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Actualizado a febrero de 2005

Vicepresidencia de la República

ALGUNOS INDICADORES SOBRE LA SITUACIÓN DE LOS DERECHOS


HUMANOS EN EL DEPARTAMENTO DE VALLE DEL CAUCA

El departamento del Valle


tiene unas características que
le otorgan una alta
importancia estratégica para
los actores armados
irregulares. En primer lugar,
tiene una extensa zona que
desemboca sobre el Pacífico
y que comprende al
municipio de Buenaventura,
el principal puerto en esta
región. La dimensión de este
municipio, sus amplias zonas
selváticas y montañosas lo
hacen propicio para la
exportación de drogas y la
importación de armas por
parte de los grupos
irregulares. Por lo anterior,
se ha presentado una
constante disputa por parte
de las FARC y las
autodefensas que tiene como
principal propósito el control
de la costa vallecaucana. Desde el año 2000, el área rural de este municipio
ha sido el centro de varias incursiones y acciones contra la población civil,
originado en su mayoría por los grupos de autodefensas. A partir de 2003 la
disputa entre el frente Calima de las autodefensas y el frente 30 de las FARC
se ha concentrado en los corregimientos de San Isidro y Bajo Calima.

En segundo lugar, existen amplios recursos económicos derivados de la


actividad agroindustrial (principalmente de la caña de azúcar) e industrial,
que brindan un espacio propicio para actividades de extorsión por parte
tanto de los grupos subversivos como de las autodefensas. Así mismo, la
topografía de algunas zonas del departamento ofrece un terreno apropiado
para el desarrollo de la confrontación armada, con zonas planas rodeadas de
áreas montañosas que permiten a los grupos irregulares atacar y replegarse
de manera más o menos rápida. En Cali, al ser una ciudad que colinda en
los Farallones con zonas selváticas, los grupos subversivos encuentran
facilidades para su movilidad. Tulúa comprende dentro su jurisdicción a los
páramos de Barragán y Santa Lucía, conectados naturalmente con el sur del

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Tolima. En el sur del Valle se encuentra el municipio de Florida, vinculado


con el Páramo de Las Tinajas, de fácil acceso desde el Cauca.

Por otra parte, la hidrografía del Valle proporciona corredores naturales que
conectan el norte con el sur, así como el Pacífico con el interior del país. El
río con mayor importancia es el Calima, que se une al río San Juan en el
Chocó, permitiendo la conexión de los municipios de Buenaventura y Calima
(Valle) con el Litoral de San Juan (Chocó). Además, se destaca que una
buena cantidad de ríos que desembocan en el Pacífico tienen su nacimiento
en la cordillera occidental. De esta manera, los corredores fluviales son
múltiples, permitiendo una gran movilidad de los grupos armados
irregulares.

Además se debe señalar la existencia en esta zona de laboratorios de


procesamiento de coca y recientemente de áreas de cultivos ilícitos, situadas
en su mayoría en la zona más próxima al Pacífico. Si bien en el Valle no ha
sido particularmente intensa la actividad cocalera, la presencia de una fuerte
mafia asentada desde los años 80, lo han convertido en una zona de disputa
entre los distintos capos y carteles, que han establecido su dominio
principalmente en el norte del departamento, aunque extienden su poderío a
la capital y a municipios como Buga y Tulúa. Estos carteles tienen su centro
de operaciones en el Valle pero su área de influencia incluye los
departamentos de Quindío, Risaralda y Caldas.1

Presencia de los grupos armados ilegales

La presencia de las FARC en la zona se remonta a mediados de los años


setenta, cuando la primera estructura armada se desplegó en la cordillera
central, en los municipios de Tulúa, Buga, Caicedonia, Palmira, Florida y
Pradera, pero se amplió de manera notoria a partir de 1998, teniendo como
protagonista al frente 30, que comenzó a proyectarse a la zona urbana de
Buenaventura y desarrolló algunas acciones en los municipios de la margen
oriental de la cordillera.

Ante la fuerte presencia de las autodefensas registrada en el departamento


del Valle a partir de 1999, las FARC concentraron alrededor de 1.200
hombres y nombraron como responsable militar de la región a uno de sus
cabecillas, “Pablo Catatumbo”. A partir de este momento las FARC hacen
presencia permanente en la cordillera central a través de los frentes 6 en el
sur; Víctor Saavedra, Alonso Cortés, Alirio Torres en el centro; en la
cordillera occidental a través del frente 30, el bloque móvil Arturo Ruíz y el
frente urbano Manuel Cepeda en Cali. Tal vez la decisión estratégica más
importante de la FARC en años recientes, fue la determinación de ingresar al

1
Según estimaciones de la Policía, el cartel del Valle llegó a controlar entre 1997 y 1999, el 60% del
tráfico de drogas en el país, lo que equivaldría a una producción cercana a las 300 toneladas de cocaína
anuales. De acuerdo con las autoridades, el cartel del Norte del Valle se apoderó de las rutas que dejó el
cartel de Cali, desmantelado en 1995. A mediados de 2000 el cartel del Norte del Valle, liderado por
Diego León Montoya, alias “Don Diego”, Luis Fernando Gómez, alias “Rasguño”, Arcángel de Jesús Henao,
alias “El Mocho” y Wilber Alirio Varela, alias “Jabón”, se fraccionó.

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norte del Valle, zona hasta ahora dominada por los brazos armados de los
narcotraficantes de la zona.

El ELN se asentó en el departamento del Valle a partir de 1984 con el frente


Luis Carlos Cárdenas, el cual se estableció en la cordillera occidental,
principalmente en los municipios de Riofrío, El Dovio y Trujillo. Este frente
fue fuertemente golpeado entre 1989 y 1993 por estructuras armadas al
servicio del cartel del norte del Valle, que entraron en una fuerte disputa,
especialmente por la zona del Cañón de Garrapatas. A partir de este duro
golpe, el ELN recompuso su fuerza en la cordillera occidental, de manera
determinante en Cali y su zona periférica. El proceso de asentamiento de
milicias y núcleos rurales dio como resultado la creación del frente urbano
Omaira Montoya y el frente José María Becerra, los cuales alcanzaron su
máxima expresión con la toma masiva de rehenes durante el año 2000 en el
kilómetro 18 de la vía al mar. Sin embargo, a pesar de que logró una
acumulación de fuerzas importantes, con un importante componente urbano
y el fortalecimiento del frente José María Becerra, este grupo no alcanzó a
consolidarse ya que a raíz de los secuestros masivos en la iglesia La María
(1999) y el Km. 18, el Ejército desarrolló amplias operaciones que
mermaron su capacidad bélica.

La presencia de autodefensas en municipios como Trujillo, Riofrío y Restrepo


obligó al ELN a replegarse hacia las ciudades donde se comenzaron a
expandir las Milicias Populares, en los alrededores de Cali, especialmente en
Siloé y Terrón Colorado. Se puede decir que en este momento la presencia
del ELN en el departamento es marginal. Las estructuras urbanas que había
constituido han perdido fortaleza, el frente José María Becerra opera
supeditado a las FARC, al igual que el frente Luis Carlos Cárdenas. Además,
la instalación del Batallón de Alta Montaña en Felidia ha neutralizado de
manera importante el accionar del ELN en la zona. De cierta manera la
Fuerza Pública ha logrado cortar los corredores de movilidad que esos
grupos utilizaban a través de los Farallones de Cali, que les permitían
proyectarse hasta el norte del Cauca.

Las agrupaciones de autodefensa en el Valle del Cauca se presentan de


múltiples maneras. Relacionadas con enfrentamientos entre grupos de
narcotraficantes, operaciones de “limpieza social”, confrontaciones directas
con las guerrillas, estas organizaciones influyen en la definición de poderes
sociales y económicos en este departamento.

Además del bloque Calima que hace su aparición en 1999, en el norte del
Valle se encuentran múltiples estructuras sicariales del narcotráfico,
autónomas y con un poder importante en la zona. Con cerca de 300
hombres, estos grupos han evolucionado en los últimos seis años hacia la
conformación de pequeños ejércitos privados.

Actualmente, las Autodefensas Unidas de Colombia tienen presencia en el


departamento del Valle mediante el bloque conjunto Calima, cuyo
comandante es Diego Murillo Bejarano, alias “Don Berna”. Esta organización
está compuesta por el frente Mártires de Ortega, compuesto por 120

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hombres y con presencia en los municipios de Jamundí en el Valle, Buenos


Aires, Timba, Suárez, Morales y Cajibío en el Cauca; el frente Cacique
Calarcá, con 400 integrantes que tienen su accionar en Tulúa, Buga, San
Pedro, Sevilla, Caicedonia, Bugalagrande, Buenaventura y la vía la mar, así
como en Génova (Quindío); el frente Calima con 280 hombres, con área de
acción en el corregimiento de los Cristales en el municipio de Riofrío, en el
corregimiento de Chicoral en Bugalagrande y los corregimientos de San
Rafael, Santa Lucía, La Marina y Barragán del municipio de Tulúa; y el frente
Pacífico con 100 hombres con presencia en Buenaventura y Dagua.

HOMICIDIOS

Tasa de Homicidios. Comparación


nacional y departamental. 2000-2004

120
100
80
60
40
20
0
2000 2001 2002 2003 2004

Tasa Nacional Tasa Departamental

Fuente: Policía Nacional.


Procesado: Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos
y DIH, Vicepresidencia de la República.

Los homicidios en Valle del Cauca se han mantenido en un nivel elevado y


relativamente constante durante el período analizado, al pasar de 4.257
homicidios registrados en el año 2000 a 4.234 en 2004. En el año 2003 se
registró la mayor disminución en el número de homicidios en el
departamento, cuando se presentaron 3.946. Sin embargo, representó sólo
una leve disminución del 6% respecto de los homicidios acaecidos durante el
año anterior.

Como lo evidencia la gráfica, desde el año 2000, el departamento del Valle


del Cauca ha mantenido una tasa de homicidios por cien mil habitantes que
supera notablemente a la tasa nacional durante todo el período analizado.
De hecho, en todos los años del periodo, la tasa departamental ha sido
superior a la nacional en más de 30 puntos y en el año 2004 la superó en
50,7 puntos porcentuales, al registrarse 95 homicidios por cada cien mil
habitantes en el departamento frente a una tasa nacional de 44,2.

Sin embargo, la tasa departamental presenta una leve tendencia a la baja


hasta el año 2003, sin embargo cambia en el año 2004 cuando volvió a
aumentar en un 6% respecto de la registrada en el año anterior. Así mismo,

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es importante destacar que esta reducción también se presenta a nivel


nacional y de manera mucho más pronunciada desde el año 2002.

Las altas tasas de homicidios que se presentan en el departamento, dan una


idea de los elevados niveles de violencia que afectan a los vallecaucanos. En
el año 2000, cuando se registró la tasa más alta del periodo analizado, los
cinco municipios que presentaron las mayores tasas de homicidio fueron
Jamundí (203,3), Ulloa (187,3), El Águila (172,3), El Cairo (167,6) y
Buenaventura (167,4). En el año 2004, cuando vuelve a aumentar la tasa
departamental, el municipio con la tasa de homicidios más alta fue
Roldanillo (206), que presenta también la tasa más alta de homicidios en el
departamento durante todo el periodo analizado. Le siguen El Dovio con una
tasa de 191, Zarzal (172), Versalles (170) y Jamundí (165).

Sin embargo, en todos los años analizados, Cali ha sido el municipio que ha
concentrado el mayor número absoluto de homicidios, registrando entre el
46% y el 54% del total departamental de homicidios entre 2000 y 2004,
mostrándose una tendencia al alza de esta variable durante el periodo. De
esta manera, en el año 2000 se registraron 1.969 homicidios en Cali (46%
del total departamental), en 2001 la cifra ascendió a 2.033 (48%), en 2002
se registraron 2.024 (48%), en 2003 fueron 2.122 (54%) y en 2004 fueron
perpetrados 2.164 homicidios en la capital departamental (51%). Las altas
cifras de homicidios en Cali se asocian directamente a las disputas y
vendettas que se presentan en la ciudad entre grupos de delincuencia
común y milicias urbanas asociados a organizaciones de narcotraficantes
que mantienen una cruenta pugna por el control del mercado y las rutas de
comercialización de la coca, así como por antiguas rencillas entre sus
miembros.

Buenaventura ha sido el segundo municipio con mayor número de


homicidios durante el periodo analizado, pero, a diferencia de Cali, en este
municipio se evidencia una tendencia a la baja en los homicidios, al
comenzar el período con 440 y finalizarlo con 263 homicidios registrados en
2004. Le sigue Tulúa, municipio que ha mantenido un nivel constante de
homicidios en los años estudiados, al registrar 237 en el año 2000 y 235 en
el 2004. Otros municipios que han concentrado importantes niveles de
homicidios durante el periodo analizado han sido Palmira, Cartago, Buga y
Jamundí.

MASACRES

Las masacres han sido una forma de ejercer la violencia y aterrorizar a la


población utilizada de manera recurrente en el Valle del Cauca, aunque se
evidencia una tendencia decreciente durante el periodo de estudio. En el
departamento se han presentado en promedio más de 13 masacres durante
cada uno de los años analizados, siendo el 2000 el año en que acaeció el
mayor número de masacres (24), seguido por el año 2003, cuando se
registraron 17. No obstante, las masacres más letales se presentaron en el
año 2001, cuando se registró un promedio superior a 6 víctimas por

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masacre y en el resto de los años analizados la letalidad de las masacres


estuvo alrededor de 5 víctimas.

Masacres en Valle del Cauca 2000-2004

140
134
120
100
80 84
65
60 50
40 36
24
20 17
10 7 10
0
2000 2001 2002 2003 2004

Nº casos Nº víctimas

Fuente: Policía Nacional.


Procesado: Observatorio del Programa Presidencial de Derechos
Humanos y DIH, Vicepresidencia de la República.

Durante este período, Cali fue el municipio más afectado por la perpetración
de este tipo de violación, registrándose más de 2 masacres en cada uno de
los años analizados. De hecho, en el año 2000 fueron perpetradas 2
masacres en Cali, en 2001 y 2002, se registraron cuatro masacres,
respectivamente, en 2003 se alcanzó la cifra más alta al registrarse 6 casos
y en 2004 se registraron 3 masacres en la capital del departamento. Le
sigue Buenaventura, que fue el municipio más afectado por las masacres en
el año 2000, cuando se registraron 7 casos, es decir el 29% de las
registradas en el departamento en ese año, cinco de las cuales fueron
atribuidas a las autodefensas. En 2002 y 2003 se registraron 3 y 4 masacres
respectivamente en ese municipio.

SECUESTROS
Secuestros en Valle del Cauca 2000 - 2004

300
250
200
150
100
50
0
2000 2001 2002 2003 2004

Fuente: FONDELIBERTAD.
Procesado: Observatorio del Programa Presidencial de Derechos
Humanos y DIH, Vicepresidencia de la República.

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Los secuestros en el departamento muestran una marcada tendencia a la


baja durante el periodo analizado, al pasar de 285 secuestros registrados en
el año 2000 a 65 en 2004.

Cali, Buenaventura, Dagua, Palmira, Tulúa, Florida y Candelaria han sido los
municipios más afectados por el secuestro en cada uno de los años
analizados.

Desde el año 1999, cuando ocurrió el secuestro de alrededor de 180


feligreses de la Iglesia La María, en el barrio Ciudad Jardín de Cali, realizado
por el frente José María Becerra del ELN, que mantuvo cautivos a 45 de ellos
por más de un año, comenzó una ola de secuestros en Cali que afectó
principalmente a familias de clase alta del departamento. Del alto número de
secuestros que se registraron en el departamento en el año 2000, se
destaca el secuestro de los menores Carlos Alberto Bernal Díaz, Juliana
Fernández y Adriana Calero, estudiantes del Colegio Bolívar, también del
barrio Ciudad Jardín de Cali ocurrido en marzo de ese año a manos del
frente José María Becerra del ELN. Las dos menores fueron liberadas y el
joven de 16 años se fugó. Así mismo, se presentó el secuestro masivo de 79
personas, en septiembre, que se encontraban disfrutando de un fin de
semana en el sector del Km. 18 de la vía Cali – Buenaventura, a manos de
la compañía Lucho Quintero Giraldo y del frente José María Becerra del ELN.
La mayoría de las víctimas de este secuestro masivo fueron rescatadas o
liberadas, tres de ellas permanecen cautivas y un comerciante murió en
cautiverio en octubre de 2000.

Según el espacio de noticias sobre secuestro de la página web de


FONDELIBERTAD, a mediados de diciembre de 2004, la Fiscalía General de
la Nación e integrantes de las Fuerzas Militares de Colombia capturaron a
uno de los subversivos del ELN encargado de planear y realizar esos
secuestros en Cali y quien era uno de los cabecillas del frente José María
Becerra. El subversivo José de Jesús Ramírez Vélez, alias 'Silvio', 'El Viejo' o
'El Zarco', también fue señalado como uno de los encargados del desarrollo
de las acciones armadas del ELN en el suroccidente de Colombia. Por otro
lado, en mayo de ese año, el comandante de la XVI Brigada del Ejército
había reportado la captura de Daniel Beltrán Jiménez, alias “Alejandro
Sandoval”, sindicado de ser uno de los autores del secuestro masivo de la
iglesia de La María.

SECTORES SOCIALES AFECTADOS

Autoridades Locales

Entre los años 2000 y 2004 no se presentó ningún homicidio de alcalde en el


departamento. Sin embargo, el 21 de febrero de 2005 fue asesinado a
manos de desconocidos el ex-alcalde del municipio de Riofrío, Abraham
Betancur Mejía.

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Con respecto a los concejales, en el año 2003 fueron asesinados 2


concejales del municipio de Restrepo, en 2004 fue asesinado un concejal de
La Unión y en lo corrido de 2005 fue asesinado el concejal Marco Alexander
Trejos Soto, de Buga. En ninguno de los tres casos se conocen los
responsables de los homicidios.

Maestros

En el año 2004 se registró el homicidio de un maestro en Cali y en los dos


primeros meses de 2005 se registró el homicidio de un docente en el
municipio de Caicedonia. En los dos casos se desconoce el autor de los
homicidios.

Sindicalistas

En el año 2003 se registraron 9 homicidios de sindicalistas en el


departamento del Valle del Cauca. De éstos, uno fue asesinado en
Buenaventura en abril y estaba afiliado al Sindicato de Trabajadores del
Departamento del Valle (SINTRADEPARTAMENTO); afiliado a este mismo
sindicato fue asesinado otro sindicalista en Tulúa en el mes de marzo. En
Cali fueron asesinados 5 sindicalistas, de los cuales 4 pertenecían a
SINTRAEMCALI, 3 de los homicidios ocurrieron en mayo y uno en febrero de
ese año, y 1 a UNIMOTOR que fue asesinado en junio; en Yumbo se
presentó el homicidio de un sindicalista afiliado a este último sindicato en el
mes de enero. Como se puede observar, en el 2003 el sindicato más
afectado por el homicidio de sus afiliados fue SINTRAEMCALI.

En el 2004 se registraron 10 homicidios de sindicalistas en Valle del Cauca.


Nuevamente, el municipio más afectado fue Cali, donde se reportaron 4
homicidios: dos de las víctimas eran afiliadas a SINTRAEMCALI y su
homicidio ocurrió en el mes de enero, una, asesinada en abril, pertenecía al
Sindicato de Trabajadores de la Empresa de Servicios Varios
(SINTRAEMSIRVA) y otra, cuyo homicidio se presentó en mayo, estaba
afiliada a SINVTRALIC.

Tulúa fue el segundo municipio más afectado, al presentarse 3 homicidios de


sindicalistas. Uno de ellos, asesinado en agosto, pertenecía al Sindicato de
Trabajadores del Ingenio San Carlos, otro, cuyo homicidio fue perpetrado en
septiembre, era miembro del Sindicato de Trabajadores de la DIAN y el
tercero pertenecía al Sindicato de Trabajadores y Empleados de Servicios
Públicos Autónomos e Institutos Descentralizados de Colombia
(SINTRAEMSDES) y fue asesinado en el mes de febrero de 2004. En Buga
fue asesinado en enero un afiliado al Sindicato de Trabajadores de Graco
S.A., en Cartago se presentó en marzo el homicidio de un sindicalista de la
Asociación de Empleados del INPEC y en Palmira se registró en agosto el
homicidio de un sindicalista afiliado a SINTRACAÑAVA. En ese año,
SINTRAEMCALI volvió a ser el sindicato más afectado por el homicidio de sus
afiliados.

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Periodistas

En el 2004 se presentó el homicidio de un periodista del Noticiero CNC de


Cali en Cartago, presuntamente a manos de organizaciones de sicarios y en
lo corrido de 2005 se ha presentado el homicidio de un periodista del Diario
El País en Tulúa, cuyos autores no fueron identificados.

Indígenas

Desde el año 2000 no se ha registrado ningún homicidio ni secuestro de


miembros de comunidades indígenas en el Valle el Cauca, según la
información suministrada por la Base de datos de Indígenas del Observatorio
del Programa Presidencial de DDHH y DIH.

INTENSIDAD DE LA CONFRONTACIÓN

Para medir la intensidad de la confrontación armada se está teniendo en


cuenta por una parte las acciones de los grupos armados irregulares, que
incluyen actos terroristas, asaltos a poblaciones, ataques a instalaciones de
la Fuerza Pública, emboscadas, hostigamientos y piratería terrestre y por
otro lado, los contactos armados desarrollados por parte de la Fuerza Pública
contra los grupos armados ilegales.

Como lo demuestra la siguiente gráfica, las acciones de los grupos al margen


de la ley en Valle del Cauca se han mantenido por encima de los contactos de
la Fuerza Pública a lo largo de todo el período analizado; tan sólo en el año
2002, ambas curvas alcanzan niveles similares, cuando se presentaron 37
acciones armadas y 34 combates. Entre 2000 y 2004 han sido perpetradas
en el departamento 318 acciones de los grupos armados y 153 contactos
fueron desarrollados por la Fuerza Pública.

Acciones y contactos armados en Valle del


Cauca 2000-2004
120
100
80
60
40
20
0
2000 2001 2002 2003 2004

acciones armadas contactos armados

Fuente: Red de Solidaridad Social.


Procesado: Observatorio del Programa Presidencial de Derechos
Humanos y DIH, Vicepresidencia de la República.

No obstante, es importante destacar la tendencia a la baja de las acciones


armadas y al alza de los contactos. En este sentido, se destaca que las
acciones de los grupos ilegales pasaron de 105 en el año 2000 a 68 en 2004,

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es decir, se redujeron en 35% entre esos dos años. Mientras tanto, los
contactos armados, aunque se han mantenido relativamente estables,
aumentaron de 33 en el primer año a 40 en 2004, es decir, presentaron un
aumento de 21%.

Por otra parte, es importante resaltar que a partir del año 2002 las acciones
de los grupos armados ilegales en el departamento comenzaron nuevamente
a crecer. En efecto, en el 2003 las acciones violentas fueron 73% más
frecuentes que durante el año anterior, mientras que en el mismo año se
redujeron los combates por iniciativa de la Fuerza Pública en 18% respecto
de 2002.

Cali, la capital del departamento, ha sido la más afectada por las acciones de
los grupos irregulares. En el período analizado, han sido perpetradas 143
acciones armadas en Cali, es decir, el 45% del total de las acciones
registradas en el departamento. De estas acciones, 102 fueron actos de
terrorismo, de los cuales 12 fueron atribuidos al ELN y a las FARC,
respectivamente, 75 a grupos armados sin identificar y 3 a guerrillas no
identificadas. También se registraron 21 actos de piratería terrestre, 4 de los
cuales fueron atribuidos a las FARC, 16 a grupos armados sin identificar y 1 a
guerrillas no identificadas. De los 13 hostigamientos registrados en Cali, 5
fueron atribuidos a las FARC, 5 a grupos armados sin identificar, 2 a
guerrillas no identificadas y 1 al ELN. De las 4 emboscadas registradas en el
periodo, 2 fueron a tribuidas a las FARC y 2 a grupos armados sin identificar
y de los 3 ataques a instalaciones de la Fuerza Pública que se presentaron, 2
fueron atribuidos a grupos armados sin identificar y 1 a las FARC.

Llama la atención la elevada participación de grupos armados sin identificar


en la comisión de acciones armadas en Cali. Esto se puede explicar en buena
medida por la dinámica anteriormente mencionada de las disputas entre
diferentes bandas de la delincuencia común y milicias vinculadas con
organizaciones de narcotraficantes que delinquen en el norte del
departamento.

Buenaventura ha sido el segundo municipio más afectado, con un total de 41


acciones de los grupos armadas en los cinco años analizados, de las cuales,
más del 50% (22 acciones) fueron actos de terrorismo, 10 fueron
hostigamientos, 4 emboscadas, 3 casos de piratería terrestre y 2 ataques a
instalaciones de la Fuerza Pública. Tulúa, Florida, Dagua y Jamundí han sido
los otros municipios más azotados por las acciones violentas de los grupos al
margen de la ley durante el periodo analizado.

Las FARC fueron responsables del 24% de los actos de terrorismo


perpetrados en el departamento durante el periodo de estudio, al ELN se
atribuyó el 11% de las mismas, 61% fueron atribuidas a grupos armados sin
identificar y 5% a guerrillas no identificadas. De nuevo, es importante
resaltar la amplia participación de grupos armados sin identificar en el total
de actos de terrorismo registrados en el departamento durante el periodo
analizado, pues indica la configuración de un nuevo escenario de la
confrontación en el departamento, que implica un nuevo reto para la Fuerza

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Pública por la dificultad de frenar acciones perpetradas por grupos pequeños


y difusos de delincuentes comunes, que tienen un alto impacto en la
situación de seguridad en el departamento.

Los tres ataques a población que se presentaron durante el periodo, fueron


llevados a cabo por las FARC. Así mismo, este grupo irregular fue el
responsable del 79% (11) de los ataques a instalaciones de la Fuerza Pública
registrados en el departamento (14). De los otros tres no se conocen
responsables. El 76% (13) de las emboscadas fue perpetrado por las FARC,
el 18% (3) por grupos armados sin identificar y una emboscada fue realizada
por las autodefensas ilegales. 42 de los 55 hostigamientos registrados en el
departamento durante el periodo fueron cometidos por las FARC, 2 por el
ELN, 6 por grupos armados sin identificar y 5 por guerrillas no identificadas.
No fueron identificados los autores de los actos de piratería terrestre.

Por otra parte, Cali también ha sido el municipio donde se han desarrollado la
mayoría de los contactos armados (24) de los cuales 15 han sido librados
contra las FARC, 7 contra el ELN y 1 contra las autodefensas y contra
guerrillas no identificadas, respectivamente. Dagua es el segundo municipio
con mayor número de contactos armados (17), seguido por Tulúa (15),
Buenaventura (14), Jamundí (12) y Florida (10). En este sentido, existe una
correspondencia entre los municipios en que se despliega la mayoría de las
acciones de los grupos irregulares y aquellos donde la ofensiva de la Fuerza
Pública se despliega con mayor fuerza.

Durante el periodo analizado, de los 153 combates sostenidos en el


departamento contra los grupos irregulares, el 65% (100) ha sido contra las
FARC, el 16% (25) contra el ELN, el 15% (23) contra las autodefensas
ilegales, un 3% contra grupos armados sin identificar y un 1% contra
guerrillas no identificadas.

DESPLAZAMIENTO FORZADO

Desplazamiento Forzado en Valle del Cauca


2000-2004
25000

20000

15000

10000

5000

0
2000 2001 2002 2003 2004

Fuente: Red de Solidaridad Social.


Procesado: Observatorio del Programa Presidencial de Derechos
Humanos y DIH, Vicepresidencia de la República.

El desplazamiento forzado muestra una clara tendencia decreciente en el


departamento durante el período analizado, al pasar de 17.102 personas

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Actualizado a febrero de 2005

desplazadas en 2000 a 3.326 en 2004. No obstante, se presentaron


alteraciones en esta tendencia durante los años 2001 y 2003, pues en 2001
se registró un aumento de 23% en el número de personas desplazadas
(21.005) respecto del año 2000 y en 2003 el número de personas
desplazadas en Valle (13.491) aumentó en 45% respecto de lo registrado en
el año anterior (9.333).

En el período de 2000 a 2003 fueron desplazadas forzosamente 50.090


personas del Valle, mientras que se reportaron 73.640 que llegaron al
departamento, es decir que 23.550 personas no habitaban en el Valle sino
que vinieron de otras jurisdicciones. El pico más alto en el número de
personas tanto recibidas como desplazados es el año 2001 con 25.404, en
una dinámica relacionada con los hechos del Alto Naya, donde los habitantes
de esta zona del norte del Cauca, traspasaron el límite departamental en
búsqueda de protección.

Buenaventura ha sido el municipio más afectado por la expulsión de sus


pobladores durante el periodo analizado. En el año 2000, el 38% de las
personas desplazadas del Valle (6.477) salieron de este municipio y en 2001
y 2003, los dos años en que más aumentaron las cifras de desplazamiento
en el departamento, el 51% (10.807) y el 71% (9.581) de las personas
desplazadas respectivamente, salieron de Buenaventura. Es importante
recordar que este municipio ha sido uno de los más afectados por las
masacres durante el período considerado y ha presentado altas tasas de
homicidio.

Es importante resaltar que el departamento de Valle recibe más gente de la


que expulsa, lo que indica que el Valle es un departamento receptor no sólo
de los habitantes de sus municipios sino también de otras jurisdicciones
como el Cauca, Chocó, Antioquia, Huila y algunos departamentos del sur
oriente del país.

MINAS ANTIPERSONAL

Eventos por MAP o MASE en Víctimas de accidentes por MAP o MASE


Valle del Cauca 2000-2004 2000-2004

15 15 12 11
13
10 9
11
10 8
6
6
5 5 4 3 3
2
2 2 2 2 1 1
1
0 0
2000 2001 2002 2003 2004 2000 2002 2003 2004

Accidentes Incidentes herido muerto

Fuente: Observatorio de Minas del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH, Vicepresidencia de
la República.
Procesado: Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH, Vicepresidencia de la
República.

OBSERVATORIO DEL PROGRAMA


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Tanto los incidentes como los accidentes por MAP o MASE en Valle del
Cauca, así como las víctimas por estos eventos, muestran una tendencia al
alza durante el periodo analizado.

De los 57 eventos en el departamento que reporta el Observatorio de Minas


del Programa Presidencial de DDHH y DIH en el período 2000-2004, el 18%
(10) fueron accidentes y el 82% (47) incidentes. De los accidentes, el 90%
correspondieron a minas antipersonal y el 10% a municiones abandonadas
sin explotar. De los incidentes, un 42% fueron por desminado militar, un
47% ocurrieron en medio de incautaciones y el 11% restante fueron por
sospecha de campo minado.

Siete de los accidentes (70%) y 21 de los incidentes (45%) ocurridos en el


departamento durante el período fueron atribuidos a minas sembradas por
las FARC. Así mismo, trece de los incidentes (28%) fueron atribuidos al ELN,
doce a desconocidos y uno a narcotraficantes que delinquen en el
departamento. Sobre dos accidentes no se conocen los responsables y uno
fue atribuido a guerrillas no identificadas.

De las quince personas heridas por estos artefactos en el departamento


durante el periodo, el 27% fueron civiles y el 73% militares. En cuanto a las
víctimas fatales (15) en el mismo lapso de tiempo, el 93% fueron militares y
el 7% civiles.

DESMOVILIZADOS

Entre 2002 y 2004 se registraron 214 desmovilizaciones voluntarias de


integrantes de grupos armados ilegales en Valle del Cauca. 110 hacían parte
de las FARC, 66 de las AUC, 29 del ELN y 9 de disidencias. El 86% de los
desmovilizados eran hombres mientras que el 14% eran mujeres.

Entre 2002 y 2003 se registró un importante incremento en el número de


desmovilizados en el departamento (83%), y aunque en 2004 se presentó
una reducción en el número de desmovilizaciones con respecto al año
anterior (11%), sigue siendo significativo las 78 personas que abandonaron
las filas de los grupos armados ilegales.

Los municipios donde se entregaron el mayor número de desmovilizados


entre 2002 y 2004 fueron Cali con 64 desmovilizados, Buenaventura con 40,
Buga con 18, Palmira y Dagua con 14 cada uno, Jamundí con 11 y Cartago
con 10.

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Situación del departamento en los dos primeros meses de 2005

Comparando los dos primeros meses de 2004 con los dos primeros meses
de 2005, se observa una mejoría en algunas de las variables que afectan la
situación de derechos humanos en el departamento. En este sentido, se
evidencia una disminución de 17% en los homicidios y una disminución igual
en las masacres, así como una merma de 84% en materia de
desplazamiento forzado. No obstante, se registró un aumento de 70% en los
secuestros en el departamento.

En cuanto a los homicidios, en los dos primeros meses de 2005 se registra


un elevado promedio de 10 homicidios diarios, al presentarse 622 homicidios
en el departamento del Valle del Cauca, frente a 753 que se registraron en
los mismos meses del año anterior. De estos 622 homicidios, 266 fueron
perpetrados en Cali por grupos desconocidos, lo que evidencia nuevamente
un accionar muy significativo de los grupos delincuenciales y las milicias
urbanas en esta ciudad. Tulúa, Palmira y Buenaventura también registran
importantes cifras de homicidios en lo corrido del año, con registros de 57,
42 y 37 homicidios, respectivamente.

Durante los dos primeros meses de 2005 se registraron 2 masacres en el


departamento que dejaron un saldo de 9 víctimas. Ambas tuvieron lugar en
Buenaventura. Esto muestra una disminución en este tipo de violaciones a
los derechos humanos respecto de los dos primeros meses de 2004, cuando
se registraron 4 casos que dejaron un saldo de 19 víctimas.

Por otro lado, se registraron 17 secuestros en el departamento durante


enero y febrero de 2005, que contrasta con los diez registrados en el mismo
periodo del año anterior. Bugalagrande fue el municipio más afectado en
estos dos meses, al registrar 5 secuestros. Le siguen Cali, donde se
registraron 3 y Dagua y El Dovio con 2 secuestros cada uno. Se atribuyen a
la delincuencia común 12 de los 17 secuestros y las FARC y el ELN fueron
responsables de 2 secuestros respectivamente; no se han establecidos los
responsables de un secuestro ocurrido en Cali.

De acuerdo con la Red de Solidaridad, en enero y febrero se registraron 103


personas desplazadas del Valle del Cauca, una disminución muy importante
respecto a las 664 registradas en esos dos meses durante el año anterior.
Tulúa, Buenaventura y Riofrío fueron los municipios más afectados en el
departamento. De otro lado, el departamento recibió a 414 personas
desplazadas, frente a 1.441 que recibió en los mismos meses del año
anterior. Cali ha recibido a 363 personas en lo corrido del año.

En cuanto a la intensidad de la confrontación armada en enero y febrero de


2005, se registraron 8 acciones de los grupos armados ilegales, lo cual
muestra un aumento de la actividad de estos grupos respecto a los mismos
meses del año anterior, cuando fueron perpetradas 5 acciones armadas.

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Entre las acciones registradas este año se encuentran 2 actos de terrorismo


perpetrados por desconocidos en Cali; 2 hostigamientos de las FARC contra
la Fuerza Pública, uno en El Dovio y otro en Riofrío y 4 actos de piratería
terrestre, 2 en Cali, 1 en Sevilla a manos de grupos armados sin identificar y
1 en Dagua perpetrado por el ELN. A su vez, la Fuerza Pública mantuvo 9
contactos armados en lo corrido del año, 7 de los cuales fueron contra
miembros de las FARC: en Bolívar (1), Cali (2), Buga (2), Darién (1) y
Florida (1) y sostuvo 2 combates contra grupos armados sin identificar en
Bolívar y Roldanillo. Es decir en lo que va corrido del año 2005, los contactos
armados se encuentran por encima de las acciones armadas perpetradas por
los grupos armados irregulares.

De otro lado, la situación de minas antipersonal mejoró en enero y febrero


de 2005 puesto que en lo corrido de 2005 no se han presentado accidentes
por MAP o MASE en el departamento, pero se presentaron 2 incidentes, uno
relacionado con desminado militar en Tulúa y una incautación en Florida.

Indicadores de DDHH y DIH en Valle del Cauca


Comparativo Enero - Febrero 2004-2005

Ene-Feb Ene-Feb Variación


2004 2005 porcentual

Homicidios 753 622 -17%


Víctimas de masacres 19 9 -53%
Casos de masacres 4 2 -50%
Secuestros 10 17 70%
Acciones de grupos armados
ilegales 5 8 60%
Combates 10 9 -10%
Desplazamiento forzado
(expulsor) 664 103 -84%
Desplazamiento forzado
(receptor) 1441 414 -71%
Desmovilizados 11 36 227%
Incidentes por MAP y MASE 3 2 -33%
Accidentes por MAP y MASE 0 0
Heridos por MAP y MASE 9 0 -100%
Muertos por MAP y MASE 3 0 -100%

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