Professional Documents
Culture Documents
I
ERNESTO S. SINATRA
¿TODO SOBRE ..
I¡
,¡
1
:
. LAS DROGAS?
,, - ,
"~ '
r
'. -
{,
-1. :.
" -
¡,
','
Al .
. {
,
..
f,_ ,
;
Serie Tri
I
,
'.''l:.....
" '
.1~~~I.~g:~m~.
Buenos Aires~2010
I
MARTIN CARLOS T.ERUEL
LICENCIADO EN PSICOLOGII\.
M.P.335
'Índice
Introducción ,1 13
@ GRAMAediciones, 2019.
Fondo de la Legua 2476, EdiL 3, Oto. 40
PRIMERA PARTE:
(1640) Martínez, Pcia. de Buenos Aires.
LA TOXICOMANiA GENERALIZADA
Te!':4743-8766 • grama@gramaediciones.com.ar
http://www.gramaediciones.com.ar
La nerviosidad modema: los hombres pasivos
y las nuevas patronas I 17 '
@ Ernesto Sinatra 1. La feminización del mundo I 17
2. Los reproches mundanos entre hombres y mujeres I 21
Sinatra, Emesto S. 3. El tiempo de las nuevas patronas I 25
Todo sobre las drogas? - la ed. - Buenos Aires: Grama 4. Variantes actuales de la desproporción sexual I 28
Ediciones, 2010. 5. Es tiempo de nuevas definiciones de hombre
172 p. ; 21x14 cm.
y de mujer I 30
ISBN 978-987-1649-09-9 6. La responsabilidad "biogenética" de lo heteros I 32
8.1. Estado, sociedad, psicoanálisis 1 67 5. Del nombre de la droga a la función del tóxico 1 103
8.2. Psicofarmacología cosmética o clínica de lo real 1 69 6. Las fórmulas de la droga 1 105
8.3. De la operación toxicómana a la función 6.1. El concepto de función establece la relación
del tóxico I 70 de dependencia entre variables: y ~ f (x) I 105
8.4. El alcohólico y su nostalgia por el padre: 6.2. Por el psicoanálisis la droga entra en relación
¿una especie en extinción? 1 71 de dependencia con una función: d ~ f ( t ) I 106
6.3. De la certeza de la droga a la indeterminación
Paradojas del consumo: tontos, cínicos y canallas .172 del sujeto: d ~ £ ($) I 106
1. Modernidad, ciencia y segregación 1 73 6.4. El objeto de la tecnología "droga"ha usurpado
2. La generación del consumo 1 76 en la modernidad el lugar del sujeto: ~ 1 106
3. El cinismo, substancia del goce 1 80 $
3.1. Diógenes, el cínico, incomoda al amo antiguo I 80 6.5. La droga al ser sustituida por la función del tóxico
sitúa la función del falo: £ ($) _ <l>x I 107
3.2. Diógenes es cínic,#respecto del goce,
6.6. Al despejarse la droga el fantasma toma su lugar
pero es histérico desde el deseo 1 80
4. Las enfermedades del consumo 1 82 en el discurso analítico: fÍ ~ £ ($) - ($Oa)....." a _ $ 1 107
<l>x
4.1. La paradoja del tonto se acerca al obsesivo 1 82
4.2. El cinismo se aproxima a la histeria 1 82
El empuje al olvido: tres nombres del goce I 109
La histérica ama 1 82
l. Don Juan: un nombre transitorio de goce 1 110
El núcleo histérico del cinismo 1 83
2. Don Juan JI o las banderas del kamizake I 112
La posición cínica en la histeria 1 83
2.1. El goce de las mujeres I 114
4.3. La voluntad de goce que anima al perverso
2.2. La voz del amo I 117
suele conducirlo a la canallada 1 84
2.3. El amo del juego 1 120
4.4. La canallada más peligrosa: aquella que se
3. Las mutaciones de un Gulliver moderno
sostiene en el cinismo (¿políticos?) 1 85
e1l el pa(s del olvido 1 122
S. El goce toxicómano I 87
3.1. La substancia del consumo 1 122
6. Posición cínica vs. saldo cínico I 89
3.2. El" olvido", síntoma. de la entrada I 123
3.3 Un predicador del bien común 1 123
SEGUNDA PARTE:
3.4. No pensar en nada para que nada suceda 1 124
LA FUNCIÓN DEL TÓXICO
3.5. El fantasma del hombre del cuchíllo I 124
3.6. La locura de un padre mutante 1 125
3.7. El hombre del cementerio 1 125
La nominación, la función del tóxico y las fórmulas
3.8. Los nombres de la droga I 125
de las drogas I 93
10 El problflIa de la lIo11:illaciólI.. 1 93
Ritos toxicómanos: sexuación y semblantes 129
1. Contra la ontologla metaÍlslca: el nombrar 1
TERCERA PARTE
LA SOLEDAD GLOBALIZADA
En medio de la banalidad de las discusiones actuales sobre
las drogas, que no alcanzan a constituirse en un debate, en
La soledad globa1izada y los teleadictos I 143 medio de la mediocridad generalizada, de la repetición intermi-
1. La soledad globalizada 1 143 . . nable y el aburri~iento, en medio de los disparates cientificistas,
2. La televisión es omnivoyeur y sus hijos teleadlctos 1 148 Ernesto Sinatra nos ofrece en esta continuación de su. trabajo una
versión renovada de la orientación-lacaniana, en el fangoso tema
El amor tóxico: ¿cómo amamos hoy? I 156 de las toxicomanías." Quienes lo conocemos sabemos que sus
1. El amor pánico I 156 intereses y su práctica no es ntoda" sobre las drogas, como él
2. El amor químico se cotiza en el mercado I 159 mismo titula este libro con un humor que por cierto no le falta.
2.1. Lo efímero de la pasión y su tratamiento 1161 Sinatra no es un especialista en drogas, ni lo quiere ser. Desde
2.2. La industria de la economía del comportamIento que lo conozco, y no hace solo unos pocos días, supo captar que
nos hará inhalar confiánza I 161 la práctica del psicoanálisis debía salpicarse del barro de este
2.3. La química del amor femenino I 162 tema si quería estar a tono con la época, cuando muchos en nues-
3. El amor tóxico I 164 tro medio psicoanalítico de entonces, casi todos, hay que decir la
3.1. Las drogas entre hombres y mujeres 1 164 verdad, sostenían que el toxicómano era inanalizable.
3.2. Los psicoadictos no aman el inconsciente I 164 Las tesis centrales que sostienen este libro: la toxicomanía gene-
3.3. Una paradoja: el goce femenino ralizada, la función del tóxico y la soledad global izada, inciden allí
y las toxicomanías I 165 donde se cruzan el psicoanálisis y la hipermodemidad, y son
3.4. Las nuevas drogas: más allá del amor I 166 parte de los aportes singulares. de Emesto Sinatra a una elabora-
4. Adicciones sólidas, identificaciones líquidas 1 167 ción colectiva que se mantiene vigente desde hace 20 años en
4.1. El empuje a lo efímero comanda una red internacional, la Red TYA del Campo freudiano
las identificaciones I 167 (Toxicomanía y Alcoholismo).
4.2. Los consejeros expertos (o la renegación de lo Es un logro de esa elaboración colectiva, que sus desarrollos,
perecedero) 1 167 . . entre los que se destacan los que Ernesto Sinatra presenta en este
4.3. Las conexiones en red: nuevos tipo de relaCIOnes I 169 libro, han pasado progresivamente a ser utilizados usualmente
4.4. Los nuevos adictos: los consumidores, como referencias conceptuales para orientar las prácticas y com-
consumidos 1 170 prender las problemáticas en juego; y constituyen la diferencia
que inscribe la orientación lacaniana en este tema complejo.
Leyendo este libro he pensado que el término que puede ser
54 ERNESTOS. SINATRA
"El éxito del Prozac nos dice que hoy el capitalismo de alta
tecnología valora un temperamento muy diferente. Confianza,
del hombre ... ya que se presentan en animales inferiores en res- "...los efectos de herencia y de) trauma -riesgo y estrés- sobre una
puesta.3 un simple traUlna ..." (pág. 332). ~! r,
diversidad de funciones neuropsicológicas codificadas en la neu-
roanatonúa y los estados de los neurotransmisores" (pág. 327).
A continuación, él se interroga respecto de la "verdadera" '~ "',
condición humana. Inclusive llega a preguntarse si la ang"stia 1 Al par que precisa el fracaso de la estrategia diagnóstica de la
psiquiatría descriptiva con Kraepelin, Kramer se desliza subrepti-
existencial del 'extran¡"erode Camus, el ensimismanliento del , I
7. Claves del cambio de siglo Del amor al inconsciente freudiano, asistimos al cierre del
inconsciente, en una época dond_e se hace cada vez más eviden-
Comprobamos el modo por el que el empuje a la toxicomanía te que no existe el Otro de las garantías universales de las que los
generalizada -3 la que localizamos como caracterizando a nuestra Dioses resguardaban el semblante, y cada vez menos el Otro de
actualidad- encuentra su complemento ideal en el empuje al olvi- las garantías nacionales, de las que el "Estado protector" consti-
do generalizado; a partir de estos desarrollos podemos señalar tuía el semblante.
una diferencia entre el final de siglo pasado "freudiano" y el En su lugar asistimos a las respuestas cínico-canallas de esta-
yc~~'r-JLlacanian(/'.Ya "que, por ejemplo, nctes elIñISñíü olvido el dos y manipuladores del mercado, en su intento de desposeer a
que se.li". puesto en función en ambas épocas: de las grandes los sUjetos de sus coordenadas histórico-políticas: del goce de la
amnesias histéricas de fin de siglo pasado a la historicidad auto- d~struccióll:a ~a toxicomallza generalizada, al empuje al olvido. O,
recusada de los toxicómanos de este final de siglo, hay un abismo. dIcho en termmos de la cosmética del mercado: de las "campa-
Por ello es necesario interrogarnos por qué acompañan hayal ñas agresivas", al "consumo masivo", a la "libertad creativa de
olvido substancias tóxicas introducidas para obtener un corto- los individuos".
circuito de goce en el propio cuerpo (con un riesgo a menudo Como bien sabemos, no se trata aquí de un simple cambio de
mortal para los usuariost en lugar de aquellas conversiones términos, sino de los efectos producidos en la captación por el
freudianas que ofrecían secretamente las huellas corporales del merc~do del plus de gozar, para su instrumentación según sus
olvido; conversiones que, a pesar de s~ compleja trama de com- propias leye~.Aquellas que se visten de lo que sea el caso, para
binaciones significantes, indicaban siempre historias de amor hacernos olVIdar -o recordar, si mejor conviene- que, de todos
con frecuencia no correspondidas, y que resultaban -finalrnen- modos, "serás un (hermoso) cadáver".
te- dóciles a la interpretación. Entre tontos, cínicos y canallas, el nuevo milenio flota entre el
De los amores secretos prohibidos de la moral victoriana -en goce voraz del pragmatismo consumista del mercado y la ame-
la que los síntomas eran dirigidos al Otro para su desciframiento- naza constante del retorno de los "dioses oscuros", mientras el
nos hemos deslizado al goce cínico de los procesos de "segrega- olvido generalizado deposita su impronta en una. clínica del con-
ciones renovadas" en la época de la "toxicomanía generalizada". sumo.
Ya que --como veíamos- no solo existen las drogas prohibidas
para adormecer o exaltar de un modo artificial, sino que el con-
sumo ofrece variantes innúmeras para intoxicar a los individuos. 8. Anexo
Por ejemplo, las ofertas de innúmeros gadgets que explotan la
función de la mirada para hacer gozar a los individuos del goce Más allá de las foxicomanías49
contemplativo, hasta prótesis farmacológicas que prometen -una
vez más- una felicidad química universal a cambio de una dócil 8.1. Estado, Sociedad, Psicoanálisis
(y tonta) resignación frente al aplastamiento del deseo singular.
Por ello, entre las drogas existe otra diferencia. Mientras las Quizás se espere de esta dausuraso un final ceremonioso -es
drogas ilegales parecen ser el recurso desesperado para algunas decir, formal y aburrido-o Espero decepcionar a quienes piensan
personas confrontadas con la inexistencia del Otro, las drogas
legales, "milagrosas", son el recurso con el que los amos moder- Psicoanálisis redactado por Eric Laurent: "Estado, sociedad y psico-
nos intentan restablecer cínicamente al Otro por un sesgo quí- análisis", en la revista Uno por Uno 40, op. ót.
mico para reparar "científicamente" las "injusticias" subjetivas 49 SILLITIl, D.; SINATRA, E; TARRAB: Más allá de las drogas -Estudios psico-
de género, raza, condición socioeconómica o cred048. analíticos-, op. cit., págs. 157{ 162.
50 Se retoman consideraciones expuestas en la Clausura de las IV jor-
48 Ver al respecto el primer informe de la Asociación Mundial de nadas nacionalesdel TYA(1995).
68 ERNESTO S. SINATnA ¿TODO SOBRE LAS DnOGAS?
de ese modo al {nenas en el inicio, pues comenzaré con 'una con- brado nuestro accionar. Sea como fuere su interpretación, se des-
fesión perso~al que -además- involucra a mi.s amig~s del ~ry~. ploma el goce con el que nuestras imágenes se habían recubierto.
y si este proceder les pareciere poco, ell?s -mIS pr0'p1,OSanl1gos- I-Iabía que respbnder a ese más allá de las toxicomanías y en
ni siquiera saben cuál será la substancIa que eleglr~ en la OC~- el texto mismo, en su apertura estaba la respuesta: Jacques Lacan
sión. Antes de ser acusado no solo de toxicóman<:,' SITIO adem~s es citado por Eric Laurent por medio de una interrogación pre-
de toxicómano indeciso, haré uso de la substanCia del len?ua]e cisa. Se trata de saber si los psicoanalistas estamos o no a la altu-
para prec1sar lni confesión ante ustedes y extraer, a continua- ra de responder a la angustia de nuestro tiempo.
ción algunas consecuencias. Se desprende de ello: los psicoanalistas (es decir el psicoanáli-
Én París, el 14 de julio de 1994, escuchábamos atentamente el sis en extensión) han de estar más allá de las toxicomanías. Desde
primer informe presentado por Er~c Laurent el? .la ~samb]e~ un punto de vista: por tratar a los sujetos que consumen drogas,
General de la AMP, mientras pasaba !Ista a las modIÍlcaoones pro y tratarlos más allá de la anamnesis psicofarmacológica del DSM,
ducidas en el cuerpo por los dispositivos tecnológicos ac~ales. ofreciéndoles el dispositivo analítico para que apuesten en él.
Con mis amigos Mauricio Tarrab y Daniel Sillitti -allí y aqu~- pre- Pero además por la eficacia que se espera de los analistas en res-
sentes, esperábamos la mención de La~rent ~ .las toxlcomanlas por ponder a la apuesta del discurso analítico: ir más allá de los sem-
su conexión necesaria con aquellos dISPOSitIVOScorporales. EI~o blantes ofrecidos por los representantes del discurso que consti-
ocurrió. Pero a continuación, nuestra sorpresa: una referenCia tuye su envés, el del amo modemo, significa no dejarse intimidar
explícita al TYA, luego de la mención al GRETA. Esta última, por por sus semblantes institucionales. La cuestión -subrayada
cierto no nos sorprendió, dado que nuestros colegas francese.s han recientemente por Eric Laurenpl- consiste en buscar el modo
sido el grupo de trabajo señero en el tratamiento desde l~ onenta- para los psicoanalistas de incidir en las políticas (a menudo repre-
ción lacaniana de estos fenómenos-o Incluso nuestro amIgo Hugo sivas) del Estado para humanizar sus contenidos, para hacerlas
Freda, en el cierre de. las Jornadas del Instituto del Campo más aptas para respetar la subjetividad en tanto particularidad de
Freudiano, hizo referencia a esta cita de Eric Laurent. goce. En esa dirección 1).9 puede pensarse una incompatibilidad
Pero para nosotros, ¿qué había sucedido? Hay veces que el entre ~l pSic<?análisis y-las instituciones asistenciii1es~2:-- -
deseo de reconocimiento parece a punto de realIzarse, y c~and?
,---'- -.
esto sucede se actu~liza una de las pasiones humanas mas as~- 8.2. Psicojarmacologta cosmética o cltnica de lo real
duamente frecuentadas: el goce ~e la propia imagen. N,?, podn~ Pocos meses más tarde, en el espacio de la EOL, Puntos
negar que una sensación de plenitud, caSI un est~do de extaslS
Candentes, impulsamos un debate que llevó por título
pareció tomar cuerpo -al me~os- ~n mí: Deduzco que ~quí ya n~ ¿Psicofarmacología cosmética o clínica de 10 rea!?". Allí reto-
seré acusado de toxicómano lndeClso, SIno de ser -conJuntamen
mábamos las referencias del informe en la AMP e intentábamos
te con mis amigos- un verdadero toxicólnano. Lueg.o del flash,
advertir -tal corno habíamos sido advertidos- de los vertigino-
el silencio. Pero a diferencia de aquel10s que se dedIcan al con-
sos cambios impulsados por las tecnociencias y sus efectos
SUTI10de drogas, después de ese momento de plenitud, se relns-
sobre la subjetividad. El animado debate me impulsó a respon-
tauró un tienlpo de comprender -ya que, verdaderamente, en
der al libro de Kranler con un artículo -"La interpretación de la
esa cita de Eric Laurent se trata de otra cosa. droga" - que ha sido publicado en nuestra revista Pharmako1l53
La invitación a consultar a los psicoanalistas del GRETA y del
TYA se halla enmarcada -a partir de la referencia al Prozac d~ 51 LAURENT, Eric: (Agregado de octubre de 1999) "Conferencia", en Del
Kramer- por una frase que indica una orientación: ir "nl.ás aBa hacer al decir, Plural, La Paz, 1998.
de las contribuciones realizadas en el calnpo de las tOXIcoma- 52 Viejo caballito de batalla de interminables discusiones sobre el lugar
nías" .. CÓITlOentender este TIlaSallá? . _ del psicoanalista en los hospitales, por ejemplo.
Pri~ero, una cita que indica reconocimiento, lueg~ una lI1Vlta- 53 El texto -con algunos agregados- puede proseguirse en este mismo
ción a ir lnás allá del campo específico con el que hablamos alam- texto: "Felicidad química o responsabilidad subjetiva"_
70 ERNESTO S. SlNATRA
¿TODO SOBRE LAS DROGAS? 71
conjuntamente con las ponencias que dieron lugar a dicho
la substancia en juego -llámese ésta alcoholo droga-o La varia-
punto candente.
ción -que puede parecer insignificante- incluye una generaliza-
Más de un año después de aquel informe quiero volver sobre
ción. que desdibuja la diferenciación entre el denominado alco-
él para extraer algunas consecuertcias más de la referencia al
hólico y el toxicómano.
TYAy al GRETA.
Hasta ahora parecía claro que el alcohol patrocinaba el casa-
Eric Laurent mencionaba el emplazamiento de !:1LL",a nueva Y
miento con el falo, y la droga su ruptura. Pero ahora, entonces,
apasionante casuística. A partir del empleo <teI - Pro~como
¿dónde ha quedado el valor de la fórmula que --en la referencia
panacea de la última gen~raci6n54, nos enconirarnos-c6n ~~-;»
de Lacan- permite a la droga la ruptura con el falo, respecto de
dro$!, muy especial: no e~una dro.gap...r0hibicl~3.~ ()bJjel}!,~
-::u~~ simple receta -y.es Ero~<?cionada J~~! ~}:LyaloLde __ Qlo~fica-
su valor diferencial de aquella otra fórmula -freudiana-
indica que el alcohólico ha consumado sus bodas con el falo por
que
ci6n- dé la persoflalidad. Promete- reparar -corn~ decía trie
medio de la botella? ..
Laurent- lo que cada sujeto considere una injusticia de la natu-
Esta modificación en los hábitos de consumo que se ha veni-
raleza ... incluso tiene una capacidad más increíble aún: ella -el
do acentuando en los últimos tiempos, quizás indique que el
Prozac- se halla favorecida por su capacidad de dicción, al
avance del discurso capitalista ha sido tal que debernos reconsi-
menos le habla a Peter Kramer, quien no solo la escucha, sino
derar nuestras formulaciones.
que vende no solo la droga sino que ha convertido -además- el
Un analizante hablaba de los vicios paralelos, indicando muy
libro Escuchando al Prozac en un nuevo bestseller del consumismo.
prec;:isamente el empleo altemativo que realizaba de diversas
La particularidad del discurso capitalista, tal corno fuera señala-
substancias tóxicas, según la ocasión. Cerveza + cocaína, por
da por Jacques Lacan adquiere toda su relevancia: los gadgets
ejemplo, es ya un cóctel "clásico" para muchos consumidores.
pueden hacer que casi todo sea posible.
.• Cada vez más las personas combinan droga y alcohol para
potenciar -o regular-los efectos de su ingesta. Cada vez quedan
8.3. De la operación toxicómana a la función del tóxico
menos toxicómanos puros o .alcohólicos puros: el poder univer-
salizante de la ciencia y el de la alta tecnología también ha inci- f I
Por ello, en nuestro seminario de este año55, me vi llevado a
dido en los modos de consumo. No solo predomina el vale para' I
revisar una conceptualización que había esbozado en nuestro
todos, sino incluso -y tal como es recreado por un tema musical
primer añoS6. Allí hablaba de función toxicómana para referirme
de actualidad, todo vale.
a la relación singular que un sujeto mantiene con la droga de su
elección. Pretendía de ese modo no reproducir en la teorización
8.4. El alcohólico y su nostalgia por el padre:
la operación que ya ha sido realizada por el consumidor: es
¿ una especie en extinción?
decir, dar consistencia con la substancia al goce que obtiene en
su cuerpo, tal es la operación toxicómana -que en este año ha
Más allá de las toxicomanías pero también más allá del alco-
sido precisamente elucidada por Mauricio Tarrab57.
holismo, las personas emplean hoy las substancias -drogas
Allí hube de referirme a una función del tóxico en la econo-
diversas y alcohol- de un modo cada vez más indiscriminado. A
mía de goce de un sujeto, con ella se invita a precisar el valor de
modo de anticipación, tal vez el alcohólico "verdadero". desapa-
rezca, se transformará quizás en una especie casi en extinción.
54 En verdad, la última generación corresponde hoy al Viagra. Solo la nostalgia del bebedor recordará tal vez su efusivo matri-
55 Es decir, 1995.
56 TYA: 10 Seminario de 1992.
monio con la botella. Quizás así quede establecida la frecuente
nostalgia del padre que presenta el alcohólico, siempre preocu-
57 "La operación toxicómana: la sübstancia, el cuerpo y el goce toxico-
maníaco", en Más allá de las drogas -Estudios psicoanalíticos-, op. cit., pado por problemas de amor, por fracasos en sostener el amor
págs. 81/94. (sobre todo en torno de una mujer).
Padre y alcohol se llevan bien, aunque se peleen por su in ter-
72 ERNESTO S. SINATIlA
medio padres e hijos, hombres con mujeres: y por mujeres, hom- > . Paradojas del consumo:
-
'1
., '
bres entre sí. . h . ,
tontos, cínicos y canallas60
La declinación de la imago paterna arrastra al alco óhco, en
su nostálgica llamada al amor del padre. Tom~mos por caso los *'
grupOS de alcohólicos anónimos58, los que aun se reclutan en
nombre del padre, aunque borren su nombre en el anonln,ato
que el grupo propone. . ." .
DeCÍamosmás arriba que. al referIrnos a la funCión del tÓXICO
nos rehusamos a llamar a los consumid~res por u~ ~ombre
generalizado de goce (drogadictos/ alcohóhcos), colect1V"zán~o-
los según las categorías del mercado, pues se obturarIa aSI el 1. Modernidad, ciencia y segregación6!
goce singular que éstos obtienen con la substancIa; agreguemos
ahora que esta función -aplicable a cada parlétre- enfatiza que la En 1929, Sigmund Freud intentaba responder a un interro-
responsabilidad del sujeto no puede ser transferIda al Otro. es gante: el por qué de la guerra, el por qué de la satisfacción de las
multitudes que en eIla se alistaban62
decir, al mercad059
Era exactamente una década después de finalizada la prime-
ra confrontación bélica internacional, pero además una década
, precediendo a la segunda.
Su trabajo se I1amó "El malestar en la civilización" y corres-
pondiendo con su título, las respuestas que allí hubo encontra-
do, no Jo conformaron. Es verdad que -como él deCÍa- nada
nuevo había allí descubierto, pero también es verdad que verda-
des muy simples aggiomaban la cuestión de la naturaleza huma-
na, aplicadas a las multitudes. .
Pero sus precisiones tienen hoy actualidad. Al aplicar a las
masas la constatación de la pulsión de muerte en tanto pertene-
ciente a la esencia misma del ser humano su pesirnismo se in cre-
mentó~ necesariamente.
"El plan de la creación no incluye que el hombre sea feliz".
Este admirable aserto lo llevará a concluir que no hay felicidad,
sino satisfacción, y que el "sentido de la vida" -:-piedra angular
de reflexiones seculares de .religiosos y filósofos- encuentra su
consistencia en la evitación del sufrimiento~ más que en la bús-
queda de placer.