La espermatogénesis se refiere a la secuencia completa de acontecimientos de
tipo proliferativo y de modificaciones citológicas que acompañan a la maduración de las células germinales masculinas iniciales, las espermatogonias, hacia los espermatozoides maduros.
Este proceso se produce en las gónadas. La espermatogénesis tiene una
duración aproximada de 62 a 75 días en la especie humana y comienza poco antes de la pubertad bajo la influencia de las concentraciones cada vez mayores de gonadotrofinas hipofisarias y continúa durante toda la vida.
Desde el punto de vista descriptivo, se suele dividir este proceso en 3 estadios
o fases:
1. FASE ESPERMATOGÓNICA: Los espermatogonios se dividen por
mitosis para reemplazarse a sí mismos y para dar lugar a una población de espermatogonios predestinados que al final se diferenciarán en espermatocitos primarios 2. FASE ESPERMATOCÍTICA: Los espermatocitos primarios sufren las dos divisiones meióticas, se reduce tanto la cantidad de los cromosomas como el contenido de ADN, se produce células haploides llamadas espermátides. 3. FASE DE ESPERMÁTIDE: Las espermátides se diferencian en espermatozoides maduros.
Al final de la espermatogénesis las espermatides sufren su maduración final y se
liberan en la luz del túbulo seminífero desde las células sustentaculares de Sertoli durante un proceso llamado espermiación.
FASE ESPERMATOGÓNICA:
En la fase espermatogenica las células madre se dividen para reemplazarse a si
mismas y para proveer una población de espermatogonios predestinados.
Las células madre espermatogenicas sufren divisiones múltiples y generan una
progenie espermatogonica que muestra diferencias en cuanto al aspecto nuclear en los preparados de rutina tenidos con H-E. Los espermatogonios humanos se clasifican en tres tipos de acuerdo con la apariencia de los núcleos en los cortes histológicos de rutina:
Espermatogonios tipo A oscuros (Ad). Estas células tienen un núcleo
ovoide con cromatina granular fina muy basófilo. Se cree que estos espermatogonios son las células madre del epitelio seminífero. Se dividen con intervalos irregulares para dar origen a un par de espermatogonios tipo Ad que permanecen como células madre o bien a un par de espermatogonios tipo Ap. Espermatogonios tipo A claros o pálidos (Ap). Estas células tienen un núcleo ovoide con cromatina granular fina poco tenida. Los espermatogonios Ap están predestinados a seguir el proceso de diferenciación que produce los espermatozoides. Sufren varias divisiones mitóticas sucesivas que aumentan su cantidad. Espermatogonios tipo B. Estas células tienen un núcleo más bien esferoidal con cromatina que esta condensada en grumos grandes contra la envoltura nuclear y alrededor del nucléolo central.
FASE ESPERMATOCÍTICA:
En la fase espermatocitica los espermatocitos primarios sufren meiosis para
reducir tanto la cantidad de cromosomas como el contenido de DNA.
La división mitótica de los espermatogonios tipo B produce los espermatocitos
primarios. Estos duplican su DNA poco después de formarse y antes de que comience la meiosis, de modo que cada espermatocito primario contiene la cantidad normal de cromosomas (2n) pero el doble de la cantidad de DNA (Ad). Cada cromosoma se compone de dos cromatides hermanas; de ahí la cantidad 4d de DNA.
La meiosis I trae como consecuencia la reducción de la cantidad de los
cromosomas (de 2n a 1n) y de la cantidad de DNA al estado haploide (de 4d a 2d) por consiguiente, el espermatocito secundario se caracteriza por una cantidad haploide de cromosomas (1n) y una cantidad 2d de DNA. Dado que la meiosis II no está precedida por una duplicación del DNA, después de esta división cada espermatide tiene la cantidad haploide (1n) de cromosomas, cada R uno compuesto por una sola cromatide (Id); a continuación se 'g ofrece una descripción breve de la meiosis espermatocitica.
La profase de la primera división meiótica, en la cual la cromad- —na se
condensa en cromosomas visibles, dura hasta 22 días en los espermatocitos primarios humanos. Al final de la profase pueden identificarse 44 autosomas y un cromosoma X y otro Y, cada uno = con dos hebras cromatinicas (cromatides). Los cromosomas homólogos se aparean conforme se alinean en la placa ecuatorial de la metafase.
Los cromosomas homólogos apareados, que reciben el nombre de tétradas
porque están compuestos por cuatro cromatides, intercambian material genético en un proceso conocido como recombinación (crossing-over). Durante este intercambio, las cuatro cromatides están reordenadas en una estructura tripartita llamada o complejo sinaptonemico. Este proceso asegura la diversidad genética. A través del intercambio genético, las cuatro espermatides producidas a partir de cada espermatocito son diferentes unas de otras (p y de todas las demás espermatides derivadas de otros espermatocitos. Después de que se ha completado la recombinación génica o crossing-over, los cromosomas homólogos se separan y avanzan hacia los polos opuestos del huso meiotico. Así, las tétradas, que fueron modificadas por la recombinación génica, se separan y se convierten en diadas de nuevo. Las dos cromatides de cada cromosoma original (aunque modificadas por la recombinación) permanecen juntas. Esto es justo lo contrario de lo que ocurre en la mitosis, en la cual las cromatides apareadas -una que corresponde a la “plantilla” y la otra al DNA neo sintetizado- se separan.
El movimiento de un cromosoma particular de un par de homólogos a cualquiera
de los polos del huso es determinado por el azar; esto significa que los cromosomas derivados del padre y los derivados de la madre no se seleccionan a si mismos en la placa ecuatorial de la metafase. Esta distribución al azar es otra fuente de diversidad genética en los espermatozoides resultantes. Las células derivadas de la primera división meiótica reciben el !S!! Nombre de espermatocitos secundarios. Estas células entran de inmediato en la profese de la segunda división meiótica sin sintetizar DNA nuevo (o sea que no pasan por una fase S; véanse las pp. 89-93). Cada espermatocito secundario tiene la cantidad de los cromosomas reducida a 1 n que está representada por 22 autosomas y un cromosoma X o un cromosoma Y. Cada uno de estos cromosomas está compuesto por dos cromatides hermanas. El espermatocito secundario tiene la cantidad 2d (diploide) de DNA. Durante la metafase de la segunda división meiótica, los cromosomas se alinean sobre la placa ecuatorial y las cromatides hermanas se separan y avanzan hacia polos opuestos del huso. Conforme la segunda división meiótica se completa y las membranas nucleares se reconstituyen, a partir de cada espermatocito secundario se forman dos espermicidas haploides, cada una con 23 cromosomas de una sola cromatide (1n) y la cantidad 1d DNA (Fig. 22.10).
FASE DE ESPERMATIDE (ESPERMIOGENESIS):
En la fase de espermatide las espermatides sufren una remodelación celular
extensa conforme se diferencian en espermatozoides maduros.
Cada espermatide producto de la segunda división meiótica es haploide en
cuanto a contenido de DNA (Id) y cantidad de cromosomas (1 ti) representada por 22 autosomas y un cromosoma X o Y. Ya no experimentan divisiones adicionales. Las espermatides haploides sufren un proceso de diferenciación que produce los espermatozoides maduros, que también son haploides. El estado diploide normal se restaura cuando un espermatozoide fecunda un oocito. La remodelación celular extensa que ocurre durante la diferenciación de las espermatides en espermatozoides maduros (espermatogénesis) consiste en cuatro fases. Estas fases ocurren mientras las espermatides están físicamente adheridas a la membrana plasmática de las celulas de Sertoli mediante uniones especializadas. Los cambios morfológicos en las cuatro foses que ocurren durante la espermatogénesis se describen a continuación y se esquematizan en la Figura 22. 11.
• Fase de Golgi: Esta fase se caracteriza por la presencia de gránulos nPAS
(acido peryodico-reactivo de Schiff) positivos que se acumulan en los complejos de Golgi múltiples de la espermatide. Estos gránulos proacrosomicos, que tienen una gran cantidad de glucoproteínas, confluyen en una vesícula limitada por membrana, la vesícula acrosómica, la cual es contigua a la envoltura nuclear. La vesícula aumenta de tamaño y su contenido se acrecienta durante esta fase. La posición de la vesícula agronómica determina el polo anterior del espermatozoide en la región yuxtanudear hacia el polo posterior de la espermatide, donde el centriolo maduro se alinea perpendicular a la membrana plasmática. El centriolo inicia el armado de los nueve dobletes microtubulares periféricos y de los dos microtubulos centrales que forman el axonema de la cola del espermatozoide.
• Fase de casquete: En esta fase la vesícula acrosomica se extiende sobre toda
la mitad anterior del núcleo. Esta estructura de forma modificada recibe el nombre de casquete o capuchón agronómico. La porción de la envoltura nuclear que está debajo del casquete acrosomico pierde sus poros y sufre un engrosamiento. El contenido nuclear también se condensa.
• Fase de acrosoma: En esta fose la espermatide se reorienta de modo que la
cabeza se enclava profundamente en la célula de Sertoli y apunta hacia la lámina basal. El flagelo en desarrollo se extiende dentro de la luz del túbulo seminífero. El núcleo condensado de la espermatide se aplana y se alarga, el núcleo y su acrosoma superpuesto también se mueven hacia una posición justo contigua a la membrana plasmática anterior y el citoplasma es desplazado hacia atrás. Los microtubulos citoplasmáticos se organizan en una vaina cilíndrica, llamada manguito (manchette), que se extiende desde el borde posterior del acrosoma hacia el polo posterior de la espermatide. Los centriolos, que antes habían iniciado el desarrollo del flagelo, ahora retornan a la superficie posterior del núcleo, donde el centriolo inmaduro se adhiere a un surco poco profundo en el núcleo. Luego se modifican para formar la pieza de conexión o región del cuello del espermatozoide en desarrollo. De los centriolos adheridos al núcleo surgen nueve fibras gruesas que se extienden dentro de la cola en la forma de fibras densas externas por fuera de los microtubulos del axonema. Estas fibras unen el núcleo con el flagelo, de ahí el nombre de pieza de conexión. Conforme la membrana plasmática se mueve hacia atrás para cubrir el flagelo en crecimiento, el manguito desaparece y las mitocondrias migran desde el resto del citoplasma para formar una vaina helicoidal ajustada que rodea las fibras gruesas en la región del cuello y en su extensión posterior inmediata (Fig. 22.12). Esta región es la pieza intermedia de la cola del espermatozoide. Distal con respecto a la pieza intermedia, una vaina fibrosa compuesta por dos columnas longitudinales y muchas “costillas” de conexión rodea las nueve fibras longitudinales de la pieza principal y se extiende casi hasta el final del flagelo. Este segmento breve de la cola que es distal con respecto a la vaina fibrosa recibe el nombre de pieza terminal.
• Fase de maduración: Esta última fase de remodelación de la espermatide
reduce el exceso de citoplasma de alrededor del flagelo para formar el espermatozoide maduro. Las células de Sertoli luego fagocitan este exceso de citoplasma, también llamado cuerpo residual. Los puentes intercelulares que han caracterizado los gametos en desarrollo desde las etapas preespermatociticas permanecen con los cuerpos residuales. Las espermatides ya no están adheridas entre si y se liberan de las células de Sertoli.
Las espermatides se liberan en la luz de los túbulos seminíferos durante el
proceso denominado espermiacion.
Hacia el final de la fase de maduración de la espermiogenesis las espermatides
alargadas se liberan desde las células de Sertoli en la luz del túbulo seminífero. Este proceso complejo, llamado espermiacion, comprende la eliminación progresiva de complejos de unión célula de Sertoli-espermatide y el desprendimiento de las espermatides de las células de Sertoli. La presencia de integrinas B1 en las uniones célula de Sertoli-espermatide, así como un aumento de la actividad de la cinasa vinculada con la integrina en el momento de la espermiacion indica un control enzimático de la liberación de las espermatides. El ritmo de la espermiacion en el testículo determina la cantidad de espermatozoides en el semen eyaculado. Espermatogénesis MADURACIÓN ESPERMÁTICA
El epidídimo es el órgano encargado de proporcionar el ambiente idóneo para la
maduración final de los espermatozoides y de su almacenaje, adquiriendo de este modo la motilidad y su capacidad para fecundar. El epidídimo está constituido por un túbulo altamente replegado de epitelio pseudoestratificado compuesto por varios tipos celulares. Se divide en tres regiones: cabeza, cuerpo y cola. El tiempo requerido por el espermatozoide para ir desde la cabeza a la cola varía según la especie. En el caballo es de 9-11 días. Durante el tránsito por este órgano el espermatozoide sufre una serie de transformaciones morfológicas y funcionales que le aportan características como la motilidad y la capacidad de reconocer la zona pelúcida. Una vez madurados los espermatozoides se acumulan en la cola del epidídimo hasta la eyaculación.
ESTRUCTURA DEL ESPERMATOZOIDE
El espermatozoide de los mamíferos consta de 5 regiones; cabeza, cuello, pieza
intermedia, pieza principal y pieza terminal. Desde el punto de vista funcional, es un transportador de la información genética. Por ello, debemos destacar la presencia de un núcleo muy condensado, una membrana plasmática muy sensible a los cambios térmicos y osmóticos y las mitocondrias.
LA MEMBRANA PLASMÁTICA: es una doble capa, compuesta
fundamentalmente por lípidos, que recubre al espermatozoide. En condiciones normales, los grupos hidrófilos (cabezas) de los fosfolípidos de la membrana se disponen formando las capas externa e interna de la bicapa lipídica, mientras que las c o l a s hidrófobas se mantienen entre ambas capas. La deshidratación que ocurre durante la congelación, modifica esta disposición, forzando la coalescencia de las cabezas o la exposición de las colas. Los lípidos predominantes son los fosfolípidos y el colesterol. La composición de fosfolípidos de membrana y la relación colesterol/fosfolípidos difiere entre especies (aproximadamente 70% fosfolípidos, 25% lípidos neutros y un 5% de glicolípidos). La composición lipídica de la membrana está correlacionada con la tolerancia al shock por frío; cuanto mayor sea la proporción de esteroles en relación a los fosfolípidos y mayor sea la saturación de fosfolípidos con grupos acetilos, mayor tolerancia a los procesos de congelación-descongelación. En estudios realizados por Parks y Lynch en 1992, se comprobó que la membrana plasmática del espermatozoide equino contiene menor porcentaje de colesterol que el de toro o el de cerdo. Esto le confiere menor tolerancia a los descensos de temperatura. La membrana plasmática consta además de una serie de proteínas integradas entre los lípidos. Estas proteínas actúan a modo de poros o canales, como receptores de unión a determinadas estructuras del aparato genital femenino (oviducto); como zona de unión específica de membrana, o bien presentan cadenas de carbohidratos que reaccionan con proteínas del medio.
La cabeza del espermatozoide es aplanada y está formada por el núcleo, el
acrosoma, estructuras del citoesqueleto y una pequeña cantidad de citoplasma. El núcleo está constituido por cromatina altamente condensada, el acrosoma, el segmento ecuatorial y la fosa de implantación.
- La cromatina se encuentra compactada mediante proteínas específicas
(protaminas) que se unen entre sí mediante puentes disulfuro.
- El acrosoma se localiza en la porción anterior del núcleo y es una vesícula
especializada que contiene enzimas hidrolíticas, necesarias para la penetración de la zona pelúcida del ovocito en la fecundación. Cabeza de espermatozoide
Los daños en la membrana plasmática o del acrosoma son irreversibles y
pueden originarse por diversas causas entre las que se encuentran cambios osmóticos, shock térmico o cambios de pH. Estos cambios pueden causar una pérdida prematura del contenido acrosómico.
- El segmento ecuatorial es una evaginación de la membrana plasmática del
espermatozoide localizada en la porción media de la cabeza. Su fusión con la membrana plasmática del ovocito es fundamental para la fecundación.
- Fosa de implantación es el lugar de inserción del flagelo en la cabeza. En el 50%
de los casos y de forma fisiológica en el caballo, esta inserción de la cola no es central, sino abaxial. Por ello el patrón de motilidad progresiva en el caballo no es tan rectilíneo como en otras especies. Estructura del espermatozoide El cuello es la unión entre la cabeza y la pieza intermedia. Está constituido por el capitulum, mitocondrias, el centriolo proximal y una serie de columnas laminadas que proporcionan gran flexibilidad al espermatozoide para moverse lateralmente durante la batida flagelar. El flagelo es el responsable del movimiento y lo constituyen tres regiones: la pieza intermedia, la pieza principal y la pieza terminal La Pieza Intermedia (PI): se caracteriza por la presencia de una doble hélice de mitocondrias. Estas organelas, además de ser las responsables del metabolismo energético y de la regulación de muerte celular, se ha comprobado recientemente que son la mayor fuente intracelular de especies reactivas de oxígeno. La pieza intermedia queda limitada caudalmente por el anulus que es la zona donde la membrana plasmática se condensa
La Pieza Principal (PP): constituye la porción mayor de la cola. Está formada
por las 9 fibras densas y el axonema que se continúan desde la zona intermedia. Las fibras van reduciendo su tamaño hasta desaparecer al final de la PP
La Pieza Terminal (PT): constituye la pieza final de la cola, y está formada
por el axonema, sin vaina fibrosa. MOTILIDAD ESPERMÁTICA
La motilidad espermática es una de las características funcionales básicas del
espermatozoide. Existen dos tipos de movimiento espermático, un movimiento activo, propio de los espermatozoides eyaculados y cuya finalidad es avanzar en el tracto reproductor de la hembra. Este movimiento se caracteriza por ser simétrico, progresivo y con baja amplitud de onda. El movimiento hiperactivo, es el que experimentan los espermatozoides capacitados. La batida flagelar es asimétrica y de mayor amplitud con objeto de penetrar en la membrana del ovocito.
La estructura que le confiere motilidad al espermatozoide es el axonema. Éste
necesita de ATP para poder realizar el movimiento de la cola. Las mitocondrias son las organelas encargadas de la producción de energía en el espermatozoide mediante fosforilación oxidativa. Sin embargo, su distribución se encuentra limitada al tracto intermedio. Turner y colaboradores, en el 2006 [23], demostraron que el ATP producido en las mitocondrias era suficiente para permitir la motilidad y que el ATP tendría que difundirse hasta alcanzar la totalidad de la cola. Sin embargo, diversos estudios han comprobado que el metabolismo aeróbico no es el único que abastece de energía al espermatozoide. El ATP puede provenir también del metabolismo anaeróbico de sustratos extracelulares como la glucosa o fructosa. La utilización de una vía u otra va a depender de la especie y de las condiciones del espermatozoide. Así por ejemplo, el espermatozoide humano mantienen un alto rango de glucólisis incluso durante la respiración aeróbica, y es capaz de mantener la motilidad en ausencia de oxígeno y/o en presencia de inhibidores mitocondriales, por lo que solo dependen de forma muy limitada de la respiración aeróbica. Por tanto, el espermatozoide es capaz de generar energía por ambas vías metabólicas, aeróbica y anaeróbica.
CAPACITACIÓN
Durante la capacitación el espermatozoide sufre una serie de cambios morfológicos
y funcionales hasta llegar a adquirir habilidad de fecundar el ovocito. Este proceso ocurre “in vivo” durante el tránsito del espermatozoide por el aparato reproductor de la hembra. Entre otros cambios, tiene lugar la pérdida de proteínas que envuelven el espermatozoide y que provienen del plasma seminal. Estas sustancias son factores decapacitantes, que inhiben la habilidad de fecundar del espermatozoide. Además se produce un cambio en la distribución de los lípidos de las membranas, necesario para el reconocimiento y fusión con el ovocito. El colesterol de la membrana del espermatozoide limita su permeabilidad iónica, aportando una mayor rigidez y estabilizándola [30]. Se ha demostrado que la albumina y lipoproteínas de alta densidad presentes en medios de cultivo o en el tracto reproductivo de la hembra, extraen el colesterol de la membrana del espermatozoide. Esta pérdida de colesterol incrementa la fluidez de la membrana y la hace permeable a iones. Posteriormente se produce un aumento del calcio intracelular, de bicarbonato y de peróxido de hidrogeno, que activan la adenil ciclasa para producir AMP cíclico. El aumento de AMPc activa la proteína kinasa A (PKA), que finalmente acaba por fosforilar ciertas proteínas.
Patrón de motilidad de un espermatozoide activado e hiperactivado.