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ERNESTO S. SINATRA

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Serie Tri

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Buenos Aires~2010

I
MARTIN CARLOS T.ERUEL
LICENCIADO EN PSICOLOGII\.
M.P.335

'Índice

Prólogo, Mauricio Tarrab I 9

Introducción ,1 13
@ GRAMAediciones, 2019.
Fondo de la Legua 2476, EdiL 3, Oto. 40
PRIMERA PARTE:
(1640) Martínez, Pcia. de Buenos Aires.
LA TOXICOMANiA GENERALIZADA
Te!':4743-8766 • grama@gramaediciones.com.ar
http://www.gramaediciones.com.ar
La nerviosidad modema: los hombres pasivos
y las nuevas patronas I 17 '
@ Ernesto Sinatra 1. La feminización del mundo I 17
2. Los reproches mundanos entre hombres y mujeres I 21
Sinatra, Emesto S. 3. El tiempo de las nuevas patronas I 25
Todo sobre las drogas? - la ed. - Buenos Aires: Grama 4. Variantes actuales de la desproporción sexual I 28
Ediciones, 2010. 5. Es tiempo de nuevas definiciones de hombre
172 p. ; 21x14 cm.
y de mujer I 30
ISBN 978-987-1649-09-9 6. La responsabilidad "biogenética" de lo heteros I 32

1. Psicoanálisis. I. TíhIlo Todos los individuos son objeto de consumo I 34


CDD 150.195 1. La subjetividad amenazada I 34
2. Políticas' del delirio I 36
3. El consumo y sus límites I 41
Diseño de tapa: Kilak I Diseño y Web 4. El goce de la muerte y el empuje al olvido I 45
www.kilak.com 5. El verdadero síntoma social: los individuos
son el objeto del consumo I 48
Hecho el depósito que determina la ley 11.723 6. El toxicómano es un sin-vergüenza I 52
Queda prohibida la reproducción total o parcial de este libro
por medios gráficos, fotostáticos, electrónico o cualquier otro La toxicomanía generalizada I 55
sin permiso del editor. 1. Búsqueda de la felicidad, química de la satisfacción I 55
2. Dilemas éticos de la psicofarmacología cosmética:
IMPRESO EN ARGENTINA
el hedonismo médico I 58
3. El feminismo timoléptico y la diferencia biológica I 58
DISTRIBUYE EN ESPAÑA:
CANOA EDITORIAL -Teléfono / fax: 934242391 canoaeditorial@yahoo.es 4. El trauma del nacimiento del Prozac I 59 '
DISTRIDUYE EN BRASIL:
5. La farmacología "redentora": del Prozac al Viagra I '62
LrvRO MERCADO AGÉNCIA LTDA .• Belo Horizonte - MG Te1/Fax: (31) 3223 6444 6. La globalización de los consumidores: .
Rio de Janeiro - RJTellFax: (21) 2547 3600 comercial@livromercado.com.br el boom de las drogas lícitas I 65
7. Claves del cambio de siglo I 66
6,. ERNESTO S. SINATRA ¿TODO SOBRE LAS DROGAS? 7

8. Anexo: Más allá de las toxicomanías 1 67 2 La ftmóólI del tóxico I 103


0

8.1. Estado, sociedad, psicoanálisis 1 67 5. Del nombre de la droga a la función del tóxico 1 103
8.2. Psicofarmacología cosmética o clínica de lo real 1 69 6. Las fórmulas de la droga 1 105
8.3. De la operación toxicómana a la función 6.1. El concepto de función establece la relación
del tóxico I 70 de dependencia entre variables: y ~ f (x) I 105
8.4. El alcohólico y su nostalgia por el padre: 6.2. Por el psicoanálisis la droga entra en relación
¿una especie en extinción? 1 71 de dependencia con una función: d ~ f ( t ) I 106
6.3. De la certeza de la droga a la indeterminación
Paradojas del consumo: tontos, cínicos y canallas .172 del sujeto: d ~ £ ($) I 106
1. Modernidad, ciencia y segregación 1 73 6.4. El objeto de la tecnología "droga"ha usurpado
2. La generación del consumo 1 76 en la modernidad el lugar del sujeto: ~ 1 106
3. El cinismo, substancia del goce 1 80 $
3.1. Diógenes, el cínico, incomoda al amo antiguo I 80 6.5. La droga al ser sustituida por la función del tóxico
sitúa la función del falo: £ ($) _ <l>x I 107
3.2. Diógenes es cínic,#respecto del goce,
6.6. Al despejarse la droga el fantasma toma su lugar
pero es histérico desde el deseo 1 80
4. Las enfermedades del consumo 1 82 en el discurso analítico: fÍ ~ £ ($) - ($Oa)....." a _ $ 1 107
<l>x
4.1. La paradoja del tonto se acerca al obsesivo 1 82
4.2. El cinismo se aproxima a la histeria 1 82
El empuje al olvido: tres nombres del goce I 109
La histérica ama 1 82
l. Don Juan: un nombre transitorio de goce 1 110
El núcleo histérico del cinismo 1 83
2. Don Juan JI o las banderas del kamizake I 112
La posición cínica en la histeria 1 83
2.1. El goce de las mujeres I 114
4.3. La voluntad de goce que anima al perverso
2.2. La voz del amo I 117
suele conducirlo a la canallada 1 84
2.3. El amo del juego 1 120
4.4. La canallada más peligrosa: aquella que se
3. Las mutaciones de un Gulliver moderno
sostiene en el cinismo (¿políticos?) 1 85
e1l el pa(s del olvido 1 122
S. El goce toxicómano I 87
3.1. La substancia del consumo 1 122
6. Posición cínica vs. saldo cínico I 89
3.2. El" olvido", síntoma. de la entrada I 123
3.3 Un predicador del bien común 1 123
SEGUNDA PARTE:
3.4. No pensar en nada para que nada suceda 1 124
LA FUNCIÓN DEL TÓXICO
3.5. El fantasma del hombre del cuchíllo I 124
3.6. La locura de un padre mutante 1 125
3.7. El hombre del cementerio 1 125
La nominación, la función del tóxico y las fórmulas
3.8. Los nombres de la droga I 125
de las drogas I 93
10 El problflIa de la lIo11:illaciólI.. 1 93
Ritos toxicómanos: sexuación y semblantes 129
1. Contra la ontologla metaÍlslca: el nombrar 1

desde un punto de vista lógico 1 93 1. ¿Mujeres a11oréxicas, hombres toxicómanos? I 129


1. El deseo, anoréxico 1 131
2. El nombre propio yerra a lo real 1 96
II. La anorexia, un síntoma social I 131
3. La falta de goce introduce al nombre propio
lII. El goce anoréxico I 131
por el artificio del padre muerto I 98
4. La operación del nombrar en el discurso analítico I 100 IV. El objeto anoréxico: el umenú" analítico introduce
el amor por el saber I 131
ERNESTO S. SINATRA
8
2. Una cura real de desintoxicación I 132 Prólogo
2.1. EIllamado 1 132
2.2. Una internación analítica I 132
2.3. De lo que no quería decir a lo que
no podía decirse 1 134 . .
2.4. La l1ystoria: de hijo predilecto a objeto humIllado "Suponemos que las personas felices deben
del otro I 134 estar en algurfa parte. Pues si ustedes no se sac,!n
2.5. La función de la droga despeja el fantasma I 135 eso de la cabeza no comprenderán nada de .psi-
3. Ritos toxicómanos: sexuaóón y semblantes I 137 coanálisis" .
Jacques Lacan

TERCERA PARTE
LA SOLEDAD GLOBALIZADA
En medio de la banalidad de las discusiones actuales sobre
las drogas, que no alcanzan a constituirse en un debate, en
La soledad globa1izada y los teleadictos I 143 medio de la mediocridad generalizada, de la repetición intermi-
1. La soledad globalizada 1 143 . . nable y el aburri~iento, en medio de los disparates cientificistas,
2. La televisión es omnivoyeur y sus hijos teleadlctos 1 148 Ernesto Sinatra nos ofrece en esta continuación de su. trabajo una
versión renovada de la orientación-lacaniana, en el fangoso tema
El amor tóxico: ¿cómo amamos hoy? I 156 de las toxicomanías." Quienes lo conocemos sabemos que sus
1. El amor pánico I 156 intereses y su práctica no es ntoda" sobre las drogas, como él
2. El amor químico se cotiza en el mercado I 159 mismo titula este libro con un humor que por cierto no le falta.
2.1. Lo efímero de la pasión y su tratamiento 1161 Sinatra no es un especialista en drogas, ni lo quiere ser. Desde
2.2. La industria de la economía del comportamIento que lo conozco, y no hace solo unos pocos días, supo captar que
nos hará inhalar confiánza I 161 la práctica del psicoanálisis debía salpicarse del barro de este
2.3. La química del amor femenino I 162 tema si quería estar a tono con la época, cuando muchos en nues-
3. El amor tóxico I 164 tro medio psicoanalítico de entonces, casi todos, hay que decir la
3.1. Las drogas entre hombres y mujeres 1 164 verdad, sostenían que el toxicómano era inanalizable.
3.2. Los psicoadictos no aman el inconsciente I 164 Las tesis centrales que sostienen este libro: la toxicomanía gene-
3.3. Una paradoja: el goce femenino ralizada, la función del tóxico y la soledad global izada, inciden allí
y las toxicomanías I 165 donde se cruzan el psicoanálisis y la hipermodemidad, y son
3.4. Las nuevas drogas: más allá del amor I 166 parte de los aportes singulares. de Emesto Sinatra a una elabora-
4. Adicciones sólidas, identificaciones líquidas 1 167 ción colectiva que se mantiene vigente desde hace 20 años en
4.1. El empuje a lo efímero comanda una red internacional, la Red TYA del Campo freudiano
las identificaciones I 167 (Toxicomanía y Alcoholismo).
4.2. Los consejeros expertos (o la renegación de lo Es un logro de esa elaboración colectiva, que sus desarrollos,
perecedero) 1 167 . . entre los que se destacan los que Ernesto Sinatra presenta en este
4.3. Las conexiones en red: nuevos tipo de relaCIOnes I 169 libro, han pasado progresivamente a ser utilizados usualmente
4.4. Los nuevos adictos: los consumidores, como referencias conceptuales para orientar las prácticas y com-
consumidos 1 170 prender las problemáticas en juego; y constituyen la diferencia
que inscribe la orientación lacaniana en este tema complejo.
Leyendo este libro he pensado que el término que puede ser
54 ERNESTOS. SINATRA

güenza de su goce, él es aquel que lo muestra hasta el extremo La toxicomanía generalizada44


de inventarse un ser a partir de. una nominación que le viene
como anillo al dedo desde el Otro social para seguir gozando en
el autisrno tóxico: el toxicómano es el partenaire-síntoma del capi-
talismo hipern1oderno.
La apuesta analítica consiste en ofrecerle a cada individuo
que consulte otra salida que la que ya ha elegido con la substan-
cia tóxica del goce, pero pa,ra ello, deberá avergonzarse como "Desde la nueva nariz al transexual, la oferta quirúrgica cos-
cualquiera, es decir corno cada analizante. mética ha modificado las delnandas legítimamente admisibles
Se verifica por lo antedicho hasta qué punto la declinación por la institución médica, abriendo un campo nuevo. Se puede
del padre del nombre es emblemática de estos tiempos y la insu- decir que la psicofannacología acaba de precipitarse en todo eso.
ficiencia de "palos de piedra" se torna inquietante. Comproba- Es tan así que, sin duda, es preciso escuchar los debates que han
acompañado la publicación del libro de Peter Kramer Escu-
remos a ~ontinuación otro efecto de estos tiempos: el empuje a la
foxicoman{a generalizada. chando al Prozac. Más allá de las críticas de los profesionales que
denuncian desde luego esa concepción de la panacea, el verda-
dE:ro debate es el de una psiquiatría cosmética y el uso del psi-
cotropo no como droga ilícita o contra una angustia existencial,
sino simplemente para reparar lo que el sujeto estima que es una
injusticia de la naturaleza. Toda una nueva casuística se anuncia,
apasionante. Será necesario consultar a los psicoanalistas sobre
esos puntos más allá de las contribuciones realizadas en el
campo de las toxicomanías. Remito sobre ese punto a las contri-
buciones del GRETA(Francia) y del grupo TYA(Buenos Aires)".
Eric Laurent45

1. Búsqueda de la felicidad, química de la satisfacción

Un reconocido escritor y cineasta, Jean Cocteau, había escri-


to, no sin ironía, que ya que existen aquellos que en nombre del
bien común prohíben el consumo del opio, y efectúan la perse-
cución de los llamados opiómanos con el argumento de los tras-
I tornos que produce en el organismo, él exigía de esas mismas
personas, que se pusieran a trabajar para producir una droga
-I:_~- que le proporcionara la misma satisfacción que el opio, pero des-
- pojándola de sus efectos nocivos.

44 Segunda parte de "La toxicomanía generalizada y el empuje al olvi-


do"; publicado en Más allá de las drogas -Estudios psicoanalíticos-,
SILLITTI,
D.; SINATRA,E; TARRAB, M., Plural, La Paz, 2000, págs. 39/61-
45 LAURENT, Eric: "Estado, sociedad, psicoanálisis", Uno por Uno 40,
EOLIA, Madrid, 1994. -
56 ERNESTO S. SINATRA
¿TODO SOBRE LAS DROGAS? 51"
liay otras drogas existe.n: 'los así denominados animadores flexibilidad, rapidez y energía -los aspectos positivos de la
del hunlor o ti11101éptÍcos, supuestas drogas que no producirían hipertilnia- son objeto de mucha solicitud" (pág. 335/6).
adicción y que habrían de conjugar de un modo aparentemente
óptimo la relación entre riesgo /beneficio que rige al mercado Se trata de un timoléptico que posee sensibles ventajas sobre
capitalista. No solo servirían para tratar las depresiones sino las anfetaminas, la marihuana, la heroína, el LSD, el alcohol, el
para modificar la personalidad, ofreciendo una felicidad química
opio, o la cocaína: no pr:oduce adi~!=.ióJ.1.;
TI? ~~_?mueve una ~~pe-
ptet a porter asequible en farmacias. ¿Qué sucede cuando es la riencia autista, ya qüe !educ~. ~~s_~_~~~:r:as r.a_~~_~l;
trato _SOCIa}
en
droga quien interpreta?
las persomilidaaes inhibid-as socialmente. Ade~as -al no. gene-
rar dependencia al tóxico- favorece la autonomla personal, eleva
el nivel de decisión, y si a esta lista de promesas agregamos que
El mensaje de la cápsula no es placentero en sí mism~. S~~? __ ~~1~l~~:~
q~e.e~tin::~.l~.un p_lc:_~~r
lo al permitTr- é-mplear las capacidades IndIvIduales SIn InduCIr
"Escuchando al Prozac es como el mismo fármaco a que se
~torsiones en la percepción... . ..
refiere, un acontecimiento cuya resonancia social rebasa amplia-
Encontramos un medicamento destinado, en pnnclplO, a ~ra-
lnente los límites del público especializado. Cuatro millones y
medio de norteamericanos han tomado este antidepresivo desde
tar un síntoma -la depresión- y que se ha descubierto que. llene
que fue comercializado, y muchos de ellos -han adquirido mayor el poder de transformar a toda la persona (pág. 304). Es decIr, se
confianza en sí rnislnos y dicen haberse vuelto mentalmente más habría cumplido con el ideal de fabricar la pz1dora que modifIca la
ágiles y más flexibles y resistentes desde el punto de vista emo- personalidad (pág. 336). .'
cional. ¿Qué significa que una cápsula en el desayuno haga que Creo s~ber lo que -al menos algunos de mIS lectores- estan
una persona tímida se vuelva sociable? ¿Puede el fármaco decir- pensando. Por ello, rápidamente, antes de que se abala~cen para
nos lo que es carácter y lo que es circunstancia biológica? conseguir Prozac en la farmacia más cercana, procedere a sI~ar
¿Estamos entrando en una era de farmacología cosmética, en la los ~jes de la polémica ocasionada por el consumo del Prozac en
que podremos tom~r un fármaco para lnejorar nuestra persona-
lidad?" . el campo médico-psiquiátricc;>.
Posteriormente plantearemos los problemas que. ~e de:sp~n-
Peter Kramer46 den para el psicoanálisis a partir de la fundamentaclOn y aphca-
ción del mensaje de la cápsula -tal como es de~inido por Peter
Un psiquiatra americano -en nombre de la psicofarmacología
Kramer, su principal interpretado y medzum CIentífIco.
más avanzada- considera la propuesta:

" ...escuchar a las drogas, como si éstas pudieran decirnos


algo acerca de cómo están construidos los seres humanos" (pág.
75).

El Prozac constituye en la actualidad el paradigma de un tipo


de drogas que prometen lo que ningún Estado ha logrado:

"El éxito del Prozac nos dice que hoy el capitalismo de alta
tecnología valora un temperamento muy diferente. Confianza,

46 KRAMER,Peter: Escuchando al Proznc, Seix-Barral, Madrid, 1994. A


partir de aquí las citas -salvo las explícitamente señaladas- pertene-
cen a este libro.
58. ERNESTO S. SINATRA
¿TODO SOBRE LAS DROGAS? 59
El Prozac devendría así el significante amo de la histérica
2. Dilemas éticos de la psicofarmacología cosmética:
moderna: casi una suerte de ufetiche químicoUque permitiría
el hedonismo médico curar las diferencias sexuales anatómicas por otros medios que la
cirugía transexual.
"Nos VelTIOS obligados a concentrarnos en si en reali-
Los derechos de las mujeres a ser como los hombres -la ver-
dad deseamos usar drogas para mejorar el humor de las
personas normales". sión más ingenua y vindican te del feminismo- obtendrían su
Peter Kramer
legitimación en el dominio de la personalidad. Algunas páginas
más adelante Kramer formaliza su argumentación etiológica:
Kramer formula los dilemas éticos planteados por el Prozac en
su empleo por los médicos: utilizado para eliminar un síntoma, "Todos los hombres han sido creados iguales -al menos en
adviene de pronto un remedio capaz de modificar el humor de nuestros ideales políticos y morales- pero han sido creados bio-
las personas; ¿con qué derecho debemos usar drogas -produciendo lógicamente heterogéneos en su temperamento y en su predis-
posición a una variedad de rasgos específicos que se relacionan
una felicidad qu{mica- para obtener placer? (pág. 300).
con el temperamento. En el momento en que llegan a la edad
El fundamento químico existe: la fluoxetina cumple una fun-
adulta, las personas también se diferencian biológicamente
ción de inhibición de la recaptación de ]a serotonina -principal según su buena o mala fortuna en los períodos de desarrollo crí-
neurotransmisor del cerebro-; ergo, con mayor serotonina dispo- ticos. La medicación psicoterapéutica ... nos lleva a centramos en
nible se potencian las sensaciones de bienestar y de satisfacción. la diferencia biológica en tanto que, durante años, nuestra cultu-
Una psicofarmacologül. cosm,ética sienta aquí sus bases: se ha ra ha decidido ignorar características biológicamente basadas ..."
montado un equivalente farmacológico de la cirugía plástica; no (pág. 336).
solo los individuos afectados de depresiones tendrían acceso al
Prozac, sino asimismo las personas saludables, aquellas que pre- Escuchando al Prozac, Kramer ha aprendido que la diferencia
fieren cambiar su personalidad tímida y sumisa por otra ... más biológica determina el temperame11to -elevándose por sobre las
alegre~ más participativa socialmente y más decidida. ¿En nom- diferencias sexuales.
bre de qué negarles tal posibilidad que la tecnología de punta
puede proporcionarles?

4. El trauma del nacimiento del Prozac


3. El feminismo timoléptico y la diferencia biológica "Pero escuchar al Prozac me ha hecho tan atento a los
orígenes filogenéticos y a los soportes biológicos de la
Profundizando en las consecuencias fácticas de la u construc- ansiedad y de la melancolía carentes de causa concreta
ción" del Prozac, Kranler cita a Octavio Paz para efectuar la aso- que me ha -costado interpretarlos como comunicaciones
ciación entre capitalismo moderno y virilidad. especiales que hacen a los humanos distintos de las bes-
La agresividad, el espíritu de competición y emulación, la tias" _
combatividad son -correctamente planteados- valores adopta- Peter Kramer
dos por la sociedad norteamericana corno de su propiedad. La
deducción que Kramer extrae es muy precisa: La conclusión de Kramer tiene rigor lógico, ya que el Prozac
tendría éxito en hacer desaparecer ...
" ..Jos timolépticos pueden transformarse en drogas feminis-
tas ya que 'curan' a la mujer de sus rasgos femeninos tradicio- " ...fuerzas sociales autoenajenantes ... el sentirse herido, la
nalmente pasivos, permitiendo la configuración de un ideal ansiedad, la melancolía y la inhibición -eabe preguntarse entonces
femenino más robusto" (pág. 307/8). si estos estados- son señales privilegiadas acerca de la condición
- ,
¿TODO SOBRE LAS DROGAS? 61 .
60 ERNESTO S. SlNATRA

del hombre ... ya que se presentan en animales inferiores en res- "...los efectos de herencia y de) trauma -riesgo y estrés- sobre una
puesta.3 un simple traUlna ..." (pág. 332). ~! r,
diversidad de funciones neuropsicológicas codificadas en la neu-
roanatonúa y los estados de los neurotransmisores" (pág. 327).
A continuación, él se interroga respecto de la "verdadera" '~ "',
condición humana. Inclusive llega a preguntarse si la ang"stia 1 Al par que precisa el fracaso de la estrategia diagnóstica de la
psiquiatría descriptiva con Kraepelin, Kramer se desliza subrepti-
existencial del 'extran¡"erode Camus, el ensimismanliento del , I

ciamente contra los fundamentos del psicoanálisis instaurados por


,.1',
joven Werther de Goelhe o el temblor de Kierkegaard ante la
exü:itenoa de la Oluerte no',serían sino simples manifestaciones Freud. ¿Cuál es.la sorprendente ganancia operada por Kramer?
Es simple: se trata de un reton10 al siglo X1X con los conce'p-
de un trastorno de la serotonina.
los de herencia y de trá"1Ila aggiornados ahora en riesgo y estrés.
"Pero el Prozac nos ha convencido por su capacidad para La operación es clara; solo será necesario extremar la argu-
modificar la personalidad de que esas emociones -angustia, sen- ,mentación de Kramer: la herencia filogenética propondría un
timiento de culpa, vergüenza, pena, timidez-, no son solo huma- patrimonio universal de la humanidad a partir del cual las dife-
nas" (pág. 338). rencias de base serían biológicas: las emociones y estados afecti-
vos serian un simple efecto de tales causas. Ya no consistirían
Peter Kramer deja deslizar un sueño que ha trastornado 'esos afectos y emociones en las diversas respuestas -de cada suje-
.desde siempre a los científicos enrolados en las ciencias exactas to al deseo del Otro a partir de su goce "privado" -al que llamá-
y naturales: la demostración de que la etiología de nuestro bamos jantasma. Tampoco serían ya el efecto de su confrontación
pathos emotivo correspondería a un soporte neurobiológico. angustiada ante la causa que lo impulsa, ni el precio pagado por
Nuestros afectos disruptivos serían efectos mecánicos de un la cobardía moral que ese mismo sujeto ha evidenciado en sus
trauma a nivel neuronal -patrimonio común con los animales- y actos -lo que Jacques Lacan denominó tristeza, siguiendo la
una píldora correctiva de la serotonina liberaría a la humanidad orientación de Spinoza.
del flagelo de esos estados. El eje de la responsabilidad que cabe a cada cual frente a sus
El poder del Prozac es curiosamente balanceado por Kramer actos aparece disimulado -una vez más- tras la herencia filoge-
con la disminuci6n del poder del psicoanálisis a partir de una esci- nética.
sión que realiza entre creer y saber. La creencia queda del lado de Resulta difícil no pensar en atto Rank, en su intento de fijar
lo que ha devenido _" gracias" a la construcción de Kramer- un por medio de un trauma común a la especie la etiologla biológi-
humanismo psicoanalítico, EL saber se sostendría ahora del lado ca de la sexualidad, repudiando -aún sin saberlo- la consecuen-
de las ciencias de los neurohumores. cia mayor de la teoría freudiana de la sexualidad: el complejo de
El Prozac consti tuiría el arma más poderosa de las ciencias castración, "función lenguajera" que forja el límite al goce en
neoneuronales para intentar que acontezca lo que ya dan por cada ser-hablante.
ocurrido: a partir de pregonar la dismin"ción del poder del psicoa- La figura del experto reintroduce el saber... hacer con la medi-
nális;s, ofrecerse para sustituirlo. 'cación:
La modificación que Kramer opera en la intensión del con-
cepto de neurosis es al respecto paradigmática. Él nos propone "...los medicamentos como agentes importantes de transfor-
que las neurosis del siglo xx ya no resistirán los cambios de los maciones personaJes ... cada vez (es) menos cuestión de auto-
tielnposl ya que no se trataría más ... comprensión y cada vez más cuestión de ser comprendido por
un experto"(pág. 337).
"...del yo sujeto a las vicisitudes de la ansiedad de castración,
el conflicto de Edipo y la sexualidad reprimida ...". Kramer produce una radical forclusión del saber inconscien-
te. No se trataría ya de una imposibilidad de goce en razón de la
ahora la neone"ros;s del siglo XXI tratará sobre ...
62 ERNESTO
S. SINATRA
¿TODO SOBRE LAS DROGAS? 63
.' ina~ecuación estructural del sujeto al sexo biológ~co, sino de la
"hierba de San Juan" y cuya propiedad más inquietante para los
posibilidad de transformac~ón por el Prozac a partir del saber del
laboratorios es que se consigue en las herboristerías (no en las
experto, es decir, del mlsmlSlffiO Kramer.. . .
El libro finaliza con un apéndice que se tItula VIOlencIa, y que farmacias) y que su precio es ínfimo en comparación con el de la
fluoxetina.
Kramer quiso que no formara parte del cuerpo ~:incipal. ,~n él
Sin embargo, el debate actual que ocupa a los comités de bio-
intenta desestimar los ataques dIrIgIdos a la panacea del
ética sobre la aplicación generalizada de fluoxetina para los
Prozac por los suicidios, asesinatos y otras respuestas que se le
niños" deprimidos" debe alarmarnos muy seriamente.
imputan a su acción Jlbené~ica". ~
Por supuesto, sabemos que no es el Prozac -en 51- el respon- Más cercano. aún, el contragolpe actual del Viagra parece
haber dado una nueva" alegría" a los que promueven felicidad
sable de todas esas iniquidades; pero sí sabemos que eso~actos
química: el laboratorio que lo impulsó ha aumentado geométri-
criminales constituyen una irónica respuesta a la pretensIón de
Kramer de desconectar los afectos y emociones de la responsa- camente su cotización en bolsa. La receta: prometer una suerte
de priapismo instantáneo ... hasta a los usuarios más invetera-
bilidad de los sujetos. .
dos. El etemo fantasma obsesivo de la potencia sexual infinita,
Es frecuente confrontarnos en la práctica psicoanalítlca con el
parecería realizarse con una píldora.
problema del lugar que una droga -o varias- ocupa en la econo-
mía libidinal de una persona. A menudo, a partir de la mterpre- Pero la desconexión del órgano de la función humanizante del
tación del analista, es posible demostrar la función de pantalla deseo siempre tiene un precio: ]a forclusión tecnocientífica de la
que la droga ha encarnado con SU' substancia. subjetividad empuja a olvidar que la depresión o la impotencia
Al inicio nos preguntábamos: ¿qué sucede cuando es la droga constituyen el síntoma de lo que no marcha para cada cual en la
relación con su deseo. Por ello, al igual que con el Prozac, otro fan-
la que interpreta al sujeto? ,.
Respondernos: la droga interpreta a Kramer, el ha devemdo tasma parece realizarse: la muerte hace su reaparición, esta vez
por "sobredosis legal" de placer a través de paros ... cardíacos.
adicto a ella, la ha popularizado. De su uso es responsable, y por
Otro interesante debate acerca del" avance" de la psiquiatría-
sus actos él debe ahora responder.
farmacológica se ha desarrollado en torno de los casos de sín-
drome de fatiga crónica. Este "primo hermano" de la depresión
se ha presentado en la máquina de gozar más popular promo-
viendo feroces enfrentamientos: en Washington, mientras trans-
5. La jannacología "redentora"; del Prozac al Viagra
curría casi rutinariamente un programa de entrevistas televisi-
Pero la pretensión de lograr el "bien común" incluye los vas en el cual un médico defendía las causas biológicas de tal
síndrome (que al parecer él mismo padecía), encontró en Elaine
estragos que a menudo esas mismas u drogas re den t oras.n pro-
Showalter -activa feminista y profesora de literatura inglesa y
ducen, desempolvando su brillo mesiánico ..Tal vez el palo de
estadounidense- una decidida oposición argumentativa.
piedra en la boca del cocodrilo-Prozac, haya SIdo colocado ~or el
azar más insospechado. Sin ir lnás lejos se ha dicho -con ¡rÚniCa La paradoja química fue que el susodicho afectado de fatiga
crónica, demostró frente al verdugo-TV una suerte de "curación
justeza- que -el Prozac mató a Lady Di, ya que el chof~" que la
espontánea", pues se vio de tal manera acelerado su ritmo san-
estrelló no solo conducía alcoholizado sIno que adema s consu-
guíneo, que a la salida del programa alcanzó a su opositora y le
mía Prozac" y tal mezcla suele ser un cóctel que ha demostrado
dijo que esperaba que su vida se arruinara y añadió: la vamos a
ser algo más que insalubre. .
despedazar. Este cocodrilo parece ser más respetuoso que los
Casualmente, hoy tal vez algo alicaída en los últImos acont~-
anteriores, al menos abre primero su boca para amenazar.
cimientos luego de su éxito arrollador en el mercado farmacolo-
gico (y editorial) la droga amenaza ser reemplazada por un El problema comenzó para Showalter desde la presentación
yuyo: la hierba ul1ypericum perforatwll", más conocIda como de su libro Hystories: epidemia histérica y medios modernos,
cuya tesis principal es que "el tipo de epidemia histérica de la
~..•
'

¿TODO SOBRE LAS DROGAS? 65 ••


64 ERNESTO S. SlNATRA
-.
que la gente hablaba en los siglos XVIll y XIX existe hoy" . Por ello 6. La globalizaci611 de los consumidores:
afirma que tanto la fatiga crónica como otras epIdemias (memo- el boom de las drogas lícitas
ria recuperada, personalidad múltiple, síndrome de la guer~a •"
del Golfo, gentes raptadas por alienígenas o que dIcen requenr Al indicarnos que es posible escuchar a una droga, Peter
. . 47
rituales satánicos) constituyen fannas actuales d e 1a h lstena . Kramer nos enseñaba una particularidad del discurso capitalis-
El medio académico de vVashington se ha visto desbordado ta -destacada por ]acques Lacan al situar el discurso cal'italista- Y
no por la especificidad teórico-científico del debate, sino por la que adquiere en este contexto toda su relevancia: los gadgets pue-
violencia del enfrentamien~o: la acusaron de naZI, le enVIaron den hacer que c~si todo sea posible.
mensajes obscenos; hasta la acusaron de muerte (!!!). . Pero el "Todo es posible", también incluye no solo la -eada
Lo curioso del caso es que -tal como 10 comenta el cromsta- día más frecuente- automedicación, sino además la proliferación
el cuestionamiento del origen biológico del síndrome no indica de drogas "blandas" (es decir, de venta libre) que ofrecen "salud
que Showalter no 10 tomara en serio. Mas bien, pareciera tOd? 10 vitaminizada" para cada dolencia. Está claro que más allá de los
cántrario. Entonces, ¿se tratará de intereses profesIonales articu- efectos favorables que produzcan en casos específicos y contro-
lados con económicos o (¿y?) tal vez al poner en duda la exis- lados por un facultativo- la industria farmacológica ha logrado
tencia misma del síndrome biológico la seguridad ontológica de penetrar en el Illercado de la salud nlediante la oferta masiva de
ser "enfermo de eso" trastabilla y entonces la pastilla redentora vitamínicos de un modo ini'maginado: extendiendo el segmento
podría no curar más? ¿Y los laboratorios entonces? consumidor ya no a los enfermos ... sino a los sanos .
. Pero lo más interesante para nosotros es que un siglo después "'Genial"avance del mercadeo: las ventas de vitamínicos y
de haber fracasado la introducción de Freud de la "peste" psico- accesorios se ha globalizado. Acaso ¿dónde se ha visto mayor
analítica en los EE.UU., una mujer anglófila y feminista, y que cantidad de consumidores que Jos individuos potencialmente
-además- no se dedica al psicoanálisis, devuelve finalmente sus sanos? Desde el mercado de la felicidad química (nombre de la
blasones a la histeria. Histeria que llevó a Freud al psicoanálisis autoría de Kramer) la tradicional bipartición sano-enfermo ya no
y que el DSM IV condena hoya la forclusión a partir de su nueva tiene sentido. Hay una sola categoría: los consumidores, ya no
hoguera cientificista. . importa cuál sea su estado de salud (o de enfermedad). Vemos
Algo más: en su libro está ya la impronta lacamana: la~ hys.to- aquí otra desinencia de la hipótesis de ]acques-Alain Miller
ries -condensación de Jacques Lacan entre h,stona e h,stena- "¡Todos consumidores!": existe una toxicomanía generalizada.
transmite aunque de un modo colateral la peste que -finalmen- El aplastamiento de la subjetividad por esta globalización
te- comienza a afectar el modo de gozar estadounidense. farmacológica debe alarmarnos. Una boca abierta parece desli-
Showalter, esa mujer, parece haber sido su "palo de piedra". zar (mientras se relame) "Sí, tal vez estés sana ... pero esos kili tos
Aunque tal vez, y no menos, un aggiornado "cocodrilo" de.últi- de más ..." o "bueno, no digo que estés enfermo, pero deberías
ma generación "inventado" por el sector neurofarmacol?glco a probar estas pastillas para dormir mejor (o dormir menos, si el
la medida de su goce. caso es apropiado para tal sugerencia)".
Los ejemplos abundan, casi tanto como las drogas lícitas ofre-
47 "A medida que nos acercamos al milenio, la epidemia de trastornos cidas para remediar "'loque no tiene renledio": la contingencia
histéricos, enfermedades imaginarias, pseudomemorias inducidas del deseo humano, lo perecedero de la vida, la falta de armonía
por hipnosis que inundan los medios parecen alcanzar mar.ca~muy entre los sexos ...
altas. Se funden con las paranoias generalizadas ..los resurgImIentos La hipótesis de la toxicomanía generalizada -si lograra hablar,
religiosos y las teorías conspirativas que siempre :a~actcrizar~nla. como el Prozac- quizás susurrara en nuestros oídos: entonces,
vida norteamericana, y con las ansiedades apocahpbcas que siem- ¿todos dmgadictos?
pre acompañan los fines de siglo. Ahora se dispersan por todo el
globo infectando otras sociedades", escribía Showalter. .
ERNESTO S. SINATRA ¿TODO SOBRE LAS DROGAS? 67
66.

7. Claves del cambio de siglo Del amor al inconsciente freudiano, asistimos al cierre del
inconsciente, en una época dond_e se hace cada vez más eviden-
Comprobamos el modo por el que el empuje a la toxicomanía te que no existe el Otro de las garantías universales de las que los
generalizada -3 la que localizamos como caracterizando a nuestra Dioses resguardaban el semblante, y cada vez menos el Otro de
actualidad- encuentra su complemento ideal en el empuje al olvi- las garantías nacionales, de las que el "Estado protector" consti-
do generalizado; a partir de estos desarrollos podemos señalar tuía el semblante.
una diferencia entre el final de siglo pasado "freudiano" y el En su lugar asistimos a las respuestas cínico-canallas de esta-
yc~~'r-JLlacanian(/'.Ya "que, por ejemplo, nctes elIñISñíü olvido el dos y manipuladores del mercado, en su intento de desposeer a
que se.li". puesto en función en ambas épocas: de las grandes los sUjetos de sus coordenadas histórico-políticas: del goce de la
amnesias histéricas de fin de siglo pasado a la historicidad auto- d~struccióll:a ~a toxicomallza generalizada, al empuje al olvido. O,
recusada de los toxicómanos de este final de siglo, hay un abismo. dIcho en termmos de la cosmética del mercado: de las "campa-
Por ello es necesario interrogarnos por qué acompañan hayal ñas agresivas", al "consumo masivo", a la "libertad creativa de
olvido substancias tóxicas introducidas para obtener un corto- los individuos".
circuito de goce en el propio cuerpo (con un riesgo a menudo Como bien sabemos, no se trata aquí de un simple cambio de
mortal para los usuariost en lugar de aquellas conversiones términos, sino de los efectos producidos en la captación por el
freudianas que ofrecían secretamente las huellas corporales del merc~do del plus de gozar, para su instrumentación según sus
olvido; conversiones que, a pesar de s~ compleja trama de com- propias leye~.Aquellas que se visten de lo que sea el caso, para
binaciones significantes, indicaban siempre historias de amor hacernos olVIdar -o recordar, si mejor conviene- que, de todos
con frecuencia no correspondidas, y que resultaban -finalrnen- modos, "serás un (hermoso) cadáver".
te- dóciles a la interpretación. Entre tontos, cínicos y canallas, el nuevo milenio flota entre el
De los amores secretos prohibidos de la moral victoriana -en goce voraz del pragmatismo consumista del mercado y la ame-
la que los síntomas eran dirigidos al Otro para su desciframiento- naza constante del retorno de los "dioses oscuros", mientras el
nos hemos deslizado al goce cínico de los procesos de "segrega- olvido generalizado deposita su impronta en una. clínica del con-
ciones renovadas" en la época de la "toxicomanía generalizada". sumo.
Ya que --como veíamos- no solo existen las drogas prohibidas
para adormecer o exaltar de un modo artificial, sino que el con-
sumo ofrece variantes innúmeras para intoxicar a los individuos. 8. Anexo
Por ejemplo, las ofertas de innúmeros gadgets que explotan la
función de la mirada para hacer gozar a los individuos del goce Más allá de las foxicomanías49
contemplativo, hasta prótesis farmacológicas que prometen -una
vez más- una felicidad química universal a cambio de una dócil 8.1. Estado, Sociedad, Psicoanálisis
(y tonta) resignación frente al aplastamiento del deseo singular.
Por ello, entre las drogas existe otra diferencia. Mientras las Quizás se espere de esta dausuraso un final ceremonioso -es
drogas ilegales parecen ser el recurso desesperado para algunas decir, formal y aburrido-o Espero decepcionar a quienes piensan
personas confrontadas con la inexistencia del Otro, las drogas
legales, "milagrosas", son el recurso con el que los amos moder- Psicoanálisis redactado por Eric Laurent: "Estado, sociedad y psico-
nos intentan restablecer cínicamente al Otro por un sesgo quí- análisis", en la revista Uno por Uno 40, op. ót.
mico para reparar "científicamente" las "injusticias" subjetivas 49 SILLITIl, D.; SINATRA, E; TARRAB: Más allá de las drogas -Estudios psico-
de género, raza, condición socioeconómica o cred048. analíticos-, op. cit., págs. 157{ 162.
50 Se retoman consideraciones expuestas en la Clausura de las IV jor-
48 Ver al respecto el primer informe de la Asociación Mundial de nadas nacionalesdel TYA(1995).
68 ERNESTO S. SINATnA ¿TODO SOBRE LAS DnOGAS?

de ese modo al {nenas en el inicio, pues comenzaré con 'una con- brado nuestro accionar. Sea como fuere su interpretación, se des-
fesión perso~al que -además- involucra a mi.s amig~s del ~ry~. ploma el goce con el que nuestras imágenes se habían recubierto.
y si este proceder les pareciere poco, ell?s -mIS pr0'p1,OSanl1gos- I-Iabía que respbnder a ese más allá de las toxicomanías y en
ni siquiera saben cuál será la substancIa que eleglr~ en la OC~- el texto mismo, en su apertura estaba la respuesta: Jacques Lacan
sión. Antes de ser acusado no solo de toxicóman<:,' SITIO adem~s es citado por Eric Laurent por medio de una interrogación pre-
de toxicómano indeciso, haré uso de la substanCia del len?ua]e cisa. Se trata de saber si los psicoanalistas estamos o no a la altu-
para prec1sar lni confesión ante ustedes y extraer, a continua- ra de responder a la angustia de nuestro tiempo.
ción algunas consecuencias. Se desprende de ello: los psicoanalistas (es decir el psicoanáli-
Én París, el 14 de julio de 1994, escuchábamos atentamente el sis en extensión) han de estar más allá de las toxicomanías. Desde
primer informe presentado por Er~c Laurent el? .la ~samb]e~ un punto de vista: por tratar a los sujetos que consumen drogas,
General de la AMP, mientras pasaba !Ista a las modIÍlcaoones pro y tratarlos más allá de la anamnesis psicofarmacológica del DSM,
ducidas en el cuerpo por los dispositivos tecnológicos ac~ales. ofreciéndoles el dispositivo analítico para que apuesten en él.
Con mis amigos Mauricio Tarrab y Daniel Sillitti -allí y aqu~- pre- Pero además por la eficacia que se espera de los analistas en res-
sentes, esperábamos la mención de La~rent ~ .las toxlcomanlas por ponder a la apuesta del discurso analítico: ir más allá de los sem-
su conexión necesaria con aquellos dISPOSitIVOScorporales. EI~o blantes ofrecidos por los representantes del discurso que consti-
ocurrió. Pero a continuación, nuestra sorpresa: una referenCia tuye su envés, el del amo modemo, significa no dejarse intimidar
explícita al TYA, luego de la mención al GRETA. Esta última, por por sus semblantes institucionales. La cuestión -subrayada
cierto no nos sorprendió, dado que nuestros colegas francese.s han recientemente por Eric Laurenpl- consiste en buscar el modo
sido el grupo de trabajo señero en el tratamiento desde l~ onenta- para los psicoanalistas de incidir en las políticas (a menudo repre-
ción lacaniana de estos fenómenos-o Incluso nuestro amIgo Hugo sivas) del Estado para humanizar sus contenidos, para hacerlas
Freda, en el cierre de. las Jornadas del Instituto del Campo más aptas para respetar la subjetividad en tanto particularidad de
Freudiano, hizo referencia a esta cita de Eric Laurent. goce. En esa dirección 1).9 puede pensarse una incompatibilidad
Pero para nosotros, ¿qué había sucedido? Hay veces que el entre ~l pSic<?análisis y-las instituciones asistenciii1es~2:-- -
deseo de reconocimiento parece a punto de realIzarse, y c~and?
,---'- -.

esto sucede se actu~liza una de las pasiones humanas mas as~- 8.2. Psicojarmacologta cosmética o cltnica de lo real
duamente frecuentadas: el goce ~e la propia imagen. N,?, podn~ Pocos meses más tarde, en el espacio de la EOL, Puntos
negar que una sensación de plenitud, caSI un est~do de extaslS
Candentes, impulsamos un debate que llevó por título
pareció tomar cuerpo -al me~os- ~n mí: Deduzco que ~quí ya n~ ¿Psicofarmacología cosmética o clínica de 10 rea!?". Allí reto-
seré acusado de toxicómano lndeClso, SIno de ser -conJuntamen
mábamos las referencias del informe en la AMP e intentábamos
te con mis amigos- un verdadero toxicólnano. Lueg.o del flash,
advertir -tal corno habíamos sido advertidos- de los vertigino-
el silencio. Pero a diferencia de aquel10s que se dedIcan al con-
sos cambios impulsados por las tecnociencias y sus efectos
SUTI10de drogas, después de ese momento de plenitud, se relns-
sobre la subjetividad. El animado debate me impulsó a respon-
tauró un tienlpo de comprender -ya que, verdaderamente, en
der al libro de Kranler con un artículo -"La interpretación de la
esa cita de Eric Laurent se trata de otra cosa. droga" - que ha sido publicado en nuestra revista Pharmako1l53
La invitación a consultar a los psicoanalistas del GRETA y del
TYA se halla enmarcada -a partir de la referencia al Prozac d~ 51 LAURENT, Eric: (Agregado de octubre de 1999) "Conferencia", en Del
Kramer- por una frase que indica una orientación: ir "nl.ás aBa hacer al decir, Plural, La Paz, 1998.
de las contribuciones realizadas en el calnpo de las tOXIcoma- 52 Viejo caballito de batalla de interminables discusiones sobre el lugar
nías" .. CÓITlOentender este TIlaSallá? . _ del psicoanalista en los hospitales, por ejemplo.
Pri~ero, una cita que indica reconocimiento, lueg~ una lI1Vlta- 53 El texto -con algunos agregados- puede proseguirse en este mismo
ción a ir lnás allá del campo específico con el que hablamos alam- texto: "Felicidad química o responsabilidad subjetiva"_
70 ERNESTO S. SlNATRA
¿TODO SOBRE LAS DROGAS? 71
conjuntamente con las ponencias que dieron lugar a dicho
la substancia en juego -llámese ésta alcoholo droga-o La varia-
punto candente.
ción -que puede parecer insignificante- incluye una generaliza-
Más de un año después de aquel informe quiero volver sobre
ción. que desdibuja la diferenciación entre el denominado alco-
él para extraer algunas consecuertcias más de la referencia al
hólico y el toxicómano.
TYAy al GRETA.
Hasta ahora parecía claro que el alcohol patrocinaba el casa-
Eric Laurent mencionaba el emplazamiento de !:1LL",a nueva Y
miento con el falo, y la droga su ruptura. Pero ahora, entonces,
apasionante casuística. A partir del empleo <teI - Pro~como
¿dónde ha quedado el valor de la fórmula que --en la referencia
panacea de la última gen~raci6n54, nos enconirarnos-c6n ~~-;»
de Lacan- permite a la droga la ruptura con el falo, respecto de
dro$!, muy especial: no e~una dro.gap...r0hibicl~3.~ ()bJjel}!,~
-::u~~ simple receta -y.es Ero~<?cionada J~~! ~}:LyaloLde __ Qlo~fica-
su valor diferencial de aquella otra fórmula -freudiana-
indica que el alcohólico ha consumado sus bodas con el falo por
que
ci6n- dé la persoflalidad. Promete- reparar -corn~ decía trie
medio de la botella? ..
Laurent- lo que cada sujeto considere una injusticia de la natu-
Esta modificación en los hábitos de consumo que se ha veni-
raleza ... incluso tiene una capacidad más increíble aún: ella -el
do acentuando en los últimos tiempos, quizás indique que el
Prozac- se halla favorecida por su capacidad de dicción, al
avance del discurso capitalista ha sido tal que debernos reconsi-
menos le habla a Peter Kramer, quien no solo la escucha, sino
derar nuestras formulaciones.
que vende no solo la droga sino que ha convertido -además- el
Un analizante hablaba de los vicios paralelos, indicando muy
libro Escuchando al Prozac en un nuevo bestseller del consumismo.
prec;:isamente el empleo altemativo que realizaba de diversas
La particularidad del discurso capitalista, tal corno fuera señala-
substancias tóxicas, según la ocasión. Cerveza + cocaína, por
da por Jacques Lacan adquiere toda su relevancia: los gadgets
ejemplo, es ya un cóctel "clásico" para muchos consumidores.
pueden hacer que casi todo sea posible.
.• Cada vez más las personas combinan droga y alcohol para
potenciar -o regular-los efectos de su ingesta. Cada vez quedan
8.3. De la operación toxicómana a la función del tóxico
menos toxicómanos puros o .alcohólicos puros: el poder univer-
salizante de la ciencia y el de la alta tecnología también ha inci- f I
Por ello, en nuestro seminario de este año55, me vi llevado a
dido en los modos de consumo. No solo predomina el vale para' I
revisar una conceptualización que había esbozado en nuestro
todos, sino incluso -y tal como es recreado por un tema musical
primer añoS6. Allí hablaba de función toxicómana para referirme
de actualidad, todo vale.
a la relación singular que un sujeto mantiene con la droga de su
elección. Pretendía de ese modo no reproducir en la teorización
8.4. El alcohólico y su nostalgia por el padre:
la operación que ya ha sido realizada por el consumidor: es
¿ una especie en extinción?
decir, dar consistencia con la substancia al goce que obtiene en
su cuerpo, tal es la operación toxicómana -que en este año ha
Más allá de las toxicomanías pero también más allá del alco-
sido precisamente elucidada por Mauricio Tarrab57.
holismo, las personas emplean hoy las substancias -drogas
Allí hube de referirme a una función del tóxico en la econo-
diversas y alcohol- de un modo cada vez más indiscriminado. A
mía de goce de un sujeto, con ella se invita a precisar el valor de
modo de anticipación, tal vez el alcohólico "verdadero". desapa-
rezca, se transformará quizás en una especie casi en extinción.
54 En verdad, la última generación corresponde hoy al Viagra. Solo la nostalgia del bebedor recordará tal vez su efusivo matri-
55 Es decir, 1995.
56 TYA: 10 Seminario de 1992.
monio con la botella. Quizás así quede establecida la frecuente
nostalgia del padre que presenta el alcohólico, siempre preocu-
57 "La operación toxicómana: la sübstancia, el cuerpo y el goce toxico-
maníaco", en Más allá de las drogas -Estudios psicoanalíticos-, op. cit., pado por problemas de amor, por fracasos en sostener el amor
págs. 81/94. (sobre todo en torno de una mujer).
Padre y alcohol se llevan bien, aunque se peleen por su in ter-
72 ERNESTO S. SINATIlA

medio padres e hijos, hombres con mujeres: y por mujeres, hom- > . Paradojas del consumo:
-
'1

., '
bres entre sí. . h . ,
tontos, cínicos y canallas60
La declinación de la imago paterna arrastra al alco óhco, en
su nostálgica llamada al amor del padre. Tom~mos por caso los *'
grupOS de alcohólicos anónimos58, los que aun se reclutan en
nombre del padre, aunque borren su nombre en el anonln,ato
que el grupo propone. . ." .
DeCÍamosmás arriba que. al referIrnos a la funCión del tÓXICO
nos rehusamos a llamar a los consumid~res por u~ ~ombre
generalizado de goce (drogadictos/ alcohóhcos), colect1V"zán~o-
los según las categorías del mercado, pues se obturarIa aSI el 1. Modernidad, ciencia y segregación6!
goce singular que éstos obtienen con la substancIa; agreguemos
ahora que esta función -aplicable a cada parlétre- enfatiza que la En 1929, Sigmund Freud intentaba responder a un interro-
responsabilidad del sujeto no puede ser transferIda al Otro. es gante: el por qué de la guerra, el por qué de la satisfacción de las
multitudes que en eIla se alistaban62
decir, al mercad059
Era exactamente una década después de finalizada la prime-
ra confrontación bélica internacional, pero además una década
, precediendo a la segunda.
Su trabajo se I1amó "El malestar en la civilización" y corres-
pondiendo con su título, las respuestas que allí hubo encontra-
do, no Jo conformaron. Es verdad que -como él deCÍa- nada
nuevo había allí descubierto, pero también es verdad que verda-
des muy simples aggiomaban la cuestión de la naturaleza huma-
na, aplicadas a las multitudes. .
Pero sus precisiones tienen hoy actualidad. Al aplicar a las
masas la constatación de la pulsión de muerte en tanto pertene-
ciente a la esencia misma del ser humano su pesirnismo se in cre-
mentó~ necesariamente.
"El plan de la creación no incluye que el hombre sea feliz".
Este admirable aserto lo llevará a concluir que no hay felicidad,
sino satisfacción, y que el "sentido de la vida" -:-piedra angular
de reflexiones seculares de .religiosos y filósofos- encuentra su
consistencia en la evitación del sufrimiento~ más que en la bús-
queda de placer.

60 Sinatra, Ernesto: La racionalidad del psicoanálisis, Cap. 10, op_ cit.


Este primer apartado proviene del texto "Paradojas del consumo"
". 61
publicado en un compilado sobre las drogas de SEAMOS; La Paz,
58 Llamados a veces, de un modo paradójico, de "autoayuda". . Bolivia1996.
Párrafo agregado correspondiente a ".Dos hipótesis sobre las 62 FREUD, Sigmund: "El malestar en la civilización", Obras Compleja,
,
59 tOXICO-
manías"; Rev. Mediodic110, Córdoba, 2005. BibliotecaNueva, Madrid, 1989, pág. 3046.

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