You are on page 1of 7

Tendiendo puentes

Un abordaje integral de situación desde la perspectiva de la


Pedagogía Social

Seminario de Educación en Contextos de Pobreza


Prof: Jorge Berguier
3er Año “A”

Instituto de Formación Técnica y Superior N° 28


Tecnicatura Superior en Pedagogía Social y DD HH

Alumna:
Micaela Lopez Rodriguez

Buenos Aires, Año 2017


Introducción
“¿Cómo logro ver que en el otro hay un sujeto?
Cuando puedo darme cuenta que yo soy como el otro, cuando puedo establecer lazos de igualdad con el otro.
Si en el otro yo sólo veo la diferencia, todo lo que tiene de distinto conmigo, no hay forma de que yo pueda
verme, ver lo común” – Pineau, 2012.

Dada la situación descripta, desde mi rol como Pedagoga Social se me ocurren


diversos frentes desde donde contener una situación que, lamentablemente, puede suceder
con una frecuencia considerable en las barriadas populares tanto de la Ciudad de Buenos
Aires como de diversos puntos del país.
Con algunas aristas diferentes al caso que se me planteó, y sin haber transitado
estos tres años de formación como Pedagoga Social, en mi última experiencia colectiva de
militancia territorial en la Federación de Base (Regional Córdoba), hemos tenido que asistir
a varias familias que venían con situaciones irregulares en cuanto a su documentación, o
inclusive, vecinas que ejercían una tutela informal sobre pequeños niños ya que sus padres
ejercían violencia y sus madres habían tenido que escapar para salvaguardar su vida.
Muchas otras dejan sus niños y bebés a otras familiares más grandes -siempre
parecen ser pactos entre mujeres-, agobiadas por maternidades adolescentes para las que
no estuvieron preparadas ni contenidas (muchas veces, producto de violaciones o
relaciones casuales). En esas situaciones, las lógicas familiares se transforman, y en
muchas infancias, la mamá biológica es una especie de tía que visita a sus hijos a menudo,
pero es otra feminidad la que ocupa el rol maternante en esos primeros años.
Volviendo a los problemas documentales, que muchas veces están atravesados por
vulneraciones a los derechos económicos, sociales y culturales, a mí misma en mi vida
personal me sucedió que, viviendo en una toma de tierras en el sur de Córdoba (a principios
de 2014), una tormenta de verano voló nuestras pequeñas y precarias construcciones
(casillas de tarimas, chapa y plásticos), y mi analítico secundario se arruinó entre el viento,
el barro y la lluvia. Lo encontré recién al otro día, a más de 200 metros de mi casilla, ilegible.
Al día de hoy (mediados de 2017) sigo haciendo los trámites para que me otorguen el
duplicado, y soy consciente de que mi situación -tomando en cuenta mi recorrido
académico, mi barrio, mis recursos habitacionales y económicos actuales, por qué no mi
clase social actual- es mucho más ventajosa para sortear este tipo de adversidades que la
de muchos otros que transitan la misma situación.
Propuesta de intervención

En el mes de marzo, se acerca a una escuela primaria una mujer con 3 niños: Uno de 12
años, unos de 10 años y uno de 8 años. Dice que el mayor es su hijo y que los otros dos son
sobrinos. No posee ningún documento, ni de ella ni de los niños, porque su casilla se
incendió, junto con boletines y cuadernos que tenía de los niños, de anteriores experiencias
escolares de ellos. Y, que los trae a la escuela.

Plantearé una intervención con diversos pasos, intentando siempre que el encuadre
general esté orientado a generar un acompañamiento responsable; es decir, generar
acciones y prácticas que no se rijan por el asistencialismo utilitario, sino que apunten a que
los actores que forman parte de la intervención puedan avanzar en su propia construcción
de sujetos críticos, autónomos y empoderados.
A pesar de esta idea rectora, reviste una gran importancia el factor temporal y la
condición de emergencia de la situación a abordar. En primer lugar, porque es
indispensable que los menores que conviven con la mujer del caso tengan su
documentación en regla, y que la mujer pueda estar debidamente registrada ante las
autoridades como la tutora legal de sus sobrinos. Luego de esto (que considero lo más
emergente dentro de la situación de urgencia que se plantea), es que se puede seguir
trabajando en pos de la regularización de los demás aspectos.

- Primera etapa: Documentación personal


Lo primero que haría sería tomarle a la señora su nombre completo y su DNI. Pedirle
el nombre completo de los menores, preguntarle si recuerda los números de documento o
si los tiene anotados en algún lugar. La acompañaría a realizar la denuncia correspondiente
por el extravío de su documentación y la de sus sobrinos, y con esa denuncia, intermediaría
para que la señora se acerque a la Defensoría Zonal correspondiente del Consejo de los
derechos de Niños, Niñas y Adolescentes de la Ciudad de Buenos Aires, especialmente
para que la asesoren en torno a cómo hacer para tramitar los nuevos documentos de sus
sobrinos, y que desde ese mismo nexo, se pueda indagar acerca de los mecanismos más
rápidos para que la señora pueda obtener la tutoría legal de sus sobrinos en caso de que
sus padres estuviesen incapacitados para hacerlo. Con esa documentación en trámite,
volveríamos a la escuela para cumplimentar la primera fase del proceso de inscripción.
- Segunda etapa: Recorrido Escolar
Otra arista a resolver en el caso planteado, es poder indagar en los trayectos
escolares recorridos por los niños que la señora trae a la escuela. Desde una perspectiva
centrada en el “cronosistema”, los niños deberían estar en 3er, 5to y 7mo grado; pero este
análisis simplista excluye la posibilidad de que hayan existido permanencias en algunos
grados, o que alguno de los niños requiera un abordaje integrado, o una inserción en una
escuela especial.
Será central para resolver este emergente, el poder obtener de la señora la mayor
cantidad de datos posibles acerca de la escuela anterior a la que fueron los niños para
poder concurrir al establecimiento y acceder a los registros que posean para,
consecuentemente, poder tramitar los pases correspondientes a la nueva escuela.
En el hipotético caso de que la señora no recuerde con exactitud cuál era la escuela
a la que asistían los niños, y dada la situación de que no hayan cursado sus estudios
anteriores en la Ciudad de Buenos Aires, sino en una escuela rural en otra provincia, la
manera más rápida de garantizarle a los niños el acceso a su legítimo derecho a la
educación, será a través de un relevamiento de los diferentes programas que existen en las
escuelas de la zona (dependientes del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires), como -por
ejemplo-, el grado de nivelación o el grado de aceleración.
En este caso en particular, dada la urgencia que reviste el caso, estimamos que lo
más estratégico sería garantizar la concurrencia de los niños a una institución que cuente
con Grado de Nivelación, para poder evaluar en un proceso más extendido de tiempo cuáles
son las necesidades concretas de estos estudiantes, y, al iniciar el ciclo lectivo siguiente,
poder elaborar una estrategia de contención más acorde y basada en sus propias
trayectorias, potencialidades y necesidades.
Es importante destacar que, atento al derecho esencial y universal del acceso a la
educación, estas dos primeras etapas deben cumplimentarse con la mayor celeridad
posible, y que, en caso de que hubiese algún impedimento burocrático, será el rol del
pedagogo social que interviene, poder recordar a las autoridades correspondientes que
ninguna gestión administrativa puede frenar o dilatar el acceso de los niños a la escuela.

- Tercera etapa: Bienestar General


Para la tercera etapa, será bueno articular con el CeSAC más cercano, a fin de
garantizar controles de salud, peso y estado general de los niños. También será importante
contar con información previa del lugar donde los niños fueron vacunados y atendidos con
anterioridad, como para poder unificar las historias clínicas, en caso de que no sigan
atendiéndose en el mismo sitio.
Una vez cumplimentadas las etapas previas, también será importante asesorar a la
señora en relación a los recursos económicos con los que puede contar para contener y
solventar las necesidades de los menores a su cargo, como por ejemplo, la Asignación
Universal por Hijo, o las pensiones por discapacidad (si fuese el caso), los pases escolares
de transporte, los diferentes sistemas de becas (comedor, incentivos escolares, etcétera).
Este es un paso importantísimo, porque no se trata sólo de contención económica
que resuelve urgencias concretas, sino que se trata de derechos universales conquistados
por el pueblo, a través de un Estado que se interpreta en un lugar de responsabilidad frente
a ciudadanos vulnerables, o a personas en contextos desfavorables que responden a una
situación de pobreza estructural en la que viven muchísimos habitantes de este suelo,
desde hace varias generaciones.
Conclusión

A través de tres etapas diferenciadas, intentamos paliar la gravedad y la


vulnerabilidad del caso planteado, con soluciones simples y accesibles, que intentan hacer
de puente entre los ciudadanos con sus derechos vulnerados y las instituciones o
mecanismos legales que deben darles soporte y contención.
Entendemos que la salida nunca es individual, ya que, al decir de Oesterheld; “el
único héroe válido es el héroe ‘en grupo’, nunca el héroe individual, el héroe solo”. En este
caso, no creemos en la existencia de “héroes”, pero sí de liberaciones y emancipaciones
colectivas, en donde el rol del pedagogo social busque cristalizar nuevas formas de
vincularse con uno mismo, con el otro y con el mundo, y donde cada paso que se camina
en pos de una determinada mejora, actúa tanto en el nivel individual de resolución
inmediata, como en el nivel comunitario de promoción de derechos y de constitución de
nuevos sujetos sociales.
Creemos que es indispensable que todas las acciones que realicemos se contengan
dentro de un encuadre político-técnico que interprete a los sujetos dentro de un marco
social, económico y legal amplio, sin problematizar ni culpabilizar, ni ejercer juicios de valor.
De esta forma, la tarea del pedagogo social -aún en construcción, mutable, dinámica- será
entendida como un camino, un intermedio, un brazo que conecta mundos que normalmente
no se interpelan, ni se vinculan, ni muchas veces se conocen.
Esperamos que estas propuestas sirvan para poder comenzar a hacer cuerpo y
presencia todo lo construido en estos tres hermosos e intensos años de formación. Aún nos
queda mucho camino por andar y por desandar.
Bibliografía Consultada

 Caro Zottola, Luis Esteban. Pobreza estructural y derechos humanos. Tucumán: III
Jornadas de Jóvenes Investigadores, Secretaría de Ciencia y Técnica UNT. 2009.

 Manual de primeros auxilios: una guía para conocer sus derechos y saber cómo
ejercerlos en la vida cotidiana. Buenos Aires: Secretaría de Cultura de la
Presidencia de la Nación: Centro de Implementación de Políticas Públicas para la
equidad y el desarrollo (CIPPEC). 2007.

 Thisted, Sofía et al. Problemas, estrategias y discursos sobre las políticas


socioeducativas: Seminario Interno I y II. Buenos Aires: Ministerio de Educación de
la Nación. 2012.

 http://www.buenosaires.gob.ar/inscripcion-escolar/grados-de-nivelacion

You might also like