Los motores de anillos rozantes no están en situación de riesgo térmico, incluso con arranques repetitivos. Las pérdidas por calor en el arranque se transmiten a las resistencias de arranque situadas fuera del motor. En general, es más fácil proteger los motores autoventilados de anillos rozantes que los motores normales de jaula de ardilla, debido a que no poseen desplazamiento de corriente y no han de trabajar con deslizamiento incrementado durante periodos de tiempo más largos. Existen materiales de aislamiento sensibles a la temperatura no sólo en el estator de los motores de anillos rozantes, sino también en su rotor. Por esta razón, el tiempo de disparo viene determinado por las partes térmicamente críticas. Los intervalos permisibles de bloqueo y arranque se especifican por el fabricante del motor. Si el grado de inercia se ajusta adecuadamente, los protectores de motores actuales también protegen a las resistencias de arranque contra una sobrecarga térmica. Debido a la frecuencia profunda (frecuencia de deslizamiento), no es fácil establecer los valores adecuados de corriente en el circuito del rotor. La corriente del rotor es, aproximadamente, proporcional a la corriente del estator medida por el protector del motor. Por lo tanto, se puede lograr su protección, incluso cuando la energía se reenvía del rotor a la red, para la cascada de conversión estática sub-síncrona de bajas velocidades. La condición previa es que se garantice la refrigeración, p. ej. utilizando ventilación forzada. 6.6.5.6 Motores multi - velocidades Los motores multi-velicidades se implementan con bobinados seccionales, o bien conmutando secciones del bobinado, como la conexión Dahlander. Estas secciones del bobinado están situadas en el mismo emplazamiento y, por ello, su acoplamiento térmico es muy próximo o, incluso, idéntico. Por esta razón, el bobinado de una etapa también calienta los de las otras durante el funcionamiento continuo. Después de un periodo de funcionamiento más largo, ambos llegarán a tener la misma temperatura. Es práctica común el utilizar protectores del motor por separado para cada velocidad. Sin embargo, este método posee la desventaja de que el segundo dispositivo protector no mide las condiciones térmicas de funcionamiento de la etapa anterior durante la conmutación de una etapa de velocidad a la otra. Éste necesita un cierto tiempo para calentarse suficientemente y, de este modo, proporcionar al motor la adecuada protección contra sobrecargas. Es posible disponer de una proyección precisa de la temperatura y, por lo tanto, de una protección segura si el dispositivo protector ofrece dos ajustes de corriente diferentes y mide las corrientes de ambas etapas del motor.