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ENTORNO ECONÓMICO
Lic. Gerardo Cruz Vasconcelos
Presidente del Comité Técnico Nacional de Estudios Económicos
Director de Estudios Económicos de Cemex México
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Contenido
1. El Entorno Internacional.
1.1 El Escenario Global.
2. El Entorno Económico Mexicano.
2.1. El Sexenio de Vicente Fox: Estabilidad Fortalecida y Crecimiento
Moderado.
2.2. Aspectos Cuantitativos del Desempeño Económico Reciente.
3. Escenarios Probables 20072012.
4. Conclusiones.
5. Propuestas.
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1. El Entorno Internacional.
1.1 El Escenario Global.
De acuerdo con la información más reciente sobre la economía mundial, es de
esperarse que el PIB Global muestre sólo una ligera desaceleración en 2007
(4.9%) comparado con 2006 (5.1%). Como lo muestra el Cuadro 1, según el FMI
tanto EUA, como el Área del Euro, experimentarán una menor actividad
económica en 2007 respecto al año actual, si bien la desaceleración no será
significativa.
Cuadro 1. Crecimiento del PIB Global 20042007
Cuadro 1. PIB Global 20062007
Fuente: FMI. World Economic Outlook, September 2006
Se coincide en lo general con las proyecciones del FMI, aunque para el caso de
Estados Unidos existe una ligera diferencia, ya que consideramos un incremento
menor del PIB en 2007 (ver Cuadro 2), debido a un impacto ligeramente mayor
del enfriamiento del sector inmobiliario sobre el consumo en ese país. Este
escenario de largo plazo para EUA, cabe agregar, nos servirá de marco de
referencia para elaborar los escenarios sobre el desempeño probable de la
economía nacional en la tercera parte de este Capítulo.
Cuadro 2. Crecimiento del PIB de EUA 20072012
Consideramos que el riesgo de una recesión en EUA y de un lento crecimiento de
la economía global existe, pero es moderado. Con ello, queremos expresar que no
anticipamos un “crack inmobiliario” norteamericano, sino un aterrizaje suave de la
economía de EUA durante 2007.
Sin duda, existen riesgos importantes a nivel global que no pueden desdeñarse,
pero que tampoco han inhabilitado el excepcional crecimiento de la economía
internacional durante los pasados tres años. Nos referimos a los altos (aunque
ahora declinantes) precios del petróleo y, en general, al llamado “ciclo de los
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commodities” que ha disparado los precios de diversos metales y otras materias
primas en el mercado mundial. Pero, de hecho, el declive –todavía titubeante de
los precios de las mercancías tendrá un impacto favorable sobre la inflación en los
países industrializados, contribuyendo –de mantenerse a evitar alzas persistentes
de las tasas de interés en el Área del Euro y dando margen para la preservación
del crecimiento mundial.
Otro riesgo muy relevante, es el relativo a los desequilibrios externos entre las
economías, en particular, al de EUA frente al resto del mundo. Al respecto, el
incremento más moderado de la demanda en Estados Unidos (del que da una
idea el Cuadro 2), aunado a un aumento de las exportaciones norteamericanas
hacia el resto del mundo, evitará – así lo pensamos un mayor deterioro del déficit
externo estadounidense, lo que a su vez, alejará el riesgo de un “aterrizaje
forzoso” (depreciación súbita) del dólar frente a otras monedas fuertes.
Para concluir este apartado, conviene señalar que los riesgos de una recesión en
EUA no deben exagerarse, como lo hacen algunos medios. De acuerdo con el
destacado economista Michael Mussa, del Institute for International Economics, la
historia de los ciclos económicos de Estados Unidos, a partir de la posguerra (11
expansiones que han durado, en promedio, alrededor de cinco años; y 10
recesiones que han durado, en promedio, poco menos de un año), nos indica que
la probabilidad de que la economía norteamericana entre en recesión en 2007 es
de entre 12 y 15%, no más.
2. El Entorno Económico Mexicano.
2.1 El Sexenio de Vicente Fox: Estabilidad Fortalecida y Crecimiento Moderado.
Sin embargo, el contexto de estabilidad económica que caracterizó al país,
aunque necesario, no fue suficiente para elevar el crecimiento potencial de la
economía. Al respecto, usualmente el crecimiento del PIB se utiliza como un
indicador –entre otros de la salud de la economía. Cuando el PIB crece cerca de
su potencial de largo plazo, que está determinado por el crecimiento y la calidad
del capital humano; por el acervo de capital físico existente; y por el ritmo del
avance tecnológico, el desempeño de la economía contribuye al bienestar de la
población; en cambio, si el PIB experimenta variaciones negativas, esto se traduce
en un ascenso del desempleo (y del subempleo) y en un menor estándar de vida
para la población.
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Al hablar del potencial de largo plazo de la economía hicimos referencia al
crecimiento y la calidad del capital humano lo que involucra, por una parte, a la
educación; y por la otra, a la capacidad de la economía para generar empleos.
En estos aspectos, al igual que en el impulso a la inversión física y al avance
tecnológico, nuestra economía muestra carencias aún notables, que no han
podido ser superadas vía los cambios necesarios –pero todavía postergados en
los ámbitos fiscal, laboral, del sector eléctrico y de modernización del Estado. En
particular, resulta crucial crear un marco de incentivos apropiado para alcanzar
una cooperación eficaz entre el Ejecutivo y el Legislativo en materia de discusión y
negociación de Iniciativas en los ámbitos económico, social y político.
Es claro, cuando llega a su conclusión la administración del Presidente Fox, que
los avances económicos no se dan en el vacío. Detrás del acontecer de la
actividad económica está un andamiaje institucional que puede acelerar o retardar
el crecimiento económico. Ese andamiaje institucional forma parte de lo que los
economistas denominan el incremento en la “productividad total de los factores”, o
lo que el economista Arnold Harberger, con gran tino, ha denominado una
persistente “reducción de costos reales” de las empresas en la economía.
En última instancia, el andamiaje institucional puede imprimir una tendencia hacia
la reducción o el incremento de los costos reales de la actividad económica. Toca
al régimen de Felipe Calderón la tarea –entre otras importantes de modernizar el
marco institucional de nuestra economía.
2.2 Aspectos Cuantitativos del Desempeño Económico Reciente.
En el año 2000, cuando Vicente Fox asumió la administración federal, la tasa de
crecimiento real fue de 6.6%, las promesas hechas en campaña afirmaban que,
durante su sexenio, el crecimiento se sostendría a niveles del 7% anual, hecho
que nunca se consiguió.
Después de un desalentador 2001, donde el crecimiento real fue de 0.2, los años
siguientes continuaron presentando tasas mediocres de crecimiento. La falta de
acuerdos para la consolidación de las reformas estructurales necesarias para el
desarrollo nacional, contribuyó a que en los primeros cinco años del gobierno
foxista, el crecimiento real del PIB promediara apenas 1.9%, muy por debajo del
7% prometido. Para 2006 se pronostica un crecimiento real del 4.5%, con lo cual
Fox cerraría con la tasa de crecimiento más alta desde inicio de sexenio, pero aún
bastante por debajo del nivel esperado.
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Gráfica 1. Tasa de crecimiento del PIB real 19912006*
(%)
Después de la crisis de 199495, cuando la inflación alcanzó un nivel de 52% y la
tasa de los cetes (28 días) rondaba el 49%, la administración de Ernesto Zedillo
consiguió estabilizar la economía. De esta manera, Vicente Fox inició su
administración con una inflación de 9% y una tasa de interés alrededor del 17%.
En los seis años del gobierno de Vicente Fox, el logro más destacado fue sin duda
la consolidación de la estabilidad macroeconómica; los datos así lo señalan. La
inflación abandonó por completo los dos dígitos (Gráfica 2) y ha venido
reduciéndose hasta ubicarse alrededor del 4 por ciento. El Banco de México ha
sostenido su objetivo primordial de mantenerla en 3%, con un margen de ± 1%.
Asimismo, la tasa de Cetes (28 días) ha seguido la misma tendencia
estabilizándose en niveles entre 7% y 8%.
Gráfica 2. México: CETES 28 y Tasa de Inflación IPC 1991
2006* (%)
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En relación con las cuentas externas, el déficit en la cuenta corriente (Gráfica 3)
se ha venido ubicando en niveles claramente sostenibles. En 2005 representaba
el 1.1 % del PIB, muy por debajo del máximo del 7% registrado en 1994. De 1990
a 1995 el déficit en cuenta corriente promedió 5.5% del PIB, mientras que en el
sexenio del Presidente Ernesto Zedillo, esta cifra se redujo hasta 2.2%: y bajo el
mandato de Vicente Fox, hasta 2005, el promedio anual rondaba 1.7%. Esta
disminución del déficit puede explicarse en parte, por el incremento sostenido en
la entrada de remesas familiares y el valor cada vez más atractivo de las
exportaciones petroleras.
Gráfica 3. México: Déficit en Cuenta Corriente 19902005
(% del PIB)
Aunque las exportaciones no petroleras se han incrementado impulsadas por la
reactivación de las manufacturas, este incremento no tiene comparación con el
impulso de las petroleras (Gráfica 4). El valor de estas últimas se ha disparado en
los últimos tres años debido a los altos precios internacionales del hidrocarburo.
Como se observa en la Gráfica 5, en el periodo 19942000 había disminuido la
importancia que tenían respecto al total; sin embargo, durante el sexenio foxista,
la proporción de las exportaciones petroleras mexicanas con respecto al total ha
venido incrementándose, alcanzando proporciones similares a las que se tenían
en 1993.
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Gráfica 4. Exportaciones Petroleras y No Petroleras: México 19902005
(Flujos anuales, Millones de Dólares UScy)
200,000
181,816
180,000 164,332
160,000 149,986
145,580 146,216 146,164
140,000 126,392
120,000 110,232
98,954
100,000
84,160
70,859
80,000
53,252
60,000
44,195
37,889
34,521 31,895
40,000 30,607
23,667
16,135 18,602
13,199 14,830
20,000 10,104 8,683 11,840 11,478 9,970
8,166 8,307 7,691 7,630 7,307
1990 1991 1992 1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003 2004 2005
Exportaciones No Petroleras Exportaciones Petroleras
Fuente: Banco de México
Gráfica 5. Exportaciones Petroleras/ Exportaciones Totales: México 19902005
(%)
30
24.8
25
20 19.1
18.0
14.8 14.9
15
12.5 12.3 12.6
10.9 11.3
10.4
9.7 9.2
10 8.3
7.3
6.2
5
0
1990 1991 1992 1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003 2004 2005
Fuente: Banco de México
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Esto ha permitido crear una percepción de solidez financiera y ha facilitado el
acceso a los mercados financieros internacionales. El nivel histórico de las
reservas ha llevado también a un debate sobre el nivel óptimo y el costo de
mantenerlas.
Gráfica 6. Reserva Internacional Bruta del Banco de México 1999Ago 2006
(Millones de Dólares UScy, Niveles al cierre del Periodo)
Otro de los aspectos que merece destacarse, es que gracias al Tratado de Libre
Comercio con América del Norte (TLCAN), a los procesos de privatización y a la
flexibilización de la Ley de Inversión Extranjera en México, la Inversión Extranjera
Directa (IED) se incrementó a partir de 1994, representando una proporción mayor
de la inversión extranjera total. Sin embargo, es de notar que este incremento no
muestra una tendencia creciente, sino que se ha estancado e incluso ha
disminuido a partir de 2001 (Gráfica 7). Esto resulta importante cuando se
considera que los flujos de IED son capitales que en gran medida financian
proyectos de inversión productiva.
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Gráfica 7. México: IED y de Cartera 19882005
(Millones de Dólares UScy, Flujo Anual)
En el ámbito financiero, el financiamiento bancario total como proporción del PIB
ha venido disminuyendo desde 1994 como consecuencia del daño causado por la
crisis de ese año, y de representar 41.6% del PIB en 1994 se redujo a sólo 15.7%
en 2005 (Gráfica 8). Esto contrasta con los niveles de captación bancaria que se
han recuperado con mayor rapidez. Desde entonces, la Banca mexicana ha
estado en un proceso de reestructuración que incluye tanto fusiones y
adquisiciones de bancos mexicanos por parte de instituciones extranjeras, como
cambios en los marcos regulatorios.
Es importante señalar que el financiamiento al sector privado ha caído mucho más
que el financiamiento total. En 1994 éste representaba el 39.9% del PIB, mientras
que en 2005 registró 9.8% (Gráfica 8). Esto se explica por el hecho de que el
sector público ha venido desplazando al sector privado como destino del crédito,
convirtiéndose así en su principal competidor en el mercado financiero mexicano.
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Gráfica 8. Financiamiento Bancario y Captación: México 19942005
(Saldos al final de periodo como % del PIB)
Pese a todo, es de notar que en los últimos años el sistema bancario se ha
fortalecido. Esto se refleja en indicadores de solvencia y rentabilidad. El índice de
morosidad, por ejemplo ha ido a la baja: tan solo en 1997 por cada peso en
cartera de crédito total existían 11.3 pesos en cartera vencida, pero para 2005
esta relación se había reducido a 1.9 pesos de cartera vencida por cada peso en
la cartera de crédito (Gráfica 9). Por otro lado, el índice de capitalización ha ido al
alza. En 1994, éste era de 5.3%, y once años después se ubicó en 12.3%
(Gráfica 10). Estos indicadores dan muestra de una solidez bancaria.
0 0
1991 1992 1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003 2004 2005 1991 1992 1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003 2004 2005
Fuente: CNBV.
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Todo lo anterior ha contribuido para que el país haya alcanzado la estabilidad ya
mencionada. Esto se ha traducido en expectativas de una inflación controlada y
baja (Gráfica 11), y en una mayor confianza en la situación económica del país, lo
cual se refleja en un cada vez menor Riesgo País (Gráfica 12). Si bien la
estabilidad no ha venido acompañada de crecimiento, las condiciones para que
este se desarrolle están más que establecidas, sólo resta esperar el consenso y
avance en las Cámaras de nuestro Congreso.
Gráfica 11. Expectativas de Inflación del Sector Privado 20062007
(%)
Gráfica 12. Riesgo País: EMBI + México 20032006
(Puntos base)
Como lo señalamos hacia el cierre del apartado 2.1., un aspecto crucial que ha
descuidado México es el proceso de reducción persistente de los costos reales de
las empresas en la economía.
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La importancia de este proceso quedó en claro durante los primeros años de
vigencia del TLCAN, que representó un cambio diametral en materia arancelaria
para México: la competencia externa y la cercanía del mercado norteamericano se
reflejaron en un despegue de las exportaciones manufactureras de nuestro país
hacia el mercado de Estados Unidos. Ese impulso, sin embargo, se ha agotado al
paso del tiempo, y la ausencia de cambios institucionales como el referido ha
obstaculizado el proceso de reducción de costos reales de las empresas.
A medida que se consolida la estabilidad macroeconómica en México, es claro
que el gran rezago del país, hoy día, es el institucional. Modernizar las
instituciones, sin embargo, requiere de un funcionamiento eficiente del Estado y,
en particular, de una cooperación eficaz entre el Ejecutivo y el Legislativo. Este
aspecto, por lo tanto, es esencial en la construcción de escenarios que delineen
los futuros posibles del gobierno de Felipe Calderón. De esto nos ocuparemos en
la tercera parte de este capítulo.
3. Escenarios Probables 20072012.
En México jamás ha existido un gobierno de coalición. Con la reforma política se
dio paso a la formación de alianzas entre partidos para el apoyo conjunto de
candidatos en el proceso electoral, incluida la elección presidencial. Sin embargo,
aspecto muy distinto lo sería el de un gobierno de coalición ya que, para empezar,
éstos arreglos son típicos de los regímenes parlamentarios, no de los
presidencialistas como el nuestro.
En el gobierno de coalición “clásico”, existe una coalición de gabinete, que a su
vez es el reflejo de una coalición legislativa que le da mayoría a la coalición
gobernante. Repetimos, no existe, ni ha existido, tal cosa en México. Sin embargo,
es factible que alguna variante de gobierno de coalición exista en México durante
el régimen de Felipe Calderón.
Como supuesto básico para el diseño de los escenarios que presentamos,
consideramos que de algún modo se conforma una mayoría legislativa, cuyos
principales integrantes serían el PAN y el PRI. Esa mayoría legislativa deberá
reflejarse –en alguna forma en el gabinete presidencial. En última instancia,
nuestra premisa básica es que –al menos al inicio del sexenio se integre una
mayoría en el Congreso a favor del Ejecutivo, mayoría encabezada por el PAN y
el PRI.
Dado el supuesto anterior, planteamos dos escenarios:
· Coalición Legislativa Fuerte
· Coalición Legislativa Débil
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El escenario de Coalición Legislativa Fuerte (Cuadro 3), a pesar de tener en
contra la inexperiencia en gobiernos de coalición en México y la persistente
rivalidad electoral entre partidos (continuas elecciones estatales y municipales a lo
largo y ancho del país), es el único camino posible para avanzar en la aprobación
de iniciativas del Ejecutivo, tendientes a impulsar la reducción persistente de
costos reales de las empresas, lo cual requiere el país para alcanzar un
crecimiento promedio anual de al menos 5%. Además, consideramos probable
que el próximo Presidente de la República convoque a algún tipo de alianza
nacional para el crecimiento, miso que integre a empresarios, trabajadores y
fuerzas políticas.
Cuadro 3
Escenario con Coalición Fuerte PANPRI
(Apoyos Legislativos Sólidos y Desaceleración EUA)
2007 2008 2009 2010 2011 2012
En el escenario de Coalición Legislativa Débil (Cuadro 4), el Presidente Electo
tendría altibajos en el apoyo que pudiera brindarle el Poder Legislativo a sus
Iniciativas. La principal razón de lo anterior, sería que los partidos de la coalición
no sean capaces de evitar que la rivalidad electoral en Estados y Municipios se
refleje en forma determinante en los apoyos al Ejecutivo. En tal situación, la
coalición vivirá bajo el signo de volubilidad política, lo que redundaría en que sólo
parte de las Iniciativas del Ejecutivo serían aprobadas. Además, diversas
Iniciativas podrían ser modificadas, restándoles efectividad y una vez más
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enfrentaremos que la economía del país crece, pero a tasas menores a la
requerida por las necesidades nacionales.
Cuadro 4. Escenario con Coalición Débil PANPRI
(Apoyos Legislativos Parciales y Desaceleración EUA)
El crecimiento sexenal es de vital importancia porque un número significativo de
personas buscarán empleo remunerado durante 20072012. De hecho no basta
con elevar el crecimiento per se, se precisa además incrementar el Coeficiente de
Inversión (Inversión Fija Bruta / PIB), en aras de elevar la relación capital /
producto en la economía y con ello contribuir a mejorar el proceso de reducción de
costos reales de las empresas a lo largo y ancho de la economía.
Como lo indica el Cuadro 5, de acuerdo con proyecciones de la Población
Económicamente Activa (PEA), durante 20072012 se incorporarán anualmente
alrededor de 1,000,000 de personas al mercado en busca de trabajo. Para
emplearlas a todas ellas, será preciso que el PIB crezca en términos reales, al
menos 5% anual y que el Coeficiente de Inversión se eleve a 24.5% del PIB. A
estos requerimientos mínimos responde nuestro escenario de Coalición
Legislativa Fuerte.
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Cuadro 5. Proyecciones de la Población Económicamente Activa
20072012
En caso de registrar índices de crecimiento económico menores al 5%, por
ejemplo alrededor de 4% anual (lo que correspondería al escenario de Coalición
Legislativa Débil), sólo serían suficientes para generar alrededor de 750,000
empleos en la economía, con un Coeficiente de Inversión similar al actual. En tal
caso, habría un déficit de 250,000 empleos por año, en promedio.
El mejor escenario posible sería aquel donde la economía creciera a tasas
mínimas de 6% anual, y el Coeficiente de Inversión alcanzara 27% del PIB. Esto
exigiría un horizonte de inversión muy distinto al que ha tenido México en los años
recientes, con nuevos esquemas de incentivos para la inversión nacional; y
mayores atractivos para la Inversión Extranjera Directa. En este caso, no sólo se
generarían empleos para los que lo demandan en el mercado, sino que se abatiría
el déficit crónico de empleos que arrastra el país.
Al cerrar este capítulo, conviene una breve reflexión sobre el tipo de crecimiento
económico que el país requiere. Dado que aún amplias capas de la población
están en la pobreza (la llamada “pobreza de patrimonio”, por ejemplo, abarca
alrededor del 47% de población total del país), es indudable que México requiere
un esquema de crecimiento orientado a los pobres.
Al respecto, conviene recordar que para avanzar en la reducción de la pobreza y
de la desigualdad económica la condición esencial es el crecimiento acelerado.
Ningún programa contra la pobreza prospera en condiciones de estancamiento o
bajo crecimiento, de raquítica inversión privada y pública o de flagrante ineficiencia
de las empresas públicas y de la administración de los recursos económicos en
poder del gobierno.
Estas consideraciones son resultado de diversos estudios orientados a establecer
las relaciones entre conducción macroeconómica y disminución de la pobreza.
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Al respecto, un documento reciente del Banco Mundial (“ProPoor Growth in the
1990´s: Lessons and Insights from 14 Countries”), llega a la conclusión de que
“una estrategia exitosa de crecimiento orientado hacia los pobres debe tener,
como eje fundamental, un conjunto de medidas para impulsar el crecimiento
acelerado en forma sostenida. Esa estrategia deberá incluir: estabilidad
macroeconómica, derechos de propiedad bien definidos, un clima favorable de
inversión, un marco de incentivos atractivo, mercados de factores productivos
eficientes y amplio acceso a la infraestructura y la educación.”
El estudio aludido pone en claro que existe un fuerte vínculo entre crecimiento
económico y reducción de la pobreza. Ejemplo, una muestra de 14 países en
promedio, con 1% de incremento en el PIB per cápita, representó una reducción
de la tasa de pobreza de 1.7% durante el período de análisis. El punto esencial
fue abrir canales de participación para los pobres en el crecimiento, y ello significó:
· Acceso a la electrificación y la educación, sobre todo en las zonas rurales
· Mejorar la calidad y cantidad de los activos productivos de los pobres
· Crear esquemas de protección de riesgos, entre otros.
Otro aspecto esencial para impulsar el crecimiento y reducir la pobreza, es el
acceso de los pobres a la infraestructura. Con una mejor infraestructura, más
fácilmente llega la educación, la salud y el empleo a las regiones más distantes.
Cabe señalar que en el pasado, no fueron pocas las opiniones expresadas en el
sentido de que no existe una clara aportación de la infraestructura a la disminución
de la pobreza. Sin embargo, investigaciones recientes ponen en claro que la
contribución de la infraestructura es decisiva, siempre y cuando se fortalezca la
gobernabilidad en materia de obras públicas y el marco institucional de las
mismas.
En cambio, en la medida de que exista la corrupción rampante y/o la
discrecionalidad de las entidades de gobierno para asignar los recursos, será
escasa la contribución de la infraestructura al combate contra la pobreza.
Además, como lo señala Dani Rodrik, un estudioso del crecimiento, “es natural
suponer que la pobreza está asociada con las imperfecciones y huecos de los
mercados.
Por ejemplo, los pobres permanecen pobres porque no pueden solicitar créditos
contra los ingresos futuros que recibirán una vez completada su educación, su
adiestramiento o sus actividades empresariales. O bien, los pobres no pueden
incorporarse a la actividad económica porque la provisión de diversos bienes
colectivos (derechos de propiedad, seguridad pública, infraestructura) es
insuficiente.
A la luz de lo dicho, el reto que enfrenta el Presidente Electo Felipe Calderón, es
enorme. Su Agenda Legislativa, al tocar el tema de “Economía Competitiva y
Generadora de Empleos”, enfatiza que deberá reorientarse el financiamiento
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público hacia el desarrollo regional y la infraestructura a través de la Banca de
Desarrollo. A eso habrá que agregar la contribución de la inversión privada, sin la
cual no sería posible incrementar el Coeficiente de Inversión.
El futuro es prometedor. El buen gobierno, como lo espera el país, no sólo atiende
con eficacia las tareas de la política económica, sino que también genera
expectativas de progreso en todos los órdenes: económico, político y social.
4. Conclusiones.
· Para lograr un mejor ritmo de crecimiento económico, deben concretarse
las reformas estructurales como la energética, fiscal, laboral y de
pensiones. Todo ello para alcanzar niveles de crecimiento anual del PIB de
6% o más.
· Es prioritario darle continuidad al sano manejo de las finanzas públicas, así
como también, mantener la estabilidad económica y modernizar el marco
institucional de nuestra economía.
· Se necesita depender menos del petróleo. La volatilidad de los precios del
hidrocarburo exige la despetrolización de la economía. Deben fortalecerse
las exportaciones no petroleras.
· Expuesto lo anterior, para IMEF es impostergable impulsar el crecimiento
acelerado que permita dotar de empleo a quienes se incorporen a la
Población Económicamente Activa y se reduzca la pobreza mediante un
conjunto de políticas públicas estructuradas en torno a una política social
eficaz, que tenga destacada preponderancia entre los grandes objetivos de
política económica.
· En el IMEF estamos convencidos que la aprobación de las reformas
estructurales son la mejor alternativa para propiciar una reducción
significativa del “CostoMéxico”, es decir, son la vía más eficaz para
generar un proceso de reducción persistente de los costos reales de las
empresas. Sólo así será posible ascender en la jerarquía de la
competitividad frente a otros países.
· Es un hecho que los retos que enfrentará el próximo sexenio no serán
fáciles. Esto, debido a la urgencia por renovar enfoques de política
económica que además de priorizar la política social, permitan el análisis y
las propuestas para atacar de inmediato otros grandes temas nacionales,
como la preservación de la salud financiera en el sector público.
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· Es factible que durante el próximo sexenio, el entorno internacional deje de
ser tan favorable para México como en los años recientes. En particular, se
prevé un descenso en el precio del petróleo, lo cual implicará menores
ingresos públicos. Pero no sólo eso, también se tendrán que enfrentar los
pasivos contingentes de las pensiones del sector público, situación que
estrechará los márgenes de maniobra de las finanzas gubernamentales,
representando así un riesgo para la disciplina fiscal y la estabilidad de
precios.
· En última instancia, sería porco probable preservar la estabilidad de precios
ante la ausencia de cambios estructurales. De ahí la urgencia por renovar
el enfoque de política económica.
5. Propuestas.
· Es conveniente revisar el costo – beneficio de los doce años del Tratado de
Libre Comercio con Estados Unidos y Canadá, para tomar medidas que
permitan una mejor competencia entre las organizaciones de los tres
países.
· Si bien debe protegerse al mercado interno, también debemos de cumplir
con estándares internacionales que garanticen la competitividad de
nuestras empresas y organizaciones.
· Como una situación prioritaria, el IMEF considera oportuno que al inicio del
sexenio se proceda a una amplia reforma pensionaria en el sector público,
la cual permita disminuir el valor actuarial de ese pasivo gubernamental
contingente.
· Para enfrentar el riesgo de una persistente caída de los ingresos fiscales,
debido a los descendentes precios del petróleo en el mercado internacional,
es conveniente proceder a un cambio estructural en las finanzas públicas.
· Recomendamos revisar el concepto de “informalidad” como premisa para el
diseño de la política social. Ha sido usual considerar que el sector informal
de la economía es el refugio de quienes no pueden acceder al mercado
formal. Sin embargo, estudios recientes dejan en claro que en muchos y
diversos casos, la informalidad es una opción que compite con la
formalidad para personas y empresas.
· Desde este punto de vista, se opta por la informalidad porque ofrece
ventajas sobre la formalidad, y que no se limitan a la evasión impositiva. De
ser así, las políticas públicas NO deben hacer más atractiva la informalidad,
sino restarle incentivos a la opción por la misma. De otro modo, las
personas y empresas en el sector formal de la economía no sólo soportan
una excesiva carga tributaria, sino que terminan subsidiando, vía el gasto
gubernamental, a personas y empresas que optan por la informalidad.
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· Existe una elevada correlación positiva entre informalidad y falta de
competitividad. Reducir el atractivo de la informalidad es imprescindible
para llevar a cabo una política social eficaz.
· Se recomienda también mantener la solidez bancaria, trabajar en la
modernización de las instituciones y reorientar el financiamiento público
hacia el desarrollo regional y de infraestructura a través de la Banca de
Desarrollo.
· Por último, la nueva Administración Federal deberá ejecutar un esquema de
crecimiento orientado a los pobres, tomando en cuenta que para avanzar
en la reducción de la pobreza y desigualdad económica, la condición
esencial es el crecimiento acelerado. El tiempo apremia y además de que
perdemos competitividad, condenamos a las nuevas generaciones a un
crecimiento económico mediocre que solamente le garantiza desempleo y
desigualdad. Aprovechemos esta coyuntura histórica, económica y política.
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