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Pe MAT NTS Carlos Andradas Heranz pONGAME @uN Mk rL0 DE i MATEMATICAS ALT@| j IDENTIFIQUESE! Cuando leas este libro, ninguna de estas preguntas ser4 un misterio para ti. Pero quizas ahora algunas se te escapan. {Quieres probar tu estado actual de conocimientos? Elige en cada pregunta la respuesta que creas mds acertada, Algunas pueden tener mds de una respuesta valida; y otras, ninguna, Las respuestas, en la pagina siguiente. 1. “Matematica” es wna palabra 3. gEn cudntas partes se dividen griega. ;Cudl crees tii que era las matematicas? ue ssi AP su significado original? a) Ea Guate, ) Lo que te mata. b) Enseis. b) Lo que se aprende. c) En seiscientas cuarenta. c) Una especie de té argentino. 4- “Ceometria” significa medida 2, ;Sabes de qué tratan los dela tierra, porque... ntimeros de Fibonacci? a) Los antiguos median con 7 tierra. a) De los besos finos. ia b) Dela multiplicacién de los conejos. b) La emplearon los babilonios para medir la distancia al Sol. ©) Los emplearon los egipcios para medir las tierras inundadas por el Nilo c) De la moda otofio/ - invierno. | 2, ;Quién emple6 por primera 9. {Quién de estos tres nombres ha yez los dos puntos (:) como obtenido el Premio Nobel simbolo para la divisién? de Matemiticas? a) Harrison Ford. a) Julio Iglesias. b) Aristételes. b) Santiago Ramon y Cajal. c) Leibniz. c) Magnus Enzensberger. 6, ;De qué crees que trata el feorema de la incompletitud 10. Cada eudnto tiempo se adel? organiza un Congreso de Gout! internacional de a) De lo incompleto que es Matematicas? todo, cuate. a) Cada cuatro afios, como las b) De cosas sublimes s Olimpiadas. r j : Uglareviloces b) Cada afio. 6) De afirmaciones que no se ¢) Enlos afios que terminan eno puede demostrar que sean oens, verdaderas ni falsas. oy . {Qué ecuacién expresa la teoria de la relatividad de Einstein? a) E= mc* b) E*= a? +b? ©) E=(m)*e ~ {Por qué hay tan pocas mujeres en la historia de las matematicas? a) Porque tenian mas dificultades para estudiar. b) Porque las matemiticas son cosa de hombres. ©) Yo ereo que hay demasiadas. ecommerce SP nS Taf See Explicacién 1. Deriva del verbo wavOavu (manthano), que significa aprender. (Revisa la pag. 52.) 2. Es una sucesién de ntimeros en la que cada uno es la suma de los dos anteriores. (Revisa la pag. 57.) 3. En cuatro. (Revisa la pag. 63.) 4. Cada afio, cuando el Nilo inundaba las orillas, habia que volver a medir las tierras. (Revisa la pag. 66) 5. Como otros muchos signos, también éste fue invencién de Leibniz. (Revisa la pag. 73.) 6. Gédel demostré que no todo es demostrable. (Revisa la pig. 15.) 7. Esta formula dice que la energia (E) es igual ala masa multiplicada por el cuadrado de la velocidad de la luz. (Revisa la pag. 77-) 8. Practicamente hasta nuestros dias pocas mujeres eran admitidas en la Universidad, y menos atin en las ramas consideradas de “ciencias”. (Revisa la pag. 84.) g- Ninguno. No existe el Premio Nobel de Matematicas. (Revisa la pag. 89.) 10. Cada cuatro afios, desde 1932. (Revisa la pag. 103.) éCudntas preguntas has acertado? De1a3: Pues si que te hace falta leer este libro... ;Reconécelo! De 4 a 8: Vaya, no esté mal (gcuantas has acertado de chi- ripa?). Suficiente como para que te interese leer este libro. 9 y 10: ;Bravo! Por fortuna, este libro tiene muchas més cosas que las que decian en estas diez preguntas. Saber sirve, entre otras cosas, para divertirse. CC tienes estos ee eK) que desaffes tu inteligencia o, simplemente, para CM mended TKO co Neue Loe Les hemos dado una puntuacion Freee dificultad. jA VENCERLOs! Cee n ao n oe ii ES de Locos ft fats dos parrillas de nimeros parecen iquales, pero si te oatrujas un poco las meninges descubrirds que entre ellas hay 10 diferencias, 0 sea, dies nimeros que cambian de una a otra. {babes de qué mimeros se trata? jSuertel are er ss 48 5 7 6 3 8 0 3 5 5 | 48 0 1419 53 29 6 2 8 0 is: 7 2 0 7 7 0 0 36 9 2 9 3 4 3 mt 2 8 0 65 7 2 1 fe 9 9 8 5 3 2 0 1 8 7 4 7 ! 0 667 9 2 3 6 8 451 0 6 j 0 Il $186. 3 71 5 19 | 2: '3 4 5 6S 88). 24) 1 6 9 0/14 3 8 1 4 8 5 76 3 10 2 5 2 77 | 119 _ 2 9 6 2 8 0 5 7 2 0 7 7 0 0 a6 9 2 9 3 4 3 7 6 2 80 B58 7 2 1 9 a9 “6 5 3 2 9 1 8 7 720 0 6 6 9 2 3 6 8 451 0 6 0 74 6 8 3 7 5 19 Zz 5 4 5 67 3 8 8 2 Zz ania SPER te , yA quien se le ocurre? “pprovechando que ya los tenemos ahf, geres capaz de encontrar en < a rejilla de ntimeros anterior (en la segunda) estas sucesiones de | juimeros? (se lee de izquierda a derecha, y viceversa; de arriba abajo, y_ _-viceversa, y también en diagonal): V SOPITA DE LETRAS cave son nomeros) Una facilita: que encuentres en esta sopa (que se lee en todos los sentidos, también en diagonal) los nombres de las 10 primeras cifras (del cero al nueve). cnovuomoace tr uananwnoOoOnN TP DBD NzZz2e El mistero del cuadrado magico La pelieut, My a eee Tanto habia insistido que su madre, al final, habia ejay que lo intentase. Naturalmente, sin decir nada al a / Luego, y durante el tiempo que permanecia en casa, Nun como otras nifias, se cubria la cabeza con un patiuelo. Era su pequeiio secreto. Un secreto bastante arriesgado, Al dia siguiente, Num volvié a la Casa de la Sabiduria. Entré e inmediatamente buscé al patio interior en el que tendria lugar la leccién del grupo al que ella pertenecia. Habia pasado toda la tarde anterior dandole vueltas al pro- blema de las 17 monedas..., pero no habia llegado a ningu- na solucin. Iba todavia caminando por uno de los corre- dores, cuando le parecié ofr una voz que la lamaba. —Pssst! jNum...! ;Num!... jNUM! —;Qumagin! —exclam6, viendo a su amigo que salia de una habitacién—. ;Qué hacias ahi dentro? —jHe descubierto una cosa! —le confié él, haciéndole un gesto para que se acercase. —,Descubierto? ,Qué has descubierto? —{Calla, no grites! —le indicé Qumaqin, notando que algt nos muchachos se habian parado a observarlos—. {U™ mirais? —dijo, dirigiéndose al mas antipatico de ellos. él tal Tagio, uno que se vanagloriaba siempre de ser el mas listo de todos—. ;Qué miras ta? Con una expresién de fastidio, Tagio siguié su camino. Vamos, dime, jqué es lo que has descubierto? —quis? saber Num, después de que ambos se hubieron apartado a unrincén. —jEs algo increible, increible de verdad! Un verdat FA 4 der a La pelicula El mistero del euadrado magico Naan EES an suéltalo! —jVamos Bueno: tiene que ver con el gran maestro —empezé a contar Qumaqin, mirando a Num fijamente a los ojos—. Con el gran maestro Algoritmi en persona..., y con toda esta casa. Num abri6 los ojos de par en par, mientras un escalofrio le recorria la espalda. ;Se ofan tantas leyendas sobre la Casa de la Sabiduria! Leyendas que decian, por ejemplo, que, = picobas, cuando Algoritmi habia hecho los planos de aquella casa, __ mazmorras y habia ineluido aleobas secretas, mazmorras subterraneas.... Simunse de fe | algunas de las y torres con almenas alas que no.se.podia Negar..Habfa..... much’simas Gif palabras de quien afirmaba que algunas de las ventanas que daban al _ origen arabe - A . F i itacion | (ue tenemos gran patio central no pertenecian a ninguna habitacién | Ne te ano. conocida... Otros hablaban de largos pasajes secretos que recorrian los s6tanos... Todas esas creencias circulaban sobre todo entre los alumnos mas antiguos de la Casa. Desde luego, aquél era un lugar misterioso y magico. —jEstdés asustado? —indagé Qumagqin, viendo que Num permanecia en silencio (también él, aunque estaba al tanto de todo, se dirigia a ella como si fuera un chico). —No, pero dime de una vez de qué se trata... —No ahora. Luego —dijo él, bruscamente—. Nos vemos después de la comida, en el patio del pozo. ¢Sabes cual es? Num afirm6, defraudada. El patio del pozo era uno de los lugares mas famosos de la casa..., y también uno de los mas misteriosos. —Hasta luego, entonces —grit6 Qumaqin, desapareciendo deprisa. —Hasta luego...—respondié Num. 1ué Qumagin no hubiera podido decir nunca a Num: “gi estds asustada, no me sigas”? ‘ouljnasow ua aidwals Djqoy a] ‘09/49 DUN se anb aqos anbuno ‘anbiog éPor q 23 El mistero del cuadrado magico La rien Num fue la tiltima en llegar a la leccién. Cuando vio quiéy era el maestro de aquel dia, intenté sentarse sin hacergg notar: era Malacruna, el maestro malvado. Era muy alto, con una barbita en punta y los ojos malignos, e iba siempre vestido de negro. Malacruna era, sin duda, el mas odiado de todos los maestros. Mas de una vez habia echado de la Casa a algiin estudiante sélo por el hecho de que le era antipati- co. Con Malacruna habia que estar siempre en silen- cio y, si te inte- rrogaba, tenias : { i que responder, { q ; exagerando las muestras de respetoy de sumi- sion. » pelicula El mistero del cuadrado magico ‘Alver que llegaba con retraso, Malacruna se dirigié direc- tamente a ella. —jVaya, uno que llega tarde! Vuestro compaiiero... —Num, honorable maestro —dijo Num, sentandose en el suelo, ena tltima fila. —Num...—repitid el maestro, paseando nerviosamente delante de sus alumnos—. Y bien Num: creo que ayer 08 pusieron un problema para resolver... ;no? -Yo... —{Ta, qué? Yo... lo he estudiado, honorable maestro, pero... —Pero gqué? —No he dado con la solucién. Malacruna sonrié maliciosamente. Justo entonces, en la primera fila, Tagio levantaba la mano. —Dime, Tagio. ~Yo sé la solucién, maestro —dijo el chico, volviéndose a mirar a Num con aire petulante. Num bajo los ojos. Toda la leccion de aquel dia fue dific Tagio resolvié asf el problema de las 17 monedas: el maestro Pone una moneda més, con lo cual las monedas son 18, que es un ntimero mucho més divisible: el primogénito recibe ahora 9 (la mitad); el segundo, 6 (un tercio), y el Ultimo 2 (una novena parte de 18). 9+6+2 hacen 17. Hasta 18 sobra una, que es la que ha puesto el Maestro, y ahora recupera. gCrees que estd bien resuelto? 25 En los mercados de Oriente circulaban monedas muy distintas, y habia que saber cémo cambiarlas. Los Grabes, por ejemplo, tentan hasta tres dinares distintos: el dirham bagli (en Persia); el dirham rumi (en Bizancio) y el dirham tabari (en Asia central). + ~ 4 ila hora de medi, El mistero del cuadrado magico La comida se servia mas 0 menos ha dia, Al terminar, Num se dirigié al patio del pozo, a su gj con Qumaqin. Cuando llegé, éste estaba ya alli, y la copery ba sonriente. Qumaqin era hijo de un mercader ambulay te y habia ido a la Casa de la Sabiduria Hevado por ung los maestros, que habia visto, en el me! pado de Bagdy con qué facilidad era capaz de hacer los céleulos pa jas de bronce y transformar un dinar de oro en monec plata. He ba pelicula El mistero del cuadrado magico — OO —Ven, mira...—dijo Qumagqin, después de saludarla. Llevé ala muchacha delante del pozo que daba nombre al patio. Num lo conocia bien: mds de cien afios antes, el maestro Algoritmi, en ese mismo sitio, habia resuelto alli un pro- blema de geometria, sirviéndose de una cafia de bambt que sobresalia del agua. Qumaqin ley6 en voz alta una placa que, en la base del pozo, recordaba aquel acontecimiento. La placa contenia un dibujo y muchos nameros. —jHas ofdo lo que acabo de leer? le pregunté después. La muchacha asintié. Qumaqin entonces sonrié—: Pues esta equivocado. —{Qué quiere decir que est4 equivocado? —Eso, equivocado... y a propésito. —No te entiendo... —He descubierto un misterio, Num, un misterio que el gran maestro nos dejé para que lo resolviésemos. Num lo miraba estupefacta. —jEres capaz de guardarme un secreto? jUn secreto increible? Ella asintié de nuevo. —Tienes que decir “lo juro”. —Lo juro. Qumagqin entonces miré con cautela a su alrededor, se aproximé6 atin més y ensefié a la chica un cofre de madera que hasta ese momento habia tenido escondido bajo su tinica. Lo abrié: dentro habia un pergamino y una llave dorada. Num la miré fascinada. —jQué hermosa Ilave, y parece muy antigua! —Ayer por la tarde, cuando tu ya te habias ido, vine a este patio y volvi a hacer por enésima vez los cdlculos de esta placa. Luego volvi a repasar el problema que Algoritmi 27 a El mistero del cuadrado magico La pelicula % En ese momento desde uno de los corredores legé un ruj- do. Los dos chicos callaron. —jQuién va? —grité Qumagin—. ;Quién anda ahi? Quienquiera que fuera desaparecié corriendo a toda velocidad. Numy Qumagqin se miraron: jalguien habia estado espian- doles! El problema de la cafia de bambi es uno de los 250 problemas contenidos en el libro chino Chi-chang suan-shu. Dice asi: En la mitad de un estanque cuadrado de 10 pies de lado, crece una cata que, desde el fondo, llega ala superficie y la supera en un pie. Sise inclina la cata, ésta llega a tocar justo con la punta en /a mitad de un lado del estanque. Qué profundidad tiene el estanque? Silo solucién se te resiste, mira al final del capitulo 11. G Al dia siguiente, antes de las lecciones, los dos muchachos volvieron a encontrarse. Ninguno de los dos habia notado nada extrafio, asi que acabaron pensando que quiz4 aque ruido habia sido s6lo imaginacién suya. Pero, por seguridad, durante la comida se sentaron un? lejos del otro. Como de pasada, para no levantar sospechas: aprovecharon para hacer algunas preguntas: cAlguien sabia algo sobre los secretos del gran maestro? {Qué cosas | pensaban que se podrian abrir con una llave de oro Los otros chicos respondieron con toda clase de teorias: Todos parecian conocer un montén de historias: uno di? que el fantasma de Algoritmi recorria de noche la Casa 30 4 La pelicula Bl mistero del cuadrado magico la Sabiduria; otro, que no habia muerto atin, sino quehabi- gp tas mily taba en la torre mas alta, donde permaneceria hasta el dia foe noches, ef en que lograra resolver un dificilisimo problema; otro ase- eee guro saber que en las mazmorras de la Casa estaba ence- oe 5 rrado un magnifico tesoro, dentro de una estancia magica _orientales, es custodiada_por un demonio... Un. cuarto contaba que... frecuentes af Algoritmi habia dejado un libro secreto, que contenia el _tesoro_ problema més dificil del mundo... custodiade oa ; : . por un —Pero zqué querré decir eso de contar con un amigo y | demonio medio? —se seguia preguntando Num aquella noche, ensu 4" genio. cuarto, mirando el cielo azul de su dormitorio. Cy} Seguin tu, gqué quiere decir “un amigo y medio”? Te proponemos tres soluciones (no quiere decir que ninguna sea la verdadera). “Un amigo y medio”, significa: Un amigo mujer (porque los drabes entonces tenian poca consideracién por las mujeres). (J] Co Uno que lo parece, pero que no es verdadero amigo (como Tagio). WIC Un amigo que no es una persona. Pasaron tres dias dificiles. Por una extrafia coincidencia, Num tuvo todos esos dias leccién con Malacruna, quien no desaprovechaba la ocasién para atormentarla. Y siempre, cada vez que ella se equivocaba en una respuesta, alli esta- ba la mano alzada de Tagio, dispuesto a lucirse a su costa delante del maestro. Al cuarto dia, Malacruna llevé a los alumnos a visitar algu- nas de las habitaciones mds antiguas de la Casa de la Sabiduria. 31 > tero del cuadrado magico La pelicula x ee eS | Mientras en Occidente habia pocas bibliotecas, y sélo en los monasterios, en Oriente eran frecuentes las grandes bibliotecas: en la Casa de la Sabiduria de Bagdad se decta que habia tantos libros como en la més famosa de las de la antigiiedad: la de Alejandria, en Egipto (probablemente destruida por los propios Grabes en su conquista, el ario 641). Fue muy emocionante. Num aproveché para escuchar todas las explicaciones del maestro, intentando obtener alguna informaci6n que le fuera util. También visitaron las habitaciones de Algoritmi, incluyendo su dormitorio y su biblioteca particular. Fue precisamente alli donde Malacruna explicé, atrayendo inmediatamente la atencién de los chicos: —Detras de esta puerta esta la camara secreta de Algoritmi, donde, segiin la leyenda, el gran maestro escondié sus tlti- mos descubrimientos. Como ven —afiadié, golpeando con los nudillos la pesada puerta de madera negra—. lapuertaes pesadisima. Y ha permanecido cerrada desde el dia en que el maestro murié. jCasi doscientos afios! —jEso quiere decir que nunca se ha vuelto a abrir? —pre- gunté Num. —Asi es. De modo que, en realidad, nadie sabe qué puede haber al otro lado. Y ahora os voy a ensefiar... Num se qued6 inmovil delante de la puerta. Estaba segura de que la llave de oro que Qumagin habia encontrado enel pozo debia encajar perfectamente dentro de su cerradura. Y no veia el momento de correr a decirselo. ae ae ' wee Aprovechando que todos, maestros y alumnos, estaba comiendo, Num y Qumagqin se escurrieron sin set vistos por los corredores que Num habia visitado esa mism? maiiana. Durante el trayecto, Num iba contando a su aml go lo que habia descubierto. —jEsta es! —exclam6, apenas sin aliento, cuando legato? 30 gy a La p El mistero del cuadrado magico delante de la puerta de madera negra—, jLa ves? jY no ha sido nunca abierta! El chico tom6 la Ilave de oro y la aproximé a la cerradura. —Esperemos que la abra... —murmur6 metiendo la lave. La llave entré—. ,No quieres girarla ta? Num miré a su alrededor, inquieta. Era consciente de que estaban haciendo algo que no se podia hacer. Si alguien se habia dado cuenta... iTLAC! ;TLAC! Num se llevé una mano ala boca, ahogando un grito. Por la tension, se habia levantado sobre las puntas de los pies. La Nave giré todavia una tercera vez en la cerradura... —jAhora sabremos por fin qué significa contar con un ami- go y medio! —exclamé Qumaqin asomando la cabeza por la puerta entreabierta. —jTen cuidado, Qumagqin! —susurré Num, con las piernas temblorosas. La puerta gimié como un demonio, rodando sobre los goz- nes que llevaban tantos afios sin moverse. Qumagin entré en la habitacién. Dentro no estaba del todo oscuro. Habia muchisimo polvo y muchisimas telarafias: telarafias por todos lados. Cada paso suyo dejaba una huella sobre el suelo. Tampoco el silencio era completo: se ofa, a lo lejos, el rumor de una fuente. Quamqin se dio la vuelta para observar a Num, que seguia parada en la entrada... La puerta daba a un estrecho corredor, de pocos metros, a cuyos lados estaban amontonados, contra las paredes, algunos objetos estrechos y planos, completamente cubiertos por el polvo. —jQumagqin! —seguia repitiendo Num, detras del chico—. Por favor..., espera. ee Las ventanas con el arco de herradura y las fuentes son dos elementos tipicos de la arquitectura Grabe. A los Grabes, cuyos origenes habia sido el desierto, les encantaba oir continuamente el rumor del agua. El mistero del cuadrado magico La pelteals gl —jEs la habitacién secreta! —murmuraba el chico, Pag” tras paso, con cautela, intentando no tocar nada. —,Qué ves ahi adelante? —Nada: sélo polvo y mas polvo... ;Oh! —4Qué —Ven, vena ver. jVena ver! La curiosidad superé al miedo, y, finalmente, Num entré| también ella en el pasillo, levantando un mar de polvo. —{Qué has visto? El corredor desembocaba en una pequefia habitacién cua- drada, sin muebles y con las paredes completamente lisas, Desde la pared de la izquierda, por dos ventanas estrechas, penetraba la luz del diay el rumor deuna fuente. —Entonces quiere decir que es verdad... —murmuré Quamqin dando un paso hacia el interior de la habitacién. Y, al dar el segundo paso, le falté terreno bajo sus pies y perdi6 el equilibrio—. ;Cuidado! —gritd. Pero el desnivel era de pocos centimetros. Entonces, déndose la vuel- ta, comprobé que habia sélo una gran baldosa, justo donde el pasillo desembocaba en la habitacion, mientras que todo el resto de la habitaci6n estaba sin embaldosar, como si él suelo nunca hubiera sido terminado. —Ojo, Num, hay un escalén, —iQué es lo que has dicho que era verdad? | | —Es verdad que en la Casa hay ventanas que pertenecen 4 habitaciones cerradas, como ésta. iY quién sabe cudntas veces las hemos visto desde fuera! Num asintié en silencio, La verdad es que se encontrabau? poco decepcionada. ~{Qué te pasa? —pregunts Qumagqin que, mientras tant? habia recorrido todo el pequefio cuarto, sin encontral nada de especial. __ 34 ] a La pelicula EL mistero del cuadrado magico Num alz6 los hombros. —Nada, nada, sdlo que... Esperaba encontrar algo.. algo especial... —jLevanta el pie! —jQué? —Que levantes el pie. Hay algo ahi, en el sue- lo. Me parece que se trata de un dibujo. Num dio un salto ha- cia atras, como movi- do por un resorte. —,Dénde? ;Donde? —Mira—Qumagqin habia regresado hacia la tnica baldosa colo- cada sobre el suelo. Dibujado en ella habia un espléndido trazado arabesco. Y,en su centro exacto, un signo que los chicos conocian muy bien: era el nimero indio 1. —Es un uno —dijo Num. —{Qué puede significar? —Quamgin miré a su alrededor detenidamente. Pero en aquel cuarto, aparte de la baldosa con el ntimero uno y las dos ventanas, no habia absoluta- mente nada mas. Por qué crees que la habitacién esté sin pavimento? cEsté relacionado el ntimero uno con “un amigo y medio”? gTienen algo que ver las dos ventanas? Nadie ha mirado al techo todavia... 35 El mister del euadrado magico ba pelicula x —jEl mensaje! —recordé de repente Num, sacando el per- gamino de Algoritmi— Oye esto: Ahora en la habitacién podras entrar; pero, recuerda: para resolver el cuadrado... Ya hemos entrado en la habitacién, y la habitaci6n es un cua- drado...! —Sigo sin entender el enigma... —... con un amigo y medio tendras que contai jEl corredor! —exelam6 Quamgqin, pasando por detras de ella. —;Qué pinta el corredor? —Num seguia mirando el perga- mino. Desde el corredor, Quamqin la llamé. Se habia arro- dillado junto alos objetos llenos de polvo que estaban apo- yados contra las paredes y, con la mano, estaba intentando quitarles el polvo y las telaraiias. —jSon... son baldosas! jMira! —casi grit6, sefialando una baldosa idéntica a la que estaba puesta en el suelo con el nttmero uno. Aqui esté escrito el nimero 8. —{Qué puede significar, Quamqin? —iY qué se yo? ;Ayidame! Los dos muchachos comenzaron a limpiar las baldosas y comprobaron que, sobre cada una de ellas, habia un nimero distinto. A medida que las limpiaban, las llevaban a la habitacién cuadrada, dejandolas apoyadas contra las paredes. Num not6 que las baldosas estaba hechas de materia- Adiferencia es distintos: el 5, por ejemplo, pesaba muchisimo; mien- Genosotros, 'T48 que en cambio el 3 era muy ligero. En total encon- tas arregiaban traron ocho baldosas, todas de igual medida de la qué consdlo7 habian hallado puesta sobre el pavimento con el ntime- tadeearor Gi ao 1. Sobre las nuevas baldosas estaban escritas todas eee bya yp restantes: el , el 3, el 4, el 5, el 6, el 7 el Se re 36 Ae La pelicula El mistero del cuadrado magico i —Ya no hay mas, Num. Empecemos a ponerlas sobre el suelo y veamos si sucede algo. —Yo pongo aqui el 2... —Aqui el tres... —El cinco aqui... Empezaron a distribuirlas al azar sobre el suelo, pero Quamqin enseguida sospeché que debia de existiruna for- ma especial de colocarlas. —Yo creo que aqui esta el meollo de todo el asunto, Num —dijo el muchacho—. Hay que colocar las baldosas en el or- den correcto y sdlo en- tonces... —... jSdlo entonces encontraremos el tesoro! —completé ella. —jCalla! —dijo Qu- magqin, poniendo de pronto un dedo sobre sus labios—. No oyes nada? —{Qué...? —aho- ra también Num oy6 voces que se aproximaban. —(Deprisa! Te- nemos que salir de aqui antes de que lleguen los maestros. —W el enig- ma? El mistero del cuadrado magico La pelicula ap —Lo resolveremos otro dia. jVamos, muévete! Salieron corriendo de la habitacién. Qumagqin intents cerrar la puerta de madera..., pero era demasiado pesada. —jAytdame, Num! jAytidame! —uniendo sus fuerzas, los dos chicos lograron por fin cerrarla. Luego, Qumagqin hizo girar la lave de oro enla cerradura; pero, al sacarla, la lla~ ve se le cayé de las manos. Las voces de los maestros estaban cada vez ms cerca. —jVamos, déjala! —grité Num, echandose a correr. Pero Qumagqin fue rapidisimo. Agarré la llave del suelo y salié corriendo con ella. En qué orden habré que colocar las baldosas con los numeros? En alguno de éstos? Grohe 5 2 8 447 —Adelante —dijo el maestro Malacruna cuando oyé llamar a su puerta. jAh, eres ta, Tagio! ,Qué te pasa? Estés palido. Tagio entré y salud6 ceremoniosamente al maestro. —Tengo que hablarle, honorable Malacruna. He descu- bierto que en la Casa de la Sabiduria estan sucediendo cosas muy extrafias.., Malacruna lo miré con una expresi 38 a El mistero del cuadrado magico —,Cosas? ;Qué cosas? —Se trata de mis condis- cipulos Qumaqin y Num, honorable Malacruna... —sugirié Tagio, como para ver qué efecto hacia en el maestro. —Ah, si, Num..., un alumno dis- creto. ZY qué es lo que ha hecho? —Querra decir “alum- na”, honora- ¥ ble maestro. —jAlumna? —Verd: me he permitido seguirla, honorable maestro, por- que sospechaba que, junto a Qumagqin, se habian apodera- do de un cofre que pertenece a la Casa del Saber... Lo encontraron en un pozo y... Bueno, sea lo que sea, he des- cubierto que Num es una mujer, sefior. —Siéntate, muchacho. Y comienza desde el principio. éCrees que Malacruna ignoraba lo que le cuenta Tagio, 0 sabfa algo ya? Te proponemos tres hipotesis: O Malacruna no sabe nada, y Tagio lo convence. O Malacruna ya sabfa todo desde el principio. O Malacruna es en realidad una mujer. 39 El viernes es ef dia sagrado de los Grabes. Segtin la tradicién, viernes era el dia en que Mahoma huyé de La Mecaa Medina el afio 632, dando origen al calendario musulmén. ula % El mistero del cuadrado magico a ® Num llegé a su casa con la impresién de que alguien habia seguido; pero probablemente se trataba sélo de Ia tensién de aquel dia terrible. En casa comié poco y durmié atin menos, y pasé todo el viernes pensando en las baldosas de la camara secreta, Existia un ntimero inmenso de combinaciones, de formas de colocar aquellas cifras... Pero sdlo una era la adecuada, desde luego, ,cual? Al dia siguiente, cuando llegé a la Casa de la Sabiduria, se dio cuenta, inmediatamente, de que algo habia sucedido. En la puerta reservada a los estudiantes estaban los caba- llos de la guardia ciudadana, y, en los corredores, habia un constante vaivén de alumnos. —gQué sucede? 3A qué se debe este alboroto? —pregunté al rimero que logré detener. —jCémo, no lo sabes? E] maestro Malacruna ha llamado a asamblea a todos los dem4s maestros. Quieren expulsar a Qumagin. —jExpulsar a Qumagqin? ZY por qué? —Parece ser que ha hecho bastante gordo. —... Elsolo? —No, creo que con otro chico. Ya han ido a llamar a sus padres. Num se quedé paralizada. Se sentia desfallecer. Aquello tenia que ser un suefio, un terrible suefio. Pero no era un sueiio: cuando abrié los ojos, vio que todos los muchachos seguian corriendo hacia el patio principal, para ver como los maestros sometian a interrogatorio pobre Qumagqin. | 40 a HA mistera del cusdrado magien situacion era ain peor de lo que habia imaginado: a un Jado del patio estaban todos los alumnos, apretados unos la escena. Al otro, mullidas alfombras n. En el centro de tros, sentados sob suclo para la - El mistero del cuadrado magico La pelicula % Apenas le vio, Num comprendié enseguida quién habia sido el traidor, el espia. Sintid hervirle la sangre de rabia pero, cuando posdé su mirada sobre Qumagin de pie en medio del patio, delante de todos aquellos maestros, sus piernas comenzaron a temblarle. {Todo habia sido tan rapido! —Has oido las acusaciones —estaba diciendo el maestro Malacruna—. Joven Qumagqin, ,c6mo te declaras? ~Yo queria tnicamente descubrir uno de los secretos del gran maestro Algoritmi... No he hecho nada malo —dijo al. ~Y, segtin tii —la voz de Malacruna era sibilina como la de una serpiente—, zpara descubrir ese secreto hacia falta robar un cofre de la Casa de la Sabiduria? —jNadie se habia dado nunca cuenta! El cofre estaba escondido en el pozo..., jy lo habia escondido Algoritmien persona! Los maestros explotaron en una carcajada, lo que dio pie a Malacruna para seguir hablando con mayor ironia. —Eres un 6ptimo inventor de historias, muchacho..., jmucho mejor cuentista que matematico! —esta vez tam- bién todos los discipulos se unieron a las risas. —(Consegui llegar hasta el cofre resolviendo un problema de geometria! —protesté Qumaqin, pero con escaso resul- tado. Malacruna se levanté de su alfombra y, mirandole a los ojos, le lanz6 otra pregunta. —Y dime... ;has actuado solo? —Si, siempre solo. Yo solo—mintié Qumagin. Desde su puesto, Num noté que estaba a punto de echarsé allorar. Qumaquin la estaba defendiendo. —jEstas seguro? Si. ree 42 ae La pelicula El mistero del cuadrado magico Qumaquin era un buen amigo. Unamigo conel quese podia siempre contar. S6lo contando con un amigo y medio... La frase de Algoritmi volvié a la mente de Num con enorme fuerza. Contar, contar..., gqué significaba contar con un amigo? Como fulminada por una idea imprevista, Num se miré de repente las manos. |Contar con un amigo y medio! Se cont6 los dedos de las manos, luego pens6 en el numero de las baldosas, en el cuadrado magico... Ya no ofa nada de cuanto estaba sucediendo en el patio. Contaba, men- talmente, los nimeros. Colocaba con su imaginacién las baldosas de distintas maneras. Volvia a empezar, a contar de nuevo los nimeros... No se dio ni siquiera cuenta de que, mientras pensaba, se habia levantado y habia ido avanzando por en medio de sus condiscipulos. Ahora se hallaba en mitad del patio. Cuando dejé de contar y volvié en si, a su alrededor se habia hecho un silencio de muerte. —dY ta quién eres? —le pregunté uno de los maestros, aquel que parecia el mas importante. Sélo entonces se dio cuenta Num de donde se encontraba. Buscé en si el valor necesario para responder. —Me llamo Num, honorable maestro. Y soy una chica que, junto a Qumagin, ha resuelto el misterio del cuadrado magico. Malacruna la estaba mirando con una expresién descon- certada. Num miré a Qumaqin. También él estaba descon- certado, Unos segundos después, en el patio reinaba una gran con- fusion. Segan Aristételes, eluso def sistema decimal es _ consecuencia de tener diez dedos en las manos. Mientras que el sexagesimal (utilizado en otros paises y también por | nosotros en las horas, por ejemplo) proviene de : edlculos _ astronémicos. Los romanos y los indios arawak de Sudamérica utilizan como base numérica el cinco. 43 El mistero del cuadrado magico La pelicula y a respuesta al problema de la cafia de bambi es 12 pies. Se resuelve con el teorema de Pitégoras (ese que dice que el cuadrado de Ia hipotenusa es igual ala suma de los cuadrados de los catetos): (x41)?2x745? Donde x es la profundidad del estanque; x + 1 es la longitud de la cafia —que sobresale un pie de la superficie—y 5 la mitad del lado del estanque. Despejando, resulta: x°+2x+1=57+x? 0 sea, que 2x=24 y x=12, l Sélo cuando se restablecié la calma, los dos muchachos pudieron dar sus explicaciones. Num habl6 entonces del pozo, de la llave de oro y del mensaje de Algoritmi. Saco el pergamino para que los maestros pudieran leer el tltimo a mensaje del gran sabio. Les explicé cémo habian abierto lrados : ‘mégicos 1a puerta de madera negray les conté del pavimento con las fueron ve ; oo inventaliozen, nueve baldosas. Por ultimo, confes6 que era una mujer, J Chinay, segin reconocié que habia seguido las clases haciéndose pasa! una leyenda, : : d fue una Por un chico. Los maestros estaban escandalizados dé tortuga del rio. cuanto estaba oyendo. la que se los ensefié al: —Peyo — 6 _ ‘ iar- obra! se Pero—concluyé Num—Qumagqiny yo podemos anuncia) consideraban les ahora que hemos resuelto también el tiltimo mister! misterioses € Misterio de la habitacion cuadrada —lanz6 una miraday edtten 2 Una sonrisa a Qumagin, que la miraba sin entender nada~ lad Media, i i : segrababan Pero antes, para demostrarles que también una mujer pue en eeaeede de tener éxito en el arte de las matematicas, les pide * levaban sobre ustedes, honorables maestros, y pido al maestro Malacrun® el pecho, para : ; ; i eoninara| co particular, que intenten resolver ustedes el enigma de lapeste. cuadrado magico. Con una condicién: que si 2° o 44

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