convierte el gesto del Polichi- que existe entre la realidad inicial y
nela (la situación del duelo) y el la realidad posterior (de diversos
gesto del actor en una caricia en tipos: mítico, onírico, carnavales-
el pecho de Un caballo. Gracias al co) que representa lo que es en su
contexto dramatúrgico por un esencia la estructura literaria de
instante la pasarela se transforma "Princesa Brambilla". El teatro, por
en caballo, o en el signo de un la razón de que siempre es síntesis,
caballo. El actor señala la ilusión tiende a arrastrar al actor hacia la
al tiempo que la denuncia en el ilusión (por la síntesis), mientras
momento mismo en que produce su que Hoffmann tira de él hacia la
efecto, marcando en el carácter distanciación por el análisis irónico.
abstracto del juego — e s tanto No existe en "Princesa Brambi-
una caricia como una anti-cari- lla" ese proceso de ilusión del
cia una distanciación absoluta. espectador que se imagina que es el
No hay posible identificación del personaje representado, y que viene
espectador con el Polichinela, per- a llamarse la identificación. L° s
sonaje perfectamente extraño. La actores no llegan nunca a entrar
paradoja del gesto del Polichinela, totalmente en la piel de sus perso-
fuente de su poder de fascinación, najes. Más bien hay que conside-
está en que destruye lo que crea. rarlos como los marionetistas de sus
Sin embargo, el balance final de su propios cuerpos, cuerpos que utili-
acto no es nulo, quedando resi- zan para manifestar la vida de varios
duos de este gesto en la conciencia personajes. El actor de "Princesa
y en el subconsciente de cada espec- Brambilla" es una mano consciente
tador. Estos residuos son todos que se introduce en varias vainas
ellos distintos, aún habiendo sido para producir unos juegos de ilusión.
engendrados partiendo de la misma En "Princesa Brambilla" la ilu-
aplicación concreta en el juego de la sión teatral no puede concebirse en
dialéctica ilusión-distanciación. En el sentido clásico de la palabra, es
Hoffmann, la distanciación es más decir como cuando el espectador

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toma por real y verdadero lo que no el que se agita y sufre en el esce-
es más que una imitación de la reali- nario y que, en segundo lugar, no
dad. Esta ilusión específica está, se trata más que de un juego que no
paradójicamente, menos ligada al puede hacerle ningún daño a nues-
efecto de realidad producido por la tra seguridad personal" (cita por P.
escena (y al conocimiento de fe- Pavis, Diccionario del Teatro, ar-
nómenos que al espectador le son tículo "Ilusión"). Al espectador de
familiares) que al efecto de irreali- "Princesa Brambilla" se le invita a
dad engendrado por la escritura que juegue a la vez con la ilusión
hoffmanniana, que encuentra su y con su contradicción. El gesto del
fundamento en la exacerbación de Polichinela introduce el desdobla-
los caracteres ilusorios de la reali- miento del Yo en el interior de cada
dad. Menos para un fino conocedor espectador, y por ello prepara ópti-
de los cuadros de Giambattista Tié- mamente para la escena siguiente, la
polo de los que se inspira el diseño del duelo entre el Yo y su Doble.
del traje, el Polichinela no produce El espectador no se identificará con
más que un mínimo efecto de rea- los personajes, sino con el tema
lidad. Su gesto no es para nada una hoffmanianno de la escisión del Yo.
imitación de lo real. Es un gesto cuya A través de una estética de la para-
única finalidad estética no es la ilu- doja, "Princesa Brambilla" pone en
sión sino lo ilusorio, es decir una escena, más que personajes, estruc-
imagen hecha para engendrar ilusión. turas psíquicas. El gesto del Poli-
Pero con la ilusión siempre hay chinela manifiesta teatralmente la
desilusión; la definición misma de la estructura psíquica que quedará
ilusión es necesariamente paradójica. incorporada al espectáculo en el
En el gesto del Polichinela todo es duelo (que, además, no es más que
a
la vez real e ilusorio. Su poder de un simple simulacro de duelo, no
ilusión solo puede funcionar porque solo porque se trata de teatro, sino
e
' espectador sabe lo que ve en el porque Hoffmann así lo ha escrito).
teatro no es más que una represen- El gesto del Polichinela otorga a la
tación. Con su gesto, el Polichinela ilusión aquello de lo que está más
'a ilusión la instala dentro de una de necesitada para existir, el movi-
su
s funciones esenciales, de orden miento y la belleza.
psicoanalítico, una función que
Hoffmann utiliza como centro te-
mático y estructural de su "capric-
C1 LO IMAGINARIO
°", la función del desdoblamiento
del Yo. Para Freud, la búsqueda de
la Tanto el gesto del Polichinela
ilusión está ligada a la búsqueda
como, más allá de este gesto, toda
" e l placer, a la "disminución del
la obra "Princesa Brambilla" apelan
dolor gracias a la certeza de que,
en constantemente a las facultades
primer lugar, es otro, y no él,
imaginativas del espectador. La

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marca de lo imaginario es la aper- imagen que no puede definirse más
tura. He aquí por qué las imágenes que paradójicamente. La palabra
de "Princesa Brambilla" no pueden imagen, en su raíz etimológica lati-
ser univalentes. Si el espectador no na "imago", apunta hacia el rasgo
se solidariza con las imágenes pro- de semblanza con el que cualquier
ducidas por el actor, estas imágenes representación se encuentra marca-
tienden a pauperizarse, a simplifi- da; es la idea de la afinidad existen-
carse dentro de su misma produc- te entre la reproducción y el origi-
ción, a perder su polisemia original nal. Pero esta acepción de la pala-
que aparece en el trabajo de crea- bra no permite darle todo su senti-
ción que es esencialmente un traba- do a lo imaginario, es decir a esc
jo de imaginación. A través de la tipo de representación que tiene
forma en que lo recibe, el especta- por esencia el apartarnos de lo ya
dor también toma parte en la cons- visto y el levantar un mundo autó-
trucción del espectáculo. Aún que- nomo y nuevo que es casi una crea-
dando la iniciativa en manos del ción "ex nihilo", un mundo fantás-
actor, la imaginación teatral es algo tico. La paradoja estriba en que la
compartido, social. En la represen- representación fantástica, exenta
tación el trabajo de lo imaginario es de modelo alguno en lo real, puede
aleatorio e individualizado, pero darle a un contenido irreal la apa-
nunca aventurado o improvisado. riencia de una realidad. Esta para-
¿Tiene la imaginación algún lími- doja es la del gesto del Polichinela.
te? ¿Ese límite es acaso imaginable? y de toda "'Princesa Brambilla".
Esta es la paradoja de lo imaginario En su ensayo sobre la imagina-
en cuyo interior se ejerce la libertad ción del movimiento, titulado "El
creadora del teatro. aire y los sueños". Gaston Bache-
El problema de la calidad imagi- lard ha visto divinamente la dificul-
naria del gesto del Polichinela es el tad que presentaba la definición de
de la construcción de una imagen la imagen y de lo imaginario: "Lo
teatral. ¿Qué es una imagen? ¿Cuál que siempre se pretende es que lo
es la relación que exis^° entre la imaginario sea la facultad de for-
imagen y lo imaginario? Los espec- mar imágenes. Y sin embargo, mas
i 1
tadores del gesto del Polichinela bien se trata de la facultad de
asisten a una imagen en movimiento, deformar las imágenes producidas
esta imagen la viven en el momento por la percepción, y sobre todo se
mismo en que se ofrece a sus inter- trata de la facultad de librarnos de
pretaciones, a sus imaginaciones. las imágenes iniciales, de la de
¿Qué es lo que, en una imagen tea- cambiar las imágenes. Si no existe
tral, suscita lo imaginario? Con toda cambio de imágenes, inesperada
seguridad, su carácter abierto, in- unión de imágenes, no hay imagi-
acabado, ambivalente. Este carácter nación, no hay acción imaginante'
ya está incluido en la noción de Si una imagen presente no nos hace

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pensar en una imagen ausente, si en los actos del pasado, es la que
una imagen ocasional no determina Hoffmann adopta en la construc-
una prodigalidad de imágenes abe- ción de "Princesa Brambilla". El
rrantes, una explosión de imágenes, mito del manantial de Urdargar-
no hay imaginación". Al espectador ten, símbolo de la capacidad que
de "Princesa Brambilla" se le invita tiene el ser para desdoblarse, en el
a que deforme las imágenes que el presente imaginario, se transforma
espectáculo le propone y que están en commedia dell'arte, ideal estéti-
envueltas en una aureola de imagi- co defendido por Hoffmann. "Prin-
nación. No es sino en el desarrollo cesa Brambilla" desarrolla esta nos-
imaginario propio de cada especta- talgia del origen ancestral que tiene
dor donde el gesto del Polichinela todo pensamiento, de un momento
cobra su verdadero valor, sus verda- en que la comunicación no era
deros valores. paradójica sino perfecta, cuando el
La relación existente entre la pensamiento aún no había destruí-
imagen y lo imaginario se determina do la intuición, la actitud mental
en dos direcciones: hacia el mundo más propicia para la fabricación
interior (o inconsciente) y hacia el de imágenes. En su "Esthétique
mundo exterior. El romanticismo, dans une noix" (Estética en una
aunque ponga el acento sobre la nuez) (1972), J.G. Hamann, el
esfera inconsciente como matriz de "Mago del Norte", se expresaba
la actividad de crear imágenes, no así: "Los sentidos y las pasiones
Jeja con ello, sin embargo, de esta- no hablan más que por medio de
blecer una relación con la investiga- imágenes, no escuchan y compren-
ción o búsqueda humana dirigid'", den más que las imágenes. Todo el
lla
cia el mundo. El mundo interior tesoro del conocimiento, como el
y el mundo exterior tienen entre sí de la felicidad humana, consiste en
u,
ia estrecha relación, aún existien- imágenes. La edad de oro primitiva
do entre ellos un decalaje temporal, fue una edad en la que la humani-
ti mundo imaginario no hace más dad hablaba su lengua materna, que
4ue volver a encontrar un equiva- es la poesía anterior a la prensa
lente representativo de lo que, en igual que la jardinería es anterior a
otros tiempos, ha sido la interven- la agricultura, la pintura anterior a
ción primitiva del hombre en el la escritura, el canto a la declama-
mu
ndo. La imaginación le devuelve ción, las metáforas a los razona-
a la vida una antigua práctica, tiene mientos y el trueque al comercio".
u
'i carácter atávico. (Freud dirá (Citado en el artículo "Imaginario
•ñas tarde que al principio existía el c Imaginación", de la Encyclopae-
a
cto, y q U e cualquier pensamiento dia Universalis). El gesto del Poli-
tiene su origen en la realidad de chinela intenta exteriorizar un equi-
este
acto). Esta faceta romántica valente teatral de esta filosofía pri-
°iue consiste en basar lo imaginario mitivista. La mentalidad de este

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gesto es primitivo, su marco mate- práctica del montaje, la estética del
rial es altamente sofisticado. La TPR no es normativa y puede hasta
imagen está en juego; lo imaginario considerarse antinormativa (más
está fuera del juego, es el suplemen- bien pragmática). Es una estética
to inmediato de un gesto transfor- de experimentación de formas espe-
mado enseguida en antiguo por la cíficamente teatrales, que se apova
velocidad recreativa del actor que en el postulado de la autonomiza-
sustituye el trabajo de siglos por un ción de estas formas con relación a
simple juego de escena. cualquier substrato —intelectual,
literario, filosófico, histórico—
LA POÉTICA que las engendra. Esta autonomía
se hace posible gracias a la natura-
El gesto del Polichinela es hof- leza paradójica del teatro, que es
fmanniano, romántico. Resume lo siempre a la vez manifestación
esencial de la estética del TPR en directa de la vida y proceso forma-
"Princesa Bra'mbilla". La poética lizado de meditación de la realidad.
teatral de este espectáculo fluye El teatro contiene su función de
directamente de la dramaturgia modelo y su función de vida como
espontánea del texto de Hoffmann. elementos contradictorios de su
"Princesa Brambilla" nos enseña esencia. Al articular su novela sobre
cómo aquello que se ha concep- los principios de la esencia de la
tuado dentro de un movimiento ficción, Hoffmann le posibilita al
artístico el romanticismo TPR aportar la manifestación con-
puede dar origen a unas formas creta de una poética paradójica de
de teatro originales. Fundada en la la esencia de la ilusión teatral.

Üf

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