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masas de corteza. Cuando el movimiento llega a la superficie y se propaga por ésta le llamamos
terremoto.
Cuando las ondas procedentes del hipocentro llegan a la superficie terrestre se convierten en
bidimensionales y se propagan en forma concéntrica a partir del primer punto de contacto con
ella. Este punto llama epicentro. Según nos alejamos del hipocentro se produce la atenuación de la
onda sísmica.
Las ondas sísmicas son similares a las ondas sonoras y, según sus características de propagación,
las clasificamos en:
Ondas "p" o primarias: llamadas así por ser las más rápidas y, por tanto, las primeras que se
registran en los sismógrafos. Son ondas de tipo longitudinal, es decir, las partículas rocosas vibran
en la dirección de avance de la onda. Se producen a partir del hipocentro y se propagan por
medios sólidos y líquidos en las tres direcciones del espacio.
Ondas "s" o secundarias: algo más lentas. Son ondas de tipo transversal, es decir, la vibración de
las partículas es perpendicular al avance de la onda. También se producen a partir del hipocentro y
se propagan en forma tridimensional, pero únicamente a través de medios sólidos.
Aunque la mayor parte de los movimientos sísmicos, los que podríamos llamar seísmos
verdaderos, se producen por causas tectónicas, algunos de ellos se pueden producir por otras.
Microsismos: pequeñas vibraciones en la Corteza terrestre provocadas por causas diversas. Entre
las más frecuentes se encuentran grandes tormentas, hundimiento de cavernas, desplomes de
rocas, etc.
Sismos volcánicos: a veces los fenómenos volcánicos pueden generar movimientos sísmicos. Tal es
el caso del hundimiento de calderas volcánicas, destape de las chimeneas en una erupción u otras.
Sismos tectónicos: son los verdaderos movimientos sísmicos y los de mayor intensidad.
Generalmente asociados a fracturas (fallas). Se producen por formación de fallas, movilización de
fallas preexistentes o por movimiento de fallas asociadas.
4 Las placas tectónicas y el origen de los sismos
Frente a la Costa de Ecuador, Perú y Chile se encuentra la placa de Nazca, que se desplaza
lentamente de oeste a este. Su frente oriental se encuentra en la fosa marina que se extiende
paralela a la Costa, entre Ecuador y Chile.
Frente a la placa de Nazca se encuentra la placa Sudamericana, de gran extensión, que abarca
desde la zona central del océano Atlántico y gran parte de América del Sur, hasta la fosa marina ya
mencionada. Esta placa se desplaza en sentido contrario a la de Nazca, es decir de este a oeste.
Además, al haberse formado la cordillera de los Andes, desde hace sesenta millones de años y
continúa todavía, el territorio peruano soportó la formación de muchas fallas geológicas sobre los
Andes. En estas fallas geológicas o tectónicas tienen su origen los movimientos sísmicos cuyos
epicentros no se encuentran en las fosas marinas. No está de más recordar que toda la parte
occidental de América del Sur, ocupada por la cordillera de los Andes, es zona sísmica.
5 Hipocentro y Epicentro
El epicentro viene a ser el punto situado sobre la superficie terrestre, pero en línea vertical del
hipocentro, en donde el movimiento sísmico se registra con mayor intensidad y violencia.
Cuando el epicentro de un movimiento sísmico se encuentra en el fondo del mar toma el nombre
de maremoto, cuyas manifestaciones son los tsunamis u olas gigantescas que invaden las costas
de los continentes e islas, ocasionando grandes destrucciones.
La mayor parte de los terremotos van precedidos de un ruido sísmico, que se escucha a manera de
un trueno lejano. Sin embargo, en muchos terremotos hay ausencia de tales ruidos, pues las
sacudidas son violentas.