You are on page 1of 16

c 



Manco Cápac fue el fundador de la civilización incaica. Según la Leyenda del Lago Titicaca,
recogida por el Inca Garcilaso de la Vega, fue el héroe semidivino que por orden del dios Inti
fundó el Cusco y civilizó a muchas tribus con la ayuda de su mujer Mama Ocllo. 

Ôn la Leyenda del Cerro Tamputocco, relatada por Juan de Betanzos, es Ayar Manco, quien
por designios del dios Wiracocha tomó posesión del valle de Acamama y fundó el Cusco,
después de derrotar a varias tribus con la ayuda de la valiente Mama Huaco. 

Según el etnohistoriador Waldemar Ôspinoza, Manco Cápac fue hijo del rey Apu Tambo, de
Taipicala-Tiahuanaco, quien dirigió el éxodo de su pueblo desde el Collao hasta Tamputoco
(Pacaritambo, provincia de Paruro). Al parecer, anco Capac nació en el siglo XIII d.C. en el
poblado de Maucallaqta, cuyas ruinas existen en el distrito de Pacaritambo a 50 kilómetros al
sur del Cusco. 

Ôn realidad se sabe muy poco de la vida y obra de nuestro personaje, sin embargo los
principales cronistas le atribuyen algunos hechos dignos de mención como: la construcción
del Inticancha, templo del Sol y sede de gobierno; su triunfo sobre las tribus huallas,
sahuaseras y alcahuisas; la desecación de los pantanos del Cusco; y la división de la ciudad
en cuatro barrios: Quinticancha, Chumbicancha, Sayricancha y Yarambuycancha. 

Después de designar como sucesor a su hijo Sinchi Roca, Manco Capac murió y su cadaver
fue momificado por sus descendientes que se agruparon en el ayllu real llamado Chima
Panaca. Durante el gobierno del Inca Pachacutec (S. XV) la momia o mallqui fue llevada al
templo del Sol en una isla del Lago Titicaca.

 
· 
  

Sinchi Roca fue hijo de Manco Capac y Mama Ocllo, y nació en el poblado de Tampuquiro,
en el sur del Cusco. Su nombre Sinchi nos indica que fue un gran guerrero, ideal en los
difíciles años en que la etnia Inca luchaba por consolidar su dominio en el Cusco.

Debió combatir arduamente contra los señoríos que querían destruirlos o desalojarlos, como
los temibles Ayarmacas, cuyo rey le voló los dientes en una batalla. Su matrimonio con Mama
Coca, hija del curaca Sutic Huamán, del señorío de Sañuc, le permitió un importante apoyo
para defenderse de sus enemigos.

Los cronistas informan que Sinchi Roca fue el primer inca en usar la a    , máximo
distintivo de la soberanía incaica; y fue quien ordenó que todos los hombres de su etnia se
horadaran las orejas en señal de nobleza. 

Ôste inca murió sin poder ensanchar los dominios incaicos. Sus descendientes formaron el
ayllu de Raura Panaca, y conservaron su a  o momia sagrada.




a    
     

 
]   

A Lloque Yupanqui su padre, Sinchi Roca, lo eligió sucesor a pesar de no ser el primogénito,
en razón a sus mejores aptitudes de líder y guerrero. Lloque Yupanqui no defraudó y enfrentó
tenazmente a los temibles Ayarmacas, logrando arrebatarles las fértiles tierras de Maras, en
el valle de Urubamba. 

La habilidad política de Lloque Yupanqui le permitió formar una cofederación con las señoríos
vecinos de Huaro y Quilliscachi, que prestaron valiosa ayuda en la guerra contra los
Ayarmacas. Ôstando muy anciano el Inca se casó con la joven Mama Cagua, hija del curaca
de Oma, un matrimonio con fines claramente políticos, ya que permitió ampliar la red de
alianzas que consolidaron a los incas en la región. 

Lloque Yupanqui, el zurdo memorable, murió a mediados del siglo XIV. Sus parientes
formaron un ayllu real llamado Aguanin Panaca.


 
  

De Mayta Cápac cuentan las crónicas que poseía una extraordinaria fuerza física y un espíritu
guerrero. Se sabe también que asumió el gobierno muy joven. Los alcahuisas creyeron que
era la oportunidad para liberarse del yugo incaico. Un grupo fuertemente armado penetró
sigilosamente al Inticancha para matar al soberano, sin embargo Mayta Capac los enfrentó
valerosamente, matando a unos y haciendo huir a otros. Ôl Inca ordenó una terrible represión
pero los alcahuisas se prepararon para la guerra con el apoyo de la etnia Culunchima. La
lucha fue feroz pero terminó rapidamente con la derrota de los sublevados. Ôl triunfo fortaleció
a los incas; la fama ganada por Mayta Capac hizo que muchas etnias vecinas buscaran
aliarse con ellos, lo que afianzó la Confederación Cusqueña.

Ôl Inca Mayta Capac se casó con Mama Tancaray, hija de rey de la etnia Collagua (Caylloma)
estableciendo una importante alianza con miras a una futura expansión hacia la sierra de
Arequipa. Cuando preparaba una expedición militar a esta región -en el país de los cuntis-
contrajo una enfermedad de consecuencias fatales. 

A su muerte debió a sumir el gobierno su hijo Tarco Huamán, pero este fue depuesto por
Capac Yupanqui, sobrino de Mayta Capac, al parecer después de una guerra civil. Los
descendientes del Inca fallecido formaron el ayllu de Uscamayta Panaca.
è Cápac Yupanqui

Cápac Yupanqui era sobrino de Mayta Capac y tomó el poder después de derrotar al
sucesor original, Tarco Huamán. Para asegurarse en el gobierno hizo matar a muchos
partidarios del príncipe depuesto. Una vez consolidado en el gobierno realizó dos
expediciones exitosas al país de los cuntis (sierra de Arequipa). 
Sus victorias le valieron para conseguir la adhesión pacífica de varias etnias como los
quichuas (de Abancay), que buscaban ayuda inca para defenderse de los fieros chancas que
se expandían desde la región de Parianacochas hasta Andahuaylas y amenazaban con
extenderse aún más. Ôl Inca los acogió y selló un pacto de alianza con la etnia Quichua. Con
el prestigio ganado en la región consiguió que el rey de los ayarmacas, Tocay Capac, le
conceda en matrimonio a su hija Curi Hilpay, iniciandose un periodo de paz entre ambos
pueblos vecinos. 
Cápac Yupanqui murió envenenado por una de sus esposas, Cusi Chimbo, quien fue parte de
la conspiración dirigida por el ambicioso Inca Roca, jefe del bando de los Hanan Cusco. Los
descendientes del soberano muerto formaron el ayllu Apo Mayta Panaca.
6 Inca Roca

Un golpe de estado organizado por los Hanan Cusco llevó al poder a Inca Roca, quien
permitió que un jefe de Hurin Cusco sea el máximo sacerdote del Sol, con el título de Willac
Umu; mientras él, como jefe de los Hanan, tomaba el control de los asuntos políticos y
militares del reino. Ôl etnohistoriador Waldemar Ôspinoza, sostiene que con esta reforma Inca
Roca solo restauraba la antigua diarquía que caracterizaba a sus ancestros de Taipicala-
Tiahuanaco; es decir, dos jefes gobernarían el Cusco con funciones separadas, pero
complementarias. 

Para consolidarse en el poder Inca Roca emprendió campañas de represión contra los
mascas y pinaguas que no reconocían al nuevo régimen. Después de esto, mandó construir
su residencia de gobierno en la parte alta de la ciudad, algo que en adelante todos los
soberanos lo hicieron al asumir el gobierno. Se preocupó por mejorar la vida de los
cusqueños, canalizó el río Huatanay y construyó una red de abastecimiento de agua para los
cuatro barrios del Cusco. También fundó el r    o Casa del Saber, donde los jóvénes
nobles eran preparados en todos los conocimientos necesarios para la administración y
gobierno.

Durante su reinado estalló la primera guerra contra los chancas cuando estos invadieron las
tierras de la etnia Quichua, aliada de los Incas. Los cusqueños lograron derrotarlos y
expulsarlos de la región, gracias a la ayuda de guerrero Canas y Canchis. Después de esto
envió una expedición a la ceja de selva (Antisuyo) consiguiendo sus primeras chacras de
coca, planta importante para los grandes rituales. 

Se casó con Cusi Chimbo , llamada también Mama Micay, princesa de la etnia Huallacán (de
Yucay), y de esta unión nació Titu Cusi Huallpa. Ôl pequeño fue raptado por orden del rey de
los ayarmacas, Tocay Capac, quien iba matarlo pero al ver que el niño derramaba lágrimas
de sangre, desistió de su plan. Un año estuvo cautivo Titu Cusi Huallpa, hasta que
secretamente una princesa llamada Chimbo Oma lo devolvió al Cusco causando una gran
alegría entre los incas que en adelante llamaron al príncipe, Yahuar Huaca (el que llora
sangre). Después de varios años de hostilidades la paz se reestableció con un doble
matrimonio. Inca Roca permitió que su hija Curi Ocllo case con Tocay Cápac, y éste aceptó
que su hija Mama Chiquia se comprometa con el joven Yahuar Huaca. 

Ôl reinado de Inca Roca se caraterizó por sus reformas políticas, las exitosas incursiones
bélicas y las obras de infraestructura para el Cusco. Ôl primer soberano de los Hanan Cusco
murió dejando muchos hijos que se agruparon en el ayllu de Vicaquirao Panaca.
M Yahuar Huaca

Su nombre original fue Titu Cusi Huallpa. Yahuar Huaca ("el que llora sangre") hace alusión a
una conjuntivitis aguda que padeció cuando era niño. Durante su breve reinado envió algunas
expediciones al mando de su hermano Vicaquirao que logró anexar algunas pueblos de los
vichos y cuntis. Con los ayarmacas no tuvo guerras gracias a su matrimonio con Mama
Chiquia, princesa de ese reino. Sin embargo, su reinado fue sacudido por la rebelion de los
huallacanes quienes llegaron a matar en una emboscada a Paguac Huallpa, el príncipe
sucesor de los cusqueños. La venganza del Inca fue terrible; destruyó totalmente el pueblo de
Paulo y mató a cientos de huallacanes.

Cuando preparaba una gran expedición para conquista a los collas del Lago Titicaca y los
cusqueños se encontraba en una fiesta religiosa, estalló la gran rebelión de los cuntis que
ingresaron sorpresivamente al Cusco y mataron muchos hombres entre ellos al Sapa Inca,
que fue encontrado escondido en el Intiancha. Un súbita tempestad salvó a los incas de una
desgracia mayor; los cuntis se retiraron presagiando la furia de los dioses. Los chancas
aprovecharon el desconcierto y la debilidad de los cusqueños e invadieron nuevamente a los
quichuas de Apurímac, avanzando peligrosamente hacia tierras incas.

Ante la muerte del Sapa Inca, y sin un sucesor oficial, los nobles orejones nombraron a
Huiracocha como nuevo soberano. Yahuar Huaca no tuvo tiempo para hacer su propia
palacio, pero sus hijos formaron el ayllu real Aucaylli Panaca, cuidaron su mallqui y guardaron
memoria de su gobierno.
w Wiracocha

Durante la gran rebelión de los cuntis murieron Yahuar Huaca y muchos de sus hijos. Ante
esta situación el consejo de los orejones eligió a Jatun Topac, quien asumió el gobierno con
el nombre de Wiracocha. 

Ôl nuevo Inca tuvo como Coya (mujer principal) a Mama Runtu quien le dio dos hijos: Cusi
Yupanqui (Pachacútec) y Cápac Yupanqui; sin embargo su favorita era Curi Chulpi, la misma
que ínfluyó para que su hijo Urco sea designado como G
  (príncipe sucesor).
Wiracocha anexó las fértiles tierras de Yucay y Calca donde mandó construir un hermoso
palacio de descanso. Ôn el Cusco también dirigió la edificación de nuevos aposentos, impulsó
la agricultura y la producción textil. Ôstableció que los nobles incas utilisen vestidos con
tocapus (adornos geométricos) como símbolo de prestigio. Cuando conquistó al señorío de
los Canchis mandó construir un gran templo para el dios Wiracocha, en Cacha, al sur del
Cusco. 
Si bien es cierto los incas se consolidaron como un reino local sometiendo a pequeños
señoríos de la cuenca del Urubamba, otros reinos como los collas, los lupacas y los chancas
se expandían peligrosamente. Hábilmente hizo amistad y alianza con Cari, rey de los
Lupacas, lo que sirvió para contener el expansionismo de los collas. 

Ôl año 1438, los chancas cruzaron el río Apurímac atacaron el Cusco sorpresivamente. Ôl
Sapa Inca y su hijo Inca Urco huyeron hacia Calca. Cuando la deseperación cundía, el
valeroso príncipe Cusi Yupanqui asumió el liderazgo y organizó la defensa de la ciudad. La
lucha fue encarnizada, pero los cusqueños lograron contenerlos en las alturas de Carmenca y
derrotarlos definitivamente en la famosa batalla de Ichupamapa (Yawarpampa). Ôl pueblo
cusqueño recibió victorioso a Cusi Yupanqui, quien lleno de gloria asumió el poder con el
nombre de Pachacútec.
Cuando Urco le hizo guerra a su hermano para capturar el poder, el anciano Wiracocha lo
apoyó; sin embargo Pachacútec logró imponerse y dar muerte al príncipe rebelde. Años más
tarde murió Wiracocha dejando a su descendencia agrupada en el ayllu Sucsu Panaca.

 
Õ  
£achacútec fue hijo del Inca Wiracocha y de la Coya Mama Runtu, quienes lo llamaron Cusi
Yupanqui. Desde muy joven mostró aptitudes para el gobierno y las conquistas, sin embargo
fue relegado injustamente en beneficio de Urco, un príncipe sin méritos suficientes.

Cuando los chancas invadieron el Cusco en 1438, Wiracocha y Urco huyeron
vergonzosamente, entonces Cusi Yupanqui asumió el liderazgo para la defensa de la ciudad.
Apoyado por los generales Vicaquirao y Apo Maita organizó la resistencia. Los atacantes
llegaban liderados por Astoy Huaraca y Tumay Huaraca, tenían fama de invencibles y
contaban con el apoyo de los ayarmacas . Los cusqueños apoyados por los canas lograron
contenerlos con sangrientos choques en la mismas puertas de la ciudad. Ôntusiasmados por
el arrojo de Cusi Yupanqui miles de hombres y mujeres regresaron para combatir e hicieron
retroceder a los invasores. La batalla final se dio cerca al río Apurímac, en la llanura de
Ichupampa. Los Incas vencieron categóricamente cuando Cusi Yupanqui logró decapitar a rey
Astoy Huaraca. Miles de chancas y cusqueños murieron en aquel campo que en adelente fue
nombrado Yahuarpampa ("llanura de sangre"). 

Después de invadir el país de los chancas, Cusi Yupanqui regresó al Cusco con muchos
prisioneros, un rico botín y lleno de gloria. Fue aclamado y encumbrado como nuevo Sapa
Inca con el nombre de Pachacútec, el "Transformador de la Tierra". Urco se sublevó
reclamando el poder pero fue derrotado por Pachacútec en la Batalla de Paca (río Tambo) y
arrojado a un barranco. Ôl viejo Wiracocha, resignado, pidió perdón al vencedor y lo reconoció
como el nuevo soberano. 

Pachacútec fue el fundador del Imperio de los Incas. Después de someter a los chancas
emprendió varias campañas para conquistar y anexar reinos y señoríos que poseían fértiles
tierras de cultívo y pobladores capaces de tributar fuerza de trabajo para los cusqueños.
Ômprendió la tarea de someter a los ayarmacas; lo consiguió logrando vencer y capturar a su
rey Tocay Capac. Luego derrotó a los tambos de Urubamba avanzando hacia las tierras de
Piccho, Vitcos y Vilcabamba donde mandó construir algunas llaqtas de defensa y refugio para
casos de emergencia. Obedeciendo su vocación expansionista anexó a los Soras y Lucanas
de Ayacucho y envió a su hermano Cápac Yupanqui a la conquista de los Chincha, Huarco,
Ishma, Yauyos, Huancas, Taramas, Pumpus, Conchucos y Cuismancus. Mientras tanto él
sometió a los collas del Lago Titicaca para luego dirigirse a Condesuyos donde conquistó
todos lo señoríos de Arequipa. Ônvió a su hijo Amaru Yupanqui a la conquista de los charcas,
y más tarde a Túpac Yupanqui a los reinos Yarowilca y Chimú. Todas estas campañas fueron
duras pero victoriosas para los incas que se convirtieron en los nuevos amos del mundo
andino. 

Pachacútec también tuvo una gran labor administrativa. Ôl nuevo papel de los incas en el
espacio andino generó nuevas necesidades y tareas que fueron afrontadas con eficacia. Ôl
Sapa Inca emprendió la reconstrucción del Cusco. Ôngrandeció esta llaqta, empleando miles
de a
 (trabajadores por turnos) provenientes de las naciones sometidas, principalmente
aymaras. Puso especial interés en la construcción del majestuoso Coricancha, templo dios
Sol, donde antes estaba el viejo Inticancha. Para el dios Wiracocha edificó el
Quishuarcancha, y para el dios Illapa, Sacsayhuamán. También mandó construir el   
(casa de las escogidas), el    (museo histórico) y el     (prisión) y fuera
del Cusco ordenó la construcción de  
 (centros administrativos) al servicio del Imperio,
como Ollantaytambo, Machupicchu, Vilcashuamán, Huaytará, Tambo Colorado y
Huánucopampa.

Se le atribuye la implantación del sistema de a


a   a
a  (pueblos trasladados) con
fines de colonización de las zonas conquistadas. Ôstableció la confiscación de tierras ³para el
sol´ y ³para el inca´, mandó construir canales de regadío   (terrazas agrícolas) y
  (depósitos o despensas estatales) en todas las regiones del imperio. Conectó todas las
 
 (ciudades) construyendo o ampliando el     ( red vial) y en sus tramos se
edificaron
a (aposentos) donde descansaban y se aprovisionaban los funcionarios o
servidores imperiales. Ôl servicio de   (mensajeros) y el entrenamiento de
 a  (contadores) contribuyeron a acelerar las comunicaciones y guardarlas las
estadísticas con fines estatales. Asimismo, dividió el Imperio en cuatro   (regiones), y a
estos en  a  (provincias). Ôstableció una red de funcionarios leales al Sapa Inca:
   , para las regiones;  , para las provincias;  , para supervigilar
la labor de los    en sus ayllus o comunidades. Priorizó el culto al Sol y ordenó la
edificación de muchos templos en su honor, asimismo aseguró tierras y a
 (trabajadores
por turnos) para el sostén de los

 y   (sacerdotes). Complementó su labor
integradora al establecer el uso del Quechua o  a como lengua oficial del
Tahuantinsuyo. 

Ôstando viejo Pachacutec nombró como G
  (príncipe sucesor) a Amaru Yupanqui,
decisión que revocó para designar definitivamente a Túpac Yupanqui, por haber mostrado
mejores dotes de conquistador y líder. 

Ôste gobernante, que hizo honor a su nombre al renovar el mundo andino, murió en 1471. Su
a  (momia) fue cuidada y venerada por su poderosa Panaca llamada: Hatun Ayllu. 
c Túpac Yupanqui

Túpac Yupanqui fue hijo de Pachacútec y Mama Anahuarque, nació en el Cusco. Después
de pasar el G   (rito de iniciación viril) se casó con Mama Ocllo. Desde muy joven se
identificó con el ánimo expansionista de su progenitor y adquirió experiencia de guerrero y
administrador, por tal razón fue designado sucesor, en reemplazo de su hermano Amaru
Yupanqui. Al momento de tomar el poder, en 1471, debió tener 30 años de edad. 

Siendo aún  (príncipe) se distinguió por sus exitosas campañas militares que lo llevaron
a la anexión de diversos reinos y señoríos como Huarco (de Cañete), Ishma (de Lurín y
Rímac), Colliq (del Chillón) siendo su más famosa conquista, la del Imperio Chimú, integrando
al Tahuantinsuyo toda la costa norte del Perú. Su espíritu emprendedor lo llevó a incursionar
en las tierras de los Chachapoyas (Selva Norte), Cañaris y Cayambis (en Ôcuador), y a
realizar un gran viaje marítimo a las islas de Ahuachumbi y Ninachumbi (en la Polinesia). Ôsta
expedición duró nueve meses para luego retornar al Cusco donde lo esperaba el anciano Inca
Pachacútec. 

Ya en el gobierno , Túpac Yupanqui continuó la obra de su padre, expandiendo y
consolidando el imperio incaico Ômprendió la conquista del Antisuyo (Selva Alta o Rupa
Rupa) acompañado de sus generales Otorongo Achachi y Chalco Yupanqui, logrando anexar
extensas áreas ideales para el cultivo de coca y el aprovisionamiento de hierbas medicinales,
plumas de aves exóticas y abundante madera. 

Derrotó la gran rebelión de los collas del Altiplano y consolidó el dominio inca en la región de
charcas. Avanzó más al sur y extendió el Collasuyo, conquistando a los tucumanes, huarpes,
cuyos, diaguitas y atacamas de los actuales países de Argentina y Chile. Ôstableció los
límites meridionales del Imperio en el río Maule sin dedicar mucho esfuerzo en someter a los
araucanos. 

Ôste Sapa Inca también continuó la construcción de llaqtas, colcas, pucaras, callancas,
tambos y la ampliación del Capac Ñan. Ôl nuevo orden impuesto por los incas provocaban el
descontento y rebelión de muchos curacas o señores regionales, Túpac Yupanqui fue duro en
la represión matando muchos sublevados y trasladando a otros como mitimaes. La tradición
incaica le atribuye la implantación del sistema de  , prisioneros de guerra que en
lugar de ser ejecutados, eran llevados como personal de servicio perpetuo para la nobleza y
el estado. 

Túpac Yupanqui, el conquistador más grande de la historia inca, murió en 1493, envenenado
en una conspiración que buscaba el ascenso de Cápac Huari, hijo de una esposa secundaria
llamada Chuqui Ocllo. Los conjurados fueron descubiertos y ajusticiados por los leales a
Huayna Cápac, el verdadero Hatun Auqui designado por su padre. Los descendientes del
inca fallecido formaron una de las más prestigiosas y poderosas panacas: Cápac Ayllu.


 
cc  

Su nombre original fue Tito Cusi Huallpa. Nació en Tumibamba (Ôcuador) cuando su padre,
Túpac Yupanqui, estaba en campaña contra los cañaris de la región. Cuando su progenitor
fue asesinado, Huayna Cápac era todavía niño y su vida corrió grave peligro por la
conspiración de Chuqui Ocllo y Cápac Huari; sin embargo el noble general Huamán Achachi
protegió al pequeño heredero y logró ajusticiar a los sediciosos. 

Como Huayna Cápac aún no podía asumir el poder, los orejones nombraron un ×  

(regente o sustituto) para que gobierne provisionalmente; este cargo de confianza recayó en
Apo Huallpaya. Lamentablemente este orejón fue descubierto en una confabulación traidora,
por lo que fue capturado y ejecutado por Huamán Achachi, Suyuyuc Apu del Chinchaysuyo. 

Después de aprobar el    (rito de iniciación viril), Huayna Cápac recibió la
a    roja, máximo símbolo del poder incaico. Su gobierno se concentró en los
esfuerzos por consolidar el dominio inca en todas las regiones del imperio. Ôn ese sentido
realizó diversas campañas para debelar las rebeliones que provocaron muchos curacas. Ôn el
Chinchaysuyo dirigió personalmente la represión a los huancas, cañaris, huancavilcas,
chonos y punaeños. También aplastó la rebelión de los Chachapoyas, y en el extremo norte
anexó hasta el río Ancasmayo, en tierras de los pastos de Colombia. Con esto alcanzó los
máximos límites que tuvo el Tahuantinsuyo. Teniendo como base de operaciones a la llaqta
de Tumibamaba, dirigió campañas contra los tallanes, tumpis, cayambes y carangues. Al
enterarse de otras rebeliones en el Collasuyo envió a su general Yasca para debelarlas y
hacer construir fortalezas en la frontera con los belicosos chiriguanas (guaraníes). 

Ôste inca puso especial interés en fortalecer la presencia inca en el norte por lo que
engrandeció Tumibamba y Quito, llevó mitimaes cusqueños de alto rango, y mantuvo un gran
ejército en la región con sus fieles generales Quis Quis, Calcuchímac y Rumiñahui. También
amplió el cápac ñan o red vial, y se preocupó por mantener con buenas reservas todas las
colcas y tambos del imperio. Las crónicas le atribuyen la implantación del sistema de
    , conviertiendo en ³esclavos´ a ciertos grupos rebeldes para enviarlos a los
duros trabajos en los cocales de la selva alta. 

Ôn 1527, mientras residía en Tumibamba, Huayna Cápac escuchó noticias de la presencia de
individuos con grandes barbas y extraños vestidos que llegaban por el mar navegando en
gigantes ³casas de madera´ . Se trataba de los españoles que venían en el segundo viaje de
Francisco Pizarro. Ôl Inca pidió más noticias sobre ellos, pero los barbudos de pronto dejaron
de ser vistos. 

Ôn la ciudad del Cusco ejercía como ×  
 su hijo Topa Cusi Huallpa (Huáscar), el que
también había sido elegido como el Hatun Auqui oficial. Sin embargo cuando el Sapa Inca
estaba por morir por una extraña epidemia, cambió su decisión nombrando como nuevo
sucesor a su hijo Ninan Coyuchi, quien falleció por la misma enfermedad sin haber asumido el
mando. Los familiares del Sapa Inca muerto formaron el ayllu llamado Tumipampa Panaca.
c Huáscar

Cuando en 1528 se supo en el Cusco de las muertes del emperador Huayna Cápac y el
príncipe Ninan Coyuchi, el Willac Umu, máximo sacerdote del Imperio, colocó la
mascaypacha roja a Topa Cusi Huallpa, llamado también: Huáscar. Ôl joven inca era hijo de
Huayna Cápac y Raura Ocllo, nació en Huascarpata, al sur del Cusco y tenía experiencia
administrativa por haber ejercido como ×  
 de su padre, mientras éste residía en
Tumibamba.

A pocos meses de asumir el gobierno, Huáscar descubrió una vasta conspiración, donde
estaban implicados varios de sus hermanos que querían encumbrar al Cusi Atauchi, muy
estimado en el Cusco. La furia del Sapa Inca fue implacable, mandó degollar a todos los
conjurados entre los que se encontraban orejones de importantes    (clanes),
principalmente de la saya Hanan Cusco. Para sentirse seguro, Huáscar se alejó de la nobleza
cusqueña y se rodeó de nobles advenedizos, lo que ofendió gravemente el orgullo de los
cusqueños. 

La situación se agravó cuando anunció que enterraría las mallquis o momias de los incas y
confiscaría las ricas propiedades de las panacas. Ôl ambiente de descontento incrementaba
la posibilidad de una rebelión; Huascar tenía muchos hermanos en diversas regiones y
algunos eran sospechosos de haber apoyado a Cusi Atauchi o de preparar una nueva
sublevación. Para eliminar a los hermanos rivales Huáscar los convocó a la capital para la
gran ceremonia de recepción de la a  o momia de su padre Huayna Cápac, que llegaba
desde Quito.

Ôl  o príncipe Atahualpa, por consejo de nobles y generales de Tumibamaba no viajó al


Cusco, sólo envió una delegación con el argumento que estaba en campaña contra ciertas
tribus rebeldes del extremo norte. Huáscar humilló y dio muerte a la embajada de Atahualpa
ordenando su inmediata presencia en el Cusco. Nuevamente su hermano envió una grupo de
nobles con regalos y mensajes de sometimiento a su autoridad; el Inca enfurecido los mató y
envió ropas y aromas femeninos para Atahualpa, esto significaba su sentencia de muerte. Ôl
cronista Juan de Betanzos cuenta que Huáscar prometió ejecutar a su hermano por
conspirador y exigió que se le considere de la saya Hurin Cusco y nunca más de Hanan
Cusco, bando que apoyó a Cusi Atauchi y ahora a Atahualpa.

Atahualpa era medio hermano de Huáscar, y uno de los hijos predilectos de Huayna Cápac.
Desde niño vivió en Quito y Tumibamba, por lo que era muy apreciado por los orejones del
norte, los grandes generales y los señores cayambis y caranquis del Ôcuador. Precisamente,
fueron sus parientes y partidarios quienes le aconsejaron no viajar al Cusco y más bien
prepararse para la guerra y la toma del poder.

Una vez declarada la guerra Huáscar envió al general Átoc quien avanzó rápidamente al
norte y ganó la batalla de Mocha , pero fue derrotado, capturado y decapitado en Ambato. Su
cráneo fue revestido de oro y utilizado como vaso trofeo por Atahualpa. Ôl Sapa Inca envió un
nuevo ejército encabezado por Huanca Auqui quien fue derrotado en Tumibamba y Mullituro.
Ôl príncipe rebelde, Atahualpa, contaba con decenas de miles de soldados veteranos de las
campañas del norte y con experimentados generales que le permitieron avanzar hasta
Huamachuco. Desde allí envió a Quisquis y Calcuchimac para la campaña final en el centro y
sur con el objetivo de destruir a los huascaristas y tomar el Cusco.

Ante la grave emergencia el mismo Huáscar dirigió sus tropas y logró victorias como las de
Tahuaray y Cotabambas, sin embargo perdió la decisiva batalla de Chontacaxas; más aún,
fue tumbado de su litera y tomado prisionero por el bravo general Quisquis. Los vencedores
ingresaron al Cusco y dieron horrible muerte los partidarios y familiares de Huascar,
incluyendo mujeres embarazadas y niños que fueron colgados desnudos y desviscerados en
su presencia.

Huáscar fue humillado, torturado y llevado semidesnudo rumbo a Cajamarca, ciudad a la que
no llegó, pues fue degollado en Andamarca (tierra de los lucanas, en Ayacucho) y sus restos
arrojados al río Negromayo. Atahualpa, quien ya era prisionero de los españoles, ordenó su
muerte, temeroso de que Pizarro lo libere y devuelva el poder.
c Atahualpa

Atahualpa fue hijo de Huayna Cápac y Tocto Coca, nieta del Inca Pachacútec. Nació en el
Cusco, pero desde niño residió en Tumibamba y Quito acompañando a su padre en las
campañas del norte. Siendo joven mostró valentía , inteligencia y carisma, por lo que se
convirtió en uno de los hijos predilectos del Sapa Inca; muy querido, además, por la nobleza
norteña y los principales generales de la región.

Cuando murieron el emperador Huayna Cápac y su sucesor Ninan Coyuchi, en 1528, el


Willac Umu, gran sacerdote del Sol, entregó la mascaypacha roja a Huáscar, considerando
que era hijo de  o mujer principal. Atahualpa aceptó tal decisión, y sólo pidió ser
designado como ×  
 , es decir su representante en Tumibamba. 

Se sabe que había sectores de la nobleza muy descontentos por el nombramiento de
Huáscar, considerando que no tenía méritos suficientes y temiendo sus planes reformistas
que perjudicarían los privilegios de las    (ayllus reales). Ôn 1529, el Sapa Inca
descubrió la conspiración de su hermano Cusi Atauchi, a quien dio cruel muerte junto a varios
de sus complices. Los nobles ejecutados eran prestigiosos miembros de la saya Hanan
Cusco, bando que se distanció del Inca y siguió conspirando, promoviendo una rebelión que
derrocara a Huáscar. 


Huáscar, buscando afirmar su poder y eliminar a sus potenciales rivales, exigió la presencia
de todos sus hermanos paternos en el Cusco con el pretexto de la llegada de la a 
(momia) de Huayna Cápac a la capital im perial. Los orejones, mitimaes, curacas y generales
de Tumibamba y Quito aconsejaron a Atahualpa no asistir, pues su vida corría peligro en el
Cusco. Ôntonces Atahualpa envío dos delegaciones justificando su ausencia y jurando
obediencia al Sapa Inca, sin embargo éste asesinó a unos y torturó a otros, acusándolos de
ser parte de una rebelión que se preparaba en el norte del imperio.

La nobleza incaica de Quito y Tumibamba convenció a Atahualpa que la única salida era la
guerra total contra Huáscar. Se preparó un gran ejército dirigido por los generales Quisquis,
Calcuchímac y Rumiñahui, y se realizó una gran ceremonia para colocarle una mascaypacha
roja reconociéndolo como nuevo soberano del Tahuantinsuyo. La guerra estaba declarada y
traería funestas consecuencias para el Imperio de los Incas.

Después de algunas derrotas iniciales, los ejercitos atahualpistas comenzaron su incontenible
avance rumbo al Cusco, dirigidos por Quisquis y Calcuchímac. La batalla decisiva se realizó
en el paraje de Chontascaxas (Apurímac, Perú) donde los quiteños lograron tomar prisionero
al Sapa Inca. Las tropas vencedoras entraron al Cusco y dieron cruel muerte a muchos
familiares de Huáscar, principalmente a los miembros de la panaca Cápac Ayllu
(descendientes de Túpac Yupanqui) a la que pertenecía el Sapa Inca derrotado. Éste fue
torturado y obligado a presenciar los horrendos crímenes, para luego ser llevado
semidesnudo rumbo a Cajamarca, donde lo esperaba Atahualpa.

Atahualpa, desde sus aposentos en la llaqta de Cajamarca, celebraba los contundentes
triunfos de sus tropas en el sur. Considerándose invencible, aquellos días de noviembre de
1532, permitió que unos extranjeros barbudos, llegados por Tumbes, ingresaran a la sierra
norte y se entrevistaran con él: eran los españoles. Ôn los Baños de Pultumarca, fue el primer
encuentro entre hispanos y el nuevo Inca. Hernando Pizarro convenció a Atahualpa para
asistir a una comida y entrevista con su hermano Francisco Pizarro, prometiendo devolver los
bienes que habían tomado sin autorización. 

Ôl 16 de noviembre de 1532 el nuevo Sapa Inca asistió a la plaza de Cajamarca acompañado
por un impresionante cortejo de 6 mil personas, pero sólo con 200 guerreros con porras y
sogas para matar a los barbudos que insolentemente se hacían pasar por enviados del dios
Wiracocha y partidarios de Huáscar. Al atardecer de aquel día, en la plaza, el sacerdote
español Vicente Valverde le exigió al Inca su conversión a la religión católica y sus
sometimiento a la autoridad del Rey de Ôspaña. Atahualpa rechazó aquel "requerimiento", por
lo que las fuerzas invasoras atacaron sorpresivamente con armas de fuego, caballos y
espadas. Ocurrió una horrenda masacre que ocasionó al menos 3000 muertos, en medio de
la cual el Sapa Inca fue secuestrado y llevado al Amaruhuasi, donde soportaría un cautiverio
de ocho meses.

Al conocer la avidez de los extranjeros por los metales preciosos, el Sapa Inca ofreció un
fabuloso rescate de un cuarto lleno de oro y dos de plata, por su vida y libertad. Muchas
llaqtas (ciudades), templos y palacios del Tahuantinsuyo fueron dilapidados para cumplir con
el acuerdo; sin embargo los españoles se repartieron el botín y prepararon la muerte del Inca.
Las instigaciones de Diego de Almagro, el indio Felipillo y el cura Vicente Valverde
consiguieron la sentencia de muerte para el Sapa Inca. Los cargos contra él no consideraron
los usos y costumbres andinos; en realidad fueron pretextos para eliminarlo rápidamente. 

Fue el 26 de julio de 1533, en la Plaza de Cajamarca, cuando Atahualpa fue preparado para
la hoguera. Antes de consumarse la condena, el Sapa Inca aceptó bautizarse para que le
cambien la pena. Ôl frayle Vicente Valverde lo bautizó en el acto con el nombre de Francisco,
en honor a su padrino, el jefe de los invasores. Luego de la ceremonia el Inca fue
estrangulado y su cuerpo enterrado en la capilla de Cajamarca. Poco después los indios
atahualpistas se llevaron sus restos a un lugar hasta hoy desconocido.


You might also like