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La armadura de Dios, la coraza de justicia.


Teofilo mercado Figueroa.

Efe 6:13 Por tanto, tomad toda la armadura de Dios, para que podáis resistir en el día malo, y habiendo
acabado todo, quedar firmes.
Efe 6:14 Estad, pues, firmes, ceñida vuestra cintura con la verdad, vestidos con la coraza de justicia,
Efe 6:15 calzados los pies con la prontitud para dar el evangelio de paz.
Efe 6:16 Sobre todo, tomad el escudo de la fe, con que podáis apagar todos los dardos encendidos del
maligno.
Efe 6:17 Tomad el yelmo de la salvación, y la espada del Espíritu, que es la Palabra de Dios.
Efe 6:18 Y orad en el Espíritu, en todo tiempo, con toda oración y ruego, velando en ello con perseverancia
y súplica por todos los santos.

En este pasaje aparecen siete piezas que conforman dicha armadura, nosotros tomaremos solamente la
coraza de justicia, esto no significa que las demás carecen de importancia claro que no. Quiero referirme
a la coraza de justicia porque es una de las atribuciones de Jesucristo para con los que somos de él.

Rom 5:1-21
Veamos los resultados de la justificación,

Justificados, pues, por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo;
5.1 Ahora tenemos paz con Dios, no necesariamente significa sentimiento de paz como la calma y la
tranquilidad.

Paz con Dios significa que nos hemos reconciliado con El. No hay más hostilidad entre nosotros, ningún
pecado bloquea la relación con El. La paz con Dios es posible solo porque Jesús con su muerte en la
cruz pagó el precio de nuestros pecados.
Amen hermanos. Paz con Dios.

5.1-5 Este pasaje es la introducción de una sección que contiene algunos conceptos difíciles. Para
comprender los próximos cuatro capítulos, es bueno tener presente la realidad de los dos lados de la vida
cristiana. Por un lado, estamos completos en Cristo (que somos aceptos en El, es seguro); por otro lado,
crecemos en Cristo (llegamos a ser cada vez más semejantes a Él).

A la vez tenemos categoría de reyes y responsabilidades de esclavos.


Sentimos la presencia de Cristo y también la opresión del pecado.
Disfrutamos la paz que viene como resultado de estar en buenas relaciones con Dios, pero aún
enfrentamos problemas cotidianos que nos ayudan a crecer.
Si recordamos estos dos lados de la vida cristiana, no nos desalentaremos al enfrentar las tentaciones y
los problemas. En su lugar, aprenderemos a depender del poder de Cristo que está a nuestro alcance,
porque Él vive en nosotros en la persona del Espíritu Santo.
Isa 63:1
El día de la venganza de Jehová
¿Quién es éste que viene de Edom, de Bosra, con vestidos rojos? ¿éste hermoso en su vestido, que
marcha en la grandeza de su poder? Yo, el que hablo en justicia, grande para salvar.
Jesucristo se presenta de esta manera con sus ropas ensangrentadas porque había matado al hombre
de pecado al morir en la cruz.
Esto es el evangelio que nosotros la iglesia apostólica predicamos, el poder del evangelio:
Rom 1:17 Porque en el evangelio la justicia de Dios se revela por fe y para fe, como está escrito: Mas el
justo por la fe vivirá.
1.17 El evangelio muestra cómo Dios es justo en su plan para salvarnos y cómo puede hacernos aptos
para la vida eterna. Al confiar en Cristo, entramos en buena relación con Dios. Del principio al fin, Dios
nos declara justos por fe y solo por fe.
1.17 Pablo cita (Hab_2:4. He aquí que aquel cuya alma no es recta, se enorgullece; mas el justo por su
fe vivirá.) Cuando Habacuc dijo "vivirá", quizás se refería solo a la vida presente, pero Pablo amplía el
concepto para incluir también la vida eterna.
Al confiar en Dios, obtenemos salvación; hallamos vida ahora y para siempre, hermanos promesa eterna
es esta de parte del señor Jesucristo a su pueblo, el que le sigue y cree en el y en su venida para llevarnos
al cielo con el por la eternidad.
Luc 19:9 Jesús le dijo: Hoy ha venido la salvación a esta casa; por cuanto él también es hijo de Abraham.
19.9, 10 Cuando Jesús dijo que Zaqueo era un hijo perdido de Abraham, debe haber sorprendido a sus
oyentes al menos en dos maneras. No les debe haber gustado reconocer que este cobrador de impuestos
tan impopular era un compatriota hijo de Abraham y no deben haber deseado admitir que hijos de
Abraham pudieran perderse.
Una persona no se salva por un notable linaje, ni se condena por uno malo; la fe es más importante que
la estirpe.
A Jesús le interesa llevar su Reino a los perdidos, sin importarle sus antecedentes ni estilos de vida
anteriores. Mediante la fe, los perdona y hace nuevos.
Juan 5:39 Escudriñad las Escrituras; porque a vosotros os parece que en ellas tenéis la vida eterna; y
ellas son las que dan testimonio de mí;
5.39, 40 Los líderes religiosos sabían lo que decía la Biblia, pero no aplicaban sus palabras a la vida.
Conocían las enseñanzas de las Escrituras, pero no reconocieron al Mesías que las Escrituras señalaban.
Conocían las leyes, pero no vieron al Salvador.
Atrincherados en su sistema religioso, se negaron a permitir que el Hijo de Dios cambiase sus vidas. No
se enrede tanto en la "religión" que se pierda a Cristo.
Juan 6:63 El espíritu es el que da vida; la carne para nada aprovecha; las palabras que yo os he hablado
son espíritu y son vida.
6.63, 65 El Espíritu Santo da vida espiritual; sin la obra del Espíritu Santo ni siquiera podemos ver nuestra
necesidad de vida nueva.
Toda renovación espiritual empieza y acaba en Dios. Él nos revela verdad, vive en nosotros y luego nos
capacita para responder a esa verdad.
Efe 1:13 En él también vosotros, habiendo oído la palabra de verdad, el evangelio de vuestra salvación,
y habiendo creído en él, fuisteis sellados con el Espíritu Santo de la promesa,
Efe 1:14 que es las arras de nuestra herencia hasta la redención de la posesión adquirida, para alabanza
de su gloria.
1.13, 14 El Espíritu Santo es el sello de Dios de que le pertenecemos y su depósito o arras nos garantiza
de que El hará lo prometido. El Espíritu Santo es un anticipo, un depósito, una firma válida en un contrato.
Su presencia en nuestras vidas ratifica que tenemos una fe genuina y prueba que somos hijos de Dios.
Ahora su poder obra en nosotros la transformación de nuestras vidas y es un adelanto del cambio total
que experimentaremos en la eternidad.
Hermano, hermana si usted aprendió a orar en el espíritu, usted tiene un nuevo origen, esto implica que
tenemos dos orígenes pero que escoger uno, en Cristo nuestro salvador.
Existen muchas personas que aseguran que son hijos de dios y además aseguran ser cristianos, pero
Jesucristo nos dice en las escrituras quienes son sus hijos y quienes pueden decir soy hijo de dios
veamos:
Juan 8:42 Entonces Jesús replicó: "Si vuestro padre fuera Dios, me amaríais; porque yo de Dios he salido,
y he venido. No he venido de mí mismo, sino que él me envió. 8.41 Jesús hace distinción entre los hijos
de la carne y los hijos legítimos. Los líderes religiosos descendían del patriarca Abraham (fundador de la
nación judía) y por lo tanto afirmaban ser hijos de Dios. Pero sus acciones demostraban que eran
verdaderos hijos de Satanás, porque vivían bajo la dirección de este. Los verdaderos hijos de Abraham
(fieles seguidores de Dios) no se comportaban como ellos lo hacían. Ni el hecho de que sea miembro de
una iglesia ni sus relaciones familiares lo hacen un verdadero hijo de Dios. Su verdadero padre es al que
imita y obedece.
Juan 16:28 “Salí del Padre, y he venido al mundo. Otra vez dejo el mundo, y vuelvo al Padre".
Juan 8:23 Jesús agregó: "Vosotros sois de abajo, Yo Soy de arriba. Vosotros sois de este mundo, yo no
soy de este mundo. 23. Vosotros sois de abajo; yo soy de arriba—haciendo contraste de sí mismo, no
como en el cap. 3:31, simplemente con mensajeros de Dios nacidos en la tierra, sino con hombres nacidos
y criados en un elemento contrario al de él, lo que hacía imposible que él y ellos tuviesen algún
compañerismo actual, o morasen eternamente juntos. Véase otra vez la nota acerca del cap. 7:34;
también el v. 44.
Juan 15:19 “Si fuerais del mundo, el mundo amaría lo suyo. Pero como no sois del mundo, antes yo os
elegí del mundo, por eso el mundo os aborrece. 15.17 Los cristianos recibirán bastante odio del mundo;
entre nosotros lo que debemos darnos es amor y apoyo. ¿Permite usted que un problema pequeño le
impida amar a otro creyente? Jesús le ordena amarlo y le dará la fortaleza necesaria para hacerlo.
Juan 17:14 “Yo les he dado tu Palabra, y el mundo los aborreció, porque no son del mundo, como tampoco
yo soy del mundo.
17.14 El mundo odia a los cristianos porque los valores de estos difieren de los del mundo. Como los
seguidores de Cristo no colaboran con el mundo uniéndose a su pecado, se convierten en acusaciones
vivientes contra la inmoralidad del mundo. El plan que sigue el mundo es el de Satanás, y este es el
enemigo declarado de Jesús y de su pueblo.
1Jn 2:16 Porque todo lo que hay en el mundo -los malos deseos de la carne, la codicia de los ojos y la
soberbia de la vida-, no procede del Padre, sino del mundo. 2.15, 16 Algunas personas piensan que las
mundanalidades tienen que ver con la conducta externa: con las personas con quienes nos juntamos, los
lugares que frecuentamos, las actividades de que disfrutamos. Eso no es totalmente cierto, porque la
mundanalidad empieza en el corazón y se caracteriza por estas tres actitudes: (1) deseos de la carne,
afán por la satisfacción de deseos físicos, (2) deseos de los ojos, anhelo y acumulación de cosas, y (3)
vanagloria de la vida, obsesión con el nivel social o la importancia de uno. Cuando la serpiente tentó a
Eva (Gen_3:6), la tentó en estos tres aspectos. También cuando el diablo tentó a Jesús en el desierto,
esas fueron sus tres esferas de ataque (véase Mat_4:1-11).
Por contraste, Dios valora el dominio propio, un espíritu generoso y un servicio humilde. Es posible dar la
impresión de que evitamos los "placeres mundanos", mientras todavía albergamos actitudes mundanas
en nuestro corazón. Es también posible, como Jesús, amar a los pecadores y pasar el tiempo con ellos
mientras se mantienen los valores del reino de Dios. ¿Cuáles son los valores más importantes para
usted? ¿Su conducta refleja los valores del mundo o los valores de Dios?
1Jn 2:15 No améis al mundo, ni lo que hay en el mundo. Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no
está en él.
Juan 1:13 Estos nacieron, no de sangre, ni por el impulso de la carne, ni por el deseo de un varón, sino
de Dios. El Verbo se hizo carne.1.12, 13 Todos los que aceptan a Cristo como Señor de sus vidas renacen
espiritualmente y reciben nueva vida de Dios. A través de la fe en Cristo, este nuevo nacimiento nos
cambia desde adentro, reacondicionando nuestras actitudes, deseos y motivos. El nacimiento hace que
uno esté vivo físicamente y permite ser parte de la familia. Al nacer de Dios, formamos parte de su familia
(1.12). ¿Ha pedido que Cristo le haga una nueva persona? Este nuevo comienzo está a disposición de
todo aquel que cree en Cristo.
Dios se hizo hombre en Jesús a fin de morir por nuestros pecados. Resucitó de la muerte para ofrecer
salvación a todos mediante la renovación espiritual y el nuevo nacimiento.
Cuando Jesús ascendió al cielo, su presencia física dejó la tierra, pero prometió enviar al Espíritu Santo
al grado que su presencia espiritual continuaría entre los seres humano.
El Espíritu Santo por primera vez vino para estar a disposición de todos los creyentes en el Pentecostés.
En los tiempos del Antiguo Testamento el Espíritu Santo dotaba de poder a ciertas personas y solo por
asuntos determinados, pero ahora todos los creyentes tienen el poder del Espíritu Santo a su disposición.
Concluimos entonces que somos justificados por cristo el justo, por lo tanto decimos yo soy justo porque
Jesucristo el justo me justifico al ser bautizado en su nombre.

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