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Dr.

José Guardia Serecigni


Unidad de- Servicio
Unidad de Conductas Adictivas Conductas Adictivas.
de Psiquiatría.
Hospitalde
Hospital delala Santa
Santa Cruz
Cruz yy San
San Pablo.
Pablo. Barcelona.
Barcelona.
Editorial Just in Time S.L
C/ Montesa 35.
28006 Madrid
e-mail:justintime@e-justintime.net
www.e-justintime.net

Título original:
El alcoholismo. Guía para pacientes y familiares

© Copyright, 2004. Editorial Just in Time S.L.

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mación, sin el permiso escrito del titular del copyright.

"Esta obra se presenta como un servicio a la profesión médica. El contenido de la misma


refleja las opiniones, criterios, conclusiones y/o hallazgos propios de sus autores, los cua-
les pueden no coincidir necesariamente con los del Grupo Bristol-Myers Squibb."
Guía para Pacientes y Familiares
Guía para pacientes y familiares

El Alcoholismo

El alcoholismo es una de las enfermedades más frecuentes en la sociedad


actual, pero para muchas personas resulta todavía poco conocida.

Por lo menos una de cada diez personas sufre alcoholismo o lo ha padeci-


do en algún momento de su vida. Si además tenemos en cuenta que la pro-
porción es de 3 a 4 hombres por cada mujer, se puede considerar que uno
de cada 4 ó 5 hombres, frente a una de cada 15 ó 20 mujeres, han tenido
problemas con el alcohol en algún momento de su vida.

El prototipo de persona que padece alcoholismo sería por tanto un hombre,


entre 35 y 55 años de edad, de cualquier clase social, casado o separado y
que tiene trabajo o lo ha tenido recientemente.

Tanto las personas que sufren alcoholismo, como sus familiares, o incluso las
personas que se han recuperado de dicha enfermedad, no suelen explicar
su experiencia. Hace más de 30 años ocurría algo parecido con otra enfer-
medad: la depresión. Nadie se atrevía a decir que tenía una depresión por
temor al estigma social. Hoy, en cambio, se acepta que la depresión es una
enfermedad que tiene tratamiento y de la que se han recuperado muchas
personas. Esta situación favorece que las personas que padecen una depre-
sión puedan hablar de su problema con libertad y compartir sus experien-
cias con otras que se van a mostrar comprensivas y deseosas de ayudarlas.

Si el alcoholismo se aceptara también como enfermedad, de manera pare-


cida a lo que sucedió con la depresión, y se reconociera que el alcoholismo
tiene un tratamiento eficaz, gracias al cual se han recuperado muchas per-
sonas, quizás los pacientes alcohólicos y sus familiares tendrían menos difi-
cultades para poder afrontar su situación y contarían con más apoyo para
recuperarse.

Si esta guía contribuye a que nuestra sociedad comprenda mejor la enfer-


medad del alcoholismo y sirve de ayuda tanto a quienes la padecen como
a sus familiares, nos sentiremos muy satisfechos.

Dr. José Guardia Serecigni


Unidad de Conductas Adictivas - Servicio de Psiquiatría.
Hospital de la Santa Cruz y San Pablo. Barcelona.
Guía para pacientes y familiares

El Alcoholismo

ÍNDICE
1. ¿Qué es el alcoholismo? ....................................................................7
¿El alcoholismo es una enfermedad?......................................................................8
¿Cuáles son las causas del alcoholismo?...............................................................8
¿Cómo actúa el alcohol sobre el cerebro? .............................................................9
¿Qué sistemas cerebrales se alteran en el alcoholismo?......................................10
¿Pueden funcionar mal los mecanismos cerebrales que
controlan la ingesta de bebidas alcohólicas? ........................................................11
¿Qué es una conducta condicionada? ..................................................................13
¿Cuáles son los síntomas del alcoholismo?..........................................................15
2. El tratamiento del alcoholismo.......................................................17
¿El alcoholismo tiene tratamiento? .......................................................................18
¿Se puede curar el alcoholismo?..........................................................................18
¿Existen medicamentos para el tratamiento del alcoholismo?...............................19
¿Qué medicamentos pueden ayudar en la recuperación del alcoholismo?............20
¿Durante cuánto tiempo conviene toma los medicamentos
para el tratamiento del alcoholismo? ....................................................................21
¿Cómo debe retirarse el tratamiento del alcoholismo? .........................................22

3. El papel de la familia ........................................................................23


¿Cómo pueden ayudar los familiares al enfermo alcohólico? ................................24
¿Cómo conseguir que el paciente tome la decisión de que
le conviene dejar de beber? .................................................................................25
¿Cómo pueden ayudar los familiares al paciente que ya
ha dejado de beber?.............................................................................................25
¿Qué se puede hacer para contribuir a la recuperación? ......................................26
¿Cómo actuar cuando ya lleva muchos meses sin beber? ...................................28
Los familiares, ¿también necesitan ayuda? ...........................................................29
4. Dudas más frecuentes......................................................................31
Las personas que se recuperan del alcoholismo,
¿pueden hacer una vida normal? ..........................................................................32
¿Es importante acudir a la terapia de grupo? ........................................................33
¿Se pueden tomar bebidas sin alcohol? ...............................................................34
¿Se podrá volver a tomar bebidas alcohólicas algún día? .....................................35
Si el problema con el alcohol es muy grave, ¿vale la pena
intentar dejar de beber? .......................................................................................37
¿Cuáles son las señales que nos avisan de un empeoramiento
y posible riesgo de recaída?.................................................................................38
Si se ha recaído varias veces, ¿merece la pena volver
a intentar dejar de beber? ....................................................................................39
¿Hay peligro de adicción a otras sustancias? .......................................................39
¿Vale la pena todo el esfuerzo que supone el proceso de
recuperación del alcoholismo? .............................................................................41
1

¿Qué es el Alcoholismo?
Guía para pacientes y familiares

l alcoholismo es un trastorno adictivo que se


E caracteriza por un deterioro en la capacidad para
controlar el consumo de bebidas alcohólicas. Las con-
ductas adictivas son aquellos comportamientos que resultan perjudi-
ciales para la persona, pero a pesar de saberlo, no puede evitar
seguir haciéndolos.
Podemos tener conductas adictivas a sustancias químicas (como
el alcohol, el tabaco o las drogas) o del comportamiento (como el
juego, comer excesivamente o realizar compras de forma compulsi-
va y sin control).

¿El alcoholismo es una enfermedad?


Se trata de una enfermedad probablemente debida a una altera-
ción del funcionamiento de determinados circuitos cerebrales
que intervienen en el autocontrol de la conducta de tomar bebidas
alcohólicas.

Además, puede causar o agravar otros problemas médicos, psi-


quiátricos y adictivos, que van a empeorar el estado del paciente y
pueden contribuir a un mayor riesgo de recaída.

Las recaídas repetidas pueden dar lugar a que el alcoholismo lle-


gue a convertirse en una enfermedad crónica.

¿Cuáles son las causas del alcoholismo?


Diversos factores pueden contribuir a que una persona tenga un
mayor riesgo de desarrollar alcoholismo:

• La presencia de otras personas en la familia que también han


tenido este problema.
• La convivencia con personas que beben en exceso para sentirse

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Guía para pacientes y familiares

¿Qué es el Alcoholismo?
mejor, o que utilizan el alcohol como si se tratara de un medica-
mento para combatir estados de angustia, temor, desánimo, etc.
• Haber sufrido malos tratos o haber soportado situaciones de
estrés muy intenso (catástrofes, graves accidentes) o muy pro-
longado (guerras, cautiverios).
• Descubrir que las bebidas alcohólicas ayudan a superar ciertas
situaciones como el temor a salir de casa o a relacionarse con
otras personas.
• Utilizar las bebidas alcohólicas para evadirse ante las dificulta-
des de la vida cotidiana (trabajo, relación de pareja, etc.) u otros
conflictos.
• Considerar las bebidas alcohólicas
como un requisito imprescin-
dible para divertirse o
pasarlo bien.
Es posible que en una
misma persona coinci-
dan varios factores o
que exista un factor
más importante y otros
secundarios, pero de
manera aislada ninguno
de ellos puede ser definitivo:
no todas las personas expuestas
al mismo factor de riesgo van a
desarrollar alcoholismo.

¿Cómo actúa el alcohol sobre el cerebro?


El alcohol y las drogas son sustancias químicas que modi-
fican la química del cerebro cuando se administran en gran-
des cantidades y durante un tiempo prolongado. Su

9
Guía para pacientes y familiares

manifestación externa puede


ser una dificultad para con-
trolar la cantidad o la
frecuencia de consumo
de bebidas alcohólicas,
que en ocasiones llega
hasta la pérdida del con-
trol sobre el consumo.

El problema es que si
el deterioro de la “fuerza
de voluntad” es conse-
cuencia de un mal funcio-
namiento de determinados circuitos cerebrales y
dicha disfunción va a persistir durante años, no podemos esperar una
recuperación inmediata.

Beber en exceso, de manera continuada, o bien en deter-


minados días o temporadas, podría favorecer el desarrollo
de cambios adaptativos en los circuitos que gobiernan la
conducta de beber alcohol, incluso cuando se alterna con
temporadas de restricción de la bebida. La manera de beber
puede contribuir, por tanto, al desarrollo del alcoholismo.

¿Qué sistemas cerebrales se alteran en el alcoholismo?


Parece que los mismos sistemas que intervienen en la regulación del
apetito o la sed podrían estar implicados también en la capacidad de
controlar la conducta de beber alcohol.

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Guía para pacientes y familiares

¿Qué es el Alcoholismo?
Comer y beber agua es fundamental para sobrevivir. La naturaleza ha
dotado al organismo con sistemas de recompensa que promueven el
deseo de comer. Cuando estamos hambrientos o sedientos e ingerimos
comida o agua, respectivamente, experimentamos una sensación de
bienestar y de alivio que queda imborrablemente archivada en nuestra
memoria emocional. Pero nuestra memoria archiva también todos los
detalles que se encontraban presentes en este momento, tales como el
lugar donde se ha producido la experiencia satisfactoria, la persona que
nos la ha proporcionado, las personas con las cuáles lo hemos com-
partido, los olores, los ruidos del entorno y las sensaciones, pensa-
mientos, emociones y acciones asociados.

El efecto de recompensa cerebral, que equivaldría a una sensación


de bienestar o euforia, es un estado emocional positivo que coincide
con la liberación masiva de determinados neurotransmi-
sores, como los opioides o la dopamina, en determinadas
estructuras del cerebro, donde se procesan nuestros estados emo-
cionales y que provocan una sensación placentera al inge-
rir alcohol y pueden contribuir a provocar comportamientos des-
controlados sobre la bebida.

¿Pueden funcionar mal los mecanismos cerebrales que contro-


lan la ingesta de bebidas alcohólicas?
Resulta muy fácil imaginarlo cuando pensamos en el funciona-
miento de una máquina. Los ordenadores tienen una maquinaria
interna pero para que podamos trabajar con ellos tienen que llevar
incorporados unos programas informáticos que deben estar correc-
tamente instalados. Los usuarios deben proceder siempre de una
manera determinada y hacer las mismas cosas antes de apagarlo
para que todo siga funcionando correctamente cuando lo volvamos
a poner en marcha. Si alguno de estos pasos no se ha hecho

11
Guía para pacientes y familiares

correctamente vamos a tener difi-


cultades después o no podre-
mos obtener el rendimiento
deseado.

Podemos ver únicamente


lo que aparece en la pantalla
del ordenador pero no recibi-
mos información ni de cómo
se procesan los datos en su
interior, ni mucho menos de
los fenómenos eléctricos o
magnéticos que se producen
en el interior de su maquinaria.

Algo parecido sucede con el fun-


cionamiento del cerebro. Podemos ver lo que
una persona dice o hace pero no sabemos exactamente ni lo que
piensa ni como se está sintiendo, ni mucho menos los cambios eléc-
tricos o químicos que se están produciendo dentro de su cerebro.

Sabemos que cualquier mecanismo de autorregulación


o control puede deteriorarse y acabar funcionando mal,
aunque no se encuentre totalmente alterado.

La persona que un día bebe en exceso puede tener una


intoxicación alcohólica aguda (borrachera), que es una dis-
función breve, transitoria y reversible. Pero cuando una per-
sona bebe en exceso durante años puede llegar a modificar
el funcionamiento de su cerebro y estos cambios se pueden
manifestar en forma de un mal funcionamiento de la capaci-
dad para controlar el consumo de bebidas alcohólicas.

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Guía para pacientes y familiares

¿Qué es el Alcoholismo?
Esto provoca que la persona acabe bebiendo en mayor cantidad
o frecuencia de lo que se había propuesto o de lo que sería pruden-
te hacer, en determinadas situaciones en las cuáles no es apropiado
tomar bebidas alcohólicas o tomar por encima de determinados lími-
tes de consumo de alcohol.

Cuando el mecanismo de autocontrol del consumo de bebidas


alcohólicas se ha deteriorado, la mejor opción es dejar de tomar
bebidas alcohólicas y hacer un tratamiento especializado, si se quie-
re evitar que la enfermedad siga progresando y ocasione, otras
enfermedades médicas, psiquiátricas o adictivas, junto con otros
problemas familiares, laborales, económicos y sociales.

Actualmente, disponemos de medicamentos y de inter-


venciones psicológicas y sociales que pueden ayudar de
manera decisiva a que el alcoholismo no siga progresando y
también a prevenir las devastadoras consecuencias de dicha
enfermedad.

¿Qué es una conducta condicionada?


Cuando una experiencia intensa de nuestra vida nos ha producido
un efecto de “recompensa cerebral” en repetidas ocasiones, puede
generar un estado en el que la conducta que precede a la recom-
pensa (en este caso la de tomar bebidas alcohólicas), va a quedar
condicionada.

Las “conductas condicionadas” son comportamientos muy


bien aprendidos que quedan grabados en nuestra memoria. Esto
tiene la ventaja de que no necesitamos pensarlas, ni planificarlas,
sino que podemos ejecutarlas automáticamente, incluso
mientras estamos haciendo otras cosas. Por ejemplo, ir en bicicleta

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Guía para pacientes y familiares

o subir escaleras son


conductas comple-
jas pero automáti-
cas. Podemos ir
pensando o hablan-
do con otra perso-
na y ejecutarlas sin
tener que pensar
en ello.

Además, todos
los estímulos am-
bientales e inter-
nos que suelen
estar presentes
cuando se produ-
cen estos efectos de
recompensa cerebral, las
personas con las que uno acostumbra a beber, los bares a los que
solía acudir, las situaciones en las que hay gran disponibilidad de bebi-
das alcohólicas (como fiestas o celebraciones) o determinados esta-
dos emocionales internos (nerviosismo, temblor, euforia, soledad,
tristeza, etc.), se convierten en estímulos condicionados. Más ade-
lante, los propios estímulos condicionados pueden disparar conduc-
tas automáticas de búsqueda y consumo de bebidas alcohólicas, sin
mediar la planificación ni la reflexión, sino que simplemente lo hace-
mos y, si acaso, lo pensamos después, cuando tomamos conciencia
de haberlo hecho.

Todas las drogas, y también el alcohol, producen un aumento de


la liberación del neurotransmisor dopamina. La liberación de dopa-
mina juega un papel muy importante en el desarrollo de los fenó-
menos de condicionamiento a estímulos. El aumento de la libera-
ción de dopamina en determinadas estructuras relacionadas con la

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Guía para pacientes y familiares

¿Qué es el Alcoholismo?
memoria, puede producir un condicionamiento más intenso, una
mayor necesidad de beber alcohol y una menor capacidad de con-
trol para inhibir respuestas inapropiadas de búsqueda y consumo
de alcohol, en una persona que está luchando por recuperarse del
alcoholismo.

Cuando una persona tiene dependencia del alcohol, sim-


plemente ver su bebida preferida, a otras personas bebien-
do o tener sensaciones de nerviosismo, insomnio, temblor, u
otros estados emocionales desagradables, son estímulos
condicionados que pueden disparar una respuesta conduc-
tual automática de búsqueda y consumo de alcohol, o bien
un estado de “necesidad” imperiosa de beber alcohol que
también conocemos como “craving” de alcohol.

¿Cuáles son los síntomas del alcoholismo?


Resulta fácil comprender los síntomas de las enfermedades cor-
porales, como la tos en las enfermedades respiratorias, o la fiebre en
las enfermedades infecciosas. Resulta fácil comprender también que
estos síntomas son involuntarios, es decir, que aparecen sin que la
persona enferma lo desee y que no los provoca intencionadamente.
Están fuera del control de su voluntad y, por tanto, el enfermo no es
culpable de tenerlos, ni puede hacer nada para evitarlos. Por tanto,
no se le puede pedir que se contenga de toser, ni que haga todo lo
posible por no tener tanta fiebre.

Sin embargo, resulta muy difícil entender los síntomas del alcoho-
lismo porque partimos de la creencia equivocada de que los seres
humanos somos capaces de controlar nuestro comportamiento

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Guía para pacientes y familiares

siempre, en cualquier ocasión y en cualquier circunstancia.


Pensamos equivocadamente que es una simple cuestión de “fuerza
de voluntad”.

Los síntomas del alcoholismo se manifiestan a través del com-


portamiento, como una dificultad para controlar el consumo
de bebidas alcohólicas. Además, las alteraciones del com-
portamiento que la persona presenta cuando ha bebido, son con-
secuencia de la alteración que produce la intoxicación alcohólica en
el funcionamiento de las estructuras y circuitos del cerebro que
gobiernan el comportamiento de las personas.

El comportamiento alterado de un paciente alcohólico es


un síntoma conductual que está fuera del control de su
voluntad. Él no es culpable de tenerlo, ni tampoco puede evi-
tarlo cuando la enfermedad está activa, es decir, cuando está
bebiendo, y tampoco deberíamos esperar que lo haga. Es de
gran utilidad comprender que se trata de un síntoma de la
enfermedad del alcoholismo y que, afortunadamente, esta
enfermedad tiene un tratamiento especializado y existen
profesionales expertos que pueden ayudarle a recuperarse.

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2

El Tratamiento del Alcoholismo


Guía para pacientes y familiares

¿El alcoholismo tiene tratamiento?


De la misma manera que determinados medicamen-
tos pueden aliviar los síntomas de otras enfermedades,
como la diabetes o la hipertensión
arterial, también existen medica-
mentos que pueden aliviar
los síntomas del alcoho-
lismo. Pero además se re-
quieren una serie de cuida-
dos que pueden ser decisi-
vos para la recuperación del
paciente.

Por ejemplo, un pacien-


te alcohólico tendría que
evitar no sólo las bebi-
das que contienen al-
cohol, sino también aquellos
ambientes, o situaciones en
las que puede aumentar su sensación de nece-
sidad de tomar bebidas alcohólicas y también determinadas perso-
nas con las que antes solía beber y que presentan un consumo exce-
sivo de bebidas alcohólicas, por lo menos de manera transitoria y hasta
que se encuentre en fase avanzada de su recuperación.

¿Se puede curar el alcoholismo?


En la fase de comienzo, cuando la persona empieza a notar que
tiene dificultades para controlar el consumo de alcohol, todavía es
posible que el proceso de la enfermedad sea reversible, siempre que
se cuide, busque ayuda de un profesional y haga lo posible
para evitar que el alcoholismo siga progresando.

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Guía para pacientes y familiares

El tratamiento del Alcoholismo


Si buscamos la ayuda de un médico y seguimos sus con-
sejos, podemos detener la progresión de la enfermedad y
evitar sus graves consecuencias. Pero, probablemente, ten-
dremos que seguir cuidándonos durante muchos años, ya
que puede quedarnos cierta propensión a la recaída y ten-
dremos que seguir protegiéndonos.

¿Existen medicamentos para el tratamiento del alcoholismo?


Determinados medicamen-
tos pueden ser una gran
ayuda para el tratamien-
to del alcoholismo, cuan-
do se toman todos los
días, han sido prescri-
tos por un médico
que sabe manejarlos
bien y que los supervi-
sa a lo largo de todo el
tratamiento.

Pero no existe ningún medi-


camento, por ahora, que simplemente
con tomarlo unos días y sin necesidad de hacer nada más, solucione
el problema del alcoholismo.

El tratamiento del alcoholismo se compone de diversos ele-


mentos y los medicamentos son sólo uno de ellos. Un programa
de recuperación del alcoholismo debería incluir, además de los
medicamentos:

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Guía para pacientes y familiares

1. Visitas periódicas al médico.

2. Colaboración del paciente:


• Identificación de situaciones o factores de riesgo de recaída.
• Desarrollo de nuevas estrategias de comportamiento para
hacer frente a las situaciones de riesgo.
• Cambio de estilo de vida, procurando ocupar el tiempo libre
con actividades saludables y evitando lugares, personas y
situaciones asociadas a la conducta de beber alcohol.

3. Colaboración de algún familiar:


• Que le acompañe a las visitas.
• Que controle o supervise la medicación que ha de tomar el paciente.

4. Grupos de terapia.

¿Qué medicamentos pueden ayudar en la recuperación


del alcoholismo?
Desde hace muchos años se han venido utili-
zando medicamentos (aversivos)
que producen una reacción
desagradable e incluso peli-
grosa, si el paciente toma bebi-
das alcohólicas.

Son medicamentos que


pueden ayudar a mantener-
se sin beber a las personas
que han adoptado ese com-
promiso, pero resultan de
poca utilidad si no se toman
con regularidad.

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Guía para pacientes y familiares

El tratamiento del Alcoholismo


Recientemente han aparecido otros medicamentos que dis-
minuyen la sensación de necesidad de beber, “craving” de
alcohol o “ansia” de beber (anticraving) y que han demostrado ser
eficaces para la prevención de recaídas. Estos medicamentos bloque-
an los receptores específicos para los opioides cerebrales y consi-
guen con ello reducir el efecto euforizante y la pérdida de control, que
pueden desencadenar las bebidas alcohólicas en las personas que tie-
nen problemas para controlar la ingesta de alcohol.

¿Durante cuánto tiempo conviene tomar los medicamentos


para el tratamiento del alcoholismo?
Los medicamentos no suelen ser de efecto inmediato.
Sus efectos beneficiosos pueden tardar varias sema-
nas en aparecer. Los primeros días
puede que tengamos la sensa-
ción de que hemos empeora-
do, en lugar de mejorar,
debido en muchos casos
al síndrome de abstinen-
cia que se produce por
la falta de alcohol. Por
este motivo no vale la
pena empezar el trata-
miento si sólo pensa-
mos hacerlo durante
unos días.

Un período mínimo de
3 a 6 semanas es el necesario para apreciar los efectos beneficiosos
de un medicamento, pero si cuando empezamos a sentirnos mejor
dejamos de tomarlo, o bien lo tomamos de manera irregular, es muy
posible que se produzca un retroceso.

21
Guía para pacientes y familiares

Si se tolera bien y resulta eficaz, es recomendable mantener el


tratamiento durante varios meses o incluso durante un
año, con la finalidad de consolidar la recuperación.

¿Cómo debe retirarse el tratamiento del alcoholismo?


Es recomendable que las mismas personas que han colaborado
en el tratamiento (familiares, amigos, médicos…) participen también
en el proceso de su retirada.

De común acuerdo con el médico y el familiar, el paciente puede


proponer la retirada del medicamento como una prueba, una vez que
se ha controlado el problema del alcohol. Pero si la retirada pone en
peligro la estabilidad, es preferible mantenerlo durante más tiempo.

22
3

El Papel de la Familia
Guía para pacientes y familiares

¿Cómo pueden ayudar los familiares


al enfermo alcohólico?
El primer paso sería buscar información y compren-
der bien en qué consiste esta enfermedad y cuál es su evo-
lución previsible, con o sin tratamiento. Qué se le puede pedir y qué
no podemos esperar de una persona con alcoholismo.

El segundo paso sería aceptar que esta enfermedad se manifies-


ta, sobre todo, con síntomas conductuales, es decir con determina-
dos comportamientos como el de beber alcohol en exceso. Y que,
al igual que los síntomas de
cualquier otra enfermedad,
son comportamientos
involuntarios, que el
paciente no puede
controlar ni evitar;
que pueden ser
disparados por
estímulos ambien-
tales o internos y
que su comporta-
miento estará cada
vez más automati-
zado y fuera de con-
trol si la enfermedad
sigue progresando.

Además de beber en exceso, existen otras conductas que apare-


cen como consecuencia de la intoxicación o de la abstinencia del
alcohol que también son involuntarios e incontrolables mientras el
paciente siga bebiendo.

24
Guía para pacientes y familiares

El Papel de la Familia
Si el paciente llega a comprender que le conviene dejar de
beber, es más probable que consiga la recuperación. Todos
podemos ayudarle a lograrlo.

¿Cómo conseguir que el paciente tome la decisión de que le


conviene dejar de beber?
Probablemente la respuesta sea distinta para cada persona, pero
con frecuencia el paciente está más dispuesto a tomar esta decisión
cuando se da cuenta de que va a tener que escoger entre dos
opciones. Es decir, tendrá que escoger entre la opción de seguir
bebiendo en exceso, con el riesgo de perder algo tan importante,
como su trabajo, su salud, su familia, etc. y la opción de dejar de
beber para poder conservar estas cosas.

Cuando el paciente advierte que si deja de beber puede salir ganan-


do en otras cosas, es decir, cuando comprende que dejar de beber
le supone un claro beneficio, es más probable que entienda que
le conviene más dejar de beber y le sea más fácil tomar esta dirección.

Si cuenta además con el apoyo de los medicamentos para


no tener que sufrir la abstinencia, y con la ayuda de familiares,
amigos y un equipo de profesionales especializados en el
tratamiento del alcoholismo, le puede resultar más sencillo.

¿Cómo pueden ayudar los familiares al paciente que ya ha


dejado de beber?
Cuando un paciente alcohólico consigue dejar de beber, el
siguiente objetivo sería que se mantenga sin beber, pero para algu-
nas personas puede resultar difícil.

25
Guía para pacientes y familiares

Lógicamente es más probable que se mantenga sin beber si desde


que dejó la bebida se ha sentido mejor que antes, pero algunos
pacientes pueden sentirse menos confortables en los primeros días o
semanas después de haber dejado el alcohol. Los familiares pueden
contribuir a que el paciente se sienta mejor sin beber si consiguen
reforzarle y apoyarle cuando se encuentra en esta situación.

Sin embargo, hay familiares que casi se preocupan más por el


paciente cuando está bebiendo pero le dedican menos atenciones
cuando ya ha dejado la bebida, porque ya no están tan preocupados
por el problema. Este comportamiento de los familiares puede con-
tribuir a que el paciente se sienta más atendido cuando está bebien-
do que cuando consigue dejar de beber. En este caso, los familia-
res podrían estar reforzando, sin darse cuenta, que el paciente vuel-
va a beber.

Conviene tener en cuenta que el propio consumo de alcohol tiene


efectos de recompensa para el paciente y que mantenerse sin
beber requiere un esfuerzo continuado, como remar contra
corriente o subir una escalera mecánica que se mueva hacia abajo.
Por tanto, es probable que cuando el paciente deje de esforzarse por
mantenerse sin beber, automáticamente la corriente le arrastre de
nuevo a la bebida.

Por lo tanto, los familiares deberían prodigar sus atenciones hacia


el paciente y apoyarle más cuando deja de beber. Deberían reco-
nocerle cada día el esfuerzo que está haciendo y el cora-
je que le está poniendo en su lucha cotidiana por no
beber, sobre todo durante los primeros meses de la recuperación.

¿Qué se puede hacer para contribuir a la recuperación?


Otros aspectos que pueden ayudar al paciente, siempre que él
esté de acuerdo, son:

26
Guía para pacientes y familiares

El Papel de la Familia
1. Evitar las fiestas y celebraciones en las que las personas
toman gran cantidad de bebidas alcohólicas.

2. Evitar bebidas alcohólicas en casa.

3. Supervisar la medicación que el paciente tiene que tomar cada


día, para evitar que se olvide de tomarla, o bien que la tome en
exceso o la mezcle con alcohol, si es que ha vuelto a beber.

4. Acompañar al paciente a todas la visitas para poder hablar con


el médico sobre su evolución y tratamiento.

5. Alentar, apoyar y reforzar todas aquellas ideas, actitudes, pla-


nes y comportamientos que vayan en la línea de dejar de beber
o mantenerse sin beber.

27
Guía para pacientes y familiares

6. Evitar las quejas, riñas y castigos, cuando el paciente hace algo


que no nos gusta, particularmente si ha bebido y se encuentra
bajo los efectos del alcohol. Buscar otro momento para hablarlo,
cuando el paciente ya no se encuentre bebido, e intentar moti-
varle para que acuda de nuevo a su médico o psicólogo, para
comentar la recaída y buscar nuevas soluciones al problema.

Si el paciente no está de acuerdo, conviene preguntarle de qué mane-


ra desea que le ayudemos y adaptarnos a sus preferencias, si podemos.

¿Cómo actuar cuando ya lleva muchos meses sin beber?


Aunque lleve muchos meses sin
beber, debemos tener en cuenta
que el alcoholismo es una
enfermedad que va a persis-
tir durante muchos años,
aunque no se encuentre
activa, y que una simple
consumición alcohólica
puede reactivarla. Por
tanto, hay que seguir
alerta ante posibles
señales de alarma que
amenacen la sobriedad del
paciente.

Sin embargo, resulta contra-


producente que un familiar esté
demasiado preocupado ante la posibilidad
de que el paciente vuelva a tomar alcohol, ya que el paciente lo
puede interpretar como una falta de confianza hacia él e incluso
puede llegar a producir el efecto contrario, es decir, que vuelva a

28
Guía para pacientes y familiares

El Papel de la Familia
beber como una manera de demostrar su disconformidad por la acti-
tud de los familiares.

Si se producen discrepancias entre el paciente y los familiares,


conviene buscar la mediación de algún profesional, que conozca
tanto al paciente como al familiar, y que pueda aclarar si realmente
se encuentra en proceso de recaída o simplemente se trata de un
desacuerdo por otros motivos, pero el paciente se mantiene firme en
su proceso de recuperación del alcoholismo.

Los familiares ¿también necesitan ayuda?


El alcoholismo es una enfermedad que puede empezar por
uno de los miembros de la familia pero que con el paso de los años,
si el paciente sigue bebiendo, puede llegar a afectar a todos.
De hecho, los familiares pueden presentar alteraciones emociona-
les y conductuales que han recibido el nombre de “codependencia”.
La codependencia va asociada a complicaciones de la salud cor-
poral y mental de manera que los familiares pueden desarrollar temo-
res exagerados e infundados, pensamientos obsesivos en torno a la
posibilidad de que el paciente vuelva a beber, además de síntomas
de ansiedad, angustia, depresión, insomnio, desconfianza excesiva,
suspicacia, mal humor, hostilidad, etc.
Con frecuencia, los familiares atribuyen dichos síntomas al alco-
holismo del paciente y sienten que debería ser el propio paciente el
que tendría que ayudarles a superarlo. Pero el paciente alcohólico,
en los primeros meses de recuperación, necesita toda la ayuda para
sí mismo y no se encuentra en condiciones de ayudar a sus familia-
res. Si además los familiares provocan sentimientos de culpabilidad
y vergüenza en el paciente, todavía lo va a tener más difícil. Por
tanto, la mejor opción es que los familiares busquen tam-
bién ayuda profesional para ellos mismos y que procuren

29
Guía para pacientes y familiares

superar la creencia errónea de que la única solución a sus problemas


es que su familiar deje de beber y que cuando esto suceda todo se
va a resolver automáticamente, como por arte de magia.

Los familiares pueden mejorar con ayuda profesional de


un psiquiatra o psicólogo o incluso con el apoyo de un grupo
de autoayuda para familiares, independientemente de que el
paciente alcohólico siga bebiendo o deje de beber.
En algunos casos, aunque el paciente deje de beber, el
familiar no consigue recuperarse si no cuenta con la ayuda
especializada de un profesional.

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4

Dudas más Frecuentes


Guía para pacientes y familiares

Las personas que se recuperan del alcoholismo


¿pueden hacer una vida normal?
El alcoholismo es una enfermedad que con el paso de los
años, si el paciente no deja de beber, provoca otras enferme-
dades que, en principio, son consecuencia del alcoholismo.

El alcoholismo puede causar enfermedades del hígado, del cora-


zón o un deterioro del funciona-
miento de la memoria y la capaci-
dad de aprendizaje. También
puede dar lugar a trastornos psi-
cológicos o psiquiátricos, altera-
ciones del sueño y disfunción
sexual. También puede con-
tribuir al desarrollo de la
dependencia de otras
sustancias, como el taba-
co, los tranquilizantes u
otras drogas.

La persona que deja de


beber cuando el alcoholismo
está en su inicio, todavía no ha
sufrido las citadas consecuen-
cias o las ha tenido en pequeño
grado y tienden a desaparecer
por completo cuando deja de
beber. Esta persona podrá hacer una vida
completamente normal, siempre que se mantenga sin probar las
bebidas alcohólicas. Esta va a ser su única limitación.

Sin embargo, cuando el alcoholismo se ha prolongado durante


muchos años y se han producido graves consecuencias médicas,
psiquiátricas, adictivas, familiares, laborales, sociales, económicas o

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Guía para pacientes y familiares

Dudas más Frecuentes


legales, es menos probable que todo vuelva a la normalidad simple-
mente con dejar de beber y el paciente tendrá que buscar ayuda
para recuperarse de las consecuencias que le ha gene-
rado el alcoholismo.

En algunos casos, el alcoholismo aparece después de haber sufri-


do algún trastorno psiquiátrico o adictivo y viene a sumarse a dichos
trastornos previos. En estos casos tendrá que buscar ayuda profesio-
nal también para recuperarse de los trastornos psiquiátricos o adicti-
vos asociados.

¿Es importante acudir a la terapia de grupo?


El grupo de terapia es una ayuda importante para la recuperación
del alcoholismo. Es difícil que el paciente alcohólico reconozca las
señales que le avisan del riesgo de recaída. Sin embargo, le resulta
más sencillo identificarlas cuando las ve en otro paciente que tam-
bién se encuentra en su misma situación.

El grupo de terapia es una


importante escuela de apren-
dizaje para conocerse uno
mismo a partir del cono-
cimiento de los demás.
Además, contribuye a aumen-
tar la motivación y fortalecer
el compromiso del paciente
para dejar de beber y para
seguir el tratamiento.

Finalmente, es también un
apoyo esencial ya que única-
mente allí puede hablar libre-
mente sobre sus pensamientos,

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opiniones, experiencias y comportamientos, ya que las demás perso-


nas del grupo pueden comprenderle perfectamente y van a intentar
ayudarle.

¿Se pueden tomar bebidas sin alcohol?


Un inconveniente de estas bebidas “sin”
alcohol es que siguen llevando
una pequeña cantidad de
alcohol, aunque posible-
mente no sea éste el
mayor inconveniente.

Lo más importante es
que pueden reactivar
las respuestas con-
ductuales que se dis-
paran automáticamen-
te ante la presencia
de estímulos condicio-
nados. El sabor, el olor
y el color de las bebi-
das “sin” pueden ser
una copia de nuestra
bebida preferida. Además vienen en el mismo
envase y se toman en la misma copa y de la misma manera.

Naturalmente, no se puede generalizar. Para algunas personas,


las bebidas “sin” van a aumentar el riesgo de acabar tomando una
bebida “con” alcohol. Para otras personas este riesgo puede ser
mucho menor.

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Guía para pacientes y familiares

Dudas más Frecuentes


En cualquier caso, si en un momento determinado se siente
una gran necesidad de beber alcohol y tomar una bebida “sin”
puede evitar el que uno acabe tomando una bebida “con” alco-
hol, puede ser una salida de emergencia ante una situación de
riesgo de recaída. En estos casos podría llegar a ser una estra-
tegia beneficiosa si ha servido para evitar la recaída.

¿Se podrá volver a tomar bebidas alcohólicas algún día?


Cuando se hayan solucionado por completo los problemas que el
alcohol le ha ocasionado, si vuelve a tomar bebidas alcohólicas igual
que antes lo hacía, volverán a aparecer los mismos problemas, inclu-
so con más rapidez y más intensidad que antes.

Además, cuando vuelva a beber puede experimentar


una pérdida de control, sin poder evitar beber excesivamente,
por este motivo no es recomendable tomar una bebida alcohólica.

Las personas que han presentado síntomas de abstinencia al


levantarse por la mañana (temblor, náuseas, vómitos, nerviosismo,
insomnio y necesidad de beber al levantarse) y que además experi-
mentaban un efecto de alivio de dichos síntomas tras haber tomado
la primera consumición alcohólica del día, se puede considerar que
tienen un alcoholismo de mayor gravedad y no es recomendable que
vuelvan a tomar una bebida alcohólica.

Algunos pacientes alcohólicos han presentado incluso crisis con-


vulsivas, ataques epilépticos o bien delirium tremens, es decir, episo-
dios confusionales en los que la persona está desorientada, muy ner-
viosa, no puede dormir y tiene visiones terroríficas de personas o ani-
males que le amenazan y le persiguen, como si fuera una terrible pesa-
dilla pero despierto y en acción. Cuando se ha llegado a tener estos
síntomas se puede considerar que el alcoholismo es muy grave y no
es recomendable tomar ni una sola consumición alcohólica.

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Guía para pacientes y familiares

Es probable que estas personas presenten además un grave


deterioro de la capacidad para controlar el consumo de alcohol y que
acostumbren a beber en exceso sin poder reflexionar sobre lo que
están haciendo y las consecuencias que les puede ocasionar. Por
tanto, un pequeño consumo de alcohol les puede arras-
trar a seguir bebiendo y, por tanto, a la recaída.

Sin embargo, cuando se trata de alguien que ha tenido proble-


mas con el alcohol sin haber llegado a tener un verdadero alcoho-
lismo, o bien se encontraba en una fase de inicio del alcoholismo o
tiene un alcoholismo muy leve, es posible que después de unos
años sin beber pueda tomar sólo una pequeña consumición, de
manera bastante excepcional, siendo lo habitual que no tome bebi-
das alcohólicas.

Es decir, en casos excepciona-


les, cabría la posibilidad de tomar
una consumición pequeña, de
alguna bebida de baja gra-
duación (una copa de vino
o una cerveza peque-
ña), a lo largo de toda
una comida, bebien-
do muy despacio y
a pequeños sorbos.
En estas excepciona-
les ocasiones siem-
pre debe estar acom-
pañado por otra per-
sona que pueda ayu-
darle. Pero es impo-
sible predecir quién
podrá hacerlo sin
que le traiga malas

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Guía para pacientes y familiares

Dudas más Frecuentes


consecuencias y quién corre el riesgo de recaer en el consumo exce-
sivo de alcohol.

Si una pequeña consumición puede poner en peligro un


esfuerzo de años de recuperación ¿vale la pena arriesgar
todo ello por tomar un día una pequeña consumición? Esta
es una pregunta que uno debería haberse hecho con tiempo,
antes de tomar el primer sorbo de alcohol.

Si el problema con el alcohol es muy grave ¿vale la pena inten-


tar dejar de beber?
Conviene recordar que el deterioro asociado al alcoholismo lo ha
producido el propio consumo de bebidas alcohólicas y también las
enfermedades que se producen a consecuencia del alcoholismo.

Si tenemos en cuenta, además, que el deterioro ha sido causado


por un efecto continuado de intoxicación por el alcohol, podemos
deducir que si conseguimos retirar este tóxico de nuestro
organismo conseguiremos, de manera automática una
enorme mejoría de su funcionamiento.

Lo mismo va a suceder con las enfermedades del hígado, del


páncreas o cualquier otra enfermedad que se ha producido como
consecuencia del alcoholismo. Todas mejorarán sustancialmente si
el paciente consigue mantenerse sin beber.

Nuestro organismo, tanto nuestro cuerpo como nuestro


cerebro, tienen una gran capacidad para recuperarse, inclu-
so cuando el grado de deterioro es muy avanzado.

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Algunas personas presentan un comportamiento gravemente


alterado cuando toman bebidas alcohólicas pero pueden tener un
comportamiento normal cuando se mantienen sin beber.

¿Cuáles son las señales que nos avisan de un empeoramiento


y posible riesgo de recaída?
Si al retirar el medicamento reaparecen pensamientos, sensaciones
o comportamientos como cuando todavía estaba bebiendo, conviene
revisarlos con detalle.

Una reaparición de la sensación de necesidad o deseo,


en forma de pensamientos sobre la posibilidad de tomar alcohol
algún día. O bien un acercamiento a los lugares o personas
con los que uno solía beber. O una curiosidad por probar
una bebida novedosa, o volver a comprar bebidas alco-
hólicas, pueden ser señales
de un mayor riesgo de
recaída y deberían
ser un motivo de alar-
ma para un paciente
alcohólico que se
encuentra en recupe-
ración. Sobre todo
cuando ya habían
quedado atrás, en la
evolución del proce-
so de recuperación y
reaparecen con fuerza,
como si el paciente
hubiera experimentado
un retroceso de las fases
iniciales del tratamiento.

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Guía para pacientes y familiares

Dudas más Frecuentes


Con frecuencia, el paciente no es consciente de estas señales
que podrían advertirle del riesgo de recaída. Casi es más fácil que
sean los familiares o amigos los que se den cuenta de estas señales
y traten de advertirle del riesgo que corre.

Si se ha recaído varias veces ¿merece la pena volver a intentar


dejar de beber?
Siempre vale la pena dejar de beber porque siempre es beneficio-
so que la intoxicación no siga avanzando. Analizar los factores
que le han conducido a la recaída le será de utilidad para
seguir avanzando en el proceso de recuperación. Si
comenta con su médico o psicólogo los detalles de la recaída, ellos
podrán ayudarle a identificar los factores que contribuyeron a ella y
también a desarrollar una serie de estrategias para poder superarlo
cuando se presenten de nuevo.

Cuando la recaída se aprovecha como una oportunidad de


aprender nuevos detalles sobre la conducta adictiva de beber alco-
hol en exceso, se puede considerar como una experiencia útil en el
camino hacia la recuperación.

Por otro lado, conseguir que las recaídas sean cada vez menos
frecuentes, de menor duración y que tengan consecuencias menos
destructivas, es precisamente lo que podemos esperar del proceso
de recuperación.

¿Hay peligro de adicción a otras sustancias?


Cuando una persona acaba de salir de un episodio de alcoholis-
mo, es probable que se sienta algo nervioso, que no duerma bien y
que en determinados momentos, cuando siente que necesitaría
tomar una copa, se ponga de mal humor.

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Guía para pacientes y familiares

Si no puede beber en las situaciones en las cuáles solía


hacerlo, es probable que se sienta incómodo y que busque
otro tipo de sustancia química que le proporcione un efecto
parecido al de la bebida.

De hecho, muchas personas que dejan de beber tienden a fumar


más y a tomar bebidas que contienen cafeína, como si estuvieran
sustituyendo el consumo de alcohol por el de cafeína.

Si además acuden a un médico y le dicen que tienen “ansiedad”


o que les cuesta conciliar el sueño, es probable que el médico les
recete medicamentos tranquilizantes. Lo que el paciente está sin-
tiendo es más probable que sea “craving” de alcohol, es decir
“ansia” o “necesidad” de beber alcohol .

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Dudas más Frecuentes


Si empieza a tomar estos medicamentos tranquilizantes para ali-
viar su craving de alcohol, en algunos casos es probable que desa-
rrolle tolerancia, (es decir, que cada vez necesite tomar una mayor
cantidad); efectos de rebote, (es decir, una reagudización de los sín-
tomas cuando finaliza el efecto del tranquilizante), e incluso absti-
nencia si deja de tomarlas bruscamente. Con lo cual puede llegar a
desarrollar, además, dependencia de tranquilizantes lo que finalmen-
te puede conducirle a la recaída en el consumo excesivo de alcohol,
con lo cual ha desarrollado una doble dependencia: de alcohol y tam-
bién de determinados tranquilizantes.

Esta doble dependencia contribuye a agravar el pro-


blema del alcoholismo, ya que cuando aparezca necesidad de
beber o craving puede ser de mayor intensidad que antes, con lo
cual la recuperación va a ser más complicada.

La asociación de los tranquilizantes con alcohol aumenta los efec-


tos de intoxicación, lo cual puede tener graves consecuencias, tales
como accidentes, lesiones, pérdidas de memoria e incluso sobredo-
sis intencionadas o involuntarias.

¿Vale la pena todo el esfuerzo que supone el proceso de recu-


peración del alcoholismo?
Muchas personas se han recuperado de esta enfermedad, para
ellos, el proceso de recuperación ha sido como disfrutar de la
oportunidad de renacer a una nueva vida. Como pasar de una
vida anterior de sufrimiento y penalidades a otro tipo
de vida más satisfactorio y esperanzador, tanto para él
como para sus familiares.

Únicamente las personas que no se han recuperado completa-


mente del alcoholismo piensan que no vale la pena tanto esfuerzo,
que se sentían mejor antes cuando bebían y que volverán a beber

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Guía para pacientes y familiares

si no obtienen un mayor beneficio de la abstención de bebidas


alcohólicas.

Las que han pasado por un proceso completo de recuperación,


y han conseguido estabilizarse, pueden ver con claridad los benefi-
cios que han conseguido tras abandonar el consumo de alcohol y
que sería un mal negocio sacrificarlo todo otra vez por
la bebida.

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