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EL HOMBRE EN BUSCA DEL SENTIDO

Buscar el sentido de la vida no se refiere tanto a un hecho aislado que va


conducir a una persona a encontrarlo siguiendo un solo paso o atravesando por un
simple proceso o transición, sino a un camino que cada persona tiene que
atravesar quizá durante toda su vida, donde van a estar de por medio muchos
aspectos de la vida de cada quien, ya sean habilidades, actitudes, experiencias,
aptitudes, entre tantos más aspectos propios de cada quien. Por lo tanto ir en
busca del sentido de la vida es un trabajo muy personal que se atravesara en la
vida habiendo o no dificultades, obstáculos o problemas o por lo contrario que sea
un camino fácil, pero de igual forma será responsabilidad de cada quien el cómo lo
enfrenta, si con optimismo o pesimismo.

De la lectura de ‘El hombre en busca de sentido’ de Viktor E. Frankl pueden


extraerse muchos conceptos que hacen referencia a esta búsqueda, son
conceptos que él mismo utiliza para describir sus propias experiencias y su propia
búsqueda. A continuación haré uso de tales conceptos para relatar mis propias
experiencias en mi propia búsqueda del sentido de mi vida.

Mis experiencias personales me han llevado por distintos caminos en la


vida, a tomar distintas decisiones y por ende a consecuencias y responsabilidades
muy en concreto. Una de las experiencias más trascendentes en mi vida ha
acontecido hace algunos años después de terminar el bachillerato, razón por la
cual debía elegir una carrera para continuar con mis estudios y aspirar a tener una
profesión digna y de mi agrado. El tomar una decisión en esta etapa de mi vida era
algo ya muy común puesto que me rodeaba de personas quienes al igual que yo
debían tomar tal decisión además de las personas cercanas que ya habían
pasado por tal situación como lo eran mis hermanos e incluso mis propios padres,
sin embargo pese a que era algo común en mi medio no convertía la toma de
decisión en algo fácil porque al pensarlo bien parte de mi futuro dependía de ello y
debía tomar la mejor decisión para mí tomando en cuenta muchos aspectos como
mis propios gustos, la lejanía o cercanía de las universidades, los posibles gastos
y por supuesto pensando más a futuro las posibilidades laborales que tendría.

Después de hacer una elección y formando ya parte de un grupo, una carrera y


una universidad descubrí que no había sido la mejor decisión que pude tomar así
que comencé un proceso muy difícil en mi vida en el cual deserte de los estudios.
Fue un año durante el cual me sentí una persona muy inútil y ya no sabía porque
luchar en la vida, una etapa de mucha confusión y vergüenza. Mi actitud para
seguir enfrentando la vida no era igual que antes ya que mi pesimismo había
crecido, mis metas en la vida eran confusas y en general mi proyecto de vida
estaba estancado. Hacía de situaciones muy nimias algo muy grande y
tormentoso por ejemplo cuando alguien preguntaba a que me dedicaba, me
llenaba de vergüenza y culpa de no haber continuado con mis estudios ya que
sentía haber decepcionado a todo mundo, a mi familia y principalmente a mí
misma.

Afortunada o desafortunadamente fui con el tiempo acostumbrándome a sentir esa


vergüenza y culpa que hacían morir mis ilusiones y traía a mí la nostalgia por no
tener metas y sueños que seguir hasta entonces. Era una persona muy apática
que pretendía siempre huir de ciertas situaciones que me hicieran sentir
incomoda, tales situaciones como estar con familiares por el temor que
preguntaran si ya me dedicaba a algo o que es lo que hacía, evitaba situaciones
por sentimientos negativos que vivían dentro de mí y es que sentía que no
merecía ser apreciada como a los demás por ser un ser inútil. Entonces mi
predilección por momentos de soledad aumentó haciéndome sentir un enorme
vacío existencial.

Así transcurría el año y cada vez estaba más cerca la temporada para
preinscripciones en las universidades así que poco a poco con el apoyo de mi
familia y amigos mi actitud hacia la vida fue cambiando, mis metas comenzaban
de nuevo a tener sentido y aunque aún no tenía una decisión tomada acerca de
que estudiaría por la menos ya había decidido que continuaría estudiando una
carrera y no me rendiría esta vez. Creció mi optimismo cada día, mejoró mi humor
y era más grande mi capacidad para pensar en las cosas, para meditar y
posibilitarme tomar mejores decisiones o al menos contemplar las posibilidades
que tenía , ya me sentía más libre pues hacia una correcta elección de mi actitud
frente a los conflictos que antes me mantenían irritable y angustiada; ahora me
sentía con mejor actitud para enfrentar los retos que pudieran surgir y seguir
adelante con mi ritmo de vida que claramente sería muy distinto al entrar de nuevo
a la universidad y quizá sería difícil pero esta vez mi actitud positiva y buen humor
serian un arma para sobrevivir a ello. Fui capaz de decidir sobre mi propio camino
y luchar para conseguir mis metas y mi propósito en la vida.

Este logro en mi vida no significó que terminase mi búsqueda de un sentido,


es solo una etapa en la cual pude salir adelante contra los conflictos que se
presentaron y es por lo cual puedo seguir adelante ya que me he dado cuenta en
el camino de las habilidades, aptitudes, y actitudes con las que cuento y que
puedo incluso mejorarlas para seguir enfrentando la vida y de tal manera
proponerme cumplir más sueños y metas en la vida.

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