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LOS “SALVADORES DEL NINO” traduccion de 0 la invencin de la delincuencia PALIX BLANCO por ANTHONY M. PLATT x) siglo veintiuno editores, sa de ov De ALA Ha LCs COvORAK cane BF. siglo veintiuno de espafia editores, sa siglo veintiuno argentina editores, sa ton of delinquency mexicoprintd and made in mexico TVTRODUCCISN A LA SEGUNDA HDICIN Ja delincuencia: perspectivas, 92; Revisin de la jute , 36 nkorves px pstincvENcis, 1870-1900 El valor del castigo, 42; Bl delineuente por naturslea, 44; Natu raleza y erianea, 54; El desencanto urbane, 61; Resumen, 68 1A NUEVA PENOLOGIA La reforma de Ia juventud, 70; La nueva edueseién, 78; La ex bafiay el campo, 84; Tratamiento y restriceiin, 89 LA yusmOA MATERA ; dependents, ‘encareelados, 134; Los nse del estado, 139; Resum Pospara, 1977 APENDICE: 1A RESPONSABILDAD CRIMINAL Dx 105 Niflos mn jor prevent sswocst wins (1880) PREFACIO tenia este estudio el Center for the Study of Law Universidad de California, con una subyencién de ard Diamond, Joel Lohman, David M: ‘Alan Sutter y dedicaron voluntariamente muchas horas a aumentar su claridad, Debo agradecer en especi sido posible sin mis me- eriencias en la escuela de criminologia de Berkeley y el tis colegas de Crime and Social Justice, asi como el Center for Research in Criminal Justice INTRODUCGION A LA SEGUNDA EDICION REEXAMEN DE “LOS ‘SALVADORES DEL wifio! " releerlo més de diez afios después to algo anticuado de su informa- ciones tebricas de Los “salvadores en el contexto de sus principales raices histéricas critica de la perspectiva tedrica de la obra, re ‘con nuevos datos de teoria criminolégica de ast como recurriendo a interpretaciones hist te referiré a nucvos estudios de casos sobre los primeros tiempos del sistema de tribunales para menores, —en especial Jos esfuereos para reformarlos— y resumiré importantes datos empiri vrRoDUCGAGN A LA SHOUNDA ROICION en los estudios de casos, os informes de gobierno ‘9 nacional recientemente completado sobre las petiodo de gran tea y conc fatudiantes¢intelctuales, y refleja las debilidades y ls vieudes de su poca. Tnfluyeron en ella ls luchas, de vasto aleance, por ls derechos lvls y los movimientos estudiantes, y asi resulta indignada y escar~ idades de un aspecto tomo ortante periodo de restablecimiento de los hechos, tal vez realice una Iabor adecuada, Pero mientras trata de demoler concepciones erréneas acerca de los benévo~ fos orfgenes del tribunal para menores y sus patrocinadores, no resuclve cotras euestiones mis importantes, camo por qué aparece el movimiento para salvar al mio en ese tiempo y cémo se relacionaba (s Felaciond) este movimiento de reforma con otras institaciones to Estado benefactor, de dénde sacaban los salvadores del én econémico e ideolézico, qué crisis politcas motivaron a los salva- dores del no y si bubo alguna resistene El no haber examinado adecuadamente estas cue dad del libro tanto en el nivel te6rico como en como lo hace vulnerable a la cooptacién por rpordineos del nifio* La tendencia a someter las instituciones ’ la critica moralista y a exigir del Estado que se cond [MISTORIA.IIRERAL. ¥ yuveN 15 de una fe ingenua en el Estado Jar en el gobierno implicacién cuando me Jos tinicos responsables 1p es el caso, porque(el movi- lado ni auténomo. Sworigen aL yusmieia yo Leda Argumentan que este de los primeros_ideales del Tberalismo modemo dos se componfa de enfrentamientos regulares Tes intereses econémicos creados y diversos opulares* Para Arthur Schlesinger, Ji nermoDUGG26N 8 1A SBCUNDA EDICIOX revaluacin de este temprano modo de ver politica norteamericana, tradicién que parecié mis y més fracas dda frente a la creciente tasa de crimenes, rebel y vastas instituciones de liberalismo norteamericano: .-< no estiba en que los progresisias hayan minado 0 arruinado sino que ponen norms impos'- LA REFORMA BX LA. [POCA FROORESIVA 19 pre con el sdecvado sentido de de Ja condicién humana, fue aeaban por imponérsens una Y © com ajo la comisin sobre el exis tio cuanto mis altas se ponen las esperanza sta obra araba con el mito de que el movimiento pro slvacién re salvaciin clara que, i acaso{ los salvac inca que somelia nd y vee se logre arrojar una luz nueva sobre sus fracasos. La REFORDIA EN LA EPOCA PROGRESIVA 0 xTRODUCCHY A LA SEOUNDA EDIEION 11k REFORMA EN 1A ROCA PROGRESIYA a planificacién para largo perfodo y la rutina burocratica.** Estas refor- ‘mas las aplicaron en el nivel nacional los poderes regulatorios de un gobierno federal mas amplio, y localmente se crearon formas aciminis- ‘rativas de comisin y de diretivo central no politico. El progresivismo Era su inteneién oponeree a ls incrementar el papel desempefiado riémica y crear una nueva ¢°o ppleman, sngle Books, 1963, p. 956. etmopucciiN A LA SEGUNDA EDICIGN eformadores urbanos y apoyaban Jas reformas Ii nt ‘Buen nvimero de grandes corporaciones ‘reglamentacién fede cconcordar totalmente Gabriel Kolko: durante la época progresiva, James fante que “pocas fueron las reformas aplicadas sin aproba ‘cuando no orientacién, de los grandes intereses compora- ‘corporaciones el liberalism significaba (que tienen todas las clases de mantener © jncre- ‘del orden social existente”."™ ‘viamo un movimiento propio sobre todo de los 0 oe debe sorprender que los grandes negocios desempe- ‘Retan un papel capital en el movimiento reformista y pro bienestar: La Tagdlacidn sabre trabajo infantil en Nueva York, por ejemplo, fue wee yada por varios grupos, entre ellos Tos industrials dela clase més itn que no necesitaban cl trabajo infantil barato para sus operaciones vveacion, Segin la historia de ese movimiento por Jeremy Fel control social ppasado, preveia el empleo de Ta ense~ BL MOVIMIENTO SALVADOR DEL. iO 2 fianza como preparacién para la disciplina industrial cuando preco- tay infarl yon favr da extanznoblaoi o rlorme res corporados apoyaban tales reformas por necesidad econémica. tore en hea ce i nernopuCcIGN’ A 1A SECUNDA HDIGISN. fs y la distribucién de la riqueza existent novi ria de ls reformas progresivas, tuvo sus partidarios m ta clase media y las profesiones, no hubiera podido ‘los Nios, de Nueva York, fundada en 1853, lo hheo la sefora de William Astor.* Segiin Charles Loring Brace, que contribuyé a fundar esta sociedad, dad catélicas.*? A Seno po sacién dl nil ann got Tn Chicago, por ejemplo, ‘os, se contaban entre los salva len Honsotin, cate ambos con = cuyo esposo teria vastas exten= “ann ardiente salvadora del nifo fuze, ve 50 Pe “Gu Saving Work, History of Child of Gta Conference on Chases and New Yor 9. 20098. 1c pee ‘Ghikd-Saving Work, History of Child- o 1, MOVRUENTO SALVADOR DEL. NISO cuando no estaba dedicada al exclusivo Fortnightly Club, Chicago Women’s Club o la Junta de Gestoras de Ia Feria Mu otra salvadora del nifio en Ghicago fue la sefiora de Perry casada con el vicepresidente del fers icago y cl Noroest. Hasta los més radicales salvadores delnito Durguees, Los padres de Jane y Julia > fueron abogados présperos y senadores republicanos, ambos en la Je- fislatura de Illinois. El padre de Jane Addams fue uno de los hombres mas ricos de Illinois septentrional y su hermano, Hany Haldeman, fera un hombre de sociedad de Baltimore, que después amas una ppeciales de intereses. Los dol movimiento feminista eran de las eontribuciones individuales de influyentes salvadores del es necesatio decir algo ms sobre la base de clase del movimiento. ‘eras para las mujeres cultas en la labor Pero el efecto general de los salvador cues ¥ casTs0 2 intersaban de yerat por alviar la miseria. humana y mejorar la vida rogresivas, en parte eee se beneficiaban con su nuevo tado benefactor incipi 5; y_ Tos avaclémicos deseubrieron en calidad de_consultores y los ne 2 pies de fond un material interminable ‘onan ¥ casTI60 lon reformadores progresivos veian en la justicia penal un problema seobN ALA S80UNDA EN is ssemnoovect 7 sociedad nortzamericana se ‘mis susceptible de des- faban, mayor regla- cepecialitas ‘del Estado a nuevos campos ‘Como conelufa un estudi slgmnos alvadores de nifio precoizaban rndon dines 66 ‘AUT ates delincucneia —ente ellos el contol de Ja rratalidad 3 on oe castgos cructes y Ta encaretacion para toda de ver nds moderados. Esta victoria comneen ¥ casTI¢O 20 policia privada y tropas del gobierno." Si bien los salvadores del nifio Justficahan sus reformas por humanitarias, es evidente que ese huma- nitarismo reflejaba su trasfondo de clase y sus concepciones elitstas de la potencialidad humana, Los salvadores del nifio compartian la ‘opinign de los profesionales mas conservadores de que les “eriminales” ‘eran una clase diferente y peligrosa, indigena en la cultura de la clase cobrera, y un peligro para la sociedad “civilizada”, Diferian sobre todo fen los procedimientos que debian emplearse para controlar o neutra- lizar Ta “clase criminal”. arbitrarios de terrorisme,) Como una generacion anterior de re~ Armacdorepenales en Francia © Telia, los savadores del niio sub- rayaban la eficacia de formas nuevas e indirectas de control social a manera de “medida prictica de defensa contra la revolucién social, asf como contra los actos indivi tegias de soc vehe y Ox ‘exploratorio anilisis de las relacio- ‘econémicas y las penales, el ange de los pro- mas de" én" y educacién en prisiones y reformatorios también “la consecuencia de la oposicién de algunos trabajadores ", porque LTRODUCEADNE A LA SEGUNDA EOIN |, INTRODUCCION Drograinas contempordnes de lucha conta la delincuencia pueden iacerse remontar a las esforeadas reformas de los salvadores del nifio, siglo pasado contribuyeron a crear delincuentes. La denominacién para designar a un grupo de extranjero— los jefes de la industria y fos funcionaris del gobierno recurrfan sin tardar a la fuerza masiva y aplastante.** fa, sus remedios parecian agravar el problema. Por strO estudio intenta localizar Ta base social de los coneepto de reforma “desinteresada” véste Svend Ranulf, and Middle Class Peychology. 11) 22 eraooveci6x ideales humanitarios y conciliar las intenciones de ls salvadores del contribuyeron a crear. Prestaremos 1 ei ets elon lal penal, 2] los mati- de las organizacio- cempleados por las que calificar los deli- Jimpuestas en la ejecucién de las cruzadas morales, on{CENES DE 1A DELINGUENCIA: PERSPECTIVAS fie ines aetecia sociales, tipificado por la obra Jeny MeKay, Jane Adams » Sophoniba Breckenridge chos de clase baja son impulsados al comportamiento delincoente po tun proceso de reaccién formativa por el cual “la subcultura delin ard Savitz y Norman Johnston, eds, ey. ‘onigeNES DE 1A DELINGUENCIA: PERSPECRIVA 3 cuente toma sus normas de la cultura ms grande, pero invertidas”. Gohen descubrié que de acuerdo con las normas de ética de la clase ‘media, buena parte del comportamiento delincuente e& malicios, no versitil_y exenta de la restriceidn ra parte, sugire que las normas Oto grupo de tebricos, en particular Robert Merton, Richard Cloward y Lioyd Onlin, han explorado cémo ejercen presién las es ‘ructuras sociales sobre los j6venes para empuijarlos al comportamiento rnp conformista. Segin estos escritores, puede considerarse Ia delincuen- See eee teamericana, pero las diferencias sociales deciden sil éxito puede aleanzarse por medios legals o ilegales* De modo semejante sugiere ‘Talcott Parsons que la deli ‘un sintoma de la impotencia feconémica y politica de los inepeia y concede gran importancia a los titulos educacionales.’ Los nifios, dice Parsons, tienden a padecer por fl hecho de que los agentes principales para iniciar procetos de cambio raican en otror sectores los agentes adultos de que venes tienden hasta cierto punto a no estar un dilema injusto al tener que estar som ‘Sin embargo, Parsons parece relativamente satifecho con que en les nrmopvecibx snes se han vuelto ea ine a aes oe ge “int Mn ene Gees Poe ec rae nein or a a Siete le, ou eons i ees Eevee mh le np gta De "Buena parte de la de plicacién no probada pancia que considera general ni el sistema "e isttemet, os exits han Damado I teen ac le limitaciones y la estrecha vis imaginaci6n criminolégica." Segiin John Kituse y Aaron Ci a ens ers de Bin Lament David Mate, Erving ana a wan Howard Beker 9 Jota Ke ‘orloENES DE 1A DELINCUENCIA: PERSPECTIVA 35 tasas de comportamiento diserepante son consecuencia de los actos ligados por personas del sistema social que defi js tran determinados tipos de comportamiento como forma dada de comportamiento no fuera 1Los estudios de seleccién oficial de discrepantes y de las eruzadas legislativas en su favor indican un creciente interés te6rico por los origenes de las reglas y au puesta en vigor. Eate libro, aunque reco- nociendo las importantes contribuciones hechas al extudio de los que esempefian papeles diserepantes, enfoca a los reglamentadores y la reglamentacién més que a las personas a las que se dedican las reglas. Los sociélogos han suministrado importante informacién ace contexto social de la delincuencfa, las desigualdades econés ilitan el comportamiento ilegal y el campertamiento subcu sabemos muy poco de los procesos sociales por los cuales las organiza. clones formales definen a las personas como ‘‘delincuentes”. Como ha observado Howard Becker, la delincuencia y la discrepancia no son Inherentes al comportamiento humano sino etiquetas adscriptivas que fe ponen a los actores en situaciones sociales particulares: logy, and the Image of the Addict’, Zeuer 36 nermoouccbN Los grupos sociales erean !2 diserepancia haciendo las reglas cuya Si Tonmduaye dacrepancia y aplcasdo eat relas a personas parca of ao aaalopeale Desde ete punto Tntereses, hacen y aplican reglas que compr personas que, por sis propios intereses, han cometido actos ‘coma “delincuentes”."* REVISION DE 1A JUSTICIA JUVENIL He querido enfocar coneretamente el_ movi salvacién del nifio, porque el tribunal of arviGx DE TA JUSTIA JOVEN l sivos en la deter estades. Ha habido algtin debate acerca d estado en crear un tribunal especial para York aprobaron Ieyes, en 1874 y 1892 respectivamente, en que se dispo- fgneral encaminado a sustraer a los adolescentes de los derecho penal y a crear programas especiales para ni Aependientes y abandonados. Bl tribunal para mayores avances en favor del nifio jamés habie “perte integrante de toda la planificacién asisten tc, entusiasta defensor del movimiento pro salvacién del nifio pro- clamaba que de sa familia. Revolu donado ¢ hizo que en 30 xrmopvccibn pliamente a entender que el tribunal para menores y reformas par ralelas en penologia representé un esfuerzo progresivo por los refor- madores empefiados en aliviar los males de la vida urbana y resolver y clentificos. hherencia postivista en el estudio de los problemas sociales ha, irigido la atencién: 1] a los aspectos “anormales” del comporta- miento diserepante, 2] a un modo rigidamente determinista de ver el comportamiento humano y 3] a la primacia del hecho criminal, no del derecho penal, como punto principal de partida para la construc- cién de la teoria etiolégica.®® La falta de interés riguroso por los as pectos histricos, legislativos y politicos de Ja administracién de" ppara los menores pucde atribuirse al interés del crimin6logo por el agente del delito y su desdén por el derecho. Du- tste siglo, slo ha habido esfuerzos espordicos en investigacién inoldgiea por abordar los problemas sociolegales resultantes de la i6n por el gobiemo de las lbertades personales, La. evolucién i tendencia positivsta de la criminologia académica, pien- aque una buena parte de Ia labor criminolégica en ncién a los valores ey and Dri psi, de este punto, véase Clarence Ray REVISION DE LA JUSMGA JOVEN 39 El “deal rehabilitativo” ha dominado la criminologta norteameri- cana a tal punto que la investigacién suele hacerse para averiguar Jos erfgenes del comportamiento criminal y delincuente dentro de in- dividuos © medios ambientes determinados y mo en los organismos oficalmente consttuidos de derecho penal. Pero, como observa Allen, El conservadurismo y el “liberalismo iluido” de muchas inves- tigaciones sobre la delincuencia se debe al hecho de que los investiga sires por lo general extn prepara pre aeptat t definons men, a lborar dentro de las premisas del derecho “40 rermopuccibx ‘memes nuestros problemas en ugar de hacer nuestros problemas, que aceptemos como parte constituyente de nuestra ‘captacién' lo que considera ‘discrepante’, de modo que conciema a bastante: per _ de exta sociedad To suficente para damnos una proteccién ciones estadisticas de su di ent a ey 8 cumplimiento han sido obviados en gran -0$ que no vienen al caso, para dedicarse a averiguar lincuencia, Segiin Herbert Packer, es caracteris- ‘Nacional de Jo Criminal haya pasado por alto la vo y popular en “eriminalizar”.* En el capitulo 2 ¢xaminamos los recursos intelectuales del movic ed iy opr ens el a “fomentado”. En el capftulo 3 examinamos ‘penal con que los salvadores del nif tra- taron de transformar al menor delincuente en cindadano respetuoso jo en el campo y por st y,acereane al “pan de cabafas' Estos hee ‘thos de la “nueva penologia” estin relacionados con imiyenes ideo toy con Jos sungentes interes: profesionales. de los REVISION DE 14 JUSTIGA JUVENTE a ‘wabajadores de correccional, En el capitulo 4 indicamos que el mo- Vimiento salvador del nifio estaba de clase media que hacfan llegar su papel de amas de casa hasta el servicio piblice y emplea- bban sus contactos politicos y econémicos en provecho de si causa, La salvacién del nifio dio también a las mujeres profesionstas pers pectivas legitimas de carrera y favoreeié las necesidades de expresiém de Jos reformadores de clase media en una sociedad que cambiaba répidamente, E] capitulo 5 es el estudio de casos del movimiento pro salvacién del aifio en Illinois, donde nacié el sistema de los teibuna- les para menores. En este capitulo investigasaos el genio de la época y las condiciones sociales en que se creé el tribunal para menores, los problemas pricticos que estaba destinado a resolver, ls personas mos sesentaafos. Analizamos dos grandes ataques idcoligicos contra ¢stos tribunals y evaluamos las reformas consituconales consecuents,

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