You are on page 1of 9
CIUDADANA Y DEMOCRACIA anol Pérez Ledesma (Comps.) Luis Enrique Alonso, Judith Astelarra, sosé Babiano, Rafael Cru, ‘Ascension Elvira Perales, Pilar Folguera, Carmen dela Guardia, Leopalda Mazen, ‘Juan Pan-ilontoja, Ludolfe Paramio, Manvel Pérez Ledaama, Juan Pro Ruiz, Pablo Sanchez Leén, Carlos Thiebaut, Celia Valiente Fernandes, 368 pags, 3.500 pas. (VA) Ei «tetomo del cludadanos y los debates sobre la cancicion cudadana se han con ergo en una de les ejes convales dela renovacion del pensamiento poltico eu rope0 y noteamericano. En este contort, cabe plantearse cul es la ayecteria histiida doles derechos de eiudadaria, desde o dea lésco del mundo artigus hasta a goneralizacién de los derechos eivies, polices y sooiales de nuesta se lo. Paro también la euava conaicsn de cudadano en Etpana y en Europa, ue lade al concepio tradicional una aimension svpranaciona, resultado Ge a ee ‘lente imagracion de ins Estados dela zona en la Union Europea, presenta tu ‘vos problemas dervacos de as ve y nuevas exclusiones dela cudadaria Estas son las pregunias en tomo a las cuales un buen numero de prolesoras de diversas Unverscades esparolas y cferants campos de taboo (ristorasores, socilogos, ldsoos,jurstas y poltlogos)aricuan au vision del nuevo cludadano, Pedidos: Monte Esquinza, 90, 2° dena elas 318 104 3H3 y aF9 10870 Foema de pago tan bancario 2 mat pinbtornetes La comunidad prospera. EI capital social y la vida publica Robert D. Putnam «Tu grano esté maduro hoy: el mia to estar manana, Seria he: neficioso para ambos que yo trabajase comtigo hoy, y que ti me ayudases mafiana, No siento afecto por ti, y sé que tt tampoco lo sientes por mi. Por ello. yo no pondria especial cuidado si tra bajase para ti: y si ambos trabajasemos para mi, esperando que me devolvieras el favor, sé que me sentisia defraudado, y que dependeria en vano de tu gratitud, Por lo tanto, te dejo que tra bajes solo: tritame 1 de la misma manera, Las estaciones cam= bien, y ambos perdemos nuestras cosechas por falta de confian- vay seguridad mutua.» David Hume La situacién de los granjeros de la parabola de Hume es recu. rrente en comunidades y naciones de todo el mundo: —Los padres en cualquier comunidad quieren mejores opor- tunidades educativas para sus hijos, pero faltan esfuerzos coope- rativos para mejorar las escuelas puiblicas. Robert D, Putnam es Dillon Professor de Relaciones Internacionales y director del Centro de Relaciones internacionales de la Universidad de Harvard “The Prosperous Community. Social Capital and Public Life”, The A nerican Prospect, 13: 3542, Tradueeién de Francisco Herreros, 90 ZONA ABIERTA 94/95 (2001) Los residentes en los guetos en Estados Unidos comparten 8, pero no hay accio un interés en que las calles scan ms se nes coleetivas para controlar el erimen Los campesinos pobres en el Tercer Mundo necesitan obras de regadio y estructuras de mercado mai efectivas, pero la ‘cooperacisn para conseguir esos Fines es frail E] calentamiento global amenaza la vida humana descle Manhattan hasta Mauricio, pero no existe una accién combinada para superar este riesgo compartido, El fracaso en la cooperacidn para conseguir un beneficio mu- tuo no supone necesariamente ignorancia o irracionalidad, ni si quiera malevolencia, como han subrayado los fildsofos desde Hobbes. Los granjeros de Hume no son estiipidos, 0 locos, 0 malvados; simplemente estén atrapados en un diem. Los cien- tificos sociales han analizado cltimamente esta situaciéin funda- mental de formas variadas: Ia tragedia de los bienes comunes; la égica de la accién colectiva; los bienes publicos; el dilema del prisionero, En todas estas situaciones, como en la anéedota rural de Hume, todos estarian mejor si todos cooperasen. Sin embar- g0, en auisencia de coordinacién y de compromisos mutuos eret bles, todo ef mundo, triste pero racionalmente, opta por no coo- perar, confirmando las melancélicas expectativas de cada individuo acerea de los demés. {Cémo pueden ser superados estos dilemas de accién colecti ‘ya més alld de ercando agin Leviathan hobbesiano? Los eien ficos sociales en varias disciplinas han sugerido recientemente un novedoso diagndstico de este problema, un diagndstico que descansa en el concepto de eapital social. Por analogia con las nociones de eapital fisico y capital humano —herramientas y formacién que incrementan la productividad humana—, el ‘capital social” se refiere a caracteristicas de la organizacién so- cial, como por ejemplo redes, normas y confianza, que facilitan la cooperacién y la coordinacidn en beneficio mutuo. El capital social aumenta los beneficios de la inversién en capital fisivo y humano. ‘Trabajar juntos es mas sencillo en una comunidad bendecida con una reserva sustancial de capital social. Esta intuicién ha re- sultado tener importantes implicaciones praeticas para muchos asuntos pendientes de la agenda nacional de Estados Unidos ZONA ABIERTA 94/95 (21101) or ‘como por ejemplo, como podemos superar la pobreza y la vio. lencia en el centro-sur de Los Angeles, 0 revitalizar la industria en el “Cinturdn Oxidado”, © sostener las democracias en ciernes. lel antiguo imperio sovigtico y el Tercer Mundo. No obstante, antes de detallar estas implicaciones, me gustarfa ilustrar la im portancia del capital social refirigndome a una investigacién que varios colegas y yo Hevamos a cabo a lo largo de las tiltimas dos décadas acerca del asunto aparentemente misterioso del gobier- no regional en Italia, INES DE UN EXPERIMENTO ITALIANO. Al comienzo de la década de los setenta, los italianos establecic: ron a lo largo de toda la nacién un conjunto de gobiernos reg nales potencialmente poderosos. Estas 20 nuevas institucione: eran virtualmente idénticas en la forma, pero los contextos so- ciales, econdmicos, politicos y culturales en los cuales fueron im: plantadas diferian dramaticamente, desde lo preindustrial a lo Postindustrial, desde Io devotamente catélico a lo ardientemente comunista, desde lo inertemente feudal a lo frenéticamente mo- demo. Asi como un boténico investigaria el desarrollo de las plantas midiendo el crecimiento de semillas genéticamente idén- ticas sembradas en diferentes terrenos, nosotros intentamos comprender el desempefio gubernamental estudiando como es- tas nucvas instituciones se deseiivulviait en sus diferentes entor- Tal como esperibamos, algunos de los nuevos gobiernos re- sultaron ser tristes fracasos —ineficaces, lentos y corruptos. No obstante, otros han tenido un notable éxito, creando innovado- res programas de cuidados sanitarios y centros de formacién profesional, promoviendo la inversién y el desarrollo econémi- co, siendo pioneros en el cuidado medioambiental y en la crea- cidn de clinicas familiares —gestionando los asuntos pliblicos de forma eficiente y satisfaciendo a sus ciudadanos, 4 Cémo se explican estas fuertes diferencias en la calidad del gobierno? Algunas respuestas aparentemente obvias resultaron ser irrelevantes. La organizacién del gobierno es demasiado si- milar de una region a otra para que explique el contraste en de- sempeito gubernamental. Los partidos politicos Jas ideologias 2 ZONA ABIERYA 9495 (20001) en el poder apenas marcan ta difereneia, La aflueneia y ka pros peridad no tienen un efecto directo, La estahilidad social, © ta armonia politica, © los movimientas de pablaciGn no son la cla sano de estos ve. Al contrario de lo que pensihamos, nin cto res esti eorrelacionado con el buen gobierna, En lugar de ello, el mejor factor explicativo es el que Alexis de Tocqueville ha bria esperado, Fuertes tradiciones de compromiso civieo —parti cipacién electoral, lectura de periddieos, participacion en coros y eireulos iterarios, “lions clubs” y elubes de filthol—son el sello de una regin exitosa Alounas regiones de Italia, como Emilia-Romagna y Tosca na, tienen muchas organizaciones comunitarias activas. Los cir dadanos de esas regiones estén comprometiclos por una moti- vaciin de interés pablico, no de patronazg0. Cada unto de ellos contia en que los demas actuaran correctamente y en que abe- decerin las leyes. Los Iideres en estas comunidades Son relativa- mente honestos y estén comprometidos con la igualdad. Las re des sociales y politicas estén organizadas horizontalmente. no jerdrquicamente. Estas “comunidades civicas” valoran la solida- ridad. la participaci6n civica y la integridad. Y aqui la democra cia funciona En el polo opuesto estin las regiones “incivieas”, ci bria y Sicilia, adecuadamente caracterizadas por el és incivisme. En estas regiones, el mismo concepto de ciudada- nia es exceptional, La vinculacién con asociaciones sociale culturales es exigua. Desde el punto de vista de sus habitantes, los asuntos piiblicos son el cometido de otras personas —i nora. bili, “los jefes”, “Ios politicos"— pero no de ellos. Casi todo el mundo esta de acuerdo en que las leyes estn hechas para ser in- cumplidas, pero, ante et temor al incumplimiento de los dems, todo el mundo demanda una disciplina severa. Atrapados en es- tos circulos vieiosos entrelazados, casi todo ef mundo se siente inerme, explotaco e infeliz. No es sorprendente que el gobierno representativo sea aqui menos efectivo que en las comunidades mis civicas, © La Asociacidn Internacional de “Lions Clubs” fue fundada en Dallas en 1017 pac fomentae un espirty de solidaridad entre personas de tod los pases ¥ pars promover un buen gobierno, una huena cudadania y un interés activo en lbienestar social cibco [N. el). ZONA AIMERTA 9495 (2001) 08 Las raices historicas de le comunidad efview son sorprenden- temente profundas. Unas duraderas tradigiones de compromiso, iduridad social pueden scr rastreadas hasta have casi mil ais. haste el siglo x1, cuando fueron establecidas repablicas libres en ingares como Florencia, Bolonia y Genova, exactame: te las comunidades que hoy disfrutan de compromiso civieo y obiernos exitosos, E herencia civiea se en cuentran ricas redes de reciprocidad organizada y solidaridad efvi ca —gremies, fraternidades religiosas y sociedades de torreones para la autodefensa en las comunidades medievales cooperati vas, sociedadles de ayuda mutua, asociaciones de vecinos y or- feones en el siglo Xx. Estas comunidades no se volvieron efvicas simplemente por- que eran ricas, El relato histérico sugiere precisamente lo con- trario: se enriquecieron porque eran civicas, El capital social in corporado en normas y redes de compromiso eivieo parece ser tuna precondicidn para el desarrollo econémico, asi como para un gobierno efectivo. Que tome nota la economia del desarrollo: ¢l civismo importa; C6mo afecta el capital social al buen gobierno y al progreso econdmico? En primer lugar, las redes de compromiso eivico fo- mentan robustas normas de reciprocidad generalizada: ahora hago esto por ti a la espera de que andando el tiempo ti u otra persona me devuclva cl favor. “El capital social es semejante a lo que ‘Tom Wolfe denominé el “banco de los favores" en su no: vela La hioguera de (as vanidades”, sefiala el economista Robert Frank, Una sociedad que se basa en la reciprocidad generalizada ¢s més eficiente que una sociedad plagada de desconfianza, por Ja misma razén que el dinero es mas eficiente que el trueque. La confianza es el Iubricante de Ia vida social Las redes de compromiso civiso también facilitan la coordi nacién y la comunicacién y amplitican la informacién sobre Io

You might also like