You are on page 1of 189

Parroquia San Juan Bautista, Amatitlán JHS

TEMARIO DE INICIACIÓN
CRISTIANA
PARA ADULTOS

“…Lo que hemos visto y oído,


os lo anunciamos para que
también ustedes estén
enComunión…”

1Jn. 1, 3

Catequesis de Adultos
1
Parroquia San Juan Bautista, Amatitlán JHS

Ciudad de San Juan Amatitlán, febrero de


2012.

Introducción

Atendiendo la necesidad de la Parroquia


de San Juan Amatitlán, tenemos el honor
de presentar este temario, para que
todos puedan ser participes de los
Sacramentos de la Iniciación Cristiana.

En este temario, se proporciona


información y elementos necesarios, para
la formación de la Iniciación Cristiana
de Adultos, así como de la vida de cada
miembro de la Comunidad.

Este temario no es únicamente para los


Catequistas y Catequizándos, sino
también para aquellos que quieran
conocer más a fondo de la Vida
Cristiana.

Catequesis de Adultos
2
Parroquia San Juan Bautista, Amatitlán JHS

“… Vayan por todo el mundo y proclamen


la buena noticia a toda criatura…”

Sn. Mc. 16, 15

Dedicatoria

A Dios… por darnos la vida y permitir


servirle con amor y valentía.

A Jesús… nuestro Salvador, Él modelo de


nuestra vida Cristiana y por ser el
fundamento de Nuestra Fe.

A Dios Espíritu Santo… por los dones y


frutos que nos da, para que infunda en
nuestra vida el deseo de servir a todos
con Amor.

A Nuestra Madre Santísima… mujer


creyente, que dio ese Sí, con la misma
fidelidad, que adquiriste para ser la
madre de Nuestro Salvador, intercede y
guíanos de la mano para ver a tu hijo
Jesucristo.

Catequesis de Adultos
3
Parroquia San Juan Bautista, Amatitlán JHS

A Nuestras Familias… que con mucha


paciencia y amor, han sabido reconocer y
aceptar nuestra vocación de servicio con
los Catequizándos.

A los Catequizándos… que con un corazón


humilde, se acercan para prepararse para
recibir los Sacramentos de Iniciación
Cristiana.

A los Presbíteros… que han visto en


nosotros el deseo de servir, sin
condición, apegados a la realidad de
nuestra comunidad de San Juan Amatitlán,
y por permitir que sigamos con nuestra
misión.

Mención Especial

A quién con mucho amor, deseo de servicio, entrega e


iniciadora de este proceso de formación para
Adultos, quién por el año de 1994, viendo la
necesidad, que existía “vio que a muchos se les
negaba el Sacramento del Matrimonio”, se interesó
por asesorar, guiar e instruir a quien así lo
requirió, para iniciar la preparación para recibir
los Sacramentos de Iniciación Cristiana, dando paso
más adelante a cubrir las áreas que actualmente le
competen a la Catequesis de Adultos, que es cubrir
toda necesidad de Sacramentos, en aquellas personas
en edad Adulta.

Mujer aguerrida, con excelentes fundamentos,


creyente y dócil, quien supo infundir en nosotros,

Catequesis de Adultos
4
Parroquia San Juan Bautista, Amatitlán JHS

el deseo de servir dadivosamente, a todos sin


excepción.

Gracias por tú entrega y por todo este tiempo que


estuviste al servicio de Tu comunidad de San Juan
Amatitlán.

Ana Marina Archila Mollinedo


1934-2006
Finalidad
Propiciar una planificación adecuada
(Comunidades-Centro) de la
Catequesis de Adultos, para alcanzar
una adecuada enseñanza y formación,
según la realidad que vive la

Catequesis de Adultos
5
Parroquia San Juan Bautista, Amatitlán JHS

Parroquia San Juan Bautista,


Amatitlán y así mejorar la formación
e integración de los Catequizándos a
una vida Cristiana

Catequesis de Adultos
6
Parroquia San Juan Bautista, Amatitlán JHS

Unidad 1
¿Qué es ser Católico?
kerigma

QUE ES SER CATÓLICO


Objetivo:

_ Tener una idea sobre el catolicismo.

_ Apreciar las tradiciones religiosas y sus costumbres.

Catequesis de Adultos
7
Parroquia San Juan Bautista, Amatitlán JHS

_ Pertenecer a una parroquia es algo bueno.

Ser Católico significa vivir una vida cristiana en su totalidad y desde


una perspectiva católica. Para los católicos, todas las personas son
básicamente buenas, pero el pecado es una enfermedad espiritual que,
en sus inicios, dejó gravemente herida a la humanidad y puede matarla
si no se atiende. La Gracia Divina es el único remedio para el pecado y
la mejor fuente para obtenerla son los sacramentos, que consisten en
varios ritos y que los católicos creen que han sido creados por Jesús y
confiados al cuidado de su Iglesia.

¿Cuál es el criterio de fondo desde una perspectiva


Católica?
Más que un adherirse intelectualmente a una idea, el ser católico implica
un compromiso diario en el acoger el Plan o la Voluntad de Dios— sea
cual fuere el lugar en donde se encuentre y hacia donde lo conduzca.

Ser católico implica, por parte del creyente, cooperar con Dios. Dios
ofrece su gracia divina y el católico debe aceptarla y cooperar con ella.

El libre albedrío es sagrado. Dios nunca te obliga a actuar en contra de


tu libertad. Hacer el mal no sólo le hace daño a uno mismo, también
hiere a los demás, pues el católico nunca está solo. Los católicos
siempre son parte de una familia espiritual llamada la Iglesia.

¿Qué Significa Exactamente el Catolicismo?


La respuesta directa es que el Catolicismo es la práctica del cristianismo
católico romano. Los Católicos son miembros de la Iglesia Católica
Romana y comparten varias creencias y modos de dar culto, así como
una manera particular de ver la vida.

Sus creencias básicas los católicos son antes que nada y por encima de
todo cristianos. Tal como los judíos y musulmanes, son monoteístas, lo
que significa que creen en un solo Dios. Pero además los católicos, como
todos los cristianos, creen que Jesucristo es el Hijo de Dios, creencia que
distingue al cristianismo. Los católicos también creemos que:

Catequesis de Adultos
8
Parroquia San Juan Bautista, Amatitlán JHS

_ La Biblia ha sido inspirada, revelada como Palabra de Dios y como tal


sin errores.

_ El Bautismo, el rito que nos hace cristianos, es necesario para la


salvación.

_ Los Diez Mandamientos de Dios nos proveen una guía moral, una
manera ética de vivir.

_ La Santísima Trinidad —un solo Dios en tres personas— es también


parte de la creencia católica. En otras palabras, los católicos creemos
que Dios, el único Ser Supremo, se compone de tres personas: Dios,
Padre; Dios, Hijo; y Dios, Espíritu Santo.

Los católicos reconocemos la unidad de cuerpo y alma de cada persona


humana. La totalidad de la religión se centra en la verdad de que la
humanidad se encuentra entre el mundo de lo material y lo espiritual.

El mundo físico es considerado parte de la creación de Dios y por lo


tanto inherentemente bueno hasta su mal uso por parte de la persona.
Los siete sacramentos —el Bautismo, la Reconciliación, la Santa
Eucaristía, la Confirmación, el Matrimonio, el Orden Sagrado, y la Unción
de los Enfermos— son signos externos instituidos por Cristo para
comunicar su gracia.

Puntos Básicos
Los siete sacramentos contienen un signo físico y tangible, como el
agua usada en el Bautismo, o el óleo o crisma cuando se unge, para
representar una realidad espiritual invisible, la gracia sobrenatural que
se comunica a través de cada sacramento.

Los símbolos— desde quemar incienso y encender velas, hasta los


vitrales con imágenes de santos; desde las vasijas de óleo o agua, y el
pan ácimo y el vino —son parte importante del culto católico. El cuerpo
humano tiene cinco sentidos que lo conectan con el mundo físico. El
catolicismo usa símbolos tangibles, que los sentidos pueden reconocer
como un recordatorio de una realidad invisible —la comunicación de la
gracia divina, don incondicional del amor de Dios.

Catequesis de Adultos
9
Parroquia San Juan Bautista, Amatitlán JHS

La gracia nos ha sido dada por Dios gratuitamente, sin


mérito nuestro.
La gracia es una participación en lo divino; es la ayuda de Dios —
inspiración necesaria para poder cumplir con su voluntad. La gracia fue
lo que inspiró a los mártires, en los primeros días del cristianismo, a
morir antes que negar a Cristo. Fue la gracia la que impulsó a
Bernadette de Soubirous, a hacer frente al rechazo de la gente de su
pueblo después de revelar que había tenido la visión de la Virgen María.
La gracia no se puede ver, oír, sentir, oler o saborear, porque es
invisible. Sin embargo la fe católica mantiene que la gracia es la
potencia viva del alma. La gracia es como una súper vitamina espiritual
que ayuda a la persona a conformarse, sin egoísmos, a la voluntad de
Dios, y como en la batería del conejito mecánico que no deja de pegarle
al tambor, la gracia hace que siga, siga y siga caminando el alma. Dada
gratuitamente por el Amor de Dios, ella es necesaria para la salvación.
El catolicismo enseña que la gracia es un regalo inmerecido de Dios
dada a un pueblo indigno de ella. Al ser un regalo la persona puede
aceptarla o rechazarla. De aceptarla debe cooperar con ella. La gracia es
dada para poder hacer la voluntad de Dios. La gracia tiene que ser
puesta en acción por parte de quien la recibe.

La manera principal de dar culto


Los católicos pertenecen a sus propias iglesias, llamadas parroquias, y
que son los lugares de culto. El servicio diario y semanal católico es la
Santa Misa, la misma que actualiza los acontecimientos del Jueves
Santo, día en que Jesús celebró la Última Cena, y el Viernes Santo,
cuando Jesús murió comprando para la humanidad la vida eterna en el
cielo.

La participación dominical en la parroquia no es sólo expresión de un


deseo, sino que es una obligación moral.

La mayoría de los cristianos asisten a la misa los domingos, pero en la


actualidad los católicos pueden escoger entre ir a misa el domingo o el
sábado por la tarde. La práctica de asistir a la llamada Misa de Vísperas,
la Misa del sábado por la tarde, no fue permitida universalmente sino
hasta 1983. La razón de esta práctica, relativamente nueva, es que en
la tradición judía, después de la caída del sol se considera el día

Catequesis de Adultos
10
Parroquia San Juan Bautista, Amatitlán JHS

siguiente del calendario. De ese modo la Misa celebrada el sábado


después de la caída del sol es propiamente una Misa del domingo.

Originalmente la Misa del sábado por la tarde fue pensada como una
solución para aquellos católicos que debían trabajar en domingo o a la
misma hora que la Misa dominical. El domingo es el día preferido para
celebrar el culto cristiano, día de ir a la Iglesia como familia y vivir como
familia. Sin embargo, la opción de asistir a la Misa del sábado por la
tarde ya no está restringida sólo para los que trabajan en domingo. Sin
embargo aún permanece la obligación de evitar todo trabajo innecesario
en domingo ya que es el Día del Señor para los cristianos del mundo
entero. Este culto de la noche anterior o Vísperas es algo único del
catolicismo.

El catolicismo no es una iniciativa de un-solo-día-de-la-semana.


Tampoco separa las dimensiones religiosas y morales de otras
dimensiones como la vida política, económica, personal y familiar. El
catolicismo busca integrar la fe en toda la realidad.

La visión católica general es que, porque Dios ha creado todo, entonces


nada está fuera de su jurisdicción, y eso incluye cada uno de tus
pensamientos, palabras y obras —por la mañana, por la tarde y por la
noche, es decir las 24 horas del día.

Los requisitos mínimos para ser católico son los llamados preceptos de
la Iglesia:

 Asistir a la Misa todos los domingos y fiestas de guardar.

 Confesarse por lo menos una vez al año o con mayor


frecuencia en caso de ser necesario.

 Recibir la Santa Comunión durante la Pascua. Se alienta a


que sea recibida diaria o semanalmente.

 Obedecer las leyes del ayuno y la abstinencia: una sola


comida completa el día de Miércoles de Ceniza y el Viernes
Santo, así como no comer carne los viernes durante la
Cuaresma.

 Obedecer las leyes del matrimonio de la Iglesia.

Catequesis de Adultos
11
Parroquia San Juan Bautista, Amatitlán JHS

En general se espera que los católicos vivan una vida cristiana, que oren
diariamente, que participen en los sacramentos, que obedezcan la ley
moral y que acepten las enseñanzas de Cristo y de su Iglesia.

Conocer la fe es el primer paso para ser católico y eso conlleva a una


catequesis, que es el proceso de descubrimiento de la fe católica y de lo
que es necesario creer y saber sobre todas sus doctrinas importantes.

El segundo paso es aceptar la fe, lo que conlleva a tener confianza. El


creyente católico debe confiar en que lo que se le está enseñando es
ciertamente la verdad. Después de conocer sobre lo que cree la Iglesia,
al católico se le pide creer todo lo que se le ha enseñado. Es el acto de
responder “Sí” a la pregunta “¿Crees?”.

Practicar la fe es el tercer y el paso más difícil. Obedecer las leyes no


puede ser solo un asentir sin pensar las cosas. Implica el poder apreciar
la sabiduría y el valor de las normas y leyes católicas.

¿Eres católico de nacimiento o eres converso?


Algunos católicos permanecen cercanos a su fe desde el comienzo de
sus vidas hasta el presente, mientras es posible que otros católicos
puedan cambiar su enfoque por algún tiempo pero sólo para después
regresar de todo corazón. Hay también otros católicos que pueden haber
venido de un pasado religioso diferente o que desconocían totalmente lo
que era la religión hasta su conversión al catolicismo.

 Los católicos de nacimiento han sido bautizados y criados en la fe


católica.

 Los conversos son aquellos que pertenecían a otra religión (o


ninguna) y posteriormente se hicieron católicos.

 Los recuperados son católicos de nacimiento que dejaron la


Iglesia, posiblemente para unirse a otra religión.

¿Me bendice esto?


A los católicos les encanta que sus sacerdotes y diáconos los bendigan,
así como a ciertos artículos personales —como la casa, el auto o el
perro. Sin embargo es más frecuente pedir la bendición de algún

Catequesis de Adultos
12
Parroquia San Juan Bautista, Amatitlán JHS

artículo personal y tangible, de valor religioso —su rosario, alguna


imagen, medalla, su Biblia y cosas por el estilo. Cualquier artículo
devocional u objeto perteneciente a la realidad o actividad humana
puede ser bendecido, sin embargo ello no convierte al artículo en un
talismán de la suerte. La bendición sacerdotal es un modo de mostrar
nuestra gratitud a Dios por darnos su gracia divina y, al mismo tiempo,
el poner estas cosas bajo su cuidado protector.

Por ejemplo, si vieras una imagen de la Virgen María en el jardín


delantero o posterior de un hogar católico lo más seguro que ya ha sido
bendecida. No es cuestión de magia y tampoco hace que las flores del
jardín crezcan mejor. Es una manera delicada de recordar a María, la
Madre Dios, así como el afecto que los católicos le tienen.

La Iglesia es Una (unidad)


Esa unidad en su liturgia, su doctrina y su autoridad es algo distintivo
del catolicismo.

Otras religiones también mantienen unidad en sus creencias y prácticas,


pero el catolicismo es único en el sentido que tiene su unidad
personificada en una sola persona, el Papa, quien garantiza que los
mismos siete sacramentos se celebren correctamente en todo el mundo,
que la misma serie de doctrinas sea enseñada en todo lugar, y que cada
miembro, ya sea religioso, laico o clero, acepte la autoridad suprema del
obispo de Roma.

EL AMOR DEL PADRE


DIOS TE AMA PERSONALMENTE:

Catequesis de Adultos
13
Parroquia San Juan Bautista, Amatitlán JHS

Por amor Dios crea al hombre a su imagen, infunde en él espíritu de


vida y lo destina a la felicidad.

Lo coloca en el paraíso, que símbolo de armonía y felicidad; el hombre


puede gozar de toda creación, dominar a todo cuanto existe sobre la
tierra y es invitado a una relación personal con el Creador, él se
comunica con Dios con toda espontaneidad y plena libertad.

Todo es armonía, equilibrio y felicidad, Dios quiere lo mejor para el


hombre, y con su omnipotencia le pone todo en sus manos.

Dios llama a cada uno por su nombre y lo lleva a la plena realización de


su plan de amor, para poder así saciar los anhelos más profundos del
hombre.

Te ama a ti personalmente, como si no hubiera nadie más en el mundo


y de manera incondicional.

“… No temas, te he llamado por tu nombre, tú eres mío. Eres precioso a


mis ojos…” Is. 43, 1-5

“… El Señor se manifiesta de lejos. Con amor eterno te amo, por eso te


mantengo a mi favor…” Jr. 31, 3

Estas son palabras de ternura de parte de Dios, y deben penetrar en


nuestro corazón y así transformar nuestra vida.

A PESAR DEL PECADO:


Aun habiendo pecado, habiendo rechazado a Dios, Él jamás nos
abandona; el hombre fue expulsado del paraíso, este sale con la
promesa de la redención.

“… ¿Acaso olvida una madre a su niño de pecho, y deja de querer al hijo


de sus entrañas? Pues aunque ella se olvide, yo no te olvidaré…“ Is. 49,
15

Dios siempre es fiel, Él mismo es amor misericordioso, felicidad y amor;


esta sería su propia definición.

“… porque es eterno amor; porque su amor no tiene límites…” estas son


palabras que deben estar resonando siempre en nuestros corazones.

Catequesis de Adultos
14
Parroquia San Juan Bautista, Amatitlán JHS

ÉL TOMA LA INICIATIVA:
Dios es fiel y toma la iniciativa, no solo para la creación de la nada, sino
también para la salvación después del pecado; El hombre rompió el
pacto con Dios, y sin embargo, Él interviene de nuevo y restaura la
creación y la imagen desfigurara en el hombre.

“… Tanto amó Dios al mundo, que dio a su único Hijo para la salvación
del mundo…” Jn. 3, 16-17

Este amor se muestra a nosotros, no solo en la creación, sino ante todo


en la regeneración; no solo para sacarnos de la nada, sino ante todo en
resucitarnos del pecado, haciéndonos creaturas nuevas, por el nuevo
nacimiento de Cristo Jesús.

El Espíritu Santo, es vínculo de amor y unidad en la Trinidad, nos ha


sido dado y ha sido derramado en nuestros corazones.

“… Porque, al darnos el Espíritu Santo, Dios ha derramado su amor en


nuestros corazones…” Rom. 5, 5

El amor de Dios en nosotros, se tiene y se experimenta por la presencia


y la acción del Espíritu Santo en el corazón del creyente; el plan eterno
del Padre, donde expresa su amor, se realiza en Jesús por el poder del
Espíritu Santo.

El Padre, es la fuente; Jesús, el centro y eje; El Espíritu Santo, la clave y


el motor; y María nuestra Madre, el rostro maternal de Dios.

ABRE TU CORAZON A SU AMOR:


“Dios me ama a mí personalmente y siempre quiere lo mejor para mi”

Si tan sólo dejáramos penetrar esta verdad en nuestro corazón, bastaría


eso sólo para transformar nuestras vidas.

Él está hablando directamente a cada uno de nosotros, con estas


palabras; por favor déjalas penetrar en tu corazón.

TIEMPO DE PREGUNTARNOS:

Catequesis de Adultos
15
Parroquia San Juan Bautista, Amatitlán JHS

1. ¿Cómo podremos experimentar ese amor de Dios y la vida


abundante que Jesús nos ofrece?

2. ¿Por qué yo no logro experimentar el amor de Dios?

Por tres causas:

1. Por la imagen deformada sobre Dios, en la experiencia religiosa


de cada uno de nosotros.

2. Por un daño en la relaciones con los padres humanos.

3. Por una situación de pecado.

EL PECADO Y SUS CONSECUENCIAS

TODOS HAN PECADO:

Catequesis de Adultos
16
Parroquia San Juan Bautista, Amatitlán JHS

“… todos han pecado y por eso están privados de la gloria de Dios…”


Rom. 3, 23

No se puede experimentar el amor de Dios y la vida abundante que


Jesús nos promete, porque por el pecado nos hemos separado de Dios,
única fuente de vida.

Desde el inicio de la creación, el hombre rompió el pacto hecho con


Dios, quiso construir un reino de este mundo prescindiendo de Dios.

Puesto por Dios, en estado de amistad con Él y el hombre, engañado y


seducido por el maligno, abuso de su libertad, dirigiéndose contra Dios y
queriendo llegar a su fin, y alcanzar su propia realización al margen de
Dios.

“… si comes de ése árbol, encontraras la muerte…” le había dicho su


creador.

El hombre le creyó mas al enemigo, rechaza el hombre el Árbol de la


vida, y prefiere alimentarse del fruto del árbol del conocimiento;
caminando con sus luces y sus fuerzas propias teniendo como único
consejero a Satanás, se siente autónomo, rechaza toda dependencia con
respecto a Dios, y el hombre se mira así mismo como su propio fin, el
único artífice y creador de su propia historia.

ALGO QUE LLEVAS DENTRO:


Comió el hombre de ese fruto y se le abrieron los ojos, y vio que estaba
desnudo, despojado gratuitamente y herido gravemente en su
naturaleza; entonces se produce una profunda división en el hombre,
toda su vida se presenta como una lucha dramática entre el bien y el
mal, entre la luz y las tinieblas.

El ser humano, mirando internamente dentro de su corazón y


contemplando su vida, se descubre inclinado hacia el mal y sumergido
en sus múltiples males, experimenta que es incapaz por sí mismo de
vencer eficazmente los asaltos del mal y se siente cargado de cadenas.

“… El salario del pecado es la muerte…” Rom. 6, 23

La palabra de Dios nos descubre, y nuestra propia experiencia nos lo


confirma.

Catequesis de Adultos
17
Parroquia San Juan Bautista, Amatitlán JHS

“… Soy carne vendido al poder del pecado…” Rom. 7, 14-23

Se describe el drama que a diario vive el creyente, mientras que el


Espíritu Santo no pueda ser realmente la nueva fuerza que domina en
nosotros.

LAS CONSECUENCIAS ESTAN A LA VISTA:


Al desconocer a Dios como su principio, el ser humano pierde la unión
con su fin último y rompe toda armonía consigo mismo, con los demás y
con toda la creación; las consecuencias se puede ver en…

- Las relaciones interpersonales inexistentes o falsas: daña


gravemente nuestra capacidad de amar y ser amados, hogares
destrozados, relaciones engañosas, soledad, incomprensión, etc.

- Persona dañada y herida profundamente en su cuerpo y en


su mente: toda clase de enfermedades y dolencias, desajustes y
desequilibrio interior, temores, angustias, ansiedad, tensiones,
depresiones, inseguridad, etc.

- La sociedad corrompida: individualismo, opresión, explotación,


injusticia, violencia, guerras, esclavitud, desigualdades
económicas y sociales, manipulación de la información y de la
educación, poder y dominio, etc.

- El cosmos convertido en caos: cataclismos, terremotos,


inundaciones, sequia, clima trastornado, etc.

¿QUIÉN ES EL RESPONSABLE?
Dios no es el responsable de este mal, ni lo quiere ni lo manda…, el
responsable de este desorden es el hombre mismo, que rechazando a
Dios, prefirió el árbol del conocimiento y la esclavitud a Satanás,
provocando el caos, la enfermedad, el desequilibrio, etc.

Catequesis de Adultos
18
Parroquia San Juan Bautista, Amatitlán JHS

“… El mudo entero yace en poder del Maligno…” 1 Jn. 5, 19

BUSCANDO SOLUCIONES VANAS:


El hombre deteriorado por el pecado y sometido al mal, y por lo tanto se
esfuerza en empeñarse en soluciones vanas:
- Algunas legitimas: por la ciencia y la técnica, pero son parciales,
superficiales, provisorias y muchas veces solo aparentes.

- Huidas falsas: hedonismo, erotismo, sexo desenfrenado,


alcoholismo, drogas, autosuficiencia.

- Falsos mesianismos: materialismo sin trascendencia,


racionalismo sin fe, humanismo sin Dios, etc.

- Ídolos engañosos de sabiduría y poder: satanismo,


esoterismo y ocultismo, control mental, etc.

“… Te daré el poder y la gloria…” Sn. Lc. 4, 6-7

TIPOS DE PECADOS:
- Pensamiento: cuando pensamos mal, de alguien o de algunos,
etc.

- Palabra: cuando expresamos con nuestros labios y lengua, lo que


hemos pensado, insultos, difamación, mentira, etc.

- Obra: cuando obramos mal, nos damos a golpes, robar, etc.

- Omisión: cuando tenemos la facultad de hacer algo bueno, pero


por temor al rechazo, nos abstenemos de hacer lo bueno.

Todo tipo de pecado nos aleja del amor de Dios

Catequesis de Adultos
19
Parroquia San Juan Bautista, Amatitlán JHS

SOLO DIOS TIENE LA RESPUESTA:


Sólo Dios tiene la solución al problema del hombre, ha dado y nos la
ofrece a cada uno, ahí encontramos la salvación, la solución de Dios es
la única, porque solo esa es total, radical, definitiva y autentica.

LA SALVACIÓN EN JESÚS

“… Bendito sea Dios, el Padre de nuestro Señor Jesucristo…”


Ef. 1, 3-10

Jesús es la promesa cumplida de redención.

Catequesis de Adultos
20
Parroquia San Juan Bautista, Amatitlán JHS

KERIGMA APOSTOLICO:
Por su encarnación, Jesús une ya el cielo con la tierra, el puente queda
ya puesto; por la proclamación de la buena nueva, las curaciones y las
liberaciones del mal, anuncia y a la vez instaura el Reino de Dios.

Por su Cruz nos ha salvado y por su Resurrección nos ha ganado vida


nueva.

“… Hemos muerto con Cristo…” Rom. 6, 8-11.

Este es el Kerigma Apostólico, la proclamación de la buena nueva de la


salvación de Dios para todo hombre, y que todos tienen que escuchar y
escoger para vivirla y hacerla suya; no es solo el relato de datos
históricos del pasado, sino el anuncio de hechos de salvación, en donde
nosotros estamos incluidos, y con una eficacia actual para cada uno de
nosotros.

“Murió en la Cruz por mí; por mí derramo su sangre”


“Resucitó para que yo sea creatura nueva y tenga vida abundante”
“Envió sobre nosotros su Espíritu para cambiarnos el corazón,
capacitarnos para ser fieles a la Alianza y darnos el poder de ser sus
testigos”

YA ESTA HECHO, CRÉELO:


La salvación es una obra ya realizada y consumada por Jesús, el ha
muerto por nosotros, en nuestro lugar y a favor nuestro; está resucitado
y es el Señor., creámoslo en nuestro corazón y confesémoslo con
nuestros labios.

“… Si crees en tu corazón que Dios lo resucito…” Rom. 10, 9

La salvación incluye la supresión total del pecado, sus causas y sus


consecuencias, y no solo basta el momento de la muerte sino desde
ahora.

Catequesis de Adultos
21
Parroquia San Juan Bautista, Amatitlán JHS

ESPERIMENTA ESTA SALVACION DESDE AHORA:


Debe de ser una experiencia personal y actual, libres de todo pecado,
opresión y atadura, y así quedar libres para caminar fieles a Dios, dar
testimonio y manifestar su gloria, y servir a los demás.

“… Habéis sido llamados a la libertad…” Gal. 5, 13

Dios quiere crear, en Jesús, un hombre nuevo, un mundo nuevo, una


nueva creación.

SALVACIÓN Y LIBERACIÓN INTEGRAL DE TODO


HOMBRE:
La salvación da sentido a todas las aspiraciones y realizaciones
humanas, y la liberación a todo lo que oprime al hombre, pero, sobre
todo la liberación del pecado y del enemigo, dentro de la alegría de
conocer a Dios y de ser conocido por Él.

Por lo tanto la Evangelización, debe asumir totalmente las angustias y


esperanzas del hombre de hoy, a fin de ofrecerles las posibilidades de
una liberación plena.

De esta forma, Jesús es el salvador no solo de la persona individual de


todo el hombre, cuerpo, alma y espíritu, sino también de todas las
situaciones del hombre, familia, sociedad, estructuras.

Dios ha querido poner a María, como la más íntimamente asociada a


Jesús, en su obra de salvación, como modelo y discípulo de Jesús; Ella
es el cuello del Cuerpo de Cristo

¿Cómo hacer nuestra la salvación ya realizada?, creamos en la palabra


de Dios, reconozcamos la obra ya realizada por Jesús, demos gracias y
hagámosla nuestra.

VIDA EN EL ESPÍRITU SANTO

“… ¿recibisteis el Espíritu Santo, cuando abrazasteis la fe?...” He 19, 1-6

Catequesis de Adultos
22
Parroquia San Juan Bautista, Amatitlán JHS

Cinco son los casos que nos relata el evangelista San Lucas, donde fue
derramado el Espíritu Santo, y quedaron llenos de Él con manifiestos
signos sensibles de su presencia; María y los apóstoles, la comunidad
incipiente de Jerusalén, los samaritanos, y finalmente los gentiles de
casa de Cornelio y los de Éfeso.

SIGNOS INMEDIATOS:

- Signos sensibles: de la recepción del Espíritu Santo.

- Testimonio: ungido, valiente, y con poder.

- Profetizar: dando mensajes de parte y en Nombre de Dios.

- Lenguas: como proclamación del mensaje en un idioma

extranjero, o como alabanza, en palabras intangibles.

- Euforia: con apariencia de estar borrachos, y el temblor y el

viento huracanado y el fuego.

“… Yo voy a enviar sobre vosotros la Promesa de mi Padre…” Lc. 24, 49

“… Seréis bautizados en el Espíritu Santo…” He 1, 4-8.

La promesa se convierte en Don ya cumplido con lo que se consume y

culmina la obra de Jesús.

COMUNIDAD CRISTIANA

Como fruto inmediato de Pentecostés, aparece una realidad nueva y


extraordinaria; el Espíritu Santo, vínculo del Padre y el Hijo, realiza
como primer efecto de su presencia poderosa la comunidad con una
relación intima con el Señor, profundamente unida entre sus miembros,

Catequesis de Adultos
23
Parroquia San Juan Bautista, Amatitlán JHS

y poderosamente irradiante por su fe viva y su testimonio ungido y


valiente

COMUNIDAD ORANTE:
Asistían diariamente al templo a las acciones con perseverancia y con un
mismo espíritu; también asistían a las casas:

- A alabar a Dios.
- A la enseñanza de los apóstoles.
- A la fracción del pan.
- A edificarse unos a otros.

“… Perseveraban asiduamente a la enseñanza de los apóstoles…”


He 2, 42

COMUNIDAD UNIDA:
Comunidad “KOINOMIA” intima y totalmente unida con un solo corazón
y una sola alma, ponían todo en común y no había ningún necesitado;
fruto del Espíritu y la solución de Dios, autentica y definitiva a la
injusticia y desigualdades económicas, culturales y sociales.

“… Partían el pan por las casas y tomaban el alimento con alegría…” He


2, 46-47

COMUNIDAD TESTIGO:
“… No cesaban de enseñar y de anunciar la Buena Nueva…” He 5, 42

CARISMAS PARA LA EDIFICACION:


Las comunidades creyentes, se manifestaban, ordinariamente en los
carismas y ministerios carismáticos, como intervención directa del
Espíritu Santo para edificar son solides las comunidades.

Catequesis de Adultos
24
Parroquia San Juan Bautista, Amatitlán JHS

Por carismas entendemos que toda manifestación del poder del Espíritu
Santo que actúa en y a través de un creyente lleno del Espíritu para
llenar a los demás.

“… A cada uno de nosotros nos fue dado el Carisma, de acuerdo a la


medida de Cristo…” Rom. 12, 4-6

CAMINAR EN EL ESPIRITU:
“… Si por el Espíritu tenemos vida, caminemos pues en el Espíritu…” Gal
5, 25

Caminar en el Espíritu, es la característica del creyente y de las


comunidades que han recibido el Don del Espíritu en plenitud; ser
iluminados, enseñados y conducidos directa y sensiblemente por el
Espíritu Santo, en su vida Cristiana y en su Testimonio.

Es por eso que con propiedad, se le llama “Evangelio del Espíritu


Santo” a los Hechos de los Apóstoles, o los “Hechos del Espíritu
Santo” por el papel tan activo y relevante que tiene en la primera
comunidad cristiana.

En el Nuevo Testamento no encontramos ninguna limitación de tiempo


ni espacio para este tipo de presencia y acción del poder del Espíritu
Santo en la Iglesia de Cristo, realmente convertida y con una Fe viva en
Jesús; y lo ocurrido en la primera comunidad cristiana, es el modelo y
prototipo de lo que debería suceder en la “Iglesia de Cristo en todos
los tiempos”

Preguntémonos:

- ¿Por qué no es así ahora?


- ¿Es otro el plan de Dios?
- ¿La promesa del Espíritu Santo, es solo para los primeros
cristianos?

Catequesis de Adultos
25
Parroquia San Juan Bautista, Amatitlán JHS

Unidad 2
Historia de la Iglesia
Biblia

HISTORIA DE LA IGLESIA

Introducción

Catequesis de Adultos
26
Parroquia San Juan Bautista, Amatitlán JHS

La Iglesia católica se conoce como Iglesia Católica Apostólica Romana o


como Iglesia Católica Romana. Católica es término originario del idioma
griego que significa universal. A la Iglesia católica pertenecen todos los
bautizados.

La Iglesia católica tiene como cabeza al obispo de Roma, el Papa, que


recibe el trato honorífico de "Su Santidad". El primer papa fue Pedro y
se fundamenta en la cita bíblica “… Tú eres Pedro, y sobre esta Piedra
edificaré mi Iglesia…” Sn. Mt 16, 13-20 y el actual es Benedicto
XVI, nombre adoptado por el Cardenal electo Joseph Ratzinger. El
territorio gobernado directamente por el papa es la Ciudad del Vaticano,
que es la sede de las instituciones que le ayudan en el gobierno de la
Iglesia, tiene su sede central en Roma, Italia.

Origen
La palabra Iglesia proviene del griego ekklesia, del griego ek-kalein –
“llamar fuera” significa 'convocatoria'. Designa asambleas del pueblo (cf.
Hch 19, 39), de carácter religioso. Es el término frecuentemente
utilizado en el texto griego del Antiguo Testamento para designar la
asamblea del pueblo elegido en la presencia de Dios, sobre todo cuando
se trata de la asamblea del Sinaí, en donde Israel recibió la Ley y fue
constituido por Dios como su pueblo santo (cf. Éxodo 19; 5, 1. 3).
Dándose a sí misma el nombre de "Iglesia", la primera comunidad de los
que creían en Cristo se reconoce heredera de aquella asamblea. En ella,
Dios "convoca" a su Pueblo desde todos los confines de la tierra. El
término «católico» proviene del griego katholikós, que significa
'universal'.

Características
La Iglesia católica se ve a sí misma y se proclama como la encargada
por Jesucristo para ayudar a recorrer el camino espiritual hacia Dios
viviendo el amor recíproco y por medio de la administración de los
sacramentos, a través de los cuales Dios otorga la gracia al creyente.

Catequesis de Adultos
27
Parroquia San Juan Bautista, Amatitlán JHS

La Iglesia católica se concibe a sí misma como la única Iglesia fundada


por Cristo, y por tanto, la única auténtica frente a las demás iglesias y
denominaciones cristianas que han surgido históricamente después de
ella.

La Iglesia católica considera que tiene encomendada la misión de


elaborar, impartir y propagar la enseñanza cristiana, así como la de
cuidar de la unidad de los fieles. Debe también disponer la gracia de los
sacramentos a sus fieles por medio del ministerio de sus sacerdotes.
Además, la Iglesia católica se manifiesta como una estructura jerárquica
y colegial, cuya cabeza es Cristo, que se sirve del colegio de los
apóstoles, y que en la historia posterior ejerce la autoridad mediante
sus sucesores: el Papa y los obispos.

La autoridad para enseñar el Magisterio de la Iglesia basa sus


enseñanzas en la Revelación, que está expresada tanto en las Sagradas
Escrituras como en la Sagrada Tradición.

Atributos de la Iglesia católica


De acuerdo al Catecismo de la Iglesia católica, ésta es Una, Santa,
Católica y Apostólica. Estos cuatro atributos, inseparablemente unidos
entre sí, indican rasgos esenciales de la Iglesia y de su misión.

Unidad: La Iglesia es "una" debido a su origen, Dios mismo. Dios es


uno según la doctrina católica; Es una debido a su Fundador, Cristo.

El apóstol San Pablo, en su Primera Carta a los Corintios, hace


referencia a la Iglesia como "Cuerpo de Cristo": Las partes del cuerpo
son muchas, pero el cuerpo es uno; por muchas que sean las partes,
todas forman un solo cuerpo.

En otra carta, también Pablo enseña sobre este atributo: Mantengan


entre ustedes lazos de paz y permanezcan unidos en el mismo espíritu.
Un solo cuerpo y un mismo espíritu, pues ustedes han sido llamados a
una misma vocación y una misma esperanza. Un solo Señor, una sola
fe, un solo bautismo, un solo Dios y Padre de todos, que está por
encima de todos, que actúa por todos y está en todos.

Cristo mismo enseña y ruega por esta unidad de su Iglesia: Que todos
sean uno, como tú, Padre, estás en mí y yo en ti. Que ellos también
sean uno en nosotros, para que el mundo crea que tú me has enviado.

Catequesis de Adultos
28
Parroquia San Juan Bautista, Amatitlán JHS

Santidad: la Iglesia católica, a pesar de los pecados y faltas de cada


uno de sus miembros que aún peregrinan en la Tierra, es en sí misma
"santa" pues "Santo" es su fundador y "santos" son sus fines y
objetivos. Asimismo, es santa mediante sus fieles, ya que ellos realizan
una acción santificadora, especialmente aquellos que han alcanzado un
alto grado de virtud y han sido canonizados por la misma Iglesia.

La Iglesia católica contiene la plenitud de los medios de santificación y


salvación. Es Santa porque sus miembros están llamados a ser santos.

Catolicidad: con el significado de "universal" la Iglesia es "católica" en


cuanto busca anunciar la Buena Nueva y recibir en su seno a todos los
seres humanos, de todo tiempo y en todo lugar, que acepten su doctrina
y reciban el Bautismo; dondequiera que se encuentre uno de sus
miembros, allí está presente la Iglesia católica. También es "católica"
porque Cristo está presente en ella, lo que implica que recibe de Él la
plenitud de los medios de salvación.

Apostolicidad: la Iglesia católica fue fundada por Cristo sobre el


fundamento de Pedro y los demás apóstoles. Todo el Colegio Apostólico
goza de autoridad y poder siempre que esté en comunión con Pedro y
sus sucesores; Pedro y los demás Apóstoles tienen en el Papa y los
Obispos a sus sucesores, que ejercen la misma autoridad y el mismo
poder que en su día ejercieron los primeros, que fueron elegidos e
instituidos por Cristo. También es "apostólica" porque guarda y
transmite las enseñanzas oídas a los apóstoles.

Doctrina esencial

La noción de Revelación es central en la doctrina católica, porque bajo


tal término se incluyen dos fuentes inseparables entre sí: la Sagrada
Escritura y la Tradición.

Catequesis de Adultos
29
Parroquia San Juan Bautista, Amatitlán JHS

También es notable la posición que ocupa el obispo de Roma. Este


recibe el título de Papa y se le considera no sólo obispo de su diócesis
sino Obispo de la Iglesia católica entera, es decir, Pastor y Doctor de
todos los cristianos debido a que es considerado el sucesor de San
Pedro. Su elección ha ido variando a lo largo de la historia; desde el
siglo XI es elegido por el colegio cardenalicio en el cónclave. El Papa
actual es Benedicto XVI (que sería el Papa número 265).

El Papa goza en la Iglesia católica de un estatus de jerarquía suprema,


poseyendo el primado sobre todos los demás obispos y la plenitud de la
potestad de régimen, la cual puede ejercer de forma universal,
inmediata y suprema sobre todos y cada uno de los pastores y de los
fieles católicos.

Otras partes de la doctrina católica, sobresalientes y distintivas en


relación al resto de los cristianos, son la creencia en el Dogma de la
Inmaculada Concepción, y en la Asunción de María, madre de Jesús, así
como la fe en la autoridad espiritual efectiva de la Iglesia católica para
perdonar pecados y remitir las penas temporales debidas por ellos,
mediante el Sacramento de la Penitencia y las indulgencias.

Otro dogma sobresaliente en la Iglesia católica es la creencia en la


presencia real de Jesucristo en la Eucaristía, en que mediante el cambio
que es llamado transubstanciación el pan y el vino presentados en el
Altar se transforman en el cuerpo y en la sangre de Cristo.

Estructura organizativa
La Iglesia católica tiene miembros en todos los países de la Tierra,
aunque su proporción en la población varía desde una mayoritaria en
algunos a casi nula en otros. Es una organización jerárquica en la que el
clero ordenado está dividido en obispos, presbíteros y diáconos. El clero
está organizado de forma jerárquica, pero tiene en cuenta la comunión
de los fieles. Cada miembro del clero depende de una autoridad
superior, pero la autoridad superior debe ejercer su gobierno teniendo
en cuenta la comunidad, a través de consultas, reuniones e intercambio
de ideas.

Territorialmente, la Iglesia católica se organiza en diócesis o Iglesias


particulares, cada una bajo la autoridad de un obispo; algunas de éstas,
de mayor rango, son llamadas arquidiócesis y están bajo la autoridad de
un arzobispo.

Catequesis de Adultos
30
Parroquia San Juan Bautista, Amatitlán JHS

El gobierno de la Iglesia Católica reside en los obispos, a quienes


ayudan los sacerdotes:

Los obispos: se encargan de cada diócesis. Son ayudados por los


presbíteros y los diáconos. Ningún obispo, aunque haya sido nombrado
cardenal, tiene autoridad sobre otro, sino que cada uno depende
directamente del Papa.

Los cardenales: ayudan al Papa en la acción pastoral de la Iglesia


Católica universal y en la administración del Vaticano y la Curia Romana.
Cuando el Papa muere, eligen al sucesor en un cónclave.
Colectivamente forman el Colegio Cardenalicio. Los cardenales son
elegidos personalmente por el Papa.

Compromiso
Desde los tiempos de la Iglesia naciente la comunidad cristiana ha
buscado comprometerse socialmente, teniendo preferencia por los más
necesitados.

La Iglesia católica actualmente cuenta con misioneros religiosos y laicos


de ambos sexos que realizan de forma regular obras sociales, tanto
materiales como de apoyo moral y espiritual.

En casi todas las diócesis del mundo, en los países donde le es


permitido, la Iglesia Católica lleva a cabo algún tipo de obra social; La
cantidad de Fundaciones o Pastorales parroquiales de ayuda abarcan
estos campos: escuelas, dispensarios, centros de acogida para niños y
ancianos, hospitales, centros de rehabilitación de toda índole,
leproserías, etc.

ANTIGUO Y NUEVO TESTAMENTO


TESTAMENTO= ALIANZA
PENTATEUCO
 Génesis (Gn.) Los Comienzos
 Éxodo (Ex) Liberación de Egipto

Catequesis de Adultos
31
Parroquia San Juan Bautista, Amatitlán JHS

 Levítico (Lv) Reglas para los levitas, los sacerdotes


 Números (Nm) El censo y el período en el desierto
 Deuteronomio (Dt) La repetición de la ley

LIBROS HISTÓRICOS
 Josué (Jos) La entrada a la tierra prometida
 Jueces (Jue) Guerra con los países vecinos
 1 Samuel (1 Sm) Las vidas de Samuel, Saúl, y David
 2 Samuel (2 Sm) Las vidas de Samuel, Saúl, y David
 1 Reyes y (1 Re) Salomón y otros reyes hasta el cautiverio
 2 Reyes (2 Re) Salomón y otros reyes hasta el cautiverio
 1 Crónicas y (1 Cr) Repite la historia de Israel desde Saúl hasta el
cautiverio
 2 Crónicas (2 Cr) Repite la historia de Israel desde Saúl hasta el
cautiverio
 Esdras (Esd) Retorno del remanente a Jerusalén
 Nehemías (Neh) Retorno del remanente
 1 Macabeos (1Mac)
 2 Macabeos (2Mac)

NARRACIONES
 Rut (Rut) Historia de la mujer moabita que llegó a ser israelita
 Tobías (Tob) Dios castiga, pero tiene compasión.
 Judit (Jdt) resistencia heroica
 Ester (Est) Mujer judía que llegó a ser reina de Persia durante el
cautiverio

LIBROS PROFÉTICOS
PROFETAS MAYORES

 Isaías (Is) Un llamado al arrepentimiento; Promesas del Mesías


 Jeremías (Jr) Un llamado al arrepentimiento
 Lamentaciones (Lam) Lamenta la destrucción de Jerusalén
 Ezequiel (Ez) Visiones del juicio de Dios y la futura restauración

Catequesis de Adultos
32
Parroquia San Juan Bautista, Amatitlán JHS

 Daniel (Dn) Este profeta confronta al rey Nabucodonosor;


Visiones del juicio y del retorno

PROFETAS MENORES
 Oseas (Os) El amor de Dios para su pueblo infiel
 Joel (Jl) El Día del Señor, juicio devastador
 Amós (Am) Denuncia a Israel por injusticia con los pobres
 Abdías (Abd) Edom será castigado por invadir a Judá
 Jonás (Jon) El profeta huye y es tragado por un pez
 Miqueas (Miq) Explotación de los pobres y la perversión del
sacerdocio
 Nahúm (Nah) Profecía de la destrucción de Nínive
 Habacuc (Hab) El profeta duda de la justicia de Dios
 Sofonías (Sof) Juicio sobre Judá y otras naciones
 Ageo (Ag) Anima a reconstruir el templo
 Zacarías (Zac) Visiones de la restauración y del Mesías
 Malaquías (Mal) Acusaciones contra los sacerdotes
 Carta a Jeremías

LIBROS POÉTICOS
 Salmos (Sal) Cancionero de Israel
 Cantares (Cant) Canción de amor
 Lamentaciones (Lam)

LIBOS SAPIENSALES
 Proverbios (Prov) Joyas de sabiduría
 Job (Job) Hombre justo que sufrió, y pregunta ¿por qué?
 Eclesiastés (Ecl) Peregrinaje espiritual, buscando el sentido de la
vida
 Eclesiástico ó Sirácide (Eclo)

NUEVO TESTAMENTO

EVANGELIOS
1. Mateo (Mt) Para los judíos, para mostrar que Jesús es el Mesías
2. Marcos (Mc) Para los gentiles, simple y lleno de acción
3. Lucas (Lc) Para Teófilo, detallado
4. Juan (Jn) Para los gentiles, teológico

Catequesis de Adultos
33
Parroquia San Juan Bautista, Amatitlán JHS

HISTORIA DE LA IGLESIA
5. Hechos (Hch) Historia de la extensión de la Iglesia

CARTAS PAULINAS
6. Romanos (Rom) La Salvación es por la fe
7. 1 Corintios (1 Cor) Contra divisiones
8. 2 Corintios (2 Cr) Pablo defiende su ministerio
9. Gálatas (Gal) Contra el legalismo
10. Efesios (Ef) Unidad en Cristo
11. Filipenses (Flp) Gozo en medio del sufrimiento
12. Colosenses (Col) Vida nueva en Cristo
13. 1 Tesalonicenses y (1 Tes) La segunda venida de Cristo
14. 2 Tesalonicenses (2 Tes) La segunda venida de Cristo
15. 1 Timoteo y (1 Tim) Consejos para un pastor joven
16. 2 Timoteo (2 Tim) Consejos para un pastor joven
17. Tito (Tit) Instrucciones para los líderes en Creta
18. Filemón (Flm) Pablo pide a Filemón que reciba a Onésimo como
un hermano.

OTROS
19. Hebreos (Heb) La superioridad de Cristo
20. Santiago (Sant) Contra el libertinaje
21. 1 Pedro (1 Pe) La esperanza
22. 2 Pedro (2 Pe) La esperanza
23. 1 Juan (1 Jn) Dios es luz y amor
24. 2 Juan (2 Jn) Dios es luz y amor
25. 3 Juan (3 Jn) Dios es luz y amor

Catequesis de Adultos
34
Parroquia San Juan Bautista, Amatitlán JHS

26. Judas (Jds) Contra los maestros falsos

PROFETICOS
27. Apocalipsis (Ap) La victoria en Cristo

NÚMERO DE LIBROS:
46 Antiguo Testamento
27 Nuevo Testamento
73 TOTAL

LA BIBLIA CATÓLICA
Los católicos usan básicamente la misma Biblia que los protestantes,
excepto por el hecho de que la Biblia católica incluye lo que llaman
los libros "deuterocanónicos" para estos libros, que significa
"segundo canon", o "segunda lista".

Originalmente, eran quince documentos. Ocho de ellos todavía están


en la Biblia católica como libros:

1. Tobías, (Tob)
2. Judit, (Jdt)
3. Sabiduría, (Sab)
4. Eclesiástico, (Eclo)
5. Baruc, (Bar)
6. La Carta de Jeremías (Jr) (muchas veces incluida como apéndice a
Baruc),
7. Primero de Macabeos, y (1 Mac)
8. Segundo de Macabeos. (2 Mac)

Hay cuatro documentos más que todavía están incluidos en la Biblia


católica, pero como partes de otros libros del Antiguo Testamento:

1. Adiciones al libro de Ester


2. La Oración de Azarías y la Canción de los Tres Jóvenes
3. Susana
4. Bel y el Dragón

Catequesis de Adultos
35
Parroquia San Juan Bautista, Amatitlán JHS

Estos tres últimos están incluidos en el libro de Daniel.

Quedan tres documentos que, aunque fueron incluidos desde la Vulgata,


(Versión latina de la Sagrada Escritura, que se remonta a San Jerónimo
y fue declarada auténtica por la Iglesia Católica), después fueron
excluidos por el Concilio de Trento, 1545.

1. 1 Esdras
2. 2 Esdras
3. La Oración de Manasés

Los protestantes no consideran ninguno de estos quince documentos


como inspirados o autoritativos. El resto de los libros en la Biblia
católica son los mismos que en la Biblia protestante.

La siguiente tabla incluye la lista completa de libros bíblicos (para los


protestantes):

El Pentateuco: Profetas Evangelios: 52 1Tesalonicenses


1 Génesis Poetas: Menores: 40 Mateo 53 2Tesalonicenses
2 Éxodo 18 Job 28 Oseas 41 Marcos 54 1 Timoteo
3 Levítico 19 Salmos 29 Joel 42 Lucas 55 2 Timoteo
4 Números 20 Proverbios 30 Amós 43 Juan 56 Tito
5Deuteronomio 21 Eclesiastés 31 Abdías 57 Filemón
Libros Históricos: 22 Cantares 32 Jonás Historia de
6 Josué 33 Miqueas la Iglesia: Otras Cartas:

Catequesis de Adultos
36
Parroquia San Juan Bautista, Amatitlán JHS

7 Jueces Profetas 34 Nahum 44 Hechos 58 Hebreos


8 Rut Mayores: 35 Habacuc 59 Santiago
9 1 Samuel 23 Isaías 36 Sofonías Cartas 60 1 Pedro
10 2 Samuel 24 Jeremías 37 Hageo Paulinas: 61 2 Pedro
11 1 Reyes 25Lamentacio 38 Zacarías 45 Romanos 62 1 Juan
12 2 Reyes nes 39 Malaquías 46 1 Corintios 63 2 Juan
13 1 Crónicas 26 Ezequiel 47 2 Corintios 64 3 Juan
14 2 Crónicas 27 Daniel 48 Gálatas 65 Judas
15 Esdras 49 Efesios
16 Nehemías 50 Filipenses Profecía
17 Ester 51 Colosenses 66 Apocalipsis

BÚSQUEDA DE CITAS BIBLICAS


Para designar los libros bíblicos, se suelen utilizar abreviaturas; hay
algunos libros que usan su nombre en griego y/o hebreo:

- Eclo.= Eclesiástico, se cita a veces: Si.= Sirácida


- Ecl.= Eclesiastés, se cita a veces: Qo.= Cohelet
- Cro.= Crónicas, es igual a: Par. = Paralipómenos

Catequesis de Adultos
37
Parroquia San Juan Bautista, Amatitlán JHS

NOTA: Para explicar los siguientes pasos, es indispensable tener Biblia


en mano, tanto el catequista como los catequizándos.

Por lo tanto cada una de las partes de los libros bíblicos, lleva un
número grande en “negrita” Ejemplo: Lc. 2

De tal manera, dentro de los capítulos, cada frase o grupo de frases,


está dividido en versículos, de tal forma que los versículos también
están enumerados, Ejemplo: Lc. 2, 11

Es por eso que dentro de la biblia es normal o común ver, los capítulos
en números grandes y los versículos en números pequeños.

Fue el canciller de la Universidad de Paris, posteriormente Cardenal y


arzobispo de Canterbury, el inglés Stephen Langton, quien en 1226,
dividió la Biblia en capítulos, creando la versión Biblia Parisiense; El
dominico italiano, y a la vez judío converso, Santos Pagnini (1470 –
1536) la subdividió en versículos en 1528, quien creó una versión latina
de los textos originales.

De tal manera, la división final, se la debemos a Robert Estienne,


conocido como Stephanus, quien la introdujo en la Biblia que publicó en
1555.

Los nombres de cada libro, hacen referencia a la primera palabra con


que inician (hebreo y/o griego) y/o al contenido del libro; esta división
no contiene ningún valor científico, pero es muy práctica, nos permite
fácilmente, encontrar un texto, basta solamente, citar el título del libro
(Lc), el número del capítulo (2), y el número del versículo (11)

A lo anterior se le llama referencia, y para la referencia de los textos, se


utilizan varios sistemas:

1. El guion – significa hasta, Ej: Lc. 1, 1-5


2. La coma , divide un capitulo de un versículo, Ej: Jn. 3, 15-16
3. Él ; indica división de una cita con otra, Ej: Mc. 5, 1-3 ; 10-16
4. El. divide un versículo de otro(s) versículos Ej: Mt. 8, 20-24.28
5. La S quiere decir siguiente
6. Las Ss. quiere decir siguientes

Catequesis de Adultos
38
Parroquia San Juan Bautista, Amatitlán JHS

Únicamente la numeración de los Salmos es distinta en la Biblia, hebrea


y griega (Texto Mesomérico) y (LXX) respectivamente.

La versión Latina y los libros Litúrgicos Católicos, siguen el texto griego;


el problema inicia en el Salmo 9 y 10, que es alfabético (estilo
acróstico), el griego lo juzga como uno mismo, mientras que el texto
Mesomérico lo tiende a dividir.

Lo mismo sucede en el Salmo 114 y 115; por otro lado el 116 y 147
(texto Mesomérico), son divididos en 2 en griego, de tal forma que los
salmos quedan de la siguiente forma:

TEXTO MESOMÉRICO

1-8
9-10
11-113
114-115
116
117-146
147
148-150

GRIEGO

LXX
1-8
9
10-112
113
114-115
116-145
146-147
148-150

Catequesis de Adultos
39
Parroquia San Juan Bautista, Amatitlán JHS

Unidad 3
Sacramentos

Catequesis de Adultos
40
Parroquia San Juan Bautista, Amatitlán JHS

Sacramentos
Son signos eficaces de la gracia, instituidos por Jesucristo y confiados a
la Iglesia; El carácter sacramental es un sello espiritual que configura
con Cristo al que lo recibe. Por ello, se trata de un sello indeleble, es
decir, permanente y, por tanto, el cristiano los recibe una sola vez en la
vida; los sacramentos que imprimen carácter son: Bautismo,
Confirmación y orden Sacerdotal.

Catequesis de Adultos
41
Parroquia San Juan Bautista, Amatitlán JHS

No son simples ceremonias; Ordenados a la santificación de los


hombres, a la edificación del cuerpo de Cristo y a dar culto a Dios, los
sacramentos no solo suponen la fe, sino que también la fortalecen, la
alimentan y la expresan con palabras y acciones; por eso se llaman
sacramentos de la fe. Los sacramentos nos dan o aumentan la Gracia
Divina.

Es por eso que decimos que son actos salvadores, porque son acciones
que salvan al hombre de situaciones concretas, llenándolo de la fuerza
del amor, fruto de la muerte y resurrección de Cristo. Abarcan toda la
vida del hombre en sus puntos más significativos.

¿Cuántos y cuáles son los sacramentos?


Los sacramentos son siete, y estos son: Bautismo, Confirmación,
Eucaristía, Reconciliación, Unción de los enfermos, Orden sacerdotal, y
Matrimonio, y estos a su vez se dividen en:

SACRAMENTOS DE INICIACION:
1. BAUTISMO.
2. CONFIRMACION
3. EUCARISTÍA.

SACRAMENTOS DE SANACION:
1. RECONCILIACIÓN.
2. UNCIÓN DE LOS ENFERMOS

SACRAMENTOS AL SERVICIO:
1. ORDEN SACERDOTAL.
2. MATRIMONIO

Catequesis de Adultos
42
Parroquia San Juan Bautista, Amatitlán JHS

Bautizo

SACRAMENTO DEL BAUTIZO


El término Bautismo procede del verbo griego baptizein, que significa
sumergir, lavar. El simbolismo de los efectos del agua como signo de
purificación es muy común en la historia de las religiones. Sabemos que
Juan Bautista daba el bautismo a todos aquellos que aceptaban su
predicación como cambio de vida.

Catequesis de Adultos
43
Parroquia San Juan Bautista, Amatitlán JHS

Jesucristo enseñó a los apóstoles un bautismo diferente del conocido por


los judíos. No era sólo un símbolo, sino una verdadera purificación y un
llenarse del Espíritu Santo. Juan Bautista lo había anunciado: "Yo
bautizo con agua, pero pronto va a venir el que es más poderoso
que yo, al que yo no soy digno de soltarle los cordones de sus
zapatos; él los bautizará en el Espíritu Santo y en el fuego" (Lc
3,16)

El hecho más importante para interpretar el Bautismo cristiano es el


Bautismo de Jesús, en el que culminan las prefiguraciones del Antiguo
Testamento sobre este sacramento.

Los cuatro evangelios cuentan el Bautismo que recibió Jesús (Mc 1, 9-


11; Mt 3, 13-17; Lc 3, 21-22; Jn 1, 32-34) y los cuatro conceden
excepcional importancia a este hecho porque representa el punto de
partida y el comienzo del ministerio público de Jesús (Hch 1,22; 10,37;
1 Jn 5.6). Todos los evangelistas coinciden en narrar dos cosas:

1. El descenso del Espíritu.

2. La proclamación divina asociada a la venida del Espíritu


Santo.

Según el judaísmo antiguo, la comunicación del Espíritu significa la


inspiración profética. La persona que recibe el Espíritu es llamada por
Dios para ser su mensajero (Eclo 48,24; Dn 13,45). Por lo tanto, en el
momento del bautismo, Jesús recibió del Padre la vocación y el destino
que marcó y orientó su vida.

La proclamación divina "Tú eres mi hijo amado, en ti me complazco" (Mc


1,11; Mt 3,17; Lc 3,22), acompañó la venida del Espíritu. Estas palabras
evocan el texto de Isaías que da inicio a los cantos del Siervo de Yahvé
(Is 42,1); este Siervo es el hombre solidario con el pueblo pecador, al
que libera y salva a través de su sufrimiento y muerte. (Is 53, 1-12).

Con ocasión de su Bautismo, Jesús experimentó su vocación, aceptando


la misión y el destino que le llevarían a su muerte violenta. Así se
explica que las dos únicas veces que Jesús utiliza el verbo bautizar (Mc
10,38; Lc 12,50) sea para referirse a su propia muerte.
El bautismo par Jesús tiene un sentido concreto: es el acto y el
momento en que el hombre asume conscientemente una vocación y un
destino en la vida, la vocación y el destino de la solidaridad incondicional
con los hombres, especialmente los más pobres, hasta llegar a la misma
muerte.

Catequesis de Adultos
44
Parroquia San Juan Bautista, Amatitlán JHS

Juan bautizaba en vistas al juicio último de Dios; el Bautismo cristiano


es la participación en la muerte y resurrección de Jesucristo; es decir, el
bautizado ha muerto a una forma de existencia, para nacer a otra nueva
que no acabará jamás.

La Iglesia bautiza porque así realiza el mandato de Jesús resucitado y


porque está llena del Espíritu Santo para comunicar la salvación a través
de este sacramento.

El Bautismo es el sacramento de la fe (Mc 16,16). Pero la fe tiene


necesidad de la comunidad de creyentes. Solo en la fe de la Iglesia
puede creer cada uno de los cristianos. La fe que se requiere para el
Bautismo no es una fe perfecta y madura, sino un comienzo que está
llamado a desarrollarse. En todos los bautizados, niños o adultos, la fe
debe crecer después del Bautismo. Cuando se trata del Bautismo de
niños, para su crecimiento en la fe es necesaria la ayuda de los padres y
padrinos (CIC 1253-1255)

El significado del Bautismo:


El Bautismo, por ser un sacramento de iniciación, tiene unos efectos de
regeneración e incorporación muy especiales: "Al bautizado le son
perdonados los pecados y recibe una vida nueva, se une a la muerte y
resurrección de Jesucristo, participa de su misión sacerdotal, profética y
real y es incorporado a la Iglesia"

Perdona los pecados y da una vida nueva. El paso del mar Rojo fue
para los israelitas el paso de la esclavitud a la libertad. Por eso el
Bautismo, que vinculó a aquellos hombres al destino de Moisés (1 Cor
10,2), fue el bautismo de la liberación.

Así mismo, el Bautismo cristiano comporta una experiencia de


liberación: de la misma forma que el paso del mar Rojo fue para los
israelitas la experiencia fundamental de su liberación, así el paso por el
agua bautismal comporta para los cristianos la experiencia de su propia
libertad.

Por el bautismo, el cristiano se separa del destino colectivo de una


humanidad fatalmente sometida a la esclavitud del pecado, liberándose
del pecado original que corrompe y desgarra al hombre y al mundo. La
persona que ha vivido la experiencia del Bautismo, ha vivido la

Catequesis de Adultos
45
Parroquia San Juan Bautista, Amatitlán JHS

experiencia de la liberación del pecado. El pecado ya no tiene dominio


sobre los cristianos (1 Jn 3, 5-6)

Para el bautizado no existe más ley que la del amor, a eso re refiere
Pablo en Rom 13, 8-10 y en Gal 5, 14. Luego la experiencia fundamental
del creyente en el Bautismo es la experiencia del amor, no sólo del amor
a Dios, sino también del amor al prójimo.

Une al bautizado a la Muerte y Resurrección de


Jesucristo
De la misma manera que Jesús pasó por la muerte, para llegar a una
vida sin límites, igualmente el cristiano tiene que pasar por una muerte
(el Bautismo), para empezar una nueva vida, la vida de la fe, la vida
propia del cristiano. Esto es lo que dice san Pablo en su carta a los
Romanos:

"¿Ignoráis acaso que todos a quienes el bautismo ha vinculado a Cristo


hemos sido vinculados a su muerte? En efecto, por el bautismo hemos
sido sepultados con Cristo quedando vinculados a su muerte, para que
así como Cristo ha resucitado de entre los muertos por el poder del
Padre, así también nosotros llevemos una vida nueva. Porque si hemos
sido injertados en Cristo a través de una muerte semejante a la suya,
también compartiremos su resurrección" (Rom 6, 3-5)

"Morir con Cristo" significa morir al mundo, al orden establecido, como


fundamento de la vida del hombre (Gal 6,14) o a los poderes del mundo
que esclavizan (Col 2,20), a la esclavitud de la ley (Rom 7,6), a la vida
en pecado (Rom 6,6) o a la vida para sí mismo (2 Cor 5, 14-15).

Hace participar al bautizado de la misión sacerdotal,


profética y real de Jesucristo.
Quien recibe el Bautismo queda revestido de Jesús el Mesías, lo que
significa que la misma vida de Cristo está presente y actúa en el que ha
recibido el Bautismo.

El bautizado, unido a Cristo en la Iglesia, es como Cristo Sacerdote,


Profeta y Rey, y está llamado a dar testimonio del Señor en este mundo.

Catequesis de Adultos
46
Parroquia San Juan Bautista, Amatitlán JHS

El Concilio Vaticano II ha enseñado que "los bautizados son consagrados


como casa espiritual y sacerdocio santo por la regeneración y la unción
del Espíritu Santo"(LG 10; cfr. 1 Pe 2, 9-10).

El Bautismo imprime en el cristiano, un sello espiritual indeleble de su


pertenencia a Cristo. Este sello no es borrado por ningún pecado,
aunque el pecado impida al Bautismo dar frutos de salvación. Dado una
vez por todas, el Bautismo no puede ser reiterado.

Incorpora al bautizado a la Iglesia


La Iglesia es la comunidad de los bautizados, pues el efecto fundamental
del Bautismo es incorporar al hombre a la comunidad de la Iglesia. La
Iglesia es la comunidad de los que libre y conscientemente han asumido
como destino en la vida sufrir y morir por los demás, es decir, la Iglesia
es la comunidad de los que viven para los demás; es así mismo, la
comunidad de los que se han revestido de Cristo, reproduciendo en su
vida lo que fue la vida de Jesús el Mesías.

La costumbre de bautizar a los niños desde pequeños data desde los


primeros siglos de la Iglesia, pues no es posible privarlos de los efectos
que el sacramento produce. El hombre nace con una naturaleza humana
caída y manchada por el pecado original, por lo que necesita el nuevo
nacimiento en el Bautismo para recibir la Gracia Divina.

La celebración del Bautismo


¿Quién puede recibir el Bautismo y quién lo puede administrar?
Todo ser humano, aún no bautizado, y sólo él, es capaz de recibir el
Bautismo.

El ministro ordinario del Bautismo es el obispo y el presbítero y, en la


Iglesia latina, también el diácono.

En caso de necesidad, cualquier persona, incluso no bautizada, si tiene


la intención de hacer lo que hace la Iglesia al bautizar y emplea la
fórmula bautismal trinitaria.

Celebración:

Catequesis de Adultos
47
Parroquia San Juan Bautista, Amatitlán JHS

El Bautismo cristiano se celebra bañando en agua al que lo recibe


(bautismo por inmersión) o derramando agua por la cabeza (bautismo
por infusión), mientras el ministro invoca a la Santísima Trinidad.

El rito completo consta de tres momentos:

Preparación:
Consiste en la bendición del agua, en la renuncia de los padres y
padrinos al pecado, en la profesión de fe y en una pregunta a los padres
y padrinos sobre si desean que el niño sea bautizado.

Ablución o bautismo:
Mientras el ministro baña con agua a quien se bautiza, dice: "Yo te
bautizo en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo"

Ritos complementarios:
Son la crismación, la vestidura blanca y la entrega de la luz.

La crismación por la que el ministro unge la cabeza a cada bautizado


con el santo crisma, como señal de incorporación al pueblo creyente;
La vestidura blanca, signo de la nueva vida y dignidad del cristiano.

La entrega de la luz de Cristo expresada por una velita cuya llama ha


sido tomada del cirio pascual.

Catequesis de Adultos
48
Parroquia San Juan Bautista, Amatitlán JHS

Confirmación

SACRAMENTO DE LA CONFIRMACIÓN

En el Antiguo Testamento los profetas anunciaron que el Espíritu del


Señor reposaría sobre el Mesías esperado para realizar su misión
salvífica (Cfr. Is 11,2; 61,1). El descenso del Espíritu Santo sobre Jesús

Catequesis de Adultos
49
Parroquia San Juan Bautista, Amatitlán JHS

en su Bautismo por Juan fue el signo de que Él era el que debía venir, el
Mesías, el Hijo de Dios.

Habiendo sido concebido por obra del Espíritu Santo, toda su vida y toda
su misión se realizan en una comunión total con el Espíritu Santo que el
Padre le da sin medida (CIC, 1286). Esta plenitud del Espíritu no debió
permanecer únicamente en el Mesías, sino que debía ser comunicada a
todo el pueblo de Dios.

Muchas veces Jesús prometió el envío del Espíritu, promesa que realizó
primero el día de Pascua y luego de manera más manifestada en
Pentecostés. Llenos del Espíritu Santo los Apóstoles comienzan a
proclamar "las maravillas de Dios" (Hch 2,11), los que creyeron en la
predicación apostólica y se hicieron bautizar recibieron a su vez el don
del Espíritu Santo. (Hch 2,38).

El Hecho de la Confirmación
El nombre de este sacramento proviene del latín confirmativo =
fortalecimiento. Sin embargo, a lo largo de la historia ha sido
denominado de diversas maneras: crismación (unción de aceite
perfumado y consagrado), imposición de manos, crisma.

El Nuevo Testamento no habla del sacramento de la confirmación como


tal. Está claro que Jesucristo lo instituyó pero no lo administró por sí
mismo, puesto que era algo pensado para cuando El se fuera. Cristo
anunció la venida del Paráclito -El Espíritu Santo- una vez que El se
marchara de este mundo.

De lo que sí hay clara constancia es de la administración de los


Apóstoles -con la imposición de manos- Así puede leerse en los Hechos
de los Apóstoles cuando Pedro y Juan van a imponer las manos a los
recién bautizados de Samaria para que reciban así el Espíritu Santo (Hch
8,14-17) y cuando Pablo bautiza e impone las manos a unas cuantas
personas en Éfeso, con lo que reciben el Espíritu Santo. (Hch 19, 5-7).

Desde los primeros tiempos de la Iglesia, cuando se administraba el


Bautismo, se tenía la costumbre de que el obispo utilizara un gesto o
ritual de bendición "la imposición de manos" sobre la cabeza del
bautizado, así se recordaba lo que hicieron los apóstoles. Igualmente
existía la costumbre de ungir con aceite en la cabeza o en el pecho a los
recién bautizados, este aceite había sido previamente bendecido por el
obispo.

Catequesis de Adultos
50
Parroquia San Juan Bautista, Amatitlán JHS

Esta costumbre se mantuvo hasta el siglo V, no existía un rito religioso


separado del Bautismo, todo se realizaba en la misma celebración.
Cuando se imponen los bautismos masivos de niños recién nacidos, se
ve la necesidad de que los presbíteros y diáconos administren el
Bautismo, mientras que la imposición de manos y la unción se retardaba
para cuando el obispo pudiera.

Significado de la Confirmación
El Concilio Vaticano II dice: "por el sacramento de la Confirmación se
vinculan (los cristianos) más estrechamente a la Iglesia, se enriquecen
con una fuerza especial del Espíritu Santo y con ello quedan obligados
más estrictamente a difundir y defender la fe como verdaderos testigos
de Cristo, por la palabra juntamente con las obras" (Lumen Gentium,
11)

Lo primero que conviene reafirmar es que el sacramento por el cual


recibimos el Espíritu Santo, el Sacramento del Espíritu, es el Bautismo.

Con él nacemos espiritualmente y nos hacemos partícipes de la vida de


la Santísima Trinidad y comenzamos a vivir una vida sobrenatural. La
Confirmación es el robustecimiento de la Gracia Bautismal. Es un
crecimiento espiritual, en este sacramento se van a renovar las
promesas del Bautismo que otros hicieron por nosotros si es que se
recibió al poco tiempo de nacer. Su fin es perfeccionar lo que el
Bautismo comenzó en nosotros. Podríamos decir en cierto modo que nos
bautizamos para ser confirmados.

Lo que caracteriza el símbolo de la Confirmación es la imposición de


manos y la unción con el crisma. Esta unción ilustra el nombre de
cristiano que significa "ungido" y que tiene origen en el nombre de
Cristo, al que Dios ungió con el Espíritu Santo.

Imposición de manos:
En este sentido se puede decir que en la Confirmación el obispo, en
nombre de la Iglesia, bendice a los bautizados para que el Espíritu Santo
los fortalezca y lleve a plenitud la gracia del Bautismo, los haga testigos
de Cristo en el mundo extendiendo y defendiendo la fe con sus palabras
y sus obras.

Catequesis de Adultos
51
Parroquia San Juan Bautista, Amatitlán JHS

Con la imposición de manos se hace la inserción plena de las personas


bautizadas en la comunidad apostólica, esta inserción es una verdadera
participación en el profetismo de Cristo, que los cristianos tendrán que
realizar asumiendo, anunciando y confesando la fe en Cristo,
testimoniando con palabras y obras, la verdad evangélica, a través del
espacio y del tiempo y siendo fermento de santidad en el mundo.

Unción con el Crisma:


En el Antiguo Testamento tiene una significación importante el gesto de
ungir a los reyes (1Sam 10,1; 16,13; 1 Re 1,39). Mediante la unción, se
otorgaba al rey el poder para ejercer su función que estaba
estrechamente relacionada con la defensa de la justicia. Que consistía
especialmente en la defensa de los pobres y desvalidos, los huérfanos y
las viudas, es decir, de los que por sí mismos no podían defenderse.

Para el Nuevo Testamento. Jesús es el Ungido por excelencia. Así lo


manifiesta el evangelio de Lucas al narrar el suceso acaecido en la
sinagoga de Nazaret, donde se lee el texto del profeta Isaías haciendo
referencia a Jesús.

"El Espíritu del Señor está sobre mí, porque me ha ungido para anunciar
la buena noticia a los pobres, me ha enviado a proclamar la liberación
de los cautivos a dar vista a los ciegos, a libertar a los oprimidos y a
proclamar el año de gracia del Señor" (Lc 4, 18-19)

El cristiano, al recibir la Confirmación, queda ungido y enviado para la


misión de anunciar la fe, testimoniar la verdad, comprometerse en la
implantación en el mundo de la justicia, la libertad y la paz, para ser
fermento de santidad y edificar la iglesia por medio de sus carismas y
servicios de caridad.

La Confirmación, como el Bautismo, se da una sola vez en la vida,


porque imprime en el alma una marca indeleble, el carácter que es el
signo de que Jesucristo ha marcado al cristiano con el sello de su
Espíritu, revistiéndolo de la fuerza de lo alto para que sea su testigo.
Cristo mismo se declara marcado con el sello de su Padre (Jn 6,27). El
cristiano también está marcado con un sello, este sello marca la
pertenencia total a Cristo, la puesta a su servicio para siempre.

Catequesis de Adultos
52
Parroquia San Juan Bautista, Amatitlán JHS

Efectos de la Confirmación
El mayor efecto del sacramento de la Confirmación es la efusión plena
del Espíritu Santo, y sus siete dones: Sabiduría, Entendimiento,
Consejo, Ciencia, Piedad, Fortaleza y Temor de Dios, como fue
concedida a los apóstoles el día de Pentecostés.

Si el Bautismo hace al cristiano Hijo de Dios, la Confirmación le


enriquece con una fuerza nueva y singular del Espíritu Santo, que le
hace capaz de dar testimonio de su existencia y de irradiar la fe que la
presencia y acción de Dios ha creado y mantiene en él.

Si el Bautismo une al cristiano con Jesucristo, la Confirmación le hace


testigo del Señor en plenitud, activando y profundizando continuamente
la nueva vida que reside en él.

Si el Bautismo llena al cristiano con los dones del Espíritu Santo y le ha


incorporado a la Iglesia, la Confirmación, le estimula para hacer
fructificar en el servicio esos dones recibidos y para estar plenamente
unido a toda la Iglesia en su consagración y misión.

Dones del Espíritu Santo


Para que el cristiano pueda luchar, el Espíritu Santo le regala sus siete
dones, que son disposiciones permanentes que hacen al hombre dócil
para seguir los impulsos del Espíritu, estos dones son:

Sabiduría: Nos da la capacidad especial para juzgar las cosas humanas


según la medida de Dios. Iluminado por este don, el cristiano sabe ver
interiormente las realidades de este mundo; nadie mejor que él es
capaz de apreciar los valores auténticos de la creación, mirándolos con
los mismos ojos de Dios.

Ciencia: El hombre iluminado por el don de la ciencia, conoce el


verdadero valor de las criaturas en su relación con el Creador. Y no
estima las criaturas más de lo que valen y no pone en ellas, sino en
Dios, el fin de su propia vida.

Consejo: Este don actúa como un soplo nuevo en la conciencia,


sugiriéndole lo que es lícito, lo que corresponde, lo que conviene más al
alma. El cristiano ayudado con este don, penetra en el verdadero

Catequesis de Adultos
53
Parroquia San Juan Bautista, Amatitlán JHS

sentido de los valores evangélicos, en especial de los que manifiesta el


sermón de la montaña.

Piedad: Mediante éste don, el Espíritu sana nuestro corazón de todo


tipo de dureza y lo abre a la ternura para con Dios y para con los
hermanos. El don de la piedad orienta y alimenta la necesidad de
recurrir a Dios para obtener gracia ayuda y perdón. Además extingue en
el corazón aquellos focos de tensión y de división como son la amargura,
la cólera, la impaciencia, y lo alimenta con sentimientos de
comprensión, de tolerancia, de perdón.

Temor de Dios: Con este don, el Espíritu Santo infunde en el alma


sobre todo el temor filial, que es el amor a Dios, el alma se preocupa
entonces de no disgustar a Dios, amado como Padre, de no ofenderlo en
nada, de permanecer y de crecer en la caridad.

Entendimiento: Mediante este don el Espíritu Santo, que "escruta las


profundidades de Dios" (1 Cor 2,10), comunica al creyente una chispa
de esa capacidad penetrante que le abre el corazón a la gozosa
percepción del designio amoroso de Dios, al mismo tiempo hace también
más límpida y penetrante la mirada sobre las cosas humanas. Gracias a
ella se ven mejor los numerosos signos de Dios que están inscritos en la
creación.

Fortaleza: el don de la fortaleza es un impulso sobrenatural, que da


vigor al alma en las habituales condiciones de dificultad: en la lucha por
permanecer coherentes con los propios principios, en el soportar ofensas
y ataques injustos; en la perseverancia valiente, incluso entre
incomprensiones y hostilidades, en el camino de la verdad y de la
honradez. Es decir, tenemos que invocar del Espíritu Santo el don de la
fortaleza para permanecer firmes y decididos en el camino del bien.
Entonces podremos repetir con San Pablo: "Me complazco en mis
flaquezas, en las injurias, en las necesidades, en las persecuciones y las
angustias sufridas por Cristo; pues, cuando estoy débil, entonces es
cuando soy fuerte" (2 Cor 12,10).

¿Quién puede recibir este sacramento?


Todo bautizado puede recibir el sacramento de la Confirmación. Aunque
se recomienda que se reciba cuando se tenga pleno uso de razón, pues
este sacramento se considera como "el sacramento de la madurez
cristiana". Es necesaria una preparación previa para que el confirmado

Catequesis de Adultos
54
Parroquia San Juan Bautista, Amatitlán JHS

pueda asumir mejor las responsabilidades apostólicas de la vida


cristiana.

Como se ha explicado anteriormente la especial gracia de este


sacramento es el fortalecimiento de la fe, aumento de la gracia
santificante. Dios no puede aumentar lo que no está presente, de ahí
que el que lo recibe deba hacerlo en estado de Gracia, es decir
arrepentirse y confesar los pecados antes de confirmarse. Recibirla en
pecado mortal sería un abuso del sacramento, un grave pecado de
sacrilegio.

El ministro ordinario de la Confirmación es el obispo, aunque éste puede


en caso de necesidad, conceder a presbíteros la facultad de administrar
el sacramento, conviene que lo confiera el mismo, sin olvidar que por
esta razón la celebración de la Confirmación fue temporalmente
separada del Bautismo. Los obispos son los sucesores de los apóstoles y
han recibido la plenitud del sacramento del Orden. Por esta razón, la
administración de este sacramento por ellos mismos pone de relieve que
la Confirmación tiene como efecto unir a los que le reciben más
estrechamente a la Iglesia, a sus orígenes apostólicos y a su misión de
dar testimonio de Cristo. (CIC, 1290)

Celebración de la Confirmación
En la celebración litúrgica de este sacramento concurren tres elementos
que deben ser señalados:

La renovación de las promesas del Bautismo, por la que el confirmando


hace expresión y compromiso explícito de vivir a la manera de Cristo.

La imposición de manos que el obispo hace sobre los confirmandos


El momento culminante de la Confirmación por el que el Obispo impone
su mano sobre la cabeza del confirmando y le unge la frente con el
santo Crisma mientras pronuncia estas palabras: "recibe por esta señal
el don del Espíritu Santo" El saludo de la paz concluye el rito, significa y
manifiesta la comunión eclesial con el obispo y con todos los fieles.

Catequesis de Adultos
55
Parroquia San Juan Bautista, Amatitlán JHS

Eucaristía

SACRAMENTO DE LA EUCARISTÍA

La riqueza inagotable de este sacramento se expresa en los distintos


nombres que se le da:

Catequesis de Adultos
56
Parroquia San Juan Bautista, Amatitlán JHS

Eucaristía
De origen griego "Eukharistia", significa "acción de gracias". Esta
palabra recuerda las bendiciones judías que proclaman las obras de
Dios: la creación, la redención, la santificación. (cfr. Lc. 22,19; 1 Co
11,24; Mt 26,26; Mc 14,22).

Banquete del Señor


Porque se trata de la Cena que el Señor celebró con sus discípulos la
víspera de su pasión (1 Co 11,20). Fracción del Pan: porque este rito
fue utilizado por Jesús cuando bendecía y distribuía el pan como cabeza
de familia. Con esta expresión los primeros cristianos designaron sus
asambleas eucarísticas. Con él quiere significar que todos los que comen
de este único pan partido, que es Cristo, entran en comunión con Él y
forman un solo cuerpo en Él (cfr. Mt 14,19; 15,36; Mc 8, 6-19; Hch
2,42.46; 20, 7.11; 1 Co 10, 16-17).

Asamblea Eucarística
Porque la Eucaristía es celebrada en la asamblea de los fieles, expresión
visible de la Iglesia. (Cf 1 Co 11, 17-3)

Santo Sacrificio
Porque actualiza el único sacrificio de Cristo Salvador e incluye la
ofrenda de la Iglesia (Cfr. Hch 13,15; Sal 116, 13.17; 1 Pe 2,5)

Comunión

Porque por este sacramento nos unimos a Cristo que nos hace partícipes
de su Cuerpo y de su Sangre para formar un solo cuerpo (Cfr. 1 Co 16-
17).

Catequesis de Adultos
57
Parroquia San Juan Bautista, Amatitlán JHS

Santa Misa:
Porque cuando la Eucaristía se celebraba n latín se despedía a la gente
diciendo "Ite Missa est", que habla del envío a cumplir con la voluntad
de Dios en su vida.

La Sagrada Eucaristía culmina la iniciación cristiana. Los que han sido


elevados a la dignidad del sacerdocio real por el Bautismo y
configurados más profundamente con Cristo en la Confirmación,
participan por medio de la Eucaristía con toda la comunidad en el
sacrificio mismo del Señor. Cristo instituyó en la Ultima Cena, el
sacrificio eucarístico de su cuerpo y su Sangre para perpetuar por los
siglos el sacrificio de la cruz y confiar el memorial de su muerte y
resurrección a la Iglesia. Es signo de unidad, vínculo de amor, banquete
pascual en el que se recibe a Cristo.

El Significado de la Eucaristía

La Nueva Pascua
En los Evangelios se establece una estrecha conexión entre la cena
eucarística y la fiesta de la Pascua (Mt 26, 2.17. 18-19; Jn 6,4; 11,56; 1
Cor 5,7). Esto nos indica que para los evangelios la Eucaristía es la
nueva Pascua de los cristianos.

Sabemos que, en la tradición del Antiguo Testamento, el acontecimiento


de la Pascua se pone en estrecha relación con la salida de Egipto (Ex 12,
21-23). La celebración de la Pascua estaba dedicada a conmemorar lo
que Dios hizo con su pueblo al liberarlo de la esclavitud. (Dt 16,1; Ex
12, 11-14).

Los milagros de la multiplicación de los panes, cuando el Señor dijo la


bendición, partió y distribuyó los panes por medio de sus discípulos para
alimentar a la multitud, prefiguran la sobreabundancia de este único pan
de su Eucaristía. El signo del agua convertida en vino en Caná, anuncia
ya la hora de la glorificación de Jesús, manifiesta el cumplimiento del
banquete de bodas en el Reino del Padre, donde los fieles beberán el
vino nuevo, convertido en Sangre de Cristo.

En la Pascua de Jesús se vence la esclavitud de la muerte y el pecado,


abriéndose el camino a la salvación. Si la Eucaristía viene a sustituir
para los cristianos lo que era la antigua Pascua para los judíos, el

Catequesis de Adultos
58
Parroquia San Juan Bautista, Amatitlán JHS

sentido de la Eucaristía es también el de celebrar la liberación integral


que nos consigue Jesús.

Actualización del sacrificio de Jesús


La cena pascual consistía, además, en el sacrificio de un cordero (Ex 12,
1-14. 43-45). El Paralelismo que existe entre Jesús y el cordero pascual
(Mc 12, 22-24; Lc 22,19s; Jn 19,36; 1 Cor 5,7) nos hace ver que la
Eucaristía es la actualización del auténtico sacrificio, en el que Jesús se
entrega por los demás.

El carácter de sacrificio de la Eucaristía se halla claramente indicado en


las palabras que Jesús pronunció sobre el cáliz, según el evangelio de
Mateo: "Esta es mi sangre, la sangre de la alianza, que se derrama por
todos para el perdón de los pecados" (Mt 26,28).
Esta frase evoca el relato en el que Moisés rocía con sangre del sacrificio
del Sinaí al pueblo, al tiempo que dice: "Esta es la sangre de la Alianza
que el Señor ha hecho con vosotros" (Ex 24,8)

La Institución de la Eucaristía
El Señor, habiendo amado a los suyos, los amó hasta el fin. Sabiendo
que había llegado la hora de partir de este mundo para retornar a su
Padre, en el transcurso de una cena, les lavó los pies y les dio el
mandamiento del amor, para dejarles una prenda de este amor, para no
alejarse nunca de los suyos y hacerles partícipes de su Pascua, instituyó
la Eucaristía como memorial de su muerte y de su resurrección y ordenó
a sus los apóstoles celebrarlo hasta su retorno, "constituyéndoles
entonces sacerdotes del Nuevo Testamento"
"Yo soy el pan e vida. Sus padres comieron el maná en el desierto, pero
murieron, aquí está el pan que baja del cielo para comerlo y no morir.
Yo soy el pan vivo bajado del cielo; el que coma de este pan vivirá para
siempre. Pero además, el pan que voy a dar es mi carne, para que el
mundo viva... el que come mi carne y bebe mi sangre, vive de vida
eterna y yo lo resucitaré en el último día." (Jn 6, 48-60).

Los que escucharon este discurso de Jesús en la sinagoga de


Cafarnaúm, no pudieron entender cómo era posible comer su carne y
beber su sangre. Incluso los escandalizó: "es duro este lenguaje, ¿quién
puede escucharlo?". La Eucaristía y la cruz son piedras de escándalo. Es
el mismo misterio y no cesa de ser ocasión de división.

Catequesis de Adultos
59
Parroquia San Juan Bautista, Amatitlán JHS

"¿También vosotros queréis marcharos?" (Jn 6,67). esta pregunta del


Señor resuena a través de las edades, como invitación de su amor a
descubrir que sólo Él tiene "palabras de vida eterna" (Jn 6,68) y que
acoger en la fe el don de su Eucaristía es acogerlo a El mismo.
Los apóstoles para entender la manera de cómo realizar esta comida
celestial, tuvieron que esperar hasta la Ultima Cena, más aún, la venida
del Espíritu Santo.

Cuatro veces encontramos narrada la institución de la Eucaristía, tres en


los evangelios: Mt 26, 26-29; Mc 14, 22-23; Lc 22, 19-20 y una vez en
la primera carta a los Corintios 11, 23-25. Las cuatro narraciones
coinciden en lo esencial:

Cristo ofreciendo el pan y el vino a sus apóstoles, les dice que coman de
su cuerpo y beban de su sangre. Los apóstoles y las primeras
comunidades cristianas aceptaron este hecho. Cristo dice "hagan esto
en memoria mía".

Jesús habla de la Nueva Alianza


Jesús escogió el tiempo de la Pascua para realizar lo que había
anunciado en Cafarnaúm: dar a sus discípulos su Cuerpo y su Sangre:

"Llegó el día de los Ázimos, en el que se había de inmolar el cordero de


Pascua; Jesús envió a Pedro y a Juan diciendo: "Id y preparadnos la
Pascua para que la comamos"... fueron y prepararon la Pascua. Llegada
la hora, se puso a la mesa con los Apóstoles y les dijo; "Con ansía he
deseado comer esta Pascua con vosotros antes de padecer, porque os
digo que ya no la comeré más hasta que halle su cumplimiento en el
Reino de Dios.... Y tomó pan, dio gracias, lo partió y se los dio diciendo:
"Esto es mi cuerpo que va a ser entregado por vosotros; haced esto en
recuerdo mío. De igual modo, después de cenar, tomó el cáliz, diciendo:
Este es el cáliz de la Nueva Alianza en mi sangre, que va a ser
derramada por vosotros" (Lc 22, 7-20)
La presencia real de Cristo
Cuando Jesús instituyó la Eucaristía tomó un pan, pronunció la
bendición, lo partió y se lo dio a los discípulos diciendo: "Tomad, comed,
esto es mi cuerpo" (Mt 26,26). En esta frase sorprende el realismo con
que se identifica al sujeto "esto" (el pan) con el predicado "mi cuerpo"
(la persona de Jesús). Las palabras de Jesús no dejan lugar a dudas. No

Catequesis de Adultos
60
Parroquia San Juan Bautista, Amatitlán JHS

se trata de una comparación: esto es como mi cuerpo, sino de una


afirmación real esto es mi cuerpo.

El pan y el vino pierden en la Eucaristía su sentido natural como


alimento corporal y reciben un nuevo ser y un nuevo sentido. Son
signos- simbólicos reales de la presencia real y de la entrega personal
de Jesucristo. En los signos sensibles de pan y de vino, se hace presente
realmente Jesucristo, que se entrega por nosotros (CIC 1373-1381)

"Haced esto en memoria mía"


El mandamiento de Jesús de repetir sus gestos y sus palabras "hasta
que venga", no exige solamente acordarse de Jesús y de lo que hizo.
Requiere la celebración litúrgica por los apóstoles y sus sucesores del
memorial de Cristo, de su vida, de su muerte, de su resurrección y de
su intercesión junto al Padre.

"Cristo se sacrificó una sola vez para borrar los pecados de todos los
hombres" (Heb 9,28). Las misas que se celebran continuamente en todo
el mundo no son repeticiones del sacrificio de Cristo, sino celebraciones
en las cuales se vuelve a hacer presente. Participar en la Eucaristía, es
unirse al culto más grande que el hombre pueda realizar, porque no es
el ofrecimiento de oraciones y obras buenas lo que se hace, sino el
mismo ofrecimiento de Cristo, al cual el hombre se une mediante la
aceptación de la Palabra de Dios, la oblación de sí mismo, y la recepción
del Cuerpo y la Sangre del Señor.

Desde el comienzo la Iglesia fue fiel a la orden del Señor. De la Iglesia


de Jesucristo se dice: "Acudían asiduamente a la enseñanza de los
apóstoles, fieles a la comunión fraterna, a la fracción del pan y a las
oraciones... Acudían al Templo todos los días con perseverancia y con
un mismo espíritu partían el pan por las casas y tomaban el alimento
con alegría y con sencillez de corazón" (Hch 2, 42. 46)). Era sobre todo
"el primer día de la semana", es decir, el domingo, el día de la
resurrección de Jesús, cuando los cristianos se reunían para partir el
pan. Desde entonces hasta nuestros días, la celebración de la Eucaristía
se ha perpetuado.

La Comunión

Catequesis de Adultos
61
Parroquia San Juan Bautista, Amatitlán JHS

El Señor nos dirige una invitación urgente a recibirle en el sacramento


de la Eucaristía "En verdad, en verdad os digo: si no coméis la carde del
Hijo del hombre y no bebéis su sangre, no tendréis vida en vosotros" (Jn
6,53).

Para responder a esta invitación, debemos prepararnos para este


momento tan grande y santo. San Pablo exhorta a un examen de
conciencia: "Quien coma el pan o beba el cáliz del Señor indignamente,
será reo del Cuerpo y de la Sangre del Señor.

Examínese, pues cada cual, y coma entonces del pan y beba del cáliz;
Pues quien come y bebe sin discernir el Cuerpo, come y bebe su propio
castigo"(1 Cor 11, 27-29) Quien tiene conciencia de estar en pecado
grave debe recibir el sacramento de la Reconciliación antes de acercarse
a comulgar.

Ante la grandeza de este sacramento, el fiel solo puede repetir


humildemente y con fe ardiente las palabras del Centurión "Señor, no
soy digno de que entres en mi casa, pero una palabra tuya bastara para
sanarme".

La Iglesia obliga a los fieles a participar los domingos y días de fiesta en


la divina liturgia y a recibir al menos una vez al año la Eucaristía, si es
posible en tiempo pascual. Pero la Iglesia recomienda vivamente a los
fieles a recibir la santa Eucaristía los domingos y los días de fiesta, o con
más frecuencia aún, incluso todos los días.

Frutos de la Comunión
† Acrecienta la unión con Cristo: "quién come mi Carne y bebe mi
Sangre, habita en mí y yo en él" (Jn 6,56)

† Fortalece el Espíritu: Lo que el alimento material produce en la vida


corporal, la comunión lo realiza de manera admirable en la vida
espiritual. La comunión conserva, acrecienta y renueva la vida de gracia
recibida en el Bautismo.

† Separa del pecado: como el alimento sirve para restaurar la pérdida


de fuerzas, la Eucaristía fortalece la caridad, que en la vida cotidiana,
tiene a debilitarse, y esta caridad vivificada borra los pecados veniales.
Cuanto más se participa en la vida de Cristo y más se progresa en su
amista, tanto más difícil será romper con él por el pecado mortal.

Catequesis de Adultos
62
Parroquia San Juan Bautista, Amatitlán JHS

† Entraña un compromiso a favor de los demás: para recibir en la


verdad el Cuerpo y la Sangre de Cristo entregado por nosotros,
debemos reconocer a Cristo en el prójimo, sobre todo en los más pobres
y necesitados.

† Fortalece la unidad del Cuerpo místico. La Eucaristía hace a la


Iglesia. Los que reciben la Eucaristía se unen más estrechamente a
Cristo, por ello mismo, Cristo los une a todos los fieles en un solo cuerpo
que es la iglesia. La Comunión renueva, fortifica y profundiza la
incorporación a la Iglesia realizada ya por el Bautismo.

La Celebración Eucarística
La Eucaristía o Misa consta de dos grandes partes:
Liturgia de la Palabra dividida en:

Rito de entrada: los cristianos acuden a un mismo lugar para la


asamblea eucarística alabando y dando gracias a Dios. A su cabeza está
Cristo mismo que es el Sumo Sacerdote, su representante es el
sacerdote quien preside la celebración y actúa en su nombre. Se
comienza con el saludo invocando a la Santísima Trinidad

Acto penitencial: es reconocerse pecadores y pedir perdón a Dios para


disponerse a escuchar su Palabra y a celebrar dignamente la Eucaristía
constituidos en una comunidad. Incluye el Señor ten piedad y el Gloria,
además de la Oración Colecta que expresa generalmente la índole de la
celebración con una súplica a Dios Padre, por Cristo en el Espíritu Santo.

Liturgia de la Palabra: consta de las lecturas de la Sagrada Escritura,


seguidas de la homilía que es una reflexión y explicación de la Palabra
de Dios. Se recita el Credo o Profesión de Fe y se hace la Oración de los
fieles.

Liturgia de la Eucaristía, dividida en:

Ofertorio: o presentación de las ofrendas que se ponen sobre el altar,


éstas son el pan y el vino que, junto con la vida del hombre se ofrecen a
Dios.

Plegaria Eucarística: se da gracias a Dios por la obra de la salvación y


por sus dones, el pan y el vino. Se pide la presencia del Espíritu Santo

Catequesis de Adultos
63
Parroquia San Juan Bautista, Amatitlán JHS

para que las convierta en el Cuerpo y la Sangre de Cristo, repitiendo las


mismas palabras que Jesús pronunció en la Ultima Cena.

Fracción del Pan y el Rito de Comunión: que manifiesta la unidad de


los fieles. Se recita el Padre Nuestro y los fieles reciben el Cuerpo y la
Sangre del Señor, del mismo modo que los Apóstoles los recibieron de
manos de Jesús.

Rito de despedida: saludo y bendición sacerdotal, para terminar con la


despedida en donde se invita al pueblo a que vuelva a sus quehaceres
haciendo vida el Evangelio.

Por lo tanto, debemos considerar la Eucaristía como:

1. Acción de gracias y alabanza al Padre.


2. Memorial del Sacrificio de Cristo y de su Cuerpo.
3. Presencia de Cristo por el poder de su Padre y de su Espíritu.

"Jesús se esconde en el Santísimo Sacramento del altar, para que nos


atrevamos a tratarle, para ser el sustento nuestro, con el fin de que nos
hagamos una sola cosa con Él. Al decir sin mí no podéis nada, no
condenó al cristiano a la ineficacia, ni le obligó a una búsqueda ardua y
difícil de su Persona. Se ha quedado entre nosotros con una
disponibilidad total".

Cuando nos reunimos ante el altar mientras se celebra el Santo


Sacrificio de la Misa, cuando contemplamos la Sagrada Hostia expuesta
en la custodia o la adoramos escondida en el Sagrario, debemos
reavivar nuestra fe, pensar en esa existencia nueva, que viene a
nosotros, y conmovernos ante el cariño y la ternura de Dios" (J. Escrivá
de Balaguer, Es Cristo que pasa No. 153).

La Iglesia sabe que, ya ahora, el Señor viene en su Eucaristía y que está


ahí en medio de nosotros. Sin embargo, esta presencia está velada. Por
eso celebramos la Eucaristía "mientras esperamos la gloriosa venida de
Nuestro Señor Jesucristo"

Catequesis de Adultos
64
Parroquia San Juan Bautista, Amatitlán JHS

Unción de los Enfermos

SACRAMENTO DE LA UNCIÓN DE LOS


ENFERMOS
"Cristo con su sufrimiento en la Cruz ha tocado las raíces mismas del
mal: las del pecado y las de la muerte. Ha vencido al artífice del mal,
que es Satanás, aunque su rebelión permanece contra el Creador. Ante
el hermano o la hermana que sufren, Cristo abre y despliega
gradualmente los horizontes del Reino de Dios, de un mundo convertido

Catequesis de Adultos
65
Parroquia San Juan Bautista, Amatitlán JHS

al Creador, de un mundo liberado del pecado, que se está edificando


sobre el poder salvífico del amor. Y, de una forma lenta, pero eficaz,
Cristo introduce en el mundo, en este Reino del Padre, al hombre que
sufre, en cierto modo a través de lo íntimo de su sufrimiento" (Juan
Pablo II, Carta Apostólica sobre el sentido cristiano del sufrimiento)

El Hecho del sacramento de la Unción


La enfermedad es algo que incide en todo hombre y le afecta en lo más
profundo de su ser. El hombre experimenta en ella su limitación y
descubre la soledad, el abatimiento, la preocupación, la angustia e
incluso la desesperación. Por otro lado, la enfermedad pone en evidencia
todo aquello que es transitorio, apariencia, circunstancial y muestra lo
que es verdadero y perdura.

La escritura ve en la enfermedad un efecto del pecado, un indicio del


mal y el dolor que hacen realidad las palabras del apóstol Pablo en su
carta a los Romanos (Rom 8, 22-24), cuando señala que toda la
Creación gime por la plena manifestación de los hijos de Dios, incluso
nosotros mismos, que tenemos el Espíritu como anticipo, participamos
del universal dolor de parto aguardando la plenitud de la Nueva
Creación.

Juan Pablo II decía en una de sus alocuciones: El sufrimiento es también


una realidad misteriosa y desconcertante. Pero nosotros -cristianos-
mirando a Jesús crucificado encontramos la fuerza para aceptar este
misterio. El cristiano sabe que, tras el pecado original, la historia
humana es siempre un riesgo; pero sabe también que Dios mismo ha
querido entrar en nuestro dolor, experimentar nuestra alegría, pasar por
la agonía del espíritu y desgarramiento del cuerpo. La fe en Cristo no
suprime el sufrimiento, pero lo ilumina, lo eleva, lo purifica, lo sublima,
lo vuelve válido para lograr la eternidad"

Jesús aparece en los Evangelios como el gran adversario y el vencedor


de la enfermedad. Debido a esta actuación de Jesús, la Iglesia siempre
se ha sentido llamada a una especial solicitud hacia los enfermos,
procurándoles el alivio y fortaleza. Por medio de este sacramento se nos
manifiesta que Dios no olvida a las personas gravemente enfermas, ni a
los ancianos, ni aquellos que se encuentran en un momento difícil. Al
contrario como Padre lleno de bondad, ha preparado un apoyo para
aquellos hijos suyos.

Catequesis de Adultos
66
Parroquia San Juan Bautista, Amatitlán JHS

Este gesto sacramental que realiza la comunidad cristiana se basa en la


conducta de Jesús, insinuándose en el relato de la misión de los
apóstoles:

"Ellos se fueron a predicar la conversión, echaban muchos demonios,


ungían con aceite a muchos enfermos y los curaban" (Mc 6, 12-13)

Significado de la Unción de los Enfermos


El sacramento de la Unción es el sacramento de la esperanza teologal,
de la esperanza de entrar en la Gloria; de la entrega tranquila del
espíritu en los brazos amorosos del Padre-Dios; en los brazos en los que
Cristo entregó el suyo desde la Cruz. No de una esperanza que fija su
meta en el bien físico de la salud corporal, sino de una esperanza
teologal que tiene puesta la vista en la resurrección de ese cuerpo
dolorido que ahora está ungido con el óleo, y en su destino final que es
la Gloria.

No es un remedio terapéutico de la enfermedad del cuerpo, pero al


infundirle fe y esperanza al enfermo, bien puede aliviarle suavizándole la
enfermedad, haciéndola mucho más llevadera..., e incluso sanándola, si
ello ha de redundar en bien del alma. (Esta doctrina está recogida en el
Concilio de Trento, de acuerdo con la Tradición de la Iglesia)

En el sacramento de la Unción de los Enfermos se realizan dos gestos o


signos que tienen un profundo sentido: la imposición de manos y la
unción con aceite.

El mismo Jesús practicó el gesto de la imposición de manos sobre los


enfermos (Mc 6,5; Mt 8,3; Lc 4,40) y lo encargó a sus discípulos (Mc
6,18), que lo practicaron habitualmente (Hch 9, 12.17; 28,8) Es un
signo de la bendición que este sacramento confiere.

Respecto a la unción, los seguidores de Jesús, aún cuando estaban con


él, ungieron a los enfermos (Mc 6,13) y el mismo Jesús utilizará otros
símbolos como la saliva (Mc 7,32-33; 8,23; Jn 9,6) para devolver la
salud. Esta unción con aceite simboliza la unción del Espíritu que
conforta y auxilia en la enfermedad, identificando al cristiano con
Jesucristo resucitado.

El sentido fundamental de este sacramento lo podemos concretar en


estas afirmaciones:

Catequesis de Adultos
67
Parroquia San Juan Bautista, Amatitlán JHS

A través del sacramento de la Unción, la Iglesia se dirige al Señor para


pedir la salvación y el alivio de sus miembros enfermos, así como la
fortaleza para aquellos que afrontan la debilidad de la vejez.
Por la Unción, el enfermo y el anciano se ven fortalecidos en su fe
porque se hace patente la relación profunda que su situación guarda con
la muerte y resurrección de Jesucristo.

Este sacramento perdona los pecados de aquel que lo recibe, haciendo


presente la misericordia de Dios.

La solidaridad y el servicio de la Iglesia para con sus enfermos y


ancianos se concentran litúrgicamente en los gestos que se realizan en
este sacramento.

Son receptores del sacramento:

Los fieles que por enfermedad grave o a causa de su avanzada edad se


encuentran en peligro de muerte. El sacramento puede repetirse si el
enfermo recupera de nuevo sus fuerzas después de recibir la Unción de
los Enfermos o si durante la misma enfermedad se presenta una nueva
recaída.

Los que vayan a someterse a una intervención quirúrgica como


consecuencia de una enfermedad peligrosa.

Efectos de este Sacramento


Un don particular del Espíritu Santo. La primera gracia es de consuelo,
paz y ánimo para vencer las dificultades propias de la enfermedad o la
fragilidad de la vejez. Es un don del Espíritu Santo que renueva la
confianza y la fe en Dios y fortalece contra las tentaciones del maligno,
como el desaliento y la desesperación.

El perdón de los pecados. Pues se requiere además el arrepentimiento y


confesión de la persona que recibe el sacramento.
La unión a la Pasión de Cristo. Se recibe la fuerza y el don para unirse
con Cristo en su Pasión y alcanzar los frutos redentores del Salvador.

Una gracia eclesial. Los enfermos que reciben este sacramento,


uniéndose libremente a la Pasión y Muerte de Jesús, contribuyen al bien
del Pueblo de Dios y a su santificación.

Catequesis de Adultos
68
Parroquia San Juan Bautista, Amatitlán JHS

Una preparación para el paso a la vida eterna. Este sacramento acaba


por conformarnos con la muerte y resurrección de Cristo como el
bautismo había comenzado a hacerlo. La Unción del Bautismo sella en
nosotros la vida nueva, la de la Confirmación nos fortalece para el
combate de la vida. Esta última unción, ofrece un escudo para
defenderse de los últimos combates y entrar en la Casa del Padre. Se
ofrece a los que están próximos a morir, junto con la Eucaristía como un
"viático" para el último viaje del hombre.

Celebración de la Unción de los Enfermos


El sacramento como tal, se administra dentro de una celebración
litúrgica y solo los sacerdotes obispos y presbíteros, pueden
administrarlo.

La liturgia sacramental, en su forma renovada, concuerda con lo que


dice la Carta de Santiago. Comienza con la imposición de manos del
sacerdote en silencio y con una alabanza del aceite consagrado, que en
su forma básica se remonta al siglo IV.

El signo sacramental quedó fijado en la Constitución apostólica del Pablo


VI del modo siguiente: "El sacramento de la Unción de los enfermos se
administra a aquellos cuyo estado de salud implica un peligro de
muerte, ungiéndoles en la frente y en las manos con aceite de oliva
consagrado en la forma reglamentaria... y pronunciando las siguientes
palabras: Por esta santa unción y por su bondadosa misericordia, te
ayude el Señor con la gracia del Espíritu Santo. Amén".

Usualmente, el aceite utilizado en este sacramento ha sido bendecido


por el Obispo en la misa crismal del Jueves Santo, en la que se bendicen
también los óleos sagrados que a lo largo de todo el año se van a
utilizar para el Bautismo, la Confirmación y el Orden Sacramental.

Siempre que sea posible, la unción debe ofrecerse pronto al enfermo y


se le debe administrar en una celebración en la que esté presente la
comunidad local, por lo menos mediante los familiares, amigos y
algunas de las personas que lo asisten.

La celebración litúrgica consta de las siguientes partes:

 Saludo y preparación

Catequesis de Adultos
69
Parroquia San Juan Bautista, Amatitlán JHS

 Liturgia de la Palabra
 Liturgia sacramental

Que a su vez se compone de:

Imposición de manos por parte del sacerdote, alabanza del aceite


consagrado, signo sacramental por el que se unge la frente y las manos
del enfermo al tiempo que se dice " Por esta santa unción y por su
bondadosa misericordia te ayude el Señor con la gracia del Espíritu
Santo. Amén"

Además, puede participar el enfermo de la comunión del Cuerpo de


Cristo que, en peligro de muerte, se llama viático, es decir, alimento
para el último viaje.

Catequesis de Adultos
70
Parroquia San Juan Bautista, Amatitlán JHS

Reconciliación

SACRAMENTO DE LA RECONCILIACIÓN

El nombre de este Sacramento

Catequesis de Adultos
71
Parroquia San Juan Bautista, Amatitlán JHS

Sacramento de conversión: Porque realiza sacramentalmente el


llamado de Jesús a la conversión, y el volver hacia el Padre del que el
hombre se había alejado por el pecado.

Sacramento de la penitencia: porque consagra un proceso personal y


eclesial de conversión, de arrepentimiento y de reparación por parte del
cristiano pecador.

Sacramento de la confesión: porque la declaración o manifestación,


la confesión de los pecados ante el sacerdote, es un elemento esencial
de este sacramento.

Sacramento del perdón: porque otorga al pecador el amor de Dios


que reconcilia "Dejaos reconciliar con Dios" (2 Co 5,20). El que vive del
amor misericordioso de Dios, está pronto a responder a la llamada del
Señor "Ve primero a reconciliarte con tu hermano" (Mt 5,24).

El sacramento de la Penitencia tiene un lugar relevante en la vida de la


Iglesia. Esta es consciente de que Jesucristo le ha confiado, en los
Apóstoles y en sus sucesores, el poder de perdonar los pecados. Por
consiguiente, ha visto siempre en este sacramento el signo del perdón
de Dios confiado a la propia Iglesia.

"Te daré las llaves del Reino de los Cielos; lo que ates en la tierra,
quedará atado en el cielo, y lo que desates en la tierra, quedará
desatado en el cielo" (Mt 16,19)

El Bautismo, el Cuerpo y la Sangre de Cristo y el don del Espíritu Santo,


nos han hecho "santos e inmaculados ante Él" (Ef 1,4), pero no eliminan
la fragilidad y la debilidad de la naturaleza humana - la inclinación al
pecado - . La lucha diaria del cristiano contra el pecado y la tentación es
la conversión con miras a la santidad a la cual nos llama Dios.

El Pecado
La realidad del mal es algo evidente para todo aquel que no quiera estar
ciego ante lo que ocurre cotidianamente. Este mal es visto por el
creyente como la expresión ante lo que ocurre cotidianamente. Este mal
es visto por el creyente como la expresión de la ruptura que existe entre

Catequesis de Adultos
72
Parroquia San Juan Bautista, Amatitlán JHS

Dios y el ser humano, esa grieta que nace del corazón de cada persona
y que separa a los hombres, oprime a los débiles, olvida a los pequeños
e ineficaces. Esa ruptura es a lo que llamamos pecado.

El pecado conlleva tres dimensiones que están en relación continua,


pero que al tiempo pueden diferenciarse:

El pecado como rechazo de sí mismo. Como fractura entre lo que


realmente soy y lo que estoy llamado a ser, entre lo que realizo y
aquello que, en virtud de mi capacidad, podría realizar.

El pecado como rechazo a los demás. Notablemente unida a la anterior,


pues mis opciones por acaparar, conservar o utilizar mis cualidades y
dones para mi propio beneficio y disfrute, privan a otros de posibilidades
y esperanzas.

El pecado como rechazo a Dios. Detrás de las dos dimensiones


anteriores, más profundo que ellas mismas, está el rechazo de un
Hacedor, de un Señor, del que recibo el don y la cualidad. Al afirmarme
a mí mismo, niego al otro como humano, pero niego al Otro como Dios.

Gradualidad del pecado


El pecado tiene una gradualidad. No todo es igual ni toda opción
compromete de igual manera a la persona. Por ello, podemos establecer
tres situaciones diferentes:
Pecado mortal. Es una opción libre, premeditada, consciente, que
implica una ruptura radical con Dios y con los demás.

Podemos encontrar, también, situaciones en las que, pese a que la


acción es grave en sí misma, las circunstancias que la rodean se
orientan a dibujar una realidad en la que no hay pleno consentimiento ni
libertado total. Se manifiesta todo ello en la inmediata reacción de la
persona para repararlo, para evitar las circunstancias que lo facilitaron,
etc.

Pecado venial. Que hace referencia a las faltas cotidianas, son signos de
nuestra debilidad y limitación, de nuestra falta de amor a los demás y a
Dios.

La Conversión

Catequesis de Adultos
73
Parroquia San Juan Bautista, Amatitlán JHS

Jesús llama a la conversión; Esta llamada es una parte esencial del


anuncio del Reino "Hablaba de esta forma: "El plazo está vencido, el
Reino de Dios se ha acercado. Tomen otro camino y crean en la Buena
Nueva" (Mc 1, 15)

En la predicación de la Iglesia, esta llamada se dirige primeramente a


los que no conocen todavía a Cristo y su Evangelio. Así el Bautismo es el
lugar principal de la conversión primera y fundamental.

Ahora bien, la llamada de Cristo a la conversión sigue resonando en la


vida de los cristianos. Esta segunda conversión es una tarea
ininterrumpida para toda la Iglesia que "recibe en su propio seno a los
pecadores".

De ello da testimonio la conversión de San Pedro tras la triple negación


de su Maestro. La mirada de infinita misericordia de Jesús provoca las
lágrimas del arrepentimiento y, tras la resurrección del Señor, la triple
afirmación de su amor hacia él. La segunda conversión tiene también
una dimensión comunitaria. Esto aparece en la llamada del Señor a toda
la Iglesia: "¡Arrepiéntete!". (Ap 2,5.16).

San Ambrosio dice acerca de las dos conversiones que, "en la Iglesia,
existen el agua y las lágrimas: el agua del Bautismo y las lágrimas de la
Penitencia".

Significado de este Sacramento


El sacramento de la penitencia es un encuentro gozoso de reconciliación.
En él intervienen siempre tres sujetos que lo configuran como
sacramento: Dios, que busca, salva y renueva a la persona; la Iglesia,
que hace visible en su seno el encuentro de reconciliación y la persona,
que acoge en su propia vida el don de la reconciliación.

La misericordia entrañable de Dios


La reconciliación es, fundamentalmente una obra de Dios. Una obra en
la que interviene tal como es: Un Padre que busca a sus hijos perdidos,
que sale a su encuentro constantemente. Este es el significado profundo
de toda la Historia de la Salvación. Un Padre que busca a sus hijos de

Catequesis de Adultos
74
Parroquia San Juan Bautista, Amatitlán JHS

formas diversas para otorgarles su propio hogar, su propia alegría, su


propia vida.

Hijo que, en su Muerte y Resurrección, manifiesta lo que es la


reconciliación: un proceso de lucha contra el mal, una entrega al servicio
de los demás, un camino de dolor (vía crucis) hacia una situación nueva
de amor.

Espíritu que es la misma vida de Dios derramada sobre los creyentes,


que nos mueve a la conversión, nos transforma y nos renueva en la fe.

La Iglesia, hace visible el sacramento de la Penitencia; La Iglesia, familia


de los que siguen a Jesús, participan de su Espíritu y se reconocen hijos
del mismo Padre, se interesa por la situación de cada uno de sus
miembros. No puede quedar indiferente ante el pecado de uno de sus
componentes que necesariamente afecta a la comunidad entera. Todo
esto se manifiesta mediante:

La presencia de la Iglesia, a través de la Palabra de Dios que a todos


invita a la conversión, los signos litúrgicos que para todos expresan el
perdón y el servicio ministerial del sacerdote que simboliza la presencia
de Cristo, la apostolicidad y el envío de Jesús.

La absolución del ministro ordenado que hace presente a Cristo y a la


Iglesia, no es sólo una expresión de la buena noticia del perdón de los
pecados o una mera declaración de que Dios lo ha perdonado; gracias a
ella, somos readmitidos a la plena comunión eclesial. El sacramento de
la penitencia es un tribunal de gracia, en el que Dios, Padre
misericordioso, vuelve justo al pecador por la muerte y resurrección de
Jesucristo en el Espíritu Santo.

La ayuda y acompañamiento de la comunidad particular. La intervención


de la Iglesia en el proceso penitencial se concreta en el perdón mutuo y
la corrección fraterna, la palabra de ánimo y la propia celebración del
sacramento. El hombre al encuentro con Dios misericordioso.

Sin embargo, todo lo hasta aquí dicho no puede realizarse si el hombre


no acoge el don que el Padre le ofrece: Dios no puede reconciliar a
quien no quiere reconciliarse.

Por eso los actos del penitente son de la máxima importancia y pueden
reducirse a tres:

Catequesis de Adultos
75
Parroquia San Juan Bautista, Amatitlán JHS

Conversión: llamada también contrición. Puede ser perfecta, cuando


brota del amor de Dios amado sobre todas las cosas y obtiene el perdón
de los pecados veniales y también de los mortales, siempre que haya
firme resolución de confesar tan pronto sea posible. Es imperfecta,
cuando, movidos por la gracia de Dios y bajo el impulso del Espíritu
Santo, brota de la consideración de la fealdad del pecado o del temor de
la condenación eterna y de las demás penas con que es amenazado el
pecador.

Confesión de los pecados: La Iglesia reconoce que hay diferentes


maneras de expresar externamente esta confesión. Todas ellas son
válidas y suficientes siempre que no se trate de pecados que supongan
una ruptura con Dios y la Iglesia. Cuando se trata de un pecado mortal,
donde queda comprometida esta relación la Iglesia estima la confesión
oral de ese pecado.

La confesión de los pecados hecha al sacerdote constituye una parte


esencial del sacramento de la Penitencia. "En la confesión, los
penitentes deben enumerar todos los pecados mortales de que tienen
conciencia tras haberse examinado seriamente, incluso si estos pecados
son muy secretos y si han sido cometidos solamente contra los dos
últimos mandamientos del Decálogo, pues a veces, estos pecados hieren
más gravemente el alma y son más peligrosos que los qua han sido
cometidos a la vista de todos".

"Cuando los fieles de Cristo se esfuerzan por confesar todos los pecados
que recuerdan, no se puede dudar que están presentando ante la
misericordia divina para su perdón todos los pecados que han cometido.
Quienes actúan de otro modo y callan conscientemente algunos
pecados, no están presentando ante la bondad divina nada que pueda
ser perdonado por mediación del sacerdote. Porque si el enfermo se
avergüenza de descubrir su llaga al médico, la medicina no cura lo que
ignora" (Concilio de Trento "doctrina sobre el Sacramento de la
Penitencia)

La satisfacción: Muchos pecados causan daño al prójimo. Es preciso


hacer lo posible para repararlo (por ejemplo restituir las cosas robadas,
restablecer la reputación del que ha sido calumniado, compensar las
heridas). La simple justicia exige esto. Pero además el pecado hiere y
debilita al pecador mismo, así como sus relaciones con Dios y con el
prójimo. La absolución quita el pecado, pero no remedia todos los
desórdenes que el pecado causó.

Catequesis de Adultos
76
Parroquia San Juan Bautista, Amatitlán JHS

La penitencia que el confesor impone debe tener en cuenta la situación


personal del penitente y buscar su bien espiritual. Puede constituir en la
oración, en ofrendas, en obras de misericordia, servicios al prójimo,
privaciones voluntarias, sacrificios y sobre todo, la aceptación paciente
de la cruz que debemos llevar.

"En el sacramento de la Penitencia, Dios, Padre misericordioso, que


reconcilió consigo al mundo por la muerte y resurrección de su Hijo, y
derramó el Espíritu Santo, para el perdón de los pecados, por el
ministerio de la Iglesia, perdona al cristiano los pecados cometidos
después del Bautismo"

Efectos de este Sacramento


Nos restituye la Gracia de Dios para estar en condiciones de enfrentar la
tentación y el pecado.

Nos reconcilia con Dios, uniéndonos nuevamente en profunda amistad


con Él y dando como resultado la paz y la tranquilidad de la conciencia.

Nos reconcilia con la Iglesia, pues el pecado menoscaba o rompe la


comunión fraterna. Como la Iglesia es un solo Cuerpo, el Cuerpo de
Cristo, el pecado cometido por uno de sus miembros daña a todo el
cuerpo. La reconciliación tiene un efecto vivificante, fortaleciendo al
Cuerpo de Cristo por el intercambio de los bienes espirituales entre sus
miembros.

Se anticipa en cierta manera el juicio al que seremos sometidos al fin de


la vida terrena, pues sólo por el camino de la conversión podemos
entrar en el Reino de Dios.

Celebración
Como Todos los sacramentos, la reconciliación es una acción litúrgica.
Básicamente este sacramento está constituido por tres actos realizados
por el penitente y por la absolución del sacerdote.

Catequesis de Adultos
77
Parroquia San Juan Bautista, Amatitlán JHS

Arrepentimiento o contrición, dolor del alma y un rechazo al pecado


cometido con la resolución de no volver a pecar.

1. Confesión de los pecados.


2. Satisfacción o penitencia.
3. La Absolución que el sacerdote da en nombre de Dios.

Indulgencias
El pecado tiene una doble consecuencia. El pecado mortal nos priva de
la comunión con Dios y nos hace incapaces de la vida eterna, nos hace
merecedores de la pena eterna. El sacramento de la Reconciliación nos
perdona el pecado mortal, pero no nos libera de la necesidad de
purificación, que debemos cumplir durante la vida terrena o después de
la muerte, en lo que se llama purgatorio. También necesitamos
purificarnos de los pecados veniales, aun cuando estemos arrepentidos.
Esta purificación libera de lo que se llama la pena temporal del pecado.

Estas dos penas no deben ser concebidas como castigo de Dios, sino
como una consecuencia del pecado.

Ante la presencia de Dios Padre el hombre debe llegar sin mancha


alguna. El sacramento de la Reconciliación, perdona los pecados y nos
libra de la pena eterna, pero no de la temporal, es decir, no nos purifica
completamente, quedan en nuestra alma las huellas de los pecados
cometidos y de los apegos desordenados a las cosas terrenas. La
conversión que se manifiesta en un verdadero amor al prójimo, puede
lograr en el hombre una total purificación. El esfuerzo del cristiano por
soportar pacientemente los sufrimientos y las pruebas de la vida ayudan
también a esa purificación.

La indulgencia es la remisión ante Dios de la pena temporal de los


pecados ya perdonados y cumpliendo determinadas condiciones
consigue, por medio de la Iglesia, la purificación parcial o plena de las
almas; Por eso se llaman indulgencias parciales o plenarias.

La Iglesia otorga estas indulgencias en virtud del poder de atar y


desatar que le fue concedido por Cristo Jesús.

Las indulgencias pueden ser ganadas por los fieles para sí mismos, o
pueden aplicarse por los difuntos. No pueden en cambio aplicarse a otra
persona viva. Para ganar indulgencias es necesario estar en estado de

Catequesis de Adultos
78
Parroquia San Juan Bautista, Amatitlán JHS

gracia, tener intención de ganarla, realizar la acción estipulada por la


Iglesia y tener un corazón arrepentido.

Las indulgencias parciales se ganan con acciones simples y cotidianas


como el deber cumplido con alegría, oraciones y obras de misericordia.

Las indulgencias plenarias se ganan con ejercicios piadosos como la


visita y adoración al Santísimo, el rezo del Rosario, del Vía-crucis, asistir
a ejercicios espirituales en cuaresma, etc. La Iglesia continuamente
informa de las ocasiones propicias para ganar indulgencias.

Catequesis de Adultos
79
Parroquia San Juan Bautista, Amatitlán JHS

Orden Sacerdotal

SACRAMENTO DEL ORDEN

Introducción

Catequesis de Adultos
80
Parroquia San Juan Bautista, Amatitlán JHS

En estos sacramentos, los que fueron ya consagrados por el Bautismo y


la Confirmación para el sacerdocio común de todos los fieles, pueden
recibir consagraciones particulares. Los que reciben el sacramento del
Orden son consagrados para "En el nombre de Cristo ser los pastores de
la Iglesia con la palabra y la gracia de Dios. Por su parte, los cónyuges
cristianos, son fortalecidos y como consagrados para los deberes y
dignidad por este sacramento especial".

El hecho del Sacramento del Orden


La palabra "Ordinatio" = ordenación, se utilizaba en el Imperio romano
para designar la entrada en el escalafón de los funcionarios imperiales.
A partir de este momento el funcionario pertenecía a un orden diferente
del resto del pueblo.

A partir del siglo tercero se comenzó a utilizar en algunos lugares esta


expresión para designar una dignidad o estado en la Iglesia. Esta
denominación se extendería a toda la Iglesia con el paso del tiempo,
dando nombre al sacramento por el que son constituidos: Obispos,
Presbíteros y Diáconos ciertos cristianos.

Una referencia válida que explica la existencia de unos ministerios


ordenados concretos dentro de la comunidad cristiana, la encontramos
en Mc 3, 13-19. En este texto Jesús elige de forma solemne, "designó" a
Doce de entre sus discípulos para que "fueran sus compañeros y para
enviarlos a predicar con poder de expulsar los demonios". Así se crea,
se constituye el grupo de los Doce, decisivo en el cristianismo.

Esto resulta tan evidente que, con el fin de suplantar a Judas y restituir
el número, se incorpora Matías como sustituto. (Hch 1,15-26)

Las denominaciones varían ampliamente según las diversas


comunidades, por lo que podemos encontrar: Apóstoles, Profetas,
Doctores (1Cor 12,28; Ef 2,20; 3,5; 4,11), Presbíteros (Hch 11,30;
14,22); Diáconos (1 Tim 3,8-13; Flp 1,1), Pastores (Ef 4,11; 1 Pe 5, 2-
4) etc.

Todos estos términos no designan una misma función, pero podríamos


afirmar que, de diferentes maneras, todas ellas tienen una orientación
hacia la predicación del Evangelio y la edificación y santificación de la
Iglesia.

Catequesis de Adultos
81
Parroquia San Juan Bautista, Amatitlán JHS

La comunidad cristiana, en su liturgia, ve al sacerdocio y los sacerdotes


del Antiguo Testamento como prefiguraciones que encuentran su
cumplimiento en Cristo Jesús, Sumo y Eterno Sacerdote, que incorpora
a su Único sacerdocio a los Apóstoles y sus sucesores sacerdotes.

Durante los siglos II y III se va a dar una consolidación de nombre y


contenidos del ministerio apostólico bajo las denominaciones de:
Diácono, Presbítero y Obispo, configurándose como ministerio de
santificación, gobierno y enseñanza en la comunidad cristiana.

Esta situación se verá perturbada en los siglos venideros debido al


cambio de situación que se opera en el Imperio: La Iglesia de ser
perseguida, pasa a ser religión oficial y sus ministros devienen
personajes importantes cuya responsabilidad y autoridad comienza a
desbordar los límites eclesiales.

La Reforma protestante va a arremeter contra esta situación, afirmando


que no hay más sacerdote que Cristo, quedando todo cristiano
constituido sacerdote por la fe y el bautismo. Lutero declara que por ello
no podía considerarse el Orden como sacramento y sólo reconoce como
ministerio el de la predicación.

El Concilio de Trento 1545, por el contrario, reafirma y declara que "El


Sacramento del Orden es un sacramento instituido por Cristo, que
comunica poder y gracia y no puede entenderse sólo con relación al
ministerio de predicar el Evangelio".

Sentido del Sacramento del Orden


El Concilio Vaticano II afirma la común dignidad y la igualdad
fundamental de todos los miembros del Pueblo de Dios, junto con la
existencia de diferentes servicios y ministerios para el bien común de
todos los bautizados. (Cf. LG 9, 10, 18).

Entre estos servicios y ministerios existe uno llamado Ministerio


Ordenado, que no se sitúa aparte ni por encima del Pueblo de Dios, sino
dentro y al frente de él. Quienes lo reciben en el Sacramento del Orden,
participan de la autoridad y misión de Cristo Sacerdote, Cabeza y Pastor
de la Iglesia, para que puedan servir a todo el Pueblo de Dios. (LG 18)

Notas que caracterizan el ministerio ordenado:

Catequesis de Adultos
82
Parroquia San Juan Bautista, Amatitlán JHS

 El Sacramento del Orden es una incorporación al ministerio


apostólico, por lo que su misión entra en relación con la misión de
Cristo y los Apóstoles tanto en los tipos de actividad que desarrolla
como en la apostolicidad del marco geográfico al que está dirigido.

 Los cristianos que reciben el sacramento del Orden quedan


configurados para siempre a Cristo Cabeza, Pastor y Servidor de
su Iglesia, con el fin de enseñar, santificar, guiar y servir, en
nombre suyo, al Pueblo de Dios, cada uno según el grado del
orden recibido.

 El Espíritu Santo es el agente principal de la ordenación, siendo la


fuente de donde brota el carisma ministerial de enseñanza,
santificación y dirección. Mediante el gesto de la imposición de
manos se significa que los ministros ejercen su misión en el
Espíritu de Jesús.

 Dios suscita los ministerios en la comunidad y para la comunidad


(1 Cor 12,7: 14, 3-12; Ef 4,12): Por eso, desde el Nuevo
Testamento los ministerios no se conciben sin la comunidad.

 El ministerio a lo largo de todo el Nuevo Testamento se concibe


como un servicio. Tomando como punto de apoyo (Mt 20, 20-28),
la Iglesia apostólica y los Padres de la Iglesia hablan de los
responsables y sus funciones utilizando el término "diakonía". Esta
palabra significa servir a la mesa, acción que era desarrollada
habitualmente por los esclavos. La acción diaconal de los ministros
se concreta en el servicio a la palabra, en el servicio de la unidad y
en el servicio a las mesas o caridad.

 El ministerio ordenado es colegial, es decir, que por el sacramento


del Orden quien lo recibe para formar parte de un colegio que está
formado por quienes lo recibieron con anterioridad.

 El signo de la transmisión de los ministerios ordenados es desde la


época de apostólica la imposición de manos junto con la oración
(Hch 6,6; 13,3; 1 Tim 4,14)

 Lo mismo que en el Bautismo y la Confirmación, la participación


en el ministerio de Jesucristo se otorga de una vez para siempre.
Por este motivo, el sacramento del Orden imprime un carácter
imborrable y no puede repetirse. (LG 21)

Catequesis de Adultos
83
Parroquia San Juan Bautista, Amatitlán JHS

Cristo que fue enviado por el Padre para la redención del mundo (Mt
20,26) y para ello le dotó de todo poder en el cielo y en la tierra (Mt
28,18), llama a los apóstoles y les participa su misión "Así como el
Padre me envió a mí, así yo los envío a ustedes" (Jn 20,21). A ellos les
toca ser "Servidores de Cristo y encargados suyos para administrar las
obras misteriosas de Dios" (1 Cor 4,1). Su misión es:

1. Predicar el Evangelio (Hch 6, 2-4; Rom 15,16)


2. Dirigir el culto de la comunidad cristiana (Hch 6.4; 13, 1-3)
3. Ofrecer el sacrificio (Lc 22,19; 1 Cor 11,25)
4. Perdonar los pecados ( Mt 18,18; Jn 20,22ss)
5. Comunicar el Espíritu por la imposición de manos ( Hch 8, 15-18;
19,6)
6. Ungir a los enfermos orando por ellos ( Sant. 5,14)

Grados del sacerdocio


Desde los orígenes, el Ministerio Ordenado fue conferido y ejercido en
tres grados, insustituibles para la estructura orgánica de la Iglesia, sin
ellos no se puede hablar de Iglesia:

Los Obispos. Son los transmisores de la semilla apostólica. Tienen la


plenitud del sacramento del Orden, están incorporados al Colegio
Episcopal. En cuanto sucesores de los apóstoles y miembros el Colegio
Episcopal, participan en la responsabilidad apostólica y en la misión de
toda la Iglesia, enseñan y gobiernan bajo la autoridad del Papa, sucesor
de San Pedro y cabeza visible de la Iglesia.

Los Presbíteros. Están unidos a los obispos en la dignidad sacerdotal y


al mismo tiempo dependen de ellos en el ejercicio de sus funciones
pastorales. Son llamados a ser cooperadores diligentes de los obispos,
forman en torno a su obispo el Presbiterio que asume con él la
responsabilidad de la Iglesia particular. Reciben del obispo el cuidado de
una comunidad parroquial o de una función eclesial determinada.

Los Diáconos. Son ministros ordenados para las tareas de servicio de


la Iglesia, no reciben el sacerdocio ministerial, pero la ordenación les
confiere funciones importantes en el Ministerio de la Palabra, del culto
divino, del Gobierno Pastoral y del servicio de la caridad, tareas que
deben cumplir bajo la autoridad pastoral de su obispo.

Catequesis de Adultos
84
Parroquia San Juan Bautista, Amatitlán JHS

La celebración del Sacramento del Orden


Solamente los Obispos válidamente ordenados pueden administrar el
Sacramento del Orden y sólo el varón bautizado lo puede recibir
válidamente.

En la celebración de este sacramento podemos encontrar tres partes:

La preparación. Que está integrada por la llamada a los candidatos,


presentación al Obispo, elección y alocución del Obispo, un pequeño
diálogo y las letanías de los Santos.

La Imposición de manos y oración consagratoria. Que es el


momento central del sacramento.

El gesto de la imposición de manos conlleva en toda la tradición bíblica


(Núm. 27, 15-23; Dt 34,9; 1 Tim 4,14; 2 Tim 2,6) la idea de la
transmisión de un oficio.

En la consagración episcopal, son todos los obispos presentes (al menos


tres) quienes impondrán las manos al candidato; acto seguido se pondrá
sobre su cabeza el libro abierto de los Evangelios.

En la ordenación Presbiteral, los Presbíteros presentes imponen las


manos como gesto de acogida al nuevo ordenado, pero es la imposición
de manos del Obispo el signo que hace efectiva la ordenación.

Para terminar el rito, se han ido introduciendo a lo largo de la historia


diferentes acciones explicativas del ministerio que va a ejercerse:

Al Obispo se le otorgan el báculo y se le impone un anillo episcopal,


también recibe el libro de los evangelios y se sienta en la cátedra,
ungiéndosele la cabeza.

Los Presbíteros reciben la patena y el cáliz, se les ungen las manos y se


les coloca la estola y la casulla.

A los Diáconos se les entrega el libro de los evangelios, imponiéndoles la


estola cruzada por el pecho y la dalmática.

Catequesis de Adultos
85
Parroquia San Juan Bautista, Amatitlán JHS

Matrimonio

SACRAMENTO DEL MATRIMONIO

El hecho y el significado del matrimonio

Catequesis de Adultos
86
Parroquia San Juan Bautista, Amatitlán JHS

En la vida del varón y de la mujer se da un momento en que,


normalmente, brota el amor. Llevados de ese amor deciden entrar en
una comunión estable de vida y formar una familia. A esta decisión y
compromiso se llama matrimonio.

El matrimonio y la familia se cuentan entre los bienes más valiosos de la


humanidad. Son la célula fundamental de la comunidad humana: "El
bienestar de la persona y de la sociedad humana y cristiana está
estrechamente ligado a la prosperidad de la comunidad conyugal y
familiar"

Este compromiso público que se llama matrimonio, tiene una serie de


características que le distinguen de otras formas de relación
interpersonales:

El matrimonio es una relación interpersonal que se sitúa en una


profundidad diferente a toda otra relación. Esto hace que toda otra
comunicación interpersonal anterior quede lenificada por el amor
matrimonial y que toda posterior quede necesariamente coloreada por
ella.

El amor matrimonial abarca a toda la persona, no siendo sólo


sentimiento, ley, obligación, radicando en esa tierra la fidelidad. Una
fidelidad creativa, abierta, enriquecedora, que es ejercicio de la libertad
y de la responsabilidad de la persona.

Es una unión que provoca vida, que es creadora. Si es cierto que


no pueden identificarse sin más sexualidad y procreación, sería
absolutamente ingenuo negar que ambas estén estrechamente unidas.
Por otro lado, la fecundidad matrimonial, que se manifiesta
normalmente a través de los hijos, puede desarrollarse en otros
terrenos como la acogida, la promoción de las personas, el arte.

El matrimonio está llamado a su publicidad, es decir, a que sea


expresada públicamente la relación de amor entre las dos personas a las
que atañe, lo que implica una cierta institucionalización.

La concepción cristiana del matrimonio


La concepción cristiana del matrimonio se nos ha revelado a lo largo del
Antiguo y del Nuevo Testamento, perfilándose más detalladamente en

Catequesis de Adultos
87
Parroquia San Juan Bautista, Amatitlán JHS

las cartas de San Pablo (Cfr. Gen 1-2; Os 1-3; Jn 2-3: Mc 10,2-9; Mt
19, 3-9; Ef 5, 31-33; 1 Cor 7,39).

La Iglesia de nuestro tiempo se ha pronunciado frecuentemente sobre el


matrimonio y la familia: la encíclica Casti Connubi (1930) de Pío XI: la
constitución Gaudium et Spes del Concilio Vaticano II (Cfr. GS 47-52);
la encíclica Humanae Vitae (1968) de Pablo VI y la exhortación
apostólica Familiaris Consortio de Juan Pablo II (1981)

Una de las páginas más bellas del Génesis es aquella en que el hombre
se encuentra solo en medio de la creación. A pesar de poner nombre a
todos los animales y cosas, se siente mudo, incapaz de pronunciar una
palabra porque nadie le da respuesta. En esos momentos de soledad
existencial y de pobreza vital, Dios le presenta a la mujer. A partir de
esos momentos se inicia el diálogo y el encuentro de amor en la historia
y el matrimonio se perfila poco a poco, hasta quedar plenamente
clarificado en la persona de Cristo.

A lo largo del Antiguo Testamento la Alianza de amor entre Dios y su


pueblo ha sido simbolizada en diferentes ocasiones por el amor
matrimonial (Os 1-3; Jer 3; Ez 16 y 23; Is 54). Los libros sapienciales, a
su vez, trataron de explicar en diferentes ocasiones el último sentido del
matrimonio en la Alianza (Prov 15, Cantar, Ecl 25, 13-26, 18).

Sin embargo, si los cristianos consideramos a Cristo como revelación


plena del Misterio de Dios, es preciso que Él sea quien nos desvele el
sentido profundo del matrimonio en el Plan de Salvación.

Jesús estuvo presente en una boda en Caná de Galilea, reconociendo


con su presencia el valor humano del matrimonio. Además recogiendo la
imagen matrimonial de la alianza que sugieren los profetas, compara el
Reino de Dios con un banquete de bodas en el que se identifica con el
esposo. Durante este banquete los amigos del novio no ayunan (Mt 9,
14-15), son invitados los que están en los caminos mientras que
algunos rechazan la llamada (Mt 22, 1-14; Lc 14, 16-24), y es preciso
estar alerta para participar en la fiesta (Mt 25, 1-13).

En Mt 19, 3-9 Jesús reafirma el ideal originario de la creación (Gen


2,24) al defender la indisolubilidad de la alianza matrimonial. Jesús en
este momento, supera la Ley, manifestando la profunda relación que
existe entre el orden de lo creado y la Alianza. Aquí está el origen del
sacramento del matrimonio: Jesús le reconoce como instituido desde la
creación, cobrando para él una dimensión especial. Esta significación

Catequesis de Adultos
88
Parroquia San Juan Bautista, Amatitlán JHS

particular será claramente expresada por San Pablo en la carta a los


Efesios:

"Por eso dejará el hombre a su padre y a su madre, se unirá a su mujer


y serán los dos un solo ser. Este símbolo es magnífico; yo lo estoy
aplicando a Cristo y a la Iglesia, pero también vosotros, cada uno en
particular, debe amar a su mujer como a sí mismo, y la mujer debe
respetar al marido" (Ef 5, 31-33)

Para los cristianos, la mutua entrega de un hombre y una mujer


bautizados es sacramento, es decir, un signo que expresa y realiza la
alianza de amor y fidelidad de Cristo con su pueblo, la Iglesia.
El Matrimonio cristiano es alianza por la que un varón y una mujer
bautizados se comprometen a unir sus vidas para siempre, en
indisoluble comunión de amor fecundo.

El matrimonio es signo de Cristo


Como acabamos de ver, la Alianza de Dios con los hombres va a
significarse a través del matrimonio en el Antiguo Testamento.
Jesucristo es plenitud de esa Alianza; en el Dios pronuncia un sí
irrepetible al ser humano, haciéndose carne esa Alianza de Dios con el
hombre.

El amor matrimonial de los que se unen en el Señor es símbolo que


actualiza el amor de Dios aparecido en Jesucristo, siendo el matrimonio
una realidad en la que se vive, de forma peculiar, la muerte y la
resurrección, la Pascua.

Así la donación, el perdón, los conflictos, las deficiencias, las


culpabilidades, todo que lo que es y significa una vida en común, está
integrado en el triunfo pascual del amor de Dios porque "El amor
conyugal es asumido en el amor divino y se rige y enriquece por la
virtud redentora de Cristo y la acción salvífica de la Iglesia" (GS 48)

El matrimonio es sacramento de la Iglesia

Catequesis de Adultos
89
Parroquia San Juan Bautista, Amatitlán JHS

El Concilio Vaticano II, en la Constitución sobre la Iglesia "Lumen


Gentium", dice que el matrimonio y la familia son como una Iglesia en
pequeño, Iglesia doméstica (LG 11).

Los cónyuges poseen dentro de la comunidad cristiana un carisma que


les es propio, una vocación y una misión singular: ser testigos en el
mundo del amor de Dios y transmitir y educar a sus hijos en la fe.
"En virtud del sacramento del matrimonio se ayudan mutuamente a
santificarse en la vida conyugal y en la procreación y educación de la
prole y por eso tiene su propio don, dentro del pueblo de Dios, en su
estado y en su forma de vida (LG11)

Bienes y exigencias del amor conyugal:


"El amor conyugal comporta una totalidad en la que entran todos los
elementos de la persona -reclamo del cuerpo y del instinto, fuerza del
sentimiento y de la afectividad, aspiración del espíritu y de la voluntad -
; mira a una unidad profundamente personal que, más allá de la unión
en una sola carne, conduce a no tener más que un corazón y una alma;
exige la indisolubilidad y la fidelidad de la donación recíproca definitiva;
y se abre a la fecundidad. En una palabra: se trata de características
normales de todo amor conyugal natural, pero con un significado nuevo
que no sólo las purifica y consolida, sino las eleva hasta el punto de
hacer de ellas la expresión de valores propiamente cristianos".
(Familiaris Consortio, 19 Juan Pablo II)

Unidad:
El amor de los esposos exige, por su misma naturaleza, la unidad y la
indisolubilidad de la comunidad de personas que abarca la vida entera
de los esposos "De manera que ya no son dos sino una sola carne" (Mt
19,6). "Están llamados a crecer continuamente en su comunión a través
de la recíproca donación total"

La unidad del matrimonio, confirmada por el Señor, aparece


ampliamente en la igual dignidad personal que hay que reconocer a la
mujer y al varón en el mutuo y pleno amor

Indisolubilidad y fidelidad:

Catequesis de Adultos
90
Parroquia San Juan Bautista, Amatitlán JHS

El amor conyugal exige de los esposos, por su misma naturaleza, una


fidelidad inviolable. Esto es consecuencia del don de sí mismos que se
hacen mutuamente los esposos. El auténtico amor tiene por sí mismo a
ser algo definitivo, no algo pasajero. Esta íntima unión, en cuanto a
donación mutua de dos personas, así como el bien de los hijos, exigen la
plena fidelidad de los cónyuges y urge su indisoluble unidad.

Puede parecer difícil, incluso imposible, unirse para toda la vida a un ser
humano. Por ello es tanto más importante anunciar la buena nueva de
que Dios nos ama con un amor definitivo e irrevocable, de que los
esposos participan de este amor, que les conforta y mantiene, y de que
por su fidelidad se convierten en testigos del amor fiel de Dios. Los
esposos que, con la gracia de Dios, dan este testimonio, con frecuencia
en condiciones muy difíciles, merecen la gratitud y el apoyo de la
comunidad eclesial.

Fecundidad:
"Por su naturaleza misma, la institución misma del matrimonio y el amor
conyugal están ordenados a la procreación y a la educación de la prole y
con ellas son coronados como su culminación"

La fecundidad el amor conyugal se extiende a los frutos de la vida


moral, espiritual y sobrenatural que los padres transmiten a sus hijos
por medio de la educación. Los padres son los principales y primeros
educadores de sus hijos. En este sentido, la tarea fundamental del
matrimonio y de la familia es estar al servicio de la vida.

La familia, Iglesia doméstica

Catequesis de Adultos
91
Parroquia San Juan Bautista, Amatitlán JHS

Cristo quiso nacer y crecer en el seno de la Sagrada Familia de José y de


María. La Iglesia no es otra cosa que la "familia de Dios". Desde sus
orígenes, el núcleo de la Iglesia estaba a menudo constituido por los
que, con toda su casa, habían llegado a ser creyentes. Cuando se
convertían, deseaban también que se salvase toda su casa. Estas
familias convertidas eran islas de vida cristiana en un mundo no
creyente.

El Concilio Vaticano II llama a la familia, con una antigua expresión,


Ecclesia domestica. En el seno de la familia, los padres han de ser para
sus hijos los primeros anunciadores de la fe con su palabra con su
ejemplo, y han de fomentar la vocación personal de cada uno, y con
especial cuidado, la vocación a la vida consagrada.

Catequesis de Adultos
92
Parroquia San Juan Bautista, Amatitlán JHS

Unidad 4
Oraciones Comunes
Loa 10 Mandamientos
Mandamientos de la Iglesia
Virtudes Teologales y Humanas

CREDO

Credo de los Apóstoles

Catequesis de Adultos
93
Parroquia San Juan Bautista, Amatitlán JHS

Es de las profesiones de fe más antiguas y reflejan la esencia y el


fundamento sobre las cuales se cimentaron las primeras comunidades.

Creo en Dios Padre todopoderoso,


creador del cielo y la tierra.
Creo en Jesucristo, su único Hijo,
nuestro Señor, que fue concebido por
obra y gracia del Espíritu Santo,
nació de Santa María Virgen; padeció
bajo el poder de Poncio Pilatos, fue
crucificado, muerto sepultado,
descendió a los infiernos, al tercer
día resucito de entre los muertos,
sucio a los cielos y está sentado a
la diestra del Padre, desde ahí ha
de venir a juzgar a vivos y muertos.

Creo en el Espíritu Santo, en la


Santa Iglesia Católica, en la
comunión de los Santos, en el perdón
de los pecados, la resurrección de
los muertos y la vida eterna. Amén.

Catequesis de Adultos
94
Parroquia San Juan Bautista, Amatitlán JHS

Credo Nicenicostantinopolitano

Se llama Nicenicostantinopolitano, porque fue fundado en los concilios


de Nicea y de Constantinopla, en los primeros siglos de la Iglesia. En él
están contenidas todas las verdades de fe que como Cristianos Católicos
profesamos.
Creo en un sólo Dios, Padre
todopoderoso, creador del cielo y de
la tierra, de todo lo visible y lo
invisible.
Creo en un solo Señor Jesucristo,
Hijo único de Dios, nacido del Padre
antes de todos los siglos: Dios de
Dios, Luz de Luz, Dios verdadero de
Dios verdadero, engendrado, no
creado, de la misma naturaleza del
padre, por quien todo fue hecho; Que
por nosotros, los hombres, y por
nuestra salvación, bajo del cielo, y
por obra del Espíritu Santo se
encarno de María, la Virgen, y se
hizo hombre; Y por nuestra causa fue
crucificado, en tiempos de Poncio
Pilatos; Padeció y fue sepultado, y
resucito al tercer día, según las
Escrituras, y subió al cielo, y está

Catequesis de Adultos
95
Parroquia San Juan Bautista, Amatitlán JHS

sentado a la derecha del Padre; Y de


nuevo vendrá con gloria
Para juzgar a vivos y muertos, y su
reino no tendrá fin.
Creo en el Espíritu Santo, Señor y
dador de vida, que procede del Padre
y del Hijo, que con el Padre y el
Hijo recibe una misma Adoración y
Gloria, y que hablo por los
profetas.
Creo en la iglesia, que es una,
Santa, Católica y Apostólica,
confieso que hay un solo bautismo
para el perdón de los pecados.
Espero la resurrección de los
muertos y la vida del mundo futuro.
AMEN.
A continuación se presentara el Credo Nicenicostantinopolitano, de una
forma desglosada con citas bíblicas para poder ser mejor explicada.

CREDO

 Creo en Dios, Padre todopoderoso, creador del cielo y de la tierra.


(Gn. 1,1)

 Creo en Jesucristo hijo único de Dios(Sn. Lc 9,35)

 Que fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo, y nación
de santa María virgen (Sn. Lc. 1, 30-35)

Catequesis de Adultos
96
Parroquia San Juan Bautista, Amatitlán JHS

 Padeció bajo el poder de poncio Pilatos, fue crucificado, muerto y


sepultado descendió a los infiernos, al tercer día resucito de entre
los muertos.(Sn. Lc. 23, 33-53)

 Subió a los cielos, y está sentado a la derecha de Dios padre (Sn.


Lc. 24, 51)

 Desde allí a de venir a juzgar a vivos y a muertos (Sn. Mt. 25, 31-
32) (Hch. 1, 9-11)

 Creo en el Espíritu Santo (Sn. Jn. 16, 13)

 Creo en la santa Iglesia Católica (Sn. Mt. 16, 18)

 Creo en un solo bautismo para el perdón de los pecados(Sn. Jn. 3,


1-5 y 20, 19-23)

 Creo en la resurrección de la carne (Is. 26, 19)

 Creo en la vida eterna (Hch. 13, 48)

PADRE NUESTRO

¿Cuál es el origen de la oración del Padre nuestro?


Jesús nos enseñó esta insustituible oración cristiana, el Padre nuestro,
un día en el que un discípulo, al verle orar, le rogó: “Maestro, enséñanos
a orar” (Lc 11, 1). La tradición litúrgica de la Iglesia siempre ha usado el
texto de San Mateo (6, 9-13).

SÍNTESIS DE TODO EL EVANGELIO

¿Qué lugar ocupa el Padre nuestro en las Escrituras?

Catequesis de Adultos
97
Parroquia San Juan Bautista, Amatitlán JHS

El Padre nuestro es “el resumen de todo el Evangelio” (Tertuliano); “es


la más perfecta de todas las oraciones” (Santo Tomás de Aquino).
Situado en el centro del Sermón de la Montaña (Mt 5-7), recoge en
forma de oración el contenido esencial del Evangelio.

¿Por qué se le llama “la oración del Señor”?


Al Padre nuestro se le llama “Oración dominical”, es decir “la oración del
Señor”, porque nos la enseñó el mismo Jesús, nuestro Señor.

¿Qué lugar ocupa el Padre nuestro en la oración de la


Iglesia?
Oración por excelencia de la Iglesia, el Padre nuestro es “entregado” en
el Bautismo, para manifestar el nacimiento nuevo a la vida divina de los
hijos de Dios. La Eucaristía revela el sentido pleno del Padre nuestro,
puesto que sus peticiones, fundándose en el misterio de la salvación ya
realizado, serán plenamente atendidas con la Segunda venida del Señor.
El Padre nuestro es parte integrante de la Liturgia de las Horas.

“PADRE NUESTRO QUE ESTÁS EN EL CIELO”

¿Por qué podemos acercarnos al Padre con plena


confianza?
Podemos acercarnos al Padre con plena confianza, porque Jesús,
nuestro Redentor, nos introduce en la presencia del Padre, y su Espíritu
hace de nosotros hijos de Dios. Por ello, podemos rezar el Padre nuestro
con confianza sencilla y filial, gozosa seguridad y humilde audacia, con
la certeza de ser amados y escuchados.

¿Cómo es posible invocar a Dios como “Padre”?


Podemos invocar a Dios como “Padre”, porque el Hijo de Dios hecho
hombre nos lo ha revelado, y su Espíritu nos lo hace conocer. La

Catequesis de Adultos
98
Parroquia San Juan Bautista, Amatitlán JHS

invocación del Padre nos hace entrar en su misterio con asombro


siempre nuevo, y despierta en nosotros el deseo de un comportamiento
filial. Por consiguiente, con la oración del Señor, somos conscientes de
ser hijos del Padre en el Hijo.

¿Por qué decimos Padre “nuestro”?


“Nuestro” expresa una relación con Dios totalmente nueva. Cuando
oramos al Padre, lo adoramos y lo glorificamos con el Hijo y el Espíritu.
En Cristo, nosotros somos su pueblo, y Él es nuestro Dios, ahora y por
siempre. Decimos, de hecho, Padre “nuestro”, porque la Iglesia de
Cristo es la comunión de una multitud de hermanos, que tienen “un solo
corazón y una sola alma” (Hch 4, 32).

¿Con qué espíritu de comunión y de misión nos


dirigimos a Dios como Padre “nuestro”?
Dado que el Padre nuestro es un bien común de los bautizados, éstos
sienten la urgente llamada a participar en la oración de Jesús por la
unidad de sus discípulos. Rezar el Padre nuestro es orar con todos los
hombres y en favor de la entera humanidad, a fin de que todos
conozcan al único y verdadero Dios y se reúnan en la unidad.

¿Qué significa la expresión “que estás en el cielo”?


La expresión bíblica “cielo” no indica un lugar sino un modo de ser: Dios
está más allá y por encima de todo; la expresión designa la majestad, la
santidad de Dios, y también su presencia en el corazón de los justos. El
cielo, o la Casa del Padre, constituyen la verdadera patria hacia la que
tendemos en la esperanza, mientras nos encontramos aún en la tierra.
Vivimos ya en esta patria, donde nuestra “vida está oculta con Cristo en
Dios” (Col 3, 3).

LAS SIETE PETICIONES

¿Cómo está compuesta la oración del Señor?

Catequesis de Adultos
99
Parroquia San Juan Bautista, Amatitlán JHS

La oración del Señor contiene siete peticiones a Dios Padre. Las tres
primeras, más teologales, nos atraen hacia Él, para su gloria, pues lo
propio del amor es pensar primeramente en Aquel que amamos. Estas
tres súplicas sugieren lo que, en particular, debemos pedirle: la
santificación de su Nombre, la venida de su Reino y la realización de su
voluntad. Las cuatro últimas peticiones presentan al Padre de
misericordia nuestras miserias y nuestras esperanzas: le piden que nos
alimente, que nos perdone, que nos defienda ante la tentación y nos
libre del Maligno.

¿Qué significa “Santificado sea tu Nombre”?


Santificar el Nombre de Dios es, ante todo, una alabanza que reconoce a
Dios como Santo. En efecto, Dios ha revelado su santo Nombre a
Moisés, y ha querido que su pueblo le fuese consagrado como una
nación santa en la que Él habita.

¿Cómo se santifica el Nombre de Dios en nosotros y


en el mundo?
Santificar el Nombre de Dios, que “nos llama a la santidad” (1Ts 4, 7),
es desear que la consagración bautismal vivifique toda nuestra vida.
Asimismo, es pedir que, con nuestra vida y nuestra oración, el Nombre
de Dios sea conocido y bendecido por todos los hombres.

¿Qué pide la Iglesia cuando suplica “Venga a nosotros


tu Reino”?
La Iglesia invoca la venida final del Reino de Dios, mediante el retorno
de Cristo en la gloria. Pero la Iglesia ora también para que el Reino de
Dios crezca aquí ya desde ahora, gracias a la santificación de los
hombres en el Espíritu y al compromiso de éstos al servicio de la justicia
y de la paz, según las Bienaventuranzas. Esta petición es el grito del
Espíritu y de la Esposa: “Ven, Señor Jesús” (Ap 22, 20).

¿Por qué pedimos “Hágase tu voluntad en la tierra


como en el cielo”?
La voluntad del Padre es que “todos los hombres se salven” (1Tm 2, 4).
Para esto ha venido Jesús: para cumplir perfectamente la Voluntad

Catequesis de Adultos
100
Parroquia San Juan Bautista, Amatitlán JHS

salvífica del Padre. Nosotros pedimos a Dios Padre que una nuestra
voluntad a la de su Hijo, a ejemplo de María Santísima y de los santos.
Le pedimos que su benevolente designio se realice plenamente sobre la
tierra, como se ha realizado en el cielo. Por la oración, podemos
“distinguir cuál es la voluntad de Dios” (Rom 12, 2), y obtener
“constancia para cumplirla” (Heb 10, 36).

¿Cuál es el sentido de la petición “Danos hoy nuestro


pan de cada día”?
Al pedir a Dios, con el confiado abandono de los hijos, el alimento
cotidiano necesario a cada cual para su subsistencia, reconocemos hasta
qué punto Dios Padre es bueno, más allá de toda bondad. Le pedimos
también la gracia de saber obrar, de modo que la justicia y la
solidaridad permitan que la abundancia de los unos cubra las
necesidades de los otros.

¿Cuál es el sentido específicamente cristiano de esta


petición?
Puesto que “no sólo de pan vive el hombre, sino de todo lo que sale de
la boca de Dios” (Mt 4, 4), la petición sobre el pan cotidiano se refiere
igualmente al hambre de la Palabra de Dios y del Cuerpo de Cristo,
recibido en la Eucaristía, así como al hambre del Espíritu Santo. Lo
pedimos, con una confianza absoluta, para hoy, el hoy de Dios: y esto
se nos concede, sobre todo, en la Eucaristía, que anticipa el banquete
del Reino venidero.

¿Por qué decimos “Perdona nuestras ofensas como


también nosotros perdonamos a los que nos
ofenden”?
Al pedir a Dios Padre que nos perdone, nos reconocemos ante Él
pecadores; pero confesamos, al mismo tiempo, su misericordia, porque,
en su Hijo y mediante los sacramentos, “obtenemos la redención, la
remisión de nuestros pecados” (Col 1, 14). Ahora bien, nuestra petición
será atendida a condición de que nosotros, antes, hayamos, por nuestra
parte, perdonado.

¿Cómo es posible el perdón?

Catequesis de Adultos
101
Parroquia San Juan Bautista, Amatitlán JHS

La misericordia penetra en nuestros corazones solamente si también


nosotros sabemos perdonar, incluso a nuestros enemigos. Aunque para
el hombre parece imposible cumplir con esta exigencia, el corazón que
se entrega al Espíritu Santo puede, a ejemplo de Cristo, amar hasta el
extremo de la caridad, cambiar la herida en compasión, transformar la
ofensa en intercesión. El perdón participa de la misericordia divina, y es
una cumbre de la oración cristiana.

¿Qué significa “No nos dejes caer en la tentación”?


Pedimos a Dios Padre que no nos deje solos y a merced de la tentación.
Pedimos al Espíritu saber discernir, por una parte, entre la prueba, que
nos hace crecer en el bien, y la tentación, que conduce al pecado y a la
muerte; y, por otra parte, entre ser tentado y consentir en la tentación.
Esta petición nos une a Jesús, que ha vencido la tentación con su
oración. Pedimos la gracia de la vigilancia y de la perseverancia final.

¿Por qué concluimos suplicando “Y líbranos del mal”?


El mal designa la persona de Satanás, que se opone a Dios y que es “el
seductor del mundo entero” (Ap 12, 9). La victoria sobre el diablo ya fue
alcanzada por Cristo; pero nosotros oramos a fin de que la familia
humana sea liberada de Satanás y de sus obras. Pedimos también el
don precioso de la paz y la gracia de la espera perseverante en el
retorno de Cristo, que nos librará definitivamente del Maligno.

¿Qué significa el “Amén” final?


“Después, terminada la oración, dices: Amén, refrendando por medio de
este Amén, que significa “Así sea”, lo que contiene la oración que Dios
nos enseñó” (San Cirilo de Jerusalén).

PADRE NUESTRO

Padre nuestro que estas en el


cielo,
santificado sea tu nombre,
venga a nosotros tu reino,

Catequesis de Adultos
102
Parroquia San Juan Bautista, Amatitlán JHS

hágase Tú voluntad en la
tierra como en el cielo,
danos hoy nuestro pan de cada
día,
perdona nuestras ofensas,
como también nosotros
perdonamos a los que nos
ofenden,
no nos dejes caer en
tentación,
líbranos del mal.
Amén.

AVE MARÍA

Dios te salve, María (Alégrate, María)


La salutación del Ángel Gabriel abre la oración del Ave María. Es Dios
mismo quien por mediación de su ángel, saluda a María. Nuestra oración
se atreve a recoger el saludo a María con la mirada que Dios ha puesto

Catequesis de Adultos
103
Parroquia San Juan Bautista, Amatitlán JHS

sobre su humilde esclava (cf. Lc 1, 48) y a alegrarnos con el gozo que El


encuentra en ella (cf. So 3, 17b)

Llena de gracia, el Señor es contigo


Las dos palabras del saludo del ángel se aclaran mutuamente. María es
la llena de gracia porque el Señor está con ella. La gracia de la que está
colmada es la presencia de Aquél que es la fuente de toda gracia.
"Alégrate... Hija de Jerusalén... el Señor está en medio de ti" (So 3, 14,
17a). María, en quien va a habitar el Señor, es en persona la hija de
Sión, el arca de la Alianza, el lugar donde reside la Gloria del Señor: ella
es "la morada de Dios entre los hombres" (Ap 21, 3). "Llena de gracia",
se ha dado toda al que viene a habitar en ella y al que entregará al
mundo.

Bendita tú eres entre todas las mujeres y bendito es


el fruto de tu vientre, Jesús
Después del saludo del ángel, hacemos nuestro el de Isabel. "Llena del
Espíritu Santo" (Lc 1, 41), Isabel es la primera en la larga serie de las
generaciones que llaman bienaventurada a María (cf. Lc 1, 48):
"Bienaventurada la que ha creído... (Lc 1, 45) María es "bendita entre
todas las mujeres" porque ha creído en el cumplimiento de la palabra
del Señor. Abraham, por su fe, se convirtió en bendición para todas las
"naciones de la tierra" (Gn. 12, 3). Por su fe, María vino a ser la madre
de los creyentes, gracias a la cual todas las naciones de la tierra reciben
a Aquél que es la bendición misma de Dios: Jesús, el fruto bendito de su
vientre.

Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros...:


Con Isabel, nos maravillamos y decimos: "¿De dónde a mí que la madre
de mi Señor venga a mí?" (Lc 1, 43). Porque nos da a Jesús su hijo,
María es madre de Dios y madre nuestra; podemos confiarle todos
nuestros cuidados y nuestras peticiones: ora para nosotros como oró
para sí misma: "Hágase en mí según tu palabra" (Lc 1, 38).
Confiándonos a su oración, nos abandonamos con ella en la voluntad de
Dios: "Hágase tu voluntad".

Ruega por nosotros, pecadores, ahora y en la hora de


nuestra muerte:

Catequesis de Adultos
104
Parroquia San Juan Bautista, Amatitlán JHS

Pidiendo a María que ruegue por nosotros, nos reconocemos pecadores


y nos dirigimos a la "Madre de la Misericordia", a la Virgen Santísima.
Nos ponemos en sus manos "ahora", en el hoy de nuestras vidas. Y
nuestra confianza se ensancha para entregarle desde ahora, "la hora de
nuestra muerte". Que esté presente en esa hora, como estuvo en la
muerte en Cruz de su Hijo y que en la hora de nuestro tránsito nos
acoja como madre nuestra (cf. Jn 19, 27) para conducirnos a su Hijo
Jesús, al Paraíso.

AVE MARÍA
Dios te salve María,
llena eres de gracia,
el Señor es contigo,
bendita Tú entre todas las
mujeres y bendito es el fruto
de tu vientre, Jesús
SANTA MARÍA
Santa María, madre de Dios,
ruega por nosotros pecadores,
ahora y en la hora de nuestra
muerte,
Amén.

LOS 10 MANDAMIENTOS

En el Antiguo Testamento Dios entregó los Diez Mandamientos a Moisés


en el Sinaí para ayudar a su pueblo escogidos a cumplir la ley divina.

Catequesis de Adultos
105
Parroquia San Juan Bautista, Amatitlán JHS

Jesucristo, en la ley evangélica, confirmó los Diez Mandamientos y los


perfeccionó con su palabra y con su ejemplo.

Nuestro amor a Dios se manifiesta en el cumplimiento de los Diez


Mandamientos y de los preceptos de la Iglesia.

En definitiva, todos los Mandamientos se resumen en dos: amar a Dios


sobre todas las cosas y amar al prójimo como a uno mismo, y más aún,
como Cristo nos amó.

¿Basta creer para salvarse?


No basta creer para salvarse, pues dice Jesucristo: Si quieres salvarte,
cumple los mandamientos.

¿Quién dio los Diez Mandamientos?


Dios mismo dio los Diez Mandamientos a Moisés, y Jesucristo los
confirmó y perfeccionó con su palabra y con su ejemplo.

¿Cuáles son los Diez Mandamiento de la Ley de Dios?


Los Diez Mandamientos de la Ley de Dios son:

1º Amarás a Dios sobre todas las cosas.


2º No tomarás el Nombre de Dios en vano.
3º Santificarás las fiestas.
4º Honrarás a tu padre y a tu madre.
5º No matarás.
6º No cometerás actos impuros.
7º No robarás.
8º No dirás falso testimonio ni mentirás.
9º No consentirás pensamientos ni deseos impuros.
10º No codiciarás los bienes ajenos.

(SN. MT 22, 37-40) "Estos diez mandamientos se encierran en


dos; amarás a Dios sobre todas las cosas y al prójimo como a ti
mismo."
FRUTOS Y DONES DEL ESPIRITU SANTO
DONES DEL ESPIRITU SANTO
1. Sabiduría.

Catequesis de Adultos
106
Parroquia San Juan Bautista, Amatitlán JHS

2. Entendimiento.
3. Consejo.
4. Fortaleza.
5. Ciencia.
6. Piedad.
7. Temor de Dios.

Don de Ciencia, es el don del Espíritu Santo que nos permite acceder
al conocimiento. Es la luz invocada por el cristiano para sostener la fe
del bautismo.

Don de Consejo, saber decidir con acierto, aconsejar a los otros


fácilmente y en el momento necesario conforme a la voluntad de Dios.

Don de Fortaleza, es el don que el Espíritu Santo concede al fiel,


ayuda en la perseverancia, es una fuerza sobrenatural.

Don de Inteligencia, es el del Espíritu Santo que nos lleva al camino


de la contemplación, camino para acercarse a Dios.

Don de Piedad, el corazón del cristiano no debe ser ni frío ni


indiferente. El calor en la fe y el cumplimiento del bien es el don de la
piedad, que el Espíritu Santo derrama en las almas.

Don de Sabiduría, es concedido por el Espíritu Santo que nos permite


apreciar lo que vemos, lo que presentimos de la obra divina.

Don de Temor, es el don que nos salva del orgullo, sabiendo que lo
debemos todo a la misericordia divina.

Los frutos del Espíritu Santo son perfecciones que forma en nosotros
el Espíritu Santo como primicias de la gloria eterna. La tradición de la
Iglesia enumera doce:

FRUTOS DEL ESPIRITU SANTO

Catequesis de Adultos
107
Parroquia San Juan Bautista, Amatitlán JHS

1. Amor.
2. Alegría.
3. Paz
4. Paciencia.
5. Longanimidad.
6. Bondad.
7. Benignidad.
8. Mansedumbre.
9. Fe.
10. Modestia.
11. Continencia.
12. Castidad.

Faltas contra el Espíritu Santo:


1. Desesperar de la misericordia de Dios.
2. Presunción de salvarse sin ningún mérito.
3. La impugnación de la verdad conocida.
4. La envidia de los bienes espirituales del prójimo.
5. La obstinación en el pecado.
6. La impenitencia final.

MANDAMIENTOS DE LA IGLESIA

1. Participar de la Eucaristía, todos los domingos y fiestas


de guardar.

Catequesis de Adultos
108
Parroquia San Juan Bautista, Amatitlán JHS

2. Confesar los pecados mortales al menos una vez al año,


y en peligro de muerte, y si se ha de comulgar.

3. Comulgar al menos por Pascua de Resurrección.

4. Ayunar y abstenerse de comer carne cuando la Santa


Iglesia lo mande.

5. Ayudar a la Iglesia en sus necesidades.

VIRTUDES TEOLOGALES Y HUMANAS


¿Que es virtud? Virtud es aquel poder interior que permite al hombre
tomar y llevar a término las decisiones correctas en las situaciones más
adversas

VIRTUDES TEOLOGALES

Catequesis de Adultos
109
Parroquia San Juan Bautista, Amatitlán JHS

1. Fe.
2. Esperanza.
3. Caridad.

Las virtudes teologales fundan, animan y caracterizan el obrar moral del


cristiano. Informan y vivifican todas las virtudes morales. Son infundidas
por Dios en el alma de los fieles para hacerlos capaces de obrar como
hijos suyos y merecer la vida eterna. Son la garantía de la presencia y la
acción del Espíritu Santo en las facultades del ser humano. Tres son las
virtudes teologales: la fe, la esperanza y la caridad (cf. 1 Co 13, 13).

VIRTUDES HUMANAS
Las virtudes humanas: Son las que nos ayudan a ser mejores personas,
a crecer como seres humanos

1. Prudencia.
2. Justicia.
3. Fortaleza.
4. Templanza.

Catequesis de Adultos
110
Parroquia San Juan Bautista, Amatitlán JHS

Unidad 5
Temas Marianos
Biografía de San Juan Bautista
Pecados Capitales
Obras de Misericordia
Laico en la Iglesia

MARÍA LA MUJER CREYENTE


La fe hoy
Antes aún de que Jesús anunciase al mundo las bienaventuranzas, María
fue solemnemente proclamada bienaventurada por Isabel con ocasión
de su visita a la pariente lejana: "Bienaventurada la que ha creído que
se cumplirán las cosas que le han dicho de parte del Señor" (Lc 1,45).

Catequesis de Adultos
111
Parroquia San Juan Bautista, Amatitlán JHS

Así pues, la fe es la nota más característica de la actitud espiritual de


María, que la abrió a la acción de Dios y permitió que el proyecto de
Dios se realizara en ella y, por medio de ella, en todos nosotros. Cristo
es esencialmente el fruto de esa fe paradójica y heroica, que es don y
conquista al mismo tiempo.

DIFICULTAD DE CREER
DIFICIL Creer no ha sido nunca fácil, ya que siempre implica una
renuncia a las medidas propias para aceptar la medida de Dios, que es
infinitamente superior a las nuestras: creer significa enfrentarse con una
realidad que nos trasciende; más aún, que nos invita también a
trascendernos.

Todo esto podía ser en parte también fácil cuando el sentido de lo divino
impregnaba a los hombres, cuando la sociedad estaba tradicionalmente
imbuida de valores religiosos; pero ahora que el hombre de la edad
tecnológica y de las conquistas espaciales ha descubierto la embriaguez
del dominio sobre las cosas y sobre los mismos mecanismos de la vida,
tiene la clara sensación de haberse convertido él mismo en la medida de
todas las cosas. La fe, más que una cosa absurda, se presenta hoy como
una cosa inútil.

Quizá aquí está precisamente la diferencia entre la secularización


generalizada de hoy y la incredulidad de otros tiempos.

NECESIDAD DE CREER
CREER Y NECESIDAD: Por otra parte, el hombre moderno, más que en
el pasado, se siente atormentado por la necesidad de creer, ya que
todas las realizaciones del progreso van poniendo cada vez más de
manifiesto su pobreza y su precariedad, dejando sin solucionar los
problemas de fondo de la existencia. En efecto, precisamente debido al
progreso, la humanidad dispone hoy por primera vez de instrumentos de
autodestrucción total; el bienestar tan difundido y tan anhelado por
todos crean una cadena de necesidades artificiales que son incapaces de
resolver los recursos económicos de los diversos países.

De aquí el sentimiento de frustración en muchísimos de nuestros


contemporáneos, sobre todo en los jóvenes, que habían creído en el

Catequesis de Adultos
112
Parroquia San Juan Bautista, Amatitlán JHS

mito de un bienestar sin fin y de una fácil satisfacción de todos los


deseos, incluso de los más superficiales y hasta de los más vulgares.
Efectivamente, en este punto se pierde el sentido mismo de la vida que,
reducida a la única dimensión de lo material, no encuentra ya
justificación más que en el suicidio o en la evasión de los paraísos
artificiales de la droga, o en la agresión y en la violencia para derribar
las estructuras sociales, consideradas como responsables de esta
situación de fracaso. A no ser que se vuelva a descubrir la dimensión
espiritual del existir, que da una nueva significatividad a las cosas.

Así pues, precisamente lo que parecía ser el enemigo de la fe, es decir,


la autosuficiencia del hombre moderno llegado a la edad adulta, vuelve
a ser un factor favorable. Precisamente debido a la hermosísima prisión
que se ha construido con sus propias manos, el hombre siente la
necesidad urgente de liberarse de sí mismo y de auto trascenderse para
confiar su destino a unas manos más seguras y para comprender el
significado mismo de las realizaciones de su inteligencia. De aquí el
notable despertar religioso que destacan las estadísticas, tanto en
occidente como en los países del este.

EJEMPLARIDAD DE LA FE DE MARÍA
FE: Para una recuperación del sentido de la fe y para su inserción
concreta en la vida de cada día, dejándose guiar exclusivamente por la
iniciativa de Dios, resulta ejemplar la experiencia espiritual de María.
Más que cualquiera de nosotros, ella se encontró frente al carácter casi
absurdo de la fe. Si el hombre de hoy tiene sus propias dificultades para
creer por las razones que acabamos de señalar, mayores fueron las
dificultades que encontró María por razones totalmente distintas.

Su ejemplo es significativo para todos nosotros. Por otra parte, lo que


fue María incluso simplemente como mujer, es exclusivamente fruto de
su fe; por eso es evidente en ella lo que puede producir la fe aun en
términos de crecimiento humano. La fe no mortifica, sino que hace más
grande todavía lo que es meramente humano. Por eso mismo todas las
personas deberían desear al menos creer: precisamente para ser más
hombres.

María, "la creyente" en el NT


ANUNCIACION: Una simple lectura, aunque rápida, del NT pone de
relieve la fe de María. Sobre todo los evangelios de Lucas y de Juan son

Catequesis de Adultos
113
Parroquia San Juan Bautista, Amatitlán JHS

significativos en este sentido. De manera especial en lo que se refiere a


Lucas, damos por descontado que su llamado Evangelio de la infancia
corresponde más a intenciones teológicas que a pretensiones
rigurosamente históricas; pero es esto precisamente lo que hace todavía
más precioso su escrito, ya que nos transmite así su fe y la de su
comunidad sobre el misterio de María.

LA FE DE MARÍA EN LA ANUNCIACIÓN
Según el evangelio de Lucas, María se mueve exclusivamente en el
ámbito de la fe. Ya las primeras palabras del ángel, que no son tanto un
saludo como una descripción de su ser delante de Dios, la sumergen en
la fe: "Salve, llena de gracia, el Señor está contigo" (Lc 1,28).

Su turbación ante este saludo; (Lc 1, 29) es la turbación de quien se ve


como invitado a interpretarse y a leerse de manera distinta de como se
ha interpretado siempre. La expresión llena de gracia, según el tenor del
texto original, tiene que entenderse: Tú, que hasta ahora has sido
siempre objeto de benevolencia, de amor por parte de Dios. Y esta
opción amorosa no es de ahora, sino de siempre; en efecto, el participio
perfecto griego que aquí se utiliza: (kejaritoméne) sirve para significar
un gesto de amor que no comienza ahora, sino que tiene sus orígenes
en la eternidad de Dios. Adónde conduce esta elección divina es algo
que se dirá en los versiculos siguientes, en los que se preanuncia su
divina maternidad.

Pero entretanto María se ve invitada a auto comprenderse en esta nueva


dimensión ontológica, que tanto la sorprende hasta perturbarla. Sólo la
fe le permite aceptarse por lo que el ángel dice que ella es en el plan de
Dios: el misterio, podríamos decir, antes que de Dios, parte de ella
misma, en cuanto situada de una forma nueva, que antes ni siquiera se
sospechaba, delante de él. Pero es sobre todo la continuación del
diálogo con el ángel lo que la sumerge en el misterio más denso.
Es su maternidad mesiánico-divina, que le anuncia el ángel, la que la
lleva fuera de las posibilidades normales de los seres humanos: "Deja de
temer, María, porque has encontrado gracia ante Dios. Concebirás y
darás a luz un hijo, al que pondrás por nombre Jesús. Será grande y
será llamado Hijo del Altísimo, el Señor le dará el trono de David, su
padre, reinará en la casa de Jacob por los siglos y su reino no tendrá
fin" (Lc 1, 26-38).

A pesar de toda la reelaboración teológica del evangelista, creo que no


se puede negar que aquí se presenta a María la maternidad del mesías,

Catequesis de Adultos
114
Parroquia San Juan Bautista, Amatitlán JHS

tal como había sido predicha por el profeta Natán (2Sam 7, 1; Is 9, 6),
con acentuados caracteres divinos ("será llamado Hijo del Altísimo"):
algo que difícilmente María, dada la humilde consideración que tenía de
sí misma, podía ni siquiera plantearse como hipótesis. Además, resulta
más difícil pensar en algo por el estilo si se considera su actual posición
de mujer que, aunque desposada con José (1,27), de hecho, por un
motivo o por otro no intentaba usar del matrimonio. "¿Cómo será esto,
pues no conozco varón?" (Lc 1,34).

Si Dios no la orienta hacia otras opciones, que en todo caso sería preciso
que le aclarase, su maternidad resulta humanamente imposible; Pero es
precisamente el camino de esta imposibilidad el que Dios elige, para
demostrar que en realidad todo le es posible, como dirá el ángel al final
de su mensaje ( Lc 1, 37). De este modo la fe se convierte en la única
actitud espiritual que permite a María convivir con su propio misterio:
una opción libre de la virginidad que, por la voluntad y el poder del
Altísimo, se convertirá en fuente de vida.

Se trata de un prodigio mucho más grande que el que se verificó en


Isabel, que, a pesar de ser estéril, engendraría a Juan Bautista por la vía
normal de la relación conyugal.

Además, en el caso de María la provocación de la fe no se detiene aquí:


su maternidad es divina no solamente por ser virginal, es decir, sin
concurso de varón, sino sobre todo porque el hijo que nacerá de ella es
el mismo Hijo de Dios. Aquí el misterio es mucho más grande. Sin
embargo, es éste precisamente el sentido de las palabras del ángel, al
menos en la reinterpretación del evangelista: "El Espíritu Santo vendrá
sobre ti y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra; por eso el niño
que nazca será santo y llamado Hijo de Dios" (Lc 1,35).

Las últimas expresiones quieren subrayar la naturaleza divina de Jesús,


motivándola por el hecho de que incluso biológicamente su ser deriva
del poder del Espíritu que se presenta aquí, junto con María, como el
principio generador de Cristo. ¿Cómo habría podido ser Hijo de Dios un
hombre que hubiera tenido un padre terreno? En este punto queda claro
que la fe se convierte para María en la única medida para aferrar no sólo
su propio misterio, sino el de su mismo hijo: un puro don que Dios le ha
hecho no para su gozo o su exaltación, sino para el bien de todos. Por
esto el ángel le había dicho: "Le pondrás por nombre Jesús" (Lc 1,31),
con referencia a su misión de salvación implícita en el nombre; en
efecto, Jesús significa Dios es salvación. Mientras se le ofrece ese Hijo,
al mismo tiempo se le expropia, como resultará claramente por la
continuación del evangelio.

Catequesis de Adultos
115
Parroquia San Juan Bautista, Amatitlán JHS

Las palabras con que María da su asentimiento al anuncio del ángel


dicen la consciente aceptación de su función de mujer creyente, ante el
desafío de una realidad y de un conjunto de acontecimientos que están
más allá de la medida que la inteligencia, el equilibrio y el sentido
común pueden de alguna manera penetrar e incluso controlar: "He aquí
la esclava del Señor; hágase en mi según tu palabra" (Lc 1,38).
Ciertamente, estamos aquí ante una confesión de humildad, pero sobre
todo ante una confianza total en la palabra de Dios que, precisamente
porque no encontrará el más mínimo obstáculo o una sombra de
vacilación en el corazón de María, se convertirá de manera absoluta en
palabra creadora.

MARÍA FIAT-CREADOR
Efectivamente, no son pocos los estudiosos que ven en el Fiat de María
una analogía como el Fiat de la creación. La nueva creación comienza
con un gesto y una actitud de fe paradójica; aquí Dios envuelve
plenamente a María para la obra nueva que está para iniciar, mientras
que "al principio" (Gn. 1, 1) actuó solamente su palabra todopoderosa.

EN EL NACIMIENTO DE JESÚS
NACIMIENTO: Todos los demás acontecimientos de la vida de María
pueden comprenderse tan sólo a la luz de la fe, que le hace palpar el
sentido de las cosas y el signo de la presencia de Dios incluso en donde,
humanamente, podía parecer que no había ningún sentido o que Dios
se había ocultado de alguna manera. Pensemos en el nacimiento de
Jesús en las condiciones tan precarias que nos describe Lucas: nace
fuera de su casa, con ocasión de un censo que obliga a María y a José a
desplazarse fatigosamente de Nazaret a Belén de Judá, lugar de origen
de la estirpe davídica. De la que descendía José: "Mientras estaban allí,
se cumplió el tiempo del parto y dio a luz a su hijo primogénito; lo
envolvió en pañales y lo reclinó en un pesebre, porque no había sitio
para ellos en la posada" (Lc 2, 06-07).

Esta extrema pobreza, ¿no era también una prueba para la fe de María,
a quien el ángel había anunciado el nacimiento del mesías, un mesías
tan pobre que ni siquiera tenía casa propia y que recibía tan sólo el
homenaje de unos humildes pastores? ¿En qué consiste entonces ese
reino que había mencionado el ángel? (Lc 1,32-33). ¿No se habría
engañado ella al interpretar esas palabras?

Catequesis de Adultos
116
Parroquia San Juan Bautista, Amatitlán JHS

La indicación que añade Lucas en este punto de su relato es significativa


de la actitud de María, que considera los acontecimientos con ojos de fe,
pero también críticamente: ella quiere comprender lo que se esconde en
ellos. Las apariencias parecen desmentir su fe; pero la densidad más
profunda de las cosas la mueve a creer incluso más fuertemente:
"María, por su parte, guardaba todas estas cosas, meditándolas en su
corazón" (Lc 2,19).

Esta meditación de María no era ni mucho menos intimista y


tranquilizante, sino una búsqueda tormentosa del sentido de los
acontecimientos, que ella se empeña en explorar porque está segura de
que Dios no puede haberla engañado ni puede decepcionarla.

EN LA PÉRDIDA DE JESÚS EN EL TEMPLO


JESÚS PERDIDO-TEMPLO: Lo mismo hay que decir también sobre el
episodio de Jesús que a los doce años, es decir, al comienzo de su
madurez religiosa, va al templo para la pascua y luego no regresa a
casa con sus padres, sino que se queda en Jerusalén sin saberlo ellos;
cuando su madre le expresa sus sentimientos, responde casi
reprochándole por su afanosa búsqueda; ¿no se trata acaso de un
desafío a la fe de María'? "¿Por qué me buscabais'? ¿No sabíais que yo
debo ocuparme en los asuntos de mi Padre'?" (Lc 2, 49). Lucas añade
aquí expresamente que "ellos no comprendieron lo que les decía" (v.
50). María se está dando cuenta de que aquel Hijo no entra ya en sus
esquemas.

Pero está acostumbrada a dejarse guiar por la fe, que, precisamente por
impulsar siempre más allá, obliga a no detenerse nunca, a que no se la
considere como un objeto que se pueda poseer o dominar de alguna
forma. Por eso se rinde a la provocación de Dios, pero al mismo tiempo
se pregunta por el sentido de las cosas, intentando penetrar en ellas. Su
fe es una fe dramática.

Por eso Lucas anota aquí por segunda vez, después de decirnos que
Jesús volvió a Nazaret y que "les estaba sumiso", que "su madre
guardaba todas estas cosas en su corazón" (Lc 2, 51). Todo la
desconcierta: ¿cómo compaginar esta sumisión tierna y afectuosa de
Jesús con la autonomía que poco antes había reivindicado para sí a fin
de atender a "las cosas de su Padre"? María se mueve en la oscuridad
del misterio.

Catequesis de Adultos
117
Parroquia San Juan Bautista, Amatitlán JHS

EN OTROS EPISODIOS
Sobre todo en su vida pública Jesús subrayará repetidas veces esta
autonomía respecto a su madre. Y esto por un doble motivo. El primero
para reivindicar la primacía absoluta de su Padre celestial, recortando el
papel de la madre; no olvidemos lo que nos recordaba anteriormente
Lucas, o sea, que Jesús es verdaderamente el fruto del Espíritu antes de
ser el fruto del seno de María (Lc 1,42).

El segundo motivo podríamos decir que es de orden pedagógico


precisamente respecto a su madre: educarla en una dimensión de fe
cada vez más profunda, precisamente porque los caminos a través de
los cuales lo va a conducir el Padre son caminos nunca recorridos e
imprevisibles, que una madre, aunque sea de la grandeza espiritual de
María, no querría que recorriera nunca su hijo. Lucas tiene en este
aspecto dos episodios muy significativos. El primero es común a los tres
sinópticos (Mt 12, 48-50; Mc 3, 31-35); es el episodio de los parientes
de Jesús que quieren librarlo de la agitación de las turbas: "Su madre y
sus hermanos llegaron adonde Jesús y no podían acercarse a él a causa
de la multitud, y se lo anunciaron: "Tu madre y tus hermanos están ahí
fuera v quieren verte". Mas él respondió: "Mi madre y mis hermanos son
los que oyen la palabra de Dios y la cumplen"(Lc 8, 19-21).

El segundo episodio es exclusivo de Lucas y nos describe el sentimiento


de admiración de una mujer del pueblo al oír hablar a Jesús: "Dichoso el
seno que te llevó y los pechos que te amamantaron". Pero él le dijo:
"Dichosos más bien los que escuchan la palabra de Dios y la practican"
(Lc 11, 27-28). En ambos episodios Jesús insiste en su alejamiento de
los lazos de parentesco que lo intentan encerrar en la lógica exclusiva o
al menos preeminente de la carne y la sangre, mientras que exalta una
nueva forma de parentesco en donde el elemento de agregación es la
atención dócil a la palabra de Dios. No es esto ciertamente renegar de la
función de María en su vida, sino la exaltación de su fe y una invitación
a profundizar cada vez más. No hay límite para la fe de nadie, ni
siquiera para la de la madre de Jesús: ¡la fe requeriría también de ella
mucho más!

Aquellas paradojas que María había cantado en el Magníficat y que


ponen a prueba la fe más robusta valían no sólo para el momento en
que ella explota en la alegría de su cántico, sino que seguirían siendo
válidas para toda su vida y la vida de su Hijo: "Ha derribado a los
poderosos de sus tronos y ha levantado a los humildes" (Lc 1, 52).
Cristo conquistó su realeza únicamente cuando se dejó clavar en la cruz.

Catequesis de Adultos
118
Parroquia San Juan Bautista, Amatitlán JHS

Pero no es fácil aceptar estas paradojas, sobre todo cuando nos afectan
en primera persona. También María tuvo que penar para vivir la
atormentada teología de la fe, expresada por ella tan admirablemente
en el himno del Magníficat.

EN EL EVANGELIO DE JUAN
Juan confirma plenamente el mensaje de Lucas sobre la fe de María.
Sea cual fuere la interpretación que haya que dar del episodio de las
bodas de Caná, lo cierto es que todo él se sostiene sobre la fe de María.
No tendría sentido, fuera de una solicitación de fe, su alusión
preocupada a la situación de apuro de aquellos esposos, aun cuando no
se la quiera entender como súplica: "No tienen vino" (Jn 2,4).

De una manera o de otra, es un intento de implicar al Hijo en aquel


problema. Sobre todo las palabras que dirige a los sirvientes: "Haced lo
que él os diga" (v. 5), se mueven en una perspectiva de fe; ella está
segura de que Jesús hará algún gesto o dirá alguna palabra que cambie
la situación. Está además el episodio de María al pie de la cruz, con la
densidad de significado teológico que intenta darle Juan, poniendo de
nuevo en evidencia la fe de María.

En Juan esta fe destaca de una doble manera: primero, porque sólo él


nos habla de la presencia de María al pie de la cruz, en donde la fe de
los discípulos y ciertamente también la de María, se ve sometida a la
prueba más dura; y en segundo: lugar, porque si aquellas palabras de
Jesús moribundo: "Mujer, he ahí a tu hijo" (Jn 19,27), significan y
expresan la universal "maternidad espiritual" de María, como opinan
muchos exegetas, María se ve invitada aquí a ensanchar los horizontes
de su fe mucho más allá de la persona del Hijo moribundo, que sólo en
apariencia parece ser el vencido, mientras que en realidad es el
verdadero vencedor. Su corazón, en este mundo, se ve invitado a
abrirse al mundo entero, con fe plena en las palabras testamentarias del
Hijo.

María, peregrina en la fe según el Concilio Vaticano II


En la línea de estas estimulantes sugerencias de la Escritura se mueve
la reflexión teológica de la Lumen Gentium en el c. VIII, dedicado por
completo a la figura de María, vista "en el misterio de Cristo y de la
iglesia". Como no había ocurrido en ningún otro documento conciliar

Catequesis de Adultos
119
Parroquia San Juan Bautista, Amatitlán JHS

precedente, se ha intentado captar el misterio de María en lo vivo de su


historia, releída en el contexto de fe de la iglesia.

ITINERARIO DE FE
Siguiendo a María a través de las diversas etapas de su itinerario
terreno, se pone de manifiesto su constante y radical confianza en Dios,
de forma que parece que, a pesar de ser todo él fruto de la gracia, es al
mismo tiempo: obra de la colaboración propia de María al proyecto de
Dios. Escribe el concilio, comentando las palabras de la anunciación: "De
este modo María, hija de Adán, consintiendo en la palabra divina, se
convirtió en madre de Jesús y, abrazando con toda su alma y sin peso
alguno de pecado la voluntad salvífica de Dios, se consagró por
completo como esclava del Señor a la persona y a la obra de su Hijo,
sirviendo con diligencia al misterio de la redención con él y bajo él, con
la gracia de Dios todopoderoso. Con razón, pues, piensan los santos
padres que María no fue un instrumento meramente pasivo en manos de
Dios, sino que cooperó a la salvación del hombre con fe y obediencia
libres. En efecto, como dice san Ireneo, "obedeciendo se hizo causa de
salvación para sí misma y para todo el género humano". Por eso no
pocos padres antiguos afirman de buen grado con él en su predicación
que "el nudo de la desobediencia de Eva fue desatado por la obediencia
de María, que lo atado por la virgen Eva con su incredulidad lo desató la
virgen María mediante su fe" (LG 56).

Todo el peso de este texto me parece que consiste en la afirmación de la


libre y consciente cooperación de María en la obra de la encarnación y
de la redención; aun habiendo sido prevenida por Dios, no fue ni mucho
menos un instrumento meramente pasivo en sus manos. La analogía
con la figura de Eva hace ver su plenitud de responsabilidad; lo mismo
que no hubo ningún fatalismo en la caída, tampoco pudo haber ningún
fatalismo en la redención, que pasa por el asentimiento libre de María.
M/CORREDENTORA: Más tarde, describiendo las no fáciles relaciones de
María con su Hijo durante su vida pública, cuando él parece renunciar a
los estrechos lazos humanos que lo vinculan con su madre, o por lo
menos trascenderlos (Mc 3.35; Lc 11,27-28), el texto conciliar comenta:
"Así avanzó también la santísima Virgen en la peregrinación de la fe y
mantuvo fielmente su unión con el Hijo hasta la cruz, junto a la cual, no
sin un designio divino, se mantuvo de pie (Jn 19,25), sufriendo
profundamente con su unigénito y asociándose con entrañas maternales
a su sacrificio, consintiendo amorosamente en la inmolación de la
víctima que ella misma había engendrado" (LG 58). También aquí es
fácil ver cómo el concilio pone de relieve la dolorosa colaboración de

Catequesis de Adultos
120
Parroquia San Juan Bautista, Amatitlán JHS

María en el plano de la redención; ella se encuentra ante situaciones


totalmente imprevistas, cuya racionalidad no le es dado comprender
humanamente fuera de la convicción profunda de que Dios lleva hacia
adelante, a través de esos itinerarios imprevistos, su designio de
salvación.

MARÍA, MODELO DE FE DE LA IGLESIA


El tema de la fe de María vuelve a ser recogido en la Lumen Gentium
cuando se nos presenta como inserta en el misterio de la iglesia, de la
que es el miembro más excelente, pero al mismo tiempo el tipo y el
modelo según la feliz expresión de san Ambrosio. Pero es modelo sobre
todo por las actitudes de fe, de esperanza y de caridad con que animó
toda su existencia; estas actitudes son las únicas que permiten en ella la
verificación de una situación única, es decir, la de una virginidad
fecunda.

Todo esto se reproduce de algún modo misteriosamente también en la


iglesia, sobre todo en virtud de la fe, que exige fecundidad e integridad
al mismo tiempo. Efectivamente, "la iglesia, al contemplar la arcana
santidad de María, imitando su caridad y cumpliendo fielmente la
voluntad del Padre, por medio de la palabra de Dios, acogida con
fidelidad, se convierte también en madre, ya que con la predicación y el
bautismo engendra a una vida nueva e inmortal a los hijos, concebidos
por obra del Espíritu Santo y nacidos de Dios. También ella es virgen,
que guarda íntegra y pura la fe prometida al Esposo y, a imitación de la
madre de su Señor, con la virtud del Espíritu Santo, conserva
virginalmente íntegra la fe, sólida la esperanza, sincera la caridad" (LG
64).

Esta analogía entre María y la iglesia es importante por el papel


fundamental que en ella representa la fe: María no habría podido nunca
convertirse en tipo y modelo de la iglesia, a no ser por la fe paradójica
que la guió en todos los instantes de su vida. Sólo la fe hizo posible su
maternidad virginal, que nos ha dado a Cristo, verdadero Dios y
verdadero hombre al mismo tiempo.

Actualizaciones
Las últimas consideraciones nos abren ya el camino a unas rápidas
reflexiones sobre la actualidad que encierra este mensaje.

Catequesis de Adultos
121
Parroquia San Juan Bautista, Amatitlán JHS

La fe de María fue una fe difícil, como ya hemos dicho. Si es verdad


que Dios hizo en ella "cosas grandes" (Lc 1,49), no debemos olvidar que
también ella estuvo plenamente a la altura de la tarea que le había sido
confiada. Y la dificultad de su fe se refiere tanto a su maternidad divina
y virginal al mismo tiempo como a la capacidad de convivir
permanentemente con el misterio. MISTERIO/ACEPTACION: Yo vería
una analogía entre nuestra fe y la de María precisamente en la dificultad
de convivir con el misterio, pero por razones completamente distintas de
las de María.

Nuestra dificultad de creer hoy, como indicábamos al principio de esta


exposición, se ve sometida a prueba ante el hecho de que el misterio no
parece tener ya ningún espacio en nuestra cultura tecnológica; todo
queda reducido a la medida de lo programable y de lo verificable.
Precisamente por eso es necesario realizar un esfuerzo continuo por
penetrar más allá de las cosas, incluso de las programadas, para leer
sus significados más profundos. El sentido del misterio radica
precisamente en la capacidad que tienen las cosas de remitir a algo que
las trasciende para el que está disponible en la fe.

La fe de María se ve siempre puesta en discusión, comienza


continuamente de nuevo, no es nunca definitiva; muy atinadamente dijo
el concilio que María "avanzó en la peregrinación de la fe" (LG 58). Es
cierto. por ejemplo, que el episodio de Jesús en el templo a la edad de
doce años puso en crisis las relaciones de la madre con su Hijo: María
tiene que aprender a verlo bajo otra luz. Ese Hijo le pertenece, pero
sobre todo pertenece a Dios.

FE, SEGURIDAD Y ENEMIGA: También nosotros tenemos necesidad de


ponernos continuamente en discusión; para cada problema hay siempre
una respuesta diversificada, que solamente puede darse si nos ponemos
a escuchar atentamente la palabra de Dios y las solicitaciones que nos
vienen de los acontecimientos de la historia. Una fe inquebrantable,
como la de María, no se identifica ni mucho menos con una fe segura.
Más aún, la seguridad excesiva es normalmente enemiga de la fe,
porque es más bien confianza en la propia forma de valorar las cosas
que abandono a lo imprevisible siempre nuevo de Dios.

Característica de la fe de María; la fe aferra "todo su ser" de tal


manera que su existir, incluso simplemente humano, y su obrar no
serían comprensibles fuera de la fe. Pensemos en su maternidad fuera
de esta perspectiva de fe o bien en su difícil convivencia con su Hijo, en
sus relaciones con José, en su estar (Jn 19,25) al pie de la cruz.

Catequesis de Adultos
122
Parroquia San Juan Bautista, Amatitlán JHS

En María no se dan la mujer y la creyente, sino sólo la mujer creyente;


no se trata de dos realidades separables en ella. Todo lo que es, incluso
en el aspecto puramente humano, nace de su fe. Si es "la bendita entre
las mujeres, como la saluda Isabel (Lc 1, 42-45), lo es no porque
biológicamente sea "la madre de Dios", sino sobre todo porque tuvo el
coraje de creer lo increíble (Lc 1, 45). Su plena realización humana tiene
lugar por la fuerza de su fe.

Este aspecto de la fe de María es sumamente actual, sobre todo hoy que


los cristianos sienten la tentación de dividirse en dos, relegando la fe a
la intimidad de la conciencia. En este punto la fe se convierte tan sólo en
algo más, en definitiva, en algo superfluo: no logra animar toda la
existencia y la actuación del cristiano, no le hace ser más hombre, no le
permite captar lo invisible en lo visible. María nos enseña a encarnar la
fe en la vida, a hacer que sea sobrenatural todo acontecimiento
normalísimo de nuestra existencia y de la de los demás.

ADVOCACIONES MARIANAS
Se conoce como advocaciones, a las distintas formas de nombrar o
referirnos a la Santísima Virgen. Es común que muchos cristianos, por
falta de información o mejor dicho "formación", confundan esos distintos
nombres con distintas santas o "virgencitas", como suelen llamarle.

La Madre de Jesús es la Virgen María; los católicos solemos "apodarla"


de distintas maneras, según el lugar dónde se halla instalada la

Catequesis de Adultos
123
Parroquia San Juan Bautista, Amatitlán JHS

devoción, o según la circunstancia, si es una aparición o se la nombra


Patrona, etc.

De esta manera, encontraremos que llamamos a María como "Nuestra


Señora del Rosario", Virgen de Lourdes, Virgen de Fátima, Nuestra
Señora de la Paz, Madre de la Eucaristía, La Virgen del Carmen, La
Virgen de la Medalla Milagrosa, y cientos de formas más.

Pero siempre nos referimos a nuestra Santa Mamá del Cielo. ¿Que niño
no ha llamado a su madre de cientos de maneras cariñosas? Es por eso
que no debemos confundirla, como si se tratara de distintas personas o
distintas santas.

APARICIONES DE LA VIRGEN MARIA


Las apariciones de María empezaron en los años 40 después de Cristo,
probablemente antes de que falleciera, ante el Apóstol Santiago en
Zaragoza, España.

Ella se les ha aparecido a otros en intervalos irregulares a través de los


dos mil años desde el nacimiento de Jesús. Las características de sus
apariciones se han mantenido de manera consistente.

Ella usualmente en un globo de una Purísima luz blanca, vestida con una
túnica larga y la cabeza cubierta con una variedad de colores
dependiendo del tipo de mensaje que vaya a dar.

Sus pies están usualmente rodeados por una nube o niebla y


ocasionalmente se la ve llevando a su hijo en los brazos; Un número de
sus apariciones son precedidas por inusuales fenómenos tales como la
observación de rayos y truenos en un cielo límpido, las apariciones de
seres angelicales o nubes de formas con significancia religiosa tales
como una cruz o una puerta abierta así como otros inexplicables
eventos.

Una característica nuestra es que amamos a quien le dijo sí al Señor


para que Cristo naciera, me refiero a la Virgen María; Esto no les parece
a nuestros hermanos separados y para que lo dejemos de hacer la
difaman.

La mayor difamación es contra su virginidad; Dicen que cuando la Biblia


habla de los “Hermanos de Jesús” estos son hijos de María.

Catequesis de Adultos
124
Parroquia San Juan Bautista, Amatitlán JHS

Varios de los textos bíblicos que ellos utilizan para tener estas ideas
son: Mt 12, 46; Mc 3, 31 donde se dice "Tus hermanos" ó donde según
hasta vienen los nombres de los hermanos de Jesús: "José, Santiago,
Judas y Simón" Mt 13,55; Mc 6, 3

Ante esto, 2 pruebas (de muchas) por las cuales María es virgen:

1.- En la Biblia la palabra hermano tiene distintos significados: tío,


sobrino, paisano, esposo, etc. Por ejemplo en Gen 13, 8 vemos que
Abraham dice a Lot que son "hermanos" pero en Gen 11, 27 se ve
claramente que Abraham es tío de Lot. Por lo tanto no podemos tomar
la palabra hermano en la Biblia al pie de la letra. Otro ejemplo: ver
como su madre de Rebeca la llama hermana (Gn. 24, 55-60).

2.- De los famosos hermanos de Jesús mencionados en Mc 6,3 que son


José, Santiago, Judas y Simón; vamos a ver si su Padre es José ó María
es su madre. Por ejemplo Santiago en Mt 10, 3 vemos que su padre es
Alfeo = Cleofás. Entonces no es hijo de José.

Sobre la Madre de Santiago y José vemos en la Biblia que se trata de


una mujer llamada María (Mt 27, 56; Mc 15, 40) pero, que es distinta
a la madre de Jesús "Junto a la cruz de Jesús estaba su madre y la
hermana de su madre, María esposa de Cleofás y la madre de los hijos
de Zebedeo" (Jn 19, 25) por lo tanto lo más probable es que la Madre
de los "hermanos de Jesús" sea pariente (prima) de la Virgen María y,
los "hermanos de Jesús" son parientes (primos) de Jesús.

MATERNIDAD ESPIRITUAL INCULTURADA DE MARÍA


La devoción mariana se centra en la singularidad de la maternidad
virginal de Cristo y de la Iglesia y de su intercesión maternal después de
su asunción al cielo:”La Iglesia no duda en atribuir a María un tal oficio
subordinado; lo experimenta continuamente y lo recomienda al corazón
de los fieles para que, apoyados en esta protección maternal, se unan
más íntimamente al Mediador y Salvador.”.

A partir del Concilio de Éfeso el culto de veneración, del cual ya era


objeto la B.V. María como Madre de Dios, se fortaleció y se propagó
cumpliéndose las palabras proféticas: “Me llamarán bienaventurada
todas las generaciones, porque hizo en mí cosas grandes el que
es poderoso.”, (Lc 1, 48)

Catequesis de Adultos
125
Parroquia San Juan Bautista, Amatitlán JHS

¿Dónde encontrar entonces el origen del culto a María como


madre de Dios y madre nuestra? Las bases bíblicas de la
maternidad espiritual de María están fundamentalmente puestas en Juan
19,25ss: Madre, he ahí a tu hijo,.. He ahí a tu madre,… y desde ese
momento la acogió en su casa… (Jn 19,25ss).

Además de las Bodas de Cana también indican, cuando María interviene


y al final, después de haber visto la primera señal milagrosa de Jesús:
Los discípulos comenzaron a creer (Jn 2,11).

El hecho de que sea Juan el evangelista quien describe estas escenas


con elementos tan significativos y simbólicos sugiere una experiencia
personal del discípulo amado con la madre, fue él en definitiva quien
recibió a María en su casa una vez que ella quedó sola, sin su marido
José y sin su único Hijo Jesús.

La presencia de María en Pentecostés también sugiere que estuvo


conviviendo en la primera comunidad cristiana, en la Iglesia original,
con los demás discípulos y apóstoles (Hch 1,14).

Además la exclamación de Isabel al recibir a María en el evangelio de


Lucas: ¿y cómo es que la Madre de mi Señor venga a mi? (Lc 1,43)
reafirma la gran estima que María recibió en la primera Iglesia, de tal
manera que recibió ya un título elaborado teológicamente, que no se le
da a cualquier persona:

“la madre del Señor”. La encarnación del Verbo de Dios (Jn 1,14) en
una persona humana implicó que ese Verbo hecho hombre tuviese una
madre, y un padre adoptivo.

Las relaciones entre madre e hijo son las más fuertes que podamos
encontrar en la realidad humana, desde el instante de la concepción
hasta la separación por la muerte de alguno; incluso después de esa
separación se mantiene un especial vínculo afectivo, espiritual, una
memoria viva de esa relación.

Si observamos a las madres de cualquier cultura encontraremos esta


realidad profunda e irrenunciable, la relación madre-hijo que es fruto de
la relación espontanea del padre y de la madre.

En conclusión la verdadera devoción a María, en sus diversas


advocaciones, está centrada en Cristo y en comunión con la Iglesia, no
es algo superficial y banal, ni es manipulable para otros fines; es algo
profundo, libre y liberador, con implicaciones absolutamente

Catequesis de Adultos
126
Parroquia San Juan Bautista, Amatitlán JHS

trascendentales para los pueblos y las personas, debido a la dinámica


integradora cristiana que posee.

Al mismo tiempo, al ser parte innegable de la historia, cultura y


acontecimiento de salvación para cada uno y para todos, vale la pena
renovarla continuamente.

“MADRE DE TODOS LOS HOMBRES, ESEÑANOS A DECIR AMÉN”

BIOGRAFÍA DE SAN JUAN BAUTISTA


Este es el único santo al cual se le celebra la fiesta el día de su
nacimiento.

San Juan Bautista nació seis meses antes de Jesucristo (de hoy en seis
meses - el 24 de diciembre - estaremos celebrando el nacimiento de
nuestro Redentor, Jesús).

Catequesis de Adultos
127
Parroquia San Juan Bautista, Amatitlán JHS

El Primer capítulo del evangelio de San Lucas nos cuenta de la siguiente


manera el nacimiento de Juan:

Zacarías era un sacerdote judío que estaba casado con Santa Isabel, y
no tenían hijos porque ella era estéril; Siendo ya viejos, un día cuando
estaba él en el Templo, se le apareció un ángel de pie a la derecha del
altar.

Al verlo se asustó, mas el ángel le dijo: "No tengas miedo, Zacarías;


pues vengo a decirte que tú verás al Mesías, y que tu mujer va a tener
un hijo, que será su precursor, a quien pondrás por nombre Juan. No
beberá vino ni cosa que pueda embriagar y ya desde el vientre de su
madre será lleno del Espíritu Santo, y convertirá a muchos para Dios".

Pero Zacarías respondió al ángel: "¿Cómo podré asegurarme que eso es


verdad, pues mi mujer ya es vieja y yo también?".

El ángel le dijo: "Yo soy Gabriel, que asisto al trono de Dios, de quien he
sido enviado a traerte esta nueva. Mas por cuanto tú no has dado
crédito a mis palabras, quedarás mudo y no volverás a hablar hasta que
todo esto se cumpla".

Seis meses después, el mismo ángel se apareció a la Santísima Virgen


comunicándole que iba a ser Madre del Hijo de Dios, y también le dio la
noticia del embarazo de su prima Isabel.

Llena de gozo corrió a ponerse a disposición de su prima para ayudarle


en aquellos momentos; Y habiendo entrado en su casa la saludó.

En aquel momento, el niño Juan saltó de alegría en el vientre de su


madre, porque acababa de recibir la gracia del Espíritu Santo al contacto
del Hijo de Dios que estaba en el vientre de la Virgen.

También Santa Isabel se sintió llena del Espíritu Santo y, con espíritu
profético, exclamó:

"Bendita tú eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu


vientre. ¿De dónde me viene a mí tanta dicha de que la Madre de mi
Señor venga a verme? Pues en ese instante que la voz de tu salutación
llegó a mis oídos, la criatura que hay en mi vientre se puso a dar saltos
de júbilo. ¡Oh, bienaventurada eres Tú que has creído! Porque sin falta
se cumplirán todas las cosas que se te han dicho de parte del Señor".

Catequesis de Adultos
128
Parroquia San Juan Bautista, Amatitlán JHS

Y permaneció la Virgen en casa de su prima aproximadamente tres


meses; hasta que nació San Juan.

De la infancia de San Juan nada sabemos. Tal vez, siendo aún un


muchacho y huérfano de padres, huyó al desierto lleno del Espíritu de
Dios porque el contacto con la naturaleza le acercaba más a Dios. Vivió
toda su juventud dedicado nada más a la penitencia y a la oración.

Como vestido sólo llevaba una piel de camello, y como alimento, aquello
que la Providencia pusiera a su alcance: frutas silvestres, raíces, y
principalmente langostas y miel silvestre. Solamente le preocupaba el
Reino de Dios.

Cuando Juan tenía más o menos treinta años, se fue a la ribera del
Jordán, conducido por el Espíritu Santo, para predicar un bautismo de
penitencia.

Juan no conocía a Jesús; pero el Espíritu Santo le dijo que le vería en el


Jordán, y le dio esta señal para que lo reconociera: "Aquel sobre quien
vieres que me poso en forma de paloma, Ese es".

Habiendo llegado al Jordán, se puso a predicar a las gentes diciéndoles:


Haced frutos dignos de penitencia y no estéis confiados diciendo:
Tenemos por padre a Abraham, porque yo os aseguro que Dios es capaz
de hacer nacer de estas piedras hijos de Abraham. Mirad que ya está el
hacha puesta a la raíz de los árboles, y todo árbol que no dé buen fruto,
será cortado y arrojado al fuego".

Y las gentes le preguntaron: "¿Qué es lo que debemos hacer?". Y


contestaba: "El que tenga dos túnicas que reparta con quien no tenga
ninguna; y el que tenga alimentos que haga lo mismo"…

"Yo a la verdad os bautizo con agua para moveros a la penitencia; pero


el que ha de venir después de mí es más poderoso que yo, y yo no soy
digno ni siquiera de soltar la correa de sus sandalias. El es el que ha de
bautizaros en el Espíritu Santo…"

Los judíos empezaron a sospechar si él era el Cristo que tenía que venir
y enviaron a unos sacerdotes a preguntarle "¿Tu quién eres?" El confesó
claramente: "Yo no soy el Cristo" Insistieron: "¿Pues cómo bautizas?"
Respondió Juan, diciendo: "Yo bautizo con agua, pero en medio de
vosotros está Uno a quien vosotros no conocéis. El es el que ha de venir
después de mí…"

Catequesis de Adultos
129
Parroquia San Juan Bautista, Amatitlán JHS

Por este tiempo vino Jesús de Galilea al Jordán en busca de Juan para
ser bautizado. Juan se resistía a ello diciendo: "¡Yo debo ser bautizado
por Ti y Tú vienes a mí! A lo cual respondió Jesús, diciendo: "Déjame
hacer esto ahora, así es como conviene que nosotros cumplamos toda
justicia". Entonces Juan condescendió con El.

Habiendo sido bautizado Jesús, al momento de salir del agua, y


mientras hacía oración, se abrieron los cielos y se vio al Espíritu de Dios
que bajaba en forma de paloma y permaneció sobre El. Y en aquel
momento se oyó una voz del cielo que decía: "Este es mi Hijo muy
amado, en quien tengo todas mis complacencias".

Al día siguiente vio Juan a Jesús que venía a su encuentro, y al verlo


dijo a los que estaban con él: "He aquí el Cordero de Dios, que quita el
pecado del mundo. Este es aquél de quien yo os dije: Detrás de mí
vendrá un varón, que se ha puesto delante de mí, porque existía antes
que yo".

Entonces Juan atestiguó, diciendo: "He visto al Espíritu en forma de


paloma descender del cielo y posarse sobre El. Yo no le conocía, pero el
que me envió a bautizar con agua, me dijo: Aquél sobre quien vieres
que baja el Espíritu Santo y posa sobre El, ése es el que ha de bautizar
con el Espíritu Santo. Yo lo he visto, y por eso doy testimonio de que El
es el Hijo de Dios".

Herodías era la mujer de Filipo, hermano de Herodes. Herodías se


divorció de su esposo y se casó con Herodes, y entonces Juan fue con él
y le recriminó diciendo: "No te es lícito tener por mujer a la que es de tu
hermano"; y le echaba en cara las cosas malas que había hecho.

Entonces Herodes, instigado por la adúltera, mandó gente hasta el


Jordán para traerlo preso, queriendo matarle, mas no se atrevió
sabiendo que era hombre justo y santo, y le protegía, pues estaba muy
perplejo y preocupado por lo que le decía.

Herodías le odiaba a muerte y sólo deseaba encontrar la ocasión de


quitarlo de en medio, pues tal vez temía que a Herodes le remordiera la
conciencia y la despidiera siguiendo el consejo de Juan.

Sin comprenderlo, ella iba a ser la ocasión del primer mártir que murió
en defensa de la indisolubilidad del matrimonio y en contra del divorcio.

Catequesis de Adultos
130
Parroquia San Juan Bautista, Amatitlán JHS

Estando Juan en la cárcel y viendo que algunos de sus discípulos tenían


dudas respecto a Jesús, los mandó a Él para que El mismo los
fortaleciera en la fe.

Llegando donde El estaba, le preguntaron diciendo: "Juan el Bautista


nos ha enviado a Ti a preguntarte si eres Tú el que tenía que venir, o
esperamos a otro".

En aquel momento curó Jesús a muchos enfermos. Y, respondiendo, les


dijo: "Id y contad a Juan las cosas que habéis visto y oído: Los ciegos
ven, los cojos andan, los sordos oyen, los muertos resucitan, y a los
pobres se les anuncia el Evangelio…"

Así que fueron los discípulos de Juan, empezó Jesús a decir: "¿Qué
salisteis a ver en el desierto? ¿Alguna caña sacudida por el viento? o
¿Qué salisteis a ver? ¿Algún profeta? Si, ciertamente, Yo os lo aseguro;
y más que un profeta. Pues de Él es de quien está escrito:

Mira que yo te envío mi mensajero delante de Ti para que te prepare el


camino. Por tanto os digo: Entre los nacidos de mujer, nadie ha sido
mayor que Juan el Bautista…"

Llegó el cumpleaños de Herodes y celebró un gran banquete, invitando a


muchos personajes importantes. Y al final del banquete entró la hija de
Herodías y bailó en presencia de todos, de forma que agradó mucho a
los invitados y principalmente al propio Herodes.

Entonces el rey juró a la muchacha: "Pídeme lo que quieras y te lo daré,


aunque sea la mitad de mi reino".

Ella salió fuera y preguntó a su madre: "¿Qué le pediré?" La adúltera,


que vio la ocasión de conseguir al rey lo que tanto ansiaba, le contestó:
"Pídele la cabeza de Juan el Bautista". La muchacha entró de nuevo y en
seguida dijo al rey: "Quiero que me des ahora mismo en una bandeja la
cabeza de Juan el Bautista".

Entonces se dio cuenta el rey de su error, y se pudo muy triste porque


temía matar al Bautista; pero a causa del juramento, no quiso
desairarla, y, llamando a su guardia personal, ordenó que fuesen a la
cárcel, lo decapitasen y le entregaran a la muchacha la cabeza de Juan
en la forma que ella lo había solicitado.

Juan Bautista: pídele a Jesús que nos envíe muchos profetas y


santos como tú.

Catequesis de Adultos
131
Parroquia San Juan Bautista, Amatitlán JHS

PECADOS CAPITALES
Los pecados o vicios capitales son aquellos a los que la naturaleza
humana caída está principalmente inclinada. Es por eso muy importante
para todo el que desee avanzar en la santidad aprender a detectar estas
tendencias en su propio corazón y examinarse sobre estos pecados.

Catequesis de Adultos
132
Parroquia San Juan Bautista, Amatitlán JHS

Los vicios pueden ser catalogados según las virtudes a que se oponen, o
también pueden ser referidos a los pecados capitales que la
experiencia cristiana ha distinguido siguiendo a san Juan Casiano y a
san Gregorio Magno (mor. 31, 45). Son llamados capitales porque
generan otros pecados, otros vicios. Son la soberbia, la avaricia, la
envidia, la ira, la lujuria, la gula, la pereza.

El término "capital" no se refiere a la magnitud del pecado sino a que


da origen a muchos otros pecados. De acuerdo a Santo Tomás (II-II:
153:4) “un vicio capital es aquel que tiene un fin excesivamente
deseable de manera tal que en su deseo, un hombre comete muchos
pecados todos los cuales se dice son originados en aquel vicio como su
fuente principal”.

Lo que se desea o se rechaza en los pecados capitales puede ser


material o espiritual, real o imaginario.

Todos tenemos una tendencia hacia los pecados capitales.

LA SOBERBIA
La Soberbia es amarte demasiado a ti mismo, y te hace despreciar a
Dios y a los demás.

Eres soberbio cuando crees que tú puedes hacerlo todo, que no


necesitas de Dios ni de los demás, cuando te crees mucho (que tú eres
el más listo, el más perfecto y los demás son unos tontos), cuando eres
presumido o te gusta llamar la atención, cuando quieres que todo se
haga como tú quieres, cuando crees que todo te lo mereces, cuando
sólo hablas de ti.

HUMILDAD: Ser humilde es pensar que Dios te creo y que no eres nada
en comparación a Él, que no puedes dar un paso si quiera sin que El lo
permita.
Pensar que lo bueno que tienes, no lo has logrado tú sino que El te lo
regaló gratis y que también tienes mucho malo por corregir.

Ser humilde es no buscar que los otros te aplaudan, buscar pasar


desapercibido, buscar ocupar el último lugar.

Cristo dijo: ¨Aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón¨.

Catequesis de Adultos
133
Parroquia San Juan Bautista, Amatitlán JHS

LA LUJURIA
La Lujuria es buscar de manera desordenada el placer sexual.

Eres lujurioso cuando buscas el placer sexual por sí mismo, porque se


siente a todo dar, no importando que sea antes o fuera del matrimonio,
no importando que ofendas a tu pareja, no importando que solo tu
sientas bonito y tu pareja no , no importando a ver que te tomas para
no quedarte panzona.

Eres lujurioso no solo cuando eres infiel, también cuando ves revistas o
programas pornográficos, cuando te comes viva a la mujer que va
pasando.

Recuerda que Dios ideó el sexo como algo hermoso y que tiene dos
fines:

a) unir a la pareja
b) ser el medio para procrear

LA CASTIDAD: La castidad es usar de ese hermoso regalo que Dios dio


al hombre y que se llama sexo, de acuerdo a las reglas de Dios: solo
dentro del matrimonio y solo con tu esposo/a, que sea un acto de
entrega amorosa (hacer feliz al otro) y no un acto de egoísmo (solo
importa lo que yo sienta), que si quiero planear mi familia, lo haga con
métodos naturales.

La castidad es también cuidar mis ojos, mis oídos y mi mente de toda


esa cochinada que los medios de comunicación venden como algo
normal y que yo sé que es algo que está mal, que ofende a Dios y que
me hace daño. Cuando estés tentado a ver este tipo de programas,
revistas, libros, piensa: ¿Qué piensa Dios de mí en este momento?

Debes ser casto en pensamientos, deseos, palabras y acciones.

Cristo dijo: “Bienaventurados los limpios de corazón porque ellos verán


a Dios.”

Un último e importante consejo en esto de guardar la castidad y no caer


en la lujuria, si no quieres caer al precipicio, no te pares junto a él.

Evita estar cerca de las tentaciones.

Catequesis de Adultos
134
Parroquia San Juan Bautista, Amatitlán JHS

LA GULA
La Gula es comer o beber sin medida.

Pecas de gula cuando bebes en exceso y te emborrachas, pierdes la


razón y haces y dices grandes tonterías que sobrio no lo harías. Al
emborracharte te embruteces.

¿Tú crees que a Dios le gusta verte en ese estado?

¿Tú crees que a tu familia le gusta verte así o se avergüenza de ello?

También cuando comes sin medida, cuando comes y comes por el puro
gusto aunque ya ni te quepa, cuando todo el día piensas nada mas en
comer.

TEMPLANZA: beber y comer con medida.

LA AVARICIA
Es tener una gran ambición de poseer cosas materiales.

Eres avaro cuando te importa mucho tener cosas, tener dinero,


vestidos, adornos para tu casa, aparatos, no importando que tengas que
hacer para conseguirlo.

El desear superarse económicamente a través del trabajo honrado es


bueno, lo que está mal es solo pensar en ¨tener más y no en ¨ser mejor
persona¨, mejor padre, madre, hijo o hermano... mejor amigo, mejor
trabajador, mejor jefe.

LA SENCILLEZ, que es ser feliz con poco y LA GENEROSIDAD, que es


pensar en compartir y dar de lo tuyo. Siempre habrá otros que tienen
más necesidad que tú.

Cristo dijo: ¨No podéis servir a dos amos: a Dios y al dinero¨. Cristo
nació y vivió en la sencillez y en la pobreza.

LA ENVIDIA

Catequesis de Adultos
135
Parroquia San Juan Bautista, Amatitlán JHS

La Envidia es sentir tristeza porque a otro le va bien o sentir alegría


cuando a otro le va mal.

Eres envidioso cuando te comparas con los demás y nada mas estás
viendo lo que el de junto hace o tiene y tú no. Cuando se te indigesta
que el vecino tiene más suerte que tú y le fue mejor, cuando te da
coraje que tu amiga fulanita ni dieta hace y está hecha un palo, cuando
te da gusto que a tu vecino que se ha portado mal contigo le pasa algo
malo, etc.

LA CARIDAD, que es amar de verdad a todos tus hermanos, los que te


caen bien y los que no.

Es siempre desear el bien de los otros.

Cristo dijo: ¨Ámense los unos a los otros como Yo los he amado¨.

LA IRA
La Ira es enojarse sin medida y el tener deseos de venganza.

Pecas de ira cuando eres un energúmeno (Persona furiosa, alborotada),


te enojas y gritas en casa (porque ni modo, ese es tu carácter), cuando
cada vez que un hijo tuyo se acerca a ti eres el padre o la madre que
está de malas, cuando por una cosa sin importancia armas un drama, te
pones rojo de coraje y te peleas con todos.

LA PACIENCIA, ir poco a poco dominando tu carácter, como dicen en la


tele: cuenta hasta diez antes de explotar, no permitirte gritar, enojarte
y hacer corajes.

Pide mucho a Dios que te ayude a ser más paciente y verás que lo
lograrás. Si tú no puedes, El si puede.

LA PEREZA

Catequesis de Adultos
136
Parroquia San Juan Bautista, Amatitlán JHS

La Pereza es la flojera que te lleva a descuidar tus obligaciones.


- Eres perezoso cuando dejas de hacer lo que tú sabes que tienes que
hacer porque sientes flojera, porque estás descansando tan rico, porque
mejor lo haces luego... ¡No debes ser holgazán!

LA LABORIOSIDAD, que significa ser trabajador.

Dios dice: el hombre ha nacido para trabajar; hasta la Virgen María,


Madre de Dios era muy trabajadora en su casa: lavaba, barría, fregaba,
cosía, hacía comida. El trabajo es algo que nos santifica. Hazlo con
alegría y con amor.

OBRAS DE MISERICORDIA

Las obras de misericordia se dividen en dos grupos:

1. CORPORALES
2. ESPIRITUALES

Catequesis de Adultos
137
Parroquia San Juan Bautista, Amatitlán JHS

CORPORALES

1. Visitar y cuidar a los enfermos.


2. Dar de comer al hambriento.
3. Dar de beber al sediento.
4. Dar posada al peregrino.
5. Vestir al desnudo.
6. Redimir al cautivo.
7. Enterrar a los muertos.

ESPIRITUALES
1. Enseñar al que no sabe.
2. Dar buen consejo al que lo necesita.
3. Corregir al que yerra.
4. Perdonar las injurias.
5. Consolar al triste.
6. Sufrir con paciencia los defectos del prójimo.
7. Rogar por vivos y difuntos.

LAICO EN LA IGLESIA

El término “laico”
La palabra (laico), es un derivado del término latino “laos” que significa
“pueblo”; fue acuñado muy temprano por el cristianismo y nunca, en
ninguna cultura, menos en el cristianismo, significó que alguien no

Catequesis de Adultos
138
Parroquia San Juan Bautista, Amatitlán JHS

tuviera ninguna religión como se ha pretendido interpretar este en


nuestro país, por la influencia liberal y del iluminismo francés con su
connotación anticristiana. Esta interpretación desde luego está
equivocada y está en contra de las tres grandes religiones monoteístas
del mundo; por lo tanto, dar la interpretación de laico como una realidad
arreligiosa, en el fondo expresa una ignorancia.

Los laicos y el clero


Cuando la Iglesia Católica pasó a ser la religión oficial del Imperio
Romano, en el año 313, se especificó un poco más el término laico. En
esta coyuntura histórica estaba muy definida la diferencia entre los
miembros de la Iglesia cuyo primer nivel era el “laos”, el pueblo, que en
su mayoría eran personas que no habían tenido acceso a la educación y
que no dominaban el latín, pero que participaban activamente en la vida
de la Iglesia sin ser sacerdotes, obispos o monjes. No se debe entender
con esto que el término fuera despectivo.

Otro grupo o segundo nivel lo formaban los clérigos. “Cleros” es una


palabra latina que se traduce como separados, en referencia a aquellos
o aquellas que se separaban del pueblo y adquirían un compromiso
como diáconos, presbíteros, monjes o monjas. Así fue que se formaron
dos estilos de vida: los clérigos (los cleros, separados) que se
distinguían con el uso de un “hábito”, y los laicos (que pertenecían al
pueblo).

Entre los clérigos ha existido una especificación importante. Hay un


clero secular y un clero regular. El clero secular, para derribar la idea de
que la Iglesia desprecia al mundo, es el que está inmerso en las
realidades terrenas; la palabra secular viene del latín “saeculum” que se
traduce como “siglo”, entonces el clero secular es el que va con el siglo,
que no está bajo un reglamento, sino bajo la disposición del Obispo y
que vive en el mundo; tiene su casa y su vida al lado del pueblo y
también es llamado clero diocesano, por pertenecer a una diócesis.

El clero regular, en cambio, lo integran aquellos que viven total o


parcialmente en un convento. La palabra ‘regular’ tiene su raíz en el
latín “regula” traducido como regla. Sus miembros viven bajo un estilo,
un regla de vida muy específica.

Todo esto hay que especificarlo para que se entienda muy bien el
término laico(a). A mí me gusta mucho el término que se acuñó como
fruto del Sínodo dedicado a los laicos en Roma y que es el título de una

Catequesis de Adultos
139
Parroquia San Juan Bautista, Amatitlán JHS

reflexión Post-conciliar «Christifideles laici», que se traduce como «fieles


cristianos laicos. También es propio llamar al laico «seglar», que son los
que no llevan hábito, no están en un convento.

El resurgimiento de los laicos en la vida de la Iglesia


Uno de los aspectos negativos en el caminar de dos mil años en la vida
de la Iglesia ha sido, en algunos momentos y en algunos lugares, creer
y asumir que la inmensa tarea pastoral depende únicamente del clérigo.
Esto es un grave error que tiene su recurrencia. En el principio de la
vida de la Iglesia el papel de los laicos fue muy importante, tanto de los
hombres como de las mujeres. El primer impulso evangelizador de la
Iglesia se realizó a través de laicos.

Posteriormente, poco a poco por la idea de que la perfección cristiana


obliga a retirarse del siglo y concentrarse más en la vida interior y
cambiar el modo de vestir y de actuar, se fue haciendo la idea de que lo
importante era el estado clerical, y por lo tanto se requería vestir un
hábito y pertenecer a una orden, lo que contradecía los inicios de la
tradición cristiana donde la orden de las viudas, de las vírgenes, entre
otras, eran órdenes laicales.

En 1962, en la celebración del Concilio Vaticano II, uno de los temas


obligatorios y centrales fue restituir al laico, al seglar, su lugar
imprescindible en la actividad de la Iglesia Católica, para que los laicos
no sólo fueran objeto de la evangelización sino protagonistas y
responsables de esta tarea; de ahí surgió el Documento del Concilio
llamado «Apostolicam actuositatem» que está de dedicado al laico.

La vocación del laico en la Iglesia


Desde la celebración del Concilio Vaticano II se ha venido perfilando la
vocación del laico como miembro de la Iglesia. Esta vocación la
presentamos el año pasado en el lema del Congreso Diocesano de
Laicos: «Hombres y mujeres de Iglesia en el corazón del mundo»; esta
es la vocación primera del laico: hombres y mujeres en comunión con la
Iglesia, seguidores de Jesucristo, pero que no viven en el convento, que
no traen un hábito, sino que viven en el corazón del mundo, y el
corazón del mundo son las familias, las fábricas, las oficinas, la política,

Catequesis de Adultos
140
Parroquia San Juan Bautista, Amatitlán JHS

le economía, el deporte, las comunicaciones; ahí la vocación del laico es


santificar el ambiente.

Un buen ejemplo lo encontré en una noticia que recientemente leí: en


África, donde la conversión de un islámico al cristianismo merece la
muerte, muchos musulmanes se están haciendo católicos, contrario a la
creencia de que era imposible que un islámico se convirtiera al
cristianismo. Lo curioso es que como los amenazan de muerte, huyen un
tiempo de su lugar de origen a un lugar donde ser católico no esté
penalizado, pero después de un tiempo de empaparse de Dios, de la fe
católica, vuelven a su tierra para ser misioneros sin temor de dar la vida
por su fe. Aquí está la vocación esencial del laico, no separarse del
mundo sino vivir inserto en él, y desde él, evangelizar.

Protagonistas de la evangelización
Los laicos, pues, deben ser los principales protagonistas de la
evangelización; ellos deben llegar a donde no llega el sacerdote o la
religiosa; ellos deben ser los evangelizadores de avanzada. Esta es la
hora del laico, de los seglares conscientes que no deben separarse del
mundo para realizar su labor. Por lo mismo, no es correcto que cuando a
un laico de una parroquia lo llamen a ser ministro o ministra de la
Comunión le quieren imponer un hábito o distintivo; lo más correcto es
que mantengan su vestimenta seglar.

Que los laicos no se clericalicen y que los clérigos no se laicisen.

Catequesis de Adultos
141
Parroquia San Juan Bautista, Amatitlán JHS

Unidad 6
Temas de Seguimiento

¿VIVIR PARA SER O VIVIR PARA TENER?

OBJETIVO: el Ser y el Tener como dos maneras de entender y vivir la


vida, para alcanzar el modo de vida de Jesús.

ACERCAMIENTO A LA REALIDAD:
El Ser y Tener, están en cada persona.

Catequesis de Adultos
142
Parroquia San Juan Bautista, Amatitlán JHS

Ser: se refiere a la calidad interior de una persona, saber razonar,


conocerse, fortaleza, comunicación, relación de amar, etc.

Tener: hace referencia a tener o poseer cosas, poder, prestigio,


dominio, fama, fama, dinero, etc.
Son dos modos de enfocar la vida, hay personas que son ricas, porque
poseen dinero, popularidad, nombre, etc., pero son pobres en acogida,
solidaridad, cariño, amor, etc. Por el otro lado, hay gente sencilla, pobre
en bienes, pero sumamente rica en solidaridad, amor, entrega, etc.

Sin embargo ambas son necesarias, porque el ser y el tener, están en la


misma persona, no somos puramente ser, pero tampoco somos
puramente tener, al menos no debería de ser así; fuimos creados para
vivir en armonía, no solo con las personas, sino también con lo que nos
rodea, porque también pertenecen a nuestro mundo (entorno)

No se puede hacer solo alusión al ser, como bueno, y el tener como


malo; fruto de una sociedad basada en el tener es la riqueza, puestos de
trabajo, avances tecnológicos, médicos, agrarios, etc., el ser crea un
determinado tipo de persona, cultura, forma de pensar y vivir, etc., el
problema es saber cuál de los dos modos dominan mi forma de vivir.

CUANDO SE VIVE SOLO EN EL TENER


El Tener se nos mete por los ojos, no necesita mayor explicación, por si
sola se explica.

Deseo de sobrevivir: Todos necesitamos medios para


alimentarnos, vestirnos, salud, educación, hogar, etc.

Estamos convencidos que el tener nos ofrece, seguridad e


independencia y por ende felicidad

CUANDO SE VIVE SÓLO EN EL SER


Ya sea en mayor o menor grado, todos atendemos el Ser, todos
cuidamos nuestros valores, y somos cuidadosos de nosotros mismos.

Porque necesitamos comunicarnos, superar la soledad, el


individualismo, por eso se hace necesario enriquecer el ser

Catequesis de Adultos
143
Parroquia San Juan Bautista, Amatitlán JHS

Porque creemos que lo que en verdad enriquece es el ser, la


personalidad basada en el tener es tan variable, es mucho más firme la
personalidad que se construye desde adentro.

Preguntémonos, ¿damos más importancia al ser o al tener? Resulta


difícil responder, a continuación se presentan una serie de ideas,
describiendo las características fundamentales de la vida en el ser y el
tener.

PARA EL QUE SE ENFOCA SOLO EN EL TENER:


La felicidad se enfoca solo únicamente en amontonar cosas,
aunque sea aprovechándose de los demás o quedándose simplemente
en apariencia.

No busca el conocimiento interior de sí mismo, y hasta intenta


ocultarse a sí mismo.

Busca seguridad fuera de él, generalmente en lo que posee.

Siempre mira hacia afuera.

PARA EL QUE SE ENFOCA SOLO EN EL SER:


La felicidad depende auténticamente él mismo, desarrollando el
conocimiento de quien y de cómo es y sus capacidades como persona.

La confianza no está tanto en las cosas, sino en uno mismo, en las


propias capacidades, capacidad de entrega, de saber aceptar las propias
limitaciones.

Vive mirando hacia el interior.

Catequesis de Adultos
144
Parroquia San Juan Bautista, Amatitlán JHS

EN RELACION A OTROS:
TENER:

1. Busca ser más que los demás.


2. Cuida mucho su apariencia.
3. Todo lo conjuga con el tener.

SER:

1. Sabe que puede realizarse por sí solo (autosuficiencia).


2. No se deja llevar por los demás.
3. Tiene sus propias opiniones y decisiones, aceptando crítica, y la
aportación de opiniones.

EN RELACIÓN A LA VIDA:
TENER:

1. Profundamente egoísta.
2. Se forra elementos, externos a él mismo.
3. Le agrada el placer, gozar aunque sea por un momento.
4. Perder lo que posee le angustia.

SER:

1. No se siente esclavo de nada y de nadie.


2. Busca la alegría en la realización interior.
3. Su sentido de no poseer, le hace afrontar la muerte con mayor
paz interior.
CON RELACION A LA FE:
TENER:

1. Tiene fe como tener algo heredado. Como una posesión entre


tantas.
2. Busca la seguridad por sumisión.
3. Ve el pecado como simple desobediencia.
4. Intenta poseer lo religioso.

SER:

Catequesis de Adultos
145
Parroquia San Juan Bautista, Amatitlán JHS

1. Vive la fe como una relación de amor entre Dios y nosotros.


2. El pecado es para él como un fracaso personal.
3. La fe no se posee, como quien tiene algo.

REFLEXIONEMOS:

1. ¿Cuál de los dos estilos vivo preferentemente?


2. ¿con cuál de los dos me siento más identificado?

BUENA NOTICIA:
Francisco de Asís, Teresa de Jesús, Ignacio de Loyola, por mencionar
algunos, imitaron de su maestro, Jesús; optaron por desprenderse,
prácticamente de cuanto poseían, salvo de lo indispensable para vivir.

En Jesús, esta postura es sumamente clara, Él dice; “… ¿de que vale


ganar el mundo entero, si, al final, pierdes tu vida?…”

En una de sus parábolas, llamo insensato a quien paso toda su vida


acumulando bienes Sn Lc. 12, 20

Jesús no vive un estilo de vida solo para sí mismo, Él es el modelo de


hombre, salvado y salvador. Dios nos lanzo a la vida para “ser” y Jesús
quiso realizar en nosotros ese proyecto de Dios.

DESIDIDOS Y VALIENTES, ¿QUIÉN O QUE NOS


AYUDARÁ A HACERLO?
OBJETIVO: Descubrir que nuestra fe es un apoyo extraordinario para
superar nuestras inseguridades y miedos.

APROXIMACIÓN A LA REALIDAD

Catequesis de Adultos
146
Parroquia San Juan Bautista, Amatitlán JHS

INSEGURIDAD Y MIEDO, COMO UNA EXPERIENCIA


HABITUAL EN TODOS
Están son sensaciones que nos persiguen a todos a lo largo de nuestras
vidas, cuando el niño llora o tiene hambre, o porque nos duele algo,
inseguridad al andar por diferentes lugares, bus, moto, vehículo o
simplemente paseando, etc.

HOY COMO AYER


El hombre moderno ganaría en seguridad y confianza en sí mismo, por
el conocimiento y dominio creciente de las fuerzas de la naturaleza y de
los grandes avances de las ciencias. Sin embargo sucumbe así, los que
saben, nos dicen, que gracias a todas estas cosas, el hombre de hoy ha
ganado más independencia y capacidad de razonar, por tal razón a
veces se siente más solo, ansioso, impotente, inseguro, etc. a tal punto
que no sabemos a dónde vamos.

El hombre moderno, continúa experimentando lo que las personas de


todo tiempo y lugar han vivido.

1. El miedo a la enfermedad
2. El miedo a morir
3. El miedo al porvenir, o al incierto futuro
4. El mido a la carencia afectiva
5. El miedo a la soledad

A los miedos de siempre el hombre de hoy les ha agregado otros


nuevos:

1. Problemas económicos, crisis, perdida de capital, pérdida de


empleo.
2. Sida
3. Inseguridad ciudadana, robo, asaltos, extorsiones, etc.

HACIA LA SUPERACIÓN DEL MIEDO

Catequesis de Adultos
147
Parroquia San Juan Bautista, Amatitlán JHS

No es válido querer ocultar o falsear las realidades duras o


desagradables, están siempre ahí, y es necesario afrontarlas. Lo
contrario sería engañarnos a nosotros mismos.

Tener miedo por las consecuencias que nos acarrean las realidades
duras de nuestra vida es algo comprensible. Una cierta inseguridad en
nuestra vida es inevitable; somos débiles, física y psíquicamente, y esto
tienes necesarias consecuencias, no hay porque asustarse.

Es esta situación humana la que acrecienta en nosotros la capacidad de


defendernos a nosotros mismos y de andar siempre buscando. Hemos
oído decir, “hay que contar con una seguridad mínima vital, cuando
menos para poder aprender a caminar en la inseguridad” debemos
evitar dos tipos de actitudes:

PRIMER TIPO

1. Tratar de ocultar la realidad, desconocerla, no asumirla tal como


es.
2. Dejar de luchar para transformarla.

SEGUNDO TIPO

1. Se deprimen, se cierran en sí misma, evitan toda comunicación


con los demás.
2. Pierden el interés por salir, por hacer fiesta, o estar con amigos o
familiares.
3. Muchos padres de familia “tiran la toalla” en su tarea de formar a
sus hijos.

A PESAR DE TODO, CONFIADOS Y ESPERANZADOS


Afortunadamente, en nuestra vida no hay solo inseguridad y miedo, lo
que pasa es que a veces solemos agrandar los problemas, les damos
más importancia de la que tienen, y nos quedamos estáticos o
simplemente nos conformamos de lo que sucede en nuestra vida.

Por eso hay muchas realidades esperanzadoras, que son reflejo de la


confianza y seguridad que, a pesar de todo, tenemos los hombres y
mujeres de hoy:

Catequesis de Adultos
148
Parroquia San Juan Bautista, Amatitlán JHS

1. Un acto de fe y esperanza en el futuro.


2. Se hace más grande la solidaridad.
3. A pesar de todas las dificultades, hay un mayor acercamiento
entre padres e hijos.
4. Nos respetamos más.
5. Mucha gente que ha pasado por situaciones personales y sociales
muy graves han salido adelante.

LA FE RELIGIOSA, ¿NOS QUITA O NOS AUMENTA EL


MIDO?
No se refiere a la fe en sí misma, sino a nuestro modo de vivirla, es
claro que la fe religiosa, en cada uno de nosotros puede ser un apoyo
extraordinario para la realización de nuestra persona.

1. Los hombres de antes, temían a Dios porque tenían en su mente


que Él castigaba.
2. La fe religiosa les ha servido también a muchos como un refugio,
para no enfrentarse a la realidad y dificultades de la vida.

REFLEXIONAMOS
1. ¿Con cuáles miedos e inseguridades te sientes más identificado?
2. ¿Cuáles son tus principales experiencias de seguridad y valentía
ante la vida?

LA BUENA NOTICIA
1. Los creyentes de hoy, describen su experiencia religiosa como una
experiencia interior de libertad, gozo, amor, que nos hace crecer
más humanamente; desde la fe muchos asemos nuestras estas
palabras: Sal 26 “...-El señor es mi fuerza, mi roca y Salvación…”

2. Jesús vivió la experiencia de la cercanía de Dios Padre en su vida,


y como consecuencia su confianza filial.

3. También Él tuvo miedo Mt. 26, 39; pero, después de esto jamás
dudo de la compañía de su Padre.

Catequesis de Adultos
149
Parroquia San Juan Bautista, Amatitlán JHS

4. Jesús pide a los suyos que confíen en el Padre y en Él; por eso
reprende a los discípulos, “…porque buscan seguridad en los
bienes materiales. “no se inquieten pensando que van a comer o
beber para subsistir, o con que vestirán sus cuerpos…” Mt. 6, 25

¿DÓNDE ENCONTRAR LA FELICIDAD?

OBJETIVO: descubrir que la verdadera felicidad solo puede encontrarse


en el seguimiento autentico de Jesucristo.

APROXIMACION A LA REALIDAD
a) felicidad y realización personal:

Catequesis de Adultos
150
Parroquia San Juan Bautista, Amatitlán JHS

Son dos palabras bonitas, pero que corren el riego de estar


“manoseadas”, por exceso de uso y, a veces, de mal uso. Pero, a pesar
de todo, es verdad que el deseo de ser felices es el que nos mueve. En
cada momento buscamos la felicidad.

¿Qué ES LA FELICIDAD?
De manera general, la felicidad es el sentimiento de bien-estar (estar a
gusto, o de armonía) con uno mismo, de vivir la vida con agrado, de ser
gratificados por ella. Podemos decir que una persona es feliz cuando
se realiza en aquello que descubre como valido y digno de ser vivido. La
felicidad consiste, en última instancia, en la realización personal.

¿Qué ES LA REALIZACION?
A pesar de muchas apariencia (de vidas inconscientes, sin preguntas,
sin profundización, un poco “a lo que salga”), la mayoría de las
personas nos trazamos unas metas e incluso, hasta un cierto proyecto
de vida, muchas veces sin formularlo ni escribirlo.

Por realización personal podemos entender lo siguiente: vivir la vida de


acuerdo con el proyecto y las metas que nos hemos trazado y con
valores que hemos asumido como valores dignos para vivir nuestra
existencia.

Pero, estos proyectos con sus valores, ¿los determino yo, o me vienen
impuestos desde afuera: la publicidad, los medios de comunicación, el
ambiente? ¿No están otros diciéndome en que consiste mi felicidad?
Hoy más que nunca es necesario un esfuerzo para llegar de manera
personal a descubrir aquello en lo que merece la pena poner empeño
que me dará felicidad.

b) diversas “medidas” de felicidad:

No todos buscamos la felicidad en las mismas cosas. Unos la buscan en


el sosiego y la calma interiores, otros en la actividad y el ajetreo,
algunos la persiguen en el éxito, el aplauso y así, infinidad de metas.
Pensemos en algunas;

1. + la salud nos da felicidad. Y cada vez hay más personas que se


preocupas de mantenerse en forma y cuidar su cuerpo.

2. + los que ponen su felicidad en el dinero. Y no se imaginan poder


ser felices si tienen poco para gastar, consumir.

Catequesis de Adultos
151
Parroquia San Juan Bautista, Amatitlán JHS

3. + los que piensan que no hay felicidad si no hay placer inmediato.


E intentan disfrutar a tope, divertirse, buenas comidas, mejores
bebidas. Y “a vivir la vida.”

Muchas personas piensan que lo importante es disfrutar la vida, gozar


todo lo que sea posible, dar rienda suelta a los deseos.
Afortunadamente no todo el mundo piensa así. también hay personas
que buscan la felicidad en valores más profundos: la relación con los
demás, la familia, la amistad, la aportación personal a la sociedad, las
responsabilidades públicas, el bien que se hace a los otros… o en la
contemplación del campo y de la belleza de la naturaleza…, en el arte….

Sin duda, conocemos a personas que son felices entregándose y


sirviendo a los demás, aunque ello les exija renunciar a otras muchas
cosas, llevando una vida sacrificada y pobre.

Lograr la felicidad plena es difícil. Por eso vivimos un cierto grado de


insatisfacción personal y social. Una meta conseguida reclama otra
mayor, los logros, a veces, no nos dan el grado de felicidad que
esperábamos. normalmente conseguimos tan solo “parcelas de
felicidad”. La situación que nos rodea es tan dura que tiene
consecuencias negativas en la felicidad personal.

c) la religión, ¿una amenaza para la felicidad?

Toda religión ofrece una promesa de felicidad. La cuestión está en


saber en que, como y cuando la ofrece.

Mucha gente tiene la impresión de que la felicidad que nos promete la


religión es solamente una felicidad para el mas allá, después de
muertos, sin preocuparse por la felicidad en el aquí y ahora. Para el
aquí y ahora tendría solo estas expresiones: “mientras más sufrimos
aquí, mas vamos a gozar allá”, “un valle de lagrimas”, insistiendo en la
resignación o conformismo ante las contrariedades y malestar de la
vida, en la otra vida, todo será diferente. Por eso, muchos piensan que
a Dios no lo necesitan para organizar esta vida.

Otros ponen en oposición la felicidad religiosa y la felicidad humana,


como si la primera fuera enemiga de la segunda. Es conocida aquella
frase tan popular: “todo lo que da placer engorda o es un pecado”.
Parece como si el hombre religioso fuera el hombre de la renuncia, del
no, el que está en contra de los deseos de la libertad, desarrollo y futuro

Catequesis de Adultos
152
Parroquia San Juan Bautista, Amatitlán JHS

que anidan en el corazón de todo hombre y mujer. Muchos fue se


alejaron de la fe sufrieron en su interior esta oposición.

REFLEXIONAMOS Y COMPARTIMOS
1. mirando a tu alrededor, señala tres o cuatro valores que la gente
ve como mas importante para ser felices en la vida
2. vamos a comentas las frases sobre la felicidad que encontramos a
continuación:

 serás feliz el día de mañana, si ahora eres capaz de ser feliz


con lo que tienen.
 Cada vez hacemos depender nuestra felicidad de más cosas,
el que no sabe vivir un poco, siempre será un esclavo.
 Nuestra felicidad no consiste tanto en poseer cosas, sino ser
personas.
 Nuestra felicidad consiste en aprovechar las codas positivas
que tenemos, más que fijarnos en aquello que nos falta.
 La felicidad no se encuentra fuera de uno mismo, sino
dentro de la misma persona.
 La sencillez de vida tiene mucho que ver con la felicidad.
 Para ser feliz es necesario renunciar a muchas cosas.
 No hay mejor camino para la felicidad personal que luchar
por la felicidad de los demás.
 El secreto de la felicidad consiste en encontrarse con Dios,
que es fuente de toda felicidad.

3. la última afirmación nos hace preguntarnos: ¿Cómo puede la vivencia


religiosa ayudar a la felicidad humana?

UNA BUENA NOTICIA


EL PROYECTO DE DIOS PARA LA HUMANIDAD

Desde las primeras páginas de la Biblia, vemos que Dios tiene un


proyecto de la felicidad para el hombre. Los primeros capítulos del
génesis nos muestran al hombre, creado para vivir en un paraíso.

Catequesis de Adultos
153
Parroquia San Juan Bautista, Amatitlán JHS

Ya sabemos que esta imagen del paraíso no hay que entenderla al pie
de la letra, sino el mensaje que nos transmite es claro: Dios crea al
hombre y a la mujer y los coloca en el centro de la creación, para que
vivan en armonía con él, con ellos mismos, con los demás hombres y
mujeres y con toda la creación. Se trata de un gran ideal de felicidad
“vio Dios todo lo que el hable hecho, y era bueno” (Gn. 1,31).

Ante el fracaso del hombre respecto a este ideal de felicidad. Dios


interviene restaurando y salvando, según la promesa hecha en el mismo
génesis. Y siempre con imágenes de júbilo y palabras de gozo. Así
describen los profe3tas el retorno del desierto, después del destierro del
pueblo en Babilonia (Is 35). Dios no quiere la muerte del hombre que
se ha apartado de su camino, sino que recapacite y se convierta, para
que viva (Ez 18,23).

Las enseñanzas y acciones de Jesús


Jesús habla frecuentemente del Reino de Dios con imágenes de
felicidad: el banquete, la fiesta. La reconciliación es gozo de fiesta
(parábolas de la oveja perdida, del hijo prodigo). La actuación de Jesús
es sanadora, cura, perdona, devuelve esperanza, alegría y ganas de
vivir.

El centro del sermón de la montaña, son las bienaventuranzas, que son


gritos de felicidad para los que eligen el camino de Jesús. Solo que para
Jesús los criterios de felicidad son muy distintos de los que se ofrecen
en el “mercado de la felicidad”. Jesús llama felices a los pobres, que no
cuentan para los demás; a los que eligen ser pobres, los desprendidos y
solidarios con los pobres; a los misericordiosos, que se acercan al dolor
y a la alegría de los demás y las comparten, a los constructores de la
paz, a los que aman y practican la justicia. Criterios nuevos, pero
criterios de felicidad. El mensaje es enorme y positivo.

El seguimiento de Jesús, anuncio de felicidad


Para experimentar la alegría por el camino de la felicidad que propone
Jesús, necesitamos una profunda conversión. Un cambio de valores que
nos muestra el ejemplo de tantos hombres y mujeres que son felices en
el seguimiento de Jesús y en el servicio a los hermanos. Todos
conocemos a gente de este talante. Y ellos nos dicen que esa felicidad
es real.

Catequesis de Adultos
154
Parroquia San Juan Bautista, Amatitlán JHS

En mucha gente conocemos, de carne y hueso como nosotros, que viven


el Evangelio con sencillez y profundidad, se cumplen las palabras de
Jesús en el Evangelio de Juan: “les he dicho todas estas cosas para que
participen de mi alegría, y ustedes sean felices (Juan 15,11). La
finalidad del gozo y la alegría del evangelio de Jesús se hacen vida de
gozo y alegría en la existencia concreta de mucha gente, a pesar de las
dificultades.

De alguna manera, se anticipa la representación de la vida futura, la


vida en plenitud, que describe el Apocalipsis como una vida sin muerte
ni llanto ni luto ni dolor (2,14). Ser felices aquí es ir adelantando en lo
posible ese gozo que nos espera, porque vivimos al estilo de Jesús.

Llamados a la conversión
1. ¿nos parece una exageración el estilo de felicidad que proponen
las bienaventuranzas? ¿conocemos a gente que es feliz de esa
manera? ¿hemos experimentado personalmente momentos de
felicidad y viviendo con ese estilo?
2. ¿intentamos sinceramente descubrir el mensaje de felicidad que
llevan las palabras de Jesús, cuando es necesario aplicarlas a la
vida?
3. ¿Qué valores tenemos que cambiar en nuestra vida para ser
realmente felices? ¿o preferimos quedarnos con un sentido
recortado de felicidad?

LLAMADOS A SER SOLIDARIOS Y JUSTOS

OBJETIVO: descubrir que la solidaridad y la justicia son valores


evangélicos que nos enseña Jesús.

APROXIMACION A LA REAIDAD

En muchas ocasiones, vivimos la insolidaridad y la


justicia:

Catequesis de Adultos
155
Parroquia San Juan Bautista, Amatitlán JHS

Cuando abrimos un periódico o cuando encendemos el televisor, la radio


o escuchamos noticias, parece que todo es negativo en la vida:
accidentes, asesinatos, violaciones, malos tratos, políticos corruptos,
matrimonios famosos que se separan, aunque las noticias buscan sierre
lo que se sale de lo normas. Pareciera que tenemos una visión muy
negativa del mudo y de la realidad en que vivimos. Una realidad con
muchas sombras.

Por mucho que nos cueste reconocerlo, la vida es así. Muchas familias
entre nosotros la pasan mal y, al final, no tienen más remedio que
aguantarse. Existe el desempleo, que afecta a familias enteras y las
priva no solo de la necesaria economía, sino de la dignidad del trabajo.
Entre nosotros hay ancianos que llegan a duras penas al final de mes
con las bajas pensiones que reciben. Porque, además de las carencias
económicas, sufren carencias afectivas de parte de los propios hijos o
familiares. Porque entre nosotros tampoco recibimos a los inmigrantes
con grandeza de ánimo. Porque marginamos a algunas personas
(siempre encontramos motivos para justificarnos).

También sucede lo mismo en nuestra vida personal: a veces, somos


voluntarios en acciones sociales y caritativas y, al mismo tiempo, somos
injustos con quienes tenemos obligaciones. Andamos siempre buscando
justificaciones para nuestras insolidaridades…, y cuando ya no entramos
ninguna, solemos decir: “la caridad bien entendida empieza por uno
mismo”.

Sin embargo, también hay cosas positivas:


Si miramos a nuestro alrededor, somos capaces de descubrir también
hechos, situaciones y persona que animan y levantan el ánimo: hay
mucha gente solidaria, que intenta vivir la justicia por encima de sus
propios intereses personales o de grupo. Hay quien se ha preguntado si
es justo tener buenos sueldos en la casa, habiendo tantas familias que
no tienen ni uno, y han dejado de común acuerdo, el trabajo de los dos,
o quien ha renunciado a las horas extras para que pueda crearse otro
puesto de trabajo, o se pasa horas junto a un enfermo, o presta de sus
ahorros para que alguna familia salga de un momento de crisis
económica, o quien activamente colabora en programas de acción social

Catequesis de Adultos
156
Parroquia San Juan Bautista, Amatitlán JHS

sin ningún ánimo de lucro o ganancia personal. Muchos de esos casos


los hay y los conocemos. Incluso de algunos de ellos podemos nosotros
mismos ser protagonistas. Manera de ser que te dan ganas de vivir y
de luchar, hay gente buena en el mundo.

Que nos pide el cuerpo: ¿la solidaridad o la justicia?


Una primera mirada sobre nosotros mismos y sobre lo que nos rodea
nos podría indicar que lo que nos pide el cuerpo es el egoísmo
desenfrenado. Nos damos cuenta, a veces de tantas situaciones de
insolidaridad e injusticia, comenzando por nosotros mismos, que
tenemos una sensación de impotencia. Desde ella soltamos frases como
estas: “este mundo es un asco” “esto no tiene remedio” “el hombre será
siempre egoísta y por lo tanto injusto”.

Que estemos en esa situación no deja de extrañar cuando nos damos


cuenta de que, como seres humanos, somos radicalmente abiertos y
dependientes unos de otros; de tal modo si no fuera por esa apertura y
complementariedad ni siquiera existiríamos. Lo que nos hace personas
son las relaciones que nos dan origen y que nosotros mismos
desarrollamos a través de nuestras vidas. El crecimiento de la persona
se mide por su capacidad de comunicarse con otras y de descubrir en
ellas el complemento necesario de sus propias carencias o necesidades.

Pero en realidad el cuerpo nos pide la solidaridad; así estamos hechos y


nuestra vocación es: la comunión unos con otros. Lo que pasa es que
andamos por la vida con una comunicación bien reducida; a nuestra
familia, a nuestro grupo de amigos, a nuestros conocidos, eso del bien
común; el bien de todos, esté donde estén, lo conozcamos o no, se nos
queda muy lejos.
Algunos si lo entienden: cuando el amor es gratuito
La nobleza del corazón humano sale a flote muchas veces. No se
entendería de otro modo a quienes dedican toda su vida a los demás, y
no precisamente a su familia –a la cual incluso renuncian- sin esperar
nada a cambio. Todos conocemos a gente concreta que ha hecho esta
opción de vida. La mayoría de ellos son hombres y mujeres
profundamente creyentes que han dedicado su vida al seguimiento
radical de Jesús.

Pero, en el día a día, hay también mucha gente que orienta la totalidad
de su existencia del lado de la solidaridad; hay quien presta dinero sin

Catequesis de Adultos
157
Parroquia San Juan Bautista, Amatitlán JHS

intereses, quien adopta a un niño abandonado por sus padres; quien


acompaña a un drogadicto en su periodo de recuperación, hay quien se
pasa todas sus horas libres junto a un enfermo, anciano o persona sola;
hay quien hace suya la causa de los más desfavorecidos; hay quien
orienta al ejercicio de su profesión, teniendo en cuenta a los más débiles
y necesitados como principales destinatarios; que escoge su lugar de
residencia entre la gente más pobre.

Todas estas manifestaciones de la nobleza del corazón humano


producen en la persona una enorme alegría y una profunda
manifestación. Es el pago del amor gratuito.

REFLEXIONAMOS Y COMPARTIMOS
1. ¿Conoces comportamientos solidarios en el ambiente donde
vives?
2. sin embargo, aun descubres cosas que no funcionan bien por
el egoísmo humano o por la injusticia con la que organizamos
nuestra propia vida, ¿podrías expresar las que te parecen más
notorias?
3. ¿Qué tipo de valores deberíamos transmitir y vivir en familia,
en la educación, en las organizaciones sociales, para dar
espacio a la solidaridad y a la justicia?

UNA BUENA NOTICIA


La fe cristiana h a impulsado y continua impulsando no solo gestos
puntuales de solidaridad y justicia, sino estilo de vida desde el valor del
amor gratuito. En el grupo pueden hacer un pequeño repaso de
algunas acciones más significativas de solidaridad que realiza la iglesia.
Jesús desarrolla todas las posibilidades del corazón
humano
Ante todo, con su propia manera de ser hombre: el fue totalmente un
hombre para los demás. La conciencia de su misión lo lanza
radicalmente a los otros, especialmente a los más pobres y necesitados,
haciendo suyo un texto de Isaías, el que dice: “hoy se cumple en mi”, el
Espíritu del Señor esta sobre mí, porque me ha ungido para que de la
buena noticia a los pobres. Me ha enviado para anunciar la libertad a
los cautivos y la vista a los ciegos, para poner en libertad a los
oprimidos, para proclamar el año de gracia del Señor” (Lucas 4, 18-19)

Catequesis de Adultos
158
Parroquia San Juan Bautista, Amatitlán JHS

En una ocasión Jesús tiene que responder a Juan el Bautista si él es el


que había de venir, o todavía había que esperar a otro. Y estas son las
señales que le da: vayan y digan a Juan lo que han visto y oído; los
ciegos ven, los cojos andan, los leprosos quedan limpios y los sordos
oyen, y los muertos resucitan, a los pobres se les anuncia la buena
noticia. Y dichoso el que se escandalice de mi (Lucas 7,20-23).

Y Jesús elige para sí la pobreza como estilo de vida para el cumplimiento


de la misión, basta recordar todas las tentaciones que tuvo Jesús; todo
el mundo de los pobres marginados con quienes convive, sienten
profundamente la posibilidad de su reintegración y recuperación. Esto
es lo que significa el hecho de que con frecuencia Jesús comió con
marginados sociales y religiosos. La comunidad de mesa significa
reintegración de lo excluido. Lo mismo había que decir que los milagros
que, en su mayoría, son signos de oferta salvadora a los más
necesitados. Jesús justifica su comportamiento solidario, porque así es
su padre.

“hagan ustedes lo mismo”


Estas palabras las utiliza Jesús en dos momentos importantes en la
última cena: después de instituir la eucaristía y después de lavar los
pies a los discípulos. El que había resumido así su vida; he venido a
servir y no a que me sirvan.

Porque así quiere Jesús que sean sus seguidores: Lucas 10, 25-37 nos
ofrece una parábola de fraternidad: el buen samaritano. Se trata de
solidaridad con toda persona necesitada. En la enseñanza, también
Jesús repite, haz tú lo mismo. Como identificándose con el buen
samaritano.

Presencia de Jesús en los pobres


Tan fuerte es la exigencia del amor a los necesitados, que Jesús mismo
se identifica con ellos. En el capítulo 25 de Sn. Mateo es donde esa
identificación se expresa con más claridad: ¿cuándo te vimos con
hambre y te dimos de comer o con sed y te dimos de beber?, ¿Cuándo
llegaste como extranjero y te acogimos o desnudo y te vestimos?,
¿Cuándo estuviste enfermo o en la cárcel y fuimos a verte?... pues yo
les aseguro: cada vez que lo hicieron con un hermano mío de estos más
humildes, conmigo lo hicieron.

Catequesis de Adultos
159
Parroquia San Juan Bautista, Amatitlán JHS

Por algo, Sn. Lucas, en los Hechos de los Apóstoles (20,25), recuerda
literalmente unas palabras de Jesús: hay más alegría en dar que en
recibir. También San Juan dice: si uno posee bienes en este mundo, y
viendo a su hermano que pasa necesidad, le cierra sus entrañas, ¿Cómo
va a estar en el amor de Dios? Hijos, no amemos con palabras y de
labios, sino con obras y de verdad” (1juan 3, 17-18).

LLAMADOS A LA CONVERSION
1. ¿Tiene alguna experiencia de cómo Dios te ha hecho solidario?

2. El ejemplo de Jesús-“un hombre para los demás”-¿te puede servir


de estimulo para superarte?, ¿alguna vez has experimentado en tu
interior hacia donde te puede conducir en el terreno de la
solidaridad y la justicia el seguirle?

BUSCANDO EL ROSTRO DE DIOS

OBJETIVO: Descubrir las actitudes que pueden llevarnos a un encuentro


autentico con Dios.

APROXIMACIÓN A LA REALIDAD:
Se puede afirmar que no hay realidad que haya dado origen a tantas
preguntas, y tanta búsqueda como la realidad de Dios. Tanto así, el ser

Catequesis de Adultos
160
Parroquia San Juan Bautista, Amatitlán JHS

humano, aparte de decir que es por naturaleza social o laboriosa, se


dice también que es religiosa. Pero no nos vamos a acercar a la
realidad de esta manera global analizando eso que se ha llamado el
fenómeno religioso, sino que vamos a bajar a lo concreto, al ser humano
que somos tú y yo y a la relación que nosotros estamos viviendo con
ese otro se, a quien llamamos Dios.

BÚSQUEDA APARENTE DE DIOS


Desde el hombre primitivo hasta nuestros días, la búsqueda de Dios no
ha terminado. Muchos Salmos acogen esa búsqueda dándole una forma
poética de extraordinaria belleza. Salmo 63

“Oh Dios, tú eres mi Dios, desde el amanecer te deseo;


Estoy sediento de ti, a ti te anhelo
En una tierra sedienta, reseca, sin agua.
Quisiera contemplarte en mi templo, ver tu poder y tu gloria.”

También hay pensadores modernos, que dan referencia a la búsqueda


de Dios, alguien hace poco decía:

“Siempre he vivido entre la ausencia de Dios y la esperanza de su


presencia”-

Y YO, ¿BUSCO A DIOS?


Los caminos de búsqueda son muy diferentes, se pueden multiplicar los
relatos de experiencias de otros, testimonios, escritos, etc., nos pueden
ayudar mucho, pero lo que realmente importa es la propia búsqueda
personal.

Preguntémonos si ¿realmente con sinceridad, hemos buscado a Dios?


¿con que seriedad lo hemos hecho? ¿en que momentos de nuestra vida?

Catequesis de Adultos
161
Parroquia San Juan Bautista, Amatitlán JHS

DEL MIEDO A DIOS A LA BÚSQUEDA SERENA DE


DIOS:
En la antigüedad muchas personas, en particular desconocedores de la
realidad del mundo, confundían y a la vez asustados con los fenómenos
naturales, creían que era nomas un “capricho de Dios”, por ende
trataban de ganarse su protección; lo confundían muchas veces con lo
“misterioso de la naturaleza”, y generalmente tenían una vida muy
arraigada a los ciclos naturales.

El hombre de hoy, tiene mayor conocimiento, y dominio de la naturaleza


y de todo lo que le rodea. Por lo tanto la búsqueda de Dios no está
determinada en su mayoría por factores externos, sino por la llamada
que siente en su interior.

ALGUNOS MODOS DE SITUAR A DIOS:


Antiguamente se creía o se trataba de situar a Dios, en lugares de
“fuera” generalmente en ríos, cerros, montañas, nubes, dando paso
después a la construcción de lugares más específicos como lo son los
templos “como morada de Dios”

Los Cristianos actuales no podemos evitar el deseo de “encerrar” a Dios,


pero crece de una forma muy considerable el deseo de encontrarlo
presente en el interior. Algunos lo piensan como una energía
misteriosa, para muchos estas experiencias se las atribuyen al Espíritu
Santo.

Quizás algunos acudían a rendirle culto a Dios, cargando con elementos


extraños (supersticiones) que creaban una dimensión mágica; en la
actualidad, sin perder la dimensión del misterio, se sitúa a Dios de una
manera más familiar, más cerca, y se le rinde un culto más sencillo y
cordial.

A pesar del desarrollo, aun persisten las interrogantes, propias de


hombres primitivos ¿Cómo eres? ¿Dónde estas? ¿existes? ¿tienes algún
plan para mí o para nosotros? ¿podremos algún días entrar en comunión
contigo?

DIOS ES QUIEN BUSCA AL HOMBRE:

Catequesis de Adultos
162
Parroquia San Juan Bautista, Amatitlán JHS

En lo más profundo de la experiencia religiosa, se logra comprender que


es Dios quien busca al ser humano, y que somos encontrados por Él, por
eso es necesario que conozcamos las actitudes personales que pueden
dificultar y las que pueden favorecer este encuentro, al que se le llama
búsqueda de Dios.

En este proceso es común que el ser humano, confunda y se sienta


tentado de ser como Dios, por citar algunos casos, en el jardín del Edén,
el maligno le dijo a Eva “serán como dioses”, algo que se repite en la
torre de Babel; en nuestro tiempo algunos creen ver a Dios como un
competidor de su libertad y autonomía en el mundo.

No todos somos capaces de expresarlo como lo hacen algunos


pensadores modernos, pero incluso, en nuestra sencillez, se nos puede
meter esta actitud, se nos mete siempre y cuando no creemos necesitar
de Dios, esta no es una buena actitud de buscarlo.

ACTITUDES QUE PUEDEN AYUDARNOS EN LA


BÚSQUEDA DE DIOS:
1. Buscarlo no con fines interesados o materialistas.
2. Ser consciente de que Dios está siempre más allá, y seguir
siempre buscándolo, buscándolo.
3. Buscar a Dios no solo fuera, sino que también dentro de uno
mismo.
4. Tener muy claro que más que buscar nosotros a Dios, somos
buscados por Él.

UNA BUENA NOTICIA:


“la verdadera búsqueda de Dios se parece a la actitud de un hombre que
se sienta y escucha. Y es lógico que sea así, porque, en definitiva, Dios
no es algo que hay que construir o hacer, sino que es alguien a quien
hay que recibir. Y cuando se recibe a alguien, hay que empezar por
sentarse y escuchar”.
.
Quisiéramos escuchar a Dios, ¿Quién puede darnos a conocer al
verdadero Dios? ¿Quién puede acercarnos a Él? Seria excelente dar con
ese mediador.

Catequesis de Adultos
163
Parroquia San Juan Bautista, Amatitlán JHS

El mediador es Jesús, Él dijo de sí mismo:

“yo soy el camino, quien me ve a mí, ha visto al Padre, nadie conoce al


Padre, sino el Hijo y aquel a quien el Hijo se lo quiera revelar”

Hemos tenido el regalo de conocer a Dios a través de Jesús, con una


lectura sencilla del evangelio nos damos cuenta de que Jesús nos quiere
decir como es Dios, de dos maneras:

1. Con su modo de actuar, sus hechos, sus actuaciones, viendo


como Jesús actúa (perdonando, acogiendo, orando,
entregándose, etc., incluso muriendo en la Cruz)
2. Con sus palabras, en las cuales quiso y quiere transmitirnos
el verdadero rostro de Dios

EL TRABAJO ¿CASTIGO O REALIZACIÓN?


OBJETIVO: descubrir el verdadero valor que tiene el trabajo desde el
punto de vista Cristiano-humano.

ACERCAMIENTO A LA REALIDAD:
Todos conocemos o por lo menos tenemos la noción de la importancia
del trabajo que tiene en la vida personal, familiar, social y cultural.

Catequesis de Adultos
164
Parroquia San Juan Bautista, Amatitlán JHS

Generalmente nos damos cuenta, cuando el trabajo nos hace falta o nos
acecha el desempleo.

Cada ser humano tiene su record de trabajo a lo largo de su vida


(historia). El trabajo nos habla de las dificultades, a veces se torna
aburrido, ya sea en el campo, oficina, fábricas, estudios, etc.; pero
también nos habla de las alegrías de una labor bien hecha, gozando de
un sueldo “digno”, sabiendo que podemos ser útiles para lo que se nos
presente, y aun más cuando nos dan incentivos o motivaciones.

Por eso el trabajo contribuye a la realización de cada persona, es fuente,


creador y bienestar para poder vivir con dignidad; además de que es
fuente de relaciones entre personas y un medio para poner la naturaleza
a nuestro servicio, dentro del respeto que la naturaleza se merece.

DIFERENTES FORMAS DE VER EL TRABAJO:


Hay quienes piensan (según la manera de ver el trabajo), que el
“trabajo es de tontos”, “trabajar es un castigo” “si me gano la lotería,
Adiós al trabajo” etc.; hay también estas expresiones que dan razón de
los elementos negativos, “hay trabajos que te embrutecen”, “te explotan
en tu trabajo” “jamás me dan vacaciones, trabajo como robot” etc.

Los que piensan positivamente, escucharemos expresiones tales como


“disfruto mi trabajo” “me dedico y me esfuerzo por dar lo mejor de sí”
“poder trabajar es un privilegio, una bendición de Dios”, y quizás
algunas como estas: “lo que yo hago, a otros les sirve”, “me gusta
sentirme útil”, etc.

Nota: las siguientes preguntas es para que las reflexionemos


personalmente.

1. ¿Realmente el trabajo es un valor para el ser humano?


2. ¿Cuándo no tengo trabajo, ha cambiado mi carácter con los
demás?
3. ¿Qué sucede con el trabajo que destruye la naturaleza?

EL TRABAJO COMO MEDIO DE REALIZACION


PERSONAL:

Catequesis de Adultos
165
Parroquia San Juan Bautista, Amatitlán JHS

Salimos al paso de nuestras necesidades con el trabajo. Pero realmente


disponemos de un serie de aptitudes y cualidades, que cuando lo
logramos ponerlas en juego, nos realizamos como personas, somos
inteligentes, libres, creativos, cuando el trabajo corresponde a nuestras
capacidades nos sentimos solidarios, satisfechos y realizados.

Aunque no siempre llegamos a nuestras metas, a veces porque


buscamos dinero en exceso o ganancias ilícitas, como principal objetivo
de nuestro trabajo, o porque nos vemos obligados a trabajar en aquello
para lo que no tenemos vocación, etc.

Somos individuos, pero vivimos en sociedad, estamos hechos para vivir


con otros (con-vivir), en otras palabras sin la (co-laboracion) de los
demás no sería posible vivir.

Es por eso que el trabajo es uno de los medios fundamentales para


relacionarnos con los otros, y todos juntos para contribuir a que todos
dispongamos de lo necesario para vivir; cuando en el trabajo aparecen
los intereses egoístas, se produce entonces la competencia, la
explotación y la marginación, por ello cuando el trabajo se realiza de
esta manera deja de ser colaboración al bien común, y entorpece la
realización personal.

A tal situación hay que luchar responsablemente por un trabajo que de


dignidad a todos, realizando en unas condiciones en que el hombre y la
mujer no solo sufran atentados contra su dignidad, sino que puedan
realizarse como personas.

EL TRABAJO, COMO MEDIO PARA HACER UN MUNDO


MEJOR
A través de nuestro trabajo, hogar, estudios, fabricas, campo, etc.,
sacamos a la luz algo que de otro modo no existiría, acrecentamos el
bienestar y prevenimos los peligros; hacemos que el mundo sea un poco
mejor.

LA BUENA NOTICIA

Catequesis de Adultos
166
Parroquia San Juan Bautista, Amatitlán JHS

Dios creó el mundo y lo llenó de su bondad “…y vio Dios que era
bueno…” Gn. 1 SS. pero no termino su obra ahí, sino que sigue creando
sin cesar, y lo crea también con nuestra colaboración.

El trabajo une a los hombres y mujeres, fomentando la unión y


solidaridad entre las personas, crea entre todos un tejido de relaciones y
ayuda mutua, que hace posible una vida humana.

Es por ello que el trabajo no es castigo. Lo es el vacio de una tierra que


se vuelve dura e ingrata para el hombre que la trabaja. El fruto del
pecado es el sufrimiento.

“El trabajo es un mandato divino para hacer posible la vida


humana”

CONVIVIR: UNA NECESIDAD Y UN


PROBLEMA
OBJETIVO: descubrir el valor de la convivencia como una experiencia
básica y común de todo ser humano y como una exigencia del
Evangelio.

APROXIMACION A LA REALIDAD
Todos tenemos la necesidad de convivir con los demás. Convivir =
vivir-con, es la experiencia que todo ser humano tiene con los demás,
por eso convivimos con la familia, amigos, vecinos, trabajo, iglesia, etc.

Catequesis de Adultos
167
Parroquia San Juan Bautista, Amatitlán JHS

Aunque los niveles de convivencia son distintos, no es lo mismo convivir


con la familia que con los amigos.

DE LA CONVIVENCIA, SURGE LA AMISTAD


Sin una relación de amistad, nos condenamos a vivir en un egoísmo
infantil, nos incapacitamos para una vida equilibrada psicológicamente,
ya que nuestra existencia está hecha para con-vivir, no “unos contra
otros” sino que “unos-con otros” Papa Pablo VI

Estamos necesitados de los demás para casi todo, para nacer, aprender,
gozar, rezar, etc.

DOS EXPERIENCIA DE CONVIVIR

LA CONVIVENCIA ES RICA Y MARAVILLOSA


De hecho, la convivencia influye enormemente en cada uno de nosotros,
con todo lo que nos aporta y en lo que, en menor o mayor grado,
vivimos metidos.

Es por eso que para bien o mal, influye la familia, amigos, maestras,
compañeros de estudio, trabajo, e iglesia, etc, en fin en todo ambiente
que vivimos. Todos ellos nos dan valore y riquezas muy diferentes,
afecto, intimidad, acogida, perdón,… etc.
La amistad de unos con otros, tiene gran importancia, porque todos
necesitamos, intimidad con los “amigos”, en quienes la mayoría
confiamos, por eso la gran mayoría suele decir “es que no tiene uno en
quien confiar”.

La amistad es el regalo más valorado, y cantado por lo largo de la


historia, escritores, religiosos, testimonios de personalidades han
hablado maravillas de la amistad.

1. San Agustín, solía decir, “…nada es grato para el hombre, si no


tiene un amigo…”

A. Camus “es imposible ser feliz estando a solas”

Catequesis de Adultos
168
Parroquia San Juan Bautista, Amatitlán JHS

2. Francis Bacón, “la amistad duplica las alegrías y divide las


angustias por la mitad”

3. Proverbios, en este libro encontramos que “un amigo es un


tesoro”

LA CONVIVENCIA, COMPLEJA Y DIFÍCIL


B. Sin lugar a dudas, la convivencia es necesaria, pero no es fácil, ni
sencilla…

C. A veces nos cansamos de aquellos que nos rodean con quienes


con-vivimos, y por tanto buscamos escapar y procurar descansar
a solas.

D. No conseguimos librar del todo de un cierto egoísmo, que nos


hace ser el centro de todo y de todos.

E. El trabajo, la vida cotidiana, la política, diferentes estatus, etc.


Muchas veces nos crea conflictos, provocan dificultades en la
convivencia, y nos aísla.

El racismo, o discriminación, expresado en la indiferencia con que


tratamos t dejamos solos a los inmigrantes y a las personas de otras
culturas; las dificultades de la convivencia de las diferentes
generaciones, sin llegar a un conflicto, generacional declarado,
tremenda la soledad que muchos padres tienen con sus hijos, etc.

BUENA NOTICIA
A. En cierta ocasión llamaron a un joven a incorporarse a las filas del
ejército para la guerra, negándose a ir expreso: “no puedo matar
a mi vecino, con quien he compartido la comida y la bebida, ni a
los amigos del grupo musical, sean del lugar que fuesen.

B. Alguien que visita al grupo, y cena con ellos, relata que en


sobremesa: irrumpe un perro de esos que causan miedo, pero no
hay que inquietarse, pertenecen también a la familia,
curiosamente se aproxima un gato, pero al ser también de la
familia, no produce en el perro ningún sentimiento de odio.

Catequesis de Adultos
169
Parroquia San Juan Bautista, Amatitlán JHS

C. Dios educa a su pueblo en las actitudes fundamentales, la Alianza


del Sinaí, es uno de esos momentos, a él tenemos que recurrir
para saber que tipo de relación quiere Dios de los hombres y
mujeres con Él y los hombres y mujeres entre sí.

D. Jesús mismo por la pasión de la fidelidad y amor a su padre, ama


a todos los hombres y mujeres, especialmente a los más pobres y
marginados, a quienes se abre como hermano. Con algunos de
ellos constituye un grupo de cercanos, para que estuvieran con el
Mc. 3, 13-14

E. Jesús resucitado en el encuentro con sus discípulos, para disipar


dudas e infundirles confianza (Jn. 21, 1-25) (Lc. 24, 13-35) son
encuentros del amigo vivo, hermano fiel, que busca infundir la
cercanía y la confianza del reconocimiento.

LLAMADOS A SER LIBRES


Libertad: Facultad natural que tiene el hombre de obrar de una manera
o de otra, y de no obrar, por lo que es responsable de sus actos.

¿Libres para qué?


Libres con limitaciones: todos debemos de estar convencidos de que
somos libres, pero al mismo tiempo con limitaciones, experiencia que a
veces nos produce cierta estabilidad: Ejemplo.

1. Fuerza física.
2. Hazañas.

Catequesis de Adultos
170
Parroquia San Juan Bautista, Amatitlán JHS

Sn. Lc. 1, 26-38 (Como María, también tenemos la opción de elegir, lo


que consideremos bueno o malo, sin presión)

En ocasiones, en nombre de nuestra libertad, podremos llegar a pensar


o decir. “prohibido prohibir”, “tengo derecho a equivocarme”. Etc.
Pero ahí estamos, junto a los demás, obligados a aceptar normas de
convivencia, aunque lo hagamos de mala gana, los derechos de los
demás, en el mundo exterior, las circunstancias que vivimos nos
limitan: Ejemplo.

1. Matrimonio y noviazgo.
2. Amigos.
3. Cosas materiales (celulares, tv, vehículos, etc.)

Todas las anteriores, nos pueden producir cierta atadura, y es por eso
que no llegamos a ser realmente libres.

Hay que tomar en cuenta, que mi libertad, pasa también por la libertad
de los demás, porque mis derechos terminan, donde comienzan los
derechos de los demás. Ejemplo.

1. “Si te marchas, yo me muero.”


2. “Si no me lo compras, yo lloro.”

Los vicios (alcohol, juegos de azar, individualismo), cuando le damos


más importancia a estas situaciones, ponemos en riesgo nuestra
libertad, y es ahí donde caemos a las nuevas esclavitudes.
LA FE Y LA LIBERTAD: tendrían que ir de la mano, porque si yo tengo fe
(creer firmemente) propia, expreso mi libertad.
Pero si me dejo llevar por comentarios, automáticamente, me plasman
una idea que al final puedo llegar a vivirla sin convencimiento.

RECORDEMOS: que nuestro Dios, es un Dios que libera o le gusta la


libertad:

1. Paraíso, Adán y Eva.


2. Torre de Babel.
3. Liberación del pueblo de Egipto.
4. Sodoma y Gomorra, etc.

Nuestro Dios, siempre ha querido que vivamos libres, pero usualmente


abusamos de la confianza que nos da (agarramos el pie), es ahí donde
caemos en un libertinaje.

Catequesis de Adultos
171
Parroquia San Juan Bautista, Amatitlán JHS

Libertinaje: desenfreno en las obras o en las palabras.

Pero Dios siempre es comprensivo con nosotros, nos ama tanto, que
incluso llego al extremo de entregar su único hijo por nosotros (Jesús)
quien murió en la cruz.

El secreto para una verdadera libertad es… la verdad.


Sn. Jn. 8, 31-32

LA FAMILIA ¿GOZO O AGUANTE?

OBJETIVO: dar a conocer a la familia como un cumplimiento del


Proyecto de Dios.

ACERCAMIENTO A LA REALIDAD:
La familia como la primera experiencia humana, donde se desarrollan
todo tipo de relación (conyugal y familiar)- es aso como se nace y se
crece en el hogar, en “afecto, armonía y convivencia”.

Catequesis de Adultos
172
Parroquia San Juan Bautista, Amatitlán JHS

Resulta interesante comprobar que en las encuestas, sobre los valores


más apreciados por los jóvenes, la familia ocupa uno de los primeros
lugares, a pesar de todas las dificultades que en ella pueda haber.

La familia sigue siendo en la actualidad, un espacio de afecto, cariño y


amor; resulta cierto que muchas familias tienen un verdadero gozo de
convivencia y saben hacer de lo suyo un verdadero hogar.

Mas sin embargo los problemas que muchas familias afrontan en la


actualidad, no deberían ser un aliciente para olvidar el gozo de vivir
juntos, con una gran sencillez de corazón, pero al mismo tiempo tiene
que ser con gran profundidad, es por eso bien decir que la familia es
una experiencia gozosa.

UN GOZO QUE VA MADURANDO:


Muchos de los problemas familiares tienen que ser problemas de
madurar. Madurez humana, y en especial afectiva; pero es un proceso
que se va consiguiendo, es por ello que el gozo debería de ir
madurando.

Entiéndase que no es lo mismo, el gozo de los recién casados que el de


una pareja que ya ha vivido muchos años, hasta la vejez.

La familia es por excelencia el lugar idóneo para cultivar, valores,


desarrollo, paz, amor, fortaleza, etc., en este sentido.

La vida familiar transmite valores en la vida social, trato con los vecinos,
trabajo, educación, momentos de ocio, encuentros con otras personas,
amigos (as) etc., un gozo maduro, es un gozo compartido. No es
bueno que la familia se aislé en los primeros años, egoísta y
calculadora en los siguientes, y angustiada y casi desesperada
en la vejez.

Cuando se va madurando, el gozo, influye poderosamente en la


superación del egoísmo, vemos familias en las cuales cada quien piensa
solo en sí mismo, resultado sería un desastre total; o se piensa
solamente en el dinero, cuantas no vemos dividas por ello, y por objetos
materiales. Incluso hay quienes confunden su hogar como una pensión,
porque en ella se atienden solo las cosas más no las personas.

La familia se divide en medida en que no se convierte en una defensa de


los egoísmos conjuntados de los padres, hijos y de ambos; sin embargo

Catequesis de Adultos
173
Parroquia San Juan Bautista, Amatitlán JHS

hay familias que han entendido las cosas con ilusión y realismo y son un
verdadero ejemplo de el gozo de compartir, entregarse y abrirse aun en
medio de las dificultades que puedan afrontar.

NO TODO LO QUE BRILLA ES ORO:


Está llegando la crisis familiar, ya sea por causas personales, sociales,
etc., la familia se está debilitando y en su mayoría peligrosamente. Los
casos más extremos de separaciones y divorcios estamos en la era de
los matrimonios “exprés”, por ende se van creando más hijos en
“des-amor” y “des-encuentro” sin mencionar mas, es por tal
razón que el núcleo donde predomina el mutuo aguante sobre la
experiencia gozosa.

“cuando la familia simplemente se aguanta, ha comenzado a


morir”

Hay que afrontar nuestras situaciones, la actitudes debe de ser la misma


dentro como fuera del hogar, abiertos, simpáticos, grandes amigos.

Cuando se quieren solucionar los problemas, a veces resulta que es


demasiado tarde, situaciones de tensión familiar no llegan de golpe, la
vamos de preparando poco a poco, en ocasiones sin darnos cuenta,
cuando se invierte la dirección, del encuentro al desencuentro; del
dialogo al monologo; de la generosidad al egoísmo; del proyecto común
al sálvese quien pueda, solo Dios puede salvar una familia.

REFLEXIONEMOS:
1. ¿Cómo estoy viviendo mi vida familiar?
2. ¿Qué experiencia de gozo puedo decir desde mi familia?
3. ¿Por qué creo que se dan muchos fracasos familiares?
4. ¿Qué puedo hacer para mejorar mi vida familiar?

BUENA NOTICIA:
La fidelidad y la estabilidad en el amor, es la raíz de toda realidad
familiar, Jesús recurre a estas actitudes, retomando el proyecto original
de Dios sobre la pareja “…los hizo hombre y mujer…”, por ello el hombre

Catequesis de Adultos
174
Parroquia San Juan Bautista, Amatitlán JHS

abandonara a su padre y a su madre, se unirá a su mujer y serán los


dos una sola carne, de modo que ya no son dos, sino una sola carne “…
lo que Dios ha unido que no lo separe el hombre…” Sn. Mc. 10, 6-9

“la familia es la Iglesia domestica”

ESPERANZA A PESAR DE TODO

OBJETIVO: descubrir que Jesús nos señala cual es el camino del hombre
en el sufrimiento y como hemos de asumirlo desde nuestra fe.

APROXIMACIÓN A LA REALIDAD
La frase “a pesar de todo”, se refiere concretamente al sufrimiento y al
mal. Todos los hombres y mujeres, de cualquier tipo y condición, en
algún momento de nuestra vida, nos enfrentamos al problema del
fracaso y del mal. Nuestros proyectos fracasan ante la realidad del mal;

Catequesis de Adultos
175
Parroquia San Juan Bautista, Amatitlán JHS

enfermedad, envejecimiento, desgracias, depresión, dolor, muerte, etc.


Entonces, entendemos por mal todo aquello que nos produce dolor y
nos hace sufrir.

EL MAL ESTA AHÍ, Y LO VEMOS MUCHAS VECES:


a) Como inevitable: ahí están los muertos en la carretera, en las
guerras, catástrofes naturales, en la hambruna, etc. Gente que
sufre a nuestro lado. Que cuyo sufrimiento nos entra por los
ojos, a través de todos los medios de comunicación.
b) Sintiéndonos impotentes ante él: ¿Qué podemos hacer contra
el mal? Incluso cuando algo se hace y algo se logra, hay niveles
de sufrimiento que nunca podemos superar, el nivel último del
mal es la muerte.
c) Como algo que tarde o temprano se nos viene encima: cuando
aún no ha llegado, decimos que “estamos de suerte”, pero es
una situación tan incierta, que siempre estamos temiendo su
llegada.

¿SOMOS RESPONSABLES DEL MAL?


No todos los males son iguales, desde el punto de vista de nuestra
responsabilidad.

a) Hay males que tienen su origen en la limitación y fragilidad de


nuestro ser humano. (enfermedad-muerte)
b) Otros son producidos por catástrofes naturales.
c) Y otros cuyo origen si tenemos responsabilidad. (guerra, odios,
venganza, etc)
APARECEN LAS PREGUNTAS:
Cuando se trata de sufrimientos ante lo que no podemos hacer nada,
nos vienen a la cabeza preguntas y más preguntas…, esto porque la
desgracia, el sufrimiento y el dolor tocan lo más profundo de nuestro
ser, y por eso son preguntar muy serias:

a) ¿Por qué a unos si y a otros no?


b) ¿Por qué unos más que a otros?
c) ¿vale la pena venir a este mundo?
d) ¿tiene algún sentido el dolor?
e) ¿habrá quien nos pueda librar del mal?

Catequesis de Adultos
176
Parroquia San Juan Bautista, Amatitlán JHS

El sufrimiento de los inocentes ha torturado y sigue torturando la


conciencia de muchos.

DIVERSAS MANERAR DE AFRONTAR EL MAL:


a) Algunos optan por evadir. Suelen refugiarse en el alcohol, drogas,
vicios etc.
b) Otros se rebelan. “esto es injusto” “no hay derecho”
c) Otros solo se conforman. “no hay más remedio que asumirlo”
d) Hay quienes buscan culpables. “quizás los demás” “los mismos”
e) Otros lo asumen con dignidad.

¿ECHAR LA CULPA A DIOS?

a) Llegamos a pensar de esta manera: “si de verdad Dios existe,


entonces no puede permitir el mal…”
b) Tratamos de explicar las 2 realidades: la existencia de Dios y la
existencia del mal, por lo cual recurrimos… “será castigo de Dios”
o será que “ocurre por la fuerza del destino”

REFLEXIONANDO Y COMPARTIENDO
1. ¿Cómo reaccionas ante momentos de dificultad y sufrimiento
personal?
2. ¿Cuál es mi reacción cuando ese sufrimiento lo están padeciendo
otros?
LA BUENA NOTICIA
Solemos escuchar a las personas que tenemos cerca de nosotros…
“estoy roto, pero no hundido; estoy triste pero lleno de paz y
esperanza”

Son personas que no solo acusa a Dios, ante la enfermedad, el dolor


etc. Sino que encuentra en Él el más fuerte apoyo para enfrentarse al
mal.

JESÚS Y EL SUFRIMIENTO:

Catequesis de Adultos
177
Parroquia San Juan Bautista, Amatitlán JHS

Dios conoce el sufrimiento humano, no solo como espectador, sino que


mediante su conocimiento de la vida y de la historia humana, porque ha
sido encarnado en el hombre-Jesús, ha sufrido persecución, traición etc.

Es toda la dureza de esta paradoja la que emerge en el grito de dolor,


aparentemente desesperado, que Jesús da en la cruz: “Dios mío, Dios
mío…” Cf. Mc 15, 34.

En la encarnación, Dios asuma toda nuestra realidad humana… “para


devolver al hombre el rostro del Padre, Jesús debió asumir no solo el
rostro del hombre, sino cargarse, inclusive, el rostro del pecado (SS
Juan Pablo II)

Al leer el Evangelio, descubrimos que Jesús lucho contra el mal, con sus
fuerzas, esto es señal de que no quería el sufrimiento ni para sí mismo,
mucho menos para los demás; ahí están los milagros, curaciones, etc

Jesús no ha venido a explicar el mal sino a llenarlo con su presencia; al


sufrir y morir, nos enseña cual es el camino del hombre en el
sufrimiento y como debemos de asumir el sufrimiento y la muerte.

Este misterio de la muerte y sufrimiento, quedaría incompleto sino se


incluya la resurrección

ANALICEMOS
¿Qué te llama más la atención de Jesús ante el sufrimiento?
EN MI DEBILIDAD, ¿QUIÉN ME
COMPRENDERA?

La acogida y comprensión (el perdón)


“No temas, tus pecados te son perdonados”. “he venido a salvar, no a
condenar”. “hoy ha entrado la salvación a esta casa”. “vengan a mi
todos los que están cansados y agobiados y yo los aliviare”.

La invitación al cambio (conversión)

Catequesis de Adultos
178
Parroquia San Juan Bautista, Amatitlán JHS

“no peques mas conviértanse”. Convertirse quiere decir, cambiar de


dirección, darse la vuelta, lo mismo que se hace cuando uno ha
equivocado el camino para llegar al sitio a donde iba. Retrata de un
cambio en la forma de pensar de pensar y actuar; de una vida que pasa
de los valores de un o misma los valores y criterio de Jesús. “levántate y
anda”.

Jesús manifiesta una inmensa ternura con los pecadores: la adultera,


Zaqueo, la mujer pecadora, y con los enfermos, mucho más necesitados
que los demás de sentir la cercanía y el amor de los otros. Jesús los
encuentra, los anima, los cura, la presencia de Jesús es sanadora por
dentro y por fuera para el hombre. Jesús confía en que el hombre
puede cambiar, a pesar de todo.

Cuando Jesús tiene que justificar ante los fariseos su modo de obrar,
cuando se tiene que defender de quienes le acusan por esa misericordia
entrañable hacia quienes ellos consideraban excluidos social y
religiosamente, Jesús les presenta la gran justificación: no puede obrar
de otro modo, porque Dios, su Padre “es así” (misericordia y perdón).
Lo dirá luego Sn. Juan: Dios es amor. Bastémonos mirar el Cap. 15, 1-2
de Sn. Lucas, “la acusación”. Las parábolas de la oveja pérdida, la
moneda pérdida y el hijo prodigo, la justificación de esa manera de ser,
de acoger a los pecadores y comer con ellos, y no hay otra justificación
para Jesús que esta; ese es el estilo de Dios; así es como actúa Dios.

Desde la parábola del hijo prodigo, todavía nos adentramos mas en


otros dos aspectos importantes de la acogida de Dios al hombre
fracasado, pecador e insatisfecho.

1. Dios está buscando. No espera pasivamente. Está saliendo al


encuentro constantemente.
2. despierta en el interior del hombre el deseo del regreso y la
esperanza de encontrar de nuevo la casa paterna. La
seguridad de ser acogidos para poder comenzar de nuevo,
escribiendo la propia historia con una nueva luz. Sentirse
acogidos, perdonados y amados como hijos es una experiencia
interior capaz de desatar interiormente todas las posibilidades.

Una constante de la fe viva es, por tanto, la del encuentro personal con
Dios. No es un encuentro como el que realizamos con otras personas.
Es un encuentro realizado en otro nivel. En el nivel más íntimo y
personal, un nivel enormemente real, que supone la posibilidad de un
dialogo interior, para depositar en él todos nuestros afanes: los
sentimientos y experiencias, las vivencias y pruebas, los dolores y

Catequesis de Adultos
179
Parroquia San Juan Bautista, Amatitlán JHS

alegrías de la vida. Dios padre, amigo y acompañante de mi existencia


concreta, es la mejor noticia para poder experimentar la liberación y la
salvación.

Un gran teólogo alemán, abría así su corazón a Dios: ¿Cómo podría


soportarme a mí mismo, si no supiera que tú me soportas, si no tuviera
la experiencia de que tú eres un buen amigo?

LLAMADOS A LA CONVERSION

1. detrás de tu experiencia humana de ser acogido y perdonado


por los demás, ¿te has dado cuenta alguna vez de la necesidad
de la acogida y del perdón de Dios mismo? ¿has llegado en tu
interior a sentir la presencia de quien te conoce, te busca y te
espera?
2. ¿crees que tú mismo serias más acogedor, comprensivo y
perdonador contigo mismo y con los demás, si tuvieras siempre
viva la experiencia de la acogida y el perdón que Dios te hace?
3. ¿Cómo sientes en este momento la invitaron de Jesús: vengan
a mi todos los que están cansados y agobiados y yo los
aliviare?

EL SER HUMANO, UN GRAN MISTERIO

OBJETIVO: descubrir que en Jesús se revela el misterio del hombre para


ayudarnos a vivir como seres humanos auténticos.

APROXIMADOS A LA REALIDAD

contradicciones y confusiones:
Los avances de la tecnología moderna (tecnología, medios de
comunicación, investigación etc.), han sido formidables. Poco a poco, el

Catequesis de Adultos
180
Parroquia San Juan Bautista, Amatitlán JHS

ser humano va conociendo mejor cuando y como apareció en la tierra,


como funciona el organismo, cómo funcionan las cosas que lo rodean.
Sin embargo, le quedan por conocer preguntas importantes: que es el
ser humano, para que estamos en el mundo, quien ha decidido nuestra
existencia… son todas ellas preguntas de sentido. La persona humana
sigue siendo un misterio para sí misma.

Manifestación de ese misterio son las contradicciones y confusiones en


que se ve rodeado el hombre de hoy y la sociedad en la que vive.

Contradicciones y confusiones personales


Felicidad y sufrimientos. Por una parte, la persona humana se siente
soñadora, sedienta de felicidad, buscadora de libertad, hambrienta de
fiesta, de gozo, ce convivencia…; pero, en otra parte, se siente a sí
misma como insatisfecha, en conflicto con todos, o con muchos de los
que le rodean (quizás con los más cercanos), presa de nuevas
esclavitudes, envueltas en tantas veces en el sufrimiento interior y
exterior (estados de ánimo, enfermedades, problemas familiares,…)

Vida interior y vacíos. Nos damos cuenta de que el secreto de nuestra


realización personal lo tenemos en nosotros mismos, en la realidad de
nuestra vida interior… pero de hecho, para realizarnos como personas,
en lugar de entrar en nosotros mismos, vamos buscando por afuera, a
veces, con ansia de más cosas que puedan llenar nuestros vacíos.

Avances e inseguridad: hoy como nunca el hombre domina con las


nuevas técnicas aspectos de la vida en que en otros tiempos le eran
desfavorables (en la salud, trabajo, transporte…) pero no puede, sin
embargo, evitar una cierta inseguridad por el armamento destructor, la
falta de trabajo causada por las nuevas tecnologías, el horizonte de
educación para sus hijos que es imprevisible. Conscientes de nuestros
logros, pero amenazados.

Comunicación y soledad. Tenemos más posibilidades que nunca para


evitar la soledad y el aislamiento, gracias a los medios de comunicación
(teléfono, TV, radio,…), a la falta de los encuentran, a la multiplicación
de la reuniones, a veces, incluso, estamos en medio de multitudes,
pero, posiblemente nos sentimos más solitarios que en épocas
anteriores. Más juntos, pero más solos.

Catequesis de Adultos
181
Parroquia San Juan Bautista, Amatitlán JHS

Eficaces, pero menos humanos, sentimos que somos más


emprendedores, más dinámicos, que valoramos mas la eficacia, pro
quizás somos menos humanos, menos respetuosos y valoramos menos
a quienes ya no son eficaces (los ancianos, las personas discapacitadas,
los enfermos; es un lamentable fruto de esa mentalidad.

Dios y nuestros deseos humanos. En el fondo sentimos la atracción


misteriosa de Dios, deseos de mirar un poco más allá de nuestros
propios límites, sentimos la necesidad de Dios, sobre todo en
determinados momentos de nuestras vidas; pero no nos decimos por
una búsqueda seria y sincera de él, nos quedamos solo en un deseo
(algo tiene que haber), pero no nos decidimos a encontrarlo.

Felices y frustrados. Queremos e intentamos ser felices, con una


felicidad que vaya unida a nuestras enormes ganas de vivir, pero nos
damos cuenta de que no encontramos los medios para conseguirlo,
porque no podemos ser felices de cualquier manera, sobre todo, cuando
nuestra ganas de vivir han de contar, aunque nos pese con el hecho de
nuestra propia muerte.

Contradicciones y ambigüedades sociales.


Exigimos derechos para nosotros y marginamos a los demás. Por una
parte, exigimos los derechos de toda persona, también y especialmente
de los más débiles, pero, por otra parte, nosotros mismos, a veces sin
darnos cuenta estamos creando nuevos marginados, inmigrantes,
indígenas, mujeres, etc., nos libramos de nuestros mayores con el fácil
recurso al asilo de ancianos, nos oponemos y nos disgusta que se abra
en nuestro pueblo un centro para drogadictos, o enfermos del sida.

Rechazamos las dictaduras, pero somos dictadores. Estamos contra


toda dictadura o totalitismo, pero a veces, nosotros mismos somos unos
dictadores en los ámbitos en que nos movemos, (familia, amigos, etc.),
o no nos damos cuenta de que también estamos colaborando muchas
veces a la creación de los problemas de pobreza, injusticia, marginación
de los que nos quejamos en nuestro país.

Vivimos en la hambruna y en la pobreza. En una sociedad de la


abundancia, no hemos sido capaces de superar el problema número uno
de nuestro mundos: el hambre de millones de personas. Cada vez es
mayor el abismo que se abre entre los países que se han subido al tren
del desarrollo y los que aun no han podido subirse, y si las cosas siguen
así, no podrán subirse nunca.

Catequesis de Adultos
182
Parroquia San Juan Bautista, Amatitlán JHS

Convivencia y tolerancia. Ha mejorado nuestra convivencia desde el


respeto a las distintas maneras de pensar y actuar, pero en este mutuo
respeto y tolerancia está dando lugar a una gran crisis moral, nos
parece que ahora todo vale, todo se puede hacer y nadie puede decir
nada por el respeto que se debe tener a la opinión del otro. Por otra
parte, tantas veces, no permitimos que nadie nos diga como deberían
ser las cosas, sobre todo si estamos nosotros de por medio.

Mucho depende de nuestra propia trayectoria personal, del ambiente en


el que nos movamos, de nuestra edad, de la situación que estemos
viviendo en el momento. Pero sí que es de verdad que, muchas veces,
no hay quien nos entienda.

¿hay respuesta para este misterio que somos?

Por aquí van algunas:

LOS QUE APUESTAN POR LA NADA


Piensan algunos que el ser humano es un desastre, que su vida no tiene
sentido, porque su destino es la nada. Con esta mentalidad, se
preguntan si realmente vale la pena vivir, hubo un tiempo en que todos
estos pensadores sufrían porque el hombre fuera de esta manera, les
dolía que el hombre fuera un tamaño desastre. Hoy los que siguen la
corriente de pensamiento no sufren ni siquiera por eso, aceptan que las
cosas son así, que no puede ser de otra manera, y deciden sacarle la
vida lo poco o lo mucho que vaya dando de si en cada momento. Como
el único sentido de la vida sería que la vida no tiene sentido.

Los que pasan del problema


Hoy abundan. Hacen a un lado todas estas cuestiones, que les parecen
perfectamente inútiles. Lo que le importa –dicen- es gozar de la vida lo
más posible, buscar pequeños sentidos a lo inmediato sin hacerse
grandes ilusiones.

Otros porque, no tienen tiempo viven excesivamente metidos en los


problemas de cada DIA, económicos familiares…, les faltan
motivaciones, clima y tiempo suficiente para hacerse también las
preguntas más serias.

Catequesis de Adultos
183
Parroquia San Juan Bautista, Amatitlán JHS

II REFLEXIONAMOS Y COMPARTIMOS

2 ¿Cuáles son las principales contradicciones y confusiones que


descubro en mi vida personal? ¿aquellas cosas que las veo
perfectamente, pero que luego no las hago?
3 ¿hasta dónde me identifico con esta experiencia que relata san
pablo: no hago el bien que quiero, sino el mal que no quiero?
4 ¿Qué contradicciones y confusiones sociales son las más
frecuentes en el ambiente donde vivo?

UNA BUENA NOTICIA

JESUS DE NAZARET SE REVELA EL MISTERIO DEL


NOMBRE
Jesús sufrió también en su propia carne con las contradicciones y son
funciones del ser humano, aplaudido y rechazado por la misma gente,
en medio de un pueblo que buscaba liberarse de los romanos, y al
mismo tiempo de manera comprometida con Jesús mismo.

JESÚS EL HOMBRE NUEVO


Y nos da a nosotros la posibilidad de ser también personas nuevas en el.
Jesús no solo ilumina el misterio de la persona mediante lo que dice ella,
sino que manifiesta en su vida el modelo de una persona realizada.

SABER VIVIR COMO HIJOS DE DIOS


Ni lo hubiéramos soñado. Pero, en Jesús descubrimos que nuestra
llamada es a ser y vivir como hijos de Dios. Lo decía admirado, Sn.
Juan “miren que amor nos ha manifestado el padre para ser llamados
hijos de Dios, pues lo somos”. Comprendemos así que nuestra vocación
de hijos de Dios, en lugar de disminuir nuestra libertad, la realiza en la
plenitud del amor.

Catequesis de Adultos
184
Parroquia San Juan Bautista, Amatitlán JHS

SER Y VIVIR COMO HERMANOS DE TODOS


Dándonos la posibilidad de ser hijos del Padre, Jesús nos dio también la
posibilidad de vivir entre nosotros como hermanos. Una fraternidad con
Padre y por eso, una fraternidad que entra en la realización de la propia
persona humana, vivió entre nosotros la misma relación que Jesús con
el Padre, en el Espíritu. Nuestra llamada, por tanto, es a hacer de
nuestra sociedad una comunión de hermanos, desde la justicia y la
fraternidad

LA APUESTA POR LA VIDA


Yo he venido para que tengan vida y la tengan en abundancia (Juan
10,10), así describía Jesús el contenido de su misión. Tener la
experiencia de la vida es el cumplimiento mayor del ser humano. La
experiencia cristiana lleva a Pablo a encararse con la misma muerte.
¿Dónde esta muerte, tu victoria? Porque el centro del mensaje de Jesús
es la resurrección y la vida en plenitud.

Con Jesús ya como personas nuevas. En el estamos llamados a realizar


el proyecto del Padre. El nos llama para que podamos repetir la
experiencia de los primeros discípulos, “no se nos ha dado en la tierra
otro nombre en el que podamos salvarnos” (Hechos 4,12). Porque de
salvar la propia vida se trata, solo que únicamente la salva quien ha
aprendido a perderla.

LLAMADO A LA CONVERSION

1 ¿a que preguntas más inquietantes sobre el misterio del ser


humano nos pueden responder Jesús y su mensaje? ¿son
preguntas que nos preocupas y que preocupan a la gente?
2 Si estas preguntas no nos preocupan ¿por dónde deberíamos
comenzar? ¿Qué nos pude estar fallando? ¿Qué puede estar
fallando si la gente considera todo esto como importante y vital
para sus vidas?

Catequesis de Adultos
185
Parroquia San Juan Bautista, Amatitlán JHS

ÍNDICE
Tema Página

Introducción 02
Dedicatoria 03
Finalidad 05

UNIDAD 1
¿Qué es ser Católico? 07
El amor del Padre 13
El pecado y sus consecuencias 16
La salvación en Jesús 20
Vida en el Espíritu Santo 22

UNIDAD 2

Catequesis de Adultos
186
Parroquia San Juan Bautista, Amatitlán JHS

Historia de la Iglesia 26
Antiguo Testamento 31
Nuevo Testamento 33
Búsqueda de citas bíblicas 36

UNIDAD 3
Sacramentos 41
Sacramento de el Bautizo 43
Sacramento de la Confirmación 49
Sacramento de la Eucaristía 56
Sacramento de la Unción 65
Sacramento de la Reconciliación 71
Sacramento del Orden 80
Sacramento de el Matrimonio 86

UNIDAD 4
Credo 93
Padre Nuestro 96
Ave María 102
Los 10 Mandamientos 104
Dones y Frutos del Espíritu Santo 105
Mandamientos de la Iglesia 107
Virtudes Teologales y Humanas 108
UNIDAD 5
María la Mujer creyente 110
Advocaciones Marianas 122
Biografía de San Juan Bautista 126
Pecados Capitales 131
Obras de Misericordia 136
Laico en la Iglesia 137

UNIDAD 6
¿Vivir para ser o vivir para tener? 141
Decididos y valientes, ¿Quién o que nos ayudará a serlo? 145
¿Dónde encontrar la felicidad? 148
Llamados a ser solidarios y justos 154
Buscando el rostro de Dios 159
El trabajo ¿Castigo o realización? 163
Convivir: Una necesidad y un problema 166

Catequesis de Adultos
187
Parroquia San Juan Bautista, Amatitlán JHS

Llamados a ser libres 169


La familia ¿Gozo o aguante? 171
Esperanza a pesar de todo 174
En mi debilidad ¿Quién me comprenderá? 177
El ser humano un gran misterio 179

BIBLIOGRAFÍA
EVANGELIZACIÓN
PRIMER ANUNCIO
ALFONSO NAVARRO CASTELLANOS
MISIONERO DEL ESPÍRITU SANTO

CONCILIO VATICANO II Y
CATECISMO DE LA IGLESIA CATÓLICA, COMPENDIO

INTRODUCCION GENERAL A LA SAGRADA ESCRITURA


FRAY MILTON JORDÁN CHIGUA OFM CAP. 1era. EDICIÓN

DOCUMENTO CONCLUSIVO, V CONFERENCIA GENERAL DEL


EPISCOPADO LATINOAMERICANO Y DEL CARIBE
APARECIDA-BRASIL, MAYO 2007

¡QUEREMOS VER A JESÚS!


CATECUMENADO, CAMINO DE LA MISIÓN

Catequesis de Adultos
188
Parroquia San Juan Bautista, Amatitlán JHS

P. JUAN MARÍA PIU (MISIONERO COMBONIANO)

VERBUN DOMINI
LA PALABRA DE DIOS EN LA VIDA Y MISION DE LA IGLESIA
BENEDICTO XVI

BIBLIA NUEVA JERUSALÉN

BIBLIA DE AMÉRICA

BIBLIA LATINOAMERICANA

BIBLIA DE NUESTRO PUEBLO


LUÍS ALONSO SCHÖKEL
BIBLIA DEL PEREGRINO, AMÉRICA LATINA

JESÚS DE NAZARET,
EL ACOMPAÑANTE DE TU VIDA
CATEQUESIS PARA ADULTOS, PROGRAMA DIOCESANO DE CATEQUESIS
DIÓCESIS DE HUEHUETENANGO

www.aciprensa.com

www.corazones.org

www.catholic.net

Catequesis de Adultos
189

You might also like