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UNIVERSIDAD NACIONAL DE SALTA

Cátedra: Historia del Arte


Alumno: Muñoz Marcelo
Año: 2017

Parcial Domiciliario

En el siguiente trabajo se intentará hacer un abordaje entre los “Estudios


Visuales” ,como un nuevo campo epistemológico en el cual entra en juego la
disolución de las disciplinas canónicas que tienen como objeto de estudio al arte
(Historia del Arte y Estética), y hasta qué punto los escritos de Aby Warburg sirven
para reflejar dicha situación y en última instancia como es que ellos pueden
responder a los interrogantes planteados por el primer grupo.

En primera instancia, los “Estudios Visuales” intentan extrapolar la relación


que se encuentra en el campo de prácticas culturales con su inserción en el edificio
de los saberes dentro de una disciplina dogmatica. Esto dará lugar a la emergencia
final de un nuevo campo transdisciplinario que en vez de formalizar su contenido
cognitivo, intentará potenciar la comprensión crítica de su eficacia performativa.1
En este sentido este nuevo campo que emerge como un vástago de la Historia del
Arte, no intenta intervenir de un modo cognitivo dentro de las presuposiciones y
creencias de las prácticas artísticas, sino más bien busca un análisis crítico y
desmantelado, es decir por fuera de los dogmas y creencias implícitas en la
práctica. Lo que intentan dilucidar es como estos presupuestos y articulaciones se
constituyen en hechos socialmente relevantes. Dicho en otras palabras, un análisis
y desmantelamiento del proceso mediante el cual, a las articulaciones sociales y
cognitivas, les sigue el asentamiento efectivo de prácticas artísticas como prácticas
que se van a instalar socialmente.

1
A saber diferenciación entre (Historia del Arte- Estética/ Estudios Visuales o Culturales sobre lo artistico)
Esta puesta en suspenso de la complicidad, produce un desbordamiento de
los límites tradicionales de tal campo de estudios (lo visual). Se produce por tanto
una ampliación del campo de sus objetos, aquí ya no se trata de la obra de arte en
sí, sino mas bien la totalidad de medios mediante los que se hace posible la
transferencia social de conocimiento y simbolicidad por medio de la circulación
pública de “efectores culturales” promovida por distintos canales de los cuales la
visualidad es el soporte preferente. 2 En este punto se puede hacer una primera
aproximación al pensamiento de Warburg. Por un lado no es erróneo afirmar que el
historiador del arte en cuestión militaba de alguna manera en contra de la categoría
de gusto o que en cierta forma renunció a darle identidad a los objetos a partir de
tales criterios. Esto puede evidenciarse de un modo general a lo largo de su obra,
pero es posible tomar algunos textos como referencia a esta cuestión.

En su ensayo “El ritual de la serpiente”, Warburg muestra prácticas sociales,


rituales, construcciones y dibujos, donde es notorio el abandono del criterio de gusto
o si se quiere de belleza, rompiendo con las vías instauradas anteriormente por
Vasari y Winckelman. No importa el carácter, equilibrado o armonioso de los objetos
que está estudiando, mucho menos el estudio estilístico formal de los mismos. Los
casos que toman no importan en cuanto a su valor estético, sino que hace hincapié
en las transferencias simbólicas y de conocimiento en tales prácticas. Estos objetos
que en un análisis tradicional y canónico serían considerados como no artísticos en
él adquieren un importante valor. De alguna manera en palabras de Brea, lo que
Warburg inicia está íntimamente conectado con los “Estudios Visuales”, a saber la
producción de significado cultural a través de la visualidad.

Cabe aclarar en este punto que no existen medios puramente visuales, como
afirma Mitchell, sino que siempre hay una mixtura en la cual se ven incorporados
otros sentidos. Aquel mito instaurado en la modernidad en el que la pintura era
considerada como una forma pura de la visualidad, es derrocado mediante este

2
Brea, José Luis: Estudios Visuales, en “Por una Epistemología de la Visualidad”
nuevo campo de estudios. No quiere decir que con esto el medio pierda su
especificidad, sino que aunque habitualmente se conciba un uso puramente visual
del medio, sobre todo en el caso de la pintura, esta no es en absoluto puramente
óptica. Más bien se puede afirmar, que entran en juego otros factores de suma
importancia, elementos sensoriales, perceptivos, y semióticos.

Bajo la perspectiva tradicional, los artistas son casi los únicos en ser
considerados como promotores de significado cultural a través de la visualidad.
Tanto Warburg como la empresa de este nuevo campo de estudios, consideran una
producción predominantemente cultural, que es un efecto del trabajo del signo, el
cual nunca se aprecia de un modo puro sino bajo el condicionamiento y la
construcción de un enmarcamiento simbólico y específico. Así todo acto de ver, es
el resultado de una construcción cultural, un hacer hibrido, en el cual se trenzan
operaciones textuales, mentales, imaginarias, sensoriales y mnemónicas entre
otras.

Aquí resulta crucial citar algunos aspectos del trabajo de Warburg


mencionado anteriormente, donde se evidencian la convivencia de distintos planos
como la superstición y la realidad dentro de la vida cotidiana, no solo a partir de las
pinturas o dibujos que se pueden rescatar dentro de la cultura Hopi, sino que desde
la ornamentación, hasta la construcción del hogar, hay una carga deliberadamente
cultural y simbólica que permite reconocer características del paganismo en una
cultura inmersa dentro de un país como Estados Unidos, donde la tecnología y las
máquinas están al servicio de los hombres.

Salen a la luz aspectos que serían dejados de lado por la narrativa


occidental, y que tampoco pueden ser estudiados desde su propio marco
conceptual. De esta forma se hace notorio la fuerza que conlleva la practica visual
en su carácter simbólico. La casa escalonada en referencia al universo, o las
danzas que se presentan como transformación mimética de la vida, en tanto formas
mágicas de sacrificio y propiciación, donde la magia y la técnica conviven en un
mismo plano. Aquí nos encontramos con los hombres de las interconexiones
simbólicas de los que habla Warburg, qué están lejos de ser primitivos pero que
también son muy distintos al hombre europeo. Estos hombres realizan lazos entre lo
espiritual y lo extra personal, donde se fusionan con lo desconocido para suprimir su
identidad. Incluso en sus dibujos, la serpiente como una especie de rayo es una
referencia cosmológica innegable, es aquella que propicia la lluvia y aún más, el
tratamiento que estos dan a dicho animal es la muestra de una concepción
antagónica a la de los occidentales. El animal se encuentra en una relación de
superioridad con respecto al hombre, lo cual se evidencia en el tratamiento visual
que llevan a cabo.

Siguiendo esta línea de trabajo surge la cuestión historicista sobre la cual la


Historia del Arte se funda como disciplina. En una primera parte se trató de hacer
un desbroce en los procesos de subjetivación y el papel que en estos desempeña la
producción de imaginario. Intentando una mejor comprensión de la dinamicidad, en
la cual se construye el sujeto mediante la apropiación de imágenes, y la
multiplicidad de formas en la que estas se producen siendo capaces de ser
investidas por la fuerza de significados, y de producir simbolicidad cultural. Un
segundo plano donde se asientan los “Estudios Visuales” está centrado en el
carácter inminentemente intersubjetivo de las imágenes en su darse al mundo,
como entidades naturalmente resistentes a cualquier orden de apropiación privada
según Brea. Y como en ellas siempre se halla inscripto el otro, como registran el
proceso de la construcción identitaria en un ámbito socializado, comunitario.

Al respecto de esta apropiación en el marco social o de la comunidad es


notorio el trabajo que lleva a cabo Warburg. Lo que uno puede apreciar en sus
distintos trabajos es la permanencia de las imágenes a lo largo del tiempo
(nachleben) y como estas en tanto potencias de cargas afectivas son tomadas por
diversas culturas, a veces distantes entre sí, donde se produce una mutación del
sentido a través del tiempo (Pathos formeln). Lo que entra en juego en última
instancia sería, el devenir de la cultura que se encuentra dentro de las imágenes,
puesto que estas son portadoras de fuerzas sociales duraderas que mantienen a la
cultura en movimiento. Más aún, el peso de estas no descansa en su sentido
estilístico y formal como se dijo anteriormente, mucho menos en la legitimidad que
le proporcionan los historiadores al estructurarlas bajo los márgenes de la
periodización canónica. Resulta en esta instancia que las imágenes son huellas
sociales de la memoria. El tiempo aquí no se explica por sucesión como el logos, el
peso de las imágenes se debe a su carácter no histórico, a la sucesión de la
memoria. Al final del ensayo “El ritual de la serpiente”, el autor hace un intento de
mostrar aproximadamente como este rito ha pasado por diversas culturas, con
significaciones y resultados muy distintos, mostrando así las fuerzas sociales que
componen tal fenómeno, desde la antigüedad en el mundo helénico, pasando por el
catolicismo hasta las practicas mágico-religiosas de los “Pueblo” entrado el siglo
XX.

Los “Estudios Visuales” en este escenario intentan desmantelar, o


desvulneralizar el modelo, descentrarlo de la cuestión del eje de la temporalidad. La
“memoria” a este respecto juega un papel muy importante, pues permitirá optar por
diferentes tipos de organizaciones del tiempo. En ella, como dice Didi Huberman, se
producen montajes de tiempos heterogéneos. Si bien este concepto es utilizado
para un caso particular por el autor francés3, un fresco en el Convento de San
Marco que pasó desapercibido durante varios siglos, sirve para una mejor
comprensión de la empresa llevada a cabo por Warburg en su “Atlas Mnemosyne”.
Podemos entenderlo como un sistema mnemotécnico que, según Agamben, era
pensado para la toma de conciencia de la problematicidad de la tradición cultural
europea. En otros textos como el análisis que realiza sobre “Déjeuner sur l`herbe”
de Manet, a partir de un gesto, el historiador alemán hará en recorrido a través de
distintas épocas, en donde se puede observará como las imágenes, son
productoras de memoria de un modo inminente. Gracias a ella, es que se
comprenden las migraciones posibles en la imagen, es decir la convivencia de

3
Huberman, Didi: Ante el Tiempo, “Apertura: La historia del Arte como disciplina Anacrónica”
diferenciales de tiempo, geográficos, religiosos y sociales. De hecho se puede
afirmar que las imágenes producen memoria incluso antes de que ellas mismas
tuvieran una historia4.

La memoria como modo de organización del tiempo, en su dinámica propia,


permite salir de los márgenes comunes de la linealidad occidental. El tiempo , se
dijo anteriormente no se explica por sucesión, gracias a los procesos de montaje
realizados por ella, es que es posible que algunos elementos dejados de lado por
los análisis canónicos, tomen valor y no solo eso sino que encuentren su repetición
en el curso de la historia bajo distintas formas. En última instancia al parecer la obra
de Warburg en su rechazo al método estilístico formal, según Agamben, fue un
esfuerzo llevado a cabo a través , y más allá, de la Historia del Arte, hacia una
ciencia de un tinte más amplio; una aproximación o precedente de lo que se busca a
partir del nuevo campo epistemológico de los “Estudios Visuales” donde el objeto de
estudio ya no se centra principalmente en la obra del arte y su contenido formal.
Donde entran en juego otras disciplinas y configuraciones que terminarán por
ampliar el campo ocupado tradicionalmente por la Historia del Arte y la Estética,
para dar lugar a una disciplina más joven.

Muñoz Marcelo

4
Ibídem
Bibliografía.

-Brea, José Luis: ESTUDIOS VISUALES, “La epistemología de la visualidad en la


era de la globalización” (Apertura, capítulos 1-4 y 10)
- Agamben, Giorgio: “Aby Warburg y la ciencia sin nombre”
- Huberman, Georges Didi: Ante el tiempo, “Apertura: “La Historia del Arte como
disciplina anacrónica”
- Warburg, Aby: “El ritual de la serpiente”
- Warburg, Aby: “Déjeuner sur l´herbe de Manet”, La función prefigurativa de las
divinidades elementales paganas para la evolución del sentimiento moderno de
naturaleza.
- Warburg, Aby: “ El nacimiento de Venus y la Primavera de Sandro Botticelli” en El
renacimiento del paganismo- Aportaciones la historia cultural del Renacimiento
europeo.
- Warburg, Aby:

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