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La mayoría de las personas sabe que puede reducir el riesgo de enfermedad si lleva una dieta saludable,
hace ejercicio con regularidad y no fuma. Pero, ¿sabía usted que los antecedents familiares pueden ser
una de las mayors influencias en el riesgo de afecciones cardíacas, infartos, diabetes o cáncer? Si bien
nadie puede cambiar su mapa genético, conocer sus antecedentes familiares puede ayudarle a reducer el
riesgo de desarrollar problemas de salud.
Los miembros de una familia comparten sus genes, así como el medio ambiente, el estilo de vida y sus
costumbres. Todos podemos reconocer rasgos como un cabello ondulado, hoyuelos, ser delgado o la
destreza física que puede verse en la familia. Los riesgos de desarrollar enfermedades como asma,
diabetes, cáncer o afecciones cardíacas también se pueden compartir entre los miembros de una familia.
Los antecedentes de enfermedades familiares son únicos para cada persona. Los factores clave en los
antecedentes familiares que pueden aumentar el riesgo son:
Enfermedades que hayan ocurrido a una edad más temprana de lo común (10 a 20 años antes de
la edad en que esta enfermedad suele afectar a otras personas).
Enfermedades que por lo general no afectan a uno de los sexos en particular (por ejemplo, el
cáncer de mama en un varón).
Ciertas combinaciones de enfermedades dentro de una familia (por ejemplo, cáncer de mama y
de ovarios o afecciones cardíacas y diabetes).
Si en su familia hay una o varias de estas características, es posible que sus antecedents familiares
contengan información importante sobre sus riesgos de ciertas enfermedades. Las personas con
antecedentes familiares de cierta enfermedad pueden obtener incalculables beneficios si cambian su estilo
de vida y se someten a pruebas de detección sistemática. Usted no puede cambiar sus genes, pero sí puede
cambiar costumbres poco saludables como fumar, el sedentarismo o la mala alimentación. En muchos
casos, adoptar un estilo de vida más saludable puede reducir el riesgo de enfermedades presentes en la
familia. Las pruebas de detección sistemática (como las mamografías y las pruebas de detección de
cáncer colorrectal) pueden detectar enfermedades en etapas incipientes, cuando es más fácil tratarlas. Las
pruebas de detección sistemática también pueden detectar factores de riesgo como el colesterol alto o la
presión arterial alta para reducir la probabilidad de sufrir una enfermedad.
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Haga preguntas.
Consulte los certificados de defunción y los expedientes médicos de sus familiares, si es posible.
Reúna información sobre sus abuelos, padres, tías, tíos, sobrinos, hermanos e hijos. El tipo de
información que debe reunir incluye:
Orígenes étnicos.
Anote la información y compártala con su médico. Su médico hará lo siguiente:
Evaluará su riesgo de enfermedad según sus antecedentes familiares y otros factores de riesgo.
Su estilo de vida, su historia médica personal y otros factores determinan sus probabilidades de
enfermarse.
Algunos miembros de su familia pudieron haber fallecido jóvenes sin llegar a desarrollar una
enfermedad crónica como una afección cardíaca, un infarto, diabetes o cáncer.
En esta parte se mencionan distintos antecedentes ordenados según su naturaleza. Se tienden a ordenar de
la siguiente forma:
Si en la anamnesis se mencionó alguna enfermedad que tenía el paciente, en esta sección se entregan más
detalles: desde cuánto tiene la enfermedad, cómo ha evolucionado, con qué se trata.
Antecedentes ginecoobstétricos.
Edad de la primera menstruación espontánea (menarquia). Lo habitual es que ocurra entre los 11
y 15 años.
Edad en que dejó de menstruar en forma natural (menopausia). Ocurre entre los 45 y 55 años,
pero más frecuentemente, cerca de los 50 años.
Características de las menstruaciones:
- Duración y cantidad de sangre. Normalmente las menstruaciones duran 2 a 6 días. La cantidad la evalúa
la mujer según lo que ha sido su experiencia; cuando es muy abundante lo nota. También se puede
precisar si son dolorosas.
- Frecuencia. Normalmente se presentan cada 25 a 28 días.
- Fecha de la última menstruación (FUR = fecha de la última regla). Esta información puede ser
importante: determinar posibilidades de embarazo, momento de la ovulación, toma de muestras para
exámenes hormonales.
ANTECEDENTES PERSONALES
Se refieren a antecedentes de diferentes patologías, modo de vida y características del mismo paciente.
Hizo la conscripción si - no
3.b HÁBITOS:
Sedentario o deportivo...
Excesiva.)
3.b.4.diruresis
3.b.5.sueño
de la pubertad
de la edad adulta
Epidemiología:Chagas,Paludismo,Hidroarsenisismo regional
lugar de trabajo
Enf. profesionales,Saturnismo,neumoconiosis
tipo de actividad
RAZA
Las clasificaciones raciales son usadas muy frecuentemente para explicar los perfiles de salud
de los grupos humanos. La "raza" ha sido asociada con diversas enfermedades, y se parte del
criterio que existe una “causa racial" en la susceptibilidad a muchas de ellas. Los avances en el
estudio del genoma humano han motivado que científicos de muchos países trabajen
afanosamente en la búsqueda del gen o los genes que dentro de cada raza son la causa de
determinadas enfermedades, minimizándose en no pocas ocasiones las influencias
ambientales. Lo que habitualmente llamamos raza es una construcción social que refleja la
imbricación de aspectos de la biología de los grupos humanos, las condiciones históricas
particulares y factores económicos, políticos, sociales y culturales. Es más preciso y útil analizar
las variaciones en la propensión a determinadas enfermedades existentes entre los grupos
humanos en términos de variaciones en las frecuencias de sus genes y en su relación con los
factores medio-ambientales, sociales, económicos y culturales, que a partir del impreciso y
obsoleto concepto biológico de “raza”, el cual interfiere con el estudio objetivo de ciertas
enfermedades y no funciona como un criterio eficiente en la investigación biomédica.
A partir del siglo XVII y hasta nuestros días muchos hombres de ciencias y de letras admiten y
fundamentan la división de la humanidad en un cierto número de razas, incrementándose
profusamente los intentos por ubicar a cada ser humano en un grupo particular a partir de
elementos, como son, el color de la piel, la forma de la cara, el tipo de cabello, el color de los
ojos, el tipo de labios, las proporciones corporales, etc. Comenzó así la elaboración de un
catálogo de las variaciones físicas humanas a través del planeta; y surge un sinnúmero de
clasificaciones, eminentemente tipológicas, sustentadas en la opinión de que todos los
miembros de una raza participan de su esencia y poseen sus características típicas. Hasta
mediados del siglo pasado, la mayoría de los antropólogos estaban aferrados al criterio
tipológico, y hasta los propios libros de textos de antropología física ponían especial cuidado
en señalar las fronteras de las razas humanas y en darles nombre.
DESARROLLO Si bien durante mucho tiempo el concepto de raza fue algo incuestionable, en la
actualidad ya no goza de igual aceptación. Una encuesta que realizada hace varios años, y a la
que respondieron 70 antropólogos y especialistas afines de 13 países (incluyendo Cuba),
mostró que el 65,7 % de ellos no acepta el concepto de raza biológica en la especie humana,1
resultado que c juicios de valor o jerarquización, y son relativamente menos importantes que
otras observadas en el seno de cada una de ellas. No hay características que distingan a todos
los negros de todos los blancos, ni siquiera el color de la piel. Una vez que se ha admitido que
una característica varía al interior de un grupo y que existe cierto solapamiento de las
distribuciones de los grupos, la división en razas es falsa. La humanidad no se divide de un
modo natural en blancos, amarillos y negros, o en otros grupos cualesquieras que sean, sino
que se compone de una multitud de poblaciones en las que cada una de las cuales tiene su
propia historia evolutiva.
Existe tal continuidad genética, que es imposible establecer fronteras entre ellas, y toda
tentativa de agrupación en torno a determinadas combinaciones de caracteres conduce a
comprobar que numerosas poblaciones son inclasificables. La noción de raza biológica en
nuestra especie no tiene ningún sentido para la ciencia moderna. Las agrupaciones humanas
son más homogéneas por su cultura, organización social, las tradiciones o la lengua, que por
los criterios biológicos.
En muchos países es común tomar decisiones políticas, económicas o sociales basadas en las
razas. Las estadísticas sobre razas son usadas por entidades gubernamentales y no
gubernamentales para definir programas de ayuda social. En otros, se establecen cuotas
raciales para el acceso a universidades, puestos públicos, representaciones en los parlamentos,
etc. Las estadísticas reflejan diferencias raciales en la educación, la salud, la cultura, el empleo,
la marginalidad, la población penal, etc.