You are on page 1of 5

307-2009

Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema de Justicia: San Salvador, a las ocho


horas con treinta y tres minutos del día siete de mayo de dos mil diez.
A sus antecedentes el escrito firmado por el señor Jorge Alberto Murcia Guevara, en
virtud del cual pretende evacuar la prevención que le fue realizada mediante el auto de
fecha 12-X-2009.
Analizada la demanda y el escrito de evacuación de prevención, es necesario
efectuar las siguientes consideraciones:
I. La parte actora manifiesta que laboró para la Alcaldía Municipal de San Salvador,
institución en la que desempeñaba el cargo de “… Subgerente de Distritos, nombrado por la
Ley de la Carrera Administrativa Municipal…” (mayúsculas suprimidas). Sin embargo,
relata que el día 30-VI-2009 se le informó que se iniciaría un procedimiento “… de
eventual remoción…” en su contra, debido a la supuesta pérdida de confianza con la
relacionada municipalidad. No obstante ello, asegura que el referido procedimiento no fue
“… previo, sino simultáneo a [la] separación de [su] cargo…”, la cual fue finalmente
decidida por el Concejo Municipal de San Salvador mediante el acuerdo de fecha 6-VII-
2009.
Aunado a lo expuesto, argumenta que las funciones que desempeñaba en la aludida
institución no pueden ser consideradas de confianza personal ni política, ya que: “… [su]
cargo […] no atiende al desempeño de […] asistencia personal al Alcalde en funciones, ni
responde al desempeño de funciones tipo partidaristas, sino que hace alusión al desempeño
de [actividades] de carácter permanente…”.
Asimismo, afirma que el presente proceso es un amparo contra ley heteroaplicativa,
debido a que las actuaciones impugnadas fueron emitidas con fundamento en el artículo 2,
número 2, inciso segundo de la Ley de la Carrera Administrativa Municipal, el cual, según
su criterio, contradice la Constitución porque excluye de la carrera administrativa cargos
cuyas funciones son de carácter permanente y, por ende, se “… atenta contra derechos
adquiridos, y ratificados jurisprudencialmente en nuestro ordenamiento jurídico…”.
En ese sentido, concluye que la aplicación de la disposición precitada ha vulnerado
el principio de irretroactividad de la ley y sus derechos constitucionales de audiencia,
defensa, a la estabilidad laboral y a la seguridad jurídica.
II. Delimitados los elementos que constituyen el relato de los hechos planteado por
la parte actora, conviene ahora, en primer lugar, exteriorizar brevemente los fundamentos
jurídicos en que se sustentará la presente decisión (1); para, posteriormente, concretizar
dichas nociones al presente caso (2).

1
1. La jurisprudencia emanada de esta Sala –por ejemplo, la resolución de fecha 20-
II-2009, pronunciada en el amparo 1073-2008– ha establecido que, en el proceso de
amparo, el objeto material de la fundamentación fáctica de la pretensión se encuentra
determinado por el acto reclamado que, en sentido lato, puede ser una acción u omisión
proveniente de cualquier autoridad pública o de particulares, el cual debe reunir de manera
concurrente ciertas características, entre las que se destacan que se produzca en relaciones
de supra a subordinación, que genere un perjuicio o agravio en la esfera jurídico
constitucional de la persona justiciable y que posea carácter definitivo.
En ese sentido, este Tribunal únicamente tiene competencia para controlar la
constitucionalidad de los actos concretos y de carácter definitivo emitidos por las
autoridades demandadas, encontrándose impedido de analizar aquellos que carecen de
dicha definitividad por tratarse de actuaciones de mero trámite.
Por ello, en el proceso de amparo constitucional, es imprescindible que el acto u
omisión impugnada sea de carácter definitivo, capaz de generar en la esfera jurídica del
demandante un agravio de igual naturaleza con trascendencia constitucional; caso contrario,
resultaría contraproducente, desde el punto de vista de la actividad jurisdiccional, la
sustanciación de un proceso cuya pretensión carezca de uno de los elementos esenciales
para su adecuada configuración, pues ello volvería improductiva su tramitación.
2. Expuestas las consideraciones precedentes, es necesario trasladarlas al presente
caso, en los términos que se detallan a continuación.
De conformidad con el auto de fecha 12-X-2009 se previno a la parte demandante
que aclarara las razones por las cuales consideraba que el acuerdo que resolvió iniciar un
procedimiento de “… eventual remoción…” en su contra era un acto concreto y con
carácter definitivo o, en su defecto, que delimitara las actuaciones que finalmente habrían
encerrado la afectación a los derechos constitucionales aducida en el presente caso.
Sobre el particular, la parte interesada insiste en que el referido acuerdo forma parte
de las actuaciones impugnadas en el presente proceso, porque “… no reconoce [su] derecho
a la estabilidad laboral y se instaura en contra de su atención…”. No obstante ello, es
posible observar que aquella no constituye una actuación que, por sí sola, sea capaz de
ocasionar un agravio constitucional en la esfera jurídica de la parte peticionaria, pues, en
todo caso, la presumible afectación a los derechos constitucionales en el proceso que hoy se
estudia podría producirse con la emisión del acuerdo que, en forma definitiva, ordenó la
remoción de su cargo.
En razón de lo expuesto, esta Sala se encuentra imposibilitada para controlar la
constitucionalidad del acuerdo aludido, debido a que –tal como lo señala la jurisprudencia
anteriormente citada– el objeto material de la fundamentación fáctica de la pretensión de
amparo debe estar constituido por actos que –además de ser atribuidos a una autoridad con

2
poder de decisión sobre estos– deben ser definitivos, exigencia que, en este punto en
concreto, no se cumple. Por consiguiente, este extremo de la pretensión planteada deberá
ser rechazado preliminarmente mediante la figura de la improcedencia.
III. Por otra parte, con relación a los derechos constitucionales que la parte
demandante considera vulnerados por el decreto que finalmente resolvió la remoción de su
cargo, resulta necesario señalar que, de conformidad con el auto de fecha 12-X-2009
previamente citado, también se previno a aquella que indicara el concepto de violación que
correspondía al principio de irretroactividad de la ley, es decir, las razones en las que
fundamentaba la presumible afectación de dicho principio.
Al evacuar este extremo de su pretensión, la parte interesada ha reiterado que: “…
una nueva ley podrá tener efecto retroactivo; uno, cuando se trate de orden público, y dos,
en materia penal cuando la nueva ley sea favorable al delincuente…”. En ese sentido,
subraya que la disposición sobre la cual se emitió su acuerdo de destitución “… no atañe a
conductas delictivas, ni a su proceso, penas y sanciones, ni a los eximentes de
responsabilidad y/o la internación provisional y definitiva…”; asimismo, esboza
consideraciones relativas al orden público y a la definición que la jurisprudencia
constitucional hace de este.
En razón de lo anterior, resulta imperativo observar que si bien el reclamante
plantea las excepciones a la prohibición de irretroactividad de la ley, omite explicar el
porqué, según su criterio, la aplicación concreta de la disposición antes relacionada tiene el
carácter de retroactivo en el caso que nos ocupa y, por consiguiente, aun no existe certeza
suficiente sobre la forma en que el aludido principio habría sido violado; sobre todo, si se
toma en consideración que la reforma efectuada al artículo 2, número 2, inciso segundo de
la Ley de la Carrera Administrativa Municipal fue anterior a la emisión del acuerdo en el
que –presumiblemente– se decidió su destitución.
Consecuentemente, la falta de claridad que persiste sobre este extremo de la
pretensión –no obstante la prevención formulada– hace necesaria la declaratoria de
inadmisibilidad de este, con fundamento en lo establecido por el artículo 18 de la Ley de
Procedimientos Constitucionales.
IV. Expuesto lo anterior y habiéndose constatado que la queja incoada cumple con
los requisitos mínimos de admisibilidad y procedencia establecidos por la jurisprudencia y
la legislación procesal aplicable, se advierte que la admisión de la demanda se
circunscribirá al control de constitucionalidad del Acuerdo de fecha 6-VII-2009, emitido
por el Concejo Municipal de San Salvador, en virtud del cual la parte reclamante fue
removida de su cargo como Subgerente de Distritos.
Dicha admisión se debe a que el mencionado despido se fundamentó en el artículo
2, número 2, inciso segundo de la Ley de la Carrera Administrativa Municipal, con la

3
promoción de un procedimiento “… simultáneo a [la] separación de [su] cargo…” que no
permitió a la parte interesada el real ejercicio de su defensa, no obstante que –contrario a lo
establecido por la disposición citada–, su cargo no era de confianza personal ni política,
según los parámetros establecidos por la jurisprudencia constitucional.
Lo anterior, a criterio de la parte peticionaria, afectaría presuntamente los derechos
constitucionales de audiencia, defensa, a la estabilidad laboral y a la seguridad jurídica.
IV. Respecto a la procedencia de adoptar una medida cautelar en el caso en estudio,
es necesario señalar que el acto reclamado se ha consumado plenamente, pues según lo
expresa la parte agraviada, esta ya fue destituida de su puesto de trabajo; situación que
evidencia de forma clara la inexistencia de situaciones que puedan preservarse mediante la
adopción de una medida cautelar, por lo que resulta improcedente, en este caso, ordenar la
suspensión de los efectos del acto impugnado.
Por tanto, con fundamento en las consideraciones esbozadas en los acápites que
anteceden y en los artículos 12 inciso 3°, 18, 19, 20, 21, 22 y 79 inciso 2º de la Ley de
Procedimientos Constitucionales, esta Sala RESUELVE:
1. Declárese improcedente la demanda de amparo incoada por el señor Jorge
Alberto Murcia Guevara, contra el auto de fecha 23-VI-2009 emitido por el Concejo
Municipal de San Salvador, de conformidad con lo expuesto en el considerando II de la
presente decisión, es decir, en virtud de la falta de carácter definitivo de la precitada
actuación.
2. Declárese inadmisible la demanda de amparo con relación a la presumible
violación del principio a la irretroactividad de la ley, contenido en el artículo 21 de la
Constitución, en los términos detallados en el considerando III de este proveído.
3. Admítese la demanda firmada por el señor Jorge Alberto Murcia Guevara, a quien
se tiene por parte, contra el Acuerdo de fecha 6-VII-2009, emitido por el Concejo
Municipal de San Salvador, que ordenó la remoción de su cargo, en los términos indicados
en el considerando IV de la presente resolución, por la presunta afectación de sus derechos
constitucionales de audiencia, defensa, seguridad jurídica y a la estabilidad laboral,
contenidos en los artículos 2, 11 y 219 inciso 2° de la Constitución.
4. Sin lugar la suspensión del acto reclamado, por haberse consumado los efectos
de este.
5. Informe dentro de veinticuatro horas el Concejo Municipal de San Salvador,
quien deberá expresar si es cierta la actuación que se le atribuye.
6. Identifique la autoridad demandada el medio técnico por medio del cual desea
recibir los actos de comunicación.
7. Notifíquese.

4
---F. MELÉNDEZ---J. N. CASTANEDA S.---E. S. BLANCO R.---R. E. GONZÁLEZ B.--
-PRONUNCIADO POR LOS SEÑORES MAGISTRADOS QUE LO SUSCRIBEN---E.
SOCORRO C.---RUBRICADAS.

You might also like