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María González
Economía
Marketing
20.07.2002
5 minutos de lectura
Mercado
En el mercado existen diversos agentes que se influyen entre sí, dando lugar a un proceso
dinámico de relaciones entre ellos. Al mismo tiempo, el mercado está rodeado de varios
factores ambientales que ejercen en mayor o menor grado una determinada influencia sobre
las relaciones y estructuras del mismo.
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Tipos de mercado
Los mercados pueden clasificarse principalmente con base en las características de los
compradores y con base en la naturaleza de los productos.
De acuerdo a las características de los compradores se tienen los dos tipos de mercados
siguientes:
Son aquellos en los que se realizan transacciones de bienes y servicios que son adquiridos
por las unidades finales de consumo. Estos mercados pueden dividirse en tres tipos
principales:
Teniendo en cuenta los objetivos genéricos de las organizaciones, se pueden distinguir tres
tipos de compradores:
De acuerdo con la naturaleza de los productos, los mercados pueden clasificarse en:
Mercado abierto
Denominación utilizada para designar las operaciones de compra venta de fondos públicos
realizadas por el banco central de un país. Estas operaciones constituyen uno de los más
importantes instrumentos de políticas económicas con el que cuentan los gobiernos para
regular el volumen de dinero en circulación.
Mercado de Cambios
Denominación utilizada para designar las compras y ventas de divisas. Existen dos tipos
principales.
Mercado de cambios al contado
Es aquel en el que las operaciones de compraventa de divisas se realizan para su entrega y
pago en el momento o a los pocos días de ser contratadas.
Mercado de cambios de futuros
Es aquel en el que las operaciones de compraventa de divisas se realizan para su entregue
y pago en una fecha futura previamente fijada.
Mercado de capitales
Denominación que se utiliza para designar las diferencias operaciones financieras que se
efectúan a medio y largo plazo y el conjunto de instituciones que facilitan la realización de
tales operaciones. Comprende dos tipos principales:
Mercado de crédito
Es aquel mercado en el que las operaciones financieras se realizan a través de préstamos
de los bancos y de las instituciones de inversión.
Mercado de valores
Es aquel en el que las operaciones de financiación se efectúan mediante las transacciones
de diferentes títulos valores en la Bolsa de comercio.
Mercado de Cupones
Denominación utilizada para designar las operaciones de contratación de derechos de
suscripción en las Bolsas de Comercio.
Mercado de Dinero
Es aquel mercado en el que se realizan operaciones financieras a corto plazo generalmente
inferiores en un año.
Mercado de Divisas
Denominación que se emplea para designar el conjunto de transacciones que se realizan
con monedas extranjeras entre los diferentes bancos delegados, para atender las peticiones
de sus correspondientes clientes.
Mercado de Ocasión
Expresión utilizada para designar aquellos lugares o establecimientos en los que se realizan
transacciones de productos, en condiciones más ventajosas para los compradores que en
los establecimientos habituales. La razón de ser de esta ventaja puede radicar en diferentes
causas, como son, la venta de productos de segunda mano, fuera de moda, restos de
existencias, con pequeños defectos.
Mercado de Valores
Denominación que designa el conjunto de personas, entidades públicas o privadas,
relacionadas con la emisión, contratación y control de valores negociables.
Mercado Exterior
Denominación utilizada para designar las diferentes transacciones que las empresas
realizan fuera de su propio país.
Mercado interior
Denominación utilizada para designar las diferentes transacciones y las organizaciones que
las realizan dentro del país en el que está situada una determinada empresa.
Mercado Negro
Denominación utilizada para designar las diferentes operaciones de compraventa que se
realizan al margen de la ley de un país. Este mercado suele originarse como consecuencia
de la escasez de un bien en relación con la demanda existente del mismo.
Mercado Potencial
Es la cantidad máxima que de un producto o servicio puede venderse durante un periodo
dado de tiempo en un mercado y en unas condiciones determinadas. También suele
denominarse a este concepto potencial del mercado. El potencial del mercado depende en la
mayoría de los casos de la situación económica del país, así como el conjunto de acciones
comerciales que las empresas productoras y vendedoras de un determinado bien puedan
realizar.
Mercados Centrales Mayoristas
Son centros físicos de contratación al por mayor existentes en los grandes núcleos urbanos,
en los que se reciben los productos agrarios, ganaderos y pesqueros desde los centros de
contratación en origen. Existen dos tipos principales: los mercados centrales tradicionales o
mercados de abastos y los mercados de alguna empresa.
Mercados de Futuros
Denominación empleada para designar aquellos mercados en los que se realizan la
contratación de productos para la entrega futura o diferida de los mismos, a un precio
determinado y acordado previamente entre el comprador y el vendedor.
Mercados de Tránsito
Denominación empleada para designar aquellos mercados situados en los puertos y pasos
de frontera, en los que se realizan transacciones de diversos productos con destinos muy
variados.
Mercados en origen
Denominación empleada para referirse a los lugares próximos a los centros de producción
agrarios, ganaderos y pesqueros, en los que se efectúa la primera venta de estos
productos. Existen 2 tipos principales.
o Las alhóndigas o corridas. Son unos almacenes generalmente de propiedad particular a los
que se llevan los productos y a los cuales acuden los compradores. Las transacciones se
realizan mediante subasta a la baja a viva voz.
o Las lonjas. Son unos locales, generalmente de propiedad municipal, a los que acuden los
compradores y vendedores para realizar sus transacciones.
Tipos de mercados:
1. Competencia perfecta: es una representación idealizada de los mercados de bienes y servicios en la que la interacción
reciproca de la oferta y la demanda determina el precio. Aquí existen muchos compradores y vendedores, de forma que
ninguna parte ejerce influencia decisiva sobre el precio. El mercado determina el precio y las empresas se deben acatar a
esto, a partir de esto cada empresa producirá la cantidad que indique su curva de oferta para ese precio, ésta se verá
condicionada por sus costos de producción. Para obtener mayores beneficios se debe recurrir al máximo aprovechamiento
de la tecnología, siempre renovando.
2. Monopolio: es aquel mercado en el que existe un solo oferente que tiene plena capacidad para determinar el precio. El
empresario competitivo toma el precio como un dato y adapta su comportamiento a las condiciones del mercado. El
empresario monopolista desempeña un papel determinante en la fijación del precio. El Estado limita el poder de mercado
monopolista mediante la legislación antimonopolio; elaborando leyes y reglamentaciones destinadas a fomentar la
competencia en la economía prohibiendo todo lo que puede acarrear algún tipo de ineficiencia en el mercado, limitando las
estructuras de mercado permitidas. En estos casos despliega todos sus efectos antes de que se produzca finalmente el
monopolio, puesto que se trata de evitar que finalmente se desarrolle una estructura ineficiente.
3. Oligopolio: es una forma de mercado en la cual éste es dominado por un pequeño número de vendedores. Debido a que
hay pocos participantes en este tipo de mercado, cada oligopólico está al tanto de las acciones de los otros. Las decisiones
de una empresa, afecta o influencia las decisiones de las otras. Por medio de su posición ejercen un poder de mercado
provocando que los precios sean más altos y la producción sea inferior. Estas empresas mantienen dicho poder
colaborando entre ellas evitando así la competencia.El oligopolio supone la existencia de varias empresas, pero de tal
forma que ninguna de ellas puede imponerse totalmente en el mercado. Hay por ello una constante lucha entre las mismas
para poder llevarse la mayor parte de la cuota del mercado en la que las empresas toman decisiones estratégicas
continuamente, teniendo en cuenta las fortalezas y debilidades de la estructura empresarial de cada una.
4. Competencia monopolística es un tipo de competencia en la que existe una cantidad significativa de productores
actuando en el mercado sin que exista un control dominante por parte de ninguno de estos en particular. En este caso es
que se presenta una diferenciación del producto. Fácil entrada y salida a la industria por parte de los productores. Hay una
apreciable capacidad de control de los precios, relativa facilidad para el ingreso de nuevas empresas, los monopolistas
tienen ventajas que otros oferentes no poseen.
Demanda
La demanda es la solicitud para adquirir algo. En economía, la demanda de es la
cantidad total de un bien o servicio que la gente desea adquirir.
Comprende una amplia gama de bienes y servicios que pueden ser adquiridos a precios
de mercado, bien sea por un consumidor específico o por el conjunto total de
consumidores en un determinado lugar, a fin de satisfacer sus necesidades y deseos.
Existen cinco tipos de determinantes que hacen posible un aumento o una disminución
de la demanda:
La demanda básicamente puede ser entendida como una función matemática, a través
de la ‘Curva de la Demanda’, cuya pendiente muestra como aumenta o disminuye la
misma según la variación del precio del producto o servicio. A este concepto, se le
denomina ‘Elasticidad precio de la demanda”. La elasticidad puede ser entendida como
el impacto que tienen las variaciones en el precio sobre la cantidad demandada.
Tomando en cuenta la elasticidad que tenga la curva, podemos encontrar tres tipos de
elasticidad precio de la demanda:
1. Demanda elástica: Esto significa que ante una variación del precio del bien o servicio, la
demanda aumenta considerablemente en una mayor proporción. Por ejemplo, los licores
o los productos considerados lujo. Son tremendamente elásticos, imagínese que
disminuye el precio de un deportivo, la demanda se verá aumentada en una cantidad
mayor.
2. Demanda inelástica: Esto significa que ante una variación del precio del bien o servicio,
la demanda se mueve en una menor proporción. Por ejemplo, productos que no puedan
ser sustituidos y son necesarios como las medicinas. En este caso, el hecho de que
aumente el precio de una medicina –por ejemplo la insulina-, la demanda se verá muy
poco afectada porque habrá personas que necesiten ese producto y no encuentren un
sustituto en el mercado.
3. Demanda unitaria: cuando las variaciones en el precio de un bien o servicio producen la
misma variación en la cantidad demandada.
Demanda
La demanda es la solicitud para adquirir algo. En economía, la demanda de es la
cantidad total de un bien o servicio que la gente desea adquirir.
Comprende una amplia gama de bienes y servicios que pueden ser adquiridos a precios
de mercado, bien sea por un consumidor específico o por el conjunto total de
consumidores en un determinado lugar, a fin de satisfacer sus necesidades y deseos.
Existen cinco tipos de determinantes que hacen posible un aumento o una disminución
de la demanda:
La demanda básicamente puede ser entendida como una función matemática, a través
de la ‘Curva de la Demanda’, cuya pendiente muestra como aumenta o disminuye la
misma según la variación del precio del producto o servicio. A este concepto, se le
denomina ‘Elasticidad precio de la demanda”. La elasticidad puede ser entendida como
el impacto que tienen las variaciones en el precio sobre la cantidad demandada.
Tomando en cuenta la elasticidad que tenga la curva, podemos encontrar tres tipos de
elasticidad precio de la demanda:
1. Demanda elástica: Esto significa que ante una variación del precio del bien o servicio, la
demanda aumenta considerablemente en una mayor proporción. Por ejemplo, los licores
o los productos considerados lujo. Son tremendamente elásticos, imagínese que
disminuye el precio de un deportivo, la demanda se verá aumentada en una cantidad
mayor.
2. Demanda inelástica: Esto significa que ante una variación del precio del bien o servicio,
la demanda se mueve en una menor proporción. Por ejemplo, productos que no puedan
ser sustituidos y son necesarios como las medicinas. En este caso, el hecho de que
aumente el precio de una medicina –por ejemplo la insulina-, la demanda se verá muy
poco afectada porque habrá personas que necesiten ese producto y no encuentren un
sustituto en el mercado.
3. Demanda unitaria: cuando las variaciones en el precio de un bien o servicio producen la
misma variación en la cantidad demandada.
Ese concepto de punto de equilibrio permite que la empresa cubra con los costos. En el
momento en que aumente las ventas conseguirá situarse por encima del punto de equilibrio,
cosechando de esa forma un beneficio. Por su parte, una bajada de las ventas reducirá el punto
de equilibrio generando pérdidas.
Los negocios deberían tener en cuenta, incluso antes de sus comienzos, una posible estimación
del punto muertopara conocer de esa manera el nivel de ventas preciso para recuperar la
inversión realizada. De apreciar que no cubren los costos, la empresa tendría que afrontar una
serie de cambios para conseguir un mejor punto de equilibrio.
Por otra parte, la fórmula para conseguir el punto de equilibrio a través del cálculo para
ventas a seguir sería la siguiente: dividir costes fijos por 1 - el resultado de la división del coste
variable por las ventas totales.
La obtención del punto de equilibrio lleva a las empresas a saber cuáles son los costos a
asumir. Eso implica conocer todos los desembolsos o salidas de dinero de sus cuentas.
Además hay que diferenciar entre costes fijos y variables. Estos últimos cambian según el
nivel de actividad.
El equilibrio (E) es el precio de mercado (P*) que hace que confluyan los intereses de
compradores y vendedores: la demanda y la oferta se igualan y el mercado se vacía, es decir, la
cantidad del bien que se intercambia (Q*) coincide con la cantidad que los consumidores quieren
comprar a ese precio y con la cantidad que las empresas están dispuestas a vender.
El equilibrio, por tanto, se define por un precio y una cantidad intercambiada (P*,Q*).
Un ejemplo puede ser el mercado del tomate de pera en Navarra. Una situación de equilibrio en
plena temporada se podría corresponder con un precio de 1 €/Kgr. y una cantidad intercambiada de
2.000 Kgr. diarios. Para este precio de equilibrio el mercado se vacía: los agricultores recogen cada
día 2.000 Kgr., que es exactamente la cantidad que compran los consumidores de tomate de pera.
Nada sobra y nada falta en el equilibrio (para simplificar la situación suponemos que los agricultores
venden directamente su producto).
La situación de equilibrio cumple con las expectativas de las dos partes que intercambian, y siempre
que las condiciones se mantengan iguales, no hay incentivos para cambiarla. Sin embargo, esto no
significa que el equilibrio sea justo desde un punto de vista social, porque aquellos consumidores
que no puedan pagar el precio de equilibrio se quedarán sin el bien o servicio de que se trate, incluso
si es de primera necesidad. Es decir, el mercado en equilibrio cumple las expectativas medias del
conjunto de la sociedad, pero no se puede ignorar el hecho de que una parte, mayor o menor, de
esa sociedad no tiene acceso al mercado por no poder pagar el precio, quedando excluídos del
mismo.
Ahora bien, el desequilibrio no interesa a las empresas productoras del bien, ya que no pueden vender toda la cantidad que
quisieran. Por ello, comenzarán a bajar el precio y a reducir la cantidad de producto, de manera que más consumidores se
animen a comprar. Y seguirán bajándolo hasta que se alcance el precio de equilibrio y se consiga vaciar el mercado, igualando
la oferta con la demanda.
En el ejemplo anterior del mercado de tomate de pera, si el precio es 2 €/Kgr., los consumidores sólo están dispuestos a
comprar, por ejemplo, 1.500 Kgr. diarios, mientras que a los agricultores les gustaría vender 2.500 Kgr. a ese precio. Hay un
excedente, por tanto, de 1.000 Kgr. cada día. ¿Cómo deshacerse de esta cantidad sobrante? Los vendedores prueban con un
precio más bajo, 1,5 €/Kgr. y observan que aumentan las ventas hasta 1.750 Kgr., pero aún les sobran 500 Kgr. Las
reducciones de precio continuarán hasta llegar al equilibrio, a un precio de 1 €/Kgr. y se encuentren la oferta y la demanda.
Cuando el precio de mercado es inferior al de equilibrio se produce una situación contraria a la anterior, con
un desequilibrio que provoca escasez: el bajo precio atrae a los consumidores, que demandan una cantidad (Q2) superior a la
que las empresas están dispuestas a vender (Q1), es decir, hay un exceso de demanda (D > O; Q2 > Q1). El desequilibrio se
traduce en este caso en una falta o escasez de producto (Q2 - Q1), como se representa en la gráfica siguiente:
La reacción de las empresas ante la escasez es la subida del precio, que llevará a que una parte de
los consumidores dejen de comprar el bien en cuestión. Y el incremento del precio continuará hasta
que nuevamente se llegue a la situación de equilibrio.
En el mercado del tomate de pera, supongamos ahora que el precio de venta es 0,5 €/Kgr. Los
consumidores querrían comprar 2.500 Kgr., pero cuando acuden al mercado se encuentran con que
sólo hay 1.500 Kgr. para vender, y los últimos que llegan se quedan sin tomates. El vendedor, al
observar esta demanda insatisfecha, ve la posibilidad de subir el precio, y lo hará hasta que se
restablezca el equilibrio.
En definitiva, la tendencia de los mercados es hacia el equilibrio, pues cualquier otra situación
lleva a las empresas a ajustar el precio, hacia arriba o hacia abajo, para que no se produzcan
escasez ni excedentes. Los consumidores y las empresas, movidos por el incentivo de los precios,
toman las decisiones que restauran el equilibrio en el mercado, tal como se representa en las
siguientes gráficas:
En la web Economía Visual el Pr. Cantero ofrece una explicación gráfica del proceso que lleva
al equilibrio del mercado.
P. Samuelson, premio Nobel de Economía, afirma en su manual Economía, que las curvas de oferta y
de demanda sólo permanecen quietas en los libros de texto. En la realidad se producen cambios
frecuentes que afectan a una u a otra: variaciones en los precios de los factores, cambios en las
modas, avances tecnológicos, etc.
Por otra parte, el análisis económico supone situaciones de competencia perfecta, en las que la
oferta del mercado la realizan un gran número de empresas que compiten entre ellas, de forma que
ninguna es tan poderosa como para establecer el precio. Lo que encontramos en la realidad, por el
contrario, son mercados con pocas empresas que tienen poder de decisión sobre los precios,
utilizando la estrategia de reducir la producción para conseguir elevados precios y beneficios.
En los temas anteriores hemos visto que, cuando cambia alguna variable de las que determinan la
oferta o la demanda distinta al precio del bien, las curvas se desplazan, cambian de posición en las
coordenadas referidas al precio. Lógicamente, si esto sucede, el punto de equilibrio también
cambiará, danto lugar a un nuevo precio y cantidad intercambiada (P* y Q*) en el equilibrio.
En el enlace de abajo tienes otro ejemplo, el del mercado del petróleo, aunque en este caso no hay
interacción.