You are on page 1of 5

DESARROLLO DE LA FILOSOFIA

la filosofía surgió en el siglo VI a. J. en Asia


Menor, en la zona costera al mar Egeo de la
actual Turquía. La ubicación de esta región
fomentaba contactos con las diversas
culturas a través de las rutas comerciales que
desde esta zona recorrían el Mediterráneo;
además su situación, entre Europa y Asia,
fomentaba la comunicación directa
con pueblos de costumbres dispares. Este
hecho, unido a que la religión griega carecía
de una casta sacerdotal que cuidase la
ortodoxia permitió que las explicaciones
míticas elaboradas por los poetas dieran
paso a explicaciones racionales, conocidas como filosofía.
Al principio los límites entre filosofía, religión y poesía no estaban definidos. Por ejemplo, el primer
filósofo occidental, Tales de Mileto consideraba que el principio de lo que estaba compuesto el
mundo era el agua, esta teoría no es tan diferente a la que ya habían planteado algunos poetas
religiosos griegos, según ellos el Océano era el origen del mundo. Según Tales, el agua se
transforma en sólida, líquida y gaseosa así que tiene sobrada plasticidad para generar toda la
materia que vemos; además todos los seres vivos necesitan del agua y basan su biología en ella. Es
esta voluntad argumentativa la que encontramos en la nueva disciplina filosófica y que no está
presente tan radicalmente en el pensamiento mítico.
Otros filósofos presocráticos que muestran esa inicial vinculación entre mito y filosofía son los
pitagóricos. Para Pitágoras y su grupo, el mundo sensible era aparente, la verdadera realidad está en
las matemáticas. Mientras que, por un lado, se dedicaban a la investigación matemática más
rigurosa, por otro, realizaban rituales de purificación o tenían creencias espirituales como la
transmigración.
Posteriormente, en el siglo V a. J., la filosofía se deslinda más claramente del mito con autores como
Anaxágoras. Según este autor el movimiento que existe en el cosmos fue introducido, en su principio
por una Mente que carece del carácter personal e intervencionista de las deidades del mito; por
contra, Anaxágoras sostiene que una vez que esta Mente introduce el movimiento en el principio del
universo cesa de intervenir en él.
A mediados del siglo V a. J. Grecia vive un florecimiento cultural, en este contexto surgieron los
sofistas, maestros itinerantes que se presentaban como los nuevos educadores de la juventud
helena; a cambio de un sueldo, enseñaban a sus discípulos a defenderse en la arena política. Los
sofistas, mayoritariamente, adoptaron una posición relativista en relación a la ética, política y al
conocimiento en general. Una frase emblemática de los sofistas es la afirmación de Protágoras
según la cual “el hombre es la medida de todas las cosas”.
Frente a los sofistas se situó el ateniense Sócrates, que sostenía la posibilidad de un conocimiento
objetivo de la virtud y de la verdad. Con su frase “Solo sé que no sé nada” quería enseñar que
aunque el conocimiento de lo que es la virtud es posible, él no lo había alcanzado pero que, aún así,
era más sabio que aquellos que como los políticos, los sofistas o los poetas creían que sabían qué
era la virtud siendo, en el fondo, ignorantes. Sócrates, por su crítica feroz a la clase política
ateniense, en su vejez fue condenado a muerte, pero su discípulo Platón tomó el testigo como crítico
de l a democracia y del relativismo moral.
Para Platón la ética, en el sentido de como vivir la vida para ser feliz y bueno, tiene una importancia
central en su filosofía. La ética platónica se basa en la idea de que el hombre está compuesto por
tres almas: un alma racional, específicamente humana, un alma irascible, sede de los impulsos
agresivos como la ira, y un alma apetitiva, fuente de nuestros deseos. Lo natural en el hombre es que
la parte racional del hombre controle los apetitos e inclinaciones del individuo con ayuda del alma
irascible. Que lo racional controle nuestros deseos lleva a la virtud, y la vida virtuosa procura al
hombre una vida buena y feliz. Esta felicidad alcanzada por el ejercicio de la virtud no puede serle
arrebatada al sabio por nadie.
A pesar de la importancia que tiene para Platón la ética, la política es aún más importante, ya que
mientras que la ética trata de la virtud individual, la política analiza la virtud social. En “La República”
construye una ciudad políticamente ideal en la que las diferentes clases sociales corresponden a las
diferentes almas del hombre. Los filósofos-gobernantes se corresponden con el alma racional, el
ejercito se corresponde con el alma irascible y, por último, la clase productiva tiene su paralelismo
con el alma concupiscible. La armonía social solo se consigue cuando los más sabios gobiernan
sobre los que lo son menos, con ayuda de los guardianes.

FILOSOFIA ANTIGUA
La Filosofía Antigua se origina en el esplendor del mundo grecorromano. Aparece
formalmente en la Grecia del siglo VI a.C. y se extiende hasta la decadencia del Imperio
Romano en el siglo IV de nuestra era. Es una filosofía que abarca una gran variedad de tesis
y argumentaciones, cuyo intento principal fue tratar de encontrar el fundamento último de
todas las cosas. A través de un lenguaje crítico y reflexivo los filósofos de este periodo
lograron trascender entre las cosmovisiones y mitologías que imperaban en su época.
A partir de todo lo anterior, se puede afirmar que el proyecto de aprendizaje de Filosofía
Antigua pretende brindar al estudiante los conocimientos primordiales sobre ese
pensamiento primigenio, mediante la revisión de los autores más representativos de la
época. Por ello a lo largo del curso se analiza el pensamiento de diversos autores clásicos,
así como el contexto sociohistórico en que desarrollaron sus ideas, lo que permitirá
comprender el inicio formal de la filosofía en occidente.

Durante miles de años los hombres explicaban la utilidad del mundo exclusivamente en términos
religiosos. La interpretación de la naturaleza desde el hombre, y no desde dioses y sacerdotes nos
dan uno de los problemas de la filosofía como lo es el mundo, siendo este de tipo Cosmológico. En
la etapa preatica, la cual es fundamentalmente filosofía de la naturaleza o del mundo. Se postula
para ella una leyinterna que asegura la uniformidad del acaecer de los fenómenos: la misma causa
determina siempre, en todas partes y sin excepción alguna, los mismos efectos. Sin este postulado
no hay ciencia, ni racionalidad, ni lógica. Los representantes de la filosofía preatica son: Tales de
Mileto, Anaximandro, Anaximenes, intentan fijar el ser último de la naturaleza: agua, aire caos;
Heraclito señala hacia un fuego cósmico inteligente y Parmenides y su discípulo Zenón enfatizan que
lo que es tiene que ser inmutable e inmóvil; en consecuencia las cosas perecederas no son el ser
como tal; son apariencias y apariciones inconsistentes. Los preaticos posteriores: Demócrito,
Anaxágoras y Empedocles continúan la línea de Tales de Mileto: su doctrina de la naturaleza, es
realista y materializante: son los cuatro elementos que constituyen el mundo.
En la filosofía Griega, se inaugura la razón como un instrumento para la búsqueda de la verdad, se
siembran los principios de la ciencia moderna. Surge como una respuesta a los mitos, para dar
argumento acerca de su naturaleza (el porque de las cosas), ya que la mitología no es
un pensamiento filosófico, puesto que no da una afirmación racional y deductiva de sus afirmaciones.
FILOSOFIA ESTOICA
El estoicismo es un movimiento filosófico fundado por Zenón de Citio en el 301 a. C.. Su doctrina
filosófica estaba basada en el dominio y control de los hechos, cosas y pasiones que perturban la vida,
valiéndose de la virtud y la razón del carácter personal. Su objeto era alcanzar la felicidad y la sabiduría
prescindiendo de los bienes materiales.1
Durante el período helenístico adquirió mayor importancia y difusión, ganando gran popularidad por todo
el mundo grecorromano, especialmente entre las élites romanas. Su período de preeminencia va del
siglo III a. C. hasta finales del siglo II d. C. Tras esto, dio signos de agotamiento que coincidieron con la
descomposición social del alto Imperio romano y el auge del cristianismo.

Del griego stoá, pórtico. Se conoce con este nombre a los representantes del estoicismo, escuela
filosófica fundada hacia el 300 a. C. por Zenón de Citio, que impartió sus doctrinas en un pórtico
ateniense pintado por Polignoto (stoá poikíle), por lo que también se le ha llamado «escuela del
Pórtico» o «la Stoa».

La filosofía estoica, que junto con el epicureísmo (v.) y el escepticismo (v.) constituye el núcleo
básico del pensamiento filosófico posaristotélico (V. ARISTOTÉLICOS), perduró a lo largo de toda la
época helenística y se extendió al Imperio romano; este enorme lapso de tiempo tenía que introducir
necesariamente mutaciones en el seno de las doctrinas estoicas, por lo que se ha dividido en tres
grandes periodos: la Stoa, antigua, la Stoa media v la Stoa nueva, romana o imperial.

1. Estoicismo antiguo. Entre los e. pertenecientes a la Stoa antigua hay que destacar a Zenón (n.
en Citium, en la isla de Chipre, ca. 336 a. C.; m. ca. 264), fundador de la escuela y que fijó las líneas
esenciales de su doctrina; discípulo de los megáricos Estilpón y Diodoro Cronos, de los académicos
Jenócrates y Polemón, y del cínico Crates -que influiría poderosamente en las tesis éticas del
estoicismo-, fue autor de numerosos escritos de los que se conservan algunos fragmentos y, en
ciertos casos, únicamente el título. Los otros dos grandes representantes de esta Stoa son Cleantes
y Crisipo. Cleantes (n. en Assos ca. 331 a. C.; m. ca. 232) sucedió a Zenón como escolarca y fue un
fiel seguidor de sus doctrinas; su actividad se consagró, más que a la creación de nuevas teorías, a
la propagación de las de su maestro, en gran parte mediante el ejemplo que dio con su modo de
vivir, basado en la austeridad; no fue un gran teórico, pero sí un hombre que hizo del estoicismo una
vivencia; su obra más conocida es el Himno a Zeus, que influyó decisivamente en la religiosidad
estoica. Crisipo (n. en Soli ca. 281 a. C.; m. ca. 208 en Atenas) sucedió a Cleantes como escolarca y
fue el gran teórico de la escuela; su producción literaria fue enorme, ya que, según Diógenes Laercio,
pasarían de setecientas sus obras (Vida, opiniones y apotegmas de filósofos ilustres, VII,180); su
profundo espíritu sistematizador y dialéctico dio lugar a que estructurase el pensamiento estoico y lo
defendiese brillantemente frente a las otras escuelas, por lo que se decía en la Antigüedad que «si
no hubiera existido Crisipo, no hubiera existido la Stoa» (Diógenes Laercio, o. c. VII, 183).

Otros e. notables de este periodo fueron Aristón (n. en Quíos ca. 320 a. C.; m. ca. 250), discípulo
de Zenón y que intentó hacer del estoicismo una doctrina exclusivamente ética, negando valor a los
problemas lógicos y físicos; Herilo de Cartago (s. in a. C.), también discípulo de Zenón, que se opuso
a la interpretación dada a las doctrinas de éste por Cleantes y Crisipo, sosteniendo una ética de
índole intelectualista en la que la virtud se adecuaba con la ciencia; Perseo de Citio (s. in a. C.),
amigo de Zenón y que introdujo en la Stoa elementos tomados de los socráticos menores de Elis y
Eretria; Dionisio de Heraclea (s. iii a. C.), discípulo de Zenón, y que fue llamado «el metathémenos»
(tornadizo), pues, aquejado de una oftalmía, y a causa de los dolores que padeció, abandonó la tesis
estoica de la apátheía (imperturbabilidad) ante el dolor y aceptó el hedonismo (v.) cirenaico; Esfero
del Bósforo (s. ni a. C.), discípulo de Cleantes, y que siguió con la idea de ejemplificar el estoicismo
con el modo de vivir, tal como había hecho su maestro; Zenón de Tarso (s. ni-n a. C.), que sucedió a
Crisipo como escolarca, difundió con su fácil palabra las doctrinas estoicas; Arquidemo de Tarso (s. n
a. C.), seguidor de Crisipo; Boecio de Sidón (s. n-i a. C.) que, aunque fundamentalmente peripatético
y escolarca de esta escuela a la muerte de Andrónico de Rodas, recogió muchos elementos del
estoicismo, haciendo una especie de síntesis sincrética de ambos sistemas; Apolodoro de Seleucia
(s.la a. C.), escolarca y defensor' de la Stoa frente a los ataques del académico Carnéades, que fue
maestro de Panecio de Rodas, por lo que representa el enlace del estoicismo antiguo con el medio.

Se denomina filosofía medieval a la filosofía dada en Europa y el Oriente Medio durante el período
conocido como Edad Media, periodo que se extiende desde la caída del Imperio Romano de Occidente en
el siglo V hasta la caída del Imperio Romano de Oriente en 1453.
Los problemas fundamentales discutidos durante este periodo fueron la relación entre la fe y la razón, la
naturaleza y existencia de Dios, los límites del conocimiento y la libertad en el hombre, la naturaleza de
los universales y la individuación de las sustancias divisibles e indivisibles.

Delimitación histórica y temática[editar]


Desde un punto de vista histórico, la Edad Media se extiende desde la caída del Imperio Romano de
Occidente hasta la caída del imperio bizantino, pero temáticamente, según autores como Gilson, la
filosofía medieval se inicia en el siglo II con el diálogo entre la filosofía helenística y las grandes religiones
monoteístas. Por esto algunos autores sostienen que la filosofía antigua pierde su antigua autonomía y
deviene ancilla Theologiae, vale decir, pasa a estar subordinada o con una actitud servil con respecto a la
especulación religiosa.

Etapas y representantes[editar]
La patrística es la fase en la historia de la organización y la teología cristiana que abarca desde el fin del
cristianismo primitivo, con la consolidación del canon neotestamentario, hasta alrededor del siglo VIII.
Además de la elucidación progresiva del dogma cristiano, la patrística se ocupó sobre todo de la apología
o defensa del cristianismo frente a las religiones paganas primero y las sucesivas interpretaciones
heterodoxas que darían lugar a las herejías luego.
El cristianismo es difundido masivamente por los profetas, tomando fuerza entre la población y
desplazando a las religiones politeístas.
Su nombre deriva de los padres de la Iglesia, los teólogos cuya interpretación dominaría la historia del
dogma. La influencia apologética se debió entre otras cosas al ataque hostil, y por penetrar en los datos
de la revelación, el de formarse una imagen totalizadora del mundo y de la vida humana a la luz de la fe.
El progreso de lo implícito a lo explícito fue un progreso en la ciencia teológica; en el proceso de
argumentación y definición se emplearon conceptos y categorías tomados de la filosofía. La filosofía
imperante era el platonismo, neoplatonismo (con toque estoico).
Los escritores cristianos no hicieron distinción entre filosofía y teología. Estos mostraron una divergencia
de actitud ante la filosofía clásica: como enemiga o como utilidad.

You might also like