Pregunta 1

Hablar de funciones orgánicas tomaría mucho tiempo, son múltiples los procesos que
ocurren a diario, desde la activación o no de genes, su regulación, las interacciones entre
las diversas microbiotas y su balance con los sistemas energéticos propio del individuo,
etc. Sucede que los alimentos son usados en su forma final como energía, se ha tratado de
cuantificar esta energía en cada macronutriente (proteínas, grasas y carbohidratos),
obteniéndose el término de caloría (en realidad se dice kilocalorías). Básicamente lo que
se hace para calcular las conocidas calorías de cualquier alimento es colocarlo en un
calorímetro (equipo para medir las calorías), quemarlo y observar el calor que genera.
Bien ¿y todo esto qué tiene que ver con nuestro metabolismo? ¿Acaso nuestro cuerpo
funciona como un calorímetro, “quemando” los macronutrientes y "capturando" la
energía generada? Pues va a ser que no. Hablar de calorías solamente impone serias
restricciones al entendimiento humano de como funcionan y se usan los alimentos. El
objetivo final de cada alimento es obtener ATP (trifosfato de adenosina) que al convertirse
en ADP (difosfato de adenosina) genera entonces una gran cantidad de energía, la chispa
de la vida.

Pregunta 2

La teoría de la evolución plantea que las especies se van adaptando (mediante varios
mecanismos) ante las presiones ambientales de nuestro planeta y dejan descendencia
viable que puede transmitir dichas adaptaciones, esto siempre ocurrió, ocurre y ocurrirá
mientras exista la vida, es una propiedad inherente de la misma. Cuando se aplica este
marco conceptual a la ciencia de la salud, lo que es mi objeto de investigación, se
comienza a vislumbrar soluciones para muchas problemáticas que se presentan hoy en día
(alimentación saludable, exposición ha ambientes naturales, correcta ejercitación,
seguridad ante las sustancias químicas, etc) En tal sentido, mi investigación va orientada a
la unificación de todo este conocimiento evolutivo y su aplicabilidad práctica en las
ciencias de la salud.

Pregunta 3

Hoy en día se ha demostrado con la ciencia de más alta calidad que lo que se pensaba
antes que era saludable esta muy errado, por ejemplo: Como especie humana necesitamos
consumir proteínas y grasas animales en cantidad suficiente, de no ser así muchas
personas pueden experimentar problemas graves de salud, antes de creía que la carne era
cancerígena, hoy se sabe que no es así. Antes se pensaba que los aceites vegetales
refinados eran saludables, hoy se conoce que son sumamente tóxicos para el organismo y
que su consumo diario esta asociado a diversas enfermedades (alzehimer, cáncer,
aterosclerosis, diabetes, etc). En nuestro país se podría implementar nuevos modelos
alimentarios, que además de ser más saludables que los ya existentes, han demostrado ser
más sostenibles con el medio ambiente y obteniéndose con rendimientos mayores. Un
sistema alimentario con dichas características sería: Que la alimentación se fundamentara
en vegetales y frutas variados cada día, con proteínas de diversos tipos (tanto animales
como vegetales), consumo de grasas animales y vegetales procedentes de frutos, y un
escaso consumo de alimentos procedentes de cereales (trigo, maíz, arroz) y azúcares.
Todos los alimentos que se consuman deben ser producidos considerando los principios
ecológicos de cada planta o animal. Si unimos esto a prácticas de ayunos intermitentes y
actividad física, entonces disminuiremos en gran medida los problemas de salud crónicos
que afectan a la población mundial y de la cual nuestro país no escapa. Curiosamente
aquellos alimentos que son más sanos o a los que estamos mejor adaptados, son también
más baratos de producir.

La vida es un estado complejo que funciona lejos del equilibrio, esto solo se logra
mediante la asimilación de energía provenientes de los alimentos. Cada organismo que
haya vivido en nuestro planeta estuvo obligado a obtener alimento por las vías que fuera
posible. Estos alimentos son usados por los sistemas vivos para el desarrollo y correcto
funcionamiento del metabolismo.

En experimentos dietéticos se ha comprobado que el uso de concentrado de

proteína de soya incrementa en el organismo las necesidades de vitaminas E,
K, D y B12, creando también deficiencias de calcio, magnesio, manganeso,
molibdeno, cobre, hierro y cinc. El ácido fítico que permanece en los derivados
de la soya inhibe de forma importante la absorción de cinc y de hierro. Los
animales de laboratorio alimentados con concentrado de proteína de soya
desarrollan órganos más grandes, especialmente el páncreas y la glándula
tiroides, e incrementan los depósitos de ácidos grasos en el hígado.

Las funciones orgánicas son aquellas que permiten al organismo funcionar lejos del
estado de equilibrio recomendaciones generales de salud hablan muy poco de comida y
demasiado de nutrientes. Suelen limitarse a decir que ningún alimento es malo y que sólo
hay que llevar una dieta equilibrada (a saber qué es esto),

Y el segundo se refiere a la regulación de todo lo anterior y a la selección y priorización de los

diferentes procesos y sistemas. En la que influyen poderosamente por un lado cada uno de los
diferentes alimentos, por otro los componentes y mecanismos tanto del sistema endocrino como del
sistema digestivo, y finalmente todo controlado principalmente por un increíble procesador central,
el cerebro.

Bien ¿y todo esto qué tiene que ver con nuestro metabolismo? ¿Acaso nuestro cuerpo funciona
como un calorímetro, “quemando” los macronutrientes y "capturando" la energía generada?