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6 Hac we mowonia enemas 1) grande de los Para la cristiandad latina, SAN AGUSTIN es el Padres, tanto desde el punto de vista teolog rario, es un hombre que domine el pensamiento occidental hasta fl siglo XIIL, Para entender las corrientes de pensamiento de la Edad Media, es esencial un conocimiento del Agustinismo. como desde el lite { San Acusrix, obispo de Hipona, elabora el primer sistema completo del pensamiento cristiano. Lo hace con una clara voca- ~ cién de ensenanza y defensa de la fe cristiana. 5.1 HACIA UNA DOCTRINA OFICIAL CATOLICA La intencién catequética de SAN AGUSTIN queda clara en los mu- chos sermones que hay en sus obras. La funcién apologética se manifiesta en su interés por definir la verdadera doctrina cristia~~ na, el auténtico pensamiento cristiano frente a otros modos de in- terpretar el Cristianismo, Por esta raz6n no construye una exposi- cién sistematica de la doctrina, sino que ésta aparece al hilo de la discusién y como respuesta a tres movimientos religiosos ~Mani- queismo, Donatismo y Pelagianismo~ surgidos dentro del Cristia- nismo, pero declarados heréticos. Las soluciones de SAN AGUSTIN en estas polémicas pasan a for- mar parte de doctrina oficial de la Iglesia. En su elaboracién recu- rri6 a ideas del pensamiento helenistico, en especial del Platonis- mo, Neoplatonismo y Estoicismo. Este esfuerzo'por precisar él sentido correcto de los conceptos cristianos es lo que lleva a SAN AGUSTIN a fijar la terminologia de la filosofia cristiana predominante hasta el siglo XIII. | orador. Nacié el ano 354 en 7, gaste (hoy Sauk Ahrag, Argelia), donde realy sus primeros estudios, 0 nalizados €stos, paso, ss WG de ensens retdrica y sm Teri 22122 con os man PAR queos, seguidores de iy docrinas de Mani, que le ayudaron en carrera hacia la docencia La lectura de la obra de CICERON Hortensia le orienté hacia inquietudes filosoficas y 4 la busqueda de la sabiduria. ‘Acudié a los sermones de SAN AmBRosi¢, obispo de Milan, afamado por sus dotes 4: ste hacia una interpretacion los Libros Sagrados que resolvia problems planteados por los maniqueos. Su iniluen cia y el Neoplatonismo de PLOTINO le con- duciran definitivamente a la conversién ai Cristianismo en el afio 386. Se bautiz6 al aio siguiente. : En el 388 retorné a Tagaste con la inter- cién de difundir la nueva doctrina. En e! afio 391 fue ordenado sacerdote y ene 395, consagrado obispo de Hipona, done residié en un huerto, es decir, en una cas. rodeada de jardin cerrado, forma de vi que sera imitada durante la Edad Media. Escribié numerosas obras de caracter filo: fico, teoldgico 0 exegético que fueron la bv se del pensamiento cristiano durante la Eck Media: las Contesiones, La ciudad de Dios las Retractaciones son algunas de ellas. Murié en el ano 430 en Hipona mient: numerosas tropas de barbaros -vandale* alanos mezclados con godos y otras se" venidas de Hispania sitiaban la ciudad. (Pee Ley, Retérica y Filosofia en Roma, por G02" SAN AGUSTIN estaba especialmente inter por la retorica, materia de la que fue pr Precisamente fue este interés lo que le lee viajar hasta Milan para oir fas sermones de *: Ambrosio, Reconoce que su atencion se dirs disfrutar de la elocuencia y del agrado d® palabras, pero, al fin, no pudo cerrar su 07 alo que decia de verdadero. - 5.2 LAS CONFESIONES Y EL ORIGEN DE SU PLANTEAMIENTO fesiones, SAN AGUSTIN narra su evolucién personal desde .o hasta el Cristianismo. El carécter autobiografico de la Jas influencias que recibi6 su pensamiento. Bn las Con) 1 Paganism bra permite conocer ‘SaN AGUSTIN relata su evolucién espiritual, el abandono de un geterminado modo de vida y el seguimiento de sus inquietudes in- felectuales como consecuencia de la influencia divina, que descu- bre en el interior de si mismo, Considera esta evolucién como el resultado de un afn de verdad que le lleva a la sabiduria misma, guees Dios. [Dee.3] El deseo de sabidurfa le habfa hecho ponerse en contacto con Jos sabios de la época, entre ellos los maniqueos, A través de la predicacién de SAN AMBROSIO entré en contacto con las ideas cris- tianas y con la forma alegdrica de interpretacién de las escrituras. A partir de este contacto con la oratoria cristiana, SAN AGUS: ‘tiv replantea su trayectoria filosdfica. Desde su perspectiva de converso, explica en las Confesiones que el pensamiento anterior, sobre todo el neoplaténico, y las soluciones de los maniqueos le pa- recen un pensamiento incompleto que ha sido completado por el Nuevo Testamento, especialmente por el prélogo del Evangelio de San Juan. Se propone, pues, como tarea completar la filosofia con la perspectiva cristiana que le faltaba. 5.3 CONOCIMIENTO Y VERDAD Uno de los elementos fundamentales del itinerario intelectual de ‘Sa AGUSTIN es el deseo de alcanzar la verdad. No se pretende, sin embargo, alcanzar una verdad cualquiera sino la Verdad en simisma, la sabiduria en sentido griego. Solamente si el hombre laaleanza, encuentra la felicidad. Para aleanzar la verdad es necesario conocer, pues sélo por me- io del conocimiento se puede alcanzar lo que es, y esta tarea, si- fuiendo los planteamientos platénicos, debe ser una funcién del al- ‘ma. Al mismo tiempo, por influencia del Neoplatonismo, este cono- simiento tendra un valor salvifico, de retorno a la divinidad. Al analizar el conocimiento, SAN AGUSTIN distingue tres niveles ‘We se corresponden con Jos niveles de la teoria plat6niea. Hay, ade- tas, algunos aspectos que toma de los estoicos y de los escépticos. Fconocimiento sensible Heonocimiento sensible es el conocimiento que tenemos de las ten @ través de nuestros sentidos. Estos son modificados por in- rata de Tas cosas y esta modificacién llega al alma por medio FacaterPo. Sin embargo, no se trata de un conocimiento verdadero, cenait®, YA aue tanto Tos objetos como el cuerpo aportan sus defi troget eonocimiento; esto hace que siempre nos movamos den- dba 8 apariencia. Ademés, los objetos sensibles no pueden ser el pact® Propio del entendimiento aunque puedan ser el punto de del conocimiento. ‘MANIQUEISMO, DONATISMO Y PELAGIANISMO” Ei Maniqueismo admita la existencia en el mundo de dos principios originerios en perma- rnente lucha, Ormuz y Ariman, luz y oscuridad, bien y mal, Estén también presentes en el al- ma del hombre. E! mal, en el alma corpérea, y el bien, en el alma luminosa o espiritual. Frente a él, San Agustin defiende un Gnico principio creador, Dios, que no ha podido crear el mal. A éste no le puede atribuir ni siquiera realidad. Tampoco puede considerar que exista un alma ‘mala" en el hombre, EI Donatismo defendia que la colaboracién de los cristianos en las tareas pilblicas de gobierno les convertia en impuros y, en consecuencia, no podian participar en los sacramentos. Este plan- teamiento impedia establecer una jerarquia eclesiastica, ya que ésta iba acompariada de po- der temporal; por entonces, los obispos tenian funciones equivalentes a los gobernadores de las provincias romanas, Podian, por ejemplo, dictar sentencias de cardcter inapelable. Frente a esta doctrina, SAN AGUSTIN est a favor de la intervencién y la colaboracién con el Esta- do, @ incluso, de la obligacion de dirigir y orien- tar a los poderes piblicos. El Pelagianismo defendia que el hombre puede obrar el bien por si mismo, que no habia sufri- do las consecuencias del pecado original. Ad- mitido esto, era muy dificil explicar el papel de la redencidn, ya que, hasta cierto punto, era innecesaria e, incluso, initil, Ante’el Pelagianismo, la postura de SAN AcusTiN fue la defensa de la necesidad de la redencién y la “gracia’. SAN Acustin: Confesiones Ill, 4, 8 © 2Qué papel atribuye SAN AGUSTIN a la filosotia? 6 Macs as FLOSOFIA CRISTIANA El conocimiento racional na elaboracién efectuada por la raz6n a partir de los Sous de os sentidoso, dicho en otras palabras, de las sensaciones que recibimos de los cuerpos. La razén compara estos datos con los modelos de las cosas, es decir, con las ideas de la mente divina que han dado lugar a la creacién, y asi puede emitir juicios sobre las co- sas. Este nivel de conocimiento distingue al hombre de los demés seres vivos, ya que es el tinico que, por poseer un alma racional, puede llegar a este grado de conocimiento. Este conocimiento per- mite obrar al hombre, [Dee:4] El conocimiento contemplativo Es el més alto grado de conocimiento posible, En él se aleanza la contemplacion de las ideas eternas tal cual son. Por tanto no hay necesidad de los datos de la sensibilidad ni del razonamiento. Se trata del auténtico conocimiento, del conocimiento objetivo, de la sabiduria. S6lo es posible alcanzarlo en el interior del hombre mis- mo: es la presencia de Dios en cada hombre. Con él se descubre la verdad y se aleanza la tranquilidad, es decir, cesa la buisqueda que el deseo de saber impone al hombre, La influencia platénica se manifiesta en este proceso que va de los objetos mudables a las ideas eternas, nica posibilidad de un conocimiento objetivo. Si las ideas naciesen tinicamente de los ob- jetos mudables, serian ideas también mudables y darian lugar a la duda 0, cuando mucho, a un cierto tipo de creencia, pero no al conocimiento cierto. El conocimiento dependeria de los sentidos de cada sujeto, de la mayor o menor perfeccidn de su sistema percep- tivo, y no habria un conocimiento cierto. Teoria de la iluminacién. Alcanzar el nivel superior del conocimiento es una tarea que supe- ra la mera capacidad humana, Por esta razén, SAN AGUSTIN consi, dera necesaria una ayuda exterior que lo haga posible. ‘Asi, como en el mito platonico de la caverna, el sol hace posible la vision de los objetos, también es necesaria una luz que tenes ig mente humana para conocer las ideas. Esta luz es Dios mina’ Bs lo que SaN AGUSTIN Hama iluminacién: Dios “ilar: la mente finita para que sea capaz. de aleanzar Io inmutable, aneehe done ratehtra més alld de su propia naturaleza limitade vam, 122 B Pues todo Io que percibimos, 10 percipy, mos 0 con los sentidos de! cuerpo o coq la mente: a lo primero damos el nombre dg sensible; a lo segundo de inteligible, 0, para hablar segin costumbre de nuestros autores, g aquello lamamos carnal, a esto espiritual (.) Cuando se trata de lo que percibimos con jg mente, esto es, con el entendimiento y la ra. 26n, hablamos de lo que esta presente en |, {uz interior de la verdad, con que esta ilumina do y de que goza el que se dice hombre inte. rior; mas entonces también el que nos oye co. rnoce lo que yo digo porque él lo contempla, no por mis palabras, si es que lo ve él interior. mente y con ojos simples. Luego ni a éste, que ve las cosas verdaderas, le ensefio algo dicién | dole verdad, pues aprende no por mis pala. bras, sino por las mismas cosas que Dios "| muestra interiormente, SAN AaustiN: Sobre ef Maestro, 12, 39-40 | * Donde se encuentra lo que percibimos con la mente? iQuién ensefa la verdad? a {nteligible es Dios, y al mismo orden in- teligible pertenecen las verdades y teo- femas de las artes; con todo, difieren mucho entre si. Porque visible es la tierra, lo mismo aU a luz; ero aquella no puede verse si no | esta iluminada por ésta. Luego tampoco los axiomas de las ciencias, que sin ninguna duda retenemos como verdades evidentes, se ha de creer que podemos entenderios sin la radiacién de un sol especial. Asi pues, como el sol visi | Ble ilumina, del mismo modo, en el secrets | mo. S2! divino, a cuyo conocimiento aspiras, {'es cosas se han de considerar: que existe, GWE $e clarea y resplandece en el conocimien- {0: que vierte su luz para que sean entengidas las demas cosas, SAN AGUSTIN: Soliloguias |, 8, 15 —___ * Qué es nece: verdades? Pease I ‘sario para entender las — 5.4. EL COMPUESTO HUMANO. La concepeién agustiniana del ser humano es dualista, al estilo platénico. Bl hombre es un compuesto de dos elementos: alma y cuerpo. Cada ser humano posee dentro de si la realidad que se muestra como razén. La razén es para SAN AGUSTIN el alma en sentido propiamente humano, aquello que lo diferencia de los de. més seres. Esta alma posee diversos niveles, relacionados eon el conocimiento, razén superior y razén inferior, siendo la primera la que lo acerea a Dios. El alma define propiamente al hombre y es una sustancia dota- da de razén destinada a regir un cuerpo. (Doe. 6) E] alma ha sido creada por Dios y participa de la vida, por lo que es vida y no puede morir, es inmortal. Ademés, por ser capaz de contemplar las verdades eternas, debe estar emparentada con ellas, por lo que es también indestructible. Los dos componentes, alma y cuerpo, pertenecen a dimensiones distintas: el alma es espiritual; el cuerpo, por el contrario, es material ¥ debe ser dirigido por aquélla. Sin embargo, el alma no siempre pue- de dirigir al cuerpo. Esta falta de acuerdo entre el cuerpo y el alma es consecuencia del pecado original, culpa cometida por los primeros padres, Adin y Eva, yheredada por sus descendientes. El hombre ha perdido su naturale. 2a perfecta salida de las manos de Dios, es un ser caido, y su alma no tiene fuerza para dominarlo. 5.5. LA CONDUCTA MORAL Las consecuencias que se derivan de considerar al ser humano co- mo un ser nacido en pecado afectan fundamentalmente a la expli- cacién del comportamiento moral humano. En la mentalidad Agustiniana, a diferencia de la griega, mas unida al conocimiento, ‘a moral va unida a la voluntad, facultad que determina las aecio. nes humanas por su capacidad de deliberar y tomar decisiones. Necesidad de la redencién El hombre, a consecuencia del pecado original, nace con una volun- tad debil. Por consiguiente, su capacidad de eleccién 0 libre albe- to se encuentra deteriorada e incluso més inclinada a favor del el gue del bien. En consecuencia, al hombre le seria casi imposi- le obrar el bien y, por lo tanto, seria dificil atribuirle responsabili- id moral, San Acusrin defiende, en contra de Jos pelagianos, la necesi- dad de la redeneién por la que, de alguna forma, se restablece el equilibrio anterior en la Persona de Jesucristo. Esta ayuda le ga al hombre en forma de gracia, que transforma su libre albe- rio en Libertad, El hombre reconoce en su interior que s6lo puede encontrar en in ot felicidad y que toda su actividad esta dirigida hacia su rela- “On con él, Asi, el principio de la moralidad es el amor a Dios, sims UA FROSORA Chea 6 Se que no pierde cada uno de los elementos ‘cuando hablamos de ello por separado. San Acustin: La ciudad de Dios, XIII, 24, 2 * Se identifica el hombre con el alma? LALIBERTAD EN SAN AGUSTIN La ivertad es entendida de dos formas dis- tintas: la llamada libertas maior (libertad ma- Yor) y la ibertas minor (libertad menor) a libertad mayor es una libertad que sdlo se da en la vida santa. Es propia del estado de Bracia y, en este caso, el hombre se ve imposi- bilitado de hacer el mal. Lleva la vida de los bienaventurados. La libertad menor es el modo de la libertad or- dinaria de los hombres. Les permite ser res. ponsables y obrar moralmente. Es una libertad Suficiente para la vida que no evita que se co- ‘metan etrores, pecados, que exigen una purifi- Cacién. El pecado es una voluntad desviada del amor a Dios y dirigida al amor propio. Asi ‘como el hombre necesitaba de la ayuda exter- 1a de la iluminacién para alcanzar la verdad, también en el comportamiento necesita de la ayuda externa bajo la forma de gracia para ser verdaderamente libre, En ambos casos se parte de una misma premi- a: el hombre es un ser que sélo cobra sentido en su dimensién trascendente, que se mani- fiesta en la presencia constante de Dios en su interior. Son las consecuencias necesarias de | SU visién religiosa e intimista del hombre, crea- | tura hecha a imagen de Dios. © Hacuona mosona crisriana 5.6 EL SENTIDO DE LA HISTORIA La intencién de SAN AGUSTIN no se limita a dar sentido al hombre aislado sino a explicar su destino como miembro de una colectivi- dad. El principio de la moralidad individual, la biisqueda del amor Dios, le sirve también como criterio para clasificar a los hombres en la vida social. Segiin este criterio, los hombres se agrupan en dos categorias: los que siguen el amor a Dios y los que se centran en elamor a si mismos hasta el desprecio de Dios. SAN AGusTiN afirma la existencia de una lucha permanente entre dos tendencias, una positiva y otra negativa. Al igual que en el hombre hay una constante lucha entre las tendencias corpora- les y espirituales, en el mundo existe una lucha entre los intereses terrenos y los espirituales. Las dos ciudades Bimboliza esto en dos eiudades -la ciudad terrena, Babilonia, y la ciudad celestial, Jerusalem-, guiadas, respectivamente, por el engreimiento humano 0 por el reconocimiento de Dios. (Dox? Para entender el sentido de esta lucha, afirma SAN AGUSTIN abe es necesario interpretar la historia humana segiin la clave ave nos proporciona la Biblia. En ella aparece el sentido escatold. gico* de la historia humana. Esto significa que todo esté dirigido hacia un tiempo final, el tiempo de la salvacién, que afecta tanto al hombre como al resto del mundo, Mientras llega ese tiempo, seguiré la lucha entre las dos eiuda- des, "la de los hombres que quieren vivir segiin la carne y la de los que quieren vivir segiin el espiritu... deseando ver cada tina colma, dos sus ankelos" Inicia de esta manera SAN AGUSTIN lo que posteriormente sera Eprendido como filosofia de la historia, aunque por la visiéa reli- Biosa desde la que se interpreta, podriamos decie que mas bien se trata de una teologia de la historia. 5.7 La TEORIA PoLiTICA SAN Acustin considera que para que el Es! dadero papel, la justicia, debe estar info 1 Fegiran por los valores Tén una influencia mutuamente benef sus actuaciones los intereses divinos, yendo una ciudad perfecta y juste, espirituales y establece. iciosa porque buscarén en no los terrenales, constru. tablecida por el Est Iglesia, * Escatologia: Se refiere al estudio de las ideas sobre el destin hombre y, por extensién, de la humanidad, des. de la muerte y ala posible existencia de un més ay, coenneean des, a saber: el amor propio hasta e| desprecio de Dios, la terrena, y el amor a Dios hasta el desprecio de si propio, la celestial. La primera se gloria de si misma, y la segunda, en Dios, porque aquélia busca-la gloria de los hombres, y ésta tiene por maxima gloria a Dios, testigo de su conciencia. Aquélla se en- erie en su gloria, y ésta dice a su Dios: Vos ois mi gloria y el que me hace ir con la cabe. 2a en alto (Salmo 3, 4). En aquélla, sus princ. es y las naciones avasalladas se ven bajo e! yuge de la concupiscencia de dominio, y en ésta sirven en mutua caridad, los gobernntes aconsejando y los sibcitos obedeciendo. Aqui tla ama su propia fuerza en sus potentados, y sta dice a su Dios: a ti he de amarte, Serr, Que eres mi fortaleza (Saimo 17,2). Por eso, €n aquélla, sus sabios, que viven segin el | hombre, no han buscado mas que o los bienes | Gel cuerpo, 0 los del alma, 0 105 de ambos, y os que legaron a conocer a Dios, no le honra: | ‘on ni dieron gracias como Dios sino que s¢ | cesvanecieron en sus pensamientos y su necio | corazén se oscureci6, Creyéndose sabios, es decir, engallados en su propia sabiduria a exigencias de su soberbia, Ee bicieron necios, y cambiaron ta gloria del | Dios incorruptible, por imagenes de horabres Sorruptibles, y de aves, y de cuadripedos, y de serpientes, SAN AGUSTIN: La ciudad de Dios, xiv, 28 te * iCudles son los principios en que se fundan las dos ciudades? * Garacteriza brevemente cada uno de £6508 dos principios, * Enumera las con: secuencias que se devi van de cada prin \cipio para la vida social. egitimidad de las formas de gobierno 1 SAN AGUSTIN, el origen de la autoridad est on Dios, que es Srgutor de la naturaleza Ys PO ‘consiguiente, de quien deriva todo wfea cual sea la forma que adopte. De ‘aqui que las formas de Fiero le parezcan a SA “AGUSTIN indiferentes; pero, dada la Pro- srncia dvina, cada pueblo se gobiern# de la forma concreta que Mheada momento entra en 10s planes de Dios. Es Dios, por lo tanto, Gen letima el poder ¥ Por ‘elo la Iglesia puede investir a los go- bernantes como representantes del poder divino en la tierra. endo la separacién entre ambos poderes, sin em ‘debe inspirar al poder temporal para que te reine en la terra y, ademas, porque él 8P5¥0 del poder del Fstado es conveniente para reforzar la implantacién de los valores we panos, pues la Iglesia slo tiene poder moral. El Cesaropapismo y el Agustinismo polit Como eonsecuencia de plantear que el Estado debe regirse por los Care sos expirituales, se ponen las bases para dos teorias politicas degran trascendencia en la historia: el Cesaropapismo y el Agusti- nismo politico. Segiin e] Cesaropapis! de los fieles cristianos que deveria estar sometido 0, al por sus criterios de organizaci mis perfecta. Buen reflejo de esta fidsra en gran parte de la Bdad Media ‘ace a partir del afio 490 como una El Agustinismo politico nac reinterpretacién del pensamiento de SAN AGUSTIN, segin la cual el poder politico debe estar sometido al religioso. La preponderan- ci econdmiea, religiosa y politica que ira ‘adquiriendo la Iglesia duwante los primeros siglos de la Edad Media reforzaré esta ten- descia bajo la alianza entre el altar y la espada. (Doe. ‘Aun manteni pargo considera la Iglesia ico mo, dado que la Iglesia es la comunidad bascan a Dios y la justicia, el Estado ‘menos, dejarse guiar por la Iglesia, ‘én social, ya que es una sociedad teoria es la practica de la inves- FIA Une een eo x Beowneremer sacerdotal y otro al mi- lee en las Sagradas Es- crituras, el mundo Se rige por dos poderes: la autoridad de los pontifices y el poder real (...) Los reyes eristianos necesitan de 10s pontifices, para su vida eterna ¥ Jos pontifices se sirven reales, de modo que la actuacion espiritual de- be verse preservada de lo temporal y el que sir- ve a Dios no debe mezclarse en los asuntos temporales y, al contrario, no debe parecer que preside los ‘asuntos divinos el que ‘esta impli- cado en los asuntos temporales. Hincmaro DE REIMS (806-882 4.C.) Uno pertenece al oficio Earn # sCémo se delimitan el poder del ponti cey el del rey? Detalle del fresco de Ambrogio Lorenzetti Efec- tos del buen gobierno en la ciudad, en el Palaz- zo Pubblico de Siena ‘SAN AGUSTIN afirma que ningtin Estado puede Tevar a cabo su misin -la justicia~ sin estar inspirado por los principios cristianos. Esto da superioridad a la Iglesia sobre el Estado, al ne~ cesilar éste de su ayuda. Con este reconocimien to y colaboracién, el Estado podra llevar ade- lante su funcion de organizador de la conviven- ‘cia, y la sociedad disfrutard de paz y bienestar. 5.8 DIOS, LA CREACION Y EL PROBLEMA DEL MAL En el sistema de SAN AGusTiN hay un constante recurso a Dios, presente en el interior del hombre y fin de la historia. La existen- cia de Dios es la exigencia de todo su pensamiento. Pero no le preocups tanto demostrar su existencia como descubrirlo en el in- terior del hombre, y asi superar las limitaciones y la mutabilidad de las cosas terrenas, pues son una manifestacién divina. Sin embargo, iniciando un tema al que dedicarén muchos es- fuerzos los fildsofos medievales, fundamenta la existencia de en la necesidad de una base firme para la existencia de un conoci- miento verdadero que permita salir de la duda y dé reposo al cora- 26n en su pasiGn por la verdad (en un adelanto de lo que serd la demostracién cartesiana) y en la comiin creencia de todos los hom- bres en Dios. Drscarrs, Unidad 10, 11,8 Ejemplarismo de la creacién Este Dios es el fundamento de lo existente, el ereador, no el de- miurgo griego, La creacién no es una construccién sino la formacion libre -a partir de la nada, de lo informe- de lo existente de acuerdo con las ideas eternas, es decir, con las ideas de la mente divina. La creacién de] mundo es un acto libre de la voluntad divina, un acto tinico ya que crea tanto lo que existe actualmente como lo que existié 0 existira seguin su propio plan. A esta forma de enten- der la creacién se le da el nombre de ejemplarismo". Lo creado se despliega en el tiempo pues, al crear, cred el tiempo: las cosas fueron hechas no como cosas sino como gérmenes, semillas, que se despliegan en el tiempo. En esta concepeién aparecen influencias platénicas de las Ideas y de las rationes seminales de los estoicos, muestra de la transfor- macién del pensamiento griego en los moldes del pensamiento cris- tiano, PLATON, Unidad 8, Esrorcrswo, Unidad 6,1, 4.2 Este mundo es un conjunto de seres que tienen diversos grados de perfeccién, desde el mero existir hasta el entender, pasando por el vivir, ordenado de acuerdo con los planes divinos cuya culmina- ign es el hombre. Esta forma de entender el orden del mundo, que recibe el nombre de escala de los seres, con antecedentes neoplato- nicos, sera retomada por los renacentistas para entender la conti. nuidad de la naturaleza. El problema del mal Como ereatura de Dios, el mundo tiene que mostrar de alguna ma la perfection divina. Sin embargo, hay en el mgd a que parecen ser negativos, contrarios a esa perfeccion, cone ne den ser las enfermedades, la violencia o los defectos cn We gee, naturales y en los comportamientos humanos, que hace eres cosas se alejen de la voluntad de Dios, del plan diving. [s — “ San AcusTiN considera que el IS re mal, tanto fisico cor 1 l mo mor 5 una ereacion divina porque denotaria una imperfeecion eee Slo una eareneia, una privacién y, en cuanto tal, none wee wee ‘xista realmente, en contra de lo que sostenian los manieecie” jueos, 126 * Ejemplarismo: Doctrina segiin la cual todas las realidades sensible ‘son copias 0 imitaciones de realidades ejemplares « larquetipos. Puede aplicarse a la teorla platénica d tas Ideas, al Neoplatonismo y al pensamiento de Sa Agustin, entre otros. H Pues gqué otra cosa es el mal, sino priva- cién del bien? De! mismo modo que, en Jos cuerpos de los animales, el estar enfermos 0 heridos no es otra cosa que estar privados de sa- lud y por eso, al aplicarles el remedio, no se in- tenta que los males existentes en aquellos cuer- pos, es decir, las enfermedades y heridas, se trasladen a otra parte, sino destruirlas, ya que ellas no son substancia, sino alteraciones de la carne, que, siendo substancia y, por lo tanto, al- go bueno, recibe estos males, esto es, privacio- nes del bien que llamamos salud, asi también todos los defectos de las almas son privaciones de bienes naturales, y esos defectos, cuando son curados, no se trasladan a otros lugares, si- ‘No que, no pudiendo subsistir con aquella sa- lud, desaparecen totalmente (...) Sin el bien no podria existir e! mal. El bien Que carece de todo mal es el bien absoluto; Por el contrario, aquel al que esté adherido el mal es un bien corrupto o corruptible; y donde | no existe el bien, no es posible mal alguno. De aqui se deduce una extrania conclusion: que. | siendo toda substancia, en cuanto tal, un bien, | arece que cuando a la substancia corrompida se la denomina mala, se afirma que el mal & | lo mismo que el bien, y que el mal no existe sino en cuanto existe el bien; pues toda natv- | raleza es un bien, y no existiria cosa mala al | Buna si esa misma cosa que es mala no fues? | Substancia. De donde se sigue que no se d3¢!| mal sin el bien. Y aunque esto parezca absut | do, sin embargo la trabazén de este rezone miento exige necesariamente esta conclusion. xl ‘Saw Asustin: Enquiridién, Xl, See | * 2Como se define el mal? | * @Por qué existe ef mal? Ma La carencia de realidad del mal, el hecho de que sea una me- ra afeccién, un accidente en terminologia aristotélica, de las substancias corruptibles, le priva de toda existencia real de ser "eosa’ y, por lo tanto, no es objeto de creacién. Por otra parte hay que tener en cuenta que el mal, desde el punto de vista de este autor, es algo que se ha introducido en el mundo a partir de la aparicién del pecado, es decir, por un acto de la voluntad que na- ce de la desobediencia de los primeros padres: por lo tanto, el mal es responsabilidad del hombre. [Pee-10 La solucién dada al problema del mal por SAN AGUSTIN es si- milar a la que ya dio PLOTINO y volver a ser retomado en el siglo XVIII por el racionaliste LEIBNIZ, Lets, Unidad 10, 101,7 Rade tre ol | 1. Define en el contexto de este apartado, los siguientes vocablos: didascalién — apologa — patristica — propedéutica - maniqueismo - donatismo - pelagianismo — libre al- bedrio — libertad — cesaropapismo — iluminacién — pe- cado original — escatolégico - ejemplarismo. 2. Qué valorizacién hacen los apologistas de la filoso- fia griega? 3. {Sefala algunos aspectos que marquen la diferencia ™! entre la patristica griega y la latina? 4, (Qué representa la pati macién de la filosofia cristiana medieval? Los con ados enviados al infierno, por ‘Luca t Ma eaed rea la catedral de SiGNot 1. En estos frescos de aor SiGNOKELLL, en un estilo muy personal arcprapiqura el arte de Mrcue Axel, refleia ti eetnapinicidn establecida por SAN AGUSTIN eee cuutad de Dios (civitas dei), y la ciudad “id diablo (civitas diaboli), adonde se arrojan a fea stprobados por haber pecudo, es decir, por ‘haber hecho un mal uso de su libertad moral. 5 Dios, para unificar el género humano (...) para ligarlos, digo, con el vinculo de la paz en unidad concorde, quiso que todos los hombres procediesen de uno solo. Ademas fue tambien voluntad suya que el género humano ino estuviera sujeto a la muerte individual si los dos primeros hombres, de los cuales uno fue | creado de la nada y el otro del primero, no se hubieran hecho acreedores a ella por la desobe- diencia. El pecado en que ellos consintieron fue tan enorme que, por él, la naturaleza hu- mana empeord y se transmite a los descendien- tes el pecado mismo y la necesidad de muerte. ‘SAN AcustiN: La ciudad de Dios, XIV, 1 ‘* sCémo se ha acentuado la imperfeccion en la naturaleza humana? * sPor qué afecta a todos los humanos por igual la muerte? tica y cémo influye en la for- 5. Describe brevemente los tres modos de conocimiento que analiza SAN AGUSTIN. 6. {Por qué es necesaria la iluminacién? 7. in qué contexto se habla de gracia? 8. {Qué razones avalan que Dios no haya creado el 9. Sefala algunas consecuencias del Cesaropapismo.

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