You are on page 1of 4

DESCARTES 1596-1650

 CONTEXTUALIZACIÓN:
-El texto en la obra a que pertenece, otras obras y pensamiento del autor
El texto que estamos comentando pertenece a la famosa obra de Descartes “Discurso del método”, que se publicó
en 1637 como prefacio a tres ensayos científicos: Dióptrica, Meteoros y Geometría. Escrita en francés, algo
novedoso para una época en la que la lengua culta y oficial de la filosofía era el latín, se trata de la primera obra
publicada por Descartes y está considerada como una de las grandes creaciones de la filosofía moderna. Obra
donde no solamente evitará hablar de los principios de su teoría física sino que, además, optará por no publicarla
en Francia, sino en Holanda y de forma anónima. Es una autobiografía intelectual y un buen resumen de una época
llena de tensiones religiosas. Descartes se percató de la necesidad de una reforma del entendimiento, para que la
nueva ciencia, que se basaba en las matemáticas, pudiera triunfar. Para llevar a cabo esta reforma creó un método
basado en la matemática, que hacía fácil lo difícil. Defendía la ruptura con el mundo medieval y la necesidad de
fomentar la investigación libre. Esta obra se divide en seis partes, y en ella se esbozan todos los temas importantes
del pensamiento cartesiano, como la crítica a la vieja filosofía, la necesidad de filosofar con libertad, la importancia
de la nueva ciencia, el valor del método matemático, la duda, el criterio de verdad, Dios, el cogito, …

-La primera parte constituye la biografía del autor. Pone en duda todos los conocimientos aprendidos a lo largo de
su educación, y además, propone un nuevo método de conocimiento.
-En la segunda propone las principales reglas de su método, que toma lo mejor de la lógica y las matemáticas,
evitando sus defectos.
-En la tercera parte propone la moral provisional (obedecer las leyes y costumbres de la sociedad en la que se
vive).
-En la cuarta parte crea su nueva filosofía. Aparece la primera verdad indudable “pienso, luego existo”. A partir de
ahí, se establece la necesidad de Dios como criterio de verdad.
-La quinta parte trata de ciertas cuestiones de física y medicina.
-Y por último, explica los motivos por los que publicó esta obra: poner sus conocimientos al servicio de los demás
(“pues nada vale a quien nadie sirve”).

Otras obras:

Entre sus obras destacan “Meditaciones metafísicas” publicada en el 1641, “Principios de la filosofía” en 1644,
destinado idealmente a la enseñanza y escrito a la princesa Isabel en latín, “Pasiones del alma” también dedicado a
la princesa, en francés, publicado en 1649.

-EL PENSAMIENTO DEL AUTOR:


-Descartes científico:
Según Descartes, hay que derribar la sabiduría de la época y crear una nueva. El proyecto cartesiano supone la
unificación de todas las ciencias en una sola. Esto es posible pues Descartes afirma que: “Todas las ciencias no son
sino la sabiduría humana, que permanece siempre una y la misma por más que sean diferentes objetos a los que
se aplica”. Al afirmar esto, Descartes se opone radicalmente a la filosofía Aristotélica.
Las demás ciencias se pueden reducir a tres principales: la medicina, la mecánica y la moral.
Descartes fue un propagandista de la ciencia nueva. Proponía aplicar a la ciencia el método de las matemáticas,
sin dar importancia a su lado empírico. El mecanicismo cartesiano elimina el mundo de la magia y Dios se
convierte en la única garantía de la razón, y por tanto del conocimiento verdadero. La desaparición de Satán o del
genio maligno convierte a la naturaleza en natural, posibilita el conocimiento de sus leyes.

-EL PENSAMIENTO DEL AUTOR EN LA HISTORIA DE LA FILOSOFÍA Y/O EN LA ÉPOCA


Descartes nace en 1596 en la Haye (Francia) y muere en el 1650, siendo el filósofo que dio paso a la filosofía
moderna.
La filosofía de Descartes surge durante la revolución científica del siglo XVI y la reforma protestante.
Descartes trata de encontrar una filosofía donde el error no tenga cabida, garantizando así, la certeza. Una filosofía
con gran influencia de las matemáticas, y es que en ese momento se impone el rigor de la ciencia y se quiere dotar
de ese rigor a la Filosofía, que carecía de esa exactitud. Descartes quiere hacer que la Filosofía tenga validez
universal, como las matemáticas. Además, destacó en este campo al crear la geometría analítica, y sus estudios
sobre la óptica le llevaron al descubrimiento de la ley fundamental de la reflexión de la luz.
Se necesitaba un nuevo método que fuera capaz de ofrecernos un conocimiento real de la naturaleza, ya que
recurrir a fuerzas ocultas o desconocidas era inaceptable, y es con Copérnico con quien comienza este método.
En su obra se destruye uno de los pilares básicos del pensamiento medieval: la distinción entre la Tierra y el cielo.
Lo mismo ocurre en el caso de Galileo, quien estaba convencido de que el conocimiento de la naturaleza es posible
pero requiere del conocimiento matemático para ser interpretado.
Esta nueva ciencia supone una nueva mentalidad, un nuevo modo de entender la naturaleza y por consiguiente un
nuevo método. Descartes comparte con ambos (Copérnico y Galileo), la idea de que la naturaleza es una realidad
dinámica con estructura matemática; y la necesidad de un nuevo método para llegar al conocimiento de la verdad.
Pero tiene una interpretación distinta, ya que para él, el éxito de las matemáticas radica en el método que utiliza, el
MÉTODO DEDUCTIVO, que parte de unos principios evidentes a partir de los cuales se puede conocer la verdad.
Todo ello supondrá la confianza en la razón, que ha ido ganando su autonomía en el paso del siglo XVI al XVII.
El racionalismo cartesiano aparece tanto como una respuesta a la necesidad de renovar la filosofía, como una de
las corrientes más importantes de la filosofía occidental.
Esta corriente filosófica tuvo como principales representantes, además de Descartes, a Spinoza y Leibniz. Todos
ellos afirman que la razón es el origen y fundamento del conocimiento válido. Lo que va asociado a la afirmación de
la existencia de ideas innatas y supondrá la desvalorización del conocimiento sensible.
Junto al racionalismo surgirá otra corriente filosófica conocida como empirismo, representada por Hume, Locke…
etc. Esta corriente se caracteriza por sostener que todos nuestros conocimientos proceden de nuestros sentidos, de
la experiencia sensible. Niega la verdad absoluta y defiende que toda verdad debe ser puesta a prueba. Descartes
se opone a esta corriente.
La influencia de Descartes ha sido enorme, tanto en filosofía como en muchos ámbitos del pensamiento.
Su pensamiento recibió muchas influencias pues, el sujeto moderno había sido creación de los renacentistas; la
duda y evidencia del yo está en San Agustín (“Si yerro, existo”); el innatismo tiene sus raíces en Platón, e incluso la
idea de que dependemos de un Dios garante la encontramos en San Agustín y muchos autores medievales.
Sin embargo, Descartes supo exponer de modo magistral ese conjunto de ideas y presentarlo como un todo
coherente. De ahí que la filosofía inmediatamente posterior dependa totalmente de él y su influjo deje una huella
importante en otros muchos autores como por ejemplo, en Kant.
Murió en Suecia, el 11 de febrero de 1650, víctima de una afección pulmonar. Su cuerpo fue trasladado a París en
1666.

TEMAS (SÍNTESIS TEÓRICA O DOCTRINAL)


1) EL COGITO Y EL CRITERIO DE VERDAD:
La filosofía de Descartes se inicia con la duda, comienza dudando de todo conocimiento posible. Buscaba una
verdad que fuese indudable absolutamente, descubierta sólo por sí mismo y que fuese imposible refutarla.
Comenzó dudando de todos los conocimientos recibidos, de lo percibido por lo sentidos e incluso se inventó un
genio maligno para dudar de las verdades matemáticas, de las que en realidad no duda. Era preciso fundar un
método que reuniera todos los saberes del hombre. Se fijó en el método matemático, que podría ser el modelo a
tomar por las características básicas de la intuición y deducción. Duda de todo para ver si queda algo indudable y
cierto, pero advierte en seguida que, aun queriendo pensar que todo es falso, era necesario un “yo”, que lo
pensara, pero no se puede demostrar que ese sujeto tenga cuerpo ni que exista en el mundo físico.
Descubrió entonces, que esta verdad: “pienso, luego existo” era tan firme y segura que ni las suposiciones de los
escépticos eran capaces de conmoverla. Por lo que se convierte en el primer principio de la filosofía que buscaba.
Debido a que Descartes presenta este conocimiento en forma de razonamiento, esta verdad no es una
demostración, por lo que “cogito, ergo sum” es una intuición.
El cogito es la primera verdad en el orden del conocimiento. A partir de ella podemos fundamentar todas las
demás.
Entiende el “pensar” como “todo lo que se produce en nosotros de tal suerte que lo percibimos inmediatamente
por nosotros mismos; por esto, entender, querer, imaginar y sentir, es la misma cosa aquí que pensar”. Todo acto
mental presenta la característica de ser indudable, ninguno de ellos puede ser falso.
El cogito se va a convertir en criterio de verdad, y las cosas que concebimos más claras y más distintamente son
todas verdaderas.
La duda metódica comienza en dudar de nuestros conocimientos, pues los sentidos nos inducen a error. Otro
motivo por el que dudar se halla en la imposibilidad de distinguir entre vigilia y el sueño. Por ello, se debe dudar de
las cosas que percibimos.
La anterior duda nos permite dudar de la existencia de las cosas y del mundo, pero no afecta a las matemáticas
dormidos o despiertos, por ello, tal vez exista algún “espíritu maligno” de extremado poder e inteligencia que pone
todo su empeño en inducir a error.
La primera regla del método, obliga a no considerar como verdadero más que lo evidente, sólo lo que se presenta
en nuestra mente de forma clara y distinta. También duda de los razonamientos (deducciones), ya que es posible
cometer errores lógicos.
Descartes propone entonces 4 reglas del método:
1. No admitir como verdadera ninguna cosa que no se sepa con evidencia que lo es.
2. Dividir cada dificultad en cuantas partes sea posible para su mejor solución.
3. Pensar desde lo simple a lo complejo: síntesis.
4. Enumerar.

El “criterio de verdad” no tiene total garantía hasta que no se demuestra la existencia de Dios y su bondad, pues él
será la única razón para impedir la existencia del genio maligno que induce a error.
Descartes llama intuición a todo acto mental que capta una realidad con claridad y distinción. El error aparece
cuando nuestra voluntad nos lleva a asentir a proposiciones que no se muestran con claridad ante nuestra mente.

2) LAS DEMOSTRACIONES DE LA EXISTENCIA DE DIOS:


Todo el sistema cartesiano reposa sobre la existencia de una sustancia infinita: Dios.
-El criterio de evidencia encuentra su última garantía en Dios, un ser infinito, perfecto, bondadoso, bueno y veraz.
Se podría dudar incluso de la misma evidencia: si las ideas claras y distintas son siempre verdades, es porque Dios
no ha podido dotar al hombre de una facultad de conocimiento que le induzca a error.
Descartes, al no ser empirista, no puede pasar de la demostración del sujeto pensante a la del mundo físico. Tiene
que acudir a dios para salir del cierre del sujeto pensante y demostrar la existencia del mundo, un mundo creado
por un Dios bueno y veraz que no permitiría ver algo que no existe.
De este modo, Dios se convierte en la idea más perfecta. La idea de perfección absoluta no se puede explicar a
partir de las facultades del propio sujeto, luego debe estar en nuestra mente porque un ser más perfecto nos la ha
puesto: debe ser innata. Pues, “siendo yo una substancia finita, no puedo tener la idea de una substancia infinita si
no la hubiera puesto en mí una substancia que verdaderamente fuese infinita”, luego Dios existe.
Tal y como existimos, podríamos no existir, y por ello Descartes recurre a Dios por ser necesario para explicar
nuestra creación y para explicar la conservación de nuestro ser. La existencia necesaria y eterna está comprendida
en la idea de un ser absolutamente perfecto; luego Dios existe.

NOCIONES:
1) Duda y certeza:

Descartes plantea la llamada duda epistemológica. La evidencia se da sólo en el interior del sujeto, en un acto
puramente racional por el que la mente ve de modo inmediato una idea.
No podemos considerar como verdadero más que lo evidente, sólo lo que se presenta en nuestra mente de forma
clara y distinta, creencias revisadas por la razón. La razón nos permite conocer la verdad, pero puede ser desviada
por los prejuicios, la precipitación, las pasiones, etc. Sólo se debe aceptar como verdadero aquello que aparece con
absoluta evidencia en la conciencia.
Descartes utiliza la duda para llegar a verdades evidentes. La duda cartesiana es metódica, y su objetivo es
encontrar una verdad universal, que resista los argumentos escépticos.
Es universal porque pone en cuestión todos los conocimientos, los del sentido común y los basados en la
percepción, como los que tienen su origen en la investigación científica, incluida la matemática. El único tipo de
creencias que no cuestiona son las verdades religiosas.
Es radical, duda de aquello que tras su examen resulta falso, y es teórica.
-Duda de los sentidos, pues nos han engañado en muchas ocasiones, como la imposibilidad de distinguir entre
vigilia y sueño.
-Duda de la razón, ya que a veces nos equivocamos al razonar, pone en cuestión sólo actos concretos de
razonamiento, aquellos que se hacen con precipitación y descansan en la deducción.

Conclusión: podemos dudar de los sentidos, y de la razón, de la existencia de los cuerpos, las verdades de la
experiencia, el sentido común y de las ciencias, pero no de la proposición de “pienso, luego existo”.
Es una demostración de tipo agustinista.
Tras demostrar que Dios existe y que es bueno, podemos confiar en nuestros sentidos y nuestra razón,
particularmente en todo aquello que se presente con claridad y distinción a nuestra mente.

2) Alma y cuerpo (res cogitans y res extensa)


El alma no es sino pensamiento: es una substancia finita cuyo único atributo o esencia es el pensamiento.
Por eso Descartes llama al alma res cogitans:
-Res cogitans: (cosa o sustancia pensante)
El ser humano es una sustancia pensante cuya naturaleza y sustancia entera no es sino pensar.
La sustancia es aquello que existe en sí y por sí, y no necesita nada para existir. La existencia del cuerpo es dudable,
pero es imposible negar la existencia del yo.
-Res extensa:
El cuerpo (cualquier cosa material) es extensión: la extensión es su único atributo o esencia. Los modos propios del
cuerpo son fundamentalmente, la figura y el movimiento (y reposo). Sólo queda asegurada la existencia de aquello
que se percibe de modo claro y distinto. No podemos apoyarnos en las cualidades secundarias de la materia, ya
que son aportadas por los sentidos. Descartes geometriza el mundo corpóreo, pues sus cualidades pueden ser
cuantificadas.
Los seres físicos tienen cualidades objetivas, que para Descartes son aquellas que se pueden medir o expresar en
números, coincidiendo con Galileo y Kant.
De este modo, sólo Dios es substancia, puesto que las criaturas necesitan de Dios para existir (Dios da la existencia
-y luego la conserva- a todas las criaturas). Pero una substancia finita no necesita para existir ninguna otra
substancia finita: de este modo, el alma no necesita del cuerpo para existir (el dualismo cartesiano). Descartes
admite que el alma y el cuerpo se relacionan causalmente. Por eso nos dice que el alma se extiende a lo largo de
todo el cuerpo, aunque parece concentrarse (y donde se conectan), en el cerebro, y particularmente la glándula
pineal.

3) Pensamiento e ideas:
Pensamiento es sinónimo de contenido consciente, pues no hay lugar en el cartesianismo para el inconsciente.
Pensar es entonces “todo lo que se produce en nosotros y que percibimos inmediatamente por nosotros mismos;
entender, querer, imaginar y sentir”. El pensamiento es el atributo o esencia del alma o “res cogitans”. “Si dejara de
pensar, en ese mismo momento dejaría de existir”.
En el pensamiento tenemos ideas confusas o percepciones que requieren la cooperación del cuerpo, e ideas claras
y distintas, las cuales tienen su origen en la razón. La extensión no depende de los sentidos. Para Descartes, la idea
es un medio que pensamos, el pensamiento no recae sobre las cosas, sino sobre las ideas.
Ideas: Para Descartes las ideas no tienen realidad ontológica independiente al sujeto que las piensa, son
contenidos mentales que dependen del sujeto que las está pensando en ese instante, por lo que son los materiales
con los que trabaja la razón. Las ideas son todas semejantes pero distintas y pueden ser de 3 tipos:
1: Ideas adventicias: Son las ideas que dan lugar al conocimiento sensible.
2: Ideas facticias: consecuencia del poder de nuestra imaginación. Las construye la mente a partir de otras ideas.
3: Ideas innatas: Se encuentran en nuestra mente antes de cualquier experiencia sensorial del mundo. La más
importante es la idea de Infinito o Dios. Han sido implantadas en nuestra mente por Dios. Descartes también
consideró que hay principios innatos o verdades eternas. Estas verdades descansan en la razón. Las ideas innatas
no están siempre a nuestra disposición.

You might also like