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Cultura, poder

y desarrollo
Ivy Jacaranda Jasso Martínez
Coordinadora
Coordinadora
Ivy Jacaranda Jasso Martínez

Comité Editorial
Alex Ricardo Caldera Ortega, Lorena del Carmen Álvarez
Castañón, Jacobo Herrera González, Alejandro Martínez de
la Rosa, Felipe Canuto Castillo, Rubén Ramírez Arellano,
Jesica María Vega Zayas, Alejandro Klein Caballero, Ángel
Serrano Sánchez, Luis Fernando Macías García, Juan Antonio
Rodríguez González, Aurea Valerdi González, José Luis
Coronado Ramírez, Gustavo Garabito Ballesteros, Daniel
Tagle Zamora, Demetrio Feria Arroyo, Mónica Elivier Sánchez
González, José Antonio Espinal Betazo, Maricruz Romero
Ugalde, Armando Chaguaceda, Tarik Torres Mojica, María
Gabriela Luna Lara, Víctor Hernández Vaca, Eloy Mosqueda

Jasso Martínez, Ivy Jacaranda. (Coord). Cultura, poder


y desarrollo. Territorios en movimiento. Guanajuato:
Universidad de Guanajuato, campus León; División de
Ciencias Sociales y Humanidades. 2017.
ISBN: 978-607-441-466-0

Diseño Editorial:
Rosa María Santos Bernal, Rocío Díaz Montañez,
Juan Luis Montoya Acevez.
Agradecimientos
Los textos que integran este libro son las ponencias presentadas en la 3ª Bie-
nal Internacional Territorios en Movimiento “Cultura, Poder y Desarrollo”
2016, y que fueron elegidas por los coordinadores de cada mesa de trabajo
por su aporte a la discusión actual en los diferentes ámbitos de las Ciencias
Sociales y Humanas.
En el año 2015 se empezó a gestar la 3ª Bienal Internacional Territorios en
Movimiento y fue entonces que el apoyo de diferentes instancias de la Uni-
versidad de Guanajuato se conjuntaron para ver concretado este proyecto en
agosto del año 2016.
La 3ª Bienal fue parcialmente financiada por el seminario “Cambio y diná-
micas sociales emergentes en América Latina: Gobernabilidad, Ciudadanía y
Desarrollo Local” (UGTO), coordinado por el Dr. Alex Ricardo Caldera Or-
tega, quien desde el año 2014 ha estado impulsando este proyecto como una
propuesta que fortalezca a la División de Ciencias Sociales y Humanidades,
sus programas, sus estudiantes y profesores. Sin su iniciativa y entusiasmo
constante proyectos como la Bienal no serían posibles.
Agradecemos el invaluable apoyo del Dr. Luis Felipe Guerrero Agripino,
Rector General de la Universidad de Guanajuato, quien desde el inicio creyó
en este proyecto y mostró gran sensibilidad para fortalecer estos espacios
de discusión. De la misma forma un agradecimiento sincero al Dr. Carlos
Hidalgo Valadez, Rector del Campus León, por su apertura y apoyo total a la
realización de esta propuesta académica que trata de visibilizar a la División
en la región y el país.
La 3ª Bienal tiene una deuda con el Director de la División, el Dr. Luis Fer-
nando García Macías quien apoyó este encuentro académico, y puso a dispo-
sición recursos humanos y financieros así como la infraestructura necesaria
para su realización. Un reconocimiento especial a los directores de los tres
departamentos que conforman a la División, quienes apoyaron de forma com-
prometida las actividades y retos de esta 3ª Bienal.
Este proyecto no hubiera sido posible sin el apoyo de la comunidad universi-
taria, de los colegas investigadores, el personal administrativo, y por supues-
to, los estudiantes de las licenciaturas y posgrados de la División de Ciencias
Sociales y Humanidades, Campus León. A todos ellos un elocuente agrade-
cimiento.

Comité Organizador de la 3ª Bienal Internacional Territorios en Movimiento


“Cultura, Poder y Desarrollo”
presentación
Los textos que integran el presente libro son el resultado de la Convocatoria
realizada a inicios del año 2016 por la División de Ciencias Sociales y Huma-
nidades, Campus León para participar en la 3ª Bienal Internacional Territorios
en Movimiento “Cultura, Poder y Desarrollo” y que se realizó del 24 al 26 de
agosto de ese año en la ciudad de León, Guanajuato, México.
Los textos que conforman el presente libro, y que se dividen en 14 áreas temá-
ticas, fueron elegidos y revisados por investigadores especialistas en el área,
quienes fueron además los coordinadores de las mesas de trabajo. Es entonces
que los textos, que ahora se encuentran en formato de capítulos, fueron ex-
puestos y discutidos por sus autores durante la 3ª Bienal.
Después de que en 2012 y 2014 se realizaron las anteriores ediciones de la
Bienal, consideramos que era necesario dar continuidad a las reflexiones y
debates académicos desde el Bajío mexicano. En su 3a edición propusimos
que la Bienal tuviera como objetivo continuar con la discusión de resulta-
dos de investigación y el debate teórico en las diferentes disciplinas de las
Ciencias Sociales y Humanidades. Decidimos orientar la discusión bajo tres
líneas transversales que abarcaran un reflexión más amplia: Cultura, Poder y
Desarrollo.
Así, llamamos la atención sobre los aspectos culturales que influyen y dan
sentido al desarrollo, y que se encuentran a su vez atravesados por relaciones
de poder. Consideramos que en la actualidad, el territorio debe ser abordado
para su estudio desde una perspectiva centrada en lo local, pero con impli-
caciones directas en la formulación de políticas públicas y privilegiando la
acción social en vinculación con los ámbitos regionales, nacionales e inter-
nacionales.
La necesidad de generar polos académicos de discusión es prioridad en nues-
tro presente, ya que en estos polos podemos acercarnos a los análisis más
profundos y completos de la realidad. Es entonces que este tipo de concentra-
ción de investigadores puede ser una fortaleza para conocer ampliamente las
problemáticas que vivimos y ante las cuales debemos prepararnos y conocer
para incidir. Estos polos académicos igualmente permiten dar proyección a
los programas educativos que los sustentan y que en el futuro proveerán de
personas capacitadas y habilitadas para este tipo de análisis y brindar atención
adecuada.
Es importante mencionar que es nuestra finalidad posicionar, a partir de estos
espacios de discusión, la investigación que se realiza en esta región y visibi-
lizar las relaciones que se establece con otros espacios en el país y el mundo.
En este sentido, estamos convencidos que la investigación debe ser pertinente
con su entorno inmediato y ofrecer, por lo menos, conocimiento científico
sustentado que ayude a la toma de decisiones.

 Este tipo de espacios también tiene la finalidad de proporcionar a los estu-


diantes, en este caso de la Universidad de Guanajuato, una experiencia aca-
démica completa al escuchar a especialistas y generar interacción y discusión
acerca de los conocimientos más recientes en las áreas de ciencias sociales y
humanidades. Esto contribuye a que nuestros estudiantes se involucren desde
los primeros semestres en el ámbito de la investigación y el debate científico.
Pero además ayuda a que los jóvenes identifiquen las diferentes formas en que
el conocimiento puede lograr un impacto en la sociedad a partir de la acción
social.

En este sentido, la 3ª Bienal se propuso abrir las puertas a la sociedad leone-


sa interesada en conocer más acerca de las diferentes dimensiones en que el
territorio y las diversas dinámicas que lo atraviesan se experimentan. Esto se
relaciona con el compromiso que busca atender la Universidad de Guanajuato
con la sociedad, como es el de generar conocimiento pertinente de las proble-
máticas actuales.

En esta 3ª edición se presentaron más de 100 ponencias por investigadores


y especialistas de más de 34 instituciones educativas, centros de investiga-
ción y asociaciones civiles de los estados de Chiapas, Veracruz, San Luis
Potosí, Ciudad de México, Puebla, Quintana Roo, Jalisco, Campeche, So-
nora, Aguascalientes, Estado de México, Querétaro, Michoacán, Chihuahua,
Nuevo León, Yucatán, Guanajuato y de otros países como Colombia, España
y Estados Unidos.
Esperamos que la contribución actual al conocimiento rinda frutos en los es-
pacios (ciudades, barrios, municipios, regiones) que más lo requieren y que
sirva este libro de inspiración para atender aquellos vacíos y fallas que puedan
identificarse.

Dra. Ivy Jacaranda Jasso Martínez


Coordindora general de la 3ª Bienal Internacional Territorios en Movimiento
“Cultura, Poder y Desarrollo”
León, Guanajuato a 16 de noviembre de 2016
índice
CAPÍTuLO I
Tecnología e innovación para la sostenibilidad de las
ciudades inteligentes 18
Coordinadores
Lorena del Carmen Álvarez Castañón
José Luis Coronado Ramírez
Juan Antonio Rodríguez González

Innovación social en México. Apuntes para una reflexión teórica


Juan Manuel Godínez Flores
20
Territorio, identidad y movilidad en los ciudadanos de Celaya: 31
diagnóstico desde una perspectiva del geo-marketing
Emigdio Larios-Gómez
Miriam Reyes Tovar

Movilidad motorizada e infraestructuras de transporte en 60


Culiacán: una situación entrópica
Mario Guadalupe González Pérez

Percepción de calidad en los servicios públicos: 78


el sistema integrado de transporte en León, Guanajuato
Emmanuel Sánchez López

Brecha tecnológica en Quintana Roo: el caso de la anacrónica 102


infraestructura tecnológica de la Zona Maya como barrera
para su desarrollo
Oscar Reyes Maya
Ramón Pérez García
Dorian Uc

El rol de las KIBS en la economía de Guanajuato


María de Lourdes Cárcamo-Solís
118
Lorena del Carmen Álvarez-Castañón
Judith Banda-Guzmán

TIC’s para el desarrollo sostenible de destinos turísticos 136


inteligentes en el estado de Guanajuato
Mónica Isabel Mejía Rocha
Rafael Guerrero Rodríguez
CAPÍTuLO II
ESTRATEGIAS EMPRESARIALES DE LA INDUSTRIA AUTOMOTRIZ
EN MÉXICO 153
Coordinadores
Lorena del Carmen Álvarez Castañón
Juan Antonio Rodríguez González
Jose Antonio Espinal Betanzo

Los clústers de la industria automotriz en México.


Entre las ventajas competitivas y relaciones laborales 155
basadas en el control corporativo
Arnulfo Arteaga García
Carlos A. Álvarez de la Rosa
Carlos Ramos Hernández

Productores locales para la industria automotriz en el estado 176


de Guanajuato: desafíos relacionados con la calidad y la
productividad
Omar Jair Purata Sifuentes
Ramón Navarrete Reynoso
Francisco Nicolás Escobar Tovar

CAPÍTuLO III
GOBIERNO Y SOCIEDAD EN LA GESTIÓN DEL MEDIO AMBIENTE
Y LOS RECURSOS NATURALES 190
Coordinadores
Alex Ricardo Caldera Ortega
Daniel Tagle Zamora

La redefinición de las relaciones intergubernamentales en 192


Guanajuato y el desarrollo. Municipios, federación y
estado en competencia, 2000-2016
Luis Miguel Rionda
Jorge Arturo Hernández

La responsabilidad ambiental. Su configuración en la 216


legislación de la materia en el estado de San Luis Potosí
Héctor Omar Turrubiates Flores
Marco Iván Vargas Cuéllar
Sergio Arcos Moreno
Políticas ambientales, tensiones y percepciones de la 234
naturaleza en la costa nahua de Michoacán
David Figueroa Serrano

La disputa por el destino del Área Natural Protegida de Yum 248


Balam-Holbox
Daniel Rojas Navarrete
Lidia Ivonne Blásquez Martínez

La Ciénega de Chapala y sus retos ambientales y sociales. 272


Aproximaciones teórico metodológicas desde el estado de la
cuestión
Josefina Vivar Arenas

Economía Solidaria y Ecologismo en Jardines de la Mintzita. 286


Asentamiento irregular en conflicto con una ANP en Morelia, Mich.
Karla Ávila Carreón
Josefina Cendejas Guízar

El distintivo “S”, reconocimiento al compromiso sustentable del 312


sector hotelero. Un breve análisis para la ciudad de Guanajuato
Alicia Osorio García
Diana del Consuelo Caldera González

Análisis de Huella Hídrica y Costo Beneficio para la Gestión Hídrica 324


del Territorio
Ricardo Ontiveros Enríquez

Hacia la gobernanza climática en el Estado de México: Mecanismos 338


de adaptación institucional para el mediano plazo en el contexto
de cambio climático
José Clemente Rueda Abad
Jorge Alberto Escandón Calderón
Liliana López Morales

Análisis de la plataforma legal que garantice la seguridad 359


alimentaria y nutricional: Un análisis desde las políticas
públicas
Rebeca Monroy Torres
Ana Karen Medina Jiménez
Alex Ricardo Caldera Ortega
El nuevo extensionismo rural mexicano y su papel en la gestión 372
del desarrollo territorial
Lorenzo Alejandro López Barbosa
Susana Cepeda Islas

Sustentabilidad y Megaproyectos: los impactos sociales en la 390


Sierra Norte del Estado de Puebla
Pablo Sigfrido Corte Cruz
Yazmin Yolanda Sandoval García

CAPÍTuLO IV
MIGRACIÓN INTERNA E INTERNACIONAL
Coordinadores
404
Rubén Ramírez Arellano
Ángel Serrano Sánchez

Perspectivas migratorias internacionales de estudiantes 406


del bachillerato de San Francisco Tetlanohcan, Tlaxcala
María Martina Dimas Bolaños
Benito Ramírez-Valverde

El proceso migratorio y la construcción de lo juvenil en la 419


comunidad otomí de la Ciudad de Monterrey, Nuevo León
Luis Fernando García Álvarez

Género de la jefatura familiar en hogares que aportan 439


migrantes y su relación con la inseguridad alimentaria.
Caso de San Miguel Cosahuatla, Puebla
José Luis Carmona Silva
Juan Alberto Paredes Sánchez
Benito Ramírez Valverde

El impacto de la migración internacional en el desarrollo 456


económico y social del Sur de Guanajuato: estudio en dos
comunidades rurales de Salvatierra
Marilu León Andrade
Alejandro Ortega Hernández
Rocío Rosas Vargas
CAPÍTuLO V
VULNERABILIDAD, VIOLENCIA Y CONDUCTAS DE RIESGO
Coordinadores
471
Jacobo Herrera Rodríguez
Jesica María Vega Zayas

Vulnerabilidad femenina por disolución conyugal o concubinal 473


en Plan de Ayala, Municipio de Tihuatlán, Veracruz
Alina Ramírez García
Alba H. González Reyes

Abordar el maltrato infantil: Avatares de un estudio 486


antropológico en Xalapa, Veracruz
Soledad de León Torres

La violencia de género desde un enfoque filosófico-feminista 503


Karla Jhoana Núñez Sandoval

Mala gobernanza como contexto de la vulnerabilidad y 516


violencia. La política de “bloqueo” como recurso de los pobres
Julio Ulises Morales López

Calidad de vida: Una apreciación diagnóstica sobre las y los 536


Adultos Mayores en León, Guanajuato
Andrea Sámano Paz

Conducta antisocial y violencia estructural en León, 551


Guanajuato: Hallazgos y discusiones
Jacobo Herrera Rodríguez
Jesica María Vega Zayas
Ana-María Chávez-Hernández

En las orillas del asfalto: identidades juveniles en una colonia 562


popular del municipio de los Reyes La Paz, Estado de México
Aurora Zavala Caudillo

Rastreando los impactos de las expresiones socioculturales 573


del narcotráfico en las perspectivas juveniles
Marcos J. Estrada Ruiz

El semáforo de alerta volcánica 587


y la comunicación en zonas vulnerables
Joana Galindo Márquez
La reconceptualización de la seguridad en un contexto de 606
violencia como una forma de supervivencia. Caso Tierra Caliente,
Michoacán
Araceli Uribe Velasco

CAPÍTuLO VI
TRAYECTORIAS Y TRANSICIONES JUVENILES EN CONTEXTOS
DE DESIGUALDAD 625
Coordinador
Gustavo Garabito Ballesteros

La educación como factor de segregación urbana en la Zona 627


Metropolitana de León (ZML), Guanajuato
José Luis Coronado Ramírez

Programas de salud y alimentación en Guanajuato, para los y 648


las adolescentes: Un análisis desde el Marco legal
Rebeca Monroy Torres
Graciela de Jesús González Valadez
Jaime Naves Sánchez

Influencias de la cultura corporativa en los trabajadores 665


Cinemex de Guanajuato capital
Manuel Saúl Reyna Macías

La figura de sociedad por acciones simplificadas como medio para 676


el emprendimiento del joven profesionista
Sergio Arcos Moreno
Alejandro Gutiérrez Hernández
Héctor Omar Turrubiates Flores

El programa de tutorías de la UAMZH como estrategia de apoyo 693


para la futura inserción de los estudiantes al mercado laboral
Griselda Meraz Acevedo
Irma B. Suárez Rodríguez
Alejandro Gutiérrez Hernández

Tendencias de investigación en torno a trayectorias y transiciones 712


juveniles en contextos de desigualdad en América Latina
Gustavo Garabito Ballesteros
CAPÍTuLO VII
TRABAJO DE MUJERES (Y HOMBRES). REZAGOS, RETOS,
DESAFÍOS
734
Coordinadora
María Aurea Valerdi González

Precariedad laboral y escaso desarrollo: 736


Mujeres en la Zona Metropolitana Guadalajara (ZMG): una
aproximación cualitativa
Macarena Orozco Martínez

Trabajo femenino, trabajo sexual e identidades de género en la 753


agricultura comercial en la región de Zamora-Jacona, Michoacán
Eduardo Santiago Nabor

Reconversión de la producción frutícola para la creación de 765


fuentes de trabajo en San Pedro Nexicho, Santa Catarina Ixtepeji,
Ixtlán, Oaxaca
Denisse Bibiana Hernández Quevedo
Pedro Benito Bautista
Nelly Arellanes Juárez

El trabajo de las mujeres en Guanajuato. Contrastes desde los 785


datos oficiales
María Áurea Valerdi González

Gestión de una red comunitaria para la generación 797


de autoempleo mediante el aprovechamiento de recursos
frutícolas en dos comunidades de la sierra Norte de Oaxaca
Magdalena Martínez Monterroza
Pedro Benito Bautista
Nelly Arellanes Juárez

CAPÍTuLO VIII
TRADICIONES EN MOVIMIENTO. DINÁMICAS EMERGENTES
EN LAS PRÁCTICAS CULTURALES 817
CoordinadorES
Alejandro Martínez de la Rosa
Víctor Hernández Vaca
Felipe Canuto Castillo
La migración purépecha a la zona urbana de La Piedad, 819
Michoacán
Alejandro Martínez Flores
Antonio Salgado Gómez

Deterioro de la lectura simbólica del espacio público 837


tradicional frente a las lecturas propuestas desde espacios
urbanos periféricos
Mauricio Velasco Ávalos

Fiestas de la tradición constructiva en la vivienda p´urhépecha


Claudia Hernández Barriga
853
Verónica de la Cruz Zamora Ayala
Gloria Cardona Benavides

Las músicas populares:


estudio histórico de su transformación en el México moderno 869
Alejandro Mercado Villalobos

Prácticas de consumo de jóvenes en la Ciudad de México: entre 884


la economía y la cultura
Estefania Carolina Ortega Morales

Nuevas generaciones culturales en Cholul: efectos de la 901


conurbación con la ciudad de Mérida
Luis Carlos Sierra Ávila
Miguel Ángel Bote Escobar

CAPÍTuLO IX
ARTE, CULTURA Y SOCIEDAD
Coordinador 918
Tarik Torres Mojica

Imágenes de la fe. Significado sociocultural de las imágenes de la 920


Virgen de Guadalupe en calles de la ciudad de San Luis Potosí en la
actualidad
José Guadalupe Rivera González

Artesanías y mercado artesanal 938


Vanessa Freitag
Perla Shiomara del Carpio Ovando
María Aurea Valerdi González
“Al mal le viste el mundo con las deslumbradoras galas 953
del bien” de EL OLIMPO DEL SABIO INSTRUIDO DE LA NATURALEZA,
de Francisco Garau
María Guevara Sanginés
Monserrat Aizpuru Cruces
966
Los procesos creativos en el devenir de la formación del concepto
de cultura simbólica
Guadalupe de la Cruz Aguilar Salmerón

CAPÍTuLO X
PROCESOS DE CIUDADANIZACIÓN, DES-CIUDADANIZACIÓN Y
RECIUDADANIZACIÓN EN MÉXICO Y AMÉRICA LATINA
983
CoordinadorES
Alejandro Klein Caballero
Mónica Elivier Sánchez González

Las coaliciones promotoras y los grandes proyectos urbanos en la 985


Ciudad de México
Mario Ramírez Chávez

La ciudadanía móvil como espacio de ciudadanización: los casos de 1003


los jóvenes de Oaxaca y los inmigrantes peruanos y argentinos en
la Ciudad de México: 2000-2015
Joselito Fernández-Tapia
Luis Antonio Fernández-Tapia

Ciudadanía, clase social y clientelismo en el sureste de México


Ubaldo Dzib Can
1024
Luis Armando Pérez Dzul

Región Costa Sur de Jalisco ¿Desarrollo Territorial Rural? 1044


Víctor Manuel Castillo Girón
Luz Orieta Rodríguez González
Suhey Ayala Ramírez

Las Organizaciones de la Sociedad Civil (OSC) en el estado de 1063


Guanajuato. Un motor para la participación ciudadana
Ricardo Peredo Barrientos
Diana del Consuelo Caldera González
El vaiven ciudadanización-desciudadanización en los adultos 1082
mayores en la sociedad mexicana
Alejandro Klein Caballero
Marcela Ávila Eggleton

Representaciones sociales de víctima y su relación con ejercicios 1103


de participación y liderazgo de una mesa de participación
de víctimas del Valle del Cauca, Colombia
Lina Marcela Quiceno

CAPÍTuLO XI
MEMORIA Y OLVIDO: PASADOS, SILENCIOS, DEUDAS Y OLVIDOS
EN LA CONSTRUCCIÓN DE LA MEMORIA SOCIAL 1118
CoordinadorES
Mónica Elivier Sánchez González
Luis Fernando Macías García

Género y violencia en contextos universitarios: 1120


la memoria como visibilización, aprendizaje y reconstrucción
Norma Angélica Gómez Méndez

Desplazamientos de las formas de representación de la muerte en el 1137


advenimiento de una sociedad que envejece; escandaloso ascenso de
una memoria emancipatoria de los adultos mayores
Ana María Chávez Hernández
Alejandro Klein Caballero
Luis Fernando Macías García

<<Inscripciones de lo presente y lo ausente>> Consideraciones en 1155


torno a la memoria desde la fenomenología social de Alfred Schütz
y la hermenéutica de la condición histórica de Paul Ricoeur
Diego Eduardo Guzmán Sandoval

Memorias del dolor: problematizacIÓn sobre el cuerpo, las heridas 1173


y las resonancias sociales
Mónica Elivier Sánchez González
Juan Gerardo García Dobarganes

La memoria, territorio entre justicia e injusticia de los desaparecidos 1196


Carlos Montalvo Martínez
La construcción social de la memoria colectiva y el espacio. el caso 1211
de San Miguel Carrillo
Lorena Erika Osorio Franco

Recuperación de la memoria histórica en las comunidades rurales 1235


de El Palmar de Guadalupe, Pachuquilla, El Zapote y Agua Dulce.
Municipio de Malinalco, Estado de México
Mariel Carpio Szymanski

CAPÍTuLO XII
RELIGIÓN, FORMAS RELIGIOSAS Y NUEVOS TERRITORIOS
DE LO RELIGIOSO EN AMÉRICA LATINA Y EL CARIBE 1253
Coordinadores
Demetrio Feria Arroyo
Eloy Mosqueda

Lo público-privado en el cambio religioso. 1255


Bautistas y género en una comunidad tzeltal
Susie Morales Moreno

Transformaciones en la identidad religiosa desde el proceso 1269


de secularización: el caso del metal prehispánico
Alejandra Escamilla Rodríguez

El futbol como fenómeno religioso secular: 1282


la afición por el equipo León
José Emmanuel Gallegos Martínez

CAPÍTuLO XIii
IDENTIDAD Y TERRITORIALIDAD SIMBÓLICA. DISCUSIÓN
MULTIDISCIPLINARIA DE LOS CONCEPTOS DE AUTOADSCRIPCIÓN
1296
Y HETEROADSCRIPCIÓN EN CONTEXTOS CULTURALES
CoordinadorAS
Maricruz Romero Ugalde
María Gabriela Luna Lara

Ideología e Identidad: el uso simbólico del espacio


Raúl Carlos Aranda Monroy
1298
Elementos fundamentales de la construcción identitaria: 1308
territorialidad y poder
Guizzela Castillo Romero

Pachuca y Tulancingo, escenario social y político 1325


de la identidad cultural docente
Elizabeth Téllez Jiménez

El imaginario colectivo en la configuración de la identidad negra. 1339


(Cuajinicuilapa, Guerrero y Collantes, Oaxaca)
Jorge León Colín
Desiree Cuestas Flores
Germán Vázquez Sandrín

La Danza de los Diablos como expresión artística 1356


de la identidad afrodescendiente
Martha Patricia Trejo Cerón

DIRECTORIO 1371
Tecnología e innovación
para la sostenibilidad
de las ciudades inteligentes

Coordinadores

Lorena del Carmen Álvarez Castañón


José Luis Coronado Ramírez
Juan Antonio Rodríguez González

CAPÍTuLO I
Tecnología e innovación
para la sostenibilidad
de las ciudades inteligentes

Coordinadores
Lorena del Carmen Álvarez Castañón
José Luis Coronado Ramírez
Juan Antonio Rodríguez González

La población del mundo ha tendido a concentrarse en las ciudades. Se ha pronosticado que


en 2050 el 70% de ésta vivirá en las ciudades (ONU, 2015), con las grandes problemáticas
que ello implica –por ejemplo, 75% de los recursos energéticos se consumen en las
ciudades (CONACYT, 2015), ó el 75% del uso de suelo urbano en México es para vivienda
(CEDRUS, 2013)-. Problemáticas que reclamn enfoques y alternativas de análisis nuevos.
Ciudad inteligente es un constructo emergente que refiere hacia ciudades con altos niveles
de bienestar motivados en la generación y uso de conocimiento, donde la generación y
aplicación de tecnología es un proceso social que va más allá de la infraestructura. En este
eje temático se discutirá cómo la ciencia, la tecnología e innovación son un camino hacia
la sostenibilidad de las ciudades,  colocando el acento en el medio ambiente, la movilidad,
la economía circular y la calidad de vida; se aspira, como propósito factible, el analizar las
políticas públicas orientadas a promover y fortalecer el desarrollo de ciudades inteligentes.

CAPÍTULO I 19
Innovación social en México.
Apuntes para una reflexión teórica

Juan Manuel Godínez Flores1


Resumen: En las últimas décadas, se puede apreciar a la innovación social como una alterna-
tiva que ocupa la atención de la ciencia, la política y la economía en función de los modelos de
cambio y transformación como el desarrollo, la competitividad y la modernización de diversas
regiones. La innovación social no es un concepto nuevo, éste se estructura al dar cuenta de la
vertiginosidad con que se producen los cambios sociales en contextos cada vez más globales.
Dificultades como las tensiones que experimenta el estado de bienestar en las sociedades de-
sarrolladas, la pobreza, la exclusión y marginalidad de diversos sectores de la población-entre
otros fenómenos-, han despertado la inquietud y la capacidad de respuesta de la sociedad, la
cual comienza a entender y apropiarse de sus conflictos, y por ende se orienta a buscar, desa-
rrollar y proponer alternativas creativas y novedosas para resolverlos. Diversos autores han de-
sarrollado las dimensiones más significativas de la innovación social, en su mayoría coinciden
en que éste tipo de innovación se caracteriza por la generación de ideas, productos o servicios
innovadores, orientados a satisfacer una demanda de orden social. Es posible inferir hasta cier-
to punto la existencia de un sin número de complicaciones por parte del estado para orientar a
la sociedad, donde las marcadas diferencias sociales y económicas, funcionan como el común
denominador para que la sociedad y sus actores se conviertan en agentes de cambio y transfor-
mación. El presente texto, tendrá como finalidad realizar un breve recorrido por las teorías y
marcos referenciales existentes sobre la estrategia de cambio y transformación conocida como
innovación social, con el objetivo de proponer una discusión teórica que funcione como base
para entender y explicar dicha estrategia desde el enfoque de las ciencias sociales. El debate
actual sobre la innovación social requiere de un abordaje más amplio que el ofrecido desde la
innovación tecnológica, la intención es lograr identificar las características, pertinencia y di-
versas formas en que se puede indagar sobre el concepto y el funcionamiento de la innovación
social en una sociedad como la mexicana.

Palabras clave: Innovación social, desarrollo, economía.

1
Doctorando en Ciencias sociales, División de Ciencias Sociales y Humanidades, Universidad de Guanajuato,
Campus León. Email: juanmanuelgf@hotmail.com

CAPÍTULO I 20
Summary: In recent decades, it is possible to identify social innovation as an alternative that
occupies the attention of science, politics and the economy based on the models of change
and transformation and development, competitiveness and modernization of various regions.
Social innovation is not a new concept, it is structured to account for the giddiness that social
changes in increasingly global contexts occur. Difficulties and tensions experienced by the wel-
fare state in developed societies, poverty, exclusion and marginalization of various sectors of
the population-among other phenomena-have raised alarm and the responsiveness of society,
which begins to understand and seize their conflicts, and therefore aims to pursue, develop and
propose creative and innovative alternatives to solve them. Several authors have developed
the most significant dimensions of social innovation, most agree that this type of innovation
is characterized by the generation of ideas, innovative products or services designed to meet a
demand for social order. It is possible to infer to some extent the existence of a number of com-
plications by the state to guide society where marked social and economic differences, function
as the common denominator for society and its actors become agents of change and transfor-
mation. This text will aim to make a brief tour of existing theories and frames of reference on
the strategy change and known as social innovation transformation, with the aim of proposing a
theoretical discussion to work as a basis for understanding and explaining the strategy from the
social science approach. The current debate on social innovation requires a broader approach
than that offered from technological innovation, the intention is to identify the characteristics,
relevance and various ways in which you can inquire about the concept and operation of social
innovation in a Mexican society.

Keywords: social innovation, development, economy.

Introducción

El tema de innovación social ha surgido como un factor clave para la resolución de


problemas que aquejan a la sociedad y principalmente en relación al sector académico y em-
presarial para hacer un análisis de su relación e impacto final en la sociedad. Pensar en innova-
ción social, es pensar en un término que evoca diferentes componentes, múltiples aristas que
lo constituyen y que van desde participar en un movimiento estratégico de forma colectiva,
proporcionar métodos y herramientas que permitan trabajar en cooperación con el sector social
(gobierno, instituciones no lucrativas, emprendedores y empresas sociales etc.) factores que
conforman un entramado que va formando y conformando el sentido de la innovación social.

Abordar el concepto de innovación social, puede resultar en demasía complejo, es posi-


ble plantear diversas cuestiones como: ¿cuál es el verdadero objetivo de la innovación? ¿ofrece
soluciones reales a problemas que se generan en la sociedad?

La innovación social no es tema de la última década ni siquiera del último siglo, tiene ya va-

CAPÍTULO I 21
rios años estudiándose, en el siglo XVIII Benjamín Franklin, habló de pequeñas modificaciones en
la organización social de las comunidades que podrían ayudar a resolver los problemas cotidianos.
Innovación social es un proceso por medio del cual podemos identificar y solucionar problemáticas
en cualquier ámbito o sector por medio de estrategias creativas y factibles que puedan ser aplicadas.

Es claro que el tema de innovación social se ha venido revisando como un factor clave
para la resolución de problemas que inquietan a la sociedad; los análisis sobre este constructo se
enfocan principalmente en conocer los casos de éxito que denotan beneficios en el marco social,
es aquí donde recae una de las principales diferencias entre la innovación social y la innovación
tecnológica, para la segunda los efectos de la innovación pueden ser medibles cuantitativamen-
te ya que ésta genera tangibles, sin embargo, para la innovación social se muestra complicado
medir los efectos, ya que el impacto social generado se muestra en las relaciones sociales que
se modifican al interior de un contexto específico.

En el siglo pasado, Schumpeter caracterizó al capitalismo como un sistema innovador,


pero con un coste social determinado. El capitalismo obedecía, según su análisis, a un proceso
imparable de destrucción creativa o creadora, además planteaba que el actual sistema econó-
mico sólo puede funcionar de manera dinámica, generando innovaciones y crisis, de este plan-
teamiento es posible cuestionar cuál es el verdadero objetivo de la innovación, sin embargo,
es prudente señalar que la innovación tecnológica es un constructo que tiene que existir para
impulsar al ser humano a contribuir al capitalismo.

El desarrollo del concepto innovación social

Los modelos de innovación existentes tienen como finalidad la mejora de procesos y


productos para conseguir algún beneficio económico y alcanzar determinado tipo de desarrollo
social. Es desde esta perspectiva que se comienza a hablar de dos tipos de innovación: la inno-
vación tecnológica y la innovación social. La primera, nutre su corpus teórico de la economía,
mientras la segunda lo hace desde la sociología y otras disciplinas sociales. Así, el cambio so-
cial siempre se ha estudiado como un efecto de la innovación tecnológica y no al contrario, es
decir, como una causa en la que un determinado movimiento político o social, o un cambio de
la estructura social de cualquier orden, resuelve sus necesidades tecnológicas. Para realizar este
camino inverso, es necesario separar el concepto general de innovación y hablar de una dinámi-
ca centrada en la tecnología, denominada innovación tecnológica, y de una dinámica centrada

CAPÍTULO I 22
en el bien social, denominada innovación social (Moulaert, 2008).

Se ha mencionado que podemos identificar diversos tipos de innovación, de aquí la im-


portancia de ubicar a la innovación tecnológica como aquella por la cual ha mostrado un mayor
interés el Estado, las empresas y las universidades, sin embargo, esta triada está olvidándose del
verdadero objetivo de la innovación, el cual debe ir más allá de obtener un beneficio monetario,
es decir, se debe evitar que la innovación impacte únicamente en el terreno económico y comer-
cial, la apuesta deberá tender a generar propuestas y crear espacios públicos que permitan de-
sarrollar proyectos y ponerlos en práctica en el sector que sea necesario, en el académico, en el
empresarial, en el sector salud o en el ambiental de acuerdo a las problemáticas que se presen-
ten, además es importante que la población en general intervengan en estos proyectos, en esta
generación de ideas innovadoras, no solamente los profesionistas, no solamente las empresas
y el estado, para que sea colaborativo y logre los alcances propuestos por la innovación social.

Pensar en innovación social, es pensar en un término de múltiples componentes; es po-


sible identificar dos parámetros para medir la innovación social, el primero apuntaría a conocer
el impacto generado en el contexto social y el segundo se enfocaría a indagar en las prácticas
desarrolladas por diversos organismos para generar innovación social. Si bien, la innovación
social se ha desarrollado como una alternativa a los modelos de producción tradicionales y la
construcción del concepto ha sido relevante sobre todo en la unión europea, estas estrategias
han sido estudiadas sobre todo en organismos públicos, sin dejar claros cuáles son los indica-
dores relevantes que la empresa del sector privado desarrolla para lograr un enfoque orientado
a la innovación social.

Si bien no parece haber una definición unívoca de innovación social, existen tres ele-
mentos comunes a todas ellas (Córdoba, 2014):

• El primero es el de las nuevas ideas. En este caso, “ideas” puede ser comprendi-
do como productos, modelos o servicios nuevos para un grupo social. La novedad
puede significar una idea completamente nueva; la replicación de un modelo antes
probado en otro espacio o momento o una recombinación o hibridación de elemen-
tos ya existentes.

• El segundo es el de las necesidades sociales. Las innovaciones sociales a menudo


surgen en condiciones adversas. Éstas pueden surgir donde las necesidades sociales
no encuentran respuesta en las políticas públicas. En todo caso, la innovación social
surge ahí donde hay un problema que no ha sido atajado de manera eficiente.

CAPÍTULO I 23
• El tercer punto es el de cambio social y generación de nuevas relaciones. Aquí, el
cambio social es uno de los elementos más importantes de la innovación social. Este
cambio puede darse en sus formas de relacionarse/interactuar con otros, en su forma
de pensar o autoidentificarse. La innovación social implica, o debería implicar, un
cambio profundo en las comunidades en que se realiza. Puede considerarse que con
la innovación social ocurre un proceso de construcción de alternativas por parte de
las personas, así como grupos de personas que son partícipes del proceso.

De cierta forma, la responsabilidad social corporativa denota algunas prácticas de las


empresas para generar innovación, sin embargo, estás sólo tratan de minimizar el impacto nega-
tivo que ha generado o generará en el entorno, mientras que una empresa que tenga como base
la innovación social se preocupará por la generación y reproducción de valor social.

En otro sentido, la innovación social se diferencia tajantemente de la innovación tecno-


lógica a partir de los indicadores generados para la medición de sus resultados, ya que la inno-
vación tecnológica genera productos tangibles, que hacen más fácil llevar a cabo una medición
mediante indicadores cuantitativos, por otro lado, la innovación social posee de alguna forma
beneficios intangibles, los cuales regularmente tienden a ser de carácter cualitativo y es aquí
donde radica la complejidad para hacer visibles los impactos sociales generados.

Debido a esto, hoy día es difícil desarrollar un modelo de enfoque cualitativo, capaz de
evaluar el impacto de la innovación social en los procesos sociales de los contextos interveni-
dos mediante este tipo de estrategias.

La innovación social no es indispensablemente la generación de una idea completamen-


te nueva, puede relacionarse también con la reorganización de elementos ya presentes, pero
que se ven impregnados por un enfoque nuevo. La innovación social se produce en todos los
sectores de la sociedad, ésta centraliza sus intereses en lograr un cambio social real. Es claro
que la innovación social se origina a partir de la necesidad de satisfacer o atender problemáticas
y conseguir mejorar o resolver alguna condición social ineficiente.

Ayestarán (2013) caracteriza el modelo de innovación social en los siguientes puntos:

1. Es una novedad. Si no se presenta algún rasgo o elemento novedoso, estaremos en otros


casos, como la reforma o la renovación, pero no en la innovación. Esa novedad siempre
es cualitativa, no simplemente cuantitativa.

CAPÍTULO I 24
2. Es axiológica, porque expresa un valor nuevo. Toda innovación supone un valor aña-
dido. Como se dice en el lenguaje económico, pone en valor algo. Eso quiere decir que
hace falta una axiología de los valores en los que aparece, se desarrolla e influye. Por
tanto, hace falta un marco axiológico (expresado en forma de indicadores, variables,
capacidades, etc.) para evaluar esa novedad y valorarla. No basta, como comúnmente
se cree en muchos estudios de innovación, con el valor económico, que sería una base
unidimensional de valoración y evaluación, lo cual nos haría incurrir en un monismo
axiológico reduccionista.

3. Posee un origen, sea de procedencia endógena, exógena o mixta. A veces las innova-
ciones proceden de mecanismos internos y son endógenas; otras veces proceden de la
aplicación de una novedad exterior y entonces son exógenas. En otras ocasiones no
son ni internas, ni externas estrictamente, sino que responden a una mezcla de ambas
dinámicas, y entonces sería mixta, como ocurre en los procesos sociales del mestizaje
y la interculturalidad, por caso, que pueden dar lugar a procesos y productos altamente
innovadores.

4. Es socializada en el espacio y en el tiempo. A la hora de apreciar y valorar una in-


novación en su justa media es importante incluir el espacio y el tiempo, porque las
innovaciones son procesos de socialización. Una innovación es un acontecimiento
colectivo, aunque sea impulsada por un individuo o por unos pocos. Si no alcanza una
determinada masa crítica, su éxito se ve dificultado o disminuido. Una innovación es
más que un invento o una genialidad. Una invención no hace innovación. Para que un
invento sea una innovación, se necesita un grado de socialización, de distribución so-
cial, que configura y expresa su éxito –o fracaso–, desde su diseño, implementación,
uso, regulación y percepción, a través de diversas comunidades epistémicas. Por eso
no basta la genialidad de un creador para generar innovaciones. Hace falta socializar
esa creatividad y distribuir esa novedad. Ello puede ocurrir a pequeña, mediana o
gran escala, desde lo local a lo supranacional y global, con espacios diversos, desde
el físico material al virtual de las nuevas tecnologías. Asi mismo esa socialización es
temporal: puede ser a largo, medio o corto plazo. Toda socialización debe tener en
cuenta la flecha del tiempo, los ritmos de evolución y los procesos de entropía im-
plícitos, tanto humanos como no-humanos. Es relevante considerar si la innovación
afecta a las generaciones futuras o solo a las generaciones actuales, para evaluar su
sostenibilidad.

5. Se hace a través del conocimiento. En la medida en que es una innovación social de

CAPÍTULO I 25
la que se trata, y no de mutaciones o innovaciones biológicas, es importante dirimir la
distribución del conocimiento, sus procesos y dinámicas, y especialmente el conoci-
miento situado, tal y como lo han investigado en las corrientes de los estudios sociales
de la ciencia y de la tecnología y, especialmente, en la epistemología feminista de este
campo, preocupada por situar el papel de las mujeres en relación al sujeto productor de
conocimiento, ciencia y tecnología.

6. Las innovaciones se hacen mediante al menos un complejo, sobre todo si son sociales
y culturales. No las hace un individuo aislado, ni siquiera un grupo selecto, sino que se
socializan, desarrollan y comunican en sociedad, y ello se hace mediante algún comple-
jo social. Hay diversas formas de representar y seguir metodológicamente un complejo.
Al menos tres formas de representación son relevantes metodológicamente: las redes,
los sistemas y los dispositivos.

La innovación social es un proceso y un gran número de ideas socialmente innovadoras


nunca llegan más allá de las primeras etapas. proceso de innovación social son: 1) el diagnósti-
co, diseño, desarrollo, innovaciones de sostenimiento, ampliación y difusión de la conexión, y,
por último, la innovación sistémica (Murray, Mulgan y Caulier Grice, p. 15), y 2) la generación
de ideas mediante la comprensión de las necesidades e identificar las posibles soluciones, desa-
rrollo / prototipos y el ensayo de ideas, a continuación, evaluar el incremento y la difusión de
los buenos, el aprendizaje y la evolución (Mulgan, 2007).

Como se puede apreciar, la Innovación Social no es un término que aparece de la


nada, sino que se produce en un contexto marcado por importantes cambios sociales, eco-
nómicos y políticos que van en contravía de los presupuestos tradicionales del desarrollo.
Problemas como la crisis del estado de bienestar en las sociedades desarrolladas, la baja
confianza en las instituciones económicas, el neoliberalismo económico y la globalización,
los conflictos bélicos, la pobreza, entre otros fenómenos de alcance glocal, han despertado
la conciencia y la capacidad de acción de la sociedad civil, quien comienza a empoderar-
se de sus dificultades, y a proponer ella misma formas alternativas, novedosas, creativas,
participativas y democráticas de solución. Las realidades sociales adversas, la incapacidad
del estado para orientar la sociedad, y las marcadas diferencias sociales y económicas, ge-
neradas por la libre competencia económica y la hegemonía de la propiedad privada, han
hecho que la sociedad y sus actores se conviertan en agentes de cambio y transformación
(Córdoba, 2014).

Es por ello que para tomar la innovación social y hablar de ella, implica especificar la

CAPÍTULO I 26
mirada, por ello es necesario delimitar. En el contexto de Murray, Mulgan y Caulier (2011) la
innovación social no se refiere a un sector determinado de la economía, sino a la innovación en
la creación de productos y resultados sociales, independientemente de dónde nacen.

Más allá de las múltiples definiciones que se ocupan de la Innovación Social, basta de-
cir que se trata de un concepto que hace alusión a la búsqueda de soluciones innovadoras para
problemas y desafíos complejos de la sociedad. Estas soluciones corresponden, a menudo, a
nuevas formas de comunicación y cooperación, de manera que el ejercicio de la innovación
social implica traspasar fronteras tanto organizativas como disciplinarias, individuales como
colectivas, públicas como privadas; dejando tras de sí nuevas y atractivas relaciones entre
grupos e individuos previamente no conectados y favoreciendo el fortalecimiento de la co-
hesión social.

Aunado a lo anterior se puede mencionar que la innovación social está en constante


cambio, por ello los proyectos deben considerar su entorno y comprender que cada acción
genera una repercusión positiva en otros, estos proyectos deben apoyar a cumplir necesidades
colectivas, en dado caso de que un proyecto no solucione un problema está condenado a miti-
garse o a desaparecer definitivamente.

Integrando la información mencionada, se especifican a continuación las etapas de Mu-


rray, Caulier y Mulgan (2011) las cuales están constituidas para la creación de un proyecto que
involucre una innovación en pro de la sociedad misma:

• Prontitud, inspiraciones y diagnósticos; en esta etapa se vislumbran todas las nece-


sidades que se logran identificar

• Propuestas e ideas; esta es la etapa de generación de ideas.

• Creación de prototipos y pilotos; aquí es donde las ideas se prueban en la práctica.

• Sostenibilidad; esto es cuando la idea se convierte en la práctica diaria

• La ampliación y difusión; en esta etapa hay una serie de estrategias para el creci-
miento y la difusión de un proyecto

• El cambio sistémico; El cambio sistémico por lo general involucra la interacción


de muchos elementos (movimientos sociales, los modelos de negocio, las leyes y
reglamentos, datos e infraestructuras, y una forma completamente nueva de pensar
y hacer).

CAPÍTULO I 27
Dado lo anterior se puede mencionar que el decir, cambiar, crear y mejorar no es una ta-
rea fácil, al contrario, es un arduo trabajo, ya que en la cotidianidad se pueden involucrar diver-
sos factores para la creación de ideas volátiles, o ideas sostenibles. La innovación social debe
poseer características que le permitan impactar sobre los sistemas socioeconómico, cultural y
también ambiental que es desarrollado de forma individual o colectiva por medio de prácticas
participativas y sin lucro alguno para el desarrollo integral del ser humano. Dentro de la inno-
vación social se reconocen todas aquellas iniciativas asociativas, económicas, empresariales y
financieras comprometidas que deben cumplir con varios principios los cuales menciona Abreu
(2011):

• Igualdad. Promover la igualdad en las relaciones y satisfacer de manera equilibrada


los intereses de todas las personas protagonistas en las actividades de la empresa o
de la organización.

• Empleo. Crear empleo estable, favoreciendo especialmente el acceso de personas


en situación o riesgo de exclusión social, asegurando a cada persona condiciones de
trabajo y una remuneración digna, estimulando su desarrollo personal y la asunción
de responsabilidades.

• Medio ambiente. Favorecer acciones, productos y métodos de producción respetuo-


sos con el medio ambiente.

• Cooperación. Favorecer la cooperación en lugar de la competencia dentro y fuera


de la organización.

• Sin carácter lucrativo. Las iniciativas solidarias tienen como fin principal la promo-
ción humana y social, por lo que son de carácter esencialmente no lucrativas. Los
beneficios revertirán a la sociedad mediante el apoyo a proyectos sociales, a nuevas
iniciativas solidarias o a programas de cooperación al desarrollo, entre otros.

• Compromiso con el entorno. Las iniciativas solidarias estarán comprometidas con


el entorno social en el que se desarrollan, lo que exige la cooperación con otras or-
ganizaciones, así como la participación en redes, como camino para que experien-
cias solidarias concretas puedan generar un modelo socioeconómico alternativo.

CAPÍTULO I 28
Conclusiones

En su mayoría, los fenómenos de cambio social son casi siempre atribuidos a una in-
terrelación con la innovación tecnológica, pero no es vista desde una forma autónoma de in-
novación delimitada a partir de otro tipo de innovaciones. Desde una perspectiva distinta a la
económica, explicar estos fenómenos es un aspecto toral. El debate actual sobre la innovación
social exige un concepto más amplio de la innovación genérica o tecnológica, la finalidad debe
recaer en analizar las similitudes y diferencias entre la variedad existente de las innovaciones
que tienen lugar en toda la sociedad.

La innovación social, debe ser entendida como una alternativa a desarrollar por parte
de la academia, las instituciones políticas y económicas en función de los modelos de cambio y
transformación como el desarrollo, la competitividad y la modernización de diversas regiones.
Lo relevante en este caso, no se relaciona con producir o incentivar la simple implementación
de estrategias que fortalezcan o permitan plantear soluciones inmediatas a problemas que el Es-
tado es inhábil para resolver, sino lograr transformaciones nucleares que consigan disminuir o
desaparecer formas de dependencia características del modelo de innovación tecno económica.
Para que la innovación social logre un papel relevante en la agenda de desarrollo en México,
serán indispensables elementos que poco tienen que ver con seguir apostando por innovaciones
al interior de las empresas y para beneficio de las mismas; por el contrario, deben existir un
conjunto de características reflejadas en formas de acción comunitaria o de organización social.
La innovación social, tiene que ver con una nueva forma de organización y redistribución que
permita pensar el impacto de la acción colectiva como sostenible.

Estos principios son necesarios para que dicha innovación pueda funcionar y en el caso
de que sea posible aplicar y desarrollar este tipo de estrategias, los organismos responsables
serán una parte fundamental para el escalamiento y la transmisión del conocimiento hacia la
sociedad.

CAPÍTULO I 29
Obra citada

Abreu J. (2011). “Innovación Social: Conceptos y Etapas”. Daena: International Journal of


Good Conscience. 6(2) pp. 134-148, Octubre

Chaparro-Guevara, R. A. y Méndez-Ortíz, E. L. (2016). “Caso de estudio sobre la Innovación


Social en 4 ciudades del país: Bogotá, Buenaventura, Cali y Cartagena”. Cooperativis-
mo & Desarrollo, 104(22).

Córdoba C.; Villamarín F. (2014). “Innovación social: aproximación a un marco teórico desde
las disciplinas creativas del diseño y las ciencias sociales”. Revista de la Facultad de
Ciencias Económicas y Administrativas. Universidad de Nariño Vol. XV. No. 2 – 2do.
Semestre, Julio-Diciembre, pp. 30-44

Gutiérrez L. (2006). “Teorías del crecimiento regional y el desarrollo divergente. Propuesta de


un marco de referencia Nóesis”. Revista de Ciencias Sociales y Humanidades, vol. 15,
núm. 30, agosto -diciembre, pp. 185-227

Instituto de Ciencias Sociales y Administración Ciudad Juárez, México

Jimenez C. (2013). Una aproximación conceptual a la contribución de las empresas sociales


en la generación de procesos de innovación social. Universidad EAFIT. Escuela de
Administración.

Morales A. (2009). Innovación social: un ámbito de interés para los servicios sociales. Univer-
sidad de Córdoba. Artículo basado en el documento marco del Seminario sobre innova-
ción social en el ámbito de los servicios sociales.

Morales C; Morales G. J. (2009). “Las teorías del desarrollo y las desigualdades regionales: una
revisión bibliográfica”. Análisis Económico, vol. XXIV, núm. 55, pp. 365-383 Universi-
dad Autónoma Metropolitana Unidad Azcapotzalco Distrito Federal, México

Moulaert F. (2008). Innovación social: Institucionalmente enraizada, territorialmente (Re)pro-


ducida

CAPÍTULO I 30
Territorio, identidad y movilidad en los
ciudadanos de Celaya: diagnóstico desde una
perspectiva del geo-marketing

Emigdio Larios-Gómez2

Miriam Reyes Tovar3

Resumen: El presente trabajo es el resultado de una investigación mixta (no experimental, trans-
versal, probabilística en la concluyente descriptiva y exploratoria cualitativa) con 286 residentes
de la ciudad de Celaya y con 35 líderes de opinión entrevistados (Kerlinger, 2002), basada en
la gestión de la movilidad urbana y en la identificación de entornos de movilidad desde una
perspectiva del Geo-Marketing. El objetivo fue coadyuvar a la planificación de algunas áreas
importantes de la ciudad de Celaya, caso específico, la movilidad peatonal de los ciudadanos en
el Jardín Principal, detonando cuatro factores: accesibilidad, seguridad, confort y atracción (Ta-
lavera-García, et al., 2014). Se tomaron como bases teóricas la gestión cultural en la planeación
urbana, la identidad territorial, la nueva geografía cultural, el desarrollo local, Place development,
Place marketing, City marketing, Place branding, City branding y la competitividad de ciudades,
países y territorios (Kotler, 2007; Rainisto ,2003; Hankinson, 2004; Trueman y Cornelius, 2006;
Anholt, 2007b; Matlovičová, 2007; Kavaratzis, 2008; CEIPIL-UNCPBA, 2005; Ochoteco, 2007
y Mibalia, 2007). Se toma la postura, que la Identidad Territorial (Orduna, 2012), al ser una va-
riable cualitativa, se enmarca en términos generales en el ámbito de la Nueva Geografía Cultural
(Cuadrado-Roura, 2010), desde el sentido de pertenencia al lugar (identidad territorial). Todas
estas teorías adaptadas a los constructos del Modelo de Anholt (2007) “Hexágono de Identidad
Competitiva”, constituyeron el instrumento de la investigación. Como resultado, encontramos
la falta de identidad, pertenencia y orgullo celayense en los habitantes/residentes; por la falta de
programas de pertenencia social, la planeación urbana, la alta movilidad de personas (residentes y

2
Profesor investigador de la Universidad de Guanajuato. E-mail: herr.larios@gmail.com
3
Profesora investigadora de la Universidad de Guanajuato. E-mail: sonotovar@gmail.com

CAPÍTULO I 31
visitantes) y la rápida transformación de una economía agrícola a industrial y de servicios (a una
combinación industrial-servicios) de la ciudad de Celaya. Se recomienda reforzar los valores de
identidad y pertenencia territorial, fomentando el espíritu de ciudadanía y el componente relacio-
nal de la convivencia, pues sólo de esa forma se promueve una imagen de la ciudad, o del territo-
rio y un espíritu en la población encaminado a su potenciación. También se detectó que la carencia
de una imagen territorial turística en la Zona del Jardín Central –invadida por una zona netamente
comercial– provoca en los habitantes una falta de identificación de marca-orgullo-ciudad, por no
contar con zonas o comercios de esparcimiento-sociabilización, ya que actualmente se cataloga al
Jardín Principal, como una zona comercial y de movilidad peatonal densa, de baja accesibilidad,
no segura, sin confort y sin atracción.

Palabras clave: entornos de movilidad; calidad peatonal; diseño urbano; identidad y movilidad
territorial.

Summary: This work is the result of a (non-experimental, cross, probabilistic in descriptive


and exploratory conclusive qualitative) joint research with 286 residents of the city of Celaya
and 35 leaders interviewed opinion (Kerlinger, 2002), based on management urban mobility
and the identification of mobile environments from the perspective of Geo-Marketing. The ob-
jective was to contribute to the planning of some important areas of the city of Celaya, specific
case pedestrian mobility of citizens in the Jardin, detonating four factors: accessibility, safety,
comfort and attraction (Talavera-Garcia, et al., 2014). They were taken as the theoretical basis
of cultural management in urban planning, territorial identity, new cultural geography, local de-
velopment, Place development, Place marketing, City marketing, Place branding, City branding
and competitiveness of cities, countries and territories (Kotler, 2007; Rainisto, 2003, Hankin-
son, 2004, Trueman and Cornelius, 2006; Anholt, 2007b; Matlovičová, 2007; Kavaratzis, 2008;
CEIPIL-UNCPBA, 2005; Ochoteco, 2007 and Mibalia, 2007). The position is taken that the
Territorial Identity (Orduna, 2012), being a qualitative variable, is framed in general terms in
the field of New Cultural Geography (Cuadrado-Roura, 2010), from the sense of belonging to
the place (territorial) identity. All these theories adapted to the model constructs Anholt (2007)
“Competitive Identity Hexagon”, they became the instrument of the investigation. As a re-
sult, we find the lack of identity, belonging and pride in celayense inhabitants / residents; by
the lack of programs of social belonging, urban planning, high mobility of people (residents
and visitors) and rapid transformation from an agricultural to industrial and service economy
(one-services industry combination) of the city of Celaya. It is recommended to reinforce the
values of
​​ identity and territorial belonging, fostering the spirit of citizenship and the relational
component of coexistence, because only in this way an image of the city, or territory and a
spirit in the population routed it promotes empowerment . It was also found that the lack of a
territorial tourism image in the Central Area Garden -invadida by a zone purely commercially
causes in the inhabitants a lack of branding-pride-city, not to have areas or shops esparcimiento-
socialization, as currently cataloged the Main Garden, like a shopping and pedestrian mobility
dense, low accessibility, unsecured, without comfort and without appeal.

Keywords: mobility environments; pedestrian quality; urban design; identity and territorial
mobility.

CAPÍTULO I 32
Introducción

En un estudio realizado por las ONU (2013), se calcula que para el 2050 más del 70%
de la población vivirá ciudades, debido a la alta movilidad hacia estos espacios (el cambio
de áreas rurales hacia el escenario urbano: tendencia global hacia la urbanización). Conse-
cuencia natural del desarrollo económico basado en la industrialización y la post-industria-
lización, reflejada más en los países en vías de desarrollo que en los desarrollados. El Banco
Mundial (1995), afirma que la participación de la población urbana respecto de los países de
bajos y medianos ingresos creció de 22% en 1960 a 39% en 1995 y se espera que sea mayor
de 50% en 2015 (BM, 2011). En México, desde 1970 las nuevas tendencias de urbanización
hicieron que las ciudades de tamaño intermedio crecieran más rápido que las grandes, debido
al aumento en la demanda de empleo, suelo, vivienda y servicios urbanos (INECC, 2014).

La expansión de las ciudades mexicanas tuvo sus orígenes a finales de la década de


los 50´s. A partir de ese momento el estrecho vínculo entre el desarrollo económico y el cre-
cimiento urbano comienza a reflejarse en el incremento acelerado de la migración del medio
rural hacia el urbano. En la década de 1980, México se convirtió en un país predominante-
mente urbano. Los datos demuestran que a partir de dicha década y hasta nuestros días, más
de la mitad de la población mexicana habita en grandes ciudades. Aumentando de 33 ciuda-
des de más de 15 mil habitantes, en donde habitaban 1.4 millones de personas (10.4% de la
población total, en los años de 1900), hasta el aumento a 384 ciudades (para el año 2010),
albergando 71.6% de la población total del país (OCDE, 2012).

Este proceso de urbanización, a través de las políticas de desarrollo local, ha tenido


serias consecuencias sobre la configuración de los asentamientos humanos urbanos y rurales
en el país. Por un lado el proceso migratorio no ha sido asimilado de forma ordenada, la ex-
pansión desproporcionada de la mancha urbana y el crecimiento desordenado de las ciudades
mexicanas plantea retos importantes para mantener y mejorar la calidad de vida de sus habi-
tantes. Además, se tiene el impacto en el grado de identidad u orgullo –de los habitantes de
las principales ciudades de México– de pertenecer a cierto territorio o región, donde viven,
trabajan y sueñan vivir con sus familiares para toda la vida, que se ve afectada por la llegada
de migrantes de otros estados y ciudades, y hasta de otros países. Provocando desequilibrios
ambientales, sociales, económicos, culturales, de seguridad, y –tema central del presente– la
identidad territorial de los habitantes locales o regionales (Larios-Gómez, 2015).

Ejemplo del rápido crecimiento de urbanización de una ciudad en México, es sin

CAPÍTULO I 33
duda la Ciudad de Celaya4, Guanajuato. Es uno de los municipios más productivos en el es-
tado de Guanajuato y en la Región Comercial Laja-Bajío. En los últimos 10 años, la compo-
sición industrial, sus recursos agrícolas y sus infraestructuras de comunicación han atraído
a industrias del área metal-mecánica, electrodomésticos, acero, química, y procesadora de
alimentos, destacando Honda (Plantas de Autos y Motores), Mazda NKP, Yachiyo, Mabe,
Avon Cosmetics, Coca-Cola (FEMSA), PepsiCo (GEPP), Whirlpool, Corporativo Bachoco,
Arbomex, Sigma Alimentos, Galletera Gamesa, Kolbenshmidt, Golden Foods, Capistrano,
entre otras más.

En Celaya el sector económico con mayor aportación al PIB municipal proviene de


la industria manufacturera con el 55.9%, seguida del sector comercio con 25.2% y servi-
cios privados no financieros con 13.2% (INEGI, 2012). El municipio de Celaya tiene una
aportación importante en el Estado de Guanajuato, al Producto Interno Bruto (PIB), lo
cual la posicionó en el tercer lugar en aportación estatal en el 2012 y actualmente ocupa
el segundo lugar, después de León (OCDE, 2015). Aunado a esto, desde la perspectiva de
la ubicación geográfica, la ciudad de Celaya, se encuentra en el Bajío –centro del país– y
colinda al norte con el municipio de Comonfort, al este con los municipios de Apaseo El
Grande y Apaseo El Alto, al sur con el municipio de Tarimoro, al oeste con los municipios
de Cortázar y Villagrán, y al noroeste con el municipio de Santa Cruz de Juventino Rosas
(IFDM, 2010).

La ciudad cuenta con un centro histórico salpicado de espléndidos templos colo-


niales, con parques y campos de golf, con industrias de todo tipo, así como una interesan-
te oferta hotelera y gastronómica, se consolida como el centro de la Zona Metropolitana
Laja-Bajío integrada por 9 municipios: Apaseo el Alto, Apaseo el Grande, Celaya mismo,
Comonfort, Cortázar, Santa Cruz de Juventino Rosas, Tarimoro, Villagrán y Jaral del
Progreso. En esta zona conurbada viven cerca de 1 millón de personas ocupando el 11%
del territorio del estado (http://heraldodelbajio.com/celaya/, 2014). Celaya es el centro
comercial de los municipios de Salvatierra y San Miguel de Allende, pero dentro de esta
gran oportunidad de desarrollo de la ciudad, también se encuentra el problema que ac-
tualmente presenta Celaya, siendo el cruce de las dos líneas ferroviarias: Kansas City y
Ferromex que cruzan el corazón de la ciudad, siendo lo ideal, que las vías de estas pasen

4
La ciudad de Celaya es atravesada de norte a sur oeste por el afluente del Río Laja, por lo que las actividades
económicas son primariamente la industria manufacturera, el comercio y el sector servicios, sus actividades agro-
nómicas principales se componen del cultivo de maíz, alfalfa y sorgo y la cría de ganado bovino y caprino. Celaya
es conocida como Puerta de Oro del Bajío gracias al desarrollo económico, y consecuencia de su ubicación geo-
gráfica que la enlaza con las ciudades Querétaro, Guadalajara y Ciudad de México (IFDM, 2010).

CAPÍTULO I 34
por la periferia y optimizar los espacios con parques lineales para la movilidad peatonal
que integren a la ciudad en un contexto humano. Con una zona urbana compacta y sin
pendientes, Celaya también presenta una gran oportunidad para masificar el transporte
en bicicleta y proporcionarle al ciclista espacios mínimos seguros en las calles que los
protejan del peligro que implica la despiadada invasión de los autos. Además de la gran
oportunidad de contar con una señalética más adecuada a la estructura actual que pre-
senta, ya que debido a su crecimiento tan rápido en los últimos diez años, sus colonias y
calles conformadas en tipo cluster, hace difícil la movilidad sin señalética horizontal y
vertical.

La Ciudad de Celaya, actualmente se encuentra en una posición pertinente para que


el Estado, los ejecutivos gubernamentales y la sociedad en general interactúen y constru-
yan juntos a crear una marca que distinga a la ciudad de Celaya para consolidar la inversión
extranjera (principalmente asiática), el turismo-industrial y coadyuvar a la gestión cultural
con alcances internacionales basados en la marca integral que recientemente, el estado de
Guanajuato recibió los títulos de la marca “GTO., GUANAJUATO”. El rescate, orgullo e
identidad de una ciudad involucra los procesos de mejoramiento, revitalización, rehabili-
tación y/o regeneración de la ciudad y sus barrios, embellecimiento al fin de cuentas. Es-
tos procesos implican diferentes situaciones de intervención e impactos, dependiendo del
contexto en el que se lleven a cabo (periferia, barrios centrales y/o centros históricos) y de
los alcances establecidos que deben contribuir a un rescate urbano, a un incremento en la
calidad de vida urbana a través de intervenciones físico-ambientales, acompañadas de un
impacto social y económico, reintegrando una mayor habitabilidad a los espacios que ha-
bitamos (Hernández, 2006). Es por eso que el inicio de una identidad y orgullo ciudadano
empieza con un Zócalo o Zona Centro (para algunos municipios de México, comúnmente
se les llama Jardín Principal), con atractivo, movilidad y seguridad. Problema actual que
presenta el Jardín Principal de la Ciudad, por lo que ¿Los ciudadanos de Celaya se sentirán
orgullosos de su ciudad? ¿La zona principal de la ciudad “zócalo” o “jardín principal” es
una zona con movilidad peatonal adecuada para una ciudad de impacto comercial como lo
es Celaya?

Método

Se trata de una investigación mixta (no experimental, transversal, probabilística


en la concluyente descriptiva con 286 residentes de la ciudad de Celaya y en una segun-

CAPÍTULO I 35
da etapa exploratoria con 35 líderes de opinión entrevistados), basada en la gestión de la
movilidad urbana y en la identificación de entornos de movilidad desde una perspectiva
del Geo-Marketing. Con el objetivo de evaluar los entornos de movilidad desde el punto
de vista de la calidad peatonal de los ciudadanos en el Jardín Principal de la Ciudad de
Celaya-Guanajuato. Para ello, se toma el método CPEM (metodología de caracterización
peatonal de entornos de movilidad, figura 4), de una investigación similar realizada en el
área metropolitana de Granada (España) por Talavera-García, Soria-Lara y Valenzuela-
Montes (2014). A partir de los cuatro aspectos del método CPEM: accesibilidad, seguridad,
confort y atracción ciudadana.

También se tomaron como bases teóricas la gestión cultural en la planeación urbana,


la identidad territorial, la nueva geografía cultural, el desarrollo local, Place development,
Place marketing, City marketing, Place branding, City branding y la competitividad de
ciudades, países y territorios (Kotler, 2007; Rainisto ,2003; Hankinson, 2004; Trueman y
Cornelius, 2006; Anholt, 2007b; Matlovičová, 2007; Kavaratzis, 2008; CEIPIL-UNCPBA,
2005; Ochoteco, 2007 y Mibalia, 2007). Desde el sentido de pertenencia al lugar (identidad
territorial). Todas estas teorías adaptadas a los constructos del Modelo de Anholt (2007)
“Hexágono de Identidad Competitiva”, con seis ejes importantes de estudio: presencia (el
conocimiento de la ciudad), lugar (los aspectos físicos como clima y territorio), potencial
(las oportunidades económicas y educacionales), pulso (el estilo de vida, las actividades
interesantes disponibles), gente (las características de los habitantes) y prerrequisitos (los
servicios públicos).

Con los ejes de estudio del Modelo de Anholt (2007): presencia, lugar, potencial,
pulso, gente y prerrequisitos y los constructos propuestos basados en el modelo Talavera-
García, Soria-Lara y Valenzuela-Montes (2014): accesibilidad (Aceras, Circulación-trá-
fico), seguridad (Espacios, Modos de transporte), confort (Diseño urbano, Ruido, Conta-
minación) y atracción (Atracción cultural y Atracción comercial). Se estructuraron dos
instrumentos, el primero con escalas de Likert de 1 al 5, donde uno corresponde a Total-
mente en desacuerdo y 5 Totalmente de acuerdo, los datos recopilados se trabajaron con el
Statistical Package for the Social Sciences (SPSS) y estuvo compuesto por 33 ítems (X1,
X2, X3, X4, X5 X6, X7 ,X8, X9… X33). El segundo con preguntas abiertas (guía de tópi-
cos), compuesto por 9 ítems. Para el primero se obtuvo un coeficiente Alpha de Cronbach
de confiabilidad de .923 para los constructos de Anholt. Para el segundo, basado en los
constructos de Talavera-García et al, no se calculó por tratarse de una investigación explo-
ratoria, ver figura 1.

CAPÍTULO I 36
Figura 1. Metodología de Caracterización Peatonal de Entornos de Movilidad

Fuente: elaboración propia con información de Anholt (2007) y Talavera-García, Soria-Lara y Valenzuela-
Montes (2014).

Ciudades del tercer milenio

Una ciudad para el presente estudio, considera núcleos urbanos relacionados a través de
los movimientos realizados por su fuerza laboral de carácter funcional dentro de una comuna
como unidad para su conformación e interacción con los distintos actores dentro de sus respec-
tivos límites. Con base en un estudio de la “Urban Policy Reviews, Chile” (OCDE, 2013), el
concepto “ciudad” se define como un área funcional urbana, debido a que presenta un carácter
más funcional y de interacción de los habitantes entre sí, más allá de la simple característica
de cantidad de habitantes por ciudad, como la definen centros estadísticos como el INEGI en
México o el INE en Chile. Actualmente las ciudades enfrentan el reto de equilibrar el marco
teórico de la sustentabilidad y las necesidades de sus ciudadanos. Debido a que las ciudades de-
ben impulsar la productividad y creatividad de los individuos –aunque muchas de ellas no han
desarrollado todo su potencial debido a deficiencias en su diseño y mala planeación. La susten-
tabilidad a nivel regional y municipal de un área urbana, tiene como desafío las complejidades
geográficas, las demandas de su población y la mezcla de ideologías existentes. Por lo que una
ciudad sustentable puede ser concebida desde la adaptación en la integración de cuatro pilares:

CAPÍTULO I 37
desarrollo social, desarrollo económico, gestión ambiental y gobernanza urbana (ONU, 2013).

Diversos estudios se han esforzado para identificar mediante un índice tanto los aciertos
como las áreas de oportunidad de las ciudades en el ámbito de la sustentabilidad de una ciu-
dad, como medida del progreso global económico, social, gubernamental y ambiental (Yale,
2005). Índices como el de Siemens, Forum for the Future de General Electric o el de Corporate
Knights miden los ambientes urbanos en los que las empresas, el gobierno, el sistema de inno-
vación y el contexto social se refuerzan mutuamente a través de relaciones positivas, produ-
ciendo entornos favorables para aumentos de productividad y nuevos emprendimientos, lo cual
genera oportunidades de progreso para sus habitantes. Estos índices (Ciudades Sustentables)
contemplan variables de evaluación de la ciudad desde aspectos como el empleo, seguridad
económica, educación y salud, hasta aspectos como bienestar social, huella ecológica, espacios
verdes y cambio climático.

Una vez cubiertos estos aspectos (variables de las Ciudades Sustentables), las ciudades
deben enfocarse a ser o construirse como ciudades competitivas, donde sus ambientes urbanos
en los que el sistema de gobierno, las actividades productivas, el ambiente de innovación y
emprendimiento, así como el contexto social, creando una dinámica positivo con aumentos de
productividad, nuevos emprendimientos y oportunidades de progreso para sus habitantes. Para
disponer de activos públicos de calidad estrechamente conectados con las redes globales y un
entorno de colaboración en las actividades de innovación.

a) Geografía cultural

Con base en la revisión de la literatura, que se resume en la tabla 1, el concepto de


geografía cultural desde 1880, con Friedich Ratzel (inspirado en Alexander von Humboldt y
Carl Ritter), se refiere desde la distribución de los seres humanos y la expansión, imposición y
mezcla de culturas y civilizaciones (Antropogeographie) (Maris y Nin, 2007). Hasta las repre-
sentaciones del espacio vivido junto con la etnografía (el nuevo giro cultural en geografía en
los años de 1980) y un enfoque humanista (Capellá y Lois, 2002). Y temas como la búsqueda
de los nuevos modelos o pautas culturales en las grandes urbes, los modos de vida de las áreas
periurbanas, la concepción del ocio, la utilización de los medios de comunicación o los mesti-
zajes de las diásporas en la realidad multicultural, se han convertido en objeto de estudio de lo
que se ha llamado la New Cultural Geography.

Mientras que la geografía culturalista tradicional de los años treinta y cuarenta de Carl
O. Sauer (Jackson, 1989), tenía un fuerte carácter antropológico e historicista, la nueva geogra-

CAPÍTULO I 38
fía cultural tiene una orientación mucho más teórica y se centra a la comprensión de los fenó-
menos de la sociedad actual, acercándose así más a la geografía social o/y humana en particular
y a la sociología en general. Cosgrove y Jackson (citado en Jackson, 1999, p. 43) sostienen que
la nueva geografía cultural, es contemporánea, histórica, social, espacial, urbana, rural e intere-
sada en la naturaleza contingente de la cultura. Además, adquiere una nueva dimensión, porque
comienza a identificarse con las prácticas territoriales de los sujetos, con la cultura del lugar y
está abierta a lo psicológico, al mundo de la percepción individual y colectiva, a lo material e
inmaterial. Debido al peso que tiene el territorio en la construcción de una cultura e identidad
personal o grupal de acuerdo a elementos del paisaje geográfico (la presencia del mar, una isla,
un bosque, entre otros).

Tabla 1. Revisión de la Literatura: Geografía Cultural

Autor Descripción
(Claval, 1999) La geografía cultural …atribuye al paisaje una impronta y matriz de cultura, porque las
formas que lo estructuran contribuyen a transmitir usos y significados entre generaciones, y
porque cada grupo social contribuye a modificar el espacio que utiliza al tiempo que graba
las marcas de su actividad y los símbolos de su identidad […] estudia por lo tanto los ele-
mentos, fenómenos y procesos que se producen en el espacio geográfico, provocados por los
grupos humanos que lo habitan, cada uno con su propia idiosincrasia […]
(Flores, 2007) […] la geografía cultural tradicionalmente se había centrado en estudios de localización
de elementos materiales como tipos de casas, prácticas de cultivo, uso de un instrumento,
expansión de una mala hierba o bien aspectos invisibles como áreas de extensión de una
lengua, religión o un tipo de gestual,
(Crosgrove […] propone el desarrollo de la Geografía Cultural como práctica revolucionaria que: “más
1983, 9-10 allá de las asunciones y las atribuciones de sentido común de nuestro culturalmente-cons-
citado en Flores truido mundo capitalista… puede seguir el ejemplo de Gramsci de luchar para crear una
2007, pp.9) nueva cultura, una cultura que creará la producción de nuevos paisajes y de nuevos signifi-
cados a los paisajes”…
(Carl O. Sauer, Según Paul Claval, “... los trabajos de la escuela de Sauer ponen su atención, sobre todo, en
citado por las sociedades etnogeográficas del mundo americano o en las grandes civilizaciones tradi-
Claval,1999) cionales”
(Jackson, …“las nuevas direcciones de la geografía cultural recurrieron a diversas tradiciones intelec-
tuales, que iban desde la antropología y la teoría literaria hasta el feminismo y los estudios
1999. p:43) culturales contemporáneos, ensanchando así los límites de la geografía cultural”…

(Capellá y Lois, Establecen que la geografía cultural, a pesar de tener antecedentes que se remontan al inicio
2002) de la geografía moderna, y un campo y perspectiva de estudio de extrema actualidad ante
la sociedad multicultural que se percibe, es una gran desconocida en el mundo hispánico a
diferencia de lo que ocurre en los círculos académicos anglosajón y francófono.

Fuente: elaboración propia con información de Claval (1999), Flores (2007), Crosgrove (1983), Flores (2007),
Clava (1999), Jackson (1999) y Capellá y Lois (2002).

CAPÍTULO I 39
b) Geomarketing

La complejidad de los entornos y la necesidad de tomar decisiones asertivas, desde la


posibilidad de georreferenciar variables demográficas y socio- económicas y debido a su carác-
ter multidisciplinar, el marketing ha ido incorporando elementos de otras disciplinas como las
matemáticas, estadística, psicología, ciencias empresariales, sociología, política o la geografía
(entro muchos otros) (Rosa, 2001). En este último caso, el marketing ha incorporado dimensiones
espaciales de los fenómenos socioeconómicos y análisis geográficos de la realidad económico-
social, a través de instrumentos cartográficos y herramientas de la estadística espacial. Lo que le
ha permitido abordar cuestiones críticas y habituales a la distribución comercial en su mezcla de
mercadotecnia. A partir de ello, surge una nueva sub-disciplina conocida como Marketing de la
distribución, específica y adaptada a las necesidades del sector comercial. En la geografía se cono-
ce como Geomarketing, enfocada a las teorías económicas del espacio geográfico (Chasco, 2003).

El geomarketing forma parte de la economía espacial, que se fundamenta sobre el prin-


cipio general de que la distancia geográfica ejerce una verdadera influencia sobre la actividad
económica, usando distintas fuentes de información como los datos internos de la empresa,
datos demográficos, censales e información de geografía básica. Para definirlo, se debe tomar
en cuenta las bases teóricas de Von Thünen, Paul Krugman, Alfred Weber y Walter Isard (ver
tabla 2). El geomarketing es un sistema de análisis geográfico integrado por datos, programas
informáticos de tratamiento, métodos estadísticos y representaciones gráficas destinados a pro-
ducir una información útil para la toma de decisiones de la realidad económico-social de la
distribución comercial, a través de instrumentos que combinan la cartografía digital, gráficos y
herramientas de la estadística espacial (Latour et al., 2001 y Chasco, 2003).

El geomarketing permiten conocer el actual estado de un mercado en el que, por un lado,


debido al crecimiento natural existen nuevas zonas que pudieran u oportunidades de mercado
no atendidas y por otro, se centra sobre todo en la ubicación del consumidor/cliente al que se di-
rigen todos los esfuerzos comerciales de una manera más tamizada y organizada con el objetivo
de obtener una mayor rentabilidad de los mismos debido a que el potencial del mercado local y
la capacidad de compra dependen de la características geodemográficas del área de influencia.
Asimismo, puede o no hacer uso de Sistemas de Información Geográfica (GIS), a través de un
software (GeoData) o no (cualitativamente). El uso de un GIS, hace posible el almacenamiento
eficaz y una rápida recuperación y visualización interactiva de las formas correspondientes a
conjuntos de datos geográficos. Chasco (2003) dice que un sistema de geomarketing se integra
de tres elementos importantes: información estadística y cartográfica, tratamiento de la infor-
mación y estudios de mercado.

CAPÍTULO I 40
Tabla 2. Bases Conceptuales del Geomarketing

Autor Bases Conceptual


Von Thünen citado por Análisis económico espacial. Estudio sobre la localización de distintos
Chasco (1997) tipos de culturas en torno a los centros urbanos.
Paul Krugman (1992) Nueva Geografía Económica. La perspectiva espacial que no se limita
a la economía.
Alfred Weber citado por Teoría de la localización industrial. Contacto la teoría económica pura
Chasco (1997) con el dominio espacial.
Walter Isard (1959) Bases de la moderna economía espacial.

Fuente: Elaboración propia con información de Chasco (2003).

c) Identidad territorial

Con base en las aportaciones de Bozzanno (2000) cita a Marquéz (2003), Alburquerque
(1999), CEPAL (2012) y de Buitelaar, Echeverri, Silva y Riffo (2015), el territorio debe ser
visualizado como una matriz de organización y de interacciones sociales y no como un simple
espacio abstracto o un receptáculo de actividades. Pero también, puede entenderse como un
esqueleto de intereses de todo tipo en una comunidad que se ha ido formando en función de las
relaciones sociales y de los lazos de intereses de los grupos, de la construcción de una identidad
y de una cultura propia. Entonces, se tiene que territorio va más allá del conjunto de personas
que habitan la Tierra o cualquier división geográfica de ella, va más allá de construcción his-
tórica social. Contiene un conjunto de atributos que los definen como un sistema complejo,
generando relaciones dinámicas productivas, sociales, políticas e institucionales. Y una cultura
envolvente que recoge códigos, valores e identidad.

Desde la perspectiva de la identidad territorial (variable cualitativa de la Geografía Cul-


tural), se ha valorado el presente trabajo, remarcando el sentido de pertenencia al lugar, es decir,
qué tan identificados se sienten los grupos humanos que habitan la Ciudad de Celaya, Guana-
juato, en relación a la imagen territorial turística en la Zona del Jardín Central de la ciudad. La
relación entre espacio (Jardín Principal), cultura (Celaya) e identidad (ciudadano), ha tomado
relevancia en los últimos 10 años, debido al crecimiento económico de la región. En este con-
texto, al hablar de Identidad Territorial –la identidad es el sentido de pertenencia a una colecti-
vidad, a un sector social, a un grupo específico de referencia (Ranaboldo y cita a la UNESCO-
PNUD, 2005)– el centro de interés se sitúa en las múltiples relaciones entre identidad, lugar
y poder, dado que los lugares-ciudades-territorios son importantes tanto para la producción de
cultura y economía (Shmite y Nin, 2006-2007).

CAPÍTULO I 41
• La identidad territorial es un sentido que se construye en el tiempo y espacio habi-
tado, y en gran medida ligada al afecto que cada individuo o grupo logre desarro-
llar del entorno, ya sea local, municipal o nacional; se crea en la conjunción entre
el medio físico, la continuidad histórica y la continuidad social; pues el territorio
también se puede percibir en términos de temporalidad y es en esta línea de tiempo
en donde se construye la identidad territorial. El sentido de pertenencia como base
de la identidad territorial, la práctica de soberanía y la participación ciudadana solo
se manifiesta en una serie de indicadores de acuerdo con Sanz, Holgado y Soria
(2001-2004) para encontrar en dónde y en qué es posible señalar los rasgos de iden-
tidad territorial. Los cuales desarrollan experiencias concretas en la utilización de
elementos identitarios como parte de esquemas de gestión local. Y los geosímbolos
(Bonnemaison, 1981) como elementos simbólicos del entorno definido como “un
lugar, un itinerario, una extensión o un accidente geográfico que por razones polí-
ticas, religiosas o culturales reviste a los ojos de ciertos pueblos o grupos sociales
una dimensión simbólica que alimenta y conforta su identidad” (citado en Giménez,
2001, p.265) que forman parte del marco de vida dentro del cual se desarrolla el
sentido de pertenencia. Ellos son:

• Características demográficas básicas (edad, sexo, conformación de los hogares, ni-


vel educativo, procedencia, etc.),

• Características provenientes de los lugares de procedencia,

• Características de los lugares de residencia, elementos derivados de procesos mi-


gratorios,

• Características de las actividades productivas,

• Características históricas de las poblaciones, presencia de sentimientos de pertenen-


cia, tipos de relaciones sociales que se entablan cotidianamente (familia, amigos,
compañeros de trabajo, grupo religioso, etc.),

• Características de los roles sociales (familiares, profesionales, etc.),

• Características de los circuitos cotidianos, costumbres o tradiciones o festividades.

d) Entorno de movilidad

CAPÍTULO I 42
Varios trabajos sobre el uso de unidades espaciales en el campo de la movilidad
urbana, tanto desde una perspectiva de la movilidad motorizada (Cervero, 2002, Delmelle
y Casas, 2012), como de la movilidad peatonal o a través de modos alternativos (Clifton
et al., 2007). Sostienen la existencia de un fuerte vínculo entre elementos de la estructura
urbana y los patrones de viaje en la ciudad, es decir el entorno de movilidad como base es-
pacial (Crane, 2000; Ewing y Cervero, 2010; Foltête y Piombini, 2007; Handy y Niemeier,
1997, Bertolini y Dijst, 2003, Soria, 2011, Borst et al., 2009 y Zacharias, 2001), y modelo
de factores urbanos condicionantes de la movilidad peatonal (topografía, arbolado, acti-
vidad comercial, seguridad, etc.). Desde el planteamiento conceptual de Bertolini y Dijst
(2003), Soria (2011), Zacharias (2001), Borst et al. (2009) y Clifton et al. (2007), entorno
de movilidad, movilidad peatonal o entorno peatonal se entiende como aquella unidad es-
pacial operativa para la planificación y la evaluación de la movilidad urbana, resultante de
una valoración integrada de factores de la estructura urbana y del patrón de viaje, capaz de
aportar información sobre las siguientes cuatro dimensiones de la movilidad: urbanística,
ambiental, socioeconómica y modal. Estas unidades espaciales que se conforman a partir
de la síntesis de factores urbanos vinculados estrechamente al desplazamiento peatonal y a
modos alternativos de éste: movilidad motorizada (Cao et al., 2009; Cervero y Kockelman,
1997; Ewing y Cervero, 2001 y 2010; Næss, 2009, Ewing y Handy, 2009; Lee y Moudon,
2006).

Inicialmente, el estudio de la movilidad peatonal cubría aspectos como la seguridad, la


conveniencia, la continuidad, el confort, la coherencia y el atractivo (Fruin, 1971). Actualmen-
te solo son cuatro bloques siguientes: accesibilidad, seguridad, confort y atractivo (Alfonzo,
2005; Pozueta et al., 2009), al ser satisfechos, el entorno peatonal poseerá la calidad necesaria
para que el peatón se desplace, lo que incidirá de manera decisiva en los niveles de servicio
peatonal del entorno urbano (Olszewski y Wibowo, 2005):

1. La accesibilidad, como condicionante en la estructura e infraestructura peatonal (la pen-


diente, la anchura de la acera o los materiales empleados para construirla). Existiendo
una relación entre la dimensión de la acera y la velocidad peatonal.

2. La seguridad la relacionada con el tráfico (Pikora et al., 2003). Como la velocidad de


circulación a pie por la vía pública, la fricción entre modos de transporte, el templado
del tráfico, la disminución de la velocidad o el espacio compartido, entre otras determi-
na la sensación de seguridad (Landis et al., 2001; Transport, 2007; Sanz, 2008) y, por

CAPÍTULO I 43
ende, en la calidad peatonal de una calle o de un ámbito determinado.

3. El confort constituye la cuantificación de la movilidad peatonal y puede dividirse en


tres ramas: físico, psicológico y fisiológico (Sarkar, 2003). Integrado por las variables
climáticas (Nikolopoulou y Lykoudis, 2006; Stathopoulos et al., 2004) y el diseño urba-
no, como, por ejemplo, el arbolado y las hojas (Shashua-Bar y Hoffman, 2000, Jacobs,
1993), la impresión de seguridad e intimidad (Peters, 1981) y las variables que generan
estrés en el peatón, asociadas con el tráfico, el ruido y la contaminación (Raggam et al.,
2007).

4. La atracción son los paisajes urbanos que originan itinerarios atractivos e interactivos
para los peatones porque van a pie (Gehl, 1971; Peters, 1981). Participando en la activi-
dad comercial y cultural de las calles (Venturi et al., 1977). Como puntos de atracción
de gente que observa los distintos escaparates, que interactúa con otros individuos en
estos establecimientos y que se deja inspirar (Gehl, 1971, Peters, 1981) e incluso crear,
entre los distintos establecimientos, sinergias que fortalezcan su atracción (Salingaros
et al., 2005).

Resultados (Modelo de Anholt)

Con base en el Modelo de Anholt (2007), figura no. 2, sólo dos valores (medias) están
por debajo del intermedio (de la escala de 1 al 5, donde el intermedio es 3): Lugar con 2.74 y
Pulso con 2.90. El resto está por encima, sólo por un puntaje relativo a no mayor de 18 decima-
les: Gente con 3.18 y Prerrequisitos con 3.11. Las valoraciones con un alto índice son: Presen-
cia con 3.90 y Potencial con 3.99. Teniendo en conjunto de las 6 variables, con una media de
3.90. Con base en la interpretación de los resultados obtenidos, los habitantes de la Ciudad de
Celaya, tienen una percepción indiferente, ni positiva, ni negativa. Mostrando un problema de
identidad y orgullo, debido a la falta de programas que fortalezcan el conocimiento de herencia
histórica, cultural y socioeconómica de la región, reflejándose en las opiniones de ellos. La
intención de desarrollar proyectos de vida en Celaya es casi nulo y que se encuentra con una
relación estrecha con los constructos anteriores al confirmar la baja identidad del ciudadano
con relación a su ciudad (con una correlación de 0.84), debido a que no la encuentra atractiva ni
visualiza proyectos de vida que puedan mejorar su estancia. Lo que se puede observar, es falta
de pertenencia a su ciudad a pesar de que pueda crecer o no, existan oportunidades de negocios,
pueda encontrar empleos o estudiar en una universidad lo que busca.

CAPÍTULO I 44
Figura no. 2 Hexágono de Anholt de la ciudad según residentes en la ciudad de Celaya

Fuente: Elaboración propia

Resultados (Modelo de Talavera-García, et al.)

Con base en los constructos basados en el Modelo Talavera-García, Soria-Lara y Va-


lenzuela-Montes (2014), se puede determinar que el entorno de movilidad de las personas
que se desplazan a pie (calidad peatonal, sujeto de estudio del presente estudio), en el Jar-
dín Principal se detectó que la falta de una imagen territorial turística en la Zona del Jardín
Central –invadida por una zona netamente comercial– provoca en los habitantes una falta o
carencia de identificación de marca-orgullo-ciudad, por no contar con zonas o comercios de
esparcimiento-sociabilización, ya que actualmente se cataloga al Jardín Principal, como una
zona comercial y de movilidad peatonal densa, de baja accesibilidad, no segura, sin confort
y sin atracción. A continuación se describen estas condiciones, desde las perspectivas del
Entorno de proximidad y alcance local y Entorno de proximidad y distribución circulatoria,
figura 3.

CAPÍTULO I 45
Figura 3. Calidad de Movilidad Peatonal en Celaya, Guanajuato

Fuente: Elaboración propia

Para la accesibilidad (Aceras, Circulación-tráfico), los peatones consideran que son me-
dianamente suficiente anchas las Aceras para circular, lo que le permite desplazarse cómoda-
mente, a priori, sin interferencias de obstáculos. Esto permite compatibilizar la sección mínima
requerida para un flujo peatonal óptimo y la presencia de mobiliario urbano, del mismo modo
que permite la presencia de peatones parados frente a escaparates comerciales en caso de que
los haya, sin interferir en el resto de personas que se desplazan a pie. En promedio las aceras
que rodean al Jardín Central son de 3 metros (av. Guerrero, Corregidora, Hidalgo y Carretera
51). Aunque lo peatones consideran que existe una baja accesibilidad en la circulación, debido
a la presencia de comerciantes ambulantes, la circulación de personas a pie, en bici y en auto-
móviles. Sobre todo, debido a que las calles anteriores y posteriores a este cuadro principal, sus
aceras son menor a 1.5 metros. Por lo que para los visitantes de esta área, la movilidad peatonal
es considerada densa y con poca accesibilidad.

En lo que respecta a la seguridad (Espacios, Modos de transporte), los ciudadanos visi-


tantes del cuadrante principal de Celaya, perciben que no hay seguridad (no se refieren a la vio-
lencia en las calles), debido a que el tránsito alto de automóviles por contar con solo dos carriles
de circulación (de los cuales, por costumbre se usa uno) y la inexistencia de vías especiales para
bicicletas, hace que los peatones no se sientan en confort ni seguros. Lo que repercute en el
ambiente o espacio (proximidad – movilidad) se limite a pie con reservas, debido a que también
manifiestan una baja y hasta nula educación vial, tanto de ellos mismo, de las demás personas

CAPÍTULO I 46
y sobre todo de quienes están transitando en un automóvil. Teniendo como resultado que la
fricción modal sea negativa (como indicador estructural de la seguridad vial para el Peatón). En
este sentido, la superficie peatonal es menor en el entorno de proximidad que en el entorno de
movilidad motorizado, con un mayor porcentaje debido a la mayor presencia de automóviles.

Con relación directa con el confort (Diseño urbano, Ruido, Contaminación), los ciuda-
danos consideran que el diseño urbano es agradable, que ha mejorado en los últimos 5 años,
pero falta atractivo turístico. La zona se encuentra sobrecargada de comercios (debido a que
Celaya ha sido un centro comercial de impacto en la región Laja-Bajío). Consideran que este
último aspecto debería cambiar o mejorar, puesto que existe un turismo-industrial el cual busca
áreas o comercios turísticos como restaurantes, diversión (social, de azar y cultural).

Celaya es un pueblote […] la mayoría de nosotros nos vamos a otros esta-


dos […] no hay nada que hacer ni donde divertirse […] el centro está lleno
de comercios, no hay cosas atractivas… (Hombre, Casado, 29 años, sin
hijos, NSE C+, Ejecutivo de banca privada, Maestría en Administración
de Negocios)

(…) he vivido por diez años aquí, soy de Celaya, pero realmente no me
gusta. Puede ser porque lo comparo con los lugares donde he vivido –en
el D.F– el ritmo de vida es más acelerado… si me gusta algunas veces la
tranquilidad de la ciudad, pero si queremos salir, a pasear, a divertirnos,
tenemos que irnos a Querétaro o a León […] en el zocalito no encontra-
mos nada en que divertirnos, al menos que pensemos comprar parte de
la despensa o algunas cosas que pensamos están más baratas… (Mujer,
Casada, 34 años, dos hijos >7 años, NSE C, Profesora y profesionista
independiente, Ingeniero en Sistemas)

Asimismo, consideran que se puede mejorar las fachadas y los espacios verdes, jar-
dineras y el mobiliario urbano, aunque la zona arbolada es de reconocimiento y orgullo para
ellos. Consideran que el ruido-contaminación es natural de la zona, siendo baja sin problemas
de calidad, pero dañina para los visitantes, debido a los constantes sonidos de cantantes calle-
jeros, automovilistas sin educación al sonar sus claxon y el ruido natural de los comerciantes al
ofrecer sus productos. El entorno de circulación motorizada presenta (automóviles, autobuses
y motocicletas), en relación con el peatón, una menor calidad, puesto que los niveles de ruido

CAPÍTULO I 47
existentes tienen como consecuencia un bajo confort acústico que puede condicionar la movi-
lidad peatonal.

…en el centro, en los parques y hasta en los centros comerciales tenemos


actividades que organiza el municipio con un sentido cultural, pero son
muy pocas, a mis amigas y familiares nos gusta ir a eventos todo el tiem-
po. Pero la mayoría de las veces tenemos que ir a Querétaro o a Guana-
juato para asistir a eventos que nunca vienen a Celaya (...), no me quejo
de esto, o el echo la culpa al gobierno, creo que somos nosotros como
ciudadanos que somos apáticos para esto (…) he visto en años anteriores
que se han realizado eventos, hasta gratuitos, y nosotros no asistimos, no
nos gusta, en general como habitantes de aquí. Creo que hace falta que se
realicen eventos muy grandes para motivarnos… (Hombre, Casado, 34
años, sin hijos, NSE C-, Empleado de institución sin fines de lucro, Inge-
niero civil, Universidad Pública)

[…] Creo que Celaya es como una ciudad de industria, de paso o sólo para
estar un tiempo, yo quiero trabajar fuera de aquí, porque no hay nada (…)
nos la pasamos aburridos sin lugares interesantes... sólo podemos ir a los
centros comerciales, a los restaurantes del boulevard y ya… en el centro
solo encontramos lo que queremos barato o pasear en el jardín… (Hom-
bre, Soltero, 20 años, sin hijos, NSE C-, Estudiante de administración,
universidad pública)

Celaya tiene muchas oportunidades, aunque la vean como ciudad de paso


o un pueblito, yo he visto que muchos se vienen a trabajar aquí, de otros
lugares, hasta de la ciudad de México. A la mejor no es la mejor ciudad,
pero tenemos muchas empresas que están generando muchos trabajos…
total si no tienes lugares a donde divertirte. Pos te vas a Querétaro o a San
Miguel. Celaya es una gran oportunidad para trabajar, sólo hay que acos-
tumbrarse… […] bueno, debo aceptar que me gusta ir con mi familia al
jardín, a misa a la catedral siempre hay eventos…(Mujer, Soltera, 20 años,
sin hijos, NSE C-, Estudiante de Mercadotecnia, Universidad Pública)

la ciudad es un caos, no podemos trasladarnos de un lugar a otro con fa-


cilidad, ¡y se supone que estamos en una ciudad pequeña! (…) las horas
pico es difícil llegar, no me imagino como se ha de poner el D.F., si no-
sotros estamos así… Además, el trazo de la ciudad es pésimo, he viajado

CAPÍTULO I 48
poco fuera de Celaya, pero lo que sé es que hay ciudades las grandes o
pequeñas con mejor trazo urbano. […] ir al centro, ni loca en fin de se-
mana. Si voy pero en la semana, porque hay muchos coches y las calles
son pequeñas […] (Mujer, Soltera, 28 años, sin hijos, NSE C, Analista de
mercado empresa de autopartes, Licenciatura en Mercadotecnia)

Celaya es ya una ciudad grande, eso no han entendido los políticos y go-
bernantes, debido al crecimiento de empresas […] nuestro actual gobierno
se tarda mucho en la construcción de puentes y carreteras, que son buenas
para nosotros y las empresas que quieran venir aquí, pero no existe un
orden […] eso hace que vengan muchas personas, que quieren conocer la
ciudad, ya sea de paso o porque van a trabajar aquí.” (Mujer, Casada, 32
años, un hijo <1 año, NSE C+, Desempleada-ama de casa, Lic. en comer-
cio, Universidad Privada)

vivimos en un lugar con buena ubicación, podemos ir a cualquier parte


del país en menos tiempo que en otras ciudades, incluso las que están en
Guanajuato… si, en ratos la ciudad es un caos, por el eje, por la Adolfo o
por el Tecnológico […] bueno hasta el centro […] me gusta ir, me gusta
pasear por los jardines (…) yo no me quejo...” (Hombre, Casado, 32 años,
sin hijos, NSE C, Empleado de Gobierno, Licenciatura en Administra-
ción, Universidad Pública)

pues no hay lugares interesantes en Celaya, tenemos el museo de las mo-


mias, lo cual ya no está de moda ni de interés…ja! Tenemos la “bola de
agua”, que si bien es un ícono de la ciudad, pero creo que con ello no
tendremos más turismo ni nosotros como habitantes de la cuidad pode-
mos sentirnos satisfechos de contar con lugares que valgan la pena […] o
un centro como el de Querétaro, me gusta porque encuentras artesanías,
restaurantes, museos, eventos artísticos, personas de todos lados… hasta
extranjeros (Mujer, Soltera, 25 años, sin hijos, NSE C-, Analista de RH,
Empresa de autoservicios y al detalle. Lic. En Mercadotecnia)

tenemos parques que realmente son bonitos, la Alameda me gusta mucho


y voy seguido con mi hija, siempre está con poquita gente, casi nadie va
entre semana, y los domingos si hay más gente… […] El jardín princi-
pal… para mi es el zócalo… aunque no es suficiente, creo que los que
vivimos aquí, de ocio hacemos ir a los centros comerciales (…) también

CAPÍTULO I 49
al centro, luego hay eventos para niños… (Mujer, Casada, 30 años, un hijo
<1 año, NSE C-, ama de casa, estudios a nivel técnico, Escuela Pública)

Discusión

Los residentes (habitantes de Celaya), consideran que no hay atractivos visuales ni de


estructuras construidas por el hombre, ni paisajes naturales que puedan ser íconos de la ciudad.
Aunado a la peor evaluación de esta categoría, la planeación urbana, es tajante y contundente la
opinión de los habitantes respecto a la estructura urbana de la ciudad es caótica, sin visión y sin
un layout (planeación urbana) en las avenidas que permita o facilite la movilidad en los puntos
estratégicos de Celaya y la falta de una señalética horizontal y vertical de la ciudad. Al igual,
consideran al clima poco agradable para vivir (en los últimos 5 años), ya que las temperaturas
extremas hacen que los habitantes no puedan realizar sus actividades diarias o movilidad en la
ciudad en los puntos de reunión comercial o social, según sea el caso. También, los celayenses
consideran y reconocen que son poco amigables con los visitantes o entre ellos mismos, reflejo
del crecimiento acelerado de la ciudad, al ser agrícola y pasar a ser industrial de servicios. Los
celayenses expresan que la tranquilidad de la ciudad empezó a deteriorarse debido a la migra-
ción de habitantes de otros estados con altos índices de delincuencia, aunado a la ubicación
geográfica de los centros o estados con mayor siniestros de este tipo. A pesar de ello, los cela-
yenses creen que existen ciudades con mayores índices de delincuencia y sectores vulnerables
a la inseguridad.

Los ciudadanos manifiestan que no son suficientes los eventos sociales, culturales y
de entretenimiento que suceden en la Ciudad de Celaya, ya sea organizado por grupos priva-
dos, sociales o por el mismo gobierno. El ítem de realización de actividades al aire libre, se
ve afectado por el clima extremo con el que cuenta la ciudad, seguido de la falta de lugares de
interés para los celayenses. En la entrevista manifestaron que se deberían realizar más eventos,
como en las ciudades vecinas. Asignando esta responsabilidad a la universidades y al gobierno
municipal. Los Celayenses evalúan inadecuadamente la funcionalidad de la ciudad, ante los
servicios, infraestructura e imagen que tiene.

Si bien, los ciudadanos manifiestan que quieren a su ciudad, la comparan con otras acep-
tando la diferencia (entre Querétaro, San Miguel de Allende y León), pero no justifican que a
ciudad de Celaya, con todo el desarrollo económico de los últimos 10 años, presente una nula
atracción, tanto cultural, comercial como turística, para los propios residentes y desde luego
para los visitantes (por cuestiones de negocios), ver fotos 1, 2 y 3. Los ciudadanos celayenses

CAPÍTULO I 50
que han visitado otras ciudades, consideran que el “zócalo” o jardín principal debería ser una
zona que concentre comercios que fomenten la identidad, el orgullo y la admiración de residen-
tes y visitantes. Actualmente presenta en un 97% la presencia de comercios para transacciones
de bienes de consumo, pero no de servicios de alimentos, esparcimiento y diversión. Los esca-
parates de atracción actual, se centran a telas, enseres, ropa y comodities, a percepción de los
entrevistados, debería ser más atractivos para generar confort y visita constante.

Fotos no. 1, 2 y 3. Jardín Principal, Celaya. Gto.

Fuente: Google Maps, www.google.om.mx/maps, 18 de febrero de 2016.

Conclusiones

Debido a la actual posición de la Ciudad de Celaya, respecto a los términos económicos


para con el Estado, los empresarios y la sociedad en general. Los tomadores de decisiones en
la planeación urbana y de movilidad de la ciudad, no están interactuando para crear una marca
que distinga a la ciudad de Celaya de las muy cercanas como Querétaro, San Miguel de Allen-
de, Morelia, San Luis Potosí, Ciudad de México, Aguascalientes y Zacatecas, para consolidar
la inversión extranjera (principalmente asiática), el turismo-industrial y coadyuvar a la gestión
cultural con alcances internacionales basados en la marca integral que recientemente, tampoco
están a provechando los títulos marcarios “gto, guanajuato”.

Como consecuencia del proceso de urbanización, a través de las políticas de desarrollo


local, que ha generado los asentamientos humanos urbanos y rurales de los últimos 10 años,
en los cuales la Ciudad de Celaya ha pasado de ser la líder de la región, con una composición
industrial de recursos agrícolas, de industrias metal-mecánica, de electrodomésticos, acero,
química, y de procesadora de alimentos. La migración doméstica, la transformación de una eco-
nomía agrícola a una industrial, ha hecho que la Ciudad de Celaya se aprecie como producto,

CAPÍTULO I 51
para transformarse en una Marca-Ciudad, debe de construir atributos tangibles (construcciones,
edificios, monumentos, parques, plazas, carreteras, etc.), e intangibles (valores, información,
conocimiento, imagen, experiencias, cultura, etc.) como instrumentos para competir y diferen-
ciarse con otras ciudades que poseen mejores y atractivos activos culturales.

El Celaya place product, debe ser adaptado para satisfacer las necesidades de sus clien-
tes-ciudadanos y se deben definir y comunicar eficientemente sus características especiales
y ventajas competitivas apoyados de la gestión cultural y creativa de la ciudad que invite a
desarrollar proyectos de vida en su territorio y Los beneficios y líneas de trabajo en el diseño
del plan de city marketing de la ciudad, deben detonar desde la reconfiguración de una nueva
identidad que considere entre otros factores: 1. Migración, 2. Globalización, 3. Consumo, 4.
Futbol-espectáculo, 5.Sistema cultural (valores, conocimientos, habilidades, experiencias y ca-
pacidades), 6. Invención e innovación, 7. Industrias creativas y 8. Mercado laboral.

CAPÍTULO I 52
Obra citada

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CAPÍTULO I 59
Movilidad motorizada e infraestructuras
de transporte en Culiacán: una situación
entrópica5

Mario Guadalupe González Pérez6

Resumen: Actualmente, la movilidad motorizada es la forma en que las personas viven el espa-
cio urbano contemporáneo. Desde el hogar, el lugar de trabajo o estudio, hasta la utilización del
tiempo libre, evidencian la importancia del autotransporte público y privado en las actividades
cotidianas. Sin embargo, con la expansión de las urbes se ha generado un incremento inevitable
de los desplazamientos y consecuentemente, de las externalidades. En este entendido, la práctica
de producción y consumo del vehículo particular y del autotransporte público está induciendo
cambios en la composición demográfica y en la morfología del espacio, donde en instancia últi-
ma, se manifiestan relaciones entrópicas entre los fenómenos urbanos vinculados a los intereses
económicos y a la fragilidad del sistema político de regular una demanda automotriz que supera
la oferta de infraestructura vial por parte del Estado. El presente trabajo expone el escenario de
la movilidad motorizada que se vive hoy en día en la ciudad de Culiacán, donde el binomio en-
tre el autotransporte público y privado y la infraestructura vial existente evidencia una relación
entrópica. Esto es porque se carece de una política de planificación de la movilidad, donde se
prioriza al vehículo privado y poco se ha atendido al autotransporte público. La infraestructura
se ve rebasada ante la carga vehicular, la cual se encuentra en un incremento continuo, donde el
caos vial, los largos desplazamientos y la accidentalidad son temas apremiantes.

Palabras clave: Movilidad motorizada; infraestructuras; entropía.

Summary: Currently, motorized mobility is the way people live contemporary urban space.
From home, place of work or study, to the use of free time, show the importance of public and
private vehicles in everyday activities. However, with the expansion of cities it has generated
an inevitable increase in displacement and consequently of externalities. In this understanding,

5
El presente trabajo es una derivación del proyecto de investigación denominado “Costos y beneficios de los pro-
yectos de transporte: el caso de los afectados por la línea 3 del tren ligero en Jalisco”, presentado para el Programa
para el Desarrollo Profesional Docente para el tipo Superior (PRODEP). Por lo que se agradece a prodep por el
apoyo brindado.
6
Profesor investigador de la Universidad de Guadalajara. Email: inge_united@hotmail.com

CAPÍTULO I 60
the practice of production and consumption of private vehicles and public road transport is
inducing changes in the demographic composition and morphology of space, where ultimately
entropic relations manifested among urban phenomena linked to economic interests and the
fragility of the political system of regulating an automotive demand exceeds the supply of road
infrastructure by the state. This paper presents the scenario motorized mobility that exists today
in the city of Culiacan, where the pairing between the public and private road transport and road
infrastructure existing evidence an entropic relationship. This is because there is a lack of a pol-
icy of mobility planning, where priority is given to private vehicles and little has been served to
the public road transport. The infrastructure is exceeded before the vehicle load, which is in a
continuous increase, where the traffic chaos, long commutes and accidents are pressing issues.

Keywords: motorized mobility; infrastructure; entropy.

Introducción

Desde hace años las ciudades son concebidas como sistemas articulados por partes que
desempeñan una función sustantiva en el desempeño final. Entre estos subsistemas existe un in-
tercambio de materia y energía, pero cualquier anomalía que ocurra en alguno de ellos, afectará el
estado homeostático general y consecuentemente, generará entropía en el sistema-ciudad. En este
sentido, la Teoría de Sistemas es amplia y sus fundamentos, conceptos y categorías conceptuales
han sido aplicados a diversos ámbitos de la ciencia. Por lo que, resulta importante delimitar el ob-
jeto de estudio, pues depende del investigador decidir colocar el concepto ciudad como un sistema
o como un subsistema integrado a un sistema de mayor complejidad.

Para nuestro caso, la ciudad es concebida como un sistema donde ocurren cotidianamente
diversos eventos asociados, entre otros, con la movilidad y los sistemas de transporte. Si bien, aquí
las personas interactúan, se casan, se desarrollan profesional o personalmente y experimentan los
beneficios de la vida urbana. También, viven el estrés y el ruido del tránsito, sufren el caos y pierden
día con día su tiempo en los traslados de algún origen a un destino. En otros términos, experimentan
los costos de vivir la ciudad. De ahí que, estudiar la movilidad motorizada en la ciudad desde el en-
foque de la Teoría de Sistemas nos resulta práctico, debido el bagaje conceptual que aporta la teoría.

Este trabajo se circunscribe en los estudios de movilidad y los sistemas de transporte, y se


relaciona con la implementación de políticas de transporte en el proceso de planificación del espacio
urbano. A nivel general, se preocupa por el uso de la tecnología e innovación para la sostenibilidad
de las ciudades inteligentes. El objetivo principal, es describir las asimetrías en la producción y con-
sumo del autotransporte público y privado y las limitaciones en materia de infraestructura vial. Se

CAPÍTULO I 61
parte del supuesto, de que la entidad reguladora del proceso de movilidad motorizada e individual
contribuye a entornos entrópicos en el sistema-ciudad y opta por alternativas-parche7 que se ven
rebasadas en el futuro inmediato, pues no atienden el problema general, sino se reducen a atender
puntualidades como la descongestión vial en arterias principales, disminución de accidentalidad,
etc. Metodológicamente, se explora el fenómeno del transporte particular en la movilidad cotidiana
de los habitantes de la ciudad de Culiacán en el estado de Sinaloa, donde a partir de la observación
participante se da testimonio sobre las características físicas de la infraestructura vial y mediante la
aplicación de una encuesta a conveniencia sobre el transitar habitual y la investigación documental
ha sido posible la triangulación de los datos y el vertido de inferencias.

Sistemas de transporte y territorio: contexto actual

Hoy en día los sistemas de transporte representan una parte sustantiva en la economía
de diversos países a nivel global. No solo por sus efectos directos en la movilidad, sino tam-
bién por su influencia en los ámbitos sociales y ambientales. En tanto los sistemas de trans-
porte, además de posibilitar el desplazamiento de bienes y personas tienen un fuerte poder
estructurante en la articulación de territorios.

Los aspectos de logística y las modalidades de combinación de diferentes sistemas de


transporte en el mundo globalizado (intermodalidad)8, nos han llevado a concebir que la red
carretera es el cuerpo infraestructural que articula a un país y posibilita el intercambio físico
al conectar funcionalmente al territorio y sus componentes sistémicos9. A su vez, la Red de
Transporte se entiende como una malla de “canales de transporte” integrados, que permite
el flujo de los usuarios entre sus lugares de origen y de destino de una manera eficiente y
conveniente, no solo para ellos sino para la ciudad. Aunque, solo podrá conformarse una
verdadera red si, y solo si, la misma es concebida bajo una visón sistémica (Mundó, 2002,
p. 291). En este sentido, desde la perspectiva sistémica la planeación del transporte debe ser
comprendida como “un conjunto de actividades relacionadas entre sí que tienen por objetivo

7
Las alternativas-parche son actuaciones en el espacio físico generalmente a posteriori, que pretenden subsanar las
omisiones en cuanto a la dotación, tanto de infraestructura vial como de servicios básicos y representan una serie
de remiendos o adecuaciones compensatorias en materia de satisfacción de las necesidades sociales.
8
El transporte intermodal representa una opción viable económica, social y ambiental que pretende consolidarse
como una alternativa eficiente y al mismo tiempo segura, al momento de realizar el transporte de mercancías y/o
personas, con ahorros significativos en costos y tiempos.
9
Los proyectos de infraestructura carretera surgen como una necesidad de integrar las distintas regiones que con-
forman un territorio. Sobre todo, por la pertinencia en modernizar la red carretera federal, alimentadora y rural, a
fin de proporcionar mayor seguridad al transporte de personas y bienes. Asimismo, para minimizar los costos de
operación (Bello, 2009, p. 4).

CAPÍTULO I 62
mejorar la calidad de vida de los ciudadanos, específicamente en los aspectos relacionados
con el funcionamiento del sistema de transporte”. Es decir, “la planeación debe ser una ac-
tividad continua, que acompañe la evolución del sistema estudiado, así como la naturaleza
de sus problemas y la eficacia de las soluciones adoptadas” (Secretaría de Desarrollo Social,
2001, p. 3).

En México este ejercicio de construcción de infraestructuras de transporte carretero


surge a mediados de la década de los años veintes, con la conformación de la Comisión Na-
cional de Caminos, donde bajo la entonces Secretaría de Comunicaciones y Obras Públicas
(actual Secretaría de Comunicaciones y Transportes) se dio inicio formal a la construcción
carretera (Sánchez, 2009, p. 1). Sin embargo, a casi un siglo el proceso de planificación del
transporte sigue priorizando las cualidades de un medio de movilidad en particular: el auto-
móvil. Esto es entendible, en tanto el modelo de ciudad horizontal característico por las bajas
densidades ha favorecido directa e indirectamente la movilidad motorizada de los ciudada-
nos. En muchos de los casos, la comodidad y practicidad que oferta el vehículo privado al
desplazamiento a través de la optimización del tiempo del traslado y en otras, por necesidad
ante la ausencia evidente de otros medios de transporte, lo lleva a representar el medio idóneo
para movernos.

Movilidad motorizada y entropía inter e intra urbana

La entropía está asociada con diversas connotaciones, acordes con la disciplinas que
utilizan el concepto. Sin embargo, la mayoría de las veces se le relaciona con la energía.
Aquí, la entropía se entiende como el desorden dentro de un sistema. Es decir, el sistema
contiene un conjunto de fuerzas de carácter entrópico que lo llevarían al caos. Bajo este con-
texto, la ciudad entrópica, la entendemos como aquel centro de población con características
urbanas carentes de planificación o mediante la práctica de una planificación deficiente, que
ha conducido a un estado de desorden y problemas espaciales diversos, tanto ambientales
como económicos y sociales, los cuales se acentúan continuamente. Si bien, el cúmulo de
problemas específicos que podemos citar es inmenso, es posible agruparlos en tres grandes
grupos: Movilidad, agua y energía.10

10
Aunado a los problemas de movilidad, hídricos o energéticos, temas como el de la habitabilidad, la alimentación,
el empleo, la pobreza, la accidentalidad, la contaminación, entre otros, son urgencias constantes en las ciudades.
Sobre todo, en aquellas de carácter metropolitano.

CAPÍTULO I 63
El primer grupo es el que hoy nos ocupa: el concerniente a la movilidad.11 Esta acción
que ejercen las personas cotidianamente sin pensarlo, se sujeta a la necesidad y sus objetivos
en el espacio geográfico, que los lleva a optar por una forma o modo de transporte, ya sea
motorizado o no motorizado. En efecto, la movilidad tiene variaciones si se practica en un
ámbito intraurbano o interurbano. Variables como la velocidad, la distancia y el tiempo en-
tran en pugna en el proceso del desplazamiento.

El control de estas variables no es reciente, desde hace cientos de años, quizá miles,
el hombre ha buscado incrementar la velocidad del desplazamiento mediante ajustes tanto al
medio de transporte como a la infraestructura, donde ocurrirá el ejercicio de la movilidad.
Aunque desde que se inventó la rueda, se empezó a utilizar la tracción animal, el agua, los
minerales o hasta los productos del petróleo, se han transformado los caminos y las brechas,
en un inicio de terracería, pero paulatinamente, se han ido incorporando nuevos productos y
procesos en la construcción de vías terrestres como el adoquinado, empedrado, el concreto
y el asfalto. Asimismo, el diseño y el mejoramiento del trazo vial ha mejorado su práctica
con tramos menos curvos, implementación de señalización, e instrumentos de regulación del
tránsito. Es decir, se ha permitido conformar en base a la experiencia, el ensayo y el error
marcos normativos que se han ido ajustando de acuerdo con las exigencias locales e interna-
cionales y las influencias desde luego de los aspectos ambientales.

En el caso de México, la variable ambiental ha sido incorporada y vigilada con mayor


énfasis desde no hace mucho tiempo. Inclusive, no fue sino a principios de los años noven-
tas que se incorpora el enfoque sistémico a la vía de transporte. El capítulo “La autopista
como sistema”, vino a revolucionar la concepción que se tenía hasta ese entonces en el dise-
ño, construcción y operación de las vías de comunicación (Secretaría de Comunicaciones y
Transportes, 1991).

En el ámbito interurbano, donde las distancias por cubrir representan longitudes im-
portantes e impactos irreversibles en las unidades paisajísticas intervenidas. El proceso de
configuración es lento y gradualmente podría ser subsanado por el medio ambiente natural. Si
y solo sí son implementadas medidas de mitigación y compensación ambiental para no inhi-
bir el paso de la fauna de un margen a otro. Desde luego, las condiciones ya no serán iguales
nunca más a las originales, pues la deforestación para la construcción de los carriles para el
11
Ya en otro momento hemos abordado trabajos relacionados con el agua y la energía, a través de nuestra par-
ticipación en la Licenciatura en Energía y la Maestría en Agua y Energía, que en conjunto con el Doctorado en
Movilidad Urbana, Transporte y Territorio, el Doctorado en Geografía y Ordenamiento Territorial y el Doctorado
en Ciudad, Territorio y Sustentabilidad de la Universidad de Guadalajara nos han facilitado el ejercicio de la in-
vestigación. Asimismo, nuestra añeja participación en la Maestría en Hidráulica en la Universidad Autónoma de
Guadalajara nos ha ampliado (creemos), nuestra concepción del entorno.

CAPÍTULO I 64
tránsito y sus respectivos derechos de vía provocan cambios irreversibles. Además, con estas
modificaciones físicas directas se van adicionando aspectos como el ruido y la incursión de
contrastes cromáticos importantes, que aunados a los aspectos socioeconómicos como el de-
caimiento o crecimiento de los nodos poblacionales adyacentes generan una transformación
primero de las condiciones in situ y una configuración posterior que cuestiona la sustentabi-
lidad de las infraestructuras de transporte carretero.

En relación con el ámbito intraurbano, la velocidad se sujeta a diversos factores. Por


un lado, el medio de transporte utilizado para el desplazamiento (a pie, bicicleta, motocicleta,
autotransporte privado, autotransporte público, otros), la hora en la que se ejecuta el despla-
zamiento (horas pico, horas valle), la vía utilizada para el desplazamiento (vía rápida, vía
principal, vía secundaría, etc.), la cual restringe la velocidad de acuerdo a las características
adyacentes (zona escolar, zona comercial, zona residencial, etc.). Por su parte, la distancia
geográfica o euclídea no cambia de posición. Sin embargo, no así el tiempo, el cual variará
en función de la velocidad y la posición respectivamente.12

El tiempo, desde hace tiempo ha sido una variable por resolver y minimizar en los
trayectos cotidianos. Efectivamente, se busca aprovechar al máximo el tiempo destinado al
desplazamiento o bien, gastar menos tiempo en la movilidad, pues un mayor tiempo, implica
necesariamente un mayor costo económico o social. En este tema, el Centro de Estudios So-
ciales y de Opinión Pública realizó una investigación para la LXII Legislatura de la Cámara
Federal de Diputados de México, la cual arrojó, que el método más usado para moverse dentro
de las zonas metropolitanas es el transporte público, donde 7 de cada 10 usuarios se mueve en
autobús, minibús, BRT o metro. Sin embargo, a nivel nacional, 6 de cada 10 usuarios tardan
cerca de 40 minutos y 4 de cada 10, más de una hora en sus desplazamientos (Bravo, 2015).

A este tiempo dedicado al desplazamiento, habría que sumar el costo del peaje. Solo
en transporte público, los costos son muy desiguales en diferentes partes de México. Mien-
tras, un viaje en la Ciudad de México representa el 12.5% de un salario mínimo mensual,
en otras ciudades como Mexicali o Puebla el porcentaje supera el 22% de un salario míni-
mo mensual (ONU-Hábitat, 2015).13 Sin embargo, a estos costos se le suman otros costos
asociados al tiempo, como lo son: los costos del tiempo de espera para abordar la unidad de

12
Según el Reporte nacional de movilidad urbana 2014-2015 de ONU-Hábitat, el 72% de la población mexicana
reside en 384 ciudades de más de 15 mil habitantes que forman el Sistema Urbano Nacional. Lo que se han con-
vertido en un problema y en un desafío para la movilidad de las personas.
13
En México, el salario mínimo mensual en 2016 es de 2220.416 pesos mexicanos. Alrededor de 128.35 dólares
estadounidense al mes. Con un valor promedio del dólar estadounidense en el mes de Abril de 17.3 pesos mexi-
canos.

CAPÍTULO I 65
transporte público o el tiempo que gasta desde el lugar de residencia hasta la parada oficial
del ruta de autobús, etc. En este sentido, de acuerdo con Eibenschutz y Goya (2009), las per-
sonas de menores ingresos que habitan los desarrollos habitacionales periféricos resienten
más fuertemente la movilidad.

Como se ha mencionado, los costos del tiempo del desplazamiento los experimentan
mayormente los residentes de las periferias urbanas, que no gozan del transporte privado.
Pues este último, si representa ventajas significativas en el tiempo del desplazamiento en ho-
ras valle, pues aproxima con mayor facilidad al usuario a sus destinos. Por lo que, la proximi-
dad se convierte en exclusiva de aquellos que puedan pagar por ella; es decir, los poseedores
del vehículo privado. En otros términos, para los de menores ingresos, el tiempo tiene menor
valor monetario que para los de mayores ingresos.

El tema de la importancia del vehículo privado no es reciente. Desde el siglo pasado,


el automóvil ha posibilitado la deslocalización entre nodos con mayor facilidad. A tal grado,
que entre la década de los veintes y treintas del siglo pasado, el número de matriculaciones de
automóviles en Estados Unidos pasó de 8 millones a 23 millones, y entre finales de la Segunda
Guerra Mundial y la crisis del petróleo de 1973, el numero de unidades se trasladó de 25 mi-
llones a más de 100 millones (Clapson, 2003, p. 25). Hoy en día, el vehículo privado ha sido
causal al colapso en materia de tránsito de diversas ciudades metropolitanas, donde la oferta
de infraestructura vial existente ya no satisface la demanda vehicular, pues el espacio ya ha
sido ocupado previamente. El trayecto en horas pico de vuelve lento y complicado, donde
las obras complementarias de reordenamiento vial como pasos a desnivel (viaductos), pasos
sobrenivel, puentes peatonales, ampliación de carriles, etc. Se ven rebasados más temprano
que tarde. Pues, el paradigma de la planeación urbana que se sustenta en la motorización ha
demostrado inviabilidad, y obsolescencia, que no solo rompe con los tejidos de relaciones
amistosas o familiares, sino pierde el sentido de pertenencia en los lugares donde se vive. En
tanto, se desvincula a escala humana, para vincularse a escala urbana (Berman, 1988).

El año 2015 fue histórico para México, al registrar ventas totales por un millón 351
mil 648 unidades. Lo que de acuerdo con las asociaciones mexicanas de Distribuidores de
Automotores (AMDA) y de la Industria Automotriz (AMIA) este resultado implicó un creci-
miento de 19 % respecto al año anterior (Villavicencio, 2016). En cambio, para los primeros
cinco meses (Enero-Mayo) las ventas superaron las 500 mil unidades en 2015 y se aproxi-
maban fuertemente a las 600 mil unidades en 2016 en el mismo periodo considerado (Véase
figura 1).

CAPÍTULO I 66
Figura 1. Miles de autos vendidos en México de Enero a Mayo de 2015 y 2016

Fuente: AMDA, 2016.

En relación con las principales marcas aceptadas con mayor frecuencia por el público,
según La AMDA y la AMIA (2016), Nissan se mantuvo como la marca con más ventas en los
primeros meses de 2016 (Enero-Mayo), al sostener el 25.1 % seguido por General Motors con
un 17.9 % y Volkswagen con el 13.8 %. (Véase figura 2).

Figura 2. Ventas de las principales empresas en México de Enero a Mayo de 2015 y 2016

Fuente: AMDA, 2016.

CAPÍTULO I 67
A este escenario bondadoso de ventas de la industria automotriz se adicionan las ca-
rencias en materia de educación vial, que en conjunto contribuyen (entre otras variables) a los
accidentes por tránsito; y en México se han convertido en la primera causa de muerte en niños
de 5 a 14 años y la segunda en jóvenes de 15 a 29 años. Además, es causal a la segunda causa
de discapacidad motora. Sólo en 2011 se contabilizaron más de 412 mil accidentes viales que
dejaron 16,615 decesos, de los cuales el 80% eran hombres jóvenes y el 20% mujeres (Véase
gráfico 3). Efectivamente, las zonas urbanas son las que representan el mayor riesgo, pues
contribuyen con el 94% de los accidentes por tránsito y el 43% de los decesos (ONU-Hábitat,
2015, p. 49).

Figura 3. Mortalidad por accidentes de tránsito en 2011 (Por cada 100 mil habitantes)

Fuente: CONAPRA, 2013, basado en datos del INEGI, 2011.

De estos datos, se puede observar que en esos años el estado de Sinaloa ocupaba el pri-
mer lugar de muertes por accidentes de tránsito, con una mayor frecuencia en los hombres que
en las mujeres. Pues en 2005, la ciudad de Culiacán tenía un vehículo por cada 4.5 habitantes,
cuando en ese año, la media nacional era de uno por cada 15 habitantes (Mendoza, 2005). El
negocio automotriz ha proliferado con mayor énfasis los últimos años, a tal grado de configurar
todo un corredor automotriz por uno de los principales Bulevares de la Ciudad: El Boulevard
Pedro Infante, el cual han alojado a las principales distribuidoras de la industria automotriz
(Véase figura 4).

CAPÍTULO I 68
Figura 4. Audi, Wolkswagen, Ford y Mazda GMC, Chevrolet y Toyota en el Boulevard Pedro
Infante en Culiacán

Fuente: elaboración propia, 2016.

El contexto actual de Culiacán

De acuerdo con cifras del INEGI (2015), el estado de Sinaloa tenía registrados 2,
966, 321 habitantes y ocupaba el lugar número 15 a nivel nacional. De esta población, la
ciudad de Culiacán (capital del estado) es la que ha aportado mayor cantidad de habitantes
con 905, 265 (Véase tabla I), y se le considera como una ciudad intermedia. Aunque día
con día, Culiacán se acerca más a la categoría de megalópolis. Es decir, se aproxima al
tipo de ciudades que según la CEPAL (2011) representan en México el 25% de la pobla-
ción total.

En 2014 el Banco Nacional de México S.A. (Banamex), el Banco Nacional de


Obras y Servicios Públicos, S.N.C. (Banobras), el Instituto del Fondo Nacional de la
Vivienda para los Trabajadores, (Infonavit) el Centro Mario Molina para Estudios Estra-
tégicos sobre Energía y Medio Ambiente, A.C. (Cmm), y el Instituto Mexicano para la

CAPÍTULO I 69
Competitividad, A.C. (Imco), elaboraron y presentaron un documento denominado “Índi-
ce de Ciudades Competitivas y Sustentables 2014”, con la intención de evaluar la compe-
titividad y la sustentabilidad que detone en consecuencia, una mejor calidad de vida de los
habitantes de las ciudades mexicanas En este sentido, la competitividad y sustentabilidad
estaría representada por medio de una gráfica de dispersión cuya meta es encontrar un ba-
lance entre ambos indicadores (Véase figura 5). Es decir, una ciudad será mejor evaluada
cuando tenga un mayor equilibrio entre ambas variables (Banamex, Banobras, Infonavit,
Cmm e Imco, 2014).

Tabla no. I. Población por municipio en el estado de Sinaloa

Clave del Habitantes


Municipio
municipio (año 2015)
001 Ahome 449 215
002 Angostura 47 207
003 Badiraguato 31 821
004 Concordia 27 157
005 Cosalá 16 292
006 Culiacán 905 265
007 Choix 33 027
008 Elota 53 856
009 Escuinapa 59 436
010 El Fuerte 100 459
011 Guasave 295 353
012 Mazatlán 502 547
013 Mocorito 45 351
014 Rosario 53 773
015 Salvador Alvarado 81 109
016 San Ignacio 21 442
017 Sinaloa 88 659
018 Navolato 154 352

Fuente: INEGI, 2015.

CAPÍTULO I 70
Figura 5
Evaluación del índice de Competitividad y Sustentabilidad en 2014

Fuente: Instituto Mexicano para la Competitividad, 2014, basado en información del Centro Mario Molina.

Las megalópolis engloban ciudades con poblaciones de 1 millón de habitantes o más.


Tienen una importancia fundamental, debido a su jerarquía económica y política en el contexto
nacional e internacional y han experimentado un aumento económico y demográfico sostenido,
además de tener gran influencia sobre las zonas aledañas a la ciudad (Cepal, 2011). En el caso
de la ciudad de Culiacán, esta ocupa el puesto 1 de los 18 municipios que hay en el estado de
Sinaloa. Además, está ubicada en el rango B relativo a las ciudades entre los 500 mil y el millón
de habitantes, de acuerdo con el estudio sobre la competitividad y sustentabilidad realizado por
Banamex, Banobras, Infonavit, Cmm e Imco en el 2014. En este sentido, es posible observar
tomando en cuenta la distribución de la figura 5, que Culiacán se ubicaría con una mediana
competitividad y mediana sustentabilidad. Es decir, en otros términos, que no ha avanzado lo
suficiente en ambos rubros para insertarse en el rango de competitividad y sustentabilidad ideal
(Véase figura 6).

CAPÍTULO I 71
Figura 6
Evaluación del índice de Competitividad y Sustentabilidad de Culiacán en 2014

Fuente: Instituto Mexicano para la Competitividad, 2014, basado en información del Centro Mario Molina.

En 2014, está alianza presentó 14 subíndices de medición, de los cuales 9 eran para
competitividad y 5 para sustentabilidad. Los subíndices de competitividad estaban referidos a:
el sistema de derecho confiable y objetivo; sociedad incluyente preparada y sana; sistema po-
lítico estable y funcional; Gobiernos eficientes y eficaces; mercado laboral; economía estable;
sectores precursores; aprovechamiento de las relaciones internacionales e innovación en los
sectores económicos.

Por su parte, los 5 subíndices de sustentabilidad contemplaban: el uso del agua; cali-
dad de aire; suelos y áreas verdes; residuos sólidos urbanos y uso de energía. Sin embargo, en
2015, se adicionó un subíndice a considerar dentro del índice sustentabilidad; el subíndice de
movilidad y transporte, con la intención de evaluar las condiciones necesarias que garanticen
desplazamientos eficientes, asequibles y seguros en cualquier modo de transporte. Aunado a los

CAPÍTULO I 72
subíndices señalados anteriormente, fue elaborada una gráfica con tonalidades y subdivisiones,
donde cada cuadrante representa un desempeño extremo, y cuanto más se acerca al superior
derecho, la ciudad tiene un mejor desempeño tanto en competitividad y sustentabilidad (Véase
figura 7).

Figura 7. Resultado del índice de Ciudades Competitivas y Sustentables en 2015

Fuente: Banamex, Banobras, Infonavit, CMM e IMCO (2015) basado en datos del CMM.

Con estas consideraciones y el estudio realizado por las entidades, la ciudad de Cu-
liacán muestra cifras por debajo de la media en los subíndices de calidad del aire, uso de la
energía y en movilidad y transporte (Véase figura 8). De este último subíndice se puede decir
que es necesario instrumentar medidas que permitan subsanar los problemas en materia de
eficiencia de los desplazamientos y la mejora de los modos de transporte tradicional en la
idea de contribuir con la competitividad y sustentabilidad de la práctica de la movilidad de
esta ciudad intermedia.

CAPÍTULO I 73
Figura 8
Calificación del índice sustentabilidad en las ciudades intermedias en 2015


Fuente: Banamex, Banobras, Infonavit, Cmm e Imco, 2015.

Expectativas de la movilidad en Culiacán: a modo de conclusión

El tema de la demanda de tráfico es hoy en día una de las prioridades de las entidades gu-
bernamentales. Pues, han sido alterados los patrones tradicionales de los viajes cotidianos, cuyas
modificaciones o variaciones han reconfigurado el modus operandi del sistema de transporte. Igual-
mente, se trabajan escenarios favorables para los desplazamientos y la práctica de la movilidad,
donde el tema del ahorro del tiempo y el consumo de recursos energéticos son temas torales que
han fundamentado alternativas de nuevos modalidades de transporte como los sistemas masivos de
transporte14 en detrimento de la utilización del transporte privado y las mejoras en la calidad de vida.

14
La ciudad de México, Monterrey y Guadalajara son ejemplo de la implantación de sistemas masivos de trans-
porte. El metro en la primera y los trenes ligeros en las tres urbes se han articulado con sistemas de tránsito rápido
(BRT) implementados con éxito en otras ciudades del mundo como Curitiba, Brasil y Bogota, Colombia.

CAPÍTULO I 74
La incorporación de medidas que permitan minimizar los efectos en que inciden los
proyectos de transporte implica necesariamente el planteamiento de objetivos, cuyo proceso
consume recursos financieros y técnicos. De ahí que sea necesario prever riesgos, por lo que,
se debe estimar el daño que el proyecto pueda sufrir y ocasionar durante su vida útil. Además,
con el enfoque sistémico y con la adecuada información disponible, es posible alcanzar un nivel
óptimo de manejo de amenazas haciendo un balance entre el costo de mitigación, el valor de los
elementos en riesgo y la posibilidad de ocurrencia de los eventos adversos.

En la ciudad de Culiacán, como en varias ciudades de México, el sistema de transporte


no es un sistema estático, en tanto se encuentra en un constante incremento cuantificable de uni-
dades. Asimismo, el espacio en el cual ocurre la práctica de la movilidad motorizada se trans-
forma y cambia por la actividad antrópica, lo que en consecuencia, complica y degrada dicho
espacio. Sin embargo, este subsistema permite la entrada, procesa y emite grandes cantidades
de materia y energía, donde sus componentes experimentan situaciones de sinergia, entropía y
neguentropía. En otro sentido, entre el modus de movilidad y las infraestructuras viales se ha
originado una relación imperfecta.

CAPÍTULO I 75
Obra citada de internet

Berman, M. (1988). “En la selva de los símbolos. Algunas observaciones sobre el modernismo
en Nueva York”. En Todo lo sólido se desvanece en el aire, editado por Marshall Ber-
man, 369. Madrid: Siglo XXI.
Clapson, M. (2003). Suburban century, Social change and urban growth in England and the
United State. New York: Oxford Bearg.
Mendoza, E. (2005). “El narcotur, nueva atracción para los paseantes que visitan Sinaloa”, En
La Jornada, México.
Mundó T., J. (2002). “El Transporte Colectivo Urbano: Aplicación del Enfoque de Sistemas
para un mejor Servicio”. En Fermentum, Año 12, no. 34 – Mayo-Agosto, pp. 285-302
Sánchez, G. J.A. (2009). “Procesos de institucionalización de la narcocultura en Sinaloa”, En
Colegio de la Frontera Norte, Vol. 21, No. 41, Enero–junio.
SECRETARIA DE COMUNICACIONES Y TRANSPORTES (1991). “Manual de proyecto
geométrico de carreteras”, cuarta reimpresión. México: IMT-SCT.

Consultas por internet

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CAPÍTULO I 76
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CAPÍTULO I 77
Percepción de calidad en los servicios públicos:
el sistema integrado de transporte en León,
Guanajuato

Emmanuel Sánchez López15

Resumen: El SIT en León, Guanajuato ha sido ampliamente reconocido por diversos organismos
internacionales y nacionales como un sistema integrado de transporte innovador, sin embargo,
los leoneses manifiestan diariamente la ineficiencia del sistema. El objetivo principal de la
investigación es analizar la percepción que tiene el usuario del transporte público en la ciudad
de León, respecto a la calidad del mismo. La hipótesis es “Que existe una diferencia significativa
entre la percepción que tienen los usuarios sobre el sistema de transporte público en la ciudad
de León, y la calidad documentada por organismos dedicados a la investigación y estudio
de los sistemas de transporte público”. La estrategia metodológica utilizada es cuantitativa,
los instrumentos de recolección de datos se aplicaron a una muestra aleatoria estratificada y
se utilizó la escala de Likert para la medición. El instrumento fue validado con el alpha de
Cronbach (ra = 0.8782). El principal resultado obtenido es que los ciudadanos están conformes
con la calidad del servicio público de transporte de la ciudad de León, además de que no hay una
diferencia significativa entre los resultados de esta investigación y los que organizaciones como
El poder del consumidor y el Instituto de Políticas para el Transporte y Desarrollo reportaron.

Palabras clave: percepción de la calidad, calidad en los servicios públicos y Sistema Integrado
de transporte.

Summary: The main aim of this research is to analyze the perception that the user of public
transport in the city of Leon, with regard to the quality of the same. delves deeply into the
study of the Integrated Transport System of the city of Leon, from the historical background,
legal framework and the operation of public transport. The methodological strategy used is
quantitative, data collection instruments were applied to a stratified random sample was used
and Likert scales. The instrument was validated with Cronbach’s alpha (ra = 0.8782). The main
result is that the citizens are dissatisfied with the quality of the public transportation service in
the city of León, in addition to that there is no significant difference between the results of this

15
Lic. en Administración Pública por Universidad de Guanajuato, campus León. E-mail: emmanuel.sanchez.lo-
pez@gmail.com

CAPÍTULO I 78
investigation and that organizations such as “the power of the consumer” and the Institute for
Policy for the transportation and Development reported.

Keywords: Perception of the quality; quality in the public services; Integrated Transport
System.

Introducción

Al hablar de servicios públicos hacemos referencia a una actividad que realiza la


administración pública, a través de las dependencias que la conforman; para la satisfacción
de una necesidad de interés general. Dicha actividad requiere de una serie de elementos que
relacionan con el proceso de política pública, teniendo como uno de los más importantes:
la evaluación, la cual es necesaria para conocer los resultados que ha arrojado la prestación
del servicio público en relación con el número de beneficiados o para realizar modifica-
ciones al servicio público. Tomando en cuenta lo anterior, es necesario que todo servicio
público sea sometido a evaluaciones periódicas, con la finalidad de estar en posibilidades
de realizar mejoras o incentivar las buenas prácticas. En el caso del Sistema Integrado de
Transporte de León las evaluaciones han corrido a cargo de organismos externos a él, las
cuales han sido únicamente sistémicas; dejando de lado la valoración que el usuario puede
tener respecto a la calidad del servicio público que utiliza y lo que él mismo percibe puede
mejorarse.

La investigación tuvo como base teórica la revisión conceptual del concepto de calidad,
comenzando con los autores clásicos del concepto; que se reforzó con el concepto de calidad de
los servicios público, de donde se obtuvieron aquellos elementos o cualidades que se conside-
ran esenciales para considerar que un producto o servicio es de calidad. La siguiente parte de la
investigación tuvo como objetivo describir el SIT leones, tomando como punto de partida los
antecedentes históricos en la prestación del servicio público de transporte, se hace mención de
aquellos ordenamientos jurídicos que regulan la prestación del servicio, así como el estableci-
miento y delimitación de los derechos y obligaciones de quienes se encargan de prestar o vigilar
el correcto funcionamiento del Sistema. En la última parte del capítulo se aborda el tema de la
operación del servicio público, describiendo algunas funciones de la autoridad competente y las
características principales del SIT.

Todo lo anterior tuvo como objetivo, proporcionar elementos y características que per-
mitió elaborar un instrumento de recolección de información, el cual se aplicó a los usuarios del
servicio público con la finalidad de recabar la “percepción de la calidad” del servicio ofrecida

CAPÍTULO I 79
por el SIT. Los datos obtenidos del trabajo de campo fueron de gran utilidad para responder a
las siguientes preguntas: ¿Cuál es la percepción ciudadana sobre la calidad del servicio del sis-
tema de transporte público en León? y ¿Existe alguna diferencia en la calidad percibida por los
usuarios y la calidad documentada por estudios técnicos de los sistemas de transporte público,
para el caso de la ciudad de León?

En el penúltimo apartado de la investigación se describe a detalle el proceso metodoló-


gico utilizado en la investigación, la cual se hizo a través del método cuantitativo. Así mismo,
se describe a detalle la operacionalización de la variable de la investigación, así como la es-
tructura del instrumento de recolección de datos, la determinación de validez y confiabilidad
del mismo y, por último, el tratamiento estadístico de la información para la obtención de los
resultados de la investigación.

En el último apartado de la investigación, se analizan y discuten los principales


resultados, que permiten concluir que los ciudadanos están conformes con la calidad del
servicio ofrecido por el Sistema Integrado de Transporte de la ciudad de León. Es inte-
resante observar que a pesar de que en el discurso o en la “vox populi” el ciudadano se
queja de una mala calidad del servicio, al momento de que los ciudadanos realizan una
evaluación con un instrumento de recolección de datos, del servicio público utilizado y
la calidad que perciben; la percepción cambia y el transporte público es ponderado de
una manera positiva. Lo anterior en nada contradice los resultados que organismos como
“Estándar BRT”, el Poder del Consumidor o el IDTP han reportado sobre la calidad del
servicio del SIT.

La pregunta que guió el trabajo fue ¿Cuál es la percepción ciudadana sobre la


calidad del servicio de transporte público ofrecido por el SIT de León, Guanajuato? En
esta investigación se presentan las diferentes conceptualizaciones de los términos cali-
dad, calidad en los servicios públicos e indicadores de calidad en los servicios públicos;
mismos que destacan elementos como requisitos, cualidades del producto, durabilidad,
confiabilidad, satisfacción de expectativas y necesidades, entre otros. Además, se hace
una revisión sobre estudios encargados de documentar la calidad en el servicio público
de transporte, desde diferentes perspectivas y se describen los sistemas de transporte
de la ciudad de Curitiba y Bogotá, como referentes en América Latina; así como de la
Ciudad de México y Guadalajara, referentes en México. Los casos fueron seleccionados
por sus características o similitudes en la forma de prestación del servicio público al de
la ciudad de León.

CAPÍTULO I 80
Metodología

La estrategia metodológica es cuantitativa. La variable de la investigación es “percepción de


la calidad”, que se entiende como la comprensión de aquellos atributos o características que el usuario
detecto en el momento en qué utilizó el transporte público, que de manera positiva o negativa califican
la satisfacción por la utilización del servicio público. En la tabla 1 se muestra la operacionalización de
la variable: percepción de la calidad.

El proceso metodológico consistió en tres etapas: la primera de ellas fue la investigación


documental, que partió de la recolección de información por medio de solicitudes de información
pública ante la Unidad Municipal de Acceso a la Información Pública de León (UMAIP) y ante la
Dirección General de Movilidad.

La información que se solicitó a la UMAIP estuvo relacionada con el número de usuarios


del SIT, el marco normativo y la operatividad del servicio público; siendo esta última información
ínfimamente proporcionada, ya que en visitas a la Dependencia se argumentó “que dicha información
pública podría ser utilizada para fines políticos o para la prensa”, por lo que la mayor parte de la infor-
mación se recolectó a través del trabajo de campo.

La segunda etapa, consistió en un acercamiento exploratorio, durante el mes de septiembre


del año 2014, en las tres más importantes estaciones de transferencia: San Jerónimo, San Juan Bosco
y Delta (en las horas pico y hora valle), donde los ciudadanos no querían contestar la encuesta debido
a la “falta de tiempo o que decían no sirve para nada”, por lo que se optaron distintas tácticas para
buscar usuarios que pudiesen contestar el instrumento de recolección de información. De las obser-
vaciones obtenidas se hicieron cambios en el instrumento de recolección de información para una
segunda etapa: se eliminaron datos sociodemográficos, dejando solo edad y sexo, además de eliminar
tres preguntas.

La tercera etapa se llevó a cabo durante enero del 2015, con el instrumento de recolección de
información modificado, seleccionando aleatoriamente a los encuestados en las horas pico y horas
valle. El trabajo de campo se llevó en las tres estaciones con mayor afluencia: San Jerónimo, San
Juan Bosco y Delta, las cuales llegan a dar servicio al 90 % de los usuarios totales del SIT. El total de
instrumentos aplicados fue de 41, de los cuales solo 39 fueron contestados en su totalidad.

Se seleccionó a los usuarios que estuviesen sentados en alguna banca o que no estuvieran for-
mados para abordar una unidad del transporte, ya que eso indicaba que tenían un poco tempo libre para
poder contestar la encuesta. En el instrumento de recolección de datos se utilizó escala de Likert, para
medir la percepción del usuario del transporte público en la ciudad de León, sobre la calidad del mismo.

CAPÍTULO I 81
Tabla 1. Operacionalización de la variable

Fuente: elaboración propia a partir de la bibliografía que se consultó durante la investigación.

CAPÍTULO I 82
Para garantizar la consistencia interna del instrumento se utilizó el coeficiente del
Alpha de Cronbach. En el caso de la prueba piloto realizada en la primera fase de la inves-
tigación, la estabilidad o consistencia de los resultados obtenidos es de 81 %. El índice de
Pearson arrojó un coeficiente de 0.72841315, que fortalece la garantía de fiabilidad del mis-
mo. Sin embargo, dado el número de sujetos de estudio se decide aplicar la corrección de r
con la ecuación de Spearman – Brown arrojando un grado de confiabilidad de 0.84286925.
El instrumento ajustado y aplicado a la muestra aleatoria arrojó un alpha de Cronbach de 87
% una R de 87.82 % de confiabilidad, lo que permite garantizar la validez y confiabilidad de
los resultados de la investigación.

El concepto de calidad

La calidad es un elemento que toda organización (pública o privada) desea aportar


a los productos o servicios que ofrece; con la finalidad de incrementar las ventas o la pre-
sencia de cierta marca, producto o servicio que puede ofertarse en el mercado –para el caso
del sector privado-; mientras que para el caso del sector público, el concepto está enfocado
en mejorar la prestación de los servicios públicos para poder crear una buena imagen-de los
organismos y/o dependencias públicas- ante los ciudadanos y elevar la calidad de vida de
los mismos. Por lo general, cuando las personas hablan de calidad, lo hacen para referirse a
bienes y servicios que por sus características sobresalen de los demás. ¿Pero qué es lo que
hace que un producto, bien o servicio sea de calidad?

Crosby (1987) menciona los productos de calidad son aquellos que logran desempe-
ñar los requisitos exigidos por el cliente o por los procesos de producción. Para Rodríguez
(1993), calidad es un concepto que puede englobarse en tres conceptos: cumplimiento de ex-
pectativas, satisfacción de necesidades y un precio razonable. Para Laudoyer (1995) la cali-
dad está constituida por un conjunto de características y elementos que aprecia el cliente, los
cuales le ayudaran a resolver su problemática o necesidad. Para Carmona (1995) el recurso
humano, la estructura organizacional y las tecnologías de la información, son elementos que
propician el desarrollo de productos de calidad. En Besterfield (1995) encontramos que la
calidad está asociada con la excelencia del producto, la satisfacción de necesidades y supera-
ción de las expectativas del cliente. Para Guajardo Garza (1996) la calidad es un proceso que
requiere del trabajo conjunto de los integrantes de una organización, liderazgo y trabajo duro.

Para la norma ISO 9000 la calidad se obtiene a partir de la integración de las carac-

CAPÍTULO I 83
terísticas que hacen funcional el producto, más el grado en que el mismo llega a satisfacer
las necesidades del consumidor (citada en Cantú Delgado, 1997). Alvear (2004), refiere a
la calidad como la cumplimentación sistémica de los requerimientos de fabricación de un
producto, la satisfacción de las necesidades y expectativas clientes o usuarios. Para Anda
(2005) la calidad es un término que se forma a partir de la valoración de los atributos o
propiedades de un objeto o servicio, lo que permite decir que calidad es una cuestión de
percepción del cliente. Respecto a los gurús del campo de la “calidad”, Nava (2005) ela-
boró una investigación sobre la evolución del concepto de calidad, de donde obtuvo los
siguientes elementos:

1. Edward Deming: calidad es igual a grado predecible de uniformidad de un objeto,


su fiabilidad y un bajo costo en el mercado;

2. Joseph Juran, calidad es igual a funcionalidad y adecuación del objeto;

3. Kaoru Ishikawa la calidad es igual a control y practica dentro de una organización;

4. Philip Crosby, la define como cumplir con los requisitos del cliente.

En la tabla 2, a manera de resumen se muestran los principales elementos conceptuales de


la calidad; iniciando con los “gurús” que proporcionaron las primeras nociones del término
y continuando con autores y obras más recientes. En la primera columna se menciona el
nombre del autor, dentro de la segunda aparece el año en que público su obra y aportación
teórica al concepto de calidad y dentro de la tercera columna se encuentran los principales
elementos clave obtenidos de la definición del concepto.

Para efectos de la presente investigación, la calidad de un producto o servicio es resultado


de un control riguroso de los procesos de producción (cuando se habla de un objeto) o de las
fases de planeación, organización, dirección y prestación de un servicio público; lo que permite
la satisfacción de las necesidades y expectativas de los clientes o “la superación de las mismas”,
lo que genera bienes y servicios con un valor agregado (independientemente del precio al cual
se oferten) de los que ofrecen los competidores y, por tanto, clientes satisfechos. Importante es
mencionar, que la calidad la proporciona la empresa u organización y, es el usuario, quien se
encarga en última instancia de evaluar la calidad del objeto o servicio que adquirió.

CAPÍTULO I 84
Tabla 2. Concepto de calidad y las principales características por autor

Fuente: elaboración propia a partir de la bibliografía consultada.

La calidad en los servicios públicos

En el apartado anterior se habló del concepto de la calidad desde el campo de la admi-


nistración de empresas, obteniendo las características que son consideradas como esenciales
para que un producto o servicio sea considerado como de calidad, entre las cuales se puede
mencionar: cumplir expectativas, satisfacer necesidades, cualidades intrínsecas, uniformi-
dad, cumplir con estándares y normas, la funcionalidad del producto, entre otras. El presente
subcapítulo está enfocado en explorar el término calidad dentro del campo de los servicios
públicos, con la finalidad de obtener las características que consideran como necesarias para
que un servicio que es proporcionado por un ente de la administración pública, pueda ser

CAPÍTULO I 85
etiquetado como tal.

Para Ingraham la calidad de los servicios públicos tiene que crearse en cada pro-
ceso de la organización, lo que permite la satisfacción o resolución de las demandas del
usuario, lo que se logra gracias al desempeño eficaz de funcionarios y servidores públicos
(citado por Losada Marrodan,1999). Para Sancho (citado por Madrigal, 2010) la calidad
de los servicios públicos, es el resultado de la comparación de las expectativas del ciuda-
dano, la interacción con el empleado gubernamental, la resolución de sus demandas y la
realidad que percibe al momento de utilizar el servicio público. Muñoz (2004) establece
que la calidad del servicio público se logra gracias a 1) La satisfacción del usuario; 2)
liderazgo; 3) desarrollo de funcionarios y gestión de capital intelectual; 4) administración
de la información y la tecnología; 5) planeación; gestión y mejora de los procesos; 6) im-
pacto y resultados.

Para la Carta Iberoamericana de la Calidad en la Gestión Pública (2008), la calidad


debe ser capaz de satisfacer en tiempo y de manera adecua las necesidades y expectativas de
los ciudadanos, cumpliendo una serie de meta preestablecidas y resultados cuantificables que
tengan en cuenta el interés y necesidades de la población. Así mismo, es importante resaltar
que los servicios públicos deben estar planeados, organizados y diseñados de abajo hacia
arriba, con la finalidad de poder dar cumplimiento a las cambiantes necesidades y expectati-
vas del ciudadano (Secretaría de la Función Pública, 2005). Es decir, poniendo al ciudadano
y sus expectativas y necesidades en primer plano, al momento del proceso de los servicios
públicos. Montes de Oca y Padilla (2009) mencionan que la calidad de un servicio público
debe integrar atributos intangibles que pueden llegar a crear un valor agregado en los servi-
cios públicos, como: elementos como prestigio, seguridad, bienestar y otros beneficios que
pueden constituir una mejor calidad de vida para quien recibe ese valor agregado.

Para la Universidad de Costa Rica y el Ministerio de Planificación Nacional y Po-


lítica Económica (2010) los servicios públicos con mayor grado de calidad y aceptación
son los que mayormente satisfacen las necesidades de los usuarios, con una buena calidad
en la atención por parte de los empleados gubernamentales y con cortos tiempos de espera
y atención. Hasta aquí se abordó el concepto de la calidad de los servicios públicos y las
características o elementos indispensables (ya sea desde el campo teórico o la práctica)
que tomados en cuanta, al omento de la prestación del servicio público; permiten prestar
mejores servicios que pueden incidir en la calidad de vida del ciudadano. En la tabla 3, se
presenta la construcción del concepto de calidad en los servicios públicos y los elementos
clave que los investigadores u organismos internacionales consideran como indispensables.

CAPÍTULO I 86
Tabla 3. Calidad en los servicios públicos

Fuente: elaboración propia a partir de la bibliografía consultada.

De acuerdo a los dos apartados anteriores, se puede ver una diferencia significativa entre
el concepto de calidad dentro de las organizaciones del sector privado y el concepto de servicio
público; en el primero se hace énfasis en cumplir con las normas y estándares de fabricación,
la adecuada funcionalidad de un producto y las características físicas del mismo, para que en
conjunto resuelvan las necesidades y expectativas del cliente. Para el segundo concepto, la ca-
lidad está más enfocado en el ciudadano, en diseñar los servicios tomando como referencia al
individuo, en satisfacer sus demandas, en un correcto funcionamiento de los entes gubernamen-
tales y una adecuada programación, planeación y capacitación de los funcionarios y servidores
públicos.

CAPÍTULO I 87
Estudios de calidad en los sistemas de transporte público

Un estudio relevante sobre la calidad en el transporte público es “Políticas y calidad


de servicio del transporte público urbano en el municipio Maracaibo”, el cual fue elaborado
por Urdaneta (2004), que tuvo como objetivo principal identificar la política pública en mate-
ria de transporte urbano y el impacto que ésta producía en la calidad del servicio. Para lograr
el objetivo se apoyó de revisiones documentales, entrevistas semi-estructuradas a autoridades
municipales, transportistas y sobre todo usuarios del servicio. Del trabajo de campo, la investi-
gadora encontró que elementos como: la cobertura del transporte público, la infraestructura vial
y de apoyo, las condiciones físicas de los autobuses utilizados, la satisfacción del usuario y del
operador son elementos esenciales para garantizar una buena calidad del servicio de transporte
de pasajeros.

Villanueva y Palermo plantean que “el éxito de un sistema de servicio público de trans-
porte depende en gran medida de la calidad ofrecida por el mismo, percibida, específicamente
por el usuario” (2006, p. 1). Además, las autoras establecieron que elementos como: seguridad,
accesibilidad, comodidad, trato personalizado y la comunicación con el cliente, confiabilidad,
sensibilidad, capacidad, cortesía, credibilidad, tarifas y bienes materiales; son aspectos vitales
para considerar la calidad de un servicio público en materia de transporte público. Por su parte
Sánchez & Romero (2010), hicieron una investigación de tipo exploratorio y cuya finalidad
principal fue detectar los elementos que el usuario considera como esenciales para considerar
que un sistema de transporte público se presta con calidad: la tarifa, los tiempos de viaje, forma
en que maneja el operador del autobús, trato que recibe el usuario. Para lograr lo antes men-
cionado, los investigadores hicieron una revisión literaria sobre el concepto de la calidad en
los sistemas de transporte público, crearon un “focus group” que ayudó a arrojar los elementos
esenciales que los participantes consideran como esenciales para un buen servicio de transpor-
te, la aplicación de encuestas a los usuarios y la recopilación de la información derivada de las
mismas.

Por otra parte, la organización civil “El poder del Consumidor” realizó en el año del
2011 un estudio comparado de los sistemas Bus Rapid Transit [BRT, en adelante] existentes en
las ciudades de León, la Ciudad de México, Guadalajara y el Estado de México; con la fina-
lidad de medir la calidad del servicio ofrecido en cada ciudad y verificar cuál de los sistemas
de transporte de transito rápido ofrece los mejores beneficios para el usuario y, por ende, es el
mejor calificado del país. Para realizar el estudio, el Poder del Consumidor (2012), se dedicó
a investigar las necesidades primordiales que los usuarios consideran como necesarias a al
momento de utilizar el transporte público, y que de manera importante inciden en la calidad

CAPÍTULO I 88
del servicio ofrecido: 1) un transporte público rápido, 2) la cercanía con su destino, 3) un costo
razonable y accesible, 4) la seguridad del pasajero, 5) la comodidad del pasajero y 6) menores
grados de contaminación.

Respecto a los resultados, y de acuerdo con los parámetros del estudio; se llegó a la
conclusión de que el sistema de transporte mejor calificado es el SIT de la ciudad de León, ya
que las cinco líneas que lo componen son las que en mayor medida (del 75.56% para la línea
5, 74.43% para la línea 4, 74.37% para la línea 3, 73.23% para línea 2 y 73.20% para la línea
1) satisfacen las necesidades [y expectativas, por qué no decirlo] del usuario del transporte. Así
mismo, mencionan que la calidad del servicio aumento del 231% (línea 1) al 242% (línea 5), lo
anterior hablaría de un sistema de transporte con un muy buen servicio, lo cual puede ponerse en
duda tomando en cuenta el hacinamiento que se presenta en las unidades de transporte público
(de manera más visible en los autobuses articulados) en las horas pico, los tiempos de espera o
precios del transporte. Dentro del estudio antes mencionado surgen algunas interrogantes: ¿por
qué la calidad del servicio de transporte ofrecido por el SIT es muy alta, a pesar de las deficien-
cias relacionadas con el hacinamiento o los tiempos de viaje? y ¿existe alguna diferencia entre
éste estudio y uno que se base únicamente en la percepción del usuario, respecto del servicio?

Otro de los estudios encargado de medir la calidad en el transporte público es el llama-


do: Estándar BRT (2012), el cual fue elaborado por el Instituto de Políticas para el Transporte
y Desarrollo (IDTP por sus siglas en ingles), el cual es considerado una herramienta técnica
que permite medir la calidad del servicio de transporte público de los sistemas BRT. Para éste
organismo internacional y para efectos del instrumento de medición, los mejores sistemas de
transporte público, son aquellos que “combinan eficiencia y sustentabilidad con comodidad y
conveniencia para el pasajero” (p. 5), lo cual permite ofrecer un buen servicio para el usuario,
y por tanto hace que el transporte de pasajeros sea más atractivo en comparación con los taxis
o el automóvil particular, permitiendo la posibilidad de atracción de nuevos usuarios potencia-
les El “Estándar BRT” considera que: 1) la planeación del servicio, 2) la infraestructura, 3) el
diseño de las estaciones y su relación con los autobuses, 4) la calidad del servicio y el sistema
de información para el pasajero y 5) la integración y accesibilidad del servicio son elementos
esenciales para evaluar la calidad de un servicio público de transporte.

Los estudios abordados en la investigación destacan que elementos como: los tiempos,
comodidad de viaje, el precio, la seguridad, las expectativas, el precio, la infraestructura y con-
diciones físicas de las unidades pueden abonar elementos que permitan realizar una evaluación
positiva o negativa (para el usuario o los entes encargados de la evaluación o regulación del
servicio público) de la calidad del servicio público de transporte. A continuación, se describe de

CAPÍTULO I 89
manera breve el Sistema Integrado de Transporte de la Ciudad de León, tomando en cuenta el
aspecto jurídico y operativo del funcionamiento del servicio público de transporte.

Tabla 4. Calidad en el servicio público de transporte

Fuente: elaboración propia a partir de la bibliografía consultada.

Marco jurídico que regula el funcionamiento del SIT

Por la naturaleza de la investigación es relevante analizar los distintos ordenamientos


jurídicos que regulan la prestación del servicio público de transporte en la ciudad de León,

CAPÍTULO I 90
es decir, conocer quiénes pueden prestar el servicio público de transporte de pasajeros, bajo
qué condiciones se licitará, quienes son las autoridades encargadas de vigilar su funciona-
miento, entre otras cuestiones. Un primer ordenamiento que regula el transporte público
en la ciudad de León es la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, que en
su artículo 115 establece que es facultad de los municipios la prestación de los servicios
públicos. Un segundo ordenamiento, que da certeza jurídica a la prestación del servicio
público de transporte de pasajeros; es la Constitución Política para el estado de Guanajuato,
la cual también faculta a los municipios para que presten dicho servicio, ya sea de manera
directa, de manera indirecta (por concesiones o permisos). La ley de Tránsito y Transporte
del Estado de Guanajuato regula la prestación y operación del servicio, establece derechos
y obligaciones, tanto del concesionario o permisionario, de la autoridad municipal y de los
mismos usuarios.

Por su parte, la Ley Orgánica Municipal para el estado de Guanajuato establece que
los municipios vigilaran que los servicios públicos se presten en igualdad de condiciones a
todos los habitantes del municipio, vigilando además que se realice de manera permanente,
general, uniforme y de manera continua (requisitos de validez de un servicio público, de
acuerdo con el derecho administrativo), esto a través de una autoridad facultada para ello y
que garantice la correcta actuación de los prestadores del servicio. El Reglamento Interior
de la Administración Pública Municipal de León Guanajuato, faculta a la Dirección General
de Movilidad para vigilar el correcto funcionamiento del servicio de transporte de pasajeros,
además de la planeación del mismo. El Reglamento de Transporte Municipal de León, Gua-
najuato; regula la prestación del servicio público de transporte en la ciudad, estableciendo las
formas de la planeación, operación, forma de administración del SIT y control que se ejercerá
sobre el transporte público.

Si bien, el marco jurídico que regula la prestación del servicio público de transporte
define las atribuciones y acciones a emprender por parte de la Dirección de Movilidad para una
correcta prestación del servicio, lo mismo delimita las áreas de acción, derechos y obligaciones
de permisionarios y concesionarios del transporte público, así como los derechos y obligacio-
nes de los usuarios; falta un punto importante: la incorporación de mecanismos legales que
permita a los ciudadanos participar en el diseño, planeación, evaluación y modificación de
tarifas del servicio público, ya que las tareas antes mencionadas son de carácter exclusivo para
la Dirección General de Movilidad; el Ayuntamiento Municipal y las empresas dedicadas a la
prestación del servicio público. Lo anterior puede ayudar a que toda acción que pretenda una
mejora o modificación del servicio público, cuente con la aprobación de los ciudadanos.

CAPÍTULO I 91
Operación del Sistema Integrado de Transporte

Dentro de la prestación del servicio público de transporte podemos identificar tres acto-
res principales: el primero es la Dirección General de Movilidad, que es la autoridad encargada
de vigilar, supervisar, planear y controlar el funcionamiento del servicio público de transporte
de pasajeros; el segundo actor son los concesionarios o permisionarios, que son las personas
físico-jurídico colectivas a quienes el municipio faculta para que presten el servicio público;
mientras que el ultimo actor involucrado es el ciudadano-usuario, que es aquella persona que
a diario utiliza una “oruga, una ruta auxiliar o alimentadora” para poder trasladarse a su desti-
no: hablemos que utilizan el transporte para ir a los centros laborales, educativos, hospitales,
espacios de esparcimiento, centros culturales o para ir a realizar sus compras (despensa básica
o vestido).

Dentro de la operación del SIT podemos identificar tres tipos de servicios que ofrece:
el primero son las rutas troncales u “orugas” que son autobuses articulados, que se encargan de
transportar pasajeros de una estación de transferencia a otra, cuya característica principal es que
circulan por los principales bulevares o avenidas de la ciudad (además es donde es más fácil
observar los altos grados de hacinamiento durante las horas pico). El segundo tipo de servicio
son las “rutas auxiliares”, las cuales trasladan pasajeros de una estación de transferencia a otra,
con la característica que su operación se concentra en la parte central de la ciudad de León. El
ultimo tipo de servicio que ofrece el SIT son las rutas alimentadoras, las cuales se encargan de
transportar pasajeros de las colonias populares a las estaciones de transferencia, con la caracte-
rística que su área de cobertura se basa exclusivamente en trasladar ciudadano de la periferia de
la ciudad a las estaciones de transferencia.

El servicio público que ofrece el SIT inicia operaciones a las 5:30 horas de la mañana,
que es cuando abren sus puertas las estaciones de transferencia para poder comenzar a recibir
usuarios del servicio; y cuya finalización del servicio es a las 22:30 horas del día. Para poder
dar servicio a los más de 700,00016 usuarios en promedio que a diario utilizan el servicio, el SIT
opera con un número aproximado de 1,800 unidades de transporte, las cuales se encargan de
cubrir un total de 122 rutas urbanas y cinco rutas troncales (conocidas como orugas), las cua-
les llegan a ofrecer el 80% del servicio total de usuarios de la ciudad, lo que nos indica que la
mayor parte de los usuarios se desplazan a sus destinos por medio de la integración tarifaria. Es
importante mencionar, que en la ciudad de León también existen 14 rutas remanentes, las cuales
no forman parte del SIT; las cuales se encargan de dar servicio de transporte a las comunidades

16
Información obtenida a través de la Solicitud de Información con número de folio SSI-2013-1390

CAPÍTULO I 92
rurales de la ciudad de León.

Dentro de la prestación del servicio de transporte podemos identificar dos tipos de ho-
rario: 1) Horas pico, que es cuando los usuarios se trasladan a su trabajo y a las escuelas, es un
horario donde se pueden observar altos grados de hacinamiento es las unidades de transporte;
2) Horas valle, que es cuando se presentan los menores grados de hacinamiento debido a que
son los horarios en que se presentan una menor demanda del servicio. Respecto a las tarifas
que paga el usuario, podemos identificar cuatro: 1) Tarifa general, que corresponde a pagar $
9.00 por utilizar el servicio; 2) Tarifa preferencial, que corresponde a pagar $ 3.70 por concepto
de utilizar el transporte, es una tarifa que solo utilizan los estudiantes o niños menores de 12
años; 3) Tarifa preferencial, es la autorizada a aquellas personas que utilizan la tarjeta “PagoBús
preferencial”; 4) Gratuidad a adultos mayores, aunque no sea tarifa, es un derecho al que son
beneficiarios los adultos mayores, gratuidad que ha sido afectada por supuestos mal usos de la
tarjeta y que ha derivado en la cancelación de tarjetas para algunos adultos mayores y que está
en peligro de desaparecer (Trinidad Méndez, am, 2015) por presiones de los concesionarios.

Uno de los elementos más importantes en la prestación del servicio público es el sistema
de recaudación de la tarifa de pago, el cual es denominado Organismo PagoBús: el cual es un
organismo del sector privado que se encarga de agrupar a los distintos concesionarios que parti-
cipan en la prestación del servicio público de transporte. Dicho organismo, cuenta con un centro
para capacitar a los operadores de los autobuses del transporte público, además de contar con
dos fideicomisos: el primero es denominado Fideicomiso para la Modernización del Transporte
Urbano, el cual se encarga de administrar los recursos que pueden utilizar los concesionarios
para modernizar la flotilla de unidades de transporte; y el Fideicomiso para el Sistema de Cobro
Controlado PagoBús, el cual permite operar, administrar y distribuir los recursos e ingresos que
provienen del SIT (PagoBús, 2013). Hasta aquí se habló de la operación del servicio público
del SIT, con información obtenida (en su mayor parte) de un extenso trabajo de campo, mien-
tras que una mínima parte de la información provino de solicitudes de información pública y
una charla informativa que se tuvo con el Ing. Roberto Abraham Vargas, quien se desempeña
como servidor público de la mencionada Dirección de Movilidad.

CAPÍTULO I 93
Medición de la calidad en el Sistema Integrado de Transporte.

Principales resultados en el acercamiento exploratorio

Respecto a los resultados se pudo observar que el promedio general de respuestas de los
usuarios es 2.8, lo que permite inferir que los usuarios están satisfechos con la calidad del servicio
público de transporte. El ítem peor evaluado es el relacionado con la “comodidad de viaje durante
las horas pico”, debido al alto grado de hacinamiento que se puede presentar en las unidades del
transporte público en dicho horario, así como el relacionado con la disponibilidad de los asientos
especiales para personas de la tercera edad, capacidades diferentes o mujeres embarazadas; mien-
tras que el ítem mejor evaluado es el relacionado con los “horarios de servicio del SIT” que a decir
de los usuarios (esto por los comentarios que expresaron durante el momento de la encuesta) son
amplios y permiten a los usuarios llegar cómodamente a casa después de un día de trabajo.

Tabla 5. Principales resultados del acercamiento exploratorio

Fuente: elaboración propia a partir de los resultados del primer acercamiento exploratorio

CAPÍTULO I 94
Respecto al parámetro “precio” los usuarios están satisfechos con el precio que pagan
por usar el transporte público, resaltando que el ítem “precio del SIT respecto al ingreso del
usuario” fue calificado como caro. No es nada sorprendente que los usuarios consideren que
es incómodo viajar en el transporte público durante las horas pico, lo cual se puede verificar al
momento de viajar en una “oruga”, ruta auxiliar o alimentadora y ver que el usuario no se puede
desplazar de manera cómoda al momento de estar dentro de una unidad del transporte público,
teniendo que empujar a los demás usuarios para poder descender de las unidades y lo que ge-
nera una molestia entre los mismos; lo cual se debe a los altos grados de hacinamiento que se
presentan las unidades del transporte público. De manera general, los usuarios consideran como
incomodo viajar en el SIT (promedio de 2.3 de respuesta).

Los usuarios mencionan el estar satisfechos con el trato que reciben por parte de los
operadores de las unidades de transporte público. Así mismo, los usuarios consideran como
aceptable la apariencia del conductor. Se puede inferir que existe una percepción positiva ge-
neralizada sobre las condiciones de aseo y limpieza que puede ofrecer el SIT y las unidades de
transporte que lo integran. Respecto a la apariencia física de las unidades del transporte público,
los usuarios tienen una percepción positiva; ya que un 40% menciona que la apariencia física
de las unidades del transporte es regular y el 37% considera que las unidades del transporte
público gozan de una buena apariencia. En general, los usuarios del SIT están conformes con la
apariencia de las unidades del transporte público.

Respecto a los tiempos de espera, los usuarios tienen una mala percepción sobre el
tiempo que tienen que esperar para abordar una unidad del transporte público, ya que conside-
ran como “amplio” el tiempo que tienen que esperar para poder abordar autobús que los pueda
transportar a sus destinos. Respecto a la facilidad que pueden tener las personas con capacida-
des diferentes y/o de la tercera edad para usar las instalaciones del SIT, los usuarios consideran
estar de acuerdo en que las instalaciones del SIT no presentan grandes impedimentos para que
las personas con capacidades diferentes puedan utilizarlas. Respecto a la información referente
a rutas, horarios de servicio y demás relativa a la prestación del servicio público se puede inferir
que los usuarios están satisfechos al respecto; ya que un 40% menciona que la información es
la necesaria y un 27% menciona que es suficiente.

Respecto a la sensación de seguridad que perciben los usuarios dentro de las instalacio-
nes del SIT, se puede inferir los encuestados detectan que hace falta personal de seguridad (pú-
blica o privada) para sentirse más seguros al hacer uso de las instalaciones. De manera general,
los usuarios encuestados perciben que la seguridad que ofrece el transporte público del SIT de
manera un tanto negativa, ya que la media indica que los encuestados están insatisfechos con la

CAPÍTULO I 95
seguridad, lo que permite inferir que los usuarios perciben un pequeño grado de sensación de
inseguridad dentro de las mismas. La percepción de los usuarios respecto a la condición física
de las instalaciones del SIT, los encuestados mencionan que las mismas se encuentran en regu-
lares condiciones, las cuales son aceptables para los ciudadanos puedan utilizar el SIT.

Resultados de la fase 2 del trabajo de campo

En esta segunda fase del trabajo de campo se eliminaron tres preguntas respecto al pri-
mer instrumento utilizado, una de las cuales formaba parte del parámetro relacionado con las
condiciones físicas de las unidades del transporte público; la segunda pregunta eliminada es-
taba encuadrada en el ítem de “accesibilidad”, y la tercera pregunta eliminada estaba insertada
en el ítem que midió la percepción de la “seguridad” que experimenta el usuario al viajar en las
unidades de transporte del SIT. Los datos socio demográficos del usuario fueron eliminados,
dejando únicamente edad y sexo. Lo anterior se hizo debido a que en el primer acercamiento ex-
ploratorio se observó que los ciudadanos estaban renuentes a contestar la encuesta, debido a que
consideraban a los datos como personales o que hacían que la encuesta se “viera muy larga”.

El promedio de evaluación de la calidad del servicio público de transporte que los usuarios
asignaron (a través de la segunda prueba piloto) es de 2.9 en una escala de uno a cinco. Ésta segunda
prueba piloto mejora una décima en relación con la primera prueba piloto aplicada. El ítem peor eva-
luado es el relacionado con “la comodidad del viaje durante las horas pico” con una ponderación de
1.7, lo anterior se puede observar durante las horas en que se presenta una mayor demanda del ser-
vicio público; autobuses con altos grados de hacinamiento, ciudadanos que tienen que esperar una
segunda o tercera unidad de transporte para poder usar el servicio y llegar a su destino; mientras que
el ítem mejor evaluado es el relacionado con “la limpieza dentro de las instalaciones del SIT” con
una ponderación de 3.5 en una escala de uno a cinco, lo anterior se deba a la presencia de personal
de una empresa privada que se encarga de la limpieza, cuidado y mantenimiento de las instalaciones.

El usuario considera que la tarifa que paga por usar el SIT es un poco cara; misma situa-
ción que se presenta cuando evalúan el precio del SIT en relación a sus ingresos. En relación a la
“Comodidad”, el usuario considera que es un tanto incomodo viajar en las unidades de transporte
público, lo cual puede verse influenciado por las experiencias que han tenido al momento de viajar
en el transporte público durante las horas pico. Se infiere, que el usuario se siente más cómodo al
viajar en el SIT durante las horas valle, que es el momento en que las unidades de transporte públi-
co circulan a media capacidad, pero tardan más tiempo en sus frecuencias de viaje. El parámetro

CAPÍTULO I 96
expectativas fue bien evaluado, lo cual permite inferir que los usuarios están satisfechos con las
expectativas que tienen acerca del uso del servicio de transporte público, las cuales se reflejan con
el actuar de los operadores de las unidades de transporte frente a los ciudadanos.

Tabla 6. Principales resultados de la segunda fase del trabajo de campo

Fuente: elaboración propia a partir de los resultados del primer acercamiento exploratorio

El parámetro “limpieza” fue otro de los mejor evaluados, lo que permite inferir que los
usuarios están satisfechos con la limpieza que perciben al utilizar las instalaciones y unidades
de transporte que forman parte del SIT. El parámetro “condiciones físicas de las unidades de
transporte” se encargó de medir la percepción de los usuarios respecto de las condiciones en

CAPÍTULO I 97
que se encuentran las unidades del transporte público (grafiti, basura en las unidades, cristales
rayados, etc.), el cual fue evaluado tres décimas por encima de la media; lo cual permite inferir
que los usuarios consideran como aceptable la imagen y condición física de las unidades del
transporte público. El parámetro “tiempos” fue evaluado dos décimas debajo del promedio glo-
bal arrojado por la prueba, donde el ítem peor evaluado fue “comodidad en horas pico”.

El parámetro “accesibilidad” fue calificado de manera global con un 2.8 de promedio.


Lo anterior permite inferir que el uso del transporte público no representa grandes dificultades
para personas con capacidades diferentes, adultos mayores o mujeres embarazadas. De manera
general, la sensación de seguridad evaluada en el parámetro “seguridad” fue ponderada de ma-
nera positiva, lo que permite inferir que los usuarios se sienten un tanto seguros al momento de
utilizar el SIT (autobuses o instalaciones). En el ítem “condición física de calles y bulevares”,
que engloba a las vialidades por los cuales transitan las unidades del SIT; fue ponderado con la
misma percepción que la media, lo cual permite inferir que los usuarios consideran que las con-
diciones de las vialidades por donde transitan las unidades de transporte del SIT se encuentran
en regulares condiciones, a pesar de la presencia de baches o vialidades en malas condiciones
(principalmente el bulevar Hidalgo y avenida Miguel Alemán por donde transita la línea 2 y 5
de la red troncal).

De acuerdo con los resultados obtenidos en la aplicación de la segunda prueba piloto, se


puede observar que los resultados son similares a los arrojados por la primera prueba, ya que el
promedio global de la anterior fue de 2.8 y de la segunda corresponde a un 2.9 de calificación
en una escala de uno a cinco. Lo anterior permite inferir que los usuarios consideran como
aceptable la calidad del servicio público de transporte que ofrece el Sistema Integrado de Trans-
porte, lo que a su vez permite rechazar la hipótesis de la investigación: “Existe una diferencia
significativa entre la percepción que tienen los usuarios sobre el sistema de transporte público
en la ciudad de León”, y la calidad documentada por organismos dedicados a la investigación y
estudio de los sistemas de transporte público”.

Conclusiones

Se encontró evidencia suficiente para rechazar la hipótesis de la investigación, dado que


los usuarios, a través de lo que expresaron en los instrumentos de recolección de información
mencionan estar satisfechos con la calidad de servicio ofrecido por el SIT, percepción que no
está alejada de las evaluaciones técnicas aplicadas al sistema de transporte público de León y

CAPÍTULO I 98
que le han merecido menciones honorificas y certificaciones plata, como las realizadas por el
IDTP, el Estándar BRT y el Poder del Consumidor.

Recomendaciones:

1. Hacer estudios que se encarguen de documentar la calidad del servicio y no simple


encuestas de opinión;

2. Establecer servicios exprés en la línea troncal 1, 2 y 4 en ambos sentidos (Delta-San Je-


rónimo, San Jerónimo-Delta, San Juan Bosco-San Jerónimo y San Jerónimo-San Juan
Bosco), detectando los paraderos con mayor demanda del servicio;

3. Auditoria a las frecuencias de servicio de las rutas con mayor demanda;

4. No se recomienda un aumento a la tarifa general de transporte, lo mejor es aumentar la


tarifa de tarjeta preferencial y especial; lo anterior tomando en cuenta que en León tiene
una población de 600 mil personas con algún grado de pobreza, siendo las carencias
por acceso a servicios de salud, carencias por acceso a servicios educativos y carencias
alimentarias (SEDESOL, 2014) las que más repercuten en el bolsillo del ciudadano
leones, lo que aunado a un posible aumento de dos pesos en la tarifa general podría
empeorar la situación.

5. Programa de mantenimiento de vialidades donde circula el SIT y

6. Garantizar el correcto acceso y transparencia a la información pública.

Una vez que se anunció la puesta en marcha de obras de la tercera y cuarta etapa del SIT
(a mediados del año 2016) y su posterior conclusión y operación de las mismas, quedan pre-
guntas pendientes para posteriores investigaciones: ¿la percepción de la calidad del servicio pú-
blico aumentara o disminuirá en el sentido positivo?, ¿el usuario podrá disfrutar de una mayor
movilidad, a través de la implementación de nuevas rutas y estaciones de transferencia?, con los
nuevos beneficios en cuanto a movilidad ¿el usuario considerara el precio del transporte público
como muy caro, caro, regular, barato o muy barato?, ¿disminuirán los grados de hacinamiento
en las unidades de transporte público, esto durante las horas pico? y ¿el SIT podrá considerar-
se como un referente en cuanto sistemas de transporte público innovador en América Latina,
tomando en cuenta las características del sistema de transporte público de Curitiba y Bogotá?

CAPÍTULO I 99
Obra citada

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CAPÍTULO I 101
Brecha tecnológica en Quintana Roo: el caso de
la anacrónica infraestructura tecnológica de
la Zona Maya como barrera para su desarrollo

Oscar Reyes Maya17

Ramón Pérez García18

Dorian Uc19

Resumen: El propósito  del presente documento es estudiar la situación de la infraes-


tructura tecnológica que permite las telecomunicaciones y en específico el caso de la co-
nectividad a internet que tiene el municipio de José María Morelos, Quintana Roo, y que
forma parte de la Zona Maya, en el cual, como cualquier otro municipio, sus necesidades
tecnológicas aumentan día con día generando un cuello de botella para las diversas em-
presas e instituciones que requieren de una conectividad estable y confiable. A Pesar de
que Quintana Roo es uno de los estados más prósperos de la república mexicana, dicho
desarrollo no ha sido equitativo en todo su territorio, sino que se ha creado un enclave de
desarrollista en la llamada “Riviera Maya”, cuya estructura productiva está totalmente
enfocada a los servicios y la hotelería de alta gama. Por el contrario, la Zona Maya, ha
sido históricamente un lugar geográfico segregado del desarrollo económico y social,
en donde su estructura económica, refleja organizaciones productivas atrasadas. En este
sentido, la falta de infraestructura que permita la conectividad a internet juega un papel
fundamental, puesto que de este modo de comunicación depende no solo en intercambio
de ideas en las redes sociales,  sino hasta la decisión de implementar nuevos negocios

17
M.C. en Desarrollo regional, Profesor Investigador de la Universidad Intercultural Maya de Quintana Roo.
Email: oscar.reyes@uimqroo.edu.mx
18
M.C. Tecnología de Información, Profesor investigador, Universidad Intercultural Maya de Quintana Roo.
Email: ramon.perez@uimqroo.edu.mx
19
M.C. en Tecnologías de la Información, Coordinador de la Ingeniería en Tecnologías de Información y Comuni-
cación de la Universidad Intercultural Maya de Quintana Roo. Email: dorian.uc@uimqroo.edu.mx

CAPÍTULO I 102
que puedan tener una terminal de cobro electrónico, sus propias páginas web, factura-
ción electrónica, etc. Por tanto, la presente investigación pretende hacer un estimado
de la demanda potencial de infraestructura tecnológica que permita una conectividad a
internet suficiente para las necesidades del municipio, puesto que hoy en día, la deman-
da efectiva dista mucho de la potencial, ya que el obtener una línea telefónica fija que
permita la instalación de internet en los hogares o negocios se encuentra saturado por el
proveedor actual, teniendo que recurrir a opciones alternas entre las que se encuentran
enlaces punto a punto mediante proveedores intermediarios que traen servicio desde el
vecino estado de Yucatán.

Palabras clave: tecnología;  zona maya; telecomunicaciones; rezagos.

Summary: The purpose of this paper is to study the situation of the technological infra-
structure that allows telecommunications and, specifically, the case of internet connec-
tion available in the Maya community of José María Morelos, Quintana Roo, in which
the need of technological resources grow continuously due to the demand from diverse
companies and institutions that need stable and reliable connectivity. Despite the fact
that the state of Quintana Roo is one of the most booming states in Mexico, the economic
development has not been equitable across the state because it has created an enclave in
the “Mayan Riviera” focused mainly on services and the hotel industry. The Maya land
has been historically separated from economic growth and social development and its
economic infrastructure is a reflection of underdeveloped, production organizations. In
this regard, the lack of infrastructure, that allows internet connectivity, plays a vital role
as many services, such as social networking and the creation of new businesses that need
a terminal for electronic trade, their own web sites, electronic invoicing, among others,
depend on it. The aim of this paper, therefore, is to estimate the potential demand of
technological infrastructure that allows sufficient Internet connectivity, according to the
needs of the municipality, as the real needs are far from the potential demand. The tele-
phone line of the Internet provider, that allows the connection of Internet in homes and
businesses, is saturated. Thus, it is necessary to resort to alternative resources, such as
point-to-point wireless links through retailers that provide this type of service from the
neighboring state of Yucatán.

Keywords: technology; Maya community; telecommunications; backlogs.

Introducción

El acceso a las Tecnologías de la Información y Comunicación (TIC) ha dejado de ser


un privilegio de las altas esferas científicas, gubernamentales, académicas o económicas. In-
cluso se entiende lo fundamental de democratizar el acceso a dichas tecnologías al estipularse

CAPÍTULO I 103
en el artículo 27 de la Declaración Universal de Derechos Humanos que “Toda persona tiene
derecho a tomar parte libremente en la vida cultural de la comunidad, a gozar de las artes y a
participar en el progreso científico y en los beneficios que de el resulten” (Organización de las
Naciones Unidas, 2008).

En este sentido, lo que se busca en términos planetarios es la creación de “una sociedad


del conocimiento ha de poder integrar a cada uno de sus miembros y promover nuevas formas
de solidaridad con las generaciones presentes y venideras.”(UNESCO, 2005, p. 23), de tal
modo que no excluya a los sectores menos favorecidos de la sociedad.

A pesar que no queda duda de la importancia de la universalidad del acceso a las tecno-
logías de la información, es claro que el desarrollo de las sociedades no es igualitario, por tanto
dicho desarrollo desigual ha creado una brecha digital, que contempla: “aspectos de acceso
pero también en los relacionados con el uso de las TIC. Se proponen tres tipos de brecha digital:
la de acceso, basada en la diferencia entre las personas que pueden acceder y las que no a las
TIC; la de uso, basada en las personas que saben utilizarlas y las que no; y las de la calidad del
uso, basada en las diferencias entre los mismos usuarios” (ITU, 2003).

La sociedad actual está marcada por el avance tecnológico, cuya influencia se deja sen-
tir no solo en las relaciones de producción y la productividad con que se emplean; sino que
cada vez más, la tecnología influye en los ámbitos sociales y culturales de las comunidades en
su conjunto. Por tanto, en esta sociedad globalizada el no tener acceso a las tecnologías de la
información, es sinónimo de estar marginado de ciertas actividades productivas, medios de
información y métodos de comunicación vitales para el desarrollo a escala global (Tello, 2007).

En el ámbito nacional, el gobierno mexicano hace mucho hincapié en la creación de


infraestructura y la ampliación de la cobertura de las telecomunicaciones, puesto que señala en
el Plan Nacional de Desarrollo como su objetivo 4.5 “Democratizar el acceso a los servicios de
telecomunicaciones, mediante la estrategia de impulsar el desarrollo e innovación tecnológica
de las telecomunicaciones que amplié la cobertura y accesibilidad para impulsar mejores servi-
cios…” (Presidencia de la República, 2013, p. 136). Por tanto, no queda duda de la importancia
de ir eliminando la brecha digital a escala mundial, regional y local.

Dichos proyectos deberían beneficiar a comunidades como las que comprende La Zona
Maya, de Quintana Roo, ciudad que no cuenta con infraestructura que de soporte a las ne-
cesidades básicas en cuanto al uso de equipos de cómputo, telefonía celular y conectividad a
internet, situación que hace que las empresas no vean al municipio como un punto de interés

CAPÍTULO I 104
comercial, no se generen nuevos empleos y por tanto los jóvenes tengan que emigrar del mu-
nicipio por falta de oportunidades.

El presente problema de falta de infraestructura en la Zona Maya, no es un elemento


único de la parte tecnológica, sino que la carencia de obra pública que apueste al desarrollo de
las capacidades productivas en las actividades agrícolas o ganaderas es una constante. Sin em-
bargo, el caso de estudio que nos compete, dicha infraestructura lejos de ir acortando la brecha
respecto a las zonas más desarrolladas del país y del Estado, la relación se ha vuelto abismal.

En este sentido, la comunidad sujeta de estudio se ha visto atrapada por una doble
trampa que impide el desarrollo tecnológico. Por una parte, el desarrollo tecnológico que se
ha hecho en los últimos 20 años prácticamente es exponencial, es decir, el factor externo del
desarrollo tecnológico es innegable. Aunado a esto, la mejora de la infraestructura tecnológica
tanto fija como móvil lleva por lo menos desde el 2000 absolutamente estancado, puesto que
en dicha fecha, por la negativa de un ejidatario, el cableado subterráneo quedo a 8 kilómetros
del poblado, luego de ser traído por la ruta de Chunhuhub a 40 kilómetros de distancia de la
comunidad sujeta de estudio.

Si bien es cierto, las autoridades ejidales y municipales de ese entonces (y en parti-


cular del dueño del predio por donde pasaría el cableado) evidenciaron su poca capacidad de
negociación para poder conseguir el consenso con el propietario para buscar el beneficio de
toda la comunidad de José María Morelos, lo más preocupante es que hoy después de 16 años
aproximadamente, el encargado de obra pública del municipio apenas si mantiene una relación
cliente-proveedor con la empresa más importante a nivel nacional en comunicaciones y que
sería la que podría proveer de dicho servicio a todo el pueblo. Al preguntarle como autoridades
municipales el Plan de Desarrollo Municipal la evidente necesidad de incremento de infraes-
tructura, el encargado el Ing. Florentino Nah Mex, Supervisor de obra, menciona que “no es
posible la ampliación de cableado e instalación de fibra óptica por que dicha obra implicaría el
hacer maniobras en terrenos ejidales y ellos (los ejidatarios) no lo van a permitir si no les pagan.

Ante tal aseveración por parte de la autoridad municipal, se recurrió a entrevistar al


encargado del consejo de vigilancia del ejido de José María Morelos, Roger Cabrera, quien
manifestó que la postura de él como representante de la autoridad ejidal es una “plena dispo-
sición para que crezca la infraestructura telefónica y de fibra óptica” y reconoce que si bien en
un pasado hubo negativa del anterior comisariado ejidal para que el cableado atravesara los
terrenos ejidales, actualmente “se han dado cuenta que el internet y las comunicaciones que se
realizan con este, son una necesidad primordial no solo para ellos, sino también para sus hijos

CAPÍTULO I 105
y en general para todo el pueblo” y que por tanto, ellos están dispuestos a que en asamblea se
llegue al consenso de otorgar todas las facilidades necesarias para que se instale la infraestruc-
tura necesaria sin pedir ningún pago a cambio.

En este sentido resulto evidente que las autoridades municipales tienen nulo interés en
la creación de infraestructura tecnológica y usan como argumento para no realizar dichas obras
el afán de lucro desmedido que tienen los ejidatarios, al ver en este proceso de cableado una
oportunidad de cobrar alguna cuota al municipio o la empresa telefónica.

A pesar que en este momento se tiene el apoyo del Comité Ejidal de la comunidad, esto
no era así en administraciones pasadas, aproximadamente en el año 2000 la empresa telefónica
inicio la ampliación de su servicio que permitiría mejorar la conectividad en el municipio, pero
esta fue interrumpida por miembros del ejido que no permitieron que la empresa ocupase sus
terrenos, en algún momento se mencionó que el monto económico que solicitaba el ejido era
muy alto para la empresa, razón por la cual se detuvo el proyecto y desde entonces el enlace
sigue funcionando a través de microondas, ocasionando un limitado servicio en las líneas tele-
fónicas y por ende en Internet.

El municipio de José María Morelos así como el resto del estado, utilizan aplicaciones
web que permiten concentrar, monitorear y dar seguimiento a los proyectos institucionales del
Ayuntamiento, esto obliga a que sus funcionarios deban trabajar con acceso a internet, el hecho
de no contar con una adecuada conexión perjudica sus labores, por lo que el personal de infor-
mática del municipio deba restringir ciertas áreas para privilegiar a otras o viceversa.

Actualmente solamente existe un punto de acceso público y está ubicado en el parque


principal de José María Morelos, el escaso ancho de banda ha ocasionado que no haya interés
para hacer uso de este servicio, limitando con esto a sus usuarios, que en su mayoría son estudian-
tes. Aunque el gobierno municipal ha hecho lo necesario para mejorar el servicio, la pobre infraes-
tructura con la que actualmente brinda el proveedor de servicio de internet limita a todos por igual.

Al respecto, tanto el supervisor de obras públicas como el encargado del departamento


de informática del ayuntamiento, han realizado las acciones necesarias para que esto mejore,
pero dado que es un problema que involucra a líderes de varias dependencias, aún no se tiene
una respuesta que brinde una solución inmediata.

Aunque se cuenta con servicio de internet en la comunidad, esta no es totalmente


accesible y gratuita para los pobladores, ya que su limitado y saturado servicio motiva a los
administradores de la red a verse en la necesidad de restringir a usuarios para favorecer a al-

CAPÍTULO I 106
gunos pocos, provocando con esto la falta de interés de la mayoría que deciden simplemente
evitar la interacción con esta. Si bien, el internet permite la comunicación a nivel global tam-
bién ayuda como “tecno-estructura cultural comunicativa, que permite la resignificación de
las experiencias, del conocimiento y de las prácticas de interacción humana” (Cabrera, 2004).

Metodología

La recogida en campo de las variables que hacen posible el cálculo de la Brecha digital,
, se hizo en base a la aplicación del cuestionario “Utilización de tecnologías de la Información
en la Zona Maya de Quintana Roo” (Anexo I) que replica y adapta la Encuesta Nacional sobre
Disponibilidad y Uso de Tecnologías de la Información en los Hogares (ENDUTIH), que per-
tenece al Modulo sobre Disponibilidad y Uso de Tecnologías de la Información en los Hogares
(MODUTIH) que recaba cada dos años INEGI a nivel nacional de mera anual desde el año
2001 y cuya representatividad es nacional.

Los datos en campo se recabaron en el mes de enero del 2016, sin embargo, dicha in-
formación hace referencia las condiciones de los hogares en el periodo enero 2015-diciembre
2015. La unidad de análisis es hogar, puesto que los resultados de la presente investigación, se
pueden hacer comparables con las encuestas antes mencionadas y por tanto, el análisis a nivel
localidad puede tener como referencia los datos nacionales.

Para la presente investigación se consideró cálculo una muestra de 22 hogares de ma-


nera aleatoria simple, siguiendo el muestreo propuesto por la ENRUHM para comunidades
rurales como la sujeta de estudio. Dicha encuesta comprende las variables contenidas en la
Encuesta Nacional sobre la Disponibilidad y Uso de Tecnologías de la Información en los
Hogares (ENDUTIH) con ajustes a la región sujeta de estudio por parte de los investigadores
(ver detalle en anexo). Para la aplicación del instrumento se contó con la ayuda de estudiantes
bilingües quienes tradujeron del español al maya y viceversa.

Dónde:

N= 2, 826 hogares.

Z= 1.28

p=0.8

CAPÍTULO I 107
q=0.2

e=0.1

La distribución geográfica de los hogares se llevó a cabo siguiendo un patrón de distri-


bución de cuadrantes de la comunidad sujeta de estudio (mapa 1), cuidando que la selección de
los hogares sea aleatoria y sin remplazo. Cabe resaltar que para poder operar de modo eficiente
y la variabilidad positiva de respuesta sea tan alta en nuestra muestra, solicitamos la ayuda de
estudiantes bilingües cuyo dominio de la lengua maya facilitó la recepción de los pobladores
para con nuestro estudio.

Mapa 1. Distribución de cuadrantes para aplicar las encuestas de la Comunidad de


José María Morelos, Quintana Roo

Fuente: mapa creado en Google Maps y modificaciones propias.

Resultados

Se encuestaron un total de 22 hogares, que comprenden un total de 101 habitantes, cuya


edad promedio es 27 años, siendo el 51% de ellos hombres y el 49% mujeres, cuya escolaridad
en promedio es 10 años (secundaria concluida y bachillerado trunco). Dentro de las personas
encuestadas es de resaltar que las 3 ocupaciones más numerosas son estudiante, servicios y
salariado con 34%, 31% y 19% respectivamente (gráfica 1).

CAPÍTULO I 108
Gráfica 1. Principales ocupaciones de la población encuestada en José María Morelos,
Quintana Roo, 2015

Fuente: elaboración propia con datos de las encuestas.

A partir de dichos datos, podemos afirmar que la población de José María Morelos es
mayoritariamente joven y aunque no tiene un alto nivel de escolaridad, si tiene una enorme
cantidad de estudiantes. Por tanto en su conjunto se infiere que es una población altamente de-
mandante de tecnologías de la información, no solo para la comunicación y el óseo, sino para
sus quehaceres cotidianos y práctica profesional.

En términos del equipamiento que tienen los hogares de la comunidad sujeta de estudio
respecto al ámbito nacional y estatal, podemos afirmar que si bien en algunos indicadores como
hogares con lus eléctrica y hogares con telefonía celular Jose Maria Morelos se encuentra muy
por encima de los referentes mencionados, en términos de los hogares con computadora y los que
tienen acceso a internet, la diferencia es muy amplia y hace evidente la enorme deficiencia que
tienen los hogares en términos del acceso a las tecnologías de la información (Véase, Tabla 1).

Tabla 1. Equipamiento tecnológico de los hogares a nivel comunidad, Estatal y Nacional, 2015

Fuente: elaboración propia con datos del trabajo de campo e INEGI 2015ab.

CAPÍTULO I 109
Dentro de las principales razones de por qué las personas no cuentan con computadora
o internet, destaca la falta de recursos económicos, razón que es una constante en términos na-
cionales y estatales. Sin embargo, al analizar sobre el principal medio de conexión a internet,
destaca que en la comunidad sujeta de estudio, el principal medio de conectividad es mediante
el uso de la red de telefonía móvil. En lo que respecta a los lugares de conexión, en José María
Morelos el principal sitio es los lugares públicos, mientras que a nivel estatal y nacional es el
hogar (Véase, Tabla 2).

Tabla 2. Razones por las cuales los hogares no tienen acceso a internet o computadora, a nivel
comunidad de estudio, Estatal y Nacional, 2015

Fuente: elaboración propia con datos del trabajo de campo e INEGI 2015ab.

Conclusiones

A Pesar de que Quintana Roo es uno de los estados más prósperos de la república
mexicana, dicho desarrollo no ha sido equitativo en todo su territorio, sino que se ha creado un
enclave de desarrollista en la llamada “Riviera Maya”, cuya estructura productiva está total-
mente enfocada a los servicios y la hotelería de alta gama. Por el contrario, la Zona Maya, ha
sido históricamente un lugar geográfico segregado del desarrollo económico y social, en donde
su estructura económica, refleja organizaciones productivas atrasadas. En este sentido, la falta
de infraestructura que permita la conectividad a internet juega un papel fundamental, puesto
que de este modo de comunicación depende no solo en intercambio de ideas en las redes socia-

CAPÍTULO I 110
les,  sino hasta la decisión de implementar nuevos negocios que puedan tener una terminal de
cobro electrónico, sus propias páginas web, facturación electrónica, etc.

En suma, se aprecian dos fenómenos que contribuyen a la anacrónica infraestructura


tecnológica en la Zona Maya. En primera instancia la falta de disponibilidad física de líneas
telefónicas se remonta a disputas entre los pobladores y la compañía Telmex, situación que le-
jos de remediarse, con el tiempo solo se ha incrementado relativamente al comprarse las líneas
disponibles versus el crecimiento poblacional que se ha experimentado el municipio en los
últimos 10 años. El otro fenómeno que ejerce presión sobre el atraso tecnológico en la región,
es la poca diversificación económica y productiva que se tiene, así como un empobrecimiento
generalizado de los primeros deciles de hogares cuyo ingreso no les permite cubrir sus necesi-
dades básicas, y por tanto menos sus necesidades tecnológicas potenciales.

Si bien es cierto que la población ha buscado métodos alternativos de conexión a inter-


net que la convencional instalación de red de wifi en los hogares mediante la contratación de
líneas telefónicas, como por ejemplo la conexión mediante la red de telefonía móvil. Tan bien
es cierto que dicho tipo de conexión no es suficiente para poder realizar las tareas cotidianas que
realizan los estudiantes, los empleados y las empresas. Por tanto se hace evidente la necesidad
de la ampliación de una infraestructura en tecnologías de la información que sea incluyente y no
sean solo buenas intenciones como las contenidas en la Declaración de los Derechos Humanos
o el Plan Nacional de Desarrollo.

CAPÍTULO I 111
Obra citada de internet

Cabrera, J. (2004). “Navigators and castaways in cyberspace: psychosocial experience and cul-
tural practices in school children’s appropriation of the Internet”. En Bonilla, G. (eds.).
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www.cepal.org/es/publicaciones/2354-los-caminos-hacia-una-sociedad-de-la-in-
formacion-en-america-latina-y-el-caribe>

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Disponibilidad y Uso de Tecnologías de la Información en los Hogares (ENDUTIH)
2015, INEGI, México, consultado electrónicamente el 03/02/2016 y disponible elec-
trónicamente en: <http://www.inegi.org.mx/est/contenidos/proyectos/encuestas/hoga-
res/regulares/dutih/2015/default.aspx>

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Derechos Humanos, United Nations, consultado electrónicamente el 17/04/2016 y dis-
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www.unesco.org/fileadmin/MULTIMEDIA/HQ/SC/pdf/141843s.pdf >

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Tello L., E. (2007). “Las tecnologías de la información y comunicaciones (TIC) y la brecha


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CAPÍTULO I 112
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World’s First Global ICT Ranking. Education and Affordability Key to Boosting New
Technology Adoption, ITU, Ginebra. Consultado electrónicamente el 16/05/2016 y di-
sponible en: <https://www.itu.int/newsroom/press_releases/2003/30.html

Anexo. Formato de la encuesta recabada en Jose Maria Morelos, Quintana Roo.

Universidad Intercultural Maya de Quintana Roo

Observatorio Tecnológico de la Zona Maya de Quintana Roo.

Fecha:_____________ Folio:__________ Cuadrante:__ Calle:_____________ Hogar seleccionado:_____

1.- Datos del Informante:

Nombre:_________________________________________ Genero:_________ Edad:____________

Años de Estudio:____ Ocupación principal:______________ No. Integrantes del hogar:____

Características de los miembros del hogar:

Miembro Edad Género Años de Ocupación Recibe algún programa ($ Ingreso


(años) (M o F) estudio (Asalariado, mensual) Mensual
Gobierno, Servicios, Nombre Monto ($ Aprox.
Estudiante, mensual)
Comerciante, Otro)

II.- Equipamiento del hogar:

1. ¿En este hogar tienen…

X ¿Cuántos? X ¿Cuántos?
Radio? Teléfono celular?
Televisor analógico? Servicio de tv de paga?
Televisor digital? Servicio de energía eléctrica?
Línea Telefónica fija? Internet satelital o banda ancha?

CAPÍTULO I 113
2. ¿En este hogar tienen computadora de escritorio o portátil (laptop, Tablet o notebook) en condiciones de uso?.

SI:__________ (pasa a la 4) NO:________________

2ª. ¿En este hogar tuvieron una computadora de escritorio o portátil (laptop, Tablet o notebook) en condiciones de
uso, en alguno de los últimos 12 meses?

SI:__________ (pasa a la 7) NO:__________________

3. ¿Por qué en este hogar no han tenido computadora?

Razón X Razón X
Falta de recursos económicos No les interesa o no
saben utilidad
No saben usarla Otro: (especificar)
No la necesitan No sabe
4. ¿Cuánto tiempo hace que en este hogar tienen computadora?

Tiempo X Tiempo X
Un año o menos Más de 5 años.
Más de 1 hasta 5 años No sabe

III. Costo y financiamiento:

5. ¿Cuánto se pagó por la computadora más recientemente adquirida?

1.- $__________________ (En pesos, sin centavos).

2.- NO se realizó ningún pago (Regalo, donación, rifa, no es propia, etc.):_______

3.- NO sabe:_____

6. ¿Cómo se realizó el pago?

1.- De contado_____

2.- En pagos o abonos._______

3.- No sabe_______

IV Acceso a Internet en el hogar.

7.- ¿En este hogar tienen conexión a Internet?

1.- Si_______ 2.- No_______ 3.-No sabe______

CAPÍTULO I 114
8. ¿Por qué medios se conectan a internet?

1.- a través de su línea telefónica y mientras está conectado a internet no puede hablar por teléfono (Dial
up)?________

2.- a través de su línea telefónica, con la que puede hablar por teléfono cuando está conectado a internet (línea
telefónica dedicada)?________

3.- mediante servicio de internet por cable (TV cable)? ________

4.- por una antena parabólica o de plato (conexión satelital)?________

5.- mediante una red telefónica celular (internet móvil)?________

6.- por medios inalámbricos fijos (WiFi)?________

7.- Otro (especificar):________________

8.- No sabe_________

9. ¿En este hogar tuvieron conexión a Internet en alguno de los últimos 12 meses?

1.- Si_____

2.- No_____

3.- NO sabe_____

9a. ¿Por qué este hogar no han tenido conexión a internet?

1. Falta de recursos económicos__________

2. No saben usarlo_________

3. No lo necesitan__________

4. No les interesa o desconocen su utilidad________

5. Equipo insuficiente o sin capacidad________

Otro (especificar)____________________

CAPÍTULO I 115
10 11 12 12a 13 14
No. de ¿Uso una ¿Con que En el último En el último ¿Por qué ¿Uso internet
integrante computadora frecuencia? año, ¿Qué año, ¿Cuáles no uso la en el último
en el último lugares ha son los computadora? año?
año? usado la principales
computadora? usos que ha
dado a la
computadora?

15 16 17 17a 18 19 20
¿Con que ¿Qué equipos En el último En el último ¿Qué ¿Realizo ¿Con que
frecuencia? utilizo para año, ¿Qué año, ¿Para problema comprar por frecuencia?
Principal internet en el
conectarse a lugares ha qué ha usado
encontró al último año?
internet? usado prin- principalmen- usar internet?
cipalmente te internet?
internet?

21 22 23 24 25
No. de Mencione 3 El sitio donde ¿Realizo ¿Con que Mencione 2
integrante productos que compro es pagos por frecuencia? tipos de pagos
compro por nacional o internet el que hizo por
internet extranjero? ultimo años? internet

26 27 28 29 30
¿Algún problema ¿por qué no ¿Uso celular ¿Con que ¿Cómo paga
en las compras o uso internet en el último frecuencia? su servicio
pagos por internet? en el último año? de telefonía
años? celular?

CAPÍTULO I 116
CAPÍTULO I 117
El rol de las KIBS en la economía de Guanajuato

María de Lourdes Cárcamo-Solís20

Lorena del Carmen Álvarez-Castañón21

Judith Banda-Guzmán22

Resumen: El propósito de esta investigación es explorar cómo han evolucionado y con-


tribuido las Knowledge Intensive Business Services (KIBS) al desarrollo de la actividad
económica y del empleo en el estado de Guanajuato, México. El proceso metodológico
inició con la construcción de un banco de datos, sobre la categoría de consultoría en Gua-
najuato, con información estadística de los Censos Económicos 1999, 2004, 2009 y 2014
del Instituto Nacional de Estadística y Geografía. Enseguida, se analizó la evolución de las
KIBS considerando como variable de desempeño económico el producto interno bruto y la
generación de empleo, y como variable explicativa la inversión en el número de unidades
económicas. Los resultados alcanzados muestran que las KIBS influyen en el desempeño
económico del estado, son generadoras de empleo y contribuyen significativamente al pro-
ducto interno bruto; sin embargo, según la taxonomía de KIBS de Miles (2005), la mayoría
de éstas pertenecen a la categoría tipo I –prestadoras de servicios de tipo tradicional- y es
casi nula la participación de KIBS tipo II –prestadoras de servicios relacionados con la
investigación, desarrollo tecnológico e innovación-, mismas que la literatura afirma forta-
lecerían la competitividad del sector productivo en el estado.

Palabras clave: KIBS; Servicios intensivos en conocimiento; Desarrollo económico en Gua-


najuato.

20
Profesora, Departamento de Estudios Multidisciplinarios, campus Irapuato-Salamanca, Universidad de Guana-
juato. Email: mlcarcamo@ugto.mx, carcamosolislourdes@gmail.com
21
Profesora e Investigadora, Universidad de Guanajuato, campus León. E-mail: lorenalvarezc@gmail.com;
lc.alvarez@ugto.mx
22
Profesora- Investigadora, Departamento Tecnología y empresa. Universidad de Guanajuato, campus Irapuato-
Salamanca. E-mail: judithbanda_guzmán@hotmail.com

CAPÍTULO I 118
Summary: The aim of this research is to comprehend how the Knowledge Intensive Business
Services (KIBS) have been evolving and contributing to the development of the economic
activity and the pro-employment in the state of Guanajuato, Mexico. The methodological
process began with the construction of a databank about the consultancy category in
Guanajuato with statistical information of the Economic Censuses 1999, 2004, 2009 and
2014 of the Instituto Nacional de Estadística y Geografía. Afterwards, the KIBS’s evolu-
tion was analyzed considerating: in the subject of economic deve lopment variables, the
gross domestic product (GDP) and the employment generation; in the subject of explica-
tive variables, the number of invested economic units. The results indicate that the KIBS
have influence in the state’s economic development, that they are employment generators,
and that they contribute significantly to the GDP; nevertheless, according to the KIBS’s
taxonomy of Miles (2005), the majority of these belong to the first category –traditional
service providers- and it is almost null the participation of the second category –service
providers related to the investigation, technological development and innovation- same as
the literature confirms would strengthen the competitiveness of the productive sector in the
whole state.

Keywords: KIBS; Knowledge Intensive Business Services; Economic development in Gua-


najuato.

Introducción

En una economía basada en el conocimiento, se asume que el conocimiento es un


recurso de la empresa (Drucker, 1998), el cual combinado con otras de sus capacidades or-
ganizacionales –estructura tecnológica y de innovación, marcas, patentes, entre otras- cons-
tituyen un recurso medular (core). Esto es estratégico ya que impacta en las habilidades y
competencias de la organización y es fuente potencial de su ventaja competitiva (Grant,
1996; Winter, 1987).

Este estudio introduce y discute el concepto de “Empresas de Servicio Intensivo en


Conocimientos” (KIBS por sus siglas en inglés, Knowledge Intensive Business Services). La
literatura propone que el papel de las KIBS es estratégico porque apoyan a las organizaciones
de otros sectores productivos a mejorar sus actividades y procesos de negocios, sobre todo a
ofrecer servicios altamente especializados basados en conocimientos con los que no cuentan
las organizaciones compradoras.

Dado el dinamismo económico en Guanajuato –por el incremento significativo en


su flujo de inversión extranjera en los últimos años (SDES, 2015), por ser la séptima enti-
dad federativa la generación del producto interno bruto (PIB) nacional (INEGI, 2015), entre
otras- se selecciona como área geográfica de estudio. Se explora en el estado la evolución de

CAPÍTULO I 119
este tipo de empresas –las de servicios profesionales tradicionales y las empresas de servicios
científicos y técnicos- y se examina la importancia de las mismas para el desarrollo económi-
co en esta entidad durante el periodo 1999-2014, a través de la generación de empleos y su
impacto en el PIB.

El resultado del análisis de los distintos indicadores incorporados al estudio, según la


clasificación de Miles (2005), arroja que la mayoría de las KIBS en Guanajuato corresponden
a la categoría de tipo tradicional (Tipo I), esto significa que son empresas prestadoras de ser-
vicios de apoyo con un desempeño socioeconómico significativo pero no trascendental para
incrementar la competitividad de las empresas en la región donde se localizan. Asimismo,
se encuentra un crecimiento significativo en las KIBS prestadoras de servicios de alta tec-
nología, si bien su número no es suficiente como para contribuir a la innovación y la mejora
continua entre las empresas contratantes de sus servicios, sí es relevante que cada vez van
teniendo mayor presencia en el estado.

Metodología

El análisis teórico de las KIBS nos permite identificar que las empresas consultoras en
México son las empresas que más se acercan a este concepto de Miles & Kastrinos (1995).
Por tal motivo, el objetivo de investigación es desarrollar un análisis conceptual y empírico
sobre el rol que juegan las consultoras en la actividad económica y su competitividad en Gua-
najuato, enfatizando el rol de las KIBS dedicadas a investigación, desarrollo e innovación.
Asimismo, mirar el impacto que han tenido en la economía de Guanajuato.

Para identificar a las consultoras guanajuatenses con perfil de KIBS se utilizó la


información estadística disponible en el Censo Económico de Servicios de Guanajuato
del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) de los años 1999, 2004, 2009
y 2014. Para estudiar la evolución de las KIBS en Guanajuato, se determinó como va-
riable de inversión en el número de unidades económicas en la categoría de consultoría,
el empleo que generan y como variable de desempeño económico, el producto interno
bruto que generan estas mismas KIBS y su participación a nivel nacional en la rama
54 servicios profesionales, científicos. Se enfatizó sobre el rol de las KIBS dedicadas a
investigación, desarrollo e innovación para aumentar la competitividad de la economía
de Guanajuato.

Discusión teórica sobre la conceptualización de las KIBS

CAPÍTULO I 120
De acuerdo con Miles (2005) no hay duda de que ha aumentado el rol de los servicios en
las economías contemporáneas en términos de producción, empleo, ingresos y la importancia
de cómo se vinculan con otros sectores. El dinamismo del sector terciario ha ido en aumento,
pero sobre todo, en aquellos servicios que son intensivos en conocimientos, en el caso de Euro-
pa estos servicios son proporcionados por las Knowledge-Intensive Business Services (KIBS),
las cuales se definen de manera general como empresas consultoras, prestadoras de servicios de
alto valor agregado en términos de capital intelectual Muller & Zenker (2001).

Miles (2005) las define como aquellas organizaciones privadas cuyo surgimiento resulta
de la tendencia creciente a la tercerización de actividades de negocios, el aumento en la deman-
da de cierto tipo de conocimientos especializados ya sea técnicos, sobre un nuevo mercado o
respecto a regulaciones comerciales y ambientales y el crecimiento acelerado de ciertos secto-
res empresariales que demandan apoyo para la aplicación de conocimientos generales acerca de
la tecnología y aplicaciones para resolver problemas específicos de la empresa.

Siguiendo con la definición, Miles & Kastrinos (1995) también ve a las KIBS como
aquellas compañías privadas, cuyo trabajo consiste en colectar, generar, analizar y distribuir co-
nocimientos con la finalidad de proveer competencias y soluciones que las empresas-cliente no
son hábiles o no están dispuestas a generar por sí mismas. Las KIBS son empresas que emplean
profesionales altamente calificados, los cuales son expertos en disciplinas técnicas muy especí-
ficas o de dominios funcionales y ofrecen la información, conocimiento u otro tipo de servicios
basado en conocimientos a los clientes. Algunos de los tipos de KIBS más reconocidos están:

1) consultoría en negocios,

2) administración de recursos humanos,

3) mercadotecnia y publicidad,

4) servicios de investigación y desarrollo,

5) servicios computacionales y tecnologías de la información,

6) servicios legales,

7) servicios técnicos.

Una distinción útil es la Miles & Kastrinos (1995), quien distingue a la P-KIBS (KIBS

CAPÍTULO I 121
puramente profesionales) de las T-KIBS (KIBS basadas en tecnología, tales como las de servi-
cios de investigación y desarrollo). Recientemente, se han incluido el término C-KIBS que se
dedican a desarrollar los servicios de alta calidad en computación y software.

Por tanto, la clasificación de KIBS se divide en dos tipos de entidades de servicios. Las
KIBS tipo I que son prestadoras de servicios profesionales de tipo tradicional: mercadotecnia,
capacitación, servicios financieros, legales, administrativos, contables, ingeniería en construc-
ción y arquitectura, y servicios ambientales (como servicios de manejo de residuos o recupera-
ción de productos. Las KIBS tipo II se dedican al desarrollo tecnológico y apoyan a sus clientes
ofreciéndoles servicios especializados de telecomunicaciones, redes computacionales, diseño
y capacitación en tecnologías de punta, servicios ambientales utilizando nuevas tecnologías e
investigación y desarrollo.

La diferencia fundamental entre estos dos tipos de KIBS se encuentra en la mayor in-
tensidad del uso de innovaciones tecnológicas y la realización de actividades menos estanda-
rizadas por parte de las KIBS tipo II. Smedlund (2006) nos argumenta que las KIBS no son
sólo organizaciones de servicios que contribuyen al negocio de sus clientes al transferirles co-
nocimientos avanzados, sino empresas con un potencial para contribuir a la creación de capital
intelectual mediante el desarrollo de diversos vínculos y el sostenimiento de interacciones entre
las organizaciones que forman parte de una red productiva.

Las KIBS también fungen como agentes difusores de conocimiento tácito- es el cono-
cimiento vinculado a las habilidades prácticas relacionadas (Know How) directamente con
la realización de una actividad (Taylor, 2007) el cual demanda para su transferencia de una
interacción cercana. Asimismo, éstas permiten la formación de redes productivas regionales
en las que las organizaciones públicas y privadas comparten conocimientos sobre mercados,
innovaciones tecnológicas y procesos administrativos y de manufactura.

La KIBS juegan un rol muy importante en el desarrollo de la economía del conocimien-


to debido a tres funciones medulares: la primera, constituyen fuentes externas de conocimientos
para sus clientes; la segunda, apoyan a la formación del recurso humano experto; la tercera,
contribuye al desarrollo del capital intelectual y al sostén de las redes productivas y de conoci-
mientos (Muller & Zenker, 2001).

En cuanto a la primera función, las KIBS adquieren y procesan el conocimiento acumu-


lado por los integrantes de la red de organizaciones en la que participan e integran “paquetes”
de conocimientos para proponer aplicaciones que atiendan a las necesidades de sus clientes.

CAPÍTULO I 122
El tipo de servicios prestados por las KIBS tienen la función de detectar, analizar y resolver
problemas técnicos y de negocios que han permitido a los clientes crecer por cuestiones rela-
cionadas con menores costos de producción, apoyos fiscales, devaluación del tipo de cambio,
sino a través de la mejoría en la productividad y la innovación.

Muller & Zenker (2001) argumentan sobre el impacto positivo en la innovación, ma-
nufactura y vinculación de las pequeñas y medianas empresas (PyMes) con otras entidades
generadoras de conocimiento derivado de la relación que mantienen con las KIBS. Simmie &
Strambach (2006) muestran cómo las KIBS europeas contribuyeron al desempeño en producti-
vidad e innovación de empresas de servicios de computación y tecnologías de la información,
telecomunicaciones, servicios de investigación y desarrollo, y servicios relacionados con la
innovación tecnológica. La dinámica de la KIBS se ha generado en función de las demandas de
estas empresas y contemplando los cambios tecnológicos, sociales e institucionales.

En relación a la segunda función, las KIBS son organizaciones medulares para la crea-
ción de empleos altamente calificados y la creación de capital intelectual propio (Leiponen,
2005). Miles (2005) reporta datos sobre el incremento en el porcentaje de empleados con estu-
dios de postgrado contratados por las KIBS europeas. En el caso específico del Reino Unido,
el país “empleador” más grande de servicios de computación y para operación del negocio, se
muestra una tasa de crecimiento notable en el empleo de profesionales. El contar con recursos
humanos altamente calificados es esencial para que las KIBS hagan recomendaciones de valor
a sus clientes, quienes al trasladar estas experiencias a otros procesos productivos incrementan
adicionalmente sus márgenes de ganancias y desarrollan capacidades para explotar el conoci-
miento externo (Ko, Kirsch & King, 2005).

Lo crítico de estas dos funciones desarrolladas por las KIBS es apreciable también en
otras regiones fuera de Europa. En la región de Asia-Pacífico incluyendo países como Singapur,
Japón, Malasia, Hong Kong y China, un elemento crítico en la conformación de economías ba-
sadas en conocimientos ha sido intermediación efectiva de las KIBS para la creación y difusión
de conocimientos para la producción de bienes altamente diferenciados, de mayor valor agre-
gado, que permiten la generación de ingresos superiores. En China y Singapur, el desarrollo de
KIBS está estrechamente vinculado con la creación de sistemas de innovación en los cuales las
KIBS facilitan la trasferencia de conocimientos y la difusión de nuevos desarrollos tecnológi-
cos (Wong et. al, 2006).

La tercera función de las KIBS se enfoca en el impulso de la economía basada en el


conocimiento. Al respecto, Smedlund & Toivonen (2007) argumentan que en los clusters re-

CAPÍTULO I 123
gionales exitosos, caracterizados por sus capacidades de innovación y su contribución al bien-
estar socioeconómico de la región, co-existen tres tipos de redes de organizaciones (redes de
producción, redes de aprendizaje y redes de innovación) dentro de las cuales las KIBS apoyan
la formación de capital intelectual, facilitan el desarrollo de vínculos entre empresas y la trans-
formación y aplicación de los conocimientos colectivos.

La naturaleza de las KIBS es permitir el desarrollo de empresas de alta tecnología y el


fomento de la innovación, ya que estos servicios permiten potencialmente que el tejido empre-
sarial de cualquiera de los tres sectores (industrial, agropecuario y de servicios) pueden desarro-
llar innovaciones a partir de las siguientes características que poseen las KIBS:

1) Son fuentes de generación de conocimiento profesional.

2) Se constituyen fuentes primarias de información y conocimiento.

3) El uso de sus conocimientos produce servicios de intermediación para los procesos


de producción de las empresas cliente (por ejemplo, servicios de computación y
comunicación).

4) Son de importancia competitiva y sus paquetes de conocimientos son ofertados a


negocios (Miles & Kastrinos, 1995).

Existe evidencia de que la intensidad del conocimiento que generan y transfieren a todos
los sectores económicos se ve incrementado. Esto se lleva a cabo a través de la investigación
y el desarrollo que comienza incrementando la base de las nuevas técnicas y las redes de inno-
vadores que incrementan a su vez la base de acumulación del conocimiento que conduce a la
innovación. Las bases del conocimiento generado por las KIBS muestran una combinación de:

1) Los dominios particulares: en el caso de las KIBS de nueva base tecnológica, estos
dominios son tecnológicos (por ejemplo, telemática, multimedia y tecnologías del
medio ambiente).

2) Aplicaciones específicas de conocimiento técnico, como por ejemplo problemas


específicos de la industria o de funciones más genéricas. Estas aplicaciones de co-
nocimiento se han acumulado usualmente en su propia experiencia temprana de ser
servicios intensivos en tecnologías.

CAPÍTULO I 124
3) Empresas cliente y los sectores, en los que el conocimiento puede ser transferido
por un estudio de mercado, pero por lo general tendrá que ser establecido mediante
la interacción oferente-demandante (Miles & Kastrinos, 1995).

El conocimiento es el principal activo que las KIBS manejan para adquirir, transformar
y ofertar conocimiento a las empresas-cliente. Por lo general, el conocimiento es creado en un
estricto contacto con los clientes, quienes consecuentemente aportan una sustancial contribu-
ción a su producción y están implicados en un proceso de aprendizaje interactivo. La importan-
cia que tiene el estudiar a las KIBS en Guanajuato es fundamental, dado que el sector servicios
es el que más ha crecido y es el más dinámico en la economía de cualquier país o región de
Europa, pero también de Estados Unidos, Japón, China y de países en desarrollo como es el
caso de México (Strambach, 2008).

La revisión teórica del concepto, clasificación y contribución de las KIBS atiende al


primer objetivo de esta investigación y brinda un marco de referencia teórico-conceptual útil
para explorar su evolución en Guanajuato. Es necesario hacer notar que en nuestro país y en
Guanajuato no hay una clasificación oficial de empresas de servicios en la categoría de KIBS.
Sin embargo, si se considera la definición propuesta por Muller & Zenker (2001) y la clasifica-
ción sugerida por Miles (2005), todas aquellas empresas consultoras prestadoras de servicios
tradicionales como contabilidad y mercadotecnia hasta servicios avanzados de computación y
de investigación y desarrollo se identifican como KIBS.

Análisis y discusión de resultados

Se sabe que el sector industrial genera valor agregado, hablando del sector manufacturero
que abarca, la industria automotriz, la agroindustria, la industria del cuero y calzado, la industria
textil y de la confección, la industria petrolera, entre otras. Sin embargo, el sector servicios tam-
bién agrega valor y tiene un impacto significativo en la generación de empleos; específicamente,
el sector de Servicios profesionales, científicos, y técnicos en Guanajuato, generó una participa-
ción promedio anual del 2% respecto del producto interno bruto del mismo sector a nivel na-
cional, durante el período que va de 2003 a 2014 (INEGI, 2015). De acuerdo con el INEGI, este
sector está comprendido por actividades definidas a nivel de rama económica como:

1) servicios legales;

CAPÍTULO I 125
2) servicios de contabilidad, auditoría y servicios relacionados;

3) servicios de arquitectura, ingeniería y actividades relacionadas;

4) diseño especializado;

5) servicios de consultoría en computación;

6) servicios de consultoría administrativa, científica y técnica;

7) servicios de investigación científica y desarrollo; servicios de publicidad y actividades


relacionadas.

Cada una de estas ramas también se subclasifica en subramas, las cuales se muestran más
adelante en la tabla 1, y la mayoría se tipifican como KIBS tipo I que son aquellas consultoras
que en Guanajuato se dedican primordialmente a la prestación de servicios profesionales de tipo
tradicional como son los servicios de mercadotecnia, capacitación, servicios financieros, legales,
administrativos, contables e ingeniería en construcción y arquitectura, y los servicios ambientales
(como por ejemplo manejo de residuos para reciclaje o de recuperación de productos). Mientras
tanto, las KIBS tipo II son usuarios de nuevos desarrollos tecnológicos y apoyan a las empresas-
cliente ofreciéndoles servicios especializados de telecomunicaciones, programas y construcción
de redes computacionales, diseño y capacitación en tecnologías de punta, servicios ambientales
usando nuevas tecnologías, e investigación y desarrollo. La diferencia crucial entre estas dos
KIBS es la intensidad de uso de las innovaciones tecnológicas y la ejecución de actividades cada
vez menos generalizadas por parte de las KIBS II.

Manejando algunos resultados a nivel de subramas, analizando la variable de número de


KIBS en la entidad, podemos decir en términos relativos que los servicios de ingeniería fueron las
KIBS tipo I que más crecieron durante 1999 a 2014, registrando un crecimiento promedio anual
del 14.7%, siguiendo en orden de importancia, las KIBS dedicadas a servicios de dibujo con el
10.5% durante el mismo período de estudio también clasificadas –según Miles (1995)- como de
tipo I. Las KIBS tipo I referentes a Servicios de consultoría administrativa crecieron en un 4.4%.
Sin embargo, las KIBS tipo II dedicadas a los servicios de consultoría en medio ambiente, crecie-
ron en un 4.7%, considerando las presiones derivadas de los Acuerdos Multilaterales en Materia
Ambiental que ha firmado la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales de México con
la Organización de las Naciones Unidas, en los que México se compromete al manejo adecuado
de sustancias y el uso de tecnologías alternativas, facilitando, estimulando y formando adecua-
damente el intercambio personal de información científica, técnica, socioeconómica, comercial y

CAPÍTULO I 126
jurídica pertinente para enfrentar los efectos del cambio climático. En el caso de los servicios de
investigación científica y desarrollo, que también se tipifica como de tipo II hubo un crecimiento
promedio anual del 3.7%.

Es de vital importancia incrementar las KIBS tipo II, ya que son las que introducen mayor-
mente las innovaciones tecnológicas que requieren de cinco bases; según Oppenheimer (2014),
ayudan a crear una cultura de la innovación: existe un consenso cada vez más amplio de que para
generar más innovación productiva, los países, estados, regiones y localidades tienen que generar
más innovación al mejorar la calidad de la educación, estimular la graduación de ingenieros y
científicos, aumentar la inversión en investigación y desarrollo, ofrecer estímulos fiscales a las
compañías para que inventen nuevos productos, derogar las regulaciones burocráticas que difi-
cultan la creación de nuevas empresas, ofrecer más créditos a los emprendedores, y proteger la
propiedad intelectual.

Siguiendo con Oppenheimer (2014), también fomentan la educación para la innovación,


es decir bajar el déficit de capital humano para la innovación en Guanajuato, ya que hay un déficit
dramático de ingenieros, científicos y técnicos. Cualquiera que sea la razón, lo cierto es que mien-
tras en Finlandia y en Irlanda hay 25 graduados en ingeniería por millón de habitantes, en Chile
hay sólo ocho graduados en ingeniería por millón de habitantes, en México siete, en Colombia
seis, en Argentina cinco, y en el resto de la región aún menos.

Además debe existir simplificación de trámites para abrir o cerrar una empresa, adoptar
leyes que hagan respetar la propiedad intelectual, y modificar sus leyes de quiebras para no casti-
gar excesivamente a quienes fracasan en un emprendimiento. En el nuevo mundo de la innovación
productiva, en el que las empresas se inventan, reinventan, mueren y renacen constantemente, hay
que hacer que la apertura y cierre de empresas sea lo más fácil posible mediante los servicios que
las KIBS tipo II puedan ofrecer para facilitar los procesos productivos cuando sean exitosos y
también cuando no lo sean (Oppenheimer, 2014).

Asimismo, permite estimular la inversión en innovación, no es desconocido para nadie el


hecho de que aquellos países que invierten más en investigación y desarrollo son los que patentan
más inventos, y los que más productos nuevos sacan al mercado para atender necesidades primor-
dialmente. El país que más invierte en investigación y desarrollo es Israel, que destina 4.3% de
su producto interno bruto a este rubro, y en relación con su tamaño es uno de los que más patentes
registra a nivel mundial. Le siguen Finlandia, con una inversión de 4% de su producto interno bru-
to en investigación y desarrollo, Japón con 3.3%, Estados Unidos con 3%, Alemania con 2.8%, y
Francia con 2.2% (OECD, 2015).

CAPÍTULO I 127
Comparativamente, Brasil destina 1.2% de su PIB a la investigación y desarrollo, mientras
que todos los demás países latinoamericanos invierten menos de 1% de sus respectivos productos
internos brutos en este rubro (particularmente, México está invirtiendo 0.5% de su producto in-
terno bruto). Otro problema es la falta de inversión en innovación en la región de América Latina
es que la mayor parte del dinero es desembolsado por los gobiernos, a través de las universidades
públicas, y no por las empresas privadas que son las que mejor conocen el mercado.

El secreto de los países más exitosos en innovación —tanto Israel, Finlandia, Estados
Unidos y los países de la Unión Europea, como los que están avanzando muy rápido, como
China— es que una gran parte de su inversión en investigación y desarrollo es realizada por
empresas privadas, como es el caso de las KIBS tipo II que constituyen una fuerte inversión
para impulsar la innovación que se dirija a mejorar de manera indirecta la calidad de vida de los
consumidores finales de las empresas-cliente. Mientras en Estados Unidos casi 70% de toda la
inversión en investigación es realizada por empresas privadas, en Argentina este porcentaje es
de apenas 21%, en México es 43% y en Brasil 46%, según datos de la Organización de Estados
Iberoamericanos (2015). Esto aporta la evidencia, de porqué es necesario invertir en más e
KIBS de investigación y desarrollo, para que se constituyan como punta de lanza del desarrollo
no sólo de Guanajuato, sino del país completo.

Globalizar la innovación es lo que propone Oppenheimer (2014), ya que la innovación


es un proceso colaborativo, abierto y público para que llegué a todos aquellos rincones donde
exista importante rezago socioeconómico o la existencia de microrregiones con bajo nivel de
desarrollo y exista interacción con aquellas de alto desarrollo en innovaciones, ya sea nacionales
o internacionales. Es imperioso globalizar la educación y la investigación, en concreto se requiere
que las universidades tengan más convenios con universidades extranjeras para que transfieran
conocimientos a los estudiantes de intercambio, profesores e investigadores de sabático o de es-
tancias de investigación, y luego se traduzcan en innovaciones, para ello es importante la mejora
en el dominio del inglés para incrementar el flujo de información, conocimientos e innovaciones
compartidas entre muchos estudiantes, profesores e investigadores de todo el mundo.

Las KIBS son altamente generadoras de empleo, dado que el talento humano es el prin-
cipal insumo que requieren estas empresas privadas para aportar los servicios de consultoría, que
según Ribeiro-Soriano (2003) consisten en la intervención planeada de una organización externa
para apoyar a la empresa a identificar problemas e implementar soluciones de acuerdo con su
experiencia técnica, científica y administrativa.

En este sentido, de acuerdo con las estadísticas del INEGI (Tabla 1), las KIBS tipo I que

CAPÍTULO I 128
más generaron empleo fueron las de servicios de dibujo con un crecimiento promedio anual del
17.5% durante el período que va de 1999 a 2014, luego las de servicios de ingeniería con un
10.1%, las de diseño industrial con el 8.8%, servicios de publicidad y actividades relacionadas,
6.8%, agencias de relaciones públicas con el 23.2%, agencias de representación de medios con
el 12.3%, las dedicadas a la distribución de material publicitario con el 6.9% y, por último, los
servicios de rotulación y otros servicios de publicidad con el 8.4%.

Se observa en la tabla 1 que, las KIBS tipo I son muy dinámicas en la generación de em-
pleos en Guanajuato, cuya base imprescindible la constituye el conocimiento y talento humano.
Sin embargo, las KIBS tipo I que disminuyeron el empleo fueron: Bufetes jurídicos con el 4.3%,
servicios de Arquitectura con un 2.7%, y diseño y decoración de interiores con un descenso en el
orden del 6.9%.

Tabla 1. Tipología de KIBS en Guanajuato (1999-2014)

Fuente: elaboración propia con base en los censos económicos 1999, 2004, 2009 y 2014 de INEGI.

CAPÍTULO I 129
Siguiendo el análisis de la tabla1, en el caso de las KIBS tipo II tratándose de subramas, tam-
bién mostraron mayor dinamismo en la generación de empleo. Las KIBS de servicios de consultoría
en computación aumentaron el empleo en promedio anual en 12.1% durante el período compren-
dido de 1999 a 2014, mientras que los servicios de investigación científica y desarrollo en Ciencias
Naturales y exactas, Ingeniería y Ciencias de la vida incrementaron el empleo en casi 20%, las de
servicios de consultoría en medio ambiente lo aumentaron en 16.7%.

Las KIBS tipo II de menor dinamismo en la generación del empleo fueron las de otros ser-
vicios de consultoría científica y técnica, generando únicamente el 1.7% de aumento en el período
de análisis, pero, peor aún fue el de las KIBS de servicios de investigación científica y desarrollo
en Ciencias Sociales y Humanidades, generando un decremento en el empleo en el orden del 2.4%.

En la gráfica 1, se muestra que la inversión en empresas consultoras KIBS tiene un


efecto multiplicativo en el empleo, ya que su principal fuente de creación y difusión de cono-
cimientos es el talento humano, por tanto el sector 54 de Servicios Profesionales, Científicos y
Técnicos es un generador de empleo directo y de producto interno bruto que está expresado en
millones de pesos corrientes que también es creciente (a pesar de que no esté deflactado a un
determinado año base) y contribuye a la mejora en las áreas en las que las empresas cliente no
deciden producir, sino compartir con otras empresas como las KIBS, sobre todo en el área de
intangibles. La Presencia de estas KIBS permite, no solo el outsourcing, sino también un grado
mayor de especialización en las empresas-cliente.

Gráfica 1. KIBS y el empleo que generan en Guanajuato (1999-2014)

Fuente: elaboración propia con base en los censos económicos 1999, 2004, 2009 y 2014 de INEGI.

CAPÍTULO I 130
Recientes estudios, como los de Den Hertog (2000), Smedlund & Toinoven (2007) cita-
dos por Scarso & Bolisani (2010), sobre las KIBS en economías altamente competitivas como
es el caso de la región de la Unión Europea, Japón, Estados Unidos e incluso China, nos indican
que las KIBS juegan un rol fundamental, ya que desempeñan un rango importante de funcio-
nes en el proceso de innovación: como facilitadores, las KIBS ayudan a sus empresas cliente
a desarrollar su propios productos o procesos de producción; como portadores, ellas pueden
transferir innovaciones desarrollándolas en cualquier lugar; como fuentes de innovación, ellas
directamente diseñan soluciones innovadoras para sus clientes; en general, su impacto en las
capacidades de innovación de sus clientes pueden variar, dependiendo del tipo de relaciones
que se establezcan entre las KIBS y sus empresas-cliente.

Considerando las funciones mencionadas, potencialmente las KIBS en Guanajuato pue-


den abonar a la competitividad de la entidad, ya que perdió 2 lugares ubicándose en el lugar 21
del Índice de Competitividad Estatal entre 2008 y 2010. Para 2015, en el Índice de Competiti-
vidad y Sustentabilidad, Guanajuato nada más figura en el 2° lugar en la categoría C referente
a las ciudades con una población de 100 mil a 500 mil habitantes con un índice de las ciudades
más competitivas y sustentables del 54.6, pero no figura entre los 5 estados mejores en este
último índice, de acuerdo con la información que proporciona el Instituto Mexicano para la
Competitividad (IMCO, 2014).

Los rubros que evalúa el IMCO (2014) son: el sistema de derecho confiable y objetivo;
el manejo sustentable del medio ambiente; sociedad incluyente preparada y sana; un sistema
político estable y funcional; gobierno eficaz y eficiencia; mercado laboral; economía estable;
sectores precursores de clase mundial; aprovechamiento de las relaciones internacionales; in-
novación en los sectores económicos; el uso del agua; calidad del aire; suelo y áreas verdes;
residuos sólidos urbanos; uso de la energía y movilidad y transporte.

Dado que Guanajuato en 2015 no figura en la lista de los primeros cinco estados más
competitivos y sustentables de la República Mexicana, se propone como una alternativa,
motivar el crecimiento de empresas consultoras o KIBS sobre todo del tipo II que transfieran
paquetes de conocimientos e innovaciones tecnológicas para arreglar y/o mejorar cada uno
de estos rubros, el conocimiento ya es un factor de la producción para resolver problemas
institucionales, por tal motivo, ahora las personas de un estado, municipio o país cobran un
mayor valor en el sentido de que son ellas las que a través del conocimiento y talento pueden
contribuir a crear innovaciones sociales, científicas, tecnológicas, entre otras, para mejorar
su condición de vida.

CAPÍTULO I 131
Conclusiones

El análisis económico realizado muestra a las KIBS en Guanajuato como generadoras


de empleo y su presencia se relaciona de manera positiva con el producto interno bruto estatal,
durante el periodo 1999 - 2014. Se asume que la presencia de las KIBS es uno de los factores
importantes para aumentar la eficiencia productiva del sector empresarial (Cárcamo y Arroyo,
2009) y que estás favorecen a las empresas para que concentren sus recursos y capacidades en
sus actividades productivas medulares, así, transfieren a las empresas externas las actividades
que ofrecen conocimientos especializados en otras actividades no medulares –mercadotecnia,
servicios ambientales, investigación y desarrollo, servicios legales y jurídicos, entre otras-.

La mayoría de las KIBS en Guanajuato pertenecen a la categoría de KIBS tipo I, sin em-
bargo, el reto está en lograr el incremento significativo de KIBS tipo II, para que éstas abonen
a la mejora en la capacidad de innovación y competitividad del sector productivo en el estado.
Al revisar las experiencias en otras regiones del mundo, se observa que la creación de KIBS
es crítica porque no sólo motivan la productividad empresarial, sino también fortalecen la ca-
pacidad de innovación a diferentes escalas –local, municipal, estatal, regional y nacional-. Lo
anterior se logra con base en el sostenimiento de relaciones sanas entre empresas-KIBS-cliente
y empresas-KIBS-entidades generadoras de conocimiento –entidades como centros de inves-
tigación que contribuyen con sus desarrollos tecnológicos a que las empresas puedan producir
bienes más novedosos y competitivos-.

El desarrollo de las KIBS está relacionado con el despliegue de la economía del cono-
cimiento, asociado a la globalización y al desarrollo tecnológico, por lo que su proliferación en
Guanajuato se infiere que contribuirá a mejorar el posicionamiento competitivo tanto a nivel
nacional como internacional de la entidad.

CAPÍTULO I 132
Obra citada

Cárcamo, S. M.L. & Arroyo, L.M.P (2009). “El sector servicios en el contexto de la economía
del conocimiento”. Revista Economía y Sociedad, año XIV (23), enero-junio del 2009.

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la innovación. Publicado en coedición con Penguin Random House Grupo Editorial, S.
A., de C.V., México, D.F., en los Estados Unidos de América por Vintage Español, una
división de Random House LLC, Nueva York, y en Canadá por Random House of Ca-
nada Limited, Toronto, compañías Penguin Random House. Originalmente publicado
en México por Penguin Random House Grupo Editorial, S. A., de C.V. Copyright de la
presente edición en lengua castellana para todo el mundo © 2014 por Penguin Random
House Grupo Editorial, S. A., de C.V.

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small business Management, 41(4): 409-416.

Scarso, E. & Bolisani, E. (2010). “Knowledge-Based Strategies for Knowledge Intensive

CAPÍTULO I 133
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CAPÍTULO I 134
Obra citada de internet

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[En línea]. México. [Fecha de última consulta 31 de Mayo de 2016]. Disponible: http://
sde.guanajuato.gob.mx

CAPÍTULO I 135
TIC’s para el desarrollo sostenible de destinos
turísticos inteligentes en el estado de
Guanajuato

Mónica Isabel Mejía Rocha23

Rafael Guerrero Rodríguez24

Resumen: El turismo, fenómeno en continua transformación y expansión, dinamiza las eco-


nomías de los espacios donde se promueve y práctica. En esta Era del Conocimiento, Infor-
mación y uso de las TIC´s las ciudades inteligentes han emergido como resultado de la evo-
lución paralela al uso y adecuación de los anteriores, dando pie al surgimiento de las ciudades
inteligentes. Un destino turístico inteligente a diferencia de un destino tradicional promueve
el desarrollo sostenible del mismo a través del uso adecuado y pertinente de la infraestructura
tecnológica a fin de incrementar la accesibilidad e interacción del visitante. Un destino turís-
tico inteligente considera al menos dentro de su planeación, los tres momentos esenciales del
viajero: antes, durante y después de su visita. El estado de Guanajuato promueve y desarrolla
la actividad turística como un motor de crecimiento para las sociedades de sus municipios.
Dentro de los cinco destinos del Estado que actualmente muestran un mayor desarrollo en
materia turística, se encuentran: Celaya, Dolores Hidalgo, Guanajuato, León y San Miguel de
Allende. El presente trabajo de investigación tras un análisis de fuentes primarias y secunda-
rias de cada uno de los destinos mencionados presenta un diagnostico acerca del uso de tec-
nologías aplicadas al turismo a fin de que el turista pre conozca, disfrute y evoque recuerdos
de su estancia en el destino turístico. De igual manera se consideran elementos de ciudades
inteligentes para realizar una sencilla caracterización de estos destinos tomando elementos

23
Universidad de Guanajuato. Email: monica_mr47@ugto.mx
24
Universidad de Guanajuato. Email: guerrero1@gmail.com

CAPÍTULO I 136
del modelo de ciudades inteligentes de Rudolf Giffinger, por un lado y por otro considerando
el uso de tecnología de los destinos turísticos mencionados para su comercialización y prac-
tica turística. Dentro de los elementos analizados: Negocios registrados; tasa de desempleo;
transporte aéreo por pasajero; centros de conocimiento; accesibilidad inteligente; y camas de
hospital por habitante. Realizando, además, un comparativo entre los destinos mencionados.
Del presente trabajo se puede concluir que aun cuando existen desarrollos significativos en
materia turística en los municipios analizados aún existen varios esfuerzos por realizar para
poder considerar a estos como ciudades – destinos turísticos inteligentes. Las iniciativas ha-
cia el desarrollo de estos destinos turísticos hacia un sentido inteligente, dependerá en mucho
de las exigencias del turista que los visita, debiendo en lo preferente planificar una oferta de
destino turístico inteligente para la satisfacción de los turistas cautivos y como un elemento
de atracción hacia nuevos y futuros visitantes.

Palabras clave: Tecnología, destinos turísticos inteligentes, Guanajuato.

Summary: Tourism phenomenon in continuous transformation and expansion, invigora-


tes the economies of the areas where it promotes and practices. In this era of knowledge,
information and use of ICT smart cities have emerged as a result of parallel evolution and
adaptation to the use of the above, giving rise to the emergence of smart cities. A smart
tourist destination unlike a traditional destination promotes sustainable development of it
through proper and appropriate use of the technological infrastructure to increase accessi-
bility and visitor interaction. A smart tourist destination considers at least in its planning,
the three essential moments of the traveler: before, during and after your visit. The state
of Guanajuato promotes and develop tourism as an engine of growth for the companies
of their municipalities. Within five destinations in the state that currently show a further
development in tourism, are: Celaya, Dolores Hidalgo, Guanajuato, Leon and San Miguel
de Allende. This research work following an analysis of primary and secondary of each
of the mentioned destinations sources presents a diagnosis about the use of technologies
applied to tourism to the tourist pre know, enjoy and bring back memories of your stay at
the destination tourist. Similarly, they are considered elements of smart cities to make a
simple characterization of these destinations taking elements model of intelligent cities
of Rudolf Giffinger, on the one hand and on the other considering the use of technology
tourist destinations mentioned for marketing and tourism practice. Among the elements
analyzed: Business registered; unemployment rate; Air passenger transport; knowledge
centers; intelligent accessibility; and hospital beds per capita. Besides making a compari-
son between the aforementioned destinations. This work can be concluded that although
there are significant developments in tourism in the municipalities analyzed there are
still several efforts to make in order to consider these as cities - destinations intelligent.
Initiatives towards the development of these tourist destinations to an intelligent sense,
depend largely on the requirements of tourists that visit, having in the preferred plan a
range of smart tourist destination for the satisfaction of captive tourists and as an element
of attraction into new and future visitors.

Keywords: Technology, smart tourist destinations, Guanajuato.

CAPÍTULO I 137
Introducción

El turismo, motor de desarrollo en las economías actuales debe de considerar a la tec-


nología como una aliada para su desarrollo, debiendo incluir a esta y a las soluciones digitales
de una manera oportuna y pertinente en favor de la sostentabilidad e innovación de los destinos
turísticos. Las Smart cities o ciudades inteligentes hacen antesala a este concepto, teniendo
diferencias entre estos, por decirlo así, pues aun cuando las ciudades inteligentes se orientan al
ciudadano, los destinos turísticos inteligentes lo hacen al turista el desarrollo de alguno de estos
impactan de manera directa tanto al visitante como al residente de un destino o ciudad.

La Secretaria de Turismo (SECTUR) y el gobierno de España han firmado un acuerdo


para la implantación del primer destino turístico inteligente en la isla de Cozumel a fin de con-
seguir mejorar la competitividad con el desarrollo e implementación de las TIC´s, revalorizan-
do su infraestructura y aprovechando sus atractivos. Con esto se pretende que Cozumel sea el
primer destino turístico inteligente fuera de Europa y la primera Smart Island en México.

El estado de Guanajuato posiciona cada vez más a la actividad turística como un ele-
mento de desarrollo socio económico en sus destinos. Mientras que a nivel nacional en el año
2014 se estimó una llegada de 99.7 millones de personas, mostrando un incremento del 4% en
relación al año anterior, el estado de Guanajuato en ese mismo año, recibió a un aproximado
de 4 millones de personas, mostrando una varianza favorable del 15% en relación al año 2013
y colocándose en la posición número seis (Tabla 1) de ciudades con incrementos favorables de
llegadas (Tabla 2), esto según fuentes oficiales (SECTUR, 2014).

Tabla 1. Comparativo de llegadas de turistas al estado de Guanajuato (2009 – 2014)

Fuente: elaboración a partir de SECTUR, 2014.

CAPÍTULO I 138
Tabla 2. Estado de Guanajuato en el Ranking Nacional (2013 – 2014)

Fuente: adaptación a partir de SECTUR, 2014.

Como se observa en las tablas anteriores el estado de Guanajuato en tiempos actuales


muestra datos favorables sobre el desarrollo de este como un destino turístico preferente y
colocado dentro de los 10 con mejor crecimiento anual en cuanto a número de llegadas y varia-
ción en relación al año anterior. Dentro de los destinos turísticos del estado de Guanajuato más
importantes se encuentran las ciudades de: Celaya, Dolores Hidalgo Guanajuato, Guanajuato,
León y San Miguel de Allende, en los cuales se centra el presente trabajo de investigación a fin
de conocer de qué manera estas ciudades se encuentran preparadas para ser desarrolladas como
destinos turísticos inteligentes en cuanto tecnología para su promoción, considerando además
algunos de los indicadores de análisis para evolucionar como ciudades inteligentes.

Metodología

Partiendo de las revisiones de los modelos de ciudades inteligentes de Rudolf Giffinger


y de destinos turísticos inteligentes de SEGITTUR, se analizan indicadores propuestos en estos
modelos en cinco destinos turísticos del estado de Guanajuato: Celaya, Dolores Hidalgo Cuna
de la Independencia Nacional, Guanajuato, León y San Miguel de Allende. Lo anterior a fin de
encontrar la situación de estos destinos en los indicadores seleccionados, para posteriormente
realizar un comparativo entre estos y dar pie a las conclusiones del trabajo presentado.

CAPÍTULO I 139
Ciudades Inteligentes

El desarrollo de las ciudades inteligentes o Smart city, de las cuales Europa es pionero
sientan las bases de los destinos turísticos inteligentes. Actualmente, siguiendo las propues-
tas españolas principalmente, se plantean desarrollos de proyectos en ciudades inteligentes en
América Latina, Asia, Norteamérica y en México se apuesta por estos desarrollos.

La definición del concepto como tal ha sido delineado desde diversos enfoques llegando
en algunos casos a parecer impreciso o subjetivo. A fin de proponer una opción más observable
y cuántica por decirlo así, Rudolf Giffinger (2007), ha concebido a las ciudades inteligentes
como aquellos espacios que exhiben una evolución significativa en varias de sus dimensiones:
movilidad, gobernanza, medio ambiente, gente y estilo de vida, considerando, además, las cir-
cunstancias, condiciones y actividades llevadas a cabo por sus habitantes, políticas y empresas.

En el modelo propuesto (Tabla 3) se consideran seis características fundamentales, con


31 factores y 74 indicadores. En la tabla, se puede observar que al hablar de ciudades inteli-
gentes se consideran varios elementos sociales, económicos, culturales y hasta turísticos de
las ciudades, tales como: Producto Interno Bruto, tasa de empleabilidad, unidades de negocio,
transporte de personas y mercancías, centros profesionales, transporte público, equipos de cóm-
puto por vivienda, servicios médicos, índices delictivos, atractivos turísticos, entre otros. Las
ciudades inteligentes consideran los de diferentes aspectos de las sociedades, es decir tanto as-
pectos sociales, económicos y culturales, además del uso de tecnología pertinente y apropiada
para sus características y necesidades.

CAPÍTULO I 140
Tabla 3. Modelo de ciudades inteligentes de Rudolf Giffinger

Fuente: elaboración propia a partir de Giffinger, 2007 y CEAPAT, 2012.

CAPÍTULO I 141
Destinos Turísticos Inteligentes

En el llamado libro blanco de “Destinos Turísticos Inteligentes: Construyendo el futu-


ro”, elaborado por SEGITTUR25 propone la transformación de los destinos turísticos españoles,
inicialmente, atendiendo a las exigencias en ascenso de los turistas, que a su vez son cada vez
más digitales e informados. Sugiriendo los destinos turísticos inteligentes, los cuales se basan
en las ciudades inteligentes, pero centrando su atención en la actividad turística a fin de lograr
un mejor conocimiento y control de este fenómeno socio económico, así como un desarrollo
cada vez más sostenible, eficiente y competitivo (SEGITTUR, 2012).

La finalidad primordial de estos destinos turísticos inteligentes, surge con la intención


primaria de mejorar el posicionamiento en el plano mundial de España como destino turístico,
alineándose él lo mayormente posible al modelo de ciudades inteligentes. Puede decirse, que un
destino turístico inteligente, refiere al destino que se soporta en una plataforma tecnológica y de
vanguardia que promueve el desarrollo sostenible de los espacios donde se practica el turismo
además de procurar incorporar de la mejor manera posible al turista en el espacio que visita.

Según esta asociación, los destinos inteligentes, previamente han sido considerados como
destinos maduros que a través del uso de tecnología de vanguardia garantizaran entre otros, la
accesibilidad al destino desde antes de la visita a todos los turistas potenciales, procurando, ade-
más, elevar el nivel de vida de los residentes del espacio turístico. El desarrollo de estos modelos,
consideran el uso de la tecnología tanto en la gobernanza publica como en la privada (Figura 1).

Figura 1. Principales actores en el desarrollo de DTI

Fuente: elaboración propia a partir de SEGITTUR, 2015.

25
Sociedad del estado español dedicado a la innovación e incorporación de tecnología en la actividad turística.
Dentro de sus principales actividades: promover el e-commerce en las empresas turísticas; buscar la innovación en
tecnologías para el turismo que le permitan a los destinos incrementar sus niveles de competitividad; ente otros.

CAPÍTULO I 142
De la figura anterior (1), se puede observar los actores mínimos involucrado en el desa-
rrollo de los DTI, tanto en lo público y lo privado. A fin de considerar los indicadores que pue-
den observarse o regularse en DTI, SEGITTUR ha propuesto un elemento con seis dimensiones
e indicadores que facilitan su análisis (Tabla 4).

Tabla 4. Elementos de análisis en los destinos turísticos

Fuente: elaboración propia a partir de SEGITTUR, 2015.

Un destino turístico inteligentes o Smart destination, será llamado aquel espacio turísti-
co que implique significativa y sustentablemente la más reciente y adecuada tecnología dentro
de cada uno de los componentes de la cadena de valor que integran para el uso y disfrute del
turista o visitante en su espacio. La transformación de destinos turísticos consolidados a des-
tinos turísticos inteligentes dependerá en mucho de las políticas públicas que promuevan para
su desarrollo.

A fin de no confundir los conceptos o suponer que son lo mismo al hablar de ciudades
inteligentes y de destinos turísticos inteligentes, SEGITTUR han considerado diferencias parti-
culares entre el sentido y componentes de ambos conceptos (Tabla, 5).

CAPÍTULO I 143
Tabla 5. Diferencias entre una ciudad inteligentes y un destino turístico inteligentes

Fuente: elaboración propia a partir de SEGITTUR, 2015.

Aun cuando el objetivo de desarrollo en los destinos turísticos inteligentes sea el turista,
al final de cuentas al mejorar la calidad del destino, invariablemente se verá mejorada la calidad
de vida de los ciudadanos del destino. Los límites geográficos de los productos turísticos o ru-
tas, no siempre coinciden con los límites geográficos de las ciudades. En los destinos turísticos
inteligentes la interacción del visitante o turista no solo se da en el momento de su estancia en la
misma, también lo hace desde antes de su llegada, en la planificación de su viaje, posteriormen-
te de su estancia suele hacerlo en algunas ocasiones para recordar su experiencia, recomendarla
o no a futuros visitantes del destino.

Las TIC`s han impactado cualquier tipo de transacción en el mundo, y en casi todos los
sectores productivos de las economías actuales, pues estas facilitan procesos socio económi-
cos, dando origen a nuevas alternativas, tales como: comercio electrónico, banca electrónica,
formación y educación a distancia, así como nuevas modalidades de comunicación. En el turis-
mo, la industria turística va mostrando en algunos casos principios en otros grandes avances,
en cuanto al uso de tecnologías, los buscadores electrónicos de servicios turísticos, permiten
al futuro turista conocer una oferta más variada, evaluada y clasificada por usuarios y no por
vendedores propiamente, permitiéndole realizar una planificación más certera sobre su futuro
viaje (Mejía, 2015).

Para el e-commerce en donde las operaciones de reservación y pre – pago de servicios


turísticos son cada vez más comunes. La reservación y servicio de pre – pago, dependen en mu-
cho de una característica particular del turismo: la de requerir el desplazamiento del usuario del
producto o servicio turístico hasta el lugar donde este se produce u ofrece. Las reservaciones y
garantías de estas anticipadamente a la llegada del turista a su destino de viaje, le favorecen en
la planificación del mismo, así mismo al prestador de servicios turísticos para prepararse para

CAPÍTULO I 144
atender de la mejor manera posible a su futuro cliente.

La tecnología es uno de los elementos primordiales en el desarrollo de los destinos tu-


rísticos, contribuye favorablemente a la reducción de costos en las acciones de crecimiento y
consolidación de destinos, esto en comparación al uso de metodologías tradicionales. Lichtle
y Sánchez (2014), realizaron un estudio comparativo entre los turistas que visitaron la ciudad
de Puebla y Guanajuato, y que contaban con un perfil de twitter. La metodología que se siguió
consistió en identificar desde esta red social y con el apoyo de información proporcionada por
el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI). Trataron primeramente de identificar
el origen de procedencia y de los turistas de estos dos destinos en un tiempo determinado con el
uso de estas dos herramientas. Dentro de sus principales conclusiones refirieron al hecho de que
este tipo de análisis representan una gran ventaja económica al ser estudios que generan resul-
tados a un costo muy bajo en comparación con las encuestas que se llevan a cabo generalmente
en los destinos turísticos nacionales con el mismo fin y que suelen ser costosas.

• Según la revista Turismo y Tecnología, las principales TIC´s y soluciones inteli-


gentes empleadas en el turismo actualmente, son:Portal turístico, espacio en la
web en donde se almacena y muestra información específica sobre los productos y
servicios que se ofrecen en el destino turístico o en alguna empresa perteneciente
a este.

• Wireless Aplication System, se le considera al conjunto de dispositivos inalámbri-


cos y aplicaciones que facilitan el despliegue de contenidos. Se orienta principal-
mente al consumidor a fin de darle autonomía e independencia desde sus disposi-
tivos móviles, en donde puede verificar sus desplazamientos turísticos, así como
información sobre el destino que visita, pretende visitar o está por arribar.

• Dispositivos móviles ligeros, considerando en este grupo a los equipos de cómputo


que son cada vez más ligeros y fáciles de transportar, recargar y conectar a la web.

• Web tv, dispositivo que se conecta a un televisor convencional y que en la ma-


yoría de los casos cuenta con un teclado inalámbrico y permite, generalmente al
huésped de un hotel utilizarlos de tal manera que hacen las veces de un equipo de
cómputo en donde la tv será el monitor de la computadora.

• Property Management Systems (PMS), generalmente son conocidos como “front”

CAPÍTULO I 145
en la recepción de los hotlees y sirven para informar y procesar las operaciones
propias del hotelería en cuanto a reservas, llegadas y ocupación de los huéspedes.

• Point of Sale (POS), se utilizan generalmente al interior de los centros de consu-


mos en hoteles o restaurantes y que facilitan el control de órdenes, inventarios e
ingresos del establecimiento, pues todo es considerado en un mismo sistema de
información al tomar la orden o pedido del cliente, facilitando de igual manera el
proceso de pago.

• Tarificador (TARIF), sistema controlado por el conmutador central del hotel y


permite verificar las llamadas realizadas desde la habitación del huésped durante
su estancia a fin de hacer el cobro de estas de manera eficiente.

• Central Reservation Systems (CRS), sistemas telefónicos y electrónicos para la


realización y registro de reservaciones de manera directa y al momento indepen-
dientemente de la distancia de ubicación del futuro huésped al establecimiento de
hospedaje.

• Internet Connectivity, disponibilidad de conexión a internet desde cualquier dis-


positivo móvil del turista o visitante que así lo amerite.

• Conexión Telefónica Vía Satélite (Satelital Connectivity), aplicación que utiliza la


telefonía de tipo satelital para dar conectividad al turista, generalmente se utiliza
en espacios turísticos donde se “pierde la señal” de manera común.

• Big Data, herramienta que permite contar con información suficiente sobre los vi-
sitantes de un destino; las personas que desde su lugar de origen están “buscando”
información sobre el destino; todo esto en tiempo actual dando así la oportunidad
de tomar las mejores decisiones en favor del turista y destino.

• Wifi, la accesibilidad libre a conexión de internet. El marketing on line, se respalda


mucho por este tipo de conectividad.

• Códigos QR (Quick Response), código de respuesta rápida sobre datos o informa-


ción referentes a un punto determinado. En el turismo es utilizado para dar señales
sobre rutas de autobuses o transporte, así como la proximidad en tiempo de su
llegada. En monumentos históricos puede servir para dar una breve descripción
sobre el monumento.

CAPÍTULO I 146
Asimismo, en los últimos tiempos han surgido con gran aceptación el video guías, que
son herramientas para que el visitante recorra diferentes puntos turísticos de un destino dado,
haciendo uso de la geolocalización. El audio guías son también herramientas de gran utilidad
sobre todo en los museos, pues le permiten al visitante tener una guía individual para su reco-
rrido en el museo. La holografía, informa sobre puntos de interés o actividades temporales, esto
es posible con el uso de hologramas.

Resultados

A fin de conocer la situación actual de las ciudades de Celaya, León, Guanajuato, Dolo-
res Hidalgo y San Miguel de Allende, todas del estado de Guanajuato (figura 2), se realizaron
dos tipos de análisis, primero en base a datos obtenidos en los resultados de diferentes herra-
mientas de INEGI y otros a fin de conocer algunos de sus indicadores hacia ciudades inteligen-
tes; y el segundo hacia indicadores de observancia para destinos turísticos inteligentes.

Figura 2. Ciudades de análisis del estado de Guanajuato.

Fuente: elaboración propia.

CAPÍTULO I 147
a) Unidades económicas (Tabla 6)

Tabla 6. Unidades económicas por destino.

Fuente: adaptación INEGI, 2015.

En la tabla se puede observar que el municipio de León Guanajuato es la ciudad que


presenta más desarrollo en cuanto a unidades económicas activas se encuentran en operaciones,
siendo las empresas manufactureras las más significativas, seguidas estas por las empresas que
prestan servicios de alojamiento temporal y preparación y venta de alimentos, es decir hoteles
y restaurantes, considerado también dentro de la industria turística.

CAPÍTULO I 148
a) Población económicamente activa mayor de 12 años (Tabla 7)

Fuente: elaboración propia a partir de INEGI, Encuesta Intercensal 2015.

De estos datos se puede observar que la ciudad de León presenta la mayor población
económicamente activa mayor de doce años, que representa más de la mitad de población total
y que de esta el 96.79% se encuentra empleada; mientras dos de las ciudades de Guanajuato
y San Miguel de Allende presentan los mayores índices de población económicamente activa
desocupada.

b) Centros de educación superior y en turismo (Tabla 8)

Fuente: elaboración propia a partir de Directorio estadístico de unidades económicas

(2016) y SECTUR (2015).

Se observa que la ciudad de León es la mejor preparada en oferta educativa que ofrecer,
mientras que en Dolores Hidalgo y San Miguel de Allende no existen actualmente centro de
formación profesional relacionados con el turismo.

c) Accesibilidad y equipo de cómputo (Tabla 9)

CAPÍTULO I 149
Fuente: elaboración propia a partir de Directorio estadístico de unidades económicas (2016) y SECTUR (2015).

En cuanto a accesibilidad y herramientas mínimas para esto, en accesibilidad Celaya


tiene en equipo de cómputo de 38.83% y Guanajuato mayor conectividad.

d) En cuanto a materia de turismo,

· La ciudad de León Guanajuato cuenta con una solución informática para de geo-
localización, presente en su página web información general resumida; resumen
de la gastronomía y cultura; información sobre estancia y destinos turísticos
culturales. Así mismo se encuentra activo en las redes sociales: Instagram, Fa-
cebook, twitter, youtube.

· San Miguel de Allende, posee historia, cultura, tradiciones, registro de activida-


des y destinos turístico. Descargar y hologramas que permiten planificar s viaje.

· La ciudad de Guanajuato, león, Celaya, Dolores hidalgo, si cuentan con elemen-


tos me parece esenciales para el desarrollo digital de algunos pasos en materia
turística para los turistas principalmente, primero para que realicen una planifi-
cación desde bases más variadas e innovadoras.

Se puede observar que la ciudad de León en comparación con los cuatro restantes, posee
un potencial para ser desarrollo de destinos turísticos inteligentes, en un sentido de innovación
y sostentabilidad.

CAPÍTULO I 150
Conclusiones

Los destinos turísticos inteligentes refieren a un paradigma emergente que incluye fac-
tores actuales de importancia y cada vez más comunes en los espacios turísticos: tecnología,
equilibrio ambiental, oferta y experiencia turística. Centrando como eje a la tecnología a fin de
armonizar la integración de los demás factores antes mencionados.

Es importante para los gestores de los destinos turísticos el considerar el valor añadido
que a estos espacios generara la transformación de estos en destinos turísticos inteligentes y que
además el hecho de ser una “opción” en no mucho tiempo terminara siendo una “obligación”
para aquellos destinos que deseen continuar en niveles favorables de innovación y competitivi-
dad, pues el viajero actual, las personas como tal, utilizan más de la tecnología para su actuar
cotidiano. Si los turistas han evolucionado en este ámbito de la tecnología, los destinos turísti-
cos deberán indudablemente evolucionar de igual manera.

Los destinos turísticos de Guanajuato, San Miguel de Allende, Celaya, Dolores Hidalgo
y León, todos estos en el estado de Guanajuato, en el momento que consideren desde su ad-
ministración publica enlistarse dentro de los Destino Turísticos Inteligentes, deberán de con-
siderar al menos, el actualizar y adecuar su infraestructura tecnológica a fin de que el visitante
pueda hacer uso de esta, al menos en tres momentos cruciales de su viaje; antes de su viaje,
para pre conocer el destino de su interés y planificar su desplazamiento y estancia, garantizando
lo pactado de acuerdo a sus necesidades; Durante, a fin de poder disfrutar de la mejor manera
posible su experiencia en el destino y compartir de esta de manera casi simultánea con sus con-
tactos en redes sociales; y después del viaje, a fin de recordar y recomendar el destino así como
los servicios y productos consumidos durante su estancia.

CAPÍTULO I 151
Obra citada

Giffinger, R. et al. (2007). Smart cities – Ranking of European medium – sized cities. Viena:
Universidad Tecnológica de Viena.

INEGI (2016). Directorio estadístico nacional de unidades económicas.

INEGI (2015). Tabulados de la encuesta intercensal.

Mejía, M. (2015). “Nuevas tecnologías para el desarrollo de la industria turística en Guanajua-


to, México”. ROTUR, Revista de Ocio y Turismo. No. 9, pp. 35-43.

SECTUR, Guanajuato (2014). Compendio estadístico SECTUR. Dirección de Información y


Análisis, Coordinación de Estadística e Información.

Obra citada de internet

CEAPAT: http://www.ceapat.es/InterPresent2/groups/imserso/documents/binario/ciudadesin-
teligentes.pdf

CUADRATIN CDMX: http://www.sectur.gob.mx/sala-de-prensa/2015/05/06/boletin-81-sec-


tur-y-segittur-trabajan-coordinamente-para-desarrollar-el-primer-destino-inteligente-
mexicano/

https://mexico.quadratin.com.mx/Firman-Mexico-y-Espana-acuerdo-de-turismo-inteligente/

Lichtle, P. & Sánchez, J. (2014). Uso productivo de Big Data y Redes Sociales en el sector
turismo. OTEG. Recuperado de: http://www.datatur.sectur.gob.mx/documentos%20pu-
blicaciones/2

SEGITUR: http://www.segittur.es/es/inicio/index.html

CAPÍTULO I 152
ESTRATEGIAS EMPRESARIALES DE LA
INDUSTRIA AUTOMOTRIZ EN MÉXICO

Coordinadores

Lorena del Carmen Álvarez Castañón


Juan Antonio Rodríguez González
Jose Antonio Espinal Betanzo

CAPÍTuLO II
ESTRATEGIAS EMPRESARIALES DE LA
INDUSTRIA AUTOMOTRIZ EN MÉXICO

Coordinadores
Lorena del Carmen Álvarez Castañón
Juan Antonio Rodríguez González
Jose Antonio Espinal Betanzo

El Bajío se ha caracterizado por ser la región más dinámica del país en crecimiento eco-
nómico durante este lustro. Especialmente el corredor industrial que comprende a los
estados de Querétaro, Guanajuato y Aguascalientes; en los cuales se esta dando una re-
configuración industrial acelerada hacia el sector automotriz.
Guanajuato se ha mantenido en el segundo lugar en Crecimiento Económico, tan solo
detrás de Querétaro; en tanto que Aguascalientes está en el 7º lugar (IMCO, 2015). Por
grupo de actividad económica, las actividades primarias reportaron una variación anual
positiva de 1.2%, mientras que las secundarias aumentaron 17.3% y las terciarias regis-
traron un crecimiento de 4.5% (INEGI, DENUE interactivo 10/2013). Los sectores estra-
tégicos en el estado de Guanajuato son: agroindustrial, autopartes-automotriz, productos
químicos, cuero-calzado y confección-textil-moda (Secretaría de Economía del Gobierno
Federal, 2015). Su estrategia para lograr el crecimiento económico se ha centrado y prio-
rizado en la política de atracción de inversiones; Guanajuato captó más de 30% de los
22,600 millones de dólares de inversión automotriz que han llegado al país en el actual
sexenio y se estima que generaron 47,000 empleos durante 2014 (Álvarez, 2015) ¿Qué está
ocurriendo en otras regiones del país? ¿Se están incorporando los productores locales a
la cadena de valor de la industria automotriz? ¿Qué estrategias están implementando?
¿Están reestructurando sus procesos productivos? ¿Tienen posibilidades de diversificar
dichos procesos?

CAPÍTULO II 154
Los clústers de la industria automotriz en
México. Entre las ventajas competitivas y
relaciones laborales basadas en el control
corporativo

Arnulfo Arteaga García1

Carlos A. Álvarez de la Rosa2

Carlos Ramos Hernández3

Resumen: La industria automotriz en México (IAM) es un ejemplo de la globalización pro-


movida desde los años 80 por las empresas trasnacionales del sector. En los años recientes se
ha impulsado la creación de clústers como una nueva forma de organización territorial de la
industria (Guanajuato, CLAUGTO; Estado de México, CLAUT Edo. de Mex.; Coahuila, Clús-
ter Automotriz Laguna; CLAUT Nuevo León; Querétaro, Querétaro Automotive Clúster). En
esta comunicación tomamos como ejemplo CLAUGTO. Su objetivo es reforzar las cadenas de
valor globales (Global Chains Value) basadas en ventajas “competitivas” en las que la fuerza de
trabajo calificada es factor clave. No obstante, en la estructura formal del clúster no se reconoce
el papel del sindicalismo corporativo priista en la firma de Contratos Colectivos de Protección
Patronal (CCPP). En cada nuevo CCPP se elude la participación de la fuerza de trabajo en la
negociación y establece, con el acuerdo de autoridades y las empresas, las más bajas condicio-
nes laborales y contractuales, violando derechos como la libre asociación y la elección de sus
representantes, ambos reconocidos en los acuerdos 87 y 98 de la Organización Internacional
del Trabajo (OIT). Se considera que la viabilidad de la IAM sustentable en el corto, mediano y
largo plazo, debe basarse en el ejercicio pleno de los derechos de los y las trabajadoras.

1
Doctor en Estudios Organizacionales, UAM-Iztapalapa. División de Ciencias Sociales y Humanidades. Email:
arnulfo.arteaga.garcia@gmail.com
2
Licenciado en Sociología, UAM-Iztapalapa.Email: alvarez-carlos-larosa@hotmail.com
3
Egresado de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales y de la Facultad de Economía, UNAM.
Email: kobenn@hotmail.com

CAPÍTULO II 155
Palabras clave: Industria automotriz, clúster, empresas, sindicatos, control corporativo.

Summary: The automotive industry in Mexico (AIM) is an example of the globalization pro-
moted since the 80’s by transnational firms. In recent year, the creation of clusters has been
promoted as a new form of territorial organization of the industry (Guanajuato, CLAUGTO;
Estado de México, CLAUT Edo. de Mex.; Coahuila, Cluster Automotriz Laguna; Nuevo
León, CLAUT Nuevo León; Querétaro, Querétaro Automotive Clúster). In this paper, we take
CLAUGTO (Automotive Cluster of Guanajuato) as an example. Its aim is to strengthen the
Global Value Chains based on competitive advantages where skilled workforce is key. Howev-
er, the cluster’s formal structure does not recognize the role of PRI’s corporate syndicalism in
signing Collective Contracts of Employer Protection (CCEP). The CCEP circumvents partici-
pation of the workforce in the negotiation and establishes, with the agreement of authorities and
firms, lower labor and contractual conditions. Which violates the rights of free association and
election of representatives, both recognized in the Agreements 87 and 98 of the International
Labor Organization (ILO). It is considered that the sustainability or the AIM in the short, medi-
um and long terms should be based on the full exercise of the rights of the workers.

Key words: Auto industry, cluster, firms, unions, corporative

Introducción

Nuestro objetivo es analizar el clúster en la industria automotriz en México (IAM) como


una nueva forma de organización territorial de la producción industrial del complejo automotriz
(industria terminal y de autopartes). Exponer las formas organizativas de los distintos clústers
existentes en el territorio nacional, enfocándonos en el Clúster de la Industria Automotriz de
Guanajuato (CLAUGTO), exponiendo las estructuras organizacionales que suponen la articu-
lación con los diferentes actores (empresas, tier 1, tier 2 y tier 3 e instituciones educativas) y
niveles de gobierno (municipal, estatal y federal). Finalmente, analizamos el papel del sindi-
calismo corporativo, como un activo no reconocido formalmente, en el establecimiento de un
esquema de relaciones laborales basado en la compresión de los niveles de contratación y en el
control del mercado laboral en el clúster de Guanajuato.

La industria automotriz, a nivel global, ha sido un factor importante de las diversas


etapas del desarrollo de capitalismo del S XX y hasta la 2ª década del presente siglo apunta a
mantener esta tendencia. Si bien la implantación de esta industria en México data de la 3ª dé-
cada del siglo pasado, como resultado de la profunda reestructuración iniciada en la etapa de la
globalización, desde fines de los años setenta y principios de los ochenta, el territorio de México
fue convertido, primero, por The Big Three (General Motors, Chrysler y Ford) y después por

CAPÍTULO II 156
diversas firmas europeas y asiáticas, en un espacio clave de sus estrategias de competencia.

La consolidación de esta etapa de la integración imperialista de los aparatos productivos


en México, ha sido posible por las tendencias de la reestructuración capitalista mundial y por
una adecuación del papel del Estado Mexicano, que pasó de ser conductor del proceso de in-
dustrialización nacional a facilitador de las estrategias de inversión y ganancias de las empresas
trasnacionales de la industria automotriz (ETA). El resultado de esta convergencia es la conso-
lidación de un patrón de reproducción de capital secundario exportador (PRCSE)4, del que la
industria automotriz en México (IAM) es uno de sus sectores emblemáticos.

Podemos distinguir dos momentos clave en la participación del Estado en el diseño


de la política industrial para la consolidación de la IAM. El primero ha sido el intento de
regular su desarrollo a partir de los decretos sexenales (1962-1997), con los cuales intentaba
darle conducción al desempeño de las ETA, para alcanzar objetivos de desarrollo nacional.
El segundo momento es la adecuación del Estado, en la etapa de la globalización, primero de
facto, a las políticas de las firmas del sector (1998 hasta 1993) y después al amparo de la firma
de tratados de libre comercio: primero y el más relevante, el de América del Norte (1994) y
sucesivamente con la Unión Europea (2000), Japón (2004) y actualmente en negociaciones
con Corea. El corolario de esta vocación de inserción subordinada a las tendencias de la glo-
balización es el TPP5.
En el largo plazo, la IAM, ha sido ejemplo exitoso de la globalización iniciada desde
principios de los años ochenta por las ETAs. Entre 2009 y 2016 la Inversión Extranjera Direc-
ta (IED) en México fue de 436,188 millones de dólares, (véase cuadro1). En la IA el proceso
fue impulsado inicialmente por las “Tres Grandes” estadounidenses (GM, Ford y Chrysler) y
posteriormente por las firmas europeas y asiáticas. Durante dicho periodo, las ETAS del sector
terminal6, invirtieron en México 15,866.6 millones de dólares (md)7. El resultado es la produc-
ción de poco más de 3.5 millones de unidades en 2015, con lo cual la fabricación automotriz en
México, se ubicó en 7ª lugar a nivel mundial8.

4
Véase Arteaga García, Marcial y Ramos (2016)
5
No es objetivo de esta ponencia analizar el papel de los tratados comerciales, sólo mencionaremos que su diseño
y aplicación han llevado a la pérdida de la capacidad del Estado en la definición de las políticas endógenas de
desarrollo nacional, privando los intereses de las empresas trasnacionales.
6
Es esta ponencia, distinguimos a la “industria terminal”, como la dedicada al ensamblado de automóviles ligeros
y pesados (camiones y autobuses) y a la “industria de autopartes”, productora de componentes para el ensamblado
de los vehículos. Consideramos que el concepto de Original Equipment Manufacturers, no da cuenta de la dife-
rencia entre ambos sectores, ya que, en ambos casos, se manufacturan productos originales.
7
Ver cuadro 1.
8
http://www.oica.net/category/production-statistics/ (Consultado 15/06/2016).

CAPÍTULO II 157
Cuadro 1. Inversión Extranjera Directa por tipo de inversión a nivel nacional y para el

Estado de Guanajuato (1999-2016*) en millones de dólares

% de Guanajuato
Tipo de inversión Total % Guanajuato %
respecto al Total
Nuevas inversiones 212,581.3 48.74 7,520.0 47.43 3.54
Reinversión de utilidades 119,836.3 27.47 4,970.0 31.35 4.15
Cuentas entre compañías 103,770.8 23.79 3,363.6 21.22 3.24
Total 436,188.4 100 15,853.7 100 3.63

Fuente: Secretaría de Economía. Dirección General de Inversión Extranjera.

*I Trimestre

Otro tanto es lo que ha pasado en la industria de autopartes (IAP), ya que durante el periodo
2009-2016, el monto de la IED ha sido de 26,488.0 md, ver cuadro 2, lo que ha permitido a las
ETAs, ubicar a México como el 6º productor a nivel mundial.

Cuadro 2. Inversión Extranjera Directa para la fabricación de Equipo de Transporte a nivel na-
cional y para el Estado de Guanajuato (1999-2016*) en millones de dólares

% Guana-
Guanajua-
Sector % Total % juato respec-
to
to al Total
Fabricación de automóviles y camiones
1,316.8 37.86 15,866.6 35.37 8.30
(3361)
-33611 Fabricación de automóviles y
1,302.9 - 14,904.3 - 8.74
camionetas
-33612 Fabricación de camiones y trac-
13.9 - 962.3 - 1.44
tocamiones
Fabricación de carrocerías y remolques
3.4 0.40 98.4 0.22 3.46
(3362)
Fabricación de partes para vehículos
2,156.9 62.01 26,488.0 59.04 8.14
automotrices (3363)
-33631 Fabricación de motores de ga-
117.8
solina y sus partes para vehículos auto- - 462.0 - 25.50
motrices

CAPÍTULO II 158
-33632 Fabricación de equipo eléctrico
197.9
y electrónico y sus partes para vehícu- - 6,446.1 - 3.07
los automotores
-33633 Fabricación de partes de siste-
30.2
mas de dirección y de suspensión para - 1,082.3 - 2.79
vehículos automotrices
-33634 Fabricación de partes de siste-
27.5
mas de frenos para vehículos automo- - 2,822.1 - 0.97
trices
-33635 Fabricación de partes de sis-
temas de transmisión para vehículos 0 - 772.8 - 0.00
automotores
-33636 Fabricación de asientos y acce-
140.9
sorios interiores para vehículos auto- - 586.3 - 24.03
motores
-33637 Fabricación de piezas metálicas
96.3
troqueladas para vehículos automotri- - 705.5 - 13.65
ces
-33639 Fabricación de otras partes para
1,546.3 - 13,610.8 - 11.36
vehículos automotrices
Fabricación de otro equipo de transpor-
1.1 0.03 28.7 0.06 3.83
te (3369)
Fabricación de Equipo de transporte
3,478.2 100 44,863.0 100 7.75
(336)

*I Trimestre

Fuente: Secretaría de Economía. Dirección General de Inversión Extranjera.

Este dinámico proceso, en las décadas recientes ha tenido como escenario la implan-
tación de los clústers, que cómo veremos en el siguiente apartado, es una forma de organi-
zación territorial de la de la industria de automóviles (ligeros y pesados) y de autopartes a lo
largo del país, para la construcción de las ventajas competitivas y comparativas con las que
las ETA incursionan a nivel global, teniendo como plataforma de operaciones a México.

¿De qué hablamos cuando hablamos del clúster?

Uno de los rasgos más relevantes en la reestructuración industrial promovida por las
ETAs, con el apoyo institucional de gobiernos locales, estatales y federales, es la organización
territorial de la industria en el clúster. Concepto acuñado a principios de la década de los años

CAPÍTULO II 159
noventa (Porter, 1991), éste es descrito como “una cadena (red) de valor o un sistema interdepen-
diente o red de actividades conectada por enlaces. Los enlaces ocurren cuando la manera en la que
una actividad se lleva a cabo afecta el costo o efectividad de otras actividades” (Porter, 1999a).

Nosotros conceptualizaremos al clúster, “como la forma específica de gobernanza


para promover el desarrollo del complejo automotriz en un determinado territorio, que pue-
de abarcar uno o varios municipios”. Su estructura varía de acuerdo a las prioridades que
establecen las ETA y las dependencias gubernamentales (Arteaga García, Alvarez y Ramos,
2014, p. 49-50), como veremos más adelante. Al final se trata de diversas modalidades de re-
lación entre los sectores público (gobiernos), privado (las empresas) y el educativo (público
y privado) e instituciones de investigación, que permite articular en un territorio específico
relaciones de coordinación entre los distintos niveles de gobierno (municipal, estatal y fede-
ral), un conglomerado de empresas de un determinado sector manufacturero, para el fortale-
cimiento de la cadena de valor. Su objetivo principal es potenciar las capacidades regionales
bajo la óptica de la construcción de ventajas competitivas para incrementar sus ganancias
. En términos geopolíticos, implica la apropiación del territorio como un espacio de valori-
zación del capital, que subordina la estructura de gobierno, del sector educativo, el sector
sindical, así como la infraestructura dentro de las estrategias de competencia de las ETNs
.

• Esta estructura se basa en la creación de sinergias, derivadas de la acción de cada em-


presa que no sólo crea beneficios para sí, sino que además para las restantes em-
presas del complejo, Ramos (1998) considera que es por las siguientes 3 razones
:La concentración de empresas en una región atrae más clientes, con lo que el mercado se
amplía para todas más allá de lo que sería el caso si cada una estuviese operando aisladamente.

• La fuerte competencia a que da lugar esta concentración de empresas induce a una ma-
yor especialización, división de trabajo, y, por ende, mayor productividad.

• La fuerte interacción entre productores, proveedores y usuarios facilita e induce un ma-


yor aprendizaje productivo, tecnológico y de comercialización.

Clúster a nivel nacional

Mucho se ha argumentado desde la perspectiva neoliberal acerca de la no intervención del


Estado en el diseño de la política industrial, sin embargo, en su conversión como facilitador lo que se
constata es que tienen una activa participación en la promoción de la construcción de ventajas com-

CAPÍTULO II 160
petitivas (Porter, 1999ª, 1999b). En el Plan Nacional de Desarrollo 2007-2012 (PND) del gobierno
federal se plantea la importancia que adquiere construir, desde lo local, circuitos de tipo sectorial,
tal es el caso del “Programa Estratégico de la Industria Automotriz 2012-2020” (en adelante PEIA),
en el cual se establece como objetivo, “convertir a México en uno de los tres lugares preferidos
mundialmente para el diseño y manufactura de vehículos, partes y componentes, además de
buscar ampliar el mercado”.

Con más de una década de operación, con distintos niveles de desarrollo, se ha


promovido desde el gobierno federal el desarrollando de los clústers a nivel nacional.
Las precondiciones para su exitosa operación son, entre otros: aeropuertos, puertos de
altura, redes de carreteras, ferrocarriles, como mínimos requerimientos para la proveedu-
ría, producción y distribución de productos. Asimismo, una red de servicios para la po-
blación que se integre a dicho entorno productivo: clínicas, bancos, escuelas, transporte,
desarrollos inmobiliarios. Un actor fundamental que no aparece explícitamente dentro de
las estructuras organizacionales, son las centrales sindicales corporativas que, como ve-
remos más adelante son un factor decisivo en la consolidación de la ventaja comparativa
de bajos salarios, y de la ventaja competitiva de la fuerza de trabajo altamente calificada
y productiva.

Con regulaciones simplificadas para hacer negocios: incentivos gubernamentales, exen-


ciones de impuestos, autorregulación en las zonas de influencia, protección de propiedad in-
telectual. Ésta visión aparece formulada de manera sintética en el PEIA donde se define que:
“El ecosistema de comercio exterior debe considerar tres factores fundamentales: Programas
de fomento, formación de clústeres y promoción de la competitividad de las empresas.” Más
adelante detalla que: “De acuerdo con la experiencia internacional, la articulación productiva es
una de las formas más efectivas para apoyar la modernización de las Pymes, ya que consolida el
desarrollo regional y promueve la conformación de clústers o conglomerados.” Es importante
señalar que, dentro de esas regulaciones simplificadas, se encuentra la firma de contratos labo-
rales colectivos de protección, que aseguran a las empresas bajos niveles de contratación y el
control corporativo de la fuerza de trabajo.

La entrada en vigor del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) y
las nuevas fórmulas de competencia mundial, de manera particular, en la industria automotriz,
fueron propiciando, aunque de forma muy lenta e incipiente en la mayoría de los casos, que se
multiplicaran lo que los teóricos de los clústers llaman lazos asociativos entre empresas, como
una estrategia de abaratamiento de costos. Este proceso dio lugar a una nueva geografía indus-
trial, basada en la integración vertical, orientada a la promoción de encadenamientos hacia atrás

CAPÍTULO II 161
y hacia adelante que, a diferencia del proceso de industrialización sustitutivo de importaciones,
las articulaciones productivas se han basado en la “tercerización” de los procesos productivos,
dando lugar a que los corredores industriales iniciaran un proceso de crecimiento sostenido.

Desde la perspectiva gerencial, los clústers deben de planearse de manera estratégica


integrando al menos los siguientes elementos:

Ilustración 1.

Fuente: Secretaría de Economía (2009). Sistema de Información Geográfica. Los agrupamientos económicos del
sector industrial en México. México, D.F.

Para los objetivos de esta comunicación, identificamos a la estructura organizacional del


clúster de la industria automotriz, presidida por un grupo de Original Equipment Manufacturers
(OEM) y el conjunto de empresas identificadas como tier one, tier two y tier three (incluidas las
de servicios), articuladas bajo una forma específica de gobernanza entre los sectores públicos (mu-
nicipal, estatal y federal), que involucra agencias de planificación, desarrollo, fiscales, educativas e
instituciones de investigación. Si bien las organizaciones sindicales corporativas no se encuentran
explícitamente dentro de las estructuras formales de los clústers, nosotros las incluimos ya que,
como veremos más adelante, son un factor fundamental en la gestión del mercado laboral. Todos

CAPÍTULO II 162
estos actores integrados dentro de un territorio delimitado.

Los clústers de la IAM

La página oficial de inversión y comercio del Gobierno Federal, Proméxico, describe


a nivel nacional 12 clústers relacionados con la IA (vehículos ligeros, pesados y centros de
investigación y desarrollo), sin embargo, consideramos que, de éstos, sólo cinco cumplen las
características descritas anteriormente y cubren algunos de los polos geográficos más dinámi-
cos del desarrollo de la IAM en el territorio nacional, como puede verse en el la Ilustración 2:

Ilustración 2. Mapa de localización de los clústers de la IAM

Fuente: elaboración propia con datos de páginas electrónicas de los clusters

Como se ve en la Ilustración 2, en algunos de los principales polos de inversión de la


IAM, (Coahuila, Nuevo León, Estado de México, Querétaro y Guanajuato) encontramos ya
al clúster como la organización territorial de esta industria. De manera simplificada, en el es-
quema 1, incluimos la manera en que están integrados tres de ellos. CLAUT, Edo. de México
y CLAUGTO). En ellos se refleja la articulación entre gobiernos, sus agencias, instituciones
educativas, empresas proveedoras, y las empresas del sector terminal (OEM´s).

CAPÍTULO II 163
Ilustración 3. Estructura simplificada de clúster de la IAM

(Nuevo León, Edo. Méx y CLAUGTO)

Clúster Edo. Mex


CLAUT CLAUGTO

Miembros y alianzas

OEM
Miembros
Miembros
Tier 1
OEM’s
OEM’s
Tier 2
Tier 1
Tier 1
Tier 3
Desarrollo de proveedores
Tier 2
Automatización
Instituciones educativas e investi-
Academia
gación Servicios
Gobierno
Consejo consultivo Alianzas

Comités

Cadena de suministro Comités


Comités
Desarrollo humano Capital humano
Desarrollo de proveedores
Desarrollo de proveedores Innovación y tecnología
Innovación y desarrollo tecnoló-
Finanzas Comité de compras
gico
Innovación Supply chain logística
Capital humano
Operaciones Desarrollo de proveedores
Excelencia operativa
Sustentabilidad Seguridad patrimonial
Finanzas
Tier 2

Academia Academia Academia

Gobierno Gobierno Gobierno

Empresas Empresas Empresas

Fuente: elaboración propia con información de las páginas electrónicas de los clústers

CAPÍTULO II 164
CLAUGTO9, un caso emblemático del desarrollo de los clústers en México

Si bien las inversiones en el CA abarcan 26 de las 32 entidades la república, hare-


mos referencia de manera específica a las que se han localizado en Guanajuato, estado ubi-
cado en la región del Bajío donde se creó CLAUGTO10. En esta entidad, entre 2009-2016
se han invertido en la fabricación de automóviles y camiones 3,478.2 millones de dólares,
para las empresas del sector terminal, y 2,156.9 millones de dólares para el sector de auto-
partes, ver cuadro 2. Por ejemplo, Hino11 del grupo Toyota en 2009, invirtió 13 millones de
dólares para construir su planta “Silao”; Honda en 2011 construyó la planta de ensamble
terminal “Celaya”, con una inversión de 800 millones de dólares y la planta Honda Locke
de autopartes; Mazda en 2011 construyó la planta “Salamanca”, con una inversión de 500
millones de dólares; Volkswagen en 2012 construyó la planta de “Celaya” para la produc-
ción de motores, con una inversión de 720 millones de dólares; en tanto que Toyota, con
una inversión de 1,000 millones de dólares12, construye la planta “Apaseo” para producir el
Corolla, y por último Ford en 2015 inició construcción de la planta “Irapuato” para fabricar
transmisiones.

CLAUGTO agrupa a 5 de las empresas del sector terminal, estas son GM, Ford, Mazda,
Honda y Volkswagen. La estructura organizacional de este clúster constituido como asociación
civil, está presidida por un Comité Directivo, compuesto por dependencias gubernamentales
(locales, estatales y federales) y los CEO’s de las empresas automotrices del sector terminal. Un
secretariado técnico, compuesto por asociaciones automotrices; un comité sectorial de mercado
interno; otro de entorno de negocios; y otro sectorial de acceso a los mercados internacionales
y finalmente uno sectorial de investigación y desarrollo tecnológico.

Articulada la proveeduría con más de 50 empresas fabricantes de distintas partes de


los sistemas, fortalecen y aseguran la cadena de valor, bajo la estructura de tier 1, tier 2 y tier
3. Para asegurar la formación de la fuerza de trabajo, existe una amplia gama de instituciones
de educación media superior y superior; para facilitar el ingreso provisional de insumos y la
salida de los productos terminados hacia puertos de altura puertos se han establecido puertos
aduanales interiores.

9
Clúster Automotriz de Guanajuato A.C.
10
Clúster de la industria automotriz de Guanajuato.
11
http://transporteinformativo.com/hino-motors-coloca-la-primera-piedra-de-su-planta-en-silao-guanajuato/
(consultado el 15/06/2016)
12
http://www.elfinanciero.com.mx/empresas/toyota-invierte-mil-mdd-para-nueva-planta-en-celaya.html

CAPÍTULO II 165
Ilustración 4. Estructura simplificada de CLAUGTO

Fuente: CLAUGTO. http://claugto.org.

Conformado por:
OEMS: GM (EUA), Honda (JP), Mazda (JP), VW (AL), Hino (JP).
T1: AAM (EUA), PEMPSA (MX), Continental (AL), Pirelli (IT), Hirotec (JP), THK
Rhythm (JP), Bosch (AL), Enertec (Johnson Controls, EUA), Getrag (AL), Lear (EUA),
Cikautxo (ES), Eagle Ottawa (EUA), GKN Driveline (GB), Hutchinson (FR-EUA), Den-
so (JP), Plastic Omnium (FR), Mitsui Kinzoku (JP), Hella (AL), Faurecia (FR), RSB
Transmissions (IN), KOLBENSCHMIDT (AL), Condumex (MX), GSW (JP).
T2: Contour Hardening (EUA), Schaeffler (AL), Tekfor (AL), Servicios Vistamex (FR),
Lagermex (AL), Fujikura (JP), I-K Plastic (JP), Softer (IT), YKM (JP), Textiles León(MX/
CL/ES), Arbomex (MX), AMTB SUMMIT (JP), Matsuju (JP), VCST (BE).
T3: International paper (EUA).
Universidades: ITESM, ITESI, UPIIG-IPN, UTL, UG, IT Celaya, UPJR, UPB, SEG.

CLAUGTO: Sindicalismo corporativo y relaciones laborales en la IAM

Como hemos visto en la estructura formal de los clústers del sector no aparece en ningu-
no de ellos la participación de los sindicatos. No obstante que tienen un papel fundamental en
el manejo del mercado de trabajo dentro del clúster, en al menos tres aspectos. 1) Para tomar

CAPÍTULO II 166
la decisión de inversión las ETA, consideran el clima laboral. En México, dada la existencia de
un sindicalismo corporativo, este interviene en la firma de un Contrato Colectivo de Protección
Patronal (CCPP), con alguno de los dirigentes locales de las organizaciones corporativas, que
asegura los niveles mínimos de contratación (salarios, prestaciones y bilateralidad) en la IA en la
región, antes de que la fábrica misma entre en operaciones y de que esté contratada la planta de
trabajadores. En los hechos esto constituye una violación a los Convenios 98 y 87 de la Organi-
zación Internacional del Trabajo (OIT)13, referidos al derecho a la libre asociación y elección de
sus representantes, así como a la participación en la negociación de sus condiciones laborales y
salariales, a veces pactadas bajo esquemas multianuales, lo que les impide renegociar acuerdos
pactados sin su consentimiento14. 2) Establecida así la relación laboral con las gerencias de las
empresas, en los hechos se convierten en socios de facto y frente a conflictos trascendentes de-
rivados de la relación laboral, actúan protegiendo el interés de la empresa más que el de los tra-
bajadores. 3) La mayor parte son dirigencias que tienden a permanecer largos periodos, de jure
y de facto, donde encontramos que un el secretario general preside varios sindicatos, en algunos
casos, de ramas muy lejanas a la manufactura. En casos donde existe cambio de los comités eje-
cutivos son sustituidos por gente incondicional a los principales dirigentes corporativos.

La estructura sindical corporativa (CTM, CROC, CROM y CTC)15 de filiación priis-


13
Esta práctica violatoria de los derechos de libre elección de los trabajadores de sus representantes, ha sido pre-
sentado a la OIT en el Comité de Libertad Sindical por los contratos colectivos de Protección Patronal y el comité
ha concluido lo siguiente: “El Comité observa que en la presente queja la organización querellante cuestiona de
manera global el funcionamiento del sistema de relaciones laborales en México en lo que respecta al reconoci-
miento de las organizaciones sindicales y sus juntas directivas («toma de nota») — que califica de discrecional
—; la posibilidad del empleador de firmar un contrato colectivo de aplicación general con la organización sindical
que elija antes de que la empresa empiece a iniciar operaciones la empresa o sin necesidad de acreditar la repre-
sentatividad de ésta o la participación de los trabajadores, reproduciendo prácticamente los mínimos de protección
de la legislación laboral (a juicio de la organización querellante la inmensa mayoría de los contratos colectivos
lo hace); los obstáculos en la práctica para demostrar a través de una votación la mayor representatividad de otro
sindicato; la falta de independencia, de imparcialidad y la lentitud excesiva de los órganos (Juntas de Conciliación
y Arbitraje) encargados de las denuncias por violación a los derechos sindicales; los obstáculos al ejercicio del de-
recho de huelga, y proyectos de ley tendentes a obstaculizar todavía más el ejercicio de los derechos sindicales. La
organización querellante denuncia una red de corrupción entre las organizaciones sindicales y los empleadores con
la complicidad de las autoridades que se repercutiría en las Juntas de Conciliación y Arbitraje. Asimismo, según la
organización querellante cuando los trabajadores intentan ejercer sus derechos sindicales frente a este contexto se
encuentran confrontados a actos de violencia, así como a amenazas y actos de discriminación. La CSI señala en su
comunicación de fecha 12 de abril de 2010 que la queja se fundamenta en la violación del derecho de asociación,
construido sobre la premisa de que son los trabajadores quienes eligen libremente la organización sindical que
representa sus intereses laborales; cuando es el patrón quien elige el sindicato conforme a sus propios intereses y
firma un convenio colectivo de trabajo (CCT) al margen de sus beneficiados, se están violando los derechos fun-
damentales de los trabajadores contenidos en el Convenio núm. 87 de la OIT.” Ver
http://www.ilo.org/dyn/normlex/es/f?p=NORMLEXPUB:50002:0::NO::P50002_COMPLAINT_TEXT_
ID:2911806
14
Es el caso de FIAT-Chrysler de Coahuila y de Audi Puebla.
15
Confederación de Trabajadores de México (CTM), Confederación Revolucionaria de Obreros y Campesinos

CAPÍTULO II 167
ta16 y hegemónica en la IAM, a su vez dominada por la CTM en la industria terminal, asegura
con la complicidad de las autoridades laborales y las empresas en al menos dos aspectos: 1)
la precariedad laboral a través de la firma de Contratos de Protección Patronal, al inicio de
las operaciones de las nuevas plantas de las ETAs y el control de la fuerza de trabajo y de los
movimientos reivindicativos de los trabajadores, sea por la libertad sindical o por la mejora de
sus condiciones laborales. La primera proviene desde los años sesenta, cuando las empresas
abrieron nuevas plantas en los estados aledaños al entonces Distrito Federal, acentuada en los
años ochenta a partir de la segunda desconcentración territorial de la IAM17 y renovada desde
inicios del Siglo XXI.

Además de ser el esquema de contratación que prevalece en la industria terminal, éste


tiene un efecto multiplicador a través del desarrollo de la cadena de proveedores ya que al
iniciar operaciones una nueva planta de este sector, trae tras sí una avalancha de inversiones.
Véase el cuadro 3. En 2006 las nuevas plantas productivas que registraron un contrato colecti-
vo de trabajo fueron cuarenta y cinco; para 2010 sesenta y dos; y cuando comienzan las ETAs
a instalarse, esto es en 2012, son ochenta y nueve; ya para 2015 son ciento cincuenta y ocho.

Cuadro 3. Contratos colectivos en el complejo automotor, registrados por año en la

Junta Federal de Conciliación y Arbitraje (2005-2015)

CCT
Nuevo
Años registrados Aguascalientes Coahuila Guanajuato Puebla SLP Otras
León
en la JFCA
2015 158 15 13 23 16 9 6 85
2014 119 4 15 27 7 10 3 63
2013 111 11 4 40 2 3 7 47
2012 89 10 4 23 2 3 8 42
2011 68 4 6 16 1 1 6 35
2010 62 2 1 6 1 4 9 43
2009 63 4 3 3 3 4 1 49
2008 65 0 8 13 3 2 7 34
2007 57 0 4 8 1 0 3 41
2006 45 5 1 4 1 1 1 33

Fuente: Junta Federal de Conciliación y Arbitraje varios años.

(CROC), Confederación Regional Obrera Mexicana (CROM), Confederación de Trabajadores y Campesinos


(CTC).
16
Hace referencia al gobernante Partido Revolucionario Institucional (PRI).
17
Arteaga García (2003).

CAPÍTULO II 168
Volviendo a nuestro caso, CLAUGTO, ponemos de relieve que, de los 160 contratos colec-
tivos registrados endicho estado, para la rama de actividad XII (automotriz y autopartes) de jurisdic-
ción federal, 142 están bajo el control de la CTM (89.4%), 10 con la CROC (6.3%), 3 con la CTC
(1.9%), 2 con CAT (1.3%), 1 con FOS (0.6%), 1 con FSL (0.6%). En otras palabras, de las 6 centrales
que actúan en el Estado, 3 son de corte corporativo (CTM, CROC, CTC) y 3 son centrales “blancas”
(Ramírez, 2011)18 (CAT, FOS, FSL). De manera agregada (véase cuadro 4), las corporativas contro-
lan 155 contratos (97.5%) y las blancas 4 contratos (2.5%). No existe ningún contrato colectivo con
un sindicato democrático e independiente. De hecho, son 20 los sindicatos que actúan en la rama XII,
y los cuatro sindicatos con mayor número de contratos colectivos (registros: 5262, 5924, 5654, 3224),
todos de la CTM, controlan 130 contratos colectivos (81.3%).

Cuadro 4. Contratos colectivos de la rama XII (automotriz y autopartes) por


central sindical para el año 2015
Contratos
No Central Tipo colectivos de %
Trabajo
Confederación de Trabajadores de
1 Corporativa 142 89.4
México
Confederación Revolucionaria de
2 Corporativa 10 6..3
Obreros y Campesinos
Confederación de Trabajadores y
3 Corporativa 3 1.9
Campesinos
Confederación Auténtica de
Trabajadores de la República
4 Mexicana Blanca 2 1.3
(forma parte de Confederación de
Agrupaciones Sindicales Mexicanas)
Federación Obrera Sindicalista
(forma parte de la Federación
5 Blanca 1 0.6
Autónoma del Sindicalismo
Independiente en México)
Federación de Sindicatos Libres
6 (forma parte de Confederación de Blanca 1 0.6
Agrupaciones Sindicales Mexicanas)
Total 160 100
Fuente: elaboración propia con datos de la JFCA, 2015

18
Aunque son organizaciones sindicales promovidas por las propias empresas, algunas de ellas
tuvieron un fuerte impulso bajo las administraciones panistas como medida para contrarrestar
al sindicalismo corporativo del PRI.

CAPÍTULO II 169
Para ejemplificar esta condición en el caso del CLAUGTO, hicimos una comparación
sintética de las condiciones contractuales y salariales en varias empresas del sector terminal que
operan dentro de su estructura. (Véase cuadro 5)

Cuadro 5. Tabulador, salarios y cláusulas contractuales del clúster Guanajuato de


las empresas del sector terminal (2016)

Salario Salario
Número de Categorías Central
Empresa Contrato por hora por hora
cláusulas salariales Sindical
(mayor) (menor)
CC-
GM 973/2005- 74 13 58.86 16.87 CTM
XII
CC-
Hino
1197/2009- 39 8 40.20 19.26 CTM
(Camiones)
XII
CC-
Honda 1384/2011- 50 6 43.86 19.88 CTM
XII
Mazda CC-
(Operacio- 1353/2011- 42 4 40.00 18.38 CTM
nes) XII
Mazda CC-
(Manufac- 1352/2011- 26 2 15.16 11.02 CTM
tura) XII
CC-
Mazda
1454/2012- 30 2 14.30 10.40 CTM
(Logística)
XII
CC-
VW 1412/2012- 44 11 52.34 26.18 CTM
XII
CC-
Ford 1910/2015- 49 16 66.98 16.31 CTM
XII

Fuente: Contratos Colectivos de Trabajo tomados de la JFCA, 2016.

El cuadro 5 sintetiza algunos de los efectos del corporativismo y del sindicalismo


de protección y se refleja en los CCPP. En primer lugar, destaca el hecho de que a pesar de
que todos los sindicatos están afiliados a la CTM, cada uno de ellos funciona de manera
independiente. Es decir, no tienen una estrategia conjunta de negociación con las ETAs,

CAPÍTULO II 170
atomizando su capacidad como interlocutores en la defensa y mejoramiento de las condi-
ciones laborales y de vida de sus afiliados. En segundo lugar, esto lleva a la dispersión de
las condiciones contractuales, expresadas en el número de cláusulas contenidas en cada
CCT19, que además no permite extender las mejores condiciones laborales alcanzadas por
alguno de los sindicatos. Esto se refleja en el hecho de que el CCT con mayor antigüedad,
el de GM, sin que se pueda poner como ejemplo de bilateralidad y de capacidad negocia-
dora, tiene más cláusulas que las de las otras empresas.

En tercer lugar, un rubro relevante que refleja las condiciones laborales, se refiere
a que el número de cláusulas expresa formalmente el nivel de bilateralidad alcanzada en
los distintos ámbitos de la relación laboral en las empresas y mientras las ETAs se benefi-
cian del conjunto de subsidios y facilidades otorgadas por el Estado, los sindicatos con su
política de fragmentación no benefician a sus agremiados a partir de los logros alcanzados
por sus pares de sindicatos con mayor antigüedad.

Un ejemplo es el clúster Guanajuato, ver cuadro 5. El contrato colectivo de la


planta de Ford (CC-1910/2015-XII) cuenta con 49 cláusulas; en Mazda (CC-1353/2011-
XII) hay 42 cláusulas en un contrato y 26 en otro (CC-1352/2011-XII); en Honda (CC-
1384/2011-XII) 50 cláusulas, en VW Celaya (CC-1412/2012-XII) 44 cláusulas y esta con-
dición se extiende a las nuevas instalaciones en operación y anunciadas en otros estados
de la república.

Estos contratos colectivos, donde no hubo negociación real de por medio, traen
consigo una vez que ya comienzan a operar las plantas, que las condiciones laborales
siempre se establezcan a la baja con relación a las condiciones existentes en otras plantas
y empresas20 y que exista poca o nula capacidad de renegociación por parte de la base
trabajadora de incidir en su modificación. Sumado al férreo control de las dirigencias sin-
dicales impuestas sin su consentimiento.

En cuarto lugar, la prevalencia del esquema corporativo, asegura el control local,


estatal y federal de la burocracia sindical ligada al PRI, cuyo efecto más grave es el aca-
paramiento de contratos colectivos de protección en diversas actividades productivas y
de los servicios, donde es poca o nula la participación de las bases, pero al mismo tiempo

19
Si bien no estamos en condiciones de hacer una comparación sistemática de su contenido, en términos cuantita-
tivos nos permite inferir el nivel de bilateralidad existente en cada una de las empresas.
20
http://www.sinembargo.mx/14-04-2015/1312538 y http://economia.terra.com.mx/acusan-despidos-injustifica-
dos-en-mazda,b3b593da5469c410VgnCLD200000b1bf46d0RCRD.html(Consultado 12/05/2016).

CAPÍTULO II 171
sirven para el enriquecimiento de los supuestos líderes y para la promoción de sus carreras
políticas dentro de la estructura corporativa del PRI.

Lo planteado sobre el sindicalismo corporativo, apunta pues a que lejos de ser un


elemento incidental dentro de la operación de la IAM, es parte del esquema de negocios
de las ETAs y supone siempre la intervención del Estado en la operación y reproducción
de este modelo de relaciones laborales, como una ventaja comparativa y competitiva local
para promover la inversión extranjera, cuyo objetivo primordial es el aseguramiento de
las ganancias de operación y su retorno a los países sede de sus matrices, para cumplir con
sus compromisos financieros.

Conclusiones

1. La IAM, es un ejemplo de resultados exitosos para las ETA en cuanto a uso del
territorio nacional como plataforma productiva y de exportación a nivel global.

2. La transferencia de tecnología de proceso, de producto y los sistemas logísticos


son una aportación al aprendizaje interno a nivel nacional, estatal y regional.

3. La formación de la fuerza de trabajo con altos niveles de capacitación ha per-


mitido la aplicación exitosa de los sistemas de trabajo de alto desempeño, ubicando a las
plantas de las diferentes firmas en el país entre las más eficientes y productivas entre sus
instalaciones en el mundo. El clúster es una forma de organización territorial de la indus-
tria promovida por el Estado y las empresas, cuyo resultado es la aplicación y operación
conjunta del conjunto de los factores de la producción basadas en la construcción de ven-
tajas competitivas.

4. Aunque en el clúster no se reconoce la participación del sindicalismo corporativo


priista como un socio en el establecimiento de un sistema de relaciones laborales basado
en la firma de CCPP, se niega en los hechos la libertad de elección y libre sindicalización
de la fuerza de trabajo. Dando como resultado que con cada nuevo CCPP, se establezcan
las más bajas condiciones de salariales y de contratación existentes dentro de la IAM.

5. Por lo que pensando en la viabilidad y sustentabilidad de la IAM en el corto


mediano y largo plazo debe modificarse este sistema de relaciones laborales respetando el
derecho de la clase trabajadora a ejercer libremente sus derechos reconocidos por las leyes
nacionales y en los convenios internacionales de la OIT.

CAPÍTULO II 172
Obra citada

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Mazda Motor Manufacturing, S.A. de C.V. y el Sindicato Nacional de Trabajadores de
la Industria Automotriz, Similares y Conexos de la República Mexicana.

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Mazda Logísticade México, S.A. de C.V. y el Sindicato Nacional de Trabajadores de la
Industria Automotriz, Similares y Conexos de la República Mexicana

JFCA. (2012a). Contrato Colectivo de Trabajo CC-1407/2012-XII firmado entre la empresa


Nissan Mexicana, S.A. de C.V. y el Sindicato Único de Trabajadores de la Industria
Automotriz del Estado de Aguascalientes.

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Volkswagen de México, S.A. de C.V. y el Sindicato Nacional de Trabajadores de la In-

CAPÍTULO II 173
dustria Automotriz, Similares y Conexos de la República Mexicana.

JFCA. (2014a). Contrato Colectivo de Trabajo CC-1693/2014-XII firmado entre la empresa


BMW SLP, S.A. de C.V. y el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Industria Auto-
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presa Kia Motors México, S.A. de C.V. y el Sindicato Nacional de Trabajadores de la
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CAPÍTULO II 175
Productores locales para la industria
automotriz en el estado de Guanajuato: desafíos
relacionados con la calidad y la productividad

Omar Jair Purata Sifuentes21

Ramón Navarrete Reynoso22

Francisco Nicolás Escobar Tovar23

Resumen: El ingreso a la cadena de suministro del sector automotriz no es una tarea simple. In-
dependientemente del tamaño de la organización que pretende incorporarse, los fabricantes de
automóviles originales demandan un mínimo nivel de implementación de sistemas de gestión
y aplicación de metodologías y herramientas de gestión especializadas. Se explora la situación
de las pequeñas y medianas empresas (PyMES) del estado de Guanajuato, como potenciales
proveedoras del sector automotriz. Se encontró que, en general, las PyMES del estado no tienen
claro cómo implementar los esquemas requeridos para un ingreso exitoso a la cadena de sumi-
nistro del sector automotriz del estado. Aun con todo esto, las PyMES tienen lo suficiente para
emprender acciones que lleven a la ruptura de los ineficaces e ineficientes esquemas actuales
y los evolucionen hacia nuevos estándares, como los requeridos por el sector automotriz de
Guanajuato.

Palabras clave: Sector automotriz, cadena de suministro, calidad y productividad

Summary: Admission to the supply chain in the automotive sector is not a simple task. Re-
gardless of the size of the organization that aims to join, automotive original equipment man-
ufacturers are demanding a minimum level of implementation of management systems and
implementation of methodologies and specialized management tools. The situation of small
and medium enterprises in the state of Guanajuato, as potential suppliers to the automotive
21
Doctor en Ciencias, Especialista en Sistemas de Calidad y Productividad, Universidad de Guanajuato.
Email: opurata@ugto.mx
22
Doctor en Cadena de Suministro e Integración Empresarial. Universidad de Guanajuato.
Email: navarrete_ramon@hotmail.com
23
Maestro en Gestión e Innovación Tecnológica. Zumink, S. A. de C.V. Email: nikoescobar19@gmail.com

CAPÍTULO II 176
sector is explored. It was found that, in general, Guanajuato’s small and medium enterprises are
unclear about how to implement schemes required for a successful entry into the supply chain
in the automotive sector in the State. Even with all this, small and medium enterprises have the
required level to take actions that lead to the breakdown of the current ineffective and ineffi-
cient schemes and evolve to new standards such as those required by the automotive sector in
Guanajuato.

Keywords: Automotive sector, supply chain, quality and productivity

Introducción

La producción de la industria automotriz en México ha alcanzado niveles sobresalien-


tes en los últimos años, viéndose duplicada en los últimos cinco años, con un estimado de 3.2
millones de vehículos en el 2014 (Muller, 2014) y más de 5 millones para 2020, según la Aso-
ciación Mexicana de la Industria Automotriz, A.C. (AMIA). El corredor industrial que abarca
los estados de Querétaro, Guanajuato y Aguascalientes ha recibido un cúmulo de inversiones
de empresas automotrices, tanto fabricantes de equipo original (OEM, por sus siglas en inglés),
esto es, las armadoras de automóviles, como empresas proveedoras de primer, segundo o tercer
nivel (tier 1, tier 2 y tier 3, respectivamente). Destacan las inversiones de Nissan en el estado de
Aguascalientes, desde donde se envía un vehículo cada 38 segundos a alguno de los 50 países
a los que se exporta desde México (Muller, 2014). Sin embargo, el estado de Guanajuato no
se queda atrás, con inversiones de los OEM Mazda, Honda, Volkswagen y Toyota, se perfila
como uno de los lugares donde se configura el futuro de la industria automotriz en el continente
americano, y en buena parte del mundo.

El crecimiento del estado de Guanajuato ha sido exponencial en los últimos años. Gua-
najuato creció económicamente en un 4 %; disminuyó la pobreza alimentaria en 3 %; logró
la sexta tasa de deuda pública más baja del país (1.4 %); disminuyó el trabajo informal hasta
un 56.9 %; y disminuyó hasta 7.9 % la cantidad de trabajadores que no labora en el sector
gubernamental (Semáforos estatales, 2014). Por otra parte, Rodríguez (2013), manifiesta que
Guanajuato se ubica a media tabla de posiciones de entre todos los estados en lo que al Índice
de Desarrollo Humano se refiere, mismo que toma en cuenta las necesidades básicas de salud,
educación e ingresos, mediante tres indicadores componentes en un rango de medición de 0 a 1.
En el IDH por estado, Guanajuato obtuvo un valor ligeramente menor a 0.81 en 2010, mientras
que Aguascalientes obtuvo un valor por encima de 0.84, y Querétaro supera el 0.87. Guana-

CAPÍTULO II 177
juato debería trabajar sus políticas públicas relacionadas con la educación y la salud, a decir de
Rodríguez (2013).

El objetivo del presente trabajo es analizar los desafíos que enfrentan los productores
locales, principalmente las PYMES (pequeñas y medianas empresas), al tratar de incorporar-
se a la cadena de valor de la industria automotriz, desde el enfoque de la calidad y la compe-
titividad.

Marco de referencia

Durante 2015, en la República Mexicana se vendieron 1 351 648 vehículos, siendo


la venta más alta en la historia del país. Al cierre de 2015, la industria automotriz representó
el 3% del Producto Interno Bruto (PIB) de México y la Asociación Mexicana de la Industria
Automotriz (AMIA), pronostica que para el 2020 se fabricarán en el país más de 5 millones
de vehículos (León, 2016). Por supuesto, el sector automotriz juega desde hace algunos años,
un papel preponderante en el desarrollo del país, siendo quien más divisas genera, por encima
incluso de la industria petrolera (Secretaría de Economía, 2013).

El número de personas ocupadas en la industria automotriz creció 45 % en los últimos


5 años, siendo los estados de Durango, Zacatecas, Guanajuato los de más altas tasas de cre-
cimiento (583 %, 205 % y 180 %, respectivamente), y el mayor crecimiento se ha dado en la
fabricación de los componentes de los vehículos (INEGI, 2014).

El estado de Guanajuato llama la atención, debido al flujo de inversión extranjera que se


ha venido dando en los últimos 5 años, siendo el caso particular el de las empresas japonesas,
tanto los OEM (fabricantes de equipo original, por sus siglas en inglés, Original Equipment
Manufacturer) como los fabricantes de autopartes. Se sabe que las empresas japonesas invier-
ten en México por la pérdida de competitividad de Japón como sitio de producción, debido al
costo elevado y por la tendencia mundial a ensamblar los vehículos cerca del mercado (Estados
Unidos de América, en este caso).

El porqué las empresas japonesas se han aglomerado en Guanajuato se debe, en buena


medida, a la política de promoción del Gobierno Estatal, a una mejor condición logística y a la
red de negocios entre las empresas japonesas. El número de inversiones japonesas en Guana-
juato casi alcanza 70 inversiones, muy por encima del segundo estado en este rubro, que es el
estado de Aguascalientes con menos de 30 inversiones (Hoshino, 2016).

CAPÍTULO II 178
Metodología

Se realiza un análisis exploratorio basado en información del clúster automotriz de


Guanajuato (CLAUGTO), del que se desprenden tendencias y requerimientos comunes de las
empresas del sector. El análisis comienza por la cadena de suministro en el sector automotriz.
Luego se revisa el estado que guardan las PYMES del estado con respecto a conceptos básicos
del tema calidad y productividad, haciendo uso de una encuesta exploratoria aplicada a cien
empresas de la ciudad de León, Guanajuato. De ahí, se analizan los desafíos que enfrentarán las
PYMES en forma de cumplimiento con certificaciones, herramientas y metodologías propias
del sector automotriz. Finalmente, se contrasta la situación actual de los productores locales
respecto de dicho abanico de requisitos impuestos por el sector automotriz para el ingreso a la
cadena de valor.

La cadena de suministro en el sector automotriz

La planificación, implementación y control del almacenaje, transporte y el flujo eficien-


te de materiales de extremo a extremo de la cadena, con un fundamento en aprovisionamiento,
distribución y operaciones es lo que se denomina logística (CLM, 1998). La cadena de suminis-
tro es algo más que logística. Es un término que plantea la integración de procesos de negocios
de varias organizaciones para lograr un mayor impacto en la reducción de costos, velocidad de
llegada al mercado, servicio al cliente y rentabilidad de cada uno de los participantes. De esta
manera, algunos autores han asumido que la cadena de suministro “es la logística; pero exten-
dida más allá de las fronteras de la empresa” (Bowersox et al., 2007). Desde esta perspectiva,
entonces, se puede decir que la logística queda comprendida dentro de la cadena de suministro
formando parte de la misma.

Muchos investigadores han abordado el tema y cada uno tiene una definición acerca de
la cadena de suministro. Sin embargo, podemos citar algunas de ellas, como que la cadena de
suministro (CS) “…es un proceso que busca alcanzar una visión clara del suministro basado
en el trabajo conjunto de clientes, consumidores y vendedores para anular los costes que no
agregan valor, mejorando la calidad, el cumplimiento de los pedidos, mejorando la velocidad
y permitiendo la introducción de nuevos productos y tecnologías…” (Porter, 1999). Otra de-
finición un poco más desarrollada es que la CS es: “…el conjunto de empresas integradas por
proveedores, fabricantes, distribuidores, y vendedores (mayoristas o detallistas) coordinados
eficientemente por medio de relaciones de colaboración en sus procesos clave para colocar los

CAPÍTULO II 179
requerimientos de insumos o productos en cada eslabón de la cadena en el tiempo preciso y al
menor costo, buscando el mayor impacto en las cadenas de valor de los integrantes, con el pro-
pósito de satisfacer los requerimientos de los consumidores finales.” (Jiménez, 2002).

La cadena de suministro del sector automotriz no es fácil de especificar. El tamaño de la


industria es bastante amplio y diversificado, sobre todo, las relaciones entre clientes y provee-
dores son profundamente complejas, lo cual complica su análisis. La posición de una compañía
en la cadena de suministro puede diferir dependiendo del tipo de autopartes que suministra, y
del cliente. Por ejemplo, un proveedor directo (Figura 1) que surte transmisiones automáticas
a un fabricante de automóviles puede también ser un sub-proveedor que aprovisiona indirec-
tamente juegos de engranes a otro fabricante de automóviles. Más aún, estas compañías, es-
pecialmente los sub-proveedores, frecuentemente suministran componentes a clientes que se
encuentran fuera de la industria automotriz.

Figura 1. Complejidad de la cadena de suministro del sector automotriz

Fuente: Jiménez, 2006

CAPÍTULO II 180
En la actualidad, los ensambladores de automóviles pugnan para que su cadena de abas-
tecimiento sea lo más corta posible; e incluso, induciendo a sus proveedores más directos a que
se instalen lo más cercano a las plantas de ensamble, y estén en posibilidades de desarrollar
sub-ensambles modulares (Jiménez, 2006). La razón es que se quiere tener una mejor visibili-
dad de la información de la demanda. En cada nivel de proveedores, también se prefiere tratar
con el menor número de ellos. Esto hace que los ensambladores se conviertan en la empresa
central, y en el eslabón de mayor influencia en la cadena. En ese sentido, los ensambladores
automotrices, como empresa central de la cadena, han preferido estar lo más cerca del consumi-
dor: por un lado, atendiendo las necesidades directas de los clientes, y por otro, acordando pro-
gramas con distribuidores en sistemas ajustados de producción y venta (Womack, et al. 1990).

Por lo anterior, la cadena de suministro del sector automotriz formalmente puede deli-
mitarse a partir de la identificación de la empresa central reconocida, en este caso como ensam-
bladores de automóviles (OEM). Cada una de tales empresas representa el eslabón principal de
su cadena, y están ubicadas en un mercado que se caracteriza por ser altamente concentrado y
dominado por muy pocas compañías. Lamming (1993), ya anunciaba que estas empresas serían
grandes firmas que ofrecerían un amplio rango de servicios al consumidor, y que asumirían la
responsabilidad del desarrollo de la industria. También reconoció que los proveedores en esta
industria serían estructurados por “niveles” diferenciados por la naturaleza de su relación de
suministro con su cliente, el nivel tecnológico del producto que abastece, y la complejidad de
la producción y funciones de suministro, las cuales controlen o coordinen.

En efecto, los eslabones “río arriba” o proveedores se reconocen como: proveedores de


primer nivel (directos); segundo nivel; tercero; y así sucesivamente (indirectos), que abastecen
productos cada vez de menor valor agregado.

El mercado de los proveedores de primer nivel es más competitivo. Existen cientos


de ellos; algunas son compañías muy grandes con ventas anuales de billones de dólares. El
mercado de los subproveedores de segundo nivel, y de aquellos niveles más alejados, es aún
más competitivo debido a que lo constituyen miles de pequeñas empresas que se agregan a las
pocas grandes compañías existentes en estos eslabones de la cadena. Algunos de los provee-
dores de primer nivel también operan en los niveles inferiores de la cadena, ya sea por medio
de la integración vertical, o abasteciendo partes a sus rivales en el primer nivel (Brunnermeier
y Martin, 1999).

Los eslabones “río abajo”, lo componen miles de distribuidores, también conocidos


como concesionarios, que tienen como función vender automóviles a los consumidores: último

CAPÍTULO II 181
eslabón de la cadena. En este nivel de la cadena de suministro, la relación entre ensambladores
y distribuidores no es del todo muy alentadora, ya que los primeros intentan conservar su con-
trol sobre los distribuidores, a los que les han impuesto sus condiciones estándares, en muchos
casos no directamente relacionados con la satisfacción del cliente o la mejora de resultados,
sino con la conveniencia y el control de la propia marca (López, 2002).

La cultura de la calidad en las empresas de Guanajuato

Se ha explorado, por medio de una encuesta aplicada a la Alta Dirección de algunas


organizaciones de la ciudad de León, Guanajuato, cuál es el nivel de cultura de la calidad de
quienes son responsables de generar el impulso de sus empresas que les permitiría incursionar
en sectores exigentes en el tema, como lo son el automotriz y el aeronáutico. Cabe aclarar que
los directivos encuestados no pertenecen necesariamente a empresas de manufactura, puesto
que se puede ser proveedor de la industria automotriz desde diversos sectores económicos.

La premisa básica que se quiere evaluar es que se puede hablar de la existencia de una
cultura de calidad siempre y cuando la alta dirección de las organizaciones al menos:

• Entienda y defina términos básicos relativos a los sistemas de calidad.

• Emplee indicadores básicos que permiten implementar dichos sistemas, por ejem-
plo: rotación de personal y horas de capacitación del personal.

Para la evaluación del entendimiento de términos relativos a la cultura de la calidad, se


emplearon como referencia las definiciones establecidas en ISO 9000 (ISO, 2005), que es un
documento vocabulario aceptado a nivel internacional por los profesionales de la calidad.

En este rubro, se tomaron como referencia palabras clave de las definiciones dadas en
ISO 9000 (2005), esto es, los dos conceptos encuestados, las respectivas palabras clave y su
valor son:

• Calidad: grado, características, requisitos, cumplir. Valor de cada palabra = 2.5.

• Sistema de gestión de la calidad: conjunto, elementos, relación, establecer, dirigir,


controlar, organización. Valor de cada palabra = 1.7.

CAPÍTULO II 182
En la evaluación se tomaron como aceptables términos equivalentes a los listados, por ejem-
plo: especificaciones = requisitos, pasar = cumplir, grupo = conjunto, empresa = organización,
etc. Las personas que contestaron esta encuesta estuvieron distribuidas según su posición labo-
ral como se ilustra en la Tabla 1. Respecto de la edad del encuestado, la mitad de ellos rebasaba
los 40 años y la mitad se situaba entre los 25 y los 40 años.

Tabla 1. Puesto de los cien directivos encuestados.

PUESTO FRECUENCIA
Director o Gerente General 61
Gerente de Producción 8
Gerente Administrativo 8
Otros puestos 23

Fuente: Elaboración propia

Respecto de los sectores encuestados, la Figura 2 muestra la distribución de los mis-


mos. Y finalmente, con respecto al tamaño de las organizaciones encuestadas, la Tabla 2 pre-
senta la distribución de tamaños incluidos.

Figura 2. Sector al que pertenecen las empresas encuestadas

Fuente: Elaboración propia

CAPÍTULO II 183
Tabla 2. Tamaño de las organizaciones de los directivos encuestados.

TAMAÑO FRECUENCIA

Micro 50
Pequeña 30
Mediana 18
Grande 2

Fuente: Elaboración propia

Resultados

Martínez (2016), apunta que los sindicatos de la industria automotriz orientan sus es-
trategias hacia la vinculación de los salarios con la productividad, cuya medición dependería
del producto que se fabrique. “Para aumentar la productividad en los centros de trabajo, es
necesario que las empresas […] adquieran tecnología de punta, a fin de que […] los costos se
reduzcan”, Martínez (2016). Nada más opuesto a la filosofía japonesa, basada fuertemente en
las técnicas del Kaizen (mejora continua), donde todos lo trabajadores realizan mejoras peque-
ñas, pero sostenidas a lo largo del tiempo.

Los resultados de la encuesta aplicada a los empresarios con respecto a la pregunta


“¿Qué es Calidad?” se muestran en la Tabla 3, mientras que en la Tabla 4 se muestran los co-
rrespondientes a la pregunta “¿Qué es un Sistema de Gestión de la Calidad?”.

Tabla 3. Resultados: “¿Qué es Calidad?”.

CALIFICACIÓN FRECUENCIA

10.0 1
7.5 17
5.0 23
2.5 40
0.0 19

Fuente: Elaboración propia

CAPÍTULO II 184
Tabla 4. Resultados: “¿Qué es un Sistema de Gestión de la Calidad?”.

CALIFICACIÓN FRECUENCIA

10.0 0
8.5 0
6.8 1
5.1 6
3.4 25
1.7 36
0.0 32

Fuente: Elaboración propia

Por supuesto, evidenciar en forma burda que la mitad de los directivos encuestados
apenas son capaces de recordar un par de conceptos clave relacionados con la calidad, es so-
lamente un reflejo de dos posibles causas: se cree que “en el mundo real” no es importante el
entendimiento de conceptos básicos, o la formación intra y extra-escolar no ha tenido la eficacia
requerida al respecto.

Aún más, dentro de la encuesta se preguntó a los directivos si contaba la empresa con un
Sistema de Gestión de la Calidad (SGC), y el 44 % contestó afirmativamente. Enseguida, vino
la pregunta de si el SGC seguía los lineamientos establecidos en el estándar internacional ISO
9001 (2008) y la respuesta negativa fue la que en esta ocasión tuvo un 44 %, siendo las razones
expuestas las reportadas en la Tabla 5.

Tabla 5. Razones por las que mi SGC no sigue los lineamientos de ISO 9001 (2008).

RAZÓN FRECUENCIA

Desconocimiento de lo que es un SGC 48


Falta de interés 28
Desconfianza en los consultores en SGC 18
Falta de involucramiento 17
Otros 8

Fuente: Elaboración propia

CAPÍTULO II 185
Es importante destacar que el ejercicio realizado, aunque no es riguroso, presenta
un buen tamaño de muestra y no deja de reflejar la realidad del empresario local en lo
que a desconocimiento de cuestiones básicas de la calidad se refiere. En particular, den-
tro del sector automotriz, es más demandado por el CLAUGTO el cumplimiento con la
especificación ISO/TS 16949 (2009), que presenta requisitos más estrictos y demanda el
uso de otras técnicas y metodologías especializadas, de uso típico en el sector (las lla-
madas Core Tools, por mencionar algunas). De modo que es preocupante el hecho de no
contar con la parte básica (recordar, según la taxonomía de Bloom) en lo que respecta a
una cultura de la calidad.

La Secretaría de Economía (2013) considera que “México puede convertirse en


un centro de diseño e innovación, para lo cual el desarrollo del capital humano juega un
papel fundamental”. A este respecto, en la encuesta se preguntó a los directivos si utili-
zaban un indicador que reflejara el fenómeno de la rotación de personal. El 54 % con-
testó afirmativamente. Finalmente, se les cuestionó si sabían cuántas horas-hombre de
capacitación recibe su personal cada mes. Solamente un tercio de los encuestados conoce
el dato, con promedios generales de 4 horas de capacitación al mes en todos los niveles
organizacionales.

En mayo-junio de 2012, el Programa de Estudios México-Japón (PROMEJ) de la


Universidad de Guadalajara realizó una encuesta para investigar los factores de localiza-
ción de empresas nuevas en los estados de Aguascalientes y Guanajuato. Se encuestaron
en total 42 empresas de las que respondieron 17 del estado de Guanajuato (60 % de tasa
de respuesta válida). En el concepto de “Evaluación de proveedores locales”, 12 de las
empresas encuestadas respondieron con “Normal” a la evaluación del rubro Calidad,
mientras que 5 respondieron con “Mala”. No hubo respuestas ubicadas en el nivel “Bue-
na”. La ausencia de calificaciones Buenas, se observó también en los rubros Fecha de
entrega y Capacidad tecnológica (Okabe y Carrillo, 2014).

Se debe tomar en cuenta el impacto de la inversión japonesa en la cultura laboral.


El obrero promedio tiene dificultad en adaptarse al ritmo de vida industrial del sector
automotriz con una constante alta presión y requerimiento de una alta concentración
mental. Si adicionalmente se considera el sistema japonés de producción, se debe poder
realizar trabajo multifuncional, mejora continua que no se reflejará en mayores ingresos
y exigencia de trabajo con cero defectos. Todos estos factores están representando un
gran reto para los esquemas tradicionales de pensamiento laboral en el estado de Gua-
najuato.

CAPÍTULO II 186
Conclusiones

Los productores locales, potenciales proveedores del sector automotriz de Guanajuato,


no cuentan en promedio con sistemas implementados y funcionales para satisfacer los requisi-
tos impuestos por el sector. Hace falta más concientización en la pequeña y mediana empresa
sobre la importancia de medir indicadores imprescindibles para la implantación eficaz y efi-
ciente de sistemas de gestión. Además, con la misma irrupción en masas de empresas del giro
automotriz, se engrandecen fenómenos adversos como la fuga de talentos, multi-oferta de ase-
sores sin competencia, etc. El empresario japonés detecta fuertes necesidades de capacitación,
dentro de la lógica del sistema de producción japonés, mientras que el obrero mexicano exige
aumentos salariales y que sean los extranjeros los que se adapten a la lógica laboral mexicana.
A pesar de todo esto, se cuenta con una línea base suficiente para emprender acciones que lleven
a la ruptura de los esquemas actuales de trabajo y los evolucionen a lo requerido por el clúster
automotriz de Guanajuato.

CAPÍTULO II 187
Obra citada

Bowersox, D.; Closs, D.; Cooper, M.B. (2007). Administración y logística de la cadena de
suministros. Ed. McGraw-Hill.

Brunnermeier, S. B, y Martin, S. A. (1999). “Interoperability Cost Analysis of the U.S. Au-


tomotive Supply Chain”. Research Triangle Institute Center for Economics Research.
Research Triangle Park, NC 27709 (Final Report).

Council of Logistics Management. CLM (1998). Conferencia Anual.

Hoshino, Taeko. (2016). Impacto socio-económico de la inversión japonesa en la industria au-


tomotriz de Guanajuato. Conferencia. Universidad de Guanajuato, Campus León, Sede
San Carlos, 18 de mayo de 2016.

Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI). Censos Económicos 2014.

ISO 9000 (2005) – Sistemas de Gestión de la Calidad. Fundamentos y vocabulario. Traducida


como: NMX-CC-9000-INMC-2008. México, D.F.

ISO 9001 (2008) – Sistemas de Gestión de la Calidad. Requisitos. Traducida como: NMX-CC-
9001-INMC-2008. México, D.F.

ISO/TS 16949 (2009) – Sistemas de Gestión de la Calidad. Requisitos particulares para la


aplicación de la norma NMX-CC-9001-INMC-2008 para la producción en serie y de
piezas de recambio en la industria del automóvil. Traducida como: NMX-CC-16949-
INMC-2010. México, D.F.

Jiménez E.; Hernández S. (2002). “Marco conceptual de la cadena de suministro: un nuevo


enfoque logístico” Instituto Mexicano del Transporte, Publicación técnica número 215.

Jiménez E. (2006). “Un análisis del sector automotriz y su modelo de gestión en el suministro
de las autopartes” Instituto Mexicano del Transporte, Publicación técnica número 288.

Lamming, R. (1993). Beyond Partnership Strategies for Innovation and Lean Supply. UK:
Prentice Hall International.

López, M. (2002). “Coches hasta en el Híper”. Revista electrónica, Tráfico del Motor.

Okabe, T. y Carrillo, S. (coord.) (2014). Relaciones México-Japón en el contexto del Acuerdo


de Asociación Económica. Guadalajara, México: Universidad de Guadalajara.

CAPÍTULO II 188
Porter M. (1999). One Focus, One Supply Base. Estados Unidos: Purchasing.

Rodríguez , G. J. A. y Caldera, O. A. R. (2013). “Crecimiento económico y desarrollo local en


la región Centro-Bajío de México”. Quivera, vol. 15, num. 2013-1, ene-jun 2013, pp.
37-59.

Womack, J. P, Jones, D. T. y Roos, D. (1990). The Machine that Changed the World. New York:
Rawson Associates.

Obra citada de internet

http://www.mexicocomovamos.org/presentacion-semaforos-estatales ; recuperado el 2016-01-


31.

Muller, J., http://www.forbes.com.mx_mexico-sera-muy-pronto-la-nueva-capital-automo-


triz-de-eu; recuperado el 2016-01-31.

Martínez, M. del P., http://www.eleconomista.com.mx/industrias/2016/05/06/buscaran-mejo-


rar-salarios-automotriz; recuperado el 2016-05-31.

León, G. M., http://www.eluniversal.com.mx/articulo/cartera/negocios/2016/02/11/re-


tos-de-la-industria-automotriz-hacia-2020; recuperado el 2016-02-28.

Secretaría de Economía, http://www.economia.gob.mx/; recuperado el 2016-03-31.

CAPÍTULO II 189
GOBIERNO Y SOCIEDAD EN LA GESTIÓN
DEL MEDIO AMBIENTE Y LOS RECURSOS
NATURALES

Coordinadores

Alex Ricardo Caldera Ortega

Daniel Tagle Zamora

CAPÍTuLO III
GOBIERNO Y SOCIEDAD EN LA GESTIÓN
DEL MEDIO AMBIENTE Y LOS RECURSOS
NATURALES

Coordinadores

Alex Ricardo Caldera Ortega

Daniel Tagle Zamora

Uno de los temas trascendentales para el desarrollo desde lo local es la gestión del medio
ambiente y los recursos naturales, es por eso que se analiza el papel de los actores sociales
y políticos para gestionar el propio territorio en medio de una tensión permanente entre
crecimiento económico y equilibrio natural del entorno. El objeto de estudio de este espa-
cio de reflexión son los propios actores, el conflicto, las luchas, los acuerdos, las estrategias
y los vehículos de la cooperación y la consecución del bienestar social con equilibrio eco-
lógico.

CAPÍTULO Iii 191


La redefinición de las relaciones
intergubernamentales en Guanajuato y el
desarrollo. Municipios, federación y estado en
competencia, 2000-20161

Luis Miguel Rionda2

Jorge Arturo Hernández3

La transición política, económica y social que ha experimentado México, y muy en par-


ticular el estado de Guanajuato desde hace al menos cinco lustros, se ha reflejado en un claro
replanteamiento de las relaciones entre los poderes nacionales y sus correlativos subnacionales
en las entidades federativas y las unidades municipales. La emergencia política de los partidos
considerados de oposición al viejo esquema hegemónico posrevolucionario, comenzó en los
años ochenta a nivel municipal, cuando los partidos de oposición fueron ganando ayuntamien-
tos (Martínez Assad, 1985), y fue expandiéndose desde la periferia hacia el centro. La compleja
renovación del ejecutivo federal en 1988 obligó a la clase política entonces dominante a nego-
ciar con algunos de los institutos políticos de oposición conservadora, y ceder espacios de poder
a la misma: municipios crecientemente importantes y luego gubernaturas de los estados. En los
noventa se experimentó un avance sustantivo de las oposiciones sobre algunos espacios esta-
tales, como fue el caso de Guanajuato en 1991, lo que representó, al menos para esta entidad,
una transformación sustancial y creciente del carácter de las relaciones intergubernamentales,
marcadas ahora por un creciente pluralismo partidista y una mayor movilización de agrupacio-
nes civiles, el llamado tercer sector.

La pluralidad política en los municipios de Guanajuato fue incrementándose conforme


1
Esta ponencia es resultado del apoyo brindado por la Universidad de LaSalle Bajío mediante su Décimo Segunda
Convocatoria para Investigadores en Formación 2015-2016. Contacto: luis@rionda.net
2
Universidad de LaSalle Bajío / Universidad de Guanajuato. Email: luis@rionda.net
3
Universidad de LaSalle Bajío – Facultad de Negocios. Email: arthe2006@hotmail.com

CAPÍTULO Iii 192


fueron madurando las fuerzas sociales y grupos de interés heterogéneos que caracterizan a
las sociedades modernas, aquéllas donde los recursos de control corporativo y mediador han
perdido la fuerza que en algún momento lograron acumular. Hasta los años ochenta del siglo
pasado las sociedades locales municipales, con la excepción de algunos municipios con desa-
rrollo social y económico superior, como León, eran presa de la cooptación desmovilizadora de
agentes políticos locales o foráneos que acaparaban las relaciones con los espacios del poder
central, ya fuera en la capital del estado o en la capital federal. Los mecanismos de control del
partido hegemónico se basaban en la mutua conveniencia del intercambio de beneficios con-
cretos: la provisión de recursos económicos provenientes del gobierno federal o estatal a efecto
de atender las necesidades de las comunidades y cabeceras municipales, a cambio del apoyo
político y electoral para la permanencia de las élites vinculadas al partido de la posrevolución.
Un intercambio de conveniencias que le permitía al sistema dominante reproducirse mante-
niendo un grado importante de legitimidad ante la población, que en efecto recibía beneficios
tangibles que alimentaban la noción de “progreso” social y familiar, que se fue ampliando y
consolidando en las décadas del “desarrollo estabilizador” entre los años cincuenta y setenta.
La legitimidad política no la otorgaban los votos, sino la paz social y el crecimiento económico
de la época. Entonces escasearon las razones materiales para descalificar al sistema autoritario
prevaleciente; sólo las razones ideológicas –de derecha e izquierda– cuestionaban la legitimi-
dad y legalidad del régimen dominante.

La rebelión política ante las urnas en los años ochenta y noventa se explica mejor como
resultado de un deterioro de las condiciones materiales de supervivencia de las clases media
y trabajadora del país en esos años. Las crisis económicas de 1982, 1988 y 1995 lanzaron a la
pobreza a capas de la población que habían experimentado el escalamiento social generacional
en las décadas previas, lo que lastimó fuertemente su percepción de la utilidad del autoritaris-
mo como recurso para el progreso social. El discurso democrático, que había sido propio de
la oposición de derecha liberal, en particular del Partido Acción Nacional (PAN), se convirtió
en un recurso útil para los paradigmas ideológicos en crisis, como la izquierda socialista o el
nacionalismo revolucionario. Las oposiciones al viejo régimen se unificaron por primera vez
alrededor de una misma aspiración: la democracia liberal de carácter electoral y procedimental.
La legitimidad ya no se conseguiría mediante el paternalismo estatal proveedor de bienes y
servicios, el Estado –personificado en el presidente de la República– como el gran taumaturgo
dispensador de satisfactores –el “ogro filantrópico” del que hablaba Octavio Paz– sino median-
te la conquista del voto ciudadano y la competencia ante nuevas élites políticas emergentes.

Ahora bien, Guanajuato y sus municipios han sido un espacio social donde en los úl-

CAPÍTULO Iii 193


timos cinco lustros se han experimentado cambios profundos en las relaciones entre los órde-
nes de gobiernos, los actores políticos y económicos, los partidos políticos y las sociedades
regionales, como lo el investigador principal puso en evidencia en su tesis doctoral (Rionda,
Guanajuato, una democracia de laboratorio. Evolución y perspectivas de una sociedad en trans-
formación política, 1917-1995, 1997). Esos cambios han redibujado las relaciones locales entre
los actores y factores que inciden en el poder político y en el económico en cada municipalidad,
y es importante conocer las características que han adoptado recientemente, pues esos elemen-
tos condicionan el desarrollo social armónico, o bien inducen nuevos factores de conflictividad
que no existían antes. El campo de las relaciones laborales es un ejemplo, que ha experimentado
cambios profundos a partir de la reindustrialización del Bajío, y recientemente por la reforma
laboral.

Los municipios guanajuatenses de la región denominada “corredor industrial”, que son


los que concentran los mayores índices de desarrollo social, económico y humano, han des-
plegado un mayor grado de institucionalización de sus relaciones y competitividad políticas
por medio de los partidos políticos nacionales –no existen partidos locales en el estado de
Guanajuato. Nos referimos a que han podido canalizar sus diferendos sobre los temas públicos
a través de los recursos que proporciona la democracia representativa, mediada por los orga-
nismos de expresión de los intereses de diferentes subconjuntos de la sociedad regional o mu-
nicipal. Aunque los personalismos y patrimonialismos no son ajenos a esas organizaciones, la
existencia de procedimientos normativizados y armonizados por una dirigencia partidista, palia
los extremos a los que puede conducir el protagonismo individual de líderes carismáticos con
agendas particulares, que con frecuencia son ocultas para la ciudadanía.

Es el caso de los seis municipios que son foco del interés de la investigación emprendi-
da por estos autores: León, Guanajuato, Irapuato, Celaya, Salamanca y Silao, que en conjunto
concentran más del 60% del Producto Interno Bruto (PIB) del estado y el 55.4% de la población
estatal. Son municipios con un alto grado de institucionalidad partidista, y por lo mismo sus
élites políticas no responden con tanta facilidad a carismas personales autónomos, sino a pro-
cedimientos vinculados a carreras partidistas, regulaciones internas, capital político grupal y a
identidades ideológicas y programáticas.

Seis panoramas políticos

La alternancia partidista se concretó tempranamente en estos seis municipios en com-

CAPÍTULO Iii 194


paración a los restantes del estado (ver Tabla 1). En el de Guanajuato se dio en 1982, cuando
el extinto Partido Demócrata Mexicano (PDM) logró hacerse del gobierno municipal en 1982,
aunque en este caso no se debió tanto a la fortaleza de ese partido, de origen sinarquista, sino
a la popularidad y carisma del candidato, el empresario minero filopriísta Rafael Villagómez
Mapes. El municipio capital retornaría al predominio priísta a partir de 1985, para volver a ex-
perimentar la alternancia hasta el 2000 con el triunfo del mismo candidato del PDM en 1982,
pero ahora bajo la bandera del Partido de la Revolución Democrática (PRD), confirmando la
primacía del personaje sobre los partidos o las ideologías. El PRI recobró de inmediato el go-
bierno local en el 2003, pero en 2006 el Partido Acción Nacional (PAN) logró el triunfo, gracias
a un candidato hermano del reciente ex gobernador del mismo partido Juan Carlos Romero
Hicks, oriundo de ese municipio. Parecía confirmarse la preeminencia de los nombres sobre
los institutos políticos. Sin embargo, ese municipio mantuvo su fidelidad a los colores del PRI,
hasta la administración vigente 2015-2018.

León concretaría su alternancia partidista en 1988, cuando el PAN derrotó al Partido


Revolucionario Institucional (PRI) superándolo con 24.6% votos (65,958 contra 39,889 su-
fragios). Desde entonces el PAN acumularía ocho administraciones municipales al hilo, hasta
2012 en que fue derrotado por la coalición del PRI y el Partido Verde Ecologista de México
(PVEM) con una candidata popular, Bárbara Botello, que supo capitalizar el desgaste de las
administraciones panistas. Sin embargo, la alcaldesa y su ayuntamiento no supieron mantener
su capital político, y el PAN recuperó la plaza sin problema en la elección de 2015.

En León parece existir el más alto grado de institucionalización partidista, que facilitó la
aceptación por parte del electorado de ocho candidatos con muy diferentes perfiles, que eviden-
ciaban el compromiso de un componente duro del voto panista con las propuestas de su partido.

En Celaya la alternancia del PRI al PAN se concretaría en 1991, aunque en el siguiente


proceso comicial retornaría al primer partido. Pero a partir de 1997 se consolidaría la hege-
monía del PAN en el gobierno municipal hasta el presente. Ni siquiera la combinación de un
candidato carismático como Fernando Bribiesca Sahagún, hijo de Marta Sahagún de Fox, con
la coalición PRI-PVEM en la elección del 7 de junio de 2015 pudo arrebatar el poder municipal
de manos azules.

Salamanca experimentó un proceso de alternancia y de relevo partidista idéntico al de


Celaya, con una primera administración del PAN entre 1992 y 1994, seguido de una restaura-
ción priísta entre 1995 y 1997, para después iniciar una hilada de seis gestiones panistas hasta
la actualidad.

CAPÍTULO Iii 195


En Irapuato el proceso de alternancia fue más tardío: en 1997 el PAN derrotó por prime-
ra vez al PRI, sin que luego el partido albiazul haya experimentado alguna derrota hasta el pre-
sente. Su grado de institucionalización partidista es elevado, pero se ha registrado un personaje
con carisma propio que han repetido como alcalde en dos ocasiones (2000-2003 y 2015-2018):
Ricardo Ortiz Gutiérrez.

Silao también concretó su alternancia en 1997, con una primera administración panista
que fue seguida por otras cuatro del mismo signo partidista. Sólo se dio una restauración priísta
en el 2012, para ser continuada por un retorno al PAN en 2015.

Tabla 1. Administraciones municipales de Guanajuato según partido gobernante, 1983-2018

PARTIDO GOBERNANTE

Gobiernos Gobiernos Otros


1983-1985 1986-1988 1989-1991 1992-1994 1995-1997 1998-2000 2000-2003 2003-2006 2006-2009 2009-2012 2012-2015 2015-2018
del PAN del PRI gobiernos

200 293 59
1 ABASOLO PRI PRI PRI PRI PRI PAN PAN PAN PRI PRI PAN PAN 4 7 1
2 ACAMBARO PRI PRI PRI PRI PRD PRD PRD PAN PAN PRD-PRI PAN-NA PRD 3 4 5
3 ALLENDE PRI PRI PRI PAN PRI PAN PAN PAN PAN PRD-PRI-PVEM
PRI-PVEM PAN 6 5 1
4 APASEO EL ALTO PRI PRI JAC PRI PAN PRI PAN PAN PAN PRI-PVEM MC PAN 5 5 2
5 APASEO EL GRANDE PRI PRI PRI PRI PRI PAN PRI CONVERG. PAN PAN PRI-PVEM PAN 4 7 1
6 ATARJEA PRI PRI PRI PRI PRI PRI PRI PRI PAN PAN PAN PAN 4 8 0
7 CELAYA PRI PRI PRI PAN PRI PAN PAN PAN PAN PAN PAN-NA PAN 8 4 0
8 CIUDAD MANUEL DOBLADO
PRI PRI PRI PRI PRI PRI PRI PAN PRI PAN PRI-PVEM PAN 3 9 0
9 COMONFORT PRI PDM PRI PRI PRI PAN PRI PAN PAN PRI PAN-NA INDEP. 4 6 2
10 CORONEO PRI PRI PRI PRI PRD PAN PRD(*) PAN PAN PAN PAN PRI-PVEM-NA 5 5 2
11 CORTAZAR PRI PRI PRI PAN PRI PAN PAN PAN PAN PAN PRI-PVEM PRD 6 5 1
12 CUERAMARO PRI PRI PRI PRI PAN PRI PAN PAN PRI PAN PRD PAN 5 6 1
13 DOCTOR MORA PRI PRI PRI PRI PRI PAN PRI PVEM PAN CONVERG. PAN (**) PAN 4 6 2
14 DOLORES HIDALGO PRI PRI PRI PAN PRI PRI PAS-PRD-CD-PT
PAN PRI PAN PRI PAN 4 7 1
15 GUANAJUATO PDM PRI PRI PRI PRI PRI PRD PRI PAN PRI-PRD PRI PRI-PVEM-NA 1 9 2
16 HUANIMARO PRI PRI PRI PRI PARM PAN PRI PAN PAN PT PRD PAN 4 5 3
17 IRAPUATO PRI PRI PRI PRI PRI PAN PAN PAN PAN PAN PAN-NA PAN 7 5 0
18 JARAL DEL PROGRESOPRI PRI PRI PRI PRI PRI PAN PAN PAN PAN PAN PRI 5 7 0
19 JERECUARO PRI PRI PRI PRI PRI PRI PRI PAN PRI PAN-PVEM PAN-NA PVEM 3 8 1
20 LEON PRI PRI PAN PAN PAN PAN PAN PAN PAN PAN PRI-PVEM PAN 9 3 0
21 MOROLEON PRI PRI PRI PAN PAN PRI PAN PRD PAN PRI PRD PRD 4 5 3
22 OCAMPO PRI PRI PRI PRI PRI PRI PAN PAN PAN PRI-PRD PAN PRI 4 8 0
23 PENJAMO PRI PRI PRI PRI PRI PRI PAN PRI PAN PAN PRI-PVEM PAN 4 8 0
24 PUEBLO NUEVO PRI PRI PRI PRI PAN PAN PAN PRI PAN PRI-PVEM NA PRI 4 7 1
25 PURISIMA DEL RINCON PRI PRI PRI PRI PRI PAN PAN PRI PAN PAN PAN-NA PAN 6 6 0
26 ROMITA PRI PRI PRI PRI PRI PRI PAN PRI PAN PAN PRI PAN 4 8 0
27 SALAMANCA PRI PRI PRI PAN PRI PAN PAN PAN PAN PAN PAN-NA PAN 8 4 0
28 SALVATIERRA PRI PRI PRI PAN PRI PRD PAN PAN PAN PRI PAN PRI 5 6 1
29 SAN DIEGO DE LA UNION
PRI PRI PRI PRI PRI PRI PAN PT PAN PAN PAN PRI 4 7 1
30 SAN FELIPE PRI PRI PRI PRI PRI PAN PRI PAN PAN PAN PRI-PVEM PVEM 4 7 1
31 SAN FRANCISCO DEL RINCON
PRI PAN PRI PAN PRI PAN PAN PRI PAN PAN PRI-PVEM PAN 7 5 0
32 SAN JOSE ITURBIDE PARM PRI PRI PAN PARM PRD PAN CONVERG. PAN PAN PAN PVEM 5 2 5
33 SAN LUIS DE LA PAZ PRI PRI PRI PAN PRI PRI PAN PAN PAN PRD PRI-PVEM PAN 5 6 1
34 SANTA CATARINA PRI PRI PRI PRI PRI PRI PRI PRI PAN PRI PAN PAN 3 9 0
35 SANTA CRUZ DE JUV. ROSAS
PRI PRI PRI PRI INDEP. PVEM PRI PVEM PAN PRI-PRD PAN PRD 2 5 5
36 SANTIAGO MARAVATIO PRI PRI PRI PRI PRI PRI PRI PRI PRD-PT PRI PAN PRI 1 10 1
37 SILAO PRI PRI PRI PRI PRI PAN PAN PAN PAN PAN PRI PAN 6 6 0
38 TARANDACUAO PRI PRI PRI PRI PRI PAN PRI PRI PAN PAN PRI-PVEM PRI 3 9 0
39 TARIMORO PRI PRI PRI PRI PRI PRI PAN PRI PAN PAN PRI-PVEM PAN 4 8 0
40 TIERRA BLANCA PRI PRI PRI PRI PRI PRD PAN PRD PRI PRI PAN PRI-PVEM-NA 2 7 3
41 URIANGATO PRI PRI PARM PRI PRI PRI PAN PRI PVEM PRI PAN-NA PVEM 2 7 3
42 VALLE DE SANTIAGO PRI PRI PRI PAN PRI PRD PAN PRD PAN PRD PAN PAN 5 4 3
43 VICTORIA PRI PRI PRI PRI PRI PRI PRI PAN PRI PAN PRI-PVEM PAN 3 9 0
44 VILLAGRAN PRI PST PRI PRI PRI PRD PAN PRI PAN PRI PVEM PAN 3 6 3
45 XICHU PRI PRI PRI PRI PRI PRI PRI PRI PAN (**) PAN PAN PAN 4 8 0
46 YURIRIA PRI PRI PRI PRI PRI PAN PAN PAN PVEM PVEM PAN-NA PVEM 4 5 3

Como podemos observar en la tabla anterior, los seis municipios que son foco de este
trabajo han experimentado varias alternancias partidistas desde 1983: Celaya tres, Guanajuato
seis, Irapuato una, León tres, Salamanca tres, y Silao tres. El mayor número de administracio-
nes lo ha conducido el PAN con 39 ocasiones, seguido por el PRI con 31, y sólo dos de otros

CAPÍTULO Iii 196


partidos en Guanajuato capital. Se trata de municipios con alta volatilidad política, pero con un
notable grado de madurez partidista, que se refleja en las negociaciones que se establecen entre
las élites locales para la elección o selección de los candidatos y las planillas edilicias. Las con-
venciones de delegados para la elección de candidatos son escasas en estos municipios, y los
procedimientos suelen limitarse a consultas a los consejos partidistas y sus directivos estatales
o nacionales.

Gráfica 1. Evolución de la competitividad electoral en los municipios en estudio, 1979-2015

En la gráfica anterior apreciamos la evolución del índice simple de competitividad electo-


ral en los comicios municipales desde 1979 hasta 2015, tanto a nivel estatal como en referencia a
4

los municipios en estudio. La capital del estado es la que exhibe un promedio de competitividad
(0.69) más elevado en esos 13 procesos electorales municipales, congruente con las seis alter-

4
Se trata del índice obtenido al dividir la votación del partido ubicado en el segundo lugar sobre la del partido
ganador. El índice 1.00 equivaldría a la más alta competitividad (empate perfecto) y de ahí se desciende hasta
0.00 (nula competitividad).

CAPÍTULO Iii 197


nancias partidistas que ha experimentado. El resto de los municipios en análisis han tenido tres
alternancias. León y Celaya muestran un promedio de competitividad de 0.64, Silao 0.58, Irapua-
to 0.56 y Salamanca 0.48. Por supuesto, los altibajos de este índice que se perciben en la gráfica
anterior responden a momentos específicos en que se desarrollaron los comicios; por ejemplo, hay
picos importantes cuando se desarrollan de manera concurrente con las elecciones presidenciales
o de gobernador, como en 1988, 1994 o el 2012. El caso de las elecciones del 2000 es especial,
porque el “fenómeno Fox” arrastró la votación local hacia los candidatos de la Alianza por el
Cambio y el PAN, excepto en el municipio capital, donde inopinadamente triunfó el PRD con el
mismo personaje con quien había gobernado el PDM en 1982-1985.

Las elites económicas y del poder político suelen coincidir tanto en intereses como en
actitud hacia los poderes centrales, tanto estatales como federales. La trayectoria política de los
seis municipios es similar, excepto en la capital, donde la ausencia de un poder económico lo-
cal vigoroso ha propiciado que la actividad política sea la más frecuentada por los liderazgos
parroquiales, en particular mediante el antiguo partido hegemónico, el PRI. Es por eso que el
comportamiento político y electoral de esa municipalidad difiere un tanto del que se registra en el
corredor industrial, donde las élites económicas, e incluso las religiosas, cuentan con una partici-
pación mayor en la definición de los asuntos públicos locales, incluso los estatales. Fue llamativo
que cuando el ex gobernador Vicente Fox (1995-1999) logró el triunfo en la elección presidencial
del 2000, reclutó un conjunto de colaboradores que fue identificado como el “grupo Guanajuato”
(Tejeda Ávila, 2005, p. 70), que provenía en su mayor parte de los municipios abajeños, incluso
de su capital.5 Fue la única ocasión cuando las élites regionales de las que hablamos pudieron
hacerse escuchar en los espacios centrales del poder, e influyeron en materias de su interés, como
el comercio exterior6, el fortalecimiento de las finanzas de los gobiernos locales, en particular los
municipales; la mejora en las comunicaciones terrestres; los apoyos a la agroindustria abajeña,
entre otros intereses locales.

Con la posible excepción de la administración presidencial de Lázaro Cárdenas, 7nunca

5
Destacaban los fundadores del grupo “Amigos de Fox”, Lino Korrodi, José Luis González, Ramón Muñoz,
Martha Sahagún, Eduardo Sojo, Carlos Flores Alcocer, Juan Antonio Fernández, Javier Usabiaga, entre otros. Del
municipio capital destacaron José Luis Romero Hicks -priísta y hermano del gobernador panista de Guanajuato
entre el 2000 y 2006 Juan Carlos Romero Hicks- y Carlos Arce Macías.
6
Destacadamente en el asunto del dumping chino en la producción de calzado
7
Sobre el tema, citamos un pie de página sobre la generación de Enrique Fernández Martínez, gobernador carde-
nista de Guanajuato: “’La generación de 1915 [...] produjo una minoría rectora de no menos de tres centenares de
individuos quienes por su sabiduría, espíritu laborioso, cordura y juventud contrastan a ojos vistas con los rústicos,
ignorantes, destructivos y melenudos leones revolucionarios.’ (González, 1979, p. 143). Entre los primeros don
Luis González consigna a los guanajuatenses Luis I. Rodríguez, Rodolfo y Santiago Piña Soria, José Aguilar y
Maya, Hilario Medina, Ignacio García Téllez, Víctor Manuel Villaseñor, Luis Chávez Orozco, Jesús Guisa y Ace-

CAPÍTULO Iii 198


como en el sexenio del presidente Fox, hubo tan nutrida participación de políticos guanajuatenses
en el poder ejecutivo federal. Eso tuvo repercusiones en el gobierno estatal y en los municipales
de Guanajuato, que vieron incrementadas sus participaciones no sólo por la afinidad presiden-
cial, sino por el auge petrolero de la época, que fortaleció sustancialmente las finanzas federales
(Rabasa Kovacs, 2013). A inicio de su gestión el barril de exportación se cotizó a un promedio
de 15.57 dólares; para el 2006 el mismo se había incrementado a 42.72, llegando a significar el
36.5% de los ingresos del gobierno federal (Colmenares, 2011, p. 60 y 67). Las transferencias a
los gobiernos subnacionales se incrementaron al 15% del total del erario federal, cuando en 1980
sólo habían representado el 7% (Rabasa Kovacs, 2013).

Identidades y solidaridad local

Las solidaridades locales, la pertenencia a conjuntos parroquiales o las identidades fami-


liares, están cediendo terreno ante el avance de los partidos. Aunque la retórica de campaña quiere
seguir manejando esta identificación partido-localidad, en la realidad es muy perceptible que el
complejo urbano abajeño ha visto con el tiempo cómo se han diluido los localismos merced a las
facilidades de comunicación y a la integración económica regional. La movilidad de la población
‑temporal o definitiva‑ es muy alta y esto ha favorecido cierto cosmopolitismo regional o nacional.
Por su parte los grupos familiares muestran una mayor pluralidad partidista, y ya son comunes las
familias donde conviven y debaten los rivales políticos. En décadas pasadas lo usual era que una
familia fuese considerada “verde”, “roja”, “sinarquista” o “panista” toda ella completa.

La geografía político-electoral permite una cierta diferenciación regional por afinidades


partidistas. La región perredista es la más fácil de localizar: el sur y el centro de la entidad,
en municipios con tradición agrarista o petrolera. El panismo se ha desbordado de sus confines
tradicionales ‑León y los pueblos del Rincón‑ hacia todo el estado, pero mostrando una mayor
concentración en el corredor industrial. El priísmo está reculando en todos los municipios, pero
concentra su fuerza en los más agrícolas y los marginales. Incluso la capital del estado acusa una
tendencia hacia la preferencia azul. Sin embargo, las preferencias de voto son volátiles y se orien-
tan por la afinidad personal con el candidato o por la coyuntura económica vigente. Sólo algunos
municipios muestran proporciones de “voto duro” que puedan ubicarlos dentro de una preferencia
política más o menos permanente, destaca el caso de León.

vedo, Luis Chico Goerne, Raúl Bailleres, Agustín Arroyo Ch., Miguel Darío Miranda y Melchor Ortega.” (Rionda,
1996d, p. 21)

CAPÍTULO Iii 199


Dentro del proceso de transición democrática mexicana, los casos estatales de alternan-
cia política tendrán un peso fundamental. En el ámbito regional se está aprendiendo a conducir
la pluralidad dentro de esquemas normativizados y respetados, como lo es el de la competencia
electoral. El autoritarismo centralista es todavía un elemento muy presente en las relaciones entre
los niveles de gobierno, los poderes del estado y la ciudadanía llana, pero esta característica debe-
rá combatirse desde la formación de la cultura política del individuo, en la educación que recibe
en el hogar y en la escuela. Es parte de una cultura centenaria y sólo con procesos graduales de
reeducación podrá algún día verse sustituido por una actitud democrática y participativa.

Gracias a la normalización de la alternancia política municipal, la sociedad civil pudo des-


embarazarse del autoritarismo que caracterizaba sus relaciones con el gobierno hace apenas cinco
lustros, y comenzar un diálogo crítico que ha fructificado en el fortalecimiento de la cultura política
local. La figura de los gobernantes estatal y municipales se ha desacralizado y hoy pertenece al cam-
po de lo cotidiano, lo mundano y lo cercano. Los gobernantes de Guanajuato se han acercado mucho
a los grupos sociales locales, aunque privilegiando demasiado a los llamados “grupos intermedios”
e ignorando con frecuencia a los sectores deprimidos y marginales. Pero en términos concretos po-
demos afirmar que la competencia política ha encontrado como alternativa confiable de expresión a
la arena electoral. La democracia procedimental es una realidad tangible en esta entidad, y ha bene-
ficiado inclusive a los partidos mayoritarios, que se han llevado numerosas victorias que le permiten
continuar ejerciendo parte del gobierno desde los ámbitos legislativo y municipal.

Los seis municipios analizados aquí han tenido históricamente una fuerte presencia identi-
taria en la región, que responde a vocaciones productivas diversas pero complementarias: la mine-
ría en Guanajuato capital, la industria del cuero-calzado en León, la agricultura en los municipios
abajeños, la petroquímica y energía en Salamanca, la producción textil en Irapuato, los lácteos y
la metalmecánica en Celaya, y recientemente la industria automotriz y sus complementarias en
Silao (plantas General Motors y Volkswagen), Celaya (Toyota) y Salamanca (Mazda). En el caso
del campo, en estos cinco lustros se ha evolucionado aceleradamente hacia su privatización y la
expansión de empresas locales y multinacionales que han tecnificado procesos para expandir los
cultivos de exportación, en particular las hortalizas. Esto ha facilitado el despoblamiento de las
áreas rurales y la descampesinización, que se evidencia en el creciente abandono de cultivos tra-
dicionales y la migración hacia las ciudades o hacia los Estados Unidos y Canadá. Estos cambios
sociales y económicos han tenido una clara repercusión en el comportamiento de las élites y en
el tipo de movilizaciones sociales y políticas que se han registrado eventualmente, en defensa de
causas más vinculadas a las necesidades urbanas: regularización de lotes, introducción de servi-
cios urbanos, acceso a educación media y superior, salud pública, mejoras salariales -a pesar de la

CAPÍTULO Iii 200


desmovilización sindical imperante-, defensa del entorno natural, derechos humanos, rechazo a la
violencia y la criminalidad crecientes, transparencia en el sector público, etcétera.

Desarrollo humano

Desde 1990 el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) emplea el llama-
do Índice de Desarrollo Humano (IDH) para medir y comparar el nivel de bienestar y de acceso a ser-
vicios de la población de un espacio político determinado (nacional o subnacional). Fue desarrollado
a partir de las propuestas del economista Amartya Sen, quien propuso evaluar con índice multidimen-
sional la calidad de vida con base en el acceso efectivo a servicios y beneficios en educación, salud,
ingreso y esperanza de vida. Se buscó superar los viejos métodos unidimensionales y parciales, que
sobre todo se sustentaban en indicadores económicos, en particular el ingreso y la línea de pobreza.
De esta manera se asume una concepción del desarrollo más ambiciosa y humana, donde “El objetivo
del desarrollo es crear un ambiente que permita a las personas disfrutar de vidas largas, saludables y
creativas”, en palabras de Mahbub ul Haq, el creador del primer Informe sobre el Desarrollo Huma-
no (Haq, 2016). Es por ello que este índice nos servirá aquí servirá de guía para evaluar el progreso
social, más que el crecimiento.

Técnicamente, el IDH se define así:

El IDH es una medida que sintetiza los logros de un país o región en tres aspectos
básicos del desarrollo humano: i) una vida larga y saludable, medida por la espe-
ranza de vida al nacer (Índice de Salud [IS]); ii) educación, medida por los años
promedio de educación para adultos y los años esperados de escolarización (Índice
de Educación [IE]); iii) un nivel de vida digno, medida por el Ingreso Nacional
Bruto (INB) per cápita en dólares ppc (Índice de Ingreso [II]). (Programa de las
Naciones Unidas para el Desarrollo, 2015, p. 20).

El estado de Guanajuato, dentro del contexto nacional, se ubicó en el año 2012 el lugar núme-
ro 27 entre las entidades federativas, con un IDH de 0.720, muy por abajo del promedio nacional de
0.746. Es una situación altamente contrastante si se considera que la entidad generó el 4.15% del PIB
nacional en 2014, lo que la colocó en el séptimo lugar nacional entre las más productivas. Además,
su crecimiento anual de 6.63% entre 2013 y 2014, la ubicó en el tercer lugar nacional. Recientemen-
te, el jefe del Servicio de Administración Tributaria (SAT), Aristóteles Núñez Sánchez, declaró que
“En Guanajuato, el crecimiento a la economía es superior al 7% en los últimos años. Si la economía
nacional creciera como el estado de Guanajuato, México sería el país que más crecería en el mundo.”

CAPÍTULO Iii 201


(Fiorenza, 2016).

Este crecimiento, impulsado por la industria de las armadoras automotrices, la posición geo-
gráfica, las buenas comunicaciones -aunque con crecientes problemas de saturación-; la mano de obra
abundante, barata y sin organización gremial; los estímulos fiscales y de otro tipo de facilidades, entre
otros factores, han estimulado este crecimiento. Pero es sólo eso: crecimiento económico simple, sin
mecanismos redistributivos como la mejora salarial o las economías de escala. El desarrollo social y
humano está lejos de esos niveles de mejora.

Los seis municipios seleccionados son los más poblados de la entidad, pero también son los
que concentran la producción y la calidad de vida, así como la participación ciudadana en asociacio-
nes civiles, lo que puede reflejar una relación directa entre los indicadores económicos con los polí-
ticos, una interesante hipótesis que buscaremos confirmar con la información estadística disponible.

Tabla 2. Municipios de Guanajuato según el Índice de Desarrollo Humano, 2000-2010

Clasifica-
ción Valor Valor
Clasificación según el Valor del del
Municipio
según el IDH IDH nacio- del Nivel IDH IDH Nivel
nacional Valor del IDH nal IDH de DH 2010 2010 de DH
2000 2000 2005 2005 2005 MT1 NM2 2010

1 Celaya 101   0.8221   107 0.8618 Alto 0.8654 0.7648 Muy alto

2 León 58   0.8338   135 0.8562 Alto 0.8611 0.7481 Muy alto

3 Moroleón 186   0.8054   186 0.8459 Alto 0.8723 0.7217 Muy alto

4 Guanajuato 212   0.8024   237 0.8372 Alto 0.8665 0.7738 Muy alto

5 Irapuato 215   0.8014   269 0.8334 Alto 0.8548 0.7437 Muy alto

6 Salamanca 303   0.7914   280 0.8310 Alto 0.8560 0.7409 Muy alto
San Fco. del
7 Rincón 343   0.7868   296 0.8289 Alto 0.8392 0.6867 Alto

8 Uriangato 395   0.7814   432 0.8147 Alto 0.8540 0.6962 Alto

9 Villagrán 519   0.7701   436 0.8145 Alto 0.8353 0.7068 Muy alto

10 Acámbaro 714   0.7553   449 0.8130 Alto 0.8384 0.6890 Alto

11 Cortazar 460   0.7757   552 0.8055 Alto 0.8360 0.6975 Muy alto
Purísima del
12 Rincón 534   0.7692   581 0.8022 Alto 0.8326 0.6568 Alto

13 Salvatierra 773   0.7510   657 0.7958 Medio 0.8277 0.6701 Alto


San José Iturbi-
14 de 752   0.7528   681 0.7936 Medio 0.8281 0.6989 Muy alto

CAPÍTULO Iii 202


Jaral del Pro-
15 greso 608   0.7634   768 0.7879 Medio 0.8379 0.6974 Muy alto

16 Silao 674   0.7573   812 0.7846 Medio 0.8127 0.6678 Alto

17 Tarandacuao 703   0.7556   844 0.7826 Medio 0.8064 0.6681 Alto


Apaseo el Gran-
18 de 869   0.7436   889 0.7787 Medio 0.8215 0.6812 Alto
Valle de San-
19 tiago 780   0.7503   939 0.7752 Medio 0.8241 0.6617 Alto
San Miguel de
20 Allende 809   0.7483   1085 0.7670 Medio 0.8121 0.6686 Alto

21 Abasolo 1093   0.7252   1093 0.7665 Medio 0.7999 0.6298 Medio

22 Coroneo 1011   0.7312   1132 0.7635 Medio 0.7954 0.6419 Medio

23 Pénjamo 1022   0.7308   1138 0.7632 Medio 0.7996 0.6516 Alto

24 Cuerámaro 917   0.7387   1158 0.7622 Medio 0.7894 0.6556 Alto

25 Pueblo Nuevo 1087   0.7256   1166 0.7618 Medio 0.8075 0.6564 Alto

26 Huanímaro 1141   0.7207   1195 0.7590 Medio 0.8106 0.6536 Alto

27 Apaseo el Alto 786   0.7500   1200 0.7587 Medio 0.8065 0.6602 Alto

28 Romita 1254   0.7120   1234 0.7567 Medio 0.7987 0.6329 Medio

29 Manuel Doblado 1000   0.7318   1260 0.7551 Medio 0.7913 0.6202 Medio
Dolores Hidalgo
30 CIN 905   0.7398   1305 0.7527 Medio 0.8046 0.6386 Medio

31 Yuriria 937   0.7372   1358 0.7497 Medio 0.8214 0.6696 Alto


Santa Cruz de
32 Juventino Rosas 1002   0.7317   1455 0.7434 Medio 0.8003 0.6401 Medio

33 Comonfort 922   0.7383   1457 0.7433 Medio 0.8116 0.6693 Alto

34 Tarimoro 1060   0.7280   1465 0.7430 Medio 0.8033 0.6450 Alto


San Luis de la
35 Paz 1025   0.7307   1487 0.7418 Medio 0.7953 0.6504 Alto
Santiago Mara-
36 vatío 1225   0.7142   1530 0.7386 Medio 0.7965 0.6643 Alto

37 San Felipe 1311   0.7070   1678 0.7273 Medio 0.7756 0.6098 Medio

38 Ocampo 1312   0.7070   1724 0.7240 Medio 0.7828 0.6070 Medio

39 Victoria 1829   0.6591   1742 0.7221 Medio 0.7513 0.6135 Medio

40 Doctor Mora 1571   0.6849   1761 0.7206 Medio 0.7867 0.6399 Medio

41 Jerécuaro 1644   0.6781   1807 0.7153 Medio 0.7733 0.6215 Medio

42 Santa Catarina 2139   0.6119   1937 0.7033 Medio 0.7776 0.6212 Medio
San Diego de la
43 Unión 1543   0.6881   1962 0.6996 Medio 0.7654 0.5969 Medio

44 Atarjea 2170   0.6048   2037 0.6908 Medio 0.7400 0.5875 Bajo

45 Tierra Blanca 2111   0.6185   2097 0.6818 Medio 0.7661 0.6329 Bajo

46 Xichú 1985   0.6402   2167 0.6726 Medio 0.7544 0.5819 Bajo


1 Media tradicional
2 Nueva medida
Datos ordenados de mayor a menor IDH 2010 NM

CAPÍTULO Iii 203


La tabla anterior muestra la evolución del IDH entre el año 2000 y el 2010 de los
municipios de la entidad. Cinco de nuestros seis municipios se ubican entre los de más
alto IDH, con la notable excepción de Silao, una municipalidad que ha experimentado un
crecimiento espectacular en sus actividades económicas en el sector secundario y terciario,
pero que aún posee una agricultura vigorosa. Los cinco primeros incrementaron su IDH de
tal manera que transitaron de la calidad “alta” a la “muy alta”. Silao transitó de la calidad
“media” a la “alta”.

Gráfica 2. Municipios en estudio según el Índice de Desarrollo Humano, 2000-2010

Las tres primeras barras de la gráfica anterior son comparables, ya que exhiben el IDH
calculado con base en la medida tradicional, mientras que la cuarta barra corresponde a la nueva
medida mejorada que el PNUD comenzó a aplicar a partir del 2010.

CAPÍTULO Iii 204


Tabla 3. Municipios en estudio según el Índice de Desarrollo Humano, 2000-2010

Municipio IDH 2000 IDH 2005 IDH 2010 MT IDH 2010 NM


1 Guanajuato 0.8024 0.8372 0.8665 0.7738
2 Celaya 0.8221 0.8618 0.8654 0.7648
4 León 0.8338 0.8562 0.8611 0.7481
5 Salamanca 0.7914 0.831 0.856 0.7409
6 Irapuato 0.8014 0.8334 0.8548 0.7437
7 Silao 0.7573 0.7846 0.8127 0.6678

Gráfica 3. Incrementos relativos en el IDH en los municipios en estudio, 2000-2010

El municipio de Salamanca fue el que registró un mayor incremento relativo de su


IDH en la última década del siglo XX, al acumular un 8.2%. Le siguió Guanajuato con
un 8.0%, Silao con 7.3%, Irapuato con 6.7%, Celaya con 5.3% y León con 3.3%. Ello a
pesar de que en cuanto a generación de PIB, este último municipio ocupa el primer lugar
en su generación, y el que evidencia mayor índice de crecimiento. Incluso se ubica como
el segundo municipio del país que más generó riqueza en 2005. 8

Otra medida muy útil para evaluar el desarrollo social en su vertiente de la desigual

8
“Anexo: Municipios de México por PIB”. https://es.wikipedia.org/wiki/Anexo:Municipios_de_M%C3%A9xi-
co_por_PIB Consultado el 12 de abril de 2016.

CAPÍTULO Iii 205


distribución del ingreso es el índice de Gini, que pone en evidencia los desequilibrios en
el crecimiento sin redistribución e inclusión a los beneficios de la generación de riqueza.
Para ubicarnos en el contexto estatal, ofrecemos la siguiente gráfica desplegada por mu-
nicipio.

Gráfica 4. Índice de Desarrollo Humano e Índice de Gini por municipio

Fuente: (PNUD, 2008)

Federación, estado y municipios en competencia o colaboración

Las relaciones entre los tres órdenes de gobierno que integran el eje del Estado mexica-
no no han sido simples desde tiempos históricos. La definición del modelo federal en la consti-
tución fundacional de 1824 respondió en gran medida a las presiones de los intereses regionales
y locales, que buscaban el reconocimiento de sus autonomías, construidas gracias a las enormes
distancias, las escasas comunicaciones y la débil y lejana presencia de un gobierno central, ya

CAPÍTULO Iii 206


fuese el colonial español o el republicano asentado en la ciudad de México.

El federalismo abona a la calidad de la democracia si es capaz de distribuir las fuerzas


económicas y políticas de una nación al desarrollo de sus componentes regionales, sus enti-
dades federadas. Este modelo político ha evolucionado desde su original concepción nortea-
mericana como “federalismo dual”, que asume las competencias de cada orden de gobierno
como vías separadas, aunque complementarias, hasta la actual práctica de un “federalismo
cooperativo” (Armenta López, 2010, pp. 173-187), que se caracteriza por la solidaridad entre
sus componentes regionales y la priorización del desarrollo armonizado y homologado entre
los estados y regiones.

Por otra parte, el municipalismo que, contrario al federalismo de inspiración nortea-


mericana, se desprende de la tradición hispánica de autogobierno medieval que finalmente
fue combatida y derrotada por el poder monárquico centralizador de Carlos I en el siglo XVI.
Fue la constitución de Cádiz de 1812 la que retomó y formalizó este formato de gobierno
parroquial en poblaciones con más de mil habitantes. El espíritu municipalista se mantuvo
vivo en las comunidades y regiones de la península ibérica, y se reivindicó la necesidad de
mantener un gobierno local lo más cercano a la ciudadanía. Hoy día existen en España 8 mil
122 municipalidades para alrededor de 50 millones de habitantes, y se desarrolla un intenso
debate sobre la conveniencia de ese número tan elevado en un contexto en el que las regiones
rurales se están despoblando.9

México cuenta con 2,457 municipios ‑y 16 delegaciones‑ distribuidos muy desigual-


mente entre las 32 entidades, desde Oaxaca con 570 hasta Baja California con cinco. Guanajua-
to con 46 puede considerarse una entidad con un número que facilita el desarrollo y profesio-
nalización de los cuerpos administrativos locales, lo que suele ser una importante debilidad en
casos como Tlaxcala, Oaxaca, Puebla, Chiapas, el Estado de México, Veracruz o Michoacán.
En ellos existen municipios con muy escasa población y una escueta extensión territorial, lo que
dificulta que ese orden de gobierno pueda satisfacer adecuadamente los servicios básicos que
ordena el artículo 115 constitucional y las leyes orgánicas municipales.

Las seis municipalidades aquí analizadas cuentan con población abundante, un te-
rritorio medianamente extenso y un capital humano que permite el desarrollo de las com-
petencias políticas y administrativas suficientes para sostener una administración municipal
profesionalizada.

9
Consultado el 15 de mayo de 2016 en: http://www.elconfidencial.com/economia/2013-01-03/el-numero-de-mu-
nicipios-sigue-creciendo-en-pleno-debate-sobre-su-reduccion_245173/

CAPÍTULO Iii 207


Tabla 4. Población total de los municipios en estudio 2015 (estimación)

Municipio Poblacion total % total estatal


TOTAL ESTADO 5,853,677
Celaya 494,304 8.4%
Guanajuato 184,239 3.1%
Irapuato 574,344 9.8%
León 1,578,626 27.0%
Salamanca 273,271 4.7%
Silao 189,567 3.2%
total 6 mpios. 3,294,351 56.3%

Fuente: INEGI, Encuesta intercensal 2015.

Poco más de la mitad de la población del estado habita en estos municipios, lo que con-
trasta con las entidades vecinas y con otras más lejanas, fuertemente centralizadas en su capital
estatal. Eso impide un juego adecuado y plural entre sus elites regionales y locales, que permita
el enriquecimiento de los intereses de los conjuntos sociales, la variedad en las perspectivas
locales, y facilita un desarrollo regional más equilibrado. Por supuesto, no se trata de una dis-
tribución territorial ideal, pero sin duda califica a Guanajuato como entidad descentralizada.

Por esta razón, los seis municipios y sus diferentes administraciones locales son capaces
de emprender procesos de negociación con los poderes estatales y federales, e incluso sostener
diferencias sobre políticas concretas como las transferencias financieras -las participaciones-,
proyectos de impacto regional, alcance de programas federales y estatales sobre la municipa-
lidad, la concurrencia en servicios públicos como la seguridad pública -la polémica alrededor
del mando policial único-, la educación, la salud pública, el fomento económico y el cuidado
del ambiente. Todos ellos temas alrededor de los cuales se plantean posturas diferenciadas por
parte de cada ámbito de gobierno, con resultados en ocasiones favorables para el municipio.

Sin embargo, los ayuntamientos, al constituirse orgánicamente como cuerpos colegiados


pluripartidistas enfrentan sus propios retos internos, que con frecuencia se traducen en incapa-
cidad de construir acuerdos, inmovilidad institucional, conflictos inter e intra partidistas, poca
coordinación y un alejamiento de la ciudadanía, que ésta interpreta como una expresión tangi-
ble de usos corruptos u opacos en el ejercicio del poder local. Muchas decisiones de los ediles
son confrontadas por sectores de la comunidad local o por los rivales partidistas, y se tuercen o
exageran los presuntos móviles: saqueo del erario, abuso de poder, uso de información privile-
giada, nepotismo, complicidades y demás trasgresiones a la ética del servicio público. La caída

CAPÍTULO Iii 208


en la confianza del ciudadano común mexicano hacia sus instituciones y hacia sus semejantes
se ha documentado extensamente (INE-Colmex, 2015, pp. 125-148). Según la Encuesta sobre
Cultura Política y Prácticas Ciudadanas del 2012,10 sólo 30% de los encuestados manifestó
tener confianza hacia otras personas. En la encuesta para el Informe País (INE-Colmex, 2015,
pp. 125-126), que aplicó una sobrerrepresentación a diez entidades, entre ellas Guanajuato, la
cifra reportada es del 28% a nivel nacional. En Guanajuato fue del 18%, significativamente
baja.

Los encuestados del Informe país confían más en el gobierno federal (36%) que en el
gobierno de su estado y municipio (30%) (INE-Colmex, 2015, p. 128). En Guanajuato un 35%
manifestó confiar en su gobierno municipal, un 31% en el gobierno estatal y un 30% en el go-
bierno federal, lo que va en contracorriente de los que sucede a nivel nacional. Una posible ex-
plicación es que la maduración de las administraciones locales y la alternancia política frecuen-
te11 ha facilitado una interacción mayor -positiva o negativa- entre la ciudadanía y su alcaldía.

• Gustavo Ferrari (Ferrari Wolfenson, 2016) opina que las debilidades de los muni-
cipios mexicanos consisten en:Dificultad de la organización municipal para consti-
tuirse en agente activo de la promoción del desarrollo económico-social en su área
de influencia.

• Escasa capacidad manifiesta en el orden local de proporcionar servicios básicos a


la mayoría de la población, tales como oportunidades de empleo, salud, vivienda,
educación, transporte e incluso agua potable y saneamiento.

• Ausencia de información y capacidad técnica para hacer viable la implementación y


articulación de la diversidad de programas federales de forma tal que sus beneficios
lleguen efectivamente a quienes los necesiten.

• Creciente necesidad de financiamiento y correlativa falta de capacidad para acceder


a los mismos, tanto por las condiciones impuestas por los organismos internacionales
como por la escasa capacidad técnica de los municipios para elaborar los proyectos.

En el caso de los seis municipios en estudio, sólo la última debilidad se encuentra pre-
sente, ya que la creciente autonomía local para ejercer recursos, y el crecimiento espectacular
de las transferencias del gobierno federal hacia los locales entre el año 2000 y el 2014 debilitó

10
Consultada el 10 de mayo de 2016 en: http://www.encup.gob.mx/
11
Los 46 municipios han experimentado en sus últimas 13 administraciones al menos en una ocasión una alter-
nancia partidista. Pero abundan los casos de seis y siete alternancias. Datos propios.

CAPÍTULO Iii 209


las capacidades de recaudación tanto del gobierno estatal como de los municipales. El impues-
to predial continúa siendo la fuente más importante de recursos propios, pero con problemas
persistentes en los controles catastrales y de regularización de predios, lo que provoca que los
padrones territoriales y los avalúos nunca estén actualizados. La renta petrolera debilitó las
capacidades de recaudación, como nos lo narra Héctor Aguilar Camín en un artículo reciente:

La fiesta petrolera de López Portillo palidece frente en valor frente a la de los


primeros 14 años de la democracia mexicana. Entre 2000 y 2014 el alto precio
del petróleo trajo a las arcas mexicanas una riqueza equivalente a 1,058,635
billones de dólares (un billón igual a un millón de millones; dólares de 2014).
Es difícil incluso pronunciar la cifra: un millón de millones de dólares más
58 mil 365 millones d dólares, casi siete veces el costo del plan Marshall que
financió la reconstrucción de Europa después de la Segunda Guerra.- Ese
flujo de dinero explica en mucho la expansión del gasto público federal de
los años de la democracia y el enorme traslado de recursos a los estados y los
municipios a partir de 1997. […]

Dispendios del falso federalismo. Nadie puede alegar en contra de que esta-
dos y municipios reciban cada vez más recursos de la federación, especial-
mente si los rige, como los rige, desde 1978, un pacto de coordinación fiscal
mediante el cual los estados cedieron a la federación casi todas sus facultades
de cobrar impuestos. […] Estados y municipios dejaron de cobrar impuestos.
A la fecha su porcentaje de ingresos propios es sólo de 16%. […]

[…] entre el año 2000 y 2014 los estados y municipios recibieron transfe-
rencias por unos 355 mil millones de dólares de recursos federales, casi tres
veces el monto de referido plan Marshall.- Con esos recursos federales, cuyo
gasto aprueban los Congresos locales, vimos sucederse en los estados catas-
tróficas historias de endeudamiento y corrupción. (Aguilar Camín, 2016, pp.
21-22)

En el caso de Guanajuato, la entidad ha sido bien administrada desde tiempos lejanos -al
menos desde la administración de Manuel M. Moreno (1957-1963), y la deuda pública fue bajan-
do su peso relativo, hasta que en la actualidad representó casi 7 mil millones de pesos en 2015; una
deuda por habitante de 1,192.10 pesos, lo que la colocó en el lugar 28 en deuda/habitante. Muy
lejos de los 14,946.10 pesos en Quintana Roo, la más endeudada en términos relativos, aunque
la Ciudad de México tenía la deuda más abultada: 71,083.60 pesos y casi 8 mil por habitante.12

12
Consultado el 12 de mayo de 2016 en: http://www.mexicomaxico.org/Voto/DeudaEstatal.htm

CAPÍTULO Iii 210


Donde se presentan los problemas financieros es en el nivel municipal. León es el quinto
municipio más endeudado del país, con 1,405 millones de pesos.13 Son datos de la Secretaría de
Hacienda de 2014. Para el año 2015 el Instituto Mexicano de la Competitividad, en su reporte
sobre la deuda subnacional, colocaba a León en el cuarto sitial (IMCO, 2015).

Según otra fuente (Zavala Procell, 2013), la situación de las deudas municipales en 2013
era la siguiente (procesamiento propio):

Tabla 5. Deudas públicas municipales, 2013

Municipio Población 2015 Deuda municipal 2013 Deuda por habitante


Celaya 494,304 $ 29,906,014.72 $ 60.50
Guanajuato 184,239 $ 39,400,027.56 $ 213.85
Irapuato 574,344 300,223,953.59 $ 522.72
León 1,578,626 $ 226,994,716.00 $ 143.79
Salamanca 273,271 $ 30,235,400.00 $ 110.64
Silao 189,567 $ 62,226,840.00 $ 328.26

El tema de la deuda pública ha sido el factor que ha generados más fricciones entre
las administraciones municipales y la estatal. En cada cambio de administración,14 en par-
ticular si hay alternancia, la gestión entrante se queja de que la saliente dejó la tesorería
sin recursos suficientes para cubrir incluso los aguinaldos de los trabajadores municipales,
y solicitan al gobierno estatal un adelanto de sus participaciones del año siguiente. Esto
provoca un tropezón inicial en las relaciones intergubernamentales, y forma parte del con-
cierto de contrariedades que dificultan un mejoramiento de la institucionalidad municipal.
A esto se añaden los cambios políticos; por ejemplo, en el 2015 hubo alternancia partidista
en 33 de los 46 municipios, y los partidos políticos más votados redujeron su participación,
en beneficio de los menos votados o más recientes. El PAN recuperó León, pero no ha sa-
bido mejorar sustancialmente su relación con el gobierno estatal panista, y las fricciones se
mantienen latentes. Todo este panorama representa un reto considerable para avanzar en la
construcción de una relación más madura y profesional entre las élites políticas locales, así
como con los actores sociales más destacados por su participación en el campo económico,
político y social.
13
Consultado el 12 de mayo de 2016 en: http://www.forbes.com.mx/20-municipios-de-825-concentran-46-de-la-
deuda/
14
10 de octubre del año de elecciones: 2006, 2009, 2012, 2015

CAPÍTULO Iii 211


Conclusiones

El desarrollo desigual de los municipios de Guanajuato se confirma en los seis casos


bajo análisis. Aunque se trata de las demarcaciones con mayor actividad económica y que
muestran indicadores que los colocan entre los que más servicios e infraestructura concentran,
no han sabido desarrollar un esquema de redistribución de la riqueza generada entre las clases
medias y populares, sino que mantienen la arcaica concentración del ingreso, propia del capi-
talismo monopólico de la primera mitad del siglo XX, pero que en el mundo desarrollado pudo
ser superada en la segunda mitad mediante la intervención sensata y democrática de los estados
y el sector público. En el caso de los Estados Unidos y Europa occidental y nórdica, la colabora-
ción política entre los niveles de gobierno nacional y subnacionales permitió definir estrategias
redistributivas mediante la protección laboral y social, las políticas impositivas progresivas y
proporcionales, la expansión de los servicios públicos, la defensa de los consumidores, el con-
servacionismo ambiental y la sustentabilidad, el solidarismo social -como la filantropía, el fair
trade, etcétera- y el fortalecimiento de la cultura política y la participación ciudadana.

En Guanajuato se crece rápido, pero sin una política paralela que palíe los peores efectos
de ese crecimiento inducido y apresurado, que ha privilegiado la atracción del gran capital tras-
nacional, pero ha desairado al capital local y de mediano y pequeño alcance. Los tres órdenes de
gobierno han colaborado en este sentido, pero siempre en competencia política y partidista, que
con frecuencia se refleja en desencuentros que entorpecen el desarrollo social de sus comuni-
dades. La inmadurez de la clase política guanajuatense es menos profunda que la que se puede
encontrar en otras entidades, pero alcanza a afectar las relaciones intergubernamentales, incluso
entre administraciones surgidas del mismo partido político, tanto en la dimensión horizontal
-gestiones coetáneas- como verticales ‑gestiones sucesivas-. Es descontrol de la deuda pública
es un ejemplo de la falta de colaboración y de visión entre los órdenes de gobierno y el pesado
desequilibrio en la asignación de los recursos fiscales entre los mismos.

Desde hace cinco lustros se han introducido cambios en las relaciones entre los órdenes
de gobierno y los actores asociados al poder político y económico en el ámbito regional y mu-
nicipal de Guanajuato, que han repercutido en una ampliación de las capacidades para incidir
en las decisiones públicas, que antes eran acaparadas por el gobierno federal. Los gobiernos
subnacionales han incrementado su potencial para intervenir en políticas de desarrollo local.

Hay grandes pendientes en la construcción de mejores formas de colaboración y de una


nueva percepción de la función pública en la clase política nacional y local. Los alcances de la
política deben llegar hasta la construcción de un nuevo corte de ciudadanía, que acompañe y

CAPÍTULO Iii 212


fiscalice la actuación de los gobernantes y representantes, y que demanden el acompañamiento
del crecimiento económico -siempre deseable- con el desarrollo humano y social.

Los actores y factores reales de poder político y económico regionales han cobrado un
protagonismo desconocido en el periodo de la hegemonía monopartidista (1929-2000). Jugaron
un papel trascendente en la transición política y económica del país, y hoy lo despliegan de
manera bastante autónoma en los espacios regionales.

El multipartidismo y la alternancia en los tres ámbitos de gobierno han fortalecido las


capacidades de negociación por parte de las élites locales con las estatales y nacionales. Los
espacios de representación política en el nivel municipal –ayuntamientos- y estatal –congreso
local- han ampliado su protagonismo y sus alcances de decisión, en contraste con su papel testi-
monial, casi ornamental, al que los arrinconó el poder ejecutivo federal y su equivalente estatal.

CAPÍTULO Iii 213


Obra citada

Colmenares, F. (2011). “Petróleo y crecimiento económico en México, 1938-2006”. Econo-


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CAPÍTULO Iii 215


La responsabilidad ambiental. Su configuración
en la legislación de la materia en el estado de
San Luis Potosí

Héctor Omar Turrubiates Flores15

Marco Iván Vargas Cuéllar16

Sergio Arcos Moreno17

Resumen: Con base a la reforma del artículo 4° Constitucional publicada en el Diario Oficial
de la Federación el 8 de agosto de 2012 en la cual se reforma párrafo quinto -y se adiciona un
párrafo sexto- estableciendo responsabilidad a aquél que provoque daño y deterioro ambien-
tal en términos de la Ley, siendo esta la Ley de Responsabilidad ambiental.
Este ordenamiento tiene por objeto la protección, la preservación y restauración del ambiente
y el equilibrio ecológico, para garantizar los derechos humanos a un medio ambiente sano
para el desarrollo y bienestar de toda persona, y a la responsabilidad generada por el daño y el
deterioro ambiental. Para ello define los conceptos, tipifica los criterios tanto subjetivos como
objetivos para la configuración de la responsabilidad así como el grado de participación.
La Ley Federal de responsabilidad ambiental trae consigo una serie de adecuaciones en
cuando a su cumplimiento en las diversas instancias e instituciones. Da por sentado la
necesidad de establecimiento de tribunales especiales en materia ambiental para su ob-
servación y cumplimiento así como la capacitación y la formación de juristas con bagaje
especializado en estas incipientes ramas del derecho administrativo. Más allá de comentar
estas urgentes adecuaciones, mediante un análisis descriptivo de la normativa vigente que
en materia ambiental y/o regulatoria de la actividad humana frente a su entorno vigente en
y del Estado de San Luis Potosí, buscamos dar a conocer cómo el marco legal justamente
ha realizado los cambios necesarios para la homologación de la figura de la responsabili-

15
Profesor investigador del Programa Educativo de Licenciado en Derecho.Unidad Académica Multidisciplinaria
Zona Huasteca de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí. Email: hot@uaslp.mx
16
Profesor investigador del PE de Licenciado Gestión y Políticas Públicas. UAMZH-UASLP.
Email: marco.vargas@uaslp.mx
17
Profesor investigador del Programa Educativo de Contador Público. UAMZH-UASLP. Email: sarcos@uaslp.mx

CAPÍTULO Iii 216


dad ambiental dentro de su demarcación. Para ello es necesario, conocer sobre la postura
de los legisladores respecto al tema, conocer de las instituciones responsables dela gestión
ambiental de la administración estatal potosina, la agenda formulada para tal fin que dicho
sea y en comparación con el marco regulatorio ambiental de otras entidades federativas, la
potosina, presenta un retraso sensible respecto al grado de concordancia con la legislación
federal.

Palabras clave: Gobierno, Medio Ambiente, Legislación Ambiental

Summary: Based on the reform of article 4 of the Constitution published in the Diario Ofi-
cial de la Federación on August 8, 2012 in which reform fifth paragraph (and sixth) is added,
establishing responsibility to that which causes damage and environmental degradation in
terms of the Act, being the The Federal Environmental Liability Act.
This act aims at the protection, preservation and restoration of the environment and ecolog-
ical balance, to guarantee human rights to a healthy development and well-being of every
person environment and liability generated by the damage and environmental degradation.
To achieve this, the law defines the concepts, it typifies both subjective and objective criteria
for setting the responsibility and the extent of participation.
The Federal Environmental Liability Act brings a number of adjustments to time to ful-
fillment in the various bodies and institutions. This Act assumes the need for estab-
lishment of special courts in environmental matters for observation and enforcement as
well as training and specialized training of legal background in these emerging fields of
administrative law. Beyond these urgent adjustments to comment, through a descriptive
than on environmental and / or human regulatory activity against your current environ-
ment and the state of San Luis Potosi analysis of current legislation, we seek to show how
the legal framework has just made the necessary changes to the approval of the figure of
environmental responsibility within their area. For this it is necessary to know about the
position of legislators on the issue, knowing of the institutions responsible for environ-
mental management of state administration of San Luis Potosí. The agenda formulated
for that purpose and that this is compared with the environmental regulatory framework
of other states, the potosina, presents a considerable delay on the degree of conformity
with federal law.

Keywords: Government, Environment, Environmental law

A consecuencia de los diversos tratados internacionales que en materia de regula-


ción ecológica y/o ambiental que han surgido en los últimos años y que han sido signados
por nuestra Nación, el marco normativo que en materia ambiental existe en nuestro país,
así como en las entidades federativas, una urgente necesidad de adecuaciones, reformas e
incluso, creación de ordenamientos orientados a cumplir estas disposiciones y mecanismos
internacionales.

CAPÍTULO Iii 217


Es el caso de la incipiente Ley de Responsabilidad ambiental cuya promulgación se da
en el año de 2013 y que al mes de julio de 2015, debería haberse conformado la jurisdicción,
que en razón del territorio es federal, especializada en materia ambiental.

Es así que mediante comunicado de número 51 de fecha 25 de septiembre de 2015 el


consejero de la Judicatura Federal J. Guadalupe Tafoya Hernández, infiere que “la sociedad
puede estar segura de que los juzgadores federales están perfectamente capacitados para re-
solver las demandas que se promuevan contra personas, empresas o instituciones que dañen al
medio ambiente”.18

Sin embargo este “mensaje esperanzador” dista mucho de ser cercano a la realidad.
La propia Ley en mención requiere de una serie de implementaciones tanto legales como ins-
titucionales para su cabal cumplimiento. El término ambiental requiere verse desde diversas
perspectivas, no solamente juristas, que permitan al juzgador, garantizar con su determinación
el acceso a una justicia ambiental directamente proporcional al daño provocado.

A su vez, esta figura legal es una nueva especie de responsabilidad que no figura entre
las ya conocidas, es decir, no es responsabilidad penal o civil, generando cierta incertidumbre
al no haber la suficiente transparencia así como la infraestructura especializada para la imple-
mentación del ordenamiento.

La observancia de la ley se complejiza, cuando no existe una armonización entre el or-


den federal y el local, caso específico del estado de San Luis Potosí, cuya legislación en materia
ambiental presenta una grave descontextualización respecto a la jurisdicción ambiental federal
y más aún, con la normativa internacional.

El presente documento se desarrolla desde una postura reflexiva sobre textos de espe-
cialistas sobre la construcción del paradigma ecológico en las ciencias sociales. La ciencia del
Derecho es compleja y requiere de constante actualización para obedecer a la vorágine trans-
formación de las relaciones humanas y la intensamente compleja dinámica social que busca
regular.

Se desarrolla un estudio analítico no solamente de la multicitada ley de responsabilidad

18
Consejo de la Judicatura Federal. Comunicado de prensa. Consultado al 26 de junio de 2016 en http://www.cjf.
gob.mx/documentos/Comunicados%20Prensa/docsComunicadosPrensa/2015/comunicado51.pdf

CAPÍTULO Iii 218


ambiental sino también del marco regulador de la actividad humana en relación con el ambiente
y su ecosistema, tanto de orden federal como estatal, ya que se buscar dar a conocer cuales con
las circunstancias que rodean a la vigencia y aplicación de la normativa. También la lectura
crítica de artículos y bibliografía sobre tópicos legales pero sobretodo, de regulación ecológica,
ayudan a desbrozar el objeto de estudio.

Se estructura el presente, en cuatro principales contenidos: se parte de algunos comen-


tarios respecto a algunos términos que ayudan a conocer lo que los eruditos nombran “comple-
jidad ambiental” para ayudar a establecer una base conceptual que ayude a una reconstrucción
de conceptos y su reflexión.

Posterior a ello y en este mismo apartado, buscamos recapitular sobre ciertos autores
buscando plantear y generar la discusión en términos del hito por el cual, surge la “preocupa-
ción” ambiental en los diversos sectores de la población, pero principalmente, que llamaron la
atención de las agendas gubernamentales.

Un tercer bloque lo constituye los comentarios que se vierten sobre las circunstacnias
que rodean a la aplicación y observancia de la denominada Ley Federal de Responsabilidad
Ambiental, cuya jurisdicción en razón del territorio, como su nombre lo dice, es federal, pero
como en mucho de los casos, los marcos normativos de las entidades federativas, adaptan o
adecúan éstos a efecto de una armonización con el marco legal federal.

Por último se da a conocer la regulación existente en materia de equilibrio ecológico


en el estado de San Luis Potosí así como las instituciones encargadas de la gestión ambiental
planteando el cómo esta legislación positiva potosina contempla las reformas constitucio-
nales del año 2012 para su observancia y cumplimiento por parte de los habitantes de ésta
entidad. En la región huasteca y concretamente en Cd. Valles, S.L.P., que es donde radica la
Unidad Académica Multidisciplinaria Zona Huasteca de la Universidad Autónoma de San
Luis Potosí (UAMZH-UASLP) que donde se observa la permanencia de ciertas problemáti-
cas ecológicas derivadas de actividades agrícolas de gran arraigo como lo es el monocultivo
de la caña de azúcar así como un importante incremento en la generación y establecimiento
de empresas prestadoras de servicios turísticos, que conllevan a un deterioro sensible y con-
tinuo que indudablemente, requieren ser regulados por las instituciones que correspondan
de acuerdo al ámbito de su jurisdicción y con base a la normativa administrativa en materia
ambiental que sea aplicable.

CAPÍTULO Iii 219


El hito ambiental en la historia contemporánea

Es por muchos conocido que el parteaguas histórico en cuanto a la protección ambiental lo


estableció la conformación del Programa de las naciones Unidas a través de la Declaración de las
Naciones Unidas por el Medio humano de Estocolmo, Suiza en 1972 y que el documento que dio
pie a que los reflectores de la opinión pública y de las instituciones giraran su atención a el tema am-
biental-ecológico lo fue el documento “The limits to Grow” elaborado por investigadores del MIT
encabezados por Dennis L Meadows, el cual en su tiempo fue considerado como alarmista pero que
tuvo una gran difusión a nivel internacional -creemos propiciado por el Club de Roma- pero propició
para los que nos consideramos ambientalistas beneficioso, ya que surge una preocupación generali-
zada internacionalmente por el estado de la sostenibilidad y disponibilidad riesgosa de los recursos
naturales a un periodo de 50 años.

Si la industrialización, la contaminación ambiental, la producción de alimentos y


el agotamiento de los recursos mantienen las tendencias actuales de crecimiento
de la población mundial, este planeta alcanzará los límites de su crecimiento en
el curso de los próximos cien años. El resultado más probable será un súbito e in-
controlable desdentó, tanto de la población como de la capacidad industrial. (Los
Límites del crecimiento, 1972)

En términos palpables, lo que se comprende es que con base a este informe, el bienestar
humano se verá menoscabado por la inevitable evolución sin intervención limitante al crecimiento
afectando su calidad de vida:

Si nuestro planeta es espacialmente limitado (y físicamente medido en 510 millones de km2)


podríamos aceptar, sin mayores dilaciones, la afirmación de que el crecimiento sobre éste sea finito;
que la explotación de sus recursos (alimentos y recursos no renovables) sea limitada; que se puede
producir una saturación de los sumideros que absorben elementos contaminantes, etc. Es decir, de
seguir nuestra tendencia al crecimiento nos enfrentaremos a una “situación crítica de la actual ci-
vilización”… La MIT sobre este punto, declaraba “el creciente número de habitantes acabará por
conducir a un nivel de vida inferior y a una problemática más compleja”. (Zapiain, 2011)

Se menciona que existió previamente a éste informe se suman la obra The Population Bomb
(1972) de Paul Ehrlich y con cierta anterioridad The Silent Sprint de Rachel Carlson (1962) y Our
Synthetic Environment (1962) y Ecologist and Revolutionary thought (1964) de Murray Bookchin

CAPÍTULO Iii 220


que creemos necesario considerar que el contexto social y político norteamericano en estos años de
postguerra, lo podríamos dividirlo por lo ocurrido posterior al término de la segunda guerra mundial
en 1945 y lo acontecido posterior a la guerra de Vietnam en 1975 que indudablemente por la can-
tidad de bajas y por su larga existencia (casi 20 años) se generaron ideas revolucionarias e incluso
anarquistas de una sociedad que criticaba duramente por las consecuencias en lo económico-social
el uso y gran consumo de la maquinaria militar.

Es durante la década de los años sesentas que surgen los primeros movimientos ecologistas,
propiciados por la emergencia económica, la difusión de las consecuencias y daños de las armas
químicas y principalmente por la depreciación del bienestar de la población y la violación flagrante
de los derechos humanos y los acuerdos de paz:

Este proceso es estimulado por la comprobación, cada vez más contundente, de


los efectos depredadores sobre los recursos naturales, la economía y el bienestar
de la población, del modelo industrial vigente no sólo en el mundo capitalista,
sino también en el socialista. Los primeros planteamientos que demarcan el ini-
cio de esta reflexión, que constituye una verdadera conciencia crítica de la propia
sociedad moderna, tanto de sus límites como de sus opciones, quedó plasmada
en las aportaciones iniciales de R. Carson y de Murray Bookchin en las obras
The Silent Sprint y Our synthetic Environment, publicadas ambas en 1962. Esta
reflexión inicial, que cubre toda la década de los sesenta y principalmente de los
setenta apunta hacia un paradigma ambiental en el que se establecen las bases
para la crítica misma de las instituciones de la modernidad. (Lezama, 2001, p.16)

Es también que durante esta década que surge un documento que consideramos importante
mencionar, ya que si bien no se orienta a la tutela ecologista, si soslaya consideraciones sine qua non
para el bienestar de la población. Estamos hablando de la Declaración sobre el Progreso y el Desa-
rrollo en lo Social aprobada en sesión plenaria de las Naciones Unidas en 1969. “El hecho de que la
problemática ambiental se explique a través de las relaciones o nexos que existen entre la sociedad
y la naturaleza, pone de manifiesto la importancia que tiene dentro de esa problemática la cuestión
del desarrollo” (Brañez, 2000, p. 32)

La relación entre amiente y desarrollo ha sido examinada en América Latina des-


de diversas perspectivas, pero con un énfasis especial desde el punto de vista del
“estilo de desarrollo” predominante en la región (Brañez, 2000)” (Sunkel y otros,
1980 p. 158) Estilo de desarrollo es, según Aníbal Pinto “La manera en que den-

CAPÍTULO Iii 221


tro de un determinado sistema se organizan y asignan los recursos humanos y ma-
teriales con objeto de resolver los interrogantes sobre qué, para quienes y cómo
producir los bienes y servicios” o, como dice Jorge Graciarena con un enfoque
más sociológico que económico, “la modalidad concreta y dinámica adoptada
por un sistema en un ámbito definido y en un momento histórico determinado
(Sunkel et al., en Brañez, 1980 p. 24)

El antropocentrismo en la determinación de la gravedad delos problemas ambientales ha lle-


vado al desarrollo de una cultura alejada de las circunstancias que los originan, así como los niveles
de consumismo que en modelo capitalista occidental ha permeado al interior de los países en vías de
desarrollo de Centro y Sudamérica. Si a esto le sumamos una difusión cada vez más intensa respecto
a la diversificación del marketing, esto es, que no solamente los medios masivos de comunicación
han desarrollado, sino hoy en día a través de las Tecnologías de la información y comunicación han
llevado a una percepción casi “virtual” de los problemas ecológicos. Es decir, las nuevas generacio-
nes observan estos problemas, los perciben a través de las redes sociales, pero no logran dimensio-
narlos respecto a su hogar, provocado a su vez, por una nula educación ambiental vinculante con su
entorno o bien, por la escasa formación cívica respecto a la cultura ecológica.

Tratar con los problemas ambientales exige en consecuencia, abrir los procesos
analíticos y de toma de decisiones a categorías más amplias de hechos u de acto-
res, que aquéllos que tradicionalmente legitimados. Por una parte, la vieja distin-
ción entre hechos duros y valores blandos está siendo reemplazada por un marco
“hechos blandos/valores duros”. Por otro lado la distinción entre expertos y no
expertos está perdiendo significación. De cierta forma, cuando nos enfrentamos
a un problema ambiental, todos los que ponen algo en juego son expertos des-
de puntos de vista diferentes y con respecto a diferentes aspectos del problema.
(Funtowicz y De Marchi, 2000, p. 73).

Se considera necesario que en el abordaje de la perspectiva ambiental respecto al estudio de


los problemas suscitados en la relación hombre-naturaleza, se parta de una reflexión profunda sobre
los términos utilizados ya que estos son abordados desde múltiples contextos: histórico, político,
social, cultural, económico, etc; así como por la trans, inter y multidiscilinariedad en el estudio de lo
ambiental genera campos de estudio emergentes y cada vez más complejos que requieren del sur-
gimiento de nuevos paradigmas, de nuevas perspectivas, configurándose la complejidad ambiental,
que Enrique Leff (Leff, 2000. p.1) establece como: “La complejidad ambiental es un proceso de

CAPÍTULO Iii 222


reconstrucción de identidades donde se hibrida lo material u lo simbólico; es el campo en el que se
gestan nuevos actores sociales que se movilizan para la apropiación de la naturaleza: es una nueva
cultura en la que se construyen nuevas visiones y se despliegan nuevas estrategias de producción
sustentable y democracia participativa”.

Esta complejidad orienta el desarrollo de nuevos saberes, requiere que en la re-construcción


de lo ambiental, se parta desde una apertura a una serie de prácticas, identidades, de saberes basados
no sólo en lo individual, sino en lo colectivo así como en la interdisciplinariedad del conocimiento
objetivo, pero a su vez, de la precepción de subjetividades presentes en la realidad social y humana
es decir, la construcción de un “nuevo” saber: el saber ambiental.

El saber ambiental nace de una nueva ética y una nueva epistemología, donde se funden co-
nocimientos, se proyectan valores y se internalizan saberes. Para aprender la complejidad ambiental
es necesario desaprender y de sujetarse de los conocimientos consabidos. El Saber ambiental es un
cuestionamientos sobre las condiciones ecológicas de la sustentabilidad y las bases sociales de la
democracia u a justicia; es una construcción y comunicación de saberes que pone en tela de juicio las
estrategias de poder y los efectos de dominación que se generan a través de las formas de detención,
apropiación y transmisión de conocimientos. (Leff, 2000, p. 2)

Es entonces que este saber sea adoptado por las nuevas generaciones, por los hoy profe-
sionistas que ocupan las diversos escenarios sociales y políticos si se desea que puedan construirse
escenarios de participación los suficientemente pertinentes y conducentes a atender los problemas
públicos y sociales vigentes, esos problemas que día con día son generados en la esfera delos co-
lectivo, en contextos urbanos como también rurles. No queremos asegurar que la incorporación de
estos saberes en la formación profesional constituya la panacea para la atención de las problemáticas
ambientales, pero si aseguramos que deben darse elementos lo suficientemente cercano, pertinente
y sobretodo, sensible para la comprensión de una emergencia ecológica global cada vez más grave.

El desarrollo de la política ambiental en México

Muchos de los países en vías de desarrollo y México no siendo la excepción, han conseguido
generar los espacios de concurrencia de instancias internacionales lo suficientemente válidas para
la adopción de los diversos tratados internacionales que en materia ambiental, deben observar la
formulación e implementación de sus políticas nacionales. Muchos de estos espacios son propicia-
dos por el desarrollo de normatividad y legislación especializada. No podemos asegurar que en la
elaboración de esta normatividad se ha incurrido en prácticas de “transpolar experiencias” en cuanto

CAPÍTULO Iii 223


a la redacción de las diversas propuestas de proyectos de leyes y normas que dan origen al proceso
legislativo, que a su vez, pude estar viciado por los diversos choques de los “bloques parlamenta-
rios” o “bancadas partidistas” o bien, por la “priorización” de la agenda legislativa orientada a la
atención mediática. Esto conlleva a un demérito de los problemas ambientales cuya naturaleza son
inminentemente públicos, lo que repercute y se suma a los otros tantos problemas derivados de las
diversas perspectivas en la formulación de la Política ambiental en México.

Hasta ahora, en México se han hecho avances conceptuales y sustantivos impor-


tantes para establecer una política ambiental apropiada. Sin embargo, el estado
del medio ambiente en el país no es satisfactorio La hipótesis que se podría for-
mular, en consecuencia, sería que la aplicación de la política ambiental presenta
graves deficiencias…

En general no existe una información completa u confiable sobre el estado del


medio ambiente en México. Lo que existe es una información sobre hechos in-
quietantes, cuya agregación permite formarse una visión de conjunto sobre la
materia…

Los problemas coyunturales de la economía… han seguido determinando que se


privilegien políticas de corto plazo, que enfatizan la importancia de la recupera-
ción económica, con medidas qEsue a veces entran en conflicto con las políticas
de largo plazo y la idea de desarrollo sostenible… (Brañez, 2001, pp. 193-197).

La presencia limitada de la política ambiental en nuestro país pero sobretodo, su reflejo en


la operación y actuación del aparato gubernamental federal durante la llamada “década perdida”
provocó que el desarrollo y adecuación del marco normativo ambiental mexicano, denotara un lento
desarrollo tanto en los procesos de formulación como en su institucionalización.

Esto se refleja en una circunstancia que consideramos grave y que apuntala la justificación
de a elaboración del presente trabajo: la instrumentación e institucionalización de la mencionada
Ley Federal de Responsabilidad ambiental a partir del establecimiento de juzgados de Distrito es-
pecializados en materia ambiental así como la obligada capacitación especializada en materia de
normatividad ambiental teniendo como plazo el término de 2 años contados a partir de su entrada en
vigor, la cual se dio el 7 de julio de 201519

19
Artículo Tercero Transitorio de la Ley Federal de Responsabilidad Ambiental, publicada en el Diario Oficial de
la Federación el 7 de junio de 2013, con entrada en vigor a los 30 días siguientes al de su publicación.

CAPÍTULO Iii 224


Artículo Tercero. Los juzgados de Distrito especializados en materia ambiental
deberán establecerse en un término máximo de dos años contados a partir de la
entrada en vigor del presente Decreto. La jurisdicción especializada en materia
ambiental podrá otorgarse a los Juzgados de Distrito en funciones en cada circuito
jurisdiccional o de acuerdo a lo que disponga el Consejo de la Judicatura Federal,
sin que esto implique la creación de nuevos órganos jurisdiccionales. El personal
de cada uno de dichos Juzgados de Distrito recibirá capacitación especializada en
materia de normatividad ambiental.

Se menciona como grave esta situación ya que la voluntad política hacia la integración del
aparato especializado en juicios ambientales se observa lento, inoperante y relevado incluso, por la
urgencia de la implementación del nuevo sistema penal acusatorio fundados en la reforma constitu-
cional de 2008 por parte de los tribunales y que al 2016, debe estar siendo implementado y operado
en todos las entidades federativas.

Durante el período de julio de 2013 al de diciembre de 2015 no se observó o bien, no se dio a


conocer una estrategia o, como lo dicho anteriormente, una política institucional orientada al aborda-
je de la cognición del saber ambiental respecto a la tramitación y resolución en estos temas. El poder
Judicial de la Federación no emitió convocatoria alguna para la capacitación de jueces y no se tiene
conocimiento, de la celebración de algún convenio de colaboración entre el sector educativo o bien,
de las Instituciones de educación superior respecto a la capacitación del personal de los juzgados de
Distrito en temas ambientales. Se cuenta solamente con la publicación de un Acuerdo emitido por el
Consejo de la Judicatura Federal20 que al a letra establece

ACUERDO General 27/2015 del Pleno del Consejo de la Judicatura Federal, que
precisa la competencia de los Juzgados de Distrito mixtos, especializados y se-
miespecializados de la República Mexicana, que actualmente tienen competencia
en juicios administrativos, para atender los asuntos ambientales señalados en la
Ley Federal de Responsabilidad Ambiental.

ÚNICO. Hasta en tanto se ordene la instalación de juzgados especializados


en materia ambiental en cada uno de los Circuitos Judiciales, los juzgados de
Distrito mixtos, especializados y semiespecializados de la República Mexicana
que, en razón de su competencia originalmente asignada, conocen de juicios

El Consejo de la Judicatura Federal, con base al Artículo 84 de la Constitución Política de los Estados Unidos
20

Mexicanos, es la instancia que le corresponde la administración, vigilancia y disciplina del Poder Judicial de la
Federación, con excepción de la Suprema Corte de justicia de la Nación, conforme a las bases contempladas en la
Constitución y así como aquéllas facultades contempladas por la Ley Orgánica del Poder judicial de la Federación.

CAPÍTULO Iii 225


administrativos, continuarán atendiendo los asuntos ambientales a los que se
refiere la Ley Federal de Responsabilidad Ambiental.

Es así que podemos asegurar que la procuración de la justicia en términos ambientales po-
dría estar garantizada, sin embargo, es necesario que exista evidencia tangible de que los juzgadores
hayan recibido la capacitación legalmente impuesta en términos ambientales y no solamente se le
faculte mediante un ordenamiento secundario, la jurisdicción en razón de la materia. Queremos
enfatizar que no se atiende a la capacidad del juzgador para la realización de su labor jurisdiccional
sino centrar la crítica de la opacidad y la poca voluntad política que a nivel institucional el Poder
judicial a través del Consejo de la Judicatura ha mostrado a la fecha respecto a la instrumentación
de esta figura legal.

Es a saber del lector que esta capacitación es necesaria, ya que se comenta que la nombrada
“responsabilidad ambiental” es una figura legal “nueva” con un grado de importante que solo varía
en razón de la materia, esto es, que tiene el mismo grado de importancia de una responsabilidad civil,
penal o de cualquier otra rama del derecho.

La responsabilidad, ya sea administrativa, civil o penal, implica la atribución de


un acto ilícito, ya sea por comisión u omisión a un acto a una persona física o ju-
rídica, además, la responsabilidad implica la valoración y la reparación del daño
patrimonial u ambiental... Se deriva a su vez, de las nociones de obligación y la
de garantía en materia civil y se da por la existencia concreta de algún perjuicio o
daño… (Vázquez, 2004, p. 46)

Creemos oportuno, por así estimarlo conveniente, conceptualizar los términos que establece
la Ley Federal de Responsabilidad Ambiental para efectos de una justa dimensión del alcance del
precepto legal toda vez que, como se sabe, bajo la supletoriedad de leyes, existen conceptos que al-
gunas leyes abordan y describen otorgando el sentido e interpretación jurídica a otra. En este sentido
la LFRA se vincula con la LGEEPA, la LGVS, la LGPGIR, la LGDFS, la LAN, el CPF la LNCM
y la LGBN21

21
Para efectos prácticos, se abrevian los títulos de los preceptos legales. Sin embargo, el orden obedece tal como
lo contempla el Decreto que expide la Ley Federal de Responsabilidad ambiental y que reforma, adiciona y dero-
gan diversas disposiciones de la Ley Genera de Equilibrio Ecológico y Protección al Ambiente (LGEEPA), dela
ley General de Vida Silvestre (LGVS), de la Ley General para la prevención y gestión integral de los residuos
(LGPGIR), de la Ley General de Desarrollo forestal sustentable (LGDFS), de la Ley de Aguas Nacionales (LAN),
del Código Penal Federal (CPF), de la Ley de navegación y comercio marítimos (LNCM) y de la Ley General de

CAPÍTULO Iii 226


Es así que la Ley Federal de Responsabilidad Ambiental establece:

Artículo 1. La presente Ley regula la responsabilidad ambiental que nace de los


daños ocasionados al ambiente, así como la reparación y compensación de dichos
daños cuando sea exigible a través de los procesos judiciales federales previstos
por el artículo 17 constitucional, los mecanismos alternativos de solución de con-
troversias, los procedimientos administrativos y aquéllos que correspondan a la
comisión de delitos contra el ambiente.

Por responsabilidad ambiental se entiende a la acción u omisión que de manera directa o


indirecta ocasione un daño al ambiente toda persona física o moral, y por ende, estará obligada a la
reparación de los daños, o bien, cuando la reparación no sea posible, se dará paso a la compensación
ambiental que proceda. Así también, estará obligada a realizar acciones necesarias para evitar el
incremento el daño al ambiente22

El propósito de la responsabilidad ambiental es el de brindar una compensación


a aquéllos sujetos que han sido afectados a raíz de algún daño producido al am-
biente, mediante la restauración parcial o total del área afectara. Al momento en
el que se obliga al infractor a reparar el daño provocado, este tendrá que modificar
o cesar las actividades que resultan lesivas al bien común, hasta el punto de que
los gastos provenientes del uso de tecnologías y sistemas disminución de conta-
minantes sea menor al monto que tendría que cubrir como producto de las san-
ciones impuestas por rebasar los límites establecidos en la legislación aplicable
(Vázquez, 2004 p. 46)

La Ley clasifica a la responsabilidad ambiental en dos sentidos: una subjetiva y una objetiva.
La subjetiva surge desde el conocimiento y conciencia que tiene el sujeto pasivo, así como el dolo
que guarda al momento de la acción u omisión ilícita. La objetiva tiene que ver con actos u omisio-
nes que se materialicen en una conducta y que ésta conducta derive en un daño directo o indirecto
al ambiente.
bienes nacionales (LGBN) publicado en el Diario Oficial de la Federación el 7 de junio de 2013.
22
Artículo 10.- Toda persona física o moral que con su acción u omisión ocasione directa o indirectamente un
daño al ambiente, será responsable a la reparación de los daños o bien, cuando la reparación no sea posible, a la
compensación ambiental que proceda, en los términos de la presente Ley.
De la misma forma, estará obligada a realizar las acciones necesarias para evitar que se incremente el daño oca-
sionado al ambiente.

CAPÍTULO Iii 227


Por reparación, La LFRA establece: “la reparación de los daños ocasionados al ambiente
consistirá en restituir a su Estado Base, los hábitat, los ecosistemas, los elementos y recursos natu-
rales, sus condiciones químicas, físicas biológicas y las relaciones de interacción que se dan entre
estos, así como los servicios ambientales que proporcionan, mediante la restauración, restableci-
miento, tratamiento, recuperación o remediación”.23 Por Estado Base debe entenderse aquélla “con-
dición en la que se habrían hallado los hábitat, los ecosistemas, los elementos y recursos naturales,
las relaciones de interacción y los servicios ambientales en el momento inmediato al daño y de no
haber sido éste producido;”24

Como es de percatarse, existe cierta redundancia en los términos utilizados por el legislador
al momento de determinar el estado o condición medioambiental que guarda un sitio determinado
al momento de realizarse o ejecutarse una acción –responsabilidad ambiental objetiva- o bien, el
incumplimiento de disposiciones relacionadas a su regulación –responsabilidad ambiental subjeti-
va- lo que provoca un planteamiento confuso del análisis, que pude llevar a una resolución judicial
distante al propósito de la interposición del procedimiento que origina la figura legal cuya tramita-
ción y objetivo se traduce en la determinación por parte de la autoridad judicial de una mera sanción
económica a aquél que se le finque la responsabilidad ambiental.

La responsabilidad ambiental en la legislación positiva potosina

El estado de San Luis Potosí por sus características geológicas y ambientales, es basto en
ecosistemas y climas: en la región levante del estado -Huasteca- en los municipios de Ciudad Valles
y Tamuín surge la Sierra Madre Oriental, lo que segmenta geográficamente al estado y ha sido base
para una delimitación geopolítica en regiones que ha prevalecido por varias décadas ya: Huasteca,
Media, Centro y Altiplano.

Es también por esta delimitación geográfica ambiental o “natural” que los asentamientos hu-
manos y el desarrollo de los pueblos y su cultura se focalizan: tenek y nahuas en la región huasteca,
los pames en la región media, la centro -donde se ubica la capital del estado- con poca o casi nula
presencia de pueblos indígenas y la presencia de huicholes por y sus prácticas ancestrales en el valle
de Wirikuta en la región altiplano.

Estas circunstancias ayudan a comprender cómo la interacción de los pobladores de las di-
versas regiones del estado puede ser compleja. Es muy marcado el sentido de identidad y pertinencia

23
Artículo 13 de la Ley Federal de Responsabilidad Ambiental
24
Fracción VII Artículo 2º Ibid

CAPÍTULO Iii 228


al territorio y la cultura. Cuenta con una población de 5 280 601 habitantes25 con un índice de po-
blación emigrante de 2.70 % y de población no nativa de 10.07 %26. Cuenta con una calidad de vida
promedio -74 años- y por su ubicación geográfica, se posiciona como una entidad estratégicamente
privilegiada al verse rodeada por 9 entidades federativas, muchas de las cuales, sus capitales de es-
tado se ubican a no más de 3 horas.

Su Constitución fue promulgada en el año de 1917 y observa su última reforma el 3 de mar-


zo del 2016. Este ordenamiento en su Artículo 15 contempla:

Todos los habitantes del Estado tienen derecho a gozar de un ambiente sano, por
lo que, en la esfera de su competencia y concurrentemente con los Ayuntamien-
tos, El Gobierno del Estado llevará a cabo programas para conservar, proteger y
mejorar los recursos naturales de la entidad, así como para prevenir y combatir
la contaminación ambiental. Las leyes que al efecto se expidan serán de orden
público e interés social y fomentarán la cultura de protección a la naturaleza, el
mejoramiento del ambiente, el aprovechamiento racional de los recursos natura-
les y la protección y propagación de la flora y fauna existentes en el territorio del
Estado.27

La Ley ambiental del Estado vigente data del 15 de diciembre de 1999 y su última reforma
ocurrió en marzo de 2016. Se conforma por 185 artículos en quince títulos y trece artículos transito-
rios. Con su publicación derogó al Código Ecológico y Urbano y la Ley de Protección Ambiental,
publicadas en el Periódico Oficial del Estado, el 3 de julio de 1990, mediante los Decretos 532 y 533
respectivamente, por la entonces Quincuagésima Segunda Legislatura Constitucional del Estado.

En el año de 1997 con la reforma a la Ley Orgánica de la Administración Pública del Estado
de San Luis Potosí, la entonces Coordinación General de Ecología, desaparece para erigirse a nivel
de Secretaría hoy en día la Secretaría de Ecología y Gestión ambiental de San Luis Potosí cuyas
funciones y atribuciones se contemplan en el artículo 39 del citado ordenamiento.

Se subraya que en términos de la jurisdicción en materia territorial, la mayoría de las activi-


dades antrópicas que pudieran resultar en una modificación o alteración del ambiente son de com-
petencia federal. Lo anterior se desprende de la Ley General de Equilibrio Ecológico en su artículo

25
INEGI. Censo de Población y Vivienda 2010
26
INEGI, Ibid
27
Artículo 15 de la Constitución Política del Estado de San Luis Potosí.

CAPÍTULO Iii 229


2828, que enlista cuáles son las obras y actividades con competencia de la federación, uy por ende, la
gestión y debida autorización y cumplimento de la política ambiental le corresponde a la Secretaría
de Medio ambiente y recursos naturales, así como a los órganos desconcentrados que la integran.29

En términos del presente documento centramos la atención al discernimiento del concepto


de responsabilidad ambiental, y que se analiza a la luz de la legislación vigente. Al respecto, se ob-
serva que la mencionada ley ambiental del estado, la determina a nivel de política, debiendo ésta,
responder a las peculiaridades ecológicas de la entidad y que deberá guardar concordancia con los
lineamientos de acción nacionales que establezca la federación30 bajo el principio de que las auto-
ridades de la Entidad y los particulares deben asumir una responsabilidad respecto de la protección
de ambiente.31

A la par el Código Penal del Estado de San Luís Potosí faculta a la Secretaria de Ecología
y Gestión ambiental de Gobierno del Estado de San Luís Potosí (SEGAM) como beneficiaria de la
reparación del daño estableciendo:

Artículo 34. Beneficiarios de la reparación de daño

En orden de preferencia, tienen derecho a la reparación del daño:

VII. El Estado a través del área estatal encargada de la ecología y gestión ambien-
tal, en los casos de delitos contra el medio ambiente.

Si bien se ha mencionado que la responsabilidad ambiental se configura como una figura


aparte de las distintas ramas del derecho positivo, se establece la ambigüedad en la redacción del
28
El artículo 28 en mención enlista las obras y actividades que requerirán de la autorización en materia de impacto
ambiental por parte de la SEMARNAT. Este ordenamiento en la práctica legal, guarda estrecha relación con lo es-
tipulado con el artículo 5 del Reglamento de la LGEEPA en materia de evaluación de impacto ambiental, publicado
en el Diario Oficial de la Federación el 30 de mayo de 2000 que a su vez establece los criterios por los que dichas
obras y actividades no produzcan impactos significativos, no causen o puedan causar desequilibrios ecológicos
ni rebasen lo límites y condiciones establecidos en demás disposiciones jurídicas referidas a la preservación del
equilibrio ecológico.
29
Siendo éstos la Procuraduría Federal de Protección al ambiente (PROFEPA), la Comisión nacional de Áreas Na-
turales Protegidas (CONANP) y la Comisión Nacional del Agua (CONAGUA) con base a los incisos a, b y c del
artículo 2 del Reglamento interno de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales cuya última reforma
fue publicada en el Diario Oficial de la Federación el 26 de noviembre de 2012.
30
Artículo 12 de la Ley ambiental del estado de San Luis Potosí, publicada en el Periódico Oficial del Estado de
San Luis Potosi el 15 de diciembre de 1999.
31
Fracción III Artículo 12 Ibid

CAPÍTULO Iii 230


precepto penal mencionad y que puede ser subsanado en la construcción y elaboración de la ley
especializada en la materia ambiental a efectos de armonizar con la LFRA.

A modo de conclusión

Se observa que la aplicación de la Ley Federal de responsabilidad ambiental, requiere de la


implementación de ciertas adecuaciones para la adecuada tramitación de esta figura legal pero que es
exigible desde la academia que en la instrumentación de una estrategia de capacitación y adecuación
para la aplicación de la responsabilidad ambiental en realidad se articulen saberes contemporáneos
pertinentes, acordes con las problemáticas ambientales globales así como aborden la complejidad
que rodea a los elementos que componen esta realidad ecológica.

Es sencillo pensar que al no contar con tribunales especializados en materia ambiental, la


tramitación especializada no sea la adecuada y sea motivo de la tramitación de recursos existentes
en la lesgislación positiva tanto de jurisdicción federal como local, respecto a su observancia que
conlleven a la intervención de la suprema Corte de Justicia de la Nación para dirimirlas.

Esto se comenta una vez ocurrida la Tesis jurisprudencial 1a. CXLIV/2015 de Décima Épo-
ca que de convertirse en jurisprudencia, conllevará a la inconstitucionalidad de la multicitada Ley
32

de Responsabilidad Ambiental tornándose inoperante corriendo el riesgo de caer en la inatención

32
Tesis 1ª CXVIV/2015 (10ª) publicada najo número de registro 2009019 en la Gaceta del Semanario Judicial de
la Federación Libro 18, Mayo de 2015 Tomo I:
RESPOSABILIDAD AMBIENTAL. EL ARTICULO 28, PÁRRAFOS PRIMERO, FRACCIÓNII Y SEGUNDO,
DE LA LEY FEERAL RELATIVA, TRASGREDE EL DERECHO A UNA TUTELA JUDICIAL EFECTIVA.
El precepto, párrafos y fracción citados reconocen el derecho e interés legítimo a las asociaciones civiles para ejer-
cer la responsabilidad ambiental, la reparación u la compensación de los daños ocasionados al ambiente, el pago
de la sanción económica, así como delas prestaciones a que se refiere la ley; sin embargo, también prevén que las
personas morales privadas mexicanas, sin fines de lucro, deben actuar en representación de algún habitante de las
comunidades adyacentes al daño ocasionado al ambiente y acreditar que fueron legalmente constituidas, por lo
menos tres años antes dela presentación de la demanda. En cambio, en una acción con un objeto similar (acción
difusa ambiental) como son las acciones colectivas previstas en el Código Federal de Procedimientos Civiles, no
se exigen esos presupuestos de legitimación. De ahí que el artículo 28, párrafos primero, fracción II, y segundo,
de la Ley Federal de Responsabilidad Ambiental que establece dichos requisitos, viola los artículos 4º y 17 de la
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, y 25 de la Convención Americana sobre Derechos Huma-
nos, pues el legislador estableció dos requisitos de legitimación distintos en dos mecanismos que tienen por objeto
proteger al medio ambiente, lo que trasgrede el derecho a una tutela judicial efectiva, toda vez que la imposición
de mayores requisitos de legitimación, sin justificación, inhibe a las asociaciones civiles el ejercicio de las acciones
previstas en la Ley Federal de Responsabilidad ambiental no obstante que el propio legislador, en un medio de
defensa similar, no impuso dichos requisitos.
Amparo en revisión 501/2014. Greenpeace México, A.C. y otra. 11 de marzo de 2015, Mayoría de tres votos de-
los Ministros Jorge Mario Pardo Rebolledo, Olga Sánchez Cordero de García Villegas y Alfredo Gutiérrez Ortiz
Mena.

CAPÍTULO Iii 231


institucional o bien, al carpetazo en la agenda gubernamental por al menos, lo que resta de la pre-
sente administración pública federal y que en el estado de San Luis Potosí, la realidad política que
prevalece refleja una actuación por demás ínfima de la Instancia legitimada respecto a la gestión y
protección ambiental en todos los rincones del territorio estatal.

Obra citada

Brañez, R. (2000). Manual de derecho ambiental mexicano. México, D.F.: Fondo de Cultura
Económica.

Funtowicz, S. y De Marchi, B. (2000). “Ciencia posnormal, complejidad reflexiva y susten-


tabilidad”. En E. Leff (Coord.), La complejidad ambiental. México: Siglo veintiuno
editores, S.A. de C.V.

Lezama, J. L. (2001). El medio ambiente hoy. Temas cruciales del debate contemporáneo.
México: El Colegio de México.

CAPÍTULO Iii 232


Obra citada de internet

Zapiain, M. (2011). Meadows, D.H.; Meadows, D.L.; Randers, J.; Behrens, W. (1972). Los
límites del crecimiento: informe al Club de Roma sorbe el predicamento de la Humani-
dad. Texto de trabajo del Grupo de Investigación en Arquitectura, Urbanismo y soste-
nibilidad giau+s de la Universidad Politécnica de Madrid. España. Consultado al 21 de
junio de 2016. Disponible en http://habitat.aq.upm.es/gi/mve/daee/tmzapiain.pdf

Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos

Ley Orgánica del Poder judicial de la Federación.

Ley Orgánica del Tribunal Federal de Justicia Fiscal y Administrativa

Ley Federal de responsabilidad ambiental

Ley General de Equilibrio Ecológico y protección al ambiente

Ley General de Desarrollo Forestal Sustentable

Ley General para la prevención y gestión integral delos residuos.

Reglamento de la Ley General de Equilibrio Ecológico y Protección al ambiente en materia de


evaluación de impacto ambiental

Reglamento interno de la Secretaría de Medio ambiente y Recursos naturales.

Ley Orgánica de la Administración Pública de San Luis Potosí

Ley ambiental del Estado de San Luis Potosí

Código Penal del Estado de San Luis Potosí.

Ley de Aguas para el Estado de San Luis Potosí

Reglamento de la Ley Ambiental del Estado de San Luis Potosí en materia de Evaluación de
Impacto ambiental y riesgo.

CAPÍTULO Iii 233


Políticas ambientales, tensiones y percepciones
de la naturaleza en la costa nahua de
Michoacán

David Figueroa Serrano33

Resumen: La percepción social es un proceso que se articula con diversos elementos que con-
fluyen en una relación tiempo- espacio. En ese sentido, la visión sobre la naturaleza, concre-
tamente es un tejido que amalgama diversos actores sociales, una amplitud de posturas que se
transmiten en diferentes condiciones y representaciones de lo cultural y, eminentemente, la in-
jerencia de las fuentes de poder que delimitan ideologías y posturas dominantes que tienen una
influencia en otras representaciones de carácter subalterno, lo cual configura las posibilidades
de los interacciones sobre esas perspectivas, en muchos casos desde una tensión en las formas
de asumir el entorno.
Este texto busca dar un panorama sobre las formas de percibir la naturaleza en las comunidades
nahuas costeras de Michoacán, en un contexto donde interaccionan las visiones tradicionales
sobre el entorno, alentadas por diversas prácticas de arraigo cultural, así como la inserción
de programas y políticas de Estado vinculadas a la conservación y protección de diversas es-
pecies, pero que están eminentemente vinculadas a las nociones del capitalismo en una fase
neoliberal, donde la naturaleza es concebida como recurso. Las Unidades de Manejo de Vida
Silvestre, coloquialmente conocida también como Unidades de Manejo Ambiental (UMA), así
como el Santuario de la Tortuga Mariana localizado en las playas de Maruata y Colola, en las
comunidades nahuas de Coire y Pómaro, son los casos de estudio que abordaremos en torno a la
conservación ambiental, políticas de protección que interaccionan con otras políticas de Estado
como las del desarrollo, una respuesta que los tres niveles de gobierno han asumido ante una
condición de marginalidad y pobreza que acompaña al municipio de Aquila, al cual pertenecen
las comunidades nahuas antes mencionadas.

Palabras clave: Percepción social, Políticas ambientales, recursos naturales

Summary: The social perception is a process that articulates with various elements that come
together in a time-space relationship. In that sense, the vision of nature is amalgamate various

33
Profesor investigador de la Facultad de Antropología, Universidad Autónoma del Estado de México. Email:
davdatura@hotmail.com

CAPÍTULO Iii 234


social actors, an amplitude of positions that are transmitted in different conditions and culture
representations. Eminently, interference sources of power that define dominant ideologies and
positions have an influence on other representations of subaltern character, which sets the pos-
sibilities of interactions on these perspectives, in many cases from a strain on the ways of taking
the environment.
This text seeks to give an overview of the ways of perceiving nature in coastal Nahua com-
munities of Michoacan, in a context where they interact traditional views on the environment,
encouraged by various practices of cultural roots as well as the inclusion of programs and
state policies linked to the conservation and protection of various species, but they are predo-
minantly linked to notions of capitalism in a neoliberal phase, where nature is conceived as
a resource. Units Wildlife Management, colloquially also known as Environmental Manage-
ment Units (UMA) and the Sanctuary of the sea turtle located on the beaches of Maruata and
Colola in the Nahua communities of Coire and Pomaro are cases study will address around
environmental conservation, protection policies that interact with other state policies such
as development, a response that the three levels of government have taken to a condition of
marginalization and poverty that accompanies the municipality of Aquila, to which belong
the Nahua communities.

Keywords: Social perception, emvironmental policies, natural resources

Introducción

Las formas de organización e interacción de los pueblos nahuas con el entorno son
un conglomerado de elementos y relaciones dinámicas que recrean diversas posibilida-
des de percepción del ambiente, el territorio y la identidad individual y comunitaria. La
relación de diversos elementos y circunstancias contextuales que recubren y penetran en
la vida comunitaria ejercen efectos en la elaboración simbólica de la temporalidad y la
espacialidad. Este sería el caso de los sistemas productivos, la organización religiosa, las
estructuras de poder, las relaciones comerciales, interétnicas y, en general, las relaciones
socioambientales.

Las relaciones socioambientales son construcciones que se tejen tanto de las formas
de vinculación y apropiación del entorno en los usos, prácticas, conocimientos y signifi-
caciones del ambiente como de las posturas ejercidas por las normativas del Estado y sus
instituciones que plantean un sentido diverso del ambiente, es decir, como recurso que debe
ser protegido y como elemento económico para el beneficio local o para el aprovechamiento
a un nivel empresarial mayor.

El objetivo de este texto es analizar las diversas tensiones, conflictos y negociaciones


que se han gestado en las comunidades nahuas de Michoacán, a raíz de la imposición de polí-

CAPÍTULO Iii 235


ticas ambientales que delimitaron el acceso a recursos concebidos como comunales, así como
la injerencia de diversos actores sociales que, de igual forma, han trastocado la percepción y
el actuar en la naturaleza, a partir de diversas practicas de capitalización de la naturaleza, así
como los programas instituciones ligados al desarrollo.

Metodológicamente realizamos un acercamiento analítico desde de diferentes francos:


La identificación de la percepción de la naturaleza a partir de diversas narrativas tradicionales
y la historia local de las poblaciones nahuas; la revisión de las políticas ambientales, en espe-
cífico, las relacionadas a las zonas de reserva y registro de áreas protegidas que afectan algu-
nos sectores de las costas michoacanas a partir de la denominación de Santuario de la tortuga
marina a tres playas en tierras comunales; la visión sobre el territorio; la descripción de las
formas de acceso a los recursos comunales y su reajuste a partir de las políticas ambientales.

Privilegiamos dos vías de análisis. Por una parte la etnografía que refiere a la genera-
ción de información en el ámbito comunitario así como a los entramados de relaciones entre
actores locales y externos (investigadores, funcionarios, personal técnico) y, por otra la re-
visión y estudio de regulaciones oficiales orientadas a la conservación ambiental que, directa
o indirectamente, hayan incidido en las modalidades de manejo de bienes naturales de uso
común, las concepciones y relaciones respecto a la naturaleza, así como en la percepción del
deterioro ambiental.

Los resultados obtenidos hasta el momento, reflejan diversas dinámicas de interac-


ción comunitaria así como la apropiación discursiva de los referentes ambientales de las ins-
tituciones educativas, asociaciones civiles y los propios representantes gubernamentales que
han resignificado el sentido de la percepción sobre lo ambiental en las localidades nahuas,
claramente ligado hacia un proceso de conexión con la perspectiva de la naturaleza como
recurso. Desde las comunidades esto ha generado diversas dinámicas de acoplamiento a las
normativas ambientales, pero también de una resistencia cotidiana en torno a la forma en que
se da continuidad a los usos tradicionales de algunos recursos, principalmente ligados a lo
alimentario. En otros casos, las tensiones se han manifestado en desajustes más profundos,
principalmente ligados a una ausencia de seguridad y la oportunidad de otros actores sociales
en el saqueo de los recursos naturales.

El contexto de las comunidades nahuas de Michoacán

El estado de Michoacán es reconocido por si diversidad cultural y biológica con

CAPÍTULO Iii 236


importantes recursos maderables, mineros, hídricos, entre otros. En su territorio se en-
cuentran dos de las tres cuencas hidrológicas más importantes del país: el sistema fluvial
Lerma-Chapala- Santiago y el río Balsas (Carton de Gramont, 2012).

La región de la sierra- costa es atravesada por la cadena montañosa de la Sierra Ma-


dre del sur, generando un paisaje diverso caracterizado por desniveles abruptos, ya forman-
do parte de la sierra, los cuales, en las partes bajas se transforman en pequeñas barrancas
que desembocan en las planicies costeras o bien en el mar.

Las comunidades nahuas de Michoacán, se localizan en el occidente de la franja


costera, estas son: Aquila, Pómaro, Coire, Ostula y Huizontla. Ésta última perteneciente
al municipio de Chinicuila, y las primeras cuatro al municipio de Aquila. Pómaro, Ostula
y Coire son colindantes entre ellas y con el Océano Pacífico. Estas comunidades cuentan
con una diversidad natural muy amplia, tomando en cuenta sus diferentes latitudes, que
van de los 2000 msnm en las zonas más altas de la Sierra Madre del Sur a las playas y
caletas del municipio de Aquila, caracterizados por una selva baja, en su límite con el
océano pacífico.

Las cuatro comunidades agrarias: Aquila, Pomaro, Ostula y Coire ocupan grandes
extensiones del municipio de Aquila, sumando un total de 165,000 hectáreas que cubren,
a su vez, 130 Km. de litoral. Se trata de extensas áreas donde existen tratos agrarios para
el acceso común y particular de la tierra, siendo las primeras las más usuales, debido a su
estatuto agrario. A pesar de que la tenencia de la tierra es comunal, se han generado diver-
sas dinámicas de privatización y uso particular de los espacios, desde la delimitación de
predios por parte de los propios nahuas para su subsistencia, hasta las negociaciones de
compra-venta “a título personal” sin el aval de la asamblea comunal, principalmente con
gente externa a la comunidad, lo cual ha derivado, desde hace varios años, en confronta-
ciones y despojos de tierras comunales.

Aproximadamente 500 localidades ocupan las laderas, las escasas planicies serranas
y las orillas del municipio de Aquila. La mayoría de estas mantienen una población peque-
ña, siendo muy pocas las que rebasan los 500 habitantes. Numéricamente el municipio de
Aquila alcanza una población de 21,812 habitantes mayores de 3 años, de los cuales 7,153
hablan lengua indígena y representan el 32.8% de la población total. Pero todavía resulta
más significativo lo que muestran las estadísticas de autoadscripción que presenta el INEGI
en su censo de 2010, 60.01% se considera indígena. Estamos hablando de una territorio
predominantemente nahua en su demografía.

CAPÍTULO Iii 237


La diversidad biológica de la sierra- costa de Michoacán ha generado posibilida-
des muy diversas de adaptación y alimentación para las sociedades. En el caso nahua,
estos pueblos han estado vinculados históricamente con la producción agrícola. Esto ha
implicado una transformación del suelo a partir del sistema agroforestal de roza, tumba
y quema para el aprovechamiento productivo del espacio. En esa medida, la rotación de
tierras y cultivos fue y sigue siendo una característica importante del sistema agrícola, que
en gran medida ha modificado el paisaje local al transformar las selvas bajas en espacios
de cultivo agrícola. En conjunto con la agricultura, la ganadería también adquirió una
importancia relevante en el contexto económico de la región a partir de la segunda mitad
del siglo XX, ahora generándose una deforestación para tierras de ganado. En conjunto,
estas dos actividades son el principal referente que ha estructurado las relaciones labora-
les y socioalmbientales en la costa de Michoacán en conjunto con la pesca ribereña, en
menor escala algunas otras actividades como la caza, la recolección de frutos, entre otros,
los cuales desarrollaron un esquema de explotación, en gran medida caracterizado por un
autoconsumo y venta de excedentes mínimos en las localidades. No obstante, a finales
del siglo XX, la agricultura de autoconsumo, principalmente enfocada al maíz, tuvo un
giro relevante hacia la siembre de productos comerciales. Este aspecto no era algo nuevo,
puesto que en otros momentos, los pobladores ya habían tenido la posibilidad de vender
algunos excedentes de Jamaica, ajonjolí y coco a barcos que venían de Colima y Guerrero,
sin embargo, a este sistema, desde hace más de dos décadas, se han sumado plantaciones
de agricultura comercial (plátano, coco y papaya) en planicies de tierras bajas, desplazan-
do cultivos tradicionales.

Estas transformaciones en los esquemas productivos ha implicado una restructura-


ción económica desde las bases del capitalismo, posicionado en las relaciones laborales y
las formas de acceso y negociación de los recursos. Es decir, no sólo fue la tendencia de
producción comercial y venta hacia intermediarios de la fruta, sino también generó una
dinámica de relaciones laborales internas caracterizadas por el pago de trabajo, aspecto
que en otros momentos fue una forma de apoyo mutuo entre familias. En ese sentido, las
procesos productivos de mayor escala, replantearon la relación social con la naturaleza,
siendo la premisa de la explotación para una remuneración económica la tendencia central.

La sierra- costa, como muchas otras regiones indígenas de México, ha experimenta-


do cambios vertiginosos tanto en sus modos de vida como en su hábitat debido a los proce-
sos de articulación regional entre los cuales destacan la emigración temporal de jornaleros,
la ganadería, la agricultura comercial y la explotación minera.

CAPÍTULO Iii 238


Políticas y programas gubernamentales y su injerencia en las comunidades nahuas

De manera general, podemos identificar dos vertientes de la acción de los programas


y políticas en la región costera e incluso en la mayoría de los pueblos indígenas: las políti-
cas y programas para el desarrollo local y regional; por otra parte, las enfocadas a la regu-
lación y protección ambiental con sus elementos bióticos y abióticos. En el primer caso se
insertan los programas de fortalecimiento del campo, a partir de apoyos económicos y/o en
especie para la producción agrícola, ganadera, forestal, entre otras, así como los programas
del uso y aprovechamiento sustentable de los recursos locales. En el segundo caso están las
políticas y programas de protección ambiental.

A partir de la década de 1980 se empieza a generar una tendencia de replanteamien-


to de las políticas públicas en materia ambiental, puesto que la lógica de las políticas en las
décadas anteriores estuvieron enfocadas a la explotación de los recursos naturales para su
incorporación en procesos productivos, ejemplo de ello, fueron las concesiones otorgadas
por el Estado para la captura de la tortuga marina a diversas cooperativas pesqueras, así
como concesiones forestales. En un marco de transformación de las políticas internacio-
nales, enfocadas a la conservación de los recursos naturales categorizados en peligro de
extinción, esta orientación viró hacia la protección de diversos ecosistemas, incluyendo la
protección de flora y fauna silvestre.

La Ley general del equilibrio ecológico y protección al ambiente (LGEEPA) publi-


cada en 1988 cuyo objetivo era la incorporación de criterios ecológicos que hicieran fac-
tibles los planes de manejo y ordenamiento territorial en relación a los recursos naturales
en riesgo, es uno de los antecedentes. A ello se sumaron diversos decretos como el del 29
de octubre de 1986, a través del Programa Nacional de Áreas Naturales Protegidas, con el
cual las playas de Colola, Maruata y Mexiquillo, fueron decretadas como zona de reserva
y sitios de refugio para la protección y conservación de las diversas especies de tortuga
marina, cubriendo una longitud de 12.5 km de las playas de Aquila, un total de 144 ha. El
16 de julio de 2002 fueron recategorizadas como santuarios (Alvarado, 2001, p. 147; CO-
NANP, 2011, pp. 8-9), y dos años después, por las condiciones de los humedales, fueron
incorporadas al listado de Sitios RAMSAR. Este programa surge de la Convención sobre
los Humedales, firmada en 1971 en la ciudad de Ramsar, Irán y entró en vigor en 1975;
México firmó integrándose a dicha convención. Este tratado intergubernamental busca la
cooperación internacional y la acción de los diversos países vinculados a dicha conven-
ción, para la conservación y el uso racional de los humedales y sus recursos.

CAPÍTULO Iii 239


En 1990 se amplían las políticas de protección de las especies de tortuga marina
(en la costa del pacífico destacan la laud, golfina y negra), ahora a través de la veda total
y permanente del quelonio en todo territorio mexicano. Dos años después, se promulga
la Ley de Pesca que establece criterios para regular las actividades pesqueras desde una
visión de protección al ambiente. A su vez, estás normatividades se vincularon a las de
carácter internacional como la de 1992 que tuvo lugar en la Convención sobre el Comercio
internacional de especies amenazadas de fauna y flora silvestre (CITES). La Cumbre de la
tierra en Río de Janeiro representó un punto de inflexión fundamental para las políticas de
protección de la diversidad biológica. De esta conferencia de las Naciones Unidas sobre el
medio ambiente y el desarrollo emanó el Convenio de Diversidad Biológica que, firmado
en 1992, entró en vigor en 1993; éste se ha llevado a cabo a la par de las transformaciones
del Estado que adquirió un perfil neoliberal.

El programa de la CONANP planteaba la perspectiva de la conservación de los


ecosistemas a través de diversas estrategias como el aprovechamiento sustentable y la par-
ticipación de la sociedad en su protección, preservación, restauración y administración
(SEMARNAT, 2002).

Como parte de esa iniciativa se consideró la creación de un Sistema de Unidades


de Manejo para la Conservación de la Vida Silvestre (SUMA), de la que se desprenden las
Unidades para la Conservación, Manejo y Aprovechamiento Sustentable de la Vida Silves-
tre (mejor conocido como UMA o Unidades de Manejo Ambiental para la conservación de
la vida silvestre) involucrando a diversas dependencias federales.

En Michoacán existen once Áreas Naturales Protegidas de carácter federal entre


las cuales están La Playa de Maruata y Colola y la Playa Mexiquillo. Además de las áreas
naturales protegidas, a través del Sistema de unidades para la conservación, manejo y apro-
vechamiento sustentable de la vida silvestre de la SEMARNAT, también se han implemen-
tado Unidades de Manejo Ambiental (UMA’s). De acuerdo con Paloma Carton (2012), en
el 2011 se tenían registradas en el estado 447 UMAs, de las cuales 267 eran extensivas, el
39% de ellas se encontraban en propiedad comunal.

En la comunidad de Pómaro se registró una UMA para la protección del venado cola
blanca, de manera alterna los biólogos buscaron también la protección de otros animales
como la iguana, el jaguar, el caracol, a través de diferentes proyectos locales. Aunque la
UMA empezó desde principios de la década del 2000, no obstante, ésta desapareció por
diferentes dificultades, entre ellas, se buscó ampliar la UMA a la protección del jaguar,

CAPÍTULO Iii 240


pero no se logró comprobar la existencia del felino en la región, además de ello, la insegu-
ridad, así como problemas con los propios encargados comunitarios para la protección del
venado.

Por su parte, la protección de la tortuga tuvo mejores resultados a partir del decreto
de zona protegida y por los trabajos de apoyo con instituciones educativas como la Univer-
sidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo, así como la toma de acciones de las propias
comunidades para apropiarse de las discursos de conservación y el control de los recursos
desde formas comunales y/o locales.

Acceso a los recursos del mar y protección de la tortuga marina

Tradicionalmente la pesca ribereña era de autoconsumo, pero a partir de la década


de 1970, la venta de los productos del mar se convirtió en un importante negocio para los
pescadores locales, al grado en que algunas especies como el tiburón ya no es común en-
contrarlo en las aguas de esta zona, algo semejante sucedió con la tortuga, la cual empezó
a comercializarse por las cooperativas, con un permiso de las instancias federales, lo cual
llevó a una mengua muy relevante. En ello, podemos ver cómo las diferentes tendencias del
mercado generan un efecto evidente en las formas en que la sociedad se relaciona con su
entorno, a ello, también se suman las políticas públicas, en materia ambiental, que también
generan hitos en las formas de negociación, acceso y uso de los recursos.

Desde hace varios años la extracción de productos marinos ya sea en la pesca ribere-
ña o el buceo, ha sido un espacio de control de las cooperativas pesqueras que a su vez, se
han encargado de la protección y siembra de huevos de la tortuga marina en la mayoría de
los casos. Algunas excepciones han sido las asociaciones que se formaron específicamente
para la protección de la tortuga, independientes de las cooperativas de pescadores, tal es el
caso de la Asociación civil de Colola.

Desde la década de 1970 se empezaron a formar las cooperativas en la costa de


Michoacán, en ese periodo el gobierno federal les otorgaba el permiso para comercializar
cierta cantidad de tortugas, podía ser entre cien y trescientas caguamas que generalmente
se vendían a embarcaciones provenientes de Manzanillo y Guerrero (algunas versiones
mencionan que llegaron a tener permisos de hasta 800 tortugas). Los pescadores comentan
que la tortuga sólo era ocupada por la piel porque los compradores la ocupaban para hacer
zapatos, lo demás se dejaba. Cuando llegaban los barcos subían a las tortugas vivas y arriba

CAPÍTULO Iii 241


había personas que las destazaban. En los primeros años, comentan los pescadores que las
embarcaciones se quedaban unos días en la costa y en la misma playa preparaban la piel,
“ya se la llevaban limpia”.

Al empezar a escasear la tortuga y ser identificado como un animal en peligro de


extinción entonces las instancias federales decretaron una prohibición en la caza y comer-
cialización de la tortuga, la cual estuvo acompañada de diferentes leyes como la ley de
protección de la vida silvestre. En ese momento, el papel de las instituciones adquirió un
sentido más activo en torno a la protección ambiental apoyándose de las cooperativas para
llevar a cabo programas de preservación y protección ambiental y de la vida silvestre. En
ese sentido, las cooperativas fueron el enlace entre las políticas de protección y el acceso
a los recursos en los espacios locales, lo cual, en algunos casos implicó una posición de
poder y control.

En las comunidades nahuas, los huevos de tortuga son un alimento muy apreciado
por sus cualidades energéticas, no así la tortuga, la cual no es un alimento habitual. Las
cooperativas, al tener el control de los huevos de tortuga, entonces mantuvieron el acceso
directo a este recurso. El resto de la gente puede “darse una vuelta” por las playas en la
madrugada o cercano el amanecer y si tienen suerte y encuentran un nido que no han reco-
lectado los pescadores y que tienen que registrar para el informe que entregan a la marina
entonces se lo llevan a su casa y ya sea autoconsumo o venta, le sacan provecho.

No hay una limitante directa para que otras personas de la comunidad puedan ir
por las mañanas a recolectar huevos para la alimentación familiar o incluso para su venta,
no obstante, las cooperativas tienen la obligación de vigilar para que las personas que no
tienen el permiso, recolecten los huevos, sin embargo, de forma expresa, a veces llegan a
permitir que algunas personas tomen pequeñas cantidades de los huevos, no obstante, la
mayoría de las personas coincide en decir que los de la cooperativa cada vez son menos
accesibles para permitirles tomar huevos de algún nido que no ha sido recolectado.

En este aspecto, se conjuntan dos percepciones sobre el recurso entre los propios
miembros de la cooperativa: la visión de protección del recurso como una forma de man-
tener la continuidad de la tortuga; por otro lado, la visión de utilización alimentaria tra-
dicional que se puede conjuntar con una visión comercial al momento de ser los mismos
miembros de la cooperativa quienes acceden al huevo para su propia alimentación y una
venta local. En tal proceso la forma de acción y articulación de las dos lógicas se conjunta
al asumir que pueden tomar una pequeña cantidad de huevo puesto que siempre se han

CAPÍTULO Iii 242


comido los huevos y al mismo tiempo concebir que están cuidando de la tortuga, por ello,
“no pasa nada” si toman algunas cantidades de huevo para consumo familiar.

La percepción sobre la tortuga marina: de un elemento de la naturaleza a la visión de un


recurso

La percepción social es un proceso que se articula con diversos elementos que confluyen
en una relación tiempo- espacio. En ese sentido, la visión sobre la naturaleza, concretamente es
un tejido que amalgama diversos actores sociales, una amplitud de posturas que se transmiten
en diferentes condiciones y representaciones de lo cultural y, eminentemente, la injerencia de
las fuentes de poder que delimitan ideologías y posturas dominantes que tienen una influencia
en otras representaciones de carácter subalterno, lo cual configura las posibilidades de los inte-
racciones sobre esas perspectivas, en muchos casos desde una tensión en las formas de asumir
el entorno.

Lazos y Paré (2000, p. 14) asumen que “de la manera en la que percibamos al mundo,
dependerán las formas de interrelacionarse con él. Las percepciones estructuran dinámicamente
múltiples posibilidades para la acción…La forma de intervenir en la realidad responde a la ma-
nera de percibirla, y sólo a través de su interpretación podremos vislumbrar las opciones que los
pobladores tienen para tomar sus decisiones”. En ese sentido, las percepciones sociales pueden
tener diversas formas de expresión y transmisión, comúnmente apoyadas por los procesos de
articulación social que designan significados a partir de la emergencia social, por ello, la per-
cepción social responde a lo que definimos sobre la realidad desde nuestros referentes sociohis-
tóricos y, por consiguiente, lo que implica interactuar con ella. La naturaleza, actuamos sobre
ella y generamos dinámicas para su apropiación, por ello es importante entender en qué con-
texto la naturaleza la percibimos como un recurso natural, su apropiación, su aprovechamiento.

La visión de los comuneros de Pómaro y Coire, respecto a la tortuga marina, ha transi-


tado en diferentes tendencias, las cuales han desembocado principalmente en la posibilidad de
adquirir algún tipo de recurso económico de ésta, no obstante, no se deja de lado el sentido ali-
menticio del huevo de caguama como un alimento de gran interés para la población, sobre todo
por la importancia que se le asume como un elemento energético. A ello se suma la prohibición
federal tanto para el consumo de caguama como para el consumo de sus huevos, a lo cual, las
familias buscan la manera de conseguir este alimento, y si hay posibilidad, vender el excedente
de lo que logren recolectar en una madrugada en la playa.

CAPÍTULO Iii 243


En la región de la sierra- costa, la carne de tortuga no era un alimento común, o mejor
dicho, la tortuga no era considerada como alimento salvo por sus huevos. No obstante, la lle-
gada de barcos provenientes principalmente de Colima, Jalisco y Sinaloa, empezaron a modi-
ficar la perspectiva sobre la tortuga, ya que venían especialmente por la carne de este animal,
a lo cual, los pobladores costeños, empezaron a concebir a la tortuga como un elemento para
hacerse de un beneficio económico, no así como un alimento. A ello se sumó el permiso que
tuvieron algunas cooperativas a finales de la década de 1970, en la cual se empezó a generar una
matanza muy amplia, de acuerdo al número de tortugas que tuvieran permitido cazar, algunos
pobladores de Maruata recuerdan cómo el mar se teñía de rojo al darse la cacería de las tortugas.

Principalmente las tortugas que se mataban o atrapaban en la costa eran para venderlas
a barcos que venían especialmente por ellas, esto provocó que a los pocos años, fuera notoria
la mengua de la tortuga y por ello, los programas ambientales generaron ajustes para evitar la
extinción de algunas especies. Las cooperativas en la costa tuvieron que dedicarse a la siembra
del huevo de tortuga durante cinco años para que les pudieran renovar el permiso.

Las instituciones del Estado, principalmente de carácter ambiental y educativo, desarro-


llaron la postura de la protección ambiental partiendo de los recursos que estaban en riesgo. En
ese sentido, la tortuga, el venado, el jaguar, los caracoles, entre otros, fueron resignificados para
la sociedad a partir de una forma distinta de vinculación con estos elementos de la naturaleza.
A ello hay que decir, que en un primer momento el sentido de la protección ambiental se con-
trapuso a la perspectiva de desarrollo local que se estaba gestando por otras instituciones del
Estado, por ejemplo, en el caso de los artesanos, los que se dedicaban a los textiles, requerían
para la continuidad de su actividad, el uso de ciertos recursos naturales que a partir de la protec-
ción ya no podían utilizar, tal era el caso del caracol. No sólo eso, desde un sentido capitalista,
la naturaleza como recurso, implicaba el acceso, uso y venta de ciertos animales como parte de
una economía doméstica.

En ese sentido, protección ambiental, relaciones con el entorno, desarrollo local y pro-
piedad, cayeron en un nudo que ha modificado ampliamente los sentidos en que se conciben
los elementos de la naturaleza, cada vez más pensados como recursos. Por ello, no todas las
personas están de acuerdo en el cuidado de los animales porque algunos los consideran como
recursos de la comunidad que ellos pueden aprovechar para su beneficio.

Estos aspectos se entrelazan y generan una percepción muy específica sobre el riesgo.
Quienes consideran el riesgo de la extinción o mengua de algunas especies, son las personas
que están más vinculadas con las instituciones dedicadas a la protección ambiental, por ejem-

CAPÍTULO Iii 244


plo, las cooperativas de pescadores o las cooperativas de protección de la tortuga, quienes han
tomado cursos con alguna instancia de la SEMARNAP u otras instituciones de carácter edu-
cativo y ambiental, a partir de ello ya visualizan la continuidad de los animales como herencia
para sus hijos y se han vinculado con el discurso de protección, mencionan que es importante
cuidar a los animales “así ya mi hijo podrá ver que son los chacales, la tortuga, no namas le
contaremos, ya los podrán ver”. No obstante, sigue siendo muy fuerte la visión de “naturalidad”
en la desaparición de algunas especies como parte de un proceso o ciclos y esto se relaciona con
la idea de la vida misma más que como una percepción de pérdida ambiental.

Reflexiones finales

Las instituciones del Estado, como reguladoras de ciertos recursos (los concebidos
como bienes públicos), generan políticas, comúnmente desde un sentido unilateral, a lo cual
las comunidades se han tenido que acoplar y buscar formas locales de negociación como una
restructuración ante normativas que generan una presión en la posibilidad de acceso de los re-
cursos. Ante ello, los pobladores buscan estrategias que permitan forjar cierta coherencia entre
las formas locales de acceso a los recursos y las normativas institucionales del Estado.

Además de la instauración de normatividades institucionales, el acceso y uso de los


recursos, hay una tendencia discursiva hacia la construcción ideológica de la protección am-
biental, lo cual, desde lo local, genera procesos de negociación simbólica sobre la percepción
del entorno y los recursos. Es decir, las instancias institucionales no sólo moldean las prácticas
sociales de acuerdo a las restricciones y permisividad que generan ciertas normativas, sino
también, en la forma en que es concebido el recurso así como la visión de protección ambiental
como un referente relativamente nuevo en la visión ambiental de las comunidades nahuas. Un
ejemplo concreto lo podemos ver en los programas ambientales como las Unidades de Manejo
Ambiental (UMA´s) que fueron instauradas en las comunidades nahuas para la protección de
algunos animales en riesgo de extinción como el venado, el caracol, el jaguar, entre otros, pero
que desde la visión de los pueblos nahuas, era un riesgo inexistente y la caza del venado se si-
guió realizando aunque de manera clandestina, pero con la aprobación de la comunidad.

Algo semejante sucedió con la tortuga marina, las programas ambientales de protección
de la tortuga tuvieron como principal actividad la siembra de huevos y el cuidado de estos por
parte de las cooperativas para lograr mantener la reproducción y garantizar, en cierta medida,
su existencia. Pero estos programas, al mismo tiempo tuvieron su contraparte en otras políticas

CAPÍTULO Iii 245


anteriores de acceso al recurso para su comercialización, con ello, se gestó un primer momento
de desequilibrio y mengua de la tortuga marina que posteriormente se busca resarcir con las
políticas ambientales.

En el conjunto de interacciones que hemos descrito en el texto podemos identificar cua-


tro momentos:

1) La inserción de perspectivas sobre la naturaleza a través de las políticas y programas


de las instituciones del estado.

2) La aceptación y apropiación de las perspectivas institucionales y la generación de una


visión del recurso natural como bien escaso y en condiciones de riesgo.

3) La coexistencia o confrontación entre prácticas y discursos que derivan en la interrup-


ción –temporal o definitiva- de prácticas de arraigo comunitario.

4) La asimilación, por parte de sectores de las comunidades que participan de manera


directa en los programas del discurso institucional constituyéndose en actores centrales
en el ámbito local o como promotores de experiencias similares en otros lugares; la gesta
de acciones y organizaciones propias de las comunidades para definir las dinámicas de
apropiación, acceso y uso del recurso y de su territorio.

En estos contextos se gestan tensiones locales sobre la tenencia o el estatus patrimo-


nial y usos del suelo, particularmente de las áreas forestales, hasta recientemente tenidas como
áreas comunes, se expresan, entre otros aspecto en modificación de las maneras por las cuales
se concibe y constituye el bosque como bien común, en las instituciones sociales locales de
organización social y económica fundada en la propiedad colectiva a entramados de relaciones
de alianza y clientelismo con instituciones y funcionarios del sector, así como en las reciproci-
dades e intercambios solidarios. Estas dinámicas, urden una trama de relaciones y mediaciones
originadas por los intereses que logran desencadenar algunos procesos socioambientales.

CAPÍTULO Iii 246


Obra citada

Carton de Grammont, P. (2012). Dimensión geográfica de las políticas públicas ambientales


para la conservación de la biodiversidad en México, Tesis de Doctorado, UNAM/CIGA,
Morelia.

Alvarado D., J., A. Figueroa L., C. Delgado T. (2005). “Programa universitario de protección de
la tortuga negra en Michoacán”. En La biodiversidad en Michoacán, estudio de Estado.
México: Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad, Gobierno
del Estado de Michoacán, Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo.

CONANP. (2002). Programa de Trabajo. Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas,


2001-2006 (segunda edición). México: SEMARNAT.

Cliffton, K., D. O. Cornejo, y R. S. Felger. (1982). “Sea turtles of the Pacific coast of México”.
En K. A. Bjorndal (Ed.) Biology and Conservation of Sea Turtles. Washington, D.C.:
Smithsonian Institution Press, pp. 199-209

Gallina-Tessaro, S. A. et al., (2009). “Unidades para la conservación, manejo y aprovechamien-


to sustentable de la vida silvestre en México (UMA). Retos para su correcto funciona-
miento”. Investigación Ambiental, 1 (2), 143-152.

Hernández, F. (2000). Programa de Educación Ambiental en la zona reserva Colola, Maruata,


Aquila, Michoacán, México, Tesis para obtener el Título de Biólogo. Facultad de Cien-
cias Biológicas. Universidad Autónoma de Nuevo León. México. 130 pp.

Lazos, E. y L. Paré (2000). Miradas indígenas sobre una naturaleza entristecida. Percepcio-
nes del deterioro ambiental entre nahuas del sur de Veracruz. México: Plaza y Valdés,
UNAM

SEMARNAP. (1997). Programa de conservación de la vida silvestre y de diversificación pro-


ductiva en el sector rural. México. Primera edición. 207 pp.

SEMARNAT. (2000). Ley General de Vida Silvestre, Diario Oficial de la Federación del 3 de
julio de 2000.

CAPÍTULO Iii 247


La disputa por el destino del Área Natural
Protegida de Yum Balam-Holbox

Daniel Rojas Navarrete34

Lidia Ivonne Blásquez Martínez35

Resumen: El objetivo del documento es exponer los instrumentos con los que el gobierno
mexicano cuenta para atender las áreas naturales protegidas. En particular el caso del APFF
Yum Balam. La singularidad del caso de estudio es la ausencia de un programa de manejo que
regule las actividades del área. Ante dicho vacío institucional se describen las acciones guber-
namentales y la participación de los actores sociales en la conservación del medio ambiente, así
como las tensiones y conflictos derivados del crecimiento turístico en la Isla de Holbox. Para
alcanzar nuestro objetivo se analizaron diversos testimonios de ambientalistas, prestadores de
servicios turísticos y servidores públicos. Entre los principales hallazgos se encuentra la iden-
tificación de acuerdos informales entre los actores involucrados en el desarrollo turístico y la
conservación del medio ambiente. No obstante, la ausencia de reglas formales ha generado un
ambiente de desconfianza entre miembros del ejido, autoridades y ambientalistas. En conse-
cuencia la tensión por las diferentes visiones del desarrollo de la Isla, los distintos intereses y
las omisiones del gobierno para publicar el programa de manejo son elementos que producen
un equilibrio frágil para administrar de forma eficaz la protección ambiental y la regulación de
las actividades productivas en el ANFF.

Palabras clave: política ambiental, reserva de la vida silvestre, conflicto socioambiental

34
Facultad de Ciencias Políticas y Sociales, Universidad Autónoma de Querétaro. Email: danielrn79@gmail.com
35
Departamento de Procesos Sociales, Universidad Autónoma Metropolitana-Lerma. Email: l.blasquez@correo.
ler.uam.mx

CAPÍTULO Iii 248


Summary: This paper aims to analyze the environmental policy instruments that the Mexican
government has developed to deal with the problems, linked with the management and assess-
ment of the wildlife reserves. In Yum Balam this problems are characterized by the coexistence
of human activities in the wildlife reserve. The case of study shows that the wildlife reserve
lack of a management plan for the regulation of human activities. Given the institutional void,
social participation emerge as an active actor in wildlife conservation in order to compensate
the absence of policies for preventing negative externalities of human activities. Furthermore,
the growth of touristic activities in Holbox Island produces conflicts and tensions between ac-
tors. The research examines different testimonies of environmental activists, people invested
in touristic activities and civil servants. We have identified a set of informal rules that were
negotiated between actors involved in touristic development and environmental conservation.
However, the lack of formal rules has created distrust between ejidatarios (landowners) and en-
vironmentalists. In consequence, the clash of diverse perspectives for the island’s development,
of divergent interests and the omission of governmental actors to publish the management plan
are the ingredients that cause a fragile balance that prevents an efficient environmental mana-
gement and the regulation of productive activities.

Keywords: environmental policy, wildlife reserve, socio-environmental conflict

Introducción

El Área de Protección de Flora y Fauna (APFF) de Yum Balam se decretó el 6 de junio


de 1994 en un polígono de 154, 052 ha, que cubre el municipio de Lázaro Cárdenas en donde
se encuentran dos núcleos urbanos con sus respectivos ejidos: Chiquilá y Holbox. Al interior
del continente el ejido tenía vocaciones como la extracción de madera, la apicultura, la caza, la
agricultura y la ganadería. En la zona de costa la actividad principal era la pesca. El área de in-
fluencia del APFF contempla el polo urbano de Kantunilkin y los poblados de Solferino y Cabo
Catoche. Las ciudades de Cancún, Valladolid y Mérida están relativamente cerca entre 150 km
y 330 km (CONANP, 2016).

Holbox es una isla que pertenece al polígono de la APFF. En la última década dicha isla
se ha vuelto un boyante destino turístico de la Rivera Maya debido a su riqueza paisajística y
de biodiversidad—playas de arena blanca, mar azul turquesa, flamingos, tortugas, cacerolitas
de mar y tiburón ballena. Paradójicamente, este éxito pone en riesgo los frágiles ecosistemas
que son su principal atractivo. La competencia por el territorio y la confrontación de diferentes
perspectivas en torno a las actividades humanas y la gestión de los ecosistemas, así como, la
debilidad de las instituciones, han derivado en importantes conflictos socioambientales. Por
esta tensión, desde su decreto como APFF en 1994, no ha podido ser publicado, hasta el día de

CAPÍTULO Iii 249


hoy, el Plan de Manejo de Yum Balam, lo que resulta en una ausencia parcial de reglas, normas
y sanciones del Estado hacia los actores que impactan los ecosistemas. Por este vacío institucio-
nal prima la lógica del beneficio económico individual a corto plazo, sin encontrarse esquemas
para una gestión sustentable de los recursos, a través de la articulación de los actores sociales y
la generación de un esquema de reglas consensuado y eficaz, lo que aumenta el riesgo colectivo
de pérdida de los elementos que le dan valor al sitio.

Es por ello que en el presente trabajo se avoca al análisis del caso de la APFF Yum Ba-
lam con énfasis en la dinámica social y política de la Isla de Holbox. Para ello se expone en la
primera parte, de manera analítica, los mecanismos gubernamentales de la política ambiental;
en la segunda parte se describen y analiza la dinámica de los actores sociales y políticos invo-
lucrados en la política ambiental y finalmente se presentan las conclusiones que se derivan de
un primer acercamiento al objeto de estudio.

El material empírico utilizado en el estudio proviene de fuentes secundarias y de entre-


vistas a profundidad a actores clave involucrados en las actividades productivas y de protección
ambiental en la Isla.

Política ambiental en México

En México, el desarrollo institucional en materia ambiental tuvo un fuerte impulso a


partir de la década de los noventa. Esto se explica debido a los acuerdos derivados de la Cum-
bre de Río que tuvo lugar en 1992 y que tiene como frutos concretos dos convenios: Cambio
Climático y Biodiversidad. Este último, transformaría la forma en que la política ambiental
internacional aborda la naturaleza y su conservación, pues se plantearía no sólo en términos de
paisajes sino también en interacciones entre organismos, es decir, en ecosistemas, así como, de
los elementos que permitían su sobrevivencia (recursos naturales). En este convenio se plan-
teaba la importancia de la utilización sostenible de la biodiversidad, además de manifestar un
imperativo ético de justicia social y ambiental en su uso y disfrute.

En México, la publicación del Reporte Brundtland en 1987, había ya influido en la in-


tegración de la agenda pública en torno al ambiente y la promulgación de la Ley General del
Equilibro Ecológico (LGEPPA) en 1988. La década del noventa inaugura entonces lo que Pro-
vencio (2004) llama la segunda etapa de la política y gestión ambiental mexicana caracterizada
por varios procesos. Por una parte, una transformación de enfoque que va de aquel de salud pú-
blica, en relación a la contaminación y los entornos urbanos hacia aquella de protección de los

CAPÍTULO Iii 250


ecosistemas. Por otra, una reorganización administrativa y el involucramiento de profesionales
en las instituciones públicas. En 1992, se crearon el Instituto Nacional de Ecología (INECC),36
la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (CONABIO) y la Pro-
curaduría Federal de Protección al Ambiente (PROFEPA).Dichas dependencias buscaban la
implementación de la nueva perspectiva de la política ambiental a partir de una orientación
hacia la sustentabilidad, un enfoque de integralidad y complementariedad, además de la sec-
torialización, que separaba los ámbitos de competencia de lo urbano y de desarrollo social en
zonas rurales, pues las áreas naturales mejor conservadas se encontraban en perímetros ejidales,
comunales o de pequeña propiedad rústica.

En 1990, la Organización de las Naciones Unidas integró la Conferencia sobre Medio


Ambiente y Desarrollo como parte de los trabajos preparatorios a la Cumbre de Río. En México
esto generó un importante lobby de profesionales y ciudadanos, involucrados en la conservación
de los ecosistemas. El trabajo junto con legisladores y gobierno permitió consolidar la LGEPPA
con reformas a otras leyes que regulaban los aspectos forestales, hídricos y pesqueros, entre
otros, para generar normas que regularan las actividades extractivas (Provencio, 2004, p. 6-7).
La creación de la Secretaría del Medio Ambiente y Pesca (SEMARNAP)37 en 1994 inaugura
la tercera etapa, llamada por el autor como la política y gestión ambiental contemporánea pues
los cambios conceptuales se concretan en un nuevo diseño institucional y organizacional que
posibilitaron la protección ambiental (Provencio, 2004, pp. 7-8). Esta etapa se caracterizó por
promover la descentralización ambiental mediante la participación de las entidades federativas y
municipios, para hacerlos responsables del control de residuos, establecer medidas preventivas,
llevar a cabo evaluaciones de impacto ambiental y los mecanismos de participación social en la
materia de conservación (CONANP, 2016).

A) Neoliberalismo y desamortización de propiedades rústicas

Otro proceso fundamental, que también se dio en la década del noventa y que impactó el
acceso y el uso de los ecosistemas tiene que ver con la transformación del sistema de propiedad
agraria en 1992. Como ya lo mencionamos, los cambios en la política y gestión ambiental se
centraron en pasar del ámbito urbano, en donde, se circunscribían a mitigar las externalidades
negativas de la vida en las ciudades que se concretaban en contaminación del aire, del agua y
36
En 2012 se modifica la legislación dando origen al actual Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático.
37
En el año 2000, se reformó la Ley de la Administración Pública Federal dando origen a la Secretaría de Medio
Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), con ello se conformó un nuevo diseño institucionla y una nueva es-
tructura a cargo de la política ambiental.

CAPÍTULO Iii 251


los desechos sólidos, hacia los ámbitos rurales y de reserva territorial en donde se encontraban
los ecosistemas mejor conservados. En este sentido, la política ambiental adoptaba un enfoque
de desarrollo social en dos vertientes. Por un lado, educar a la gente en la valorización y con-
servación de los ecosistemas en los que se situaban sus bienes comunales y en la generación de
nuevas oportunidades productivas en torno a estos espacios —alternativas al enfoque extractivo
o esquemas sustentables de aprovechamiento.

A la par que se reorienta el enfoque de la política ambiental se reforma el Artículo 27


de la Constitución que norma la propiedad de las tierras y aguas del territorio nacional. Dicha
reforma modifica el sistema agrario trimodal, compuesto por tres tipos de propiedades: privada,
pública y social. Este último tipo de propiedad fue el principal fruto de la Revolución Mexicana,
el ejido era la modalidad redistributiva de la tierra con un enfoque de protección de las familias
campesinas. Este tipo de propiedad hacía que las tierras fueran inalienables, inembargables, in-
divisibles, inconvertibles e intransmisibles, lo que las sustraía del mercado. Los beneficiarios de
una parcela recibían el título de ejidatario que le daba derechos de usufructo sobre sus parcelas
y acceso a los bienes comunales del núcleo ejidal. Sin embargo, las tierras no podían ser sujetas
de compra-venta o cualquier otro tipo de transmisión, salvo al del hijo primogénito. Tampoco
podían dejarse ociosas por el ejidatario so pena de perder sus derechos. Este tipo de propiedad
social además de las parcelas definía polígonos de bienes comunales que cubrían los territorios
de recursos de uso común que antes del ejido se manejaban a través de conjuntos de reglas defini-
dos por las comunidades. El hecho de que se incorporaran al ejido permitió el acceso y la gestión
de los recursos de uso común a los ejidatarios pero dejó fuera a los pobladores que no tenían el
estatuto (por ejemplo, las mujeres).

Con las modificaciones al sistema de propiedad agraria de 1992, se suprimió la propiedad


social en ventaja de la propiedad privada. Los ejidos, empero, para convertirse en propiedades
privadas debían contar con los títulos de propiedad en regla y la Asamblea debía votar su descon-
centración. En este momento se clausuró también el reparto agrario y el gobierno sólo garantizó
la dotación de ejidos ya comprometidos y la regularización de los títulos de propiedad (Pérez
Castañeda, 2002). Este proceso continúa actualmente, el gobierno distribuye las tierras ejidales
rezagadas y los títulos de propiedad correspondientes, que han sumado más de tres millones de
hectáreas desde 1992.

Como se puede observar existe una contradicción esencial al nivel de la política pública,
por un lado, el rediseño institucional de la gestión ambiental buscaba un enfoque de desarrollo
social y sustentabilidad, lo que forzosamente pasaba por tener control sobre la vocación de las
tierras rústicas. Por el otro, la orientación neoliberal del gobierno promovió el reingreso al mer-

CAPÍTULO Iii 252


cado de las propiedades rústicas, lo que aceleraba la privatización de los ejidos. No sólo esto, la
transformación de la propiedad de la tierra volvió a cambiar el conjunto de reglas de los recursos
de uso común, dándole acceso a otros actores sociales, tanto privados como de la sociedad civil.
En particular, en actividades como el turismo que desde su enfoque sustentable buscan dar alter-
nativas a las comunidades rurales pero que desde su enfoque convencional y masivo excluye a
los pobladores y todo aquel que no pueda pagar el acceso a los sitios.

B) Los Instrumentos de Política Ambiental para la gestión de ecosistemas

El instrumento jurídico que se ha definido como el elemento central para la conservación


de la biodiversidad y los ecosistemas es el de las Áreas Naturales Protegidas (ANP). Desde la de-
finición de la CONANP son: “[…] porciones terrestres o acuáticas del territorio nacional repre-
sentativas de los diversos ecosistemas, en donde el ambiente original no ha sido esencialmente
alterado y que producen beneficios ecológicos”. Existen seis categorías que implican diferentes
niveles de conservación, éstas son por orden jerárquico: Reserva de la Biosfera, Parque Nacio-
nal, Monumento Natural, Área de Protección de Recursos Naturales, Áreas de Protección de
Flora y Fauna y Santuarios (CONANP, 2016). Se reconocen jurídicamente mediante un decreto
presidencial o a través de la promoción de un sitio por los propietarios que deciden dedicarse
a la conservación y que se comprometen a seguir la Legislación en el tema e implementar los
programas de manejo y ordenamiento ecológico.

El instrumento que permite que las actividades de conservación, productivas, educativas


y de esparcimiento se organicen hacia la sustentabilidad es el Programa de Manejo que es defi-
nido como: “el instrumento rector de planeación y regulación que establece las actividades, ac-
ciones y lineamientos básicos para el manejo y la administración del área natural protegida res-
pectiva” (CONANP, 2016). Dicho programa plantea las modalidades de uso y aprovechamiento
de los recursos naturales, la ejecución de programas de conservación, protección, vigilancia y
restauración; así como, la coordinación de los tres órdenes de gobierno, además de fomentar la
participación de los sectores social y privado para apoyar la conservación de los recursos natu-
rales, buscando la solución de problemas económicos y sociales. De las 177 ANP, alrededor de
100 tienen su Programa de Manejo, muchas veces dichos instrumentos no pueden ser integrados
por los conflictos entre actores sociales y sus diferencias en cuanto a la orientación de las ac-
tividades que se quieren realizar en la ANP. También existen los casos en que un Programa se
queda un periodo importante de tiempo en calidad de borrador hasta el momento que se llega a
un consenso (CONANP, 2016, p. 8).

CAPÍTULO Iii 253


La CONANP coordina y supervisa la implementación de los programas y acciones en
las Áreas Protegidas. Dicha Comisión se creó en el año 2000, como órgano desconcentrado
de la SEMARNAP, responsable del establecimiento, regulación, administración y vigilancia de
las ANP federales. En ese mismo año, la SEMARNAP se convierte en la Secretaría de Medio
Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT), responsable de fomentar la protección, restau-
ración y la conservación de los ecosistemas y sus recursos naturales, fortaleciendo la orientación
gubernamental en materia de gestión ambiental con el enfoque de aprovechamiento y desarrollo
sustentable. También en el año 2000, se publicó el Reglamento de la Ley General del Equilibrio
Ecológico y Protección al Ambiente en Materia de Áreas Naturales Protegidas, instrumento en el
que se establecen los lineamientos a seguir para la administración de las ANP (CONANP, 2016).

C) Holbox, la joya disputada de Yum Balam

La implementación de la estrategia para la protección del área natural protegida de Yum


Balam ha sido moldeada por las capacidades del Estado para regular de manera eficaz el ANP,
en particular por la falta de concreción en el consenso entre actores para emitir el programa de
manejo. Esto se ha manifestado con las presiones de inversionistas para desarrollar un corredor
turístico en el área, la venta de terrenos por parte de los ejidatarios, la oposición de los conserva-
cionistas a la implementación de prácticas de alto impacto al medio ambiente y de la aplicación
discrecional de los instrumentos jurídicos de protección con los que cuentan los tres niveles de
gobierno.

Como ya fue mencionado, el APFF de Yum Balam fue decretada en 1994, en el momento
que la política de gestión ambiental mexicana daba un giro a la conservación de los ecosistemas,
desde la óptica internacional del convenio por la protección de la biodiversidad. Las modifica-
ciones al artículo 27 Constitucional también permitieron promover actividades terciarias como
el turismo en el marco de un gran plan de desarrollo conocido como la Riviera Maya que atrajo
inversionistas a la región en los años noventa. Resultado de todos estos procesos, Holbox sufrió
a partir de esta década, transformaciones importantes tanto en las prácticas como en el uso del
territorio.

La población de Holbox se dedicaba a la pesca hasta el momento del decreto de la APFF


de Yum Balam. A partir de su decreto se inició una transición hacia las actividades turísticas. La
forma de organizar dichas actividades fueron las cooperativas como lo hacían con la pesca. En
este momento, la política ambiental fomentaba la actividad terciaria, desde su perspectiva ecotu-

CAPÍTULO Iii 254


rística como un medio sustentable de explotar la zona sin métodos extractivos.

Sin embargo, rápidamente la Isla llamará la atención de empresarios que buscarán implan-
tarse desde una perspectiva de turismo exclusivo y sin componente social ni ambiental. El ejido
ubicado en el paraje de la Ensenada cobrará un alto valor al tener un frente de playa importante y
ser un espacio ideal para un proyecto turístico. Algunos empresarios yucatecos, Fernando Ponce
y su yerno, Emilio Castillo Roche, muy influyentes en la región pues el primero es embotellador
de la Coca Cola en la península, iniciaron negociaciones para comprar el ejido. Este debía ser
desconcentrado bajo acuerdo de la Asamblea ejidal para transformar las parcelas en propiedad
privada y poder hacer la transacción. En el 2005, los empresarios logran firmar un contrato de
prestación de servicios en materia agraria, lo que sentaría las bases de un proceso que sería vivido
por los ejidatarios como un despojo de sus tierras (López Santillán, 2015, pp. 191-192).

No todos los ejidatarios estaban de acuerdo con la venta de las tierras ejidales. Asimis-
mo, los avecindados y pobladores de la isla se cuestionaban las consecuencias que tendría para
ellos la venta de las tierras, en particular, en el acceso de los recursos de uso común. El proceso
tomó su tiempo, pues los títulos de propiedad fueron entregados a los ejidatarios hasta el 2007.
Durante ese tiempo los empresarios yucatecos trataron de convencer a los ejidatarios de vender
sus tierras, con jugosos adelantos a condición de que cedieran sus derechos ejidales para que
personas allegadas a ellos pudieran presentarse a votar en la Asamblea. Un hotelero de la isla
explica la situación:

Conflicto de interés. El ejido está dividido, dividió a los holboxeños. […]


¿Cómo? Vendieron parcelas y al final los empresarios que compraron hicieron
firmar hojas en blanco, entonces haz de cuenta que les quitaron los derechos
y pusieron a otros nombres en las asambleas hechas en oficinas ¿Qué dieron?
Dividieron el ejido de Holbox en cuatro pedazos […] (Entrevista a Hotelero
holboxeño).

Esta situación dividió a las familias pues dentro de ellas había posiciones opuestas en
cuanto a la venta y los ejidatarios que en su mayoría eran de la tercera edad fueron muchas veces
engañados por sus propios hijos para ceder sus derechos.

[…] lo que pasó en mi familia fue cuando empezaron a vender mis abuelitos.
Mi abuelito que es ejidatario reúne a sus hijos para ver que hacían. Mi mamá

CAPÍTULO Iii 255


y mis tías decidieron que no, que no iban a vender a menos que hubiera una
cosa urgente ¿no? Pero resultó que luego empezaron a dar quinientos mil
pesos para llevarse a las personas a vender, entonces era como una comisión
y uno de mis tíos se llevó a mis abuelos sin que los demás lo supieran, en-
tonces ya no pudieron hacer nada y ahora están viendo que pasa (Holboxeño,
ambientalista)

Entre los años 2010-2011 el conflicto se recrudeció pero fue hasta el 2014 donde estalló
y salió a la luz en los medios de comunicación. En particular, las prácticas desleales que los em-
presarios habían llevado a cabo para apropiarse de las tierras ejidales. Sólo 70 de 117 ejidatarios
habían aceptado vender sus tierras. Recibieron cinco millones de pesos por cada lote cuando
el precio comercial era mucho más alto. A algunos de ellos se les había dado solo un adelanto
y se les había sustituido en la Asamblea ejidal. El ejido se dividió en cuatro: Holbox, Península
Holbox, Isla Holbox y Punta Holbox. En dicha Asamblea, granaderos custodiaron el lugar para
evitar que se obstaculizara su desarrollo por ejidatarios que quisieran protestar por el despojo.
Un ejidatario resultó herido por el propio titular de la Secretaría Estatal de Seguridad Pública
(SESP), Carlos Bibiano Villa Castillo, que lo atropelló (Caballero, 2014).

El estallamiento del conflicto demostró que las negociaciones de los empresarios se


hacían al nivel de la entidad federativa y en la cabecera municipal. Esto es de fundamental im-
portancia porque Holbox siempre es relegado en las decisiones como la dotación de servicios
públicos o la generación de una política pública que le permita mejorar las condiciones de vida
de los pobladores y de recibimiento de los turistas. Es una paradoja fundamental porque la Isla
genera muchos recursos para el municipio pero a sus pobladores se les excluye en la toma de
decisiones. Asimismo, la Isla es central para darle viabilidad a la APFF pues a partir de ella se
podrían irradiar esquemas de gestión sustentable de los recursos y disminuir las externalidades
negativas del turismo, como la urbanización irregular en el continente, en poblados como Chi-
quilá y Solferino.

Holbox ingresa más de 10 millones de pesos sin impuestos a nivel municipal,


sin contar lo que entra al estado y lo que entra a la Federación. Estamos ha-
blando de 20-25 millones de pesos al año, que si fuera de verdad equitativa
la devolución, Holbox sería autosuficiente. Pon tú, tal vez, tuviera problemas
de basura pero no como los tenemos, se resolvería el problema de las calles,
hubiera alternativa. Hoy al menos, yo, me siento olvidado del gobierno (Entre-
vista a Hotelero holboxeño).

CAPÍTULO Iii 256


La presión derivada del estallamiento del conflicto de las tierras ejidales hizo que se
involucraran nuevos actores sociales como el Centro Mexicano de Derecho Ambiental (CEM-
DA) que denunció las irregularidades e hizo notar como este proyecto fragilizaba el APFF de
Yum Balam. Las protestas y el movimiento social que se articuló en torno a la defensa de las
tierras ejidales obligó a los empresarios a retirar el proyecto de la evaluación que realizaba la
SEMARNAT para su autorización. En estos momentos el conflicto ha menguado pero continúa
la incertidumbre con respecto a los derechos de las tierras ejidales. No se sabe que pueda suceder
en el futuro ni si el proyecto volverá a tratar de ser autorizado en un momento más favorable. El
hecho de que Holbox no sea un municipio y se encuentre tan alejado de la dinámica social de su
cabecera municipal hace que crezca el sentimiento de despojo. No sólo a nivel de la indefinición
actual del estatuto de las tierras ejidales sino también de la riqueza generada en la Isla.

Los actores del área natural protegida Yum Balam

Si bien una ANP constituye uno de los instrumentos gubernamentales más completos en
materia de protección ambiental dado que permite articular la legislación ambiental; coordinar
las acciones de diversas dependencias, de los tres niveles de gobierno; además de incluir en el
programa de manejo del área de protección la regulación de las actividades productivas permi-
tidas, las mismas deben ser producto de un amplio consenso entre los pobladores que habitan
el área. El problema, en el caso de Yum Balam al carecer de un programa de manejo limita la
articulación de la política ambiental.

Pese a ello la participación de actores gubernamentales, actores sociales nacionales e


internacionales, empresarios locales y grupos de ambientalistas de la Isla Holbox han permitido
integrar algunas pautas de regulación, que han resultado insuficientes por la falta de seguimiento
de los gobiernos locales y la limitación de recursos de las dependencias federales.

En este sentido, para guiar el análisis del proceso de interacción de los actores involucra-
dos en la política ambiental del ANP de Yum Balam, en particular en la Isla, asumimos que la
protección ambiental es una acción pública que involucra a diferentes actores, sus intercambios y
el sentido que le dan a éstos, pero también instituciones, normas, procedimientos que gobiernan
el conjunto de las interacciones, así como las representaciones colectivas (Lascoumes y Galés,
2014).

Los actores considerados en el análisis de la regulación ambiental del APFF de Yum


Balam son los siguientes:

CAPÍTULO Iii 257


Cuadro 1. Relación de actores

Sector Integrantes

SEMARNAT

SEDUMA

CONANP

CONAPESCA

Gubernamental CONAFOR

PROFEPA

H. Ayuntamiento de Lázaro Cárdenas

Alcadía de Holbox

Comisión de Agua Potable y Alcantarillado

Asociación de Hoteleros de Holbox

Asociación de Restauranteros de Holbox


Privado Hoteleros no asociados

Restauranteros no asociados

Refugio animal

Ejido de Holbox
Social Cooperativas pesqueras

Cooperativas de lancheros de Holbox

Asociación Civil Yaax Beh A.C.

WWF
Asociaciones civiles
PRONATURA

CEMDA

Consejo de desarrollo Holbox A.C./ Alma verde

Fuente: elaboración propia con información de las entrevistas del trabajo de campo.

CAPÍTULO Iii 258


Las actividades y facultades de las dependencias gubernamentales y de las instancias de
gobierno se circunscriben a los diferentes ordenamientos jurídicos de la política ambiental ya
mencionados previamente; en este apartado ponemos mayor atención al proceso de interacción
entre distintos actores y las actividades que realizan; así como sus limitaciones y representaciones
de sus acciones.

a) Uso del suelo y actividades productivas

Ante la ausencia de reglas formales, pobladores de la Isla e inversionistas contravienen los


acuerdos que han derivado de las discusiones y foros realizados, en distintos momentos, para la
elaboración del programa de manejo.

La CONANP es la dependencia que se encuentra presente en el ANP de Yum Balam. No


obstante, sus funciones en cuanto a las actividades en la Isla son limitadas, de hecho el uso del
suelo es responsabilidad exclusiva del municipio, el comisariado ejidal y el Estado. Al respecto el
jefe de departamento de la CONANP explica lo siguiente:

[…] Nosotros no damos permiso de uso de suelo, como funcionan las…los


únicos dientes que tendríamos es limitando las licencias de operación de cier-
tos establecimientos o negocios, en teoría cualquier actividad productiva que
se hace dentro de un área natural protegida debería de contar con un permiso
de la SEMARNAT de la CONANP en específico, para poder prestar servicios
turísticos, para poder tener un hotel…En nuestro caso de Yum Balam lo único
que estamos regulando por el momento es la actividad de avistamiento y nado
con el tiburón ballena. Todo lo demás… no tenemos control de todo lo demás.
Al no tener control de todo eso, no podemos sancionarle, el único modo en el
que tenemos dientes es en el caso del tiburón ballena, cuando se cumple un
ilícito retirarles el permiso para el siguiente. (Entrevista a jefe de departamento,
CONANP)

En este sentido, la base sobre la que se intenta regular las actividades de uso de suelo y
actividades productivas son fruto de acuerdos alcanzados entre diferentes actores de la Isla, los
cuales han sido recuperados por el Consejo de desarrollo de Holbox, A.C. Es importante mencio-
nar que dicha organización ha tenido diferentes cambios en su seno. Al respecto Morelia nos dice:

[…] Éramos 22 la mitad ya se murió, la otra mitad ya se fue, quedamos 3

CAPÍTULO Iii 259


aquí. Karateka, Rodolfo que me dice que cada vez que hay un evento, le llamo
Rodolfo hay una reunión llámame a la hora que vayas, si ese es uno de los
compromisos y ese es uno de los actores importantes de uno, que le llame para
recordarle, entonces esos somos los miembros. Entonces muchas cosas las
hago a nombre del Comité, sin contar con nadie ¿no? como por ejemplo hay
una campaña de esterilización como Consejo de desarrollo Holbox (Entrevista
a Morelia, Ambientalista).

El número de integrantes del Consejo de desarrollo de Holbox se ha reducido, aunque en


realidad constituye una etiqueta, dado que los ambientalistas que conforman Alma Verde y algu-
nos actores individuales que voluntariamente se suman a las actividades de protección ambiental,
tienen las puertas abiertas al Consejo.

En este sentido, las actividades de desarrollo local, principalmente la construcción de nue-


va infraestructura turística, debe seguir los acuerdos que los ambientalistas en diversos foros han
promovido. Por ejemplo, entre ellos se reglamentó, de manera informal, que las construcciones no
deben de tener más de dos pisos. Las casas-habitación no deben construirse en la superficie total
de sus terrenos. Sin embargo no hay una regla formal que garantice su cumplimiento. A menos
que la actividad de construcción requiera una manifestación de impacto ambiental por parte de
la CONANP o bien se afecte alguna superficie protegida de fauna y flora, entonces los ambienta-
listas o cualquier ciudadano puede hacer la denuncia correspondiente ante la PROFEPA para que
intervenga.

Como se expuso anteriormente, un caso paradigmático es el “Proyecto de la Ensenada”.


Los empresarios tuvieron que presentar una manifestación de impacto ambiental ante la SEMAR-
NART y la CONANP, dependencias responsables de autorizar las actividades productivas con
base en la legislación ambiental.

Una parte de la población y los grupos ambientalistas locales se opusieron al proyecto.


Después de diferentes momentos de tensión y menguamiento, el conflicto estalló, lo que permitió
involucrar a organizaciones de la sociedad civil como PRONATURA y CEMDA, quienes se han
sumado a los señalamientos del alto riesgo hacia la biodiversidad y los ecosistemas. Dichas orga-
nizaciones han asesorado a los ambientalistas locales para hacer un diagnóstico donde el principal
problema identificado es la intención de cambiar la densidad de la construcción en la Isla, lo cual
generaría un alto impacto ambiental.

Por su parte, los inversionistas sostuvieron en su oportunidad que el proyecto era sustenta-

CAPÍTULO Iii 260


ble y amigable con el medio ambiente. En su manifestación de impacto ambiental señalaron que
no había registros de manatís, que solo había nueve delfines lo cual difiere con el monitoreo que
han hecho los grupos ambientalistas.

Por otra parte, han existido otras iniciativas de construcción como los andadores turísticos,
se hizo uno en el área de descanso de las aves. Para evitar la construcción de un segundo, el grupo
de “Yo Defiendo Holbox” con apoyo de CEMDA se allegó la información necesaria por parte de
la SEMARNAT y CONANP para demostrar que el área es de descanso para flamencos. Con ello
se pararon las obras.

b) Participación en la vigilancia de la fauna y flora: Aves

Un problema que afecta los nidos de las aves migratorias que llegan a la Isla, durante los
meses de mayo a julio, es la frecuentación de los turistas y pobladores en la playa de Holbox y el
uso de carritos de golf como transporte. En general, la gente desconoce o simplemente no observa
los nidos de las aves, en consecuencia, muchos de los huevos son aplastados. Observando dicha
problemática se han tomado medidas por actores locales, las cuales han consistido en cerrar ca-
lles, colocar avisos de prohibido el paso. No obstante, dichas acciones carecen de sustento jurídico
o el respaldo de alguna dependencia gubernamental. En este sentido, Eduardo Cetina miembro del
grupo Alma Verde explica:

[…] en varias ocasiones íbamos y cerrábamos la calle, el paso con palos para
que no pasaran los carritos de golf. Porque sabes que de mayo a junio, julio,
están las golondrinas acá mirándonos, vienen, pero pasan los carros se chingan
los huevitos y aplastan las aves ¿no? aparte que mucha gente luego va a pescar
por allá, pero tuvimos que cerrar con palos para que no pasaran los carros ni
motos y pudiera mantenerse así ayudándose ¿no? porque al final estos animali-
tos tienen su nido cerca de las personas y ninguno molestaba a otro ni nada ¿no?
pero el tema es que los carros no vean, cuando se llevan los huevos y demás
¿no? Entonces después el primer día con unas personas pusimos unos cocos
alrededor del nido, haz de cuenta que este es el nido y pusimos varios cocos,
para que la gente indicara que hay algo en medio. El año siguiente imprimí
unos folletitos y los facilite diciendo, que el letrero decía… había un letrero
grandote que decía una foto grandota de la golondrina y sus huevitos y decía
este… por mis huevos no pasas […] después hicimos con los cartelitos con
los palitos esos de las banderas y decía: watchyourstep, cuida tu paso, y la foto
de los huevitos porque no es muy fácil verlos. (Entrevista a Eduardo Cetina,

CAPÍTULO Iii 261


Ambientalista).

A diferencia del monitoreo de otras especies, en el caso de las aves se hace de manera
intermitente, al menos así nos los ha hecho saber Juan Karateka quien colabora con Alma verde,
pero que en su momento formó parte del club dorado que recibió apoyo del Programa de Conser-
vación para el Desarrollo Sostenible (PROCODES) de la CONANP. Mediante el acercamiento
a dicha dependencia ha recibido diversas capacitaciones. No obstante, las personas involucradas
en las actividades del monitoreo y protección de las aves se encuentran desarticuladas por el mo-
mento.

c) Tortuga

La participación en la protección de la tortuga carey se hace en coordinación con los en-


cargados de la oficina de la CONANP en la Isla, PRONATURA, PROFEPA y el grupo ambien-
talista Alma Verde. Las actividades han consistido en recorridos nocturnos, borrar los rastros de
las tortugas, y así evitar la ubicación de los nidos por personas que quisieran robarse los huevos.
La colaboración del grupo de Alma verde se limita al monitoreo y marcaje de los nidos, porque
sólo la CONANP puede delegar a PRONATURA el transporte de los huevos a lugares seguros y
coordinar el proceso de liberación de las crías.

En el 2015, los miembros del grupo Alma verde formaron el Comité Estatal de Tortugas
y realizaron su monitoreo. También cuando alguien reporta algún avistamiento, se acude al lugar
para borrar la huella del paso de las tortugas. Además, elaboran un registro de las fechas para
liberarlas. Dicha actividad la realizan en la zona denominada Isla chica, en la Isla grande la hace
PRONATURA.

En lo concerniente a la capacitación para realizar el monitoreo de tortuga, Diana Lira,


quien trabaja para PRONATURA, ha impartido cursos para el grupo Alma verde. Con el tiempo
ambos actores han construido una relación de amistad, lo que les ha permitido colaborar en la
protección de la tortuga.

d) Educación ambiental

Para los integrantes del grupo Alma Verde y los ambientalistas que colaboran con el go-
bierno federal mediante el PROCODES, una de las principales problemáticas es el desconoci-

CAPÍTULO Iii 262


miento por parte de los pobladores de la riqueza natural y su importancia. Por dicha razón han
realizado diversas actividades que se dirigen a la difusión de la fauna y flora existente en la Isla,
así como, las amenazas que enfrentan las especies en peligro de extinción.

En relación con la difusión del patrimonio, Eduardo Cetina se ha dedicado a tomar fo-
tografías de diferentes aves y animales que hay en la Isla, dicha actividad la realiza de manera
individual, al respecto comenta lo siguiente:

[…] Con el tema de las fotos que yo hago, hacer como un tipo tipografía para
promocionar un poco lo que tenemos. La riqueza natural que tenemos en la
reserva y Yum Balam porque estamos en Yum Balam pero pues que, qué hay,
el tiburón ballena, el lagarto y delfines, flamencos son los que sabemos ¿no?
pero por ejemplo tampoco damos la importancia de que en estas épocas que
tenemos, ¿no? no mucha gente lo sabe, que hay migración de aves. O sea en
la noche tú puedes escuchar cantiles no digas que millones pero uno escucha y
sabe ¿no? (Entrevista a Eduardo Cetina, Ambientalista)

En cuanto a las actividades relacionadas con la difusión de las especies que habitan en la
isla, el grupo Alma Verde en colaboración con otros actores sociales e individuales han realizado
diversos festivales, durante al menos tres años. Los mismos han estado dedicados al símbolo de
Holbox, el tiburón ballena. También se han hecho actividades temáticas para las aves, las tortugas
y el manatí.

En dichos festivales se hace una invitación a toda la población para que escuchen a los
expertos que colaboran en los foros del festival. En este sentido, Eduardo Cetina menciona:

[…] More y Alejandra estamos […] juntos en Alma Verde. Se hizo el festival
de la tortuga en 2 años, 3 años. Con Alejandrina hicimos nosotros el festival del
Tiburón Ballena es el segundo año que estamos, este año y el año pasado orga-
nizamos un simposio también del Tiburón Ballena donde se invitaron a diferen-
tes personas que pudieran marcar o hacer alguna ponencia en relación a un tema
alguna área protegida o al tema de la importancia del Tiburón Ballena, entonces
hubo abogados del tema que vinieron a hablar sobre la delegación mexicana
y como estaba protegido el Tiburón Ballena, hubo una amiga canadiense que
es bióloga y está estudiando su doctorado sobre el Tiburón Ballena, no pudo
venir pero envío la información acerca de la biología y otras cosas del Tiburón
Ballena, muchas cosas que nosotros ni sabíamos ¿no? porque realmente no hay

CAPÍTULO Iii 263


mucha información. (Entrevista a Eduardo Cetina, Ambientalista)

Pese a los distintos esfuerzos por parte de los ambientalistas locales, el involucramiento
de la población en actividades de protección ambiental no ha aumentado, aunque en voz de
algunos de los entrevistados el logro más significativo lo han observado en los niños. Sin em-
bargo, reconocen que es un largo camino el que se debe recorrer para consolidar una verdadera
educación ambiental entre los habitantes de la Isla.

e) Manglar

La protección del manglar es una de las actividades que más conflicto ha generado entre
los habitantes de la Isla, los conservacionistas y los inversionistas. Dado que es una especie de
flora protegida, la tala de la misma implica un delito ambiental.

Uno de los hechos más problemáticos fue la detención de 16 ejidatarios en el año de


2014. De acuerdo con la información recabada, consistente en diversos testimonios y en parti-
cular la versión de la hija de un ejidatario detenido, los hechos se dieron de la siguiente manera:

El comisario ejidal Nivardo Mena Villanueva, electo para el periodo (2012-2014) buscó
ser reelecto. Sin embargo, no salió favorecido por el voto de los miembros del ejido. Pese a
ello decide imponer su voluntad. Así que tomó con apoyo de otros ejidatarios y miembros de la
población las oficinas del ejido, en las cuales se encuentran los títulos de propiedad. Para con-
seguir el apoyo de la toma de las oficinas y de la vigilancia de las mismas ofreció un reparto de
terrenos en la Isla, específicamente en Punta Coco. Un área donde hay mangle.

La instrucción que dio Nivardo a sus seguidores es que se reunieran el 24 de julio para
limpiar el terreno (cortar mangle), sacar medidas de los lotes y asignar los terrenos a los parti-
cipantes de la toma de las oficinas ejidales. No obstante, no contaron que se puso una denuncia
ante la PROFEPA, dependencia que solicitó el apoyo de la marina. De tal forma que una vez
que se disponían a limpiar el terreno fueron detenidos en flagrancia.

Dicho hecho generó un alejamiento entre las dependencias gubernamentales encargadas


de la protección ambiental y la población nativa. También afectó la relación entre los ambien-
talistas locales, que en su mayoría no son originarios de Holbox. Para algunos de los ejidatarios
los ambientalistas se oponen al desarrollo, de tal manera que se hace evidente la tensión de

CAPÍTULO Iii 264


intereses entre actores.

Mientras los miembros de Alma verde se apoyan de CEMDA para hacer las denuncias
correspondientes y exigir el plan de manejo para que se esclarezcan las actividades que se pue-
den hacer en el área natural protegida, los ejidatarios rechazan la intromisión de los ambienta-
listas en asuntos que en su visión solo les competen a los miembros del ejido.

En este sentido, Morelia miembro de Alma Verde, quien además tiene un “Refugio Ani-
mal” en la Isla de Holbox y Solferino, ha enfrentado diversas descalificaciones por parte de las
autoridades locales y miembros de la comunidad. En el refugio se atienden aves, perros, gatos
y algunas especies locales; también se recogen animales maltratados, se promueve la adopción
de mascotas; y quizá una de las actividades que más impacto tiene en el municipio son las cam-
pañas de esterilización de perros y gatos.

Las descalificaciones a sus actividades se derivan en parte por su colaboración como


ambientalista al afectar los intereses de pobladores locales, quienes buscan obtener algún be-
neficio económico al alterar el medio físico de la Isla. En este sentido Morelia comenta lo
siguiente:

[…] Cuando me vi con el doctor [trabajador del Ayuntamiento] me dijo: ¿Cómo


te llevas con el alcalde de tu comunidad? Y le dije ni fu ni fa no me llevo, no
tengo nada que hablar con él. Es que acaba de llamarme el presidente munici-
pal para decirme que te pregunte a ti, ¿Qué posibilidad hay de que cierres tu
refugio? porque la Alcaldía y la población están muy preocupados porque tu
refugio es un foco de contaminación porque con estas inundaciones todas las
heces fecales las están tirando. Oye Arturo tú has estado en el refugio. Nosotros
recogimos las heces y las embolsamos, el refugio le soluciona un problema de
salud a la comunidad, vacunamos los perros, los esterilizamos, los desparasita-
mos, les controlamos las plagas de sarna y las garrapatas, tenemos un control
completo, los cuerpos me los llevo a Solferino a enterrar porque antes los man-
dábamos al centro de transferencia pero ellos no tienen lugar para enterrar, que
es una obligación de ellos, cuando queman los mandan a incinerar porque es
su obligación… Entonces resulta que ahora... todo porque el comisario ejidal
nuevo sabe que estoy a la defensa de los manglares, en contra del desarrollo
como ellos lo prevén, entonces tengo un enemigo atrás. Ahorita ya fue con el
presidente municipal, que es el tipo más ignorante en temas de todo. Entonces
cuando tú hablas con ellos y les observas y ves que no saben nada de lo que
están hablando […] Hace unos meses vinieron [trabajadores de la Alcaldía] y
empezaron a cortar mangle acá enfrente en la calle, salí y les dije: Muchachos
tienen permiso para cortar estos mangles; bueno si tienen todo en orden que

CAPÍTULO Iii 265


bueno, porque se acuerdan que metieron a 16 a la cárcel hace un mes, a los 5
minutos se habían ido todos. Después supe que los taxistas se habían reunido,
un hotelero me llamo que quería hablar conmigo, es que tú no autorizaste que
se haga la calle; de qué calle; que yo impedí que se pusiera la calle, todos los
taxistas creen que yo no permití hacer la calle, entonces voy a la alcaldía por-
que en la alcaldía también lo estaban diciendo. El hotelero me dijo; es que el
alcalde dijo. Oye vengo a hablar contigo, me acaban de comentar eso. Yo no
hice nada... Digo no pues es que te lo vengo a aclarar yo lo hice con una buena
intención; si tú crees que yo iba a denunciarlo, yo no salgo, tomo fotos y levanto
mi denuncia. (Entrevista a Morelia, Ambientalista).

Con este testimonio se evidencia la tensión de intereses entre diferentes actores, lo que
limita la cooperación del establecimiento de acuerdos para la generación de estrategias de de-
sarrollo en la Isla. Asimismo observamos que las dependencias locales no intervienen en la
regulación de los conflictos sino por el contrario contribuyen a la confrontación.

f) Jaguar

En el monitoreo del jaguar también participa el grupo Alma Verde, principalmente en


Solferino. Sin embargo, su conocimiento en dicha actividad es limitado, dado que carecen de
capacitación; pero también implica un mayor nivel de gasto de recursos y energía. Pese a ello
son el enlace con la CONANP y la PROFEPA para dar aviso de los problemas que se han deri-
vado por la caza del jaguar o bien por los ataques de éstos al ganado de las comunidades.

Entre sus principales actividades se encuentra la vigilancia mediante el monitoreo de


cámaras trampa, al respecto Eduardo Cetina señala lo siguiente:

Pues mira la verdad es que nos servirían en el tema de jaguar, porque el co-
mité salió por el tema del jaguar y por medio del tema del jaguar nos invitan
a participar cada año, hay una presentación del jaguar y demás, lo organizan
los comités siempre los cambian de lugar, la verdad es que un chico un chico
estuvo aquí nos enseñó a usar las cámaras trampa, no las sabíamos usar y la
verdad es como que… y como que tal vez un poco más de información de
cada cosa…. Que áreas y todo lo demás como ubicarlo no hay tanto todo eso,
bueno voy a lo mismo por medio de Morelia y Alejandra y de Castillo que
está contigo allá, este… llegaron unas personas del Grupo ONCA de jaguar y
este un chico de ellos empezó a enseñarnos una página.

CAPÍTULO Iii 266


La participación del grupo de Alma verde en el monitoreo del jaguar implica su trasla-
do a la zona continental de ANP de Yum Balam, lo que evidencia la falta de diversificación de
actores sociales que se sumen a las actividades de protección ambiental. No obstante, es una
oportunidad para ampliar su presencia en las actividades de protección y colaboración con las
dependencias gubernamentales.

g) Gestión de desechos sólidos

En relación con las externalidades negativas de la actividad turística se encuentra la


generación de basura. El flujo turístico que llega a Holbox ha incrementado a nivel exponencial
los últimos cinco años, y con ello la demanda de productos y servicios que se convierten en
desechos.

Los problemas de recolección de desechos sólidos se asocian con la falta de recursos,


el desinterés del municipio y los altos costos para sacar la basura de la Isla. No obstante, han
existido iniciativas por parte del gobierno estatal en colaboración con organizaciones sociales
para implementar una estrategia integral del manejo de la basura.

Es así que con la creación del Sitio de transferencia de residuos sólidos diseñado e
impulsado por la antropóloga, Emma Rosa Alonzo Marrufo, Directora de la Asociación Civil
YaaxBeh A.C., se logró por un periodo de tres años (2008-2011) el manejo eficaz de la basura,
en coordinación con el profesor Franklin Campos Ancona, encargado del departamento de lim-
pieza de la Alcaldía de Holbox. Los recursos financieros para su implementación provinieron
de la CONANP, la Alianza Telcel-WWF y hoteleros y empresarios de la Isla, entre los que están
el Hotel Las Nubes, Hotel Casa Sandra, Hotel Casa Bárbara, Península Maya Developments,
Casa Takiwara, Casa Looch, y Restaurante Pelícanos (Pérez, 2011).

El Programa incluyó un trabajo de educación ambiental con la comunidad, al respecto


Franklin señala:

Un trabajo muy muy bonito de ella(Emma Rosa Alonzo) fue ahí en el San
Felipe, Yucatán. Donde se dio un ejemplo a nivel nacional de...de limpieza, de
manejo de sus residuos... pero fue un trabajo este... general, no sólo con lo que
es la basura ¿no?...el manejo de la basura, si no que un trabajo también en la
población, un trabajo social. En los domicilios enseñándoles, como lo deben de
hacer, como lo deben entregar. Todo eso es este... en un paquete completo, un

CAPÍTULO Iii 267


manejo integral de la basura. No solo que incluya la recolecta y la separación
en el sitio; si no también la educación en la población, a los restaurantes, a los
hoteles, a sus cocineros. Son los que deben controlar la basura desde las coci-
nas, separar orgánico, inorgánico y el manejo de todos (Entrevista a Franklin).

La operación del sitio de transferencia estuvo a cargo de Franklin en el periodo de 2008-


2011. En el siguiente trienio hubo cambio de gobierno y de partido en la Alcaldía, es decir
salió una administración del PRI y entró una del PAN. Con ello la continuidad del proyecto, al
menos en su versión original se vio modificada; aunque fundamentalmente el incremento de la
generación de residuos sólidos ha aumentado sustancialmente a diferencia de los recursos para
operar el sitio de transferencia. En este sentido, Franklin explica:

Ahorita es un desastre, todo lo están echando en una sola bolsa, pero el pro-
blema fue que ya no...Ya no tenemos empleados en el sitio, son muy poquitos.
Entonces el municipio se quedó con la idea de que con cuatro se podía seguir
separando la basura desde el 2008 que producía en Holbox, dos toneladas dia-
rias. Ahora en el 2015 se está produciendo ocho toneladas diarias, entonces ya
no puedes tener a tres empleados, cuatro empleados allá, ahorita necesitamos
diez empleados allá y dos turnos en la recolección, porque ya los recolectores,
ya no alcanzan a terminar este...de recolectar la basura. Entonces se necesitan
diez empleados ahorita el sitio y necesitamos seis en la recolección, con dos
camiones. El otro problema es de lo de la calle es que no hay quien haga la lim-
pieza de las calles, no hay quien barra, no hay quien haga el barrido del pueblo.
Necesitamos diez empleados para el barrido del pueblo entones son empleados
que también el municipio debe aportar ¿No? Controlados por el Alcalde, por la
alcaldía, se debe tener un concejal que se encargue de la limpieza de la Isla, un
departamento de limpieza de la Isla pero esos empleados tampoco hay. Mala
administración de la presidenta anterior, yo se lo entregue nuevo. Fue una mala
administración y mal manejo de recursos. El problema es que a mí me consta
que son los políticos, yo llevo dos años trabajando en el PRI y entró el PAN y
me dijeron no pues… salte de ahí porque este es el PAN y están mis empleados.
(Entrevista a Franklin).

Ante los malos resultados del manejo de la basura, los prestadores de servicios princi-
palmente hoteleros y restauranteros han realizado diversas acciones, entre ellas cooperación
económica para reparar el camión de la basura, el pago de camiones de volteo para sacar la

CAPÍTULO Iii 268


basura, el pago de personal para limpiar la playa e incluso se han planteado que se les otorgue la
concesión de la administración de la basura. Sin embargo, para ello se deben alcanzar acuerdos
duraderos entre diferentes actores, debido a que los recursos necesarios implican una reducción
de los costos de sacar la basura de la Isla y apoyo de las autoridades locales para el traslado de
la basura a rellenos sanitarios o empresas que reciclen el PET. Es un trabajo que requiere de
un ejercicio de coordinación que supere las banderas políticas e involucre a la comunidad en la
responsabilidad de disminuir la producción de basura.

Conclusiones

Un elemento de vulnerabilidad que ha sido patente en el conflicto de la Ensenada, es


la ausencia del programa de manejo, lo que deja vacíos importantes en las responsabilidades
de cada orden de gobierno y dependencias para regular actividades como la urbanización, el
drenaje, la disposición de desechos sólidos, la circulación de carritos de golf, el flujo de lanchas
para el avistamiento del tiburón ballena y la regulación de muchas actividades que dan servicios
a los turistas pero que tienen impactos directos en la biodiversidad. También favorece malas
prácticas en las que están involucrados funcionarios públicos municipales y estatales, miem-
bros del Comisariado Ejidal y empresarios locales que obstaculizan la generación de reglas que
permitan orientar la gestión de la Isla hacia la sustentabilidad.

Es por esto que una línea discursiva que han reforzado las organizaciones no guberna-
mentales es la imperante necesidad de publicar el Programa de Manejo. Sin embargo, los hol-
boxeños se encuentran divididos en torno a este tema. Como con el caso del conflicto en torno
a las tierras ejidales, hay pobladores que consideran que la publicación del Programa traerá mu-
chas restricciones a las actividades en la Isla, lo que reduciría sus ganancias. Esta posición es la
que ha promovido el propio presidente municipal de Lázaro Cárdenas. Hay otro segmento de la
población que está integrado por hoteleros, ambientalistas y prestadores de servicios turísticos
que consideran que si no se publica este Programa pronto, la Isla corre gran riesgo de transfor-
marse en un destino parecido a la ciudad de Cancún y perder toda la riqueza de biodiversidad.
Ellos saben que el interés de los turistas hacia la Isla lo representan sus paisajes y ecosistemas,
por lo que sus actividades se encuentran en un alto riesgo sin la publicación del Programa. La
CONANP no ha logrado los consensos y pese a varios intentos de publicar el Programa en los
últimos dos años han desistido cada vez. El equilibrio en Holbox es muy frágil y la sobreexplo-
tación de los recursos intensa. Es difícil saber en que momento estallará nuevamente el conflic-
to y cuál será esta vez el centro de la disputa.

CAPÍTULO Iii 269


De acuerdo a los testimonios, la postergación de la publicación del programa de mane-
jo está asociada con la disputa por el rumbo del desarrollo turístico, intereses de empresarios,
autoridades y pobladores. La consecuencia de las diversas tensiones entre los actores locales
ha derivado en un ambiente de desconfianza entre ellos. Sobre todo de los pobladores nativos
e inversionistas que ven afectados sus intereses por las acciones de los ambientalistas, debido
a que están al tanto de la protección del medio ambiente; en realidad éstos últimos no tienen
capacidad de coerción, sin embargo su cercanía con organizaciones ambientalistas como PRO-
NATURA y CEMDA los ha empoderado frente a la población. Por su parte, la oficina de la
CONANP, que es la instancia inmediata del gobierno federal, es vista por los pobladores con
desconfianza dada la detención de los ejidatarios. A partir de dichos procesos de interacción,
emergen una serie de códigos de regulación que se encuentran en tensión, en la medida que
dicha regulación es producto de un conflicto y no de un consenso, es decir, resultan una imposi-
ción dada la capacidad de recursos de cada uno de los actores. Entre los que podemos observar
recursos simbólicos, económicos, jurídicos, técnicos, políticos, entre otros.

CAPÍTULO Iii 270


Obra citada

Lascoumens, P. y P. Le Galès (2014). Sociología de la acción pública. México: El Colegio de


México.

López S., Á. (2015). “Desarrollo sustentable y turismo de naturaleza: reevaluación y acción


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Pol%C3%83%C6%92%C3%82%C2%ADtica%20y%20gesti%C3%83%C6%92%-
C3%82%C2%B3n%20ambiental.pdf

CAPÍTULO Iii 271


La Ciénega de Chapala y sus retos ambientales y
sociales. Aproximaciones teórico metodológicas
desde el estado de la cuestión

Josefina Vivar Arenas38

Resumen: Desde finales del siglo XIX, la región de la Ciénega de Chapala ha sido afectada
por profundos cambios socio-ambientales. Frente a ellos, la población que habita este territorio
ha tenido que desplegar diversas estrategias para enfrentarlos, no siempre con éxito. Como en
otras comunidades rurales del país, las políticas macroeconómicas orientadas hacia el neolibe-
ralismo han impactado de tal manera las formas de vida de estas familias de pescadores, que
han tenido que recurrir a una diversidad de actividades económicas en sus territorios y fuera de
ellos para asegurar su sustento.
Como resultado de la convergencia de múltiples factores, diversos investigadores/as han llama-
do la atención sobre el acelerado proceso de contaminación en que se encuentra la región. Ade-
más, su ubicación entre dos estados (Jalisco y Michoacán) implica una serie de intercambios
y de manejo de los recursos naturales que no siempre son armoniosos. La conjunción de estos
factores demanda un análisis que vincule los puntos de vista ambientales, históricos, sociales y
culturales, para analizar la compleja realidad en que están inmersas estas familias.
En esta ponencia,39 me propongo realizar un acercamiento a la literatura sobre las problemáti-
cas sociales, ambientales y económicas que atraviesa la región de la Ciénega de Chapala, sobre
todo en la parte que corresponde al Estado de Michoacán, para delinear un panorama actuali-
zado que discuta, teórica y metodológicamente, los retos que enfrenta la investigación social
frente a un contexto tan complejo.

Palabras clave: Ciénega de Chapala; contaminación ambiental; pescadores

38
Posdoctoirante en el Instituto de Investigaciones en Ecosistemas y Sustentabilidad (IIES-UNAM). 2016. Email:
josefinavivar@gmail.com
39
Esta ponencia forma parte de un proyecto más amplio que se titula: Acceso y manejo de los recursos naturales por
género: una aproximación desde los grupos domésticos rurales de la Ciénega de Chapala, que estoy realizando con
el apoyo de CONACYT y del Instituto de investigaciones en Ecosistemas y Sustentabilidad (IIES-UNAM-Mo-
relia). Este proyecto se realiza en el marco de una estancia posdoctoral a cargo de la Dra. Patricia Ávila García,
encargada del laboratorio de Ecología Política y estudios socioambientales.

CAPÍTULO Iii 272


Summary: Since the late nineteenth century, the region of the Cienega de Chapala has been
affected by profound socio-environmental changes. In front of them, the population inhabiting
this territory has had to deploy various strategies to confront, not always successfully. As in
other rural communities in the country, macroeconomic policies oriented toward neoliberalism
have impacted so the lifestyles of these families of fishermen who have had to resort to a variety
of economic activities in their territories and outside them to ensure their livelihood.
As a result of the convergence of several factors, several researchers have drawn attention to
the accelerated process of contamination found in the region. In addition, its location between
two states (Jalisco and Michoacan) involves a series of exchanges and management of natural
resources that are not always harmonious. The combination of these factors demand analysis
linking the points of environmental, historical, social and cultural view, to analyze the complex
reality in which these families are involved.
In this paper, I intend to make an approach to literature on social, environmental and economic
issues affecting the region of the Cienega de Chapala, especially in the part corresponding to
the state of Michoacan, to delineate an updated scenario to discuss, theoretically and methodo-
logically, the challenges facing social research against such a complex context.

Keywords: Cienega de Chapala; environmental pollution; fishermen

Introducción

Existe una nutrida fuente de información documental acerca del Lago de Chapala y de
la cuenca Lerma-Chapala. Desde diversas áreas de conocimiento y numerosas posturas teóricas
se han examinado las problemáticas sociales, ambientales, culturales y políticas por las que
atraviesa esta región. No es para menos. La cuenca Lerma-Chapala constituye una de las más
importantes del país, dada su importancia estratégica como fuente de abastecimiento acuífero
para dos grandes metrópolis: la Zona Metropolitana de Guadalajara (ZMG) y la del Valle de
México. Además, el cauce de esta cuenca atraviesa cinco estados de la república, cuyas prácti-
cas agrícolas e industriales intensivas son ampliamente reconocidas y resultan muy importantes
en el abastecimiento de insumos y productos para el país.

Las presiones del modelo de desarrollo económico vigente han tenido impactos negati-
vos diversos en toda la cuenca y a nivel regional han puesto en riesgo las actividades produc-
tivas de la Ciénega michoacana. No obstante, la región ha atravesado por una serie de eventos
históricos que se pueden resumir como un conjunto de conflictos por el aprovechamiento de los re-
cursos naturales (Sandoval y Paleta, 2015, p. 134) que involucra tres momentos decisivos: el arribo
de colonizadores españoles que despojaron de su tierra a la población asentada en el territorio
y que, al introducir el ganado vacuno, provocaron la primera de la grandes trasformaciones
del paisaje regional (Sandoval y Paleta, 2015; Bohem, 2002; Ortiz, 2001; Moreno, 1988); la

CAPÍTULO Iii 273


desecación de 50 mil has de lago en tiempos de Porfirio Díaz, promovido por empresarios jalis-
cienses y hacendados locales (Boehm, 2005; 2002), quienes aprovecharon la política porfiriana
de desecación de diversos vasos acuíferos en el país y; la reforma Agraria y la creación de las
instituciones gubernamentales desde las que se conformaron y consolidaron sectores producti-
vos bajo una determinada gestión de los recursos.

La región de la Ciénega de Chapala se caracteriza por su producción agrícola intensiva


en cultivos como hortalizas y granos forrajeros. Las actividades pecuarias son también rele-
vantes sobre todo en la producción de leche y carne que se posiciona en mercados regionales y
nacionales. Frente a actividades productivas que demandan el uso intensivo de agroquímicos,
persiste aún la producción de cultivos básicos de temporal, como maíz y frijol para autocon-
sumo, en lo que se denominan “ecuaros”; porciones de terreno en propiedad privada sobre las
laderas de los cerros que prestan o se arriendan a “ecuareros” sin tierra. La pesca es otra de
las actividades importantes en la región y se puede decir que es la ocupación tradicional por
excelencia, no obstante, constituye uno de los sectores más frágiles frente a los procesos de
contaminación ambiental, las sequías recurrentes y las transformaciones en el paisaje. Junto a
estas actividades, la Ciénega de Chapala mantiene una arraigada tradición migratoria, lo que le
ha permitido capitalizar y subsidiar parte de las actividades productivas, adquirir infraestructura
y mantener una mínima estabilidad para cubrir necesidades básicas en las familias.

En estas condiciones socioambientales históricas, la región de la Ciénega de Chapala


ha sido afectada por procesos de contaminación y degradación ambiental. El uso intensivo de
agroquímicos que sostiene la productividad agrícola de cultivos comerciales, el manejo inade-
cuado de residuos industriales que se depositan a lo largo de toda la cuenca, desde el Estado de
México hasta la laguna de Chapala, la falta de coordinación y el establecimiento de voluntades
políticas gubernamentales y civiles para establecer estrategias efectivas a largo plazo, han com-
prometido el débil equilibrio del lago. En estas condiciones, las familias tienen que recurrir,
cada vez más, a múltiples ocupaciones dentro y fuera de sus localidades para hacer frente a sus
necesidades. Sobre todo familias de pescadores sin tierra que son los más vulnerables. Si no
hay pescado, son jornaleros, albañiles, migrantes, pintores, mecánicos… Qué sucederá con una
ocupación de tradición histórica, como la pesca, y qué pasará con estas familias de pescadores
frente a los procesos de contaminación, la degradación ambiental y la escasez del agua que
desde hace décadas han señalado diversos investigadores.

En esta ponencia, me propongo realizar un acercamiento a la literatura sobre las proble-


máticas sociales, ambientales y económicas que atraviesa la región de la Ciénega de Chapala,
sobre todo en la parte que corresponde al Estado de Michoacán, para delinear un panorama

CAPÍTULO Iii 274


actualizado que discuta acerca de los retos que enfrenta la investigación social frente a un con-
texto tan complejo.

Ubicación de la Ciénega de Chapala

“Se conoce como Ciénega de Chapala a la llanura que otrora formara parte del algo en
su extremo nororiental y que fue desecada mediante la construcción de un dique en las primera
décadas del siglo XX para ganar tierras de cultivo” (Boehm, 2002, p. 12) (Mapa 1). Esta región
forma parte de la cuenca Lerma-Santiago-Chapala. Esta cuenca se encuentra en el centro de la
República mexicana y se extiende hacia el occidente del país. De acuerdo con Bohem y San-
doval, incluye los estados de México, Querétaro, Guanajuato, Michoacán, Jalisco, Zacatecas,
Aguascalientes, Durango y Nayarit y es la segunda más grande del país, después de la del Río
Bravo (Bohem y Sandoval, 1999, p. 17).

La Ciénega de Chapala colinda, por el lado occidental, con la Sierra de Jalmich: “una
región escasamente poblada de comunidades rancheras. La gente de los ranchos se ve a sí
misma como ‘gente blanca’, no mestiza ni indígena, y tiene una larga y orgullosa tradición en
el mantenimiento de una relativa libertad de dominio económico y político” (Gledhill, 1997,
p. 211). No obstante, la literatura coincide en asegurar que los primeros asentamientos en esta
región son nahuas,40 quienes establecieron diversos intercambios con las comunidades purépe-
chas de la Meseta Tarasca. Gledhill explica que aunque algunas de las comunidades campesinas
de la Ciénaga tienen raíces indígenas éstas han sido borradas en lo que respecta a las prácticas
sociales cotidianas y a la identidad, pérdida que se potenció en el periodo de la Reforma Agra-
ria, cuando las políticas impulsaron “un tipo específico de cultura de clase regional ‘mestiza’”
(Gledhill, 1997, p. 212).

40
Ortiz, 2001; Gledhill, 1997; Boehm, 1993.

CAPÍTULO Iii 275


Mapa 1. Ciénega de Chapala jaliscience y michoacana

Fuente: Sandoval y Ochoa, 2010, p. 685

De acuerdo con la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT),


la cuenca Lerma-Chapala (no incluyen la cuenca Santiago), forma parte de la región hidroló-
gica No. 12, tiene una superficie total de 54,450 km² y la conforman cinco entidades federati-
vas con la siguiente distribución con respecto a su superficie: Guanajuato (43%), Michoacán
(30%), Jalisco (13%), México (10%), y Querétaro (4%) (2009, p. 16). Su ubicación geográfica
está definida por los paralelos 19º 05’ y 21º 32’ de latitud norte y por los meridianos 99º 22’ y
103º 31’ de longitud oeste. Se divide en 16 sub-cuencas y en 5 sub-regiones (Mapa 2). El terri-
torio presenta una diversidad de relieves, dado que se ubica en la porción centro occidental del
país conformada por amplias llanuras que son, al mismo tiempo, interrumpidas por conjuntos
montañosos pertenecientes a la Sierra Madre Occidental y al eje neovolcánico transversal. En
este contexto, “la máxima altitud se encuentra en el volcán Nevado de Toluca, con 4 690 msnm
y la mínima altura absoluta en superficie emergida, es de 1 600 msnm y se localiza en los alre-
dedores del Lago de Chapala” (INE, 2003, p. 13).

CAPÍTULO Iii 276


Mapa 2. Cuenca Lerma-Chapala

Fuente: IMTA y SEMARNAT, 2009

Debido a la diversidad de relieves, a su extensión y a su posición, la cuenca Lerma-Cha-


pala tiene diversos climas, que van desde frío de montaña típico, en la cima del Nevado de To-
luca, hasta el semicálido subhúmedo con lluvias en verano. Este último es el que el INE registra
en la periferia del lago de Chapala (INE, 2003, p. 23).

Al mismo tiempo, la cuenca posee una diversidad de especies animales y vegetales que
son aprovechadas por las familias campesinas y la población urbana que la habita. Por ello, no
es poca cosa decir que guarda una gran riqueza natural que, no obstante, se encuentra en peligro
debido a los procesos de contaminación vinculados a prácticas agrícolas altamente dependien-
tes de insumos, a la actividad industrial intensiva y al incremento de la población (Von Bertrab,
2003; Escobar, 2006), la cual ejerce cada vez más presión sobre los recursos, sobre todo el agua.
Sumado a ello, está el problema de la extracción de agua para el abastecimiento de la zona

CAPÍTULO Iii 277


conurbada del Valle de México y la zona metropolitana de Guadalajara, la primera y tercera
urbes más importantes del país. De acuerdo con Escobar, “la cuenca abastece de agua potable
a la zona conurbada del Valle de México con 25 m3/s, y a la ZMG, con 7m3/s. Esta última cifra
representa entre 60 y 70% del agua que se consume en esa zona” (2006, p. 372).

Pero su riqueza no radica solo en su diversidad ambiental. En el año 2003, el Instituto


Nacional de Ecología (como se denominaba a la SEMARNAT en aquel tiempo), registró que los
municipios que integran el área de influencia de la cuenca, representan el 47% del Valor Agre-
gado Censal Bruto (VACB), de los cuales, la delegación Miguel Hidalgo y Cuauhtémoc del DF,
el municipio de Guadalajara en Jalisco y Tlalnepantla de Baz en el Estado de México, concen-
tran el 33% del VACB (INE, 2003, p. 97). Además, reconoce que “La cuenca Lerma-Chapala
representa una región estratégica para el desarrollo de México, al concentrar a más del 10% de
la población del país y generando anualmente alrededor del 10% del Producto Interno Bruto
(PIB) nacional” (SEMARNAT, 2009, p. 1). Esto nos habla de la importancia económica para el
país que tienen las actividades de la cuenca.

Lago de Chapala

De acuerdo a la CONAGUA, “El lago de Chapala es el vaso más grande de los lagos
interiores de México. Tiene una extensión de 1,116 kilómetros cuadrados y cuenta con una
profundidad promedio que oscila entre cuatro y seis metros” (2014, p. 48), además tiene una
capacidad de almacenamiento de 8,126 millones de m3. Se ubica entre los estados de Jalisco y
Michoacán. Los municipios que se asientan alrededor del lago y que pertenecen a Jalisco son:
Jamay, Ocotlán, Poncitlán, Chapala, Jocotepec, Tuxcueca y Tizapán. Del lado de Michoacán
se encuentran los municipios de Cojumatlán de Régules, Venustiano Carranza y Briseñas. En
estos municipios predomina la actividad pesquera, que convive con las prácticas agrícolas de
riego y temporal, y la ganadería.

El principal afluente del lago es el río Duero y la cuenca del río Lerma (Sandoval y
Hernández, 2013, p. 15). El Lerma atraviesa cinco estados de la República Mexicana, desde el
Estado de México hasta el lago de Chapala, y es en esta cuenca donde las actividades urbanas,
agrícolas e industriales han provocado procesos de contaminación y degradación de la calidad
del agua en el lago. De acuerdo con De Anda y Maniak, esto se debe a “las descargas de aguas
residuales, la disminución de los caudales del río y las extracciones de agua para el suministro
de la ZMG” (2007, p. 101).

CAPÍTULO Iii 278


Mapa 3. El Lago de Chapala y sus municipios rivereños

Fuente: Sandoval y Hernández, 2013

Cada año, el lago de Chapala recibe a una variedad de aves migratorias provenientes
de Norte América, entre las que destaca el pelícano borregón y especies de patos silvestres que
encuentran en este ecosistema un hábitat temporal que los protege durante las temporadas in-
vernales. Además, como lo documenta Von Bertrab, “en recientes décadas, se ha convertido en
un lugar de retiro favorito para estadounidenses y canadienses, que aprecian el hermoso paisaje,
el clima y el estilo de vida relajado” (2003, p. 130).41

La literatura revisada da cuenta de la importancia que reviste esta cuenca por la diversi-
dad natural y el potencial que representa para las actividades sociales y económicas del país. Su
localización estratégica ha sido fundamental para la construcción y establecimiento de activida-
des comerciales, industriales y agropecuarias muy lucrativas. No obstante, las investigaciones
resaltan la preocupación por los acelerados procesos de contaminación y degradación de los
recursos naturales y sus impactos en la población asentada al interior de la cuenca.

Ya desde la década de los ochenta, Paré hacía hincapié en los acelerados procesos de
contaminación que se padecían en la región de la Ciénega, al tiempo que describía cómo se

41
Traducción propia.

CAPÍTULO Iii 279


estaba dando un desarrollo desigual en la región. Paré observó cómo una parte de la región se
caracteriza “por un importante desarrollo agrícola e industrial y una intensa actividad agroco-
mercial, (y la) otra parte es una zona de reserva de mano de obra para las grandes ciudades o
para los campos agrícolas norteamericanos” (1989, p. 22). La región de desarrollo agrícola es
la que corresponde a la porción del lago que fue desecada durante el porfiriato y cuyas tierras
se abrieron a la agricultura (50 mil has. en total). Estas tierras, ahora mismo, constituyen el do-
minio del Distrito de Riego No. 24 y se orientan a la producción de granos básicos (maíz, trigo,
sorgo, cártamo y garbanzo, principalmente). “El otro polo de desarrollo regional es el corredor
industrial El Salto-Ocotlán-La Barca impulsado por el gobierno del estado de Jalisco desde
1970” (Paré, 1989, p. 23). El asentamiento de industrias como Nestlé y Celanese en Ocotlán,
explica Paré, se debe a la disposición de abundantes recursos acuíferos provenientes del Río
Santiago y del Lago de Chapala (1989, p. 23).

La conformación de estos paisajes rurales en la región de la Ciénega de Chapala obe-


dece a procesos que la literatura revisada ha resaltado como los más importantes. Pero también
son producto de transformaciones en el paisaje debido a actividades humanas de índole histó-
rica. De esta manera, sin desdeñar las implicaciones que el modelo económico actual ha tenido
para la conformación de estas desigualdades sociales y la contaminación ambiental que priva en
la región, la literatura revisada analiza también las transformaciones históricas que han afectado
la dinámica ambiental y social de la Ciénega. En el siguiente apartado abordo esta discusión.

Transformaciones del paisaje rural de la Ciénega de Chapala

De acuerdo a la literatura,42 la región de la Ciénega de Chapala ha sido afectada histó-


ricamente por diversos factores políticos y ambientales que han transformado el paisaje rural,
lo que se ve reflejado en el acelerado deterioro de los recursos naturales. La literatura coincide
en señalar tres procesos históricos claves: la introducción de la ganadería durante el proceso de
colonización española, la desecación del Lago que dejó abiertas 50 mil has para la agricultura
durante el porfiriato y la Revolución, Reforma Agraria y desarrollo hidráulico (Boehm, 2002;
Gledhill, 1997).

Estos procesos históricos han promovido la instauración y fortalecimiento de oligar-


quías regionales y el desplazamiento de la población originaria para aprovechar los recursos
naturales de su territorio, sobre todo el agua. También se ha trastocado la cultura local ligada

42
Bohem (2002); Sandoval y Hernández (2013); Brugger (2013); Davila (2014); Gledhill, 1997; Paré, 1989

CAPÍTULO Iii 280


al agua y a la milpa, pues la ganadería introducida por los españoles -y que permanece hasta
la actualidad- impuso otra lógica de producción completamente distinta, derivada del giro ha-
cia la producción de granos forrajeros. Al mismo tiempo, estos procesos que transformaron el
paisaje de la Ciénega comprometieron su capacidad natural para la regeneración y adaptación
de acuerdo a sus ciclos y, por ello, la región atraviesa profundos problemas de contaminación.

Pero no fue sino hasta finales del siglo XIX, que el lago sufrió una profunda transforma-
ción. La desecación de 50 mil has para abrir tierras a la agricultura, como parte de una política
económica establecida por Porfirio Díaz en el país, afectó de manera sustancial el paisaje en las
inmediaciones del Lago, al tiempo que trastocó los ciclos naturales que le permitían su recupe-
ración. Boehm (1993) sostiene que durante los siglos XVII y XIX, se consolidaron importantes
haciendas agrícolas y ganaderas en la Ciénega de Chapala, que convivieron con las comunida-
des indígenas locales. De acuerdo a su relato, cada año el temporal desecaba vastas cantidades
de terreno sobre los que emergían pastos que eran usados para el alimento de los animales. El
paisaje afloraba fértil y abundante en productos agrícolas y pastizales. Mediante la construcción
de bordos, drenes y canales, hacendados y arrendatarios intentaron ganar superficies cultiva-
bles. De acuerdo con Boehm, un empresario tapatío llamado Manuel Cuesta Gallardo, obtuvo
del presidente Díaz el permiso para desecar el lago de Chapala y por ello obtuvo las tierras de-
secadas que hasta entonces habían estado en manos de las comunidades indígenas locales. La
obra se hizo desde La Palma, en Michoacán, hasta Jamay en Jalisco (1993, p. 100).

Durante la época de la Reforma Agraria, el reparto de tierras se realizó y casi toda la


superficie laborable se parceló en ejidos, con excepción de las tierras más cercanas a los afluen-
tes de agua, las cuales permanecieron en propiedad privada y en manos de los antiguos hacen-
dados. Desde el Estado, se impulsó el establecimiento de cultivos comerciales y forrajeros en
la región y, de acuerdo con Boehm, el sorgo y el cártamo sustituyeron al maíz y el trigo que
usualmente se sembraba en la región (1993, p. 103). Los paquetes teconológicos y la maqui-
naria agrícola que implicaban el cultivo de estos productos agrícolas, afectaron el sistema de
autorregeneración del lago y hasta la fecha constituyen un reto en la preservación del equilibrio
ecológico en la zona.

Entre los años de 1934 y 1988, se registraron dos temporadas en que los niveles de agua
en el lago alcanzaron su grado más crítico. En 1954, se registró el nivel más bajo de agua en el
lago debido a varias temporadas de sequía y a los altos niveles de extracción de agua. El se-
gundoperido de sequía se registró en el año de 1979. Pero a diferencia del periodo anterior “ha
tenido menos que ver con la escasez de precipitación y más con el hecho de que la demanda de
extracción de agua a lo largo de la cuenca ha comenzado a exceder su capacidad ecológica para

CAPÍTULO Iii 281


recuperarse” (Von Bertrab, 2003, pp. 131-132).

A procesos de larga data se suma otro que se relaciona con la posición geográfica que
ocupa la Ciénega dentro de la cuenca a la que pertenece. La Ciénega de Chapala se ubica en la
región hidrológica Lerma-Santiago-Pacífico, que atraviesa los estados de Guanajuato, Queré-
taro, Jalisco Estado de México y Michoacán (Sandoval y Córdova, 2010, p. 684). De acuerdo
con Sandoval y Córdova, la Ciénega “es la fracción final de la cuenca Lerma-Chapala y es
ejemplo de la desconexión entre las personas que contaminan aguas arriba, y quienes sufren
los efectos de la contaminación en los flujos descendentes de la cuenca, los cuales desembocan
en el lago de Chapala” (2010, p. 684). Durante su curso, las corrientes de agua van llenándose
de contaminantes que trasladan hasta la desembocadura del Lago, polución que se suma a la
producida por prácticas agrícolas intensivas que requieren el empleo de agrotóxicos y a la falta
de saneamiento de aguas residuales en el ámbito local.

En este contexto, las familias de pescadores tradicionales han tenido que diversificar
sus fuentes de ingreso, e incluso emigrar a otras regiones del país o del extranjero (E.U.) para
solventar las necesidades básicas y de subsistencia. Al respecto, Sandoval encontró que “de los
pescadores aproximadamente el 30% tienen como única actividad económica la pesca, mientras
que el resto la combina con la agricultura, la albañilería y el pequeño comercio (sin considerar
los que emigran a Estados Unidos)” (Sandoval, 2013, p. 17).

En este sentido, las actividades pesqueras, otrora centrales en la vida comunitaria de las
poblaciones asentadas en la Ciénega, se conjugan con otras prácticas laborales diversas que
posibilitan ingresos económicos para las familias rivereñas. Entre estas prácticas se encuentran,
empleos formales e informales en las ciudades, como peones agrícolas y la migración.

Con todo, las investigaciones académicas y las instituciones gubernamentales concuerdan


en asegurar que el futuro de la cuenca Lerma-Chapala es desalentador. La misma SEMARNAT
ha puesto el dedo en la llaga cuando asegura que:

Actualmente, la Cuenca Lerma-Chapala se identifica con una cuenca defici-


taria y altamente contaminada, que se mantiene bajo una fuerte presión sobre
sus recursos hídricos y naturales. La disponibilidad del agua superficial está
declarada como nula y gran parte de los acuíferos que se localizan dentro de
ella se encuentran sobreexplotados. Los altos niveles de contaminación de
origen agrícola, industrial y urbano que se registran en la región están afec-
tando el aprovechamiento y utilidad del agua y representan grandes riesgos

CAPÍTULO Iii 282


para la salud de sus habitantes, así como para la supervivencia de plantas y
otros seres vivos característicos de la zona (SEMARNAT, 2009, p. 1).

De acuerdo con Escobar, el futuro de la cuenca es grave. La intensificación de los proce-


sos de desarrollo económico-urbano y crecimiento demográfico registrado en las últimas déca-
das compromete el bienestar de ecosistema si se sigue manejando como hasta ahora. Además,
afirma Escobar, existe la percepción generalizada de que los ciclos pluviales se han tornado
cada vez más deficitarios (Escobar, 2006, p. 369).

CAPÍTULO Iii 283


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CAPÍTULO Iii 285


Economía Solidaria y Ecologismo en Jardines
de la Mintzita.
Asentamiento irregular en conflicto con una
ANP en Morelia, Mich.

Karla Ávila Carreón43

Josefina Cendejas Guízar44


 

Resumen: Se presentan avances en la investigación denominada “Gestión sustentable del te-


rritorio, redes sociales y acción colectiva”; el estudio analiza las estrategias de organización y
sobrevivencia de un grupo de colonos asentados parcialmente de manera irregular sobre el ANP
y sitio RAMSAR: el Manantial de la Mintzita ubicado en la periferia de la ciudad de Morelia.
Esta comunidad ha realizado una apropiación sui generis del territorio mediante la adopción de
un discurso ambientalista que se traduce en prácticas cotidianas orientadas al cuidado del medio
ambiente y en la construcción de redes y alianzas con otros movimientos afines a sus causas.
Para tal efecto, tomando como marco nociones de la economía popular solidaria, de la economía
institucional y de la economía ecológica se analiza cómo es que la estrategia de organización y
sobrevivencia de esta comunidad se traduce en algo más que un discurso ambientalista, al deve-
lar el conflicto ambiental causado por la presencia de diversos actores con múltiples intereses.
Utilizando el marco para el análisis institucional y desarrollo, se presenta el estudio de caso.
Como resultado se destaca que la organización y la creación de instituciones entre los pobla-
dores de Jardines de La Mintzita destaca por su doble propósito: proteger el medio ambiente y
construir una comunidad solidaria; una de las acciones más contundentes es la creación de la
Feria del Agua y Tianguis “La gotita” con la participación de diferentes actores en el territorio.

Palabras clave: Asentamientos irregulares, economía solidaria, sustentabilidad popular.

43
Estudiante en el programa Doctorado en Ciencias en Desarrollo Sustentable en la facultad de economía de la
universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo. Email: karlaavila@fevaq.net
44
Investigadora de tiempo completo Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo. Coordinadora del Dep-
to. de Educación Ambiental, INIRENA. Email: josecend@gmail.com/ josecen2002@yahoo.com.mx

CAPÍTULO Iii 286


Summary: Advances in research are presented called “sustainable land management, so-
cial networking and collective action “; The study analyzes the organizational strategies
and survival of a group of settlers partially erratically on the ANP and RAMSAR site: The
Spring of Mintzita located on the outskirts of the city of Morelia. This community has
made sui generis ownership of one territory by adopting an environmental speech which
translates into daily practices aimed at protecting the environment and building networks
and alliances with other similar movements to their causes.
To this end, taking as notions of popular solidarity economy, institutional economics and
ecological economics is analyzed how the organizational strategy and survival of this
community translates into more than just an environmental discourse, to reveal the envi-
ronmental conflict caused by the presence of various actors with multiple interests. Using
the framework for institutional analysis and development, the case study is presented. As
a result, it is noted that the organization and institution building among the people of Jar-
dines de La Mintzita notable for its dual purpose: protecting the environment and building
a caring community; one of the most forceful action is the creation of the “Feria del Agua
y Tianguis la gotita” with the participation of different actors in the territory.

Keywords: Irregular settlements, Solidarity economy, Sustainability popularity.

Introducción

Estamos ante lo que muchos autores han denominado una crisis civilizatoria con tal
magnitud que está en juego nuestra sobrevivencia como especie ya que afrontamos graves
conflictos socioambientales producidos por la racionalidad económica y la centralización
del poder, cuyas acciones explotan y destruyen los elementos que hacen posible la vida.

Los diversos proyectos de colonización, la ejecución de megaproyectos en la mine-


ría y la extracción de recursos naturales son un claro ejemplo de lo dicho anteriormente,
todos ellos han estimulado el despojo de territorios a diversos grupos nativos, procesos
migratorios, asentamientos precarios asociados con el desempleo, la insalubridad y la
segregación social en las ciudades, entre muchos otros fenómenos, han provocado la
destrucción de identidades culturales y el desuso de prácticas tradicionales de uso y con-
servación de los recursos naturales (Foladori, 2001).

En respuesta a ello surgen nuevos actores sociales, los cuales han venido poblando
la escena política, planteando nuevas demandas para el mejoramiento de la calidad del
ambiente y la calidad de vida, así como espacios de autonomía cultural y autogestión
productiva.

CAPÍTULO Iii 287


Los sectores populares con sus diversas prácticas económicas, sociales, cultura-
les, ecológicas contribuyen a dar respuesta a problemas actuales en materia de vivienda,
desempleo e integración social, recreando y rescatando instituciones de acción colectiva,
revalorizando en los procesos económicos no sólo intercambios mercantiles sino intereses
e intercambios sociales, además de la preservación y el cuidado de los recursos natura-
les, demostrando de esta manera la capacidad de autogestión , mediante acciones que
permiten satisfacer sus necesidades concretas como sujetos creativos, conscientes de su
realidad mediante la conformación de redes solidarias y la coordinación de sus acciones
en comunidad.

Este texto presenta la forma en que una comunidad ha organizado su vida en común
en un territorio problemático no sólo por tratarse de un asentamiento irregular sino por su
estatus ecológico: Área Natural Protegida y Sitio Ramsar.

La creación de instituciones entre los pobladores de la comunidad ecológica jardi-


nes de la Mintzita destaca por su doble propósito: Proteger el medio ambiente y construir
una comunidad solidaria.

La presentación se divide en tres secciones: la primera de ellas es un acercamiento


a los asentamientos irregulares y la creación de territorio a partir de las necesidades huma-
nas; la segunda sección corresponde a la presentación de la comunidad ecológica Jardines
de la Mintzita mediante el marco para el análisis institucional y desarrollo. Finalmente,
en la tercera sección se presentan algunas reflexiones y consideraciones que permiten la
consecución de la investigación.

I. Hacia la comprensión del territorio como espacio social

“Inicialmente el ser humano seria errante, el cambio al sedentarismo implica la búsqueda de un


lugar en el mundo y ese lugar supone seguridad, referencia, anclaje, habitabilidad, seguridad y
domiciliarse”.

Heidegger, Ser y Tiempo, 1926.

El territorio ha sido estudiado desde diferentes perspectivas; el concepto de territorio


es usualmente entendido en tres niveles de acuerdo a su creciente complejidad: i) territorios
naturales, aquellas porciones de superficie terrestre todavía intocadas por el hombre; ii) terri-
torios equipados, aquellos cuya ocupación por parte del hombre se limita a grandes obras de

CAPÍTULO Iii 288


ingeniería, o grandes explotaciones mineras o extensas plantaciones con muy poca presencia
de personas; y iii) territorios organizados, aquellos territorios ocupados por comunidades o so-
ciedades estables con un patrón de asentamiento humano discernible, con estructuras sociales,
tecnológicas y económicas con cultura e identidad.

Coraggio no hace tal separación, ve al territorio como un todo complejo natural que in-
cluye a la población humana y sus asentamientos como una especie particular de la vida, apuesta
a entender los comportamientos de los seres humanos e incorpora los conceptos de comunidad y
sociedad como componentes de territorio, de tal manera que podría decirse que todo ecosistema
es un resultado de la sociedad humana y que toda sociedad está determinada por las condiciones
de su medio natural de tal manera que lo humano no existe fuera de lo natural, lo cual quiere decir
que sin vida no hay sociedad; de acuerdo con Boisier (2003), la persona humana es alcanzable
cuando aprende a saber, a conocer, a amar, en su propia construcción del ser, esto quiere decir
que construye su propia identidad en una matriz de relaciones familiares, de raza, religión, cos-
tumbres, etc. que se destaca por su fuerza a la vinculación a un territorio de escala pequeña, a un
territorio de cotidianeidad, con el cual interactúa.

Arturo Escobar (citado en Toro, 2012) define espacio como lo más cotidiano, lo vivido, como
“la experiencia de una localidad especifica con algún grado de enraizamiento, linderos y conexión
con la vida diaria, aunque su identidad sea construida y nunca fija”, concepción que está ligada al de
territorio desde la perspectiva de las comunidades locales y de organizaciones sociales territoriales.

El territorio se produce a partir de la acepción de que es “un espacio geográfico y / o social


especifico. [..] Es el espacio apropiado por una determinada relación social que lo produce y lo
mantiene a partir de una forma de poder” sin embargo, no debe perderse de vista que, si “todo
territorio es un espacio, no siempre y no todo espacio es un territorio”, lo cual significa que un
espacio para convertirse en territorio requiere de la intervención del ser humano y de la transfor-
mación y las relaciones multidimensionales que en él se generan (Toro, 2012).

Asentamientos irregulares, una forma de construcción social del territorio45

La población se va ubicando en un territorio de acuerdo a su condición socioeconó-


mica, la adquisición de una vivienda está condicionada a los precios de suelo en los dife-

45
Esta “Producción de ciudad” es un fenómeno urbano y social que se presenta en las principales ciudades del
país; en el caso de Michoacán de los 113 municipios, 56 cuentan con asentamientos irregulares lo que significa el
50% del total.

CAPÍTULO Iii 289


rentes ambientes urbanos; esta situación provoca marcadas diferencias en cuanto a equi-
pamiento e infraestructura, situación que repercute en la calidad de vida de sus habitantes.

En México la producción informal de las ciudades se da en función de diversos fac-


tores, en algunos casos responde a la ausencia o la limitada planeación territorial o bien,
a la incidencia de criterios elitistas de planificación urbana pudiendo ser técnicamente
ideal pero que no refleja y no considera las condiciones socioeconómicas existentes en el
territorio (Fernandes, 2008) esta situación afecta a gran parte de la población, ya que se
reserva para los pobres aquellas áreas que no son del interés de los mercados, debido a su
inaccesibilidad porque se han destinado como áreas de conservación o han sido declaradas
inadecuadas para la edificación por presentar un riesgo natural, por lo tanto, son catalo-
gadas como no urbanizables.

Esta situación se presenta y se reproduce al considerar al Estado y al mercado como


las instituciones reguladoras/gestoras de los diferentes tipos de bienes públicos y priva-
dos. Pero entonces, ¿Cuáles son las alternativas de vivienda a los sectores más vulnera-
bles? La evidencia empírica demuestra que la población que no tiene acceso a programas
de vivienda de interés social o a un crédito hipotecario, ha encontrado en la informalidad
urbana una manera de satisfacer una de las necesidades básicas: un espacio dónde habitar.
Con las implicaciones que ello conlleva.

Características generales de los asentamientos irregulares

Una de las características básicas de los asentamientos irregulares está en la forma


de adquisición del predio, el acceso al suelo puede presentarse a través de la ocupación de
hecho (la ocupación repentina del área por una comunidad organizada con ese objetivo),
un asentamiento progresivo en un área determinada,46 o a través del mercado irregular del
suelo, trayendo consigo el problema de dominio, mediante el derecho de propiedad.

Otra característica a destacar es que generalmente se ubican en terrenos margina-


les, razón por la cual están expuestos a riesgos de origen natural al asentarse en territo-
47

rios o espacios no urbanizables, tales como las laderas de los cerros, barrancas, márgenes
de ríos, y/o en zonas inundables (Ávila, 2009).

46
Modalidad relacionada con términos como asentamientos de paracaidistas o invasiones.
47
Poco atractivos para la inversión inmobiliaria, y están expuestos tanto al riesgo de origen “natural” patricia Ávila
(2009).

CAPÍTULO Iii 290


Finalmente, se destaca el tipo de construcción de las viviendas, en su mayoría, son
autoconstruidas con materiales de rehúso, generalmente de cartón, lámina, madera, entre
otros, generalmente hay participación de familiares y amigos en su construcción.

Implicaciones de la informalidad urbana

Esta “producción informal de ciudad” tiene implicaciones socioeconómicas, jurídicas,


políticas y ecológicas importantes. Autores como Mosqueda y Ahumada (2005) asocian la for-
ma de construcción de las viviendas con el alejamiento material de los estándares aceptables, la
disponibilidad y la calidad de los bienes colectivos asociados a la vida urbana, que de acuerdo
a nuestros patrones culturales se entienden como necesarias y deseables para una vivienda fa-
miliar y social adecuada.

Entre los impactos y costos sociales, se encuentran el aumento de la exclusión social y la


segregación espacial, la asociación entre habitantes de asentamientos irregulares y criminales,
provocando reacciones negativas cargadas de prejuicios por parte de la opinión pública.

Los problemas económicos se manifiestan en la falta de acceso de los habitantes de


asentamientos irregulares al reconocimiento de derechos básicos, uno fundamental es disponer
de una dirección, condición que afecta de manera directa su inserción al mercado laboral for-
mal, el acceso a cualquier tipo de crédito de la banca comercial.

Entre los problemas jurídicos y políticos se encuentra la falta de seguridad individual de


la tenencia de la tierra, lo cual aumenta la vulnerabilidad de los residentes frente a las acciones
y políticas de desalojo forzado.

En cuanto a las implicaciones ecológicas, Ávila (2009) utiliza el término “vulnerabili-


dad urbana ambiental” para referirse al daño en los procesos biofísicos y sociales a los ecosis-
temas donde se asienta un barrio o una ciudad, y están relacionadas con los riesgos antropo-
génicos ligados con la acción humana como la contaminación, incendios, entre otros, éstos se
relacionan con las amenazas que ponen en peligro la integridad física y el patrimonio de los
habitantes de una ciudad.

Toda esta serie de apuros a resolver, detona estrategias de sobrevivencia, de relaciones,


de encuentros. Surgen actividades y organizaciones alternativas que permiten cohabitar en el
espacio.

CAPÍTULO Iii 291


La construcción del territorio a partir de la satisfacción de necesidades

Hinkelammert y Mora (2013) exponen que los seres humanos somos seres necesita-
dos, históricamente buscamos no sólo la satisfacción de las necesidades de nuestro cuerpo
físico, también las necesidades de nuestro cuerpo social, cultural y espiritual. Véase en la
siguiente tabla la clasificación propuesta: al punto de vista axiológico le corresponden las
dimensiones material y física y al punto de vista existencial le corresponden la dimensión
cultural y espiritual.

Tabla 1. Necesidades humanas y sus satisfactores.

a) Punto de Vista Axiológico


Necesidad Satisfactor
Subsistencia Salud física, salud mental, alimentación, trabajo, procrear.
Protección Cuidado, seguridad social, familia.
Afecto Autoestima, amistades, pareja, acariciar, hogar.
Entendimiento Conciencia crítica, maestros, estudiar, escuelas.
Participación Adaptabilidad, derechos, responsabilidades, cooperar.
Ocio Despreocupación, juegos, divertirse, tiempo libre.
Creación Pasión, inventiva, habilidades, construir, idear.
Identidad Pertenencia, hábitos, comprometerse, actualizarse.
Libertad Autonomía, determinación, rebeldía, igualdad de derechos.
b) Punto de vista existencial
Ser Atributos personales o colectivos
Instituciones, normas, mecanismos, herramientas.

Tener
Hacer Acciones personales o colectivas.
Estar Espacios y ambientes.

Fuente: Manfred Max Neff, Elizalde y Hopenhayn, (1993) Hinkelammert y Mora (2013, p. 36)

La clasificación anterior corresponde a ese ser necesitado. Algunas de éstas pueden


ser consideradas como necesidades básicas para la reproducción de la vida material, tales
como la alimentación, la vivienda, la salud, educación entre otras. Este tipo de necesidades
tradicionalmente deberían quedar garantizadas a través del sistema institucional (ya sea

CAPÍTULO Iii 292


económico, social o político) es decir, de la estructura.48

La satisfacción de las otras necesidades puede lograrse mediante la relación subje-


tiva entre sujetos que comparten solidariamente la comunidad de bienes, haberes y saberes
a disposición (como expresar emociones, compartir, entre otras); las cuales se logran me-
diante las relaciones sociales y los vínculos que se crean a partir de las interacciones entre
los sujetos pertenecientes a un colectivo social, y cuyas relaciones van creando comunidad,
esta idea nos lleva a considerar el territorio como un constructo social, en términos de (Boi-
sier, 2001). Donde se hace indispensable la elaboración de procesos de comunicación como
un mecanismo de integración para el mejoramiento de las condiciones de vida, la creación
de vínculos materiales y afectivos a partir de la satisfacción de una necesidad concreta: la
vivienda familiar.

Existen estudios que demuestran que ante la ausencia del Estado,49 los colonos de los
asentamientos irregulares participan en faenas colectivas y gestiones con diferentes fines, ya
sea la búsqueda de regularización y escrituración de terrenos, introducir servicios urbanos,
el cuidado del territorio, el manejo de recursos de uso común,50 como el cuidado y la crea-
ción de pozos o la preservación de algún otro recurso natural, por mencionar un ejemplo,
lo que implica trabajar por un objetivo en común: mejorar poco a poco las condiciones del
hábitat popular y su bienestar (Ávila, 2009). Gracias a este trabajo colectivo, se dan grandes
trasformaciones, este tipo de acciones genera identidades colectivas, como sentimientos de
pertenencia a un grupo, la cual se va desarrollando con la participación cotidiana en la con-
secución del hábitat popular.51

No es posible satisfacción de las necesidades de manera lineal, ni de manera pirami-


dal como se ha planteado en las teorías de las motivaciones humanas,52 las necesidades no
son secuenciales, sino simultáneas, lo cual quiere decir que no suceden unas detrás de las
otras ni unas requieren de la satisfacción de las anteriores, sino que suceden simultáneamen-
te, sinérgicamente.

48
Varela P. y Bosoer V. (s/f). Agencia y estructura: Reflexiones en torno a la teoría de la estructuración.
49
El estado es el responsable de proveer de los servicios e infraestructura urbana necesaria para los asentamientos
irregulares, dado que los asentamientos irregulares carecen de su reconocimiento, se hace referencia a la ausencia
del estado en estos términos.
50
Un ejemplo de ello son los más de 200 estudios de caso de Elinor Ostrom.
51
El hábitat popular es un término utilizado en estudios urbanos, se refiere a ambiente, ecosistema, naturaleza,
entorno.
52
Doyal y Gough, son fuertes críticos de la teoría de las necesidades de Maslow. Critican la secuencia estrictamen-
te temporal de motivaciones de Maslow.

CAPÍTULO Iii 293


Las necesidades tanto axiológicas como fisiológicas, solamente podrán satisfacerse
si se tiene un espacio donde habitar. En la medida en que las necesidades comprometen,
motivan y movilizan a las personas, son también potencializadoras (Max Neef, Elizalde y
Hopenhayn, 1993). Estos autores creen que las necesidades no se satisfacen, sino que se
viven, se realizan, esto quiere decir que las necesidades son vivenciadas y cualitativas.

En la figura 1 es posible observar cómo es que las necesidades se entrelazan, para


poder ser cubiertas, las necesidades existenciales, están estrechamente ligadas a las necesi-
dades desde el punto de vista axiológico.

El papel de las instituciones en la satisfacción de las necesidades en el territorio

La construcción social del territorio y la definición de la identidad cultural son accio-


nes colectivas con un marco institucional que regula las actividades de los actores locales
que participan en el proceso. Kirsten Appendini y Monique Nuijten (2002) y Ostrom (2009)
han abordado el papel de las instituciones en el territorio permitiendo una interpretación que
toma en cuenta la acción colectiva de los actores sociales. Las instituciones estructuran re-
laciones en distintos campos, tanto en lo económico, lo social, lo político de manera simul-
tánea, están mayormente definidas en términos de creencias, normas y reglas que permiten
el desarrollo de estas funciones. (Uphoff, 1986; North, 1990; Ostrom, 1995; Scott, 1995; en
Appendini y Nuijten, 2002).

Figura 1. Necesidades Humanas


Protección
Subsistencia Identidad
Atributos personales Libertad
o colectivos

SER

Instituciones normas Espacios


Mecanismos Ambientes
herramientas TENER ESTAR
Procesos sustentables
Afecto
Entendimiento
Participación HACER
Acciones personales o colectivas
Ocio

Fuente: Elaboración propia a partir de Manfred Max Neff, Elizalde y Hopenhayn, (1993) Hinkelammert y
Mora (2013, p. 36)

CAPÍTULO Iii 294


Las organizaciones están más definidas en términos de estructuras de funciones re-
conocidas y aceptadas. Un elemento que rescatamos de Appendini y Nuijten, es el de las
prácticas organizativas que hacen referencia a las distintas acciones y estrategias que sigue
la gente para mantener y desarrollar su subsistencia cotidiana y otros proyectos de vida.

Berkes (2002 citado por Flores, s/f) afirma que la mejor gestión del territorio se con-
sigue por la relación trans-escalar entre los distintos niveles institucionales, una relación
que establezca vínculos entre la institucionalidad local y las institucionalidades externas a
la localidad, fortaleciendo mecanismos de reglamentación flexibles y ágiles. Es así como se
pueden aprovechar mejor las institucionalidades locales, coherentes con la cultura local, ya
que a veces ocurre que su formalización en otros niveles institucionales puede promover su
fortalecimiento y crear una forma adecuada de gobernanza.

Tanto las dimensiones informales de los recursos institucionales como los aspectos
formales y estructuras son necesarios para que sea establecido el sistema económico del
territorio. Las organizaciones e instituciones son raramente privadas o públicas, muchas
instituciones exitosas son una mezcla de instituciones de tendencia privada y de tendencia
pública que desafía clasificaciones en una dicotomía estéril (Ostrom, 1995). Esta autora, al
reconocer que existe una dimensión informal de los recursos institucionales, da un lugar a la
comunidad como gestora/creadora de sus propios recursos mediante la acción colectiva, la
cual libera y amplía la acción individual. Las instituciones formales e informales existentes
determinan la manera de ser, hacer, tener y estar en el territorio corresponden a un determi-
nado tipo de racionalidad.

Actividades productivas e instituciones en el territorio

Desde un pensamiento único y utilitarista, la economía es el sistema de asignación


de recursos a fines, cuya organización óptima para regular el uso de lo escaso es el mercado,
hecho que afecta toda actividad humana; esta propuesta niega la complejidad del compor-
tamiento humano e invisibiliza la heterogeneidad por un tipo ideal de racionalidad modeli-
zado como el homo economicus, individual, egocéntrico, utilitarista, indiferente del otro y
despiadadamente competitivo.

Desde su origen, el sistema de mercado no es la reproducción de la vida sino la acu-


mulación de capital. En contraposición, Coraggio destaca que el comportamiento humano
se explica por combinaciones no universales de interés egoísta, la obligación, el cálculo,

CAPÍTULO Iii 295


la espontaneidad, la solidaridad y otros móviles que no son intrínsecos sino culturalmente
instalados.

Este autor, define a la economía como el sistema de normas, valores, instituciones y


prácticas que se da históricamente en una comunidad o sociedad para organizar el metabo-
lismo seres humanos-naturaleza mediante actividades interdependientes de producción, dis-
tribución, circulación y consumo de satisfactores adecuados para resolver las necesidades
y deseos legítimos de todos, definiendo y movilizando recursos y capacidades para lograr
su inserción en la división global del trabajo, todo ello de modo de reproducir de manera
ampliada (vivir bien) la vida de sus miembros actuales y futuros así como su territorio.

Autores como Coraggio, Laura Collin (2009) entre otros, consideran que deben pro-
piciarse valores y prácticas de solidaridad económica que propicien el cuidado de la satis-
facción de las necesidades de todos los miembros de los grupos domésticos primarios a que
se pertenece (OIKOS) y la extensión de ese cuidado a otros individuos o comunidades,
mediante formas colectivas de corresponsabilidad social y ambiental, cooperación, recipro-
cidad, redistribución, por altruismo y porque sin ese entorno favorable la reproducción de
los grupos primarios propios es imposible, en el entendido que la economía es parte de la
cultura en un sentido amplio. De tal suerte que la economía popular solidaria plantea solida-
ridad humana, solidaridad con la naturaleza y solidaridad con la cultura.

A continuación, se presenta una tabla con lo que podríamos denominar valores/insti-


tuciones de la economía social solidaria:

Tabla 2. Valores de la economía social solidaria

Economía social y solidaria Economía capitalista

Solidaridad Competencia
Diversidad Homogeneización
Equidad Concertación
Autogestión Poder
Ecumenismo Sectarismo
Comunidad Individualismo

Fuente: (Collin, 2009)

CAPÍTULO Iii 296


Los valores, normas e instituciones de cada tipo de economía, determina la manera
en que el ser humano se apropia, circula, transforma, consume y excreta residuos al medio
ambiente, es decir, determina el modo de estar en el territorio.

II. Marco de análisis institucional IAD

Con lo hasta aquí expuesto es posible ver la complejidad contenida en el territorio,


con una diversidad de actores con intereses diversos, en un ambiente multidimensional,
económico, político, ambiental, social y espiritual. Para una mejor comprensión de la diver-
sidad de los procesos que alberga, las interacciones humanas y sus resultados en diversos
contextos, se diseñó el marco institucional y desarrollo, creado por investigadores de la
Workshop liderado por Elinor Ostrom. Este marco contiene un conjunto de variables que un
analista institucional puede utilizar para examinar una gran diversidad de contextos, inclu-
yendo las interacciones humanas en mercados, compañías privadas, familias, comunidades,
organizaciones, legislaturas e instituciones de gobierno; su uso abre la posibilidad de hacer
diferentes acercamientos al fenómeno de estudio, permite el análisis de las consecuencias
formales de las acciones de los individuos, a partir de supuestos específicos en la motivación
de los actores y en la estructura de las situaciones que enfrentan.

El núcleo del marco de análisis es el concepto de situación de acción, que se ve afec-


tada por variables externas. Las categorías más amplias de los factores externos que afectan
las situaciones de acción en un determinado tiempo incluyen:

a) Las condiciones biofísicas del territorio, pueden determinarse mediante los dife-
rentes tipos de bienes de acuerdo a su sustractabilidad.

b) Los atributos de la comunidad, que pueden incluir la historia, conocimientos, ins-


tituciones, costumbres.

c) Las reglas de uso expresan específicamente la comprensión compartida de los


participantes en relación a temas como quienes deben, no deben, o podrían llevar
a acabo que acciones, y a quienes que a su vez puedan afectar a otros sujetos con
acciones. Las reglas en uso pueden modificarse en el tiempo a partir de que algunos
participantes con ciertas acciones interactúen con otros en una variedad de situacio-
nes. Véase la siguiente figura:

CAPÍTULO Iii 297


Figura 2. Marco para el análisis institucional.

Fuente: Adaptado de E. Ostrom (2009, p. 10)

El conjunto de variables externas impacta la situación de acción, generando patrones de inte-


racciones y resultados que son evaluados por los participantes en la situación de acción, retro-
alimentando a las variables externas y a la situación de acción.

Para analizar la situación de acción, es necesario identificar:

1. Las características de los actores involucrados.

2. Las posiciones de los actores.

3. El conjunto de acciones por las que los actores pueden optar en asuntos específicos
de un árbol de decisiones.

4. Los resultados que afectan a los actores de manera conjunta.

5. El conjunto de funciones que ubican a los actores y las acciones en los nodos de de-

CAPÍTULO Iii 298


cisión derivando en resultados intermedios y finales.

6. Los beneficios y costos asignados a las relaciones de las acciones seleccionadas y los
resultados obtenidos.

La figura 3, muestra las partes funcionales internas de una situación de acción, los
actores como las acciones son asignados a posiciones determinadas por la información que
se tiene tanto de las variables internas como de las variables exógenas, en todo el proceso
hay una comunicación no lineal, a cada acción hay un resultado y se retroalimenta el sis-
tema.

Figura 3. La estructura interna de una situación de acción.

Fuente: Adaptado de E. Ostrom, (2009, p. 12).

Estudio de Caso: Comunidad Ecológica Jardines de la Mintzita

El manantial de la Mintzita se encuentra ubicado a 7.5 kilómetros al suroeste de la


ciudad de Morelia, colinda al norte con San Isidro, al sur con Uruapilla y la presa de Cointzio,
al este con la Tenencia Morelos y la presa de Cointzio, al oeste con lomas del divisadero, y al

CAPÍTULO Iii 299


noroeste con San Lorenzo.53 Forma parte de la subcuenca del Lago de Cuitzeo, tributario de la
Cuenca Lerma-Chapala en el Estado de Michoacán, México.54

En el siguiente mapa se presenta la localización correspondiente a la zona de estudio.

Mapa 1. Ubicación de la Comunidad Ecológica Jardines de la Mintzita

Fuente: Estudio de impacto ambiental de la comunidad ecológica Jardines de la Mintzita. Cendejas


(2014).

I. Condiciones biofísicas55

La comunidad ecológica jardines de la Mintzita está asentada a un costado del ma-


nantial Mintzita, el segundo manantial en importancia del Estado de Michoacán con un
aporte de 1041.11 litros por segundo, proporciona el 33.09% del agua que se consume en

53
http://www.morelia.gob.mx/micrositio-areas-naturales-protegidas/areas-naturales-protegidas-manan-
tial-la-mintzita
54
http://ramsar.conanp.gob.mx/docs/sitios/FIR_RAMSAR/Michoacan/La%20Minzita/LA_MINTZITA_FIR.pdf
55
El apartado correspondiente a las características biofísicas de la zona de estudio, corresponde a la información
contenida en la ficha informativa de los humedales de Ramsar, versión 2009-2012. Disponible en: http://ramsar.
conanp.gob.mx/docs/sitios/FIR_RAMSAR/Michoacan/La%20Minzita/LA_MINTZITA_FIR.pdf

CAPÍTULO Iii 300


la ciudad de Morelia (Programa de Desarrollo Urbano del Centro de Población Morelia,
2004).

En enero del 2005, el manantial la Mintzita fue decretado como Área Natural Prote-
gida con el carácter de «Zona Sujeta a Preservación Ecológica», con un polígono de 413.18
hectáreas. En febrero de 2009, 56.83 ha. fueron declaradas como sitio Ramsar, mismas que
están incluidas dentro del polígono del Área Natural Protegida de jurisdicción estatal y está
conformada por la zona del manantial, el espejo de agua, el área de vegetación subacuática
y una porción de vegetación terrestre donde se ubican algunas especies arbóreas de distribu-
ción restringida.

La riqueza biológica de este cuerpo de agua es de gran interés por la confluencia de las
especies de peces, de aves migratorias y la vegetación terrestre. Este humedal puede conside-
rarse como una amplia zona transicional, confiriéndole gran importancia ecológica y biogeo-
gráfica.

a) Tenencia de la tierra / régimen de propiedad

Dentro del sitio Ramsar, el área correspondiente al manantial, al ser propiedad de


la nación queda bajo resguardo de Comisión Nacional del Agua, el cual incluye la zona de
manantial y el vaso. El régimen de propiedad del sitio es en su mayoría ejidal (San Nicolás
Obispo) pero debido a la venta de terrenos por parte de los ejidatarios, los asentamientos irre-
gulares y la pequeña propiedad han incrementado considerablemente; en la zona circundante,
al Norte existen pequeñas propiedades que han sido ocupadas por asentamientos irregulares,
al Noreste se encuentra la industria papelera CRISOBA, al Sur y al Oeste la tenencia de la
tierra es ejidal.

b) Uso actual del suelo

Dentro del sitio Ramsar, el sitio es usado por un grupo de pescadores. El agua potable
que se consume en la ciudad de Morelia se extrae por medio de pozos administrados por el
organismo operador de agua potable de Morelia y por medio de pipas propiedad del estado y
particulares. En la zona circundante /cuenca: La mayor parte de la zona es utilizada como zona
de cultivo y vivienda y en pequeña escala para el pastoreo y acuicultura. Se encuentra además
la Industria papelera que utiliza el agua del manantial para sus procesos de fabricación, regre-

CAPÍTULO Iii 301


sándola hacia el canal que desagua en el Río Grande de Morelia.

Con lo antes expuesto, se deja entrever la situación que se enfrenta en esta zona en un
primer momento a la identificación de diferentes tipos de bienes presentes en el territorio.

En el esquema anterior se representa de manera general los cuatro tipos de bienes que
afectan de manera diferenciada los problemas que enfrentan los pobladores al diseñar institu-
ciones que les permitan proveer, producir y consumir diversos bienes (Ostrom, 2009).

Figura 4. Cuatro Tipos de Bienes, Ostrom, 1990

Sustractibilidad de uso

Dificultad Alta Baja


de excluir Alta RUC: Cuencas hidrológicas, lagos, Bienes públicos: la paz, la seguridad de una co-
sistemas de irrigación, pesquerías munidad, la defensa nacional, el conocimiento,
beneficiarios bosques, etc. la protección contra incendios, los pronósticos
potenciales del tiempo, etc.

Baja Bienes privados: comida, ropa, au- Bienes tarifa: los cines, los clubs privados, las
tomóviles, etc. guarderías, etc.

Fuente: Ostrom (2009, p. 09).

En este territorio, como en muchos otros, nos encontramos ante diferentes tipos de
bienes a diferenciar: los bienes privados, los bienes públicos y los bienes de uso común.
En el caso de estudio, mediante este esquema se identifica el manantial, el agua como un
recurso de uso común.

En relación con los derechos de propiedad, un recurso de uso común puede ser po-
seído y manejado como propiedad gubernamental, propiedad privada, propiedad comunal
o no ser poseído por nadie. Jhon R. Commons56 (1924) conceptualiza los sistemas de dere-
chos de propiedad como si contuvieran racimos de derechos en lugar de un único derecho.
De esta manera a través del trabajo de Elinor Ostrom se identificaron cinco derechos que
los usuarios de un recurso pueden tener: 1) Acceso, 2) cosecha, 3) Manejo, 4) Exclusión,
y 5) Alienación. Justo estos derechos requieren de un plan de manejo para determinar su

56
En la conferencia de Elinor Ostrom al recibir el premio nobel (2009, p. 16)

CAPÍTULO Iii 302


mejor aprovechamiento, pero sobre todo su protección y cuidado para asegurar su perma-
nencia en el tiempo, en tanto recurso de uso común.

II. Atributos de la comunidad

La Comunidad ecológica Jardines de la Mintzita se conformó por 55 familias de


escasos recursos económicos, en su mayoría migrantes nacionales provenientes de distintas
comunidades de Michoacán y otros estados. El proyecto de colonia ecológica se planteó en
el 2001, su preocupación es cuidar y fortalecer la comunidad, bajo el lema “La Tierra no
nos pertenece, nosotros pertenecemos a ella”.

a) Forma de organización social

Al interior de la comunidad se tiene una organización que favorece la unión y parti-


cipación activa de los integrantes. Las decisiones que marcan el rumbo de sus acciones, se
toman mediante asambleas, con el propósito de resolver problemas, plantear propuestas y
tomar acuerdos que ayuden a la comunidad para seguir en constante crecimiento personal
y en colectivo. Se toman decisiones a partir del consenso.

b) Manejo de ecotecnias

Desde que se plantearon el proyecto de comunidad ecológica han hecho uso de di-
versas ecotecnias, tales como la i) Utilización de sanitarios secos; ii) cisternas de cosecha
de agua de lluvia; iii) Estufas ahorradoras; iv) calentadores solares; v) casas construidas
con huertos orgánicos; vi) lombricompostas y vii) manejo de aguas grises.

c) Actividades económicas

Las familias en resistencia como se autodenominan, llevan a cabo diferentes activi-


dades económicas como:

1. La venta de materiales reciclados (papel, cartón, envases PET, entre otros)

CAPÍTULO Iii 303


2. Huertos de traspatio para el autoconsumo de las familias donde la principal
producción esta designada a verduras y plantas medicinales.

3. La cría y venta de animales como cabras, conejos, gallinas, puercos, patos


de los cuales se obtienen productos alimenticios. cuya finalidad es el abasteci-
miento de las necesidades alimentarias de las familias dentro de la comunidad.

4. Venta de alimentos elaborados en la comunidad a través de talleres produc-


tivos como la elaboración de pan integral, carne vegana (productos elaborado
en un taller comunal-participativo)

5. Parcelas agrícolas para la producción de granos para autoconsmo.

6. Al menos uno de los miembros de cada familia de la comunidad (ya sea


hombre o mujer) tienen un empleo, aportando ingresos a la economía fami-
liar.

d) Actividades sociales y culturales

En la Comunidad Ecológica se tienen establecidas diversos talleres basados en el


respeto y la convivencia, impartidos por los mismos integrantes de la comunidad, gustosos
por compartir su conocimiento. La finalidad es proporcionar bienestar personal y fortalecer
los lazos sociales y comunales, entre las actividades se encuentran: i) taller de Danza; ii)
taller de Música; iii) taller de cocina; iv) los talleres de guitarra y de danza indígena y v)
taller de medicina alternativa.

e) Tipos de relaciones con el exterior (interacciones)

Los miembros de la comunidad tienen vínculo con otros actores/sectores en el te-


rritorio. Uno de ellos es la academia a través de proyectos de investigación en la zona, o
mediante la os lazos comunitarios a través de las faenas, la auto-organización comunal, la
integración familiar, la solidaridad y reciprocidad, la educación ambiental y el cuidado y
defensa del territorio.

III. Reglas de uso

CAPÍTULO Iii 304


Las reglas de uso corresponden únicamente al interior de la comunidad ecológica.
La construcción de la vivienda corresponde a una elección consensada, ha de construirse
con materiales de rehúso, se ha de tener un manejo adecuado de los residuos, por lo que
se han implementado ecotecnias, hay una negación a construir y a vivir de la manera con-
vencional en bien del manantial, solamente se toma de la naturaleza lo que se necesita para
vivir.

IV. Situación de acción

La identificación de riesgos al proyecto de la comunidad, corresponde a las varia-


bles exógenas identificadas en la zona. A efecto de elaborar un marco de análisis de la
situación, retomamos algunos elementos centrales:

1. La comunidad ecológica Jardines de la Mintzita tiene 15 años de haberse confor-


mado con población migrante originaria tanto de otros estados de la república como
del interior del estado, se asentaron en el año 2001.

2. El estatus ecológico del manantial de la Mintzita por su importancia ecológica: ha


sido nombrada Área Natural Protegida mediante decreto en el año 2005, y humedal
de gran importancia, y sitio Ramsar a partir del año 2009.

3. Un factor de riesgo para los pobladores de esta zona es la tenencia de la tierra/ré-


gimen de propiedad; el área correspondiente al manantial es propiedad de la nación
y queda bajo resguardo de comisión nacional del agua, incluye el área del manantial
y el vaso. Actualmente en teoría, está bajo el reguardo y protección de la Secretaria
de urbanismo y medio ambiente.

4. Las principales situaciones que preocupan a los habitantes de la Mintzita es que


los pobladores de las colonias La princesa Mintzita, San Nicolás Obispo, San Anto-
nio, Cointzio, Tenencia Morelos, Nueva Mintzita, La Mintzita, y además la indus-
tria papelera CRISOBA, vierten sus aguas residuales al manantial provocando la
contaminación inmediata de éste lo que provocaría que fuese inaccesible para con-
sumo humano además de afectar a las especies que viven en este medio acuático.

5. Adicional a esta problemática, los miembros de la comunidad identifican y ad-


vierten que hay un riesgo inminente con el modelo actual de desarrollo, a partir
del Plan Parcial de Desarrollo para la zona Suroeste de Morelia, impulsado por el

CAPÍTULO Iii 305


gobierno en turno, se teme que el manantial se continúe contaminado y se propicie
su agotamiento.57

6. Mediante la información recabada a partir de investigaciones académicas en la


zona y el estudio y análisis de comunicados e informes oficiales es posible cono-
cer las condiciones de riesgo para el manantial la Mintzita y su zona de recarga.
Al continuar con el desplazamiento de la mancha urbana hacia la zona suroeste de
Morelia, y la construcción de fraccionamientos se deteriora el territorio, afectando
a la principal zona de recarga del manantial.

Las familias en resistencia de la comunidad jardines de la Mintzita, diversos colec-


tivos, casas del estudiante, pobladores de comunidades vecinas, familias de la comunidad
de San Javier Xanamurú y miembros de la sociedad que han venido acompañando el mo-
vimiento se propusieron estudiar y analizar la problemática de la zona en cuanto al recurso
hídrico y el territorio, consecuencia de ello se plantea la inquietud de organizar un evento
cuyo propósito era difundir tal problemática como resultado surge la Feria del agua y tian-
guis la gotita itinerante.

El primero de ellos el 5 de octubre del 2014 en el centro de la capital, hasta ahora se


han llevado a cabo 13 eventos en comunidades cercanas, con estas actividades comparten
la alegría por la vida y la resistencia, se difunde información, preocupaciones, sueños y
esperanzas, así como alternativas frente al modelo de desarrollo capitalista.

La naturaleza del caso de estudio, como hasta este momento se ha mostrado, no


puede ser abordado desde una perspectiva simple, las formas en que los ciudadanos parti-
cipan en diversas actividades obliga a crear marcos conceptuales, teorías y modelos más
complejos para comprender la diversidad de problemas que enfrentan los seres humanos
al interactuar en las sociedades contemporáneas (Ostrom, 2009). En la siguiente figura, se
presenta de manera simplificada el contexto en el cual se desarrolla la experiencia de la
comunidad ecológica Jardines de la Mintzita, proporcionando una idea de los elementos
que la componen contribuyendo así a una mejor comprensión de los procesos que están
desarrollando como comunidad en resistencia.

57
Algunos planteamientos del Plan son; anotar cosas del manifiesto, y buscar el documento en internet para re-
ferenciarlo. Algunos planteamientos del Plan son; anotar cosas del manifiesto, y buscar el documento en internet
para referenciarlo.

CAPÍTULO Iii 306


Figura 5. Marco para el análisis institucional

III. Reflexiones Finales

A manera de conclusión, se presentan algunas reflexiones mismas que separan en dos


secciones, la primera corresponde a la construcción del territorio en Jardines de la Mintzita, la
segunda parte describe la acción colectiva en defensa del territorio desde la perspectiva de los
bienes comunes.

1. Construyendo el territorio

Existen formas diversas de producción de ciudad, los asentamientos irregulares es una


de ellas, tal es el caso de la comunidad ecológica jardines de la Mintzita que ha organizado su
vida en común en un territorio problemático en tres vías: es un asentamiento irregular, es cata-
logado como área natural protegida y además Sitio Ramsar, hay un gran interés de las empresas
y del Estado en urbanizar la zona.

Como asentamiento irregular, ante la necesidad de vivienda los pobladores de esta co-
munidad han logrado organizarse a fin de satisfacer tanto sus necesidades axiológicas ( a través
de la construcción de viviendas, cultivos de traspatio, cuidado de animales, uso de ecotecnias y

CAPÍTULO Iii 307


la creación de talleres, entre otras) como las existenciales, y esto ha sido posible, precisamente
por su ubicación, por su cercanía con el manantial Mintzita. situación que ha marcado de mane-
ra importante su andar, esta ubicación ha permitido a los pobladores conocer otras alternativas
de vida, una renovada forma de relacionarse con la naturaleza.58

Las dinámicas internas y los acuerdos al interior de la comunidad así como la creación
de instituciones / valores por los pobladores de la comunidad, el impulso de actividades basa-
das en la solidaridad, la cooperación, la compartencia de saberes y la confianza, son prácticas
que han favorecido la creación de vínculos con otras comunidades y colectivos, permitiendo en
alguna medida trabajo colaborativo intersectorial; todas estas prácticas son características de la
economía popular solidaria. La forma de vida de esta comunidad se destaca por vivir la solida-
ridad humana, la solidaridad con la naturaleza, con la cultura y con la economía.

Esta forma de organización al interior de la comunidad, la forma de relacionarse con la


academia, con la sociedad civil, y con otros colectivos que coinciden en la idea de un mundo
mejor, son prácticas de vida contribuyen a disminuir el grado de vulnerabilidad ambiental en
la zona y podría ser considerada una innovación social; es una elección de vida con énfasis en
la educación de los hijos en el aprecio y cuidado del medio ambiente y una vida encaminada a
principios de sustentabilidad.

2. Defensa del territorio

Desde la creación de la comunidad ecológica jardines de la Mintzita en el año 2001, los


pobladores asumieron la responsabilidad del cuidado, limpieza y conservación del manantial
Mintzita mucho antes de ser catalogada como área natural protegida y sitio Ramsar.

En la actualidad ante la ausencia de un plan de manejo institucional, en donde no hay


reglas de acceso, ni limitaciones en cuanto a la extracción del recurso por parte de la institución
formal ni a nivel comunitario, este recurso de uso común59 está en un gran riesgo ante el impul-
58
Una forma de comprender la relación sociedad - naturaleza, la proporcionan Toledo y González de Molina
(s/f) al utilizar el término de metabolismo social. Lo que plantea el metabolismo social es que los seres humanos
organizados en sociedad, independientemente de su situación en el espacio (formación social) y en el tiempo (mo-
mento histórico), se apropian, circulan transforman, consumen y excretan materiales y/o energías provenientes del
mundo natural, ya sea ellos mismos o bien mediante las condiciones del mercado de bienes y servicios. Al realizar
estas actividades, se genera una situación de determinación recíproca entre la sociedad y la forma en que se afecta,
transforma y se apropia de la naturaleza, y condiciona la manera como se configuran las necesidades.
59
Se utiliza el termino RUC, tanto para los que sean de iure, como para los que sean de facto y para todas las situa-
ciones en las que un grupo de individuos tenga acceso en conjunto a un número determinado de recursos naturales
que involucran niveles parciales de exclusividad y de sustractabilidad (Ostrom, 1990 en Cárdenas, 2009).

CAPÍTULO Iii 308


so del Plan parcial de desarrollo para la zona suroeste de Morelia, el cual promueve y aprueba
la construcción de fraccionamientos en la zona, entre otros proyectos, afecta de manera directa
a la principal zona de recarga del manantial, recordemos que el manantial provee de un 33% a
un 35% de agua a la población de Morelia; conscientes de ello la creación de instituciones entre
los pobladores de Jardines de La Mintzita destaca por su doble propósito: proteger el medio am-
biente y construir una comunidad solidaria, una de las acciones más contundentes es la creación
de la Feria del Agua y Tianguis “La gotita” impulsado en el año 2014 cuyo propósito es difundir
la problemática del agua en cuanto a su abastecimiento y la creación de un tianguis de trueque.

Todos estos elementos son de gran trascendencia ya que al hablar de un proyecto trans-
formacional y del cuidado y defensa del territorio aborda de manera directa el tema de la sus-
tentabilidad como medio y forma de vida, acercándonos al ecologismo de los pobres60 y la idea
de gobernanza socio – ecológica.61

60
Joan Martínez Allier, aborda con el ecologismo de los pobres, aquellas acciones que llevan a cabo los grupos de
personas en el cuidado de los recursos que hacen posible las condiciones de vida.
61
Para abordar la idea de gobernanza socio-ecológica, se considera el ejemplo del trabajo colectivo de Elinor
Ostrom, en cuanto al manejo de recursos de uso común, la creación de reglas, normas y sanciones al interior del
grupo. Generando así, los procesos de gobernanza socio ecológica.

CAPÍTULO Iii 309


Obra citada

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CAPÍTULO Iii 310


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view=article&id=421&catid=14&Itemid=31[/div2]

CAPÍTULO Iii 311


El distintivo “S”, reconocimiento al compromiso
sustentable del sector hotelero. Un breve
análisis para la ciudad de Guanajuato

Alicia Osorio García62

Diana del Consuelo Caldera González63

Resumen: El Programa de Calidad Distintivo “S” fue creado e impulsado por la Secretaría de
Turismo en el año 2012 para reconocer las buenas prácticas sustentables desarrolladas por las
empresas turísticas que operan en México bajo los criterios globales de sustentabilidad, a través
de una certificación. La implementación de este programa busca fortalecer el desempeño de las
empresas turísticas mexicanas para aprovechar el potencial del sector y con ello generar una
economía dinámica y creciente.
Este trabajo tiene como objetivo analizar el impacto y alcances del Programa de Calidad Dis-
tintivo “S” en la industria hotelera de la ciudad de Guanajuato, en cuanto a sustentabilidad se
refiere. El enfoque es de corte descriptivo y está basado en investigación documental de fuentes
primarias y secundarias de información.
El turismo es un sector estratégico para la generación de empleos y el desarrollo nacional; de
tal modo que es necesario adoptar prácticas que promuevan tanto el fortalecimiento del sector
como el aprovechamiento y conservación de los recursos naturales. Así, es importante analizar
cómo este programa ha contribuido a la conservación del medio ambiente en una ciudad cono-
cida internacionalmente como Patrimonio Mundial de la Humanidad.
Los resultados del análisis en términos de cifras muestran que en México sólo 56 empresas han
obtenido y mantienen la certificación, y lo que resulta revelador es que en la ciudad de Guana-
juato ninguna empresa del sector cuenta con dicha distinción.

62
Licenciada en Administración de Empresas Turísticas. Email: ali.osga@gmail.com
63
Maestría en Administración (PNPC, CONACYT) de la Universidad de Guanajuato. Email: calderadi@gmail.
com

CAPÍTULO Iii 312


Las conclusiones preliminares apuntan hacia el hecho de que el no poseer la certificación no
significa necesariamente que las empresas hoteleras no realicen actividades en pro del medio
ambiente. Por ejemplo entre las prácticas más recurrentes encontramos el ahorro del agua y de
la electricidad. Vale la pena reflexionar en torno a si estas actividades se realizan consciente-
mente por una conservación ambiental o bien por un tema de reducción de costos.
Finalmente es preciso mencionar que dado que la certificación del Distintivo “S” no es de carác-
ter obligatorio, muchas empresas del sector optan por no someterse a la evaluación, por lo cual
es menester reflexionar en torno a la efectividad de este programa y el logro de sus objetivos.

Palabras clave: Prácticas sustentables, sustentabilidad, empresas hoteleras.

Summary: The Distinctive Program Quality “S” was created and promoted by the Ministry of
Tourism in 2012 to recognize good sustainable practices developed by tourism companies ope-
rating in Mexico under global sustainability criteria through certification. The implementation
of this program seeks to strengthen the performance of Mexican tourism businesses to harness
the potential of the sector and thereby generate a dynamic and growing economy.
This paper aims to analyze the impact and scope of the program distinctive “S” in the hospitality
industry of the city of Guanajuato, in terms of sustainability is concerned. The focus is descrip-
tive and is based on documentary research of primary and secondary sources of information.
Tourism is a strategic sector for job creation and national development; so it is necessary to
adopt practices that promote both the strengthening of the sector and the use and conservation
of natural resources. So it is important to analyze how this program has contributed to the envi-
ronmental conservation in a city internationally known as World Heritage.
The results of the analysis in terms of figures show that in Mexico only 56 companies have
obtained and maintain certification, and what is revealing is that in the city of Guanajuato any
company of the sector has that distinction.
The preliminary conclusions point to the fact that not having the certification does not neces-
sarily mean that hotel companies do not carry out activities for the environment. For example
among the most recurrent practices are saving water and electricity. It is worth reflecting on
whether these activities are consciously made by an environmental or conservation for cost-cu-
tting theme.
Finally it is precise mention that since certification distinctive “S” is without a mandatory cha-
racter, many companies choose not to undergo the assessment, so it is necessary to reflect on
the effectiveness of this program and achieving his objectives.

Keywords: Sustainable practices, sustainability, hotel companies.

Introducción

Hoy en día el término sustentabilidad ha cobrado gran importancia. Entidades públicas


y privadas como gobierno, organizaciones civiles y empresas han puesto especial atención al
tema. Ante el acelerado crecimiento poblacional, la escasez de recursos primarios, el cambio

CAPÍTULO Iii 313


climático y la contaminación, resulta indispensable realizar acciones en pro de la naturaleza
con el fin de lograr un escenario competitivo para las empresas. En este sentido, las empresas
hoteleras de la ciudad de Guanajuato buscan aumentar su competitividad a través de diferentes
prácticas, entre estas las prácticas sustentables.

El término de sustentabilidad tiene sus orígenes con el Informe “Nuestro Futuro Co-
mún” o mejor conocido como “Brundlant” en 1987, en el cual se define como “aquél tipo de
desarrollo que satisface las necesidades del presente sin comprometer las necesidades de las
futuras generaciones” (ONU, 1987), refiriéndose a tres dimensiones básicas: a) lo económico,
b) lo ecológico, y c) lo social.

Es importante conocer que el sector turismo es uno de los más dinámicos y de ma-
yor crecimiento de las últimas cinco décadas. Conforme con McIntosh et al., (2001) el sector
turístico es considerado como el más grande del mundo, superior al del automóvil, el acero,
productos electrónicos y la agricultura. Sin embargo, es necesario tomar en cuenta que inde-
pendientemente de los beneficios económicos que genera también causa impactos negativos al
medio ambiente y a la cultura del lugar.

En nuestro país este sector se establece como uno de los pilares emergentes de la econo-
mía al contribuir con el 5.9% del empleo total de la economía mexicana según la CST- INEGI
2013 base 2008 (INEGI, 2015). La actividad turística, conocida como la industria sin chime-
neas es generadora de empleos y divisas; para el caso de nuestro país contribuye significativa-
mente al Producto Interno Bruto (PIB) con un 8.7% de acuerdo a la Cuenta Satélite de Turismo
2013 base 2008 (INEGI, 2015). Si bien es cierto que año tras año el volumen de gasto del tu-
rismo nacional e internacional ha incrementado; es necesario destacar que, en comparación con
otras regiones o países con la misma calidad en los servicios turísticos, nuestro país capta un
porcentaje significativamente menor de divisas debido a la volatilidad de la moneda nacional.

El turismo se considera un sector estratégico que fomenta el desarrollo nacional, además


de integrar a los habitantes de las diversas comunidades, alentando al desarrollo de las habili-
dades individuales. En el marco del Plan Nacional de Desarrollo 2013-2018 se ha determinado
al sector turismo como área prioritaria para el empleo de esfuerzos que contribuyan al fortaleci-
miento de la economía del país y la generación de empleos. Fortaleciendo lo ya mencionado, la
actividad turística nacional contribuye al crecimiento económico y social, elevando la calidad
y el nivel de vida de la población a través de la generación de empleos, la captación de divisas
y el desarrollo regional (Guzmán-Sala, 2008).

CAPÍTULO Iii 314


México es considerado la décima potencia en lo que respecta a la captación de divisas
por actividad turística al formar parte de los 10 países más importantes del mundo como destino
turístico, donde Francia, Estados Unidos y España, encabezan la lista, al registrar una dinámica
elevada en la llegada de turistas internacionales (UNWTO, 2015). En el contexto mexicano se
estima el tercer sector más importante en la economía mexicana con una aportación al PIB del
8.7% de acuerdo a cifras de las CST- INEGI 2013 base 2008 (INEGI, 2015).

Metodología

El objetivo de este trabajo es analizar el impacto del distintivo “S” en el sector hotelero de
la ciudad de Guanajuato; la presente es una investigación de corte descriptivo, y se empleó como
herramienta la investigación documental de fuentes primarias y secundarias de información.

Desarrollo del tema

La ciudad de Guanajuato cuyo nombre es homónimo al del estado, posee gran impor-
tancia como destino turístico. Esto se debe a la belleza arquitectónica adaptada a la topografía,
lo que da lugar a un sinnúmero de callejones empedrados que llevan hasta las últimas casas de
los cerros que rodean el centro de la ciudad, los pequeños jardines y plazuelas. Otra caracterís-
tica que hace única a la ciudad de Guanajuato son los túneles que recorren toda la ciudad y que
actualmente son usados como viabilidades para vehículos automotrices. Debido a lo anterior,
la ciudad obtuvo en el año de 1988 la declaratoria de Patrimonio Mundial de la Humanidad por
la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO).

Es significativo decir que la ciudad durante la época del virreinato fue una de las más
importantes por su riqueza mineral; la actividad minera trajo bonanza a la región y con ello se
construyeron grandes haciendas, iglesias y mansiones, algunas de las cuales siguen en pie al
día de hoy. Es aquí también donde sucedieron relevantes hechos que contribuyeron a la Inde-
pendencia de México.

En el contexto de la oferta de actividades turísticas se encuentra una amplia gama de


opciones culturales, algunos de los sitios de mayor importancia turística son el primer cuadro
de la ciudad donde se encuentra el teatro Juárez, el edificio central de la Universidad de Gua-
najuato, iglesias y a un par de cuadras el callejón del beso, el mercado Hidalgo y la alhóndiga

CAPÍTULO Iii 315


de Granaditas. Un poco más alejado se encuentra el Paseo de la Presa que cuenta con hermosos
edificios coloniales, el museo de la Momias y la Valenciana.

Además de lo anterior, Guanajuato cuenta con cinco de los ciento once Pueblos Mágicos
de México, que son Dolores Hidalgo, Purísima del Rincón (Jalapa de Cánovas), Mineral de Pozos,
Salvatierra y Yuriria. Este programa liderado por la SECTUR en articulación con gobiernos esta-
tales y municipales busca revalorar distintas poblaciones de México, posicionándolas como alter-
nativas frescas y diferentes tanto para turistas nacionales como internacionales (SECTUR, 2016).

La afluencia de turistas se observa a lo largo de todo el año, pero principalmente en las tem-
poradas “altas” (que refieren al crecimiento de la actividad turística durante un periodo en razón de
vacaciones o festividades), es posible señalar cuatro temporadas de mayor incidencia en la captación
de turistas (Tabla 1), siendo la más importante para el sector hotelero el Festival Cervantino que se
lleva a cabo anualmente en el mes de octubre con una duración aproximada de tres semanas, en este
evento cultural se presentan conciertos, recitales, conferencias y otras actividades con exponentes de
varias partes del mundo y que atrae a miles de turistas nacionales y extranjeros.

Tabla 1. Temporadas altas más importantes en la Ciudad de Guanajuato

Actividad Fechas

Fiestas decembrinas 20 de diciembre al 07 de enero


Semana Santa Se ajusta al calendario religioso
Se ajusta a calendario escolar de
Vacaciones de verano
la SEP
Tres semanas de Octubre,
Festival Cervantino
ajustable

Fuente: elaboración propia

La oferta hotelera en la ciudad en este año se encuentra integrada de 136 hoteles con
3406 habitaciones disponibles según datos del Observatorio Turístico del Estado de Guanajuato
(OTEG, 2016). Para efecto de conocer el número de visitantes, los datos más recientes disponi-
bles muestran la afluencia de turistas del año 2014 (OTEG, 2014), año en el que se recibieron a
2, 114,809 visitantes, de los cuales el 63% son nacionales, 32% estatales y 5% internacionales
(OTEG, s.f.), en la tabla 2 se observan los principales emisores de cada uno de los anteriores.

CAPÍTULO Iii 316


Tabla 2. Origen de los visitantes

Procedencia
Nacional- 63% Estatal- 32% Internacional- 5%
Ciudad de México León Estados Unidos
Jalisco Irapuato Colombia
Estado de México Celaya Francia
Querétaro Salamanca Alemania
Michoacán Acámbaro Argentina

Fuente: elaboración propia con base al OTEG (s.f)

Como puede observarse en la tabla anterior, a nivel nacional los principales visitan-
tes provienen de la Ciudad de México; a nivel estatal provienen del municipio vecino de
León; y a nivel internacional son de Estados Unidos.

La ocupación hotelera en la ciudad de Guanajuato si bien se mantiene constante, se


observa por debajo de la media en los últimos siete meses de los años 2015-2016, alcan-
zando la ocupación más alta del periodo durante el mes de Octubre con un 51.68% y la más
baja en Febrero de 2016 con un 29.48 %. Los porcentajes de ocupación por mes se pueden
observar en la figura 1.

Figura 1. Ocupación hotelera al mes de Febrero 2016

Fuente: OTEG (s.f.)

Enfatizando en que Guanajuato es una ciudad patrimonio de la humanidad y que


las actividades turísticas se concentran en el primer cuadro de la ciudad la oferta hotelera
también se encuentra establecida en esta área, es decir, hasta un 60% de los hoteles han
adaptado casas coloniales para prestar servicios de hospedaje, razón por la cual en muchas

CAPÍTULO Iii 317


ocasiones debido a las condiciones mismas del inmueble y a los tramites que se deben de
realizar ante el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) para poder realizar
cambios estructurales no efectúan todas las practicas sustentables, principalmente aquellas
que suponen la instalación de equipos tecnológicos que permitan optimizar recursos como
el agua y electricidad.

El sector turístico es consciente del impacto de la actividad turística en el medio


ambiente, por lo que algunas empresas que integran el sector han adoptado medidas con el
objetivo de minimizar dicho impacto y al mismo tiempo aminorar costos. Algunas de las
prácticas implementadas de mayor observancia en los hoteles son el ahorro de agua y de
electricidad.

Lo anterior se enmarca en el concepto de sustentabilidad también denominada como


desarrollo sostenible y de acuerdo a ProMéxico (s.f) hace referencia a la “administración
eficiente y racional de los recursos, de manera tal que sea posible mejorar el bienestar de la
población actual sin comprometer la calidad de vida de las generaciones futuras”, mientras
que acotando la sustentabilidad al sector turismo para la Organización Mundial del Turis-
mo (OMT, s.f.) refiere al uso óptimo de los recursos medioambientales, el respeto a la au-
tenticidad sociocultural de las comunidades anfitrionas y el aseguramiento de la viabilidad
de las actividades turísticas a largo plazo. También sugiere que para lograr un desarrollo
sostenible es necesario la intervención de prestadores de servicios, turistas y gobierno con
la intención de fomentar prácticas turísticas sustentables y generar experiencias significa-
tivas. Por lo tanto, las prácticas sustentables se pueden definir como las “acciones llevadas
a cabo con la intención deliberada de cuidar el medio ambiente”.

A partir de la necesidad de homogenizar las prácticas sustentables en el sector turis-


mo, la Secretaria de Turismo crea en el año 2012 el Programa de Calidad Distintivo “S” y
que es otorgado a las empresas turísticas que operan bajo los criterios de sustentabilidad.
El objetivo primordial de la implementación de este distinto es “aprovechar el potencial
turístico de México para generar mayor derrama económica en el país; pues como bien se
sabe, el turismo representa la posibilidad de crear nuevos empleos, incrementar mercados
que preserven la riqueza natural y cultural, por lo que es indispensable consolidar el mo-
delo de desarrollo turístico sustentable, que compatibilice el crecimiento del turismo, a
través de la conservación y el mejoramiento de los recursos naturales así como culturales”
(SECTUR, 2015).

El distintivo “S” tiene una vigencia de un año y deberá ser renovada un mes previo a

CAPÍTULO Iii 318


su expiración. Por otro lado, el distintivo avala las certificaciones emitidas por EarthCheck
y Rainforest Alliance, empresas internacionales que promueven las buenas prácticas susten-
tables, alineadas a los criterios globales de sustentabilidad que a la vez son promovidos por
la OMT.

Resultados

Una vez revisado el Directorio de Empresas con Distintivo “S” (SECTUR, 2015)
actualizado al 30 de junio de 2015 se conoció que 56 empresas turísticas de solo 11esta-
dos han obtenido dicha certificación; los estados con mayor número de certificaciones son
Quintana Roo, Guerrero, Baja California Sur, Oaxaca y Nayarit; de las 56 emitidas por la
SECTUR ni una sola ha sido para el estado de Guanajuato (ver tabla 3).

Tabla 3. Estados que poseen empresas con el distintivo “S”

Número de empresas con


Estado
el distintivo “S”

Baja California Sur 4


Ciudad de México 1
Colima 1
Guerrero 6
Jalisco 3
Nayarit 4
Oaxaca 4
Puebla 2
Quintana Roo 29
Sonora 1
Veracruz 1

Total 56

Fuente: elaboración propia a partir del Directorio de Empresas con Distintivo “S”, SECTUR (2015)

CAPÍTULO Iii 319


La tabla anterior muestra que existen solamente 11 entidades federativas con em-
presas certificadas, y resulta evidente que no aparece el estado de Guanajuato, es decir, no
existen empresas con certificación en el Distintivo “S”.

Conclusiones

La implementación del Distintivo “S” obedece a la necesidad de fortalecer el desempe-


ño de las empresas turísticas mexicanas con el objetivo de aprovechar el potencial del sector y
con ello generar una mayor derrama económica. A la vez, el turismo se constituye como sector
estratégico para la generación de empleos y el desarrollo regional; de tal modo que es necesario
adoptar prácticas que fomenten por un lado el crecimiento del turismo y por otro, el aprovecha-
miento y conservación de los recursos naturales.

La inexistencia de empresas hoteleras con certificación en el Distintivo “S” en la ciu-


dad de Guanajuato posiblemente se debe a dos causas fundamentales; 1) existe el desinterés
en contar con la certificación debido a que se obtiene a petición de la empresa turística, es
decir, no es de carácter obligatorio, además que los servicios se deben contratar con una em-
presa privada; y 2) para el caso concreto de los hoteles del centro histórico las características
estructurales de los edificios que funcionan como hoteles no permiten llevar a cabo las prác-
ticas de sustentabilidad ya que las mismas suponen modificaciones o instalación de equipos
y para llevarlas a cabo es necesario contar con permisos especiales del INAH, al tratarse de
inmuebles catalogados.

El procedimiento para obtener el Distintivo “S” consta de cuatro pasos (figura 2); cabe
mencionar que el Distintivo “S” funge más como un aval a certificaciones emitidas por las
empresas internacionales EarthCheck y Rainforest Alliance que como un certificado con una
herramienta propia de evaluación, por lo tanto es muy posible que existan desfases e incohe-
rencias a la hora de realizar las evaluaciones para obtener la certificación de buenas prácticas
sustentables.

Para que existan más empresas turísticas (en concreto hoteleras) con la certificación en
el Distintivo “S” es importante que la SECTUR construya un instrumento de evaluación acorde
a la realidad de la industria turística mexicana. Si bien las prácticas sustentables se basan en
estándares internacionales debe existir un instrumento especialmente diseñado para el contexto
turístico mexicano.

CAPÍTULO Iii 320


Figura 2. Procedimiento para obtener el Distintivo “S”

Fuente: elaboración propia a partir de SECTUR (2015).

Los beneficios que enumera la SECTUR de poseer la certificación para las empresas son:

1) Reducción en costos de operación sin sacrificar calidad de servicios, por lo que in-
crementa rentabilidad,

2) Medición y monitoreo de huella de carbono de sus operaciones,

3) Incremento de competitividad y mejora de posicionamiento en el mercado,

4) Promoción de empresas “S” a nivel nacional e internacional, y

5) Ser considerado la base para la creación de destinos sustentables. Ahora bien si como
indica la SECTUR se aspira a influir de manera positiva en la industria turística nacional
es necesario difundir los beneficios para que más empresas se interesen en la obtención
del distintivo y a la vez contribuyan al cuidado del medio ambiente.

No obstante lo anterior, consideramos que es necesario sensibilizar a los dueños de


esta clase de empresas que el tema de sustentabilidad es aún más profundo, e implica el prever
ahora la supervivencia de los demás de una manera armónica con el ambiente. Probablemente
esta sea la causa nodal por la cual los empresarios no se inclinan a certificarse; aunque como lo

CAPÍTULO Iii 321


mencionamos en un inicio, el no poseer la certificación no significa que no se realicen prácticas
sustentables.

En algunos hoteles son actividades comunes no cambiar las toallas o ropa de cama
cuando el huésped da su consentimiento, instalar lámparas ahorradoras de energía, disminuir el
flujo de agua, instalar paneles solares para generar electricidad o para calentar el agua, emplear
productos y envases ecológicos, entre otras, las cuales no solo contribuyen a las finanzas de la
empresa sino también a la salud del medio ambiente.

Obra citada

Guzmán-S., A. (2008). “El empleo y la formación de los recursos humanos en el sector turístico
mexicano”. Hitos de Ciencias Económico Administrativas. 14 (38), 17-28.

McIntosh, R., Goeldner, C., y Ritchie J. (2001). Turismo: Planeación, Administración y Pers-
pectivas (2ª ed.). México, D.F.: Limusa.

Obra citada de internet

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perado el 03 de Marzo de 2016. http://www.snieg.mx/contenidos/espanol/normatividad/
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Instituto Nacional de Estadística y Geografía (2015). Sistema de Cuentas Nacionales de Méxi-


co, Cuenta satélite del turismo de México, 2013. Año base 2008. Impacto del Turismo
en la economía. Recuperado el 05 de octubre de 2015. “http://www.datatur.sectur.gob.
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Observatorio Turístico de Estado de Guanajuato, Dirección de Información y Análisis. Inven-


tario turístico: hospedaje 2016. Recuperado el 29 de mayo de 2016. http://sectur.guana-
juato.gob.mx/index.php/investigacion-estadistica/inventario-turistico

CAPÍTULO Iii 322


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cuperado el 12 de Junio de 2016. http://observatorioturistico.org/cenDoc/3ed16-Per-
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Observatorio Turístico del Estado de Guanajuato. Ocupación hotelera. Recuperado el 14 de


Junio de 2016. http://observatorioturistico.org/

Organización Mundial del Turismo: UNWTO. Panorama OMT del turismo internacio-
nal. Edición 2015. Recuperado el 06 de enero de 2016. http://www.e-unwto.org/doi/
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mx/cms/uploads/attachment/file/21793/Directorio_Nacional_de_Empresas_DISTIN-
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cuperado el 26 de febrero de 2016. http://www.gob.mx/sectur/acciones-y-programas/
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en las empresas turísticas (s.f). Recuperado el 13 enero de 2016. http://www.gob.mx/
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Secretaría de Turismo (2016). Pueblos Mágicos de México. Recuperado el 10 de junio de 2016.


http://www.pueblosmexico.com.mx/

CAPÍTULO Iii 323


Análisis de Huella Hídrica y Costo Beneficio
para la Gestión Hídrica del Territorio

Ricardo Ontiveros Enríquez64

Resumen: El presente trabajo desarrolla una metodología general para analizar la huella
hídrica en una subcuenca experimental y conocer los costos-beneficios desde los flujos
principales involucrados en la disponibilidad del agua en el territorio; las entradas por con-
cepto de precipitación (PP) y las pérdidas potenciales por evapotranspiración (ET). Por un
lado, la huella hídrica y su evolución en los últimos años se analiza con un enfoque espacial
y haciendo uso de sistemas de información geográfica para ver y cuantificar los cambios
en la superficie de la subcuenca. En el análisis costo beneficio, para cada clase de uso de
suelo y vegetación asignada, se estimaron los volúmenes de entradas (PP) y pérdidas (ET)
de la superficie. Finalmente, como parte de la metodología se realiza una estimación de los
costos y beneficios para conocer el volumen de disponibilidad estimada por clase de uso
de suelo. Para ello, se consideraron los cuatro años de las series de uso de suelo y vegeta-
ción escala 1:250,000 de INEGI: 1990, 2005, 2008 y 2011. En la estimación de flujos, se
han calculado los volúmenes mensuales para cada año con los datos diarios registrados en
una estación meteorológica representativa dentro de la subcuenca. Luego del análisis, se
encontró que la huella hídrica ha aumentado debido al constante crecimiento significativo
de la zona urbana dentro de la cuenca a una tasa anual del 2.74%, con las consecuentes
demandas en aumento del recurso hídrico. La zona urbana en 2011 representaba el 9.0%
de la subcuenca, con cerca de 15,000 Ha de un total de 166,628 Ha. En zonas forestal, se
ha mantenido el área con aumentos anuales del 0.47%, siendo el 5.7% del área de la sub-
cuenca en 2011. Por su parte, las zonas agrícolas (40%), pastizales (~20%) y otro tipo de
vegetación no forestal (~20%) se han mantenido sin variaciones significativas, a pesar de
que han ocupado en conjunto más del 80% de la cuenca desde 1990. En relación al análisis
de costo-beneficio, se encontró un aumento en los costos o pérdidas por ET en el rango de
los 21 años estimados, encontrando el año 2011 un déficit en términos de almacenamiento

64
Maestría en Ciencia de la Tierra. Email: ricardo.ontiveros@gmail.com

CAPÍTULO Iii 324


potencial por el saldo negativo debido al alto índice de evapotranspiración y poca lluvia.
Se reconoce que el presente análisis considera estimaciones generales y que solo presenta
una tendencia general para la situación de la huella hídrica. De igual manera, los costos-be-
neficios implicados por los flujos de entrada y pérdidas de agua se estiman con una sola
estación en una de las subcuencas del centro de México. Sin embargo, este patrón bien se
pudiera replicar en otras de las subcuencas con intensa actividad humana y con ello se co-
menzaría a dimensionar el impacto de la huella hídrica real en el territorio.

Palabras Clave: Huella Hídrica, Sistemas de Información Geográfica, Costo-Beneficio.

Summary: This paper develops a general methodology to explore Water Footprint in a


sub-basin and analyses the cost-benefit from the main flows involved in the availability of
water in the territory; the entries for precipitation (PP) and potential losses by evapotrans-
piration (ET). On the one hand, the water footprint and its evolution in recent years is stu-
died with a spatial approach, using geographic information systems to view and quantify the
changes in the surface of the sub-basin. Cost Benefit Analysis in for each class assigned of
land use and vegetation account for volumes of rain (PP) and volumes of losses (ET) in the
surface. For the study were considered four years of the series of land use and vegetation
scale of 1: 250,000 INEGI: 1990, 2005, 2008 and 2011. Flows are calculated monthly with
volumes for each year recorded from daily data from a representative weather station within
the sub-basin. After analysis, it was found that the water footprint has increased significantly
due to the constant growth of the urban area within the basin at an annual rate of 2.74%, with
consequent increased demands on water resources. In 2011 the urban area represented 9.0%
of the sub-basin, with about 15,000 hectares of a total of 166.628 hectares. In the meantime,
forest areas have remained with annual increases of 0.47%, comprehending the 5.7% of the
area. Temporarily, agricultural areas (40%), pastures (~ 20%) and other non-forest vegetation
(~ 20%) remained without significant changes, although they have taken together over 80%
of the basin since 1990. Cost-benefit analysis represented an overall increase in costs or los-
ses by ET in the range of 21 years, finding the year 2011 with a deficit in terms of potential
storage due to the high rate of evapotranspiration and low rainfall. It is recognized that this
analysis considers only general estimates and presents a wide-ranging tendency for the si-
tuation of the water footprint. Similarly, the cost-benefit implied by inflows and water losses
are estimated with a single station in one of the sub-basins of central Mexico. However, this
pattern could well be replicated in other sub-basins with intense human activity and thereby
begin to measure the impact of the actual water footprint in the territory.

Keywords: Water Footprint, Geographic Information Systems, Cost-Benefit

Introducción

El agua es un recurso fundamental para el desarrollo de los asentamientos humanos


y para la continuidad de la vida en los ecosistemas naturales. El manejo del agua es de vital

CAPÍTULO Iii 325


importancia para garantizar escenarios de sustentabilidad a nivel de cuencas y para lograr la
conservación de los ecosistemas forestales. La noción de la gestión integral de cuencas, in-
cluyendo la planeación de los usos del recurso y las estrategias de ahorro, aprovechamiento y
saneamiento, deben de ser coordinadas a nivel de unidad hidrológica donde todos los actores in-
volucrados conozcan las dinámicas hidrológicas de la cuenca y estén colaborando en las obras
y actividades propias de una gestión eficiente. Además, las estrategias de optimización de usos
y reúsos se desconocen si no se parte de un principio de estimación y cuantificación de flujos.
(Simons, Bastiaanssen, & Immerzeel, 2015)

El problema de la gestión de las aguas se acentúa en que es un recurso poco estudiado a


pesar de su importancia para el desarrollo y la calidad de vida de las personas. Las personas no
suelen tener noción del volumen de agua que utilizan ni del volumen de agua que ha demanda-
do la producción de los bienes de consumo. Las negociaciones por la concesión de las aguas en
base a la disponibilidad no suelen estar basada en los escenarios de usos sustentables y pocas
veces se toma conciencia de los impactos acumulativos que se generan (Lukasiewicz & Dare,
2016). Partiendo bajo el principio de que los recursos que no son contabilizados son difíciles
de gestionar, en el caso del agua en México, se desconocen las dinámicas del agua a nivel de
cuenca y se tiene poco conocimiento del territorio que interactúa en el ciclo hidrológico local.

En ocasiones es difícil tener una visión integrada del territorio en términos de hidrolo-
gía, sin embargo, con las herramientas de información geográfica es posible generar un análisis
y clasificación de superficies para identificar los diferentes usos del suelo y estimar los flujos
atmosféricos básicos en el ciclo hidrológico para ponderar la precipitación (PP) y la evapotrans-
piración potencial (ET) expresados en el territorio de una subcuenca. (Kahil, Dinar, & Albiac,
2015)

Metodología

A) Análisis de Huella Hídrica

Este enfoque se presenta como una manera simplificada de identificar el crecimiento de


las áreas que representan una huella hídrica debido a los usos de suelo que se da y las activi-
dades humanas asociadas. En este sentido se consideran los asentamientos humanos urbanos,
agrícolas y cuerpos de agua como elementos del territorio que causan una huella hídrica en
el ciclo del agua local. El área de estudio comprende la subcuenca del Río Turbio – Presa El
Palote, con una extensión de 166,628 Ha, que a su vez corresponde a la Cuenca Río Lerma –

CAPÍTULO Iii 326


Salamanca. En la Figura 1 se presenta la ubicación de la subcuenca, así como la localización
de sus cauces y ríos, en su mayoría de temporal, con un punto de drenaje definido en el río
Turbio el cual se encuentra cercano al municipio de Manuel Doblado, en la parte más baja de
ese territorio.

Figura.1. Subcuenca

La altitud de la subcuenca varía de los 2,800 m.s.n.m. en las partes más altas de las sie-
rras al norte, hasta por debajo de los 1,800 m.s.n.m. en las partes más bajas del drenaje natural.
Prevalece un clima entre semiárido y húmedo subtropical, con temperaturas máximas registra-
das en los meses de abril y mayo y las más bajas en diciembre y enero. Se tiene un rango de
precipitación anual que varía entre los 600 mm y los 800 mm.

Para el análisis espacial se utilizaron los datos vectoriales disponibles por INEGI de las

CAPÍTULO Iii 327


series II, III, IV y V de uso de suelo y vegetación, además se utilizaron los polígonos de la Red
Hidrográfica Nacional de la misma fuente para delimitar la subcuenca experimental (INEGI,
2010, 2015). Se homologarlo los diferentes tipos de usos de suelo y vegetación de las series de
INEGI con fines comparativos, quedando agrupadas en seis clases con las cuales se realizó el
análisis de cambios y huella hídrica: agrícola, cuerpo de agua, forestal, no forestal, pastizal y
urbano. Aquellas clases identificadas como arbóreas se incluyen en la clase forestal, tanto las
áreas de bosque de encino como de selva baja. El uso agrícola agrupa de riego y de temporal.
La vegetación no forestal incluye matorrales y vegetación arbustiva, los pastizales naturales e
inducidos y las áreas urbanas y asentamientos humanos.

B) Análisis Costo-Beneficio

Este análisis se hace a partir de la identificación de las áreas por clase para la estima-
ción de la huella hídrica. Por razones de simplificación se ha tomado como referencia meteo-
rológica los datos de una estación climática que opera actualmente y se encuentra en el mu-
nicipio de león con coordenadas 21.13611°N y -101.694722°O. La base de datos comprende
datos día de precipitación medido en mm y de evapotranspiración estimada en mm como la
perdida potencial debido a condiciones meteorológicas de temperatura, humedad relativa, ra-
diación solar y velocidad del viento. Se realizó un filtro de la base de datos para los años con
que se cuenta de información espacial y se agruparon los valores de los dos flujos estimados
PP y ET por mes. Para continuar con el análisis de costo-beneficio, una vez contando con los
datos mensuales de los flujos evaluados como costos (ET) y beneficios (PP) para cada uno de
los años de las series, además de las áreas de los usos reclasificados, se realizó una estimación
del volumen.

Desarrollo del tema

Se considera fundamental evaluar y dar a conocer la información referente a las condi-


ciones en las que se encuentra el entorno y medio ambiente de las personas que habitan una de-
terminada área del territorio. Más aún, dada la condición dinámica del territorito y la limitación
en el uso de algunos recursos claves como lo es el agua, es importante la evaluación periódica
para la gestión, incorporando en el análisis a los actores, usuarios y tomadores de decisiones e
involucrándolos en los procesos de planeación, modificación, tecnificación, construcción, eva-
luación de impacto y restauración de los paisajes naturales, agrícolas y urbanos.

CAPÍTULO Iii 328


La subcuenca está ubicada en un territorio que comparte límites estatales entre Guana-
juato y Jalisco, compartiendo los municipios de León, San Francisco del Rincón, Purísima del
Rincón, Lagos de Moreno, Unión de San Antonio, San Diego de Alejandría y San Julián. Debi-
do a que se comparte el territorio entre siete municipios y dos estados, la gestión y gobernanza
del agua en la subcuenca se torna aún más compleja. En este caso, la división política llega a
fragmentar la unidad hidrológica ambiental, lo cual hace aún más difícil la gestión integral de
la subcuenca.

Como es de esperarse, siendo una subcuenca que pertenece al corredor industrial y


región agrícola del bajío, ha presentado una actividad humana intensas que han deteriorado su
capacidad de generar beneficios hídricos. Como se puede observar en los mapas, la mayor parte
del área de la subcuenca se encuentra invadida por asentamientos humanos con actividades
urbanas y agrícolas. Mientras que las áreas forestales representan un mínimo de la cobertura y
se remontan a las zonas limítrofes de las sierras altas.

En la medida en que se degraden y deforesten las áreas forestales, se van a enca-


recer los servicios hidrológicos de distribución, infiltración, percolación y recarga poten-
cial de acuíferos que tienen estas extensiones. También es importante hacer notar que los
coeficientes de escurrimiento y erosión aumentan conforme se degrada la vegetación y
el paisaje, encontrando mayor potencial destructivo en coberturas sin vegetación fores-
tal, arbustivas o de pastizal. En el caso de las extensiones agrícolas demandan grandes
cantidades de agua, especialmente aquellas zonas de riego. Las zonas urbanas, con sus
actividades humanas y demandas residenciales e industriales, también representan un im-
pacto significativo en los usos de agua los cuales deberían ser cuantificados y evaluados
a nivel territorial. Es posible llegar a valores más acertados para el caso de usos de agua,
con el fin del lograr estimar una huella hídrica relacionada al volumen demandado y no
a la superficie. Para ello es necesario datos puntuales en las áreas urbanas con las medi-
ciones georreferenciadas para los usos residenciales, públicos, particulares e industriales
del agua. Además, se podría contar con datos actualizados y georreferenciados de los
registros de concesión de usos de agua superficiales y subterráneas para generar una esti-
mación de huella hídrica más precisa.

Resultados

A continuación, se muestran las Figuras 2 a 5 las cuales presentan los cambios espacia-

CAPÍTULO Iii 329


les en los usos de suelo y vegetación de acuerdo a la reclasificación que se realizó para poder
comparar y homologar los cambios.

FIG.2. SERIE II, 1990

FIG.3. SERIE III, 2005

CAPÍTULO Iii 330


FIG.4. SERIE IV, 2008

FIG.5. SERIE V, 2011

Los cambios en los usos de suelo de la subcuenca para los años evaluados se pueden
apreciar mejor en la siguiente gráfica que corresponde a la Figura 6. En esta gráfica es posible
apreciar como las áreas de impacto que se consideran con una huella hídrica por los usos del
territorio son las actividades agrícolas y urbanas con cerca del 50% de la superficie total. Se
puede ver claramente como el área urbana es la que se encuentra en constante aumento, mien-
tras que el área destinada a la actividad agrícola se mantiene constante con variaciones en el
uso de suelo de pastizal.

CAPÍTULO Iii 331


Figura 6. Áreas en los usos de suelo de la subcuenca (ha)

A continuación, se presentan los gráficos de PP, ET y de disponibilidad (PP-ET) para los


años evaluados en las Figuras 7, 8 y 9 respectivamente.

Fig.7. Precipitación mensual (m)

CAPÍTULO Iii 332


Figura 8. Evapotranspiración mensual (m)

Figura 9. Disponibilidad potencial (pp-et) mensual (m)

CAPÍTULO Iii 333


Para aquellos años y meses en los que se cuenta con disponibilidad, como lo muestra la Figura
9, son los únicos momentos en donde se generan entradas de agua que pueden ser potencialmente
almacenadas y representan un beneficio para compensar la huella hídrica en la subcuenca. De esta
manera, se realizaron las estimaciones del volumen que representó para cada año las pérdidas o costos
y los abonos o beneficios. Las siguientes Figuras 10 a 13 presentan el volumen estimado de costos
y beneficios para cada uno de los años evaluados y referido al uso de suelo dentro de la subcuenca.

Figura 10. Costo-beneficio en uso agrícola (mm3)

Figura 11. Costo-beneficio en uso urbano (mm3

CAPÍTULO Iii 334


Figura 12. Costo-beneficio en uso cuerpos de agua (mm3)

Figura 13. Costo-beneficio en uso forestal (mm3)

CAPÍTULO Iii 335


Como se puede observar en estas gráficas de costo-beneficio, los costos representan las
pérdidas potenciales por ET que se dan sobre la superficie. Este parámetro se refiere a la capa-
cidad de la superficie y la vegetación de reincorporar el agua a la atmósfera, con la consecuente
pérdida de disponibilidad para sus usos. En el caso de los beneficios, estos son el resultado de
haber contabilizado todo el volumen de agua captado por la subcuenca y restado por mes las
pérdidas potenciales por ET; el resultado es el volumen de agua con disponibilidad potencia.
En el caso de los beneficios, no se refiere a que ese volumen de agua sea necesariamente apro-
vechado para los usos, en el caso de los usos agrícolas será igual al riego de temporal, en los
usos de cuerpos de agua es el volumen que se suma por captación directa y en el caso forestal
el agua excedente de la lluvia, tomando en cuenta los usos por vegetación y la evaporación. En
el caso urbano, el volumen referido como beneficio bien no podría ser considerado como tal,
siendo que el agua de lluvia que cae a la ciudad no se utiliza y se destina al desagüe pluvial que
se junta con el drenaje y los cauces contaminados, por lo cual esta agua no es aprovechada. Por
el contrario, en muchas ocasiones esta agua genera problemas de inundaciones y costos econó-
micos adicionales para las zonas urbanas.

Conclusiones

Los resultados a partir del análisis geográfico en términos de huella hídrica a nivel de
subcuenca se lograron evaluar de manera general, donde se ve claramente el aumento en los
impactos de los crecimientos de la zona urbana y sus consecuentes aumentos en las demandas
de agua. En caso de no haber políticas y programas para una gestión eficiente con ahorros sig-
nificativos y regulación por medio del ordenamiento ecológico territorial en las zonas urbanas,
los impactos por huella hídrica que se generen serán mayores, con mayores costos ambientales
y económicos. Debido a las condiciones climáticas en donde se encuentra localizada la sub-
cuenca, en su condición de clima semiárido y subhúmedo, las pérdidas potenciales de agua o
costos de los años evaluados han ido en aumento para el periodo evaluado. Este comportamien-
to de aumento de costos y disminución de beneficios en la subcuenca analizada se podría ver
agudizado como consecuencia de los cambios climáticos globales.

CAPÍTULO Iii 336


Obra citada

Kahil, M. T., Dinar, A., & Albiac, J. (2015). “Modeling water scarcity and droughts for policy
adaptation to climate change in arid and semiarid regions”. Journal of Hydrology, 522,
95–109.

Lukasiewicz, A., & Dare, M. (2016). “When private water rights become a public asset: Stake-
holder perspectives on the fairness of environmental water management”. Journal of
Hydrology, 536, 183–191.

Simons, G. W. H., Bastiaanssen, W. G. M., & Immerzeel, W. W. (2015). “Water reuse in river
basins with multiple users: A literature review”. Journal of Hydrology, 522, 558–571.

Obra citada de internet

INEGI (2015). Uso de suelo y vegetación, Datos vectoriales escala 1:250 000 series II, III, IV
y V, HYPERLINK “http://www.inegi.org.mx/geo/contenidos/recnat/usosuelo/” http://
www.inegi.org.mx/geo/contenidos/recnat/usosuelo/

INEGI (2010). Red Hidrográfica escala 1:50 000 edición 2.0, HYPERLINK “http://www.inegi.
org.mx/geo/contenidos/topografia/regiones_hidrograficas.aspx” http://www.inegi.org.
mx/geo/contenidos/topografia/regiones_hidrograficas.aspx

CLICOM (2013). Base de datos climatológica nacional (sistema CLICOM), HYPERLINK


“http://clicom-mex.cicese.mx/” http://clicom-mex.cicese.mx/

CAPÍTULO Iii 337


Hacia la gobernanza climática en el Estado de
México: Mecanismos de adaptación institucional
para el mediano plazo en el contexto de cambio
climático

José Clemente Rueda Abad65

Jorge Alberto Escandón Calderón66

Liliana López Morales67

Resumen: La gobernanza climática requiere de la participación informada de una amplia red de


actores sociales, económicos y políticos que ayuden al gobierno a proponer y evaluar los crite-
rios de los programas gubernamentales, en las instancias respectivas y en los ámbitos estatales
y municipales, en tiempo y forma. Los escenarios de clima realizados para el Estado de México
desde una perspectiva de aumento de la temperatura de grado por grado, a diferencia de los que
maneja el Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático (INECC), muestran cómo sería
el escenario de clima si suben 1°C, 2°C, 3°C y hasta los 4°C de temperatura media global y,
adicionalmente, ayudan a reducir la incertidumbre en la escala de tiempo ya que los escenarios
de futuro cercano son coincidentes con los del INECC en el umbral de 1°C, sin embargo a partir
de 2°C es posible ubicar diferencias en los tiempos futuros de impactos. Para los tomadores de
decisiones la perspectiva de planeación a 14 años y con puntos geográficos concretos afectados
por temperatura y precipitación permiten mayores posibilidades de priorización., en ese enten-
dido la implementación de estrategias de gobernanza climática que reduzca la vulnerabilidad
social colocaran a las instituciones políticas locales en el lugar de privilegio, sobre todo porque
la Ley de Cambio Climático del Estado de México señala que los 125 municipios de la entidad
deben contar, para el año 2016, con su Plan Municipal de Cambio Climático.

65
Programa de Investigación en Cambio Climático de la UNAM. Email: clementerueda73@gmail.com
66
Programa de Investigación en Cambio Climático de la UNAM. Email: jusnajab@gmail.com
67
Programa de Investigación en Cambio Climático de la UNAM Email: lopezliliana512@gmail.com

CAPÍTULO Iii 338


Palabras clave: adaptación al cambio climático, vulnerabilidad social, decisión política .

Summary: Climate governance requires the informed participation of a broad network of


social, economic and political actors to help the government to propose and evaluate the cri-
teria of government programs in the respective bodies and in state and municipal levels, in
a timely manner. The climate scenarios made for the Estado de México from the perspective
of increasing temperature grade by grade, unlike those managed by the National Institute of
Ecology and Climate Change (INECC) show how would the scenario climate if rise 1°C, 2
°C, 3 °C to 4 °C global average temperature and additionally help reduce uncertainty in the
timeline as scenarios near future are coincident with those of INECC in threshold of 1°C,
however from 2°C is possible to locate differences in future times of impacts. For decision
makers the planning perspective 14 years with specific geographical areas affected by tempe-
rature and precipitation allows greater possibilities of prioritization. With this understanding
the implementation of strategies for climate governance to reduce social vulnerability placed
to local political institutions in place of privilege, especially since the Climate Change Act of
the Estado de México said that the 125 municipalities of the state must have for the 2016th its
Municipal Climate Change Plan.

Keywords: climate change adaptation, social vulnerability, political decision.

Introducción

Algunas de las características de la toma de decisiones políticas en materia de cam-


bio climático, es que estás se realizan considerando, entre otras, las siguientes variables: en
primer lugar, se encuentran los escenarios de clima futuro y el umbral de tiempo que estos
tienen de lo que se origina que exista un amplio margen de incertidumbre no sobre la decisión
en si, sino sobre su presión en el mediano y largo plazo; en segundo lugar, los Modelos de
Circulación General usados para representar el clima futuro, que por su resolución de malla,
no son capaces de llevarse a planos de georreferenciación de carácter municipal o con mayor
capacidad de descripción en las localidades; y , en ese sentido, en tercer lugar, eso permite
que la mayor parte de las acciones se enfoquen a aplicaciones que ayudan a la mitigación
de gases de efecto invernadero y se soslayen las acciones de adaptación social porque –esto
está asociado al primer factor- es muy complicado determinar la temporalidad de incremento
de temperatura y que ello facilite la planeación del territorio y la justificación de acciones a
implementar.

Teniendo lo antes descrito como marco de referencia, se ha buscado una manera que ayu-
de a reducir la incertidumbre en la toma de decisiones políticas y que este sirva como elemento

CAPÍTULO Iii 339


base para que sin abandonar las acciones de mitigación de gases de efecto invernadero se co-
mience la instrumentación de acciones de adaptación social en lugares que ya son altamente vul-
nerables y que de acuerdo a los escenarios de clima dichas condiciones podrían incrementarse.

Metodología

El supuesto del estudio es que sí se logran crear las condiciones metodológicas mínimas
suficientes que permitan reducir la escala de tiempo en los modelos de clima futuro y se sabe en
qué momento se rebasarán los umbrales de temperatura en grado por grado, así como la modifi-
cación del régimen pluvial, entonces, los grupos en el poder político no tendrán argumentos para
no implementar acciones de adaptación social en un contexto de cambio climático.

La propuesta en ese sentido es que el estudio explora una opción que reduzca la incer-
tidumbre para la toma de decisiones que subyacen en los modelos de clima y de esa manera
potenciar la implementación de acciones de adaptación social basadas en sistema de planeación
del desarrollo, como los que imperan en México.

Usando escenarios en términos de incrementos umbrales de temperatura global de 1, 2, 3


y 4 °C, es posible hacer un análisis de las medidas propuestas de adaptación y, en general de la
toma de decisiones, que resulte más adecuado dado que los usuarios de los escenarios de cambio
climático tienen claros los efectos de los cambios de temperatura umbrales en los sistemas que
analizan (Gay y Sánchez, 2014).

Así se tiene que, por ejemplo, si un sistema vulnerable presenta una alteración caracte-
rística de sus propiedades cuando es expuesto a un incremento del orden del 1 °C, será determi-
nante entonces saber el año más próximo en que los RCPs contemplan dicho incremento, pues
ese año marcará la referencia para la implementación de medidas de adaptación y análisis de
vulnerabilidad. Se toma como referencia el cambio de temperatura global puesto que, está direc-
tamente vinculado a los forzamientos radiativos, a escala regional los valores correspondientes
se distribuyen alrededor de cada umbral como se muestra en las figuras de la sección de resulta-
dos se podrían implementar acciones de adaptación social.

En el Plan de Acción ante el cambio climático (PEACC) del Estado de México 2013 se
emplean los escenarios de cambio climático correspondientes a la Quinta Comunicación Nacio-
nal considerando la ruta de concentración representativa (RCP) de 6.0 W/m2, aunque éste valor
de estabilización del forzamiento radiativo se puede considerar realista para las condiciones so-

CAPÍTULO Iii 340


cioeconómicas de un país como el nuestro, con el fin de establecer una referencia temporal útil se
propone usar adicionalmente, como referencia el RCP8.5 para estimar el año en que se presenta
primeramente, cada uno de los valores umbrales de incremento de temperatura global.

A partir de la información contenida en la herramienta de elaboración de escenarios de


cambio climático MAGICC/SCNEGEN v5.3 (Wigley, 2008) se obtienen los datos correspon-
dientes a los incrementos de temperatura media global que diversos AOGCMs, generan para
una retícula global de 2.5° de longitud x 2.5° grados de latitud. MAGICC/SCNEGEN v5.3 es un
software que, a través de un modelo simple del clima en conjunción con un algoritmo de escala-
miento, permite reflejar, a escala regional, los incrementos de temperatura global sobre variables
como la temperatura y la precipitación.

En los resultados aquí mostrados se emplea un valor de la sensibilidad climática de 3.0


°C/W/m2 la cual se considera moderada y, por ahora, se considera la mejor estimación, dada la
naturaleza epistémica de la incertidumbre asociada con la sensibilidad climática.

En un segundo momento, se han utilizado elementos socioambientales para ubicar la vul-


nerabilidad en sectores y regiones en los cuales se pueden identificar acuíferos sobrexplotados,
sequías y exposición climática, y en lo que se refiere a los temas de carácter social se ha priori-
zado el uso de indicadores de rezago social. Se ha determinado usar como punto de referencia al
Estado de México porque se trata de una entidad que se encuentra en un proceso de actualización
de su Programa Estatal de Acción Climática y porque de acuerdo a su ley específica de cambio
climático señala que hacia finales de 2016 el cien por ciento de sus municipios deberán contar
con su Plan de Acción Climática Municipal, y en ese sentido, dados los resultados que se presen-
tan, se puede incluso planear la implementación de respuestas al cambio climático de carácter
regional al interior del Estado de México.

La gobernanza climática en el Estado de México

La gobernanza tiene que ver con la creciente importancia de los modos de gobierno,
donde “los actores y las redes corporativas no estatales y privadas participan en la formulación
y aplicación de políticas públicas o desarrollan instrumentos de política que coexisten con los
procesos de política gubernamental existente” (Pahl-Wostl 2009, p. 356) esto ayuda a fomentar
la participación de diversos actores sociales en la creación e instrumentación de las políticas pú-
blicas sin que el gobierno sea el ente jurídicamente responsable de la ejecución. Desde el ámbito
analítico es una forma de realizar un puente entre las ciencias ambientales y la dimensión social.

CAPÍTULO Iii 341


La justificación de la gobernanza se centra en la idea de que el proceso de administración pública
sea un gestor y promotor de reducción de la vulnerabilidad social al cambio climático porque los
problemas socioambientales “requieren arreglos institucionales innovadores para hacer frente a
los complejos procesos biofísicos que se producen a escala local, regional y mundial” (Eakin,
2010, p. 221).

La gestión del cambio climático, o gobernanza de él, -como tema de la administración


pública-, implica la modificación de áreas de trabajo y mentalidades, pero también de la manera
en que se concibe actualmente la respuesta institucional al tema. Este cambio de paradigma insti-
tucional ayudará no sólo a mejorar la imagen que el ciudadano tiene de las autoridades, sino que
además ayuda a reducir la probabilidad de desastres asociados al clima en las comunidades; ya
que, la desconfianza en las autoridades es una de las causas de la vulnerabilidad social al cambio
climático. Para el caso de cambio climático, entendemos que la gobernanza es todo aquello que
la gobernabilidad, por sí misma, no puede hacer ni mucho menos garantizar a todos los actores
por igual, es decir, que en la gobernanza la generación del sentido político no es una tarea ex-
clusiva del gobierno, sino que es una tarea que compete a los actores con derechos e intereses
determinados. Por ello, de lo que se trata es de involucrar, de dar a conocer, de tomar en cuenta
la voz de los actores sociales que, en el contexto de cambio climático, podrían verse afectados
por la variación del clima futuro.

No se trata de buscar más elementos y atribuciones reguladas a una ley de participación


ciudadana en el Estado de México, sino de hacer operativa la política climática mexiquense con
cánones diferentes. Se trata de promover redes de actores políticos, sociales y económicos loca-
les, estatales, nacionales o supranacionales que ayuden a gestar mecanismos de adaptación social
que ponderen la vulnerabilidad social al cambio climático.

Para hacer frente a la complejidad de los sistemas de gobierno de manera más sistemática
se introduce las siguientes cuatro dimensiones como base para el análisis de las características de
los regímenes de gobernanza ambiental:

• Las instituciones y la relación y la relativa importancia de las instituciones formales


e informales.

• Red de actores con énfasis en el papel y las interacciones de los actores estatales y
no estatales.

• Interacciones de varios niveles a través de las fronteras administrativas y la integra-


ción vertical.

CAPÍTULO Iii 342


• Modos-burocráticos de gobierno jerarquías, mercados, redes. (Pahl-Wostl 2009, p.
356)

La gobernanza como tema de gestión pública conlleva darle una nueva dimensión
a los procesos administrativos para hacer frente a los problemas sociales y políticos que
enlazan con el desarrollo social y el crecimiento económico de una comunidad política. En
este caso, implica la modificación de paradigmas de gestión que busquen un incremento de
la participación ciudadana para hacerle frente al cambio climático global desde lo local, y,
así tener un impacto positivo en el sistema climático. En términos políticos la reducción de
la vulnerabilidad social, a través de la implementación de procesos sociales de adaptación
al cambio climático no puede dejar de ser una tarea que encabece el gobierno no sólo por-
que es la entidad legalmente responsable, sino porque cuenta con los “recursos financieros
y técnicos para llevar a cabo sus responsabilidades en la práctica y el desarrollo de redes de
aprendizaje y asociaciones para la toma de decisiones entre los actores públicos y privados
fragmentados” (Eakin, 2011, p. 350) Para lo cual, se trata de hacer avances institucionales
y en las políticas que en la materia habrán de impulsarse desde la Comisión Intersecretarial
de Cambio Climático y el Consejo Consultivo de Cambio Climático para que la sociedad
mexiquense pueda conocer, entender y decidir en materia climática; esto servirá para que
puedan generar una perspectiva a mediano y largo plazo de los escenarios de clima para sus
localidades, su estado, el país y el mundo.

La gobernanza climática, como criterio de adaptación social

La definición jurídica utilizada por la Ley General de Cambio Climático de México,


señala a la adaptación como una serie de “medidas y ajustes en sistemas humanos o naturales,
como respuesta a estímulos climáticos, proyectados o reales, o sus efectos, que pueden moderar
el daño, o aprovechar sus aspectos beneficiosos” (Cámara de Diputados, 2014) Por su parte,
la literatura científica en materia de adaptación al cambio climático la define como aquellas
“Iniciativas y medidas encaminadas a reducir la vulnerabilidad de los sistemas naturales y hu-
manos ante los efectos reales o esperados de un cambio climático. Existen diferentes tipos de
adaptación; por ejemplo: preventiva y reactiva, privada y pública, y autónoma y planificada”
(IPCC, 2007). En otras palabras, la diferencia sustantiva que se encuentra es que el Panel Inter-
gubernamental de Cambio Climático considera que la adaptación al cambio de clima es, ante
todo, un criterio de política pública que admite, al menos, seis métodos de intervención para su
implementación.

CAPÍTULO Iii 343


La fase preventiva y reactiva de la adaptación tiene que ver con la forma en que se hace la
planeación de la política pública y en la que se admite que la prevención es necesaria, para poder
gestionar los mecanismos de respuesta institucional, adecuados y pertinentes; se reconoce que
puede ser privada y pública; es decir, no sólo el gobierno tiene la capacidad de instrumentar ac-
ciones de política pública en la materia, sino que, el criterio de la economía mixta puede ser apli-
cado en esta materia. Esta dimensión de cómo hacer frente a los procesos de adaptación social al
cambio climático, es lo que permite a éste, se le considere como un proceso social dinámico y en
evolución constante (como el clima mismo) en el cual la planeación de la política pública cabe a
la perfección, porque no se trata de resolver todos los asuntos desde ahora y para siempre, sino de
ir gestando planes de trabajo en el corto y mediano plazo, pero teniendo en cuenta la dimensión
de mayor temporalidad.

En la adaptación social al cambio climático, como criterio de política pública, cabe


perfectamente la ubicación de la agenda política, la formulación de la política pública, el
proceso de la toma de decisiones, la implementación y la evaluación. La planeación sobre
las estrategias de adaptación social, debe verse como el mecanismo de instrumentación
institucional que ayude a evitar que los eventos asociados a la modificación del clima fu-
turo terminen convirtiéndose en desastres. Para entender qué es lo que hay que prever (los
desastres asociados al cambio de clima) por malos procesos de gestión encaminados a la
adaptación, se necesita que los conceptos principales sobre el tema de cambio climático
estén claros para todos los actores involucrados. Esto es importante porque los discursos
pueden estar basados en muy buenas intenciones, pero se requiere que el proceso de gestión
de políticas se base en los mismos argumentos, metas y objetivos. El cambio climático debe
entenderse con sus propios conceptos y, en la medida de lo posible, modificarlos para la
toma de decisiones y la instrumentación de la política pública en las escalas estatal y muni-
cipal, porque no se puede acudir a él sólo con los referentes y consumos culturales previa-
mente usados y, en esa lógica, la polisemia debe ser cuidada entre todos los involucrados en
la generación de sentido.

La vulnerabilidad social y gobernanza climática en el Estado de México

El diseño institucional para hacer frente a la vulnerabilidad social asociada al cambio cli-
mático requiere estar basada no sólo en la ciencia, sino en un manejo conceptual pertinente, por
ello se sugiere una reinterpretación de la idea de vulnerabilidad social. Normalmente a la vulnera-
bilidad se le entiende como la representación de una fórmula que comprende lo siguiente:

CAPÍTULO Iii 344


Vulnerabilidad= f [(exposición + sensibilidad) – capacidad de adaptación]

Ello significa que la vulnerabilidad se deriva de la exposición y de la sensibilidad del


sistema, así como de la capacidad adaptativa del mismo, por lo tanto, se entiende que un sistema
es vulnerable si se presentan condiciones de riesgo dentro de algún espacio determinado que re-
basen los límites de tolerancia del sistema, como en el caso de eventos extremos y la magnitud de
estos, o si los niveles de tolerancia del sistema se hallan reducidos como consecuencia de facto-
res adicionales que limiten dicha capacidad de adaptación. El IPCC entiende a la vulnerabilidad
como “un conjunto de condiciones de las personas que derivan de la historia y tienen prevale-
cientes culturales, sociales, ambientales, políticos y contextos económicos. En este sentido, los
grupos vulnerables no sólo están en riesgo debido a que están expuestos a un peligro sino como
resultado de la marginalidad, de patrones cotidianos de interacción social, organización y acceso
a los recursos” (IPCC, 2012, p. 71).

En otras palabras, la vulnerabilidad social debe entenderse como “las condiciones de


individuos, hogares o colectivos que limitan su capacidad de evitar un serio daño para ellos en
una situación de riesgo” (Ruiz, 2012, p. 71) porque la realidad indica que tematizar a la vul-
nerabilidad social sólo como sinónimo de pobreza no ha sido una estrategia adecuada porque
“tiene un efecto limitante en la forma como se entiende la vulnerabilidad social.” (Ruiz, 2012,
p. 72) ésta es un proceso estructural que se manifiesta como “resultado histórico y acumulativo
de pobreza, y desigualdad en el acceso a bienes materiales, ambientales y culturales, así como al
poder” (Oswald, 2011, p. 28).

En ese entendido, se busca reducir la vulnerabilidad socioambiental asociada al cambio


climático en el Estado de México, para ello, lo primero que se ha hecho es disminuir el umbral
temporal en que habrán de producirse tanto la elevación de la temperatura, como la modificación
de la precipitación pluvial para que ello sirva para poder georreferenciar en escala municipal y
establecer criterios de prioridad para la implementación de acciones preventivas enfocadas a la
adaptación social e institucional.

Resultados

Los escenarios climáticos generados señalan que entre los años 2033 (Modelo HAD-
GEM1) y el 2037 (Modelo MPIECHAM4) el Estado de México estaría incrementando su tem-
peratura en 1°C y la precipitación pluvial se estaría modificando a la baja en un 5 por ciento.

CAPÍTULO Iii 345


Tabla 1. Municipios prioritarios de atención en el Estado de México en el contexto de Cambio
Climático (parte 1)

Vulnerabilidad Socioinstitucional Exposicion Sensibilidad

Población total*

CONAPO 2030
Municipios priori-

Vulnerabilidad

Deslizamientos
climática y al

Inundaciones
Población en

de población
situación de

en situación
Exposición

Proyección

Granizadas
de pobreza
tarios de atención

Población

extrema*
pobreza*

Heladas

Sequías

Cat. 1
Cat. 2

Cat. 3

Cat. 4
en el contexto de
CC

A
B
cambio climático

Acambay de Ruiz Media Baja 60,918 43,739 17,788 81,382 X

Castañeda X X

Acolman de Ne- Media Baja 136,558 53,530 7,237 234,007 X

zahualcoyotl X

Amanalco Alta Media 22,868 16,236 5,465 31,765 X X


X

Amecameca Media Baja 48,421 21,983 3,922 60,999 X


X

Media Muy 56,243 32,395 6,917 83,897 X X

Atenco Baja X X X

Axapusco Media Baja 25,559 15,182 3,348 35,038 X


X

Calimaya Media Baja 47,033 25,586 5,080 66,987 X X


X

Coyotepec Media Baja 39,030 22,364 4,332 49,777 X X


X

Cuautitlán Izcalli Media Baja 511,675 130,989 13,815 640,247 X


X

Chalco Alta Baja 310,130 167,160 36,905 449,939 X X


X

Chiautla Media Baja 26,121 13,400 2,246 36,111 X X


X

Chiconcuac Baja Baja 22,819 12,665 1,803 31,549 X X


X

Chimalhuacán Alta Baja 614,453 385,262 84,180 875,798 X X


X X X X

Donato Guerra Media Media 33,455 26,998 13,884 47,099 X X


X

Ecatepec de Mo- Media Baja 1,656,107 675,692 99,366 2,039,602 X

relos X

Huehuetoca Media Baja 100,023 36,408 5,701 173,524 X


X

Huixquilucan Media Baja 242,167 79,189 10,655 318,534 X


X X

Ixtapaluca Media Baja 467,361 157,968 23,368 633,645 X


X X

Ixtapan del Oro Media Media 6,629 5,442 2,512 8,592 X


X X

Ixtlahuaca Alta Media 141,482 97,481 39,898 195,010 X


X

Xalatlaco Alta Baja 26,865 16,898 4,460 41,419 X


X

Jiquipilco Media Baja 69,031 47,355 18,293 96,841 X


X

Lerma Media Baja 134,799 70,500 15,097 197,031 X


X X X X

Malinalco Media Baja 25,624 16,912 5,176 34,398 X


X

Metepec Media Baja 214,162 56,325 6,853 271,212 X


X

Morelos Media Baja 28,426 20,807 7,959 37,766 X X


X

Naucalpan de Alta Baja 833,779 266,809 35,852 1,034,469 X

Juárez X

Nezahualcóyotl Alta Baja 1,110,565 430,899 52,197 1,334,201 X


X

Nextlalpan Media Baja 34,374 22,068 5,912 56,950 X X


X

Nopaltepec Media Baja 8,895 4,839 765 11,626 X


X

Ocuilan Media Baja 31,803 21,054 7,983 45,775 X X


                 X

El Oro Media Baja 34,446 22,975 9,059 46,034 X X

CAPÍTULO Iii 346


Tabla 1 Municipios prioritarios de atención en el Estado de México en el contexto de Cambio
Climático (parte 2)

Vulnerabilidad Socioinstitucional Exposicion Sensibilidad


Municipios

pobreza extrema*
climática y al CC

Población total*

CONAPO 2030

Deslizamientos
Vulnerabilidad
prioritarios

Población en

Población en

de población

Inundaciones
situación de

situación de

Proyección
Exposición

Granizadas
de atención

pobreza*

Heladas

Sequías
Cat. 1
Cat. 2
Cat. 3
Cat. 4
en el contex-

A
B
to de cambio
climático

Otumba Media Baja 34,232 19,341 4,553 46,723 X X


Otzoloapan Media Media 4,864 3,546 1,294 6,191 X X X
Otzolotepec Media Baja 78,146 47.669 12,894 110,573 X X
Ozumba Alta Media 27,207 16,623 3,836 37,132 X X
La Paz Media Baja 253,845 123,115 20,561 341,992 X X X
Polotitlán Media Baja 13,002 6,865 1,170 16,665 X X X
San Felipe Alta Media 121,396 97,845 52,686 179,538 X X X X X
del Progreso
San Martín Media Baja 24,851 12,003 1,988 34,247 X X
de las Pirá-
mides
Sultepec Media Media 25,809 21,473 12,567 33,456 X X X X
Tejupilco Alta Baja 71,077 49,825 24,024 97,869 X X X
Temascal- Media Baja 62,695 46,081 19,498 83,739 X X
cingo
Temascalte- Media Baja 32,870 23,338 8,875 43,880 X X X
pec
Tenancingo Media Baja 90,946 54,749 15,552 125,039 X X
Teotihuacán Media Baja 53,010 27,300 5,354 72,114 X X
Tequixquiac Media Baja 33,907 20,717 3,730 45,131 X X
Texcoco Media Baja 235,151 98,999 18,812 317,031 X X
Tezoyuca Media Baja 35,199 19,500 3,485 54,556 X X X
Tlalnepantla Media Baja 664,225 204,581 26,569 784,390 X X
de Baz
Tlatlaya Media Baja 32,997 24,286 11,516 34,202 X X X
Toluca Alta Baja 819,561 342,576 56,550 1,096,700 X X X X
Villa de Alta Media 47,709 35,495 15,983 67,529 X X X
Allende
Villa Guerrero Media Baja 59,991 41,034 10,978 84,640 X X X
Villa Victoria Alta Media 94,369 65,964 27,367 138,939 X X X X
Zacualpan Media Baja 15,121 11,053 5,534 20,004 X X X
Zinacantepec Media Baja 167,759 98,139 28,016 244,894 X X X X
Zumpahuacán Alta Media 16,365 13,763 7,168 21,482 X X X X
Valle de Chal- Alta Baja 357, 208,507 43,633 480,544 X X X
co Solidaridad 645

Luvianos Media Baja 27,781 22,753 12,418 34,614 X X X


San José del Alta Media 91,345 76,364 43,206 130,025 X X X X
Rincón

CAPÍTULO Iii 347


* Datos SEDESOL 2015, A) No tiene Autoridad Ambiental, B) No tiene Autoridad Cambio Climático, Cat. 1
Carencia alimentaria superior al 50% de la población y acuíferos sobre explotados; Cat. 2 Carencia alimentaria
superior al 50% de la población y acuíferos equilibrados; Cat.3 Rezago social con alta y muy alta pobreza con
acuíferos sobre explotados; Cat.4 Rezago social con alta y muy alta pobreza con acuíferos equilibrados

Fuente: Elaboración propia con datos de Monterroso, 2013; SEDESOL, 2015

Se sabe que con estos mismos modelos y sus respectivas corridas los 2°C se estarían
presentando entre los años 2054 (Modelo HADGEM1) y 2061 (Modelo MPIECHAM4) con
una modificación de la precipitación a la baja de entre el 5% (Modelo HADGEM1) y el 8%
(Modelo MPIECHAM4). En ambos modelos, las rutas de concentración representativas (RCP)
fueron de 6.0 w/m2 y 8.5 w/m2. (Ver Figura 1)

Sin embargo, para efecto de este documento nos centramos en el escenario cercano, ya
que, lo que se busca es reducir la incertidumbre en la toma de decisiones con la aplicación de
estos modelos y considerando los elementos de carácter social y ambiental. Tomando datos del
CONEVAL (2013), el grado de pobreza se evalúa siguiendo siete criterios de carencias socia-
les: acceso a la alimentación, acceso a los servicios básicos en la vivienda, calidad y espacios
de la vivienda, acceso a la seguridad social, acceso a los servicios de salud y rezago educativo.

Los municipios del Estado de México que tienen deficiencia en cuanto al acceso a la
alimentación con un índice de carencia alimentaria superior al 50% de la población son: Acam-
bay, San Felipe del Progreso, San José del Rincón, Luvianos, Ixtapan del Oro, Zumpahuacan,
Villa Victoria, Sultepec y Villa de Allende. De estos, los primeros están ubicados en zonas con

CAPÍTULO Iii 348


acuíferos sobreexplotados y el resto en zonas con acuíferos en equilibrio En lo que se refiere a
municipios con rezago social, donde se establece que la medición de la pobreza debe conside-
rar el carácter multidimensional de la pobreza, el CONEVAL (2010) señala para el Estado de
México treinta y cinco municipios catalogados con un índice de rezago social con alta y muy
alta pobreza; dieciocho están ubicados en zonas con acuíferos sobreexplotados y diecisiete en
zonas con acuíferos en equilibrio. (Ver tabla 1)

Aquellos municipios catalogados con índice de rezago social con alta y muy alta po-
breza que se localizan en regiones con acuíferos sobreexplotados son: Acambay de Ruiz Cas-
tañeda, Atenco, Calimaya, Chimalhuacán, Coyotepec, El Oro, Ixtlahuaca, Jiquipilco, Lerma,
Morelos, Nextlalpan, Otzolotepec, Ozumba, San Felipe del Progreso, San José del Rincón,
Temascalcingo, Xalatlaco y Zinacantepec.

Con este escenario como base de trabajo, se analizó la expresión territorial de la modifi-
cación del clima y sus posibles efectos sobre las regiones de los acuíferos, así como de las Áreas
Naturales Protegidas del Estado de México, permitiendo sugerir los siguientes resultados.

El escenario de aumento de 1°C de temperatura va a tener un impacto importante en la parte


norponiente del Estado de México. Un acercamiento más detallado a las zonas montañosas del
Estado, implica que los siguientes climas van a ser más susceptibles de ser afectados:

• C (w2) - Templado, subhúmedo, temperatura media anual entre 12ºC y 18ºC, tempera-
tura del mes más frío entre -3ºC y 18ºC y temperatura del mes más caliente bajo 22ºC.
Precipitación en el mes más seco menor de 40 mm; lluvias de verano con índice P/T
mayor de 55 y porcentaje de lluvia invernal del 5 al 10.2% del total anual

• C (w1) - Templado, subhúmedo, temperatura media anual entre 12ºC y 18ºC, tempera-
tura del mes más frío entre -3ºC y 18ºC y temperatura del mes más caliente bajo 22ºC.
Precipitación en el mes más seco menor de 40 mm; lluvias de verano con índice P/T
entre 43.2 y 55 y porcentaje de lluvia invernal del 5% al 10.2% del total anual.

• C (wo) - Templado, subhúmedo, temperatura media anual entre 12ºC y 18ºC, tempera-
tura del mes más frío entre -3ºC y 18ºC y temperatura del mes más caliente bajo 22ºC.
Precipitación en el mes más seco menor de 40 mm; lluvias de verano con índice P/T
menor de 43.2 y porcentaje de precipitación invernal del 5% al 10.2% del total anual.

• Cb’ (w2) - Semifrío, subhúmedo con verano fresco largo, temperatura media anual entre
5ºC y 12ºC, temperatura del mes más frío entre -3ºC y 18ºC, temperatura del mes más

CAPÍTULO Iii 349


caliente bajo 22°C. Precipitación en el mes más seco menor de 40 mm; lluvias de verano
y porcentaje de lluvia invernal del 5 al 10.2% del total anual.

• E(T) CHw- Frío, temperatura media anual entre -2°C y 5°C, temperatura del mes más
2% frío sobre 0°C y temperatura del mes más caliente entre 0°C y 6.5° C; con lluvias
de verano.

En el caso específico del Izta-Popo. Los estudios de Carla Torres-Beltrán y Lorenzo


Vázquez Selem (2013) muestran que el límite superior del bosque cerrado y continuo en el Iz-
taccíhuatl ascendió 30 m en los últimos 67 años, en los primeros 38 años del periodo estudiado
ascendió 12 m, en comparación con los últimos 19 años en los que el ascenso fue de 17 m. Este
resultado coincide con la tendencia ascendente en las gráficas de temperatura (Torres-Beltrán y
Vázquez Selem, 2013).

Las zonas de recarga hídrica, a escala regional, son un objeto socio-ambiental de


importancia por los servicios ambientales que proveen a través del rendimiento hídrico de la
cuenca o la contribución total de agua. Lo anterior, beneficia a los pobladores por mantener
una cantidad deseada de agua. En un sentido similar, los cuerpos de agua, incluyendo ríos,
lagos y manantiales, son otro objeto socio-ambiental de gran importancia para la viabilidad
de los ecosistemas a escala regional así como de las diversas estrategias de vida de las dis-
tintas regiones del Estado de México. Una disminución del 5% en la precipitación proyec-
tada por el cambio de un grado hacia las décadas del 2033-2037, afecta principalmente la
región del norte del Estado, la cual coincide con los acuíferos ya sobreexplotados del Estado
de México, haciendo urgente medidas tanto correctivas como preventivas de adaptación al
cambio climático.

La gestión del cambio climático, o gobernanza de ella, -como tema de la adminis-


tración pública-, implica la modificación de áreas de trabajo y mentalidades, pero también
de la manera en que se concibe actualmente la respuesta institucional al tema. Este cambio
de paradigma institucional ayudará no sólo a mejorar la imagen que el ciudadano tiene de
las autoridades, sino que además ayuda a reducir la probabilidad de desastres asociados al
clima en las comunidades; ya que la desconfianza en las autoridades es una de las causas de
la vulnerabilidad social al cambio climático.

Por ello, se debe buscar fomentar la participación social pues, además se encuentra
en la lógica operativa de la Ley General de Cambio Climático y en la Ley de Cambio Climá-

CAPÍTULO Iii 350


tico del Estado de México, por lo que se necesita que se cumpla la ley vigente en el estado
de México; instrumentar la incorporación de definiciones ad hoc en el tema de cambio cli-
mático en la Legislación estatal vigente; fomentar la participación ciudadana en las sesiones
del Consejo Consultivo de Cambio Climático y revisar que el Instituto Estatal de Energía
y Cambio Climático, la autoridad estatal designada, opere en los términos que la ley y sus
reglamentos le mandatan.

En cuanto a las medidas de adaptación vinculadas con distintos sectores, el mane-


jo integral del recurso hídrico para el Estado de México implica permear la adaptación
basada en ecosistemas y en primera instancia se sugiere partir de replicar los anteproyec-
tos y pasar a pase ejecutiva del Plan Maestro de Restauración Ambiental de la Cuenca
Alta del Río Lerma para manejar de manera integral las otras cuencas del estado, desde
su generación en tierras altas y a través de su recorrido a las zonas bajas; vincular ins-
trumentos de ordenamiento territorial con planes de gestión de cuenca; al mismo tiempo
incrementar al 100% la cobertura de dotación de agua y drenaje en el Estado y fomentar
el uso de aguas tratadas.

A escala municipal el ordenamiento ecológico del territorio incorporado a los proce-


sos de desarrollo urbano es la medida prioritaria a desarrollar en esta ventana temporal de
los siguientes 10 años considerando que como lineamientos generales podemos sugerir lo
siguiente:

• En los Programas Municipales de Desarrollo Urbano, que la categoría de uso de


suelo, área urbanizable no programada, sea revisada y cambiada a por ejemplo
urbanizable programada con medidas ambientales (ecotecnias y mejoramiento de
la imagen objetivo).

• Que los usos de suelo de áreas naturales protegidas con su respectiva zonificación
interna sean incorporados a los programas de desarrollo urbano y se homologuen
criterios para hacer compatibles la zonificación urbana con la ambiental.

• Que se incorporen procesos de ordenamiento ecológico a escala municipal.

• Que en los programas de desarrollo urbano, todas las barrancas sean protegidas.

Otro elemento integral a escala municipal a considerar es el relacionado con la construc-


ción de medidas de adaptación basada en ecosistemas cuyas premisas generales son las siguientes:

CAPÍTULO Iii 351


• El aprovechamiento activo y sostenible de los recursos naturales es la base para
la conservación de éstos y para el desarrollo de las comunidades rurales.

• El ordenamiento comunitario del territorio y la planeación colectiva y estratégica


de las actividades de manejo son la base de la sustentabilidad de las intervencio-
nes humanas-sociales en el territorio.

• Los ejidos y comunidades rurales propietarias de la mayor parte de las tierras de


la cuenca son los actores principales en el manejo territorial. El desarrollo de sus
medios de vida tiene una relación positiva con la conservación ambiental y sus
estructuras de gobernanza son la base para organizar y mantener en el largo plazo
las estrategias de desarrollo sostenible.

Las acciones prioritarias en cuanto a medidas de adaptación basada en ecosistemas


necesitan abonar los siguientes ejes:

• Fortalecimiento de la gobernanza y el capital social (Reglamentos ejidales y es-


tatutos, Espacios de toma de decisiones, transparencia y rendición de cuentas,
Formalización de estructuras de gobierno y cuadros operativos de la Unión de
Ejidos y los ejidos de la cuenca y Sistema local de monitoreo y evaluación)

• Manejo territorial sostenible. (Ordenamientos Territoriales Comunitarios, Mejo-


res prácticas silvícolas y certificación FSC. Conformación de una Agencia de De-
sarrollo Local para acompañamiento y capacitación. Planes de manejo y conser-
vación de parcelas agrícolas y puesta en marcha de mejores prácticas de manejo.
Centros de acopio de residuos sólidos. Plantaciones forestales sostenibles (agro-
forestería, forestería análoga, sistemas silvopastoriles) y Restauración forestal y
prevención de la degradación.)

• Desarrollo de esquemas de pagos por servicios ambientales (Mecanismo local de


PSA que impulsa el manejo planeado y sostenible del territorio de la cuenca y
Estrategia regional de reducción de emisiones por degradación y deforestación,
aprovechamiento forestal sustentable e incremento de los almacenes de carbono)

Otro elemento integral de escala municipal a considerar es el relacionado con la

CAPÍTULO Iii 352


construcción de medidas de adaptación en el sector agrícola, buscando detonar estrategias
de adaptación autónomas a través de las variedades de maíz que se cultivan, la inclusión del
amaranto como complemento alimenticio del maíz y el éxito de las brigadas comunitarias
que cuidan los recursos boscosos, son condiciones que han operado en otras regiones del
país y están siendo consideradas como necesarias bajo esquemas de adaptación al cambio
climático. Además, vincularlo al manejo y conocimiento de la tierra, así como a una gama
de técnicas de cultivo –como las que se rigen por el grado de sol o sombra– al utilizar diver-
sos tipos de semilla o hacer uso de las barreras vivas, implica rescatar muchas de las medi-
das de agricultura tradicional que han sido a la fecha exitosas en contextos de agricultura de
subsistencia. Por ejemplo: el efecto ladera.

Bajo condiciones más secas y más calientes proyectadas por efecto del cambio cli-
mático, la agricultura tendrá el reto de incrementar o mantener la producción actual con
menos agua a través de acciones de adaptación, aplicando técnicas y sistemas que permitan
una mayor eficiencia en el uso del agua. Para ahorrar agua se requiere conocer primero el
uso que se le dará en una zona de riego para de esa manera poder satisfacer las necesidades
de transpiración de la planta que tiene una variabilidad espacial y temporal en el ciclo; sumi-
nistrar la evaporación del agua del suelo; compensar las pérdidas de agua por llevar el agua
de la fuente a la zona de raíces; y, compensar la variabilidad en la aplicación del riego y en
las propiedades del suelo, cultivo y ambiente.

Las zonas con condiciones semidesérticas en el Estado de México corresponden a la


parte nororiente del estado (municipios de Netzahualcóyotl, Chimalhuacán, Atenco, Acol-
man y Teotihuacán), las cuales serían prioritarias en términos agrícolas, sin embargo, esto
no quiere decir que se desatiendan las otras zonas agrícolas del Estado. En ese sentido, se
requiere definir qué estrategia se implementaría en cada caso para: escapar de la sequía
cambiando la fecha de siembra, de cultivo y de variedad; establecer una tolerancia al estrés
mediante la reducción de la pérdida de agua al maximizar su disponibilidad para las varie-
dades de plantas; racionar el cultivo en unos períodos y con ello guardar agua para usarse en
períodos críticos; y, moderar el estrés hídrico con riegos ya sean suplementarios, deficitarios
o parciales(Debaeke y Aboudrare, 2004).

Por todo lo enumerado, las autoridades de los municipios en cuestión debieran pon-
deran la creación de este tipo de estrategias para, incluso facilitar el acceso a mecanismos
de financiamiento y/o ponderar la creación de infraestructura que pueda tener beneficios

CAPÍTULO Iii 353


socioambientales en el corto plazo apelando a la aplicación de presupuestos públicos con-
juntos para crear infraestructura que sirva para responder al cambio climático antropogénico
en el corto plazo. Para reducir la vulnerabilidad social se recomienda que se implementen
acciones de prevención y respuestas a corto y mediano plazo ante contingencias climáticas
por sectores y que de manera indirecta ayudaran a combatir la pobreza y que el combate a
la pobreza se comience a incorporar un componente climático en las estrategias de carácter
federal, estatal y municipal.

La administración municipal mexiquense en el contexto de cambio climático y ante


la obligación de crear sus Planes de Acción Municipal para el año 2016 deberá: crear la es-
tructura administrativa municipal que atienda la protección civil, ecológica y restauración
medioambiental, capacitar a los funcionarios públicos en el tema de cambio climático, crear
una estrategia de actualización académica para los funcionarios municipales que tendrán en
su encargo el tema de cambio climático; implementar, consensuadamente, las estrategias
de adaptación al cambio climático, diseñar estrategias de comunicación social y facilitar
estrategias de participación ciudadana de carácter cultural y artístico para la sensibilización
del cambio climático.

La formación y capacitación de los habitantes del Estado de México en materia cli-


mática puede gestarse a través de la educación, formal e informal, y con ello crear una cul-
tura climática en la entidad. La educación, en ese sentido, debe verse como una de las tareas
que ayudaran a reducir la vulnerabilidad social y al mismo tiempo ayudara a incrementar la
capacidad de adaptación de los habitantes.

Lo que se busca es que el “aumento de los niveles de educación en los hogares


puede hacerlos más propensos a beneficiarse de las alertas tempranas” relacionadas con
el clima y el cambio climático (Eakin, 2014, p. 2). La tabla 2 muestra, no solo que mu-
nicipios deben ser considerados como prioritarios, sino además las acciones específicas
a implementar.

Lo previo sirve para identificar las áreas prioritarias, y puede permitir crear estrategias
de alcance intermunicipal, con ello se le puede facilitar al tomador de decisiones la ubicación
de donde debe intervenir y que planes de trabajo político crear en el corto plazo para evitar
que la vulnerabilidad social se incremente en dichos municipios y en el estado en general.

CAPÍTULO Iii 354


Tabla 2. Prioridades municipales en el Estado de México en el contexto de cambio climático

Prioridad Temporalidad Municipios Sugerencias principales

MUY ALTA Corto plazo San Felipe del Progreso, San José Mantener el combate a la pobreza
del Rincón, Chimalhuacán, Lerma, para reducir la vulnerabilidad social,
Zinacantepec, Atenco y Acambay de incorporando variables de exposición
Ruiz Castañeda climática que podrían incrementar la
vulnerabilidad de no ser atendidas en
el presente. Vincular instrumentos de
ordenamiento territorial con planes de gestión
de cuenca para reestablecer el equilibrio de los
acuíferos sobreexplotados

ALTA Corto plazo Calimaya, Coyotepec, Ixtlahuaca, Estandarización de criterios para hacer
Xalatlaco, Jiquipilco, Morelos, compatibles la zonificación urbana con
Nextlalpan, El Oro, Otzolotepec, la ambiental. Incorporar procesos de
Ozumba, Temascalcingo ordenamiento ecológico a escala municipal.
Vincular instrumentos de ordenamiento
territorial con planes de gestión de cuenca

MEDIA Mediano plazo Amanalco, Donato Guerra, Ixtapan Implementar acciones de prevención y
del Oro, Malinalco, Ocuilan, respuestas a corto y mediano plazo ante
Otzoloapan, Sultepec, Tejupilco, contingencias climáticas por sectores
Temascaltepec, Tenancingo, Tlatlaya, y que de manera indirecta ayudaran a
Villa de Allende, Villa Guerrero, Villa
combatir la pobreza. Vincular instrumentos
Victoria, Zacualpan, Zumpahuacán y
de ordenamiento territorial con planes de
Luvianos
gestión de cuenca para mantener el equilibrio
de los acuíferos. Realizar un plan de carácter
regional para reducir la vulnerabilidad social
para eficientar el uso de recursos públicos.

ALTA Mediano plazo Acolman de Nezahualcóyotl, Implementar estrategias de adaptación


Inversión Axapusco, Chiautla, Chiconcuac, basada en ecosistemas con el enfoque de la
para sequía Nopaltepec, Otumba, La Paz, San agricultura en condiciones semidesérticas
Martín de las Pirámides, Teotihuacán, y buscando el uso eficiente del agua en
Texcoco y Tezoyuca
condiciones de más secas y calientes
por efecto del cambio climático. Realizar
un plan de carácter regional para reducir la
vulnerabilidad social para eficientar el uso de
recursos públicos
ALTA Mediano plazo Toluca, Huixquilucan, Ixtapaluca, Planear e instrumentar mejoras en
Inversión Amecameca, Cuautitlán, Izcalli, infraestructura urbana, equipamiento y
exposición Chalco, Nezahualcóyotl, Valle mobiliarios para hacer a la exposición
climática de Chalco Solidaridad, Metepec, climática. Ordenamiento ecológico del
Huehuetoca, Polotitlán, Tequixquiac,
territorio a escala municipal para los
Naucalpan de Juárez, Tlalnepantla de
Baz y Ecatepec de Morelos próximos 10 años

Fuente: elaboración propia

CAPÍTULO Iii 355


Conclusiones

La preocupación por fomentar o incrementar las acciones de adaptación social se mue-


ven en el hecho de que el Quinto Reporte Evaluación del Panel Intergubernamental de Cambio
Climático de la ONU (IPCC, 2014) ha señalado que las tendencias en las emisiones no per-
miten suponer que los escenarios de elevación de la temperatura vayan a la baja, en el mismo
sentido se encuentra la Convención Marco de la Naciones Unidas sobre Cambio Climático en
la COP 21 (CMNUCC, 2015), por ello, se ha mandatado a que, sin que se dejen de lado las
acciones de mitigación se fomenten las acciones que permitan la adaptación como una forma
de hacer frente al cambio climático en el corto plazo.

En el caso particular, el Estado de México es uno de los estados de la república que poco
a poco ha ido creando una infraestructura institucional para hacer frente a cambio climático.
Su enfoque de instrumentación se encuentra vinculado a la mitigación, lo cual se origina desde
la denominación de la autoridad encargada del área que se nombra Instituto Estatal de Energía
y Cambio Climático, a ello se agrega el hecho de que en el Programa Estatal de Cambio Cli-
mático vigente en la entidad, la adaptación es el eje más débil del mencionado programa. Otro
elemento que destaca es que en el ámbito municipal solo 69 ayuntamientos cuentan con una
autoridad de carácter ambiental, 56 de ellos revisan el tema en las áreas de cabildo (que no son
áreas de carácter administrativo), pero ningún municipio del estado cuenta a la fecha con una
autoridad exclusiva para el tema de cambio climático. Lo cual supone un reto al diseño y a la
instrumentación de los Planes de Acción Climática Municipal.

La intención de poder reducir la escala temporal del incremento de la temperatura en los


escenarios de clima futuro se mueve en la lógica de poder hacer un llamado a los funcionarios
públicos para que visualicen los lugares que pueden considerarse como prioritarios y en, ese
sentido, se pueda fomentar la toma de decisiones en esta materia. En ese entendido, el cruce
de datos de carácter ambiental, fenómenos hidrometeologicos e impactos propios de la varia-
bilidad climática natural, los de rezago social más los escenarios de clima permiten identificar
áreas de oportunidad para que los funcionarios públicos puedan intervenir de manera directa en
la resolución de problemas en el presente, pensando en el futuro y combatan de manera paralela
la situación de pobreza, que es un factor que incrementa la vulnerabilidad social.

CAPÍTULO Iii 356


Obra citada

Debaeke, P., & Aboudrare, A. (2004). “Adaptation of crop management to water-limited envi-
ronments”. European Journal of Agronomy, 21(4), 433-446

Eakin, H.C., M.C. Lemos, D.R. Nelson, (2014). “Differentiating capacities as a means to sustai-
nable climate change adaptation”. Global Environmental Change 27 (2014) 1–8

Eakin, H., A. M. Lerner, F. Murtinho (2010). “Adaptive capacity in evolving peri-urban spaces:
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tal Change 20 14–22

Eakin, H.; S. Eriksen, P.-O. Eikeland and C. Qyen (2011). “Public Sector Reform and Gover-
nance for Adaptation: Implications of New Public Management for Adaptive Capacity
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IPCC (2007) Cambio climático 2007. Informe de síntesis. Contribución de los Grupos de Tra-
bajo I, II y III al Cuarto Informe de Evaluación del Grupo Intergubernamental de Ex-
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Reisinger A. (directores de publicación)] IPCC, Ginebra, Suiza

IPCC (2012) Managing the Risks of Extreme Events and Disasters to Advance Climate Change
Adaptation. A Special Report of Working Groups I and II of the Intergovernmental Panel
on Climate Change [Field, C.B., V. Barros, T.F. Stocker, D. Qin, D.J. Dokken, K.L. Ebi,
M.D. Mastrandrea, K.J. Mach, G.-K. Plattner, S.K. Allen, M. Tignor, and P.M. Midgley
(eds.). Cambridge University Press, Cambridge, UK, and New York, NY, USA, 582 pp.

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ciales del cambio climático: un panorama desde México: ¿Cambio social o crisis am-
biental? México: Instituto Mora, UNAM, pp. 23-47

Pahl-Wostl C. (2009). “A conceptual framework for analysing adaptive capacity and multi-le-
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CAPÍTULO Iii 357


19, 354–365

Ruiz R., N. (2012). “La definición y medición de la vulnerabilidad social. Un enfoque normati-
vo”. Investigaciones Geográficas, Boletín del Instituto de Geografía, UNAM, Núm. 77

Wigley T. M. L. (2008) MAGICC/SCENGEN 5.3: User Manual (version 2). NCAR, Boulder,
CO. 80 pp.

Obra citada de internet

Cámara de Diputados del H. Congreso de la Unión (2014). Ley General de Cambio Climático.
Disponible en http://www.diputados.gob.mx/LeyesBiblio/pdf/LGCC_291214.pdf

CMNUCC (2015). FCCC/CP/2015/7, Informe de síntesis sobre el efecto agregado de las con-
tribuciones previstas determinadas a nivel nacional, Bonn, CMNUCC, los dos grados
http://unfccc.int/resource/docs/2015/cop21/spa/07s.pdf

CONEVAL (2010). Medición de pobreza 2010 por municipio. Disponible en http://www.co-


neval.gob.mx/Medicion/Paginas/Medición/Medicion-de-la-pobreza-municipal-2010.
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assessment-report/ar5/wg3/WG3AR5_SPM_brochure_es.pdf

Torres-Beltrán C. y L. Vázquez S. (2013). Análisis de los cambios del límite superior del bos-
que en el volcán iztaccíhuatl. Evidencias físicas y biológicas del cambio climático. En:
http://www.pincc.unam.mx/congresonacional2013/documentos_descargables/PDF/
Anfi/TorresBeltranCarla.pdf

CAPÍTULO Iii 358


Análisis de la plataforma legal que garantice
la seguridad alimentaria y nutricional: Un
análisis desde las políticas públicas

Rebeca Monroy Torres68

Ana Karen Medina Jiménez69

Alex Ricardo Caldera Ortega70

Resumen: En este trabajo se busca analizar el marco legal en México y del Estado de Guana-
juato, que promuevan la seguridad alimentaria, tal como queda señalado en el artículo 4º de la
Constitución Mexicana de los Estados Unidos Mexicanos. En términos metodológicos se pro-
cedió a realizar una revisión desde el marco legal partiendo de que desde 1996, en la Cumbre
Mundial sobre la Alimentación se reafirmó el derecho inalienable para todo ser humano, con
el acceso a una alimentación adecuada, inocua y nutritiva, y se planteó como meta el disminuir
a la mitad el número de personas subnutridas en el mundo para el año 2015. Esta lucha para
promover y asegurar políticas que incentiven el logro del objetivo y meta sobre disminuir el
número de personas en desnutrición o en pobreza extrema, queda sentado en la Constitución
de la Organización Mundial de la Salud (OMS, 2006), con el Derecho fundamental que tiene la
población a gozar de salud. Por otro lado, no se puede abordar la seguridad alimentaria sin la
seguridad y derecho al agua potable y no sólo como un problema de saneamiento si no que el
agua debe ser potable, que significa que sea para consumo humano, tiene que estar accesible y
disponible de forma constante.

Palabras clave: Políticas públicas, Nutrición, Seguridad Aliementaria.

68
Laboratorio de Nutrición Ambiental y Seguridad Alimentaria. Departamento de Medicina y Nutrición. División
de Ciencias de la Salud, Campus León. Email: rmonroy79@gmail.com
69
Programa Rotatorio de Estancias y Prácticas profesionales (PREPP). Email: karenina4kar@outlook.com
70
Departamento de Gestión Pública y Desarrollo. División de Ciencias Sociales y Humanidades. Campus León.
Email: arcaldera@ugto.mx

CAPÍTULO Iii 359


Summary: This paper seeks to analyze the legal framework in Mexico and the state of
Guanajuato, to promote food security, as is stated in Article 4 of the Mexican Constitution
of the United Mexican States. In terms of methodology we proceeded to conduct a review
from the legal framework on the basis that since 1996, at the World Food Summit ina-
lienable right for every human being with access to adequate, safe and nutritious food is
affirmed, and raised the goal of halving the number of undernourished people in the world
by 2015. This struggle to promote and ensure policies that encourage the achievement of
the objective and goal of reducing the number of people in malnutrition or extreme pover-
ty, is sitting in the Constitution of the World Health Organization (WHO, 2006), with the
fundamental right of people to enjoy health. On the other hand, you can not address food
security without security and right to drinking water and not only as a sanitation problem
if the water must be potable, which means it is for human consumption, must be accessible
and available constantly.

Keywords: Public Policies, Nutrition, Food Safety.

La seguridad alimentaria

La Organización para la Agricultura y la Alimentación (FAO), define a la seguridad


alimentaria cuando: “todas las personas tienen en todo momento acceso físico y económico a
suficientes alimentos inocuos y nutritivos para satisfacer sus necesidades alimenticias y sus pre-
ferencias en cuanto a los alimentos a fin de llevar una vida activa y sana” (FAO, 1996). Si bien
esta definición se ha actualizado e integrado no sólo la seguridad alimentaria si no la nutricional
y con ello considerar los aspectos socioculturales, gusto y preferencias; además de promover
una actividad física.

La seguridad alimentaria engloba cuatro pilares (FAO, 2006):

a) Disponibilidad de alimentos: Se refiere a la existencia de cantidades suficientes de


alimentos de calidad adecuada, suministrados a través de la producción del país o de importa-
ciones

b) Estabilidad: Aspectos de clima y de disposición de recursos

c) Acceso, a los alimentos que se refiere a la disposición de recursos adecuados para una
alimentación nutritiva

CAPÍTULO Iii 360


d) Utilización biológica de los alimentos: a través de una alimentación adecuada, agua
potable, sanidad y atención médica de acuerdo a las necesidades fisiológicas, que es el acceso
a alimentos adecuados en todo momento, sin correr el riesgo de quedarse sin acceso a los ali-
mentos a consecuencia de crisis repentinas ni acontecimientos cíclicos.

Soberanía Alimentaria

Pero de lo anterior tenemos un concepto que es una estrategia para hacer valer el dere-
cho Universal a una alimentación saludable y que sea permanente y la soberanía alimentaria, la
cual se define como ese derecho que tienen las personas, a tener acceso a alimentos nutritivos y
culturalmente adecuados, accesibles, producidos de forma sostenible y ecológica (sostenible) y,
principalmente a poder tomar decisiones y acciones sobre la producción de sus propios alimen-
tos. La soberanía alimentaria, se entiende y analiza desde los siguientes pilares (FAO, 2013):

1. Se centra en los alimentos para los pueblos

2. Importancia de los proveedores de alimentos

3. Localización de los sistemas alimentarios

4. El control se da a nivel local

5. Promueve conocimientos y habilidades

6. Es compatible con la naturaleza

Lo anterior llevaría a integrar una dieta sustentable, cuyo logro sería sólo con enfo-
ques muldisciplinarios que puedan ser oportunos a la problemática compleja. Por ello en
esta revisión y análisis identificamos que el país, tiene un pobre desarrollo y promoción de
políticas públicas que lleven a lograr o fomentar una seguridad alimentaria integral, desde
su concepción. Para ello se abordará el marco legal nacional y la situación de salud de la
población que tiene una relación directa con la situación económica, social, política, seguri-
dad, ecológica y de educación para poder salir de la problemática en obesidad por ejemplo,
ya que se vive en un ambiente y sistema construido para tener sobrepeso y las enfermedades
asociadas a ello.

CAPÍTULO Iii 361


Marco Legal Nacional

Todos los países, incluyendo México, cuentan con tratados con la OMS para hacer
valer el derecho a la salud, y en ello queda implícito el derecho a una seguridad alimentaria
y al agua.

La Constitución Mexicana de los Estado Unidos Mexicanos, en su última reforma en


su artículo 4° refiere que el Estado generará las condiciones para que:

• Toda persona tenga derecho a una alimentación nutritiva, suficiente y de calidad.

• Toda persona tenga derecho a la protección de su salud.

• Toda persona tenga derecho a un medio ambiente sano para su desarrollo y bien-
estar.

• Toda persona tenga derecho al acceso, disposición y saneamiento de agua para


consumo personal y doméstico en forma suficiente, salubre, aceptable y asequible

Estadísticas de Salud

Antes de dar un panorama del estado de salud y por ende puede reflejar el estado e im-
pacto a la seguridad alimentaria, es importante señalar que de acuerdo a la Encuesta Nacional
de Salud y Nutrición del 2012 (ENSANUT), para el estado de Guanajuato, se presentó una
inseguridad alimentaria en cualquiera de sus tres dimensiones (leve, moderada y severa) en
un 71.2%, situación que podría explicar un problema de acceso a una alimentación deficiente
en nutrimentos que provienen del campo mexicano y que nos permitirían entrar y justificar el
análisis desde la soberanía alimentaria del país y del Estado de Guanajuato.

Respecto a los aspectos de salud, debido a la emergencia sanitaria que representan las
enfermedades no transmisibles (ETN), el sobrepeso la obesidad y específicamente la diabetes
mellitus tipo 2, el gobierno de México se encargó de diseñar programas y estrategias que per-
mitan controlar la problemática económica, social y de salud que se genera en la población,
considerando que el país se encuentra en un proceso de transición demográfica caracterizada
por un incremento en la población de adulto mayor y disminución de la población infantil.

El sobrepeso y la obesidad son factores de riesgo para presentar enfermedades no


transmisibles, por lo tanto, el persistente incremento de su prevalencia representa un gran

CAPÍTULO Iii 362


problema para la salud pública. De acuerdo a resultados de la Encuesta de Salud y Nutrición
(ENSANUT) 2012, la prevalencia de sobrepeso y obesidad en adultos en México fue de
71.3% representando a 48.6 millones de personas, de las cuelas 32.4% pertenecen al grupo de
obesidad y 38.8% al de sobrepeso. En este sentido, es de vital importancia mencionar, que a
pesar de que dichas prevalencias se inclinan hacia la parte longeva de la pirámide poblacional
mexicana, la población joven recientemente ha presentado también un incremento sustancial.

En un escenario en el cual el sobrepeso y la obesidad llegan a ser determinantes nece-


sarios para el desarrollo de enfermedades como la diabetes mellitus tipo 2, el papel que juega
la transición nutricional es eminente, ya que la occidentalización de la dieta, que integra el
incremento en la densidad energética y sodio en los alimentos, principalmente procesados y el
consumo de bebidas dulces.

Programas, normatividad y acciones que abordan la promoción de una seguridad ali-


mentaria

a) Acuerdo Nacional de Salud Alimentaria, Estrategia contra el Sobrepeso y la Obesidad

El objetivo general de la Estrategia es “Mejorar los niveles de bienestar de la población


y contribuir a la sustentabilidad del desarrollo nacional al desacelerar el incremento en la pre-
valencia de sobrepeso y obesidad en los mexicanos, a fin de revertir la epidemia de las enferme-
dades no transmisibles, particularmente la diabetes mellitus tipo 2, a través de intervenciones de
salud pública, un modelo integral de atención médica y políticas públicas intersectoriales.” Da-
das las estadísticas de salud en los mexicanos y en el Estado de Guanajuato, surge la Estrategia
Nacional contra el Sobrepeso y la Obesidad, cuyo propósito es lograr acciones de prevención
y control de dichas patologías integrando una colaboración aguda y comprometida de los tres
órdenes de gobierno y así mismo, de los sectores público, social y privado.

La Estrategia Nacional se integra por tres pilares principales: la Salud Pública, cuyo eje
estratégico es la vigilancia epidemiológica de las ENT, la promoción de la salud y comunica-
ción educativa y la prevención; la atención médica, que se centra en buscar el acceso efectivo
y calidad en los servicios de salud, la mejora de las competencias y capacidades resolutivas del
personal de salud, la infraestructura, abastecimiento de medicamentos y pruebas de laboratorio

CAPÍTULO Iii 363


así como investigación y evidencia científica; finalmente, la regulación sanitaria y política fiscal
cuyas tácticas se enfocaran en la aplicación de reformas en materia de publicidad y etiquetado
de alimentos y bebidas y medidas fiscales para disminuir el consumo de alimentos y bebidas de
escaso valor nutricional.

Para combatir este gran reto de salud pública, el Estado Mexicano ha implementado
acciones como el Acuerdo Nacional de Salud Alimentaria, Estrategia contra el Sobrepeso
y la Obesidad, que tiene como objetivo principal revertir la epidemia de las Enfermedades
Transmitidas de Alimentos (ETA), que se derivan del sobrepeso y la obesidad, dirigida
esencialmente a la población pediátrica. Además se basa en la modificación de factores de
riesgo como el sedentarismo y la ingestión de alimentos poco saludables. Es importante
mencionar que para el adecuado desarrollo de este programa se encontraron elementos que
limitaron su alcance e impacto, como la ausencia de un marco jurídico que garantizara la
ejecución de las acciones propuestas y la falta del establecimiento de metas, plazos e indi-
cadores de proceso.

Otra acción importante que se ha tomado ha sido el “Acuerdo mediante el cual se es-
tablecen los lineamientos generales para el expendio o distribución de alimentos y bebidas en
los establecimientos de consumo escolar de los planteles de educación básica”, publicado en el
Diario Oficial de la Federación el 23 de Agosto de 2010, siendo su propósito el “establecer ac-
ciones que promuevan una alimentación y entorno saludable e impulsen una cultura de hábitos
alimentarios que favorezca la adopción de una dieta correcta para la prevención del sobrepeso
y la obesidad”. Posteriormente, en 2011 se publicó en el mismo sitio la “Ley de ayuda alimen-
taria para los trabajadores” con el objetivo de proteger la salud ocupacional. Por otra parte,
para contribuir a establecer mecanismos interinstitucionales de prevención control, se creó el
Consejo Nacional para la Prevención y Control de las Enfermedades Crónicas no Transmisi-
bles (CONACRO, 2010) y se implementó una reforma al Artículo 3° Constitucional, en el cual
se especifica “Prohibir en todas las escuelas los alimentos que no favorezcan la salud de los
educandos”. Así mismo las instituciones de salud coadyuvan con los Programas Integrados de
Salud (PREVENIMSS y PREVENISSSTE) empleando el empoderamiento de la derechoha-
bientes para promover estilos de vida saludable.

Para evaluar el impacto de la estrategia se plantea el sustento de las intervenciones con


sistemas de información, registros, encuestas y análisis nacionales e internacionales, apoyándo-
se de la validación con grupos focales, monitorizar el desarrollo de las tácticas para reorientas
o reforzar según sea el caso. Posteriormente, un análisis de impacto por sector será útil para
determinar la concordancia de los objetivos con lo que en realidad se ha logrado. Para esto, la

CAPÍTULO Iii 364


transparencia y la rendición de cuentas deben jugar un papel imprescindible.

Los indicadores que se utilizan para medir el impacto de la estrategia se platearon de


acuerdo a cada pilar estratégico, que serán evaluados a través de un Observatorio Mexicano de
Enfermedades No Transmisibles.

Los indicadores de referencia son las prevalencias de sobrepeso, obesidad, diabetes e


hipertensión, sí como la mortalidad por diabetes y mortalidad por enfermedades hipertensivas.
Para el eje de salud pública se considera alimentación, activación física, contexto familiar y
socioeconómico, condiciones urbanas, escolares y acciones de salud pública. Para la atención
médica se considera acceso efectivo a los servicios de salud, la infraestructura y el personal
involucrado, así como los costos para los hogares y la economía. Finalmente para la regulación
se toma como indicador la regulación sanitaria y fiscal.

Norma oficial Mexicana 043-SSA-2012, promoción y educación para la Salud en materia


alimentaria. Criterios para la orientación alimentaria

Esta norma tiene el propósito de homologar los criterios y metodología para proporcio-
nar una orientación alimentaria, además de contener la descripción y definiciones de la guía
alimentaria, como es el “Plato del Bien Comer”, que es la guía alimentaria para México, cuya
descripción y explicación se presenta en el Apéndice Normativo A de la Norma Oficial Mexi-
cana NOM-043-SSA2-2012, Servicios básicos de salud. Promoción y educación para la salud
en materia alimentaria. Criterios para brindar orientación, es una guía alimentaria que integra
los tres grupos de alimentos:

a) Frutas y verduras

c) Cereales

d) Leguminosas, y alimentos de origen animal

Destacando sus principales propiedades y presentando recomendaciones a cerca de las


características que debe tener una dieta correcta, que debe ser variada, suficiente, adecuada,
equilibrada, completa e inocua ( Figura 1).

CAPÍTULO Iii 365


Figura 1. Planto del Bien comer

Fuente: NOM-043-SSA-2012

Es importante mencionar que la definición y características de la Dieta correcta de acuer-


do a la NOM-043-SSA-2012, además de dar las estrategias para cumplir con el artículo 4o de la
Constitución Mexicana de los Estados Unidos Mexicanos, esta norma y la guía alimentaria, da
las estrategias para que cumpla la definición de Seguridad alimentaria tal como lo promueve la
FAO, pero los entornos y espacios, y ambiente, no están construidos para que se lleven a cabo,
en papel y escrito está claro hacia dónde conducir la alimentación y las estrategias de orienta-
ción, pero no existen las condiciones educativas, económicas y culturales.

Jarra del buen beber

El comité de expertos para la Recomendación de Bebidas, se creó por la Secretaría de


Salud para establecer los riesgos y beneficios de varias categorías de bebidas, esto ante una

CAPÍTULO Iii 366


preocupación de que un 21% de las calorías totales de los adolescentes provienen de las bebidas
azucaradas, donde la evidencia señala los riesgos metabólicos de una exposición crónica a estas
bebidas azucaradas (Rivera y cols., 2008).

Por ello se diseñó la “Jarra del buen beber” como una guía que pretende orientar a cerca
de la correcta hidratación, contando con seis niveles de porciones de diferentes tipos de líquidos
recomendadas para consumir diariamente, enfatizando en el consumo de agua simple potable
(Figura 2).

Figura 2. Jarra del Buen Beber


Fuente: Rivera J y cols. Consumo de bebidas para una vida saludable:

recomendaciones para la población mexicana. Salud pub Mex, 2008; 50(2): 173-195

Otros programas que se han establecido para atender alguno de los pilares de la seguri-
dad alimentaria se presentan en el cuadro 1.

CAPÍTULO Iii 367


Cuadro 1. Programas que atienden alguno de los indicadores de la seguridad alimentaria

Indicador que atiende


Nombre del Programa Año y Organismos
desde la Seguridad Propósito
o Estrategia Encargado
Alimentaria

Disponibilidad
Proyecto estratégico Incrementar la
para la seguridad Estabilidad 1994, impulsado por la
producción de alimentos,
alimentaria (PESA) FAO y llevado a cabo
Accesibilidad para abatir el hambre y
por SAGARPA
la desnutrición
Incorporación biológica

Es el complemento o
mejora del programa
O P O RT U N I D A D E S ,
sólo que en este programa
2012, gobierno de
además de integrar la
Enrique Peña Nieto,
Educación, salud, vivienda
cuyo beneficio
Accesibilidad y alimentación, tiene la
va desde becas
PROSPERA producción de alimentos o
Incorporación biológica económicas, apoyo a
servicios como una forma
los adultos mayores,
de emprendimiento, de
apoyo alimentario,
forma que se generen las
jóvenes prospera.
condiciones de ingreso
de las familias de poder
explotar sus productos del
campo por ejemplo.

Entra en vigor el impuesto


al refresco, donde por 2014, a la fecha siguen
cada Litro se paga $1 controversias de sus
peso de impuesto y busca beneficios, ya que la
Impuesto a las bebidas Accesibilidad:
desestimar el consumo en publicidad no se ha
azucaradas económica
cantidad de toda bebida logrado disminuir
Incorporación biológica que no contenga azúcar por parte de estas
o derivado de la caña de empresas refresqueras.
azúcar.

Nota: El análisis de qué a qué tipo de indicador corresponde, es una propuesta de los autores derivados de la
evidencia y el fundamento de cada indicador de seguridad alimentaria.

CAPÍTULO Iii 368


Los desayunos escolares por el Sistema de Desarrollo Integral de la Familia (DIF),
es una de los programas que tienen mayor tiempo y las reformas que se han realizado con
la venta de alimentos considerados de baja calidad nutrimental en las tiendas escolares,
fomentar los comedores escolares, entre los principales; son aún estrategias aisladas y no
integrales. Por otro lago, estos programas han generado clientelismo político al ser sólo
asistenciales y no llegar a las personas que realmente lo necesitan, ya que la cobertura no
es universal y será difícil lograrlo al no contar con políticas que protejan nuestra soberanía
alimentaria, misma que se ha ido perdiendo con la importación de granos y cereales, lo
cual está llevando a México a una fuerte dependencia alimentaria de otros países y por otro
lado, los impactos ambientales por la misma deficientes políticas públicas ambientales, lle-
va y seguirá llevando a problemas de abasto de alimentos y de una producción de calidad
nutrimental.

Conclusiones

México es un país que desde la entrada del tratado de libre comercio se exacerbó la
dependencia alimentaria para los mexicanos, principalmente en un recurso básico alimen-
tario como son los granos (maíz principalmente). La reforma a la Constitución Política de
los Estados Unidos Mexicanos en 2011, donde se elevó a rango constitucional el derecho
a la alimentación, inició el camino para la promoción de una seguridad alimentaria y de
la soberanía, pero esto ha estado lejos de que suceda, ya que las cifras y sus impactos en
pobreza alimentaria, salud y nutrición, van en incremento.

Los gobiernos deben fungir como guardianes de la Salud y generar condiciones


como el acceso y disponibilidad a los servicios de salud, generar empleos con condiciones
seguras, contar con una seguridad alimentaria y nutricional, vivienda de calidad, entre los
principales. Todos los países, incluyendo México, cuentan con tratados con la OMS para
hacer valer el derecho a la salud, y en ello queda implícito el derecho a una seguridad ali-
mentaria y al agua. El reconocimiento de un derecho a una seguridad alimentaria desde la
Constitución Mexicana, es un avance, mismo que no es suficiente si no hay los mecanismos
para evaluar el impacto ni su cumplimiento. Dada la complejidad del tema para encontrar
indicadores sensibles para evaluarlo, es que se detecta una omisión en las estrategias que
lleven al menos a los primeros indicadores de medir la seguridad alimentaria en el país.

CAPÍTULO Iii 369


Obra citada

Gutiérrez J. P., Rivera-Dommarco J., Shamah-Levy T., Villalpando-Hernández S., Franco A.,
Cuevas-Nasu L., Romero-Martínez M., Hernández-Ávila M. (2012). Encuesta Nacio-
nal de Salud y Nutrición 2012. Resultados Nacionales. México: Instituto Nacional de
Salud Pública.

Secretaría de Salud (SS). (2013). Estrategia Nacional Para la Prevención y el Control del So-
brepeso, la Obesidad y la Diabetes. Primera edición, septiembre, Cd. De México: Edit.
IEPSA.

Monroy-Torres, R. (2009). “Seguridad alimentaria: Un llamado a la corresponsabilidad”. Re-


vista Electrónica Ide@s, CONCYTEG, 49:792-799

Monroy-Torres, R., Rodríguez-Miranda, E., Ramírez-Gómez, X. (2010). “El arsénico y su im-


pacto en la salud humana”. Naturaleza, Universidad de Guanajuato, 18: 1-7

Rivera J., Muñoz-Hernández O., Rosas-Peralta M., Aguilar-Salinas CA., Popkin B., Willett W.
(2008). “Consumo de bebidas para una vida saludable: recomendaciones para la pobla-
ción mexicana”. Salud Pública Méx; Vol. 50(2):173-195

Obra citada de internet

Secretaría de Salud. La adecuada hidratación del cuerpo ayuda a la buena salud. Fecha de
acceso: 17 de junio del 2016. Fecha de última actualización: 22 de julio del 2015. Dis-
ponible en: HYPERLINK “http://www.gob.mx/salud/articulos/la-adecuada-hidrata-
cion-del-cuerpo-ayuda-a-una-buena-salud” http://www.gob.mx/salud/articulos/la-ade-
cuada-hidratacion-del-cuerpo-ayuda-a-una-buena-salud

NORMA Oficial Mexicana NOM-043-SSA2-2012, Servicios básicos de salud. Promoción y


educación para la salud en materia alimentaria. Criterios para brindar orientación.

FAO. (1996). Seguridad alimentaria. Cumbre Mundial sobre la Alimentación. Disponible en:
HYPERLINK “ftp://ftp.fao.org/es/ESA/policybriefs/pb_02_es.pdf” ftp://ftp.fao.org/es/
ESA/policybriefs/pb_02_es.pdf Fecha de acceso: Diciembre 2014

FAO. (2006). Seguridad alimentaria. Informe de políticas, 2:1-4. Disponible en ( HYPERLINK

CAPÍTULO Iii 370


“ftp://ftp.fao.org/es/ESA/policybriefs/pb_02_es.pdf” ftp://ftp.fao.org/es/ESA/policy-
briefs/pb_02_es.pdf, última consulta, 14/11/2014).

Gordillo G, Méndez O. 2013. Seguridad y soberanía alimentaria. Disponible en: HYPER-


LINK “http://www.fao.org/3/a-ax736s.pdf” http://www.fao.org/3/a-ax736s.pdf Fecha
de acceso: Junio de 2016

CAPÍTULO Iii 371


El nuevo extensionismo rural mexicano y su
papel en la gestión del desarrollo territorial

Lorenzo Alejandro López Barbosa71

Susana Cepeda Islas72

Resumen: El presente trabajo indaga acerca del impacto de las políticas públicas aplicadas
en la promoción del desarrollo rural sustentable a través del llamado “nuevo extensionismo
integral,” el cual promueve el desarrollo de capacidades y la innovación productiva entre los
productores rurales de bajos ingresos. Está declarado en los objetivos del extensionismo el de-
sarrollo con enfoque territorial, lo cual implica profundizar en los alcances, limitaciones, logros
y experiencias exitosas, especialmente cuando el tema alimentario es ampliamente debatido y
se le reconoce un papel que va más allá de la producción de alimentos, ya que se entrelaza con
la adaptación al cambio climático y el abatimiento de los niveles de pobreza y marginación.
A partir de sistematizar experiencias en diferentes regiones del país y de aplicar una encuesta a
una muestra nacional de los servicios ofrecidos por parte de la SAGARPA en 2014, se presenta
un panorama de los resultados obtenidos a partir de diferentes indicadores de resultados, esta-
bleciéndose el impacto en los territorios y su alineamiento con los elementos constitutivos del
enfoque territorial en su aplicación.
Sin lugar a dudas, se puede concluir que el extensionismo ha transitado por diferentes enfoques
y sus correspondientes estrategias de ejecución a lo largo de los últimos 70 años, iniciando con
un enfoque asistencialista y vertical basado en la asistencia técnica, a su desaparición total du-
rante los periodos de ajuste estructural y su resurgimiento a principios de esta década bajo un
enfoque participativo e integral, como promotor de procesos de desarrollo rural.
El extensionismo rural es considerado un elemento fundamental en el impulso de procesos de
desarrollo rural y los productores beneficiarios consideran que es satisfactorio, pero en muchos
casos no es pertinente y completo. La promoción del nuevo extensionismo rural ha motivado
una energía social muy valiosa y detonado procesos de desarrollo rural que han conducido a
elevar la producción de alimentos, sin embargo, se percibe una cobertura demasiado limitada,
así como de la falta de compromiso por parte de los extensionistas, de seguimiento, integrali-

71
Departamento de Sociología. Universidad Autónoma Agraria Antonio Narro. Email: lalopbar@yahoo.com.mx
72
Departamento de Sociología. Universidad Autónoma Agraria Antonio Narro. Email: susanacepeda@gmail.com

CAPÍTULO Iii 372


dad, apropiación por parte de los productores y un escaso fomento de la innovación; así como
de su disociación con las políticas públicas de protección al ambiente y desarrollo social, así
como de la claridad de la mecánica operativa de los servicios en los territorios y su gestión. Se
presentan una serie de recomendaciones y propuestas de mejora de los servicios de extensio-
nismo rural.

Palabras clave: extensionismo rural, desarrollo rural, teoría fundamentada.

Summary: This paper focuses on the impact of public policies in promoting sustainable rural
development through the so-called “new comprehensive extensionism,” which promotes the
development capacities and innovation among low-income farmers (peasants). It is stated in
the objectives of extensionism development with territorial approach, which involves deepe-
ning the scope, limitations, achievements and successful experiences, especially when the food
issue is widely debated and is recognized a role that goes beyond production food because it is
intertwined with adaptation to climate change and abatement of poverty and marginalization.
From systematizing experiences in different regions of the country and implement a survey
of a national sample of services offered by the SAGARPA in 2014, an overview of the results
obtained are presented from different indicators, establishing the impact on the regions and
their alignment with the constituent elements of a territorial approach in its implementation.
Undoubtedly, it can be concluded that the extensionism has gone through different approa-
ches and their implementation strategies over the past 70 years, starting with a paternalistic
and vertical approach based on technical assistance, to their total disappearance during the
periods of structural adjustment and its revival earlier this decade under a participatory and
integrated approach in promoting rural development processes.
The rural extension programs are considered a key element in boosting rural development
processes and the beneficiary producers consider it satisfactory, but in many cases is not re-
levant and complete. Promoting new rural extension work has led to a valuable social energy
and detonated rural development processes that have led to increase food production, howe-
ver, too limited coverage is perceived, as well as the lack of commitment by the extension,
monitoring, integrity, ownership by producers and poor promotion of innovation; and its
dissociation with the public policies of environmental protection and social development, as
well as the clarity of the operational mechanics of services in the territories and their manage-
ment. a series of recommendations and proposals for improving rural services extensionism
are presented.

Keywords: rural extensionism, rural development, Grounded Theory.

Introducción

La alimentación ocupa un lugar trascendente en las políticas públicas, ya que en ella


confluyen importantes aspectos sociales, económicos, técnicos y políticos que están íntima-

CAPÍTULO Iii 373


mente relacionados con los actuales problemas agrícolas, sociales y de salud en el mundo,
frente a una población mundial que anualmente crece y donde el deterioro ambiental restringe
las oportunidades de producción de alimentos. Bajo este esquema, las políticas públicas para
el sector rural han privilegiado la modernización del sector agrícola que se acompaña de una
creciente concentración de la tierra en grandes unidades de producción que privilegian unos po-
cos productos básicos así como los monocultivos, y donde además, se observan externalidades
negativas; entre las que destacan: el desplazamiento de los productores rurales que dan vida a
las pequeñas y medianas unidades económicas rurales, pérdida de la biodiversidad agrícola, y
la persistencia y/o incremento de distintas formas de malnutrición y enfermedades no transmi-
sibles relacionadas con la dieta (como la obesidad y la diabetes). Este panorama exige una res-
puesta coherente e integrada, haciendo necesario integrar en las agendas políticas y sociales los
temas de agricultura familiar, seguridad alimentaria, protección de nuestros recursos naturales,
combate a la pobreza, desarrollo de capacidades y cuidados de la salud humana y la nutrición.

En este sentido, la preparación de la gente del campo mexicano a través de procesos de


capacitación, les permite adquirir e incrementar habilidades y conocimientos que, aplicados
en sus actividades diarias y en sus procesos productivos, tengan oportunidades de mejorar su
calidad de vida y a su vez, contribuir al desarrollo de y desde sus respectivos territorios. Los
mecanismos y métodos para el impulso de estos procesos de capacitación son de especial rele-
vancia porque es a través de ellos como finalmente se hace posible asegurar una mejor posición
y calidad de vida a las personas en un contexto competitivo como al que se enfrentan la socie-
dad rural, especialmente por parte de los pequeños productores.

En la comunidad dedicada al desarrollo cada vez se difunde más la idea de que el desa-
rrollo de capacidades es el motor del desarrollo humano. Ante las crisis económicas, climáticas
y alimentarias que se enfrentan en la actualidad, el desarrollo de capacidades en los estados y
las sociedades, constituyen elementos fundamentales para el diseño y la implementación de
estrategias que minimicen el impacto que generan estas crisis será un elemento crucial para
sustentar los avances hacia la consecución de los objetivos del desarrollo. Hablar de desarrollo
de capacidades es referirse a la necesidad de atender a la gente enseñándola a realizar alguna
tarea o trabajo, o bien, a realizarla de mejor manera y en menor tiempo. Este proceso debe
constituirse en un mejoramiento de la calidad de vida de las personas, a través del desarrollo
de actividades orientadas a organizarse para producir y vender mejor, o inclusive para tener un
mejor acceso a los derechos y las libertades individuales.

En virtud de que el desarrollo de capacidades contribuye significativamente con el au-


mento de las posibilidades de las personas para desempeñarse mejor en sus actividades, es

CAPÍTULO Iii 374


fundamental que las tareas, procedimientos y estrategias de estos procesos tengan un enfoque
de desarrollo humano, y como objeto de atención prioritaria considere elevar las oportunida-
des de participación en el desarrollo local a partir de la potenciación de las capacidades de las
personas.

Por tanto, la formación y desarrollo de capacidades bajo un enfoque que no solo desa-
rrolle capacidades técnicas, también denominadas duras, con aquellas vinculadas al desarrollo
humano, las que pueden contribuir significativamente con el cambio de actitudes no favorables,
y en correspondencia garantizar la sostenibilidad de los procesos de desarrollo, donde la parti-
cipación proactiva en las decisiones comunitarias es una de las acciones más comunes para el
desarrollo del sector rural.

Los procesos de desarrollo de capacidades están íntimamente ligados a los denominados


procesos de extensionismo rural.

Metodología

La presente investigación estará guiada por la llamada “Teoría Fundamentada” (Groun-


ded Theory), que es un método de investigación en el que la teoría emerge desde los datos
(Glaser y Strauss, 1967). Es una metodología que tiene por objeto la identificación de procesos
sociales básicos como punto central de la teoría. A través de esta metodología es posible descu-
brir aquellos aspectos que son relevantes de una determinada área de estudio (Strauss y Corbin,
1990).

La Teoría Fundamentada utiliza una serie de procedimientos que, a través de la induc-


ción, genera una teoría explicativa de un determinado fenómeno estudiado. En este sentido, los
conceptos y las relaciones entre los datos son producidos y examinados continuamente hasta
la finalización del estudio. Strauss y Corbin (1990) aseguran que si la metodología se utiliza
adecuadamente reúne todos los criterios para ser considerada rigurosa como investigación cien-
tífica.

Glaser (1992) afirma que la Teoría Fundamentada es útil para investigaciones en cam-
pos que conciernen a temas relacionados con la conducta humana dentro de diferentes organi-
zaciones, grupos y otras configuraciones sociales. Ya que, por ejemplo, el proceso de desarrollo
de capacidades es un proceso social, por lo que se puede afirmar, que esta metodología puede
aplicarse al estudio de la misma (Douglas, 2004).

CAPÍTULO Iii 375


A partir de sistematizar experiencias en diferentes regiones del país y de aplicar una
encuesta a una muestra nacional de los servicios ofrecidos por parte de la SAGARPA en 2014,
se presenta un panorama de los resultados obtenidos a partir de diferentes indicadores de resul-
tados, estableciéndose el impacto en los territorios y su alineamiento con los elementos consti-
tutivos del enfoque territorial en su aplicación.

Para ello, se definió una muestra, considerando que en la determinación del tamaño de la
muestra es definitiva para la aplicación de la investigación puesto que si tomamos una parte de
la población total muy pequeña no será significativa y si es muy grande se estarán desperdician-
do recursos. Por lo que se pretende utilizar el método muestreo probabilístico, en las que todos
los individuos tienen la misma posibilidad de ser elegidos para formar parte de una muestra y
consiguientemente aseguran la representatividad de la población extraída ya que al utilizar in-
tervalos de confianza en el cálculo del tamaño de muestra, es posible asegurar su confiabilidad.

La selección correcta de la muestra implica crear una que represente a la población con
la mayor fidelidad posible. Esto conlleva utilizar técnicas específicas de selección de la misma,
así como la necesidad de determinar su tamaño óptimo.

Por lo anterior, se pretendió determinar el índice de satisfacción de los usuarios de los


apoyos del CEIP, que representa un universo heterogéneo de beneficiarios, de alrededor de 250
mil, a través de tres tipos de apoyos:

• Extensionismo en entidades federativas (Concurrencia)

• PIIEX (Proyectos integrales de innovación y extensión) Estatal

• PIIEX (Proyectos integrales de innovación y extensión) Nacional

El marco muestra lo forman los beneficiarios, quienes constituyen la unidad de observación


y de muestreo, sin embargo, dado que los apoyos en concurrencia pueden otorgarse a personas
físicas, morales o grupos, y con el propósito de evitar sesgos, considerando que los proyectos
o servicios son unidades de observación diferentes, pero que incluyen el total del universo de
beneficiarios, se hace pertinente definir como la unidad muestra el servicio o apoyo otorgado,
independientemente del número de beneficiarios que lo componen, pero considerando que la
muestra de proyectos se derive de la totalidad de los servicios otorgados, por lo que considerar

CAPÍTULO Iii 376


a los servicios como unidad de muestra para conocer el grado de satisfacción de sus integrantes,
a través de ejercicios de evaluación participativa, los beneficiarios están implícitos y se puede
conformar una muestra representativa y robusta de los beneficiarios a partir del universo de
servicios.

Para ello, se consideró como una primera etapa, el integrar una muestra de servicios y a su
vez en cada uno de ellos, una segunda submuestra integrada aleatoriamente por tres beneficia-
rios, a los cuales se entrevistó de manera individual, lo que permite consistencia en la informa-
ción obtenida.

La muestra estuvo Integrada por 602 servicios de concurrencia, 24 PIIEX nacionales y


127 PIIEX estatales. En cada uno de ellos se llevó a cabo una entrevista grupal y las correspon-
dientes encuestas a beneficiarios y a técnicos por separado. El estudio estuvo financiado por la
SAGARPA.

El extensionismo rural en México

Promover el Desarrollo Rural Sustentable implica enfatizar en el desarrollo humano,


en el mejoramiento de la calidad de vida, en la generación de empleos y en la producción de
alimentos; estos objetivos, se fundamentan principalmente en el aspecto educativo-formativo
de los productores rurales, a través del perfeccionamiento y desarrollo de capacidades, promo-
viendo redes de colaboración y favoreciendo la profesionalización de los facilitadores de los
procesos de gestión del desarrollo, es decir, del quehacer de los extensionistas rurales.

El extensionismo rural, enmarcado en las disposiciones contenidas en la Ley de Desa-


rrollo Rural Sustentable, el Plan Nacional de Desarrollo 2013-2018, el Programa Sectorial de
Desarrollo Agropecuario, Pesquero y Alimentario 2013-2018 y las Reglas de Operación del
Programa Integral de Desarrollo Rural de la SAGARPA desde el año 2014, es uno de los instru-
mentos de política pública para promover el desarrollo rural sustentable, a través de servicios
profesionales en beneficio de los productores rurales mexicanos.

Si bien la Ley de Desarrollo Rural Sustentable establece claramente la obligación del


estado de promover la Capacitación y la Asistencia Técnica Integral a los productores rurales,
el extensionismo es relanzado finalmente por la SAGARPA, como un elemento fundamental
del entonces llamado Programa Integral de Desarrollo Rural (2014-2015), actualmente Pro-
grama de Apoyo a Pequeños Productores, mediante el Componente de Extensión e Innovación

CAPÍTULO Iii 377


Productiva.

En las Reglas de Operación del Programa, publicadas por la SAGARPA, se establece


que este, estará orientado a la prestación de Servicios profesionales de extensión e innovación
rural proporcionados a productores marginados y de bajos ingresos y/o sus organizaciones;
aplicado por Técnicos, en lo individual o a través de equipos multidisciplinarios formalmente
constituidos.

Este relanzamiento del extensionismo, considera firmemente la necesidad de un nuevo


perfil de quienes lo integrarán, que se le ha denominado extensionismo holístico o integral, en-
tendido como una actividad transversal que da soporte y acompañamiento a todas las fases de
los procesos productivos que llevan a cabo los productores mexicanos; de allí que deba contar
con una visión integral que apoye la producción agroalimentaria. 

Para promoverlo, se busca replicar en el campo modelos y proyectos exitosos que ten-
gan como eje actividades de capacitación, asistencia técnica, consultoría y asesoría especiali-
zadas, mejora de capacidades, demostraciones y otros procesos de educación no formal, con
el objetivo de atender adecuadamente las demandas de los productores y contar con una oferta
institucional que permita el desarrollo de territorios y sistemas-producto, así como el eslabona-
miento de las cadenas de valor.

También, se menciona, el ofrecer a los extensionistas una capacitación integral que


permita el desarrollo de sus competencias; la adquisición de conocimientos básicos para el
perfeccionamiento de su labor, con independencia de su área de especialización; así como la
adquisición de innovaciones para facilitar el intercambio y transmisión de conocimientos a los
productores. Esta formación debe contribuir finalmente, a la articulación del extensionismo en
el país y su instauración como bien público.

La extensión rural está retornando un papel importante en América Latina (Aguirre,


2012; Alemany & Sevilla, 2007), después del auge privatizador vivido hacia fines del siglo xx,
en el contexto de las políticas neoliberales que termino por desmantelar el extensionismo surgi-
do en los años cincuenta. El resurgimiento, está orientado a promover el trabajo de promoción
del desarrollo rural, el cual puede ir desde la tradicional transferencia de tecnologías, hasta el
apoyo a procesos de articulación institucional en ámbitos rurales orientados a fomentar dinámi-
cas de innovación, y hace necesario comprender los problemas a los que se enfrenta, y generar
alternativas para resolverlos. No obstante, la mayoría de los trabajos que abordan la temática
del extensionismo, suelen ubicarse en tres tipos. El primero reúne textos que discuten concep-

CAPÍTULO Iii 378


tualmente qué es el extensionismo o cómo se la debería enfocar. Se trata de análisis teóricos que
suelen tener escaso soporte en la investigación, aunque son esenciales para discutir la noción
misma de extensión y sus modelos de práctica. Aun así, no deben entenderse como productos
de investigación. A este grupo pertenece el clásico Extensión o Comunicación de Freire (1973).
Por otro lado, existe un amplio conjunto de estudios de caso diversos, relacionados con prác-
ticas, instituciones e iniciativas de extensión rural (e.g., Gaitán & Pachón, 2010; Selis, 2012;
Zuin, Zuin & Manrique, 2011). Finalmente, se encuentran abundantes trabajos institucionales
o artículos de opinión de expertos que presentan problemáticas, desafíos y propuestas para el
trabajo de usualmente apoyados en datos estadísticos o reflexiones sobre casos y experiencias
(e.g., Aguirre, 2012; Ardila, 2010; McLeod & Qamar, 2003).

Con todo ello, se busca promover y poner en marcha un nuevo extensionismo que pro-
voque sinergias e interacciones entre las diversas instancias involucradas en el desarrollo rural:
organismos gubernamentales, instituciones de educación superior e investigación, organizacio-
nes de la sociedad civil e iniciativa privada, a fin de conjuntar esfuerzos para que los avances
científicos y tecnológicos realmente lleguen al campo y contribuyan a mejorar la productividad
y el ingreso de los productores.

Por definición, el objetivo de la transferencia del conocimiento es mejorar la habilidad


de los individuos u organizaciones, obteniendo como resultado incrementar su valor económi-
co; siempre y cuando conlleve a un cambio en el comportamiento o el desarrollo de una idea, o
actividad que conduzca a una nueva forma de actuar, por lo que la trasferencia de conocimiento
es un proceso, no solo un acto en el tiempo.

En muchas ocasiones los pequeños productores no cuentan con los conocimientos téc-
nicos o académicos necesarios para administrar sus recursos con eficiencia o bien, no utilizan
correctamente tecnologías apropiadas y son dependientes de insumos externos, lo que los lleva
en algunos casos a un bajo rendimiento de su actividad productiva o bien un deficiente manejo
de sus recursos, para lo cual, se requiere hacer cambios, dotar de conocimientos a los produc-
tores para aumentar la producción, obtener mayor calidad en los productos; incorporar valor
y reducir costos unitarios de producción; y en otros a una limitada integración con los actores
económicos que participan en la cadena productiva del sistema producto al que pertenece, que
se refleja no solo en un bajo nivel de organización, sino en ubicarse en muchas ocasiones en
condiciones desventajosas de mercado y comercialización.

Por lo anterior, el extensionismo rural en México, se ha venido concibiendo no sólo


como un mero proceso de brindar asistencia técnica, sino como el proceso de formación y de-

CAPÍTULO Iii 379


sarrollo de capacidades, habilidades y actitudes en los productores, que además les permitan
la gestión de innovaciones y la integración productiva en los diferentes eslabones de la cadena
productiva.

Sin embargo, en este camino se vislumbran una serie de retos que conforman el punto
de partida de este nuevo impulso:

• Incrementar el conocimiento social y la sensibilización de los diferentes sectores de


la sociedad en torno al Extensionismo Rural.

• Promover la utilización de oportunidades de promoción del Extensionismo Rural a


través de redes sociales.

• Generar estrategias para favorecer la incorporación de nuevos profesionistas a los


servicios de Extensionismo Rural.

• Contar con un sistema de seguimiento de la oferta de servicios para promover la


calidad de los mismos.

• Identificar oportunidades de mejora de las políticas y estrategias para el fortaleci-


miento de la oferta de los servicios.

Lo anterior, aunado a un desconocimiento de la sociedad en general de las actividades


vinculadas a los procesos del extensionismo y de desarrollo rural, impide su posicionamiento y
reconocimiento social, así como su consolidación y fortalecimiento como instrumento de polí-
tica pública para promover el desarrollo rural sustentable.

Las causas principales de este problema son:

• El Extensionismo Rural en México es una política pública emergente, en constante


evolución y mejora continua, relanzada recientemente bajo nuevos conceptos y en-
foques, atendiendo la necesidad de contar con servicios profesionales para elevar el
nivel de vida de los habitantes de la Sociedad Rural e incrementar la producción de
alimentos.

• Existe un limitado o casi nulo conocimiento de las actividades inherentes al trabajo


del Extensionismo Rural por parte de la Sociedad Mexicana en general, así como de
sus retos y limitaciones.

CAPÍTULO Iii 380


• Un inadecuado y limitado desarrollo de las capacidades técnicas de quienes forman
parte de los servicios de Extensionismo Rural.

• Baja diversificación de los canales de promoción del trabajo realizado por los exten-
sionistas rurales en México.

• Nulo sistema de promoción de la oferta formativa y promoción de nuevos extensio-


nistas rurales en los niveles universitarios.

• Ausencia de un sistema de seguimiento de la oferta, que permita conocer el perfil


de los extensionistas rurales activos para definir políticas públicas adecuadas, que
contribuyan al fortalecimiento y mejoramiento de la calidad de los servicios.

• Falta de espacios de interacción entre los extensionistas rurales, que permitan iden-
tificar mejores prácticas, construcción de redes de colaboración y sistematización de
los conocimientos particulares de la profesión.

Bajo estos nuevos escenarios, especialmente el enfoque de la gestión territorial, los retos
y desafíos emergentes de nuestro tiempo, el extensionismo debe jugar un rol en el que se debe
facilitar los procesos de innovación, para el desarrollo territorial con inclusión social, sustenta-
bilidad ambiental a través del fortalecimiento de capacidades de todos los actores económicos
y sociales, la promoción de acciones colectivas y coordinación institucional.

Resultados de la aplicación de la estrategia de extensionismo en el año 2014

Durante la primera década del siglo XXI se ha manifestado un proceso de gradual re-
valoración del papel que juega la ruralidad en los procesos integrales de desarrollo de los paí-
ses, que aunado al esfuerzo por alcanzar los objetivos de un desarrollo rural que permita a los
productores del sector mejorar su calidad de vida, entendiéndose como una mejor satisfacción
de los mínimos de bienestar social, el cual sólo se logrará en el momento en que los producto-
res tengan la posibilidad de elevar su productividad y trascender en los esquemas y formas de
mercadeo, tanto a la compra de insumos como a la venta de sus productos, lo que favorecerá
su nivel de ingreso, ampliará la producción nacional de alimentos y contribuirá a la seguridad
alimentaria.

Para lograr lo anterior, se requieren de tres factores fundamentales, los que demandan

CAPÍTULO Iii 381


del desarrollo de capacidades entre los productores y que son: la innovación productiva, la ca-
pitalización y una mayor integración y asociatividad productiva. Los dos primeros elementos
tienen que ver directamente con la productividad al poner en práctica nuevas y mejores formas
de producir y la tecnificación de la producción; la tercera de ellas, está estrechamente relacio-
nada con capacidad de gestión y negociación, principalmente para los pequeños productores.

La orientación de los programas gubernamentales de apoyo, debe de estar alineada a


dos premisas fundamentales: presupuesto suficiente y oportuno, además de un respaldo técnico
y humano de manera descentralizada a través de un esfuerzo sistémico donde las reglas, los
principios, los recursos y las instituciones interactúan de manera estratégica y ordenada; y, por
lo tanto, con visión global para que sea efectiva.

Analizando la operación del Componente de Extensionismo e Innovación Productiva en


el ejercicio 2014, a nivel nacional, con una muestra que incluyo a los funcionarios operadores
de la estrategia, encuestas a beneficiarios y los datos estadísticos disponibles, en conjunto con
una muestra de beneficiarios, se pudieron identificar los siguientes aspectos:

En 2014, se creó dentro del Programa Integral de Desarrollo Rural (PIDR) el Compo-
nente de Extensión e Innovación Productiva (CEIP) con incentivos para promover el extensio-
nismo en entidades federativas, el servicio social gratificado, la implementación de Proyectos
integrales de Innovación y Extensión (PIIEX), así como servicios de soporte y modelos de
extensionismo con instituciones nacionales y extranjeras con el fin de contribuir a elevar la pro-
ducción agroalimentaria y rentabilidad del campo mediante la capacitación, asistencia técnica,
desarrollo de capacidades, asesoría y consultoría especializada, demostraciones, entre otras
mejoras competitivas y sustentables.

El CEIP destinó en 2014 un monto federal de 1,350 millones de pesos; de ellos 600
millones de pesos para ejercer en concurrencia y promover el extensionismo en entidades fede-
rativas y servicio social gratificado y beneficiar al menos a 120 mil productores. En este com-
ponente participaron poco más de 7 mil extensionistas (PSP) y estudiantes que prestan servicios
profesionales para los productores del campo mexicano. Mediante el servicio social gratificado
se otorgaron becas por 6 mil pesos mensuales hasta por 6 meses a estudiantes y egresados de
carreras relacionadas con el sector. Adicionalmente se canalizaron 750 millones de pesos de
ejecución directa para implementar Proyectos Integrales de Innovación y Extensión (PIIEX)
nacionales y estatales y beneficiar a productores rurales de zonas marginadas.

Lo anterior, refleja que se atiende un 2% del universo potencial de productores.

CAPÍTULO Iii 382


La mecánica operativa del CEIP 2014 se realizó a través de dos esquemas, el primero de
ellos denominado ejecución Nacional (PIIEX) y el segundo a través del mecanismo de recursos
en concurrencia (extensionismo en entidades federativas).

Uno de los aspectos clave de la operación del CEIP, lo constituyen las Comisiones Es-
tatales del Componente, las cuales fueron instaladas en la totalidad de las entidades federativas.
El 74.9% de los funcionarios entrevistados valoró como buena la operación de las Comisiones,
el 16.6% como regular y un 8.5% como mala.

Al seno de las Comisiones estatales se abordó principalmente la elaboración de los Pla-


nes Estratégicos Estatales, el seguimiento operativo del Componente y la emisión de las con-
vocatorias correspondientes para la contratación de los Prestadores de Servicios Profesionales.

Los factores que favorecieron la etapa de planeación, y que por lo tanto deberían adoptar
todas las instancias que operan en el componente son:

• Comunicación estrecha y ágil entre los integrantes de la Comisión

• Disponibilidad y buenas relaciones entre sus integrantes y su participación activa

• Formación de equipos de trabajo y subcomisiones

• Capacidad para resolver problemas.

• Especial cuidado en cumplir con las reuniones programadas en tiempo y forma

• Asignación oportuna, la gestión directa de recursos y el cumplimiento en tiempo y


forma para su ejecución.

• Seguimiento de los acuerdos.

También existen factores que limitaron la operación de la Comisión e indudablemente el


proceso hacia adelante de la ejecución de las acciones del plan estratégico, y estos se refieren a:

• Exceso de trabajo de sus integrantes.

• Presión laboral para el cumplimiento de metas.

• Programación de demasiadas reuniones y tiempo excesivo para llevarlas a cabo.

• Poca participación de funcionarios por el traslape de actividades o agendas.

CAPÍTULO Iii 383


• Rotación de representantes de funcionarios de los gobiernos.

• Se destina poco tiempo a la planeación estratégica.

• Lo anterior, hace llamar la atención de que, a pesar de lo limitado de los recursos,


estos no se planean adecuadamente en su ejecución.

El Plan Estratégico que por norma se debe de elaborar como punto de referencia para la
planeación de los servicios autorizados en cada entidad federativa, no tomo el nivel de impor-
tancia que debe de tener, ya que solo el 26% de los funcionarios entrevistados menciona que
se analizó ese tema en el seno de las Comisiones. El 90% de los planes se formuló en tiempo y
forma. Para su diseñó, el INCA Rural estableció la metodología.

Por otro lado, solo el 28.8% de las entidades federativas consideraron indicadores ade-
cuados para el seguimiento del Plan, el 67% los consideró de manera parcial y el 3.2% no los
incluyó. Así mismo, solamente el 13% no consideró una línea de base para el seguimiento de
los indicadores, lo que en su momento dificulta medir la eficacia de las acciones emprendidas.

Contrario a la tendencia del envejecimiento que prevalece entre los productores rurales,
el CEIP en el 2014 atendió mayormente a población joven, ya que, del total de beneficiarios
encuestados, el 69.7% mencionó tener menos de 55 años de edad y de estos el 27.6% menos de
35 años, lo que refleja que el CEIP está impulsando el desarrollo de capacidades mayormente
entre población joven, lo que sin lugar a dudas hará más vigorosa la actividad primaria.

El nivel de estudios de los beneficiarios se convierte en una oportunidad para el desa-


rrollo de capacidades, ya que el 92.7% de los beneficiarios manifestó que sabe leer y escribir
y de éstos el 50.8% tiene estudios de secundaria o más, lo que aún se hace más factible si se
considera que en su mayoría la población atendida es joven.

El 20% de los beneficiarios de la muestra hablan alguna lengua indígena, y se ubican en


20 entidades federativas, siendo 26 lenguas diferentes, que a su vez representan el 38% del total
de las lenguas reconocidas en México.

Un problema latente en México que se identificó en esta evaluación es la prevalencia


del minifundismo, pues se observó que el 66.1% de los beneficiarios cuentan con menos de 10
hectáreas, y tan solo el 10.1% tiene más de 40 hectáreas.

El 46.2% de los beneficiarios mencionan que la principal limitante en su unidad de

CAPÍTULO Iii 384


producción se refiere a aspectos relacionados con el mercado, que involucra todos los esla-
bones de la cadena productiva, hacía atrás, en la compra de insumos que eleva los costos de
producción y hacía adelante una baja negociación en la venta del producto y escaso al finan-
ciamiento.

Los productores valoraron y calificaron bien los servicios ofrecidos por los extensionis-
tas en conjunto con la operación del Componente, lo que indica que se encuentran satisfechos
con el servicio otorgado, aún y cuando la pertinencia del servicio fue valorada por los benefi-
ciarios de 0.61, que es considerado como bajo, lo que implica que ellos reconocen el servicio
recibido, pero con los resultados esperados.

El cambio positivo en el ingreso y la productividad es atribuible a un incremento en los


rendimientos de orden del 78.79% así como en la calidad de los productos obtenidos con un
valor de 78.24%. En el caso directo de la intervención al PSP, los impactos se los atribuyen a
la capacitación y asistencia técnica recibida, sin embargo, dejan ver que los servicios en pocos
casos (11.47%) proporcionan un servicio integral en el que se incluya capacitación, asistencia
técnica, incorporación al mercado y transformación.

Desde la perspectiva territorial, el alcance de operación y cumplimiento a nivel


regional fue muy eficaz en lo general, puesto que se superó la meta de que al menos el
75% de los beneficiarios del Componente alcanzaran un impacto positivo en el ingreso y
la productividad. Sin embargo, existen regiones que no demostraron alcanzar el indicador
del Componente, tal es el caso de la Región Noreste y Norte, y que, por tanto, representan
un campo de oportunidades para que en un futuro puedan mejorar sus indicadores de des-
empeño.

Conforme al análisis realizado, se observa que las capacitaciones ofrecidas en los ser-
vicios, no están teniendo un impacto significativo, es decir, no se están dirigiendo a resolver la
problemática de los productores, lo cual implica no sólo la transmisión de información, sino el
desarrollo de capacidades ya que los conocimientos transferidos no son aplicados en su totali-
dad, argumentando el 30% de los beneficiarios que fue a destiempo, o bien, que no fue adecua-
da o que no contaron con los recursos para su aplicación.

Conclusiones

A través de los servicios proporcionados a través del CEIP 2014 se promueve el desa-

CAPÍTULO Iii 385


rrollo del capital humano y el capital social, lo que trae como beneficio cambios positivos en el
ingreso y la productividad, sin embargo, las variables asociadas a la promoción de un desarrollo
de capacidades con enfoque territorial no están presentes o bien se carece de herramientas me-
todológicas por parte de los extensionistas.

Las sociedades y sus actores (locales y externos) se apropian del espacio según sus
modalidades y en función de sus posturas, que reflejan conjuntamente su personalidad propia
y su posición en las relaciones de clase o de grupos. Los grupos humanos, al interactuar con su
espacio construyen relaciones y logran la apropiación de su territorio.

En las sociedades modernas, los actores sociales han vivido el territorio como un pro-
ducto, un campo de acción y se han situado en él, sobre todo a partir de su utilización econó-
mica; de la misma manera, los actores sociales han identificado al territorio como substrato y
regenerador de su cultura, sobre el que se insertan las dimensiones económicas y políticas de
su existencia o de sus estrategias. Ahí, los actores, sobre todo los locales, no se separan jamás
del espacio que les originó o al cual se encuentran arraigados; esos fuertes vínculos provienen
de un proceso profundamente enlazado a través de flujos de información, que se establecen a
partir del espacio social de referencia: pueblo, comunidad, barrio, ciudad, etc., además de las
redes impersonales y los lazos familiares.

De esta manera, la construcción de los territorios ha operado gracias a las interacciones


entre actores y actividades, pero, sobre todo, por la puesta en práctica de estrategias operaciona-
les que se apoyan sobre la cultura, la historia, la movilización del “saber-hacer”, los fenómenos
de aprendizaje colectivo, los modos o formas de cooperación y de asociación entre los actores
y las prácticas de adaptación que se desarrollan en escala local. Los procesos de extensionismo
incorporan este valioso enfoque que permite vincularlo además con el fortalecimiento de las
capacidades para el desarrollo de las cadenas de valor, únicamente en el discurso.

Se considera que existe una deficiencia en la planeación, debido a que no se ha disper-


sado la información que se vierte en el plan estratégico, tampoco ha sido incluyente y reflexi-
vo porque existe una baja participación de los actores: productores, técnicos, universidades,
instrucciones de investigación y los tres niveles de gobierno, cuya participación no ha sido
constante, y en ocasiones solo han retrasado la operación del Componente, provocando con ello
el desfase administrativo y el trabajo de los técnicos. En sentido, una parte significante de los
técnicos y beneficiarios expresan el burocratismo con que ha operado el CEIP.

En este caso, es necesario mejorar la planeación, ya que es la base y la culminación de

CAPÍTULO Iii 386


todos los esfuerzos, y es el eslabón que pudiese favorecer de inició, la aplicación de un exten-
sionismo con un real enfoque territorial.

El individualismo, la desconfianza y la falta de asociaciones de productores han sido


identificados en este estudio como el problema más mencionado, a lo que se suma la importante
diferencia cuantitativa respecto de los demás. Así, urge dar a este problema la importancia que
merece, lo que implica aportar a su comprensión con investigación e implementar estrategias de
acción que contribuyan a enfrentarlo. Éstas deberían contemplar dos niveles al menos: el dise-
ño de proyectos de extensión que aprovechen las ventajas del trabajo grupal y asociativo, pero
minimizando sus problemas, y la construcción de modalidades de trabajo e interacción con los
beneficiarios que reduzcan la incidencia y los resultados negativos de este tipo de dificultades.

Un punto imposible de soslayar en este contexto es la formación fundamentalmente téc-


nica de los extensionistas que trabajan en los distintos países, la cual no resulta apropiada para
gestionar o apoyar procesos grupales u organizativos. En este sentido es imperioso, primero,
avanzar hacia una mayor diversidad disciplinar en el trabajo de los extensionistas. Resulta con-
tradictorio contratar sólo ingenieros agrónomos y veterinarios cuando se les pedirá que realicen
tareas que exceden su profesión. También resulta fundamental incluir temáticas como el trabajo
grupal y asociativo y sus problemas en las capacitaciones que se dan a los extensionistas. Brin-
dar capacitaciones sólo referidas a cuestiones técnicas o comerciales no es la mejor alternativa
para contribuir al éxito de las intervenciones (Landini, 2013). Las capacitaciones no deberían
abarcar los temas que resultan más intuitivos para los profesionales y para sus autoridades, sino
aquellas cuestiones que traen problemas en la práctica. Así, la propuesta de pensar la capaci-
tación de los extensionistas a partir de los problemas de la práctica, que exceden su formación
pero que están dentro de su campo de acción, no sólo alude al trabajo grupal o asociativo sino
también a temáticas vinculadas con participación, adopción de posicionamientos activos y pro-
cesos de cambio e innovación.

En relación a la orientación productivista/difusionista que parece reflejar- se en la im-


portancia otorgada a la aplicación de tecnologías “inapropiadas” por parte de los productores,
y a la resistencia al cambio y a la adopción de tecnologías, resulta prioritario elaborar estrate-
gias de acción. La implementación de un modelo de estas características puede estar limitando
el impacto de las acciones e incrementando problemas como la actitud asistencialista de los
productores, su rechazo a propuestas técnicas y una escasa participación y apropiación de pro-
yectos; en tanto que las propuestas no se construyen con base en las necesidades o prioridades
de los productores, sino según los supuestos de burócratas. Ante esto, resulta necesario generar
estrategias para reorganizar las prácticas de extensión, lo que no se logra sólo cambiando las

CAPÍTULO Iii 387


instituciones de extensión, sino también, y de manera particular, a través de procesos reflexivos
y críticos de formación que permitan modificar el modo de trabajar según esquemas más par-
ticipativos y horizontales. Las propuestas de cambio en los modos de hacer del extensionismo
que sólo se orientan al nivel cognitivo tienen escasa potencialidad para transformar prácticas
tan articuladas con las identidades de los protagonistas (Landini, Bianqui & Russo, 2013).

Con respecto al problema de la comercialización, es indudable que la cuestión debe ser


considerada desde el diseño mismo de las iniciativas y proyectos, considerando que la opción
de asociar a los productores es compleja y no constituye la única alternativa; existen otras,
como el enfoque por cadenas productivas o las compras institucionales.

Por otra parte, es importante al analizar los distintos problemas observar que no todos
se encuentran bajo la influencia de los extensionistas y de las instituciones. La falta de apoyo
público, la existencia de políticas con escasa continuidad y la limitada escolaridad de los pro-
ductores, entre otros problemas, son cuestiones de gran importancia que exceden el campo de
incidencia de los espacios de extensión. Por este motivo, cuando se piensa en abordar estas
cuestiones debe evitarse caer en dos extremos: la omnipotencia de creer que todo puede resol-
verse y el fatalismo de quien piensa que nada puede hacerse, porque en los dos casos se termina
bloqueando los cambios que sí pueden alcanzarse.

Respecto de las diferencias identificadas entre las distintas muestras nacionales, si bien
no es posible aquí un análisis en detalle, debe recordarse que pueden permitir adaptar estas pro-
puestas a contextos particulares, donde prime una u otra problemática. De todas maneras, resul-
ta necesario volver a señalar que, dadas las características de las muestras, éstas no pueden ser
consideradas representativas de las realidades de los países, sino meros indicadores de interés
que ayudan a generar interpretaciones e hipótesis de lo que resulta más importante y adecuado
en cada contexto y territorio en particular.

CAPÍTULO Iii 388


Obra citada

Aguirre, F. (2012). El nuevo impulso de la extensión rural en América Latina. Situación actual
y perspectivas. Santiago de Chile: Red Latinoamericana para los Servicios de Extensión
Rural.

Alemany, C., & Sevilla Guzmán, E. (2007). “¿Vuelve la extensión rural? Reflexiones y
propuestas agroecológicas vinculadas con el retorno y fortalecimiento de la extensión
rural en América Latina”. Realidad Económica, 227, pp. 52-74.

Douglas, D. (2004). “Entrepreneurship Research and Grounded Theory. Some Methodological


Reflections”. 3rd. European Conference on Research Methods in Business and Manage-
ment. Reading University. UK.

Gaitán, C. & Pachón, F. (2010). “Causas para la adopción de tecnologías para la renovación de
cafetales-Caso El Colegio (Cundinamarca)”. Agronomía Colombiana, 28(2), 329-336.

Glaser, B. G. y Straus, A. L. (1967). The Discovery of Grounded Theory: strategies for qualita-
tive research. New York: Aldine.

Glaser, B. G. (1992). Basics of grounded theory analysis: Emerge vs. Forcing. Mill Valley. CA:
Sociology Press.

Mcleod, W. & Qamar, M. (2003). Agricultural Extension, Rural Development and the Food
Security Challenge. Roma: FAO.

Strauss, A.L. y Corbin, J. (1990). Basics of Qualitative Research: Grounded Theory, procedu-
res and techniques. Newbury Park, CA: Sage Publications.

Zuin, L., Zuin, P. & Manrique, M. (2011). “A comunicação dialógica como fator determinante
para os processos de ensino-aprendizagem que ocorrem na capacitação rural: um estudo
de caso em um órgão público de extensão localizado no interior do Estado de São Pau-
lo”. Ciência Rural, 41(5), 917-923.

CAPÍTULO Iii 389


Sustentabilidad y Megaproyectos: los impactos
sociales en la Sierra Norte del Estado de Puebla

Pablo Sigfrido Corte Cruz73

Yazmin Yolanda Sandoval García74

Resumen: En la presente investigación, se busca analizar los megaproyectos de la Sierra


Norte del Estado de Puebla y su impacto en la sustentabilidad a través de la capacidad de la
resilencia de los diferentes actores sociales de dicho entorno. Se establece una metodología
basada en la medición de los factores de sustentabilidad mediante el instrumento de encues-
tas levantadas en Tetela de Ocampo y Cuetzalan del Progreso. Se toma como eje principal
estos dos municipios por el impacto que sus zonas geográficas atraen para la mayor parte
de la región analizada. La primera, por la iniciación de los movimientos de defensa por el
territorio y, el segundo, por la presencia de dos problemáticas: la minería a cielo abierto y
las hidroeléctricas. También se utilizan los Sistemas de Información Geográfica (SIG) y el
manejo de base de datos estadísticos directos e indirectos (INEGI, CONABIO y SEMAR-
NAT), para otorgar el panorama previo a los resultados obtenidos en el presente trabajo.
Una primera conclusión preliminar es la oposición a los megaproyectos, pues estos per-
judican a sus actividades económicas primarias, así como a sus usos y costumbres trans-
formándolos en aspectos ligados a procesos de industrialización. Una segunda conclusión
es el conflicto entre la población, pues así hay gente que se opone a los megaproyectos.
También existen personas que ven a estos como fuente de empleo y una forma de satisfacer
sus necesidades laborales, sin importar el grado de daño ambiental para la región.

Palabras Clave: Megaproyectos, Sustentabilidad y Daños ambientales.

73
Profesor investigador, Facultad de Economía, BUAP. Email: pabloscc71@gmail.com
74
Estudiante de Maestría de Ciencias Agropecuarias. UAM-Xochimilco. Email: yazminyolandasaga@gmail.com

CAPÍTULO Iii 390


Summary: In this research, it seeks to analyze the megaprojects of the Sierra Norte of Puebla and
its impact on sustainability through the ability of the resilience of the different social actors in that
environment.
It establishes a methodology based on measurement of sustainability factors by conducting surveys in
Tetela de Ocampo and Cuetzalan del Progreso. Is taken as the main focus these two municipalities for
the impact their geographical areas to attract most of the region analyzed. The first, by the initiation
of movements of defense for territory and, the other, by the presence of two problems: the open pit
mining and hydroelectric.
Geographic Information Systems (GIS) and database management of direct and indirect statistical
data (INEGI, CONABIO and SEMARNAT) are also used to grant prior panorama to the results ob-
tained in this work.
A first preliminary conclusion is opposition to megaprojects, as these hurt their primary economic
activities, and their uses and customs, transforming them into aspects linked to industria-lization.
A second conclusion is the conflict between the population, as well as there are people opposed to the
mega-projects, there are also people who see these as a source of employment and a way to meet their
labor needs, regardless of the degree of environmental damage to the region.

Keywords: Megaprojects, Sustainability and Environmental Damage.

Introducción

En el presente trabajo se analiza la capacidad de resiliencia que tiene la población de la


Sierra Norte del Estado de Puebla ante la presencia de los Megaproyectos mineros e hidroeléc-
tricos, enfocándose principalmente en los municipios donde se ha realizado trabajo de campo:
Tetela de Ocampo y Cuetzalan del Progreso.

Mediante el levantamiento de encuestas realizadas en diciembre de 2015 y febrero de


2016, en estos municipios, se determinaron cinco factores de sustentabilidad: Capital Físico,
Capital Financiero, Capital Social, Capital Social y Capital Natural. Estos cinco elementos se
consideran en términos de que si se habla de un supuesto desarrollo económico de la región,
estos no deben dejarse de lado.

El caso de Tetela de Ocampo tiene la peculiaridad de ser el ejemplo a seguir de otros


municipios de la región, debido a que allí inicia el primer movimiento de resistencia contra es-
tos llamados Megaproyectos. La situación de Cuetzalan del Progreso también es clara, pues, se

CAPÍTULO Iii 391


ha dicho, la población ha sido afectada tanto por la presencia de la Minería al Aire Libre (MAL)
como la presencia de las hidroeléctricas.

A lo largo de la presente exposición, se puede revisar el mapa realizado para esta oca-
sión, en el cual se ve la diferencia de las hidroeléctricas dedicadas a otorgar servicio público,
como de aquellas que sólo están al servicio de las instalaciones mineras de la zona. Este mapa
otorga un panorama previo a los resultados de la encuesta realizada, considerando que los
datos directos se encuentran en las fuentes oficiales tradicionales (INEGI, CONABIO y SE-
MARNAT), aunque también hay que destacar que existe información indirecta que se tuvo que
deducir a partir de las fuentes periodísticas.

Los resultados de las encuestas levantadas en ambos municipios son muy similares,
tomando en cuenta que los Capitales Natural y Físico están muy por encima del resto de los
factores, por lo que es visible la presencia de los movimientos de resistencia a proteger el terri-
torio, aunque la debilidad del Capital Humano, también puede deberse a la fragmentación de la
población que está a favor de la presencia de los llamados Megaproyectos.

Para llegar a estos resultados primero se tiene que revisar la metodología por la cual se
analizan los cinco factores de Capital que determinan la sustentabilidad, para posteriormente
señalar las condiciones en las que se fue desarrollando el tema, para que al final se muestren
los resultados del mismo. Al final se incluyen las conclusiones y las referencias bibliográficas y
electrónicas.

Metodología de Medición de los capitales de la Sustentabilidad

Se realiza el trabajo en dos municipios ubicados en la Sierra Norte del Estado de Puebla,
el primer municipio es Tetela de Ocampo dando origen al inicio de los movimientos de lucha
por el territorio en contra de la Minería al Aire Libre (MAL); el segundo Cuetzalan de Progreso
presenta dos complejidades de problemas ambientales la MAL y la Hidroeléctrica.

Ahora bien, en los problemas ambientales se destaca algunos conceptos de vulnerabili-


dad, resiliencia y la capacidad adaptativa para entender la dinámica metodología que se dará a
conocer a continuación.

Existe diferentes definiciones de vulnerabilidad, pero no hay una única con-


ceptualización de la vulnerabilidad que se ajuste a todos los contextos de eva-
luación de los efectos (Downing y Patwardhan 2004; Kasperson y Kasperson

CAPÍTULO Iii 392


2005). La elección de la definición puede depender de su idoneidad para una
vulnerabilidad particular y su interpretación de la política o acción (Downing
et al., 2005). En general, surgen tres tendencias. La primera considera sólo
aspectos biofísicos. El segundo, además de los aspectos biofísicos, incluye
aspectos socioeconómicos, mientras que la tercera tendencia se rompe la vul-
nerabilidad en muchas dimensiones (Tiani et al., 2015, p. 1).

De acuerdo con las tres tendencias ya descritas de la vulnerabilidad, como hace frente
las poblaciones con los cambios y transformaciones de las comunidades, por esta situación es
necesario el concepto de la resiliencia:

es la capacidad de un sistema social o ecológico para absorber perturbaciones


al tiempo que conserva la misma estructura básica y los modos de funciona-
miento, la capacidad de auto-organización y la capacidad de adaptación al
estrés y el cambio. Debido a que el documento se centra en la creación de
resiliencia, aplicamos la definición de una manera que sea consistente con el
Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático del Cuarto
Informe de Evaluación (IPCC) para definir la resiliencia como la capacidad
de absorber y hacer frente a los impactos de las crisis del clima y los extremos
en el corto plazo, y para aprender, reorganizar, y volver a desarrollar, prefe-
rentemente a un estado mejorado, en el largo plazo. Los diferentes menús de
características demostrar diferencias en las definiciones Strate, que conducen
a diferentes intereses y diferentes enfoques de investigación (Adger 2006;
Füssel 2007; Gallopín 2006; Folke 2006; Moser 2008) (Engle et al. 2014, p.
1299).

Es indispensable referirnos a

la capacidad adaptativa de una sociedad refleja su capacidad de modificar


sus características o comportamientos 
para enfrentar de una mejor manera
o anticiparse a los factores que impulsan el cambio. Se consideraron los si-
guientes:

–  Capital humano. Se evalúan las condiciones de vida de las personas como


una medida de 
capacidad para hacer frente a vulnerabilidades. Se incluye el
porcentaje de población mayor de 15 años que sabe leer, asistencia a escuelas
por población de seis a 24 años, tasa de alfabetización reportada y proyección
de la población por municipio para el año 2030. 


CAPÍTULO Iii 393


–  Capital social. Se representa por la organización de los productores, donde
las redes conformadas permiten el acceso a información, recursos y créditos.
Además, facilitan la cooperación en temas colectivos, donde la adopción de
tecnologías puede ayudar a hacer frente a los cambios. Está representado por
seis indicadores: porcentaje de unidades de producción organizadas, porcen-
taje de unidades sin litigios por la tierra, porcentaje de unidades que señalan
no faltarles capacitación técnica, unidades de producción sin problemas de
acreditación de la propiedad de la tierra, existencia de unidad de protección
civil así como de un mapa que muestre las zonas amenazadas a peligros na-
turales en un municipio. 


–  Capital financiero. Proveen información general de la situación económica


de los municipios, buscando identificar las regiones que se encuentran mejor
preparadas para responder a adversidades. Fueron ocho indicadores los con-
siderados: acceso a créditos, remesas del extranjero, ahorro, crédito y seguro,
promedio de apoyos gubernamentales per cápita en un municipio, ingreso y
producto interno bruto año 2000 y proyección al 2030.

Capital natural. Es una medida del grado de riqueza de ecosistemas y sus fun-
ciones, así como de las acciones para incrementar su superficie. Se incluyeron
tres indicadores: superficie con bosques y/o selvas, superficie reforestada y
recarga de acuíferos (Monterroso et al., 2012, pp. 883-884).

Con lo anterior, se aplica el formato de encuesta en cada uno de los municipios mencio-
nados, son 41 preguntas cerradas (Sí o No, No respondió). Se elabora una segmentación de los
cinco capitales que conforman a la medición de la Sustentabilidad, ya justificados anteriormen-
te para su medición e interpretar cual de los cinco preceden en los dos lugares de estudio.

Cada grupo de preguntas se categorizan por los cinco tipos de capitales utilizados en el
enfoque ya mencionado. Cada una de las preguntas se determinan con un rango de 0 a 1, en el
caso de las preguntas con tres o más variables (ejemplo: escolaridad, ingresos de otras activida-
des económicas, servicios públicos, entre otros), se especifica los valores correspondientes (i.e.
0.25, 0.50, 0.75 y 1) obteniendo un valor único promedio. Por último, los cinco valores obte-
nidos se grafican tipo Ameba. Esta representación nos indica los diferentes capitales se dirigen
hacia la sustentabilidad la zona y que otros no son favorables.

Cabe destacar que en cada encuesta los habitantes platican otros elementos esenciales
de la problemática con base en la narrativa oral, como experiencia del trabajo de campo, dichos
comentarios se aplican en el análisis de los resultados.

CAPÍTULO Iii 394


La MAL y las Hidroeléctricas como “Proyectos de Muerte” en la Sierra Norte de Puebla

En el año 2012 inicia un proceso de Corporación-Nación a través de la iniciación de


las nuevas reformas en México, que hasta nuestros días, colapsando a todos los Estados que
conforma nuestro país.

En relación al tema de los proyectos de muerte, este año surge una nueva de dinámica
de extractivismo y colonización en nuestro territorio, otorgando concesiones mineras a los
grandes corporativos extranjeros y nacionales.

Además de este tipo de extracción de recursos, da pauta a otra problemática como la


instalación de hidroeléctricas como parte conjunta a la MAL, situación agravante para las co-
munidades campesinas-indígenas, sus modos de vida y la sustentabilidad del lugar destinado.

Ahora bien, estos proyectos deben de cumplir con una serie de procedimientos como
la localización, la exploración, explotación hasta llegar a la comercialización. Esta reglamen-
tación se determinada por los Estados que históricamente su actividad económica es agrícola
forestal, comercio y ecoturismo.

En la Sierra Norte de Puebla existe la visualización de esta problemática ocasionando el


surgimiento de movimientos de lucha por el territorio, el primer caso es “Tetela hacia el Futuro”
en el municipio de Tetela de Ocampo por la defensa de los recursos naturales en contra de la
MAL. Mientras en los limites territoriales de los municipios de Tetela de Ocampo, Ixtacamax-
tintlan, Zautla y Cuetzalan de Progreso se instala la Hidroeléctrica llamada “Puebla 1” (Ver
Mapa 1).

La relación que existe en la MAL y las hidroeléctricas, su función principal extraer


los miles de litros de agua para lavar las toneladas de tierra sacando los gramos del metal, sin
importar las necesidades del agua de las poblaciones rurales cercanas para el riego de sus cose-
chas, elaboración de sus alimentos, higiene personal, entre otros usos.

Con lo anterior, provoca la contaminación de todas las zonas agroforestales visualizan-


do el posible cambio de régimen a través de la capacidad adaptativa de los habitantes, así como
los recursos naturales con la transformación del entorno.

Vinculando la resiliencia en soportar los cambios ocasionados por la implementación de


nuevos proyectos sustentables propuestos por el gobierno con visión sustentable al generar em-
pleos verdes para la población, cabe destacar con la nuevas jornadas laborales verdes aumenta
la violación a los derechos de los trabajadores y perjudicando con mayor impacto su salud.

CAPÍTULO Iii 395


Ahora bien, con la relación de la resiliencia se confronta la vulnerabilidad ambiental,
la cual, provoca alteraciones y pone en riesgo los factores viables del desarrollo sustentable y
territorial, tales como acceso al agua, deterioro de los ecosistemas de bosques, soberanía ali-
mentaria, infraestructura para mejorar los caminos, entre otros.

Con los aspectos ya mencionados, en la MAL y los casos de las Hidroeléctricas en otras
investigaciones se analizan los aspectos positivos y negativos en el impacto del medio ambien-
te, asuntos territoriales y la reciprocidad en los aspectos sociales, pero en estas situaciones en la
mayoría de los debates han quedado argumentado.

Con esta propuesta se establece un nuevo análisis de sustentabilidad en la medición


de los capitales que compone el hábitat y su población, complementando la valoración de los
aspectos sobresalientes en las comunidades como físico, natural, social, financiero y humano,
destacando los más significativos para los pobladores. Dando pauta a algo innovador en los
estudios de la sustentabilidad y el desarrollo territorial.

También cabe destacar que parte de estos proyectos también están ligados a la propuesta
de Crecimiento Verde que realiza el gobierno federal, en el cual se busca una solución para que
se pueda mantener el crecimiento económico, al mismo tiempo de aumentar la eficiencia de
los factores provenientes de la naturaleza, destacando, en primera instancia, de que esto es re-
sultado de que nuestro país tiene convenios con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID),
la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) y el Banco Mundial,
organismos que han hecho la propuesta a nivel internacional como resultado de la crisis econó-
mica de la primera década del presente siglo.

Con la propuesta realizada por el gobierno federal, nuestro país se compromete a cum-
plir con los objetivos propuestos por los organismos mencionados, sobre todo en materia de in-
versión para atraer “tecnologías limpias”. De manera paralela, en la práctica oficial se han apro-
bado una serie de reformas en materia de política económica, entre ellas, la llamada “Reforma
Energética”, la cual está acorde a la “Ley para el Aprovechamiento de las Energías Renovables
y el Financiamiento de la Transición Energética” y la “Ley General de Cambio Climático”.

Ahora bien, no es simplemente de dotar de energía a los habitantes y brindar los servicios
que se despliegan de la electricidad. Si miramos más a fondo, se deben realizar cambios más
profundos para poder lograr obtener bien los cimientos para un futuro crecimiento y desarrollo
económico de manera sustentable, con el fin de asegurar los bienes naturales y los servicios am-
bientales de los cuales depende nuestro bienestar (OCDE, 2011). El objetivo es que al menos el

CAPÍTULO Iii 396


35% de la energía eléctrica generada provenga de tecnologías limpias para el año 2024, lo cual,
queda establecido y concordado ante los convenios internacionales firmados por nuestro país.

Ante la propuesta, tanto nacional, como la de los organismos internacionales, se han


presentado una serie de críticas vinculadas a la privatización de los recursos energéticos, en
la que sólo un pequeño grupo de consumidores estaría beneficiado, dejando excluidos a la
población en general (Durand, 2014), aunque en este caso, se presumen que son las empresas
dedicadas a la MAL, restringiendo al acceso al agua a las comunidades de estudio.

Loa megaproyectos de la Sierra Norte del Estado de Puebla

CAPÍTULO Iii 397


Resultados

A partir de la realización de encuestas tanto en Tetela de Ocampo como en Cuetzalan


del Progreso, estas fueron analizadas y formalizadas en cinco categorías: Capital Físico, Capital
Financiero, Capital Social, Capital Humano y Capital Social.

Si bien hablar del concepto Capital trae consigo una serie de consideraciones en las
cuales se implica otorgar una relación monetaria para cada uno de los elementos aquí tomados
en cuenta, también hay que aclarar, que se maneja así desde una terminología ligada más a la
Teoría Económica más allá de otras perspectivas que no se desconocen en el presente documen-
to (y que ni se pretenden desconocer), como la economía ecológica o la ecología política.

Si bien el concepto del Capital manejado desde las autoridades (Federal, Estatales y
Municipales), tiene que ver con el grado de sustitución de un factor por cualquier otro, la in-
tención actual es revisar este mismo aspecto desde la perspectiva de los agentes sociales de los
lugares encuestados.

En el caso del Capital Físico, se agrupan preguntas que se vinculan a las propiedades
físicas de los habitantes, como la situación de su casa habitación, terrenos, cultivos, servicios,
entre otros reactivos. Para considerar al Capital Financiero, se toman en cuenta todo lo relacio-
nado con los ingresos personales y familiares, tanto del campo como de otras actividades, así
como las percepciones personales de mejora (o empeoramiento) de sus condiciones económi-
cas ante la instalación de los Megaproyectos.

Para determinar el Capital Social, se consideran los vínculos tanto familiares como del
resto de la comunidad, al mismo tiempo de considerar si habla o no una lengua indígena, así
acceso a la salud, tiempo de estancia del lugar, entre otros. Preguntas relacionadas entre su nivel
de estudios con el tipo de actividades realizadas en el lugar se ubican en el rubro del Capital
Humano.

Para determinar al Capital Natural se consideran los recursos naturales como la propie-
dad de la tierra y los cultivos realizados, así como los cambios ambientales que la gente consi-
dera que traerá consigo la instalación de los Megaproyectos en cuestión.

De los resultados de primera vista, obtenidos en la encuesta realizada, se encuentra


poca variabilidad en preguntas relacionadas con respecto a la defensa de la tierra teniendo una
respuesta afirmativa en ese sentido, así como a la baja disposición de la población en vender,
arrendar o rentar sus propiedades.

CAPÍTULO Iii 398


Hay un dominio en el pensar de la gente sobre la restricción al agua y su contaminación,
así como los daños ambientales que traerán los megaproyectos, por lo que la variabilidad de
respuesta también resulta mínima.

Por tanto, cabe destacar que el nivel de oposición a los megaproyectos y la defensa del
territorio es alto, pero también hay que señalar la existencia de la desconfianza y/o descono-
cimiento hacia agrupaciones sociales organizadas en contra de la instalación de este tipo de
infraestructuras.

Las características básicas de las personas encuestadas en ambas poblaciones es que son
mayoritariamente jóvenes y que, por lo menos, el 42% habla una lengua indígena, siendo pre-
dominantemente el Náhuatl. La mayoría se dedica a labores del sector terciario, propiamente el
comercio, aunque el 53% no pasa mas allá del nivel secundaria, siendo un mínimo (16%) que
logra acceso a la Formación Superior.

La situación de familias grandes se ha venido a menos, pues la gran mayoría proviene


de familias de no más de tres hijos, esto, probablemente por las condiciones económicas que
ellos consideran de malas a muy malas.

La mayoría de los encuestados son originarios de los municipios en cuestión en el cual


han vivido toda su vida, teniendo, por lo regular, casa propia y con los servicios básicos como
electricidad, agua potable, pavimentación y teléfono, entre otros.

Más del 50% de la población cultiva maíz, aunque esta no es su actividad principal,
pues esto es más para el autoconsumo, siendo un mínimo los que se dedican a la venta de su
producto. Otros productos que cultivan son Frijol y Jitomate.

Otra de las situaciones que se encuentran en los municipios encuestados, es el arraigo a


sus usos y costumbres, muy ligadas a sus formas de vida, por lo que la instalación de las mine-
ras y las hidroeléctricas lo relacionan con el daño y/o la transformación de sus condiciones de
subsistencia.

Los pocos que se mencionan a favor de los Megaproyectos, sobre todo, en el Municipio
de Tetela de Ocampo, expresaron de que a pesar de traer daños ambientales, la gente está nece-
sitada de trabajo, y que eso necesita la población.

La gente que se opone a los megaproyectos, propone otras alternativas ligadas con la
agricultura orgánica, el ecoturismo, el cuidado de las actividades agroforestales, entre otros. Por
tanto, se puede decir, que existen propuestas alternativas de la población e incluso, algunos, en

CAPÍTULO Iii 399


el municipio de Tetela de Ocampo, estarían dispuestos a que se convirtiera en Pueblo Mágico,
situación en la que ya se encuentra la población de Cuetzalan del Progreso y la cual, en su ma-
yoría, señala que no ha mejorado sus situación en cuestión de ingresos.

Analizando la Gráfica 1, de Amebas, se muestra que más del 60% de la población busca
conservar su Capital Natural (Tierra y Ambiente) y Físico (Propiedades). De igual forma se
denotan los bajos niveles de ingreso y escolares (Capitales Financieros y Humanos), donde
parecería mostrarse algo correlacionados. Con respecto al Capital Social, si bien este no es alto,
se debe a la inconformidad, así como a la desconfianza que tiene la gente a los líderes de las
organizaciones en defensa del territorio.

Gráfica 1

Gráfico de Amebas. Comparación Tetela de Ocampo y Cuetzalan, 2016

Fuente: Elaboración propia. Con datos proporcionados de las encuestas realizadas en cada Municipio ya
mencionado.

CAPÍTULO Iii 400


No se muestra mucha correlación de los capitales social y humano con respecto al capi-
tal natural, no así el capital físico el cual la gente lo vincula con sus propiedades y como parte
de la defensa de su territorio. Si bien el Capital Financiero no se ve altamente relacionado con
la defensa de la naturaleza, si se nota una relación mediana con la infraestructura propiedad de
la gente.

El nivel alto que presenta el Capital Natural, obviamente está ligado a los aspectos del
cuidado de la naturaleza, principalmente el aire, la lluvia y, en específico, la tierra con el se
vinculan los usos y costumbres, altamente vinculados con las tradiciones.

Cabe destacar que gran parte de lo analizado se vincula con lo pre-establecido en los
proyectos derivados de la propuesta de Crecimiento Verde realizada por el actual gobierno
federal donde se compromete cumplir con los objetivos propuestos por los organismos mencio-
nados, sobre todo en materia de inversión para atraer “tecnologías limpias”, pero sólo estas son
limitadas hacia los corporativos mineros y no hacia la gente.

Conclusiones

En este trabajo, se analizaron los megaproyectos de la Sierra Norte del Estado de Puebla
y su impacto en la sustentabilidad a través de la capacidad de la resilencia de los diferentes
actores sociales de dicho entorno.

Si bien la resilencia mostrada por la población, está altamente ligada con los mo-
vimientos de resistencia de la zona, también estos traen consigo, algunas alternativas a los
megaproyectos que van desde la protección de la agricultura y las actividades ligadas a la
tierra, e incluso propuestas eco-turísticas y de proyectos de producción orgánica para sus
comunidades.

De las ocho hidroeléctricas instaladas en la Sierra Norte, sólo dos son para el servicio
público, mientras que el resto sólo son para el abastecimiento de electricidad para las mineras
de la zona, por lo que queda excluida la población de fuentes de energía limpias, además de
que, de acuerdo a las encuestas realizadas, existe la percepción de limitaciones y contamina-
ción del vital líquido.

Los resultados obtenidos a través de las encuestas realizadas tanto en Tetela de Ocam-
po como en Cuetzalan del Progreso, existe la percepción de que las instalaciones de las

CAPÍTULO Iii 401


mineras como de las hidroeléctricas, traen consigo daños ambientales y a la salud, al mismo
tiempo de que perjudican a las actividades económicas, no sólo las del sector primario, sino
que también a las relacionadas al comercio, desfavoreciendo a sus usos y costumbres de sus
lugares de origen.

Si bien hay gente que está a favor de los llamados megaproyectos, porque los con-
sideran como fuente de empleo, lo cierto es que, no se sabe a que tipo de gente traerán las
empresas para los contratos prometidos.

En términos de las mediciones de sustentabilidad por medio de los cinco factores de


capital (Físico, Financiero, Social, Humano y Natural), los comportamientos son muy simi-
lares en ambos municipios.

La fortaleza del capital natural y del capital físico demuestra el grado en que la gente
está dispuesta a defender su territorio, frente a los proyectos de la MAL como a las hidroeléc-
tricas, aunque la debilidad del capital social, también manifiesta cierta reserva frente a los
movimientos organizados frente a los megaproyectos.

Los bajos niveles mostrados en los capitales financieros y humanos, parecen estar
muy vinculados en el sentido de que los bajos niveles de preparación se ligan con bajos nive-
les de ingreso, aunque esto último es presumible a partir de lo mostrado en la Gráfica 1.

La fortaleza del Capital Natural por encima del resto de los factores, no sólo muestra
la razón de la defensa del territorio, sino que también muestra el vínculo de la población con
la naturaleza, y esta, con los usos y costumbres ligadas con sus tradiciones, de ahí la impor-
tancia de la resistencia de la zona.

Debe aclararse que las bases, en las que se están desarrollando estos llamados mega-
proyectos, están vinculados con la propuesta de Crecimiento Verde realizada por el gobierno
federal en el cual es resultado de la expropiación de territorios a beneficios de unas cuantas
empresas, excluyendo a la gente no sólo de los terrenos de cultivos y los daños ambientales,
sino de un acceso a una energía eléctrica de fuentes limpias.

En el análisis de los capitales es visible el descontento con los proyectos presentados,


pero también con las autoridades que han permitido la presencia de las empresas. De ahí la
importancia de no dejar de lado lo que ocurre en estas zonas y en otras en las que se presenta
la resistencia en defensa de sus territorios, pues más allá de ser medios de subsistencia, repre-
sentan sus formas de vida en todos los sentidos

CAPÍTULO Iii 402


Obra citada

Durand, L. (2014). “¿Todos Ganan? Neoliberalismo, Naturaleza y Conservación en México”.


Sociológica. Año 29, No. 82. Mayo-Agosto, UAM-Azcapotzalco. México, pp. 183-223.

Engle et al. (2014). Towards a resilience indicator framework for making climate-change ad-
aptation decisions. Mitig Adapt Strateg Glob Change.

Monterroso et al. (2012). Indicadores de Vulnerabilidad y Cambio Climático en la Agricultura


de México. Asociación Española de Climatología. Pág. 883-884.

Tiani et al. (2015). Assessing current social vulnerability to climate change. A participatory
methodology. Center for International Forestry Research (CIFOR). Working paper 169.
Pág.1.

Obra citada de Internet

OCDE (2011). Hacia el Crecimiento Verde. Un resumen para los diseñadores de Política. Pa-
rís, Francia. Consultado en Septiembre de 2014 en http://www.oecd.org/greengrow-
th/49709364.pdf

CAPÍTULO Iii 403


MIGRACIÓN INTERNA E INTERNACIONAL

Coordinadores

Rubén Ramírez Arellano

Ángel Serrano Sánchez

CAPÍTuLO IV
MIGRACIÓN INTERNA E INTERNACIONAL

Coordinadores

Rubén Ramírez Arellano

Ángel Serrano Sánchez

Actualmente el fenómeno de la migración y su particular dinamismo precisan el constante


debate para abrir nuevas preguntas a un viejo tema. Para lograr una mayor amplitud al
conocimiento del caso abrimos la discusión a partir de investigaciones concretas en dife-
rentes latitudes, tanto en contextos nacionales como transnacionales y tomando en cuenta
la relación entre lo global y lo local. Trascendiendo al nacionalismo metodológico y las
visiones colonizadoras, se propone una reflexión y praxis desde el Sur -como el lugar de
enunciación a partir del cual se generan renovadas visiones y planteamientos críticos al
caso. El interés de las investigaciones sociales trasciende la unicidad de los enfoques dis-
ciplinarios, teóricos y metodológicos, por esta razón se propone la discusión del fenómeno
migratorio entre un conjunto de investigadores sociales quienes a través del diálogo críti-
co, generan reflexiones en pos de develar los matices de la migración en sus muy diversas
facetas.

CAPÍTULO Iv 405
Perspectivas migratorias internacionales de
estudiantes del bachillerato de San Francisco
Tetlanohcan, Tlaxcala

María Martina Dimas Bolaños1

Benito Ramírez-Valverde2

Resumen: El presente estudio tiene como objetivo conocer las expectativas migratorias hacia
los Estados Unidos de estudiantes de educación media superior en San Francisco Tetlanohcan.
Este Municipio que en la actualidad presenta un índice de intensidad migratoria media y donde
el fenómeno migratorio se hace cada vez más evidente. Para lo anterior se seleccionó a 195
jóvenes estudiantes del Centro de Bachillerato Tecnológico Agropecuario número 134, con una
edad de entre 15 y 18 años. Un antecedente importante en las expectativas de migración es si
tienen familiares migrantes. El propósito es comparar, si la existencia de redes sociales migra-
torias o no influyen en la decisión de convertirse en un migrante. De la misma manera se busca
contrastar si la inexistencia de vínculos sociales con la migración impacta en la disposición de
enrolarse en el fenómeno migratorio o permanecer en la localidad y continuar con su formación
académica. Entre los resultados se encontró que de los alumnos que conocen y tienen un fami-
liar actualmente en Estados Unidos, solo el 38% tienen la intención de migrar, en contraparte
un 57% tienen un familiar migrante pero no desea migrar. Se encontró que un porcentaje muy
reducido (5%) de la población no tiene relación alguna con la migración (redes sociales migra-
torias) y no tiene la expectativa de migrar. De la población entrevistada el 55.3% que no desea
migrar piensa continuar con sus estudios universitarios y el 10% no, mientras que el 26% de los
que migraran seguirá estudiando y el 8.7% no continuará con los estudios superiores.

Palabras Clave: Migración, redes sociales, educación media superior, pobreza.

Summary: This paper describes the migratory expectations of high school students of San
Francisco Tetlanohcan towards the USA. This municipality currently has a medium migratory
intensity index, thus this situation has become more evident. For this study, 195 students from

1
Programa posdoctoral de Conacyt-Colegio de Postgraduados. Email: marti_dimas@hotmail.com
2
Colegio de Postgraduados. Email: bramirez@colpos.mx

CAPÍTULO Iv 406
Centro de Bachillerato Tecnológico Agropecuario No. 134 were selected, with a range of age
between 15 and 18. An important aspect of migratory expectations is if they have migrant rela-
tives. The purpose is to compare if the existence of migratory social networks influence or not
the decision to migrate. In the same way, the idea is to contrast if the nonexistence of social
links with migration has an impact in choosing to be an immigrant or to stay in their hometown
and continue with their academic studies. Results show that among students that currently have
a relative in the USA, only 38% have the intention to migrate, on the other hand, 57 % have a
migrant relative but doesn’t want to migrate. It was found that a small percentage of the popula-
tion does not have any relation with migration (migratory social networks) and does not expect
to migrate. 55.3% of the interviewed population that does not want to migrate wants to continue
university studies; and 10% does not. 26% that will migrate expect to continue studying and
8.7% will not continue with university studies.

Keywords: Migration, social networks, high school education, poverty.

Introducción

Actualmente la obligatoriedad de la asistencia escolar hasta el nivel medio superior, ha


favorecido la estancia de un mayor número de personas en el ámbito académico. Para el año
2010 la cobertura de nivel primaria era de un 95% a nivel nacional, lamentablemente para la
educación media superior la problemática aún persiste al presentarse altas tasas de deserción
escolar (CIDE, 2014). Actualmente el estado de Tlaxcala ocupa el lugar 17 a nivel nacional con
8.8 años de estudio en promedio de la población de 15 años y más (INEGI, Conociendo Tlax-
cala. Muestra Estadística, 2013).

En el municipio de San Francisco Tetlanohcan de acuerdo a las estadísticas oficiales


de (INEGI, Censo General de Población y Vivienda, 2010a) gran parte de la población se en-
cuentra en edad de asistir a la escuela y otro porcentaje está en edad de incorporarse al mercado
laboral, las posibilidades de acceder a la educación o al trabajo provoca que los jóvenes de 15
y 17 años de edad quienes habrán de ingresar a la educación superior o fuerza de trabajo res-
pondiendo a apoyos económicos familiares, composición de la familia y estrategias para cubrir
las necesidades que surgen de sus miembros, vean en la migración una alternativa para obtener
ingresos o acceder a la educación. Lamentablemente la migración cambia los rendimientos
esperados de la escolaridad y genera cambios en las preferencias familiares a favor de más mi-
gración. Villarreal (2009) menciona que la experiencia migratoria de un hogar afecta negativa
y significativamente a la educación.

La migración como factor determinante de la movilidad está determinada por la búsque-


da de mejores ingresos y oportunidades laborales y al mismo tiempo tiene como resultado la

CAPÍTULO Iv 407
deserción y el retraso escolar. Sin tomar en cuenta que la educación es fundamental para el ser
humano, y que le permite disfrutar de libertad y autonomía, además de aumentar la riqueza
material de los países e incrementar su riqueza cultural.Es así como a través del tiempo el
hombre ha decidido cuando cambiar de lugar de residencia para comenzar una nueva vida,
en espera de mejores oportunidades laborales y educativas que optimicen el nivel de vida,
motivo por el cual se emprende la migración, para el caso de Tlaxcala el destino principal es
Estados Unidos, fenómeno que se presenta a partir de los años ochenta y que ha aumentado
la movilidad de los pobladores debido a las redes sociales migratorias que se han establecido
a través de los años.

Metodología
La investigación es de tipo cualitativo en virtud de que se aprecian y relatan los cambios
que se están presentando en el municipio de estudio, el objetivoes conocer las expectativas
migratorias hacia los Estados Unidos y académicas de estudiantes de educación media superior
en San Francisco Tetlanohcan, municipio que en la actualidad presenta un índicede intensidad
migratoria media. Para conocer las expectativas de los jóvenes y poder describirlas, se aplicó
una encuestaestructurada a 195 jóvenes estudiantes del Centro de Bachillerato Tecnológico
Agropecuario Núm. 134, de entre 15 y 18 años de edad. El trabajo de campo se realizó en los
meses de noviembre y diciembre de 2015 con el propósito de comparar si la existencia de redes
sociales migratorias o no influyen en la decisión de convertirse en un migrante. De la misma
manera se busca contrastar si la inexistencia de vínculos sociales con la migración impacta en
la disposición de enrolarse en el fenómeno migratorio o permanecer en la localidad y continuar
con su formación académica.

Desarrollo del tema

Estimaciones a partir de la Current Population Survey muestran que en el año 2015 la


cifra de migrantes mexicanos en Estados Unidos ascendió a 12.2 millones, llegando a un máxi-
mo histórico. La migración mexicana en Estados Unidos de 2010 a 2015 se determinó por: a)
menos migrantes; b) aumento en la edad de los migrantes; y c) los empleos se caracterizaron
por los bajos salarios. Se estima que para el 2020 la población mexicana migrante en Estados
Unidos sería de 13 millones de personas (BBVA, 2016, p. 4).

Es así como la migración internacional se ha formado por décadas a través de redes so-
ciales estructurales o individuales consolidando el proceso migratorio México - Estados Unidos

CAPÍTULO Iv 408
adquiriendo vida propia con efecto positivo, son un elemento esencial que influye la decisión
de migrar al orientar la direccionalidad del lugar de origen al lugar de destino, la cual depende
de los lazos familiares o de amistad con quienes realizaron la migración con anterioridad y se
encuentran ya ubicados en los territorios de arribo y actúan como facilitadores de oportunidades
de hospedaje y alimentación mientras se incorporan al mercado de trabajo.

Las redes sociales son más fuertes en las comunidades rurales en donde las posibili-
dades de educación y de trabajo son escasas, factores que fortalecen el proceso migratorio en
busca de insertarse en el ámbito laboral.

León, Ortega y Ramírez (2015, pp. 120 - 121) en un estudio realizado en Cuacnopalan,
Puebla encontraron que son los jóvenes principalmente quienes se van a Estados Unidos debido
a la falta de empleo en su localidad y carencias que les limitan a continuar con sus estudios,
causas que propician la migración juvenil, y de esta forma el sueño americano de las juventudes
se convierte en realidad con la ayuda de las redes sociales, aumentando el número de migrantes,
reduciendo los costos del viaje y la certeza de cruzar la frontera, además de ofrecerles alimento
y hospedaje en el lugar de arribo. Es así como la migración juvenil es producto de las pocas
oportunidades laborales y educacionales que ofrece el sector agropecuario y que las redes so-
ciales ofrecen alternativas laborales como proyecto de vida.

En la Unión Americana la recuperación económica ha reducido la tasa de desempleo


para la población migrante mexicana, donde los empleos de tiempo parcial se han visto reem-
plazados por trabajos de tiempo completo. Lo cual se ve reflejado en los ingresos por remesas
hacia México donde en el año 2015 alcanzaron 24,791.7 millones de dólares (BBVA, 2016, p.
4).

En este sentido algunos autores como (Calvo, 1999, p. 309; Agatón, 2008, p. 304; Gon-
zález, 2005, p. 125) entre otros, coinciden en que los hogares dedican la mayoría de estos in-
gresos a la satisfacción de necesidades básicas y a otros tipos de consumo doméstico, incluidos
aquellos “gastos” que en realidad constituyen inversiones en capital humano (educación) lo
cual consiste en el stock de educación y entrenamiento que recibe la fuerza de trabajo y en salud
en las localidades expulsoras, entre otros.

García (2009, pp. 1-7) encontró en su investigación realizada con alumnos de bachille-
rato en Puebla que las condiciones que permiten la educación media superior es la integración
de los alumnos a los lineamientos de la institución y el proyecto familiar de la educación formal
de los hijos financiada con el apoyo económico de quien ha migrado.

Corona (2014) menciona que existe una percepción variada y polémica en hogares. En

CAPÍTULO Iv 409
primer lugar, la familia considera que las remesas empeoran la situación de educación en su
hogar y provocan que los hijos no quieran estudiar la preparatoria, porque desde que termina-
ban la secundaria querían irse a trabajar a los Estados Unidos. Esto relacionado con la creencia
de que migrar les permite mejores condiciones laborales, situación estimulada en varios casos
por la existencia de un familiar (padre, madre, hermanos, tíos y primos), que podía ayudarlos a
encontrar trabajo en los Estados Unidos. Cabe recordar que al existir una red social se reduce el
riesgo e incertidumbre de migrar, así como el costo de llegar (no necesariamente el de “pasar”),
que incluso puede ser financiado por un familiar del otro lado.

La decisión de los jóvenes de continuar en la educación superior está condicionada por


una serie de variables socioeconómicas y académicas consideradas relevantes en las decisiones
de invertir en educación. Dentro de las primeras se encuentran: los recursos económicos del
hogar, un factor determinante sobre la posibilidad del egresado de la educación media superior
para continuar estudiando una carrera universitaria (Casillas, 2012, p. 2).

Contexto

El municipio de San Francisco Tetlanohcan se encuentra ubicado en la región centro


sur del estado de Tlaxcala, está conectado a una vía de comunicación que le permite salir al
norte o sur del país, sobre esta misma vía se ubica uno de los corredores industriales del estado
y se sitúa a unos pocos kilómetros de la capital, su cercanía con la montaña conocida como la
Malinche y su altitud provoca un clima extremoso, que no permite en el sector primario gran
variedad de plantíos, predomina la siembra de maíz de temporal.

Los resultados que se obtuvieron del conteo de población del 2010 en el municipio fue-
ron que cuenta con una población total de 9,880. De los cuales 4780 son hombres y 5100 son
mujeres (INEGI, Anuario Estadístico y Geográfico de Tlaxcala, 2014). La edad mediana de la
mitad de la población tiene 24 años o menos.

Características económicas

La variable empleo nos permite comprender la situación social de la localidad. En este


sentido, la población de 12 años y más económicamente activa es en total del 49% de la cual
los hombres representan el 71.3% y las mujeres el 29.2%, así mismo la población ocupada es
en total de 93.4%, donde los hombres representan el 92.8% y las mujeres el 94.7%. La pobla-
ción no ocupada en total es de 6.6% de la cual el 7.2% son hombres y 5.3% mujeres (INEGI,
Panorama sociodemográfico de Tlaxcala, 2010b, p. 68).

CAPÍTULO Iv 410
Estos datos sugieren que los habitantes del municipio enfrentan necesidades económi-
cas y sociales. La estructura demográfica de la comunidad permite contar con un acervo de
mano de obra excedentaria, que si bien está a la baja aún sigue siendo elevada, lo que genera
una presión en la demanda del mercado laboral. Ante la incapacidad local de proveer el empleo
demandado por su población, esto se ha convertido en un detonante del fenómeno migratorio.

El municipio cuenta con un índice de marginación de -0.92818; un grado de margi-


nación bajo y ocupa el lugar 33 en el contexto estatal (CONAPO, Índice de marginación por
entidad federativa y municipio, 2010b). Los indicadores sociales para el municipio muestran
que la población en situación de pobreza es de 68.7, la población con al menos una carencia
social es de 85.5, cuenta con un rezago educativo del 15.2%, la población no cuenta con la
educación básica obligatoria a la edad correspondiente; y la población con ingreso inferior a la
línea de bienestar es de 76.7% (CONEVAL, Consejo Nacional de Evaluación de la Política de
Desarrollo Social, 2010a).

En Tetlanohcan la situación económica y social no es mejor que en el resto del estado


de Tlaxcala o del país, relativamente hay un mayor número de pobres, existen más carencias
y la población no cuenta con los ingresos suficientes para adquirir lo necesario para un mejor
nivel de vida. Esta situación socioeconómica hace vulnerable a las personas, a las familias y se
traduce en un motivo para convertirse en un emigrante, uno más de esos individuos que buscan
en la migración una oportunidad para mejorar su nivel de vida y de su familia (Dimas Bolaños
& Ramírez Valverde, 2015). La migración en el municipio data de finales de los años setenta y
principios de los ochenta (Martínez, 2008). Desde entonces San Francisco Tetlanohcan pasó de
un grado de intensidad bajo en el año 2000 a un grado de intensidad medio en 2010, lo anterior
como consecuencia de que el porcentaje de viviendas, y por lo tanto de familias que reciben
remesas de Estados Unidos aumentó (CONAPO, Índices de intensidad migratoria. México-Es-
tados Unidos, 2010a).

El incremento en la dinámica migratoria tlaxcalteca ha sido producto, entre otras cosas,


de cambios socioeconómicos en la estructura de la producción industrial y agrícola en el estado,
los cuales a su vez se han sumado a las subsecuentes crisis económicas de México a partir de
1980 (Binford, 2004).

Oferta Educativa

Además de la disponibilidad de recursos económicos para asistir a la escuela es necesa-


ria la existencia de las instituciones en la localidad para que esto no se convierta en un obstácu-

CAPÍTULO Iv 411
lo, en el sentido de que la distancia significa un costo reflejado positivamente en el éxito escolar
y negativamente en la deserción escolar. En el municipio de estudio la infraestructura escolar se
integra con 16 escuelas de todos los niveles educativos desde Educación Especial hasta el nivel
Bachillerato. De este total, 14 son Escuelas Públicas y 2 colegios particulares (Tlaxcala, 2014).

El nivel preescolar se contempla un total de 5 escuelas las cuales están integradas, 2 al


Indígena Federal Transferido, un Estatal, un Federal Transferido y una Particular. En el nivel
Básico se considera un total de 6 escuelas Primarias, una pertenece al Indígena Federal Transfe-
rido, una Estatal, 3 al sostenimiento Federal Transferido y una particular. En el nivel Secundaria
concentra 2 centros educativos, correspondiendo una al sistema Técnica Agropecuaria Federal
Transferido y una Telesecundaria Federal Transferida. En referencia al nivel Bachillerato el
municipio cuenta con un Centro de Bachillerato Tecnológico Agropecuario Federal (CBTA)
(INEGI, Anuario Estadístico y Geográfico de Tlaxcala, 2014).

Características educativas

Actualmente el grado promedio de escolaridad de la población de 15 o más años de


Tetlanohcan es de 8.5 años de estudio frente al grado promedio de escolaridad de 8.8 años en
la entidad (CONEVAL, Informe anual sobre la situación de pobreza y rezago social, 2010b).
La distribución de la población de San Francisco Tetlanohcande 15 años y más según nivel
de escolaridad es de 6.4% sin instrucción, el 60.2% cuenta con educación básica, el 0.2% con
carrera técnica, el 19.4% con educación media superior, el 13.6% con educación superior y el
0.2% no especificado.

La tasa de alfabetización por grupo de edad de 15 a 24 años de edad es de 99.3%, el


grupo de 25 años y más es del 90.8%. La asistencia escolar por grupo de edad de 15 a 24 años
es de 50.6% (INEGI, Panorama sociodemográfico de Tlaxcala, 2010b, pp. 67-68).

Resultados

Entre los resultados se encontró que de los alumnos que conocen y tienen un familiar
actualmente en Estados Unidos, solo el 38%tienen la intención de migrar, debido a que el sue-
ño americano aún persiste entre los jóvenes como principal motivo para mejorar su economía
y bienestar familiar, por ello, una vez culminada su educación media superior emprenderán el
viaje al país vecino. En contraparte un 57% tienen un familiar migrante pero a pesar de tener
una fuerte influencia no desean migrar, saben de las dificultades laborales que existen en Esta-
dos Unidos y de la seguridad en la frontera para poder cruzar, sobre todo si lo hacen de forma

CAPÍTULO Iv 412
ilegal.

En cuanto al género, de los estudiantes varones el 17.3% al momento no sabe si va a


migrar, el 33% ya ha decidido migrar y el 33.2% no tiene la intención de realizarla. En cuanto a
las mujeres el 15. 6% no ha decidido si va a migrar, el 26.1% si va a viajar a los Estados Unidos
y el 58% no lo harán, siendo los varones los que ya tienen mayores expectativas migratorias.
Para los hombres los gastos de la migración ilegal son más bajos que para las mujeres, para
ellas resulta sumamente costoso debido a la problemática a la que se encuentran expuestas de
abusos durante en cruce de la frontera con Estados Unidos.Además, entre otros resultados, se
encontró que un porcentaje muy reducido (alrededor del 5%) de la población no tiene relación
alguna con la migración (redes sociales migratorias) y no tiene la expectativade migrar como
proyecto de vida.
El grado de estudios de los padres de los entrevistados es del 3.1% sin estudios, 16.4%
curso la primaria, 36.9% secundaria, 29.7% educación medio superior, 10.8% licenciatura y el
3.1% otro tipo de estudios. Del 100% de estos padres el 22.76% no cuenta con la educación
básica concluida, y en su mayoría los padres de los estudiantes no cuentan con una carrera pro-
fesional debido a los diversos problemas educativos que son derivados de la pobreza obstaculi-
zando el acceso a la educación además de la falta de instituciones educativas en el municipio en
años anteriores. La mayoría de los padres de los estudiantes cuenta con educación básica, este
perfil educativo y los recursos culturales son la clave para determinar los logros educativos de
los hijos y esta se convierta en un factor determinante para el cambio social.

Recursos para la educación

Los integrantes de la familia de los alumnos se insertan a laborar principalmente el


59%como empleados, el 12.3% son comerciantes, el 9.7% campesinos, el 7.2 son profesionistas
y el 11.8% no especificó a qué se dedica.De los que reciben salario, el 24.6% lo complementan
con otras actividades (ventas), el 75.4% solo vive con el salario de su trabajo sin completarlo
con otras estrategias remuneradas. La frecuencia con que reciben el ingreso es del 42.6% sema-
nal, 20.5% quincenal, 11.3% mensual y el 25.6% diario o cada vez que tiene trabajo. Además
del 66.7% de los alumnos entrevistados cuentan con familiares migrantes en Estados Unidos
quienes les envían remesas quienes le envían remesas mensualmente para la educación, además
artículos para la escuela. En Tetlanohcan se detectó que la migración tiene como objetivo satis-
facer las necesidades básicas y el gasto cotidiano de la casa, incluida la mejora de la educación,
este último fue uno de los motivos por el cual el miembro de la familia decidió migrar, signo
evidente del cambio social.

CAPÍTULO Iv 413
Del ingreso familiar el 48.9% financia la matrícula escolar (inscripciones y colegiatu-
ras), el 43.1 por ciento la manutención (gastos asociados a la asistencia escolar, como libros,
útiles escolares, uniformes y transportes), el 2.9% aporta a la comunidad (donativos y activida-
des de particulares para el sustento de las instalaciones educativas) y el 5.1% otro tipo de gasto
escolar. Así mismo el 41.8% de los estudiantes cuenta con una beca para estudiar la educación
media superior, otorgada por la SEP, a través de la SEMS (Becas SEMS.- Ingreso, permanencia
y excelencia. Becas Prospera y Becas yo no abandono). Los alumnos al ser beneficiados con la
beca aumentan el rendimiento educativo, ya que el apoyo cubre los costos directos de los estu-
dios y por otra el costo de oportunidad de dejar de trabajar para percibir un salario.

Importancia de la educación superior


De la población entrevistada el 55.3% que no desea migrar, piensa continuar con sus
estudios universitarios en su lugar de origen, saben que hoy en día las personas que cuentan con
educación media superior y superior tienen más posibilidades de ocupación que los individuos
que solo cuentan con educación básica. El 10% de los que migraran no estudiará, ellos creen que
la educación no ayuda para la movilidad social en cambio la migración les da estatus social en el
lugar de origen. El 26% de los que migraran seguirán estudiando al terminar la educación media
superior, los cuales seguramente pagaran los costos de la migración y su nivel educativo será
truncado, disminuyendo la posibilidad de continuar con la educación superior en el vecino país.
Finalmente el 8.7% no continuará con los estudios superiorespor falta de recursos económicos
desde el núcleo familiar, lamentablemente estos jóvenes al concluir su educación media superior
tendrán que insertarse en el ámbito laboral, afectando el desarrollo de su crecimiento personal.

Las expectativas que los jóvenes estudiantes tienen sobre la formación profesional el
87.1% considera que la educación es importante porque tiene un impacto positivo en una persona
y por ello el 83.6% una vez concluida la educación media superior continuará con sus estudios
superiores impulsados principalmente por sus padres y hermanos para seguir estudiando.

Las disciplinas por las que se interesan los alumnos son principalmente ingeniería y tec-
nología con un 27.7% seguido de las ciencias de la salud en un 26.3%, ciencias sociales y admi-
nistrativas en un 21.9%, educación y humanidades 8%, ciencias agropecuarias 7.3%, gastronomía
6.6% y ciencias naturales y exactas el 2.2%. Los jóvenes tienen claro que estudiar una carrera
universitaria es la decisión más importante para su futuro, es su proyecto de vida.

Las ciudades donde desean estudiar, son elegidas porque es donde se encuentra la escuela
que ofrece la carrera de su interés, por la cercanía o por cuestiones económicas, principalmente

CAPÍTULO Iv 414
Tlaxcala en un 48.7% donde se encuentra la Universidad Autónoma de Tlaxcala (UAT), Uni-
versidad Politécnica de Tlaxcala (UPT), y el Instituto Tecnológico de Apizaco (ITA), seguida de
Puebla con un 20.4% con la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP), Universidad
Popular Autónoma del Estado de Puebla (UPAEP), y la Universidad Iberoamericana Golfo-Cen-
tro (IBERO), la ciudad de México y áreas cercanas con un 13.2%con la Universidad Nacional
Autónoma de México UNAM, Colegio Militar, Universidad Autónoma Chapingo UACH, y otras
ciudades en un 17.8%, donde destaca la Universidad Autónoma Agraria Antonio Narro UAAAN
en la ciudad de Saltillo Coahuila.

Los alumnos imaginan su vida académica en un corto tiempo, terminado sus estudios en
un 69.1%,ejerciendo su carrera 21.8%, estudiando y trabajando en la región, 3%, estudiando una
maestría el 2.4%, viajando y en el extranjero 2.4% y el 2.2% se visualiza como una persona exi-
tosa. Los futuros profesionistas al culminar sus estudios universitarios se verán inmersos en una
generación más preparada, comenzarán la búsqueda de un trabajo lo cual no será fácil y a la vez
emprenderán su proyecto de vida profesional.

La importancia de la educación para los alumnos el 52.5% mencionó que permite el desa-
rrollo de los individuos y el bienestar de la sociedad en la que vive, además el 23.8% señaló que
genera mejores niveles de bienestar social y de crecimiento económico, así mismo el 16.9% in-
dicó que la educación permite acceder a mejores niveles de empleo y oportunidades económicas,
el 2.5% piensa que el estudio genera satisfacción personal, un 1.9% considera que se enriquece la
cultura, el espíritu y los valores, influye en el avance y progreso de las personas y sociedades así
mismo es un valor social que hace más libres a los seres humanos con un 1.3% respectivamente,
lo que refleja que la educación media superior ofrece al estudiante la adquisición de conocimien-
tos esenciales antes de tomar la decisión de continuar con sus estudios de educación superior o de
migrar antes o después de la misma.

De esta forma, la educación superior beneficia a los jóvenes, no solo los enriqueceindi-
vidualmente, otras personas en su entorno se ven beneficiadas personal y socialmente princi-
palmentela familia quien impulsa la educación universitaria de sus integrantes en busca de una
mejor vida, una movilidad social que les permita obtener más ingresos y un mejor nivel de vida
sin pobreza.

Conclusiones

Las relaciones de parentesco son la base en la cual se tejen las redes sociales migratorias
también llamadas cadenas migratorias y efecto familia-amigos, que aumentan la probabilidad

CAPÍTULO Iv 415
de la migración para los jóvenes, debido a la información y a los recursos que se ofrecen a tra-
vés de las redes en los lugares de destino, de esta forma los jóvenes del municipio que han deci-
dido migrar tienen claro el objetivo del viaje, unos migraran por necesidad, otros para superarse
y otros más para reunificarse con su familia, ya que la decisión de migrar, no es individual, es
una disposición familiar con el objetivo de incrementar el ingreso familiar .

Con respecto a quienes estudiaran una carrera, por género se encontró que son las muje-
res quienes mayormente desean continuar con sus estudios en comparación de las expectativas
de los varones. Los jóvenes que desean continuar con sus estudios superiores saben que cuentan
con el apoyo económico de sus familias para salir del municipio e incluso del estado, con la po-
sibilidad de financiar los costos de la educación universitaria, mismo que en un futuro se verán
reflejados en el beneficio de su comunidad.
En el municipio de estudio, la pobreza ha sido el detonante del fenómeno migratorio,
mismo que ha sido alimentado por las redes sociales que se han establecido en el lugar de des-
tino de los migrantes. Pero los que no están inmersos en este rol han buscado otras estrategias
de movilidad para la superación familiar, los padres de los estudiantes hoy en día no quieren
que sus hijos vivan una vida de deficiencias como a ellos les tocó vivir. Son conocedores de que
la educación aumenta la riqueza no solo económica sino cultural facilitándoles el acceso a un
mejor nivel de vida, este es el incentivo principal para que los jóvenes de la comunidad se man-
tengan en el ámbito académico donde se adquieren los conocimientos útiles que posteriormente
desempeñaran en el ámbito laboral, lo que les permitirá la movilidad social.

CAPÍTULO Iv 416
Obra citada

Agatón, L. D. (2008). Cambios demográficos en la estructura familiar del municipio de San


Marcos, Guerrero, como consecuencia de la emigración internacional y sus efectos en
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CAPÍTULO Iv 417
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CAPÍTULO Iv 418
El proceso migratorio y la construcción de lo
juvenil en la comunidad otomí de la Ciudad de
Monterrey, Nuevo León

Luis Fernando García Álvarez3


Resumen: En México, cobra relevancia un tema de investigación que relaciona los procesos
migratorios internos y/o trasnacionales ocurridos en la última década con las juventudes indí-
genas contemporáneas. Esto es un nuevo reto para el análisis antropológico y juvenil, ya que
es necesario proponer enfoques y perspectivas pertinentes para conocer las condiciones especí-
ficas que contextualizan dicha relación y comprender las condiciones juveniles actuales desde
los posicionamientos que adquieren en los diferentes campos sociales donde interactúan las y
los jóvenes indígenas cotidianamente.
En este marco, mi propuesta tiene como objetivo mostrar los principales elementos que con-
figuran el proceso migratorio y la construcción de lo juvenil en una comunidad otomí transre-
gional (originaria de Santiago Mexquititlán, Amealco, Querétaro) en la ciudad de Monterrey,
Nuevo León. Esto con el fin de aproximarnos a las múltiples condiciones de producción con-
temporánea sobre una determinada manera de “ser joven otomí” en un contexto migratorio en
particular.
En términos metodológicos, se parte de una perspectiva etnográfica y el desarrollo de entre-
vistas a profundidad, enfatizando la posición de los propios actores sociales juveniles en la
construcción de saberes y conocimientos sobre la relación planteada desde una temporalidad
determinada y un espacio social específico.
Concluyo que las y los jóvenes otomíes de Monterrey experimentan dinámicos y acelerados
procesos de transformación en distintas dimensiones: social, económica, política, cultural y re-
ligiosa; y considero que las complejas problemáticas en las cuales se inserta la juventud otomí,
es parte de las configuraciones metropolitanas contemporáneas en México, donde las segundas
y terceras generaciones, es decir, los hijos de los primeros migrantes indígenas cobran un papel
significativo en la en emergencia de “otras” realidades juveniles urbanas.

Palabras clave: migración indígena, juventud, Monterrey.

3
Posgrado en Antropología Social, Escuela Nacional de Antropología e Historia. Email: antropologia.nl@hotmail.com

CAPÍTULO Iv 419
Summary: In Mexico, becomes important a topic of research linking internal and / or trans-
national migration processes that occurred in the last decade with contemporary Indian youth.
This is a new challenge for anthropological and juvenile analysis, since it is necessary to pro-
pose approaches and relevant perspectives for specific conditions that contextualize this rela-
tion-ship and understand current youth conditions from the positions acquired in the different
social fields which interact and indigenous youth daily.
In this context, my proposal aims to show the main elements that make up the migration process
and the construction of the youth in a transregional otomí community (originally from Santiago
Mexquititlán, Amealco, Queretaro) in the city of Monterrey, Nuevo Leon. This in order to ap-
proach the many contemporary production conditions on a certain way of “being young otomí”
in an immigration context in particular.
In methodological terms, it is part of an ethnographic perspective and the development of
in-depth interviews, emphasizing the position of youth social actors in building knowledge and
understanding of the relationship raised from a certain timing and a specific social space.
I conclude that the young people of Monterrey otomí experience dynamic and accelerated trans-
formation processes in different dimensions: social, economic, political, cultural and religious;
and I think that complex problems in which the otomí youth is inserted, is part of contemporary
metropolitan settings in Mexico, where the second and third generations, that is, the children
of the first indigenous migrants charge a significant role in emergency “other “ urban youth
realities.

Keywords: indigenous migration, youth, Monterrey.

Introducción

En términos históricos, un fenómeno social como la migración, resulta ser una de las di-
námicas multidimensionales más notables tanto a nivel global como local. En México, al igual
que en otros países de Latinoamérica, se ha constatado particularmente cómo los desplaza-
mientos poblacionales indígenas toman un papel fundamental en los procesos contemporáneos
de conformación de las ciudades, zonas metropolitanas, megalópolis, campos agroindustriales,
áreas fronterizas y turísticas, sobre todo a partir de la segunda mitad del siglo XX.

La intensificación y diversificación de este fenómeno, implica que los migrantes indíge-


nas empleen múltiples estrategias para incorporarse a dichos contextos con el fin de mejorar sus
condiciones de vida. Concretamente, las investigaciones sobre el tema de la migración indígena
a las ciudades de México, proponen que un creciente sector de la población indígena contem-
poránea, entre ellos jóvenes, mujeres y grupos familiares han cambiado definitivamente su resi-
dencia tanto al interior del territorio mexicano como en el contexto internacional, condición que

CAPÍTULO Iv 420
se ha convertido en uno de los fenómenos sociales más trascendentes en las últimas décadas.

En este sentido, se ha modificado la distribución geográfica de la población indígena, en


el marco de las intensas transformaciones económicas, sociales, políticas y culturales articula-
das a los procesos de globalización contemporánea.

Por lo tanto, en México cobra relevancia un tema de investigación emergente que rela-
ciona los procesos migratorios internos y/o trasnacionales ocurridos sobre en el siglo XXI con
las juventudes indígenas contemporáneas.

Esto es un nuevo reto para el análisis antropológico y juvenil, ya que es necesario pro-
poner enfoques y perspectivas pertinentes para conocer las condiciones específicas que con-
textualizan dicha relación y comprender las condiciones juveniles actuales desde los posicio-
namientos que adquieren en los diferentes campos sociales donde interactúan las y los jóvenes
indígenas cotidianamente.

Además, es imprescindible considerar que dichos sujetos experimentan dinámicos y


acelerados procesos de transformación en distintas dimensiones: social, económica, política,
cultural, religiosa y tecnológica. Un ejemplo, son las condiciones derivadas de dichos procesos
y que contextualizan, particularmente, a las juventudes indígenas de México tanto en el ámbito
local, regional, nacional e internacional.

Considero que las complejas problemáticas en las cuales se insertan dichas juventudes
se construye a partir de la continuidad, la dinámica y los constantes cambios socioculturales
donde la migración es un fenómeno de gran trascendencia en la emergencia de otras realidades
juveniles en contexto mexicano contemporáneo.

En este marco, presento un estudio de caso cuyo objetivo es mostrar los principales ele-
mentos que configuran el proceso migratorio y la construcción de lo juvenil en una comunidad
otomí transregional (originaria de Santiago Mexquititlán, Amealco, Querétaro) en la ciudad
Monterrey, Nuevo León. Esto con el fin de aproximarnos a las múltiples condiciones de pro-
ducción contemporánea sobre una determinada manera de “ser joven otomí” en un contexto
migratorio en particular.

Propongo que las y los jóvenes otomíes de Monterrey experimentan dinámicos y acele-
rados procesos de transformación en distintas dimensiones: social, económica, política, cultural
y religiosa; y considero que las complejas problemáticas en las cuales se inserta la juventud
otomí, es parte de las configuraciones metropolitanas contemporáneas en México, donde las

CAPÍTULO Iv 421
segundas y terceras generaciones, es decir, los hijos de los primeros migrantes indígenas cobran
un papel significativo en la en emergencia de “otras” realidades juveniles urbanas.

Ahora bien, la primera parte de este trabajo refiere algunas consideraciones metodoló-
gicas situadas en una perspectiva etnográfica. Luego, planteo los elementos fundamentales en
la configuración de una comunidad otomí transregional en la ciudad de Monterrey. Después me
enfoco en mostrar etnográficamente una aproximación sobre las configuraciones juveniles de
dicha comunidad. Finalmente, propongo algunos puntos de interés para la discusión y el debate
en el marco de los resultados de investigación que aquí presento.4

El trabajo etnográfico como territorio metodológico

Podemos iniciar este apartado señalando que el tema de investigación que relaciona los
procesos migratorios contemporáneos y las juventudes indígenas configura un “lugar socioan-
tropológico”emergente. Además, podemos retomar la propuesta de considerar dicha relación
como “un espacio de producción experimental de conocimiento”, donde es posible utilizar “una
variedad de herramientas conceptuales y metodológicas para “crear” y revelar la multiplicidad
de dimensiones que constituyen hoy lo social y a las juventudes indígenas contemporáneas”
(Urteaga y García, 2015, p. 11).

En este sentido, propongo el trabajo etnográfico como un territorio metodológico y base


fundamental para abordar la problematización planteada en diferentes espacios sociales descri-
biendo prácticas, significaciones y representaciones socioculturales del sujeto “joven indígena”
en contextos migratorios actuales.

Dicho posicionamiento, posibilita aproximarnos a un proceso sociocultural que sucede,


bajo la condición de “nacidos en la ciudad”, considerando que las configuraciones sociales
contemporáneas que se despliegan en las ciudades, metrópolis y megalópolis de México, poten-
cializan los cambios o transformaciones de manera dinámica, acelerada y compleja, y retomado
la propuesta de Feixa (2014), la juventudrepresenta una la metáfora de este cambio social.

Reconozco que labor antropológica, requiere necesariamente del trabajo etnográfico


como base fundamental. Es decir, el trabajo del antropólogo se efectúa a partir de la posibilidad

4
Dichos resultados se insertan en el proyecto de investigación doctoral que desarrollo y que se denomina: “Juven-
tudes étnicas contemporáneas en el Área Metropolitana de Monterrey, Nuevo León” (2012-2016) en el Posgrado
de Antropología Social de la Escuela Nacional de Antropología e Historia, dentro de la Línea de investigación:
Jóvenes y Sociedades Contemporáneas a cargo de la Dra. Maritza Urteaga Castro Pozo.

CAPÍTULO Iv 422
del “estar ahí”, “en el lugar”, entre su similitud cultural y la otredad. “Pero lo otro ya no es úni-
camente lo territorialmente lejano y ajeno, sino la multiculturalidad constitutiva de la ciudad en
que habitamos. Lo otro lo lleva el propio antropólogo dentro de sí en tanto participa de varias
culturas locales y se descentra en las “comunidades” transnacionales” (García Canclini, 2005,
p. 24).

Asimismo, coincido en que “la observación de campo y la entrevista etnográfica siguen


siendo los recursos específicos de la investigación antropológica”. De igual forma, reflexiono
sobre la relevancia y articulación que conlleva la vida urbana –metropolitana- con “los cambios
económicos, tecnológicos y simbólicos cuyo entrelazamiento obliga a sostener el estilo clásico
antropológico que considera esas diversas dimensiones de los procesos sociales”, es decir, el
abordaje analítico desde una “visión multidimensional” (García Canclini, 2005, p. 22).

Por ello, el desarrollo de este trabajo parte de la construcción de un criterio metodoló-


gico adecuado a las condiciones de la problematización aquí presentada, lo que me remite a la
pertinencia de la etnografía en su triple acepción de enfoque, método y texto, es decir, como
una concepción y práctica de conocimiento que busca comprender los fenómenos sociales des-
de la perspectiva de sus miembros entendidos como actores, agentes o sujetos sociales (Guber,
2001).

De esta forma, me situó en una perspectiva que pondera el punto de vista de los agen-
tes juveniles para la construcción de conocimientos sobre la realidad social, condición que
es vivida y experimentada desde una temporalidad y un espacio específico.Conjuntamente,
se privilegiala perspectiva de la etnografía multisituada (Marcus, 2001) en las estrategias de
investigación, es decir, tanto en las mirada teórico-metodológico como en el trabajo de campo
con el desarrollo de técnicas flexibles y múltiples, adecuando un posicionamiento en diferentes
espacios sociales e interactuando con los distintos agentes juveniles al momento de realizar las
observaciones de campo y entrevistas a profundidad.

Por ello, efectúe un “trabajo de campo multisituado”, en varias temporadas entre 2012
y 2016 en los diferentes espacios sociales (residencial, laboral, educativo y de ocio) apropiados
por los otomíes en la ciudad y en la comunidad de origen (espacios familiares, religiosos y festi-
vos). Además, me propuse aproximarme a conocer las estrategias de acceso, apropiación y usos
de los diferentes dispositivos, plataformas y herramientas tecnológicas que contribuyen a visi-
bilizar los procesos identitarios y de socialidad juvenil de los otomíes en contextos migratorios.

Por ello, el enfoque metodológico utilizado fue el cualitativo y los datos recolectados a

CAPÍTULO Iv 423
través del método de la etnografía virtual -off liney on line-, basado en la inmersión en el campo
virtual o ciberespacio (Hine, 2004), además de la observación participante y la revisión biblio-
gráfica especializada sobre el tema o relación planteada.

El proceso migratorio y la comunidad otomí transregional

Es preciso reconocer que “desde el segundo tercio del siglo pasado, en efecto, impor-
tantes contingentes de población indígena empezaron a construir una experiencia migratoria
cuyo resultado sería, muchos años después, la conformación de un nuevo mapa de la etnicidad
nacional, así como la recomposición geográfica de la diversidad cultural del país” (Nolasco y
Rubio, 2011, p. 9).

Dicha población y, en especial, las juventudes indígenas han sostenido una constante
movilidad entre sus comunidades de origen y los centros urbanos inmediatos, entre diferentes
ciudades, zonas metropolitanas y la megalópoli del centro de México; hacia los estados agroin-
dustriales del noroeste, entre la frontera norte y los centros turísticos de las costas y del Caribe
mexicano; además de una diversidad de territorios en Norteamérica.

Ahora bien, es de consenso que la migración es multicausal, en ella intervienen otras


cuestiones que pueden influir en este fenómeno social, como son la especificidad de cada gru-
po, las motivaciones personales, así como las condiciones ecológicas y estructurales tanto en el
ámbito local, regional y las relaciones globales contemporáneas que influyen indudablemente
en la vida de las comunidades indígenas y sus juventudes tanto en los territorios de origen como
en los territorios de destino migratorio.

Por lo tanto, coincido en que “la migración es una de las condiciones sociales más im-
portantes en la conformación de juventud en las áreas rurales e indígenas así como en las ciu-
dades” (Urteaga, 2011, p. 256). Además, hay que advertir “la notable ausencia de estudios mi-
gratorios que se enfoquen en la participación juvenil”, considerando además que “los jóvenes
rurales en general fueron sujetos activos, y en algunos casos centrales, en la construcción de las
redes migratorias, en la generación de capital social y en la instrumentalización de estrategias
de supervivencia” (Hernández, 2008, pp. 173 y 215).

Particularmente, el fenómeno migratorio interno ha producido, durante las últimas dé-


cadas, la inserción urbana de niños, jóvenes, mujeres y grupos familiares indígenas en Nuevo
León, manteniendo un creciente y sostenido proceso de asentamiento, fundamentalmente, en su

CAPÍTULO Iv 424
área metropolitana (García, 2015, p. 128).

De acuerdo con las características particulares que configuran la migración indígena en


el área metropolitana de Monterrey (AMM),5 he propuesto que dicho contexto es un espacio
social prioritario en México para el análisis antropológico y juvenil en relación al tema de la
migración interna y las juventudes indígenas contemporáneas, el cual debe ser abordado desde
un enfoque procesual, relacional y contextual, para alejarnos de considerar el rango de edad
como definitivo o central en la definición de lo que se puede denominar como “el ser joven”
desde la condición étnica en un lugar determinado y en una temporalidad especifica (García,
2012 y 2015).

Por otro lado, hay que destacar que este sector de la población es diverso y heterogéneo,
pues muestra ciertas características que permiten a cada grupo indígena y juvenil una especi-
ficidad en su proceso migratorio y de inserción al AMM, lo cual se manifiesta a partir de las
diferentes temporalidades y patrones migratorios, su distribución espacial en dicho contexto, el
uso y apropiación de espacios, la construcción de territorialidades, los grupos de edad y género,
así como su ubicación en ciertas actividades laborales, las trayectorias educativas así como las
producciones culturales articuladas a la mundialización de las culturas contemporáneas (Gar-
cía, 2015, p. 136).

Para este trabajo me interesa plantear sólo una de las dimensiones que configuran los
procesos migratorios y de inserción de los diferentes grupos de población indígena juvenil en el
AMM, esto es, el caso de la comunidad y la juventud otomí, cuyas primeras generaciones migra-
ron en las décadas de 1970 y 1980,sobre todo hombres, integrándose después mujeres y grupos
familiares.6

De esta manera, la migración otomí originaria de Santiago Mexquititlán al sur del es-
tado de Querétaro, forma parte de los movimientos poblacionales sucedidos paralelamente al
desarrollo urbano, industrial y metropolitano de la ciudad de Monterrey, impulsado sobre todo

5
Se considera que en los últimos 20 años, Nuevo León se convirtió en la entidad receptora más importante de
población indígena y según los datos censales este sector se duplica cada cinco años. Se puede considerar que
la migración indígena hacia este contexto se conforma por un contingente significativo de población en edades
juveniles ya que un importante porcentaje del total de población indígena, considerando el criterio de las “edades
juveniles” (15 y 29 años) propuesto por INEGI. Por ejemplo, en el censo de población del 2010 se registraron 40
137 hablantes de lengua indígena (HLI) de cinco años y más; y en cuanto a los rangos de edad sobresalientes en
este sector de la población, se consideró que 21 711 HLI oscilan entre 15 y 29 años de edad, de los cuales 10 490
son hombres y 10 221 son mujeres (INEGI, 2011).
6
En 2015 que la población hablante de lengua indígena en el estado de Nuevo León, equivale a un poco más de
1 % del total de la población en la entidad, el cual asciende a 5 119 504 habitantes. En condición de hablantes de
lengua indígena de 3 años y más se estimaron 59 196 habitantes, de los cuales el 2.2 % habla lengua otomí, ocu-
pando el cuarto lugar en relación a las lenguas con mayor número de hablantes en dicha entidad (INEGI, 2015).

CAPÍTULO Iv 425
después de la década de 1960.7 En este contexto, cobra sentido la siguiente narrativa correspon-
de a un joven otomí, quien ha crecido en Monterrey, ya que describe algunas de las motivacio-
nes que tuvieron los padres para migrar:

Creo que nuestros padres tuvieron que batallar aún más que nosotros en estos
instantes, y siempre ha sido el problema económico, tener que emigrar a una
ciudad donde se tiene que buscar cómo sacar a delante a los hijos, buscar buenos
empleos y luego tener que hacer que nosotros vayamos viviendo mejor en base
a lo que a lo mejor ellos no pudieron vivir (E1. Monterrey, 2012).

Ahora bien, como parte del proceso de inserción a la ciudad, los grupos familiares oto-
míes conformaron un sentido comunitario que los mantuvo cohesionados para enfrentar las
problemáticas de la metrópoli. Esta fase migratoria, podemos entenderla en el marco que asume
cada vez más la modalidad familiar, prolongada y de retorno incierto (Arias, 2009, p. 25).

Para el caso de los migrantes otomíes, en los años ochenta mediante alianzas sociopolí-
ticas lograron obtener terrenos para construir sus viviendas en la ciudad de Monterrey, logrando
conformar con los años núcleos residenciales colectivos o asentamientos congregados, com-
puestos de individuos y familias procedentes de la misma comunidad de origen. Dichos asen-
tamientos se localizan en las colonias Genaro Vázquez y Lomas Unidad Modelo Ampliación
Norte, al noroeste del municipio de Monterrey.8

Por lo tanto, cobra relevancia la experiencia migratoria y la construcción de lo que se


ha denominado como una comunidad transregional (Farfán, Castillo y Fernández, 2003).9 Con
ello, el grupo otomí ha enfatizado la construcción de una territorialidad a partir del carácter

7
Los otomíes, como muchos otros grupos étnicos, iniciaron su incorporación a uno de los principales centros
económicos del país. Sin embargo, el proceso de inserción se realizó en condiciones de marcada desigualdad y
escasas alternativas de ingreso a la industria por lo cual se ocupan en los servicios o en empleos eventuales en la
construcción, pero principalmente en el comercio informal o venta ambulante (Farfán et. al., 2005, pp. 313-314).
8
Cabe mencionar que, las primeras familias de otomíes que llegaron a Monterrey durante los años ochenta, y en
los primeros años de su migración a la ciudad, formaban parte de los flujos de migrantes cíclicos y temporales que
rentaban cuartos o se quedaban a dormir en la central camionera, en la estación del ferrocarril o recorrían las calles
buscando donde pasar la noche (Farfán, Castillo y Fernández, 2005, pp. 313-314).Actualmente, existen grupos
familiares otomíes congregados en algunas colonias del municipio de Escobedo, el cual forma parte del AMM.
9
La comunidad transregional se define como un “espacio social producto de la migración de los otomíes a la
ciudad, distinto en sus prácticas sociales tanto en el área expulsora como en la receptora. Es un espacio que se
construye y define a partir de la pertenencia a un mismo lugar de origen, donde sus miembros comparten una
misma adscripción etnocomunitaria y en la que delimitan su interacción generando un complejo social claramente
diferenciado de los otros” (Farfán et. al., 2003, p. 338).

CAPÍTULO Iv 426
simbólico de apropiación y significación étnica del espacio. Han utilizado diferentes medios
para apropiarse del espacio, transformarlo, significarlo y ordenarlo para construir el territorio
de migración,el cual se constituye a partir de elemento simbólicos, identitarios y sagrados, así
como de mecanismos socio-políticos, alianzas estratégicas y asambleas comunitarias, en los
que se sustenta el acceso al espacio residencial urbano (Farfán et. al., 2003 y 2005).

Es conveniente agregar que a partir de las redes sociales y de las condiciones del asen-
tamiento urbano, se originó una residencia prolongada de los migrantes otomíes formándose, a
su vez, una comunidad intergeneracional compuesta por niños, jóvenes, personas de la tercera
edad y grupos familiares extensos.

Por ello, la denominada cultura migrante y los asentamientos colectivos entre los oto-
míes generó el escenario para que los hijos de los primeros migrantes enfrentaran condiciones
diferentes a las que ellos sortearon en su proceso migratorio y de inserción al contexto metropo-
litano. Condiciones que ahora influyen significativamente en el proceso de construcción juvenil
en las nuevas generaciones de otomíes en dichos asentamientos congregados.

En este marco, cobra relevancia que las segundas y terceras generaciones “nacidas en
la ciudad”, interpelan la posibilidad de reivindicar el “ser joven” como una etapa transitoria o
una moratoria social e intermedia y en permanente construcción entre la infancia y la adultez.
Lo anterior contrasta con la experiencia de vida de sus antecesores, la cual era prácticamen-
te inexistente, ya que en la comunidad de origen la organización y reproducción social de
la comunidad estaba determinada por la unión o el matrimonio de los individuos en edades
tempranas.

Ahora bien, se puede proponer que la permanente movilidad de grupos familiares oto-
míes (entre el territorio migratorio y el territorio de origen), es una estrategia potente para que
la comunidad, pueda extender sus límites territoriales a nivel regional y nacional.10 Es decir:

Con el término de comunidad nos referimos al núcleo residencial de otomíes


como un conjunto social y cultural conformado territorial e históricamente, y
que en el caso de la migración de otomíes se moviliza para establecerse en
nuevos espacios. (…) La comunidad se fragmenta con la migración, pero no se
disuelve, se recompone en el lugar de destino, se reorganiza de forma diferente
en cada uno de los lugares de destino (Farfán et. al., 2005, p. 319).
10
Además de la comunidad de origen, los otomíes mantienen asentamientos colectivos en la ciudad de Santiago
de Querétaro, ciudad de México, Guadalajara, León, Celaya, San Luis Potosí, Saltillo, Reynosa; Tijuana y Ciudad
Juárez, de acuerdo con las narrativas migratorias de los otomíes entrevistados durante el trabajo de campo.

CAPÍTULO Iv 427
Finalmente, propongo entender la comunidad otomí transregional como un dispositivo
teórico-metodológico, útil para ubicar el marco social, cultural, simbólico y político que con-
textualiza la configuración de lo juvenil dentrode un espacio comunitario que se articula de
múltiples formas a la ciudad de Monterrey y su área metropolitana.

La construcción de lo juvenil en la comunidad otomí transregional

Es preciso reconocer que la población juvenil entre los otomíes tiene un protagonismo
relevante, desarrollando una cotidianidad enfrentando conflictos y tensiones tanto en el ámbito
familiar, comunitario y con otros sectores sociales con quienes establecen vínculos o relaciones
interétnicas e interculturales.De ahí que para incentivar la reflexión en este apartado resulta
fundamental cuestionar sobre ¿Cuáles son las condiciones que posibilitan la construcción de lo
juvenil en la comunidad otomí transregional?

En primera instancia, se puede enfatizar que las y los jóvenes otomíes expresan sus
referentes culturales e identitarios construidos a partir de su pertenencia comunitaria, el terri-
torio de origen, su experiencia en la ciudad, en los lugares de residencia y en otros espacios de
socialidad juvenil como la escuela, el trabajo y lugares sagrados en el AMM.

En relación a las adscripciones identitarias juveniles de los otomíes, existen ciertas dis-
tinciones que se generan por el hecho de haber nacido en el “pueblo o en la ciudad”. De tal
forma que entre la población juvenil en dichos asentamientos colectivos de Monterrey, se dis-
tingue el hecho de “ser regio”, ya que se ha nacido y crecido en dicho contexto; por otro lado,
opera la condición es haber nacido en Santiago Mexquititlán, permanecer los primeros años en
el lugar de origen y migrar posteriormente a la ciudad.

Sin embargo, existe una adscripción de mayor dimensión que implica las relaciones de
parentesco y paisanaje tanto el territorio de origen como en el lugar de destino migratorio a par-
tir de la categoría de “santiagueño”, con lo cual los jóvenes reconocen y refrenda su pertenencia
etnocomunitaria.

Esta condición también está determinada por la configuración de un circuito migratorio,


donde los otomíes extienden de alguna manera la territorialidad simbólica de la comunidad
(García, 2008, p. 395). Esto implica la vigencia de las relaciones intergeneracionalesdonde los
jóvenes otomíes aprehenden las estructuras de parentesco, las formas de organización comuni-
taria, las redes de apoyo muto y sistemas de comunicación con las que despliega dicho circuito

CAPÍTULO Iv 428
producido por los migrantes otomíes.

Por ello, formulan una configuración juvenil e indígena cuya construcción desdobla una
serie prácticas y significaciones en diferentes zonas fronterizas (Urteaga, 2011, pp. 255-260)
que conlleva un posicionamiento y ciertas demandas por el derecho a “ser jóvenes” tanto en el
ámbito doméstico, el trabajo, la escuela, así como en la resignificación de elementos culturales
como la música, las adscripciones religiosas y las formas de agregación, entre otros.

En términos de trabajo/empleo, la heterogeneidad de las juventudes indígenas en el


AMM, supone una serie de ocupaciones laborales relacionadas en muchas ocasiones con su
etnia, con el territorio de origen, el género y la edad, el nivel educativo, el grupo familiar y las
posibilidades de empleo más o menos estable en dicho contexto, por lo que las diferencias en
la actividad laboral entre los grupos de jóvenes indígenas son notables (García, 2015, p. 137).

En este marco, se puede señalar que los otomíes se ocupan principalmente en la venta
ambulante y, sin duda, esto se ha incrementado en los últimos años; destaca en esta labor la
inclusión de todos los miembros de la unidad doméstica; los hombres, incluyendo a los jóvenes,
también se mantienen dentro del trabajo de la construcción. Esta condición laboral se contex-
tualiza en relación a lo siguiente:

Los otomíes de Santiago Mexquititlán conservan sus propias formas de organi-


zación social, mantienen los grupos familiares y el trabajo colectivo familiar. La
familia o el grupo doméstico es el principal marco de su inserción social y laboral
al medio urbano; las relaciones de parentesco y de paisanaje conforman los pa-
rámetros de interacción social en que los migrantes indígenas se involucran. Las
actividades económicas y sociales de los migrantes se estructuran en el marco de
su pertenencia familiar y comunitaria, es decir, obtener un trabajo o dedicarse a
alguna actividad económica está determinada por las redes de parentesco y paisa-
naje que se han desarrollado en la ciudad (Farfán et. al., 2005, p. 314).

En este sentido, es significativa la reflexión que hace un joven otomírespecto al trabajo/


empleo de los padres, aunque con cierta incertidumbre, destacando finalmente su condición de
“nacidos en la ciudad”. Él nos comentó: “pues sí, nuestros papas batallaron un chorro, pues
recorriendo casi todo México, no sé si aquí les haya ido mejor, no sé si encontraron mejor tra-
bajo o ventas, pero al fin y al cabo se quedaron a aquí, se sintieron a gusto y pues nosotros ya
nacimos aquí” (E2. Monterrey, 2013).

CAPÍTULO Iv 429
Ahora bien, es necesario enfatizar que otra parte de este proceso sociocultural que confi-
gura la construcción juvenil, ocurre entonces bajo la condición de “nacidos en la ciudad”, quie-
nes expresan con claridad (precisamente por la condición generacional de transición en la que
están) las tensiones, disyuntivas y elecciones que deben enfrentar respecto a sus identidades,
lealtades, pertenencias y futuro (Pérez R., 2007, p. 78).

Podemos destacar esta condición con la experiencia de una joven otomí que reflexiona
sobre las tensiones que enfrentan, tomado como ejemplo el aspecto lingüístico:

Una desventaja de estar en la ciudad, es que ya no quieres hablar tu lengua ¿por


qué? Tal vez por miedo, por pena, el rechazo a que te señalen, por lo mismo de
la discriminación, porque te ven hablar, no te quieren y ya no te puedes juntar
con ellos, y tú quieres juntarte con ellos porque son la onda o así, y pues dices
voy a dejar de hablar mi lengua para juntarme con ellas, y no me digan india o
así, pero es por el miedo, es uno mismo, pero por eso uno se va aprendiendo otra
vez esas costumbres, esa lengua, esas cosas tan bonitas que se hacen el pueblo,
cuando ya vives aquí en la ciudad (E3. Monterrey, 2015).

Por otro lado, se puede definir un asentamiento indígena migrante en términos de per-
manencia o establecidos cuando existe un núcleo de migrantes familiares que establece una
relación que implica algún grado de compromiso con los lugares de llegada en términos de
vivienda (rentada/comprada), escuela para los hijos o de empleo (Velasco, 2002, p. 125).En este
sentido, la educación de los hijos de los migrantes otomíes es otro elemento que necesariamente
implica una permanencia prolongada o definitiva del grupo doméstico y la constante integra-
ción de parientes y paisanos al territorio de migración.

Con base en los hallazgos etnográficos es posible abordar las posibilidades de acceso
a mayores niveles de instrucción educativa, lo cual es una condición que influye significati-
vamente en configuración de lo juvenil en las segundas y terceras generaciones otomíesen la
ciudad de Monterrey, ya que ahora algunos jóvenes se inscriben en el nivel medio y superior en
las instituciones locales a diferencia de los primeros migrantes.

Este proceso educativo, implica la emergencia de una condición juvenil en dicho asen-
tamiento otomí, el cual se configura a partir de la interrelación de diferentes actores e institu-
ciones. En primera instancia, se puede señalar la gestión interinstitucional que han realizado
algunos jóvenes y sus familias con el objetivo de obtener recursos en materia educativa, entre

CAPÍTULO Iv 430
muchas otras gestiones. Por ello, han establecido relaciones con una alta densidad de negocia-
ción con diferentes actores sociales e instituciones alcanzando ciertos beneficios.

Algunos de ellos, han formado parte del programa nacional de becas para estudiantes
indígenas de nivel superior de la Comisión para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas (CDI)
desde 2007, en convenio con instituciones como la Universidad Autonomía de Nuevo León
(UANL), donde se promueven becas del cien por ciento en colegiatura y manutención para los
estudiantes indígenas universitarios. Por ejemplo, el caso de Javier Hernández, un joven otomí
universitario, graduado recientemente como Licenciado en Educación en la Facultad de Filoso-
fía y letras de la UANL, quien formó parte del programa de becas mencionado.11

Como parte de la atención institucional en la comunidad otomí de Monterrey, se han-


realizado un conjunto de talleres de promoción sociocultural y capacitación para el trabajo, que
ha implicado la participación de las y los jóvenes otomíes. Algunas de las instituciones que han
intervenidos son: la Dirección de Educación Indígena del estado de Nuevo León, la Unidad
Regional de Culturas Populares, la Secretaria de Desarrollo Social, el Instituto Estatal de las
Mujeres y el Consejo para la Cultura y las Artes (CONARTE), entre otros.12

En dicha promoción también se ha involucrado algunas asociaciones civiles como Zi-


huame Mochilla,13la cual enfoca una serie de intervenciones y programas específicamente en
las y los jóvenes indígenas del AMM, y donde participan jóvenes estudiantes otomíes.14

Con la intervención de diferentes actores sociales e instituciones, se posibilitó la emer-


gencia de espacios creativos y reflexivos, distinguiéndose por el protagonismo de las y los
jóvenes otomíes. Por ejemplo, Isidoro Ramírez en el Proyecto “Geografías en la ciudad. Tes-
timonios de migración y le cruce con la experiencia artística”.15 Otro espacio de producción
11
Javier, es un joven otomí que forma parte además de IDECU (Identidad y Cultura); una asociación de estudiantes
universitarios indígenas de la UANL, que se conformó en hace un par de años y cuya labor es la promoción de las
culturas indígenas en el espacio universitario desde una perspectiva intercultural. Véase: https://www.facebook.
com/photo.php?fbid=10208217533669141&set=a.2019729505983.112589.1626282386&type=3&theater
12
Por ejemplo, los talleres de autodiagnóstico en los temas de violencia y género desarrollados en el asentamiento
otomí en 2006, coordinados en su momento por el Consejo de Desarrollo Social, la CDI y el Instituto Estatal de
las Mujeres.
13
Esta asociación desarrolla una serie de proyectos destinados a la población y comunidades indígena en el AMM.
En este sentido, algunos jóvenes otomíes han participado en distintos talleres y seminarios (reflexionando en temas
como lengua y cultura, derechos humanos, género y violencia, además de capacitarse en técnicas fotográficas),
también ha formado parte del programas de becas educativas a nivel medio y superior que gestiona dicha asocia-
ción. Véase: https://www.facebook.com/zihuame.mochilla/?fref=ts; y http://www.zihuame.org.mx/
14
Véase: https://www.facebook.com/profile.php?id=100009515405409&fref=ts; y http://www.zihuame.org.mx/
areas-de-intervencion/juventud-indigena/
15
Este proyecto fue financiado por CONARTE (2013-2014) y se caracterizó por la participación de diferentes
individuos migrantes que representaban la heterogeneidad de la población que conforman el estado de Nuevo

CAPÍTULO Iv 431
creativa en donde algunos jóvenes otomíes participaron fue el proyecto “Foto Voz”, producto
del “Taller de Participación Comunitaria”, promovido por la asociación Zihuame Mochilla en
el año de 2011. Dentro del conjunto de fotografías expuestas se mostró una serie tomada por
jóvenes otomíes sobre su asentamiento colectivo, la problemática de la vivienda y la imagen
de la mujer.

Por otro lado, llama la atención el trabajo de promoción institucional en el campo de


las producciones musicales y las culturas juveniles, destacando la formación de agrupaciones
musicales insertas en lo que se denomina localmente como “música colombiana” o “cholom-
biana”; por otro lado, la práctica el rap y el graffiti, es otra de las manifestaciones culturales
juveniles en la comunidad otomí de Monterrey, y donde han tenido ciertas intervenciones a
partir de un grupo de promotores culturales en años anterior.

Siguiendo en el campo cultural, actualmente se ha promovido un “Festival de Arte y


Cultura, soy Méshico” por el “Colectivo Tirando esquina”, en uno de los asentamientos con-
gregados delos otomíes, esto es:Ampliación Lomas Modelo Norte, en cuyo programa destaca
una diversidad de manifestaciones artísticas y culturales juveniles, donde podemos señalar la
participación del grupo de Danza Azteca “Guerreros otomíes.”16

En este sentido, es importante plantear que clave de lectura para acceder a las diferen-
ciaciones sociales y culturales que atraviesan la construcción de lo juvenil indígena son las
categorías de uso y apropiación del espacio urbano (Urteaga, 2011, p. 309). Esta propuesta
obliga a desplazar la mirada en la ubicación que generan los jóvenes otomíes en el entramado
del espacio comunitario y metropolitano, es especial, en los espacios públicos, sagrados, re-
creacionales y culturales en dicho contexto. Por lo tanto, me interesa destacar los espacios
de la vida cotidiana de los jóvenes otomíes desde las prácticas socioespaciales que implica las
interrelaciones entre los sujetos y lugares significativos.

De esta manera, considero que “la esquina, el barrio, las chancha deportiva” representan
lugares de encuentros, de recreación y ocio, de interacciones y relaciones sociales multidimen-
sionales.Sobre todo a partir de la conformación de espacios de agregación juvenil como lo es
la banda, que posibilitan otras condiciones para configurar ciertos “modos de estar juntos”. Al
respecto, Farfán et. al. (2005) han descrito un lugar privilegiado para la interacción juvenil do-
León, entre ellos, los grupos indígenas. La exposición de la historia migratoria y el trabajo fotográfico de Isidoro,
fue parte fundamental en el contexto de los objetivos y resultados del proyecto.
16
Véase: https://www.facebook.com/459412597546900/photos
/a.459454647542695.1073741828.459412597546900/647060258782132/?type=3&theater; y https://www.face-
book.com/danzaazteca.guerrerosotomies?fref=ts; https://www.facebook.com/ndahi.nerhai?fref=ts; https://www.
facebook.com/guerreros.otomies.7?fref=ts

CAPÍTULO Iv 432
tando a los jóvenes otomíes de una gran capacidad creativa que se manifiesta en lo siguiente:

En el asentamiento otomí se ha desarrollado el fenómeno de las bandas de jó-


venes; las bandas son: los Vatos Unidos y Los Pumeros, ambas integradas por
“chavos” de entre 15 y 18 años quienes se identifican como santiagueños; los
integrantes de ambas se consideran “la misma banda”. Como otras bandas de
mestizos imponen límites territoriales al espacio residencial en el cual ejercen
un control simbólico y material. La delimitación territorial es una práctica usual
de las bandas juveniles urbanas, marcan su espacio y campo de acción median-
te pintas y grafitis con los que se advierte a otras bandas sobre un inevitable
enfrentamiento en caso de cruzar su territorio. Los miembros más jóvenes del
asentamiento otomí han adoptado una forma de organización juvenil caracte-
rística de las ciudades a partir de la identificación con un mismo origen socio-
comunitario y con ella han asimilado los símbolos referenciales que la misma
banda produce: la música (la cual ellos mismos hacen), el baile, la ropa, las
señas y perciben las características que particularmente, la sociedad regional les
atribuye de vándalos y viciosos, lo cual los hace objeto de persecución y acoso
por parte de la policía (Farfán et. al., 2005, pp. 334-335).

De esta manera, las bandas son una práctica social juvenil configurada por un sistema
de códigos, símbolos y estilos que permiten la autoidentificación y autorreconocimiento entre
los miembros del grupo otomí así como con las otras bandas y la sociedad local en el contexto
del AMM. Sin embargo, la construcción de estos espacios generacionales también son ámbitos
donde las tensiones están presentes como parte del proceso de interacción y ordenación de su
cotidianeidad.

Otros espacios de socialidad juvenil entre los otomíes de Monterrey, son los espacios
sagrados, templos católicos e iglesias protestantes. En este sentido, es posible reconocer que
entre los jóvenes otomíes se manifiesta el carácter especializado de las ideas y prácticas religio-
sas que los vinculan con una amplia geografía regional que incluye a su comunidad de origen.

El pluralismo católico ha posibilitado la adscripción de jóvenes otomíes a diferentes cul-


tos y devociones, prácticas religiosas y espiritualidades. Lo cual se despliega en la experiencia
juvenil, desde el reconocimiento de los Santos Patronos de la comunidad de origen (Santiago
Apóstol y San Isidro labrador), Vírgenes (Guadalupe y Purísima Concepción) y otros cultos que
han incorporado como parte de su interacción en un campo religioso diverso el AMM, como es
el culto al Niño Fidencio y San Judas Tadeo.

Una práctica religiosa que tiene especial promoción en la comunidad otomí transregio-

CAPÍTULO Iv 433
nal es la práctica de ejercicios ignacianos mediante la peregrinación que realizan año con año
a la Santa Casa de Ejercicios del Santuario de Atotonilco en Guanajuato.Propongo que esta
práctica religiosa se articula con tres dimensiones relevantes de la vida cotidiana de los jóvenes
otomíes: la individual, lo familiar y, finalmente, se traduce como una adscripción o referente
identitario dentro de la comunidad que se relaciona con el contexto de diversidad religiosa tanto
en el ámbito local como regional (García, 2013).

Por otra parte, la fundación de una Mesa de Danza Azteca-Chichimeca en la comunidad


otomí de Monterrey, por parte de algunos grupos familiares, posibilitó la construcción de otro
espacio socioreligioso en el que se “visibiliza” la participación de niños y jóvenes otomíes en
diferentes lugares sagrados y de manifestación dancística tanto en el territorio de migración
como en la comunidad de origen.

Continuando en el campo religioso que contextualiza a la comunidad otomí transregio-


nal, es relevante la conversión y adscripción a iglesias evangélicas por parte de individuos y
grupos familiares. En la estructura y organización de estas iglesias, se expresa un gran interés
en conformar ministerios o departamentos juveniles, donde las y los jóvenes otomíes, toman
parte con asignaturas específicas propias de dichas iglesias (García, 2008).

Para finalizar es pertinente hacer énfasis que el análisis de los jóvenes indígenas re-
quiere del abordaje en sus complejas y múltiples relaciones con su familia, su grupo cultural,
su clase social, su país y sus vínculos con lo global, así como sus interacciones y conflictos
con otras generaciones y géneros, y con otros sectores sociales, siempre en el marco de las
relaciones interétnicas en las que se desenvuelven, así como en los diversos ámbitos en donde
nacen, viven, trabajan, consumen, se mueven y se divierten. Para ello hay que desarrollar una
perspectiva multidimensional del hecho social y realizar un profundo trabajo de campo (Pérez
R., 2008, p. 10).

Consideraciones finales

Concluir este análisis se torna un tanto difícil, si consideramos entonces la complejidad


que conlleva la problematización planteada en el presente trabajo; por ello, es necesario propo-
ner que el conjunto de datos etnográficos presentados busca llamar la atención sobre una serie
de aspectos analíticos significativos en los que actualmente sigo profundizando desde las dife-
rentes dimensiones del entramado político, económico, social, cultural, religioso y tecnológico
que configura la construcción de lo juvenil en la comunidad otomí transregional, situada en la

CAPÍTULO Iv 434
ciudad de Monterrey.
Propongo que las y los jóvenes otomíes son agentes sociales creativos e innovadores,
quienes mediante la definición de diferentes estrategias y mecanismos de selección y resignifi-
cación (social, cultural y religiosa) confrontan y negocian su condición juvenil e indígenas en
zonas fronterizas articuladas en el plano individual, familiar, comunitario y en sus relaciones de
contacto interétnico e intercultural en el AMM.

Por ello, llama la atención la multidimensionalidad de los procesos identitarios juveni-


les en la comunidad otomí transregional de Monterrey, al considerar ¿Qué significa ser joven
otomí? desde las adscripciones, espacios, prácticas y significaciones socioculturales que se con-
figuran o se construyen permanentemente mediante la dinámica del circuito migratorio otomí.

De ahí que a partir de las condiciones vigentes en la comunidad, es necesario profun-


dizar en el análisis a partir de diferentes articulaciones donde las y los jóvenes se tornan pro-
tagonistas y con un potente sentido de agencia social. Por ejemplo: los jóvenes otomíes y la
construcción de trayectorias educativas y de trabajo; los procesos organizativos juveniles en lo
que toman parte y las consolidación de redes sociales, interétnicas e interculturales; el acceso
universitario, su permanencia educativa y su profesionalización; las condiciones de género al
interior de la comunidad así como las problemáticas de salud y violencia; los jóvenes otomíes y
las culturas juveniles globales; los jóvenes otomíes y las adscripciones religiosas, nuevos cultos
y espiritualidades contemporáneas.

CAPÍTULO Iv 435
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Entrevistas

E1. Joven otomí, empleado en la venta ambulante,Monterrey, 2012.

E1. Joven estudiante otomí, Monterrey, 2013.

E1. Joven estudiante otomí, Monterrey, 2015.

CAPÍTULO Iv 438
Género de la jefatura familiar en hogares
que aportan migrantes y su relación con la
inseguridad alimentaria. Caso de San Miguel
Cosahuatla, Puebla

José Luis Carmona Silva17

Juan Alberto Paredes Sánchez18

Benito Ramírez Valverde19

Resumen: El objetivo es describir la relevancia existente entre el género de la jefatura en hoga-


res que aportan migrantes y su relación con la Inseguridad Alimentaria (IA). El estudio obtuvo
la información de 35 hogares de San Miguel Cosahuatla, Puebla, que tienen algún miembro
familiar como migrante; estos 35 hogares representan el 40.7% del total existente en la locali-
dad. Para categorizar a los hogares según su condición de Inseguridad Alimentariase utilizó la
Escala Latinoamericana y del Caribe sobre Seguridad Alimentaria (ELCSA). Se descubre que
el 25% de los hogares aportadores de migrantes con jefatura femenina tiene carencia por acceso
a la alimentación, mientras que el 52.18% de los hogares con jefatura masculina sufren de esta
carencia. La diferencia más significativa se descubre en la Inseguridad Alimentaria Moderada
ya que sólo el 25% de los hogares con jefatura femenina tienen este grado de Inseguridad Ali-
mentaria, mientras que el porcentaje de los hogares con jefatura masculina se eleva al 43.8%.
Las características cualitativas del fenómeno migratorio en esta localidad, en particular, con-
vierten a los hogares aportadores de migrantes con jefatura femenina en sujetos de estudio con
menos carencia por acceso a la alimentación que los hogares que tienen jefatura masculina.

Palabras clave: Jefatura en los hogares, inseguridad alimentaria; migrantes.

17
Doctorado en Desarrollo Regional; Colegio de Postgraduados. Email: jlcarmonas@yahoo.com.mx
18
Doctorado en Evaluación de la Intervención Educativa; Colegio de Postgraduados. Email: japs52@yahoo.com.mx
19
Doctorado en Filosofía; Colegio de Postgraduados. Email: bramirez@gmail.com

CAPÍTULO Iv 439
Summary: The Objective is describe the importance existing between the gender of headship
in households that bring migrants and their relationship to Food Insecurity. The study collected
information from 35 homes of San Miguel Cosahuatla, Puebla, who have a family member as a
migrant; these 35 households represent 40.7% of all the community. The Scale Latin American
and Caribbean on Food Security (ELCSA) was used to categorize households according to their
condition of Food Insecurity. It was observed that 25% of household’s migrants of women-head-
ed had a lack of access to food, while 52.18% of male-headed households suffer for this reason.
The most relevant difference is in the moderate Food Insecurity, because only 25% of households
women-headed have this indicator of Food Insecurity, while the indicator of households headed
by men reaches 43.8%. The qualitative characteristics of migration in this community, convert the
households migrants headed by women, in study subjects, with less lack of access to food than
households male-headed.

Keywords: Headship in households, food insecurity; migrants.

Introducción

El estudio de la relación de variables psico-socio-económicas con el género, representa


en nuestro tiempo un satisfactor al repertorio de necesidades que la dinámica de la incursión de
la mujer en los diferentes campos de la actividad humana tiene en la actualidad, sin embargo la
fenomenología resultante del proceso migratorio en cuanto al papel de la mujer como migrante o
como esposa del migrante que se queda en el hogar de residencia es totalmente diferente y debe
ser analizado con metodologías y herramientas apropiadas. Cuando se analiza “in situ” el papel de
la mujer del migrante y su función en el hogar se observa de manera notoria que existen dos óp-
ticas o consecuencias de comportamiento, por una parte “de jure” es el esposo, aún en su calidad
de migrante, el que funge como jefe del hogar, y así es defendido por su esposa pero “de Facto”
es la esposa la que desempeña el rol de jefe por su aportación a la manutención de la familia, ya
sea ejerciendo actividades económicas o administrando los bienes del hogar (Mummert, 1998, p.
281-284).

La complejidad del rol de la mujer en el proceso migratorio va más allá si se considera


que la topografía del comportamiento de la esposa del migrante también es dependiente de la cau-
salidad de su condición de “jefe de hogar” así como del grado de aceptación o conformidad con
esta condición, es decir, el rol de la mujer migrante que asume la jefatura de su hogar será ejercido
de manera diferente cuando esta condición ha sido producto de una decisión consensuada con el
esposo; cuando ha sido impuesta; o cuando sólo ha sido acatada por obediencia o “resignación”.

Estas premisas desembocan en otro ángulo de consideración de los efectos que conlleva

CAPÍTULO Iv 440
la jefatura femenina en los hogares de migrantes: el precio psicosocial y sobre todo emocional
que pagan las mujeres jefas de hogar debido a la migración (Marroni, 2010; Aresti, 2010) es un
tema que no ha sido suficientemente estudiado, y en la misma tesitura se encuentra la relación
existente entre jefatura femenina de hogares aportadores de migrantes e inseguridad alimenta-
ria; esta relación considera tres temas importantes: jefatura femenina, migración e inseguridad
alimentaria. Existe una rica y variada bibliografía sobre estos tópicos en sentido individual, sin
embargo disminuye cuando se trata de trabajos sobre la relación entre migración y jefatura fe-
menina aún cuando ya el tema ha llamado poderosamente la atención y existen estudios que así
lo manifiestan (Vargas y Navarro, 2013; Lázaro, Zapata, Martínez y Alberti, 2005; De Jesús,
Díaz y Rivera 2014; Klein y Vázquez, 2013; FAO, 2010; Correa, 2010). De la misma manera
se encuentran valiosas aportaciones al tema de la relación entre hogares con jefatura femenina
y seguridad alimentaria (Álvarez , Mancilla y Cortéz, 2007; Vega,Shamah, Peinador, Méndez y
Melgar, 2014).También existen estudios que aunque no son producto de una investigación di-
recta de campo, sino de análisis de resultados de encuestas oficiales como la Encuesta Nacional
de Salud y Nutrición 2012 (ENSANUT, 2012) encuentran una relación existente entre los hoga-
res con jefatura femenina y la inseguridad alimentaria, afirmando en sus resultados que cuando
los hogares tuvieron como jefa de familia a una mujer, la prevalencia de inseguridad alimenta-
ria moderada y severa aumentó (Mundo – Rosas, 2014),pero son contados los trabajos sobre la
relación entre hogares aportadores de migrantes que tienen jefatura femenina y la inseguridad
alimentaria. Aunque debe reconocerse que hay esfuerzos de organizaciones internacionales que
ya han puesto su atención en un ángulo del producto migratorio que exige una mayor atención
(FAO, 2004).

Otras aportaciones no tocan el tema de la relación entre jefatura femenina en hogares de


migrantes y la seguridad alimentaria pero de una manera indirecta aportan conocimientos que
enriquecen el tema (WFP, 2015).

Planteamiento

El presente trabajo, describe la relación existente entre los hogares aportadores de mi-
grantes que tienen jefatura femenina y la inseguridad alimentaria en una localidad rural en la
que el 40.7% de sus hogares son aportadores de migrantes. La información sobre este tema no
permite plantear hipótesis que encausen la investigación hacia una línea, los resultados obteni-
dos son un parámetro de comparación sobre este tema, que se agrega a los estudios existentes
sobre este campo.

CAPÍTULO Iv 441
Estos datos nos ubican en un punto en el que se debe reconocer la carencia de informa-
ción acerca de la relación existente entre la inseguridad alimentaria y los hogares aportadores de
migrantes que tienen jefatura femenina, el conocimiento de las características de esta relación
es importante para la generación de indicadores que optimizan el diseño de programas sociales
apropiados para estos grupos.

Los ángulos de discusión que plantea esta temática son diversos y cada día se hacen más
urgentes y necesarios, porque con la reciente adopción de la óptica de la migración vista desde la
perspectiva de género, las mujeres se constituyen como protagonistas en la producción de bienes
de consumo diario para la subsistencia de quienes se quedan, sobre todo en aquellos hogares en
los que asume, con todas sus consecuencias, el rol de jefe.

Otra perspectiva que plantean los hogares aportadores de migrantes y que tienen jefatura
femenina es que ésta jefatura no puede estandarizarse a la fenomenología propia de los hogares
que tienen jefa de hogar a una mujer como producto o consecuencia de otra causalidad, como
divorcio, viudez, madre soltera, etc. Los hogares aportadores de migrantes con jefatura femeni-
na plantean una dinámica de reacomodo social, relación intrafamiliar, producción económica de
subsistencia y de mantenimiento diario “sui generis” que debe analizarse de manera disgregada.
Esta premisa sitúa al analista en una postura de duda científica a generalizar los resultados obte-
nidos en estudios sobre la relación de hogares con jefatura femenina y la inseguridad alimentaria
y aplicarlos como coincidentes a una relación de hogares aportadores de migrantes con jefatura
femenina y la inseguridad alimentaria.

Objetivo

El presente trabajo de investigación se fijó como objetivo investigar la asociación existen-


te entre los grados de inseguridad alimentaria (I A) y los hogares de San Miguel Cosahuatla en
los que algún o algunos miembros abandonan el hogar de manera temporal cada año, o ya tienen
tiempo radicando en otro lugar por razones de trabajo, y que además funcionan bajo una jefatura
femenina.

Este trabajo además de tener un objetivo metodológico también tiene una finalidad que se
encuadra dentro del campo social ya que pretende aportar elementos que coadyuven a implemen-
tar programas político-sociales y estrategias que estén encaminados a combatir el hambre en los
grupos sociales de manera diferenciada, aumentando la eficacia en la solución de problemas para
los que fue diseñada.

CAPÍTULO Iv 442
Metodología

a) Unidades de estudio

Todos los hogares de San Miguel Cosahuatla del Municipio de Huatlatlauca, Puebla, Mé-
xico, entendidos como tales a cualquiera de los cinco tipos en los que son clasificados por la Co-
misión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), es decir, tanto los nucleares como
los extendidos, los compuestos, los unipersonales y los sin núcleo; o como los describe (Palma,
Shamah, Franco, Olaiz y Méndez, 2006, pp. 21 – 32), “las viviendas habitadas por un número X
de personas que se benefician de un ingreso común, aportado por uno o más miembros del hogar,
y que cuentan con un jefe reconocido por todos”. El Instituto Nacional de Estadística, Geografía e
Informática (INEGI) distingue dos tipos de hogares: familiares y no familiares; de manera gene-
ral: hogar es el conjunto de personas que pueden ser o nó familiares, que comparten la misma vi-
vienda y se sostienen de un gasto común. Una persona que vive sóla también constituye un hogar.

Un hogar familiar es aquel en el que al menos uno de sus integrantes tiene parentesco
con el jefe o jefa del hogar (INEGI, 2015). No se ignora que para algunos autores el concepto
de familia nuclear está en crisis (Lamas, 2005), sin embargo para fines de este trabajo se adopta
como unidades de estudio a los hogares descritos por CEPAL y por INEGI como familiares y que
además cumplan con dos condiciones esenciales: 1) que la jefatura del hogar esté en manos de
una mujer y, 2) que en este hogar, al menos uno de sus miembros sea considerado como migrante.

b) Población

El estudio incluyó información de los 86 hogares de San Miguel Cosahuatla, Puebla, el


Censo General de Población y Vivienda 2010 reporta la existencia de 99 viviendas, el objetivo
fue incluir el universo total de éstas, sin embargo sólo fueron detectadas 86 viviendas habitadas
constituyéndose este número como universo total. No fue excluída la información de ninguna
de las unidades de estudio.

c) Variables de estudio

- Seguridad o grados de inseguridad alimentaria. La medición de esta variable se obtuvo


usando la aplicación de la Encuesta Latinoamericana y del Caribe sobre Seguridad Alimentaria
(ELCSA). La versión de la ELCSA elegida, por razones metodológicas, fue la adoptada por el

CAPÍTULO Iv 443
Consejo Nacional de Evaluación de la Política Pública (CONEVAL) para medir la carencia por
acceso a la alimentación que constituye uno de los indicadores sociales de la Medición Multi-
dimensional de la Pobreza; esta versión está siendo aplicada en el levantamiento de la Encuesta
Nacional de Ingreso y Gasto de los Hogares desde el 2010 (ENIGH 2010 – 2012 – 2014).

Cuadro No. 1
ELCSA

1. En los últimos tres meses, por falta de dinero o recursos, ¿alguna vez usted se preocupó de que la comida
se acabara?
SI  
NO  
2. En los últimos tres meses, por falta de dinero o recursos, ¿alguna vez usted se quedaron sin comida?
SI  
NO  
3. En los últimos tres meses, ¿alguna vez se quedaron sin dinero o recursos para obtener una alimentación
sana y variada?
SI  
NO  
4. En los últimos tres meses por falta de dinero o recursos, ¿alguna vez usted o algún adulto en su hogar tuvo
una alimentación basada en muy poca variedad de alimentos?
SI  
NO  
5. En los últimos tres meses por falta de dinero o recursos, ¿alguna vez usted o algún adulto en su hogar dejó
de desayunar, comer o cenar?
SI  
NO  
6. En los últimos tres meses por falta de dinero o recursos, ¿alguna vez usted o algún adulto en su hogar co-
mió menos de lo que usted piensa debía comer?
SI  
NO  
7. En los últimos tres meses por falta de dinero o recursos, ¿alguna vez usted o algún adulto en su hogar sin-
tió hambre pero no comió?
SI  
NO  
8. En los últimos tres meses por falta de dinero o recursos, ¿alguna vez usted o algún adulto en su hogar sólo
comió una vez al día o dejo de comer todo un día?
SI  
NO  

CAPÍTULO Iv 444
9. En los últimos tres meses por falta de dinero o recursos, ¿alguna vez tuvieron que hacer algo que hubieran
preferido no hacer para conseguir comida, tal como mendigar (pedir limosna) o mandar a los niños a traba-
jar?
SI  
NO  
Si en el hogar hay menores de 18 años
10. En los últimos tres meses por falta de dinero o recursos, ¿alguna vez usted algún menor de 18 años en su
hogar dejó de tener una alimentación sana y variada?
SI  
NO  
11. En los últimos tres meses por falta de dinero o recursos, ¿alguna vez usted algún menor de 18 años en su
hogar tuvo una alimentación basada en muy poca variedad de alimentos?
SI  
NO  
12. En los últimos tres meses por falta de dinero o recursos, ¿alguna vez usted algún menor de 18 años en su
hogar comió menos de la que debía?
SI  
NO  
13. En los últimos tres meses por falta de dinero o recursos, ¿alguna vez tuvieron que disminuir la cantidad
servida en las comidas a algún menor de 18 años del hogar?
SI  
NO  
14. En los últimos tres meses por falta de dinero o recursos, ¿alguna vez usted algún menor de 18 años en su
hogar sintió hambre pero no comió?
SI  
NO  
15. En los últimos tres meses por falta de dinero o recursos, ¿alguna vez usted algún menor de 18 años en su
hogar se acostó con hambre?
SI  
NO  
16. En los últimos tres meses por falta de dinero o recursos, ¿alguna vez usted algún menor de 18 años en su
hogar comió una vez al día o dejó de comer todo un día?
SI  
NO  

Fuente: ENIG 2012

La metodología de aplicación y análisis de resultados se apegaron de manera ortodoxa a


los linemientos emitidos por el Comité Científico de la ELCSA, los cuales están extensamente
explicados en el Manual de Uso y Aplicación de la ELCSA, (FAO, 2012). Los puntos de corte

CAPÍTULO Iv 445
para la clasificación de la Seguridad y grados de Inseguridad Alimentaria estuvieron determina-
dos de la siguiente manera:
Cuadro No. 2

Puntos de corte para la clasificación de la (in)seguridad alimentaria según tipo de hogar

  Clasificación de la (in)seguridad alimentaria


Inseguridad Inseguridad Inseguridad
Tipo de Hogar Seguridad
leve moderada severa
Hogares integrados solamente por
0 1a3 4a6 7a8
personas adultas
Hogares integrados por personas
0 1a5 6 a 10 11 a 15
adultas y menores de 18 años

Fuente: (FAO, 2012: 68).

- Interpretación. Cabe hacer notar la importancia que tiene poner atención a la primera
pregunta de la ELCSA para poder ponderarla de manera apropiada y realizar una interpretación
y análisis de los resultados de manera objetiva. Una transcripción tomada literalmente de la
última versión utilizada en la ENIGH 2012 dice a la letra: “En los últimos tres meses por falta
de dinero o recursos, ¿alguna vez se preocupó de que la comida se acabara? El ítem interroga
sobre una preocupación, sobre una posibilidad, no sobre algo que ya está sucediendo sino so-
bre algo que puede suceder. La respuesta a esta pregunta alcanza porcentajes muy altos lo que
automáticamente convierte al hogar que responde de manera positiva en hogar con Inseguridad
Alimentaria Leve, de acuerdo a los puntos de corte presentados en el Cuadro No. 2 aún cuando
el resto de las preguntas sean contestadas de manera negativa, por lo tanto debe ser tomado
con sumo cuidado un resultado que dispare el nivel de Inseguridad Alimentaria en los hogares
debido a un alto puntaje obtenido en la Inseguridad Alimentaria Leve.

Esta circunstancia nos conduce a atribuirle un valor especial a los hogares que caen
dentro del grado de Inseguridad Alimentaria Leve ya que muchos de ellos se encuentran entre
el límite de la Seguridad – Inseguridad, no así los puntajes correspondientes a los niveles de
Inseguridad Moderada y Severa que detectan grupos de hogares que requieren atención inme-
diata y efectiva de ahí que el CONEVAL en su metodología multidimensional de la pobreza
tome como parámetro de medición de la carencia por acceso a la alimentación únicamente los
valores de la Inseguridad Alimentaria Moderada y los valores de la Inseguridad Alimentaria
Severa obtenidos por la ELCSA (CONEVAL, 2014).

CAPÍTULO Iv 446
Bajo estas puntualizaciones, el uso de ELCSA ha descubierto que los hogares que se
clasifican con Inseguridad Alimentaria (IA) Leve comienzan con una preocupación sobre la
posibilidad de que los alimentos no sean suficientes para satisfacer las necesidades alimentarias
de los miembros de la familia, incluso algunos hogares disminuyen la variedad de alimentos
en sus consumisiones. La IA Moderada se presenta cuando en los hogares se ponen en marcha
estrategias no sólo de reducir la variedad de alimentos sino incluso la cantidad de alimentos
que se acostumbra consumir porque el dinero o los recursos son insuficientes. La IA Severa
es una condición extrema de hambre ya que en esta clasificación se ubican los hogares que se
han visto orillados a que algún o algunos miembros del hogar dejen de comer en alguno de los
momentos del día dedicados a consumir alimentos o incluso dejen de consumirlos durante todo
el día. Esta conducta obligada, en los hogares donde hay niños, se da primero en los adultos, y
en situaciones hiper extremas en los niños. La falta de dinero o recursos para la adquisición de
suficientes alimentos es la causal primaria de éstas estrategias.

- Hogares aportadores de migrantes. La ELCSA fue acompañda de un cuestionario en el


que se investigaron algunas características sociales de los hogares de San Miguel Cosahuatla,
Puebla entre las que se incluyó un itém que interrogó directamente sobre la existencia de algún
o algunos miembros del hogar que tuvieran las características de migrantes.

- Jefatura del hogar. Se preguntó al entrevistado, directamente sobre quién fungía como
jefe del hogar, no sólo a los hogares aportadores de migrantes de tal manera que se tuviera un
resultado general sobre este rubro en esta localidad.

- Lugar de estudio. La localidad de San Miguel Cosahuatla presenta características so-


ciales, económicas y demográficas que la convierten en una localidad de estudio atractiva; se
trata de una localidad cuya cabecera municipal Huatlatlaucase sitúa dentro de los estándares
sociales como un municipio que exige políticas públicas de desarrollo urgentes.

Cuadro No. 3

Índices de Desarrollo: Huatlatlahuca

Grado de marginación Alto

Desarrollo humano Bajo


Rezago social Alto
Intensidad migratoria Baja

Fuente: (CONAPO, 2010; PNUD, 2010; CONEVAL, 2010; CEIGEP, 2014).

CAPÍTULO Iv 447
Como puede observarse el Grado de intensidad migratoria en el municipio de Huatlat-
lahuca es bajo, sin embargo al llevar a cabo entrevistas de profundidad con personajes claves de la
localidad se descubre que San Miguel Cosahuatla en particular no puede catalogarse con grado de
intensidad migratoria bajo, ya que la información recabada aseguraba que la cantidad de hogares
aportadores de migrantes en esta localidad es alta, este dato indujo a proveer a la encuesta con
ítems que confirmaran o desmintieran la información, de ser positiva, el objetivo de la búsqueda
no sólo sería la asociación entre los hogares con migrantes y los grados de IA sino descubrir la
asociación entre los hogares aportadores de migrantes que tienen jefatura femenina y la IA.

- Análisis de la información. En este modelo de investigación se han seleccionado a los


grados de Inseguridad Alimentaria (Leve, Moderada y Severa) como la variable dependiente
que variarán cuantitativamente de acuerdo a si pertenecen a hogares de San Miguel Cosahuatla
que son aportadores de migrantes pero que además tienen jefatura femenina, o si pertenecen a
hogares de la misma localidad también aportadores de migrantes pero con jefatura masculina.

El análisis realizado tiene por objeto descubrir de manera panorámica operacional la


asociación buscada, para ello, dadas las características del universo estudiado se optó por el
análisis bivariado expuesto de manera númerica y porcentual acompañado de gráficas que ex-
presan visualmente la información descubierta.

Resultados

El total de unidades de estudio en San Miguel Cosahuatla fueron 86 hogares que repre-
sentan el 99% de los hogares existentes en esta localidad, de estos 86 hogares 35 son aportado-
res de migrantes lo que representa el 40.7% del total.

Cuadro No. 4

  Con Migrantes Sin Migrantes

  # % # %
Hogares 35 40.7 51 59.3

Fuente: Elaboración propia. Trabajo de campo 2015.

Es notorio que este resultado no corresponde a una localidad con bajo índice de intensidad
migratoria; las entrevistas a profundidad con autoridades municipales ya habían advertido sobre esta

CAPÍTULO Iv 448
característica de San Miguel Cosahuatla que a pesar de que el municipio está catalogado como bajo
en su intensidad migratoria, el movimiento humano en esta localidad se sale del estandar municipal.

Tomando exclusivamente, para fines de este trabajo, como unidades de estudio a los 35
hogares que son aportadores de migrantes se descubre lo siguiente.

Cuadro No. 5

Hogares aportadores de migrantes: 35

Con jefatura femenina


  Con jefatura masculina
%

Hogares 34.29 65.71

Fuente: Elaboración propia. Trabajo de campo 2015

El 34.29% de los hogares aportadores de migrantes en San Miguel Cosahuatla tienen


jefatura femenina; se buscó una asociación de estos hogares con la Inseguridad Alimentaria, al
mismo tiempo que se hizo esta búsqueda con los hogares que tienen jefatura masculina, de tal
manera que en un análsis comparativo se pudiera determinar qué género de jefatura en los hoga-
res de San Miguel Cosahuatla aportadores de migrantes tienen una asociación de dependencia
significativa con los grados de Inseguridad Alimentaria.

Los resultados obtenidos se presentan de la siguiente manera.

Cuadro No. 6

Asociación de los hogares aportadores de migrantes de San Miguel Cosahuatla según el género
de su jefatura, con los grados de Inseguridad Alimentaria

Con Jefatura Con jefatura


  Masculina femenina
  % %
Con Seguridad Alimentaria 4.35 0.00
Con Inseguridad Alimentaria Leve 43.48 75.00
Con Inseguridad Alimentaria Moderada 43.48 25.00
Con Inseguridad Alimentaria Severa 8.70 0.00

Fuente: Elaboración propia. Trabajo de campo 2015

CAPÍTULO Iv 449
Estos resultados presentados en forma gráfica, permiten abarcar toda la información en
un sólo momento e incluso tener una idea de un análisis comparativo.

Gráfica No. 1

Fuente. Elaboración propia. Trabajo de campo 2015

La primera barra que salta a la vista, es definitivamente la correspondiente a la IA leve


lo que significa en términos comparativos que los hogares con migrantes que tienen jefatura
femenina en su gran mayoría (75%) se clasifican con un grado de IA leve. Aquí es importante
recordar lo apuntado en el apartado de la interpretación de los puntos de corte porque este re-
sultado correspondiente a la IA leve significa que un alto porcentaje de estos hogares se mueve
entre la línea de la Seguridad Alimentaria y una Incipiente Inseguridad Alimentaria. El CONE-
VAL interpreta, atinadamente, que los hogares que tienen un grado de IA Leve no son signifi-
cativos para evaluar la Carencia por Acceso a la Alimentación dentro de su metodología para la
medición multidimensional de la pobreza en México (CONEVAL, 2011), pero sí, es de suma
importancia prestar atención a los resultados obtenidos en lo referente a la IA Moderada y a la
IA Severa, ya que el propio CONEVAL dice textualmente: “Las personas presentan carencia
en el acceso a la alimentación si los hogares en los que residen tienen un grado de inseguridad
alimentaria moderado o severo” (CONEVAL, 2011, p. 101). Dado lo anterior, los resultados

CAPÍTULO Iv 450
demuestran que si se compara el número de hogares aportadores de migrantes con jefatura fe-
menina contra el número de hogares aportadores de migrantes con jefatura masculina, en cuan-
to a la carencia por acceso a la alimentación, el número de los primeros es significativamente
menor (25%) que el de los segundos (52%), en términos fraccionales un poco más de la mitad
de estos últimos hogares sufre carencia por acceso a la alimentación, mientras que los hogares
con jefatura famenina apenas una cuarta parte de ellos sufre esta carencia.

Manteniendo esta línea de análisis cualitativo basado en el resultado cuantitativo se


descubre que en nuestras unidades de estudio con jefatura masculina existe una tendencia sig-
nificativa a padecer pobreza extrema. Por los resultados observados, el 8.7% de estos hogares
ya la padece porque la Inseguridad Alimentaria Severa significa que hay hambre en estos hoga-
res, y el hambre es la expresión más cruel de la pobreza, si a esto agregamos que el 43.48% de
estos mismos hogares tienen un grado de Inseguridad Alimentaria Moderada, estamos frente a
un grupo de hogares cuyos miembros o al menos uno esta comiendo menos de lo que debería
comer por falta de dinero o recursos, y esta situación de no ser remediada puede degenerar en
un grado de Inseguridad Alimentaria Severa.

Centrando la atención en las unidades de estudio con jefatura femenina se descubre una
situación menos extrema en su situación de Inseguridad Alimentaria, porque ningún hogar con
esta jefatura manifiesta un grado de Inseguridad Alimentaria Severa, pero el 25% de este grupo
de hogares padece Inseguridad Alimentaria Moderada, para fines de este estudio se diría que la
jefatura femenina en nuestras unidades de estudio no es un factor que agudice o aumente el gra-
do de Inseguridad Alimentaria, sino todo lo contrario, esta jefatura parece tener una asociación
positiva con una situación de menor grado de Inseguridad Alimentaria.

Conclusiones

Se puede concluir que los resultados observados de manera concreta apuntan a que en
esta localidad de San Miguel Cosahuatla los hogares aportadores de migrantes con jefatura
femenina tienen, cualitativamente, menor grado de Inseguridad Alimentaria lo que se traduce
que estos hogares tienen menor carencia por acceso a la alimentación. Estos resultados parecen
no concordar con los obtenidos en la búsqueda de asociación de hogares con jefatura femenina
y la Inseguridad Alimentaria llevados a cabo por otros investigadores como (Mundo, Méndez
y Shamah, 2014) en su análisis que hacen de los datos de ENSANUT 2012. La importancia de
esta investigación radica en que puede representar el argumento empírico que: a) demuestra

CAPÍTULO Iv 451
que la migración como estrategia sistematizada contribuye a elevar el ingreso de una localidad.
b) Demuestre que la jefatura femenina cuando no es una variable irruptora sino “histórica” no
significa una desventaja con respecto de la jefatura masculina en los hogares y c) demuestre
que cuando la actividad económica de los habitantes de una localidad no requieren habilidades
diferenciadas, la discriminación laboral de género no existe.

Los resultados de este trabajo aún sin haber establecido de manera formal una hipótesis,
parecen no responder a una expectativa prejuiciada sobre la Inseguridad Alimentaria en los
hogares aportadores de migrantes con jefatura femenina, sin embargo, estudiosos del tema ya
apuntaban que la migración rural tiene más efectos positivos que negativos ya que: la pérdida
de mano de obra no es significativa; las remesas benefician los hogares pobres; alivian restric-
ciones productivas de hogares pobres; crean multiplicadores locales de ingreso (Taylor, 2001).
El conocimiento de la dinámica socieconómica de la localidad y sobre todo las características
específicas del fenómeno migratorio en esta localidad, arrojan elementos que no sólo justifican
sino que logilizan los resultados obtenidos.

CAPÍTULO Iv 452
Obra citada

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CAPÍTULO Iv 455
El impacto de la migración internacional en
el desarrollo económico y social del Sur
de Guanajuato: estudio en dos comunidades
rurales de Salvatierra

Marilu León Andrade20

Alejandro Ortega Hernández21

Rocío Rosas Vargas22

Resumen: Con más de cien años de movilidad social, la migración internacional en estados
como Guanajuato llega a ser un proceso de larga duración, y al mismo tiempo, resulta ser un
fenómeno que dinamiza el desarrollo en las localidades rurales, tal es el caso del municipio
de Salvatierra. El objetivo principal de este trabajo es analizar si la experiencia migratoria y
las remesas en los hogares de San Miguel del Sabino y El Capulín de la Trinidad influyen en
el desarrollo social y económico mediante actividades como el establecimiento y desarrollo
de negocios familiares. La metodología utilizada fue de carácter cuantitativo, mediante un ta-
maño de muestra aleatoria simple, se aplicaron 95 encuestas. Se encontró que en San Miguel
del Sabino el 33.3 % de los hogares que tienen un negocio familiar son apoyados mediante
la inversión de remesas, mientras que en la comunidad de El Capulín de la Trinidad el 77.8 %
respectivamente. Se concluye que la experiencia migratoria y la inversión de las remesas en
los negocios familiares han sido un factor de desarrollo económico y social en las localidades
de estudio.

20
Profesora de Tiempo Completo, Universidad de Guanajuato, Departamento de Estudios Sociales.
Email: marileani@yahoo.com.mx
21
Profesor de Tiempo Completo, Universidad de Guanajuato, Departamento de Estudios Multidisciplinarios.
Email: al7810@yahoo.com.mx
22
Profesora de Tiempo Completo, Universidad de Guanajuato, Departamento de Estudios Sociales.
Email: atximba@yahoo.com.mx

CAPÍTULO Iv 456
Palabras clave: Migración Internacional, experiencia migratoria y desarrollo.

Summary: With more than one hundred years of social mobilization, the international migra-
tion in states like Guanajuato becomes a long time process, and at the same time a phenomenon
that improves the development in rural communities, like the case of Salvatierra municipality,
Guanajuato. Thus, analyze the migrant experience and how remittances influence in the loca-
tions social and economic development, and in the familiar business, in San Miguel del Sabino
and El Capulín de la Trinidad, is the main objective in this research. The methodology was
based on the quantitative approach and simple random sampling, where 95 polls were applied.
In San Miguel del Sabinowe found that 33.3% of the familiar business were supported by remit-
tances, meanwhile in El Capulín de la Trinidad were 77.8%. We conclude that migration expe-
rience and the investment remittances are quite important for social and economic development
in the in studied locations.

Keywords: International migration, migrant experience and development.

Introducción

La migración Internacional de mexicanos a los Estados Unidos es uno de los fenó-


menos que sigue incidiendo en la sociedad mexicana, puesto diversos son sus ámbitos de
injerencia como es el caso de las comunidades rurales en todas las entidades federativas
del país.

En este sentido, en las regiones de mayor intensidad migratoria, como es el caso del
estado de Guanajuato, la migración es un fenómeno tan común y constante que nos lleva
a considerarla como parte de una tradición dentro de las comunidades. Diversos estudios
empíricos han señalado que la migración no sólo es vista como una estrategia más de sobre-
vivencia o de diversificación de las actividades económicas de las familias rurales (León,
2014; Durand y Massey, 2003); por el contrario, también ha sido el factor dinamizador en
lo económico, social y cultural en dichos lugares.

De esta forma, al hablar de tradición migratoria necesariamente hay que retomar


la parte histórica del proceso y entender que la migración de mexicanos hacia los Estados
Unidos ha sido un movimiento constante desde principios del siglo pasado, donde los flu-
jos poblacionales se enmarcan en una relación histórica de vecindad muy compleja, en la
cual las condiciones de desarrollo han sido desiguales entre ambos países; disparidad que
ha influido por años en los procesos migratorios actuales, y que ha configurado y rees-

CAPÍTULO Iv 457
tructurado las dinámicas socioeconómicas, políticas y culturales en las regiones de origen
y destino de los migrantes. Como resultado de esta dinámica, los mexicanos se perfilan
como el principal grupo de inmigrantes23 en Estados Unidos, cuya característica principal
es la continuidad de los flujos, es decir, el proceso migratorio toma el rasgo distintivo de
continuidad; se trata de un fenómeno histórico cuya intensidad y modalidad se asocia con
los diferentes cambios en los procesos económicos, políticos y sociales, tanto en México
como en los Estados Unidos (González, 2009). Dicha persistencia no se podrían entender
sin subrayar la importancia de las redes sociales, es decir, los lazos sociales que se han
establecido a lo largo del proceso mediante el parentesco, el compadrazgo, la amistad y el
paisanaje, entre los migrantes en el lugar de residencia con el resto de la población en los
lugares de origen24.

Ante la complejidad de fenómeno migratorio en el estado, diversas han sido las


interpretaciones teóricas y empíricas que analizan causas y consecuencias de dicho proce-
so, sin embargo, aún queda mucho por escudriñar puesto que la complejidad trastoca en
muchas formas las dinámicas productivas, organizacionales, culturales y políticas en las
zonas rurales guanajuatenses.

Al ser el estado de Guanajuato25 parte de la región histórica y de origen de grandes


flujos migratorios hacia los Estados Unidos, como así lo han dejado ver diversas evidencias
teóricas y empíricas (Gamio, 1991; Massey et al., 1991; Durand, 1994) consideramos de
gran importancia analizar y conocer, desde una perspectiva espacial y temporal, la incor-
poración de trabajadores salvaterrenses al fenómeno migratorio, sobre todo, en la región
Sur de la entidad, quienes durante su estancia en Estados Unidos, los migrantes pudieron
adquirir conocimientos y habilidades, mismos que al momento de regresar a sus lugares de
origen son puestos en práctica; y ahora, las remesas que envían o traen al retornar al país,
les permiten iniciar sus propios negocios.

De igual forma, el estado de Guanajuato ha sido uno de los mayores receptores de

23
De acuerdo a las estimaciones del PewHispanic Center el número de migrantes indocumentados de origen
mexicano comienza a incrementarse de 4.8 millones en el 2000, a 7 millones en el 2008 (Leite, et.al., 2009). Otras
estimaciones señalan que para el 2009 se registró un volumen de casi 12 millones de mexicanos residiendo en
los Estados Unidos (Canales, 2010). Estas cifras nos pueden dar un panorama general de la gran magnitud de los
procesos migratorios en nuestro país.
24
Al respecto Vertovec (2008) señala que la perspectiva de análisis de las redes sociales permite realizar abstrac-
ciones de las relaciones sociales que se establecen en los procesos de migración transnacional.
25
Al construir la región migratoria histórica, Durand y Massey (2003) señala que el centro occidente de nuestro
país es la región tradicional de donde han salido los mayores contingentes de trabajadores migrantes, pues a prin-
cipios del siglo XIX se consideraba una de las regiones más pobladas.

CAPÍTULO Iv 458
remesas a nivel nacional, BANXICO (2010) muestra el ingreso por remesas en el estado
de ingreso de 1,981.3 millones de dólares; en 2011 donde se observa un ingreso bastante
considerable con 2,155.8 millones de dólares, así mismo la CONAPO (2010) señala que en
el estado el 7.76% del total de las viviendas reciben remesas. Al 2014, continua siendo uno
de los principales receptores de remesas, ocupando el segundo lugar a nivel nacional con
un ingreso de 2,066.7 millones de dólares (BANXICO, 2015).

Las remesas, dinero enviado por trabajadores en el extranjero, en nuestro país im-
pactan directamente en el crecimiento económico, de acuerdo al informe de la Organiza-
ción para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), se tiene que entre el 5% y
6% de las remesas son utilizadas para financiar inversiones, el resto se destina a la mejora
del nivel de vida de las familias, por ejemplo, la alimentación o la mejora o construcción
de la vivienda, etc.

Si bien existen investigaciones sobre migración y el uso productivo de las remesas,


como es el caso de Rosas et. al. (2010) quienes analizan un caso de inversión de remesas
exitoso en la empresa “La Rielera”, ubicada en la comunidad de Urireo, aún falta abordar
no sólo la inversión de las remesas, sino la experiencia migratoria en el emprendimiento
y/o continuidad de los negocios.

El presente trabajo constituye un estudio de caso en dos comunidades rurales del


Municipio de Salvatierra, Guanajuato: San Miguel del Sabino y El Capulín de la Trinidad,
cuyo objetivo principal, es analizar si la experiencia migratoria y las remesas en los hoga-
res de influyen en el desarrollo social y económico mediante actividades como el estable-
cimiento y desarrollo de negocios familiares.

Metodología

La metodología utilizada en este trabajo fue de carácter cualitativo y cuantitativo.


En la parte cuantitativa se aplicaron 95 encuestas en las dos comunidades rurales de Salva-
tierra, que presentan el fenómeno migratorio a los Estados Unidos: San Miguel del Sabino
y El Capulín de la Trinidad. Para determinar el tamaño de la muestra, se realizó un mues-
treo cualitativo con varianza máxima26. La ecuación para calcular la muestra fue:

26
Por lo que Pn y Pq asumieron valores de 0.5 respectivamente, mientras que el nivel de confiabilidad fue del 95%
y una precisión del 10%.La población total fue el número de viviendas (N=1366)

CAPÍTULO Iv 459
La muestra se distribuyó en las 2 comunidades de la siguiente manera: 60 en San Mi-
guel del Sabino y 35 en El Capulín de la Trinidad.

Los procesos históricos migratorios en Salvatierra, Guanajuato

El fenómeno migratorio en Salvatierra, en términos generales, corresponde a los even-


tos históricos y sociales que marcaron las tendencias y comportamientos de los flujos migra-
torios a los Estados Unidos a nivel estatal, cuya característica principal es la continuidad y
recurrencia en el tiempo del fenómeno migratorio.

El estado de Guanajuato cuenta con una larga tradición migratoria de más de un siglo,
de acuerdo a las primeras investigaciones que se desarrollaron sobre la migración hacia los
Estados Unidos (Gamio, 1991; Durand, 1994; Massey et al., 1991). Es pues la migración un
fenómeno fuertemente desarrollado y consolidado. En este sentido, podemos observar los dife-
rentes períodos de migraciones masivas y de deportaciones de migrantes mexicanos, los cuales
de acuerdo a Durand (2005), son cuatro los diferentes períodos de migraciones masivas y de
deportaciones de migrantes mexicanos en los Estados Unidos, los cuales se pueden caracterizar
en cuatro principales períodos: el primero conocido como fase de “enganche”; la segunda de-
nominada como de las “deportaciones”; la tercera llamada como “el período bracero”; la cuarta
fase: “la era de los indocumentados”, siendo esta última constante hoy en día. Estas etapas, tie-
nen una duración aproximada de 20 a 22 años y se caracterizan por evidenciar un movimiento
pendular, ya que por un lado se tiene una apertura de la frontera y reclutamiento de trabajadores,
y por el otro, se presenta un cierre parcial de la frontera, mayor control fronterizo y deportacio-
nes (Durand y Massey, 2003), así como un incremento del nivel de violencia.

De igual forma, para tener un acercamiento a los antecedentes migratorios a nivel fami-
liar, y partiendo de la caracterización anterior, se agruparon los periodos de salida de cada mi-
grante y se establecieron cinco etapas históricas en donde se identifica la participación tanto de
los sujetos de estudio como la de sus familias, estos son: “Enganche”27 (1924-1939), “Programa
27
La primera etapa “el enganche” denominada así por la forma de contratación que se presenta al incrementarse
la demanda laboral en Estados Unidos, posterior a la Ley de Exclusión China. Esta situación influyó para la for-

CAPÍTULO Iv 460
Bracero28” (1940-1960), “Los Alambrados” (1961-1980), “Los Clandestinos29” (1981-2000),
y “Migración Actual” (2001-2009).

Para el caso del municipio de Salvatierra, de acuerdo a la CONAPO (2010), los flujos
migratorios han sido una constante, debido a que tiene un grado alto de intensidad migratoria.

Mapa 1.- Grado de Intensidad Migratoria en el Estado de Guanajuato

Fuente: Estimaciones del CONAPO con base en el INEGI, muestra del diez por ciento del Censo de Población y
Vivienda 2010.

Este indicador del grado de intensidad migratoria, no hace referencia a la frecuencia de


la movilidad poblacional, sino a su continuidad histórica (CONAPO; 2010).

mación y crecimiento del número de enganchadores o contratistas, que eran personas que mediante engaños se
llevaban a los trabajadores a los Estados Unidos, lo cual resultaba un gran negocio (Durand, 1994).
28
El Programa Bracero fue un acuerdo bilateral entre México y Estados Unidos, en el que se establecieron con-
tratos temporales para que los mexicanos trabajaran, de manera legal, principalmente en los campos agrícolas
norteamericanos (Durand, 1994).
29
Los “alambrados” y los “clandestinos” son dos periodos históricos de la migración de mexicanos a los Estados
unidos, cuya característica principal es la predominancia de la migración de tipo ilegal. Por el término alambrado
tiene que ver con la forma en que se cruzaba la frontera de ambos países, de igual forma surgió al mismo tiempo el
concepto de “los mojados” haciendo referencia a los ilegales que cruzaban la frontera por el río Bravo. Los clan-
destinos, en el mismos sentido de ilegalidad, se refiere a la situación de clandestinidad en que cruzaban y vivían
nuestros connacionales en el vecino país del norte (Durand y Massey , 2003).

CAPÍTULO Iv 461
Resultados: migración internacional en las localidades de estudio

El Capulín de la Trinidad está ubicado en el Municipio de Salvatierra, Gto., según el


INEGI (2015), cuenta con 1249 habitantes de los cuales 506 son hombres y 743 mujeres. En
esta comunidad existe un grado muy alto de migración. San Miguel del Sabino igualmente está
ubicado en el Municipio de Salvatierra, Guanajuato, cuenta con 4,095 habitantes, también es
una comunidad con un alto grado de migración, situación que pudimos comprobar con el aná-
lisis de los resultados obtenidos en campo.

En primera instancia, para conocer cómo era la participación de los integrantes de los
hogares en los procesos migratorios a los Estados Unidos, se preguntó si por lo menos había un
familiar trabajando o había trabajado en los Estados Unidos. Los resultados nos permitieron
conocer que en el 90.5% de las familias encuestadas se tenía al menos un integrante partici-
pando como migrante.

Gráfico 1.- Hogares con familiares en Estados Unidos

Fuente: Trabajo de Campo, 2015

Si bien del bien el total de hogares encuestados manifestaron tener al menos un


familiar en los Estados Unidos, sólo el 5.2% de ellos no presentan migración entre sus
miembro. Este fenómeno se presentó en la localidad del San Miguel del Sabino. Esta
situación demuestra la gran dinámica migratoria de las localidades de estudio, situación
que confirma aún más las estadísticas en cuanto a los flujos migratorios de la región y
del estado.

CAPÍTULO Iv 462
Respecto a los principales lugares de residencia de los migrantes, se tiene que el
principal lugar de migración de los salvaterrenses en las comunidades de estudio, es
el estado de California; se encuentran los estados de Tennessee y Alabama; otros de los
estados mencionados por los encuestados como lugares de residencia fueron: Colorado,
Texas, Washington, Alabama y Georgia.

Tomando como referencia los 5 periodos históricos migratorios en los que de


manera general los guanajuatenses han participado, podemos señalar que para el caso
de los pobladores del San Miguel del Sabino y la Trinidad, el mayor periodo de su par-
ticipación es de los 90´s y del 2000 al 2010; cuyos flujos corresponden principalmente
a la etapa de “los Clandestinos”. De igual forma, en los últimos 5 años se observa una
disminución de los flujos migratorios en el Capulín de la Trinidad.

Esta continuidad de movimientos poblacionales a lo largo del tiempo ha sido posi-


ble gracias a las redes sociales de migración. Para autores como Ibarra (2001), las redes
sociales son los lazos de unión entre los lugares de residencia de los emigrantes con los
de origen que se basan principalmente en el parentesco, la amistad, en el paisanaje, entre
otros elementos que forman parte de su identidad regional o local, y esos lazos son de
ayuda, intercambio, cooperación y de participación social. Bajo este tenor, las redes de
migración transmiten información, proporcionan ayuda económica o alojamiento, les
buscan empleo, incluso existen organizaciones de migrantes muy bien establecidas que
se dedican a la defensa de sus derechos humanos, en reproducir su cultura, etc. Estos la-
zos sociales facilitan el proceso de movilización al reducir costos (este punto reviste una
importancia fundamental en muchas localidades rurales y comunidades indígenas, donde
este tipo de redes sociales permiten superar el obstáculo económico que implica migrar)
y la incertidumbre del cruce de las fronteras también; pueden inducir a que más perso-
nas decidan migrar, por lo que reproducen y perpetúan la migración. Entre las funciones
que se tienen: a) información al potencial migrante sobre las oportunidades de empleos,
condiciones laborales y salarios en los Estados Unidos, b) facilitan el cruce de parientes
cubriendo el costo de transporte para que una vez que el nuevo migrante se establezca el
costo sea reembolsado; c) Establecen contacto con un “pollero” confiable, d) permiten al
nuevo migrante contar con un techo y comida segura, por lo menos algún tiempo; entre
otros papeles (González, 2009).

CAPÍTULO Iv 463
Gráfico 2.- Periodo migratorio de los familiares migrantes en los hogares analizados

Fuente: Trabajo de Campo, 2015

Dichos vínculos sociales también van determinando los lugares de residencia de los
migrantes, ya que los destinos de la migración responden a las redes sociales establecidas entre
los familiares, paisanos, amigos y conocidos, cuya función primordial es el establecimiento de
redes de ayuda económica, emocional y cognoscitiva (Montes de Oca, et al., 2009).

Por otro lado, dentro del grupo de hogares con presencia de migrantes, se pudo determi-
nar que el estatus migratorio, de los paisanos en los Estados Unidos, de mayor predominancia
es el ilegal; le sigue el Legal y por último, los hogares donde se tenían ambos status.

Experiencia migratoria en el emprendimiento de negocios y/o su continuidad

Las remesas son parte del flujo continuo de recursos que están presentes en los campos
de interacción entre los migrantes, los grupos domésticos y la comunidad de origen. De acuerdo
a Ramírez, García y Mínguez (2005), las remesas son los vínculos sociales a larga distancia de
solidaridad, reciprocidad y obligación, que mantienen unidos a los y las migrantes con el lugar
de origen; la finalidad principal de este capital monetario es el beneficio del grupo doméstico y
a sus redes sociales de migración.

Desde el punto de vista económico, las remesas son transferencias corrientes, unilate-
rales y voluntarias; estas son recibidas del exterior en cantidades de dinero (moneda nacional o
extranjera), o bien estas pueden ser en especie (comida, ropa, muebles, entre otros). Los y las
migrantes legales o ilegales son los remitentes, es decir, los que envían remesas a sus familiares
en el país de origen (Chávez, 2006).

CAPÍTULO Iv 464
Así mismo, las remesas además de generar una dinámica de crecimiento y desarrollo en
las localidades de origen de los migrantes, sobre todo en las que se ubican en las regiones de
tradición migratoria, son la fuente de generación de empleos e ingresos cuando se convierten en
negocios, tal es el caso de estudio realizado en Teocaltiche, Jalisco por Ramírez et al. (1999),
quienes concluyen que, gracias al ingreso de remesas en ese lugar, además de la generación de
ingresos económicos para las familias se tiene la creación de empleos, cuando se invierten en el
establecimiento de negocios en todos los sectores económicos: primario, secundario y terciario.

Sobre el impacto de las remesas al desarrollo local, García et al., (2015), mencionan que
este se fomentará dependiendo del uso que los hogares receptores den a este recurso económi-
co, pues para que exista un efecto multiplicador que reanude el crecimiento de empleos y las
actividades en el área de inversión, este deberá ser utilizado en actividades productivas.

Además de la inversión de la inversión de las remesas en actividades productivas, se


tiene otros elementos que favorecen el desarrollo de negocios, como lo es el desarrollo de co-
nocimientos, capacidades y habilidades a través de la experiencia migratoria.

En el caso de las comunidades de estudio, encontramos que del total de hogares encues-
tados, el 40% tenía un negocio, mismos que se localizan principalmente en la comunidad de San
Miguel del Sabino. Así mismo, para conocer si había algún tipo de injerencia en los negocios por
el proceso migratorio, al preguntar si el negocio del hogar había sido apoyado por las remesas de
algún familiar migrante, se pudo apreciar que el 60% sí había tenido apoyo de este tipo.

Gráfico 3.- Negocios apoyados por los familiares migrantes

Fuente: Trabajo de Campo, 2015

CAPÍTULO Iv 465
El análisis de datos, nos permite observar que el apoyo de los migrantes en el desarrollo
de los negocios familiares se presenta de forma diferente en cada localidad de estudio, siendo
los negocios de el Capulín de la Trinidad los que son más favorecido por la inversión de reme-
sas (77.8%), mientras que en San Miguel del Sabino sólo 33.3 % de los hogares que tienen un
negocio familiar, reciben apoyo de este tipo.

De igual forma, la información obtenida en campo, puso de manifiesto que la expe-


riencia migratoria había contribuido a la mejora los negocios. Esta situación se presentó en el
82.6% de los hogares, de este total, la mayoría de estos se localizan en Capulín de la Trinidad
(73%, con un total de 14 hogares).

Cuadro 1.- La experiencia migratoria en la mejora de los negocios familiares

A partir de la experiencia migratoria


de (el) o (los) migrantes en Estado
Si Unidos, ¿ha mejorado su negocio? Total

No

El Sabino 5 5 10

Localidad
14 0 14
El Capulín

Total 19 9 23

Fuente: Trabajo de Campo, 2015

Para el caso de las localidades de estudio, se encontró que entre las mejoras en los nego-
cios a partir de la migración internacional, se tiene la reinversión y el crecimiento en el negocio
como los principales beneficios, es decir, la inversión directa de remesas en la consolidación
de los negocios. En menor medida, se encontró el emprender un negocio y mejorar la calidad
de los productos que se comercializan.

CAPÍTULO Iv 466
Gráfico 4. Tipo de apoyo recibido en los negocios a partir de la experiencia migratoria

Fuente: Trabajo de Campo, 2015

Los resultados obtenidos, nos permiten apreciar la inversión de las remesas, así como el
proceso migratorio, son factores que inciden en el desarrollo de los negocios en las localidades
estudiadas. Es decir, hay una mayor disposición a dedicar una mayor proporción de las remesas
a actividades económicas, como es el caso de los negocios familiares. La mayor parte de este
tipo de negocios son las tiendas de abarrotes, en menor medida, el comercio de prendas de
vestir, zapaterías y venta de alimentos.

Este tipo de situaciones, de acuerdo a García et al, (2015) se presentan aún más en los lugares
donde hay una tradición migratoria, dado que los hogares tienen mayor disposición a dedicar una canti-
dad mayor de su ingreso por remesas a los negocios. Estos autores señalan que los motivos que ayudan
más a explicar la relación entre la tradición migratoria y la disposición a invertir en los negocios son
la mayor edad de los migrantes, así como el desarrollo de instituciones gubernamentales que canalizan
fondos para este tipo de inversiones, tal es el caso del programa 3x1 para migrantes, entre otros.

Reflexiones finales

De acuerdo a lo encontrado en campo, se tienen que la migración a los Estados Unidos una
parte importante en las dinámicas económicas y sociales de las localidades rurales, sobre todo en
las regiones de tradición migratoria, como es el caso de la Región Sur de Guanajuato y en específi-

CAPÍTULO Iv 467
co en el municipio de Salvatierra. Esta dinámica población, con más de un siglo de existencia, ha
permitido además de la construcción de redes sociales de migración un efecto multiplicador con
la inversión de remesas en actividades económicas, en las comunidades expulsoras de migrantes.

En San Miguel del Sabido y El capulín de la Trinidad, se pudo observar una tendencia
a invertir parte del ingreso de remesas familiares en el emprendimiento y mejoramiento de ne-
gocios. Pues al encontrar que en la primera comunidad el 33.3 % de los hogares que tienen un
negocio familiar son apoyados mediante la inversión de remesas y en la segunda, el 77.8 %
respectivamente, y que además la experiencia migratoria había contribuido en la mejora de los ne-
gocios (emprendimiento, desarrollo y consolidación), concluimos que la experiencia migratoria y
la inversión de las remesas en los negocios familiares han sido un factor de desarrollo económico
y social en las localidades de estudio. Si bien, el uso productivo de las remesas y su efecto mul-
tiplicador en el desarrollo social y económico de los lugares de origen no es responsabilidad de
sus habitantes, consideramos que no debe basarse en ellas el desarrollo local. Pues para que este
tipo de iniciativas tengan éxito, se requieren políticas y programas gubernamentales eficientes que
favorezcan un verdadero desarrollo económico y social.

CAPÍTULO Iv 468
Obra citada

Durand, J. (1994). Más allá de la línea: patrones migratorios entre México y Estados Unidos.
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Massey, D., et al. (1991). Los ausentes. El proceso social de la migración internacional en el
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Montes de Oca., et al. (2009). Migración, redes transnacionales y envejecimiento: estudio de


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tituto de Investigaciones Sociales, UNAM e Instituto de Planeación del Estado de Gua-
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CAPÍTULO Iv 469
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CAPÍTULO Iv 470
VULNERABILIDAD, VIOLENCIA Y
CONDUCTAS DE RIESGO

Coordinadores

Jacobo Herrera Rodríguez

Jesica María Vega Zayas

CAPÍTuLO V
VULNERABILIDAD, VIOLENCIA Y
CONDUCTAS DE RIESGO

Coordinadores

Jacobo Herrera Rodríguez

Jesica María Vega Zayas

Este capítulo busca la divulgación y exposición de trabajos científico-académicos que


abordan, desde diversas perspectivas de las Ciencias Sociales como la politología, la cri-
minología, la psicología, la antropología, la sociología, el trabajo social, por mencionar
algunos, los elementos que se vinculan con la generación, diseminación y sostenimiento
de fenómenos sociales relacionados con la Vulnerabilidad, la Violencia o la práctica de
Conductas de riesgo. La intención es retroalimentar y discutir las diversas posturas para
establecer plataformas y propuestas de trabajo sinérgico desde lo interdisciplinario.

CAPÍTULO v 472
Vulnerabilidad femenina por disolución
conyugal o concubinal en Plan de Ayala,
Municipio de Tihuatlán, Veracruz

Alina Ramírez García1

Alba H. González Reyes2

Resumen: Durante las últimas dos décadas el tema de la equidad de género se ha construido
como un campo de lucha política en México, ya que no son solamente los derechos económicos
y sociales de las mujeres; por ejemplo, el acceso al empleo, a la educación, o bien el derecho a
la tenencia de la tierra, los que han provocado intensos debates. También la determinación de
las propias mujeres por hacer valer su toma de decisiones respecto a sus derechos humanos y
autonomía son temas particularmente controvertidos en los últimos años (Amuchástegui y Al-
daz 2011). Teniéndose como resultado el aumento sustantivo de la participación laboral feme-
nina en toda la Región Latinoamericana por factores familiares y económicos; donde América
Latina experimenta una “Revolución” entre trabajo y familia (Goldin, 2006). De acuerdo con
la CEPAL (2014) estadísticamente 7 de cada 10 mujeres en edad reproductiva forman parte de
la fuerza laboral y crecientemente habitan en hogares liderados por mujeres, muchos de estos
monoparentales. Simultáneamente los cuidados continúan siendo una responsabilidad sobre
todo femenina. Según INEGI en 2010 el Estado de Veracruz se constituyen con 527,169 hoga-
res de jefatura femenina. De igual modo especialistas en estudios de género mencionan ventajas
y cambios positivos de la mujer ante una jefatura femenina, pero no explican el proceso que
siguen las mujeres y que va de la vulnerabilidad hacia el empoderamiento.
Este trabajo presenta los avances de investigación acerca de la vulnerabilidad femenina vista
desde varias aristas: la insuficiente educación formal, los bajos ingresos económicos, el desco-
nocimiento sobre sus derechos humanos y legales, la vulnerabilidad emocional, se convierten
en situaciones que desencadenan una gran problemática en mujeres en condición de pobreza

1
Facultad de Trabajo Social, Universidad Veracruzana, Región Poza Rica Tuxpan.
Email: alina.ramirez_94@hotmail.com
2
Profesora de la Facultad de Trabajo Social, Universidad Veracruzana, Región Poza Rica Tuxpan.
Email: estenoposlit@gmail.com

CAPÍTULO v 473
y enfrentan una jefatura femenina no por voluntad propia y que las obliga y las conduce hacia
circunstancias poco favorables al asumir este rol en el hogar.

Palabras claves: Vulnerabilidad, Género, Proceso legal.

Summary: During the past two decades the issue of gender equity has been built as a field of po-
litical in Mexico struggle, since they are not only economic and social rights of women; for exam-
ple, access to employment, to education, or the right to ownership of land, which have provoked
intense debate. The determination of women themselves by asserting their decision making with
respect to their human rights and autonomy are also particularly controversial subjects in recent
years (Amuchastegui and Aldaz 2011). Having as a result the substantive increase in the female
labor force participation in all the Latin American Region by factors family and economic; where
Latin America experiences a “revolution” between work and family (Goldin, 2006). According
to CEPAL (2014) statistically 7 of every 10 women of reproductive age are part of the workforce
and increasingly live in households headed by women, many of these single-parent families. At
the same time care remain a mostly female responsibility. According to INEGI in 2010 the State
of Veracruz are constituted with 527,169 households of female leadership. As specialists in gender
studies mentioned advantages and positive changes of a female leader-ship women, but do not
explain the process that women follow and are the vulnerability toward empowerment.
This paper presents the progress of research about women’s vulnerability seen from multiple
edges: inadequate formal education, low income, lack of knowledge about their human and
legal rights, the emotional vulnerability, become in situations that trigger a great problem in
women in poverty and facing a female leadership not by their own free will and that it forces
them and leads them towards little favorable circumstances to assume this role at home.

Keywords: Vulnerability, Gender, Legal process.

Introducción

La localidad de Plan de Ayala se ubica en el Municipio de Tihuatlán, Veracruz, perteneciente


a la región del totonacapan costero. Esta localidad en los últimos años se caracterizó por dejar de
ser una comunidad rural para convertirse en una colonia conurbada; este crecimiento poblacional se
debe a la cercanía que existe con el Mpio de Poza Rica, Veracruz. Además de los cambios estructu-
rales en las reformas laborales y energéticas del estado, las condiciones de la producción agrícola,
la generación de empleos y la migración de los varones hacia otros espacios y localidades para
conseguir un empleo; provoca la necesidad de una movilidad laboral constante entre habitantes de
la colonia para aumentar sus ingresos económicos.

Estas condiciones de cambio se han visto reflejadas en la mejora de la estructura de las

CAPÍTULO v 474
viviendas de la localidad de Plan de Ayala, Ver. Las calles se transformaron mediante la pavimenta-
ción. Se incrementaron los servicios públicos entre ellos el alumbrado, red telefónica, televisión de
paga, internet, drenaje y transporte público para los habitantes. El desarrollo se manifiesta también
con bienes materiales como es el centro comunitario construido en el actual gobierno municipal.

De acuerdo al Plan Municipal de Desarrollo 2014; actualmente la colonia de Plan de Ayala


cuenta con una población de 11,657 habitantes los cuales buscan mejorar su calidad de vida. Pero
aun con los cambios geoeconómicos que se presentan, las necesidades de mujeres y hombres por
obtener ingresos bien remunerados para mantener a la familia se vuelven difíciles cuando existe una
fragmentación al interior del hogar. Al ocurrir principalmente por la falta de ingresos del cónyuge o
concubino, infidelidad de la pareja, incluso abandono del mismo por el fenómeno de la migración al
haber escases de empleo, la deficiente educación formal, la ignorancia sobre cómo llevar un proceso
legal y el desconocimiento de sus derechos humanos; genera un incremento de las jefaturas femeni-
nas vulnerables en comunidades del norte del estado de Veracruz.

En la localidad de Plan de Ayala, Tihuatlán, Veracruz, es un ejemplo de la enorme inesta-


bilidad para el sector femenino que sale al ámbito laboral sin las herramientas mininas para lograr
una autonomía económica, emocional, laboral impidiéndoles tener decisiones precisas y asertivas
respecto a su vida personal y su “prole”, es decir, agencia. sumado a una deficiente educación for-
mal, además de ignorar cómo llevar un proceso legal y el desconocimiento de sus derechos humanos
crean una enorme fragilidad en gran parte del sector femenino que sale al ámbito laboral sin las
herramientas mínimas para lograr una autonomía económica, emocional, laboral y de genero lim-
piándoles tener agencia.

En la colonia de estudio Plan de Ayala, municipio de Tihuatlán, Veracruz, es costumbre ca-


sarse en edad que van de los 24 a los 35 años de edad. Los contratos de unión pueden ser formales o
matrimonios conyugales, pero también pueden ser contratos verbales en los que no hay un contrato
jurídico de unión, que tiene por nombre concubinatos. Actualmente los matrimonios tanto conyu-
gales como concubinales están en constante fractura por la migración, la infidelidad o el abandono
de los esposos o concubinos para conformar nuevas familias con otras mujeres, lo que ocasiona
divorcios y separaciones de índole conyugal y/o concubinal.

Dentro del municipio de Tihuatlán, Veracruz para el año 2010 se registraron 5,374 hogares
con jefatura femenina (INEGI, 2010). Y con base en la información obtenida en el Plan Municipal
de Desarrollo 2014, municipio cuenta con 348 localidades de las cuales, la elegida para la investiga-
ción de corte cuantitativo es la localidad de Plan de Ayala. El municipio de Tihuatlán manifiesta que
existen diversas carencias sociales entre las diferentes localidades donde un 15.97 % de la población

CAPÍTULO v 475
vive en pobreza extrema y carencia de alimentación. Esto conlleva como resultado un nivel bajo de
ingresos, donde el 75.4% de los habitantes tienen un ingreso inferior a la línea de bienestar (INEGI
2010).

La insuficiente contribución económica por parte de los ex cónyuges o ex concubinos, fuer-


zan a las mujeres a buscar empleos de tipo informal. Pero con una educación incompleta no consi-
guen empleo que les proporcione un ingreso más alto. Las mujeres se emplean como ayudantes en
pequeños restaurantes, llamados fondas, al cuidado de bebes ajenos, lavar y planchar ropa ajena;
empleadas en locales de artículos electrodomésticos o zapaterías; así como en locales de centros
comerciales; inclusive, tomar dos trabajos al día uno por la mañana y otro por la noche para aportar
más dinero al hogar.

Estas dobles jornadas alejan a las madres de sus hijos. El trabajo de 10 a 12 horas diarias con
un salario de $100.00 por día, sin comidas pagadas, incluso con horarios de las 9 de la mañana hasta
las 8 de la noche del sábado y los domingos de 9 a 4 de la tarde. Inclusive pueden hacer un doble
turno para poder cubrir horas extras y ganar un poco más de dinero al final de la semana. Este horario
señala el forzoso desamparo a sus hijos o hijas. En el caso de las mujeres entrevistadas, ellas pueden
o no tener el apoyo de los familiares para el cuidado de los hijos/hijas, mientras ellas trabajan. Infan-
tes expuestos a un estado de inestabilidad por el abandono del padre y distanciamiento de la madre
quien por necesidad tiene que salir a trabajar y traer sustento al espacio doméstico.

Por tanto, la problemática que presentan los hogares de Plan de Ayala es el incremento de
mujeres que quedan al frente del espacio doméstico e ingresan al campo laboral informal; pero no
por decisión propia sino por la baja aportación de ingresos de la pareja, infidelidad, viudez o migra-
ción; lo que origina una situación de vulnerabilidad en las mujeres y se las tienen que ingeniar para
ser el sostén de la casa. Estas circunstancias provocan un intercambio de roles entre los integrantes
del espacio familiar, porque la mujer ya no es solo madre de familia, sino trabajadora y proveedora
de ingresos, el hombre ya no es más la única autoridad del espacio doméstico e inclusive tiene que
realizar labores domésticas y los hijos tienen que trabajar para de igual manera cooperar y colaborar
en los quehaceres del hogar.

La Colonia de Plan de Ayala también presenta diversas problemáticas al interior de las fa-
milias que ahí residen, estas situaciones se manifiestan en la dinámica familiar y en sus integrantes.
Durante los últimos años se incrementó el desplazamiento de los hombres de la vivienda habitable
hacia otras ciudades para conseguir trabajo o la práctica de cualquier oficio con la finalidad de obte-
ner ingresos y mantener a la familia. Sin embargo, estas estrategias por parte de los proveedores para
el espacio privado no son del todo productivas.

CAPÍTULO v 476
Porque a veces no regresan de los lugares a donde migraron, forman otra familia, no encuen-
tran trabajos bien pagados o se “olvidan” de que tienen un hogar. Por lo mismo propician que las
mujeres busquen empleos informales y se hagan cargo de los hijos.

Además de la vulnerabilidad económica que viven las mujeres al insertarse en trabajos infor-
males para sostener económicamente su casa, lo que es causa de la separación o abandono del cón-
yuge o concubino; tienen que lidiar con los regresos inconstantes de sus parejas, quienes no proveen
ingreso, pero exigen derechos por considerarse la figura fuerte y masculina del espacio familiar. Ésas
actitudes provocan temor e incertidumbre en las mujeres al sentirse solas y con la responsabilidad
de cuidar a sus hijos e hijas.

Sumado a lo anterior la vulnerabilidad emocional que viven las mujeres en su proceso de


separación, por ejemplo, caer en desesperación al no saber qué hacer, sentir que el mundo se les
cierra al no “tener a un hombre a su lado”, enojo por creer que ellas son culpables de que su pareja
las abandone, el miedo de enfrentar lo que la gente dice al no tener un hombre que las respalde, la
incertidumbre de si la familia las apoyara si deciden iniciar un proceso legal de separación. Todos
estos condicionantes emocionales reflejan carencia en la toma de decisiones, falta de una educación
formal, ausencia de agencia, un patrón cultural arraigado y tradicional vivenciado por estas mujeres
que van en proceso hacia una jefatura femenina.

Dicha problemática es sin duda un tema complejo porque involucra emociones, un proceso
legal nada sencillo, ocasiona estados de vulnerabilidad en las mujeres y difícil toma de decisiones
por ambas partes (cónyuges o concubinos) donde son los hijos quienes quedan en medio de este
proceso jurídico-emocional. Si bien los estudios sobre cambios significativos en la participación de
la mujer desde la perspectiva de género han sido notables en los últimos años. No es menos signifi-
cativo mencionar que antes de llegar a la cúspide del empoderamiento y la agencia femenina hay un
proceso vivencial de vulnerabilidad emocional, económica y jurídica por el que pasan las mujeres
antes de ser jefas de familia.

Por ello este proceso legal de disolución conyugal o concubinal le da un giro importante al
proceso jurídico que las mujeres tienen que experimentar porque la mayoría de las veces no conocen
sus derechos legales ni humanos, además de no contar con información sobre que instituciones que
atienden estos procesos. Entonces optan por dejar las cosas como están y soportar a la pareja. Pero
es de vital importancia que se comience dicho proceso porque de acuerdo a las leyes civiles-jurídicas
los hijos tienen derecho a recibir pensión alimenticia por parte de los padres. Para las mujeres enca-
bezar su independencia, toma de decisiones como jefas de familia en proceso de agencia.

CAPÍTULO v 477
Dicho estigma social está presente en la colonia de Plan de Ayala donde las mujeres se in-
sertan en el ámbito laboral informal y contribuyen al ingreso familiar; mientras su pareja elige el
camino del vicio (el alcoholismo) o infidelidad. Pero las mujeres al darse cuenta que empiezan a
participar en la toma de decisiones del espacio privado y que ya no es solo el hombre la autoridad del
espacio doméstico, trae conflictos más complejos entre la pareja, porque la mujer empieza a cuestio-
nar su rol dentro de la familia al darse cuenta de que ellas pueden mantener la familia sin depender de
un hombre. Sin embargo, se provoca una vulnerabilidad, peleas entre cónyuges o concubinos por el
poder, la autoridad; donde el proceso por la separación legal empieza a convertirse en una constante
presión social de decidir si es adecuado o no separarse de la pareja.

Al hacer evidente la vulnerabilidad femenina, la falta de información, deficiente educación


formal, el poco asesoramiento sobre procesos legales que tienen que vivir las nuevas jefas de fami-
lias para hacer valer sus derechos como ciudadanas. Forman parte del contexto social, la ideología
machista, la cultura tradicional, los patrones de violencia repetitivos, el ingreso económico escaso,
además del temor a no ser apoyadas por la familia; son aspectos cuestionables por las mujeres que
intentan seguir un proceso legal para ser jefas de familia.

Por tanto, en la localidad de Plan de Ayala, los patrones de vida cotidiana donde el hombre
se considera como jefe del hogar absoluto y se le debía respeto; con los años esta cultura tradicional
está convirtiéndose en obsoleta. Pero este tipo de comportamientos de exclusión y discriminación
sigue presente por la falta de agencia de las mujeres también con temor a la creencia de no poder
salir adelante sin un hombre. Sin dejar de mencionar que el divorciarse o separarse cuesta dinero y
los recursos económicos no lo suficientemente son solventes para iniciar un proceso jurídico legal.

Metodología
Frente a este problema la pregunta que surge es ¿la falta de educación formal, los bajos
ingresos y el desconocimiento sobre derechos humanos, así como del proceso legal de separación
son limitantes para llevar a cabo un proceso de agencia y empoderamiento en las mujeres? Con esta
pregunta la conjetura que se plantea es que, al no tener educación formal, ni conocimiento de sus
derechos humanos, ni del proceso legal, las mujeres de Plan de Ayala tendrán limitantes para llevar
a cabo el proceso de disolución conyugal o concubinal, además de mantener la vulnerabilidad en los
logros jurídicos de atención para sus hijos.

Para obtener respuesta a la pregunta de investigación y comprobar la hipótesis formulada, se


utilizó la metodología de corte cuantitativo. El instrumento que se elaboró fue un cuestionario para
obtener una muestra para la obtención de datos de este estudio. Se localizaron a cinco mujeres de
la colonia Plan de Ayala con un rango de edad que va de los 24 a los 32 años y tienen las siguientes

CAPÍTULO v 478
características: mujeres con baja escolaridad, tres de ellas casadas y dos más viven en concubinato.
Todas ellas son jefas de familia por separación del cónyuge o concubino y, con un alto grado de
vulnerabilidad económica y emocional.

Se considera como objetivo general conocer los principales factores de vulnerabilidad que
viven las mujeres en el proceso de disolución conyugal o concubinal que se inician como jefas de
familia y que limitan su agencia y empoderamiento femenino. Los objetivos específicos de esta in-
vestigación son dos: saber cuál es la causa principal que limita a las mujeres para iniciar un proceso
legal de separación y dos, conocer cuántas mujeres se encuentran el proceso legal de separación
conyugal o concubinal. Consideramos la unidad de análisis como la parte donde las variables se
medirán para determinar si los objetivos se cumplirán.

Entonces, la unidad de análisis queda de la siguiente manera: mujeres de 24 a 32 años de


edad que vivencian un proceso de separación legal de tipo conyugal o concubinal en la colonia de
Plan de Ayala del municipio de Tihuatlán,Veracruz, que tienen una escolaridad formal deficiente;
además de presentar un estado de falta de agencia, presentan también altos índices de vulnerabilidad
emocional y económica.

Nuestra variable independiente. La vulnerabilidad de las mujeres por la falta de educación


formal y el desconocimiento del proceso legal de separación conyugal o concubinal obstaculiza e
impide que obtengan pleno empoderamiento y agencia o tomas de decisiones asertivas de manera
personal. La variable dependiente que se deriva como efecto es el desconocimiento de sus derechos
jurídicos y humanos, lo cual ocasiona la permisión a violencia intrafamiliar, alcoholismo, infidelidad
de la pareja, en segundo plano la inserción a un precario trabajo laboral informal y la falta de agencia.

Desarrollo del tema

Retomamos la idea principal de que para que haya empoderamiento se debe considerar
de inicio la vulnerabilidad de las mujeres obligadas a jefatura femenina por las condiciones de
migración, infidelidad o abandono por parte de sus parejas. Para tal efecto consideramos a la
vulnerabilidad como un estado expuesto a riesgos, de incapacidad para enfrentarlos y la inhabi-
lidad para adaptarse activamente. Se coincide con la Comisión Económica para América Latina
y el Caribe [CEPAL] (2003) al observar que las mujeres de Plan de Ayala son parte de los gru-
pos socialmente vulnerables, cuya identificación obedece a diferentes criterios: siguen factores
contextuales que las hace más propensas a enfrentar circunstancias adversas para su inserción
social y desarrollo personal. Sus conductas entrañan mayor exposición a eventos dañinos, o a

CAPÍTULO v 479
la presencia de un atributo básico compartido como es la edad, sexo, condición étnica que se
supone les confiere riesgos o problemas comunes.

Estas mujeres tienen vulnerabilidad social y se expresa en varias formas: como fragi-
lidad e indefensión ante cambios originados en el entorno, desamparo institucional del estado
que no contribuye a fortalecer ni cuida sistemáticamente de ellas en tanto ciudadanas, debilidad
interna para afrontar concretamente los cambios necesarios del individuo para aprovechar el
conjunto de oportunidades que se le presenta, inseguridad permanente que paraliza, incapacita
y desmotiva la posibilidad de pensar estrategias y actuar a futuro para lograr mejores niveles de
bienestar (Buso, 2002).

Las mujeres de Plan de Ayala, del municipio de Tihuatlán, Veracruz no se alejan de la


realidad mundial y regional que son evidentes desde los años noventa tal como lo mencionan la
Cumbre Mundial sobre Desarrollo Social (1995), la Convención Internacional de los Derechos
del Niño (1990); la Conferencia Internacional de la Mujer (1995), la Conferencia Internacional
sobre Población y Desarrollo, (1994). A pesar de las políticas de focalización y de universali-
dad que se orientan al diseño e implementación de programas públicos en favor de los “grupos
vulnerables” asociados éstos a las personas de mayores carencias, las mujeres en México no
tienen mayores avances de desarrollo sostenible, y el caso de las mujeres de Plan de Ayala del
municipio de Tihuatlán Veracruz es un ejemplo.

Se reconoce que en el caso de las mujeres de la localidad de Plan de Ayala existe,


además, una vulnerabilidad estructural manifiesta en profundas desigualdades y pobreza ge-
neralizada. Las mujeres en condición de pobreza, de minorías étnicas, lingüísticas, religiosas,
sexuales o migrantes, de zonas rurales, que viven con recursos naturales limitados tienden a ha-
cer frente a barreras comparativamente mayores, en ocasiones de carácter jurídico, a la hora de
fomentar las capacidades, ejercer sus opciones y reclamar sus derechos de apoyo y protección
en caso de crisis o eventos adversos. Son mujeres que conforman los indicadores de pobreza tal
como lo señala el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo en 2014.

Resultados

Desde la perspectiva de Trabajo Social y de acuerdo a la problemática observada sobre


el desconocimiento de los procesos legales que viven las mujeres para llegar a una jefatura
femenina. Tienen que estar informadas sobre los derechos que tienen como cónyuges y concu-
binarias, asimismo la Presidencia Municipal tiene el compromiso de proporcionar información

CAPÍTULO v 480
veraz y eficaz para que las mujeres de la localidad sepan a donde recurrir cuando esté pasando
por una situación similar.

Y en cooperación con el Gobierno Municipal y el Instituto Municipal de la Mujer se


genere información y se difundan mensajes que contribuyan a la construcción de un estado de
igualdad de género, a una vida libre de vulnerabilidad y violencia en los ámbitos económico,
político, social y cultural de las mujeres. Para acortar la enorme distancia que falta para lograr
el desarrollo de la mujer tihuateca en condiciones de perspectiva de género y sus derechos hu-
manos como ciudadana.

Como propuestas para mejorar la calidad de vida de esas mujeres se sugiere:

1.- Taller Informativo sobre instancias jurídicas que atiendan procesos legales de concu-
binato y matrimonio civil, así como el asesoramiento sobre pensiones alimenticias.

2.-Curso de Sensibilización sobre Género y Vulnerabilidad Femenina. Platicas con muje-


res de la colonia con o sin hijos además de la inclusión de hombres para una re-educación
social sobre los roles de la familia.

Conclusiones

En un inicio esta investigación se perfilaba para trabajar con jefatura femenina, pero al
momento de hacer entrevistas e intervención de campo con las mujeres informantes de la loca-
lidad de Plan de Ayala, del municipio de Tihuatlán, Veracruz, me di cuenta que no cumplían con
las características de una jefa de familia, con empoderamiento de sí mismas y toma de decisión
o agencia. Sino todo lo contrario, era evidente el reflejo de vulnerabilidad emocional y econó-
mica por estar inmersas en un proceso de separación legal de tipo conyugal y/o concubinal.
Donde estas mujeres asumen el rol de jefas del espacio doméstico por las circunstancias en las
que se encuentran, volviéndose vulnerables.

Tal como lo menciona Rosio Córdova, si bien la mujer ha sido por años únicamente
ante los ojos de la sociedad el sostén administrador y moral de los espacios domésticos. Con los
años esto se ha visto modificado por diversas causas que obligan a las mujeres a incursionar en
el ámbito laboral informal para aportar dinero al hogar. Dándose con mucha más precisión en
matrimonios y concubinatos donde la pareja masculina empieza a ejercer violencia en contra de
la mujer se encuentren involucrados en una amplia gama de relaciones estructuradas e interde-
pendientes dentro del matrimonio. Así como del concubinato que si bien no es una unión legal

CAPÍTULO v 481
conlleva un proceso de derechos y obligaciones de ambas partes (2013, p. 138).

Sin embargo, el estudio de las estructuras de los hogares ha sido fundamental en el aná-
lisis sociodemográfico por la importancia que tiene el hogar como mediador entre el individuo
y la sociedad; en la concentración y distribución de los recursos socioeconómicos. Además, el
análisis de los vínculos entre la configuración de los hogares y las estructuras sociales vigentes
en determinado espacio geográfico ha sido esencial para conocer las condicionantes de las fa-
milias, así como para el diseño de intervenciones públicas efectivas encaminadas al desarrollo
social (López 2001).

Una de las tendencias en la estructura de los hogares mexicanos es la persistencia de


las altas proporciones de hogares extensos y compuestos. Una explicación para este fenómeno
son las continuas crisis económicas de las últimas décadas y los cambios económicos ligados
a la implantación del modelo económico neoliberal (Ariza y Oliveira, 2001). Además, la pre-
carización laboral también influyo en la necesidad de incrementar el número de trabajadores
potenciales en los hogares.

Para finalizar una explicación más para este fenómeno donde las mujeres llegan a es-
tar en un estado de vulnerabilidad; son actualmente los importantes cambios demográficos
ocurridos en los últimos años, caracterizados por el aumento de rupturas matrimoniales y de
relaciones consensuadas (Chávez & Bohórquez, 2014). Las cuales debido al contexto social en
el que se desarrollan causan una restructuración en la vida de las familias. Donde con el paso
del tiempo los hogares nucleares se conviertan en familias monoparentales al quedar al frente
la madre de familia. Por ello cabe señalar con Cuevas (2010) el rápido crecimiento de este tipo
de hogares en los últimos 30 años tanto en América Latina y México. Veracruz y localidades de
los municipios de la región del totonacapan costero, en este caso la colonia de Plan de Ayala,
municipio de Tihuatlán, Veracruz; se componen de a partir de la ausencia de un varón provee-
dor en casa que deja a las mujeres como responsables de la manutención, educación, cuidado y
socialización de los hijos e hijas.

Del mismo modo bajos los objetivos de esta investigación, propios de la intervención
y/o mediación como Trabajadores Sociales se debe trabajar con la finalidad de que las muje-
res que presenten esta condición de estar en el proceso hacia una jefatura femenina reciban la
asesoría, orientación e información oportuna para que a lo largo de las necesidades que se les
presente, tengan la facilidad de acceder a sistemas de protección social , jurídica y salud con la
finalidad de que recuperen su autonomía personal y terminen con ese vínculo de vulnerabilidad
que les anula su capacidad de elección, libertad y decision personal.

CAPÍTULO v 482
Todo ello basado desde una intervención metodológica con estudios de caso, aplicación
de modelos de intervención, métodos etnográficos y estudios de comunidad para posterior-
mente llevar a acabo aplicación de talleres o terapias sistémicas con las mujeres y sus familias,
también por medio del uso de técnicas audiovisuales, individuales y de grupo para mejorar la
situación-problema en el que se encuentren las mujeres de la localidad de plan de Ayala que
estén en el proceso de una separación legal.

CAPÍTULO v 483
Obra citada

Amuchástegui, A. & Cruz, G. & Aldaz, E. (2012). “Política, Religión y Equidad de Género en
el México Contemporáneo. Equidad de Género”. Revista Debate Feminista, año 23,
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Córdova P. R, & Guzmán I. M. (2014). “Género, Familia y Poder”. En Ramírez R. M, & Vega
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CAPÍTULO v 484
Obra citada de internet

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Humano, recuperado de: http://hdr.undp.org/sites/default/files/hdr14-summary-es.pdf

CAPÍTULO v 485
Abordar el maltrato infantil:
Avatares de un estudio antropológico
en Xalapa, Veracruz

Soledad de León Torres3

Resumen: En este documento se propone reflexionar sobre la escasa importancia que la


antropología en México le ha otorgado al estudio de la infancia en condiciones de vulner-
abilidad. Con base en la documentación hemerográfica y los imprevistos relacionados con
el trabajo de campo realizado en Xalapa, Veracruz busco mostrar la importancia de aplicar
y desarrollar de forma más decidida las herramientas propias de la antropología social con
el objetivo de hacer visibles las formas de riesgo social a las que se encuentran expuestos
ciertos grupos de infantes. La reflexión está específicamente orientada a los datos relacio-
nados con albergues infantiles denominados “Casa-hogar”. ¿Por qué la antropología social
en México se mantiene prácticamente al margen del estudio de estas instituciones? ¿Cuáles
son las dificultades que se observan al desarrollar un proyecto centrado en este objeto de
estudio? ¿Qué es lo que las adversidades enfrentadas en trabajo de campo revelan acerca del
problema de estudio no obstante la resistencia de los informantes a colaborar como tales? La
posible respuesta para estas preguntas se desarrolla a lo largo del texto en el que reconstruyo
la aproximación a las Casa-hogar realizada en el estado de Veracruz. Mediante la referencia
a las formas de abuso y las irregularidades observadas en estos organismos, se busca también
reflexionar sobre las acciones y la agenda que se encuentra pendiente implementar para hacer
posible que los infantes en condiciones de vulnerabilidad transiten hacia el ejercicio pleno de
sus derechos humanos fundamentales.

Palabras clave: Infancia vulnerable, derechos humanos, asistencia social

3
Investigadora de la Universidad Veracruzana. Centro de estudios de la cultura y la comunicación.
Email: soldeleon@gmail.com

CAPÍTULO v 486
Summary: In this document intends to reflect on the little importance that Anthropology
in Mexico has given to the study of children in conditions of vulnerability. Based on the
documentation hemerographic and avatars related with the field work that has been done
in Xalapa, Veracruz in this document seeks to show the importance of applying and devel-
op more decisively the anthropological perspectives that contribute to understand the forms
of social risk to which it is exposed to certain groups of infants. Reflection is specifically
oriented to data related to shelters called “group home”.Why social anthropology in Mexico
remains largely outside the study of these institutions? What are the difficulties observed in
developing a project focused on this object of study? What the adversities faced in fieldwork
reveal about the study problem despite the resistance of informants to cooperate as such?
The possible answer to these questions is developed throughout the text in which rebuilt the
approach to the home - made home
​​ in the state of Veracruz. With reference to forms of abuse
and irregularities observed in these organisms , also it seeks to reflect on the actions and the
agenda is pending implement to enable infants in vulnerable transit to the full exercise of
their human rights fundamental.

Keywords: vulnerable children, human rights, social assistance

“La mentira se hace con palabras y también con silencios”.


Sobre mentiras, secretos y silencios. Adrienne Rich

Introducción

La antropología social que se desarrolla en México tiene una debilidad notable en torno
al estudio de la infancia. Si bien esta disciplina tiene una gran trayectoria en la documentación
de diversos asuntos relacionados con la organización social que de diversas formas implican
a los infantes 4 es necesario hacer notar que los problemas directamente relacionados con la
infancia en general han sido bastante secundarizados o francamente ignorados por los estudios
etnográficos que actualmente se realizan en México5.

Este vacío de la antropología en nuestro país es un tema especialmente sensible por lo

4
Por citar un par de ejemplos, basta señalar que asuntos relacionados con la crianza y la socialización fueron in-
cluidos en etnografías clásicas como las de Malinowski y su conocido intento de elaborar un modelo “universal”
de familia. Ese es también el caso de Margaret Mead y sus polémicos estudios relacionados con la socialización
en Samoa.
5
Desde luego, es importante señalar los trabajos antropológicos que son la excepción en este campo. Entre ellos
se cuenta el trabajo sobre lenguaje y socialización realizado por Lourdes de León Pasquel en Chiapas (2005), el de
Elena Azaola y Estes que aborda la explotación sexual (2003), y el de Begoña Leyra (2005) sobre trabajo infantil.

CAPÍTULO v 487
que concierne al estudio de los infantes que se encuentran en situaciones de vulnerabilidad;
vulnerabilidad que se expresa mediante la sujeción a diversas formas de maltrato: Abusos
sexuales, explotación económica, violencia física y piscológica, etcétera. El vacío de estudios
etnográficos en el campo de la vulnerabilidad infantil contrasta con los pronunciamientos que
diversas disciplinas han venido elaborando en los últimos años para cuestionar y modificar
el tratamiento que las ciencias sociales le dan a la infancia latinoamericana. Algunos autores
por ejemplo han convocado a la emergencia de una nueva sociología en la que sea posible
escuchar la propia voz de los niños y en la cual, la visión de los adultos sea también puesta
a discusión (Moscoso, 2009; Gaitán, 2006). Varios historiadores y sociólogos también han
documentado y han reflexionado conceptualmente (Rojas, 2003) acerca de las peculiares
condiciones de vida de la niñez en Hispanoamérica y en México (Arrom, 1994; Del Castillo,
2003; Saldarriaga y Sáenz, 2007). En otro campo con aportaciones importantes vemos que
la intervención relacionada con la infancia en México también ha sido llevada a cabo y eva-
luada desde la perspectiva de psicólogos, psicoanalistas y trabajadoras sociales. También es
importante señalar que formas de maltrato de los infantes que involucran a redes de personas
y de funcionarios en México han sido documentadas por mujeres periodistas destacadas
como Lydia Cacho y Sanjuana Martínez. Adicionalmente hay que decir que el interés de las
ciencias sociales en la infancia ha conducido a la creación de programas de estudio sólidos y
foros académicos novedosos y propositivos en algunos países latinoamericanos; tal es el caso
de lo que ocurre en Colombia, Argentina y Costa Rica, por mencionar casos sobresalientes.
Mientras estas voces se multiplican y fortalecen en diversas latitudes y campos de trabajo,
la antropología social en México parece bastante paralizada en el estudio de la infancia y de
las formas de vulnerabilidad infantil que se observan en este país, salvo algunas notables
excepciones.6

Si consideramos las diversas formas de abuso y de violencia que estructuran la vida


cotidiana de ciertos grupos de infantes estaremos de acuerdo en que la multiplicación de los
estudios de estos problemas desde una perspectiva antropológica es imperiosa: la desaparición
y la trata de niños, los abusos sexuales cometidos en el hogar o a la sombra de otras institu-
ciones, la explotación económica, la falta de cuidados familiares, el abandono, el suicido, los
abusos cometidos contra los niños que se encuentran recluidos en instituciones totales exigen
un abordaje sistemático y profundo. La carencia de estos estudios menguar el potencial y deja
en duda la responsabilidad a la que una ciencia empírica como la antropología está obligada:

6
Este es el caso de Ricardo Fletes y sus diversas aproximaciones al análisis de niños en situación de calle (2007)
que ha documentado también el caso de una casa-hogar en Zamora Michoacán conocida como “La gran familia”
(1993). También se encuentran en este grupo de estudiosos Azaola y Estes (2003).

CAPÍTULO v 488
Para un cierto tipo de antropólogos es más cómodo hablar del pasado, de la tradición y de iden-
tidades esencialistas que alimentan el folklor nacional, que comprometerse a documentar las
alteridades contemporáneas que duelen, que tienen nombre y rostro, y que deberían ocupar un
lugar preponderante en la reflexión y la documentación empírica. Este vacío de estudios sobre
el maltrato de la infancia se traduce en ocultamiento, indiferencia y también, en consecuencia,
en complicidad y tolerancia. El resultado es la invisibilidad; esta indiferencia propicia y admite
la reproducción de diversas formas de vejación. El vacío que la antropología social tiene en este
campo de trabajo en México es preocupante porque esta disciplina juega un papel importante
en la documentación etnográfica (en el presente, y en el lugar de los hechos) a partir de la cual
debería ser posible reflexionar teóricamente sobre la diversidad de problemas que aquejan a la
infancia.

Para dar una idea de la dimensión del problema que tratamos aquí, en los siguientes
apartados reseño algunas de las resistencias y dificultades observadas en trabajo de campo rela-
cionado con el estudio de las Casa-hogar realizado en el estado de Veracruz. El registro de las
tensiones y resistencias observadas con los informantes clave se complementa con la consulta
de fuentes hemerográficas.

Metodología

Los datos presentados en este documento forman parte de una investigación ex-
ploratoria realizada en Xalapa, Veracruz entre el 2012 y el 2013. La documentación se
desarrolló en las siguientes fases: 1) Identificación de Casa-hogar7 existentes en la ciudad
de Xalapa, Veracruz; 2) Contacto y entrevistas realizadas en terreno a los responsables de
Casa-hogar y a funcionarios del DIF; 3) Estimación de población y Casa-hogar existentes
en el estado de Veracruz mediante consultas hemerográficas; 4) Identificación de formas
de maltrato infantil observadas en estas instituciones. No se incluye el uso o análisis de
fuentes estadísticas básicamente por la inexistencia de fuentes que refieran a los niños que
habitan en Casa-hogar.

Si bien se tiene previsto que este proyecto tendrá una segunda etapa, los datos presenta-
dos aquí fueron producidos hasta este primer corte de trabajo realizado a fines del 2013.
7
Se llama así a los organismos de asistencia social que tienen como función principal el alojamiento y el cuidado
de niños. Si bien hay una gran variedad de Casa-hogar por lo que concierne a su funcionamiento y organización
interna, conviene distinguir básicamente entre Casa-hogar gubernamentales y las Casa-hogar particulares que ope-
ran bajo la figura de la Asociación Civil (algunas seculares y otras dependientes de órdenes religiosas). Para fines
de este documento usaré el término “casa-hogar” o “albergue” de manera indistinta.

CAPÍTULO v 489
La punta del iceberg: Vulnerabilidad infantil en las Casa-hogar

La carencia de estudios antropológicos sobre las “Casa-hogar” y de documentación


de los diversos riesgos sociales a los que son expuestos los niños que residen en ellos es
preocupante dada la alarmante cantidad de casos de abusos ocurridos en estos organismos
que han sido periodísticamente documentados en todo el país.

En abril del 2007 la noticia relacionada con un internado infantil ubicado en Chalco,
Estado de México, atrapó la atención de los medios de comunicación en México. Más de
600 jóvenes y niñas que vivían en la denominada Villa de las Niñas presentaron repentina-
mente síntomas de un padecimiento que les impedía caminar y apoyarse en sus piernas. La
situación de las jóvenes despertó suspicacias en torno a los sistemas pedagógicos y/o medi-
das disciplinares con las que las religiosas responsables del internado educaban a las niñas
de escasos recursos que habían sido internadas allí por voluntad de sus padres. Primero se
sugirió que se trataba de un caso de histeria colectiva y luego, las autoridades sanitarias del
Estado de México explicaron el caso como producto de un “padecimiento sicogénico de
la marcha” o de un mal denominado “neurosis muscular”. No obstante los testimonios de
profesores que habían colaborado en dicha institución y los de las propias internas daban
cuenta de los excesos disciplinarios cometidos por las religiosas (varias jóvenes afirmaron
que eran explotadas en el internado para la maquila de ropa con jornadas de trabajo exte-
nuantes) el dictamen final sobre el caso determinó incluso que el origen de los males de las
jóvenes estaba “en los conflictos de las familias de que proceden” (sic). Así, en un nebuloso
clima de sospechas y suspicacias, las responsables del internado fueron exculpadas de cual-
quier responsabilidad por los trastornos de las jóvenes. (Fernández, 2007; Excélsior, 2007;
Nuñez, 2007; Tejeda, A. 2007).

Al año siguiente de lo ocurrido en la Villa de las Niñas, en Xalapa Veracruz la prensa


amarillista reportó un caso que, aunque desarrollado y difundido solo a nivel local (Cruz,
2008) tiene semejanzas preocupantes con el denunciado en 2007 en Chalco. En esta oca-
sión, tres mujeres de 12 a 16 años de edad, huyeron de una Casa-hogar, ubicada en la co-
lonia Rafael Lucio. Las niñas acusaron a la responsable del albergue (quien presuntamente
era miembro de una orden religiosa) de obligarlas a vender cierta cantidad de productos y
de amarrarlas a un palo en el centro del patio, tapándoles la boca con cinta canela durante
varias horas cuando no eran capaces de cubrir una determinada cuota de ventas. Pocos días
después de la denuncia, en el mismo medio apareció otra nota que deslindaba a la iglesia
católica de cualquier relación con esa Casa-hogar y que mediante los testimonios de otras

CAPÍTULO v 490
internas pretendía también dar una imagen positiva del funcionamiento del albergue.

Posteriormente, en el año 2008, una niña escapó de una Casa-hogar y denunció


que era víctima de maltrato. Su denuncia se hizo pública a escasas semanas de que la Pro-
curaduría de Justicia del Distrito Federal descubriera anomalías en otro albergue similar
ubicado en la Ciudad de México. El complejo caso de “Casitas del Sur”, donde se hizo un
cateo y no se encontró a una niña que había sido canalizada por la propia PGR, dio lugar a
una averiguación sobre diversos casos de secuestro de infantes y una red de cómplices y de
la grupos religiosos (Iglesia Restaurada) relacionados con estos delitos (Infonor; 2012; El
Universal, 2010; Barranco, 2014).

Más recientemente, a mediados del 2015, la prensa difundió el inaudito caso de un


albergue ocupado por más de 600 personas dirigido por Rosa Verduzco en Zamora, Mi-
choacán. La explotación económica, las violaciones y sistemáticos abusos cometidos en ese
lugar sobre niños, niñas y jóvenes fueron ampliamente documentados en su momento. La
responsable de “La Gran Familia” fue acusada también de participar en el robo y secuestro
de infantes. Asimismo se denunciaros los abusos que sufrieron niños en ese albergue como
resultado de intervenciones realizadas para el tráfico de órganos. La documentación del
caso reveló también una red de personas e instituciones aliadas y protectoras de los intereses
de Rosa Verduzco, así como también la peculiar forma en que esta persona logró acumular
diversas propiedades y bienes. Homicidios, lesiones, tratos cotidianos inadmisibles forman
parte de los testimonios de los niños y jóvenes que se alojaban en ese albergue. La recons-
trucción de este caso es aterradora y dramática. Y no obstante, las diversas denuncias pre-
sentadas por los afectados y la participación de diversos activistas involucrados en el caso,
la responsable de esa Casa-hogar rápidamente reestableció sus actividades y abrió pronto un
nuevo albergue luego del desmantelamiento de su “Gran familia” (Martínez, 2015).

De acuerdo con la información periodística las Casa-hogar de nuestro país han es-
tado involucradas en una serie de anomalías inadmisibles. Dados los vacíos jurídicos y el
descuido institucional de la regulación de los organismos particulares denominados Ca-
sa-hogar, en esos establecimientos los niños son presa fácil de redes de tráfico de órganos,
pederastia, abusos sexuales, secuestros, explotación laboral, maltrato físico y psicológico.

No estoy afirmando aquí que el total de las Casa-hogar que operan en México obe-
dece a este patrón. Desde luego, existen también instituciones de asistencia social que cum-
plen con sus objetivos de tutelaje con regularidad y seriedad. Pero no es posible pasar por
alto la serie de irregularidades y vacíos que se han reportado en torno a estos organismos

CAPÍTULO v 491
pues las arbitrariedades cometidas en ellos lesionan y atentan de forma grave contra los
derechos de la infancia. Los abusos y excesos cometidos en estos organismos no son priva-
tivos de ninguna localidad en particular o de una región. Por el contrario, existen en todas
las latitudes del país y se refieren a una amplia gama de irregularidades que en muchos casos
pueden ser tipificadas como delitos.

Explorando terreno: Avatares del trabajo de campo

Como parte del proyecto sobre niñez y asistencia social que inicié en Xalapa Ve-
racruz, en el 2012, el primer paso fue la búsqueda de contacto con los responsables de
algunos de estos organismos. Inspirada por los resultados de un proyecto piloto llevado a
cabo anteriormente en la ciudad de León, Guanajuato, el estudio desarrollado en Xalapa
buscaba entre otros objetivos profundizar en las características de los hogares de los que
provienen los niños que habitan las Casa-hogar. El inicio del trabajo de campo no pudo ser
más desconcertante. Aunque con algunos matices y sutilezas que resultan irrelevantes para
el problema que nos ocupa lo primero que resulta revelador en esta etapa del trabajo fue la
evasión, la resistencia, el hermetismo e incluso las negativas explícitas de los responsables
de estos organismos que por ningún motivo deseaban ser cuestionados y/o examinados
sobre la naturaleza de su quehacer. Mientras buscaba construir la red de informantes uno
de los responsables de Casa-hogar me dijo explícitamente y de forma tajante: “No sé por
qué lo que hacemos o dejamos de hacer aquí debería de importarle a la UV (Universidad
Veracruzana)” (Diario de campo; 12 septiembre 2012; Xalapa, Veracruz). Otros responsa-
bles de Casa-hogar fueron más sutiles y cuidadosos en sus respuestas pero se mantuvieron
evasivos, postergando o cancelando siempre las entrevistas y mi visita a sus organismos;
eso sin considerar que yo ni siquiera logré proponer la posibilidad de realizar entrevistas
a los niños albergados en sus instituciones y/o el posible contacto con sus padres. Algunos
otros responsables de Casa-hogar respondieron una parte de mis cuestionarios más forzados
por mi presencia o ante la sorpresa intempestiva de mi visita, más que por la convicción de
colaborar con la investigación. El resultado fue que de las 12 Casa-hogar a las que busqué
aproximarme, solo pude ingresar a 2 de ellas. Allí mismo realicé entrevistas a los responsa-
bles de esos organismos, tuve contactos frugales con los niños que allí habitaban, así como
también con algunas de sus madres y pude realizar algunas observaciones muy acotadas
sobre el funcionamiento de los mismos.

Si bien para iniciar el contacto con los responsables de las Casa-hogar mi indaga-

CAPÍTULO v 492
ción era explícitamente formulada en torno a la naturaleza, los orígenes y la trayectoria del
organismo y nunca puse en primer término interrogantes relacionadas con las trayectorias o
estructuras familiares de las que provenían los niños allí albergados, la actitud y la respuesta
a mis iniciativas de parte de los responsables de las Casa-hogar fueron básicamente las mis-
mas. En uno de los albergues la responsable, argumentó que no podía darme “ninguna clase
de información” porque “legalmente estaba impedida para hacerlo”. No obstante, la misma
persona durante una segunda entrevista reconoció que en ese momento los niños que alber-
gaba su organismo habían sido colocados allí por iniciativa de sus padres; quiere decir, que
no se encontraban ahí como el resultado de una disposición legal o mediante una asignación
hecha por el DIF. Estos niños son los que la propia responsable de la Casa-hogar denomina
como “voluntarios”: Están en su Casa-hogar porque sus tutores los condujeron ahí.

Respecto al hermetismo de estos informantes que se resistieron a participar como


tales, destaca un argumento esgrimido por muchos de ellos. En sus propias palabras la ra-
zón del silencio son los niños. Algunos de los responsables de las Casa-hogar, como una
supuesta forma de defensa de la intimidad de los niños ante la intromisión de la etnógrafa
arguyen a la idea de que no se debe de hablar con los infantes sobre sus experiencias de
vida y sus trayectorias, sus relaciones familiares, las razones de su traslado a la Casa-ho-
gar. Todo esto constituye, según ellos, son una especie de tema tabú. Los responsables
sugieren así que el etnógrafo no debe cruzar esta línea que ellos, quienes se asumen como
agentes intermediarios de la experiencia y la voz de los infantes, han trazado entre lo que
se puede nombrar y lo que no. Como si bastara con callar para anular la experiencia de
maltrato que los niños han sufrido en sus propias familias y que los condujeron hacia una
Casa-hogar o que han padecido también durante su experiencia en las diversas Casa-hogar
por las que ha transitado su trayectoria vital. Así, mientras los niños tendrían que ser los
más autorizados para hablar de sus experiencias de vida, los agentes intermediarios que
los tutelan quieren mantener en el silencio y en la oscuridad cualquier cuestionamiento
que promueva y que atienda las voces infantiles. ¿Quién necesita el silencio? El silencio
parece aquí muy vinculado a la necesidad de mentir, de ocultar, de negar, de esconder. Este
silencio promovido y a toda costa salvaguardado por ciertas instituciones se parece mucho
a la mentira. ¿Silenciar la voz del sufriente conduce a la invisibilidad del sufrimiento? El
silencio que oculta colabora con la distorsión de la realidad, con la elaboración de visiones
parciales o con el ocultamiento de la realidad cuyas connotaciones éticas y políticas se
presienten pero nadie quiere asumir.

De esta manera, mientras el maltrato de los niños en nuestro país en esa clase de

CAPÍTULO v 493
organismos es un secreto a voces, un problema de dimensiones obscenas, los intermediarios
que silencian la voz de los niños pretenden disfrazar su voluntad de callar y de ocultar la
realidad bajo un supuesto argumento “ético”: El antropólogo es, según ellos, quien aparece
como un observador impertinente, morboso e insensible ante las necesidades del infante. Si
bien en la antropología suele señalarse el poder que el etnógrafo ejerce sobre el informante
y el caso mostrado aquí parece invertir totalmente esta relación (la etnógrafa podría parecer
“víctima” de la falta de colaboración de los responsables de Casa-hogar) el ocultamiento
de información deja en las sombras a la verdadera víctima de esta relación de poder: lo que
está en juego en este control de la información es la propia vida del niño, la calidad de vida
de quienes habitan las Casa-hogar. Lo que se evidencia en esta relación de poder es la im-
posibilidad que el niño tiene de expresarse, de salir de este tenebroso juego de sombras y
silencios al que se halla sujeto. El niño carece de voz y de credibilidad para denunciar sus
propios malestares, experiencias, aspiraciones y deseos.

A principios de la década de los 60 del siglo XX, Erving Goffman (1961) propuso el
concepto de “institución total” para examinar las entidades en las que se desarrolla la coti-
dianidad de personas que por distintos motivos han sido aisladas de la sociedad mayor. Ya
sea que se trate de enfermos mentales, presidiarios, militares o en el caso de otros internos
que se hallan recluidos por diversos motivos, los espacios de socialización y de interacción
de éstos se restringen al universo abarcado por la institución total. Goffman sugiere que es
preciso reflexionar sobre los modos como el self (o el yo) es forzado, entrenado y castrado
en las instituciones que tienen estos objetivos de confinamiento. La escisión de la sociedad
mayor obliga a la reflexión sociológica; pero también, como me interesa enfatizar a mí, a la
reflexión ética, política y antropológica.

La noción de “institución total” es apropiada para abordar la situación de los niños


que han sido recluidos en las “Casa-hogar” referidas aquí. Aunque se supone que estas
instituciones tienen la función de adoptar las responsabilidades de crianza y socialización
que idealmente tendrían que asumir las familias de origen, en la realidad, sus mecanismos
de operación, las estrategias que adoptan para el “cuidado” de los niños y la calidad ética de
sus acciones son un motivo de preocupación. La realidad es que las Casa-hogar en México
operan en una total impunidad y que tras la cortina de humo bajo la cual ciertas instituciones
buscan evadir la inspección pública, se anida una cloaca estructurada por la violencia, el
abuso, la complicidad y los vacíos o evasiones legales.

A continuación, un extracto de los datos registrados en la prensa relacionados con


los abusos en cuestión:

CAPÍTULO v 494
Cuadro 1. Algunas anomalías reportadas por la prensa en Casa-hogar de México en el 2012

Fuentes, en orden de aparición en el cuadro: Maldonado (2012); Martínez (2012), Carvallo (2011); Huerta (2012)

Cuadro 2. Algunas formas de abuso infantil reportadas en Casa-hogar de México 2009-2012

Fuentes, en orden de aparición en el cuadro: Spiller (2012), Nuñez (2007), Del Toro (2010)

CAPÍTULO v 495
Resultados

En México no hay información estadística sobre los niños que viven internos en
las Casa-hogar. No hay un censo que identifique el total de niños que están bajo esta
situación8 y tampoco existen contabilidades del total de Casa-hogar que hay en el país.
Para la ciudad de Xalapa, en el 2011 el DIF reconoció solo la existencia de tres Casa-ho-
gar particulares, que se sumaban a la Casa-hogar a cargo del propio DIF, cuya sede se
ubica en la capital veracruzana (Radio Ver-info, 2011). En el estado de Veracruz, el mis-
mo organismo estima la existencia de más de 300 albergues en la entidad (Veracruz in-
forma, 2012). No obstante, hay que decir que este cálculo abarca no solo las Casa-hogar
que alojan a niños, sino a un conjunto de albergues disímiles y heterogéneos (entre ellos
se cuentan los dedicados a la rehabilitación de adictos de diversos rangos de edad, los
albergues para mujeres que desean interrumpir el embarazo, o para mujeres maltratadas,
entre otros). Por otra parte, el INEGI (2011) sostiene que la población interna en algún
tipo de Casa-hogar para niños en el estado asciende a 752 personas9. Sin embargo, los
cálculos que yo he realizado como parte de esta investigación sugieren que en el estado
de Veracruz, en el presente, hay por lo menos 1,000 niños viviendo sólo en las denomi-
nadas “Casa-hogar” que responden al perfil del universo de estudio contemplado por este
proyecto.

Pero tener una visión más realista de la envergadura de este fenómeno, implica
tomar una visión diacrónica y de conjunto. Según mis estimaciones y con base en lo
que se ha reconstruido mediante la recopilación de la prensa, en el Estado de Veracruz
hay por lo menos media centena de estas instituciones (Mapa 1. Municipios de Vera-
cruz con casa-hogar infantiles). Muchas de estas Casa-hogar en el estado de Veracruz
tienen décadas de haber sido fundadas 10; lo que nos obliga a pensar que en realidad,
los niños que en algún momento han sido alojados en estas instituciones rebasan con
mucho el millar.

8
Si bien las Casa-hogar y el conteo de su población quedan agrupadas bajo el concepto de “viviendas colectivas”
que el INEGI registra en cada censo nacional, hay que decir que la clandestinidad en la que operan estas institu-
ciones y la falta de un censo oficial producido por las propias instituciones responsables del cuidado de la niñez,
como el DIF, se traduce en un marcado subregistro.
9
Esta fuente retoma los datos del Censo de población del 2010. En ella se indica que la cifra mencionada, abarca
las personas que viven casas hogar para menores, orfanatorios o casas cuna en Veracruz.
10
Como ejemplo de ellos, destaca la Casa-hogar Gastón-Melo fundada en 1934 en Xalapa y la Casa-hogar Laura
María Castillo, abierta en 1959 en Minatitlán.

CAPÍTULO v 496
Mapa 1. Municipios de Veracruz con casa-hogar infantiles

Las estimaciones de niños residentes en Casa-hogar sugieren la fragilidad y la preca-


riedad de las estructuras y los lazos de familia11 que han ocurrido a través de generaciones,
aunque en condiciones estructurales cambiantes. Un problema central para enfatizar aquí es
que estos organismos han operado prácticamente en la arbitrariedad y bajo el resguardo de un
Estado omiso y negligente. Si bien en el año 2012 en el estado de Veracruz fue aprobada la Ley
bajo la cual el DIF tendrá facultades para vigilar y sancionar la operación de estas instalaciones
(Gaceta Legislativa, 2012), hay infinidad de denuncias de las arbitrariedades y abusos a los que
suelen ser sujetos los niños alojados en estos organismos, tanto en los gubernamentales como
en los particulares12.

Ahora bien, respecto a las trayectorias de los niños que habitan en Casa-hogar debemos

11
No estoy proponiendo en modo alguno que este es un fenómeno exclusivo ni privativo de la entidad o de la
capital veracruzana; por el contrario, hay que recordar que la asistencia social para la infancia tiene este tipo de
albergues en todo el país y que los antecedentes de la beneficencia religiosa que se ha ocupado de los niños es
sumamente antigua.
12
Solo en el estado de Veracruz en años recientes hay por lo menos 10 Casa-Hogar con denuncias por abusos de
diversa índole con especial énfasis en los abusos sexuales. Si hubiese condiciones para ampliar la mirada a las
Casa-hogar en el país el recuento sería escalofriante.

CAPÍTULO v 497
tomar en cuenta dos situaciones distintas: i) Existen los niños que son llevados al DIF por de-
nuncias de maltrato familiar cuya tutela se encuentra sujeta a algún tipo de proceso legal; ii)
Están por otro lado, los niños que los responsables de las Casa-hogar denominan “voluntarios”
(sic); es decir, los que han sido colocados en estas instituciones por la decisión de sus propios
tutores (cuya situación también es motivo de un análisis a profundidad).

Los responsables de Casa-hogar tienen visiones distintas acerca de las causas que con-
ducen a los niños a estas instituciones: unos señalan las condiciones de pobreza y desempleo,
pero otros acusan negligencia, descuido o abandono premeditado de parte de los tutores que,
según estas versiones, no necesariamente ocurren en condiciones de pobreza extrema sino que
pueden revelar simplemente negligencia o desapego13.

En general, como ya he señalado, quiero enfatizar el hecho de que tanto hombres como
mujeres, los niños que viven en alguna Casa-hogar viven en un desamparo total: Son niños
obligados a trabajar, a compartir creencias; sufren explotación sexual, económica y maltratos
de toda índole. Por último, también hay que aclarar que las irregularidades relacionadas con las
Casa-hogar no son privativas de los organismos privados sino que también se han documentado
en instituciones gubernamentales14.

Conclusiones

Es evidente la necesidad de conocer a profundidad las estructuras familiares de las que


provienen los niños que residen en casa hogar. Es necesario conocer las trayectorias individua-
les y familiares que conducen a estos niños a los albergues en donde son expuestos a diversas
formas de riesgo. La antropología social cuenta con todo el bagaje y las herramientas necesa-
rias para hacer esto; profundizando en las estructuras familiares en cuestión, situándolas en los
contextos amplios de marginación en los que ciertos grupos sociales prevalecen, escuchando
las voces de los niños que son sujetos a estas acciones arbitrarias. Hablar de la vulnerabilidad
infantil conduce necesariamente a la reflexión sobre estructuras familiares; es necesario, pa-
ralelamente profundizar en el estudio de las nociones de paternidad y maternidad que están
relacionados también con identidades de género; comprender la naturaleza o las condiciones

13
90% de los niños que reciben en Conecalli, la Casa-hogar establecida por el DIF en Xalapa provienen de una
situación de violencia familiar, hogares que han incurrido en omisión de cuidados, de padres que están privados de
la libertad o de abandono deliberado. Fuente: Diario de campo. Entrevista con la Procuradora de la Defensa del
Menor, el Indígena y la Familia del DIF Estatal, Adelina Trujillo Landa, 22 de octubre 2012, Xalapa, Ver.
14
Durante el 2012 se denunció a funcionarios del DIF de Guadalajara involucrados en adopciones ilegales. (Spi-
ller, 2012).

CAPÍTULO v 498
que le dan fragilidad a la filiación familiar, documentar y reflexionar sobre las consecuencias
de las formas de socialización en las que están creciendo estos niños, por mencionar los más
obvios. Todo esto es parte de una agenda que es importante desarrollar por razones académicas
y también por razones de convicción que apelan al ejercicio de los derechos humanos.

Hay un problema muy grave en la sociedad mexicana si los organismos presuntamente


orientados a la tutela infantil se reservan el derecho de informar de sus actividades a la sociedad.
El hermetismo de estos organismos sugiere que hay mucho que esconder. Paradójicamente, los
informantes que se niegan a hablar en este caso, dicen más con su silencio de lo que quizá sería
posible advertir si aceptaran abrir las puertas de sus instituciones. La lectura de este hermetismo
no deja lugar a la confusión. El mensaje es muy claro y se corresponde con los vacíos legales
que en este momento prevalecen en torno a la operación y regulación de estos organismos en
nuestro país.

CAPÍTULO v 499
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CAPÍTULO v 502
La violencia de género desde un enfoque
filosófico-feminista

Karla Jhoana Núñez Sandoval15


Resumen: El presente artículo aborda críticamente la violencia de género y explora la idea de


que ésta sienta sus bases en diversos mitos que operan como verdaderos en el entramado so-
cial. Los mitos que se toman y analizan son de origen judeo-cristiano: Eva, Lilith y María. Y la
postura es que éstos parecen otorgarle “modos y formas de ser” a las mujeres, como si fuesen
características esenciales, de modo tal que las encasillan y no les permiten pensarse ni concebir-
se de otras maneras. El eje teórico para hablar de violencia es el texto de La dominación mas-
culina de Bourdieu, también se comparten las ideas respecto a los mitos que propone Simone
de Beauvoir en el Segundo Sexo y se retoman análisis de diversas filosofas feministas españolas
contemporáneas con respecto a la ilustración inconsecuente representada por Rousseau, pues
se señala cómo a partir de la falacia naturalista y de la diferencia de los sexos, considera la
inferioridad de las mujeres, no sólo en sentido físico sino también en el moral. Se ensaya la
idea de que, con una posición atravesada por la perspectiva de género feminista, retomando las
aportaciones de la feminista mexicana Marcela Lagarde, se puede desmontar todos esos discur-
sos bajo los cuales los mitos operan y dan lugar a la dominación y ejercicio del poder de una
masculinidad hegemónica, que resulta en violencia. Y así poder pensar una sociedad más justa,
igualitaria y democrática.

Palabras Clave: Violencia, dominación, mitos, perspectiva de género, poder

Summary: This article critically discusses gender violence and explores the idea that this has
its basis in various myths that operate as true in the social fabric. The myths that are taken and
analyzed are of Judeo-Christian origin: Eve, Lilith and Mary Virgin. And the position is that
they seem to give “ways and means to be” women, as if they were essential characteristics, so

15
ENMSI, Universidad de Guanajuato.

CAPÍTULO v 503
that the pigeonhole and not allow them to think or be conceived in other ways. The theoretical
axis to talk about violence is the text of “Male domination” of Bourdieu, ideas are also shared
about the myths proposed by Simone de Beauvoir in “The Second Sex” and analysis of various
Spanish feminist philosophers contemporary are retaken with respect to the illustration Rous-
seau inconsequential, as noted how from the naturalistic fallacy and the difference of the sexes,
considers the inferiority of women, not only in the physical sense but also in the moral. the idea
being tested, with a bisected by the prospect of feminist gender position, returning the contri-
butions of Mexican feminist Marcela Lagarde, can be removed all those speeches under which
the myths operate and give rise to domination and exercise of power a hegemonic masculinity,
resulting in violence. And to think a more just, equal and democratic society.

Keywords: Violence, domination, myths, gender, power

La violencia de género es una de las problemáticas urgentes que como sociedad debe-
mos eliminar, pero para ello necesitamos abordarla críticamente desde una perspectiva que per-
mita visualizar los discursos de poder que legitiman dicha violencia. Estos discursos son los que
para Foucault operan como “dispositivos”, es decir, como mecanismos de poder que producen
una disposición en los individuos y los podemos encontrar en todo el entramado social, por lo
tanto, en prácticamente cualquier manifestación de la actividad humana. En palabras de Luisa
Posada, “como constructo de una red discursiva que forman los saberes y los poderes en cada
momento histórico” (Posada, 2008). Este constructo implica la desigualdad de los sexos, que
hoy desde una concepción feminista podemos analizar a través del concepto Género, entendido
como “(…) la construcción diferencial de los seres humanos en tipos femeninos y masculinos.
El género es una categoría relacional que busca explicar una construcción de un tipo de dife-
rencia entre los seres humanos. (…) La diferencia sexual no es meramente un hecho anatómico,
pues la construcción e interpretación de la diferencia anatómica es ella misma un proceso histó-
rico y social (…)” Benhabit (2006 citada por Posada, 2015, p. 36). Y que, como señala Marcela
Lagarde, explícita una crítica a los aspectos nocivos, destructivos, opresivos y enajenantes que
se producen por la organización social basada en la desigualdad, la injusticia y la jerarquización
política de las personas basada en el género (Lagarde, 1996, p. 2). Por lo que esta categoría
permite desmontar la legitimación de la violencia de género, ya en su manifestación simbólica,
ya en su manifestación física y que se ha erigido en el sistema patriarcal.

Cabe aclarar, que por violencia de género se entiende, al menos para fines de este traba-
jo, como la violencia ejercida hacia las mujeres en cualquiera de sus formas: baja intensidad o
alta intensidad, la primera atiende al orden de lo simbólico, psicológico, etc., y la segunda, a la
que desemboca en eventos luctuosos. Y que, como afirma Ana de Miguel, retomando a su vez

CAPÍTULO v 504
a la filósofa feminista Celia Amorós quien sostiene que “una sociedad igualitaria no produciría
la marca de género, por lo que el mismo concepto de género remite al de patriarcado, a que las
relaciones de género son relaciones de poder”, claro que ello no significa que nos neguemos a
propuestas como las de Alicia Puleo sobre la implicación de ambos sexos. Así pues, la intensión
de este artículo es abordar la violencia de género desde una mirada crítica y hacer patente aque-
llo que no sólo es legitimado, sino que está naturalizado y así poder desarticular los discursos
que la sostienen.

Mitos que operan en el carácter simbólico de la violencia que se ejerce contra las mujeres

Para comprender el orden simbólico vamos a recurrir al trabajo realizado por Pierre
Bourdieu. Para él, dicho orden se entreteje a partir del sentido dóxico y del consenso práctico
que estructura la vida cotidiana; pues es en ésta donde desemboca la asimilación de las rela-
ciones de poder, dando lugar a que las mujeres queden atrapadas, es decir, un entramado social
que establece y eterniza un estado de dominación por parte de la masculinidad hegemónica que
produce y reproduce el patriarcado y donde aquellas se ven mermadas. Para este autor, las es-
tructuras de dominación son “el producto de un trabajo contingente (histórico por tanto) de re-
producción al que contribuyen los agentes singulares (entre los que están los hombres, con unas
armas como la violencia física y la violencia simbólica) y unas instituciones: Familia, Iglesia,
Estado.” (Bourdieu, 2000, p. 50). Y es que el patriarcado ha permanecido en la cúspide de la
dominación gracias al poder que se ejerce a través de los discursos que edifican estas institucio-
nes. Contribuyendo a la percepción y apercepción del mundo bajo esquemas que perpetúan la
dominación de una sola e indiscutible masculinidad.

Para que lo dicho se concrete, “Los dominados aplican a las relaciones de dominación
unas categorías construidas desde el punto de vista de los dominadores, haciéndolas aparecer
de ese modo como naturales” (Bourdieu, 2000, p. 50). Los sujetos de dominación piensan en
términos de quien domina, pues sus categorías cognitivas están permeadas por la dominación.
Por ejemplo, la construcción de género a partir de la división sexual de las y los sujetos, y de
la realidad, ocasiona que las mujeres tengan una visión disminuida de sí mismas, mientras que
los varones se ven engrandecidos. Y esto lo podemos visualizar en las sociedades patriarcales,
puesto que está presente en los hábitos, anulando así la voluntad y la libre elección. Las normas
sociales y morales de conducta en estas sociedades son ejemplo de ello, ya que mientras a las
mujeres se les atribuye como características esenciales-ontológicas en su versión “positiva”, la
sumisión, la capacidad de hacerse cargo del cuidado de las y los otros, la debilidad, las guar-

CAPÍTULO v 505
dianas de la moralidad y de la ciudadanía (como afirmó el filósofo de la “igualdad” Jean Jaques
Rousseau); y en su visión negativa, aparecen como brujas, zorras, prostitutas e incitadoras
del pecado, etc. En cambio, a los varones, se les considera como, y en el mismo tenor de la
“esencialidad”: fuertes, bruscos, inocentes, incapacitados para el cuidado, tanto propio, como
el de las y los otros, pero que, paradójicamente, tiene la gran capacidad de ser el proveedor y
protector de la familia. Y esto, marca el comportamiento de las mujeres y los varones en su des-
envolvimiento social. No es de extrañarse que muchas de las mujeres, en un país como México,
se dejen la vida en el cuidado de sus hijos y en atender y estar al servicio de su marido. O bien,
varones que se “mueren por ser hombres” y lo hacen literalmente, tal como lo expresa Figueroa
en su texto “¡Eso de jugar a ser hombre…es algo que a veces duele!”.

Ante lo descrito sólo podemos preguntarnos ¿cómo o bajo qué condiciones han opera-
do (y siguen haciéndolo) estos discursos legitimadores? Para Bourdieu, la fuerza simbólica se
ejerce directamente en los cuerpos, es decir, está inscrita en lo más profundo de ellos. Y actúa
sin realmente llegar a ser conocimiento ni voluntad, pues se reconoce más bien en la práctica
perpetuando la dominación. Y es que esta fuerza simbólica se encuentra instaurada e incrustada
en los cuerpos y en la sociedad, desde nuestro parecer, a partir de algunos mitos que operan bajo
los discursos de la moralidad, de las instituciones y por supuesto, de agentes particulares. Mitos
que sobreponen lo masculino ante lo femenino, provocando así una relación de dominación de
los primeros con respecto a las segundas. Actuando así, desde la violencia simbólica. A través
de los mitos parece que

[…] la dominación masculina tiene todas las condiciones para su pleno ejerci-
cio. La preminencia universalmente reconocida a los hombres se afirma en la
objetividad de las estructuras sociales y de las actividades productivas y repro-
ductivas, y se basa en una división sexual del trabajo de producción y repro-
ducción biológico social que confiere al hombre la mejor parte, así como en los
esquemas inmanentes de los hábitos (Bourdieu, 2000, p. 49)

Revisemos algunos mitos. En El segundo Sexo texto de Simone de Beuavoir, se abordan


el tema de los Mitos. Ella parte de que los Mitos han sido contados por los varones, sobre todo
porque a partir de ellos, se erigen como lo Uno o lo Esencial, poniendo a las mujeres como
Lo Otro o lo Inesencial, de esta manera ejercen el poder y una relación de dependencia de las
mujeres con respecto a los hombres.“La historia nos presta que los hombres siempre han ejer-
cido todos los poderes concretos; desde los primeros tiempos del patriarcado, han juzgado útil

CAPÍTULO v 506
mantener a la mujer en un estado de dependencia; sus códigos se han establecido contra ella; y
de ese modo la mujer se ha constituido concretamente como lo Otro” (Beauvoir, 2013, p. 139).

Por ejemplo, en los mitos sobre la creación de origen judeo-cristiano. Eva, dice Beau-
voir, no ha sido moldeada al mismo tiempo que Adán, ni siquiera del mismo barro, fue más
bien, extraída, sin nacimiento autónomo, y, por tanto, no tiene su origen en sí misma, sino en
su esposo, pues Dios decidió crearla para salvarlo de su soledad. Es una “presa privilegiada”.
El varón, puede, es más, está en completo derecho de poseer carnalmente a la mujer, se realiza
en la posesión y ahí alcanza su libertad. Y en este derecho “divino”, pues ha sido otorgado por
Dios, queda establecido su poder. ¿Cómo se lleva a cabo este poder? Parece que la docilidad
propia de una “naturaleza” brindada por Dios, hace que las mujeres encuentren su “lugar” sólo
a través de su marido, en tanto que su existencia fue forjada a partir de las necesidades de una
“compañera”. Además, como su nacimiento no es autónomo, tampoco lo es su existencia, por
lo tanto, requiere de un ser protector “su marido”. Dando lugar y fuerza a la concepción de un
matrimonio monogámico y patriarcal, en el que la obediencia y la fidelidad son los “valores”
predominantes, claro está, por parte de las mujeres.

Estos mitos, han permeado las leyes a través de la historia, causando males terribles.
Por ejemplo, Constantino el Grande, el primer emperador cristiano, obligó ejecutar a su esposa
por infidelidad. Es más, en Europa, por influencia del Derecho Romano se estaba permitido la
venganza privada como castigo para la adultera. Esto en la Lex Julia romana, más tarde con el
Código Justiniano, se “reguló” de manera que el marido engañado no podía asesinar de mane-
ra impute a la mujer. Según lo recogido por José Antonio y Miguel Lorente Acosta, el marido
debía de dar tres avisos escritos y atestiguados a la adultera, y si después de esos tres avisos les
volvía a encontrar en la cama, podía matar al amante, no así a la mujer. Encontramos también
en el texto de estos autores que, durante la Baja Edad Media, hacia el 654, en caso de adulterio
femenino, esterilidad femenina, o delitos contra la vida del marido, legalmente el varón tenía la
opción de uxoricidio privilegiado o no punible o a su esclavización o venta. Parece ser que ya
en la Alta Edad Media, aunque las diferencias entre mujeres y varones existen, siendo injustas
para las mujeres, se encontró que las fuentes eclesiásticas insistían en que el marido burlado
no debería matar a “su” mujer ni a su adelante, so pena de ser considerado asesino, es decir,
no se consiente la venganza privada. Y, pese que a las leyes jurídicas lo permitiesen, las leyes
de la iglesia lo condenaban. Sin embargo, esto no quiere decir que las relaciones entre mujeres
y varones sean más justas. Pues para los cristianos el valor moral de las mujeres depende del
cumplimiento de sus “deberes” en tanto que esposas. Y es que esta concepción del matrimonio
ha mermado y perpetuado el poder masculino sobre las mujeres a tal grado que, en términos

CAPÍTULO v 507
sexuales, ha habido (y lo sigue habiendo), abusos y violaciones hacia las mujeres, pero parece
que la “posesión carnal”, implica adueñarse de un territorio que le pertenece, pues como vimos,
su existencia es por mor de la del varón, a quien le debe obediencia absoluta. Para ejemplificar
tomaremos un fragmento medieval que se cita en Agresión a la mujer; Maltrato, violación y
acoso de Geoffrey de la Tour de Landry, una moraleja educativa.

Este es un ejemplo para que toda mujer sufra y aguante pacientemente, para
que no pelee con su esposo o le conteste ante extraños, como hizo una vez una
mujer que contestó a su marido ante extraños con malas palabras; él la tumbó
con su puño; con el pie le pegó en la cara y le rompió la nariz. Desde entonces
tuvo la nariz deforme lo que le estropeaba y le desfiguraba la cara; no enseñaba
su cara por vergüenza, polar estar marcada desfavorablemente. Esto le vino por
la lengua que usó para hablar a su marido o mejor, amo ya que a este se debe
(Lorente y Lorente, 1999, pp. 15-16)

También podemos recordar a Santo Tomás de Aquino, quien afirmaba “La mujer está
sujeta a las leyes de la naturaleza y es esclava por las leyes de las circunstancias…la mujer está
sujeta al hombre por su debilidad física y mental”. (Lorente y Lorente, 1999, p. 16). Por ello,
el maltrato físico y mental hacia las esposas es visto como castigo y control del matrimonio. Es
entonces, a partir de la producción y reproducción de este discurso, que si bien, pudo haberse
transformado, sigue presente hoy en nuestra sociedad. Es tan así que muchas mujeres no de-
nuncian violaciones, así como ningún tipo de violencia que los maridos ejercen sobre ellas, por
considerarlas “normales”, pues es el deber de esposas. Y es que la mayoría de veces ni siquiera
se plantean como conductas violentas, pues como dice Bourdieu, al ser parte de las estructuras
cognitivas, es la única manera en que se percibe y apercibe el mundo.

Dentro de las diversas versiones del Génesis, encontramos también el de Lilith, la prime-
ra esposa de Adán, de origen sumerio-babilónico. Lilith fue creada del mismo barro que Adán,
pero se negó a yacer sobre él, pues pensaba que, si habían sido creados como iguales, debían
hacerlo en posiciones iguales. Adán se negó y ella lo abandone y se refugió en una cueva en el
Mar Rojo. Adán la acusó con la deidad, y ésta envío a tres ángeles, quienes la amenazaron para
que regresara con Adán, ella aun así se negó, fue condenada “morirían cien de sus hijas cada día”
y ella dijo que su venganza sería matar a todos los hijos de Adán. Ahora bien, ¿qué representa
Lilith y cómo se actualiza al día de hoy? A partir del mito, Lilith es representada de diversas
maneras, tiene la imagen de una mujer hermosa, pero que se convierte en monstro, es pues, el

CAPÍTULO v 508
monstro de la lujuria pues ínsita a los santos hombres al pecado, mata a los niños y odia a las
embarazadas. Siendo así la actora del mal.

Lilith, lo mismo que Eva son el mal y la perdición de la humanidad, significan la podre-
dumbre y el pecado. La primera por negarse ante los deseos y designios de Adán, y la segunda
por desobedecer y desafiar a Dios al comer del árbol de la ciencia. “En el Zohar (obra principal
de la Cábala), se hace referencia a Lilith como la perversa, la falsa, la ramera e, incluso, la negra.
Es importante conocer, a la hora de analizar la demonización de la figura de Lilith que el Talmud
hebreo narra su encuentro y posterior unión con el ángel Samael, que se rebeló contra dios, y
a quien el cristianismo denomina Satán.” (Golrohk, 2009, p. 231). Con ello, vemos entonces,
que las mujeres, tienen una doble significación a partir de esos mitos, ya que o están sujetas a
la disposición de sus maridos, obedientes y dóciles, porque a pesar de que Eva desobedeció a
Dios y probó el fruto del árbol del conocimiento, tentada por la serpiente, siguió a su marido tras
la condena de Dios. O bien, son unas brujas, lujuriosas que incitan al mal. Según Tertuliano,
recuperado por Simone de Beauvoir en el Segundo Sexo: “¡Mujer! Eres la puerta del diablo. Tú
has persuadido a aquel a quien el diablo no osaba atacar de frente. Por tu causa hubo de morir el
hijo de Dios, deberías de ir siempre vestida de luto y harapos”. (Tertuliano citado por Beauvoir,
2013, p. 170).

Para seguir esta idea, basta con revisar novelas, pinturas, películas, etc. Vemos, por ejem-
plo, que, en su representación de la pérdida del Paraíso de Miguel Ángel, a la figura de Lilith,
que aparece mitad serpiente y mitad mujer inclinada hacia Eva. Por otro lado, pero en la misma
tradición cristiana, nos encontramos con la figura de María, es decir, la madre sumisa, primera
mujer que es admirada por ser humillada por el hijo, es decir, por Cristo, al ser llamada Mujer
para fomentar su humildad. María es considerada como la fuente sellada, en la que sólo puede
entrar el Espíritu Santo, lo que significa que es su “esposa fiel, santuario de Dios en tanto que
Santísima Trinidad. María, a diferencia de Lilith y Eva, posee un cuerpo místico, es decir, está
cubierto de pureza, no necesitó ser tocado para ser fecundado, pues fue obra y gracia de Dios
Espíritu Santo. Ella, por su bondad, lo amamantó, alimentó, cuidó, educó, lo escondió durante 30
años, y finalmente, sufrió su muerte. “La virginidad de María tiene sobre todo un valor negativo:
Aquella por la que la carne ha sido rescatada, ya no es carnal; no ha sido tocada ni poseída. (…)
Así, pues, María no ha conocido la mancilla que implica la sexualidad” (Beauvoir, 2013, p. 174).

En María se exalta la imagen de Mujer-Madre, a costa de la negación de ser esposa y su


glorificación depende de su subordinación. Y al arrodillarse ante Jesús, su hijo, reconoce, dice
Beauvoir, su inferioridad. Esto es la supremacía masculina triunfante, es la” rehabilitación de la
mujer mediante la realización de su derrota” (Beauvoir, 2013, p. 174). La imagen de la virgen

CAPÍTULO v 509
María es la que representa hoy la idea de una buena madre, es decir, una mujer que sufre, que se
humilla, que es capaz de dejarlo todo ante el beneficio de sus hijos. Y que, jamás es pensada por
éstos en el terreno sexual, pues como María, sucede que a la figura de las madres se le incorpora
lo místico. La única reivindicación de la Mujer es, pues, en el sentido de que es Madre, sólo así
es querida y respetada, digna de amor. “Sólidamente asentada en la familia, en la sociedad, de
acuerdo con las leyes y las costumbres, la madre es la encarnación misma del Bien: La Natura-
leza de la cual participa (la de Lilith y la de Eva)16se hace buena; ya no es enemiga del espíritu
(…)” (Beauvoir, 2013, p. 175).

Estas mujeres representan imágenes arquetípicas: la esposa, la madre y la lujuriosa o


prostituta. Y una vez más, basta sólo adentrarnos en las narrativas literarias o fílmicas, en las
artes plásticas, etc. Así, pues, los mitos le otorgan su estatus ontológico, que es, por supuesto
incuestionable. Pues aun cuando en los años cincuenta Simone de Beauvoir puso sobre la mesa
de discusión, qué significaba eso de ser mujer en un marco existencialista-fenomenológico, y
soltó aquella afirmación Ne nait pas femme, on le devient, parece ser que seguimos pensando
en términos medievales: la esencia precede a la existencia. Y esto, lo vemos reflejado en el
comportamiento cotidiano, pues es uno de los discursos que operan y bajo el cual se juzga la
“moralidad” de las mujeres.

Ahora bien, ¿cómo es que la categoría de género, en tanto que es una categoría de aná-
lisis, nos permite abordar críticamente este discurso que opera como “criterio de verdad”? El
análisis de género, según Marcela Lagarde, es un puente entre la teoría de género y la perspectiva
de género derivada del feminismo. La cual permite hacer una crítica al mundo androcéntrico y
patriarcal, lo que llevó a visualizar a la otra parte de la población que no había sido tomada en
cuenta. Dando lugar a una configuración nueva de la historia del pensamiento, de la subjetividad,
de la cultura y del entramado social. La categoría de género nos permite pensar una sociedad
diversa compuesta de mujeres y varones, aunque también hace visible, como ya hemos dicho, la
dominación de la masculinidad hegemónica.

La fuerza más importante, como afirman tanto Lagarde como Bourdieu, es que es parte
de la constitución del mundo de la vida, de lo que les circunda; es parte de su configuración. Y en
este sentido, configura también una “identidad de género” que se aparece como incuestionable.
Es precisamente lo “incuestionable” del comportamiento o ethos asignado a estas identidades,
lo que el feminismo puso en tela de juicio. Y es que desde sus inicios ilustrados problematizó la
“naturaleza” que se les atribuían a las mujeres, y que, no les permitía un destino distinto a sus

16
La aclaración es nuestra.

CAPÍTULO v 510
labores de casa y de cuidadora, negándoles así derechos políticos. Es justo esto lo que señaló
en 1791 la jacobina Olympe de Gouge en “La declaración de los derechos de la mujer y de la
ciudadana” en la que señaló de manera concreta la igualdad política entre mujeres y varones.

ARTÍCULO I

La mujer nace libre y permanece igual al hombre en derechos. Las distinciones


sociales sólo pueden estar fundadas en la utilidad común.

ARTÍCULO II

El objetivo de toda asociación política es ña conservación de los derechos natu-


rales e imprescindibles de la Mujer y del Hombre; estos derechos son la libertad,
la propiedad, la seguridad y, sobre todo, la resistencia a la opresión

ARTÍCULO III

El principio de toda soberanía reside esencialmente en la Nación que no es más


que la reunión de la Mujer y el Hombre: ningún cuerpo, ningún individuo, puede
ejercer autoridad que no emane de ellos.

ARTÍCULO IV

La libertad y la justicia consisten en devolver todo lo que pertenece a los otros;


así, el ejercicio de los derechos naturales de la mujer sólo tiene por límites la ti-
ranía perpetua que el hombre le opone; estos límites deben ser corregidos por las
leyes de la naturaleza y de la razón.

ARTÍCULO V

Las leyes de la naturaleza y de la razón prohíben todas las acciones perjudiciales


para la Sociedad: todo lo que no esté prohibido por estas leyes, prudentes y di-
vinas, no puede ser impedido y nadie puede ser obligado a hacer lo que ellas no
ordenan. (de Gouge citado por De Martino et Bruzzese, 1971, p. 213).

O la Vindicación de los Derechos de la Mujer de Mary Wollstonecraft: Pero si las muje-


res deben de ser excluidas, sin derecho a la palabra, de la participación en los derechos naturales
de la humanidad, demostrad en primer lugar, para evitar la acusación de injusticia y de incohe-
rencia, que carecen de razón, de otra manera, este fallo de vuestra NUEVA CONSTITUCIÓN
mostrará siempre que el hombre debe, de cualquier manera, actuar de tirano, y la tiranía, en cual-
quier parte de la sociedad, ostenta su insolencia, pone en peligro la moralidad. (Wollstonecraft

CAPÍTULO v 511
citada por de Martino et Bruzzese, 1971, p. 221).

Parecía que la revolución democrática de la modernidad, ésa que sentó las bases de teo-
rías como las de Rousseau no era tan democrática e igualitaria como se planteaba, ya que no
tomaba en cuenta a la mitad de la población. Y el fundamento fue la “naturaleza”, ya decía Sartre
en El existencialismo es un humanismo, que los filósofos del siglo XVIII, fracasaron en el querer
renunciar a la idea de Dios, ya que siguen pensando en términos de naturaleza como algo innato,
es decir, que la esencia precede a la existencia.

Ahora bien, Rousseau, afirma Cristina Sánchez (2008), como todos los contractualistas
ilustrados, parte de un estado de naturaleza para poder deducir el pacto entre los ciudadanos y del
Estado que resulta de dicho pacto. La naturaleza describe las características de los sujetos, y en
este sentido podemos hablar de una ontología regional. Para él el Estado de Naturaleza se aúna
al desarrollo histórico con un cierto al principio, hay un aislamiento individual y aquí parece que
no existe diferencia entre lo masculino ni lo femenino. Pero luego, cuando los sujetos comienzan
a agruparse, como consecuencia, surge la familia y también aparece la diferenciación y la asig-
nación de roles correspondientes según lo femenino y lo masculino. Confinando a lo femenino a
espacio “privado” y otorgándole al masculino el espacio “público”.

Cada familia vino a ser una pequeña sociedad [...] Y fue entonces cuando se estableció
la primera diferencia en la manera de vivir de los sexos, que hasta ese momento sólo habían
tenido una [...] Las mujeres se hicieron más sedentarias y se acostumbraron a guardarla choza
y los hijos, mientras que el hombre iba en busca de la subsistencia común (Rousseau citado por
Sánchez, 2008, p. 21).

En una tercera fase de la historia y tras la aparición de la propiedad privada, se instaura,


ya como natural, la familia de orden patriarcal. Donde las mujeres, de acuerdo a su “naturaleza”,
producto de la división sexual del trabajo, diríamos también con Engels, se van quedando en una
posición inferior y dándole al varón posición superior. Esta naturaleza, es entonces, producto de
la división de los órganos sexuales, de sus funciones: reproductoras.

El origen del espacio público se encuentra en el contrato social, que instaura un pacto
entre iguales —un pactum unionis— de carácter democrático, mientras que el espacio privado
presenta su origen en un contrato sexual de subordinación—pactum subjectionis. El contrato
social es, por tanto, aquel que se realiza entre los que son iguales —los varones—, mientras que
las mujeres, al no ostentar el atributo de la igualdad, sino que, como señala Amorós, son hete-
rodesignadas como las idénticas, quedarán excluidas como sujetos del contrato, aunque no así

CAPÍTULO v 512
como objetos de transacción de éste. (Sánchez, 2008, p. 22)

Lo anterior nos lleva a pensar que, para Rousseau, el atributo de igualdad, sólo se da
entre varones y que como afirma Cristina Sánchez, el único papel que tiene la mujer en la cons-
trucción de la república es desde el espacio privado, desde el lugar que le es natural, quedando
así excluidas del contrato. Ya que el espacio público, recién conquistado, sólo le pertenece a los
“iguales”, a los que sí participan en el contrato, en la conformación del Estado.

¿Podría olvidar a esa preciosa mitad de la república que hace las dulzuras de la otra,
y cuya dulzura y sabiduría mantienen la paz y las buenas costumbres? Amables y virtuosas
ciudadanas, el destino de vuestro sexo será siempre gobernar el nuestro. ¡Dichoso él, cuando
vuestro casto poder, ejercido solamente en la unión conyugal, no se deja sentir más que para
la gloria del Estado y la felicidad pública! [...]. A vosotras corresponde mantener siempre, con
vuestro estimable e inocente imperio y con vuestro espíritu insinuante, el amor a las leyes en
el Estado y la concordia entre los ciudadanos [...] Sed, pues, siempre lo que sois, las castas
guardianas de las costumbres y los dulces vínculos de la paz, y continuad haciendo valer en
toda ocasión los derechos del corazón y de la naturaleza en provecho del deber y de la virtud
(Rousseau en Sánchez, 2008, p. 23).

Vemos pues, como es que a través de la naturaleza que le es propia a las mujeres, se le
niega el espacio público y, por tanto, los derechos políticos. Aunado a esto y gracias al análisis
que hace Sánchez, se muestra también que la obra de Rousseau reproduce algunos de los mitos
de los que hablamos líneas arriba. A veces le otorga adjetivos que exaltan su moralidad, sus vir-
tudes, que, por supuesto se miden desde la esfera privada-doméstica, es decir, si cumplen con sus
funciones naturales como el cuidado y la formación de buenos ciudadanos, ¿y qué es esto sino
una combinación del mito Eva, la esposa y María, la humilde mujer que se deja a sí misma ante
el cuidado de los hijos?

En otras partes de su obra, se encuentran también, elaboraciones de una naturaleza sujeta


al desorden y al deseo, que, sólo puede ser contenida en el matrimonio, claro está, por el marido
(Cobo, citada por Sánchez, 2008). Aquí podemos decir claramente que se trata del mito de Lilith,
la mujer lujuriosa, deseosa y desordenada. Aquella que no aceptó su destino, orden impuesto por
la divinidad, rompiendo la sujeción con respecto a su marido: Adán. Aunque evidentemente el
ideal de la mujer, será el la esposa-madre que cuida y forma buenos ciudadanos en la república.

Pero además esas apariencias revierten en pro del ideal de domesticidad patriarcal que
Rousseau propugna: mujeres castas y modestas, dedicadas de por vida al mantenimiento de los

CAPÍTULO v 513
valores de la vida privada, pues para ellas «no hay una moral adecuada fuera de la vida domés-
tica» (Carta a D’Alembert) (Sánchez, 2008, p. 25)

Sim embargo, es particularmente en El Emilio o de la Educación, dice esta autora, donde


presenta los modelos de la masculinidad y feminidad, la primera representada por Emilio y la
segunda, por Sofía. El primero, se rige por su autonomía moral y respecto a la segunda, su moral
depende de sus virtudes “naturales” domésticas. Porque él sustenta que las diferencias anatómi-
cas influyen en la moralidad.

Estas relaciones y diferencias deben ejercer influencia en lo moral [...] de esta diversidad
nace la primera diferencia notable entre las relaciones morales de uno y otro. El uno debe ser
activo y fuerte, y el otro pasivo y débil. Es totalmente necesario que uno quiera y pueda; basta
que el otro resista poco. Establecido este principio, de él se sigue que la mujer está hecha espe-
cialmente para agradar al hombre [...] Convengo en que ésta no es la ley del amor, pero es la de
la naturaleza, anterior al amor mismo (Emilio o de la Educación en Sánchez, 2008, p. 23).

La perspectiva de género feminista permite hacer visible aquello que parecía invisible y
que es el sustento del patriarcado. Permite mostrar la desigualdad de los géneros y las inequida-
des que resultan de ello, para desarticularla a través del análisis crítico, que como vemos con la
obra de Rousseau, podemos decir que su argumentación, recae en la falacia naturalista y que su
posición frente a las mujeres es completamente anti-ilustrada. Ya que lejos pensarlas desde su
individualidad, personas autónomas, libre pensadoras o sujetos políticos, las concibe en términos
de sujeción.

Gracias a esta visión, podemos hablar de caminos más justos y poder pensar en alter-
nativas a las creencias y mitos que reproducen la desigualdad y la sujeción, pero que, además,
sustentan la violencia no sólo en el orden simbólico sino también físico, como hemos visto hasta
ahora. Claro que permite también, “en medio de incomprensión y hostilidad, incluso de acciones
anti-perspectiva de género recrudecidas, las políticas públicas, los procesos participativos im-
pulsados por las mujeres tienen a las mujeres como protagonistas, destinatarias y beneficiarias.”
(Lagarde, 1996, p. 5) Sin embargo, aquí se considera que la perspectiva de género feminista,
no debe perder nunca la mirada crítica que la ha caracterizado desde sus inicios, para así evitar
sentarse sobre las estructuras establecidas por el patriarcado.

CAPÍTULO v 514
Obra citada

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Mala gobernanza como contexto de la
vulnerabilidad y violencia. La política de
“bloqueo” como recurso de los pobres

Julio Ulises Morales López17

Resumen: Son numerosos los autores que señalan al Estado-nación como uno de los principa-
les responsables de la proliferación de desigualdades, pobrezas y violencias en las sociedades,
dado que en la ejecución de políticas económicas y sociales ha imperado un método sistemá-
tico de ejercer gobernabilidad e imponer arbitrariamente ciertos designios a cualquier costo.
En este sentido se pueden traducir estas acciones como elementos que permitan visualizar el
comportamiento del Estado y sus sub poderes internos desde el concepto de mala gobernanza
del autor Luc Reychler, (2003 y 2006), siguiendo la premisa de que la mala gobernanza, de-
prime la actual realidad de los gobernados; el presente texto intenta exponer que esta forma
de gobierno evidencia procesos de reducción de “capacidades” y “activos” (Nussbaum y Sen,
2004) (González de la Rocha, 2012) con los que cuentan los grupos vulnerables, lo anterior crea
ambientes propicios para la violencia directa (Galtung, 2005), resultando un potente obstáculo
para cualquier tipo de iniciativas que busquen cambiar la realidad social, asi mismo la violencia
afecta radicalmente a los colectivos vulnerables y erosiona aún más su endeble realidad. Por lo
tanto, con la mala gobernanza no solo se crean ambientes ecosociales contrarios a la paz, sino
que, además, constituye el rompimiento del tejido social creando polarización y aumento de
conflictos y violencias.

Palabras clave: mala gobernanza, vulnerabilidad, violencia.

Summary: Numerous authors point out the nation-state as one of the main responsible for the
proliferation of inequality, poverty and violence, as when executing their economic and social
policies has prevailed in a systematic method of exercising governance and arbitrarily impose

17
Cátedra CONACYT-CIESAS Pacífico Sur Correo. Email: jumoraleslo@conacyt.mx

CAPÍTULO v 516
their plans to any cost. In this way, we can translate their actions into elements that allow us
to address the performance of the state and its sub internal powers from the concept of bad
governance author Luc Reychler (2003 and 2006), under the premise that poor governance not
only depresses the current reality of the governed, but also the present text tries to explain that
this form of evidence government reduction processes “capabilities” and “active” (Nussbaum
y Sen, 2004) (Gonzalez de la Rocha, 2012) at their disposal groups vulnerable foregoing create
enabling environments for direct violence (Galtung, 2005), resulting in a powerful obstacle to
any initiatives that seek to change the social reality as well that violence affects more radical
vulnerable groups form and further erodes his puny reality. Therefore, with poor governance
not only contrary to peace social environments are created, but also the breakdown of the social
relationships creating polarization and increased conflict and violence.

Keywords: Bad governance, vulnerability, violence

El presente escrito es una primera aproximación para analizar el concepto de mala go-
bernanza18 y aplicada a un contexto sociocultural de vulnerabilidad y violencia; representa una
búsqueda de explicaciones para comprender el deterioro de la calidad de vida de algunas pobla-
ciones como resultado de procesos intencionados, no directos o invisibles, pero de igual forma
con enormes repercusiones humanas. Se analiza desde el estudio de un caso en la cabecera del
municipio de Monjas en Oaxaca donde los procesos llevan a esta población pobre a confrontar
violencia con más violencia, evidenciando procesos estructurales que subyacen al interior del
estallido visible de un conflicto. La investigación, desde una mirada diacrónica y procesual
analiza la escalada del conflicto en las violencias invisibles que emanan del Estado y los gobier-
nos locales; (quienes permean los ambientes ecosociales) hasta la violencia directa por parte de
los sujetos organizados. Se muestra en el estudio de caso -con investigación etnográfica- las ac-
ciones de bloqueos carreteros como estrategia de confrontación política desde las capacidades
colectivas o sociales de los pobres. Los “piqueteros” o quienes bloquean vías de comunicación
reconocen a esta actividad como un recurso estratégico que en colectividad inmediatamente
reposiciona simbólica y políticamente su postura de subordinación confrontando violencia es-
tructural y cultural con violencia directa (violencia con violencia).

El Exsecretario de la Organización de las Naciones Unidas ONU Kofi Annan (1997-


2006) llegó a afirmar durante su cargo que “la gobernabilidad es tal vez el factor más importan-
te para erradicar la pobreza y promover el desarrollo”; desde este sentido, el fenómeno del desa-
rrollo humano no es simplemente un asunto de índole social, económico y tecnológico: es desde

18
La intención del escrito es centrarse en el concepto de mala gobernanza; no es interés realizar una discusión
conceptual de gobernanza, para ello se recomienda: Von Haldenwang (2005) Gobernanza sistémica y desarrollo
en América Latina. En Revista CEPAL 85, abril. ONU.

CAPÍTULO v 517
luego, un problema institucional y político. Si continuamos con esta idea entonces muchos de
los problemas del desarrollo derivan del fracaso o debilidades de la gobernabilidad. Según in-
dicaciones del Banco Mundial (BM) no existen países que tengan altos ingresos per cápita y al
mismo tiempo bajos niveles de gobernabilidad, para el Grupo Banco Mundial (GBM) hay una
conexión inextricable entre la falta de un buen gobierno y la pobreza persistente, es decir, que
el nivel de confianza en las administraciones político-institucionales se relaciona directamente
con los niveles de calidad de vida, pobreza y vulnerabilidad de la población, de esta forma, un
buen gobierno resulta siempre una decisión económica apropiada.

Para Gabriel Kessler (2014) la desigualdad que derivada de la pobreza debe reflexionar
sobre causas y consecuencias; así como también en la interrelación de dinámicas con otros
temas, así que es necesario proponer una mirada multidimensional de la desigualdad desde
conceptos como exclusión, pobreza, bienestar y condiciones de vida general, ya que mien-
tras los primeros se vinculan con procesos más genericos los segundos permiten apreciar más
claramente la situación de las poblaciones más vulnerables. -continua el autor- una vez que
adoptemos una mirada multidimensional se deben buscar profundizar en determinados temas o
nichos de análisis, pero sin perder su imbricación interrelacionada.

Pobreza y vulnerabilidad

La pobreza fue hace varias décadas una categoría cuantitativa para determinar el desa-
rrollo de una nación o región a través de condiciones meramente económicas, como fueron el
Producto Interno Bruto PIB, el Ingreso Per Cápita y el llamado coeficiente de Gini el cual es
usado para medir la desigualdad en los ingresos, pero igualmente puede ser usado para medir
todo tipo de desigualdad. Sin embargo, estos sistemas arrojaban un gran número de interro-
gantes pues se advirtió que los pobres están ligados a los estándares de ingresos/egresos de las
naciones, pero no de la manera tan determinante como se creía, pues lo pobres se encontraban
envueltos en procesos diferenciados a otras categorías analíticas que no pueden caber única-
mente en los estándares cuantitativos nacionales.

A pesar de estas mediciones de pobreza que sostienen sus fundamentos socioeconómi-


cos, existen otras conceptualizaciones más amplias, para Amartya Sen la pobreza se refiere a
“la privación de capacidades básicas y no meramente como falta de ingresos” (2000, p. 114), el
autor advierte que la atención de la pobreza no debe estar en los ingresos sino de una forma más
integral en la carencia de oportunidades y capacidades ya que esto permitirá comprender mejor

CAPÍTULO v 518
la pobreza; de este modo, la falta de ingresos suficientes puede ser una característica básica
para la falta de capacidades, así pobreza y capacidades están interrelacionadas, por lo tanto, Sen
construye una propuesta de pobreza basada en capacidades:

1) Sin duda la pobreza se identifica como la privación de capacidades; las privaciones


son intrínsecamente importantes a diferencia del ingreso que es instrumentalmente im-
portante.19

2) No solo la falta de ingreso influye en la privación de capacidades, existen otros facto-


res, de este modo el ingreso no es el único factor que genera capacidades.

3) La relación entre los ingresos y la privación de capacidades varía entre comunidades


y familias, o de unos individuos a otros, así de esta forma, la influencia del ingreso en
las capacidades es contingente y condicional (2000).

La capacidad de una persona se refiere o corresponde a la libertad que tiene para llevar una
determinada clase de vida elegida (Nussbaum y Sen, 2004), para Nussbaum (2000) las capacida-
des humanas es lo que se es capaz de hacer y ser de una manera informada hacia una vida digna,
dichas capacidades están fundadas en los principios y expectativas de cada persona para lograr ese
fin. De esta forma, la “pobreza real” –según Sen- representa la privación de capacidades.

Para Mercedes González de la Rocha (2014) pobreza “es un concepto de naturaleza


estática y alude a una situación de privaciones o carencias (de ingresos y en la satisfacción de
necesidades básicas y derechos fundamentales -educación, salud, vivienda) en un momento de-
terminado en el tiempo. Mientras que por su parte el concepto vulnerabilidad alude a procesos
y, por lo tanto, forma parte de un enfoque diacrónico que privilegia el análisis de los cambios
en el bienestar” (2014, p. 3). Según esta autora, la concepción de pobreza proviene de una mi-
rada descriptiva de las condiciones a las que aspira un nicho socioeconómico -por ejemplo, una
familia-, en cuanto a ingresos y necesidades básicas por debajo de una línea de pobreza. Por su
parte, la vulnerabilidad evidencia las transformaciones e impactos que determinadas estructuras
e instituciones económico-sociales causan en colectivos sociales en diferentes ámbitos de la
vida social; por lo tanto, el concepto de vulnerabilidad posee un carácter de un mayor potencial
heurístico (González de la Rocha, 2014).

19
El autor en esta parte de su obra no utiliza la palabra ingreso, sino el concepto de renta la cual concibe al prin-
cipio del libro (página 36) enlazada a la palabra riqueza, pero he parafraseado renta por ingreso para enfatizar en
el nexo entre pobreza y capacidades.

CAPÍTULO v 519
Una atención especial a estos conceptos nos la ofrece Caroline Moser (1996) quien al
hablar de pobreza y vulnerabilidad enfatiza en fijar mayor atención en lo que los pobres poseen y
no tanto en lo que carecen, de esta forma, se habla de estrategias en que los hogares administran
sus activos para mitigar las contrariedades. Entonces la vulnerabilidad social para Moser es el
conjunto de limitaciones o desventajas para acceder a nuevos activos o usarlos, así desde este
enfoque, las políticas sociales deben ser centradas en la promoción de oportunidades para las fa-
milias pobres para acceder a nuevos tipos de activos y a sus fortalecimientos (Moser, 1988; citada
por Leandro González, 2009, p. 16).

Por vulnerabilidad entiéndase según Moser los procesos existentes en condiciones de po-
breza desde una perspectiva no estática sino a través del tiempo, está vinculado con la sobrevi-
vencia, seguridad y autoestima. Vulnerabilidad es definido como bienestar individual, de hogares
o comunidades de cara a los cambios del ambiente. “Los cambios en los entornos amenazan el
bienestar ecológico, económico, político y social y estos tienen muchas formas de impactos, ten-
dencias a largo plazo o ciclos, así se da el riesgo de incertidumbre disminuyendo la autoestima”
(Moser, 1996, p. 24), así mismo para esta autora, la vulnerabilidad esta cercanamente relacionado
con la propiedad de los activos. Las personas que más activos o capacidades tienen son menos
vulnerables, si es mayor la fragilidad de los activos de las personas mayor será su inseguridad.

Para hablar sobre los activos Rubén Kaztman (1999) los conceptualiza como recursos
con los que cuentan o pueden acceder los hogares, así como las estrategias en que los usan para
afrontar condiciones de pobreza incluyendo las capacidades que tienen los grupos para convertir
los recursos en activos que mejoren el aprovechamiento de las oportunidades en cualquiera de los
ámbitos en que estos grupos tengan pertinencia: el mercado, el Estado o la sociedad. Así para el
autor:

i. El nivel de vulnerabilidad de un hogar -que se refiere a su capacidad para controlar


las fuerzas que lo afecta- depende de la posesión o control de activos, esto es, de los
recursos requeridos para el aprovechamiento de las oportunidades que brinda el me-
dio en que se desenvuelve.

ii. Los cambios en la vulnerabilidad de los hogares pueden producirse por cambios
en los recursos que posee o controla, por cambios en los requerimientos de acceso a
la estructura de oportunidades de su medio o por cambios en ambas dimensiones. Un
caso particular, pero muy frecuente, es un cambio asincrónico donde los requerimien-
tos de acceso a las nuevas estructuras de oportunidades se modifican a mayor veloci-

CAPÍTULO v 520
dad que la que utilizan los hogares para generar los recursos para su aprovechamiento
(1999, p. 8).

De esta forma, la vulnerabilidad depende de las capacidades o activos con los que cuen-
tan los pobres, sus familias y comunidades ya que dichos recursos pueden ser convertidos en
procesos que reditúen en argumentos económicos o simbólicos que permitan mejorar su situación
de bienestar; sin embargo, tanto para el enfoque de pobreza como para el de vulnerabilidad hay
una contienda procesual entre el portafolio de recursos con los que cuentan los pobres en sus en-
tornos, así como en los cambios o transformaciones impuestas por los mismos, de esta manera la
vulnerabilidad es el resultado de una multiplicidad de procesos históricos que en el campo social
están en constante movimiento. Lo que en esta investigación interesa es conocer los movimientos
de los recursos derivados de una gobernabilidad no ideal para estos colectivos, ya que coloca
nuevas inequidades dentro de las arenas sociales ocasionando procesos violentos y conflictivos
redefiniendo procesos políticos hacia el interior de los grupos.

Violencias y mala gobernanza

En el texto la importancia central la tiene el concepto de mala gobernanza, pero antes


de entrar en cuestión sobre dicho concepto, es necesario contextualizar sus orígenes teóricos
y conceptuales no hilados con los sistemas político-administrativos, sino desde la teoría de
conflictos. De esta forma sus orígenes se encuentran en los trabajos de las violencias directas
e indirectas; un autor que ha profundizado desde hace décadas en dichos conceptos es Johan
Galtung, su prolija y cuantiosa obra ha depurado argumentos para hablar de una epistemo-
logía de la paz o los estudios para la paz en la cual se ha cimentado su teoría de conflictos.
Galtung ha enfatizado en cómo las sociedades legitiman el uso de las violencias; para este au-
tor, la violencia se define como las afrentas evitables a las necesidades básicas, que rebajan o
disminuyen el nivel real de satisfacción de las necesidades por debajo de lo que es potencial-
mente posible. Describe tres categorías globales o supratipos de violencias: violencia directa,
violencia estructural y violencia cultural, las cuales formarían un triángulo de procesos que
se transforman en un triángulo de la violencia, pero siempre corroborándose mutuamente. El
carácter temporal de estas violencias es un recurso fundamental para hablar de las transfor-
maciones, ya que la violencia directa es siempre un acontecimiento, la violencia estructural
es un proceso y la violencia cultural es una constante, de esta forma, las tres constituyen un
círculo vicioso que puede perpetuarse (Galtung, 2003).

CAPÍTULO v 521
Violencia según Galtung (Autoría propia)

Será siempre un proceso, se refiere a la negación de necesidades o insatisfac-


ción de las mismas; es un tipo de violencia no visible que degrada la calidad de
Estructural vida física, mental y espiritualmente derivado de los componentes desiguales
de la estructura opera con cuatro segmentos: la penetración, segmentación,
marginación y fragmentación

Será siempre una constante, se define como cualquier aspecto de una cultura
susceptible de ser utilizado para justificar o legitimar la violencia directa o es-
tructural. Son aspectos de una cultura no la cultura en sí misma.
Cultural
La violencia cultural hace que la violencia directa o la violencia estructural
aparezcan cargadas de razón “al menos no malas”. Se mantiene constante en el
tiempo y permite ligeras modificaciones

Será siempre un acontecimiento, es un acto de violencia visible que en consen-


Directa
so atenta contra la calidad de vida de manera física.

De esta tres, solo la violencia directa es visible, y las otras dos suelen mantenerse in-
visibles a las acciones cotidianas y resultan aceptadas socioculturalmente, y aunque lo visible
de la violencia directa es muy contundente, las violencias estructurales y violencias culturales
pueden ser aún más perversas. Galtung fundamenta sus reflexiones de las violencias indirectas
sobre los sistemas de control, subordinación y poder que instrumentalizan las violencias cul-
turales y estructurales. Por lo tanto, el autor hace una aseveración tajante para unificar en un
corpus analítico entre conflictos y desarrollo: “la violencia genera siempre más violencia”, ya
que la violencia es una privación de necesidades y esta será siempre considerada grave, man-
tendrá como una posible reacción la violencia directa, pero también la frustración, trauma y
sometimiento, polarizando dos extremos del conflicto entre experimentar la violencia directa y
vivir sometidos a un cúmulo de violencias indirectas, o sistematizar la violencia directa y actuar
contra ella como un recurso para librarse de las otras violencias indirectas.


Figura: Triángulo de la violencia (tomado de Galtung; 1998, p. 2)

CAPÍTULO v 522
El triángulo de la violencia puede generar triángulos viciosos pues violencias visibles
corroboran las invisibles reforzando la violencia cultural y estructural. Por su parte, ya que la
violencia estructural es un proceso que construirá ratificaciones, ésta presenta el lado más per-
verso del sistema de la violencia al enraizar sometimientos procesuales entre agentes históricos
y temporales, de esta forma, por ejemplo, la pobreza y la vulnerabilidad se constituyen como
entes de dominación y de colonización entre quienes infringen y quienes resisten los embates
de esta violencia. Desde la perspectiva de Galtung la pobreza es una forma de violencia y aquí
encontramos uno de los aportes conceptuales básicos de dicho autor, ya que él no confunde la
guerra con la violencia directa (visible), de esta forma, la paz no es solo la ausencia de guerra
(violencia directa) sino también, el correcto manejo que se da para controlar las posibilidades
de que dichas violencias tiendan hacia una escalada; explica el autor: “es ingenuo confundir la
ausencia de violencia con la paz” (1998, p. 1) ya que ésta supuesta paz pueden ser momentos
intersticiales entre las futuras guerras; de esta forma, “la paz” se convierte en un fuerte obstá-
culo para la paz. Sin embargo, los elementos característicos de la pobreza como son: represión,
miseria, desnutrición, violaciones a derechos humanos, insatisfacción y rompimiento de rela-
ciones sociales armoniosas resultan el sustrato generador de violencia y conflicto, ratificando a
la pobreza una forma de violencia estructural por sí misma.

La violencia estructural no es un concepto sencillo que se use para nombrar determinado


contexto o realidad hasta convertirlo en un concepto “manejable”, lo fundamental de éste es la
forma en que opera la estructura para existir y perpetuarse bajo lineamientos invisibles e insti-
tucionalizados, normalizando sistemas injustos y desiguales, además de notorios desequilibrios
del poder contra determinados o reiterados grupos, no se trata solo de observar al Estado-na-
ción como único enemigo del desarrollo y cuyo ejercicio del poder resulta contradictorio hacia
los colectivos pobres, sino de señalar elementos internos en los sistemas de gobernabilidad
que producen y reproducen contextos nocivos erosionando los activos con los que cuentan los
pobres, al agregar elementos de mayor violencia a su vulnerabilidad. Lo estructural debe ser
acompañado de una crítica a los sistemas operantes de las políticas públicas, los ejercicios judi-
ciales-legales, administrativos e institucionales en todos los ámbitos de las estructuras políticas
emanadas de los Estados-nación que permitan abordar comprensiones de las formas en que
actúa las violencias invisibles y sus principales comportamientos.

De esta forma, basado en las ideas de Galtung, el autor Luc Reychler (2003, 2006a,
2006b) ha trabajado la definición de mala gobernanza (bad governance)20 la cual proviene de un

20
Si además de las ideas heredadas por Galtung en sus estudios para la paz, debiéramos enmarcar una línea analí-
tica donde está posicionado el concepto de mala gobernanza, este sería la construcción de paz sostenible o

CAPÍTULO v 523
depurado análisis de la violencia; por lo tanto, el autor expresa que la efectividad de las políticas
de prevención de la violencia para su correcto funcionamiento deberán contemplar una serie de
énfasis como: a) un cambio en la estrecha definición de violencia y su abordaje, b) mayor aten-
ción a la violencia invisible; c) la inclusión de la violencia intencionada y la inintencionada,
d) el esfuerzo empático hacia comprender la violencia, e) la conciencia de la interdependencia
de la violencia en diferentes sectores y diferentes niveles (Reychler et al; 2004, citado por Rey-
chler, 2006a, p.136).

Hace casi medio siglo, existió una estrecha conceptualización de la violencia que ha
considerado todo lo que no es violencia física como pacifico o no violento, sin embargo, el
autor (Reychler) expresa que es necesario un depurado análisis para abordar desde ámbitos
cuantitativos y cualitativos los significados de las violencias para determinar grupos y áreas
susceptibles donde la violencia se manifiesta como nichos significantes en cinco grupos:

-Primeramente, la violencia física que es la forma visible advertida como: muerte,


mutilación, desnutrición, guerra, destrucción, tortura, necesidad de refugio, etc.

-Segundo, la identificación de las estructuras de discriminación incrustadas en los


sistemas políticos, sociales y económicos, en cada una de las arenas de acción como
son: a) la existencia de patrones desiguales de distribución del poder, de la salud y
de los estatus respectivos, b) la relativa facilidad en que los sujetos pueden acceder
a los recursos de poder, salud y estatus de significados pacíficos.

-Tercero, la fundamental importancia de la violencia psicológica y su significado


de acción hacia los sentimientos y las mentes de los sujetos, esto puede originar va-
rios comportamientos como: a) deshumanización, b) aumento de la angustia, miedo
y estrés, c) conformismo, d) sentimiento desempoderante o pérdida de poder, e)
refuerzo del enojo y la revancha; y f) desesperanza. De esta forma, la violencia
psicológica crea comportamientos violentos que disminuyen la resistencia de otros.

-Cuarto, los cuadros de los recursos culturales de la violencia, y en este sentido el


papel de la religión como sistema usado para justificar la violencia, el papel de los
medios de comunicación para incrementar el conflicto y su escalada; la distinción
que hace Galtung entre el periodismo de paz/conflicto, guerra/violencia como argu-
mentos positivos y negativos entre los impactos políticos y psicológicos en que los
medios cubren o descubren el conflicto.

sustainable peace building, siendo un renovado campo de estudios que profundiza en nuevas críticas y re concep-
tualizaciones de la paz y los conflictos, con énfasis en las estrategias perdurables de paz. Sin embargo, por motivos
de espacio en este escrito, este campo de investigación e intervención no será desarrollado. Se sugiere consultar a
Tom Keating y Andy Knight (2004).

CAPÍTULO v 524
-Quinto, la mala gobernanza (bad governance) como origen de violencia. Mala go-
bernanza en las acciones y niveles nacionales e internacionales, que son una de las
mayores causas de violencia en el mundo (Reychler, 2006a, traducción propia)

Para Reychler desde los sistemas de gobierno se estructura la violencia inadvertida esta-
blecida en políticas incorrectas ocasionando un ambiente de violencia y tolerancia de la violencia
directa. La mala gobernanza puede tener muchos rostros y ocasionar seis tipos de ambientes:
a) pobres administraciones políticas basadas en la inexperiencia y la ignorancia, b) corrupción
e impunidad, c) indiferencia y negligencia, d) codicia y autointerés e) ignorancia y estupidez f)
ideología de una pobre gobernanza; y g) ambiente de violencia e inseguridad. De esta forma, se
contrarrestan las buenas acciones que puedan existir por parte de los diferentes actores y explica
las escasas consecuencias positivas de las políticas de intervención. Para el autor citado la mala
gobernanza en los ámbitos nacional e internacional son el origen de la violencia en casi todo el
mundo, y dicha violencia generada puede ser una constante en la vida de determinados grupos, ya
que tiene la facultad de convertirse en violencia inadvertida, intencional o violencia colateral, de
esta forma, la mala gobernanza no solo puede asesinar, sino que también, “puede anular las bue-
nas intenciones o actos de las políticas de mercado y del fracaso de las políticas de intervención”
(Reychler, 2003, citado por Reychler, 2006ª, p. 139, traducción propia).

También, la mala gobernanza posee la capacidad de reproducirse hacia el interior de las


sociedades por todas las instituciones con las que se relaciona, en muchos sentidos, es propulsora
y resultado de la violencia cultural. Para Reychler la atención deberá centrarse en lo no visible de
la violencia (estructural, psicológica y cultural) ya que estas son un tipo de violencias tabú (taboo
violence) basado en políticas incorrectas que muestran lo grave de ese “déficit global democráti-
co” que el mundo vive actualmente.

La pobreza, por ejemplo, es una de la formas de violencia indirecta más numerosa, para
Zakaira (2005 citado por Reychler 2006b) más de 1 billón de personas viven con un dólar al
día, y 2.8 billones sobreviven con menos de dos dólares al día; en los países del llamado Tercer
Mundo la pobreza ocasiona una mala calidad de vida y propensión de muerte, en este sentido, por
ejemplo: los medios de comunicación atienden más interés en formas de violencia directa como
el terrorismo, guerras y conflictos armados, pero las muertes por terrorismo pueden contabilizarse
en un aproximado de 5,000 al año, y las muerte por la lucha contra el terrorismo en 500, 000 al
año, pero la violencia estructural que causa sufrimiento y carencias a lo largo de la vida reduce la
vida de cientos de millones y la mala gobernanza reduce las expectativas de al menos 1.5 billo-
nes de personas al año. En comparación con el terrorismo, por ejemplo, ésta manifiesta acciones

CAPÍTULO v 525
claramente identificables, pero la mala gobernanza tiene distintas facetas y termina por disolverse
en acciones cotidianas pero transcendentales, además la mala gobernanza puede vincularse con
violencia y muertes directas al propiciar relaciones con el crimen organizado (Reychler, 2006b).

También autores como Soleil-Frére Marie (2013) estudian los procesos de violencia en
países en vías de desarrollo derivados de vicios o desaciertos de los sistemas de gobierno, mos-
trando los excesos, inexperiencia e insensibilidad al ejecutar decisiones que impactan en millones
de personas, como es el caso de países africanos, mostrando una estrecha relación del conflicto y
la violencia con la insatisfacción hacia los líderes y la gobernabilidad que ejercen. En países de
África la suma de las vulnerabilidades y la mala gobernanza está siendo la causa de las principales
revueltas y manifestaciones violentas contra las autoridades, estos reclamos son derivados de la
pésima gestión en los recursos naturales, las malas decisiones políticas que originan crisis econó-
micas y una falta de compromisos reales para mitigar las desigualdades (Ould-Abdallah, 2009).

El concepto de mala gobernanza ha sido retomado por los investigadores para aproximarse
a la comprensión de la violencia directa o física, como sistema de atención hacia la construcción
sostenible de la paz, evidenciando que los actores deberán comprender que la paz es un procesos
multidimensional y procesual más que un estadio espacio-temporal, desde este sentido, sin preten-
der agotar la discusión sobre la vulnerabilidad y profundizar en las diversas formas, estrategias
y acciones que los sujetos realizan para confrontar su condición, el debate avanzará hacia las
acciones de la política local y los impactos derivados, ya que las características de las políticas
provenientes de los Estados deberían cimentar procesos institucionales que permitan evidenciar
una real construcción de paz, comenzando por comprender y combatir lo que aquí se ha descrito
como una mala gobernanza.

Metodología de investigación

La investigación se desarrolló mediante trabajo de campo etnográfico en el municipio de


Monjas y con residencia en el municipio de Miahuatlán de Porfirio Díaz ubicado en la Sierra Sur
de Oaxaca, durante el conflicto y posterior a éste (marzo-junio 2015). Se realizaron entrevistas a
actores del conflicto, tanto a integrantes de la comunidad de Monjas como a los automovilistas
afectados, se profundizó una herramienta a la que nombré la “historia del conflicto” donde por me-
dio de la investigación de campo se trató de hilar el conflicto de manera procesual y retrospectiva,
similar a la historia de vida a modo en que la etnografía multisituada de George Marcus (2001)
propone “sigue la persona” o “sigue la cosa”, en este caso se “siguió el conflicto”.

CAPÍTULO v 526
Contexto de Oaxaca y el municipio de Monjas

Según datos del Consejo Nacional para la Evaluación de la Política de Desarrollo Social
CONEVAL, en el 2012 el porcentaje de población en situación de pobreza en el estado de Oaxaca
fue de 61.9 por ciento, que equivale a 2,434,600 personas. El número de personas en situación
de vulnerabilidad por carencia social fue de 1,025,000, la pobreza moderada fue de 1,518,000, en
pobreza 2,435,000 y casi 1 millón de personas en pobreza extrema (CONEVAL, 2013). Los datos
anteriores resultan abrumadores cuando asociamos que el total de la población para el año 2010
fue de 3,801,000 personas (INEGI, 2010). Aquí debemos reflexionar entre las características de
quienes sufren en mayor medida los efectos de la mala gobernanza, y ser conscientes que para mi-
llones de personas en situación de vulnerabilidad la mala gobernanza es un tema de vida. Oaxaca
está considerado como uno de los estados con mayor desigualdad y menor Índice de Desarrollo
Humano IDH junto a estados como Chiapas, Guerrero y Veracruz, con respecto a la tasa de mor-
talidad infantil estatal es de 21.9 solo superado por Chiapas 23.89 y Guerrero 24.43 (CONAPO,
2005). A su vez, los municipios con mayor porcentaje de presencia indígena son los que presentan
IDH medio bajo y bajo predominantemente, de esta forma según CONAPO en Chiapas y Oaxaca
más de la tercera parte de su población vive en municipios con IDH bajo o medio bajo, en contras-
te, por ejemplo, con la Ciudad de México donde en todas las delegaciones el IDH es alto.

Con 13.4 % en Índice de corrupción Oaxaca es la cuarta entidad del país con más corrup-
ción, solo superada por el Distrito Federal, el Estado de México y Guerrero (en ese orden), ya que
desde el año 2001 en que se realiza este conteo la entidad de Oaxaca ha tendido a empeorar seve-
ramente solo superada en la tendencia por el estado de Guerrero (Índice Nacional de Corrupción
y Buen Gobierno; 2010), dicho Índice categoriza la corrupción en ámbitos civiles, pero también,
relacionado con las funciones institucionales y de políticas públicas, trámites relacionados con
todas las instancias públicas y de los programas destinados para grupos con vulnerabilidades espe-
cíficas como son: Progresa, PROCAMPO, Adultos mayores, etc. Dentro de estos ámbitos llaman
la atención la corrupción relacionada con la atención de servicios básicos como son el fomento al
empleo, la educación y salud pública.

Lo descrito anteriormente, puede darnos un panorama del por qué Oaxaca es tierra fértil
para la proliferación de conflictos. Oaxaca es el lugar geográfico en México donde la política de
bloquear vías de transito es una estrategia recurrente ante un conflicto. En esta entidad en años
recientes los innumerables problemas ocasionados por un igual número de circunstancias han
traído como resultado la socialización de los bloqueos o piquetes carreteros; diversos actores des-
empeñan roles diferentes en esta puesta en escena cotidiana, resultando incluso un acto recurrente
en algunas etapas de vida de la mayoría de las y los oaxaqueños. Por ejemplo, las notas y reporta-

CAPÍTULO v 527
jes periodísticos a diario vienen acompañados de reseñas de bloqueos vinculados con demandas
sociales y políticas, sin afán de extenderse más en este sentido, cabe recordar el fuerte conflicto
violento del año 2006 entre lo que se llamó la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca APPO,
contra las elites gobernantes-empresariales quienes controlaban los sistemas policíacos trayendo
como resultado pérdidas humanas, multiplicidad de heridos y una población polarizada de forma
preocupante durante los 7 meses de conflicto (De Castro S., 2006).

Por su parte Monjas21, es un pequeño municipio de 2,568 habitantes (INEGI, 2010) ubicado
en la región Sierra Sur, perteneciente al Distrito electoral de Miahuatlán de Porfirio Díaz, su activi-
dad principal es la agricultura y por la cercanía de 9 kilómetros depende de la economía de Miahuat-
lán, tiene una ubicación estratégica en infraestructura ya que por su territorio está establecida la
carretera estatal Oaxaca-Pochutla siendo esta una de las principales vías para acceder a la Costa del
Pacifico Sur, donde se implementa gran actividad económica de acceso a la Sierra Sur con actividad
en los recursos forestales y sobre todo derivado del turismo de playa. Al ser un territorio sin grandes
alturas orográficas la agricultura es la actividad predominante de forma histórica y en menor medida
el comercio y la migración, por lo tanto, resulta fundamental el cauce del Rio Miahuatlán que corre
dentro de los límites territoriales y del cual se proveen de agua para un gran número de actividades.

Monjas presenta severas desigualdades propias de municipios con alta población indígenas
de la Región Sierra Sur22, según datos del CONEVAL el porcentaje de personas en situación de
pobreza es de 86.4 %, una población del 100 % posee alguna carencia social, 95.9 % con alguna
carencia de acceso a los servicios básicos. Cuenta con tres escuelas de educación primaria, dos se-
cundarias y no cuenta con escuelas media superior o superior. En cuanto a los datos de desarrollo y
marginación según la Secretaria de Desarrollo Social SEDESOL presenta un grado de marginación
de muy alto, y un grado de rezago de alto, considerada una Zona de Atención Prioritaria donde ope-
ran programas sociales como Prospera (antes Oportunidades) y Cruzada contra el hambre, la tasa de
mortalidad infantil de este municipio es de 34.16 superando la media estatal que es de 21.91.

Estudio de caso

El día 27 de marzo de 2015 a las 8:20 am cerca de una centena y media de pobladores
acompañados de las autoridades municipales del ayuntamiento de Monjas inician un bloqueo

21
Según datos del Ayuntamiento, el municipio fue fundado hacia 1601 adquiere su nombre toponímicamente gra-
cias a un Convento de monjas que existió en el lugar y del cual aún quedan vestigios.
22
Oaxaca está dividida en 8 regiones culturales e históricas: Los Valles Centrales, La Mixteca, El Papaloapan, La
Cañada, El Istmo, La Sierra Sur y La Costa.

CAPÍTULO v 528
carretero que durará tres días, dejando miles de automovilistas afectados y perdidas económi-
cas aun no calculadas. En el tramo de la carretera Oaxaca-Pochutla cerca del kilómetro 96 los
habitantes colocaron postes de concreto, piedras y fragmentos de árboles para realizar un blo-
queo evitando así la circulación entre ambos sentidos y obligando a quedar varados o utilizar
vías alternas por rutas locales a los automovilistas.

La demanda esencial de los manifestantes era el hartazgo hacia la problemática de la


contaminación del rio desde su caudal más arriba en el municipio vecino de Miahuatlán de
Porfirio Díaz quienes a pesar de contar con planta tratadora de agua han vertido sus desechos
contaminantes hacia el rio afectando a decenas de comunidades cuyo caudal es posterior. Las
acciones de tirar los desechos acusan los habitantes de Monjas tuvo que ser planeada desde
el permiso de las autoridades del cabildo municipal de Miahuatlán y con total conocimiento
de causa de los impactos nocivos que de esta acción derivarían. Así también, acusan tanto a
las autoridades del municipio de Miahuatlán de actuar deliberadamente como a las autorida-
des del estado de Oaxaca en materia de ecología específicamente a la Comisión Estatal del
Agua CEA organismo estatal encargado del correcto desempeño y uso de los recursos hídricos
del estado; los pobladores han denunciado actos de corrupción e impunidad en los niveles
estatales y municipales al no ver resuelto su problema, en cambio, la calidad de su forma de
vida ha visto un descenso al no poder usar el agua del rio que gradualmente está contaminado
sin solución definitiva al conflicto, aunado a esto, los pobladores manifiestan un crecimiento
epidemiológico hacia enfermedades relacionadas con el agua contaminada y la pérdida de
confianza al consumir hortalizas regadas con agua de ese río.

Décadas anteriores, derivado de las demandas de mejoría en los accesos al agua po-
table la Comisión Nacional del Agua a través de los financiamientos estatales apoyó la cons-
trucción de plantas tratadoras de agua para estos municipios, sin embargo, no se conocen las
causas exactas por las que el municipio de Miahuatlán ha conducido sus desechos hacia el rio
violando las normas acordadas por la Comisión Nacional del Agua, lo cierto es que los pobla-
dores manifiestan haber agotado las posibilidades de dialogo resolutivo de manera pacífica y
en acto de autoridad sobre sus límites geográficos de sus municipio donde esta cimentada la
carretera han decidido confrontar el conflicto con más conflicto.

Bloquear una carretera puede tener una larga forma de significados, pero todas respon-
den a hacer pública una problemática, existe un reclamo o un acto que justifique la interven-
ción del derecho colectivo local sobre el derecho de transito de los otros, es una escenificación,
un acto político público que intenta hacer un cambio en la cotidianidad para manifestar abier-
tamente su problema. La calle es el espacio geográfico de las externalizaciones problemáticas

CAPÍTULO v 529
y es también donde este acto se hace común para encontrar la fuerza en la unidad social. Para
Daniel Campione y Beatriz Rajland (2006) investigadores sobre los bloqueos o piquetes en
Argentina hacia los años 2001, esos actos derivaron de la espontaneidad popular ante las atro-
cidades de las políticas económicas implementadas por aquel gobierno, los bloqueos expre-
saban una sublevación popular que como un estallido apuntaba hacia lo que Gramsci había
llamado elementos de dirección consiente como una forma de hartazgo y empoderamiento
que exigía públicamente un alto a tantas violencias acumuladas. Por sus parte, para Ana Dir-
nerstein (2003) el eslogan de “que se vallan todos” representó en la Argentina de esos años
la confrontación popular por medio de asambleas contra las decisiones de las autoridades
políticas que habían confrontado a los sectores de la sociedad civil en severas crisis de sub-
sistencia, mientras que los sectores políticos empresariales fueron acusados de implementar
decisiones de altas repercusiones rebajando la calidad de las mayorías. Por lo que estos
investigadores exponen, tanto en Argentina como en México los bloqueos manifiestan tener
rostro de vulnerabilidad, diversos colectivos en condiciones de desigualdad ven erosionarse
gradualmente sus capacidades o activos frente a decisiones estadísticas de alto impacto, don-
de ellos llevan la peor parte siendo una de tantas consecuencias de la violencia estructural y
la mala gobernanza.

En la investigación quise darle inteligibilidad a esto que expongo como mala gober-
nanza, ya que puede ser tan complejo que pueda convertirse en algo confuso, mi comprensión
encuentra claridad bajo los argumentos de Galtung al decir que “la violencia son las afrentas
evitables que tienden a rebajar la calidad de vida de los sujetos” pero sí estas afrentas son de-
rivadas de las acciones directas, indirectas, intencionales o no intencionales de los gobiernos,
entonces puede ser considerado mala gobernanza, para lo anterior, es fundamental primero
mantener un concepto amplio de la violencia y su abordaje en relación con los patrones o
efectos reiterados para determinados grupos, seguido de una apreciación que permita incluir
aspectos cualitativos e intangibles de esta. Para algunos entrevistados las reiteradas acciones
de los gobiernos estatales y locales no permiten un ambiente de “paz duradera”, todo lo contra-
rio, evidencian sistemas corrompidos con altos grados de indiferencia e ignorancia. Isabel es
una mujer de 29 años madre soltera de dos hijos, ella señala que las autoridades estatales y sus
organismos especializados en atender las demandas de la población poseen una deshumaniza-
ción ante sus problemas, ella se siente víctima por doble partida, por un lado de parte de la vida
ya que por diversas circunstancias ella no puede darle a sus hijos todo lo que ellos necesitan,
y por otra parte, por quienes deben resolver el problema y no lo hacen, Isabel responde enér-
gica al manifestar que preferiría estar trabajando o en otro lugar en vez de estar bloqueando la
carretera, ella cita: “ahora nosotras somos como delincuentes como unas personas que hacen

CAPÍTULO v 530
algo malo, por no permitir el paso dicen que pueden darnos hasta años de cárcel porque eso es
un delito grave incluso”.

En este caso vemos la inexistencia de una política de prevención, intervención o con-


ciliación por parte de las autoridades, además de una total insensibilidad de parte del gobierno
hacia la frustración de lacomunidad, en las entrevistas con las autoridades del Monjas ellos
manifiestan como último recurso a su alcance bloquear la carretera, “esta es nuestra última
salida para llamar la atención, hacer lo que todos hacen cuando tienen un problema sin ser
escuchado, y como en muchos casos el problema es vital”. Un informante varón de 51 años
expone que sus derechos humanos han sido pisoteados y que intereses económicos han pon-
derado sobre la pasividad de las autoridades superiores para beneficiar a unos y perjudicar a
otros: “Con dinero, con corrupción han omitido acciones tomando criterios diferentes entre
los pueblos y sus personas, violando los derechos de igualdad y protección de la salud y na-
turaleza… lo peor es que ante todo esto nos han dejado a nosotros resolver el problema con la
confrontación; el pueblo sin más salida que buscar la solución; estamos expuesto a la violencia
y rencillas de tantas personas que estamos perjudicando sin tener la culpa ellos ni nosotros”.
En la narración anterior cabe preguntarnos sobre dos ámbitos de la acción que el narrador cita
ya que habla de los pueblos y las personas desde dos caminos argumentativos: pueblos y per-
sonas beneficiados, contra pueblos y personas perjudicados y como instrumento de contienda
la creciente vulnerabilidad de unos y otros. De esta forma, podemos interpretar la construc-
ción social de rivalidades que han ido solidificando procesos que pueden escalar en acciones
más rotundas entre los pueblos vecinos,23 lo anterior se puede interpretar al tipo de violencia
cultural que según Galtung procede como la ratificación de prácticas colectivas tendenciosas
que construyen identidades propicias para la violencia y el conflicto; al separar el ellos del
nosotros bajo instrumentalizaciones antagónicas (de lo bueno y de lo malo). También, una
informante mujer de 28 años cita lo siguiente: “los sucios de aquel pueblo (en la transcripción
omití el nombre del pueblo) nos están arrojando toda su porquería a nuestra única forma de
subsistencia digna, nosotras somos agricultoras y el agua es vital para llevar comida a nuestros
hijos, y con el agua contaminada no se puede porque en vez de agua es veneno”.

Para seguir con el análisis debemos contemplar que el bloqueo carretero realizado
por los habitantes del municipio de Monjas es un acto de violencia directa, pues irrumpe
abierta e intencionalmente sobre el derecho al libre tránsito por las carreteras, imponiendo

23
La violencia entre pueblos vecinos es un problema muy arraigado entre comunidades de Oaxaca, por citar un
caso específico de Santo Reyes Tepejillo y San Juan Mixtepec en la Mixteca Alta, donde en las últimas décadas el
conflicto ha dejado decenas de muertos y varios enfrentamientos armados.

CAPÍTULO v 531
la voluntad de unos sobre los otros, pero este acto es el resultado de las violencia no visibles
(intencionadas o no intencionadas) que estructuralmente han permeado en la vulnerabilidad
de los habitantes, de esta forma, la violencia o como expresaría Galtung la falta de paz se fue
construyendo históricamente al ejercer una mala gobernanza de los gobernantes locales al no
contemplar relaciones de paz con sus pueblos vecinos, el conflicto de los desechos o aguas re-
siduales obligó a ambas comunidades a tener un mejor manejo de ellos, sin embargo, el muni-
cipio de Miahuatlán ha dejado de depender de las actividades agrícolas contrario al municipio
de Monjas quienes aún dependen de estas actividades, la insensibilidad de los funcionarios
públicos de Miahuatlán ante los problemas vecinos y la falta de solución pacifica por parte de
las autoridades estatales fueron el combustible para que el conflicto escalara.

Al rehacer la “historia del conflicto” se comprende que este no está arraigado que
su solución puede estar próxima, sin embargo, la violencia directa como acontecimiento, ha
dejado a la luz la fragilidad de la subsistencia de los pobladores de Monjas, que al depender
directamente de los recurso hídricos de su entorno ecológico su vulnerabilidad fue en aumen-
to, minando su salud, su nutrición y su economía familiar; de esta forma, la violencia directa
ha dejado al descubierto los procesos que subyacen de esa violencia estructurada hacia los
pueblos indígenas de la Sierra Sur de Oaxaca, ya que si dentro de sus portafolios de activos
o capacidades ellos pudieran tener otras formas de sustentar los impactos negativos de sus
entornos su vulnerabilidad habría soportado con más fuerza esos embates; pero también, los
acontecimientos y procesos develan las constantes de los pueblos en situación de pobreza ya
que como citan las autoridades de Monjas, ellos deberán afrontar sus problemas como el gran
número de colectivos y grupos de Oaxaca al bloquear una vía de comunicación al no encontrar
solución real a sus demandas.

Al documentarme de forma hemerográfica para este estudio de caso, se categorizó el


bloqueo a vías de comunicación como una política reiterada por colectivos pobres, de esta for-
ma, se asoció la vulnerabilidad aunado al conflicto ya que el 86 % de los casos documentales
eran de colectivos pobres que advertían como matriz del problema aspectos que aquí interpre-
tados como la mala gobernanza local y estatal. El estudio de caso realizado, pueda darnos pis-
tas para conocer en ámbitos de la etnografía sobre la escalada de conflictos derivados del papel
de los sistemas de gobierno, sin pretender contemplar al Estado y sus subpoderes internos
como entes meramente perjudiciales, la investigación apunta sobre los procesos no visibles en
que la violencia opera de manera vertical y como esta provoca otras violencias colaterales, la
cuestión que en este pequeño ejemplo se ha señalado es sobre la creciente vulnerabilidad en
contextos de mala gobernanza.

CAPÍTULO v 532
Obra citada

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CAPÍTULO v 534
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CAPÍTULO v 535
Calidad de vida: Una apreciación diagnóstica
sobre las y los Adultos Mayores en León,
Guanajuato

Andrea Sámano Paz24

Resumen: El propósito fundamental de este trabajo es presentar una apreciación diagnóstica


sobre la situación social de las y los adultos mayores que viven en la ciudad de León, Guanajua-
to, México, específicamente sobre su calidad de vida. Sumando, la aportación de conocimientos
generales sobre la situación social sobre su calidad de vida y cómo puede mejorar por medio
de espacios para el desarrollo de este grupo poblacional. Uno de los objetivos es exponer cuál
es la calidad de vida en la que se ubican las y los adultos mayores que forman parte de centros
hechos especialmente para personas de la tercera edad. Se analizan aspectos como la salud fí-
sica (cuál es su salud física, qué tipo de enfermedades presentan, qué tan satisfechos se sienten
con los servicios de salud que reciben, etc.,) así como la satisfacción de sus necesidades básicas
(vivienda, transporte, alimentos, etc.), educación, y de medio ambiente (movilidad en el trans-
porte público, en su hogar, etc.) con el fin de detectar factores de riesgo y vulnerabilidad social
que se pueden llegar a presentar durante la etapa de la vejez. Siendo las y los participantes un
grupo que forma parte de centros de recreación, se planteó que los resultados de las encuestas y
entrevistas se vincularan con la calidad de vida que presentaban antes y después de su partici-
pación en los centros, con el objetivo de fomentar la creación de espacios de desarrollo integral
para personas de la tercera edad como una forma de mejorar su calidad de vida.

Palabras clave: Adultos Mayores, calidad de vida, vulnerabilidad social.

Summary: The main purpose of this paper is to present a diagnostic appreciation of the social
situation of the elderly living in the city of Leon, Guanajuato, Mexico, particularly on their
life quality. Adding the contribution on general knowledge on the social situation on their life
quality and how it can improve through specific spaces for the development of this population
group. One of the objectives is to expose the life quality to analyze the life quality where they

Lic. en sociología, Universidad de Guanajuato, División de Ciencias Sociales y Humanidades, Campus León.
24

Email: andrea_samano@hotmail.com

CAPÍTULO v 536
are located from all the older adults who are part of recreation centers made especially for el-
derly people. Aspects such as physical health (what their physical health is like, what kind of
diseases do they present, how satisfied they are with the health services they receive, etc.) as
well as the satisfaction of basic needs (housing, transportation, food, etc.), education, and en-
vironment (mobility on public transport to home, etc.) in order to detect risk factors and social
vulnerability that might present during the stage of old age. As the participants a group that is
part of recreation centers, it was suggested that the results of the surveys and interviews were
linked to the life quality they had before and after their participation in the centers, with the
aim of promoting the creation of spaces for integral development for older people as a way to
improve their life quality.

Keywords: Elderly, life quality, social vulnerability.

Introducción

Mantener una calidad de vida en la sociedad actual es fundamental para conservar una
vida apacible y armoniosa. Ésta se ha logrado definir por medio de diversos factores, entre ellos
destacan la vinculación de lo social con lo económico, incluso factores culturales y políticos.
Sin embargo, en la sociedad actual y ante la inmersión de toda una multiplicidad de problemá-
ticas sociales como lo son la aparición de enfermedades crónico-degenerativas, la pobreza, la
escasez de trabajo, las problemáticas medio ambientales, entre otros; la calidad de vida de las
personas se ve mermada y el camino hacia la constitución de un determinado bienestar de vida
se dificulta.
No obstante, la calidad de vida se presenta de forma diferenciada de acuerdo a la etapa
de la vida que se analice. En el caso del envejecimiento y la vejez, mantener una calidad de vida
hará la diferencia sobre el desarrollo integral de la persona mayor en las múltiples esferas que
componen la vida de una persona, como lo es el estilo de vida.
Es por ello que analizar y estudiar la calidad de vida de las personas que se encuentran
en la etapa de la vejez como un tema de suma importancia y relevancia social, constituye una
oportunidad para calificar y diagnosticar cuál es la calidad de vida que mantienen las y los adul-
tos mayores, cómo se encuentran en relación a su salud física, de qué manera se desarrollan en
la esfera social, cuál es el medio ambiente que los rodea, etc.
El presente trabajo también analiza cuál es la situación de vulnerabilidad social que
presentan las y los adultos mayores, de acuerdo a los resultados obtenidos sobre su calidad de
vida; elementos como su situación económica, la satisfacción de necesidades básicas (alimento,

CAPÍTULO v 537
techo, transporte, etc.) y acceso a servicios de seguridad social.
Ante la necesidad de obtener mayores conocimientos sobre las y los adultos mayores
en la ciudad, particularmente sobre su calidad de vida, se planteó el presente proyecto como
parte del servicio social profesional a la par del proyecto de tesis titulado: “Envejecimiento y
pobreza: Análisis de los programas de pensiones no contributivas, el caso de la ciudad de León,
Guanajuato” con la premisa de desarrollar una apreciación diagnóstica sobre la calidad de vida
de las y los adultos mayores usuarios de un programa municipal.
El objetivo general planteado fue identificar y analizar, como una apreciación diagnós-
tica, cuál es la calidad de vida de las y los adultos mayores beneficiarios de diversos centros
gerontológicos25 de la ciudad de León, Guanajuato en relación al concepto de vulnerabilidad
social. Los objetivos particulares que se proyectaron fueron:
• Generar mayor conocimiento sobre la calidad de vida de las y los adultos mayores
leoneses.
• Analizar los resultados sobre la calidad de vida de las y los participantes para la
obtención de una apreciación diagnóstica.
• Analizar los beneficios que ha traído su participación como usuarios de los centros
gerontológicos.
• Identificar y analizar las posibles problemáticas presentes en relación su la calidad
de vida.
• Identificar posibles problemáticas que orillen a las y los adultos mayores a una si-
tuación de vulnerabilidad social.

Reuniendo diferentes indicadores para alcanzar una apreciación diagnóstica sobre la


calidad de vida de las y los adultos mayores permitió identificar algunas situaciones de vulnera-
bilidad social presente en este grupo social. A continuación se muestra la metodología utilizada.

Metodología

Previo a una investigación exploratoria sobre la calidad de vida y la vulnerabilidad

25
Cuando se habla de Centro Gerontológico se hace referencia a un espacio donde las y los adultos mayores se
incorporan para llevar a cabo diferentes actividades de recreación y ayuda para su salud. No es un lugar que las
personas habiten.

CAPÍTULO v 538
social, el proyecto se desarrolló dentro de un enfoque mixto (cualitativo-cuantitativo) por lo
que se aplicaron 2 instrumentos: Un cuestionario26 y una entrevista estructurada. Para el cues-
tionario se tomó el 10% de la población total de los 5 centros donde se aplicó el instrumento,
obteniendo un total de 117 personas participantes en edad adulta mayor. Asimismo, se aplicó
un total de 8 entrevistas estructuradas de manera aleatoria. Para fines del presente capítulo, se
incluyó solo una parte de los indicadores que se recabaron en la colecta de datos los cuales se
conformaron por un total de 26 preguntas que miden la calidad de vida en general.

¿Qué es la calidad de vida en la Vejez?

En la actualidad se reconoce mundialmente que la esperanza de vida en las personas ha


aumentado. En el caso de México, la esperanza de vida en la población mexicana se concretó
con un promedio de 75.3 años; con 77.6 en las mujeres y 72.9 en los hombres, lo cual ha traí-
do como consecuencia una modificación en la pirámide poblacional (González-Celis Rangel,
2010).
El Consejo Nacional de Población (CONAPO) aseguró que para el año 2010 hubo 9.9
millones de adultos de más de 60 años, habrá además 15 millones en 2020 (12.5%) y un poco
más de 22 millones en 2030 (17.5%), donde se espera que para 2050 las anteriores cifras au-
menten a 36.5 millones (28%). Lo que se estima que para este último año poco más de una de
cada cuatro personas serán adultos mayores (González-Celis Rangel, 2010).
Actualmente, lo concerniente al número de adultos mayores según los datos del Censo
de Población y Vivienda 2010 realizado por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía
(INEGI) contabilizó un total de 6,938,913 personas de 65 años y más; lo que representa el 6.2%
de la población total del país. En el estado de Guanajuato el total de población adulta mayor
fue de 331,702 personas, siendo un porcentaje de 6.0% del total de la población guanajuatense.
Y para el municipio de León se registró un total de 66,363 personas de 65 años y más, lo que
significa un total de 4.6% con respecto a la población en el municipio (INEGI, 2013).
Ante este panorama, los adultos mayores representan el grupo etario con mayor cre-
cimiento demográfico, lo que desemboca en el fenómeno social denominado envejecimiento
poblacional. El envejecimiento de la población es una inversión de la pirámide de edades, tra-
ducido en el incremento del número y proporción de la población de 60 o 65 años y más. Este
aumento está relacionado con el comportamiento de tres elementos: la fecundidad, la mortali-
dad y la migración (Montes de Oca, 2010). Previamente hay un incremento en la fecundidad,

26
El cuestionario fue proporcionado por la institución a quien se propuso el presente proyecto.

CAPÍTULO v 539
continuando con una baja en la mortalidad infantil, posterior a una baja en la mortalidad por
enfermedades degenerativas, un incremento en la esperanza de vida, aumento en la razón de
dependencia (de menores de 15 y mayores de 65 años y más, sobre toda la población de entre
15 y 64 años), sumando un proceso migratorio rural-urbano (producto de la modernización) lo
que contribuyó al envejecimiento de las zonas urbanas.
Este es un fenómeno social que está afectando a todo el mundo. Se manifiesta de forma
distinta de acuerdo al país en que se vive. El proceso de envejecimiento poblacional fue una
experiencia que se presentó primero en los países desarrollados de forma lenta, y ha venido
desde hace mucho tiempo atrás, lo que ha permitido una adaptación paulatina a las estructuras
sociales y económicas (Ham-Chande, 2010). Por el contrario de los países desarrollados, en los
países en desarrollo el envejecimiento demográfico se está presentando de forma reciente y con
una mayor rapidez, lo que acarrea consigo problemas anteriores que no han podido resolverse
como la pobreza, el rezago en la escolaridad, empleo inadecuado, deficiencias en la salud y
sistemas económicos inequitativos (Ham-Chande, 2010).
A pesar de que este fenómeno se concibe como una inversión de la pirámide de edades,
tras de sí oculta cambios significativos en las estructuras y relaciones sociales, lo que refleja que
es un fenómeno complejo que trae consecuencias sociales.
Aunque la esperanza de vida y la población adulta mayor este aumentando, no significa
que la calidad de vida en la que vivan haya mejorado. De ahí la preocupación por estudiar la
calidad de vida de este grupo poblacional (González-Celis Rangel, 2010).
La calidad de vida, históricamente estaba únicamente vinculada a factores económicos
y sociales (Campbelly et al., 1976); sin embargo, hay evidencia de que diferentes disciplinas
han contribuido a su estudio, como las ciencias naturales, sociales, de la salud y del comporta-
miento humano (González-Celis Rangel, 2010).
Ante esto, existe una variedad de acercamientos y definiciones del término de calidad
de vida, donde se asocia el nivel de vida o estilo de vida, como el bienestar y salud, así como la
satisfacción y la felicidad (González-Celis Rangel, 2010).
De acuerdo a Velarde-Jurado y Ávila-Digueroa (2002) la calidad de vida es“un estado
de bienestar que recibe la influencia de factores como empleo, vivienda, acceso a servicios
públicos, comunicaciones, urbanización, criminalidad, contaminación del ambiente y otros que
conforman el entorno social y que influyen sobre el desarrollo humano de una comunidad.”
(González-Celis Rangel, 2010, p. 3). Para Giusti (1991) la calidad de vida de las personas
es “un estado de bienestar física, social, emocional, espiritual, intelectual y ocupacional que
le permite al individuo satisfacer apropiadamente sus necesidades individuales y colectivas”

CAPÍTULO v 540
(González-Celis Rangel, 2010, p. 3).
La Organización de las Naciones Unidas (ONU) plantea que la salud, la alimentación,
la educación, el trabajo, la vivienda, la seguridad social, el vestido, el ocio y los derechos hu-
manos como los componentes esenciales de la calidad de vida.
En síntesis, la calidad de vida se puede definir como un constructo complejo, que se
caracteriza por ser multifactorial, donde incluye una dualidad entre lo subjetivo y lo objetivo.
La subjetividad hace referencia al concepto de bienestar o satisfacción de la vida, y la objeti-
vidad está relacionada con los aspectos del funcionamiento social, físico y psíquico, donde la
interacción entre dicha dualidad determina la calidad de vida (González-Celis Rangel, 2010).
Los planteamientos sobre la calidad de vida nacieron para conocer y dar mejor atención
a las necesidades de las personas, en particular a las y los adultos mayores, esto debido a los
cambios tanto físicos, psicológicos y sociales que están asociados con el proceso de envejeci-
miento, ya que son una población con cierto grado de vulnerabilidad que necesita estrategias de
atención que les garanticen una calidad de vida.

Vulnerabilidad social

La pobreza, específicamente en la vejez, debe ser entendida como un fenómeno mul-


tifactorial, que trae fuertes implicaciones en los sujetos. Cualquier persona que vive en la po-
breza lucha sobre condiciones adversas para sobrevivir. Sin embargo, además de las personas
que se encuentran dentro del umbral de la pobreza, existen grupos sociales que se ubican en
un estado “vulnerable” de padecer pobreza, entre ellos se estudia a las y los adultos mayores.
Con respecto a la vulnerabilidad, cabe mencionar que ha sido un concepto vinculado
a la pobreza y en el caso de la vejez, estos han sido calificados como un grupo vulnerable.
¿Pero a qué se refieren los académicos cuando hablan de vulnerabilidad? “La vulnerabilidad
social es entendida como una predisposición a descender de cierto nivel de bienestar a causa
de una configuración negativa de atributos que actúan contra el logro de beneficios materiales
(por ejemplo: ingresos, bienes, patrimonio) y simbólicos (por ejemplo: status, reconocimien-
to, identidades compartidas). Así, ciertos atributos tales como la situación laboral, la ocupa-
ción, el grupo étnico, la edad, o una combinación de éstos, serán indicadores de diversos tipos
y grados de vulnerabilidad.” (Pantoja, 2010, p. 176).
La vulnerabilidad en la que viven las personas mayores se refleja en los múltiples

CAPÍTULO v 541
factores relacionados con el ciclo de vida, las estructuras e instituciones sociales que no les
permiten que logren desarrollar sus capacidades dentro de un marco de igualdad, equidad e
inclusión (Giraldo y Torres, 2012).
En consecuencia, se reconoce por diversos organismos internacionales e investigado-
res que las y los adultos mayores experimentan vulnerabilidad ya que están más expuestos
que otros grupos sociales a enfermedades (declive fisiológico), a la pobreza (por su reducción
de ingresos, jubilación o discriminación laboral) y a la marginación social (caída del flujo de
relaciones sociales) (Aranibar, 2001; Giraldo y Torres, 2012).
Este tipo de situaciones adversas en la vejez como la vulnerabilidad, orillan al indivi-
duo a mantener una incapacidad de decisión y realización de sus aspiraciones como persona.
Esto puede traer mayores consecuencias como la marginalización y segregación.
Ante dicho panorama, es fundamental generar los conocimientos para conocer cuál
es la calidad de vida de las y los adultos mayores, así como analizar cuáles son los factores
que están contribuyendo a la vulnerabilidad social que pudieran presentar dicho grupo social.

Resultados: Una apreciación diagnóstica sobre la calidad de vida en la vejez


El estudio se llevó a cabo en la ciudad de León, Guanajuato, México a grupos de
adultos mayores en el año 2014. Las áreas que se analizaran a continuación se pueden dividir
en: salud física, aspectos sociales, de medio ambiente y la calidad de vida global. La muestra
tomada constituyó un total de 117 personas encuestadas (96 mujeres y 21 hombres) y 8 (6
mujeres y 2 hombres) personas entrevistadas, con un resultado de un total de 125 participan-
tes. La edad promedio fue de un total de 69 años. El estado civil de la muestra arrojó un total
de 45% de adultos mayores casados (as), seguido del 38% en un estado de viudez, así como
un 10% son solteros(as) seguido de un 6% personas que pasaron por un divorcio.

A lo largo del presente trabajo se analizaron diferentes elementos que permiten cons-
truir la situación social actual de los actores participantes. A continuación se analizará solo
una parte de los resultados obtenidos.

El medio ambiente es uno de los factores que componen la calidad de vida, especial-
mente en la vejez, ya que el medio ambiente así como el espacio físico, están fuertemente
vinculados a su condición de vejez. Esto se debe a que una cantidad considerable de adultos
mayores tienen algún problema para caminar, muchos de ellos utilizan bastón, y el ambiente
no está condicionado para ello, etc. Es por ello que las condiciones del medio ambiente y
la calidad del espacio donde se desarrollan permitirán crear sentimientos de seguridad y de

CAPÍTULO v 542
esparcimiento para este grupo social. En general, los adultos mayores obtuvieron una cali-
ficación alta en relación a su medio ambiente, aunque cabe analizar las preguntas de forma
particular.

Un factor social que determina de forma directa la construcción de un espacio y un


medio ambiente saludable para las y los adultos mayores, es la solvencia económica. Es por
ello que se les preguntó a las personas sobre su solvencia para cubrir sus necesidades bási-
cas, si contaban con el dinero suficiente para cubrir sus necesidades como alimento, vestido,
transporte, vivienda, etc.

Gráfica 1. Solvencia de necesidades básicas en adultos mayores, 2014

Fuente: Elaboración propia a partir de los datos resultantes en la colecta de datos, 2014.

Un total del 47% de la muestra afirmó que solo pueden solventar sus necesidades bási-
cas de forma moderada, seguido de un total de 22% que señaló que puede sostenerse un poco,
así como un 20% señaló que puede solventar sus necesidades básicas completamente, aunque
solo representa ¼ e la población total encuestada.

Se preguntó a las y los participantes qué tan satisfechos se sienten en las condiciones de
su hogar, los resultados se presentan a continuación:

CAPÍTULO v 543
Gráfica 2. Satisfacción de condiciones del hogar en el adulto mayor, 2014

Fuente: Elaboración propia a partir de los datos resultantes en la colecta de datos, 2014.

Poco menos de la mitad afirmó sentirse satisfecho con las condiciones del lugar donde
vive, lo que representa un total de 45% de la muestra, seguido de un 38% que afirmó sentirse
muy satisfecho con su hogar, seguido del resto de la muestra que señaló sentirse ni satisfecho
ni insatisfecho a muy insatisfecho con las condiciones en que viven.

La movilidad para las y los adultos mayores es de suma importancia ya que es común
que comiencen a perder la capacidad de movimiento de manera independiente. La satisfacción
de medios de transporte es otro rubro que compone el medio ambiente y el espacio en los adul-
tos mayores. Por ello se preguntó qué tan satisfechos se sienten con los medios de transporte
que utilizan. Las y los adultos mayores afirmaron sentirse satisfechos con el transporte público
y su servicio, seguido de un 12% que afirmó sentirse muy satisfecho, así como un 12% que
señaló sentirse ni satisfecho ni insatisfecho con el medio de transporte que utilizan.

En cuanto a la educación que recibieron las y los participantes, ésta se convierte en


un factor fundamental dentro de la calidad de vida de las personas, ya que incluso puede de-
terminar a largo plazo (aunque no de manera absoluta), la calidad de vida que las personas
puedan llegar a aspirar. Es por ello que se preguntó el nivel de escolaridad que cursaron. Un
total de 27 personas cursaron alguna licenciatura lo que representa el 23% de la muestra total,
23 personas cursaron únicamente la primaria con un 20%, seguido de un total de 20 personas
que no cursaron ningún tipo de escolaridad siendo un 17%, así como un total de 22 personas
que no siguieron estudiando ya sea la primaria, la secundaria o la preparatoria siendo un 18%.
Solamente una persona cursó un posgrado.

CAPÍTULO v 544
En cuanto a la salud física, ésta se convierte en una de las áreas de estudio con mayor
importancia y una de las principales áreas de vulnerabilidad social en la vejez. La salud de
este grupo se ha podido medir a través de la función física, del estado psicológico, de la fun-
ción e interacciones sociales y de los síntomas físicos. Comúnmente la medición de la salud
cuenta con cinco dominios principales: mortalidad, morbilidad, incapacidad, incomodidad e
insatisfacción (Sánchez-Sosa y González-Celis, 2006).

Los resultados arrojaron que el 50% de las y los adultos mayores mantiene una salud
física promedio, el resto cuenta con una salud física alta con un 47%, así como una canti-
dad mínima que resultó tener una salud física mala, lo que representó un 3% de la pobla-
ción total. Aunque la mayoría de las personas señaló tener una calidad de vida promedio,
más de la mitad de la muestra padece al menos una enfermedad. Se identificó una constante
sobre qué tipo de enfermedades son las que padecen.

Una de las enfermedades que más aqueja a la población adulta mayor es la hipertensión
(35% del total). Seguido de un 26% que no padece ninguna enfermedad. La segunda enferme-
dad que resultó con mayor frecuencia es la diabetes (21% del total).

Siendo una población vulnerable a padecer enfermedades, el acceso y la satisfacción


de los servicios de salud que reciben, se vuelve fundamental para tratar y mantener cierto gra-
do de salud ante las enfermedades que les aquejan.

Gráfica 3. Principales enfermedades en adultos mayores, 2014

Fuente: Elaboración propia a partir de los datos resultantes en la colecta de datos, 2014.

CAPÍTULO v 545
Gráfica 4. Satisfacción al acceso de servicio de salud en los adultos mayores, 2014

Fuente: Elaboración propia a partir de los datos resultantes en la colecta de datos, 2014.

Los resultados señalaron que el 56% de las personas afirmaron sentirse satisfechos,
seguido de un 22% que se siente muy satisfecho con el acceso a los servicios de salud que ha
utilizado. Sin embargo, no habría que descartar al resto de la población que señaló estar insatis-
fecho o muy insatisfecho en los servicios de salud.

A pesar de que los resultados presentaron cierta satisfacción de los servicios de salud,
será necesario cuestionar qué clase de servicios de salud tiene acceso la muestra (ISSSTE,
IMSS, Institución privada, etc.). Sumando la situación social en relación a la seguridad social
y de pensiones.

Por otro lado, en cuanto a los resultados de las entrevistas aplicadas, uno de los obje-
tivos del trabajo realizado fue conocer de qué manera ha mejorado o no la calidad de vida de
las y los adultos mayores desde su ingreso a los centros y de qué manera este tipo de espacios
abonan a la calidad de vida de las personas.

Las entrevistas se realizaron a 8 adultos mayores de los diferentes centros selecciona-


dos, de los cuales 6 fueron mujeres adultas mayores y 2 adultos mayores. La guía de entrevista
consistió en una serie de preguntas relacionadas con la calidad vida y los beneficios que han
tenido las personas.

Las y los adultos mayores decidieron entrar por diversas razones, entre ellas las mujeres

CAPÍTULO v 546
adultas mayores traían consigo diferentes problemas familiares y personales que en ocasiones
les acarreaba problemas psicológicos, como la depresión. Así mismo, varios adultos mayores
presentaron un cambio radical en sus vidas pasando de ser trabajadores a recién jubilados, por
lo que tenían demasiado tiempo libre lo que contribuyó a la incorporarse del centro y sus ac-
tividades. Sumado que algunos de los usuarios necesitaban un lugar para evitar el estrés que
sentían y convivir con personas de su misma edad.

Desde su ingreso al gerontológico los participantes en general sí sienten que ha cambia-


do su vida en diferentes aspectos como en la asistencia y organización de actividades recreati-
vas ya que ahora tienen menos tiempo libre. Otro cambio radica en su persona, ya que muchos
de ellos mencionaron que anteriormente se consideraban personas introvertidas y desde su
ingreso lograron relacionarse y acumular más amistades por lo que se convirtieron en personas
más sociables y con mayores relaciones. Además de estos cambios, señalaron que han tenido
transformaciones en el interior de la casa con respecto a sus familiares, así como la satisfacción
de sentir que tienen tiempo para dedicarse a ellos mismos y el sentimiento de independencia
hacia su pareja. Se mencionó que en el centro también se sienten mucho más apoyados y va-
lorados. Todos estos cambios que han presentado en sus vidas los calificaron como positivos.

Se les pidió que describieran cómo eran sus días antes de entrar al centro gerontológico,
y cómo se sentían. Las respuestas se pueden separar por sexo; mientras las mujeres adultas
mayores en su mayoría se dedicaban al hogar, a las actividades domésticas, veían comúnmente
televisión o se dedicaban a algún negocio; los hombres sólo se dedicaban al trabajo.

En general, las mujeres adultas mayores entrevistadas se sentían en soledad dentro de


casa, incluso algunas padecían depresión. También pasaban la mayor parte de su tiempo pen-
sando en su familia y en el bienestar de ella, así como en la resolución de sus problemas familia-
res y económicos, por lo que vivían agitadas y estresadas. Así como algunas se sentían tímidas
y temerosas al tratar con otras personas. Los adultos mayores, por el contrario, siendo el trabajo
una de sus principales actividades, en general se sentían positivos ante la vida.

Los adultos mayores afirmaron que su forma de ver la vida sí ha cambiado ya que ahora
la tratan de ver de manera positiva, pues tienen más ganas de vivir y se sienten responsables
de pensar más las cosas, con más ganas de salir adelante, ya que ahora sienten que tienen una
nueva oportunidad de ser felices. Además, algunas personas mencionaron que ha cambiado su
forma de ver el envejecimiento y la vejez, pues anteriormente temían de él y las enfermedades
que acarrea esta etapa de la vida.

Finalmente, se les preguntó si su estado de salud ha cambiado desde que comenzó su

CAPÍTULO v 547
participación en el centro. Algunos señalaron que no ha cambiado su estado de salud ya que
siempre ha sido bueno, sin embargo la mayoría consideró que sí ha cambiado pues ha mejora-
do, y la presión que sentían ha disminuido considerablemente ya que se sienten más tranquilos.
Aunando que se desde su ingreso se sienten personas más activas.

Conclusiones

En general, los resultados obtenidos en la muestra fueron positivos, sin embargo cuando
se analiza factores como la salud y las enfermedades que padecen, la insatisfacción sobre los
ingresos y la dependencia económica, así como su capacidad de movilidad y la educación que
han recibido (la educación fue una parte importante para la muestra donde se sostuvo que para
ellos dependen mucho en la obtención de una pensión o no, aunque en la realidad depende de
otros factores y no solo los educacionales); la muestra presenta cierto grado de vulnerabilidad
si se analiza dichos componentes. Si no se cuenta con cierta solvencia económica, existe de-
pendencia económica y las enfermedades que presentan se van desarrollando, afecta induda-
blemente la salud y la economía de las personas. Habría que cuestionar qué tanto afectará a la
larga su calidad de vida.

Por otro lado, se analizaron resultados que se deben rescatar para el mejoramiento y el
buen desarrollo integral de las y los adultos mayores que pueden presentar un grado de vulne-
rabilidad social.

• En el área de salud física, la mayoría de los adultos mayores posee al menos


una a dos enfermedades, como la diabetes y la hipertensión. Habría que ana-
lizar cuáles son sus condiciones de acceso y de calidad en el área de seguri-
dad social (pensiones, acceso a servicios de salud, etc.).

• La insatisfacción de sus necesidades básicas (ingresos) las y los adultos


mayores no cuentan con los suficientes ingresos monetarios para sentirse
seguras y seguros económicamente y poder satisfacer sus necesidades. En
consecuencia, se encuentran vulnerables a caer en cierto grado de pobreza.

La mayoría de los adultos mayores posee al menos de una a dos enfermedades, como lo
son la diabetes y la hipertensión. Ante esto, una de las formas en que los adultos mayores pudiesen

CAPÍTULO v 548
sobrellevar sus enfermedades, y la prevención de las mismas si se presenta el caso, se podría dar
por medio del reforzamiento en la impartición constante de pláticas informativas sobre las enfer-
medades que más padece la población de estudio, la impartición de talleres sobre el cuidado que
deben tener con respecto a las enfermedades, así como fomentar una cultura de cuidado por medio
de una buena alimentación relacionada con el padecimiento de enfermedades.

Presentando al menos una enfermedad, dicha muestra se puede llegar a encontrar en un


grado de vulnerabilidad social, debido al estado de salud que presentan en relación al tipo de
enfermedades, pues son enfermedades crónicas que pueden afectar a la larga (o están afectan-
do) su salud. Habría que cuestionar cuál es la calidad de los servicios de salud que reciben para
afrontar la enfermedad y cuál es el impacto económico que conlleva sostenerla.

Finalmente, se recalca el impacto positivo y los beneficios que ha traído en la vida de


los adultos mayores su participación en los centros. Los cambios que se señalaron abarcan di-
ferentes áreas como la salud. Bajo esta área, los adultos mayores se sienten más informados y
toman en cuenta toda la serie de información, pláticas y conferencias que les ofrece el centro
para el cuidado de salud. Sumando con ello la mejora de su salud en algunos casos, desde su
ingreso al centro.

Sobre el ámbito social, los adultos mayores afirmaron que sí ha habido cambios prin-
cipalmente en su relación con los demás. Ahora, la mayoría afirmó haber cambiado de ser una
persona introvertida a una persona extrovertida, así como el aumento de sus relaciones sociales
y el mejoramiento de su entorno social en contextos como el familiar.

En conclusión, construir el desarrollo y el bienestar social de las y los adultos mayores


es una tarea conjunta que debe lograrse para el mantenimiento de una calidad de vida en la
vejez. La meta es comprometer cierto bienestar y una calidad de vida para que puedan desarro-
llarse de forma plena y logren mantener una vida digna, la cual todo ser humano merece tener.

CAPÍTULO v 549
Obra citada

Aranibar, P. (2001). “Acercamiento conceptual a la situación del adulto mayor en América


Latina”, Proyecto Regional de Población y Centro Latinoamericano y Caribeño de De-
mografía, Santiago de Chile, Chile: CEPAL, pp. 1-70.

Bazo, M. T. (1998). “Vejez dependiente, políticas y calidad de vida”, Universidad del País Vas-
co, Departamento de Sociología, España, pp. 1-19.

Centro Nacional de Programas Preventivos y Control de Enfermedades “CENAPRECE” (2012)


México: Secretaría de Salud, , pp. 1-137.

González-Celis R., A. L. (2010). “Calidad de vida en el adulto mayor”, Instituto de Geriatría,


México, pp. 1-14.

Ham C., R. (2010), “Envejecimiento demográfico”. En Los grandes problemas de México,


Tomo I Población, México: Colegio de México, pp. 53-78.

Montes de Oca Z., V. (2010). “Pensar la vejez y el envejecimiento en el México contemporá-


neo”. Revista Renglones, no. 62, marzo-agosto, Jalisco, México: Instituto Tecnológico
y de Estudios Superiores de Occidente (ITESO), pp. 1-23.

Pantoja P., J. (2010). “Envejecer en la ciudad: pobreza, vulnerabilidad social y desigualdad de


género en adultos mayores/Un estudio en la ciudad de León”, Promoción de la Cultura
y la Educación Superior del Bajío, A.C., PROCESBAC, León: Universidad Iberoame-
ricana, pp. 1-146.

Pantoja P., J. (2010). “Vejez, pobreza, vulnerabilidad y desigualdad de género: Retos para la
política social”. En Patiño R. M., M. I., Martínez M., D. y Valencia L., E., La necesaria
reconfiguración de la política social en México, México: Promoción de la Cultura y la
Educación en el Bajío, pp. 175-189.

Sardinero P., A. (2010). “Cuaderno de introducción y ejemplo. Estimulación cognitiva para


adultos”, Editorial GESFOMEDIA, pp. 1-70.

Obra citada de internet

Censo de Población y Vivienda 2010, (2013) Total de personas de 65 años y más a nivel nacio-
nal, estatal y municipal. Información disponible en: http://www.inegi.org.mx/.
Giraldo R., L.; Torres C., S. (2012). “Envejecimiento, Vulnerabilidad y Maltrato”, Instituto
de Geriatría, pp. 1-10. Véase en: http://www.inger.gob.mx/bibliotecageriatria/acervo/
pdf/29.pdf

CAPÍTULO v 550
Conducta antisocial y violencia estructural en
León, Guanajuato: Hallazgos y discusiones

Jacobo Herrera Rodríguez27


Jesica María Vega Zayas28
Ana-María Chávez-Hernández29

Resumen: Se expone un trabajo de análisis en el que se buscó identificar la relación que existe
entre la violencia estructural y la presencia de conductas antisociales y delictivas. Para ello pri-
meramente se hace una exposición de elementos teóricos y conceptuales para en otro momento
hacer un comparativo entre zonas identificadas como criminógenas y marginadas de la ciudad
de León, Gto., México y zonas de la misma ciudad consideradas como tranquilas y en donde
hay un mejor poder adquisitivo. Así desplegando la idea original del trabajo se concluye que
aunque no es posible establecer una relación funcional directa entre la violencia estructural y la
presencia de conductas antisociales, si existe evidencia, tanto en estadísticas de seguridad como
en información recolectada en trabajo de campo, de que la violencia estructural coincide con
preocupante frecuencia con la incidencia de comportamientos antisociales.

Palabras clave: Conducta antisocial, Violencia estructural, León, Gto. marginación.

Summary: This paper shows an analysis that aimed to identify the relationship between struc-
tural violence and the presence of anti-social behaviors in the city of Leon Guanajuato Mex-
ico. The document firstly show a theoretical and conceptual review and in a second moment
exposed the results of a comparison between marginalized zones and good purchasing power
zones. The findings show that is impossible to establish a direct functional relation between
structural violence and antisocial behaviors, but it was possible to identify that antisocial be-
havior usually appears in places that have structural violence.

Keywords: Antisocial behavior, Structural violence, Leon, marginality.

27
División de Ciencias Sociales y Humanidades, Campus León, Universidad de Guanajuato.
Email: herrerajacob@yahoo.com.mx
28
División de Ciencias Sociales y Humanidades, Campus León, Universidad de Guanajuato.
29
División de Ciencias de la Salud, Campus Léon, Universidad de Guanajuato.

CAPÍTULO v 551
Introducción

En un sentido coloquial y de una forma hasta cierto punto simplista la conducta an-
tisocial implica e incluye a todas aquellas manifestaciones comportamentales que atentan
contra las reglas y normas de un contexto de interacciones organizadas. De manera más
técnica la conducta antisocial ha sido considerada incluso un trastorno (American Psy-
chiatric Association, 2014) haciéndole con ello objeto de atención clínica y un tema recu-
rrente para políticos, expertos en seguridad, sociólogos, criminólogos y psicólogos socia-
les por mencionar algunos. Algunas veces el trabajo científico sobre la conducta antisocial
ha propuesto que el origen de esto se encuentra en elementos como la sobre-disciplina
familiar, la observación próxima de modelos, pero también se mencionan las condiciones
de marginación, precariedad y exclusión (Rutter, Giller y Hagell, 2003).

En el escenario latinoamericano es recurrente encontrar que los sitios identificados


como zonas violentas o criminógenas, donde proliferan las conductas antisociales, están a
la vez localizados en áreas marginadas de las ciudades o bien en zonas rurales donde exis-
te poco acceso a los servicios propios para la obtención del bienestar social así como po-
cas posibilidades de ascenso social. Vale aquí citar a Rodríguez-Manzanera (2001) quien
define la criminogénesis como la serie de factores geográficos, sociales, políticos y de la
convivencia que hacen que se produzcan conductas delictivas.

Por otra parte con respecto del tema de este trabajo, existe un corpus documental
amplio; por ejemplo desde la criminología Zaffaroni (1988) refiere que en las periferias de
las ciudades se han construido márgenes en los que la exclusión, la pobreza y la falta de
acceso a servicios contribuyen a la generación de criminalidad. Otros trabajos (Simmel,
1988; Herrera, Vega y Portillo, 2015) han postulado que los desarrollos y diseños metro-
politanos de las ciudades modernas, atribuibles con frecuencia a una forma de violencia
estructural, llevan a un estatus en el medio social de los sujetos que favorece la aparición
de conductas como la violencia, el robo y otros comportamientos disruptivos, debido a
que el separatismo entre clases y la exclusión de ciertos grupos propicia la inconformi-
dad y el resquemor entre los que pertenecen a estratos de diferente nivel. En un mismo
sentido otros estudios (Negrete, 2010) han planteado que el crecimiento metropolitano ha
posibilitado que a partir de estados como el anonimato del sujeto, la baja cohesión y la
precariedad, se promuevan un mayor número de conductas antisociales, ya que los ante-
riores factores generan un desapego por falta de arraigo social, debilitando elementos de
autocontrol en los individuos.

CAPÍTULO v 552
Violencia Estructural

Desde hace varios años la sociología (Durkheim, 2013) había concebido que una dife-
rencia entre clases sociales, no solo resulta ofensiva sino que además produce un ambiente don-
de se pierden o debilitan los vínculos sociales provocando con ello la aparición de fenómenos
como el suicidio, la violencia y la desesperanza. En un sentido similar Durkheim (1998) pun-
tualizó que en las sociedades modernas se han producido cambios profundos en un tiempo
corto, lo cual ha moldeado las estructuras de éstas y consecuentemente la forma de reglamentar
las relaciones que ocurren dentro de dichas sociedades. Para Durkheim la llegada de la moder-
nidad le dio mayor relevancia al papel del individuo, la ciencia y la eficiencia por encima de
principios absolutos tales como la religión y la tradición, que son característicos de la sociedad
tradicional, como lo indica Durkheim (López, 2009). El pensamiento y desarrollo conceptual
de Durkheim fue seguido por muchos otros, entre los que destacó Robert Merton quien en su
obra Social Theory and Social Structure publicada en 1957 sostuvo que la anomia es producto
de la fragmentación de la estructura cultural de la sociedad (López, 2009).

Ahora bien, ya empleando el concepto de violencia estructural como tal, y de acuerdo


con Tortosa y La Parra-Casado (2003) el concepto es aplicable en aquellas situaciones en las
que se produce un daño en la satisfacción de las necesidades humanas básicas como la supervi-
vencia, el bienestar social, la identidad o la libertad, lo cual llega como resultado de los proce-
sos de estratificación social, es decir, sin necesidad de formas de violencia directa.

Una definición más la hace Galtung (2003) donde señala que la violencia estructural se pre-
senta siguiendo una secuencia que inicia con acciones como la explotación, siguiendo con la pene-
tración-segmentación y que culmina con la marginación-fragmentación, así mismo destaca que las
evidencias de la violencia estructural son la pobreza, la represión, la contaminación y la alineación.

Jiménez-Bautista (2012) refiere que la violencia estructural se conforma de una serie de


procesos en los que la acción se produce a través de mediaciones “institucionales” o “estructura-
les”; le concibe como un tipo de violencia indirecta que se presenta a través de la injusticia social y
otras circunstancias que hacen que muchas de las necesidades humanas de la población ligadas al
bienestar no sean satisfechas cuando bajo otros criterios de funcionamiento y organización lo serían
fácilmente.

El problema de la violencia estructural es delicado, ya que se trata de algo que puede condi-
cionar la continuidad de un grupo de personas en un estatus de marginación o dificultad. Ejemplo de
ello puede ser el caso de la violencia contra las mujeres, donde al respecto Magallón (2005) refiere

CAPÍTULO v 553
que el sistema social con frecuencia legitima la desigual situación, la subordinación y la inexistencia
simbólica de las mujeres.

Otros análisis han buscado desmitificar el papel que etiqueta a la condición de pobreza como
generador de criminalidad; al respecto Castillo y Castro (2011) refieren que el ser pobre per se no ge-
nera conductas antisociales y criminales, atribuyendo que la vulnerabilidad social, y la imposibilidad
de ejercicio de los derechos y oportunidades tiene una mayor implicación causal con la criminalidad,
sin embargo se usa el discurso de la pobreza como agente generador de crímenes ya que ello hace
depositario y responsable de toda la conducta “mala” al pobre, produciendo una cortina de humo
que encubre las falencias del estado como responsable de la marginación, lo cual es un ejemplo de
violencia estructural.

Desde una posición conductista-social Bandura (1982) acuño dos términos básicos en
su Teoría del Aprendizaje Social (TAS), en primer lugar el concepto aprendizaje vicario para
definir el proceso donde a partir de la observación de las consecuencias de la conducta de otros
se aprenden modos comportamentales, y el concepto determinismo reciproco para referirse a
aquellas eventualidades donde un ambiente genera conductas o una serie de conductas generan
ambientes. Ambos conceptos pueden ayudar a explicar el cómo ciertos grupos sociales ad-
quieren conductas antisociales en sus repertorios de comportamiento pero no exclusivamente
como expresiones criminales, sino como formas aprendidas de afrontamiento o paliación de la
violencia estructural padecida.

En cuanto a otras perspectivas de cómo ver la violencia estructural, De la Garza (2001) ha


descrito la manera en que el modelo económico neoliberal ha trazado una situación en donde la clase
trabajadora afronta cada vez más una precariedad laboral, lo que le impide el ascenso social y en
calidad de vida, donde se describe un diseño donde las ganancias del trabajador a menudo se rein-
vierten en servicios provistos por el capitalista acaudalado emulando una “moderna tienda de raya”.

Finalmente cabe aclarar que dentro de este trabajo se entendió violencia la estructural como
la dificultad y desigualdad de condiciones para acceder a los servicios de bienestar social que se
afronta según la zona donde se habite.

León, Guanajuato escenario de análisis

La ciudad de León, Guanajuato, es una urbe con características industriales, es además


una zona populosa en la que de acuerdo con la encuesta intercensal 2015 realizada por el Insti-

CAPÍTULO v 554
tuto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), tiene una población 1,578, 626 habitantes, lo
que la convierte en la localidad más poblada del estado y en la séptima ciudad más poblada del
país. Sus interacciones cotidianas provocan lo mismo sinergias que conflictos. Esta ciudad se
caracteriza además por tener una importante generación de riqueza pero una distribución poco
equitativa de ella.

De acuerdo con datos aportados por Observatorio Ciudadano de León (OCL) (2016) la
situación de la criminalidad no es por completo halagadora, ya que si bien delitos como el se-
cuestro y la extorsión han ido a la baja, también lo es que conductas como el homicidio doloso
se han mantenido en una condición casi constante presentando un promedio de 162.3 casos en
los últimos tres años. De igual forma otros delitos como los robos de vehículo, el robo a nego-
cios y las violaciones han tendido a la alza.

En cuanto a la situación estructural y política, León según estimaciones del Consejo Na-
cional de Población (CONAPO) basadas en el censo general de población y vivienda 2000 del
INEGI (INEGI, 2001) tiene indicadores que le sitúan como una ciudad con muy baja margina-
ción. Sin embargo y en contraste a lo anterior El Consejo Nacional de Evaluación de la Política
de Desarrollo Social (CONEVAL) publicó en el año 2012 que León tiene 600,145 personas
viviendo en condición de pobreza, lo que representa un 37.8% de su populación total.

No debe dejar de visualizarse que la ciudad tiene una de las dotaciones de infraestruc-
tura más destacadas del país, destacando sus instalaciones en materia de universidades, centros
hospitalarios de especialidad, centros comerciales, centros de embarque terrestre, corredores
industriales y sitios de recreación. Pero todo lo anteriormente mencionado no siempre está
accesible a la población en general.

Materiales y metodología de recolección de datos

La fase empírica de este trabajo se basó en una recolección de elementos que se obtu-
vieron siguiendo las pautas de observación directa referidas por Russel (1995). Para un mayor
control del material observado se hicieron registros fotográficos y de video así como diarios
de campo. Asimismo se hicieron recorridos cronometrados para contabilizar los tiempos de
traslado desde puntos de las zonas donde se trabajó, hasta puntos neurálgicos de la ciudad rela-
cionados con servicios y oficinas públicos (áreas de gobierno, hospitales de tercer nivel, centros
escolares de educación media y mayor), los cuales mayormente se localizan en la plaza central
de la ciudad.

CAPÍTULO v 555
El registro se hizo en ochos escenarios, cuatro de ellos catalogados como zonas popula-
res y áreas criminógenas y otros cuatro catalogados como zonas de buena capacidad económica
y de baja criminogénesis; para fines metodológicos y de ordenamiento de la información las
zonas populares se identificaron como A, B, C y D, mientras las zonas de baja criminalidad se
identificaron como E, F, G y H.

De igual manera es pertinente comentar que se consideraron algunas aportaciones de


la prensa local, específicamente de la revista cultural Alternativas que de forma reciente reveló
datos sobre algunos de los polígonos de pobreza de la ciudad a través de una investigación pe-
riodística de Karla Gasca.

Como cierre de esta sección se debe mencionar que la idea de partida del trabajo aquí
expuesto fue aproximarse a identificar si existen datos atribuibles a violencia estructural y en su
caso, revisar la manera en la que afectan a las personas, y verificar si de alguna forma colaboran
con la elicitación de conductas y/o manifestaciones antisociales.

Hallazgos

Una vez desarrollado este trabajo se pudieron identificar una serie de factores vincula-
dos con fallas en la dotación urbana y de servicios públicos, lo que posibilitó apreciar diferen-
cias entre los dos tipos de zonas donde se llevó a cabo el trabajo de campo.

Se pudieron observar diferencias tanto en temporalidad de traslado como calidad de


éste en lo que respecta al acceso hacia los edificios que albergan los servicios básicos de bien-
estar. Además se pudo hacer una identificación de los servicios con que cuenta cada uno de los
escenarios estudiados en los siguientes rubros: Instalaciones de recreación-despresurización,
educativas, aseo público, vialidades pavimentadas y estética urbana (ver tabla 1).

Por otra parte el estudio de Gasca (2016) informa con respecto a la colonia “C” llama-
da “Los Castillos” los siguientes datos: tiene 73, 850 habitantes, en esa colonia predomina la
población femenina y sus habitantes tienen una instrucción promedio de 6.66 años; En este
sitio hay 2,792 personas analfabetas mayores de 15 años de edad. Así mismo hay 2,525 niños
en edad preescolar que no acuden a esa enseñanza, 280 niños de 6 a 11 años que no van a la
primaria, 483 adolescentes de 12 a 14 años que no van a la secundaria y 2213 jóvenes de 15 a
17 años que no van a bachillerato.

Ahora bien con referencia a la colonia “A” llamada “Las Joyas”, ésta tiene 70, 400 ha-

CAPÍTULO v 556
bitantes, el promedio de instrucción es de 6.36 años. Hay 2559 personas analfabetas además de
3130 niños que no van al preescolar; otros 620 niños que no van a la primaria y 750 adolescen-
tes que no van a la secundaria así como 2639 jóvenes que no cursan la preparatoria o afín, pese
a tener edad para ello.

En cuanto a servicios de salud, los centros de atención no son suficientes y no poseen


en todos los casos una ubicación estratégica, similar caso para los centros educativos de nivel
medio que no están presentes en las colonias populares.

La presencia de pandillas ocurre en las cuatro colonias populares visitadas, lo que con-
lleva que comportamientos como las disputas campales, el daño a la estética urbana vía grafiti o
vandalismo de bienes, sin embargo la observación en campo pudo evidenciar que no hay áreas
de despresurización y recreo, o sí existen no tienen en ellas actividades dirigidas para mantener
a los jóvenes en comportamientos socialmente ajustados.

Tabla 1.- Hallazgos y diferencias entre los escenarios de trabajo, se revisaron las instala-
ciones de recreo-despresurización, educativas, de salud, vialidades pavimentadas y esté-
tica urbana así como tiempos de traslado hacia la plaza central de la ciudad.

Escenario Tiempo traslado Carencias en la dotación Estética urbana Criminogénesis


promedio a centros urbana
neurálgicos de la
Ciudad
A 92 minutos Pavimento, alumbrado (hay Presencia de grafiti y fincas en Alta
con 1 trasborde pero incompleto), centros es- mal estado grave, deficiencia
colares de nivel medio y ascen- de aseo público.
dente.
B 72 minutos centros escolares de nivel me- Presencia de grafiti. Alta
con 1 trasborde dio hacia arriba
C 94 minutos Pavimento (incompleto), cen- Presencia de grafiti, deficien- Alta
con 1 trasborde tros escolares de nivel medio cia de aseo público
hacia arriba
D 63 minutos Pavimento, alumbrado (hay Presencia de grafiti. Alta
sin trasborde pero incompleto), centros es-
colares de nivel medio y as-
cendente. Espacios de recreo y
despresurización
E 31 minutos N.A. Baja
sin trasborde
F 22 minutos N.A. Baja
sin trasborde
G 17 minutos N.A. Presencia de Algunos grafitis Baja
sin trasborde
H 35 minutos N.A. *Es privado Baja
con 1 trasborde

CAPÍTULO v 557
Conclusión

Los hallazgos de este trabajo permiten observar diferencias en cuanto a la facilidad-di-


ficultad para acceder a servicios de corte público, las cuales se dan de acuerdo a la zona donde
se habite. Asimismo en coincidencia con lo referido por Zaffaroni (1988) y Jiménez-Bautista
(2012) se aprecia como en la marginalidad, tanto geográfica como social de las ciudades, se
configuran ambientes propicios para que se desarrollen conductas criminales y antisociales. Fue
claro además que en respaldo a lo postulado por Castillo y Castro (2011) la pobreza no es la
única variable atribuible a la génesis de delitos y conductas antisociales, sino que se acompaña
esto último de deficiencias de tipo estructural. En el mismo sentido lo propuesto por De la
Garza (2001) llama a reflexionar si el modelo neoliberal genera en su sobrevaloración finan-
ciera, precariedad y desesperanza que pudieran luego hallar catalizadores en la manifestación
antisocial y criminal.

Se aprecia también como a partir del pensamiento Banduriano (Bandura, 1982) se pu-
diera argumentar que el ambiente social imperante de pobreza y marginalidad traiga consigo
la génesis de un sentido de desesperanza, que a su vez en una secuencia de eventos da causa a
comportamientos temerarios, algunos de los cuales pueden ser parasociales o antisociales.

Resultan notorios los datos aportados por la prensa (Gasca, 2016) los cuales de forma
clara dejan ver que en zonas criminógenas la educación pública no está con una cobertura
adecuada desde instancias que debieran atender a población que está en etapas iniciales del
desarrollo biopsicosocial.

Llama la atención que el elemento estética urbana se ausenta en las zonas populares y de
alta criminogénesis, donde al respecto se puede discutir la presencia de grafiti como un modo
de expresión normal desde la subalternidad, más no así la mala calidad en el aseo público.

Además se considera pertinente tomar en cuenta lo escrito sobre las metrópolis (Sim-
mel, 1988; Negrete, 2010) ya que la vorágine por construir la modernidad en metrópolis conlle-
va aparentemente cambios sociales y distinciones de clases que generan problemas en la con-
vivencia entre los sujetos citadinos. Por otra parte los conceptos teóricos de Durkheim (1998 y
2013), de Galtung (2003) encuentran en los hallazgos que este documento expone, puntos para
sugerir se debata y reflexione en torno a la llegada de beneficios sociales sobre aquellos cotos
de pobreza que con frecuencia se esconden tras las estadísticas de criminalidad.

Finalmente se debe mencionar que los hallazgos de este trabajo han sido la consecuen-
cia de un estudio de primera aproximación en el contexto de trabajo, un estudio exploratorio al

CAPÍTULO v 558
fin, pero que ha buscado poner en la escena de discusión el tópico que relaciona a la violencia
estructural con las conductas antisociales en la ciudad de León. Con énfasis se señala que no es
aún posible establecer relación causal directa entre lo encontrado en esta labor con la génesis
de comportamientos antisociales, más sí es la intención continuar la línea de trabajo para tener
material más concluyente y mejor delimitado.

CAPÍTULO v 559
Obra citada

American Psychiatric Association. (2014). Guía de consulta de los criterios diagnósticos del
DSM-5. México: Editorial Médica Panamericana.

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CAPÍTULO v 560
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Zaffaroni, E.R. (1988). Criminología: Una aproximación desde un margen. Bogotá: Temis.

CAPÍTULO v 561
En las orillas del asfalto: identidades juveniles
en una colonia popular del municipio de los
Reyes La Paz, Estado de México

Aurora Zavala Caudillo30

Resumen: El acercarme a la realidad social que viven los jóvenes me permite reflexionar sobre
la violencia como algo continuo, donde no sólo sufren la violencia, la ejercen a través del poder
y control de diversas situaciones que se manifiestan en el diario transcurrir, siendo detonante de
profundas transformaciones que van desde la ocupación de espacios, el vinculo social y sentido
común. El cruce de estas tres dimensiones arroja evidencias de los diversos tipos de violencias que
enfrentan y producen los jóvenes. Así en éste artículo analizo las formas de violencia que viven los
jóvenes en una colonia popular ubicada en el municipio de Los Reyes La Paz, Estado de México.
Argumento desde un paradigma interpretativo que las violencias son producto de las condicio-
nes estructurales socioeconómicas, las cuales se insertan en lo cotidiano ante el declive de las
instituciones y la imposibilidad de acceder a una instancia de socialización en el que los jóvenes
son expulsados socialmente. Por tanto, planteo que la violencia funciona en éstos jóvenes a
partir de dos ejes, por un lado es utilizada como una argamasa que los protege al interior, pero
al exterior de los agrupamientos se instala a modo de reforzar una actitud transgresora.
Es una investigación de tipo cualitativa que permite comprender e interpretar la construcción
sociocultural de las identidades juveniles en contextos permeados por las violencias. De tal
manera, doy cuenta de que la realidad social se construye desde la estructura pero los jóvenes
como agentes sociales tienen la capacidad de seguir los preceptos y lineamientos que indican
las maneras de ser joven, pero al mismo tiempo cuestionan su condición juvenil. Utilizó el
método etnográfico, toda vez que se privilegia la descripción del fenómeno social a partir del
referente empírico.

Palabras clave: Identidades juveniles, violencia cotidiana y declive de las instituciones

30
Doctora en Antropología, Universidad de Guanajuato. Email: zavala.aurora28@gmail.com

CAPÍTULO v 562
Summary: The approach to the social reality experienced by young people allows me to re-
flect on violence as a continuum, where not only suffer violence, exercised through the power
and control of various situations that occur in daily pass, being triggered deep transformations
ranging from the occupation of spaces, the social bond and common sense. The intersection
of these three dimensions, the evidence of the various types of violence they face and produce
young. So in this article I analyze the forms of violence that young people living in a popular
neighborhood located in the municipality of Los Reyes La Paz, State of Mexico.
Arguments from interpretive paradigm violence are the result of structural socioeconomic con-
ditions, which are inserted into the everyday to the decline of institutions and lack of access
to an instance of socialization in which young people are socially expelled. Therefore, I argue
that violence works in these young people from two axes, on the one hand is used as a glue that
protects the outside, but inside is installed groupings how to strengthen the social expulsion.
It is a qualitative research type to understanding and interpreting the sociocultural construction
of youth identities in contexts permeated by violence. So, I realize that social reality is construc-
ted from the structure but young people as social agents have the ability to follow the precepts
and guidelines indicate ways of being young, but at the same time questioning its youthful
condition. He used the ethnographic method, since the description of the social phenomenon is
privileged from empirical referent.

Keywords: Youth Identities, daily violence, decline of institutions

Introducción

Los jóvenes se asumen desde diversos referentes productos de su vínculo con otros jó-
venes o por los modelos de comportamiento que siguen por las redes sociales. Los jóvenes dise-
ñan diversas tramas de significados, donde la violencia funciona como una especie de “argama-
sa” en tanto “cubre” “cobija” a los muchachos que pertenecen a algún agrupamiento. Mientras
al exterior de los agrupamientos se visualiza como una actitud impugnadora y transgresora,
empero para ambas partes la violencia es algo “normal” dado que se establece en lo cotidiano.

Comprender la violencia a partir del entramado de significados posibilita interpretar las


acciones y las representaciones de esas acciones, a partir de la construcción de espacios socia-
les, la auto-representación que elaboran de ellos mismos, la trama de significados que giran
alrededor de la violencia. Los testimonios posibilitan guiar la discusión a un fenómeno social
que se presenta ante el declive de las instituciones.

En una sociedad moderna de alto riesgo como lo apunta Giddens (2007), el tipo ideal de
clases lo constituía la igualdad, hoy lo es la seguridad, la cual traslada la sociedad de la miseria

CAPÍTULO v 563
a la sociedad del miedo. Los sujetos se ven obligados a adoptar una actitud de cálculo y com-
petencia en un contexto de peligro lo que origina una pérdida de confianza hacia uno mismo
y hacia el otro, empero en esta investigación se demuestra que la miseria y la exclusión social
de la cual son sujetos los jóvenes permite establecer vínculos sociales estrechos, al recuperar y
recrear no sólo el sentido de los objetos sino también de las personas en los jóvenes.

El lector encontrará un apartado de metodología de la investigación, seguida del con-


texto social; lo anterior brindará elementos para comprender el tipo de identidades juveniles
que se expresan en la colonia y su relación con la violencia cotidiana, finalmente a manera de
conclusión reflexiono sobre el papel de las instituciones en una sociedad.

Metodología de investigación

La investigación es de tipo cualitativo. Llevé a cabo el trabajo de campo entre


2006- 2008, realicé diversos recorridos por algunas colonias populares del municipio de
Los Reyes La Paz, Estado de México, a fin de identificar una colonia que me permitie-
ra realizar el estudio con jóvenes y su relación con la violencia. Así llegue a Techa, una
colonia ubicada al oriente del municipio. Como estrategia de inserción me presenté con
funcionarios del Ayuntamiento del municipio y algunas organizaciones civiles, así como
universidades como la Universidad Autónoma del Estado de México; entrevisté en pro-
fundidad a jóvenes y adultos; realicé observación participante y, finalmente, hice entre-
vistas semiestructuradas.

Como primer criterio metodológico, decidí centrarme en los hombres jóvenes que ha-
bitan en esta colonia con el fin de mostrar los rostros juveniles. Un segundo criterio fue que los
entrevistados se asumieran como integrantes de algún agrupamiento juvenil; por último, fue
fundamental que los jóvenes estuvieran dispuestos a participar en el proceso de investigación
para recabar las evidencias que se muestran en este trabajo.

Pude realizar 30 entrevistas; del total 2 fueron a empleados del Ayuntamiento del
Municipio de Los Reyes La Paz, mientras que 13 fueron a madres de familia y finalmente, 15
fueron a jóvenes. En el momento de realizar el trabajo de campo, las edades de estos jóvenes
iban de 15 a 26 años. Cabe señalar que ninguno de estos jóvenes trabaja y abandonaron sus
estudios, el 100% es adicto a alguna sustancia. Los jóvenes obtienen sus ingresos a partir del
hurto a transeúntes. Por cuestiones de seguridad y ética se modificaron los nombres de los
jóvenes.

CAPÍTULO v 564
Contexto social: Techachaltitla

Los asentamientos humanos se ubican en espacios que no son aptos para la vivienda y
en ocasiones tienen un alto valor ambiental. Este tipo de asentamientos se integran a la mancha
urbana después de un proceso gradual de regularización y de dotación de infraestructura y ser-
vicios. La colonia Techachaltitla se constituyó a partir de estos mecanismos, así la invasión no
permitió una planeación de la colonia, por lo que la lucha por los servicios de salud, iglesias,
centros de recreación, parques recreativos, dispensarios médicos, mercados públicos, o alguna
lechería, continúan. Esta disputa se da a partir de algunas formas de organización, tales como el
Consejo de Participación Ciudadana (COPACI).

Para obtener algunos de servicios la población debe trasladarse a La Magdalena, colo-


nia aledaña. Sólo existe un lote donde se ubican tres instituciones educativas: jardín de niños,
primaria y secundaria, donde los alumnos estudian hacinados, en un espacio sin piso, aulas,
pizarrón, butacas, ni material didáctico. Entre las tensiones que aún se perciben, las más fuertes
se aprecian en las relaciones vecinales, la lucha por el poder de manejar la colonia, sin importar
que existan organismos cívicos, la confluencia de los diversos agrupamientos identitarios, así
como la privación de la libertad como secuela de la invasión.

La colonia se ubica en el municipio de Los Reyes La Paz se localiza al oriente del Es-
tado de México, limita al norte con los municipios de Chicoloapan y Chimalhuacán, al sur con
los de Ixtapaluca, Chalco; al este con el de Chicoloapan e Ixtapaluca; y al oeste con la Delega-
ción Iztapalapa del Distrito Federal y el municipio de Nezahualcóyotl.

Identidades juveniles

La juventud es una construcción sociocultural condicionada a un tiempo y a un espacio


situado. Así, cada sociedad precisa las formas mediante las cuales se define qué es ser joven.
Por tanto, como grupo, los jóvenes no son homogéneos, sino complejos y están inmersos en un
sinfín de realidades. Tienen asimismo la posibilidad de crear y recrear diversos estilos de ser
joven. De modo que se apropian del discurso instituido por una serie de estructuras, se organi-
zan a partir de reafirmar su diferencia con el otro, principalmente con los adultos. La alteridad
constituye a su vez un nosotros, que origina mecanismos por los cuales ellos se hacen sujetos
visibles.

La construcción de los jóvenes en Techa se articula y representa desde una gran diver-

CAPÍTULO v 565
sidad. Esta se enuncia a partir de una serie de dimensiones: la experiencia biográfica, lenguaje,
prácticas cotidianas, creación y disputa por los espacios sociales, artefactos simbólicos y fron-
teras sociales, así como la pertenencia, adscripción, participación y reconocimiento a un deter-
minado agrupamiento juvenil. Por tanto, la identidad de los jóvenes se va conformando como
aquello que permite conocerse a uno mismo. Es lo que hace que yo no sea idéntico a ninguna
otra persona, implica reconocerse y hacerse reconocer como tal. Se construye, es dinámica y
se transforma de acuerdo a experiencias cotidianas. Parte de una dimensión subjetiva, pues las
identidades emergen en confrontación y relación con los otros.

En este sentido, Valenzuela (1997, p. 15) plantea que “las identidades son procesos
intersubjetivos de conformación de límites de adscripción no estáticos ni esencialistas. Estos
procesos intersubjetivos se inscriben en relaciones sociales históricas”. De ahí que los jóvenes
retomen formas y estilos diversos para conformar su propia identidad. Adquieren sentido en
contextos específicos. La identidad es también una puesta en escena, representada a partir de la
disputa por los espacios y prácticas cotidianas.

Así pues, las identidades juveniles se construyen con emblemas, símbolos, prácticas que
posibilitan y delimitan la adscripción a ciertos agrupamientos identitarios. Emergen de la relación
social con los otros, sus referentes son los espacios de socialización y en las relaciones de poder donde
participan los jóvenes. La identidad brinda la posibilidad de crear formas diversas de identificación,
cuyos límites de adscripción se basan en la posición de los otros. Encontramos así en la investiga-
ción diversos agrupamientos identitarios juveniles: “cholos, rockeros y marihuanos” que se ins-
criben en formas de identidad rechazadas, objeto de características peyorativas y estigmatizadas 31
por un sistema hegemónico. A este tipo de identidades se les conoce, de acuerdo con Valen-
zuela (2004), como identidades proscritas, en las cuales los estilos de vida y las prácticas co-
tidianas infringen constantemente las normas y valores prevalecientes en tiempos y contextos
determinados.

En los estudios sobre la juventud existen una gran variedad de construc-


tos para designar y comprender a los jóvenes agrupados, para efectos de esta estu-
dio retomo a Reguillo (1995, p. 237), toda vez que me permite comprender desde el re-
ferente empírico a las bandas juveniles a partir de las formas de agregación social32
que se dan en los barrios populares y marginados de las ciudades, siendo una agrupación
31
Estigma es definido como los atributos desacreditados a partir de una determinada relación.
32
La agregación define la confluencia de códigos de interacción a nivel simbólico y a los diversos significados
que se tienen de los espacios y de las experiencias de los jóvenes que se manifiestan en el ámbito cultural, por
ello refiere a artefactos o instrumentos de mediación que utilizan los sujetos para lograr satisfacer sus necesida-
des y relacionarse con otros.

CAPÍTULO v 566
solidaria que cumple dos funciones, la primera constituye una función integradora dentro de
la banda, pero hacia el exterior se manifiesta como una función impugnadora. Ello permite la
agrupación de los muchachos con características comunes, tales como dificultades económicas,
deserción escolar ó bien no acceden a un sistema educativo, una nula participación y vincu-
lación con alguna figura de autoridad. La banda constituye una forma de interacción social
alternativa a otras instituciones a las que por lo general no tienen acceso los jóvenes. Enmarca
a la objetivación simbólica como aquella manera en que la banda utiliza y da uso específico a
los artefactos símbolos y objetos, parte de una relación de un esquema propio de representa-
ción. Por otra parte la banda proporciona la temporalidad, al crear un presente permanente con
ausencia de un futuro, donde este futuro por lo general es incierto, por ello la demora del joven
en el mundo de los adultos.

Violencia en los agrupamientos identitarios juveniles

La violencia es producto de diversos procesos sociales los cuales enfatizan las dife-
rencias entre los jóvenes. Esto al vivir en una zona donde los servicios son escasos, ausencia
de autoridad, discriminación y estigma social se interiorizan en las prácticas de los jóvenes al
re-significar o reafirmar su estatus y condición social.

La violencia de género incluye la construcción de las masculinidades en los chavos y


feminidades muy específicas. Los relatos corresponden a una serie de vivencias que circundan
tramas de significados que envuelven las prácticas que consideran violentas los jóvenes, en
tanto para otros constituyen algo cotidiano. Dentro de estas tramas de significado inicio con la
auto-representación que tienen los agrupamientos identitarios juveniles, la cual se caracteriza
por una puesta en escena, donde el sufrimiento, respeto y dolor entran como condición de la
masculinidad elevada.

Lo valedores de la banda debemos tener sangre fría, ser de la calle,


chupar mucho y de vez en cuando monear para estar chidos con los
demás morros, en la banda somos un chingo, hay chavas, la mayoría
de los integrantes es porque en nuestro cantón, los rucos nos insulta,
nos rechazan, nos llaman marihuanos, buenos para nada, nos manda a
la chingada, por eso nos activamos y nos reunimos para darnos cariño,
comprensión, confianza y sobre todo unión y respeto entre nosotros.
(Mauss, 22 años)

CAPÍTULO v 567
El respeto es un elemento que se utiliza como generador de violencia al ejercer el páni-
co y el dolor en las calles a partir de las prácticas e intimidación que proyectan estos jóvenes en
el consumo y venta de drogas. El sentir de los muchachos se perpetúa en el día a día, por tanto
la violencia no sólo la ejercen los jóvenes que se encuentran agrupados, sino que la sufren y
viven ante la descalificación de la cual son sujetos.

Los jóvenes señalan que el formar parte de algún agrupamiento juvenil los dota de “car-
nalismo”, el cual se entienden como aquel acto de identificación y decisión que se cimienta en
la confianza y solidaridad compartida.

Tenía que continuar la banda, somos pura ley. Otros camaradas se integran
con nosotros por la protección o por el simple hecho de que somos muy
famosos por el barrio, que nadie puede con nosotros por ser tan chingones,
por la fama que tenemos quieren pertenecer a la banda y por este motivo
se ha incrementado más. (El Alemán, 20 años)

Los lazos que crean estos jóvenes al interior de cada agrupamiento denotan una ne-
cesidad de continuidad, protección y respeto ante las demás bandas. Al interior este vínculo
alude a una noción de “nosotros” ante los otros, por ello la violencia que ejercen funciona
como un espectro que proporciona la reproducción de la banda y la pandilla.

La violencia se detenta a partir del poder que ejerce los jóvenes hacia vecinos y jóve-
nes de otros barrios. Los jóvenes en su cotidianidad realizan la práctica del secuestro exprés,
el hurto, los tatuajes en su cuerpo, el argot que emplean, replanteamiento de valores tradicio-
nales en relación a los ideales y sentido común de los adultos. Estos son vistos al exterior de
los agrupamientos como transgresiones las cuales se instauran en el cuerpo y mentes de los
jóvenes.

La violencia como algo cotidiano…

En mi trabajo etnográfico fui y viví la violencia como algo cotidiano. Desde el primer
día que llegue pude notar las estrategias que implementan los vecinos y los jóvenes de la ban-
da de los marihuanos para controlar el acceso a la colonia. Con ellos tuve mi primer contacto,
al llegar a Techa y tratar de pasar a la segunda calle e iniciar mi recorrido, fui interceptada

CAPÍTULO v 568
por un Marihuano, Guadalupe, él me impido el paso mencionando que para ingresar tenía que
identificarme, darle una pequeña cantidad de dinero y acceder a la colonia, y otra para la pro-
tección. En tanto no pagara no se asumía como responsable de mi integridad. Otro suceso fue
el observar el uso del argot que se emplea para designar aquel joven cholo de menor jerarquía.
(Las palabras anti sonantes, burlas continuas, golpes, escupitinas). No obstante la violencia
que ellos reciben es en condiciones similares.

La violencia se convierte en un modo de estar y sobrevivir con los otros, es algo con-
tinuo, no sólo responde a una desigualdad social provoca sensaciones de indignación, rabia,
odio y resistencia, sino que también reafirma esquemas de pensamiento.

Ahí entre todos se defienden, si le pegan a la banda de a lado, ellos van


para que hagan paro, una vez estábamos en la casa, Chino, el Julio, y
Chino dijo, ahorita vengo a ver que hay, y regresa, corre y corre, y dijo
que lo habían robado la bicicleta y salimos , llegaron los de la otra calle,
se unieron , y también eran como 40 güeyes, para pegarle como a seis o
siete, el chiste es que recuperamos la bicicleta, ya nunca llegaron a verse
por ahí (Juan Carlos, 24 años)

El tipo de violencia que se manifiesta y reconoce es la violencia como algo “normal”


y cotidiano la cual envuelve diversas prácticas y expresiones diarias de convivencia, tales
como el golpear a alguien, robar y matar. En un nivel micro la violencia se presenta en la
familia y amigos. Estas formas de violencia que se viven a diario se constituyen por las des-
igualdades estructurales como son la pobreza, las nulas oportunidades de acceso a un empleo
y educación repercuten y se naturalizan a un nivel micro en la cotidianidad de las prácticas
de los jóvenes.

…Pues qué siento, no siento nada, te acostumbras a todo, ya cuando ves


problemas te haces a la orilla, para que no te toque un balazo o un bote-
llazo o piedrazo, cualquier cosa, nos metemos a una casa, pero cuando es
con nosotros, pues si tenemos que salir, a pegarnos entre todos, porque si
no se van a manchar, una vez nos llegaron a robar, con navajas, con todo
eso, pero la banda no se dejó y le dieron un balazo, en su cabeza y ahí lo
dejaron tirado… (Mario, 24 años)

CAPÍTULO v 569
La visión centrada en la indiferencia y revanchismo constituyen dos ejes que reafir-
man la violencia cotidiana que ejercen los chavos como recurso legitimo. Al no visualizar es-
tas prácticas y expresiones nítidas, la violencia se vuelve algo invisible que debe permanecer
y no cuestionarse.

…Así también, sientes miedo, porque también sabes que tienes herma-
nos, y sabes que algún día puede salir tu hermana, pues una bala perdida
le puede tocar, o en la confusión le pueden pegar, lo que sea, si te da
miedo, pero estas consciente de que tú andas de malandrín, pues también
les dices que no salgan y se los repites, porque puede pasar esto, pero es
imposible que no salgan mis hermanos, pero ya ni modo, te da miedo…
(Deco, 18 años)

Defino al miedo como una dimensión constitutiva de la violencia, es evento y emo-


ción que surge con base a lo desconocido, la incertidumbre y la sospecha. Constituye una
sensación de inseguridad y peligro que puede materializarse en un acto violento como lo es
la percepción de la presencia de la banda y pandilla en las esquinas.

La incertidumbre y el riesgo por lo general refieren a la sensación de lo desconocido


en un ámbito ambiental y natural ante la catástrofe de inundaciones o un temblor, empero
el riesgo que los habitantes denotan se encamina a la incertidumbre de lo desconocido en el
significado de las practicas tales como el silbido o la permanencia de los muchachos en las
esquinas.

El miedo constituye un componente y forma de violencia, propicia modificaciones en


el uso del espacio a partir del confinamiento, el miedo se basa en la sospecha y desconfianza,
donde la legitimidad de los agrupamientos se da a partir de la ley impuesta de códigos y nor-
mas que regulan los espacios sociales y las relaciones.

A manera de conclusión

El declive de las instituciones se manifiesta ante la falta de credibilidad y la pérdida


de autoridad de las principales estructuras de acogida como son la familia, religión, sistema
educativo y la seguridad pública. Este declive surge cuando las instituciones dejan de tener
credibilidad ante la población, el debilitamiento de las normas codificadas y protegidas por
decaen en la subjetividad de los individuos. Esto genera una destitución de las estructuras de
acogida a partir de diversos mecanismos. Ejemplo: la adicción a las drogas, el desempleo,
inseguridad, violencia, bajo nivel educativo, abandono social, corrupción e impunidades en

CAPÍTULO v 570
las que se mueven las instituciones públicas, el fenómeno de las bandas o pandillas juveniles,
así como los cambios en las tradiciones y formas de comunicación.

Ante esta situación los jóvenes comparten un descontento generalizado, no poseen


vías de canalización ante la incertidumbre. Los diversos procesos de identidad de los chavos
no concuerdan con el esquema esperado e instituido de manera estructural. Esto propicia que
los jóvenes asuman una postura radical a las ideas y esquemas de comportamiento al interior
del seno familiar, no obstante continúan con un patrón de acción similar como el que tuvieron
en casa.

La violencia que se genera en la colonia Techa, no es privativa de los jóvenes, los


actores involucrados parten desde el ayuntamiento de Los Reyes La Paz, hasta aquellos que
tienen un cargo menor dentro de la colonia como es el Consejo de Participación Ciudadana
y el sistema de seguridad municipal. La exclusión social por parte de la autoridad es una
muestra del declive institucional y anulación de la diversidad de identidades de jóvenes que
confluyen en la colonia.

La credibilidad en la figura de autoridad se justifica en tanto se visualiza al otro en una


condición de igualdad, “la pobreza” y la corrupción a la cual son sometidos no sólo policías,
maestros, enfermeras, toda vez que los jóvenes al no tener una opción que de salida a sus
necesidades y problemas cotidianos se incorporan al narcotráfico como una opción impuesta
por esta estructura. La banda permite visualizar el intersticio en los jóvenes, la indiferencia
social, el estar ausente ante la mirada de las instituciones y del próximo, siendo la familia la
cual genera sentimientos como el siguiente:
La juventud en Techa transgrede, radicaliza y re-significa su condición de marginados
ante el sistema Perea (2007). Denuncia que se visualiza en las esquinas, barrancas o tinacos
que se encuentran fragmentados pero también integrados en los barrios unidos. La presencia
y acciones llevadas a cabo por los jóvenes son desafiantes y latentes, ponen en cuestión la
precariedad de las estructuras de acogida, la mediación social en la construcción de una con-
vivencia, donde la violencia indica una manera de comunicar algo: el malestar de los jóvenes.

Los jóvenes se agrupan ante las tensiones, contradicciones que configuran los agru-
pamientos identitarios juveniles, donde no existe la posibilidad de estudiar y trabajar, sólo la
esquina. El estar juntos se presenta como una respuesta ante el aislamiento y la falta de cre-
dibilidad de las instituciones. Los agrupamientos identitarios emergen ante la incapacidad de
las estructuras de acogida al no integrarlos. Los puntos de reconocimiento y aceptación de los

CAPÍTULO v 571
jóvenes en los agrupamientos son valorados e incorporados con base al sentido y visión de un
mundo común, en tanto sus lazos de fraternidad y solidaridad denotan fuertes componentes
de violencia cotidiana que se configuran e instauran en la invisibilidad a partir de prácticas
legitimas como recurso provocando certezas ante la muerte pero también instituyendo un
discurso compartido.

Obra citada

Giddens A. (2007). Un mundo desbocado. Los efectos de la globalización en nuestras vidas.


México: Taurus.

Perea, C. M. (2007). Con el Diablo Adentro, Pandillas, Tiempo paralelo y poder, México: Siglo
XXI.

Reguillo, R. (1995). En la Calle otra vez, Las Bandas: Identidad Urbana y usos de la Comuni-
cación. 2Edición. México: ITESO

Valenzuela, J. M. (1997). A la brava Ése: Identidades Juveniles en México: Cholos, Punks y


chavo banda. México: ENTS-COLFE-UNAM.

Valenzuela, J. M. (2004). Decadencia y Auge de las Identidades, Cultura Nacional, Identidad


Cultural y Modernización. México: P y V, COLFE.

Valenzuela, J. M. (2004). “Culturas Identitarias Juveniles”. En Rossana R. et al. (Coord.), Tiem-


po de híbridos: entre siglos jóvenes. México-Cataluña: Instituto Mexicano de la Juven-
tud.

Obra citada de internet

Ayuntamiento de los Reyes La Paz.

2008 http://www.losreyeslapaz.gob.mx/nuestra_historia.htm

CAPÍTULO v 572
Rastreando los impactos de las expresiones
socioculturales del narcotráfico en las
perspectivas juveniles

Marcos J. Estrada Ruiz33

Resumen: La narcocultura ha ganado un espacio en los análisis que cada vez más se hacen para
abordar desde el aspecto sociocultural los impactos y expresiones del narcotráfico. La mayoría de
los estudios la asumen ya como una realidad y necesidad para enmarcar las distintas expresiones,
que van desde lo religioso hasta lo musical. Pero no como una subcultura en resistencia, sino que,
al salir de lo rural a lo urbano y expandirse, ha ido ganando en legitimidad, los narcocorridos han
contribuido a ello, de tal forma que estamos ante la identidad reivindicada de lo “narco”.
Sobre este tema, en México ha existido una constante desde el poder público que ha sido la de
la prohibición y el estigma, aduciéndose desde las distintas autoridades implicadas, que dichas
expresiones son llamados a delinquir o apología de la violencia y el delito. Sin embargo los
argumentos no parecen ser suficientes, pues no se ha logrado develar bajo este enfoque de pro-
hibición y censura de los narcocorridos, si en efecto hay impactos, ¿cuáles son estos?, ¿cómo
se transforman, de ser el caso, las expresiones de la narcocultura y en concreto el narcocorrido,
en condicionantes o determinantes de las opciones de vida de los jóvenes? Los corridos de los
últimos años, a partir de la llamada guerra contra el narcotráfico iniciada en el 2007, parecen
haber tenido un “incremento” en el nivel de violencia expresada. ¿Cuál es su contenido y de
dónde proviene su señalamiento como cantos de guerra y de apología a prácticas antisociales y
violentas? Finalmente, ¿qué ha dicho al respecto la Ciencia Social en México? En este trabajo
se presenta un primer acercamiento a partir de la revisión de los estudios existentes sobre el
tema, a la manera de un estado de la cuestión que ha servido para, además de problematizar
un naciente campo de estudio, intentar sistematizar los análisis y las respuestas que distintos
estudiosos han brindado en los últimos años, en particular desde la citada guerra contra el narco.

Palabras clave: Narcocultura, Narcocorrido, Jóvenes, Violencia, Identidades.

33
Universidad de Guanajuato-Departamento de Educación. Email:estrada.ruiz.marcosj@gmail.com

CAPÍTULO v 573
Summary: Narcoculture has earned a place in the analyzes that increasingly are made to ad-
dress the socio-cultural aspect from impacts and expressions of drug trafficking. Most studies
assume and as a reality and necessity to frame the different expressions, ranging from the re-
ligious to the music. But not as a subculture in resistance, but when leaving rural to urban and
expand, has been gaining legitimacy, narcocorridos have contributed to it, so that we are in the
identity claimed by the “narco”.
On this issue, in Mexico there has been a constant since the public power that has been to
the ban and stigma, being adduced from the various authorities involved, such expressions
are called to commit crimes or advocate violence and crime. However the arguments do not
seem to be enough, because has not been achieved under this approach reveal prohibition
and censorship of narcocorridos, if there are impacts in effect, what are these ?, how are
transformed from being the case, the expressions the narco and specifically the narcocor-
rido, in conditions or determinants of the life choices of young people? Music traffickers
in recent years, from the so-called war on drugs started in 2007, they seem to have had
an “increase” in the level of violence expressed. What is its content and hence its signage
as war songs and apology to antisocial and violent practices? Finally, what has been said
about the Social Science in Mexico? This paper presents a first approach from the review
of existing studies on the subject, in the manner of a state of knowledge that has served
submitted for addition to problematize an emerging field of study, try to systematize the
analysis and answers that various scholars have offered in recent years, particularly since
the aforementioned drug war.

Keywords: Narcoculture, Young, Violence, Identity

Introducción

La historia del narcotráfico en México es larga. Quizá a partir del trabajo de Astorga
(2003), es que podemos decir que tuvo sus inicios con la larga experiencia con diferentes dro-
gas que los chinos radicados en el país, desde finales del siglo XIX, trajeron consigo. Más allá
de revisar los origines y las relaciones entre el campo de las drogas y su relación con el campo
político, que ha sido una sugerente línea mostrada por Astorga, importa en este trabajo hacer
una revisión a partir de una mirada sociocultural, que permita rastrear el conjunto de posicio-
namientos axiológicos a partir de los cuales se definen y justifican, las diferentes situaciones
de lo relacionado con el mundo del narcotráfico (Valenzuela, 2002), en particular de una de las
expresiones finales, o mejor dicho contemporáneas, de la historia del narcotráfico en México.
Es decir lo que ha devenido en ser nombrada como narcocultura, desde uno de sus artefactos
más claros, que son los denominados narcocorridos o corridos de traficantes, como Astorga
(2005) los denomina.

CAPÍTULO v 574
Sobre este tema, en México ha existido una constante desde el poder público que ha sido
la de la prohibición y el estigma, aduciéndose desde las distintas autoridades implicadas, que
dichas expresiones son llamados a delinquir o apología de la violencia y el delito. Sin embargo
los argumentos no parecen ser suficientes, normalmente han provenido de autoridades munici-
pales y estatales en los estados del norte del país, en los que se piensa que el narcotráfico y la
narcocultura se han establecido de manera más clara.

Pero no se ha logrado develar bajo este enfoque de prohibición y censura de los nar-
cocorridos, si en efecto hay impactos, ¿cuáles son estos?, ¿cómo se transforman, de ser el
caso, las expresiones de la narcocultura y en concreto el narcocorrido, en condicionantes o
determinantes de las opciones de vida de los jóvenes? Los corridos de los últimos años, a
partir de la llamada guerra contra el narcotráfico iniciada en el 2007, parecen haber tenido un
“incremento” en el nivel de violencia expresada. ¿Cuál es su contenido y de dónde proviene
su señalamiento como cantos de guerra y de apología a prácticas antisociales y violentas?
Finalmente, ¿qué ha dicho al respecto la Ciencia Social en México? En este trabajo se pre-
senta un primer acercamiento a partir de la revisión de los estudios existentes sobre el tema,
a la manera de un estado de la cuestión que ha servido para, además de problematizar un
naciente campo de estudio, intentar sistematizar los análisis y las respuestas que distintos
estudiosos han brindado en los últimos años, en particular desde la citada guerra contra el
narco.

Así entonces, la pregunta es acerca del impacto de la narcocultura y su expresión en


el narcocorrido, en la violencia y en las prácticas que en las historias y narrativas corridísti-
cas se suceden, ¿en dónde han ubicado su impacto los estudios existentes en México?

Metodología

El texto fue construido bajo la lógica de un estado de la cuestión, a partir de la preten-


sión de contar con un primer acercamiento a la relación de las expresiones socioculturales
del narcotráfico, la llamada narcocultura, con las expresiones e impactos en la población
juvenil. De tal forma que, lo que se imponía, era tener una mirada sobre lo producido en el
campo de la Ciencia Social en México, en concreto los trabajos relacionados con los impac-
tos en la población en general y juvenil en particular.

En la revisión tomamos como base general, aunque no exclusiva, los textos que se
produjeron a partir de la llamada guerra contra el narco en el 2007, sin embargo la tuvimos

CAPÍTULO v 575
que ampliar a años anteriores pues ya se hacían análisis importantes que ayudan a compren-
der lo que vendría después, aunque todavía no se mostraba la crudeza que se iba a notar a
partir del sexenio de Felipe Calderón. También fue un criterio de inclusión que los textos
estuvieran publicados o bien como libros o en revistas arbitradas y como capítulos de libros.
El tercer criterio era que, de manera prioritaria, los textos ofrecieran marcos teóricos de
comprensión y explicación, de las relaciones e impacto en las expresiones socioculturales
del narcotráfico en la población joven.

Los aportes de los textos llevaron a ubicar varias categorías en las que se ha concen-
trado la generación del conocimiento. A parte de los datos propios de la problematización
con la que iniciamos el texto, que muestra algunos de los cambios económicos, de su im-
pacto en el contexto amplio y en el tipo de corridos que dieron cuenta de dichos cambios,
se ubican en concreto los siguientes apartados provenientes del análisis realizado: a) los
saldos de la guerra contra el narco de 2007 en adelante, en donde los corridos se convierten
en cantos de guerra en un contexto distinto a partir de ese año; b) la narcocultura como una
expresión sociocultural del narcotráfico, ahora masificada y evidenciada por su crudeza, en
la que destaca notablemente el narcocorrido como su expresión más fuerte; c) la identidad
reivindicada de lo narco, en donde, a la manera de hipótesis, se ubica a la validación social y
a cierta aceptación hacia las expresiones socioculturales del narcotráfico, y se muestran los
acercamientos a las preguntas sobre los impactos en los escuchas, particularmente jóvenes.

La problemática y el contexto

La frontera norte del país, para la cuestión del tránsito de drogas, sigue siendo porosa.
Se estima que entre el 70 y el 90 por ciento de la cocaína que entra a la unión americana pasa
por México, la mayor parte de la mariguana que les llega de fuera proviene de nuestro país,
el 30 por ciento de la heroína también tiene su origen en México y del mismo modo, ocupa
el primer lugar como introductor de metanfetaminas a los Estados Unidos (Astorga, 2007).

Y aquí está parte del debate actual, pues sobre el tema debe de destacarse que no es
solo la simple y llana exaltación del consumo, la suntuosidad e impunidad, sino que el nar-
cotráfico y la narcocultura que le acompaña, forma parte de la vida de una cantidad impor-
tante de población a lo largo y ancho del país. Así, ser “narco” se convirtió en una forma de
vida más, pero una en la que aún es posible lograr trascender económica y socialmente, sin
que se pase por el ámbito o los espacios legales y tradicionales como la educación (Astorga,

CAPÍTULO v 576
1995), y eso no es exclusivo de una parte o región del país. Lo que plantea claramente la
cuestión esencial que nos interesa, es decir, siguiendo a Astorga (1995), ¿cómo no dedicarse
al cultivo o tráfico de drogas si las ventajas de vivir “fuera” de la ley son mayores que estar
“dentro”?

Pero además, y quizá como el factor más importante, es que el resurgimiento del
corrido de traficantes se haya desarrollado al mismo tiempo que se presentaba en México el
desmantelamiento del tejido social, político y económico, que inició a finales de la década de
los años setenta (Ramírez-Pimienta, 2011) del siglo veinte, y que se acentuaría en las déca-
das siguientes, hasta nuestros días. Tiene razón nuestro autor al afirmar que se ha confundido
el síntoma con la enfermedad, demonizando al género del corrido que, en realidad, sirve a la
manera de un barómetro, para tomarle el pulso a la sociedad mexicana, y en especial desta-
cando que, en una época de mala situación económica, el corrido de narcotráfico ha particu-
larmente florecido (Ramírez-Pimienta, 2012), convirtiendo en héroes a los narcotraficantes
que, ante el incumplimiento de las funciones del Estado, han sido éstos los que han llenado
esos vacíos.

Estamos pues en un contexto distinto al del desarrollo del corrido durante todo el
siglo XX, quizá hasta los ochenta, en que se empezó a dar un cambio importante. Asumien-
do que el corrido, como dice Simonett (2004), puede expresar el punto de vista moral de
una comunidad, se tendría entonces que reconocer que hay un cambio al respecto, es decir
en la moralidad de la gente hacia el tráfico de drogas y todos los temas emparentados que
subyacen en los corridos, convertidos como dice Simonett, en una apoteosis del narco y de
su forma de ser.

Los datos de las escasas encuestas que existen al respecto, demuestran también que
hay un cambio importante en la percepción y representación hacia el fenómeno de los nar-
cocorridos en concreto. En general se han convertido en tolerables para una parte importante
de la sociedad, 7 de cada 10 personas que conocen los narcocorridos consideran que éstos
reflejan la realidad del país, mientras que un tercio de la población (33%) no considera a los
líderes del narco como criminales, y 15% los considera héroes (Parametría, 2011).

Los saldos de la guerra contra el narco

Para el caso de los corridos, Ramírez-Pimienta (2013) señala que a partir del sexenio de
Felipe Calderón (2006-2012), el narcocorrido se tornó más violento, dejó de lado lo festivo y se

CAPÍTULO v 577
concentró en la vida placentera de los narcotraficantes y en la hiperviolencia, como el cambio
principal respecto a lo que les había antecedido. Tal es el caso de lo denominado como “movi-
miento alterado”. El sentido entonces se transforma y los corridos se convierten en cantos de
guerra para atemorizar al enemigo y, según sostiene Ramírez-Pimienta (2013), sirven también
como mecanismos de reclutamiento al mostrar que el mundo del narcotráfico está lleno de lujos
y placeres. Pero no parece abandonarse del todo la función del corrido ahora en su versión de
narcocorrido para el caso del movimiento alterado, pues el mismo autor comenta que sirven
actualmente para mapear la historia reciente del enfrentamiento entre grupos criminales, es
decir siguen cumpliendo la función de crónica cotidiana de lo que sucede y que no se sabe por
otros medios.

Narcocultura como marco

El origen de la narcocultura se ubica, para algunos autores, en algunas localidades del


estado de Sinaloa, particularmente en el municipio de Badiraguato (Sánchez, 2009), como una
manifestación eminentemente rural. Esta expresión, contiene todos los elementos simbólicos
que definen a una cultura, como los valores, sistemas de creencias, normas, definiciones, usos
y costumbres (Gallino en Sánchez, 2009). Pero claramente ya no es un fenómeno exclusiva-
mente rural, y ahí está una de las claves de cómo, a partir de los años 70, se legitiman dichas
expresiones del narcotráfico al pasar y adquirir significancia en los actores urbanos (Sánchez,
2009). De ahí la hipótesis que Sánchez (2009) desarrolla al respecto, es decir el paso de una
identidad devaluada por vía del estigma y la desviación de quienes estaban asociados al narco-
tráfico, hacia el espacio urbano y la ciudad, dejando atrás la percepción de una subcultura en
resistencia, a una legitimadora, que son la función de todos los elementos de la narcocultura,
como los narcocorridos.

La narcocultura también ha sido definida como una cultura de la ostentación y del “todo
vale” (Mainhold y Sauter, 2012). Así, al mostrar y ostentar lo que se considera éxito a través
de sus símbolos de consumo, la narcocultura despierta aspiraciones en los marginados que para
salir de dicha situación aceptan, como dicen los autores antes citados, una suerte de pacto fáus-
tico. Lo claro es que en tanto cultura, ha erigido su propio lenguaje, medios de comunicación
específicos como los narcocorridos. Pero la cuestión ciertamente es más compleja, contiene
valores importantes como la lealtad y es también contracultura ante la modernidad; es post-
cultura (pastiche de símbolos des-referenciados), es modernidad capitalista donde el consumo
sobresale y es al mismo tiempo premodernidad, moral de compadrazgo, ley de lealtad al dueño

CAPÍTULO v 578
de la tierra, y es postmodernidad, vivir el instante, consumir al máximo y gozar el presente, etc.
(Mainhold y Sauter, 2012).

Desde la perspectiva de Giménez, Meléndrez (2011) retoma la idea de que la cultura es


una variedad de mundos concretos de creencias y prácticas, y que el corrido del narcotráfico es
uno de los géneros musicales de la cultura que pretende romper con las instituciones formales,
para mostrar una institución en ciernes desde la ilegalidad o clandestinidad, -paralegalidad sos-
tendrán más bien otros autores (Reguillo en Moncada, 2014)-. La autora incorpora elementos
importantes para el análisis y comprensión de la narcocultura, en especial desde la relación
entre una cultura formal-legal y su contraparte, que en el narcocorrido subyace, y la emergencia
de un nuevo sujeto social, el narco.

Una definición más amplia y abarcadora es la de Paola Ovalle (2005), para quien se
justifica el uso de la narcocultura como categoría, pues se refiere a un conjunto de sentidos prác-
ticos de la vida y de diversas reglas del juego y normas de comportamiento, que van hilándose
alrededor de la actividad de transportar y comercializar drogas ilegales.

La narcocultura vista desde la perspectiva de Valenzuela (2002) adquiere importancia


para la población no tanto por los cantos populares, sino de las expectativas de vida que genera,
a través de la exaltación del consumo, el poder y la impunidad. El producto más tangible de la
narcocultura es, como dice Ramírez-Pimienta (2010), precisamente el narcocorrido, por lo que
la relación entre la música y la conformación cultural parece directa, y en el análisis insosla-
yable. Más aún, lo anterior también adelanta el camino metodológico que habría de seguirse
en término de la investigación: dejar atrás la cuestión de vetarlos o estigmatizarlos y más bien
habría que reflexionar sobre ellos, y ver el recorrido que han seguido y cómo han sido recibidos
durante los años (2010).

Expresiones musicales de la narcocultura: Narcocorridos

En su comprensión general, el corrido ha sido entendido como un elemento de expre-


sión de los grupos populares, en donde se refieren historias que, cantadas o recitadas, propician
la magnificación de los actos bajo una limitación geográfica y temporal. Es a través del corrido
que el pueblo ve recreados sus anhelos, frustraciones y simpatías, y ve a sus héroes y antihéroes,
recrea sus mitos y leyendas (Valenzuela, 2002). ¿Se terminó esta tradición? ¿Qué podemos de-
cir que ha permanecido a partir de lo que hoy se denomina como narcocorridos? Pareciera que
lo anterior aplica ahora para la individualización, y que “las masas” o el pueblo se enfrentan

CAPÍTULO v 579
a una suerte de privatización o personalización del narcotraficante que pretende perpetuarse a
través de la exaltación de su vida, marcadas por la violencia, el lujo y la impunidad.

Convencionalmente definido, el narcocorrido es una expresión musical cuyas canciones


se ubican en el marco de la música norteña y narran historias sobre el narcotráfico (Burgos,
2011). Para la comprensión de la idea de narcocorrido, el elemento que define en mayor medida
es el de “narco”, que se refiere a cuestiones relacionadas con la droga y en particular sobre el
tráfico de las mismas, mientras que la segunda parte, como sostiene Burgos (2011), los corridos
son una tradición musical antigua en México, que consiste en narrar historias reales o ficticias
que se basan en sucesos que hieren la sensibilidad del pueblo (Avitia y Mendoza en Burgos,
2011).

Las narraciones presentan diversos entramados y jerarquías axiológicas que permiten


conocer aspectos de la vida de personajes reales o ficticios. Su importancia entonces, estriba en
la participación del narcocorrido en la construcción y reconstrucción de imaginarios colectivos
y en su articulación entre texto (en tanto experiencia musical diría yo) y la experiencia social
(Valenzuela, 2002).

Astorga (1995, p. 30) plantea una cuestión que está en el origen de nuestro interés en
la temática y que no ha estado en general en los planteamientos de quienes han abordado el
tema, es decir, se cuestiona nuestro autor: “El ´narcotráfico´ ha sido tipificado como delito.
No obstante, la disminución de la actividad no parece estar a la orden del día. ¿Se estará
presentando acaso un proceso de conversión criminal que da la impresión de crecer y abar-
car cada vez más esferas de la sociedad o se estará gestando una moral social contraria a la
actualmente dominante?” Más aún, Astorga (1995) vierte una respuesta al sostener que si
bien desde los términos económicos, las drogas le darían a los campesinos o población que
siembra mayores ganancias que otros cultivos, sin embargo eso significaría atribuirles solo
un ethos económico y no otro, y lo que sucede es que más bien parece dibujarse un pragmatis-
mo ético muy flexible que, llevado al extremo, bien podría derivar en el ethos económico del
liberalismo puro. Así, paradójicamente, dice Astorga (1995), han sido los grandes traficantes
los que encarnan el ethos empresarial idealizado por el neoliberalismo, además de ser los
pioneros de la apertura comercial.34

34
Recientemente han llegado a una conclusión similar los autores de Narcoamérica (Inzunza, Pardo, Ferri, 2015, p.
64) a partir de sus crónicas por el mundo de las drogas en Latinoamérica: “Tuvimos que recorrer todo el continente
para percatarnos de que el actual negocio de estupefacientes es posible por ser completamente funcional dentro
del sistema capitalista”.

CAPÍTULO v 580
¿La identidad reivindicada de lo narco?

En su obra de 1995, Mitología del narcotraficante en México, Astorga (1995) decía que
parecía se entraba a una etapa de transmutación del estigma (“los narcos”) en emblema. Quizá
los corridos actuales lo que muestran es precisamente eso, la identidad reivindicada del mundo
narco. Los corridos contribuyen entonces a amplificar y proyectar la autoestima del grupo de
referencia, pero su surgimiento se da, sostiene Astorga (1995), cuando en los hechos ya existía
cierto reconocimiento y tolerancia hacia los traficantes de parte de otros grupos sociales. Lo que
estaríamos viviendo entonces con el narcocorrido actual, es la consolidación de ese proceso,
que desde finales de los ochenta podríamos denominar junto con Dubar (2002) como la identi-
dad reivindicada de la figura del narco.

Sobre el impacto concreto en la población adolescente y juvenil, Edberg (en Burgos,


2012) señala que tanto el narcocorrido como la cultura del narcotráfico contribuyen a validar
ciertos valores que hacen que el narcotráfico sea una actividad atractiva para algunos jóvenes.
Sin embargo el autor también matiza al decir que el escuchar la música, no tiene efectos deter-
minantes en las prácticas de los jóvenes, pero sí es un reforzador importante en su formación.
Es decir con todo y el matiz, el impacto es significativo y de ahí la relevancia por descubrirlo
y explicarlo.

De la misma forma Córdova (en Burgos, 2012) afirma que los narcocorridos son efica-
ces productores de sentido, pues instruyen y educan culturalmente a miles de personas de los
sectores sociales medios, campesinos y grupos marginales, además de que han servido como
ideología legitimadora acerca del tráfico de drogas. En un sentido similar, Lara (en Burgos,
2012) sostiene que los narcocorridos son formadores y reforzadores de ideologías y de ima-
ginarios colectivos, y están representando precisamente a una determinada realidad de donde
salieron y fueron producidos.

Para Flores (2013) los narcocorridos son una puesta en escena de lo real, herederos de
otra puesta en escena como lo fue la revolución. Es decir, dice nuestro autor, si Emiliano Zapata
mantenía a sueldo a un corridista por encargo, así también los narcotraficantes, abrevan de una
tradición poética popular, la de los antiguos romances de ciego, baladas de crímenes, bando-
leros y ajusticiados. El narcotraficante sería algo así como su encarnación póstuma (Flores y
González, 2011).

El narcocorrido como movimiento musical y social (Meléndrez, 2011), además de pro-


mover la irrupción de un nuevo actor social, el narco, también rompe con las instituciones

CAPÍTULO v 581
formales y las convenciones sociales conservadoras. Muestra también las implicaciones onto-
lógicas, es decir poder-ser, o ser alguien, un discurso muy arraigado en los jóvenes al hablar
de sus estudios y proyectos de vida por ejemplo (Estrada, 2014). Uno de nuestros intereses por
destacar es justamente lo que significan no solo como cultura sino en su aspecto sociomoral,
de esta forma lo que destaca Meléndrez es que de los narcocorridos, lo que sobresale es una
ética materialista que busca la adquisición de dinero, y que ha encontrado eco en un contexto
socioeconómico adverso, en el que el narco se ha convertido en una opción de movilidad social
sin importar los medios.

Los narcocorridos, particularmente los autores que han analizado los provenientes del
“movimiento alterado” o “corridos enfermos”, encuentran impactos claros en ámbitos diver-
sos, pero uno de los que más destaca es en el marco axiológico, así, Ramírez (2012) comenta
que parecen cumplir diversas funciones al servicio del narcotráfico, por ejemplo debilitar las
resistencias morales de un ejército delincuencial de reserva, esto es, un desplazamiento de un
determinado marco axiológico hacia otro más apegado a sus intereses.

Si el narcocorrido tiene impactos en las percepciones de los escuchas, su discurso y el


contenido de estos no tendría que pasar desapercibido, así, de la Garza (2005) ha evidenciado
que el narcotráfico a través de las canciones no solo trasmite la imagen de poder-tener y po-
der-hacer, sino principalmente hace referencia a las implicaciones ontológicas, pues distribuye
la idea de que los individuos a través de su adscripción, pueden “ser”, sentirse “alguien”. En-
tonces los corridos cumplen (no como deber sino como efecto social), entre otras funciones,
con la cohesión de un grupo, ser el testimonio del prestigio de un sujeto u organización, difun-
dir representaciones sociales alternativas que impacten en el logro de legitimidad de grupos o
personas, que puede que no gocen de ninguna autoridad, buena reputación o no sean evidentes
(Garza, 2005).

¿Hay relación directa de los narcocorridos (y su expresión como parte de la


narcocultura) con las opciones de vida juveniles?

En la perspectiva analítica de Burgos (2011), propone que, ante lo que parece una evidencia
tanto desde los políticos, como de algunos investigadores, de la relación de impacto que existe entre
música y jóvenes, la cuestión más bien no tendría que ser el plantearse cómo erradicar a los narcoco-
rridos, sino cuestionarse cómo y por qué es que llegaron; qué dicen del modo de vida de la sociedad
que los produce y los consume; cómo se relacionan con ellos y cómo se incorporan a la vida diaria.

CAPÍTULO v 582
Dicha perspectiva lleva a alejarse de la noción de intermediario y asumir más bien la de mediador,
superar así la noción de impacto para acceder a otras posibles relaciones que la música establece con
su público. La figura del mediador resulta interesante pues éstos son impredecibles: transforman,
traducen y modifican lo que en teoría deberían de trasladar fielmente. El intermediario se encuentra
ante dos mundos para relacionarlos (Burgos, 2011), es como un puente en el que, lo que pasa por él
no lo hace intacto, lleva consigo algo que se le incorpora, se quita o se omite.

Una aportación importante del trabajo de Ramírez (2012) ha sido todo el desarrollo de
la perspectiva teórica de las identidades sociomusicales, que son precisamente el vínculo que
se establece entre el género musical y las expresiones sociales de su audiencia. En el mismo
sentido de Frith (en Ramírez, 2012), acerca de que la música construye identidades sociales,
y la cuestión que se debe responder no es precisamente qué revela la música popular sobre los
individuos, sino cómo es que la música los construye, es decir, nuevamente se apunta al sentido
social de escucha, a mostrar cómo contribuye a darle forma a las identidades.

La relación entre sociedad y música parece muy clara desde la perspectiva de Ra-
mírez-Paredes (2012), es decir hay una mutua dependencia o retroalimentación. Así, la música
es un producto social que genera valores, creencias y aspiraciones, pero también sentidos y
prácticas que van más allá de los espacios sociomusicales (ídem). Bajo esta perspectiva es que
se puede sostener que expresiones musicales como los narcocorridos o vertientes concretas
como el movimiento alterado, son reflejos y expresiones de una cultura de la violencia en Mé-
xico. Con impactos en distintas esferas, una de las más evidentes quizá es lo que el mismo Ra-
mírez (2012) señala, el exitoso desplazamiento axiológico moral que hace que se destaquen el
individualismo feroz y la apología de la violencia, toda una “estetización de la violencia”. Aun-
que el autor lo dice refiriéndose al movimiento alterado, en realidad una revisión de los corridos
que no emergen precisamente de este movimiento, llevan a encontrar la misma tendencia.

La pregunta acerca del impacto de los corridos en la población, nos interesa concretarla
desde el sector juvenil, en cuestionarse si es un medio de socialización juvenil. La respuesta desde
Ramírez (2012) es en sentido afirmativo, pues la música tiene la capacidad de formar, configurar
y modificar, debilitar o fortalecer identidades sociales. Entonces cualquier género o tipo de música
se puede convertir en un medio de socialización. Se trata de no disociar la música de sus efectos
sociales, y de comprender que hay relación clara entre preferencia musical y acción social, así
como música y gusto musical no puede separarse de la acción social (Ramírez, 2012). Pero esta
socialización, en particular con la población juvenil, ha sido posible porque han fracasado otras,
la principal quizá sea el papel que tendría que haber jugado la educación, además del “empuje a
la coherencia” como lo denomina Ramírez (2012), al ubicar el mismo sistema de autoridad en el

CAPÍTULO v 583
campo político y el escolar, y a la carencia de una sólida moral social en México. Estamos pues
ante la radicalización del discurso individualista, machista, hedonista, la sustitución del ser por el
tener, ante una ética no de la vida, sino más bien una antiética.

Conclusiones

La narcocultura se ha ganado un espacio en los análisis que cada vez más se hacen para
abordar desde el aspecto sociocultural los impactos y expresiones del narcotráfico. La mayoría de
los estudios la asumen ya como una realidad y necesidad para enmarcar las distintas expresiones,
que van desde lo religioso hasta lo musical. Pero no como una subcultura en resistencia, sino que,
al salir de lo rural a lo urbano y expandirse, ha ido ganando en legitimidad, los narcocorridos han
contribuido a ello, de tal forma que estamos ante la identidad reivindicada de lo narco.

Las actividades relacionadas con el narcotráfico abarcan a importantes sectores de la po-


blación, siendo los jóvenes un sector que participa y sobre el cual encuentran eco las expresiones
de la narcocultura, en concreto el narcocorrido. Y las características o el contenido de éstos han
estado marcados por elementos como el consumo, la suntuosidad, la violencia y la impunidad.
Hay coincidencia en los estudios en que las “opciones” del narco se han convertido en medios
para la movilidad de los jóvenes, ante el debilitamiento y poca capacidad del Estado mexicano
para brindarles oportunidades.

Se asiste a un cambio de época, y los corridos dan cuenta de ello, es decir una transforma-
ción en la moralidad de las personas hacia la cuestión de las drogas y sus múltiples expresiones,
como la violencia, el desplazamiento de un marco axiológico hacia otro más afín al narco, la
predominancia del individualismo y hedonismo, entre otros. Es también una consecuencia de la
llamada guerra contra el narco iniciada en el sexenio de Felipe Calderón. Se habla no solo de can-
tos de guerra y muestras de la hiperviolencia actual en México, sino también como mecanismos
de reclutamiento.

La relación entre narcocorridos e impactos o influencia entre la población, particularmen-


te joven, es clara, si bien no determinante, los estudios coinciden en mostrar que contribuyen a
validar ciertos valores y hacen la actividad del narcotráfico atractiva. Son productores de sentido
e ideología legitimadora, con implicaciones ontológicas de poder-ser, o ser-alguien. Además pro-
mueven una ética materialista, de consumo y de muerte. La perspectiva de las identidades socio-
musicales, ha especialmente contribuido en mostrar que hay impacto entre el género musical y las
expresiones sociales de su audiencia, es decir da forma a las identidades sociales.

CAPÍTULO v 584
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CAPÍTULO v 586
El semáforo de alerta volcánica y la
comunicación en zonas vulnerables

Joana Galindo Márque35

Resumen: Este trabajo forma parte de un análisis sobre el funcionamiento del Semáforo de
Alerta Volcánica para el volcán Popocatépetl en el Municipio de San Nicolás de los Ranchos
y la Junta Auxiliar de Santiago Xalitzintla, pertenecientes al Estado de Puebla, México. La
problemática se enfoca en determinar: ¿El semáforo de alerta volcánica es un medio de co-
municación que facilita la toma de decisiones de los habitantes en las zonas vulnerables? Para
resolver el problema se consideró una investigación de corte cualitativo, en el que se cuestiona
a los habitantes al respecto. Este cuestionamiento permite conocer la perspectiva que tienen los
habitantes al respecto de la función informativa del semáforo de alerta volcánica, como dispo-
sitivo tecnológico de prevención.

Palabras clave: vulnerabilidad, riesgo, prevención, Semáforo de Alerta Volcánica



Summary: This work is part of an analysis on the operation of Semaphore Volcanic Alert for
Popocatepetl in the municipality of San Nicolas de los Ranchos and the Auxiliary Board of San-
tiago Xalitzintla, belonging to Puebla, Mexico. The issue focuses on determining: Semaphore
volcanic alert is a communication medium that facilitates decision-making of the residents in
vulnerable areas? To solve the problem of qualitative research, in which the inhabitants are
questioned about considered. This questioning allows to know the perspective of the inhabitants
about the information function Semaphore volcanic alert, as technological prevention device.

Keywords: vulnerability, risk, prevention, semaphore volcanic alert

35
Estudiante del Doctorado en Planeación Estratégica y Dirección de Tecnología de la Universidad Popular Autó-
noma del Estado de Puebla. Email: Joanagalindo7@gmail.com

CAPÍTULO v 587
Introducción

El volcán Popocatépetl, es un volcán ubicado entre los estados de Puebla y México, tie-
ne una altura de 500 km2 y una altura de 5454 msnm, es el segundo volcán más alto en el país;
su actividad volcánica destaca por fumarolas constantes, por lo cual se le considera uno de los
más peligrosos del país.

Actualmente este volcán se encuentra monitoreado por el Centro Nacional de Preven-


ción de Desastres (por sus siglas CENAPRED), que es una institución encargada de analizar
la actividad volcánica y de emitir recomendaciones a los habitantes de los riegos a los que se
exponen. La herramienta que se utiliza como mecanismo de información es el Semáforo de
Alerta Volcánica, este medio se creó después de las erupciones del año 1994. El semáforo es un
sistema de 3 colores conformados cada uno en 3 fases, pero aun cuando muestra facilidad en su
manejo, muchos de los habitantes que se localizan en las faldas del volcán no lo han considera-
do como un medio de información y prevención.

El objetivo de este trabajo es analizar la perspectiva social en función del semáforo de


alerta como un recurso de comunicación preventiva en las zonas vulnerables de San Nicolás de
los Ranchos y la Junta Auxiliar de Santiago Xalitzintla. A través de la indagatoria principal: ¿El
semáforo de alerta volcánica es un medio de comunicación en las zonas vulnerables?

Los referentes teóricos que se consideran para abordar la problemática parten de los
estudios de Quarantelli, (1993); Habermas (1983); Reyna de la Cruz, S. (2015) y Tilling, R.
(1997) principalmente, los cuales identifican los riesgos del fenómeno volcánico desde el im-
pacto social. También es importante señalar que las variables riesgo - vulnerabilidad circulan
alrededor del análisis teórico porque de esta forma se identifican los riesgos volcánicos y el
nivel de vulnerabilidad de los habitantes.

Descripción del Método

La indagatoria que engloba la problemática se compone de las siguientes preguntas


¿Cuáles son las necesidades de la comunicación? ¿Cuáles son las características de vulnerabi-
lidad, riesgo y comunicación que limitan el funcionamiento del Semáforo de Alerta Volcánica?
¿La cosmovisión e idiosincrasia dificulta informar las medidas preventivas enunciadas en las
fases del Semáforo de Alerta Volcánica? ¿Cuál es la percepción que tienen los habitantes? ¿La
información que se comunica a través del Semáforo de Alerta Volcánica facilita la toma de de-

CAPÍTULO v 588
cisiones de los habitantes?

La comunicación es un elemento indispensable que va más allá del lenguaje de comu-


nicación. Se establece bajo un sistema complejo y una estructura determinada por un marco
normativo que facilita la interrelación de los seres humanos. Desde el enfoque teórico de los
sistemas la comunicación se configura como un proceso. En el proceso de la comunicación de
riesgo en el que el Semáforo de Alerta Volcánica es un medio para informar se identifican los
informantes con base en el vínculo que se establece entre diferentes actores.

Ilustración 1. Informantes clave para la investigación

Fuente: Elaboración propia

Los informantes se ubican en dimensiones que se vinculan en la problemática, en este


sentido vemos que se encuentran inmersos en tres dimensiones, las cuales interactúan en la
difusión e impacto del semáforo. Las instancias de gobierno crearon el Semáforo de Alerta
Volcánica, los estudios geofísicos y sociales intervienen en el análisis volcánico y su impacto
social; y la sociedad en general recibe esta información para tomar decisiones.

La justificación de la clasificación de los informantes responde a:

CAPÍTULO v 589
a) Los representantes de gobierno intervienen en la aplicación de la política pública en
materia de prevención de desastres y mitigación de riesgos. Además de que son los
creadores del Semáforo de Alerta Volcánica.

b) Los investigadores científicos y sociales son los responsables de crear el conocimiento


pertinente que explica y describe, los riesgos a los cuales están expuestos los habitantes
y determinan el impacto y sus secuelas en un espacio de tiempo en la sociedad. Por
lo tanto ese conocimiento se informa a los habitantes a través del Semáforo de Alerta
Volcánica.

c) Dado que el impacto del fenómeno volcánico recae en los habitantes del Municipio de
San Nicolás de los Ranchos y la junta auxiliar de Santiago Xalitzintla es importante
conocer la opinión que tienen al respecto sus habitantes; una estrategia propuesta para
sustraer esa información es a través de entrevistas a los habitantes que responden a la
estructura social.

d) Además de que los resultados se nutren con la información obtenida en los centros pú-
blicos como son la escuela, la farmacia y la iglesia, ya que son algunos de los lugares
más concurridos por todos los habitantes.

e) En el caso de la comunicación social (periódico, internet, radio y televisión), es im-


portante saber qué opinan los medios, puesto que son un recurso importante para la
difusión del Semáforo de Alerta Volcánica, que a su vez difunde información para los
habitantes.

El desarrollo metodológico se fundamenta bajo un estudio de corte cualitativo, con


instrumentos de observación y la aplicación del cuestionario a la estructura social. Para ello
fue necesario clasificar a los informantes: habitantes en función de las características de lide-
razgo, función que desempeña, participación en la comunidad y los años de vivienda; a los
representantes de las instancias de gobierno (CENAPRED y Protección Civil); a los investi-
gadores de las ciencias sociales y geofísicas así como a los representantes de los medios de
comunicación (radio, periódico, televisión e internet) y representantes de centros públicos
(escuela, iglesia y farmacia). La clasificación fue a partir de la relación que se establece con
los riesgos volcánicos, por ello se consideró anexar a los investigadores y medios de comu-
nicación. En el caso de los centros públicos estos se componen de los lugares a donde más
acuden los habitantes.

CAPÍTULO v 590
Referente teórico-contextual

San Nicolás de los Ranchos y la Junta Auxiliar de Santiago Xalitzintla componen los
asentamientos humanos más cercanos al volcán Popocatépetl (véase la figura 1). San Nicolás
de los Ranchos cuenta con 11,734 habitantes según el INEGI, (2010), y se dedican al comercio
y la agricultura. Este poblado forma parte del estado de Puebla, uno de los estados con mayor
número de habitantes en el territorio nacional ubicado en el centro del país. La historia, costum-
bres y tradiciones así como su clima y la hermosa vista volcánica conforman uno de los centros
turísticos del estado.

Figura 1. Ubicación del Municipio de San Nicolás de los Ranchos y la Junta Auxiliar de
Santiago Xalitzintla.

Desde principios de 1994 se hicieron presentes las primeras erupciones, caracterizadas


por la caída de ceniza, explosiones y tremores volcánicos (Delgado, 2014); dando pie a que el
gobierno estatal y federal propusiera una evacuación preventiva dada la certidumbre de que una
erupción se aproximaba. Desde entonces algunos problemas en la comunicación se incremen-
taron (Macías, 2005) haciéndose eminente el descontento de los habitantes. El plan DN III se
puso en marcha con la habilitación de los albergues y la evacuación de los pobladores.

Después de esa emergencia, en el año 2001, reaparecieron los primeros síntomas erup-
tivos originados por caída de ceniza, pequeños trozos de piedra volcánica acompañados de
tremores y exhalaciones que impidieron el tráfico aéreo. En ese momento se puso en funciona-
miento el Semáforo de Alerta Volcánica (véase la figura 2), un medio de comunicación confor-
mado por el Sistema de Alerta Volcánica SAV, que después de 1994 se había creado.

CAPÍTULO v 591
Figura 2. Semáforo de Alerta Volcánica

Fuente: CENAPRED

Desde entonces hemos observado, a través de monitoreo del CENAPRED, que el vol-
cán Popocatépetl (véase figura 3) se ha mantenido en una constante actividad, la cual se presen-
ta como de bajo riesgo, según los reportes de actividad volcánica presentados por CENAPRED
(2016). Pero, por el lado contrario se observa en una encuesta piloto (Galindo, 2015) efectuada
en ambos asentamientos, que los habitantes tienen poca información sobre el fenómeno y la
preocupación que manifiestan ante la actividad volcánica es de resignación.

Figura 3. Volcán Popocatépetl

Fuente: CENAPRED

CAPÍTULO v 592
En los estudios realizados por Perry (1996), vemos que la preocupación de los habitan-
tes tiene una explicación que parte del paradigma de riesgo. Perry nos dice que las decisiones
que puede tomar un habitante se relaciona con el riesgo percibido (véase, 1), este riesgo se
puede clasificar en dos momentos, primero el riesgo por los bienes materiales (casa, producción
agrícola, carro, etc.) y el segundo por los riesgos de la persona en sí. Lo cual permite que se
tome una decisión equivocada. Para Macías (2005), quien hace una referencia bajo la mirada
etnográfica, los habitantes le dan mayor credibilidad a la opinión de los tiemperos, entendién-
dose que son parte de una voluntad divina y que por tanto será lo que esa voluntad divina dis-
ponga sobre los habitantes. En contraste, la información que envían las instancias de gobierno
se contradice con dicha voluntad generando un choque de información que conforma un choque
cultural.

Tabla 1. Matriz de riesgo percibido

Estatus Riesgo alto para las personas Riesgo bajo para las personas

Riesgo alto Obedecer alertas de Protección de

evacuación propiedad solamente


Riesgo bajo Obedecer alertas de No protección

evacuación ni evacuación

Fuente: Elaboración propia con datos obtenidos de Perry, (1996)

En este sentido de análisis se observa que la temática en esencia concentra una globalidad
compleja, que no puede determinarse con el uso de una herramienta tecnológica de comunicación
gobierno-ciudadanos. Una herramienta de tecnología debe ser un instrumento que cualquier persona
entienda, es decir, fácil de usar y manejar (Tilling, 1997), adaptada a las necesidades de comunica-
ción.

En el trabajo realizado por Potter, H. Sally (2014) “Communicating the status of volcanic
activity: revising New Zealand’s volcanic alert level system” señala que la comunicación de la in-
formación científica a las partes interesadas es un componente crítico de un sistema de alerta volcá-
nica temprana. Alerta Volcánica Nivel (VAL) se utilizan en muchos países como una herramienta
para comunicar información del complejo volcánico en una forma simple, de la que decisiones de
respuesta se pueden hacer. El problema que menciona es que “Cuando las consecuencias volcánicas

CAPÍTULO v 593
tienen un impacto en la sociedad y/o la infraestructura, se convierten en desastres naturales. Estos
pueden ser considerados como repentinos pero los eventos naturales, impactan a los sistema humano
y naturales.” Menciona que la metodología que utilizó fue la etnografía con el fin de identificar la
opinión de los tomadores de decisiones. Para ello llevó a la práctica un estudio de carácter longitu-
dinal, a partir de un estudio exploratorio.

Su conclusión, argumenta, es que se identificó que existen múltiples posibilidades para el


fundamento de los sistemas VAL, incluyendo fenómenos, peligro, riesgo y procesos magmáticos.
El sistema VAL revisado se basa en las conclusiones de esta investigación, y se llevó a cabo en co-
laboración con el Ministerio de Defensa Civil y Gestión de Emergencias de Nueva Zelanda en julio
de 2014.

Como podemos observar el trabajo citado tiene similitud en destacar que los sistemas de
alerta deben ser un recurso de comunicación que cumpla con los principios de claridad y precisión
necesarios para facilitar la toma de decisiones.

Actualmente los estudios geofísicos han podido determinar algunos síntomas de la actividad
volcánica como son el ensanchamiento de la barranca (Huiloac, Nuria, A., et al., 2014); el desvane-
cimiento de los glaciares tropicales (Miranda et al, 2007); los estudios geomorfológicos (Vilanova,
2013); entre otros estudios que sirven como ejemplo para disminuir la brecha de incertidumbre pero
que no son suficientes para determinar el impactos y las secuelas que dejaría, una actividad volcáni-
ca mayor en el tejido social.

Desde el enfoque social observamos en los trabajos de Habermas citado por Vergara (2011)
hacen hincapié en la comunicación establecida entre las instancias de gobierno y ciudadanos, aleján-
dose de una comunicación directa para formar parte de una comunicación transversal que pierde su
esencia según los actores involucrados en ésta; Quarantelli (1993), en este mismo sentido, desarrolla
un trabajo de análisis del comportamiento de las masas y su vínculo con los medios de comunica-
ción, en esta parte se desarrolla la hipótesis: a mayor información, mejor respuesta preventiva de los
habitantes ante los riesgos.

Por otra parte también es importante que se considere el nivel de vulnerabilidad de los ha-
bitantes, ya que es clave en la respuesta social. La concepción de vulnerabilidad mencionada por G.
Wilches-Chaux, La Vulnerabilidad Global (1988) donde la VULNERABILIDAD es: Incapacidad de
una comunidad para “absober” mediante el autoajuste, los efectos de un determinado cambio en su
medio ambiente. Inflexibilidad ante el cambio. Incapacidad de adaptarse al cambio, que para la comu-
nidad constituye, por las razones expuestas, un riesgo. Por ahí que se es vulnerable siempre que se esté

CAPÍTULO v 594
expuesto a riesgos, por lo cual Cardona, (2001) describe los factores de vulnerabilidad como aquellos
que enmarcan: a) la fragilidad física o exposición; b) la fragilidad social y c) la falta de resiliencia.

Marco jurídico del riesgo

Algunas de las leyes que reflexionan sobre la problemática como la Ley de protección civil:
Señala en su capítulo 1, artículo 2 y apartado XXXIX.

Prevención: Conjunto de acciones y mecanismos implementados con antelación


a la ocurrencia de los agentes perturbadores, con la finalidad de conocer los peli-
gros o los riesgos, identificarlos, eliminarlos o reducirlos; evitar o mitigar su im-
pacto destructivo sobre las personas, bienes, infraestructura, así como anticiparse
a los procesos sociales de construcción de los mismos.

Artículo 3. Los tres niveles de gobierno tratarán en todo momento que los progra-
mas y estrategias dirigidas al fortalecimiento de los instrumentos de organización
y funcionamiento de las instituciones de protección civil se sustenten en un enfo-
que de gestión integral del riesgo.

Capítulo dos, Artículo 5. Las autoridades de protección civil, enumeradas en el


artículo 27 de esta Ley, deberán actuar con base en los siguientes principios: I.
Prioridad en la protección a la vida, la salud y la integridad de las personas; II.
Inmediatez, equidad, profesionalismo, eficacia y eficiencia en la prestación del
auxilio y entrega de recursos a la población en caso de emergencia o desastre;
III. Subsidiariedad, complementariedad, transversalidad y proporcionalidad en
las funciones asignadas a las diversas instancias del gobierno; IV. Publicidad y
participación social en todas las fases de la protección civil, pero particularmente
en la de prevención; V. Establecimiento y desarrollo de una cultura de la protec-
ción civil, con énfasis en la prevención en la población en general; VI. Legalidad,
control, eficacia, racionalidad, equidad, transparencia y rendición de cuentas en la
administración de los recursos públicos; VII. Corresponsabilidad entre sociedad
y gobierno, y VIII. Honradez y de respeto a los derechos humanos.

Artículo 10. La Gestión Integral de Riesgos considera, entre otras, las siguientes fa-
ses anticipadas a la ocurrencia de un agente perturbador: I. Conocimiento del origen
y naturaleza de los riesgos, además de los procesos de construcción social de los
mismos; II. Identificación de peligros, vulnerabilidades y riesgos, así como sus es-
cenarios; III. Análisis y evaluación de los posibles efectos; IV. Revisión de controles

CAPÍTULO v 595
para la mitigación del impacto; V. Acciones y mecanismos para la prevención y
mitigación de riesgos; VI. Desarrollo de una mayor comprensión y concientización
de los riesgos, y VII. Fortalecimiento de la resiliencia de la sociedad.

Artículo 13. Los medios de comunicación masiva electrónicos y escritos, al for-


mar parte del Sistema Nacional, colaborarán con las autoridades con arreglo a los
convenios que se concreten sobre el particular, orientando y difundiendo oportuna
y verazmente, información en materia de protección civil y de la Gestión Integral
de Riesgos.

Capítulo tres, Artículo 24. El Centro Nacional de Comunicación y Operación de


Protección Civil, es la instancia operativa de comunicación, alertamiento, informa-
ción, apoyo permanente y enlace entre los integrantes del Sistema Nacional, en las
tareas de preparación, auxilio y recuperación; asimismo, está encargada de integrar
sistemas, equipos, documentos y demás instrumentos que contribuyan a facilitar a
los integrantes del Sistema Nacional, la oportuna y adecuada toma de decisiones.

La Ley de desarrollo urbano sustentable del Estado de Puebla señala:

Título I. Disposiciones generales

Título II. De las autoridades y órganos auxiliares

Capítulo II. De los órganos auxiliares de coordinación

Artículo 20. En cada uno de los municipios, sin perjuicio de lo que establece la
Ley Orgánica Municipal, se constituirá un Consejo Municipal, que estará inte-
grado por:

I. El presidente municipal, quien lo presidirá:

II. Los regidores de ayuntamiento

III. El director de Desarrollo Urbano Municipal o su equivalente y

IV. Un representante de cada una de las dependencias y entidades de la adminis-


tración pública municipal

A instancia del Presidente Municipal, convocará a representantes de los Colegios,


Universidades, cámara, sindicatos, órganos no gubernamentales, asociaciones de

CAPÍTULO v 596
profesionales legalmente constituidos en el Municipio u organizaciones que ten-
gan relación directa con el Desarrollo Urbano, quienes participaran con derecho
de voz en las sesiones correspondientes.

Título III. De la Planeación Territorial, Ordenación y Regulación de los Asenta-


mientos Humanos

Título IV. De la formulación, difusión y evaluación de los programas de desarro-


llo urbano sustentable

Capítulo I. De la formulación de los programas de desarrollo urbano sustentable.


En el Artículo 41. Apartado III. El anteproyecto que se elabore, se remitirá al
Consejo Estatal o Municipal según corresponda, para que este emita la opinión
pública correspondiente. Apartado IV. La dependencia estatal o municipal, que
conforme a su competencia, haya formulado el anteproyecto del Programa de
Desarrollo Urbano Sustentable, lo publicará y difundirá ampliamente en los pe-
riódicos de circulación local, convocando a los interesados a emitir su opinión.
Y apartado V. La convocatoria establecerá un plazo y un calendario de audien-
cias públicas, para que tanto los consejos Estatal o Municipal correspondiente así
como los particulares interesados, presenten por escrito a la autoridad competen-
te, sus comentarios al proyecto.

Concluido el periodo de la convocatoria, se incorporaran los comentarios pro-


cedentes al proyecto y se dará respuesta fundada a los improcedentes, quedando
ambos a consulta de los interesados en la propia dependencia, durante un término
improrrogable de diez días hábiles.

Apartado VI. La autoridad competente formulara el proyecto respectivo, con


base en la consulta pública realizada, mismo que será presentado al Ejecutivo
Estatal para que emita el dictamen correspondiente, así como los mecanismos e
instrumentos específicos para su ejecución, seguimiento, evaluación y en su caso
modificación.

Capítulo II. De la evaluación de los programas de Desarrollo Urbano Sustentable

I. Equidad, que la planeación beneficie a los habitantes y distribuya las cargas con
justicia;

XII. Sanidad, se procurará prioritariamente la preservación de la salud de los ha-


bitantes mediante la preservación, protección y fomento de condiciones ambien-
tales favorables;

Título V. De las conurbaciones y la metropolización

Título VI. Ordenamiento urbano

Capítulo I. De las conurbaciones

CAPÍTULO v 597
Art.65. Las Comisiones de Conurbación tendrán las siguientes funciones:

X. Promover la participación social en la elaboración, ejecución, evaluación y


modificación de los planes de las zonas conurbanas;

Capítulo II. De la denuncia popular. Art. 76. Toda persona podrá denunciar…

Título VII. De las regulaciones a la propiedad en los centros de población

Título VIII. De la fundación, conservación y mejoramiento de los centros de po-


blación

Título VIX. De las reservas territoriales para el desarrollo urbano sustentable

Título X. De la participación social

Y la Ley de planeación DOF 06-05-2015 enuncia:

Capítulo 3. Participación social en la planeación

Art. 20. En el ámbito del Sistema Nacional de Planeación Democrática tendrá


lugar la participación y consulta de los diversos grupos sociales, con el propósito
de que la población exprese sus opiniones para la elaboración, actualización y
ejecución del Plan y los programas a que se refiere esta Ley.

Las organizaciones representativas de los obreros, campesinos, pueblos y gru-


pos populares; de las instituciones académicas, profesionales y de investigación
de los organismos empresariales; y de otras agrupaciones sociales, participarán
como órganos de consulta permanente en los aspectos de la planeación demo-
crática relacionados con su actividad a través de foros de consulta popular que al
efecto se convocarán. Así mismo participarán en los mismos foros los diputados
y senadores del congreso de la unión.

Las comunidades indígenas deberán ser consultadas y podrán participar en la


definición de los programas federales que afecten directamente el desarrollo de
sus pueblos y comunidades.

Art. 20 bis. En los asuntos relacionados con el ámbito indígena, el Ejecutivo Fe-
deral consultará en forma previa, a las comunidades indígenas, para que éstas
emitan la opinión correspondiente.

La Ley general de asentamientos humanos DOF 24-01-2014 señala:

CAPÍTULO v 598
CAPITULO SEGUNDO: DE LA CONCURRENCIA Y COORDINACION
DE AUTORIDADES

XII. Vigilar las acciones y obras relacionadas con el desarrollo regional y ur-
bano que las dependencias y entidades de la Administración Pública Federal
ejecuten directamente o en coordinación o concertación con las entidades
federativas y los municipios, así como con los sectores social y privado;

ARTICULO 8o.- Corresponden a las entidades federativas, en el ámbito de


sus respectivas jurisdicciones, las siguientes atribuciones:

VII. Convenir con los sectores social y privado la realización de acciones e


inversiones concertadas para el desarrollo regional y urbano;

CAPITULO TERCERO. DE LA PLANEACION DEL ORDENAMIENTO


TERRITORIAL DE LOS ASENTAMIENTOS HUMANOS Y DEL DESA-
RROLLO URBANO DE LOS CENTROS DE POBLACION

ART. 11.- La planeación y regulación del ordenamiento territorial de los asen-


tamientos humanos y del desarrollo urbano de los centros de población for-
man parte del Sistema Nacional de Planeación Democrática, como una polí-
tica sectorial que coadyuva al logro de los objetivos de los planes nacionales,
estatales y municipales de desarrollo.

La planeación a que se refiere el párrafo anterior, estará a cargo de manera


concurrente de la Federación, las entidades federativas y los municipios, de
acuerdo a la competencia que les determina la Constitución Política de los
Estados Unidos Mexicanos.

ARTI. 13.- El programa nacional de desarrollo urbano, en su carácter secto-


rial, se sujetará a las previsiones del Plan Nacional de Desarrollo, y contendrá:

I. El diagnóstico de la situación de los asentamientos humanos en el territorio


nacional, sus causas y consecuencias;

II. El patrón de distribución de la población y de las actividades económicas


en el territorio nacional;

III. La estructura de sistemas urbanos y rurales en el país;

CAPÍTULO v 599
IV. La estrategia general aplicable al ordenamiento territorial de los asenta-
mientos humanos y al desarrollo urbano de los centros de población;

V. Las orientaciones para el desarrollo sustentable de las regiones del país, en


función de sus recursos naturales, de sus actividades productivas y del equili-
brio entre los asentamientos humanos y sus condiciones ambientales;

ART. 17.- Los planes o programas municipales de desarrollo urbano, de cen-


tros de población y sus derivados, deberán ser inscritos en el Registro Público
de la Propiedad, en los plazos previstos por la legislación local.

CAPITULO OCTAVO. DEL FOMENTO AL DESARROLLO URBANO

ART. 51.- La Federación, las entidades federativas y los municipios fomen-


tarán la coordinación y la concertación de acciones e inversiones entre los
sectores público, social y privado para:

XI. El impulso a la educación, la investigación y la capacitación en materia


de desarrollo urbano, y

ARTICULO 56.- Las autoridades que expidan los planes o programas muni-
cipales de desarrollo urbano, de centros de población y los derivados de éstos,
que no gestionen su inscripción; así como los jefes de las oficinas de registro
que se abstengan de llevarla a cabo o la realicen con deficiencia, serán sancio-
nados conforme a las disposiciones jurídicas aplicables.

Finalmente la Ley General de Població DOF 01-12-2015 aclara:

Artículo 5o.- Se crea el Consejo Nacional de Población que tendrá a su cargo


la planeación demográfica del país, con objeto de incluir a la población en los
programas de desarrollo económico y social que se formulen dentro del sec-
tor gubernamental y vincular los objetivos de éstos con las necesidades que
plantean los fenómenos demográficos.

Artículo 6o.- El Consejo Nacional de Población se integra por un repre-


sentante de la Secretaría de Gobernación, que será el titular del ramo y
que fungirá como Presidente del mismo, y un representante de cada una
de las Secretarías de Relaciones Exteriores, Hacienda y Crédito Público,
Desarrollo Social, Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Ali-

CAPÍTULO v 600
mentación, Economía, Medio Ambiente y Recursos Naturales, Educación
Pública, Salud, Trabajo y Previsión Social, Reforma Agraria y de los Ins-
titutos Mexicano del Seguro Social, de Seguridad y Servicios Sociales de
los Trabajadores del Estado, Nacional de las Mujeres y Nacional de Esta-
dística y Geografía; así como de la Comisión Nacional de Desarrollo de los
Pueblos Indígenas y del Sistema Nacional para el Desarrollo Integral de la
Familia, que serán sus respectivos titulares o los Subsecretarios, Secretarios
Generales o Subdirector General, según sea el caso, que ellos designen. Por
cada representante propietario se designará un suplente que deberá tener el
mismo nivel administrativo que aquél, o el inmediato inferior, y cuyas fun-
ciones muestren correspondencia e interacción con las políticas públicas en
materia de población y desarrollo.

Resultados de la investigación

La aplicación del instrumento de investigación a los sujetos que conforman la estructura


social arrojo que los habitantes desconocen el funcionamiento del Semáforo de Alerta Volcáni-
ca, la falta de información entre los habitantes es una de las características que más prevalece;
en tanto que la resignación ante la actividad volcánica conforma la principal laguna del proble-
ma porque se deja esta decisión a la voluntad divina. Esta forma de conformismo hace hincapié
en que la mayoría de los eventos eruptivos mayores han sido en el transcurso de la media noche
y madrugada, es decir que la actividad volcánica los sorprende a muchos de los habitantes.

El resultado preliminar del instrumento dio a conocer lo siguiente:

• No existe una bandera que señale el color actual del semáforo

• Lo habitantes identifican una emergencia a través de la observación al volcán

• La mayor actividad volcánica percibida por los habitantes ha sido por la ma-
drugada, por lo cual, los habitantes se muestran resignados ante un desastre
futuro

• El medio de comunicación de una alerta es el sonido de una campana

• Los habitantes señalan que no quieren ser reubicados a tierras infértiles

• Los habitantes comentaron que no han tenido comunicación con el gobierno


de forma directa porque ya tiene mucho tiempo que no llegan a la localidad

• Los representantes de gobierno comentan que mantienen comunicación por

CAPÍTULO v 601
teléfono celular

• Los académicos desconocen si realmente es una herramienta de prevención


o de emergencia

• Los académicos y medios de comunicación desconocen si las recomendacio-


nes de las fases son sugerencias preventivas o emergente sobre qué se debe
hacer en cada fase del SAV.

Por otra parte su principal medio de información fue el canal Tv3 ya que en este canal se
informaba de manera constante cuál era estado de alerta, pero con los cambios en la comunicación
se perdió el acceso a este canal y muchos de los habitantes comentan que ya no tienen televisión
en casa. Esto debido al apagón analógico. En el caso de alguna emergencia los habitantes se in-
forman por medio del repique de una campana y en otras ocasiones los estruendosos rugidos del
volcán son un llamado de alerta para los habitantes, así como los tremores volcánicos.

Los investigadores encuestados mencionan que los estudios geofísicos solo permiten
identificar características de la actividad volcánica que faciliten predecir un cambio en dicha
actividad a través del monitoreo constante, pero no permiten identificar secuelas en el contexto
social y tampoco la respuesta de los habitantes, ya que eso responde al nivel de vulnerabilidad
y a las acciones del gobierno para mitigar los riesgos.

Los medios de comunicación nos hacen mención de que la información que se divulga
es con la autorización de las instancias de gobierno, además de que dicha información se ad-
quiere de la información que las instancias publican, pero que los protocolos de información
son los que comúnmente y por su complejidad generan conflictos.

Las instancias de gobierno mencionan que la función informativa se concentra en el


Semáforo de Alerta Volcánica, éste concentra fases que deben ser atendidas por el gobierno
para encaminar el Plan DN III y la habilitación de los recursos para llevar a cabo evacuaciones
preventivas. Para ello debe considerarse un aspecto importante que es la longitud de tiempo de
participación de los habitantes debido a las amenazas secundarias percibidas, el cual es mayor
a la longitud de tiempo de la amenaza primaria que es el acto eruptivo (Quarantelli, 1993).

Conclusiones

Es indispensable que el Semáforo de Alerta Volcánica sea un recurso tecnológico de comu-

CAPÍTULO v 602
nicación, que contenga características de simplicidad, sencillez, oportuno y verídico, aplicable no
solamente a un volcán sino a todos los volcanes de México. Lo anterior facilita la toma de decisiones
de los habitantes e instancias de gobierno, así como la creación de nuevas medidas de prevención
por los académicos, por lo que debe ser un recurso que cualquier persona entienda (Quarantelli,
1993). Considerando que existen diferencias sociales que marcan la forma de actuar desde la miti-
gación, planeación, preparación, respuesta y/o medidas de recuperación (Quarantelli, 2000).

Los resultados demuestran la necesidad de fortalecer el marco de Acción de Hyogo


2005-2015, en su Apartado 5. Fortalecer la preparación en caso de desastre a fin de asegurar una
respuesta eficaz a todo nivel. Señala la importancia del intercambio de información como uno
de los elementos que integran la preparación de los habitantes. Esto significa una responsabili-
dad compartida gobierno-sociedad, la cual permite mitigar los riesgos.

No debemos olvidar que la comunicación co-existe con la finalidad de conocer por


lo cual no podría haber comunicación sin conocimiento. De esta forma tenemos que el cono-
cimiento marca el rumbo de la comunicación. Bajo una acción y efecto de conocer, como lo
marca el diccionario de la real academia, existe un entendimiento o razón natural.

En el acto de comunicar, se observa que el conocimiento se gesta en la información


contenida en el mensaje, ya sea que se reciba o emita. De tal manera que la información es
comunicada a través de signos que dan significado a algo, ya sea un objeto o sujeto. Y que se
puede transmitir de diversas formas. Entonces tenemos diferentes medios por los cuales se
puede comunicar el mensaje, y estos no tienen que ser necesariamente lingüísticos pero sí ne-
cesariamente entendibles en el acto de comunicar.

Entonces la sociedad humana se concibe en un entorno de comunicación e interacción


constante del sujeto con el otro(s), es decir, que la relación sujeto-sujeto se establece a partir
de un vínculo cognoscitivo, que también es marcada por la relación con el objeto cognoscible.
Por lo tanto la comunicación sujeto-sujeto se presenta articulada entre significados que se con-
forman bajo un sistema cultural. De esta forma se entiende que los sistemas culturales pueden
ser diversos a pesar de que se lleven a cabo en un mismo lenguaje. Es decir que los significados
están íntimamente relacionados con las costumbres y tradiciones propias de un lugar específico.

La importancia de este trabajo radica en considerar el impacto de los riesgos en la so-


ciedad tomando en cuenta que ésta no depende de la tecnología sino de la preparación y de
la información que se tenga al respecto. Las sociedades deben de recibir información veraz y
oportuna con apoyo de las instancias de gobierno.

CAPÍTULO v 603
Obra citada

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CAPÍTULO v 605
La reconceptualización de la seguridad en
un contexto de violencia como una forma de
supervivencia. Caso Tierra Caliente, Michoacán

Araceli Uribe Velasco36

Resumen: El concepto de seguridad ha ido evolucionando, cada vez exige más los aportes de
diversas disciplinas del conocimiento y la participación de múltiples actores sociales. En el
mundo actual las amenazas se han transformado y los rasgos de los conflictos internos y exter-
nos de una nación también lo han hecho, espacios inmersos en violencia y sin vía de solución
generan consecuencias simbólicas y materiales, convirtiendo a la auto-afirmación como la úni-
ca forma de supervivencia para el hombre.
Autores como Sayak Valencia, constructora del concepto de “capitalismo gore” sostiene que
“la violencia tiene un triple rol; como herramienta de mercado altamente eficaz; como medio de
supervivencia alternativo; y como un mecanismo de auto-afirmación masculina y en su marco
teórico conceptual como las dinámicas política, cultural, económica y de poder del capitalismo
gore, definiéndolas como Narco Estado, hiperconsumo, tráfico de drogas y necro política.”
Lo que además, hoy permite el empoderamiento de unos cuantos en un mercado paralelo al
legal, sobradamente potente con alcances políticos y económicos que rebasan en mucho las
posibilidades del Estado. Por ello si el cuerpo humano se convierte en una mercancía u objeto
de intercambio como un medio de control y poder lo suficientemente redituable para alcanzar
cualquier fin, el conflicto se hace más complejo, la lucha por defender la vida, en un contexto de
violencia estructural y/o cultural, se pronuncia de forma insurgente frente a amenazas internas
que rebasan a la propia fuerza del Estado.
En este contexto, el presente trabajo tiene como objetivo principal explorar el grado de vulne-
rabilidad del individuo, frente al fenómeno de violencia e inseguridad a partir de la articulación
de las investigaciones acerca del desarrollo, territorio, paz y sustentabilidad teniendo como
referente de reflexión a espacios locales (municipios del estado de Michoacán) de México. Se
sostiene que la agenda de seguridad debe ser una construcción social con base en la participa-
ción de los propios actores del territorio y el despliegue de sus propuestas de desarrollo susten-

Estudiante del Doctorado en Ciencias de Desarrollo y Sustentabilidad, de la Universidad Michoacana de San


36

Nicolás de Hidalgo. Email: cheliuribe@hotmail.com

CAPÍTULO v 606
table. Estos planteamientos deben ser la base para garantizar la universalidad de los derechos
inherentes a las instituciones sustentadas en la diversidad que logre satisfacer las necesidades
de la población.

Palabras clave: Seguridad, violencia y supervivencia.

Summary: The safety concept has evolved; it has increasingly required the contributions of
various disciplines of knowledge and participation of multiple stakeholders. In the world the
threats have changed and the features of internal and external conflicts in a nation so have
immersed in violence and no way to solve symbolic and material consequences are generated,
making the self-affirmation as the only way survival for man.
Authors like Sayaka Valencia, construction of the concept of “gore capitalism” argues that
“violence has a triple role; as a highly effective tool market; as alternative survival; and as
a mechanism of self-affirmation male and its conceptual framework as a dynamic political,
cultural, economic and gore power of capitalism, defining them as Narco State, hyper, drug
trafficking and political necro. “What also now allows the empowerment of a few in a legal
parallel market, amply powerful political and economic achievements that go far beyond the
possibilities of the state. So if the human body becomes a commodity or object of trade as a
means of control and power is profitable enough to achieve any purpose, conflict becomes
more complex, the struggle to defend life, in a context of structural violence and / or cultural,
it is pronounced rebel against internal threats that exceeds the strength of the state itself.
In this context, this paper’s main objective is to explore the degree of vulnerability of the
individual, against this phenomenon of violence and insecurity from the joint research on de-
velopment, territory, peace and sustainability as a reference for reflection local spaces (muni-
cipalities in the state of Michoacán) of Mexico. It is argued that the security agenda must be a
social construction based on the participation of the actors of the territory and the deployment
of its proposals for sustainable development. These approaches should be the basis to ensure
the universality of rights inherent to institutions based on diversity that will meet the needs of
the local population.

Keywords: Security, violence and survival

Introducción

El concepto de seguridad ha sido entendido, comprendido y significado de manera


distinta, en este sentido se ve inmerso en varios supuestos y contextos. Su esencia conserva
elementos, que constantemente tratan de adaptarse a los nuevos entornos, así, la realidad
ha obligado a desintegrarlo o agregarle diversos adjetivos que le permita identificar o sus-
tentar su contenido. Lo que es perceptible es que el concepto ha ido cambiando y evolucio-
nado en su propio campo de especialidad.

Para México el concepto de seguridad nacional se constriñe al ejercicio y poder

CAPÍTULO v 607
del Estado, es decir, al poder ilimitado que tiene como propósito contrarrestar los factores
de riesgo que pueden amenazar objetivos e intereses nacionales, tales como el orden social,
la propiedad y la dignidad humana, lo cierto es que en este sentido el concepto no es inte-
grador.

La importancia del estudio y análisis de los elementos que integran el concepto de


seguridad evidencia su objeto, y podrían ser tres los ámbitos a considerar: la protección de la
nación respecto a la intervención internacional, la estructura institucional del Estado, o a par-
tir de la sociedad o una colectividad, cualquiera de éstos plantearían acciones, intereses y ac-
tores distintos. Sin embargo, un nuevo enfoque integrador desde el que puede ser estudiado el
concepto tendrá que poner en el centro al individuo y no adyacente a los intereses del Estado.

Así, el trabajo de investigación que aquí se presenta busca reunir planteamientos y


consideraciones tendientes a proponer una re-conceptualización de la seguridad con un en-
foque integral, multidimensional e interdisciplinario. Se trata de dar un nuevo significado
o contenido al concepto de la seguridad, sustentándolo en los diversos estudios realizados
desde distintos campos de especialidad, y convirtiéndolo en un componente esencial del
desarrollo con criterios de sustentabilidad en espacios locales.

Para tal fin el texto se estructura en diferentes secciones. En la primera se recopilan


planteamientos respecto al concepto de seguridad a partir de su objeto referente como lo es
el marco internacional del Estado, las colectividades o del individual, reflexionando si la
seguridad se encuentra en función de los individuos o del Estado. En la segunda se enfoca
que la seguridad implica identificar y contrarrestar amenazas internas y externas en un
contexto social específico y por último los actores y la violencia como una herramienta de
reposicionamiento de unos hombres sobre otros. Enseguida se sistematizan aspectos que
contribuyen a entender las particularidades de la inseguridad en el estado de Michoacán.
Por último, se proponen elementos para construir una nueva concepción de seguridad basa-
da en la necesidad de garantizar la seguridad de las personas y de las familias y no sólo del
Estado y del poder, esto a partir de la articulación de investigaciones acerca del desarrollo,
territorio, paz y sustentabilidad.

La seguridad, un fin frente a las amenazas internas y externas en un contexto social

En términos generales encontramos que en esencia la seguridad implica contrarres-

CAPÍTULO v 608
tar las amenazas, riesgos, desorden y miedos que implican los fenómenos, ya sean natura-
les o constructos sociales.

Este concepto ha sido entendido, comprendido y significado, de manera distinta,


dependiendo del lenguaje o el espacio en el ámbito nacional o internacional, el momento
histórico o el campo en el que se ha empleado desde la economía, las ciencias políticas,
ámbito jurídico, relaciones de orden internacional, cultural, etc.

Etimológicamente, la palabra seguridad proviene del Latín Securitas que significa:


1. Cualidad de seguro, 2. Certeza (conocimiento seguro y claro de algo). 3. Fianza u obli-
gación de indemnidad a favor de alguien, regularmente en materia de intereses; “social”
organización estatal que se ocupa de atender determinadas necesidades económicas y sani-
tarias de los ciudadanos.” (RAE, 2001).

El concepto de seguridad es polisémico e impreciso, ya que puede ser entendido


como una condición de vida o un derecho individual, o ambos. En la concepción jurídica
moderna, el Estado es el garante de los derechos, ya sea como condición o como compo-
nente, y debe de constituir el contexto que permita el ejercicio y goce adecuado de los de-
rechos fundamentales, esto implica que las instituciones formales encargadas de prevenir y
resolver los conflictos cuenten con mecanismos que permita a los individuos y sus familias
alcanzarlos, particularmente los sectores sociales más vulnerables, para que así el Estado
garantice la equidad, que es una de sus responsabilidades (Martínez, 2001).

El concepto de seguridad, se traduce en el sólo ejercicio y poder del Estado, y no


se concibe con una perspectiva alterna de mejores condiciones de orden social centradas
en el individuo y sus familias. Desde el marco institucional se podría decir que el criterio
del que parte tiene tres dimensiones: “seguridad interna, (extremismo, crimen, terrorismo),
seguridad nacional externa, así como la seguridad social” (Oswald y Günter, 2009, p. 179).

Pero también el concepto de seguridad es estudiado a partir de diversos enfoques de


acuerdo a algunas corrientes ideológicas tales como: el institucionalismo neoliberal (que tie-
ne como objeto referente el sistema internacional); el realismo y neorrealismo que parte del
Estado; el constructivismo a partir de las colectividades o los grupos; y por último los nuevos
enfoques de las teorías críticas que se centran en el individuo (Barrios, 2009, p. 338).

CAPÍTULO v 609
En la obra antes citada, Barrios afirma que los enfoques que la seguridad de los in-
dividuos durante mucho tiempo ha estado en segundo término con relación a la protección
del Estado, estimando que debe replantearse y direccionarse primordialmente a centrarse
en éstos, señala que en el sistema internacional le da contenido a partir de su estabilidad,
interdependencia y regímenes internacionales; desde el Estado en la soberanía, el poder
y la integridad territorial; desde las colectividades o grupos en la identidad societal y por
último, el individuo bajo la supervivencia y bienestar, lo que constituye a este último en
un nuevo enfoque de la teoría crítica, así el autor define la seguridad como “el acto de pro-
tección que articula un sistema para con su entorno, una condición natural que busca todo
ser viviente, organización o colectividad para poder existir, desarrollarse y cumplir sus
propósitos en sus múltiples actividades. (Barrios, 2009, p. 338) 37

En este mismo sentido, y vinculado al concepto de seguridad la teoría de la Justicia


de John Rawls, nos lleva a entender dos elementos, el orden social y sus instituciones más
relevantes desde el marco del Estado, donde las diferencias entre los seres humanos no
justifican un trato desigual38 De acuerdo a esta teoría, seguridad se convierte en un valor
con un significado integrador, conductor de otros derechos tales como derechos civiles y
políticos, el derecho a la vida, a la libertad de expresión, además de derechos sociales o
económicos orientados a garantizar ciertas condiciones de vida acordes con la dignidad
humana, además de algunos derechos humanos colectivos entre los que se encuentran el
derecho a la paz, el desarrollo al progreso o a un medio ambiente limpio.

Lo cierto es que, los límites en los que se han realizado los estudios que hoy coe-
xisten con relación al concepto de seguridad, no son integradores, su efecto no garantiza,
aún en la lógica del Estado la propiedad, el orden social y la dignidad humana; por ello el
concepto de seguridad debe ser integral y multidisciplinario, sustentado en un modelo que
atienda las consideraciones teóricas que contemplen el plano internacional y nacional que
incluya a la sociedad, teniendo como eje la protección del individuo, garantizando el goce
de sus derechos fundamentales respecto a las amenazas que lo alcanzan en el presente y en

37
Barrios (2009) en sentido objetivo, mide la ausencia de amenazas para obtener valores, y, en su sentido subjeti-
vo, mide la ausencia de temor de que tales valores sean acatados.
38
Rawls (1978) menciona que primero “cada persona ha de tener un derecho igual al esquema más extenso de
libertades básicas iguales que sea compatible con un esquema semejante al de libertades para los demás” y el se-
gundo las desigualdades sociales y económicas habrán de ser confrontadas de modo tal a la vez que, a) se espere
razonablemente que sean ventajosas para todos, principio de diferencia, b), se vincule a empleos y cargos asequi-
bles para todos” (p. 829).

CAPÍTULO v 610
las futuras generaciones. (Barrios, 2009, p. 3) 39

El resultado de esta forma de interacción, en esta pluralidad, es que el hombre tiende


a ser cada vez más individualista, sin conciencia, e identidad social, haciendo más amplias
las desigualdades, tiende a liberarse de la solidaridad o destino en común, convirtiéndose
en una sociedad más frágil y menos resistente frente a amenazas que ponen en riesgo la
integridad del individuo y el goce de sus derechos fundamentales.

La seguridad y el hombre en un territorio inmerso en violencia

La seguridad de la que es garante el Estado debe establecerse desde en el espacio


geográfico con el que cuenta, conocedor de sus características y condiciones específicas. A
partir de ello debe velar por preservar o mejorar sus condiciones, garantizar la observancia
puntual y racional del uso y extracción de los recursos naturales, de tal forma que permita
la subsistencia y mantenimiento de cada uno de ellos proporcionando condiciones de vida
digna a sus pobladores. Debe velar también por la construcción de principios que fortalez-
can las culturas o naciones que lo habitan en su territorio, así como de las que lo hacían
antes de su creación de ese Estado, fortaleciendo sus espacios incluso frente a las amenazas
externas de otras zonas que las generen.

El contenido del concepto de territorio es mucho más que un espacio geográfico, se


entiende por “territorio” un elemento del Estado, que desde su heterogeneidad y complejidad
del mundo real, cuenta con características medio ambientales específicas, actores sociales y
movilización en torno a estrategias y proyectos diversos, así implica la existencia y acceso a los
recursos estratégicos para el desarrollo productivo y empresarial (Alburquerque, 2011, p. 92).

En términos de Boisier, se comprende que “los territorios son comunidades que hacen
cosas en común, toman decisiones, logran resultados. (Boisier, 2009, p. 15)

En este orden de ideas y sumando un enfoque más a la comprensión conceptual del te-
rritorio es pertinente referir lo que se entiende por territorio desde la “geopolítica”, perspectiva
que pone énfasis en un primer término en una nación con más efectividad, su territorio como
39
Barrios (2009) la seguridad personal implica que el individuo debe estar protegido en su integridad física de lo
que sus semejantes pudieran intentar en su contra y de su conflicto con la naturaleza. El hombre ya no está dispues-
to a que sus relaciones interpersonales impere la fuerza, lo que sugiere un grado de conciencia y de determinación
dentro del esquema de las relaciones de poder.

CAPÍTULO v 611
modo de maximizar las oportunidades que brinda su posición geográfica y en un segundo plano
centrando la atención en la necesidad de integración entre las naciones, promoviendo entendi-
miento y de esa manera reduciendo las posibilidades de conflicto.”(Barrios, 2009, p. 21).

Con estos referentes sobre la comprensión del concepto de territorio, vemos que cuan-
do se habla de la destrucción del territorio, de una desterritorialización, situación que deriva
en múltiples efectos productivos, ambientales, sociales, institucionales, en suma culturales, se
evidencia un problema estructural de enormes proporciones, el cual requiere nuevos enfoques
sobre la violencia y el desarrollo bajo una óptica integral que articulen naturaleza y sociedad,
que partan de una concepción territorial, la cual permite visualizar no sólo los componentes
físicos, sino una intrínseca articulación con lo humano, con lo social, además del componente
de conflicto, determinado, que la caracteriza.

Sin embargo, desde la perspectiva territorial (Arocena, 1995; Boisier, 2003), es posible
una visión menos paralizante, ya que a pesar del efecto desestructurado que tiene la globali-
zación en los territorios, no constituye todavía un sistema omnicomprensivo, de tal manera
que hay posibilidades de sobrevivencia de ciertos elementos culturales, de identidad y éticos,
todavía muy fuertes.

La persistencia de estos elementos, de este sustrato cultural, puede constituir la base so-
cio-ambiental para impulsar la construcción de territorio desde esta nueva política pública, así,
la seguridad estará asociada a las expectativas de satisfacción de las necesidades de superviven-
cia, de bienestar, identitarias y de libertad (Calderón, 2009, p. 74), de la propia población local.

En definitiva, la violencia debe dejar de ser vista como exógena a la estructura produc-
tiva y política, como fenómeno anónimo, y por el contrario debe conciderarse como parte de
ésta. Lo anterior lleva a la adopción de un análisis crítico, que incluye tanto a las formas de
producción, como de distribución de los bienes naturales y culturales, a fin de identificar las
alternativas para conformar territorios seguros, libres de violencia, y centralmente el rol que los
actores locales pueden y deben jugar para conformarlos.

Ya que si bien el fenómeno social de la violencia es global, su dinámica responde a con-


textos concretos, territoriales, por tanto, su comprensión requiere de un enfoque holístico como
es la sustentabilidad, el cual reconoce al territorio no sólo en su dimensión físico-geográfica,
sino como un proceso socio-histórico específico que articula sociedad y naturaleza, además de
incluir lo global y lo local. Y sólo en este marco es posible identificar y promover estrategias

CAPÍTULO v 612
alternativas.

El hombre pasa a formar parte de un espacio que ya existe, al momento de nacer se in-
serta en un lugar donde ya hay otros que se encuentran posicionados frente a la naturaleza y
la vida, el reto es re direccionar la visión de los que ya forman parte de ésta y transmitir a las
nuevas generaciones, desde una lógica racional distinta, el papel que tienen frente a ellos y la
naturaleza como uno sólo, y como afirma Arendt

no solo estamos en el mundo, sino que formamos parte de él […] Lo que


significa que debemos pensarnos como actores y actrices procediendo a una
autoexhibición en un escenario. Estar vivo significa vivir en un mundo que ya
existía antes, es la intersubjetividad del mundo lo que nos asegura pertenecer
a la misma especie (Arendt, 2015, p. 18).

La “política de la fecundidad” (Del Valle, 2009, pp. 22-23) busca el cultivo de la natu-
raleza, de la esfera de la vida en todas sus formas; fortalece las relaciones entre el ser humano y
la naturaleza y no tiene por fin explotar y extraer utilidades de la naturaleza; es la búsqueda de
mayor fecundidad y fertilidad para conciliar la razón y la naturaleza, y terminar con el miedo
a la naturaleza. Ésta no se presenta sólo como una exterioridad que niega a los seres humanos,
sino también como un elemento constitutivo de éstos. La naturaleza está presente tanto en el
mundo externo como en los propios seres humanos.

En la lógica de argumentación de la biopolítica, los cuerpos militares y policiacos son


técnicas propias de los Estados con la finalidad de preservar la vida de los seres humanos y do-
minar a la naturaleza. El precio de la auto-conservación humana es el dominio de la naturaleza
(Del Valle, 2009, p. 7). Por tal razón, en el nuevo concepto de seguridad hay que incluir las otras
formas de vida además de su variante humana. Hay que pensar no sólo en el bios humano, sino
extender la analítica a la vida en sentido amplio. Los seres humanos son un mundo viviente y
éste, en la actualidad, también es incorporado a las tecnologías de poder.

Mientras que el ejercicio de las relaciones de poder interactúan, se confrontan intere-


ses por parte de los hombres, esa búsqueda por sobreponerse unos a otros para alcanzar sus
intereses siempre conlleva al conflicto y constituyen la violencia. Calderón (2009, p. 74) pro-
pone dos constantes: 1) La violencia vista como el fracaso en la trasformación de conflictos;
2) La violencia como el motor de las reservas de energía, que pueden ser utilizadas para fines
constructivos, no sólo para propósitos destructivos, por lo que no significan sólo fracasos, sino
también oportunidades.

CAPÍTULO v 613
La teoría de la violencia de Galtung se sitúa en el contexto del conflicto y plantea que
puede haber violencia sin conflicto y conflicto sin violencia. Así, un conflicto, crisis y oportuni-
dad, puede desarrollar un meta-conflicto, o sea, una agudización negativa de la crisis a la cual
denomina violencia y que puede ser planificada o espontánea, visible o invisible, presente o fu-
tura. Según este autor la violencia tiene una triple dimensión: Directa, Estructural y Cultural, a
partir de ello define la violencia como la “afrenta evitable a las necesidades humanas”; a su vez,
distingue cuatro tipos de necesidades: de supervivencia; de bienestar, identitarias y de libertad;
y la violencia es su negación. (Calderón, 2009, p. 65)

Su propuesta la representa por el triángulo de la violencia, en el que la punta posiciona


la violencia directa, en las esquinas inferiores, la violencia estructural y la violencia cultural.
La manifestación de la violencia directa puede ser, por lo general, física, verbal o psicológica.
En cambio, la violencia estructural es intrínseca a los sistemas sociales, políticos y económi-
cos, mismos que gobiernan las sociedades, los Estados y el mundo. En tanto que la violencia
cultural, la conforman aquellos aspectos del ámbito simbólico, de la experiencia, materializado
en la religión e ideología, lengua y arte, ciencias empíricas o ciencias formales, lógica matemá-
tica, símbolos cruces, medallas, etc., que pueden utilizarse para justificar la violencia directa o
estructural (Calderón, 2009, p. 75); reconoce la enorme complejidad que entraña la violencia,
problemas, peligros y oportunidades, por lo que su resolución igualmente requiere de respues-
tas complejas y multidimensionales. Su propuesta es superar el conflicto para que las partes
logren alcanzar sus objetivos, crear aspectos transformativos que sean dominantes, que sus
actores, como partes, sean iguales y construyan simetrías sociales. Estima fundamental eliminar
el origen del conflicto desde tres elementos: la reconciliación, la reconstrucción y la resolución,
a los niveles micro, meso, macro y mega, y que este proceso no devenga en reversibilidad.

En esta perspectiva se esclarece el conflicto, y se reconoce la violencia estructural, la


cual significa una situación extrema de conflicto y de muy alta complejidad, misma que se ex-
tiende y profundiza en el marco de la globalización.

Pero la violencia como un efecto negativo no permite el desarrollo y aunque el concepto


ha sido definido de varias maneras es oportuno citar entre otros, a Esteva que nos plantea que,
“la palabra implica siempre un cambio favorable, un paso de lo simple a lo complejo, de lo infe-
rior a lo superior, de lo peor a lo mejor. La palabra indica que uno lo está haciendo bien, porque
avanza en el sentido de una ley necesaria, ineluctable y universal y hacia una meta deseable”
(Esteva, 1996, p. 7).

CAPÍTULO v 614
Desde la idea anterior, podría entenderse que la “satisfacción de necesidades” se con-
vierte en un factor indispensable, Mex Neff desarrolla su teoría y la explica desde la base de
los medios de consumo y los fines de bienestar a partir de “el modelo de matriz de necesidades
humanas” clasificando y exponiendo su estudio desde dos categorías, la existencial y la axio-
lógica y enumera nueve categorías que se deben de satisfacer con el fin de lograr el bienestar.
(Max-Neff, 2000, p. 203)40

Al respecto una propuesta más la encontramos en autores como Antonio Elizalde, que
también señala lo que denomina “teoría de las necesidades humanas fundamentales”, está la
hace consistir en función de la necesidad como una carencia y a la vez un potencial, establece
que son pocas, finitas y clasificables, son las mismas a partir de la historia y de las culturas, es-
tán íntimamente relacionadas las unas con las otras, y solo se actualizan, los bienes económicos
son objetos o artefactos que permiten variar un satisfactor, y siempre debe de haber un media-
dor entre necesidad y bien, que distingue entre la naturaleza y cultura, por último se introduce
entre la asignación de la objetividad a través de los satisfactores usados.

De tal suerte que para que la violencia se presente como un elemento positivo y que a
través de ella sea posible alcanzar la Paz, tendrán que atenderse las necesidades humanas, pues
el concepto de paz, implica seguridad humana ya sea comprendida como negativa o positiva.
(Calderón, 2009, p. 167)41

Recursos en disputa, actores en conflicto y violencia como herramienta de mercado


altamente eficaz como medio de supervivencia alternativo y como un mecanismo de
auto-afirmación masculina

Desde ya hace varias décadas varios espacios de nuestro país, México, se ven afectados
por organizaciones criminales que se han posicionado en proporciones geográficas ejerciendo
dominio y control a través de mecanismos violentos, lo que emerge y vislumbra amenazas in-

40
Max Neff (2000) Necesidades Axiológicas. 1.- Subsistencia, 2.- protección, 3.- afecto, 4.- comprensión, 5.-
participación, 6.- Tiempo de Ocio, 7.- Creación, 8.- Identidad y 9.- Libertad. Existenciales, 1.- tener, como en el
consumo, 2.- ser, como en ser parte pasiva de sin tener necesariamente 3.- hacer, como en la participación activa en
el proceso del trabajo; 4.- relacionarse, como interactuar en estructuras sociales y organizacionales (pp. 149-150).
41
Oswald y Gunter (2009) La paz negativa, como “la ausencia de guerras y otros tipos de violencia” como en la
paz positiva, la cual se define como “progreso social”, con la eliminación de pobreza e injusticia”, y agrega que “la
relación simbólica entre paz positiva y negativa no se pueden entender sin buscar una noción amplia de seguridad
humana.

CAPÍTULO v 615
ternas que afecta a poblaciones enteras a todos sus niveles: económicos, políticos, sociales y
culturales.

El Abandono total, pobreza y exclusión de espacios se hacen hoy más visibles gene-
rando comunidades enteras en condiciones de vulnerabilidad frente a grupos civiles organiza-
dos, autoridades e instituciones encargadas de la observancia de la seguridad de los habitantes.
Poblaciones urbanas, rurales, indígenas se ven inmersas en un fenómeno que parece no tener
solución, el rezago educativo, ingresos por persona y familia, el acceso a la justicia, servicios a
salud y condiciones de vida y vivienda, hoy son derechos fundamentales a la naturaleza humana
que condicionan la calidad de vida y el grado de insatisfacción del hombre.

Ahora bien, particularmente la entidad michoacana en México, se conformada de 113


municipios, espacio que colinda con los Estados de Guerrero, Estado de México, Guanajuato,
Jalisco, Colima, por identificar su ubicación.

La región michoacana tiene la presencia de grupos de civiles que constituyen delincuen-


cia organizada en conflicto, y que desde hace décadas se disputan los recursos y espacios con
que cuenta la región haciendo uso de una variedad de prácticas. Se destaca a lo largo de este
tiempo la presencia de grupos denominados La Familia Michoacana, Los Caballeros Templa-
rios, Los Zetas, El Cartel de Jalisco Nueva Generación, Cartel del Golfo entre otros, además de
policías de los tres niveles de gobierno, como operadores principales de la región michoacana,
organizaciones que han encontrado en Michoacán un territorio fértil para fortalecer su proyecto
político y de gobierno en la permisibilidad de las autoridades locales corruptas.42

Varias administraciones de gobierno estatal pasaron y contribuyeron en el desenvolvi-


miento de este fenómeno desde 1996, el gobernador Víctor Manuel Tinoco Rubí, precedido
por Lázaro Cárdenas Batel, Leonel Godoy Rangel y recientemente Fausto Vallejo Figueroa,
consolidaron una cooptación tal que se logró permear en los 112 municipios del Estado, según
nos cita Gil (2005, p. 208).

Estudiosos sobre el tema afirman que las organizaciones delictivas han fortalecido
acuerdos y estrechado vínculos que les permiten operar a nivel nacional e internacional, ello
con el propósito de posicionarse y expandir su operatividad, planeando, creando, desarrollan-
42
Gil Olmos (2015) Un territorio fértil para fortalecer su proyecto político y de gobierno en la permisibilidad de
autoridades locales corruptas, en organizaciones sociales corrompidas; en policías estatales y municipales mal
pagados; en movimientos campesinos, estudiantes y políticos debilitados por el golpeteo brutal del gobierno fede-
ral priista que se ensaño por ser la meca del cardenismo, provocando la muerte de 50 militantes de 1986 a 1993.
También una población campesina en extrema pobreza en la mitad de los 113 municipios y sobre todo en la clase
política priista dispuesta a ganar elecciones a cualquier costo (p. 204).

CAPÍTULO v 616
do y diversificando sus actividades, incrustándose como una economía subterránea bastante
poderosa y de dimensiones no determinadas, para ello se ha hecho valer de espacios, rutas,
funcionarios públicos y poblaciones enteras. En el caso de Michoacán ya no es posible negar
la presencia de redes comerciales de estos grupos de delincuencia en la producción y traslado
de narcóticos, el uso y tráfico de armamento, la explotación sexual, así como la venta ilegal de
recursos naturales tales como minerales o madera.

La capacidad económica de la región michoacana derivada de su biodiversidad y la


resiliencia por parte de sus pobladores a las prácticas económicas ilegales son algunos de los
factores que han determinado la explotación indiscriminada de la región. Sin embargo, la dis-
puta de los espacios por parte de los grupos delictivos organizados, y sus legítimos pobladores
ha propiciado una confrontación que no les permite el aprovechamiento de los recursos natura-
les estableciendo economías de consumo que no son aprovechados; ya que las condiciones de
inseguridad que han permeado inhiben su disposición e inversión por parte de sus habitantes y
externos; mientras tanto, esos vacíos son identificados y encuentran utilidad por la “delincuen-
cia organizada”.

Los reiterados hechos violentos en la parte sur del estado de Michoacán, México, nos
confronta a un complejo fenómeno de gran significado. Pues se detona con la presencia de los
grupos de autodefensa en nuestro país como un fenómeno de atención, que a través de una ma-
nifestación que imprime resistencia hoy forma parte de una realidad social innegable.

Con motivo de lo anterior, es que el 24 de febrero de 2013, cansados del abuso y la represión
que existía por parte de estos grupos de delincuencia organizada, en la población de Felipe
Carrillo Puerto, (conocido como la Ruana), Municipio de Buena Vista Tomatlán, Michoacán,
México; (localidad ubicada en la parte Oeste, colindante con el Estado de Jalisco, región que
destaca por su favorable agricultura y actividad ganadera) se levanta en forma inédita un mo-
vimiento de ciudadanos inconformes con la forma y condiciones de vida bajo el cual tenía
sometida a la región, por lo que como una expresión de solidaridad y colaboración irrumpe el
llamado “movimiento autodefensa”, que más tarde es desestructurado, con la intervención del
Estado, a unos incorporándolos a las filas institucionales, otros sometiéndolos por encontrarse
al margen de la ley y muchos más hoy desaparecidos.

Para comprender el avance y proliferación de los grupos de autodefensa se tiene el dato


que hasta el año 2014 lograron tener presencia en 34 municipios de la entidad federativa, espa-
cios que constituyen el 56.10 %, esto es 32, 897 km² respecto al territorio michoacano.

CAPÍTULO v 617
La serie de eventos sangrientos en la región parecen no cesar, no obstante las estrategias
implementadas por el Gobierno Federal; la población, hoy, más lesionada que nunca, violenta-
da en sus derechos, desaparecidos, muertos, cientos de detenidos, personas despojadas de sus
bienes, con una extracción irracional de recursos naturales; no permiten visualizar la sanación
al tejido social tan devastado, que parece no tener fin y está lejos aún de iniciar.

Investigaciones revelan que desde hace varios años se sabe por dicho de los pobladores
de las regiones michoacanas sobre todo de el Tierra Caliente (que se ubica en la parte sur de la
entidad michoacana, zonas geográficamente más alejadas de los espacios urbanos) que se han
ido desarrollando actividades ilícitas, la mayoría de ellas inmersas en el narcotráfico y que hoy
constituyen espacios “donde se ejercen soberanías paralelas a los poderes del Estado” (Maldo-
nado, 2010, p. 337).43

Sin embargo, este fenómeno que ha ido crecido sobre todo en los espacios rurales, ale-
jados y poco comunicados de la entidad federativa, se hace más presente cuando se privatiza la
tierra, y logran algunos interesados externos apropiarse de los espacios de la tierra con apoyo de
los locales; “el auge del narcotráfico viene a ser un producto indirecto de la apertura de la eco-
nomía regional a los mercados internos y externo. Durante la transnacionalización agrícola se
los sesenta, la producción y el tráfico de amapola y marihuana aumentaron considerablemente
hasta alcanzar grados preocupantes. La transnacionalización también alcanzó al narcotráfico y
migración con problemas sociales significativos (Maldonado, 2010, p. 32) .

Además, el apoderamiento y extensión de esos espacios permitió a algunos locales salir


de las crisis que estaban viviendo por el abandono y el olvido del Estado, lo que constituyó la
conquista de los espacios inhóspitos y profundamente aislados del ejercicio de la Ley, dando
inicio a una actividad ilícita legitimada por su aceptación por sus pobladores, entre ellos cierta
“clase” de campesinos acomodados, quienes jugaron un papel importante de las relaciones con
el comercio, los aparatos de estado y poder regional (Maldonado, 2010, p. 339).

Es decir, la entidad presentaba, y presenta, una condición característica en relación con


otros espacios geográficos del mundo, sin embargo, muchas de estas regiones se encuentran con
un alto grado de marginación, y desde ya hace varios años se conoce por voz de los propios ha-
bitantes de los lugares tierracalenteños que una parte de la población se ha ocupado de la siem-
43
Maldonado (2010) “El narcotráfico ha sido históricamente un producto de solidaridades y reciprocidad que se
encuentra enraizado en un espacio en particular en una cultura laboral o regional muy definida, guarda una relación
simbólica con el espacio físico y los recursos naturales donde florece . . . Los espacios tradicionalmente produc
tores y/o procesadores de la droga tienen historias bastantes complejas y conflictivas en relación con la tierra, el
agua, los servicios públicos, las instituciones etc., que rebasan las visiones técnicas a partir de las cuales se imple-
mentan operativos de erradicación” (p. 336).

CAPÍTULO v 618
bra de marihuana y opio (extraído de la flor de amapola), como parte de las actividades agrícola,
“micro negocios de familia”, que se convirtieron después en un negocio nacional, agregándole
el tráfico de la cocaína proveniente de Sudamérica, sobre todo proveniente de Colombia, junto
con la producción de drogas sintéticas, entre las que destacan las metanfetaminas provenientes
de China y que se dice ingresan por el puerto de Lázaro Cárdenas, Michoacán.44

Para estos momentos se afirma que “la industria del Narcotráfico” ya se había trasfor-
mado en una agrupación más acabada, en un corporativo de crimen organizado, pues los grupos
transmutados en firmas empresariales ya no solo se dedicaban a la producción, transporte,
comercialización de las drogas, sino que ya tenían una amplia división con actividades comer-
ciales, económicas y hasta políticas (Gil, 2015, p. 243). 45

Se hace presente y extiende sus raíces hacía el exterior para convertirse en una o varias
agrupaciones no de orden local, sino internacional, ha permeado de tal forma que obstruye a
través de la cooptación total la soberanía y el acceso a la justicia, constituye una de las amena-
zas más trascendentes para de nuestro siglo. 46

Y así, se puede decir, que estos grupos al margen de la ley hoy encuentran como un medio
de intercambio a la población, porque a través de ellos obtienen sus recursos al margen de la lega-
lidad, atentando contra su dignidad en su máxima expresión. Pero también el crimen organizado
hoy está mejor estructurado y con una importante presencia dentro de las grandes elites del poder

44
Semáforo Nacional Anual 2014. Proyecto Social Ciudadano.
45
Gil Olmos (2015) Refiere que de acuerdo a sus investigaciones, según análisis gubernamentales, la estructura de
los Caballeros templarios era una de las más fuertes y mejor diseñadas de todos los grupos de crimen organizado
en México, pues se asemejaba al de una empresa, tenía un consejo que estaba al mando que estaba al mando y
asumía los tratos directos con políticos y otros grupos criminales; divisiones encargadas del trato con negocios,
empresas nacionales y extranjeras como las de China; otra división encargada de tratar con organizaciones so-
ciales, campesinas y medios de comunicación; una unidad operativa, en la cual estaban los sicarios a sueldo, los
simpatizantes, que eran una red de espías e informantes llamados “halcones” o “apuntadores”, compuesta por
jóvenes desempleados, policías, limpiadores de zapatos y taxistas que estaban en todos los pueblos y ciudades, y
finalmente una unidad jurídica(...) Michoacán es quizás la primera entidad de México que cubrió el perfil de un
estado capturado por el crimen organizado, el cual a través de las armas, la corrupción y la simbiosis con la clase
social se interpuso como parte de un gobierno, dominado por el territorio, aplicando impuestos, teniendo bajo sus
órdenes a autoridades y legisladores y controlando su generación de riquezas a través del dominio del comercio,
los bienes y servicios, estableciendo sus propios códigos de conducta, es decir, sus propias leyes.
46
Barrios (2009) Narcotráfico, nuevo poder económico que se ha convertido en una de las más grandes organiza-
ciones internacionales, capaz de movilizar centenares de millones de dólares diariamente, quebrantar el concepto
de soberanía estatal y producir impensables acciones de violencia. Constituye una nueva “trasnacional” que con su
colosal poder económico y su red de corrupción ha modelado una verdadera “narcoeconomía” en muchos lugares
del mundo. Ha penetrado los mandos del Estado y de la fuerza pública. Ha roto la imparcialidad de la justicia,
ha corrompido a los políticos, ha atemorizado a los policías. Ha creado un nuevo poder social levantado sobre la
corrupción, el crimen y el terror.

CAPÍTULO v 619
tanto de orden económico como político, de tal suerte que los elementos y recursos con los que
opera, sacuden y desestabilizan la frágil estructura del Estado, apoderándose y logrando el control
de espacios como lo es la entidad michoacana, debilitándo o incapacitándo a su gobierno al grado
que han sido declarados “estados fallidos” ante la imposibilidad de confrontarlos. 47

La rapidez con las que se multiplican y se extienden estas organizaciones delictivas en


espacios para obtención de sus fines cada vez les representa menos esfuerzo, el terror y someti-
miento que ya han logrado implantar en todos los espacios de nuestro territorio nacional e inter-
nacional, les garantiza el éxito en sus operaciones comerciales ilícitas, mientras que el Estado por
su parte solo asume el costo de lo que esta amenaza representa para ellos y para el grueso de la
población de manera individual, razón por la que han tenido que asumir la pérdida de confianza.

El conflicto entre algunas de sus considerables consecuencias, arroja la pérdida de vi-


das, como algo sumamente alarmante y perceptible. La actividad del narcotráfico en la entidad
michoacana es una de las causas de este fenómeno, generalmente producto de la lucha que se
origina en la confrontación de las propias células delictivas en busca del poder y de pobladores
inconformes que cada vez se pronuncian frente a tanta laceración, inocentes que están en el ru-
bro de los daños colaterales, grueso que se encuentra formado por elementos que forman parte
de las fuerzas de lucha que asigna el Estado en este combate.

De acuerdo al contenido del Informe especial sobre los grupos de autodefensa en el


estado de Michoacán y una representación de violaciones a derechos humanos relacionados
con el conflicto (CNDH, 2015), citando como fuente a la Procuraduría General de Justicia del
Estado de Michoacán (PGJE), y el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad
Pública (SESNSP), actualizada hasta septiembre de 2014 existía un total de víctimas del 2006
al 2014 por el delito de homicidio doloso de 7384, violación 3318, secuestros 1103 y extorsión
2195; crecimiento entre 2006 y 2014 violación 51.33%, homicidio doloso 38.56%, secuestro
211.11%, extorsión 63.57%. 48

Lo que demuestra y evidencia el incremento y evolución de la incidencia delictiva,


incluso desde el rubro oficial que metodológicamente podría tener sus debilidades, ello puntua-
lizando que no se estaría considerando el número real de personas que no denuncian por pensar

47
Benítez (2009) Así como el crimen común constituye la principal amenaza de la población, el narcotráfico es la
principal amenaza del Estado. Ello se debe a una sencilla razón: el crimen organizado le disputa al Estado espacios
de poder y el ejercicio legítimo de la fuerza y está constituyendo un poder paralelo basado en el terror, el asesinato
y el control territorial. (pp. 181-4).
48
Informe Especial sobre los grupos de autodefensa en el Estado de Michoacán y las violaciones a los derechos
humanos relacionados con el conflicto (CNDH, p. 230).

CAPÍTULO v 620
que se trata de una pérdida de tiempo, desconfianza en la autoridad, trámites largos y difíciles,
una actitud hostil de la autoridad, miedo a convertirse en sujetos de extorsión, o a considerarlo
inútil al no tener pruebas, ser delitos de poca importancia, miedo al agresor entre otras, que
mucho se ha dicho entre pobladores que rebasa por mucho cifras oficiales, sin embargo nos
permite tener un referente del comportamiento delictivo de la región.49

Autores como Sayak Valencia, constructora del concepto de “capitalismo gore” sostiene
que “Una de las transformaciones de producción industrial del último siglo desde el punto de
vista del que se convertirá progresivamente, en el negocio del nuevo milenio: radica en la ges-
tión política del cuerpo, del sexo y de la sexualidad”. Y agregamos: la gestión de la violencia
desde los medios radica en las masas que a través de estrategias utilitarias transgreden la lógica
humana que oscila entre el fracaso e insatisfacción al deseo de hiperconsumo del individuo,
elementos que le dan vida al florecimiento de acciones que le producen a esos individuos insa-
tisfechos la generación de capital como una vía de enriquecimiento rápido para alcanzar bienes
de valor social.

Por ello si el cuerpo humano se convierte en una mercancía objeto de intercambio como
un medio de control y poder lo suficientemente redituable para alcanzar cualquier fin, el con-
flicto se hace más presente que nunca, la lucha por defender la vida, confronta a la violencia,
a esa violencia estructural y cultural, que se pronuncia de forma insurgente frente a amenazas
internas que rebasan a la propia fuerza del Estado. Valencia denomina “hombre endriago” a los
hombres que utilizan la violencia como medio de supervivencia, mecanismo de autoafirmación
y herramienta de trabajo, no solo matan y torturan por dinero sino que buscan la autoafirmación
para satisfacer las demandas consumistas y a través de ello satisfacer la frustración de la misma
insatisfacción material.

Lo que además, hoy permite el empoderamiento de unos cuantos en un mercado para-


lelo al legal, sobradamente potente con alcances políticos y económicos que rebasan en mucho
las posibilidades del Estado, que incluso ofrecen una alternativa laboral única como medio de
subsistencia en algunos espacios de nuestros país, que no obstante que cuenta con una innume-
rable riqueza de recursos naturales también se constituye como un espacio geográfico inmerso

49
Conforme a la Encuesta Nacional, en el año 2012 sólo el 6% de los delitos cometidos fueron denunciados. Se
estima que un total de 629,524 delitos no denunciados (éstos incluyen aquellos en donde el encuestado no espe-
cificó si algún otro integrante del hogar denunció) y las razones por las que las personas decidían no denunciar
obedecían en el 50.2% de los casos a causas atribuibles a la autoridad: pérdida de tiempo, desconfianza en la
autoridad, por trámites largos y difíciles, por actitud hostil de la autoridad y por miedo a que lo extorsionaran; y
el restante 49.50% a otras causas: no tener pruebas, por ser un delito de poca importancia, por miedo al agresor y
otras razones que no se incluían en el cuestionario (CNDH, p. 232)

CAPÍTULO v 621
en operaciones ilícitas. 50

Conclusiones

Podría decirse bajo esta premisa que uno de los dilemas de la seguridad y el derecho,
lo constituye el propio Estado y a la vez lo posiciona como el único capaz de contrarrestarlas,
legitima la forma en la que se ejerce el poder y utiliza todos los medios con los que cuenta para
abatir lo que resulta, es decir, la consecuencia de sus debilidades. No obstante, es rebasado por
las reglas del juego, que tienen como objeto de referencia garantizar a las instituciones y al Es-
tado de manera autoritaria, más allá de velar por la protección de los individuos.

De tal manera que la construcción de territorios seguros implica la superación de las


causas estructurales de la violencia, tarea que sólo podrá lograrse en la medida que las pobla-
ciones locales refuercen su sentido de pertenencia, de identidad, de conocimiento, valoración y
control de sus recursos naturales, materiales e inmateriales, es decir, culturales, institucionales,
históricos, etcétera. En suma, que se reconozcan y sean reconocidos como territorio socialmen-
te construido.

Centrar el estudio y análisis del concepto teniendo en primer orden al individuo, parece
ser una alternativa viable. La lucha por la identidad de los grupos, comunidades, sin importar
a cual pertenecen o sus diferencias, será el eje, las condiciones en las que se desenvuelve e in-
teractúa, el espacio social, rescata y reconoce principios, valores y prácticas, que reformulan el
significado de desarrollo, su fin tendrá como objeto la satisfacción de necesidades, presentes y
de las generaciones venideras.

En regiones como el Estado de Michoacán el narcotráfico se consolida y por qué no


decirlo, se legitima, se fortalece como un nuevo poder económico, de manera estructurada. Con
un flujo económico que podría presumirse, más no precisarse claramente, en estas condiciones
se fortalece un enemigo poderoso que atenta contra el Estado, el orden social, la propiedad y
la dignidad humana, que con el objeto de asegurar su permanencia y crecimiento, hace uso de
cualquier mecanismo o grado de violencia frente al Estado o sus gobernados.
50
Ibídem, (2012) Tendríamos que decir que un país como México pese a que su riqueza en recursos naturales
tiene su economía más constante en el sector gris o negro y en este contexto debemos situar el fenómeno de la
delincuencia organizada. Dicho fenómeno ha nacido dentro de un estado corrupto y desestructurado que llevó a la
población civil a una situación caótica, quién tomo el modelo criminal como “(. . .) una respuesta “racional” a un
entorno socio económico totalmente anómalo”.

CAPÍTULO v 622
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CAPÍTULO v 624
TRAYECTORIAS Y TRANSICIONES
JUVENILES EN CONTEXTOS DE
DESIGUALDAD

Coordinador

Gustavo Garabito Ballesteros

CAPÍTuLO vi
TRAYECTORIAS Y TRANSICIONES
JUVENILES EN CONTEXTOS DE
DESIGUALDAD

Coordinador

Gustavo Garabito Ballesteros

En el contexto actual, la fractura entre el sistema educativo y los mercados laborales no


garantiza una inclusión favorable en los diversos sectores productivos y los jóvenes tienen
que elegir entre empleos precarios, el sector informal o el desempleo. Esta situación ha
posicionado el estudio de los jóvenes y el trabajo como una prioridad en la agenda de la
investigación laboral, pues no sólo es analizar la realidad imperante sino también vislum-
brar el futuro del ámbito del trabajo. Existe un círculo vicioso en por lo menos tres esce-
narios posibles, por una parte aquellos jóvenes que salen prematuramente de la escuela
y se insertan en trabajos poco calificados, con bajos salarios, pocas o nulas prestaciones
y con pocas posibilidades de ascenso. Por otro lado, parte del sector juvenil trabaja para
continuar con sus estudios en empleos con altos niveles de precariedad y exigencia lo que
los obliga a elegir entre salirse de la escuela y cancelar sus aspiraciones profesionales, o
renunciar a su empleo y no contar con los recursos necesarios para continuar con sus
estudios. Y por último, aquellos jóvenes -privilegiados- que, con ingresos propios, de sus
padres o con becas, tiene altos niveles de escolaridad pero que al ingresar al mercado de
trabajo tienen que subemplearse. Ante tal complejidad, es fundamental compartir y dis-
cutir experiencias de investigación en torno a los jóvenes y el trabajo, y a ello convoca este
capítulo.

CAPÍTULO VI 626
La educación como factor de segregación
urbana en la Zona Metropolitana de León (ZML),
Guanajuato

José Luis Coronado Ramírez1

Resumen: La Zona Metropolitana de León (ZML) es la mayor ciudad del Estado de Guanajua-
to y una de las mayores del país. Sin embargo es una de las que mantiene un rezago educativo
importante entre ellas, constituyéndose en una ciudad con un claro abandono de grupos socia-
les como los jóvenes en edad escolar ‒poco atendidos a los que no se les brinda las mismas
oportunidades‒, lo que permite asumir unas consecuencias sociales y económicas palpables y
reflejadas en la propia estructura urbana donde se observan espacios contrastantes a los ojos de
cualquier visitante.
En la ZML cada vez es más evidente la segregación física y social en amplias zonas, donde la
circulación de personas no es libre, zonas con acceso e infraestructura (calles, servicios y segu-
ridad principalmente) restringido para el ciudadano común. En un extremo ello es observado en
barrios completos que son “bardeados” y aislados físicamente del conjunto urbano. Incluso en
zonas centrales de la misma ciudad. Lo que hace cuestionable o paradójico el discurso oficial
cuando de “democracia”, “equidad” y “cohesión social” se habla. En el otro extremo, existen
barrios en los que “sin bardas” el acceso tampoco es tan libre como se podría imaginar, pues
allí se circula o accede con ciertos códigos o reconocimiento local solamente y con horarios
definidos por la seguridad personal. Se tiene entonces un proceso paulatino de polarización
social, lejano a cualquier ideal democrático y liberal de hacer o rehacer nuestras ciudades. Con
un actor clave y omnipresente: los jóvenes.
La segregación urbana ocurre acompañada y asociada a múltiples problemas de distinta natu-
raleza, entre los que destaca la enorme desigualdad en la educación formal de los habitantes de
la ciudad (leoneses e inmigrantes), dado que el grado de escolaridad promedio para León es de
8.54 años, el tercero más alto del estado (después de Guanajuato y Celaya), pero muy por de-
bajo de las ciudades como Aguascalientes, Querétaro, Morelia, San Luis Potosí y Guadalajara.
Lo que permite suponer a la educación como causa (entre muchas otras, pero relevante) de la
segregación urbana. Dado que los niveles de ingreso, la seguridad, el abasto, las condiciones

1
Profesor de Tiempo Completo del Departamento de Estudios Sociales de la División de Ciencias Sociales y Hu-
manidades (DCSyH) del Campus León, de la Universidad de Guanajuato. Email: jlcoronador@gmail.com

CAPÍTULO VI 627
de vivienda, el equipamiento social e incluso los niveles de participación y organización social
se vinculan estrechamente a los niveles de educación ciudadanos. Por todo ello se afirma que
la hipótesis subyacente de este trabajo es que la educación formal puede identificarse como un
factor importante de la segregación urbana y por lo tanto podría ser priorizada realmente en la
agenda gubernamental.

Palabras clave: Segregación urbana, educación, jóvenes.

Summary: The Metropolitan Area of Leon (ZML) is the largest city in the state of Guanajuato
and one of the largest in the country. However it is one that maintains an important educational
gap between them, becoming a city with a clear abandonment of social groups such as school
age youth ‒little cared that they are not given the same opportunity, allowing assume a tangible
and reflected social and economic consequences in the urban structure itself where contrasting
the eyes of any visitor spaces are observed.
In the ZML increasingly there are more physical and social segregation in vast areas where the
movement of people is not free, access areas and infrastructure (roads, services and security
mainly) restricted for the average citizen is more evident. At one end it is observed in entire
neighborhoods that are “walled” and physically isolated from the urban area. Even in central
areas of the city. What makes questionable or paradoxical when the official discourse of “de-
mocracy”, “equality” and “social cohesion” is spoken. At the other extreme, there are neighbor-
hoods where “no fences” access is not as free as you might imagine, because there are driving
or access to certain codes or only local recognition and personal safety defined by schedules. It
then has a gradual process of social polarization, far from any democratic and liberal ideal of
making or remaking our cities. With a key and omnipresent actor: youth.
Urban segregation occurs accompanied and associated with many problems of different nature,
among which exist the enormous inequality in the formal education of city dwellers (Leoneses
and immigrants), since the level of average schooling for León is 8.54 years, the third highest
in the state (after Guanajuato and Celaya), but far below cities like Aguascalientes, Queretaro,
Morelia, San Luis Potosi and Guadalajara. Which suggests to education as cause, (among many
others, but relevant) of urban segregation. As income levels, safety, supply, housing conditions,
social facilities and even levels of participation and social organization they are closely linked
to the levels of public education. Therefore it is stated that the underlying assumption of this
work is that formal education can be identified as an important factor of urban segregation and
therefore could actually be prioritized on the government agenda.

Keywords: Urban Segregation, Education, Youth.

Introducción

En América Latina es común observar ciudades cuya estructura se caracteriza por zonas
céntricas con la clásica concentración de servicios gubernamentales y equipamiento urbano
remodelado continuamente, zonas comerciales que brindan todo tipo de servicios a estratos

CAPÍTULO VI 628
sociales de nivel de ingresos altos e intermedios y también la presencia de colonias con habi-
tantes de distintos niveles de ingreso: estratos altos y medios en las zonas de mejor acceso, y
estratos bajos y marginales en la periferia y áreas con orografía adversa. Sin embargo, en el
interior de la ciudades, y en particular de las zonas metropolitanas, cada vez es más evidente
la segregación física y social en amplias áreas donde la circulación de personas no es libre,
zonas con acceso e infraestructura (calles, servicios y seguridad principalmente) restringido
para el ciudadano común.

En un extremo ello es observado en barrios completos que son “bardeados” y aislados


físicamente del conjunto urbano. Lo que hace cuestionable o paradójico el discurso oficial
cuando de “democracia”, “equidad” y “cohesión social” se habla. En el otro extremo, existen
barrios en los que “sin bardas” el acceso tampoco es tan libre, pues allí se circula o accede
con ciertos códigos o reconocimiento local solamente y con horarios definidos por la seguri-
dad personal.

Este trabajo pretende hacer y provocar una discusión en torno al estado del arte de
la idea de segregación al interior de las ciudades, para encontrar elementos propositivos y
definir consecuentemente los indicadores que permitan no sólo demostrar su presencia e in-
tensidad, sino imaginar opciones que alimenten futuras políticas públicas tendientes a evitar
o agotar las causas que la provocan. Partimos de una premisa: La estructura urbana es reflejo
de la dinámica social sujeta al momento histórico y las pautas económicas y políticas que le
dan vigor y condicionamiento.

Importancia del tema ¿Por qué la ciudad?

Hace relativamente poco tiempo cayó en nuestras manos un texto de la revista electró-
nica Contralínea titulado “Megalópolis. Centro de Colaboraciones Solidarias” (Zamarriego,
2016), cuyo breve contenido no deja dudas. Las ciudades se perfilan en el mundo como el
hábitat por excelencia del ser humano (tal vez no el mejor, pero si el que brinda el ambiente
posible para habitar, vivir, producir, reproducirse, disfrutar y sufrir su existencia). Las danza
de las cifras es abrumadora a nivel mundial: “En 1800 sólo tres ciudades superaban el millón
de habitantes…” hasta llegar a 502 en 2015. Entre las que ya se perfilan 29 “Megaciudades”
con más de 10 millones de habitantes cada una2 y 13 “Megalópolis” con más de 20 millones

2
Un reporte actual en la red confirma esta cifra y permite visualizar su crecimiento físico. Ver TYSMAGAZINE.
COM en http://www.tysmagazine.com/mapa-el-crecimiento-de-las-megaciudades/?platform=hootsuite

CAPÍTULO VI 629
cada una. La mayoría de ellas ubicadas en Asia, América Latina y África, lo que de paso nos
recuerda que Europa y América del Norte han dejado de ser demográficamente importantes.

En ámbitos regionales, tal como muestra el cuadro 1, es Asia la que tiene un creci-
miento muy acusado con poco menos de mil millones de nuevos habitantes urbanos en los
últimos veinte años. Le sigue África y América Latina. El planeta en su conjunto arribará a
los cuatro mil millones en poco tiempo, y en 2025 estará el mundo con aproximadamente 4.7
mil millones.

Cuadro 1. Población urbana a medio año 1995-2025 (en miles de personas)

  1995 2005 2015 2025


Oceanía 20,497 23,711 27,853 31,791
América del Norte 229,947 264,278 294,834 325,100
Europa 514,365 525,635 547,066 561,571
América Latina y
355,089 432,804 502,793 567,089
Centro América
Asia 1,211,260 1,621,834 2,113,137 2,561,409
África 236,904 330,742 471,602 658,814
Mundo 2,568,063 3,199,013 3,957,285 4,705,774

Fuente: Elaboración propia con base en ONU-Hábitat. (2016b). World Cities Report 2016. Tabla A1, pp. 196-200.

Más de la mitad de los seres humanos vivimos en ciudades, 3,957 millones de per-
sonas (ONU-Hábitat. 2016b p. 196), observando una tendencia creciente, en el mundo: “Se
calcula que unas 200 mil personas migran cada día a una ciudad…” (Zamarriego, 2016, p.1),
por lo que proponemos reflexionar en torno a tres procesos paralelos (entre muchos otros)
que ocurren en las ciudades latinoamericanas:

1). El incremento de la pobreza en las ciudades (entendida como marginación y preca-


riedad socioeconómica en villas miseria, slums, favelas, cinturones miseria, polígonos
de pobreza, etc…) cuya manifestación puede llegar a ser increíblemente polarizada;

2). El traslado de la desigualdad de las posibilidades de desarrollo del campo a la


ciudad y el desvanecimiento de la frontera “rural-urbana”, provocando desde hace

CAPÍTULO VI 630
ya más de un siglo cambios profundos en el seno de las ciudades, su estructura y
funcionalidad, -como parte del sistema nacional al que se encuentra ligada, junto a la
dinámica global que impulsa en ella cambios notables-; y

3). La enorme necesidad de revisar la eficiencia (sostenibilidad) en que las ciudades


resuelven sus problemas y logran agotar la competencia por recursos y servicios ur-
banos y equilibran su impacto con el medio natural (tanto contiguo, como remoto) en
contextos político-administrativos disímiles y en no pocas ocasiones absurdamente
atrasados.

Dichas reflexiones llaman nuestra atención y se asocian a observaciones de los cam-


bios recientes ocurridos en los espacios urbanos y como consecuencia en la imagen urbana de
la ciudad mexicana, y en particular de las grandes ciudades (con más de un millón de habi-
tantes). Porque es innegable la afirmación que “Este paisaje pone de manifiesto la necesidad
de repensar la forma en que se urbaniza el planeta y abordar problemas como la desigualdad
o la contaminación.” (Zamarriego, 2016, p. 2).

En México el cambio también ha sido radical, la población urbana ha transitado del


10.3% en 1900 al 71.6% en 2010. Esta población urbana es ya de aproximadamente 92 mi-
llones (2015). El reto en provisión de servicios elementales es ya fuerte y lo será mucho más
en las ciudades (Garrocho y Campos, 2015).

Cuadro 2. Población urbana y rural en México (1990-2015)

Población 1990 1995 2000 2005 2010 2015


Total 81,249,645 91,158,290 97,483,412 103,263,388 112,336,538 119,530,753
Urbana 58,165,638 67,550,960 72,829,863 78,986,852 86,286,769 92,044,539
Rural 23,084,007 23,607,330 24,653,549 24,276,536 26,049,769 27,486,214

Fuente: Elaboración propia con base en INEGI. Series Históricas, CGPV 2010 y Encuesta Intercensal 2015.

Basta observar el cuadro 2, para percatarse de la magnitud del crecimiento de la pobla-


ción urbana. Mientras la población rural en 25 años ha crecido 4.4 millones, la urbana lo ha
hecho en 33.8 millones. El conjunto de problemas derivados de ello se encuentran ligados

CAPÍTULO VI 631
estrechamente al tema que proponemos aquí para discutir: la segregación urbana. Por ello,
es de nuestro interés “la eficiencia urbana”, porque existen muchas formas de evaluar dicha
eficiencia (Competitividad, Sostenibilidad, Prosperidad, etc…). Siempre desde ángulos e in-
tereses diversos (ONU-Hábitat, 2016a).

En torno a la segregación urbana. El juego de significados

La segregación como fenómeno social tiene alcances amplios histórica y geográfi-


camente. Es una idea vasta e implica “separación”, semánticamente hablando (palabra que
proviene del latín segregáre). Con al menos dos acepciones para nuestro interés: 1. “Separar
o apartar algo o a alguien de otra u otras cosas” y 2. “Separar y marginar a una persona o a
un grupo de personas por motivos sociales, políticos o culturales” (RAE, 2016). Lo que sig-
nifica, para la primera acepción y en términos llanos, tener un criterio (explícito o no) para
considerar características diversas como motivo de tal separación (voluntaria e involuntaria),
dado que nuestras decisiones pueden provocar dicha separación de otras personas o cosas, ó
“nuestra voluntaria” separación de ellas. Este primer significado permite mayor flexibilidad
ya que no define la marginalidad como componente esencial y se puede considerar la se-
gregación “positiva” o “activa”, es decir la separación simple y voluntaria de categorías de
personas, por sus propias características, sin darle énfasis al “margen”. Ejemplos frecuentes
pueden ser: los grupos que se forman entre los niveles de escolaridad, los grupos religiosos,
o la derechohabiencia o no a un servicio público. Este sentido la complejidad urbana permite
considerar a la segregación para discutirla desde la visión neoclásica de la economía, que no
deja de proponer la racionalidad en el consumo del espacio urbano como un eje básico, e in-
tenta explicarla a partir de considerar al suelo urbano una mercancía más. Un ejemplo de ello
lo encontramos en la “decisión” de dónde vivir (Schteingart, 2015, p. 48). En otros ámbitos
este tipo de segregación se ejemplificaría si queremos o no seguir estudiando formalmente o
si preferimos una religión u otra, etcétera.

En la segunda acepción, segregar es una acción evidente que separa y margina (coloca
en un extremo, en el margen) a otras personas, por motivos explícitos. Y aunque la RAE sólo
menciona tres motivos, en realidad existen otros más como los económicos, raciales, educati-
vos, sanitarios, de aislamiento geográfico, etcétera. De tal manera que el segundo significado
se acerca mucho más a nuestra intención de comprender la segregación en las ciudades lati-
noamericanas, cuando observamos separaciones cotidianas de grupos sociales por diferentes
motivos, desde algunos sutiles o casi invisibles como los lugares de paseo de familias de

CAPÍTULO VI 632
bajos ingresos vs. los centros de diversión de clases medias y altas (de altos ingresos) como
los casinos. O las ya clásicas (y desafortunadas) separaciones entre barrios de alto ingreso,
cerrados y exclusivos vs. los barrios marginales de escasos servicios públicos. Es entonces
cuando se habla de segregación “negativa” o “pasiva”. Y permite, en este caso, penetrar en
otra discusión, ahora considerando a la segregación desde una perspectiva marxista o neo-
marxista del ejercicio de poder clasista (Alegría, 1994), definido a partir de una dinámica del
mercado inmobiliario.

No obstante, la discusión entre la visión neoclásica o neoliberal y la marxista o neo-


marxista queda todavía distante del propósito de este trabajo. Basta con mencionar que di-
versos autores interesados (Sabatini, 2015; Alegría, 1994; Kaztman, 1999) proponen otros
marcos de análisis, sin desconocer las propuestas clásicas. La segregación también tiene dos
sentidos o ámbitos de análisis: primero el social estrictamente, en el que podemos hablar
de separación de grupos, por nivel de ingreso, clase social, o cualquier característica que
sea de interés al separar los diferentes estratos, habiendo siempre un criterio para hacerlo.
En ese caso hablamos de “segregación social”, en el cual el ejemplo clásico es el de “mo-
vilidad social”, no como traslado o residencia físicos, sino como cambio en capacidades y
oportunidades de clase social y calidad de vida; a la que algunos autores califican de pro-
blemática nacional asociada evidentemente a la escolaridad de los ciudadanos y a su ingreso
(Cárdenas, 2015); y un segundo ámbito, el espacial, en el que la delimitación geográfica es
la determinante como resultado o causa de los procesos de interés. Es cuando hablamos de
“segregación espacial” en la que técnicamente se encuentran involucradas tantas variables
como el investigador considere relevantes para delimitarlas territorialmente. En este caso es
muy frecuente observar que, por comodidad, las delimitaciones político-administrativas son
las más frecuentes, debido a que a través de ellas se genera y compila información estadística
sistemáticamente.

Cuando se integran la segregación y su dimensión territorial explícita, hablamos de


segregación espacial. Cuando esta segregación comprende aspectos sociales y económicos
torales y vinculados a una visión integral (o que pretende serlo) de la comunidad local o re-
gional, se habla de una segregación socioespacial. Además en la literatura actual referida a
la segregación urbana se agrega el adjetivo de residencial. Es decir la segregación asociada
estrechamente a la vivienda o conjuntos habitacionales que son parte esencial de la estructura
y dinámica de una ciudad. En otras palabras, la segregación puede analizarse con diferentes
enfoques y grados de profundidad, según relacionemos categorías que consideremos impor-
tantes. Así, la segregación residencial en las ciudades será por fuerza, socioespacial si abarca

CAPÍTULO VI 633
indicadores sociales y territoriales principalmente. La profundidad del análisis puede ser o
buscar ser mayor. Un ejemplo es la segregación de adultos mayores en las ciudades latinoa-
mericanas (o estadounidenses, o japonesas, etc…). Los intereses y las teorías se hacen más
detalladas y multidisciplinarias (Garrocho y Campos, 2015).

Otra discusión importante en torno a la segregación urbana, es si es definida o no


como un reflejo de otros procesos sociales y económicos, Ya que hacerlo así (o sólo así) es
cuestionable porque “neutraliza” o “minimiza” el papel del territorio y vuelve su análisis
incompleto. Si bien los ciudadanos o habitantes de colonias, barrios o fraccionamientos ge-
neran intercambios y procesos sociales que pueden ser estudiados independientemente, lo
hacen en un “lugar” que tiene características propias. Y sí, puede argumentarse que dicho
lugar podría ser irrelevante, pero no siempre. En cambio cuando se singulariza al lugar, como
contexto activo e influyente de conductas o patrones que reproducen, fortalecen o debilitan
estructuras sociales cíclicas de grupos de individuos, se encuentra la investigación en un
ámbito territorial o espacial, donde la segregación puede dar elementos para comprender los
procesos con mayor claridad. El territorio urbano es el contexto inmediato donde ocurren
tales procesos y sus características se asocian estrechamente a las de los grupos que viven
en ellos. Su homogeneidad o heterogeneidad es un ejemplo, tanto al interior de su área geo-
gráfica (manzana, grupo de manzanas) ó entre barrios y grupos de barrios (Kaztman, 1999).

El urbanismo contemporáneo también aborda la segregación urbana, pero en un con-


texto básicamente espacial o territorial (Ferretti, 2014). Sus principales conceptos en aná-
lisis de “estructuras morfológico espaciales” (p. 7), busca comprender la articulación del
territorio urbano y comprender la “fragmentación y rotura del tejido físico” (p. 6) desde una
aproximación residencial en áreas circunscritas de la ciudad en las que ve posibilidades de
intervención, con la finalidad de revitalizar el espacio comunitario desde una perspectiva
arquitectónica. Su interés en los procesos sociales se acerca a discusiones valiosas en torno
al espacio público y su transformación y uso. Pero desde una perspectiva descriptiva y poco
inmersa en la dinámica social real.

Un punto importante también en los estudios de segregación socioespacial urbana,


tiene que ver con la escala, es decir con el nivel de agregación o desagregación de la infor-
mación necesaria para observar el comportamiento de indicadores y variables en el territorio.
El resultado no es del todo satisfactorio o posible cuando la agregación se puede realizar
sólo en el ámbito municipal (Shteingart, 2015), ya que los procesos que se quieren estudiar
y sobre los que se construirán posibles propuestas de política reclaman mayor profundidad.
Ya desde hace bastante tiempo se apreciaba que las medidas utilizadas para dimensionar la

CAPÍTULO VI 634
segregación -para ser útiles- deberían ser lo más cercano a un conjunto de viviendas (Cowgill
y Cowgill, 1951) que permitiera apreciar la homogeneidad o heterogeneidad de las caracte-
rísticas de interés. Hoy eso sigue siendo válido. De hecho una de las principales limitaciones
al análisis de la segregación residencial urbana en México, fue que la información censal
no mostraba unidades territoriales lo suficientemente pequeñas. Lo que ocurrió hasta 1990,
cuando se publica información censal a nivel de agregación de manzanas, en el Área Geoes-
tadística Básica (AGEB) urbana. Actualmente es posible tener acceso a información en man-
zanas, con la única restricción que deben tener suficiente información para evitar infringir
normas de confidencialidad en su uso.

La educación formal como elemento conformador de la ZML

El tema asociado a la segregación urbana en la ZML para este trabajo es la educación.


En particular la educación formal debido a que los rezagos y brechas en los municipios co-
nurbados que se consideran forman parte de la metrópoli. Aunque hay que aclarar que estas
brechas y rezagos son evidentes incluso sólo en el municipio de León. La educación entendi-
da desde la perspectiva formal, es decir la educación asociada a instituciones (estatales o par-
ticulares) que certifican y validan en base a programas y estructuras consolidadas en sistemas
y subsistemas escolares, donde la escuela juega un papel central. Su papel en la vida urbana
es, en el caso más trivial, subyacente. Es decir que tiene que ver con casi todo: la alimenta-
ción, la salud, el acceso al trabajo –y por lo tanto el ingreso-, la violencia y la seguridad, y
por supuesto el acceso a la vivienda y la vida social dentro del espacio urbano ocupado co-
tidianamente. Por ello se presume una vinculación estrecha con la segregación urbana. Cabe
aclarar que en principio, la educación no formal y la informal no son consideradas aquí, aún
cuando su peso y presencia es relativamente evidente.

A diferencia de otras ciudades de la magnitud de la ZML, la educación es un reto


constante y un tema en el que la calificación es desventajosa. Basta con mencionar que el
municipio de León es el que tuvo el mayor número de población analfabeta de todos los mu-
nicipios del país en números absolutos, 50,056 en 2010 (INEGI, 2010). Un dato interesante,
pues aunque es solamente el 5.08% de la población total del municipio, en números absolutos
es de una magnitud superior al número de analfabetas que existían en la misma fecha en todo
el estado de Colima (23,856), o en todo el estado de Nayarit (48,225) (INEGI, 2010). Una
concentración importante de mexicanos que no saben leer ni escribir en una zona metropoli-
tana. ¿No será un factor importante en la conformación de la ciudad?

CAPÍTULO VI 635
En el cuadro 3 se observa cómo ha evolucionado la población analfabeta, persistiendo
en magnitudes importantes desde 1990 (y probablemente mucho antes). Pero si a ello le agre-
gamos los porcentajes o números absolutos de jóvenes que no terminan la educación primaria o
secundaria o que interrumpen por cualquier motivo sus estudios antes de concluir estos niveles
educativos, pero que ya han cumplido los 15 años, la cifra se eleva a magnitudes considerables,
219,589 personas. El 22.29% de la población mayor a 15 años. Cifra a la que habría que agregar
los jóvenes menores de 15 que ya desertaron.

La educación formal no acaba en el nivel secundario, a los 15 años. A partir del 9 de


febrero de 2012, la educación media superior se considera obligatoria (DOF, 2012). El rezago
educativo la ZML crece, pues se amplía el número de jóvenes que aún cuando terminan la
secundaria, no continúan sus estudios en el nivel medio superior. La edad ahora para estudiar
obligadamente son los 18 años (estadísticamente son 17 años, 11 meses, 30 días). Es decir los
jóvenes que nacieron a partir de 1996 tienen como obligación constitucional, que estudiar su
nivel medio superior.

Cuadro 3. Características educativas de la población en el municipio de León (1990-2010).

% de
Población
población de
de 15 años y
15 años y
más
Población Población % de % de más
Población analfabeta o % de
Población de 15 años y de 15 años y población de población de analfabeta o Grado
Población de 15 años que población
Año de 15 años más con más con 15 y más con 15 y más con que Promedio de
total y más interrumpió de 15 y más
y más primaria secundaria primaria secundaria interrumpió Escolaridad
analfabeta sus estudios analfabeta
incompleta incompleta incompleta incompleta sus estudios
antes de
antes de
concluir
concluir
secundaria
secundaria

1990 867,920 517,435 56,935 112,427 11.00 21.73


2000 1,134,842 721,760 55,556 120,553 42,862 218,971 7.70 16.70 5.94 30.34 7.3
2010 1,436,480 985,072 50,056 108,121 61,412 219,589 5.08 10.98 6.23 22.29 8.5

Fuente: Elaboración propia con base en INEGI. Censos Generales de Población y Vivienda 1990, 2000 y 2010.
Tabulados básicos e ITER.

En cuanto a acceso a la educación, en el nivel primario, se tiene una cobertura casi


total, 97.7% de los niños residentes del municipio acuden a la escuela. Sin embargo para
el nivel de secundaria la situación cambia. La población en edad de asistir desciende al
88.7%. En contraste con Querétaro (93%) y Aguascalientes (91%). Lo que muestra que

CAPÍTULO VI 636
ya aproximadamente varios miles de niños (11.3%) no terminan sus estudios. Es cuando
empieza la gran deserción que culminará en el nivel medio superior (terciaria).

En educación terciaria la tasa de matriculación solamente alcanza el 56% en las edades


para realizar dichos estudios (15 a 18 años). La magnitud de jóvenes que detienen su educación
por diferentes motivos, es ya considerable. El abandono empieza en secundaria, sin embargo el
nivel terciario cerca de la mitad de los jóvenes han abandonado los estudios. Y esta proporción
se mantiene con ligera disminución hasta los 24 años de edad. La deserción en el nivel primario
es de 4.5% (de los más altos de la región), en el secundario se duplica y en el terciario, ya tene-
mos valores cercanos al 50% (Coronado, 2016).

La ola de jóvenes que enfrentarán una baja calificación y preparación en el mercado la-
boral empieza a crecer en esos niveles. Además de enfrentar una carencia de conocimientos que
limitarán el posterior acceso a niveles altos de capacitación laboral y competencia en condicio-
nes semejantes de calidad y capacidades. Sin hablar ya de que ciclos completos de educación
sexual o ambiental, que nunca serán superados por amplias generaciones futuras. Lo que impli-
ca el fortalecimiento y mantenimiento de patrones de conducta tradicionales o conservadores
en los ámbitos familiares, que no sería nada negativo, si no persistieran valores y costumbres
ligadas a la discriminación sexual de mujeres, al abuso de menores y mujeres (violencia in-
trafamiliar), violencia en la vía pública en barrios poco supervisados de las autoridades, altas
tasas de embarazo adolescente, crecientes tasas de enfermedades de transmisión sexual y el
incremento de familias jóvenes en condiciones precarias de vida. Los elementos sociales para
la segregación urbana ya están presentes en estas generaciones que inician la formación de
hogares y familias en la ZML.

Cuadro 4. Población en el municipio de León, según edad. 2010


Grupo de edad miles miles %
Menores de 14 años 413.6 28.8

Jóvenes de 14 a 18 años 149.7 10.4

Jóvenes de 19 a 25 años 184.4 12.8

Jóvenes de 14 a 25 años 334.1 23.3

Adultos de 26 a 64 años 613.7 42.7

Adultos de 65 ó más 75.1 5.2


Total 1,436.5 334.1 100

Fuente: Elaboración propia con base en INEGI, XII Censo General de Población y Vivienda, 2010.

CAPÍTULO VI 637
En el municipio de León para 2010, existían 414 mil infantes menores de 14 años,
334 mil jóvenes entre 14 y 25 años, 614 mil adultos entre 26 y 64 años y 75 mil adultos
mayores a 65 años.

Como se aprecia en el cuadro 4, los jóvenes participan con el casi 23% de la po-
blación en el municipio de León. De ellos el 10.4% se encuentran entre los 14 y 18 años,
y deberían estar terminando su formación escolar del ciclo secundario y del nivel medio
superior respectivamente.

Es una población estadísticamente importante, porque cada año se incorporan a la


edad laboral aproximadamente 31 mil jóvenes al cumplir 18 años. De ellos solamente un
40% (12 mil aproximadamente) tendrá posibilidades de seguir estudiando alguna carrera
técnica o profesional, perteneciendo al grupo de 19 a 25 años, y serán mucho menos los
que después de 3 a 5 años concluyan con una formación completa para incorporarse com-
petitivamente al mercado laboral.

Un 45% de ellos empieza a laborar, o simplemente ya abandonó los estudios y sus


opciones de seguirse preparando comienzan a disminuir aceleradamente, ya que la inver-
sión estatal e infraestructura en este nivel opera en niveles muy por debajo de la demanda.
Para 2011, existieron en León 236 centros educativos de nivel terciario (medio superior).
51 públicos y 185 particulares, con una matrícula de 47,683 estudiantes. Si se considera
al grupo de 16 a 18 años solamente, de 90,456 jóvenes; el déficit de atención en este ni-
vel es muy alto, ya que no existieron (ni existen) centros educativos para 42,773 de ellos
(Coronado, 2016).

La metodología, formas de hacer

Como sería de esperar, si la definición de segregación socioespacial urbana -o resi-


dencial urbana-, no es fácil de lograr, la forma de medirla y precisar las dimensiones, indi-
cadores y variables con técnicas cuantitativas precisas, tampoco lo es. Un trabajo reciente
de Patricia I. Romero y Josefina Hernández (2015) resume ejemplarmente los intentos y
propuestas de hacerlo desde los años veinte del siglo pasado, remontándose a la Escuela
de Chicago en que los conocidos Burguess, Park y Mckenzie crean el marco conceptual
de lo que serán las “competencias de distribución similares a los de la ecología” (p. 223).
Pasando posteriormente por “índices de discimilitud”, “segregación ecológica” (Jahn,
1947), “índices de aislamiento” (Shevky y Williams, 1949), “índices de rango social y

CAPÍTULO VI 638
rango urbano” (Bell, 1954), hasta llegar a un trabajo medular en la construcción metodo-
lógica: Massey y Denton, donde “evalúan 20 medidas de segregación a partir del análisis
factorial, y las clasifican ubicándolas en una de las cinco dimensiones básicas: unifor-
midad, exposición, concentración, centralización y ´clustering´” (Romero y Hernández,
2015, p. 224). Este trabajo dio una perspectiva mucho más certera para aplicar técnicas
de medición en contextos donde la información (por su nivel de desagregación –como
secciones censales–), permitía hacerlo.

Pero el problema de medir la segregación no ha concluido. La realidad siempre


es más compleja que las ideas que de ella nos formamos. Las ciudades latinoamericanas
se encuentran bastante lejos de las realidades de las ciudades estadounidenses, europeas,
japonesas o de países con mayor desarrollo (o economías mayores y mejor articuladas).
Esa es una primera consideración, que permite explicar también la copiosa literatura la-
tinoamericana acerca de la segregación residencial. Metodológicamente se distinguen al
menos dos vertientes importantes en los reportes publicados:

Primera, aquella que busca construir el índice de segregación más eficiente o com-
pleto, considerando que la definición de segregación es implícitamente estática y aplica-
ble a una gran cantidad de realidades socioeconómicas, cuya manifestación espacial es
útil y un resultado en sí mismo. Metodología que llamaremos integral u holística, porque
pretende resumir numerosas variables en unos pocos factores que reflejen problemáticas
resumidas y tratadas como hallazgos de investigación. Esta metodología se basa principal-
mente en los análisis multifactoriales y tal como se indicó, su reto es encontrar el índice
más eficiente. Su reto de partida –para demostrar empíricamente la segregación– es en-
contrar las variables “significativas”. La crítica inmediata es que la segregación al ser un
fenómeno social, se encuentra en permanente cambio y su determinación deriva en cons-
tantes discusiones en torno a su naturaleza y las implicaciones de todo tipo en aquellas
realidades donde se identifica.

Un ejemplo básico de la aproximación integralista es el que nos proponen Romero


y Hernández (2015) agrupando 33 variables en 6 conglomerados (grupos sociales) para
144,445 manzanas de la Zona Metropolitana de la Ciudad de México. En ese trabajo se
confiesa haber seleccionado las variables “que se consideraron más importantes y que
tuvieran menor número de valores faltantes debido al principio de confidencialidad” (p.
229). Es decir, que el criterio fue la disponibilidad de información. Si hubieran existido
más datos disponibles, el número de variables, hubiera crecido. El índice, supuestamente
sería más preciso (¿útil?) si se considera directamente proporcional al número de varia-

CAPÍTULO VI 639
bles. Sin plantear un problema específico con una liga a la teoría, difícilmente se podrá
trasladar dicha metodología a otra ciudad mexicana. Sin embargo la utilidad parece ser el
hecho de mostrar la amplitud en la varianza de cada variable y mostrar en cuál de ellas se
muestra mayor heterogeneidad, lo que las hace atractivas para análisis posteriores. Otro
ejemplo es el trabajo recientemente publicado por Martha Schteingart (2015) cuyo objeti-
vo fue estratificar unidades territoriales, para asociarlos a características de grupos socia-
les y deducir homogeneidad en ellos; y así poder comparar grandes ciudades en México:
Zona Metropolitana de la Ciudad de México (ZMCM), utilizando primero municipios y
delegaciones de 1950 al 2000; y la ZMCM, Monterrey, Guadalajara y Puebla. Y con AGE-
B´s para 1990-2000. Esas dos escalas diferentes permiten parcialmente la comparación,
y no logran profundizar en procesos sociales específicos. El trabajo vincula procesos de
segregación pero no puede caracterizarlos y derivar propuestas de política pública parti-
culares de ellos.

Otro ejemplo con esta visión, de mayor envergadura y asociado a los estudios
urbanos contemporáneos, no precisamente a la segregación, es el que propone Naciones
Unidas como “Índice de Prosperidad Urbana” o CPI por sus siglas en inglés (ONU-Hábi-
tat, 2016a). Este índice se construye para comparar ciudades, consta de seis dimensiones:
Productividad, Infraestructura, Calidad de vida, Equidad e inclusión social, Sostenibili-
dad ambiental y Gobernanza y legislación urbana. Nada más integral, pues considera 22
sub-dimensiones y 41 indicadores. La problemática será entonces multifactorial y las su-
gerencias de política pública derivadas, tenderán a ser también muy generales. Utilizado
para “las ciudades mexicanas”, que en realidad fueron 136 municipios, los más urbani-
zados, se valoraron cada dimensión y sub-dimensión en conjunto, concluyendo en forma
muy general. En todo caso valdría explorar la dimensión de Calidad de vida en primera
instancia, para terminar haciendo preguntas para el caso de la ZML y evidentemente aso-
ciadas a los problemas educativos de los jóvenes.

La segunda vertiente, trata el marco metodológico de la segregación como un camino


diverso y variado (flexible) en el que se pueden precisar e identificar los componentes esen-
ciales de análisis a partir de una problematización y sus vínculos teóricos, para posterior-
mente proponer la metodología específica para medirlos y asociarlos a las dimensiones, indi-
cadores y variables directamente relacionadas a los procesos socioespaciales que se puedan
constatar, y sobre los cuales se discutan vías de acción posibles, (sin la pretensión “integris-
ta”, pero sin olvidar la continua y frecuente relación entre todos los procesos). Esta vertiente
metodológica la denomino analítica. Su reto inicial es determinar el problema y su soporte

CAPÍTULO VI 640
teórico con relación a la segregación espacial. Es decir, si existe o no una asociación clara y
racional entre los lugares y los procesos de interés; o dicho de otra forma, entre los procesos
sociales y los espacios habitados, en ambos sentidos. Por supuesto que de ella se deriva una
capacidad limitada -al tiempo y lugares analizados- para explicar, pero gana en profundidad
y posibilidades de bosquejar intervenciones futuras. Por ello es altamente aplicable a reali-
dades diversas, como la latinoamericana. Hay ya afortunadamente abundantes ejemplos. La
observación básica aquí es que cada investigación someterá y modificará metodológicamente
su “índice o coeficiente de segregación”. Lo que amplía sensiblemente las posibilidades de
análisis.

Un trabajo pionero de esta vertiente en México fue el de Tito Alegría (1994), que
pretendió abordar los fenómenos de segregación sin vincularse totalmente a la visión de
economía neoclásica (mecanismos de mercado que determinan la localización residencial),
ni al neomarxismo imperante (marginalidad urbana resultado del ejercicio de poder de clase),
es decir sin forzar la segregación activa o pasiva de los habitantes de la ciudad mexicana
de Tijuana, sino transitando en una propuesta analítica a nivel de AGEB, que le permitió
parcialmente observar el predominio o la ausencia de homogeneidad en los patrones de lo-
calización intraurbana analizando a la segregación como “mecanismo económico” primero
y como “mecanismo social” posteriormente para identificar los campos y habitus propuestos
por la teoría de Bordieu. Con ello arriba a la construcción de un modelo para definir el grado
de segregación que se define a partir de variables de ingreso y de conocimiento (Con una
propuesta también de un índice de conocimiento). Este ejercicio se realizó con la rigurosa
selección de seis variables solamente y le permitió lograr conclusiones interesantes para la
ciudad de Tijuana.

Otro trabajo digno de referir es el publicado en 1999 por Ruben Kaztman, Segregación
residencial y desigualdades sociales en Montevideo, cuyo interés se centra en analizar los efec-
tos negativos de los procesos de segregación residencial, haciendo hincapié en la exclusión
social, utilizando sólo tres variables que explicarán en gran medida los comportamientos de
riesgo en jóvenes: a) Rezago y abandono del sistema educativo para individuos en edad escolar;
b) Presencia de varones que no estudian, no trabajan ni buscan trabajo; y c) Maternidad juvenil
fuera del matrimonio (Kaztman, 1999, p. 4). Con ellas se analiza la homogeneidad y hetero-
geneidad de los barrios de Montevideo y se vislumbra el peso de las interacciones cotidianas
e informales entre individuos de clases sociales iguales y diferentes y se valoran las formas de
reproducción de la pobreza y la desigualdad en una ciudad en particular, para una época espe-
cífica. Lo valioso de este trabajo es sin duda que lejos de perderse en retos metodológicos, no

CAPÍTULO VI 641
pierde de vista la búsqueda de alternativas al problema central: detener o romper la dinámica
que refuerza la pobreza en zonas marginales de la ciudad de Montevideo.

El reto ahora es encontrar la vinculación (correlación y/o asociación) entre la segregación


urbana y los problemas educativos asociados a la marginación y el rezago social. Pare ello es ne-
cesario definir las dimensiones clave en calidad de vida, de tal manera que se pueda singularizar el
peso de las variables de educación y su impacto en la calidad de vida de los habitantes de la ZML.

Dimensiones, indicadores y variables en la segregación de la ZML

Metodológicamente la opción, que mayores opciones de profundidad de análisis y pre-


cisión en la asociación de dimensiones realiza, es la aproximación analítica o sociológica, cuya
lógica se asocia directamente al problema que se pretende abordar: ¿Es un factor constante la
educación para la segregación urbana en la ZM de León? ¿Qué otros factores intervienen y cuál
es su peso en la distribución espacial de la segregación socio-espacial?

La idea de dimensión, es puramente formal y pretende valorar cada campo y capitales


involucrados, así como los agentes involucrados en cada ámbito local. Así se proponen, al me-
nos cuatro dimensiones: La educativa, La vivienda, El barrio o colonia y el grupo de indicado-
res compuestos que tienen asociación con la pobreza y el desarrollo humano. Tres de ellas se
muestran en al cuadro 5.

La dimensión educativa es la de mayor relevancia y cuenta con una amplia posibilidad


de conceptos involucrados, con indicadores de contexto, de proceso y de impacto. En este caso
son los indicadores de impacto los que se pretende sean valiosos para profundizar en los resul-
tados existentes y duros que permitan una manifestación espacial o territorial en la ZM de León.
Parecerá evidente que la asociación entre nivel de ingresos o privilegios y nivel de escolaridad
tengan un “reflejo” en la ciudad y sus barrios, pero ello sólo puede asociarse a partir de su pro-
pia distribución como evidencia empírica o no.

La dimensión de la vivienda se encuentra asociada directamente a la calidad de vida


habitacional y a las condiciones explícitamente seleccionadas en diversos indicadores com-
puestos por ser relevantes para señalar desigualdad y asimetría en condiciones sociales básicas
o mínimas esperadas. Es una forma clásica de delimitar la segregación residencial pero sola es
parcial y se asocial mucho más al ingreso que a la educación. Por ello se tiene como un punto
de referencia obligado.

CAPÍTULO VI 642
Cuadro 5. Indicadores seleccionados, 2010

Dimensiones Subdimensiones Clave Indicadores Variables Unidades Fuente AGEB


Personas que
No. de analfa- Número de
Analfabetismo ANA 1 no saben leer ni INEGI SI
betas personas
escribir

Promedio de
Nivel educativo en Grado Promedio
Educación GPE 2 años de escolari- Número de años INEGI SI
mayores de 15 años de Escolaridad
dad acumulados

Capacidad esco-
Oferta educativa en Índice de Número de
ONM 3 lar de alumnos SEEG No
Nivel Medio Superior cobertura NMS alumnos
NMS

% de población
con carencia den- Ocupantes en Porcentaje de
Carencia de Agua CAV 4 INEGI SI
tro de la vivienda Viviendas ocupantes
de agua potable

% de población
con carencia den-
Ocupantes en Porcentaje de
Carencia de Drenaje CDV 5 tro de la vivienda INEGI SI
Vivienda Viviendas ocupantes
de conexión a red
de drenaje

% de población
con carencia den-
Ocupantes en Porcentaje de
Carencia de Internet CIV 6 tro de la vivienda INEGI SI
Viviendas ocupantes
de conexión a
internet

% en Metros
No. de Parques % en metros
Parques públicos EPP 7 cuadrados de IMPLAN No
en AGEB cuadrados
parques públicos
No. de Biblio- Número de Número de
Bibliotecas EBI 8 IMPLAN No
tecas bibliotecas bibliotecas

Barrio Número de Número de


Actividad cultural EAC 9 No. de Centros IMPLAN No
centros y tipo centros y tipo
o Colonia Número de Número de
Actividad religiosa EAR 10 No. de templos IMPLAN No
templos templos

% en Metros
No. De Fraccio-
Fraccionamientos cuadrados de % en metros
EFE 11 namientos exclu- IMPLAN No
exclusivos fraccionamientos cuadrados
sivos
exclusivos

Fuente: Elaboración propia.

La dimensión etiquetada como Barrio o Colonia implica elementos de convivencia e in-


teracción ciudadana, cuya presencia o ausencia puede ser un indicador valioso para determinar
las zonas urbanas que tienen un grado de segregación evidente, ya sea positivo o negativo. En
ella se diferencian un mayor número de indicadores, debido a que por no disponer directamente

CAPÍTULO VI 643
de la información, se tendrá que construir y probablemente haya carencias que datos en algún
momento del proceso.

Conclusiones

La importancia de estudiar, discutir y utilizar el concepto y la idea de segregación so-


cioespacial urbana es cada día mayor y tiene como razón de ser el papel de las ciudades en el
mundo y en México. La mayoría de los habitantes del mundo viven ya en ciudades y ello se
acentuará. Lo que nos obliga a considerar los fenómenos urbanos desde todos los posibles án-
gulos, si queremos comprender los procesos sociales y lograr intervenir positivamente en ellos.
La eficiencia de las ciudades depende en cierta medida de que comprendamos sus procesos
relevantes y, sobre todo, de lo que podamos proponer a partir de los análisis realizados.

El concepto de segregación residencial es coherente y se incluye en el término segrega-


ción socioespacial urbana. Los fenómenos asociados ocurren en espacios (lugares) definidos y
caracterizados por y para sus habitantes, que se ven influidos y delimitados por los ambientes
urbanos que se construyen cotidianamente. El conocimiento de la segregación residencial de-
manda escalas de aproximación ya accesibles y abre el horizonte de investigación a procesos
sociales más profundos. Temas como la educación, edad, género, calificación laboral, empren-
dimiento, seguridad, etc… pueden ser abordados a partir de su segregación urbana.

La metodología para lograrlo, más que pretender ser integral, puede profundizar a partir
de la teoría social para darle sentido a las técnicas disponibles de análisis mayor potencial y
sentido de cambio e intervención pública, como resultado de los hallazgos encontrados.

CAPÍTULO VI 644
Obra citada

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php/2016/03/06/megalopolis/

CAPÍTULO VI 647
Programas de salud y alimentación en
Guanajuato, para los y las adolescentes:
Un análisis desde el Marco legal

Rebeca Monroy Torres3

Graciela de Jesús González Valadez4

Jaime Naves Sánchez5

Resumen: Se conoce la importante de que la niñez mexicana y de cualquier parte del


mundo, reciba los elementos necesarios para poder expresar su carga genética y por ende
reciba las condiciones para poder desarrollarse y potenciar sus capacidades. La Organi-
zación Mundial de la Salud promueve el Derecho fundamental que tiene la población a
gozar de salud. Uno de cada cinco personas en el mundo y en México, son adolescentes.
De acuerdo a la Encuesta de Salud y Nutrición del 2012, un 1.8% presentaron hipertensión
siendo hasta un 4% el diagnóstico a las mujeres, además de las tendencia en obesidad y
sobrepeso, siendo las mujeres las más afectadas. En México los diferentes programas de
atención y prevención a la salud y la alimentación han mostrado funcionalidad en las últi-
mas cuatro décadas, pero aún no son suficientes ni pertinentes, por lo que el acceso opor-
tuno a los servicios se vuelve limitado para este grupo de edad en el tema de prevención,
detección oportuna, tratamiento cuando se requiera, así como la rehabilitación. Una de las
áreas poco abordadas son los aspectos de salud mental y los trastornos de la alimentación,
que debe ser integral el abordaje, además de conocerse que la deficiencia de ciertos nutri-
mentos o la exposición a tóxicos o aditivos, se han correlacionado con una mayor violen-

3
Doctora en Ciencias Médicas. Nutrióloga. Laboratorio de Nutrición Ambiental y Seguridad Alimentaria. Depar-
tamento de Medicina y Nutrición. División de Ciencias de la Salud, Campus León
4
Estudiante de Pregrado de la Licenciatura en trabajo social. Programa Rotatorio de Estancias y Prácticas profe-
sionales (PREPP). chela-001@hotmail.com
5
Médico Especialista. Hospital de Especialidades Materno Infantil de la Secretaria de Salud del Estado de Gua-
najuato. navesjaime@hotmail.com

CAPÍTULO VI 648
cia, problemas de aprendizaje y depresión. Por lo que se procedió a realizar una revisión
desde el marco legal, de los diferentes programas de la Secretaría de Salud, destinados a la
salud de los adolescentes desde el abordaje de la prevención de enfermedades y conductas
(salud pública) y su detección oportuna, teniendo como marco legal el artículo 4o de la
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y la norma 047-SSA2-2015- Para
la atención a la Salud del Grupo Etario de 10 a 19 años de edad.

Palabras clave: Embarazo adolescente, adolescentes, salud, políticas públicas, alimentación.

Summary: The importance that Mexican and anywhere in the world, children receive the
necessary elements to express their genetic load and thus receive them the conditions in
order to develop and enhance their capabilities known. The World Health Organization
promotes the fundamental human right to enjoy health. One in five people in the world
and in Mexico, are teenagers. According to the Health and Nutrition Survey 2012, they
presented hypertension 1.8% to 4% being diagnosed women, in addition to the trend in
obesity and overweight, being the women using the most affected. In Mexico the different
programs of care and prevention to health and nutrition have shown functionality in the
past four decades, but are still not sufficient or relevant, so that timely access to services
becomes limiting for this group age on the issue of prevention, early detection, treatment
when required, as well as rehabilitation. One of the gray areas addressed are the aspects
of mental health and eating disorders, which should be comprehensive addressing, well
known that deficiency of certain nutrients or exposure to toxic substances or additives,
have been correlated with a more violence, learning disabilities and depression. So they
proceeded to conduct a review from the legal framework, the various programs of the
Ministry of Health, for health of adolescents from addressing disease prevention and be-
havior (public health) and its timely detection, having as a legal framework in article 4 of
the Constitution of the United Mexican States Esta-and 047-SSA2-2015- standard care for
Health in the age group 10 to 19 years old.

Keywords: Teenage pregnancy, adolescent, health, public policy, food

La adolescencia

De acuerdo al Consejo Nacional de Población (CONAPO), en el 2009, la población


menor de 18 años en México es de 37.3 millones, siendo el 34.9% de la población total del
país. De los cuáles 10.6 millones tienen entre 13 a 18 años. En el Estado de Guanajuato
hay 1.89 millones de menores de 18 años de edad, ocupando el 6o lugar a nivel Nacional
precedido de Estado de México, Veracruz, Jalisco, Ciudad de México y Puebla. Desde el
año 2000 México ha presentado una disminución en este grupo de edad; para el 2008 de
acuerdo a la Encuesta Nacional de Ingresos y gastos (ENIGH) el 25.5% de esta población

CAPÍTULO VI 649
presentó pobreza alimentaria, un 30% en pobreza de capacidades y un 59.9% en pobreza
patrimonial.

De acuerdo a la Encuesta Nacional de Nutrición 2012 (ENSANUT), la población


adolescentes en Guanajuato, a pesar de conocer sobre métodos anticonceptivos, el 56.4%
de la edad de 12 a 19 años, refirió un embarazo, lo cual es una prevalencia alta, para el
desarrollo de enfermedades derivadas del embarazo, como son la diabetes, hipertensión,
dislipidemias, entre las principales, además que Guanajuato presenta una prevalencia de
8% de diabetes mellitus.

En cuanto a salud, México ocupa el primer lugar mundial en obesidad infantil y el


segundo lugar en obesidad en adultos, (ENSANUT) la prevalencia nacional de sobrepeso
y obesidad en escolares es del 19.8 y 14.6% respectivamente (suma de sobrepeso y obesi-
dad 34.4%). En el estado de Guanajuato la prevalencia de sobrepeso y obesidad es de 19.4
y 17.5 respectivamente (suma de sobrepeso y obesidad 36.9%)2. En el estado de Guana-
juato la prevalencia de sobrepeso y obesidad es de 19.4 y 17.5 respectivamente (suma de
sobrepeso y obesidad 36.9%) (5). Para la población adolescentes hubo un incremento de
un 2% del 2006 al 2012 de obesidad en este grupo con un 36% de obesidad en el estado
en la población adolescente.

La obesidad es un problema de salud pública considerada la “epidemia del siglo”,


a la que se ha destinado una gran cantidad de recursos económicos y humanos para su
manejo, control y prevención. De acuerdo a la Organización Mundial de la Salud (OMS),
en el 2000 había en el mundo un aproximado de 330 millones de adultos obesos; en 2005
alcanzó los 400 millones de personas, y se calcula que para el año 2015 habrá por lo me-
nos 2,300 millones de individuos con sobrepeso y más de 700 millones con obesidad. De
acuerdo con la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (ENSANUT 2006), el porcentaje
de escolares con obesidad son un 26% en ambos sexos: 26.8% en los niños y 25.9% en las
niñas, lo que representa más de 4 millones. Mientras que en 1999, tales porcentajes fue-
ron de 18.6% (20.2% en niñas y 17% en niños), lo que significó un incremento altamente
significativo en solo siete años. En el estado de Guanajuato un 27% de los niños presentan
obesidad y sobrepeso, lo cual se refleja en un incremento a corto y largo plazo de adultos
con esta problemática.

A largo plazo, la obesidad favorece la aparición de enfermedades crónico-dege-


nerativas, como diabetes mellitus, hipertensión, insuficiencia renal, entre otros. Lo cual
muestra los riesgos que se tienen una vez que se llega a la adolescencia. Actualmente

CAPÍTULO VI 650
las enfermedades derivadas de la obesidad son el mayor problema al que se enfrenta el
sistema nacional de salud: es la principal causa de muerte en adultos, la primera causa
de demanda de atención médica y la enfermedad con mayor porcentaje de gastos en las
instituciones públicas.

El sobrepeso y la obesidad son el resultado de un balance de energía positivo, como


resultado de un desequilibrio entre el consumo y gasto energético total. La etiología de la
obesidad es una interacción multifactorial entre la genética, la dieta, el metabolismo y los
niveles de actividad física. Actualmente se ha incrementado la ingestión de alimentos ri-
cos en energía, grasa y azúcares simples, aunado al incremento en el tamaño de las porcio-
nes. Respecto a los hábitos dietéticos, el consumo de bebidas azucaradas como el refresco
y jugos industrializados, se considera un factor importante en el desarrollo de obesidad;
el consumo excesivo de jarabe alto en fructosa se ha relacionado con incrementos en la
presión arterial así como de ácido úrico y ácido láctico, tanto en modelos animales como
en humanos.

De acuerdo a la OMS la salud de la población adolescente es un elemento básico para


el desarrollo de los países. Por su grupo de edad, es una población vulnerable en las esferas
de lo social, económico y de salud. De ahí, la necesidad de generar programas integrales de
impacto social. De acuerdo a la OMS, los adolescentes necesitan tener acceso a servicios de
salud, educación, empleo, justicia ambiental y bienestar, ya que no se cuenta con una aten-
ción integral de salud, así como la falta de participación juvenil en el cuidado de su salud y
en la promoción del bienestar.

Objetivo de la investigación

Analizar los programas destinados a la prevención y atención en los y las jóvenes


Guanajuatenses así como su operatividad e impactos de forma que se identifiquen áreas de
oportunidad para visibilizar la situación de los adolescentes en temas de derecho a la salud, a
la prevención y a la seguridad alimentaria, todo lo anterior desde el Marco Legal.

Metodología

Se conoce la importancia de que la niñez mexicana y de cualquier parte del mundo,


reciba los elementos necesarios para poder expresar su carga genética y por ende reciba las
condiciones para poder desarrollarse y potenciar sus capacidades. La Organización Mundial

CAPÍTULO VI 651
de la Salud promueve el Derecho fundamental que tiene la población a gozar de salud. Uno
de cada cinco personas en el mundo y en México, son adolescentes. De acuerdo a la Encuesta
de Salud y Nutrición del 2012, un 1.8% presentaron hipertensión siendo hasta un 4% el diag-
nóstico a las mujeres, además de las tendencia en obesidad y sobrepeso, siendo las mujeres
las más afectadas. En México los diferentes programas de atención y prevención a la salud y
la alimentación han mostrado funcionalidad en las últimas cuatro décadas, pero aún no son
suficientes ni pertinentes, por lo que el acceso oportuno a los servicios se vuelve limitado
para este grupo de edad en el tema de prevención, detección oportuna, tratamiento cuando
se requiera, así como la rehabilitación. Una de las áreas poco abordadas son los aspectos de
salud mental y los trastornos de la alimentación, que debe ser integral el abordaje, además
de conocerse que la deficiencia de ciertos nutrimentos o la exposición a tóxicos o aditivos,
se han correlacionado con una mayor violencia, problemas de aprendizaje y depresión. Por
lo que se procedió a realizar una revisión desde el marco legal, de los diferentes programas
de la Secretaría de Salud, destinados a la salud de los adolescentes desde el abordaje de la
prevención de enfermedades y conductas (salud pública) y su detección oportuna, teniendo
como marco legal el artículo 4o de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexica-
nos y la norma 047-SSA2-2015- Para la atención a la Salud del Grupo Etario de 10 a 19
años de edad.

Marco legal donde se obliga al Estado mexicano en velar por la salud y atención de los
adolescentes

México firmó varios convenios como el de la Convención de los Derechos de los


niños y la Cumbre Mundial en favor de la Infancia de 1990, la Sesión Especial de la Organi-
zación de las Naciones Unidas acerca de la Infancia en 2002, por lo que los diferentes gobier-
nos han establecido acuerdos, programas y lineamientos para el logro del reconocimiento, de
los derechos humanos de la infancia y adolescencia, quedando integrado y visibilizado en el
artículo 4o de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, donde se señala en
los siguientes párrafos (Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos):

Toda persona tiene derecho a la alimentación nutritiva, suficiente y de cali-


dad. El Estado lo garantizará

CAPÍTULO VI 652
En todas las decisiones y actuaciones del Estado se velará y cumplirá con el
principio del interés superior de la niñez, garantizando de manera plena sus
derecho s. Los niños y las niñas tienen derecho a la satisfacción de sus nece-
sidades de alimentación, salud, educación y sano esparcimiento para su desa-
rrollo integral. Este principio deberá guiar el diseño, ejecución, seguimiento y
evaluación de las políticas públicas dirigidas a la niñez

El Estado otorgará facilidades a los particulares para que coadyuven al cumpli-


miento de los derechos de la niñez

En el cuadro 1 se muestran el marco legal nacional, el cual se sustenta en tres principios:

1. No discriminación

2. Interés superior

3. Reconocimientos de las capacidades evolutivas

Para la convención se pide que se estén generando informes de los estados firmantes, a
los dos años en un inicio y luego cada cinco años. Esto lo establece en su artículo 44, donde la
convención establece que los Estados tendrán la obligación de generar informes sobre los avances
y medidas adoptadas para el cumplimiento de los derechos de los niños y adolescentes. Así que
para el caso de México, desde su primer adhesión en 1989, el primero informe lo presentó en 1994
y el segundo informe fue en 1999, entregado de forma tardía, además de haber presentado obser-
vaciones ambos informes por parte del Comité de Derechos del Niño de la ONU (Organización
de las Naciones Unidas):

• Observaciones sobre las condiciones de pobreza, marginación, explotación y riesgo


en que viven millones de niños y niñas, además de haber identificado desigualdades
de género y etnia.

• Otra de las observaciones base que llevó a que se promulgaran reformas, aunque
tardías, pero que el gobierno acelerara los aspectos normativos, fue la sugerencia de
modificar las leyes para el logro de los acuerdos firmados en la Convención.

Cuadro 1.

CAPÍTULO VI 653
Marco legal mexicano que sustenta las leyes internacionales que se han firmado desde la conven-
ción internacional de los derechos de los niños

Marco Legal Descripción Órgano Rector

La Convención Sobre Los


Derechos De Los Niños
(CDN) Fue aprobado como tratado internacional en
1989, consta de 54 artículos, que reconoce que
Ley de carácter obligatorio los niños y adolescentes son seres humanos con
por los Estados firmantes y derechos a vivir una vida plena, con derecho
tienen que rendir cuentas a una a tomar decisiones y que se vele su pleno Secretaría de Salud
comisión de derechos de los crecimiento y desarrollo. (Ley General de
niños. México se encuentra en Salud: Norma
estos Estados. Oficial Mexicana
047-SSA2-2015-
México se adhirió en 1981. Es un sistema Para la atención a
de protección y promoción de los derechos la Salud del Grupo
La Convención Americana
humanos, y en su artículo 19, destina y enfatiza Etario de 10 a 19
Sobre Derechos Humanos
los derechos de los niños, además de los demás años de edad)
artículos.

Fue aprobada en el 2014, después de que se Protección a la


publicara en el 2011 las reformas a dos artículos salud
La Ley General de los : al artículo 4o y 23 de la Constitución Política de
Derechos De Niñas, Niños los Estados Unidos Mexicanos, llevando a dos (promoción de
y los Adolescentes Leyes: a) Ley General de Prestación de Servicios salud, prevención
para la Atención, cuidado y Desarrollo Integral y control de
Infantil (LGPSACDII) y, 2) Ley General de enfermedades)
los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes
(LGDNNA)

Respecto a la Ley General de Prestación de Servicios para la Atención, cuidado y Desa-


rrollo Integral Infantil (LGPSACDII) y, cubre de los 43 días a los 6 años de edad y que le corres-
ponde a la atención y cuidado integral (física, mental, emocional, cognitiva y social) desde la ali-
mentación, higiene hasta un desarrollo pleno emocional, de las estancias infantiles o guarderías.
Este derecho promulgado ante la preocupación de los acontecimientos que derivaron del incidente
de la Guardería ABC en el 2009. Motivo por el que se buscó dignificar los espacios logrando una
seguridad integral de los niños y con capacitación de las cuidadoras. Por ello se integran las su-
pervisiones a las estancias infantiles y ofrecer alimentación de calidad acorde a la guía del Plato
del Bien Comer.

Ley General de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes (LGDNNA). La cual se

CAPÍTULO VI 654
centra en dotar a los adolescentes y niños como pilares de su propio cuidado y derecho a un desa-
rrollo pleno. Por lo que se deberán generar las estrategias legales para materializar las acciones y
por ende el cumplimiento de los acuerdos internacionales, que debería ir más allá de un indicador
político si no ético como el promover los escenario para el desarrollo adecuado y pleno. El Estado
de Guanajuato, cuenta con su Ley de los Derechos de los niños, niñas y adolescentes del Estado
de Guanajuato, publicada en el 2015 y que en su artículo 4o aborda los aspectos de salud y como
superioridad en la atención para e cumplimiento de sus derechos.

Norma oficial Mexicana 047-SSA2-2015- para la atención a la Salud del grupo etario de 10
a 19 años de edad

El marco legal para materializar los contenidos de la Ley de Derechos de Niñas, Niños y
Adolescentes (LGDNNA), es que se promulga y se establece la Norma Oficial Mexicana 047-
SSA2-2015- Para la atención a la Salud del Grupo Etario de 10 a 19 años de edad, donde todas
las acciones estarán dirigidas a promover un estilo de vida saludable en la población adolescente,
con repercusiones que se tendrán en los aspectos políticos, económicos y sociales en la vida adulta
de los adolescentes. Toda atención que se establezca deberá cumplir con las siguientes caracterís-
ticas:

a) Integral: a través de equipos multidisciplinarios, cuyas competencias de cada profe-


sional dependerán del programa.

b) Con equidad de Género: La atención deberá estar dirigida y fundamentada acorde a


los roles fisiológicos de hombres y mujeres, además de visibilizar los principales ries-
gos y circunstancias que deriven de la fisiología y anatomía de hombres y mujeres.

c) Acorde a la cultura: Respectando las tradiciones, usos y costumbres.

d) Basada en la prevención de las principales enfermedades

Todo lo anterior deberá llevar a una atención justa, digna y con el enfoque de prevención
de las enfermedades más prevalentes de este grupo de Edad.

La norma oficial 047-SSA2-2015, cuenta con la guía Técnica para la Cartilla Nacional de
Salud, Adolescentes de 10 a 19 años, destinado al personal de salud y con el propósito de que sean

CAPÍTULO VI 655
ellos quienes se encarguen de la promoción de salud y para ello la guía, además de estar destinado
para hombres y mujeres por separado, los apartados que se integran son los siguientes:

ü Adicciones

ü Cáncer de mama

ü Cáncer cervicouterino

ü Nutrición

ü Salud Bucal

ü Salud sexual y reproductiva

ü Tuberculosis

ü Violencia

Todo lo anterior con sus respectivos tamizajes y periodicidad, como es el caso que al me-
nos una vez al año se debe promover la asistencia a revisión como una actividad de prevención.

Por lo que la justificación desde el marco legal y normativo, es que la Secretaria de salud
cuenta con los siguientes programas:

a) Grupo de Adolescentes Promotores de la Salud

Este programa consiste en la reunión de adolescentes de edades de entre 10 y 19 años de


forma periódica para el fomento de una cultura de prevención y autocuidado de la salud, y a la
vez los adolescentes se vuelvan replicadores de la información. Dentro de las temáticas que se
abordan son acerca de prevención de enfermedades y adicciones, salud sexual, salud mental, sa-
lud bucal, planificación familiar, actividad física y nutrición.

Según cifras de la Secretaria de Salud para el año 2015 existen 23, 040 adolescentes su-
mados a este programa.

De forma crítica en este programa se puede encontrar que es una estrategia que no llega a
toda la población adolescente que se encuentra dentro de este rango de edad pues según datos de
INEGI para el 2014 existen alrededor de 17 millones de adolescentes y este programa ha llegado

CAPÍTULO VI 656
a 23,040 solamente, por tanto hace falta una mayor cobertura atendiendo estas cifras.

La ejecución de los programas conlleva consigo en algunas ocasiones a cubrir parcial-


mente su objetivo, así pues si uno de los ejes temáticos del programa es la planificación fami-
liar y salud sexual, ¿porque en México ha habido un aumento de adolescentes embarazadas
en la última década? En el caso de la nutrición y actividad física, México es un país con una
población mayormente propensa a la obesidad pero también con más de 50% de su población
en situación de pobreza y de la cual un 16% son adolescentes. También cabe mencionar que
no toda esta población como un común dominador en México carece de acceso a servicios de
salud, y se alejan completamente de poder acceder a un programa de prevención, promoción,
y capacitación.

b) Prevención de violencia en adolescentes

Es una estrategia que se orienta a la prevención de situaciones de violencia entre los ado-
lescentes promoviendo actitudes asertivas como el dialogo y la resolución de conflictos. Esta
estrategia busca que se trabaje de una forma integral entre adolescentes, padres y/o tutores por
medio de pláticas informativas.

Al menos en algunos informes de la Secretaría de Salud, no se encuentran cifras de su


efectividad ni de cuantos participantes hay actualmente, o cuales son los planes o temáticas que
se manejan dentro de la prevención de la violencia, lo cual le vuelve una estrategia ambigua y que
se desconozca que tanto de su objetivo se está cumpliendo. Y si además de las pláticas hay otra
forma de prevención o se realiza la referencia de otras técnicas para con la población.

c) Grupo de atención para la salud de la adolescencia.

Son grupos de capacitación conformados por personal de las instituciones del sector salud
para la atención a grupos adolescentes en las diferentes entidades del país. En las reuniones de
estos grupos se buscan concretar acciones así como exponer experiencias y nuevos problemas que
se les vayan presentando durante la atención a los adolescentes.

En los últimos 6 años estas reuniones se han vuelto algo periódico como forma de análisis
de los programas.

Si estas reuniones atendieran situaciones reales, los problemas de sanidad no tendrían au-
mento o no se formarían como paliativos ante la presencia de situaciones de dilema. Además sería

CAPÍTULO VI 657
importante que estas reuniones se dieran a todo personal de salud no solo a algunos, pues según el
sistema y la cantidad de personal al menos en una vez en su vida llegarán a tratar con población
de esta edad.

d) Estrategia Nacional para la Prevención del Embarazo Adolescente.

En el 2015, el Gobierno Federal, lanza la Estrategia Nacional para la Prevención del Em-
barazo Adolescente, con el objetivo de reducir al 50% para el 2030 la tasa de embarazos en la
población de 15 a 19 años y que no se tengan embarazos en menores de 14 años.

La estrategia tiene sus ejes rectores en:

a) Intersectorialidad entre diferentes actores (sociedad civil, sector público y privado).

b) Ciudadanía y salud sexual reproductiva: Capacitación y acceso a servicios que


generen la prevención y la educación sexual

c) Perspectiva de género, responsabilizando no sólo a la mujer si no a las parejas u


hombres, de forma que esto sea una promoción para erradicar el machismo

d) Curso de vida y proyecto de Vida: Promueve en los jóvenes estrategias de a afron-


tamiento de vida

e) Corresponsabilidad: Padres de familia, maestros, gobierno, etc.

f) Participación Juvenil

g) Investigación y evidencia científica

h) Evaluación y rendición de cuentas

Formas de evaluar los programas desde la perspectiva


y opinión de los adolescentes beneficiados

Algo muy frecuente en el país y todo programa, no es la ausencia de programas, sino de


cómo realizar la transferencia del conocimiento o de las acciones escritas en manuales o guías o
normas, de la forma más precisa y exacta para ser reproducida por el personal de salud, además
de ser intervenciones apegadas a la realidad. Para ello proponemos las siguientes preguntas como

CAPÍTULO VI 658
un sondeo en los adolescentes que han atendido los programas vigentes por la secretaria de Salud
como rector de la Salud aunque no la única institución que debe apegarse a la normatividad.

En base a la norma oficial 047-SSA2-2015, se plantea una serie de recomendaciones, que


es importante integrar en investigaciones de cobertura y atención, cuáles se cumplen y de no serlo,
cuáles están siendo los efectos o consecuencias de dicha omisión.

Figura 1. La estrategia en toda consulta deberá integrar las siguientes


acciones y algoritmo de atención

Los autores de esta revisión, sugieren y proponen las siguientes interrogantes para contar
con un sondeo y opinión desde los adolescentes que han accedido a los apoyos (cuadro 3 y 4):

Cuadro 2. Preguntas a un año de recibir el beneficio de cualquier programa

Periodo de evaluación sugerido: A un año de su implementación o registro del adolescente


en cualquiera de los programas: objetivos cumplidos, por cumplir, y nuevas modificaciones
apegadas a la realidad social

¿Cuántos programas se tienen por clínicas, hospitales?

¿Cuantos diagnósticos o tamizajes se han realizado?

¿Cuentan con los insumos para realizar el tamizaje?

La duración, calidad y efectividad de la consulta

Situaciones de problemas como es: la obesidad adolescente, el embarazo, las ETS, los ries-
gos metabólicos, etc.
Cuadro 3. Preguntas sugeridas para sondear y tener la opinión desde la perspectiva de los y las

CAPÍTULO VI 659
adolescentes
Técnica sugerida: Grupo focal con beneficiarios, controlando por número de programas en participa,
edad, nivel educativo, estado socioeconómico.

¿CÓMO SE ENTERÓ DE LA CONVOCATORIA?

- ¿CÓMO FUE EL PROCESO DE PARTICIPAR?


-¿QUÉ DOCUMENTOS TE PIDIERON?
-¿QUÉ OPINAS DE LOS REQUISITOS (FÁCILES, DIFÍCILES)?
-¿CONOCÍAS LOS BENEFICIOS Y OBLIGACIONES (COMENTAR O EXPLICAR)?
-¿QUÉ TE PARECE ESTE APOYO?
-¿QUÉ OFRECE O QUÉ CONSIDERAS COMO APOYO?

Conclusiones

La revisión ha mostrado un panorama alentador desde la parte legal, pero aún un camino
grande para poder consolidar los diferentes programas ya vigentes así como los que falten para
el cumplimiento de cada uno de los tratados, acuerdos, leyes y normas. Para el caso de la NOM-
047-SSA2-2015, les destinaremos un análisis, dado que es la herramienta para el cumplimiento
de la Ley, por lo que las reflexiones y resumen de la norma serían los siguientes:

- Está orientado a la prevención y detección de enfermedades propias del adolescente.


En ello se incluye, cualquier atención a la salud (nutrición, deporte, sexualidad, adicciones, am-
biente, salud mental, salud bucal, diagnóstico temprano de cáncer, salud reproductiva, preven-
ción de accidentes). Para el caso del cuidado nutricio y promoción de una adecuada alimenta-
ción se cuenta con la NOM-043-SSA-2012 para la promoción y orientación alimentaria, donde
se debe particularizar la consejería nutricia y alimentación acorde al desarrollo fisiológico de
los y las adolescentes.

Para esta acción no se tiene visibilizada, la población en condición de calle o indigencia,


no es clara la norma en este grupo vulnerable, ya que hay casos incluso de embarazo adolescen-
te donde no se tiene registro alguno de la embarazada como ciudadana (Entrevista con Ginec-
obstetra de un hospital del Estado de Guanajuato).

- El pobre nivel educativo y de calidad, genera y perpetua una cultura de la no preven-


ción, además de no haber capacidad de respuesta de las instituciones de salud, para lo cual

CAPÍTULO VI 660
queda la atención privada que no todos los jóvenes tienen acceso y sobre todo por los datos del
2008 de la ENIGH, el nivel de pobreza y de acceso económico de los adolescentes.

- Se cuenta con guía y registro de las cartillas de seguimiento de los y las adolescentes,
pero no se identifican los mecanismos de que apropien la información como un autocuidado a
la salud de los y las adolescentes.

- Se atiende y cubre las enfermedades de Transmisión Sexual, desde el Virus d ella


Inmunodeficiencia adquirida (VIH), Virus del papiloma humano, pero sigue faltando los meca-
nismos de operatividad que permitirán una mayor educación para su prevención.

- Atención especializada del embarazo adolescente a través de la estrategia Nacional


para su prevención, que se estableció en el 2015, pero aún falta integrar los protocolos de aten-
ción en casos de violencia obstétrica, cuidando y procurando la integridad. Además de la alta
tasa de nacimientos en el estado y a nivel nacional, saturan los servicios de salud, perdiendo la
congruencia del sistema de salud y la agenda del gobierno, al trabajar de forma unidireccional.

- Se considera la atención multidisciplinaria. Los programas destinados a los y las ado-


lescentes deben tener este componente de atención de forma que se logre la prevención y de-
tección de enfermedades, mediante la promoción de salud, nutrición y alimentación; de forma
que impacta a en el rendimiento escolar. Aunque las estrategias no señalar la logística de la
atención, como se harán las canalizaciones oportunas y no sólo por prioridades derivadas de la
poca capacidad de respuesta de las instituciones.

- Los programas se orientan principalmente a la prevención y atención de la salud en


diversos ejes como lo son planificación familiar, salud mental, bucal, alimentaria, realización
de actividades físicas para la atención integral al adolescente. Pero una reflexión importante es
que la prevención conlleva a incrementar la capacidad instalada y las competencias del personal
de salud que tienen años con una cultura de atención y no de prevención, al verse rebasados por
la poca y deficiente infraestructura, es que se termina atendiendo los problemas de salud por
magnitud, por ende la prevención tiene poco espacio y por ende se perpetúa la cultura de la no
prevención.

Es importante hacer la planeación acorde a las mayorías y no las minorías. Que se reali-
cen los programas de forma integral donde se visibilice la situación de las instituciones de salud
y del persona, qué sucederá cuando entre en vigor toda reforma, ley y norma, porque muchos
programas se ven obstaculizados por la falta de infraestructura y lo cual lleva sólo a un desgas-
te del personal de salud ( explotación de funciones y distribución desequilibrada entre el mismo
personal) y por ende la perdida de situaciones actitudinales como la eficiencia en la atención, si

CAPÍTULO VI 661
a esto sumamos las grandes filas y tiempo que se tiene que destinar para esperar una consulta
o atención, hace que todo programa tenga sin hacer algún estudio, un fracaso ya proyectado.

Guanajuato es un Estado con un alto porcentaje de población adolescente, además de


situaciones de riesgo a la salud, como son el embarazo en esta etapa y sus comorbilidades aso-
ciadas al mismo. Además de una cultura machista y con presencia de violencia a la mujer, por
ende se deberá tener un programa de implementación y vigilancia a cada uno de los programas
y un programa transicional de capacitación al personal de salud y sobre todo a los tomadores
de decisiones.

CAPÍTULO VI 662
Obra citada

Cosenzi A., Bernobich E., Plazzotta N., Seculin P., Odoni G., Bellini G. (1999). Lacidipine
reduces high blood pressure and the target organ damage induced by high fructose diet
in rats. J Hypertens: 17:965-71

Dehghan M., Akhtar-Danesh N., Merchant A.T. (2005). “Childhood obesity, prevalence and
prevention”. Nutr J; 4: 24

Gutiérrez J.P., Rivera-Dommarco J., Shamah-Levy T., Villalpando-Hernández S., Franco A.,
Cuevas-Nasu L., Romero-Martínez M., Hernández-Ávila M. (2012). Encuesta Nacio-
nal de Salud y Nutrición 2012. Resultados Nacionales.Cuernavaca, México: Instituto
Nacional de Salud Pública (MX).

Hallfrisch J. (1990). “Metabolic effects of dietary fructose”. FASE, 4:2652-60.

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Obra citada de internet

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fancia y la adolescencia: Informe 2007-2009. Secretaría de Desarrollo Social. Fecha de
acceso: Junio de 2016 Disponible en: http://www.conapo.gob.mx/work/models/CONA-
PO/Libros_Salud/GT/index.html#/4/

Estrategia Nacional para la Prevención del Embarazo Adolescente. 2015. Fecha de acceso: Ju-
nio de 2016 Disponible en: http://www.sedesol.gob.mx/work/models/SEDESOL/PDF/
ENAPEA_0215.pdf

Guía Técnica para la Cartilla Nacional de Salud, Adolescentes de 10 a 19 años. Fecha de con-
sulta: Junio de 2016.

Disponible. en: http://promocion.salud.gob.mx/dgps/descargas1/cartillas/guia_mujer.pdf

Norma 047-SSA2-2015- Para la atención a la Salud del Grupo Etario de 10 a 19 años de edad.
Fecha de acceso: Mayo de 2016 Disponible en: http://www.dof.gob.mx/nota_detalle.
php?codigo=5403545&fecha=12/08/2015

Organización mundial de la Salud (2010). La obesidad en México. Fecha de acceso: Junio de


2016. Disponible en: http://www.who.int/features/factfiles/obesity/es/

CAPÍTULO VI 663
UNICEF. 2006. Convención sobre los derechos de los niños.

Fecha de acceso: Junio de 2016 Disponible en: http://www.un.org/es/events/childrenday/pdf/


derechos.pdf

UNICEF.Nutrición y salud Informe anual [monografía en Internet]México: 2012. Fecha de ac-


ceso: Mayo de 2016. Disponible en: http://www.unicef.org/mexico/spanish/17047.htm

Zariñán- Martínez L. 2015. Ley General de los Derechos de las niñas, niños y los adoelscentes.
Comisión Nacional de los Derechos Humanos. Fecha de acceso: Junio de 2016. Dispo-
nible en: http://200.33.14.34:1033/archivos/pdfs/lib_LeyGralCuidadoInfantil.pdf

CAPÍTULO VI 664
Influencias de la cultura corporativa en los
trabajadores Cinemex de Guanajuato capital

Manuel Saúl Reyna Macías6

Resumen: El presente trabajo parte de un acercamiento a los empleados jóvenes de la cadena


de cines Cinemex, en el caso específico de Guanajuato Capital, para observar y a su vez com-
probar si el discurso de la empresa, y la cultura corporativa que conlleva el mismo, logran influir
en la forma de pensamiento de dichos empleados. El trabajo se sustenta en una base empírica
de que parte de la revisión de las políticas de la empresa, los lineamientos de conducta de los
empleados y los roles de los trabajadores a cumplir según Cinemex, además de una observación
de los elementos visibles en la recepción del cine y de la observación no participante de los pro-
cesos de trabajos que son realizados por los empleados que se encuentran en dentro del rango
que la OIT marca como jóvenes (de 15 a 24 años de edad); a partir de dichas observaciones y
revisiones se realizaron entrevistas a siete de estos empleados para descubrir por medio de lo
que contestaban si el discurso de la empresa intervenía en el discurso de los entrevistados. Las
entrevistas realizadas, así como el análisis de resultados toman en cuenta las variables de edad,
nivel de escolaridad y se considera si el empleo dentro de Cinemex fue el primer trabajo de los
jóvenes. El trabajo pretender aportar al conocimiento del área de estudios del trabajo, pero a su
vez se adentra a un lado de la crisis en el empleo de los jóvenes que el Informe del 2012 de la
OIT, que aborda el tema, no toma en cuenta.

Palabras clave: trabajo, jóvenes, cultura laboral, cultura empresarial.

6
Universidad de Guanajuato. Email: ms.reynamacias@ugto.mx

CAPÍTULO VI 665
Summary: This paper part of a youth workers of Cinemex, in the specific case of Guanajuato
Capital, to observe and checking if the address of the company, and the corporate culture that
carries the same, to influence in the way of thinking of those employees. The work is based on
an empirical basis that part of the review of company policies, guidelines for employee behavior
and roles of workers of Cinemex, plus an observation of the visible elements at the reception
film and non-participant observation of work processes that are carried out by employees who
are within the range that the ILO brand as young (15 to 24 years old); from these observations
and interviews reviews seven of these employees were made to discover by what speech answe-
red if the company was involved in the discourse of the interviewees. Interviews and analysis
results take into account variables such as age, education level and whether the employment is
considered within Cinemex was the first work of young people. Work pretend contribute to the
knowledge in the area of labor studies, but in turn enters one side of the crisis on youth emplo-
yment that the 2012 Report of the ILO, which addresses the issue, does not account.

Keywords: work, young, work culture, corporate culture

Introducción

La organización Internacional del Trabajo afirma que actualmente se está sufriendo una
crisis con los problemas de empleos para jóvenes, pero el Informe de la OIT solo toma en cuen-
ta de a los jóvenes preparados. Sin embargo la realidad es que debido a que la crisis y la falta
de oportunidades para entrar a estudiar al nivel superior, los jóvenes se ven obligados a entrar
en un mundo laboral que al parecer está diseñado para ellos, y la sociología del trabajo se ha
encargado de atender este problema.

Enrique de la Garza nos adentra en una discusión de como se ha ido modificando las teo-
rías de la sociología del trabajo, desde la concepción de que contempla solo procesos de trabajo
como generadores de mercancía y las consecuencias que se puedan tener para los trabajadores;
hasta la idea de que existe un nivel se subjetividad dentro de las relaciones de trabajo.

Margaret Maruani hace una separación entre sociología del trabajo y sociología del
empleo, en la cual la diferencia yace en que la primera solo se encarga de la relaciones que se
pueden dar en grupos sociales dentro de una empresa, un taller o una oficina; mientras que la
segunda pretende analizar los movimientos del empleo como construcción social y no como
meros mecanismos económicos (Maruani, 2000).

Al ser una construcción social se puede dar una categorización de los empleos según
como están repartidas personas con las mismas características dentro de los de los tipos de tra-
bajos; según el sexo, la edad , la profesión o la posición socio económica que tienen. Aquí una

CAPÍTULO VI 666
explicación porque hay empleos en lo que usualmente solo a jóvenes, o personas mayores, a
pesar de que estén trabajando en el mismo lugar.

Así pues este trabajo pretende tomar en cuenta la idea propuesta por Maruani carca de
que en los últimos años se han creado trabajos especialmente para jóvenes que tienen su prime-
ra oportunidad en el mundo laboral. Y que grandes negocios de franquicias han acaparado ente
ámbito. Haciendo así que mucho de estos jóvenes se vean permeados por la cultura corporativa
de los negocios u empresas que otorgan el trabajo estos jóvenes.

Desarrollo del Problema

Nos interesa analizar a las personas en un rango de edad entre los 15 y 24, pues el ran-
go de edad que marca la OIT para considerase trabajo en jóvenes, que llegan a insertarse en
el mundo del trabajo, laborando en grandes franquicias o grupos corporativos establecidos en
la rama de los servicios como son McDonald´s, Subway, Walt-Mart, las cadenas de comida
china o las cadenas de cines. En nuestro caso específico pretendemos hacer un análisis sobre
los jóvenes que entran a trabajar en estas últimas y de una manera más delimitada en la cadena
Cinemex de Guanajuato Capital.

Una de las cosas que queremos encontrar es de qué manera choca la cultura laboral de
estos jóvenes y la cultura corporativa de Cinemex. Entendiendo como cultura laboral, en tér-
minos generales, “el significado dado por los individuos a su trabajo que los predispone tanto a
pensar cómo actuar de maneras particulares con respecto a ese trabajo” (Watson citado en Ga-
rabito, 2007, p. 41). Mientras que la segunda, la cultura corporativa la vamos a entender como
“una producción simbólica especifica con el fin de lograr identificación de los empleados con
la empresa y sus objetivos” (Montaño citado en Garabito, 2007, p. 42).

Pero ¿por qué plantearnos esto? La respuesta que damos es que al ser para algunos de
los jóvenes su primer acercamiento a la esfera laboral tendría que haber este encuentro entre
esferas de la vida cotidiana, vida laboral y en algunos de los casos la esfera estudiantil, y de esta
manera como lo sugieren Luckman y Berger (2003) y posteriormente, en sus estudio sobre el
sentido de identidad dentro de los trabajadores de McDonalds, Garabito; los encuentros entre
las esferas de la vida de los individuos las relaciones sociales intersubjetivas construyen la for-
ma de observar la realidad de los mismo y por lo tanto su identidad.

Así pues por un lado tenemos a los que obtienen un trabajo dentro de Cinemex, como

CAPÍTULO VI 667
primer empleo, es necesario saber qué clase de cultura laboral tienen, a partir de donde la
tienen, y en base a esto preguntarnos cuanta influencia ha tenido o tiene la cultura corporativa
de la empresa sobre ellos. Por otro lado están aquellos están los que no es su primer empleo
y a partir de la mismas preguntas queremos llegar a saber si hay diferencia entre estos y los
que es su primer empleo, en términos de influencia corporativa, y cuanta es la diferencia,
tomando en cuenta de que los segundos han entrado a las esferas de otro tipos de trabajo. A
partir de la diferencia entre los niveles influencia, creemos que es fácil saber en qué se dis-
tancian las practicas dentro de ambiente laboral y las formas de relacionarse con sus com-
pañeros. Ahora bien también es necesario tomar en cuenta cuántos de estos jóvenes estudian,
su nivel de escolaridad, hacernos las mismas preguntas ya mencionadas arriba, una vez más
para poder saber la diferencia entre los que estudian y los que no estudian, según su nivel de
escolaridad, para observar que tanta resistencia ponen a las políticas y códigos establecidos
por la empresa.

Por otro lado debemos también analizar las piezas que mueve la empresa para lograr
incorporar el sentido de identidad y pertenencia por parte los trabajadores, al mismo tiempo que
logra que estos sean eficientes dentro de su horario de trabajo. Para analizar esto pretendemos
tomar como base la teoría de Durkheim acerca de las la división social del trabajo por un lado,
pues la rotación del personal alrededor de todas la tareas trabajadas dentro del cine es posible
que nos lleve a un camino en que haya una gran integración a partir de la empatía entre los
empleados de bajo nivel, aunque eso es una mera hipótesis; y por otro la idea planteada en la
formas elementales de la vida religiosa sobre los rituales generadores de comunidad cohesión,
con un acercamiento directo a los trabajadores de Cinemex nuestra meta es descubrir si hay una
práctica de estos rituales.

Pero no solo es quedarnos en esos puntos, también se debe analizar el papel que juegan
las relaciones de poder surgidas a partir de la jerarquización del personal que labora dentro del
cine. Es necesario preguntarse si los empleados de mayor rango tienen un mayor tienen una
función que es la de procurar que los empleados se legitimen la cultura corporativa, y con ello
la misma jerarquización.

Así pues se pretende descubrir lo complejo de algo que forma parte de la vida cotidiana
de las personas como es un cine. Pero hay otro actor que influye dentro de este proceso, el clien-
te. Aunque no los hemos mencionado el cliente juegan un papel dentro de las relaciones que se
producen dentro del mismo, cine y se pretende descubrir cuál es ese papel, y que tanto influyen
en lo que se vive dentro del lugar de trabajo.

CAPÍTULO VI 668
Hallazgos empíricos

a) Primer acercamiento o descripción del cine

Un acercamiento de mera observación dentro de los elementos visibles en la antesala


del Cinemex de Guanajuato Capital se poder dar cuenta de que todo el cine está tapizado de
pintura roja con detalles en blanco (anexos, fotografía 1). Esta observación nos lleva a pre-
guntarnos primeramente si en la psicología de color juega un papel importante como elemento
que pueda influir en el cliente. Pero al revisar esto damos cuenta de que el uso que se da al
color rojo dentro de la teoría de la psicología del color es de fomentar el sentimiento de pasión
y para superar la depresión. Así que podemos afirmar que al menos el color no afecta en las
decisiones del cliente.

Dentro de la misma antesala hay tres áreas principales: la Dulcería, El café central, y la
taquilla, dentro de esta última se encuentran dos sub áreas anexas las cuales son la atención a
clientes y la paquetería. Una cosa que es de hacer notar es que al lado de las áreas de taquilla
y de la dulcería, las áreas donde se maneja el dinero por parte del cliente, hay máquinas traga-
monedas (anexos, fotografías 2 y 3).

A diferencia de las áreas de dulcería y taquilla que están demasiado cercanas, el área de
Café central está alejada de manera que se ve separada del cine (anexos, fotografía 5) además
de estar rodeada por dos salas de estar en las cuales los clientes se pueden establecer mientras
espera el inicio de la película por cual pagaron o apenas van a pagar para ver (anexos, fotogra-
fías 4 y 5). Lo cual lleva a suponer que era una forma de mercadotecnia para que hubiera un
doble consumo por parte de los clientes.

Además de todos estos la última cosa que hay que hacer notar es la tanto la dulcería
como la zona de acceso a las salas tienen letrero de preferencial (anexos, fotografía 2) letrero
que no tienen la zona de cafetería, lo que lleva a preguntar el cual es la diferencia entre el
servicio regular y el preferencial y el por qué no hay este tipos de letreros en la zona de Café
central. Estas dudas y la planteadas en los párrafos anteriores van a ser contestadas en la pos-
teriormente.

Otra forma de acercamiento a al funcionamiento de la empresa, pero esta vez en térmi-


nos de revisar su cultura corporativa, fue la revisión del código de conducta y los valores que
se deben seguir los que entran a laborar dentro de Cinemex, ya sea como empleados de piso,
como coordinadores o como miembros de la gerencia general.

CAPÍTULO VI 669
Al revisar el Código de conducta damos cuenta de que Cinemex espera, a grandes ras-
gos, que haya una buena relación entro los empleados y los gerentes. Las políticas de Cinemex
toman muy en encuentra de que de la perdida de clientes trae como consecuencia perdidas a
la empresa, así pues dentro de su discurso encontramos que el cliente debe tener la máxima
satisfacción para tener la sensación de completa diversión cada que visite cine, para lograr
esto los cliente deben ser tratados como si fueran invitados de a las casa de los empleados. De
ahí se deriva que le termino cliente no existe en el discurso de la empresa, sino que es rem-
plazado por la el término de “invitado”. A su vez cada visita de los “invitados” de cubrir tres
necesidades básicas de toda persona: necesidad de ser bien recibido, de sentirse importante y
de comodidad (Romero F., 2011). Lo que nos dice que la cultura corporativa no solo pretende
involucrar a sus empleados, sino también penetraren el pensamiento de los empleados, tal
como lo afirma de la Garza cuando habla de la expansión de la relación laboral (de la Garza,
S/A).

Los empleados de piso son llamados staff multifuncional, pues aunque son asignados a
una sola área y especializados es ella, también son capacitados en todas las áreas para conocer
y dominar todas las partes del cine para prevenir las faltas injustificadas o los días libres. Den-
tro de los ideales de la empresa se pretende otorgar cierta autoridad para la toma de decisiones
a los empleados, en sus respectivas áreas. Al hacer esto la filosofía de Cinemex pretende gene-
rar dentro de las actitudes de los empleados la idea de responsabilidad, mejorar el desempeño
y el sentimiento de que realmente son útiles al funcionamiento del cine.

b) Acercamiento a los empleados

Por medio de una entrevista a seis empleados de Cinemex de Guanajuato Capital pre-
tendemos analizar como la cultura corporativa choca con la cultura laboral y otros ámbitos
que puedan entrar en conflicto como, como el estudio, de estos jóvenes. Además a partir de
su experiencia y la visión que ésta genera intentar respondernos cuál es el papel que juega el
cliente en el funcionamiento del cine.

Al pregúntales acerca de la idea de trabajo que tienen cado uno de los jóvenes entre-
vistados nos damos cuenta de la mayoría de los entrevistados que ya habían tenido un trabajo
antes tienen como idea de que el trabajo es una actividad por la cual se debe ser remunerado
económicamente, y generalmente llegar a la autonomía financiera. Por otra parte de aquellos
que mencionaron que era su primer trabajo su idea de trabajo era estar presentes para lo que

CAPÍTULO VI 670
se necesite dentro de Cinemex.

De los seis jóvenes entrevistados todos tenían al menos estudios de nivel medio supe-
rior, pero solo dos habían concluido el programa completo, a su vez solo tres se encontraban
en la situación de trabajar y estudiar al mismo tiempo, dos en la preparatoria abierta y estu-
diando otro idioma, y solo una era estudiante de nivel superior.

Cuando uno piensa en jóvenes que trabajan y estudia, al menos por nuestra parte, pode-
mos pensar en primera instancia que los trabajadores que tienen más nivel académico son los
que deberían tener menos influencia por parte de la cultura corporativa. Pero si analizamos la
entrevista número uno, que la de la persona que está estudiando el nivel superior, y la compa-
ramos con las entrevistas cinco, parte uno, y la tres, que son de jóvenes que aún no acaban la
preparatoria, podemos observar como una parte importante de la Filosofía de Cinemex, como
empresa, como es la de crear un ambiente de en la que todos los empleados se sientan parte
importante del equipo y de funcionamiento del cine, no llega a penetrar en los pensamientos
de los jóvenes que aún no han concluido el programa de preparatoria.

Al principio se planteó la idea de que los empleados que ya hubieran trabajado antes
serían los que resultarían más conflictivos a la hora realizar labores en el trabajo y de relacio-
narse con sus compañeros. La respuesta a esta idea la podemos plantear en dos partes, pri-
meramente el realizar actividades no resulta problemático para aquellos ya han trabajo antes,
por el contrario los jóvenes que es su primer acercamiento al trabajo son lo que se niegan a
realizar algunas de la actividades, pero a aquellos que ya han tenido experiencia laboral son
los mismo que han realizado conductas en contra de la políticas de la empresa como el de no
llegar al trabajo bajo la influencia de sustancias nocivas.

En segundo lugar, al hablar de relacionarse con los compañeros resulta que nadie
tiene problemas para esto. Primeramente porque afirman que están en el mismo rango de
edad que es entre 17 y 22 años. Y segundo porque tanto los coordinadores como los gerentes
buscan tener una buena relación con los miembros del staff multifuncional, sin importar la
edad de diferencia. Para los empleados estos no resulta ningún problema porque logra la
comprensión de sus superiores, pero al analizar algunas de las entrevistas podemos observar
como esta relación hace que en el momento que los empleados tienen que quedarse demás
o cubrir un turno extra es por errores que ellos cometieron o porque realmente piensan que
deben hacerlo.

Relacionado con los procesos de interrelación con los compañeros todos los entrevista-

CAPÍTULO VI 671
dos concuerda que la áreas donde es más fácil relacionar es en área de dulcería, principalmen-
te por es el área donde hay más trabajadores funcionando al mismo tiempo, por la exigencia de
trabajo, pues es donde hay más movilización por parte de los “invitados”, y por la necesidad
cooperación.

Una de las cosas que se pretende dentro de Cinemex es que los empleados tengan la
disposición de un buen servicio, al mismo tiepo que cuidan la imagen de la empresa incluso
cuando no están trabajando. Esto se hace notar cuando en una visita pudimos observar cómo
era negada la entrada al trbajo solo por no traer los calcetines de color negro. Otra situación
ocurren cuando cada empleado debe aprende e memoria el juramento de servicio al cliente, al
igual que tienen prohibido salir del cine con el uniforme, cuando no se está en horas de traba-
jo, lo cual quiere decir que no solo no lo pueden usar en el tiempo que no están trabajando, lo
cual es comprensible, pero tampoco lo pueden usar en su hora de descanso, si acaso salen a
comer algo.

Al preguntar sobre el papel del cliente dentro el funcionamiento del cine, todos corrigie-
ron el término aplicado, sustituyendo la palabra cliente por la de invitado. Al mismo tiempo
los seis estaban de acuerdo de que el “invitado” de ser tratado lo la mayor atención posible,
pues tenían muy en cuenta de que la empresa dependía directamente de los gastos que las
personas realizan al momento de ser clientes de Cinemex. Solo uno contesto exactamente el
discurso de la empresa, “el invitado vista el cine para divertirse y es nuestro deber hacer que
se sienta lo más cómodo posible”.

Según la el Código de conducta y las el curso de entrenamiento de los coordinadores de


Cinemex antes de abrir el cine se siguen una serie de pasos en los cuales el coordinador debe
mantener el ánimo entre los miembros del staff, he indicado las tareas y los inventarios del día,
de esta manera generar motivación durante el transcurso de la jornada. Pero al pregúntale a
los entrevistados si se seguía algún protocolo antes de abrir el cine o antes de trabajar ninguno
contesto esta parte. En lugar de eso afirmaban que cada quien tenía que hacer su propio inven-
tario y preparar el área de trabajo a la cual estaban asignados. Pero la falta de este protocolo
para generar actitud y buenas relaciones entre los empleados era compensado, una vez más,
con la buenas relaciones que se tiene con los altas rangos del cine.

La duda planteada en la sección anterior sobre las diferencias entra los servicios regu-
lares y los servicios preferenciales es respondida en la entrevista número dos, en la cual nos
afirman que el trato de preferencial solo se da a los “invitados” con tarjeta de invitado especial
que tienen más visitas acumuladas, en otras palabras las personas que visitan más el cine. Se-

CAPÍTULO VI 672
gún el joven entrevistado es la forma que la empresa agradece la preferencia de estas personas,
otorgando filas preferenciales, pero nunca menciona la diferencias de los servicios. Hicimos
notar anteriormente que los letreros de preferencial no se encuentran el área de Café central,
y el entrevistado nos afirmó que era porque generalmente no había mucho movimiento de
“invitados” en esa área.

Conclusiones

A partir de lo observado y lo escuchado durante la elaboración de este trabajo podemos


sacar las siguientes conclusiones:

1) Es difícil hablar de un choque entre cultural laboral y cultura corporativa dentro


del Cinemex de Guanajuato Capital , porque las mayoría de los empleados que
conforman el staff multifuncional están teniendo su primera experiencia de tra-
bajo, y para ello su idea de trabajo es ayudar lo más que se pueda dentro de las
funciones a cumplir dentro del cine.

2) Aunque se puede observar una resistencia a la manera de pensar como a la manera


de actuar, como lo establecen los lineamientos de la empresa, la cultura corporati-
va realmente está teniendo una gran influencia en el discurso de los trabajadores,
principalmente en lo que pertenecen al staff multifuncional.

3) Cuando planteamos la idea de que iba a ver un cruce entre las esferas de la vida
cotidiana como la escuela, el ámbito familiar y trabajo mismo no contábamos con
que solo una parte muy pequeña del personal laborando en Cinemex de Guana-
juato Capital estaba estudiando. Los otros por el momento solo están trabajando
esperando que se abran los periodos de exámenes de admisión para la universidad,
así como ser admitidos en la misma. Pero por otro lado hay algunos que están
estudiando la preparatoria abierta presentando exámenes mensuales. Así pues el
ámbito escolar y el laboral no se cruzan directamente en la mayoría de los emplea-
dos de staff multifuncional.

4) Negando lo que podemos pensar en primera instancia la cultura corporativa de


Cinemex no tiene mayor o menor influencia según el nivel de escolaridad de los
empleados. En cambio hay prácticas y pensamientos que solo se dan en aquellos
empleados si han tenido una experiencia laboral previa.

CAPÍTULO VI 673
5) La conducta estricta con respecto al uniforme y a las actitudes que puedan tener
los empleados fuera de sus horas de trabajo está estrechamente relacionado con las
técnicas que puede tener la empresa para hacer que sus empleados se sientan parte
de la misma empresa.

6) El pensamiento corporativo ha influido dentro del staff multifuncional lo suficiente


como para poder escuchar, incluso de manera inconsciente, gran parte del discurso
que el código de conducta establece.

7) Igualmente el pensamiento y el discurso de Cinemex han influido o suficiente sobre


el pensamiento de los empleados como la que estén conscientes de que el cliente
es lo esencial para el mantenimiento del pero, por eso en las entrevistas la mayoría
nos dijeron lo mismo al tipo que sustituían el término cliente por el de “invitado”.

8) A pesar de que lo que se pueda leer en el discurso de Cimnemex, acerca de lo


importante que el “invitado” y de cómo debe ser tratado, el papel que juega el
cliente es de mero consumidor. Esto se puede ver reflejado en el sistema de visitas
acumulas y filas preferenciales.

CAPÍTULO VI 674
Obra citada

Berguer, P. y T. Luckamman (2003). La construcción social de la realidad. Buenos Aires: Amu-


rrortu.
Maruani, M. (2000). “De la sociología del trabajo a la sociología del empleo”. Política y socie-
dad, No. 34, Madrid, pp.9-17.
De la Garza, E., “La revitalización del debate del proceso de trabajo”, S/A.
Garabito, G. (2007). “Construcción de sentido de trabajo e identificación con la empresa Mc-
Donald´s.” Universidad Autónoma Metropolitana, Ciudad de México, p. 33-44.
Garabito, G. (2011). “Trabajo, experiencia y vida cotidiana. El caso de los jóvenes obreros de
Azcapotzalco.”, Universidad Autónoma Metropolitana, Ciudad de México, pp. 16-29.
Jiménez J. y V. Inocente (2013). “Un modelo multi atributo para la selección de personal en
una empresa de servicio: caso de estudio”, Instituto Politecnico Nacional, México D.F.,
pp. 55-53.
Ramírez F., H. E. (2011). “Análisis integral del clima organizacional de Cinemex, complejo
Zaragoza”, Universidad Nacional Autónoma de México, México D.F., p.p. 24-39.

Anexos

Fotografías 1, 2 y 3 Fotografías 4 y 5

CAPÍTULO VI 675
La figura de sociedad por acciones
simplificadas como medio para el
emprendimiento del joven profesionista

Sergio Arcos Moreno7

Alejandro Gutiérrez Hernández8

Héctor Omar Turrubiates Flores9

Resumen: En la última década el gobierno federal de nuestro país en turno ha tenido a bien
crear y fomentar el gobierno electrónico (e-gob), teniendo como objetivo utilizar las tecno-
logías de información y comunicación para la realización de trámites, obtener información y
de participación ciudadana. Paulatinamente se van agregando a la ventanilla única cierto tipo
de servicios.
En la última reforma fiscal de 2014, no fue la excepción a tal situación, se creó para las mi-
cro y pequeñas empresas personas físicas un régimen fiscal que tiene como característica la
utilización de medios electrónicos para dar cumplimiento a sus obligaciones fiscales aunque
no cuente para la realización de actividades empresariales de un título profesional. Además
se cuenta con beneficios como reducciones de impuesto sobre sus ingresos, estímulos fiscales
en los impuestos al consumo a que están obligados y llevar una contabilidad simplificada,
siempre y cuando, cumplan en tiempo y forma con sus declaraciones tanto de pago como
informativas.
A fines del primer trimestre de este año se crea una figura denominada “Sociedad por Ac-
ciones Simplificada”, se adiciona en la Ley General de Sociedades Mercantiles esta figura,

7
Profesor investigador del programa educativo de Contador Público de la Unidad Académica Multidisciplinaria
Zona Huasteca de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí (UAMZH-UASLP). Email: sarcos@uaslp.mx
8
Profesor investigador del programa educativo de Licenciado en Derecho UAMZH-UASLP.
Email: alejandrogh@uaslp.mx
9
Profesor Investigador del programa educativo de Licenciado en Derecho UAMZH-UASLP.
Email: hot@uaslp.mx

CAPÍTULO VI 676
que se caracteriza por la utilización de medios electrónicos para constituirse, modificarse,
fusionarse, disolverse y liquidarse, puede ser unipersonal (ficción), sin costo alguno y tiene
personalidad jurídica en 24 horas. Este instrumento puede generar espacios o escenarios para
la incorporación de jóvenes profesionistas en el mercado ocupacional, ya que brinda ciertos
beneficios que permitirían hacer eficiente los recursos con que cuenta al momento de empren-
der una incipiente actividad comercial y profesional.
Por ejemplo, lo tradicional es acudir los socios ante fedatario público para constituir una so-
ciedad, teniendo en cuenta el alto costo que representa tanto económico como en el tiempo de
espera (20 días hábiles). Esto provocaba una complejidad para la tramitación y cumplimiento
de las obligaciones fiscales.
En el desarrollo de este trabajo, se llevará a efecto un análisis descriptivo de la propuesta
de regulación mercantil publicada el pasado 14 de marzo de este año en el Diario Oficial
de la Federación en el cuál se aborda a las sociedades unipersonales para dar a conocer los
probables impactos económicos-sociales para los jóvenes egresados de nivel superior para la
inserción laboral ante la entrada en vigor de este tipo de sociedad en los próximos seis meses.

Palabras clave: emprendedores, sociedad, simplificación.

Summary: In the last decade the federal government of our country in turn has seen fit to
create and promote electronic government (e-gov) , aiming to use information technology
and communication for performing procedures, information and citizen participation . Gra-
dually they are added to the one-stop certain types of services.
In the last tax reform of 2014 was no exception to this situation was created for micro and
small enterprises individuals a tax system that is characterized by the use of electronic means
to comply with their tax obligations but will not count for corporate activities of a profes-
sional title. In addition it has benefits such as reductions in their income tax , fiscal stimulus
in excise taxes they are required and carry a simplified accounting as always , comply in a
timely manner with their statements both pay and informative.
At the end of the first quarter of this year, a figure called “ simplified joint stock company “
is added in the General Law of Commercial Companies this figure, which is characterized by
the use of electronic means to establish , modify, merge, dissolve created and settled , it may
be individual (fiction), at no cost and have legal personality in 24 hours. This instrument can
generate spaces or scenarios for the inclusion of young professionals in the job market as it
provides certain benefits that allow efficient make resources available when undertaking an
emerging business and professional activity.
For example, the tradition is to go before a notary public partners to form a company , con-
sidering the high cost that represents both economically and waiting time (20 working days).
This caused a complexity for processing and fulfillment of tax obligations.
In developing this work , will take effect a descriptive analysis of the proposed trade regu-
lation published on 14 March this year in the Official Gazette in which it is approached sole
proprietorships to publicize the likely economic - social for young graduates of higher level
for the labor market before the entry into force of this type of society in the next six months.

Keywords: society, simplification.

CAPÍTULO VI 677
Tecnologías de información y comunicación

Las Tecnologías de la Información y la Comunicación, también conocidas como TIC, son


el conjunto de tecnologías desarrolladas para gestionar información y enviarla de un lugar a otro.
Abarcan un abanico de soluciones muy amplio. Incluyen las tecnologías para almacenar informa-
ción y recuperarla después, enviar y recibir información de un sitio a otro, o procesar información
para poder calcular resultados y elaborar informes.

Han transformado la gestión de las empresas y nuestra manera de hacer negocios para:

a).- Comunicarnos con nuestros clientes,

b).- Gestionar los pedidos y las ventas,

c).- Promocionar nuestros productos,

d).- Relacionarnos con la administración pública, entre muchos otros.

Con la llegada del internet el momento real evolucionó la comunicación entre los seres
humanos, se acortaron las distancias gracias al correo electrónico, el “chat”, videoconferencias, el
alcance de la información mediante los exploradores web, sitios web, blogs, foros, etc… donde hace
muchos años era difícil de obtener.

Además de lo anterior, actualmente dichas tecnologías se usan para realizar transacciones


económicas entre sectores privados, y entre ellos y el gubernamental. El comercio electrónico es una
forma de transacción comercial en que las partes interactúan electrónicamente en lugar de intercam-
bio o contacto físico directo. Para ello se debe de contar con una legislación que dé certidumbre y
seguridad a ambas partes tratantes.

El Dr. Julio Téllez, en su libro Derecho Informático, destaca que “Al poder encauzar el po-
tencial de las tecnologías de información y de la comunicación a todas las esferas de la vida humana,
actualmente estamos en condiciones de responder en forma nueva y mejor a una serie de cuestiones
esenciales que se vienen planteando de tiempo atrás, por ejemplo, la reducción de la pobreza y la
creación de riqueza, así como la equidad y la justicia social”.

Esto debe de redundar en la participación de jóvenes egresados universitarios con las nuevas
necesidades que se requieren en el mundo actual. Por ejemplo: Si el joven emprendedor requiere de
abrir un nuevo negocio, puede participar en una convocatoria que el gobierno o entidades no guber-
namentales apoyen económicamente prevaleciendo la rentabilidad o factibilidad de dicho negocio
previo una capacitación de su plan de negocios y su exposición en forma electrónica. Posteriormente

CAPÍTULO VI 678
a ello deberá de establecer su entidad jurídica como puede ser una sociedad y en ese caso también la
utilización de las tecnologías prevalece; y ya en la realización de sus actividades también deberá de
contribuir al gasto público utilizando los medios para extinguir dichas obligaciones. Luego entonces,
la utilización de las tecnologías de información y de la comunicación prevalece todo el tiempo y en
todo momento.

Gobierno electrónico

En un mundo actual, las entidades gubernamentales también tienen que tomar el rol de utili-
zar las tecnologías de información y comunicación tanto por parte de ellos como de los ciudadanos,
afinar sus procedimientos con el fin de minimizar costos, ser más eficaces, contar con sistemas que
puedan ser más fiscalizados y transparentes con la sociedad.

Hay que entender que es un gobierno electrónico, y para ello tenemos las siguientes concep-
tualizaciones: “El gobierno electrónico es una innovación continua de los servicios, la participación
de los ciudadanos y la forma de gobernar mediante la transformación de las relaciones externas e in-
ternas a través de la tecnología, el Internet y los nuevos medios de comunicación” (Gartner Group).
De este concepto se deduce que existe la creación o modificación de un producto o servicio y su
introducción en un mercado u objetivo focalizado.

La Organización para el Crecimiento y Desarrollo Económico (OCDE), donde nuestro país


forma parte, lo define como: “El Gobierno Electrónico es el uso de las tecnologías de la información
y comunicación (TIC’s), particularmente la Internet, como una herramienta para alcanzar un mejor
gobierno”. Claramente nos habla del activo fijo (equipo de cómputo), del servicio de internet, de la
necesidad y habilidad para manejarlo.

El Banco Mundial, describe que: “El gobierno electrónico se refiere al uso de tecnologías de
información por parte de las agencias gubernamentales que tienen la habilidad de transformar las re-
laciones entre los ciudadanos, los negocios y otros brazos del gobierno”. Ésta última me parece una
definición más adecuada por la interacción y vinculación que debe existir entre el sector público con
el mismo sector público, considerando sus niveles de gobierno, y del mismo con el sector privado.

Actualmente, el gobierno federal mexicano cuenta con su página web https://www.gob.mx/


donde promueve la mayoría de sus servicios que a continuación se enlistan:

1.- Identidad: Clave Única de Registro de Población, Cartilla Militar, Nacionali-


dad Mexicana, Registro Civil y más,

CAPÍTULO VI 679
2.- Migración, VISA y Pasaporte: Pasaporte, Visa, Documento de Identidad,
Condiciones y Estancia en México,

3.- Denuncias, quejas e inconformidades: Quejas y denuncias contra: servidores


públicos federales: Comisión Nacional de Arbitraje Médico (CONAMED), Co-
misión Federal para Protección de Riesgos Sanitarios (COFEPRIS), Instituto de
Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE), Procu-
raduría General de la República (PGR), Procuraduría Federal de la Defensa del
Trabajo (PROFEDET), Comisión Federal de Electricidad (CFE), Procuraduría
Agraria, etc…

4.- Territorio y vivienda: Crédito para la Vivienda, Desarrollo Urbano y Territo-


rial y más,

5.- Impuestos y contribuciones: Registro Federal de Contribuyentes, Firma Elec-


trónica, Aclaraciones, Devoluciones, Factura Electrónica, Aduanas y más,

6.- Educación: Becas, Deporte, Cultura, Ciencia y Tecnología; Título, Cédula


Profesional y más,

7.- Salud: Atención, Quejas Médicas, Seguros Médicos, Protección Sanitaria y


más,

8.- Trabajo: Obligaciones Patronales, Sindicatos, Movimientos Afiliatorios y más,

9.- Asociaciones y organizaciones: Cámaras Empresariales, Colegios de Profe-


sionistas y Sociedad Civil,

10.- Comunicaciones y transportes: Transporte, Servicios Portuarios, Satelitales,


Telegráficos, Telecomunicaciones y más,

11.- Economía: Tu Empresa, Comercio Exterior, Protección al Consumidor y


Sectores Productivos,

12.- Energía: Actividades reguladas por la Comisión Reguladora de Energía


(CRE), Energías Renovables, Informes y Servicios de la CFE,

13.- Medio ambiente: Importación y Exportación, Impacto Ambiental, Residuos


Peligrosos, Vida Silvestre,

14.- Programas sociales: Jóvenes, Adultos Mayores, Indígenas, Mujeres, Migran-

CAPÍTULO VI 680
tes, Personas con Discapacidad,

15.- Seguridad, legalidad y justicia: Atención Ciudadana, Contrataciones Públi-


cas, Protección Civil y más,

16.- Servicios financieros: Administradora de Fondos para el Retiro (AFORES)


y Sociedades de Inversión Especializada en Fondos para el Retiro (SIEFORES),
Ahorro y Crédito Popular, Protección del Usuario y más, y,

17.- Turismo: Proyectos Turísticos, Registro Nacional de Turismo, Servicios In-


tegrales de Turismo (TURISSSTE) y más.

Como vemos, hasta el momento abarca diecisiete tipos de servicios considerando un abanico
mayor al incluir en cada uno de ellos varios productos que se pueden realizar mediante el uso de las
tecnologías. Es importante destacar que para participar en el gobierno electrónico activamente y en
una mayor cantidad de ciudadanos, debe de reunirse ciertos aspectos como:

a).- Tener conocimientos, habilidades y destrezas en su utilización,

b).- Que no existan fallas técnicas que imposibiliten su uso, que sea fácil su ac-
ceso,

c).- Debe de estar al alcance de toda la sociedad,

d).- Es rápido, seguro, económico y transparente.

Las sociedades mercantiles en México

La Real Academia Española, describe que sociedad es una agrupación comercial de carácter
legal que cuenta con un capital inicial formado con las aportaciones de sus miembros.

En nuestro país, la Ley General de Sociedades Mercantiles es la que rige a las sociedades
con fines de lucro, entre ellas están:

a) La sociedad anónima, muy común en nuestro país, este se define como la so-
ciedad que se forma por acciones, con responsabilidad circunscrita al capital que
estas representan,

CAPÍTULO VI 681
b).- La sociedad de responsabilidad limitada que es formada por reducido número
de socios con derechos en proporción a las aportaciones de capital y en que solo
se responde de las deudas por la cuantía del capital social,

c).- La sociedad cooperativa, es la que se constituye entre productores, vendedo-


res o consumidores, para la utilidad común de los socios, ésta tiene una legisla-
ción específica denominada Ley General de Sociedades Cooperativas,

d).- Y las demás denominadas Sociedad en Comandita por Acciones, en Coman-


dita Simple, en Nombre Colectivo, y una nueva sociedad es la Sociedad por Ac-
ciones Simplificada, la que abundaremos para este trabajo.

A).- las sociedades unipersonales

La sociedad puede ser definida como una agrupación de personas, permanente o transitoria,
voluntaria u obligatoria, la cual se organiza para aportar bienes o servicios destinados a la realización
de un fin común, y a la que el derecho atribuye o niega personalidad jurídica.

Su clasificación puede ser: Plurales o unipersonales, permanentes y transitorias, voluntarias


u obligatorias, de aportación de bienes y de aportación de servicios, y, con o sin personalidad jurídi-
ca. Para efectos de este trabajo solamente describiré a las:

-Plurales o unipersonales: El concepto de agrupación es inherente a la sociedad. Ni lógica


ni jurídicamente se concibe a las sociedades unipersonales, porque, desde un punto de vista lógico,
éstas encierran una contradicción y, desde un punto de vista jurídico contravienen a la naturaleza, ya
sea bilateral o plurilateral del negocio que les da origen. Sin embargo algunas legislaciones extran-
jeras admiten la existencia de sociedades mercantiles unipersonales (García Rendón Manuel, 2005).

En nuestro país, a partir de este año, ya podremos constituir una sociedad de tipo uniperso-
nal, ésta se denomina Sociedad por Acciones Simplificada, y la rige la Ley General de Sociedades
Mercantiles.

B).- Sociedad por acciones simplificada:

El pasado 14 de marzo de 2016, se publicó en el Diario Oficial de la Federación, las modifi-


caciones a la Ley General de Sociedades Mercantiles, en la que consta el nacimiento de la sociedad

CAPÍTULO VI 682
por acciones simplificada, teniendo como características las siguientes:

1.- Puede ser de capital variable,

2.- Deberá inscribirse en el Registro Público de Comercio (RPC) en forma elec-


trónica, en dicha entidad se inscriben los actos mercantiles, así como aquellos que
se relacionan con los comerciantes y que conforme a la legislación lo requieran,
su operación está a cargo de la Secretaría de Economía (SE),

3.- No podrán constituir ningún fondo de reserva,

4.- Podrán ser unipersonales o pluripersonales, obligadas al pago de sus aporta-


ciones representadas en acciones (Primera vez en nuestro país desde la publica-
ción del Código de Comercio (CC) y de la Ley General de Sociedades Mercan-
tiles (LGSM)),

5.- El accionista o los accionistas de esta sociedad, no podrán tener el control de


la sociedad o de la administración de otras sociedades mercantiles,

6.- Los ingresos totales anuales de esta sociedad no podrá rebasar de 5 millones
de pesos,

7.- En caso de superar el monto de ingresos tope mencionado anteriormente, se


tienen que transformar en otro tipo de sociedad mercantil, en caso de no hacerlo,
responderán frente a terceros, subsidiaria, solidaria e ilimitadamente,

8.- El nombre será bajo una denominación, que se formará libremente, pero dis-
tinta de la de cualquier otra sociedad y siempre seguida de las palabras “Sociedad
por Acciones Simplificada” o de su abreviatura “S.A.S.” y estará autorizada por
algún accionista,

9.- Los estatutos sociales los pondrá a disposición la SE mediante el sistema elec-
trónico para constituirla,

10.- Todos los accionistas contarán con certificado de firma electrónica avanzada
vigente,

11.- Para su constitución no se exigirá el requisito de escritura pública, póliza o


cualquier otra formalidad adicional,

12.- El sistema electrónico de constitución estará a cargo de la SE y se llevará por

CAPÍTULO VI 683
medios digitales,

13.- El procedimiento de constitución se llevará a cabo de acuerdo con lo


siguiente: a).- Se abrirá un folio por cada constitución; b).- El o los accio-
nistas seleccionarán las cláusulas de los estatutos sociales que ponga a dis-
posición la SE a través del sistema; c).- Se generará un contrato social de la
constitución de la SAS firmado electrónicamente por todos los accionistas,
usando el certificado de firma electrónica vigente, que se entregará de ma-
nera digital; d).- La SE verificará que el contrato social de la constitución
de la sociedad cumpla con lo dispuesto en el artículo 264 la LGSM, y de
ser procedente lo enviará electrónicamente para su inscripción en el RPC;
e).- El sistema generará de manera digital la boleta de inscripción de la SAS
en el RPC; f).- La utilización de fedatarios públicos es optativa; g).- La
existencia de la SAS se probará con el contrato social de la constitución de
la sociedad y la boleta de inscripción en el RPC; h).- Los accionistas que
soliciten la constitución de una SAS serán responsables de la existencia y
veracidad de la información proporcionada en el sistema. De lo contrario
responden por los daños y perjuicios que se pudieran originar, sin perjuicio
de las sanciones administrativas o penales a que hubiere lugar, y, i).- Las de-
más que se establezcan en las reglas del sistema electrónico de constitución,

14.- Los estatutos sociales únicamente deberán contener los siguientes requi-
sitos: a).- Denominación; b).- Nombre de los accionistas; c).- Domicilio de los
accionistas; d).- Registro Federal de Contribuyentes de los accionistas; e).- Co-
rreo electrónico de cada uno de los accionistas; f).- Domicilio de la sociedad;
g).- Duración de la sociedad; h).- La forma y términos en que los accionistas se
obliguen a suscribir y pagar sus acciones; i).- El número, valor nominal y natu-
raleza de las acciones en que se divide el capital social; j).- El número de votos
que tendrá cada uno de los accionistas en virtud de sus acciones; k).- El objeto
de la sociedad, y, l).- La forma de administración de la sociedad,

15.- Todas las acciones deberán pagarse dentro del término de un año contado
desde la fecha en que la sociedad quede inscrita en el RPC, y cuando ya estén
pagadas en su totalidad el capital social, se deberá publicar un aviso en el
sistema electrónico,

16.- La Asamblea de Accionistas es el órgano supremo de la SAS y está in-

CAPÍTULO VI 684
tegrada por todos los accionistas, y, si está integrada por un solo accionista,
éste será el órgano supremo de la sociedad. Las resoluciones de la Asamblea
de Accionistas se tomarán por mayoría de votos y podrá acordarse de que las
reuniones se celebren de manera presencial o por medios electrónicos. Se
deberá llevarse un libro de registro de resoluciones (Libro de actas).

17.- La representación de la SAS estará a cargo de un administrador, función


que desempeñará un accionista. Cuando esté integrada por un solo accionista,
éste ejercerá las atribuciones de representación y tendrá el cargo de administra-
dor. Se entiende que el administrador, por su sola designación, podrá celebrar
o ejecutar todos los actos y contratos comprendidos en el objeto social o que se
relacionen directamente con la existencia y el funcionamiento de la sociedad,

18.- La toma de decisiones de la Asamblea de Accionistas se regirá únicamente


conforme a las siguientes reglas: a).- Todo accionista tendrá derecho a partici-
par en las decisiones de la sociedad; b).- Los accionistas tendrán voz y voto, las
acciones serán de igual valor y conferirán los mismos derechos; c).- Cualquier
accionista podrá someter asuntos a consideración de la Asamblea, para que sean
incluidos en el orden del día, siempre y cuando lo solicite al administrador por
escrito o por medios electrónicos, en los actos de comercio y en la formación
de los mismos podrán emplearse los medios electrónicos, ópticos o cualquier
otra tecnología, d).- El administrador enviará a todos los accionistas el asunto
sujeto a votación por escrito o por cualquier medio electrónico, en los actos de
comercio y en la formación de los mismos podrán emplearse los medios elec-
trónicos, ópticos o cualquier otra tecnología, e).- Los accionistas manifestarán
su voto sobre los asuntos por escrito o por medios electrónicos si se acuerda un
sistema de información de acuerdo con lo dispuesto en el artículo 89 del Código
de Comercio, ya sea de manera presencial o fuera de asamblea.

La Asamblea de Accionistas será convocada por el administrador de la socie-


dad, mediante la publicación de un aviso en el sistema electrónico establecido
por la SE con una antelación mínima de cinco días hábiles. En la convocatoria
se insertará el orden del día con los asuntos que se someterán a consideración
de la Asamblea, así como los documentos que correspondan.

Si el administrador se rehúsa a hacer la convocatoria, o no lo hiciere dentro


del término de quince días siguientes a la recepción de la solicitud de algún

CAPÍTULO VI 685
accionista, la convocatoria podrá ser hecha por la autoridad judicial del domi-
cilio de la sociedad, a solicitud de cualquier accionista.

Agotado el procedimiento establecido en el presente artículo las resoluciones


de la Asamblea de Accionistas se consideran válidas y serán obligatorias para
todos los accionistas si la votación se emitió por la mayoría de los mismos,
salvo que se ejercite el derecho de oposición previsto en esta Ley.

19.- En cualquier momento los accionistas podrán acordar formas de orga-


nización y administración distintas a la contemplada en la SAS, siempre y
cuando los accionistas celebren ante fedatario público la transformación de la
SAS a cualquier otro tipo de sociedad mercantil,

20.- Las utilidades se distribuirán en proporción a las acciones de cada accio-


nista, salvo acuerdo de los mismos,

21.- El administrador publicará en el sistema electrónico de la SE, el informe


anual sobre la situación financiera de la sociedad, la falta de presentación de
la situación financiera durante dos ejercicios consecutivos dará lugar a la di-
solución de la sociedad, con responsabilidad para el administrador,

22.- Son aplicables a la SAS las disposiciones que en esta Ley regulan a la so-
ciedad anónima así como lo relativo a la fusión, la transformación, escisión,
disolución y liquidación de sociedades.

Esta sociedad unipersonal, denominada Sociedad por Acciones Simplificada, será utili-
zada por primera vez en México a partir del 14 de septiembre de 2016, siendo característico la
era digital en su constitución, operación y pone a la vanguardia en la utilización de las tecnolo-
gías de información y de comunicación.

Y es oportunidad para que los jóvenes universitarios puedan emprender sus negocios
constituyendo sociedades unipersonales, con personalidad jurídica distinta a sus integrantes.

Regimen tributario en las personas morales (sociedades mercantiles)

En nuestro sistema tributario, es destacable que las personas morales, así llamadas las so-

CAPÍTULO VI 686
ciedades mercantiles, sociedades y asociaciones civiles, en la determinación del impuesto sobre la
renta, que es por los ingresos que perciben, pagan el impuesto aun cuando dichos ingresos sean en
crédito.

Pero también tenemos que especificar que algunas sociedades específicas en su sector o por
denominación, tienen un capítulo específico para tributar en el impuesto sobre la renta, como por
ejemplo tenemos:

1.- A las personas morales del régimen de actividades agrícolas, ganaderas, pes-
queras y silvícolas,

2.- A las personas morales del régimen de coordinados,

3.- A las sociedades civiles que presten servicios profesionales, entre otras,

Las enlistadas, tributan en base a un flujo de efectivo, es decir, es ingreso cuando efectiva-
mente lo cobren, y en deducción o egreso cuando efectivamente se liquide. Esto significa que para la
SAS que entra en vigor en nuestro país el próximo 14 de septiembre de 2016, se deberá considerar
un capítulo específico para tributar y que este sea en base a flujo de efectivo para homologarlo con
el impuesto al valor agregado y así puedan operar y tributar sin ningún problema.

Ahora es importante destacar que también existe un régimen específico para las personas
físicas como lo es el régimen de incorporación fiscal, el cual tiene como característica, que no se
necesita de un título profesional para realizar las actividades empresariales, tienen hasta 2 millones
de pesos como tope, llevarán una contabilidad simplificada, pagarán bimestralmente y serán defini-
tivos, y tendrán una reducción del impuesto sobre la renta de un 100% en el primer ejercicio fiscal,
reduciéndose en un 10% por cada ejercicio que vaya sucediendo hasta llegar a 10 años en donde
pagarán el 100% del impuesto que resulte a cargo.

Por lo que si se requiere de un capítulo específico para tributar en las personas morales,
podemos decir que tendrán un tope de 5 millones de pesos, el primer ejercicio no pagarán pro-
visionalmente porque no contarán con un coeficiente de utilidad, y lo destacable es que sea en
base a flujo de efectivo y que lleven una contabilidad simplificada para que los jóvenes univer-
sitarios emprendedores puedan animarse a organizar sus negocios y tributar en ese régimen que
pudiera venir en el próximo ejercicio fiscal.

CAPÍTULO VI 687
Inserción laboral en jóvenes egresados universitarios

Parte fundamental y la “cereza del pastel” es que los jóvenes triunfen en su carrera
profesional además de emprender algún negocio en su vida estudiantil. La plataforma OCC
Universitario tiene como fin asesorar a los jóvenes para que elijan la carrera profesional que se
adecúe a sus gustos, ofertar un catálogo de instituciones educativas que manejan dichos planes
de estudios y ofrecer programas de voluntariado, así como experiencias laborales (prácticas
profesionales, servicio social, becarios, entre otros) para que puedan entrar al mercado laboral
de una manera muy canalizada a sus estudios.

Todo ello es derivado de la necesidad de orientar y ayudar a los jóvenes entre 15 y 25


años para que tengan una preparación profesional adecuada para ellos.

Pero también es importante considerar la realidad, lo actual, de los datos con que cuenta
el INEGI. Al segundo trimestre de 2013, había 21.5 millones de jóvenes en México, es decir,
personas entre los 15 y los 24 años de edad, que representan el 18.2% de la población total. De
esos 21.5 millones, 6.8 millones (31.6% de la población joven) son menores de edad (entre los
15 y los 17 años), por lo tanto, 14.7 millones de jóvenes tienen entre 18 y 24 años. Por contraste,
en 1990 los jóvenes representaban 21.9% de la población del país y los jóvenes aún no adultos
el 32.5% del total de la población joven. Estos porcentajes menores de 2013 con respecto a los
de 1990 reflejan el paulatino proceso de envejecimiento de la población y por ende la disminu-
ción del peso relativo de los jóvenes en el paisaje demográfico de México.

(Cuadro 1).

Con respecto al mercado laboral la población joven se clasifica económicamente activa


o no activa, es decir, dentro o fuera de la fuerza de trabajo. En la primera categoría se ubican
poco más de 10 millones, de los cuales 9.1 millones están ya insertos en alguna ocupación
mientras que 923 mil realizaban acciones concretas de búsqueda de empleo, en otras palabras,
9.2% de la población joven se encontraba abiertamente desocupada, contrastando contra una
tasa de desocupación abierta de 5% para toda la fuerza de trabajo del país.

Por su parte hay 11.5 millones de jóvenes no económicamente activos o por el momento
fuera de la fuerza de trabajo porque no están ocupados ni tampoco buscando activamente una
ocupación. De esos 11.5 millones, 2.2 millones, aunque no buscan trabajo, no descartan tomar
uno (disponibles) mientras que 8.6 millones no sitúan al mercado laboral entre sus prioridades
o en su foco de interés (no disponibles). (Cuadro 2).

CAPÍTULO VI 688
Del total de población joven de 11.5 millones no económicamente activos, casi 8 mi-
llones lo son porque asisten a la escuela; por su parte de los 3.5 millones que no asisten, 3.3
millones se encuentran dedicados a tareas domésticas, 223 mil no tienen un rol permanente en
el hogar y, de ellos, 44 mil presentan algún tipo discapacidad avanzada, 24 mil apoyan even-
tualmente en compras y trámites y/o participan en las tareas de remodelación y mantenimiento
de la vivienda y el resto (154 mil) no tienen alguna actividad identificable. (Cuadro 3).

De aquí se desprende que casi 8 millones de población joven asiste a la escuela y no


está económicamente activos, por lo que es indispensable que en los PE de las carreras univer-
sitarias se consideren en su currículo las materias alusivas al emprendimiento y/o proyectos
productivos o se consideren dentro de los requisitos para titularse en algunos PE específicos
el que cuenten con una entidad económica (microempresa) o estén dirigiendo alguna empresa
familiar.

Uno de los riesgos en centrar la atención únicamente en si los jóvenes están o no en


el mercado laboral es pasar de largo en lo que se refiere a sus condiciones de inserción. A
continuación un resumen al respecto. De los 9.1 millones ocupados, 8.2% trabajan de manera
independiente o por su cuenta, 14.4% lo hacen como auxiliares sin acuerdo de remuneración
monetaria y 77.4% se desempeñan en un trabajo subordinado remunerado.

Considerando el tipo de unidades económicas que los emplean un 28.4% laboran para
negocios familiares registrados; 27.3% para empresas constituidas en sociedad y corporacio-
nes; un 26.8% por contraste, trabaja en negocios de pequeña escala no registrados o sector
informal (sea de manera independiente o subordinada); un 6.4% está ligado a la agricultura
campesina, un 5.0% labora en la administración pública, el 3.7% se desempeña en el servicio
doméstico remunerado que contratan los hogares, un 1.5% labora en instituciones privadas
constituidas como asociaciones civiles y, del resto, no se pudo especificar el tipo de unidades
económicas al que se vinculan.

Como vemos el 26.8% trabaja en microempresas no registradas o sector informal, esto


representa un total de 2.4 millones de unidades económicas. Y es una oportunidad para que este
tipo de personas pudieran establecerse mediante una sociedad por acciones simplificada como
personas morales o un régimen de incorporación fiscal como personas físicas. Otra cuestión es
la falta de la seguridad social.

Ahora bien si a los 2.4 millones de jóvenes que trabajan para micro negocios no regis-
trados (lo que tradicionalmente se le venía denominando como sector informal) se les añaden

CAPÍTULO VI 689
todas las otras formas de ocupación que, aunque laboran para otro tipo de unidades económicas
ello no les está proporcionando acceso a la seguridad social, se tiene un monto de jóvenes en
informalidad global de 5.8 millones, esto es, se encuentran en condiciones de informalidad el
63.8% del total de los jóvenes ocupados en el mercado de trabajo (la proporción de la infor-
malidad global para la totalidad de la ocupación nacional en el mismo período fue de 59.1%).

Por su parte de entre los 1.5 millones de jóvenes no adultos (15-17 años) que se des-
empeñan en el mercado de trabajo el 89.9% lo hace en condiciones de informalidad mientras
que, de la ocupación total de 7.6 millones jóvenes adultos (18-24 años) presenta condiciones de
informalidad el 58.7 por ciento. (Cuadro 4).

Conclusiones

1.- La inclusión de programas, eventos, departamentos que ejerzan el emprendimiento


en los estudiantes y que en algunos PE consideren la constitución de una unidad económica
como requisito de titulación, todo ello es para el bien del egresado,

2.- La utilización de las TIC en las IES es parte fundamental para ejercer cualquier PE
en estos tiempos bajo una premisa de ética, raciocinio, veracidad y útil para la vida diaria y de
su unidad económica,

3.- Conocer y aplicar las bases jurídicas para constituir una unidad económica crea se-
guridad y crecimiento en todos los aspectos (Sociedad por Acciones Simplificada o Régimen
de Incorporación Fiscal),

4.- Tener el valor como ciudadano de cumplir con las obligaciones constitucionales y
dejar el sector informal para irse a un sector formal y obtener beneficios, entre ellos, la seguri-
dad social,

5.- Conocer y aplicar un sistema tributario sencillo, simplificado para dar cumplimiento
a las obligaciones formales como es el pago de impuestos,

6.- Considerar que la población económicamente activa en nuestro país se irá enveje-
ciendo paulatinamente, por ende, las nuevas generaciones tendrán que apuntalar las bases me-
diante el cumplimiento de obligaciones tributarias, de seguridad social, mercantiles para que las
pensiones y jubilaciones tengan el menor impacto negativo en la economía nacional.

CAPÍTULO VI 690
Obra citada

García R. M. (2005). Sociedades Mercantiles. Ed. Oxford

Leyes Federales de México

Ley del Impuesto sobre la Renta

Código Fiscal de la Federación

Ley General de Sociedades Mercantiles

Ley General de Sociedades Cooperativas

Código de Comercio

Obra citada de internet

http://www.juridicas.unam.mx/publica/librev/rev/dernotmx/cont/120/est/est6.pdf

https://www.gob.mx/

https://www.se.gob.mx/

https://www.sat.gob.mx/

Anexos

Cuadro 1

CAPÍTULO VI 691
Cuadro 2

Cuadro 3

Cuadro 4

CAPÍTULO VI 692
El programa de tutorías de la UAMZH como
estrategia de apoyo para la futura inserción de
los estudiantes al mercado laboral

Griselda Meraz Acevedo10

Irma B. Suárez Rodríguez11

Alejandro Gutiérrez Hernández12

Resumen: El presente trabajo tiene como objetivo hacer una reflexión, basada en una metodo-
logía descriptiva sustentada en la investigación documental, sobre el marco metodológico del
Modelo de Acción Tutorial (ProAT) de la Unidad Académica Multidisciplinaria Zona Huasteca
(UAMZH) y las aportaciones que realiza en torno a la preparación de los futuros profesionistas
para una efectiva inserción laboral.
De acuerdo con Rodríguez (2004) el interés en torno de la tutoría universitaria nace como un in-
tento de dar respuesta a las nuevas necesidades de la institución universitaria y de los estudiantes
que acceden a ella. La universidad como ente dinámico ha ido evolucionando a través del tiempo,
diversos cambios y transformaciones tanto al interior como al exterior de la universidad denotan
la importancia del profesor en su papel de tutor.
Para la Universidad Autónoma de San Luis Potosí la tutoría se ha constituido como una herra-
mienta institucional de apoyo integral a los estudiantes; si bien el modelo está orientado básica-
mente a la trayectoria de los jóvenes en su calidad de estudiantes universitarios, consideramos
que algunas de las acciones planteadas pueden y deben aplicarse como preparación de los alum-
nos para su futura inserción en el mercado laboral, es precisamente este objetivo el que nos lleva
al desarrollo del presente trabajo que pretende constituirse como una opinión, basada en el análisis
de la literatura institucional, sobre la pertinencia del programa como estrategia de apoyo para la
inserción laboral.

10
Maestra en Administración. UASLP-Unidad Académica Multidisciplinaria Zona Huasteca.
Email: griselda.meraz@uaslp.mx
11
Maestra en Mercadotecnia de Negocios Turísticos. UASLP-Unidad Académica Multidisciplinaria Zona Huasteca.
Email: irma.suarez@uaslp.mx
12
Maestro en Historia UASLP-Unidad Académica Multidisciplinaria Zona Huasteca.
Email: alejandrogh@uaslp.mx

CAPÍTULO VI 693
Palabras clave: Tutoría, Mercado Laboral, Inserción Laboral.

Summary: This paper aims to reflect, based on a descriptive methodology based on documentary
research on the methodological framework Model Tutorial Action (PROAT) of the Multidisci-
plinary Academic Unit Zone Huasteca (UAMZH) and contributions made around ​​ the preparation
of future professionals for effective employment.
But why mentoring? According to Rodríguez (2004) interest around mentoring born as an at-
tempt to respond to the new needs of the university and students who access it. The university
has evolved over time; phenomena such as globalization, changes resulting from the information
society, job settings including its new organizational framework and diversification of tuition (in
terms of student profiles) denote the importance of teachers in their role tutor.
It is also worth mentioning that the document “Reflections on and outlook for Higher Education
in Latin America” (Book
​​ Tuning, 2007) analyzes the problems facing European universities and
contrasts with the Latin American ahead; It is relevant to mention that the training of human re-
sources and their adjustment to the needs of society is one of these detected problems, so we can
infer that the work of universities and careers should focus on the relevance of the work education
with what the media is demanding.
One of the ways you can contribute to this change significantly is by tracking students in the
tutoring program, reason which at the Autonomous University of San Luis Potosi has been estab-
lished as an institutional tool comprehensive support the students; although the model is basically
oriented to the career of young people in their quality of college students, we believe that some of
the proposed actions can and should be applied as preparing students for their future integration
into the labor market, it is precisely this objective which leads to the development of this work
that aims to become an opinion, based on the analysis of institutional literature on the relevance
of program support mentoring as a strategy for job placement of students.

Keywords: Tutoring, Labor Market, Job Placement

Introducción

Según lo mencionan Fuentes et al. (2016) la inserción laboral es una preocupación que la
UNESCO hizo patente en la Declaración Mundial sobre la Educación Superior en el siglo XXI:
Visión y Acción en el cual señalaba la necesidad de reforzar la cooperación entre el mundo laboral
y la previsión de las necesidades de la sociedad. Han pasado dieciséis años desde aquella decla-
ración y esta problemática sigue estando presente, incluso en nuestro país se podría decir que con
consecuencias nada favorables.

Muchos esfuerzos se hacen desde el gobierno mexicano para disminuir los índices de
desempleo, algunos de ellos comandados por la Secretaría del Trabajo y Previsión Social, depen-

CAPÍTULO VI 694
dencia del gobierno encargada de temas como la vinculación laboral, protección de los derechos
de los trabajadores y vigilancia y promoción de la paz laboral, la cual, dentro de su Programa Sec-
torial 2013-2018 propone como uno de sus ejes de acción el impulso al empleo de calidad y la in-
tervención para el logro de la empleabilidad, la protección social y la ocupación productiva. Para
el gobierno de México, un elemento importante para el logro de los objetivos de este programa
es la pertinencia y calidad de la educación la cual, junto con otros factores como el crecimiento
económico, dinamizan al mercado laboral.

Los continuos y cada más acelerados cambios en los que se ve inmersa la sociedad traen
consigo la necesidad de generar mecanismos que permitan la adaptación y capitalización de las
nuevas formas de vida; en el caso de las instituciones de educación superior, el rol que están lla-
madas a desempeñar es el de catalizadores de las condiciones que permitan desarrollar una econo-
mía más competitiva, una sociedad más justa y equilibrada y un sistema político más democrático.

Respecto a los retos de las universidades, en el documento “Reflexiones y perspectivas de


la Educación Superior en América Latina” (Libro Tuning, 2007) se realiza un análisis de la pro-
blemática que enfrentan las universidades europeas y los contrasta con la que tiene por delante las
latinoamericanas; es de relevancia mencionar que la formación de recursos humanos y su ajuste
a las necesidades de la sociedad es uno de estos problemas detectados, por lo que se puede inferir
que el trabajo de las universidades y sus carreras profesionales debe de enfocarse a la pertinencia
del quehacer educativo con lo que el medio está demandando.

Para el logro de los compromisos que como universidad se tiene, es necesario la imple-
mentación y desarrollo de diversos programas tanto académicos como de apoyo. Uno de estos
programas, quizás el de mayor trascendencia después del modelo de formación, es la acción tuto-
rial el cual, de acuerdo a la ANUIES (2001), tiene como misión primordial la orientación siste-
mática al estudiante desplegada a lo largo del proceso formativo así como el enriquecimiento de
la práctica educativa y la estimulación de las potencialidades para el aprendizaje y el desempeño
profesional de sus actores: los profesores y los alumnos.

El interés de estudiar a la tutoría como estrategia de apoyo para la inserción laboral es el de


aportar una nueva visión que permita dignificar la labor tutorial muchas veces dejada en segundo
plano, por lo que el presente trabajo propone una revisión literaria que permita unificar conceptos
para así poder establecer un marco teórico desde el cual se partirá para el análisis final. Para este
efecto hemos dividido el trabajo en seis tiempos. Como primera parte se explica la metodología
utilizada en el presente; posteriormente se examinan términos como mercado laboral, inserción
laboral, empleabilidad y ocupabilidad; derivada de esta reflexión hemos generado algunas ade-

CAPÍTULO VI 695
cuaciones que consideramos enriquecerán el documento final.

Dentro de la tercera parte se realiza una breve reseña de la tutoría en México para poste-
riormente pasar al contexto institucional, aquí se analizan los marcos metodológicos de la tutoría
así como cada uno de sus elementos, tanto para la UASLP como la UAMZH. En el apartado de
resultados se muestra la información que se generó a partir de las diferentes actividades consi-
deradas dentro de la metodología así como la reflexión final sobre la aportación de la tutoría a la
inserción laboral, para posteriormente presentar el último apartado en el cual proponemos algunas
sugerencias que creemos aportaran a la mejora continua y a la pertinencia del programa analizado
como estrategia para apoyo de los futuros profesionistas.

Metodología de trabajo

El presente trabajo pretende realizar un análisis del marco metodológico del modelo de
acción tutorial (ProAT) de la Unidad Académica Multidisciplinaria (UAMZH) de la UASLP,
así como de la aportación que éste hace para el apoyo a los alumnos en su transición de la vida
estudiantil a la laboral.

Para este efecto como método principal se ha realizado un proceso de investigación do-
cumental que ha permitido a los autores conocer más de cerca el contexto, tanto nacional como
institucional, bajo el cual surge la tutoría. Como parte de esta reflexión se analiza el MAT de la
UASLP así como el ProAT de la UAMZH haciendo especial énfasis en el marco metodológico
de cada uno de ellos con la intención de identificar principios, objetivos, ejes de acción, medios y
recursos que se emplean y de qué manera estos aportan a la formación para la inserción laboral.

Apoyando a esta reflexión se han realizado una serie de entrevistas aleatorias a profesores
investigadores, hora-clase y coordinadores de licenciaturas con el objetivo de conocer su percep-
ción acerca de la aportación que el programa de tutorías hace para apoyar al alumno en su futuro
laboral, de la mayoría de los casos han surgido opiniones muy críticas y recomendaciones muy
interesantes. De igual forma, y con la intención de poder constatar la situación real de la tutoría y
los aportes que al día de hoy realiza al tema principal de este trabajo, se llevó a cabo la revisión
de los informes finales de tutoría presentados por los profesores-tutores de los semestres más
avanzados (octavo, noveno y décimo, de acuerdo a los diferentes programas educativos). Para
este último ejercicio fueron considerados sólo aquellos documentos disponibles en el aula virtual
de la Coordinación de Tutorías.

CAPÍTULO VI 696
Parte de los comentarios generados de las entrevistas han sido retomados en las conclusio-
nes finales a manera de sugerencias de mejora para el actual ProAT de la UAMZH.

El binomio mercado laboral-inserción laboral

Con la intención de contextualizar este estudio y lograr una mejor apreciación de las opi-
niones y conclusiones de los autores, hemos considerado importante desarrollar un marco dónde
se definan los conceptos de mercado laboral e inserción laboral así como la relación indisoluble
que guardan.

Iniciaremos tratando el término de mercado laboral, no desde la perspectiva económica,


la cual además de interesante implicaría una discusión de muchos capítulos, sino desde un punto
de vista práctico y general, es decir, aquella definición que de manera sencilla refiere uno de los
panoramas que más preocupan a nivel económico, político y social: el empleo o, lo que sería su
opuesto, el desempleo.

Después de leer diferentes trabajos donde se aborda este tema, hemos concluido que se
entiende por mercado laboral a la confluencia de la demanda y la oferta de puestos de trabajo,
está conformado, de manera esencial, por las personas y/o empresas que están en la posibilidad
de ofrecer trabajo y aquellas que pueden ocupar dichos puestos. Desde el punto de vista de esta
definición, es la persona en busca de trabajo quien “ofrece” sus servicios que pueden o no cubrir
las necesidades demandadas por una empresa. Es en este “espacio”13 donde se llevan a cabo las
negociaciones de las diferentes vacantes u oportunidades de empleo por parte de los involucrados.

De acuerdo al documento Perspectivas del Empleo de la OCDE (2015), los países inte-
grantes de este organismo están mejorando de manera general aunque lentamente en lo que al
tema de empleo se refiere, esta desacelerada recuperación impedirá que se subsane en el corto
tiempo la cicatriz dejada por la crisis económica. En este mismo documento también se resalta
que a diferencia de otros años para el 2015 la ocupación laboral estuvo muy marcada por aquella
dada en puestos de trabajo de tiempo parcial y no por el trabajo en la manufactura y la construc-
ción.

Con respecto al comportamiento de la tasa de desempleo, este mismo organismo proyecta


que continúe disminuyendo lentamente durante 2016, pudiendo llegar hasta el 6.6% en el último

13
El término espacio lo hemos utilizado con la intención de generar una analogía para generar mayor claridad de
la idea que proponemos al lector.

CAPÍTULO VI 697
trimestre del año, con excepción de Grecia y España quiénes muy probablemente presenten una
tasa del 20%. En cuanto al nivel de desempleo prolongado, se cataloga como “inaceptablemente
alto”, lo que podría provocar que mucha gente se desconecte por completo del mercado laboral;
vale la pena señalar que el panorama para el desempleo juvenil tampoco es alentador presentán-
dose entre este sector (los famosos NiNi: ni estudian ni trabajan) porcentajes de desocupación
mayores a los existentes antes de la crisis.

Hablando específicamente del caso de México, de acuerdo a los Indicadores de Ocupación


y Empleo del INEGI actualizados al último trimestre del 2016, la población económicamente ac-
tiva de entre 15 y más años que se encontraba desocupada correspondía al 3.80% lo que significó
el 0.51% menos en comparación al mismo trimestre del 2015, una situación bastante alentadora
viéndolo desde este punto de vista sin embargo, y de acuerdo a estos mismos indicadores, en los
mismos periodos la población no económicamente activa disminuyó solo un 0.20%, esto quiere
decir que a pesar de haber más empleo, el índice de personas que no están activas económicamen-
te no muestra una baja considerable.

Respecto a los jóvenes, el INEGI muestra que, para el primer trimestre del 2016, del total
de la población desocupada el mayor porcentaje se ubica entre los 20 y 29 años de edad, siendo
los egresados del nivel medio superior y superior los más numerosos con un 58.10% en su cate-
goría, reflejando así que en la actualidad el hecho de contar con mayor habilitación académica
no se considera una ventaja al momento de buscar trabajo; debemos aclarar que nos referimos al
acto de “buscar y conseguir trabajo” cuando afirmamos, de acuerdo a las estadísticas, que el nivel
educativo no es relevante.

Sin embargo, vale la pena decir que compartimos la visión de Salas y Murillo (2013) quie-
nes afirman que la educación en general y la educación superior en particular ha sido identificada
en numerosos estudios e informes de organismos internacionales como el eje fundamental sobre
el cual se sustenta el capital humano que articula el aparato productivo.

Salas y Murillo (2013) ilustran perfectamente esta situación al sostener que, en base a los
datos al 2013 presentados por la ENOE, la mayor parte de los empleos en México no requieren de
altos niveles de capacitación académica, sin embargo el hecho de haber estudiado el nivel medio
superior o superior significa a la persona el poder obtener ingresos mayores.

Pero, ¿por qué si se identifica la formación académica como un valor agregado para los
futuros profesionistas estos no se pueden insertar adecuadamente al mercado? ¿Será que las ins-
tituciones educativas han centrado sus esfuerzos en generar programas y modelos educativos que

CAPÍTULO VI 698
finalmente no aportan para la formación integral de los estudiantes, coartando sus posibilidades
de aspirar a un empleo? O ¿falta prestar más atención en programas que permitan articular la parte
académica con la psicosocial potenciando así las competencias de los alumnos?

Contrario al escenario de desocupación planteado arriba, Burgos y López (2010) sostie-


nen que para el 2009 la tasa de crecimiento mundial de la matrícula de educación superior aumen-
tó en un 53% lo que implicó 51 millones de estudiantes más desde el año 2000; es muy probable
que este crecimiento, al día de hoy, haya aumentado significativamente si consideramos que la
dinámica institucional de la educación así lo ha demandado y se ha cristalizado en la creación de
nuevos programas educativos, tanto presenciales como en línea, así como la recomendación año
con año por parte de las autoridades educativas de aumentar la capacidad de admisión, dos hechos
que pueden ayudar a sacar deducciones del continuo crecimiento en cuanto a ingreso-egreso de
estudiantes. Hablando de números para el caso de México, en el periodo 2000-2008 la matrícula
de nivel licenciatura aumentó un 38.94% según datos de la Secretaría de Educación Pública (Bur-
gos y López, 2010).

Siguiendo con Burgos y López (2010), y como se argumentaba líneas más arriba, las tasas
de crecimiento económico a nivel mundial y nacional se han mantenido bajas; no podemos olvi-
dar la “Gran Recesión” durante los años 2008-2009, episodio de la economía mundial que incluso
se ha comparado con la Gran Depresión de 1930, en el que los mercados financieros se colapsaron
y el desempleo se incrementó a niveles históricos.

Esta disparidad en cuanto al crecimiento de la economía y la matrícula estudiantil se


complica aún más si tomamos en cuenta lo que Burgos y López (2010) han tipificado como
“distorsiones en el mercado laboral de profesionistas” término genérico con el que se iden-
tifican hechos y actos que entorpecen aún más la inserción laboral de los egresados. Dentro
de estas distorsiones los autores consideran la sobreeducación, baja coincidencia de los co-
nocimientos y habilidades adquiridos durante los estudios universitarios con las necesidades
laborales actuales y los bajos niveles salariales, entre otros. Tan relevante es el tema de la
inserción laboral a nivel nacional que para el año 2006 la Asociación Nacional de Universi-
dades e Instituciones de Educación Superior (ANUIES) lo estableció como eje estratégico
dentro de su planeación.

Al respecto de este tema podemos mencionar lo señalado por Pelayo Pérez (2012) quien
a su vez cita a Figuera (1996) para definir a la inserción laboral como el acceso al empleo y al
desarrollo de trayectorias laborales con la intención de adquirir un trabajo a tiempo total, estable
y acorde con la formación [académica] adquirida.

CAPÍTULO VI 699
A manera de complemento a este primer concepto, Pelayo Pérez (2012) puntualiza que
esta etapa se considera como aquella en la que un individuo potencializa y demuestra sus aptitudes
como estrategia para la obtención de un trabajo; asimismo la autora, de acuerdo a la referencia que
hace de Fournet (1993) y Romero (2004), realiza una precisión con respecto a la temporalidad de
la inserción laboral, señalando que este acto no se refiere simplemente al periodo entre la decisión
de entrar a la vida activa y el primer empleo, sino que, para considerarse una inserción laboral
plena, se debe incluir la capacidad de saber y poder mantenerse laboralmente.

Viéndolo desde el punto de vista de la institución de educación superior, y aterrizando


el concepto de la inserción laboral propuesto líneas arriba, este acto se vuelve un elemento que
definitivamente debería de tomar relevancia dentro de la planeación educativa donde se asuma la
responsabilidad de propiciar un cambio profundo a nivel psicológico y social en cada uno de los
estudiantes que les permitan desarrollar habilidades y actitudes que sean una ventaja competitiva
al momento de salir a conseguir trabajo.

Para Pelayo Pérez (2012) existen dos elementos que intervienen en el proceso de inserción
laboral, la empleabilidad y ocupabilidad.

Esta misma autora define a la empleabilidad como la probabilidad de inserción laboral


mediante las características que presentan las personas que buscan la vacante, a manera personal
queremos agregar que para efectos del presente estudio hemos definido a la empleabilidad como
aquella que se enfoca hacia aspectos psicosociales que forjan la personalidad y caracterizan a un
individuo, elementos que no pueden ser aprendidos pero sí modificados en base a la experiencia
y la reflexión personal. Por otra parte Pelayo Pérez (2012) conceptualiza a la ocupabilidad como
la posibilidad de inserción dependiendo de las oportunidades en el mundo laboral; tomando en
cuenta que las oportunidades laborales muchas veces están determinadas por el contexto social,
económico y político en el que se encuentra inmerso un país, hemos considerado que se deben
de incluir como parte de la ocupabilidad la formación académica-profesional que un egresado
pudiera poseer ya que es esta aptitud, adquirida y modificada de acuerdo al grado de estudios
obtenido, la que de manera objetiva puede generar una ventaja en la competencia dentro del mer-
cado laboral.

El programa de tutoría, una propuesta nacional

Dentro de la evolución de la educación, desde sus instituciones hasta sus procesos, se puede

CAPÍTULO VI 700
entender la necesidad de la tutoría como una herramienta de transición así como de optimiza-
ción del proceso de aprendizaje. En México esta nueva necesidad de contar con un programa de
tutorías surge, de acuerdo con Aguilar Nery (2012) en la década de 1940 con el posgrado de la
facultad de Química de la UNAM; posteriormente en los ochentas, según lo narran Narro y Arre-
dondo (2013), se dan los primeros antecedentes de la tutoría como política educativa, esto dentro
del Programa Integral de Desarrollo de la Educación Superior (PROIDES) formulado de manera
conjunta entre la ANUIES y la SEP, con la participación de instituciones de educación superior.

Para el 2003, la ANUIES convoca a un grupo de académicos destacados con el propósito


de integrar una metodología que apoyara la incorporación de la tutoría como una estrategia de
mejoramiento de la calidad de la educación superior, obteniendo como producto tangible el texto
Programas Institucionales de Tutoría, que actualmente la mayoría de instituciones de todos los
niveles educativos ha incorporado en sus funciones.

En el caso institucional, la incursión de la UASLP al tema de tutorías podría considerarse


desde el Plan Institucional de Desarrollo 1997-2007. Es para el año 2003, de acuerdo al docu-
mento del ProAT (2013), que se genera el documento “Programa de Tutorías en la UASLP”; sin
embargo la reciente comisión formada para el desarrollo de este trabajo desaparece por diversas
razones dejando inconclusas las iniciativas planteadas para el modelo de acción tutorial univer-
sitario.

Pero ante el cambio de política nacional con respecto a la tutoría entre los años 2007 y 2008
y derivado del “Diplomado Interinstitucional de Tutoría Universitaria” organizado por la facultad
de Psicología, el Instituto de Ciencias Educativas y la Secretaría Académica de la UASLP en
coordinación con la Universidad de La Laguna (Tenerife, España) y la Universidad Autónoma de
Nuevo León surge el Plan de Acción Tutorial para la UAMZH; de acuerdo a este PAT de manera
formal se establece la coordinación general de tutorías encargada de coordinar la acción tutorial
para los seis programas educativos existentes al momento: Contador Público, Derecho, Bioquími-
ca, Turismo Sustentable, Administración y Políticas Públicas (hoy Gestión y Políticas Públicas)
y Administración.

Este documento operó durante tres años, en 2012 y derivado de la experiencia obtenida has-
ta ese momento se redacta el “Modelo de Acción Tutorial para la UAMZH”14, trabajo generado
a partir del Diplomado en Diseño y Evaluación de Programas de Acción Tutorial, organizado por
la Secretaría Académica de la UASLP el cual, a diferencia del PAT que lo antecedió, tenía como

14
Este documento se encuentra todavía vigente.

CAPÍTULO VI 701
reto establecer el esquema de trabajo para la acción tutorial que incluyera a todas las carreras15 así
como el hecho de tener que considerar todas las etapas por las que el alumno transita en la carrera
ya que el PAT sólo estaba pensado para el primer año de la licenciatura.

Es precisamente del ProAT (2011) de donde hemos obtenido la siguiente reflexión que
proponemos como concepto para la tutoría en la UAMZH:

La tutoría o acción tutorial alude fundamentalmente a una práctica pedagógica


de interacción personalizada, es decir, a una relación educativa “cercana” entre
un educador (tutor) y un educando (tutorado). Como práctica pedagógica la
tutoría forma parte de un conjunto de medios socioculturales que hacen posible
la transmisión y adquisición de conocimientos, habilidades, valores, formas de
comportamiento e identidad en contextos específicos (p. 8).

Salta a la vista la generalidad con la que se redacta el concepto, la intención de la apertura


es precisamente dar libertad, a las diferentes instancias universitarias responsables del desarrollo
de tutorías, que operen de acuerdo a sus recursos y necesidades, tomando como base el Modelo
de Acción Tutorial de la UASLP.

De la teoría a la acción, el ProAT de la UAMZH

Sobre la tutoría en la UAMZH podemos encontrar referencias ya sea desde el aspecto nor-
mativo en el Reglamento General de la UAMZH, o como programa estratégico para el desarrollo
de los estudiantes tal cual se aborda en el Programa Integral de Fortalecimiento Institucional
(PIFI) 2014-2015 así como en el Plan de Desarrollo de la UAMZH (PLADE) recientemente
aprobado.

Pero, ¿bajo qué directrices es que opera este programa en la UAMZH? Para dar respuesta a
esta interrogante es conveniente recordar que, cada una de las escuelas, facultades, unidades acadé-
micas y coordinaciones académicas que conforman la UASLP poseen características muy particula-
res que permiten el desarrollo de ciertas actividades pero dificultan la realización de otras, haciendo
casi imposible “prescribir” un modelo único para todas las entidades académicas, por lo tanto y,

15
Para ese año se contaba, además de las seis mencionadas anteriormente, con el Técnico Superior Universitario
en Gastronomía y Medicina.

CAPÍTULO VI 702
tomando este dato como referencia, el MAT de la UASLP es una guía que “aporta el universo de
referentes” para así orientar el desarrollo de ProAT particulares y con rasgos muy propios.

La base de estos documentos se encuentra contenida en cinco principios los cuales deben de
ser considerados para cualquier acción emprendida en favor de la tutoría, dichos principios son:

1.- La acción tutorial como búsqueda de la formación integral y de la autonomía del alumnado.

2.- La acción tutorial como responsabilidad de la institución en su conjunto.

3.- La acción tutorial articulada a la docencia y a la investigación.

4.- La acción tutorial imbricada al currículum.

5.- La diversificación y sistematización de la acción tutorial.

Para asegurar la operatividad de estos cinco principios la UASLP crea un marco metodo-
lógico donde se integran los ejes de acción tutorial, las modalidades de tutorías y las estrategias
y recursos de apoyo que pueden ser adoptados y adaptados por las entidades académicas para, a
partir de ellos, generar nuevas prácticas de acción tutorial.

Tabla 1. Marco Metodológico del Modelo de Acción Tutorial de la UASLP

Modalidades de tutoría
Estrategias y
Ejes de Acción Tutorial
Imbricadas al recursos de apoyo
Básicas
currículum
Apoyo Académico.

Individual Académica-curricular Derivación a servicios


Fortalecimiento académico y y programas
profesional. Grupal De práctica profesional
Carácter masivo
Atención socio-personal a los Entre De investigación
jóvenes. iguales Recursos virtuales
Asignatura Tutoral
Acompañamiento y orientación.

Fuente: Modelo de Acción Tutorial de la UASLP (2013)

CAPÍTULO VI 703
La explicación para este cuadro podría sintetizarse de la siguiente forma:

1) Ejes de Acción Tutorial: Representan las “áreas” de finalidades de la acción tutorial;


dan orientación para la formulación de objetivos. Representan los ámbitos de intervención o
dimensiones de acción tutorial en torno a las cuales se articulan los programas de las entidades
académicas.

Se encuentran alineados a la propuesta en sí y a las políticas de desarrollo de la UASLP


(por ejemplo el PIDE) y representan las principales líneas que se deben de trabajar en la forma-
ción universitaria y cuyos objetivos se describen a continuación:

Eje 1. Apoyo Académico: Enfocado a mejorar los índices de la trayectoria académica (re-
probación, rezago, deserción, aprovechamiento, eficiencia terminal y titulación), hecho que refleja
el interés de la institución por retener y coadyuvar a la culminación de los estudios profesionales.

Eje 2. Fortalecimiento Académico y Profesional: Referido a potenciar el desarrollo de ca-


pacidades académicas y profesionales en el alumno.

Eje 3. Atención socio-personal a los jóvenes: En éste se pretende atender necesidades y


áreas de formación presentes en los estudiantes relacionadas con la dimensión personal y social.

Eje 4. Acompañamiento y orientación: Su objetivo principal radica en informar, orientar,


acompañar a los estudiantes a lo largo de su trayectoria académica con el propósito de contribuir
a una mejor adaptación y a la toma de decisiones que repercutan positivamente en su formación
integral.

2) Modalidades de tutoría: Se refiere a la interacción y personalización pedagógica tutor-tu-


torado; es importante señalar que la aplicación de estas en cada programa de acción tutorial son
a elección de la entidad académica. Éstas no son excluyentes entre sí lo que da lugar a poder
trabajar más de una a la vez, de acuerdo a la situación atendida o al objetivo programado.

3) Estrategias y recursos de apoyo: Al igual que las modalidades, las estrategias y recursos
de apoyo se constituyen como “medios” para el desarrollo de las tutorías (no como un fin) sin
embargo la diferencia más significativa radica en que éstas no representan necesariamente una

CAPÍTULO VI 704
“relación tutoral” sino más bien la intervención de diferentes actores e instancias institucionales.
Dentro de esta categoría se encuentra la derivación a servicios y cursos, estrategias de carácter
masivo y recursos virtuales.

Derivado de este marco metodológico surge el siguiente esquema aplicado a la tutoría en la


UAMZH:
Tabla 1. Marco metodológico del Modelo de Acción Tutorial de la UAMZH

EJES DE ACCIÓN MODALIDADES ESTRATEGIAS Y


DE TUTORÍA RECURSOS DE
APOYO
Eje 1. Atención a los
Jóvenes.
Eje 2. Apoyo Académico Individual Derivación a servicios y
cursos.
Eje 3. Acompañamiento Grupal
y Orientación Carácter masivo
Eje 4. Fortalecimiento Entre iguales
Académico y Profesio- Recursos virtuales
nal Académico-curricular

Asignatura de tutoría

Fuente: Modelo de Acción Tutorial de la UAMZH (2012)

De la comparación de los dos marcos metodológicos podemos apreciar que la variación


entre ambos es mínima, siendo los apartados de modalidades de tutoría y estrategias de recursos
de apoyo aquellos que presentan cambios en cuanto a los elementos que lo forman; logrando así
adecuar y diseñar un ProAT acorde con las necesidades, recursos y capacidades de la UAMZH.

Resultados

Antes de realizar el análisis basado en la literatura consultada, quisiéramos compartir con


ustedes los resultados de la entrevista aleatoria realizada a profesores hora-clase, tiempo comple-
to y funcionarios de la UAMZH, lo cual nos permitirá contrastar la situación ideal (propuesta en
el marco metodológico) con la realidad.

De acuerdo a la pregunta ¿considera usted que la tutoría en la UAMZH aporta para la


correcta inserción laboral de los egresados? Del total de profesores encuestados el 57.14% con-

CAPÍTULO VI 705
testaron que no, un 14.29% aseguró que la aportación no es significativa, y que principalmente
son esfuerzos aislados los que se hacen mientras que un 28.57% consideró que la propuesta me-
todológica sí aporta pero en la práctica se diluye el objetivo.

Como otro complemento al estudio, nos dimos a la tarea de revisar los reportes de los pro-
fesores-tutores de los semestres 8vo, 9no, y 10mo. que se encontraban disponibles en el aula vir-
tual de la Coordinación de Tutorías, de los cinco reportes que cumplieron con las características
de selección todos mostraron actividades relacionadas al desarrollo de competencias profesiona-
les, esencialmente generadas dentro de las clases que impartieron, sólo un profesor describe acti-
vidades encaminadas a la preparación de los estudiantes para la solicitud formal de un empleo, a
continuación se detallan los resultados:

Tabla 3. Resumen del reporte de actividades por profesor-tutor de la UAMZH

ACTIVIDADES DESARROLLADAS ADSCRIPCIÓN DEL PROFESOR-TUTOR

· Desarrollo de actividades de guía de turistas bajo la Licenciatura en Turismo Sustentable


conducción de alumnos con el objetivo de fomen-
tar los conocimientos sobre las diferentes técnicas
a emplear.

· Reflexión y análisis por medio del método de casos Licenciatura en Bioquímica.


con el objetivo de fomentar el pensamiento crítico.

· Fomento de la investigación. Licenciatura en Contaduría Pública

· Plática orientada al desarrollo de Curriculum Vitae. Licenciatura en Derecho.

· Promoción de lugares y páginas web para acceder a


concursos de plazas.

· Plática orientada a la preparación para la entrevista


de trabajo.

· Presentación del documental “Gung Ho” que pre-


senta la dinámica laboral de una empresa.

Fuente: Elaboración propia basado en la información del aula virtual de la Coordinación de Tutorías

Como se aprecia en la tabla, existe una serie de actividades que ponen de evidencia los
trabajos que se realizan para aportar al desarrollo de elementos que mejoren aspectos de em-

CAPÍTULO VI 706
pleabilidad y ocupabilidad de los alumnos.

Como parte medular de este proyecto, y atendiendo los conceptos propuestos con anterio-
ridad, se han analizado cada uno de los ejes de la acción tutorial que integran el marco metodo-
lógico del ProAT de la UAMZH y se han clasificado de acuerdo al grado de aportación para cada
elemento de la inserción laboral, los resultados obtenidos se presentan en la siguiente tabla:

Tabla 4. Corresponsabilidad entre elementos de la inserción laboral y ejes estratégicos del


ProAT de la UAMZH.

ELEMENTO DE LA INSERCIÓN ESTRATEGIA DE LA TUTORÍA EN LA


LABORAL UAMZH
Empleabilidad Eje 3. Atención socio-personal a los jóvenes

Eje 4. Acompañamiento y orientación

Ocupabilidad Eje 1. Apoyo académico

Eje 2. Fortalecimiento académico y profesional.

Fuente: Elaboración propia.

Hemos decidido tomar en cuenta los ejes de acción de la tutoría y no los medios, recursos
y/o actividades realizadas dentro de este programa ya que los primeros engloban de manera
general y bastante acertada la razón de ser de la tutoría, poseen la característica de mantenerse
estable al no estar sujetos al criterio de los profesores tutores, por lo que dan una mayor con-
tundencia en el análisis de nuestro trabajo.

Conclusiones

De acuerdo con Salas y Murillo (2012) el subsector de egresados universitarios está


asociado directamente a la productividad de un país, pero ¿qué se puede hacer ante las difi-
cultades que éstos enfrentan cuando llega el momento de insertarse al mercado laboral?

Las reflexiones generadas en este trabajo suponen para la UAMZH un reto importante
en materia de formación, de manera particular se ha vuelve necesario generar y/u optimizar
esquemas de tutoría que aporten significativamente al futuro de los egresados. El nuevo pa-
radigma, dónde el futuro del alumno también se ve condicionado por aspectos que hasta hace
poco parecían subjetivos, ha tomado una relevancia ineludible.

CAPÍTULO VI 707
Del análisis propuesto podemos asegurar que el marco metodológico contenido en
el ProAT de la UAMZH contiene elementos suficientes (ejes de acción) para considerar que
aporta, de manera significativa, a los alumnos y futuros egresados para su inserción laboral.
Sin embargo, la teoría no siempre se corresponde con la práctica, por lo que presentamos las
siguientes recomendaciones con la intención de aportar a la mejora continua de la estrategia
de la tutoría en el tema que nos ocupa:

1.- La acción tutorial debe cumplir con la definición propuesta dentro de su modelo
de acción y constituirse en un medio por el cual se genere un vínculo entre educador y edu-
cando con el afán de lograr la transmisión y adquisición de habilidades, valores, conocimien-
tos y formas de comportamiento e identidad que aporten a la empleabilidad de los futuros
egresados.

2.- Es conveniente “desvincular”, en el sentido figurado, la función del profesor de


aula con la del tutor, es decir, tanto el profesor-tutor como el alumno tutorado deben enten-
der que, si bien la tutoría sirve de apoyo a la clase disciplinar que se imparte, no se limita
únicamente a ese momento, sino más bien debe cumplir con la generación de un vínculo de
acuerdo a lo mencionado en el punto 2.

3.- Motivar a los profesores-tutores a que conozcan el ProAT así como todos los
elementos que lo conforman para que puedan contar con una visión más amplia tanto del
documento como de su trabajo como responsables de la acción tutorial.

4.- De manera particular, sensibilizar a los profesores-tutores de los semestres más


avanzados para que diseñen actividades de tutoría enfocadas tanto al desarrollo y reforza-
miento de las competencia profesionales específicas de su disciplina como a aquellas que
permitan al alumno conocer situaciones técnicas al momento de aspirar a un empleo (entre-
vista laboral, elaboración de CV., etc.).

5.- Tomando como base los conceptos de empleabilidad y ocupabilidad, llevar a cabo
un análisis de los futuros egresados que permita desarrollar programas particulares, para
cada carrera, que aporten a la mejora de éstos.

6.-Basándose en el perfil de egreso y la situación actual del mercado laboral, definir


rasgos de empleabilidad y ocupabilidad para cada carrera e incorporar prácticas de tutoría
que permitan su desarrollo o adquisición a través de su trayectoria escolar. Es importante
dentro de este punto el diagnóstico y evaluación del tutorado para darle seguimiento.

CAPÍTULO VI 708
7.- Sumarse a los esfuerzos de departamentos como Orientación Educativa, Centro
Médico Universitario, entre otros, para hacer uso de aquellos programas que ya existen y que
puedan aportar al proceso de inserción de los alumnos.

8.- Con el apoyo del Departamento de Vinculación, promocionar las ofertas de traba-
jo disponibles y dar seguimiento hasta la inserción del estudiante. Desarrollar un programa
dependiente del ProAT en el cual se de asesoría al egresado para la inserción laboral exitosa.

9.- Por parte de la Universidad y todos sus integrantes, fortalecer el vínculo con el
sector empresarial que permita posicionar a nuestros egresados como la opción número uno
al momento de la contratación.

10.- Dentro de las materias de prácticas y servicio social asignar tutores que orienten
sobre las mejores opciones de los estudiantes de acuerdo a su perfil y expectativas laborales;
además que durante la realización de dichas actividades den seguimiento a su desempeño
en la empresa elegida. En este mismo tenor, motivar el empleo en etapa escolar que permita
generar experiencia que aporte al desarrollo de los futuros profesionistas.

CAPÍTULO VI 709
Obra citada

Informe final –Proyecto Tuning- América Latina (2004-2007). Reflexiones y perspectivas de


la Educación Superior en América Latina. España: Editado por Beneitone, P.

Rodríguez E., S., Álvarez G., M., Dorio, I., Figuera, P., Fita, E., Forner, A., Homar, J. M.,
Mauri, T., Nogué, M. y Torrado, M. (coord.). (2004). Manual de tutoría universitaria.
Recursos para la acción. España: Octaedro/ICE Universidad de Barcelona.

Universidad Autónoma de San Luis Potosí. (2013). Modelo de Acción Tutorial, Documento
de trabajo

Unidad Académica Multidisciplinaria Zona Huasteca. (2012). Modelo de Acción Tutorial de la


UAMZH. Documento de Trabajo.

Obra citada de internet

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tración Turística de la Universidad Mesoamericana, en Oaxaca entre los años 2007 y
2010.Recuperado el 17/06/2016 de http://insercionturistica.jimdo.com/

Aguilar N., J. La configuración de la tutoría en la Universidad Tecnológica de Tijuana: narrati-


vas docentes. Revista de la Educación Superior [en línea] 2012, XLI (Octubre-Diciem-
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CAPÍTULO VI 711
Tendencias de investigación en torno a
trayectorias y transiciones juveniles en
contextos de desigualdad en América Latina

Gustavo Garabito Ballesteros16

Resumen: En esta ponencia se hace un recorrido sobre las distintas perspectivas que con-
vergen en el análisis de las trayectorias y transiciones juveniles en los últimos años. Con ello
se discute sobre la diversidad de enfoques en torno al estudio de las problemáticas sociales
que afectan a la juventud y la importancia de buscar mediciones que integren tanto los com-
ponentes estructurales (mercados de trabajo, estratos socioeconómicos, niveles educativos,
estructura familiar) como elementos del actor y su experiencia social del mundo (sentido,
intersubjetividad, prácticas) en contextos de desigualdad social.

Palabras Clave: Jóvenes, trayectorias, desigualdad social.

Summary: In this paper makes a journey about the different perspectives converge in the
analysis of the trajectories and youth transitions in recent years ago. This is discussed on the
diversity of approaches to the study of social problems affecting youth and the importance of
seeking measures that integrate both the structural components (labor markets, socioeconomic
status, educational levels, family structure) as elements the actor and his social experience of
the world (meaning, intersubjectivity, practices) in contexts of social inequality.

Keywords: Youth, trajectories, social inequality.

La complejidad de un sector poblacional tan heterogéneo como lo es la juventud ha


exigido un análisis multidisciplinar de fenómeno que ha convergido en tratamientos diferentes
a problemáticas similares. Lydia Alpízar y Marina Bernal (2003, pp. 3-16) señalan seis perspec-
tivas principales: a) Juventud como etapa del desarrollo psicobiológico humano, b) La juventud

16
Departamento de Estudios Sociales. Universidad de Guanajuato, campus León. Email: ggarabito@ugto.mx

CAPÍTULO VI 712
como momento clave para la integración social, c) Juventud como dato sociodemográfico, d)
La juventud como agente de cambio, e) Juventud como problema de desarrollo, f) Juventud y
generaciones, y g) Juventud como construcción sociocultural. Dentro de cada una de ellas, la
discusión sobre qué se define por juventud y su elemento longitudinal son centrales en la deli-
mitación de la problemática, pero en todos los casos, el elemento de trayectoria y transicional
está presente. Veamos brevemente cada una de ellas:

a) Juventud como etapa del desarrollo psicobiológico humano

En ella se destacan los factores psicológicos y biológicos que caracterizan un periodo


de desarrollo y maduración sexual, así como de empancipación y distinción con la familia nu-
clear y su integración a la sociedad. Esta corriente ha sido influenciada fuertemente por el psi-
coanálisis, la psicología del desarrollo, y algunos estudios sociológicos de corte funcionalista.
Retoman en gran parte la visión positivista del desarrollo humano, centrándose en los cambios
hormonales y fisiológicos de la persona en lo que definen como “adolescencia” haciendo difusa
la frontera entre ésta y el inicio de la juventud. Esta perspectiva es determinante en definir las
características “normales” y “anormales” en el comportamiento de una “persona joven o ado-
lescente”. Se considera al joven y adolescente como intempestivo, pasional y convulsivo, no
es niño ni tampoco adulto, el Sturm und drang (literalmente, la tormenta y el estrés) de Stanley
Hall que necesita ser contenido, dirigido bajo la tutela de los padres pero también del Estado en
lo que llega a la “madurez”, a ser adulto. (Pérez, 2010) (Pérez, 2008, p. 10) (Esteinou, 2005, pp.
27-28) (Muuss, 1978, pp. 22-27)

Esta visión, que ahora nos puede parecer en exceso determinista, tiene dos cuestiones
en particular que nos resultan de interés, el límite inferior, es decir, en qué momento se transita
de la niñez a la pubertad (como fase previa a la adolescencia y después la juventud) y el límite
superior, qué determina -o caracteriza- el paso de la juventud a la edad adulta. El límite inferior
suele ser reconocido por las características físicas y fisiológicas que acompañan la madurez
sexual y hormonal (en los hombres, cambio de voz, crecimiento de vello, un mayor crecimiento
en la estatura, etc.; y en las mujeres el inicio de la menstruación y crecimiento de vello, entre
otros.) y, en menor medida por las psicológicas y las sociales (el paso de la primaria a la se-
cundaria, nuevas formas de juego e intereses distintos a los de la última etapa de la niñez, etc.).
En tanto que el límite superior es mucho más complicado de definir en tanto que implica otro
tipo de procesos sociohistóricos y culturales. Pero en las visiones más tradicionales, este límite
superior estaba marcado por el ingreso al trabajo, la emancipación del hogar de origen y la

CAPÍTULO VI 713
formación de la propia familia nuclear, desempeñar pues, los roles del adulto. (Esteinou, 2005,
pp. 28-29) (Filgueira, 1998)

b) La juventud como momento clave para la integración social

En relación con lo anterior, esta perspectiva define la juventud como una etapa en la cual
la gente joven debe formarse y adquirir todos los valores y habilidades para una vida adulta
productiva y bien integrada socialmente. Al igual que en la perspectiva anterior, la juventud es
ubicada como “proceso de transición”. Así mismo, es concebida como un status que se adquiere
a través de la adecuación de los individuos a determinadas actividades socialmente definidas.
Desde este punto de vista, podría haber personas cronológicamente jóvenes pero que, no obs-
tante, no desarrollan su juventud; o bien, adultos que desarrollan comportamientos típicamente
juveniles en plena madurez de su vida. Las dos anteriores perspectivas han sido criticadas por
el excesivo estructuralismo característico de la primera mitad del siglo XX, pero las nociones
del deber ser del joven aún siguen presentes en el imaginario social de los sectores sociales más
conservadores.

Su falta de correspondencia con la realidad debido a los graves problemas estructurales


de la dislocación del mercado de trabajo con el sistema educativo y en general, a la inequidad de
oportunidades ha generado una perspectiva de análisis de la juventud -predominante aunque no
exclusiva de la sociodemografía- sumamente interesante: los estudios de las transiciones de la
adolescencia a la juventud a través del enfoque del “curso de vida”17 definido como una “cons-
trucción cultural, social e institucional que establece la agenda de las trayectorias individuales
y los límites que marcan el `universo de lo posible´ desde el punto de vista biográfico” (Turían,
1996, citado por Pérez, 2010, pp. 56-57) donde se destacan cinco transiciones fundamentales:
dos vinculadas con lo público, dejar la escuela e incorporarse al primer trabajo, y tres referidas
a la esfera de lo familiar, abandonar el hogar paterno, casarse o unirse y tener el primer hijo.
(Pérez, 2010, p. 57)18

En las últimas décadas se ha constatado que dichas transiciones hacia la emancipación


han comenzado, más que a retrasarse, a cambiar en su duración con muchas variaciones, aun-
que no necesariamente de manera generalizada en todos los jóvenes. De esta manera, tenemos
jóvenes de sectores pobres donde hay una correspondencia cronológica e incluso causal, entre

17
También véase a Elder (2002)
18
Tratamientos conceptuales similares en torno al curso de vida y las transiciones hacia la emancipación se pueden
consultar en: (Saraví, 2009, pp. 27-37) (Esteinou, 2005, p. 35) (Uribe, 2005, p. 74) (Filgueira, 1998).

CAPÍTULO VI 714
el nacimiento del primogénito, la salida de la escuela (primaria o en el mejor de los casos secun-
daria) y el ingreso al primer trabajo, aunque sin conformar un hogar propio; mujeres jóvenes de
clase media, con estudios profesionales que se casan y sólo se dedican a las labores del hogar
sin ejercer su maternidad, jóvenes de familia acomodadas que postergan su salida del hogar
de origen, aún cuando se desarrollan profesionalmente y no han procreado descendencia; o
jóvenes profesionistas o trabajadores, solteros y sin hijos que logran emanciparse respecto a su
padres o tutores, pero que no se interesan en tener pareja. Y así se pueden enumerar muchos más
casos de transiciones variadas.19

Sin embargo hay que subrayar que el análisis de las transiciones no puede partir de un
enfoque normativo, es decir, de “así deben (o eran) las transiciones y ya no lo son”, sino más
bien desde una perspectiva explicativa que dé cuenta, por una parte, por qué se dan estas varia-
ciones entre las transiciones, qué significa para los actores y qué efectos tiene en la sociedad.
Por ello, es de vital importancia el análisis histórico a través de las cohortes o generaciones,
para conocer precisamente cómo han evolucionado los pasos hacia la emancipación y cómo se
relaciona con los factores estructurales de la sociedad. El análisis histórico es sumamente útil
para comprender cómo van variando los significados, prácticas e interacciones sociales (entre
individuos pero también con las instituciones) de los jóvenes, Cfr.: Pérez (2010, pp. 65-78) Ur-
teaga (2007), Cueva (2006) Levi y Schmitt (1998), pero también estudios sociodemográficos
retrospectivos como -para el caso en México- la Encuesta Demográfica Retrospectiva (EDER)
que ha sido base de varios estudios. Al respecto véase a Pérez (2009)

c) Juventud como dato sociodemográfico

Esta corriente de análisis, la de mayor predominio en el análisis de lo juvenil se concen-


tra en ver a la juventud como un grupo etáreo específico y los distintos problemas que enfrenta,
pero siempre desde el dato sociodemográfico. Temáticas como la fertilidad, el desempleo y la
relación con la escolaridad, trabajo e ingreso salarial, si bien permiten ver a detalle las crecien-
tes problemáticas de los jóvenes, no nos acercan a su compleja heterogeneidad. En gran parte
de los programas públicos financiados desde los gobiernos nacionales o desde organizaciones
internacionales predomina este enfoque el cual va tras la homogeneización del sector limitando
de manera importante los alcances de los programas destinados a los jóvenes. Hay que destacar
que aún no existe un acuerdo al respecto de los rangos de edad que consideran a los jóvenes.

Algunos estudios desde esta perspectiva se pueden revisar en: Saraví, 2009; Machado, 2007; García et al, 2006;
19

Ariza, 2005; el colectivo coordinado por Jürgen Weller (2005), Ramírez, 2001.

CAPÍTULO VI 715
Para la Organización Internacional del Trabajo (OIT), los jóvenes son aquellas personas entre
los 15 y 24 años; para el Instituto Mexicano de la Juventud (IMJ), el rango es de lo 12 a los 29
años, mientras que para el Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI),
los jóvenes son aquellas personas que tienen entre 15 y 29 años de edad (Navarrete, 2001) (OIT,
2001) (Alexim, 2006).

Así la sociodemografía y la economía han centrado sus análisis (predominantemente


cuantitativos) en las características del mercado de trabajo, los niveles educativos y su relación
en la inserción laboral,20 el crecimiento del desempleo y subempleo juvenil y las condiciones
laborales como salario, prestaciones y otros. También se caracterizan por proponer y exhortar
al diseño e implementación de instrumentos institucionales y gubernamentales que hagan frente
a dicha problemática. Estos trabajos ilustran de manera contundente la situación laboral desfa-
vorable para los jóvenes pero en contextos mundiales o regionales lo cual impide caracterizar
particularidades como las ocupaciones u oficios específicos a los cuáles los jóvenes acceden, así
como las circunstancias socioeconómicas que enmarcan su inserción.

En contraste, Emma Liliana Navarrete (2001) y Rosa María Camarena (2004), han de-
sarrollado análisis nacionales a detalle no sólo de las características sociodemográficas de los
jóvenes trabajadores o próximos a emplearse, sino además de las especificidades de los tipos
de ocupaciones en las que se insertan y las condiciones que imperan en ellos. También los
esfuerzos realizados por el Instituto Mexicano de la Juventud (IMJ) para la realización de dos
encuestas nacionales sobre la juventud, en el 2000 y el 2005 respectivamente, han sido bastante
afortunados al ir más allá de características meramente sociodemográficas al incluir valores,
creencias y opiniones de los jóvenes para sí tener una idea no sólo de cómo viven los jóvenes,
sino además de qué piensan y de cómo viven, aspectos de capital importancia para comprender
cabalmente la problemática juvenil.

La economía y la demografía también se han ocupado de estudios sobre estrategias de


sobrevivencia familiar, las unidades domésticas, la reproducción social de la fuerza de trabajo
y los estudios de género (sobre todo en relación al papel de la mujer en el mercado de trabajo),
que involucran a los jóvenes y su relación con el trabajo pero de manera tangencial ya que se
analiza a la familia en su conjunto o a la jefatura del hogar (que en muchos casos son jóvenes).
Por otra parte, la relación entre la oferta educativa y el mercado de trabajo pero desde enfoques

20
Véase (Alexim, 2006) (Abdala, 2005) (Horbarth, 2004) (Weller, 2005) (Pieck, 2001), entre muchos otros.
Organismos internacionales como el Banco Mundial, la Organización Internacional del Trabajo (OIT), la Red
Latinoamericana de Educación y Trabajo, Centro Interamericano para el Desarrollo del Conocimiento en la For-
mación Profesional (CINTERFOR-OIT) y la Comisión Económica para América Latina (CEPAL) promueven
constantemente estudios económicos y sociodemográficos para el estudio del mercado de trabajo juvenil.

CAPÍTULO VI 716
no macroeconómicos también tiene una importante presencia entre sociólogos, educadores, pe-
dagogos y psicólogos, quienes estudian la problemática de disociación entre el capital humano
y social y el mercado de trabajo, la desarticulación de las calificaciones adquiridas en el ámbito
escolar y las requeridas por los sectores productivos, y el sobre aumento de la matrícula educa-
tiva frente a la incapacidad del mercado para absorber a los egresados. Encontramos pues, una
constante e importante producción sociodemográfica y económica sobre el trabajo juvenil en
relación con la educación y las políticas públicas, por una parte, o estudios sobre la estructuras
ocupacionales familiares y el mercado de trabajo donde la condición juvenil no es tratado como
un elemento lo suficientemente importante.

d) La juventud como agente de cambio

De corte predominantemente marxista y propio de la década de los sesenta y setenta, tien-


den a tener una visión muy idealista de la juventud, ubicando a este grupo como agentes y como
motores de la transformación, destacando y reconociendo su aporte en procesos de cambio social
significativos: el Mayo francés y los múltiples movimientos de estudiantes de 1968, el movimien-
to estudiantil en Estados Unidos, la revolución cubana, los movimiento pacifista, etc.

e) Juventud como problema de desarrollo

Otra perspectiva que ha estado cercanamente vinculada con el desarrollo de políticas


públicas de juventud en América Latina, tiene que ver con la definición de la juventud como
problema de desarrollo, debido a la alta incidencia de desempleo en este grupo, el consumo de
drogas ilícitas, o el número de embarazos adolescentes, entre otros. Estos estudios tienden a
enfocarse en problemas más “macro” del desarrollo socioeconómico de los países (desempleo,
tasas de fertilidad y crecimiento poblacional, migración e inmigración, nivel educativo, etc.)
y retoman en muchos casos el enfoque sociodemográfico, pero van más allá que los estudios
meramente estadísticos.

Se enfocan principalmente al desarrollo de propuestas para “integrar socialmente” a


la población juvenil a la sociedad, proponiendo bases para el desarrollo de políticas públicas
dirigidas a este sector. La perspectiva sociodemográfica en estos estudios tiene la virtud de ser
comparativa al retomar las particularidades regionales o subregionales, e incluso nacionales
que enfrentan los jóvenes. Estos estudios tienden a ser desarrollados por instituciones interna-

CAPÍTULO VI 717
cionales y financiadas normalmente por instancias públicas encargadas de la juventud como la
CEPAL, la OIT, el Banco Mundial y otros.

f) Juventud y generaciones

En su versión más simple, la juventud es definida como un grupo generacional con cier-
tos atributos culturales, cosmovisiones, prácticas y consumos culturales, con los cuales puede
compararse con otras generaciones. El concepto de generación ha servido para construir algu-
nos estereotipos sobre la gente joven de determinada época, por ejemplo, la “generación perdi-
da” y “generación X”, en década de los noventa, “generación escéptica”, finales de los noventa,
o “generación de la red”, a principios siglo XXI entre muchos otros.

Otra perspectiva, mucho más seria y compleja surge de la elaboración conceptual


realizada en 1928 por Karl Mannheim (1993) en torno de la generación y que en los últimos
años se ha convertido en un concepto central para abordar la juventud. La idea de generación
parte, con cierto matiz fenomenológico (de Heidegger) de las vivencias compartidas con
los coetáneos, “el destino colectivo”, que si bien son experimentados simultáneamente con
personas de otras generaciones (niños, adultos, ancianos), esta vivencia entre los contem-
poráneos, la forma de ser-ahí, es particular de un grupo específico, de una generación pero
también de una clase social con bienes culturales característicos y socialmente compartidos
(Mannheim, 1993). Pérez Islas sintetiza esta propuesta de generación de la siguiente manera:
“(…) parte de rechazar el tiempo cronológico (…) y plantear el tiempo vivencial al que se
accede mediante múltiples percepciones según los estratos generacionales donde el sujeto
esté ubicado.”

De esta manera diversifica la experiencia según la posición social, que sugiere una vi-
vencia y pensamiento específico para encajar en un proceso histórico determinado, además,
la conexión generacional tiene que ver con una vinculación concreta, la cual se muestra como
una adhesión al momento histórico que se vive, lo que al final de cuentas establece una unidad
generacional.” (Pérez, 2008, p. 18) La riqueza la propuesta de Mannheim reside en el rescate
de una experiencia que es compartida a través de la sincronía temporal e histórica, pero tam-
bién por condiciones materiales y culturales comunes de una clase social específica (lo cual nos
recuerda un poco a la noción de experiencia de clase de E. P. Thompson), y la conjunción de la
edad biológica con lo que después Bourdieu (1990) llamaría la edad social.

Por su parte, Enrique Martín Criado retoma la idea de generación desde los argumentos

CAPÍTULO VI 718
de Bourdieu, que complementan la propuesta de Mannheim, al respecto señala que “(…) no
podemos hablar de generación más que en la medida en que se comparta, además de una con-
temporaneidad cronológica, una misma situación en el espacio social -que comporta unas mis-
mas condiciones materiales y sociales de producción de individuos-. Esta coincidencia social
y temporal -hallarse en la misma situación del espacio social en la misma época- supondrá una
producción similar de habitus.” (Martín, 2009, p. 86)

Otro concepto relacionado con el del cohorte y generación es el de “clases de edad”,


las cuales remiten a las diferencias al interior de una determinada cohorte en cuanto a sus
transiciones y dinámicas internas. La clase de edad: “…nos remite, en un momento del tiem-
po, a la división que se opera, en el interior de un grupo, entre los sujetos, en función de
una edad social: definida por una serie de derechos, privilegios, deberes, formas de actuar...
-en suma, por una ‘esencia social’- y delimitada por una serie de momentos de transición
-que difieren históricamente: matrimonio, servicio militar, primera comunión, certificados
de escolaridad...-. A su vez, cada grupo social establece una serie de normas de acceso -más
o menos codificadas y ritualizadas en forma de ‘ritos de paso’- de una clase de edad a otra.”
(Martín, 2009, p. 88)

La noción de “clases de edad” nos permite lidiar con la heterogeneidad de un grupo


etáreo -que no es exclusivo de la juventud- en cuanto a sus condiciones materiales y culturales
sin recurrir a nociones ambiguas donde “todo cabe”, sino que da especificidad a grupos defini-
dos por sus características económicas, sociales, políticas y/o culturales; pero sobre todo, pone
énfasis en las diferencias de clase, de oportunidades, de experiencias y modos de vida y en las
relaciones de poder y dominación entre unas clases de edad con otras. Piénsese en empleados y
gerentes de la misma edad pero con orígenes y posibilidades muy distintos.

g) Juventud como construcción sociocultural

Las reflexiones de Mannheim y otros autores posteriores -sobre todo con el auge de
perspectivas micro sociales-, impulsarían esta última perspectiva, que asume la juventud como
una construcción social e histórica (Urteaga, 2007, 2010) (Pérez, 2008, 2010) (Anzaldúa, 2006)
(Cueva, 2006) (Alpízar y Bernal, 2003) (Bourdieu, 1990), lo cual “significa asumir que la
juventud permanentemente se está construyendo y re-construyendo, históricamente. Cada so-
ciedad define a la ‘juventud’ a partir de sus propios parámetros culturales, sociales, políticos y
económicos, por lo que no hay una definición única. Por tanto, las perspectivas tradicionales

CAPÍTULO VI 719
sobre la juventud se pueden transformar, de-construir y re-construir.” (Alpízar y Bernal, 2003,
pp. 17-18)

La construcción social de la juventud pretende analizar la heterogeneidad del sector


en toda su complejidad. Raúl Enrique Anzaldúa Arce (2006) señala que la construcción social
de la “juventud” puede ser entendida como “una categoría histórica, una construcción cultural
que alude a la forma en que cada sociedad organiza la transición de los sujetos de la infancia
a la edad adulta. Este proceso es acompañado por una serie de significaciones imaginarias que
instituyen formas de ser, valores y concepciones acerca de lo que se espera de los sujetos que
se encuentran en este trayecto.” (Anzaldúa, 2006, p. 3) Para Maritza Urteaga, la juventud,
además de una construcción social -o sociocultural-, también es una “construcción relacional
entre los actores juveniles y los agentes de sus entornos sociales inmediatos (adultos, ancianos,
jóvenes y niños) y sus entornos más lejanos, pero presentes.” (Urteaga, 2010, p. 19) A esta
noción socio-histórica habría que agregarle el ordenamiento y aprehensión espacial (urbano
o rural) como elemento de construcción de la juventud y su experiencia cotidiana. (Urteaga,
2007, 2010)

Una noción similar o por lo menos emparentada con este enfoque constructivista de la
juventud es la de condición juvenil, la cual es definida por Rosana Reguillo en los siguientes
términos: “La condición juvenil alude a los mecanismos tanto estructurales como (espacial-
mente) culturales que enmarcan procesos de inserción de sujetos concretos, considerados jóve-
nes, en una dinámica socio-cultural histórica y geopolíticamente configurada. (…) Se trata de
armar un análisis de doble vía que no elude los marcos constrictivos de las estructuras sociales y
que busca incorporar la dimensión subjetiva de los jóvenes en su proceso de constitución como
actores sociales.” (Reguillo, 401-402)

Esta visión constructivista socio-histórica-cultural de la juventud en principio es per-


tinente para aquellos análisis centrados en las expresiones o prácticas simbólicas de determi-
nados grupos juveniles. Sin embargo se presta a la vaguedad, pues se puede utilizar como un
concepto ambiguo donde “todo cabe”, lo mismo refiera a la construcción de significados que
a la acción social, a los símbolos o a las manifestaciones artísticas, al ejercicio del poder que a
los procesos identitarios. Se cae el riesgo pues, de utilizar el principio del etcétera evadiendo
diseños conceptuales más detallados que permitan conexiones de mayor entendimiento y aná-
lisis de lo social.

Este popular enfoque ha motivado numerosos estudios sobre los jóvenes donde lo que
predomina es las manifestaciones “culturales”: los jóvenes y sus expresiones artísticas como el

CAPÍTULO VI 720
Rock and Roll, el graffiti, el cine y las llamadas tribus juveniles tales como los punks, los ma-
ras, los hippies, los cholos, emos, etc. En ocasiones con un exceso de retórica apologética sobre
la condición de ser joven, donde se les califica a estas expresiones casi como “contundentes
prácticas culturales y simbólicas que desafían el actual régimen político económico impuesto
desde las oligarquías” sin profundizar a detalle qué hace el joven después de realizar una pinta
en una barda, al terminarse un cigarrillo de mariguana o al término de un concierto de Heavy
Metal… lo mismo podría ir a la casa de sus padres y despertar a su mamá para que le prepare
la cena, desvelarse con videojuegos, estudiar para un examen o arreglar el uniforme escolar de
su hijo para el día siguiente.

Otro abordaje sobre la problemática de la juventud, influido en autores como Baumann,


Beck, Sennet, asume que los jóvenes son víctimas del desempleo y precarización del trabajo,
del consumismo irracional y desenfrenado, del avance de la drogadicción y la violencia social,
y de las necesidades de sobrevivencia en entornos de pérdida de centralidad del trabajo donde
las construcciones identitarias se fragmentan y se vuelven difusas. Si bien el escenario es real-
mente preocupante en términos de una severa precarización del trabajo en general, más que vic-
timizar a los jóvenes habría que analizar cómo se van generando estrategias de sobrevivencia,
cómo se constituyen nuevos sentidos del trabajo y cómo se rearticulan las relaciones entre los
distintos ámbitos de la vida cotidiana.

Un enfoque opuesto al posmoderno no se traduce inmediatamente en una postura


optimista o ingenua, más bien se pretende ver qué sucede en el mundo de los jóvenes en la
situación actual: su comprensión de la realidad y sus mecanismos para actuar sobre el mundo.
Ante esta producción de la sociología juvenil, creemos que es importante mantener y vigilar
una postura crítica ante los estudios de la juventud que se aleje del impresionismo cultural y
que analice al sector en su complejidad atendiendo problemas y sectores concretos. Incluso,
sería pertinente alejarnos de los arquetipos del joven para estudiar aquellos jóvenes que aún
cuando en un sentido biográfico y cronológico viven en la juventud, no necesariamente vi-
ven su juventud debido a sus condiciones de precariedad laboral y exclusión social, es decir,
atender a otras clases de edad.

En suma, las diversas aproximaciones a lo juvenil se pueden agrupar, siguiendo a Rosa-


rio Esteinou, en tres ámbitos fundamentales:

a) los dedicados a la socialización como la familia, los grupos de pares, la


escuela y el trabajo entre otros;

CAPÍTULO VI 721
b) las encargadas del diseño e instrumentación de las políticas y las normas
jurídicas que definen su estatus ciudadano, como -nuevamente-, la escuela, el
mercado de trabajo, las leyes y los derechos y obligaciones como ciudadanos;

c) las que remiten al consumo o acceso a bienes simbólicos y a productos


culturales: éstas han crecido enormemente y han contribuido a la producción
y difusión de una variedad de estilos de vida, de culturas juveniles y de modos
de consumo (Esteinou, 2005, p. 30)

Así pues, la mejor manera de desentrañar los complejos fenómenos que atañen a los
jóvenes (que no es lo mismo que los fenómenos juveniles), es atendiendo la distintas articu-
laciones que los construyen y que demarcan una posición particular frente a problemáticas
concretas. Como bien subraya Maritza Urteaga (2010, p. 19), la juventud es -ya lo decíamos-,
sobre todo, una construcción relacional, de clase, de género, de poder y de la construcción de
experiencias significativas particulares. Revisemos de manera concisa las nociones de género
y su articulación con lo juvenil.

h) Juventud y Género

Como señalamos en el párrafo antecedente, la categoría juventud, a la par de otras como


género y clase refieren a construcciones socioculturales e históricas con elementos articulado-
res entre distintos niveles de análisis. Martiza Urteaga reconoce tres ámbitos: “a) un aspecto
microsocial (vinculado con enfoques que subrayan las capacidades individuales), un aspecto
relacional o interaccional (vinculado con la producción de estas desigualdades en diversos cam-
pos de interacción social) y un aspecto estructural (más holístico, ubicado en las estructuras de
posiciones y mecanismos más amplios de distribución de los beneficios y las cargas).” (Urtea-
ga, 2010, p. 16)

Si bien la reflexión sobre las diferencias sexuales se remonta a los movimientos feminis-
tas y tienen como manifiesto el célebre libro de Simone De Beauvoir El segundo sexo, publica-
do en 1949, en la actualidad las propuestas sobre el género han perdido su carácter militante y
contestatario (una visión donde la mujer era víctima de las condiciones históricas de inequidad,
desigualdad y opresión) para dar paso a una visión más cultural e histórica de las diferencias
sociales con base en la distinción sexual, donde el género es definido en su carácter relacional
con el otro, de tal manera que en la actualidad existen tanto estudios de la feminidad como de
la masculinidad. En términos muy generales, existe un consenso generalizado de entender el

CAPÍTULO VI 722
género como una construcción simbólica, establecida sobre los datos biológicos de la diferencia
sexual, distinguiendo el sexo del género. El primero remite a las diferencias, físicas, biológicas
y reproductivas de los seres vivos y el segundo a la construcción social que se hace sobre esta
distinción.

De manera concreta: “El “sistema sexo/género es el conjunto de disposiciones por el


que una sociedad transforma la sexualidad biológica en productos de la actividad humana, y
en el cual se satisfacen esas necesidades humanas transformadas”. (Rubin, 2003, p. 37) Estos
productos (culturales) van desde los arquetipos míticos en las sociedades antiguas que perso-
nifican la diversidad psicológica de la mujer y el hombre en protagonistas (Circe, Afrodita,
Kali, Apolo, Eva, Adán, Medea, Artemisa, Hera, Salomé, la Virgen María, etcétera) hasta la
división sexual del trabajo, el sistema educativo y los roles en los ámbitos públicos y priva-
dos. Así, la construcción del género y, con mayor particularidad, de las prácticas adjudicadas
a un género en particular (sea femenino o masculino) es tanto que relacional se desarrolla
como tal en determinados entornos productivos, reproductivos y de poder. (Rubin, 2003)

Joan W. Scott señala cuatro elementos interconectados del género: 1) Los símbolos y
mitos culturalmente disponibles que evocan representaciones múltiples -como los arquetipos
arriba referidos-; 2) conceptos normativos derivados de dichos símbolos expresados en dis-
tintas doctrinas religiosas y otros ámbitos (científicos, educativos, legales, políticos, etc.); 3)
instituciones y organizaciones sociales de las relaciones de género: el sistema de parentesco,
la familia, el mercado de trabajo segregado por sexo, las instituciones educativas, la políti-
ca; y 4) la identidad de género. (Scott, 2003, pp. 289-290) (Lamas, 2003, pp. 330-331) Son
los últimos dos los que mayor peso tienen en la configuración del género en dos contextos
específicos, el ámbito privado y el público. El ámbito privado, va moldeando la identidad
de género, primero en las prácticas sexuales durante la pubertad, la adolescencia y en la
juventud; posteriormente, en la constitución de los roles reproductivos (sexuales y sociales)
hasta la formación de una familia propia. En tanto que el ámbito público va delineando dicha
identidad a partir de la funcionalidad que cumple el género en la escuela, pero sobre todo en
la esfera laboral.

Así, la constitución sexual del género tiene una relevancia particular en la etapa de la
juventud, pues las prácticas, sobre todo en torno a los genitales, generan rituales y estigmas
sociales que crean imaginarios del fin de la niñez con cargas simbólicas de mucho peso y gran
inequidad: tradicionalmente, el primer ciclo menstrual y la primera relación sexual podían
llegar a ser significado como algo sucio, malo, incluso traumático, que se debía mantener en
secreto -o cuando mucho, no pasar los círculos amistosos más cercanos-, los cambios físicos

CAPÍTULO VI 723
(el crecimiento de los senos, el vello en el pubis y las axilas, ensanchamiento de las caderas) y
comenzar a ser objetos de deseo sexual de parte del hombre podía avergonzar y atemorizar a
la adolescente. La sexualidad en las jóvenes es propia, en el imaginario colectivo tradicional,
de la esfera íntima, privada.

En cambio, en los varones, el ejercicio de la sexualidad es pública y tienen un carác-


ter más de ritual de paso: en la masturbación y la primera relación sexual suelen haber un
apoyo moral de parte de otros hombres. A la par de las primeras prácticas sexuales, también
se dan otros rituales de iniciación: fumar, tomar alcohol, ingerir drogas, pleitos callejeros,
etc. (Charry y Torres, 2005) (Vendrell, 2005) (Montesinos, 2002) (Martinez, 2005) (Páramo,
2005) Desde luego, estos rituales y ejercicios sexuales están en constante transformación,
ahora asistimos a una mayor apertura de parte de su vida sexual, sobre todo en las mujeres
más jóvenes, con una práctica que inicia a una edad más temprana y donde se hace de manera
más pública. (Collignon y Rodríguez, 2010) (Hernández, 2008) (Uribe, 2005)

En el entorno doméstico, en el hogar, la distinciones de género se desarrollan más en


los términos de los roles que se efectúan al interior del mismo. Aún cuando se ha incremen-
tado notablemente la participación femenina en los mercados de trabajo eso no ha variado
mucho los roles tradicionales, pues la mujer aún tiene que cumplir con una doble jornada en
la casa, aunque ya son visibles cambios, sobre todo en los hombres, las prácticas en relación
a la natalidad (decisión sobre si tener hijos o no, cuántos y en qué momento), el ejercicio de
la paternidad (atención de la madre durante el embarazo y la participación activa, durante los
primeros meses) y la crianza de los niños, así como los roles en las labores domésticas y en
general del ámbito de la reproducción social. (Rojas, 2008) (Martínez, 2005) Hay que desta-
car también que en las últimas décadas se ha visto un crecimiento en la participación perma-
nente de otros miembros de la familia extendida para el cuidado de los niños, en especial de
las abuelas de las jóvenes madres trabajadoras.

Otra esfera fundamental en la constitución de las diferencias del género le compete


al ámbito laboral, con todos los matices posibles que ofrece el mercado de trabajo y las par-
ticularidades de los procesos productivos, la mano de obra femenina presenta una dinámica
diferente a la de los hombres: su ingreso es relativamente más tardío que el de sus compañe-
ros y presentan trayectorias más heterogéneas, hay puestos y oficios claramente marcados/
segregados por el sexo; diferencias salariales -más bajos para las mujeres- y en las jornadas
laborales -con mayores horas trabajadas por los hombres-, trabajos especialmente precarios
para el sector femenino (las pequeñas actividades maquiladoras en casa o las ventas por catá-
logo, por ejemplo) y prácticas y políticas déspotas y sexistas (acoso sexual, despidos por em-

CAPÍTULO VI 724
barazo, etc.). (De la O y Guadarrama, 2006) (Lebrecque, 2006) (De la O, 2006) (Ariza, 2006)

Sin embargo, los distingos de género en torno al trabajo tienen su mayor repercusión
en su relación con el espacio doméstico, pues es en la división sexual del trabajo, en la combi-
nación de entorno productivo con el reproductivo, donde las diferencias entre un sexo y otro
se hacen más evidentes. En un primer momento, el cuidado de los integrantes más pequeños
del hogar (primero los hermanos, luego los hijos propios -y/o los sobrinos- y después los nie-
tos) puede convertirse en un factor que afecte su desempeño escolar y que retrase o acelere
-según las necesidades económicas familiares-, su inserción el mundo laboral. En un segundo
momento, ya en el trabajo, las mujeres tienen que lidiar, además de las posibles condiciones
arriba descritas, con las labores domésticas desempeñando la doble jornada laboral -o doble
presencia-.

Estas circunstancias se agravan en los casos de las madres solteras jóvenes, pues sus
marcos de decisión y acción se constriñen a las necesidades y cuidado de los hijos, pues la
elección de los empleos está en función de la compatibilidad de los horarios escolares y que
cuenten con prestaciones sociales para niños, de tal manera que antes que el crecimiento
personal o profesional y una mejoría salarial, está las exigencias del hogar (Gonzáles y Es-
cobar, 2006) (Tobío, 2005) (Carrasco y García-Mina, 2005). Esta situación afecta predomi-
nantemente a las mujeres, pues los varones aún mantienen muy bien divididos sus roles y
actividades en la esfera laboral y la doméstica, donde la segunda, por lo general, es para la
satisfacciones necesidades básicas (alimentación, aseo, descanso) y aún más, todavía cuen-
tan con espacios de esparcimiento típicamente masculinos (practicar futbol, ir a la cantina
o al table dance) con mayor libertad que las mujeres. (Martínez, 2005) (Páramo, 2005)

Estos tres ámbitos -las prácticas sexuales, el doméstico y el laboral- son algunos
de los principales constituyentes de la identidad de género que los jóvenes hacen no sólo
de sí mismos (ser hombre, ser mujer) sino también del sexo opuesto (así son ellas, así son
ellos). (Silveira, 2001) Así, durante la juventud, la construcción del género, de sí mismo
es considerada como la antesala para ser un “adulto responsable y útil para la sociedad.
Rafael Montesinos lo expresa de la siguiente manera: “La juventud representa un periodo
en el que la construcción de la personalidad se somete a una doble presión social en la
medida que la cultura le proyecta dos modelos de ser, uno apunta a la comprensión de las
conductas adultas, y otra a los patrones genéricos, masculino o femenino.” (Montesinos,
2002ª, p. 174)21

21
Las cursivas provienen del original.

CAPÍTULO VI 725
Consideraciones Finales

Recapitulando, la definición de lo juvenil requiere necesariamente la consideración del


género ya que es en esta etapa donde más se enfatiza la distinción en la construcción de sí mis-
mo. El camino de la adolescencia a la edad adulta en sus cinco transiciones básicas referidas
páginas atrás (estudiar, trabajar, constituir un propio hogar, casarse y tener un hijo) y su desa-
rrollo en las esferas privada/pública, requiere de un corte de género para comprender mejor la
construcción de lo juvenil, pues la construcción de la sexualidad primero y después de género
son claves en el desarrollo de tales transiciones. Y adicionalmente, habría que incluir también
el de clase social, como la pertenencia material (en cuanto a las actividades educativas, produc-
tivas y de consumo cultural) y espacial (en barrio, la casa)22 que distingue las distintas clases de
edad en del heterogéneo sector juvenil.

Así pues, optamos por concebir la juventud como una etapa biográfica definida por
transiciones dinámicas diferenciadas por el género y la clase social. Subrayamos lo dinámico
de las transiciones para evitar una imagen rectilínea, de un punto a otro (estudiar/trabajar; es-
tar en casa/abandonar la casa; dependencia/emancipación), sino que pueden ser poligonales,
bidireccionales y simultáneas: se puede abandonar la casa paterna cuando la situación laboral
lo permite, pero en fases de desempleo se regresa a él; es posible trabajar y estudiar al mismo
tiempo durante un periodo considerablemente largo y verse obligado u optar por una u otra; se
puede ser padre y madre y abandonar al hijo y la pareja, y nuevamente encontrarse con ellos;
etc. Y no por ello las concebimos como indeterminadas o inciertas,23 pues es en la experiencia
de clase y de género, donde las transiciones, los tránsitos, adquieren concreción biográfica.

La dimensión temporal es una pieza clave en la comprensión de estas transiciones, pues


la experiencia en la vida cotidiana rara vez tiene presente con detalle la larga transición biográ-
fica que va del nacimiento a la muerte, sino que estos tránsitos se van resolviendo en el acon-
tecer diario, se desean planeados pero muchas veces responde a acontecimientos no previstos
(oportunidades, contingencias y desavenencias), pero que tiene como puntos fijos los ámbitos
educativos, doméstico, laboral y el recreativo; y eso nos aleja de la indeterminación de las tra-
yectorias juveniles, tan común en las visiones posmodernas. Por ello es importante darle voz
a los actores, a los jóvenes, para que ellos mismos expliquen los porqué de sus vivencias en
sus transiciones (una cosa es describir y explicar una transición y otra muy distinta analizar las
vivencias de esas transiciones).

Cfr. Urteaga, 2010, pp. 20-34.


22

23
Como las trayectorias “yo-yo”, que suponen oscilaciones inasibles, frágiles, flexibles, en vaivén, imprecisas, etc.
(Machado, 2007)

CAPÍTULO VI 726
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CAPÍTULO VI 733
TRABAJO DE MUJERES (Y HOMBRES).
REZAGOS, RETOS, DESAFÍOS

CoordinadorA

María Aurea Valerdi González

CAPÍTuLO vII
TRABAJO DE MUJERES (Y HOMBRES).
REZAGOS, RETOS, DESAFÍOS

CoordinadorA

María Aurea Valerdi González

Existe una literatura abundante que da cuenta de la desigualdad social que ha dejado
el capitalismo a lo largo de su existencia. En el discurso del desarrollo estuvo ausente el
trabajo de las mujeres hasta décadas recientes que lo puso en la palestra de los debates.
En este espacio se discute y analiza cuál ha sido la aportación del trabajo (en su sentido
amplio) de las mujeres (y hombres) al desarrollo de las naciones, sobre todo a partir de la
llamada etapa post-industrial que generó por una parte empleos estables, bien pagados,
satisfactorios, frente a empleos fugaces, mal pagados e insatisfactorios. La desigualdad, la
exclusión y la dualidad derivada hicieron más profunda la brecha donde ya existía discre-
pancia. Con un efecto perverso para las mujeres.

Este es un espacio idóneo para el intercambio y el diálogo, con el fin de proponer nuevas
miradas ante viejos problemas, desde nuestras economías de servicios, con rezagos estruc-
turales no atendidos y desde quienes somos.

CAPÍTULO VII 735


Precariedad laboral y escaso desarrollo:
Mujeres en la Zona Metropolitana Guadalajara
(ZMG): una aproximación cualitativa

Macarena Orozco Martínez1

Los principales inconvenientes de la sociedad económica en que


vivimos son su incapacidad para procurar la ocupación plena y su
arbitraria y desigual distribución de la riqueza y los ingresos

(Keynes, 1936).

Trabajar cada vez más, para ganar cada vez menos

(Román, 2012)

Resumen: El trabajo, como actividad económica continúa siendo eje fundamental de la tra-
yectoria vital de los seres humanos. El presente artículo analiza las condiciones de precariedad
laboral así como las escasas posibilidades de desarrollo que de ello se derivan para algunos
casos de mujeres con educación superior que habitan en la Zona Metropolitana de Guadalajara
(ZMG), Jalisco. El estudio se realiza desde el marco conceptual de la precariedad laboral de
Rubio (2010) y de la teoría del desarrollo Sen (2000), aplicando metodologías cualitativas: en-
trevistas a profundidad y grupos focales a mujeres, y entrevistas semiestructuradas a expertos/
as en el tema.

Palabras clave: Precariedad Laboral, Desarrollo, ZMG


1
Departamento de Gestión pública y desarrollo, Universidad de Guanajuato. m.orozco@ugto.mx

CAPÍTULO VII 736


Summary: The work like economic activity is cornerstone of peoples live. This paper analyze
the conditions of job precariousness as well as the little possibilities of development that can
result of they for some cases of women with higher education that live in the Guadalajara Met-
ropolitan Area (GMA), Jalisco. Since the theoric concept of precariousness job Rubio, (2010)
and development theory of Sen, (2000) using qualitative methodologies: depth interviews and
focus groups to women and semi-structured interviews with experts / as in the subject.

Keywords: Job Precariousness, Development, GMA.


Introducción

En México, hoy en día hay dos acontecimientos en la condición social de las mu-
jeres, que tienen un significado histórico en su situación social: la presencia masiva y
creciente de las mujeres en la educación superior2 y en la población ocupada, entre otras
autoras De Barbieri, (1997); Bustos (2003); De la Paz, (2007) y Zabludovsky, (2007) dan
cuenta de esto. Para el estado de Jalisco, según el Instituto Nacional de Estadística y Geo-
grafía (INEGI) en 20103 el 49% de la población con educación superior en dicha entidad es
femenina, así como 36% de la población ocupada.

Sin embargo, los impactos positivos que en el desarrollo de las mujeres cabría es-
perar de dichos acontecimientos, se difuminan en un contexto macroeconómico que va del
estancamiento a un pobre “crecimiento con exclusión” (Esquivel, 2015); que además ha
deteriorado de manera notable las condiciones laborales de las mayorías. De esta forma, en
el México del siglo XXI que cada día pierde en sentido Hurtado (2011) y gana en violencias
y precariedades de diversos tipos, lo que De la O y Medina, (2008) llaman “la precariedad
como trayectoria laboral”, se consolida en las condiciones de vida de las masas trabaja-
doras, adquiriendo matices complejos cuando se analiza por espacios geográficos, género,
raza, composición de los hogares, niveles educativos, y edades.

Manifestándose además crudamente, en lo que Vara (2006) considera cómo “pre-


cariedad de la existencia”, truncando las posibilidades de desarrollo y bienestar de las
familias mexicanas, contribuyendo con ello a la reproducción intergeneracional de des-
igualdades sociales y de género.

Es en este orden de ideas, que el presente texto muestra resultados de investigación

2
Conformación de los estudios de licenciatura, profesional, normal superior, técnico superior o tecnológico, maes-
tría y doctorado, INEGI, (2010).
3
Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), Censo de Población y Vivienda 2010. En http://www.inegi.org.mx/est/lista_cubos/consulta.aspx?p=pob&c=1

CAPÍTULO VII 737


sobre las características y manifestaciones de la precariedad laboral en las condiciones de
vida de mujeres en ámbitos urbanos: mujeres con educación superior que trabajan en la
Zona Metropolitana de Guadalajara (ZMG4). Se muestra también, algunas de las formas en
que la precariedad laboral obstaculiza las posibilidades de desarrollo de las mujeres.

El texto se estructura de la siguiente forma: introducción, metodología, desarrollo


del tema, resultados, conclusiones y referencias bibliográficas.

Metodología

Se consideró el método cualitativo para la presente investigación, ya que se busca


acercarse a la comprensión de los procesos y sentidos en que la precariedad laboral se
manifiesta en las condiciones de vida de las mujeres, obstaculizando sus procesos de de-
sarrollo.

Los métodos cualitativos hacen énfasis en el estudio de procesos sociales.


Estos privilegian el estudio “interpretativo” de la subjetividad de los su-
jetos, y de los productos que resultan de su interacción. El aspecto socio-
lógico central de esta perspectiva se refiere al significado que la realidad
tiene para los sujetos y la manera en que estos significados se vinculan con
sus conductas. (Castro, 1996, p. 61-64).

A partir de esto, se aplica una triangulación entre técnicas cualitativas: entrevistas a


profundidad con nueve mujeres5; dos grupos focales6 y tres entrevistas semiestructuradas a
expertos en el tema. Trabajo de campo que se realizó entre febrero de 2011 y mayo de 2013
Los criterios de selección de las mujeres para las entrevistas cómo para los grupos focales
fueron: habitantes en municipios de la Zona Metropolitana de Guadalajara (ZMG), con
experiencia de trabajo extradoméstico, que hubiesen concluido por lo menos una carrera
universitaria, de diferentes edades y diversos tipos de hogares.

4
Se considera la delimitación de ZMG que tenía el Consejo Estatal de Población del estado de Jalisco (COEPO)
hasta 2015, que incluye a los municipios de: Guadalajara, Zapopan, Tonalá, Tlajomulco de Zúñiga, Tlaquepaque,
El Salto, Juanacatlán e Ixtlahuacán de los Membrillos.
5
Se aplicaron sólo nueve entrevistas a profundidad por razones de tiempo así como por el efecto de “saturación”
de la información con la que ya se contaba al finalizar las nueve entrevistas.
6
Un grupo focal se realizó con mujeres de Zapopan y otro en El Salto.

CAPÍTULO VII 738


Se consideró tales criterios para indagar sobre las condiciones de precariedad la-
boral y los procesos en que ésta limita el desarrollo de mujeres con relativamente un alto
nivel educativo y que tuvieran por lo menos una experiencia de trabajo extradoméstico. Se
explora como en el México de hoy en día ninguno de estos aspectos por si solos parecen
contribuir a potenciar el desarrollo para las mujeres: tanto por el deterioro macroeconómi-
co de las condiciones laborales como por razones de género.

Para la definición de trabajo extradoméstico, se retomó lo siguiente:

Conceptuamos como trabajo extradoméstico al conjunto de actividades que


permiten la obtención de recursos monetarios mediante la participación en
la producción o comercialización de bienes y servicios para el mercado.
Este puede llevarse a cabo en el hogar (trabajo a domicilio) o fuera de la
casa (asalariados de tiempo completo o parcial, patrones y trabajadores por
cuenta propia) (García y De Oliveira, 1994, p. 25).

Los acercamientos con las mujeres se hicieron fundamentalmente a través de la


técnica “bola de nieve”.

Desarrollo del tema

El sistema económico global actual ha generalizado aceleradamente la precariza-


ción del trabajo, desdeñándolo como generador de valor, de riqueza, de transformaciones
subjetivas positivas en los sujetos, de creación de capacidades, oportunidades y de posibi-
lidades de desarrollo; lo que contribuye a profundizar una anomia social de dimensiones
tan complejas como insospechadas.

El impacto inicial que ha tenido la crisis económica mundial en el empleo,


que ha dejado a más de 27 millones de hombres y mujeres sin trabajo, está
bien documentado. La tendencia, existente desde hace tiempo, a arreglos
precarios de empleo y una creciente informalización del mercado laboral
se ha visto considerablemente acelerada por la crisis, dejando a un número
cada vez mayor de mujeres sin empleo y sin seguridad económica y ha-
ciendo que sus salarios sigan disminuyendo (CSI, 2011, p. 5).

CAPÍTULO VII 739


En México el modelo de política económica así como las crisis económicas recurrentes7,
han traído consigo un profundo deterioro de las condiciones laborales como uno de los rasgos
más característicos y trascendentes de las reconfiguraciones del sistema económico capitalista
mexicano de las últimas décadas del siglo XX e inicios del XXI. Ejemplo, de esto es el deterio-
ro del poder adquisitivo del salario.

El poder de compra del salario mínimo ha disminuido drásticamente a lo


largo de las últimas décadas. Para 2014, alcanza para poco más de la cuarta
parte de lo que pudo abarcar en su punto más alto (1976); representa, además,
poco más de un tercio de lo que era hace 45 años (1969). Uno de los aspectos
más duros es que el nivel actual del salario mínimo en México se encuentra
por debajo de la línea de bienestar o de pobreza, y no sólo eso, sino por de-
bajo también del doble de la línea de bienestar mínimo o de pobreza extrema.
En palabras reales: un mexicano que trabaja una jornada formal completa y
que percibe el salario mínimo sigue siendo pobre. Si con ese ingreso ha de
mantener a un miembro más de su familia, a ambos se les considera pobres
extremos.” (Esquivel, 2015, p. 29).

Es a partir de dichas implicaciones que diversos autores como De la O y Medina (2008);


Rubio (2010); Román (2012) entre otros han profundizado en el análisis del deterioro en diver-
sas dimensiones de las condiciones laborales. En este punto, vale acotar para los fines que nos
ocupan en este documento los siguientes conceptos de precariedad laboral:

(…) El empobrecimiento del trabajo, más particularmente de las condiciones


laborales, de las prestaciones, desvalorización de lo que se hacía y que pierde
valor cuando cambian las cualificaciones requeridas para continuar haciéndo-
lo; todo lo que alrededor de un trabajo formal había y se va desestructurando:
contratos de largo plazo o “bases” que te daban cierta seguridad y derechos
de antigüedad, todo lo que antes existía de condiciones laborales y se perdió,
eso es lo que yo llamo: empobrecimiento del trabajo y por tanto precariedad
(…) (Entrevista, María Eugenia de la O, Guadalajara, 2012).

En concordancia con De la O (2012), la precariedad del trabajo tiene diversas dimensio-


7
La “crisis de la deuda” en 1982, el “error de diciembre” 1994, y los efectos de la “crisis económica mundial
de 2008”.

CAPÍTULO VII 740


nes y ciertamente, entendida como proceso regularmente no refiere sólo a una, sino puede ser
también un conjunto de ellas, hasta llegar a configurar una trayectoria de vida, cómo lo muestra
el trabajo de De la O y Medina (2008): “La precariedad como trayectoria laboral vital”.

Es por ello que para contribuir a la comprensión y análisis de las diferentes dimensiones
de la precariedad laboral es pertinente agregar el siguiente esquema:

Tabla no. 1. Dimensiones de la precariedad laboral y sus causas

Dimensión Explicación Factores que la propician


Temporalidad Inseguridad de la relación laboral -Reformas a la legislación laboral
(falta de contrato) o contratación tendientes a la flexibilización
a tiempo definido.
− Programas atípicos de empleo

− Abuso de la figura de contrata-


ción por tiempo definido

− Falta de supervisión de las auto-


ridades laborales

Vulnerabilidad Degradación de las condiciones − Falta de supervisión por parte


de trabajo, tales como: empleo en de las autoridades laborales y de
las calles, condiciones insalubres salud
y con riesgos para la seguridad
física y de salud, etc.

Insuficiencia salarial Niveles salariales por debajo del -Baja educación y capacitación
mínimo necesario para tener ali-
mentación, educación, salud y − Falta de creación de empleos de
vivienda. alto valor agregado

− Ciclos de inestabilidad económi-


ca y del nivel general de precios

Desprotección laboral Reducción de prestaciones labo- − Debilidad de la protección sin-


rales y protección social dical

− Flexibilización laboral tendiente


a reducir costos

Fuente: Rubio, Jesús. 2010. Precariedad laboral en México: una propuesta de medición integral, en Revista:
Enfoques, Vol. VIII, No. 13. pp. 77-87

CAPÍTULO VII 741


Considerando que el objetivo del presente documento es analizar cómo la precariedad del
trabajo impacta a su vez de múltiples maneras en las condiciones de vida de las personas hasta
configurar lo que Vara, (2006), llama “precarización de la existencia” o lo que yo he denominado:
escasas posibilidades de desarrollo, que resulta importante agregar lo que en este texto se entiende
por desarrollo:

El desarrollo puede concebirse, como un proceso de expansión de las libertades


reales de que disfrutan los individuos. El desarrollo tiene que ocuparse más de
mejorar la vida que llevamos y las libertades de que disfrutamos. La expansión de
las libertades que tenemos razones para valorar no sólo enriquece nuestra vida y
la libera de restricciones, sino que también nos permite ser personas sociales más
plenas, que ejercen su propia voluntad e interactúan con – e influyen en- el mundo
en el que viven. El aumento de la libertad mejora la capacidad de los individuos
para ayudarse a sí mismos, así como para influir en el mundo (Sen, 2000, p. 19,
31-35).

Para fines de este artículo el concepto desarrollo se ha subdividido en las siguientes catego-
rías analíticas: servicios económicos, seguridad protectora y oportunidades sociales.

En este punto vale la pena acotar que aunque Sen, (2000) habla de libertades instrumentales:
1) libertades políticas, 2) servicios económicos, 3) oportunidades sociales, 4) garantías de transpa-
rencia y 5) seguridad protectora. En este texto sólo interesan las que consideré tienen una relación
estrecha con la condición de actividad económica de las mujeres; y que quedan enunciadas a conti-
nuación de acuerdo a (Sen, 2000, pp. 58-59).

Servicios económicos: se refieren a la oportunidad de los individuos de utilizar


los recursos económicos para consumir, producir o realizar intercambios. La exis-
tencia de recursos financieros y el acceso a estos recursos pueden influir de una
manera crucial en los derechos económicos que puedan conseguir en la práctica
los agentes económicos.

Seguridad protectora: algunas personas pueden ser muy vulnerables y verse su-
midas, en grandes privaciones como consecuencia de cambios materiales que
afecten negativamente su vida. La seguridad protectora es necesaria para propor-
cionar una red de protección social que impida que la población afectada caiga en
la mayor de las miserias y, en algunos casos, incluso en la inanición y la muerte.
El aspecto de la seguridad protectora comprende entre otras cosas: patrimonio,

CAPÍTULO VII 742


mecanismos institucionales fijos como las prestaciones por desempleo, así como
mecanismos ad hoc como ayudas para aliviar las hambrunas o empleo público de
emergencia para proporcionar ingresos a los pobres.

Oportunidades sociales: se refieren a los sistemas de educación, sanidad, espar-


cimiento, etc., que tiene la sociedad y que influyen en la libertad fundamental del
individuo para vivir mejor.

De acuerdo con lo señalado, entonces las mujeres de este estudio cuentan ya con cierto nivel
de desarrollo (nivel de educación superior y una actividad económica que les genera ingresos), la
cuestión es: ¿estos recursos y capacidades adquiridas, sirven para acceder a oportunidades y liber-
tades que mejoren sus condiciones de desarrollo? ¿Es posible pensar el desarrollo en tiempos de
precarización del trabajo? Y sin embargo, quizá precisamente por eso: resulte necesario.

Resultados

El presente segmento se divide en dos partes. En la primera se explora las formas en que la
precariedad laboral se manifiesta en las condiciones de trabajo de las mujeres entrevistadas; en la
segunda se analiza como la precariedad laboral no permite generar ni potenciar posibilidades de
desarrollo en la vida de las mujeres.

Los fragmentos de las narrativas que a continuación se presentan corresponden a mujeres


que trabajan en instituciones de gobierno, empresas constituidas legalmente e instituciones educati-
vas; es decir, en instituciones formales de la economía, por lo que se muestran condiciones de lo que
he llamado “precariedad formalizada”. Al preguntarles a las entrevistadas ¿cómo han sido (y son)
sus condiciones laborales? refieren lo siguiente:

(…) Desgraciadamente yo no he trabajado en lo público, sino ya tendría antigüedad


y eso de prestaciones en alguna parte, y no te corren por tanta cosa (cómo en la ini-
ciativa privada), lo que ya me ha desgastado mucho y ahora me preocupa; porqué
ya noté que en varios lados se la piensan para darme trabajo: por la edad…Ahorita
estoy en una empresa donde yo generó mis negocios y estoy aprendiendo a vender,
y ya sabes esto de las ventas va por temporadas: vacas gordas y vacas flacas…y
pues las seis horas de la preparatoria en el colegio ese que te platiqué, nomás dejan
pa los chicles (…) (Rebeca, 45, entrevista realizada el 16 de mayo de 2011).

La situación laboral de Rebeca (Lic. en psicología), siguiendo el esquema de Rubio (2010)

CAPÍTULO VII 743


evidencia varias dimensiones de precariedad laboral: inestabilidad e insuficiencia salarial (tiene dos
trabajos para “completar sus ingresos económicos”), temporalidad (inseguridad en las relaciones
laborales y en la generación de ingresos) y desprotección laboral (ausencia de prestaciones laborales
y protección social); a lo que hay que agregar la “sombra de la discriminación laboral” por la edad.

La creciente flexibilización y precarización del trabajo se ha acompañado de un


proceso de sustitución intergeneracional de trabajadores en el que se tiende a des-
plazar a trabajadores de mayor edad por jóvenes que ante la falta de oportunida-
des de empleo son contratados por ingresos significativamente inferiores a los
que tenían los trabajadores desplazados (Aldrete y Román, s.f., p. 18).

El caso particular de cómo Rebeca ha experimentado la precariedad laboral desde su incor-


poración al trabajo extradoméstico en la segunda mitad de los 90´s, confirma los siguientes hallaz-
gos: “La precariedad laboral es un fenómeno de magnitud importante en todas sus dimensiones para
los mercados de trabajo en México. Incluso, aun cuando es menor, persiste durante períodos en los
que no hay crisis económicas, lo que indica el carácter estructural de la misma” (Rubio, 2010, p. 86).

De la narrativa de Rebeca, merece rescatarse también como el imaginario social asocia que
los trabajos son mejores “en lo público8”; situación que cómo veremos en el caso concreto de Ale-
jandra (Lic. en contaduría y empleada administrativa en ayuntamiento de Guadalajara), no es así;
mostrando el rostro de la precariedad laboral en el sector público.

(…) Pues, estoy constantemente preocupada, como estamos por contrato siem-
pre que se me acaba el contrato, ahí está el temor de que si ya no me contratan
¿Qué voy a hacer? ¿Cómo le voy a hacer para mantener la casa y a mis hijos?...
de hecho, ese es ahorita el mayor problema que tengo…y pues no tenemos casi
prestaciones: solo IMSS (…) (Alejandra, 34, entrevista realizada el 25 de mayo
de 2011).

Alejandra tiene al momento de la entrevista seis años de trabajar en el ayuntamiento de


Guadalajara; firma dos contratos al año, y quince días mientras se firma el otro contrato, se queda
prácticamente sin trabajo y por tanto: sin ingresos. Además sus prestaciones son escasas y no ge-
nera antigüedad. La dimensión más fuerte en que se manifiesta la precariedad laboral en este caso
es la temporalidad y la inseguridad en los contratos de trabajo.

8
Se usa esta expresión para referirse algún trabajo en el sector público: dependencias de gobier-
no en cualquiera de sus tres niveles y universidades públicas.

CAPÍTULO VII 744


Alejandra es lo que en la Ley para los servidores públicos del estado de Jalisco y sus
municipios, artículos 3ro. Y 16 se define como: “servidor público supernumerario: interinos, pro-
visionales, por tiempo u obra determinado”.

En este punto, las narrativas hasta aquí presentadas confirman lo que encuentran Rubio,
(2010) y Román, (2012): en México y en la ZMG las condiciones de precariedad son estructu-
rales, el hecho de que actualmente la precariedad laboral alcance a cada vez más grupos sociales
inclusive con altos niveles educativos, genera y reproduce también lo que llamo una: “desvalori-
zación social de la educación”; fenómeno que puede estarse manifestando en las nuevas genera-
ciones: los “ninis” ¿para qué estudiar si esto no garantiza mejores ingresos ni un “buen trabajo”?

Ahora veamos el caso de Regina, abogada y empleada administrativa en Universidad de


Guadalajara (UdG) que evidencia la precariedad laboral en los bajos ingresos, aunque en cuestión
de seguridad en el trabajo y de prestaciones, no es vulnerable como en los casos anteriores; este
caso en particular muestra cómo la estabilidad laboral y las prestaciones pueden compensar (por
lo menos subjetivamente) los bajos salarios.

(…) Tengo plaza desde hace 10 años como auxiliar administrativa en UdG y
considero que aunque las prestaciones han sido buenas: pude hacer efectivo IN-
FONAVIT y tengo seguridad social, tengo tres períodos vacacionales, aunque
el salario si ha sido muy bajo: $4,500 al mes. Si es poco, apenas alcanza, pero
le hecho ganas porque sé que puedo aspirar a estudiar una maestría o negociar
horarios para cuidar a mi hija pequeña, por ejemplo (…) (Regina, 36, entrevista
realizada el 14 de enero de 2013).

En este caso, es conveniente hacer notar que, el hecho de que las personas se den cuenta
de la escasez de trabajos decentes, en términos de Sen, Zubero y Stiglitz (2007), los lleva a so-
brevalorar ciertas cualidades como la estabilidad por encima de otras formas de manifestación de
precariedad laboral: lo importante es tener trabajo al precio que sea.

Por último, es pertinente agregar algunos hallazgos del grupo focal realizado en el municipio
de El Salto: de las cuatro mujeres9 que se manifiestan realizando algún trabajo extradoméstico, en
tres de ellas la precariedad laboral se hace presente: La trabajadora social del DIF municipal, desde

9
En el grupo focal, participaron seis mujeres, pero una manifestó no estar en la actividad económica desde hace
aproximadamente 15 años, la manutención del hogar la asume su esposo. Otra, está desempleada buscando finan-
ciamiento para poner un negocio propio.

CAPÍTULO VII 745


hace seis años no tiene prestaciones ni seguridad en cuanto a la permanencia en su trabajo (firma
contrato cada seis meses); la profesora en escuelas primarias privadas tampoco tiene ingresos se-
guros ni estabilidad laboral (depende del número de grupos que se abran); la contadora recibe solo
pagos a destajo de tres clientes que tiene. La dimensión de la inseguridad en el vínculo laboral, es la
que más aparece presente en el grupo focal.

En lo que se refiere a la cuestión de analizar las posibilidades de desarrollo, aunque es ne-


cesario tener en cuenta que “en ninguna otra área hay mayores problemas para la medición de la
calidad de vida que en el área de las vidas y capacidades de las mujeres” (Nussbaum y Sen, 1996, p.
20), considero fundamental explorar líneas de investigación en cuánto a sí el trabajo extradoméstico
está contribuyendo a mejorar las condiciones y posibilidades de desarrollo, bienestar o calidad de
vida personal de las mujeres.

Aspectos que resultan pertinentes de explorar en un lugar cuya configuración económica


(crecimiento económico y generación de empleos “aunque sea precarios”) y urbana cómo la ZMG
pareciera que podría proporcionar cierta infraestructura social para el desarrollo de las personas;
los resultados que aquí se muestran evidencian que esto es más falacia que realidad. Las grandes
concentraciones urbanas en México, son hoy en día el más claro ejemplo de lo que Esquivel (2015)
llama: “crecimiento económico excluyente”, no ofrecen empleos dignos y concentran grandes peri-
ferias de miseria que rodean a un sector de ingresos medios y altos cada vez más pequeño.

En las grandes ciudades de este país, la diversidad de opciones de consumo: espacios habi-
tacionales, centros de atención para la salud, centros comerciales, esparcimiento y para “disfrutar
de cierto “bienestar, calidad de vida o desarrollo” están al alcance del bolsillo de sólo “unos cuantos/
as”. Cómo veremos a continuación, el acceso a tales alternativas y opciones está fuertemente deter-
minado por la disponibilidad de ingresos, tiempo, condiciones espaciales, sistemas de transporte, así
como por circunstancias de género y edad, entre otros factores.

Bajo esta lógica, las dimensiones del desarrollo analizadas en este segmento tienen funda-
mentalmente el objetivo de acercarnos a la comprensión de los procesos de como las condiciones de
precariedad laboral de las mujeres entrevistadas limitan u obstaculizan su desarrollo como personas.

Cómo se abordó en la segunda parte de este documento (se ha definido los significados de
cada categoría), para aproximar el concepto desarrollo Sen (2000) se exploran tres categorías en la
vida de las mujeres entrevistadas: servicios económicos (ingreso-gasto); seguridad protectora (aho-
rros o patrimonio personal) y oportunidades sociales (actividades o herramientas que contribuyen a
la ampliación de capacidades y libertades).

CAPÍTULO VII 746


Al respecto de la categoría servicios económicos, tenemos lo siguiente:

Tabla no. 2 Ingresos por concepto de trabajo y distribución de gastos


(mensuales en pesos)

Ingresos mensuales promedio


Rebeca Alejandra Regina
4000-7000 6,500 4,500
Distribución de gastos
Pago de deudas: Renta de casa, luz, agua, Pago de la casa,
camioneta, las tarjetas gas, despensa despensa
y gastos personales

Fuente: elaboración propia, con base en entrevistas realizadas entre 2011 y 2013

Los ingresos mensuales promedio de las mujeres del grupo focal de El Salto, son de
$6,000 y los distribuyen en gastos de la casa, en los niños, pago de servicios y despensa.

Como se puede observar en la tabla dos, los ingresos generados por las mujeres por su
trabajo extradoméstico van de $4,500 a $7,000. Lo que las posiciona dentro del promedio de lo
que genera la población ocupada en México: en el rango de entre dos y tres salarios mínimos
mensuales.

Por otra parte, encontramos que lo que hace la diferencia en cuanto al impacto que estos
ingresos tengan en las posibilidades de desarrollo de las mujeres es: si están casadas o viven en
pareja y sobretodo el nivel socioeconómico de la pareja o marido (Obsérvese la tabla 2). Rebeca
(vive con su pareja y él asume la manutención del hogar) dispone de sus ingresos para gastos que
inciden directamente en su calidad de vida o desarrollo.

En contraste, los casos de Regina y Alejandra (madres sin pareja y sin apoyos por parte
de los padres de sus hijos para manutención), muestran que sus ingresos se destinan totalmente
a la manutención de hogar e hijos. Los ingresos generados por las mujeres en estas condiciones
se destinan a la sobrevivencia familiar y no a ampliar las posibilidades de “desarrollo personal”.

Otro punto importante a resaltar que incide sobre la generación de ingresos económicos
para el caso de Regina y Alejandra, es “la pobreza de tiempo” CEPAL, (2012), sobre todo en el
caso de esta última al tener dos hijos menores de 8 años y no contar con una red social (mamá,
suegra u otros apoyos) que le ayuden con los cuidados.

CAPÍTULO VII 747


Situación que incrementa gravemente la vulnerabilidad y riesgo de caer en cualquier mo-
mento en situaciones de pobreza, para mujeres en la situación de Alejandra (sobretodo, en etapas
de vejez cuando ya no se pueda trabajar) que dependen al cien por ciento de los escasos ingresos
que proporciona un trabajo extradoméstico precario: “Una importante proporción de mujeres ma-
yores de 60 años no perciben ingresos propios. El 27% de las mujeres de más de 60 años de zonas
urbanas y el 30% de las mujeres de zonas rurales de más de 60 años no perciben ingresos propios,
alrededor de 2010” (CEPAL, 2012, p. 43).

Bajo estas consideraciones, la insuficiencia de ingresos económicos de las mujeres que


como se observa en la tabla dos apenas si alcanzan para las necesidades básicas de sobrevivencia
(sobre todo cuando se es madre sin pareja), también se manifiesta en escasas posibilidades de
generación de seguridad protectora: pues el ingreso económico no alcanza para generar o edificar
alguna forma de patrimonio, prácticamente en ningún caso de los analizados.

De esto, la situación más clara en las mujeres entrevistadas fue la de Alejandra, quién ante
la pregunta sobre si tiene alguna forma de ahorro o patrimonio responde lo siguiente: “Vivo al
día… No tengo casa propia, ni nada mío… ¿de dónde? Si lo del trabajo a duras penas alcanza pa
comer, ni para un carro he tenido” (Alejandra, 34, entrevista realizada el 25 de mayo de 2011).

La importancia que Sen (2000) considera tiene la seguridad protectora para que las perso-
nas puedan consolidar sus posibilidades de desarrollo en el largo plazo, en el caso de las mujeres
es doblemente fundamental para transformar su condición concreta de vida así como la situación
social de género, ya que la propiedad de recursos es importante para establecer igualdad real e ir
más allá de la igualdad formal o normativa entre hombres y mujeres como lo señala León (2008).

Sin embargo, la realidad es que la precariedad laboral manifiesta sobretodo en la insufi-


ciencia de ingresos e inseguridad laboral no permite generar patrimonio propio y por el contrario
expone el riesgo de “caer en la pobreza extrema a la orden del día, cuando se vive al día”, lo cual
en un país como México supone un riesgo existencial de grandes dimensiones.

Por último, particularmente en cuanto a la categoría que he denominado: oportunidades


sociales, es necesario acotar que aunque Sen (2000) asocia también el aspecto de salud a las opor-
tunidades sociales, puesto que dicho aspecto fue tratado como parte de la seguridad protectora;
me pareció más pertinente agregar al análisis de oportunidades sociales, otros dos aspectos: opor-
tunidades de capacitación y esparcimiento.

Lo que se pretende con el análisis de esta última categoría es visualizar cuáles son las

CAPÍTULO VII 748


“relativas oportunidades” que pudieran tener las mujeres habitando en un lugar con diversidad de
opciones en infraestructura educativa, de formación, capacitación y esparcimiento como la ZMG.
Aspectos concebidos en el trabajo de Sen (2000) como una forma más en la que se puede manifes-
tar el desarrollo de las personas, ya que estas son formas para expandir capacidades y libertades.
Además, consideré necesario agregar la cuestión del esparcimiento, como elemento central al
considerar la salud emocional de las mujeres y que abona también a su desarrollo.

Tabla no. 3 Oportunidades sociales que aprovechan las entrevistadas en la ZMG

Rebeca Alejandra Regina

[…]Cursos y eso, nunca voy.


[…]Ninguna capacitación ni
No tengo con quién dejar a mis
diversión…No tengo dinero ni
hijos. Y de distracción y eso
[…]Capacitación para el trabajo tiempo para eso. No voy a nin-
pues, los parques, a veces mien-
actual; ejercicio; exposiciones, gún lado, por allá en El Salto ni
tras yo corro mis hijos juegan;
conferencias sobre arte, trato de hay nada.
a las plazas comerciales “me
aprovechar […] A veces voy al DIF del munici-
gusta ir a bobear”, mis hijos ya
pio a pláticas y pues si cuenta
saben que nomás vamos a ver
en esto, la nefasta atención mé-
porque no tengo dinero para
dica del IMSS […]
comprar […]

Fuente: elaboración propia, con base en entrevistas realizadas entre 2011 y 2013

Nótese, que la desigualdad social entre las mujeres en esta parte es bastante notoria,
pues Alejandra que no posee el poder adquisitivo para hacer compras en las plazas comerciales,
se “conforma” con sólo ir a ver.

La “sociedad de consumidores” es un tipo de sociedad que “interpela” a sus


miembros (vale decir, se dirige a ellos, los llama, los convoca, apela a ellos,
los cuestiona, pero también los interrumpe e “irrumpe” en ellos) fundamen-
talmente en cuanto a su capacidad como consumidor10. Los lugares asignados
sobre el eje de excelencia/ineptitud de rendimiento consumista se convierten
en el principal factor de estratificación y en el criterio fundamental de inclu-
sión y exclusión, a la vez que marcan la distribución de la estima o el estigma
social, así como la cuota de atención pública (Bauman, 2007, pp. 77-78).

10
Las cursivas son mías.

CAPÍTULO VII 749


Otro punto a resaltar es que para las mujeres con educación superior y trabajo extrado-
méstico continuar con su formación educativa o capacitaciones diversas, así como las formas
de esparcimiento dependen del tiempo y de los recursos económicos disponibles. La desigual-
dad social Bauman, (2011) y la pobreza de tiempo CEPAL, (2012) se manifiestan y reproducen
inequidades sociales en la vida de las mujeres.

En las narrativas de las mujeres, aquí mostradas resalta como la precariedad laboral está
profundizándose cada vez más en los sectores medios de la sociedad. Lo que aunado a ciertas
condiciones de género, conduce a por lo menos cuestionar las posibilidades reales de movilidad
social y desarrollo para las mujeres con niveles de educación superior y trabajo extradoméstico.

Conclusiones

Las escasas posibilidades de desarrollo evidenciadas en la presente investigación para


mujeres en la ZMG son una clara muestra de que las condiciones macroeconómicas del país
en las últimas décadas han generado y profundizado un problema estructural de precariedad
laboral y que además, se reproduce intergeneracionalmente.

La precariedad laboral como el escaso desarrollo se profundizan en las mujeres por


cuestiones de género, debido a la pobreza de tiempo; hay nulas posibilidades y oportunidades
de hacerle frente a la situación económica precaria cuando además se tienen que asumir labores
domésticas y de cuidados.

La precariedad laboral y las escasas posibilidades de desarrollo en economías como la


Jalisciense muestran también una profunda reproducción de desigualdades sociales entre mu-
jeres con distintos niveles socioeconómicos y tipos de hogar: tener o no pareja, en términos de
“buen proveedor” hace una diferencia socioeconómica fundamental entre las mujeres.

La pérdida de los significados y sentidos del trabajo (tanto en términos económicos


como subjetivos) es una parte crucial del extravío de nuestras sociedades postmodernas; de
tal manera, que en la resignificación económica, social, subjetiva y ética del valor del trabajo,
puede ir con mucho un sentido de futuro esperanzador.

CAPÍTULO VII 750


Obra citada

Bauman, Z. (2007). Vida de consumo. México: FCE.


Bauman, Z. (2011). Daños colaterales: Desigualdades sociales en la era global. México: FCE.
Bustos, O. (2003). Mujeres y educación superior en México. México: UNAM.
Castro, R. (1996). “En busca del significado: supuestos, alcances y limitaciones del análisis
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García B. y De Oliveira, O. (1994). Trabajo femenino y vida familiar en México. México:


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CAPÍTULO VII 752


Trabajo femenino, trabajo sexual e identidades
de género en la agricultura comercial en la
región de Zamora-Jacona, Michoacán

Eduardo Santiago Nabor11

Resumen: La presente propuesta aborda el fenómeno del trabajo sexual en contextos de pro-
ducción agroindustrial de carácter global. Se basa en el trabajo realizado con mujeres jornaleras
y obreras de la fresa y la industria procesadora de fruta en la región de Zamora-Jacona, Michoa-
cán. Las fuerzas económicas y políticas en la configuración de las prácticas y relaciones socia-
les y culturales se vuelven importantes en el contexto de las transformaciones locales en regio-
nes que se engranan a procesos de avance de la globalización y capitalismo industrial hacia el
campo. Esto ha trastocado las estructuras a las familias y transforma las visiones y expectativas
de cada uno de sus individuos. El concepto de trabajo y las condiciones socioeconómicas que
afectan la estructura familiar son reformuladas, acomodadas y contestadas a través de procesos
de construcción subjetiva. Ser mujer en este contexto implica una serie de relaciones amplias y
formas de verse a sí mismas. El trabajo sexual y en el campo y la agroindustria es para algunas
mujeres un contexto que les ha posibilitado generar ingreso y sustento para sus familias.

Palabras clave: Sexoservicio, desarrollo económico, agricultura comercial, Michoacán.

Summary: This proposal addresses the phenomenon of sex work in agroindustrial production
contexts global. It is based on work done with male and female migrant workers and women
strawberry fruit processing industry in the region of Zamora-Jacona, Michoacan. Economic and
political forces in shaping the social and cultural practices and relationships become important
in the context of local transformations in regions that are geared to processes of globalization
and advancement of industrial capitalism into the countryside. This has disrupted families’
structures and transforms the visions and expectations of each of its individuals. The concept of

11
Profesor-Investigador, Universidad de la Ciénega del Estado de Michoacán de Ocampo, Licenciatura en Estu-
dios multiculturales. Email: santiagonabor@gmail.com

CAPÍTULO VII 753


work and socioeconomic conditions that affect family structure are reformulated and answered
accommodated through processes of subjective construction. Being a woman in this context
involves a series of extensive relations and ways of seeing themselves. Sexual and field work
and agribusiness is for some women a context that has enabled them to generate income and
livelihood for their families.

Keywords: Sex work, economic development, commercial agriculture, Michoacán.

Introducción

En este documento se presentan una serie de reflexiones en torno a la relación entre


trabajo, servicios sexuales en un contexto de desarrollo económico y productivo altamente co-
mercial. El trabajo se realizó en la región del bajío Zamorano.

El proyecto de investigación de donde se derivan estas notas, inició en 2014 y se centra-


ba en los cambios que el modelo económico neoliberal provocaba en la dinámica económica y
sociocultural de la región a partir de principios del siglo XXI. En este marco general, el interés
se fue centrando en las cuestiones de género. Especialmente de la construcción de identidades
femeninas en el sector de las trabajadoras del campo y de la agroindustria regional.

Durante las entrevistas a mujeres jornaleras, surgió un tema que parecía estar al margen,
que por sus implicaciones pocas mujeres llegaron a referenciar. El trabajo se servicios sexuales,
pagados y no pagados. Este hallazgo me permitió ver que no sólo el sexoservicio se ejercía en
un lugar específico, ni que necesitaba de lenones, proxenetas o madrotas. Los casos que comen-
cé a documentar comenzaron en estas actividades a partir de conocidos hombres o mujeres que
les dieron información sobre ese mundo alterno del trabajo sexual en la región.

Con la información que en ese momento se obtuvo, y con una serie de incursiones a
algunos lugares donde se prestaban dichos servicios, el interés del trabajo se inclinó por pensar
desde un enfoque de género que considerara un análisis sobre las características de transforma-
ción del capitalismo actual, especialmente sobre el carácter geográfico del capital, considero
que más allá de una expansión y penetración de las estructuras capitalistas a nuevas regiones,
más allá de los grandes polos urbanos, hoy estamos ante el surgimiento de diversos sujetos so-
ciales que van engranándose a dichas condiciones del capital. Las mujeres que prestan servicios
sexuales pagados y no pagados, son un sujeto lanzado desde las formas de relaciones y condi-
ciones subjetivas que el actual capital produce en una región de producción altamente tecnifica-

CAPÍTULO VII 754


da y con alta demanda de mano de obra femenina y masculina. De tal modo que el ser mujer y
trabajadora en la región se configura en el marco de relaciones del capitalismo y en las formas
en que este los lanza, los contrae, los ocupa y les plantea la serie de necesidades y posibilidades
creadas a partir de su impacto en regiones históricamente configuradas por él.

El trabajo de campo ha consistido en trabajo etnográfico, registro de datos sobre las


características del trabajo de las mujeres, desde su incorporación hasta los ciclos y característi-
cas de las actividades. El trabajo más consistente ha sido las diversas entrevistas a mujeres de
la región. En términos espaciales, no podría establecer un patrón de asentamiento, dada la alta
movilidad que las familias tienen, especialmente porque se mudan y se cambian de trabajo. Lo
que he encontrado es una estructura común en el tiempo, que tiene que ver con la organización
interna de las familias y la historia de sus actividades que han garantizado su sustento.

Los testimonios se han recogido como entrevistas informales y abiertas. Se han realizado
tanto en el lugar de trabajo como en los hogares de las familias de trabajadores. La edad de las
mujeres entrevistadas fluctúa entre los diecisiete y cincuenta años. Podemos caracterizar a estas
mujeres como jornaleras y/o obreras de la agroindustria. No siempre han realizado ambos traba-
jos, algunas dicen que no les gusta uno u otro trabajo. A esto se suma que muchas de ellas com-
plementan sus ingresos con trabajo sexual o de acompañamiento, ya sea en un lugar como bares
o botaneros, o directamente negociando con algún hombre para salir, viajar o ir a alguna fiesta.12

Me interesa partir de la idea de que en el marco del trabajo en un sistema de producción


y comercialización las formas en que un sistema de trabajo cuyas características es su flexibi-
lidad y conexiones a cadenas globales de comercialización, las mujeres trabajadoras se recon-
figuran como sujeto social y se reacomodan a las condiciones de pobreza generadas por dicho
sistema. Las mujeres que trabajan en la fresa y dan servicios sexuales son un síntoma de los
resultados del modelo productivo, puesto que éste va limitando sus expectativas de desarrollo
y las lanza a un contexto de en donde las mujeres se vuelven cada vez más vulnerables. Esto se
replica en otras regiones de México y en diversos países del mundo, y no solo en contextos de
agricultura comercial, también de modelos industriales y urbanizados.

La región de las berries

La región de Zamora-Jacona se encuentra en la porción occidente del estado de Michoa-

12
Estas son modalidades donde está implicado el sexoservicio como una actividad remunerada,
llamada muchas veces “ayuda” por las mismas mujeres.

CAPÍTULO VII 755


cán. Son dos ciudades que se han ido acercando por el proceso de conurbación que desde al
menos cincuenta años las va juntando. La población de

Zamora se calcula en 196,208 habitantes, de los cuales 94,581 son hombres y 101,627
mujeres. En el caso de Jacona, una especie de pueblo grande o de ciudad pequeña, mantiene una
población de 69,744, cuya distribución es de 33,585 hombres y 36,159 mujeres (INEGI, 2015).
Son lugares cuya historia está relacionada a la agricultura, especialmente por la calidad de las
tierras del valle de Zamora. Desde la primera mitad del siglo XIX se fueron perfilando hacia el
cultivo de productos con alto valor comercial (Heredia Correa, 1984). En el siglo XX, ambas
comienzan su trayectoria hacia al comercio y la producción agrícola, que se volvió una historia
del cultivo de fresa, principalmente a partir de 1950 (Verduzco, 1992). Pero es importante seña-
lar que también se fue configurando una burguesía que se vio privilegiada por el financiamiento
estatal y extranjero y que fue configurando una clase de productores agrícolas más cercanos al
modelo empresarial que a una historia campesina (Calleja Pinedo, 1986).

En la década de los sesentas del siglo XX, el cultivo de fresa y las empresas que la pro-
cesaban florecían en el valle de Zamora y Jacona. Con ello la dinámica regional se configuró
bajo el estigma de región altamente productiva. A la par, también se transformaron las relaciones
sociales. Partamos de este hecho que marcó la historia contemporánea de esta región agrícola. A
partir de ahí surgieron actores sociales y agentes diversos que han entrado y salido de esta histo-
ria y algunos otros se han configurado a su sombra. Quienes han estudiado esto, piensan que los
ejidatarios se volvieron empresarios, otros que la región se ha globalizado en el momento de la
entrada de capitales transnacionales (Feder, 1977). Hoy la presencia de la transnacional Driscoll’s,
una de las más poderosas empresas de cultivo, cosecha y comercialización de berries, da cuenta
de la importancia de estas tierras para la cadena global del sistema de frutilla.

Cabe señalar que existen en menor proporción, otros cultivos tanto de hortalizas como
de algunos granos básicos. Pero la mayor parte de superficie sembrada la ocupan hoy las be-
rries. Basta pasar la vista desde algún lugar poco elevado para apreciar el mar de plástico del
llamado macro-túnel que inunda las áreas de cultivo.

El proceso de feminización del trabajo en la región comenzó con la llegada de las prime-
ras empresas procesadoras de fresa y otras frutas y legumbres en los años sesenta, hacia finales
de la década de los ochenta había al menos veinticuatro (Rosado, 1989). Hoy la industria se ha
expandido y diversificado, pero la presencia de la agroindustria sigue estableciendo la dinámi-
ca de la región. Su número puede ser variable de acuerdo a las fuentes, pero es innegable que
sigue siendo el eje de la economía. Esta región se vio beneficiada por una serie de condiciones

CAPÍTULO VII 756


económicas que promovió el estado y la iniciativa privada para que se convirtiera en un enclave
de la producción de la frutilla.

Fotografía 1. Trabajo jornalero en parcela conurbada.

Foto. ESN

La configuración de la planta laboral de la región se dio en el marco de la migración


regional en los años cincuenta, cuando inicia el despegue en la transformación de la producción
agrícola y el procesamiento de productos altamente comerciales como la fresa. La inmigración,
además de la migración a Estados Unidos, principalmente de hombres, sentó las bases para que
la fuerza laboral encaminada a la agroindustria fuera en su mayoría femenina.

La formación de colonias y la llegada de familias de jornaleros de otras regiones incluso


de otros estados da cuenta del auge de la economía agrícola de la región, que se volvió polo de
atracción y con ello se fue formando una clase trabajadora que se asentó en las márgenes de las
dos ciudades pequeñas. Hoy las colonias ya se han regularizado y al menos cuatro generaciones
han pasado desde esas primeras presencias.

A principios de este año, la secretaría de desarrollo rural del estado de Michoacán de-
claró que el 90% de la producción de frutilla o berries, se exportaron a EUA, Asia, Europa y
Medio Oriente. Hacia el primer semestre de 2016, la región fue declarada como el primer lugar
en producción de berries.

CAPÍTULO VII 757


Como podemos ver de manera muy general, las características de la producción en la
región están orientadas hacia la demanda de mano de obra calificada. La incorporación de mano
de obra femenina a todo este complejo productivo comercial de alcances globales, ha sido cla-
ve. Uno puede ver los autobuses amarillos (vehículos que son traídos de Estados Unidos y que
dan servicio de transporte de personal al campo, también son conocidos como los autobuses de
Chucky o bananas) ir llenos de mujeres ataviadas para el trabajo en el campo (una gorra, pañue-
los que cubran su rostro, sudaderas con capucha, mallones, tenis o botas de hule).

Fotografía 2. Autobuses de transporte de personal al campo

Foto. ESN

Mercados de trabajo y generación de ingreso

La idea principal de este apartado es que las condiciones salariales en la región y la falta
de expectativas de crecimiento para las mujeres de la región, las sume en condiciones de pobre-
za que las obliga a buscar otras fuentes de ingreso. Entre muchas otras, he observado que una
de ellas es el sexoservicio. Esta es una forma de complementar el ingreso en las mujeres. Para
algunas ha sido una forma de salvar los meses que no hay trabajo en el campo o en las congela-
doras. Especialmente si no se tiene una base laboral y deben rotar la mano de obra excedente en
momentos de baja circulación de la producción. En el caso del campo, los ciclos agrícolas de la

CAPÍTULO VII 758


frutilla, especialmente de la fresa, provoca que algunos meses el trabajo disminuya.

También he encontrado casos de mujeres para quienes el trabajo en la congeladora y


en el campo es el complemento, especialmente cuando en los bares o en los botaneros no hay
mucha clientela. En este caso, el complemento es el trabajo de jornaleras o de obreras.

En la región hay un auge económico importante, sin embargo, los salarios son suma-
mente bajos. Aquellas mujeres que no cuentan con estudios básicos sus opciones de trabajo son
muy limitadas. A parte de la posibilidad de ir a trabajar al campo y las empresas procesadoras
de frutas y verduras, existen otros trabajos, solo por mencionar algunos, las mujeres llegan a
trabajar en la limpieza de casas de entrada por salida, como empleadas de mostrador, como
jornaleras, como despatadoras o descachetadoras de mango13, en restaurantes. Muchos de estos
trabajos son informales y carecen de prestaciones o derechos laborales. En cualquier caso, la
incorporación de mano de obra femenina a estos mercados laborales va desde los trece años en
adelante. Muchas mujeres entran y salen de ellos. En diversas etapas de la vida de estas muje-
res, el ingreso se va gastando en las diversas prioridades, cuando son solteras gastan más en su
arreglo personal y en diversión, pero cuando tienen hijos las prioridades cambian.

De tal modo, para muchas mujeres con dichas condiciones se dificulta lograr un ingreso
seguro y estable. Más cuando se encuentran separadas de sus parejas. Es por ello que deben
buscar generar más ingreso, buscando diversas opciones que se complementan.

Las condiciones de flexibilidad que tienen los mercados laborales mencionados, permite
a las mujeres combinarlos. Puede suceder que por la tarde, se vayan a algunas casas o bodega
donde les llevan fresa o mango y según lo que hagan les pagan por día. Esto es común verse
en colonias pobres, donde en algunas casas o en lugares públicos se anuncia que se solicita
personal para proceso (así le llaman a esta actividad, porque esta fruta es enviada a las empre-
sas de alimentos para elaborar mermeladas o purés de fruta. Se trata de fruta que no pasó los
estándares de calidad de exportación como fruta fresca. Pero esta práctica es una especie de
submaquila, que realizan particulares para empresas que no se dan abasto en sus instalaciones.
Esta actividad no es siempre ni constante.

Así, otra parte del día pueden dedicarla a otras actividades. Y dependiendo de las nece-
sidades del hogar, serán remuneradas o no. Existen una gran variedad de actividades que como

13
Despatar la fresa consiste en cortarle las hojas con una extensión metálica similar a un dedal de costura, pero con
punta afilada y cónica que se usa en el dedo pulgar. Descachetar mango es pelarlo y con un cuchillo curvo, cortarlo
para desechar el hueso y solo aprovechar la pulpa.

CAPÍTULO VII 759


he señalado, complementan o son las principales. Esto depende de la misma toma de decisiones
familiares o personales. Los casos que quiero señalar en este trabajo, son aquellos que de ma-
nera permanente o temporal están en la actividad delos sexo servicios.

Uno de los primeros casos que encontré, que señalaban haber trabajado en una congelado-
ra, pero que en el momento en que se acababa la producción, en los meses de julio, se iba a un bar a
trabajar de acompañante y sexoservidora, fue el de Olga.14 Una mujer que hoy cuenta con 45 años
y con tres hijos, madre soltera. Ella se había casado a los diecisiete años, pero al mediar los 20 sus
esposo la abandonó. Trabajó en restaurantes y en el campo, pero señaló que donde le gustaba más
era trabajar en la congeladora, aunque no siempre hay trabajo y debe ir al bar a trabajar. Ella cuenta
con tres años de instrucción primaria, por lo que considera que conseguir un mejor trabajo sería
casi imposible. En el bar, puede ganar hasta tres veces lo que gana en la congeladora en los mejores
momentos de la temporada. La forma en cómo llegó al bar fue por recomendación de un cliente de
un restaurante donde trabajaba, este mismo le recomendó uno, al que fue a ver y ahí junto con las
demás chicas (así se refiere a las compañeras de trabajo) fue aprendiendo. En este caso, trabaja en
un botanero, el bar abre de 2 de la tarde a 12 de la noche, aunque a veces ella se va antes, además
de que le queda cerca de su casa. De tal modo que puede llegar a estar más tiempo con sus hijos,
que como alguno ya es mayor, los puede bien cuidar en su ausencia. Además que ella entra hasta las
cinco de la tarde, por lo que al menos ya les dio de comer y les ayudó con las tareas de la escuela.
Cuando va a la congeladora, no siempre va al bar, pues más bien esto dependerá del cansancio que
tenga. Aunque sabe que los viernes y sábados son buenos días en el bar. De tal modo que a veces
va un rato. Entonces, hay un lapso de tiempo en que estas dos actividades se combinan.

Un caso que es interesante es el de Cristy, es una joven mujer de unos 23 años, de Zamo-
ra. Ella señala que en estos momentos sólo se dedica a ir al bar. Ella trabaja más tiempo, pues
está en bares que abren toda la noche. Comentó en su testimonio que ella entra en este ambiente
porque le ha gustado el desmadre y antes lo hacía gratis, por lo que un día decidió que mejor iba
a cobrar. Ella en su etapa de preadolescente y hasta que entro en este ambiente hace unos tres
años, si llegó a ir a la fresa, al campo, pero señala que no le gusta, que es mucha chinga y poco
salario. En este caso, una de las características es que ella gusta mucho de arreglarse y vestirse
bien. Es por eso que debe trabajar más y pelear clientes buenos para solventar sus gastos. No
tiene hijos y piensa que no va a juntarse con algún hombre en el mediano plazo. Su testimonio
es importante para señalar que muchas mujeres jóvenes comienzan en este ambiente a partir de
comenzar a ir a fiestas donde las invitan, beben y llegan a tener relaciones sexuales. No por un

14
Todos los nombres son pseudónimos, para proteger la identidad de las mujeres entrevistadas.

CAPÍTULO VII 760


pago, sino en el marco del desmadre.

Debo señalar que esto lo afirmo con algunas reservas para algunos casos, de ninguna
manera quiero generalizar esto. Aún hace falta trabajo de campo para establecer si es una prác-
tica común la realización de este tipo de fiestas y bajo qué circunstancias se dan. Un comentario
que otra sexoservidora me hizo sobre estas fiestas, fue que por lo regular eran fiestas de gente
con dinero, muchas veces agricultores jóvenes o los hijos de estos, que las llaman para ir a la
fiesta. En ellas han, comentó que había llegado a ver a ver a otras chicas que no están en esta
actividad, ni las han visto cobrar. En este caso, por lo regular se acuerda un pago antes de llegar
al lugar, están al menos unas tres horas y se van. No siempre terminan dando servicio sexual, a
veces solo echan desmadre. En caso de que les pagaran pagar más seguían conviviendo.

Otro caso que es interesante ilustrar, es el de Karina, una mujer de unos 26 años, que ha
trabajado la mayor parte de su mayoría de edad en una congeladora. No obstante, a principios
de 2015, el trabajo disminuyó y las descansaron. Una de sus amigas, sabe del trabajo en los
bares. De tal modo que decide probar suerte y comienza air. Van durante la tarde, y en la noche
el dueño del var las lleva o manda en taxi a sus casas. Coincide que existen problemas con su
esposo y se separan. Por lo cual, el trabajo en el bar es su único ingreso. Este caso es interesante
porque nadie sabe que va a trabajar a un lugar así, y debe cuidarse. Así que va desde Zamora
a Jacona a trabajar. Trabaja al menos seis meses, cuando comienza de nuevo el trabajo en la
congeladora regresa. Tiene una hija de cinco años y ahora es madre soltera. Durante su expe-
riencia, sólo acompañaba a los hombres a tomar cerveza, no hacía cuartos, como le llaman a
dar sexoservicio. En la mayoría de casos que he conocido, son independientes y deciden hacer
o no sexoservicio o sólo acompañamiento, fichar como le llaman.

Doña Maricela, es el caso de una mujer que ronda los 55 años. Hace muchos años que
ella trabaja en los bares. Solo lo ha hecho en la tarde y ya en la noche se va a su casa. Hoy el
trabajo para ella ha disminuido, pero como dice, ya tiene sus clientes. Muchos son hombres
grandes que la conocieron desde hace años. No siempre va al bar, pues a veces cuida a sus nie-
tos, tiene hijos ya mayores, incluso algunos de ellos son profesionista. No toda su familia sabe
de su actividad, pero en el caso de sus hijas si lo saben. Pero también les ha dicho que este es
un trabajo como cualquiera. A maricela la respetan las demás mujeres, nadie se mete con ella.
Entre las otras chicas hay muchas envidias y a veces se pelean de manera muy violenta. Algu-
nas por los clientes o algunas por simple “me caes mal”. Pero también he observado actos de
verdadera solidaridad entre mujeres ante las intenciones de violencia de algunos clientes. Doña
Maricela, comentó que desde que ella ha trabajado en esto, ha visto que muchos de los produc-

CAPÍTULO VII 761


tores o empresarios gastan dinero en esto. Comenta que vio como muchos freseros llegaban con
las pacas de dinero a gastar en el bar, invitar a muchas mujeres a sentarse a su mesa. También
dice que muchos de ellos perdieron todo.

Como podemos ver, en el caso de la combinación de trabajo para lograr sustento, el


sexoservicio o el acompañamiento es una alternativa pero también se ha vuelto la actividad
principal.

Globalización, género y trabajo en contextos de alta inversión del capital

En los últimos treinta años se ha debatido el efecto de las fuerzas económicas y políticas
en la configuración de las prácticas y relaciones sociales y culturales, este tipo de relaciones se
vuelven importantes en el contexto de las transformaciones locales en regiones que se engranan
a procesos de avance de la globalización y capitalismo industrial hacia el campo. El concepto
de trabajo y las condiciones socioeconómicas que afectan la estructura familiar son reformu-
ladas, acomodadas y contestadas a través de procesos de construcción subjetiva. Ser mujer en
este contexto implica una serie de relaciones amplias y formas de verse a sí mismas.

En este apartado se discute el marco de análisis que puede permitir comprender los
resultados que tiene un contexto capitalista como el de las berries en las determinantes de la
obtención de ingreso, que incluyen trabajo sexual pagado y no pagado.

Si pensamos que la actividad de sexoservicio en este contexto es una forma de lograr


el sustento que no se logra en el marco del desarrollo económico formal, entonces podemos
pensar que el capitalismo va creando necesidades que se van configurando en las márgenes de
la idea de desarrollo económico. Estos son los sujetos que lanza el capitalismo a las orillas de
su lógica.

Reflexiones finales

La intensión de este trabajo fue destacar el alcance de las transformaciones como parte
de un contexto creado por el capital. El caso de las mujeres que combina el trabajo en la agroin-
dustria y el campo, o que se vuelven sexoservidoras de tiempo completo, muestra que es parte
de su experiencia en el contexto del desarrollo de un modelo de producción, fomentado por un
proyecto de economía abierta y de mercado.

CAPÍTULO VII 762


El lector de estas líneas no debe quedarse con la imagen de que esto es una generaliza-
ción. Parto de los casos que he conocido y del trabajo etnográfico realizado en la región. Lo que
es interesante es establecer si estas actividades de las mujeres que sustentan empíricamente este
trabajo, serían consideradas como trabajo forzado o trata de blancas, si ellas declararon no tener
un proxeneta que las controle. Lo que he querido ilustrar es que las condiciones que cada una
de ellas desde su experiencia ha tenido las ha llevado a tomar decisiones para lograr el ingreso,
pero si afirmo que estas decisiones se toman en el marco de una serie de relaciones estructurales
marcadas por el capital, visto como un proceso.

CAPÍTULO VII 763


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CAPÍTULO VII 764


Reconversión de la producción frutícola para
la creación de fuentes de trabajo en San Pedro
Nexicho, Santa Catarina Ixtepeji, Ixtlán, Oaxaca

Denisse Bibiana Hernández Quevedo15

Pedro Benito Bautista16

Nelly Arellanes Juárez17


Resumen: El creciente incremento de la población y el efecto del mercado globalizado, han


producido grupos sociales con menores oportunidades, propiciando fenómenos de migración
en busca de actividades que generen ingresos. Las prácticas productivas del modelo económico
dominante se basan en la mayoría de los casos, en una explotación desmedida y creciente de
los recursos naturales, buscando el beneficio personal y no el bien común para las personas que
intervienen en el proceso, lo cual causa desigualdad, deterioro del tejido social y otros efectos
en ciertos sectores de la población, especialmente la del medio rural y grupos indígenas. En el
marco de los principios de economía solidaria, el presente trabajo tuvo como propósito rescatar
y fortalecer prácticas comunitarias para el trabajo, la capacitación, y asesoría y acompañamien-
to para introducir y cultivar arándano azul (Vaccinium corymbosum L.), como una alternativa
que permita contar con un alimento importante para mejorar la nutrición de la población, y
generar excedentes de producción. Este proyecto se realizó en la comunidad de San Pedro Ne-
xicho, en la Sierra Norte del estado de Oaxaca, donde se practica como actividad principal el
cultivo y venta de frutos de régimen templado. La organización social de la población se lleva
a cabo por usos y costumbres, por lo tanto, los habitantes, además de poseer experiencia en el

15
Instituto Politécnico Nacional. Centro Interdisciplinario de Investigación para el Desarrollo Integral Regional
Unidad Oaxaca. Email: bhquim@gmail.com
16
Instituto Politécnico Nacional. Centro Interdisciplinario de Investigación para el Desarrollo Integral Regional
Unidad Oaxaca. Email: pedbenito@hotmail.com
17
Instituto Politécnico Nacional. Centro Interdisciplinario de Investigación para el Desarrollo Integral Regional
Unidad Oaxaca. Email: nelly_arell@hotmail.com

CAPÍTULO VII 765


cultivo de frutales practican principios comunitarios como: ayuda mutua, democracia, equidad,
pluralidad y cooperación, entre otros. La metodología para el desarrollo del trabajo consistió
en: a) integración de un grupo de 8 productores con edades entre 23 y 70 años; b) elaboración
de un diagnóstico participativo del grupo de trabajo; c) desarrollo de un plan de intervención; y
d) capacitación del grupo en temas sobre el cultivo del fruto y formas de organización solidaria.
El interés de la comunidad por un cultivo económica y ambientalmente viable, admitió la in-
troducción y producción de arándano azul, autofinanciando el proyecto. El reconocimiento que
representa el cultivo para el autoconsumo y la generación de ingresos, consolidó la apropiación
del cultivo y generó fuentes de trabajo para todos los integrantes. El fruto cosechado alcanzó
los estándares de calidad exigidos, sin embargo, dado que su conservación en fresco requiere de
temperaturas muy bajas durante el período de corte a la comercialización, se desarrollaron dos
procesos de conservación del fruto que mantienen sus propiedades funcionales: una mermelada
formulada con azúcares de agave y la deshidratación solar del fruto.

Palabras clave: Autoempleo, desarrollo local, economía solidaria.

Summary: The increasing population growth and the effect of the global market have resulted
in social groups with fewer opportunities, encouraging migration in search of income genera-
ting activities. Production practices of the dominant economic model are based, in most of ca-
ses, on growing and unrestrained exploitation of natural resources, promoting personal benefit
instead of common well-being of the people involved in the process. This causes inequality,
deterioration of the social fabric and other effects in certain sectors of the population, especially
the rural and indigenous groups. In the framework of the principles of solidarity economy, this
study aimed at rescuing and strengthening community work practices, training, advice and ac-
companiment to introduce and cultivate Blueberry (Vaccinium corymbosum L.), as an alternati-
ve that allows having an important foodstuff to improve the nutrition of the population and ge-
nerate surplus production. This project was carried out in the community of San Pedro Nexicho,
in the Sierra Norte of Oaxaca State, where the cultivation and sale of temperate climate fruits is
the main economic activity. The social organization of the population is based on the customs
and traditions system, therefore, the inhabitants, besides being experienced in the cultivation
of fruit trees, also practice community principles as: mutual aid, democracy, equality, plurali-
ty and cooperation, among others. The methodology of work consisted of: a) integration of a
group of 8 producers aged 23 to 70; (b) development of a participatory diagnostic of the work
group; (c) development of a plan of action; and (d) training of the group on issues related to the
cultivation of the fruit and forms of Solidarity Organization. The interest of the community for
an economically and environmentally viable crop allowed the introduction and production of
Blueberry, self-financing the project. The recognition of the cultivation as a means of subsis-
tence and an income generating activity consolidated the appropriation of the cultivation and
created jobs for all members of the work group. The harvested fruit reached the required quality
standards, however, given that to preserve it fresh very low temperatures are required since they
are collected until marketing, two processes of fruit preservation which maintain its functional
properties were developed: a jam prepared with agave sugars and solar dehydration of the fruit.

Keywords: Local development, self-employment, solidarity-based economy.

CAPÍTULO VII 766


Introducción

A lo largo de la historia, los modos de producción agrícola y los fenómenos que los
acompañan han modificado la forma en que las sociedades se relacionan y desarrollan, cada una
con sus diferentes características y respuesta ante ellos. El sistema económico predominante
bajo el que vivimos actualmente, desde su nacimiento como capitalismo y en su evolución a
neoliberalismo ha generado diversos efectos negativos en las sociedades, entre ellos: desigual-
dades de recurso y de poder, creando un pequeño grupo de personas que ha logrado concentrar
la mayor parte de los bienes de la Tierra y muchos grupos mayoritarios empobrecidos hasta
niveles extremos; el nivel de competencia que exige el mercado de este sistema económico
produce formas de sociabilidad empobrecidas, basadas en el beneficio personal y no en la soli-
daridad; y una explotación desmedida y creciente de los recursos naturales en todo el mundo,
lo que pone en peligro las condiciones físicas de la vida en la Tierra, como lo señalan Santos y
Rodríguez (2011).

Algunos estudios (Ortega, León y Ramírez, 2010; Fritscher, 2002) indican que, en Mé-
xico, la influencia del sistema económico dominante creó cambios en las políticas de apoyo al
campo generando impactos en la autosuficiencia alimentaria del país. A partir del año 1988 se
inició una abrupta restructuración sectorial tocando prácticamente todas las esferas del agro,
retirando la mayor parte de los apoyos y subsidios y demás regulaciones estatales que daban
vida al quehacer de la sociedad rural. Las políticas anteriores a esta fecha alentaban el alcance
de la autosuficiencia alimentaria, favoreciendo la producción y el autoconsumo antes que las
exportaciones, sobretodo de los productos básicos. Además, el Estado ostentaba un papel de
intermediario en el sistema alimentario del país, llegando a sustituir a los agentes privados
en sus funciones productivas y de comercialización. La Compañía Nacional de Subsistencias
Populares (CONASUPO) fue una empresa paraestatal que se dedicó a acciones relacionadas
con el sistema de abasto y la seguridad alimentaria mexicana, además existía la compradora
oficial Bodegas Rurales Conasupo (Borunconsa) y Almacenes Nacionales de Semillas, S.A.
(ANDSA) que ofrecía compra a precios de garantía. Otras empresas estatales que coadyuvaron
a mantener esta situación fueron FERTIMEX (Fertilizantes Mexicanos), PRONASE (Produc-
tora Nacional de Semillas) y ANAGSA (Aseguradora Nacional Agrícola y Ganadera, S.A), ésta
última operaba como aseguradora oficial que cubría a los productores sujetos de crédito de los
bancos. Al final de los años ochenta, el proyecto alimentario nacional empezó a resquebrajarse
y las políticas de autosuficiencia alimentaria giraron para cumplir los objetivos del neoliberalis-
mo: la competitividad y la rentabilidad, dejando a un lado las preocupaciones vinculadas con la
seguridad alimentaria y del apoyo al sector agropecuario como un factor importante en el desa-

CAPÍTULO VII 767


rrollo del país. En este contexto se facilitó el cultivo de productos de exportación. El cambio en
el paradigma implicó también el desmantelamiento de instancias regulatorias tanto en las leyes
como en organismos e instituciones. Las nuevas políticas se reforzaron a finales de 1992 con el
Tratado de Libre Comercio y Agricultura de Norteamérica (Estados Unidos-México y Canadá).

No obstante que las instituciones internacionales consideran que la reducción del ham-
bre requiere de un enfoque integrado que incluya: inversiones públicas y privadas para aumen-
tar la productividad agrícola; mejor acceso a los insumos, tierra, servicios, tecnologías y mer-
cados; medidas para el fomento del desarrollo rural; protección social para los más vulnerables,
incluido el refuerzo de su resiliencia ante los conflictos y los desastres naturales; y programas
nutricionales específicos, las políticas y programas de asistencia no han podido reducir la mar-
ginación, principalmente en el medio rural en el cual dos de tres campesinos se encuentran en
situación de pobreza (Ki-moon, 2012). La “modernidad” ha generado diversas transformacio-
nes en las estructuras sociales en comunidades rurales y urbanas, observándose principalmente
tres grandes cambios: demográficos, económicos e institucionales (Giddens, 1994). En México
y en otros países, las primeras décadas del desarrollo generaron una intensa urbanización y un
despoblamiento masivo de las grandes áreas rurales, lo que derivó en un creciente abandono
de la actividad agrícola y cambios en las políticas de apoyo al campo; como consecuencia,
el medio rural se encuentra ante diversas crisis: de producción y orientación; de población y
poblamiento; de formas de gestión tradicionales; de manejo de los recursos ambientales; y de
las formas tradicionales de articulación social (Pérez, 2001). El empobrecimiento de las zonas
rurales está relacionado también con el aislamiento geográfico, la falta de acceso a las comu-
nicaciones, la gestión de los recursos y la ordenación del ambiente, el acceso y seguridad en
la tenencia de la tierra, mercados con sistemas subdesarrollados, falta de instituciones sólidas
que promuevan la participación y la capacitación técnica comunitaria, políticas públicas que se
traduzcan en programas pertinentes y transparentes que den acceso a recursos económicos para
desarrollar proyectos del sector rural, acceso al crédito y a los insumos (Dubois, 2014).

Como respuesta ante un sistema económico inmerso en los cánones de la globalización,


caracterizado por el individualismo y “autorregulado” por la Ley de la Oferta y la Demanda,
bajo diversos títulos han emergido prácticas colectivas y movimientos sociales que propician
otras relaciones económicas que tienen en cuenta la mejora en la calidad de vida de millones
de personas en todo el mundo, a la vez que reivindican valores sociales. Estas prácticas econó-
micas no privilegian el individualismo ni la acumulación de riquezas y buscan el bien común,
a las cuales se ha llamado: “economías solidarias” o “economías social solidarias”, en plural,
porque guardan elementos en común: están fundadas en relaciones de colaboración solidaria e

CAPÍTULO VII 768


inspiradas en viejos y nuevos valores culturales que contemplan a la persona como centro de
las actividades económicas (Santos y Rodríguez, 2011; Razeto, 2010).

Los primeros casos de organizaciones en economía solidaria surgieron al margen de


la Revolución Francesa y de la Revolución Industrial, como una respuesta a la explotación
laboral que generaron como efectos colaterales estos movimientos sociales, sin embargo, no
todas las iniciativas tuvieron éxito (Santos y Rodríguez, 2007). Actualmente existen muchas
organizaciones que practican la economía solidaria, algunas tan pequeñas a nivel familiar y al-
gunas mayúsculas que engloban a miles de familias o varias comunidades. Este movimiento de
economía solidaria ha sido reconocido y utilizado a nivel internacional, por ello, en el 2001 se
celebró el primer Foro Social Mundial en Porto Alegre, Brasil, para articular las reflexiones, los
debates, las propuestas y el intercambio de experiencias para generar alternativas que impulsen
otro tipo de globalización, con una posición marcada en contra del neoliberalismo (Forum So-
cial Mondial, 2015).

Entre las iniciativas, la fruticultura es sin duda una de las opciones más promisorias para
contribuir al mejoramiento de la vida rural y la reconversión del agro. La fruticultura genera un
impacto destacado en términos ecológicos al mejorar la cobertura vegetal. Su dimensión social
y nutricional hace de la actividad un sector de gran interés, la mejora de la producción en los
huertos, el procesamiento y la comercialización de los excedentes, permiten mayor organiza-
ción del territorio y un retorno al mismo del valor añadido al producto (CAC, 2009; Craviotti
y Palacios, 2013).

México alberga una diversidad biológica y cultural excepcional, también una gran di-
versidad de climas y puede cultivar gran variedad de especies vegetales. En su territorio, la
fruticultura ha demostrado que es una de las actividades más redituables y una de las pocas
que permiten mantener una balanza comercial positiva dentro del sector rural. Además, nuestro
país tiene un mercado doméstico de frutas importante, con uno de los mayores consumos per
cápita a nivel mundial, oportunidad que debe ser aprovechada para impulsar la producción y el
consumo local, no necesariamente desde un ámbito capitalista, sino desde un enfoque solidario,
y a mediano plazo estar en condiciones de producir con calidad y garantizar la inserción de los
productos en mercados más selectivos (Ayala, de la O y Carrera, 2011).

Por el tamaño de su territorio, Oaxaca es el quinto estado más grande a nivel nacional
con una extensión territorial de 95,364 km2, el 90% del suelo es accidentado pues confluyen en
él los conjuntos montañosos de la Sierra Madre del Sur, la Sierra Madre de Oaxaca, la Sierra
Madre de Chiapas y la Sierra Atravesada, lo que ocasiona alta dispersión poblacional con más

CAPÍTULO VII 769


de diez mil localidades con suelos inadecuados para la agricultura de cultivos básicos y dificulta
la comunicación terrestre. En su territorio se concentra la mayor parte de la población indígena
del país, con 16 grupos étnicos que representan el 30% de los 56 grupos reconocidos en México
(INEGI, 2010). La pobreza multidimensional, alcanza un total de 2.5 millones de personas, lo
cual equivale a 537 municipios de un total de 570 (94.2 por ciento) donde más de la mitad de la
población se encuentra en situación de pobreza (CONEVAL, 2012). Oaxaca es una de las enti-
dades con mayor biodiversidad del país, paradójicamente los propietarios de este patrimonio no
obtienen los beneficios correspondientes. Por la relación histórica y simbólica que representa la
tierra para los pueblos indígenas, la mayoría de las unidades de producción rural son colectivas:
44.1% de la tierra cultivada se encuentra bajo régimen comunal; 27.4%, bajo el sistema ejidal
y sólo el 28.5%, es privada (Gijsbers y González, 2012).

La reconversión productiva es una estrategia fundamental integral para generar mejores


opciones productivas en regiones con altos índices de siniestralidad y muy baja productividad,
así como para resolver problemas sistemáticos en la comercialización, como es el caso de las
comunidades rurales donde se presentan rezagos estructurales y bajas condiciones de vida de
la población. Una forma de la reconversión productiva es mediante la introducción o estable-
cimiento de un cultivo que tiene una mejor adaptación agroecológica, mejores características
nutricionales, mayor periodo de producción y con mayor competitividad. Los resultados en
los últimos 20 años muestran que la reconversión de algunos cultivos locales por frutos ha
sido positiva (García y Ramírez, 2015). De tal forma, que el conjunto de las Unidades Econó-
micas Rurales (UER) de agricultura familiar con potencial productivo empresarial asciende a
2,147,619, lo cual representa el 39.6% de las unidades económicas rurales que se encuentran
en México (FAO-SAGARPA, 2012). El presente proyecto pretendió manejar el concepto de
reconversión productiva similar al propuesto por Arias (2007) quien lo considera como un
sistema agromicroempresarial competitivo, ambientalmente sostenible y con responsabilidad
social, lo que puede traducirse en mayores ingresos y por lo tanto en una mejor calidad de vida
de la población rural.

A nivel rural, en Oaxaca existen varios ejemplos de comunidades que han realizado
reconversión de cultivos con resultados positivos, como la Unión de Comunidades Indígenas
de la Región del Istmo (UCIRI) formada por productores campesinos de café orgánico prove-
nientes de 53 diferentes comunidades en las tierras bajas de la Sierra Juárez, principalmente de
cinco municipios, casi todos, miembros pertenecen a los grupos étnicos zapoteco (de la Sierra),
mixe y chontal, que exportan su producto a Alemania, Austria, Canadá, Francia, Holanda y
Suecia (Chávez-Becker y Natal, 2012). Otro es el Centro de Desarrollo Comunitario Centéotl,

CAPÍTULO VII 770


un modelo de desarrollo territorial que pareciera ser la clave para revertir el estancamiento de
las zonas rurales e indígenas, en el que convergen las microfinanzas, la producción asistida
y la comercialización, basadas en fuerte organización social, esquemas de gobernabilidad y
capital social. Este centro con el apoyo de algunas organizaciones internacionales permitió
crear una empresa de transformación de amaranto (en harina, galletas y botanas) y la consti-
tución de una cooperativa en el año 2002, la cual se encarga de comercializar la producción.
A través de los años Centéotl trabaja en temas tan diversos como la atención a los jóvenes, la
seguridad alimentaria, el empoderamiento de mujeres indígenas o la generación de ingresos
(Jerónimo, 2016).

Utilizando estos antecedentes, este trabajo tuvo como propósito rescatar y fortalecer
prácticas comunitarias para el trabajo, la capacitación, la asesoría y el acompañamiento
para introducir y cultivar arándano azul (Vaccinium corymbosum L.), como una alternativa
para mejorar la nutrición de la población, y generar excedentes de producción. La produc-
ción de arándano es una oportunidad atractiva para nuestro país, ya que sus propiedades
nutricionales y funcionales (antibióticas, antioxidantes y desinflamatorias), han demostra-
do importantes beneficios en la salud de los consumidores (Keerthi, Lakshmi, Santhosh
yRama, 2014; Jin Gook Hong Lim, Su Jim y KyoSun, 2013; Kuskoski, Asuero, Troncoso,
Mancini-filho y Fett, 2005). El fruto tiene una demanda no satisfecha a nivel mundial, lo
cual garantiza seguridad en el precio y mercado. Además, en sus prácticas de cultivo se
requiere de un volumen importante de mano de obra, lo que beneficiaría a las comunidades
que lo producen (Bascopé, 2013).

El arándano es un frutal arbustivo, perteneciente al género Vaccinium, familia Erica-


ceae, que se desarrolla naturalmente en Norteamérica, existen 3 especies que tienen impor-
tancia económica: arándano bajo o “lowbush” (Vaccinium angustifollium Alton), arándano
“ojo de conejo” o “Rabbiteye” (Vaccinium ashei Reade) y arándano alto o “highbush”
(Vaccinium corymbosum L.) que se diferencian por su morfología de la planta y fruto,
así como por sus requerimientos de frío (Prodorutti, Pertot, Giongo, y Gessler, 2007). Los
frutos de arándano se cosechan cerca de la madurez de consumo, lo cual los hace suscepti-
bles al daño mecánico y a enfermedades, por lo que se requiere la inmediata aplicación de
temperaturas entre -0.6 a 2 °C y humedades relativa entre 90-95% para preservar la calidad
del fruto hasta su consumo, entre 30 y 35 días (Forne, 2009). Ante la falta de infraestructura
suficiente en sistemas de frío para el manejo del fruto fresco, la deshidratación solar y el
procesamiento térmico son alternativas para su conservación. El producto deshidratado ha
encontrado nichos específicos en las distintas industrias procesadoras de alimentos (Hu,

CAPÍTULO VII 771


Woods y Bast, 2009), mientras que las conservas como mermeladas y otros productos de
humedad intermedia tienen un mercado cautivo en continua demanda de nuevos productos.

El arándano contiene una capa de piel exterior de cera que actúa como una barrera al
movimiento de humedad a través de la membrana por lo que el secado del fruto es difícil,
por lo que la industria alimentaria utiliza tratamientos químicos o deshidratación osmótica
previos para mejorar la velocidad de secado y otros parámetros de calidad (Vega-Gálvez,
Lara, Flores, Di Scala y Lemus-Mondaca, 2009; Pallas, Pegg y Kerr, 2013). Sin embargo,
aunque soluciones osmóticas pueden ayudar a la pérdida de humedad y ganancia de sólidos
antes del secado, algunos componentes nutritivos internos, tales como ácidos y compuestos
fenólicos, pueden ser lixiviados durante este proceso. Además, los consumidores prefieren
frutos que se secan naturalmente, sin la adición de productos químicos.

Metodología

La metodología consistió en:

a) Diagnóstico participativo. Se realizó una convocatoria a todos los interesados en


la producción frutícola de la comunidad, incluyendo la introducción de nuevas especies,
con o sin huertos. El diagnóstico participativo con relación a la situación de la producción
frutícola de esta localidad, se llevó a cabo siguiendo la metodología propuesta por Geilfus
(2002) y Expósito Verdejo (2003), utilizando las técnicas de observación simple, observa-
ción participante, diálogo y entrevista semiestructurada, diálogo con informantes clave y
diálogo con el grupo de trabajo.

b) Propuestas para incrementar la producción frutícola. A partir de la revisión de


las condiciones agroclimáticas de la zona geográfica se evaluaron las alternativas de mejo-
ramiento de la producción, incluyendo la posibilidad de introducir otras variedades de las
especies cultivadas en la localidad u otras especies que pudieran elevar y diversificar su
producción frutícola, considerando las ventajas nutritivas, de salud y un valor económico
mayor a los cultivos existentes. Para proponer un nuevo cultivo se analizaron junto con los
productores, diferentes aspectos:

-Económicos. Se analizó la situación del cultivo a nivel nacional, identificando su


evolución en aspectos de producción, importación, exportación, y aspectos básicos

CAPÍTULO VII 772


sobre su posible comercialización en la ciudad de Oaxaca.

-Ambientales. A partir de los datos se analizó el tipo de vegetación cercano a la


zona, el tipo de suelos, y las condiciones ambientales (Servicio Meteorológico Na-
cional, 1981-2010; INIFAP-CONABIO, 1995).

-Salud. Se realizó una revisión bibliográfica acerca de los beneficios comprobados


que aporta el consumo de los frutos a la salud.

De la información obtenida se identificaron y registraron aquellos cultivos adecua-


dos para su introducción, entre los que destacó el arándano.

c) Integración del grupo de productores. Para lograr el interés del proyecto de in-
tervención en productores interesados en la fruticultura se realizaron pláticas sobre la im-
portancia económica, nutritiva y medicinal del arándano con la finalidad de generar un
ambiente de confianza, dar a conocer el proyecto, integrar el grupo de trabajo y fortalecer
el desarrollo del mismo. En estas reuniones, los productores compartieron experiencias, sa-
beres, problemas, soluciones, habilidades e intereses relativos al tema. Además, se dieron a
conocer los principios de la economía solidaria con los cuales se desarrollaría el proyecto
(carácter no lucrativo, equidad, cooperación, ayuda mutua y empleo), y se procedió a for-
malizar el grupo mediante un acta interna avalada por la autoridad local. A este grupo se le
realizó un análisis de ingresos, actividad individual y familiar, y disponibilidad de parcelas
o terrenos para el cultivo.

d) Calidad del fruto. La calidad del fruto introducido se determinó considerando:


el peso [método gravimétrico del AOAC (2012)]; la resistencia a la penetración [medidor
de textura marca Stable Micro Systems, modelo TA-TX2i con una sonda de 0.5 (Rincón,
Buitrago, Ligarreto, Smith y Balaguera, 2012)]; color de la piel [coordenadas a*, b* y L del
sistema CIELAB de acuerdo al método de McGuirre (1992)]; los sólidos solubles [refractó-
metro marca Atago modelo Automatic (AOAC, 2012)]; la acidez titulable [AOAC (2012)];
pH [método potenciométrico (AOAC, 2012)] y azúcares reductores totales [método del
3,5-ácido dinitrosalicílico]. Se realizó un análisis sensorial de los productos considerando:
color, textura, sabor, olor y apariencia, mediante la aplicación de una escala hedónica de 1

CAPÍTULO VII 773


a 10, donde 1= no aceptable y 10= muy bueno (Hernández, 2005).

e) Conservación del fruto. De acuerdo a los recursos disponibles y condiciones cli-


máticas se aplicaron dos métodos de conservación para el fruto: elaboración de mermelada
y deshidratación solar.

La conservación del fruto como mermelada fue realizada considerando las metodo-
logías de Barahona Solarte (2007); el CODEX STAN 296-2009 (FAO, 2016), y UNIDO
(2004). Para la formulación se probaron diferentes fuentes de azúcares (sacarosa; sacaro-
sa-Stevia y azúcar de agave), de acuerdo a la Tabla No. 1.

Tabla No. 1. Formulación de mermeladas de arándano utilizando diferentes

fuentes de azúcares

Mermelada Pulpa de Ácido Pectina Sorbato de


Azúcar (g)
No. fruta (g) cítrico (%) cítrica (%) potasio (%)

1 500 300 sacarosa 1.0 1.0 * 0.1*

2 500 41 sacarosa-Stevia 1.0 1.0 * 0.1*

3 500 165 azúcar de agave 1.0 1.0 * 0.1*

*como producto final

La deshidratación de los frutos se realizó de acuerdo a Aduewa, Ogunlowo y Ojo


(2014) y Somsong, Srzednicki, Konczak y Lohachoompol (2010), utilizando un secador
solar portátil directo, que fue previamente calentado para lograr una temperatura cercana
a la del secado antes de cargar la muestra. En el estudio se utilizaron lotes de 400 gramos
de arándanos frescos, al primero se le aplicó un tratamiento de escalde de 3 segundos a
temperatura de ebullición del agua (95°C) y el segundo se secó directamente. Los frutos de
ambos lotes fueron colocados en charolas de 20 x 20 cm con una carga de 2.00 kg de fruto/
m2 y depositados en el secador solar hasta alcanzar una humedad residual calculada. Los
datos de pérdida de peso fueron tomados cada hora y reportados como gramos de humedad/
gramos de sólido seco.

CAPÍTULO VII 774


Resultados

a) Diagnóstico participativo. La comunidad de San Pedro Nexicho se ubica en la Sie-


rra Norte, se trata de una agencia de policía perteneciente al municipio de Santa Catarina Ix-
tepeji, en el Distrito de Ixtlán de Juárez, Oaxaca, México, situada a una altura de 2,150 msnm
y con una extensión total de 653 ha, de las cuales 46 ha corresponden a la zona urbana, en su
territorio predomina el clima templado subhúmedo con lluvias en verano (Cordero, 2001).
Su sistema político-democrático es por usos y costumbres. La actividad frutícola de acuerdo
a las condiciones agroclimáticas está basada en frutos de régimen templado, siendo la man-
zana, el aguacate, el durazno, el membrillo y el níspero los frutos más representativos. Los
principales problemas de producción frutícola están relacionados con el bajo nivel de cono-
cimientos para el manejo agronómico de sus huertos, específicamente en técnicas adecuadas
de trazo de plantación, siembra, riego, cultivos asociados, podas, fertilización, control de
plagas y enfermedades. Así como la falta de recursos económicos para la contratación de
asesoría y capacitación técnica para la identificación y tratamientos de control de plagas y
enfermedades. Otro problema agudo es el ataque de fauna silvestre (aves y mamíferos) que
se presentan en todos los huertos frutales, y son responsables de la pérdida de hasta el 50%
de los frutos.

b) Propuestas para incrementar la producción frutícola. Para fortalecer la producción


de frutos se propuso trabajar en dos dimensiones: 1) mejorar el proceso de producción a
través de la implantación de buenas prácticas agrícolas de los frutos que ya se cultivan en la
comunidad y, 2) Diversificar la producción de frutos considerando las condiciones agrocli-
máticas de la zona, por lo que se evaluó la posibilidad de introducir otras variedades de man-
zana o nuevas especies de frutos que pudieran, diversificar la producción con cultivos que
presentaran ventajas nutritivas, de salud y un valor económico mayor, en relación a los cul-
tivos existentes, entre las que destacó el arándano con las variedades “Biloxi” y “Sharblue”.

c) Integración del grupo de productores. Se integró un grupo de ocho productores que


decidieron iniciar el cultivo del arándano azul, formalizando su organización ante la autori-
dad local. En el grupo se formó con productores con huertos en áreas de producción agrícola,
huertos de traspatio, y habitantes de la comunidad que no realizaban producción pero que
estaban interesados en iniciar procesos de producción de frutos. Se les proporcionó capaci-
tación y acompañamiento para asegurar el cultivo. Los productores que decidieron iniciar el
cultivo del arándano azul, autofinanciaron la introducción de este cultivo.

Los integrantes del grupo decidieron fijar algunos acuerdos para manejar su organiza-

CAPÍTULO VII 775


ción, entre los cuales destacaron:

-Trabajo en equipo. Todos los trabajos, los aportes y los beneficios se realizaron en
equipo, para fomentar la cooperación y la ayuda mutua.

-Producción a pequeña escala. Se trabajó de acuerdo a los espacios de producción,


considerando que gran parte de los productores manejan cultivos de traspatio o en pequeños
huertos cercanos a la zona urbana de la comunidad, y que ésta se destina al autoconsumo y al
pequeño comercio, actividad que ya tienen establecida los productores.

-Cuidado ambiental. Las prácticas agronómicas se enfocaron a evitar en todo lo posi-


ble la utilización de agroquímicos sintéticos, y acudir a ellos solamente en caso necesario, por
lo que se únicamente se utilizó un fungicida para combatir la roya y fertilizante foliar para
asegurar la nutrición de las plantas a su nuevo medio.

Las prácticas solidarias se hicieron manifiestas durante el proceso de ejecución del


proyecto, un ejemplo de ello fue en la etapa de adquisición de la planta, debido a que los
proveedores de planta de arándano se encuentran en el estado de Jalisco, la venta y entrega
de plantas requirió de alcanzar un volumen mínimo para garantizar bajos costos de plantas
y del transporte, en esta etapa los integrantes del grupo mostraron valores de cooperación e
iniciativa para localizar otro grupo de productores interesados en la misma planta, y alcan-
zar el volumen mínimo de compra. Las plantas fueron entregadas en la ciudad de Oaxaca,
y el grupo transportó en el menor tiempo las plantas a la localidad y se trasplantaron lo más
rápido posible de acuerdo a recomendaciones emitidas en los cursos-taller para asegurar su
supervivencia.

Para garantizar el desarrollo de la planta se gestionaron cursos-taller en: prácticas de


fertilización, riego, poda y polinización, manejo de plagas y enfermedades, cosecha y mane-
jo del fruto. Se realizaron reuniones periódicas con el experto para analizar el desarrollo del
cultivo, y definir las prácticas de cultivo a ejercer hasta alcanzar la primera cosecha.

La producción de este fruto en la comunidad se ha extendido de 300 plantas iniciales


a 1000, lo que refleja la gran aceptación por parte de los productores, tanto como un producto
de autoconsumo, como una forma de generación de excedentes generadores de ingresos.

d) Calidad de los frutos: Evaluación de parámetros básicos. Los frutos cosechados


alcanzaron los atributos físicos (peso, color, textura) y químicos (sólidos solubles, acidez ti-
tulable pH y azúcares reductores totales) (Tabla No. 2), adecuados para su comercialización.

CAPÍTULO VII 776


Tabla No. 2 Calidad del fruto de arándano cultivado en San Pedro Nexicho.

Parámetro Fruto de estudio Valores de referencia

Peso (g) 1.00 ± 0.29 1.09 - 1.45 (Díaz y García, 2002)


Color 292 ± 18 290-302 (Hyang, Chul, Chun, Sheob, Yil,
Ki y Jin, 2013)

Textura (N) 8.2 ± 2.1 6.8 – 7.5 (Rincón, Buitrago, Ligarreto, Smi-
th y Balaguera, 2012)

Sólidos Solubles 15.0 ± 2.5 8.3 - 14.3 (Kim, Kim, Kim y Park, 2013)
(°Brix)

Acidez titulable (%) 1.3 ± 0.4 0.92 - 2.42 (Connor, Luvy, Tong, Finn y
Hancock, 2002)
pH 3.8 ± 0.4 3.06 - 3.90 (Pino, 2007)

Azucares reductores 12.3 ± 3.2 9.8 - 12.7 (Molina, Calvo, Medina, Barrau y
totales Romero, 2008)

Los resultados muestran que los atributos de calidad estándares cumplen con los esta-
blecidos a nivel internacional, y genera mejores oportunidades para continuar con el cultivo y
generar excedentes para otros cultivos alternativos.

e) Conservación del fruto

Mermelada. Los productos elaborados cumplieron la Norma del CODEX STAN 296-
2009, para las confituras, jaleas y mermeladas (FAO, 2016) y las normas mexicanas; NOM-
130-SSA1-1995, NOM-251-SSA1-2009 y la NOM-051-SCFI/SSA1-2010, que establecen con-
tenido de fruto en el producto, sanidad, cerrado hermético y etiquetado. Las fuentes de azúcares
(sacarosa, sacarosa-Stevia y azúcar de agave) marcaron una diferencia en el análisis sensorial,
las mermeladas formuladas con sacarosa y azúcar de agave alcanzaron calificaciones superiores
al 80%, mientras que las de sacarosa-Stevia, aún, cuando fue agregada en menor proporción por
su alto valor de dulzor fue menos aceptada (65%).

CAPÍTULO VII 777


Deshidratación de frutos. Las condiciones de secado alcanzaron un rango de tempera-
tura de bulbo seco de 58 y 70 °C, una humedad relativa de 25-30% y una velocidad de aire de
0.9 ± 0.3 m/s. En estas condiciones los frutos no escaldados requirieron 13.0 ± 1.48 h para su
deshidratación, mientras que los escaldados necesitaron 11.5 ± 1.0 h, para alcanzar la humedad
final establecida de 11.5 ±1.0% (Gráfica No. 1), la cual corresponde a una actividad de agua
(Aw) entre 0.60 - 0.65, rango que en los alimentos presentan estabilidad física, química y bio-
lógica, así como mayor calidad como producto deshidratado (Tabla No. 3). Estos resultados en
el tiempo de secado concuerdan con la reducción de las ceras cuticulares de las frutas (Taiwo,
Angersbach, Ade-Omowaye y Knorr, 2001; Al-Khuseibi, Sablani y Perera, 2005), que permite
mayor pérdida de agua durante el proceso de secado. El análisis sensorial del producto deshi-
dratado mostró calificaciones altas, mayores a 8.

La producción de este cultivo generó ocho fuentes de empleo directo en la comunidad,


mientras que su transformación generó dos fuentes de empleo directo más, lo que se traduce en
un ingreso económico importante para las familias involucradas.

Grafica No.1 Cinética de secado solar del arándano (Vaccinium corymbosum L.)

Fruta fresca: a) sin escalde (E), b) con 1.0 s de E, c) con 2.0 s de E; d) con 3.0 s de E.

Fruta deshidratada: e) sin E, f) con 1.0 s de E, g) con 2.0 s de E; h) con 3.0 s de E.

CAPÍTULO VII 778


Tabla No. 3 Parámetros de calidad de arándano deshidratado

Fruta deshidratada
Pre tratamientos
Parámetros de calidad Fruta fresca
Sin escalde 98°C-1s 98°C- 2s 98°C- 3s
Sólidos solubles (°Bx) 19.1 ± 0.9 61.1 ± 0.8 66.4 ± 0.9 62.6 ± 0.9 57.6 ± 0.9
pH 4.67 ± 0.3 3.6 ± 0.3 3.6 ± 0.1 3.7 ± 0.1 3.8 ± 0.1
Acidez titulable (%) 1.42 ± 0.1 2.3 ± 0.1 2.3 ± 0.1 2.3 ± 0.1 2.3 ± 01
Azúcares reductores totales 14.3 ± 2.4 52.6 ± 3.2 55.5 ± 4.1 53.1 ± 2.3 51.7 ± 1.9
(%)
Rehidratación (%) 81.4 ± 4.5 88.3 ± 4.9 97.2 ± 4.9 91.2 ± 4.9

Conclusiones

Las condiciones agroclimáticas de San Pedro Nexicho, son ideales para albergar nuevos
cultivos que permitan continuar con procesos de diversificación y generación de excedentes, ele-
mentos que ayudan a sostener y garantizar los emprendimientos solidarios, pero es importante rea-
lizarlos con un enfoque de soberanía y autonomía que les permita asegurar el éxito y sostenibilidad.

El cultivo de arándano azul, por las condiciones agroclimáticas de la región, prácticas de


cultivo adecuadas, representa un potencial para la diversificación de cultivos agrícolas y la genera-
ción de excedentes, sin embargo, el beneficio más importante es el aporte a la salud de la población,
lo cual, aunado a la ampliación de la disponibilidad de frutos y el contexto de producción orgánica,
puede considerar su ingreso al mercado justo.

Los procesos relacionados con la transformación de productos deben realizarse en un mar-


co de asociatividad, mediante el acopio comunitario para lograr procesos con mayor cantidad de
materia a transformar, de esta forma, se respetaría el eje de cuidado ambiental de las economías
solidarias.

Las condiciones económicas de los productores, aún con dificultades, pueden permitir el
autofinanciamiento para emprender proyectos, pero no el aseguramiento de las condiciones para
alcanzar el éxito en todos ellos, se requiere de apoyos complementarios, procurando la autonomía,
o emprender proyectos pequeños, que se amplíen hasta llegar a una escala que permita satisfacer
las necesidades de la comunidad, pero desarrollados en armonía con el ambiente y la cultura.

El autoempleo generado, aun cuando es mínimo, es importante, ya que este tipo de inicia-
tivas permte reproducción de experiencias similares dentro de la comunidad.

CAPÍTULO VII 779


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CAPÍTULO VII 784


El trabajo de las mujeres en Guanajuato.
Contrastes desde los datos oficiales18

María Áurea Valerdi González19

Resumen: El concepto de desarrollo tiene varios calificativos, puede ser territorial, regio-
nal, local o humano, dependiendo de la concepción teórica que se tenga de él. Por ello, no
existe una sola definición pero si un imaginario común, que es concebir básicamente el de-
sarrollo como crecimiento económico medido por el Producto Interno Bruto (PIB). Incluso
la versión más reciente que es el Índice de Desarrollo Humano, incorpora a los ingresos
(medido por el PIB), otros dos indicadores: la educación y la salud, pero se sigue conside-
rando al PIB como principal. Como se sabe las mujeres fueron ignoradas en las teorías del
desarrollo hasta que los movimientos feministas lo hicieron evidente (Nazar 2000). Este he-
cho mostró también el valor del trabajo doméstico, el trabajo reproductivo o no remunerado,
es decir aquel trabajo silencioso sin el que no sería posible la vida social. Así, se contabiliza
el trabajo productivo en las estadísticas sobre la Población Económicamente Activa (PEA),
el segundo, el reproductivo, se registra como actividad (no como trabajo) en las estadísticas
de uso del tiempo. Al mismo tiempo se minimiza el trabajo de cuidado que alude a la parte
afectiva y emocional que las mujeres (y algunos hombres) proporcionan para la reproduc-
ción social. Aquí mostramos a través del análisis de los datos oficiales existentes, cómo se
le otorga más peso al trabajo productivo, con lo anterior pretendemos que se reconsideren
las premisas del desarrollo y se propongan políticas en donde las mujeres no se conciban de
manera pasiva como receptoras, sino como promotoras del desarrollo.

Palabras clave: Trabajo, mujeres, rezagos.

18
Parte de esta trabajo fue presentado en el Cuarto Congreso Latinoamericano de Ciencias Sociales “Trascender
el neoliberalismo y salvar a la humanidad” en Zacatecas, Zac, el 9 de junio de 2016. Aquí se muestra la versión
modificada con las observaciones recibidas.
19
División de Ciencias Sociales y Humanidades, Campus León. Universidad de Guanajuato. avalerdi@ugto.mx

CAPÍTULO VII 785


Summary: Development has many diferent meanings, may refer territorial, regional or lo-
cal space, depends on the theoretical conception. We think there is no single definition, but
many people refer to it as economic growth, measured by gross domestic product. The Index
Human Development adds two health and educations indicators to economic, but the inco-
me remains the most important. In development theories women were ignored until feminist
put them on the table of discussions (Nazar 2000). That fact show domestic work and care
work unpaid work without wich social life would not be posible. Statistcis reconized the
productive work, reproductive work is considered an activity and is recorded in the time-use
statistics. Care work, which refers to affective and emotional part that women and some men
give to the family, it is undervalue. We analyze official statistics data to show the weigth that
productive work compared to others women jobs. We propose that women be included in
public policies as promoters of development and not as recipients of social programs.

Keywords: Work, women, backlogs.

Introducción

Este trabajo es el resultado parcial de la tercera investigación (en curso) relacionada


con las disparidades intra e inter-regionales del desarrollo, sobre todo a partir del cálculo del
Índice de Desarrollo Humano (IDH) en el estado de Guanajuato. La primera investigación
se realizó por un grupo de profesores de la División de Ciencias Sociales de la Universi-
dad de Guanajuato, en el 2011-2012. Abarcó 4 estados: Querétaro, Aguascalientes, Jalisco
y Guanajuato, 17 municipios y 105 localidades de más de 2500 habitantes, los resultados
fueron entregados a los Institutos Municipales de Planeación donde existía esta figura o en
su defecto a las Presidencias Municipales con un total de 11 diagnósticos.

El primer estudio se concentró en los municipios del llamado Corredor Industrial del
Bajío en México, conjuntamente con Querétaro y Aguascalientes. El punto de partida fue-
ron los datos del IDH municipal que obtuvo el cCnsejo Nacional de Población (CONAPO),
de acuerdo a este organismo, para el año 2000 no existía en Guanajuato ninguno de los 46
municipios con un nivel alto de desarrollo humano, pese al discurso oficial de los avances
en el sector de la transformación, en especial el empuje a la industria automotriz. El princi-
pal aporte de esta investigación fue el cálculo propio y adaptado del IDH para localidades
entre 2500 y 50 mil habitantes e ir más allá de los datos obtenidos por CONAPO. Con ello
se hizo evidente que la heterogeneidad que se presenta en otras escalas geográficas (estatal
y municipal) no se presenta en una escala intra-municipal. El mismo índice se prestaba para
trabajar en otras series como la de diferencia de género que el mismo PNUD sugería. Los

CAPÍTULO VII 786


resultados sobre el trabajo de las mujeres fueron publicados en dos libros colectivos20 con
los capítulos “Trabajo, tiempo y bienestar: elementos para su discusión” (Valerdi 2012) y
“El desarrollo humano desde el género. Región Centro Bajío de México” (Valerdi 2014).

En un segundo estudio, como responsable del proyecto “Trabajo productivo y repro-


ductivo en la economía de Guanajuato” partimos de las disparidades halladas en la primera.
La investigación se llevó a cabo durante el 2013 y principios del 2014, en la que dimos
cuenta de la aportación del trabajo de mujeres en el mercado de trabajo y en el ámbito de la
familia, cuyos resultados se muestran en el Artículo “Trabajo productivo y reproductivo en
la dinámica socioeconómica de Guanajuato en coautoría con la Lorena Álvarez Castañón
(2015) (en proceso de publicación). El propósito era llamar la atención de manera puntual,
focalizada en un grupo de mujeres trabajadoras que sirviera para el diseño de políticas públi-
cas con enfoque transversal. Sin embargo, la pretensión universal de las políticas encuentra
su límite en las disparidades intrarregionales en el estado, sobre todo dónde se ubicaban los
índices más bajos de pobreza concentrados territorialmente.

El objetivo de este tercer acercamiento es realizar un diagnóstico a través del análisis


de los datos oficiales como población ocupada, IDH, IDG y sus implicaciones a nivel de
bienestar y desarrollo para mostrar que a pesar de los avances en política pública todavía
tenemos rezagos que atender.

Algunos elementos teóricos

Como se sabe, la propuesta del IDH se fundamenta en las aportaciones teóricas de


Amartya Sen (2010), quien no solo ha presentado una visión alternativa del desarrollo (más
allá de la economía), sino también la propuesta de los instrumentos de medición que per-
miten conocer las condiciones estructurales de los países (y localidades), para brindar a su
población los medios para su desarrollo, “Estas condiciones se articulan en torno al derecho
de educación, salud, ingreso digno y el derecho a una vida prolongada y se miden en indi-
cadores que integran el índice de desarrollo humano (IDH)” (Gutiérrez y González 2010, p.
117).

Por otro lado y en relación con las políticas públicas, Sen (citado por Emmerij 1998)

20
Rodríguez G., J. A., J. M. Vega Z., D. Tagle Z., (2014) Actores e instituciones en el desarrollo. Deducciones
desde la región Centro Bajío de México, México, Miguel Ángel Porrúa, Universidad de Guanajuato.
Caldera O., A. R. y J. L. Coronado R., (2012) Reflexiones sobre el Paradigma de Desarrollo Humano, México,
Miguel Ángel Porrúa, Universidad de Guanajuato

CAPÍTULO VII 787


señala los costos (sobre todo para las poblaciones), para acceder al desarrollo mediante
dos vías: BLAST y GALA21. La vía denominada BLAST (sangre, sudor y lágrimas por sus
siglas en inglés) significa que el desarrollo económico implica sacrificios (sobre todo de la
clase trabajadora de menores ingresos), relacionados con las prestaciones sociales y puede
ser “cruel”. Y GALA (crecer con una pequeña ayuda) cuya visión del desarrollo es esencial-
mente amigable y puede entenderse como la provisión de servicios por parte del Estado que
fomenta la cooperación entre los individuos. Ambas vías pueden adoptar formas y matices
muy diferentes dependiendo de las teorías que se adopten sobre el desarrollo.

En México tenemos políticas del tipo BLAST y GALA (de lo contrario no tendría-
mos un Guanajuato próspero en el Sur y atrasado en el Norte). El problema no es lo que se
genera económicamente sino cómo se reparte lo generado. Los resultados pueden ser positi-
vos si los recursos se reparten de acuerdo a las necesidades diferenciadas de las poblaciones,
que se reflejarían en el incremento de la calidad de vida de las poblaciones. Por otro lado ob-
servamos la Política Social, separada conceptual y prácticamente de la Política Económica.

El PNUD ha sugerido distintas vías por donde transitar hacia el desarrollo local,
creando índices complementarios como el de diferencia de género (IDG), o de potenciación
de género (IPG), el índice de libertad política (ILP), el índice de adelanto tecnológico (IAT)
etc. Aquí se parte de esa preocupación con una mirada complementaria y con una perspecti-
va más amplia que se deriva de los supuestos de Esping-Andersen (2000).

Como se ha documentado el estado de bienestar tiene sus orígenes en una sociedad


cuya economía se basaba en la producción industrial, con una Población Económicamente
Activa (PEA) predominantemente masculina y una familia estable con elevadas tasas de fe-
cundidad y mujeres dedicadas principalmente a las actividades domésticas, lo que hoy dista
mucho de ser así. Derivado de lo anterior, el autor sostiene que la principal “revolución”
que se está dando es tanto en los mercados de trabajo como en las familias. Para la mayo-
ría de los analistas esta fuerza es macroscópica y global, pero también se encuentra en una
fuerza microscópica que son, “las decisiones económicas de las familias y, especialmente
de las mujeres” (Espin-Andersen 2000, p. 14). Finalmente el autor postula como hipótesis
que la economía familiar es el alfa y omega de cualquier resolución de los problemas deri-
vados de la llamada sociedad postindustrial y acaso el más importante “fundamento social”
(2000, p.15). Por eso en este trabajo se pretende arribar a la zona geográfica del estado de
21
Tomado de Louis Emmerij y José Núñez, compiladores, El desarrollo económico y social en los umbrales del si-
glo XXI, Banco Interamericano de Desarrollo, Washington, D.C., 1998. Cuadernos de Economía agradece a Louis
Emmerij por su autorización para publicar este artículo. Se reproduce con ligeros cambios editoriales.
file:///C:/Users/UG/Downloads/Dialnet-LasTeoriasDelDesarrolloAPrincipiosDelSigloXXI-4934951.pdf

CAPÍTULO VII 788


Guanajuato donde se reportan los indicadores más bajos, tomando de manera puntual a las
mujeres.

Reconocer en términos teóricos y políticos el trabajo reproductivo y de cuidado ha


implicado una larga historia de esfuerzos desde las luchas feministas y los enfoques de gé-
nero, su medición, registro y reconocimiento también ha requerido de incorporar diversas
metodologías que muestren la importancia del trabajo de cuidado para los integrantes de la
familia. No solo es preparar la fuerza de trabajo del futuro sino la formación de la ciudada-
nía que contribuirá al desarrollo local, pues el desarrollo tiene un componente subjetivo e
intangible que es provisto por los cuidados femeninos (tema que trataremos en otra contri-
bución).

A continuación mostraremos algunos resultados de las investigaciones anteriores que


nos sirvan de punto de partida para el análisis que pretendemos realizar y solo analizaremos
datos estadísticos tomados de fuentes oficiales.

Análisis de los datos sobre trabajo doméstico, de cuidado y otros trabajos

El trabajo reproductivo o no remunerado existe una vasta literatura, varios de ellos


se relacionan con el bienestar social. Resultado de iniciativas internacionales, se han reali-
zado estadísticas paralelas que intentan dar cuenta del trabajo reproductivo a través de la lla-
mada cuenta satélite del trabajo no remunerado y las encuestas de uso del tiempo. Significa
la valoración económica de los servicios que se prestan al interior de los hogares, como son
el quehacer doméstico y el cuidado de las personas, calculado por los costos de reemplazo
y de oportunidad en el mercado de trabajo.

Según INEGI (2010) a nivel nacional, para 2011calculó que equivaldría a 41,100
pesos al año (2,645.00 dólares) la contribución de cada una de las mujeres a sus hogares por
realizar las labores domésticas y de cuidados no remuneradas, es decir, en cuanto al valor
económico de dichas labores, las mujeres aportan al Producto Interno Bruto (PIB), mucho
más de lo que les es reconocido. Aún con los escasos datos sobre el trabajo reproductivo del
sector formal de la economía, las mujeres tienen un aporte estratégico y vital en el bienestar
de la población, no solo por producir los bienes y servicios que no se compran en el merca-
do, sino cuidando en un sentido amplio (sobre todo emocionalmente) a los integrantes del
hogar (Valerdi & Álvarez, 2015).

CAPÍTULO VII 789


El registro de la población económicamente activa (PEA) en estas dos décadas re-
conoce la participación de las mujeres en el trabajo productivo con una media geométrica
de crecimiento de 70.86%, mientras que los hombres aumentaron su intervención en un
31.34%. Asimismo señala que la población ocupada labora en mayor proporción jornadas
de 33 a 48 horas por semana (44.2%). En el caso de las jornadas de trabajo superiores a cua-
renta y ocho horas semanales, los hombres rebasan por 14 puntos porcentuales a las mujeres.
Mientras que, las mujeres superan a los hombres en jornadas más reducidas, como las de 1
a 16 horas y 17 a 32 horas a la semana (diferencia de 7 puntos porcentuales).

Respecto a los ingresos que la población ocupada recibe por su trabajo, siguiendo a
INEGI (2010), prácticamente el 60% percibe entre dos y tres salarios mínimos (que equiva-
le a 274 dólares mínimo y 411 máximo por mes); en éste último los hombres superan a las
mujeres, pero en el rubro de dos salarios mínimos es mayor el de las mujeres que el de los
hombres. Se estima que en Guanajuato el 59.4% de su población asalariada recibe alguna
prestación laboral o social. De esta población el 81.5% recibe el servicio médico, el 89.3%
recibe aguinaldo, 79.5% vacaciones con goce de sueldo.

Los ingresos son el indicador tradicional que implica el acceso a distintos niveles de
bienestar o calidad de vida. Según los datos anteriores, las mujeres se encuentran más des-
protegidas pues cuentan con las jornadas más reducidas y con los ingresos más bajos, solo
hablando del trabajo reconocido socialmente.

Empero, las condiciones sociales de dicha población dejan mucho que desear, el
Consejo Nacional de Población ubica a Guanajuato en el décimo cuarto lugar de margina-
ción a nivel nacional, con un índice de marginación medio (CONAPO, 2010). Es el quinto
estado con menor escolaridad, en promedio 7.2 años de estudio y el 8.1% de su población
no sabe ni leer y escribir; de la población con asistencia escolar el 50.44% son mujeres, en
el grupo de edad de 30 años y más se vuelve más significativa la asistencia de las mujeres
(65.46%); mientras que el 52.77% de quienes no asisten a la escuela son mujeres (INEGI,
2010). A pesar del discurso que le apuesta al desarrollo vía inversión extranjera.

En esta tesitura, el impulso dado al desarrollo industrial en especial el relacionado


con la Inversión Extranjera Directa (IED) (Álvarez, 2014), no ha significado ni trabajo para
toda la PEA, ni estabilidad en el empleo y mucho menos desarrollo y bienestar como se
esperaba. A la estadística del trabajo que se ve y se reconoce habría que añadirle el trabajo
“atípico” (o no clásico), que representa un porcentaje importante para las economías de
América Latina. Y por supuesto el trabajo de reproducción que realizan las mujeres de ma-

CAPÍTULO VII 790


nera silenciosa y sin el cual no existiría fuerza de trabajo (o PEA) que alimentara el mercado
de trabajo en las mejores condiciones. Como vimos, los datos oficiales muestran una parte
del mercado de trabajo, la otra es terreno de investigaciones acotadas, situadas.

Análisis del trabajo reproductivo

Una de las limitantes que obscurece el trabajo reproductivo o de cuidado en las estadís-
ticas es desagregar en horas y minutos lo que las mujeres realizamos de manera simultánea. En
el año 2011 según los datos, las mujeres tuvieron la mayor carga total de trabajo, con 54.2%, lo
que implica que por cada 10 horas de trabajo total femenino, los hombres realizaron 8.5 horas. En
todos los casos la aportación de las mujeres supera el monto de los hombres, por ejemplo, en las
actividades de alimentación las mujeres participan con 85.6% del rubro, enseguida está la limpie-
za y cuidado de la ropa y calzado, mientras que la menor contribución de ellas está en las compras
y administración del hogar, con 56.8% del total de ese bloque (INEGI, 2013).

Creemos que la tendencia abrumadora sobre los datos macro económicos dificulta dar
cuenta de la riqueza que implica el trabajo de reproducción y de cuidado, pues no basta con cuan-
tificar cuántas horas o minutos se emplean en estas actividades en forma desagregada. Así los
datos obscurecen y hasta eliminan las tareas que las mujeres realizan de manera simultánea, en
tiempos que se empalman y atropellan, por ello se requiere de acercamientos de otra naturaleza
como la llamada investigación situada.

Mostremos otra arista de la desigualdad, sólo baste señalar un ejemplo con datos del Ín-
dice de Desarrollo Relativo al Género de la zona noreste del Estado de Guanajuato, considerada
como la región con los indicadores más bajos en todas las categorías sociales. El IDG es el cálculo
del Índice de Desarrollo Humano que incluye: Educación, salud e ingreso, considerado para hom-
bres y mujeres. Cabe señalar que en el 2010 el IDG cambió su metodología para reflejar de otra
manera la desigualdad de género. Estos nuevos elementos son: la participación en la política o
empoderamiento, salud reproductiva y participación en el mercado laboral. El índice expresa que
mujeres y hombres presentan un desarrollo desigual, 1 significa que las mujeres registran mejor
desarrollo en las dimensiones calculadas.

En el cuadro siguiente vemos que en el 2000 Atarjea, Xichú y Tierra Blanca tenían los
índices más bajos de la región en comparación con el Estado y con León. Diez años más tarde la
región noreste mejora en términos de salud, educación e ingresos, pero a pesar de esta mejoría (de
la que hablamos en otro artículo) mantiene los indicadores más bajos de la región y del estado.

CAPÍTULO VII 791


Índice de Desarrollo relativo al Género (IDG)

Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) en México

Oficina de Investigación en Desarrollo Humano (OIDH)

http://www.mx.undp.org/
Clave de Nombre del municipio IDG
municipio 2000 2005 2010
006 Atarjea 0.5743 0.6704 0.6991
013 Doctor Mora 0.6646 0.7061 0.7591
020 León 0.8225 0.8487 0.8386
032 San José Iturbide 0.7394 0.7846 0.8026
033 San Luis de la Paz 0.7152 0.7303 0.7583

034 Santa Catarina 0.5859 0.6886 0.7520

040 Tierra Blanca 0.5935 0.6663 0.7339


045 Xichú 0.6254 0.6624 0.7238
Total de la entidad Guanajuato 0.7645 0.8004 0.8026

Cálculos de la Oficina de Investigación en Desarrollo Humano (OIDH). Ver


PNUD. 2009. Indicadores de Desarrollo Humano y Género en México 2000-
2005. México: Producción Creativa.

Entre las autoras revisadas se esgrimen varios argumentos a favor y en contra para
medir el trabajo no remunerado y conocer su contribución a la economía. Entre las explica-
ciones a favor se señala que la medición del PIB esconde una parte importante del bienestar,
permite reconocer que el trabajo no remunerado (TNR) no es gratuito. A pesar de que se
realiza por fuera del mercado, recibe las presiones que impone el mercado remunerado. El
cuadro anterior indica que los municipios ahí incluidos tienen un desarrollo desigual entre
hombres y mujeres

Cada vez es más necesario mostrar lo insuficientemente visible que resulta el trabajo no
remunerado en las interpretaciones económicas y políticas, este análisis supone integrar la me-
dición de los usos del tiempo, pero sobre todo mostrar que el tiempo también produce desigual-
dades como supone Damián (2003), Aguirre (2006), Arriagada (2005) etc. La organización del
tiempo tiene que ver con las características socio-demográficas de los distintos grupos etarios
“La división sexual del trabajo, como categoría analítica, permite analizar cómo una sociedad
se organiza y organiza a sus miembros y qué tareas (productivas/reproductivas) realiza cada
persona para generar cierto producto material o inmaterial” Aguirre (2006, p. 4).

CAPÍTULO VII 792


Discusión o Conclusiones

Como dijimos al principio, pareciera que las políticas de desarrollo hasta ahora imple-
mentadas en el estado de Guanajuato son del tipo BLAST (sangre, sudor y lágrimas por sus
siglas en inglés), que ha implicado sacrificios para algunas regiones (sobre todo de los trabaja-
dores de menores ingresos y en particular de las mujeres), como el noreste del estado que sigue
manteniendo los más bajos indicadores sociales. En este sentido el crecimiento y desarrollo de
unas zonas a costa de otras, puede ser “cruel” (en palabras de Sen). De la misma manera cree-
mos que en las regiones rezagadas, es el trabajo de reproducción, el trabajo silencioso, constan-
te e invisible de las mujeres el que logra sacar a flote a las familias, es el alfa y omega de cual-
quier resolución de los problemas derivados de la inequitativa distribución del ingreso estatal.

De igual manera suponemos que las políticas sociales han considerado a los integrantes
del hogar en forma separada, hijos, mujeres, ancianos o enfermos y pocas veces se ha conside-
rado a las familias como unidades de atención integrada. Por otro lado, insistimos en que mien-
tras las políticas sociales se ejecuten de manera paralela a las políticas económicas, se puede
avanzar muy poco o lentamente. El trabajo de reproducción no es solo las tareas domésticas es
también el afecto y atención a los miembros del hogar, sobre todo el papel de las mujeres en el
trabajo de reproducción es la reconstrucción de la relación entre producción y reproducción que
tenga sentido para los integrantes de la familia.

Si es cierto que las tareas domésticas y de cuidados no remunerados aportan miles de


dólares al año, entonces debiera considerarse su participación en las tareas de desarrollo de sus
localidades, pues el cuidado de la familia en su sentido amplio permite la construcción de una
ciudadanía más sana y comprometida.

Como hemos mostrado en el cuerpo del documento, las estadísticas y documentos ofi-
ciales centran su atención en el trabajo productivo, reconocen el incremento paulatino pero
constante de las mujeres en el mercado de trabajo, mientras que los hombres se suman muy len-
tamente a la contribución del trabajo reproductivo. Se reconoce la participación de las mujeres
en la dinámica económica de Guanajuato, pero se sigue manteniendo en la penumbra el trabajo
que estas mismas mujeres realizan como doble jornada. La abundancia de datos relacionados
con la importancia de la industria de transformación y las condiciones que se ofrecen para la
inversión, opaca de alguna manera el trabajo de reproducción.

Los datos oficiales muestran a las mujeres que ya están en el mercado de trabajo y lo
que esto representa en términos de equilibrio entre trabajo y familia, pero también creemos

CAPÍTULO VII 793


necesario incorporar a aquellas que no están en la vida productiva, las jóvenes que buscan su
primer empleo, las adultas que necesitan un ingreso por distintos motivos (viudez, migración,
divorcio, etc.), las mujeres que salieron del mercado por embarazo y crianza, todas ellas no son
consideradas en las estadísticas oficiales.

Las mujeres trabajan muchas menos horas en el mercado laboral para poder dedicar más
tiempo al trabajo que implica el cuidado y atención a los integrantes de la familia, lo que a su
vez implica un menor ingreso, según dijimos el porcentaje de mujeres que ganan dos salarios
mínimos es mucho mayor que el de los hombres.

El reconocimiento de los derechos de las mujeres han sido un camino muy largo en
el que no obstante los logros alcanzados aún se puede observar su posición de desventaja en
términos de salarios, acceso al empleo, seguridad social, mecanismos de protección laboral y
posiciones de liderazgo. Sobre todo no hemos podido diseñar caminos viables para tender el
puente teórico y analítico sobre el vínculo trabajo productivo reproductivo que pesa más sobre
las mujeres.

CAPÍTULO VII 794


Obra citada

Aguirre, R. (2006). “La perspectiva de género en el análisis de los procesos de empobrecimien-


to. La medición del uso del tiempo y del trabajo no remunerado”, en Herrera G., (ed.)
La persistencia de la desigualdad. Género, trabajo y pobreza en América Latina. Quito:
Secretaría Técnica del Frente Social. CONAMU. FLACSO

Álvarez C., L. del C. (2014). “¿Desarrollo local? Cuando el crecimiento económico prioriza
la Inversión Extranjera Directa”. En Rodríguez G., J. A., Vega Z., J. M., Tagle Z., D.,
Actores e instituciones en el desarrollo. Deducciones desde la región Centro Bajío de
México. México: Miguel Ángel Porrúa. Universidad de Guanajuato.

Arriagada, I. (2005). “Los límites del uso del tiempo: dificultades para las políticas de concilia-
ción familia y trabajo”. Santiago de Chile: CEPAL.

Damián, A. (2005). “Pobreza de tiempo en México, conceptos, métodos y situación actual”. En


Grendrau M. (coord.) Los rostros de la pobreza. El debate. Tomo IV. México: ITESO.
UIA

Esquivel, V. (2011). La Economía del Cuidado en América Latina: poniendo a los cuidados en
el centro de la agenda. Serie “Atando cabos, deshaciendo nudos”. El Salvador: PNUD.

Esping-Andersen (2000). Fundamentos sociales de las economías postindustriales. Barcelona:


Ariel.

Federici, S. (2013). Revolución en punto cero. Trabajo doméstico, reproducción y luchas femi-
nistas. España: Editorial Traficante de Sueños.

Gutiérrez G., E. & González G., E. (2010). De las teorías del desarrollo al desarrollo sustenta-
ble. México: Editorial Siglo XXI. Universidad Autónoma de Nuevo León.

Sen, A. (2000). Desarrollo y Libertad. México: Editorial Planeta.

Valerdi G., M. Á. & L. C. Álvarez C. (2015). “Trabajo productivo y reproductivo en la dinámica


socioeconómica de Guanajuato”, documento de trabajo, Universidad de Guanajuato.

Valerdi G., M. Á. (2014). “El desarrollo humano desde el género. Región Centro Bajío de
México. En Rodríguez G., J. A., Vega Z., J. M., Tagle Z., D., Actores e instituciones en
el desarrollo. Deducciones desde la región Centro Bajío de México. México: Miguel
Ángel Porrúa, Universidad de Guanajuato.

CAPÍTULO VII 795


Valerdi G., M. Á. (2012). “Trabajo, tiempo y bienestar: elementos para su discusión”. En Cal-
dera O., Alex R. y J. Luis Coronado R. (coords.), Reflexiones sobre el paradigma del
desarrollo humano. México: Miguel Ángel Porrúa, Universidad de Guanajuato.

Obra citada de internet

Emmerij L. & Nuñez J. (Compiladores), El desarrollo económico y social en los umbrales del
siglo XXI, Washington, D. C. file:///C:/Users/UG/Downloads/Dialnet-LasTeoriasDel-
DesarrolloAPrincipiosDelSigloXXI-4934951.pdf

Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI). XI Censo General de Población y Vi-


vienda 1990; I Conteo de Población y Vivienda 1995; XII Censo General de Población
y Vivienda 2000; II Conteo de Población y Vivienda 2005; XIII Censo de Población y
Vivienda 2010. [En línea]. México. [Fecha de última consulta 31 de marzo de 2014].
Disponible: www.inegi.org.mx

Instituto Nacional de Estadística y Geografía y Secretaría del Trabajo y Previsión Social

(INEGI-STPS). Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo, 2012. Segundo trimestre. Consulta


interactiva de datos. [En línea]. México. www.inegi.org.mx

CAPÍTULO VII 796


Gestión de una red comunitaria para la
generación de autoempleo mediante el
aprovechamiento de recursos frutícolas en dos
comunidades de la sierra Norte de Oaxaca

Magdalena Martínez Monterroza22

Pedro Benito Bautista23

Nelly Arellanes Juárez24

Resumen: La gravedad de la pobreza y la migración en gran parte del territorio rural de Méxi-
co, ha traído en consecuencia daños sociales, específicamente: étnicos y de género. En Oaxaca,
el abandono de las zonas rurales está relacionado con la migración, discriminación de género,
falta de trabajo, seguridad en la tenencia de la tierra, capacitación para la producción y el tra-
bajo y precio justo para productos locales. Para subsanar parte de esta problemática: se integró,
capacitó y operó una red comunitaria formada por dos grupos de productores: 6 mujeres con
edades entre 30 y 52 años e interés en dar valor agregado a los frutos locales del municipio de
Santa María Jaltianguis, y 3 mujeres y 2 hombres con edades entre 18 y 46 años y conocimiento
para elaborar mezcal y licores de frutos del municipio de Guelatao de Juárez, con el objetivo
de desarrollar un proyecto para autogenerar empleo y aprovechar los recursos frutícolas. La red
tiene como pilares la organización con bases cooperativistas, la capacitación para la producción
y gestión de recursos. La metodología utilizada consistió en conducir la información socioeco-
nómica de las comunidades y de los grupos de productores, desarrollar un plan de acción para
fortalecer y acompañar la autogestión de recursos y evaluar la intervención. La economía de
ambas comunidades está sustentada en actividades de tres incipientes sectores, representados
principalmente por actividades en la agricultura y el manejo forestal; la transformación de los

22
Instituto Politécnico Nacional. Centro Interdisciplinario de Investigación para el Desarrollo Integral Regional
Unidad Oaxaca. Email: magda29_07@hotmail.com
23
Instituto Politécnico Nacional. Centro Interdisciplinario de Investigación para el Desarrollo Integral Regional
Unidad Oaxaca. Email: pedbenito@hotmail.com
24 Instituto Politécnico Nacional. Centro Interdisciplinario de Investigación para el Desarrollo Integral Regional
Unidad Oaxaca. Email: nelly_arell@hotmail.com

CAPÍTULO VII 797


recursos mediante procesos tradicionales artesanales y servicios de tiendas de abarrotes y mano
de obra para diferentes oficios. Entre los resultados obtenidos destacan el nivel de organización,
democracia, confianza y equidad para el desarrollo personal y grupal, consolidando la forma-
ción de 11 empleos directos. Ambos grupos fueron formalizados oficialmente. La capacitación
en los grupos sobre educación cooperativa, tecnologías y temas de administración, permitió el
procesamiento para la conservación de cuatro frutos locales: zarzamora, membrillo, chilacayote
y calabaza, además de la producción de licor de membrillo. En todos los casos se alcanzó la
homogeneización del producto y sus estándares de calidad, el diseño de etiqueta, el registro de
marca, y la colocación del producto en el 66% de los puntos de venta formales. En la parte de
autogestión se obtuvieron recursos económicos para el apoyo para cada uno de los procesos de
la red, a través del Centro para el Desarrollo Indígena y de la Secretaria de Agricultura, Gana-
dería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación.

Palabras clave: Agricultura familiar, fruticultura, desarrollo local.

Summary: The severity of poverty and migration in much of the rural territory of Mexico has
accordingly caused social damage, specifically gender and ethnic problems. In Oaxaca, the
abandonment of rural areas is related to migration, gender discrimination, lack of job oppor-
tunities, uncertain land tenure, training for production and labour, and fair price for local pro-
ducts. To address part of this problem, a community network was formed, trained, and operated.
It consisted of two groups of producers: 6 women aged between 30 and 52 years from the mu-
nicipality of Santa Maria Jaltianguis, interested in giving added value to the local fruits; and 3
women and 2 men aged between 18 and 46 years, from the municipality of Guelatao de Juárez,
with knowledge to produce mezcal and liqueurs of fruits, aiming to develop a project to self-ge-
nerate employment and use fruit resources. The network has cooperative organization, training
for production and management of resources as foundations. The methodology consisted in the
use of the socioeconomic information of communities and the producer groups, developing a
plan of action to strengthen and accompany the self-management of resources, and evaluating
the intervention. The economy of both communities is based on activities of three emerging
sectors, represented mainly by 1) activities in agriculture and forest management; 2) the trans-
formation of resources through traditional handcrafted processes, and 3) services of grocery
stores and labor for different trades. The results include the level of organization, democracy,
trust and fairness for personal and group development, consolidating the training of 11 direct
jobs. Both groups were officially formalized. Training of groups on co-operative education, te-
chnology and topics on management permitted processing for preservation of four local fruits:
Blackberry, quince, chilacayote and squash, as well as the production of liqueur of Quince.
In all cases the homogenization of the product, its formal quality standards, label design, tra-
demark registration, and placement of the product in 66% of the points of sale was reached.
Regarding self-management, financial resources were obtained to support each of the processes
of the network through Centro para el Desarrollo Indígena and the Secretaría de Agricultura,
Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación.

Keywords: Family farming, fruit-growing, local development.

CAPÍTULO VII 798


Introducción

Desde el enfoque de la economía globalizada, el trabajo para el mercado es la principal


vía por la cual las personas pueden obtener recursos económicos, condición que determina su
situación socioeconómica, independencia, libertad y autonomía. En México, como en muchos
países en vías de desarrollo, una gran parte de la población económicamente activa no logra
integrarse al mercado del trabajo por su baja capacitación laboral y productividad.

En este sentido, el sector rural es uno de los más golpeados por la crisis económica, la
marginación, la exclusión, la pobreza y otras consecuencias devastadoras que este sistema ha
desplegado sobre sus habitantes, lo cual es preocupante si consideramos que el campo es uno de
los pilares sobre los cuales se sostiene la estructura económica de cualquier país. Los indicado-
res económicos y de calidad de vida revelan que, en muchos aspectos, el campo y sus habitantes
no sólo no han mejorado, sino que han retrocedido, dejando a los campesinos en condiciones de
pobreza comparables a las de países con economías de menor tamaño que la nuestra.

Esta situación se recrudece cuando se analizan las condiciones económicas y sociales


de las mujeres rurales. En México, históricamente las mujeres han asumido la función del tra-
bajo de reproducción y la responsabilidad del funcionamiento familiar, que implica un trabajo
cotidiano no remunerado ni reconocido como productivo, pero fundamental en el desarrollo de
las sociedades. En la actualidad, debido a las necesidades económicas, a estas funciones tradi-
cionales se suman actividades de trabajo remunerado para contribuir al ingreso familiar.

En nuestro país, pese a que en los últimos 10 años las mujeres incrementaron su partici-
pación en el mercado laboral, persisten las condiciones de desigualdad respecto a los hombres
a nivel de ingreso, posición en el trabajo o de toma de decisiones. El INEGI (2015) reporta que
la población económicamente activa (PEA) para el año 2015 fue de 50.3 millones, con una
estructura laboral conformada por ocho de cada 10 hombres y cuatro de cada 10 mujeres, lo
cual manifiesta una reducción de la tasa de participación económica de los hombres de 79.8 %
en 2005 a 77.9 % en 2015, mientras que la de las mujeres subió de 40.6 a 43.1 % en el mismo
lapso.

La ocupación de la población también difiere según el sexo: las mujeres se desempeñan


principalmente como comerciantes (25.4% de la población ocupada), en servicios personales
(23.3%) y como trabajadoras industriales, artesanas y ayudantes (17.5%). En cambio, los hom-
bres se ocupan como trabajadores industriales, artesanos y ayudantes (30.0%), trabajadores
agropecuarios (19.1%) y comerciantes (13.3%).

CAPÍTULO VII 799


De acuerdo con su posición en el trabajo: 67.2 % de las mujeres ocupadas en 2015 son
subordinas y remuneradas; 22.6 % trabaja por su cuenta; 8.0% son trabajadoras sin pago, y sólo
2.2 % son empleadoras. Por su parte, el 68.3 % de la población de hombres es subordinada y
remunerada, 22.4 % trabajan por su cuenta, 5.4 % son empleadores y 3.9 % no reciben pago.

Este escenario es más difícil en municipios rurales marginados de entidades como Chia-
pas, Veracruz, Oaxaca y Chihuahua, donde prevalecen elevados niveles de pobreza; aunque las
mayores concentraciones de pobreza se encuentran en municipios urbanos más poblados del
Estado de México, Distrito Federal, Guerrero, Puebla y Baja California. Una parte sustantiva de
estas personas trabajan por sueldos insuficientes, con empleo informal o de escasa productivi-
dad. La mayoría de las mujeres son empleadas en trabajos de baja calidad, incluyendo trabajos
en los cuales sus derechos no son respetados y la protección social es limitada. Además, reciben
salarios 25% inferiores a los de los hombres.

Oaxaca tiene una población total de 4,021,874 habitantes, de la cual 2,910,592 se en-
cuentran en edad de trabajar (15 años y más), de ellos 1,711,751 forman la Población Económi-
camente Activa (PEA) y 1,198,841 la Población Económicamente Inactiva (PIA), entre los que
pertenecen a la PEA 1,665,531 están empleados, de los cuales 769,455 son asalariados, 624,119
trabajan por cuenta propia, 69,375 son empleadores y 202,582 no reciben pago y 46,220 están
desocupados (STPS, 2016). El estado, es una de las entidades con mayor rezago educativo, con
casi dos millones de habitantes indígenas, lo que significa que 6 de cada 10 oaxaqueños perte-
necen a alguno de los 16 grupos etnolingüísticos (STPS. 2016).

De acuerdo con datos del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo


Social, en Oaxaca (CONEVAL, 2015), el 38.1% de la población del estado se encuentra en
pobreza alimentaria, el 46.9% en pobreza de capacidades y el 68% en pobreza de patrimonio.
La pobreza alcanza a poco más de las dos terceras partes de la población del estado, en sus dife-
rentes intensidades, situación que lo coloca en el tercer estado con mayor índice de desigualdad
social, después de Querétaro y Chiapas. El 29.5% de sus municipios son considerados de alta
marginación y un 46.5% de muy alta marginación.

En respuesta a esta situación y a la aguda crisis económica, política y social, diferentes


grupos locales han apostado a la construcción y fortalecimiento de estructuras sociales y pro-
ductivas que garanticen igualdad de oportunidades para todos los miembros de la comunidad,
sin exclusiones, y basados en principios de la economía solidaria han conformado emprendi-
mientos de desarrollo económico para mejorar la calidad de vida y superar colectivamente los
dramáticos errores de la economía neoliberal que tiende a dominar cada esfera del quehacer

CAPÍTULO VII 800


público.

No obstante que muchos de estos emprendimientos han sido considerados como ini-
ciativas locales, informales, de baja inversión y relevancia, su desarrollo en distintos países
refleja que resuelven las carencias de bienes y servicios, pero sobre todo de oportunidades de
trabajo, posicionando la cooperación, la solidaridad y el desarrollo local como ejes centrales de
su acción. Estos emprendimientos además promueven una mayor sustentabilidad a la gestión
de los territorios y un mayor control social sobre los recursos y procesos productivos, algunos
de ellos trascienden el espacio local y se articulan a redes locales y regionales, nacionales e
internacionales.

Las empresas sociales no son simples asociaciones de personas pasivas, son una fuerza
productiva importante en la economía, con una visión y empirismo empresarial, que al fortale-
cer su estructura, su organización y acompañados en la etapa inicial, pueden llegar a ser real-
mente competitivos en el mercado, convirtiendo a cada uno de los asociados en gestor y motor
de crecimiento económico equitativo. La dinámica creciente del sector social ha generado la
consolidación de acuerdos integracionistas, permitiendo así la unificación de ideas y acciones
conjuntas para el fortalecimiento sectorial, las cuales emergen para enfrentar los desafíos que
generan las diferentes patologías sociales, como: a) Superar la pobreza, especialmente a aque-
llas poblaciones más vulnerables, y que aportan al sector primario de la economía; b) Mejorar
en el desarrollo económico regional y nacional; c) Elevar la calidad de vida de jóvenes, adultos
mayores, mujeres, madres solteras; d) Fomentar y apoyar a la asociatividad, la productividad y
la competitividad empresarial (Salinas y Osorio, 2012).

Entre las oportunidades para mejorar la calidad de vida de la comunidad se encuentra el


aprovechamiento sustentable de la gran diversidad biológica para producir y obtener alimentos
de autoconsumo y generación de excedentes. Dicha actividad es una alternativa potencial para
la creación de autoempleo e ingresos que permitan reducir el índice de migración y el proceso
de transculturación, dando paso a la recuperación y fortalecimiento de sus redes sociales, como
parte de su identidad cultural.

De acuerdo a Morillo de Hidalgo (2000), las redes comunitarias son sistemas de relacio-
nes entre actores, sean instituciones o personas, que se abren a otras organizaciones o personas
con las cuales entran en comunicación con fines de utilidad en general, los cuales se traducen en
producción de bienes y servicios teniendo como beneficiarios a poblaciones de escasos recursos
o con necesidades básicas insatisfechas. Estos sistemas abiertos están en constante cambio y
potencian a sus integrantes y satisfacen sus necesidades y expectativas al reconocer y poner en

CAPÍTULO VII 801


acción los recursos y fortalezas que ellos poseen para el logro de una mejor calidad de vida.
Itriago e Itriago (2001), complementan este concepto al indicar que estas redes deben cubrir
condiciones tales como: independencia, representatividad, estabilidad, transparencia, flexibili-
dad, participación de todos sus miembros, organización horizontal, ser capaces de promover y
proteger valores, ser activas e interactivas, no ser lucrativas y tener empatía con la comunidad.

Una red está compuesta por nodos y relaciones entre nodos. Los nodos son los elemen-
tos que caracterizan las células básicas y son a la organización en red, lo que los departamentos
a una organización funcional. Dichos nodos pueden adoptar distintos formas y tamaños, depen-
diendo del número de conexiones que existan y los nodos que participen en la organización.

Las redes operan a partir de tres dimensiones: su cohesión, su potencial combinatorio y


su modo de activación:

-Cohesión. Está en función del grado de relación afectiva, la heterogeneidad, la multi-


plicidad y densidad de los nodos que la conforman.

-Potencial combinatorio. Es la cantidad de conexiones que puede realizar cada uno de


los nodos, lo cual está en función de su tamaño y diversidad, quedando en relación directa con
su capacidad de comunicación.

-Poder de activación. Se refiere a la capacidad que tienen los nodos de iniciar interaccio-
nes con los miembros de la red.

Aunque las jerarquías no existen, en la práctica de su aplicación, se distinguen dos mo-


delos básicos de redes: el primer modelo, los dirigidos, donde uno de los nodos tiene privilegios
para el planteamiento de los problemas estratégicos que deben ser resueltos por algún nodo de
la red. Es decir, el poder de activación se encuentra concentrado en algún nodo en concreto. La
eficacia de una organización en red por lo tanto, radica en su capacidad de motivar y responsa-
bilizar a los nodos de la red. Sin embargo, la cúspide se puede reservar el poder de detener una
propuesta que considere peligrosa.

El segundo modelo, de activación no dirigida la empresa se convierte en una verdadera


red donde la autonomía y la autoorganización son las notas dominantes y los nodos están regi-
dos por acuerdos que se establecen entre ellos mismos, basados en el mejor de los casos en una
propia jurisprudencia y en la confianza y no en una autoridad central. Así mismo, los individuos
o los nodos participantes deben estar altamente motivados en el beneficio común y en la acep-
tación de que lo importante es la resolución de los problemas estratégicos por los más aptos en

CAPÍTULO VII 802


la red. Una característica común, por tanto, es una alta autoestima de los nodos participantes en
sus propias competencias (Goncalves de Freitas & Montero, 2006).

El proceso de intervención comunitaria desarrollado en este trabajo, en un periodo de dos


años, se originó a partir de la propuesta de una empresa productora de licores de mezcal, ubicada
en Guelatao de Juárez, Oaxaca, la cual buscaba alianzas comerciales con productores de frutos
que ofertaran excedentes de calidad, en el cual se complementara la cadena de valor para los pro-
ductos frutícolas mediante su transformación como licores de frutas, en una estrategia ganar-ga-
nar. Considerando la disponibilidad de recursos naturales y su posible potencial para detonar el
desarrollo local, se planteó la organización y el desarrollo de una red de emprendimiento solida-
rio, soportada a través de la capacitación técnica y administrativa, y la transferencia y adecuación
tecnológica para el aprovechamiento de los recursos disponibles en comunidades productoras de
frutos, donde a largo plazo se pueda incluir a otros productores de la región, con el fin de buscar
el apoyo para la solución de problemas específicos de cada grupo, a través del intercambio de
saberes y experiencias de los grupos y sus relaciones externas e internas.

Metodología

La gestión de la red comunitaria se realizó bajo un conjunto metodológico mixto (cua-


litativo y cuantitativo), soportado por la metodología de Investigación Acción Participativa de
Balcázar, F. E. (2003), la cual se dividió en cuatro etapas:

Etapa 1.-Considerando la idea del grupo de Guelatao de Juárez para procesar y comer-
cializar frutos, la primera fase consistió en la selección de la comunidad productora de frutos,
para lo cual se valoraron tres poblaciones cercanas a Guelatao de Juárez en base a los datos
económicos, políticos, sociales, ambientales y culturales de las comunidades, entre los que des-
tacaron: la disponibilidad de recursos frutícolas, experiencia en la producción, grado de margi-
nación, índice de desempleo, facilidades de transporte, tipo de organización de la comunidad
(usos y costumbres) y disponibilidad para el trabajo, a través de un análisis socioeconómico
bibliográfico y un diagnóstico participativo, aplicando las 80 herramientas para el desarrollo
participativo de Geilfus (2002). Las comunidades evaluadas fueron: Santa María Yavesía, Santa
María Jaltianguis y San Miguel Amatlán.

Etapa 2. Se realizó un censo frutícola en la población productora de frutos seleccionada,


con el objetivo de identificar y cuantificar especies, productos, ingresos y mercados relaciona-
dos con la producción, a manera de identificar las especies de mayor potencial para su manejo

CAPÍTULO VII 803


y transformación, así como las características socioeconómicas de los productores.

Etapa 3. Diseño y ejecución del plan de acción. Con el propósito de resolver las necesi-
dades y problemáticas detectadas por la comunidad, a partir de sus capacidades productivas y
su potencial agrícola, se estructuró un plan de intervención para el desarrollo de la red, bajo los
principios de la economía solidaria (Coraggio, 2011), teniendo como pilares:

La organización con bases cooperativistas (Ley de Sociedades Cooperativas, 2001).

La capacitación técnica, mediante una comunicación horizontal (Fernández, 2011), en:

• El establecimiento y adecuación tecnológica con la aplicación de Buenas Prácticas de


Manufactura [Manual para el procesamiento de frutas y vegetales a pequeña escala
(UNIDO, 2004); Riveros, Baquero y Troya (2003); NOM-251-SSA1-2009].

• La estandarización y el desarrollo de licores finos (Moreno, 2006).

• Normas de proceso térmico (CODEX STAN 296-2009, NMX-F-034-1982, NOM-130-


SSA1-1995).

Así como la autogestión de recursos para la producción.

Etapa 4.- Evaluación del proceso de intervención. Para que los integrantes de la red
pudieran analizar, evaluar y reflexionar el proceso de intervención, así como para medir los
principales cambios socioeconómicos en el grupo de trabajo, se establecieron indicadores cuan-
titativos (Marín y García, 2016); y cualitativos como: autoevaluación del impacto y factibilidad
social, impacto y factibilidad organizativa, impacto y factibilidad económica, impacto y facti-
bilidad técnica, e impacto y factibilidad contextual de oportunidades y amenazas del entorno,
todos ellos mediante matrices de valoración por escala (Robles y Luna, 1999).

Resultados

a) Selección de las comunidades

De los tres municipios comparados (Santa María Jaltianguis, San Miguel Amatlán y
Santa María Yavesía), la comunidad más propicia para formar la red resulto ser Santa María
Jaltianguis, que se ubica a 72 km de distancia de la ciudad de Oaxaca. Su índice de migración
es muy alto ya que más de la mitad de sus habitantes son migrantes, por lo que muchas familias
son representadas por mujeres. Los frutos de traspatio son de importancia económica para la

CAPÍTULO VII 804


población, por su consumo y venta en fresco de los excedentes en las comunidades cercanas,
además de considerar la variedad y volúmenes de producción de frutos, relativamente altos, en
comparación a las otras poblaciones, así como su tradición solidaria.

La producción frutícola de este municipio empataba con las expectativas del grupo de
productores de mezcal para abastecerse de los excedentes de frutos y utilizarlos como materia
prima en la elaboración de licores. Además, el municipio de Guelatao de Juárez se caracteriza por
el nivel de servicios ofrecidos, lo que hace posible la venta de productos de frutos transformados.

b) Censo frutícola

Los resultados del censo frutícola de Santa María Jaltianguis indicaron que la comuni-
dad reconoce tres condiciones ecológicas con clima y biodiversidad en tres estratos dentro su
territorio, donde se presenta la posibilidad de implementar diversas actividades productivas y de
servicios ecoturísticos dentro de este Municipio. La primera zona corresponde al clima frío húme-
do ubicada en la parte alta, su extensión es pequeña, donde se encuentra la inmensa variedad de
plantas medicinales utilizadas en la medicina tradicional local; la segunda zona media, de clima
templado de tamaño intermedio y es donde se encuentra asentada la población y se practica la
fruticultura; y la tercera zona, de clima caliente seco denominada Río Grande, con la mayor exten-
sión del territorio y se caracteriza por terrenos para la producción de cultivos básicos.

El inventario de la evaluación de los sistemas de producción de árboles frutícolas cul-


tivados en el municipio, mostró que el 80% de los huertos son de tamaño pequeño (5.0 m2), y
solo en el caso de pera o durazno existen huertos de tamaño medio (5-20 m2) o grande (>20 m2),
casi todos los huertos son mixtos, sembrados con más de una especie; el níspero se encuentra
en todos los huertos acompañado por otras especies. Por el volumen de producción, los frutos
potenciales para su transformación fueron: membrillo, pera, capulín, tejocote, durazno, níspero
y limón (Grafica No. 1). Los volúmenes de producción anual de frutos por huerto son: mem-
brillo 55 kg, durazno 37 kg, zarzamora 10 kg, pera 221 kg, tejocote 59 kg, y capulín 30 kg, lo
cual permitió deducir que al inicio del proyecto los cultivos más rentables para los productores
frutícolas eran: pera, tejocote, membrillo y durazno, seguidos por capulín y después zarzamora
y níspero. Limón, ciruela y granadita, tienen una producción mínima: 25, 7 y 4 kg respectiva-
mente. Todos los frutos se obtienen por cultivo orgánico y de variedades criollas. Una especie
vegetal importante por su volumen de producción es la chilacayota (Cucurbita ficifolia Bouché)
cuya pulpa puede ser mezclada con la pulpa de otros frutos.

CAPÍTULO VII 805


Grafica No. 1. Tamaño de producción frutícola y % de productores que cultivan cada una de las
especies en Santa María Jaltianguis

De acuerdo a los criterios de costo inicial para la siembra, velocidad de crecimiento


de la planta, producción anual, conocimiento técnico para el manejo de la especie e ingresos
anuales obtenidos por venta de los frutos, el grupo de productores manifestó que el beneficio
obtenido de todas y cada una de las especies de frutos era bajo. La producción de membrillo,
pera, capulín, tejocote y durazno, tienen un alto potencial para su aprovechamiento sustentable
y generación de ingresos; la zarzamora silvestre puede ser aprovechada eficientemente si se
produce por cultivo; el níspero no se considera como una especie importante, ya que los ingre-
sos económicos por su venta son bajos; y la nuez y limón tienen la desventaja de ser cultivos
de largo tiempo de crecimiento.

Los principales problemas y necesidades en la producción frutícola, identificados por


los productores en orden priorizada fueron:

1. Bajo rendimiento de su producción por falta de un manejo adecuado.


2. Existencia de plagas y enfermedades en un 99% de los árboles frutales.
3. Falta de mercado para la venta de sus productos.
4. No existen grupos organizados para el aprovechamiento de su producción frutícola.
5. Falta de capacitación y asesoría técnica.

CAPÍTULO VII 806


6. No cuentan con recursos económicos para la inversión de proyectos productivos.
7. Los productos en fresco no tienen un proceso de clasificación y estandarización.
8. No se tiene infraestructura y tecnología para procesar y dar valor agregado a los frutos.

c) Diseño y ejecución del plan de acción

Se diseñaron y ejecutaron las acciones para cumplir las bases cooperativistas, pilares
para el desarrollo del proyecto productivo: organización, capacitación, fortalecimiento a la pro-
ducción y aprovechamiento de los recursos frutícolas disponibles, así como la autogestión de
recursos para la producción y la diversificación de productos.

d) Organización

En Santa María Jaltianguis se integró y formalizó un grupo de trabajo de 6 mujeres,


nombrando a sus representantes para fines legales y de organización, recalcando la importancia
de cada miembro para el funcionamiento del grupo, los principios cooperativistas, el aprendi-
zaje continuo y el compromiso. Este grupo de trabajo acordó administrarse bajo una estructura
en la cual la asamblea general es la máxima autoridad tomando decisiones democráticas y es
representada por tres personas con funciones de: presidente (a), tesorero (a) y secretario (a).

Mientras que los acuerdos internos basados en principios y valores cooperativistas para
el buen funcionamiento del grupo fueron:

1. Importancia de las personas, como elemento central y esencial tanto interno como
externo, recalcando el peso del desarrollo personal y en grupo.

2. Aprendizaje continuo y desarrollo de nuevas habilidades, como elemento funda-


mental para el proceso de producción; ya que al apropiarse de conocimiento y habi-
lidades, son capases de innovar y de participar activamente en la autogestión de su
grupo productivo.

3. Empleo estable y de calidad, creación y consolidación de autoempleo colectivo.

4. Compromiso con la sociedad y el entorno. Desarrollo de actividades con conciencia


y responsabilidad, a fin de atenuar los problemas sociales y ambientales. Es decir,
integrarse en la vida comunitaria buscando un desarrollo económico, social y am-

CAPÍTULO VII 807


biental de manera sostenible.

5. Calidad de vida. El grupo debe generar acciones tanto en el ámbito social y cultural
como económico, que les permita su desarrollo integral, disponibilidad de tiempo e
interacción con su entorno de una manera solidaria.

El segundo grupo está conformado por cinco integrantes de una familia productora de
mezcal, formalmente legalizado.

e) Capacitación

La capacitación fue otro de los pilares para que los productores adquirieran nuevos co-
nocimientos, habilidades y actitudes para propiciar el desarrollo humano, intelectual y el forta-
lecimiento del tejido social en el desarrollo del proyecto, pero sobre todo para el establecimien-
to de lazos entre participantes, lo cual concluyó en la realización de 10 eventos de capacitación
con temáticas que aportaron en el desarrollo de la red (Tabla No.1).

Tabla No. 1. Temas de capacitación para la red comunitaria para la generación de autoempleo

¿Qué es un grupo productivo? Innovación de productos

Funcionamiento de un grupo productivo. Tecnologías y buenas prácticas en el proceso


de producción de alimentos.
Organización de grupos productivos con Normatividad y legislación existente para ali-
bases en economía solidaria. mentos.
Comercialización (comercio justo). Normatividad para el etiquetado de alimentos
y conservas.

La tecnología utilizada para el procesamiento y conservación de frutos y generación


de valor agregado, fue asimilada y apropiada por el grupo de trabajo, los métodos utilizados
hicieron posible la producción a pequeña escala de productos a base de frutos: mermeladas, al-
mibares, ates y licores. Además de vegetales en escabeche: chiles canario, nopales, zanahorias
y hongos.

Los productos elaborados cumplieron la Norma del CODEX para las confituras, jaleas
y mermeladas (CODEX STAN 296-2009) y las normas mexicanas: NMX-F-034-1982, NOM-

CAPÍTULO VII 808


130-SSA1-1995, NOM-251-SSA1-2009 y la NOM-051-SCFI/SSA1-2010, que establecen el
contenido de fruto en el producto, sanidad, características del envase cerrado herméticamente
y etiquetado del producto final. Las mermeladas fueron elaboradas con una relación de 60% de
pulpa de fruto: 40 % de azúcar, pH 3.2, 1.0% de pectina total y 0.1 % de conservador. En el caso
de almíbares, los productos contienen ≥ 70% de peso drenado de fruto en relación al peso neto,
en un almíbar de 28 ± 2.0 °Brix y 0.1 % de conservador, cumple las normas de sanidad. Y en
el caso de chiles y otros vegetales en escabeche el producto cumple la NMX-F-121-1982 con
3.5 % de acidez, 2.5 % de sal, pH de 4.0, y contenido de peso drenado ≥ 60%. Sensorialmente
todos los productos alcanzaron calificaciones superiores al 80%, y su calidad microbiológica se
encuentra dentro de los límites permitidos que marcan las normas correspondientes. En el caso
de licores solo se desarrolló el de membrillo cuya aceptación fue alta y cumplió las normas que
corresponden a un licor fino con 20% de alcohol y 200 g/L de azúcar.

f) Autogestión de recursos

La autogestión fue una etapa fundamental y decisiva durante el proceso de intervención


comunitaria, cada una de las integrantes alcanzó y se apropió de nuevas habilidades, conoci-
mientos y técnicas útiles para incrementar sus capacidades autogestoras, tales como: la iden-
tificación de necesidades, elaboración de plan de negocios, trámite y consecución de recursos
(humanos o culturales, agrícolas y económicos). Como consecuencia de esta etapa obtuvieron:
1) integración de un grupo de trabajo registrado como “Yeetzi Vani” (Pueblo vivo) con Clave
Única del Documento (CUD) A201409051233243180 de la Secretaria de Economía del es-
tado de Oaxaca. 2). El financiamiento del proyecto “frutas y hortalizas orgánicas” en su fase
de iniciación por el Programa para Mejoramiento de la Producción y Productividad Indígena
(PROIN) de la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas (CDI), aprobada
en Septiembre del 2015, con un monto de $100,000.00 para la compra de equipo y utensilios,
y 3). Un segundo apoyo del programa PROIN por $200,000.00, para la continuidad y consoli-
dación del proyecto para aprovechar los recursos frutícolas y generar alternativas de desarrollo.

En el caso de las comercialización de sus productos elaborados, realizaron la gestión


correspondiente para obtener los requisitos legales (registro de marca, RFC, código de barras y
evaluación nutrimental) que el mercado formal solicita, constituyendo la Sociedad de Respon-
sabilidad Limitada Microindustrial ante la Secretaría de Economía, con este soporte lograron
introducir sus productos en ferias y mercados regionales (Ixtlán de Juárez, Guelatao de Juárez,
y Etla, Oaxaca) y otros puntos de venta, garantizando el origen de sus productos.

CAPÍTULO VII 809


Otro resultado destacado de la intervención fue la creación y mantenimiento de 6 em-
pleos directos por el procesamiento de frutos y 15 indirectos por la ampliación y mejoramiento
huertos, cosecha, vendedores y recolectores de futas silvestres.

El segundo grupo se consolidó como microempresa familiar, con registro como Socie-
dad de Producción Rural, y la creación de 5 empleos directos.

g) Evaluación del proceso de intervención

Los resultados obtenidos sostienen que el proceso de intervención tuvo un beneficio di-
recto para los grupos e indirecto para las comunidades, las estrategias utilizadas por parte de los
actores locales permitieron realizar gestiones en la parte económica, social, ambiental, política
y cultural de la comunidad. En el desarrollo del proyecto superaron las dificultades adminis-
trativas y operativas que viven las organizaciones rurales. El establecimiento de herramientas
metodológicas sencillas y de fácil operación fueron determinantes para que los integrantes
pudieran realizar sus procesos de forma eficiente y revalorizar las propuestas de desarrollo lo-
cal. Estos resultados coinciden con lo que propone Vázquez-Barquero (2007) quien manifiesta
que la nueva visión de desarrollo local debe basarse en políticas de desarrollo construidas a
partir de factores económicos, sociales, ambientales, institucionales, políticos y culturales que
se combinen de forma única en cada localidad, en cada territorio. Por su parte, la FAO (2012)
sostiene que las cooperativas son medios poderosos para potenciar la inclusión económica y
social en el sector rural y contribuir a levantar las restricciones que las familias rurales más
pobres enfrentan.

En el ámbito social, los resultados más notorios de cada grupo fueron: el fortalecimiento
de la unidad, la confianza y cohesión social, que le dieron sentido de pertenencia social y econó-
mica para el desarrollo del proyecto, y junto con las habilidades de comunicación mejoraron los
procesos de negociación con proveedores y clientes, entre vendedor y comprador y viceversa,
así como la planeación de estrategias de venta. Estos grupos fueron proactivos en la gestión de
su capacitación, dirigida al proceso de innovación y mejora de productos, y el manejo adecuado
de residuos del proceso, mediante la elaboración de abonos orgánicos.

En el caso del impacto y factibilidad social, estos grupos consideran que como con-
secuencia de la intervención se efectuó un cambio en las condiciones de los integrantes, en
diferente orden, siendo el más notorio el incremento de su autoestima, mayor participación en
la toma de decisiones, incremento de valores, y mayor conocimiento y prácticas respecto al

CAPÍTULO VII 810


ambiente.

Con relación a la percepción de los grupos sobre el impacto y factibilidad organizativas,


consideran que obtuvieron mayor capacidad administrativa, la comprensión de funciones y el
cumplimiento de sus responsabilidades, así como el incremento de la capacidad de gestión,
que se resumen en el comentario de una de las integrantes: “podemos seguir aprendiendo para
hacerlo mejor”.

En la evaluación del impacto y factibilidad económica, ambos grupos manifestaron el


logro de modificar su capacidad financiera para su funcionamiento en general, y consideran
que la situación de activos, pasivos y patrimonio de sus grupos es buena debido a los apoyos
que recibieron para la compra de sus equipos y a la aportación económica de cada integrante.
La situación en el mercado de sus productos en este periodo, fue considerada moderada, ya que
sus expectativas son altas sobre el alcance de su producción, que les permita ingresos para la
educación de sus hijos y generar fuentes de empleo para su comunidad.

En el impacto y factibilidad técnica (fortalezas y debilidades), los grupos valoraron muy


alta su capacidad de aplicar con efectividad la tecnología para la producción, especialmente el
grupo de fruticultoras, ya que consideran que con la capacitación adquirieron conocimientos
suficientes que les permite tener seguridad y confianza en su trabajo.

La evaluación de estos grupos sobre el impacto y factibilidad contextual de oportunida-


des y amenazas del entorno, mostró una contribución positiva del proyecto, concluyendo que
las condiciones ambientales y la disponibilidad de materia prima son apropiadas para la reali-
zación de sus trabajos. Los obstáculos y restricciones que se presentaron fueron solucionados
con los diferentes aportes de cada integrante, lo que consideran una oportunidad para aprender.
La existencia de competidores también es considerada como una oportunidad para comparar
que los productos desarrollados tienen alta calidad y aceptación. Estos grupos han compensa-
do la competencia de productos industrializados, que se producen en altos volúmenes y bajos
precios de venta, ofreciendo calidad (propiedades sensoriales, nutritivas) y cualidad (origen,
género), en sus productos. La red interna de este grupo marca relaciones bidireccionales tanto
fuertes como estables, entre sus integrantes, lo que indica una cohesión importante en el equi-
po, manifestado en el sentimiento de pertenencia, alta autoestima y motivación intrínseca. Las
relaciones del grupo de fruticultoras con nodos externos fueron unidireccionales, ocasionales
y débiles.

Con relación al grupo productor de licores, su organización en red interna: fuerte y esta-

CAPÍTULO VII 811


ble, así como bidireccional, le ha permitido definir y fortalecer sus actividades productivas y de
desarrollo humano, tratando de consolidar este emprendimiento bajo el enfoque de la economía
solidaria. Este grupo manifiesta lazos más fuertes y estables con nodos externos tales como la
comunidad, fuentes de apoyo económico y clientes.

A pesar de los logros obtenidos como grupos independientes, su integración como una
red fue incipiente, ya que, aunque su relación fue bidireccional, ésta fue débil y ocasional, re-
duciéndose a actividades de compra-venta de frutos y a la gestión de eventos de capacitación,
considerándose estas actividades como dirigidas por el nodo promotor y gestor de la red. Lo
anterior puede deberse a que en esta etapa ambos grupos se enfocaron en su capacitación tanto
técnica como administrativa, sin embargo, la autogestión resultante del fortalecimiento de sus
capacidades ha empujado a sus integrantes a buscar el establecimiento de canales más fuertes,
estables y bidireccionales con nodos externos, que favorezcan su desarrollo, consolidación y
aporten al bienestar local. Por lo anterior, podría ser esta nueva etapa la más adecuada para la
integración de una red comunitaria con estas organizaciones, porque estando fortalecidas en su
interior, se encuentran en un momento de establecer lazos hacia afuera para la gestión de recur-
sos que les permitan permanecer y crecer bajo un enfoque de economía solidaria, siguiendo la
tradición ancestral de sus comunidades.

Conclusiones

Frente al contexto de pobreza rural, se deben valorizar propuestas de desarrollo que


partan de una visión integral, con mayor participación de la comunidad y tengan como finalidad
ayudar al desarrollo local.

La organización por libre asociación, las bases cooperativistas, así como la recuperación
de valores como grupo, pueden desarrollar alternativas de solución para impulsar la generación
de empleos, el desarrollo humano, y la generación de ingresos económicos.

La cohesión del grupo de trabajo está en función de las relaciones afectivas entre los
integrantes, esto permite mantenerlos unidos a pesar de enfrentar, en muchas ocasiones, con-
flictos y escases de recursos.

El desarrollo de competencias participativas en el desarrollo local, permite el inter-


cambio de saberes, así como la capacidad de innovación, la autogestión, y el incremento de la
autoestima de las y los participantes, y al mismo tiempo fortalecen las capacidades productivas.

CAPÍTULO VII 812


La autogestión de recursos como medios para el mejoramiento productivo y condiciones
de trabajo es resultado de auto responsabilidad, apropiación del conocimiento, y la pertenencia
del proyecto. Esto confirma que el proyecto ha sido aceptado satisfactoriamente y ha impactado
en el aspecto social, cultural y económico de los integrantes.

La implementación de redes comunitarias es una estrategia para la optimización de re-


cursos en el fortalecimiento de grupos productivos, sin embargo, estos grupos deben trabajar en
su cohesión interna para poder aportar como nodo funcional dentro de la red.

CAPÍTULO VII 813


Obra citada

CODEX (2009). Norma del CODEX para las confituras, jaleas y mermeladas (CODEX STAN
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CAPÍTULO VII 815


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PROARCAS/CAPAS. Recuperado el 10 de 03 de 2016 de: http://pdf.usaid.gov/pdf_
docs/Pnack394.pdf

CAPÍTULO VII 816


TRADICIONES EN MOVIMIENTO. DINÁMICAS
EMERGENTES EN LAS PRÁCTICAS
CULTURALES

Coordinadores

Alejandro Martínez de la Rosa

Víctor Hernández Vaca

Felipe Canuto Castillo

CAPÍTuLO Viii
TRADICIONES EN MOVIMIENTO. DINÁMICAS
EMERGENTES EN LAS PRÁCTICAS
CULTURALES

Coordinadores

Alejandro Martínez de la Rosa

Víctor Hernández Vaca

Felipe Canuto Castillo

En el presente las tradiciones ya no son vistas como prácticas inamovibles e inmutables


debido a los amplios procesos de cambio cultural existentes en todos los ámbitos. Cabría
preguntarse si esto es reciente o en realidad es que sólo ahora la mirada estereotipada
acerca de la tradición ha podido apreciar los amplios procesos de cambio en el pasado.
En este apartado proponemos revisar teorías, metodologías y ejemplos acerca del cambio
cultural, sus antecedentes y justificaciones, sus procesos, consolidaciones y resultados, así
como sus problemáticas y aspiraciones en el marco de las distintas disciplinas del saber
social y humanístico actual, considerando desde luego los factores externos e internos y
sus agentes desde la diacronía específica de la práctica cultural a analizar, sin menoscabo
que el proceso emergente haya tenido una raíz antigua y difusa, pues el enfoque no es sólo
descubrir prácticas recientes sino la reflexión de la emergencia de cambios en las prácticas
culturales a lo largo de la historia.

CAPÍTULO viii 818


La migración purépecha a la zona urbana de La
Piedad, Michoacán

Alejandro Martínez Flores1

Antonio Salgado Gómez2

Resumen: En la presente investigación se ha observado la influencia de la dinámica de un asenta-


miento inmigrado a La Piedad, Michoacán, analizando su contexto habitacional, productivo y comer-
cial, dando cuenta de la relación de sus costumbres y tradiciones con su entorno urbano inmediato.
El asentamiento de nuestra exploración está visto bajo la perspectiva de la sostenibilidad urbana,
específicamente en lo social (tradicional y costumbrista), medioambiental (ecológico-urbano) y ha-
bitacional.
Hablamos entonces de una familia extendida de origen purépecha, llegada de Capacuaro, municipio
de Uruapan, Mich., a la ciudad de La Piedad, Mich., por motivos laborales, introduciendo al área
urbana usos, costumbres y tradiciones de su localidad, las cuales son mal entendidas en el contexto
urbano mencionado y, en muchas ocasiones, incompatibles con la reglamentación de la ciudad.
La manera de acceder a la información de la investigación fue a través de una exhaustiva búsqueda
documental, así como el diseño y aplicación de entrevistas orientadas específicamente a las personas
que conforman el asentamiento, además de las autoridades municipales. Siguiendo con el orden de
ideas, se realizó la observación de las actividades desarrolladas por la familia objeto de la investiga-
ción en diferentes horarios, así como el espacio que ocupan y la forma distinta de apropiarse del sitio.
En la investigación del emplazamiento se puede ver cómo el trabajo es entendido por sus habitantes
y de qué manera es administrado, incluido en todo esto el cuidado de los niños. Entendemos que las
personas del asentamiento tienen un modo de vivir y de alimentarse específico, muy particular de su
lugar de origen. Con lo anterior, encontramos razones sólidas para entender su funcionamiento en el
sito del asentamiento y la influencia que tienen en su entorno inmediato.

Palabras clave: Social, Medioambiental, Habitacional.

Summary: This research observes a purepecha settlement and its dynamics related to the city, ana-
lyzing their housing, productive and commercial context, explaining the relationship of their customs

1
Arquitecto - Maestro en Planeamiento Urbano Regional
2
Doctor en Geografía social urbana, Maestría en Planeamiento Urbano Regional de la Universidad de Guanajuato.
Email: amf690822@hotmail.com

CAPÍTULO viii 819


and traditions with their immediate urban environment.
The settlement of our exploration has the perspective of urban sustainability, specifically social (tradi-
tional and customary), environmental (eco - urban environment) and housing.
In this investigation, we talk about a purepecha extended family, that comes from Capacuaro, Urua-
pan, Mich., and reaches La Piedad, Mich., for work, introducing the urban area purepecha’s customs
and traditions that are misunderstood and incompatible with the dynamics and regulations of the city.
The way to access the research’s information is through an extensive search of documents and the
design of interviews aimed specifically to people who integrate the settlement, and the municipal
authorities. Following the order of ideas, observing the purepecha activities took place at different
schedules, as well as the space they occupy and the different way to appropriate the territory. In the
investigation of the site, you can see how the work is understood by its inhabitants and how it is
managed, including the childcare. People of the settlement, have a specific way of living and feeding.
With the above, we find solid reasons to understand its operation at the site of the settlement and the
influence they have on their immediate urban environment.

Keywords: Social, Environmental, Housing

Introducción

En la ciudad de La Piedad, Michoacán existe un asentamiento humano conformado por una


familia extensa de origen purépecha llegada de la comunidad de Capacuaro, municipio de Uruapan,
Michoacán. El sitio se localiza en el boulevard Adolfo López Mateos, muy cercano al puente Caba-
das, el cual sirve de ingreso a la ciudad proviniendo del estado de Guanajuato. La familia asentada en
el sitio motivo de nuestro estudio llegó a la ciudad, en sus orígenes, hace aproximadamente diez años;
los motivos de su llegada fueron básicamente laborales, ya que al no encontrar en su lugar de origen
el sustento para sus miembros, migró hacia La Piedad en busca de mejores oportunidades de vida.

Los habitantes del sitio se dedican a la fabricación de muebles rústicos y han hecho de este
terreno también su lugar de residencia. En el lugar se llevan a cabo diversas actividades relacionadas
con habitar, producir y comerciar, las cuales tienen una repercusión importante ya que el asentamiento
se encuentra en situación irregular, dadas las carencias de todo tipo de servicios básicos al interior del
predio, a excepción de la energía eléctrica. Además, las condiciones habitacionales son inadecuadas,
ya que no cuentan con un piso firme, no poseen un servicio sanitario y la manera de aislarse del in-
temperismo es con un refugio hecho a base de materiales de desecho. El contexto urbano donde se
encuentra inserto el asentamiento se localiza cercano al lecho del Río Lerma, el cual se halla muy
contaminado y ejerce una influencia negativa para las personas que viven en este lugar. En síntesis, la
localización de la familia estudiada en el sitio mencionado es perjudicial para sus miembros y para el
entorno urbano en el que viven.

CAPÍTULO viii 820


Metodología

El tipo de investigación que realizamos comprende dos vertientes: la descripción y la explica-


ción. En primer lugar, nuestra investigación es descriptiva, ya que buscamos narrar sus características
tanto físicas como sociales, de manera a abordar el estudio de forma integral y considerando el mayor
número de elementos que lo configuran.

La sostenibilidad social, medioambiental y la habitacional están ya muy estudiados y existe


mucha información al respecto que utilizaremos como punto de partida; por lo tanto, es necesario
describir cómo influyen las condiciones generales de vida, las costumbres y tradiciones de una familia
purépecha llegada a la ciudad, su participación social, la planeación urbana estratégica del municipio,
sus potencialidades indígenas, la contaminación al interior del asentamiento, la precariedad de la vi-
vienda y los espacios relacionados a producir, comerciar y el espacio público inmediato.

Por otro lado, está investigación pretende encontrar elementos explicativos que nos ayuden
a entender el porqué de la situación observada y en qué condiciones se presenta el hecho a estudiar.
Asimismo, se desea encontrar de qué manera los conceptos de sostenibilidad social, medioambiental
y el contexto de habitación, productividad y comercio están interrelacionadas y se influyen mutua-
mente en el asentamiento.

La construcción de los instrumentos de investigación se elaboró a partir de los tres grandes


temas que son:

• La sostenibilidad social a través del estudio de las condiciones generales de vida

• La sostenibilidad medioambiental mediante el análisis de medio ecológico urbano

• El contexto habitacional por medio del estudio de la calidad de los materiales, instalacio-
nes sanitarias, eléctricas, hidráulicas y la disposición de los espacios interiores y exterio-
res de la vivienda.

Sostenibilidad social

La sostenibilidad hace referencia principalmente al desarrollo económico de una población;


sin embargo, se vincula con el medio ambiente y el aspecto generacional de una sociedad. El término
sostenible viene del latín sustinere, cuyo significado básico es el de sostener, sustentar, mantener,
pero también el de soportar, tolerar, llevar, que son más afines al uso del término inglés susteinable
(Fajardo, 2006).

CAPÍTULO viii 821


Entendemos entonces por el texto de Aragonés, Izurieta y Raposo (2003) que la soste-
nibilidad como la mencionó Fajardo (2006) es afín con el desarrollo humano: concepto relativo
al cambio y al crecimiento de todos los ámbitos de la vida del hombre: económico, político,
social, cultural, de población, tecnológico, etc., y sus condiciones de vida (Aragonés, Izurieta
y Raposo, 2003).

En la dimensión social de la sostenibilidad, está implícita la equidad, la cual puede ser vista a
partir de dos visiones. La primera es la equidad intergeneracional propuesta en la propia definición de
desarrollo sostenible del Informe Brundtland. Esto supone considerar en los costos de desarrollo eco-
nómico presente la demanda de las generaciones futuras. La segunda es la equidad intrageneracional
e implica incluir a los grupos más desfavorecidos de la sociedad en la toma de decisiones que afectan
lo social (Artaraz, 2001).

Los fenómenos de exclusión social no deben desligarse de la dimensión territorial; ya que las
ciudades agrupan muchos de los elementos y de las variables que vemos en la misma. Las ciudades
atraen a nuevos pobladores buscando oportunidades de trabajo, ofreciendo habitualmente espacios de
habitabilidad deficientes en centros históricos o en la periferia urbana (Subirats, 2005).

Para entender la sostenibilidad en su dimensión social tenemos que visualizar la equidad y


la exclusión mediante las condiciones generales de vida de las personas, como las plantea Salgado
(1995) que se ligan directamente a la alimentación, el vestido, la habitación, la salud, la educación, el
empleo y la participación social (Salgado, 1995, p. 61). Las condiciones generales de vida, también
están relacionadas con la calidad de aquellos espacios de los que depende, teniendo en cuenta la hue-
lla medioambiental y social que arroja. Hernández (2002) desglosa las condiciones generales de vida
en tres dimensiones: medio ambiente, bienestar e identidad.

• La dimensión medioambiental se refiere a la calidad del medio ambiente, donde se en-


cuentra lo construido y la relación entre sus partes.

• La dimensión del bienestar es la satisfacción del abasto de los bienes y servicios básicos
que nuestro entorno sociocultural juzga como imprescindibles: el empleo, la salud, la
cultura y la vivienda.

• La dimensión de la identidad, que es la necesidad de los individuos de sentirse incluidos


en una sociedad, de ser parte de ella y de colaborar en su construcción y mantenimiento.
La identidad cultural busca determinar el grado de intervención y apropiación de los indi-
viduos sobre su medio (Hernández, 2002).

CAPÍTULO viii 822


Al entender entonces la importancia de las condiciones generales de vida y sus subdimensio-
nes antes mencionadas, consideramos importante analizar uno de los elementos más radicales de la
propuesta de sostenibilidad social; “la participación social”, que es un indicador de libertades demo-
cráticas, de equidad en las decisiones, y también un elemento decisivo en la potenciación de esfuerzos
productivos. En el esquema 1 podemos ver la tipología de la participación social y sus características.

El último concepto de participación mostrado en el cuadro es el más difundido, por lo menos


en el discurso, lo cual es un gran avance; sin embargo, la participación social para nuestra investiga-
ción debe estar vinculada con los aspectos culturales de los grupos étnicos, por ello, Uzeta (2009) al
citar a Geertz (1990) menciona que la cultura es un sistema de símbolos que contienen “concepciones
heredadas” que se comunican los hombres para desarrollar su “conocimiento y sus actitudes frente
a la vida”. Este sistema de símbolos o categorías culturales son cotidianamente contrastadas con las
condiciones reales de existencia, por lo tanto la cultura es lograr que la manifestación tradicional de
un pueblo se mantenga por si sola interactuando de una manera equilibrada con la sociedad y el medio
ambiente (Uzeta, 2009, p. 121).

Esquema 1. Tipología y evolución del concepto de participación

Fuente: Elaboración propia a partir de informaciones de Pretty (1995)

CAPÍTULO viii 823


La cultura debe verse también a través de una categorización de los grupos étnicos asen-
tados en un territorio, esta tipología de indígenas urbanos es la que Bonilla (2011) llama “indí-
genas metropolitanos”. Esta categoría está compuesta por aquellas colectividades que se auto
describen como indígenas pero que habitan en ciudades que no están situadas en sus territorios
ancestrales. Estas comunidades, además, emigraron de sus territorios tradicionales huyendo de
la violencia, buscando nuevas oportunidades económicas o como consecuencia de políticas de
asimilación cultural promovidas por el Estado (Bonilla, 2011). En el caso de esta investigación,
la familia objeto de estudio salió de su lugar de origen en busca de mejorar sus condiciones de
empleo y con ellas las generales de vida.

El medio ambiente urbano

Existe una confusión de lo “ambiental” con lo “natural” es uno de los deslices más co-
munes en los enfoques ambientales vigentes. El ambiente urbano es esencialmente un ambiente
construido y en él la arquitectura, como se sabe, tiene un papel central. El medio ambiente ur-
bano debe ser entendido desde una mirada integral que incorpore los componentes culturales y
muchas veces difusos de las identidades locales (Borja, 2001).

En los últimos años el uso del suelo ha sido transformado, ya que cerca de la mitad del
territorio de nuestro país ha sido modificado intensamente, a partir de la distribución espacial
de la población, provocado principalmente por el crecimiento natural, migraciones y sucesiones
administrativas; no obstante, dicha distribución también ha sido influenciada por eventos eco-
nómicos, sociales, políticos, culturales y geográficos, dando lugar a una serie de formas en las
que la población se asienta, siendo éstas los usos habitacional, comercial, forestal, industrial,
entre otros.

El territorio y el suelo como componentes esenciales de la estructura urbana y soporte


de las diferentes actividades realizadas por el ser humano, cobra singular importancia al mo-
mento que el valor, uso y los agentes que en ellos intervienen se vuelven factores que impulsan
o retraen el desarrollo de un lugar, trayendo como consecuencia segregaciones sociales (Torres
y Rosas, 2010).

El medio ambiente urbano es el campo de acción para las adecuadas condiciones de


vida en la ciudad, relacionando no sólo la aplicación de los elementos de sostenibilidad ecoló-
gica como es no poner en peligro la supervivencia de las siguientes generaciones, no consumir
recursos sobre su tasa de renovación o no producir residuos sobre su tasa de absorción por el

CAPÍTULO viii 824


medio, sino también la conexión de la sostenibilidad de una estructura social y económica, que
busque la transición no traumática del sistema de intercambios de nuestras ciudades y contem-
ple la evolución y reconversión del sistema financiero, el sistema inmobiliario, el sistema de
producción - consumo y el sistema de información, hacia un nuevo modelo sostenible (Hernán-
dez, 2009).

En este sentido abonaremos al concepto de sostenibilidad con la postura de Gudy-nas


(2009) que sostiene que el ambiente debe ser valorado de muy diferentes maneras, además
de la económica, ya que también existen valores culturales, ecológicos, religiosos o estéticos,
que son tanto o más importantes; por esta razón enfatiza el concepto de “Patrimonio Natural”,
entendido como un acervo que se recibe como herencia de nuestros antecesores y que debe ser
mantenido, legado a las generaciones futuras y no necesariamente vendible o comprable en
el mercado (Gudynas, 2009). Solo mediante la inclusión de los conceptos de medio ambiente
urbano y participación social, es posible realizar un nuevo enfoque que garantice reducir el
consumo, asignando verdaderamente la autonomía a la sociedad, donde ella habite los espacios
apropiados, complejos y articulados entre sí. La “sostenibilidad” no es en sí misma un valor, si
no incluye la mejora de las condiciones del espacio para la potenciación de las cualidades hu-
manas; supone crear una estructura social que le dé al individuo lo necesario para el desarrollo
de sus capacidades (Hernández, 2009).

Lo habitacional

El desgastado significado del término habitar es una simple “ocupación del espacio”.
Sin embargo, sus características sociales, antropológicas, filosóficas, psicológicas, arquitectó-
nicas entre otras disciplinas, plantean aproximaciones muy específicas y de mucho significado,
para aplicar en diversas áreas del conocimiento y estudiar el habitar como una construcción
simbólica, física, comunicativa y estética (Cuervo –Calle, 2009).

Cuervo-Calle se apropia la definición de Yory (1999), que menciona

… una común preocupación es el “sentimiento de arraigo”, el de las for-


mas de pertenencia, apego y contingencia del hombre para con el lugar
en el que habita, como parte de afianciamiento e identificación del ser
humano en el universo físico y socio cultural (significacional) en el que
se mueve. Situación que tiene lugar en espacios que –representando al
mundo- constituyen el primer lugar, su casa, su barrio, su ciudad y, por

CAPÍTULO viii 825


supuesto el propio mundo como tal (Yory, 1999, p. 13).

La habitación provee abrigo al hombre del medio físico y es el marco principal de la


vida familiar, sabiendo que debe tener el espacio suficiente para el alojamiento y realizar las
actividades familiares de una manera adecuada, ya que la calidad del albergue ejerce una in-
fluencia sobre la productividad de las personas y la estabilidad de la familia. En este sentido, la
habitación establece la vida cotidiana de las personas y en ella descansan muchas actividades
que gobiernan la actitud y el comportamiento del hombre (Salgado, 1995). Para ello, caracteri-
zamos la habitación con la perspectiva de Salgado (1995):

· Lo social de la habitación, que está ligado a las actividades que se realizan en familia, vincu-
lando a sus miembros al medio social en el que están insertos: la habitación es el marco de
referencia de la estructura familiar.

· Lo antropológico de la habitación, que tiene un carácter religioso, ritual y folclórico a través


de una forma mental, también es el reflejo de las costumbres y tradiciones de un pueblo,
los asentamientos y las viviendas los podemos dividir de dos maneras, en el primero el
asentamiento es contexto para la vida y la vivienda la parte más privada, en la asegunda, la
vivienda es el escenario total para la vida y el asentamiento es sólo un espacio de transición.

· Lo filosófico de la habitación, es nuestra manera de ser y vivir el territorio denominado “la


casa”; así, no solamente es importante el funcionamiento de la casa en sí, sino también de-
tectar el funcionamiento afectivo, que le permitirá al individuo vivir de manera armoniosa
con él mismo y con otros miembros de la familia.

· Lo psicológico de la habitación, sortea problemas paralelos a los físicos relacionados con el


límite de adaptación psicológica del ser humano respecto al espacio construido real; por lo
tanto, debe existir un equilibrio entre el espacio construido real y el espacio construido ideal
(Salgado, 1995).

Todos los aspectos anteriores afectan directamente la manera de habitar la casa, y cómo
construirla. Con ello, las manos y los pies son utilizados para transformar el espacio, ayudándo-
se de máquinas y herramientas en el proceso, poniendo de relieve que los modernos métodos,
materiales y herramientas de construcción hacen menos costoso y más fácil para las personas
construir su propio hogar, valorándose la autoconstrucción; por eso, el espacio habitable no so-

CAPÍTULO viii 826


lamente debe ser construido a través de sistemas industriales, sino por medio de una actividad
comunitaria y artesanal (Cuervo–Calle, 2009).

Siendo más específicos, se sabe que la vida doméstica rural se orienta hacia lo más so-
mero de la habitación, mientras que la urbana hacia lo más profundo o íntimo (Jiménez Rosas,
et. al. 2009). La vivienda es un lugar importante de la existencia del hombre, donde la relación
trabajo-producción-vida familiar está interactuando con el entorno; no sólo es la casa habita-
ción, en la vivienda rural se reflejan los usos, disponibilidades sociales y culturales, como la
educación y la religión (Sánchez, Jiménez, 2010). Para nuestro estudio, es importante abordar
la vivienda purépecha dadas las características del asentamiento; en la habitación purépecha el
espacio abierto es trascendental, mientras que el espacio interior es reducido, siendo utilizado
nada más para actividades íntimas (Azevedo, s/f). Existe una relación entre el contexto habi-
tacional y su dinámica, entre las actividades adicionales a las domésticas. Así, encontramos el
trabajo productivo en la misma área en que se vive, al igual que el comercio informal se lleva
a cabo en la casa habitación. La actividad artesanal se considera constitutiva de relaciones so-
ciales y un trabajo que remite a la economía, a la subsistencia, a la identidad y al patrimonio
cultural de un grupo (Del Carpio, 2012).

El comercio informal es un problema que se encuentra en las pocas oportunidades de


trabajo con buenas retribuciones económicas y prestaciones sociales en México, es por ello que
los trabajadores prefieren ser independientes dedicándose al comercio informal; la precariedad
económica de la gente, y las políticas públicas en México han alentado el comercio en la calle,
al margen de las disposiciones legales (Teja López, 2013).

Resultados

La familia extendida de esta investigación consta de padre, madre y tres hijos varones
con sus esposas e hijos, quienes viven junto a otras cuatro familias con las que comparten lazos
familiares; todos juntos trabajan en la fabricación de muebles rústicos en el área urbana de La
Piedad, Michoacán. El total de miembros de esta familia extendida es de 24 y se distribuyen
como sigue: 8 mujeres, 8 hombres y 8 niños de entre 7 y 15 años de edad.

El hacinamiento en el asentamiento es evidente, ya que se trata de un espacio multifun-


cional de dimensiones reducidas, todas las personas duermen en el mismo sitio, utilizando las
bases de cama que fabrican. En total, el refugio cuenta con 417 m² y se encuentra dividido en

CAPÍTULO viii 827


cuatro partes de manera informal por los muebles que venden y algunas lonas plásticas, además
de sus cobijas. De esta manera el acceso a la vivienda como tal, no se cumple, visto bajo la
perspectiva del reglamento de construcción de La Piedad, Mich. Sin embargo, los ocupantes sí
lo consideran vivienda, además de área de producción (taller) y bodega, todo lo anterior bajo
condiciones de contaminación, intemperismo y poca o nula higiene tanto personal como del
lugar mismo (figura 1)

Figura 1. Área dormitorio donde se da el hacinamiento


Fuente: Fotografía y señalización propias, 2015

En el trabajo, la familia extensa tiene un horario amplio y oscila entre la 7:00 horas y las
22:00 horas, dedicándose a la fabricación de muebles rústicos y la venta de los mismos, en el
asentamiento trabajan hombres, mujeres y niños por igual, aunque las mujeres tienen la respon-
sabilidad de hacer la comida, lavar la ropa y atender a los niños; en esto, la alimentación juega
un papel muy importante en el asentamiento y está relacionada con los recursos económicos de
cada familia que integran este asentamiento, entre los alimentos que consumen se encuentran
vegetales: zanahoria, papas, cebollas, jitomates, chiles, frijoles y arroz y en alimento de origen
animal, solo tres veces por semana comen carne o huevo; la higiene para preparar la comida
diaria para la familia no es importante, teniendo un fuerte impacto en la salud del grupo étnico.
Por otra parte la Jurisdicción Sanitaria del estado de Michoacán hace mención que la enferme-
dad más común en el área son las infecciones intestinales entre otras y según la estación del año,

CAPÍTULO viii 828


sin embargo, la Jurisdicción Sanitaria no interviene, ver figura 2.

En el asentamiento purépecha, la instrucción escolar se cumple únicamente con los 6


niños escolares que viven en el lugar (refieren sus padres), el resto, los adultos no tienen ins-
trucción escolar, no saben leer, no saben escribir, no saben las operaciones aritméticas básicas;
en el tema del negocio que administran, son los hombres los que aprenden a leer el flexómetro,
para poder medir y hacer su trabajo fabricando muebles; han aprendido a contar el dinero y
hacer algunas sumas para fijar precios en los muebles que venden, como consecuencia la gente
se aprovecha y los timan.

Figura 2. La cocina al interior del refugio

Aun cuando la instrucción escolar no existe, si existe participación social, todos los
miembros de la familia, incluyendo a las personas que trabajan para ellos, generan un conglo-
merado humano muy sólido que les permite defenderse de las personas que los agreden del área
urbana. Sumado a la participación social al interior del grupo, es importante también indicar
que la familia purépecha posee distintas habilidades como: el trabajo en equipo, la unión fa-
miliar y la dedicación al trabajo. En el aspecto urbano, no existe ninguna estrategia económica
para integrar al asentamiento en la dinámica económica del municipio. En el sondeo que se
realizó, los vecinos del lugar y las personas que habitualmente transitan por esta zona de la
ciudad, opinan que los purépechas deben ser incluidos en una planeación estratégica municipal
y en programas de capacitación de acuerdo sus propios hábitos y habilidades.

CAPÍTULO viii 829


La familia purépecha inserta en la ciudad no cuenta con los servicios urbanos como el
agua y el drenaje, debido al incumplimiento del reglamento de construcción de La Piedad, es
decir, si no se cumple con dicho instrumento, no es posible dotar de agua, drenaje y saneamien-
to de aguas servidas a ningún predio, sea habitación o comercio, por parte del SAPAS (el siste-
ma de agua potable alcantarillado y saneamiento) y en el caso del asentamiento, no lo cumple,
ya que solamente cuentan con suministro de energía eléctrica.

Con la actividad de esta familia en el terreno, el suelo también se ve afectado por la falta
de un inodoro, por lo que el fecalismo al aire libre es una práctica cotidiana, sumada a las heces
de los animales de granja (pollos) y las de sus perros, además de desechar agua con restos de
comida cuando lavan sus utensilios de cocina, lo que genera fauna nociva que convive entre
sus cosas personales. Otra práctica habitual es el lavado de ropa en el sitio; estas maneras de
hacer limpieza son realizadas con productos de aseo cotidianos y que tienen una base química
que afecta el suelo donde se vierten. La actividad productiva también causa desechos: solventes
químicos, lacas y tintas propias de su actividad, son esparcidos en el suelo cuando son sobran-
tes. Lo anterior no solo sus actividades que provocan malas condiciones de vida para los habi-
tantes del asentamiento; también debemos referirnos al Río Lerma que contribuye arrastrando
en su intermitente caudal diferentes tipos de contaminantes, y se convierte al propio tiempo en
lo que actualmente es un problema de contaminación química y biológica a nivel urbano.

En la entrevista hecha a los funcionarios de La Dirección de Urbanismo y Obras Públi-


cas encontramos que si bien existe un Programa de Desarrollo Urbano y de Centro de Población
del Municipio de La Piedad, no está ligado a un Programa de Ordenamiento Ecológico Territo-
rial y para ser exacto, el instrumento como tal no existe. A pesar de no tener dicho instrumento,
se ha intentado ordenar el territorio con las herramientas disponibles, las cuales indican que el
asentamiento purépecha corresponde a un uso de suelo comercial con compatibilidad de uso
habitacional unifamiliar, lo que evidencia aún más su irregularidad. El entorno urbano del asen-
tamiento en su mayoría es comercio (bodegas de grano, oficinas, farmacias veterinarias) y en
menor medida, casas habitación.

Para abordar el contexto habitacional del asentamiento purépecha debemos remitirnos


al reglamento de construcción de la Piedad, el cual se debe cumplir teniendo en cuenta que
la habitación debe tener como mínimo una pieza habitable, una cocina y un baño con sus
servicios completos, como son agua potable, alcantarillado, contando además con instalacio-
nes de gas, instalaciones eléctricas en buenas condiciones (debiendo cumplir con una serie
de requisitos que solicita C.F.E.). La Dirección de Urbanismo y Obras Públicas impide usos
peligrosos, insalubres o con riesgo de incendio. Dicha Dirección determina adaptaciones o

CAPÍTULO viii 830


medidas preventivas para ello, no obstante, las autoridades desconocen las condiciones reales
al interior del asentamiento.

Con el fin de examinar detalladamente el contexto habitacional del sitio en cuestión,


hemos analizado el estado de los techos, los muros y el piso del refugio.

Para construir la vivienda en el asentamiento purépecha, fueron determinantes los mate-


riales que la familia tuvo a su alcance: morillos de madera, fajillas de madera, ramas de árboles
del sitio, lonas plásticas, cartón asfáltico, tela y cordones plásticos para hacer amarres. Todos
estos insumos puestos en una disposición improvisada sobre el terreno natural y utilizando lo
previamente construido en el sitio y que se encuentra en malas condiciones. Con los materiales
mencionados fueron construidos los techos, los muros, los pisos, aunque hay que precisar que
éstos no tienen ningún acabado, ya que se trata de pisos de tierra, nos referimos a que es el suelo
natural “el piso” y se encuentra a 15 cm por debajo del nivel de la banqueta. Estos elementos
conforman el refugio (figura 3).

Figura 3. La composición del refugio del asentamiento,

Secciones, fachada delantera y trasera

Fuente: Croquis de la sección del refugio y fotografías propias, 2015

CAPÍTULO viii 831


Las instalaciones hidráulicas y sanitarias no existen al interior del predio del asenta-
miento; sin embargo, hay acceso a los servicios en el espacio público pero por no cumplir con
el reglamento de la Dirección de Urbanismo y Obras Públicas, no se suministran los servicios.
En cuanto al acceso a la a energía eléctrica cuentan con tres acometidas eléctricas que tienen
mufa, codo, el tubo conduit, el medidor y el cuadro de carga que tiene solo una pastilla termo
magnética, al interior del asentamiento no existe una instalación eléctrica que cumpla con los
requerimientos de C.F.E. ni de Protección Civil. El combustible utilizado en el asentamiento lo
podemos dividir en dos tipos: el primero, son los restos de madera de su actividad en la carpin-
tería y que se localizan por todo el refugio; el segundo es gas L.P.

En la superficie de 104 m² cubiertos que utiliza cada familia del asentamiento, se mez-
clan diversas actividades como: dormir, comer, cocinar, convivir, descansar, atender a los clien-
tes, fabricar muebles y almacenar el producto terminado. Estas acciones son incompatibles
entre sí, lo que genera una parcial y mala utilización del espacio, notándose claramente cómo
se traslapan las funciones y no permitiendo una satisfactoria conclusión de las mismas. Las
actividades al aire libre en el terreno representan el 87% de la superficie restante y están relacio-
nadas con lavar la ropa, lavar los utensilios de cocina, defecar, socializar, estacionar vehículos
y convivir con algunos animales de granja y sus perros, lo que genera un espacio muy pequeño
para que los niños puedan jugar sin riesgos para su integridad, sin interrumpir las actividades
del negocio o sin entrar en contacto con la contaminación del terreno o del Río Lerma.

La irregularidad de la que hablamos anteriormente, se extiende al espacio público inme-


diato, donde La Dirección de Reglamentos del municipio de La Piedad e Ingresos Municipales,
regulan la actividad del asentamiento y llevan a cabo el cobro de los derechos por vender en la
vía pública. La venta de los productos que fabrican los habitantes del asentamiento se realiza
invadiendo la banqueta e incluso parte del arroyo vehicular, impidiendo el libre paso, todo ello
propiciado por una indudablemente nula coordinación entre las direcciones antes mencionadas
y La Dirección de Urbanismo y Obras Públicas pero aún más, esta carente conexión también
alcanza a la Dirección de Protección Civil Municipal, que tiene la responsabilidad de estar al
tanto de su seguridad, como negocio y como unidad doméstica.

Conclusiones

A partir del estudio que hemos realizado podemos concluir que, sin lugar a dudas, la
manera de vivir de los habitantes del asentamiento purépecha es incompatible con los modos

CAPÍTULO viii 832


de vida urbana en La Piedad, Michoacán. En la casa habitación purépecha el espacio abierto
es muy importante; el espacio interior es reducido, siendo utilizado nada más para actividades
de descanso nocturno; sin embargo, debemos decir que en el caso del asentamiento estudiado,
existe una mezcla de diversas actividades en el espacio del refugio (habitar, producir y comer-
ciar), las cuales producen una ineficiente manera de vivir en un contexto urbano.

El hacinamiento del entorno habitacional no sólo tiene connotaciones culturales propias


de las comunidades indígenas; esta manera de vivir ha sido trasladada del área rural al entorno
urbano y es tolerado e ignorado por las autoridades municipales de La Piedad. Se trata aquí de
una situación de negligencia por parte de las autoridades correspondientes en materia de desa-
rrollo urbano y ordenamiento territorial.

En el emplazamiento todos trabajan: hombres, mujeres y niños. Las mujeres tienen a su


cargo el funcionamiento de la unidad doméstica, incluido el cuidado de los niños. Las autorida-
des municipales no han tomado cartas en el asunto, respecto a la actividad laboral de los meno-
res, a pesar de que constitucionalmente está prohibido. Todas las actividades cotidianas suceden
en el asentamiento: ahí mismo preparan y consumen los alimentos, ahí realizan sus necesidades
corporales, ahí pernoctan y procrean, ahí mismo se relacionan y juegan niños y adultos. En
síntesis, en ese lugar llevan a cabo todas las actividades que los seres humanos realizamos en
nuestra cotidianeidad. Las personas del asentamiento están impuestas al rigor de la pobreza y
a prescindir de algunos alimentos como huevo y carne a lo largo de la semana, incluso para los
niños. No se trata de que sus condiciones económicas sean insuficientes; se trata tal vez de una
costumbre, de un rasgo cultural, desconocimiento o ignorancia, lo que les impone un ritmo y
modo de alimentación.

La Jurisdicción Sanitaria del Estado de Michoacán no mantiene contacto con las condi-
ciones sanitarias que vive el asentamiento y sobre todo con los niños; la salud está relacionada
estrechamente con la alimentación, la influencia del Río Lerma (su contaminación propia y la
producción del mosquito Culex), y todas las actividades que se llevan a cabo en el terreno. En
esta discusión en particular, también creemos que existe una fuerte influencia cultural, es decir,
están presentes sus usos, costumbres y modos de vida tradicionales. Estas personas, nacidas
y acostumbradas a formas de vida rurales, en estrecha convivencia con el entorno natural, no
encuentran su lugar de anclaje, su arraigo, en medio de un ambiente urbano que les es hostil y
al cual reaccionan negativamente.

En el aspecto urbano encontramos que la familia purépecha renta el predio, el cual es


utilizado, como ya mencionamos, para llevar a cabo sus actividades fundamentalmente eco-

CAPÍTULO viii 833


nómicas. Ahora bien, al no ser los propietarios del terreno, no tienen interés en invertir en el
mejoramiento de las condiciones físicas del mismo; al tiempo que la propiedad no cuenta con
los servicios esenciales que debe tener un terreno urbano como servicios de agua corriente,
drenaje, pavimentación en el predio, instalación de un excusado, de una ducha, de un frega-
dero, etc. Tampoco los materiales y procedimientos constructivos del refugio son de calidad o
simplemente son desechos y no corresponden con lo esperado para obtener unas condiciones
buenas de vida.

En La Piedad existe un Programa de Desarrollo Urbano y de Centro de Población, el


cual, no integra a las personas del asentamiento purépecha en alguno de los ejes estratégicos
del instrumento. Por otro lado, el saneamiento del Río Lerma se encuentra considerado como
eje estratégico en dicho Programa, sin embargo, la intervención en el río ha sido mínima; y por
tanto, la contaminación y su agresión al medio urbano continua.

Otro aspecto que descubrimos de la familia purépecha es la manera de participar de sus


habitantes entre sí y en especial con las autoridades municipales, lo que ha rendido frutos y po-
demos dar cuenta de su capacidad para negociar de forma ciudadana, aunque mal orientada. En
términos sociales, el lugar de asentamiento se lo apropió la familia purépecha, avalado por La
Dirección de Reglamentos Municipales y La Dirección de Ingresos Municipales de la Piedad,
es decir las direcciones municipales permitieron su asentamiento irregular en el terreno.

No toda la responsabilidad de las malas condiciones de vivienda y el mal uso del es-
pacio público que hemos enunciado se debe atribuir a la familia purépecha; el propietario del
lugar donde están asentados tiene una responsabilidad muy importante en todo ello, ya que
recibe una cantidad monetaria por la locación del terreno, sin que en él se encuentren las con-
diciones propias de un predio urbano habitacional. Un tercer responsable de estas insuficientes
condiciones de vivienda es sin duda la autoridad municipal, la cual por desconocimiento, omi-
sión, colusión, negligencia o todo ello junto, no ha puesto remedio o un alto a esta situación
por demás anómala. Sin embargo, no es motivo de este estudio enjuiciar ni buscar culpables.
Nuestra responsabilidad social es la de poner en evidencia los hechos e indagar acerca de sus
elementos explicativos.

CAPÍTULO viii 834


Obra citada

Salgado, A. (1995). “Espacio Social y Habitación en el Estado Mexicano de Querétaro”, tesis


para la obtención del doctorado, Universidad de Laval, Canadá.

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CAPÍTULO viii 836


Deterioro de la lectura simbólica del espacio
público tradicional frente a las lecturas
propuestas desde espacios urbanos periféricos

Mauricio Velasco Ávalos3

Resumen: Se busca una explicación a las aparentes contradicciones existentes entre la dis-
posición histórica del espacio público, su lectura y su utilización, frente a los modos de orga-
nizarlo en asentamientos periféricos de una urbe. Así, podremos también entender la posible
influencia que tiene la lectura simbólica del espacio público patrimonial en la estructura
general de la ciudad y en las zonas periféricas.
La aproximación al problema se genera desde la constatación de la falta de cohesión social y ma-
terial, y el consecuente cuestionamiento sobre el “valor” de los espacios públicos tradicionales.
El acercamiento empírico se realizó en la ciudad de Guanajuato, cuyos espacios públicos tradi-
cionales han influido fuertemente en la conformación de una imagen y de una manera de hacer
ciudad, y que al mismo tiempo ha crecido a partir de asentamientos periféricos típicos.
La hipótesis propone que la forma de interpretar la organización de los espacios urbanos tradi-
cionales por los habitantes de asentamientos periféricos acusa una minusvalía de dichos espa-
cios, perdiéndose algunos de sus referentes y transformando su esencia social, al tiempo que se
crean otros en las periferias, sobre principios de menos comunidad y más comportamiento de
masa, lo que parece hacer funcionar el proyecto social vigente.
Entre las causas podemos mencionar la imagen de que el centro es “turístico”, o comercial,
lo que deja sentir que, si no tenemos relación con esas ramas de la economía, podemos abste-
nernos de hacer otras lecturas. Además, los movimientos migratorios, el mercado del suelo y
el modelo de vida producen desarraigo de los habitantes de las periferias y si en ese ámbito el
habitante obtiene sus satisfactores, puede pasar largos periodos sin participar de los espacios
tradicionales, que no parecen necesarios.
Como conclusión se propone que los espacios “patrimoniales” cuya materialidad y contenido
simbólico remitían a relaciones de poder y al acuerdo social, pierden sentido y se determina la
no pertenencia al sitio.
La pérdida de ese espacio se compensa, en el ámbito simbólico, con una propuesta de espacio
público en la que se apuesta más por la significación de lo individual que por la pertenencia a
la comunidad. El individuo aislado busca la autosatisfacción, en un rasgo característico de la

3
Universidad De Guanajuato, campus Guanajuato. Email: mmauricio_va@hotmail.com

CAPÍTULO viii 837


cultura de masas, y produce espacios tendientes a la solución de lo inmediato y al aislamiento.

Palabras clave: espacios tradicionales, asentamientos periféricos, espacio público.

Summary: Apparent contradictions between the arrangement, reading and utilization of his-
torical public space, and in peripheral settlements organization have appeared. To explain this
divergences can also help us to understand the possible influence of the symbolic reading of
the traditional public space in the overall structure of the city, especially in peripheral neigh-
borhoods.
The problem stems from the lack of social and structural urban cohesion, and subsequent ques-
tioning of the “value” of traditional public spaces.
The hypothesis proposes that the meaning of traditional urban spaces for the residents of pe-
ripheral settlements has change to make it lose some of its referents and transforms its social
essence, while other public spaces are created in peripheries on less community and more mass
behavior principles, which seems to operate the existing social project.
In conclusion we can say that the “heritage” areas whose materiality and symbolic content re-
ferred back to power relationships and social agreement, have lost meaning, which determines
a not belonging feeling.
Among the causes we can mention the image of the center as “touristic” or commercial site,
then exclusively for those branches of the economy and unable to accept other interpretations.
In addition, migratory movements, the real estate prices and the way of life, produce uprooting
of the inhabitants of the peripheries and finally, if in that areas dweller gets his consumer needs,
can go for long periods without participating in the traditional spaces that do not seem to be
necessaries.
The loss of that space is offset, in the symbolic realm, with a public space in which the mea-
ning of singular is preferred that membership in the community. The isolated individual seeks
self-satisfaction, as a characteristic feature of mass culture, and he produces spaces aimed at
solving the immediate life and the isolation.

Keywords: traditional spaces, peripheral settlements, public space

Introducción

Los primeros asentamientos que se organizaron en México con el modelo europeo como
paradigma fueron establecidos durante el siglo XVI. Sin embargo, la manera de entender la
disposición de espacios sobre el territorio a partir de la diferenciación social y como soporte de
un sistema de jerarquización existió en Mesoamérica desde muchos siglos antes, por lo que el
“nuevo” modelo sustituyó las formas, pero no totalmente las funciones sociales ni el significado
de los espacios, que continuaron durante varios siglos más con vigencia y con intervenciones
que renovaban el discurso de las formas urbanas.

CAPÍTULO viii 838


Los espacios públicos del paradigma que llamaremos tradicional, se articulan como
una red de espacios lineales (vialidades) en la que ciertos nodos son privilegiados por la traza
y por la construcción de estructuras limitantes excepcionales en su tipología, que correspon-
den a las sedes de los poderes y a la representación del orden, la jerarquía social y el acuerdo
que los mantiene.

La excepción en la traza consiste principalmente en un alejamiento de los paramentos,


lo que permite la concentración de una gran cantidad de gente en un espacio público que deja
de ser direccional para hacerse punto de destino. La facilidad de permanencia en este punto
del espacio público permite el desarrollo de actividades necesarias, como el comercio, cuya
localización es incentivada por los poderes de la ciudad, al facilitar el control del movimiento
de mercancías, y los rituales sociales que reproducen las jerarquías, en calendarios que re-
cuerdan el establecimiento del acuerdo social.

La excepción de la tipología se manifiesta en la posibilidad de la obtención de recursos


de los poderes de la ciudad para fabricar edificios con calidades diferentes a las que se permi-
ten en otros inmuebles, y en la exclusividad sobre algunas formas que por esa característica
se convierten en signos del poder que los utiliza, tales como las cúpulas y torres campanario
de los templos, o las almenas, escudos reales y otras formas exclusivas y significativas.

La combinación de estas dos excepciones, la de la traza y la de tipología de edificios


del poder social, constituyen en realidad una sola estructura que es coherente y legible, y que
permite a los ciudadanos situarse frente a la sede del poder público y entender cuál es el sitio
que cada uno ocupa en la jerarquía social. Esta dualidad permite proponer a los ciudadanos
una certeza sobre la ubicación precisa de quienes tienen la posibilidad de tomar decisiones,
mientras acepta y organiza la presencia de cada uno de los ciudadanos, súbditos o fieles. El
poder puede ser político, ideológico (casi siempre ligado a la religión) o económico, y no
es raro encontrar en todos los momentos históricos una concurrencia de dos o más de estos
poderes en una sola entidad.

Así, el atrio es un espacio inherente a la tipología del templo católico y la plaza es en


realidad un espacio público antecedente del edificio del poder político. Menos frecuente, pero
no menos importante, los portales, como espacio público, anteceden a la sede del comercio
establecido, y se prefiere que todos estos espacios estén articulados y reunidos en un centro
de servicios en donde los poderes se concentran4
4
Como se sugería ya en las ordenanzas de Felipe II sobre descubrimiento, nueva población y pacificación de las
Indias. 13 de julio de 1573 ordenanza 115, 121, 124. (Morales Padrón, 1979)

CAPÍTULO viii 839


Por lo anterior se considera que los sitios de las ciudades mexicanas en donde se
ha conservado la conformación física como testimonio del acuerdo social prevaleciente en
las comunidades que los han habitado permiten la lectura de los procesos históricos, y son
ámbitos en donde las sociedades han construido espacios consecuentes con un statu quo,
que representan sus propias convenciones de jerarquía y de orden social, puesto que la dis-
posición del espacio público es uno de los elementos más sobresalientes cuando se trata de
la materialización de las relaciones de poder y en general de la manera en que se organizan
relaciones sociales.

El espacio público es siempre un espacio social, no solo un área de tránsito, sino de


manifestación constante de las formas en que se espera que cada ciudadano se comporte,
de acuerdo con el lugar que ocupa en la escala social, con su grupo identificativo, con su
profesión o edad, y en donde el quebrantamiento de las expectativas causa malestar y hasta
puede ser considerado como falta y por lo mismo, meritoria de castigo. Aun quienes inten-
cionalmente rompen los acuerdos, por provocación o por rebeldía, deben tener conciencia de
cuáles son éstos y por lo mismo, de cómo se pueden transgredir, pues sin este principio, es
difícil lograrlo.

Esto, sin embargo, es válido solamente para quienes experimentan físicamente el


espacio público tradicional, pues es imposible para quien no lo usa, definir un modo de ac-
tuar en estos sitios. Para quienes habitan las ciudades que históricamente fueron generadas
a partir de un complejo urbano que conserva algunas de sus características tradicionales,
pero cuya vida social, económica, familiar se desarrolla alejada en distancia y en intencio-
nes de esos espacios, se genera una indiferencia por desconocimiento sobre el modo de usar
esos espacios.

La forma de percibir e interpretar la organización física de los espacios urbanos tra-


dicionales por los habitantes de asentamientos periféricos o por inmigrantes y otros usuarios
que no tienen una conexión de práctica continuada y larga en dichos espacios provoca que su
valor, como signo del acuerdo social, disminuya e incluso se anule, debido a la pérdida de re-
ferentes. La esencia social de los espacios públicos tradicionales se transforma por esta nueva
lectura, pero no la posibilidad de dotar de valores al nuevo espacio público, que se ha visto
aumentado con el crecimiento urbano, y que, al igual que el espacio tradicional, es un espacio
cultural, pero organizado sobre principios de menos comunidad y más comportamiento de
masa, en conformidad con la propuesta política y económica del neoliberalismo y la posmo-
dernidad, que con estas nuevas formas espaciales aseguran la permanencia del acuerdo que
mantienen a las élites en su sitio privilegiado.

CAPÍTULO viii 840


El espacio público tradicional frente a las lecturas propuestas desde espacios urbanos
periféricos

a) El espacio público tradicional, el crecimiento físico y los nuevos espacios públicos

El gran discurso urbano del acuerdo social relatado a partir de la ubicación del monu-
mento frente a la plaza pública, delimitándola y al mismo tiempo sirviéndose de ella para ga-
nar en vistas y beneficiarse de las posibilidades de la perspectiva, como lo hubiera dicho Sitte
(1996), deja de entenderse cuando el espacio no se visita o incluso no se conoce, y por lo mismo
se le ve como un discurso a cuyo significado e intención se es ajeno.

La persistencia de la organización física de los elementos de la estructura urbana que


fueron creados para enfatizar y significar la organización social se vuelve ilegible y se convierte
en una solución que se juzga desde preconcepciones diversas a la original, sobre todo a partir
de la secularización de la sociedad, cuando la sociedad propone desde el siglo XIX el uso de
algunos elementos arquitectónicos y urbanos característicos de la iglesia en edificios públicos
primero y en habitación privada después. La identificación de los edificios religiosos, cuya
solución formal y expresiva los caracterizaba y los proponía como símbolo que no admitía
equívoco se transformó también durante el siglo XX, con la adopción de nuevas formas que
resultaron de los sistemas constructivos de la arquitectura moderna.

Pero es principalmente el crecimiento de las ciudades, tanto material como demográfi-


co, lo que ha provocado una necesidad de relectura de los espacios públicos de las zonas histó-
ricas, a partir de prefiguraciones tomadas de otros contextos.

Particularmente a partir del siglo XX, el crecimiento físico de la estructura urbana im-
plica un incremento cuantitativo del espacio público, que se genera bajo principios que no
forzosamente refuerzan la significación de los espacios tradicionales, sino sobre el principio de
generar una vida comunitaria igualitaria. Es decir, en donde se supone que no habrá el símbolo
de un poder que organice a la sociedad, sino espacios que pueden ser utilizados por todas las
personas del mismo modo.

En muchos casos, es la propia normatividad urbana la que define lo que ha de conver-


tirse en espacio público en las áreas de crecimiento de las ciudades, a partir de porcentajes
que se calculan considerando la superficie total del terreno que se ha de convertir en urbano,
tomando en cuenta las densidades propuestas para la zona y el tipo de población que se espera
habite en el sitio. De este modo, cualquier referencia a la jerarquización de un edificio público
y la consiguiente articulación del paradigma “edificio de poder-plaza pública” es totalmente ig-

CAPÍTULO viii 841


norada. Actualmente corresponde en muchos casos a los empresarios definir la distribución de
los espacios públicos, que incluyen las calles y las zonas de usos diferentes al de circular, que
pueden incluir vegetación, pero que suelen verse más como aderezo del área de crecimiento que
un espacio de encuentro y socialización, mucho menos de representación de la jerarquía social.

Desde el urbanismo moderno la idea de espacio público en zonas urbanas derivadas de


un plan de desarrollo se deslizó hacia la recreación, como lo proponía la Carta de Atenas (Le
Corbusier, 1933) y el encuentro de las personas en sus tiempos de ocio, sugiriendo que hubiera
intercambio social en esos espacios, pero no jerarquización, puesto que el principio de la mixtu-
ra, que implica el reconocimiento de diferencias sociales debidas principalmente a la actividad
económica de las personas, no excluía teóricamente el derecho igualitario de disfrute de la ciu-
dad. Esos espacios de recreación fueron una primicia en las ciudades, pues si bien el siglo XIX
proponía paseos arbolados para la recreación de la población, el sentido popular de la propuesta
moderna y el rasgo lúdico que le era inmanente lo hacían novedoso.

Por supuesto, en el tejido general de la ciudad es muy fácil distinguir los espacios que
ocupan las nuevas élites, económicamente más poderosas, a partir del control de las condi-
ciones de riesgos, de la certeza legal en la posesión de los inmuebles, del acceso a las vías de
comunicación vial y al equipamiento, pero dentro de cada zona más o menos homogénea, se
puede pensar el espacio público como se ha propuesto, sin relación con el paradigma tradicional
de jerarquías sociales coincidiendo con el esquema de edificio-plaza.

Otro uso preponderante del espacio público que permitió el movimiento moderno fue el
intercambio de mercancías. Los mercados fueron espacios que formaron parte de los programas
de generación de equipamiento en las áreas de crecimiento de las ciudades mexicanas más ac-
tivas demográficamente, como la Ciudad de México (González Gortázar, 1996). La sustitución
de la plaza para este destino, proceso que se había iniciado también en el siglo XIX, resultó en
un factor determinante para la designificación de los espacios centrales de la ciudad.

El mercado sobre la plaza pública, verdadera síntesis cultural antes del siglo XIX, ocu-
rría siempre a la vista del poder, y el comerciante que lograba incrementar suficientemente su
capital se integraba a la élite de poder. Por esta razón los mercados se realizaban en las plazas,
frente a los poderes de la ciudad. Esta ubicación permitía además la recolección de las tributa-
ciones debidas al poder por el ejercicio del comercio.

Al igual que con las áreas de crecimiento urbano, los mercados actuales, desde el más
popular hasta los de lujo, bajo la forma de malls o centros comerciales, proponen por supuesto

CAPÍTULO viii 842


espacios de jerarquización social, por comparación entre ellos y en su interior, según los usua-
rios de cada espacio y los prestadores de servicios, sin embargo, todos coinciden en el aleja-
miento de los espacios públicos tradicionales como estructuradores de toda la sociedad.

b) Movimientos demográficos

El crecimiento demográfico de las ciudades tiene su inicio tras el fin de la Revolución


Mexicana cuando se propuso el gobierno industrializar al país. Las antiguas instalaciones in-
dustriales, ligadas a la producción agrícola y ganadera, se habían convertido en símbolo de la
opresión de un pueblo fragmentado, rural, incomunicado, ignorante y empobrecido, por lo que
la nueva industrialización tendría la connotación urbana y, por supuesto, se realizaría sobre el
modelo de la industrialización de las potencias económicas occidentales.

La gran migración que dio inicio desde el medio rural, como había ocurrido también en
algunas capitales industriales europeas, provocó cambios muy importantes en las consideracio-
nes sobre las zonas más antiguas de la ciudad, pero principalmente llevó a la gente a trasponer
sus propias costumbres y formas de vida. Esas zonas más antiguas se convirtieron en centros
históricos, cuyos significados, muchas veces similares a los de otros centros de población en
otras regiones, no eran forzosamente interpretados de la misma manera por los nuevos habitan-
tes.

A esta migración, que no ha cesado, se agrega en tiempo más reciente el flujo de pobla-
ción ligado todavía a la búsqueda de estabilidad económica, pero que no incluye solamente a
obreros, sino a grandes grupos que se dedican a labores del sector terciario. Esta migración en
principalmente interurbana y hasta hoy muy activa.

Los movimientos de población han acercado a los espacios públicos tradicionales a


nuevos usuarios para quienes no existen recuerdos, relaciones familiares, ni tradiciones ligadas
a esos espacios. Por esto mismo, los descendientes de esos habitantes no verán como necesaria
tampoco la práctica de los sitios tradicionales, al menos en un sentido de comunidad y de re-
presentación del acuerdo social.

c) Nuevos paradigmas urbanos

Le pérdida de los paradigmas tradicionales no provoca un vacío en la población de las

CAPÍTULO viii 843


ciudades, sino que, como es común, ocasiona una adaptación, para sustituir lo que se termina.
Este cambio es lento y debe entenderse más como una evolución que como una sustitución.

El fin del paradigma del espacio público tradicional, más la propuesta de equidad del
movimiento moderno, dieron como resultado el surgimiento de algunos nuevos paradigmas.
Éstos, en tanto que han sido producidos en las últimas décadas, en las que el poder económico
ha sustituido como motor de las acciones de toda la sociedad a las ideologías y a la política, que
parecen supeditarse a lo económico, tienen en lo financiero su fundamento.

Para todos los habitantes, y no solo para los poderes o sus representantes, la ciudad se ha
convertido en un recurso, cuyo tratamiento y “manejo” es capaz de generar una renta. Las ciu-
dades deben contar ahora con un management plan a fin de estar seguros de que las decisiones
que se toman y acciones que se realizan benefician (económicamente) a sus habitantes, promue-
ven la inversión, garantizan la permanencia del bien cuidado y resultan en desarrollo sostenible.

En este nuevo paradigma, los espacios públicos tradicionales y otros sitios de importan-
cia patrimonial deben contar también con un plan de manejo, a fin de saber qué se puede hacer
con ellos y cómo se aprovecharán esos recursos. Esto lleva a la destrucción de los significados
éticos y políticos, como hace ver Barcellona (Gravano, 2015, p. 117), para quien la ciudad pos-
moderna tiende por esto a la “desolación urbana”.

El hecho de haberse constituido como centros urbanos, es decir, como áreas en las que
hay una alta densidad de oferta de servicios, que tienen comunicación accesible y que tienen
reconocimiento por esa misma oferta, provoca que sean frecuentados por la población. Al mis-
mo tiempo, la desvalorización del paradigma tradicional lleva a ver los centros históricos ex-
clusivamente como lugares de obtención de servicios. Los centros históricos son considerados
principalmente por su característica como centro urbano y nodo de la estructura general en
términos de transporte y de abastecimiento, pero no por sus tipologías significativas o por la
persistencia del paradigma espacial.

La organización social tradicional, paralela a su propio paradigma, que fue una generali-
dad, no existe más. Al mismo tiempo, en los espacios recreativos urbanos actuales, así como en
el mercado y en la escuela, en tanto que espacios republicanos y democráticos, la distinción del
paradigma tradicional no parece tener el sentido que guardó por mucho tiempo. Los elementos
de equipamiento mencionados son, además, los que más importancia tienen en la vida cotidiana
de las personas, quienes por economía de tiempo y de otros recursos, prefieren tener resueltos
esos servicios en áreas alejadas del Centro Histórico.

CAPÍTULO viii 844


Esta “nueva realidad de las ciudades y sus culturas” es llamada desespacialización por
Martín-Barbero, quien le da el sentido de “descentramiento de la ciudad tradicional” y consi-
dera que este fenómeno se acompaña de “desuso de los espacios públicos” (Gravano, 2015, p.
121). Martín-Barbero hace notar además que el proceso implica una borradura de la memoria
y de la identidad, que nosotros preferimos ver como una merma de la memoria, puesto que la
memoria se ve reducida a una o acaso dos generaciones, y a una transformación de la identidad,
que a final de cuentas es un concepto que implica forzosamente una evolución en el tiempo.

En consonancia con lo anterior, los espacios urbanos tradicionales se vacían de conte-


nido de poder y jerarquía para hacerse igualitarios. Habiéndose perdido para la población el
sentido ligado al acuerdo social, es decir, a la jerarquización, la identidad, la monumentalidad
en su sentido de recuerdo.

Así, los espacios públicos tradicionales son abordados por los turistas sin compromiso
ni imposiciones a su desenvoltura, los habitantes acuden exclusivamente por servicios y existe
siempre la posibilidad de no practicarlos en ningún sentido. En todo este nuevo paradigma,
la valoración de los edificios como parte del patrimonio cultural se ve degradada, y éstos son
reducidos a objetos para el uso de turistas y de aprovechamiento de prestadores de servicios.

d) Los modos contemporáneos de practicar el espacio público tradicional

Puesto que las sociedades son heterogéneas, y la movilidad de la población a partir de la


migración, así como la habitación periférica que se han descrito apoyan esta proposición, no es
posible pensar que un cambio en las consideraciones del valor o del significado de un sitio cam-
bie instantáneamente, ni que toda la población adopte en un momento una actitud única. Di-
ferentes grupos de población, dependiendo de múltiples factores, han adoptado en los últimos
tiempos diferentes actitudes en relación con los Centros Históricos de sus propias ciudades.

Sobre el supuesto de permanencia de las formas físicas que reproducen el paradigma


tradicional de espacios públicos, es decir, considerando que al menos una parte de las estruc-
turas históricas permanecen en condiciones que permitirían la lectura del sitio como histórico,
por encontrar en ellas la evidencia de los acuerdos sociales de los habitantes en una historia
extensa, se pueden identificar al menos cuatro maneras en que se practica esa parte de la ciudad,
específicamente los espacios públicos dentro de la demarcación histórica.

La primera, que es para los conservadores del patrimonio cultural edificado la más de-

CAPÍTULO viii 845


seable y que provoca al mismo tiempo vivas reacciones de quienes pretenden proponerse como
creativos y trasformadores, plantea la conservación no solo de los espacios, sino de sus signi-
ficados, haciendo permanecer el paradigma tradicional y sus significados. La segunda manera
reconoce algunos valores, aunque no siempre en coincidencia con el significado original, lo
que promueve cambios necesarios para adaptar el espacio público tradicional, particularmente
en el centro histórico, a la demanda en términos de mercado. El tercer modo ignora lo que se
refiere al paradigma tradicional y no se siente concernido por alguna apreciación patrimonial,
resolviendo en los espacios públicos tradicionales su vida cotidiana sin otra consideración que
la satisfacción de lo inmediato. Por último, el modo que estima los espacios públicos históricos
o tradicionales como un desecho, que no se necesita para resolver sus necesidades por lo que,
si es posible, rehúye a esos sitios.

De estas cuatro posibilidades consideraremos las dos últimas, en las que el habitante de
las periferias participa a partir de nuevos paradigmas y nuevos acuerdos sociales.

-El espacio de lo inmediato

Lo inmediato y cotidiano, que son dimensiones de la posmodernidad, dominan en este


modo de práctica los espacios tradicionales, que en esta representación son un continente de
satisfactores para usos ordinarios. El espacio público representa entonces una serie de espacios
más o menos facilitadores de desplazamientos, de concentración de prestadores de servicios,
de lugares donde se asciende o desciende de transportes públicos o privados para acceder a los
servicios.

Este espacio de servicios se experimenta para la solución de lo cotidiano, sin conside-


raciones sobre las cualidades estéticas, documentales o históricas del patrimonio edificado, ha-
ciendo prevalecer la característica de centro urbano sobre cualquiera otra. Esta manera constitu-
ye una desventajosa manera de experimentar un espacio histórico, si se quiere que permanezca
la característica de historicidad.

Al mismo tiempo, es un modo de mantener con vida el sitio. Y como es inevitable,


el mantenimiento de la vitalidad del sitio histórico debe enfrentar su evolución, que implica
cambios y adaptaciones para hacer la prestación de servicios más eficiente, para procurar un
progreso en los negocios y para seguir haciendo atractivo el sitio en tanto que centro urbano.

La lectura de estos espacios se distrae con la propia vida urbana actual, hasta el extremo

CAPÍTULO viii 846


de no prestar atención a lo que los espacios públicos pueden comunicar. Si “la ciudad es un dis-
curso y este discurso es, en realidad, un lenguaje”, como afirma Barthes (Harvey, 2008, p. 86),
la falta de lectura sobre la historicidad, y por lo tanto sobre los paradigmas tradicionales, puede
deberse a la falta de códigos específicos para la lectura, más que a la saturación de mensajes o
a la simple distracción en la experiencia espacial. Desde esta perspectiva, aun cuando se preste
atención a lo que se dice, es decir, aun cuando haya intención de entender el mensaje que los es-
pacios públicos históricos pueden comunicar sobre los modos de organizarse de las sociedades
que los han formado, puesto que la arquitectura se experimenta como comunicación, a falta del
código, no puede haber comunicación (Harvey, 2008, p. 86).

Esta condición se ve acentuada por los factores de transformación de significados que se


han mencionado más arriba: la inmigración hacia las ciudades y la disposición de los espacios
públicos en ámbitos periféricos. Estos factores provocan indiferencia hacia los modos tradicio-
nales de practicar los sitios históricos y hacia su significado cultural, simplemente porque el
acercamiento se hace con otras intenciones, otros códigos y otras expectativas.

La concentración de servicios que se describió conlleva una demanda de los espacios


públicos que tiene consecuencias forzosas. El modo de entender la vida urbana actual y la idea
de un centro urbano que responde a las necesidades de una cantidad creciente de habitantes
provoca repleción de los espacios centrales tradicionales, a los que se acude en vehículos par-
ticulares o transporte público. Por otro lado, la oferta de espacios tradicionales invita a la visita
de turistas y de los prestadores de servicios que los atienden o que solicitan su atención, lo que
contribuye a la saturación del espacio histórico.

-Desestima de los espacios públicos del centro histórico

Este modo de consideración de los espacios públicos tradicionales no corresponde a una


práctica del sitio histórico, sino a su desestima y evitación. El espacio que corresponde al para-
digma tradicional de representación de la jerarquía social dejó de ser necesario para la vida de
los habitantes de las periferias. Ese espacio se hace sinónimo de molestia por el tránsito intenso,
por la afluencia de visitantes y se prefiere no usarlo ni incorporarlo a la manera de vivir. Esta
práctica del centro histórico anula, si es posible, cualquier contacto con él. No hay experimen-
tación de sus espacios públicos ni privados, de sus edificios o servicios. El habitante pertenece
a las periferias y aunque conoce como turista otros espacios públicos tradicionales, prefiere no
estar en el de su ciudad.

CAPÍTULO viii 847


La materialidad de la ciudad, característica que le permite impactar los sentidos y por
lo mismo, generar recuerdos y pensar en ellas como algo objetivo (Moya, 2011, p. 25) no se
experimenta si no se está en el sitio. Aun cuando haya imágenes fijas o referencias, si la ex-
perimentación del espacio público no sobrepasa un plano superficial, como el que tienen los
visitantes ocasionales, no se manifiesta la identidad ni de demarcación ni de carácter, que es la
expresión de la interacción del hombre y su entorno (Moya, 2011, p. 26).

Para quienes no tienen la práctica del espacio histórico, la materialidad que se experi-
menta de la ciudad está ligada a otras formas y significados, diferente de la tradicional y por
esto el significado de la forma histórica se transforma, se pierde, se ignora.

e) El espacio público en las periferias

Si bien el término “posmoderno” y los que de este se derivan se usan con sentidos va-
riados y sus significados han evolucionado en pocos años, coincidimos con Featherstone (1991,
p. 164) cuando apunta que esta es precisamente una de las características que el propio término
encierra, puesto que se refiere a transformaciones profundas y rápidas en las sociedades y sus
estructuras, ocurridas desde las últimas décadas del siglo XX. En ese sentido nos referiremos
a la posmodernidad, como el conjunto de cambios que se han experimentado en las relaciones
sociales de todo tipo, por supuesto, las que se refieren a los poderes públicos y a la transforma-
ción de las jerarquías sociales principalmente.

Como muchos fenómenos de la posmodernidad, los modos de ocupar los espacios pú-
blicos en los ámbitos no tradicionales ni históricos de las ciudades presentan una dualidad: al
mismo tiempo que se manifiestan como un fenómeno de masas, el individualismo prevalece
para hacer el espacio público de cada uno y de nadie, en coincidencia con un estado de indefi-
nición aparente de las estructuras sociales.

La misma existencia de lo social fue cuestionada por Baudrillard (2008, p. 173) cuando
propone que quizá “profundamente las cosas no funcionaron jamás socialmente, sino simbó-
licamente, mágicamente, irracionalmente”, dentro de sus reflexiones sobre el fin de lo social.
Para nosotros, los cambios que se han formulado en las últimas décadas suponen un cambio
profundo en las sociedades, pues siguiendo a Baudrillard, podemos sugerir también que los
sentidos tradicionales de la cultura se han descontextualizado, se rehacen y renuevan, parecién-
donos que las situaciones actuales son inéditas, y que los productos sociales, como la ciudad,
no son sino un simulacro. (Featherstone, 1991, p. 166)

CAPÍTULO viii 848


Maffesoli se ha pronunciado en el sentido de que en este nuevo orden existe una tenden-
cia a romper el individualismo y participar en “tribus posmodernas” que comparten intereses
afectivos y hasta paradigmas estéticos, (Featherstone, 1991, p. 56) sin embargo, estas asocia-
ciones son temporales y aún dentro de ellas el habitante de las ciudades se encuentra individua-
lizado, fragmentado por pertenecer a varias de esas “tribus” simultáneamente y consciente de
que sus diferentes afectos lo identifican como una excepción.

En relación con las ciudades, Benjamin y Baudrillard identifican el nuevo rol de las ciu-
dades occidentales como centros de consumo, tanto cotidiano, es decir, el necesario para con-
servar la vida, como de bienes y experiencias simbólicos (Featherstone, 1991, p. 56). La proli-
feración de signos en la arquitectura y en la ciudad, e incluso la dotación de nuevos significados
a los objetos urbanos produce un “paisaje hedonístico de cultura de consumo” (Featherstone,
1991, p. 167) donde el placer es individual, necesario y más que deseable, indispensable. Los
signos de la autocomplacencia, cuya sola observación renueva el sentimiento, se manifiestan en
el espacio que se construye y que se habita.

El consumo individual, excesivo y desordenado, propuesto como noción esencial de la


sociedad contemporánea, produce espacios públicos que corresponden a las mismas caracterís-
ticas, de acuerdo con la disponibilidad de recursos. Sin embargo, en todos los casos, la idea de
lo público para el aprovechamiento individual ocasiona una falta de apego al espacio vivido,
una escasez de significado que, por otro lado, simplifica la lectura, pues no es necesario penetrar
en la conformación del Estado o de la Iglesia para encontrar su sitio en ese espacio público, sino
que es suficiente con “estar”, para apropiarse de él por el tiempo en que se practica.

El espacio público es cada vez más frecuentemente un área de paso, y ya no de encuen-


tro, de juego o de “socialización”, pues el individualismo y la falta de paradigmas exigen que
todos los habitantes tengan los mismos privilegios y, por lo tanto, nadie los tiene. La conse-
cuencia es el repliegue hacia el sitio en donde como individuo se puede estar en una escala de
confort, es decir, al espacio privado que, por su parte, tiende a aislarse del espacio público, a
encerrarse en muros, a poner casetas de vigilancia y a delimitarse físicamente.

Resultados

Los habitantes de todas las ciudades están obligados a la práctica de los espacios públi-
cos, ya sea desde sus propios vehículos, o como transeúnte en las vialidades, en el encuentro
con los vecinos, sin embargo, no están más obligados por la nueva estructura de las ciudades a

CAPÍTULO viii 849


conocer ni permanecer en los espacios públicos tradicionales.

Por esto, aun cuando los habitantes sigan supeditados a la utilización del espacio pú-
blico, y a la voluntad de los poderes de facto en las ciudades, la relación entre estos, que en
otros tiempos era consistente, se ha demeritado, adquiriendo otras formas no espaciales para su
concreción. Entre estas formas están los nuevos “espacios públicos” irreales, llamados virtua-
les y que se refieren a prácticas de intercambio, socialización, comercio y trabajo a distancia,
por medio de redes mundiales. Sin embargo, la existencia física de los espacios públicos no ha
desaparecido, ni se ve cómo pudieran estos aniquilarse, y los poderes, económicos en nuestro
caso, regulan como siempre el estatus de cada tipo de individuo en la sociedad. Lo que parece
haberse transformado es el modo de representar en el espacio público esas relaciones.

Los modos de observación de los espacios públicos tradicionales, cuando se llega a


experimentarlos, no son diferentes de los modos de práctica de otros espacios públicos, incluso
los periféricos, convirtiéndolos, a través de una lectura rápida y sin complejidad, en algo insig-
nificante, y transformando todos los espacios públicos urbanos en ámbitos insustanciales en el
sentido de representación deseada del acuerdo social.

Conclusiones

Los espacios “patrimoniales” cuya materialidad y contenido simbólico remitían a rela-


ciones de poder y al acuerdo social, han perdido en algunos grupos sociales su sentido origi-
nal como expresión de la organización y el acuerdo sociales, mediante el cual los ciudadanos
podían hacer la lectura de su propio sitio en la sociedad y por supuesto, se ponía en relevancia
el “lugar” de quienes detentaban el poder. Cuando la lectura no es más posible, y por lo tanto
los espacios públicos aparecen como simples acomodos materiales, se pierde la asociación con
situaciones que identifican al usuario y se convierten en espacios de “otros grupos sociales”, por
lo que se ven como ajenos, haciendo cualquier sentido de pertenencia algo inusual.

Entre las causas podemos mencionar la imagen de que el centro es “turístico”, o comer-
cial, lo que deja sentir que, si no tenemos relación con esas ramas de la economía, podemos
abstenernos de hacer otras lecturas. Además, los movimientos migratorios, el mercado del suelo
y el modelo de vida producen desarraigo de los habitantes de las periferias y si en ese ámbito
el habitante obtiene sus satisfactores, puede pasar largos periodos sin participar de los espacios
tradicionales, que no parecen necesarios.

CAPÍTULO viii 850


En un rasgo característico de la cultura de masas, donde se ensalza el consumo excesivo
con fines hedonistas (Featherstone, 1991, p. 52) el individuo se aísla del resto de los ciudadanos
y busca la autosatisfacción. Puesto que en la sociedad posmoderna gran parte de la producción
se dirige al consumo, al ocio y los servicios, y la propuesta de bienes simbólicos, imágenes e
información (Featherstone, 1991, p. 52) apunta a la homogenización de los modos de vida, los
ciudadanos prefieren los espacios tendientes a la solución de lo inmediato y al aislamiento.

Coincidiendo con este supuesto, el espacio público ofrecido, tanto en áreas de habita-
ción como en zonas de servicios, se apuesta más por la significación de lo individual que por
la pertenencia a la comunidad, aún en zonas en donde hay una participación más visible de los
habitantes, como en las áreas de autoproducción de espacios.

Las relecturas, o nuevas lecturas de los espacios públicos tradicionales de las ciudades
mexicanas permiten, sin embargo, identificar los acuerdos sociales actuales, y es posible leer
en estas nuevas formas, utilizando los nuevos códigos, las especificidades para el tiempo y el
lugar de los moradores urbanos actuales: inmediatez, superficialidad, falta de conciencia de
colectividad y habitación de espacios insustanciales.

CAPÍTULO viii 851


Obra citada

Baudrillard, J ([1978] 2008). Cultura y simulacro. Barcelona: Kairós.

Featherstone, M (1991). Cultura de consumo y posmodernismo. Buenos Aires: Amorrortu.

González, F. (1996) (coord.). La arquitectura mexicana del siglo XX. México: Consejo Nacional para
la Cultura y las Artes.

Gravano, A. (2015). Antropología de lo urbano. Buenos Aires: Café de las ciudades.

Harvey, D. ([1990] 2008). La condición de la posmodernidad, Investigación sobre los orígenes


del cambio cultural. Buenos Aires-Madrid: Amorrortu.

Moya, A. M. (2011). La percepción del paisaje urbano. Madrid: siglo XXI.

Sitte, C. ([1889]1996). L’art de bâtir les villes: l’urbanisme selon ses fondements artistiques.
París: Éd. du Seuil.

Obra citada de Internet

Corbusier, Sert, J. L. (1933). carta de Atenas. 14 de abril de 2016, de CIAM Sitio web: http://
blogs.unlp.edu.ar/planificacionktd/files/2013/08/1942_carta_de_atenas-1933.pdf

Morales, F. (1979). Teoría y leyes de la conquista. 31 de marzo de 2016, de Ediciones Cultura


Hispánica del Centro Iberoamericano de Cooperación, Madrid, pp. 489-518 Sitio web:
http://www.biblioteca.tv/artman2/publish/1573_382/Ordenanzas_de_Felipe_II_sobre_
descubrimiento_nueva_1176.shtml

CAPÍTULO viii 852


Fiestas de la tradición constructiva en la
vivienda p´urhépecha

Claudia Hernández Barriga5

Verónica de la Cruz Zamora Ayala6

Gloria Cardona Benavides7

Resumen: La comunidad p’urhépecha de San Juan Capacuaro, ubicada en la sierra p’urhépe-


cha de Michoacán presenta viviendas que incluyen construcciones tradicionales de madera y
construcciones actuales de diversos materiales, muchas autoconstruidas. Mediante trabajo de
campo, que consistió en la realización de levantamientos arquitectónicos, fotográficos y en-
trevistas con los usuarios de las viviendas, se establecieron tipologías de acuerdo al diseño
arquitectónico y también se documentaron las fiestas y costumbres relativas a la construcción
colectiva de las viviendas. Se partió de una visión donde se entiende a la arquitectura como
una evidencia de adaptación del ser humano a su medio ambiente y una solución integral que
satisface diversas necesidades de sus usuarios, ya sean psicológicas, económicas, familiares y
sociales. El diseño actual de la vivienda p’urhépecha responde al medio en el cual se desarrolla,
combinando arquitectura tradicional con contemporánea.

Palabras clave: p’urhépecha:, vivienda, tradicional.

Summary: The p’urhépecha community of San Juan Capacuaro, located in the Sierra p’urhépe-
cha of Michoacán has homes that include traditional wooden buildings and existing buildings
of different materials, all self-constructed. Through field work, which consisted in conducting
architectural, photographic and interviews with users of housing surveys, typologies accord-
ing to established architectural design and festivals and customs relating to collective housing
cons-truction they are also documented. It began with a vision where it is understood archi-
5
Profesora de Tiempo Completo, Departamento de Arquitectura, DAAD, Universidad de Guanajuato. Email:
c.hernandez.ug@gmail.com
6
Departamento de Arquitectura. Email: veronica@ugto.mx
7
Profesor de tiempo completo, Departamento de Arquitectura, Campus Guanajuato, Universidad de Guanajuato.
Email: glocardonab@yahoo.com.mx

CAPÍTULO viii 853


tecture as evidence of human adaptation to their environment and a comprehensive solution
that meets diverse needs of its users, whether psychological, economic, family and social. The
current design of the p’urhépecha housing responds to the environment in which it develops,
combining traditional architecture with contemporary .

Keywords : p’urhépecha, housing, traditional

Introducción

San Juan Capacuaro es una población del municipio de Uruapan localizada en la sierra
purépecha. Está ubicada sobre la carretera Nacional que conduce de Uruapan a Zamora. Co-
linda con las comunidades originarias de Arantepacua y Turicuaro al Oriente, San Lorenzo al
poniente; y los terrenos comunales de San Lorenzo y Quinceo al Noreste. Su altura sobre el
nivel del mar es de 2260 metros. La región de la sierra está situada al suroeste del estado de
Michoacán. Orográficamente está condicionada por el núcleo neovolcánico que cubre en su
totalidad a la sierra purépecha, y por sus depresiones tanto por el lado noroccidental y el sur,
por los que se vierte parte del caudal de lluvias que recibe gracias a la zona todavía boscosa.
(Espín,1986, p.34) La ocupación principal de la población es la carpintería, la venta de mue-
bles de madera, la venta de abarrotes, la agricultura y actividad profesional.

El trabajo de campo consistió en realizar levantamientos arquitectónicos, tomar fotogra-


fías de los diferentes espacios y entrevistar a los usuarios. Se estructuraron y sistematizaron
los datos obtenidos, para comparar y analizar las diferencias y similitudes de las habitaciones
y áreas que nos permitieron clasificar y simplificar los rasgos elegidos (Baca, 1998, p.56).Las
entrevistas realizadas más que mostrar datos estadísticos, son fuentes de información cultural
indispensable para el presente trabajo.

En el presente estudio, se dejó de lado aquella visión que nos dice que la casa o la vivien-
da es todo aquello que solo sirve como refugio, ya que en Capacuaro, la vida cotidiana y la
gran mayoría de sus actividades se llevan a cabo al aire libre, por lo que se incluyen el análisis
de los espacios abiertos que no presentan estructuras arquitectónicas físicas pero forman parte
del diseño. Por lo tanto se consideran a las viviendas conformadas por tres tipos de espacios:

• Los exteriores o abiertos, delimitados por muros, bardas o cercas, sin cubiertas.

• Los interiores o cerrados donde la puerta y ventanas son la única conexión entre el exterior
e interior; como las habitaciones, las cocinas y locales.

CAPÍTULO viii 854


• Los de transición donde los elementos delimitantes son un muro y la cubierta o sólo la última.

Tipologías de las construcciones y espacios abiertos de la vivienda.

Tipo 1 (habitación tradicional o troje). Tipo 2 (habitación de madera)

Fig.1 Fachada de troje Fig.2 Fachadas de habitaciones

Tipo 3 (habitaciones de “material”). Tipo 4(cuartos de “material” )

Fig.3 Fachada. Fig.4 Fachada

Tipo 5 (“tejados”) Tipo 6 (Cocinas tradicionales).

Fig.5 Fachada. Fig.6 Fachada.

CAPÍTULO viii 855


Tipo 7 Letrinas o pozos. Tipo 8 Baños o duchas.

Fig. 7Vista exterior

Fig. 8 Vista exterior

Tipo 9 Hornos. Tipo 10 Área de lavado y patio

Fig. 9 Un horno de pan. Fig. 10 Patio

Tipo 11 Taretarhu o solar. Tipo 12(casas diseñadas por arquitectos).

Fig.11 La milpa. Fig.12 Propuesta de fachada.

CAPÍTULO viii 856


Las fiestas tradicionales

La fiesta es una costumbre importante para los habitantes de Capacuaro porque les
sirve para convivir, estar juntos y alegrarse, es una forma de estrechar las relaciones sociales,
ya que mucha gente no tiene otra forma para distraerse ya sea observando o participando en
las danzas y festejos, así lo mencionan algunos habitantes,

Yo digo que es todo el año, que yo tengo idea de que todos los años salgan
aquí. A la gente le gusta venir a esta comunidad de indios porque aquí saben
todos bailar de todo pues, así no se va acabar que todos salgan a bailar.8

Pues si pues, si me gusta la tradición, siempre pues con esas danzas uno se
alegra pues, porque casi la gente no está impuesta a ir a divertir a otra parte,
solo cuando hacen las fiestas, pero cuando se hacen los bailes pues no... está
bonita pues la tradición lo que pasa es que lo hace feo los que toman (los
hombres) tanto ia [sic], pero la tradición si esta bonita.9

Pos... mal ya pues porque una fiesta casi no funciona bien si no sale el bai-
lable, y si sale la danza se junta mucha gente de afuera y de aquí siempre se
ve bonito así, cuando no hacen así nomás (se ve) como esta ahorita ia [sic].10

A la gente le gusta que salgan las danzas y se hagan las fiestas, es hasta cierto punto un
orgullo porque es parte de su tradición, lo malo, según explican las mujeres, es que en los bai-
les los hombres toman mucho y terminan por pelear entre ellos a causa de viejas rencillas fa-
miliares relacionadas con el robo de madera en los bosques, así lo explica la señora Angelina:

Sí, nos gustan, (las fiestas) solo una parte no nos gusta porque se emborra-
chan mucho y luego se pelean los señores, las mujeres pues no porque casi no
toman o de vez en cuando y los señores si. Una vez se pelearon y lo mataron
a un señor nosotros ahí estábamos esperando que el castillo empezara luego
los señores vinieron por ahí con un metralleta y empezaron a disparar y luego
mataron a mucha gente. Ahora cuando veo un pleito así luego luego me da
8
Señora Serafín, ama de casa de 27 años de edad, entrevista realizada en abril de 2010
9
Señora Petra Jiménez de 47 años de edad, ama de casa, entrevista realizada en abril de 2010.
10
Señora Elisa Sandoval, de 38 años de edad, ama de casa, entrevista realizada en mayo de 2010.

CAPÍTULO viii 857


dolor porque desde entonces empecé y eso no está bueno.11

En Capacuaro las fiestas forman parte de la vida cotidiana de los pobladores. Los car-
gueros sufragan los gastos, quienes se preparan todo el año para reunir la cantidad de dinero
necesaria, para pagar la banda de música y comprar vino, cohetes y lo necesario para preparar
las comidas e invitar a todo el pueblo al festejo, que ellos mismos organizarán.

La mayoría de las fiestas están relacionadas con la religión católica y se organizan en


base a las fechas que da la iglesia a lo largo del año, a continuación se mencionarán breve-
mente:

§ Fiesta del año nuevo (1º de enero). Salen las danzas de los viejitos y la pasto-
rela, después en la casa del carguero comen y enseguida pasan a las casas de
los otros integrantes de la danza donde conviven con las respectivas familias
que viven ahí. Nuevamente van a la casa del carguero donde comen y cenan
churipo con corundas.

§ Semana Santa (variable marzo y abril). Esta fiesta es organizada por el


prioste quien es el encargado de la iglesia por todo el año. El miércoles
santo varios voluntarios se reúnen en la casa del prioste para ir al cerro a
agarrar un conejo vivo. El jueves santo llevan al conejo vivo a la iglesia
con mucha fruta y después de la misa el cabildo (consejo del pueblo) van
a comer a la casa del prioste una especie de mole llamado atapakua, este
acto representa la última cena. El viernes santo sacan al cristo de la iglesia
para amarrarlo a la cruz y llevarlo al Calvario, después recorren en proce-
sión todo el pueblo.

§ San Juan Bautista, Fiesta patronal (24 de junio). Esta es la fiesta patronal del
pueblo, para la celebración se nombra el cuerpo del cabildo. Ellos nombran
las diversas comisiones necesarias en cada barrio, que son tres San Francisco,
San Lucas y San Juan Evangelista. El dinero se reúne por cooperación de todo
el pueblo. El 23 de junio en la casa del Comisariado se inicia la participación
de los moros y los músicos quienes después van al atrio y a la tenencia, para

11
Señora Angelina Ángel, ama de casa de 42 años de edad, entrevista realizada en julio de 2010.

CAPÍTULO viii 858


regresar a la casa del Comisariado. Actualmente se realizan juegos de basket-
ball, concursos de pirekuas y al finalizar el día se hace una competencia de
bandas de música tradicional que en muchas ocasiones son reemplazadas por
grupos de música populares.

§ Fiesta de Navidad o Noche Buena (23, 24, 25 y 26 de diciembre). Esta fiesta


es organizada por cuatro cargueros, tres organizan la fiesta de los viejitos y
uno la danza de la pastorela. El 23 de Diciembre llegan los músicos y se re-
únen en las casas de los cargueros, en seguida van a la misa y después tocan
en el patio del curato donde todos bailan hasta el amanecer. El 24 es día de
descanso y por la tarde se vuelven a reunir los danzantes y músicos en las
casas de los cargueros. El 25 es el día grande muy temprano se llevan las
mañanitas al niño Dios y salen la danza de los viejitos y después la pasto-
rela, y regresan a la casa de los cargueros para comer, y el 26 se realiza la
presentación de las danzas en la pérgola de la plaza y el concurso interno de
la comunidad. Al final del día las bandas tocan por las calles del pueblo hasta
llegar a la casa del carguero.

También están las fiestas relacionadas con la construcción de las habitaciones y el agua,
que se mencionarán a continuación.

La terminación de una habitación

Esto es una tradición milenaria muy propia de los indígenas de Mesoamérica. En aque-
llos tiempos los sacerdotes eran personas importantísimas, quienes conocían las técnicas má-
gicas para: el control de los meteoros como lluvias y granizos, para la protección de los enfer-
mos, la adivinación del futuro y el allanamiento del trato con las fuerzas ocultas en las cosas.
Esta última técnica fue la práctica más importante, quienes intervenían en la construcción e
inauguración de los espacios en los que habría transformación de sustancias como la casa, la
milpa, el baño de vapor o el horno de cal. (Manzanilla, 1995)

Actualmente la tradición señala que cuando los dueños de alguna vivienda terminan de
construir las habitaciones o cuando “echan el colado” de la habitación, se debe realizar una
fiesta donde hacen una gran comida e invitan a los familiares más cercanos de ambas fami-
lias como los tíos y primos. Ellos llevan flores y mandiles de regalo para adornar una cruz de

CAPÍTULO viii 859


madera que será colocada en lo alto de la nueva construcción de tabique y concreto armado.
La cruz es para dar gracias por haber tenido la oportunidad de construir, también sirve como
bendición para que la nueva construcción dure mucho tiempo. Además la cruz adornada es
una señal para que la gente del pueblo se entere de que la familia ya construyó o ya terminó su
construcción, “es para que todo el pueblo sepa que sí pudo terminar, que sí lo logró”12. La cruz
se coloca, preferentemente, en las construcciones de “material” y los parientes van a ayudar
para terminar el “colado” y llevan alcohol para obsequiar al dueño. Algunas personas refieren
que esta fiesta se realiza como si fuera una boda. Así lo explican,

cuando la acaba (la habitación) se hace la fiesta, es el remojo como nosotros


decimos y se hace baile, atole, comida y se invita a la fiesta.13

yo así le hacía voy y me traigo a los albañiles para que me cuelen y en medio
hora ya esta colado y una losa de 100 metros cuadrados en dos horas, gasto 10
mil pesos, pero aquí en la costumbre que se tiene, se gastan unos 15 mil o 20
mil pesos porque tienes que pagar la música, la comida, las cervezas y mas aparte
los albañiles porque la gente solo se presenta como una costumbre como un
compromiso no para ayudar... son tradiciones muy raras.14

Fig. 13 En la tienda se ve la cruz con el delantal. Fig. 14 En esta construcción se observa la cruz con
delantal, lo que indica que ya se “hecho el colado”

Quizás en la actualidad la inauguración de los cuartos representa marcar el espacio


o territorio donde yo tengo mi lugar, mi casa. Y en esos espacios surgen normas familiares
12
Alma Verónica González Morales, estudiante de historia, 22 años de edad, entrevistada en mayo de 2010.
13
Señor Colesio Morales, comerciante, entrevista realizada en julio de 2012.
14
Arquitecto habitante de Capacuaro. Alfonso Constancio Jiménez, de 33 años de edad, entrevista realizada en
julio de 2010.

CAPÍTULO viii 860


y culturales donde cada familia requiere de su propio territorio para desenvolverse cómo-
damente en él, como ejemplo esta la cocina para las mujeres. (Hall, 1990) Así que, posi-
blemente el terminar la o las habitaciones es sinónimo de fiesta, porque la familia ya tiene
su propio espacio.

La construcción de la troje en Capacuaro

Puesto que la troje ha sido una estructura de madera característica de la zona purépecha, se
recogió del recuerdo los habitantes el proceso festivo y de trabajo comunal para su construcción.

La troje es una construcción hecha completamente de madera. Para trabajar este material
se reunían varias personas ya fueran familiares o amigos, quienes la conseguían y la cortaban. To-
dos juntos iban al cerro y escogían los árboles, de los que sacarían los tablones. Estos se dejaban
a la intemperie 1 o 2 años para que se secarán. Cada integrante del grupo era ayudado y ayudaba
para completar la madera de su troje y la de los demás. Al señor Alfonso, se lo platicaban sus
abuelos,

... me cuentan que si se juntaban dos o tres compadres, compadre necesito ha-
cer un troje vamos, en un mes hacían la madera preparada lo de un troje al otro
mes preparaban para... o sea si se juntaban tres compadres era porque tenían
que hacer tres trojes, la idea era que se ayudaran, son palos grandes y estaban
pesados, entonces la madera se dejaba alrededor de 8 meses o un año en el cerro
para que por el mismo aire, el sol, se fueran secando, pues ya era difícil que se
torcieran porque ya estaba sazona y de repente la dejaban allá y de repente otra
vez se organizaban, oye compadre esta vez tenemos que bajar toda la madera,
órale pues, que si son 20 tablones para un compadre, que otros 20 para el otro,15

Don Colesio recuerda como su padre mandó hacer la troje, que aún conserva, a un señor
de Paracho llamado Atanasio: “... mi papá o el dueño arrimaban las tablas con tiempo, se hacen
las vigas y se guardan las tablas dos años para que se sequen y ya a los dos años se llama al que
hace las trojes y el viene y te dice te va a salir una troje de este tamaño”.16 Y para conseguir la
madera don Colesio explicó que, “Cada lunes labraban la madera para cada persona, así iban 10 o

15
Señor Alfonso Constancio Jiménez, 33 años de edad, arquitecto, entrevista realizada en agosto de 2010.
16
Señor Colesio Morales, 64 años de edad, comerciante, entrevista realizada en julio de 2010.

CAPÍTULO viii 861


15 hombres. Así que en un lunes hacia la mitad de madera que se utiliza para realizar una troje”.17

Esta organización permitía que se establecieran y fortalecieran lazos afectivos y de coope-


ración entre los habitantes de la comunidad, también permitía optimizar el trabajo que era bastante
duro e implicaba largos tiempos de espera y conocimiento amplio de la materia prima a escoger,
lo que también ayudaba a la transmisión del conocimiento a las nuevas generaciones.

Un aspecto trascendental era el saber cuál árbol cortar y cuándo hacerlo. La costumbre
decía que los días indicados para cortar la madera eran los circundantes a la luna llena, “antes
porque había bosque. Porque la gente y su experiencia y su capacidad en base a lo que veían tenía
esa idea o esa costumbre de que cuando la luna está llena no le entra la polilla”.18

Don Jesús Ventura explica que los árboles se cortaban antes o después de que la luna es-
tuviera llena

Bueno tumbaban, antes llenar 2 o tres días y ya cuando iba otra vez a termi-
nar, antes de llenar y antes de bajar mucho como casi un semana para tumbar
nomás, aunque antes lo iban a lavar pues, pero ya para tumbar cuando la luna
estaba un día ya para llenar entonces tumbar, o un día cuando ya estaba otra
vez, para tumbar 2 o 3 días antes de llenar y otra vez cuando se llenaba otros 2
o 3 días, que eso entonces no iban a tumbar, entonces cuando estaba bien lleno
que no iban a tumbar otra vez, y después a labrar ia.19

Estas fechas se escogían así porque la experiencia y creencia de las personas era que en
ese momento la sabia del árbol subía por el tronco haciéndolo inmune a la humedad, insectos y
hongos. También explicaron que la mejor parte del árbol era el corazón por eso, solo ocupaban
los tablones que tuvieran parte de esta madera resinosa y la demás madera se desechaba.

de un tronco sacaban una pieza, un tablón o dos, o sea todavía por ahí están
las herramientas antiguas con las que sacaban los tablones, nada más le saca-
ban lo que era el corazón y toda la demás madera se desechaba, entonces por
experiencia la madera maciza ya un pino adulto y con sobre todo el corazón

17
Colesio Morales.
18
Alfonso Constancio Jiménez.
19
Señor Jesús Ventura Salmerón, 70 años de edad, comerciante y campesino, entrevista realizada en julio de
2010.

CAPÍTULO viii 862


que aquí le llamamos iarhíni, tenía la característica que científicamente esta
estudiado que toda la resina y demás químicos que contienen la madera eso lo
hace súper resistente y lo previene contra la polilla y la humedad y todas las
cosas y la madera se seca y moja y se vuelve a secar pero ahí está la diferencia
de la madera de ahora que son pinos jovencitos que se secan y se mojan y se
tuercen o se abren, entonces ya no es lo mismo. Antes lo sorprendente de eso
que te digo es que de un troncononon de este pelo sacaban uno o dos tablones y
lo demás lo desperdiciaban más aparte buscaban que estuviera porque le abrían
o le destapan un pedazo para ver que tan hondo estaba el corazón y es algo que
tiene mucha resina eso, entonces te vas a encontrar muchos tablones que tienen
aquí el corazón todavía, rara vez, cuando el tronco estaba muy grueso le saca-
ban otros tablones a cada lado del principal.20

Varias personas de Capacuaro explicaron que llegaron a ver tablones de trojes tan grue-
sos como un tabique. Para sacarlos del tronco utilizaban cuñas de madera que se colocaban a
todo lo largo del árbol con una separación según el ancho de la pieza y se quitaba la corteza
con un hacha, instrumento que fue ampliamente utilizado. Años después se comenzó a utilizar
la sierra conocida como “sardina” formada por una hoja metálica con dientes perpendiculares
sucesivos que se sostenía por dos mangos en sus extremos, por lo que necesitaba de dos usua-
rios para manejarla.

para poder sacar el tablón, entonces lo que hacían era con una cuña le metían
un pedazo y hasta allá lo iban recorriendo y después le daban de allá para allá
de este lado para quitar esta corteza también y así se iban y este pedazo volvían
a hacer lo mismo, o sea es una cuña así, es una cuña, una cuña de madera, en-
tonces este, ese sistema ya después que se dieron las sierras, antes lo que hacia
la gente era eso, preparaban sus horcones metían un travesaño así de viga, aquí
apoyaban su tronco, aquí buscaban que hubiera algún paredón o un lugar altito
para que de esta manera el tronco lo cortartará, enfrente ponían este marco, aquí
acomodaban el tronco, y cuando se empezaron a utilizar las sierras se sube un
señor arriba y otro abajo y cortan... entonces este, pues si tienen su chiste, ahora
en día lo armas y en otro día lo desarmas.21

De lo anterior se puede observar que el proceso de construcción de la troje era muy in-
tenso e implicaba bastante trabajo de varios constructores ya que, “para armarlas se juntaban los
hermanos, amigos, familiares y es un sistema constructivo tan bonito, tan fácil, tan bien hecho

20
Alfonso Constancio Jiménez.
21
Alfonso Constancio Jiménez.

CAPÍTULO viii 863


que quedan herméticamente bien ensambladas…”.22

Al paso del tiempo la construcción de la troje se encareció, así mientras se realizó por
los mismos usuarios no representó mayor problema, pero cuando se hizo necesaria la mano de
obra de especialistas, entonces sólo pudieron acceder a ellas las familias que tenían posibilidad
económica para pagar. Esto también derivó en que muchas familias construyeran “cajoncitos”,
que formalmente son como trojes pero en lugar de tablones tienen tablas colocadas vertical-
mente. Estas eran más baratas y pequeñas que las trojes; “Bueno, es como decir ahorita, los que
eran de billetes tenían trojes, verdad, y los que no puras tablitas de una pulgada o tres cuartos”;23
“No toda la gente tenia troje, aunque pues madera si había bastante verdad, pero se hacían
trojecitos”.24

De forma similar se construían las cocinas con la diferencia de que estas no estaban
elevadas del suelo como las trojes. Estas construcciones siempre tuvieron una importancia se-
cundaria porque no eran tan grandes como las trojes.

También era importante la entrada a la vivienda marcada por un zaguán, que se mandaban
hacer y conformaba parte de la fachada, pero la gran mayoría de las viviendas tenían cercas de
madera con puertas de trancas,

... ahora ponen las tablas paradas, si como esas, antes esa, mas antes se lla-
maban tsirindakua, estas son de sierra pero las de mas antes eran de hacha, se
tumbaba un pino así de grueso de volumen y luego se tumbaba con pura hacha
y luego las ponían así paradas y ya se adornaban, como esta, era una cerca de
latas, a este se le podía llamar un cercado de tsirindakua, pero ahora ya no se
ven ese cercado de tsirindakuecha, ya no existen. También están las latas, son
morillo, palos así de gruesos largos como de....... esta es una lata como esa que
está ahí, había hartas latas y una hembrilla (horcones) y otra allá, una lata aquí
y otra allá, una piedrita aquí otra allá, así hasta que alzaba, era un corral, era lo
más indicado para gente que no tenía dinero, ese era el cercado típico.25

El tejamanil

El tejamanil se fabricaba de un tronco duro y fibroso como el encino. Una vez que se elegía
22
Alfonso Constancio Jiménez
23
Señor Laurentino García Ángel, de 43 años de edad, “talachero” y taxista, entrevista realizada en julio de 2010.
24
Señor Gerardo González, de 66 años de edad, campesino, entrevista realizada en julio de 2010.
25
Señor Colesio Morales, comerciante, 64 años de edad, entrevista realizada en julio de 2010.

CAPÍTULO viii 864


el tronco se cortaba y en uno de sus extremos se dividía en 4 áreas iguales mediante líneas perpen-
diculares entre sí, y en base a ellas y en forma radial se marcaban los tejamaniles. Con una hachue-
la se desgajaba la madera fibrosa a lo largo del tronco desde arriba hacia abajo, de tal forma que
el tejamanil quedaba como una lámina de 40 ó 50 cms. de largo, cuyo canto tenía forma de cuña.

Antiguamente se clavaban con espinas naturales. En los últimos años se utilizaban los
clavos metálicos a los cuales se les enroscaba un alambre. Cualquier tipo de clavo tenía que ser
colocado cuando el tejamanil estaba aún fresco porque de lo contrario se rajaban.

Hace 20 años el tejamanil se vendía en las comunidades de la región, en paquetes de 400


láminas, (ma irepita), pero se prohibió la venta porque la madera empezó a escasear.

Actualmente en Capacuaro los jóvenes desconocen cómo se fabricaba el tejamanil e in-


cluso no saben cómo era, ni lo reconocen.

Fiesta del manantial

Debido a la porosidad del suelo y la precipitación pluvial, en el subsuelo de la sierra se


acumula el vital líquido, que alimenta a los ríos que llegan a la región de tierra caliente. A pesar
de que el subsuelo de la sierra tiene agua, el problema es que por el tipo de suelo casi toda la zona
ha carecido de agua potable y de riego, ya que era difícil realizar pozos profundos, de tal forma
que solo algunos manantiales habían provisto del vital líquido a algunos poblados. Debido a esa
escasez, ha sido parte de la cultura purépecha la existencia de leyendas relativas al tema del agua,
como las que tratan de la localización de manantiales en la zona. (Jacinto, 1998)

Hace 35 años, se puso en funcionamiento el Zipicha, el mayor sistema de agua potable de la


sierra, ubicado a los pies del volcán Tancítaro, que suministra de agua a once pueblos entre Charapan y
Paracho, sin embargo, en tiempos de secas el abastecimiento es muy pobre.

Capacuaro tiene un manantial “Itsï ueratirhu” y cada año se realiza una fiesta para limpiar-
lo. Se escoge un grupo de personas quienes serán los encargados de limpiar el manantial, a ellos
se les alegra con una banda de música que los acompaña durante las faenas. Mientras tanto, casi
todo el pueblo se reúne en los alrededores del ojo de agua, donde las mujeres preparan el churipo
y corundas, alimentos que serán convidados a todos los asistentes. Las jovencitas muestran ser-
villetas y manteles bordados que montan en marcos de madera, que serán obsequio para el novio
o un amigo. En ese manantial, las mujeres lavaban la ropa y se bañaban. Actualmente su agua se
lleva entubada hasta la plaza principal del pueblo, donde hay una pila para almacenarla.

CAPÍTULO viii 865


Fig. 15 En la fiesta del manantial “Itsï ueratirhu”, Fig. 16 Mientras los señores limpian el manantial la
las muchachas muestran manteles y servilletas banda de música toca para ellos.
bordadas

Actualmente el agua potable, proveniente de un pozo profundo, llega entubada a las


viviendas de Capacuaro, pero su funcionamiento es irregular, de tal forma que en algunas oca-
siones los pobladores tienen que comprar el agua a pipas particulares o acarrearla de la pila
ubicada en la plaza. Así lo explican algunas señoras,

No, hace como un año que ya nos empezó a llegar (entubada), antes la
comprábamos y antes íbamos al manantial que está en el pueblito, allí la íbamos
a acarrear con trancas y unas cubetas.26

No me acuerdo, yo nomás me acuerdo que venían las pipas, mi mamá pues


compraba el agua, yo era chiquita cuando mi mamá iba a lavar todavía allá al
cerro, donde nacía el agua, así le decían, ahí íbamos a lavar y íbamos a comprar
agua para ocupar para hacer de comer, así pues conseguíamos el agua, después
con la luz sacan el agua, con la bomba, pero hace 15 días que no ha caído el agua.27

Conclusiones

• La vivienda de Capacuaro y sus transformaciones describen una historia familiar, don-


de se observa cómo ha crecido la familia, cómo ha mejorado, qué es lo que ha anhelado
y cómo se ha apropiado de lo nuevo. Es decir, la gente está construyendo sus viviendas
de acuerdo a su lógica, a su interpretación, a sus necesidades y a lo que tiene a la mano.

26
Señora García Ángel, ama de casa, 40 años de edad, entrevista realizada en julio de 2010.
27
Señora María Guadalupe Serafín, ama de casa de 27 años de edad, entrevista realizada en julio de 2010.

CAPÍTULO viii 866


Tiene algo del sentimiento de esas personas, de su gusto, influenciado si así se quiere,
pero suyo, es reflejo de sus valores, necesidades, su visión del mundo y sus anhelos,
por lo que es auténtica en el sentido de que es diseñada y concebida por ellos.En la
vivienda purépecha conviven íntimamente las construcciones tradicionales y “moder-
nas”. La población acepta tener dualidades entre lo viejo y lo nuevo.

• Aunque las fiestas, cambian unas costumbres por otras nuevas, aunque sean caras para
realizarse e incluso ocasionen problemas entre las familias, siguen organizándose y
tienen un liga directa con el partido arquitectónico de la vivienda actual de Capacuaro,
porque, es en el patio donde se reafirman, confirman y expresan los sentimientos de
la familia y los amigos, es el lugar donde se estrechan la relaciones interfamiliares y
donde se puede invitar al vecino, es donde se puede estar dentro de la vivienda, ser
atendido, convidado, por los anfitriones. De lo anterior radica la importancia casi in-
visible de la existencia del patio en la vivienda, espacio que al parecer no tiene razón
de ser pero que en la práctica diaria, se utiliza en gran medida ya sea en ocasiones
especiales o cotidianas.

• Las fiestas muestran la cultura de la población y muchas de estas están a punto de desa-
parecer porque ya no tienen el significado profundo que tenían hace varios años, como
el caso del fiesta del manantial o la fiesta para construir la troje para el nuevo matrimo-
nio. Los motivos son diversos entre ellos la migración, los medios de comunicación, la
economía, los nuevos gustos y las nuevas necesidades.

CAPÍTULO viii 867


Obra citada

Amerlinck, M. J. (Comp). (1997). Hacia una antropología arquitectónica, Jalisco, México:


Universidad de Guadalajara, 222 p.

Beals, R. (1969). “The Tarascans”. Handbook of Middle American Indians, Vol. 8, Texas: Uni-
versity of Texas Press, Austin

García C., N. (1990) Culturas híbridas, estrategias para entrar y salir de la modernidad. Mé-
xico: Editorial Grijalbo, 1990, 365 p.

Hall, E. (1990). El lenguaje silencioso. D.F., México: CNCA, Alianza Editorial Mexicana, Col.
Los noventa, Vol. 32, p. 174.

INEGI (2010). Censo general de población y vivienda 2010, Resultados por localidad, locali-
dad urbana161020063 Capácuaro INEGI, Michoacán.

Jacinto Z., A. (1988). Mitología y modernizació. Zamora Mich.: Colegio de Michoacán, Go-
bierno del Estado de Michoacán, 136p.

Manzanilla, L. (1995). Historia Antigua de México, El horizonte clásico y algunos aspectos


intelectuales de las culturas mesoamericanas, Volumen III. México: CONACULTA,
INAH, UNAM, p. 444.

Urbano, H. (2013). Hombres y mujeres de la casa 2013. México: edición de Centro Urbano,
144p.

CAPÍTULO viii 868


Las músicas populares:
estudio histórico de su transformación
en el México moderno

Alejandro Mercado Villalobos28

Resumen: En las líneas siguientes se hace un examen de las músicas populares en México
durante el siglo XX. Se trata de descubrir el proceso a partir del cual, se dio una construcción
comercial de la banda de viento, el conjunto norteño y el mariachi, grupos que, mediante un
interés de mercado, se transformaron para generar un producto de carácter único, a fin de que
fuese consumido por la mayoría de la población. En el estudio se abordan dos momentos clave
en el proceso. El primero corresponde a la década de 1930, al México posrevolucionario; el
segundo, a partir de la última década del siglo XX, cuando se potenció fuertemente la comer-
cialización de la música popular en el país.

Palabras clave: música, música popular, tradiciones musicales.

Summary: In the following lines I do an analysis about the popular music in Mexico during
the XX century. The intention is to discovery the details about the way that the popular music
has been converted in a commercial product that it´s consume for the majorities in Mexico.
Specially, I analyze two moments in the Mexican music history that this happened. The first of
them was in 1930, and the second in 1990.

Keywords: music, popular Music, musical tradition.

28
Universidad de Guanajuato. Email: alejandro.mercado@ugto.mx

CAPÍTULO viii 869


Introducción

“No descansaré hasta que la música de banda

se escuche en los confines del mundo”

Cruz Lizárraga

A mediados de la década de 1990, en México ocurrió un fenómeno social interesante:


algunas músicas populares pasaron del ámbito rural al urbano, por lo que pronto, la homoge-
neización con respecto al gusto por la música llevó a que la mayoría de los mexicanos, de entre
todas las posibilidades existentes, prefiriera la música de “banda” y “grupera” (Encuesta Na-
cional de Hábitos y Consumo Culturales, CONACULTA, 2010). Esta preferencia se relaciona
con lo que el sociólogo argentino Adolfo Colombres (2009) llama la cultura de masas, que es
aquella que se presenta y realiza en función de un mercado y con fines estrictamente de lucro;
una función meramente capitalista.

Lo que se tiene desde entonces es que, a partir de la apertura comercial que Televisa
imprimió a las músicas populares de “banda” y “grupera”, éstas adquirieron un nuevo impulso
como referente de identidad para la mayoría de los mexicanos, significando la construcción de
un neo estereotipo de lo que es la música mexicana, tanto para los mexicanos vistos a sí mis-
mos, como para los extranjeros que miran lo musical de México desde las plataformas televisi-
vas e Internet.

A partir de lo anterior, con éste trabajo busco examinar el proceso de comercialización


de las músicas populares en México, y la manera en que los mexicanos han adoptado una nueva
forma de percibirse a partir de un producto comercial generado en función no de una identidad
sino de un mercado. Parto de la idea de que la sociedad mexicana es, históricamente, de hábitos
sencillos en la música, por lo que el consumo que generalmente se hace de ella remite a lo que
Aaron Copland (2013) definió como el plano sensual de la música, es decir, una apreciación a
priori de lo que se ofrece desde los medios masivos, sin un análisis mayor del contenido estéti-
co inmerso en las expresiones artísticas.

Así, un producto comercial, las “músicas de viento”, generado desde la empresa televi-
siva, se “vende” al mundo como “lo mexicano”, en tanto en lo regional en México, se cultiva

CAPÍTULO viii 870


otra vertiente, no comercial, denominada música tradicional.

Tal dicotomía implica necesariamente, el llevar a cabo un examen de esa realidad, y


revelar las implicaciones degenerativas que el uso que la música de “banda” comercial tiene,
sobre todo, en la identidad musical de un país con la historia y la trayectoria artística de México.

La música en México

La práctica de Euterpe29 es añeja en el territorio nacional, de hecho, se sabe de expre-


siones musicales desde la época prehispánica. En efecto, a partir de descubrimientos arqueoló-
gicos de artefactos sonoros, se deduce que la música estuvo presente en los pueblos originarios
del territorio que ahora corresponde a México, en especial los que se desarrollaron en el espacio
conocido como Mesoamérica con atención particular en Centro y Occidente (Véase Schöndu-
be, 1986; Dájer, 1995).

Lo que no se ha logrado construir, sin embargo, es la manera en que aquellos antiguos


pobladores hicieron música, ya que solo se conoce de instrumentos en tanto a su conformación
física. Al no existir registro escrito no se sabe en realidad de formas musicales específicas o
técnicas de ejecución instrumental, y por las referencias que han llegado a nosotros, se sabe de
una música monótona y demoniaca atendiendo al respecto, las opiniones de algunos primeros
españoles que llegaron al territorio (Ruiz, 2004, p. 111); desde luego, aquellos europeos tenían
en su imaginario cultural, el ideal estético de la música de concierto, lo que bien pudo servir de
juicio para opinar sobre la música de los pueblos originarios. Lo que es un hecho, empero, es la
práctica musical en sí en el periodo prehispánico y la función religiosa específica de esta; esto
puede comprobarse al mirar imágenes de códices donde se ven ceremoniales en torno a dioses
donde hay evidentemente una práctica musical.

Estas expresiones musicales de los pueblos originarios del actual territorio de México fueron
totalmente borradas de las prácticas cotidianas luego de la conquista. Aunque se sabe que las expre-
siones culturales no se eliminan por decreto, a partir del establecimiento de la Nueva España se impu-
so la música europea en todas las actividades sociales, siendo el principio de la música, en tanto a su
función, específicamente religiosa, aunque paulatinamente, hacia la segunda mitad del siglo XVIII,
fueron evidentes formas que bien podrían denominarse populares por provenir de los sectores pobres,
que tienen su referentes en las valonas, sones, jarabes, huapangos y canciones; Vicente T. Mendoza
29
Por tal término se conoce a la diosa griega de la música. Durante el siglo XIX, en México se utilizó en prensa
al hacer referencia generalmente, a la práctica de la música.

CAPÍTULO viii 871


(1956) ha estudiado estas formas de expresión con cuidado, por lo que bien vale la pena revisar su
obra o, al menos, su Panorama de la música tradicional de México.

Por mucho, la música europea de concierto se impuso sobre todo en los espacios ur-
banos, lo que fue constante su práctica en el periodo siguiente, el del México republicano, no
obstante, diversas y variadas formas de esa música se desarrollaron en el país, por lo que se
consolidó la orquesta sinfónica y aparecieron las orquestas típicas —grupos de cuerdas más pe-
queños—y se ejecutaron a los preclaros compositores europeos, como Bizet, Rossini, Mozart,
Verdi y otros más, destacando la ópera como la forma de expresión musical por excelencia,
teniendo en cuenta de que entonces, desde los sectores de elite la música de concierto se consi-
deró propia para generar una sociedad civilizada (Miranda, 2013, pp. 15-80.). En esta realidad
aparecieron grupos musicales que forman parte de lo que hoy identifica a lo mexicano en la
música, me refiero a la banda de viento, el conjunto norteño y el mariachi.

Las músicas populares luego de la Revolución Mexicana

La música pues, ha sido perenne en México, y su práctica ha favorecido la construcción


de una identidad en cada etapa de la historia nacional, el asunto es que, luego de la Revolución
mexicana la música tomó dos cauces que vale la pena examinar. Por una parte, hubo músicas
que mantuvieron la tradición ancestral de ejecutar la música europea y aquella de corte regional,
de la más estricta tradición local. Por otra, se inició el proceso de transformación de las músicas
a lo popular comercial, al incorporarse el conjunto norteño y la banda de viento principalmente
—el mariachi no se inmiscuyó de igual forma que aquellas— al proceso de mercantilización de
la música, que provocó que el producto de aquellos grupos tuviese un valor agregado en térmi-
nos del mercado musical; a esto ayudó enormemente la radio y en particular el cine.

En esta encrucijada, a partir de no pocos estudios se sabe de músicas de viento u orquestas


que, en distintos puntos del país, resguardaron la tradición de la música de concierto, ejecutando
oberturas, valses, marchas, variaciones, fantasías o arreglos de óperas, aunque también se han en-
cargado dichas músicas, de cuidar la permanencia y difusión de piezas representativas de las dis-
tintas regiones del país, por lo que las bandas en Sinaloa han mantenido vigentes los sones lo mismo
que las de Michoacán y Oaxaca, toda vez que en Guanajuato se han conservado en uso cotidiano
las tradicionales polkas, tanto las sencillas como las de números —de concierto—, o en Jalisco30
30
En 2004, Miguel Carvajal Heredia publicó Música y tradición desde 1928. Banda Municipal de El Grullo, Ja-
lisco. Se trata de un trabajo que muestra el nacimiento y permanencia hasta nuestros días, de una música de corte
regional-tradicional, que ha resguardado la música de concierto y la considerada local.

CAPÍTULO viii 872


las valonas o los huapangos y así sucesivamente.

Lo característico de éste tipo de músicas es que su origen está en el siglo XIX, principal-
mente en el porfiriato (1876-1911) o en los primeros años del siglo XX como en Michoacán o
Guanajuato, dos casos que en lo particular conozco por los estudios que he realizado al respecto
(Mercado, 2009 y 2015). Desde esta experiencia, puedo decir que la creación de una música
respondía a una necesidad social, sí, pero más aún, a la urgencia de los gobiernos de contar con
una música oficial, que representara la cultura de un determinado lugar, lo cual tuvo origen en
un fuerte impulso porfiriano al respecto.

Aunque en el proceso también surgieron músicas de particulares, que se encargaron


del mismo objetivo que las oficiales, y los ejemplos son múltiples. Tengo certeza de casos en
la zona de Autlán, Jalisco, en el Estado de México, en especial en la región de Texcoco, en
Oaxaca, Puebla, en la zona que va de Salvatierra y hasta Moroleón en Guanajuato, y en toda la
meseta purépecha en Michoacán. En esos lugares hay ejemplos palpables de músicas que han
hecho el resguardo de lo tradicional en la música, como decía antes, lo representativo de las
regiones del país.

En el otro extremo están las músicas populares. Opuestas en su principio a las regiona-
les, que en esencia ejecutan ya sea música de concierto europea o piezas que hacen referencia
a lo regional, que responden a identidades locales y que no buscan usufructo comercial, las
populares precisamente, aparecen en la década de 1930 a partir de una función de mercado,
siendo en el Norte de México e incluso en los Estados Unidos desde donde se originó el movi-
miento de creación de bandas de viento o conjuntos norteños de carácter comercial; no olvidar
al mariachi.

Es interesante al respecto, que parte de la canción mexicana representativa de México,


haya sido producida en la unión americana por migrantes mexicanos, expulsados de su país
por la pobreza y por el movimiento revolucionario. Caso emblemático al respecto es el de las
Hermanas Padilla que se hicieron cantantes de música vernácula en San Diego y Los Ángeles
en California, brincando de ahí, curiosamente, a México; de este movimiento de músicos y
compositores de música mexicana ha dado cuenta recientemente el preclaro investigador Álva-
ro Ochoa Serrano (2015) en La música va a otra parte. Mariache México-Usa, descubriendo
un proceso sumamente interesante donde no pocos artistas se formaron allende las fronteras, a
partir de apoyos de radiodifusoras de expresión latina.

Los antecedentes de las músicas de viento o de los conjuntos norteños en su faceta

CAPÍTULO viii 873


comercial es sumamente particular, y aparecen en conjunto también con el mariachi, como los
tres grupos que por excelencia se les vincula con la identidad mexicana, no solo al interior del
país sino también en el exterior. Lo curioso del asunto es que, de hecho, esa conformación es
una tradición inventada y comenzó de esta manera en la década de 1930, al darse las primeras
grabaciones de estos grupos, cosa que los catapultó ampliamente. Esto dio inicio a la populari-
zación del estilo sinaloense en cuanto a la música de viento; del puro estilo de Nuevo León en
lo que correspondió a la música norteña; y del modo de ser del mariachi de Jalisco.

Se generó un producto que habría de consumirse de forma generalizada, mediante la


difusión que ocurrió gracias a los sistemas novedosos entonces, de reproducción de música, los
denominados fonógrafos, y especialmente por el cine, que además de revolucionar el modo de
ver las sociedades, permitió el amplio efluvio de las músicas mexicanas a partir de películas
cuya temática abordaba la tradición histórica mexicana, principalmente en aquellas relaciona-
das al campo y a la ganadería, en general, al espacio rural.

Sin duda, la música de viento que inició el proceso fue la Banda El Recodo, de Cruz
Lizárraga. Se fundó en 1938 y, de acuerdo con información recogida del sitio Web de la agrupa-
ción, en sus inicios tal música innovó al presentar una banda con un sonido nuevo, más alegre a
lo que tenía acostumbrado entonces, e incorporando nuevas piezas, más bailables que la música
entonces tradicional sinaloense; la de El Recodo habría en sus inicios, de emular a las grandes
bandas norteamericanas, entre otras, su inspiración fue el inolvidable Glenn Miller (El Recodo,
2016).

Desde entonces, dicha banda ha encabezado el movimiento de músicas de viento de cor-


te comercial en México, incorporando composiciones que responden a la realidad rural del país,
no por nada, gran parte de las piezas ejecutadas por las músicas populares se relacionan con las
actividades agrícolas o ganaderas, por lo que no pocos títulos de canciones del tipo señalado,
se refieren al rancho, a animales, a la siembra y a las relaciones amorosas dadas en el entorno
campirano, no en las ciudades.

En cuanto a los conjuntos norteños, sus antecedentes están en el siglo XIX. Se sabe que
hacia la década de 1860 aproximadamente, el acordeón —instrumento vital en tal grupo, así
como el bajo sexto— arribó al Norte de México casi en colindancia con los Estados Unidos, y
fue llevado por inmigrantes alemanes. Posteriormente, a la zona llegaría también el bajo sexto,
compañero inseparable del acordeón (Vergara, 2012). La música norteña como tal, sin embar-
go, es una invención de la industria cultural como fue la banda de viento. Precisamente, en la
década de 1930 diversas músicas norteñas hicieron su aparición en el mercado a partir de las

CAPÍTULO viii 874


grabaciones dadas desde los Estados Unidos, catapultando esas músicas a la par del auge de la
radio y del cine (Montoya, 2014, pp. 136-138).

Finalmente, el mariachi también fue de invención moderna en la tercera década del si-
glo XX. También en aquellos años ocurrió la transformación del mariachi tradicional, aquél de
cuerdas y arpa propio del siglo XIX (Ochoa, 2005), al moderno grupo que incluye trompetas y
viste traje de gala no los calzones de manta del mariachi decimonónico. Varios estudiosos del
tema coinciden en que algunos músicos de Cocula, Jalisco, al emigrar a la ciudad de México en
algún momento durante 1930, aceptaron la incorporación de trompetas y una identidad nueva
en cuanto a vestuario y repertorio, posiblemente a partir de la iniciativa de Emilio Azcárraga
en la XEW (Chamorro, 2006, pp. 54-56). Así, con el evidente apoyo de los medios de enton-
ces, como ocurrió con el conjunto norteño, el mariachi se posicionó como uno de los grupos
representativos de lo mexicano, tanto en México como en la comunidad hispana en los Estados
Unidos, a donde el mariachi viajó de la mano de migrantes como ya señalé antes; actualmente,
el mariachi ostenta el título de patrimonio de la humanidad.

En suma, la banda de viento, el conjunto norteño y el mariachi, se transformaron en su


vertiente comercial, a partir de la década de 1930 cuando se realizaron grabaciones que permi-
tieron que se les escuchara en los hogares, a partir de programas de radio, mediante fonógrafos
y la distribución de discos a veces por ferrocarril, y por haberse incorporado al cine, principal-
mente el norteño y el mariachi en las primeras décadas del México posrevolucionario.

Se difundió entonces una imagen de un México rural, el de las prósperas haciendas, el


de la producción agrícola y ganadera, no por nada, decía antes, parte importante del repertorio
de las músicas mexicanas entre las décadas de 1930 y hasta los ochentas, se caracterizó por
piezas como Mi ranchito, Cuatro milpas, El toro de once¸ Caballo prieto azabache y otras por
el estilo. Esto reflejaba el México construido desde el cine y reproducido por las composiciones
desde la música popular, lo que habría de modificarse aún más con la explosión comercial de
las músicas desde la década de 1990.

La “gran” comercialización de las músicas populares en México

El México posrevolucionario fue de (re) construcción nacional. En términos económi-


cos se buscó que con la industrialización del país adjunta a un proceso de urbanización, habría

31
Un muy buen artículo sobre el proceso puede verse en la revista Relatos e historias en México (2015), en su
número 76 (pp. 545-59).

CAPÍTULO viii 875


de mejorarse la condición de vida de los mexicanos; fue la época del modelo denominado de-
sarrollo estabilizador.31 En política, se consolidó el sistema de partidos y se impulsaron a partir
de las necesidades emanadas de la revolución, beneficios sociales varios, en salud, vivienda,
caminos y puentes, entre otros, siendo la educación pública un pilar del desarrollo nacional. En
el proceso hacia lo que solía denominarse la modernización, las músicas populares fueron forta-
leciéndose hasta convertirse en referentes indiscutibles de lo mexicano, pero de eso construido
con tono generalizante, aunque haya regiones, aun hoy, donde el mariachi no es común, o en
otras donde sí pero donde el norteño no gusta, o viceversa con la música de banda. El asunto
es, al final del día, que paulatinamente, desde que estas músicas se fueron popularizando, se
generó un producto homogéneo, que identifica hacia adentro y para afuera del territorio, a lo
mexicano en la música.

Así, la función del mercado hizo lo suyo, empero, todo cambió hacia la década de 1990
cuando al auge de la televisión mexicana se sumó el espectáculo de banda y el grupero. Todo
comenzó de manera evidente, sin embargo, a partir de programas de espectáculos donde de
manera directa y sencilla, el público mexicano podía ver, pero sobre todo escuchar, a los artistas
del pueblo. Uno de estos emblemáticos programas fue el de Siempre en domingo que condujo
por años Raúl Velasco, o los nocturnos que hizo por años también, desde finales de 1980 y par-
ticularmente en la década de 1990, Verónica Castro

Es interesante el hecho de que, en el programa de Raúl Velasco durante los años de


1980, se presentaran grupos, bandas y norteños representativos de las mayorías, de las masas
trabajadoras, destacando la Banda El Recodo, Los Tigres del Norte y Los Bukys por citar
solo algunos; fue común con Velasco la presentación de música vernácula mexicana. Para esta
época, tales agrupaciones se presentaban comúnmente en bailes denominados populares, por
llevarse a cabo en pueblos o colonias pobres de ciudades, y además porque se cobraba muy
poco por una entrada. Entonces, aún no se ponían grandes escenarios y se tocaba con modestos
equipos de audio, tampoco se utilizaban sofisticados sistemas de iluminación. Esto fue así de-
bido a que, para entonces, todavía no explotaba el proceso mercantilista televisivo las músicas
populares, aunque ya bien se iniciaba.

Con Verónica Castro el proceso de mercantilización de las músicas por parte de las
televisoras se acentuó. Con sus programas Mala noche… ¡No! (1988), ¡Aquí está! (1989), La
movida (1991) e Y Vero América ¡Va! (1992), se dio cabida a artistas diversos, que para enton-
ces estaban en pleno proceso de consolidación y que fueron tomados como ejes del desarrollo
grupero, al interesarse las empresas de televisión en un producto al que, luego de una férrea
publicidad, se le consiguió dar un valor agregado, transformando increíblemente su identidad

CAPÍTULO viii 876


original.

A partir de los programas de Televisa primero, en los programas de Verónica Castro,


apoyaron su carrera, artistas como Antonio Aguilar o Lucha Villa, y se catapultaron otros del
mismo género como Vicente Fernández. Otros más corrieron la misma suerte, como Juan Ga-
briel o Rigo Tovar, sin olvidar en el proceso, a las bandas de viento, no solo a El Recodo sino
a otras también de Sinaloa, como la Banda La Costeña. Los conjuntos norteños también se ca-
tapultaron a la fama producto de los medios masivos de televisión principalmente, entre estos
destacan los Tigres del Norte32 y el grupo Bronco.33

Estos dos grupos durante la década de 1990 lograron cifras impresionantes de asistencia
a sus presentaciones. El 4 de abril de 1992 fue memorable en la historia grupera en México. Ese
día, en Monterrey, Nuevo León, cada uno en distinto lugar en la misma ciudad, hicieron pre-
sentaciones donde se logró la asistencia de 125 mil personas en total en ambos eventos (Mon-
toya, 2016, pp. 49-67). Para las empresas televisivas mexicanas, tales números significaban
una oportunidad empresarial enorme. Como dije líneas arriba, para entonces era sumamente
accesible el precio de boletos de entrada a un baile masivo, en un mercado que iba creciendo, no
solo en México sino también en los Estados Unidos y en Centro y América del Sur, incluyendo
en el proceso algunos países de Europa donde varias músicas mexicanas hicieron giras entre las
décadas de 1990 y 2000.

Precisamente, hacia 1990 el país se había transformado en rural a mayormente urbano,


trasladándose del campo a la ciudad y viceversa, los modos de ser en la música. Antes de esa
década, era posible distinguir entre ambos mundos, por lo que en los pueblos rurales se escu-
chaba la banda de viento, el mariachi, el conjunto norteño o los grupos de la denominada onda
grupera —tocaban con instrumentos electrónicos: sintetizador, batería acústica o eléctrica, bajo
y guitarra—, toda vez que en las ciudades solía escucharse en los espacios ad hoc, la música
electrónica.

Luego de 1990 el proceso se revertió y, más aún, se masificaron los estilos, generalizán-
dose las músicas populares para ambos mundos, por lo que estas explotaron hacia su máxima
expresión, incorporando nuevos vestuarios, sumamente vistosos, se compusieron canciones de
estilo romántico que se apegaban a la realidad del momento, e incluso, se potenció el tradicional
corrido mexicano, inculpando al género la violencia producida por el narcotráfico, enaltecido
32
Los Tigres del Norte se crearon en San José, California, en 1968, desde donde construyeron su enorme fama
(Tigres del Norte, 2016).
33
Sus orígenes están en Apodaca, Nuevo León, en 1979. Históricamente, Bronco es uno de los grupos con mayores
records de convocatoria (Bronco, 2016).

CAPÍTULO viii 877


sobremanera también por aquellos años. Además, las músicas populares incorporaron a sus es-
pectáculos sendos escenarios y sofisticados equipos de audio e iluminación. El valor agregado
que se generó entonces al difundirse por medios televisivos y de radio, las bandas, norteños y
otros grupos derivados de estos, como las tecno bandas o el recientemente conformado grupo
denominado norteño banda —un intento de fusión de ambos grupos—, ocasionó evidentemente
un aumento en los costos de las entradas a los espectáculos, más aún, con fines estrictamente
comerciales, comenzó a llamárseles a los otrora bailes masivos: conciertos.

El proceso de masificación y comercialización de las músicas populares, he venido se-


ñalando, provino de una intención de empresa, del interés por vender un producto, homogéneo,
para su consumo. Y precisamente, a partir del cine y de las telenovelas generadas desde las
empresas televisivas esto pudo acelerarse, cuando se incorporaron en las series, canciones de
grupos, bandas y conjuntos norteños e incluso, al ser algunos artistas comerciales, actores prin-
cipales de series y telenovelas. El grupo Bronco, por ejemplo, en 1993 hizo famoso el tema Dos
mujeres un camino (Montoya, 2016) que se compuso para la telenovela del mismo nombre, lo
que fue un punto de entrada para que la sociedad mayoritaria mexicana, incorporara a sus prefe-
rencias de consumo la música que por entonces genéricamente, desde la empresa, se denominó
grupera, y que se difundió en programas de televisión y en revistas, como Furia Musical, una
publicación del grupo Televisa que sirvió como escaparate para múltiples músicas mexicanas
populares, en la intención de apuntalar el movimiento de comercialización de aquellas.

De esta manera, el plan desde la empresa, fue el generar un producto que compitiera en
el mercado con artistas de fama internacional no en términos estrictos de calidad musical al ser
esto enteramente subjetivo, sino en función a la popularidad pública, que luego se traduciría en
beneficios económicos ya que, entre más conocido y famoso un grupo o artista, mayor asisten-
cia a sus espectáculos.

Y el plan rindió frutos. Artistas mexicanos se han equiparado con bandas norteameri-
canas o europeas internacionalmente famosas en cuanto a la calidad del espectáculo ofrecido
—que no de música en sí—, lográndose que en “conciertos” gruperos como fue el caso del
suceso de Monterrey en 1992, la asistencia sea de miles de personas en espacios multitudina-
rios, como explanadas al aire libre, estadios o plazas de toros, o incluso, los artistas y grupos
norteños, bandas y sus derivados populares, se han presentado en foros internacionales otrora
propios de los géneros pop o rock, siendo el Festival de Viña del Mar un ejemplo de ello; entre
2005 y 2016, Marco Antonio Solís se ha presentado en el festival al menos en cuatro ocasiones,
con un rotundo éxito.

CAPÍTULO viii 878


Y en México, es ya común que las músicas populares mexicanas se presenten en el Au-
ditorio Nacional de México, un espacio que ha sido cooptado por OCESA, que es una empresa
de espectáculos cuyo interés es meramente comercial. Curiosamente, Rafael Tovar y de Teresa,
hoy titular de la Secretaría de Cultura, explicaba en una mesa de debate sobre el tema de las
políticas culturales en México que dirigió la escritora Sabina Berman en 2010 (Discutamos
México), que luego de una inversión millonaria por parte del Estado, el Auditorio Nacional se
había convertido en uno de los mejores espacios de espectáculos en el mundo. El asunto es, sin
embargo, pensar el tipo de eventos que se presentan, al ofrecerse productos meramente comer-
ciales, de consumo simple y con poco significado atendiendo al respecto, el concepto de cultura
de calidad. Juan Gabriel se presentó en el Palacio de Bellas Artes y con éxito, lo que habla de
dos temas, uno es la apertura en México a las músicas populares, y otro complicado desde el
ámbito cultural, se relaciona a la educación artística general de los mexicanos, con lo cual habré
de cerrar este trabajo.

De esta manera, tenemos que las músicas populares mexicanas han ascendido al nivel
mediático de artistas internacionales, y gracias a los medios masivos, su música ha sido difundida
en todo el orbe sin que la barrera del lenguaje sea un problema. Desde la década de 1990 la banda
El Recodo ha hecho giras en diversos países europeos. Sorprendentemente en países de habla
no hispana. En 1995 los de Sinaloa se presentaron en Holanda, Francia, Alemania, Inglaterra y
Bélgica, y en 2002 fueron escuchados en Sídney, Australia, actuando además en alguna ciudad
de Japón (El Recodo, 2016). Esto de hecho, solo fue el inicio de la internacionalización de las
músicas mexicanas populares, ya que para entonces Latinoamérica era ya territorio mexicano
en la música, siendo, por ejemplo, el grupo Bronco sumamente famoso en Argentina o Ecuador,
o Marco Antonio Solís en países como Chile, donde tiene records de asistencia; en el 2006 por
ejemplo, pudo lograr 110 mil personas en el Estadio Nacional de Chile.34

El auge entonces, de las músicas populares, ha sido exponencial a partir del impulso
dado desde la empresa, y aunque existen otras opciones musicales, las mayorías gustan de la
banda y la música grupera. Esto se comprueba con los datos publicados en la Encuesta Na-
cional de Hábitos, Prácticas y Consumo Culturales (CONACULTA, 2010). Siguiendo tales
resultados, en definitiva, los mexicanos gustan de la música, empero, las preferencias son sin-
gulares en cuanto al tipo de música que mayormente se consume. Señalé ya la predilección por
los géneros de banda y grupera, y en menor medida, aunque también con cifras importantes, se
consume el rock en español y las baladas pop, y muy por debajo de las preferencias musicales

34
Como músico que fui de Marco Antonio Solís en ese tiempo, la cita se confirma con mi propia experiencia como
testigo del hecho.

CAPÍTULO viii 879


están los géneros de bolero, rock en inglés y, sorprendentemente, también la música del género
ranchero figura en la encuesta en niveles que no superan el 3 por ciento de las preferencias de
los mexicanos. Importa asumir que por género ranchero se tiene a la música vernácula no a
lo que hace Alejandro Fernández, por ejemplo, ya que tal artista entraría en el sitio de música
comercial netamente. En cuanto a otros géneros, el tropical apenas si se ubica en el mimo nivel
de aceptación que el ranchero y el de boleros, y en el mismo sitio aparece el género clásico y la
ópera un poco más abajo todavía.

Estas cifras revelan una tendencia evidente por la música comercial, por el producto
homogéneo, el que se ha generado en función de un mercado, que tiene algunas características
particulares, y una muy importante es que es de fácil consumo en términos estrictamente musi-
cales. En efecto, lo que se ha generado desde el ámbito comercial, en banda de viento o norteño,
y sus derivados, es un producto de facilísima ejecución musical donde no es requerida práctica-
mente alguna técnica depurada, como sí lo es en la música clásica o en el Jazz, por ejemplo, y
esto es así pues en la medida en que un producto musical pueda ser reproducido por la sociedad,
es mucho más simple de consumir. En otras palabras, la música que se produce en función de
mercado se caracteriza por su simpleza musical, por una sencillez técnica que busca cubrir a un
público poco conocedor de la práctica musical de calidad. Esto ha propiciado el que géneros
como el denominado movimiento alterado —donde se hace una apología del narcotráfico—,
hayan propiciado en el contexto musical mexicano —y donde se consume esta música— un
evidente degenere de Euterpe.

Explicar las preferencias de las mayorías en México por la música de banda y grupera
podría explicarse desde el postulado del compositor norteamericano Aaron Copland (2013),
quien en su extraordinario libro Cómo escuchar la música reflexiona acerca de las formas en
que una persona, precisamente, escucha la música. Copland afirma que existen tres planos
de escucha: sensual, expresivo y el puramente musical. En el primero el oyente solo disfruta
lo que percibe sin necesariamente realizar internamente un proceso de análisis de las formas
musicales, del autor y su tiempo, y tampoco debe preocuparse el que escucha en este plano,
de conocer la estructura de una determinada pieza musical; es esta, la forma más simple de
disfrutar de la música. En el plano expresivo debe tenerse cierto conocimiento del tipo de
música a escuchar y valorar lo que se percibe. En el tercero, el plano puramente musical,
quien escucha debe conocer a profundidad la obra, el compositor y su época, las influencias
artísticas del mismo y la estructura de la pieza a fin de disfrutar de la misma en todo su es-
plendor. En este caso, quien escucha debe hacer un trabajo interno de análisis de la obra, y
de conocer al menos, el tipo de instrumentos que se requieren en su ejecución, y distinguir

CAPÍTULO viii 880


una ejecución musical correcta o incorrecta, incluyendo en esto, una noción estética de la
música, así como de la afinación y otros elementos musicales; aquí entraría evidentemente,
la música clásica.

Siguiendo a Copland, la mayoría de los mexicanos estarían en el primer plano, ya que


lo que se escucha no requiere más que el pleno disfrute sin estar en la necesidad de un análisis
ni del compositor ni de la estructura de la música. Llegar al tercer plano solo es posible cuando
en el entorno del que escucha existen maneras de aprehender los secretos de Euterpe, lo cual se
logra, de acuerdo con el afamado sociólogo Pierre Bourdieu (2003), a partir de que se consigue
el desciframiento de los códigos que una obra de arte encierra, lo cual se hace mediante la edu-
cación artística, dada en espacios de instrucción ya sea formales o informales (pp. 61-95). Esto
significa que, para comprender la música en el plano puramente musical, sería preciso que en
México se elevara la educación artística en las escuelas y otras instancias del Estado, verbigra-
cia las casas de cultura municipales.

No obstante lo anterior, la música en sí no tiene más que una función elemental de


acuerdo con John Blacking (2003), y es el hecho de motivar al que escucha, pues el compositor
y el intérprete de un género determinado, al tocar las fibras de la sociedad, lo cual se debe al
conocimiento del entorno en que la música es interpretada y escuchada, hace que la aceptación
social legitime tal género, por tanto, la técnica no sería de hecho importante. Blacking escribió:
¿De qué sirve ser el pianista más virtuoso del planeta o componer la música más ingeniosa, si
nadie quiere escucharla?

Conclusiones

En suma, podría decirse que la popularización de las músicas mexicanas en los dos mo-
mentos examinados, ha respondido a un interés de mercado, y fundamentalmente en el segundo
momento, en 1990, se han explotado las posibilidades comerciales de las músicas, al generarse
un producto al que se le impuso el título de lo mexicano. El asunto aquí, nada grato, es que,
desde esta visión empresarial, se ha generado, al interior y hacia afuera, una noción de identidad
que se ha inventado, y que difiere radicalmente del México multicultural que se sabe, existe y
que perdura en cada región del país. Así, podría afirmarse que las músicas populares mexicanas
de las que se ha hablado aquí, en nada reflejan ese México profundo del que habla Guillermo
Bonfil Batalla (1989). El peligro que se corre ahora, en esta dinámica al que están sujetas las
músicas populares, es que la imposición de lo comercial oculte las expresiones de la música de

CAPÍTULO viii 881


las regiones, que las haga menos, que incluso puedan perderse o modificarse, en detrimento de
las genuinas formas musicales mexicanas, tanto las de corte meramente regional, identitarias de
lo local, como de la enorme tradición de la música de concierto hecha, y de muy buena calidad,
en México.

Obra citada

Bonfil B., G. (1989). México profundo. Una civilización negada. México: Consejo Nacional
para la Cultura y las Artes: Grijalbo.

Bourdieu, P. (2002). Campo de poder, campo intelectual. Argentina: Editorial Montressor.

Blacking, J. (2003). ¿Qué tan musical es el hombre? Desacatos, 12, pp. 149-162.

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Colombres, A. (2009). Nuevo manual del promotor cultural. México: Consejo Nacional para la
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(coords.), La música en los siglos XIX y XX. México: Consejo Nacional para la Cultura y
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CAPÍTULO viii 882


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Ochoa S., Á. (2005). Mitote, fandango y mariacheros (3ra. Ed.). México: El Colegio de Mi-
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Obra citada de Internet

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watch?v=955cf-z06bM

Encuesta Nacional de Hábitos, Prácticas y Consumo Culturales (2010), CONACULTA. Recu-


perado de:

http://www.cultura.gob.mx/encuesta_nacional/#.V0X0k5F96Uk

Historia de Bronco en http://www.broncoesbronco.com/

Historia de la banda El Recodo en http://www.bandaelrecodo.com.mx/biografia/

Historia de los Tigres del Norte en http://lostigresdelnorte.com/main/about

Vergara, P. (2012). “El acordeón: raíces y rutas de un instrumento musical en América”. Do-
cumento presentado en las Jornadas de investigación sobre el instrumento musical en
México, Facultad de Historia de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo,
12 pp. Recuperado de: https://www.academia.edu/3129091/El_Acorde%C3%B3n_Ra%-
C3%ADces_y_Rutas_de_un_Instrumento_Musical_en_Am%C3%A9rica

CAPÍTULO viii 883


Prácticas de consumo de jóvenes en la Ciudad de
México: entre la economía y la cultura

Estefania Carolina Ortega Morales35

Resumen: Ante los ojos de un economista, el conocimiento del consumo sólo sería impor-
tante en tanto que este tiene por función de satisfacer las necesidades básicas de los individ-
uos, y además que la información del consumo permite propiciar el crecimiento económico.
Sin embargo, con frecuencia dejamos de lado variables subjetivas a través de las cuales el
consumo se puede observar como un proceso de autodefinición y comunicación.
Desde una perspectiva que conjuga la economía y la cultura, en este estudio se busca con-
ocer el proceso que se sigue al momento de la compra y las variables que intervienen en la
construcción de la decisión de compra, teniendo en cuenta que existen variables objetivas y
subjetivas, y que el consumo se presenta en nuestros días de una forma más compleja debido
al surgimiento rápido y continuo de novedosos productos (Schnettler et al., 2010).
Considerando la idea del hiperconsumidor (Lipovetsky, 2007), el individuo se encuentra en
un entorno que ofrece elementos programados que podrá combinar libremente en su búsque-
da por emociones y bienestar. A esto podemos añadir que la situación económica lo coloca
en un escenario particular en el que dispondrá de ciertas oportunidades para acceder a dichos
elementos, y finalmente, contará con la percepción que le otorgará un conjunto de cono-
cimientos para tomar su decisión.
Con la información obtenida y el modelo de integración de Van Raaij (1981, citado en Rodrí-
guez, 2005) se realiza un primer intento por integrar al estudio de la economía, el análisis de
variables objetivas y subjetivas.

Palabras clave: Consumo, variables objetivas, variables subjetivas.

35
Investigación Multidisciplinaria Aplicada, Laboratorio Social A. C. Email: carolina.ortega.imalab@gmail.com

CAPÍTULO viii 884


Summary: Through an economist view, knowing about consumption would be important
only while this function is to satisfy the basic needs of individuals, and also the information of
consumption can promote economic growth. However, we often ignore subjective variables
through which consumption can be seen as a process of self-definition and communication.
From a perspective that combines the economy and culture, the aim of this study is to under-
stand the process of purchase and the variables involved in the construction of the purchase
decision, considering objective and subjective variables and a more complex market due to
rapid and continuous emergence of new products for the consumer (Schnettler et al., 2010).
Considering the idea of hiperconsumidor (Lipovetsky, 2007), the individual is in an environ-
ment that offers scheduled items that can be combined freely in their search for emotions and
well-being. Moreover, the economic situation places the consumer in a particular scenario
with certain opportunities available to access these elements, and finally, the perception will
give him a set of skills to make his decision.
With this information and the integration model of Van Raaij (1981, cited in Rodriguez,
2005) a first attempt to integrate to the study of economics, the analysis of objective and sub-
jective variables is performed.

Keywords: Consumption, objective variables, subjective variables.

Introducción

Desde una visión económica, la importancia del consumo se hace visible cuando se
impulsa su desarrollo para el crecimiento económico de los países, por ejemplo, según INEGI
en México el PIB asciende a 13,727,122.2136 millones de pesos, del cual el consumo privado
representa el 68.17%. También se hace presente cuando las empresas buscan conocer la recep-
ción de sus productos en el mercado para determinar el rumbo que deben tomar (Ramos, 2011).
En cualquier caso, serán los individuos los que, en beneficio propio o de un grupo, decidirán
qué comprar y a qué precio, cuándo comprar y qué necesidad van a satisfacer considerando su
trabajo y salario (Lancaster, 1977).

Conociendo lo anterior, ¿Qué lleva a un economista a buscar respuesta en otras disci-


plinas? Al enfrentarse a la realidad, no puede pasarse por alto que el consumo se presenta en
nuestros días de forma compleja debido al surgimiento rápido y continuo de novedosos pro-
ductos (Schnettler et al., 2010). Existe una diversificación en la oferta de satisfactores para
una misma necesidad pero cuyas diferencias, propias de cada producto, son pequeñas. Al

36
A precios constantes.

CAPÍTULO viii 885


mismo tiempo, la sociedad se caracteriza por una desmasificación y una búsqueda por la indi-
vidualización. El consumo se presenta como una forma de realización personal al proveer la
diversidad de productos que privilegian la individualización. Los paradigmas clásicos de la
economía, quedan entonces limitados para explicar este proceso por sí solos (García, 1995).

De acuerdo con García Canclini (1995), dentro de las ciencias sociales existen diver-
sas teorías e investigaciones que intentan describir el consumo desde diferentes enfoques, sin
embargo, estos estudios se dan de forma desconectada y en algunos casos llegan a excluirse
entre sí. Sin embargo, la unión de distintas líneas de investigación puede ofrecer un panora-
ma más completo de este fenómeno (García, 1995).

Metodología

En este trabajo se busca conocer el proceso de la decisión de compra que siguen los
jóvenes en la compra de tenis, para lo cual se realizó una investigación desde un enfoque cua-
litativo con el fin de poder acercarse a las variables subjetivas que intervienen en el consumo.
En función del tipo de información requerida se ha decidido utilizar la entrevista enfocada37
como herramienta para la obtención de datos, debido a la ventaja que ofrece la utilización de
esta técnica al ofrecer información que sería imposible obtener de otro modo, por ejemplo,
experiencias o creencias; ofrece la oportunidad de estudiar una amplia gama de escenarios y
personas; permite conocer la experiencia subjetiva de las personas; se puede realizar en un
contexto directo personalizado, flexible y espontáneo y obtiene respuestas libres y afectivas
(Taylor, S. y R. Bogdan, 1987).

Como se ha mencionado, se decidió entrevistar a jóvenes, para lo cual se estable-


cieron las siguientes delimitaciones. Primero, se ha elegido clasificar a los jóvenes según la
actividad que realizan, refiriéndome en este caso a su condición de estudiante o trabajador.
En este sentido, se presentan grupos delimitados como jóvenes que estudian, que trabajan,
jóvenes que estudian y trabajan y que no estudian ni trabajan.

Segundo, se realizó una delimitación con respecto a la edad, entrevistando a jóvenes

37
Este diálogo se puede llevar a cabo siguiendo un guión de preguntas pre-establecidas acerca de un tema determi-
nado en el cual el entrevistado tiene un rango limitado de respuestas. Se trata de una entrevista estructurada. Otra
opción es la entrevista no estructurada, en ella el entrevistador se limita a dar estímulos al entrevistado quien lleva
la dirección de la entrevista. Finalmente se encuentra la entrevista semi-estructurada con la que el entrevistador
puede enfocar la conversación en un tema en particular y al mismo tiempo otorgarle al entrevistado la libertad
suficiente para responder (Vela, 2001).

CAPÍTULO viii 886


entre 15 y 2538 con una segmentación en dos sentidos: una fue la división de 15 a 20 años y
de 21 a 25 años; la otra segmentación se hizo con base al sexo, esto con el fin de conocer si
estos factores podrían mostrar alguna diferencia.

Además, se requirió hacer una delimitación geográfica, y así se ubicó el estudio en el


Distrito Federal. Cuestiones como límites de tiempo y recursos económicos escasos pueden
justificar la elección del lugar, así como la consideración de que el Distrito Federal es la
entidad en la que se encuentra la mayor densidad de población del país (INEGI, 2010). Pero
además en el Distrito Federal transitan de manera cotidiana cerca de 20 millones de personas
(Mora y Oliveira, 2009). Por lo tanto, se muestra como una ciudad multicultural, en la cual
se puede encontrar mayor cantidad de información para responder el presente trabajo.

Para ello, fue necesario definir puntos de reunión que acostumbran los jóvenes. Los
puntos elegidos fueron Monumento a la Revolución (MR), Alameda Central (AC), Bazar del
entretenimiento (BE), Parque México (PM), Coyoacán (CY), el Tianguis del Chopo (TC) y el
Skate Park San Cosme (SK). Más adelante se especificará la elección de estos lugares.

Matriz 1. Relación de entrevistas

Estudian No estudian Total


Trabajan No trabajan Trabajan No trabajan
15 a 20 Hombre 2 1 1 2 6
años Mujer 1 2 1 2 6
21 a 25 Hombre 1 2 2 1 6
años Mujer 1 1 2 1 6
Total 6 6 6 6 24

Fuente: Elaboración propia

En total se entrevistaron cuatro hombres en el Bazar del entretenimiento, dos mujeres


y dos hombres en el monumento a la revolución, una mujer y tres hombres en el tianguis del
chopo, cuatro mujeres en el jardín Hidalgo en Coyoacán, cuatro mujeres en la Alameda central,
dos hombres y una mujer en el Parque México y un Hombre en el Skate Park San Cosme.
38
No se siguió la delimitación del Instituto Mexicano de la Juventud (IMJUVE), es decir de 12 a 29 años debido
a la polarización que existe en cuanto a las decisiones de trabajar o estudiar en las edades de 12 a 15 años y de
25 a 29 años, es decir, en su mayoría los primeros prefieren estudiar, mientras que los segundos prefieren trabajar
(Jiménez, 2012). Por otra parte, se trataba de un rango de edad muy amplio en el que la conducta de los jóvenes
podría ser muy diferente.

CAPÍTULO viii 887


La información obtenida mediante las entrevistas fue utilizada para realizar una ma-
triz de análisis cualitativo. Para realizar esta matriz, el contenido de las entrevistas fue di-
vidido en unidades temáticas asignadas posteriormente a una de las categorías propuestas
(Rodríguez, Quiles y Herrera, 2005). Las categorías principales están basadas en el modelo
de Van Raaij (1981) el cual se explicará más adelante, a excepción de la influencia social. A
continuación se muestran las categorías principales utilizadas en la matriz.

1. Situación socioeconómica: Comprende las disponibilidades personales en términos


económicos, incluyendo las fuentes de ingreso relacionadas con el empleo, así como cual-
quier otra vía que suponga una entrada de capital.

2. Factor personal: Comprende las características de la personalidad del individuo.

3. Ambiente percibido: Es un proceso cognitivo por el cual el individuo elabora jui-


cios acerca de personas, objetos y eventos basados en información de tipo sensorial, selec-
cionados y estructurados subjetivamente. Esto da lugar a distintas expectativas con relación
al precio, calidad o uso de los productos.

4. Conducta económica: Todos aquellos procesos y actividades físicas, mentales y


emocionales que intervienen en la decisión de adquisición, selección, uso y desecho de pro-
ductos y servicios para satisfacer necesidades y deseos.

5. Situación: Todos aquellos acontecimientos procedentes del entorno, previsibles o


imprevisibles, que afectan la decisión de compra. También se incluyen aquellas situaciones
que el individuo observa como oportunidades.

6. Bienestar subjetivo: Satisfacción o insatisfacción que el individuo siente una vez


realizada la compra al cumplir o no las expectativas que se esperaban del producto.

7. Influencia Social: Todos aquellos procesos que modifican de forma directa o indi-
recta el comportamiento, los pensamientos y emociones de un individuo como consecuencia
de las interacciones que este tiene con la sociedad.

En busca de una alternativa

Para un economista, siguiendo la teoría neoclásica, el consumo sería llevado a cabo


por un ser que comparte el comportamiento de todos los agentes económicos y que actuaría
de forma racional, el Homo economicus. Se trata de un ser que se limitaría únicamente a

CAPÍTULO viii 888


preguntarse ¿Qué es lo deseable?, ¿Qué es lo posible?, y finalmente a elegir la opción que
maximice su decisión. La elección del agente no implica, por lo tanto, ningún juicio de valor
(Fernández, 2009).

Sin embargo, en la realidad, el consumo implica también un proceso de significación


y comunicación. En este sentido, autores como Veblen (1899), Bourdieu (1979) y Feathersto-
ne (1991) observan en el consumo una forma de comunicación social, pero además un medio
para clasificar y mantener una diferenciación social, señalando así una dimensión subjetiva
del consumo.

También podemos mencionar a Lipovetsky (2007) quien habla del hiperconsumidor,


que busca la individualización a través de la universalización de los modos de vida. Este
consumidor busca emociones y mayor bienestar, calidad de vida y de salud, marcas y au-
tenticidad, inmediatez y comunicación. Para él, el consumo es un proceso que funciona por
la seducción, los individuos aceptan los objetos, pero combinando libremente los elementos
programados.

De esta forma se puede observar que el consumo tiene dos dimensiones; una dimen-
sión objetiva y una subjetiva. Por lo tanto, se consume para satisfacer las necesidades bási-
cas, y también se consumen símbolos por medio de los cuales se lleva a cabo un proceso de
autodefinición y comunicación.

Si bien todas las personas consumen, existe un grupo en el cual, por sus caracterís-
ticas, el consumo es parte esencial. Se trata de los jóvenes, un grupo que se encuentra en
incertidumbre buscando construir y defender su identidad (Ariza, 2005; Castillo, 2011). En
esta construcción, como menciona Reguillo (2000), se encuentran en negociación-tensión
dos discursos: la categoría de juventud asignada por la sociedad y aquella que los jóvenes
construyen al interiorizar de forma diferenciada los esquemas de la cultura vigente. Por lo
tanto, los bienes de consumo como símbolos son utilizados por los jóvenes para construir y
defender su identidad de acuerdo con la cultura vigente.

Debido a lo anterior, el trabajo fue guiado por la siguiente pregunta: ¿Cómo constru-
yen los jóvenes la decisión de compra de zapatos deportivos? Pero considerando las dimen-
siones que forman parte del consumo, también valdría la pena preguntar:

¿Cómo actúan las variables objetivas en el proceso de decisión de compra?

¿Cómo actúan las variables subjetivas en el proceso de decisión de compra?

CAPÍTULO viii 889


Con el fin de buscar una alternativa que pudiera explicar la relación entre variables
objetivas y subjetivas en el consumo se recurrió a la psicología económica. Denegri (2010)
explica que es aquella que se preocupa por el estudio del comportamiento económico, por lo
tanto, es de su interés conocer las variables que inciden en la toma de decisiones económicas
individuales y colectivas, y la forma en la que las personas comprenden el funcionamiento
del sistema económico.

El comportamiento económico es aquel conjunto de procesos y actos de sacrificio de


recursos escasos (como dinero, tiempo y esfuerzo) con el fin de adquirir productos y servi-
cios que otorgan beneficios deseados y estados finales (Van Raaij, 1999). Su análisis resulta
complejo, debido a que no se estudia de forma aislada, sino que se relaciona con otros as-
pectos del comportamiento humano, por lo tanto debe tomarse en cuenta a la persona en su
totalidad, incluyendo su historia, características personales, sociales y culturales, así como el
contexto en el que se desarrolla el comportamiento económico.

En 1981, Van Raaij propuso un modelo general de psicología económica, el cual


puede ser utilizado en los distintos campos de interés de la psicología económica, como el
comportamiento del consumidor y el ambiente empresarial (Rodríguez, 2005). En este mode-
lo podemos observar la interacción que existe entre las diversas variables, tanto económicas
como psicológicas, entre las que se puede identificar:

• Condiciones Económicas Generales (GE): período de recesión o expansión eco-


nómica, política económica del gobierno, nivel de desempleo, conflictos naciona-
les e internacionales, etc.

• Entorno Económico (E): situación financiera, condiciones del mercado, tipo de em-
pleo, procedencia de los ingresos, número de miembros en la unidad familiar, etc.

• Factores Personales (P): sistema de valores, aspiraciones, expectativas, estilos


cognitivos, interés en asuntos de naturaleza económica y/o política, etc.

• Percepción de las Condiciones Económicas (E/P): expectativas sobre la evolución


de los precios, percepción de justicia en la distribución de la renta, etc.

• Comportamiento Económico (B).

• Situación (S): acontecimientos procedentes del entorno, previsibles (vacaciones,


viajes, etc.), o imprevisibles (un accidente, enfermedad, desempleo repentino,
etc.).

CAPÍTULO viii 890


• Bienestar Personal Subjetivo (SW): satisfacción o insatisfacción con la compra
realizada, quejas del consumidor al distribuidor o productor en relación con el
bien adquirido, problemas del usuario con el producto o servicio, satisfacción con
la situación económica personal, etc.

• Descontento Social (SD).

Esquema 1. Modelo de integración de Van Raaij

Fuente: Elaboración propia con base en Van Raaij (1981).

Un par de características esenciales de este esquema conceptual de la psicología eco-


nómica es su dinamismo y su carácter cíclico. La aportación de este modelo conceptual es la
integración de variables económicas y psicológicas, además que no se observa a un agente
económico aislado. Con este modelo, el consumo puede estudiarse no sólo como un fenóme-
no individual y generalizable, sino que se le estudiaría tomando en cuenta el contexto en el
que se desarrolla el agente.

Como señala la psicología económica, actividades como comprar, invertir o ahorrar


forman parte del comportamiento económico, sin embargo, no se puede olvidar que este es
sólo una parte del comportamiento social (Denegri, 2010). De acuerdo a lo anterior, no puede
sostenerse que la decisión de compra se lleve a cabo de forma aislada, sino que debe enten-
derse que el individuo forma parte de grupos por los cuales se puede ver influenciados.

CAPÍTULO viii 891


Existen distintos tipos de influencia, entre ellos puede mencionarse la influencia infor-
mativa y la influencia normativa. La influencia informativa se refiere a los procesos en los que
la información proveniente de otros es considerada como evidencia de la realidad. (Delgado
2006; Hogg y Vaughan, 2010). En cuanto a la influencia normativa, se presenta cuando las
personas sienten la necesidad de aprobación o aceptación social, por lo cual siguen al grupo
por razones instrumentales, para obtener aceptación social, evitar la censura o para fines es-
pecíficos (Hogg y Vaughan, 2010).

Aún es posible realizar una diferenciación dentro de la influencia normativa. Park y Les-
sig (1977, citado por Delgado, 2006) hacen una diferenciación dentro de la influencia normativa,
estableciendo entonces la influencia normativa utilitaria y la influencia normativa expresiva de
valor. La primera se puede observar muy similar a la definición planteada anteriormente sobre la
influencia normativa, mientras que la influencia expresiva de valor implica que el individuo se
identifica con las creencias, valores y actitudes de un grupo al que admira. El individuo se identi-
fica con el grupo y lo utiliza para evaluar su propia imagen y su autoconcepto. Como recompensa
por seguir el comportamiento del grupo, el individuo refuerza su ego (Delgado, 2006).

Pero ¿esto para qué sirve en el estudio del comportamiento del consumidor? Es co-
mún que los consumidores adopten las conductas de consumo del grupo al que pertenecen.
Podríamos observar la influencia informativa cuando un consumidor pide opiniones a exper-
tos, o a quien considere experto, acerca de las cualidades de un producto que está dispuesto a
comprar. Basándose en las experiencias de estas personas, el consumidor construye su propia
opinión o confirma la que ya tiene, para así tomar una decisión. En el caso de la influencia
normativa utilitaria, ésta se ejerce en productos notorios o en aquellos cuya falta puede resul-
tar socialmente evidente. El grupo aprueba la compra y uso de ciertos productos y marcas, por
lo que, cuando el consumidor compra estos productos, no sólo satisface sus expectativas, sino
también las del grupo. En cuanto a la influencia expresiva de valor, tal vez ésta pueda ser más
fácil de ubicar, al observar cómo algunos consumidores buscan productos que transmitan sím-
bolos o valores que sean compatibles con el grupo al cual admiran. Es común el uso de artistas
en la publicidad aprobando la compra de cierto tipo de productos. De esta forma se presenta
al consumidor la idealización de lo que a los consumidores les gustaría vivir (Delgado, 2006).

Resultados

A pesar de las críticas que ha recibido la teoría neoclásica del consumo acerca de su in-
capacidad para explicar el comportamiento de compra en el medio real (Guille, 2003), se debe
reconocer su acierto al aportar el concepto de conjunto presupuestario. Dentro de este conjunto

CAPÍTULO viii 892


presupuestario se encontrarán todas las posibilidades de gasto que tiene el consumidor las cuá-
les estarán determinadas por el ingreso.

Sin embargo, a pesar de que en primera instancia el gasto estará determinado por el
ingreso de los jóvenes y los precios a los que se ofrecen los diferentes tenis existentes en el mer-
cado, no se explica totalmente la conducta de compra, esto se puede observar en las respuestas
ofrecidas por los jóvenes. A manera de ejemplo, en la siguiente tabla aparecen algunos datos de
jóvenes que indicaron obtener un ingreso entre $3,400 y $4,500 pesos.

Cuadro 1. Relación de ingreso, precios pagados y límite de gasto de jóvenes entrevistados selec-
cionados por ingresos similares

Precio más Precio más Límite de Última


Entrevista Ingreso Precio justo
caro barato gasto compra 
M25[1] $4,000 $300-$400 $900 $180 $500 $900
M24 $4,000 $500-$700 $1,100 $50 $1,200 $750
$4,000-
M22 $800 $2,300 $300 $2,000 $550
$4,500
$4,000- $1,100-
H21 -- $1,700 $500 $600
$4,500 $1,200
H20 $3,400 $300-$400 $900 $200 $500 $300

Fuente: Elaboración propia con base a las entrevistas realizadas a hombres y mujeres entre 15 y 25 años
seleccionados por un ingreso comprendido entre $3,400 a $4,500 pesos.

En el cuadro 1 se muestra el ingreso, el precio que los jóvenes indicaron como justo para
los tenis, el precio de los tenis más caros que han comprado, así como el de los más baratos, el
límite de gasto que contemplan cuando van a realizar una compra, y el gasto efectuado en la
última compra que realizaron. Se ha tomado la información de aquellos jóvenes cuyo ingreso
es similar. Se pueden observar diferencias en los gastos realizados, por ejemplo, en el caso de
los tenis más caros que se han comprado, el gasto de una mujer de 25 años fue de $900 pesos,
mientras que el gasto de una mujer de 23 años fue de $2,300 pesos. Esto mismo se puede obser-
var en el caso de los tenis más baratos que se han comprado, en este caso, una mujer de 24 años
se ha comprado tenis de $50 pesos, mientras que los tenis más baratos que se ha comprado un
hombre de 21 años alcanzan el monto de $500 pesos. Estas diferencias también son apreciables
en los límites de gasto establecidos y en la última compra efectuada. Así, a pesar de contar con
un conjunto presupuestario similar, su conducta de compra es distinta.

CAPÍTULO viii 893


Pero en el cuadro 1 se ha contemplado también el precio que los jóvenes consideran jus-
to para la compra de tenis. Aquí podemos observar a una mujer de 25 años y un hombre de 20
años que contemplan como justo un precio entre $300 y $400 pesos, a pesar de que su ingreso
no es el mismo, para ambos, los tenis más caros que han comprado tuvieron un precio de $900
pesos, mientras que por los más baratos pagaron $180 y $200 pesos respectivamente. El límite
de gasto que indican es de $500 pesos, la única diferencia notable se encuentra en el precio de
la última compra realizada, siendo de $900 y $300 pesos respectivamente. Tomando en cuenta
lo anterior, en la siguiente tabla se muestra algunos ejemplos en los que la percepción de un
precio justo es similar.
Cuadro 2. Relación de ingreso, precios pagados y límite de gasto de jóvenes entrevistados selec-
cionados por percepción de precio justo

Precio más Precio más Límite de Última


Entrevista Ingreso Precio justo
caro barato gasto compra
M20[1] $2,000 $300-$400 $600 $200 -- $300
H20 $3,400 $300-$400 $900 $200 $500 $300
M23 $1,000 $300-$400 $900 $150 $700 $600
M25 $4,000 $300-$400 $900 $180 $500 $900
M19 $2,000 $800 $1,500 $300 $1,200 $600
$4,000-
M22 $800 $2,300 $300 $2,000 $550
$4,500
$400-
M21 $10,000 $1,219 $500 $1,600 $1,219
$1,600

Fuente: Elaboración propia con base a las entrevistas realizadas a hombres y mujeres entre 15 y 25 años
seleccionados por coincidencia en precios justos percibidos.

En el cuadro 2 se tomaron algunos ejemplos de las entrevistas, entre los que se puede
distinguir a aquellos jóvenes que consideran un precio justo de los $300 a los $400 pesos,
otros jóvenes que consideran que $800 pesos es un precio justo, y una joven cuya percepción
del precio justo abarca de los $400 hasta los $1,600 pesos. Al ordenar los casos de menor a
mayor según el precio que los entrevistados consideraron justo, se puede observar la relación
que éste tiene con el comportamiento económico de los jóvenes. Por ejemplo, en la colum-
na correspondiente al límite de gasto, los precios más bajos corresponden a los jóvenes que
mencionaron un precio justo de $300 a $400 pesos, mientras que aquellos que se fijan límites
de gasto más elevados también tienen una percepción del precio justo mayor. Una situación
similar se presenta en las columnas del precio más barato, el precio más caro y la última

CAPÍTULO viii 894


compra realizada.

Se puede observar que el comportamiento de compra, al menos en lo que respecta al


gasto que realizan, muestra una relación con la perspectiva que los jóvenes tienen en relación
con el precio. Sin embargo, esto no quiere decir que pierda importancia el ingreso. Aquí es im-
portante recordar la relación que tienen estas variables dentro del modelo de Van Raaij (1981)
para entender mejor que es lo que ocurre. Así como el entorno general coloca al individuo en un
contexto en el cual desenvolverse, la situación económica coloca al individuo en un escenario
particular en el que dispondrá de oportunidades económicas distintas a las que puede acceder
algún otro individuo. En este sentido, debido a su ingreso, un joven puede aspirar a ciertas mar-
cas, modelos, puntos o medio de compra, etc.

Al aceptar como propios el conocimiento de los demás, ajustarse a la representación


social subordinando la representación subjetiva y apropiarse de los valores proyectados por
la representación social, el joven consumidor se encuentra en el proceso de influencia social.
La conducta que presentan estos jóvenes consumidores, o en otras palabras, la forma en la que
compran y lo que compran, es la manera de interpretar o reinterpretar la representación social.
Sin embargo, la influencia social no sólo tiene efectos en la conducta, sino que en la influencia
social está implicada la propia identidad (Moscovici, Mungy y Pérez, 1991).

¿Cómo se presentó esta relación entre la percepción del entorno y la influencia social en
los jóvenes entrevistados? Primero hay que recordar que la percepción del entorno no sólo se
refiere a la percepción del precio del producto, también se contempla la imagen de la marca, la
calidad y su diseño. Inicialmente, y debido a las investigaciones consultadas (Pallavicini, 2008;
Delgado, 2010), se esperaba que la marca fuera un aspecto importante en la decisión de compra
de tenis, pero una vez realizadas las entrevistas, se ha encontrado que este no es exactamente
el caso.

Los jóvenes anteponen el diseño a la marca. Buscan colores y formas que les agraden,
diseños con los que se vean cómodos y se vean bien. Por medio de los diseños pueden demos-
trar la identificación con un estilo, como las jóvenes que se identificaban con el rock y usan
tenis parecidos a los de sus cantantes favoritos, o que se usaban en la época del rock de los 80’s.
También puede relacionarse el diseño del tenis con la admiración a alguien cercano, como la
joven que utiliza tenis deportivos como los de sus padres, o el joven que utiliza un diseño para
skaters como el que usa su maestro de música.

Pero en algunos casos el diseño aún está atado a la marca. Los tenis Converse son ejem-
plo de ello. La suela de goma, tela en la parte superior y la estrella en uno de los costados, son
parte del diseño asociado a la marca, sin embargo, si este mismo diseño se encuentra en otra

CAPÍTULO viii 895


marca, o en algún tenis de imitación, este puede ser comprado al ser más económico, refirién-
dose al modelo como “tenis tipo Converse”.

Las características de los diseños hacen que los tenis sean útiles para ciertas actividades,
por ejemplo, los tenis ligeros son ideales para atletismo. Los materiales utilizados en la elabo-
ración de los tenis ofrecen para los jóvenes consumidores un producto de calidad, la cual se
observa principalmente a través de la comodidad y la durabilidad y que algunos entrevistados
relacionan aspectos o materiales de elaboración específicos.

El conocimiento de los diseños y la calidad que estos ofrecen pueden ser conocidos a
través de la experiencia. La satisfacción o insatisfacción de una compra llevará al consumidor
a volver a comprar un producto similar o a evitarlo. Sin embargo, gran parte del conocimiento
proviene de la influencia social.
La información acerca de cuáles son los diseños que más se ajustan a cierto tipo de
actividad, a cierto estilo, o aquella información que permite clasificar un tenis de buena o mala
calidad es tomado de la influencia social. De esta forma, la influencia informativa permite obte-
ner información acerca de la calidad de los tenis al preguntar a aquellos a quienes se considera
expertos. Además de que se corrobora si la opinión acerca de un diseño es correcta.

Cuando los jóvenes realizan deporte y buscan tenis que les faciliten el desarrollo de
esta actividad, frecuentemente buscan las sugerencias de aquellos a quienes les atribuyen expe-
riencia, pueden ser personas que realizan un deporte similar, pero principalmente es la familia.
Cuando necesitan comparar su opinión con la de alguien más para evaluarla, sobre todo con
relación a los diseños entre los que están eligiendo para comprar, los jóvenes nuevamente recu-
rren a la familia o a la pareja.

El conocimiento sobre las condiciones en las que deben ser utilizados los tenis se obtie-
ne de la influencia normativa que se conoce de forma general por medio de la sociedad, a través
de familia, amigos, compañeros, la escuela o el trabajo. Mencionan que en la elección de un
diseño, este tipo de influencia no tiene efecto, aunque en algunos casos, un halago resulta grati-
ficante e indica una buena compra, mientras que un comentario negativo sólo tendrá un efecto,
de poca duración, si el comentario viene de un familiar o de un amigo cercano.

Principalmente la información sobre los diseños que eligen proviene de la influencia


normativa expresiva de valor. Al identificarse o buscar la identificación con un género musical,
una actividad, o estilo, toman para sí mismos el uso de los tenis que reflejan los valores de esta
identificación. Así, quien admira a sus padres y su estilo de vida, sigue el interés por el deporte
de los padres y utiliza tenis similares a los de ellos. Quien se identifica con la música rock, ob-

CAPÍTULO viii 896


serva los tenis utilizados por sus bandas favoritas y los utiliza.

En las entrevistas se encuentra un grupo en especial que manifestó rechazar o ignorar


comentarios, es el grupo de los que estudian y trabajan. ¿Por qué este grupo es el que más
rechaza la influencia social? De acuerdo a Sposito (1994), los jóvenes viven en lo liminar, en
una frontera entre dos edades en donde lo que se busca es abandonar la dependencia y lograr
la autonomía. Quienes estudian y trabajan se encuentran en una posición más tensa en esta
búsqueda, se encuentran en ambas edades, continúan siendo jóvenes al estudiar, pero adultos
al trabajar. El rechazo a la influencia de otros puede formar parte de esta misma defensa por la
autonomía, “yo decido”, “yo elijo”, “nadie decide por mí”.

Conclusiones

La complejidad de los fenómenos requiere de estudios interdisciplinarios para una ma-


yor explicación. Este estudio comenzó con la idea de unir dos disciplinas distintas, la economía
y la psicología. No era algo nuevo en tanto que existen autores como Hebert Simon y Daniel
Kahneman quienes recibieron el Premio Nobel de Economía en 1978 y 2002, respectivamente,
por sus aportes de la psicología a la economía. Se intentó explicar el proceso del consumo de
los jóvenes desde la perspectiva de la psicología económica, y si bien se buscaron los términos
psicológicos necesarios para realizar esta explicación se puede observar el peso que la cultura
tiene en la decisión de compra.

De acuerdo con Geertz (1992) la cultura consiste en pautas de significados compartidos


en la sociedad. Como se pudo observar en los resultados, uno de los aspectos que más influía
en la decisión de compra era la influencia normativa expresiva de valor, a través de la cual se
comparten símbolos que reflejan valores y creencias para identificación y autodefinición. En
este sentido, resulta interesante conocer los símbolos que conforman la cultura que comparti-
mos, y como estos forman parte de la construcción de la decisión de consumo y en general, de
su implicación en los fenómenos económicos.

CAPÍTULO viii 897


Obra citada

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CAPÍTULO viii 898


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CAPÍTULO viii 900


Nuevas generaciones culturales en Cholul:
efectos de la conurbación con la ciudad de
Mérida

Luis Carlos Sierra Ávila39

Miguel Ángel Bote Escobar40

Resumen: La conurbación de Cholul con la ciudad de Mérida ha generado que la comisaría sea
una zona de conflicto debido a la mezcla de la cultura moderna del norte de la ciudad de Mé-
rida, la cual es la zona de mayor desarrollo económico, y la cultura tradicional de Cholul. Esto
ha generado modificaciones en las fiestas tradicionales, las cuales ahora se realizan con fines
comerciales; de igual forma las dinámicas sociales se han alterado debido a nuevos desarrollos
inmobiliarios ubicados en las zonas periféricas de la comisaría, habitados por personas exter-
nas a Cholul, propiciando conflictos sociales entre ambas partes. La identidad cultural propia
de los habitantes de esta comisaría se ha visto sustituida por nuevas prácticas y formas de vida
modernas, creando una sociedad influenciada por el consumo, estableciendo nuevas dinámicas
para satisfacer sus necesidades básicas.
Por lo que el objetivo del presente trabajo es comprender los cambios culturales que se han
manifestado en la comisaría de Cholul, esto a raíz de la conurbación con la ciudad de Mérida y
los efectos que conlleva el choque de la cultura tradicional de la comisaría y la cultura moderna
de la ciudad.
La investigación consta de tres partes en el proceso de investigación: como primer punto
se dio un acercamiento a la problemática de la zona, esto a través de una primera revisión

39
Estudiante de la Licenciatura en Diseño del Hábitat, Universidad Autónoma de Yucatán.
Email: luis.carlos.sierra.avila@gmail.com
40
Estudiante de la Licenciatura en Diseño del Hábitat, Universidad Autónoma de Yucatán
Email: miguel-­20693@hotmail.com

CAPÍTULO viii 901


documental donde nos adentramos a los procesos territoriales y culturales que se encuen-
tran en la comisaría, tanto como el fenómeno urbano en comunidades rurales. Seguida-
mente pasamos al trabajo de campo, en el cual se observaron las dinámicas culturales que
desarrollaban en dicho territorio y entrevisto a las personas para conocer la transformación
de que ha ocurrido en las tradiciones características de la comisaría, se observaran las
modificaciones culturales debido a la inmersión del fenómeno urbano. Como último paso,
comparamos la información recabada en el análisis documental y la información del traba-
jo de campo.

Palabras clave: conurbación, transformación cultural, ruralidad, desarrollo.

Summary: The conurbation of Cholul with Merida’s city has generated a conflict between
both sides creating a conflict zone because of the mix of cultures, the modern culture in
the north of Merida which is the zone with more economic development in the city and the
traditional culture of Cholul. This has generated modifications in the traditional celebra-
tions which now are done with comercial purposes. In the same way the social dynamic
have been altered by new real state developments located in the outlying areas of the com-
missary occupied by external people to Cholul propitiating social conflicts between both
parts. The commissary habitants’ cultural identity has been replaced for new practices and
modern life styles creating a society influenced by the consumption establishing new dyna-
mics to satisfied their basic needs.
That is why the objective of the following work is to understand the cultural changes that
have manifested in the Cholul’s commissary because of the conurbation with Merida’s city
and the effects within the crash of the traditional culture in the commissary and the modern
culture in the city.
The investigation is form by three parts in the investigation process: as the first point we
have a close up to the problematic zone through a first documental review where we get
into the territorial and cultural processes of the commissary as much as the urban pheno-
menon in rural communities. As a second step we go to the field work in which we observe
the cultural dynamics developing in the territory and interviews with the people to get to
know the transformation that have occurred in the commissary’s characteristic traditions,
we saw the cultural modifications through the immersion of the urban phenomenon. As the
last step we compared the information obtained in the documentary analysis and the infor-
mation obtained in the field work.

Keywords: Conurbation, cultural transformation, rurality, development.


Introducción

Actualmente el modelo de desarrollo económico en la Ciudad de Mérida se basa en la


industria de la construcción y la especulación inmobiliaria, la cual sustituye a la industria he-

CAPÍTULO viii 902


nequenera que a mediados del siglo XX cayó en decadencia. Esto ha causado que la mancha
urbana de la ciudad de Mérida se expanda multiplicando su extensión de manera exponencial
hasta llegar a lo que es ahora.

En términos territoriales, en solo 30 años la mancha urbana de la ciudad de


Mérida duplicó el tamaño que tenía hasta 1970, sin contar con un instrumento
de planeación metropolitana que guiara su ordenamiento. Esto ha generado
un descontrol en la expansión urbana, que se refleja en gran cantidad de asen-
tamientos suburbanos que están sujetos a su relación funcional con la ciudad
(Iracheta y Bolio, 2012)

La expansión urbana de Mérida ha traído consigo como principal efecto la conurbación


con municipios cercanos a la ciudad, tales como Kanasín, Umán, Conkal y Ucú, de igual for-
ma este mismo efecto se refleja en las comisarías pertenecientes al municipio de Mérida, tales
como Komchén, Chablekal, Xcanatún, San José Tzal, Cholul, entre otras; siendo estas últimas
las más afectadas por la conurbación debido a la carencia de instrumentos normativos que fre-
nen este suceso. Desgraciadamente los impactos socioeconómicos dentro de estas comisarías
no se hacen esperar, ya que en muchos casos existen choques socioculturales entre los habitan-
tes nativos del poblado y los habitantes de los nuevos desarrollos.

En el siguiente artículo se expondrá el caso de la comisaría de Cholul, ubicada en la zona


noreste de la ciudad Mérida, siendo esta una de las zonas con mayor plusvalía y desarrollo
económico de la ciudad, debido al establecimiento de diversas plazas comerciales, planteles
educativos, hospitales y diversas zonas habitacionales planeadas para las clases socioeconómi-
cas media alta y alta.

El contexto en el que está inmerso Cholul, contribuye a la paulatina pérdida de identidad


cultural debido a la incidencia de nuevos habitantes dentro de la comisaría, así como de esta-
blecimientos comerciales de un mayor impacto en comparación al tradicional. Esto ha genera-
do una transformación en las dinámicas sociales de los habitantes de la comisaría, así como de
la perspectiva a futuro de su estilo de vida.

En el siguiente artículo se expondrán los antecedentes históricos que dieron inicio a esta
problemática, que no solo afecta a Cholul sino a otras comisarías de la ciudad. De este mismo
modo se aunará a los referentes teóricos sobre los que se apoya esta investigación, así como de
la perspectiva de diversos autores sobre la urbanización en busca del desarrollo y cuáles son

CAPÍTULO viii 903


las repercusiones socioculturales de esta visión. Por último, se expondrán los diversos matices
que reflejan la transformación cultural en Cholul y como su sociedad y su territorio se han visto
afectados.

Metodología

Este trabajo consta de tres etapas de investigación:

La primera parte consistió en un primer acercamiento con la problemática de la comisa-


ría de Cholul, esto a través de una revisión documental acerca de los procesos socioculturales
y territoriales por los que se ha visto afectada dicha comisaría, la obtención de datos duros ob-
tenidos de los Censos de Población y Vivienda, y notas periodísticas de los diferentes diarios
en Yucatán.

Como segundo paso se procedió a realizar las diversas salidas de campo para observar
las características territoriales que existen dentro de la comisaría, para luego realizar entrevis-
tas a los diferentes actores que inciden en esta problemática: la sociedad civil, para conocer el
punto de vista de las personas y cuál es su percepción de su estilo de vida en los últimos años;
y a los administrativos, como son el comisario municipal y ejidal para identificar cuál es su
perspectiva acerca de esta problemática, así como cuáles son las funciones que realizan y con
qué instrumentos cuentan para fortalecer la cultura en el poblado.

Por último, se realizó un análisis a partir de la información obtenida en la revisión do-


cumental y los resultados obtenidos con las entrevistas, encuestas y observación realizadas en
el trabajo de campo para poder formular una hipótesis acerca de la problemática, así como del
origen y las consecuencias de ésta.

Antecedentes

El municipio de Mérida es considerado como uno de los territorios con mayor desarro-
llo de la zona sureste de la República de México, es una región donde se generan gran parte de
las actividades económicas y de servicios de la península yucateca, en esta capital se concen-
tran los equipamientos y servicios de la región, ya que en los últimos 50 años se ha multiplica-
do tanto demográficamente como territorialmente, esto debido al crecimiento económico que
se desarrolla en la misma, Iracheta y Osés (2012) plantean una serie de teorías que explican el

CAPÍTULO viii 904


crecimiento que se dio en la ciudad de Mérida, estas teorías en su mayoría recaen en una expli-
cación de corte económico y político tomando origen el debacle de la producción henequenera
y la política neoliberal de la época.

La expansión de la ciudad fue acelerada, debido a la iniciativa del sector privado en la pro-
ducción inmobiliaria, esto con la idea de generar una actividad productiva que eleve la economía
de Mérida. El crecimiento de la ciudad cada vez más acelerado propició que los asentamientos
que se encontraban en su periferia fueran siendo absorbidos por la rápida urbanización de la
ciudad; este fue el caso de Chuburná, la cual en sus inicios había sido una comisaría más del mu-
nicipio de Mérida, para luego ser absorbida por ésta y convertirla en una colonia más de la ciudad.

En la actualidad este crecimiento ha alcanzado grandes dimensiones ya que la ciudad


comienza a crecer hacia las afueras del territorio, es decir, hacia la periferia y comienza a tener
mayor cercanía y conexión con comisarías como San José Tzal, Cholul, Chablekal, y munici-
pios como Kanasín, Ucú y Umán, entre otros, por lo que dicho crecimiento establece nuevas
cuestiones y problemáticas que propician un replanteamiento sobre otros conceptos para poder
delimitar la zona periférica de Mérida. Dicho planteamiento genera una nueva idea para en-
tender el territorio de Mérida a través de la Zona Metropolitana en la que discrepan distintos
autores sobre su abordaje teórico; no obstante, la más aceptada es la Iracheta y Osés (2012) en
la que delimitan al municipio de Mérida, Kanasín, Umán, Conkal y Ucú como los principales
integrantes de la zona metropolitana.

Por otra parte el crecimiento de la ciudad ha comenzado a impactar en los modos de


vida de los espacios rurales, en este caso Cholul41 que se encuentra colindando con Mérida ya
que ha sido un factor importante para la transformación de la economía de la comisaría, de
igual manera el cambio de sus modos de producción del sector primario al sector secundario y
terciario, debido a la caída del henequén y la migración de las personas a la ciudad en búsqueda
de trabajo, han modificado el estilo de vida y algunas de las costumbres y tradiciones que se
encontraban relacionadas a las actividades agrícolas.

Por su parte, Cholul ha manifestado una transformación territorial y demográfica en los


últimos años. Al igual que la mayoría del espacio rural en México, Cholul comenzó a sufrir una
parcelación del ejido a raíz de la Ley Agraria de 1992 y a consecuencia de esto, la venta de las
parcelas a los grandes grupos inmobiliarios o personas que buscaban un espacio lejano de las
dinámicas de la ciudad, pero cerca de los servicios, comenzaron a adquirir estos lotes de tierra

41
Se encuentra a 15 Km al norte del centro de la ciudad de Mérida, al norte limita con Tixcuytun, al sur con Mérida,
al este con Santa Gertrudis Copo y al oeste limita con Sitpach

CAPÍTULO viii 905


para la construcción de algunos fraccionamientos o la construcción de viviendas.

En la actualidad se puede ver un contraste entre la tipología de la vivienda en las zonas


más alejadas del centro de Cholul, donde muchas de estas personas se han asentado construyen-
do viviendas imponentes, con bardas altas y rejado con electricidad, de igual manera cada vez
se encuentra más este tipo de vivienda en la zona centro de Cholul rompiendo con el entorno
que se tiene. Aunado a esto se pueden ver comercios que hasta hace unos años se pensarían
como algo anormal el hecho de que se encontraran en este poblado y que hoy en día son parte de
la realidad de los habitantes de la comisaría. Esta atracción a la vida moderna y la cercanía con
Mérida, más aún con la parte norte de la ciudad (la cual se caracteriza por un mayor crecimiento
económico) han atraído la atención de los sectores más jóvenes del poblado que van en búsque-
da de esos estilos de vida, los cuales son expresados en los espacios urbanos, transformando
muchas de las costumbres que se tenían en la comisaría o erradicándolas en algunos casos.

Identidad Cultural

Para poder analizar los cambios culturales existentes en la comisaría de Cholul es pre-
ciso mencionar la definición de cultura e identidad cultural que servirán como herramienta de
comparación y análisis.

Aunque existen diversas definiciones del concepto de cultura, todas coinciden en que
es lo que le da vida al ser humano, en este caso se utilizara la definición dada por la UNESCO,
la cual menciona que:

cultura es el conjunto de los rasgos distintivos, es materiales y afectivos que


caracterizan una sociedad o grupo social. Ella engloba, además de las artes y
las letras, los modos de vida, los derechos fundamentales del ser humano, los
sistemas de valores, creencias y tradiciones” (UNESCO, 1957)

Según Olga Molano (2007) la cultura tiene varias dimensiones y funciones sociales que
generan: un modo de vivir, cohesión social, equilibrio territorial, y creación de riqueza y em-
pleo. No obstante, en muchos casos no se puede dar una división de las dimensiones tan mar-
cado, ya que muchas de las dinámicas involucran dos o tres de las funciones sociales descritas.

CAPÍTULO viii 906


En este sentido, partiendo del concepto de cultura, se identificó que identidad cultural,
es el sentido de pertenencia proveniente de un determinado grupo social, en el cual comparten
rasgos culturales, como la lengua, creencias y valores. La identidad cultural surge a partir de la
diferenciación y reafirmación ante otras culturas y está vinculada a un territorio (Molano, 2007).
Por lo que un rasgo característico de la identidad cultural es la segregación ante la otredad.

El urbanismo como transformador cultural

Es importante comenzar este apartado haciéndonos una pregunta que ha sido cuestiona-
da en tantas ocasiones y desde distintas ramas de estudio ¿Qué es lo urbano? Una pregunta sim-
ple, pero compleja de responder; sin embargo, dentro de este discurso nos gustaría transformar
la pregunta y replantearla de la siguiente manera ¿Qué se entiende por urbano? Esta pregunta
va más en función de un trabajo que no busca el generar respuesta, sino conocer el contexto en
el que nos encontramos y plantearnos nuevos cuestionamientos, buscando la mejor manera de
utilizar y comprender lo que se tiene en la actualidad.

Para responder a la anterior pregunta, primeramente, hay que comprender cuáles son
las visiones predominantes de la teoría del urbanismo. Manuel Castells (1980) menciona que
existen dos maneras de poder entender este concepto, el primero como la concentración pobla-
cional a partir de limites forjados a través de la dimensión y la densidad, y el segundo como la
difusión de un sistema de valores, actitudes y comportamientos que se resume bajo el nombre
de “cultura urbana”. Después de conocer estas dos definiciones nos damos cuenta que la prime-
ra va en función demográfica y que la segunda se desarrolla desde una visión más culturalista;
aun así, estas dos definiciones hacen hincapié en distintos ámbitos de la sociedad urbana; sin
embargo, la primera de ellas es la utilizada al momento de hablar de una urbanización.

La implicación de tomar tal definición para entender el fenómeno urbano nos da a enten-
der que los análisis de la sociedad son enfocados en la movilización de grupos sociales hacia un
espacio donde ocurre un desarrollo o el desarrollo de los espacios precarios. De esta manera po-
demos ver que el discurso de la urbanización va en función de un “desarrollo”, tomando lo urbano
como los espacios desarrollados y lo rural como un espacio de transición a espacios más avanza-
dos o modernos. Por lo tanto, lo urbano y lo rural se puede entender como dos polos de desarrollo,
donde lo urbano es el lado más desarrollado y lo rural como un espacio de transición a lo urbano.

Esta visión de lo urbano puede ser tomada como un estandarte para delimitar las accio-
nes a desarrollar, estas acciones son en función de un “desarrollo de la sociedad” tomando al

CAPÍTULO viii 907


urbanismo como una herramienta de modernización. Dicho urbanismo busca “urbanizar” todo
espacio que pueda ser “urbanizable”, ya que en la visión con la que se comprende la realidad
se generan dichas acciones con el fin de mejorar la calidad de vida de la sociedad. Partiendo
de la primicia de que los polos opuestos del desarrollo, son en este caso lo urbano y lo rural;
por lo tanto, la urbanización busca la absorción del espacio rural para transformarlo en urbano.
Este interés por lo rural como espacio de transformación nace de un desinterés del urbanismo
por los espacios rurales, el cual es planteado por Massiah y Tribillon de la siguiente manera:

Lo que está dentro de la ciudad pasa a ser objeto del urbanismo, en cuanto a
lo que está “fuera de la ciudad” eso pertenece a alguien distinto, al habilitador
rural que según suponemos practica en su propio campo una especie de “rura-
lismo”, del que no queremos saber nada (Massiah y Tribillon, 1993, p. 104).

En esta cita podemos ver un concepto que es utilizado a la par cuando se habla de ur-
banismo, este concepto es ciudad, el cual en términos simples puede ser definido como “un
establecimiento relativamente grande, denso y permanente de individuos socialmente heterogé-
neos” (Wirth, 2005). Estos dos conceptos en muchas ocasiones son utilizados como sinónimos
o de igual manera, dentro del mismo discurso, ya sea académico o administrativo se hace la dis-
tinción de polos opuestos a ciudad/campo como urbano/rural. Está de más decir que tales defi-
niciones están caracterizadas por los mismos componentes o factores tanto demográficos como
económicos, tanto la ciudad como lo urbano están comprendidos como espacios desarrollados y
a contraposición tenemos el campo y lo rural que se encuentran del lado contrario de la balanza.

Por lo tanto, como primera crítica podemos mencionar la delimitación del objeto de
estudio del urbanismo, ¿Se puede decir que el urbanismo sólo se debe encargar de los espacios
urbanos y ver lo rural como espacio de urbanización?

Este discurso encontrado en el urbanismo moderno toma su esencia del sistema eco-
nómico imperante en la actualidad, el capitalismo, el cual en su lógica productiva y auto re-
productiva busca su renovación y pertenencia en la sociedad, esto a través de la modernidad.
Zygmun Bauman retoma y replantea dos conceptos tomados de Claude Lévi-Strauss de su libro
Tristes Tropiques, estos son lo émico (la antropoémica) y lo fágico (la antropofágica), son
estrategias para enfrentar la otredad de los “otros”, en la primera se busca la expulsión de los
otros o su marginación en espacios delimitados para mantenerlos ubicados en un determinado
lugar y la segunda estrategia (en la cual nos centraremos), es la absorción de dichos cuerpos

CAPÍTULO viii 908


extraños para convertirlos en cuerpo y espíritu a imagen propia (Bauman, 2015). Por lo que,
siguiendo la misma línea de ideas podemos mencionar que el urbanismo dentro de esta visión
moderna busca la eliminación de los agentes externos a través de la absorción y asimilación de
los individuos, en este caso de los espacios denominados como rurales.

Massiah y Tribillon señalan que las características de estos dos espacios son diferen-
tes, ya que, hablando de una organización territorial y jurídica, los espacios urbanos cuentan
con una mayor estabilidad y regulación a diferencia de los espacios rurales, donde la forma
de organización es a través de contratos sociales y verbales sobre la pertenencia de las tierras
(Massiah y Tribillon, 1993). Esta “desorganización” es uno de los tópicos más importantes para
el urbanismo a tratar dentro de los espacios rurales.

Dentro de todo este estudio nos queda el cuestionarnos si todos los territorios pueden
ser abarcados desde cualquiera de estos dos conceptos, del urbano y rural. Como menciona
Pradilla (2003), estas nuevas realidades “son simplemente un estadio más en el proceso capi-
talista” o deben de generarse nuevos conceptos que expliquen de una manera más correcta las
sociedades actuales.

De esta forma podemos afirmar que el urbanismo en la actualidad se debe de dar a la


tarea de replantearse qué es lo que está haciendo, ¿qué genera esta división de los territorios y,
por lo tanto, la absorción o marginación de las sociedades denominadas rurales?

Cambios culturales

Gracias a la urbanización acelerada que se ha estado efectuando en la ciudad de Mérida


y sus alrededores, los espacios rurales como Cholul han sido los más afectados, esto debido al
choque cultural entre lo rural y lo urbano. El espacio rural es el principal afectado, ya que las
dinámicas sociales y económicas se ven modificadas por el choque cultural, esto debido a que
una de las características de lo urbano es la absorción de los agentes externos. Por lo tanto, para
fines de este trabajo se dividieron los cambios culturales que se han dado en Cholul basados en
la división de las dimensiones de la cultura planteados por Molano (2007).

Modo de vivir

La relación hombre-naturaleza ha sido uno de los principales puntos modificados debi-

CAPÍTULO viii 909


do al choque de culturas, para las comunidades mayas dicha relación es vital para su cosmovi-
sión, ya que el desarrollo de gran parte de su estilo de vida gira alrededor de dicho elemento.
Quintal (2003) señala que el monte o k’aax, es de gran importancia para la reproducción
cultural de los pueblos mayas, partiendo de esta idea el estilo de vida urbano choca con las
características que se le atribuyen al monte.

Podemos notar que, para un ciudadano, el terreno se percibe como una extensión de
tierra que puede ser vendida o desarrollada en términos capitalistas, esta visión se aleja de
la concepción sagrada atribuida por los mayas. El trabajo en el campo representaba para los
indígenas mayas su principal medio de producción económica y alimenticia, al igual que un
apego a las costumbres y tradiciones que los ligan con sus ancestros y sus divinidades, por
lo que la inmersión de un sistema ideológico occidental rompe con las raíces que ligaban al
poblado con su cultura.

En el caso de Cholul su cercanía con la ciudad de Mérida y la inmersión en el mer-


cado laboral de la capital, modificaron las actividades económicas de la comisaría en rela-
ción al trabajo de los hombres, los cuales pasaron de emplearse y trabajar la tierra al sector
secundario y terciario empleando en su mayoría en la ciudad de Mérida; las mujeres, por su
parte, en menor participan en dicho mercado siendo empleadas de igual manera en el sector
secundario y terciario. Tales cambios generaron un abandono de ciertas tradiciones, como es
el caso de Cha´chaak, en el cual ya no se celebra más debido a su carácter agrario y a que ya
casi no existen montes en el pueblo y nadie se dedica al campo. Dicho ritual era realizado al
principio de la época de lluvias para pedir buenas cosechas.

De igual manera el uso de la lengua maya en el poblado ha sido víctima de la trasfor-


mación cultural. En la actualidad el sector de la población perteneciente a las edades de 20 a
40 años ha dejado a un lado el uso de la legua maya, debido a la idea que se tiene en gran parte
de la ciudad de Mérida y en algunos poblados, de representar un subdesarrollo por parte de los
maya hablantes, por lo que la cercanía con la ciudad y búsqueda de pertenencia a los grupos
sociales “más desarrollados” copian la ideología de los citadinos y segregan o rehúyen de sus
raíces, no solo mayas, sino también de sus raíces pertenecientes al poblado de Cholul.

Cohesión social

En los poblados uno de los espacios principales para la convivencia es el espacio pú-
blico, en este caso no solo se hace mención a los parques sino a todo espacio público, las ca-

CAPÍTULO viii 910


lles, parques, mercado, etc. En estos lugares se da la principal interacción entre los habitantes
del poblado. Las calles son los principales lugares donde se desarrollan estas actividades, ya
que estos representan la mayor cantidad de espacio público y la conexión entre las viviendas;
su uso va desde la plática entre vecinos hasta niños jugando en ella.

La facilidad de apropiarse de estos espacios es debido a la poca circulación de autos


motorizados y de la familiaridad de las personas, lo cual lleva a poder confiar en las personas
que los rodean. No obstante, en los últimos años con el arribo de las personas provenien-
tes de la ciudad y de otros estados al poblado, la familiaridad se ha ido perdiendo debido a
que muchos de los nuevos pobladores construyen grandes muros, los cuales no permiten la
comunicación con las viviendas vecinas, lo cual genera que por parte de los pobladores se
desconfíe de sus vecinos. De igual manera muchos de estos nuevos habitantes traen consigo
automóviles al poblado, dando pie a una mayor circulación de automóviles en las calles y
percepción de inseguridad.

De igual manera muchas de las costumbres y tradiciones que se llevaban a cabo en


la comisaría han sido modificadas o han sido erradicas debido a la transformación de la pro-
ducción económica, ya que en algunas ocasiones éstas estaban ligadas al trabajo en el campo.
En Cholul se festejan 3 fiestas de las cuales en 2 de ellas son a la virgen de Asunción, en los
meses de abril y agosto y la tercera, a la de virgen de Guadalupe en diciembre. Jimena Ro-
dríguez menciona lo siguiente de estas festividades:

Las celebraciones de agosto y diciembre no son muy antiguas: comenzaron


a realizarse hace 10 o 15 años, cuando la gente comenzaba a disponer de
más recursos en efectivo, a raíz del incremento de la migración pendular a
la ciudad de Mérida. Sin embargo, los entrevistados también afirman que
ahora están mucho más enfocadas en la corrida de toros y la parte lúdica del
evento y cada vez menos en el aspecto religioso, lo que conlleva otra des-
ventaja: ahora se distribuye y consume mucho más alcohol, lo que implica
una problemática distinta” (Rodriguez, 2011, p. 101)

La construcción del tablado para las corridas de toros juega un papel importante en el
traspaso de conocimiento, tradiciones, comportamientos comunitarios, entre otros, ya que la
construcción se hace comunitariamente y cada uno de los perteneciente a la sociedad de “pal-
queros” tiene derecho a ocupar un palco, por lo que invitan a sus familiares a la construcción
del ruedo, lo cual desarrolla un unión y comunidad entre los familiares.

CAPÍTULO viii 911


Imagen 1.

Construcción del tablado para las corridas de toros en la comisaría de Cholul, Mérida

Fotografía: Miguel Bote

Equilibrio territorial

El centro del poblado siempre ha fungido como centro de reunión social, o de activida-
des culturales y religiosas, como mencionamos anteriormente; en estos espacios se dan las fies-
tas del pueblo, las cuales involucran la parte religiosa y lúdica de las festividades, la configura-
ción física del lugar representaba para los habitantes un lugar comunal, que era perteneciente a
todos los pobladores. La configuración principal del centro del poblado en sus inicios y la cual
se había mantenido hasta hace algunos años consistía en distribuir las viviendas alrededor de
la iglesia, la cual se encontraba en el centro, también contaban con oficinas administrativas y
el mercado, que se encontraban de igual manera en el cinturón que rodeaba a la iglesia. Esta
configuración generaba que el centro del poblado pueda ser comunal, ya que, para los habitan-
tes, el espacio público es un punto importante para la convivencia. El centro contaba con las
características físicas y de expansión perfecto para la reunión y convivencia de los pobladores.

CAPÍTULO viii 912


Imagen 2.

Templo ubicado en la plaza principal de la comisaría de Cholul, Mérida

Fotografía: Miguel Bote

En los años más recientes, con la cercanía de la ciudad de Mérida y la inserción de un


modelo urbano para la planificación territorial, el centro del poblado se ha visto modificado:
comercios que corresponden a un estilo de vida urbano se empiezan a construir en el centro,
viviendas de alto nivel económico son parte de la realidad del poblado. Los habitantes del poblado
encuentran en estas edificaciones y cambios un estilo de vida diferente a la que desarrollaban en la
comisaría, el desapego a los símbolos que representaban al poblado ha generado que dicho cambio
generacional se dé con mayor rapidez. Lo que anteriormente para los pobladores era un espacio que
los identificaba se ha visto cambiado llevando a concebirlo más como un espacio que representa
modernidad y desarrollo.

Creación de riqueza y empleo

Debido a la caída del henequén y el poco apoyo al campo por parte del gobierno, como tam-

CAPÍTULO viii 913


bién la compra de los terrenos en Cholul, el poblado ha pasado de ser propiedad del pueblo a estar
en la actualidad totalmente privatizado. La privatización del campo representa para los pobladores
un cambio en sus actividades económicas, ya que el poblado anteriormente vivía de la producción
del henequén y en su caída pasó a albergar granjas porcinas; no obstante, la mala administración y
la falta de conocimiento en los temas de crianza de animales llevó a la desaparición de éstas, por lo
que los habitantes tuvieron que buscar emplearse en el sector secundario y terciario en la ciudad de
Mérida.

Con esto podemos darnos cuenta que las dinámicas económicas y socioculturales dentro del
espacio de Cholul han cambiado con el paso de los años, dando lugar a una serie de actividades y
formas de pensar que no se pueden encasillar en lo rural o lo urbano de manera estricta. La gente no
sólo ha modificado su fuente de ingresos, sino también las características de su consumo y ciertos
aspectos de las relaciones que establece entre parientes y vecinos. “El resultado son modos de vida
cambiantes, diferentes a la concepción tradicional de pueblerino, pero también a la de urbano” (Es-
trada, 2002, p. 30).

Resultados

Como menciona Molano (2007), la identidad cultural de una sociedad surge, se reafirma y
es evidente necesariamente, frente a otra cultura diferente. En este sentido se ha identificado que en
la comisaría de Cholul esta identidad cultural se ha ido debilitado frente a la entrada de la cultura
urbana moderna proveniente de la ciudad, lo cual se puede identificar en las nuevas generaciones.
La continua expansión urbana de las ciudades, como Mérida, debido a los procesos de urbanización,
ha generado que espacios rurales cercanos a estas, como Cholul, transformen sus dinámicas sociales
debido a la incidencia de la cultura moderna, la relación comercial y la oportunidad de empleos que
ofrecen para los habitantes de dicha comunidad. Por lo tanto, la lógica de la urbanización, es expan-
dir su influencia y “urbanizar” aquellos territorios que antes se consideraban rurales, por lo que esta
urbanización, no sólo tiene efectos territoriales, sino socioeconómicos y culturales.

En este sentido, comisaría de Cholul, se ha estado convertido en una zona dependiente de


la Ciudad de Mérida debido a la conurbación paulatina, con esto ha adaptado prácticas y formas de
vida da la misma, dejando a un lado aquellas que por mucho tiempo tuvieron. Esto se ve reflejado
tanto a nivel cultural con las tradiciones y costumbres que se han modificado, tales como las fiestas
patronales o la vestimenta y el lenguaje, que de una u otra forma se han empezado a tomar como
sinónimo de retraso, pobreza, marginación, etcétera, y a partir de lo anterior adquiriendo nuevas

CAPÍTULO viii 914


modas y dejando de enseñar a los jóvenes aquella lengua que nuestra civilización siempre uso para
comunicarse. Otro ejemplo es la pérdida de los solares mayas donde las comunidades auto produ-
cían aquellos productos que ellos mismos consumían, sin tener que recurrir a comercializadoras de
alimentos, pues ellos generaban sus propios alimentos sin tener que recurrir a establecimientos como
supermercados o tiendas de autoservicio para obtenerlos; esto ocurre actualmente con la existencia
de tiendas de autoservicio, así como de supermercados a escasos 10 minutos del poblado.

A nivel territorial estas transformaciones se ven reflejadas en la tipología de vivienda que se


ha adoptado, ya que actualmente los habitantes buscan construir viviendas con un estilo arquitectó-
nico moderno, rezagando el estilo tradicional, de tal manera que se toman por ejemplo viviendas de
nivel residencial ubicadas en las periferias de esta comisaría, pertenecientes a un sector socioeconó-
mico alto. De igual manera, los efectos territoriales se pueden hacer notar en la pérdida de terrenos
ejidales debido a la venta de estos a particulares, lo que trae consigo nuevos habitantes dentro de la
comisaría que en el mayor de los casos provenientes de otras entidades federativas e incluso de otros
países, lo que trae consigo nuevas dinámicas sociales y culturales dentro de la comisaría.

Imagen 3.

Tipología de vivienda moderna en la comisaría de Cholul, Mérida

Fuente: Fotografía propia de Miguel Bote

Por último un factor que incide en las transformaciones culturales dentro de la comisa-

CAPÍTULO viii 915


ría de Cholul, es la carencia de instrumentos normativos que regulen la conurbación de estos
poblados con la ciudad de Mérida, ya que de esta forma, los efectos socioculturales de esta
se mitigarían; sin mencionar la constante lucha de poder entre los partidos políticos, que ha
afectado en el desarrollo de la comunidad, pues no han sabido aprovechar o reforzar aquellos
planes de acción que se han propuesto a lo largo del tiempo y, por lo contrario, esto se ha vuelto
una guerra entre los mismos para destacar uno del otro, dejando a un lado las necesidades de la
comunidad y dejándose llevar por el favoritismo.

Conclusión

En conclusión, podemos mencionar que la transformación de la identidad cultural den-


tro de la comisaría de Cholul debido a la paulatina conurbación con Merida tiene diferentes
matices, entre ellos los más importantes están el cultural, el territorial y el social.

Sin duda alguna, no podemos dejar esta situación a un lado e ignorar lo que está ocu-
rriendo en comisarías como Cholul; por lo tanto, consideramos necesario el abordaje puntual
y crítico sobre estas problemáticas para aportar y brindar soluciones para una planificación ur-
bana más certera, la cual pueda contemplar todos estos procesos de transformación que se dan
en sociedades rurales y urbanas a la vez. De igual forma es necesario actuar de forma puntual
en la ideología de la sociedad que habita en Cholul, acerca de sus tradiciones y costumbres, ya
que al ser reforzadas estas sería más difícil que permee la concepción de pobreza y marginación
que se ha adquirido.

Cholul sólo es la punta del iceberg de la conurbación y expansión demográfica y territo-


rial que está viviendo la ciudad de Mérida, reconocer estos procesos nos ayudarán a visualizar
las líneas estratégicas a futuro para una mejor planeación y reorganización de la ciudad y sus
aledaños.

CAPÍTULO viii 916


Obra citada

Baños, O. (1991). “México rural postcampesino”. Nueva Antropología, no. 39, pp. 115-131.

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CAPÍTULO viii 917


ARTE, CULTURA Y SOCIEDAD

Coordinador

Tarik Torres Mojica

CAPÍTuLO ix
ARTE, CULTURA Y SOCIEDAD

Coordinador

Tarik Torres Mojica

En este capítulo hay proyectos de investigación que abordan problemas de la teorización


y estudio histórico de las artes visuales y otros lenguajes artísticos, así como obra y pro-
ducción artística, desde el contexto de la trans e interdisciplina.

CAPÍTULO ix 919
Imágenes de la fe. Significado sociocultural de
las imágenes de la Virgen de Guadalupe en calles
de la ciudad de San Luis Potosí en la actualidad

José Guadalupe Rivera González1

Resumen:La ponencia aborda el tema de las imágenes de la virgen de Guadalupe que han sido
pintadas en bardas/fachadas de casas habitación en diferentes colonias populares en la ciudad
de San Luis Potosí. 485 años después de la aparición de la Virgen de Guadalupe al indio Juan
Diego en el cerro del Tepeyac, la imagen de la “Santa Patrona de México” sigue haciéndose
presente en infinidad de formas, colores y presentaciones.
Actualmente la imagen de la virgen sigue teniendo una importante presencia entre la población.
Lo novedoso es que esta es una presencia que ha salido de los templos católicos y su imagen
también está fuera del control de la jerarquía católica. Si en la época virreinal la Iglesia esta-
bleció un control sobre la producción de las imágenes religiosas que se veneraban dentro y
fuera de los templos, en la actualidad las cosas han cambiado de manera dramática, ya que hoy
la imagen de la virgen se recrea en bardas, fachadas, callejones, camellones y ahí convive con
otras manifestaciones del arte callejero como son las pintas de graffiti o comparte el altar o la
pared con otras imágenes religiosas o no religiosas. Las calles son testigos de la construcción
sincrética que caracteriza al culto que el pueblo le manifiesta a la virgen. En ello destacan la
variedad de colores, variedad de mensajes y leyendas con que la población acompaña a muchas
de las imágenes que ellos mismos crean y dan vida. No obstante, esta significativa presencia,
hay un escaso interés por parte de investigadores en conocer el significado de estas imágenes de
la virgen. En este sentido la información que se presenta en la ponencia, pretende dar respuesta
a las siguientes preguntas: ¿Cuál ha sido la historia de la presencia de las imágenes de la virgen
de Guadalupe en la ciudad de SLP?; ¿qué representa la imagen de la virgen de Guadalupe para
ciudadano potosino en el siglo XXI?; ¿quiénes son los autores de las imágenes?

Palabras clave: Virgen de Guadalupe, devoción, religiosidad popular.

1
Profesor/Investigador de la Facultad Ciencias Sociales y Humanidades. Universidad Autónoma de San Luis
Potosí. Email: joserivera@uaslp.mx

CAPÍTULO ix 920
Summary:The paper addresses the issue of the images of the Virgin of Guadalupe that have been
painted on fences/room facades of houses in different neighborhoods in the city of San Luis Poto-
si. 485 years after the appearance of the Virgin of Guadalupe to the Indian Juan Diego on the hill
of Tepeyac, the image of the “patron saint of Mexico” is being present in myriad shapes, colors
and presentations.
Nowadays the image of the Virgin still has an important presence among the population, the nov-
elty is that this is a presence that has left Catholic churches and its image is also beyond the con-
trol of the Catholic hierarchy. If the colonial era church established a control over the production
of religious images that are worshiped inside and outside the temples, now things have changed
dramatically, because today the image of the Virgin recreates fences facades, alleys, medians
and there coexists with other forms of street art like graffiti pints or share the altar wall or other
religious or nonreligious images. The streets are witnessing the construction that characterizes
syncretic cult that the people will manifest the virgin. It highlights the variety of colors, variety of
messages and legends with which the population accompanies many of the images they create and
give life. However, this significant presence, there is little interest from researchers in the meaning
of these images of the virgin. In this sense, the information presented in the paper, aims to answer
the following questions: What has been the history of the presence of images of the Virgin of Gua-
dalupe in the city of SLP?; what does the image of the Virgin of Guadalupe to San Luis citizen in
the twenty-first century?; who are the authors of the images?

Keywords: Virgin of Guadalupe, devotion, popular piety.

Introducción: “No estoy yo aquí que soy tu madre”. Presencias y significados de la virgen
de Guadalupe en la sociedad mexicana

La imagen de la virgen de Guadalupe ha estado presente en momentos clave de la


historia social, cultural, religiosa y política de nuestro país. La virgen de Guadalupe se
hizo presente desde el momento de la fundación del periodo novo-hispano, pasando por el
movimiento armado que inicio la larga batalla para alcanzar la independencia de la corona
española, hasta llegar a ser parte de la llamada conciencia nacional mexicana (Báez-Jorge,
1998).

La imagen de la virgen de Guadalupe ha transitado desde la época de la Nueva Es-


paña y ha llegado hasta nuestros días con una enorme vitalidad-fuerza. La imagen de la vir-
gen se hace presente de muchas formas, de diversas maneras y en múltiples espacios, sean
estos públicos y privados. Cada época, cada región, ha hecho una apropiación particular de
la virgen. En la historia encontramos la imagen plasmada en el ayate-tilma del indio nahua
Juan Diego. Desde su aparición hace casi 500 años, el fenómeno guadalupano está ligado a
la devoción entre los indígenas, quienes desde esas épocas han sido víctimas de la exclusión

CAPÍTULO ix 921
y la marginación socioeconómica y política. La población indígena durante la época de la
conquista fueron testigos de un proceso de reformulación-restructuración de su mundo. Bajo
esas circunstancias, los indígenas encontraron refugio en la imagen de la virgen morena en
sus 4 apariciones y en su imagen morena encontraron consuelo, bienestar y palabras de amor
y de aliento (Lafayet, 2000; Nebel, 2002).

Siglos después aparece en el estandarte que porta el cura Hidalgo en el inicio de la


rebelión que buscaba la independencia de la Nueva España de la corona española. 100 años
después, la imagen de la virgen vuelve a estar en el campo de batalla. Ahora la vemos en los
sombreros y escapularios de los campesinos revolucionarios zapatistas que en el sur del país
participaban en el movimiento revolucionario en contra de la aristocracia porfiriana, misma
que los había despojado de sus tierras. De igual forma, años después la imagen de la virgen
sería la compañera de los cristeros en su lucha en contra del centralismo establecido por el
grupo de generales victoriosos en la última fase de la lucha armada que asoló al país durante
una larga década. Años después, la virgen de Guadalupe se volvería una compañera de viaje
de millones de migrantes campesinos en su travesía al norte en la búsqueda de una nueva
vida. En tiempos recientes la encontramos tatuada en la piel de los jóvenes. Pero también
está en las bardas de las colonias populares, la encontramos también en la celda de un preso,
en las joyas de una persona adinerada, en la parte trasera de un vehículo, dentro de una fon-
da, dentro de una estética, al interior de una cantina, una pulquería y un antro.

¿Qué representa la imagen de la virgen de Guadalupe para el pueblo mexicano?

• Referente primordial la identidad del indio, del criollo y del mestizo.

• Mediadora entre los hombres y Dios.

• Mediadora entre los indios y los reyes.

• Mediadora entre indio, el criollo y el mestizo.

• Referente en el proceso de construcción de la unidad nacional.

• Es definida como la madre de los mexicanos.

• Es la expresión nacional más evidente.

• Es el refugio de los desamparados.

• Escudo de los débiles.

CAPÍTULO ix 922
• Madre de los huérfanos: los indígenas y los pobres de México.

• Intermediaria entre los desprotegidos, desheredados y el poder celestial.

• La virgen fue y es un referente de unidad en un México plagado de enormes desigual-


dades políticas y económicas.

• Reyna de México.

• Emperatriz de América.

Ya en tiempos más recientes, la virgen se hace presente ya no sólo en el interior de los


espacios de los templos católicos. Aunque desde hace mucho años atrás es bajada y sacada
de su templo para ser trasladada, acompañada de fieles y párrocos, por las calles de la ciudad
y llegar a la catedral, y luego hacer el mismo recorrido para regresarla a su hogar, en la Basí-
lica. Sin embargo, un fenómeno que es mucho más reciente es la presencia de imágenes que
son pintadas por los vecinos. Lo anterior se puede constatar cuando uno sale a caminar por
calles de los barrios añejos de la ciudad de San Luis Potosí y por otras colonias populares
de reciente formación y en donde resulta muy común encontrar una cantidad importante de
imágenes de la guadalupana y de otras vírgenes y santos de la religión católica que han sido
plasmadas en muros-bardas en el exterior de casas y negocios. Sin embargo, la historia de
la presencia de la imagen de la virgen en la capital de San Luis Potosí empezó hace mucho
tiempo atrás. En las siguientes líneas trataré de recuperar algo de esa larga historia entre la
virgen y la ciudad de San Luis Potosí y una parte de sus habitantes.

Historia del culto y devoción a la virgen de Guadalupe en San Luis Potosí

En el año de 1894 el historiador potosino Manuel Muro publicó un texto al cual tituló
Historia del Santuario de Guadalupe de San Luis Potosí. Según lo que señala Muro (1894),
el primer lugar en donde se le rindió culto a la imagen de la virgen de Guadalupe fue en un
altar de la iglesia de San Francisco, y era una imagen que llegó a San Luis Potosí por medio
del R.P. Fray Juan Lazcano. Lo anterior ocurrió en la década de los ochenta del siglo XVI. El
mismo historiador destaca que esta misma imagen sería trasladada a una ermita construida
exclusivamente para su culto. La construcción de dicha ermita se concluyó a finales del año
de 1661, pero sería hasta los primeros meses del siguiente año -1662-, cuando la imagen fue

CAPÍTULO ix 923
depositada en este nuevo lugar en donde se le estaría rindiendo culto y devoción por parte
del pueblo potosino. Tanta fue la fe y devoción que habría de ganar entre la población poto-
sina, que el día 23 de noviembre de 1737 la virgen de Guadalupe fue declarada patrona de
la ciudad de San Luis Potosí y también se declaró el día 12 de diciembre como la fecha para
su festejo. Desde ese entonces la parte del culto y las celebraciones se realizaban dentro y
fuera del templo.

En el texto ya citado, se informa que en una sesión del cabildo con fecha de 28 de
junio de 1771 se acordó que la imagen de la virgen fuera bajada de su altar y sacada de su
templo para llevarla en procesión por las calles de la ciudad, ello con la intención de que
ayudara-intercediera para resolver los problemas de la población. En ese entonces fue el
problema de la sequía y los efectos entre la población y sus actividades principalmente la
agricultura y la ganadería. A estas prácticas se le dio el nombre de la “bajada” de la virgen.
Lo relevante de estas bajadas es que eran las autoridades eclesiásticas y del ayuntamiento
las encargadas de organizar estas ceremonias y en ellas se involucraba a gran cantidad de
personas de la comunidad. Al bajarla y sacarla de su templo, a la imagen se le hacían rosa-
rios para que ayudara a resolver los problemas que la población de la ciudad enfrentaba. El
mismo año de 1771, en concreto el día 2 de octubre, la virgen de Guadalupe fue proclamada
como patrona de minas y aguas de la ciudad de San Luis Potosí.

Al igual que lo que había ocurrido tiempo atrás, la ermita que se había construido,
era ya de tamaño insuficiente para recibir las muestras de fe de la población, además de que
la ermita se encontraba en mal estado. Por lo tanto, se hizo necesario iniciar la construcción
de un templo más amplio. Para ello sería clave la aportación que dejaría el Sr. Manuel Fer-
nández Quiroz quien antes de morir dejó una donación de $5,000 que se emplearían para la
ampliación del templo. Teniendo estos fondos como punto de partida, se dio inicio a la cons-
trucción del nuevo santuario de la virgen de Guadalupe. Para ello, el día 27 de septiembre
de 1772 se colocó la primera piedra. Al documentar el proceso de la construcción del nuevo
templo, el historiador Muro destaca que fueron pocos los apoyos que se recibieron de fami-
lias de la clase alta, mientras que por parte de las clases populares se registró un importante
apoyo. Es decir, fueron las aportaciones provenientes del pueblo con lo que se pudo asegurar
la conclusión de la obra del santuario de la virgen de Guadalupe.

Finalmente, a finales de 1799, cuando se concluyó todo el interior de la obra, sólo


quedaban pendientes las torres. La primera misa en el santuario fue dada el 9 de octubre del
año de 1800. Por lo tanto, una vez que la imagen fue trasladada al santuario, la celebración
de los novenarios y la misa del día 12 de diciembre, se convirtieron en una fiesta muy con-

CAPÍTULO ix 924
currida en la ciudad.

Un hecho significativo en la historia de la imagen de la virgen de Guadalupe en la


ciudad de San Luis Potosí fue el que sucedió el 3 de junio de 1838, fecha en la que se incen-
dió la imagen. Ante esta situación fue que se solicitó su reposición al presidente de la Repú-
blica, el entonces presidente de la República Anastasio Bustamante. Después de las gestio-
nes hechas ante las autoridades eclesiásticas en la Ciudad de México, la nueva imagen llegó
a la ciudad el día 1 de diciembre de 1838. Es esta la imagen que actualmente se encuentra en
el altar del santuario. En esos años, destaca el historiador Muro, el hecho de la importante
participación ciudadana en las celebraciones que se realizaban con motivo de los rosarios
con motivo de la llamada “bajada de la virgen” y la celebración de cada 12 de diciembre.

La población participaba adornando las calles y también para que estas contaran con
la iluminación adecuada durante el trayecto de la imagen por la calles de la ciudad. Cabe des-
tacar que esta es una tradición que aún se sigue llevando a cabo en la ciudad de San Luis Po-
tosí. Actualmente se baja a la imagen del altar de la Basílica Santuario de Nuestra Señora de
Guadalupe para ser trasladada a la Catedral. En el 2016 el traslado de la imagen se realizó el
8 de mayo y su regreso a la Basílica fue el 15 de mayo. En esa ocasión la imagen fue acompa-
ñada por una banda de guerra de una institución educativa, un grupo de danzantes, párrocos
de la Basílica y por un nutrido grupo de fieles quienes a lo largo del trayecto acompañaron
con rezos y pólvora el caminar de la virgen por calles y avenidas de la capital potosina.

La guerra de las imágenes: la lucha por el control de las imágenes


de la virgen de Guadalupe

La presencia de las imágenes católicas fueron clave en el proceso de evangelización


de los territorios que darían paso a la conformación de la Nueva España. En esa tarea la ima-
gen de la virgen de Guadalupe jugó un papel clave. La presencia de esta imagen en el seno
de la sociedad virreinal fue algo que no fue aceptado de buena manera por todos los sectores
de la Iglesia. Hubo algunos clérigos que no lo asimilaron y que vieron siempre con mucha
desconfianza el fervor con que era vista, en especial por la población indígena, quien resultó
ser el sector de la población que mayoritariamente acudía a los templo y le rendía culto y
quienes manifestarían mayor devoción por los milagros recibidos. Una consecuencia de lo
anterior fue que el Santo Oficio se vio en la necesidad de establecer un férreo control en la
producción de las imágenes, ya que en ocasiones la población generaba imágenes que se sa-

CAPÍTULO ix 925
lían de los cánones de lo estético y que no cumplían con lo que ellos establecían. Además de
que esas imágenes servían de pretexto para que la población generara cultos que terminaban
en actos que degeneraban la verdadera fe. Lo anterior nos habla del interés que en algunos
momentos tuvieron algunos sectores al interior de la Iglesia Católica para ejercer un control
en el proceso de creación de imágenes religiosas, ya que había una anarquía en la producción
de las mismas, y muchas resultaban ser imágenes de muy mala calidad, además muchas de
ellas rayaban en lo indecente de su contenido, lo cual terminaba por estimular las supersti-
ciones. Por ello la Inquisición estableció que todos los frescos, los retablos y los cuadros de
los santuarios de la Nueva España tenían que ser “visitados” para conferirles una apariencia
más acorde con lo establecido por la ortodoxia o, abiertamente, eliminar las obras apócrifas
o indecentes. Asimismo, los santuarios “superfluos” fueron condenados a desaparecer bajo la
piqueta de los demoledores enviados por los personeros nombrados por los inquisidores.

En esta lucha, hubo personalidades eclesiásticas como el arzobispo de Montúfar, quien


fue un promotor de las imágenes de la virgen de Guadalupe, con ello fomentó el culto. Él fue
quien ordenó, impuso y difundió el culto a la virgen, lo que generó una importante devoción
entre diferentes sectores de la población de la Nueva España. Gracias a la intervención del
arzobispo de Montúfar se buscó que los indígenas y mestizos se familiarizaran con la religión
católica y el mundo que traían los europeos. Sin embargo, algunos sectores de la Iglesia Cató-
lica se empeñaron en seguir ignorando la realidad del mundo indígena-campesino y rechazaron
la realidad religiosa que se construía en y desde los barrios.

A pesar de los desencuentros que se lograron observar entre diferentes miembros


de la Iglesia Católica, fue un hecho que el culto a la virgen de Guadalupe recibió un nuevo
impulso, lo anterior fue partir de los trabajos que desarrollaron un grupo de sacerdotes,
teólogos, inquisidores y de altos dignatarios de la Iglesia para propagar su culto entre
amplios sectores de la población virreinal. Sin duda que esta situación no fue más que un
claro reflejo de los conflictos y rivalidades que se generaron en el seno del catolicismo du-
rante el periodo virreinal, sin embargo la imagen guadalupana salió fortalecida y con una
presencia en la fe y devoción de amplio sectores de la población (Gruzinski, 2003, p. 160).

La imagen de la virgen de Guadalupe pintada en retablos y exvotos

En nuestro país existe una antigua tradición de pintar imágenes religiosas como
parte del culto popular que se manifiesta por parte del devoto-fiel hacia ciertas imágenes

CAPÍTULO ix 926
de santos-vírgenes de la religión católica. Ejemplo de esa añeja tradición son los retablos
y los exvotos de santos y numerosas vírgenes. Respecto a la costumbre de los fieles de
pintar imágenes, en el trabajo de Oresta López y Moisés Gámez sobre los exvotos en San
Luis Potosí se señala que durante el periodo colonial algunos indios pintaban en sus casas
y en otras partes fuera de la regulación de la Escuela de Artes y Oficios y sin estar exami-
nados, es decir fuera del control en la producción de arte, sobre todo religioso (López y
Gámez, 2002). Estas obras eran consideradas sin mucho valor, sin la perfección requerida,
en oprobio y mal servicio de Dios. Me parece relevante este punto, ya que podemos re-
flexionar sobre lo imprescindible que es analizar la evolución de las imágenes religiosas:
primero quedaron plasmadas en retablos; bastidores, lienzos, láminas y en la actualidad
en bardas-paredes pintadas por los propios creyentes-vecinos fuera del control de curas o
de la jerarquía católica.

Otro texto que habla sobre las imágenes religiosas plasmadas en forma de exvotos
es el que escribieron Jorge Duran y Douglas S. Massey. En esta obra los autores señalan
que en los exvotos se representan las situaciones de peligro y alegrías que experimentan
las personas. En el caso particular que estudian estos investigadores, se hace referencia a
los exvotos generados a partir de la experiencia de los migrantes mexicanos a los Estados
Unidos. En esa historia de la migración y de los migrantes, la virgen de Guadalupe se vol-
vería una compañera de viaje de millones de mexicanos salidos desde sus comunidades
campesinas o desde las urbes, en su larga y peligrosa travesía hacia el norte, con la mira
de construir una nueva vida lejos del terruño, pero llevando siempre a la imagen y la fe en
la virgen. Dan cuenta de ellos los cientos de exvotos que podemos ver todavía en muchos
templos católicos, en donde los migrantes agradecen por la ayuda o la intervención divina
para no ser atrapados por la patrulla fronteriza o dan las gracias por haber recuperado la
salud en algún accidente lejos de la tierra y de la familia (Duran y Massey, 2001).

Así como en los tiempos posteriores a la conquista, los indígenas encontraron en la


imagen de la virgen apoyo y consuelo, lo mismo sucede hoy con los migrantes, quienes des-
de hace mucho tiempo han sabido regresar a la parroquia de su pueblo o al lugar en donde
se encuentre alguna imagen a la que le profesan fe y devoción para llevar el exvoto como
forma de agradecimiento

Ante lo expuesto, ¿podríamos considerar a las imágenes de la virgen que son pintadas en
las calles por los vecinos como una variable de los antiguos retablos o de lo exvotos que se pin-
taban y colocaban dentro de la iglesia con la finalidad de dar gracias por algún favor recibido?

CAPÍTULO ix 927
La virgen en las calles. La presencia de la virgen en colonias de la ciudad de San Luis
Potosí en la actualidad

Al caminar o transitar por las calles y avenidas de la ciudad y poniendo atención en lo


que nos rodea, es que podemos ser testigos de la gran cantidad de imágenes de la virgen de
Guadalupe que se encuentran en distintas formas: imágenes pintadas por los vecinos, en en
nichos, altares; en mosaicos, imágenes de bulto que se encuentran en camellones de algunas
avenidas o en el interior de los hogares; adentro y fuera de negocios; en pósters, carteles,
bolsas, autos, etc. Su imagen, literalmente, ha venido a ocupar ya no solo los espacios sa-
grados dentro de los templos católicos; ahora está presente en innumerables espacios tanto
públicos como privados. Su imagen es recreada en bardas, fachadas, callejones, camellones
y ahí convive con otras manifestaciones del arte callejero como son las pintas de graffiti o
comparte el altar o la pared con otras imágenes religiosas o no religiosas. Las calles son
testigos de la construcción sincrética que caracteriza al culto que el pueblo le manifiesta a
la virgen.

Pareciera ser que la ciudad misma se transformara en un enorme templo, en don-


de la comunidad le rinde culto y devoción a su patrona en diversas maneras. En ello
destacan la variedad de colores, de mensajes y leyendas con que la población acompaña
a muchas de las imágenes que ellos mismos crean y dan vida. En esta riqueza y varie-
dad de imágenes destacan los rostros y las diferentes posturas de la virgen. Es decir, los
artistas urbanos muestran también amplia variedad de formas y estilos en cómo repre-
sentan a la virgen. Así como la imagen de la virgen ha sido un referente definitorio en
la historia de México, hoy encontramos una gama muy amplia y rica de la iconografía
de la guadalupana hecha por los mismos vecinos, gente común y corriente que carece
de una formación artística, pero que sigue depositando en la virgen una fe que lejos de
desaparecer se reafirma en momentos de incertidumbres, tensiones, crisis y de muchas
desigualdades. La amplia gama de representaciones se hacen presentes en una gran va-
riedad de formas, las cuales abarcan las que son plasmadas en los muros de las calles, es
decir aquellas que son creadas por los propios vecinos y que adquieren formas y estilos
muy coloridos, pero siempre respetando la esencia de la imagen original. No obstante,
en la creación de los vecinos se hacen también algunos ajustes, ya que se puede encon-
trar a la virgen en compañía de otras representaciones de santos o de otras vírgenes.
Además aparece también alguna decoración que le da un toque original y también puede
encontrarse alguna variación en los materiales que la comunidad utiliza en la elabora-
ción de estas imágenes.

CAPÍTULO ix 928
Imagen 1 Imagen 2

Autor: José Guadalupe Rivera González, enero, 2016 Autor: José Guadalupe Rivera González, marzo 2016

Imagen 3 Imagen 4

Autor: José Guadalupe Rivera González, marzo, 2016 Autor: José Guadalupe Rivera González. febrero, 2016

En las calles, la virgen convive cotidianamente con otras imágenes también im-
portantes que han venido tomando fuerza en la fe de los ciudadanos. Sin duda la imagen
de San Judas Tadeo es una de ellas: abogado de las causas difíciles y desesperadas, es una
imagen que en los últimos años ha ganado presencia, y devoción y fe entre la población
joven, en un contexto como el que padecen los jóvenes mexicanos, caracterizado por el
incremento de la precariedad, la desigualdad, la pobreza, la violencia, la muerte, el nar-
cotráfico y, en general, la desesperanza. Pareciera que entre más difícil es la vida para
las personas, se hace necesario que se integren una mayor cantidad de representaciones
religiosas.

CAPÍTULO ix 929
Imagen 5 Imagen 6

Autor: José Guadalupe Rivera González, febrero 2016 Autor: José Guadalupe Rivera González, enero 2016

Un aspecto que resalta al observar las imágenes de la virgen es que todas ellas son respetadas
por los jóvenes creadores de graffiti, ya que ninguna de las imágenes que fue fotografiada presentaba
daño o alteración alguna, a pesar de que la gran mayoría de las imágenes que se han encontrado de la
virgen se localizan en colonias que se distinguen por la presencia de pandillas juveniles, siendo una
caracteristica de ellos recurrir al graffiti para delimitar-marcar su territorio.

Sin embargo un punto relevante de esta iconografía de la virgen en distintos puntos de la


ciudad de San Luis Potosí es que son formas de integración o vínculos entre los vecinos, es decir, las
imágenes son el resultado de la cooperación y de la participación entre grupos de personas de la mis-
ma calle o cercana a ella. Las imágenes son retocadas o se les hacen ajustes, con ello la comunidad
participa y se integra. Esto último suele ocurrir cuando se acerca el 12 de diciembre.

También es común llevarle mañanitas a la virgen, danzantes, música, en ello la participación


de los vecinos resulta ser clave. Reitero: las imágenes generan una buena dosis de interacción que
promueve la participación de la comunidad. En algunos casos se ha observado que las vecinas se or-
ganizan para rezar el rosario cada día 12 de cada mes. Es decir, se genera una importante interacción
y vínculos entre las personas.

De igual manera, se percibe que hay una gran variedad de estilos a través de los cuales los
artistas urbanos buscan plasmar la imagen de la virgen. Algunos son muy elaborados, pero también
existen o encontramos otros que presentan trazos simples y muy modestos; no hay mucho esfuerzo
en cuidar el detalle, prevalece un esfuerzo de lo espontáneo que el esfuerzo en el detalle o lo artístico.
Estas formas de pintura religiosa que han sido pocas o escasamente valoradas, ciertamente pueden
ser modestas o copias, pero se han vuelto en un importante referente para la vida cotidiana del espa-
cio en donde han sido plasmadas y son también un referente de la fe y la devoción de aquellos que
las han plasmado en gran número de bardas/paredes en diferentes colonias de la ciudad.

CAPÍTULO ix 930
Una práctica que se ha hecho común entre los vecinos es que muchos se han dado a la tarea de
pintar imágenes de la virgen en las fachadas de las casas-habitación y negocios con la leyenda: “Por
respeto a la virgen no rayar”. En ello, la virgen también aparece como una aliada de los ciudadanos,
quienes tratan de proteger su patrimonio. Al parecer la estrategia ha dado buen resultado, ya que en las
casas en donde se tuvo oportunidad de tomar imágenes, las paredes estaban libres de graffiti.

Anteriormente cuando se reflexionó acerca de lo que se buscaba entender en la producción


de exvotos o lo que plasman en el exvoto, algunos investigadores de este tipo de pintura señalaron
que estas representaciones hacían referencia o ayudaban a entender la ausencia-distancia de las
instituciones del Estado para con los ciudadanos-fieles. Es decir, se hacía referencia a la ausencia
de médicos, jueces, seguridad pública, empleo, y en general a la escasez de oportunidades. Ante
ello aparecían las imágenes de los santos, quienes asumían la responsabilidad de dotar de certezas
en un mundo plagado de incertidumbres y múltiples necesidades terrenales. Me parece que algo
similar lo podemos argumentar para el caso de las imágenes de la virgen que son pintadas en
bardas/fachadas de casas. Ello hace referencia o alusión a la ausencia de falta de respeto de la co-
munidad hacia las propiedades y ello hace que las fachadas de casas-negocios sean víctimas de los
jóvenes quienes plasman en ellas sus mensajes o sus pintas. No hay seguridad pública suficiente
para resguardar la seguridad-tranquilidad de los barrios y se pretende que los jóvenes no dañen el
inmueble y para ello los vecinos-comerciantes encuentran en la imagen de la virgen a una aliada
y a una vigilante celestial de sus propiedades. Es decir, el cuidado del patrimonio queda en manos
de la virgen, algo que no resuelve la seguridad pública.

Imagen 7

Autor: José Guadalupe Rivera González, marzo 2016

CAPÍTULO ix 931
Las imágenes de la virgen en los entornos de las colonias populares
en San Luis Potosí

Me parece que lo que se plasma en las paredes por parte de los autores de las imá-
genes, hace referencia a lo que ocurre en el entorno social inmediato. Es decir, los vecinos
representan en imágenes una parte de la vida cotidiana que sucede en el barrio, colonia y en
las. Lo anterior queda evidenciado cuando se hace una revisión de los mensajes que son co-
locados principalmente por los jóvenes cerca de las imágenes de la virgen. Ahí quedan plas-
mados hechos o eventos que han marcado la vida de algunos miembros de alguna pandilla o
de personas que viven en las cercanías. A continuación se hace una recuperación de algunos
de estos mensajes:

• A tu recuerdo estas líneas. María llena de luz su camino y alumbra el de noso-


tros. Ten piedad de nosotros amen [sic]. Descansen en paz que yo los cuido.
Tortas y Rana (+).

• Somos nuestro propio demonio y hacemos de este mundo nuestro propio in-
fierno. Nunca tristes siempre locos.

• Sex lagartos “Descansen en paz”. Cocas, tuna y chino. Virgen de Guadalupe.

• Brenda, Esmeralda, Ratón, Laga, Rana, León, Gori, Negro, Tomas, Sireno.
Recordándolos.

• No estoy yo aquí que soy tu madre. No estas bajo mi regazo[sic]

• Oh madre nuestra ilumínanos a todos tus hijos, protégenos con tu manto de


todo peligro. Ruega por nosotros. Amén.

• Anoche te volví a soñar y ahora al despertar me puse a llorar pues ya no te


puedo abrazar. Sé que ya no te veré jamás, que no podre verte jamás y ver
tu linda faz, pues descansas en paz. Tu recuerdo me hace daño y prefiero no
volver atrás porque se [sic] que al caminar volveré a soñar. Jorge Antonio
Alvarado Alonso.

CAPÍTULO ix 932
Imagen 8 Imagen 9

Autor: José Guadalupe Rivera González, abril 2016 Autor: José Guadalupe Rivera González, abril 2016

Juventudes marginadas y religiosidad popular

En las imágenes que ahora han ocupado bardas-paredes de la capital potosina, así como
de muchas otras ciudades del país, los que buscan la protección de la virgen son los jóvenes, en
especial aquellos que forman parte de las pandillas, de los marginados y de los excluidos. Son
ellos quienes la pintan, la retocan, la festejan y le llevan música, pólvora y, por supuesto, que
le rezan. A ella se encomiendan y la virgen los acompaña y esto tiene una lógica de ser, ya que
desde siempre la imagen de la virgen a estado cerca de los más vulnerables, de los desvalidos
y los excluidos. Hoy como nunca tiene sentido y valor las palabras que le dirigió al indio Juan
Diego en una de las cuatro apariciones: “¿no estoy yo aquí que soy tu madre?”.

Recientemente en un texto publicado sobre la temática de la religiosidad popular en la


colonia Ajusco en el Distrito Federal, se advirtió que entre los jóvenes de esa colonia la reli-
giosidad se manifiesta de maneras particulares, en particular fuera de los templos, en la organi-
zación vecinal que se desarrolla en torno a la fe y a la devoción que se sigue manteniendo por
parte de los jóvenes hacia determinadas imágenes religiosas (Suárez, 2015, p. 177).

Para el caso particular de San Luis Potosí, me parece que la experiencia nos muestra que
los jóvenes han encontrado nuevas formas de acceder y participar en el culto-devoción de imá-
genes religiosas y ello lo llevan también a cabo en nuevos lugares; es decir, la socialización y
la participación religiosa no ocurre solo dentro del templo. Ellos han encontrado o han tenido
que innovar y creas nuevas formas y nuevos espacios en donde puedan experimentar su devo-
ción y su creencia.Aquí se trata de un culto que sale fuera de las iglesias y que encuentra en las

CAPÍTULO ix 933
calles-casas su principal lugar de realización-manifestación. Además, estas celebraciones salen
fuera del control de las autoridades eclesiásticas (curas-párrocos). Reitero: durante el trabajo de
campo realizado para poder tomar las imágenes de la virgen en diferentes colonias populares
de la capital potosina, pude corroborar que son los jóvenes quienes se asumen como los creado-
res y los guardianes de las imágenes de la virgen y de otras más que se encuentran en las calles
potosinas. En muchos frentes los jóvenes se sienten más inclinados y atraídos por un tipo de par-
ticipación informal, menos estructurada e institucionalizada (Hopenhayn, 2001, p. 297), pero no
por ello menos crítica. Los jóvenes construyen nuevas formas de identificación y de pertenencia.
En ello hay nuevas formas individuales o colectivas de creer. Esas formas de creer no las hayan
en las iglesias, más bien son los espacios y los cultos que ellos mismos desarrollan y crean.

Comentarios finales. Espacios urbanos, espacios sacralizados

No hay duda que en la ciudad de San Luis Potosí la población se ha dado a la tarea de
transformar muchos de los espacios públicos en lugares de adoración, culto y fe. Lo anterior
está en sintonía con lo que han demostrado recientes publicaciones en donde se ha documen-
tado la intensidad y variedad de las creencias religiosas de los colonos que habitan en colonias
populares en diversas ciudades en América Latina (Portal, 2009; Suárez, 2015; Míguez y Se-
man, 2006).

Las experiencia encontrada en San Luis así como en otras ciudades del país y de
América Latina nos muestra cómo los colonos residentes en colonias populares han venido
dotando de nuevos significados a muchos de los espacios de sus vecindarios, a la esquina,
la barda, al camellón, el árbol, las avenidas. Estos han sido espacios que se le dan nuevos
sentidos a partir de que en ellos los vecinos colocan una capilla o pintan una imagen de la
virgen de Guadalupe en la barda-fachada de su casa o su negocio. De esta manera, formas
o imágenes con un significado religioso van ocupando espacios y, por lo tanto, el espacio
se va transformado con estas imágenes de religiosidad y nace una manera de sacralizar el
espacio público. La fe y la devoción no desaparecen en los espacios urbanos; siguen siendo
experiencias públicas y se hacen presentes y podríamos decir que se acrecientan y ganan
presencia en la vida cotidiana de los vecinos en las ciudades. Las calles, las esquinas, las
bardas, lotes o terrenos baldíos, parques, y camellones, son donde los vecinos plasman y
manifiestan su fe y devoción a ciertas imágenes católicas y no católicas. La fe y la devo-
ción ya no sólo se da o queda limitada a que se viva-experimente al interior de los templos
católicos o que queden estos bajo la tutela o supervisión de alguna autoridad religiosa. Las

CAPÍTULO ix 934
diversas formas en las que la población manifiesta dicha fe y devoción es algo que encon-
tramos en la vida cotidiana de los vecinos en diferentes colonias populares en las ciudades
del país.

Es un hecho que la religiosidad popular está presente en la vida cotidiana de miles


de colonos en las ciudades en la actualidad. Es claro que ya las imágenes de la virgen de
Guadalupe ya no se le rinde culto en los espacios de los templos, ahora estas imágenes
están en todas partes, en todos lados y de muy diferentes formas y materiales. La icono-
grafía de las imágenes religiosas que son plasmadas en paredes-bardas es muy rica y su-
mamente diversa. Lo anterior queda de manifiesto cuando se observa la gran cantidad de
altares, paredes y capillas, en donde se localiza alguna imagen. Esto muestra la riqueza
de manifestaciones de esta religiosidad popular, lo cual puede ser síntoma o indicativo de
estas nuevas formas maneras en las que la sociedad actual expresa y vive su fe, su creen-
cias. Son diferentes maneras de acercarse a la virgen. Sin embargo, ello no significa que
los espacios tradicionales de fe y culto, los templos, pierdan su función, como espacios
en donde la gente acude a encontrar el mensaje y la palabra de Dios. Lo significativo
de la religiosidad popular es que ese objetivo también se puede alcanzar-lograr en estos
espacios de fe que los propios colonos-vecinos construyen en sus calles, sus barrios, sus
colonias.

En los últimos años se ha hablado de una disminución de la fe católica entre la


población urbana pero, como lo hemos documentado para el caso potosino, encontramos
infinidad de formas-maneras en las que la población recurre a las imágenes católicas de su
preferencia -en este caso la imagen de la virgen de Guadalupe- y las han hecho sus pro-
tectoras debido o la ayuda que han recibido en alguna situación relacionada con apuros en
temas de amor, desamor, salud, trabajo, dinero, muerte de alguna persona o ser querido. Lo
que vemos y se puede intuir es que la población crea y genera ella misma nuevas maneras
y genera nuevos espacios para entrar en contacto con sus divinidades. La manera en la que
la población pone en práctica su fe y su devoción son cambiantes y flexibles.

Imágenes de la virgen colman las paredes y fachadas de negocios, pero también la


encontramos en imágenes de bulto, sola o en compañía de otros santos o de otras vírgenes,
luces, banderas nacionales, graffitis, rezos, plegarias, música, pólvora, danzantes, bebidas,
comida todos estos elementos se hacen presentes en estos espacios de culto callejero, ahí
es donde la fe y la devoción católica nos muestra su faceta con una gran heterogeneidad de
elementos. Es enorme la creatividad y reinvención de las formas en que la fe y la devoción
es vivida entre los colonos-ciudadanos. Además, un hecho de gran valor antropológico son

CAPÍTULO ix 935
las nuevas formas de interacción y de convivencia social que se desarrollan a partir de estas
imágenes en las calles. Las imágenes y capillas y espacios de culto callejero, se distinguen
por ser espacios plurales y diversos en donde la imagen católica puede estar acompañada o
tener cerca imágenes o discursos que tengan o hagan alusión a otras cosas que suceden en
otros campos no vinculados o relacionados con la fe o la devoción de los vecinos a deter-
minada imagen. Es decir, estas expresiones de la religiosidad popular se caracterizan por la
mezcla de diversos componentes como el uso de imágenes, textos y colores. En ello apare-
ce lo sagrado y lo profano, formas hibridas de expresar y vivir la fe y la devoción. No sólo
es la imagen de una virgen, también son las imágenes conviviendo o compartiendo espacio
con mensajes políticos, marcas comerciales o mensajes de alguna pandilla del barrio o de
los barrios vecinos.

Sin duda lo que se establece en la obra de Suárez (2015) presenta puntos-argumen-


tos clave para entender lo que sucede en las colonias de la capital de San Luis Potosí, en
donde la virgen de Guadalupe no desaparece, tampoco su fe y su devoción entre los colo-
nos, lo que es en apariencia “nuevo” en su presencia dentro del contexto callejero, ya no
sólo es la imagen que es sacada del templo para recorrer calles y llegar a otros templos, sino
que en la forma de pinturas en las bardas-fachadas pueden llegar para quedarse por mucho
tiempo. La gente sacó a la virgen y otras imágenes religiosas y las llevó a sus hogares y
posteriormente se dieron a la tarea de pintarlas en sus bardas-fachadas de sus casas, cons-
truir altares-capillas en los camellones y también en el exterior de sus casas y negocios. Los
jóvenes y también los vecinos de ellos, han encontrado en las pintas que hacen de la virgen
una manera de redefinir lo que se entiende por inclusión social. Es decir, la expresividad y
la estética constituyen los campos de reconocimiento recíproco, ser parte de movimientos
sociales y asociaciones de pares generacionales para los más diversos fines. Menos esta-
ble y más diversificada, la inclusión recrea entre jóvenes sus alfabetos (Hopenhayn, 2001:
288).

Por lo tanto, es de llamar la atención cómo los colonos se han dado a la tarea de llevar
a cabo la construcción de nuevos vínculos con lo sagrado vía la transformación de los espa-
cios públicos laicos, para ahora ser transformados en espacios de fe y devoción. Creo que las
pintas o las imágenes de la virgen en las calles de las colonias de la ciudad de San Luis Potosí
deben de analizarse como nuevas fuentes de sentido. Además, hemos podido corroborar que
en la ciudad, la fe no se acaba; al contrario: se reafirma al ser las ciudades espacios de ca-
rencias, desigualdades, violencias. Ahí se hace presente la imagen de la madre de Dios, pro-
tectora de sus nuevos hijos desamparados, marginados, olvidados, violentados, perseguidos.

CAPÍTULO ix 936
Obra citada

Báez-Jorge, F. (1998). “La virgen de Guadalupe”, en: Florescano, Enrique, Mitos mexicanos.
México: Nuevo Siglo-Aguilar.

Duran, J. y Massey D. S. (2001). Milagros en la frontera: Retablos de migrantes mexicanos a


Estados Unidos. México.: El Colegio de San Luis/CIESAS.

Gruzinski, S. (2003). La guerra de las imágenes. De Cristóbal Colón a “Blade Runner” (1492-
2019). México: Fondo de Cultura Económica.

Hopenhayn, M. (2001) “Juventud y cohesión social: una ecuación que no cuadra”, en,: Martín
Hopenhay y Ana Sojo (comps.), Sentido de pertenencia en sociedades fragmentadas.
América Latina desde una perspectiva global,. Siglo XXI Editores, Buenos Aires, pp.
283-303.

Lafaye, J. (2000). Quetzalcóatl y Guadalupe. La formación de la conciencia nacional. México:


Fondo de Cultura Económica.

López, O. y Gámez, M. (2002).Tesoros populares de la devoción. Los exvotos pintados en San


Luis Potosí. México: Fondo Nacional para la Cultura y las Artes/Instituto de Cultura de
San Luis Potosí/El Colegio de San Luis.

Míguez, D. y Seman, P. (2006). Entre santos, cumbias y piquetes,. Las culturas populares en la
Argentina reciente. Buenos Aires: Biblos.

Muro, M. (1894),. Historia del santuario de Guadalupe de San Luis Potosí. San Luis Potosí.

Nebel, R. (2002). Santa María Tonanzin. Virgen de Guadalupe. Continuidad y transformación


religiosa en México. México: Fondo de Cultura Económica. Suárez, H. J. (2015). Cre-
yentes Urbanos. Sociología dela experiencia religiosa en una colonia popular de la
ciudad de México. México: UNAM-IIS México

Portal Ariosa, A. M. (2009). “Las creencias en el asfalto. La sacralización como forma de apro-
piación del espacio público en la ciudad de México”. Cuadernos de Antropología so-
cial, 30, pp.59-75.

CAPÍTULO ix 937
Artesanías y mercado artesanal

Vanessa Freitag2

Perla Shiomara del Carpio Ovando3

María Aurea Valerdi González4

Resumen: Este artículo pretende realizar un análisis reflexivo sobre el mercado de artesanías
en México, centrándonos en las distintas estrategias empleadas por los artesanos para diversi-
ficar la circulación de sus productos. La venta constante y regular de artesanías es un problema
que afecta a todos los artesanos independiente de su especialidad artesanal. Algunos son más
vulnerables que otros dado que presentan mayor resistencia -o dificultad- para adaptar sus pro-
ductos a las distintas necesidades de la vida contemporánea. Queremos acercarnos de manera
exploratoria a la problemática dado que se trata de un ámbito que merece ser más discutido y
pensado en la literatura sobre el tema artesanal.

Palabras-clave: Artesanías, mercado artesanal, artesanos mexicanos.

Summary: This paper seeks to make a thoughtful analysis of the craft market in Mexico,
focusing on the different strategies employed by artisans to diversify the circulation of their
products. The constant and regular sale of handicrafts is a problem that affects all independent
artisans of their craft specialty. Some are more vulnerable than others because of the resistance
-or difficulty- to adapt their products to the different needs of contemporary life. We want, at
this time, to make an exploratory approach to the problem because it is an area that deserves to
be discussed and thought to make a contribution to the literature on the topic craft.

Keywords: Crafts, craft market, Mexican artisans.

2
Doctora en Ciencias Sociales. Profesora de tiempo completo de la Universidad de Guanajuato, campus León.
Email: vanessa.freitag@gmail.com
3
Doctora en Psicología Social. Profesora de tiempo completo de la Universidad de Guanajuato, campus Cela-
ya-Salvatierra. Email: shiomarartesania@gmail.com
4
Doctora en Sociología. Profesora de tiempo completo de la Universidad de Guanajuato, campus León. Email:
aurea.ugto@gmail.com

CAPÍTULO ix 938
Introducción

Las artesanías son obras plásticas creadas por manos de hábiles artesanos y artesa-
nas. Como tal, evidencian la inmensa capacidad inventiva de su gente y muchas veces, las
tradiciones que son cultivadas de una generación a otra (Moctezuma, 2002). No obstante,
no solo expresan valores, creencias y costumbres de una determinada localidad o etnia,
sino que cada vez más se hacen artesanías con el único propósito de comercializarlas. Esto
ha posibilitado nuevos “arreglos” y sentidos impresos al oficio y al objeto artesanal: por un
lado, se amplían las posibilidades de circulación de las mercancías; por el otro, se tratan de
objetos que, gradualmente, se desvinculan de las tradiciones que les dieron vida algún día.

De lo anterior, surgen algunas problemáticas: ¿Cuáles son los principales contextos de


circulación de las artesanías mexicanas?, ¿quiénes son sus consumidores?, ¿hasta qué punto la
comercialización de artesanías ha logrado el desarrollo de comunidades o localidades artesa-
nales?, ¿de qué manera las artesanías se han modificado en razón del tipo de consumidor y del
mercado existente en la actualidad? Son algunas de las interrogantes de nuestro estudio, cuyo
interés radica en analizar el consumo y distribución de las artesanías mexicanas y en particular,
en el contexto de Guanajuato.

Como es sabido, la producción artesanal en México es vasta y variada. También abun-


dan estudios multidisciplinarios interesados en conocer al productor/creador de artesanías o
las características y significado de sus productos. No obstante, observamos algunas lagunas
en cuanto a estudios cualitativos enfocados a conocer quiénes son las personas o instituciones
dedicadas a la difusión, promoción, consumo y valorización de las artesanías en México, y
particularmente, en el caso de Guanajuato.

De igual manera, nos interesa conocer el perfil de los consumidores de artesanías guana-
juatenses, los espacios empleados por los artesanos para comercializar a sus productos y para
dar visibilidad a sus líneas artesanales; bien como conocer a fondo sus principales dificultades
y necesidades a la hora de promover y negociar sus trabajos. Para los propósitos de este artículo
haremos un acercamiento teórico sobre el estudio de las artesanías mexicanas y, específica-
mente, sobre el consumo y mercado de artesanías en la actualidad.

¿Qué son las artesanías?

Las artesanías son objetos mercantiles y que manifiestan expresamente la cultura y la

CAPÍTULO ix 939
tradición popular de un pueblo (Moctezuma, 2002). Como tales, difícilmente pueden ser pro-
ducidas en grandes volúmenes y en forma seriada porque cada objeto, por más repetitivo que
sea, deja impreso las sinuosidades de las manos de su creador “en la elaboración de artesanías,
los productores tienen básicamente a la innovación […] y no a la estandarización” (Rotman,
2002, p. 111).

Se puede decir que las artesanías mexicanas son productos de tres diferentes herencias:
la prehispánica, puesto que de los indígenas se heredaron técnicas y materiales tradicionales
para la fabricación de enseres de uso cotidiano y ritualístico; la colonial, donde los españoles
transmitieron nuevas tecnologías de producción artesanal, tales como la cerámica de alta tem-
peratura y los telares de peine lizo, y la contemporánea, representada por la hibridación entre
las dos primeras, aunada las necesidades y retos que enfrentan las artesanías en la actualidad
(Moctezuma, 2002).

Entre estos retos del oficio podemos destacar la disminución preocupante de ciertas ma-
terias primas que sirven de base para la producción artesanal; la promoción del turismo interno
y externo, que a su vez, ha generado una proliferación de empresas dedicadas a la compra y
venta de artesanías, por lo cual, muchos talleres de tradicionales artesanos se han visto en la
necesidad de modificar su lógica de producción para atender a una mayor demanda. Sin men-
cionar la ya tan mencionada inundación de “chucherías” de origen asiático que conquista el
mercado artesanal mexicano, cuyos consumidores son fácilmente atraídos por sus bajos pre-
cios (Novelo, 2008).

Por lo anterior, podemos observar que las artesanías se caracterizan por ser diná-
micas y flexibles y han logrado sobrevivir en nuestra actualidad, pese las dificultades por
las cuales siguen viviendo sus creadores. Una de las formas que ha tomado el oficio es
su capacidad de reinventarse y conquistar nuevos mercados y compradores, es decir, nos
referimos a una línea que se dedica a producir artesanías de autor o artísticas. Este tipo de
artesanía está pensada para figurar en espacios exclusivos y legitimadores por excelencia,
tales como, los museos de arte o de arte popular, las galerías, y las tiendas de exhibición y
venta de objetos artísticos. De igual manera, esas artesanías son creadas para una clientela
exclusiva y abastada, interesada en adquirir las “excentricidades” ingeniosas de las mentes
creativas de artesanos populares. De esto último, nos referimos a un selecto grupo de arte-
sanos que se dedican a producir lo que las instituciones suelen nombrar como “arte popu-
lar”, en otras palabras, a artesanos que elaboran piezas refinadas, algunas veces a pedido
de clientes, otras veces, para los concursos artesanales. Son artesanos cuya trayectoria
sobresale frente a la gran mayoría de artífices dedicados a crear piezas de uso cotidiano,

CAPÍTULO ix 940
para adorno o para una función ceremonial específica. El elemento “creativo” y a la vez
“tradicional” es lo que llama la atención de este tipo de arte:

El estrato de artesanos populares que produce objetos catalogados


como “arte popular”, es decir, modelos tradicionales que encierran
una propuesta estética no académica y comunica valores y símbolos
propios de las culturas étnicas y campesinas de México, tiene teóri-
camente una posición privilegiada en cuanto a la posibilidad de man-
tener vigente su producción frente a las exigencias del mercado y la
competencia internacional precisamente por su “monopolio cultural”
sobre los valores de su propio trabajo creativo, que es lo que busca
el consumidor de arte étnico, primitivo, naife, o popular”. (Novelo,
2008, p.123)

El arte popular en México ha sido un término usado para nombrar a expresiones cultu-
rales producidas por un determinado segmento social. Es decir, desde la Revolución mexi-
cana, el arte popular era el tipo de manifestación artística creada por las etnias que tenían
una contundente presencia en la vida social (Novelo, 2008). Como hemos podido observar,
la función y característica de las artesanías suelen cambiar con el paso del tiempo, lo que ha
permitido, hasta cierto punto, la sobrevivencia de este oficio en muchos rincones de México.
De entrada, podemos decir que la práctica artesanal solía ser una alternativa laboral asociada
a individuos de bajos recursos, especialmente, campesinos e indígenas “pero ahora exis-
ten grandes empresarios productores de objetos clasificados como artesanías, categorización
sustentada en su grado de autenticidad, determinado por la medida en que son una forma de
expresión artística colectiva de un grupo humano que comparte un origen e historia” (Moc-
tezuma, 2002, p. 227).

No obstante, su carácter manual y sus técnicas de elaboración suelen permanecer pese la


escasez de algunos recursos que implica la sustitución de materiales tradicionales por otros más
modernos, tal como ha sucedido en el caso de la incorporación de determinadas fibras sintéticas
para la producción de textiles o colorantes artificiales para la cerámica. Se necesita un vasto
conocimiento técnico para elaborar piezas con maestría así como una profunda interacción con
la cultura propia de un contexto tradicional y artesanal. En este sentido, en el contexto mexi-
cano, la artesanía es la expresión material de la identidad cultural de los pueblos que la realiza
por lo que su valoración cultural implica, necesariamente, la continuidad de ciertas prácticas
artesanales:

CAPÍTULO ix 941
Las artesanías, como las obras de arte, tienen una trayectoria sociocul-
tural particular, y su mercantilización depende no sólo de cuestiones
económicas sino también de la valoración cultural de las mismas, apre-
ciación determinante para la continuidad de un objeto en el mercado.
(Moctezuma, 2002, p. 224).

La historia de los objetos, su origen y técnica, aunada a la estética de las piezas y sus
espacios de exhibición contribuyen para la formación de un gusto muy particular por el arte po-
pular. En especial, podemos atribuir el papel que cumple los concursos artesanales en México
puesto que logran reunir un amplio y diversificado grupo de artesanos con muestras de su mejor
trabajo:

Otro factor social importante en los cambios que ha observado la ar-


tesanía han sido las instituciones promotoras. A través de programas a
distintos niveles - municipal, estatal y federal- se ha intentado construir
de los artesanos de México un sector socioeconómico, con el objetivo
de tener control sobre el mismo y disminuir la informalidad económica
que según el sistema económico nacional ha distinguido a los artesanos.
(Moctezuma, 2002, p. 229)

De cierta forma, la variedad de líneas artesanales que solemos observar en las ferias o en
los talleres de artesanos y su participación en certámenes artesanales, son algunos de los ejem-
plos de las estrategias que, bien o mal, utilizan los artífices para hacer circular sus productos.
No obstante, se trata de contextos bastante competitivos y solo algunos se animan a realizar un
trabajo que responda a las exigencias de ciertos consumidores.

Breve antecedente sobre el estudio de las artesanías

En textos publicados por intelectuales como Murillo (1921), Best (1929), Novo (1982),
Caso (1942) y De la Borbolla (1959) se defendía, por ejemplo, que la artesanía verdaderamente
mexicana era exclusivamente elaborada por los pueblos indígenas y reiteraban la necesidad
de fomentarlas y protegerlas pues eran “extremamente vulnerables” a la desaparición. Tal
afirmación se justifica porque, en cierto momento histórico, se enfatizó un discurso que
buscaba conocer y valorar las raíces genuinamente mexicanas, indígenas o autóctonas de

CAPÍTULO ix 942
estas elaboraciones. Las artesanías en dicho discurso eran consideradas una expresión sui
generis del pueblo mexicano; propiciada, sobre todo, por los efectos políticos, culturales e
ideológicos generados por la Revolución mexicana de 1910.

El temor a la desaparición de las artesanías tradicionales se justificaba por varias razones:


la “evolución tecnológica e industrial” y la “intervención de extranjeros o personas cultas” en
el proceso creativo de estos objetos, es decir, “el buen gusto del artesano es afectado por el
mal gusto del consumidor” (Caso, 1942, p. 72); sumado a los turistas que, orientados por el
interés típico de cada lugar, fomentaban la producción de souvenirs y objetos que se referían
al país visitado, desvalorando consecuentemente, el “arte propio” de los artesanos. Para los
autores mencionados, dichos factores llevarían a una inevitable “muerte de la artesanía” pues
era importante que tanto el artesano como sus mercancías no sufriesen ningún tipo de cambio
o influencia externa.

Años después, en un texto de Álvarez (1969, p. 167), ya se percibe una sutil diferencia en
el discurso oficial difundido sobre los artesanos y su producción artesanal. El autor reiteraba
que el artesano era susceptible a la interacción con otros contextos sociales porque no está
aislado ni exento de las influencias sufridas a raíz de esta interacción, tampoco por los gustos
y modas de su tiempo. El oficio al ser parte de una tradición mexicana, no es la “expresión
estática de la comunidad”, sino un proceso de acumulación de novedades.

Lo anterior sirve de pauta para entender las principales discusiones que se han enta-
blado sobre el oficio artesanal en México. La artesanía sigue viva y fuerte, pese a los graves
problemas por los cuales vive el gremio y es importante seguir manteniendo el foco en ellos.
Un ejemplo es la venta y circulación constante de los objetos artesanales dado que se ha
vulnerado la permanencia de algunos talleres tradicionales (Novelo, 1993). Aún así, parece
ser que el consumo de artesanías en nuestro país ha logrado mantener una tasa anual de cre-
cimiento superior al 4% (Romero, 2014, s/p). No obstante, se hace necesaria la creación de
estrategias tanto por parte de los artesanos como del gobierno para aumentar la rentabilidad
del oficio, o al menos su constancia, a fin de que familias de artesanos puedan vivir digna-
mente de este trabajo.

La realidad es que los artesanos viven con lo poco que logran vender de acuerdo con
determinadas épocas del año como días festivos y religiosos y, generalmente, sus mercancías
están dirigidas a un contexto local o regional. De manera gradual, han sabido especializarse
en la elaboración de objetos artesanales, los cuales, son consumidos más por su valor sim-
bólico que utilitario (Paré Oullet, 2015). Uno de los principales compradores de artesanías

CAPÍTULO ix 943
son los turistas que vienen de otras partes de la República o del exterior, siendo el principal
cliente directo del artesano. Pero no solo estos, sino que poco a poco se desarrolla todo un
sistema para el mercado de artesanías, donde también aparecen los intermediarios como los
principales mediadores en el proceso de circulación y venta de los objetos. Esto también
genera algunos problemas para los artesanos porque los re-vendedores suelen controlar el
precio y los espacios de circulación de sus objetos. Otras veces, las artesanías han servido de
atractivo turístico y para el desarrollo local.

Tanto es así que, en el estudio realizado por Alves Marinho (2014) ha mostrado que
la organización de artesanos como asociaciones civiles o como cooperativas ha permitido
un mayor control sobre la comercialización de sus productos y, a la vez, un movimiento de
valorización cultural e identitaria de las artesanías por el mercado. Consecuentemente, ha
impulsado el desarrollo económico en una pequeña ciudad brasileña y, a la vez, satisfacción y
bien-estar social a los artesanos de la región. De igual forma, el estudio realizado por Golds-
tein (2014) con artesanos indígenas australianos, ha encontrado que cuando los artesanos se
organizan en cooperativas o art centers, logran crear estrategias para promocionar sus obras
que se enfocan a diferentes sectores de la población. Sin mencionar el apoyo del gobierno
australiano para fomentar el arte indígena como herramienta para el desarrollo local.

En México, los artesanos han tenido que adaptarse a las dinámicas del mercado y ser
creativos en cuanto a los diseños de sus productos y, especialmente, en las estrategias que
usan para difundir sus trabajos. Como un paliativo a las dificultades enfrentadas por ellos y
especialmente en el contexto de Guanajuato, algunos se animan a diseñar piezas artesanales
únicas y exclusivas que suelen ser sometidas en concursos artesanales, a coleccionadores de
objetos artísticos populares y a galeristas, entre otros campos que antes eran exclusivos de
las bellas artes. Participar de exposiciones en museos, ferias y galerías contribuye a expandir
las posibilidades mercantiles de sus productos, siendo este, uno de los principales problemas
enfrentados por los artesanos, es decir, la comercialización continua y regular de su trabajo.

No obstante, quienes se dedican a la producción de artesanías constantemente están


enfrentando múltiples retos, dentro de las que sobresalen la discriminación, la exclusión, la
competencia con productores locales y con productos importados, asiáticos, especialmente.
Se suma a este listado el abaratamiento de las artesanías y la afectación de la salud por los
periodos extensos de trabajo (Del Carpio, 2012; Del Carpio y Freitag, 2015). Dentro de los
retos y problemas, vemos, por ejemplo, que las mujeres artesanas indígenas señalan a la dis-
criminación por ocupación -por ser artesanas-, por género -por ser mujeres- y por etnia -por
ser indígenas- (Del Carpio, 2012).

CAPÍTULO ix 944
Además, debe de mencionarse que existe poca comunicación y organización entre los
y las integrantes del gremio, y desconocen sobre programas, políticas públicas y fondos gu-
bernamentales que apoyen a la producción artesanal a nivel local, estatal y nacional (Valdes,
Del Carpio y Melchor, 2015; Del Carpio P., Valdes, Alejo y Del Carpio, K., 2015). Sin contar
los ingresos que perciben por sus productos dado que no compensan ni el tiempo que dedican
a cada elaboración ni el esfuerzo visual o físico que demanda cada artesanía. El panorama se
vuelve más difícil si a esos ingresos les descontamos el pago por uso de suelo que tienen que
realizar en tianguis, expos o ferias de artesanías o el pago por renta de un local para comer-
cializar sus productos. En uno o en otro espacio, la venta de artesanías está cargada de incer-
tidumbre. Lo mismo vale para quienes se convierten en nómadas para buscar compradores a
sus productos, lo cual también representa un problema.

La innovación de los diseños artesanales y su circulación en espacios legitimadores del


arte como museos, certámenes artesanales y galerías, han sido ámbitos que consideran los
artesanos y pequeños productores para poder ampliar las posibilidades de venta y consumo
artesanal (Freitag y Del Carpio, 2015). También la formación académica ha sido el camino
para poder, en un futuro, aspirar a trabajos mejor remunerados y para apoyar a sus familias
con conocimientos que permitan la permanencia y nuevas “combinaciones” que vuelvan más
atractivos los productos artesanales.

Desde la perspectiva de los autores hasta aquí mencionados podemos concluir que, en
cuanto al estudio de las artesanías se han realizado discusiones respecto a las funciones del
objeto artesanal en la vida cotidiana de sus productores (Novelo, 1993; Moctezuma, 2012;
Turok, 1988; Salas Hernández, 2010), se ha enmarcado su función comunicativa y su papel
educativo (Martins, 2013) y se ha reflexionado respecto a la creatividad, el imaginario y la
imaginación como conceptos importantes en el proceso identitario de los artesanos (Bartra,
2004; Medrano Luna, 2009; Good, 2010; Goldstein, 2013). Se ha enfatizado también los sa-
beres colectivos que se transmiten y se han analizado las innovaciones incorporadas por las
nuevas generaciones (Rionda, 1990; Moctezuma 2013; Cardini, 2015). Nuestra contribución
en cuanto al tema es tratar de entender las estrategias utilizadas por los artesanos para hacer
circular sus productos y ampliar el público que consume sus obras.

Artesanías, Mercado y Turismo

En un principio, la actividad artesanal era considerada una ocupación ocasional para la

CAPÍTULO ix 945
mayoría de los artesanos mexicanos cuya actividad principal era el cuidado del campo. En
compensación, aquellos que se dedicaban por completo al oficio, sus objetos estaban destina-
dos a un mercado local o regional y para el consumo de los propios campesinos (Paré, 2015).
El crecimiento urbano y las dinámicas particulares de las ciudades hicieron con que gradual-
mente, objetos creados para uso cotidiano o para el “trueque” se transformaran en artesanías.
Dichas artesanías fueron el resultado de una súper-especialización por parte del artesano que
con el tiempo les imprimió una función simbólica por representar a un grupo étnico o por su
estética en sí misma (Paré, 2015).

Con el tiempo, los objetos artesanales adquirieron presencia en todos los rincones de
México y han sido considerados cuando el tema es atraer el turismo a determinadas locali-
dades. Paradoxalmente, se les ha negligenciado con la apertura indiscriminada del mercado
mexicano a productos provenientes de todas las partes del mundo, especialmente, los de
China. Tanto es así que los productos asiáticos que imitan descaradamente a los productos
artesanales indígenas o mestizos son, sin duda, la principal competencia de los artesanos en
la actualidad. La falta de políticas públicas que protejan e impulsen las diferentes ramas arte-
sanales mexicanas obstaculizan la permanencia de los oficios y tornan la vida de los artífices
cada vez más difícil.

Una de las quejas más recurrentes entre los artesanos de distintas ramas artesanales es
la venta constante y regular de sus productos. Algunos artesanos “les va mejor que otros”,
como suelen decir, mientras que la mayoría, padece por la dificultad de adaptar sus piezas a
las dinámicas del mercado y del consumidor contemporáneo. Lo cierto es que aprenden so-
los o a partir de la experiencia de otros compañeros, a administrar y a gestionar sus propios
talleres.

Cuando los artesanos cuentan con una Casa de Artesanías o un Centro de Artesanías
en su localidad, se sienten más “escuchados”, “protegidos” o “motivados” por las instancias
gubernamentales correspondientes porque tienen un espacio institucional que los representa.
Como un ejemplo, la Casa de Artesanías de Guadalajara es un modelo de gestión y promo-
ción del oficio artesanal de la región, dado que ofrecen una amplia oferta de cursos, talleres
y apoyos a los artesanos en sus más distintas ramas. Otro lugar que merece ser tomado en
cuenta es el Estado de Michoacán, donde el gobierno local, ha invertido mucho tiempo en la
capacitación de las personas que trabajan con artesanías (Kemper, 2015). Esto aún no pasa
en el Estado de Guanajuato, donde hace falta más espacios que se dediquen a promover y a
difundir el trabajo de sus artesanos.

CAPÍTULO ix 946
En este sentido, son variadas las necesidades que vividas por los artesanos y las mismas
se diversifican con el paso del tiempo. Una de ellas es el uso y manejo de las nuevas tecnolo-
gías, especialmente el computador, el teléfono móvil, o las tablets para acceder a la red y así
tener un correo electrónico o páginas web donde puedan ampliar la cobertura de sus trabajos.
Es un gran reto para los artesanos adquirir una computadora, que es muy costosa, luego, tener
acceso a la red porque no todos viven en las ciudades sino en el campo y aprender a utilizar
esta herramienta para crecer o estabilizar la comercialización de artesanías. Otro aspecto que
es importante mencionar tiene que ver con el proceso de cambio continuo que viven las arte-
sanías gracias a la inquietud de artesanos que experimentan con nuevas técnicas, materiales,
colores y diseños:

Ellos observan lo que se vende en el mercado y tratan de adaptarse a


cambios en los hábitos de compra de los consumidores. Han aprendido
que diversificar su técnica y materiales es provechoso para ellos y la
comunidad porque aumenta la posibilidad de que los turistas compren
algo al pasar por el pueblo y, además, asegura que no serán demasiados
los individuos o las familias que producen el mismo artículo año tras
año. (Kemper, 2015, p. 438)

Hay ciertos debates en la literatura sobre el tema de que si los consumidores


de artesanías tienen que sugerir cambios en una pieza artesanal y hasta qué punto los
clientes logran imponer “modas” y gustos que muchas veces, alteran patrones, colores,
materiales y la misma cosmovisión de ciertos grupos de artesanos. Lo que se ha obser-
vado en la práctica es que hay artesanos más flexibles o abiertos a las sugerencias de
sus clientes, pese a que se enfaden o no les agrada tanto tener que hacer determinadas
líneas solo para cumplir con los caprichos de los clientes; mientras que otros, entienden
que es la manera de vender y no pasar tantas dificultades mientras lo suyo no se vende;
y hay también los que se mantienen en su postura de no hacer ningún tipo de cambio a
lo que producen.

Lo cierto es que los consumidores, para bien y para mal, han logrado intervenir en los
diseños de las artesanías mexicanas. Lo que sí hace falta estudiar, con detenimiento, es jus-
tamente hasta qué punto y qué de las artesanías de cada artesano, los consumidores efectiva-
mente han logrado imponer ciertas modas o inclusive, tornado más sencillo o más complejo,
ciertas ramas artesanales.

CAPÍTULO ix 947
Un caso muy generalizado que podríamos mencionar son los concursos artesanales.
En estos eventos es donde podemos observar la capacidad inventiva y la técnica apurada de
nuestros artesanos-artistas. Por supuesto, no todos pueden darse el lujo de adquirir una pieza
artesanal considerada arte. Las piezas pueden valer miles de pesos y suelen ser únicas. Quien
las compra son, por lo regular, especialistas en el tema del arte popular, gente apoderada, tu-
ristas extranjeros o coleccionistas de arte popular. Desde luego, son piezas cuyas altas sumas
están dirigida a una clientela que proviene de una clase social muy bien identificada.

Sobre los coleccionistas de artesanías mexicanas, se puede decir que suelen ser per-
sonas que tienen un gran amor por el trabajo artesanal ya sea indígena o mestizo (Kemper,
2015, p. 438). Y este gusto por coleccionar no es cosa de ahora sino de desde hace muchas
décadas. Una de las más grandes y primorosas colecciones de arte popular mexicano se en-
cuentra en el San Antonio Museum of Art, cuyo espacio alberga la extensa colección que por
años construyó Nelson A. Rockefeller. En este lugar es posible encontrarnos con artesanías
mexicanas que ya no se ven más en la producción artesanal actual.

Pero y ¿qué pasa con la mayoría de los artesanos que no logran ni tener una línea ar-
tesanal artística ni participar en los concursos artesanales o en exposiciones de arte?, ¿qué
pasa con los artesanos que apenas logran vender objetos para uso cotidiano a un valor casi
simbólico?, ¿cómo se podría dignificar el oficio que sobrevive con muchas carencias año tras
año?, ¿cómo crear un sistema de compra-venta de artesanías que sea estable, que todos los
artesanos puedan tener acceso a mejores opciones de comercialización del trabajo? Es un
camino largo y esperamos poder construir algunas respuestas tentativas que ayuden a tomar
decisiones sobre el trabajo de nuestros artesanos-artistas.

Consideraciones finales

En el Estado de Guanajuato, los apoyos destinados a los artesanos es cuestionable. En


nuestra experiencia realizando entrevistas y trabajo de campo en los últimos años hemos en-
contrado que los artesanos siguen en el oficio más por iniciativa propia que por apoyo exter-
no. Dicen que no esperan una postura asistencialista por parte del gobierno para resolver sus
problemas laborales sino que puedan sentirse visibilizados y capacitados para promover sus
trabajos en diferentes plataformas de compra-venta de artesanías.

Las necesidades de los artesanos son múltiples: desde la falta de conocimientos para
acceder a los medios de comunicación actuales como el internet, la computadora y, consecuen-

CAPÍTULO ix 948
temente, de correo electrónico o redes sociales); problemas en la infraestructura de los talleres
que carecen de equipos, materiales y herramientas adecuadas para la producción, conservación
y venta de sus mercancías. Otros más, dicen sentir dificultad de innovar y exponer sus mercan-
cías en las ferias que se realizan en contexto local, estadual y ni se diga, en otras localidades
de la República mexicana. Estas son algunas de las problemáticas vividas por los artesanos de
nuestro estado.

CAPÍTULO ix 949
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CAPÍTULO ix 950
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CAPÍTULO ix 952
“Al mal le viste el mundo con las
deslumbradoras galas del bien” de El Olimpo del
Sabio Instruido de la Naturaleza, de Francisco
Garau

María Guevara Sanginés5

Monserrat Aizpuru Cruces6

Resumen: El texto tiene por objeto el análisis de la primera máxima del libro El Olimpo del
Sabio Instruido de la Naturaleza de la autoría del jesuita español Francisco Garau, quien vivió
en el siglo XVII. Realizaremos el estudio de un emblema político-moral, desde un punto de
vista literario, iconográfico y de cultura política. Para lograr lo anterior será necesario remitirse
a la Compositio Loci o composición de lugar jesuita así como a la contextualización de la obra
desde los enfoques retórico-filosófico e histórico.
Se trata de una propuesta enmarcada en los estudios visuales en los que se utiliza el método
iconográfico-iconológico. En la obra del jesuita Francisco Garau se analiza la formación de los
emblemas observando su relación con las fuentes textuales y visuales, pero sin adentrarse más
que en lo estrictamente necesario en asuntos de interpretación y de iconología. Por las implica-
ciones en la conformación de la mentalidad jesuita, el análisis del emblema aborda un amplio
espectro geográfico y cultural, pero centrándose de modo especial en el contexto del mundo
hispánico. Esto permitirá tomar sus contribuciones como futuros puntos de partida para otros
análisis semejantes.

Palabras clave: Emblemática, jesuitas, iconología, mundo hispánico, Garau.

5
Doctora en Historia y Etnohistoria. Departamento de Estudios de Cultura y Sociedad, División de Ciencias
Sociales y Humanidades. Campus Guanajuato de la Universidad de Guanajuato. Email: airam7427@gmail.com
6
Doctorante en Artes por la Universidad de Guanajuato. Email: aizpuru5@yahoo.com.mx

CAPÍTULO ix 953
Summary: The intention of this paper is to present the study, analysis and interpretation of the
first motto that appears in Francisco Garau´s book El Olimpo del Sabio Instruido de la Natu-
raleza. Garau was a Jesuit that wrote his work in the 17th century. We will study the literary,
cultural, and iconographic orientation of a political and moral motto. The methodology we
will use is based in the Composition Loci or composition of place used by Saint Ignatius in the
Spiritual Exercises, we contextualized El Olimpo from the point of view of history, philosophy
and rhetoric.
We applied the iconographic-iconological methodology that has been used in the visual studies,
to Father Garau’s book. In this paper we analyzed the mottos with its relation with other writ-
ten and visual sources. The Jesuits mentality includes the geographic and cultural perspective,
specially the Hispanic world. This analysis is the beginning of other works.

Keywords: Emblematic, Jesuits, iconology, Hispanic world, Garau.

Introducción

El jesuita Francisco Garau o Francesc Guerau nació en Girona en 1640 y murió en


Barcelona en 1701. Ingresó a la Compañía de Jesús en 1655. Ya como jesuita desarrolló
una extensa labor eduativa, fue predicador, director espiritual, profesor de Teología Esco-
lástica y examinador sinodal y rector en el colegio de Barcelona, además fue rector de los
colegios de Mallorca y Zaragoza. En Mallorca fue calificador del Santo Oficio y en este
contexto destaca su polémico libro La Fe Triunfante (Bernat, 1999, p. 64).

Sobre la producción bibliográfica del padre Garau, sobresalen los libros de emble-
mas El Sabio Instruido de la Naturaleza en Quarenta Maximas Politicas y Morales, de
1675; El Olimpo del Sabio Instruido de la Naturaleza y Segunda parte de las Maximas
Politicas, y Morales, lustradas con todo genero de erudicion sacra y humana, de 1680; El
Sabio Instruido de la Gracia, en Maximas, o Ideas Evangelicas, Politicas, y Morales de
1688; y Tercera parte del Sabio Instruido de la Naturaleza con Esfuerzos de la Verdad…
contra las vanas ideas de la Politica de Machiavelo, de 1700; todos ellos impresos en Bar-
celona. En el caso de El Sabio Instruido de la Naturaleza, ya con los grabados incluidos,
se publicó hasta 1690, en Valencia.

Para este análisis se utilizó El Olimpo del Sabio Instruido de la Naturaleza y Se-
gunda Parte de las Máximas Politicas y Morales Ilustradas con todo Genero de Erudición
Sacra, y Humana, en la edición de 1691. Fue impreso en Barcelona por Antonio Ferrer y
Balthazar Ferrer y añade la anotación: “Vendense en sus casas, a la Libreria”. Esta edición,

CAPÍTULO ix 954
incluye la aprobación del Muy ilustre Dr. Estevan Casellas, Arcediano Mayor de la Santa
Iglesia de Lérida, que devuelve la cortesía al padre Garau al decir: “con el nombre del
Autor viene recomendada la elocuencia y erudición del Libro, y esto a mí me bastará para
la aprobación” (Garau, 1691, s/p.) y se refiere al texto exaltando que “encamina el Autor
al hombre, no sólo a la tranquilidad, y beatitud Filosófica, sino también a la Teológica para
llevarle al Olimpo del Cielo, establécele máximas para hacerle Sabio y obra como a Sabio
en el modo de enseñarle” (Garau, 1691, s/p.). Después se incluye una segunda aprobación,
esta vez del mercedario Iosef de Serralta, examinador sinodal en el Obispado de Barcelona,
que señala “salga a la luz para ejemplar de muchos y admiración de todos” (Garau, 1691,
s/p.). Y luego una tercera aprobación, esta vez, del padre Celidonio Arbicio, provincial de
la Compañía de Jesús en la provincia de Aragón, por encargo del padre general Juan Pablo
Oliva.

Posteriormente, el autor introduce y explica la razón de ser de la obra, en la que


hace una hermosa relación de su trabajo como predicador y profesor, relación netamente
jesuita de Evangelizar-Enseñar: “Cumplo, Lector amigo, en esta Segunda Parte de Máxi-
mas, sacadas también de la misma Naturaleza, lo que se prometió en la Primera. Tardé en
disponerlas, lo que tardó el tiempo en ser mío, y libre un tanto, de las forzosas tareas de
la Escuela. Pero reconozco, que nunca serán tarde si son buenas, como siempre fuera de
tiempo, si malas”, e inmediatamente después introduce la primera máxima del texto: “No
siempre es lo mejor, lo más presto, ni lo primero tampoco; pues aquella parte de semilla,
que dio en las piedras: si fue la primera que salió fue la que se secó primero” (Garau, 1691,
s/p.), en alusión al capítulo VIII del Evangelio de san Lucas en el cual la semilla debe caer
en buena tierra, y en buen momento como en este caso, para dar fruto.

Francisco Garau hace referencia al título de su obra Olimpo de una manera que el
lector recuerde las recomendaciones de Ignacio de Loyola en el número 23 de sus Ejer-
cicios espirituales “…le ofrezco un Olimpo, más para su quietud, que para su elevación.
Quiérole más tranquilo, que excelso; sosegado que grande; y más señor de sí mismo, que
de todo; bien que nunca tan señor de todo, cuando señor de sí”(Garau, 1691, p. 1). Luego
resalta la diferencia de este segundo texto con el primero, es decir con El Sabio instruido
de la naturaleza, diciendo que si el primero inspiraba, el segundo daba frutos; y que ambos
están escritos de la misma manera y con el mismo estilo conciso que, Garau, confiesa como
propio.

Después del texto de la dedicatoria empiezan las dieciocho ficciones, cada una com-
puesta por una pictura, una fábula y una disertación complementaria que explica el sentido

CAPÍTULO ix 955
del emblema, que a decir de algunos comentaristas es:

un análisis en profundidad de la estructura y contenido de las obras


[en el que se] revela que Garau propone una lectura idéntica a la del
libro de emblemas [“retórica emblemática”]– no en vano dice admirar
a Saavedra Fajardo-, e incluso su voluntad de uso como repertorio
para muy diversos fines está en la misma raíz del género emblemáti-
co, pese a que bordeen otros géneros concomitantes como la fábula o
el sermón7.

A los márgenes del texto, el padre Garau incluye la relación de las citas utilizadas,
en su idioma original, la mayoría de ellas en latín. Con ellas, Francescu Garau, S.J. tiene
un claro propósito pedagógico para el adiestramiento moral del Sabio, que se inspira en la
naturaleza: Grabado, mote, (emblema, fábula, sermón).

Contexto histórico del Libro

Después de las gestas conquistadoras del siglo XVI y principios del XVII, la corona
castellana se enfrentará a la ardua tarea de administrar sus vastos territorios en tres conti-
nentes –Europa, América y Asia-, demasiado alejada de Asia, demasiado cerca de Castilla.
Era un mundo multicultural en el que se encontraban diversidad de pueblos con lenguas
distintas, con formas diferentes de organización social-jurídica-económica-cultural, diver-
sas cosmovisiones y teleologías que en ocasiones resultaban antagónicas. La corona desde
finales del siglo XV asumió su papel de monarquía cristiana con la finalidad de “aumentar
la cristiandad”. Así se dio a la tarea de evangelizar los pueblos a los que no les habían lle-
gado noticias del cristianismo o se habían alejado de él. En Europa, la corona se enfrentaba
con el cisma protestante y con las propuestas teórico políticas del llamado renacimiento,
en particular las de Maquiavelo, Lutero y Calvino y luego, en el siglo XVII, con el movi-
miento jansenista que promovió un catolicismo calvinizado, legalista y, en cierta medida,
fundamentalista.

Es entonces que académicos de la época y cortesanos –conocidos como tratadistas


7
Deleitando enseña: Una lección de emblemática, Universidad de Navarra, Pamplona, http://www.unav.es/biblio-
teca/fondoantiguo/hufaexp20/Deleitando_ensena/4._Autores/Entradas/2009/11/2_Garau%2C_Francisco_(1640-
1701).html).

CAPÍTULO ix 956
y arbitristas- van a discutir y escribir muchos textos de teoría política orientados por el
providencialismo8 y en los que se destacaron las virtudes del príncipe cristiano, la econo-
mía política, la teología y la moral. Entre estas obras se encuentran las del jesuita Pedro de
Ribadeneyra, del jurista Juan Solórzano y Pereira, del dominico fray Tomás de Mercado,
del obispo Juan de Palafox y del diplomático Diego Saavedra Fajardo, así como el libro
que nos ocupa en esta ocasión.

En el ámbito de las llamadas cuatro causas que ejercía el rey –policía, hacienda, jus-
ticia y guerra-, se ha discutido en los últimos años que la corona castellana nunca pudo ser
absolutista por los acotamientos que le marcó la ley a la función del rey -príncipe cristiano-
y a las prerrogativas de los funcionarios letrados -justicia: abogados y jueces-. Esto se vio
patente en la importancia de la organización de las instituciones de justicia –reales audien-
cias, alcaldías mayores, justicias del rey y los tribunales especiales-, en la participación de
los militares como gobernadores y jueces menores y el destacado papel que desempeñaron
en la aplicación de las políticas reales los validos reales, en especial, el Conde de Lerma y
el Conde Duque de Olivares, como lo han estudiado John Elliot y Francisco Tomás y Va-
liente (Bernat, 2000, p. 58). A ello, es pertinente agregar que los reyes castellanos tuvieron
que enfrentarse en el siglo XVII, los constantes ataques militares e intrigas de Inglaterra y
Francia, a la inmigración a sus territorios de quienes huían de las persecuciones religiosas
protestantes, y de la emigración de sus súbditos judíos, moros y protestantes a Inglaterra y
a la escisión de sus territorios europeos pues Portugal y los Países Bajos se independizan,
bajo argumentos sospechosos que dieron pie a la llamada leyenda negra sobre España.

A lo anterior se suma que el empuje misionero en América había disminuido nota-


blemente, la Iglesia y la Corona se habían burocratizado, situación de la que se habían be-
neficiado algunos personajes como el dominico inglés Thomas Gage, que luego colgara los
hábitos, coqueteara con los anglicanos y para probar su lealtad a la “pérfida Albión” acepta
ser funcionario británico en Jamaica para promover la separación de la América hispana de
Castilla y su adhesión a Inglaterra. Además, los propios monarcas castellanos por diversas
causas como las acotaciones a su poder por ley o su debilidad mental; vbgr. Carlos II, no
actuaron como príncipes fuertes, firmes y verdaderos dirigentes de su pueblo. Así que no
es de extrañar que los teóricos hicieran énfasis en que la política no se puede escindir de la
moral, en este caso, de la moral cristiana; de allí su postura antimaquiavélica.

8
Entendido como aquella propuesta epistemológica que afirma que Dios se revela a los hombres en la historia, es
decir la Divina Providencia se manifiesta progresivamente, con una teleología precisa: la salvación, en la que el
hombre juega con su libre albedrío.

CAPÍTULO ix 957
La composición de lugar

El uso de la imagen explicado y aprobado en la sesión XXV del Concilio de


Trento, constituye la defensa de la función de la imagen en la epistemología cristiana y
en la propuesta educativa-formativa católica, además, es una respuesta a las discusiones
con luteranos y calvinistas en su agresiva postura iconoclasta. En el ámbito de la espiri-
tualidad jesuita es fundamental pues en la composición imaginada del lugar, la imagen
favorece el ejercicio meditativo (Bernat, 2000, p. 58), que resulta un paso en el proceso
de discernimiento para la toma de decisiones, es decir, para actuar -ejercicio de discer-
nimiento-.

En este contexto de la Reforma Tridentina cabe destacar que cuando se habla de


espiritualidad jesuita inmediatamente se debe pensar en los Ejercicios espirituales de
san Ignacio de Loyola, escritos después de su conversión en la casa-torre de Loyola y
perfeccionados durante su experiencia espiritual en la cueva de Manresa, en Cataluña.
Entonces, los Ejercicios se remontan a un cuaderno de notas de Ignacio por medio del
cual busca ayudar a otros, comunicándoles las ideas y sentimientos que a él le habían
transformado.

Si bien el libro de los Ejercicios es, en estructura, bastante simple ya que se trata de
una secuencia ordenada de meditaciones que busca ayudar al ejercitante a descubrir cuál es
la voluntad de Dios para con él; está considerado como el centro de la espiritualidad de la
Compañía de Jesús y fue elemento disparador de la vocación de los primeros compañeros
de san Ignacio, de manera tal que se siguen utilizando en la época actual, 480 años después
de su redacción.

La experiencia completa de los ejercicios espirituales ignacianos debe durar aproxi-


madamente 30 días, durante los cuales el ejercitante, en silencio y bajo la guía del predica-
dor, busca discernir y conocer lo que Dios quiere de él, y a desear y elegir eso. Por lo tanto,
los ejercicios son una práctica para llevar a la práctica.

El método de los Ejercicios espirituales está basado en la meditación, que es lo que


san Ignacio llama “ejercicio con las tres potencias”, es decir la memoria, el entendimiento
y la voluntad, que se combinan para obtener el resultado de la meditación. En el caso del
método propuesto por san Ignacio, la meditación se divide en cuatro grandes pasos: los ac-
tos preparatorios, el cuerpo de la meditación, la conclusión y el examen del ejercicio. Y he
aquí su enorme contribución: considerar que el hombre es una totalidad, una integralidad

CAPÍTULO ix 958
y por eso el ejercitante tendría que involucrar su cuerpo físico, su imaginación o visión in-
terna, su olfato, su gusto en la composición de lugar para preparar el alma a la meditación.

La composición de lugar consiste en utilizar la imaginación para favorecer la ora-


ción del ejercitante. Se trata de imaginar una escena de algún pasaje del Evangelio y de
otros textos de las Sagradas Escrituras o, si es algo más abstracto, dejar que el predicador
lo indique para facilitar la imaginación.

De esta manera, san Ignacio modifica la meditación medieval, ausente de imáge-


nes, y usa éstas como elemento constitutivo de la meditación; es decir, la imaginación
visual que administra la consideración de los tópicos cristianos se basa en que el espacio
material, instaura el recuerdo. Podemos entender entonces porqué la Compañía de Jesús
empleó las imágenes para fijar las ideas, tanto en sus actividades pedagógicas como
evangelizadoras, por la influencia de la composición de lugar en el método ignaciano de
meditación.

En la tradición iniciada por Alciato en 1531, con la publicación del Emblematur


Liber, inspirada en la famosa Antología griega y dedicado al duque Maximiliano Sforza,
se encuentra el origen del género emblemático basado en un lenguaje ideográfico, que por
medio de imágenes acompañadas de textos, pretendían reproducir las formas de la sabidu-
ría del mundo clásico. La estructura básica del emblema consiste en una imagen o pictura,
un lema o mote escrito generalmente en latín y un epigrama en forma de un conjunto de
versos que explican el sentido de toda la composición. La articulación entre la imagen y el
texto, o lo que es lo mismo, entre la pictura y la suscriptio, ya sea como mote o referencia
complementaria y, en algunas ocasiones, como una declaración del concepto a manera de
glosa; es lo que le da coherencia al mensaje doctrinal y moral, es decir, evangelizador-edu-
cativo y político.

El primer libro de emblemas español fue Empresas Morales de don Juan de Borja,
publicado en Praga en 1581. Juan de Borja, tercer hijo de Francisco de Borja, Virrey de
Cataluña y Duque de Gandía, fue educado en la corte imperial de Carlos I para después ser
enviado como diplomático de los reyes de España, a la corte del emperador Rodolfo II de
Austria. En sus Empresas Morales, Borja buscaba dar expresión a un conjunto de princi-
pios morales, políticos y religiosos que pretendían educar al político cristiano, como bien
se deja asomar en la dedicatoria a la Sagrada, Católica y Real majestad de Felipe II. Así,
las Empresas Morales inauguran la literatura emblemática en España cuyo modelo será
imitado por autores como Saavedra Fajardo, Núñez de Cepeda, Ferrer de Valdecebro, Juan

CAPÍTULO ix 959
de Horozco y Covarrubias y Francisco Garau.

Es ya sabido que durante la Edad Media prosperó en la literatura española la idea de


que Dios se comunicaba con el hombre no solo por medio de las Escrituras sino también
a través de la Historia y la Creación. De ahí que el mundo natural, creado por Dios, era
una manifestación de los perfectos atributos divinos y como tales, no se le manifestaban al
hombre sino en un sentido críptico, el cual era necesario descifrar por medio de diversos
saberes. El sabio, entonces, adquiría conocimiento no sólo para un vano gozo personal de
saber por el placer de saber; sino que, por medio de la adquisición del conocimiento, podía
acceder a Dios.

Posteriormente, durante los siglos XVI y XVII, estas ideas fueron retomadas por
diversos autores españoles, influenciados como puede verse por las lecturas de filósofos
medievales como san Agustín de Hipona y santo Tomás; igualmente por el estudio de auto-
res clásicos como Platón y Aristóteles. Fray Luis de Granada es uno de los escritores más
representativos de esta temática con su libro Introducción del Símbolo de la Fe, que utiliza
la sublimación de naturaleza para ejemplificar la vida espiritual, con fines catequéticos.

Aun con mayor intensidad, el barroco español en la literatura emblemática, utilizó


habitualmente los ejemplos morales y desarrolló la exposición de ejemplos de la naturaleza
que, acordes a la doctrina cristiana promulgada en el Concilio de Trento, pretendía conmo-
ver a los lectores a fin de modificar su conducta.

Análisis iconográfico

A continuación se analiza la primera Ficción para ejemplificar las influencias, es-


tructura y mensaje moral de El Olimpo del Sabio Instruido de la Naturaleza:

Empezaremos con el análisis iconográfico de la “Ficción I”.

Como ya se comentó, las dieciocho ficciones se presentan con la típica estructura


del emblema: una imagen o pictura, una frase lapidaria que corresponde al mote o lema y
una breve fábula que complementa el significado del emblema. En el caso del padre Garau,
incluye una máxima o mensaje más amplio que se inspira en la fábula.

En esta “Ficción I”, la imagen o pictura muestra, en un marco paisajístico, a la luna


y las estrellas, en clara alusión al cielo, que se refleja en el agua.

CAPÍTULO ix 960
Figura 1.

(Garau, 1691, p. 1)

Cabe mencionar la habilidad del grabador al representar el detalle de la refracción de la luna


en el agua; situación que acentúa el mensaje moral del emblema, como explicaremos más adelante.

F igura 2.

(Garau, 1691, p. 1)

Por otra parte, como ya se explicó líneas arriba, la suscriptio en los libros de emblemas
encierra las citas y argumentos que suelen acompañar a la imagen y que realizan la articulación
imagen-texto, para darle sentido total al emblema. En este ejemplo, el primer elemento de la
suscriptio es el mote o lema, que se presenta como una frase en latín, en forma de cartela, dentro
de la misma pictura.

CAPÍTULO ix 961
Figura 3.

(Garau, 1691, p. 1)

El mote reza: Fallit imago boni ceu caelum fallit in undis [La imagen miente como el
cielo miente en las olas9]. Más adelante se verá cómo esta frase toma sentido tanto en la fábula
como en la máxima.

La fuente del emblema corresponde a la fábula Las liebres y las ranas, del escritor clá-
sico Esopo. Sin embargo, el padre Garau modifica la versión y le imprime la enseñanza moral
para su “Sabio”. Veamos las diferencias:

En la versión de Esopo, las liebres, perseguidas por un cazador y sus perros, pensaron que
era mejor morir a estar viviendo siempre en continuos sustos, entonces se dirigieron hacia una
laguna con la intención de lanzarse al agua y ahogarse. Viendo las ranas que las liebres iban hacia
donde ellas estaban, asustadas brincaron por todos lados. Dándose cuenta de esto las liebres, dijo
una de ellas: “Hermanas, no nos precipitemos; que aún hay otras más temerosas que nosotras”. La
moraleja señala: “El que no acierte a llevar con paciencia sus males, mire los ajenos, y aprenda a
sufrir; pues el infeliz se alivia viendo a otros en mayor miseria” (Esopo, 1849, p. 71).

La fábula del padre Garau inicia de la misma manera: Las liebres huían, aterrorizadas,
de un cazador y sus perros, cuando en su carrera despavorida llegaron a la orilla de un estanque
y oyeron a unas ranas que, asustadas por la carrera de las liebres, brincaron desde unos juncos al
agua. Se animaron unas y otras, del susto, vieron unas que eran liebres y otras, que eran ranas.
Las liebres, muy ufanas, se burlaron del miedo que las ranas les tenían. Entonces las ranas dije-
ron: “¿no ven que nosotros, miserables, tenemos en esta laguna de cristal todo un cielo, donde
gozamos la delicias de los astros y la quietud inalterable de la esfera? Venid a la noche y ya más
sosegados del susto, veréis como juegan con nosotras los luceros y acompañan nuestras voces
las estrellas” (Garau, 1691, p. 2). Regresaron las liebres, ansiosas de gozar el cielo prometido
9
Traducción libre

CAPÍTULO ix 962
“la noche trasladó en sus senos todo el Cielo, avivando en su rizo cristal las estrellas su esplen-
dor, mintiendo aquel raso azul, en sus fondos, y ardiendo al parecer toda en luceros” (Garau,
1691, p. 3). Las liebres, entonces, viendo cómo las ranas danzaban felices entre los luceros, se
lanzaron al agua y murieron ahogadas.

Síntesis interpretativa iconológica

A continuación presentaremos la síntesis interpretativa iconológica del emblema. En


la versión de Francisco Garau cabe destacar la concordancia del mote con la descripción de la
fábula: mintiendo aquel raso azul y el cielo miente en las olas. Enseguida veremos cómo en
el desarrollo de la máxima Bajo la luna no hay cielo, Garau retoma la importancia que tiene
para un hombre sabio, no dejarse engañar por aquello que parece verdad y no lo es. Insiste en
la importancia de reconocer que en esta vida no se encontrará la tranquilidad del pensamiento.
“Todo es subir y bajar”, dice el padre Garau, “La que en el Cielo es Jerusalén región de paz,
es militante en la tierra, suda y pelea para merecer aquel triunfo”(Garau, 1691, p. 4). El padre
Garau termina esta primera aseveración señalando que “sólo sobre los Cielos se puede fundar
la región del sosiego” (Garau, 1691, p. 5).

La segunda idea que desarrolla el jesuita Garau es no atarse a las glorias terrenales por-
que son sueños; “amar lo que ha de faltar, más es condenarse a doler que solicitarse el gozar”(-
Garau, 1691, p. 6). Es decir, la felicidad no está en los bienes materiales, terrenales, porque son
finitos “porque es infeliz la mudanza del gozo en llanto, y apetecible el pasar del tormento a las
glorias” (p. 6). Finaliza con una cita del Eclesiástico: “el necio se muda como la Luna, cuyos
influjos sigue; así el sabio, que enamorado de la luz del Sol, sabe perpetuarse a imitación de sus
luces” (Ec. 27, pp. 11-12).

En el tercer momento de la máxima, el padre Garau invita a interiorizar en el ser huma-


no y desarrolla una antropología filosófica con los siguientes postulados: el cuerpo mortal es un
centro de miserias:

Esto es estar atados como esclavos; comes para trabajar y trabajas lue-
go para comer. Del hambre a la hartura y de la hartura al hambre, de la
vigilia al sueño y del sueño a la vigilia […] así vamos rodando la muela
de la vida: sin que pueda escaparse el más Rey, de esta vil servidumbre,
común a los brutos […] El principio de nuestra vida, es el principio de la
muerte. No es posible tener permanente un estado, los que vamos siem-

CAPÍTULO ix 963
pre pasando. Quiso Dios por el Eclesiástico decirnos en un rasgo de luz,
tan clara como la del Sol, la diferencia que va entre el justo, y el impío;
porque éste se muda como la Luna y aquél permanece como el Sol. He
ahí pues a la Luna viva imagen de lo caduco, pues nunca se mira dos
veces en igual luz; y he ahí el Sol, como noble dechado de lo constante.
(Garau, 1691, pp. 16-17)

La última máxima de la “Ficción I” enseña que nadie busque antes de la victoria, la


corona; Cristo promete el triunfo no en esta vida, sino en el cielo. “Y si al sabio, por serlo, se
le vincula en su sabiduría y virtud alguna dicha, sépase, dice el Eclesiástico, que la fuente de la
sabiduría sólo en el excelso Cielo mana” y que nunca se logra una dicha, sin el contrapeso del
dolor (Garau, 1691, p. 29; Ec. 1, 5).

Conclusión

Uno de los textos literarios fundamentales de la espiritualidad jesuita lo constituye sin


lugar a dudas el libro de los Ejercicios Espirituales. En ellos, Ignacio de Loyola promueve que
el ejercitante involucre la totalidad de su ser para lograr develar la finalidad de la existencia en el
plan salvífico de Dios, sin perder su capacidad de elección, pone en acción el libre albedrío. De
esta manera en los Ejercicios el practicante pone en juego sus cinco sentidos dirigidos hacia una
sola meta extrema: alcanzar la gloria. Ve, toca, huele, saborea, escucha; siente y razona; se recono-
ce holísticamente para volver a ser en una escala mayor. Son práctica ya que su realización no está
ligada con la lectura del libro, sino con la ejecución de las acciones que el ejercitante debe desarro-
llar. En este quehacer individual, propio y creativo, las composiciones de lugar son el preámbulo
anunciado por Ignacio para disponer la inteligencia y los sentidos a la meditación y a la toma de
decisiones. Sugieren las visiones que el ejercitante debe formar con la mente, basándose en las
propias experiencias vividas, relacionando imaginación y memoria. Es a través de la imaginación
que la persona puede manejar los conceptos para crear ideas y sentimientos.

Con el Olimpo del sabio instruido de la naturaleza, mediante una serie de fábulas en
formato de emblema, el padre Francisco Garau intenta educar al lector sobre que las apariencias
siempre engañan. El mundo hará que el bien parezca que es el mal, y al mal le viste “con las
deslumbradoras galas del bien”, que es el punto que aluden autores como Jiménez en la discu-
sión de Garau sobre Maquiavelo. Es decir, poner alerta sobre el engaño y la mentira, que pintan
al mundo maravillosamente, pero que sin discernirlo el resultado que se obtiene es la muerte.

CAPÍTULO ix 964
Obra citada

Elliott, J. (2012). Haciendo historia. Madrid: Taurus.

Elliott, J. (2009). Imperios del mundo atlántico. México: Taurus-Historia.

Esopo. (1849). Fábulas de Esopo. Málaga: Imprenta de Martínez de Aguilar.

Garau, F. (1691). El Olimpo del Sabio Instruido de la Naturaleza y segunda parte de las máxi-
mas políticas y morales. Barcelona: Imprenta de Antonio Ferrer y Balthazar Ferrer.

García M., R. (1998). Empresas morales de Juan de Borja. Imagen y palabra para una icono-
logía. Valencia: Ayuntamiento de Valencia.

Iglesias, M. (1999) Ejercicios Espirituales de San Ignacio de Loyola/ Texto modernizado por
Manuel Iglesias. México: Obra Nacional de la Buena Prensa.

Obra citada de Internet

Bernat V., A. (2000). “La emblemática de los jesuitas en España: Los libros de Lorenzo Ortiz y
Francisco Garau”, en Zafra, Rafael y José Javier Azanza (eds.), Emblemata aurea: la emble-
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Deleitando enseña: Una lección de emblemática, Pamplona: Universidad de Navarra. http://


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das/2009/11/2_Garau%2C_Francisco_(1640-1701).html, consulta junio 13, 2016

Jiménez C., D. (s/f). Algunas Notas sobre el Antimaquiavelismo de Francisco Garau en la Tercera
Parte del Sabio Instruido de la Naturaleza. Salamanca: Universidad de Salamanca (www.
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Pizarro G., F. y García A., J. J. (s/f). La visión de la naturaleza en los emblemistas españoles del siglo
XVII, http://ruc.udc.es/dspace/bitstream/handle/2183/9405/CC-015_art_10.pdf;jsessionid=-
DF5FB2F5FE794A5527644B34395ECF8C?sequence=1, consulta 13 de junio, 2016

CAPÍTULO ix 965
Los procesos creativos en el devenir de la
formación del concepto de cultura simbólica

Guadalupe de la Cruz Aguilar Salmerón10

Resumen: Buscamos comprender las tres fases sucesivas de la formación del concepto de
cultura simbólica de Giménez (2007), en su relación con los procesos creativos en términos de
prácticas artísticas, como fenómenos representativos de cada estadio cultural.
En términos generales, el presente texto ha sido construido con base en el primer capítulo de la
tesis doctoral: Procesos creativos y transformaciones subjetivas. La resignificación de la iden-
tidad a través de la experiencia artística dirigida (Aguilar, 2016). Para la cual utilizamos la me-
todología de investigación de las ciencias sociales de Campenhoudt (2005), basada en los tres
actos del procedimiento científico: ruptura, estructuración y comprobación. En donde la ruptura
apareció con la representación teórica de la formación del concepto de cultura simbólica de
Giménez (2007) que tomamos como marco categorial y con el que estructuramos mediante una
lógica deductiva el planteamiento general de dicho capítulo y que en dichos términos también
corresponde al presente texto. Finalmente realizamos la comprobación al presentar resultados.
Al comprender y profundizar los procesos de configuración de la cultura simbólica y los res-
pectivos procesos de creación, descubrimos un campo de articulación, al que llamamos plano
simbólico, el cual, al ser constituido por relaciones dialécticas, hace posible la creación de
significados recíprocos.

Palabras clave: Cultura simbólica, procesos creativos, campo simbólico.

Summary: We are looking for understanding the successive formation stages of the symbolic
culture concept by Giménez (2007) in their relationship with creative processes in terms of
artistic practices as a representative phenomenon of each cultural stage.
This text has been build based on the first chapter of the doctoral thesis: Creative processes
and subjective transformations. Redefining identity through artistic experience directed (Agu-

10
División de Ciencias Sociales y Humanidades, Universidad de Guanajuato, Campus León. gugui65@gmail.com

CAPÍTULO ix 966
ilar, 2016). For which we used the research methodology of social sciences by Campenhoudt
(2005) based on the three acts of scientific procedure: break, structuring and tasting. The break
appeared with the theoric representation of the setting of symbolic culture process by Giménez
(2007) that we got as categorical framework with which we structured the chapter as well as
this text. Finally, we have probed our results.
By understanding and deepen the formation of the symbolic culture concept and their respec-
tive creative process we discovered a field joint that we called symbolic level where it is possi-
ble to construct meanings.

Key words: Symbolic culture, creative process, symbolic level.

Introducción

Al plantear los procesos creativos en el devenir de la formación del concepto de cul-


tura simbólica, estamos hablando de las expresiones artísticas que son representativas de
las formas de pensamiento concreto, abstracto y simbólico, tal como las propone Giménez
(2007). Dicho autor señala que existen tres fases sucesivas del concepto de formación de la
cultura simbólica que no sólo hemos abordado como referente de un estadio de la cultura,
sino también como marco conceptual, del que se derivan tres distintas etapas en la configu-
ración de las formas de pensamiento simbólico: “[…] - la fase concreta, la fase abstracta y la
fase simbólica- caracterizadas respectivamente por otros tres conceptos clave: costumbres,
modelos y significados” (Giménez, 2007 p. 26), por lo que buscamos ampliar nuestras com-
prensiones sobre las características de los procesos de creación como representaciones de
las formas objetivadas y subjetivadas de la cultura. Esto es importante porque comprender
los procesos creativos en términos de manifestaciones artísticas en cada fase, no sólo lleva
implícito adentrarnos en sus formas pensamiento, sino que nos introducimos al ámbito de los
modos de sensibilidad, ya que la articulación de ambos procesos produce el campo simbólico
por el que es posible aproximarnos a la comprensión de los significados de la fase de la cul-
tura a la que pertenecen.

Metodología

La presente metodología de investigación, utilizada para el proyecto de investigación


doctoral: Procesos creativos y transformaciones subjetivas. La resignificación de la identidad
a través de la experiencia artística dirigida (Aguilar, 2016), está basada en el procedimiento
científico para estructurar las etapas de la investigación del Manual de Investigación en Cien-

CAPÍTULO ix 967
cias Sociales de Campenhoudt, Q. (2005), quien define los tres actos del procedimiento cientí-
fico: la ruptura, la construcción y la comprobación; la cual hemos reproducido para la redacción
del presente texto. De tal manera que la ruptura está constituida por el punto de partida que
surgió del proyecto de investigación, sobre los supuestos que constituyen el proceso creativo
mediante la exploración y las lecturas que se retroalimentaron entre sí, hasta que encontramos
en Estudios sobre la cultura y las identidades sociales de Giménez (2007) la representación
teórica que se constituyó en marco categorial, ya que sus indagaciones sobre el proceso de
formación de cultura simbólica dieron sustento a nuestros objetivos, específicamente las etapas
que la configuran y sus respectivas formas de pensamiento, así como a la comprensión de los
procesos artísticos propios de cada una de sus fases.

La construcción, como resultado de la ruptura, nos llevó a estructurar el modelo de


análisis por medio de la búsqueda exhaustiva de los conceptos definidos en términos de cultura
concreta, abstracta y simbólica, modelos de pensamiento, identidades y procesos creativos,
todos contextualizados en el marco de la cultura simbólica. Lo que nos permitió precisar el
proyecto. Por lo que la estructuración del presente artículo ha tenido una lógica deductiva, en
relación con el análisis abstracto del planteamiento general de la tesis con los hechos y que
hemos sintetizado en las presentes aproximaciones. Finalmente, pasamos a la comprobación, al
comparar nuestras hipótesis con lo observado.

Desarrollo del tema

De acuerdo con Giménez (2007), la fase concreta de la formación del concepto de cul-
tura tiende a definirse en términos de costumbres, formas y modos de vida manifestados por
un pueblo. Afirma con Pasquinelli que la introducción del concepto en su momento fue escan-
daloso, pues por un lado el ámbito cultural era considerado un terreno elitista y, por el otro, la
concepción de la cultura previa a la modernidad se regía por valores universales. En esta fase
la cultura solamente contempla manifestaciones expresadas en lo colectivo, válidas para la re-
ligión, los ideales políticos, las normas sociales, los cánones artísticos y por dichas razones las
costumbres, al referirse a los aspectos particulares de las personas, no son reconocidos como
valor cultural:

Si bien el conocimiento, las creencias, el arte, la moral y el derecho ha-


bían sido considerados siempre como partes de la cultura, las costumbres

CAPÍTULO ix 968
eran su antítesis más radical. En efecto, mientras el arte y la moral son
universales, las costumbres –los mores- representan lo particular concre-
to, los escenarios locales dentro de los cuales las personas tejen la trama
de la existencia cotidiana. (Giménez, 2007, p. 27)

A la fase concreta de la formación del concepto de cultura corresponde lo que en el arte


llamamos romanticismo, surge como reacción ante la racionalidad de la Ilustración. De acuerdo
con Gellner (1998), el término romanticismo tiene muchas significaciones; entre las que nos
interesan sostiene que toda manifestación de carácter cultural o étnico, con todas sus idiosincra-
sias, debería ser no sólo protegida sino también venerada, como fenómenos altamente valiosos
en sí mismos.

En esta etapa, se vuelve importante la expresión de los aspectos emocionales de los suje-
tos, postura que se defiende de la frialdad de una cultura que honra lo racional. Tal comprensión
posibilitó la apertura hacia una nueva perspectiva en los modos de conocer e interpretar tanto la
cultura como las identidades, y corresponde a lo que Gergen (2006) afirma: “En los siglos XVI-
II y XIX se cuestionó la supremacía de la razón y la observación, y se creó un nuevo mundo:
el de la interioridad oculta, que yacía bajo la capa superficial de la razón consciente” (Gergen,
2006, p. 44).

De acuerdo con el romanticismo, la interioridad oculta se distingue por descubrir el


alma y sus contenidos, lo emocional, aquello de lo que está constituida, ésta estaba regida por
una fuerza apasionada connotada incluso por un cierto potencial de peligro que podía precipitar
en quien lo vivía situaciones como la muerte o el suicidio. Esto contribuyó a integrar en el len-
guaje nuevos conceptos que fueron dando cuenta de aspectos menos tangibles, como el amor,
la imaginación y la genialidad, la moral, la religión, el misticismo, todos modos distintos de un
nuevo discurso, que se ha integrado a nuestro lenguaje actual para definir el ser, el sentir y el
hacer de los individuos, así como su relación con los otros:

[…] el vocabulario de los sentimientos morales, la solidaridad y el goce


interior deriva, en buena medida, de una concepción romántica del yo,
que si bien alcanzó su apogeo en el siglo XIX, sigue vigente ahora. Esta
perspectiva pone el acento en lo que no se ve y aun en ciertas fuerzas
sacras que moran en las honduras de cada ser, confiriendo a la vida y a
las relaciones humanas la importancia que tienen. (Gergen, 2006, p. 42)

CAPÍTULO ix 969
De acuerdo con Gellner (1998), el romanticismo, el realismo y el naturalismo, como
corrientes artísticas del siglo XIX, significaron una apertura consciente hacia otros ámbitos, los
cuales fueron capaces de enriquecer la vida, tanto en lo personal como en lo social, en contraste
con los ideales de la ilustración, rígidos e impersonales. En este espíritu, durante todo el periodo
romántico, los artistas hacen énfasis en dichos atributos, en la pintura destacan el uso del color,
generan contrastes en el manejo de la luz y los detalles sombríos, dejan atrás el trabajo de la
copia y el detalle y lo sustituyen por expresiones de orden emocional.

El paradigma artístico de la época está definido por la filosofía del arte o estética de He-
gel (2006) donde lo bello artístico es el concepto central, como manifestación de la vida infinita
y lo es por la intervención del espíritu absoluto y que sólo podía explicarse desde una filosofía
del arte. En este sentido lo bello natural significa la imitación de la naturaleza y tiene un papel
subordinado. Lo que conlleva a la transformación del sentido estético y que Hegel definió
como el fin del arte, término con el que se refiere a las manifestaciones que rebasan los cánones
tradicionales centrados en la exaltación de la belleza y fuera de ella se vuelve indescifrable. Las
lecciones de estética de Hegel definen al arte desde un punto de vista fenomenológico dentro de
un proceso histórico; sus postulados tienen el propósito de promover la educación del hombre,
de formarlo para el uso adulto de la razón. El arte en esta etapa es un modelo dedicado al cono-
cimiento, por lo que cumple con su función en el aprendizaje, el mantenimiento y transmisión
de la cultura.

La estética de Hegel (2006) es el marco conceptual que define el paradigma de la


época y entenderlo sienta las bases para la comprensión del arte en etapas posteriores. Con
independencia a lo normativo que parecía ser Hegel en sus concepciones estéticas y de la
determinación de la historicidad de lo ideal como apariencia de lo sensible, en términos de
contenido cambiante expresado en la forma estética, en un determinado momento histórico
y por su función diacrónica y cultural, le otorga continuidad al espíritu que se devela en el
antes y el después, definiendo las formas artísticas simbólica, clásica y romántica11. Asi-
mismo, en el contenido del arte, es decir, la idea, se reconoce la acción histórica del hombre
en su relación con el devenir del tiempo:

11
Para Hegel (2006) la forma artística simbólica es el primer nivel de representación de lo absoluto mediante
figuras abstractas, naturales, característico del arte de Oriente y Egipto. La forma artística clásica toma del arte
griego la perfección del cuerpo en completa armonía con el espíritu, alcanza el ideal, la armonía entre forma y
contenido. En la religión cristiana, el ideal es la representación de Cristo espiritual y simultáneamente sufriente.
La forma artística romántica, inicia desde el fin de la antigüedad hasta principios del XIX; el contenido infinito
modifica la forma bella del arte clásico (en el arte cristiano) o genera múltiples formas que correspondan a las
infinitas representaciones de lo absoluto.

CAPÍTULO ix 970
La Idea para sí es lo verdadero como tal, en su universalidad; pero el
Ideal es esta verdad, la idea simultáneamente con su realidad efectiva,
individualidad, subjetividad. Podemos, con esto, distinguir dos determi-
naciones: 1) Idea en general, 2) su figura; y ambas al mismo tiempo cons-
tituyen el ideal, esto es, la idea configurada. (Hegel, 2006, pp. 32-33)

Para la segunda mitad del siglo XIX, las condiciones culturales se caracterizaban por un
estado de profunda unidad de los pueblos con sus sistemas de gobierno, se formó un vínculo
cultural entre las fuerzas “burguesas-populares” en donde la conciencia de unidad ligó al arte y
a la sociedad, lo que generó la búsqueda por la sinceridad de expresión, de verdadero apego a la
realidad de las cosas. El arte puso énfasis en la idea de que el hombre se gobernara a sí mismo;
la propuesta romántica declinó hacia un propósito mucho más real, solamente un romanticis-
mo basado en hechos reales podía ser aceptado. De esta manera el arte dio lugar al estudio de
la realidad y ésta fue el tema central en la producción artística: “[…] el arte consiste sólo en
<<saber hallar la expresión más completa de la cosa existente>>” (De Micheli, 2009, p. 22).
Bajo esta visión, la idea fundamental del realismo consistía en poner al hombre al centro del
universo relacionado directamente con todos los aspectos de la vida, por lo que la mitología, las
reminiscencias históricas y los ideales de belleza quedaron fuera de las posibilidades de la nue-
va estética, de esta manera la realidad histórica formó el contenido de la obra. Este movimiento
se fracturó al final de las revoluciones en Europa, propiciado por el estado de la violencia, el
surgimiento de nuevas ideologías y las diferencias entre los intelectuales:

La discordia entre los intelectuales y su clase se agudiza, las fracturas


subterráneas afloran a la superficie; el fenómeno se generaliza: la ruptura
de la unidad revolucionaria del S. XIX es un hecho consumado. Durante
largos años hasta nuestra época, sus consecuencias dominarán los pro-
blemas de la cultura y el arte. (De Micheli, 2009, p. 26)

Después del realismo, de manera simultánea, el devenir del arte abrió dos rutas de ma-
nifestación distintas, caminos de transición, de expresión, que la tradición del arte ha llamado
vanguardias artísticas y que en el orden de proponer una nueva concepción de la realidad ge-
neró una nueva estética. El primero originó la transición del romanticismo al realismo y más
adelante dio lugar al movimiento expresionista, en donde el artista buscó la intensidad de la
expresión, la profundidad de su sentir y se distinguió por una naturaleza particularmente emo-

CAPÍTULO ix 971
cional; nace como protesta opuesta al positivismo12, y, el segundo, que tras la invención de la
fotografía en 1839 creó un nuevo código visual, una nueva gramática que amplió las formas de
mirar, un lenguaje de luz y color que se vuelve modelo de imitación y que dio origen al impre-
sionismo13. De ésta manera, a través de las exploraciones que realiza el artista entre las facetas
del espacio real y el espacio pictórico va configurando un arte más pensado y racional, con lo
que aparece el cubismo y posteriormente el futurismo: “En efecto, mientras el cubismo, el fu-
turismo y el abstraccionismo constructivista tienen una base positivista, el dadaísmo, como el
expresionismo, se apoya en la base contraria.” (De Micheli, 2009, p. 141)

Como podemos observar, durante la fase concreta de la formación del concepto de la


cultura, los procesos culturales como artísticos son análogos. La cultura en sí misma configura
el contexto en el que la expresión artística se materializa y aparece también como vehículo de
expresión de la subjetividad.

Durante la fase abstracta de la formación del concepto de cultura planteada por Giménez
(2007), encontramos que entre 1930 y 1950 la comprensión de la cultura pasó de las costumbres
hacia los modelos de comportamiento y el análisis de la conducta, el interés de la cultura pone
énfasis en valores y normas: “[…] el concepto de cultura se restringe circunscribiéndose a los
sistemas de valores y a los modelos normativos que regulan los comportamientos de las personas
pertenecientes a un mismo grupo social” (Giménez, 2007, p. 27). Al observar los valores de la
época, la importancia del sentido del cambio, la idea del progreso, el interés por la ciencia, las
actividades intelectuales y artísticas, los ideales nacionalistas y revolucionarios, la división social
del trabajo, los comprendemos como factores que configuraron la nueva conciencia colectiva.

Para Gellner (1998) el nuevo concepto de cultura, se vuelve motivo de orgullo, es objeto
de culto, orienta los intereses sociales y particulares y se convierte en la actividad rectora del
mundo; la modernidad es el nuevo orden social e intelectual. De acuerdo con Freud (1930), las
actividades intelectuales, científicas y artísticas tuvieron el papel rector de la cultura y el desa-
rrollo no sólo dependió de la actividad productiva, ni de la división o movilidad en la ocupación
laboral sino del avance de la tecnología, su perfeccionamiento y ésta a su vez de la ciencia. Los
elementos esenciales del modernismo, afirma Gergen (2006) son la racionalidad, la observa-
ción y el progreso.

En la etapa abstracta de la cultura, el arte se alinea a la fuerza de la historia y se dispone


a poner su objeto al servicio del pueblo, surge como urgencia de expresión, como elemento

12
Lo que más tarde se transformó en dadaísmo y posteriormente dio lugar al surrealismo.
13
Expresionismo e Impresionismo son términos antagónicos, dice Gombrich (2012).

CAPÍTULO ix 972
transicional para los momentos difíciles. Por lo que aparece un cambio de paradigma con las
vanguardias artísticas, el arte se convierte en un dispositivo de transformación y experimenta-
ción de nuevas propuestas de significación, derivadas de la oposición hacia los movimientos
revolucionarios de finales del siglo XIX, de sus propuestas ideológicas y de los acontecimientos
sociales, por lo que se manifestaron contra los valores preestablecidos de la sociedad: “[…] el
arte moderno no es sólo el hijo de la edad crítica, sino el crítico de sí mismo” (Lipovetsky, 2003,
p. 81).

Podemos plantear por un lado al cubismo como una de las facetas del arte que propone
un lenguaje objetivo y racional, para entenderlo es importante retroceder hasta el discurso vi-
sual realista que observamos en las expresiones modernas de esta línea; el trabajo de Manet da
cuenta de una gran cantidad de posibilidades que tienen los objetos comunes para ser descritas
en la obra; después de él, el realismo se divide en dos manifestaciones importantes: el primero
es un impulso superficial, el segundo un realismo profundo. El impulso superficial es lo que
conocemos por impresionismo, inspirado en el efecto fotográfico relativo al manejo de la luz y
la sombra, el cual busca plasmar la realidad por la diversidad del color con un obvio cambio en
el lenguaje figurativo. El realismo profundo está representado por Cézanne, quien al penetrar
la realidad establece antecedentes sobre el estudio del volumen para cada una de las diferentes
facetas de los objetos, a veces sin marcar líneas de contorno y aplicando un color distinto en
cada plano logró modificar su estructura, de tal suerte podemos decir que sin Cézanne no hay
cubismo: “Cézanne se convirtió en el padre del arte moderno” (Gombrich, 2012, p. 543). Más
adelante, durante la exploración de esas facetas de los objetos como un todo, van apareciendo
la sucesión de esos volúmenes simulando movimiento e inspirados en el tema de la máquina, el
lenguaje visual que da lugar al futurismo.

Por otro lado, desde una apreciación subjetiva y emocional, está el expresionismo ale-
mán protagonizando uno de los lenguajes con el que fue representado el gran descontento
social: “El artista expresionista transfigura […] no mira: ve; no cuenta: vive; no reproduce:
recrea; no encuentra: busca. La concatenación de los hechos […] es sustituida por su transfi-
guración” (De Micheli, 2009, p. 82). El expresionista se involucra a tal grado con su obra que
se hace parte de ella y la realiza con el propósito de llegar a lo más hondo de la representación
del objeto, a su naturaleza más profunda y característica, a la singularidad de su esencia, en una
progresiva disolución de la forma hasta llegar a su aspecto más esencial, lo que incluso da lugar
a su deformación; dicha búsqueda dio un salto hacia la abstracción: “La cosa es indagada en su
característica esencial hasta llegar a su aspecto más íntimo” (De Micheli, 2009, p. 83). De esta
manera afirmamos con Kandinsky: “Cuanto más espantoso se vuelve este mundo (como lo es

CAPÍTULO ix 973
precisamente el mundo de hoy), tanto más el arte se vuelve abstracto, mientras que un mundo
feliz crea un mundo realista” (De Micheli, 2009, p. 97).

El movimiento expresionista se encuentra implícito en una gran diversidad de produc-


ciones artísticas14 de las vanguardias, por lo que se convierte en el movimiento más rico del
modernismo, fundamentalmente porque representa el sentir de la época, de la cultura y es el
lenguaje por el que los artistas encuentran la manera más viable para manifestar representacio-
nes auténticas, porque dichos contenidos no se agotan mientras haya algo que decir, que evadir
o por lo cual protestar. En ese sentir aparece el dadaísmo.

Dadá es la rebelión de la rebelión, tiene por objeto reestablecer la identidad del sujeto
en términos morales, como una forma de exigencia ética, con la necesidad de expresar profun-
damente al sujeto como centro del universo espiritual y subrayando su importancia por encima
de cualquier condición humana planteada en términos de convencionalismos, sin considerar
su historia, educación, cultura, honor, compromisos, familia, arte, saber, religión; su interés
está puesto en el gesto, en la manufactura más que en la obra y ese gesto se puede expresar en
cualquier dirección con tal de que sea una provocación, rompa reglas y genere un escándalo:
“Así pues, Dadá es antiartístico, antiliterario y antipoético. Su voluntad de destrucción tiene
un blanco preciso, que es, en parte, el mismo blanco del expresionismo” (De Micheli, 2009, p.
138). De modo que dadá necesita destruir a dadá, encontrar su libertad en la práctica e instante
de la negación, de suerte que surge el surrealismo dando paso a la afirmación, es decir, aquello
que le permita al hombre expresar una libertad realizable.

La lógica surrealista, afirma De Micheli (2009), reproduce la ruptura, entre el arte y la


sociedad, entre el mundo exterior y el mundo interior, entre la fantasía y la realidad. Tiene su
origen en la influencia trascendental de Freud con relación a los estudios del inconsciente y los
procesos del sueño, que lo llevan a reflexionar sobre la libertad individual, así como sus con-
dicionamientos; y en Marx, como representante de la libertad social, las dos almas del surrea-
lismo, una heredada de la tradición romántica y la otra que le da la bienvenida a la revolución
socialista. El propósito surrealista es abrirse un lugar en la historia para crear condiciones de
libertad espiritual y material en el hombre, propósito que busca ir más allá de la crisis, a un
terreno creativo en donde la ruptura quede restaurada: “El surrealismo nunca quiso otra cosa;
su esfuerzo pretende resolver dialécticamente esta oposición” (De Micheli, 2009, p. 156). Es
un arte figurativo en el que no cabe la abstracción, necesariamente está comprometido con la
representación. Así, nos acercamos a las formas de pensamiento simbólico, a la posibilidad del

14
Entre ellos el Fauvismo, que en 1905, en París, un grupo de jóvenes es bautizado como fauves por la reproduc-
ción descuidada de la forma y por la utilización violenta del color.

CAPÍTULO ix 974
diálogo entre opuestos. Esto es fundamental, pues no sólo amplía nuestra comprensión sobre
los movimientos artísticos vanguardistas como movimientos de transición hacia los procesos
simbólicos del arte en la cultura simbólica, sino porque también, en otros términos, con inde-
pendencia de la fase de la cultura que el arte representa, se vuelve evidente que los procesos
artísticos son simbólicos.

El arte abstracto como tal, adquirió una forma específica entre 1910 y 1914, paralelo
al conceptualismo, pues representan al objeto artístico como “idea” o “concepto”, ya que la
idea fundamental consiste en plantear la cosa, de la cual se tiene un conocimiento previo y
haciendo a un lado su concepción formal se le representa en su esencia. Llegamos a éste por
dos caminos: el primero, como ya lo hemos mencionado, parte del expresionismo de Kan-
dinsky, que por influencia romántica es entendida como manifestación del espíritu. La otra
forma de abstracción es racional, de reglas y geometría, representada por Mondrian, ambas
de origen idealista, sin embargo, fundamentalmente opuestas: Kandinsky le tiene aversión
al positivismo y Mondrian manifiesta una clara inclinación cientificista. Por consiguiente,
el objeto dejó de ser prioridad en la pintura para ceder su lugar a las formas fundamentales,
así es también como el pigmento pasó a ser objeto: “[…] la obra de arte era una esencia en
sí misma” (Gergen, 2006, p. 62). Es entonces que la obra artística se convierte en un mundo
con leyes propias, ya que no representa un contenido preexistente, sino que es en sí misma un
contenido nuevo y autónomo, en la que se manifiesta tanto el sentir y el pensar de su creador
como de todo un grupo social.

Debemos incluir el movimiento nacionalista que, de fondo, y entre otras cosas, ma-
nifiesta procesos de definición de las identidades colectivas. En este sentido, José Clemente
Orozco (2007) afirmaba que ninguna cultura carece de un teatro nacional, un museo nacional,
una universidad nacional. La visión nacionalista define la estructura social formada por las
dos grandes áreas de la división del trabajo: la sociedad agraria y la sociedad industrial, ambas
ampliamente complejas lo que a su vez genera grandes diferencias en sus implicaciones con la
cultura. El primero fomenta la diversidad cultural, la diferenciación de los sujetos, lo que pro-
picia procesos de individuación; el segundo favorece la homogeneidad cultural.

El movimiento nacionalista creó del muralismo en nuestro país, como modelo revolu-
cionario de la esfera artística, surge de la práctica de la pintura de jóvenes en donde el sentir
colectivo facilitó el nacimiento de una nueva conciencia social e identidad nacional, sumados
al objetivo de democratizar el arte:

Apareció la idea “democrática”, una especie de cristianismo artístico

CAPÍTULO ix 975
bastante raro y un principio de nacionalismo […] En vez del estudiante
de arte llegaron toda clase de gentes, desde escolares y boleros hasta
empleados, señoritas, obreros y campesinos […] De buenas a primeras
se les ponían en las manos colores, telas y pinceles y se les pedía que
pintaran como quisieran lo que tenían enfrente […] El resultado era sen-
cillamente maravilloso, estupendo, genial. (Orozco, 2007, p. 57)

De esta manera el arte nacionalista involucra a la sociedad, distingue los ideales colecti-
vos y los plasma en grandes muros, al mismo tiempo se aleja de la idea de dar gusto a pequeños
grupos o intereses específicos.

Finalmente, podemos situar el conceptualismo -presente desde la aparición del cubismo


como camino hacia la abstracción-, que se fundamenta en la idea de representar un objeto por
lo que se sabe de él; donde observamos un arte salir de los formatos tradicionales y formar parte
del todo posible cotidiano. Los objetos, incluido el cuerpo, metaforizan conceptos, la esponta-
neidad de su uso y su reubicación funcional es la propuesta: descontextualizar al objeto y volver
a contextualizarlo como otra cosa. Así Marcel Duchamp crea el ready made y define la obra
artística como: “Objeto usual ascendido a la dignidad de objeto artístico por simple decisión
del artista” (Duchamp, 1975, p. 82)15. A él lo siguen Joseph Beuys, en Alemania, quien sostenía
haber ampliado la noción del arte hacia un planteamiento más social, en el que todo hombre es
un artista, haciendo énfasis en que la realización de la propia vocación es ya una representa-
ción artística, con lo que hace aparecer los primeros performances e intervenciones, asimismo
Jackson Pollock, en Nueva York, suscitó un gran interés por su modo de aplicar la pintura, así
como muchos otros. En este orden, los estudios del arte pueden dar cuenta cómo el happening,
el performance, las intervenciones y otros, se comportan tanto como elementos de transición y
como protagonistas del arte contemporáneo.

Como lo hemos observado, el arte, en la fase abstracta de la formación del concepto de


cultura simbólica, y con independencia del momento y la diversidad de sus manifestaciones,
tiene por objeto la búsqueda de la libertad, de los elementos fundantes que están por encima
incluso de los ideales nacionalistas y revolucionarios, de las estructuras sociales, los conven-
cionalismos, los modelos normativos, del afán del progreso a ultranza que estaban depositados
ahí, con la esperanza de propiciar cambios en lo individual y lo social.

Esto es importante porque la cultura y el arte forman una relación dialéctica en la que es-
tán implícitos procesos que articulan las formas de pensamiento y del sentir social e individual.
15
Aunque a Duchamp se le ha considerado dadaísta por excelencia, en específico por la “fabricación” de objetos
en 1917 en Nueva York (De Micheli, 2009).

CAPÍTULO ix 976
Si ya decía Freud (1930) que las actividades científicas, intelectuales y artísticas son activida-
des superiores, podemos afirmar que, de éstas, el arte es la única que tramita los afectos; pensar
sólo la ciencia o las actividades intelectuales separadas de los procesos creativos, es disociar las
formas culturales. La integración consiste en la relación simbólica que crea significados y por
las que es posible crear una visión holística y multidisciplinaria con la cual enriquecer la visión
de la vida tanto individual como social.

Después de plantear los antecedentes a la concepción simbólica del concepto de cultura


a través de las fases concreta y abstracta, así como sus respectivos referentes artísticos, llega-
mos al concepto de la cultura como proceso simbólico en Giménez (2007) el cual nos lleva a
entender dentro del marco de un momento histórico y en un determinado contexto, que los sig-
nificados de la cultura son acordados por consenso y objetivados en formas simbólicas:

[…] la cultura es la organización social de significados, interiorizados de


modo relativamente estable por los sujetos en forma de esquemas o de
representaciones compartidas, y objetivados en formas simbólicas, todo
ello en contextos históricamente específicos y socialmente estructurados.
(Giménez, 2007, p. 46)

Giménez agrega que para comprender la cultura como proceso simbólico es importante
designar un campo autónomo para ésta, a manera de extensión de la vida social en la que se
acuerdan y organizan los significados, los cuales son representados en la realidad concreta. Para
ello es necesario hacer una distinción entre las formas objetivadas y las formas subjetivadas de
la cultura, es decir, hacer la diferenciación entre la cultura material y las estructuras cognitivas y
afectivas que la definen, con la finalidad de comprender y explicar sus relaciones. Para ampliar
el horizonte, agregamos con Gómez Vargas (2012) no solamente un concepto de cultura como
sistema de símbolos, sino la definición de un orden y la organización de la realidad concreta por
medio de individuos, prácticas y objetos cuya articulación se establece a través de la dimensión
tecnológica, por lo que podemos considerar a la tecnología como su leitmotiv. Es entonces
que la entendemos como un sistema de saberes, agentes, ambientes y entornos que configuran
el imaginario colectivo y facilitan la vivencia de la vida colectiva por medio de una forma de
sensibilidad, memoria y vínculo tanto en lo individual como en lo social.

Como lo podemos observar, la concepción simbólica de la cultura niega la sistematiza-


ción y la coherencia de las concepciones culturales anteriores, y ahora se ha transformado por

CAPÍTULO ix 977
las nuevas prácticas sociales en una “cultura en acción”, que Giménez (2007) explica en térmi-
nos de prácticas emergentes que surgen de manera inconexa, con sus propios códigos y signifi-
cados: “[…] entender la cultura como un conjunto de prácticas simbólicas, dispersas y descen-
tradas […] como repertorio simbólico de estrategias de acción” (Giménez, 2007, p. 29), donde
la tecnología, los sistemas de comunicación y las representaciones virtuales inciden generando
nuevas prácticas, por lo que es importante considerar a la tecnología como el factor vinculan-
te de dichas relaciones y también como agente de cambio. De esta manera, el arte tras de las
vanguardias se tornó simbólico, después de la segunda guerra mundial se produjo una nueva
estética dominante. Como lo hemos descrito arriba, el desarrollo tecnológico ha propiciado el
fenómeno de la estetización, lo que implica la expansión de la mirada a otros ámbitos fuera de
los convencionales, su función ha reconfigurado los significados, por lo que se desborda hacia
una gran diversidad de prácticas y manifestaciones artísticas reproducidas en la cultura.

Después de las vanguardias, el arte amplió las posibilidades de sus formatos, éstos se
han expandido de los lienzos a los cuerpos, los objetos, los muros, los espacios, el paisaje; los
museos y los teatros dejaron de ser los únicos recintos para albergar objetos o producciones
artísticas, con lo que el arte se universaliza, se mezcla, y se conserva de la misma manera como
aparecen nuevas manifestaciones, el happening, el performance, el body-art, el mapping, las
instalaciones, las intervenciones, la danza, entre otras.

Las manifestaciones artísticas de la modernidad se expresaron como un fenómeno ex-


plosivo de la estética, dice Vattimo (2000), rebasaron los límites establecidos por la tradición y
se propusieron a sí mismas como modelos de conocimiento privilegiado, así como propuestas
de provocación y destrucción de estructuras sociales y culturales. En la contemporaneidad se
mantiene este mismo interés, aunque menos totalizante y metafísico, más próximo a la expe-
riencia concreta del presente, se procura generar una experiencia inmediata, en un hecho esté-
tico integral. Su función consiste en problematizar el ámbito en el que se desarrolla y uno de
los criterios para su valoración está en el orden de discernir acerca de la capacidad que tiene la
obra de ponerse en discusión dentro de sus propias condiciones. Coincidimos con el pensador
italiano que lo definitivo en el arte contemporáneo es el impacto de la tecnología, ya lo venía-
mos reflexionando con Benjamin (1989), ya que encontrarnos en la época de la reproductividad
técnica, determina la generalización de lo estético, pues ha hecho posible la reproducción del
arte por cualquier medio y en todo ámbito, fenómeno que al mismo tiempo le ha quitado singu-
laridad; nacen obras en las que la reproductividad es su origen, lo podemos ver con claridad en
la fotografía y el cine. Este hecho es trascendental para comprender la nueva idea benjaminia-
na de la muerte del arte, entendida como un cambio de paradigma, no como la planteó Hegel

CAPÍTULO ix 978
(2006) - dado que esa muerte del arte daba paso al movimiento de las vanguardias en donde la
belleza dejó de ser el ideal del arte- sino como muerte de un hecho específico separado de la
existencia y puesta a su vez en una existencia alterna, esto es, en la cultura visual, la estetización
como prolongación del dominio de los nuevos medios. Es entonces que el significado utópico
de la revolución sobre la muerte del arte de las vanguardias se transformó en una significación
tecnológica que se puede explicar en la presente teoría de la cultura simbólica.

En este sentido, agrega Lipovetsky (2003), no significa que el arte haya muerto o que
los artistas hayan perdido imaginación, pues ya no tienen la necesidad de crear lenguajes de
ruptura, sino que su producción artística se torna subjetiva, artesanal y hasta obsesiva, sin la
búsqueda exacerbada por lo nuevo. Es entonces que el arte contemporáneo se revela en la co-
existencia pacífica de varios estilos que dialogan, se tocan o se mezclan para dar lugar a obras
fantasiosas, despreocupadas, híbridas. Además, en la práctica, ya no es necesario dominar el
trazo, ni mucho menos conocer ciertas técnicas pictóricas, escultóricas o fotográficas, toda ex-
presión es posible; aunque no debemos descartar que existen también obras de arte en el sentido
institucional, como fenómeno alternativo. De esta manera, el arte contemporáneo como proceso
creador se constituye un proceso simbólico, al plantear según Vattimo (2000), la utopía de la re-
integración tanto metafísica -romántica-, como revolucionaria -vanguardista- de la existencia,
articuladas con el uso de nuevas tecnologías que promueven la producción generalizada de lo
estético. Por dichas razones muy frecuentemente encontramos representaciones fuera de lugar,
paradójicas, kitsch agrega el autor italiano, motivo por el cual comete una especie de suicidio de
protesta y se convierte en un enorme silencio en el que el verdadero arte sólo habla callando y
la experiencia estética aparece como negación de todas aquellas características que habían sido
veneradas por la tradición, sobre todo el placer de lo bello. Es así que el arte contemporáneo
es representado como proceso, es decir, como una producción espacio temporal, resultado de
un proceso simbólico, como hecho espiritual, como un contenido formado de verdad, añade
Vattimo (2000), en donde el silencio, como hecho espiritual representa la negación de su propia
condición; en este orden la técnica también juega el papel de reforzar la idea del silencio, así,
la muerte del arte cobra sentido siempre y cuando los tres elementos: la utopía, el kistch y el
silencio, entren en relación con las imágenes de la producción visual de la cultura actual.

Por lo anterior, encontramos en los procesos creativos en el devenir de la formación del


concepto de cultura simbólica la confirmación de uno de los axiomas de la teoría del arte, parti-
cularmente de la teoría de los estilos, en este sentido, el arte representa el sentir de la época que
lo produce, la verdad y los valores entendidos como pautas de una trayectoria histórica, como la
función estética consensada que reconoce la obra en un determinado momento histórico: “[…]

CAPÍTULO ix 979
en la obra de arte más que en cualquier otro producto espiritual se revela la verdad de la época”
(Vattimo, 2000, p. 57).

Conclusiones

En la fase concreta de la formación del concepto de cultura simbólica, las expresiones


artísticas están condicionadas por las costumbres, las cuales promueven muy limitadamente la
transformación que implique a la imaginación, es decir, una relación dialéctica que produzca la
comprensión simbólica, esto se distingue tanto en el arte decimonónico como en la producción
de objetos artesanales, las cuales en esencia son la representación de elementos, acontecimien-
tos o personajes que conviene copiar y conservar a través del tiempo. Como sabemos, el para-
digma artístico está definido por la filosofía del arte de Hegel (2006) donde lo bello artístico es
el concepto central, el cual propone un arte metafísico por intervención del espíritu absoluto, en
este orden lo bello natural se refiere a la imitación de la naturaleza, por lo que tiene un papel su-
bordinado, sin embargo el despliegue de lo bello natural es lo que abre paso a la transformación
del sentido estético en donde la belleza dejó de ser prioridad, misma que Hegel (2006) definió
como el fin del arte.

En la fase abstracta de la formación del concepto de cultura simbólica, la cultura se or-


ganiza en torno a los modos de comportamiento y modelos normativos definidos básicamente
por la idea del progreso, en donde las manifestaciones artísticas, las vanguardias han roto con
todos los esfuerzos que ligan con lo tradicional y el ideal de belleza, el nuevo paradigma es
revolucionario, es un arte que se convierte en la representaciones del único lenguaje que ma-
nifiesta el sentir, siempre por medio de nuevas propuestas y a través de profundas reflexiones
sobre lo esencial, sobre lo más fundamental de los contenidos que cuestionan las problemáticas
políticas y sociales de la época, lo cual implica el uso de la imaginación para la abstracción de
sus significados.

La fase simbólica de la cultura integra las fases concreta y abstracta, ya que en su ca-
rácter simbólico se articulan para la producción de significados, en estos términos, el arte tras
las vanguardias se tornó simbólico; a partir del fenómeno de la estetización, promovido por la
era de la reproductividad y por el uso de las nuevas tecnologías, su función se ha reconfigu-
rado, democratizado, esto ha promovido su generalización y su práctica en todos los ámbitos,
en donde observamos que coexisten diferentes modos de expresión que van desde las formas
académicas, figurativas y abstractas, hasta las representaciones escénicas provenientes del uni-

CAPÍTULO ix 980
verso simbólico del artista. En este sentido, el arte contemporáneo se expresa como la utopía
de la reintegración tanto metafísica como revolucionaria de la existencia, articuladas mediante
el uso de nuevas tecnologías en la producción generalizada de lo estético. De esta manera, en
el contexto actual, el arte no se dirige hacia la búsqueda de la belleza como el arte romántico,
ni hacia la representación de una coherencia que denuncie las problemáticas sociales, sino que
se ha convertido en una expresión paradójica de los valores dominantes o estereotipos de esta
época: “[…] unas y otras obras son portadoras de los mitos y valores de una era.” (Gergen,
2006, p. 180).

Finalmente, podemos observar, cómo el arte, entre otras, ha tenido la función de articu-
lar las formas de pensamiento y el sentir de la colectividad, por lo que es posible definirlo como
proceso simbólico, la condición que nos hace seres humanos y trascendentes Disociar el arte de
la cultura significa privar a la cultura del dispositivo que promueve la tramitación natural los
afectos, de sensibilizar conciencias y de transformar subjetividades, esto significa empobrecer
la condición humana de la cual ya hemos observado sus consecuencias. Es importante volver a
pensar y sentir el arte, como objeto de estudio, tanto en la teoría como en actividades creativas,
para reintegrar nuestras formas objetivadas y subjetivadas de la cultura, como un camino para
restituir nuestro ser individual y ser social.

CAPÍTULO ix 981
Obra citada

Benjamin, W. (1989). La obra de arte en la época de su reproductividad técnica. Buenos Ai-


res: Taurus.

De Micheli, M. (2009). Las vanguardias artísticas del siglo XX. Madrid: Alianza forma.

Duchamp, M. (1975). La novia puesta al desnudo por sus solteros, mismamente (la”Caja Ver-
de”). Barcelona: Gustavo Gili.

Freud, S. (1930). El malestar en la cultura. Volúmen XXI: Colección digital. Obras comple-
tas.

Gellner, E. (1998). Cultura, identidad y política. Barcelona: Gedisa.

Gergen, K. J. (2006). El yo saturado. Barcelona: Paidós.

Giménez, G. (2007). Estudios sobre la cultura y las identidades sociales. México: Conaculta.

Gombrich, E. H. (2012). La historia del arte. China: Pahidon.

Gómez Vargas, H. (2012). La invención de la cultura. Patrimonio histórico y cultural: La


ciudad de León, Gto. León, Gto.: Promoción de la Cultura y la Educación Superior del
Bajío. UIA. León.

Hegel, G. W. (2006). Filosofía del arte o estética. Madrid: ABADA Editores-UAM Ediciones.

Lipovetsky, G. (2000). La era del vacío. Barcelona: Anagrama

Orozco, J. C. (2007). Autobiografía de José Clemente Orozco. México: Ediciones Era.

Vattimo, G. (2000). El fin de la modernidad. Nihilismo y hermenéutica en la cultura posmoder-


na. México: Gedisa.

CAPÍTULO ix 982
PROCESOS DE CIUDADANIZACIÓN,
DES-CIUDADANIZACIÓN Y
RECIUDADANIZACIÓN
EN MÉXICO Y AMÉRICA LATINA
CoordinadorES
Alejandro Klein Caballero

Mónica Elivier Sánchez González

CAPÍTuLO x
PROCESOS DE CIUDADANIZACIÓN,
DES-CIUDADANIZACIÓN Y
RECIUDADANIZACIÓN
EN MÉXICO Y AMÉRICA LATINA
CoordinadorES
Alejandro Klein Caballero

Mónica Elivier Sánchez González

De forma creciente se está generando material científico original y de relevancia social


acerca de los cambios sociales, culturales y políticos generados en el pasaje del siglo XX
al XXI  en Latinoamérica. Esto lleva a la necesidad de diseñar un perfil que incluya va-
riables socioeconómicas, históricas, culturales, demográficas, políticas, ambientales y de
otra índole sobre la Región y que identifique y diagnostique especialmente las debilidades
y fortalezas que se están dando en Latinoamérica en torno a los procesos de ciudadanía.

CAPÍTULO x 984
Las coaliciones promotoras y los grandes
proyectos urbanos en la Ciudad de México

Mario Ramírez Chávez1

Resumen: México inició el predominio de la vida urbana por sobre la rural al finalizar la
década de los años 60 del siglo pasado, y ha sido una mega tendencia que se mantiene cons-
tante en el devenir. Si bien como parte de la desconcentración, la reconversión industrial y la
descentralización de la década de los 80´s del siglo pasado, como respuesta a la severa crisis
del pago de la deuda, y producto de la metropolización que desborda el espacio urbano más
allá de los límites político-administrativos, se intentó conformar nuevos polos de crecimiento
urbano para evitar el crecimiento de la Ciudad de México, ello no evitó mantener su primacía
hasta convertirse en la ZMVM dentro del sistema nacional metropolitano, en ella viven 21
millones 384 mil 112 habitantes.2 De igual forma el peso del pasado, es decir, las condiciones
históricas que moldearon a la Zona Metropolitana del Valle de México impactan en los go-
biernos locales. Por ello se logró identificar cuatro sucesos relevantes: 1) La construcción de
un sistema político centralizado, el cual sentó con gran fuerza la toma de decisiones en la ca-
pital del país, la Ciudad de México, y para ello se dio la suspensión de la división administra-
tiva municipal del Distrito Federal, pasando a una regencia con un departamento encargado
de los procesos administrativos del mismo. 2) La crisis económica de 1982 afectó por doble
razón a la Ciudad de México; por un lado las obligaciones internacionales del país para la
amortización de los intereses del pago de la deuda dejó sin recursos a la Secretaría de Asenta-
mientos Humanos y Obras Públicas (SAHOP) para llevar a cabo los planes de ordenamiento
territorial, y por el otro lado, la reestructuración de la economía implicó el desmantelamiento
del complejo productivo industrial que en su mayoría estaba avecindado en la Ciudad de
1
Doctorante en Ciencias Políticas y Sociales del Posgrado en Ciencias Políticas y Sociales, FCPyS de la UNAM.
Email: lenin_597@hotmail.com
2
Comisión Ejecutiva de Coordinación Metropolitana (CECM), Primera declaratoria de ampliación del ámbito
territorial de planeación y estudio de la Zona Metropolitana del Valle de México, 17 de junio 2008 en: http://www.
edomex.gob.mx/portal/page/portal/sedemet/revista.

CAPÍTULO x 985
México. 3) Los sismos de 1985 dieron un fuerte golpe a la Ciudad de México, daños severos
en su infraestructura, destrucción de cientos de construcciones, así como cientos de muertos
y miles de damnificados. En consecuencia desde ese momento, y acompañando los efectos
de la crisis económica, la ciudad, en especial las delegaciones centrales, comenzaron un pro-
ceso de despoblamiento que denotó un crecimiento desordenado de la mancha urbana hacia
los municipios del Norte y Oriente del Valle de México. 4) La democratización del Distrito
Federal con la reforma política que dio paso, en primer lugar, a la creación de la Asamblea
Legislativa del Distrito Federal (ALDF), y posteriormente en 1996 a la elección por primera
vez de un Jefe de Gobierno del Distrito Federal en 1997. Sin embargo, el proceso no término
democratizando a las delegaciones, con lo cual en materia de desarrollo urbano, con en mu-
chas otras atribuciones, quedaron supeditadas a la aprobación de la ALDF y del Gobierno del
Distrito Federal (GDF) y la reforma al artículo 115 constitucional para el fortalecimiento de
los municipios y el verdadero ejercicio del poder en un sistema federal.

Palabras Clave: Coaliciones promotoras, grandes proyectos urbanos, políticas públicas;


participación ciudadana.

Summary: Mexico began the predominance of urban over rural life at the end of the deca-
de of the 60s of last century, and has been a mega trend that remains constant in the future.
While as part of the deconcentration, industrial restructuring and decentralization of the
decade of the 80s of the last century, in response to the severe crisis of debt payments, and
product metropolitan overflowing urban space beyond of political and administrative boun-
daries was attempted to form new poles of urban growth to prevent the growth of Mexico
City, this did not prevent maintaining its primacy to become the MCMA within the metro-
politan national system live there 21 million 384 000 112 habitants. Likewise, the weight of
the past, ie, the historical conditions that shaped the Metropolitan Area of Mexico impact
on local governments. Thus it was possible to identify four important events: 1) The cons-
truction of a centralized political system, which sat down with great force decision-making
in the country’s capital, Mexico City, and for that the suspension of the municipal admi-
nistrative division of the Federal District was given, passing a regency with a department
in charge of administrative processes thereof. 2) The economic crisis of 1982 affected by
double reason to Mexico City; on the one hand the country’s international obligations for
repayment of interest on the debt settlement left without resources to the Ministry of Hu-
man Settlements and Public Works (SAHOP) to carry out the land use plans, and on the
other hand, the restructuring of the economy involved the dismantling of the industrial
production complex which mostly was resident in Mexico City. 3) The earthquakes of 1985
gave a strong blow to Mexico City, severe damage to its infrastructure, destroying hun-
dreds of buildings and hundreds of dead and thousands homeless. Consequently from that
moment, and accompanying effects of the economic crisis, the city, especially the central
delegations, began a process of depopulation denoted disordered growth of the urban area
to the municipalities in the North and East of the Valley of Mexico. 4) The democratization
of the Federal District with political reform that led, first, to the creation of the Legislative
Assembly of the Federal District (ALDF), and later in 1996 the first election of a Head of
Government Federal district in 1997. However, the process does not end democratizing de-

CAPÍTULO x 986
legations, which in urban development with many other powers, were made subject to the
approval of the ALDF and the Government of the Federal district (GDF) and the reform of
Article 115 of the Constitution to strengthen municipalities and the real exercise of power
in a federal system.

Keywords: Coalitions promoters, large urban projects, public policies; citizen participation.

Introducción

Durante los últimos diez mil años la humanidad ha tenido a bien en acumular una
serie de experiencias sociales, políticas, culturales, territoriales y espaciales para la admi-
nistración y organización de la vida en sociedad. Hasta ahora, la ciudad se yergue como
la mayor invención humana, que nos hace más seguros, más resilientes, más prósperos, la
mayor fuente generadora de bienestar más competitivos y en síntesis, más felices.

El siglo XXI será el siglo de la supremacía de la vida urbana como forma de orga-
nización social, territorial y espacial de las sociedades contemporáneas del planeta, así lo
constatan los datos, que; desde el año 2011 hay 3 600 millones de personas (el 51.42% de
la población total) que viven en zonas urbanas alrededor del mundo y de acuerdo a las es-
timaciones del Fondo de Población de las Naciones Unidas (FPNU, 2010), 1 000 millones
viven en asentamientos ilegales. FPNU estima que en el año 2030 habrá 5 000 millones de
residentes urbanos, de los cuales el 81% vivirá en países en vías de desarrollo.

Dentro de esta radiografía urbana alrededor del planeta cinco países concentran
más ciudades de más de un millón de personas, que saber son: En primer lugar China con
98, ocupando el segundo lugar la India con 46, EE.UU. en tercer lugar con 42 ciudades,
mientras Brasil con 21 ciudades ocupa el cuarto lugar con y en quinto lugar México con
12 ciudades de más de 1 millón de habitantes.

Asimismo, los cambios en las políticas macroeconómicas y los marcos regulatorios


tanto nacionales como internacionales han sido reformados o diseñados para garantizar
por un lado: La libre circulación de los capitales; garantizar la rentabilidad de ganancia del
capital especulativo como nunca antes y finalmente mecanismos regulatorios orientados a
frenar todo intento de regulación por parte de los organismos y aparatos estatales llevan-
do con ello a la concentración de la riqueza en selecto consorcio oligopólico de empresas
multinacionales.

CAPÍTULO x 987
Del mismo modo, los efectos de este marco regulatorio en el ámbito económico se
dejan sentir sobre las ciudades, cuyas autoridades locales se ven sometidas a las presiones
y exigencias de las agencias inmobiliarias; de los desarrolladores de viviendas y de oficinas
y de los agentes del capital especulativo.

A la par, en varias latitudes alrededor del mundo se están dando una serie de inter-
venciones en el suelo urbano cuya principal característica es su ubicación en la centralidad
o viejo casco de la ciudad, revitalizando espacios de la ciudad central y determinando nue-
vas funciones productivas y/o administrativas a dichos espacios al interior de las ciudades
y en la economía; denominados por Beatriz Cuenya como grandes proyectos urbanos.

Los Grandes Proyectos Urbanos (GPU) en palabra de Beatriz Cuenya “…son con-
siderados intervenciones/mega operaciones de renovación urbana, de iniciativa pública
mediante los cuales, espacios públicos relegados de la ciudad se transforman en nuevas
centralidades”. (Cuenya, 2012, p. 27)

Asimismo los GPU requieren una fuerte iniciativa pública dirigida a facilitar las
operaciones inmobiliarias y atraer las masivas inversiones públicas que se hacen faltan
para financiar la infraestructura.

Dicho lo anterior cabe señalar, que los GPU siempre han existido y han jugado un
papel clave en la conformación de las grandes zonas metropolitanas a nivel mundial; los
Grandes Proyectos Urbanos (GPU) fueron durante la primera mitad del siglo XX costeados
por los grandes y agresivos programas de inversiones públicas que los Estados Nacionales;
subnacionales y municipales llevaron a cabo para construir obras públicas cruciales para
las ciudades tales como: Hospitales, escuelas, instituciones de educación media y superior,
sistemas de transporte y grandes obras hidráulicas de red agua potable, alcantarillado y
saneamiento; las cuales fueron concesionadas a empresas privadas de carácter nacional en
el marco de un modelo económico cerrado, de industrialización por sustitución de impor-
taciones.

Del mismo modo, Beatriz Cuenya es contundente al señala que “históricamente, los
procesos de renovación han exigido siempre la intervención del Estado por tres razones
básicas: superar el fraccionamiento del suelo privado para garantizar la escala rentable de
las operaciones; asumir los costos de las infraestructuras y acondicionamiento del suelo, y
actuar en torno a los conflictos sociales derivados de la destrucción del patrimonio y/o el
desplazamiento de actividades y población.” (Cuenya, 2012, p. 34)

CAPÍTULO x 988
Sin embargo; los GPU se dan en un contexto marcado por los procesos de la globali-
zación; liberalización económica y política; desregulación y apertura a los capitales golon-
drinos; la nueva gestión empresarial de la gestión urbana; el nuevo rol de las ciudades en el
mercado donde se incentivan las actividades de servicios avanzados tales como: relaciones
públicas, sector inmobiliario, servicios financieros, publicidad y servicios legales y se esta-
blece una competencia entre las distintas ciudades por ser el mejor centro de atención para
las grandes inversiones de los capitales especulativos.

De igual forma los GPU son portadores de nuevos atributos a las ciudades; consti-
tuyen un elemento fundamental en la nueva morfología espacial de las ciudades, particu-
larmente de América Latina; dado el grado de complejidad de estas intervenciones se están
planteando múltiples interrogantes para el desarrollo urbano; generando nuevas tensiones
y conflictos entre los residentes de las ciudades y las autoridades locales.

Los GPU implican nuevos requerimientos de aglomeración de funciones centra-


les, servicios altamente especializados y actividades culturales por parte de una econo-
mía manufacturera en transformación hacia una economía de servicios, interface para
mudar al sistema productivo hacia la economía y la sociedad del conocimiento. De fondo
los grupos de intereses económicos cristalizados en coaliciones promotoras de grandes
proyectos urbanos logran el apoyo del poder gubernamental para la legitimidad y garan-
tía de viabilidad de los proyectos, que garantizan la rentabilidad del capital especulativo
inmobiliario.

Ampliación del rol de los gobiernos locales y de sus complejas agendas de ac-
tuación en un marco de reformas económicas y nuevos enfoques en las políticas urbanas
guiados por la lógica del sector privado; generando con ello mayores presiones fiscales y
de dotación de servicios públicos que colapsan ante la incapacidad técnica, presupuestal e
infraestructura insuficiente.

Si bien es cierto que los Grandes Proyectos Urbanos frenan la declinación económi-
ca de las ciudades y aumenta los recursos financieros, al revitalizar zonas centrales de las
ciudades que había caído en desuso, por tratarse de espacios vinculados al declive indus-
trial de la década de 1980; los diversos instrumentos de planeación urbana asumen en perfil
ideológico del grupo en el poder que impulsa estos Grandes Proyectos Urbanos, con lo cual
se perfila el modelo de ciudad que se busca imponer.

Y es que un modelo de ciudad es la cristalización de un proyecto tanto ideológico,

CAPÍTULO x 989
político y económico, que como bien señala Tomás Guevara; un modelo de ciudad es la
“configuración de patrones de apropiación del espacio urbano por parte de los diferentes
sectores sociales” (Guevara, 2015, p. 268). Sólo por fines ilustrativos se puede aglutinarlos
tipos de modelos de ciudad a partir de la producción del hábitat orientada hacia el valor
del espacio urbano, entendido como la capacidad de respuesta que tiene para cubrir las
necesidades de las personas. Del otro lado se ubican los modelos que ponderan el valor de
cambio del uso del suelo urbano, es decir, de acuerdo a las regulaciones del libre mercado
garantizando la rentabilidad y tasa de ganancia del capital.

Ahora bien, estas tres grandes megatendencias tienen su incidencia en el mismo


espacio urbano que comprende a la Región Urbana del Valle de México (RUVM) y ello en
buena medida dada la incorporación de nuevos territorios al espacio metropolitano dado el
establecimiento de vínculos productivos o como espacios destinados a los nuevos comple-
jos habitacionales de los trabajadores.

Los cambios económicos que ha vivido la Ciudad de México, y aquí referido el tér-
mino Ciudad de México al territorio que comprende a las 16 delegaciones políticas al pasar
de una ciudad de vocación industrial a una ciudad terciarizada orientada a los servicios y
al comercio. Prueba de ello, y que es parte de los procesos que América Latina vivió en su
conjunto es que “…desde mediados de los años ochenta en adelante, en varios de nuestros
países lo que había sido el paisaje urbano –la base material de la industrialización sustitu-
tiva de importaciones, esa presencia activa del Estado en la producción y en los servicios
sociales- se desmoronó irremediablemente o desapareció.” (Rodríguez, 2012, p. 7)

Cabe resaltar que México inició el predominio de la vida urbana por sobre la rural
al finalizar la década de 1960; quedando como imperante a partir de la década de 1980,
coincidiendo a su vez con la severa crisis del pago de la deuda, la década perdida y la
reestructuración económica; y ha sido una mega tendencia que se mantiene constante en
el devenir. Lo anterior es el reflejo de los procesos urbanos por los cuales transita el país,
por un lado la consolidación y supremacía de la Ciudad de México, hasta constituirse en
la Región Urbana del Valle de México durante el siglo XX, al punto tal que en 2012, 94
millones 620 mil mexicanos viven en 59 zonas metropolitanas concentrando al 83% de la
población total del país.

A la par de estos procesos de transformación que la dinámica urbana, y específica-


mente la Ciudad de México han vivido, cabe resaltar la importancia de los cambios en el
marco normativo del Distrito Federal como lo ilustra el cuadro 1.

CAPÍTULO x 990
Cuadro 1. Evolución histórica del marco normativo del Distrito Federal

Año Suceso
1928 Se reforma el artículo 73° fracción, por el cual se derogó el régimen municipal del D.F. asimis-
mo se centralizó la administración en el presidente.
1933 Se promulga la Ley de Planificación y Zonificación del D.F.
1938 Se promulga en Reglamento de Zonificación de las arterias principales de la Ciudad de México
1941 La nueva Ley Orgánica del D.F. establece una división administrativa delegación distinta a la
actual: Ciudad de México, (Las actuales delegaciones Benito Juárez, Cuauhtémoc, Miguel Hi-
dalgo y Venustiano Carranza), Villa Gustavo A. Madero. Azcapotzalco, Iztacalco, Coyoacán,
Villa Álvaro Obregón, La Magdalena Contreras, Cuajimalpa, Tlalpan, Iztapalapa, Xochimilco,
Milpa Alta, Tlahuác.
1942 Se prohíbe el establecimiento de la industria farmacéutica en el D.F.
1944 Se modifica la Ley Orgánica del D.F., agregando un capítulo sobre servicios públicos y se
instituye la Comisión Reguladora del Crecimiento de la Ciudad.
1948 De prohíbe la construcción de nuevos fraccionamientos dentro del D.F., a la par se busca aten-
der los problemas viales, de estacionamiento, entorno urbano, plazas y jardines.
1953-1966 Durante este periodo se da un intenso crecimiento urbano, sin embargo se carece de un plan
de desarrollo urbano, en su lugar se cuenta con una serie de acciones sectoriales, de mejora-
miento urbano de algunas zonas, y se continua con la prohibición de construcción de nuevos
fraccionamientos.
1976 Surge el 1° Plan de Ordenamiento Urbano, en 50 años de expansión urbano no lo hubo, hay
nuevos desafíos, el crecimiento urbano ya rebasa a la estructura gubernamental.

A la par se crea el Primer Plan Director del Distrito Federal y a su vez se da el decreto de la
Zona Conurbada del Centro del País, pasos importantes en la delimitación de la Ciudad de
México.
1987-1995 El Programa Director de Desarrollo Urbano de este período refleja los estragos de los sismos
de 1985 orientado a dar atención a zonas centrales y restructuraciones, busca la redensificación
de algunas zonas, a su vez intenta controlar el crecimiento de la Zona Metropolitana de la Ciu-
dad de México (ZMCM), en lo cual fracasa.

A su vez el Programa General de Desarrollo Urbano del D.F. de esa época, delimita el 16 de
julio de 1987 las Zonas Especiales de Desarrollo Controlado (ZEDEC´S).
1994 Se reforma el estatuto de gobierno del D.F.
1998 Se promulga Ley Orgánica de la Administración Pública del D.F.

Fuente: Elaboración propia

En el caso de la Ciudad de México, se identifican cinco grandes tendencias y/o procesos


que constatan claramente la construcción identitaria con el territorio que hoy por hoy ocupa la
ciudad:

1. La tendencia a la concentración de funciones políticas; económicas; administrativas;

CAPÍTULO x 991
culturales; sociales y de toma de decisiones desde la prehispánica ciudad de México Tenochtit-
lán fundada 1325 a la fecha ha sido por 691 años la Ciudad del poder y la toma de decisiones
del país.

2. La construcción de un sistema político centralizado, el cual sentó con gran fuerza la


toma de decisiones en la capital del país, la Ciudad de México, y para ello se dio la suspensión
de la división administrativa municipal del Distrito Federal, pasando a una regencia con un
departamento encargado de los procesos administrativos del mismo.

3. La crisis económica de 1982 afectó por doble razón a la Ciudad de México; por un
lado las obligaciones internacionales del país para la amortización de los intereses del pago de
la deuda dejó sin recursos a la Secretaría de Asentamientos Humanos y Obras Públicas (SA-
HOP) para llevar a cabo los planes de ordenamiento territorial, y por el otro lado, la reestructu-
ración de la economía implicó el desmantelamiento del complejo productivo industrial que en
su mayoría estaba avecindado en la Ciudad de México.

Tabla 1. Población Total de las delegaciones centrales 1970-2010.

Delegación 1970 1980 1990 2000 2005 2010

Benito Juárez 2 902 969 544 882 407 811 360 478 355 017 385 439
Cuauhtémoc 814 983 595 960 516 255 521 348 531 831

Miguel Hidalgo 543 062 406 868 352 640 353 534 372 889

Venustiano Carranza 692 896 519 628 462 806 447 459 430 978
TOTAL 2 902 969 2 595 1 930 1 692 1 677 1 721
823 267 179 358 137

Fuente: Elaboración propia con base en los Censos de Población y Vivienda de 1980; 1990; 2000 y 2010, y
el Conteo de Población 2005. Cabe señalar que en el IX Censo de Población y Vivienda de 1970, las cuatro
delegaciones centrales aún forma una sola unidad administrativa denominada Ciudad de México, y esa es la
población que en conjunto poseían. Un promedio de 725 mil 743 habitantes por delegación.

4. Los sismos de 1985 dieron un fuerte golpe a la Ciudad de México, daños severos
en su infraestructura, destrucción de cientos de construcciones, así como cientos de muer-
tos y miles de damnificados. En consecuencia desde ese momento, y acompañando los
efectos de la crisis económica, la ciudad, en especial las delegaciones centrales, comenza-
ron un proceso de despoblamiento que denotó un crecimiento desordenado de la mancha

CAPÍTULO x 992
urbana hacia los municipios del Norte y Oriente del Valle de México.

5. La democratización del Distrito Federal con la reforma política que dio paso,
en primer lugar, a la creación de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF), y
posteriormente en 1996 a la elección por primera vez de un Jefe de Gobierno del Distrito
Federal en 1997. Sin embargo, el proceso no término democratizando a las delegaciones,
con lo cual en materia de desarrollo urbano, con en muchas otras atribuciones, quedaron
supeditadas a la aprobación de la ALDF y del Gobierno del Distrito Federal (GDF).

Finalmente la reforma política de 2015 viene a cambiar dicha estructurar al recono-


cer al Distrito Federal como el estado número 32 y con ello convocar un congreso consti-
tuyente que redacte la primera constitución para la Ciudad de México.

Ante la posibilidad de construir un nuevo andamiaje jurídico-institucional para la


Ciudad de México, que implica una reestructuración de las relaciones de poder entre Eje-
cutivo y en naciente poder legislativo, oportunidad de brindar una verdadera y oportuna
autonomía al Poder Judicial; la encomienda de salvaguardar y garantizar los derechos hu-
manos de todas las personas, incluido claro está el derecho a la ciudad y el derecho a ser
y formar parte de los procesos de toma de decisiones sobre el tipo de ciudad que se desea
construir y para vivir.

Los mitos del urbanismo globalizado y el derecho

Desde los cambios suscitados en la economía internacional, devino un cambio en


la concepción del papel y funcionalidad de las ciudades en la economía y ante lo cual Tom
Angotti (2015) señala que las tendencias del mercado financiero global están fragmentan-
do el territorio urbano; como resultado se generan metrópolis de enclaves, desplazando
residentes y haciendo más problemático el derecho a la vivienda y el derecho a la ciudad.

Cabe señalar que resulta complejo y lleno de contradicciones y limitaciones, mu-


chas de ellas acuñados por el propio modelo económico, para garantizar el derecho a la ciu-
dad en un modelo urbano donde predomina el derecho al movimiento del capital y donde
los trabajadores no tienen derecho a moverse, ni a quedarse en su sitio; lo cual genera una
tensión permanente que lleva a conflictos inminentes para el reconocimiento y ejercicio de
derechos colectivos tal y como lo es el derecho a la ciudad.

El derecho a la vivienda requiere de una sociedad que premie la libertad individual

CAPÍTULO x 993
y colectiva y que busque la igual social más que la acumulación de riquezas personal. Sin
embargo, el derecho a la vivienda es mucho más que el derecho a techo y a la casa: inclu-
ye el derecho a una vida sana y segura en una comunidad vivible, con servicios de agua y
desagüe, transporte, educación y espacios verdes, en síntesis garantizar calidad de vida.

Para asegurar el derecho a la vivienda se necesita tener derecho al trabajo, y para te-
ner derecho al trabajo se necesita reclamar el derecho a la ciudad –el derecho a no moverse
el derecho a no ser desplazado. (Angotti, 2015, p. 589)

Lo que lleva inevitablemente a la confrontación por incidir en la ciudad, acarreando


consigo una serie de disputas por el espacio público, por la planeación urbana y por el control
de las plusvalías que genera la explotación del suelo urbano. En síntesis, “nos confrontamos
a una globalidad en la que el derecho a la expansión del capital es el eje sobre el que giran as
políticas que rigen la naturaleza, los hábitats y las metrópolis.” (Angotti, 2015, p. 590).

De igual forma es importante aprender de esos conflictos urbanos, así lo señala Tomás
Guevara, ya que en “el desarrollo de los conflictos urbanos…permite aprehender en un proceso
de investigación los posicionamientos de los diferentes actores involucrados, sus intereses y
estrategias. En un contexto que fue definido como de vigencia de un régimen urbano de desa-
rrollo, el resultado deseos conflictos puede generar reformulaciones en el seno de la coalición
gobernante o incluso la disolución de la misma, llegado el caso. De la misma, manera, el resul-
tado de estos conflictos puede generar cambios y reacomodamientos en la orientación de las
políticas urbanas formuladas e implementadas desde el Estado.” (Guevara, 2012, p. 267).

Ahora bien, al retomar los cinco grandes mitos que Tom Angotti señala como ejes
que han dictaminado el rumbo y sentir de la agenda de desarrollo urbano que saber son:

1. La necesidad de construir más. Responde a una lógica de generación de


vivienda cuya finalidad es especulativa y no de habitabilidad, es decir;
construir vivienda que no cumple las necesidades de sus futuros residen-
tes pero sí de los constructores.

2. De la densificación y la verticalidad. Si bien en ciudades donde el enca-


recimiento y falta de suelo urbano son una limitante para su expansión,
la densificación y la verticalidad, sólo funcionan cuando contemplan a
amplios sectores de la población

CAPÍTULO x 994
3. La casa como propiedad: El sueño de Norteamérica. Queda más que com-
probado, dada la actual crisis económica originada por la burbuja especu-
lativa inmobiliaria que los trabajadores no pueden hacerse de su vivienda,
no sin antes llevar consigo un proceso de pauperización y precarización
del poder adquisitivo de los mismos, proceso acompañado de una sobreta-
sas de interés que pagan por los créditos hipotecarios, mientras los gran-
des desarrolladores y constructores de vivienda reciben multimillonarios
subsidios provenientes de los ahorros de los trabajadores. Tal cual está
hoy la ecuación es inviable garantizar el sueño norteamericano de peque-
ños propietarios sin el altísimo costo, económico, social, y ambiental para
el país, los trabajadores y sus familias

4. Gobierno pobre y sin capacidad. La vieja receta del gobierno incompeten-


te y corrupto es una fórmula clásica por parte de los grupos empresariales
y partidos políticos de la derecha para descalificar la necesidad de inter-
vención del Estado en las actividades económicas cualquiera que sea el
sector.

Sin embargo en tiempos de crisis es el aparato estatal quien sale la rescate


y debe costear los errores de particulares que costaron, cuestan y costaran
a las colectividades, como lo es el desastre de la política habitacional a
nivel nacional de los últimos. Por ello necesitamos establecer mecanismos
de pesos y contrapesos entre el sector social, gubernamental y empresa-
rial.

5. La vivienda social sin planificación. Sin duda la participación de la socie-


dad; sea a través de los mecanismos institucionales, de las organizaciones
de la sociedad civil, de los comités vecinales y/o consejos de los pueblos
es fundamental en la mejorar de la estructura urbana, de la vivienda de
autoconstrucción garantizando las condiciones mínimas de habitabilidad
que permitan por un lado resolver el problema de demanda de vivienda
digna a la par de incluir a las personas en la construcción de la misma.

Es cierto que se requiere dotar de un acompañamiento técnico y financierto a las


comunidades de autoconstrucción de vivienda, pero no se puede descalificar el trabajo que

CAPÍTULO x 995
por ignorancia o por la visión limitada que poseen no implica que no hagan un trabajo dig-
no de reconocer y que puede ser de mejor calidad si se brinda este acompañamiento técnico
y financiero.

Sin embargo como se ha vivido en los últimos en la Ciudad de México a partir del
establecimiento de las denominadas Zonas de Desarrollo Económico y Social (ZODES);
son áreas que se desarrollan por asociaciones estratégicas cuyas condiciones de ubicación,
usos de suelo, equipamientos y otros activos intangibles de gobierno, al aplicar una vo-
cación productiva, potencian y generar inversión  e infraestructura social para recuperar,
urbanizar, redensificar sustentable  y cualitativamente la zona con servicios públicos dotán-
dola de conectividad y movilidad para elevar el valor patrimonial de sus habitantes.

Estas ZODES buscan colocar al ciudadano como eje del desarrollo, reconstruir el
tejido social y reconfigurar la estructura urbana, a través de asociaciones estratégicas entre
el gobierno, la ciudadanía, la iniciativa privada y el sector académico. Se trata de fomentar
la coparticipación para hacer más valiosos los recursos de la Ciudad de México y elevar
la calidad de vida de los ciudadanos. Las zonas de ciudad compactas tendrán como conse-
cuencia que los comercios generen mayores ventas, así como la ampliación y diversifica-
ción de la oferta de bienes y servicios a nivel local.

Lo anterior permitirá a los habitantes actuales y futuros acceder a una oferta más
diversificada a nivel local. Se reducirán tanto el número como la distancia de viajes nece-
sarios para acceder a un conjunto de satisfactores urbanos que hoy se encuentran lejanos.
Esta nueva oferta permitirá generar una vasta gama de empleo en distintos niveles, dispo-
nibles para ser ocupados por los residentes de las ZODES, ampliando la oferta laboral y
reduciendo las distancias entre empleo-vivienda-servicios. Esto es la generación de nuevas
centralidades urbanas.

Sin embargo la realidad de lo ocurrido con el Corredor Cultural Chapultepec, evi-


denció la conformación de la colación entre las inmobiliarias, el capital financiero especu-
lativo yl grupo en el poder del Gobierno del Distrito Federal (GDF) a través de la denomi-
nada empresa paraestatal Agencia de Promoción, Inversión y Desarrollo para la Ciudad de
México S. A. de C. V.; la cual opera como una agencia inmobiliaria que busca colocar en
el mercados los bienes públicos y actives urbanos de la Ciudad de México, al menos de la
zona del Distrito Federal.

Siendo este el panorama de fondo, donde en el marco de la globalización los Es-

CAPÍTULO x 996
tados-nación otrora poderosos, desde la firma de la paz de Westfalia que los vio nacer en
1648, hoy en 2013 están reducidos a meros árbitros de la vida económica, a la emisión de
papel moneda, la recaudación fiscal y guardianes del orden a favor de la bonanza econó-
mica transnacional. Sin embargo ahora el poder estatal esta difuminado en una serie de
actores subnacionales sean estas regiones, entidades federativas o bien municipios.

Lo cual implica para el caso de los procesos metropolitanos y la administración de


las actuales ciudades, pero sobre todo la administración de los retos futuros que deberán
enfrentan las ciudades de cara al 2050, año clave a nivel mundial dado el enorme peso que
la vida urbana tendrá en los países en vías de desarrollo. Téngase en cuenta que en 2011,
3 600 millones de personas (51.42%) de la población del planeta vive en zonas urbanas,
según estimaciones en 2010 del Fondo de Población de las Naciones Unidas (FPNU), 1
000 millones viven en asentamientos ilegales. FPNU estima en 2030, 5 000 millones de
residentes urbanos, de los cuales el 81% vivirá en países en vías de desarrollo

Tanto Adrian Guillermo Aguilar, Gustavo Garza, Boris Graizbord, entre otros, ubi-
can el origen del término metropolitano en la segunda mitad del siglo XIX en los Estados
Unidos, para referirse a Nueva York, Filadelfia, Chicago y Boston. Sin embargo, el término
se incorporo hasta 1950 por la Oficina de Administración y Presupuesto (Office of Mana-
gement and Budget) al referirse a las áreas estadísticas metropolitanas estándar. En México
no fue sino hasta los años 70´s del siglo XX que se realizó la primera delimitación técnica
del concepto de metrópolis dentro del sector académico, producto del acelerado crecimien-
to de la Ciudad de México por más de 20 años consecutivos: Una vez arrancado el proceso
de desparramiento, en el cual la industria va participando con un ritmo que se acentuaría
lustros después, se da el reconocimiento oficial del proceso metropolitano y se produce,
con el apoyo de especialistas (Luis Unikel y sus colaboradores) las delimitaciones, en
1972 del Área Metropolitana de la Ciudad de México (AMCM). A partir de este momento
se han venido sucediendo varias propuestas de delimitación, tanto del AMCM como de la
Zona Metropolitana de la Ciudad de México…e incluso surgen las nuevas denominaciones
a la expansión de la ciudad (como la de la “corona regional,” etcétera, que en parte hemos
mencionado (Pradilla, 2011).

Resultado de las primeras aproximaciones académicas al fenómeno metropolitano,


se realizó una diferenciación entre los conceptos de área metropolitana y zona metropo-
litana “La primera se forma cuando el tejido urbano de la ciudad en el municipio original
se extiende hacia uno o algunos de los aledaños, constituyendo un área metropolitana. La
zona rodea al área, y está formada por el o los municipios centrales, más los de un primer,

CAPÍTULO x 997
segundo o tercer contorno (o aún más en grandes zonas metropolitanas) que presentan ca-
racterísticas urbanas, según variables que se selección para tal fin, tales como un bajo por-
centaje de trabajo agrícola, algún desarrollo urbano y producción de manufactura, y cierta
cercanía con la localidad central.” (SEDESOL/CONALEP/INEGI, 2012, p. 8)

Si bien como parte de la desconcentración, la reconversión industrial y la descentra-


lización de la década de los 80´s del siglo pasado, como respuesta a la severa crisis del pago
de la deuda, y producto de la metropolización que desborda el espacio urbano más allá de
los límites político-administrativos, se intentó conformar nuevos polos de crecimiento ur-
bano para evitar el crecimiento de la Ciudad de México, ello no evitó mantener su primacía
hasta convertirse en la Región del Valle de México (RUVM) dentro del sistema nacional
metropolitano, en ella viven 21 millones 384 mil 112 habitantes (CECM, 2008).

En cambio la urbanización debe ser entendida más por los cambios en el comporta-
miento y en las relaciones sociales que se producen en la sociedad, así como los cambios
en los estilos de vida dentro del espacio urbano. Derivado de la propia dinámica urbana se
fueron sumando al cuerpo teórico conceptos tales como conurbación, metropolización y
región urbana.

Así, la conurbación es en esencia el crecimiento paralelo de dos o más ciudades


hasta unirse, cada ciudad de la conurbación mantiene su independencia. Producto de ello
la región urbana define un área urbana, integrada por ciudades dispersas (la nebulosa ur-
bana), pero lo suficientemente densa como para que todo el territorio posea características
urbanas.

Mientras que la metropolización, concebida como la dinámica espacial generada


por los cambios producidos en el modo de producción que implica la asociación tendencial
o incluida de redes de ciudades o aglomeraciones urbanas constituyendo un conglomerado
urbano con características comunes: económicas, sociales, funcionales y productivas, que
definen flujos de bienes, personas y recursos financieros.

Asimismo, puede tener dos ramificaciones, una orientada a las redes de ciudades
en torno a un núcleo urbano central, el cual se expande manteniendo su preponderancia.
Así asume un mayor papel la concentración poblacional, generando una mayor demanda
de servicios públicos, o bien, la metropolización puede generar procesos de dispersión de
servicios y nuevos centros urbanos al interior de la propia ciudad, lo cual genera la confor-
mación de una nueva dinámica metropolitana.

CAPÍTULO x 998
Conclusiones

Las tendencias recientes hacia la descentralización administrativa, la delegación de


funciones nacionales y el cogobierno, es decir, la participación conjunta en la implantación
de programas de los diferentes niveles de gobierno han supuesto también un desplazamiento
de los sistemas unitarios hacia modelos de poder compartido. Por supuesto la negociación
es una constante en todas estas fuerzas. Así el principio federal, es una particular relación
jurídica en la que los gobiernos nacionales y regionales pueden colaborar conjuntamente en
la elaboración de políticas públicas e imperiosamente convocando e incluyendo a la socie-
dad en esa toma de decisiones. Producto de ello, los sistemas federales han tendido hacia un
mayor control sobre el ejercicio presupuestal que realizan los gobiernos locales.

Se ha repetido en varios lados, en varias investigaciones y círculos académicos que


siglo XXI será el siglo de la economía y de la sociedad del conocimiento. Si ello es así, se
requerirá de dotar a las ciudades de mejores sistemas de salud; de mejores procesos de reco-
lección de residuos sólidos, de mejores y eficientes sistemas de agua potable y drenaje. Y a
su vez dotar de mejores sistemas de transporte que garanticen la movilidad de las personas
que viven en las ciudades y finalmente vamos a requerir de mejores de viviendas para las
personas que dotarán de ideas a esta sociedad y economía del conocimiento.

En consecuencia, una mayor participación de la sociedad en la toma de decisiones


que afectan a la RUVM es clave. No debe olvidarse que las ciudades son ante todo resultado
de las interacciones humanas, si bien las recubren el concreto y el pavimento, lo esencial
está compuesto de tejido orgánico, de un tejido social.

De ahí que la participación de la sociedad sea necesaria, puesto que el actor más afec-
tado por los cambios que vive la ciudad a raíz de la toma de decisiones entre los distintos
niveles de gobierno y las inmobiliarias, así por ejemplo tenemos que:

lo que los gobiernos han hecho en o a las ciudades […] La renovación


urbana y la mayor parte de la política de transporte urbano han sido inicia-
das y planeadas por pequeños grupos de capitalistas, cuya base económica
estaba arraigada en el distrito central de los negocios, como banqueros,
propietarios de grandes tiendas, ejecutivos de empresas e intereses de bie-
nes raíces en el centro de las ciudades. Estos propietarios tuvieron un ver-
dadero interés en fomentar el valor de los bienes raíces del centro, pero
al hacerlo también sirvieron a los intereses del capital, en su conjunto. La
ciudad industrial del siglo XIX ya no era apropiada para las necesidades

CAPÍTULO x 999
del capital empresarial, y se necesitaba un proceso de restructuración. El
sector privado, “recibió el balón” y corrió con él, como puede verse en el
auge de edificios de oficinas y acaparamiento, por los ricos de las acciones
de vivienda (Wright, 1997, p. 274)

Por ello es importante no olvidar que las ciudades, y particularmente las grandes
zonas metropolitanas son “…con todas sus complejidades y artificios la creación más ma-
jestuoso del hombre, el más prodigioso de los artefactos humanos. Debemos concebir, por
consiguiente, nuestras ciudades…como los talleres de la civilización y, al mismo tiempo,
como el hábitat natural del hombre civilizado.” (Harvey, 1979, p. 205).

Es necesario diseñar o constituir un mecanismo intergubernamental que impulse y


obligue a la coordinación metropolitana de los distintos niveles de gobierno, no es un ca-
pricho sino una necesidad, se requieren estos espacios intermedios de diálogo, cooperación
pero también de coerción para impulsar un verdadero actuar de corte metropolitano.

El federalismo mexicano en términos del ámbito metropolitano requiere de esos me-


canismos intergubernamentales que permitan garantizar por un lado la soberanía de las enti-
dades federativas, la autonomía política y administrativa de los municipios, la mayor y me-
jor distribución de los recursos fiscales acompañado de una corresponsabilidad y obligación
de los distintos niveles de gobierno.

Finalmente, la tendencia hacia el conflicto en la ciudad por el impulso que gobierno


e intereses económicos dan a los Grandes Proyectos Urbanos confrontando a amplios sec-
tores de la sociedad civil, deviene de la falta de inclusión de los segundos en la toma de de-
cisiones y en la planificación de los GPU. Ahí donde la estructura gubernamental opera a fa-
vor de la rentabilidad financiera del capital inmobiliario especulativo, encontrará una frente
popular; movimientos urbanos; comités vecinales y de ciudadanos, colegios y asociaciones
de profesionistas que con bien señala Manuel Castells son redes solidarias de esperanza ante
la indignación que generan las decisiones en materia de política urbana que no contempla a
sus habitantes; porque la Ciudad de México es la ciudad de ciudades por sus espacios; por
sus historia plasmada en los edificios y plazas, pero es ante todo la ciudad de ciudades por
la idiosincrasia y costumbres de sus habitantes.

CAPÍTULO x 1000
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CAPÍTULO x 1002
La ciudadanía móvil como espacio de
ciudadanización: los casos de los jóvenes de
Oaxaca y los inmigrantes peruanos y argentinos
en la Ciudad de México: 2000-2015

Joselito Fernández-Tapia3

Luis Antonio Fernández-Tapia4

Resumen: El presente trabajo tiene por objetivo identificar y analizar las formas en que ejercen
sus derechos los ciudadanos a través de las Tecnologías de la Información y Comunicación
(TIC), particularmente en los casos de los jóvenes de Oaxaca y los inmigrantes peruanos y ar-
gentinos en la Ciudad de México que tienen acceso a estos medios, principalmente al internet,
telefonía móvil y televisión, en el periodo del 2000-2015.
La metodología utilizada combina la entrevista, la observación de los sitios web en los que
participan y el análisis documental, que incluye una fase de revisión de la literatura, trabajo de
recopilación de información de los sitios web, trabajo de campo con entrevistas semiestructu-
radas, para analizarlas a la luz de las diferentes modelos de ciudadanía (liberal, republicana,
multicultural, intercultural y feminista), observando las fortalezas, debilidades y retos, tanto en
la práctica de la ciudadanía como en una teoría desde Latinoamérica.
Conclusiones: 1) Tanto jóvenes como inmigrantes hacen uso significativo de las TIC y ejercen
derechos en los espacios que estas crean; 2) las TIC crean espacios de ciudadanización, desciu-
dadanización política como resultado del consumismo global homogeneizador y reciudadani-
zación al crear nuevos espacios democráticos en los que se ejercen derechos y se debaten temas
públicos y políticos; 3) no existe homogeneidad sino diversidad en los procesos ciudadanos en
la red a partir de intereses diferentes; 4) la ciudadanización política es escasa; 5) las identidades
ciudadanas se van transformando, aún en quienes no emigran como resultado de su relación
con el mundo; 6) aunque, entre inmigrantes peruanos y argentinos se reafirma la ciudadanía

3
Doctor en Ciencias Sociales con especialidad en Estudios Regionales. Universidad de la Sierra Sur.
Email: joseft100@hotmail.com.
4
Licenciado en Ciencias de la Comunicación y estudiante de maestría de la Universidad de la Sierra Sur.
Email: luisanft@hotmail.com

CAPÍTULO x 1003
nacional y aparecen otras identidades ciudadanas con lo local o transnacional; 7) a la vez que
entre los jóvenes se comienzan a identificar con valores y estilos de vida globales, comunes a
jóvenes de cualquier parte del mundo; emerge también una ciudadanía digital-móvil y digital
transnacional; 8) aunque los déficit de ciudadanía se mantienen altos y la desciudadanización
política aumenta como resultado del liberalismo individualista que promueven los modelos
económicos, los gobiernos y la prensa, que es una tendencia latinoamericana, no obstante que
los espacios electrónicos se han convertido en espacios de ciudadanización y empoderamiento
ciudadano, con un gran potencial político. Como se aprecia en la literatura sobre el tema, la
tendencia es similar en Latinoamérica y se articula a los problemas y brechas socioeconómicas,
políticas, demográficas y culturales de nuestras sociedades, a las que se agregan las tecnológi-
cas-digitales.

Palabras clave: ciudadanía móvil, ciudadanía digital transnacional, espacio de ciudadanización.

Summary: This paper aims to identify and analyze the ways in which citizens exercise their
rights through the technologies of information and communication technologies (ICT), parti-
cularly in the cases of the youth of Oaxaca and the Peruvian and Argentine immigrants in the
City of Mexico who have access to these media, especially the Internet, mobile telephony and
television, in the period 2000-2015.
The methodology combines interviews, observation of websites in participating and documen-
tary analysis, which includes a phase of literature review, work gathering information from
websites, fieldwork with semi-structured interviews for analyze them in the light of the diffe-
rent models of citizenship (liberal, republican, multicultural, intercultural and feminist), noting
the strengths, weaknesses and challenges, both in the practice of citizenship as a theory from
Latin America.
Conclusions: 1) Both young and immigrants make significant use of ICT and exercise rights in
the spaces they create; 2) ICT create spaces ciudadanización (the process to becoming a country
citizen), political disenfranchisement as a result of global consumerism homogenizer and reciu-
dadanización to create new democratic spaces in which rights are exercised and public and poli-
tical issues are debated; 3) there is no uniformity but diversity processes in the network citizens
from different interests; 4) political ciudadanización is scarce; 5) citizens’ identities are trans-
formed, even those who do not migrate as a result of their relationship with the world; 6) althou-
gh, among Peruvian immigrants and Argentine national citizenship reaffirms citizens’ identities
and other local or transnational appear; 7) while among young people begin to identify with
values ​​and global lifestyles common to young people from all over the world; also emerges a
transnational digital-mobile and digital citizenship; 8) although citizenship deficit remain high
and the political disenfranchisement increases as a result of individualistic liberalism promo-
ting economic models, governments and the press, which is a Latin American trend, however,
that electronic spaces have become spaces ciudadanización and citizen empowerment, with a
great political potential. As shown in the literature on the subject, the trend is similar in Latin
America and articulated the problems and socioeconomic, political, demographic and cultural
gaps in our societies, which are added-digital technology.

Keywords: Mobile citizenship, transnational digital citizenship, ciudadanización space

CAPÍTULO x 1004
Introducción

El objetivo del presente trabajo es identificar y analizar las formas en que ejercen
sus derechos los ciudadanos a través de las Tecnologías de la información y comunicación
(TIC), particularmente en los caos de los jóvenes de Oaxaca y los inmigrantes peruanos
y argentinos en la Ciudad de México que tienen acceso a estos medios, particularmente al
internet, telefonía móvil y televisión en el periodo del 2000-2015.

La ciudadanía ha vuelto como un hecho y debate contemporáneo a ocupar un lugar


prioritario hoy. Los derechos, deberes y compromisos cívicos, como construcción y como
ejercicio comienza a manifestarse desde diferentes sectores, aún desde la marginalidad
(Fernández-Tapia, 2010; Luque, 2003). Esta se plantea desde perspectivas novedosas:
multiculturales, interculturales y tecnológicas, transnacionales y postnacionales, ya no
solo desde el Estado nación, sino de lo local, lo transnacional y lo transnacional. Por lo
tanto, es un imperativo repensarla y reconstruirla como teoría y como práctica.

Siguiendo esta perspectiva, no solamente se vuelve transnacional y cosmopolita,


sino digital y móvil. Es decir, se ejerce en torno a un uno o más estados nacionales, en
relación de la ciudad en que se vive o y en condiciones de multiculturalidad porque las
diferencias y diversidad social y cultural se están incluyendo en los derechos de ciudada-
nía, lo que ya se ha hecho a través de leyes y políticas multiculturales, de discriminación
positiva e interculturales; a la vez que los derechos se ejercen en espacios digitales.

Al menos hay tres elementos que permiten un ejercicio en movimiento continuo:


a) la migración constante por diferentes motivos; b) el uso de las TIC, particularmente de
tecnología móvil, que permite opinar, expresarse y participar en procesos sociales, polí-
ticos, económicos y culturales aun cuando estábamos viajando, es decir su ubicuidad; c)
el uso particular de móviles inteligentes que nos permiten acceder y enviar información,
participar en reuniones y tomar decisiones a través del teléfono móvil. Lo que nos lleva
a plantear la categoría de ciudadanía móvil, la cual puede realizarse en una ciudad o mu-
nicipio, a nivel país o de manera transnacional o global. Se puede ser un ciudadano con-
sumidor, competitivo, neorepublicano, multiculturalista, femenista, etc., desde cualquier
lugar, aún en pleno viaja o desde la comodidad de lo privado de un dormitorio.

En esta perspectiva, el estudio incluye esta introducción y la metodología; luego


aborda en un primer momento los conceptos y debates de la ciudadanía; en un segundo
momento, la ciudadanía en el contexto contemporáneo; luego los modelos de ciudadanía y

CAPÍTULO x 1005
la ciudadanía electrónica; en un cuarto apartado, la ciudadanía móvil; para luego abordar
los resultados de los casos estudiados; y finalmente se cierra con las conclusiones.

Metodología

La metodología utilizada combina la entrevista, la observación participante de los


sitios web en los que participan y el análisis documental y de los sitios web. El proceso
incluye una fase de revisión de la literatura, trabajo de recopilación de información de
los sitios web, trabajo de campo con entrevistas semiestructuradas en una primera etapa
entre inmigrantes peruanos y argentinos en el periodo 2008-2009 las que se utilizan para
este artículo. Una segunda etapa comprende el periodo 2016, tanto para jóvenes como
para inmigrantes, el cual se empieza a realizar y se integra para el caso de jóvenes de
Oaxaca que participaron en la última elección, como en elecciones del 2011-2012 en una
primera aproximación. Esta participación se analiza a la luz de las diferentes modelos
de ciudadanía (liberal, republicana, multicultural, intercultural y feminista), observando
las fortalezas, debilidades y retos, tanto en la práctica de la ciudadanía como en la teoría
hegemónica en América Latina, pero en particular de los resultados a nivel de ciudadanía
móvil.

I. 1 Ciudadanía: conceptos y dimensiones

En el presente trabajo se entiende como ciudadanía a la pertenencia y participación


en la comunidad, en la que los individuos a través de diferentes grupos, clases y movi-
mientos buscan mayores grados de autonomía y control cobre sus vidas y las decisiones
públicas que les afectan, frente a distintas formas de jerarquía, estratificación y opresión
política (Held, 1997, p. 53) o social, pues el ejercicio de los derechos no solo se realiza
en el ámbito político sino las esferas económica y la social. Esta ciudadanía tiene como
dimensiones procedimental, identitaria, cultural simbólica y participativa (Fernández-Ta-
pia, 2010).

La dimensión procedimental se refiere a los deberes y derechos reconocidos en la


constitución y las leyes, como en los convenios y tratados internacionales ratificados por
los países. Históricamente, puede entenderse como los derechos civiles, políticos y socia-
les que plantea Marshall (1998) y los derechos culturales (Taylor, 1993; Kymlicka, 2006)

CAPÍTULO x 1006
que se incorporan las leyes y políticas públicas desde la segunda mitad del siglo XX.

La dimensión identitaria es la identificación con la comunidad política, por la que


todos son iguales respecto de dicha comunidad y diferentes de otra, como proceso de in-
clusión y exclusión; de tal modo que, la ciudadanía implica lealtades y afectos con otros
que considera iguales en los límites del Estado. No obstante, desde los años noventa, con
la nueva migración internacional; desde los años setenta con las nuevas tecnologías de
información y comunicación (en adelante TIC); y, consecuentemente, con la visibilidad
y emergencia de las minorías cultural, se encuentra que las identidades culturales juegan
un papel importante, no solo con los estados, sino de su identidad con las comunidades
ético-culturales que requieren reconocimiento o ético-cultural (Taylor, 1993).

La dimensión simbólica es aquella que legitima los criterios nominales e identita-


rios de inclusión y exclusión que se producen en una comunidad nacional, en la cultura
política y en el espacio público, pues es el carácter discursivo, constructivo y de legiti-
mación, resultado de un proceso sociocultural, que determina lo que es o no ciudadano
(Fernández-Tapia, 2010, p. 35). Se realizan en imaginarios, símbolos, narrativas y rituales
que justifican y legitiman la norma establecida, que en la ciudadanía clásica se asoció al
nacionalismo y a la igualdad en la comunidad política: el Estado nación; pero que en la ac-
tualidad, tienen otros referentes, las narrativas, símbolos e imaginarios en torno a lo local
y lo global. En otras palabras es “el proceso cultural que implica el establecimiento de una
norma que prohíbe la inclusión de individuos, grupos y poblaciones en una comunidad
sociopolítica” (Fleury, 1999, p. 82); o los que incorporan otros y nuevos elementos de per-
tenencia e identidad como ancestrales de pertenencia, históricos o tradicionales (Taylor,
1993; Kymlicka, 2006), moralistas, discursivos o sociohistóricos (Cortina, 2000), el de-
recho al consumo y el mercado (García-Canclini, 1995), los derechos humanos (Soysal,
1994; Castles y Davidson, 2000), o los derechos y valores universales en torno al cosmo-
politismo o ciudadanía del mundo (Corina, 2003). Narrativas y símbolos que responden a
la diversidad sociocultural y heterogénea del mundo contemporáneo.

La dimensión participativa o sustantiva es la práctica o vivencia de los derechos,


deberes y compromisos cívicos (Turner, 1993; Marshall y Botomore, 1998). Esta dimen-
sión, va más allá de la de la política formal y la ley, para incluir las relaciones económica,
social y política entre grupos y estructuras sociales de poder, que influyen en el posiciona-
miento de las personas dentro del régimen político (Mukhopadhyay y Singh, 2008, p. 6).
Es un proceso de construcción de derechos y compromisos cívicos aún desde la ilegalidad,
como el trabajo entre los inmigrantes indocumentados (Fernández-Tapia, 2010) o el que

CAPÍTULO x 1007
se realiza en el espacio digital en el que no se ha legislado o tiene vacíos legales.

I.2 La ciudadanía en el contexto contemporáneo

La ciudadanía nacional es cuestionada en el mundo contemporáneo través de los hechos


siguientes: 1) la globalización, 2) la nueva migración internacional, 3) la emergencia de las
ciudades y 4) las TIC. El primer fenómeno lleva al debate de la ciudadanía global; en el segun-
do, al de la ciudadanía transnacional y postnacional; el tercero, al del retorno de la ciudadanía
cosmopolita; y el cuarto, al de la democracia y ciudadanía electrónicas. Esos cuatro fenómenos,
detona también al multiculturalismo y al interculturalismo, porque las diferencias y diversidad
antes invisibilizada emerge con la globalización las migraciones internacionales y las TIC,
evidenciándose que la ciudadanía nacional no hizo posible la igualdad y homogeneidad que
pretendió, y que la realidad es multicultural y diversa, y que necesita de procesos interculturales
para reinventarse. Esta diversidad y la necesidad de su inclusión permiten el surgimiento de la
ciudadanía multicultural e intercultural.

Se entiende por ciudadanía global al proceso por el cual se construye, promueve y ejerce
una identidad, derechos y compromisos cívicos en relación al planeta, la compresión del “sig-
nificado ético de la comunidad mundial de iguales, de corresponsabilidad de todos y todas en
el desarrollo y de las propuestas políticas para su consecución” (Azorín y Ortega, 2011, p. 12),
se orienta hacia la búsqueda de un mundo más equitativo, sostenible y de desarrollo humano
(Navarro, 2011), en todo el planeta. Para otros, se da por la centralidad en las leyes, convenios
y políticas globales (Held, 1995; Castles y Davidson, 2000); aunque se carece de una institucio-
nalidad que pueda hacer respetar los derechos de los ciudadano frente a los Estados nacionales
(Held, 1995), los que se han hecho más poderosos. Esta ciudadanía es jerárquica y estratificada
por clase social (Castles, 2003), pues hay quienes ejercer derechos en todo el mundo, mientras
otros no tienen el derecho de viajar a otro país.

La ciudadanía postnacional es aquella que atribuye a los derechos humanos la membre-


sía de la ciudadanía, lo que permite que los seres humanos sean sujetos de derechos en cual-
quier Estado y este obligado a garantizarlos (Soysal, 1994). En la vertiente habermasiana se
fundamenta en la constitución y no desde esencias nacionales, en la cual se puede acceder a los
derechos y compromisos cívicos, no obstante la diversidad cultural, favoreciendo el pluralismo
(Habermas, 1993), aunque sigue vinculado a la patria, nacional y excluyente. Es una ciudadanía
que se realiza más allá del Estado de origen, que no responde a los criterios de la ciudadanía

CAPÍTULO x 1008
clásica centrada en el Estado nación.

La ciudadanía transnacional es entendida en el presente estudio como al ejercicio de


derechos, deberes y compromisos cívicos más allá del Estado nación, dando lugar a comunida-
des que se mueven o interactúan más allá de sus territorios (Bauböck, 2003). Esta ciudadanía
puede presentarse como: a) Prolongación del Estado nacional en su proceso de formación, re-
producción y legitimación, extendiendo los derechos ciudadanos en el exterior es donde están
presentes ciudadanos de aquellos estados (ejemplo, el sufragio); b) la pertenencia a una doble
comunidad por la adopción de doble ciudadanía o de doble o múltiple identidad, ejemplo: mexi-
cano-argentino, mexicoamericano, peruano-mexicano); y c) transnacionalismo supranacional,
ampliándose los derechos hacia estados que forman parte de una unidad mayor como una unión
o federación de países; por ejemplo: la Comunidad Europea; como proyecto ideológico o polí-
tico-económico de integración regional; o de una comunidad imaginada: América Latina, por
ejemplo (Fernández-Tapia, 2010; Besserer, 1999). Todos estos casos son formas de postnacio-
nalismo.

La ciudadanía cosmopolita está a la vez ligada a la globalización y a la ciudad, pero


no necesariamente implica ser ciudadano del mundo. En este sentido, está el cosmopolitismo
cívico de Adela Cortina, basado en el sistema internacional de derechos. En el mismo sentido
está el planteamiento de Nussbaum (1996), a partir de los círculos concéntricos, cuyo mayor
sería el círculo cosmopolita. Esta ciudadanía implica una comunidad jurídico-política mundial
(Cortina, 2003), que se basa además de un orden jurídico global a la interdependencia de las
relaciones humanas y de sus actividades en todo el planeta (Entrena, 2001). Sin embargo, está
ciudadanía, se realiza en las ciudades, y una versión menos vinculada a la globalización econó-
mica, es la ciudadanía que se construye en las ciudades a partir de la convergencia del multicul-
turalismo, los derechos humanos y de las relaciones sociales y económicas globales y locales,
articulándose a través de procesos interculturales que permiten la convivencia de las personas a
partir de valores universales que ellos reconocen y que se está traduciendo en leyes. Esta, para
nosotros es la verdadera ciudadanía cosmopolita, que lo diferencia de la ciudadanía global. Es
la ciudad, los derechos humanos, los valores aceptados como universales y las leyes del Estado,
que permiten el surgimiento de cosmópolis, en las que la humanidad y la universalidad cobran
vida a partir de la diversidad y el respeto de las diferencias, y se realizan localmente.

La ciudadanía electrónica o digital, en última instancia, vinculada a la emergencia de las


TIC y su uso por el Estado y los ciudadanos. No nos referimos a la ciudadanía como normas de
comportamiento al usar las TIC (Ribble, Bailey y Ross, 2004), pues esta tendencia es reduc-
cionista y se limita a los deberes de etiqueta digital. La ciudadanía digital es la construcción

CAPÍTULO x 1009
y ejercicio de derechos, deberes y compromisos cívicos a través de los medios electrónicos.
Según Robles (2009) incluye cuatro categorías: a) defensa de los derechos políticos y sociales
en relación con la administración pública , b) realizar trámites administrativos en línea, c) las
actividades ciudadanas, que surgen en la red y las que d) se apoyan en ella, cuyo fin es la de-
fensa de derechos. Agregamos, una quinta: la construcción de compromisos cívicos y cumpli-
mento de deberes en relación a la sociedad, que se realizan en la red electrónica. La ciudadanía
electrónica incluye la deliberación política, la votación electrónica (Pérez, 2009) y otras formas
de participación ciudadana digital.

Este concepto de ciudadanía electrónica, digital o e-ciudadanía, va de la mano con la


democracia electrónica. La democracia electrónica se refiere a la participación política demo-
crática utilizando las TIC, principalmente internet (Cotino, 2006). Las principales formas de su
manifestación son el voto electrónico, el acceso a la información, la discusión (deliberación),
activismo político (Bermejo, 2003) y campañas electrónicas; lo cual representa el ejercicio de
derechos políticos electrónicos, es decir e-ciudadanía política.

Existen diferentes tipologías: Tipología de Martín Hagen (1997) (Teledemocracia, Ci-


berdemocracia y Democratización electrónica); de Van Dijk (2000) que la clasifica en legalista,
competitiva, Plesbicitaria, pluralista, participativa y libertaria; la tipología de Bellamy, Hoff,
Horrocks y Tops (2000), se refieren a las democracias: de consumidores, elitista o neocorpora-
tivista, neo republicana y ciberdemocracia; y Subirats (2002) lo divide en policy (mecanismos
consumeristas y redes pluralistas de prestación de servicios) y Polity (cambios en elitismo
democrático y de democracia directa). Más adelante se recuperan al analizar el ejercicio de la
e-ciudadanía.

I. 3 Modelos de ciudadanía y ciudadanía electrónica

El modelo liberal, cuyos representantes son Rawls, Dworkin, Hayek o Nozick, se funda-
menta en la libertad, el uso instrumental de la moral pública, el individualismo, la participación
política en función del beneficio particular y la neutralidad del Estado con respecto a los máxi-
mos morales. La libertad es entendida como la no intervención del Estado en la voluntad sobe-
rana del individuo (libertad negativa), el fin último de la democracia es el ejercicio y voluntad
libre del individuo mientras no se transgreda el Estado de derecho. La moral personal se reserva
a lo privado y la moral pública solo a lo que tiene que ver con la ley. El individuo, sus derechos
y el bien individual es el principio y fin de la democracia liberal, así el bien individual está por

CAPÍTULO x 1010
encima del bien común. La participación política es instrumental, representativa a través de las
élites, caracterizada por la pasividad ciudadana y la exclusión de la toma de decisiones públicas
de los ciudadanos.

La ciudadanía republicana de Arendt, Habermas, Pocok y Skiner, se caracteriza porque


en relación a la libertad se busca el equilibrio entre individuo y comunidad, a quien se le con-
cibe como interdependiente con ella. Los derechos y acción individual se pueden realizar de
manera libre en tanto no afecte a la comunidad o no esté en oposición al bien público, favore-
ciendo la libertad positiva. Se apuesta por la educación para tener un ciudadano virtuoso que
asuma virtudes públicas. Se hace énfasis en la igualdad que trasciende lo jurídico político, para
aspirar a la superación o reducción de las desigualdades socioeconómicas, la cual cobra similar
o mayor importancia que la libertad porque la determina o condiciona. Se plantea una justicia
centrada en el ciudadano, la ciudadanía deliberativa y activa, resaltando el deber cívico de los
ciudadanos con su comunidad política como plena realización individual. La ciudadanía es un
proceso de construcción y de transformación, por lo tanto la educación es fundamental.

La ciudadanía comunitarista privilegia a la comunidad sobre el individuo, dando si-


milar valor a las relaciones comunitarias que a las individuales, a las que consideran el punto
de partida y de llegada al individuo, quien solo se puede explicar en torno a su comunidad de
referencia. Entre sus representantes más connotados están Michael Walzer, Alasdair MacIntyre,
Charles Taylor, Michael Sandel y David Miller. Consideran que no existe un yo independiente
ni preciso de la comunidad, cuestionan al liberalismo individualista y a la modernidad. Se busca
retornar a la comunidad ético-cultural como fuente de ciudadanía y plantean que es necesario el
reconocimiento de las identidades culturales y su importancia en la determinación de las con-
cepciones de justicia, de igualdad y libertad. A la vez, se pretende el autogobierno, la extensión
del pluralismo y tolerancia, así como la construcción de igualdad y libertad a partir de las di-
ferencias socioculturales. El individuo es tal en tanto es parte de una comunidad y su principio
y fin están en la comunidad no en sí mismo. Taylor y Kymlicka tienen puntos de encuentros,
representando un multiculturalismo liberal democrático, lo que podría permitir una mayor ciu-
dadanización del poder y la sociedad.

La ciudadanía diferenciada representada por Iris Young (2000), plantea la idea de igual-
dad en relación a lo colectivo, no principalmente de lo individual, porque se considera que hay
dominación de un grupo social y que eso genera injusticia y desigualdades, que para reducirlas
y eliminarlas, se requieren políticas diferenciales concretas a favor de los grupos minoritarios
(discriminación positiva), por ejemplo: las cuotas para estas minorías: mujeres, grupos étnicos,
etc.; medidas que compensen la exclusión histórica y hagas posible el acceso en igualdad de

CAPÍTULO x 1011
condiciones y derechos con los grupos dominantes. Un planteamiento cuestionable en tanto la
ciudadanía se fundamenta en políticas de desigualdad a favor de las minorías, no obstante en el
caso del ejercicio de derechos a representación de mujeres, por ejemplo, ha resultado la única
forma de tener mayor acceso o igualdad en la participación política, como sucede en el caso
mexicano.

La ciudadanía paritaria se refiere a la igualdad en representación como del acceso a los


derechos por hombres y mujeres en la misma proporción, haciendo de la paridad un principio
de democracia, el cual es cuestionado como “imposible de fundar filosóficamente” y no es un
nuevo principio democrático ni complemento de la igualdad afirma Mertens y Cantarino (s.f.),
posición que también puede ser cuestionable filosóficamente. El feminismo postula una demo-
cracia paritaria (Cobo, 2002) y no obstante las críticas, en el caso de México por ejemplo, se
avanzado del sistema de cuotas a la paridad total en la reforma del 2014 para las candidaturas
a legisladores federales y estatales (Bustillo, 2015), concretizando así un hito en la ciudadanía
paritaria. En términos generales, es una perspectiva esencialista de la diferencia de los sexos
lo que fundamenta esta propuesta (Cobo, 2012). Así, la ciudadanía de género, oscila su lucha,
teoría e ideología entre la equidad, la diferencia y la paridad de género.

Estos enfoques tienen un debate académico y lucha práctica en la realización de la mis-


ma, siendo a la vez normativos y agenda de acción. En los últimos 50 años, no obstante la he-
gemonía liberal, el liberalismo está siendo impactado por estos diferentes enfoques, lográndose
mayor equidad y ampliación de derechos, a la vez que existe una tensión permanente porque se
busca influir y participar en la toma de decisiones y en la vigilancia y control de los gobernan-
tes; que ahora con las TIC, puede tener mayor impacto.

Ciudadanía electrónica: entre la democracia electrónica y el gobierno electrónico

En la ciudadanía liberal se realiza en la democratización electrónica de Hagen (1997);


en Van Dick (2000), corresponde a la democracia legalista. Los instrumentos de participación
son las electronic town meetings, las encuestas o sondeos y debates temáticos a nivel local; el
ejercicio de derechos sea hace a través de acceso a la información, debates temático y referen-
dos electrónicos. En este espacio se usaría las TIC como gobierno abierto.

En el neoliberalismo se realiza la democracia competitiva o de consumidores, con men-


sajes sectorizados para obtener más votos. Se fundamentan en la teoría democrática liberal de
Shumpeter y las teorías de la elección pública y racional, y se orienta a mejorar los flujos co-

CAPÍTULO x 1012
municativos y la capacidad de respuesta a la demanda. Los ciudadanos digitales de este modelo
son individuos activos y selectivos respecto a la oferta política y a la oferta de los servicios
públicos. La democracia haría énfasis en las entradas y las salidas del sistema político. Las TIC
se usan en: a) las campañas electorales, combinando radio y la televisión con las nuevas TIC y
en los servicios a consumir por los individuos, los que deben ser eficaces y eficientes tanto para
el gobierno como para ciudadanos.

La democracia plesbicitaria no sucede en la realidad, se fundamenta en decisiones cada


vez mayores por el pueblo y cada vez menos por las autoridades; corresponde a la teledemocra-
cia de Hagen: El uso de las TIC es para hacer telereferendos, teleencuestas y televotaciones a
través del teléfono, del internet o televisión interactiva. Este modelo que sería una especie de
democracia directa hoy, no existe.

La democracia pluralista se manifiesta a través de la gobernanza electrónica, por la que


diferentes actores participan en las decisiones de gobierno y de control del mismo. Es impulsa-
do hoy por el neoliberalismo, utilizando para ello las redes telemáticas y de móvil, las telecon-
ferencias y comunicación electrónica sincrónica y asincrónica. Es útil para las élites políticas,
sus asesores y los grupos de poder económico, con el fin de sacar adelante políticas, leyes y
programas de gobierno. La sociedad civil han logrado desarrollar una amplia red de trabajo
ahora facilitadas por las TIC, logrando espacios de discusión de políticas y participación que no
se limita al espacio físico sino a los medios electrónicos, pero entre las elites neoliberales; no
siempre son tenidas en cuenta las organizaciones de base, que son la mayoría, a quienes además
excluye o margina la brecha digital.

Entre los modelos alternativos, la ciudadanía activa se manifiesta en el modelo de de-


mocracia participativa inspirada en el neo-republicanismo. Las TIC se utilizan para el acceso a
la información, redes telemáticas de debate y activismo político o social, videoconferencias y
las town hall electrónicas5. Este modelo es usado en la ciudadanía ejercida por los movimientos
sociales y activismos diversos. Se organizan espacios públicos virtuales en los que se delibera,
busca crear una extensión de sus comunidades u organizaciones. Se aspira a una forma de de-
mocracia directa, el Ágora digital o de los town meeting6 norteamericanas, sin embargo no se
encuentran experiencias al respecto hoy.

La democracia libertaria digital de Van Dick a partir es a partir de recuperar del mode-
lo de Held (1995) la “autonomía democrática” y se manifiesta en relaciones horizontales sin

5
Asambleas públicas electrónicas.
6
Gobierno asambleario, reunión ciudadana, habitualmente pequeño.

CAPÍTULO x 1013
mediación del centro (Van Dijk, 2000). Se realiza a través de acceso a información de calidad
y libertad de la información en internet, deliberación de tales comunicaciones en grupos de
discusión, chats, correos, blog, Whatsat, como el caso de los blogs de medioambiente o sobre
la realidad cubana, ciertos grupos de discusión de Facebook, o diálogo en Whatsat; la partici-
pación en tele-encuestas y televotaciones promovidas por los gobiernos y que son vinculantes.
Esta forma de ejercer derechos políticos se limita al nivel de los ciudadanos como individuos.
En la práctica se realiza como ciudadanía libertaria, parcialmente, pero no como democracia
libertaria, porque no hay gobierno que la impulse.

El demoelitismo o democracia neocorporativa, corresponde a la socialdemocracia. Nos


lleva a una ciudadanía corporativa, que también se puede manifestar vía internet, cuyo fin es
mejorar la calidad de la representación que tiene un espacio electoral. Se realiza a través de
diálogos online entre representantes y votantes, foros y debates electrónicos; y, en una segunda
etapa, busca acercar el gobierno con el pueblo, con fines de representación y legitimación, para
lo cual se usa los flujos de comunicación vertical entre gobernantes y gobernados, o entre las
organizaciones sociales (como intermediarias de los ciudadanos con el gobierno). Por ejemplo,
la comunicación de Hugo Chávez con sus seguidores.

Finalmente, la Ciberdemocracia, que nos lleva a la ciudadanía intercultural o multi-


cultural digital. Se rescata la identidad como eje articulador de las políticas y la política, y se
apuesta a construir comunidades electrónicas, autónomas y autorreferenciales que estarían im-
pactando en la sociedad, en los estilos de vida y la política. A contraposición de las otras, con
excepción del republicanismo, esta hace mayor énfasis en las capacidades de los ciudadanos de
construir una ciudadanía a partir de las referencias identitarias diferentes e incluso de comuni-
dades digitales en la red. Se expresa en debate y conversaciones virtuales, acción política y so-
cial que vincula lo virtual y lo real. Como ciudadanía digital se construye desde los ciudadanos,
generando comunidades digitales.

Transterritorialidad: entre el espacio electrónico y la transtarritorialidad

Estos procesos de ciudadanía electrónica que se ejercen en los espacios construidos


desde el gobierno o desde la sociedad civil y los partidos políticos, se caracterizan, en la actua-
lidad, por realizarse en acción en movimiento, tanto a nivel local, nacional o transnacional. Los
dispositivos TIC que lo permiten son teléfonos móviles, computadoras, tabletas, internet; así
como ejercer derechos transterritorialmente como el voto en el extranjero, lo que hace posible

CAPÍTULO x 1014
la ciudadanía móvil.

Esta categoría se va construyendo desde nuestras reflexiones en el 2012, al estudiar


algunas comunidades de usos y costumbres de Oaxaca, cuando se plantea la ciudadanía como
espacio móvil, que es el resultado de dos fenómenos de magnitud global que influyen en la
reconfiguración de la ciudadanía con relación al espacio nacional: la migración internacional y
las TIC (Fernández-Tapia y Fernández-Tapia, 2013). Las migraciones permiten el voto más allá
del territorio, como el caso sucede con Argentina, Perú y México, dando lugar a una ciudadanía
transnacional transterritorial. El internet, la acción ciudadana con el país de origen, de destino o
el mundo, de forma simultánea e instantánea, manifestando el transnacionalismo en diferentes
niveles: ejercer derechos más allá del estado de origen; en los dos estados, de origen y destino;
como en el nivel supranacional, en una región como la comunidad europea, o en el mundo
(Fernández-Tapia, 2010). De este modo surge una ciudadanía como espacio social transnacio-
nal, dinámico, no fijo ni limitado a ejercerse en un solo lugar, sino en movimiento y de manera
continua, por lo tanto el ejercicio móvil de los derechos (Fernández-Tapia y Fernández-Tapia,
2013, p. 500).

Ese nuevo espacio de la ciudadanía es “un espacio sin fronteras […] dinámico y cam-
biante, al cual podemos conectarnos desde cualquier lugar, siempre y cuando haya acceso a
internet” (Fernández-Tapia y Fernández Tapia, 2013, p. 501), en los diferentes niveles de acción
social y política. “A este proceso definimos como ciudadanía como espacio móvil” (Fernán-
dez-Tapia y Fernández-Tapia, 2013, p. 501). Este espacio es: “Este espacio es transnacional y
electrónico o digital, no tiene un espacio territorial que lo contenga, sino que es una red de inte-
racciones sociales en la red de Internet, en la que sin importar el lugar […], se mueve a diario,
configurando espacios de participación que aparecen y desaparecen, de acuerdo a las necesida-
des propias del momento” (Fernández-Tapia y Fernández-Tapia, 2013, p. 501).

La televisión, la radio, el teléfono móvil, internet, tabletas, etc., hacen posible el ejer-
cicio de derechos desde cualquier lugar y a cualquier hora del día, en interacciones dinámicas.
De este modo, estos medios, en particular el internet se ha convertido en un instrumento de
comunicación interpersonal, interpolítica e inter movimientos sociales (Castells, 1999); que
crean el espacio de la ciudadanía móvil, la cual es ubicua, instantánea, digital y transnacional
(cuando se traspasa el territorio nacional o se crean espacios supranacionales en el espacio
electrónico). Esta ciudadanía: “logra romper las barreras territoriales y convertir los espacios
cerrados en abiertos, con flujos de mensajes que circulan en la red electrónica, [...]. Esto permi-
te a los actores, utilizando la espontaneidad, inmediatez y la propia ubicuidad, usarlo para sus
objetivos, dentro de ellos el ejercicio de sus derechos” (Fernández-Tapia y Fernández-Tapia,

CAPÍTULO x 1015
2013, p. 501).

El ejercicio de los derechos se manifiesta en los derecho económicos pues el interne


se ha convertido en un importante recurso global que sirve como herramienta de negocio
(Delarbre, 2006), que se realiza a través del comercio electrónico; de los derechos políti-
cos, en la participación de campañas políticas a través de internet, móvil, Whatsat, correo
electrónico, Facebook y Twitter, etc.; los derechos culturales a través del acceso a la cien-
cia, la cultura y el arte a nivel global; los derecho sociales, accediendo a trámites de seguro
y pensiones, telemedicina, teleconsultas, e-learning y servicios online; así como los civiles
de libre asociación, opinión, expresión y religión, lo cual se amplía en cantidad y calidad
cada día, tanto por los ciudadanos, como por organizaciones políticas y sociales. Así, las
redes sociales son cada vez más usadas por las organizaciones, un “bien estratégico”, mo-
vilizador y de participación de la sociedad civil (Mochi, 2004). Es decir, ejercicio de de-
rechos; por lo tanto, de ciudadanía. Se construyen nuevas identidades comunes (Delarbre,
2006), que dan lugar en comunidades virtuales que producen variedad de bienes colectivos
(Finquelievich, 2000), en las que se puede participar desde cualesquier parte. Por lo tanto,
la ciudadanía móvil es digital, ubicua, transnacional (cuando es entre países o supranacio-
nal) e instantánea; y se realiza a nivel local, nacional y global.

Resultados

Al estudiar las páginas web se encuentra, entre los peruanos, entre el 2000 y 2009,
escasa participación, prácticamente la presencia en internet era nula. Se tiene acceso sola-
mente a una página en Facebook que lo integraban 14 personas, pero inactiva. Para comu-
nicarse en la ciudad se usaba el celular (cada vez más) y al teléfono fijo, este último más
usado para llamar al Perú, aunque llamaban del móvil, utilizando tarjetas prepago.

En el estudio, lo dividimos en dos momentos: 2000-2009 y 2010-2016, en los que


se observa un proceso interesante de evolución, caracterizado fundamentalmente por: 1)
intensidad y frecuencias en el uso de las redes sociales facebook y twitter, que es menor en
el primer periodo, en el cual el correo y los grupos de Yahoo son más usados, con respecto
al segundo periodo; 2) En el segundo periodo, mayor uso de móvil inteligente, de redes
sociales de Facebook y Twitter, entre otras (que no se abordan en este estudio), así como
del celular como comunicación frecuente con el país de origen; pues en el primer periodo
alto uso de la telefonía fija y correo electrónico, en particular para comunicarse con el país

CAPÍTULO x 1016
de origen; 3) entre 2010-2016 aparece el uso de Whatsat para comunicarse en la ciudad
y con el país de origen; 4) la generalización del uso de laptops y tabletas electrónicas, en
cualquier ubicación, más el uso del celular, haciendo el acceso y participación, móvil.

Sobre las redes electrónicas, entre 2000-2009, entre los peruanos, se tiene la red
del Consulado electrónico, que funcionaba vía correo electrónico hasta el 2006; la red de
la señora Blanca, con aproximadamente 400 peruanos conectados al 2009, interconectado
con redes menores y con el Perú, en el cual intercambian información de los peruanos, del
Consulado, avisos y solidaridad, previa autorización de la Sra. Blanca, por lo tanto privada
y alguna comunicación entre peruanos que viven en DF en Hi5. El celular era usado en la
ciudad para comunicarse y enviar mensajes, aunque era de mayor uso el teléfono fijo.

Entre los argentinos, en el periodo 2000-2009, son públicas y abiertas a todos los
argentinos y sus amigos que desean integrarse, son interactivas y permiten la comunicación
persona a persona, con fines personales, comerciales o estatales, pero predominan los de
grupos de interés, a partir de su identificador de nacionalidad argentina. No solamente en
facebook, sino también en blogs o páginas construidas con el fin de constituir un espacio
de comunicación e/o interacción entre ellos. Se detectaron 6 redes en facebook; una en Hi5;
3 en Yahoo, una en expatriados.com; dos de comunidades informativas y solidaridad, que
tenían su propia web pero no estaban en Facebook. Los objetivos son de integración infor-
mación y tratar con la nostalgia, negocios, productos nostálgicos y cultura. Su carácter es
informativo principalmente y algunas con una interactividad muy baja. Los que participa-
ban en las redes de Yahoo, además habían construido un espacio tanto virtual como directo
para compartir en pequeños grupos, es decir, de “b-redes” (Fernández-Tapia, 2013). La
página de la embajada era visitada por información.

En el segundo periodo (2010-2015) entre los peruanos, crece mucho la participa-


ción en redes sociales, principalmente en Facebook. Hasta el 15 y 16 de junio, se analizan
9 páginas de Facebook que tratan de temas de negocios, cultura y temas políticos; 2 de
ventas de productos, gastronomía y cultura del Perú; uno sobre deporte; uno religiosa de
la comunidad Señor de los Milagros; cuyos miembros o visitantes oscilan entre 32 y 289
los más pequeños hasta 1600, 3121 y 2928 los más grandes con un promedio entre 500 a
600 personas. Además está la página del Consultado, de la cámara de comercio mexicana
peruana. Un cambio significativo con respecto del primer periodo de redes privadas y de
uso principalmente del correo electrónico.

En el caso argentino, en el periodo 2010-2016, se encuentran 6 grupos con conte-

CAPÍTULO x 1017
nido de anuncios de negocios, cultura y trabajo e información o consultas sobre México;
una red de solidaridad creado en el 2012, que cuenta con grupo en Yahoo! y un blog, de
carácter restringido; y una red que busca ser comunitaria, de información e integración, con
su propia página, y vínculos con el Estado y sociedad en la Argentina; dos sobre productos
argentinos; con una conexión de 112 y 100 los más pequeños y de 1095, 2316 y 3934 los
más grandes. Además, está la página de la embajada y de los restaurantes.

En el periodo 2000-2009, había dos páginas solidarias e informativas, que tenían su


propia página web, en la que representaban tanto a la sociedad como al Estado Argentino,
como un espacio vinculado entre México y la Argentina; en el segundo periodo, solo en-
contramos una. En el caso peruano, en el primer periodo no tenía ninguna, ahora aunque no
tan completa como la de los argentinos, la página del Consulado sigue ese modelo. Asimis-
mo, tanto en sus redes directas como virtuales el marcador identitario que los vincula es la
nacionalidad, luego marcadores de grupos de interés, principalmente de negocios y ocio.
En sus redes se reproduce el imaginario del Estado nación, legitimándolo en la vida de los
inmigrantes, tanto desde el Estado como desde los ciudadanos.

Sobre los jóvenes de Oaxaca, aún menos explorado, se encuentra que los grupos
predominantes son en torno a la religión (principalmente cristianas, aunque también cató-
licas), redes articuladas a programas de gobierno (INJUVE) como la de jóvenes empren-
dedores y las redes y grupos político-partidarias que se han organizado, algunas desde
las elecciones del 2012 y otras en esta última campaña para el gobernador del Estado y
dominan las redes priistas (9 asociadas al PRI; una a MORENA 2016; dos a Convergencia;
tres a movimiento ciudadano; una a una ONG; dos a jóvenes emprendedores, una de ellas
vinculada al INJUVE; 9 sobre redes de cristianos; una de jóvenes IIdm con 850 miembros;
una de mujeres y jóvenes, de activismo político y de género; y 23 de estudiantes, de las
universidades.

Entre ellas tenemos: 9 páginas asociadas al PRI y a la campaña política del PRI,
principalmente la del gobernador 2016; una de Jóvenes con MORENA elecciones 2016;
Jóvenes convergentes de Oaxaca, en la elección del 2011 (no está activo); Dos de Jóvenes
en movimiento Oaxaca, de carácter político, asociado al Movimiento Ciudadano; Jóvenes,
género y participación ciudadana en Oaxaca, uno, informativo y de activismo político, pero
no hay interacción; una de juventud emprendedora ligado al INJUVE; Jóvenes trabajando
en Oaxaca A. C., informativa; 7 redes de jóvenes cristianos, de las cuáles la mayoría son
informativas y una tiene cierta interacción, baja; una de jóvenes empresarios y un grupo
cerrado de 850 miembros jóvenes IIdm Oaxaca. Estas páginas son informativas, los grupos

CAPÍTULO x 1018
y las páginas cristianas tienen una mayor interacción pero es igual muy reducida; la menor
participación en de 25, 65, 271, hasta 668 y 850 participantes. Las redes de estudiantes la
mayoría son grupos cerrados, en cambio las religiosas y políticas son más públicas.

En los tres grupos su relación con el gobierno es para hacer trámites y solicitar in-
formación, por vía de internet. Entre miembros del grupo se comunican e interactúan en
las redes de facebook principalmente, aunque también se usa Twitter e Instagram en menor
proporción. El Whatsat se ha extendido su uso, y es el medio para trasmitir información,
noticias, mensajes, música, documentos, etc.; lo que en el primer periodo era el correo elec-
trónico. El uso de los teléfonos inteligentes se ha extendido y es el más usado.

Entre los jóvenes que participaron en las últimas elecciones a gobernados, la prin-
cipal herramienta fue el móvil y de las redes el Whatsat, asociado a Facebook, You To be
e Instagram, tanto para la comunicación interna, como para acceso a la información, co-
municación y difundir información. Entre los peruanos y argentinos en la comunicación
en la Ciudad como con su país es el móvil y el Whatsat, asociado a las redes sociales e
información que necesitan de internet, los medios para estar integrados y ejercer derechos.

Finalmente, se puede señalar que se ejercen derechos principalmente asociados al


consumo y competencia económica y electoral. Son los peruanos los que más participan en
sus redes en temas políticos, seguido de cultura y negocios. Los argentinos, fundamental-
mente sobre negocios, cultura y ocasionalmente de política. Los jóvenes, sobre estudios,
religión, cultura (música, juegos, películas), y en tiempos ocasionales un reducido número
de ellos son activistas de partidos políticos en Internet. Los más regulares son sobre estu-
dios, religión y cultura (de entretenimiento).

El caso de peruanos y argentinos la participación los vincula a espacios transna-


cionales y digitales, dando lugar a una ciudadanía transnacional digital (Fernández-Tapia,
2013), así como a una ciudadanía móvil, mismas que se caracterizan por su multiculturali-
dad e interculturalidad. Domina una ciudadanía electrónica de consumidores y competiti-
va; apareciendo tendencias importantes de neorepublicanismo asociado a los activismos y
movimientos sociales. No existe la emergencia de comunitarismos, aunque si de procesos
multiculturales e interculturales, en tanto respeto y convivencia en sociedades diversas.

Los jóvenes de Oaxaca, contradictoriamente a lo que se puede creer que podrían


ser más comunitaristas, predomina un individualismo liberal competitivo, pragmático y
utilitarista.

CAPÍTULO x 1019
Conclusiones

1) Tanto jóvenes como inmigrantes hacen uso significativo de las TIC y ejercen dere-
chos en los espacios que estas crean; 2) las TIC crean espacios de ciudadanización, desciudada-
nización política como resultado del consumismo global homogeneizador y reciudadanización
al crear nuevos espacios democráticos en los que se ejercen derechos y se debaten temas pú-
blicos y políticos; 3) no existe homogeneidad sino diversidad en los procesos ciudadanos en la
red a partir de intereses diferentes; 4) la ciudadanización política es escasa; 5) las identidades
ciudadanas se van transformando, aún en quienes no emigran como resultado de su relación
con el mundo; 6) aunque, entre inmigrantes peruanos y argentinos se reafirma la ciudadanía
nacional y aparecen otras identidades ciudadanas con lo local o transnacional; 7) a la vez que
entre los jóvenes se comienzan a identificar con valores y estilos de vida globales, comunes a
jóvenes de cualquier parte del mundo; emerge también una ciudadanía digital-móvil y digital
transnacional; 8) aunque los déficit de ciudadanía se mantienen altos y la desciudadanización
política aumenta como resultado del liberalismo individualista que promueven los modelos
económicos, los gobiernos y la prensa; no obstante, los espacios electrónicos se han convertido
en espacios de ciudadanización y empoderamiento ciudadano, con un gran potencial político.

Quedan como retos: aumentar la interactividad que es baja o nula; parar de la ciudada-
nía y democracia de consumidores y competitivas que predominan a desarrollar una ciudadanía
activa que lleve a democracias participativas, neo-republicanas o de comunitarismo democráti-
co; aumentar la participación ciudadana, la cual es baja; pasar de ejercer derechos individuales
a colectivos; y que la participación política no se limite a los procesos electorales sino tengan
continuidad. La brecha digital es también una limitación y reto, en particular en Oaxaca. Entre
los argentinos es un asunto pendiente su participación política digital, la cual prácticamente es
inexistente, siendo mayor entre peruanos.

CAPÍTULO x 1020
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CAPÍTULO x 1023
Ciudadanía, clase social y clientelismo en el
sureste de México

Ubaldo Dzib Can7

Luis Armando Pérez Dzul8


Resumen: El objetivo de este trabajo es mostrar que las diferentes “calidades de la ciudadanía”
no constituyen anomalías del concepto perfectibles dentro del orden jurídico-político liberal
prevaleciente, sino expresiones inherentes a desigualdades sociales, de las cuales el propio
estado ha sido tanto condición como resultado. Para mostrar esto, primero discutimos teórica e
históricamente cómo la sociedad capitalista produjo las nociones de ciudadanía no para cons-
truir la equidad social, sino para legitimar el ascenso al poder de la burguesía emergente en una
nueva estratificación social. Posteriormente, concluimos con un caso etnográfico en el sureste
mexicano en el que mostramos cómo la llamada “transición a la democracia” de fines del siglo
XX, no ha conducido mecánicamente, en el nuevo mileno, a la edificación de la democracia
y la ciudadanía vaticinadas. Por el contrario, entrelazada la construcción del sistema electoral
multipartidista, desde fines de los 1980, con las políticas neoliberales que han profundizado las
desigualdades sociales, asistimos en una zona rural del municipio del Carmen, Campeche, a la
construcción no de ciudadanías igualitarias, sino de relaciones jerárquicas patrón-clientes como
formas políticas de asimetrías de clase.

Palabras clave: Ciudadanía, clase social, clientelismo.

Summary: The aim of this paper is to show that different “qualities of citizenship” are not
perfectible anomalies of the concept within the prevailing liberal legal-political order, but ex-
pressions inherent to social inequalities, of which the state itself has been both a condition as
well as a result. To demostrate this, we first discuss theoretically and historically how capitalist
society produced notions of citizenship not to build social equity, but to legitimize the rise of
the power of the emerging bourgeoisie in a new social stratification. Later, we conclude with an

7
Doctor en Ciencias sociales, Centro de Investigaciones Históricas y Sociales de la Universidad Autónoma de
Campeche. Email: kisteil@hotmail.com
8
Maestro en Administración pública, Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad Autónoma de Campeche.
Email: luaperez@uacam.mx.

CAPÍTULO x 1024
ethnographic case in southeastern Mexico wherein we show how the “transition to democracy”
of the late twentieth century, was not mechanically driven, in the new millennium, to the buil-
ding of the predicted democracy and citizenship. On the contrary, in conditions of interlaced
construction of a multi-party electoral system, with the neoliberal policies that have deepened
social inequalities, we were witnesses in a rural area of the municipality of Carmen, Campeche,
of the construction not of egalitarian citizenships, but patrón-client hierarchical relations as
political forms of class asymmetries.

Keywords: Citizenship, social class, clientelism

Introducción

El objetivo de este trabajo es mostrar que la ciudadanía jerarquizada, que incluye a


unos y excluye otros, es intrínseca a una sociedad con desigualdades sociales. Para ello, pri-
mero discuto teóricamente dos de las limitaciones que han influido en ese estatuto limitado: 1)
la manera en que a través de relaciones de poder los grupos dominantes se la han apropiado
para institucionalizar disparidades sociales y crear sujetos políticos jerarquizados, y 2) su per-
tenencia, junto con el concepto del estado democrático moderno, a una forma de racionalidad
heredera del liberalismo y la ilustración europea que concebía los procesos sociales en forma
lineal y teleológica.

Posteriormente, continúo con el análisis del caso antropológico de la construcción de


“patrones y clientes” en una zona rural del municipio de Carmen, Campeche, como forma de
existencia efectiva de ciudadanías asimétricas en la era de la llamada “transición a la demo-
cracia”, desde fines del siglo XX. Mostrando a través de este caso cómo dicha transición no
necesariamente condujo, en el nuevo milenio, a la democracia efectiva y la ciudadanía espera-
das, sugiero ―en línea con varios autores― que debemos pugnar por enfoques posmodernistas
adecuados a los desafíos actuales de procesos abiertos, no predeterminados y con múltiples
alternativas en el horizonte de grupos desigualmente posicionados en las estructuras sociales.

Los límites de la ciudadanía

Construida sobre los pedestales del poder de la razón, contra el dogmatismo y la fe


religiosa, la teoría liberal ilustrada europea del siglo XVIII enarboló la noción de ciudadano
para oponerla a los privilegios de las monarquías absolutistas. Las desigualdades y jerarquías
vigentes en dichas sociedades eran consideradas, hasta ese momento, naturales o de origen

CAPÍTULO x 1025
divino. Por el contrario, el concepto de ciudadano resumía la aspiración de igualdad que debía
ser concretada en una nueva sociedad. Con ese propósito, la ciudadanía en el pensamiento po-
lítico liberal fue incluida en términos jurídicos por los revolucionarios franceses como rasgo
distintivo del nuevo estado democrático moderno. Para garantizarla se formularon derechos
que debían asegurar la participación equitativa de todos los miembros de la sociedad en los
procesos de tomas de decisión y gobierno, así como en los beneficios que distribuyera el estado
(Wallerstein, 2003, p. 651).

Sin embargo, desde ese momento afloraron las contradicciones que han marcado al
concepto, pues si en términos discursivos fue pensado para constituir un estatus de inclusividad
universal, en la práctica política ha funcionado como un instrumento de exclusión de la ma-
yoría y legitimación de privilegios de unos cuantos. ¿Cómo y por qué ha ocurrido esto y qué
implicaciones ha tenido para sostener o socavar la validez del concepto como herramienta de
construcción de la igualdad social y la democracia política?

En verdad, el discurso revolucionario de la igualdad social a través de la ciudadanía sólo


deslegitimó y “desnaturalizó” las viejas jerarquías sociales consideradas hasta entonces manda-
tos divinos. Es decir, reveló su carácter de creaciones sociales susceptibles de ser cuestionadas
y transformadas, pero las dejó intactas. Las desigualdades sociales siguieron siendo una reali-
dad fundamental del mundo moderno, como las han sido de todas las sociedades históricamente
conocidas (Wallerstein, 2003, p. 650).

Es decir, los estados europeos democráticos surgieron a fines del siglo XVIII no para
destruir las inequidades sociales a través de la ciudadanía, sino para institucionalizar los cam-
bios en la estructura jerárquica de las sociedades occidentales, del predominio de las aristo-
cracias medievales a la preeminencia de las burguesías capitalistas (Gledhill, 2000, p. 36-38,
siguiendo a Guiddens, 1985). En ese marco, la burguesía ascendente había usado el discurso
de la democracia y la ciudadanía como argumento para deslegitimar los derechos hereditarios
de las monarquías absolutistas, y fundamentar su derecho de acceso al poder político, no para
construir la inclusión de todos los grupos sociales.

Por ello, uno de sus primeros desafíos fue cómo neutralizar las potencialidades revolu-
cionarias del concepto manteniendo su validez universal como principio, como valor, mientras
simultáneamente se le limitaba en la práctica política mediante la ley, para excluir de su disfrute
a los grupos subalternos. En una de las primeras experiencias históricas, la de la revolución
francesa de fines del siglo XVIII, las dirigencias burguesas resolvieron ese problema formu-
lando dos categorías legales de ciudadanos: los activos, con privilegios para participar en los

CAPÍTULO x 1026
procesos públicos de tomas decisión y gobierno, y los pasivos, excluidos de esa arena política,
pero con derechos universales a recibir los beneficios sociales y la protección del estado (Wa-
llerstein, 2003, pp. 651-652). Con esa maniobra, con la formulación jurídica de una ciudadanía
binaria estratificada, las dirigencias excluyeron del manto político del concepto a quienes no
pertenecían a la clase de los propietarios: los trabajadores, los negros y las mujeres (e incluso a
la población femenina del propio estrato señorial [Wallerstein, 2003, p. 653]), pero mantuvie-
ron la noción universal del concepto como ciudadanía pasiva para estos mismos grupos.

Con su transformación en ley en una sociedad con disparidades sociales, la ciudadanía


se institucionalizó como concepto dual y contradictorio distintivo de los estados llamados de-
mocráticos: por un lado, como estatus jurídico restrictivo (sólo para las clases dominantes), y
por otro, como principio universal incluyente (para las mayorías subalternas). A partir de ese
momento, en el mundo occidental y en todas partes donde el liberalismo político euromoderno
ha sido hegemónico, esa forma de presentación dual de la ciudadanía, que por un lado limita y
por otro alimenta aspiraciones, ha fomentado las luchas sociales de los excluidos por acceder
a sus beneficios. Así lo ha reconocido una analista partidaria del concepto de ciudadanía como
palanca de transformación social, Naila Kabeer, quien ha afirmado (2007, p. 7) que “la historia
de la ciudadanía, tanto en el norte como en el sur, ha sido la historia de una lucha sobre cómo
debe definirse y a quien debe incluirse.” La ciudadanía no garantizó el acceso de todos los
miembros de la sociedad al disfrute de derechos, sino sólo creó el argumento y proporcionó
los medios legales para que los excluidos luchen por su inclusión. Pero las luchas en el terreno
organizado por el sistema político, mediante procedimientos predeterminados por las institu-
ciones de estado y con fines de reconocimiento de derechos formales han caído dentro de la
regulación institucional y la hegemonía política característica del orden jurídico-político del
estado liberal moderno (Gledhill, 2000, pp. 40-41). Adicionalmente, en condiciones de inequi-
dad, la ley ha sido una institución de la que se han beneficiado en forma diferencial los grupos
desigualmente posicionados en la estructura social (Foucault, 2002, p. 108).

Como parte intrínseca del sistema ideológico, jurídico y político del estado moderno,
la ciudadanía binaria estratificada ha constituido su manifestación de facto en una sociedad
con asimetrías sociales. De este modo, en la teoría liberal la práctica de la ciudadanía no puede
romper la estructura institucional (el estado) de la que forma parte, porque ésta es la única ga-
rante de sus derechos (Mandani, 1998, p. 18). La ciudadanía jerarquizada es inherente al estado
moderno y constituye la expresión de una sociedad estratificada.

Conjuntamente con el estado capitalista, el concepto de ciudadanía fue producida por la


teoría liberal europea del siglo XVIII que basaba su comprensión del mundo en verdades abso-

CAPÍTULO x 1027
lutas, fronteras fijas, el progreso lineal, la certidumbre de las tendencias sociales y la creencia
en la construcción racional de sociedades ordenadas como metas teleológicas (Harvey, 1989,
citado en Paley, 2002, p. 473; Cfr. Trouillot, 2003, p. 83). En el marco de esa racionalidad mo-
dernista, como concepto la ciudadanía ha sido congruente con su planteamiento en términos de
aspiraciones, de búsqueda de reconocimiento del estado como meta prestablecida, como ac-
ceso a un estatus jurídico que debe garantizar el establecimiento de un orden social equitativo.
Desde este punto de vista, la ciudadanía es un concepto histórico, producto de su tiempo y de
una forma de representación del mundo.

Desde las últimas décadas del siglo XX, lo que Comaroff y Comaroff (1997, pp. 13-
19) han llamado posmodernismo crítico, ha cuestionado seriamente las verdades modernistas
planteándose dudas e introduciendo nuevos conceptos para enfocar realidades caracterizadas
por sus propensiones al desorden, la incertidumbre en las tendencias de los procesos socia-
les y variadas posibilidades abiertas en el horizonte de grupos desigualmente posicionados
que luchan por avanzar alguna de ellas. En línea con ese razonamiento, David Scott (1999,
citado en Paley, 2002, p. 478) ha planteado que la globalización actual implica condiciones
de inestabilidad e incertidumbre que presentan desafíos que ya no parecen adecuados en-
focar con los conceptos y paradigmas del pasado modernista. Al contrario del liberalismo
renaciente que ha reclamado ser “nuestro único futuro posible”, Scott (Paley, 2002, p. 479)
plantea la posibilidad de imaginar lo que sigue a la llamada “transición” como un momento
abierto “después de la democracia liberal”, en vez de su manifestación. Construyendo sobre
ese razonamiento, Paley (2002, p. 479) argumenta que “Tal formulación podría ofrecer una
manera de liberarse de las narrativas de transición [a la democracia] que postulan un resulta-
do preestablecido, imaginando posibilidades políticas más allá de la democracia actualmente
existente, y ―tomando el presente como un momento de incertidumbre― mantener abierta
la posibilidad de una gama de alternativas”.

Esas dos limitaciones de la ciudadanía (su manifestación como ciudadanía jerárqui-


ca en sociedades estratificadas y su formulación teórica en términos teleológicos) podemos
explorarlos en el país, particularmente cuando a fines del siglo pasado sus procesos políti-
cos fueron evaluados como transición a la democracia. Aunque las políticas gubernamenta-
les promovieron la consolidación de un sistema de partidos y el establecimiento de eleccio-
nes como vías de acceso a puestos de gobierno, también profundizaron jerarquías políticas
entre los grupos sociales que crearon ciudadanías asimétricas. Pero en los primeros años
del siglo XXI, después de la segunda derrota de la izquierda en el 2006, y el regreso del
PRI al poder ejecutivo en el 2012, la llamada transición no parece haber evolucionado

CAPÍTULO x 1028
hacia la democracia esperada, sino involucionado al viejo autoritarismo de estado con un
nuevo aliado formidable: grupos empresariales nacionales (y regionales) posicionados a
partir de las políticas neoliberales impulsadas desde los 1980. A partir del impacto de esos
procesos en una zona rural del municipio de Carmen, Campeche, en este texto exploraré
la formación de ciudadanías desiguales a través de la producción de relaciones asimétricas
patrón/clientes.

Ciudadanías jerarquizadas en Sabancuy, mediados del siglo XX

El área rural de la sección municipal9 de Sabancuy está localizada en el suroccidental


municipio de Carmen, Campeche. La zona se ubica en la frontera entre los dos principales
tipos de paisajes medioambientales que identifican al sureste del país: el trópico húmedo
contiguo a la Laguna de Términos caracterizado por pantanos, manglares y profusión de
ríos, y el inicio de la gran laja caliza, sin elevaciones de importancia ni corrientes superfi-
ciales de agua que singulariza al resto de la Península de Yucatán. Dicha zona forma parte
de la selva tropical del sur de Campeche, escasamente poblada desde los tiempos coloniales
hasta mediados del siglo XX, donde largamente predominó la explotación forestal itinerante
en ese periodo.

En este sentido, el sur del estado constituye un territorio de colonización relativamente


reciente, a diferencia de la vieja zona norte habitada incluso desde antes de la llegada de los
españoles por población indígena maya, así como de la franja costera, donde surgieron algunos
poblados mestizos coloniales. Las dinámicas de formación de poblados y el cambio hacia las
actividades agropecuarias en el sur de Campeche han formado parte de diversos procesos de
ocupación y poblamiento del territorio que han vinculado a grupos de la zona con variadas per-
sonas de lugares más allá de las fronteras de la entidad e, incluso, del país. A diferencia del norte
y otras regiones de México donde las políticas de colonización iniciaron desde la consumación
de la independencia en el siglo XIX (Aboites Aguilar, 1997, pp. 35-37), junto con las selvas
de Quintana Roo, las de Campeche han sido uno de los últimos reductos de colonización, en el
siglo XX, en la frontera sur y el sureste del país.

9
La Sección Municipal es una división territorial y administrativa intermedia entre la localidad y el municipio, con
un órgano de gobierno denominado Junta Municipal, que tiene su sede en la cabecera de la sección. Fue creada
desde principios del siglo XX debido a la dispersión de las localidades que las alejaba de sus cabeceras municipa-
les (Dzib Can, 2012, pp. 69-70). Las Juntas Municipales están constituidas por un presidente, un síndico y cuatro
regidores. El municipio de Carmen está integrado por dos secciones municipales: Atasta y Sabancuy (Artículos 7,
79 y 80 de la Ley Orgánica de los Municipios del Estado de Campeche.

CAPÍTULO x 1029
Mapa 1. Poblados y ejidos de la sección municipal de Sabancuy a principios del siglo XXI

Fuente: Carta Topográfica Imagen Digital, Escala 1: 250,000, Serie II, Carta E15-6

Ciudad del Carmen, 1999 (1984), INEGI

En el proceso de poblamiento de las selvas de Campeche y Quintana Roo fue central el


programa federal de colonización agraria de los 1960 y 1970; dicho programa constituyó una
válvula de escape a la presión sobre la tierra en el norte del país, desencadenada por los altos
rendimientos promovidos por las propias inversiones federales en infraestructura productiva y
modernización agrícola (Garza Villarreal, 2005, pp. 43-46). Sin embargo, en Campeche otros
procesos y proyectos económicos con disímiles orientaciones a las de la colonización precedie-
ron y convergieron con dicho programa en el poblamiento de las selvas del sur: la producción
chiclera durante la primera mitad del siglo XX, el reparto agrario cardenista a partir de 1936, la
construcción del Ferrocarril del Sureste en 1936-1950 y el impulso del gobierno del estado a la
explotación maderera en los 1950 como alternativa al colapso chiclero en la década precedente.

Tales procesos previos a la colonización impulsaron hacia las selvas importantes movi-

CAPÍTULO x 1030
mientos de población tanto de la entidad como de estados vecinos. En ese marco surgieron los
dos primeros poblados fijos de Sabancuy entre los 1940 y 1950. Sin embargo, el resto empezó
a constituirse desde los 1960 como parte de procesos de formación del estado en las selvas
chicleras. Es decir, a través del reparto agrario y el programa de colonización, las burocracias
federales fueron contribuyendo a la formación de ejidos y ejidatarios como nuevos sujetos del
estado mexicano.

No obstante que tales ejidos y ejidatarios surgieron en una zona de temporal marginal al
proyecto de modernización agrícola que el gobierno federal estaba impulsando en los distritos
de riego del norte y centro-occidente del país, con menores recursos y atenciones los grupos y
sus asentamientos emergían bajo la órbita centralizadora del llamado estado de bienestar. Es
decir, los nuevos ejidatarios surgían estrechamente dependientes de las regulaciones, recursos
y programas de una burocracia federal que a nombre de “un estado” interventor, copaba todos
los poros de su economía y su vida organizativa: desde el acceso a la tierra, la formación de
sus pueblos y la introducción de servicios y obras materiales, hasta el financiamiento, acopio,
comercialización y regulación de los precios de sus productos agrícolas (Dzib Can, 2012, pp.
129-144).

Mediante ese esquema de intervención se constituían dos clases sociales jerárquicas


con sus respectivas ciudadanías asimétricas: las altas burocracias del gobierno federal con sus
atribuciones ciudadanas plenas para tomar decisiones nacionales y ocupar cargos de represen-
tación, y los ejidatarios subalternos con sus derechos sociales de acceso a la tierra y a créditos
para el impulso de proyectos agropecuarios comerciales10, pero con derechos políticos limi-
tados; es decir, sin una participación efectiva para elegir a sus gobernantes en condiciones de
control de los procesos electorales por el estado (Garrido, 1990, p. 54), y sin posibilidades para
constituirse en sujetos autónomos y críticos de las decisiones de las burocracias gobernantes
―según la fórmula de la ciudadanía liberal que define Lomnitz (2000, pp. 143-145)― por su
extrema dependencia respecto a los apoyos que las burocracias les concedían en forma pater-
nalista.

Sin embargo, los ejidatarios subalternos a las burocracias federales serían dominantes
en sus localidades frente a los residentes sin membresía ejidal llamados localmente “poblado-
res”. Los grupos de ejidatarios que a través del manejo del ejido llegaron a controlar el acceso a

10
Entre los 1960 y 1980, en el marco de las amplias atribuciones económicas y productivas del estado de bienestar,
el gobierno federal apoyó con créditos, maquinaria y precios de garantía el fomento en la zona sur de la entidad de
las producciones de caña, arroz y ganado, con las cuales los productores sustituyeron las explotaciones de chicle y
madera heredadas del porfirismo (Dzib Can, 2012, p. 136).

CAPÍTULO x 1031
la tierra, a los recursos naturales de la selva y a los fondos gubernamentales para la agricultura
y la ganadería excluyeron de esos beneficios a los “pobladores”. Debido al manejo de esos re-
cursos y a los vínculos institucionales con la poderosa burocracia del gobierno federal, el ejido
sería la institución local de gobierno más influyente, por encima de las agencias municipales,
las otras instituciones locales de gobierno sin relaciones efectivas con sus ayuntamientos ni
fondos para cumplir con sus atribuciones de administración del orden público y la dotación
de servicios a toda la población, incluyendo a los ejidatarios11. En esas condiciones, a través
del ejido ―una institución prevista en la ley para administrar asuntos agrarios― de facto los
ejidatarios también se atribuyeron la prerrogativa de gestionar servicios y obras públicas de
carácter municipal. Ante la debilidad de las agencias municipales, los ejidatarios convirtieron
las asambleas ejidales en un espacio político de tomas de decisiones comunitarias, del cual ex-
cluyeron a la población sin membresía ejidal. Así, los procesos de formación del estado en las
selvas tropicales, entre los 1960 y los 1980, también implicaron la producción de ciudadanías
asimétricas en los poblados emergentes entre ejidatarios con acceso a la tierra y atribuciones de
facto de tomar decisiones por todos los residentes, y “pobladores” subordinados y excluidos de
esos beneficios12.

Ciudadanía y reformas del estado

Las condiciones de producción de los grupos en el área rural de Sabancuy empezaron a


ser reformuladas desde los 1990, a raíz de una serie de procesos relacionados con la redefini-
ción del estado mexicano y la profundización de relaciones capitalistas en el país desde princi-
pios de los 1980. Las dos vertientes entrelazadas de esas transformaciones (el reordenamiento
económico neoliberal y la construcción de un sistema nacional de competencia entre partidos)
han incidido en la forma en la que los grupos rurales de Sabancuy han definido su participación
en los asuntos de la vida pública.

11
El gobierno federal no sólo centralizó administrativa y jurídicamente los procesos de formación de ejidos,
excluyendo a gobiernos estatales y municipales, sino también concentró los mayores presupuestos públicos en
detrimento de entidades y municipios. Así, no sólo de jure y de facto el gobierno federal se convirtió en la máxima
autoridad en asuntos agrarios, al mismo tiempo que los ayuntamientos y gubernaturas no tuvieron atribuciones
dentro de los ejidos, sino que también estos niveles inferiores de gobierno carecieron de fondos para intervenir
administrativamente o impulsar obras sociales en las localidades bajo su jurisdicción asentadas en terrenos ejidales
(Zendejas, 2003, pp. 249-251).
12
Estos procesos de producción de grupos rurales asimétricos en torno al acceso a la tierra ejidal, y la construcción
consecuente de ciudadanías diferenciadas durante la vigencia del estado de bienestar (desde la posrevolución a
principios de los 1980) no fueron privativos de Campeche. Zendejas (2003, pp. 214-234) los documentó para los
ejidos del municipio de Ecuandureo, Michoacán, y Baitenmann (2007, pp. 84-94) para la zona centro de Veracruz,
así como encontró procesos similares en otras entidades del país.

CAPÍTULO x 1032
A través de la primera, las nuevas burocracias neoliberales se dirigieron a disminuir la
intervención de las instituciones de estado en la economía del país, así como a incentivar la par-
ticipación de la iniciativa privada nacional e internacional en dicha economía. En el campo, las
burocracias neoliberales se propusieron eliminar los subsidios a las actividades agropecuarias
con la finalidad ―según ellas― de suprimir gastos públicos ineficientes, liberar a las pobla-
ciones campesinas de la dominación paternalista del estado de bienestar y fomentar su propia
responsabilidad productiva como base para la construcción de ciudadanías independientes del
estado.

Sin embargo, en la zona rural de Sabancuy el repliegue del gobierno federal en materia
de inversiones, fomento productivo y regulación del mercado de productos agropecuarios con-
dicionó la debacle de los cultivos comerciales de arroz y caña de azúcar, a fines de los 1980.
Esas producciones habían sido apoyadas por el gobierno federal y del estado con programas,
maquinaria, créditos, subsidios y precios de garantía desde fines de los 1960 en toda la zona sur
del estado. A pesar que esos plantíos constituían la base de sus economías, los grupos rurales de
Sabancuy no resintieron inmediatamente el colapso económico porque desde principios de los
1990 —ya en la época de los mercados desregulados— emergió salvadoramente la producción
de chile jalapeño impulsado por los capitales de comerciantes foráneos en toda la zona sur. Sin
embargo, este cultivo sólo fue un espejismo de las supuestas bondades del neoliberalismo, que
terminó aniquilado por la propia dinámica desigual del mercado a principios del siglo XXI: por
un lado, el control de los intermediarios sobre los precios —siempre a la baja— que hicieron el
cultivo irrentable para los productores rurales; y por otro, la formación en otras partes del país
de regiones productoras mejor tecnificadas, que sacaron del mercado la producción rudimenta-
ria de temporal de los ejidatarios de la zona.

En tales condiciones, el campo dejó de ser suficiente para sobrevivir. Si en 1985 ―en
el ocaso del estado benefactor― el gobierno del estado identificó que en las zonas de temporal
que generaban el 94 % del empleo agrícola (Vadillo López, 2000, p. 35), los productores rurales
se veían obligados a realizar trabajos complementarios para subsistir, con mayor razón en la era
del estado adelgazado y la desaparición de subsidios al campo.

Los ejidatarios, además de cultivar maíz para su autoconsumo, de llevar sus hortalizas y
frutas de temporada en pequeña escala a vender en el mercado y las calles de la cabecera de la
sección municipal, de recolectar leña y elaborar carbón para los asaderos de pollos, de pescados
y de carnes rojas de las ciudades de Sabancuy y del Carmen, se han visto obligados a realizar
actividades complementarias como el trabajo agrícola asalariado en los ranchos ganaderos de
algunos obreros de PEMEX, la albañilería, la pesca en las aguadas naturales de Sabancuy, la

CAPÍTULO x 1033
migración a Estados Unidos, o el trabajo doméstico de sus mujeres e hijas. Y si esto es verdad
para los reducidos productores que controlaban el acceso a la tierra y sus recursos, con mayor
razón lo es para el grupo mayoritario de “pobladores” que no ha tenido acceso a la tierra pero
ha dependido fuertemente de las actividades agrícolas para subsistir. Este grupo constituía la
mayoría del 71 % de la población que se dedicaba en el 2000 a actividades primarias en las
zonas rurales de Sabancuy (INEGI, Censo de Población y Vivienda 2000).

La segunda iniciativa gubernamental para capitalizar al campo mediante la inversión


de la iniciativa privada nacional, tenía resultados inciertos en la zona hasta el 2010. A partir de
1997 los gobiernos federal y del estado impulsaron en los municipios de Escárcega, Carmen,
Candelaria y Palizada, del sur de la entidad, un proyecto tripartito (gubernamental, privado y
social) para el cultivo e industrialización de la palma africana (González Curi, 1998, pp. 105-
106). Pero hasta la primera década del siglo XXI, el proyecto no había dado los resultados es-
perados por los gobiernos federal y del estado, pues: a) constituía una experiencia muy limitada
que sólo había impactado al 5.6 por ciento de los 15 138 ejidatarios que integraban la población
objetivo minoritaria en los 145 poblados de los cuatro municipios referidos (González Curi,
2003ª, pp. 180-181; 2003b, p. 79); y b) surgieron fuertes conflictos de intereses entre los em-
presarios de la aceitera y los líderes de la organización de productores por el precio de compra
del producto, que llevaron al cierre de la empresa desde el 2006, a tres años de su inauguración13
(Tribuna de Campeche, 2006, p. 1).

Si bien por un lado el gobierno federal desapareció instituciones vinculadas con el


apoyo financiero y los subsidios productivos al campo, por otro instituyó programas asis-
tencialistas de combate a la pobreza extrema como Solidaridad, Oportunidades y Progresa,
orientados a respaldar las necesidades de consumo (alimentación, educación y salud) de las
poblaciones objetivo. En el discurso gubernamental esos programas iban a ser orientados de
manera selectiva hacia los estratos más frágiles de las poblaciones urbanas y rurales del país.
Sin embargo, en la zona rural depauperada de la sección municipal de Sabancuy, los recur-
sos de esos programas eran requeridos por la mayoría de sus habitantes, quienes en el 2000
generalmente tenían ingresos de dos o menos salarios mínimos (INEGI, Censo de Población
y Vivienda 2000). En unas condiciones de retraimiento de la actividad agrícola en la región,
los recursos de los programas de combate a la pobreza, que han constituido el complemento
social de las políticas económicas neoliberales, han cobrado importancia creciente en la zona
en los últimos años.

13
De acuerdo a una entrevista con el tesorero de la agrupación, ésta empezó a llevar su producción a maquilar a
una extractora del estado de Chiapas.

CAPÍTULO x 1034
De este modo, al retirarse el gobierno federal de muchos programas de apoyo producti-
vo al campo, los pobladores rurales de Sabancuy han dependido cada vez menos de la agricul-
tura, y cada vez más de los programas de combate a la pobreza. En este sentido, es sintomático
que los conflictos y movimientos sociales más importantes, desde principios del nuevo milenio,
que han involucrado a la mayoría de las comunidades de la zona, se hayan organizado no para
la demanda de tierras, créditos o subsidios gubernamentales para la producción, sino en torno
a los recursos de programas contingentes de combate a la pobreza, como el movimiento en
demanda de los apoyos económicos del Programa de Empleo Temporal del gobierno del estado
en el 2000, y por los recursos federales del Fondo Nacional de Desastres (Fonden) en el 2003.

Lo irónico de las políticas neoliberales era que parecían más orientadas en fomentar la
perenne dependencia de los grupos rurales empobrecidos respecto a dádivas para mejorar su
consumo, que en potenciar sus medios de producir riquezas para que construyeran su indepen-
dencia de los fondos asistenciales del estado. En contra de su propio discurso, con sus medidas
las burocracias neoliberales mantenían la dominación económica y política de los grupos rura-
les, en vez de cimentar sus fuerzas productivas como base para su transformación en ciudada-
nos responsables e independientes del estado.

La segunda vertiente de las transformaciones del estado tuvo que ver con una serie de
decisiones relacionadas con la apertura conflictiva del sistema político mexicano, que empezó
a tomarse con mucha anterioridad a las reformas neoliberales de los 1980 en espacios naciona-
les de decisión política, como el Congreso de la Unión, el poder ejecutivo federal, las cúpulas
partidistas, y otros. Muchos analistas coinciden en que dichas decisiones fueron resultado de
las presiones sociales de varios movimientos ―incluso anteriores a los estudiantiles de 1968―
que fueron intensificadas por las luchas neo cardenistas en defensa del voto desde 1988.

Tales decisiones políticas impulsaron la construcción conflictiva de un sistema pluripar-


tidista de competencia electoral en México, que fue desplazando al anterior modelo de partido
único, o de partido de estado. Esta construcción, que fue llamada en la última década del siglo
XX por muchos académicos, politólogos y comunicólogos como “reformas del estado”, en el
plano político nacional se tradujo en una serie de cambios que fueron evaluados optimistamente
en esa década como transición a la democracia. El júbilo de tales apreciaciones se basaba en la
erosión paulatina de facto de la vieja autoridad presidencial y el establecimiento creciente de
una división de poderes constitucionales al interior del estado mexicano, en la construcción de
un órgano electoral autónomo orientado a darle certidumbre al voto de los ciudadanos, y en la
consolidación de la vía electoral como medio de acceso a puestos de gobierno y de representa-
ción política. Como corolario de tales transformaciones, el voto fue sacralizado no sólo porque

CAPÍTULO x 1035
―para muchos analistas y actores políticos― constituía la base legítima de acceso a los puestos
públicos, sino porque ―señalaban― “es un instrumento de la voluntad popular e iguala políti-
camente a los ciudadanos de estratos sociales diferenciados”14.

Este cambio se entrelazó con otro que permitió la intrusión a las comunidades rura-
les ―a través del ayuntamiento― de grupos político-económicos municipales largamente ex-
cluidos por el gobierno federal de asuntos agrarios y fomento productivo, así como limitados
presupuestalmente para intervenir en los poblados bajo la jurisdicción administrativa de sus
gobiernos municipales.

Tal intromisión ―que vino a hilvanar las conexiones jerárquicas entre las localidades
rurales y sus cabeceras de sección y municipio, anteriormente desdibujadas― fue favorecida
directamente por las políticas federales de descentralización administrativa y fiscal impulsadas
por los gobiernos neoliberales desde los 1980. Esas políticas se orientaron a fortalecer las capa-
cidades financieras, legislativas, de planeación y gobierno de entidades y municipios15 (Arroyo
García, 2003, pp. 56-63). La descentralización administrativa amplió las atribuciones de los
gobiernos municipales en el manejo de sus propios recursos y en la gestión del desarrollo en su
jurisdicción, en tanto la construcción del sistema electoral canalizó fondos extraordinarios a la
formación de partidos nacionales y a sus actividades de proselitismo.

Los grupos político–económicos que manejaban los ayuntamientos y los partidos domi-
nantes (PRI y PAN, desde fines del siglo XX) en la cabecera del municipio se habían fortalecido
a partir de las propias políticas neoliberales. Mientras el gobierno federal no lograba atraer y
consolidar la inversión de capitales locales o foráneos en las actividades agropecuarias, sus me-

14
En este sentido, es paradigmática la opinión de José Woldenberg, ex consejero ciudadano presidente del IFE,
quien llevó a dicha institución ―como árbitro― a sus niveles más elevados de credibilidad en la conducción de
procesos electorales autónomos del gobierno en el periodo 1996-2003. A propósito de la atención que recibieron
en los medios masivos de comunicación los resultados electorales tan cerrados entre los candidatos presidenciales,
Felipe Calderón (PAN) y López Obrador (Coalición de izquerda), José Woldenberg expresó el 5 de julio de 2006,
en una entrevista en el programa de televisión “El cristal con que se mira”, de Víctor Trujillo, que “el ejercicio del
voto es el derecho supremo de la democracia, porque iguala en ese acto a todos los mexicanos. Además ―conti-
nuó― de ese ejercicio emana la voluntad y la legitimidad en la integración de un nuevo gobierno”.
15
Entre las medidas legislativas y el diseño de instrumentos de políticas públicas más importantes para el logro
de ese objeto han estado las reformas al artículo 115 constitucional de 1983 y 1999, que han impulsado las atri-
buciones de los ayuntamientos en la gestión del desarrollo regional y la provisión de bienes y servicios públicos
a las localidades bajo su jurisdicción; el diseño en 1997 del Programa para un Nuevo Federalismo que integró 27
de 32 programas federales de mediano plazo que contemplaban la redistribución de responsabilidades y recursos
a estados y municipios; las modificaciones sucesivas al Sistema Nacional de Coordinación Fiscal para transferir
crecientemente potestades tributarias a las administraciones estatales y municipales, y las reformas a la Ley de
Coordinación Fiscal mediante las cuales se han regulado los Ramos 26, 28 y 33 que han establecido fondos presu-
puestales para entidades y municipios (Arroyo García, 2003, pp. 58-63, 67-68).

CAPÍTULO x 1036
didas económicas incentivaban la participación de la iniciativa privada campechana y extran-
jera en algunos rubros de la industria petrolera en Ciudad del Carmen. La apertura de Pemex a
la inversión de capital nacional y transnacional, desde Carlos Salinas (1988-1994), incentivó la
formación de compañías empresariales carmelitas y/o su asociación con grupos transnacionales
que firmaban contratos con la paraestatal para proporcionarle servicios y tecnología (Vadillo,
2000, pp. 75-76). Asimismo, se multiplicaron negocios comerciales y de servicios de empre-
sarios carmelitas detonados por el auge petrolero en la isla. Estos empresarios alentados por el
auge petrolero y las medidas neoliberales serían los mismos que integrarían las élites dominan-
tes que manejaban el ayuntamiento y los partidos políticos en el municipio (Vadillo, 2000, pp.
75-79).

En la zona, todos esos cambios se reforzaron mutuamente desde mediados de los 1990,
de tal modo que se intensificó la disputa electoral por los ayuntamientos entre las élites mu-
nicipales que controlaban los partidos de diferente signo, pero en condiciones de precariedad
económica de las poblaciones rurales (Dzib Can, 2012, pp. 271-274). El traslape de esos pro-
cesos ha tenido fuertes repercusiones en las formas en que los grupos rurales de Sabancuy se
han insertado en los asuntos de la vida pública. Pero ello, no necesariamente en el sentido en el
que lo vaticinaba el discurso neoliberal de fomentar la responsabilidad ciudadana de los grupos
sociales al ser liberados de la condición de sometimiento paternalista en la que lo mantenía el
gobierno federal en el estado de bienestar; o en la forma en la que lo definían las políticas elec-
torales y los discursos de democracia en el sentido de promover una cultura ciudadana en la que
el sufragio igualitario sería un garante de la expresión de la voluntad y la soberanía populares.

En las luchas por los votos las élites municipales han usado las nuevas atribuciones ad-
ministrativas y los recursos económicos de los ayuntamientos y los partidos no para formar ciu-
dadanos, sino para construir clientelas. Han promovido el apoyo electoral hacia sus gobiernos y
candidaturas a través del uso partidista de los programas de gobierno, la dotación de servicios y
la construcción de obras tanto en las cabeceras como en los poblados rurales (Dzib Can, 2012,
pp. 273-283).

El uso partidista de los recursos públicos con fines de predominio político, quedó de
manifiesto en el modo de operar y las relaciones de uno de los líderes locales del grupo político
identificado con el PAN en Chekubul, un poblado del área rural de Sabancuy. Como miembro
de dicho grupo, Cándido Canepa (n. 1965) había sido comisario municipal en el poblado en
2000-2003. En el 2008, aunque su esposa era la dirigente formal del PAN en la localidad, Cán-
dido seguía siendo uno de los dos principales “intermediarios” de las necesidades de su grupo
frente a los funcionarios del PAN y del ayuntamiento panista del Carmen.

CAPÍTULO x 1037
Cándido me reveló sus relaciones con funcionarios de los gobiernos municipales y fede-
rales del PAN, por un lado, y con miembros de su grupo de apoyo, por otro, una tarde calurosa
de agosto de 2008, cuando lo fui a visitar. Cándido y yo platicamos en el corredor frontal de
su casa, ubicada a la entrada del poblado. Mientras lo escuchaba, veía cómo llegaban algunos
vecinos con sus “carretillas” o viejas camionetas “pik up” —quienes tenían o las alquilaban—
a llevarse un poco de la enorme pila de arena que Cándido tenía en la calle, frente a su casa.
Cándido —quien en ese tiempo no tenía ningún cargo formal, pero fungía de facto como el pre-
sidente del partido en la localidad en lugar de su esposa— me decía muy orgulloso que la arena
—usada como material de construcción en la zona— se la habían mandado del ayuntamiento
(panista) de Carmen para repartir entre la gente. Ufanándose agregaba que en Chekubul no sólo
había hecho gestiones para conseguir despensas, materiales de construcción y medicinas, sino
que también había tratado de organizar a la gente en torno a proyectos para el campo. Me dijo
que en esos días estaba tramitando un apoyo a través del Promusag (Programa de la Mujer en
el Sector Agrario) para un grupo de mujeres que formaba parte de sus bases de apoyo. También
me comentó que el siguiente domingo vendrían al poblado el delegado (panista) de la Sagarpa
(Secretaría de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentación), el presidente municipal (panista)
de Carmen en 2006-2009 y otros funcionarios de Carmen y del gobierno federal. Intrigado le
pregunté a qué vendrían y me respondió que a darle un “espaldarazo” al candidato por el PAN
a la presidencia del comisariado ejidal16, cuya elección estaba programada para principios de
septiembre; de ese modo —me dijo— los funcionarios querían mostrarles a los ejidatarios que
si respaldaban a Rubén —ejidatario candidato de su grupo identificado con el PAN— tendrían
garantizados los apoyos de los programas del municipio y del gobierno federal17.

Por su parte, la fragilidad económica de amplios sectores de la población rural acentuó


su dependencia hacia las dádivas de las agencias de gobierno y de los partidos políticos de acti-
vidad creciente. En esas condiciones de vulnerabilidad económica y política, los grupos socia-
les han carecido de bases para el establecimiento de una participación política y electoral libre
y razonada. Por el contrario, su acceso a los servicios públicos y a los programas de combate
a la pobreza, que constituyen sus derechos sociales como ciudadanos, ha sido condicionado a

16
Legalmente los procesos de designación de las autoridades ejidales, como la elección de los comisarios munici-
pales, no contemplaban la intervención de partidos políticos. Sin embargo, en los hechos, tanto los ejidatarios, en
un caso, como el resto de la población, en el otro, apoyaban su participación en la organización partidaria. Es más,
generalmente se trataba de los mismos grupos de un poblado que participan en ambas contiendas. A través de esos
grupos locales y sus líderes, los funcionarios municipales y partidistas canalizaban servicios y obras públicas con
la finalidad de obtener el respaldo de las poblaciones rurales durante las contiendas electorales (Dzib Can, 2012,
pp. 282-283).
17
Entrevista del autor a Cándido Canepa (n. 1965), en su domicilio en Chekubul: 28 de agosto de 2008 (El nombre
es un seudónimo para mantener en el anonimato al informante).

CAPÍTULO x 1038
través de relaciones clientelares. En otros términos, los grupos rurales de Sabancuy han hecho
sus demandas de ciudadanía social intercambiando votos y apoyos al gobierno, por acceso a
la salud, educación, viviendas, becas, Procampo, Oportunidades y despensas. Así, las políticas
asistencialistas y los limitados recursos gubernamentales para inversión productiva no sólo han
sido inviables para que los grupos rurales fortalezcan sus medios de producir riquezas, sino
incluso están más orientados a la producción de clientes que de ciudadanos en el sentido liberal
del término.

Discusión final

Como vemos, las políticas neoliberales de reordenamiento económico y la construcción


de un sistema pluripartidista de competencia electoral (que fuera evaluado por muchos analistas
como “transición a la democracia”) desde la década de los 1980, no han tenido como uno de
sus efectos la formación efectiva de ciudadanías igualitarias. Tales procesos entrelazados se han
orientado a profundizar la construcción de relaciones capitalistas, a intensificar entre las élites
regionales y nacionales las disputas por las instituciones de estado y a diversificar las burocra-
cias gobernantes en términos partidistas.

Por el contrario, en relación con la profundización de las desigualdades sociales, los


grupos polarizados han construido formas asimétricas de participación política una de las
cuales la constituyen las relaciones patrón/cliente, y otra las jerarquías entre representantes y
representados en el espacio nacional del estado mexicano, que aquí no tratamos. En la zona
rural de Sabancuy, “los clientes” han sido parte de los grupos subalternos empobrecidos,
quienes “buscan favores y dádivas” a través de las agencias de gobierno y los partidos. “Los
patrones” han emergido de la clase dominante quienes han controlado la economía y las
principales instituciones de gobierno en el área, incluyendo a los partidos de diferente signo.
Entre ambos estratos se han formado líderes locales perteneciente a la propia población cam-
pesina que han desarrollado su capacidad de gestión apoyándose en sus cargos en los partidos
o en las comisarías ejidal y municipal. Éstos han sido las bisagras que han mantenido con-
tacto simultáneo tanto con sus representados en sus localidades, como con los funcionarios
municipales y de los partidos en las cabeceras de sección y del municipio. Para los primeros
se han dedicado a la gestión de servicios y apoyos gubernamentales, y para los segundos, a la
búsqueda de compromisos y adhesiones en las localidades con fines partidistas y electorales.

En esas condiciones, las jerarquías patrón/cliente han constituido la cara política de la

CAPÍTULO x 1039
construcción de desigualdades sociales basadas en la profundización de la producción de rela-
ciones capitalistas. Es decir, tales jerarquías han representado una de las formas de expresión
en el terreno político de las disparidades de clase entre los grupos sociales. Más exactamente,
el intercambio desigual de lealtades por favores políticos ha constituido una de las formas en
que se ha organizado en el terreno político la participación asimétrica de grupos sociales con
desigualdades de clase. Así, las relaciones jerárquicas patrón/cliente han devenido uno de los
rostros que ha adquirido en el terreno político —en la era de consolidación de la lucha interpar-
tidista y la democracia electoral— la construcción del dominio de clase.

En una sociedad con desigualdades de clase y participaciones políticas asimétricas pa-


trón/cliente y representantes/representados, la ciudadanía igualitaria no puede tener otra forma
de existencia más que conceptual y jurídica. La ciudadanía jerárquica en la que sólo algunos
―“los patrones” o grupos económicos y políticos dominantes― disfrutan de privilegios jurí-
dicos y de facto ha sido su expresión efectiva en sociedades estratificadas. Así, la construcción
de los estados democráticos modernos con sus rituales electorales, sus discursos de ciudadanía
y su lenguaje de la ley han devenido en formas que han institucionalizado las desigualdades
sociales que ellos mismos contribuyen a reproducir (Cfr. Foucault, 2004, pp. 224-225). “Por
debajo de los discursos y el lenguaje igualitario de la ley”, la producción de disparidades de
clase y los mecanismos administrativos de disciplina del estado, que garantizan las asimetrías
sociales, han tratado de mantener a todos en su lugar (Foucault, 2004).

Parte de ese orden asimétrico ha sido la construcción de la categoría del ciudadano


como miembro del estado y la canalización de sus luchas políticas y aspiraciones sociales a
través de procedimientos e instrumentos dentro del orden jurídico-político del estado (Gledhill,
2000, p. 41). Es decir, las desigualdades en la distribución de derechos, la inclusión de unos y
la exclusión de otros del manto de la ciudadanía y el ejercicio desigual de la misma entre los le-
galmente incluidos no han sido anomalías, sino efectos intrínsecos a la estructuración desigual
de la sociedad y al estado como su condensación institucional. La ciudadanía ―como categoría
de inclusión universal y práctica excluyente y desigual― ha sido consustancial al estado y a las
disparidades sociales que él institucionaliza.

Si tanto en términos jurídicos como prácticos la ciudadanía jerárquica es su forma efec-


tiva de existencia en una sociedad estratificada, el concepto (todavía atrapado dentro del campo
gravitacional del juridismo) está limitado para usarse como palanca de cambio social. Como
nos ha mostrado el caso de Sabancuy, no son los derechos de la ciudadanía, consagrados en la
ley, los que deben garantizar la inclusión social; es la modificación de las relaciones de poder
entre los grupos, la redefinición de la estructura social, lo que puede impulsar un cambio en

CAPÍTULO x 1040
la distribución de derechos y beneficios (Cfr. Comaroff y Comaroff, 2004, p. 192). Pero esta
modificación de las relaciones de poder, como toda lucha entre diversos grupos con asimetrías
sociales y variados intereses, no puede ser pensada en términos estrechos de fines predetermi-
nados. Ya vimos en Sabancuy que la llamada “transición”, con la creación de un sistema elec-
toral de competencia efectiva y su voto universal, no devino necesariamente en la construcción
de la democracia y la ciudadanía igualitaria. Con Paley (2002, p. 479), tenemos que pensar más
allá de la construcción de sociedades democráticas liberales con estructuras jerárquicas. Tene-
mos que adecuar nuestras prácticas y nuestros análisis a la existencia de procesos abiertos, con
múltiples posibilidades, cuyos resultados pueden estar lejos de la previsión de cualquiera de los
grupos involucrados en los mismos.

CAPÍTULO x 1041
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CAPÍTULO x 1043
Región Costa Sur de Jalisco ¿Desarrollo
Territorial Rural?

Víctor Manuel Castillo Girón18

Luz Orieta Rodríguez González19

Suhey Ayala Ramírez20

Resumen:Para comprender la realidad rural a través del análisis del Desarrollo Territorial Ru-
ral se debe sobrepasar la visión tradicional del desarrollo, y asumir que las zonas rurales son
sistemas abiertos y complejos donde se conjugan elementos espaciales, sectoriales, de mercado,
redes, instituciones y cultura. Este trabajo tiene como objetivo analizar el tipo de actividades
que se están desempeñando en la región Costa Sur del estado de Jalisco, México y cómo éstas
pueden desencadenar procesos de desarrollo en misma. Para lo cual se calcularon los Índices de
Especialización Económica y de Productividad Urbana con el propósito de determinar cuáles
son las actividades especializantes de cada uno de los municipios de la región y de ésta en su
conjunto. Con base a los resultados obtenidos concluimos que la transformación productiva de
la región se caracteriza por su bajo dinamismo y su predominante actividad económica basada
en la explotación de los recursos naturales.

Palabras clave: Desarrollo Territorial Rural, Región Costa Sur, transformación productiva.

Summary: In order to understand rural reality through an analysis of Rural Territorial Deve-
lopment, one should go beyond the traditional view of development with the understanding
that rural areas are complex, open systems where elements like spatiality, sectors, markets,
networks, institutions and culture come into play. This research aims to analyse the types of
activities that are taking place in the Southern Costal Region of the State of Jalisco, Mexico

18
Doctor, Universidad de Guadalajara, México. Email: Victorm.castillog@gmail.com
19
Doctora, Universidad de Guadalajara, México. Email: luz.orieta@gmail.com
20
Doctora, Universidad de Guadalajara, México. Email: Suhey.ayala@gmail.com

CAPÍTULO x 1044
and how they can trigger development in and of themselves. The Economic Specialization
Index and Urban Productivity Index were calculated in order to determine the specialized
activities carried out in each of the Region’s municipalities, and in the Region on a whole.
Based on the results obtained we conclude the Region is characterised by low dynamics of
productive transformation and that its leading economic activity is centred on the exploita-
tion of natural resources.

Keywords: Rural Territorial Development, South Coast Region, Productive Transformation.

Introducción

Para explicar el desarrollo en los territorios, en los últimos años la teoría sobre el
crecimiento y el desarrollo ha relacionado este concepto con objetos sociales, de manera
particular lo que se denomina Desarrollo Territorial Rural (DTR) que tiene como propósito
entender la realidad rural y reducir la pobreza imperante en la misma, desde una perspectiva
que sobrepasa la visión tradicional del desarrollo, asumiendo a estas zonas como sistemas
abiertos y complejos donde se conjugan elementos espaciales, sectoriales, de mercado, redes,
instituciones y cultura (Sepúlveda et al., 2003; Echeverri, 2009; Echeverri, 2010; Schejtman,
2010).

El DTR plantea un proceso de integración de la población que habita en el territorio, de


las economías de diversificación que se dan en los mismos y de los vínculos rurales y urbanos
que se generan en torno a sus actividades. De esta forma se integran tanto actividades agrícolas
como no agrícolas y se da importancia al papel que desempeña el acceso a los servicios básicos
en el desarrollo del territorio.

Así, el Desarrollo Territorial Rural es entendido por Schejtman y Berdegué (2004, p.


30) como aquel proceso de transformación productiva e institucional en un espacio rural, con el
propósito primordial de reducir la pobreza endichas zonas. De esta manera una transformación
productiva debe articular competitiva y sustentablemente a la economía del territorio a merca-
dos dinámicos, lo que supone cambios en los patrones de empleo y producción de un espacio
rural determinado. Por su parte el “desarrollo institucional tiene como objetivo estimular la
concertación de los actores locales entre sí y entre ellos y los agentes externos relevantes, y
de modificar las reglas formales e informales que reproducen la exclusión de los pobres en los
procesos y los beneficios de la transformación productiva” Schejtman y Berdegué (2004, p. 30)

CAPÍTULO x 1045
De esta forma el DTR deja atrás la dualidad rural-agrícola y rescata elementos teóricos
de otras teorías como son la competitividad, la innovación tecnológica, el carácter sistémico
de la innovación y la demanda externa del territorio para explicar las nuevas dinámicas de los
territorios.

Bajo esa perspectiva del DTR, existen diversos trabajos que pretenden explicar la forma
en que ocurren dichos procesos de cambio. Desde una perspectiva internacional Summers y
Branch (1984), Byerlee (2009), Irwin (2009), y Reardon y Timmer (2012) señalan que la agri-
cultura ha contribuido de manera importante en este desarrollo. En el mismo sentido, Lichter y
Brown (2011), encuentran que existe una nueva interfaz rural-urbana en la cual están cambian-
do los límites espaciales y sociales y se presenta interdependencia rural-urbana.

En el ámbito nacional, Paleta (2011) encuentra que en la Cienéga de Michoacán existe


una reconversión productiva porque hay una disminución en la superficie sembrada que se
atribuye principalmente a los costos de producción agrícola y al aumento de la mancha urbana.
Así mismo, esta transformación de actividades la atribuye a la incapacidad de organización para
buscar nuevos mercados y mejorar la calidad agropecuaria.

Por otro lado, Suárez (2011) encontró que las agroindustrias desempeñan un importante
rol, integrando de forma cada vez más subordinada la producción agropecuaria al procesamien-
to industrial, subrayando que la integración de la agricultura a la agroindustria ha causado una
restructuración de la actividad agropecuaria.

En otros estudios (Macías, 2009; De Grammont, 2010; Vivianco, 2010), se ha encon-


trado un incremento de la productividad debido a la reestructuración tecnológica, encontrando
también que la educación es un elemento que puede incrementar de manera positiva los ingre-
sos y reducir las desigualdades. Por otro lado, Sandoval (2006) remarca la importancia que
tienen los recursos locales en el desarrollo de la agroindustria como un factor dinamizador que
permite la evolución y crecimiento de este tipo de empresas en zonas rurales.

En una visión general de las condiciones actuales de México, la actividad agropecua-


ria mantiene un papel preponderante en gran parte de las familias que habitan en las zonas
rurales y no rurales del país. No obstante, estadísticas de INEGI muestran que dicha actividad
ha dejado de ser la principal fuente de trabajo e ingresos para muchas de las familias e incluso
para el país, pues mientras que en 1997 representaba el 6.4% de la producción total de país,
para el año 2011 su contribución al PIB fue un poco menos de 3% con respecto al resto de
actividades.

CAPÍTULO x 1046
En lo que respecta a Jalisco, la contribución de las actividades agropecuarias al PIB lo
ubica en los lugares del 11 al 13 en los últimos años, con una contribución ligeramente superior
al 5%. A pesar de que la contribución no es de las mayores, el Índice de Especialización Econó-
mica (IEE) calculado para este Estado a partir de tres grandes sectores de 2003 a 2012, muestra
que son la actividad primaria y terciaria en la que se ocupa la mayor parte de su población.

Desde un nivel macro, estos cambios también se reflejan en cada una de las regiones del
estado de Jalisco, sin ser excepción la Región Costa Sur (RCS)21, localizada en el sur-oeste de la
entidad y conformada por los municipios de Autlán de Navarro22, Casimiro Castillo, Cihuatlán,
Cuautitlán de García Barragán, La Huerta y Villa de Purificación.

El objetivo de este trabajo es analizar el tipo de actividades que se están desempeñando


en la región Costa Sur del estado de Jalisco, México y cómo éstas pueden desencadenar pro-
cesos de desarrollo en misma. Para lo cual se calcularon los Índices de Especialización Eco-
nómica y de Productividad Urbana con el propósito de determinar cuáles son las actividades
especializantes de cada uno de los municipios de la región y de ésta en su conjunto.

Además de esta introducción y conclusiones finales el documento se integra de dos


apartados. En el primero se analizan los cambios de la Región Costa Sur a través de los Índices
de Desarrollo Municipal, Índices de Desarrollo Humano e Índices de Marginación; el segundo
apartado, describe la metodología empleada para calcular los Índices de Especialización Eco-
nómica e Índices de Productividad Urbana, así como la obtención de datos para el cálculo de los
mismos. En el tercer apartado se analizan los resultados obtenidos y la comparación con otros
trabajos de investigación.

Algunas características socioeconómicas de la Región Costa Sur

Jalisco está conformado por 12 regiones administrativas, la región Costa Sur se integra de seis
municipios, los cuáles en 2010 tenían al 2.32% de la población del estado (figura 1). A pesar de
no ser de las regiones más pobladas del Estado, si cuenta con municipios con densidad pobla-
cional importante como es el municipio de Autlán de Navarro, que en 2010 tenía una población
de 170,427 personas, seguido de Cihuatlán con un poco más de 36 mil personas. El municipio
menos poblado de esta región es Villa de Purificación con apenas los 11,500 habitantes.

21
El estado de Jalisco está dividido en 12 regiones administrativas: Norte, Altos Norte, Altos Sur, Ciénega Suroes-
te, Sur, Sierra de Amula, Costa Norte, Sierra Occidental, Valles, Centro y Costa Sur.
22
En el desarrollo del documento y para fines prácticos nos referiremos a este municipio solo como Autlán.

CAPÍTULO x 1047
Figura 1. Mapa de la Región Costa Sur de Jalisco

De acuerdo con los índices de desempeño social del Cuadro 1, el municipio de Autlán tiene
un Índice de Desarrollo Municipal (IDM) muy alto, lo que resulta de una forma consistentes con el
grado de rezago social y marginación muy bajos. No obstante, a pesar de que su grado de intensidad
migratoria ha disminuido en la última década, este continúa siendo de intensidad media.

Los Municipios de Cihuatlán y La Huerta, por su parte, tienen un IDM alto, destacando
que al igual que Autlán tienen un grado de rezago social muy bajo. Sin embargo el grado de
marginación del municipio de Cihuatlán es menor que el de La Huerta. En el caso del grado de
intensidad migratoria para este municipio, puede observarse que para Cihuatlán hay una dismi-
nución, contando con el menor porcentaje de expulsión de personas en esta región. En el caso
de La Huerta es el segundo municipio con el mayor grado de intensidad migratoria, tan solo
después de Villa Purificación.

A pesar de las ventajas comparativas con que cuentan Cihuatlán y La Huerta al estar
ubicados en la zona costera, el municipio de Cihuatlán es el que ha recibido mayores beneficios
de esta localización.

CAPÍTULO x 1048
Cuadro 1. Índices de desempeño social de la región Costa Sur.

IDM Grado de Intensidad Grado de


Grado de Rezago social
(grado) Migratoria Marginación

Municipio 2012 2000 2010 2010 2000 2005 2010

Muy
Autlán Alto Alto Medio Muy bajo Muy bajo Muy bajo Muy bajo
Casimiro
Castillo Medio Medio Medio Bajo Muy bajo Muy bajo Muy bajo
Cihuatlán Alto Medio Bajo Bajo Muy bajo Muy bajo Muy bajo
Cuautitlán Bajo Alto Medio Alto Alto Medio Medio

La Huerta Alto Alto Alto Medio Muy bajo Muy bajo Muy bajo
Villa Muy
Purificación Bajo Alto Alto Medio Medio Bajo Bajo

Fuente: Elaboración propia con base en información de COEPO disponible en http://www.iieg.gob.mx/ (Instituto
de Información Estadística y Geográfica).

En el caso de Casimiro Castillo, el IDM es de nivel medio, no obstante el grado de re-


zago social se ha mantenido en niveles muy bajos al igual que su grado de marginación (bajo).
Para los municipios de Cuautitlán y Villa de Purificación, el IDM también es bajo; el grado de
rezago social ha logrado disminuir en ambos municipios, sin embargo en el caso de Cuautitlán
aún se mantiene con un nivel medio. El grado de marginación de Cuautitlán es el mayor de la
región. La intensidad migratoria de este municipio ha disminuido a nivel medio. En al caso de
Villa de purificación, a pesar de que tiene una marginación media, la intensidad migratoria se
ha incrementado considerablemente, siendo el municipio que más mano de obra expulsa de la
región.

Este último caso puede ser cruzado con los datos sobre el número de empresas exis-
tente en cada municipio (véase cuadro 2), donde en el 2013, Villa Purificación solo cuenta
con tres empresas en el ramo comercial y de servicios. Cuautitlán es el segundo municipio
con el menor número de empresas, en total cuatro distribuidas en el comercio y servicios. Por
otro lado, Autlán es el municipio con mayor número de empresas en cada uno de los rubros.
En conjunto, la región tan solo cuenta con el 0.54% de las empresas totales del Estado, siendo
el ramo de servicios el de mayor presencia con el 0.71%.

CAPÍTULO x 1049
Cuadro 2. Número de empresas por municipio, 2013*.

Municipio Industria Comercio Servicios Total


Autlán 9 141 86 236
Casimiro Castillo 2 9 4 15
Cihuatlán 1 55 31 87
Cuautitlán 0 2 2 4
La Huerta 0 23 20 43
Villa Purificación 0 1 2 3

Fuente: Instituto de Información Estadística y Geográfica, recuperado de: http://www.iieg.gob.mx/.

*El número de empresas que se presenta en este cuadro está basado en las empresas registradas en el Sistema de
Información Empresarial Mexicano, SIEM.

En el 2013, Jalisco ocupó el sexto lugar estatal en la recepción de Inversión Extranjera


Directa (IED) con una participación del 2.3% del total nacional.

Con base a estos indicadores podemos asegurar que una participar activa de los sectores
locales puede ser elemento clave para la atracción de inversiones a la región y en la promoción
del desarrollo.

En este análisis también se muestra que a pesar de que Autlán cuenta con una pobla-
ción considerable en la zona no ha logrado posicionarse como una de las ciudades medias
del Estado que tenga la función de polo de desarrollo, un atrayente de inversión fuera de
la ZMG y única opción en la región Costa Sur. Bajo este contexto, en el presente trabajo
se determinan cuáles son las actividades especializantes de cada uno de los municipios de
la RCS y de la región en su conjunto, con la finalidad de conocer qué tipo de actividades
se están desempeñando en la región y cómo es que estas pueden desencadenar procesos de
desarrollo.

Metodología

Para determinar la especialización de la región y para cada uno de los municipios se


utilizaron los Censos Económicos de INEGI para los años 1989, 1994, 1999, 2004 y 2009. De
cada uno de los censos se tomó la Producción Bruta Total (PBT) a nivel de subsectores para
cada municipio y se calculó el Coeficiente de Especialización (CE) (Arias y Fortich, 2010).

CAPÍTULO x 1050
(1)
Dónde:

i representa a cada sector/subsector y j a cada una de las regiones, en este caso municipios.

es la Producción Bruta Total en el subsector i en el municipio j

es la sumatoria de la Producción Bruta Total del estado en el subsector i

es la sumatoria de la Producción Bruta Total del Municipio en los subsectores

es la sumatoria de la Producción Brutal Total sectorial total en el estado.

El coeficiente de especialización mide la contribución a la economía nacional de cada


sector/subsector (i), región por región, lo cual indica en qué sector/subsector de la economía
se especializa cada región. Existe especialización relativa del sector/subsector (i) en una región
(j) si su CL>1. Es decir, si el CE se aproxima a uno, indica especialización, pero si el valor del
coeficiente se aproxima a cero, indica diversificación en la región/municipio.

Las actividades que son especializadas en cada uno de los municipios se clasificarán en
tres categorías, según se muestra en el cuadro siguiente:

Cuadro 3. Clasificación de acuerdo al nivel de especialización

Fuente: González (2014).

CAPÍTULO x 1051
Arias y Fortich (2010) señalan que las interpretaciones para un indicador con valores
que están por encima del rango 0 y 1 no tienen una interpretación objetiva cuando es señala-
do teóricamente que la especialización son actividades cercanas a 1 y diversificación a 0. En
consecuencia, sugieren comparar los índices calculados con el coeficiente de especialización
regional con la media de la siguiente manera:

(2)

A partir de esto, los resultados se interpretaron como diferencias entendiendo que en


aquellos casos donde el coeficiente tiene una diferencia sobre la media (mayor que la media),
es una región o municipio especializado, y si se encuentra por debajo de la media es una región
que no está especializada.

De acuerdo a los subsectores especializantes que resulten, se esperaría que el personal


ocupado en estos sectores fuese el de mayor generación de valor agregado. Usando los mismos
datos se calcula el Índice de Productividad Urbana (IPU) de la siguiente manera:

(3)

Dónde:

VAij es el valor agregado censal bruto del municipio/región i en el sector, subsector o


rama j.

CAPÍTULO x 1052
es la población ocupada promedio de la municipio/región i en el sector, subsector o
rama j.

Valor agregado censal bruto estatal en el sector, subsector o rama j.

Población ocupada promedio estatal en el sector, subsector o rama j.

Para clasificar los resultados se ha utilizado el criterio sugerido en González (2014)


donde: si el IPU<1, existe una productividad menos que proporcional y por lo tanto el valor que
añade el personal ocupado de un municipio es menor que el del Estado. Si el IPU=1 la produc-
tividad es proporcional; y si el IPU>1, el valor añadido por el personal ocupado del municipio
en análisis es mayor que el del Estado.

Resultados y Discusión

De 2003 a 2012, Jalisco se ha especializado en los sectores primario y terciario,


siendo el primero el que presenta mayor IEE. En el caso particular de la región Costa Sur,
para el año de 1990, el sector primario predominó en la especialización de cuatro de los seis
municipios. En este sentido, de 1990-2010 tan solo los municipios de Autlán y Casimiro
Castillo presentaron cambios en sus sectores especializantes. De la misma forma sobresa-
lió el caso de Cihuatlán, el cual se distingue por mantener como sector especializante al
terciario. Los municipios de Cuautitlán, La Huerta y Villa Purificación son mayormente
agrícolas.

Profundizando a nivel de subsectores, los mayores IEE regionales están relacionados


con el sector primario, con mayor influencia en los municipios de Cihuatlán y La Huerta; desta-
cando cultivos como plátano, coco (fruta), mango, sandía, chile verde, limón, tamarindo, caña
de azúcar, maíz y pastos (para forraje).

La actividad 21, correspondiente a la minería ha pasado de un proceso de baja produc-


ción a un crecimiento rápido pues en una década, esta actividad se ha convertido en una de
las principales en la región, con actividades en Autlán, La Huerta y Cuautitlán. En la Gráfica
1 se observa también que la actividad 43 aunque con crecimiento bajo muestra una tendencia
creciente, mientras que los subsectores 46 y 62 poco a poco han perdido importancia en la di-
námica económica de la región.

CAPÍTULO x 1053
Gráfica 1. Índice de Especialización Económica para la Región Costa Sur, 1989-2009

Fuente: Elaboración propia con base en Censos Económicos, INEGI.23

*En el año 2004, el IEE para el subsector 11, el coeficiente fue mayor a la escala que se muestra en la grá-
fica (23.7), sin embargo para efectos de apreciación del resto de subsectores se decidió recortar la escala.

Al categorizar los IEE, nuevamente resalta la actividad agrícola al sostener IEE “Altos”
durante el periodo 1999-2009. La misma situación es para la actividad de alojamiento temporal
y preparación de alimentos. En periodo de crecimiento están la actividad minera y los servicios
financieros y de seguros; el decrecimiento es para las actividades de productos alimenticios,
bebidas y tabaco, así como también para los servicios de salud y asistencia social.

En el cuadro 4 se muestran los resultados del IEE para cada uno de los municipios que

23
11 Agricultura, cría y explotación de animales, aprovechamiento forestal, pesca y caza; 31 Productos alimen-
ticios, bebidas y tabaco (de acuerdo a la clasificación antes de 1999); 32 Textiles, prendas de vestir e industria
del cuero; 33 Industrias de la madera y productos de madera, incluye muebles (de acuerdo a la clasificación antes
de 1999); 34 Papel y productos del papel, imprentas y editoriales; 35 Sustancias químicas, productos derivados
del petróleo y del carbón, de hule y de plástico; 36 Productos minerales no metálicos. Excluye los derivados del
petróleo y del carbón; 37 Industrias metálicas básicas; 38 Productos metálicos, maquinaria y equipo. Incluye ins-
trumentos quirúrgicos y de precisión; 39 Otras industrias manufactureras (de acuerdo a la clasificación antes de
1999); 21 Minería; 22 Generación, transmisión y distribución de energía eléctrica, suministro de agua y de gas por
ductos al consumidor final; 23 Construcción; 31-33 Industrias manufactureras; 43 Comercio al por mayor (61 en
1994); 46 Comercio al por menor (62 en 1994); 92 Servicios educativos, de investigación, médicos , de asistencia
social y de asociaciones civiles y religiosas (1994); 93 Restaurantes y hoteles (1994); 96 Servicios de reparación
y mantenimiento (1994); 48-49 Transportes, correos y almacenamiento; 51 Información de medios masivos; 52
Servicios financieros y de seguros; 53 Servicios inmobiliarios y de alquiler de bienes muebles e intangibles; 62
Servicios de salud y de asistencia social; 71 Servicios de esparcimiento, culturales y deportivos y otros servicios
recreativos 94 en 1994); 72 Servicios de alojamiento temporal y de preparación de alimentos y bebidas; 81 Otros
servicios. Excepto actividades gubernamentales.

CAPÍTULO x 1054
conforman la RCS en donde se categorizan en especialización Alta, media y Baja. Así como los
subsectores que se encuentran en procesos de crecimiento o decrecimiento.

Cuadro 4. Porcentaje de subsectores según especialización y municipio

Tipo de Casimiro La Villa


Autlán Cihuatlán Cuautitlán
Especialización Castillo Huerta Purificación
Alta 21% 28% 52% 61% 41% 71%

Media 52% 11% 27% 25% 21% 13%

Baja 28% 61% 21% 14% 38% 17%

Subsectores especializados por municipio según estatus


Crecimiento 43, 72 81, 21 43, 21 53, 81 32, 52 61
22, 48-49,
48-49, 52,
Decrecimiento 54, 62 52, 61, 62, 21, 81 22, 43, 52, 54
72
71

Constante 46, 81 31, 31-33 11, 46, 72, 81 46, 52, 72 11, 46, 72 46, 62, 72, 81

Fuente: Elaboración propia.

*Los porcentajes solo toman en cuenta aquellos sectores especializados y de acuerdo a ello se obtiene la
proporción a cada nivel de especialización.

Para el municipio de Autlán, resulta prudente resaltar cuatro puntos. El primero es la actividad
agrícola que en 1999 presenta un IEE muy elevado con respecto al Estado, sin embargo en la década
siguiente esta actividad perdió importancia en el municipio. En este lugar se pudo ver un periodo de
“auge” en el que llegaron al municipio diversas empresas productoras y empacadoras que incentiva-
ron la producción primaria del lugar y que años más tarde y debido al deterioro de los recursos estas
empresas mudaron a otros municipios.

El segundo punto es la industria de la madera y los productos de madera, que tuvo un com-
portamiento similar al sector agrícola, pues en 1989 era la principal industria del municipio y cinco
años más tarde perdió importancia. La minería es otro caso particular a resaltar, pues a pesar de que
a finales de la década de los años 90 este subsector no representaba mayor relevancia en la región, a
finales de la década siguiente es una de las industrias principales en este municipio y en la región. El
último caso lo tiene el sector de información de medios masivos que, a diferencia de los tres anterio-
res, no se basa en la explotación de los recursos naturales, por lo que puede presentar una oportunidad
más de apoyo para el desarrollo de la región que los subsectores anteriores.

CAPÍTULO x 1055
En Autlán, la mayor parte de sus subsectores ha tenido una especialización media, donde
sobresalen dos sectores que se encuentran en crecimiento: el comercio al por mayor y los servicios de
alojamiento temporal y preparación de alimentos y bebidas. Mientras que los que se encuentran en caí-
da son los servicios de salud y asistencia social y servicios profesionales, científicos y técnicos, lo que
puede deberse al crecimiento de la población con respecto a la expansión que han tenido estos sectores.

Por su parte, Casimiro Castillo cuenta con 515.79 km2, por lo que representa el municipio
de menor extensión en la región. A pesar de ello, han destacado subsectores especializados en la
agricultura, productos alimenticios, bebidas y tabaco, minería, servicios financieros, entre otros. Es
de mencionar que en este municipio se encuentra el único ingenio azucarero de la región por lo que
provoca el realce de actividades como la agricultura, manufactura, industria alimenticia y servicios fi-
nancieros, principalmente en la cabecera municipal. Se observa que esta actividad ha generado, quizá
de manera débil, algunos eslabonamientos productivos en los cuáles se desempeñan principalemnte
agentes locales.

Puede observarse, que la actividad minera aparece nuevamente como una industria en creci-
miento en el municipio y la región junto con el comercio al por mayor.

En el caso del municipio de Cihuatlán, ubicado en la zona costera de Jalisco y en colindancia


con el estado de Colima, cuenta con ventajas en cuanto a su clima y ubicación geográfica, lo que
lo hace un lugares atractivos para el turismo. En este municipio destaca la actividad primaria y la
pesca, sobresaliendo la producción de frutas como el mango, coco, copra, papaya, limón y sandía,
entre otros. En los periodos 1989 y 1994 destacaron las industrias de productos alimenticios y de la
madera; así mismo por la ubicación de este municipio y su actividad turística destacan también los
servicios de esparcimiento y los servicios de alojamiento. La industria naciente corresponde también
a la actividad minera. Sus índices de especialización de los subsectores especializados tienden a estar
en clasificaciones media y alta.

Cuautitlán, es el municipio con mayor extensión de caminos rurales en esta región. En cuanto
a la especialización, se presentan casos particulares, debido a que se muestran IEE muy altos en di-
versas actividades, sin embargo éstos no logran consolidarse en los últimos periodos, a excepción del
comercio al por menor y los servicios financieros.

En el caso del municipio de La Huerta, cuenta con mayores ventajas por su ubicación, clima y
condiciones, puesto que en éste han destacado actividades primarias y pesqueras; industria de la ma-
dera, minería, restaurantes y hoteles, así como los servicios de alojamiento. De lo anterior, se observa
que la mayor parte de las actividades se relaciona con la explotación de recursos naturales, en el sector

CAPÍTULO x 1056
primario y terciario. Grosso modo este municipio es conocido por la producción de frutales como
tamarindo, mango y algunos cítricos, así como hortalizas en las que destacan el melón y sandía; y, por
el atractivo natural de su litoral costero en donde destacan playas como La Manzanilla, Tenacatita,
Punta Pérula y hoteles como Grand Bay, El Tamarindo y Costa Careyes.

Así mismo, destaca que tanto en este municipio como en el resto de la región, la actividad
minera está desempeñando un papel importante en los últimos periodos (2004-2009).

Para el municipio de Villa de Purificación, en comparación con el resto, el cuadro 4 muestra


que es el que tiene mayor porcentaje de subsectores con un IEE muy alto, sin embargo también es el
segundo municipio con el mayor número de subsectores que se encuentran perdiendo importancia en
el municipio con respecto al Estado. Las actividades más consolidadas de acuerdo al IEE han sido el
comercio al por menor, los servicios de salud y asistencia social, los servicios de alojamiento y otros
servicios.

La falta de consolidación de las actividaes de los municipios de la RCS que hemos señalado,
coinicide con los resultados de Arroyo (2012) quien a partir del grado de modernización y tradiciona-
lismo concluyó que en al año de 2007 la modernización en los municipios de La Huerta, Cuautitlán y
Villa Purificación retrocedió a baja y muy baja.

Aún así, con la finalidad de corroborar aquellos IEE que se obtuvieron con valores demasiado
elevados consideramos importante determinar el Coeficiente de Especialización con la media (Arias
y Fortich, 2010) y, por tanto, corroborar que el IEE sea representativo con respecto a la media de la
región. Como puede apreciarse en la figura 2, los resultados muestran que son escasos los subsectores
de esta región que realizan una aportación mayor a la actividad estatal.

Figura 2. Subsectores de la Región Costa Sur con mayor aportación a la actividad estatal

Fuente: Elaboración propia

*Se omite el periodo 1994, debido a que ningún subsector de la región resulta representativo en cuanto al aporte
a la actividad estatal.

CAPÍTULO x 1057
Con el objetivo de valorar la productividad de los subsectores especializados en la región
se calculó el IPU. Los resultados se clasificaron de acuerdo a González (2014). Se esperaría que
una región o municipio que esté especializada en un sector tenga índices de productividad bajos
en el resto de sectores debido a que su especialización obliga que se importen insumos de otros
lugares para completar la demanda local del resto de sectores.

Los resultados de este índice se presentan en la Gráfica 2, donde se puede apreciar que
en 1999 solo dos actividades se consideraban productivas, información de medios masivos y
servicios de esparcimiento, culturales y deportivos y otros servicios recreativos. Para los años
2004 y 2009 la agricultura aparece como una actividad productiva en la región, incorporándose
también para el último periodo el subsector de los servicios financieros y seguros.

La actividad agrícola sigue sobresaliendo en la región, lo que implica que la ésta no


solamente es especializada en el sector primario, sino que además este sector es productivo.

Gráfica 2. Índice de Productividad Urbana para la Región Costa Sur

Fuente: Elaboración propia.

CAPÍTULO x 1058
En el análisis por municipio, La Huerta fue el que obtuvo mayor número de subsectores
productivos entre los que destacan la agricultura, cría y explotación de animales, aprovecha-
miento forestal, pesca y caza, minería, comercio al por mayor, comercio al por menor, trans-
portes, correos y almacenamiento, restaurantes y hoteles, servicios educativos, servicios de
alojamiento temporal y de preparación de alimentos y bebidas, y otros servicios. Los IPU más
altos los tiene la actividad minera, agropecuaria y los servicios de alojamiento temporal y de
preparación de alimentos y bebidas.

Cuautitlán fue el segundo municipio con mayor número de IPU>1, seguidos de Cihuat-
lán y Autlán, destacando actividades agrícolas, mineras, de servicios financieros y de seguros,
entre otros. En el caso de Villa de Purificación solo sobresalen dos actividades, servicios finan-
cieros y de seguros y los servicios de salud y asistencia social. En Casimiro Castillo, a pesar de
ser el municipio con la única industria azucarera de la región solo es productiva la actividad de
transportes, correos y almacenamiento.

Conclusiones

Las nuevas tendencias de desarrollo territorial rural dejan atrás la dualidad rural-agrí-
cola e integran diversos elementos teóricos para explicar las nuevas dinámicas territoriales en
las zonas rurales.

Bajo ese contexto y con base a los resultados mostrados en el presente trabajo observa-
mos que las aportaciones de la región Costa Sur a la actividad estatal ha sido en las actividades
agrícola y minera. De igual forma, al analizar la productividad de los subsectores para dicha
región sobresale la actividad agrícola, lo que corrobora que la región no solo es eminentemente
agrícola, sino que esta actividad también es productiva. Con base al análisis realizado podemos
determinar que existe un proceso de transformación productiva en la región con un bajo dina-
mismo, en el cuál las actividades principales en la zona se basan principalmente en la explota-
ción de los recursos naturales.

De igual manera los IEE e IPU, tanto para la región en su conjunto como para los muni-
cipios que la conforman tienden a señalar la realidad presente en esta región, en donde a pesar
de que las corrientes teóricas señalan que los territorios y su población tenderá a adaptarse a los
nuevos acontecimientos globales, se perciben signos de bajo dinamismo.

Asimismo observamos que en la región si existe un proceso de transformación producti-

CAPÍTULO x 1059
va en que la región está diversificando actividades, de ser una región agrícola, para los últimos
dos periodos de análisis, 2004 y 2009, ha tomado importancia el sector minero, sin embargo
ambas actividades están fundadas en las ventajas comparativas de la región, las cuáles al estar
basadas en recursos naturales, en algún momento tenderán a restringirse.

Las actividades en crecimiento como los servicios educativos, los servicios de aloja-
miento temporal, servicios inmobiliarios y de alquiler, y los servicios financieros no han lo-
grado tener el impacto suficiente para cambiar la vocación económica de la RCS. Por lo que
nos podemos cuestionar ¿a qué obedece la falta de dinamismo de esta región? ¿es posible, que
como lo señala el DTR, la región logre consolidad procesos de desarrollo territorial a partir
de la concatenación de procesos institucionales que fortalezcan las actividades de la misma?.
Desde esta perspectiva sería importante analizar si existe involucramiento de los actores, redes
e iniciativas locales que puedan configurar procesos de Desarrollo Territorial Rural en la región
y consolidar a uno de sus municipios como un polo de atracción en esta región.

CAPÍTULO x 1060
Obra citada

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rural_5_rimisp_CArdumen.pdf

CAPÍTULO x 1062
Las Organizaciones de la Sociedad Civil (OSC)
en el estado de Guanajuato. Un motor para la
participación ciudadana

Ricardo Peredo Barrientos24



Diana del Consuelo Caldera González25

Resumen: El estudio de las organizaciones de la sociedad civil (OSC) en nuestro país es un


tema en ebullición. Las investigaciones que se realizan sobre las OSC son cada vez mayores y
la importancia que del tercer sector (que comprende a las OSC) para el desarrollo del país es
cada vez más comprendido por los diferentes sectores de la sociedad.
Las OSC se convierten en voz de grupos marginados y excluidos de la población (indígenas,
niños, mujeres, ancianos, etc.), por lo cual se considera que juegan un papel crucial para la pro-
tección de los derechos humanos y el fortalecimiento y consolidación de nuestra democracia al
ser actores de vigilancia y presión de los procesos democráticos.
Por la importancia que tienen las OSC para el desarrollo de nuestro país surge la inquietud de
realizar esta investigación que presentará un diagnóstico sobre la situación de las OSC del
estado de Guanajuato con clave única de inscripción (CLUNI), mostrando su perfil general y
la importancia que tienen para la participación ciudadana, se analizarán los datos del registro
federal de organizaciones de la sociedad civil desde ahora RFOSC que es un mecanismo oficial
que recaba información estadística de las OSC en todo el país.
A través de la presentación de esta investigación se espera conocer un poco más sobre la situ-
ación que guardan las OSC del estado de Guanajuato, y a partir de ello identificar campos de
oportunidad para el fortalecimiento del tercer sector guanajuatense.

Palabras clave: participación ciudadana, tercer sector, ciudadano.

24
Lic. en Administración pública, Maestría en Administración de la Universidad de Guanajuato,
Email: ricarvale1@hotmail.com
25
Doctora en Estudios organizacionales, Maestría en Administración de la Universidad de Guanajuato,
Email: dccaldera@ugto.mx

CAPÍTULO x 1063
Summary: Studies about Civil Society Organizations (CSOs) in our country are a growing issue.
Researches related about CSOs are increasing and the awareness about the importance of the
Third Sector (which includes CSO) for the country’s development has a bigger understanding and
impact in different sectors of society.
CSOs become a voice of marginalized and excluded groups from the population (like indigenous,
children, women, elderly, and others). Therefore, CSOs play a crucial role in the protection of hu-
man rights, and also play a role in the strengthening and consolidation of our democracy as actors
who monitor and pressure the democratic processes.
This research arise in the importance of CSOs to the development of our country, and it shows an
assessment about the situation of CSOs in the state of Guanajuato based in a Unique code Regis-
tration named CLUNI. This work shows a CSOs´general profile and the impact of civil society en-
gagement; it is an analysis of the Federal Register of Civil Society Organizations named RFOSC,
which is an official mechanism that collects statistical information from CSOs across the country.
Through the presentation of this research we expected to know a little more about the situation
of CSOs from State of Guanajuato, and identify areas of opportunity for strengthening the Third
Sector on the State.

Keywords: citizen participation, third sector, citizen.

Introducción

Este trabajo presenta los resultados de la investigación “Las Organizaciones de la So-


ciedad Civil (OSC) en el Estado de Guanajuato. Un Motor para la Participación ciudadana”.
Las OSC son un motor de desarrollo para el país, se involucran en temas de importancia de
la agenda nacional, estas organizaciones son un medio idóneo para promover la participación
ciudadana, ya que a través de las OSC se pueden ayudar a resolver problemáticas sociales, pro-
teger los derechos humanos, y ayudar en el fortalecimiento de nuestra democracia al vigilar a
los partidos políticos, los procesos democráticos, así como la forma de utilización de los fondos
públicos.

Las OSC son un medio alterno a los partidos políticos para ejercer la ciudadanía, uno de
los principales derechos y obligaciones que tienen los ciudadanos es ir a votar, la concepción
que se tiene en la actualidad de estos derechos y obligaciones como ciudadano ya no se limita
con únicamente ejercer el voto cada 3 años si se trata de elecciones municipales o cada 6 años
en caso de ser Elecciones Presidenciales, la ciudadanía se ejerce de otras maneras participando
en temas de importancia para el país como ayuda y protección de grupos marginados, protec-
ción de derechos humanos y fortalecimiento de la democracia, el involucramiento de los ciuda-

CAPÍTULO x 1064
danos para ayudar a resolver estos temas se da por medio de diferentes tipos de organizaciones,
por una parte están los partidos políticos y por la otra están las Organizaciones del Tercer Sector
que se encargan de ayudar a grupos diversos de la población.

Metodología

Es un estudio con enfoque descriptivo fundamentado en análisis documental. Se realizó


un censo de las OSC del Estado de Guanajuato que tienen Clave Única de Inscripción (CLU-
NI), que es el documento que les permite acceder a fondos públicos federales. El censo se hizo
por medio del Registro Federal de Organizaciones de la Sociedad Civil (RFOSC) por ser el
instrumento que contiene la información estadística más confiable de las OSC del país.

Los criterios de clasificación de la información fueron los siguientes:

1.- OSC con CLUNI por municipio del Estado de Guanajuato (2016).

2.- OSC con CLUNI que pertenecen a redes por municipio (2016).

3.- OSC con CLUNI con pertenencia a redes por actividad (2016).

4.- OSC con CLUNI por figura jurídica (2016).

5.- OSC con CLUNI por fecha de constitución (2016).

6.- OSC por fecha de inscripción al Registro (2016).

7.- OSC con CLUNI de acuerdo estatus en el registro (2016).

8.- OSC donatarias autorizadas por municipio (2016).

9.- OSC que son donatarias autorizadas por actividad (2016).

Desarrollo del tema

Las OSC son importantes para que se dé el proceso de democratización en los regímenes
autoritarios y para lograr democracias de una mayor calidad en los países que ya tienen estab-
lecido un régimen democrático.

Las funciones democráticas (Larry, 2014) de la OSC son las siguientes:

CAPÍTULO x 1065
1) Lograr el control del Estado por la sociedad civil, las OSC a través del monitoreo
constante del Gobierno logran una sociedad más democrática. Otra función de la sociedad civil
es lograr la democratización de los Estados no democráticos o autoritarios.

2) Promover los valores democráticos y educar a los ciudadanos con el objetivo de que
exijan sus derechos.

3) Impulsar valores democráticos como la tolerancia, moderación, y el respeto al disenso.

4) Canalizar las demandas de la sociedad

5) Entrenar a los ciudadanos para que se conviertan en líderes políticos.

6) Apoyar el funcionamiento de las instituciones político electorales.


7) Difundir información para la defensa de intereses colectivos de los ciudadanos.

Las características que identifican el Tercer Sector fueron propuestas por un grupo de
expertos internacionales del Proyecto Comparativo del Sector sin Fines de Lucro de la Univer-
sidad Johns Hopkins (1999).

Figura 1. Características de las OSC

Fuente: Elaboración propia con base en Salamon, 2001.

La Ley Federal de Fomento a las Actividades Realizadas por Organizaciones de la So-


ciedad Civil aprobada en el año 2004 establece el marco normativo de las OSC, les otorga

CAPÍTULO x 1066
derechos y obligaciones para obtener fondos públicos federales, y crea tres organismos26 1.- la
Comisión de Fomento de las Actividades de las Organizaciones de la Sociedad Civil. 2.- El
Consejo Técnico Consultivo 3.- El RFOSC.

El RFOSC es el organismo que recopila la información estadística de las OSC que tienen
CLUNI de México, este instrumento se tomó como base para realizar la investigación.

Resultados

La primera parte de este estudio descriptivo consiste en mostrar información sociode-


mográfica de Guanajuato para conocer el contexto general en el que se desenvuelven las OSC
guanajuatenses.

A) Guanajuato contexto sociodemográfico

De acuerdo con datos del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo


Social (Coneval) en el año 2010 Guanajuato ocupo el lugar 14 a nivel nacional en porcentaje
de población en pobreza y el lugar 16 en porcentaje de pobreza extrema. El 40.1 % de la pobla-
ción se encontraba en situación de pobreza moderada, el 8.4% de la población se encontraba en
situación de pobreza extrema, la población considerada no pobre y no vulnerable fue de 16.3%.
Los municipios de León, Irapuato, Celaya, Salamanca y Celaya concentraron el 47% de la po-
blación total de pobreza del Estado de Guanajuato. Mas sin embargo los municipios que mayor
porcentaje de población tienen en situación de pobreza fueron Atarjea, Xichú, Santa Catarina,
Ocampo que tienen más del 70% de su población en pobreza.

Tabla 1. Pobreza en el Estado de Guanajuato


Pobreza Miles de Guanajuatenses %
Población total 5,507,486 -
Guanajuato
No pobres 898,711 16.3
Pobreza moderada 2,210,638 40.1
Pobreza extrema 464,937 8.4
Fuente: Elaboración propia con base en Del Rosario, Cortés & Escobar, 2012.

La mayoría de los municipios del Estado de Guanajuato tienen grado de marginación

26
Articulo 10 al 29 de la Ley Federal de Fomento a las Actividades Realizadas por Organizaciones de la Sociedad Civil.

CAPÍTULO x 1067
medio, la marginación es un problema que afecta a una gran parte de la población del estado
de Guanajuato, se da desde diferentes aspectos, uno de ellos es la educación donde una parte
de la población es analfabeta o solo tiene la primaria completa lo que repercute en tener buenas
oportunidades de crecimiento en el trabajo, la gente al no estar capacitada no es proclive a inno-
var. La falta de vivienda o la hacinación es otro aspecto que se relacionada con la marginación,
ya que no permite el desarrollo integral de los miembros de la familia al no tener acceso a los
servicios básicos, lo que facilita la trasmisión de enfermedades entre otros problemas.

Los bajos ingresos de la población son uno de los puntos más importantes relacionados
con la marginación, ya que las personas al no contar con recursos económicos suficientes no
pueden acceder a bienes y servicios esenciales para lograr un desarrollo integral (salud, educa-
ción, vivienda).
Según el Consejo Nacional de Población (CONAPO) la marginación es un fenómeno
multidimensional y estructural originado, en última instancia, por el modelo de producción
económica expresado en la desigual distribución del progreso, en la estructura productiva y en
la exclusión de diversos grupos sociales, tanto del proceso como de los beneficios del desarrollo
(CONAPO, 2011).

Tabla 2. Población del Estado de Guanajuato por grado de marginación


Grado de Porcentaje de
marginación municipios
Muy Alto 2.17
Alto 4.34
Medio 65.21
Bajo 15.21
Muy Bajo 13.04

Fuente: Elaboración propia con base en De la Vega, Téllez & López, 2010.

B) OSC con CLUNI por municipio

Las OSC con CLUNI en el Estado de Guanajuato se concentran en el municipio de


León contando con 323 OSC (34.88%), el siguiente municipio con mas OSC es Celaya con
99 (10.69%), Irapuato tiene 97 OSC (10.47%), San Miguel de Allende tiene 64 OSC (6.91%)
y Guanajuato cuenta con 59 OSC (6.37%), son varios los municipios que solamente tienen 1
OSC en su territorio como lo son Comonfort, Cuerámaro, Doctor Mora, Huanímaro, Manuel
Doblado, Xichú entre otros.

CAPÍTULO x 1068
Tabla 3. OSC con CLUNI por municipio
Municipio OSC Porcentaje
Abasolo 6 0.647948164
Acámbaro 17 1.835853132
Apaseo el alto 11 1.187904968
Atarjea 1 0.107991361
Celaya 99 10.69114471
Comonfort 3 0.323974082
Cortázar 6 0.647948164
Cueramaro 1 0.107991361
Doctor mora 1 0.107991361
Dolores Hidalgo 20 2.159827214
Guanajuato 59 6.371490281
Huanímaro 1 0.107991361
Irapuato 97 10.47516199
Jaral de progreso 3 0.323974082
Jerécuaro 1 0.107991361
León 323 34.8812095
Manuel Doblado 1 0.107991361
Moroleón 5 0.539956803
Ocampo 4 0.431965443
Pénjamo 16 1.727861771
Pueblo Nuevo 2 0.215982721
Purísima del Rincón 5 0.539956803
Romita 1 0.107991361
Salamanca 35 3.779697624
Salvatierra 17 1.835853132
San Diego de la Unión 5 0.539956803
San Felipe 7 0.755939525
San Francisco del Rincón 12 1.295896328
San José Iturbide 10 1.079913607
San Luis de la Paz 17 1.835853132
San Miguel de Allende 64 6.911447084
Santa Catarina 1 0.107991361
Juventino Rosas 11 1.187904968
Santiago Maravatío 4 0.431965443
Silao 14 1.51187905

CAPÍTULO x 1069
Tarimoro 6 0.647948164
Tierra Blanca 9 0.971922246
Uriangato 3 0.323974082
Valle de Santiago 12 1.295896328
Victoria 2 0.215982721
Xichú 1 0.107991361
Yuriria 13 1.403887689
Total 926 100

Fuente: Elaboración propia con base en los datos del RFOSC, junio 2016.

Gráfica 1. OSC con CLUNI por municipio

Fuente: Elaboración propia con base en los datos del RFOSC, junio 2016.

C) OSC con CLUNI por cada 10,000 habitantes

El municipio que más OSC tiene por cada 10,000 mil habitantes es Santiago Maravatío
con 5.86, el municipio que le sigue es Tierra Blanca con 4.74 OSC por cada 10 mil habitantes,
San Miguel de Allende cuenta con 3.72 OSC, Guanajuato tiene 3.2 OSC, los municipios que
menos OSC tienen por cada 10 mil habitantes son San Luis de la Paz con .00017 OSC, Romita
con .16 OSC, Jerécuaro con 0.2 OSC y Manuel Doblado con .25 OSC por cada 10 mil habitan-
tes. León a pesar de tener el mayor número de OSC en el Estado de Guanajuato con 323, no es
el municipio con mas OSC por cada 10 mil habitantes ya que tiene 2.04 OSC (x c/10 mil hab.)

CAPÍTULO x 1070
Gráfica 2. OSC por cada 10000 habitantes

Fuente: Elaboración propia con base en los datos del RFOSC, junio 2016.

D) OSC con CLUNI que pertenecen a redes por municipio

De las 926 OSC que se encuentran inscritas en el Registro, 127 reportan pertenecer a una
red de colaboración con otras OSC. El municipio de León es el que tiene mayor concentración
de OSC con pertenencia a redes con el 39.37% (50 OSC), Irapuato es el segundo municipio con
mas OSC con pertenencia a redes con 19.68% (25%), San Miguel de Allende tiene el 9.4% (12
OSC), la mayoría de los municipios tienen únicamente 1 OSC con pertenencia a redes como es
el caso de Moroleón. Comonfort, Pénjamo. Existen municipios que no cuentan con OSC con
pertenecía a redes como Tarimoro, Xichú y Cueramaro entre otros.

Tabla 4. OSC con redes por municipio

Municipio OSC Porcentaje


Celaya 11 8.661417323
Comonfort 1 0.787401575
Cortázar 2 1.57480315
Dolores Hidalgo 2 1.57480315
Guanajuato 7 5.511811024
Irapuato 25 19.68503937
León 50 39.37007874

CAPÍTULO x 1071
Moroleón 1 0.787401575
Pénjamo 1 0.787401575
Purísima del Rincón 1 0.787401575
Salamanca 3 2.362204724
Salvatierra 1 0.787401575
San Felipe 1 0.787401575
San Francisco del
Rincón 1 0.787401575
San José Iturbide 2 1.57480315
San Luis de la Paz 3 2.362204724
San Miguel de Allen-
de 12 9.448818898
Silao 2 1.57480315
Tarimoro 1 0.787401575
Total 127 100

Fuente: Elaboración propia con base en los datos del RFOSC, junio 2016.

Gráfica 3. OSC con CLUNI con pertenencia a redes por municipio

Fuente: Elaboración propia con base en los datos del RFOSC, junio 2016.

CAPÍTULO x 1072
E) OSC con CLUNI con pertenencia a redes por actividad.

La Asistencia Social es la actividad a la que se dedican las mayor parte de las OSC con
pertenencia a redes con el 41.26% (52 OSC), seguida por la Actividad de Promoción y fomen-
to educativo, cultural y artístico con el 8.7% (11 OSC), la Actividad de Acciones para mejorar
la economía popular tiene el 6.34% (8 OSC), Alimentación popular tiene el 5.5% (7 OSC),
las actividades que tienen el menor número de OSC con pertenecía a redes son las siguientes:
Participación en acciones de protección civil con el .79% (1 OSC) y Protección a los Derechos
Humanos con 1.58% (2 OSC).

Tabla 5. OSC con pertenencia a redes por actividad

Actividad OSC Porcentaje


Asistencia Social 52 41.26984127
Alimentación popular 7 5.555555556
Cívicas y participación ciudadana 5 3.968253968
Asistencia jurídica 3 2.380952381
Desarrollo de los pueblos indígenas 5 3.968253968
Promoción de la equidad de género 7 5.555555556
Apoyo grupos sociales con discapacidad 3 2.380952381
Desarrollo comunitario en el entorno urba-
no o rural 4 3.174603175
Derechos humanos 2 1.587301587
Promoción del deporte 4 3.174603175
Servicios para la atención de la salud 6 4.761904762
Recursos naturales y protección al am-
biente 4 3.174603175
Promoción y fomento educativo, cultural,
artístico, científico 11 8.73015873
Acciones para mejorar la economía popu-
lar 8 6.349206349
Participación en acciones de protección
civil 1 0.793650794
Apoyo en creación y fortalecimiento de
OSC de esta Ley 4 3.174603175
Total 126 100

Fuente: Elaboración propia con base en los datos del RFOSC, junio 2016.

CAPÍTULO x 1073
Gráfica 4. OSC con redes por actividad

Fuente: Elaboración propia con base en los datos del RFOSC, junio 2016.

F) OSC con CLUNI por figura jurídica

La mayoría de las OSC con CLUNI tienen como figura jurídica la Asociación Civil con
el 97.94% (907 OSC), únicamente 5 OSC tiene como figura jurídica la Sociedad Civil y 14
OSC tienen otra figura jurídica27.

Tabla 6. OSC CLUNI por figura jurídica


Figura jurídica OSC Porcentaje
Otra 14 1.511879
Sociedad Civil 5 0.5399568
Asociación civil 907 97.948164
Total 926 100

Fuente: Elaboración propia con base en los datos del RFOSC, junio 2016.

27
El Registro no específica que figura jurídica tienen estas 14 OSC.

CAPÍTULO x 1074
Gráfica 5. OSC con CLUNI por figura jurídica

Fuente: Elaboración propia con base en los datos del RFOSC, junio 2016.

G) OSC con CLUNI por fecha de constitución

La mayoría de las OSC tienen de 0-10 años de haberse constituido el 64.36% (596 OSC)
del total, como se puede observar la mayor parte de las OSC del Estado de Guanajuato tienen
poco tiempo de haberse constituido, las OSC constituidas de 11-20 años son el 23% (213 OSC),
únicamente 6 OSC tienen más de 50 años de edad.

Tabla 7. OSC por fecha constitución

Edad OSC Porcentaje


0-10 años 596 64.36285097
11-20 años 213 23.00215983
21-30 años 67 7.235421166
31-40 años 26 2.807775378
41-50 años 18 1.943844492
Mas de 50 años 6 0.647948164
Total 926 100

Fuente: Elaboración propia con base en los datos del RFOSC, junio 2016.

CAPÍTULO x 1075
Gráfica 6. Fecha constitución de las OSC

Fuente: Elaboración propia con base en los datos del RFOSC, junio 2016.

H) OSC por fecha de inscripción al Registro

El Registro Federal de Organizaciones de la Sociedad Civil se creó con la aprobación


de la Ley Federal de Fomento a las Actividades realizadas por Organizaciones de la Sociedad
Civil en el año 2004, por lo que tiene de funcionamiento 12 años, el 57% (528 OSC) de las
OSC se inscribieron en el Registro en un periodo de 0 a 5 años, el 43% (398 OSC) de OSC se
inscribieron en el Registro en un periodo de 6 a 12 años.

Tabla 8. OSC por fecha de inscripción registro


Edad OSC Porcentaje
De 0 a 5 años 528 57.01943844
De 6 a 12 años 398 42.98056156

Total 926 100

Fuente: Elaboración propia con base en los datos del RFOSC, junio 2016.

CAPÍTULO x 1076
Gráfica 7. OSC por fecha inscripción Registro

Fuente: Elaboración propia con base en los datos del RFOSC, junio 2016.

I) OSC con CLUNI de acuerdo estatus en el Registro

Las OSC que se encuentran activas en el Registro son 548 (59.17%), 378 OSC están
inactivas28 en el Registro (40.82%).

Tabla 9. OSC con CLUNI de acuerdo a estatus en el Registro.

Estatus OSC Porcentaje


Inactiva 378 40.82073434
Activa 548 59.17926566
Total 926 100
Fuente: Elaboración propia con base en los datos del RFOSC, junio 2016.

Gráfica 8. Estatus OSC en Registro

Fuente: Elaboración propia con base en los datos del RFOSC, junio 2016.

28
Las OSC que tienen estatus de Inactivas en el Registro se da por falta de presentación de por lo menos dos infor-
mes anuales de manera consecutiva, esto no implica ninguna sanción, solamente se les invita a que se pongan al
corriente con su información con el Registro, si es que quieren seguir participando en Convocatorias del Gobierno
Federal.

CAPÍTULO x 1077
J) OSC donatarias autorizadas29 por municipio

La mayoría de las OSC que son donatarias autorizadas se encuentran en el municipio


de León contando con 155 OSC (48.58%), seguido por Irapuato con 42 OSC (13.16%), Celaya
con 38 OSC (11.91%), los municipios que menos OSC tienen son Villagrán, San Felipe, Cortá-
zar y Abasolo contando con únicamente 1 OSC en su territorio.

Gráfica 9. OSC donatarias autorizadas por municipio

Fuente: Elaboración propia con base en los datos del RFOSC, junio 2016.

Tabla 10. OSC que son donatarias autorizadas por municipio


Municipio OSC Porcentaje
Abasolo 1 0.313479624
Acámbaro 5 1.567398119
San Miguel de Allende 29 9.090909091
Apaseo el alto 2 0.626959248
Apaseo el Grande 3 0.940438871
Celaya 38 11.91222571
Cortazar 1 0.313479624
Dolores Hidalgo 5 1.567398119
Guanajuato 7 2.194357367
Irapuato 42 13.1661442
Jaral del Progreso 1 0.313479624

29
Las donatarias autorizadas son las OSC que pueden recibir donativos deducibles de impuestos, este trámite se
solicita ante el Servicio de Administración Tributaria (SAT).

CAPÍTULO x 1078
León 155 48.58934169
Moroleón 2 0.626959248
Salamanca 7 2.194357367
San Francisco del Rincón 6 1.880877743
San Luis de la Paz 5 1.567398119
Salvatierra 4 1.253918495
San Felipe 1 0.313479624
Silao 2 0.626959248
Purísima del Rincón 2 0.626959248
Villagrán 1 0.313479624
Total 319 100
Fuente: Elaboración propia con base en los datos del RFOSC, junio 2016.

K) OSC que son donatarias autorizadas por actividad

La mayor parte de las OSC que son donatarias autorizadas se concentran en la Acti-
vidad30 de Asistencia Social con 168 OSC (52.66%), seguida por la Actividad de Apoyo a la
educación con 66 OSC (20.68%), las Actividades a las que menos OSC se dedican en el Estado
de Guanajuato son Actividades ecológicas e Investigación científica y tecnológica.

Gráfica 10. OSC donatarias autorizadas por actividad o fin autorizado.

Fuente: Elaboración propia con base en los datos del RFOSC, junio 2016.
30
Las Actividades por el que las OSC pueden recibir donativos se encuentran en la Ley del Impuesto sobre la Renta
(ISR) y en el Reglamento de la ley del Impuesto sobre la Renta.

CAPÍTULO x 1079
Tabla 11. OSC que son donatarias autorizadas por actividad.

Actividad OSC Porcentaje


Asistencial social 168 52.6645768
Actividad apoyo educación 66 20.68965517
Investigación científica y
tecnológica 2 0.626959248
Actividades culturales 14 4.388714734
Apoyo para becas 2 0.626959248
Actividades ecológicas 1 0.313479624
Apoyo económico para
donatarias autorizadas 8 2.507836991
Bibliotecas privadas con
acceso público en general 2 0.626959248
Museos privados 2 0.626959248
Desarrollo social 2 0.626959248
Fideicomiso para recibir
donativos deducibles
impuestos 52 16.30094044
Total 319 100

Fuente: Elaboración propia con base en los datos del SAT, 2016.

Conclusiones

Los resultados obtenidos sientan la base para la realización de otros estudios con la
misma línea de investigación, que permitirá realizar estudios comparativos con datos de años
anteriores y posteriores, así mismo se podrá comparar los datos de las OSC del Registro Federal
de OSC con otros registros que existen de otras dependencias de gobierno y de Organizaciones
que se dedican a estudiar el Tercer Sector, y tienen su propio registro de OSC, con el fin de co-
tejar la información, esto nos permitirá un conocimiento más cercano de la realidad de las OSC
de nuestro país y nuestro Estado.

Así mismo, los datos recabados nos indican que el Estado de Guanajuato es una entidad
que está por encima de la media del número de OSC que tiene, ubicándose entre el onceavo y
doceavo lugar, por lo que podemos darnos cuenta respecto a la importancia del sector. Materia
de otra investigación es medir el impacto social de sus actividades.

CAPÍTULO x 1080
Obra citada

Larry, D. (1994). “Repensar la Sociedad Civil”. Journal of Democracy (5), pp. 4‐ 17.

Salamon L. M., Anheier, H., List, R., & Toepler, S. (1999). Global Civil Society: Dimensions of
the Nonprofit Sector. Baltimore, United States: Johns Hopkins Center for Civil Society
Studies.

Salamon L. M., & Anheier, H. (2001). La sociedad civil global. Las dimensiones del sector
no lucrativo. Bilbao, España: Fundación BBVA.

Obra citada de Internet

Comisión de fomento de las Actividades de las Organizaciones de la Sociedad Civil.


(2016). Registro Federal de Organizaciones de la Sociedad Civil. Recuperado de:
http://166.78.45.36/portal/

De la Vega, S., Téllez, Y., & López, J. (2010). Índice de marginación por entidad
federativa y municipio 2010. Recuperado del sitio de internet de Consejo Nacio-
nal de Población: http://www.CONAPO.gob.mx/en/CONAPO/Indices_de_Margina-
cion_2010_por_entidad_federativa_y_municipio

Del Rosario, M., Cortés, F., & Escobar, A. (2012). Informe de pobreza y evaluación en el esta-
do de Guanajuato 2012. Recuperado del sitio de internet de Consejo Nacional de Eva-
luación de la Política de Desarrollo Social: http://www.coneval.org.mx/coordinacion/
entidades/Documents/Informes%20de%20pobreza%20y%20evaluaci%C3%B3n%20
20102012_Documentos/Informe%20de%20pobreza%20y%20evaluaci%C3%B3n%20
2012_Guanajuato.pdf.

Servicio de Administración Tributaria. (2016). Directorio de Donatarias Autorizadas. Recu-


perado de: http://www.sat.gob.mx/terceros_autorizados/donatarias_donaciones/Pagi-
nas/directorio_donatarias.aspx

CAPÍTULO x 1081
El vaiven ciudadanización-desciudadanización
en los adultos mayores en la sociedad mexicana

Alejandro Klein Caballero31

Marcela Ávila Eggleton32

Resumen: El trabajo discute cómo, a pesar de la falta de derechos sociales de la población


envejecida y del estado de desigualdad en que vive, se ha venido imponiendo, como resultado
de las tendencias del envejecimiento poblacional, una influencia cada vez mayor de los adultos
mayores en las decisiones electorales. Investigaciones futuras revelarán la magnitud y el impac-
to que tendrá el voto de un grupo etáreo cada vez más decisivo políticamente en su actuación
pública. En otra perspectiva: cuál será el poder de emancipación o el efecto de manipulación
que revelen como tendencia y si los mismos serán homogéneos o circunstanciales.

Palabras clave: ciudadanía, desigualdad, envejecimiento poblacional.

Summary: This paper discusses how despite the lack of social rights of the aging population
and the state of inequality in which they live, the trends of population aging have been impos-
ing an increased influence of the elderly in electoral decisions. Future research will reveal the
magnitude and impact of the vote of an age group with increasing political decisiveness. From
another perspective: what will the power of emancipation or the effect of manipulation be, as
revealing trends, and whether they will be homogeneous or circumstantial.

Keywords: citizenship, inequality, population aging.

31
Doctor, Universidad de Guanajuato, Campus León. Email: alejandroklein@hotmail.com
32
Doctora, Universidad de Querétaro. Email: maeggleton@hotmail.com

CAPÍTULO x 1082
Introduccion: el envejecimiento poblacional

La población en México sufrió importantes transformaciones a lo largo del siglo XX;


una de las más importantes ha sido la llamada “transición demográfica” producto del descenso
de la mortalidad a partir de los años treinta y el de la fecundidad en los años setenta. Como
resultado de estos cambios, la población se ha incrementado, la estructura por edad de la po-
blación se ha modificado y la cantidad relativa de adultos mayores ha aumentado; esto es, en
México, la población está envejeciendo (CONAPO, 2013).

Puesto en cifras, en 2010 residían en México poco más de diez millones33 de adultos
mayores (INEGI, 2011; CONAPO, 2013)34. Entre 1990 y 2010 su número pasó de 5 a 10 mi-
llones, presentándose un incremento porcentual, respecto al total de la población, de 2.8; esto
es, pasaron del 6.2 al 9 por ciento de la población total (INEGI, 2011a). La esperanza promedio
de vida al nacer en México pasó de 36 años en 1950 a 74 años en el año 2000; CONAPO es-
tima que, para 2050, ésta llegue a los 80 años, cifra en el rango de la que se proyecta para los
países desarrollados35. Estos datos indican, claramente, que México ha entrado dentro de lo que
se denomina “envejecimiento poblacional”. Pero es importante indicar que a diferencia de los
países desarrollados, en los países no desarrollados el proceso de envejecimiento poblacional
se da a mayor velocidad con diversas variables que hacen difícil la capacidad de adaptación de
la sociedad frente a este proceso, lo que hace que a problemas sociales ya crónicos se añadan
otros nuevos (Ham, 1999) frente a los cuales el Estado se ve urgido a planificar y efectivizar
políticas públicas pertinentes.

Esta gradual transformación de la estructura etaria de la población altera, entonces, tan-


to las demandas sociales, como el potencial para generar condiciones de bienestar. Los datos
disponibles muestran que en algunas entidades federativas de muy avanzada transición demo-
gráfica, como el estado de México y el Distrito Federal, el envejecimiento de la población es ya
un tema prioritario. En otras, si bien el envejecimiento aún no es un fenómeno predominante,
resulta fundamental que las instituciones comiencen a preparar la infraestructura de servicios
propia de una población envejecida (Ham, 1999). En un país con estas características, las polí-
ticas públicas en materia de población y desarrollo deberían modificar cada vez más su énfasis

33
El dato exacto es 10 millones 55 mil 379 adultos mayores.
34
En México, el artículo 3o. de la Ley de los Derechos de las Personas Adultas Mayores establece que se consi-
deran adultos mayores aquellas personas con sesenta años de edad o más. Empero, es importante señalar que, en
otros países, el criterio para delimitar este grupo de edad son sesenta y cinco años y más o, incluso, setenta y más.
35
Para el primer quinquenio del siglo XXI la esperanza de vida promedio al nacer en los países en desarrollo era
de 63.4 años y se proyectaba que llegara a 73.1 hacia el 2050; para los países desarrollados, la esperanza de vida
promedio al nacer era de 76 y se proyecta que alcance los 81 hacia mediados del siglo (CONAPO, 2004).

CAPÍTULO x 1083
en función de los niveles y tendencias demográficas (Villagómez Ornelas, 2009).

De acuerdo con proyecciones de CONAPO (2013), para 2020 la población de adul-


tos mayores alcanzará su tasa máxima de crecimiento (4.2%) con 14 millones de individuos;
12.1% de la población. A partir de ese año, el ritmo de crecimiento demográfico comenzaría a
disminuir, hasta alcanzar un crecimiento negativo (-1.58%) en 2050, cuando se prevé que ha-
brá cerca de 34 millones de adultos mayores que representarán el 27.7% de la población total
(Villagómez Ornelas, 2009).

Pero el tema no es solo cuantitativo. Implica profundas modificaciones cualitativas de


todo tipo, que implican transformaciones no solo en el plano socio-cultural sino también eco-
nómico y productivo que apenas comenzamos a esbozar:

Estos cambios tenderán a socavar la lógica de funcionamiento de muchas de


nuestras instituciones y los actores sociales presionarán para que se modifi-
quen esos arreglos, de modo que reflejen más fielmente las nuevas pautas de
demandas y necesidades. En el ámbito económico, la población activa deberá
mantener, a través de mecanismos diversos de transferencia de recursos, a un
número creciente de adultos mayores dependientes y suministrarles los satis-
factores básicos para que tengan una vida digna. En la industria se necesitarán
menos fábricas de pañales, de juguetes y de ropa para niños y más unidades
fabriles orientadas a atender las necesidades domésticas, nutricionales y de
movilidad de los adultos mayores. En los servicios se requerirán menos guar-
derías, menos maestros y escuelas de educación básica, y menos estableci-
mientos obstétricos y pediátricos, y seguramente más geriatras y especialistas
en la atención de enfermedades crónico-degenerativas, más casas-habitación
y servicios de recreación para ancianos (Tuirán, 1999, p. 18).

La estructura de este trabajo intenta poner manifiesto cuáles son las aportaciones de la
investigación politológica acerca de la participación electoral en el México contemporáneo y
hasta qué punto las mismas pueden enriquecer la comprensión del comportamiento electoral de
los adultos mayores.

Para ello se examinan las razones que han llevado a la disminución de la participación elec-
toral de la población en general, mientras que se percibe una tendencia a que se incremente la que
corresponde a los adultos mayores. Esbozado este contexto, se sugiere –utilizando datos sociológi-
cos y estadísticos, entre otros- una precisión del lugar social tradicional que ha recibido el adulto

CAPÍTULO x 1084
mayor en la sociedad mexicana y se desarrollan sus implicaciones en términos de ciudadanía.

En tercer lugar, se pasa revista al estado del arte en la investigación social y cultural
que profundiza sobre las condiciones sociales y económicas que excluyen y denigran al adulto
mayor, teniendo en cuenta que este proceso se acompaña de factores vinculados al imaginario
social que ubica a la vejez como una condición deficitaria y extremadamente frágil. En cuarto
lugar, se esbozan los problemas politológicos vinculados a la ciudadanía y el progresivo apren-
dizaje y apoderamiento de la misma en los adultos mayores teniendo en cuenta la “sociedad del
envejecimiento” y se presenta una síntesis de los resultados obtenidos hasta el momento en la
bibliografía especializada.

Finalmente, se extraen algunas conclusiones generales y se propone la interrogante, re-


tomando la hipótesis principal sobre cuál será el comportamiento electoral de esta franja etaria
proponiendo por el momento a la misma de tipo ambiguo, en un vaivén que puede oscilar entre
lo emancipatorio o manipulador y si los mismos serán homogéneos o circunstanciales.

Metodología de la investigación

Para este trabajo hemos hecho un estudio descriptivo. Se emplea bibliografía especia-
lizada y fuentes de información secundaria para mostrar el perfil socio demográfico, social y
político de la población en cuestión. Para ello se usa:

• Información del CIDEC, CONEVAL, ENIGH, INAPAM Y ENDIREH

• Estimaciones de población 1990-2012. Consejo Nacional de Población (CONAPO)

• Datos del INEGI.

• Datos del DIF estatal.

• Datos del Instituto de Población de Guanajuato.

Desarrollo del tema

Se estima que a corto y mediano plazo existe mayor probabilidad de participación demo-
crática y especialmente en términos de voto, de los adultos mayores, unido entre otros factores

CAPÍTULO x 1085
al envejecimiento poblacional sostenido por el que pasa México. Esta situación de progresiva
ciudadanización se contrapone a factores sociales, culturales y políticos que han mantenido al
adulto mayor en estado crónico de des-ciudadanización crónico, lo que plantea la necesidad de
investigar de qué tipo será la conducta electoral de esta franja etaria, la que se plantea tentativa-
mente de tipo ambiguo, con contenidos emancipatorios o de manipulación.

Comportamiento electoral y realidad social de la sociedad envejecida

Una de las principales exigencias a las democracias contemporáneas se centra en las


formas de interacción entre instituciones y ciudadanos: las instituciones de un proceso político
democrático deben orientarse a responder a las demandas de la ciudadanía al tiempo que, los
ciudadanos, deben adoptar actitudes y comportamientos que fortalezcan a dichas instituciones.
Una de las vías hacia donde se han canalizado estas exigencias es el comportamiento electoral,
que como conducta que vincula al ciudadano con el Estado a través del voto (Peschard, 2000)
muestra diversas facetas de la interacción entre instituciones y ciudadanos. Las tres tradiciones
para el estudio del comportamiento electoral ⎯sociología política, psicología política y eco-
nomía política⎯ si bien confrontadas en términos teóricos y metodológicos, convergen en el
estudio de la política electoral y coinciden en el énfasis en el votante individual y la capacidad
de los ciudadanos de funcionar en la política democrática.

Uno de los temas que más desafíos ha presentado para los estudiosos del comporta-
miento electoral ha sido la participación en procesos electorales. La diversidad de perspectivas
teóricas y la evidencia empírica en la que se sustenta, dan cuenta de los efectos diferenciados
de los mecanismos causales, así como de la existencia de una estrecha relación entre institucio-
nes y contextos que se manifiesta, al menos, de dos maneras. En primer lugar, las instituciones
inciden en el comportamiento electoral y las preferencias, actitudes y comportamientos de los
individuos se reflejan en el establecimiento y funcionamiento de dichas instituciones. En se-
gundo, los ciudadanos están expuestos a contextos variables de modo que tanto la estructura
social como el contexto político resultan relevantes para explicar la participación (Cox, 1999;
Anderson, 2007).

Los cambios en la estructura demográfica de la población han tenido un impacto en el


comportamiento electoral. La participación en los procesos electorales ha registrado una ten-
dencia a la baja desde principios de los años noventa (Blais, 2007) misma que, con sus particu-
laridades producto del proceso de transición democrática, se vio reflejada en México a partir de

CAPÍTULO x 1086
1994. Diversos estudios (Buendía, 2000; Buendía y Somuano, 2003; Holzner, 2007; Morales
Garza, et al., 2011) documentan la caída en la participación argumentando una serie de factores
de orden técnico, institucional, socioeconómico, político y del sistema de partidos.

La caída en la participación electoral a nivel federal llegó a su punto más bajo en la elec-
ción intermedia de 2003 e inició una recuperación a partir del proceso electoral federal de 2009
que se sostuvo en 2012. La elección federal de 2012 registró un incremento en la participación
de 4.98 puntos porcentuales con relación a 2006 ubicándose tan solo 0.5 por ciento por debajo
de la participación de 2000; empero, los incentivos para la participación en 2012 no eran los
mismos que doce años antes, como tampoco lo era la legislación electoral ni los votantes.

Blais (2007) completa las tres respuestas a “¿por qué la gente no vota?” propuestas por
Verba, Brady y Scholzman (1995) añadiendo una cuarta: los ciudadanos no participan porque
no pueden, porque no quieren, porque nadie se los ha pedido, o porque no importa. Los electo-
res tienen que contar con los recursos materiales, cognitivos y la oportunidad de emitir su voto;
deben estar interesados en el estado del funcionamiento del todo o una parte del sistema político
y considerar que el voto es una herramienta útil para modificar o reforzar dicho sistema; deben
sentir que los partidos o candidatos se han acercado a ellos, ya sea directamente, a través de su
equipo, o a través de una campaña exitosa que apele a sus intereses; y, de acuerdo a la teoría
economicista de la acción política, los ciudadanos votarán sólo cuando consideren que su voto
importa, que haría la diferencia entre el triunfo y la derrota del candidato de su preferencia en
un escenario de competencia libre.

Una revisión preliminar de las distintas variables explicativas que se han propuesto
para resolver las preguntas que rodean a la participación política parte de la falta de consenso
producto de la ausencia de modelos teóricos sólidos; a pesar de ello algunas de las variables
que han mostrado tener mayor poder explicativo son las socio-económicas, políticas e institu-
cionales (Geys, 2006).

Who votes? (Wolfinger y Rosenstone, 1980), uno de los trabajos más importantes para
explicar el impacto de las características socio-económicas en la participación en los Estados
Unidos, encuentra que, después de la educación, la edad es la variable más asociada a la parti-
cipación. Demuestra que la propensión a votar se incrementa sustancialmente conforme la edad
aumenta; la tasa de crecimiento de la participación llega a su máximo alrededor de los 55 años
pero la participación se sigue incrementando hasta llegar a los ochenta.

En un estudio comparado sobre quiénes votan, utilizando los datos de la encuesta del

CAPÍTULO x 1087
Comparative Study of Electoral Systems (CSES) aplicada en nueve países (Australia, Gran Bre-
taña, República Checa, Israel, Polonia, Rumania, España, Taiwan y los Estados Unidos) Blais
(2000) prueba que las determinantes socioeconómicas para la participación son la educación y la
edad. La brecha en la participación entre los menos y los más educados, así como entre los más
jóvenes y los más viejos son veinte puntos porcentuales —22 para la educación y 20 para la edad.

Diversos estudios (IFE, 2012; Morales Garza et al., 2011; Buendía y Somuano, 2003;
Salazar y Temkin, 2007) han documentado, para el caso mexicano, que el sector de población
entre 40 y 79 años es el que participa más en los procesos electorales. En tal sentido Ham indica
como el envejecimiento poblacional incrementa “la participación absoluta y porcentual de las
personas en edad avanzada” (Ham, 1999, p. 44).

Cabe entonces preguntarse: ¿Por qué los adultos y, en particular, los adultos mayores
tienen mayor probabilidad de votar? Existen diversas respuestas desde los diferentes enfoques
del comportamiento electoral. Desde una aproximación sociológica, la respuesta se centra en
que suelen ser segmentos de población más integrados en la sociedad; que expresan su sentido
de pertenencia (Blais, 2000). Desde el enfoque racional, la edad es una determinante ya que los
costos de información son menores —especialmente el de aprendizaje—, le dan mayor impor-
tancia al desempeño de las instituciones y son más adversos al riesgo. Esto es, si matizamos la
perspectiva de Downs (1957) —en torno a que un votante racional acudirá a las urnas sólo en
tanto los beneficios de votar sean menores que los costos; lo que lleva a la paradoja de votar36—
en el sentido propuesto por Riker y Ordeshook (1968) donde votar es racional en tanto existan
“otros” beneficios derivados de hacerlo, los adultos y, particularmente, los adultos mayores,
participan más ante el riesgo de que una democracia sea insostenible sin participación. Bajo ese
supuesto, los electores percibirían un beneficio al cumplir con un deber moral. Empero, a pesar
de lo deseable de la participación, su costo resulta muy alto ya que implicaría que es producto
de cálculos individuales que nada tienen que ver con elegir a representantes y/o gobernantes; es
decir, las causas de la participación en el juego democrático excluyen el presupuesto central de
toda democracia representativa (Geys, 2006).

Sin embargo, y a pesar de las cifras de participación, los datos sociales y culturales

36
Desde la perspectiva de Downs (1957) un votante racional acudirá a las urnas sólo en tanto la balanza de pagos
le reporte más beneficios que costos ya que la decisión de votar está mediada por la probabilidad de afectar el
resultado, los beneficios de que el candidato o partido deseado gane, el valor que se le da individual o colectiva-
mente a la democracia y los costos de votar. En la medida en que aumenten las primeras tres categorías y la cuarta
disminuya, será más probable que los ciudadanos voten. Este postulado lleva a lo que se conoce como la “paradoja
de votar” —o de no hacerlo— ya que, bajo este supuesto, en el mundo real nunca sería racional acudir a las urnas.

CAPÍTULO x 1088
muestran una realidad que contrasta con este aparente “poder” político de los adultos mayores,
producto de un peso cada vez mayor dentro del segmento de población que elige a los represen-
tantes y gobernantes y que, como resultado de ello, tendría mayores posibilidades de incidir en
la toma de decisiones en materia de políticas públicas.

Datos censales de 2010 indican que en el país hay 28.2 millones de hogares y en uno
de cada cuatro (26.1 por ciento) cohabita, al menos, una persona de 60 años o más (INEGI,
2011, 2012)37. En este contexto, es frecuente que los adultos mayores vivan —voluntariamente
o no— con alguno de sus hijos, lo que constituye, en la mayoría de los casos, una estrategia de
supervivencia y bienestar, sobre todo, en etapas más avanzadas de envejecimiento38.

Por otro lado, como se ha señalado adecuadamente (Ham, 1999), esta presencia de lo
familiar obedece igualmente a un reclamo de que la misma se “ocupe” de funciones que se
supone corresponden al Estado, esperándose que aquella solucione lo que éste y la sociedad no
pueden solucionar. Lo que en realidad sucede, de acuerdo con los datos aquí presentados, es
que no solo la familia es incapaz de resolver lo que se ha de resolver a nivel estatal, sino que,
generalmente, se encuentra sometida a exigencias que la fragilizan y hacen aumentar su ambi-
valencia ante el adulto mayor.

Los adultos mayores saludables brindan a los hijos apoyos cuidando a familiares du-
rante varios años; estos apoyos se prolongan después de que los hijos han dejado el hogar
paterno; por ejemplo, los abuelos se encargan de una parte del cuidado de los nietos (Sarace-
no, 2008). Cuando los adultos mayores tienen malas condiciones de salud, el cuidado de los
padres recae en los hijos y, en especial, en las hijas No obstante, también existe la posibilidad
de que la cohabitación no sólo se refiera a la dependencia de los padres con respecto a los
hijos, sino también a la situación contraria: la dependencia de los hijos adultos en relación
con los padres (Hakkert y Guzmán, 2004). Este fenómeno tiene repercusiones especialmente
graves en el caso de las personas mayores que experimentan cotidianamente la pobreza (Sal-
gado y Wong, 2003).

37
La mayor parte de los adultos mayores forma parte de un hogar familiar: 43.4% cohabita en un hogar nuclear
y 44.5% forma parte de un hogar ampliado y compuesto. La estructura de parentesco en los hogares nucleares
indica que dos de cada tres (64.2%) son jefes del hogar mientras que 34.6% son cónyuges, sólo 1.2% son hija(o).
En tanto que en los hogares ampliados y compuestos la configuración del parentesco cambia y surgen otras figuras
asociadas a las personas en edad avanzada, como es el caso de los abuelos o de la suegra(o), entre otras (INEGI,
2011, 2012).
38
Uno de cada dos adultos mayores (51.7%) que cohabita en un hogar ampliado o compuesto es considerado como
jefe del hogar; 18.9% es cónyuge del jefe; 13.5% es madre o padre del jefe, 6.1% son suegra(o); 9.1% tiene otro
parentesco y 0.7% no tiene lazos sanguíneos con el jefe del hogar (INEGI, 2010).

CAPÍTULO x 1089
Otro factor que hay que tener en cuenta en la situación social de los adultos mayores es
la presencia de emigración crónica que sufren varios estados de México, lo que incide en que,
junto a los problemas ya señalados, el adulto mayor deba ocupar roles de cuidado, protección
y atención hacia sus nietos.

Esta necesidad de la presencia de los abuelos para que los padres puedan migrar tie-
ne relación con el amplio porcentaje de hogares llamados “dona” donde conviven hasta tres
generaciones y con una generación salteada (la de los migrantes), los que representan el 40.7
por ciento del tipo de hogar de la población envejecida, por ejemplo, en el caso de un estado
típicamente migrante como Guanajuato (Montes de Oca, 2004, 2009; Triano, 2006). Esta si-
tuación se asocia a la práctica común por parte de las parejas migrantes mexicanas, de dejar
a sus hijos con sus propias madres y padres, es decir los abuelos de esta descendencia, lo que
provoca situaciones complejas en los adultos mayores que tienen un impacto en su calidad de
vida (Montes de Oca, 2009b).

Otra realidad refiere a que uno de cada siete hogares (14.5 por ciento) donde hay al
menos un adulto mayor es unipersonal, lo que en términos de población representa 10.7 por
ciento de las personas de 60 años y más. En este tipo de hogares las mujeres tienen una mayor
presencia, la cual se hace más predominante conforme avanza la edad: 56.3 por ciento de las
personas que viven solas en la etapa de vejez (60 a 64 años) son mujeres y esta proporción
aumenta a 62.3 por ciento en aquellos que transitan por una vejez avanzada (80 años y más).
Vivir solo representa importantes retos y limitaciones para los adultos mayores ya que, por su
edad, se incrementa la incidencia de enfermedades degenerativas o discapacidades físicas que
necesitan del apoyo de familiares y amigos (INEGI, 2010).

A diferencia de lo que ocurre en sociedades donde el sistema de pensiones está muy


extendido, en México los adultos mayores no siempre pueden ayudar económicamente a los
hijos, ya que pocos adultos mayores disponen de pensiones o capital acumulado. Para 2001,
sólo el 18 por ciento de los adultos mayores que había trabajado en algún momento de su vida,
recibía pensión; esta baja cifra puede deberse, en parte, a la alta frecuencia de la informalidad
en el mercado laboral (Rabell y Murillo, 2009). Por otro lado, en México, “cerca del 50% de la
población mexicana con 65 años o más no tiene derecho a sistemas de salud” (Mancinas-Garay,
2013, p. 396).

Aunado a ello, cuando las personas llegan a la edad de la jubilación y empiezan a vivir
la pérdida de la pareja, de amigos y de parientes de su mismo grupo etario, las redes general-
mente se contraen; en consecuencia, las redes familiares son cambiantes y no siempre proveen

CAPÍTULO x 1090
recursos (Rabell-Murillo, 2013). Se trata de un déficit a la dimensión afectiva de la solidaridad
(Bengtson y Roberts, 1991), ya que casi una quinta parte de esta población declara no tener
ninguna persona cercana fuera de su hogar, (Murillo, 2009; Guzmán et al., 2002).

Es necesario destacar, además, que la población de adultos mayores sufre procesos de


discriminación diversos. Según los Resultados sobre personas adultas mayores de la Encuesta
Nacional de Discriminación en México (INAPAM, 2010) el 27.9 por ciento de las personas
mayores de 60 años han sentido alguna vez que sus derechos no han sido respetados por su
edad, 40.3 por ciento describe como sus problemas principales los económicos, 37.3 por ciento
la enfermedad, el acceso a servicios de salud y medicamentos y, 25.9 por ciento los laborales.

Sin embargo, el problema central radica en la relación entre la edad y condiciones de po-
breza o vulnerabilidad. De acuerdo con datos del Consejo Nacional de Evaluación de la Política
de Desarrollo Social (CONEVAL), en 2012, el 43.2 por ciento de la población de 60 años y más
se encontraba en condiciones de pobreza multidimensional y siete de cada diez adultos mayores
(72 por ciento) padecían vulnerabilidad social, lo que implica presentar, por lo menos, alguna
de las siguientes carencias sociales: rezago educativo, falta de acceso a los servicios de salud,
falta de acceso a la seguridad social, deficiencias en la calidad y los espacios de la vivienda, en
los servicios básicos de la misma y falta de acceso a la alimentación.

Desglosando estos datos, uno de cada dos adultos mayores (49.4 por ciento) es vulnera-
ble por ingresos, es decir, su ingreso es inferior o igual a la línea de bienestar; esta proporción
se compone por 43.2 por ciento de adultos mayores que también son vulnerables por carencias
sociales y 6.2 por ciento que solamente es vulnerable por ingresos pero no presenta carencias
sociales. Destaca que solamente 21.8 por ciento de los adultos mayores son considerados “no
pobres multidimensionales ni vulnerables por ingresos o por carencias sociales y de ingresos”
(CONEVAL, 2012, p. 14).

Con base en la intensidad y profundidad de la pobreza multidimensional, el CONEVAL


(2012) estimó que en 2012, 10 por ciento de los adultos de 60 y más años se encontraba en
pobreza multidimensional extrema, es decir, pertenecía a hogares donde aun utilizando todo su
ingreso en la compra de alimentos, no puede adquirir lo indispensable para tener una nutrición
adecuada y presenta, al menos, tres carencias sociales de las seis incluidas en el cálculo del
Índice de privación social. En síntesis: ocho de cada 10 adultos mayores presenta algún tipo de
vulnerabilidad ya sea en sus derechos sociales o su ingreso.

Esta situación se hace evidente en las condiciones de vida de los adultos mayores. El

CAPÍTULO x 1091
17.7 por ciento reside en viviendas con un hacinamiento mayor a 2.5 personas por cuarto; 3.4
por ciento habita viviendas con piso de tierra; 1.8 por ciento habita en una vivienda con techos
de lámina de cartón o desechos; y 1.4 por ciento lo hace en viviendas con muros de embarro o
bajareque; de carrizo, bambú o palma; de lámina de cartón, metálica o asbesto; o material de
desecho (ENIGH, 2012)39.

Resumiendo lo anterior podríamos afirmar que la situación social y económica de los


adultos mayores es cruelmente lo inverso de lo que se podría plantear como propio de un enve-
jecimiento socialmente cuidado y atendido (Ham, 1999).

La ausencia de un proyecto de ciudadania social en la sociedad mexicana envejecida

Los datos anteriores parecen indicar que el previsible ejercicio de la ciudadanía política
de los adultos mayores en México, está seriamente desfasado con respecto a diversos derechos
sociales y culturales.

Muchos autores polemizan sobre si Marshall se refería a verdaderos derechos o a debe-


res del Estado “cuyo cumplimiento depende de la disponibilidad de recursos para la distribu-
ción de bienestar” (Freijeiro Varela, 2008, p. 162). Sin embargo, no parece una cuestión resuelta
ni en Marshall ni en otros autores, pues se trataría en definitiva de cómo y dónde poner una línea
divisoria entre derechos civiles y políticos y derechos sociales y, por otro, en sostener que el
conjunto de derechos difícilmente se pueda distinguir y desagregar entre sí. Quizás la cuestión
clave es ofrecer continuidad a aquello que transforma a una sociedad en un espacio legítimo
para proteger y cuidar de sus integrantes (Marshall y Bottomore, 1998).

Si el rol del Estado es velar y sostener los derechos descritos podría decirse, a partir de
los datos presentados, que el Estado mexicano se ha mostrado incompetente en desarrollar los
mismos. Los derechos civiles y sociales están difuminados y en especial se han deslegitimado
o vuelto descartables.

Para Marshall (1965, 1969) el Estado recauda y distribuye recursos entre sus ciudadanos

39
Aunado a ello, la ENIGH muestra que el 20.7%, de los adultos mayores habita en viviendas donde el com-
bustible para cocinar es carbón o leña —siendo ésta, la más común de las carencias por servicios básicos en sus
viviendas—; 9% no cuenta con drenaje conectado a la red pública o a una fosa séptica; 8.5% no cuenta con agua
entubada dentro de la vivienda o dentro del terreno; y dada la cobertura casi universal de viviendas con servicios
de electricidad, sólo el 0.9% no cuenta con electricidad. (Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares,
ENIGH, 2012).

CAPÍTULO x 1092
que son consumidores, con relación a los derechos sociales y no actores, como lo son con rela-
ción a los derechos políticos. Si la apreciación del autor es correcta hay dos sujetos que deben
crearse: el de ciudadano y el de consumidor convencido —y reclamante— de sus derechos.
Pero, para ello, el consumidor convencido debe poder legitimarse como sujeto de necesidades
que le son válidas y, frente a las cuales, se siente con derecho a reclamar.

En el caso mexicano consideramos que el sujeto de necesidad esta desvalorizado y des-


legitimado. El Estado no cree pertinente encargarse de derechos sociales aunque aprecia —y
requiere, ya que es un mecanismo fundamental de legitimación del régimen político— que sus
ciudadanos voten —considerando, por supuesto, que hay un porcentaje importante de votantes
entre los adultos mayores—, pero no desde un lugar de ciudadanía, en tanto ejercicio pleno de
derechos políticos en una democracia representativa; no como actor, en los términos de Mars-
hall, sino desde una concepción de democracia elitista donde los procedimientos —elecciones
limpias, periódicas y competitivas— permiten a los individuos —reducidos a una masa gene-
ralmente manipulable e incapaz de discriminar entre políticas— elegir una opción política del
mismo modo que se elige un producto en el mercado (Shumpeter, 1983); esto es, el Estado con-
cibe a los ciudadanos como emisores de votos desprovistos de cualquier derecho de ciudadanía
política más allá de lo procedimental.

De acuerdo con el modelo elitista, la racionalidad del ciudadano se modifica por com-
pleto partiendo de su escepticismo en torno a que “el pueblo” será capaz de expresar una opi-
nión racional y que velará porque la misma sea puesta en práctica por los representantes que
elige. Así, “el método democrático es aquel sistema institucional, para llegar a las decisiones
políticas en el que los individuos adquieren el poder de decidir por medio de una lucha de
competencia por el voto del pueblo” (Shumpeter, 1983, p. 343). La propuesta shumpeteriana
parte de que los consumidores —investidos como ciudadanos— no participan en la selección
de las políticas, quedan fuera de la discusión pública y sólo participan en tanto eligen, a través
del voto, a quienes tomarán las decisiones. Bajo este modelo, se establece una relación entre
el representante y el representado basada en las teorías de la autorización, donde se concibe al
representante como alguien que ha sido electo y por ende, autorizado para actuar, mientras los
representados son responsables de las consecuencias de dichas acciones como si las hubieran
tomado ellos mismos (Pitkin, 1967). Esto es, bajo el modelo elitista, la representación es un
proceso donde los representados tienen el poder de elegir a sus representantes, pero no de par-
ticipar en la toma de decisiones. Formalmente, un individuo sin derechos y con obligaciones.

Bajo este modelo de democracia elitista, los representantes, dentro de su ámbito de com-

CAPÍTULO x 1093
petencia, toman las decisiones dejando a los ciudadanos sujetos a las mismas. En un modelo
donde el ciudadano funge más como cliente que como sujeto activo, es decir, donde participa al
margen “de los compromisos mutuos y recíprocos [...] que se dan entre los ciudadanos” (Maes-
tre, 2000, p. 166), los incentivos para la cooperación al interior de la comunidad política no sólo
no resultan suficientes sino que se vuelven irrelevantes, aún a pesar de que los esquemas de no
cooperación conducen a equilibrios subóptimos.

De este modo, el ciudadano queda inmerso en una forma de contrato social en la que
puede haber democracia sin participación y donde la participación implica una nueva forma de
exclusión social (Klein y Ávila Eggleton, 2011). Esto es, si en términos de Arendt, los indivi-
duos se convierten en ciudadanos sólo al integrarse en el espacio público, reducir la política
al ámbito del Estado implica, de facto, “la expulsión de los individuos de la esfera pública
política” (Maestre, 2000, p. 166).

Esta reducción de la democracia y, por ende, del ciudadano tiene, sin duda, un im-
pacto en la participación electoral. Si, como se señala en la primera parte del texto, los vo-
tantes mayores tienen más vínculos con la sociedad cabe preguntarse si estas relaciones no
se establecen como un mecanismo de supervivencia ante un Estado que es, en el mejor de
los casos, omiso. Desde otro enfoque, si para que votar sea una acción racional el ciudadano
debe obtener beneficios tangibles derivados de la democracia ¿qué beneficios otorga a este
sujeto de necesidad desvalorizado y deslegitimado un Estado que no es capaz de garantizar
los derechos sociales.

Si, como hemos comentado anteriormente, es el mercado, pero principalmente la fa-


milia, la institución en la que el Estado mexicano delega la necesidad de cuidar y proteger al
adulto mayor que se estereotipa simultáneamente desde el paradigma de la decrepitud y el dete-
rioro tenemos lo que que Crouch (2003) ha denominado la “comercialización de la ciudadanía”,
lo que puede ser tomado también como situación de supervivencia desde las condiciones del
mercado (Dahrendorf, 1997).

Resultados
El poder político de la sociedad de envejecimiento

Las proyecciones demográficas y las tendencias electorales de los últimos años en Mé-
xico dan cuenta de que, en el corto plazo, el adulto mayor ya no podrá ser ignorado en su capa-

CAPÍTULO x 1094
cidad política, lo que de una u otra manera hará que la percepción que el Estado tiene del mismo
se modifique. Para 2020 alrededor del 12.1 por ciento de la población mexicana tendrá más de
sesenta años; en el Proceso Electoral Federal de 2012 el segmento de población con más alta
participación fue el de 60 a 69 años.

En 2012, el grupo de 60 a 69 años tuvo una participación de 73.84 por ciento, 11.76
puntos por arriba de la media nacional —62.08 por ciento—; seguido por el de 50 a 59 años con
una participación de 72.24 por ciento y; en tercer lugar, el grupo de 70 a 79 con 69.48 por ciento
(IFE, 2013). Las cifras hablan por sí mismas; no puede ignorarse la importancia que este grupo
etareo representa en términos electorales. La participación electoral es una forma de expresión,
el que los mexicanos de entre 60 y 69 años sean los que más participan implica una exigencia del
reconocimiento de sus derechos de ciudadanía y la satisfacción de demandas concretas. Los adul-
tos mayores votan por mantener la democracia, pero, también, para expresar su inconformidad y
exigir respuesta de sus representantes.

En este contexto, un escenario probable será entonces que el Estado comience a dar pa-
sos hacia el reconocimiento y el otorgamiento de derechos sociales y civiles. En otras palabras,
tendrá que asumir la ambigüedad del adulto mayor que de actor político destituido de su condi-
ción civil y social, se transforma por efectos del envejecimiento poblacional, en actor indiscu-
tible de decisiones y orientaciones políticas. Una perspectiva optimista es que esta ambigüedad
podría generar condiciones para beneficiar su ciudadanía social (Kymlicka y Norman, 1997).
Desde este panorama un vaticinio posible es que el envejecimiento poblacional posibilitará que
los adultos mayores se transformen en un grupo de poder avalado y legitimado por el Estado.
En este sentido: un actor impredecible en la escena política capaz de hacer reconocer sus inte-
reses comunes (Mouffe, 1999).

Por otro lado si la idea de Marshall de que en una democracia los miembros de la comu-
nidad comparten diferentes concepciones sociales (Barbalet, 1988) es correcta, cabe preguntar-
se si la entrada de la sociedad del envejecimiento al “territorio” electoral seguirá permitiendo
conservar concepciones colectivas compartidas sobre justicia, representación, política o si, por
el contrario, prevalecerá la fragmentación o la polisemia en el escenario político mexicano.
Todo dependerá, quizás, de hasta qué punto el adulto mayor mantenga o “fracture” las formas
tradicionales de representación y ciudadanía política.

Lo que se puede afirmar es que la sociedad del envejecimiento augura, casi seguramen-
te, una agenda social y política que requerirá de cambios y nuevas perspectivas. Por lo pronto,
es necesario tener en cuenta que el alto número de votantes adultos mayores en las elecciones

CAPÍTULO x 1095
de 2012 no revela una excepción ni una sorpresa, sino una tendencia que se acentuará en las
siguientes décadas; décadas en que las personas de entre 60 y 80 años tendrán un peso decisivo
en el rumbo político del país.

Conclusiones

Investigaciones futuras revelarán la tendencia y el tipo de voto que tendrá este grupo
etáreo cada vez más decisivo políticamente en su actuación pública. Una posibilidad es que
lo haga como clientes del Estado obedientes al poder administrativo (Habermas, 2001). Otra
será propugnar por una libertad de agenda (Sen, 1988) que incluya reivindicaciones varias y
preocupaciones que la sociedad ha de resolver en el mismo tenor de los problemas ecológicos,
las minorías étnicas, las varias desigualdades sociales, entre otros temas. Siguiendo a Rosales
(1998) cabe preguntarse cuál será su capacidad de autonomía y presión política. O en otra pers-
pectiva: si existirá un vaivén de tipo ambiguo entre el poder de emancipación y el efecto de
manipulación y si los mismos serán homogéneos o circunstanciales.

La pobre conciencia ciudadana del adulto mayor de su capacidad de incidencia y cam-


bio hacen suponer que probablemente llevará un tiempo hasta que éste grupo etáreo deje de ser
un grupo vulnerable, convencido de que su capacidad de decisión se remite sólo a lo específica-
mente electoral, manteniendo la falsa creencia de que el ejercicio del voto agota la complejidad
del proceso democrático, la cuestión de la libertad individual y la problemática de la justicia
social (Held, 1991).

Habría que considerar, además, que es probable que los adultos mayores en México no
voten sólo a partir de una ecuación de utilidad esperada (Downs, 1957) sino que han encontra-
do esos “otros” beneficios derivados de votar en la búsqueda de constituirse en sujeto político,
derecho que les ha sido escatimado y negado durante décadas.

Habría que plantearse igualmente cómo los procesos migratorios refuerzan estas dinámi-
cas de una forma que era hasta hace poco tiempo impredecible. Como ya se indicó, parte del pro-
ceso migratorio es posible por la permanencia de los miembros más viejos cuidando —o quizás
siendo cuidados— por los más jóvenes. Por el tipo de migración que se realiza, y por la edad de
los migrantes, es factible pensar que mientras una segunda generación emigra, una primera gene-
ración —de abuelos— y una tercera generación —de nietos— permanece en el país. Esto implica
una remodelación de las formas de transmisión generacional, tanto como una situación de ambi-

CAPÍTULO x 1096
güedad en un doble sentido. Por un lado, teniendo en cuenta la estructura familiar, estos abuelos
ocupan el doble de rol de abuelos y padres de sus nietos. Por otro, teniendo en cuenta los procesos
de identidad, se refuerzan tanto las identidades tradicionales de sacrificio y entrega, como otras,
que implican probablemente mayor capacidad de autonomía y proactividad.

Este proceso —vincular e identitario— no puede sino incidir en un redimensiona-


miento fundamental en los procesos de envejecimiento, no siempre previsto por la literatura
académica.

Junto a estos factores políticos, migratorios, sociales y políticos es fundamental, asimis-


mo, tener en cuenta que existe progresivamente un cambio en el imaginario social que ya no
estereotipa necesariamente al adulto mayor en un rol infantilizante y decrépito. En este sentido
creemos que una señal positiva de reciudadanización del adulto mayor se relaciona a la progre-
siva consolidación de un nuevo modelo de la vejez que apunta a la posibilidad de calidad de
vida. Se va imponiendo así la visión del adulto mayor como un sujeto lleno de potencialidades
más allá o en contra, del proceso de envejecimiento. Ya no se trata del déficit y de la pérdida
sino de la oportunidad y la capacidad de autonomía. Mientras que desde el paradigma de la
vulnerabilidad el anciano está exiliado de lo social, desde la calidad de vida se lo reubica como
“adulto mayor” o de “tercera edad” en el centro de la esfera social y ciudadana (Ham, 2003;
Arias, 2009; Bryant, Corbett y Kutner, 2001; Cidec, 2009; Guzmán, Huenchuan y Montes de
Oca, 2003; Who, 2002).

Se lo puede concebir así como una persona productiva, con plena capacidad de sus fuer-
zas mentales, emocionales y corporales. Aquí interesan los procesos por los cuales puede llegar
a ser y mantenerse autónomo, uno de los cuales es el ejercicio de sus derechos como ciudadano.
Las políticas sociales no se enfocan, de esta manera, al desvalimiento o la vulnerabilidad sino
al fortalecimiento del empoderamiento y la ciudadanía. Ya no se habla de riesgo sino de oportu-
nidad; se descarta el pesimismo por el optimismo y se pasa de una perspectiva psicologista del
envejecimiento a una perspectiva sociologista de redes, grupos.

La pregunta entonces no es sólo qué hará con su poder de voto, sino los cambios iden-
titarios y subjetivos que la ciudadanía política le significarán. La literatura consultada da como
implícito que este sujeto político existe y se sostiene desde una ya larga tradición participativa
y democrática en Europa y otros países. En el caso mexicano, atravesado por diferentes factores
que hacen a la transición demográfica y a la historia peculiar del país, este sujeto político se está
construyendo de forma paulatina y retrasada, lo que no deja de plantear un amplio abanico de
conflictos, interrogantes y desigualdades.

CAPÍTULO x 1097
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CAPÍTULO x 1102
Representaciones sociales de víctima y su
relación con ejercicios de participación y
liderazgo de una mesa de participación de
víctimas del Valle del Cauca, Colombia

Lina Marcela Quiceno40

Resumen: Colombia es un país democrático, que presenta unas características complejas que
involucran el desarrollo histórico de un proceso de violencia política que ha dejado “Víctimas”
y que recientemente son reconocidas como tal, gracias a la Ley 1448 de 2011, que presenta
todos los mecanismos disponibles para la atención de esta población.
Siguiendo la lógica de la garantía de la participación, esta ley establece las Mesas de Partici-
pación en tres niveles: municipales, departamentales y nacionales, las cuales tiene la función
de interlocutar con la institucionalidad para generar programas, proyectos y demás estrategias
apuntando a la reparación integral.
Las Mesas de Participación están conformadas por representantes de organizaciones de vícti-
mas, quienes ejercen el liderazgo en sus asociaciones, teniendo la responsabilidad de los pro-
cesos que se gesten en este espacio. La teoría de representaciones sociales, como una de las
más representativas en la psicología social, dado que permite la comprensión del accionar de
los sujetos al respecto de sus realidades socialmente construidas, se seleccionó como referente
para logara identificar como se dan los ejercicios de participación y liderazgo en este escenario,
a partir del estudio de caso de una de ellas (un municipio del Valle del Cauca, Colombia).
Para el estudio se realizó una entrevista en profundidad, semi estructurada a doce participantes,
indagando al respecto de las tres categorías. Este texto da cuenta de los resultados preliminares
del estudio dado que aun continua en proceso, abordando específicamente como la condición
de víctima presenta acepciones tanto institucionales como individuales, esta ultimas relaciona-
das con las experiencias que han tenido los sujetos al respecto de su proceso como víctimas y
líderes, que repercuten de manera directa en la forma en la cual participan.

Palabras Claves: Víctimas, participación, liderazgo.

Docente Investigadora de la Universidad Pontifica Bolivariana Seccional Palmira, (Valle del Cauca, Colombia).
40

Email: linamarcela.quiceno@upb.edu.co

CAPÍTULO x 1103
Summary: Colombia is a democratic country that represents some complex characteristics
that involves the history developetment of a process of political violence that has left “victims”
that recently are known as so, because of the law 1448 of 2011, that represents all the avaliable
mechanisms for the atenttion of this population. Following the logic of the participation guaran-
tees, this law stablishes the tables of participation in three levels: Municipal, state and country,
those have the funtion to interchange comunication with the goverment to generate programs,
proyects ans strategys going for integral reparation.
The table of participation are formed by representans of victims organizations, who make the
leadership in their asocciations, having the responsabilites of the processes that are developed
in that space. The theory of social representations , as a one of most representative in the social
psycology, that let the comprehension of the actions subjects regarding their reality socialy
builded. A referent was selected to identify how the participation and leadership exercises are
done, in this scenary, starting from a study of a case of one of them (a town in Valle del Cauca,
Colombia).
For the study an interview was made, half structured to twelve participants asking about three
categories. This text tells about the preeliminar results of the study because it is still on process,
talking specifically how the victim`s condittion represents meanins such as instituctions as in-
dividuals, these mentioned related with experiences that have had the subject regarding their
process as victims and leaders, which impact in direct way in the way their participate.

Keywords: Victims, participation, leadership


Introducción al respecto de la inquietud investigativa

El Centro de Memoria Histórica (2014), menciona que 1.958, es un año que se puede
considerar como el inicio formal del conflicto armado en Colombia, ya que aumenta el auge de
la violencia bipartidista y aparecen los primeros vestigios de los movimientos guerrilleros que
permanecen hasta la actualidad.

La confrontación entre estado y movimientos al margen de la ley ha producido un pro-


ceso que Barrero (2008), denomina como “Conflicto Político”, caracterizado por una serie de
tensiones entre los grupos en disputa que presentan componentes ideológicos opuestos fuerte-
mente arraigados, que producen a su vez el uso de la violencia como estrategia para la resolu-
ción de dicha confrontación.

En este sentido Contreras (2003), menciona que todos estos sucesos históricos han pro-
ducido en el país afectaciones económicas, desconfianza, sangre y dolor y por supuesto una
gran cantidad de personas que se han visto afectadas por el uso de la violencia como estrategia.
Al respecto se resalta que para corte del 01 de Mayo de 2016, la Unidad de Atención a víctimas
en su página oficial muestra un acumulado de 8.040.748 personas registradas como víctimas

CAPÍTULO x 1104
del conflicto armado.

Pese a existir un proceso histórico de conflicto caracterizado por las víctimas como
consecuencia representativa, la categoría “Víctima”, es relativamente joven, por lo menos en lo
que a la normativa colombiana se refiere. Realizando un recorrido por esta, se logra encontrar
que la primera noción contemporánea que se acerca es la de “Desplazado”, que se encuentra en
la Ley 387 de 1997 y es entendido como:

toda persona que se ha visto forzada a migrar dentro del territorio nacional
abandonando su localidad de residencia o actividades económicas habituales,
porque su vida, su integridad física, su seguridad o libertad personales se han
sido vulnerados o se encuentran directamente amenazadas (Artículo 1. Ley
387 de 1997)

Estas amenazas de las que habla, dicha normativa las enmarca dentro del desarrollo de
procesos de conflicto armado, violaciones al derecho internacional humanitario y demás accio-
nes que puedan alterar el orden público.
Es importante resaltar que la noción de “Desplazado” fue utilizada tanto por la institu-
cionalidad como por la gente del común, durante mucho tiempo para designar a las personas
que se vieron afectadas por situaciones relacionadas con el conflicto armado.
Posteriormente unos meses más tarde, aparece la Ley 418 de 1997, que avanza sig-
nificativamente en la concepción de la noción propiamente dicha: “se entiende por víctimas,
aquellas personas de la población civil que sufren perjuicios en su vida, grave deterioro en su
integridad personal y/o bienes, por razón de actos que se susciten en el marco del conflicto ar-
mado interno” (Artículo 15. Ley 418 de 1997).
En esta normativa se hace una extensión de los procesos de atención a las personas que
se consideran como víctimas, pero vale la pena aclarar que la perspectiva de atención es asis-
tencial de emergencia.

En el año de 2005, se presenta el proceso de desmovilización del grupo denominado


Autodefensas Unidas de Colombia, para lo cual el gobierno colombiano dispuso un marco
normativo especial que fue la Ley 975 de 2005. En esta norma se delimitan los procesos para la
desmovilización de grupos al margen de la ley, se hace énfasis en la necesidad de que las per-
sonas que se desmovilicen de estos grupos puedan reparar a las que se vieron afectadas por su
accionar y por los daños que les causaron, entendiendo la reparación como un proceso integral
que involucra tres elementos fundamentales: Verdad, justicia y reparación.

CAPÍTULO x 1105
Con verdad se refiere a que las personas pudieran conocer que había sucedido, es decir
por que habían ocurrido los hechos (desplazamiento forzado, tomas armadas, desapariciones,
asesinatos entre otros), por justicia, se entendía el proceso en el cual los desmovilizados de los
grupos que hubiesen cometido graves infracciones al derecho internacional humanitario pudie-
ran ser condenados y la reparación, como una serie de medidas encaminadas a la restitución
de derechos, que involucraban a diferentes sectores de la institucionalidad, e incluso se hablaba
de atención psicosocial multidisciplinaria, como todo el despliegue de la oferta institucional,
además se dio cabida a que líderes de organizaciones de víctimas participaran en comisiones
de reparación en donde se debería establecer medidas para favorecer a las víctimas (Comisión
Nacional de Reconciliación y Reparación, 2007)

En esta normativa se entiende víctima como:

la persona que individual o colectivamente haya sufrido daños directos tales


como: lesiones transitorias, o permanentes que ocasionen algún tipo de disca-
pacidad física, psíquica y/o sensorial (visual y/o auditiva), sufrimiento emo-
cional, perdida financiera o menoscabo de sus derechos fundamentales. Los
daños deberán ser consecuencia de grupos armados organizados al margen de
la ley (Artículo 5. Ley 975 de 2005)

En esta noción se puede resaltar el énfasis dado a las afectaciones producidas por el
accionar de los grupos armados.

En al año de 2011 de expide la Ley 1448 “Ley de Víctimas y restitución de Tierras”, que
es la concepción actual que se tiene de víctima y bajo la cual se realizan todas las intervenciones
a esta población, así como los ejercicio por parte de la institucionalidad y demás actores que
deseen abordar la problemática de las víctimas. La concepción es la siguiente:

Se consideran víctimas, para los efectos de esta ley, aquellas personas que
individual o colectivamente hayan sufrido un daño por hechos ocurridos a
partir del 1º de enero de 1985, como consecuencia de infracciones al Derecho
Internacional Humanitario o de violaciones graves y manifiestas a las normas
Internacionales de Derechos Humanos, ocurridas con ocasión del conflicto
armado interno (Artículo 3. Ley 1448 de 2011)

En esta última versión de la concepción de la víctima por parte de la normativa colom-

CAPÍTULO x 1106
biana, se puede identificar la delimitación en un espacio de tiempo a las personas que podrán
ser consideradas como tal, además enmarca los daños y afectaciones bajo los parámetros inter-
nacionales (infracciones al DIH).

Vale la pena destacar que este proceso de evolución de la concepción de “Victima”, fue rela-
tivamente corto y reciente, si se tiene en cuenta la fecha de origen políticamente reconocido (1958).

En esta última normativa existen varios asuntos a resaltar, lo primero es que en el pro-
ceso de reparación integral se fortalece el aspecto de la recuperación emocional, respecto a las
afectaciones que ha producido el conflicto en las personas que lo vivieron, a partir de la crea-
ción de un programa (Programa para la Atención Psicosocial y Salud Integral a víctimas del
conflicto Armado) para atender específicamente estas situaciones.

Y lo segundo es que se crea y se fortalece el sistema de participación efectiva para las


víctimas, entendiendo la participación como el derecho que tienen las víctimas para estar in-
formadas, intervenir, presentar observaciones, recibir retroalimentación y colaborar de manera
voluntaria, en el diseño de las acciones de implementación, seguimiento y evaluación, que in-
cluyen planes, programas y proyectos en función del cumplimiento a las disposiciones previstas
en la Ley (Artículos 261 -262, Ley 1448 de 2011).

Una de las herramientas principales de este proceso son las Mesas de Participación de
Víctimas, que se constituyen en colectivos conformados por líderes representantes de organiza-
ciones de víctimas, miembros del gobierno y representantes veedores de derechos humanos y se
encuentran instalados en los niveles municipal, departamental y nacional. Desde la lógica de la
ley, la intensión de la conformación de las mesas es garantizar la participación de las víctimas
en todos los procesos que involucren acciones encaminadas a la reparación y el beneficio de
este grupo poblacional.

Sin embargo Berrio (2013), realizando un ejercicio crítico de la evolución y efectividad


de las mesas como una estrategia para la participación de las víctimas, muestra que desde la
sanción de la ley, estas mesas han tenido muchas dificultades para cumplir efectivamente con su
propósito, resaltando que se evidencia que la relación que se establece entre la institucionalidad
y las víctimas está marcada por la desconfianza, dado que el estado ha incumplido en varias
ocasiones con sus obligaciones para con esta población, lo cual genera que los lideres estén
predispuestos y se den múltiples tenciones dentro del ejercicio.

En contraste con lo anterior, gracias a experiencias laborales previas, se realizó un son-


deo exploratorio con algunos miembros de mesas de victimas de diferentes municipios del de-

CAPÍTULO x 1107
partamento del Valle del Cauca (Colombia), en donde a partir de una conversación se indagaba
sobre las dinámicas que consideraban que tenían las mesas a las que pertenecían, logrando
identificar a partir de las respuestas, que no se realizan muchos ejercicios efectivos de partici-
pación y liderazgo, pues según mencionaban las personas a las que se entrevistó (4 líderes de 3
municipios diferentes), tenían diferencias entre los miembros de la mesa y al mismo tiempo con
los representantes de la institucionalidad, como se puede notar a continuación:

¿Cómo ve el ejercicio del liderazgo en la mesa de víctimas de su municipio?:


“Muy malo, porque falta mucha comunicación y trabajo en equipo, además no
saben cómo ser líderes y luchar verdaderamente por su comunidad, muchos
tiene intereses individuales” (Entrevistas exploratorias realizadas a miembros
de mesas de diferentes municipios)
“Nulo, los de la mesa no tiene ni idea de que es ser líder, y se creen el cuento
que nos están representando” (entrevistas exploratorias realizadas a miem-
bros de mesas de diferentes municipios)

Vale la pena resaltar que son personas de municipios lejanos entre sí, pero que presentan
similitudes en las respuestas.

Teniendo en cuenta que las mesas se víctimas, se constituyen en escenarios fundamenta-


les para que quienes han pasado diferentes situaciones complejas relacionadas con el conflicto
armado, puedan acceder de manera efectiva a la reparación, que por derecho les concede la nor-
mativa colombiana, se hacía necesario un proceso de investigación que diera cuenta de cómo se
están dando estas dinámicas y que factores podrían estar incidiendo en las mismas.

La psicología social para Moscovici (s.f.), es la disciplina que estudia la relación con-
flictiva entre el individuo y su sociedad, es así como en las dinámicas sociales siempre se
encontraran ambos aspectos indisolubles, en este sentido se consideró como perspectiva de
abordaje dadas las características del fenómeno que se describió anteriormente, poder utilizar la
teoría de las Representaciones sociales, una de las propuestas más reconocidas de la psicología
social, que fue acuñada por este mismo autor.

Esta propuesta conceptual tiene su origen en el concepto de Representación Colectiva


introducido por Durkheim, que se retoma por S. Moscovici ampliándola y dándole nuevas di-
mensiones.

Moscovici (1961), menciona que Durkhein quería realizar la diferenciación entre las
formas de pensamiento individual y lo que se escapaban a este, es decir las representaciones

CAPÍTULO x 1108
colectivas, dado que para Durkheim las representaciones individuales eran entendidas como
fenómenos puramente psíquicos que no serían posibles sin la vida social, sin embargo la repre-
sentación colectiva no puede ser entendida como la suma de pensamientos individuales de un
grupo de personas, simplemente. Es en este punto en donde Moscovici se atreve a proponer un
abordaje más amplio de las representaciones y las llama sociales.

Como es sabido los seres humanos nos desenvolvemos en grupos desde nuestro naci-
miento, así, la familia, los amigos, las instituciones y demás grupos de los que se haga parte,
cumplen la función de dar al sujeto ciertos parámetros de comportamiento social y marcos de
referencia para la comprensión del mundo, Berger y Luckmann (1.968) explican estos procesos
y los denominan socialización.

En este sentido, Moscovici (1961) menciona que toda representación está compuesta de
figuras y expresiones socializadas (p. 16), que son fácilmente reconocidas como categorías por
los grupos de donde provienen. Es decir que existe una estrecha relación entre el sujeto y los
grupos en función de la construcción de la realidad, que siempre deberá ser representada para
que cobre un sentido.

Abric (2001) menciona que no existe por ende una realidad objetiva como tal, dado que
esta es representada por los sujetos y los grupos, a partir de la construcción de sistemas cogni-
tivos ligados a los valores y procesos socio históricos e ideológicos que se tengan dentro de los
mismos, en este sentido la representación se convierte para este autor, en una forma de visión
global y unitaria de un objeto pero también de un sujeto (p.12), que genera las explicaciones
necesarias para la comprensión del objeto, integrando las experiencias previas del sujeto y el
sistema de valores, normas y creencias de donde proviene. La representación se constituye
entonces, en un parámetro tanto de interpretación de la realidad como de acción dentro de la
misma para los sujetos.

Relacionando lo anterior con la situación que se vivencia en las Mesas de participación


de víctimas, se consideró que el escenario participativo que son las mesas, no se podría dar si no
existiera la categoría de “víctima” y que quienes están dentro de él, cumplen su función dado a
que presentan las condiciones legales para ser considerados como tal.

Abric (2001), menciona que la representación social cumple unas funciones característi-
cas en la vida de los sujetos, que están ligadas e inciden de manera directa en su accionar, como
lo son: la función de Saber, que le permite al sujeto tener marcos de referencia comunes para
interactuar con otros sujetos y tomar posturas, la función identitaria, que se relaciona con como

CAPÍTULO x 1109
esos conocimientos se constituyen en aspectos particulares de los sujetos y los grupos a los que
pertenecen, la función orientadora, dado que a partir de esos conocimientos se establecen pará-
metros de cómo se debe actuar teniendo en cuenta lo socialmente esperado hacia el objeto de la
representación, y por último la función justificadora, que hace referencia a como los sujetos y
los grupos justifican su accionar en función a la representación que tengan.

Revisando estas últimas funciones se concluye que la categoría de víctima es un aspecto


fundamental en el ejercicio participativo de los miembros de las mesas de participación porque
es esta, como se mencionó, la que les confiere un lugar en este escenario, en este sentido la
investigación pretendió indagar al respecto de cuál era la representación social de víctima que
tenían los miembros de una mesa de participación y como se relacionaban con los ejercicios de
participación y liderazgo.

Metodología

Las representaciones sociales como categoría investigativa presentan una forma de rea-
lizar los estudios que con base en ellas se realizan, teniendo en cuenta las concepciones de los
autores y sus desarrollos, Ortega (2004), mencionan dos perspectivas de abordaje investigativo
el Enfoque Procesual y el Enfoque Estructural.

En el Enfoque Estructural, las investigaciones que se realizan se preocupan por conocer


la forma como se estructura y organiza la representación social, teniendo en cuenta las nociones
de núcleo central y elementos periféricos trabajadas por J-C Abric.

Mientras que en el Enfoque Procesual, se focaliza en la dinámica que posibilita la con-


figuración de las representaciones, que desde la perspectiva de Moscovici y Jodelet, presen-
tan dos aspectos, el sistema cognitivo (que asume al sujeto con características psicológicas y
activo) y el sistema social (que hace referencia a los procesos de interacción, el discurso y la
incidencia del contexto en la emergencia de la representación). En este sentido estas investiga-
ciones se focalizaran en las producciones discursivas de los sujetos para identificar los asuntos
mencionados.

Para el presente caso se trabajó con este último, debido a que las personas “Víctimas”
ha pasado por ciertas situaciones individuales que les han producido condiciones psicológicas
particulares, que sin embargo son reforzadas por unas dinámicas sociales comunes, como lo son
el conflicto armado y el escenario participativo en el que se desarrolla la investigación.

CAPÍTULO x 1110
La investigación es cualitativa, lo que quiere decir que se focaliza según Hernández
(2010), en la comprensión de los fenómenos a investigar, mas no en la comprobación de ningu-
na hipótesis o teoría. Se utilizó la entrevista en profundidad, semiestructurada que fue aplicada
a 12 sujetos (6 hombres, 6 mujeres), de estrato socioeconómico 2-3, grados de escolaridad va-
riados (entre primaria incompleta y técnicos universitarios), todos miembros de la misma mesa
de participación de un municipio del Valle del Cauca (Colombia)

Como estrategias de procesamiento de datos y análisis, se utilizó el software Atlas-ti y


el análisis de discurso, que focaliza su atención en las producciones discursivas de los sujetos
y los grupos, Sayago (2014).

Es importante mencionar que en la actualidad el proceso de investigación está en curso,


y se encuentra en análisis de datos, el presenta texto busca reflexionar acerca de los primeros
hallazgos.

Algunas anotaciones y resultados parciales

Frente a la categoría de víctima es importante mencionar que se encuentran muchas de-


finiciones conceptuales a cerca de lo que se puede considerar una persona víctima, sin embargo
luego de una buena revisión realizada por Giner (2011), donde compila los conceptos de varios
autores e incluso, de la real academia de la lengua, se puede concluir que existen características
comunes en las definiciones. Lo primero es que para ser considerado víctima, los hechos que
dan lugar a la denominación debieron ser causados por un tercero, o haber sido ajenos a la vo-
luntad de quien los vive, lo segundo es que estos hechos producen una perdida, ya sea material
o emocional, y lo tercero que dejan una afectación.

Estas conclusiones son reforzadas por Truño (2010), quien menciona que en los con-
ceptos de Víctima se resalta el hecho de que las víctimas hayan sufrido por causa ajena y que
se evidencie una necesidad de protección, al mismo tiempo reflexiona al respecto de que en
la real academia de la lengua aparezcan dos perspectivas sobre la víctima, la primera que ya
mencionamos y la segunda que subraya una actitud pasiva y la búsqueda de la compasión por
parte de otros personas.

En este sentido es importante resaltar que las personas sujetos de investigación han sido
víctimas dentro del contexto de un conflicto político, es decir que los hechos que les confiere
en esta categoría, son producto del uso de la fuerza consciente y en ocasiones sistemática, por

CAPÍTULO x 1111
parte de grupos dominantes que por causas ideológicas, utilizan la violencia como estrategia
para legitimar su poder y/o mantener sus intereses, Barrero (2008), llama a este fenómeno
“Violencia Política”.

En este sentido Baró, (1990), hace la distinción entre el trauma clásico, que se asocia
con la herida o afectación que ha sido causada por circunstancias fortuitas del orden de lo
individual y lo que él llama “Trauma Psicosocial”, que está relacionado con los procesos del
orden de lo social, que hacen que una persona tenga y mantenga una afectación derivada de
su exposición a situaciones asociadas con la guerra. De igual forma luego de tener en cuenta
algunas apreciaciones de Samayoa y Lira, concluye que las personas que han sufrido estas cir-
cunstancias presentan ciertas características como son: la necesidad de pertenencia a un grupo,
el miedo generalizado, que se traduce en el establecimiento de relaciones de desconfianza, la
desesperanza, la rigidez ideológica, el deseo de venganza, la necesidad de defensa, la pérdida
del sentido de lo que se debe hacer o se quiere hacer, trayendo como consecuencia el quebranto
en los proyectos de vida.

En el caso puntual de los sujetos de la investigación se logra identificar desde sus dis-
cursos algunas características mencionadas por los autores, como por ejemplo el hecho de que
aparece una representaciones social de víctima que está claramente delimitada por el dolor, el
sufrimiento y la afectación, como aspectos fundamentales que se resaltan en quienes asumen
ser víctima, al respecto se retoma el siguiente fragmento de una de las entrevistas:

víctimas, pues que son las personas que han sufrido el flagelo del desplaza-
miento, el flagelo de todo este problema de la confrontación de la guerrilla y
los paramilitares y en donde ha sido involucrada mucha gente y han tenido
que salir como desplazamiento o como víctimas, en fin todo eso es el término
y lo que puedo decir… Esa es una de las cosas, ya en el caso de desplazamien-
to forzado la mayoría hemos tenido esa afectación que es qué después de uno
tenerlo todo, un negocio, donde la situación es estable y donde ha gozado de
ciertos privilegios, salir de esa situación para venir a empezar de cero es muy
complicado y yo diría que es como una frustración, un trauma que todavía
después de 12 años, siente uno ese vacío” (Fragmento de entrevistas, refirién-
dose a que es una víctima)

Esta representación a su vez cumple una función identitaria, en palabras de Abric (2001),
dado que se convierte en un factor diferencial de otras comunidades o grupos con condiciones o
situaciones de vulnerabilidad, como se puede notar en el siguiente fragmento:

CAPÍTULO x 1112
la víctima es la persona que ha sido desalojada de tu territorio, vuelvo y le
repito por la confrontación entre los factores armados, tiene que ser que la
represalia haya venido por parte de la guerrilla, los paramilitares, incluso el
ejército ha tenido su participación en eso sin embargo no lo consideran como
un actor armado. Mientras que la persona en situación de vulnerabilidad, es
la persona común y corriente que no cuenta con recursos necesarios, que es
pobre, que no tiene con qué subsistir pero que no hay sufrido el flagelo de la
confrontación armada (Fragmento de entrevistas, refiriéndose a que es una
víctima).

Otro asunto que se puede derivar de la representación social basada en dolor y la afecta-
ción, que es abordado por Baró (1990), como se mencionó anteriormente, es el establecimiento
de relaciones de desconfianza y la necesidad de la reclamación como estrategia para el ejercicio
de participación y liderazgo dentro de la mesa, resaltado por el discurso del siguiente participante:

a nosotros ahí nos toca una lucha bastante fuerte con todas las instituciones
y mirar a ver que… por que como para víctimas no hay plata… pero enton-
ces no las queremos ni ver ni nada y lo mismo pasa por lo menos cuando
hay reunión de consejo…para que llevan el enlace? Para que llevan la….la
secretaria de integración social… de victimas que saben?...no saben nada..
a quien deberían llevar a la mesa.. es que la mesa si sabe cómo es todo el
cuento con las víctimas y lo siente… pero que ah que.. pasa que van a hablar
lo de las victimas… no saben nada.. a duras penas este año pasado hicieron
una caracterización para saber qué población victima hay (Fragmento de las
entrevistas, refiriéndose a la institucionalidad)

En este sentido es importante resaltar que los participantes validan el hecho de que las
víctimas conocen sus propias realidades, y sufrimiento en estas situaciones por la que han teni-
do que atravesar, mientras que una persona ajena, que en la mayoría de veces es un funcionario
de la institucionalidad, al parecer no presentan la competencia suficiente para comprender la
dimensión de las problemáticas que se les presenta

porque de cierta manera nosotros nos identificamos más con una persona que
sabe nuestra.. ósea que comparte el mismo dolor con nosotros mismos, enton-
ces más fácil nos identificamos y podemos decir, vea me paso esto o tengo tal
cosa, que podemos hacer o q… entonces es más fácil que uno pueda decir libre-
mente que está sintiendo lo que le está pasando (Fragmento de las entrevistas,
refiriéndose a la identificación con las mismas víctimas para la atención)

CAPÍTULO x 1113
El segundo tipo de representación social encontrada, está fuertemente arraigada o evi-
dencia el contenido de la información que han recibido los participantes de parte de las entida-
des gubernamentales, esto quiere decir que muchos de los discursos definían a la víctima como
el sujeto que denomina la ley 1448, y se les dificultaba tener otra perspectiva del concepto: “...
para mí la víctima… pues…las personas que han pasado por hechos victimizantes a causa del
conflicto armado como lo dice la ley 1448 en el Artículo 3º…No se eso.. (Fragmento de entre-
vistas, refiriéndose a que es una víctima).

Este concepto que ha producido la ley, se convierte entonces en una representación so-
cial que cobija las producciones discursivas que alrededor de la Víctima se están dando, pues
el mismo concepto valida el lugar del sufrimiento y los procesos de reclamación de derechos
como estrategia para los ejercicios participativos de estos sujetos.

Conclusiones

La participación es un asunto complejo que para Dueñas y García (2012), implica tres
componentes: hacer parte de algo, tomar parte de algo y provocar algo, también mencionan que
en los tres componentes está involucrada una meta, es decir algo por lo cual se participa, una
motivación.

En el caso de las personas que participan dentro de la mesa de víctimas, lo que los moti-
va son los procesos de reclamación que pueden generar, teniendo en cuenta que muchos de los
participantes han asumido dos tipos de presentaciones sociales (encontradas hasta el momento
en los análisis previos de la presente investigación), la primera que está relacionada con que la
víctima es la persona que ha “Sufrido”, situaciones que lo ha dejado sin estabilidad y que el pro-
ceso de recuperación tanto material como emocional se encuentra a medias, en consecuencia se
hace necesario trabajar en función de que esta situación sea diferente.

Esta primera representación es reforzada por la segunda que emerge que esta medida
por la conceptualización forzada a partir de los conocimientos o el concepto que han asumido
los participantes desde la lógica de la Ley 1448, que es la normativa establecida para la atención
a la víctima, en este sentido la normativa lo que hace es tecnificar y de cierta manera homoge-
nizar a las personas que han pasado por estas situaciones imponiendo una categoría, que a su
vez es sumida por los sujetos. Es importante resaltar que esta categoría no dista de la noción de
dolor y sufrimiento, pues también es considerada.

CAPÍTULO x 1114
Los teóricos revisados dan pista de cómo se puede relacionar estas representaciones con
el ejercicio de participación, dado que retomando a Baró (1990), las personas que pasan por un
trauma psicosocial generan predisposiciones frente al relacionamiento con la institucionalidad,
que en ocasiones se convierte en el “Culpable”, o la parte que no tiene el suficiente conocimien-
to de la situación de los sujetos, porque no la ha vivido, invalidando muchos de sus procesos de
acompañamiento e intervención.

En este sentido, la institucionalidad tendría un gran reto y es fortalecer los lazos de con-
fianza que fueron quebrantados por los procesos históricos que se han desarrollado, además de
capacitar a los funcionarios en estrategias efectivas para el acompañamiento de esta población,
ya que muchas de las acciones que se realizan en la actualidad, según los propios participantes
son percibidas como descontextualizadas y trasgresoras, desembocando en acciones con daño,
que no colaboran a la generación de nuevas significaciones de la categoría “Víctima” y sobre
todo a la superación de la misma por parte de los sujetos.

CAPÍTULO x 1115
Obra citada

Abric, J-C. (2001). Prácticas Sociales y Representaciones. México, D.F: Ediciones Coyoacan

Baró, I. (1990). Psicología Social de la Guerra: Trauma y Terapia. Efectos psicosociales de la


guerra, el trauma psicosocial. San Salvador, El Salvador: UCA Editores.

Barrero, E. (2008). De Macondo a Mancuso, conflicto, violencia política y guerra psicológica


en Colombia. Bogotá: Corporación catedra libre Ignacio Martin Baró.

Berger, P. y Luckmann, T. (1968). La construcción social de la realidad. Buenos Aires: Amo-


rrortu editores S. A.

Berrio, J. (2013). “Las mesas de participación de víctimas: ¿Una frustración más o un mecanis-
mo de transformación social?”. Revista de Derecho , No. 31, Universidad de los Andes,
Facultad de Derecho, Bogotá, Colombia.

Comisión Nacional de Reconciliación y Reparación. (2007). ¿Soy una víctima? Tengo derechos.
Colombia: Comisión Nacional de Reconciliación y Reparación – Organización Interna-
cional para las Migraciones.

Contreras, M. (2003). “El conflicto armado en Colombia”. Revista de derecho, Universidad del
Norte (Barranquilla, Colombia) N° 19, Junio, Clinic, 68 (3), pp. 197-212.

Giner, C. (2011). “Aproximación Psicológica de la Victimología”. Revista Derecho Penal y


Criminología de la universidad Externado de Colombia, Bogotá, Colombia.

Hernández, R. (2010). Metodología de la investigación, Quinta Edición. México D.F.: Edito-


rial Mc Graw Hill.

Ley 387 de 1997

Ley 418 de 1997

Ley 975 de 2005

Ley 1448 de 2011

Moscovici, S. (1961). El psicoanálisis su imagen y su público. Editorial Huemul S. A.

Ortega, M. (2004). “Representaciones sociales de pobreza y prácticas sociales, un estudio com-


parativo”. En: Salvador A. (Comp.), Del pensamiento social a la participación social,

CAPÍTULO x 1116
estudios de psicología social en México. México: Editorial SOMEPSO (Sociedad Mexi-
cana de Psicología Social), pp. 193-194

Sayago, S. (2014). “El análisis del discurso como técnica de investigación cualitativa y cuan-
titativa en las ciencias sociales”. Revista: Cinta de Moebio, núm. 49. Universidad de
Chile. Santiago, Chile

Truño, M. (2010). Reflexiones sobre la categoría de víctima de violencia política con mirada
de género. Barcelona, España: Institut Català Internacional per la Pau – Universidad de
Barcelona.

Obra citada de Internet

Centro Nacional de Memoria Histórica (2014). Informe General Centro Nacional de Memoria
Histórica “Basta ya”. Recuperado de http://centrodememoriahistorica.gov.co/descar-
gas/informes2013/bastaYa/capitulos/basta-ya-cap2_110-195.pdf

Moscovici, S. (s.f). El campo de la Psicología social. Recuperado de: https://sociopsicologia.


files.wordpress.com/2012/05/serge-moscovici-el-campo-de-la-psicologia-social1.pdf

Registro Único de víctimas a corte 01 de Mayo de 2016, recuperado de: http://rni.unidadvicti-


mas.gov.co/RUV

CAPÍTULO x 1117
MEMORIA Y OLVIDO: PASADOS, SILENCIOS,
DEUDAS Y OLVIDOS EN LA CONSTRUCCIÓN
DE LA MEMORIA SOCIAL

CoordinadorES

Mónica Elivier Sánchez González

Luis Fernando Macías García

CAPÍTuLO xi
MEMORIA Y OLVIDO: PASADOS, SILENCIOS,
DEUDAS Y OLVIDOS EN LA CONSTRUCCIÓN
DE LA MEMORIA SOCIAL

CoordinadorES

Mónica Elivier Sánchez González

Luis Fernando Macías García

La relevancia de hacer un alto sobre la construcción de la memoria social se debe a la


complejidad de los procesos que atraviesa y atraviesan a la sociedad. Al respecto nos pre-
guntamos por la manera en que la presencia sostenida de la violencia, de la muerte, su
sistematización, el encubrimiento y descubrimiento de fosas comunes, son o no elementos
presentes en el establecimiento de la memoria. Sin perder de vista a aquellos, sus deudo-
res, victimarios. En suma, a los diferentes planos de la sociedad, a las funciones del siste-
ma, a los actores, al individuo, al sujeto, a la persona, al propio tejido social. Este ejercicio
requiere de las herramientas que las ciencias sociales, las humanidades y las ciencias de
la conducta puedan proveer, para hacer frente a uno de los retos más importantes que
aquejan a la sociedad, su memoria.

El objetivo es reflexionar sobre los elementos, ausencias, procesos y condiciones que en-
frenta la construcción de la memoria en los diferentes contextos sociales actuales.

CAPÍTULO xi 1119
Género y violencia en contextos universitarios:
la memoria como visibilización, aprendizaje y
reconstrucción

Norma Angélica Gómez Méndez1

Resumen: El presente capítulo, a partir de los resultados de investigación en una universidad


pública de la Ciudad de México, analiza las características e impactos en la vida de las y los
jóvenes que estudian en instituciones de educación superior (IES) y que enfrentan situaciones
de violencia de género en sus relaciones de pareja, con el objetivo de debatir, visibilizar y actuar
en consecuencia frente a este problema como un ejercicio vital de reconstruir la memoria social
sobre la violencia no para la re-victimización sino para la recomposición de un tejido social
que en las prácticas sociales, aun asume a la violencia de género como algo normal. Además se
discute la necesidad de que la memoria social, entendida desde la perspectiva de Pierre Bour-
dieu, sobre la violencia de género abre la posibilidad para la visibilización y el aprendizaje, no
sólo para quienes han vivido la experiencia sino para las propias instituciones educativas, los
gobiernos y la ciudadanía.

Palabras clave: violencia de género, jóvenes, universidades.

Summary: This chapter analyzes the characteristics and impacts on the lives of young people
studying in universities and facing situations of gender violence in their relationships in order
to discuss, highlight and face this problem as a vital exercise to reconstruct the social memory
of violence not for re-victimization but for repair the assumption in the social structure that
violence in relationships is normal. We discuss that the need for the social memory, from Pierre
Bourdieu’s perspective, on gender violence opens the possibility for visibility and learning, not
only for those who have lived the experience but also for the educational institutions, govern-
ments and citizens.

Keywords: Gender violence, youth, universities.

Doctora, Profesora-investigadora en la Universidad Autónoma de la Ciudad de México.


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Email: normagomezm@gmail.com

CAPÍTULO xi 1120
Introducción

El análisis sobre el problema de la violencia de género y, particularmente de la violencia


hacia las mujeres en relaciones de pareja, es ya de larga data en México y ha generado impor-
tantes investigaciones no sólo desde las ciencias sociales y las humanidades, también desde la
psicología, la psiquiatría, la medicina, por mencionar solo algunas disciplinas. Pero es a partir
de los años noventa que la visibilización del problema de la violencia cobra importancia desde
le punto de vista público y político y sale de la esfera privada-doméstica.

Esta visibilización, producto de la acción colectiva, del trabajo académico y de compro-


misos internacionales adquiridos por el gobierno mexicano, ha generado un renovado interés
investigativo y múltiples acciones por conocer, comprender y atender el fenómeno. No es cosa
menor que México ya cuente con encuestas específicas para medir el problema2, que existan
mecanismos jurídicos que la sancionen como la Ley General de Acceso de las mujeres a una
vida libre de violencia (2007), y que sea un tema que, incluso las redes sociales han permitido
evidenciar cotidianamente. Sin embargo, frente a este creciente interés por analizar el problema
de la violencia de género, ésta persiste y parece acrecentarse si tomamos en cuenta el flagelo del
feminicidio, la forma más extrema de la violencia en contra de las mujeres.

En este sentido, este trabajo presenta algunos hallazgos de la investigación realizada


entre 2013 y 2015 sobre el problema de la violencia de género en las relaciones de pareja de
mujeres y hombres estudiantes de educación superior en la Universidad Autónoma de la Ciudad
de México3 a partir de los resultados cuantitativos y la información cualitativa que nos permi-
tieron distinguir los tipos de violencia que prevalecen entre las y los jóvenes que transitan por
espacios universitarios públicos, las formas en cómo conciben las relaciones entre los géneros
y los impactos en sus propias vidas al momento de experimentar diferentes formas de violencia
por parte de sus parejas, novios o cónyuge.

En el presente trabajo se busca debatir en torno al posible papel que juega la memoria

2
Entre ellas, podemos mencionar la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de los Hogares (Endireh), la Encuesta
Nacional sobre Violencia en el Noviazgo (Envin).
3
Esta investigación se realizó por la autora de este trabajo y María Elena Pedraza Domínguez, profesora-inves-
tigadora de la Universidad Autónoma de la Ciudad de México en el marco del proyecto Diagnóstico, análisis y
propuestas de atención y prevención de la violencia de género entre las y los estudiantes de licenciatura de la
Universidad Autónoma de la Ciudad de México (UACM) financiado por la Secretaría de Ciencia, Tecnología e
Innovación del Distrito Federal en convenio con la UACM. Los detalles y resultados de la investigación están
publicados en: Gómez, N. y Pedraza, M.E. (2015). (coords.). Género, relaciones de pareja y violencia en contextos
universitarios. Análisis de la Universidad Autónoma de la Ciudad de México. México: Itaca y UACM.

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social como un proceso en el que la cultura, y en ella una forma particular de vivir las relaciones
entre los géneros, se reproduce, se legitima y se normaliza la violencia de género, pero tam-
bién como una posibilidad para la recomposición de un tejido social, para la visibilización y el
aprendizaje, no sólo para quienes han vivido la experiencia sino para las propias instituciones
educativas, los gobiernos y la ciudadanía. En este sentido, se asume que la persistencia de la
violencia de género evidencia que en la memoria social, por lo menos en el contexto de una
sociedad como la mexicana ha guardado muchos silencios.

El presente trabajo se organiza en dos apartados, el primero describe las premisas teó-
rico-metodológicas para el análisis de la violencia en las relaciones de pareja de las y los uni-
versitarios y su relación con la memoria social desde la teoría de Pierre Bourdieu, el segundo
analiza los resultados de investigación, enfatizando que la violencia emocional es un elemento
que configura las relaciones de pareja y que evidencia la persistencia de una normalización de
la violencia.

Las premisas sobre violencia de género en contextos universitarios

La investigación partió de algunas premisas básicas, por una parte, el supuesto de que
el campo académico universitario, en tanto espacio de relaciones sociales particulares y gene-
radora de habitus, permite acrecentar el capital cultural de las y los jóvenes. Este campo forma
parte, evidentemente, del espacio social en tanto sede de la coexistencia de posiciones sociales
de puntos de vista exclusivos, aunque relativos en el tiempo (Bourdieu, 1999).

Cada institución educativa superior, está posicionada en el mundo -pensemos en la dis-


tinción entre instituciones de educación superior públicas y privadas, por lo menos- los agen-
tes, las y los estudiantes, académicos, administrativos, trabajadores manuales, etc. construyen
habitus producto de los diferentes capitales que cada uno de ellos posee y que se adapta a las
propiedades particulares de las instituciones o universidades que forman parte del campo aca-
démico universitario.

En tanto habitus entendemos, siguiendo a Pierre Bourdieu, que se trata de cómo el


mundo es comprensible porque el cuerpo de los agentes ha sido sometido a sus regularidades
de manera práctica que “restituye a la gente un poder generador y unificador, elaborador y cla-
sificador, y le recuerda al mismo tiempo que esa capacidad de elaborar la realidad social, a su

CAPÍTULO xi 1122
vez socialmente elaborada, no es de un sujeto trascendente, sino la de un cuerpo socializado.”
(Bourdieu, 1999, p. 181) que construye esquemas de percepción, apreciación y acción (prácti-
cas) que pueden cambiar constantemente “dentro de los límites de las imposiciones estructura-
les de las que son producto y que los definen” (p. 183).

Desde lo anterior, el concepto de habitus nos permite pensar en el papel de la cultura


como memoria social que representa las diversas formas en cómo se han acumulado los dife-
rentes capitales de los agentes a lo largo de sus experiencias y prácticas sociales, además refiere
al juego entre pasado, presente y futuro: el pasado como experiencia, como una predisposición
o pre-ocupación para actuar, pensar y sentir de los agentes. El presente como manifestación de
las regularidades producidas por el habitus; y el futuro para las posibilidades de anticipación.
De esta forma, el habitus predispone a los agentes para mantenerse en un determinado campo
social y jugar el interés que define a cada campo. El concepto de capital hace referencia aque-
llos recursos simbólicos y/o materiales acumulados que están en juego y en lucha en cada uno
de los campos sociales y por tanto, que orienta las prácticas sociales de los agentes dotados de
habitus (Bourdieu, 1998; Gutiérrez, 1997).

De una manera correspondiente al habitus como una matriz generadora de respuestas


adaptadas, la cultura dota a los agentes de capacidades para actuar y organizarse pero estas ca-
pacidades están distribuidas de manera desigual entre los agentes, dependiendo de la posesión
y distribución de los recursos o capitales (materiales y simbólicos), de la pertinencia y eficacia
de los capitales en un campo de acción específico porque sólo algunos capitales funcionan así
como de las limitaciones estructurales.

Aquí resalta la importancia de pensar en términos de género, como un campo primario


de relaciones sociales basadas en las distinciones históricamente construidas y percibidas entre
los sexos (Scott, 1996, p. 289) que definen las prácticas sociales en otros campos.

Siguiendo a Joan Scott (1996), la categoría de género permite observar una forma de re-
laciones significantes de poder a partir de cuatro elementos básicos: a) símbolos culturales que
evocan representaciones múltiples y contradictorias (por ejemplo, señala Scott, Eva/María), b)
conceptos normativos que dotan de sentido a las interpretaciones sobre los símbolos culturales
(doctrinas religiosas, educativas, científicas, legales, políticas) y que definen que es lo mascu-
lino y lo femenino, c) que el género no solo se construye por relaciones de parentesco, también
por la economía y la política y, finalmente, d) el género no es solo la oposición hombre/mujer,
sino múltiples identidades porque son subjetivas (Scott, 1998, pp. 290-291).

CAPÍTULO xi 1123
Scott retoma a Pierre Bourdieu4 para señalar que la división del mundo que se ha basado
en las diferencias biológicas, ha determinado la división sexual del trabajo y “actúa como ‘la
mejor fundada de las ilusiones colectivas’” (p. 292)

Establecidos como conjunto objetivo de referencias, los conceptos de género


estructuran la percepción y la organización, concreta y simbólica, de toda la
vida social. Hasta el punto en que esas referencias establecen distribuciones de
poder (control diferencial sobre recursos materiales y simbólicos, o acceso a los
mismos), el género se implica en la concepción y construcción del propio poder.
(Scott, 1998, p. 293).

Así, se asume que la experiencia de la vida universitaria, de las y los jóvenes5 a la uni-
versidad, puede redundar en un mayor capital cultural en un campo (la universidad) en donde es
posible confrontar diferentes puntos de vista políticos, sociales, religiosos y económicos, esto
contribuiría –nunca determinaría- a generar una reflexión más crítica sobre el espacio social lo
que, a su vez, abre la posibilidad de construir prácticas sociales más autónomas6 y una mayor
capacidad para tomar decisiones individuales que permitiría, particularmente a las mujeres,
confrontar los supuestos culturalmente construidos sobre lo que es ser hombre y ser mujer. Al
mismo tiempo, es posible afirmar que para muchos casos, ya no para la mayoría de las y los
universitarios que el paso por la universidad genera un mayor empoderamiento simbólico y
económico

Las definiciones y percepciones sobre lo que es (se cree) ser mujer y hombre subyacen
a la ideología de género, bajo el argumento de que el campo académico universitario es uno de
los campos en donde las y los agentes interactúan y que está influenciado por dicha ideología y
las propiedades del espacio social de donde vienen los propios estudiantes, es decir, si los ha-
bitus representan la cultura de una determinada sociedad, y entendemos que la memoria social
refleja dicha cultura, esto importa para comprender la persistencia de la violencia de género en
nuestras sociedades actuales y en los propios espacios universitarios.

4
Scott dialoga con Pierre Bourdieu desde lo que plantea en El sentido práctico. Véase Bourdieu, P. (2007). El
sentido práctico. Argentina: Siglo XXI Editores.
5
Es importante señalar que para el caso de estudio de la investigación, la UACM, la mayoría de los universitarios
son jóvenes, sin embargo, el proyecto educativo promueve el ingreso de cualquier persona, mientras tenga un
certificado de educación media superior.
6
El concepto de autonomía está relacionado con el concepto de poder, desde una perspectiva de género el poder
estaría vinculado con el proceso de toma de decisiones, el acceso y control de los recursos materiales y simbólicos,
en donde las mujeres deberían tener mayores oportunidades de acceder a recursos y tomar decisiones, es decir,
mayor equidad; mientras que por autonomía retomamos a Casique (2001) quien la define como: “la libertad de
las mujeres sin el control de los otros en la familia, especialmente sus cónyuges o parejas, o, en otras palabras, la
capacidad para tomar iniciativas y decisiones sin la aprobación de sus parejas.” (p. 21, traducción mía.)

CAPÍTULO xi 1124
Se considera también que existen vínculos importantes entre los diferentes espacios
sociales donde las y los estudiantes están inmersos, la violencia de género en las relaciones de
pareja de las y los estudiantes en instituciones de educación superior tiene una estrecha relación
con los espacios doméstico, laboral, político, económico, etcétera.

Los estudios de género en los debates contemporáneos hacen la distinción entre violen-
cia familiar y violencia de género. Definen la violencia de género como aquella que se da en
contra de las mujeres por su sola condición de género, es decir, por el solo hecho de ser muje-
res, ya sean adultas, niñas o de la tercera edad; es ejercida generalmente por hombres, y de eso
nos hablan los registros que se llevan en las distintas instituciones que procuran y administran
justicia en el país, y también las instituciones que prestan servicios de atención en salud física
y emocional, como la Secretaría de Salud Federal, Estatal y Municipal.

La violencia familiar se distingue de la violencia de género en que se da dentro de la


casa. Generalmente es ejercida por los cónyuges varones sobre sus esposas, parejas sexuales o
concubinas. Hablar de violencia familiar contrasta a más no poder con la noción de hogar como
un espacio –generalmente idealizado– de protección y seguridad; si hay violencia en él, el ho-
gar puede representar un severo riesgo para las mujeres y los otros integrantes de la familia que
son víctimas de violencia (Jiménez, 2007, p. 16).

Aunque la violencia de género se da también dentro de las familias, se extiende a los


ámbitos de la vida pública; en todos los espacios de la vida cotidiana es reforzada por algunas
de las instituciones del Estado que procuran educación, salud y trabajo, y también por institu-
ciones privadas que procuran información, trabajo y servicios, así como por las religiones. Este
tipo de violencia incluye la misoginia y la homofobia (Jiménez, 2007, p. 16). En este sentido,
diversos trabajos de investigación empírica hablan de la violencia de género y de la violencia
contra las mujeres en un sentido estructural, porque el orden patriarcal así lo permite.

El estudio de la violencia contra las mujeres en las instituciones de educación superior


ha sido un tema abordado desde los estudios de género, en un primer momento con la intención
de visibilizar las prácticas violentas contra las mujeres que decidían realizar estudios de licen-
ciatura; por el simple hecho de atreverse a incursionar en la universidad, espacio considerado
como meramente masculino, las mujeres eran víctimas de la violencia en todos sus tipos. En
este sentido es necesario estudiar la violencia entre los jóvenes teniendo como contextos los
espacios educativos, porque tal violencia es un hecho que se investiga para fortalecer y dar
cumplimiento a los Derechos Humanos, y por el compromiso adquirido por el Estado mexicano

CAPÍTULO xi 1125
al firmar y ratificar los acuerdos y tratados internacionales para prevenir, sancionar y erradicar
la violencia contra las mujeres y la de género en todos los ámbitos de la vida pública y privada.

Apuntes metodológicos

Este texto presenta resultados de investigación a partir de la aplicación de una metodo-


logía mixta: a) la revisión en torno al estado del arte sobre el tema, en particular en instituciones
de educación superior (IES), b) los resultados del trabajo de campo en la Universidad Autóno-
ma de la Ciudad de México (UACM) con la aplicación de cuestionarios y entrevistas en profun-
didad a mujeres y hombres estudiantes de licenciatura, así como entrevistas semiestructuradas
a funcionarios universitarios7.

La parte cuantitativa se basó en dos encuestas nacionales elaboradas por el Instituto


Nacional de Estadística y Geografía (INEGI): el cuestionario módulo para jóvenes )entre 15 y
24 años de edad) de la Encuesta Nacional sobre Violencia en el Noviazgo (Envin) y el cuestio-
nario general para mujeres, casadas o unidas de la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las
Relaciones en los Hogares (Endireh) del INEGI. Los cuestionarios tuvieron como objetivos,
conocer las características socio-demográficas, económicas y de presencia de género de las y
los estudiantes, en total se aplicaron 374 cuestionarios con base en una muestra representativa
de los cinco planteles que conforman a la UACM.

La parte cualitativa se basó en entrevistas en profundidad a estudiantes que señalaron


presencia de violencia de pareja en los cuestionarios y entrevistas semiestructuradas a funcio-
narios de la universidad, principalmente los coordinadores de los colegios, quienes se encargan
de la administración de las diferentes licenciaturas de la universidad8.

En este trabajo interesa el análisis de las entrevistas a las y los jóvenes que han experi-

7
Con una población total al segundo semestre de 2014 de 14528 estudiantes inscritos, de ellos 7514 son mujeres
y 7014 hombres. Para un mayor detalle de la metodología aplicada, véase Gómez, N. A. y Pedraza, M. E. (2015).
(coords.). Género, relaciones de pareja y violencia en contextos universitarios. Análisis de la Universidad Autóno-
ma de la Ciudad de México. México: Itaca y UACM. Se destaca el hecho de que aunque fue una muestra aleatoria,
la mayoría de las y los encuestados dijeron tener parejas heterosexuales.
Un pendiente en la investigación en ciencias sociales y sobre las instituciones de educación superior es el análisis
sobre la violencia en relaciones de pareja homosexuales.
8
La UACM está compuesta por tres colegios: Ciencias y Humanidades, Ciencia y tecnología y Humanidades y
Ciencias Sociales, estos tres colegios representan una oferta de 14 licenciaturas, 8 maestrías y 1 doctorado.

CAPÍTULO xi 1126
mentado violencia en sus relaciones de pareja con los objetivos de conocer sus percepciones,
prácticas y significados que otorgan a la violencia de género y a sus propias experiencias de
violencia, para encontrar los vínculos con esa memoria social que de manera contradictoria le-
gitima y estigmatiza la violencia en las relaciones de pareja, producto de una concepción sobre
las relaciones sociales entre los géneros.

Violencia de género y de pareja en espacios universitarios

Se señaló, líneas antes, que es posible afirmar la relación entre acumulación de capital
cultural e ingreso a la universidad como posibilidad de empoderamiento, principalmente para
las mujeres y de ahí, las posibilidad de reducir o por lo menos cuestionar la violencia como
forma de relacionarse con una pareja. Este supuesto es acorde con lo que ha planteado la mayor
parte de las teorías feministas. Sin embargo, algunos trabajos entre los que se destacan Casique
(2008) y Delgadillo y Arteaga (2010), han señalado, a partir del análisis de la Endireh que la
relación entre empoderamiento femenino, autonomía y poder de decisión no están redundan-
do en la disminución de la violencia de las parejas masculinas hacia las mujeres: 1. Mujeres
menos subordinadas y más igualitarias padecen más violencia emocional y económica, 2. Las
mujeres con un alto poder de decisión en sus hogares también sufren más violencia emocional,
económica, 3. La violencia sexual, económica y emocional aumenta con un mayor nivel de
autonomía (Casique, 2008, pp. 242-244 con datos de la Endireh 2003).

Por su parte Delgadillo y Arteaga señalan, a partir de la Endireh 2006:

que las mujeres con mayor probabilidad de ser objeto de violencia son las que
trabajan fuera del hogar, en comparación con las que no. [...] Del mismo modo
las mujeres con más escolaridad son propensas a una mayor agresión. […] las
mujeres en procesos de empoderamiento o bien empoderadas, se encuentran
en mayor condición de riesgo de sufrir algún tipo de violencia. (2010, p. 7).

El argumento principal frente a esta realidad tiene que ver con lo que hace el empodera-
miento de las mujeres en las relaciones tradicionales entre los géneros “en un contexto patriar-
cal introduciría situaciones de inconsistencia entre la nueva relación de poder hombre-mujer en
la pareja y las normas sociales prevalentes, lo que llevaría a situaciones conflictivas y al uso de
violencia” (Casique, 2008, p. 235).

CAPÍTULO xi 1127
a) Jóvenes universitarios y relaciones de pareja

Es importante destacar las particularidades del caso de estudio, la Universidad Autóno-


ma de la Ciudad de México (UACM) para evidenciar la importancia que tiene el espacio social,
el contexto en las características de la violencia en las relaciones de pareja. Las y los estudiantes
de la Universidad Autónoma de la Ciudad de México, residen en un 27.3 por ciento en la dele-
gación Iztapalapa, la cuarta delegación con mayor índice de marginación en el contexto de la
ahora Ciudad de México y el municipio con mayor número de habitantes del país9; en segundo
lugar, viven en la delegación Gustavo A. Madero (18.6 por ciento) que ocupa el séptimo lugar
en marginación10. Asimismo, el porcentaje de la población ocupada con ingresos de hasta dos
salarios mínimos mensuales representa el 36 y 32.8 por ciento respectivamente.

Estos datos son relevantes porque siguiendo a Pierre Bourdieu, la estructura del espacio
social, se conforma por las historias de vida de sus habitantes que reflejan, manifiestan y repre-
sentan, como “uno se hace” para lo que es hecho, porque se ha nacido en condiciones sociales
específicas, en cierto campo social, con sus múltiples y muy diversas posiciones sociales; se
ha convivido con ciertas personas que comparten (o no) historias, vivencias, gustos, intereses,
conflictos y también cómo dichos agentes transforman su entorno y se adaptan a él.

Formar parte de un espacio considerado como marginado y pobre, define cómo los
agentes se apropian y se desenvuelven en dicho espacio físico-social, de cómo, defienden y
mantienen su identidad, su arraigo al lugar, de cómo gestionan, luchan y acceden a los servicios
públicos y privados, de las ocupaciones laborales que realizan y de las condiciones en las que
las ejercen, de cómo participan política y socialmente, de cómo establecen sus relaciones socia-
les y de las formas en cómo conciben las relaciones entre los géneros.

Las posiciones de los agentes en el espacio social, siempre en lucha y conflicto, definen
ciertas formas de ser e interactuar: ser un habitante (por gusto o no, por convicción o no, por
decisión propia o no) define habitus particulares y distinciones (aunque no definitivas y deter-
minantes) en contraste, por ejemplo, con los habitantes de otras delegaciones o municipios con
menores índices de marginación y, generalmente, con un acceso más equitativo a los servicios
públicos y mejores condiciones de vida11.
9
La delegación Iztapalapa, según los resultados del Censo de Población y Vivienda de 2010 tiene 1,815,598 ha-
bitantes (INEGI, 2010).
10
Con una población de 1,185,772 habitantes (CONAPO, 2010).

11
“Para explicar mejor las diferencias de estilo de vida entre las distintas fracciones –particularmente en materia

CAPÍTULO xi 1128
Además, el 45.6 por ciento de las y los estudiantes de la UACM, tienen entre 23 y 27, se-
guidos de quienes tienen entre 18 y 22 años (34.4 por ciento), de ellos 87.7 por ciento es soltero
y 10.1 por ciento está casado o en unión libre. Asimismo, respecto a su condición de actividad,
43 por ciento realiza algún tipo de actividad remunerada, de este porcentaje 58 por ciento son
varones y 42 por ciento mujeres (Gómez, 2015, p. 174).

De los estudiantes que trabajan, 38.6 por ciento ganan entre 500 y 2000 pesos mensua-
les. Tomando en cuenta el salario mínimo vigente de 2014, casi 40 por ciento de los estudian-
tes que reportaron trabajar ganaban menos de un salario mínimo mensual, mientras que 27.8
por ciento se ubicaba en el rango de 2000 a 4000 pesos mensuales (entre uno y dos salarios
mínimos), y por último, 24.7 por ciento reportó ingresos entre dos y cuatro salarios mínimos.
Mientras que 75.5 por ciento de los estudiantes desocupados no reciben ningún tipo de ingreso,
quienes tienen alguna actividad remunerada esporádica o de fin de semana, reciben el apoyo de
sus padres o disponen de una beca de estudios otorgada por la UACM), tienen ingresos inferio-
res a dos salarios mínimos (Gómez, 2015, p. 181-182).

b) La normalización de la violencia

Poco más de la tercera parte de los estudiantes encuestados (32.9 por ciento) señalaron
que de vez en cuando se suscitaron ofensas e insultos en el ambiente familiar de la infancia y
la adolescencia, esta situaciones se daba en las relaciones cotidianas de ambos padres. En los
casos en que se reportó violencia física (15.8 por ciento), casi la mitad señaló que era del padre
hacia la madre.

Un aspecto interesante es que las y los estudiantes, cuando refieren insultos, ofensas o
gritos dirigidos a ellos, no los consideran violencia o agresiones, sino un comportamiento nor-
mal de los padres a los hijos “para corregir” conductas o comportamientos y particularmente
de las madres hacia las hijas. Y quienes recibieron golpes o agresiones físicas (31.7 por ciento
del total de las y los encuestados), casi el 60 por ciento lo recibía de la madre, quien agrede
físicamente a hijos e hijas, mientras que el padre golpea más a los varones.

Las y los estudiantes señalaron, en la mayor parte de los casos que la violencia se ma-
nifiesta en las diferentes formas de control – que ejercen principalmente los varones sobre las
de cultura- habría que tener en cuenta su distribución en un espacio socialmente jerarquizado.” Y más adelante en
la nota al pie número 30 señala “Sería preciso detallar todas las propiedades culturales que obtienen los individuos
por el hecho de su posición en el espacio geográfico, y, entre otras cosas, por medio de la calidad de los contactos
sociales (las “frecuentaciones) que favorece la proximidad espacial.” (Bourdieu, 1988, p. 120-121)

CAPÍTULO xi 1129
mujeres– de los actos cotidianos del otro, no se trata necesariamente de manifestaciones de
violencia física, como golpes, bofetadas, rasguños, o mediante el uso de algún tipo de objeto
material, para infligir daño en el cuerpo de la otra persona.

No obstante, los resultados muestran que las mujeres también agreden a sus parejas,
como señala María Elena Pedraza (2015) las investigaciones sobre violencia de género en-
cuentran que si bien el ejercicio de la violencia, en cualquiera de sus diferentes tipos, es pri-
mordialmente masculino, las mujeres también ejercen violencia como una forma de responder
a las agresiones de sus parejas y como un estilo de interlocución con ellas que cuestionan, en
muchas ocasiones, la forma de establecer relaciones tradicionales de pareja, es decir, la cons-
trucción de una forma menos subordinada de ser de las mujeres quienes buscan demostrar que
no aceptan las agresiones y responden a ellas, aunque estas respuestas pueden generar una
mayor violencia.

Además, las expresiones más comunes de ejercer violencia son el control a través de
las llamadas telefónicas o los mensajes y la insistencia de las parejas (masculinas y femeni-
nas) para verse todos los días; el control de los espacios y tiempos a través de la presencia
constante de la pareja (principalmente masculina) y la manifestación directa de los celos,
como formas “que demuestran cariño o que a la pareja realmente le importa la relación, es
decir, una relación con la idea del amor romántico, basado en una construcción cultural sobre
lo femenino y los masculino y como forma típica de establecer relaciones de pareja porque las
y los encuestados no la conciben como violencia: De esta forma se establece una legitimación
de la violencia de los varones hacia las mujeres.

Contreras (2008) retoma los argumentos centrales de la teoría feminista (Dobash y


Dobash, 1979), la teoría de la cultura de la violencia (Wolfang y Ferracuti, 1967) y la teoría
del intercambio (Gelles, 1983)12 para explicar el proceso de legitimación de la violencia de
género y de pareja de manera multidimensional. Desde este planteamiento “la violencia entre
parejas se concibe como un reflejo de una cultura más amplia de violencia social […] pues
la misma aceptación de la violencia en general como forma de resolver conflictos legitima el
uso de la violencia entre parejas.” (p. 47). Al mismo tiempo, la cultura y sus normas legitiman
relaciones desiguales entre hombres y mujeres en donde, hasta la fecha ellos están en una po-

12
Las obras citadas por Contreras son: Dobash, R.E. y Dobash, R.P. (1979). Violence against wives. Nueva York:
Free Press, Wolfgang, M.E. y Ferracuti, F. (1967). The subculture of violence: towards an integrated theory of
criminology. Londres: Tavistock y Gelles, R.J. (1983). An exchanhe/social control theory. En Finkelhor et al. The
darks side of families: current family violence research (pp.151-165). New Park: Sage.

CAPÍTULO xi 1130
sición social superior “y en la que ellos tienen el derecho –y la obligación- de ejercer el poder
y, por lo tanto, de dominar a sus parejas mujeres” (p. 47) y finalmente porque la legitimación
se refleja en la escasez de sanciones para quien ejerce la violencia, bajo la idea de una mascu-
linidad hegemónica que les impone un “deber ser” como proveedores y autoridad en el hogar
no solo frente a las parejas, también con los hijos.

La mayoría de las y los estudiantes señalan que si bien sus parejas las aceptan como
son, y que en general, la relación de pareja significa un apoyo, son más los varones que mani-
fiestan que sus parejas femeninas nunca han sido un apoyo.

Respecto a cuáles son los factores que generan los conflictos o tensiones en la pareja
y cómo es que ellas y ellos los enfrentan, la mayor parte de los conflictos se genera por las
expectativas que tienen sobre la relación, principalmente por la pareja no cumple con lo que
promete, los celos y las amistades.

Aunque las diferencias entre hombres y mujeres son poco significativas, vale la pena
resaltar que ellas se molestan más con sus parejas masculinas porque tienen muchas amista-
des, no cumplen lo que prometen y consumen alcohol o fuman […] ellos manifiestan mayor
molestia porque sus parejas femeninas se molestan sin razón aparente. (Gómez, 2015, p. 191)

Enfrentar las tensiones de pareja es algo más complicado, sin que ello lleve necesaria-
mente a la violencia física, distinguir entre discutir, hablar y platicar no siempre es claro por lo
que en la mayoría de los casos las tensiones se discuten, no se hablan o en su caso se ignoran,
dejarse de hablar es una estrategia privilegiada frente al conflicto: 60 por ciento discute, 55
por ciento también se deja de hablar.

A la par de estas estrategias pero un poco menos significativas cuantitativamente, está


la presencia de los gritos (26.2 por ciento), los jalones (8.5 por ciento) y los golpes (4 por
ciento).

Y cuando se les interroga por la presencia de violencia en la cotidianidad de la relación


y no solo en los momentos de conflicto y tensión, la violencia física aparece: varias veces se
han empujado (19 por ciento), las han golpeado algunas veces (2.7 por ciento), el varón ha
golpeado la pared o roto objetos una vez (11 por ciento). Si bien las diferencias entre hombres
y mujeres en estas formas de violencia son poco significativas, hay mayor recurrencia de los
varones.

CAPÍTULO xi 1131
Frente a la presencia de violencia emocional, y física las y los encuestados muestran
una postura ambivalente hacia los roles tradicionales de género, e incluso hacia la violencia.
Por ejemplo cuando se les pregunta si los hijos son mejor educados por la madre que por el
padre, 46.3 por ciento señalaron no estar de acuerdo, este desacuerdo es mayor en las mujeres
que en los hombres; cuando se les preguntó si estaban de acuerdo con la frase “los hombres
son más agresivos que las mujeres” el 44.7 por ciento de las y los estudiantes dijo no estar de
acuerdo, de ese porcentaje, el 61 por ciento fueron mujeres. Sin embargo, el cuidado de los
hijos enfermos es una tarea en la que las mujeres están más capacitadas: 48.4 por ciento está
de acuerdo con que las mujeres tienen mayor capacidad, particularmente los varones (53.2 por
ciento, frente a 46.8 por ciento).

Es evidente que estos resultados muestran que la violencia de género y en las rela-
ciones de pareja no necesariamente se resuelve a través de una historia de vida con mayor
acumulación de capital cultural, persisten los valores y significados en torno a las relaciones
desiguales entre los géneros como se percibe en los testimonios de las y los estudiantes que
han experimentado violencia física en sus relaciones de pareja.

En esta investigación, la violencia está muy vinculada con dos aspectos centrales, por
una parte, la formalización de las relaciones de pareja en el caso del noviazgo ya sea entre
estudiantes de la universidad o con alguien ajena a ella en donde al momento de la formali-
zación los celos y el control se vuelven más evidentes, particularmente de los varones hacia
las mujeres yen donde en varios casos ellos cuestionan la asistencia de ellas a la universidad
considerándola como un espacio para la infidelidad femenina. Por otro lado el casarse, unirse
y/o embarazarse, antes del ingreso a la universidad o durante ésta; en muchos casos, la forma-
lización por embarazos no planeados implica vivir en casa de alguno de los padres, aunado a
la inestabilidad laboral y salarial, los problemas económicos y la reproducción de los roles de
género tradicionales en donde las mujeres se ven presionadas para dejar los estudios y dedi-
carse al hogar y al cuidado de los hijos; todos estos elementos tienen un impacto negativo en
el rendimiento escolar con el ausentismo y en algunos casos llevan a la deserción.

Ana, quien actualmente es egresada y madre de dos hijos explica cómo deciden jun-
tarse cuando ella queda embarazada a los 19 años y deciden vivir en casa de sus papás,
posteriormente los padres de su pareja les dan un departamento para vivir solos, a partir de
ese momento y con el nacimiento del segundo hijo se agudizan las tensiones y comienza la
violencia física.

CAPÍTULO xi 1132
nos dejamos según un tiempo y volví a regresar y me embaracé cuatro años
después y según de ahí ya teníamos una estabilidad, pero decido irme a mi
casa con él a la casa que era de él. Pero el problema fue que yo ya estaba
aquí en la escuela a él no le pareció esto y ya peleábamos y yo me desespera-
ba, porque era llegar hacer yo todo, él no me ayudaba y yo me desesperaba.
Yo tenía la responsabilidad de lavarles, plancharles, hacerles de desayunar,
para la escuela ver quien pasaba por ellos y él si podía pasaba y si no luego
estaba acostado ahí y yo haciendo cosas y él no me ayudaba y me enojaba
ya nos decíamos, luego nos golpeábamos fueron como tres veces que me
acuerdo que nos peleamos.

Llegó un momento en que me faltó al respeto y como estábamos en su casa


y me dijo que si no me gustaba que me fuera y le dije que sí que me iba a
ir, yo me alteré y le dije de cosas creo le aventé un peine y ya fue cuando
me dijo “ya me caíste gorda, ya estuvo” y me agarró de aquí del cuello, yo
tenía un espejo grandote y lo rompió y me puso un pedazo en el cuello y le
dije que si tenía el valor que lo hiciera que no nomás estuviera hablando a lo
pendejo y ya se calmó.

Ana terminó la relación con el padre de sus hijos, actualmente el los ve de vez en
cuando y aporta en contadas ocasiones. Ella tuvo el respaldo de sus padres para regresar al
hogar de origen, el padre la apoya económicamente para terminar sus estudios y su madre
le ayuda con el cuidado de los hijos. Aunque ella verbaliza que a veces se siente triste por
depender de sus padres pero reconoce que esa decisión le permitió salir de una relación vio-
lenta. Aquí, siguiendo a Casique (2008) se observa que los padres de Ana, no legitiman la
violencia masculina.

En el caso de un estudiante varón, el describe el problema de los celos frente a una pa-
reja que considera bonita y eso le genera inseguridad en un mundo en el que la masculinidad
parece definirse por el control sobre la pareja.

Estaba bonita, sí, estaba bonita, me gustó pero como estaba bonita tenía
muchos pretendientes, si, así era y ella si les daba entrada, si les daba alas a
todos, pero según decía que yo era el único, pero no, nunca lo noté así, a lo
mejor por ser hombre, si tenemos ese instinto de celos. Pero a mi nunca me
ha gustado tener celos, sentir celos, así de estar siempre compitiendo.

CAPÍTULO xi 1133
Conclusiones

Los estudios sobre violencia de género y de pareja reconocen el peso que tiene la cultura
con sus reglas, valores, normas en la definición de cómo “deben” ser las relaciones de pareja, en
este sentido, si pensamos a la memoria social como esa cultura que sigue reproduciendo rela-
ciones de género desiguales en donde la idea de una masculinidad hegemónica de proveeduría
económica, control y autoridad sobre los otros se mantiene y generalmente legitima la violencia
hacia las mujeres. Esta idea hegemónica sobre la masculinidad requiere un análisis mucho más
profundo de lo que implica la violencia no solo para las mujeres, sino para los varones en un
contexto en el que esta masculinidad comienza a cuestionarse, no solo desde el activismo y la
investigación, sino en las prácticas sociales con el aumento de la participación de las mujeres
en los diversos espacios públicos, con una mayor posibilidad de empoderamiento femenino al
responder a la violencia de las parejas con más violencia.

El ejercicio de visibilizar la violencia de género y de pareja de las y los jóvenes que


estudian en instituciones de educación superior en México busca evidenciar la necesidad de
cuestionar cómo es que esa violencia, parafraseando a Bourdieu, se encarna en los cuerpos y
permanece porque “La división entre los sexos parece estar ‘en el orden de las cosas’, como
se dice a veces para referirse a lo que es normal y naturalizado hasta el punto de ser inevitable
[…]. (Bourdieu, 2000, p. 21) sin embrago, la recuperación de la memoria, posibilita la cons-
trucción de estrategias que hagan que lo inevitable se transforme y se construya un interés de
investigación multidisciplinario de largo aliento que recupere las difíciles experiencias de vio-
lencia en diferentes campos sociales así como las posibilidades de prevención, atención y de
definición de una cultura no violenta en los contextos universitarios.

CAPÍTULO xi 1134
Obra citada

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CAPÍTULO xi 1135
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cpv2010/Default.aspx

CAPÍTULO xi 1136
Desplazamientos de las formas de
representación de la muerte en el advenimiento
de una sociedad que envejece; escandaloso
ascenso de una memoria emancipatoria de los
adultos mayores

Ana María Chávez Hernández13

Alejandro Klein Caballero14

Luis Fernando Macías García15

Resumen: El presente es un ensayo categorial que pretende poner a punto algunos temas teóri-
cos, que constituyen el imperativo para la construcción de categorías problematizadoras de un
estudio que apenas inicia sobre la configuración del mundo mental y la salud de los sujetos del
envejecimiento en nuestro entorno.

Palabras clave: envejecimiento, subjetividad.

Summary: This is a categorial essay that seeks to develop some theoretical issues, which are
imperative for building categories problematizing just starting a study on setting the mental
world ant the health of the subject of aging in our enviromental.

Keywords: aging, subjectivity.

13
Profesora investigadora, Departamento de Psicología, Universidad de Guanajuato, campus León.
Email: anamachavez@hotmail.com
14
Profesor investigador, Departamento de Gestión Pública y Desarrollo. Universidad de Guanajuato, campus
León. Email: alejandroklein@hotmial.com
15
Profesor investigador, Departamento de Filosofía, Universidad de Guanajuato, campus Guanajuato.
Email: luisfer@ugto.mx

CAPÍTULO xi 1137
Elementos para abordar este tema

Los estudios sobre envejecimiento no centrados en la medicalización de la tercera edad,


dan cuenta de la diversidad de condiciones sociales en las que se definen los procesos de sub-
jetivación de las etapas del final de la vida. La memoria, da cuenta de la vida humana y de las
trayectorias, registradas o no así como de las complicidades con las que se ha formado un dis-
ciplinamiento y un relato disciplinador.

Este movimiento rige en los procesos de transmisión y que tiene repercusiones en el


posicionamiento e interpretación del dolor en la vejez.

Presentamos los avances de una reflexión psicoanalítica y sociológica que será punto
de partida de próximos estudios sobre depresión suicido en adultos mayores, que sostendrán
el marco hipotético para el trabajo sobre conductas de riesgo en la tercera edad, en el campo
de investigación del envejecimiento y la vulnerabilidad del contexto regional contemporáneo.

Hasta hace unas décadas la construcción de subjetividad tenía un claro límite: la vejez.
Llegado a cierto punto, la jubilación indicaba el fin de cualquier promesa y el comienzo del fin,
es decir, la vejez no anticipaba sino el signo impostergable de la muerte como fin de cualquier
anticipación, descartando claro está, posibles opciones religiosas.

Sin embargo, las cosas han cambiado. Desde hace unas décadas la vejez no anticipa la
muerte, sino una renovación de la promesa, la promesa de nuevas oportunidades, nuevas pers-
pectivas, nuevos desafíos. No toda la población vieja participa de este nuevo clima cultural.
Investigaciones más detalladas deberían determinar dónde se encuentran los límites culturales
sociales y económicos entre estos “tradicionales” viejos y aquéllos, de tipo más “rupturista”.

En el orden denominativo, lo que Klein ha establecido como paradigmas “ambiguos”


(Klein, 2010a) brindará en buena manera el referente de la plataforma conceptual de nuestros
trabajos para el establecimiento teórico de categorías de estudio. Este concepto paradigmático,
ofrece la posibilidad de acercarse con un rigor histórico a los temas que tienen que ver con el
acceso a una representación de los modelos de vida que han estallado, durante el mismo trans-
curso de la vida contemporánea y, que dejan a quien arriba a la edad de la vejez con una serie
de términos sin acotamiento preciso.

Podríamos afirmar que esa especie de oferta significativa que ofrece el mundo con-
temporáneo en términos de una proliferación de objetos y prácticas de vida sustentados en
ofertas novedosas basadas en técnicas (biotectonológicas y comunicacionales) al dar acceso a

CAPÍTULO xi 1138
“sistemas referenciales novedosos”; ofrecen al adulto mayor también nuevos elementos para
formarse un texto sobre si y sobre la narrativa de su trayectoria de vida, y para emprender ac-
ciones en el mundo con carácter intersubjetivo, político y económico, también completamente
novedosos.

En estas condiciones de historicidad, la oferta para el sujeto del envejecimiento contem-


poráneo es incontornable desde un solo ángulo disciplinario, de manera que cualquier relato
que remita a si mismo, pasa por un proceso de reconstitución memorioso, en el que la certeza de
si mismo está expuesta a una tensión entre procesos de resignificación de cara a la oferta sim-
bólica del “imaginario social” y a las condiciones personales de procesamiento y codificación
de la experiencia en condiciones de una corporalidad cambiante (y en ocasiones extraña a los
mismos individuos), lo que implica que cualquier denominación no ha de ser sino acotada, en
condiciones de la ambigüedad que porta, a riesgo de volverse injusta o generadora de malestar.

En el caso peculiar que nos ocupa, cualquiera que sea la denominación que usemos ésta
será inconfortable y en cierto modo desafiante, por cuanto que se trata de repensar a sujetos
del envejecimiento no desde la óptica de la muerte sino desde las posibilidades profundas de la
valoración filosófica y ética radical; aquella que se hace cargo de las preguntas por el sentido y
valor que merece la vida para ser vivida.

Cuando nos referimos a sujeto del envejecimiento ¿se trata de “viejos”? Sí y no. ¿Se
trata de “adultos mayores”? Sí y no. ¿Se trata de la “tercera edad”? Sí y no. Estos soportes con-
ceptuales, parecen al menos multívocos y dan lugar a aporías y a metáforas que son también
ambigüedades conceptuales, que no indican sino que estamos ante nuevas modalidad culturales
(que algunos denominarán de posmodernas) y de construcción de subjetividad, cuyo campo
semántico puede ser liberador, ciudadanizante, incluyente, o bien terriblemente disciplinador,
y productor de sujetos destinados a ser solamente referentes de poderes planificadores desde el
punto de vista de un biopoder administrativo y mercadológico que hipotéticamente situaremos
en el marco de una nueva estructura psicosocial: la de “viejos-no viejos”.

Si consideramos las percepciones y los discursos del grupo “rupturista” de los viejos, su
emergencia disruptiva y casi escandalosa en el orden canónico del envejecimiento actual, radi-
ca en que ya no aceptan ser viejos. No aceptan el mandato generacional de la decrepitud, por
así decirlo. En ese punto hacen una verdadera confrontación transgeneracional, con resultados
imprevisibles. Se ha hablado de una revolución feminista, y bien también se podría hablar, en
tal sentido de una revolución gerontológica. Una, protagonista de comienzos del siglo XX, esta
otra, protagonista del siglo XXI. Las dos, por supuesto, con antecedentes y prolegómenos que

CAPÍTULO xi 1139
es necesario desmenuzar y profundizar.

La novedad o el “escándalo” no están situadas ni en la emergencia higienista de las


gimnasias ni en las dietas ni en la práctica sexual renovada (hasta hace poco un tema tabú), ni
en las nuevas búsquedas emocionales, ni en la concreción de proyectos educativos alternativos
(dentro o fuera de las llamadas universidades de la “tercera edad”), aunque coincidimos en
aceptar que todos estos factores se coadyuvan entre si, sino en la abolición de otro tabú aún más
significativo: la desmentida de la muerte como único sentido de la vida en esta etapa.

Los viejos ven delante suyo una segunda o tercera o cuarta oportunidad en términos de
proyectos y oportunidades, es decir, ven delante suyo “vida” y no “muerte”. Se ha hablado en
tal sentido del “destierro” de la muerte, o de un fortalecimiento de la omnipotencia narcisista
o de sociedad sin capacidad de afrontar duelos. Habrá que ser cuidadosos con términos tan
contundentes, que más que explicar no hacen sino recubrir lo que ya no se comprende con un
cuerpo categorial desbordado por la complejidad del fenómeno.

Desde cierto punto de vista, podría abordarse la cuestión desde el ángulo que interrogue
sobre un: fortalecimiento de las estéticas corporales no decrépitas (explicitado de esta mane-
ra porque no son estéticas “adolescentes” y mucho menos “adolescentizantes”) (Klein, 2002
abiertas a un campo significante de una renovación portentosa del “cuidado de si” que podría
remitirnos al Foucault de sus últimos años).

Las confrontaciones multiplicadas

Los abuelos de hoy (no todos, pero si muchos) no quieren ser abuelos o viejos de acuer-
do a los modelos heredados (Klein, 2009). Según investigación previa no transmiten esos mo-
delos porque no los quieren reproducir en ellos mismos. Hay un efecto de “congelamiento” de
la transmisión intergeneracional, probablemente inédita en las historias de las mentalidades y
las culturas. Por eso hace falta pensar que una función de subjetivación que es inherente a la
adolescencia, la confrontación transgeneracional en los términos de la reflexión de Klein (Klein
2003, 2004), es ahora un componente conceptual importante en la construcción de categorías
para hacer visibles elementos de la subjetividad de estos abuelos post-adultos.

Al mismo tiempo hay que incluir en la constelación teorétrica la figura de los adolescen-
tes-nietos, si se quiere establecer los elementos que permitan construir figuras de historicidad,
porque éstos parecen llevar adelante con sus abuelos algo reservado al vínculo con sus padres:

CAPÍTULO xi 1140
lo que Winnicott (1972) ha llamado “confrontación generacional”. La misma es una situación
de enfrentamiento fuerte, asimétrico y respetuoso, sin llegar a la violencia, a efectos de permitir
el crecimiento y experimentar autonomía. La confrontación es discutir diferencias con fuerza
pero sin violencia, dentro de una zona de reglas en común, donde se mantiene como implícito
el respeto al espacio de cada uno.

En la perspectiva de Winnicott, sólo padres vivos y seguros de si pueden lograr soportar


y sostener este vínculo con sus hijos. Pero como ya se ha ido reflexionando previamente (Klein,
2006, 2007, 2010c) (Sader, 1999), distintas circunstancias sociales, culturales y económicas
imposibilitan, transitoria o definitivamente, que los padres se sientan seguros de si mismos,
representantes de la cultura o miembros plenos de la sociedad. Esta situación familiar que
podría denominarse: estructura de padres agobiados aporta otros elementos a la construcción
categorial. Entre viejos y adolescentes hay una playa poblacional de adultos “padres” instalados
en un punto de amargura, debilidad o desamparo, ya no pueden sostener la confrontación con
sus hijos, ni han superado la que a su vez vivieron con sus propios padres, lo que desplaza los
conflictos intergeneracionales con un “salto de capas “etarias”, un salto hacia adelante no pocas
veces y paradójicamente recepcionado por los abuelos.

Este abuelo ya no necesariamente “transmite” algo, pues también investiga, busca con
su nieto nuevas formas, sentidos y cualidades de vida. Como Vidal indica: “caminar juntos y
compartir fines de semana o fiestas es la actividad más frecuente” (Vidal, 2005: 28). Hay un
efecto de simetrización y de un punto de partida similar o igual frente a la exploración de la vida
(Hoff, 2007). Los nietos exploran cómo volverse adultos, los abuelos exploran cómo dejar de
ser, dejar atrás, ese modelo de viejos que les vienen transmitidos generacionalmente. Los dos
buscan algo dentro de una alianza de crecimiento y cambio conjunto. En este sentido no hay fa-
milias multi-generacionales, sino intersección de relacionamientos generacionales (Bengtson,
2001), (Harper, 2003).
Desde esta perspectiva podría pensarse que este tipo de vinculo abuelos-nietos es enton-
ces doblemente confrontacional y hace que ambos estén en una posición subjetiva de búsqueda.
Los nietos hacen confrontación con sus abuelos (confrontación vincular) y los abuelos con sus
abuelos (la que he denominado: confrontación transgeneracional) (Klein 2009).

En este vínculo de doble confrontación surge otro factor que refiere al par nomadis-
mo-sedentarismo. La forma de construcción de subjetividad de los adultos mayores aparece
necesariamente sedentaria. Así parecen indicarlo sus identificaciones primarias y su historia fa-
miliar, la que se establece como paradigma psicosocial alrededor de la idea de “Hogar”, espacio
de protección, herencia y continuidad. Es, si se quiere, la idea clásica de la vejez, en tanto son

CAPÍTULO xi 1141
los sujetos capaces de cuidar adonde otros ya no pueden cuidar, o en tanto se los transforma en
los depositarios y sostenedores de la memoria generacional y social.

El imaginario social (y no pocas teorías sociales, habría que agregar) obliga a estos vie-
jos-no viejos a un sedentarismo correlacionado con la experiencia emocional de “Hogar”. Sin
embargo valdría la pena preguntarse si no comienzan a surgir estructuras nómadas, en relación
a nuevas formas de construcción de subjetividad, donde el principio sedentario por excelencia
en términos vitales, la muerte, se reconceptualiza radicalmente y con él el del “Hogar” y todos
los sistemas de memoria y transmisión que se desprenden de ello.

La idea de movilidad que se asocia a las subjetividades de supervivencia propias del


neoliberalismo (Klein, 2006) permite abordar el supuesto de que las subjetividades que alcan-
zan de alguna manera también a las poblaciones viejas, en tanto, la jubilación (al menos en
América Latina) ya no implica la recompensa social por años de “aporte” social, sino una estafa
con violento rompimiento del contrato social.

Desde allí, tenemos otro factor por el cual se vuelve imposible que estos “viejos-no
viejos” esperen sentados sabia y pacientemente a la muerte. Desde una jubilación estafadora,
hay que sobrevivir y es desde esta supervivencia que las estructuras sedentarias (propias de
la modernidad keynesiana) se transforman en nómadas o de alta movilidad. Se indicará que
este factor no puede ser el mismo de la confrontación indicado en párrafos anteriores, en tan-
to éste se arma desde elementos de decisión y elección, mientras que aquí estamos hablando
de presión y coacción. Lo que es cierto. Pero agregaríamos que no siempre queda claro que
esta dinámica es impuesta pero tampoco queda visible cuál es el componente de elección en
los procesos de construcción de subjetividad. La ambigüedad que se deprende de la misma
es correlativa al vaivén entre lo instituyente y lo instituido a nivel de los procesos sociales
(Klein, 2006).

De la palabra sagrada a la cuestión de lo transmitible

Desde estas nuevas realidades sociales y subjetivas la palabra del viejo ya no puede ser
la palabra de lo sagrado. Y no necesariamente porque los jóvenes son un grupo de irreverentes
que no escuchan a sus mayores (cómo rápidamente se afirma) ni porque internet y los medios
masivos reemplazan la autoridad adulta (lo que sugeriría revisar igualmente) sino porque el lu-
gar de lo sagrado y lo transmisible recibe en nuestra sociedad una reformulación que no puede
sino alcanzar a un redimensionamiento social y cultural de estos viejos-no viejos.

CAPÍTULO xi 1142
Si suponemos que:

a cada generación le toca recuperar y reelaborar el pasado con distintos ins-


trumentos culturales, mismos que pone en juego en su esfuerzo por com-
prenderse a si misma, a la generación que le precedió y a la generación que
le sigue…el paso generacional responde, en buena medida, a los modos en
los que cada generación ubica su memoria. (Avendaño Amador, 2010, p. 6),

podemos pensar que la nuestra se caracteriza antes que nada por profundas discontinuidades
sociales, culturales y económicas.

Si el Estado, Familia y Ciudadanía son figuras de mediación por excelencia es porque


la modernidad establece o establecía a las mismas como formas privilegiadas del vínculo su-
jeto - sociedad, con sujetos antecesores y descendientes, haciendo posible que lo heredado de
los antecesores se pudiera así poseer y transmitir. De forma contraria se anularía el sentido de
porvenir y futuro.

Estas operatorias de recibir, transformar y anticipar (Kaës, 1994), implican la conso-


lidación de un vínculo estable entre el sujeto y lo social, estando ambos en un proceso de
permanente reciprocidad y doble apuntalamiento. Por eso Kaës indica sobre las figuras de me-
diación: “Estas formaciones y estos procesos psíquicos en el interior del conjunto se rigen por
una lógica del conjunto y al mismo tiempo por la lógica de los procesos individuales” (Kaës,
1994, p.131).

Dicho de otra manera se trata de un doble proceso: el conjunto organiza las figuras de
mediación, tanto como éstas organizan a aquél, consolidando un modelo homeostático de fun-
cionamiento social, vincular y psíquico. Pero también puntos de anudamiento (Kaës, 1993) que
aseguran mediaciones, conflictos y solidez. Situación inseparable de la reciprocidad heterogé-
nea entre sujeto- sociedad: “la inserción social (...) transforma al sujeto en transmisor y actor
de una organización social en la cual es sujeto activo y objeto pasivo” (Puget, 1991, pp. 26-27).

Por tanto el sujeto es para sí mismo su propio fin, sujeto de los procesos inconscientes, y
sujeto también de una cadena de la que él es miembro: “parte constituyente y parte constituida,
heredero y transmisor, eslabón en un conjunto” (Kaës,1993, p. 133).

De esta manera el nexo entre sociedad y sujeto pasa a significar el qué hacer con lo que

CAPÍTULO xi 1143
no puede dejar de transmitirse: “Si los procesos psíquicos de una generación no se transmitieran
a otra (...) cada una estaría obligada a recomenzar su aprendizaje de la vida” (Kaës,1993, p. 44):

La cuestión de la modernidad es una cuestión de transmisión: tentativas de


poner en juego, tratar y pensar lo que se ha roto o la voluntad de ensanchar
todavía la distancia entre lo antiguo y lo nuevo(...)el concepto de modernidad
es, en el límite, aquel por el cual cada generación se despega de la precedente
y se coloca en posición de instituirse su heredera (Kaës,1996, p. 29).

Se trata pues, de comprender y de mantener lo reconocible, sosteniendo un sentido,


frente al cual lo absurdo permanece como un accidente superable. Así: “En todo ser humano
que aspire a pensarse como individuo singular hay una insistencia subjetiva que lo empuja a la
rememoración y a la investigación del pasado” (Enriquez, 1990, p. 102).

El pasado debe constituirse de manera tal que no invada ni invalide los esfuerzos por
hacer del presente un jalón que va hacia el futuro. Este imprescindible trabajo de la memoria
implica una anamnesis historiográfica como soporte de la subjetividad y control del tiempo
(Beck, 1997) que hace del tiempo que transcurre historia personal.

De esta manera transmisión, memoria colectiva, memoria individual y consolidación


de la vivencia temporal están íntimamente entrelazadas. Cuando un elemento de esta matriz se
debilita o desaparece surgen patologías en la subjetividad, por lo cual Kaës se inclina a analizar
los problemas de la modernidad en torno a las dificultades de transmisión (Kaës, 1996).

Nos interesa entonces destacar la idea que la sociedad keynesiana es una sociedad de
herederos. Pero para que haya heredero, debe existir ‘herencia’ disponible y capacidad de
aceptar la muerte, que marca la diferencia entre generaciones, a través de la posibilidad de un
duelo (que en definitiva es un trabajo de la memoria) que resignifica la historia generacional
y subjetiva.

En consecuencia parecería que si ya no hay palabra sagrada no es porque ya no haya trans-


misores o herederos, sino que existe una reformulación de ese relato sagrado o “herencia” a trans-
mitir, lo que va más allá de que se indique que algo necesariamente siempre se tiene que transmi-
tir. Idea netamente freudiana (Freud, 1921) que no descarta sin embargo que aquello transmitido
sea “nada”, un “vacío”, una “trampa” o una “estafa”. O una “deuda” desde nuevas condiciones
de contrato social, que denomino de “descontractualización generalizada” (Klein, 2006).

CAPÍTULO xi 1144
En el contexto de la investigación del envejecimiento en el bajío bajo la forma de in-
vestigación sobre la emergencia de un “sujeto del envejecimiento” como categoría holística, es
importante situar un fenómeno en el que sea visible el quiebre justamente en lo social, de los
procesos de transmisión generacional, como tachados, o mezclados con una modernidad que
impone justamente la (des) subjetivación de las relaciones intergeneracionales y el consecuente
disciplinamiento de los individuos como casos aislados de un “fenómeno de crecimiento natu-
ral de la población”.

Deudas que se transmiten generacionalmente como deudas impagables

Estamos sin duda ante situaciones sociales y económicas que aniquilan la posibilidad de
que los padres y los adultos en general, mantengan una versión digna y honrosa de si mismos.
Imposibilitados de cuidar al ser expoliados en tanto adultos, pierden el orgullo de sostener
emocionalmente a su hijo y – cosa no menos importante - pasan a sufrir el “impacto” de la per-
plejidad de éste, que no sabe ya “cómo” estar orgulloso de su progenitor.

Desde esta situación se genera una reestructuración general de la identidad, de la pro-


blemática de la herencia y lo heredable y de los vínculos y por ende a una desestructuración
familiar aguda que acusa el “impacto” de la desinserción social. Esto comporta en la familia la
desarticulación y la confusión de los roles, el desencanto con el conjunto social, el aislamiento
y el sentimiento de amenaza constante (“sensación de catástrofe inminente” (Klein, 2006) por
el miedo crónico, por ejemplo, a perder el empleo (Araujo, 2002). La humillación pasa a ser
un hecho innegable tanto como su correlato, la necesidad del sometimiento (Forrester, 2000).

El conjunto familiar alberga entonces emociones desestabilizadoras y desbordantes


como la vergüenza, la depresión, la denigración ante los antecesores y agobio y culpa frente a
los hijos. Ya no hay nada a transmitir sino una deuda, que se vuelve sin embargo impagable:

Hay una deuda que se paga para arriba, pero que, fundamentalmente, se paga
para abajo. La deuda contraída con los padres, se paga con los hijos. Y esta es
una deuda imperiosa, acuciante e impostergable. Es una deuda que no puede
eludirse. Cuando las circunstancias externas nos impiden saldarla - deshon-
rados por no poder honrar nuestras obligaciones- (...) se nos impone como
humillación insoportable (...) Eso quiere decir que, por primera vez, una ge-
neración entera se ve impedida de pagar la deuda contraída (...) para que po-
damos asegurarles a nuestros hijos, lo mismo que nuestros padres nos dieron
a nosotros (Volnovich, 2002, pp. 1-2) .

CAPÍTULO xi 1145
Una situación que ahora se vive como desgracia es que los hijos no pocas veces pa-
san a ser cuidadores de sus padres. Cuidado material tanto como psíquico, por el cual (Janin,
1989) los niños quedan como depositarios de las angustias de los padres, instalados en un rol
de cuidadores por el cual intentan evitar que sus progenitores caigan en estados de depresión
o de desborde. Descuido de sí mismo que alienta una política de expiación y sacrificio de sí,
por la cual el hijo pasa a funcionar a modalidad de objeto único narcisista (Berenstein, 1988),
descuidándose la regulación de la autoestima, la capacidad de tolerar la ansiedad o la vitalidad
del deseo (Bauman, 1999).

La construcción de subjetividad se realiza así desde un apego desorganizado (Fonagy,


2000), que no implica necesariamente maltrato físico, pero sí psíquico. El padre - cuidador ya
no puede olvidarse de la “realidad social”, que le permitía al niño sostener su crecimiento sin
preocuparse por aquélla. Por el contrario estos padres “agobiados” ni son protectores ni se les
permite seguir encarnando a la sociedad. De allí que el niño en vez de estar pendiente de su
propio crecimiento está pendiente del “derrumbe” de sus padres.

La construcción de subjetividad se consolida en torno a la expectativa ansiosa, la inse-


guridad prevalente y la dificultad de consolidar un self cohesivo y discriminado. En la medida
en que los padres no logran encontrar una versión reconocible de sí mismos a nivel social, el
infante tampoco logra encontrar una versión reconocible de sí en ellos. De esta manera se
patologiza el borde del aparato psíquico encargado de los procesos de discriminación y dife-
renciación.

De la anamnesis historiográfica a la amnesia criptográfica

El ideal del yo, como construcción psíquica, es un concepto bifronte entre lo indivi-
dual y lo colectivo (Laplanche, 1981). Permite repensar las articulaciones entre lo colectivo
y lo subjetivo a través de la memoria. Recordamos y olvidamos individualmente en sincro-
nía (y no en similitud) con la memoria y los olvidos de los colectivos de los cuales formamos
parte.

Enriquez (1990) habla del trabajo de la memoria como de anamnesis historiográfica,


en el doble sentido de reconstruir el presente desde el pasado, impidiendo además que el
mismo opere como invasor. El pasado debe constituirse en un tiempo tal que no invada ni
invalide los esfuerzos por hacer de él un presente. Dicho otra manera: para hacer del presente
algo que se proyecte hacia el futuro.

Pero esto presupone herederos, herencia y memoria colectiva, lo que pongo en cues-

CAPÍTULO xi 1146
tión a partir de la problemática de una deuda que cronifica y perturba. Desde allí plantea-
mos la hipótesis de una situación de amnesia criptográfica por la cual se instala el olvido (o
mejor: la indiferencia) en lugar de la memoria, lo desheredado en lugar de la herencia y lo
expulsado precario en lugar de los herederos discriminados se convierten en elementos do-
minantes. Ya no es claro cómo y hasta qué punto se es parte de una continuidad generacional,
lo que a su vez se enlaza con la problemática de las formas de paranoia radicadas cada vez
más en la cotidianeidad.

Los abuelos como garantes sin garantías

Los “viejos no viejos” probablemente mantienen su posición de ser transmisores pero


ya sin herencia a transmitir o con una herencia endeudante que se hace por ello intransmisible.
Son garantes aún, entonces, de un proceso que ya no tiene garantías… Garantizan de alguna
manera una continuidad generacional aún desde la discontinuidad. Desde un proceso de ucronía
introducen algún tiempo de temporalización, que no es asimilable totalmente al de memoriza-
ción que incluye en sí la noción de herencia. En consecuencia creo que operan desde un lugar
de apuntalamiento en relación a nuevas formas de relacionamiento con sus nietos y con ellos
mismos (Klein, 2010).

Este lugar apuntalante es fuertemente fraternal, fuertemente cómplice, pero también


fuertemente agresivo por momentos. A veces hacen de padre y madre, reactivando estructuras
verticales normativas o valorativas. Ciertamente en la medida que cambian las estructuras fami-
liares, cambian la transmisión y la circulación de los sentimientos y los roles. Por otro lado, los
abuelos tienen la posibilidad de educar a sus nietos de una forma diferente (tal vez corrigiendo
los errores que tuvieron con sus hijos). Estamos delante entonces de una situación de “segunda
oportunidad”, donde los abuelos pueden revivir, reorganizar y garantir un efecto de diferencia
entre la educación y en los afectos puestos en juego en el “antes” y en el “ahora”.

Probablemente los abuelos hacen lo que pueden hacer. Pero sin duda un tema también
importante, si pensamos en términos de garantes, es qué sucede con el Complejo de Edipo
que está pensado substancialmente en torno a la familia nuclear, pero no en función de estos
cambios familiares que estamos presenciando. Quizás existe un incremento de los sentimientos
parricidas pero también, probablemente un incremento del sentimiento de solidaridad inter-ge-
neracional (Kohut, 1982), dentro de nuevas versiones del Edipo.

Asimismo, es significativo indicar que no ya no hay modelos educativos claros ni con-

CAPÍTULO xi 1147
sensuados. Se oscila entre prácticas verticales y otras horizontales, entre la permisividad y la
rigidez, entre los límites y la tolerancia. En ese sentido tampoco hay una herencia disponible
y menos transmisible. Desde allí retomamos la figura del garante para substituir la figura de la
herencia: estos viejos-no viejos garantizan que al menos algo se puede hacer, aunque no siem-
pre quede claro qué y cómo…Y si no siempre se verifican procesos intergeneracionales, sí hay
al menos es posible indicar una distancia generacional que opera en términos de castración y
ordenación simbólica.

Lo transetario

Tengamos en cuenta que desde la modernidad keynesiana el transcurso del pasado, el


futuro y el presente consolidan biografía (Aulagnier, 1991), dentro del consenso extendido de
que los derechos sociales implican la impostergabilidad y el “derecho de participar integral-
mente en la herencia social” (Vasconcellos, 1988, p. 27). Así la transmisión generacional y la
biografía personal se conjugan en un tiempo social - personal, que consolida la sensación de
continuidad y entrelazamiento social: el ciudadano es una persona que puede tener la expecta-
tiva razonable de logros en su tiempo personal, ajustados a un devenir social que le garantiza
derechos.

Un punto en común a las instituciones de la modernidad es el movimiento, celeridad


de cambio (Giddens, 1990) o ruptura que al “cortar” con sistemas tradicionales medioevales,
establece uno nuevo y hace imposible el retorno al pasado (medioeval, infantil en el caso del su-
jeto). Es intrínseco a la modernidad entonces lo temporal: el esfuerzo por establecer un pasado,
indicando un futuro previsible de cambio. Y al mismo tiempo, una política de transformación
que augura los procesos del psiquismo tal como lo describe el psicoanálisis, con el pasaje de la
endogamia a la exogamia como forma valorizada de crecimiento.

En este punto se unen las distintas elecciones negociadas de la vida: vocacional, ma-
trimonial, de divorcio, etc., entendidas como oportunidades de mejora a través de una crisis
(Giddens, 1997). Pasan así a tener relevancia los sistemas expertos que funcionan como or-
ganizadores del entorno material y social en el que vivimos (Giddens, 1997), expresión del
sentimiento de confianza, seguridad y contención, en el sentido de resguardar y proteger, que
provee la modernidad keynesiana.

Se consolida entonces una experiencia que permite imaginarse en posición de autonomía


y autoreferencia “Emancipación [que] significa que la vida colectiva se organiza de tal manera

CAPÍTULO xi 1148
que el individuo es capaz (...) de actuar de manera libre e independiente en las circunstancias de
su vida social” (Giddens, 1997, p. 270) entrelazada a una “biografía” (Aulagnier,1991,1994),
en la que el yo se conjuga al futuro, a través de la autoconstrucción continua del yo por el yo:
“entrada en escena de un tiempo historizado” (Aulagnier, 1975, p. 167) .

Junto a la idea de lo biográfica se une también la idea –organizadora y clarificante -


de lo etario como un orden que impone una sucesión pre-establecida. El adulto es precedido
por el adolescente, y sucedido por la vejez. Esta construcción biográfica etaria, sin embargo,
se encuentra en un franco proceso de cambio, substituida por otro proceso biográfico de tipo
transetario, donde las edades se mezclan o se vuelven indiscernibles o ambiguas o innecesarias.

Ricardo Iacub (2006) utiliza el término transetario dentro de una cultura posmoderna
donde se trata de mantener el cuerpo sin envejecer inserto en una perspectiva tecnológica que
anula lo temporal, para dar lugar a lo que yo denominaría lo ucrónico. La identidad ya no se
define por la edad, no solamente por la primacía de un cuerpo rejuvenecido, sino por otro
aspecto: ya no se sabe claramente qué es un adulto, qué es un viejo, qué es un niño, que es un
adolescente. Probablemente tampoco se tiene totalmente claro qué es un hombre y qué es una
mujer, pero no en términos de androginia, sino en términos de ambigüedad, reposicionamiento
de los roles sociales y renovada experimentación cultural.

El concepto de cuidado de si foucaultiano en cuestión

Replanteamos lo transetario entonces como una posible versión de lo que Foucault ha


denominado “cuidado de si”. Foucault indica que desde fines del siglo XVIII surge una cuestión
que denomina “técnicas de sí”, las cuales se tornan unos de los polos de la filosofía moderna:

Esta cuestión se separa nítidamente, de cuestiones filosóficas planteadas tra-


dicionalmente: ¿Qué es el mundo? ¿Qué es el hombre?, ¿Qué es un hecho
de verdad?, ¿Qué es un hecho del conocimiento? (...) A mi modo de ver la
cuestión surgida al final del siglo XVIII es la siguiente: lo que somos en este
tiempo, que es el nuestro (Foucault, 1988, p. 301) .

El cuidado de sí ya no es una forma de identidad por exclusión o por contraste con


el otro –como en el proceso de ciudadanía - sino por la constitución de un espacio interno.

CAPÍTULO xi 1149
Mientras que la racionalidad social o tecnologías políticas se oponen a la reflexión, las técni-
cas éticas crean sujetos, y como tales no están en un “afuera” ni se imponen. Vienen desde un
“adentro” y se construyen.

Desde esta perspectiva se establece el punto en que la libido, o la vida, o la energía, ya


no está puesta al servicio de un Todo sino al servicio de un espacio personal que se va apun-
talando a si mismo. En el cuidado de sí se juega la “...determinación de la sustancia ética, o
sea la manera por la cual el individuo debe constituir éste o aquel aspecto de él propio como
materia principal de su conducta moral” (Foucault, 1988, p. 212). No es acatar la regla, sino
transformarse a partir de la regla. Es un acto instituyente desde lo instituido, donde algo de la
“elección” está en juego:

En suma, una acción, para ser dicha “moral” no se debe reducir a un acto o una
serie de actos conformes a una regla, a una ley o a un valor (...) también implica
una cierta relación consigo mismo ; esta no es simplemente “conciencia de sí”,
pero constitución de si, como “sujeto moral (Foucault, 1988, p. 213).

Transformarse en un sujeto moral, pasa a ser un campo de indagación y de fundación


que se inserta a la historia personal del individuo.

Relación consigo mismo, donde al elegir el sujeto se construye, hecho que podría carac-
teriza la técnica de sí, por lo que el sujeto logra ponerse a prueba y transformarse. En tal sentido
no hay constitución de sujeto moral sin modo de subjetivación.

Pequeña conclusión: Erikson revisitado

Para terminar quisiera hacer algunas consideraciones en torno a las ideas de Erikson
(2000) sobre los estadios del desarrollo en la vejez a partir de lo anterior. En el estadio VII o
de la vejez, el autor ubica como tarea primordial el lograr una integridad yoica con un mínimo
de desesperanza. La integridad yoica parece remitir a una escena en la que es posible llegar al
final de la vida con un sentido de integración y plenitud, aceptando la vida que se ha vivido y
por ende la muerte que se tiene por “delante”.

Parece ser que la idea de Erikson es que en la medida que no existe arrepentimiento o un

CAPÍTULO xi 1150
gran arrepentimiento por la vida transcurrida, mejor se acepta la muerte. La persona que afronta
la muerte sin miedo es lo que se llamaría sabiduría.

Sin desmerecer los desarrollos eriksonianos podría suponerse que los mismos se nutren
de una imagen muy idealizada o ideologizada de lo que es el viejo y la vejez, en términos de
“ejemplo”, “moral”, “integridad” y “pilar social”. Sin descartar que haya personas que “sa-
biamente” acepten su muerte, para lo cual no necesariamente hay que ser viejo, si tenemos en
cuenta que cualquiera puede morir en cualquier momento, pero la interrogante sobre si las ideas
de “vida” y “muerte” que propone Erikson no han sufrido un cambio radical en términos socia-
les y culturales. Por otro lado ¿cómo diferenciar la sabiduría así presentada como una versión
de la resignación?

En suma parece ser que los viejos de hoy están decididos a vivir más y mejor que los
viejos de generaciones precedentes. Habría que ver entonces si eso los transforma en más o en
menos sabios que los viejos de otrora.-

De cara a este soporte para la teorización se cierne el peso de la realidad emergente de


la depresión en la vejez, lo que parece ser el rasgo que indica los desajustes entre la propuesta
aspiracional del sujeto del envejecimiento contemporáneo y sus condiciones materiales y sus
recursos socio-afectivos realmente existentes en condiciones de emergencia de una moderniza-
ción diferenciadora que irrumpe en nuestra región.

CAPÍTULO xi 1151
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CAPÍTULO xi 1154
<<Inscripciones de lo presente y lo ausente>>
Consideraciones en torno a la memoria desde
la fenomenología social de Alfred Schütz y la
hermenéutica de la condición histórica de Paul
Ricoeur

Diego Eduardo Guzmán Sandoval16

Resumen: ¿Qué papel juega el fenómeno de la memoria para Alfred Schütz y Paul Ricoeur?
Una aproximación inicial tiene que ver con los modos como la memoria es aprehendida en
razón de múltiples operaciones en la que, como telón de fondo, se encuentra un mundo (vital y
social) que nos antecede y del cual depende toda nuestra experiencia e interpretación. Nuestro
modo de aprehensión de este mundo se circunscribe al acervo de experiencias o esquema de
referencia, transmitidos en el tiempo e inscritos en el espacio. Schütz advierte que el individuo
instalado en el presente vivido experimenta sus actos en curso considerándose como su origi-
nador; dándole una imagen integral de sí, que lo dota de una continuidad en el tiempo. Este
presente-vivido es el orden de la simultaneidad, la intersección entre un tiempo interno y el
tiempo cósmico. La simultaneidad le abre al individuo un mundo de “anticipaciones abiertas”.
Sin embargo ¿Qué sucede cuando el individuo experimenta la memoria del pasado, es decir, un
modo que mienta lo ausente? Schütz sostiene que la contemplación del modo pretérito rompe
la unidad del “tiempo presente”, que le dota al sujeto de un sentido de indivisibilidad. En el
presente el sujeto se halla como un sí-mismo, ¿esta percepción resulta equivalente con respecto
al pasado? Ese Yo que actuó, ese Yo que padeció, ese Yo que ha retenido dentro de su memoria
recuerdos que le remiten a un pasado vivido y no vivido, se vuelve Otro. Esta consideración
apertura un debate con Ricoeur. Para ambos autores el pasado abre una dimensión de alteridad,
de latencia, en la cual la memoria al quedar reducida a un acto de rememoración operaría si-
guiendo las huellas de lo ausente ¿Cuál es entonces el estatuto de lo ausente? ¿Dónde quedan
grabadas sus huellas?

Palabras clave: Fenomenología social, memoria, rememoración.

Estudiante de doctorado en Ciencias sociales. Universidad de Guanajuato, campus León.


16

Email: dguzsan@gmail.com

CAPÍTULO xi 1155
Summary: What role does the phenomenon of memory play to Alfred Schutz and Paul Ricoeur?
An initial approach has to do whit the ways memory is apprehended because of multiple op-
erations in which, as a backdrop, there is a world (vital and social) above us and on which all
our experience and interpretation is based. Our way of apprenhending the world is limited to
the pool of experience or frame of reference, transmitted in time and enrolled in space. Schutz
warns that the individual installed in his present-lived experiences their on going acts regard-
ed as the originator; giving a comprehensive picture of himself which gives it continuity over
time. This present-lived is also the order of simultaneity, it opens to the individual a world of
“open anticipations” of expectations. However, what happens when the individual experiences
the memory of the past, a way to lie the absente? Schutz argues that the contemplation of the
past breaks the unity of the “present time”, which as we mentioned, gives the subject a sense of
total indivisibility. In the present the subject finds it as himself. Is this perception equivalent in
accordance to the past? The one whom acted, suffered, and that has retained in its memory rec-
ollections that refer to a past lived and not lived in some sense it becomes another. This consid-
eration opens a debate whit Ricoeur. For both authors the past opens a dimension of otherness,
latency, in which memory to be reduced to an act of remembrance operates in the footsteps of
the absent. What is the status of the absent? Where are they recorded their tracks?

Keywords: Social phenomenology, memory, remembrance.

Introducción

La memoria es un canal fundamental para la transmisión de lo colectivo y lo individual.


En el recuerdo adviene súbitamente la imagen del pasado, en el acto de recordar queda fijada la
consciencia y la vivencia de quien experimenta el devenir del mundo, el paso del tiempo. Esta-
mos ligados a la memoria y su uso. Plantearse la interrogante en torno a los usos efectivos y los
abusos de la memoria requiere partir de una consideración previa que formule las condiciones de
posibilidad de los fenómenos ligados a ella. Desde esta perspectiva tratamos en consecuencia de
explorar algunas de estas vías apoyándonos en las visiones de Alfred Schutz y Paul Ricoeur. Dar
cuenta de sus implicancias y rendimientos dentro de un contexto teórico que, sin embargo, nunca
pierde su suelo histórico. Es justamente allí donde el tema de la memoria cobra sentido.

Lo siguiente es una glosa alrededor de dos posiciones teórico-filosóficas que podrían


converger en múltiples sentidos, primordialmente, en el hecho de que tanto Alfred Schütz como
Paul Ricoeur intelectualmente pertenecen ambos a la tradición fenomenológica. Pero más allá
de esta relación obvia, ¿existen otros registros en los que estos autores pueden establecer un
diálogo? En lo que sigue señalaremos cuáles pueden ser esos registros, refiriéndonos particu-
larmente al fenómeno de la memoria, el modo de darse a la conciencia así como las operaciones
que también desde un plano reflexivo significan a la temporalidad.

CAPÍTULO xi 1156
Metodología

Inicialmente hablaremos en términos muy descriptivos de la consistencia de estos dos


planteamientos fenomenológicos. De modo posterior abordaremos las implicaciones reflexi-
vas de ambos autores con respecto al tema de la memoria y por último retomaremos aquellos
elementos convergentes y divergentes de estas posiciones para tratar de establecer un análisis
crítico que nos lleve a formular una problematización de orden ético y político, a saber, ¿cómo
ejercitamos la memoria y por ende cómo narramos la historia? ¿Una sociedad sana es aquella
que logra ejercitar la memoria histórica y la que cuenta con las vías narrativas para inscribir las
vivencias de sus miembros?

Desarrollo del tema

Para comenzar no podríamos ahorrarnos un primer punto de encuentro entre el fenome-


nólogo austriaco Alfred Schütz y el filósofo francés Paul Ricoeur señalando una primera inter-
sección que se traza por medio de la filiación fenomenológica que ambos autores comparten. El
primero intenta una aproximación de la llamada ciencia primera en el plano social, el segundo
por su parte desarrolla un ambicioso y polifacético itinerario filosófico teniendo como cómpli-
ce permanente al método fenomenológico. No forma parte de este texto elaborar un recuento
preciso de estos itinerarios sino únicamente bosquejar algunas consideraciones que pueden ser
visualizadas tan sólo como vías exploratorias, que a la larga puedan fecundar abordajes más
precisos en torno a los <<aires de familia>> que mantienen estos dos autores.

De esta forma se puede proponer otro punto de convergencia, a saber, el interés por la
memoria que necesariamente desemboca en la misión asumida por ambos autores de hacerse
cargo del problema de la temporalidad. Obviamente auxiliados por el método iniciado por Ed-
mund Husserl. Cada uno a su modo determina que toda memoria es del pasado y que ésta al
mentar a lo ausente abre una dimensión de alteridad insoslayable para la condición humana: el
pasado y su reconocimiento. Parece que ambos autores podrían compartir en las polaridades:
reflexividad/mundaneidad, memoria hábito/memoria recuerdo una interesante perspectiva que
nos orilla a poner de relieve el tema de la memoria social como ámbito de evocación primige-
nio.

Cabría plantear hipotéticamente como ambos autores plantan cara al problema de la re-
presentación del pasado en el que además del inherente carácter de temporalidad de la memoria
ésta encuentra sus contornos espaciales. Estos contornos no nos remiten necesariamente a una

CAPÍTULO xi 1157
espacialidad física sino a los marcos de interpretación que los individuos poseen y con los cua-
les son capaces de significar el mundo que habitan, para de ese modo referirlo y simbolizarlo.
Estos se convierten en territorios de significación que representan al pasado; lo presentifican de
algún modo, empero, la exterioridad sigue cumpliendo un papel indispensable para este pro-
ceso interno constitutivo de la consciencia. La marca exterior es una condición de posibilidad
para el trabajo de memoria. Estas se hallan en el espacio de la cotidianidad en el que se pueden
encontrar las marcas o inscripciones bajo las cuales la memoria puede apoyarse (textos, mo-
numentos, símbolos, cabe amplificar aquí lo más posible el sentido de la inscripción). Así la
memoria en la medida que temporaliza se logra territorializar, siempre al pasar por la criba de
lo simbólico y la significación.

Cuando el individuo logra formarse la imagen de ese algo acontecido, invariablemente


construye el escenario en el que ocurrió su vivencia. Al poner <<el acento de realidad>>, para
emplear las denominaciones de Schutz, en dicho acontecimiento del pasado, el individuo le
confiere sentido, de algún modo lo actualiza. Lo coloca en la simultaneidad de su tiempo-es-
pacio. Esta apreciación del fenomenólogo austriaco recuerda la tercera operación mimética de
Ricoeur, la refiguración, en la que el individuo lector al toparse frente a la obra configurada
apertura un mundo posible. Reactualiza el sentido de la obra del tiempo. No en balde el señala-
miento de Ricoeur, con relación al pasado lo único que se puede cambiar es su sentido (Ricoeur,
2010).

La memoria se encuentra situada hacia aquello que se encuentra ausente. En el sentido


temporal y ficcional. Lo que llena el vacío de lo ausente es la imagen evocadora del pasado o
simplemente la imaginación productora o reproductora de imágenes. El ejercicio de rememora-
ción es un acto desde un presente in fieri; cuasi-simultáneo, que se remite a un pasado. Ir tras la
pista del tiempo que en su discurrir se pierde, sería la consigna de todo acto de rememoración,
de búsqueda. De esta guisa la memoria no sólo comporta una cara pasiva expresada en la efec-
tuación súbita del recuerdo por la vía de la imagen sino también expresa una faz activa, que para
ambos autores dispone del acto de rememoración y reflexividad.

Cuando efectúo la rememoración evoco imágenes de un pasado ya acontecido, esas


imágenes refieren un dónde y cuándo. La memoria me exige relatar, configurar narrativamente
un mundo que me precede. Un fenómeno mnemónico siguiendo con ello a Paul Ricoeur (2010,
p. 170) es un fenómeno de la representación que se encuentra remitido a una práctica social, a
una práctica narrativa. Como señala el mismo autor anteriormente citado entre un tiempo del
alma y un tiempo del mundo medible a través de magnitudes reside un tercer tiempo, cuya
espacialidad es la memoria, que configura a la vez una identidad o demarcación simbólica.

CAPÍTULO xi 1158
La memoria es un campo dinámico y una promesa de continuidad. La memoria se convierte
en un espacio que se recorre, un intervalo de sentido, se puede habitar la memoria del pasado
significándola. La narración sería de este modo otro contorno espacial sobre el que la memoria
encuentra una vía de despliegue.

La rememoración abre así la dimensión de atestación en la que queda impreso el quién


aquel que ejecuta el acto de recordar. De aquí cabe encontrar los elementos de adhesión que nos
permiten una construcción de sí o un nosotros por la mediación de un acto narrativo. Subsiste
aquí la justificación de un importante recurso metodológico (por lo menos para las ciencias so-
ciales) el empleo de las narrativas de sí que inscriben una memoria singular como medios para
la reconstrucción de una memoria colectiva situada en un tiempo-espacio específico. Una me-
moria que resguarda vivencias a modo de recuerdos que nos muestran una condición de vida.
Una memoria de sí que fija su plano temporal y espacial constituyéndose además bajo la mirada
de los otros, de los allegados, de las generaciones precedentes y procedentes. Con esta breve
introducción damos cabida a una suerte de método indicial que nos ayuda a dilucidar algunos
de los elementos que sirven de inscripción de esa dimensión latente, que paradójicamente en su
ausencia expresa su presencia, el pasado.

En lo siguiente hablaremos de algunos de los rasgos particulares de estos proyectos


fenomenológicos.

La fenomenología social de Alfred Schutz

“Suspendo el juicio con respecto a las cuestiones dogmá-


ticas, no con respecto a las cuestiones de la vida cotidna.

Pirrón de Elis.

Por el intermedio de Alfred Schutz el proyecto fenomenológico logra irrumpir en el


campo de las ciencias sociales. Siguiendo las vías trazadas por Edmund Husserl, particularmen-
te en uno de sus últimos textos Crisis de las ciencias europeas en la que el padre de la fenome-
nología postula los elementos prefiguratorios del mundo de la vida (Lebenswelt) y de las contin-
gencias de la historia (Geschichte) como desafíos para la llamada ciencia de las esencias. Alfred
Schütz pone su acento en la forma como Husserl invita a pensar el plano intersubjetivo de esta

CAPÍTULO xi 1159
dimensión ante-predicativa, saliendo de esa manera de su horizonte egológico y solipsista del
cual fue denunciado permanentemente por sus detractores e incluso allegados, incluyendo aquí
el sonoro caso de Martin Heidegger quien fuera uno de sus discípulos más reconocidos. De esta
manera la experiencia del otro es tanto para Schutz como para el propio Husserl un elemento
fundante, un dato primigenio e inmediato para la conciencia pues esta experiencia está dada por
analogía dentro de cada sujeto17. Hacerse cargo de la dimensión de la experiencia y el sentido
será la encomienda primordial de una fenomenología del mundo de la vida social pues estas dos
nociones poseen como conditio sine qua non la referencialidad hacia un mundo circundante y
envolvente.

Esta circunstancia pone en evidencia lo que Alfred Schütz pretende, puntualmente, des-
pojar a ese plano de la intersubjetividad del desbordado carácter trascendental que Husserl
todavía le sigue otorgando, para anclarla en una dimensión práctica y corporal.

Estas consideraciones se traducen a la postre en un emprendimiento fenomenológico


del mundo social. La existencia de una dimensión intersubjetiva fundante nos coloca de lleno
en el régimen del vivir-juntos, el ámbito de realidad eminente. Por antonomasia un mundo
intersubjetivo en el que toda experiencia queda anclada. El mundo de la vida cotidiana es la
estructura social del mundo del ejecutar y el acontecer, para decirlo como el fenomenólogo
vienés: “El mundo de la vida cotidiana es el escenario y también el objeto de nuestras acciones
e interacciones” (Schütz, 2008, p. 198). De entrada todo sujeto es parte de un mundo dado, un
mundo que lo precede históricamente. Un sujeto actuante y paciente de un mundo cotidiano y
colectivo, un sujeto que orienta su acción hacia los otros, dentro de una pluralidad de ámbitos
de sentido; particulares y específicos. Encontrando a su vez como su propia acción resuena en
ellos. Los sujetos se dejan contagiar por esos mundos constituidos o simplemente se hunden en
ellos adoptándolos naturalmente.

Este abordaje encuentra un segundo cómplice Max Weber y su sociología comprensiva.


Schütz intenta amplificar el sentido de la definición weberiana de acción social. Una acción so-
cial invariablemente esta revestida de sentido. Weber la definía como aquella acción cuyo senti-
do mentado está referido a la conducta de otros. El análisis weberiano en consecuencia conjura

17
Para profundizar más en este punto habría que tomar como horizonte de partida la V meditación cartesiana de
Edmund Husserl, en la que expresan los pormenores del modo sobre el cual todo plano trascendental se revela a su
vez en un plano intersubjetivo y monadológico. Husserl afirma: “Tenemos que conseguir mirar en la intencionali-
dad explícita e implícita en que, sobre el suelo de nuestro ego trascendental, se manifiesta y se verifica el alter-ego;
tenemos que conseguir ver cómo, en qué intencionalidades, en qué síntesis, en qué motivaciones se forma en mí el
sentido de otro ego y, bajo el título de experiencia unánime de lo otro, se verifica como existiendo—y a su modo,
incluso estando ahí el mismo” (Husserl, 1996, p. 150). Husserl interpreta que al interior de su duda metódica no
hay duda de la existencia del otro. La certeza de una conciencia es la de encontrarse dentro de un mundo fáctico.

CAPÍTULO xi 1160
una revisión en torno a los fundamentos de las conductas; en pocas palabras, los motivos, que
son caracterizados por la vía de un modelo típico. Schütz pretende extender el sentido de esta
revisión planteando los motivos por y los motivos para. Los primeros se refieren a un ámbito
de acción contextualizado, en el que el sujeto ejecuta acciones predispuestas. Son motivos que
refieren un pasado, puesto que de ese pasado encuentran su sentido, en cambio los motivos para
se atribuyen al conjunto de acciones realizadas en el plano consciente dispuestas a concretar
ciertos fines, su carácter es prospectivo. Este ejercicio de retroacciones y protensiones colocan
a la acción social en el plano de un juego de temporalidades que echan mano, como recurso, de
la memoria.

Pasaré ahora a tratar de comprender este emplazamiento fenomenológico, por tal moti-
vo emprenderé una revisión sucinta de tres conceptos elementales de Schutz.

a) La memoria y su conexión con el acervo social del conocimiento

Sin duda la memoria -- de aquello que me logro acordar-- se convierte en un esquema de


referencia: vivencial y cognitivo. Así puedo decir que hago uso de una memoria corta para darle
continuidad a mi rutina habitual. Sin embargo como telón de fondo se encuentra aquel mundo que
nos antecede y del cual depende toda nuestra experiencia e interpretación. De esta guisa podemos
entender que la memoria comporta un carácter pasivo y activo. En consonancia con las formu-
laciones de Schütz nuestro modo de aprehensión de este mundo en buena forma se circunscribe
al acervo de experiencias o esquema de referencia transmitidos en el tiempo. La llamada actitud
natural encuentra también aquí su soporte. El sentido común se puede concebir como esa suerte
de horizonte sobre el cual se funda toda comprensión e interpretación del mundo. Los significados
que le dan sentido a la gran mayoría de las acciones que ejecutamos cotidianamente.

Las tematizaciones de Schütz en torno a la memoria se relacionan con la estructura tem-


poral de la acción, esta puede concebirse como aquella facultad sobre la cual recae el ejercicio
de la rememoración, es decir, el ejercicio sintético y organizativo de la vivencia de la tempo-
ralidad que se proyectan en el presente y hacia el futuro para dotar al sujeto de continuidad.
Justamente el atenerse al fenómeno de la experiencia de la memoria en la consciencia parece
ser la apuesta de Schütz y de toda fenomenología. Los lugares y las unidades de tiempo sobre
los que se despliega el curso de la vida acumulan aconteceres y experiencias que son significa-
das y representadas, organizan y dan giros a la biografía de los individuos cuya memoria funge
como aquel receptáculo de experiencias y conocimientos .que puedo emplear de modo práctico

CAPÍTULO xi 1161
en mi relación con el mundo inmediato. Podemos decir en consecuencia que la memoria opera
como función del acervo social de conocimiento, aquel background de saberes, intuiciones o
experiencias incorporadas o por incorporarse a nuestra vida y trayectoria.

b) El ejercicio de rememoración como un modo de acentuación de la realidad: presen-


te-pasado y presente-futuro

El fenomenólogo Jan Patocka (2005) señala que el tener una vivencia nos lleva muy a me-
nudo a hacernos una reflexión sobre ella, en esta reflexión se nos ha dado algo subjetivamente,
con posterioridad afirmamos, sin requerir de la comprobación fenomenológica, que este interés
es el que nos apertura el camino hacia las cosas, sin precisar incluso de la constatación empírica
de aquella vivencia, tan sólo por ser un asunto de utilidad vital. Esta consideración tiene su vín-
culo con la forma de dotar de sentido a nuestros actos y vivencias. El sentido se forja a partir de
un ejercicio de interpretación de una experiencia pasada. Es en el acto de retrospección (Rückfra-
ge en los términos de Husserl) como yo doy cuenta valorativa y evaluativa de los actos realiza-
dos, como (noesis) o acto cuyo correlato es el (noema) o los contenidos propios de la conciencia
que son compilados por la percepción y luego son apercibidos o representados. Esto perfila con
respecto al intento de inteligibilidad del pasado el acto de rememoración. Ahora bien esto no
ocurre con todos los actos que hemos ejecutado, uno de los elementos de la actitud natural es su
carácter de pasividad, más bien hay un acento de aquellas realidades que implican para nuestro
entendimiento cierta relevancia o sentido, pero esto precisa de una actitud reflexiva, siguiendo a
Bergson es la atención a la vida que Schütz traduce como <<acento de realidad>> lo que define
lo que es importante para nuestro mundo –se trataría incluso aquí de cierta afinidad electiva que
suscitada por la propia percepción y la proyección significativa, siempre depositada en el mun-
do, consuma y compone el plexo de sentido que envuelve nuestra práctica y que le otorga orden
clasificatorio al espacio que habitamos. Lo que le imprime grados de tensión a nuestra vida y
pensamiento a la postre nos colocan en un estado de alerta, en un estado de acción y proyección
que posibilita la significación de nuestra experiencia, la conduce y la redirige.

c) Las generaciones como fenómeno transmisión y retransmisión de la memoria


“La memoria es un campo dinámico y
una promesa de continuidad.”

Paul Ricoeur

CAPÍTULO xi 1162
Alfred Schutz nos habla de los contemporáneos, los predecesores y los sucesores. El rei-
no de los contemporáneos es la dimensión de simultaneidad en la que según el fenomenólogo la
conciencia de sí se encuentra vinculada con la del otro, es decir, hay un vivo acompañamiento
entre ellos. Esto también particulariza la existencia, envolviéndola de un sentido de temporali-
dad y de actualidad. La experiencia del mundo reposa en ese fundamento, los coetáneos inva-
riablemente viven instalados en la mismidad de un tiempo-espacio aunque en continuo devenir,
inacabado y abierto. Aquí se establece la vivencia del Nosotros, un tiempo-espacio mutuo,
realizado en prácticas y procesos comunicativos vis a vis.

De esto se puede inferir, siempre en términos abstractos, que compartimos una memo-
ria, una historia que se hace presente ya sea cuando la invocamos o cuando ella simplemente
adviene. Estas dimensiones se hacen extensivas a otros planos temporales, el mundo de los
predecesores cuya direccionalidad apunta hacia un pasado compartido, y el mundo de los
sucesores que señala un futuro, apertura la dimensión de los posibles. Esta misma conside-
ración se encuentra presente en cierto sentido en la propuesta ricoeuriana de una hermenéu-
tica del sujeto. El presente está remitido a un origen (arkhé) que no puede prescindir de un
horizonte de expectativa (telos) estos dos componentes son las coordenadas sobre las cuales
la conciencia se forja. Amén de estas referencias insoslayables debemos poner atención a la
argumentación de Schutz. Esto nos dará el derecho de piso para acceder de modo directo al
tema de la memoria.

Siguiendo al fenomenólogo vienés al instalarse en el presente vivido el individuo expe-


rimenta sus actos en curso considerándose como su originador dándole una imagen integral
de sí, le dota de una continuidad en el tiempo, lo que se podría llamar como (ipseidad) aunque
debemos precisar que Schütz no recurre a este término de larga data en el campo de la filo-
sofía de Paul Ricoeur. Este presente-vivido es también el orden de la simultaneidad, es decir,
la intersección entre un tiempo interno o flujo de la consciencia (durée) y el tiempo cósmico
o estándar, la simultaneidad le abre al individuo un mundo de “anticipaciones abiertas”, de
expectativas y protenciones. Sin embargo, ¿Qué sucede cuando el individuo experimenta la
memoria del pasado, es decir, un modo que mienta lo ausente? Schütz sostiene que la con-
templación del modo pretérito rompe la unidad del “tiempo presente”, que como ya habíamos
mencionado, le brinda al sujeto de un sentido de total indivisibilidad. En el presente el sujeto
se halla como un sí-mismo, ¿esta percepción resulta equivalente con respecto al pasado?,
para aclarar este punto Schütz retoma, con mucha reserva, una consideración de George Her-
bert Mead, frente al pasado el individuo deviene en un Mi (Me). Vale la pena citar la siguiente
reflexión del fenomenólogo:

CAPÍTULO xi 1163
Pero si el sí mismo, en una actitud reflexiva, se vuelve hacia los actos ejecutivos
efectuados y los contempla modo praeterito esta unidad se rompe. El sí mismo
que efectuó los actos pasados ya no es el sí mismo total indiviso, sino un sí
mismo parcial, el que efectúa este acto particular que se refiere a un sistema de
actos correlacionados, al cual pertenece. Este sí mismo parcial es simplemente
el que adopta un rol o ---utilizando, con todas las reservas necesarias, un térmi-
no bastante equívoco que James y Mead han introducido en la literatura sobre el
tema--- un Mí (Me). (Schütz, 2008, p. 204).

Indudablemente a la figura empleada por Mead se le puede atribuir un notorio carácter


de alteridad. Ese Yo que actuó, ese Yo que padeció, ese Yo que ha retenido dentro de su memo-
ria recuerdos que le remiten a un pasado vivido y no vivido, se vuelve otro. El Mí emerge en
nuestra experiencia de la memoria del pasado. La imagen del pasado no puede ser más que un
aspecto parcial de este sí mismo capaz de concretarse en la experiencia del presente.

De esta visión se puede colegir que toda imagen del pasado es incompleta, es parcial,
esto nos lleva a un terreno epistemológico y ontológico problemático, que no discutiremos
aquí. Tan sólo queda plantear aquí el problema de la reconstrucción del pasado en el plano de
su aprehensión inteligible, es decir siempre un presente vivido. La rememoración que recons-
truye los pasajes de mi propia vida no es un ejercicio que se pueda completar prescindiendo de
la memoria de los otros, Ricoeur los llamaría “Los allegados”. En tal sentido hay un elemento
intersubjetivo al interior de la memoria; ora como facultad, ora como función, que si bien no
resuelve el acceso total al pasado ausente si refuerza la parcialidad, la convierte en un negocio
de significaciones. Esto puede invitarnos a sostener la visión de que una memoria social es in-
tersubjetiva. Todo acceso al pasado demanda de un ejercicio de composición que no depende
exclusivamente de un solo sujeto sino de un proceso interactivo y comunicativo, dentro de un
contexto histórico particular, una condición social-cultural precisa, una posición en la estruc-
tura económica, etc., condicionamientos de orden estructural que franquean la construcción
biográfica o sociobiográfica del individuo. Esta consideración desde luego la logramos ubicar
en Schutz cuando menciona que “Las categorías de la articulación biográfica no son realmente
categorías de la duración interior como tal sino más bien categorías que se forman intersubje-
tivamente y se establecen dentro de la concepción natural-relativa del mundo” (Schütz, 2008,
p. 72).

Lo importante aquí es subrayar como el pasado se convierte en un contenido retencio-


nal que funge como condición de posibilidad de la rememoración y la reflexión. Este aspecto

CAPÍTULO xi 1164
resulta central en la teoría de la significación del fenomenólogo austriaco, el recuerdo como
una vivencia significada (Laffaye, 2013). Semejante consideración será señalada por el filóso-
fo francés Paul Ricoeur para quien la rememoración también será fundamental no sólo como
modo de la intuición sino como figura de atribución del agente: paciente y actuante.

El abordaje fenomenológico de Paul Ricoeur en La Memoria, la historia, el olvido

“…la excursión no basta para visitar la ciudad muerta,


se necesitan las excavaciones”

Marcel Proust.

De las observaciones de Schutz con respecto a la memoria y las latencias del pasado
inscritas en la consciencia y su intencionalidad damos paso a las formulaciones ricoerianas en
torno al fenómeno de la memoria.

Cabe decir que el itinerario de Ricoeur es extremadamente amplio, por lo cual las con-
sideraciones vertidas en torno a este tema reposan exclusivamente en una de sus últimas obras:
La memoria, la historia y el olvido, editada en los comienzos de este siglo XXI.

En este texto el filósofo francés intenta desarrollar una caracterización fenomenológica


de la memoria, a través del señalamiento de alguna de sus polaridades que invitan a pensar a la
memoria en relación a su modo afeccional (mneme) que significa aquel recuerdo que aparece
y que estaría circunscrito a la emergencia de un pathos o nivel de afección y por otro lado en
relación a su modo u operación de búsqueda (zêtesis) o rememoración (anamnesis). También
podríamos traducir esta distinción como la descripción del carácter pasivo y activo de la me-
moria. Para justificar estas afirmaciones el filósofo francés da inicio a un incesante y complejo
rodeo al interior de una problemática que compromete a dos baluartes de la filosofía occidental:
Platón y Aristóteles. Discurre inicialmente en la formulación platónica de la eikón que indica
la representación de algo ausente y de modo posterior profundiza en la obra de Aristóteles en
el cual la representación se da en una cosa que es percibida. Este es el primer gran registro de
la memoria, su carácter afectivo que luego da sitio a las dimensiones reflexivas. En síntesis
toda memoria se completa con un ejercicio y una práctica: la rememoración. A la memoria se

CAPÍTULO xi 1165
le añade además de un enfoque cognitivo, un enfoque pragmático. Acordarse no es únicamente
ser receptor de la imagen del pasado sino emprender su búsqueda, la memoria deviene acto. De
esta guisa queda fijada una sentencia con fuertes ribetes socráticos que podría enunciarse así:
una memoria que no es sometida a una búsqueda (rememoración) es una memoria no vivida.

Paul Ricoeur plantea la necesidad de emprender un análisis fenomenológico sobre el


recuerdo en relación al momento objetal de la memoria, centrado en las preguntas: ¿qué es re-
cordar? y ¿de quién es la memoria? ambas por el intermedio de la pregunta ¿cómo? La primera
cuestión alude a los diferentes recursos cognitivos que operan para ejecutar dicha acción mien-
tras que la segunda implica la apropiación del recuerdo por parte del agente. Dejando para el
final una pregunta bisagra que implicaría las formas y modos que conducen tanto a la definición
del recuerdo como la referencia y el sentido al que este mismo alude. Es decir un plano objetal
y un plano vivencial, respectivamente, vinculados a las formas de significación.

La memoria para Ricoeur tendrá una función temporalizadora. Toda memoria es del pa-
sado como afirma Aristóteles en su Parva Naturalia la memoria garantiza que algo ocurrió, esto
antes de que incluso nos formemos un recuerdo o una imagen de ese algo acontecido. También
plantea que la memoria es colindante con la región de la imaginación. Sin embargo, es preciso
matizar que la imaginación a la que se debe la memoria para recrear al recuerdo por medio de
imágenes tiene un vínculo referencial con la experiencia, con el mundo de la vida. Entre la ima-
ginación y la memoria habría una diferencia eidética la primera poseería una intención dirigida
a la ficción, a lo posible, a la fantasía. Mientras que la segunda refiere fundamentalmente un
tiempo anterior o precedente, algo que efectivamente tuvo lugar como acontecimiento. Esto
también alude a la dimensión de certeza o verificación de la memoria y el recuerdo aspecto que
posteriormente será retomado por el autor para desarrollar la problemática de la operación his-
toriográfica o la configuración del relato histórico. Por ello la memoria para Ricoeur tiene una
importante magnitud cognitiva. Se debe plantear junto a ella el tema de la fiabilidad, proble-
mática que se transfiere a la teoría de la historia, de allí que esta memoria fiable debe protegerse
de las trampas de lo imaginario, de las alucinaciones y los excesos de sobreinterpretación.

La memoria no es lo imaginario –aunque imagina pues lo dado presente (concretado en


este caso en el recuerdo) se produce en el campo de lo imaginario una función ostensiva que
“pone ante los ojos”--- La memoria nos conecta con un mundo de la experiencia, con un mundo
acontecido.

De mismo modo el autor señala que es preciso elaborar un trabajo de determinación de


diferentes concepciones griegas. La Eikón que estará ligada a la concepción de Phantasma a la

CAPÍTULO xi 1166
que traduce como simulacro además de la concepción de Typos que traducirá como impronta.
Dentro de este tratamiento platónico la memoria y la imaginación serán equivalentes en el sen-
tido de que justamente la presencia de lo ausente es su enigma común. Al acudir al diálogo del
Teeteto como clave de intelección de la problemática de la eikón lo que estará en predicamento
es el estatuto del momento de la rememoración, de este modo para Ricoeur será necesario
elaborar una distinción de las huellas ya sea al modo como historiadores como Marc Bloch la
conciben es decir como marcas escritas exteriores que se archivan, o como el mismo Platón con
su analogía de la cera lo sugiere, el modo como la huella o impronta se inscribe en el alma al
modo de un discurso fiel o ficticio en una suerte de impresión-afección, el tercer modo de huella
tendrá que reconocerse en el ámbito de la neurociencia la serie de concepciones que esta ciencia
ha constituido para reconocer justamente los espacios que componen al órgano cerebral. Empe-
ro este apunte va poniendo de relieve la tensión entre dos tradiciones antitéticas de la memoria.
Veamos a que se refiere esta problemática.

Memoria individual y memoria social: puntos de intersección

Como resultado final de esta pesquisa fijamos a continuación un conjunto de conside-


raciones. Hay un más allá de la fenomenología de la memoria que presenta Schutz y eso lo
reconoce Paul Ricoeur quien intenta avanzar a una hermenéutica de la condición histórica. Sin
embargo los aportes de Schütz relativos al problema de las generaciones y el tratamiento de la
intersubjetivad le permiten a Paul Ricoeur desarrollar una lectura que puede mediar entre dos
tradiciones que se han considerado antagónicas. La tradición de la mirada interior y la tradición
de la mirada exterior. Este rodeo se encuentra vinculado a un problema no menor ¿Bajo qué de-
terminaciones la experiencia de la memoria puede convertirse en una experiencia compartida?
Con la incorporación de la incógnita en torno a la memoria colectiva Ricoeur busca soldar a la
fenomenología (generalmente vinculada a la tradición de la mirada interior que según Ricoeur
inicia con San Agustín y se extiende a Husserl) el problema del otro que recuerda, ir tras la pista
del recuerdo compartido y su significación común.

En efecto existe una memoria social correlativa a los recuerdos individuales y sus pla-
nos referenciales, es decir intersubjetivos. Ricoeur en este sentido apoyado por Schütz consi-
dera necesario llegar a la noción de una experiencia común. Ya se advertía por supuesto esta
consideración en la V meditación cartesiana de Edmund Husserl a través del concepto Paarung
(apareamiento) que conduce a atribuir al otro como a mí mismo los mismos fenómenos mne-
mónicos.

CAPÍTULO xi 1167
El paso del yo al nosotros es sólo por analogía. La memoria social sólo encuentra su
fundamento en la experiencia histórica, y a su vez, la experiencia histórica sólo encuentra su
asiento en la memoria social, el acontecimiento. Ricoeur intenta establecer un puente entre la
tradición de la mirada interior y la mirada exterior ésta última vinculada estrechamente a las
formulaciones sociológicas de Maurice Halbwachs y su concepción de los marcos sociales de
la memoria. Decíamos que al filósofo francés le interesa el quién de la acción del recuerdo para
vincularlo con una teoría del actor o el agente, es en esta donde las nociones de atribución a la
persona que recuerda emergen. Al estar de acuerdo con Halbwachs en la necesidad o depen-
dencia del otro para acordarse de sus propios recuerdos Ricoeur advierte que este concepto se
refiere fundamentalmente a los escenarios inherentes al trabajo de rememoración, que evocan
los encadenamientos del recuerdo. Para el filósofo francés la apertura del espacio de la proxi-
midad fijado en la figura de --Los allegados—es la que permite fundamentar un concepto de
atribución para el agente que recuerda.

La forma en la que es posible apreciar la marca exterior que hace trabajar a la memoria,
a saber, el paso de un recuerdo compartido a un recuerdo conmemorativo que sugiere justamen-
te una escala colectiva es aquella que se ejercita a través de las conmemoraciones, ligada a los
lugares que han sido consagrados por una determinada tradición, que contienen una carga de
sentido cultural o que sencillamente enmarcan una determinada cotidianidad. De hecho ningu-
na memoria personal puede completarse sin una memoria compartida (Halbwachs, 1968). La
memoria colectiva hace relevante la noción de “lugar de memoria” el espacio ritual y sagrado,
que instala sus pasajes y mediaciones como umbrales para la conformación de un individuo
ligado a un sentido.

Ricoeur destaca como por la vía del trabajo de rememoración, el agente que emprende
el acto de búsqueda que revitaliza el sentimiento de la unidad del yo, a la postre, encuentra en
las marcas exteriores la huella indeleble de lo social. Tratando de encontrar una deriva más
tenue, más allá de convertirse esta unidad del yo en una ilusión radical, se torna en un punto de
vista o un horizonte interactuante que participa en la constitución significativa del pasado, lo
siempre presente y ausente. Salir del solipsismo y del holismo implica para Ricoeur visualizar
la red de elementos dispuestos en la recreación y configuración del pasado, que sería integrada
a un campo relativo al lenguaje.

La salida que encuentra Ricoeur a este problema la encuentra justamente en las posibi-
lidades mediadoras de una fenomenología social y su disolución de la diferencia entre la esfera
de mundaneidad y la esfera trascendental (Belvedere, 2002). De esta manera la forma pura de
la consciencia, de base trascendental, da paso a su vez a una comunitarización cuya base no

CAPÍTULO xi 1168
obstante sigue siendo idealista. Dentro de la dimensión de intersubjetividad la otredad si bien
en Husserl se sigue dando en la esfera egológica en Schütz se visualiza ya como un a-priori
histórico. Es decir la posición de latencia del recuerdo ya no es exclusivamente el otro del ego
sino el otro del espacio comunitario y social, el mundo cultural e histórico. Este contacto inter-
viene a partir de la conmemoración y encuentra su espacialidad en el ritual, en una simbólica
de lo común.

Memoria y narración

En Paul Ricoeur se delinea una concepción de la memoria que va desde la descripción


objetiva hasta la invocación poética de sus funciones. El hombre es un productor de historias,
de relatos.

A gracia de esa capacidad de relatarse, el individuo no sólo accede a una comprensión


de sí sino a la capacidad de poder-hacer por el intermedio de las mediaciones simbólicas.
Las acciones en consecuencia pueden encontrar su sentido en el interior de una narrativa
identitaria, que queda fijada en el espacio y da lugar a un territorio o una territorialidad en
cuyo sitio se emplazan prácticas rituales y culturales, además, conmemorativas que podemos
tentativamente nombrar aquí como los lugares del acontecimiento o las escenografías del
arraigo. En Ricoeur la identidad colectiva dependerá de la capacidad semántica de los autores
para convertir su vivencia en un relato. Al mismo tiempo debemos hacer valer el comentario
de que esta narrativa ya supone una dimensión temporal, un espacio de tiempo en el tiempo.
La narrativa en la que queda contenido el vivir-en hemos visto que se articula de diferentes
tramas y episodios Una narrativa territorial que puede concebirse como un producto emi-
nentemente social, una representación discursiva que, por supuesto, va más allá de la escala
individual, aunque de algún modo se afirme en ella. Narrativa que muestra las huellas de una
memoria colectiva, de una tradición y un pasado compartido: productor de sentido y gene-
rador de adscripción y que encuentra sus relieves espaciales en la celebraciones, prácticas
rituales que renuevan los ciclos, donde se establecen y se recrean los lazos, en los imaginarios
simbólicos, la capacidad que poseen sus imágenes y sus figuras para condensar un sentido
que servirá como un esquema de orientación para las prácticas colectivas, que comparten un
horizonte común, una identidad. En este sentido retornando a los planteamientos fenomeno-
lógicos de Merleau-Ponty quien invita a entender el espacio vivido en relación a la experien-
cia del cuerpo propio (Leib en los términos de Husserl). Sería preciso ponderar el espacio
traspasado al que este otro autor francés define como espacio antropológico, compuesto de

CAPÍTULO xi 1169
enclaves de relaciones que erigen un mundo (Merleau-Ponty, 1985, p. 355). Ejemplificados
en los sitios de culto, de peregrinaje, los espacios de la memoria y el ritual que se intercalan
al mismo tiempo con los espacios habituales, cotidianos, donde su normalidad también es una
posibilidad de afección y religamiento con una dimensión sagrada pero de igual modo con
una dimensión colectiva.

Conclusiones

Intentamos en este texto establecer un diálogo entre estos dos fenomenólogos apostan-
do por señalar los puntos de convergencia de sus posicionamientos. De hecho considerando la
posibilidad de una complementariedad, no solamente ceñida al horizonte fenomenológico que
invariablemente los une, sino también al abordaje problemático con respecto a los distintos
estatutos de alteridad que a través de la memoria comporta el pasado. Como preludio a un
abordaje más agudo que implique a la teoría y la filosofía de la historia este es un buen punto
de partida. El pasado funge como alteridad permanente, esa ausencia en la presencia, este es el
enigma por excelencia de la representación del pasado.

Todo recuerdo pertenece al mundo de la experiencia: vivida y significada. Aquí ob-


servamos el modo como Schütz ilustra cómo esta experiencia significada no solo precisa de
la remembranza sino de un acervo de experiencias anteriores, de un mundo intersubjetivo, en
el cual yace un interés práctico, este motivo pragmático orienta nuestra actitud natural en el
mundo de la vida cotidiana (memoria-hábito). Lo que para Ricoeur es la rememoración para
Schütz resulta ser la retrospección, ambas operaciones conforman sentido. Se trata de las
operaciones que se apropian del pasado confiriéndole sentido a la experiencia. El resultado
de una experiencia pasada que es contemplada desde el ahora mediante la actitud reflexi-
va. El objeto-recuerdo se vuelve significativo pues éste es captado –apercibido--- como una
experiencia inscripta en el pasado. Por otra parte es a través de Schütz como Ricoeur busca
mediar las aporías entre las dos grandes tradiciones de la memoria: interna/externa. Apelando
al plano intersubjetivo de carácter histórico y en el cual reside el entrelazamiento entre lo
individual y lo colectivo.

Con respecto a una de las cuestiones planteadas en este texto ¿Una sociedad sana es
aquella que logra ejercitar la memoria histórica y la que cuenta con las vías narrativas para
inscribir las vivencias de sus miembros? En relación a los tiempos que hoy vivimos pareciera
necesario y justificable reflexionar sobre este tema y más aún cuando en nuestro contexto co-

CAPÍTULO xi 1170
tidiano podemos dar cuenta de formas concertadas y mediatizadas que intentan manipular e
instrumentar a la memoria histórica, incluso tratando celosamente de resguardarla o controlarla.
En nuestro país hemos visto como apoyados por un estado de derecho precario las autorida-
des tratan de convertir la verdad histórica en verdad oficial y burocrática, o tratan de apurar el
olvido, según nos cuentan, para seguir adelante. Verdad oficial ---ya rechazada y deslegitima-
da-- que tiene como correlato una memoria humillada y herida que clama la reconciliación con
un pasado, sólo a partir de la justicia, como único medio para superar el recuerdo de barbarie
y con ello resarcir los daños ocasionados. Parafraseando a Paul Ricoeur esta tensión entre las
exigencias de memoria y los abusos de olvido nos pone en la antesala de la fragilidad identitaria
en la cual, lo único que se almacena dentro de esta memoria colectiva es la herida emocional y
simbólica. ¿De qué modo hacerse cargo de la memoria hendida y fracturada? El filósofo fran-
cés señala la necesidad de una memoria feliz y reconciliada, un trabajo de duelo en el que la
rememoración y la reflexividad asumen un papel fundamental, un uso de la memoria opuesto
a la instrumentación de la memoria como mero artilugio. Aquella memoria que sólo se repite y
se aprende mecánicamente.

Esto nos posibilita una última reflexión sobre un hecho concreto que nos sigue afectan-
do, no se puede decir a todos los sectores sociales de este país, sino a algunos de modo muy
profundo. A raíz del caso Ayotzinapa en la que el informe del GIEI destrona la verdad histórica
las categorías clínicas y terapéuticas de las que Ricoeur echa mano nos pueden dar luz sobre
la memoria colectiva herida… Pareciera que el gobierno niega el “trabajo de duelo” colectivo,
es decir, el ejercicio que permite a pesar del dolor, soportar y encaminarse a una reconciliación
en la que sólo la verdad y la justicia nos permiten, ahora sí, seguir la marcha hacia el futuro…
en este sentido sólo apoyados en dos dimensiones fundamentales de la memoria: la función
veritativa vinculada al ejercicio histórico y testimonial y la función pragmática: el acordar-se,
hay un deber de memoria cumplido. Hay un deber de memoria imperativo que no se refiere
obsesivamente a una rememoración forzada junto a sus conmemoraciones convenidas que de-
vienen en mausoleos o panfletos, su “cortejo de ritos y mitos” sino a una memorización que se
ejercita, que actúa como bien, cómo búsqueda e incluso como juez. Un deber de memoria que
no abusa de la historia y que tampoco olvida. El deber de memoria para Ricoeur es paralelo a
un compromiso de justicia, cultiva una obligación de deuda, pone en el centro a la víctima como
categoría de otredad.

La conciencia de la memoria (aterrizada en la idea de la rememoración) guarda un es-


trecho paralelo con la consciencia histórica que, análogamente, parece iniciar la acción de re-
conciliación con el pasado difuso. Un antídoto contra el olvido. Hay mucho camino por recorrer

CAPÍTULO xi 1171
en los márgenes de la historia, en las memorias marginadas y negadas, para cubrir su demanda
de historización.

Obra citada

Belvedere, C. (2006). Semejanza y comunidad. Hacia una politización de la fenomenología.


Argentina: Editorial Biblos.

Halbwachs, M. (1968). La mémoire collective. Paris: Presses universitaires de France.

Husserl, E. (2002) Lecciones de fenomenología de la conciencia interna del tiempo. Madrid:


Trotta.

Laffaye, G. (2013). “Tiempo, significación y memoria en la fenomenología social de Alfred


Schutz”. Revista Pilquen, año XV, Vol. 16, núm. 1, Argentina, UBA.

Patocka, J. (2005). Introducción a la fenomenología. España: Herder.

Ricoeur, P. (2010). La memoria, la historia, el olvido. México: FCE.

Ricoeur, P. (2009). Freud. Una interpretación de la cultura. México, Siglo XXI.

Ricoeur, P. (2004). Tiempo y Narración I. Configuración del tiempo en el relato histórico.


México: Siglo XXI.

Schutz, A. (2008). El problema de la realidad social. Escritos 1. Argentina: Amorrurtu editores.

CAPÍTULO xi 1172
Memorias del dolor: problematizacIÓn sobre el
cuerpo, las heridas y las resonancias sociales

Mónica Elivier Sánchez González18

Juan Gerardo García Dobarganes19

Resumen: Las múltiples y complejas distinciones que conforman la memoria llevan implí-
cito en el proceso de delimitación, formas desde las cuales enlazan, reconocen, rememoran o
generalizan selecciones particulares de contenido que las definen y distinguen. En este pro-
ceso de constitución elementos que influyen tanto implícita como explícitamente, incluyen el
consciente/inconsciente, comunicado/no comunicado, los traumas, el dolor, las alegrías que lo
atraviesan, sólo por enunciar algunas condiciones. Esta propuesta aspira a presentar un primer
recorrido trasversal a las formas en que la memoria se ve afectada por el dolor y viceversa. El
punto inicial de reflexión es el cuerpo como elemento material donde hay una manifestación de
dolor, ya sea emocional o físico, propio o social desde ahí se propondrán abordajes sobre cómo
hacerle frente desde el punto socio-psíquico de la memoria.
Las reflexiones giran en torno a un eje teórico que procede de la teoría sociológica de Niklas
Luhmann, a partir de ahí se estructura un diálogo para profundizar las marcas de la memoria,
el problema de la finitud inminente, frente a acontecimiento que hacen un alto en la constitu-
ción del sí mismo. El argumento para su elección se debe a su nivel de abstracción porque nos
permitirá señalar, en esos mismos términos, los posibles anclajes de un problema complejo de
abordar. En un segundo momento se establecerán los puentes de enlace para las aproximacio-
nes teóricas entre los cauces del dolor y la memoria. Para ello se apelará a relatos de pacientes
y familias expuestas al dolor físico y emocional, colectivo, ambiental y privado. ¿Cuál es la
importancia de la memoria en dichos contextos de dolor?, ¿Cómo incide la modificación de
cualquiera de las partes de este sistema en la vida del individuo, la persona, el sujeto? La meto-
dología que nos guiará hacia los impactos y resonancias sociales que marcan la comunicación
del dolor son las historias de vida de pacientes expuestos al dolor físico. Cabe destacar que

18
Profesora-Investigadora del Departamento de Gestión Pública y Desarrollo, División de Ciencias Sociales y
Humanidades, Universidad de Guanajuato campus León, Email: monica.sanchez@ugto.mx
19
Director del Centro Estatal de Cuidados Intensivos, Secretaria de Salud del Estado de Guanajuato,
Email: gdobarganes@guanajuato.gob.mx

CAPÍTULO xi 1173
debido al estado germinal de la investigación, en este momento ofrecemos las historias de vida
como los límites de una caja de resonancia que borda la problemática que presentamos.

Palabras clave: memoria, dolor, teoría social, identidad.

Summary: The multiple and complex distinctions shaping memory imply in the process of
delimitation manners in which particular selections of content are linked, acknowledged, re-
membered or generalized and by which memories are defined and distinguished. Among the el-
ements that, implicitly or explicitly, influence this construction process we have the conscious/
unconscious, communicated/non-communicated; trauma, pain, and happiness, to mention just a
few of the conditions. This proposal intends to present a first transversal walk through the ways
in which memory is affected by pain and vice versa. The initial point for insight is the body as
the material element on which pain manifests itself, either emotionally or physically, own or
social; from there we will propose approaches on how to face it from the social-psychic point
of the memory. Our insights are based on a sociological theory by Niklas Luhmann, the initial
point of our paper. The reason behind this election is the level of abstraction that the theory has
with which we will be able to point out, under the same terms, the most likely foundations for
such a complex problem. In a second instance we will set up the linking bridges between the
theoretical approximations of the paths of pain and memory. We shall make use of stories of pa-
tients and their families exposed to physical, emotional, collective, environmental, and private
pain. How important is memory in such contexts of pain? How does the modification of any of
the elements of the system affect the life of the individual, the person, the subject? The method-
ology that will guide us to the social impact and repercussions marked by the communication
of pain are the stories of lives of patients exposed to physical pain. It must be highlighted that
due to the incipient state of the research, at this time we present stories of lives as the border of
the resonance box that approaches the problem subject matter of our study.

Keywords: memory, pain, social theory, identity.

Introducción

La problemática para establecer signaturas de la memoria en los contextos de dolor es


nuestro enclave de reflexión. La afectación que ejerce el dolor sobre la memoria es innegable,
el contexto específico implica tres planos, uno es el clínico, que se construye al considerar a
pacientes expuestos al dolor físico ocasionado por el fuego. Sin perder de vista que una de las
secuelas es un aspecto físico distinto, frente al que el paciente, su núcleo familiar y sus con-
textos de socialización no pueden mantenerse indiferentes. El contexto de socialización general
nos remite al segundo plano, a la reflexión por esta transición que signa la memoria. Desde
el acontecimiento hasta la reestabilización del paciente y la ‘normalización’ de sus contextos
comunicativos. Para explorar el proceso recurrimos a la teoría sociológica de Niklas Luhmann,

CAPÍTULO xi 1174
específicamente, a los elementos que problematizan la constitución de la persona como forma
comunicativa. Así como la producción de subjetividad, es decir, de volúmenes que caracterizan
la interacción entre presentes, desde los que pueden tipificarse, particularizarse y separarse las
distintas formas posibles de interacción. En esta dirección establecemos accesos separados, por
una parte, al acoplamiento entre la psique20 y la comunicación, de ahí la relevancia de volver
sobre las afectaciones que se producen en dicho acoplamiento21. Por otra, en la subjetividad,
los procesos de ajuste, reconfiguración, re-normalización de los contextos de interacción de las
personas. Esto último produce resonancia en los dos planos internos de la sociedad, la organi-
zación y el plano societal. Una de las particularidades de esta aproximación es su planteamiento
que hunde sus raíces en la teoría sociológica. El resultado es tomar distancia de los trabajos que
consideran una sola forma de abordar la complejidad de este problema de investigación. Así
como de aquellos que construyen una secuencia directa desde la psique hasta las dimensiones
de los social. La postura de la investigación coloca en su centro a la teoría sociológica, en el
entendido que los contextos comunicativos afectan directamente la constitución de la memoria,
de la identidad y de la significación y resignificación desde y a través el dolor. El primer enclave
es el cuerpo en su calidad de referente material, donde se gatilla la reflexión.

La primacía de la sociedad para observar las contexturas y los planos del problema es
el camino para establecer, desde la sociología, vínculos con disciplinas como la medicina, la
historia y la filosofía. La forma de operativizar el universo que cada una de ellas enuncia es, a
partir de la pregunta: ¿Cómo es posible la definición de la memoria en condiciones de dolor, en
particular cuando las marcas atraviesan la psique, el cuerpo y la sociedad (interacción, organi-
zación, societal)? Su función suma a las referencias sociológicas, el camino por la pregunta de
la finitud del individuo y de la persona frente al acontecimiento límite que desencadena el dolor.
El cual se desagrega de dos maneras, una, concibe el cuidado del sí mismo en el contexto social,
la segunda, al cuidado de sí mismo en las fronteras de la psique del individuo. Aquí está uno
de los objetivos más relevantes, el entretejido desde la teoría social de la mirada del cuidado y
la finitud filosófica que procede de la analítica del Dasein heideggeriano22. Las consideracio-
20
Aquí la referencia apunta a los sistemas psíquicos que son individuales, clausurados y autónomos, condiciones
que funcionan como argumento para explicar la propia emergencia de la comunicación, operación única y elemen-
tal de la sociedad. (Luhmann, 1998)
21
En un primer momento se pone en suspenso la subjetividad de las personas, porque el procedimiento de análisis
apela al análisis sobre las distintas maneras en que el acoplamiento individuo/persona sucede. Porque la afecta-
ción lo altera y los procesos en la reconstrucción de la identidad se ven afectados en su referente más elemental.
En tanto que, la subjetividad, es el producto de las propias interacciones es el volumen que se generaliza a partir
del acoplamiento entre individuo y persona. El cual se considera en la sección que corresponde a los contextos
generales de la socialización, donde se volverá sobre la desarticulación y rearticulación de las contexturas sociales.
22
El texto central a considerar es Ser y tiempo de Martin Heidegger (Heidegger, 2003) así como aquellos que pro-
vean recursos para perfilar y densificar nuestra propuesta.

CAPÍTULO xi 1175
nes que conciernen a la psique distinguirán la vertiente que lleva al a aparecer de las ‘cosas’
al Dasein de la mano del ‘estado de alerta’ de Irving Goffman. El cierre de este plano propone
consideraciones sobre el duelo social, el hacer-frente a la finitud.

El diseño del segundo plano cumple la función de articular los presupuestos teóricos
con los elementos puntuales del problema de investigación. A ello se agrega la posibilidad de
derivar el tercer plano, aquel que corresponde a la observación del acontecimiento de quiebre.
Los elementos a retomar son el cuerpo, el dolor, las heridas, el silencio, el trauma y la memoria,
preformados por el marco teórico previamente diseñado. El enlace directo es la práctica médi-
ca, como codificador y decodificador primero del acontecimiento. Por una parte, se recurrirá a
los procedimientos y a la relación que estos establecen con los elementos ya enunciados, desde
la perspectiva de la medicina. Por otra parte, desde ahí se plantearán las primeras aproxima-
ciones a las vivencias y a las acciones de los pacientes. Para tener un sensor inicial desde el
que emergerá el plano de observación que presupone esa realidad ‘directa’, de la que surge la
pregunta de esta investigación.

Una de las características primordiales del modo de proceder es que presenta definicio-
nes provisionales, porque uno de sus objetivos es que adquieran los elementos propios de su
definición del camino de la investigación. La manera en que se contrala esta forma de trabajar
es desde la operativación de las teorías que fungen como su soporte. Esto para el plano de teó-
rico. En tanto que el apuntalamiento final procede de los matices que adquieren como resultado
del trabajo de campo. La función que cumplen es entablar un diálogo que afecte ambos planos,
se asume que el lugar del trabajo de campo es proveer de elementos que permitan resonar las
bases de los planteamientos. En un sentido estructural la investigación es también una apuesta
metodológica que interpela la inmediatez de la vinculación con los referentes empíricos a través
de los emprendimientos teóricos.

Los márgenes de la investigación son muy amplios, este texto es el inicio de desarrollos
teóricos de la sociología, la filosofía, la historia y la medicina para construir un marco propio.
El proceder responde a la aplicación y apropiación de la teoría de sistemas para validar la mane-
ra de trabajar. El principio es la construcción interna de autorreferencia como el recurso desde
el que se valida la investigación. El primer procedimiento permite redimensionar la función
de la teoría, desde ahí se rediseña la metodología y se replantea el problema de investigación.
En suma, esto representa la emergencia de un plano propio que en términos del procedimiento
se provee de los marcos que otorgan las condiciones suficientes para la producción de cono-
cimiento científico (Luhmann, 2010, pp. 11-37). El texto representa los primeros pasos hacia

CAPÍTULO xi 1176
la construcción de autorreferencia de este emprendimiento23. El lector debe considerar en todo
momento que el estatus es primigenio porque es la primera presentación de avances.

Presupuestos de partida

1. La exposición al fuego deriva en un evento traumático24, trastoca los órdenes internos de


los sistemas orgánicos con la psique y, las lógicas que estos sostienen con la sociedad.
Suceso que es una escisión para la relación de la memoria con la identidad. Atraviesa
una doble frecuencia de afectación al trabajar con un grupo etario de 5 a 15 años, ellos
están en un proceso de primera construcción del sí mismo. El acontecimiento es un
alto que marca un antes y después del propio proceso e interpela la construcción del sí
mismo.

2. Técnicamente, se rompe la disposición del acoplamiento que tiene a su cargo el sistema


neurológico25, que decodifica operaciones orgánicas para la psique, que es sistema de
sentido. El dolor emerge (Ferrandiz, 2006) y se manifiesta a través de los mecanismos
de producción del mismo en los planos físico y emociones. El patrón trasversal, que es
el acoplamiento de los sistemas orgánicos con los sistemas psíquicos, resulta de la ex-
posición sostenida al dolor, que cumple la función de alterar a los sistemas en busca de
una respuesta. Que puede ser de defensa y que emerge como recurso de preservación.

3. La primera alteración, acoplamientos orgánicos con la psique, interpela la relación entre


la memoria y la identidad más inmediata, aquella que se registra en la decodificación de
sistemas orgánicos/sistemas de sentido. La conmoción del dolor desborda la psique y
afecta a los sistemas orgánicos aún más de lo que la propia agresión lo hace. El sustrato de
supervivencia, de humanidad, se pone y lleva al límite. Si se interviene, entonces, los pro-
cesos de reconstrucción emergen. Para el individuo/persona, lo esperado deja de serlo, lo

23
Las fuentes para esta forma de proceder están en las bases del conocimiento de la sociedad moderna, que sostie-
nen que es producto de una convención comunicativa, cuya función es romper la extrañeza de la sociedad para sí
misma. La comunicación se especializa en la producción de conocimiento, la garantía para evitar la desdiferencia-
ción del sistema es el límite. La operación desde la que se reproduce es la observación que selecciona sobre distin-
ciones previas que se generalizan. El sistema de la ciencia al interior de sus límites reproduce más diferenciación,
por ejemplo, a partir del manejo y redistribución de las distinciones que reconoce como propias. A ellos se les
llama programas y contribuyen a que puedan concebirse subsistemas que son su especialización. (Luhmann, 1993)
24
Término empleado en sentido clínico, en esta enunciación específica.
25
El sistema neurológico es el encargado de acoplar los sistemas orgánicos con el sistema psíquico, que es un sis-
tema de sentido, por la relevancia que esto tiene para la investigación ahí se introduce la problemática de las emo-
ciones y los sentimientos. La dimensionalidad sobre este acoplamiento considera al dolor como activo presente.

CAPÍTULO xi 1177
normalizado deja de serlo, es decir, lo habitual se vuelve ajeno. La identidad de la persona,
los límites para la reproducción de la psique interpelan la ´normalidad’ en la que se había
reproducido. Como resultado, la normalidad social cuestiona al nuevo extraño.

4. La resonancia y los ecos del acontecimiento afectan la relación memoria identidad, por-
que esta no solo se esgrime en el plano de la sociedad (Luhmann, 1998, pp. 215-257), la
memoria en su calidad de mecanismo auxiliar de los sistemas (Luhmann, 1996) garantiza
su consistencia. La disposición que define la identidad de los propios individuos es atrave-
sada por ella, con altas probabilidades, la diferencia entre los individuos esté a cargo de la
forma específica que cada uno tiene de seleccionar y actualizar su sí mismo. La reproduc-
ción permanente de ese cierre es constatado por la memoria, de ahí la estrecha relación.

Cuestiones de método

¿Cómo es posible problematizar los contextos de dolor de los niños quemados? Interro-
gante que funciona como el principio de problematización del trabajo. La formulación lleva a
la forma de proceder, porque asume que la diferencia entre la realidad del acontecimiento y su
reflexión tienen implicaciones diferentes y apuntan a órdenes emergentes que no son correspon-
dientes. Este procedimiento constituye una diferencia, la primera asume que en la propia realidad
se resuelven los problemas que ahí se ocasionan, con independencia de la problematización que
desde la ciencia se formule. La segunda compete al campo de la reflexión científica, ahí la re-
flexión sobre las soluciones y su problematización son el objetivo principal. Lo que se produce es
la descontemporanización del presente en el que acontecen los problemas, de ahí, emerge la espe-
cialización del conocimiento científico (Luhmann, 2010, pp. 23-32). La pregunta que aquí plan-
teamos emplaza a ese momento inaugural que reconoce la producción de conocimiento científico.
El procedimiento es entonces analítico y la formulación en torno al cómo significa el principio de
autorreferencia de la investigación. A partir de ahí se establecen los criterios de validez propios y
se construyen los márgenes semánticos que desarrolla. En este contexto el planteamiento también
se pone a prueba, esto implica que el procedimiento es sometido a escrutinio desde los puntos de
vista teórico-científicos a los que se acoge. Al inicio responde con elementos, relaciones, argu-
mentos que están en el entorno de la pregunta. Sin embargo, conforme la investigación apuntala
sus propios recursos las respuestas proceden de los argumentos internos. Procedimiento que re-
fuerza la autorreferencia y, también, la consistencia.

La teoría sociológica es el referente de soporte para establecer la autorreferencia de la in-

CAPÍTULO xi 1178
vestigación26. El lugar es la sociología, la teoría sociológica porque asume que el problema es un
evento que sucede en los marcos de la sociedad. Si bien es cierto que el trabajo es sobre una teoría
en particular, la teoría sistémica de Niklas Luhmann, también es cierto que es en la sociedad don-
de acontece. En esta dirección, la primera formulación interpela por el lugar comunicativo, poste-
riormente, la observación lleva a la medicina, a los procedimientos clínicos. De ahí que sea viable
optar por una sociología clínica, aun cuando este trabajo aborde una de las posibilidades para su
delimitación, la que se circunscribe al análisis de los tratamientos clínicos desde la reflexión de
la sociología. Cuando esta reflexión se presenta como una herramienta para incluir el contexto
social en el que se presenta tanto el acontecimiento como los procedimientos de reconstitución de
la persona. En función de estos lineamientos se observa y establece un control sobre las propias
pretensiones de la investigación, su intensificación y la especificación de sus criterios. Medida que
es necesaria por la diferenciación interna que se desencadena.

El marco general replica el proceso de delimitación de la sociología general, aquel que


enuncia que el problema de la sociología, es el problema del orden social. En torno al cual las
teorías que emergen se proponen su resolución, a partir de ahí es que lo operativizan27. La forma
en que esta investigación procede coloca en el centro una interrogante, cuya función es repli-
car a partir de una teoría científica los límites de una disciplina, en este caso, la sociología. En
particular, se busca la resolución del problema, la ruptura de la paradoja sobre la que se monta.
Por una parte, en la realidad, el problema es resuelto, por la otra, en su procesualización, la
resolución sólo puede o no llegar después de la problematización. La puesta en marcha de dis-
tinciones sobre la pregunta es el principio para problematizar y desparadojizar el punto de par-
tida. Procedimiento que es la operacionalización. En conjunto, se recurre a una teoría general,
la teoría general de sistemas de Niklas Luhmann que ha diseñado la ciencia como sistema de la
sociedad. Al tiempo que la manera de trabajar es, primero, sobre la delimitación del problema.
Las aportaciones que tiene a la investigación son los esfuerzos por clarificar los problemas en
el contexto de una epistemología, solo posible en el sistema de la ciencia. Cuando de manera
particular su fundamento tiene arraigo en la sociología.

26
Apegarse a una teoría sociológica es un recurso que se apega a la manera en que procede la sociología, que vuel-
ve sobre sus límites reflexivamente a partir de la teoría. Dicho ejercicio le genera un régimen de autorregulación a
partir de los recursos que la sociología se ha generado (Luhmann, 2010).
27
Este planteamiento se ha tomado de Luhmann, la particularidad está en la forma que se enuncia y en que se le
precisa como un problema en el que se especializa la sociología y la teoría sociológica. Las implicaciones son las
mismas, es decir, el afianzamiento de los límites del problema, en el proceso también se incluye su operacionali-
zación.

CAPÍTULO xi 1179
El dolor fisiológico

Los resultados de la exposición sostenida al fuego afectan a los sistemas, lesionan: piel,
tejidos inmediatos y diversos órganos y sistemas. El cuerpo es condenado al fuego, aun cuando
la exposición al mismo sólo se presente una vez, aun cuando sea un evento en estricto sentido.
El fuego marca el cuerpo y deja un recuerdo permanente y olvidos que lo acompasan. La me-
moria unitariamente emerge para no abandonarlo más28. ¿Cómo abordar una problemática de
semejantes dimensiones? Una puerta es la dupla cuerpo-dolor, en el entendido que es el cuerpo
la materialidad en la que residen el fuego y en las emociones. El dolor actúa como esa alerta
que desencadena procesos que atraviesan al cuerpo y sus sistemas, que cimbran la psique y que
resuenan en la sociedad. ¿Cómo definir el dolor como alerta transitoria entre la normalidad, el
momento de alteración y la reestabiliación del cuerpo? Teóricamente, es el dolor una irritación
sostenida que alerta a los sistemas para que respondan y puedan preservar su integridad.

¿Cómo observar el acontecimiento del dolor corporal y referirlo a los sistemas de senti-
do? El dolor desde una perspectiva médica es “una experiencia sensorial y emocional desagra-
dable asociada a una lesión tisular real o potencial” (Ferrandiz, 2006). El dolor tiene sus propios
planos de emergencia, los cuales también cumplen funciones específicas. El primero considera
su tiempo y duración. El primero es el dolor agudo, es una acción inmediata que alarma, su
función es la protección biológica, el lugar de su presencia es el tejido lesionado. El otro plano
del dolor es crónico que puede considerarse enfermedad, por su persistencia, porque puede
autoperpetuarse después de la lesión o en su ausencia. El siguiente plano de diferenciación del
dolor se refiere a los mecanismos fisiopatológicos, uno es consecuencia de una lesión somática
o visceral, dolor nociceptivo. El otro, resulta de una lesión y alteración de la transmisión de la
información nociceptiva a nivel del sistema nervioso central o periférico, es el dolor neuropá-
tico. Una característica asociada a él es la aparición de dolor frente a estímulos que no lo son
usualmente (Ferrandiz, 2006).

En torno a estos dos planos generales del dolor es importante destacar que el cuerpo
también interpreta el dolor. Esto significa que los cuerpos pueden o no interpretarlo y que, en
buena medida este fallo, depende de la memoria emocional29, de la desconexión entre los enla-
28
La memoria se considera un mecanismo auxiliar de los sistemas, es una forma de dos lados recuerdo/olvido.
El abordaje de la problemática ilustra ambos lados de la forma por la contundencia del acontecimiento. La es-
pecificación se presenta debido a que la concreción del mismo puede remitirnos a la metáfora de la cera que se
emplea como referente para reflexionar en torno a la memoria. Aquí es válida pero en un segundo momento del
acontecimiento.
29
La posibilidad que el cuerpo intérprete o no el dolor, según la disposición propia del entramado neuronal tiene
implicaciones para la forma en que se produce el acoplamiento con la psique. Específicamente, cuando el dolor es
decodificado por la conciencia, ya que el camino esperado es de las emociones, a la conciencia y de ahí a la comu-

CAPÍTULO xi 1180
ces que reconocen el tránsito del dolor. Lo que no se consigue es el enlace de los estímulos, en
algún punto del entramado se pierde la conexión, se rompe la consistencia. La irrupción en la
continuidad desarticula el acoplamiento entre el sistema nervioso y el sistema psíquico.

I.

La condición de ‘normalidad’ en los procesos de definición de la persona involucra el


camino hacia la disposición definitiva de los acoplamientos entre los diferentes sistemas. Los
sistemas involucrados y sus correspondientes acoplamientos se establecen entre los sistemas
orgánicos y el sistema psíquico. Sin olvidar al sistema nervioso que decodifica los estímulos y
los pone a disposición de la psique. La relevancia de la contextura que adquiere forma, apunta
al entramado que es la forma persona, como forma que activa comunicación y, que en ello,
reproduce a la sociedad. La manera en que esto se afianza es por un mecanismo de prueba
error, donde el individuo reconoce y establece lo que considerará como propio. Así, establece
generalizaciones que determinan la recursividad30 de las selecciones, como decisiones, que lo
definen. La recursividad se presenta como el despliegue que hace posible la construcción y
generalización de la personalidad. Esto significa que es un proceso de largo aliento que implica
que cada actualización que contribuye a la definición de la persona la delimita, define y separa
del resto de formas persona. Con esto se vuelve sobre la individualidad dispuesta en cada uno
de los sistemas psíquicos de los individuos.

La especificidad del proceso que se ha descrito está en el rango de edad sobre el que se tra-
baja, entre 5 y 15 años. Etapa que representa los primeros momentos de constitución del individuo
y la persona en una forma particular, el sí mismo31. Planteamiento que incluso puede proponerse
como un proceso que atraviesa dos momentos. Uno de ellos es la imitación como recurso para la
nicación. Este mecanismo rompe la intransparencia entre los sistemas, la ruptura se presenta por acontecimientos
que atentan, en este caso, contra los individuos. El dolor es el catalizador, por lo tanto, cuando un cuerpo no recibe
la alerta o no responde a ella el peligro inminente es su integridad.
30
Cabe recordar que la recursividad es el proceso de generalización de operaciones de un sistema que identifica
como propias, en este caso, son decisiones (Luhmann, 1993). La recursividad permite establecer el corrimiento o
desplazamiento del sistema sobre sí mismo. En esta investigación, ese desplazamiento se visualiza de acuerdo con
el afianzamiento paulatino de la personalidad. La propuesta implica un desarrollo de la teoría que se propone para
los momentos de constitución de la personalidad, como el punto de partida que separa el momento de imitación de
la comunicación, para dar paso a su reproducción propia por parte del individuo.
31
La formulación “sí mismo” se emplea para desdoblar la constitución del individuo y de la persona, el argumento
es enfatizar la multidimensionalidad del proceso, que no sólo remite a la formación de la psique, sino al ir y venir
entre la individualidad y la constitución de la persona (forma comunicativa). El sí mismo hace posible destacar que
la emergencia de los límites de la conciencia, son intransparentes a la comunicación, ese proceso de intransparen-
cia contribuye a la delimitación de la forma-persona no a su clausura, en el entendido que el proceso por el que se
precisan los límites de la individualidad son afectados por los contextos comunicativos donde suceden.

CAPÍTULO xi 1181
construcción y delimitación del sí mismo, el segundo, es la incipiente definición del sí mismo y su
consecuente diferenciación de los demás. Por lo menos en los primeros momentos, se especifican
paulatinamente, las selecciones que separan a los individuos entre sí, que los distinguen. Este ca-
mino también se construye con las referencias de la comunicación, de la sociedad. Los procesos
de afirmación del sí mismo colocan en tensión la manera en que la individualidad se define porque
no es una relación lineal de sumatoria e identificación de selecciones. La selección implica tiempo
porque los individuos están expuestos a más opciones de las que puede afirmar como propias. A
ellos se suma las construcción y el afianzamiento de las estructuras tanto psíquicas como comu-
nicativas. El proceso de generalización de la individualidad, del sí mismo, de la personalidad y
de las primeras subjetividades presenta, en paralelo, la generalización de las estructuras y los pro-
cesos de selección. Cabe recordar que las estructuras son expectativas de orientación (Luhmann,
1998) que permiten los enlaces de operaciones que definen, por ejemplo, los pensamientos y la
tipificación de las formas en que se reproduce la comunicación. La niñez es una condición que
puede comprenderse por el azar como su condición de posibilidad y por la alta flexibilidad en la
definición de estructuras y enlaces operativos. Probablemente, por eso la memoria sea un meca-
nismo tan determinante, porque la disposición recuerdo/olvido tiene más peso y los eventos que
para personas ya ‘definidas’ pueden ser olvidados, en la infancia produzcan marcas indelebles.

La memoria es un mecanismo auxiliar de los sistemas que los libera de obligarse a


ejercer control total sobre cada enlace operativo y sobre cada observación (Luhmann, 1996).
Los sistemas orgánicos definen sus propias memorias que se presentan automatizadas, aún
con las dificultades en los procesos de acoplamiento que experimentan dichos sistemas. En la
infancia, en los primeros años esto no es una condición secundaria, porque los sistemas son
puestos aprueba por sus propias estructuras. A esta condición específica se suma la emergencia
y generalización de la memoria de los sistemas de sentido32. Estas son las condiciones para la
acentuación de la identidad, su diferenciación y autonomía, que se despliega tanto en la perso-
nalidad como en los procesos de autoconciencia33. La autoconstitución del sí mismo es el inicio
de su despliegue. La memoria tiene un papel central en esta configuración porque ella genera-
liza los registros desde los que los sistemas y sus acoplamientos correspondientes se definen.
La memoria en las primeras etapas está condicionada a ajustes permanentes, pone a prueba

32
La memoria en los sistemas de sentido es una ganancia co-evolutiva (Luhmann, 2007), que en la diferenciación
y auto observación de los sistemas en presente reconoce y generaliza los scripts de selección y enlace de las ope-
raciones y de su procesamiento interno. En esta dirección es que la memoria tiene un lugar preponderante en la
reproducción de la conciencia y la comunicación.
33
Por autoconciencia se entiende la posibilidad de volver sobre la propia conciencia, implica darse cuenta de la
interioridad y de la diferencia respecto de la comunicación. Este proceso es de largo aliento, pero inicia en esta
fase, de ahí la relevancia de la relación de diferenciación que se establece entre conciencia-memoria/comunica-
ción-memoria.

CAPÍTULO xi 1182
las selecciones hasta que consigue generalizarlas. Al conseguirlo se estabiliza la referencia del
sí-mismo y se producen sus autodescripciones, los referentes de sentido que orientan no sólo la
reproducción de su límite como individuo, sí mismo y persona; sino también, los sedimentos de
sentidos que determinan el horizonte de su identidad.

La memoria establece vínculos indisociables con la autorreferencia de la individualidad,


del sí mismo y de la persona, así como de la identidad de cada uno de ellos. La posición que tiene
corre sobre los límites de ambas frecuencias generales, referencia e identidad, por ello afirma su
consistencia. En este sentido profundo, se comprende que la memoria organice el tiempo de los
sistemas, separe entre antes/después y pueda pensarse como una generalización gradual que mar-
ca etapas en la cronología de los seres humanos. Respecto de la cual se coloca a la niñez como
ese momento de prueba y error para afianzar los límites de la individualidad, los principios de la
vuelta de la conciencia sobre sí misma, la apropiación y presentación de la persona en la sociedad,
el despliegue del sí mismo. El proceso significa el ir y venir de la comunicación a la conciencia.
El ejercicio significa la ruptura de la intransparencia de la psique frente a la comunicación, su pri-
mera condición es el lenguaje. El proceso marca el paso de la intransparencia a la comunicación,
sin que esta construcción de puentes hacia la comunicación la resuelva. Por el contrario, se abre la
puerta a la intransparencia de la conciencia y de la propia comunicación. Para esta investigación,
sobre todo se presenta al final del grupo etario elegido mayoritariamente.

La exposición al fuego como evento traumático irrumpe en esta condición de definición de


la individualidad, de la persona y del sí mismo, la interpela. La primera marca está en el cuerpo,
materialidad donde reside la condición elemental del proceso de referencia e identidad. Él mismo
se construye y posiciona como una memoria general es una escisión que generaliza. Las huellas
que refiguran el cuerpo son una nueva forma y una nueva normalidad comunicativa. A primera
vista el acontecimiento es un antes y un después en el mismo lugar donde sucedió. El cuerpo es
entorno de la comunicación y de la conciencia, esto significa que es la condición de posibilidad de
procesos de diferenciación entre la psique y la sociedad. El cuerpo está colocado en la exclusión,
sin él se cancela todo, esta anulación emerge con fuerza cuando enfrenta eventos traumáticos. A
partir de esta pausa inicia un interpelar constante sobre las disposiciones normalizadas o en proce-
so de normalización que, hasta antes del evento traumático, eran condición cotidiana.

II.

La pausa que marca el evento traumático es la condición fáctica del quiebre de las

CAPÍTULO xi 1183
estructuras de los sistemas, tanto orgánicos, como de sentido. El dolor es la alarma que hace
posible que se activen las reservas que los sistemas tienen frente a estos imprevistos. Los sis-
temas de sentido apelan a sus sistemas inmunológicos, los sentimientos para los sistemas psí-
quicos, el derecho34, para los sistemas sociales. El dolor desde la perspectiva biológica incita a
la respuesta de sustancias para proteger al cuerpo, el cerebro intensifica la sensación de dolor.
Sin descartar que la inmunidad a él puede cauterizar al cuerpo mismo. En el caso del sistema
psíquico la decodificación del dolor sucede en forma de sentimientos que cimbran el cuerpo,
por medio de un malestar generalizado. El malestar generalizado en un evento de las caracterís-
ticas aquí descritas, no está sólo en la interioridad de la psique, o en la vivencia individual. Las
expectativas comunicativas han especializado procedimientos clínicos de respuesta. Posterior
a la estabilización, manejo (interdisciplinario) limitación de daños y secuelas, manejo psico-
lógico es cuando el individuo egresa a su contexto social. El proceso previo se produce en un
contexto distinto, artificial. Su función es proveer de recursos que permitan que los individuos
vuelvan a reintegrarse a sus contextos sociales. En ese momento, también, se echa mano de las
herramientas psicológicas disponibles para fortalecer el sí mismo e intensificar la respuesta de
este a procesos de adaptabilidad.

El abordaje de situaciones como las descritas es complicado, primero, sin perder de


vista la objetividad debemos saber cómo diferenciar el tipo de dolor y el origen del mismo.
Que observamos en un tercero que como sujeto de estudio y manejo debe abordarse sistemá-
ticamente para diferenciar las características que priman y de esa manera orientar el manejo y
anticipar las posibles repercusiones y consecuencias. Desde el punto de vista meramente físico
, se deben examinar todos los órganos aparatos y sistemas del organismo vivo para descartar
y/o identificar la posible etiología (si es meramente física), de igual manera, no olvidemos que
puede o no existir o coexistir un componente psicológico que puede ser per-se el origen del
dolor en cualquiera de sus tipos dada la complejidad de la mente, algo, que no siempre resulta
fácil de identificar, ambos, o por si solos modifican y reconforman la psique y la personalidad
del individuo afectado con los cambios en relación a la interpretación que le da a los estímulos
ambientales. En consecuencia, la respuesta de él hacia los estímulos, la manera en como res-
pondemos a esta situación es lo que particulariza el resultado de tal respuesta, modifica en la
mayoría de los casos esta relación antes descrita entre el daño orgánico o psíquico y el entorno
ambiental. Intervenciones sencillas como estimular el fenómeno de adaptabilidad se ven mani-

34
Aquí se concibe del derecho la producción de recursos de sentido que permiten que los sistemas puedan respon-
der cuando las expectativas se ven amenazadas. Esto lo consiguen a través de la generalización de los enlaces ope-
rativos, no sólo por la afirmación de la estructura misma, sino también porque desde ahí se contemplan escenarios
no actualizados en el presente del sistema que puedan presentarse en el futuro. Aquí, frente al evento traumático,
se está en dicha condición.

CAPÍTULO xi 1184
festadas en una evidente mejora en las relaciones interpersonales e interambientales permiten
así, que el individuo desarrolle sus propios mecanismos de adaptabilidad. Que se adecuan a su
entorno especifico y permiten que sea más afable para con el individuo y que el individuo sea
más afable con el entorno. Lo importante es el reto que representa el mantener la relación tal
cual se describe anteriormente, esto favorece la recuperación y mejor relación del individuo con
la sociedad.

El enfoque que aquí se propone responde a una perspectiva desde la sociología clínica35,
debido a que se observa que, la intervención clínica también responde a las condiciones de
posibilidad de la sociedad que las produce. Desde esta perspectiva emerge una relación asimé-
trica entre aquellas regiones comunicativas céntricas, donde los procedimientos consideran el
desarrollo de recursos que permitan respuestas más eficaces para conseguir la preservación y
recuperación del cuerpo los más cercano posible a la totalidad. Frente a regiones comunicativas
periféricas, donde las condiciones estructurales no coadyuvan ni a la importación de la especia-
lización procedimental, técnica en el manejo del paciente.

III.

Las alteraciones de los sistemas orgánicos y de sentido se presentaron desde la formali-


dad de la teoría de sistemas luhmanniana. Ahora se exponen las diferentes afectaciones desde el
auxilio del Dasein heideggeriano y del estado de alerta que propuso Irving Goffman. La selec-
ción de la formulación hedeggeriana obedece a la construcción del ser-ahí arrojado. Interesa a
esta reflexión las herramientas que tiene a la mano el ser arrojado en su proceso de apropiación,
siempre presente, que hace frente a la finitud. Respecto de esta segunda condición es relevante
el enfrentar la finitud en la infancia cuando apenas empieza la distinción del sí mismo. La fini-
tud resulta distante, porque se está en el inicio del proceso de apropiación del sí-mismo. La cer-
canía está con los procesos del cuidado (Sorge) en el camino del sentido del ser. Una referencia
que también resulta lejana, o incipiente por la implicaciones que tiene, es el proceso reflexivo
sobre la pregunta que el ser se plantea sobre sí mismo. Pero que resulta ineludible frente a los
estragos que, por momentos, acercan a la finitud. El modo de ser del ente que somos es inter-

35
Aquí por sociología clínica se propone los estudios de los procedimientos clínicos desde una perspectiva socio-
lógica, particularmente, desde la sociología teórica de sistemas luhmanniana. Donde el sistema de salud tiene una
función específica en la que se especializa, siempre en correlato con la sociedad como su entorno general. Los
procedimientos clínicos no solamente tratan de la restauración de la salud en los límites de la enfermedad, sino que
éstos se ven afectados por los contextos comunicativos donde acontecen. Esto es válido no sólo para la enfermedad
como tal, sino para los contextos, el cuerpo y sus dinámicas de una manera contextural.

CAPÍTULO xi 1185
pelado en su forma más constitutiva que le es su condición inasible para la existencia. El punto
en el que se encuentre el ente respecto de su apropiación es relevante por la hipercomplejidad
para la apropiación del sentido de sí mismo36. La situación que se afecta es la presuposición
que se tiene del ser porque en ella se deposita una visualización previa del ser y, a partir de ahí,
sucede su articulación provisional. A ello se suma que pertenece a la constitución esencial del
Dasein (Heidegger, 2003, p. 31). La función que tiene a su cargo es la comprensión media en
la que nos movemos. En el caso de la infancia los elementos para esta articulación provisional
están en emergencia, apuntan a dicha compresión media. El repensar, el hacer frente a la finitud
en estas condiciones, son provocativas, porque enfatizan la profundidad de las marcas que un
evento que atenta contra la existencia puede producir en el ser.

La comprensión del ser, en este caso, los primeros momentos para su apropiación y
comprensión están en juego. Por lo menos en dos direcciones, la primera, es la constitución
basal para la relación de su ser con su ser mismo, la condición para esta relación contempla
la apertura para su comprensión. Esto marca la segunda dirección, la de la compresión del sí
mismo que se desprende de su propia determinación, posible por la relación de su ser con su
ser mismo. La comprensión del sí-mismo y la analítica total sobre la existencia es la trama de
estructuras de la existencialidad (Heidegger, 2003). Esta disposición estructural donde el apro-
piarse del sí-mismo responde a una condición inherente de la existencia implica un continuo
autointerpelarse respecto de su ser. La apertura que se menciona anteriormente se refiere a la
disposición para cuestionarse sobre sí-mismo. El Dasein puede pertenecerse a-sí-mismo en esa
apertura hacia el cuestionamiento permanente. Si bien es cierto que la apropiación del Dasein
no guarda una relación directa con la cronología, resulta relevante proponer que los puntos de
apertura para el interrogarse, como proceso de apropiación del Dasein, también remiten a los
primeros momentos de los entes. Por lo menos en cuanto a las condiciones generales sobre la
apertura. El primer argumento para este postulado se desprende de la condición constitutiva del
Dasein que enuncia el propio Heidegger (2003, p. 40) que apunta el ocultamiento de la espe-
cífica constitución del ser para el ser37. En tal dirección el camino del Dasein es el mostrarse a
sí mismo desde sí mismo, mostrase tal como es, inmediata y regularmente, en su cotidianidad

36
Aquí se recurre a una precisión que planteó Martin Heidegger (2003) frente a la reflexividad de los procesos de
apropiación del Dasein como condición inherente para la apropiación. En ella hace una acotación sobre la contem-
poraneidad en la que se presenta el proceso de apropiación y reflexividad, ambas simultáneas. Las cuales deben
considerarse para la propia reflexividad en torno al Dasein. “Un ente puede determinarse en su ser sin que sea
necesario dispones previamente del concepto explícito del sentido del ser. De lo contrario, no podría haber hasta
ahora ningún conocimiento ontológico; y nadie pretenderá negar que lo haya” (Heidegger, 2003, p. 31)
37
La formulación que sintetiza esta condición del Dasein fue postulada así: “El Dasein es para sí mismo óntica-
mente ‘cercanísimo’, ontológicamente lejanísimo y, sin embargo, preontológicamente no extraño”. (Heidegger,
2003, p. 31).

CAPÍTULO xi 1186
media (Heidegger, 2003). La propuesta filosófica de la apropiación del sí-mismo adquiere su
sentido en la temporeidad38, en él se deposita la apropiación-comprensión más originaria del
proyecto del ser. Desde ese nivel, que es el de máxima abstracción, se construyen los referentes
medio y cotidiano de la apropiación del sí mismo. En este proceso es que el tiempo39 es el ho-
rizonte genuino de toda comprensión del ser.

La introducción del tiempo como una condición del proceso de apropiación-compren-


sión del sí-mismo, permite redimensionar la manera en que un evento traumático pone un alto
en el camino hacia la constitución-y-comprensión del sí-mismo. ¿Cómo un evento traumático
interpela directamente la apertureidad del sí-mismo en la delimitación y autoapropiación? Tras-
toca la disposición a la apertura permanente que le lleva a preguntarse de manera sostenida por
la estructura de su propio ser, la particularidad de esta última es que permanece oculta a él. En
esta dirección el ser-ahí enfrenta un doble proceso cuya condición es la pregunta, por una parte,
se interpela por la herida, por la condición expuesta y las maneras en que se redirige el proceso
de apropiación-comprensión del sí-mismo. Por otra parte, los procesos de apropiación que ya
están dispuestos para el sí-mismo atraviesan por una amenaza tan contundente que acercan al
ente más a su condición primera de yecto que a la existencia. El tiempo es el que impide este
pliegue, precisamente, por la profundidad de los anclajes sobre los que se diseña el proyecto del
Dasein. La temporeidad, representa en el plano más abstracto y originario la primera garantía,
al distinguir a la futureidad como el eje que lo orienta y dirige. En el segundo plano está la tem-
poralidad, de ella, es relevante acentuar la función que tiene la tensión entre pasado-presente.
En torno a ella emerge la historicidad que marcan los impactos del pasado en el presente, de
forma activa. Esto significa que el pasado actúa en el presente y esto marca las maneras en que
apropiación-comprensión suceden en cada momento. Frente a estos dos planos, el del tiempo
accidental (cotidiano) conserva una posición significativa por los anteriores y, poco relevante,
sí se le considera sólo por sí mismo. Una secuela presente es la problematización de la finitud
que, antes, se sabía que llegaría. Pero que después de un evento traumático, deja de ser un
acontecimiento que está al final del proyecto, porque ahora se contempla como posibilidad. De
tal manera que el cuidado del ser, en la apropiación de sí-mismo, afecta la existencia porque
se acelera la comprensión del cuidado. La angustia por la finitud se actualiza porque el ser la
enfrenta abruptamente, queda expuesto a ella y genera procesos específicos sobre lo propio que
le es la finitud así mismo. Pregunta que replantea el sentido del ser en general.
38
La temporeidad es el modo que refiere a la originariedad máxima del ser, al proyecto que orienta ese proceso de
apropiación.
39
El lugar que ocupa el tiempo es determinante en la apropiación y comprensión del Dasein, él afecta su proyec-
ción en el nivel más originario y corresponde a la temporeidad. Posteriormente, está la temporalidad cuyo refe-
rente más importante es la historicidad que marca las condiciones presentes como eje central de la apropiación del
sí-mismo. Al final está el tiempo cotidiano, el que se define como accidental.

CAPÍTULO xi 1187
La manera en que pueden glosarse los impactos de la profundidad del acontecimiento
traumático en la apropiación del Dasein replican las siguientes líneas:

Es cierto que en la caída el modo propio de ser-sí-mismo está existentiva-


mente cerrado y repelido; pero este estar cerrado es sólo la privación de una
aperturidad que se manifiesta fenoménicamente en el hecho de que la hui-
da del Dasein es una huida ante sí mismo. Tan sólo en la medida en que el
Dasein es llevado por esencia ontológicamente ante sí mismo por su propia
aperturidad, puede también huir ante sí mismo. Es cierto que el ante-qué de
la huida no queda aprehendido en este cadente darse la espalda, ni menos aún
experimentado en una vuelta hacia atrás. Pero, en cambio, al darle la espalda,
el ante-qué queda abierto “Ahí”. El óntico-existentitvo darse la espalda, en
razón de su carácter de apertura, ofrece fenoménicamente la posibilidad de
entender ontológico-exitencialmente el ante-qué de la huida en cuanto tal.
Dentro del óntico “lejos de” que se halla en el darse la espalda, el ante-qué de
la huida puede ser comprendido y conceptualizado en una vuelta hacia atrás
fenomenológicamente interpretativa. (Heidegger, 2003, p. 207)

El texto expone la hipercomplejidad que enfrenta el proceso de apropiación del Dasein,


de acuerdo con la posición que el propio ser tiene. Al pensar esta condición en condiciones
específicas desencadenadas por un evento traumático, el proyecto del sí mismo hace un alto.
Cuando se retoma, por ejemplo, la huida del Dasein que paradójicamente le remite a su aper-
tura más originaria, se piensa en que la propia el evento traumático es una exacerbación sobre
esta disposición de la huida hacia sí mismo. Lo que llevaría a repensar la manera en la cual
se formulan estos procesos, cuando hay una incidencia que altera el estar-ahí, la condición de
arrojado en el mundo, la angustia como modo de apertureidad. Por lo menos, en una primera
instancia, el diseño de la analítica existencial del ser40. El ante-qué de la huida en cuanto tal
queda expuesto por duplicado, por la condición primera y por la exposición a la finitud antici-
pada. La apertura está frente a contextos que apuntan a la condición más originaria del ser-ahí,
la angustia, el comprender afectivamente dispuesto se presentan como los ‘recursos’ para dicho
acceso. Precisamente, porque la huida sucede sobre el estar-en-el-mundo como su constitución
fundamental y esa constitución remite al ante-qué de la angustia (Heidegger, 2003, p. 208), de
ese ser que está en el mundo en cuanto tal.
40
Aquí habrá que pensar en la pertinencia de vincular Ser y Tiempo (Heidegger, 2003) con los Seminarios de Zo-
llikon (Heidegger, 2013). Si bien es cierto que hay una clara diferencia en los momentos de la filosofía heidegge-
riana, la manera en que se define la analítica del ser puede ser atravesada por la propuesta de la posguerra, donde
el dolor, la pérdida, la finitud están.

CAPÍTULO xi 1188
La angustia abre originaria y directamente el mundo en cuanto mundo, abre la disposición
afectiva. En un contexto, donde la finitud se aceleró, una hipótesis a plantear es la redimensio-
nalidad que adquiere dicha angustia. Que no sólo se convierte en una condición afectiva por la
angustia de estar en el mundo, sino por la amenaza de la finitud de estar en el mundo posterior
a un evento traumático. Porque resulta evidente que se atenta contra el arrojo al mundo, a lo
circunmundanamente a la mano, a lo intramundano. Esto, sin olvidar que acontece en un mo-
mento temprano del arrojo del ser al mundo. Una referencia textual al respecto es la siguiente:

Así la angustia aísla y abre al Dasein como un solus ipse. Pero este “solipsis-
mo” existencial, lejos de instalar a una cosa-sujeto aislada en el inocuo vacío
de un estar-ahí carente de mundo, lleva precisamente al Dasein, en un sentido
extremo, ante su mundo como mundo, y, consiguientemente, ante sí mismo
como estar-en-el-mundo. (Íbidem)

Así el trauma y su vinculación con la angustia denotan la relevancia que tiene observar la
pertinencia de la analítica del ser como recursos nodal para la comprensión y redimensión de
los procesos de apropiación del ser. Resulta evidente que esta vía es un recorrido que incita a
la problematización y no a la resolución de los procesos, condiciones y de la apropiación en la
apropiación del ser.

La perspectiva de este proceso de forma individual puede observarse desde la microso-


ciología de Erving Goffman41, donde el cuerpo tiene un papel central. Lo observa precario, en-
deble, inseguro frente a las miradas de los otros, blando, penetrable, expuesto a los accidentes,
también está a la caza, al asecho de los otros, al engaño, a las lesiones y a la muerte. El cuerpo
es una construcción simbólica, sobre esa condición expuesta que Goffman observa. A partir de
ahí se construyen marcos, rituales que sitúan y orientan la organización de las interacciones.
Los marcos pueden distinguirse desde la perspectiva de los ritos positivos y de los ritos negati-
vos. Los ritos negativos explican los artificios a los que se recurre como artificios de defensa, a
partir de los cuales se recrea el orden público. Una de las funciones principales es que cuando el
cuerpo se ve en peligro, cada individuo defiende su Umwelt, que es el entorno de supervivencia
del sujeto (Payá, 2003, p. 198), al tiempo que evalúa su entorno. A partir de ello se activan y
funcionan las señales y los sistemas de alarma. Así, la manera en que el individuo concibe su
entorno es como extensiones del yo. Sobre ellos establece límites y distancias con los otros.
41
El argumento principal para trabajar con la sociología de Goffman es por la prioridad que tienen las microinte-
racciones como soporte de la reproducción social. En particular, interesan las formas en que pueden decodificarse.

CAPÍTULO xi 1189
Los otros también son sus entornos, con ellos construye relaciones, pero también los considera
posibles invasores. Los rituales positivos suponen las bases para el contacto, sus costos, pro-
babilidad, frecuencia. El marco en el que se presentan establece distintas glosas corporales, a
partir de la orientación, circunspección y exageración. Que se relacionan con rituales como el
saludo, la despedida, las exhibiciones, la presentación, las transacciones, exhibiciones.

Las condiciones que enfrentan las personas en los rituales de interacción son aquellas que
se consideran fuentes potenciales de alarma. Las cuales resaltan las señales, experiencias y la
situación de alarma. El evento traumático desencadena estos marcos de referencia, los rituales
de interacción límites para reorientar la acción, las interacciones. Esto, por lo menos, en dos di-
recciones. La primera que lleva a la intervención de los contextos sociales y clínicos que hacen
frente al evento traumático; la segunda, contempla los marcos de interacción que fungen como
la condición de transición hacia la reinserción de los marcos normalizados de interacción, posi-
tivos. Sin olvidar que no implica que los marcos no se alteren, sino que se replantea la manera
cómo es reconceptualizado el cuerpo, sus glosas, orientación, circunspección, las formas en
que se construye la presentación de la persona. La recomposición de los marcos de referencia
de la interacción cara a cara resulta relevante por los rituales que están en juego, de manera
exacerbada en el evento traumático. Acontece una intrusión corporal donde se pone en juego el
territorio, donde se está, las fuentes contaminantes: el tocar por los ajenos, desconocidos, la pre-
sencia de desechos corporales desconocidos, redimensionados, tales como excrecencias, saliva,
sudor, lágrimas orines pelo. El calor, el olor, las huellas están en el centro de las interacciones,
el cuerpo, el aliento, también son sometidas a observación constante. La persona, en este caso el
infante, está ante la penetración visual, rodeado de interferencias de sonidos, de palabras, donde
los tonos y la forma de dirigirse apelan a distintos escenarios en el mismo espacio. En contexto,
está entre fuentes potenciales de alarma, él está en situación de alarma.

IV.

La relación entre memoria e identidad no es directa, no sólo por la duplicidad de la rela-


ción de la memoria en los sistemas de sentido, sino por la hipercomplejidad que se desprende de
un evento traumático que marca al individuo. Las reflexiones en torno a las condiciones impli-
cadas en su referencia e identidad exponen la condición no lineal de la memoria. Que posibilita
mostrar que el orden del tiempo (antes/después) atraviesa condiciones extraordinarias que tiene
que resolver en el momento que se presentan. Los sistemas recurren a sus estructuras para la
recomposición inmediata, en caso contrario se ponen en riesgo. En dicho contexto la función de

CAPÍTULO xi 1190
la memoria es puesta a prueba sistemáticamente, porque las estructuras orgánicas y de sentido
son puestas a prueba más allá de los límites permitidos. Esto significa que más allá de los dispo-
sitivos abstractos, en el caso de los sistemas de sentido, tienen que responder cuando la propia
abstracción está en peligro porque el entorno, el cuerpo orgánico, está en riesgo de perecer. La
probabilidad para plantear que la memoria responda más allá de los recuerdos generalizados
por la reproducción de los sistemas es alta. Esto se debe a que ella, al garantizar la consistencia
de los sistemas, concede un lapso de indeterminación en los sistemas que puede prolongarse.
En el prolongarse sucede el dolor, el conflicto, el cimbrar del cuerpo, el silencio social, el trau-
ma, la cuestión a la normalización comunicativa y su consecuente replanteamiento.

La doble relación referencia/operación e identidad/semántica es llevada al límite en


su conjunto, por el acontecimiento traumático. En ese límite se distinguen momentos donde
se interpelan, cuando se acude al plano de quien padece el acontecimiento, las afectaciones
desdoblan en quien recayó. Así, se observa diferencia entre el ser humano, el individuo, el
sí-mismo, la persona, el sujeto. Por medio de estas formas orgánicas y de sentido se accede al
límite de las condiciones que hacen posible su reproducción. La particularidad de estás formas
es el grupo etario sobre el que se observan, niños, sobre los cuales las formulaciones que de
aquí se desprenden adquieren posiciones específicas. Esto significa que desde la formulación
primera: referencia/operación e identidad/semántica están en proceso de definición. De ahí que
resulte provocativo condicionar doblemente la manera en que puede recurrirse a las entidades
de sentido, sobre las que se reflexiona y accede a la problematización del contexto del trauma.
Ya que los límites de las formas sobre las que se observa están en proceso y, en este momento,
se experimenta un evento que rompe su dinámica de delimitación y generalización.

Las preguntas que se plantean a lo largo del texto alejan la comprensión del aconte-
cimiento traumático de la construcción de identidad y la reproducción de una memoria ge-
neralizada. Pero deja expuesta la construcción de una contextura específica que atraviesa los
engranajes sociológicos, clínicos y filosóficos, en aras de resaltar la densidad que desencadena.
Los referentes memoria e identidad hacen posible distinguir y problematizar los límites del ser
humano (definición de los sistemas orgánicos), el individuo (clausura de los sistemas psíqui-
cos), la apropiación-comprensión del sí-mismo, la persona y la subjetividad. Condiciones que
resultan propias de este momento son, la disposición interna de la conciencia que implica la
prefiguración lingüística de los pensamientos (acoplamiento estructural con la comunicación).
El cual se distingue de aquello que en la conciencia no es codificado en la disposición a la
comunicación. En el caso del sí-mismo se observan grandes problemáticas debido a la etapa
germinal en la que se encuentra. Si bien es cierto, que la finitud se dilata en la apropiación del sí

CAPÍTULO xi 1191
mismo, esto es alterado cuando hay una exposición a un evento que la acerca al ser. Sin olvidar
el momento en el que se presenta, cuando hay más cercanía con el ser arrojado al mundo, con
el yecto, que apenas inicia el camino hacia la apropiación. La profundidad del acontecimiento
traumático es profunda y lleva a repensar las formas en que la analítica del ser es afectada. Aquí
una de las preguntas pendientes es la memoria porque lo que se observó es la relevancia del
tiempo y su triple disposición, pero no la manera en la que está articula los diferentes planos. En
términos de la disposición del tiempo, hay que repensar la manera en que se dispone la orien-
tación de la temporeidad sobre el proyecto, es decir, cómo la futureidad se ajusta y también el
diseño del proyecto. El plano de la temporalidad presenta cambios en la relación pasado-pre-
sente, los efectos del pasado que marcan el presente adquieren una doble orientación. En ella
puede distenderse dos formas de impactar el pasado al presente, una, aquella que preestable-
cida por la temporeidad, la segunda, aquella que deriva de la ineludible finitud que derivó del
acontecimiento traumático. Probablemente, el tiempo intramundano, imperfecto es donde las
resonancias son más inmediatas.

Las reflexiones sobre la persona y la subjetividad presentan a la memoria como un


recursos necesario. Cuando las relaciones son cara a cara los engranes de las distinciones gene-
ralizadas requieren de las distinciones que la memoria identifica, por medio de las que enlaza
las operaciones. Las descripciones de los ritos que atraviesan a la persona, a los infantes, son
un puente con las subjetividades que pueden detectarse desde ahí. Lo descarnado de las des-
cripciones de los marcos de referencia acentúa la fragilidad a la que están expuestos los niños
que atraviesan un evento traumático por el fuego. Los procedimientos clínicos son leídos desde
la fragilidad a la que se ve sometida la persona en las instituciones totales. Donde los procedi-
mientos clínicos y todo aquello que es simbolizado en la interacción condicionan la apropiación
de sentido. Frente a la que no puede optarse por la indiferencia.

Una de las deudas de esta investigación es el trabajo de campo, ausente por la profundi-
dad desencadenada de las propias preguntas que se plantearon. En esta dirección, los primeros
trazos que se presentan en estas páginas son el punto de partida para aproximarse a las expe-
riencias concretas.

CAPÍTULO xi 1192
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be90-3f42fa5545-173017045

CAPÍTULO xi 1195
La memoria, territorio entre justicia e injusticia
de los desaparecidos

Carlos Montalvo Martínez42

“Necesito tu ayuda para cantar esta canción de


libertad…canción de redención”

Bob Marley

Resumen: La desaparición forzada nos convoca a hacer memoria, no recordar; más no se pue-
de hacer memoria sin hacer historia. La memoria histórica siempre es la historia social; siempre
territorio de tensión y lucha. En este sentido, la reflexión se enmarca en el análisis dialéctico
del territorio que articula y tensa el ser y la imposibilidad de estar. La última concebida como
injusticia y necesidad de justicia; la primera como posibilidad con justicia o posibilidad con
injusticia.

Palabras claves: Memoria, violencia, desaparición.

Summary: Forced disappearance calls us to remember not remember; more can not do without
history memory. The historical memory is always the social story; always territory of stress and
struggle. In this sense, reflection is part of the dialectical analysis of the territory that articulates
and tense the being and the impossibility of being. The last conceived as injustice and need for
justice; the first as a possibility justly or unjustly possibility.

Keywords: Memory, violence, disappearance.

Doctor en Antropología. Universidad Intercultural Indígena de Michoacán. Email: caminojaguar@yahoo.com.


42

mx

CAPÍTULO xi 1196
Introducción

En México, la desaparición forzada por motivos políticos es una nefasta tradición de


hondos abismos, tan arraigada culturalmente que a veces pareciera tan normal e imposible de
erradicar. En ella participan diversas autoridades que tienen a su cargo las instituciones, sobre
todo las encargadas de procurar justicia. El fin es silenciar abruptamente a las personas que de
muchas maneras se expresan en el movimiento social en busca de una sociedad más justa e
igualitaria. Para detener el avance de los grupos organizados, los gobiernos –grupos en el po-
der- practican la represión en distintas vertientes; una de ellas es la desaparición forzada. El ob-
jetivo es condicionar el imaginario de la sociedad de ser susceptible de sacrificio si continua con
sus protestas. La guerra psicológica que se lleva mediante la propaganda de desaparición está
destinada a intimidar, controlar, enloquecer, asimilar y aniquilar la conciencia. (Cfr., Freyras,
2006).

En este sentido hablo de una guerra, una guerra contra la memoria y la conciencia, que
configura un territorio de tensión entre ser o renunciar a ser; ser hasta las últimas consecuencias
que serían entonces base de toda esencia; o desaparecer como esencia y caminar vaciadamente
sobre el mundo, circulando como una mercancía más sin más sentido que la de ser consumido
en el tiempo. La desaparición forzada, que implica a toda persona no localizada hasta que no
se demuestre que no ha sido desaparecida, está enmarcada en un contexto internacional con el
propósito de infundir terror y manipular distintas maneras de pensar de la sociedad.

Los marcos de interpretación de la desaparición posibilita la construcción de una cultura


del miedo que sojuzga la razón. Marcos que consideran lo humano no como vida humana, sino
como algo susceptible de destrucción y violación en el campo de la lucha por el poder; des-
truyendo también el entretejido social y quebrantando la moral que da existencia a la historia
social. La desaparición forzada se traduce invariablemente en el asesinato, la tortura, y el encar-
celamiento o secuestro de luchadores sociales. La cifra asciende a varios miles de personas que
han sido perseguidas, torturadas, desaparecidas, asesinadas, violadas, mutiladas, silenciadas o
encarceladas en la historia de México, por haber afectado de alguna forma los intereses econó-
micos de quienes detentan el poder (Arenas y Gutiérrez, 2008, p. 1). Sumado a las desaparicio-
nes por motivos políticos la cifra se eleva por feminicidios, trata de personas y órganos a 27
mil 659 personas.

En términos políticos la desaparición forzada es parte de la represión y persecución


política contra una movilización, una huelga, una toma de tierras, un desalojo, o ante la autode-
fensa de los pueblos agraviados históricamente. No se trata de golpes represivos separados unos

CAPÍTULO xi 1197
de otros para disolver o desmovilizar momentáneamente, sino de una estrategia que pretende
reducir al movimiento popular a la resignación, a la mera expresión tibia de inconformidades
y a la inacción. La desaparición forma parte de un esquema amplio de exterminio permanente
y constante que tiene la función de detener el avance de cualquier manifestación de inconfor-
midad ante los abusos sociales, económicos, políticos, culturales y ambientales. La finalidad es
aniquilar estructuras organizativas, así como la conciencia social y de clase. Que una persona
sufra desaparición forzada no depende tanto de lo que haga a nivel individual, sino que depen-
de principalmente de cómo le sirve al Estado su desaparición para reprimir a una comunidad,
destruir la moral, la memoria y la lucha. La consecuencia no sólo la sufre el militante político,
sino las familias. Son muchos los desaparecidos, son tantos los nombres que no es posible nom-
brarlos en un libro, se necesita hundirse en las entrañas de la tierra y sondear en la extensión del
cielo para escribir sus nombres.

Los desaparecidos como territorio de la memoria de los pueblos

La concepción de algo como justo o injusto, implica una trayectoria histórica. Este tran-
sitar en el tiempo que da conciencia es la vida en sus dos vertientes: la material y la espiritual.
En consecuencia, nos señala Marx, en Fauerbach. Oposición entre las concepciones materia-
lista e idealista, que

la primer premisa de toda existencia humana y también, por tanto, de toda


historia, es que los hombres se hallen, para «hacer historia» en condiciones
de poder vivir. Ahora bien, para vivir hacen falta ante todo comida, bebida,
vivienda, ropa y algunas cosas más. El primer hecho histórico es, por consi-
guiente, la producción de los medios indispensables para la satisfacción de
estas necesidades, es decir, la producción de la vida material misma… (Marx
y Engels, 1974, p. 26)

¿Cuáles son las condiciones de vida de nuestro país? En México la pobreza avanzó del
2012 a 2014 de 53.3 millones de pobres a 55.3 millones, 46.2 por ciento. 33 de cada 100 hogares
en México viven en pobreza de ingresos y 12 de cada 100 en la indigencia. En condición de
pobreza se sitúa a 53.2 por ciento del total de los habitantes. (González A., 2016) El crecimiento
en el número de personas que viven en pobreza es parte de un proceso de erosión salarial, un
proceso de corrupción estructural y de una ineficiente transferencia y distribución de recursos

CAPÍTULO xi 1198
del Estado a los más pobres, beneficiando a cúpulas empresariales. En este sentido podemos
dar cuenta de que la violación de derechos humanos, la precariedad de vida, la violencia,
narcotráfico y desapariciones forzadas se dan en las zonas más pobres. Zonas que sin embargo
muchas veces poseen gran riqueza de recursos naturales, y a los cuales se les trata de despojar.

Es allí territorio donde las protestas toman lugar contra las injusticias, así como las de-
mandas de justicia son cada vez más fuertes. Es en tales zonas donde surgen las autodefensas,
donde la guerrilla rural tiene su desarrollo histórico y donde se reproduce recurrentemente el
confrontamiento violento entre sociedad civil y fuerzas del Estado. Allí se empuja a tomar con-
ciencia de las diferencias de clase, de luchar por la vida, así como de organizarse y organizar a
la mayor parte de la población. Los centros de operación de estas organizaciones sociales toma
lugar frecuentemente en los espacios universitarios entre estudiantes y profesores. Allí es donde
se leen, discuten y adecuan métodos históricos de lucha para la transformación de la realidad,
en veces de forma pacífica y en veces empujados a una lucha armada. Entre teorías revolucio-
narias y activismo social jóvenes y organizaciones adaptan sus métodos, que se orientan prin-
cipalmente en combinar lo general con lo particular, así como ligar la dirección organizativa
estudiantil, magisterial, obrera, o campesina, con la población en general. El llamamiento ge-
neral con la orientación particular.43 En estas concatenaciones sociales se entreteje el contenido
que otorga valor histórico a ciertos actos y acciones colectivas de los actores políticos. En este
sentido la historia se constituye en una gramática moral que hace presente o excluye al actor y
su acción. La memoria se justifica moralmente, por la grandeza o bajeza moral de las mujeres
y hombres que somos, y de los que son y han sido. He aquí por qué no todos hacemos memoria
de lo mismo.

Más la memoria con conciencia se justifica éticamente por la grandeza de sus máximas
y principios en cualquier cultura, territorio y temporalidad. Por ejemplo, la abolición de la ex-
plotación de un individuo por otro, la abolición de la explotación de una nación por otra. En
términos marxistas el principio de que toda clase explotada y oprimida no puede emanciparse
de la clase que la explota y la oprime sin emancipar al mismo tiempo y para siempre, a la socie-
dad entera de la explotación, la opresión y la lucha de clases (Marx y Engels, 1966, p. 17). Toda
explotación humana es explotación de clase, que a su vez es física y espiritual, es violencia que
no se justifica ni moral ni políticamente. No obstante la moral política de los que ostentan el
poder en nuestro país justifican la desaparición de ciertos actores sociales que consideran sus
enemigos de clase, ya que ponen en juego sus interés de grupo. O en su caso deshumanizan a los

43
Cfr. Mao Tsetung, “Algunas cuestiones sobre los métodos de dirección”. En Obras Escogidas de Mao Tsetung,
Tomo III, Pekín, Ediciones en Lenguas Extranjeras, 1971.

CAPÍTULO xi 1199
sujetos para desaparecerlos de lo humano y transformarlos en mercancías sexuales, mercancías
corporales, y de esclavitud.

¿Cuántos están desapareciendo ahora? ¿Dónde están las personas desaparecidas en


México? Reza el artículo de Amnistía Internacional (2013), una pregunta que se vuelve eterna
para quienes incansablemente reclaman conocer el paradero de seres queridos desaparecidos en
México. Una eternidad de condena para el Estado porque las autoridades federales y estatales
la han tolerado y se niegan a erradicarla. Una conciencia de impunidad para los desaparecidos
que recurrentemente

La Convención Internacional para la Protección de Todas las Personas contra las Desa-
pariciones Forzadas, define la desaparición forzada como “el arresto, la detención, el secuestro
o cualquier otra forma de privación de libertad que sean obra de agentes del Estado o por perso-
nas o grupos de personas que actúan con la autorización, el apoyo o la aquiescencia del Estado,
seguida de la negativa a reconocer dicha privación de libertad o del ocultamiento de la suerte
o el paradero de la persona desaparecida, sustrayéndola a la protección de la ley”. (Amnistía
Internacional, 2013, pp. 2-3) La desaparición forzada es un crimen de lesa humanidad, que no
prescribe y que se sigue cometiendo mientras no aparezca la víctima. Se caracteriza porque la
lleva a cabo siempre el Estado, ejercida por autoridades o servidores públicos, por autoridades
que niegan el hecho, y por el hecho de que no sea encontrada la persona desaparecida. Cuando
es usada por el Estado es un instrumento que busca doblegar y deformar la moral de un pueblo,
o grupo social que se opone a ciertos intereses del Estado. Es un instrumento represivo usado en
la guerra sucia, y usada contra enemigos políticos; retomada posteriormente por los grupos de-
lictivos. La desaparición implica el empeoramiento de las condiciones de vida de la familia del
desaparecido, de sus relaciones sociales que forjó, implica una tortura psicológica, emocional
y económica. En la desaparición forzada los que quedan son desterritorializados, desdibujados,
borrados de la historia, están pero no están, son muertos en vida, y la única forma de vivir es
continuar en la búsqueda, no parar. Están sin territorio aunque estén aquí, los desaparecidos son
todos, pues la ausencia del desaparecido es la ausencia de sus relaciones sociales; es la ausencia
de la palabra, de la sonrisa, del abrazo, de la convivencia, del dialogo y del caminar juntos, es
la perdida del sentido del caminar mismo y del camino. El apoyo social es necesario para dis-
minuir el dolor; para hacerse memoria, no solo para recordar. Para esas heridas no hay memoria
ni olvido, porque solo existen en el presente, siempre el dolor insondable que se abalanza como
un trueno que rompe el día y la noche. (Guerrero, 2013)

Este es el caso de los luchadores sociales desaparecidos, de los 43 de Ayotzinapa. Mas


la desaparición forzada no es exclusivo en los luchadores sociales sino que se dirige también

CAPÍTULO xi 1200
hacia cualquier integrante de la sociedad civil. Mas el acto de desaparecer de manera forzada a
un ser humano sí es exclusivo de un sistema de relaciones sociales, que tiene su fundamento en
las relaciones de producción de una época concreta, específicamente me refiero al capitalismo.
En este sentido la memoria hacia los desaparecidos no sólo se enmarca en una dimensión espi-
ritual, o idealista, sino económica, es síntesis de las contradicciones del sistema de relaciones
de producción que imperan en nuestro país; y que se transforma en una practica de su búsqueda
de un nuevo modelo de producción y de distribución de la riqueza, mediante la denuncia, agi-
tación, organización y lucha contra el Estado y sus formas de violentas de reproducción, como
lo es la desaparición forzada.

La búsqueda de los desaparecidos, siempre presentes, nos llevan a un territorio de lu-


chas políticas donde las demandas económicas y de servicios públicos son lo más visible de
un conflicto histórico desarrollado en la memoria de nuestro país. No es recordar sino hacer
presente a los desaparecidos contra la violencia que domina las relaciones sociales en el sistema
capitalista de nuestra época; hacer de la memoria territorio de los desaparecidos. Encontrarlos
siempre y en todas partes; en cada injusticia, en cada explotación y opresión de un ser humano
por otro, en la explotación y opresión de un género por otro, en la explotación y opresión de una
nación sobre otra. Allí siempre ellos, los 43, y los millones de desaparecidos nos convocan a
luchar. La lucha es el territorio donde siempre viven, toman lugar y se hacen presentes los desa-
parecidos. Allí la madre, el padre, las hermanas, los hermanos, las hijas, los hijos, las abuelas y
abuelos, las y los amigos, las compañeras y compañeros de activismo, allí la amada, el amado,
allí todos en la lucha con los desaparecidos que dejan de serlo en el sonar de millones de voces
que gritan justicia. Allí ellas y ellos son el territorio nuestro; y nosotros somos la memoria de
ellos un territorio gramaticado de historias de la humanidad misma.

La búsqueda de los desaparecidos es el encuentro del territorio, pero no un territorio


de paz, ni el de un camposanto, pues no hay cuerpos, ni lugar. Es un territorio de conflicto, de
muertos desconocidos; de historias no contadas, enterradas al margen de la historia. El tran-
sito hacia lo desconocido, en la búsqueda de lo que no aparece ya que es ocultado, posibilita
el encuentro con otros recuerdos de otros ocultamientos que parecían perdidos. Los que no
están, por considerarse desaparecidos, generan las condiciones de que aparezcan los recuer-
dos como conciencia y los individuos dolidos por la injusticia como organización en pos de
un territorio de justicia. Por tanto, para comprender la desaparición forzada de los luchadores
sociales en nuestro país es necesario comprender el proceso de desarrollo de nuestra historia,
para comprender concretamente la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa es necesa-
rio comprender el proceso histórico de los normalistas como luchadores sociales que buscaban

CAPÍTULO xi 1201
transformar las condiciones históricas del territorio, de su región y de nuestro país. Condiciones
históricas que nos unen con ellos y con los miles de desaparecidos por circunstancias variadas
pero hijas del mismo sistema que trata de dominarnos.

Más de 30 millones de exiliados del recuerdo que se ahondan en la memoria como


conciencia de lucha y encuentro con los que buscan ya no solo a sus hijos y padres sino a la
justicia. Más de 27 mil desapariciones en México, así lo afirman Amnistía Internacional (AI) y
Human Right Watch (HRW). De acuerdo con cifras oficiales, entre 2007 y 2015, en tres años,
en México hay 27,638 desaparecidos, 3,425 registrados en 2015. Muchos desapariciones se
derivan de detenciones por parte de elementos del ejército y la policía. En el caso de los 43 de
Ayotzinapa habían elementos de inteligencia federal y militar que tenían conocimiento de lo
que estaba pasando, ‘y aun así el gobierno no intervino. El desempleo en México aumentó 4.4%
en diciembre del 2015, contra el 4.2% registrado en 2014 por el Instituto Nacional de Estadís-
tica (INEGI). (España, 2016)

Los luchadores sociales desaparecidos son una referencia al pueblo y a su lucha por
transformar la realidad; una realidad no transformada en tanto no aparezcan los desaparecidos,
y en tanto no sean enjuiciados los actores de tales desapariciones forzadas. Una lucha perma-
nente, eterna que se hunde en la historia de una tradición de violación a la vida y a los derechos
designados como humanos. La desaparición forzada trata de acallar, mercantilizar, alienar y
cosificar la condición humana, con ella la posibilidad de su historia como memoria. “La pri-
mer premisa de toda historia humana es, naturalmente, la existencia de individuos humanos
vivientes. […] Los hombres mismos comienzan a ver la diferencia entre ellos y los animales
tan pronto comienzan a producir sus medios de vida, paso este que se halla condicionado por su
organización corpórea. Al producir sus medios de vida, el hombre produce indirectamente su
propia vida material.” (Marx y Engels, 1974, pp. 15 y 16)

La relación medios de producción y fuerza de trabajo producen la memoria, y manifiesta


las concatenaciones de las relaciones sociales en una época determinada. La transformación de
la materia es la transformación del tiempo, su conceptualización es su comprensión que nos
hace a su vez conscientes de nosotros mismos. La memoria es la historia moldeada en sucesivas
fases de concientización de tales transformaciones; es decir, en sus modos de producción mate-
rial y simbólica. ¿Qué pasa cuando desaparece un eslabón de la cadena de sucesos y relaciones
sociales?

La producción de la vida material es condición de posibilidad de la memoria como


recuerdo o como conciencia de su producción. Romper la historia sería posible entonces me-

CAPÍTULO xi 1202
diante la muerte, coartar la vida. Entre vida y muerte los desaparecidos, la memoria siempre
presente que no es por ello ni memoria ni historia ni presente, es acto, continuum, dialéctica.
La dialéctica como relación social de producción de presente y lugar de enunciación y acción.
Territorio de angustia que une como conciencia a los cuerpos, y como cuerpos a las conciencia;
y hay conciencias que no desaparecen aun cuando los cuerpos se entierren en la profundidad
de la historia o se quemen en los hornos de los cuarteles militares. Las muertes han sido miles,
los luchadores que han perecido en manos del Estado y los desaparecidos entintan de vacío la
historia de la nación mexicana.

Los cuerpos humanos, en tanto materia, no desaparecen por obra espiritual, sino que
son ocultados por otros cuerpos, y aun cuando sean destruidos no desaparecen. Como toda ma-
teria solo se transforman. Pero no son solo conciencia son vidas humanas que se transforman
en conciencia y territorio. La condición para hacer historia es vivir no solo como materia sino
como conciencia, que se asume –toma lugar- como memoria por los otros. Los otros que somos
nosotros que gritamos por la joven, la niña, el niño, el luchador social que ha desaparecido, que
llena y cubre con hojas de su fotografía la ciudad y los municipios. Entre hojas, señas y calles,
entre marchas y protestas hacen memoria que se recupera como acción y vía. Como dirían los
zapatistas hay que olvidar hasta el olvido; solo así los desaparecidos se rebelan contra su des-
aparición como olvido. ¿Cómo? Pues caminando, no uno solo, sino en comunidad, buscando,
denunciando, recuperando historia y territorios, decisión, poder y sentido. Es necesario enten-
der la construcción de las comunidades de sentido que se constituye en todo lugar, porque todo
lugar es sentido del desaparecido.

Ser conscientes nos enseñan los desaparecidos de lo que en nuestra actualidad nos hace
perder el camino y sentido; conscientes de nuestra situación precaria como humanos, trabajado-
res y clase. Conciencia que es memoria de la violencia y pobreza que crece como una montaña
no sólo a nuestras espaldas, sino que nos abraza en opresión cada vez más inhumana bajo el
nombre de Estado. Un estado de desigualdad social, empobrecimiento, desigualdad en la dis-
tribución de las riquezas, explotación, abaratamiento de la fuerza de trabajo e precarización de
la condición humana; que crece a la par con la negación que el Estado hace de los desapareci-
dos y con una cada vez más aguda inconformidad, protesta y movilización social; conciencia
del crecimiento de los desposeídos, de los agraviados, encarcelados injustamente, asesinados,
desaparecidos y esclavizados de México. Memoria que se reconstituye a cada instante con un
recurrente y mayor enfrentamientos entre los dueños de los medios de producción y la sociedad
desposeída de esos medios de reproducción de sus propias vidas. ¡Aquí vamos!

La conciencia como reflexión evoca la memoria de los normalistas de Ayotzinapa como

CAPÍTULO xi 1203
símbolos del olvido que se olvida para hacer presentes las memorias de más desaparecidos.
En la memoria de los desaparecidos la identidad y la moral se desgarran, y el desgarro es el
sentido que reúne en sueños, esperanzas, recuerdos, deseos, necesidades, odio y amor. Entre
memoria de un mal vivir y esperanza de un buen vivir, memoria que se busca y olvido que se
impone, olvido desaparecido, recuerdo de injusticia, injusticia y necesidad de justicia, justicia
y memoria, territorio de esperanza y deuda, entre lo total que desaparece y lo desaparecido que
nos subvierte, que busca romper esa totalidad y el presente de olvido, abre la tierra y el tiempo
para buscar, rompe el alma y golpea los muros del Estado y de los sótanos de los cuarteles mi-
litares. La memoria como don y subversión de los desaparecidos. Subvertir la injusticia como
presencia de la ausencia y como territorio de olvido del olvido. ¡Estas siempre presente!

El olvido de los desaparecidos es uno de los aspectos más degenerativo de la violencia.


Entendiendo a la violencia como toda coacción nacida del seno de una relación social, de
naturaleza física, sicológica y simbólica, susceptible de atraer el terror, el desplazamiento, la
desgracia, la muerte o desaparición otra persona. Pero en todo olvido hay reductos autónomos
de memoria, como en toda muerte hay gérmenes autónomos de vida que escapan del control y
la fuerza que las oprime, son la contradicción del sistema que emanan de su propio seno, de sus
entrañas. De las entrañas del vació mismo se rebelan los desaparecidos, y contra todo olvido
la memoria de un hijo transustancializa el cuerpo abatido de la madre y del camarada que se
levanta contra el peso del presente. Un presente no abstracto. Un presente donde individuos
y grupos concretos, solapados por personas concretas que ostentan el poder del Estado, son
responsables de las desapariciones forzadas. Un presente constituido por castas hipócritas que
históricamente se adueñan de las riquezas, el derecho y de los recursos de la conciencia como
la educación.

La desaparición forzada es una tradición inventada por el Estado de la clase en el poder,


“implica un grupo de prácticas, normalmente gobernadas por reglas aceptadas abierta o táctica-
mente y de naturaleza simbólica o ritual, que buscan inculcar determinados valores o normas de
comportamiento por medio de su repetición, lo cual implica automáticamente continuidad con
el pasado.” (Hobsbawm y Ranger, 1983, p. 8) La invención de la tradición impone su propio
pasado por medio de una repetición forzada con el fin de enseñar la práctica a los nuevos apren-
dices, inculcando creencias, temores, sistemas de valores o convenciones con el comportamien-
to, buscando la sumisión a la autoridad. Autoridad que se asume por las familias dueñas de las
multinacionales en México; una tradición que va ligada la precarización de la clase proletaria,
campesina e indígena. Tenemos, por ejemplo, la tradición burguesa, como los de las familias
Sada y Garza de Monterrey, quienes fueron decisivos en el establecimiento de la Confederación

CAPÍTULO xi 1204
Patronal de la República Mexicana (COPARMEX) y de la actual empresa multinacional Fo-
mento Económico Mexicano S.A.B. de C.V. (FEMSA); creadas como asociaciones de patronos
dirigida específicamente para defender los intereses de clase de la burguesía. Los cuales están
siempre en primera línea por controlar el movimiento laboral. Intentan ejercer el control a tra-
vés de la represión de las organizaciones obreras independientes por una parte y un sistema de
beneficencia privada paternalista por la otra. Los desaparecidos existen porque la tradición e
intereses de una clase existen; pues lo que se opone a tales intereses requiere ser desaparecido
para alcanzar los fines de la clase en el poder. Y porque se vuelve seductora la vida de los ricos
es porque los pobres cometen actos de lesa humanidad, contribuyendo a las desapariciones, tra-
ficando seres humanos o parte de sus órganos. La tradición de los ricos como expresaba Lucio
Cabañas, como “todas las tradiciones inventadas, hasta donde les es posible, usan la historia
como legitimadora de la acción y cimiento de la cohesión del grupo.” (Hobsbawm y Ranger,
1983, p. 19) La invención de la tradición de desapariciones forzadas por los oligarcas asentados
desde la colonia crece como la historia misma de la nación mexicana. Creció con los años, en el
corazón, el vacío de los desaparecidos, tanto que el país desapareció con ellos; un país que cae
en pedazos por su corrupción y descomposición normativa. Donde las leyes, la gobernabilidad,
los partidos políticos y la administración de los recursos y servicios del país se quedaron sin
sentido. Un sinsentido capitalista que entra en contradicción con el sentido que nace de los que
se quedaron sin derechos, sin trabajo, sin familia y sin país. Nace de la noche, el olvido y el
vacío un nuevo derecho, un nuevo territorio, un nuevo hombre y una nueva mujer.

Los desaparecidos permanecen en la memoria hasta que irrumpen materialmente en la


existencia, es decir como vínculos y relaciones sociales, en forma de autoconciencia de ser y
pertenecer a una clase social. ¿Por qué emerge la conciencia? Se crea en la historia, no nece-
sariamente está dada con la historia. La conciencia surge de la memoria como ruptura, crítica,
y necesidad de transformar el presente. Un presente resultado de la historia que se convirtió
en parte del fundamento del conocimiento y la ideología de una nación, que “no es lo que
realmente se ha conservado en la memoria popular, sino lo que se ha seleccionado, escrito,
dibujado, popularizado e institucionalizado por aquellos cuya función era hacer precisamente
esto.” (Hobsbawm y Ranger, 1983, p. 20) Se dibuja un territorio de impunidad desdibujando lo
humano, popularizando un acto de lesa humanidad con el fin de ser de lo humano algo impopu-
lar; se institucionaliza la violación y desaparición forzada al tiempo que se fuerza a desaparecer
y violar las instituciones.

La memoria de los desaparecidos es la relación entre la realidad y los ideales que se


tensan tanto que revienta, detiene el progreso del tiempo, detiene la circulación de las mercan-

CAPÍTULO xi 1205
cías, la trayectoria de los autos, el flujo financiero, las reformas de alienación educativa y la
reproducción inhumana de las grandes trasnacionales. Emerge el territorio de los proletarios,
campesinos, maestros, estudiantes, amas de casa, lesbianas, homosexuales, ecologistas. Todos
se hacen un uno que no es uno sino un nosotros, a saber, los de la clase desposeída y agraviada.
El territorio es campo de batalla entre memoria y olvido; atemporal, antisistema, peligro, caos,
terror, pérdida económica, olvido del olvido. Allí uno se hace consciente de pertenecer a una
de las dos clases que luchan y se repliegan ante el presente de los desaparecidos. Conciencia
es detenerse y aterrorizarse de lo instituido, arraigado como interacción, como comunicación y
ley; es dolerse tanto que se pierde el miedo al dolor que pueda allegarse uno en la lucha contra
el origen y causante del dolor. Los desaparecidos aparecen primero como la actualidad robada
y arrojada –como bien lo vio Walter Benjamin- a las ruinas y escombros de la historia que cre-
cen cada vez más hacia el futuro como destrucción y progreso del sistema de olvido; más estas
ruinas de la historia son el único territorio de nuestra conciencia, son nuestra gran barricada que
nos da la oportunidad de redireccionar el sentido de la historia aún en el más pequeño instante.
Un instante que sin embargo es síntesis de una gran concatenación de procesos donde millones
de desposeídos se reconocen como motor de la historia. Esta gran historia que se resume en
un preguntarse detenidamente ¿Qué hacer? Para nosotros y para los que tienen a un familiar
desaparecido, retomando a Marx, no hay nada que perder más que las cadenas que nos oprimen,
encadenan y esclavizan a una situación precaria.

Los desaparecidos no solo son la imagen difusa de un recuerdo, sino la transformación y


reconstrucción de los cuerpos y el espacio. Transformación del movimiento y la comprensión de
ese mismo movimiento. No es la idea abstracta de una esperanza, sino la desesperación concre-
ta de una comunidad. Concebir a alguien como desaparecido es el ocultamiento que la idea hace
sobre lo concreto; no hay nada que desaparezca lo que hay son relaciones biológicas, sociales
y de poder que arrancan a actores sociales de la red de sus relaciones sociales. El poder inventa
desparecidos para no asumir las acciones genocidas que ha cometido; impulsa la tradición de
desaparecidos en México, pero las desapariciones, como las ideas, “no son sino la expresión de
conjunto de las condiciones reales de una lucha de clases existente, de un movimiento histórico
que se esta desarrollando ante nuestros ojos.” (Marx, 1966, p. 32) Un movimiento sociopolítico
entre las grandes poblaciones arrojadas a condiciones precarias de vida y los grupos empresa-
riales que someten a las instituciones de gobierno y administración. Grupos hegemónicos que
se apoderan de grandes extensiones de recursos naturales y de las riquezas que se producen por
la fuerza de trabajo de los millones de asalariados y campesinos de nuestro país; que controlan
las instituciones del Estado, las fuerzas públicas y militares para sus propios fines. Vidas preca-
rias sometidas a dinámicas económicas de explotación y deshumanización forzada.

CAPÍTULO xi 1206
Mas el desaparecido no desaparece su esencia humana; queda como conciencia y me-
moria. Memoria y conciencia son materialmente histórica el conjunto de las relaciones socia-
les. En tales facultades sociales se rebelan los vínculos sociales e históricos entretejidos por
territorios de afinidad, fraternidad, de protesta, rebelión, organización y apoyo mutuo. En este
sentido, estamos obligados a hacerlos siempre presente a los desaparecidos para que presente
esté siempre la red social que entretejió en el espacio-tiempo. Los arrebatados de nuestro seno
social son elemento nuclear de la conciencia y la resistencia organizativa de un territorio que
no permite que desaparezca de nuestra identidad y memoria. Las relaciones sociales que el
desaparecido hace emerger con mayor claridad y fuerza son trayectorias históricas de una de-
terminada forma de sociedad. Sociedades opuestas a las capitalistas, sociedades en lucha que
se oponen a la civilidad capitalista que desea devorar nuestra fuerza de trabajo y formas de pro-
ducción económica. En la búsqueda de los desaparecidos nos encontramos a nosotros mismos
como partes de una clase, la clase social oprimida, explotada, humillada, agraviada; nosotros,
aquellos a quienes quieren arrebatar su territorio, hogar, alimento, trabajo, servicios de salud,
derecho a la educación, dignidad y memoria.

Somos los desaparecidos si consideramos a los otros realmente desaparecidos, pero


somos los desaparecidos que luchan por no desaparecer, ellos somos nosotros. Asumir la des-
aparición es permitir que una parte de nuestra conciencia desaparezca; y con ella formas de
relacionarnos socialmente y de comprender la trayectoria del tiempo. Ser conscientes de que no
desaparecieron sino de que el Estado y sus fuerzas paramilitares arrebataron a nuestro herma-
nos y padres es la claridad del espacio y el tiempo en el cual tenemos un papel fundamental en
la historia. Nuestro papel es terminar con un Estado que destruye las vidas y oculta los cuerpos
en los sótanos de la historia. Asumimos a los desaparecidos no la desaparición, para cambiar
las circunstancias de su aparición; es decir, la posibilidad de que los cuerpos salgan a la luz
pública y que la justicia se materialice con la condena y castigo de los asesinos y comerciantes
de seres vivos. En la socialización material de la justicia la y el buscador, el y la buscada, son
encontradas y encontrados como historia, territorio, paz y memoria. En la trayectoria histórica,
del bloque que corrompe al Estado, las cifras de justica por las desapariciones forzadas es cero.
Tras las cifras se oculta el dolor; para ellos es cero, para nosotros los de este lado de la clase
social, de este lado de los pobres el dolor es mil veces.

La producción intelectual se transforma en la producción material. La producción ge-


nera vida y también muerte. La producción intelectual de los grupos de poder que dominan los
medios de producción producen muerte, desaparecidos; ya que tienen por objetivo producir
mayor mercancía y plusvalor a costa del abaratamiento de la fuerza viva de trabajo, a costa de

CAPÍTULO xi 1207
la vida de los obreros, campesinos y artesanos. Hay que comprender que “con toda modifica-
ción sobrevenida en las condiciones de vida, en las relaciones sociales, en la existencia social,
cambian también las ideas, las nociones y las concepciones, en un apalabra, la conciencia del
hombre.” (Marx, 1966, p. 37) La lucha por los desaparecidos es una lucha violenta entre las cla-
ses por las condiciones de vida; que no es posible sin una lucha encarnizada por la conciencia,
por tanto, por la historia y su trayectoria humana como memoria.

Conclusiones

El primer acto de la conciencia es ser memoria de que no somos parte del olvido, de
que somos presente, pertenecientes a una condición social bajo una estructura económica en
un espacio históricamente concreto. No obstante, con la desaparición forzada el pasado es un
presente hecho silencio que tiene necesidad cada vez más radical de liberarse, de ser justicia.
La búsqueda de los 26000 desaparecidos es la búsqueda de las condiciones históricas que nos
han hecho desaparecer como sistema normativo, como institución política, comprensión de las
condiciones que han imposibilitado la justicia y determinado la naturaleza de las necesidades
de liberación de los pueblos y las poblaciones empobrecidas, agraviadas por la impunidad que
gangrena nuestras instancias de gobierno.

La constitución de la memoria no puede darse si en esa memoria hay vacíos, más los
vacíos no existen en la historia, lo que existe son estrategia políticas que generaron olvido y
falta de conciencia de la condición precaria en la que fuimos inmersos. Así la desaparición for-
zada en el contexto político responde a tácticas de contrainsurgencia que pretende ganarse las
mentes y los corazones mediante el terror y la violencia, que se enfoca en deteriorar y romper
las mentes, los corazones, los procesos sociales, la historia, despojar de los territorio s de orga-
nización, y desplazar las posibilidades de oposición y protesta. Con la desaparición forzada se
busca distorsionar la realidad, borrar, deformar la historia, y sembrar el miedo y el dolor en el
corazón de una época. Más no se podrá arrancar ni la conciencia ni el corazón de los desapare-
cidos, aunque se arranque el rostro del cuerpo, pues la conciencia y el corazón se hacen a través
de la memoria conciencia, mente y corazón de la historia de México y el mundo.

Así cada 30 de agosto, día internacional del detenido-desaparecido, asumimos la lucha


por la aparición con vida de nuestros camaradas, de nuestras hermanas y hermanos, de nuestras
madres y padres, de nuestras amadas y amados, de nuestras hijas e hijos, de nuestro territorio,
un territorio con justicia y equidad para todas y todos. Transitar en esta historia implica com-

CAPÍTULO xi 1208
prender las condiciones políticas y económicas de las desapariciones forzadas. Reconocer la
tensión histórica entre pueblo y Estado, entre poseedores de los medios de producción y las
riquezas, y entre los desposeídos, despojados de los medios de producción y desplazados de
sus territorios, es reconocer en la desaparición forzada el forzoso conflicto y tensión entre las
clases en nuestro país. Los desaparecidos han sido desaparecidos como necesidad de un sistema
económico que arranca y consume la vida humana, así como la vida de la naturaleza en general.

La memoria posibilita el don de vida con los desaparecidos. La comunicación de la


vida mediante la lucha con conciencia por la aparición de nuestros seres queridos es condición
de posibilidad de la presencia y no del olvidado. Los desaparecidos vinculan a los sujetos en
una gramática moral, posibilitando la interacción y comunicación entre las generaciones, los
desaparecidos están en todas partes y permanecen en todos los tiempos. Ellos son condición
de orientación de la historia hacia un horizonte de justicia y dignidad. El don de la conciencia
es el proceso subjetivo por el que los sujetos se definen también en razón de sus ausencias; los
desaparecidos posibilitan la construcción de un repertorio de atributos culturales, principios
políticos y elementos morales.

Los desaparecidos tiene derecho a la memoria y la conciencia, pues la memoria es la


historia de una vida que se vive, más su vivir es nuestro vivir más allá de las clases. Si acep-
tamos que han desaparecido aceptamos nuestra desaparición como actores sociales así como
la desaparición de los fundamentos de nuestra conciencia. ¡No desaparezcas es nuestro canto!
¡Vivos se los llevaron, vivos los queremos! Como el canto de Bob Marley clamamos en la
historia: ¡Ponte de pie en defensa de tus derechos. No renuncies a la lucha! Los desaparecidos
se levantan entonces y continúan su lucha más allá de todo tiempo y todo espacio, son la con-
ciencia de nuestra lucha, territorio de nuestra memoria, de nuestra clase, de nuestro ideales de
justicia nunca susceptibles de desaparecer.

CAPÍTULO xi 1209
Obra citada

Marx, C. y Engels, F. (1966). “Manifiesto del Partido Comunista”. En Marx, C. y Engels, F.,
Obras Escogidas en dos Tomos, Tomo I. Moscú: Editorial Progreso.

Marx, C., y Engels, F. (1974). “Fauerbach. Oposición entre las concepciones materialista e
idealista”. En Marx, C., y Engels, F. Obras Escogidas en tres tomos, Tomo I. Moscú:
Editorial Progreso.

Hobsbawm, E. y Ranger, T. (1983). La invención de la tradición. Barcelona: Crítica

Obra citada de Internet

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CAPÍTULO xi 1210
La construcción social de la memoria colectiva
y el espacio. el caso de San Miguel Carrillo

Lorena Erika Osorio Franco44

Resumen: El crecimiento de la ciudad de Querétaro a expensas de pueblos y ejidos aledaños


a ella ha sido un proceso indiscutible. San Miguel Carrillo es uno de los pueblos que durante
los años sesenta perdió buena parte de su territorio para dar lugar a la ciudad industrial Benito
Juárez, así como a múltiples conjuntos de vivienda de interés social. Lo interesante de este
proceso es que si bien se trata de un territorio que cambia (por la urbanización), también es un
territorio que permanece en la memoria, un territorio que se construye en el imaginario y que se
preserva porque significa “algo” para los lugareños. Los carrillenses han construido un fuerte
sentido de pertenencia que se ancla en la vida cotidiana a partir de la organización social (en
defensa de su espacio vs las industrias - recientemente lograron que una gran chatarrera “sa-
liera” del pueblo, la gestión les llevó casi 20 años-) y de su memoria histórica. La memoria ha
sido un elemento central para entender la forma en que los carrillenses (re)construyen su propia
historia, no sólo la de épocas pasadas sino también la del presente. En la memoria colectiva que
se practica del pasado al presente, hay cosas que se evocan y otras que se olvidan, y en ese re-
cordar y olvidar podemos distinguir no sólo lo que es importante para la gente, sino también por
qué y para qué. Al respecto, dos hechos que llaman la atención (por la reiteración en diversas
entrevistas) fueron: 1) la expropiación de la que fueron objeto los ejidatarios y 2) el impacto del
parque industrial, no solo en términos espaciales (cambio de uso de suelo) y laborales (oferta de
empleo), sino sobre todo porque el agua se acabó. Todas las casas en Carrillo tenían sus propios
pozos porque contaban con huertas en donde cosechaban flores y legumbres que vendían en la
ciudad, los entrevistados argumentaron que al poco tiempo de que llegaron las industrias sus
pozos comenzaron a secarse y ya no pudieron sembrar. Estos dos sucesos se narran y se asu-
men como una gran pérdida, como una deuda histórica que la ciudad tiene con este pueblo. La
industria ha sido la actividad económica más importante en la entidad, ante este hecho algunos
carrillenses señalaron: “muchos se hicieron ricos pero nosotros seguimos igual de jodidos”.

Palabras Clave: Memoria, espacio, identidad.

Profesora Investigadora, Facultad de Ciencias Políticas y Sociales, Universidad Autónoma de Querétaro.


44

Email: lorenaosorio030@hotmail.com

CAPÍTULO xi 1211
Summary: The growth of the city of Queretaro at the expense of towns and surrounding su-
burbs it has been an indisputable process. San Miguel Carrillo is one of the town that during
the sixties lost much of its territory to give rise to the industrial city Benito Juarez, as well as
multiple sets of social housing. The interesting thing about this process is that although it is a
territory that changes (urbanization), is also a territory that remains in memory, a territory that
is built into the imaginary and preserved because it means “something” to the locals. The carri-
llenses have built a strong sense of belonging that is anchored in everyday life from the social
organization (in defense of their space vs industries - recently achieved a great chatarrera “out”
of the town, the management took nearly 20 years) and its historical memory. The memory has
been central to understanding how the carrillenses (re) construct their own history, not only of
the past but also the present. In the collective memory that is practiced from past to present,
there are things that evoke and others that are forget, and in that remembering and forgetting we
can distinguish not only what is important to people, but also why and what for. In this regard,
two events that draw attention (by the reiteration in interviews) were: 1) the expropriation of
which were subject ejidatarios and 2) the impact of the industrial park, not only in spatial terms
(change in land use ) and employment (job), but mainly because the water ran out. All houses
in Carrillo had their own wells because they had gardens where flowers and vegetables were
harvested and sold in the city, respondents argued that soon after they arrival of industries their
wells began to dry up and they could not sow. These two events are narrated and assumed as a
great loss, as a historical debt that the city has with this people. The industry has been the most
important economic activity in the state, to this fact some carrillenses said: “Many became rich
but we are still just as jodidos “.

Keywords: memory, space, identity.

Introducción
La urbanización y el crecimiento de la ciudad de Querétaro se han dado a partir de la in-
corporación de pueblos y ejidos cercanos a la ciudad, este proceso se observó desde fines de los
años sesenta pero cobró mayor fuerza después del sismo de 1985. Querétaro creció al amparo
de las políticas públicas para modernizar e industrializar al país, la ampliación de la carretera
57 así como la expropiación y/o venta de terrenos en las inmediaciones de este importante eje
carretero, provocaron que la mancha urbana durante la década de los sesenta fuera alargándose
hacia el norte y noreste de la ciudad, en esta zona se concentró la industria y con ella comenzó
la demanda de vivienda para obreros, mandos medios y gerenciales que laboraban en las em-
presas. Previamente, el gobierno estatal expropió tierras ejidales para dar lugar a lo que hoy
conocemos como ciudad industrial Benito Juárez.45 Se expropiaron 300 hectáreas a los núcleos
ejidales de Felipe Carrillo Puerto, San Pablo y El Salitre.

45
Hoy el parque ocupa una superficie de 450 hectáreas y da cabida a un total de 105 empresas (DIME).

CAPÍTULO xi 1212
Con el crecimiento de la ciudad, pueblos y ejidos pasaron a formar parte de la fisonomía
urbana en poco tiempo. El proceso de urbanización incidió de diferentes maneras en los pueblos
que a su paso alcanzó, en algunos la identidad local se han debilitado, junto con los rituales que
otrora fueran signos de pertenencia, pero en otros se (re)construye a partir de distintos referen-
tes de identidad, como sus fiestas y tradiciones, su memoria histórica, sus edificaciones y su
relación con el entorno natural.

Hasta los años cincuenta era reconocible todavía el antiguo núcleo urbano de la ciudad
de Querétaro, con el proceso de urbanización, varias de las haciendas prácticamente desapa-
recieron, hubo otras, cuyos núcleos poblacionales o caseríos no desaparecieron sino que se
conformaron como ranchos o pueblos adscritos a algún ejido. Con el tiempo, muchos de estos
pueblos quedarían dentro de la ciudad, como fue el caso del antiguo pueblo de San Miguel
Carrillo.46

Carrillo es un lugar (desde la perspectiva antropológica de Augé) que pese a la urbaniza-


ción y los cambios que de ello se derivan, se preserva una identidad arraigada al territorio que
se refleja en una clara estructura del espacio a partir de la organización en barrios, se preserva
también porque comparten un pasado común (indígena y campesino) y una memoria colectiva
que se construye a partir de prácticas culturales que han trascendido generacionalmente como
ha sido la celebración del ciclo festivo en donde la fiesta patronal ocupa un lugar central, o
las bandas de música, que son reconocidas tanto por la gente del lugar como de los pueblos y
barrios vecinos. Asumo que la pertenencia, como un atributo de la identidad, les permite distin-
guirse no sólo de otros espacios locales (colonias, barrios, vecindarios), sino de los colonos que
han llegado y siguen llegando para quedarse.

Hoy en día, la identidad local más que una realidad es una construcción imaginaria, “una
invención” (Anderson, 1993). En este contexto, me interesaba saber ¿cómo concibe la gente su
pueblo, cómo lo significan y qué atributos identitarios encuentran en este espacio subsumido en
la ciudad? Mi perspectiva parte desde la mirada del pueblo, me interesan las personas origina-
rias como ese sector poblacional que se adjudica “por derecho de antigüedad” el pueblo y que lo
reconocen como tal. Desde ahí, construyen una identidad que se ancla fuertemente al territorio
y en la memoria. El pueblo representa el marco espacial y temporal a partir del cual se articulan

46
Este proceso lo describe de igual manera Andrés Medina (2007) pero en zona más amplia. El autor señala que el
área urbana de la ciudad de México se constituía en un espacio particular que crecía rápidamente y arrasaba a su
paso los antiguos pueblos, asfixiando a la mayoría y deteniéndose frente a aquellos que defendían su integridad:
como lo muestran actualmente los que componen los antiguos señoríos de Xochimilco, Tlalpan, Tláhuac y Milpa
Alta.

CAPÍTULO xi 1213
las relaciones sociales que sustentan una historia y una vida común.

Parto de la premisa de que el pueblo de San Miguel Carrillo, así como sus 12 barrios,
no se circunscriben en términos de la delimitación político-administrativa o de las diferencias
económicas, sino que implica procesos históricos, representaciones y prácticas desde donde se
construye el “nosotros” y los “otros” así como el “adentro” y el “afuera”. En este caso, la iden-
tidad local se construye como una estrategia que sirve para salvaguardar el espacio y la cultura
local al tiempo que alimenta el sentido de pertenencia, todo esto ante el avance creciente de la
urbanización.

La presente ponencia está dividida en tres apartados, en el primero se presenta el encua-


dre teórico metodológico a partir de la cual se construyó el objeto de estudio, la importancia que
tienen la memoria colectiva y el espacio como articuladores de la identidad local. En seguida se
describe brevemente el devenir histórico de Carrillo, la expropiación del ejido que sirvió para
dar cabida a la zona industrial y los cambios que se dieron a partir de este proceso. Para enten-
der cómo se dieron esos cambios parto de la reconstrucción a partir de la memoria colectiva del
tiempo (el “antes” y el “después” de la llegada de la industria) y del espacio (fronteras físicas y
simbólicas que permitieron delinear el “adentro” y el “afuera”, es decir, lo que la gente conside-
ra el pueblo de San Miguel Carrillo y lo que no). Finalmente cierro con algunas consideraciones
generales respecto al proceso de urbanización y la importancia que estos lugares tienen en la
construcción de las tradiciones urbanas y contemporáneas en tanto son testimonios vivos de la
multiculturalidad de nuestra ciudad.

I. La antropología urbana y el estudio de los pueblos como espacios locales


en la ciudad
Hasta los años ochenta, se solía pesar que la urbanización era un fenómeno que propi-
ciaría cierta homogeneidad cultural, habitantes de pueblos, barrios y vecindarios adoptarían el
modo de vida urbano como una forma de integración a la ciudad. Desde esta premisa, resultaba
difícil pensar qué problemas podían surgir, si la vida moderna y urbana era algo a lo que casi
todo el mundo aspiraba. Sin embargo, diversos estudios etnográficos sobre la ciudad dieron
cuenta de todo lo contrario.47

47
La ciudad invade el ejido (1983) de Jorge Durand fue pionero en este sentido. La importancia del planteamien-
to de este autor se centra en el llamado que hace a que en el proceso de crecimiento de la ciudad de México no
sólo se debe tomar en cuenta a la población que arriba del campo y ciudades menores, sino también a los pueblos
y poblaciones que incorpora a medida que crece.

CAPÍTULO xi 1214
La antropología urbana mexicana comenzó a abordar este tipo de temáticas y proble-
máticas incorporando una perspectiva desde y centrada en las sujetos, las subjetividades y sus
interacciones; de esta manera la construcción de identidades sociales en contextos urbanos (ya
fuesen vecinales, barriales, locales) comenzó a ganar terreno en la investigación antropológica.
Esta mirada se contraponía a los planteamientos de la individualización de los sujetos como
elemento característico de las ciudades. A la homogeneidad como el destino irreversible de la
humanidad, se responde desde lo local y se observa que la tradición y sus espacios no sólo no
desaparecen sino que se reconfiguran y se revitalizan (Hannerz, 1998; Castells, 2001; Portal y
Safa, 2005; García C., 2005).

a) Los espacios locales en la ciudad 48

Para los pueblos que han quedado en la ciudad, la cultura y la identidad son elementos
sustanciales que permiten distinguirlos de otros espacios. Para Giménez (2007) la cultura tiene
un papel preponderante ya que funciona como mediadora entre los hombres y la naturaleza; de
esta manera, todo fenómeno social tiene un referente en el espacio (p. 161). En paralelo, todo
grupo social tiene como referente primario un territorio, es por ello que adquiere tal fuerza que
la esencia de la identidad esta signada, en buena medida, por el lugar de origen. En Carrillo, al
igual que en otros lugares, ser “originario” es un atributo y un referente básico a partir del cual
no sólo reivindican su derecho de pertenencia, sino también a partir del cual se articulan las
relaciones sociales con los “propios” (los que son de ahí) y los “otros” (los que han llegado
de fuera).

Son diversas las motivaciones que impulsan a los sujetos a intervenir en el espacio y las
relaciones que establecen con éste, en este sentido, Amos Rapoport (1978) plantea que tanto en
los animales como en las personas, el sistema de apropiación es espacial y, a la vez, es un con-
cepto social implicando que los miembros dentro de un grupo han de separarse por distancias
físicas y sociales más pequeñas que las distancias que tienen con miembros de otros grupos
(p. 24). El hombre mantiene tres interrelaciones fundamentales con el espacio: al conocerlo
(área cognitiva, la cual incluye: percibir, conocer, pensar), al sentir algo por el (área afectiva:
sensaciones, sentimientos, emociones), y al actuar sobre él (área conactiva, la cual incluye la
acción sobre el medio ambiente como respuesta a las dos áreas anteriores) (Rapoport, 1978,

48
Por espacios locales me refiero –al amparo del planteamiento de Portal (1999)- a los pueblos, vecindarios y
barrios que están en la ciudad, espacios en donde sus habitantes (re)construyen su pertenencia a partir de lo que
nombraron los antepasados, de lo que se recuerda colectivamente, de sus códigos culturales –valores, creencias y
prácticas- y de la delimitación de sus fronteras ya sean físicas, simbólica o ambas.

CAPÍTULO xi 1215
pp. 32-40). Considerar el espacio construido en Carrillo es importante porque nos habla de los
sujetos que lo habitan: las casas de adobe y varias unidades domésticas en un solo solar distin-
gue a los originarios de los que no lo son. Mientras que las casas unifamiliares, así como los
multifamiliares distinguen a los inmigrantes, a los fuereños que comenzaron a llegar al tiempo
que se urbanizaba la zona por el crecimiento industrial.

Para el caso de la ciudad de México, Andrés Medina (2007) plantea que con el crecimien-
to de la ciudad algunos pueblos se fueron integrando a la vida urbana lo que en muchos casos
implicó la desaparición o transformación de antiguos rituales, en la mancha urbana no es fácil
identificar la presencia de los pueblos, sobreviven uno que otro. Sin embargo, una mirada atenta
a la vida que bulle en los intersticios de la gran masa de cemento, permite observar los juegos pi-
rotécnicos y las explosiones de los cohetes a lo largo de la mayor parte de los días del año, o bien
embotellamientos del tráfico provocados por largas procesiones, todo ello revela una presencia
que no encaja en las nociones ortodoxas sobre las sociedades urbanas modernas (p. 108).

Durante los años noventa hubo un creciente interés para tratar de caracterizar o definir lo
que se entiende por pueblo urbano o pueblos en la ciudad (Portal), o pueblos originarios (Medina,
2007). Los avances más significativos sobre este tema se han realizado en la ciudad de México. 49

Medina (2007) señala que es difícil identificar a los pueblos originarios que han quedado
dentro de la ciudad, los linderos que antiguamente los delimitaban se diluyen en el conjunto de la
mancha urbana sin que sea fácil un reconocimiento. Sin embargo, los linderos que si descubrió a
partir de la etnografía fueron los de carácter simbólico que se marcan como parte de un paisaje sa-
grado en las procesiones y los ceremoniales comunitarios. En este sentido, no fue el asentamiento
lo que le permitió definir a los pueblos originarios, sino las expresiones colectivas de mayor es-

49
Romero Tovar (2009) hace un importante recuento de las principales obras e instituciones preocupadas por la
construcción de un conocimiento sobre la forma de vida de la gran cuenca de México y sus pueblos originarios. La
autora señala que a pesar de los avances no se han llegado a conclusiones definitivas y quedan todavía interrogan-
tes sobre la pertinencia de considerar dentro de la noción de pueblo originario, la presencia física de comunidades
de origen prehispánico reconfiguradas durante la época virreinal. Si se sostiene esta definición de pueblo originario
se dejaría fuera a muchas comunidades que se han formado en las etapas posteriores a la época colonial. En varios
casos los nuevos pueblos se formaron ligados a los pueblos antiguos y otros por pobladores inmigrantes. Existen
barrios que se desprendieron de su relación política y religiosa de los pueblos cabecera; pueblos que se formaron
en las tierras ejidales y/o comunales de los pueblos, muchas veces, con la población misma de los pueblos cabece-
ra. A fines del siglo XX y principios del siglo XXI, se conformaron colonias habitadas por inmigrantes del interior
de la República (provenientes de pueblos indígenas) que a su llegada encontraron una empatía cultural con los
pueblos de la ciudad y reprodujeron el sistema a partir de la conformación de sus ciclos festivos y su organización
comunitaria (pág. 62). Sin embargo, los trabajos de investigación sobre los pueblos originarios ofrece elementos
de análisis que ayudan a caracterizar a otros pueblos no necesariamente de origen indígena, sino pueblos campe-
sinos y/o mestizos en donde es posible observar la recreación de tradiciones, la reivindicación del origen como
elementos sustanciales en la construcción de su identidad local, como es el caso de Carrillo.

CAPÍTULO xi 1216
pectacularidad como son las fiestas colectivas (Medina, 2007, p. 20).

Romero Tovar (2009) expresa que algunos de los rasgos culturales que permiten identi-
ficar a los pueblos originarios en la ciudad son: la comunalidad, el ritual comunitario, la organi-
zación comunitaria, el intercambio simbólico, la comida comunitaria, el trabajo comunitario, las
peregrinaciones, los procesos de defensa de los territorios y los recursos naturales, así como la
memoria colectiva. Una importante bandera de lucha de los pueblos originarios en la ciudad de
México ha sido la defensa contra la destrucción de los entornos naturales y de los recursos que aún
quedan como el agua y algunas porciones de tierra. Pero no en todos los casos es posible o tienen
todavía esos recursos, cuando ya no hay que defender, como en el caso de Carrillo donde los po-
zos se secaron y la tierra se expropio y/o vendió, los pobladores echan mano de la (re)invención
de tradiciones.50

Entre las tradiciones que más contribuyen a los procesos identitarios está la realización
de la fiesta patronal. La fiesta, por un lado, es un elemento que aglutina y que integra, sirve para
recrear el espacio simbólico (Medina, 2007, p. 35), implica la reafirmación de un tiempo y de un
espacio originario, es el tiempo en que se confirma el pacto original entre la comunidad y sus pro-
tectores (Acosta, 2007, p. 160), sustenta la tradición en cuanto a que “así es y así ha sido siempre”
(Chávez, 2003, p. 143), finalmente, cumplir con el ciclo anual demuestra que la vida comunitaria
está viva y sana (Tadeo, 2007, p. 290).

Las celebraciones en Carrillo, lejos de perder vigor y fuerza, debido al proceso de urbani-
zación, más bien tienden a fortalecerse como símbolos del arraigo a las tradiciones de los que en
buena medida se nutre la identidad local. Desde esta perspectiva, la fiesta refuerza la identidad y
en este sentido integra a los carrillenses.

b) El espacio como soporte de la memoria colectiva

El marco espacial y la influencia del entorno material ocupan un lugar central en la cons-
trucción de la memoria, se ha constatado que el sentimiento de seguridad y pertenencia se rela-
ciona estrechamente con la permanencia de los objetos materiales que rodean a los sujetos. Al
respecto Halbwachs (2004, p. 132) señala que “en la medida en que los objetos materiales con los

50
Me refiero a invenciones no en el sentido de falsedad sino como construcciones sociales y culturales en términos
de Hobsbawm y Ranger (1992). Para estos autores, la tradición inventada es un grupo de prácticas, normalmente
gobernadas por reglas aceptadas abierta o tácitamente y de naturaleza simbólica o ritual, que buscan inculcar
determinados valores o normas de comportamiento por medio de la repetición, lo cual implica automáticamente
continuidad con el pasado real o inventado (p. 10).

CAPÍTULO xi 1217
que estamos en contacto día a día no cambian o cambian poco, ofrecen una imagen de estabilidad
[…] es como una sociedad silenciosa o inmóvil, ajena a nuestra agitación y a nuestros cambios de
humor, que nos transmite sensación de orden y calma”.

El autor subraya que todo lo que hace un grupo puede traducirse en términos espaciales, en
este sentido, cada aspecto, cada detalle de un lugar (un pueblo, un barrio) tiene un sentido que sólo
pueden comprender los miembros del grupo, porque todas las partes del espacio que ha ocupado
corresponden a otros tantos aspectos distintos de la estructura y la vida de su sociedad, al menos
en su faceta más estable. Como resultado, el grupo no tiene la sensación de cambios mientras el
aspecto de las calles y los edificios sigue siendo idéntico y hay pocas formaciones sociales a la vez
estables y más seguras de durar” (Halbwachs, 2004, p. 134).

Cuando la ciudad se desplaza sobre antiguos pueblos y poco a poco van quedando rodea-
dos por nuevos edificios y zonas habitacionales, en muchos de ellos, se perpetúa la vida de antaño,
se resguarda la vida popular “así es como, en medio de los barrios nuevos, nos sorprende encon-
trar islotes arcaicos” (Halbwachs, 2004, p. 135). Resulta curioso ver como prevalecen en esos
espacios que se han transformado por la urbanización, oficios, comercios y todas las modalidades
de actividades antiguas que subsisten por la demanda y que ya no tienen cabida en las ciudades
modernas. Estas supervivencias y rutinas sólo pueden explicarse por una seria de automatismo
colectivo, una rigidez persistente del pensamiento en determinados entorno de comerciantes y
clientes. Si estos grupos no se adaptan más rápido, si en muchas circunstancias hacen gala de
una extraordinaria facultad de inadaptación, es porque hace tiempo que definieron sus límites y
determinaron sus reacciones respecto de una configuración determinada del entorno exterior (Hal-
bwachs, 2004, p. 136).51 En Carrillo, esto puede observarse claramente porque junto a las tiendas
de autoservicio (Oxxo, SuperQ, El Matador), farmacias del ahorro, Bodega Aurrera, entre otros,
en las calles del centro del pueblo subsisten los talleres de renovación de calzado, de reparación
de bicicletas (que sigue siendo uno de los medios de transporte de la gente de más edad), los mo-
linos de nixtamal,52 la reparación de lavadoras y televisores, la venta de tortillas hechas a mano y
de leña y carbón.

Para Halbwachs, si entre las casas, las calles y los grupos de habitantes, no hubiera más

51
Esto lo expresa claramente Michel de Certeau (2007) en el caso de un barrio francés en donde el origen de las
compras era la ayuda a los vecinos y el sustento del propio barrio. Al respecto, escribe: “De esta forma Madame
Marie iba a lo del padre Durand una vez por semana, únicamente para darle trabajo: el padre Durand era un tendero
en una calle vecina, relativamente alcohólico, con una tienda descuidada, pero que gustaba a la gente, pues “no
era malo” (p.75).
52
En Carrillo para un buen número de mujeres una de las actividades cotidianas que refuerza su rutina es la elabo-
ración de tortillas, es por ello que perviven y funcionan cinco molinos. La elaboración de tortillas no sólo es para
el consumo de la familia, sino que también se producen para su venta.

CAPÍTULO xi 1218
que una relación accidental y de corta duración, los hombres podrían destruir su casa, su barrio,
su ciudad y reconstruir otros, en el mismo lugar. La edificación de nuevas construcciones no es
difícil de realizar, costosos tal vez, pero lo que si resulta difícil establecer son las relaciones que se
construyen a través de los años entre el hombre y sus antiguas construcciones. Cuando un grupo
vive durante mucho tiempo en un lugar adaptado a sus costumbres, no sólo sus movimientos, sino
sus pensamientos se regulan según la sucesión de imágenes materiales que le ofrecen los objetos
existentes (Halbwachs, 2004, p. 137).

Para el autor no hay memoria que no se desarrolle dentro de un marco espacial. Desde
esta premisa, postula que la gran mayoría de los grupos dibuja en cierto modo su forma sobre el
suelo y encuentran sus recuerdos colectivos en el marco espacial así definido (Halbwachs, 2004,
p. 160). En este sentido, la memoria colectiva se apoya de manera sustancial en una memoria
espacial. 

La memoria espacial implica, según Ricoeur (2010), un vínculo entre recuerdo y lugar,
entre datación y localización constituyen fenómenos solidarios que muestran el vínculo insepara-
ble entre la problemática del tiempo y del espacio. En este sentido, la rememoración, el esfuerzo
de memoria es, en gran parte, un esfuerzo de datación: ¿cuándo? ¿desde hace cuánto tiempo?
¿cuánto tiempo duro? Mientras que respecto al lugar, se refiere a la “espacialidad vivida” como
el lugar que no es indiferente a la “cosa” que lo ocupa o, más bien, lo llena. El acto de vivir en….
constituye el vínculo humano más fuerte entre la fecha y el lugar. En este sentido, los lugares ha-
bitados son, por excelencia, memorables (p. 64).

Hay lugares que llevan la marca de una época, que dan acceso a sucesos del pasado, pue-
den tener una historia que cambie su capacidad mnemotècnica, en la medida en que los individuos
lo asocian a su propia historia grupal o personal (Jodelet, 2010). Desde esta premisa en Carrillo
existen importantes referentes que se constituyen como lugares de memoria, entre los que se exal-
taron en incontables testimonios están: las capillas de cada uno de los barrios del antiguo pueblo
de San Miguel, la exhacienda del Tintero o Carrillo y las innumerables acequias donde corría agua
limpia y cristalina.

Para poder conocer y acceder a los procesos y las formas en que los carrillenses construyen
sus referentes identitarios recurrí a la etnografía ya que de esta manera podía observar los contex-
tos espaciales y temporales constitutivos de la acción y la interacción; la etnografía además me
permitió establecer nexos y una relación más cercana –cara a cara- con los entrevistados.53

53
La entografia implica realizar investigacion in situ, a traves de la observacion, el registro y el analisis. La et-
nografía fue el elemento sustancial que nutrió buena parte de este trabajo, durante 2013 lo desarrollé se manera

CAPÍTULO xi 1219
II. El devenir histórico de Carrillo

Es difícil dar cuenta de los cambios ocurridos en Carrillo sin referirnos al desarrollo indus-
trial por el que atravesó Querétaro durante los años cuarenta, en esa época la entidad se estaba
industrializando, la política nacional vino a consolidar los esfuerzos que desde décadas atrás ha-
bían encabezado en Querétaro los gobiernos locales y los grupos económicamente más fuertes.
Durante el gobierno de Agapito Pozo Balbás (1943-1949) se construyó la primera zona industrial
La Antigua, ubicada en el norte de la ciudad, en los terrenos de la ex hacienda La Era.54 La indus-
trialización siguió avanzando hacia esa zona y dos décadas después se habían construido: Benito
Juárez y Parques Industriales, de esa forma la zona norte de la ciudad fue adquirido un perfil in-
dustrial y un componente eminentemente obrero.

Como ya había señalado, para dar cabida a la zona industrial Benito Juárez el gobierno expro-
pió las tierras ejidales de Carrillo Puerto, en la memoria colectiva de los carrillenses este hecho tras-
cendió como el cambio más significativo que marcó para siempre el devenir de la historia local. No
hubo una sola entrevista o charla informal en la que no se hiciera referencia a un antes y un después
de la expropiación. La expropiación modificó profundamente la vida cotidiana, el territorio (por la
urbanización y los nuevos asentamientos) y el perfil ocupacional de la población local.

Con la industrialización vino una creciente demanda de espacios para vivienda, servicios
y comercio, en Carrillo este proceso generó la sensación de que el pueblo se “achicaba”, y más
que “progreso” -como lo hicieron ver autoridades e inversionistas-, el cambio fue vivido como
un acontecimiento impuesto, desde fuera y que implicó importantes pérdidas. Hoy la fisonomía
de San Miguel Carrillo se asemeja más a un asentamiento irregular, con viviendas de autocons-
trucción y precaria infraestructura, producto de la migración rural a la ciudad y no de un lugar con
una historia añeja.

Hoy la delegación Felipe Carrillo Puerto es una de las siete delegaciones que conforma el
municipio de Querétaro. En la actualidad se conforma por 16 localidades, 3 barrios (uno de ellos
es San Miguel Carrillo), 6 colonias populares, una de interés social, 10 para clase media y una
residencial.55
exhaustiva y durante 2014 y 2015 fue más selectivo, realizando entrevistas a informantes calificados y aplicando
un formulario-encuesta compuesto por un apartado de datos de ubicación o categorías fijas y dos apartados más
sobre evocaciones y usos del espacio -la estancia en campo fue fundamental para detectar algunos de los temas que
más preocupan a los carrillenses y los vecinos (fuereños) que posteriormente incluí en los ítems de la encuesta-. La
aplicación del formulario-encuesta fue más de orden indagatorio y cualitativo, que probabilístico.
54
La zona industrial tenia una extensión de 150 hectáreas, se ubicaba cerca de la carretera 57 y de las espuelas del
ferrocarril. (González y Osorio, 2000)
55
La población de San Miguel Carrillo fue designada en 1924 como subdelegación y en 1927 fue considerada
delegación municipal. Para 1994 se le da un nuevo nombre a la delegación: Felipe Carrillo Puerto (en honor al

CAPÍTULO xi 1220
De acuerdo a la delimitación político-administrativa, San Miguel Carrillo es considera-
do como uno de los “barrios” más antiguos de la delegación, no se le reconoce como pueblo,
además se pasa por alto (o se desconoce) la delimitación interna por barrios. En este sentido,
se homogeniza el espacio y todo es un agregado al que denominan “barrio”. Esta es una de las
razones por las que me parecía importante abordar la construcción social del espacio desde la me-
moria de la población originaria, ya que ésta sí reconoce la zona más antigua, identifican el centro
(núcleo del antiguo pueblo de San Miguel Carrillo) y su división interna por barrios.

La memoria colectiva es el puente que permite transitar del pasado al presente, y compa-
rar cómo era la vida antes y cómo se desarrolla hoy, así como conocer los acontecimientos más
importantes que han marcado el devenir histórico del pueblo, en este caso: la industrialización. La
memoria colectiva al tiempo que permite conectar el antes con el ahora, también permite delimitar
el adentro y el afuera. En este sentido, el uso social del espacio define los límites de la territoria-
lidad, simbólica y subjetiva, dentro de los cuales los originarios se autoreconocen (Silva, 2000) y
por fuera quedan los “otros”, los que han llegado de fuera.

Lo que la gente guarda en la memoria, como señala Portal (1997) no es la realidad, sino la
experiencia; la memoria no registra, sino construye (es lo que otorga especificidad a cada grupo) y
esta construcción social tiene un sentido cultural. De esta manera, la memoria colectiva no puede
ser pensada como “historia”, sino como una vivencia continua, la cual sólo retiene del pasado lo
que está vivo para el grupo que la sustenta (p. 57).

a) La vida cotidiana en Carrillo: el “antes” y el “ahora”

La historia de Carrillo se remonta al siglo XVI, la población de San Miguel (primer asen-
tamiento humano de la delegación) tiene su origen en grupos de origen mesoamericano. A finales
del siglo XVIII se hace referencia a San Miguel Carrillo56 como uno de los barrios indígenas que
conformaban la ciudad (Jiménez, 2006, p. 31).57

Hoy los descendientes de los pobladores originarios han tratado de recuperar ese pasado
mexicano que luchó por los derechos sociales de los indígenas).
56
A la congregación de San Miguel o San Miguelito se llamaba también barrio de Carrillo (Jiménez G., 2006).
57
Jiménez Gómez señala que el pueblo de Querétaro se caracterizaba por una diversidad étnica congregada un una
sola republica de indios. A finales del siglo XVIII los barrios que formaban parte de la ciudad eran: Santa Cruz,
San Francisquito, Santa Ana Y San Antoñito, San Sebastián, San Isidro, San Juan de los Alamos, Espíritu Santo,
San Roque, Santa Catarina y San Gregorio. A las congregaciones de San Agustín del Retablo, San Miguel Carrillo
y San Pablo también se les identificaba como barrios. En el caso de la ciudad todavía quedaban muchos vecinos
indios en los barrios de Santiago y de la Divina Pastora. Santa María Magdalena se consideraba pueblo en 1808
(Jiménez G., 2006).

CAPÍTULO xi 1221
remoto a partir de la preservación de sus capillas familiares (de origen otomí). La memoria colectiva
de los carrillenses se remonta hasta fines del siglo XIX, a través de las narrativas trascendió ese pa-
sado remoto en donde las personas mayores señalaron que recuerdan que la gente hablaba en otomí:

Mi abuelo materno si hablaba un poquito otomí pero nunca le dije oiga ensé-
ñeme. Aquí había mucha gente que sabía otomí pero ahorita ya se acabaron los
señores que lo hablaban […] se dice que las raíces de este pueblo son de otomís
que venían de por este lado de Tolimán (Cruz Morales, 62 años, responsable de
religiosidad popular)

Para los carrillenses su presencia en la zona es vivida como ancestral. En el otrora pueblo de
San Miguel Carrillo cada barrio representa fundamentalmente un linaje, cabe señalar que el sentido
fundamental de la descendencia es patrilineal, el apellido del hombre determina el nombre del ba-
rrio. Hay varios casos que ilustran este hecho, la gente reconoce algunos de los barrios por el apelli-
do de la “cabeza de familia” es el caso del barrio de los Juárez, los Nieves, Los Carlos. Al respecto
uno de los mayordomos comentó:

Aquí en el barrio todos éramos familia, éramos de las primeras familias. Me


acuerdo que de los señores de la familia eran: Juan López, Luis Juárez, Maxi-
mino López, éramos Juárez López, De Jesús, por eso me acuerdo más o menos
que eran de la misma familia. (Julio Juárez, mayordomo del barrio del Llanito,
60 años)

Los habitantes de San Miguel Carrillo vivían de su trabajo en las haciendas y ranchos que
había alrededor del pueblo. De acuerdo con varios de los testimonio, la hacienda de Carrillo (tam-
bién conocida como hacienda Tintero) es la más antigua, su construcción data de 1785 y actualmente
se conserva el casco –lo rentan para eventos sociales-. Uno de los primeros dueños era un general
de apellido Escobedo y los últimos dueños son unos alemanes de apellido Miller: adentro de la ha-
cienda vivían los peones, gente traída de otras comunidades, la gente de Carrillo eran jornaleros o
medieros” (Gloria López Jiménez, 45 años, secretaria de la Parroquia).

Otra de las haciendas era la del Doctor Mena, se localizaba en la entrada de la comunidad.
En seguida estaba la propiedad de don Fernando Loyola, donde hoy se ubica la clínica del IMSS,
la gente de Carrillo la conocía como el “Ranchito”. Del otro lado de la avenida Revolución estaba

CAPÍTULO xi 1222
otra hacienda conocida como “Las Teresas” y donde ahora esta Sendero [plaza comercial] estaba el
Rancho “El Sol”.

Además del trabajo asalariado en las haciendas y ranchos aledaños, las familias carrillenses
subsistían del comercio de sus propios productos. En el pueblo había condiciones muy importantes
que permitían que este comercio fuera posible: agua y tierra. En cuanto a la tierra, la gente comentó
que los solares era grandes lo que les permitía tener huertos y sembrar algunos surcos de legumbres
y flores que después eran vendidos en la ciudad; además de las parcelas (en este caso es importante
la distinción porque no todos los jefes de familia en Carrillo fueron ejidatarios). De igual forma, la
gente comentó que no había casa en Carrillo que no tuviera su propio pozo de agua:

Aquí en la casa sembrábamos maíz, zanahoria, lechuga y cebolla, teníamos hier-


bitas de olor, arrancaba sus hojitas de tomillo o mejorana y ahí se iba mi esposa
a venderlas y ya traían los dineritos y la carnita para comer y ahorita ¿quién hace
eso? … Teníamos un pozo para sacar el agua para regar las plantas y todo y ahora
¿quién tiene eso? (Claudio López Martínez, 56 años, mayordomo del Barrio de
Los Carlos)

En Carrillo cada casa tenía su pozo, era un agua muy fría, muy sabrosa, porque
en ese tiempo no había agua de la llave […] Mi papá tenía su pozo y de ahí regá-
bamos, nos parábamos a las dos de la mañana a regar, estaba el pozo grandote y
con la cirinuela le dábamos vuelta, de un lado mi hermano y del otro mi hermana,
y ya sacábamos el bote y lo vaciábamos al tanque de agua hasta que se llenaba,
era un tanquesote grandote y tenía un boquete y le quitábamos el tapón cuando
ya se llenaba y a regar. Por los surcos se iba el agua y aquí juntito iba la planta,
era bonito en aquellos tiempos (Isidro Sánchez Morales, 75 años, exmayordomo
festejo Virgen de Guadalupe)

Los dos testimonios anteriores nos permiten tener una idea de cómo era San Miguel Carrillo
antes de la llegada de la industria. Pero en realidad la debacle comenzó desde mucho antes. En re-
iteradas ocasiones los carrillenses culpan a la industria de los cambios negativos que ha sufrido el
pueblo, no solo porque se expropió la tierra sino porque las fabrican acabaron con el agua también.
No se trata de menoscabar el impacto que ha tenido la industria en Carrillo, pero la perforación de
pozos comenzó desde antes, con los dueños de las haciendas y los propios vecinos del pueblo que
explotaban sus propios pozos de agua:

CAPÍTULO xi 1223
El señor Loyola hizo dos bombas y el ingeniero Carreón hizo otra bomba, y como
que se fue chupando el agua, se fue perdiendo el agua y ándale, después quería-
mos regar y ya no había agua en el pozo, eso nos afectó y se fue acabando el agua,
ya luego se puso la Singer, la Purina, La Concordia, muchas fábricas. (Isidro Sán-
chez Morales, 75 años, exmayordomo festejo Virgen de Guadalupe)

Había una persona nativa de Carrillo, doña Lupe, que por cierto era mi tía abuela,
esa señora tenía una bomba que sacaba chorrotes de agua. En aquellos tiempos
había gente especialista en eso, contrataba a técnicos que le escarbaban más y
volvía a tener agua por otro medio año o un año pero después ya no hubo, y eso
mismo le sucedió a las haciendas, por eso dejaron de ser haciendas. Yo recuerdo
perfectamente que cada hacienda tenía su bomba, Carrillo estuvo lleno de hacien-
das, eso fue su subsistencia, los papás aparte de tener su trabajo propio de su casa,
de hacer su hortaliza, de todas maneras eran jornaleros de las haciendas. (Damián
López López, 57 años, maestro de educación primaria)

Hoy incluso la hacienda del Tintero (conocida también como Carrillo) sigue explotando ese
recurso, ya que subsiste (junto con la renta del espacio para eventos sociales) de la venta de agua
en pipas.58 No hay documentación que permita establecer la cantidad de agua que las haciendas y
ranchos cercanos a Carrillo extraían pero seguramente era menor que la que requerida por la gran
industria (principalmente de la rama textil y alimenticia) que fue la que se instaló y predominó en
aquellos años.59

A la carencia de agua –lo que dificultó seguir sembrando-, se sumó la expropiación del ejido
y finalmente la presión del capital inmobiliario para convertir los sembradíos de las haciendas y
ranchos cercanos al pueblo en zonas habitacionales, de esta manera surgieron las primeras colonias
de interés sociales y posteriormente los conjuntos multifamiliares, “Antes estaba bien bonito, puro
sembradío y ahora puras casas […] Los primeros que llegaron fueron los de Santa Mónica, luego El
Progreso, El Tintero y ya se fueron así [a lo largo, señalando av. Revolución hacia Satélite]”. (Gabi-
no García Borja, 77 años, trabajador de la hacienda Carrillo)

El contraste entre el antes y el ahora es fundamental para comprender la concepción que la

58
Durante la entrevista con uno de los trabajadores en la hacienda vi como entraba una pipa, un señor de aproxi-
madamente 70 años es el encargado de abrir y cerrar la llave para abastecer las pipas.
59
Entre las empresas que se instalaron estaban: Carnation (1939), La Concordia (1945), Kellogg (1951), Purina
(1957) Productos Gerber (1959) y Clemente Jacques (González y Osorio, 2000).

CAPÍTULO xi 1224
gente tiene sobre el pasado y el presente que le permiten aquilatar los cambios, sobra decir que para
los carrillenses los cambios no fueron nada halagüeños. Algunos mencionaron que la industria trajo
empleo y mejor remuneración (en la fábrica les pagaban mejor que en las haciendas) pero el costo
que han pagado ha sido muy superior a los beneficios que han obtenido.

Mabe [hoy Astral] se jactaba de que le daba empleo aquí a los de Carrillo,
pero de aquí de Carrillo había muy pocos trabajando, casi a nadie querían. Yo
en una ocasión fui a pedir trabajo y únicamente por no tener estudios pues no
hubo trabajo y entonces pues ¿de qué manera nos beneficiaban? (Cruz Mora-
les, 62 años, responsable de religiosidad popular)

Las primeras industrias que se establecieron aquí fue Cardanes, Primsa, Tre-
mec y si, los chavos del pueblo de Carrillo se fueron de obreros pero eso de
iba a llegar la prosperidad y la riqueza a Carrillo, pues nunca, nunca fue eso,
al contrario, nos empezaron a echar las aguas negras. (Damián López López,
57 años, maestro de educación primaria)

Hay enormes chatarreras, son negocios que reciclan metal en zona habita-
cional causando fuertes problemas pero están ahí porque tienen poder eco-
nómico, se instalaron y fue pasando el tiempo y fueron creando derechos, no
importando que contaminen el ambiente de todas las maneras posibles con
ruido, residuos y que pongan en peligro a la gente por esos enormísimos traí-
lles porque llegan y tiran sus metales a cielo abierto. Ya incluso el gobernador
les había dado una concesión para que se llevaran todos los automóviles de
los corralones, fue una época terrible, pero ya ahorita estamos en la última
etapa para lograr que se vayan, nos llevó 20 años lograr que se salgan de
aquí”. (María del Carmen Vicencio Acevedo, 55 años, avecindada en San
Miguel Carrillo hace 30 años)

b) Fronteras físicas y simbólicas: el adentro y el afuera

Las fronteras físicas que anteriormente delimitaban los límites del pueblo desaparecieron
conforme avanzó el proceso de urbanización, es decir, más allá del pueblo no había más que sem-
bradíos. Sin embargo conforme se fueron construyendo nuevas zonas habitacionales, aledañas a la
zona industrial, y se fueron trazado nuevas vías de comunicación (calles y avenidas) fue más difícil
identificar el antiguo núcleo o poblado de San Miguel Carrillo.

CAPÍTULO xi 1225
Ante este proceso, los carrillenses (re)construyeron fronteras simbólicas que contienen lo que
la gente identifica como su pueblo y sus respectivos barrios.60 Para reconstruir las fronteras, los
bordes y límites del espacio, los testimonios de las personas mayores fueron invaluables, la gente
recuerda muy bien hasta dónde llegaba el pueblo y temporalmente identifica cuáles han sido los
cambios, es decir, cómo las fronteras se han corrido conforme avanza el proceso de urbanización:

El antiguo pueblo era de Av. Revolución hasta donde estaba la bomba que íba-
mos camino a Jurica, donde está el rancho El Sol [Plaza Sendero] y luego de
allá donde está una calle de puro empedrado, de puro mezquite, hasta salir a la
carretera 5 de febrero y de allá hasta acá, hasta San Diego, eso era el antiguo
Carrillo. (Isidro Sánchez Morales, 75 años, exmayordomo festejo Virgen de
Guadalupe)

Del testimonio anterior destaca lo que Silva (2000) llama las marcas del territorio, el
umbral del territorio a partir del cual la gente se reconoce. Sostiene que las fronteras tienen
una acepción indicativa como cultural. El uso social de un espacio marca los bordes dentro de
los cuales los usuarios “familiarizados” se autoreconocen y por fuera de los cuales se ubica al
extranjero, al que no pertenece al territorio. En este sentido, el territorio se “territorializa” en
la medida en que estrecha sus límites y no permite (más bien excluye) la presencia extranjera
(p. 53).

Para cualquier visitante foráneo es difícil saber dónde comienza un barrio u otro, pero no así
para los carrillenses, ellos saben bien y conocen las delimitaciones internas de los barrios (véase
mapa 1). En Carrillo las personas son capaces de distinguir los puntos importantes desde donde
comienza el pueblo (la entrada y la salida) y reconstruyen sus fronteras, saben hasta dónde llega
el pueblo y lo que está fuera de él. El siguiente fragmento de una entrevista es revelador en este
sentido:

Vinieron de gobierno y nos dijeron ´les vamos a construir un mercado´ pero lo


hicieron en Santa Mónica, nosotros no lo sentimos como nuestro, nosotros que-
remos un mercado aquí, en el pueblo. A nosotros si no nos construyen aquí, no
lo consideramos nuestro. Ellos [gobierno] se defienden y tienen su argumento

60
Por cuestión de espacio no describo aquí los límites internos, es decir, las fronteras entre los barrios que con-
forman el pueblo de San Miguel Carrillo.

CAPÍTULO xi 1226
de que Carrillo Puerto es toda la delegación y así se la quitan, es que “com-
prendan que Carrillo abarca muchas comunidades, muchas colonias”, y por eso
nosotros hemos delimitado lo que es el pueblo de Carrillo: de la 5 de Febrero
para acá, del acceso industrial Carrillo Puerto para acá, de la Av. Revolución
para acá, así que no salgan con que estamos dotando a Carrillo cuando están ha-
ciendo obra en El Tintero o en Santa Mónica. (Damián López López, 57 años,
maestro de educación primaria)

Los desarrollos habitacionales que se han construido en Carrillo fueron para atender la
demanda de la ciudad, más que de los oriundos del pueblo. La relación con los urbanitas y los
fuereños no ha sido fácil de sortear. Para los carrillenses existe una relación muy estrecha entre
los problemas sociales (drogadicción, pandillerismo, delincuencia) y la llegada de la gente de
fuera.

Aquí hay droga, pero no droga que haya aquí en sí, que la hayan agarrado
nativos de aquí, no, de personas que han llegado. Yo me acuerdo que llegaron
unos muchachos de por acá de Tula, Hidalgo, ellos fueron los que introdujeron
la mentada bolsita con pegamento […] Ha llegado más gente de fuera y ha ido
contaminando al pueblo porque antes no era así. (Cruz Morales, 62 años, res-
ponsable de religiosidad popular)

Otro elemento que contribuye a que las relaciones vecinales lejos de ser armoniosas se vuel-
ven tensas son las tradiciones y costumbres, entre las que sobre sale la fiesta patronal. La vida re-
ligiosa en Carrillo es un elemento central de la organización comunitaria, todo el año hay fiestas,61
las tres grandes celebraciones son: 1) Semana Santa, 2) Fiesta patronal de San Miguel Arcángel
(29 de septiembre) y 3) Virgen de Guadalupe (12 de diciembre). Para su realización se requiere de
la participación y la cooperación de todos, pero solo los originarios o la poca gente que a lo largo
del tiempo ha logrado sentirse “parte de”, es decir, que tiene “arraigo” es la que coopera, mientras
que la mayoría de los colonos no lo hace. La explicación que dio una de las entrevistadas es que:
“Los de las colonias no saben nuestras tradiciones” (Paula Aboytes de Jesús, 58 años)

Otros no cooperan porque no comparten sus creencias, es decir, son de otra religión y otros
más señalaron que los de las colonias se quejan por los cuetes y porque cierran las calles, pero que
Carrillo es un pueblo y ellos siempre han vivido así:

61
Además de las tres celebraciones “grandes” (como ellos las llaman), cada uno de los barrios del pueblo tiene
su propio santo/a patrón/a y su fiesta.

CAPÍTULO xi 1227
El año pasado alguien llamó a la patrulla y vino a ver y pues están celebrando
pero son personas que no saben las tradiciones de aquí, se molestan porque
cerramos una calle y ahora la siguiente semana van a cerrar la avenida Revolu-
ción por la fiesta del Señor de las Maravillas y después viene la festividad de la
parroquia y van a cerrar la calle de allá y es gente que no sabe y que se molesta;
pero la gente de Carrillo ya sabe y ya ni pasan por aquí, si quieren sacar su ca-
rrito lo sacan desde antes. (Claudio López Martínez, 56 años, mayordomo del
Barrio de Los Carlos)

Las autoridades eclesiásticas en Carrillo (sacerdotes y diáconos) han tratado de integrar


a los habitantes de las colonias en las novenas que tienen lugar durante las festividades, incluso
se construyó una iglesia en el Tintero y en Santa Mónica se donó un terreno en donde hay un
pequeño altar y se oficia la misa cada 8 días. El Tintero (multifamiliares) y Santa Mónica (vi-
viendas de interés social) son asentamientos que se construyeron durante los años 90 y que la
parroquia ha querido sumar a su feligresía. Sin embargo, pese a esos esfuerzos, los carrillenses
no los consideran como parte del pueblo. Esto lo digo porque durante los novenarios cada barrio
se hace presente con un objeto simbólico que lo identifica: su estandarte. Durante los novenarios
los mayordomos son responsables de llevar el estandarte que se coloca junto al altar en donde se
oficia la misa, el estandarte simboliza la presencia del barrio visitante en el barrio anfitrión, lo que
“obliga” moralmente a la reciprocidad. De esta manera se alimentan los lazos y las relaciones
entre los barrios.62 Durante el trabajo de campo, observé que estaban prácticamente todos los es-
tandartes de los barrios (foto 1), a diferencia de las novenas en las colonias en donde había dos o
tres solamente (foto 2).

Foto 1. Barrio San Pedro Foto 2. Col. Santa Mónica Foto 3. Barrio San Antonio
(21/09/2013) (26/09/2013) (29/96/2015)

62
Las fotografías fueron tomadas durante el novenario de la fiesta patronal.

CAPÍTULO xi 1228
Al término de cada novenario, los vecinos del barrio anfitrión se reúnen en torno al lugar
de la misa y ofrecen de manera voluntaria: atole, café, tamales, gelatina, arroz con leche, fruta
picada y pan, pensando en que la gente a esa hora (siete de la mañana) se tiene que ir a trabajar
y ya no regresa a su casa a desayunar. El compromiso de hacer frente a la “comida comunitaria”
es otro de los aspectos en donde los lazos de parentesco y las redes con la gente del barrio son
fundamentales ya que, de otra manera, difícilmente se podría salir avante con un evento como
este. Dentro de las celebraciones la comida ha sido un símbolo identitario de primer orden, la
“comida comunitaria” es una tradición que, por manda, promesa o herencia se preserva. Un
compromiso similar al de la comida, es el “compromiso de la flor” (foto 3).

Por su parte, a la mayoría de los vecinos de las colonias poco les interesa involucrarse
en la vida del pueblo, no son partícipes de las tradiciones y costumbres locales, viven ahí por
otras razones, entre las que destacan están: el costo de las viviendas (relativamente más bajo
que en otras zonas dado que se trata de vivienda de interés social) y la cercanía tanto con la zona
industrial como respecto al centro de la ciudad.

III. Consideraciones finales

Respecto al proceso de urbanización, recientemente Leonardo Curzio63 escribió que “la


forma en que construimos ciudades dice más de nosotros que mil ensayos”, señala que en Mé-
xico tenemos ciudades de las cuales podemos sentirnos orgullosos, pero que a últimas fechas
ese sentimiento ha amainado. Cada vez resulta más evidente que en su mayoría “las ciudades
son administradas por una funesta mancuerna de logreros y especuladores. El producto de ese
incubo es en el mejor de los casos una mala copia de los suburbios americanos con deficiente
infraestructura y un gusto homedepotiano, en el peor, ciudades perdidas”.

Ciertamente con el proceso de urbanización, en aras de beneficiar ciertas zonas de la ciudad


acorde con los requerimientos de la economía y la industria, se privilegian determinadas zonas en
detrimento de otras, lo que da lugar a la ciudad inequitativa que se expresa en la segregación espa-
cial. Este fenómeno convierte a las ciudades en archipiélagos, islas de bienestar que contrastan con
espacios urbanos cada vez más deteriorados (Duhau y Giglia, 2008; Ramírez y Safa, 2009).

En las áreas que han sido marginadas y subordinadas por el crecimiento de la ciudad,
se fueron gestando movimientos que podían ser desde manifestaciones de inconformidad y

63
Columna semanal “Acapulco o la tragedia nacional” (06/04/2015). El Universal.mx

CAPÍTULO xi 1229
reclamos ante las autoridades, hasta la (re)construcción de identidades locales, vecinales y/o
barriales a través de las cuales los habitantes reivindican su derecho a gozar y ser parte de la
ciudad.

Al respecto, Jordi Borja (2003) plantea que los movimientos ciudadanos de los
últimos 30 años han hecho importantes contribuciones a la gestión de las ciudades y al ur-
banismo, y distingue por lo menos tres: 1) la revalorización del lugar, del espacio público,
del ambiente urbano, de la calidad de vida de la dialéctica barrio-ciudad, del policentrismo
de la ciudad moderna, 2) la exigencia de democracia ciudadana, de concertación y partici-
pación en los planes y proyectos urbanos y 3) como consecuencia de lo anterior, o tal vez
como premisa, la recreación del concepto de ciudadano como sujeto de la política urbana,
quien se hace ciudadano al intervenir en la construcción y gestión de la ciudad (Borja,
2003, p. 72).

Al amparo del debate ciudad-ciudadanía, Patricia Safa (2009), señala que no se puede
negar el aumento acelerado de las organizaciones de todo tipo: sociales, culturales, religiosas,
de ayuda mutua, entre otras. En el caso de las organizaciones vecinales, la llamada crisis de
la ciudad explica su revitalización (p. 256). Los habitantes de antiguos pueblos conurbados
hoy a la ciudad, de los barrios y vecindarios, no se mantienen al margen ni se resignan ante
los procesos de trasformación y degradación de su entorno.

Los pueblos urbanos son espacios que se han construido a partir de su propia histori-
cidad, y en eso reside su particularidad y su fuerza, lo que los hace diferentes. La presencia
de esos lugares es una muestra de la heterogeneidad, a través de ellos podemos observar las
distintas formas de usar, habitar y significar un espacio que todos compartimos: la ciudad.

El estudio de los “espacios locales” en la ciudad permiten a los ciudadanos ponerse de


acuerdo en sus modos de ser y de estar en una colectividad, y estudiarlos es buscar compren-
der esas estrategias grupales para construirse en común (Silva, citado en Mujica, 2005). En
este sentido, la mirada desde el pueblo, el barrio y/o el vecindario puede contribuir a construir
la ciudad que todos queremos y merecemos habitar.

El pueblo de Carrillo, ante el avance incesante de la urbanización que desdibujó los


límites del pueblo, la llegada de urbanitas y fuereños, los cambios que implican ajustarse a
una cultura y un modo de vida más urbano, ha encontrado en su espacio (los barrios), sus
tradiciones y su memoria colectiva una manera de mantener su identidad local y un sentido
de pertenencia que se arraiga en el territorio, una manera de crear “comunidad” frente a la

CAPÍTULO xi 1230
vorágine de la urbanización.

Mapa 1. Delimitación de los barrios de Carrillo

Fuente: elaboración con base en Cérbulo, 1999.

CAPÍTULO xi 1231
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CAPÍTULO xi 1234
Recuperación de la memoria histórica en
las comunidades rurales de El Palmar de
Guadalupe, Pachuquilla, El Zapote y Agua Dulce.
Municipio de Malinalco, Estado de México

Mariel Carpio Szymanski64

Resumen: El objetivo del presente trabajo es dar a conocer la experiencia, resultado y reflexio-
nes en torno al proyecto de servicio social “Microhistoria de Malinalxóchitl”, realizado entre
verano de 2015 y verano de 2016. El proyecto vinculó a la Asociación Civil del Santo Desierto
del Carmen, al Departamento de Historia y al Departamento de Diseño de la Universidad Ibe-
roamericana. Como parte central del mismo se realizaron más de veinte entrevistas de historia
oral a personas de cuatro comunidades rurales localizadas en Malinalco, Estado de México, con
el fin de recuperar su memoria histórica.
El proyecto invita a reflexionar en torno a la recuperación de la memoria histórica de los secto-
res sociales más desprotegidos de nuestro país. Una de las problemáticas fundamentales abor-
dadas es cómo la construcción de una historia escrita, que en el caso de estas comunidades
ha estado hasta ahora ausente, pudiese funcionar como referente histórico y ser un eje rector
de la identidad comunitaria. Además, se incluyen observaciones sobre la manera en que los
individuos entrevistados evocaban sus recuerdos pasados, qué forma adquirían los mismos y
finalmente qué importancia pueden tener en el presente.
La estancia en las comunidades y el posterior trabajo documental y de escritura dio forma a dos
textos para niños titulados “Las historias de antes. Los Guajes” y “Mi historia en El Palmar de
Guadalupe, Pachuquilla y El Zapote”.
Presentar ante un público amplio este proyecto significa la posibilidad de entablar un diálogo
en que se tomen en consideración los retos, problemáticas y particularidades de realizar histo-
ria oral en un entorno rural. Lo cual estimula la reflexión sobre la construcción de la memoria
histórica dentro de un conjunto de comunidades que no cuentan con referentes precisos para
constituir una narración sobre su origen y trayectoria. A la vez que da pie a discutir lo que sig-
nifica hoy día para los sectores rurales mexicanos la reconstitución de su pasado a través de
nuevos soportes.

64
Licenciatura en Historia. Universidad Iberoamericana. Email: mariel.carpio.szy@gmail.com

CAPÍTULO xi 1235
Palabras clave: historia, oral, rural.

Summary: The main objective of this academic paper is to publish the experience, reflection,
and results of the social service project, “Microhistoria de Malinalxóchitl,” that took place be-
tween the summers of 2015 and 2016. This project brought together the Asociación Civil del
Santo Desierto del Carmen and the History and Design departments of Universidad Iberoamer-
icana, Mexico City. The project involved more than 20 oral interviews of people from four rural
communities in Malinalco, Estado de México, with the purpose of recovering their memory.
The project reflects on the recovery of historic memory from the most unprotected social class-
es in Mexico. One of the main issues was how the development of their written history could
work as historical reference and an axis that guides common identity, in a place that has no
written history of its own. Additionally, other observations have been included about the way in
which the interviewed individuals remembered and the significance of these memories today.
The seven-week stay in the rural communities and subsequent documentary and paper gave
shape to the children’s book, “Las historias de antes. Los Guajes,” and the textbook, “Mi histo-
ria en El Palmar de Guadalupe, Pachuquilla y El Zapote.”
Presenting this project to a wide audience allows for the beginning of a dialogue that considers
the challenges, problems, and singularities of oral history within a rural surrounding; thus stim-
ulating academic discussions around the development of historic memory to a series of com-
munities that have no actual historic reference to their origin. It also invites one to think about
what it means today for rural Mexicans to reconstruct their past in new platforms.

Keywords: history, oral, rural.

Introducción

Del 2 de junio al 17 de julio de 2015 cumplí en compañía de otros dos jóvenes de la


Licenciatura en Historia, Alexandra de Losada Ortega y Francisco Figueroa Olvera, mi Servi-
cio Social en El Palmar de Guadalupe, Pachuquilla, El Zapote y Agua Dulce en el Municipio
de Malinalco, Estado de México. Estas comunidades se encuentran a una distancia de doce
kilómetros del ‘Pueblo Mágico’ de Malinalco y treinta de la Ciudad Tenancingo de Degollado.
Su localización geográfica en las faldas del Cerro del Nixcongo, en cuya cúspide se encuentra
el convento de la Virgen del Carmen y el pueblo del Santo Desierto del Carmen, ocasiona un
aislamiento que ha impedido por muchos años atender las necesidades de salud y educación de
los pobladores de manera inmediata y satisfactoria.

El proyecto que elegimos, registrado bajo el nombre de “Microhistoria de Malinalxó-


chitl”, había sido planteado previamente por la Doctora Jane Dale Lloyd, Directora del Depar-

CAPÍTULO xi 1236
tamento de Historia de la Universidad Iberoamericana, Ciudad de México, en conjunto con el
arquitecto Fernando Rovalo, Presidente de la Mesa Directiva de la Asociación Civil del Santo
Desierto del Carmen. Organización que ha trabajado en conjunto con los Padres carmelitas
para atender algunas de las problemáticas más urgentes de estas localidades, entre las cuales
se encuentra la creciente deforestación de la zona, la esterilidad de la tierra provocada por el
uso intensivo de agroquímicos y la consecuente disminución del caudal de los cuerpos de agua
que abastecen a la población. Debe mencionarse que la mayoría de los habitantes de estas co-
munidades sobreviven principalmente de la actividad agraria, por lo que la disminución en las
cosechas a consecuencia de los fenómenos ambientales previamente mencionados impacta su
subsistencia alimentaria y economía familiar.

Objetivo: recuperar la memoria histórica

El presente trabajo es un recuento del esfuerzo conjunto que realizamos historiadores,


profesores de Historia y Diseño y alumnos de Diseño Gráfico en torno a estas comunidades du-
rante el verano y otoño de 2015, y primavera y verano de 2016. Ello con el afán de que nuestra
labor pueda ser reproducida y ejercitada por otros alumnos de la Licenciatura en Historia que
se interesen por la función social que tiene la disciplina para atender las necesidades de los
sectores más desprotegidos de nuestro país. Así mismo, pretende acercar a alumnos de otras
carreras universitarias a buscar un acercamiento profundo a la realidad social de los sujetos
para los cuales pretenden trabajar, o bien, servir de guía para la realización de otros proyectos
interdisciplinarios en que se involucre al Servicio Social. Pues al extender nuestra labor a otros
campos de estudio, se fomenta la visión de que la complejidad del otro que es distinto a mí no
puede reducirse; por lo que resultaría fatal proyectar o diseñar (tomando como ejemplo el caso
de arquitectos y diseñadores) desde un ámbito urbano, ajeno a ciertos usuarios.

A continuación pasaré a dar cuenta del camino recorrido por tres jóvenes que aprendie-
ron a valorar la diferencia a través del conocimiento afectuoso del otro.

Una de las modalidades del Servicio Social de la Universidad Iberoamericana es la


estancia de verano. En ella los alumnos pasan siete semanas fuera de la Ciudad de México,
cumpliendo así las cuatrocientas ochenta horas obligatorias, pues el alumno pasa las veinticua-
tro horas del día en el lugar de su elección. Cabe mencionar que si se cursa esta modalidad, es
necesario inscribir en línea la materia del Servicio Social, en la cual los alumnos dan cuenta

CAPÍTULO xi 1237
del trabajo que realizan semana con semana y envían las actividades solicitadas por su maestro
correspondiente a través de correo electrónico. Algunas de estas tareas involucran lecturas re-
lacionadas al mejoramiento social que se pretende en el proyecto específico de cada grupo de
alumnos.

La carátula oficial de inscripción al proyecto enunciaba que había varias comunidades


localizadas en una misma región que no sabían de dónde venían ni porqué se habían estable-
cido ahí. Y se suponía que ello se encontraba relacionado al desmembramiento de la identidad
comunitaria, lo cual había dado como resultado una menor cohesión social a la hora de atender
las problemáticas que involucraban a todos los habitantes. Con el afán de recuperar la historia
de este lugar, solicitaban a un grupo de alumnos de Historia que realizase la investigación ne-
cesaria para dar cuenta de ese pasado olvidado.

La primera sesión introductoria que tuvimos fue con la antropóloga Xóchitl Castañeda,
quien apoya la realización de proyectos de índole ecológica en las comunidades, como miem-
bro de la A.C. del Santo Desierto del Carmen. Ella nos comunicó que viviríamos en una casa
eco-sustentable, construida por la ACSDC un par de años antes, como parte de un proyecto en
que se levantaron 150 casas en las comunidades de la región. Explicitó que nos la prestarían,
por lo que tendríamos que llevar todo lo necesario para vivir ahí. El baño seco y la consecuente
necesidad de realizar una composta, la falta de gas y de camas donde dormir nos asustaron, pues
ninguno de los tres había vivido antes en dichas condiciones. Así, acordamos que sobrellevaría-
mos esas siete semanas de trabajo juntos.

La Historia Oral como metodología

En conjunto con Jane Dale Lloyd y la Maestra Leonor Correa, quedó asentado que du-
rante el tiempo que duraría nuestra estancia realizaríamos entrevistas con el afán de identificar a
los guardianes de la memoria que recordaran el pasado histórico de las comunidades. Por ‘guar-
dianes de la memoria’ entendemos a aquel individuo interesado en la historia de su comunidad,
que puede ser capaz de transmitir información y conocimientos propios que sean significativos
para la colectividad de la misma; o bien aquellas personas ancianas que han vivido toda su vida
en la región o sus alrededores y por tanto han sido testigos de los cambios más importantes que
ha sufrido su comunidad. Se definió también que la finalidad de recuperar la memoria histórica
a través de entrevistas era trasladar los recuerdos de las personas a un soporte distinto. Es decir,
constituir narrativamente su historia para garantizar su conservación y transmisión a través
del tiempo. Así mismo Leonor nos dio una serie de consejos para realizar las entrevistas y nos

CAPÍTULO xi 1238
fueron entregadas algunas lecturas65 que ayudaron a prepararnos para la labor que habríamos
de realizar.

Por otra parte, con el propósito de redactar preguntas guía para las entrevistas, hici-
mos una primera visita a Pachuquilla, la comunidad en que viviríamos. Recuerdo claramente
que lo primero que hicimos al llegar Alex, Paco y yo, fue admirar entre las copas de los ár-
boles la vista hacia el valle que desemboca en la hacienda de Jalmolonga, cerca del Pueblo
de Malinalco. A esa hora del día, tan luminosa, los ojos alcanzaban a ver las montañas más
lejanas que después se perdían de vista en el horizonte. Después saludamos a Xóchitl y ella nos
presentó a Paulina y Valente Landeros, quienes nos prestarían su casa para vivir ahí durante
el verano. De aproximadamente un metro sesenta y cinco centímetros, de larga cabellera ne-
gra, piel morena y grandes ojos cafés, Doña Paulina es una de las mujeres más alegres que he
conocido en mi vida. Posee una gran sonrisa que hasta en los peores momentos tiene el poder
de tranquilizarte. El día que la conocimos traía un sombrero de paja y sus libros de catecismo
bajo el brazo, una playera morada, jeans y zapatos negros. Don Valente, de más o menos metro
setenta, nariz recta, ojos cafés pequeños y un poco hundidos, el pelo chinísimo, la piel curtida
por años de trabajar bajo el sol, una complexión física que evoca la poderosa figura de un toro,
jeans, camisa café clara a cuadros y sombrero blanco de ala.

Cuando los conocimos ambos nos dieron la mano y a través del tacto percibimos por
primera vez la rugosidad y la fuerza que produce el constante trabajo en el campo en las manos
de quien lo cultiva. Todos nos presentamos y quedamos en que iríamos a su casa en una hora
para conocer dónde nos quedaríamos. Antes de irse nos presentaron a su nieta Kateana (Kati),
una niña de diez años que con una sonrisita tímida nos saludó antes de seguir corriendo con los
demás niños. También nos dijeron que ellos nos podrían proporcionar una mesa y sillas, pero
que el resto de los objetos que necesitáramos para vivir ahí los tendríamos que conseguir noso-
tros. Mientras bajábamos hacia el lado izquierdo del camino, los vimos alejarse juntos.

Vivir en Pachuquilla

Un par de semanas antes de irnos nos dedicamos a conseguir todas las cosas que habría-
mos de necesitar en nuestra estancia. Entre ellas se encontraban tres bitácoras de hojas blancas

65
Vid. Ávila, 1998, Cortez, 2012; Meyer, 1973; Rodríguez, 1978; Jarquín et al. ; Noguez, 2006; Gob. Del estado
de México, 1975 Ávila, 1998, Cortez, 2012; Meyer, 1973; Rodríguez, 1978; Jarquín; Noguez, 2006; Gob. Del
estado de México, 1975; Aróstegui, 2004; Geertz, 1987; Palerm, 2008; Acosta, 2014; Esteva, 2013; Nixon, 2011;
Ángel y Augusto, 2002; Caride, 2001; Gudynas y Acosta, 2011; Etxebemia, 2004.

CAPÍTULO xi 1239
para hacer anotaciones durante las entrevistas, que con el paso de los días se convirtieron en un
espacio para el desahogo.

Llegamos a Pachuquilla el 2 de junio de 2015. Aquel martes por la noche nos enfren-
tamos por primera vez a nuestra soledad compartida, pues a pesar de estar juntos el aisla-
miento de todo tipo de comunicación en un lugar que en ese momento era completamente
desconocido, nos hacía sentir extraños. Fue en esas primeras horas cuando nos dimos cuenta
de que realmente no tendríamos a ningún familiar ni amigo durante esas semanas, aparte de
nosotros mismos.

A simple vista la casa donde nos quedamos no parece muy distinta al resto de las que
hay en la comunidad. Sus muros son de block gris, el piso es de cemento color rojo (mismo
que sirve de cimentación), tiene una ventana cuadrada -de aproximadamente medio metro- en
cada estancia y su techo es de lámina roja, a dos aguas. También cuenta con un lavadero exte-
rior. Su superficie se divide en un área común abierta al centro, desde la cual se accede a sus
cuatro estancias: dos cuartos, una alacena y un baño con letrina seca y regadera. En el área co-
mún se encuentra la tarja para los platos y un fogón de leña con un boiler. Lo que hace a estas
casas eco-sustentables es que tienen un tubo que capta la lluvia, la dirige a un filtro (llamado
tlaloque) y finalmente la conduce a una cisterna, que a su vez requiere de una bomba eléctrica
para subir el agua a un tinaco que está en el cuarto principal. Ese tinaco surte de agua a la tarja
de los platos, al lavadero de ropa, al lavabo del baño y la regadera. No obstante, para calentar
el agua es preciso prender el fogón de leña aproximadamente una hora para que el agua salga
medianamente caliente. En lo que se refiere a la letrina, la taza tiene debajo un bote que se saca
por una de las paredes exteriores para vaciarlo al fondo del terreno y formar una composta con
ayuda de tierra, hierba verde y plantas secas. Los desechos se cubren con aserrín y ceniza para
evitar malos olores.

Narrar la experiencia

Con el afán de dar a conocer la dimensión emocional y afectiva que tuvo en no-
sotros la estancia en Pachuquilla, determinante para el posterior desarrollo del proyecto,
añado a continuación fragmentos de mis reportes semanales número 1, 4 y 7. En ellos se
encuentran narradas en tiempo presente experiencias que aún al día de hoy encuentro di-
fícil evocar. Pretendo que a través del retorno de estas palabras sea posible dar un vistazo
a lo que significan en mi historia personal esas siete semanas.

CAPÍTULO xi 1240
-Reporte semanal 1. 7 de junio de 2015

Narrar de manera breve todo lo que nos ha pasado en Pachuquilla en esta pri-
mera semana resulta complicado. Me parece sorprendente como en tan poco
tiempo puede uno enfrentarse a situaciones y personas tan distintas.

En pocas palabras, comenzamos a adaptarnos a vivir solos en una casa con to-
dos los pormenores que ello implica (lavar platos, lavar ropa, tender los catres,
barrer, trapear, sacudir, fumigar, etc.) y dimos los primeros pasos para conocer
la comunidad. Pachuquilla no es muy grande; yo creo que las casas más leja-
nas son las que están como a quince minutos caminando hacia arriba. Resulta
muy curioso que casi todos los habitantes están emparentados.

Los siguientes días, hasta ayer (miércoles, jueves, viernes y sábado) los de-
dicamos a realizar las primeras entrevistas orales para la recuperación de la
memoria histórica de esta región. El ritmo de vida y el paso del tiempo, es
radicalmente distinto. Y resulta muy difícil explicarles a las personas lo que
venimos a hacer. A pesar de que nos reciben con gran amabilidad y hayamos
podido comenzar a hablar con unos cuantos que aún recuerdan con claridad
ciertos episodios de la historia del lugar, nos topamos con que muchas de nues-
tras concepciones históricas académicas no tienen cabida aquí.

Personalmente he visto que por lo general la concepción de que ellos son per-
sonas pobres e ignorantes está sumamente arraigada, pero me doy cuenta de
que saben muchísimo sobre cómo trabajar el campo; lo cual nosotros no co-
nocemos ni por asomo. Por tanto, ya hoy me siento más entusiasmada porque
creo que podemos encontrar la forma de que a través del rescate de sus histo-
rias se den cuenta de la enorme riqueza de los conocimientos particulares con
que cuentan. Creo que el cansancio emocional y los retos seguirán, pero al
menos estamos juntos.

-Reporte semanal 4. 28 de junio de 2015

Cuando pienso que estamos a la mitad del Servicio Social tengo sentimientos
encontrados. Por un lado, el tiempo ha pasado de manera muy particular, a ve-
ces lento y a veces rápido. También, que nuestra vida aquí ha llegado al punto
de la normalización, de la costumbre. Creo que por ello a veces dejamos de
estar tan atentos a lo que pasa a nuestro alrededor, como en un inicio. Ya nos
acostumbramos totalmente al entorno. Por un lado ello es benéfico en el senti-
do de que la mayoría de las personas ya nos tienen más confianza, por lo que
se nos acercan más y hemos logrado tener entrevistas o conversaciones muy
buenas e incluso divertidas. Sin embargo, ello nos causa cierto conflicto a los
tres; nos preocupa que por ‘normalizarnos’ ante todo lo que vemos dejemos de
observar o de ser sensibles a ciertos estímulos que en un principio nos hubie-

CAPÍTULO xi 1241
ran parecido llamativos o bien significativos para nuestro trabajo aquí. No obs-
tante creo que resulta positivo el percatarnos de esta situación para hacer un
esfuerzo por continuar manteniendo cierta mirada como observadores a pesar
de que participemos en distintas actividades. Esta semana pudimos entrevistar
a Doña Jacinta, la señora más anciana de Pachuquilla. Ella nació alrededor de
1920 (dato que no recuerda muy bien), por lo que fue impresionante constatar
a través de su voz ciertas costumbres que ya no se practican hoy día, como dar
a luz con ayuda de parteras. La señora Jacinta fue partera por muchos años
y llegó a parir a un hijo propio completamente sola. Esta entrevista fue una
afortunada casualidad pues no la habían dejado hablar con nosotros en las
semanas anteriores. Cabe mencionar que el día jueves vimos al arquitecto, a
Jane Dale Lloyd y Leonor Correa en Malinalco y definimos que para lograr
mejores resultados, de ahora en adelante nos concentraremos exclusivamente
en las comunidades de Pachuquilla, El Palmar de Guadalupe y El Zapote por
la lejanía de Agua Dulce.

-Reporte semanal 7. 17 de julio de 2015

Siendo esta mi última reflexión escrita sobre el tiempo que pasamos en Pa-
chuquilla, he de decir que es muy complicado pensar en lo que me resulta
más significativo de toda esta experiencia. De alguna forma, creo que ello es
porque no me es posible pensar en una sola cosa que aprendí, sentí u observé,
sino que únicamente el conjunto de todo lo que aconteció es lo que toma forma
y coherencia en mi mente. Sin embargo, puedo decir que estando ahí entendí
lo indecible. Me di cuenta de que en ello hay algo de sublime que embriaga
los sentidos. Deshacerse de palabras y conceptos para profundamente sumer-
girse y sentir, experimentar, comprender, asombrarse con y por el otro no es
equiparable con nada más. Para mí ‘la otredad’ del pasado (un concepto que
se utiliza mucho en Historia) era algo abstracto, sin forma; hasta cierto punto
incomprensible pues me habían dicho muchas veces que ello era lo inasible.
Empero, comer, caminar, hablar, reír y aprender en Pachuquilla me permitió
darme cuenta de que la otredad puede comprenderse. Y esa forma es viviéndo-
la. Hoy creo firmemente que ello invita a resolver de formas mucho más sanas
y coherentes los conflictos actuales a que nos enfrentamos.

Ahora, nuestra última semana la dedicamos por completo a la transcripción


de las bitácoras. Es decir, pasamos por escrito lo que cada uno había apun-
tado, comparando las tres versiones para asentar compendios ordenados por
rubros de cada una de las entrevistas. Finalmente, terminar este período
significa para mí el término del Servicio Social como requerimiento oficial,
pero también el inicio de un nuevo ciclo con nuevas transformaciones que
aún necesito explorar.

CAPÍTULO xi 1242
Resultados. Otoño de escritura y primavera de realización

Adaptarme de nuevo a la ciudad después de regresar fue todo un reto; no me reconocía.


Creo que ello se debe a que físicamente mi cuerpo había cambiado, pero también a que interna-
mente había sufrido una tremenda transformación.

Esas siete semanas afectaron enormemente mi perspectiva de la Historia Oral pues me di


cuenta de que ésta exige ser aplicada de manera distinta en el entorno urbano y en el rural. Ya que
la adaptación que realizamos de dicha metodología no respondió a rígidos criterios académicos,
sino más bien a las circunstancias en que nos encontrábamos. De otra forma, llevar a cabo las en-
trevistas habría sido imposible. En resumidas cuentas, las principales dificultades fueron la varia-
ble extensión de las entrevistas, ya que las preguntas se estructuraron más en forma de una plática
que como una entrevista formal; las diferencias lingüísticas entre nosotros y los entrevistados,
que en ciertos momentos llegó a crear cierto ambiente de confusión; y finalmente la exigencia de
generar un lazo de empatía con el otro para que éste tuviese la confianza de relatar sus recuerdos.
Por otra parte fue muy interesante notar que nuestros entrevistados no se limitaron a responder
nuestras preguntas, sino que en muchas ocasiones dieron cuenta de sus historias de vida con lujo
de detalle y entusiasmo. Lo cual me invita a pensar en el encanto que produce reconocerse en el
pasado; así como en los efectos que podría tener realizar historia oral en comunidades compuestas
por personas que gozan al recordar.

Ahora, no debe pasarse por alto que al ser este un entorno regido principalmente por la
oralidad (dado que el nivel de escolaridad medio entre los adultos es básico) el intercambio verbal
tiene un gran peso. Además, llama la atención que constantemente los adultos mayores y ancianos
mencionaron que los niños y jóvenes ya no los escuchan, pues eso habla de un cambio importante
en la forma en que se relacionan y comunican las nuevas generaciones. Consiguientemente, me
parece que la flecha que atraviesa el corazón de este trabajo es que la transmisión de la memoria
histórica a las nuevas generaciones posibilita el fortalecimiento del vínculo no solo entre comuni-
dades, sino también inter generacionalmente.

El primer producto de trabajo fue un documento en que transcribimos el contenido de las


bitácoras en que habíamos tomado nota de las entrevistas completas. Dicho documento, compues-
to de aproximadamente ochenta páginas, se estructuró por medio de temáticas a partir de cada
entrevista, procurando mantener cierta uniformidad. Así, bajo el nombre de cada entrevistado se
encuentran apartados comunes como ‘casa’ o ‘familia’ y otros más particulares como ‘parteras’ o
‘remedios’, que no fueron abordados por todos. Ello permitió conformar un estimado de la canti-
dad de información que disponíamos, observar qué tipo de temáticas fueron abordadas y recordar

CAPÍTULO xi 1243
cada una de las entrevistas realizadas, lo que nos permitió enriquecer la información a partir de lo
que nos había llamado la atención durante su desarrollo.

Una de las grandes ventajas de realizar Historia Oral en la actualidad son las distintas
tecnologías que se tienen para capturar, guardar y reproducir de nueva cuenta el material que se
consiga en una entrevista. Para el historiador, ello es de gran ayuda pues le permite volver sobre
las palabras exactas del entrevistado para despejar ciertas dudas e incluso realizar citas textuales.
A final de cuentas, es un seguro que ayuda a garantizar que el traslado de la oralidad a la textuali-
dad sea lo más fidedigno posible.

A este respecto, debo mencionar que grabamos dieciséis de las entrevistas que realizamos
durante el Servicio Social. No obstante, con excepción de las dos primeras, ninguna de las graba-
ciones fue realizada con conocimiento de los entrevistados. Por lo que resulta necesario explicar
dicha acción. En los primeros dos días de entrevistas utilizamos una grabadora de casett con capa-
cidad de capturar media hora de audio de cada lado de la cinta. No obstante, nos percatamos que
los entrevistados constantemente la miraban con preocupación y que cuando la guardábamos la
conversación era mucho más fluida. Por tanto, decidimos que grabaríamos las entrevistas en notas
de voz dentro de nuestros celulares66. Ya que de esta forma podíamos garantizar la preservación de
las palabras exactas de las personas y el sentido que le daban a las mismas. Además de que el celu-
lar no es un elemento ajeno a los entrevistados, por lo que podía estar presente sin causar ninguna
inquietud. Aún así, la limitada capacidad de almacenamiento de que disponíamos no nos permitió
grabar la totalidad de las entrevistas realizadas. A final de cuentas, estas grabaciones fueron de
gran ayuda durante el otoño, ya que a partir de ellas pudimos cotejar nuestras transcripciones y
extraer frases fundamentales para el trabajo que se desarrolló entre septiembre y diciembre.

Debido a que los entrevistados no autorizaron que grabáramos su voz, garantizo que los
archivos de audio que poseo no serán utilizados fuera de este trabajo. Y que los mismos se encuen-
tran respaldados en una plataforma creada por el Departamento de Diseño de la Ibero, a la cual
únicamente Alex, Paco y yo tenemos acceso.

Al llegar el otoño decidí con mis compañeros que daríamos continuidad al proyecto con
el afán de realizar los libros que habíamos propuesto. Para nosotros era muy importante conti-
nuar trabajando juntos, ya que si alguien más retomaba el documento conformado a partir de las
transcripciones, se corría el enorme riesgo de que el contenido del mismo fuese malinterpretado.
Así mismo, no hay que dejar a un lado que el empuje y la motivación que nos dieron esas siete
semanas juntos nadie más los iba a tener.

66
Vid. Anexo I. Lista de entrevistados cuyas voces se conservan.

CAPÍTULO xi 1244
Como marco teórico para escribir los libros para niños “Las historias de antes: los Guajes”
y “Mi historia en El Palmar de Guadalupe, Pachuquilla y El Zapote” retomamos tres conceptos
aprendidos durante nuestra estancia en el Servicio Social (Universidad Iberoamericana, 2016). El
buen vivir, que invita a disminuir la cultura del consumo y las actitudes sociales de auto-inferio-
rización traídas desde el exterior a través de los medios masivos de comunicación; la ética am-
biental, que propone ir más allá de una educación sobre la preservación del medio ambiente para
alcanzar un entendimiento profundo que propicie su respeto y valorización consciente; y el diálo-
go intercultural, para acercar a las comunidades con el exterior y al exterior con las comunidades.

El eje rector que les estructura es que los individuos tienen capacidad de toma de decisión
y conciencia de cambio. Pueden ubicarse en su contexto y participar de manera activa en él. Lo
cual, al ser reconocido por ellos mismos, posibilita la adopción del modo de vida del Buen Vivir
y la convivencia consciente y sana con el entorno natural y social.

Habiendo identificado como problemática principal la pérdida de identidad, por no haber


un sentido para preservarla y que las consecuencias han sido el descuido del medio ambiente, la
reducción de la convivencia comunitaria y la falta de un sentido de pertenencia al espacio, consi-
deramos que nuestra labor debía orientarse a acercar a las personas a su particular entorno natural
y cultural, logrando de esta forma una interacción consciente y sana con el mismo.

Buscamos realizar una historia que surgiese de los miembros de la comunidad, para los
miembros de la comunidad. Y cuya función social fuese la de aportar las herramientas didácticas
y cognitivas necesarias para la sana convivencia con el yo, la comunidad y el entrono natural y
nacional. Una historia que regrese a su lugar de origen y brinde a las comunidades la capacidad
de acción en el contexto nacional, al tiempo que recupere el asombro y el cariño por su entorno.

Buscamos realizar un producto que funcione como una herramienta de empoderamiento,


orgullo y sentido de pertenencia al lugar que sostiene a estas comunidades conformadas por indi-
viduos.

Los títulos finales de los libros son “Las historias de antes. Los Guajes”, explicitando una
la referencia al pasado común de las comunidades, cuando éstas aún no tenían nombres separados
y toda la región era llamada ‘los Guajes’; y “Mi historia en El Palmar de Guadalupe, Pachuquilla
y El Zapote”, enfatizando que las actividades de contextualización se relacionan directamente con
estas comunidades.

La temática del libro de historia “Las historias de antes. Los Guajes” gira en torno a la vida
cotidiana en las comunidades de Pachuquilla, El Palmar de Guadalupe y El Zapote cuando eran

CAPÍTULO xi 1245
conocidas bajo el nombre de ‘Los Guajes’. La temporalidad va de finales del siglo XIX al presen-
te. Y se estructura en capítulos que hablan del oficio de los hombres y las mujeres, el matrimonio,
la comida, las hierbas medicinales, el cuidado de la naturaleza, las obras de infraestructura, la
educación, la migración, las fiestas y las historias sobre el diablo, la Revolución Mexicana y la
Guerra Cristera.

Por otra parte, el cuaderno de actividades “Mi historia en El Palmar de Guadalupe, Pa-
chuquilla y El Zapote” contiene ejercicios de contextualización que invitan a niños y adultos
observar antiguos usos y costumbres para compararlos con el presente. Se enfatizan los rubros de
las actividades socioeconómicas, los cambios culturales referentes a gustos y entretenimiento, la
preservación de saberes tradicionales y los factores de unión inter comunitarios.

A grandes rasgos, se buscó un vaivén entre las ‘historias de antes’ (como se referían los
entrevistados a su pasado) y el presente. Así, el primer libro se refuerza a través de los ejercicios
de contextualización que procuran trabajar a partir del reconocimiento del cambio. Y que aportan
herramientas de pensamiento complejo, fundamentales para que los individuos reconozcan que
tienen la capacidad de decidir y que sus decisiones tendrán consecuencias positivas o negativas,
que afectarán a su persona y entorno.

Finalmente, tomamos la decisión de componer la narración únicamente a partir de lo rela-


tado durante las entrevistas; pues a final de cuentas un elemento clave de ambas publicaciones es
que parten de la comunidad para regresar a ella. Así, buscamos preservar en la narrativa la forma
en que los recuerdos nos fueron relatados, apegándonos también a la temporalidad utilizada por
las personas, buscando constantemente cotejar sus recuerdos con bibliografía especializada (Ávi-
la, 1998, Cortez, 2012; Meyer, 1973; Rodríguez, 1978; Jarquín; Noguez, 2006; Gob. Del estado
de México, 1975), a pesar de que ésta fuese muy escasa.

Con el fin de realizar la publicación de los dos libros previamente mencionados, el arqui-
tecto Fernando Rovalo nos puso en contacto con Otilio Parada, Coordinador de la Licenciatura
de Diseño Gráfico de la Ibero. Después de nuestra primera junta con él, nos dimos cuenta de que
el proyecto de vinculación que pretendíamos realizar sería excesivo si se pedía el diseño editorial
de los dos títulos por lo que optamos por realizar primero “Las historias de antes. Los Guajes”.
Posteriormente Otilio nos puso en contacto con Ana Listopad, profesora titular de la materia de
Diseño Editorial, tras lo cual quedó definido que el diseño sería realizado por los alumnos de ter-
cer semestre como su primer proyecto del Área de Síntesis y Evaluación.

Una vez entrados en el semestre, realizamos una visita a las comunidades los días 11 y

CAPÍTULO xi 1246
12 de marzo en compañía de ocho integrantes del grupo de Diseño Editorial, con el afán de que
los alumnos conocieran el lugar y las personas para las cuales iban a diseñar. Nos enfocamos en
mostrarles ciertos lugares y presentarles a algunas personas que nos parecían representativas de
nuestra experiencia. En general las alumnas fueron muy receptivas; constantemente estuvieron
fotografiando el entorno y preguntándonos las dudas que les surgían. Considero que esta visita
fue clave para que comprendieran que la esencia del proyecto era devolver a las comunidades su
propia memoria en un soporte material con el cual se identificaran.

Posteriormente, los cinco grupos de alumnos trabajaron durante más de un mes en la pu-
blicación. Y el día 9 de mayo entregaron sus propuestas ante el arquitecto Fernando Rovalo, Otilio
Parada, Jane Dale Lloyd, Leonor Correa, Alex, Paco y yo. A grandes rasgos, todos presentaron la
metodología que habían seguido, así como las características editoriales específicas que eligieron
(tipografía, tamaño de retícula, etc.) y el presupuesto necesario para llevar a cabo la publicación
de 500 y 1000 ejemplares. Algo que llamó mi atención fue la explicitación del concepto que es-
tructuró cada uno de ellos, pues hubieron propuestas muy interesantes que incluso desafiaron la
realización de un libro estándar. Así mismo fue muy interesante que cada una de las propuestas
fue completamente distinta, mostrando así distintos grados de sensibilidad y capacidad de reali-
zación por parte de las alumnas.

El equipo que fue elegido ganador lo conforman María Cervantes, Renata Cater, Daniela
López y Andrea Sánchez. Su propuesta no solo sobrepasó los requisitos del proyecto en cuanto a
calidad, sino que fue presentada de tal modo que fue evidente el compromiso personal que cada
una de ellas había asumido con respecto al mismo.

Al momento de esta redacción no ha sido resuelta por la ASCDC la cuestión del financia-
miento para poder lograr la impresión de “Las historias de antes. Los Guajes”. En lo que respecta
al cuaderno de actividades “Mi historia en El Palmar de Guadalupe, Pachuquilla y El Zapote”, se
pretende lograr de nueva cuenta un proyecto de vinculación con el Departamento de Diseño en los
próximos semestres.

Conclusiones

A manera de conclusión, realizar Historia Oral no ofrece las comodidades y beneficios a


que está acostumbrado el historiador, y menos cuando se está en un entorno rural. Uno no puede
simplemente sentarse, leer, analizar y sintetizar información a partir de fuentes documentales fi-
jas. Enfrentarse a la mirada de otro que, como insinuaba hace un momento, se concibe inicialmen-

CAPÍTULO xi 1247
te como completamente distinto a uno, es avasallador. No es una tarea que se reduzca a sentarse
y escuchar. En la intimidad de las casas de estas personas, incluso a veces sobre su cama o en el
piso con los animales, se origina un lazo muy particular, un momento de honestidad en que lo
que importa no es siquiera ‘entender’ al otro, sino únicamente experimentar su sentir, e incluso su
mismo ser, a partir de sus recuerdos. Muchas de las cosas que nos contaron –incluso me atrevería
a decir que gran parte de los relatado- no respondía directamente nuestras preguntas, sino que era
una narración que venía de los sitios más profundos dentro del corazón de la persona. En nume-
rosas ocasiones no pudimos seguir anotando en las bitácoras pues el momento de intimidad con
los entrevistados, mismo que era aprovechado para narrar los momentos más significativos de su
vida dentro de la comunidad; merecía de nuestra parte total atención y respecto. Al pensar en ello
aún me sorprende la apertura que tuvieron con nosotros para hablar durante dos, tres, cuatro horas,
contándonos su vida. Esto, a final de cuentas creo que fue nuestro gran reto como historiadores:
tener la capacidad de ‘traducir’ esas historias de vida a un texto dirigido para los niños, que, en el
mejor escenario posible, logre alcanzar el propósito por el que fue escrito: devolver a estas comu-
nidades en un soporte hasta ahora desconocido, aquello que hoy día los hace ser quienes son. Todo
eso con el afán de mostrarles lo que nosotros vimos y encontramos en ellos: personas con una
enorme sabiduría, un impresionante conocimiento de la naturaleza, una forma de vivir que aún
se rige por temporalidades que hoy día son muy difíciles de alcanzar y que permiten entenderse a
uno mismo como parte de un todo. Finalmente, como personas fuertes, valientes y muy valiosas,
sin las cuales no habríamos sobrevivido ni una semana. Personas que no merecen ser llamadas
‘pobres’ con toda la riqueza de la tierra en que viven, ni ignorantes por no poseer el conocimiento
escolar aprobado como ‘válido’ o ‘valioso’. Seres humanos por los que es importante, justo y ne-
cesario luchar para que puedan tomar conciencia de sí mismos y modelar juntos, en comunidad,
proyectos de vida que no solo resuelvan sus problemáticas más urgentes, sino que les permitan
fortalecerse a partir precisamente de lo que los hace ser. A final de cuentas, creo que esta experien-
cia no cabe en veinte páginas o en mil, pues toda narración sobrepasa el sentir del cambio que se
generó en mí y que el día de hoy me hace dirigir mi proyecto de vida a estas personas.

Por otra parte, a un año de haber visitado por primera vez Pachuquilla, me sorprende ver
todo lo que hemos hecho desde ese momento. Personalmente estoy muy agradecida con todos
aquellos que han formado parte directa o indirectamente de este proceso, pues reconozco que yo
solo soy una pieza más dentro del mismo.

Sé que este trabajo queda de cierto modo inconcluso debido a que está pendiente la im-
presión de los libros y no se incluyen resultados referentes a lo que éstos puedan provocar en las
comunidades a que van dirigidos. No obstante, será un logro el que más alumnos y académicos se

CAPÍTULO xi 1248
interesen por este tipo de proyectos que no solo permitan ejercitar la función social de la Historia
como generadora de identidades culturales, sino que autoricen un trabajo interdisciplinario que
enriquezca nuestra visión como historiadores a través del diálogo. En lo personal, ello me empuja
a pensar en la posibilidad de que nuestra disciplina salga de la academia y comience a tener una
injerencia y un papel mucho más significativo dentro de la resolución de problemas actuales.

Finalmente, puedo afirmar que al terminar este trabajo aún siento el entusiasmo inicial
por llevarlo a término bajo la idea de que no podemos permitir que seres humanos tan valiosos
como los que conocimos en Malinalco no se reconozcan como protagonistas de su propia historia,
sintiéndose avergonzados por la inferiorización que les impone el exterior. Pues al contrario, solo
podemos aspirar a construir un mundo más justo, equitativo y sustentable si aprendemos a reco-
nocer y valorar las diferencias que hacen al otro distinto a mí.

CAPÍTULO xi 1249
Obra citada

Acosta, A. (2014). Buena Vida, Buen Vivir: Imaginarios alternativos para el bien común de la
humanidad. México: UNAM.

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Ávila P., R. (1988). ¿Revolución en el Estado de México? México: INAH/Gobierno del Estado
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Caride G., J. A. (2001). La educación ambiental en el desarrollo humano: horizontes para la sus-
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Cortez, F. S. (2012). Territorio y gobierno indio en Malinalco. Siglos XVI-XVIII. Tesis de la Uni-
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Obra citada de Internet

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lizada en mayo de 2016 en: http://serviciosocialibero.mx/index.php/alumnos/antes-de-ha-
cer-servicio-social/modalidades; Internet

Anexo I. Lista de entrevistados cuyas voces se conservan

• Ricarda Álvarez

• Lucía Cruz Degante

• Carmen Cruz Degante

• David Cruz Mendoza

• Angelina García Sánchez

• Jacinta Guardián González

• José Dolores Jiménez

• Santos Jiménez Cruz

• Aureliano Jiménez Rivera

• Manuela Jiménez Vázquez

CAPÍTULO xi 1251
• Lucas Jiménez Villegas

• Fulgencio Landeros

• Miguel Landeros Benítez

• Alberta Lara Medina

• María Cecilia Landeros Vázquez

• Rafaela Medina Nieto

• Eulalia Nieto Medina

• Trinidad Vallejo López

• Engracia Vázquez Velázquez

• Trinidad Vázquez Juárez

CAPÍTULO xi 1252
RELIGIÓN, FORMAS RELIGIOSAS Y NUEVOS
TERRITORIOS DE LO RELIGIOSO EN
AMÉRICA LATINA Y EL CARIBE

CoordinadorES

Demetrio Feria Arroyo

Eloy Mosqueda

CAPÍTuLO xII
RELIGIÓN, FORMAS RELIGIOSAS Y NUEVOS
TERRITORIOS DE LO RELIGIOSO EN
AMÉRICA LATINA Y EL CARIBE

CoordinadorES

Demetrio Feria Arroyo

Eloy Mosqueda

El capítulo tiene como propósito debatir las transformaciones de la religión en América


Latina y el Caribe a partir de diferentes ejes:

-Desde aquellos emprendimientos teóricos empleados para comprender y explicar las


“mutaciones” religiosas tanto en su dimensión institucional-estructural como en las prác-
ticas, creencias, disposiciones y expresiones colectivas que constituyen los creyentes en su
vida cotidiana.

-Desde aquellas discusiones que explican cómo en la globalización cultural se da un doble


movimiento de des-territorialización y de re-territorialización del campo religioso, pres-
tando especial atención a las nuevas configuraciones del campo/universo sociorreligioso
en América Latina y El Caribe.

CAPÍTULO xii 1254


Lo público-privado en el cambio religioso.
Bautistas y género en una comunidad tzeltal

Susie Morales Moreno1

Resumen: El texto se centra en algunos cambios que han acompañado la readscripción religio-
sa en una población indígena de Chiapas, México. Dichos cambios se expresan en la creciente
redefinición de las áreas de desempeño de mujeres y hombres en las esferas de lo público y lo
privado, así como en el impulso que cobra la auto-reflexividad de los agentes sociales, quienes
asumen su asertividad en ámbitos que incluyen lo familiar al tiempo que lo trascienden.
La comunidad tzeltal de Pueblo Nuevo Sitalá, municipio de Simojovel, constituye el escenario
donde se suscitó, desde los años setenta, un desplazamiento religioso desde el catolicismo a la
iglesia bautista y, nuevamente, a una ramificación de esta última. Aunque el cambio de adscrip-
ción no careció de relación con el sentimiento religioso, se vio condicionado para los fieles por
la búsqueda de acompañamiento en la vida cotidiana, así como por la necesidad de auxilio en
la preservación de la vida familiar. Esta búsqueda, no exenta de conflicto, conllevó en el me-
diano plazo un parcial redibujo de los ámbitos de actividad de hombres y mujeres, trastocando
sus límites tradicionales y permitiendo una cierta medida de entrecruzamiento de las esferas
públicas y privadas, así como un relativo incremento de las labores femeninas al interior de
ambas esferas.

Palabras clave: Religión, género, cambio sociocultural.

Summary: The text focuses on some of the changes that have taken place alongside the new
religious adscription in an indigenous town in Chiapas, Mexico. These changes express them-
selves in a growing re-defining of the areas of performance of women and men in the public and
private spheres, as much as in the impulse that self-reflexivity gains among social agents, who
asume their asertivity in domains that include family, while tanscending it.
The tzeltal community of Pueblo Nuevo Sitalá, in the municipality of Simojovel, Chiapas, is the
local scenario where, since the 1970’s, a religious slide from catholicism to baptism, and, once
again, to a ramification of this last church, has taken place. Although the change of religious

1
Doctora en Ciencias Sociales y Humanísticas, Universidad Intercultural de Chiapas

CAPÍTULO xii 1255


adscription did not lack a connection with religious feeling, it was conditioned for the faithful
by the search for help in the preservation of family life. This search implied in the mid-term a
partial re-structuring of cultural definitions concerning spheres of action for men and women,
allowing a certain measure of intertwining of public and private spheres, and a relatively increa-
sed presence of femenine work in both spheres.

Keywords: religion, gender, social culture change.

Introducción

El presente documento se orienta a exponer los resultados de una investigación realiza-


da en una población indígena de Chiapas durante el periodo 2013-2015: en concreto, se abordan
algunas continuidades y cambios relacionados con la redefinición de las áreas de competencia
y desempeño de mujeres y hombres de la localidad, en el marco de su conversión grupal a una
nueva denominación religiosa. Dichos cambios y continuidades vinculados a la readscripción
religiosa expresan la creciente reexpresión cultural de las esferas de lo público y lo privado, así
como el impulso que cobra la auto-reflexividad de los sujetos, quienes asumen su asertividad
en ámbitos que incluyen lo familiar al tiempo que lo trascienden.

La agencia individual está ligada a la crítica y la transformación social. Sólo se determi-


na “el propio” sentido del género en la medida en que las normas sociales existen para apoyar
y posibilitar aquel acto de reclamar el género para uno mismo. Empero, entendido como una
forma cultural de configurar la subjetividad, el género está hipotéticamente siempre abierto a
su reforma. Por esta razón, la identificación de las representaciones vigentes ligadas al género,
en el ámbito de lo religioso en el caso que aquí se expone, contribuye en última instancia a la
comprensión de la transformación o la reproducción social tanto como a la evaluación crítica
de los procesos de socialización, en términos de su mayor o menor orientación a la creación de
capacidades de autodisposición entre los sujetos.

La comunidad tzeltal del Pueblo Nuevo Sitalá, municipio de Simojovel, constituye el


escenario donde se suscitó, desde los años setenta, un desplazamiento religioso desde el catoli-
cismo a la iglesia bautista y, nuevamente, a una ramificación de esta última. En este poblado se
despliegan la mayoría de los eventos autobiográficos narrados por los fundadores de la actual
congregación bautista local “El Buen Pastor”, cuya constitución en Iglesia se inició como un
movimiento tangencial con respecto a la religiosidad misma, en el sentido de atender no al
desacuerdo sobre los dogmas fundamentales de la fe, sino, principalmente, a las divergencias

CAPÍTULO xii 1256


en torno a ciertas prácticas comunitarias alentadas por la Iglesia católica tradicional. Por otra
parte, aunque el cambio de adscripción no careció totalmente de relación con el sentimiento
religioso, se vio condicionado, también, para los fieles, por la búsqueda de acompañamiento en
la vida cotidiana, así como por la necesidad de auxilio en la preservación de la vida familiar.
Esta búsqueda, no exenta de conflicto, conllevó en el mediano plazo un parcial re-dibujo de los
ámbitos de actividad de hombres y mujeres, trastocando sus límites tradicionales y permitiendo
una cierta medida de entrecruzamiento de las esferas públicas y privadas, así como el ascenso
del valor social de las labores femeninas al interior de ambas esferas.

La historia de la congregación de interés y su posterior constitución en Iglesia contiene


elementos que reflejan la construcción diferenciada de los roles de género en las sociedades tra-
dicionales, construcción que, además de implicar un menor reconocimiento social a los talen-
tos, habilidades y labores femeninas, en el caso religioso bajo estudio conlleva el mandato, para
la mujer, de buscar la estabilidad necesaria a la preservación del núcleo familiar, mientras que
hace evidente la dedicación masculina a los procesos públicos amplios de la vida comunitaria.

Los puntos de inflexión en la historia de la congregación bautista de Pueblo Nuevo, en


su tránsito hacia la constitución formal de la Iglesia El Buen Pastor, a principios de los años
noventa, son numerosos; estaremos reseñando, aquí, solamente algunos de ellos. En vista de
que la trayectoria de la congregación es indisociable de la historia personal de los miembros de
la Iglesia, visitaremos algunos fragmentos del relato construido por ellos. Encaminado a estos
fines, el texto a continuación se divide en varios momentos: el primero de ellos estará dedicado
a describir a grandes rasgos los criterios metodológicos seguidos en el desarrollo de la investi-
gación, para, en el segundo, destacar algunos momentos señeros en la historia de la congrega-
ción a través de la exposición del testimonio biográfico individual, así como las valoraciones
que los fundadores de la congregación adelantan acerca de las motivaciones que sustentaron
su cambio de adscripción religiosa, diferenciando y contrastando esas valoraciones e ilustrán-
dolas con extractos de las narraciones recopiladas. En el siguiente apartado del documento, se
recapitula lo expuesto, bajo la perspectiva del enfoque de género, para identificar los trazos de
la redefinición mencionada párrafos atrás, en los ámbitos de actividad de hombres y mujeres,
así como los puntos de entrecruzamiento de las esferas públicas y privadas, en concomitancia
con el cambio religioso. Se discute también, dentro de éste último apartado, la manera en la
cual la religión bautista, en su expresión local, aporta a los congregantes las bases para una
interpretación sesgada hacia el empoderamiento masculino, en detrimento de la valoración del
papel femenino al interior de la congregación. El documento presenta, finalmente, una breve
reflexión, a modo de conclusión provisional.

CAPÍTULO xii 1257


Metodología

El diseño metodológico de la investigación que dio lugar a la escritura del presente


documento se orientó a la identificación de las representaciones y significaciones sociales aso-
ciadas al papel jugado por las mujeres indígenas en el ámbito religioso, partiendo de las con-
sideraciones que las propias mujeres hacen de ellas mismas y de las formas en las cuales ellas
consideran que son pensadas por los otros, así como de los sentidos que cobran para ellas y
los varones sus experiencias en dicho ámbito. La subjetividad se vincula con los códigos cul-
turales particulares que condicionan la vivencia de la religiosidad en contextos socioculturales
específicos, condicionamiento a partir del cual los sujetos resignifican lo instituido y crean
significación; se requirió por lo tanto, en éste caso, de una elaboración que permitiera abrirse a
lo cualitativo para establecer conexiones, relaciones y comportamientos: observar, escuchar,
participar en la sociedad para exponer regularidades, señalar pautas, significar creencias, cons-
tatar transgresiones, evocar simetrías e indicar actitudes.

Durante el proceso investigativo, al interrogar sobre las procedencias de las significa-


ciones heredadas y construidas, se examinaron las formas que esas significaciones toman en
el discurso religioso en extenso y en su apropiación autobiográfica por parte de sujetos parti-
culares. De este modo, se abordó lo relativo a los componentes de la identificación de género
en la conformación y/o apropiación de las significaciones religiosas, así como su apropiación
individual en las trayectorias singulares de vida.

Todo relato autobiográfico sigue la lógica con que aprendemos a narrarnos y a vivir,
de acuerdo con los hilos que dan forma a las historias de una clase o de otra dentro de nuestra
cultura, en respuesta a la necesidad de cohesión subjetiva, que según Paul Ricoeur, se expresa
en el proyecto de vida enunciado en el relato. Cuando Ricoeur plantea en Sí mismo como otro
(1996) cómo, desde un punto de vista paradigmático, las respuestas a las preguntas ¿qué?,
¿cómo?, ¿quién?, designan los términos discretos de la “red conceptual de la acción”, se está
refiriendo también, tácitamente, a la diferencia entre figura y relato, ya que las respuestas a estas
preguntas, aunque pueden ser consideradas en forma aislada para detectar en una serie de ellas
las figuras paradigmáticas presentes en el discurso de una colectividad, en la expresión indivi-
dual concreta forman una secuencia que no es otra cosa que el encadenamiento del relato desde
un punto de vista sintagmático:

Narrar es decir quién ha hecho qué, por qué y cómo, desplegando en el tiempo
la conexión entre estos puntos de vista. Cierto igualmente que podemos describir

CAPÍTULO xii 1258


separadamente los predicados psíquicos tomados sin atribución a una persona…
Pero es en el relato donde se recompone la atribución (Ricoeur, 1996, p. 146).

Dado que las figuras se actualizan en relatos de vida concretos, los “principios ac-
tivos” que se albergan en ellas coparticipan del posicionamiento de los sujetos y es preci-
samente el posicionamiento subjetivo el que proporciona la clave para analizar los “princi-
pios activos” en la enunciación.

En el caso bajo estudio, el criterio metodológico que se ajustó a visualizar las sig-
nificaciones creadas y creadoras de los sujetos del estudio, en su nivel explícito e implícito,
latente éste último en los “principios activos” en la narrativa, fue el de la recopilación de
la verbalización biográfica y valorativa. Para obtener los relatos y discursos que sirvieron
de materia prima en el proceso de identificación e interpretación de significaciones, se ins-
trumentó la recopilación de datos a través tanto de cuestionarios como de la técnica de la
entrevista a profundidad, que ofrece la posibilidad de obtener narraciones focalizadas. Se
obtuvo de ésta forma la narrativa de vida de los congregantes indígenas bautistas, centrada
en el proceso de readscripción religiosa en sus diversos momentos, cuyo análisis permitió
tanto ahondar en la articulación reflexiva de los sujetos, como observar la manera en la
cual ésta articulación subjetiva individual se nutre y recrea las significaciones sociales del
universo religioso de inserción, al tiempo que modifica, personaliza y crea sentido a partir
de las mismas.

En vista de que la trayectoria de la colectividad es indisociable de la historia perso-


nal de los miembros de la Iglesia, la presentación de fragmentos del relato construido por
ellos resulta ilustrativo; nos centraremos, concretamente, en aspectos de la biografía de
Ramón Gutiérrez y Josefina Cruz, pareja tzeltal, campesina, oriunda de Pueblo Nuevo, de
69 y 77 años respectivamente, quienes fungieron como fundadores de la congregación; la
elucidación del sentido social de la vida religiosa de la congregación bajo estudio pasa por
la detección de las señas de lo subjetivo social en el discurso de ésta pareja, de su reflexivi-
dad en la narrativa, a partir de sus relatos de vida focales. Las señas de lo subjetivo social
se concretan, precisamente, en su figuración narrativa, haciendo posible la visualización de
las posiciones genéricamente diferenciadas y los márgenes disponibles para la acción y el
pensamiento reflexivo deliberado de los sujetos en relación con lo genérico y religioso, así
como la manera en la cual han variado esos márgenes con respecto a los modelos vernácu-
los tradicionales y los límites sociales culturalmente operativos.

CAPÍTULO xii 1259


La readscripción religiosa: un relato a dos voces

Ramón Gutiérrez da cuenta, en su relato, de un largo interés por la religión, así como
por el desarrollo, acompañamiento y liderazgo de la vida comunitaria. Siendo muy joven, a
principios de los años sesenta, se incorporó a los grupos de estudio formados por la Diócesis
de San Cristóbal de Las Casas; tras recibir instrucción por parte de la Diócesis en Ocosingo,
en 1965 fue nombrado catequista y como tal ejerció durante nueve años dentro de la Iglesia
Católica en Pueblo Nuevo Sitalá. Contaba, al momento de ser nombrado catequista, catorce
años. A los veintitrés años, Ramón, casado ya con Josefina y siendo padre de varios hijos, tras
un desacuerdo fuerte con una parte de la feligresía y con el párroco católico de aquel entonces,
dejó a un lado sus funciones como catequista. Durante los siguientes catorce años, no se in-
corporó a ninguna otra Iglesia, hasta que, a instancias de Josefina, su esposa, se convenció de
la inviabilidad de su permanencia en el catolicismo. Una historia de decepción y alcoholismo
siguió al abandono de su puesto como catequista, hasta entrar en contacto con la primera Iglesia
Bautista, donde permaneció varios años como feligrés. Posteriormente, también se produjo la
ruptura con esta congregación, continuándose sin embargo el proceso de conformación de la
Iglesia Bautista El Buen Pastor.

En la narrativa de Ramón, la ruptura con la congregación católica tuvo su origen en el


desacuerdo del narrador con la práctica comunitaria de festejar, repetidamente a lo largo del
año, a los santos venerados en la iglesia. El desacuerdo de Ramón con la celebración de las fies-
tas de los santos estuvo basado tanto en la idea de la no-sacralidad de las imágenes, como en la
conciencia del gasto excesivo que las festividades conllevaban, constitutivo del círculo que de
manera general se observa en otras localidades indígenas de Chiapas, donde deuda y pobreza
se encadenan y, aunadas al alcoholismo, deterioran las condiciones de vida entre poblaciones
de economía precaria. Enseguida, el recuento de Ramón se centra en los años de contacto con
la Iglesia bautista, haciendo evidente la influencia que su personalidad ejercía aún sobre los
feligreses católicos y dando cuenta del movimiento comunitario hacia denominaciones alter-
nativas, proceso alentado por él mismo a resultas de su insatisfacción con los eventos dentro
de la iglesia católica. Sin embargo, como en otros relatos biográficos de conversión o cambio
de adscripción religiosa2, es la crisis acarreada por sucesos dramáticos puntuales lo que lleva a
Ramón a intentar integrarse a otra iglesia, de la cual también terminó por separarse:

(…) El motivo que entré [en la iglesia Bautista independiente] es porque me

2
Ver Manuela Cantón (1998).

CAPÍTULO xii 1260


quisieron matar, un señor llamado Coleto, me culpó de aconsejar a mis amigos
de no vender sus productos de café en su tienda donde compraba café, el me
pegó mucho hasta quererme matar con su pistola. De allí pensé que no estaba
haciendo bien las cosas, le dije a Dios que no debía de meterme de hacer estas
cosas. En esta oración di mi promesa de cambiar, de corregir mi camino y no
salir en mí casa un año para no tomar más alcohol y para después empezar a
predicar nuevamente la palabra, de esta manera fue mi compromiso con Dios.

Aunque ocupó cargos dentro de la estructura civil de Pueblo Nuevo, desempeñándose


como secretario del Comisariado ejidal, Ramón recayó en el alcoholismo al dejar por primera
vez la Iglesia bautista. Durante varios años más estuvo alejado de los templos, pero eventual-
mente, viajando por la zona selva, trabó contacto con miembros de otra rama de la misma Igle-
sia, lo cual dio lugar, en el transcurso del tiempo, a la conformación de la nueva congregación
en Pueblo Nuevo. En el contexto del comienzo de esta nueva etapa de su vida religiosa, Ramón
y Josefa trabajaron conjuntamente para lograr conformar una feligresía sustancial. En este sen-
tido, el reconocimiento de Ramón hacia el papel desempeñado por Josefa es explícito:

En el comienzo de esta nueva congregación, su trabajo (de Josefa) fue de


evangelizar a los hermanos y a las hermanas desde sus casas, personas que no
estaban congregados en ninguna iglesia y a personas que dejaron de asistir en
otras iglesias. Ella sabía bien cuál era su trabajo, no fue necesario que le dijera
las cosas que debía de hacer para compartir la palabra de Dios con las perso-
nas. Ella llegó a visitar al hermano Mariano, Gilberto Pérez, Juan Pérez, pues
mi trabajo era de encargado a predicar la palabra de Dios a estos hermanos en
la casa todos los días del culto, en cada domingo.

Josefa Cruz, por su parte, al relatar la historia de la conformación de la Iglesia, centra


su narración en una etapa posterior a la salida de su esposo de la iglesia católica. Los acentos
de su narrativa recaen en la crisis familiar, suscitada, entre otras cosas, por ese primer rompi-
miento religioso, que Josefa considera elemento motivante de su búsqueda de alternativas de
acompañamiento e integración religiosa. En la versión de ella esa exploración se plantea como
necesidad moral de guía para la vida. Este es su relato:

Cuando tomé la decisión de aceptar al Señor como mi Salvador, fui prime-

CAPÍTULO xii 1261


ramente a buscar el hermano Pedro Pérez en su casa….llegué a decirle que
necesitaba de su ayuda para saber qué hacer con mi vida y con mi familia,
por supuesto, le dije también que había decidido de ser parte de su grupo
cristiano.

Le comenté al hermano que mi vida ya estaba cansada de tantas discusiones


y enfrentamientos con mi esposo. Pues él me respondió: “¡Qué bueno que
tomaste la decisión de venir hermana!, decimos AMEN todos nosotros por
usted, para que encuentres tu bienestar en vida y en su familia. Estamos muy
convencidos de que Dios a través de su palabra nos iluminará para encontrar
ayuda (para) tu familia” Pues los consejos de este hermano fueron de mucha
ayuda; me dijo: “¡Usted, que ha aceptado al Señor primero, sabiendo que el
hermano [esposo] es borracho, ya no será bueno que le respondas diciendo,
¡ya viniste, eres un hombre borracho, perdido, ya no sirves para nada, ya no
me importa dónde te tiras al suelo para que te mueras allí!…(…) Debes de
actuar sumisa y amable con él para poder convencer que tiene que cambiar
su vida”….Y me hizo prometer diciendo “¿Estás dispuestas a meter en tu co-
razón las buenas consejos que te acabo de dar?” Y le respondí, “sí hermano,
los consejos que tú me has dado es la que yo necesitaba escuchar en mi vida”.

Después de convertirme en esta iglesia seguí practicando en mi vida y con


mi esposo los consejos que me daban; trataba con amabilidad a mi esposo, le
aguanté todas las cosas malas que me hizo porque no tenía otra opción más
que tratar de convencerlo y cambiarle su vida, pues porque lo quería y lo
amaba como a mi padre y madre que nunca tuve…

Poco después de la nueva conversión de mi esposo (a la primera iglesia bau-


tista), me dieron cargo de ser diaconisa dentro de la iglesia, yo iba con mis
hijos en la comunidad de Recreo y Ach´ Kolonia para hacer mi servicio de
diaconisa. En este trabajo coordinaba la cocina, preparar los alimentos y tor-
tillas para los hermanos/as. Este trabajo estuve ejerciendo tres años. Sufrí
mucho para convencer a mi esposo que entrara en la iglesia y pues cuando
entró mi esposo en esta iglesia, me alegré mucho…

Al referirse a la etapa de su salida de la primera Iglesia bautista, y la fundación de lo que


sería la congregación El Buen Pastor, Josefa relata:

Después (del conflicto con otro feligrés), mi esposo ya no quiso presentarse


en el culto de la tarde, de allí lloré junto con mi esposo al entender lo que
sucedió.… Entonces dije: ¡está bien, que quede así todo, pero si busco otra
iglesia me verán que voy poder levantar otra congregación en esta comu-

CAPÍTULO xii 1262


nidad, pero que nadie me diga que estoy haciendo división! ¿Quién vendrá
a mantenerme con mis hijos, si dejo que mi esposo se mete de nuevo en el
vicio de tomar? Pues no me gustaría que me digan ¡tu esposo está muerto!
Dios es el que tiene nuestra vida, él me ayudará a salir delante….Empecé a
animar a mis hijos, mis nueras para unir fuerzas y trabajar juntos. Empecé a
visitar y a animar mis vecinos, hasta conseguí una bocina para anunciar mi
próxima visita por los misioneros. En esta visita me apoyaron varias mujeres
para preparar los alimentos, con el apoyo de ellos puede alimentar a todos los
hermanos que se presentaron en esta visita, aunque hubo personas que no les
agradó que traía otra iglesia pero ni le ponía caso.

El desenlace de la historia, en la versión de Josefa, hace también mención de los papeles


diferenciados que tocó a los cónyuges cumplir, en el desempeño de sus funciones como funda-
dores y guías de la congregación local:

Desde este momento a Ramón le cedieron el liderar, coordinar esta nueva


congregación junto con los hermanos de Zapata; quedamos que él dirigiera
los cultos y predicara a la primera familia congregante y a los que se con-
gregaban después. Así fuimos caminando poco a poco; Ramón predicando
y dirigiendo el culto y yo, visitando y animando a las personas para que se
unieran en la congregación.… Desde que empecé esta congregación, nunca
me oficiaron y me nombraron para llevar a cabo un ministerio, más los com-
promisos que tenía era de visitar, animar y ocuparme en los trabajos de la
cocina en preparar los alimentos.

Discusión

Como salta a la vista, los relatos de Ramón y Josefa enfatizan aspectos diferentes del
fenómeno de cambio de adscripción religiosa, y reflejan la interiorización diferenciada de los
mandatos culturales relativos al género, en lo tocante al desarrollo de la vida social y familiar.
El rejuego entre lo tradicional y lo innovador está presente en la biografía de ambos cónyuges;
y, sin que se haya traducido en disolución ni ruptura, constituyó la base del cambio que se ex-
presó en la adopción de una nueva denominación religiosa.

Entre los pobladores de Pueblo Nuevo Sitalá, el liderazgo religioso público, formal, es
percibido como un ámbito de desempeño masculino. La dirección del culto se adjudica a indi-

CAPÍTULO xii 1263


viduos que reúnen dos condiciones concurrentes pero no necesariamente asociadas, que son,
por un lado, la pertenencia al género masculino y, por otro, la condición letrada. También en
este sentido, el testimonio biográfico de Josefa arroja luz sobre las valoraciones que actúan en la
base de prácticas y representaciones diferenciales: “Si hubiera sabido leer y escribir de seguro
que hubiera tenido el lugar de ser la pastora de esta iglesia, pues tenía ganas de trabajar, tenía
fuerzas para hacer, Dios me había dado el don de servir a la gente y Dios”.

En relación con éste punto, es necesario abrir aquí un paréntesis para señalar que las
ordenanzas y obligaciones de los varones al interior de la congregación tienen su origen en las
interpretaciones bíblicas compartidas por hombres y mujeres de la Iglesia. La ley bíblica, en
la consideración de los congregantes, establece que el varón debe ser obedecido, acompañado,
ayudado, escuchado, atendido, comprendido, y sobre todo respetado, por ser el primero de la crea-
ción, y porque Dios mismo reconoce su autoridad en todos los ámbitos de la vida. Se llega, así,
a una situación de empoderamiento masculino a través de la condición letrada, la cual posibilita
la interpretación de los textos bíblicos y su utilización como referente, apoyo y validación para la
ocupación de los lugares de mayor poder y prestigio en la jerarquía social y religiosa, tal como lo
ponen en evidencia los siguientes extractos de entrevistas realizadas entre los congregantes:

El Hombre debe de ser obedecido por su mujer y por sus hijos; así dice la
biblia en génesis 2:18 “Y Jehová Dios: No es bueno que el hombre esté solo;
le haré ayuda idónea para él.” (Antonio Cruz Méndez, 29 de marzo de 2014).

El hombre es la cabeza de todo, el que está al frente de su familia y de sus


hijos, por eso debe de mandar, administrar y coordinar su casa y la iglesia,
y no debe de ser dominado por la mujer por que fue el primero en crearse y
porque de sus costilla salió la mujer, así lo dice en el libro Primero de Timo-
teo 2:12-13 “Porque no permito a la mujer enseñar, ni ejercer dominio sobre
el hombre, sino estar en silencio. Porque Adán fue formado primero después
Eva;” (Gilberto Pérez Núñez, 30 de marzo de 2014).

El hombre sabe las cosas que debe de hacer en su casa y en la iglesia, tiene
el derecho de tomar decisiones y de dirigir la iglesia porque Dios está con
el hombre, lo guía y guarda, le da autoridad y le reconoce su autoridad en la
iglesia, así nos enseña en el libro los Números 30:10 al 13, “Cuando una mu-
jer casada haga una promesa o se comprometa a algo con juramento, estando
en casa de su marido, y su marido, al enterarse no le dice nada en contra ni
desaprueba lo que hace, ella estará obligada a cumplir sus promesas y com-
promisos. Pero si su marido, al enterarse, los anula, ya no estará obligada a
cumplirlos, puesto que el marido se los anuló. El Señor no le exigirá que los
cumpla. El marido puede confirmar o anular cualquier promesa o juramento

CAPÍTULO xii 1264


que haga su mujer y que la obligue a ayunar.” Dios mismo reconoce la au-
toridad del marido sobre la mujer. (Ramón Gutiérrez Pérez, 29 de marzo de
2014).

Los textos bíblicos son invocados y citados a la letra, repetidamente, para justificar el
poder y el derecho que tiene el hombre de ser cabeza en la iglesia y en todos los espacios de
la vida. Así pues, para los varones congregantes, el ejercer cargos de prestigio al interior de la
congregación, es decir, en el ámbito público, significa cumplir y obedecer la ley de Dios con-
tenida en la Biblia.

Ahora bien, aunque en ésta comunidad de corte tradicional es el varón quien mayor
oportunidad ha tenido de alfabetizarse y, por lo tanto, de instruirse en la lectura e interpretación
de las escrituras sagradas, esto, por razones históricas, ha comenzado a cambiar3, en el sentido
de que las niñas asisten en cada vez mayor número a la escuela. Para la generación y el con-
texto sociocultural de Josefa y Ramón Gutiérrez, los fundadores, sin embargo, la distribución
de tareas y privilegios estuvo, en un principio, claramente delineada por género y este hecho
trajo como consecuencia la desventaja femenina para encabezar el culto formal, el cual, en las
religiones protestantes y evangélicas, enfáticamente promueve la lectura de la Biblia.

Fue en el ámbito de los círculos domésticos, que solemos clasificar como pertenecien-
tes al ámbito privado, en donde la iniciativa femenina tuvo expresión casi exclusiva, trayendo
como consecuencia que el trabajo de Josefa, aunque invisible en el desarrollo de la liturgia, se
volviera indispensable para la colectividad, pues hizo posible por medio de su presencia de áni-
mo y sus capacidades persuasivas, la conversión de los actuales miembros de la congregación.
El desempeño en ámbitos considerados privados le llevó a coordinar la logística de los encuen-
tros colectivos necesarios a la conformación de comunidad religiosa.

Aunque es posible observar que la percepción de lo pertinente genérico no constituye


naturalización absoluta de las capacidades diferenciales de hombres y mujeres entre la colec-
tividad de interés, resta sin embargo el hecho repetido de la ubicación de la mujer en un locus
tradicional de la feminidad. De esto hay clara evidencia en la asignación a Josefa, y a sus co-
rreligionarias, de las tareas relacionadas con la cocina. Este hecho, reportado en el relato de
los cónyuges, apuntala la relativa rigidez que acompaña la celebración formal, con carácter

3
Se encuentra evidencia de la influencia de la teología feminista, en la visita de Rebeca Montemayor a esta co-
munidad a comienzos de la década del 2000; Montemayor ha propugnado la ordenación de mujeres en la Iglesia
Bautista, desde una postura que recupera la tradición existente de liderazgo femenino en las iglesias evangélicas y
protestantes. Ver Rebeca Montemayor (2004)

CAPÍTULO xii 1265


público, de los encuentros religiosos, en los cuales, incluso a nivel espacial, es de notarse la
separación tajante por género: las mujeres atienden al culto de un lado del templo, mientras los
varones se sientan del lado opuesto; éstos últimos son los únicos que se colocan consistente-
mente en el púlpito, ya sea con objetivos de predicación o en su función de músicos.

Sin embargo, es también clara la manifestación del “poder de los afectos” implícito en
la ubicación social, los roles y la valoración del papel femenino, pues es innegable que sin el
ascendente moral de Josefa, y sin su trabajo constante en los círculos familiares de la comuni-
dad, la congregación El Buen Pastor no habría llegado a tomar forma.

Reflexiones finales

Es un hecho conocido que el liderazgo femenino trastoca uno de los ejes del sistema
patriarcal, que es el ejercicio del poder público como privativo del hombre; el enfrentamiento
en este sentido provoca amenaza masculina que se manifiesta de diferentes formas. En nombre
de la costumbre se justifica la exclusión de las mujeres de la participación en espacios públicos,
como los cargos comunales, o la participación en cargos religiosos.

Es sin embargo necesario apuntar, y ésta ha sido la intención de presentar en forma sin-
tética los resultados de investigación anotados, que muchos asuntos que desde un punto de vista
urbano pudieran considerarse del ámbito privado, son tratados en las comunidades indígenas
en el ámbito público. El orden colectivo, sobre todo el orden genérico, una de cuyas divisiones
atañe a los ámbitos públicos y privados y tiene su base en las formas de concebir lo que debe ser
una mujer y un hombre, no es un orden sin fisuras; por el contrario, presenta cierta porosidad,
e incluso debe hablarse de la presencia de vasos comunicantes entre ámbitos, lo cual permite el
ejercicio de un infrapoder en lo que comúnmente llamamos el ámbito privado, de consecuen-
cias significativas en el ámbito público.

En el caso que ha ocupado a ésta exposición, ha sido Josefa Cruz quien, fuera de escena,
de espaldas a cualquier protagonismo o reconocimiento formal, ha convocado y, laboriosamen-
te, ha persuadido y encaminado a su particular rebaño, hasta una relativa estabilidad y quien, en
compañía de su esposo, ha hecho posible para los miembros de la congregación el sentimiento
de pertenencia a una comunidad espiritual.

Muy probablemente, los cambios a los que hacía alusión anteriormente, relativos al

CAPÍTULO xii 1266


nivel de escolaridad de las mujeres de las nuevas generaciones, lleve en el mediano plazo a
algunas mujeres al plano del desempeño público como pastoras de su congregación y en ese
sentido, sea el suyo un liderazgo que cuente con el reconocimiento social y religioso explícito.
Sin embargo, es innegable que el liderazgo femenino existe de facto, ejerciéndose al nivel axial,
casi telúrico, de la conformación de motivaciones subjetivas para la interacción social desde el
espacio de estrecha intimidad que es el hogar; a pesar de no constituir un liderazgo asertivo, y
de conllevar sus propias contradicciones, el liderazgo religioso femenino en el caso reseñado
debe ser considerado un caso emblemático de influencia en los términos de la psicología social
de Moscovici, y lo que es más, debe precisarse su carácter de influencia indispensable al proce-
so de reproducción cultural y cohesión social en la localidad de estudio.

CAPÍTULO xii 1267


Obra citada

Cantón, M. (1998). Bautizados en Fuego: protestantes, discursos de conversión y política en


Guatemala, 1989-1993, Guatemala, CIRMA.

Montemayor, R. (2004). “Espacios sagrados negados. Ministerios ordenados de mujeres, un


proceso inconcluso en iglesias protestantes de América Latina” en Religión y Género,
Sylvia Marcos editora, Madrid, Trotta

Ricoeur, P. (2006). Sí mismo como otro. España, Siglo XXI.

CAPÍTULO xii 1268


Transformaciones en la identidad religiosa
desde el proceso de secularización: el caso del
metal prehispánico

Alejandra Escamilla Rodríguez4

Resumen: A partir del contexto de la globalización que vivimos, se han dado procesos que
transforman la apropiación de identidades (individuales o colectivas), específicamente las que
se forjan en torno a las creencias (sean éstas institucionalizadas o no); es el fenómeno de la se-
cularización el que nos explica éstas transformaciones vistas específicamente desde la música
metal prehispánico.
A partir de los procesos de secularización que vivimos (dentro de un contexto socio-histórico
específico) surge una serie de re-interpretaciones y re-significaciones en símbolos y códigos
específicos que son visibles en dicha música. Es por medio de estas re-significaciones y re-in-
terpretaciones que surge plausiblemente el sustento de una nueva forma religiosa, sostenida
en la afiliación de grupos que desempeñan estéticas e ideas en un gusto particular de música,
trayendo en consecuencia una práctica cultural que puede ser legitimada por nuevos afianza-
mientos de la creencia.
Las prácticas que se crean en torno a las creencias suelen ser respaldadas por la apropiación de
un espacio específico para reproducirlas, sin embargo, en el afianzamiento de una nueva forma
religiosa esto puede quedar en segundo plano, haciendo efímera la apropiación del espacio. En
el caso del metal prehispánico el espacio compartido se efectúa durante la reunión de los prac-
ticantes en los conciertos.
La observación no participante y búsqueda de información nos ha ayudado en la indagación de
este fenómeno al analizar y reflexionar sobre los procesos que se han dado en torno a la secula-
rización, buscamos describir e interpretar los procesos en la transformación de la identidad y la
formación de una nueva forma de religiosidad.
¿La secularización surge como un proceso individual que al ser manifestado en la colectividad
se nutre y crea el proceso de re-significación y re-interpretación en símbolos y códigos
externados en las prácticas de los grupos? Proponemos un acercamiento por medio del análisis
de los cambios en las creencias desde la propuesta musical que puede ser la antepuerta para
ahondar en los estudios de los procesos de secularización en nuestro contexto; partiendo del
supuesto que la globalización conlleva a la libre elección en las creencias, lo que da pauta a la
convergencia de elementos viejos y nuevos dando una nueva forma de religiosidad.

4
Lic. en Sociología, Instituto Universitario del Centro de México. Email: alejandra.escamilla13@gmail.com

CAPÍTULO xii 1269


Palabras clave: Identidad, secularización, música.

Summary: From the context of globalization we live, there have been processes that trans-
form the appropriation of identities (individual or collective), specifically those that are forged
around beliefs (whether they are institutionalized or not); is the phenomenon of secularization
which explains these transformations views specifically from the prehispanic metal music.
From the processes of secularization that live (within a specific socio-historical context) re-spe-
cific meanings in symbols and codes that are visible in this music comes a series of re-inter-
pretations. It is through these re-meanings and re-interpretations that the livelihood of a new
religious form arises plausibly, held in the affiliation of groups that play aesthetic and ideas in
a particular liking music, bringing consequently a cultural practice that can be legitimized by
new sureties of belief.
Practices that are created around beliefs are often backed by the appropriation of a specific
space to reproduce, however, in the consolidation of a new religious way this can be in the bac-
kground, making the appropriation of space ephemeral. In the case of metal prehispanic shared
space is made during the meeting of practitioners in the concerts.
Non-participant observation and finding information has helped us in the investigation of this
phenomenon to analyze and reflect on the processes that have occurred around secularization,
we seek to describe and interpret the processes in the transformation of identity and formation
a new form of religiosity.
Does the secularization emerges as an individual process to be manifested in the community
thrives and make the process of re-signification and re-interpretation in symbols and codes ex-
ternalized in the practices of groups? We propose an approach through the analysis of changes
in beliefs from the musical proposal that can be antepuerta to delve into the study of the proces-
ses of secularization in our context; assuming that globalization leads to free choice in belief,
giving pattern to the convergence of old and new elements giving a new form of religiosity.

Keywords: Identity, secularization, music.

A partir del contexto de la globalización5 dentro del marco de la modernidad se han


efectuado procesos de transformación en torno a las identidades (ya sean desde el individuo o
lo colectivo), específicamente las que se forjan a partir de las creencias (pertenezcan éstas a una
institución o no); es el fenómeno de la secularización el que nos explica dichas transformacio-
nes vistas específicamente dentro de la música metal prehispánico.

A partir de los procesos de secularización que vivimos (dentro de un contexto socio-his-


tórico específico) se ha dado una serie de re-interpretaciones y re-significaciones en símbolos
y códigos específicos que son visibles a partir de la mencionada música. Es por medio de estas
5
Entendiendo este concepto como el alcance comunicativo entre las personas por medio de las facilidades tecno-
lógicas donde no hay barreras al transmitir un mensaje (en sus diversas modalidades).

CAPÍTULO xii 1270


re-significaciones y re-interpretaciones que puede surgir plausiblemente el sustento de una nue-
va forma religiosa sostenida en los grupos que desempeñan estéticas e ideas a partir de un gusto
particular de música, lo que trae por consecuencia una práctica cultural que puede ser legitima-
da por nuevos afianzamientos de la creencia.

¿La secularización surge como un proceso individual que al ser manifestado en la


colectividad se nutre y crea el proceso de re-significación y re-interpretación en símbolos y
códigos externados en las prácticas de los grupos? El presente escrito pretende lograr un acer-
camiento al análisis y reflexión de los cambios en las creencias basados en la propuesta musical
que puede ser la base para ahondar más en los estudios de los procesos de secularización en
nuestro contexto.

Los conceptos clave que delimitaron nuestra investigación son: secularización, identi-
dad, re-interpretación y re-significación, dimensionándolos dentro de la música metal prehispá-
nico6 y las prácticas que han podido surgir en torno a ésta.

Al hablar de los procesos de transformación en la creencia, debemos aterrizar primor-


dialmente un concepto clave: el proceso de apropiación de la identidad desde lo individual y
colectivo. Se observa que durante los primeros años de vida del ser humano, éste es un depósito
de las costumbres, actividades y hábitos de los tutores, pues un adulto que ya tiene conformada
su personalidad, brinda al niño parte de la misma, generando de esta manera las bases de la
identidad, la cual además, es influida por los contextos sociales, regionales, políticos, económi-
cos y culturales de donde se desenvuelve.

A la par del desarrollo biológico y cognitivo del niño, se integran creencias, mismas que
dependen y difieren según el entorno cultural, sin embargo, de acuerdo a la teoría del desarrollo
psicosocial de Erikson E. (1971), en el estadío ‘Identidad vs confusión de roles’, es en la ado-
lescencia donde se constituye una identidad personal, ya que principalmente es en esta etapa
donde el ser humano se encuentra en búsqueda del autoconcepto, mismo que define lo que uno
es y en lo que se quiere convertir, desde los atributos personales hasta representaciones sociales,
como lo son el género, etnia, profesión, religión, etc.

Es entonces que la identidad del ser humano en su adolescencia ya no sólo será influida
por la familia o figuras adultas cercanas, pues la atracción, interacción e integración a otros gru-
pos sociales repercutirá directamente en la modificación de los esquemas ya establecidos, inte-

6
Está música surge a partir del folk/pagan metal, tomando la estructura de éste y sumando los instrumentos de
origen prehispánico originarios de nuestro país.

CAPÍTULO xii 1271


grando nuevos gustos e intereses que ampliarían los conocimientos adquiridos anteriormente.

La afiliación a estos nuevos grupos dependerán de lo que Shaw (1979, p. 104) llamaba
“fuentes de satisfacción de necesidades existentes en el grupo”:

• Atracción hacia los miembros del grupo

• Atracción hacia las actividades del grupo

• Atracción hacia los objetivos del grupo

• Pertenencia misma a un grupo

Al ser seres sociales, a lo largo de nuestra vida perteneceremos a distintos grupos, los
cuales nos satisfarán de diferente manera. Por ejemplo, no podemos comparar al grupo de com-
pañeros de trabajo, con el grupo religioso al que pertenecemos, pues los intereses que nos hacen
pertenecientes a cada grupo son distintos. Aun así, existirá un grupo que tenga mayor influencia
en la manera en la que nos percibimos, la cual delimitará nuestra imagen, vocabulario, gusto mu-
sical, creencias religiosas, actividades cotidianas; es decir, lo que nos dará una identidad definida
por características individuales y por los vínculos establecidos con los demás.

A partir de lo anterior, reflexionamos que el ser humano nunca es lineal, siempre se


encuentra en constante cambio, siendo esto resultado de la adaptación a cada etapa de su desa-
rrollo. Tomando en cuenta el contexto socio-histórico en que se encuentra cada individuo, los
cambios se dan a pasos apresurados, y la globalización facilita el intercambio de información,
lo que muchas veces podría representar un problema importante pues generalmente sólo una
parte de la población tiene acceso a este intercambio y se mantiene informada, y unos pocos
de estos son los que introyectan nuevas ideas, por esta razón es imposible que las culturas se
mantengan siempre iguales, pues este intercambio de ideologías entre culturas repercute direc-
tamente en la modificación de las mismas desde su dinámica social.

La percepción de lo que somos y la manera en la que nos identificamos con los demás
están sumamente ligadas, este proceso de identificación asume un intercambio, que en palabras
de Mead G. (s.f.): “El otro proceso es el del intercambio, en el cual uno trasmite, por así decir,
lo que no necesita a cambio de algo que necesita. Las necesidades relativas, sobre una base de
comunicación y de intereses comunes, hacen posible el intercambio”.

Este proceso de intercambio permite la identificación individual, la cual al establecerse


con el grupo dará paso a la formación de una ideología, considerando a la identidad como el

CAPÍTULO xii 1272


conjunto de elementos culturales interiorizados, que se conforman en la interacción, perte-
nencia, reconocimiento y distinción con el otro. El individuo tiene el conocimiento de lo que
implica ser el mismo, pues tiene rasgos específicos que lo hacen ser único, estos rasgos pueden
compartirse o diferenciarse, así el individuo toma conciencia de lo que es ante el otro, delimi-
tando su identidad individual (Morin, 2010).

Cuando el individuo adquiere una ideología religiosa diferente a la aprendida durante


su desarrollo, se puede inferir que ha pasado por un proceso de identificación con otros grupos
religiosos (sean estos institucionalizados o no), con los cuales ha buscado satisfacer las ‘fuentes
de necesidades grupales’ (Shaw, 1979) mencionadas anteriormente, además de encontrar creen-
cias, conocimientos y gustos similares que ayudan a la afiliación grupal. Es importante men-
cionar que como miembros de un grupo, cual sea su connotación, los miembros desempeñan
un rol que los hace sentir pertenecientes y funcionales en la dinámica grupal, lo que conlleva al
individuo a comportarse y lucir de cierta manera, cuestión que permite al ser humano encontrar
un lugar en la sociedad desde una identidad construida de lo individual a lo grupal.

En la interiorización de diversos elementos culturales, pensados como símbolos y có-


digos, se ve plasmada la identidad, de la cual centraremos la atención en la creencia religiosa,
pues en ella se desenvuelve la identidad individual y colectiva, pensándolo como una integra-
ción social, al contrario de cómo lo piensa Dubet (1989, p. 524), quien señala que “El cambio
social es menos visible bajo la apariencia de la novedad que bajo la forma de la destrucción de
las creencias, de los equilibrios y de las identidades ‘naturales’” pues piensa que el individuo
no se ‘pertenece’, lo que provoca una crisis de la identidad; sin embargo puede darse otra in-
terpretación, donde el individuo adopta, desde una libre elección, las creencias en que prefiere
afianzarse.

Así mismo, podemos establecer que la sociedad al ser integradora, en el sentido de la


formación de una identidad colectiva, la acción es la que permite dicha integración, es decir, el
individuo en su acción, en su práctica, es como se afirma en cuanto lo que es desde su identidad;
pues existe una movilidad que genera la identidad del colectivo desde su acción como forma
estratégica para legitimarse (Dubet, 1989).

Dentro del contexto que vivimos, la identidad (colectiva) se ha visto movilizada con
mayor fluidez, en contraste con otros tiempos donde no era posible, pues gracias a una comu-
nicación global y avances tecnológicos tenemos al alcance el conocimiento de acontecimientos
que ocurren a millas de distancia de nuestro lugar de origen en cuestión de minutos, por lo que
ampliamos el espectro de nuestro conocimiento y afianzamos gustos (diferentes al primer cír-

CAPÍTULO xii 1273


culo social en que crecimos) a partir de ello.

En el afianzamiento de estos gustos, ideas y/o creencias, desarrollamos un sentido de per-


tenencia, el cual es el sustento en la consolidación de un grupo específico; lo que se puede obser-
var en diversos grupos, colectividades e instituciones, regidos bajo una norma moral específica,
que en su origen no se cuestiona y sigue en una tradición que se afirma en la vida cotidiana.

En la actualidad, hemos vivido una serie de procesos que se visibilizan desde la secu-
larización; se dan una serie de re-interpretaciones y re-significaciones en símbolos y códigos,
siendo visibles en diferentes manifestaciones como puede ser la pintura, las esculturas, la mú-
sica, etc. Es por medio de estas re-significaciones y re-interpretaciones que puede surgir plau-
siblemente el sustento de una nueva forma religiosa, sostenida en los grupos que desempeñan
estéticas e ideas en un gusto particular, trayendo en consecuencia una práctica cultural que
puede ser legitimada por nuevos afianzamientos de la creencia.

Al abordar el concepto de secularización, se ha descrito por parte de Peter Berger (2005)


cómo a partir de la globalización (siendo parte de la modernidad) se da pauta a la secularización
que arroja nuevas formas de religiosidad, convergiendo diversas tradiciones que ayudan en la
elección de creencias, esto por medio de un gusto particular (con la influencia del consumo
cultural) que provoca una afiliación religiosa expresándose de forma voluntaria.

Esclarecemos que la globalización da pauta a un pluralismo en tanto las interacciones


ocurridas con diversos grupos, siendo la modernidad el medio por el cual la secularización
arroja una posibilidad de nuevas formas de religiosidad, pues genera en el presente la conver-
gencia de diversas tradiciones que facilitan una libertad en la elección de las creencias. Una
consecuencia de esto se refleja en la competencia entre las instituciones religiosas para poder
seguir con la afluencia que solían tener.

Hablar de procesos de secularización conlleva a una investigación bastante extensa que


no ha tocado un fin, por lo que investigar sobre nuevas propuestas de formas religiosas suscita-
das en una música tan reciente, que retoma elementos del pasado, nos muestra la visión que se
puede tener del presente respecto a una nueva forma de creencia.

Con el concepto de secularización nos referimos a los cambios en la creencia, es decir,


el dominio de la institución religiosa se ve disminuido, la conciencia individual toma suerte de
poder elegir sus propias creencias manifestándolas desde su propia expresión.

Tomamos en cuenta que la secularización implica una pérdida de la influencia de la

CAPÍTULO xii 1274


religión como institución en los grupos sociales, teniendo como sustituto un pensamiento más
racional, científico y/o positivista acorde al desarrollo histórico de occidente. Hervieu-Leger
(s.f.) establece que la secularización se manifiesta como una opción religiosa, siendo el contex-
to un mundo global sin aparentes restricciones identitarias o de creencia, por lo que se presentan
nuevos rasgos de posible renovación dentro de las creencias colectivas.

Al referir este mundo global, podemos abordar el hecho de que existe apertura dentro
de un mercado simbólico, que ayuda en la (re)apropiación de elementos para forjar una nueva
creencia, se hace una serie de re-interpretaciones y re-significaciones de elementos ya estable-
cidos e institucionalizados (Hervieu-Leger, 2008).

Para comprender las nuevas posibilidades de creencias, Hervieu-Leger (2008) nos pre-
senta la idea del bricolage, sin embargo, es importante destacar que, al querer ahondar en este
nuevo orden debe tomarse en cuenta las condiciones y contextos en que éstos se manifiestan
desde lo individual.

Ya no es común que el individuo acepte le herencia de la creencia religiosa a la cual está


afiliada su familia, pues la persona es capaz de decidir qué ideas tomar, re-interpretar y re-sig-
nificar para su propio gusto.

Las identidades religiosas heredadas han sido en parte vaciadas de su conte-


nido por el cambio social, la movilidad geográfica y profesional, las trans-
formaciones culturales, etcétera, que les han arrancado progresivamente del
marco de plausibilidad en el cuál éstas adquieren un sentido pleno (…). Una
creciente incertidumbre es que cada individuo ‘elige’, a fin de cuentas, el lina-
je creyente en el cual se reconoce: la intervención de los padres, suponiendo
que sea legítima, ya no reviste, en esta perspectiva, sino un carácter subsidia-
rio (Hervieu-Leger, 2008, p. 19-20)

Esto puede ser común debido al alza de una individualidad en el sujeto, pues el merca-
do de los bienes simbólicos no es regido desde la institución (religiosa), por lo que se puede
ofrecer determinados símbolos y signos que remiten a la estandarización de una creencia, sin
embargo, el individuo es quien dota de caracteres especiales a estos símbolos y signos a partir
de la necesidad de su propio consumo espiritual.

Es decir, el individuo se desplaza en los diversos recursos disponibles (símbolos, signos,

CAPÍTULO xii 1275


códigos) haciendo que el mismo elabore sus propios significados y expresiones desde la postura
de una creencia individual; por medio de las nuevas tecnologías de la comunicación es como se
permite intercambiar y ampliar las creencias.

La paradoja más sorprendente de esta situación es la siguiente: entre más


circulan las creencias, y en menor medida determinan y responden a perte-
nencias concretas, al mismo tiempo se inclinan más a favorecer un volun-
tarismo comunitario susceptible de evolucionar hacia formas intensivas de
socialización religiosa. (…) La elección de la creencia por los individuos se
encuentra cada vez más disociada de los procesos de socialización que ase-
guran la inserción, así sea mínima, de los individuos en los grupos concretos
(Hervieu-Leger, 2008, p. 26).

El individuo ya no se ve identificado con un solo grupo para desarrollar la actividad que


implica su creencia, sino que se ve determinado a compartirlo en momentos específicos inven-
tando identidades colectivas de forma compacta7 para manifestar su expresión.

En el afianciamiento de estos gustos, ideas y/o creencias, desarrollamos un sentido de


pertenencia, el cual es el sustento en la consolidación de un grupo específico; lo que se pue-
de observar en diversos grupos, colectividades e instituciones, regidos bajo una norma moral
específica, que en su origen no se cuestiona y sigue en una tradición que se afirma en la vida
cotidiana.

A partir de la comunicación global ya mencionada, un individuo o un grupo específico


puede proponer un nuevo orden de ideas al ya establecido, Halbwachs (2004) menciona que
estas ideas son opuestas a las creencias antiguas posicionadas, sin embargo, este cambio puede
darse por el contexto en que se desenvuelve el nuevo grupo, no como idea opuesta, sino como
re-significación y re-interpretación de la misma.

Desde una perspectiva fenomenológica, la vida cotidiana, en donde se desarrollan las


re-significaciones y re-interpretaciones, en su realidad, se presentan fenómenos que han sido
designados para dar cuenta del orden dentro del cual adquieren sentido y tienen significado para
el sujeto. El lenguaje (como símbolo o código) nos ayuda a objetivar las experiencias, pues
éste se basa en la vida cotidiana donde se usa para interpretar los sucesos (Berger y Luckmann,

7
Sin el involucramiento de un gran número de personas, sino en un grupo específico y reducido que tiene una
serie de particularidades en común.

CAPÍTULO xii 1276


2003).

Al objetivar el lenguaje, se construyen signos que se distinguen por su significado, se


reconocen los significados dados a los objetos por el alcance del recuerdo que llega a su inten-
ción original, “(…) los signos y los sistemas de signos son objetivaciones en el sentido de que
son accesibles objetivamente más allá de la expresión de intenciones subjetivas ‘aquí y ahora’”
(Berger y Luckmann, 2003, p. 52). El lenguaje se puede presentar como el conjunto de signos
para poder comprender la realidad de la vida cotidiana. Conforme vivimos cotidianamente el
lenguaje es compartido, por lo que comprendemos lo que sucede en nuestro contexto.

Así, podemos ver que, en el proceso de la secularización es importante fijar la mirada


en los procesos de re-interpretación y re-significación en símbolos, signos y/o códigos, pues a
partir de ellos, en su desenvolvimiento en la vida cotidiana, hay un cambio en las dinámicas de
interacción que hacen surgir la posibilidad de una nueva forma de religiosidad en torno a una
identidad colectiva especifica que puede ser vista desde la manifestación de la música y todas
las prácticas que conlleva ésta.

El desarrollo e interpretación de la música metal prehispánico desde un sentido moder-


no puede observarse (exponiendo esto como un ejemplo) de cerca con bandas originarias del
Estado de México (como es Xipe Totec o Mictlán). Al desarrollarse dicha música dentro del
contexto social que nos rodea, podemos ver la premisa de investigarlo, pues de la afinidad mu-
sical surgen diversas prácticas y visiones que forjan una manera específica de conllevar su vida.

En la música metal prehispanico se pueden observar una serie de re-interpretaciones


y re-significaciones dentro de los elementos usados para expresar y representar los discursos,
ideas o posturas, esto a partir de la noción de creencias pertenecientes al contexto prehispánico.

Al referir a las re-interpretaciones y re-significaciones, las consideramos como la trans-


formación de una interpretación ya dada, es decir, se toma un elemento específico y se le añaden
nuevos significantes que dan paso a una concepción diferente de la original. Éstas variantes de
los elementos (canciones, imágenes, discursos) pueden ser visibles en el lenguaje (ya que las
canciones son interpretadas en español, maya, náhuatl, incluso con una mezcla de los idiomas),
o en la imagen (en elementos de su cuerpo, pinturas, ropa, etc.), lo que conduce a la toma espe-
cífica de elementos que convergen de diversas maneras plasmándose en la música y dan paso a
algo diferente desde una re-interpretación o re-significación.

En sus manifestaciones desde la composición y escucha de música metal prehispánico,


se puede hacer visible una re-interpretación y re-significación a partir de símbolos y códigos

CAPÍTULO xii 1277


tomados de las diversas cosmovisiones prehispánicas plasmadas en la música, pues se hace
mención de dioses o prácticas en las canciones con un sentido moderno8.

Tomamos en cuenta principalmente la manifestación de la imagen y el discurso contenido


en diferentes canciones9 que pueden solidificar la propuesta de una nueva posible forma de reli-
giosidad10 respecto a las alabanzas hechas a dioses pertenecientes a culturas prehispánicas con un
sentido moderno, ya que lo manifestado en las canciones muestran un sentir o añoranza por ello,
y la imagen evoca esta estética reconocida en grupos como los aztecas, mayas, purépechas, etc.

Cuando se aborda el sentido de la imagen, el rostro puede presentarse como una experien-
cia de conciencia, donde más allá de una primera visión (objetivación) se puede ver una represen-
tación interpretada por la experiencia de la cotidianidad (Navarro, 2007); “El rostro, su revelación
es palabra. Sólo la relación con otro (…) nos conduce hacia una relación totalmente diferente de
la experiencia en el sentido sensible del término” (Navarro, 2007). El otro se nos presenta desde
la experiencia sensible que provoca, pues en su lenguaje y corporalidad se ve la intencionalidad
del pensamiento. El individuo al construirse en su identidad de acuerdo a lo que muestra de él ante
los otros, funge como una fuente de significación que es caracterizada conforme lo que se quiere
mostrar en una inteligibilidad de lo interior y exterior de él mismo (Navarro, 2007).

A partir de lo expuesto anteriormente, es como surge una pluralidad religiosa con posi-
bilidades de la hibridación cultural11, pues la música del metal prehispánico, propone prácticas
culturales delimitadas al grupo de escuchas de dicha música, siendo un fenómeno desarrollado
en nuestro contexto más cercano.

Planteamos que la modernidad ha dado pauta a la elección en las creencias, pues al


existir una individualización latente se reflexiona y selecciona a partir de un gusto particular,
haciendo voluntaria la cuestión de una afiliación religiosa.

Partimos del supuesto que la modernidad conlleva a la libre elección en las creencias, lo
que da pauta a la convergencia de elementos viejos y nuevos que afilien este sentir, representa-
do por la cosmovisión prehispánica y sostenida desde la visión de la música.

8
Refiriendo a los cambios en las creencias y apropiaciones de símbolos y códigos que pueden ser modificados.
9
Tomadas de películas, bandas de metal, grupos específicos que recrean ésta música.
10
Distinguiéndose por no estar instituida, sino como la opción abierta a nuevas creencias manifestadas en las prác-
ticas, expresiones y representaciones.
11
Comprendemos a la hibridación cultural como la conjunción entre lo tradicional y lo moderno donde la ‘inter-
culturalidad’ convive una temporalidad específica, donde existe una reflexión respecto al mundo moderno, pues
hay una atracción por lo tradicional y popular combinado a las nuevas tecnologías y producción de una cultura de
masas

CAPÍTULO xii 1278


El principal objetivo del presente trabajo fue interpretar y analizar las experiencias de
las personas; no se pretende generalizar el fenómeno, sino descubrir las particularidades de éste
junto a su desenvolvimiento, con el propósito de adentrarnos en el significado profundo de la
experiencia, interpretando características y rasgos. El fin último fue conocer las re-interpreta-
ciones y re-significaciones respecto a las alabanzas hechas y la construcción de un imaginario
común que se ha manifestado desde la nueva forma de religiosidad, vista como una consecuen-
cia de los procesos de secularización que vivimos.

La investigación en torno a la música metal prehispánico se ve limitada dentro de La-


tinoamérica a pesar de tener exponentes de talla mundial. Todas las prácticas, expresiones,
representaciones e identidades que surgen en dicha música tienen una influencia dentro de lo
social-global, pues se manifiesta una serie de ideas y pensamientos que se concentran en una
forma determinada dentro de su vida cotidiana.

Con esta investigación se busca contribuir al conocimiento de dicha música y los fenó-
menos que ocurren alrededor de ella, ya que, al ser parte de esta realidad, es importante que se
investigue sobre lo que acontece a su alrededor y lo que surge con ello, principalmente en la
re-generación de sistemas de creencias, que es un fenómeno visible en la actualidad.

Debemos detallar que dentro del país existen 59 bandas que se destacan por reproducir
está música, la mayoría proveniente de la Cd. de México, Guadalajara y Tlaxcala; cada una
destaca elementos de las diversas culturas prehispánicas, dioses, historias, leyendas, e incluso
el proceso de cristiandad que sufrió el país. Utilizan frases tanto en idiomas étnicos como en
español, lo que interpretamos como la forma de recuperar elementos pasados desde una postura
nueva. Un ejemplo de esto es la banda Cabracan, quienes expresan (2011): “Miquiztli, chal-
chihuatl, yaoyotl, naltepeuh tepanahuani, Almas de guerreros invocados, bañados en sangre
lucharán, sus glorias ahora recordamos, leyendas que nunca morirán. Miquiztli, chalchihuatl,
yaoyotl naltepeuh tepanahuani”.

Incluso bandas que respetan el idioma originario totalmente como Xipe Totec Kalpul
(2012):

Xonnextia youalko ¡¡¡ Xochtsij !!!, Tetsalaj, xaltsalaj inkueponij, Ika in-
mouistin intlalchijchiuaj, Yeika intonalkonemej, Uan inyoualauanamej, ¡¡¡
Neobuxbaumia... Cephalocereus... Echinocactus... Opuntia !!!, Nimechnoj-
notsa noikniuaj, Chikauak uan mauitso chanejkej, Tleipampa ika Inmoueue-
matilis, Tlijnechtlamachtiaj uitsojtli, ¡¡¡Tonal... Xochitl...Uitsli... Neluayotl...
!!!, Youatsinko nitsakua noxichimej, Uan tonatij nechnauas, ¡¡¡ Uitsnauat-

CAPÍTULO xii 1279


lampaj !!!, Yayaujpaj, noxoxoktikkuetlax, Motlapo uan ikaya ¡¡¡ Nionis !!!12

Así es como el metal prehispánico puede apropiarse de elementos pasados que han
re-significado y re-interpretado, pero no existe aún una conciencia de esto, es decir, reprodu-
cen dichos elementos, tanto en su discurso como en su imagen, pero son pocos los que logran
ahondar e interiorizar un sentimiento de creencia como tal, lo cual provoca que la nueva forma
religiosa quede suspendida desde la elección y ejercimiento individual, sin llegar a una colecti-
vidad que incite en la práctica de la creencia.

Menciona Rene13, en una entrevista, que si bien las personas pueden reproducir los
elementos culturales en torno a ésta música, muy difícilmente lograrán interiorizar todos los
elementos a un nivel ideológico, pues la creencia no se manifiesta en la acción diaria del indivi-
duo, sino en espacios específicos, como puede ser un concierto, que por el corto lapso de tiempo
pueden sentir la colectividad de un discurso con el contenido de la acción.

Por otro lado, en las observaciones a un concierto, se notó como las personas que iban
a mostrar su presentación musical, antes de subir al escenario se concentraron en un círculo,
dijeron palabras dirigidas a dioses para pedir ‘suerte’ y con ello conectarse al sentir y creencia
de divinidades prehispánicas; sin embargo, fuera de la ejecución del concierto, no se logró vi-
sualizar alguna continuidad con esta creencia afín en todo el grupo, sino que sólo se dio en ese
espacio y momento específico.

Así concluimos que la nueva forma religiosa se da en un sentir meramente en el grupo


que lo lleva a cabo, pues expresan esta creencia a partir de la música, los conciertos, la ropa, la
estética usada en su manifestación, lo que conlleva a dicho grupo a una expresión social delimi-
tada en ellos y para ellos, pues este sentir se manifiesta desde una temporalidad específica, que
sin su reproducción no sería visible para el estudio.

12
Traducción: Muéstrate en la noche, honorable flor. Entre piedras, entre la arena ustedes brotan, entre la arena
ustedes brotan, con sus espinas, decoran el ambiente, porque son hijos del sol y bebedores nocturnos. Neobuxbau-
mia, Cephalocereus, Echinocactus, Opuntia yo los invoco hermanos míos, guardianes de fuerza y dignidad para
que con su antiguo conocimiento me enseñen el camino espinoso. Calor, Flor, Espina, Raíz; en la madrugada cierro
mis flores y el sol me abrazará. En el lugar rodeado de espinas. En la oscuridad, mi piel enverdecida se abre y por
siempre beberé.
13
Estudiante de Psicología de la ciudad de León, cercano a la interpretación y reproducción de elementos prehis-
pánicos

CAPÍTULO xii 1280


Obra citada

Berger, P. y Luckmann, T. (2003). La construcción social de la realidad. Buenos Aires: Amo-


rrortu editores.

Erikson, E. (1985). El ciclo vital completado. Buenos Aires: Paidós

Halbwachs, M. (2004). Los marcos sociales de la memoria. España: Antrhopos.

Mead, G. (1973). Espíritu persona y sociedad. Barcelona: Paidós Ibérica.

Morin, E. (2010). “La complejidad de la poli-identidad”. En D. G. Martínez, Epistemología de


las identidades. Reflexiones en torno a la pluralidad. México, D.F: Universidad Nacional
Autónoma de México, pp. 43-59

Navarro, O. (2007). “El rostro del otro: una lectura de la ética de la alteridad de Emmanuel
Lévinas”. Contrastes. Revista Internacional de Filosofía. XIII, p. 177-194.

Obra citada de internet

Berger, P. L. (2005). Pluralismo y religión. Recuperado de: http://www.cepchile.cl/dms/archi-


vo_3532_1761/r98_berger_pluralismo_global.pdf

Dubet, F. (1989). De la sociología de la identidad a la sociología del sujeto. Recuperado de: http://
codex.colmex.mx:8991/exlibris/aleph/a18_1/apache_media/KF6CHTDP34Y88Y7MHI-
66P6IY14TVTV.pdf

Hervieu-Leger, D. (2008). Algunas paradojas de la modernidad religiosa. Crisis de la universa-


lidad, globalización cultural y reforzamiento comunitario. Versión (21). p. 15-29. Recupe-
rado de: http://bidi.xoc.uam.mx/tabla_contenido_fasciculo.php?id_fasciculo=372

Hervieu-Leger, D. (s.f.). Secularización y modernidad religiosa. Recuperada de: http://www.


seleccionesdeteologia.net/selecciones/llib/vol26/103/103_hervieu.pdf

CAPÍTULO xii 1281


El futbol como fenómeno religioso secular: la
afición por el equipo León

José Emmanuel Gallegos Martínez14

Resumen: La siguiente investigación es resultado de una curiosidad intelectual enfocada en


un ámbito social muy popular: el deportivo, del cual surge la pregunta ¿Por qué el futbol es
tan importante para miles de aficionados? Pretendemos encontrar la respuesta a esta pregunta
mediante un constructo teórico-metodológico que propone conocer las motivaciones sociales,
entendiendo éstas como la posible funcionalidad a nivel social, que la afición o apasionamiento
por un equipo de futbol, despierta en un grupo social, al grado de hacer manifestaciones en fa-
vor de cierto equipo o despertar peleas callejeras por los resultados de un marcador.
La forma de abordar teóricamente el objeto de estudio es considerándolo como un fenómeno
religioso secular, debido a la forma en que se transmite generacionalmente, y el hecho de que
el equipo se ha vuelto un objeto de culto que identifica a los leoneses (por sus colores y por el
escudo del equipo) y por ende, da cierto significado y sentido a las acciones de los aficionados
orientando en algunos casos, su vida cotidiana y decisiones personales, esto último para noso-
tros es el foco de la presente investigación.
Lo antes expuesto caracteriza a los fenómenos religiosos definidos por Durkheim, los cuales
son producto de la modernidad y son respuesta a un clima de transformación religioso secular y
a una necesidad de cohesión, natural en casi todas las sociedades, según este sociólogo francés.
El objeto de estudio es la afición por el equipo de futbol León, debido a que en ésta encontra-
mos fenómenos sociales interesantes, como una marcada construcción identitaria con base a
símbolos inscritos en los colores del equipo y la historia del mismo, estrechamente relacionada
con la historia del municipio de León. También encontramos la mezcla de símbolos y el uso de
prácticas católicas, dentro de la afición por este equipo: orar para que el equipo gane, vestir a Je-
sucristo con la playera del equipo o decir que la bendición del papa los subió a primera división.

Palabras clave: Equipo León, fenómeno religioso, significado.


14
Estudiante de Sociología. Universidad de Guanajuato Campus León. Email: emmanuel_gallegos@hotmail.com

CAPÍTULO xii 1282


Summary: The following research is the result of an intellectual curiosity focused on a popular
social sphere: sports, which the question arises, why football is so important to thousands of
fans?, we aim to find the answer to this question by a theoretical construct - methodology that
aims to identify social motivations, understanding these to possible functionality at the social
level, that hobby or passion for a football team, wakes up in a social group, to the extent of
making demonstrations for certain equipment or wake fights street by the results of a marker.
The way to theoretically approach the object of study is considering it as a secular religious
phenomenon, because of the way it is transmitted generationally, and the fact that the team has
become a cult object that identifies Leon ( by their colors and the team crest ) and thus gives
some meaning and direction to actions to guide fans in some cases, their daily lives and perso-
nal decisions , the latter for us is the focus of this investigation
The above characterizes religious phenomena defined by Durkheim, which are products of
modernity and are a response to a climate of secular and religious transformation to a need for
cohesion, natural in almost all societies, according to the French sociologist.
The object of study is the passion for the football team Leon, because in this hobby are inter-
esting social phenomena, such as a marked identity construction based on registered municipal
symbols in the team colors and history of the same, closely related to the history of the city of
Leon. We also found the mixture of symbols and the use of Catholic practices within the fond-
ness for this team: to pray for the team to win, dress shirt Jesus Christ with the team or say that
the blessing of Pope rose to the first division.

Keywords : León Team , Religious Phenomenon , Meaning

Metodología: aproximaciones al objeto de estudio

Partimos de un análisis teórico-metodológico de las principales discusiones en mate-


ria de secularización y cambio religioso en Latinoamérica con la finalidad de comprender los
cambios en las formas de religiosidad popular. A la luz de teorías, como la funcionalista de
Durkheim e influenciados por investigadoras como Danielle Hervieu-Léger y René de la Torre
se pudo construir el entramado teórico que sustenta a la hipótesis que orientó esta investigación,
aun sin concluir pues forma parte de un proyecto de tesis con el mismo nombre.

Entrando al campo, se hizo una revisión bibliográfica de estudios sociológicos sobre el


futbol y de noticas relacionadas con el equipo León. Se hicieron observaciones participantes
en bares, restaurantes y se asistió a reuniones donde la motivación era el partido del equipo
León. Si bien los resultados de estos acercamientos previos no se exponen en este ensayo, nos
dieron pautas para cristalizar la investigación y obtener indicadores al formular las preguntas y
orientar las futuras visitas.

CAPÍTULO xii 1283


Se realizaron entrevistas semiestructuradas, entendidas como “encuentros dirigidos hacia
la compresión de las perspectivas que tienen los informantes respecto de sus vidas, experiencias o
situaciones, tal como las expresan con sus propias palabras” (Taylor, 1987, p.101). La finalidad es
captar cómo los individuos construyen significados y prácticas alrededor de un equipo de futbol,
razón por la cual consideramos a la entrevista como el instrumento metodológico adecuado.

En lo referente a la guía de entrevista, fue diseñada para captar: la transmisión de la afi-


ción; la construcción identitaria con base a la historia municipal y el cómo los aficionados crean
un discurso identitario municipal que legitima o se apropia del equipo Leon por ser “el equipo del
pueblo”.15

Se busca un posible vínculo entre la religiosidad católica y la afición por el equipo, expli-
cado desde algunas prácticas de los aficionados como el orar durante los partidos o vestir figuras
del catolicismo con los colores del equipo.

Contemplamos también una cierta capacidad de movilización social en el equipo, la cual


pretendemos explicar como resultado de una religiosidad católica secularizada, un fervor arrojado
al ámbito deportivo. Para contrastar estas presuposiciones, entendamos el contexto social donde
se desarrolla esta manifestación religiosa.

Modernidad: incertidumbre y secularización como bufete religioso

Las sociedades modernas responden a cualidades seculares, individualistas y de pensa-


miento racional orientado por lógica del mercado, es decir la compra-venta (Luckmann, 1973).
Estos fenómenos sociales motivan la fragmentación de los sentimientos de religiosidad y comu-
nidad que según Durkheim (1982) caracterizaban a las sociedades tradicionales. Con el avance de
la ciencia y la industrialización, algunos teóricos como Marx, Comte o Weber esperaban que el
pensamiento cientificista-positivista de la razón, eliminara el pensamiento religioso de la sociedad
(Casanova, 1994), este proceso de desencantamiento a la weberiana, caracteriza la primera etapa
de la secularización.

Las sociedades actuales están constituidas por individuos cuyas acciones son orientadas
por las lógicas mercantiles, que también operan en la configuración personalizada de los sistemas
de creencias (Luckmann, 1973). Con la especialización y diferenciación social, la religión se ha

15
Con esto nos referimos a captar los elementos, simbólicos o pragmáticos que son utilizados por el aficionado
para construir un discurso legitimador que además, orienta sus prácticas en la vida cotidiana.

CAPÍTULO xii 1284


desplazado del centro de la sociedad a la periferia, volviéndose un campo semántico más que
compite con otros ámbitos sociales (económico, político, deportivo…) en la construcción del sen-
tido (Luckmann, 1973); en ese proceso, el actor social interviene con actitud de comprador, elige
lo que más le conviene y se adapte a sus necesidades (De la Torre, 2005; Mora, 2002).

Si bien las características de la modernidad permiten a los individuos configurar sistemas


de creencias personalizados, a la par ocasiona que las instituciones no cumplan con las expecta-
tivas de los actores sociales16: las constantes crisis del capitalismo, el desempleo, la inseguridad
social, las guerras, y los escándalos de corrupción en todas las instituciones: los bancos, los sin-
dicatos pero sobre todo en los partidos políticos y en la iglesia católica, sumergen al actor en una
situación de incertidumbre e insatisfacción, y una forma de hacerle frente es mediante estrategias
de sentido que le den la seguridad y la certeza e incluso la identidad17 que necesitan para hacerle
frente al clima de incertidumbre social (Bajoit, 2012). Una vez dicho esto, la pregunta central es
¿Cómo construyen los actores sociales los referentes con los que enfrentan la incertidumbre? O
en un plano mas general (ahora que sabemos por qué hipotético), ¿cómo los actores sociales cons-
truyen los significados? Específicamente ¿qué elementos intervienen?

Podemos responder teóricamente que los actores configuran sus referentes o sistemas de
creencias gracias a un bufette religioso del que toman partes o retazos de las creencias y las prác-
ticas, de los diversos ámbitos sociales. Con estos remiendos de creencias (Hervieu-Léger, 2004)
los actores personalizan sus propios sistemas de representaciones que satisfacen sus necesidades
y con los que hacen frente a sus problemas de la vida cotidiana, los cuales están relacionados con
las estructuras o instituciones sociales en crisis.

Esta resignifiación es posible y necesaria debido a que los actores como sujetos de un con-
texto sociocultural determinado, usan todos sus recursos simbólicos e identitarios, intelectuales
y pragmáticos para lograr la integración social y a su vez responder y adaptarse a la crisis y al
cambio constante (Dubet, 2007).

16
Dubet (2007) señala que instituciones están en declive o crisis pues han dejado de ofrecerles seguridad y los han
dejado de orientar en sus acciones cotidianas, razón por la cual los actores sociales las han cuestionado y ante su
disfuncionalidad, son ellos mismos quienes deben cumplir con la principal función institucional: socializar, ante
esto “el trabajo de socialización se desplaza hacia los actores en la medida en que deben, en cierto modo, hacer lo
que la institución hacía por ellos” (Dubet, 2007, p.74).
17
Un atenuante al clima de incertidumbre, se da en las luchas por la reivindicación identitaria: la comunidad
LGTB, los feminismos y las luchas étnicas. Estas luchas vuelven más complejo el clima social actual, que da
cuenta de uno o varios etnocentrismos que buscaban homogenizar a la sociedad, pero que han sido fuertemente
cuestionados con la reivindicación de estos grupos “minoritarios”. Con esto queremos decir que la identidad es un
fenómeno complejo que al no ser algo estático sino dinámico y caleidoscópico, de alguna forma también genera
incertidumbre, sin embargo discutir sobre la identidad no es de interés para esta investigación, pero vale la pena
ser mencionado.

CAPÍTULO xii 1285


¿Qué papel juega la secularización en la modernidad? La iglesia católica se desplaza del
centro de la vida social con el fortalecimiento del Estado, (Luckmann, 1973), esto permite al mer-
cado y a la política ampliar su hegemonía sobre los actores, quienes además responden a un pro-
ceso de individualización social alentado por el pensamiento y la concepción liberal de individuo
con la privatización de lo religioso (Luckmann, 1973), lo que ha permitido una multiplicidad de
manifestaciones del tipo religioso. Ante esto argumentamos que la religión, lejos de desaparecer
ha cambiado su forma la par de la sociedad.

Con la secularización como transformación religiosa, en un contexto de incertidumbre e


insatisfacción social y ante la capacidad de los actores sociales para construir sistemas de creen-
cias personalizados, encontramos pertinente como caso de análisis, estudiar a la afición por un
equipo de futbol como un fenómeno religioso en el sentido de que una construcción social, satis-
face las necesidades individuales de los actores, pero también cohesiona, diferencia y reivindica
la permanencia de un grupo social, tal y como lo hacen las religiones institucionalizadas. En este
contexto, la afición y la pasión que se viven por un equipo de futbol son tan intensas, que cuando
se viven de manera colectiva se asemejan al clima de fiesta y de comunión, observados en las
manifestaciones religiosas del catolicismo.

El vínculo existente entre la religiosidad como práctica, la incertidumbre y el futbol, se


manifiesta en sus funciones sociales. La afición por un equipo de futbol como fenómeno religio-
so es un hecho social que responde al clima de crisis generalizado, pero que paradójicamente,
alimenta a las estructuras que lo propician: la secularización como reacomodo de creencias; al
mercantilismo y su practica consumista y el abandono de la tutela religiosa en la construcción
de cosmovisiones que orientan las prácticas cotidianas de los actores sociales, quienes colectiva-
mente generar momentos de cohesión, se transmiten significados y se justifica y reivindica una
comunidad histórica identitaria.

Sobre los fenómenos religiosos seculares: la afición de los Panzas verdes

Los fenómenos religiosos como hechos sociales, cumplen con tres funciones caracterís-
ticas de la religiosidad18 pero que a partir de la secularización son competencia de cualquier ám-
bito secular o social. Una primer función es la construcción identitaria que surge de la división
dual de la realidad en lo sacro y lo profano (Durkheim, 1984), siendo lo sacro todo aquello que

18
Religiosidad entendida como el ejercicio de las creencias y prácticas religiosas. La forma en que caracterizamos
a la afición como fenómeno religioso, es desde la función que a nivel social cumple la religiosidad, no desde su
contenido semántico especifico, desde el cual se define a las religiones tradicionales o institucionalizadas.

CAPÍTULO xii 1286


diferencia y cohesiona al grupo social. El culto a los símbolos patrios como base de la identidad
nacional es un ejemplo de cómo lo político (secular) se vuelve religioso.

El culto a los símbolos patrios como base de la identidad nacional es un ejemplo de


cómo lo político comparte características religiosas al retomar la acción de sacralizar y conse-
cuentemente rendir culto a un símbolo secular o no religioso, para el caso que nos compete en
la afición por el equipo León, señalamos la importancia del equipo como símbolo de la clase
a la que representa, a los curtidores que por el uso de químicos tenían los estómagos pintados
de verde; y a los lechugueros que en su recolección terminaban con la panza verde (Gonzales,
2015).

La importancia que el equipo León tiene como símbolo sacro que inspira movilizacio-
nes sociales se vio reflejada el 12 de mayo cuando el Periódico Reforma en su publicación del
14 de mayo del 2012, señala que eran miles los leoneses que salieron en una especie de proce-
sión, a recibir a sus héroes que después de 10 años en segunda división, habían ascendido a la
primera. Visto de esta manera, el equipo León cumple una función totémica que representa a la
sociedad leonesa y sus relaciones19.

La acción de sacralizar a todo lo que identifica ya no es exclusiva de la religión. Los


fenómenos religiosos tienen su origen en la religión, pero ya no pertenecen a las religiones ins-
titucionales, y una razón de esto es que retoman elementos rituales y dogmáticos de múltiples
tradiciones, o ámbitos de la sociedad, un ejemplo de esto es la creencia de que la visita de Bene-
dicto XVI a León en 2012 “sacó del infierno a la fiera” pues gracias a la visita del papa, el León
subió a primera división (Albañil, 2012). Otro ejemplo es el post comparativo entre la identidad
religiosa y la municipal, que fue publicado en la página oficial del Club León en Facebook el
día 11 de mayo de 2013: “Soy católico de religión y orgulloso estoy de mi nación, pero lo más
bonito es haber nacido en la ciudad de León, por eso hasta la muerte y en cualquier división
siempre apoyare a mi grande y glorioso equipo “León”… fiera hasta la muerte”.

19
Por lo general, los equipos de futbol y sus rivalidades reproducen conflictos políticos y de clases que son asu-
midos como parte de la identidad de los aficionados. Meneses (2008) hacen una breve lista de las rivalidades en
el futbol y lo que socialmente manifiestan, por ejemplo en Argentina la rivalidad entre el Boca y el River, siendo
el primero humilde y el segundo de la alta sociedad, expresan una lucha de clases; En España. Madrid vs Bar-
celona es la lucha política separatista de los catalanes, y para el caso del Rayo vallecano, sus hinchas se asumen
como antifascistas y anti xenofóbicos contra las actitudes raciales en algunas porras de dicho país. En escocia, la
rivalidad entre el Celtic y los Rangers es de tipo religioso: el primero es el equipo de los católicos irlandeses y el
segundo, de los protestantes ingleses; en México las rivalidades se presentan en equipos de una misma región: la
de los Rayados y el Tigres de Monterrey representan la rivalidad entre la escuela pública y la privada; el caso del
Chivas y el Atlas de Jalisco es la lucha entre lo popular y lo refinado, mientras que la rivalidad entre América y
Pumas es la de la televisión contra la educación universitaria, para el caso del equipo León, su rivalidad es con los
“freseros” del Irapuato, siendo una rivalidad por la representación del estado basada en los procesos productivos.

CAPÍTULO xii 1287


En este post virtual el orgullo por la nación y el municipio se funden con la creencia
religiosa, sin embargo quedan sublevados ante la identidad que el equipo proporciona, razón
por la cual se le promete fidelidad hasta la muerte, siendo esto un sentido de vida que ya no es
definido por la identidad religiosa, sino por la adscripción al equipo esmeralda.

En razón a la identidad que proporcionan los fenómenos religiosos, Hervieu-Léger


(2004) añade que las prácticas y creencias mantienen un tradición y una memoria histórica
característica del linaje de creyentes, quienes con sus acciones buscan reivindicar el pasado
común que cohesiona20 a los creyentes o seguidores en torno a la transmisión de la creencia.

La transmisión de la afición es palpable en las familias que llevan a sus hijos a los parti-
dos de futbol, en la gente que conoce la historia del equipo, pero sobre todo, en la defensa de los
aficionados al equipo León, primero en 1999 con el anuncio del traslado del equipo a la ciudad
de Puebla (Zacarías,1999) razón por la cual cientos de aficionados salieron a las calles a exigirle
al alcalde municipal que evitara la venta del equipo (Martínez, 1999), y fue tal el éxito de esta
intervención (Núñez, 1999) que en el 2002 los aficionados volvieron a salir a las calles, ante el
descenso al “infierno” para pedir la intervención de la alcaldía en la administración del equipo
para mejorar su rendimiento (Villegas, 2002).

Como se ha visto, la capacidad de movilización que el equipo es fuerte, tan solo en


el 2013 se realizó una marcha para conmemorar el ascenso del equipo a la primera división
luego de 12 años en la segunda división o liga de ascenso (Saucedo, 2013); otra en 2014
para evitar que el director técnico Matosas quien regresó al equipo a primera, se fuera al
equipo América (Jiménez, 2014), agregando a la historia de las movilizaciones panzas ver-
des una manifestación más pero ahora en defensa del estadio León ante las amenazas del
antiguo dueño Zermeño de reclamarlo como su propiedad (Milenio, 2016). Por estas razones
consideramos que la afición por el equipo León va más allá de lo deportivo, pues involucra
fuertes elementos simbólicos y de cohesión social cuya permanencia han motivado varias
movilizaciones sociales cuyo objeto era defender el símbolo que los mantiene unidos ante la
incertidumbre y la crisis.

¿Por qué el equipo león es importante para los aficionados? considerando la capacidad
de movilización social del equipo, el fervor con el que los aficionados viven este deporte y en
el supuesto de que la mayoría de los leoneses son aficionados21 podemos argumentar que toda
20
Esta cohesión puede ser más o menos duradera, como el reunirse para ver un partido o el pertenecer a una barra
brava, esto depende del actor social y de su nivel de compromiso con la causa.
21
Un ejemplo son los múltiples murales esparcidos por la ciudad con los colores y el escudo del equipo; la cantidad
de gente que usa la playera cuando el equipo no juega y por el hecho de que la historia del equipo está vinculada
con la historia del municipio.

CAPÍTULO xii 1288


sociedad tiene “la necesidad de conservar y reafirmar, a intervalos regulares, los sentimientos e
ideas colectivos que proporcionan su unidad y personalidad” (Durkheim, 1982, p. 397) enton-
ces, los fenómenos religiosos representan lo social y sus vínculos comunitarios.

Como hipótesis planteamos que la afición al equipo león como fenómeno religioso es
secular debido a que reproduce referentes sociales identitarios e históricos que se vivencian y
se fusionan con prácticas y creencias religiosas, como una forma de reaccionar ante la insatis-
facción que las instituciones como el catolicismo han propiciado.

Proponemos que las prácticas de los aficionados en sus vidas cotidianas reproducen es-
tos referentes y a la afición como un grupo más o menos estable en el tiempo, para esto, los afi-
cionados usan los elementos que tiene a su alcance: cognitivos22, simbólicos23 y pragmáticos24
para establecer o fortalecer el vínculo con otros aficionados y mantener vigente el referente de
lo que es o debe ser la sociedad leonesa, representada en el equipo de futbol, todo esto es trans-
mitido en forma de practicas y discursos dentro de un linaje de creyentes.

En un nivel macro social, la afición por el equipo puede legitimar el poder político de un
grupo25, alimentar las ganancias de las empresas patrocinadoras26 y formar parte de la configu-
ración y reproducción cultural y simbólica del municipio27.

Resultados o el rugido de Los Panzas Verdes: Memoria, tradición y significados

Como se ha dicho, el núcleo de esta investigación es conocer las formas en que se constru-
yen los significados, que en última instancia orientan las prácticas y significados de los aficionados
situados en un clima de incertidumbre.

Utilizando el concepto de fenómeno religioso de Durkheim nos centramos en las funciones


que los fenómenos religiosos cumplen a nivel social: identidad, transmisión de una memoria históri-
ca y tradición y construcción de significados mediante la mezcla de creencias religiosas y deportivas.
Para dar cuenta de esto se han realizado hasta la fecha dos entrevistas semiestructuradas, cabe aclarar
que no serán las únicas pues apenas está iniciando la investigación que culminara en la escritura de
22
Como las creencias religiosas, el conocimiento de la historia del equipo y del municipio.
23
O bien todo aquello que haga referencia al equipo y al municipio como el escudo y los colores.
24
El usar y comprar todos los objetos con el escudo y el color del equipo, como tatuajes y banderas, la compra de
boletos, reunirse con los amigos para ver el juego y el intercambiar información sobre el equipo.
25
Fueron los panistas los que intervinieron en año electoral para que el equipo león no se vendiera (Núñez, 1999).
26
Recordemos el acuerdo firmado por el presidente del equipo León F.C con la compañía hermanos Batarse ante
la salida de Caja Popular Mexicana y que el principal accionista del equipo es el grupo CARSO (Saucedo, 2014).
27
Para el 40 aniversario del equipo, se hizo una playera especial con el escudo de la ciudad.

CAPÍTULO xii 1289


una tesis de licenciatura.

Por razones de confidencialidad se usa la letra C y N para referirnos a los entrevistados. C


tiene 30 años, nació en los Ángeles California pero toda su vida la ha pasado en León. Es dueño de
un local de películas de cine de arte. Gracias a su amplio conocimiento del equipo, ha publicado un
libro y mantiene contacto con algunos ex- jugadores y directivos del equipo. N tiene 21 años, estudia
Antropología Social en la universidad de Guanajuato. Antes de entrar a la UG jugó semiprofesio-
nalmente con el equipo León. Es aficionado al equipo desde su nacimiento, afición heredada por su
padre.

Como ya se ha dicho nos interesan las características de los fenómenos religiosos: la memo-
ria histórica, la pertenencia a una comunidad, la tradición y con esta, los significados. Entendemos
que los elementos tradicionales se relacionan con la forma en que la afición es transmitida tanto por
padres como por abuelos, al respecto N señala “es algo que desde chico me lo inculcó mi papa, él
también es fanático del futbol y es un gusto que adquieres desde niño, yo me enseñé a caminar con
un balón, desde niño entrenaba, jugaba en equipos y estuve a punto de jugar profesionalmente pero
decidí seguir estudiando”.

La memoria tiene que ver con la historia, pues la historia de la ciudad ha configurado la
identidad histórica del equipo León, N cree que esto es fundamental para su fidelidad al equipo:
“en mi caso que conozco de donde surgió, pues me hace sentir parte de la historia de la ciudad, que
surge con el curtidores que es la industria importante en la ciudad, vas identificándolo con esas
cosas y te hace sentirlo parte de ti, de tu identidad como leonés donde está presente el equipo”.
La memoria identitaria se relaciona con la curtiduría, proceso productivo característico de esta
ciudad.

En el caso de C, la memoria se relaciona con las figuras futbolísticas y sus hazañas pues eran
algunos jugadores quienes ganaban los partidos y no el equipo en su conjunto: “del deporte que en
apariencia era de conjunto, eran dos o tres las figuras que resolvían los partidos, los campeonatos,
los momentos, era el centro-delantero que está desapareciendo y el 10 que ya desapareció, recuerdo
a Riquelme y a Toti”.

La memoria y la transmisión familiar constituyen el gusto o la pasión por el equipo, figura


sagrada que representa a la comunidad Leonesa porque una de las formas populares de reconocer al
equipo león, es con el apodo de “panzas verdes” C dice “así se le conoce al leones, como el panza
verde, porque por todas las entradas de la ciudad había lechugueros que traían su mandil pintado de
verde pues se limpiaban las manos de las lechugas, mientras en el centro, estaban los de los quími-

CAPÍTULO xii 1290


cos que pintaban las pieles y también se limpiaban en el mandil, entonces desde la entrada hasta el
centro, había panzas verdes”.

Sin embargo, parece ser que la afición por el equipo rompe la frontera de la ciudad pues se-
gún C “escuchas en el estadio acentos que no son de la ciudad de león, porque hay acentos distintos,
hay un acento distinto en Xichú, otro en Salvatierra, en tierra blanca, y les preguntas y realmente
vienen de Xichú, de Salvatierra o Tierra Blanca. Entonces no es un equipo que represente a una ciu-
dad, es un equipo que representa a un estado, a una región”.

Así como los esmeraldas representan un estado, la afición también clasifica la otredad, N nos
cuenta como ven las barras bravas esmeraldas a las otras porras: “para un barra brava, ver alguien
con otros colores, es el otro, ese ya no es de los míos, tienes que cuidar el territorio dicen (…) en
sentido de que no van a venir a decir o a ganarte en cantar, en apoyar, tienes que demostrar que eres
mejor haciendo eso, y no pueden venir a invadir tu territorio y es cuando se dan los pleitos, porque
tienes que hacer respetar tu territorio, no dejar que vengan a ofender tus colores aquí en tu estadio,
en tu ciudad”.

Pero no solo el equipo León o Los Esmeraldas generan una identidad, en momentos deter-
minados parece ser que borran las diferencias sociales y hace que los hinchas comulguen en torno a
lo sacro: La Fiera, N: “ves a la gente y aunque no los conozcas, todos te abrazan, te saludan, cantas
junto con ellos, cuando ven que vas con sus colores, se unen, se identifican. Gente que en tu vida has
visto o volverás a ver se reúnen en torno a eso, me ha tocado salir a otras partes y ves esto”.

Un momento clave para la unión de los aficionados es el gol, pues uno solo define el triunfo
o el fracaso, por esto C señala que “si vas solo abrazas al de a lado, no sabes cómo se llama o si tiene
alguna enfermedad, tú lo abrazas porque estás sintiendo el mismo orgasmo que tu sientes, porque el
gol es el orgasmo del futbol”.

Si bien es cierto que las victorias unen, el costo de los boletos separa, C y N concuerdan que
dentro del estadio existe una división de clases sociales, pero sobre las diferencias sociales, lo que
une a la mayoría de los leoneses, es su fidelidad por el equipo, N opina que “un equipo es parte de ti,
no es de ya no le voy a ir, ahora a este, no. Siento que no funciona así. Cuando de verdad le vas a un
equipo es como a una novia o una esposa, no la puedes engañar, vas a serle fiel toda tu vida, tienes
que estar con él”.

Para C, la fidelidad es el estar siempre con el equipo, cuenta que desde pequeño
le tocaron las malas temporadas del equipo, le toco vivir el descenso o el infierno, sin
embargo, su fidelidad se mantenía “nos sabe más haberle ganado al correcaminos aquí en

CAPÍTULO xii 1291


casa, que el haberle ganado al América en su propia casa por goleada, ya queríamos salir
del infierno, ya queríamos respirar un poco…entonces, para ser fiel al León, hay que saber
sufrir, y disfrutar el sufrimiento”, sin embargo, detrás del disfrute del sufrimiento, C ve un
espectáculo, la principal motivación para ver los partidos y serle fiel a la fiera: “lo que pasa
es que se trata de un espectáculo, como pagas para ir a ver al futbol, pagas para ir a ver un
circo, solo que en este no hay un guion de por medio, no sabes el desenlace. A los de mi
generación nos han tocado más desgracias que dichas, si seguimos ahí con el León es por
algo… si tu equipo está bien, te sientes vivo, si tu equipo le va mal y no da una… te hace
saberte vivo”.

A cambio de esta fidelidad, se espera un buen desempeño de los jugadores, N mencio-


na que “la convivencia que tienen con la gente, es algo importante que no deben olvidar pues
gracias a la gente tienen su empleo, y para mi tienen que respetar esa parte, el tener contacto
con su pueblo, porque que la gente muchas veces deja de hacer otras cosas por ir a verlos”.

La importancia del equipo radica en la pasión y sacrificios que Los Panzas Verdes
hacen por su equipo, desde marchas hasta reclamos a los jugadores por su desempeño, al
respecto C nos cuenta una anécdota, “en alguna ocasión el León estaba jugando muy mal y
nuestro jugador estrella, El Negro Almirón estaba jugando pésimo, estuve acompañándolo
alguna vez y unos albañiles estaban esperándolo para golpearlo, le dijeron ¿Qué te pasa?
¡Juegas pésimo!, y el negro contesta, es que tengo problemas personales, ¡me importa un rá-
bano tus problemas personales!, dice el albañil, yo gasto el salario de toda mi quincena para
traer a mi familia, y te veo a ti en la hamaca, yo sé lo que cobras, ¿crees que no me da coraje?,
dejo de comer para venir a verte y no cumples tu deber. A partir de ahí, El Negro empezó a
jugar muy bien y se expresó mejor de la afición al León, porque dice, esta no es una afición
de focas amaestradas, es una afición que paga y exige por lo que está pagando, ya no importa
el resultado sino que haya entrega en la cancha, y si hay entrega hay apoyo”.

Pero ¿por qué es tan importante un equipo de futbol?, nuestros entrevistados respon-
den, C: “El futbol es un distractor de la realidad, la vida está muy mal hecha, durante dos
horas vemos que la vida mejora, el problema se contextualiza en un rectángulo, si tienes un
problema familiar, social, económico, se lo dejas a 22 hombres que corren tras un balón”; por
su parte N señala, “porque te sientes libre, te sientes bien, estás en tu mundo y es algo que la
gente hace por estar bien consigo mismo, yo pienso que por eso sacrifican otras cosas, porque
eso que estás haciendo es algo que a ti te llena, te da alegría, todos los problemas de la vida
están concentrados en esos 90 minutos, es eso para mí, la alegría y tranquilidad de estar en
un partido”.

CAPÍTULO xii 1292


Conclusiones

La afición al equipo León es una parte importante en la vida de los leoneses, esto se manifies-
ta en el interés por conocer la historia, en el disfrutar los partidos, y en los significados que motivan
el apoyo y fidelidad al equipo: el disfrute, el alejarse de los problemas, el pertenecer a una comuni-
dad histórica, todo esto como resultado de una transmisión familiar, de un conocimiento histórico.

La síntesis de elementos religiosos y seculares queda manifiesta en el significado que le dan


a hechos como el descenso o el infierno, y el ascenso como resultado de la bendición de Benedic-
to XVI, ambos hechos vividos con tal pasión manifiesta en las marchas que a modo de profesión
religiosa, defendían o celebraban a su tótem, el León, ese animal mítico que representa al obrero
curtidor y al lechuguero, ambos panzas verdes que dan testimonio de lo que significa nacer, vivir y
pertenecer a La Villa León de los Aldama.

Por último, señalamos que la importancia de rescatar los significados personales y la trans-
misión de una memoria histórica, como parte de las nuevas formas de religiosidad, recae en la
fusión de dos ramas sociológicas: la deportiva y la religiosa, abriendo posibilidades para la
comprensión y la explicación de las motivaciones afectivas en los hechos sociales per sé, en
contraposición a las perspectivas que reducen a la religión y al futbol a simples instrumentos de
dominación o mercancías.

Nuestra investigación se centra en el estudio de fenómenos sociales como si fueran


fenómenos religiosos, categorizándolos como seculares pues es en este ámbito donde tienen
su origen, buscando dar cuenta de cómo lo religioso habrá de entenderse, ya no desde lo ins-
titucional, sino desde lo funcional a nivel social para entender la complejidad de los cambios
sociales y de las formas diversas en que los actores responden a esta complejidad construyendo
significados igual de complejos para responder a un clima de incertidumbre generalizado.

CAPÍTULO xii 1293


Obra citada

Albañil, C (2012). “¡Como héroes! Ovacionan miles a jugadores que lograron el ascenso”. Periódi-
co A.M, 14 de Mayo de 2012. 15 p.1
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De La Torre, R., Zúñiga, Gutiérrez C. (2005). “La lógica del mercado y la lógica de la creencia en la
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Mora, R., J. (2002). “Nuevas prácticas mágico-religiosas: itinerarios de consumo y construcción
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CAPÍTULO xii 1294


Obra citada de Internet

Gonzales G., C. (2015). “Lechugueros y Panzas Verdes el verdadero origen”. Recuperado enhttps://
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Saucedo, J. (2014, Noviembre, 19) “Grupo Pachuca cumple este miércoles cuatro años al frente
del León” en ESPNDeportes.com. Consultado el 20 de Noviembre de 2015 en http://www.
espn.com.mx/news/story/_/id/2234053/grupo-pachuca-cumple-este-miercoles-cuatro-anos-
al-frente-del-leon

Entrevistas

Entrevista realizada a C, el 23 de Junio de 2015, León Guanajuato


Entrevista realizada a N, el 7 de Julio de 2015, León Guanajuato

CAPÍTULO xii 1295


IDENTIDAD Y TERRITORIALIDAD SIMBÓLICA.
DISCUSIÓN MULTIDISCIPLINARIA DE LOS
CONCEPTOS DE AUTOADSCRIPCIÓN Y
HETEROADSCRIPCIÓN EN CONTEXTOS
CULTURALES
CoordinadoraS
Maricruz Romero Ugalde

María Gabriela Luna Lara

CAPÍTuLO xIII
IDENTIDAD Y TERRITORIALIDAD SIMBÓLICA.
DISCUSIÓN MULTIDISCIPLINARIA DE LOS
CONCEPTOS DE AUTOADSCRIPCIÓN Y
HETEROADSCRIPCIÓN EN CONTEXTOS
CULTURALES
CoordinadorAS
Maricruz Romero Ugalde

María Gabriela Luna Lara

Todas las sociedades y las culturas, lejos de afirmar una identidad sustancial, la someten a
una acción parecida a la de un pilón, que hace estallar su contenido, como la identidad, en
una multiplicidad de elementos; esta multiplicidad es enseguida reconstruida de diversas
formas según las culturas consideradas. Una manera de reconocer esos procesos pasa por
la construcción de referentes territoriales simbólicos donde las prácticas y las narrativas
se constituyen y son constituyentes de referentes sociales significativos para los grupos que
los comparten.

Las posturas teóricas que alimentan los presentes trabajos reconocen la gran complejidad
en la definición de identidad así como acogen la crítica al sustancialismo y al relativismo
radical, sin embargo la consideran dotada de una realidad empíricamente observable
dentro de un contexto social determinado y cambiante en el tiempo, tanto en el calendario
social como en el del individuo.

CAPÍTULO xiii 1297


Ideología e Identidad: el uso simbólico del espacio

Raúl Carlos Aranda Monroy1

Resumen: En este trabajo se muestra la importancia que tiene la ideología y la identidad para
ordenar el tiempo y el espacio. En este caso, la aproximación metodológica considera que
el conocimiento del medio ambiente natural permite la construcción de diversas estrategias
culturales mediante las cuales se logra la apropiación simbólica del espacio permitiendo así
jerarquizar en la relación sociedad y la naturaleza. Se considera que el espacio adquiere una
relevancia de carácter ideológico cuando la sociedad integra a su vida cotidiana su conocimien-
to del medio ambiente como fundamento mítico-religioso al trasformar el espacio en sagrado,
cambiando así la percepción de su entorno y creando lugares de culto, cuyo papel principal es
la de propiciar actividades rituales que mantienen correspondencia con los sistemas de creen-
cias. El estudio de las formas para la apropiación del espacio involucra conceptos como son la
cosmovisión, la ideología y la identidad. Combinar elementos del mundo natural con la vida
de la comunidad proporciona sentido de colectividad y la cosmovisión compartida articula las
relaciones sociales generando identidad.

Palabras clave: Ideología, identidad y religión.

Summary: In this paper the importance of ideology and identity to order time and space shown.
In this case, the methodological approach considers that knowledge of the natural environment
allows the construction of different cultural strategies through which the symbolic appropria-
tion of space is achieved by allowing rank in the relationship between society and nature. It
is considered that the space acquires a relevance of ideological character when the company
integrates into their daily lives their knowledge of the environment as mythical-religious foun-
dation to transform the space sacred, thus changing the perception of their environment and
creating places of worship, which main role is to promote ritual activities that correspond with
belief systems. The study of forms for the appropriation of space involves concepts such as
worldview, ideology and identity. Combining elements of the natural world with the life of the
community provides a sense of community and shared worldview articulated social relations
generating identity.

Keywords: Ideology, identity and religion.

1
Instituto Nacional de Antropología e Historia; Escuela Nacional de Antropología e Historia. Email: raul_aran-
da@inah.gob.mx

CAPÍTULO xiii 1298


Introducción

Este trabajo se refiere al estudio de la relación entre sociedad y naturaleza mediante los
conceptos de cosmovisión e ideología y su nexo con la ideología y a identidad en Mesoamé-
rica. Considero que para la apropiación simbólica han existido y existen diversas estrategias
culturales que podemos observar en el uso colectivo del espacio. Como resultado de este pro-
ceso, la expresión social queda inmersa en los procesos de cambio y continuidad culturales, por
tal motivo, se aborda una problemática específica que se refiere al estudio de las condiciones
socio-históricas dentro de un amplio marco como lo es la reelaboración simbólica que ocurrió
durante la historia de Mesoamérica. Se recurre a la utilización de un enfoque interdisciplinario
para impulsar la investigación de fenómenos sociales tales como la resistencia y la identidad
culturales bajo una temática general.

Algunas notas acerca de la cosmovisión y la ideología

Los conceptos de cosmovisión e ideología han sido utilizados por lo general para el
estudio de la religión, del ritual y del mito, considerando que éstos no se sustituyen, por el
contrario, se complementan y nos permiten acceder a las estructuras del comportamiento y del
pensamiento humano. Cuando nos referimos a los sistemas de creencias y de representación
simbólica nos situamos en el ámbito de la religión mesoamericana, la cual se refiere al conjunto
de creencias que “a la vez que explican la realidad le dan sentido al mundo natural, fenomeno-
lógico y también a su contraparte, al mundo sobrenatural” (Aranda, 1996).

La religión como un concepto muy amplio abarca una serie de actividades de conteni-
do ritual y simbólico. Desde el punto de vista de la antropología, la religión se puede definir
como una institución histórico-social sujeta a los procesos de cambio y continuidad, es decir,
que se trata de una transformación cultural de carácter ideológico (Aranda, 1996). Al respecto,
Johanna Broda (1991) afirma que el concepto de religión constituye una categoría global más
amplia que la cosmovisión o la ideología y que se refiere a todo fenómeno religioso así como a
la organización ceremonial. Desde este punto de vista, la religión abarca instituciones, actos,
creencias y no solamente ideas. Durante la época prehispánica, la religión ha sido observada
como un sistema de representación simbólica y de acción, y estuvo basada en una concep-
tualización coherente de las relaciones entre los hombres así como de éstos con la naturaleza
(Broda, 1991, p. 466).

En el llamado proceso religioso mesoamericano (Diehl, 1987; Báez-Jorge, 1988) se

CAPÍTULO xiii 1299


incluyen una serie de transformaciones y continuidades en la constante interacción de diversos
elementos culturales afines entre sí. Representa el fenómeno humano que se concreta en creen-
cias sobre la existencia de seres sobrenaturales (Diehl, citado por Aranda, 1996). Es expresión
de la sociedad y forma parte de su vida colectiva (Broda, 1982c), por lo tanto, la religión mesoa-
mericana, tuvo su base material en la realidad natural al igual que la cosmovisión, la ideología
y la identidad.

Otras nociones que forman parte de los estudios acerca de estos temas, se refiere a la
existencia de un sustrato religioso en común que compartían prácticamente todos los pueblos
mesoamericanos. Hace algunos años Alfonso Caso (1971), señaló que a pesar de las variantes
locales existía una sola religión mesoamericana y no varias. En este sentido, Alfredo López
Austin afirma que hubo sólo una religión rica en expresiones regionales y locales. Este autor
propone la existencia de un núcleo duro en el cual el mito es uno de los elementos fundamen-
tales para ordenar la pertenencia y la tradición en las relaciones sociales (López Austin, 2001).
Wigberto Jiménez Moreno (1972) apuntó que existía un sustrato religioso en común, pero la
discusión al respecto se ha continuado en trabajos recientes (Sprajc, 1996; Aranda, 1996) y des-
de diferentes enfoques. Sin duda, este tipo de estudios plantean problemas particulares acerca
de los diferentes significados que adquieren las formas religiosas durante el transcurso del tiem-
po (Kubler, 1972). En trabajos anteriores he señalado que no se trata de colocar al estudio de la
religión mesoamericana como un caso más de la historia de las religiones, sino que desde una
perspectiva antropológica, podemos utilizar otras metodologías y así incluirla en su contexto
espacial y temporal para aproximarnos al conocimiento de este amplio y flexible sistema de
creencias que incluía elementos de la naturaleza en el culto oficial (Aranda, 1996).

Por una parte, la arqueología ha proporcionado valiosa información acerca de los ele-
mentos religiosos a partir de su particular metodología mediante el estudio de los contextos
rituales y su relación con en el paisaje y nos muestra así los momentos de transición entre los
diversos horizontes culturales y la transformación del medio ambiente natural. Por su parte, la
antropología, ha enfatizado el estudio del ritual en el cual se incluyen los complejos sistemas
de representación simbólica que sirvieron como un lenguaje visual que logra transmitir imáge-
nes y símbolos en un intento por comprender los fenómenos del medio ambiente natural. Cabe
señalar que el uso ideológico del espacio se encontraba estrechamente ligado con la percepción
del entorno, de eta manera, el primer paso consistía en la observación exacta de la naturaleza y
esto permitía hacer predicciones y orientar el comportamiento social.

En este sentido, el papel de la ideología era el de establecer el nexo entre el sistema


de representación simbólica que es la cosmovisión y las estructuras sociales y económicas de

CAPÍTULO xiii 1300


la sociedad, cuya función fue la de legitimar y justificar el orden establecido (Broda, 1995, p.
18). La ideología está presente en la sociedad a través de diversos mecanismos y se observa en
diversas estrategias, generalmente se comunica mediante un lenguaje simbólico.

Jacques Galinier (1990) señala que “los rituales poseen la capacidad de integrar aconte-
cimientos espacio temporales en un todo funcional, donde los ritos aparecen como dispositivos
nemotécnicos” (Galinier, 1990, p. 28). Éstos son repetitivos y los grupos expresan su universo
simbólico en cuya organización existen importantes conceptos como el de la reciprocidad. Otra
de las funciones del ritual es la de resaltar la importancia de algunos aspectos de la organización
social, es un acto social que afirma lo que se percibe colectivamente, incluyendo a su medio
ambiente. El ritual representa un complejo sistema de elementos que interactúan entre sí, por lo
que el extraer un solo elemento fuera de este sistema carecería de sentido. Si aislamos un rito
de su contexto social, se pierde su significado, puesto que también genera vínculos comunes
para la identidad del grupo (Castillo, 1996). Para Edmund Leach (1989), el ritual debe verse
como un conjunto estructurado inmerso en la sociedad. De acuerdo con Evon Vogt (1983) los
rituales mesoamericanos “representan transacciones simbólicas entre hombres y dioses, utili-
zando metáforas para expresar y regenerar los principios básicos del universo natural” (Vogt,
1983, p. 13). En un momento existe una transmisión de normas y valores y en otro, de signifi-
cados emocionales. Es precisamente este punto el que nos permite acceder al conocimiento de
un espacio sagrado, en el cual, los lugares de culto definen aspectos de subordinación hacia las
divinidades o seres sobrenaturales. En estos lugares el ritual comunicaba mensajes reforzados
con acciones básicas para la supervivencia colectiva (Leach, 1989, p. 14).

La apropiación simbólica del espacio

En el México prehispánico sin duda existieron diversas estrategias para controlar y explotar
los diferentes recursos naturales. En este proceso de apropiación del espacio la observación de la na-
turaleza, la cosmovisión y la ideología recurrían en muchas ocasiones al mito. Éste adquiría sentido
mediante su proyección en el paisaje, es decir, en puntos destacados de la geografía mediante la
conformación de lugares de culto, en donde la sociedad aseguraba su continuidad histórica y en los
cuales el ritual encontraba escenarios ideales. Estos lugares se encontraban marcados mediante dife-
rentes tipos de señales, en algunas ocasiones con estructuras arquitectónicas orientadas hacia puntos
específicos en el horizonte marcando determinadas fechas del año; “estaban señalados adicional-
mente por piedras labradas, “maquetas”, petroglifos y/o esculturas talladas en la roca conformando
un paisaje visual lleno de significado. Este simbolismo de los lugares de culto no estaba desligado

CAPÍTULO xiii 1301


del medio ambiente sino que incorporaba numerosas observaciones exactas sobre las condiciones
geográficas, geológicas, el clima y la hidrología de estos puntos destacados del paisaje” (Broda,
1991, 1995, p. 83).

En términos míticos, el conocimiento del espacio permitía recrear en regiones apartadas las
condiciones de origen de la memoria colectiva, esto orientaba las actividades de la comunidad y su
relación para con la naturaleza. Ésta proporcionaba los elementos básicos que se utilizaban en las
estrategias que pretendían satisfacer las necesidades básicas, actividades de subsistencia mediante
las cuales la sociedad se apropiaba, además de forma simbólica del espacio.

El enfoque utilizado para este tipo de estudios acerca de la relación sociedad y naturaleza
propone que la finalidad consiste en proyectar hacia el futuro la experiencia humana, a partir de
anclarla en el pasado, siempre ligada al espacio. Como ejemplo tenemos al mito cosmogónico, que
es entendido como una historia sagrada, es decir, como el relato del primer acontecimiento que tuvo
lugar en el tiempo primordial. Así se explica por qué en el mito el hombre y los demás seres son
como son y porqué siguen un determinado comportamiento: le dice al hombre cuál es el sentido de
su vida. “Esta narración, sea oral o escrita, no emplea un lenguaje común, conceptual, sino un len-
guaje simbólico, porque es la expresión de una realidad percibida intuitivamente, de una vivencia
religiosa del mundo y, por tanto, esencialmente emocional y valorativa, que no puede comunicarse
sino a través de símbolos” (de la Garza, 1990, p. 60).

Joseph Campbell (1991), apuntó que en este discurso ideológico el mito expresa transforma-
ción, señala el camino que se debe seguir en un momento de crisis. De esta manera, los mitos pasan
de ser la búsqueda y de expresar el sentido de la vida a ser la experiencia de la vida. Los mitos son
metáforas de la potencialidad colectiva y vinculan a la naturaleza con el mundo social. Campbell
citó como ejemplo aquellos mitos de sociedades agrícolas que estaban enfocados en el orden social
para alcanzar la estabilidad y supervivencia colectiva, vinculando a la sociedad con la naturaleza
y con el mundo sobrenatural. En este sentido en los mitos existía una estrecha vinculación con la
observación de la naturaleza, el punto de partida para el ritual fue la observación y una de sus prin-
cipales motivaciones subyacentes era la de controlar las manifestaciones contradictorias de estos
fenómenos mediante los ritos.

Campbell señaló la importancia de la experiencia colectiva como parte de la identidad del


grupo, ésta experiencia incorpora la presencia de héroes míticos que ponen en práctica la enseñanza
de la teoría religiosa, marcando la transformación cultural en la sociedad. Durante la vida se conoce,
se aprende, se adquiere y se descubre lo que se desconocía, el mito es tan poderoso que muestra al
hombre los peligros del mundo y expresa los temores de la comunidad; tiene que ver con el orden de

CAPÍTULO xiii 1302


la sociedad y con su naturaleza (Campbell, 1991, pp. 183-197). Debemos considerar la posibilidad
de que en los lugares de culto se verificara el mito, de que se repitiera el acto de creación de manera
simbólica, se lograba así un aprendizaje y se establecía comunicación, mediante el ritual, con las
divinidades. La fuerza de la creación, la fuerza de la vida se consume, se rompe, o se suprime me-
diante la acción del hombre (Campbell, 1991, p. 206). Así a través de la ideología se expresaban los
distintos niveles de la experiencia humana.

Mediante imágenes y símbolos se personifican el tiempo y el espacio, es decir, el misterio


revelado que está más allá de la vida cotidiana, apunta a la vida y la muerte asociadas con las partes
del mundo que rodean a los hombres, es el misterio de la generación de la vida, el acto cósmico
entendido como algo sagrado, por ello, las imágenes predilectas que representan a este acto de trans-
misión de la energía vital son los poderes masculino y femenino en conjunción creativa y recreativa,
que provienen “de lo que está más allá del ser y el no ser. A la vez es y no es. Ni es ni no es. Está
más allá de todas las categorías del pensamiento y la mente” ... “en el sentido último de las cosas,
no hay ni una cosa ni la otra” (Campbell, 1991, pp. 240-254). Este ejemplo se puede aplicar a la
conjugación del espacio y tiempo. El espacio representa la totalidad, el aspecto temporal consiste en
el movimiento, el ir y venir; ésta es la utilización del espacio. De modo que al observar la naturaleza
e identificarse con ella se regresa a los principios vitales, es la vida en movimiento, es una forma de
aprender socialmente y generar identidad. Para eso servía el ritual, como representación del mito,
participando en el ritual se experimenta la vida y se conoce el mito y es desde esa participación como
se generan formas para la apropiación y el ordenamiento del espacio.

Sin duda, los lugares de culto ubicados estratégicamente en el espacio sagrado de las co-
munidades abarcaron un amplio aspecto simbólico, eran expresiones ideológicas que articulaban el
mundo natural dentro de un sistema económico y político, su presencia permitió mantener vigente
la coherencia de las nociones acerca del mundo que los rodeaba. La ideología y la identidad son im-
portantes categorías para el estudio de la reproducción cultural ya que sus manifestaciones facilitan
la continuidad durante largos períodos de tiempo, pero además, los mecanismos y estrategias que
de ellos se derivan dan otorgan sentido al aspecto social, es decir, que forman parte del aprendizaje
colectivo.

Al parecer, la intensión de conformar lugares de culto en escenarios naturales obedeció,


por una parte, a la necesidad de mantener un vínculo entre el hombre y su pasado, es decir, con el
origen y por otra, como una estrategia para articular a la comunidad con su medio ambiente del cual
obtenían diversos productos que permitían la supervivencia colectiva convirtiendo esta práctica en
expresión social de lucha y adaptación a un medio ambiente que en algunas ocasiones era suma-
mente hostil. Este enfrentamiento propició la formación de estrategias compartidas, logrando así la

CAPÍTULO xiii 1303


integración del hombre con su medio ambiente bajo un esquema económico y religioso en común
(Aranda, 1996).

Los elementos geográficos como son la presencia de lagos, islas, manantiales, ríos, cerros,
montañas, barrancas, bosques, acantilados, grandes peñas, rocas y cuevas, al pie de cerros y vol-
canes, llegaron a influir en gran medida en las formas de organización socio-económica y política.
Bajo estas condiciones, la relación entre la sociedad y la naturaleza requería de lugares de culto en
los cuales se hizo factible una interpretación acerca del medio ambiente que los rodeaba al observar
y enfrentar desde ellos los cambios climáticos o eventos naturales que ocurren en la naturaleza. La
integración de estos centros dentro de un contexto más amplio en el paisaje proporcionaba la con-
ceptualización de centros a partir de los cuales se podía realizar el conocimiento del mundo, así la
observación de la naturaleza permitía situar y conformar nuevos lugares.

En estos lugares se realizaban ritos y ceremonias dirigidas a los señores sobrenaturales, ex-
presándoles de esta manera su reconocimiento de superioridad y sumisión, solicitándoles el sustento
de la vida (Barba de Piña Chan, 1989, p. 247). En este proceso de interacción con las fuerzas de la
naturaleza, mediante la ideología, la comunidad fortalecía su estructura sociopolítica. En esta visión
jerarquizada y estructurada del cosmos, la religión, mantuvo un amplio trasfondo filosófico, la con-
cepción mesoamericana acerca de la vida y la muerte se inscribía dentro de las manifestaciones de
la naturaleza como son la creación y la destrucción, conceptos de complementariedad y cambio.

Consideraciones finales

Este tipo de estudios nos permite observar cómo se ha logrado la apropiación simbó-
lica del espacio en diferentes momentos históricos, pero también, a través de este aprendizaje
conocemos que los lugares de culto nos muestran los fenómenos de cambio y continuidad, per-
manencia y transformación del espacio. Ante un proceso de cambio por imposición, se genera
un fenómeno de resistencia, situación fundamental en los procesos identitarios. De esta forma
se pudieron generar nuevas identidades, nuevos sistemas de creencias y de representación sim-
bólica que pueden ser compartidos. Hace ya algunas décadas. Podemos considerar que en la
interacción cultural donde prevalece una fuerte situación de dinámica y en la que existe cierto
tipo de condiciones ambientales que comparten las comunidades, muchos elementos culturales
pueden mantener una continuidad asombrosa.

Los lugares de culto evidentemente tuvieron un carácter polivalente y multifuncional,


su ubicación estratégica dentro de contextos específicos me han permitido proponer algunas

CAPÍTULO xiii 1304


explicaciones acerca de éstos. Formaron parte de los sistemas de creencias en los cuales la na-
turaleza ocupaba el lugar central, ya que a través de ésta, el hombre mantiene un diálogo con
las divinidades; eran la representación material de la relación entre la sociedad y la naturaleza,
entre la historia y la vida social.

En este trabajo consideré que la ideología y la identidad son importantes categorías


que articulan e integran a la sociedad con la naturaleza, logrando así el importante objetivo
de la reproducción cultural a partir de un lenguaje visual, entendido éste, como una estrategia
que liga a la sociedad con el medio ambiente. En este proceso social se observa la disposi-
ción al cambio entre las partes que actúan, es decir, que la sociedad se integra y apropia del
espacio y da forma al tiempo mediante una relación de reciprocidad en la cual se aceptan,
tanto las condiciones predominantes de la naturaleza como las características culturales de
la comunidad. En este lenguaje visual, la ubicación de lugares de culto en el paisaje cumplió
con diferentes objetivos que adquirieron con el tiempo diferentes matices. Podemos observar
la importancia de tomar en cuenta a la religión, el ritual y el mito como expresiones de cam-
bio y continuidad culturales. La identidad suele ejemplificarse mediante la interpretación de
las evidencias materiales de tipo ritual, de manera que esta información es tomada en cuenta
como un importante elemento que señala los aspectos dinámicos y flexibles en los fenóme-
nos sociales. La naturaleza, vista como escenario de estudio donde ocurren las relaciones
sociales, es ligada con la historia mediante la articulación de las comunidades que a su vez se
encuentran sujetas al cambio cultural.

CAPÍTULO xiii 1305


Obra citada

Aranda, R. C. (1996). Religión mesoamericana durante el Preclásico: las evidencias arqueoló-


gicas y su interpretación, tesis de Maestría en Historia y Etnohistoria, Escuela Nacional
de Antropología e Historia, México.

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CAPÍTULO xiii 1306


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CAPÍTULO xiii 1307


Elementos fundamentales de la construcción
identitaria: territorialidad y poder

Guizzela Castillo Romero2


Resumen: La intención de esta ponencia es presentar una línea de interpretación teórica-meto-


dológica acerca del estudio de la territorialidad y el poder como elementos fundamentales de la
construcción identitaria de las comunidades indígenas, en las cuales los grupos dominantes crean
y recrean los significados del territorio bajo el ejercicio del poder, legitimando un nuevo discurso
histórico lleno de acontecimientos que une su pasado con su presente. En la distribución de su
espacio y en sus objetos materializan ese nuevo discurso lleno de imágenes plásticas que sirve para
conformar un sistema unificado de creencias y valores, que norman el comportamiento social. El
apoyo de la memoria colectiva es una pieza clave ya que ésta sustenta la cosmovisión comparti-
da, en ella se incluye un lenguaje visual en donde los elementos naturales en especial las grandes
montañas, los ríos, barrancas, manantiales hacen referencia a una significación del espacio. La
configuración del territorio estaba íntimamente relacionada con esta memoria colectiva unida a una
identidad a una red de relaciones de parentesco cultural. Este sentido de pertenencia es tan fuerte
que, a pesar de la llegada de los españoles y de la creación de nuevas instituciones sociales, perduró
y aún podemos encontrarla en la significación del espacio.

Palabras clave: Territorio, poder, identidad.

Summary: The intention of this paper is to present a line of theoretical and methodological inter-
pretation on the study of territoriality and power as key elements of the identity construction of
indigenous communities, in which the dominant groups create and recreate the meanings of the
territory under the exercise of power, legitimizing a new historic speech full of events that links its
past with its present. In the distribution of its space and its objects they materialize that new images
full of plastic used to form a unified system of beliefs and values that govern social behavior system
speech. The support of the collective memory is a key player because it supports the shared worl-
dview her visual language is included where natural elements especially the big mountains, rivers,
canyons, springs refer to a significance of space. The configuration of the territory was closely

2
Colegio de Humanidades y Ciencias Sociales. Academia de EstudiosSociales e Históricos de la Universidad
Autónoma de la Ciudad de México. Email: guizzela.castillo@uacm.edu.mx

CAPÍTULO xiii 1308


related to the collective memory attached to an identity to a network of cultural kinship relations.
This sense of belonging is so strong that, despite the arrival of the Spaniards and the creation of new
social institutions, persisted and can still be found in the significance of space.

Keywords: territory, power, identity.

Introducción

Escribir acerca de Teotihuacan es como recorrer casi todos los trabajos de los arqueólogos
formados en la Escuela Nacional de Antropología e Historia. Los temas y problemas que se han
abordado son diversos y enriquecedores, analizados desde diferentes enfoques, resaltando siempre
aspectos que conformaron a la sociedad teotihuacana. Las investigaciones más recurrentes versan
acerca del Estado teotihuacano, la economía, la política y la religión, se han estudiado la relación
con otros sitios importantes de Mesoamérica y a veces fuera de ella. Se proyecta un mundo urbano
rector de muchos asentamientos humanos que se desarrollaron en el período conocido como Clá-
sico (200 d. C. al 650 d. C.). También se han abordado temas como la arquitectura, la distribución
espacial, la iconografía, el arte, entre otros. Es claro que se trata de un lugar inagotable de interpre-
taciones y sorpresas para los investigadores.

Esta dinámica en la investigación de Teotihuacan se da no sólo por su importancia sino por


los continuos hallazgos y datos que modifican, refutan o reafirma propuestas actuales o ya antiguas
que en su momento parecían no tener elementos suficientes que la sustentaran. La recientes síntesis
de los trabajos acerca de Teotihuacan editados por el Instituto Nacional de Antropología e Histo-
ria, la Universidad Nacional Autónoma de México (Instituto de Investigaciones Antropológicas,
Investigaciones Estéticas e Investigaciones Históricas), y por otra parte las discusiones actuales de
los mayistas, en las que incluyen temas como el contacto teotihuacano en el Clásico temprano en
el área maya, asimismo las nuevas propuestas de elementos mesoamericanos, sobre todo teotihua-
canos en la zona Andina y el Norte y Sureste de los Estados Unidos muestran una gama enorme de
propuestas por trabajar.

Investigadores como Jorge Angulo (1997), quien realizó una tesis doctoral acerca de El pro-
ceso de evolución cultural reflejado en su desarrollo urbano arquitectónico; los trabajo de Evelyn
Rattray (2001) acerca de la metodología Cerámica, cronología de las tendencias culturales de Teo-
tihuacan; las nuevas propuestas compiladas por Rosa Brambila y Noel Morelos; Rubén Cabrera,
Saburo Sugiyama (1991, 2003) con las aportaciones de sus nuevas investigaciones y hallazgos rea-
lizados en la Ciudadela, El Complejo Calle de los Muertos, el Templo de Quetzalcoatl, La Ventilla,
La Pirámide de la Luna; el Complejo Xalla, excavado por Linda Manzanilla, entre otros, muestran

CAPÍTULO xiii 1309


la riqueza de Teotihuacan, la problemática real en la investigación, pero sobre todo resaltan la im-
portancia del trabajo continuo de campo y una gama enorme de interpretaciones. Se podría decir
que se ha hecho “todo”, pero como apunta George L. Cowgill (2003), si se preguntara que falta por
hacer en Teotihuacan, la respuesta sería “todo” desde un mejor fechamiento cronológico, hasta ex-
plicar la relación de la economía y la ciudad en términos sociales. En este sentido me daré a la tarea
de hacer una propuesta en el que se resalta la importancia del uso ideológico del espacio, así como
de la cosmovisión que quedaron registrados en las ofrendas e iconografía de las pinturas murales
teotihuacanas, en la iconografía de la cerámica, en la traza urbana y la disposición espacial y en sus
grandes estructuras como elementos visuales transmisores de un mensaje, de una ideología, pero
también de una cosmovisión compartida por los grupos asentados en el Altiplano Central, y en las
regiones que compartían algunos elementos destacados de la cosmovisión, organización social o
política, las cuales muestran semejanzas de estilos o apropiaciones que se le ha llamado influencias,
interacción o dominio entre diversas regiones que presentan elementos similares del paisaje natural
y que fueron determinantes en el desarrollo cognitivo, cultural e histórico de estos grupos.

Algunas antiguas y nuevas interpretaciones de la cultura teotihuacana

Una de las interpretaciones más recurrentes en el estudio de las sociedades mesoameri-


canas es el que se aplicó en las Salas del Museo Nacional de Antropología e Historia en los años
70´s. Esta propuesta expuesta de manera didáctica responde a dos modelos. Uno en 1943 por Paul
Kirchhoff, en el cual se da mayor importancia a la pregunta dónde es decir, al espacio, así entonces
la creación de una superárea (Mesoamérica) constituida de área culturales, y el otro, fue presentado
por Román Piña Chan (1971, 1985) al que denominó Modelo de Evolución Social, en éste se daba
mayor importancia a la pregunta cuándo, al tiempo a la cronología. La unión de ambos modelos
acuño el concepto de Horizonte Cultural, en el cual se establecen diferentes etapas, períodos y fases
de desarrollo en cada una de las áreas que constituyen la superárea de Mesoamérica.

La discusión de los conceptos de cultura, civilización y sociedad también han sido recurren-
tes en las investigaciones del mundo prehispánico. Sabemos que uno de los pioneros en abordar la
discusión fue Gordon Childe, y posteriormente fue retomado por un gran número de arqueólogos
para diseñar sus proyectos y propuestas. Por otra parte, autores como William T. Sanders y Barbara
Price (1968) utilizaron el concepto de civilización dentro de un análisis que involucra diferentes
niveles de integración, se apoyan en un proceso de evolución o desarrollo en que vive un grupo y
que se puede dividir en diferentes etapas dentro de un procesos socio-económico. Este análisis se
inicia desde los estudios de la organización social, considerando a una familia como unidad mí-

CAPÍTULO xiii 1310


nima de integración, para posteriormente agruparse en bandas, tribus, jefaturas o cacicazgos, que
conllevan a una diferenciación social, hasta llegar, finalmente a un sistema de Estado. Aspecto
que representaba otro tipo de problemática por resolver. Estos investigadores recurrieron a este
modelo para explicar las sociedades de Preclásico Inferior (2500-1000 a. C.) y Medio (1000-
500 a. C.) y el Superior de (500 a. C.- 200 d. C.). Proponen que se trataron de organizaciones
en cacicazgos y argumentaron esta interpretación al realizar la comparación de las formas de
organizaciones de grupos actuales. Para este estudio se requirió tomar en consideración varias
esferas de la sociedad como son: la demografía y la organización social, para llevar a cabo di-
ferentes actividades que pueden aumentar o disminuir la producción de alimentos, artesanías,
tipos de construcción y por último estos autores tomaron en cuenta la interacción interna y
externa que estimulan los cambios y rupturas que quedaron registradas en las influencias con
otras culturas (Angulo, 1997, p. 64).

Jorge Angulo (1997) menciona que estos autores aplicaron este modelo a diferentes regio-
nes de México, para ello utilizaron otro factor importante, la interinfluencia cultural, para explicar
los contactos que se generaron entre éstas a través de migraciones o intercambios comerciales,
sobre todo entre la región del Golfo de México y el Altiplano Central para el Período Clásico. Se
percibe claramente que Teotihuacan durante la Fase Miccaotli, fue una civilización y muestra urba-
nismo.

La conclusión a la que llegaron Sanders y Price (1968), como lo anota Angulo (1997), fue
relevante para el estudio de Teotihuacan y otros sitios como Monte Albán, Copán, Tikal, Palenque,
Oxkintok, entre otros.

El problema de origen de las ciudades es entonces para nosotros, completamente


distinto de la civilización. Los procesos de civilización y urbanismo son frecuen-
temente correlativos, pero hemos intentado demostrar las circunstancias en las
que ocurren juntos y aquellas en que no. Civilizaciones urbanas y no urbanas
son de dos subtipos de una misma clase de fenómeno, mientras que urbanismo
implica civilización, al reverso no es verdad: La principal característica de ci-
vilización para Childe y para nosotros también, es la presencia de arquitectura
monumental… por lo que nosotros consideramos su clara implicación socioló-
gica… la presencia de tales remanentes nos permiten inferir con gran seguridad,
la estructura social de la cultura que la produjo” (Sanders y Price citados por
Angulo, 1997, p. 65).

Por otra parte Angulo (1997) apunta que no se pueden hacer estudios de un Período Clá-
sico sin tomar en cuenta las etapas que le anteceden, ya que considera que para realizar estudios

CAPÍTULO xiii 1311


de cualquier sociedad o cultura es indispensable entender el proceso social, ya que las sociedades
mesoamericanas del Preclásico explican, en gran medida, a las del Clásico, éstas a su vez, a las
del Epiclásico, y asimismo, éstas a las del Posclásico. Este autor propone el utilizar disciplinas
afines para el estudio e investigación de la sociedad teotihuacana, en su trabajo incluye el análisis
iconográfico, ya que éste define y enfatiza que toda expresión “refleja de manera consciente el
ámbito natural y cultural del contexto existente en el grupo cultural donde se produce, ya sea que
la expresión se hereda a través de las tradiciones ideológicas o que sean proyectadas como una vi-
sualización extensiva hacia el futuro” (Angulo, 1997, p. 13). Argumenta que Teotihuacan se inicia
por una coalición regional del Centro de México, constituida por diversos grupos etnolingüísticas,
señala que el grupo más numeroso pudo ser el que se ha identificado con la representación de la
serpiente emplumada. Prueba de su importancia y mayoría son los vestigios que hacen referencia a
Quetzalcoatl (El Templo de Quetzalcoatl, las alfardas de la subestructura 40ª, en el Macro conjunto
Calle de los Muertos) (Angulo, 1997, p. 18).

Este autor llama Etapa de Transición, a las Fases Miccaotli y primera Fase de Tlamimilol-
pa (200-300 d. C.) con un gobierno pluricultural. Teotihuacan llega a su madurez y expansión en
las fases conocidas como Tlamimilolpa y Xolalpan (300-650-700 d. C.). En la periferia y lugares
lejanos la cultura teotihuacana logró imprimir su sello en ideas, estilos, modas, una serie de rasgos
culturales como Kaminaljuyú, Xelhá en el área Maya; el Tajín en el Golfo de México; Cholula, en
el área Central y Monte Albán, en Oaxaca. Argumenta que en la fase Metepec (700-750 d. C.), se
da la decadencia y colapso en la gran urbe. Las causas posibles, de acuerdo con Angulo fueron: la
presencia de una gran cantidad de población, con ello una estrechez urbana, unido a esto un exce-
so de impuestos o tributo exigidos por un gobierno totalitario, además de un enorme descontento
social provocando un verdadero caos interno. Las sobreposiciones arquitectónicas muestran un
empobrecimiento en tiempo y material dedicados a ellos, carente de motivos pictográficos rasgo
característico de esta ciudad. Hay que agregar que no sólo las causas internas provocaron el co-
lapso teotihuacano, también los movimientos de ciudades regionales que reclamaban la autonomía
como el caso de Xochicalco.

Otra propuesta interesante es la de Evelyn Rattray (2001), resultado de veinte años de tra-
bajo continuo. Esta investigadora describe que el objetivo inicial de su proyecto fue refinar la cro-
nología teotihuacana, correlacionando loas rasgos arquitectónicos, los talleres, los enterramiento,
etc. Su trabajo estaba inscrito en el proyecto Teotihuacan Mapping Proyect de René Millón (1973),
sin embargo, aclara Rattray que sus estudios no hubieran sido posibles sin el apoyo de los pioneros
en la incursión ceramista como Manuel Gamio, Eduardo Noguera, Sigvald Linné, Ignacio Marqui-
na, Ignacio Bernal, Jorge Acosta, Román Piña Chan, Laurette Sejourné y Carmen Cook. Rattray

CAPÍTULO xiii 1312


apunta que una cronología sólida para el sitio de Teotihuacan es fundamental para relacionar a esta
importante ciudad con otras regiones, como la Costa del Golfo de México, el área Maya, Oaxaca,
etc., sobre todo, para comprender la interacción ordenada en el tiempo. De acuerdo con sus resul-
tados propone que “en la Pirámide del Sol existe un cuerpo o terraza que se construyó en tiempos
e la fase Miccaotli. Sin embargo, los materiales de la Fase Tlamimilolpa tardio, Xolalpan y Me-
tepec, son tan escasos que pueden representar el posterior uso ceremonial de la Pirámide del Sol”
(Rattray, 2001, pp. 40-41). Esta autora anota que existen diversos problemas a los que se enfrenta
un investigador en Teotihuacan, el más importante, es considerar que el relleno es redepositado
constantemente, por lo que éstos son mixtos.

George Cowgill (1989, 2003) realiza otra propuesta interesante, señala que la ciudad de
Teotihuacan es una muestra del poder del Estado y lo ejemplifica sobre todo en la Ciudadela y en el
Complejo Avenida de los Muertos. Su dominio y extensiones pueden apreciarse en los barrios, por
ejemplo, el oaxaqueño con población zapoteca procedente posiblemente de Monte Albán asentada
en Teotihuacan. El barrio de los comerciantes, ocupado por gente que probablemente procedía de
la región huasteca.

Interacción regional de la cultura teotihuacana

Recientemente se ha retomado la discusión acerca de las culturas regionales, desde las


perspectivas teóricas e interpretativas, numerosos arqueólogos se encuentran en la disposición de
defender y promover esta nueva tendencia. Sin embargo, esta posición se convierte cada vez en una
situación más compleja cuando se obtienen nuevos datos de la influencia que mantuvieron entre sí,
las sociedades mesoamericanas en un nivel interregional. Al respecto, se ha discutido la aplicación
del concepto de Horizonte cultural; de la Teoría de los Sistemas Mundiales; Sociedades Complejas,
y de otras formas para explicar el contacto cultural dentro de un territorio específico, sobre todo,
cuando se tomó en cuenta el aspecto cronológico. En 1986 Don Rice organizó una serie de confe-
rencias para examinar el concepto de Horizonte y la interacción entre el Centro de Mesoamérica
y las regiones Maya y Andina (Rice, 1993). Por otra parte, Arthur Demarest (1993) sugiere que el
carácter de la interacción interregional fue continua y multidireccional entre la parte central este
y oeste de Mesoamérica. En este sentido, se llegó a considerar la influencia desde el Centro de
México hacia la zona Maya, en términos de dominación político-económica.

En la última década, las interpretaciones epigráficas e iconográficas, así como los nuevos
descubrimientos arqueológicos y osteológicos, sugieren reconsiderar las propuestas acerca de las

CAPÍTULO xiii 1313


interacciones multidireccionales entre Teotihuacan y las tierras bajas mayas como Kaminaljuyú,
Guatemala.

La presencia de estilos arquitectónicos y artefactos, han sugerido migraciones y coloniza-


ciones hacia el sureste de Mesoamérica por grupos procedentes de Teotihuacan, quienes formaron
enclaves en asentamientos mayas y algunas propuestas aseguran que fueron responsables de cam-
bios culturales durante el Clásico maya. Específicamente, los deterministas económicos argumen-
tan que la organización estatal surgió como resultado de la influencia teotihuacana. Conclusión ba-
sada en la comparación de la monumentalidad de Teotihuacan con la arquitectura de Kaminaljuyú
(Braswell, 2004). Este tipo de propuestas de dominación aplicado desde los años 60´s intentaban
explicar la interacción interregional a través del estilo del arte y la arquitectura.

Por otra parte describe Braswell (2004), el proyecto Tikal (1956-1970), dirigido por Edwin
M. Shook y posteriormente por William R. Coe, aportaron valiosa información acerca de la presen-
cia teotihuacana en las estelas 31 y 32, en Uaxactún en la estela 5, motivos que se combinaron con
otros datos obtenidos en el Proyecto Kaminaljuyú (1968-1971), dirigido por William T. Sanders
y Joseph W. Michel, evidenciando interacción con Teotihuacan, sin embargo, no se considero los
diferentes tiempos y duraciones de los diversos sitios, lo cual resultó sumamente contradictorio.

En suma, la propuesta de una hegemonía teotihuacana fue utilizada para justificar los di-
ferentes procesos sociales ocurridos en las tierras bajas mayas, y esta influencia no minimiza la
interacción interregional. Los motivos iconográficos refieren la presencia de una sólida ideología
que contribuyó de una manera formidable a confrontar diferentes fórmulas políticas de gobierno.
Para algunos investigadores, este tipo de datos sugiere incursiones comerciales, para el control de
productos y materias primas, en otros casos, militares, de conquista, y no de dominación política
(Stuart, 2000, p. 465). Pero, además debemos considerar la presencia de otras importantes formas
culturales como son: la apropiación, la interrelación, y los sistemas simbólicos (mágico-religio-
sos) que se encuentran estrechamente vinculados con la ideología, y que en algunos casos fueron
adoptados por la elite maya. En este sentido, Andrea Stone (1989) en un estudio del sitio Piedras
Negras, durante el Clásico tardío, propone que los gobernantes adoptaron formas simbólicas ex-
tranjeras para justificar y legitimar la distancia social con respecto a sus gobernantes. La perspecti-
va que nos ofrece el estudio de la ideología es la de considerar el grado de impacto de Teotihuacan
en el área maya, así como la duración de los cambios económicos, políticos y sociales estimulados
por esta interacción y el modo en que ésta afecta a la población.

Demarest y Foias (1993), argumentan su desacuerdo con la tendencia de un horizonte teo-


tihuacano, enfatizando que los artefactos, y los símbolos no sólo corresponden a un período o a un

CAPÍTULO xiii 1314


lugar específico, y que el impacto de interacción abarcó varios siglos. Ambos autores proponen la
interacción como algo más sofisticado que un modelo cultural interno o externo entre los mayas y
sus vecinos, incluyendo la Costa del Golfo de México, y no dejan de lado señalar la importancia de
la transformación cultural como un proceso decisivo más que señalar invasiones, colonizaciones o
dominación extranjera.

Otros autores como la historiadora de arte Janet C. Berlo (1983), señalan que el culto gue-
rrero que propagó Teotihuacan pudo haber servido para establecer colonias de guerreros y co-
merciantes en lugares como Tikal, en donde el estilo artístico teotihuacano fue absorbido en las
tradiciones vigentes (Berlo, citada por Braswell, 2004, p. 13).

Los resultados de la interacción entre Teotihuacan y la zona Maya tuvo sus contrapartes,
provocando impacto, que hasta la fecha, no ha sido tomado en cuenta, sobre todo en el ámbito de
las relaciones de intercambio interregional y los participantes activos en dichas relaciones de re-
ciprocidad. Inclusive, para el Postclásico, Michael Smith y Cynthia Heath (1980), señalan que la
influencia teotihuacana para el caso de la Mixteca poblana, que lejos dar una explicación cultura-
lista, lo que se observa son formas que emanan de la dominación productiva en una periferia pasiva
que no explica la naturaleza de la interacción mesoamericana. Bajo esta perspectiva, la presencia
de migraciones y conformación de colonia o enclaves en tierras mayas fueron incluidas como es-
trategias para generar el cambio cultural, es decir, más que un indicador diagnóstico, representa la
transformación cultural. En este caso, se trata de identidades que mantuvieron unidas a la población
que migró desde Teotihuacan.

Estos ejemplos de interpretaciones resultan interesantes sobre todo porque es una visión del
Centro hacia otras regiones, sin embargo, falta considerar las propuestas de las regiones hacia el
Centro, así como resaltar lo importante de relacionar el aspectos de la identidad con el ámbito étnico,
los enlaces matrimoniales en tierras mayas, pero además los datos señalan la presencia de parejas
de alto rango que pudieron incluir como dirigentes o gobernantes en la vida de otras comunidades,
adoptando nuevas formas de vida y conservando elementos del Centro. Las migraciones generan
cambios en la identidad de un grupo. En años recientes, las aportaciones de la epigrafía han produci-
do cambios en las teorías de interacción social para explicar los cambios culturales en la zona maya,
algunas de ellas proponen un modelo general para comprender las causas y efectos de la interacción.

Para el caso de Teotihuacan, el grupo en el poder tuvo que apoyarse en los elementos
fundamentales del poder, encargados de de difundir y transmitir los mensajes que reforzaban la
identidad. Recreando constantemente estos elementos en el paisaje cultural como escenario clave
para dichas manifestaciones (Ver Fig. 1)

CAPÍTULO xiii 1315


Figura. 1 Elementos de poder

Anthony Giddens (1995) propone estudiar al paisaje en tres dimensiones: a) material, b)


social, y c) perceptiva.

Retomando esta idea de categorización propongo que el estudio del paisaje cultural debe
abarcar primero: a) las condiciones naturales que nos permiten analizar a éste igual como si fuera
un objeto arqueológico, es decir, describir, enlistar atributos y realizar tipologías, clasificar al
paisaje como una entidad física y visible y realizar una descripción de su aspecto natural; b) se

CAPÍTULO xiii 1316


refiere a las condiciones culturales que incluyen la domesticación del paisaje, lo que podríamos
llamar paisaje cultural. En este proceso un grupo social determinado obtiene un beneficio a
través de la explotación de los recursos naturales para fines económicos y políticos y delimita
el uso del territorio, en donde se realizan todo tipo de actividades cotidianas y rituales. Este
último aspecto incluye la percepción del paisaje, ya que no puede haber una transformación y
uso del paisaje si no existe una percepción social de éste, que nace de un proceso cognoscitivo.
La manera en la que se origina la percepción espacial, está históricamente determinada y
constituida.

Esto significa que las configuraciones espaciales de una sociedad se contextualizan tanto
en el tiempo como en el espacio. La sociedad percibe su entorno natural y de acuerdo a esta
percepción se apropia de él. La percepción del paisaje juega un papel primordial en el proceso de
conocimiento que el hombre adquiere de su entorno natural, conformándose un modelo jerárquico
dentro del pensamiento, y la conducta, en él se integran secuencias de unidades conceptuales,
ó procesos cognoscitivos. En psicología existen otros términos para referirse a estos procesos
y los llaman: mecanismos de organización, estrategias, planes, esquemas, transformaciones,
estructuras, entre otros. Esencialmente estos procesos cognoscitivos denotan que el sujeto
aprende los conocimientos y habilidades de su entorno social y cultural (Iylee Bourne y Bruc
R. Ekstrand, 1974), conformando una cosmovisión y una memoria colectiva que se refuerza de
manera constante con el uso y transformación del paisaje.

Lo cierto es que la autoridad se encarga de guiar el comportamiento para con los otros
aplicando sanciones. La ideología en los sistemas políticos sería la forma de legitimar el poder,
por lo tanto la organización política es una forma de utilizar la teoría y la práctica social. Esto
permite que un grupo controle la opinión y ejerza el poder mediante los individuos. Por ello el
espacio cultural o territorio se debió utilizar para matizar el poder del grupo dirigente, a través de
una geografía mítico-cultural.

Reflexiones finales

Para poder comprender y explicar a una cultura como la teotihuacana debemos utili-
zar una metodología antropológica, partir del concepto de cultura, de la transformación social
dentro de un proceso de larga duración, utilizar un enfoque interdisciplinario, combinando
elementos de la teoría antropológica e histórica, contrastar el dato arqueológico y el etno-
histórico, apoyarse en la iconografía y el uso del paisaje para poder entender la fuerza de la

CAPÍTULO xiii 1317


tradición cultural, o bien del parentesco cultural que permite la unión de regiones geográfi-
camente separadas. Debemos recordar que el ámbito de la cultura abarca todos los aspectos
humanos que se adquiere y trasmite, ésta es orgánica y flexible, es creativa y se encuentra en
constante cambio. A través de la cultura se refleja la vida del hombre y se mantiene mediante
los sistemas simbólicos. Dentro del concepto de cultura inscribo el estudio del paisaje cultu-
ral, entendiéndose a éste como la transformación social e histórica del paisaje natural (Broda
1989, 1996, 1997).

En éste, se reflejan los conceptos y categorías de la cosmovisión, la cual constituye un


lenguaje visual creado por el hombre y se materializa en la estructuración de su territorio, en
la arquitectura, cerámica, lítica, textiles, pintura mural, iconografía, ofrendas, sistema de ente-
rramientos, etc. La participación activa del hombre está contenida en la transformación, uso y
conceptualización de su espacio, así como en la transformación de diferentes materias primas
en objetos y artículos útiles para el hombre.

Considero la importancia de resaltar el uso ideológico-social y de la cosmovisión del


espacio, asimismo los procesos sociales de migración que se dieron desde etapas tempranas
hasta la llegada de los españoles al Centro de México, muestran que la conformación geo-
gráfica, es decir, las características naturales de una región fueron sumamente importantes
para la ubicación de asentamientos humanos. En este sentido, el paisaje jugó un papel funda-
mental para que estos grupos se establecieran en un territorio con características específicas.
Durante la época prehispánica, los espacios eran hábilmente elegidos, ubicaban los sitios
en puntos estratégicos para la observación, transformación y uso del paisaje. El acceso a la
explotación de diversos recursos naturales que desde éstos se tenía, se ha interpretado como
lugares predilectos para el control y obtención de materias primas y medios de subsistencia,
ó como puntos estratégicos para la explotación de diversos pisos ecológicos, debido princi-
palmente, a la cercanía de lagos, bosques y a la posibilidad de realizar trabajos agrícolas de
manera simultánea.

En efecto, estos factores económicos e ideológicos, determinaron en gran medida, la elección


de lugares para los asentamientos, pero esa ubicación también dependía de la cosmovisión e identidad
del grupo, para el cual, las similitudes que se encontraban en el paisaje obedecía a las características
de su lugar de origen, ya fuera real o mítico como fue el caso de los asentamientos arqueológicos que
se ubicaron en las cuevas y los pedregales o que se encontraban en las cercanías del asentamiento
principal. Si estas condiciones no existían, de manera natural, lo construían simbolizando y signifi-
cando su espacio, por ejemplo, utilizando las grandes montañas o pequeños cerros, cuevas, pedrega-
les, como parte del discurso ideológico.

CAPÍTULO xiii 1318


Este aspecto refleja que las actividades humanas poseen la capacidad de integrar
acontecimientos espacio-temporales que expresen su universo, el cual se percibe de manera
colectiva. En consecuencia, el uso del paisaje y espacio refuerza vínculos comunes de un
grupo. Por lo tanto, la distribución de los asentamientos debe ser analizada en sus aspectos
económico-político-territorial y ritual en donde se inserta el uso del paisaje, el cual consti-
tuye un mecanismo para expresar mensajes. De acuerdo con Johanna Broda (1996), se crea
un lenguaje visual en el que se fomentaron actitudes sociales determinadas, en donde la cos-
movisión articulaba las acciones de un grupo, y es claro que para ellos el paisaje no era algo
inerte. Como lo anota Jacques Galinier (2001), el espacio es un medio que constantemente
es activado y se convierte en un elemento indispensable para la cristalización de la visión
indígena.

La relación que existió entre el hombre y su paisaje se manifestó en la apropiación de


éste de manera cultural, muestra de ello es la transformación que sufrió constantemente para
beneficio del hombre. Dicha relación fue entendida como un principio en el que los ancestros
y dioses marcaron elementos fundamentales para dirigir el destino de una comunidad. La lec-
tura y mensajes que el paisaje les proporcionaba fueron la base para la conformación y uso del
espacio, en el cual se realizaban diferentes actividades del grupo. Esto provocó que los grupos
asentados en espacios similares pudieran compartir una misma cosmovisión. De acuerdo con
Broda (1996), la cosmovisión es la visión estructurada, la manera de ordenar, y jerarquizar su
mundo, por lo tanto, su vida cotidiana, así como la planificación, y desarrollo de las sociedades
prehispánicas, estuvieron íntimamente ligados a la cosmovisión. Desde esta perspectiva, la
conformación geográfica y las características naturales de Teotihuacan fueron fundamentales
para que se asentaran en ellos grupos humanos que compartieron una misma cosmovisión.
Ésta actuó como el eje principal en la interacción del hombre con su medio ambiente. Se debe
considerar que el efecto cotidiano entre ambos, crea una concepción decisiva en la forma de
apropiarse del paisaje y así se jerarquizaron ciertos elementos que sirvieron como puntos de
referencia para la identidad de un grupo.

Como señala Jorge Angulo (1997), en arqueología se han hecho diversas propuestas y
modelos explicativos, pero los podemos agrupar en tres etapas de acuerdo con su desarrollo
histórico. La primera surgió con la Antropología Mexicana, cuyo objetivo era legitimar a una
nueva sociedad mexicana e independiente que buscaba legitimarse en sus raíces ancestrales,
es decir, en el México Prehispánico o Antiguo. Este mundo prehispánico se tradujo en grandes
estructuras monumentales, objetos considerados como única expresión artística del mundo an-
tiguo, debido a la influencia de los intelectuales del momento, entre ellos Miguel Covarrubias

CAPÍTULO xiii 1319


(1942, 1950, 1961) y muralistas como Diego Rivera. Posteriormente, los arqueólogos quisie-
ron explicar el México prehispánico de una manera conceptual y teórica, se inicia así el largo
recorrido del desarrollo de modelos y propuestas que explicarían el origen, desarrollo, caída ó
abandono de las grandes ciudades prehispánicas. Para esta labor, fue necesario el auxilio de
otras disciplinas, sobre todo, de aquellas que ya tenían prestigio científico, así la arqueología se
apoyó en la geología y la biología.

La segunda etapa importante del desarrollo de la arqueología fue cuando precisa-


mente se unieron estas disciplinas con el objetivo de explicar los depósitos geológicos con
los procesos culturales. Se procuró el análisis y clasificación de objetos en tipologías, se
fragmentó la vida colectiva en cotidiana y ceremonial; la cronología relativa se relacionó con
la cronología absoluta y se adquirió el uso de técnicas de excavación con registros tridimen-
sionales para la recuperación sistemática de datos, se utilizó la tecnología, sin embargo en la
búsqueda de la cientificidad no se considero que esos datos provienen de procesos sociales
de larga duración, de una cultura llena de contradicciones y por lo tanto complejas en las que
se incluyen aspectos míticos, mágicos, religiosos e ideológicos. La tercera etapa de acuerdo
con Angulo es la que estamos viviendo actualmente. Debemos considerar para el estudio de
las relaciones entre grupos humanos, la tecnología, el medio ambiente, incorporar el estudio
iconográfico y enfatizar que toda expresión artística está dentro de un contexto social e his-
tórico determinado.

El utilizar una metodología interdisciplinaria con un enfoque antropológico es funda-


mental ya que proporciona la oportunidad de contrastar diferentes datos y así poder conformar
una visión holística de los procesos sociopolíticos de larga duración mesoamericanos en el
Centro de México y fuera de éste, con una interacción constante y dinámica de diversos grupos
étnicos, esto conlleva a lo que apuntó Eric Wolf en 1994, ninguna comunidad está aislada, tanto
al interior como al exterior, constantemente hacen intercambio de sistemas de creencias religio-
sas, relaciones de parentesco, música, danza, vestido, entre otros, y existe siempre una interac-
ción cultural entre grupos iguales o diferentes que comparten una o varias regiones geográficas,
se crean combinaciones y patrones culturales que contienen ciertos elementos que perduran a
través del tiempo y del espacio.

Asimismo es importante considerar que el trabajo de investigación no se encuentra ais-


lado de las condiciones sociales en las que surge, se realiza y se aplican resultados. El estudio
de cualquier problemática planteada, involucra la participación activa, como agente de cambio,
confrontando de manera permanente la posición teórica y metodológica en la investigación, a
fin de aproximarnos a la realidad que es transformada y que nos permite orientar las estrategias

CAPÍTULO xiii 1320


y los programas de acción, involucrándonos en el diseño y realización de las nuevas alternativas
al participar en los diversos proyectos. La investigación antropológica y la colaboración con
diversas disciplinas permiten un análisis más completo y consistente de un problema específico.
Debido a esto es necesario recurrir al uso de conceptos básicos que auxilien en la comprensión
y explicación de procesos sociales y en la interacción entre varias regiones y diferentes grupos
humanos, como la cosmovisión ideología religiosa, identidad, paisaje cultural, geografía míti-
ca, poder, etc.

El resaltar la importancia de la relación entre la territorialidad y el poder en el


mundo mesoamericano es fundamental ya que en el territorio se trazaba el ordenamiento
de sus categorías y sobre todo, se observaba la capacidad de adaptación y de asimilación
cultural de tradiciones pasadas y nuevas. Por ejemplo, en el asentamiento arqueológico de
Teotihuacan se puede observar como el grupo en el poder lograba materializar esa jerar-
quía de su mundo, en la traza de la ciudad, en las unidades habitacionales, en su arquitec-
tura, en su distribución espacial, en la manifestación pictórica y en la elaboración de sus
objetos. Estas manifestaciones materiales muestran actos y creencias que se formalizaban
en la legitimación de la vida política y en la fusión de las instituciones dirigidas por un
Estado.

Es claro que el aspecto formal en la conformación de una estructura estatal modifica-


ba al grupo social, pero durante la época prehispánica, la legitimación del poder también se
reforzaba a través de la manipulación de elementos culturales que permearon en el tiempo y
que fueron reelaborados de acuerdo con la dinámica social y política de un momento histórico
determinado, creando así, un complejo sistema cultural en el cual la cosmovisión ancestral fue
un factor fundamental.

Para el estudio de este complejo sistema cultural prehispánico, consideré pertinente


primero abordar la discusión general de las diversas interpretaciones acerca de los hallazgos
arqueológicos, resaltando la importancia de los trabajos interdisciplinarios de las diversas
disciplinas afines en el quehacer antropológico. Es importante tomar en cuenta que el poder
y el territorio son elementos que están íntimamente articulados con el paisaje natural, mismo
que se recrea en el mito considerando a éste como la historia del grupo, grabado en el terri-
torio es visto como el escenario y la base para que el grupo en el poder trasmitiera mensajes
visuales de manera constante que sirvieran para reforzar la memoria colectiva y la identidad
del grupo. Esta identidad recrea un orden y jerarquía de su entorno, siempre reforzando lo
ancestral, pero además incorporando nuevos elementos que contribuyeran a la identidad del
grupo.

CAPÍTULO xiii 1321


Obra citada

Angulo, J. (1997). Teotihuacan: El proceso de evolución cultural reflejado en su desarrollo


urbano arquitectónico. Tesis de Doctorado en arquitectura. México: Facultad de Arqui-
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CAPÍTULO xiii 1324


Pachuca y Tulancingo, escenario social y
político de la identidad cultural docente

Elizabeth Téllez Jiménez3

Resumen: El estudio explora la identidad de los docentes desde el espacio territorial, con una
metodología cuantitativa a partir de la información de tipo censal derivada de la Encuesta
Retrospectiva sobre identidad Indígena, Negra y Mexicana (ERIINYM) 2014. El propósito es
ofrecer un panorama social y político que da forma al territorio de Pachuca y Tulancingo, al
configurar una realidad que hace posible la producción y reproducción de identidades sociales
y culturales específicas, lo cual es relevante para reflexionar la identificación identitaria de los
profesionales docentes de dicho espacio. En el proceso de identificación coexiste la dimensión
heredada del territorio y el parentesco, adquiridas al nacer, y una dimensión social que se hace
presente en la definición de ciertos gustos y apreciaciones, en este caso la comida y la fiesta tra-
dicional, así como el conjunto de adjetivos gestados dentro y fuera del grupo. Así, la identidad
se construye y reconstruye desde el nacimiento, los acontecimientos, las influencias educativas,
el optar por una determinada formación profesional, ingresar y pertenecer a un grupo laboral
de docentes, el asumir los cambios sociales y tecnológicos de la época, les hace delinear una
imagen del ser y la sensación de pertenencia al grupo.

Palabras clave: Identidad, territorio, docentes.

Summary: The study explores the identity of teachers from the territorial space with a quan-
titative methodology from census type information derived from the Retrospective Survey on
Indigenous identity, Black and Mexican (ERIINYM) 2014. The purpose is to offer a social
landscape and politician who shapes the territory of Pachuca and Tulancingo, when configuring
a reality that makes possible the production and reproduction of specific social and cultural
identities, which is relevant to reflect the identity identification of professional teachers of that

3
Universidad Pedagógica Nacional Hidalgo. Email: elitellezjimenez@gmail.com

CAPÍTULO xiii 1325


space. In the identification process coexists inherited dimension of the territory and kinship,
acquired at birth and a social dimension that is present in the definition of certain tastes and
appreciations, in this case the food and the traditional festival, as well as all adjectives gestated
inside and outside the group. Thus, identity is constructed and reconstructed from birth, events,
educational influences, opting for a particular vocational training, entering and belong to a work
group of teachers, assuming the social and technological changes of the time, makes them de-
lineate an image of being and sense of belonging to the group.

Keyword: Identity, territory, teachers.

Introducción

Pensar la identidad como proceso social e histórico que da forma a una conciencia del
ser social remite al estudio de un contexto y una estructura política, económica y social que
permite al sujeto asumirse como tal y a la vez distinguirse del otro. Así, adquiere relevancia
explorar la identidad de los docentes desde el ámbito del espacio territorial, siendo éste un
factor entre otros, que contribuye a la definición de quiénes son los sujetos que allí viven e
interactúan. Pachuca y Tulancingo, es el escenario espacial que se elige para profundizar en el
estudio de la identidad de los docentes, a partir de la recuperación y análisis de datos derivados
de la Encuesta Retrospectiva sobre identidad Indígena, Negra y Mexicana (ERIINYM) 2014,
misma que reúne consideraciones del encuestado en cuanto a los componentes de la identidad y
los factores intervinientes en su definición, con lo que se puede resaltar la identidad de los do-
centes como constructo variable influenciado por distintas ámbitos de socialización: la familia,
la localidad, el gremio. El propósito que orienta el presente documento es ofrecer un panorama
social y político que da forma al territorio de Pachuca y Tulancingo, al configurar una realidad
que hace posible la producción y reproducción de identidades sociales y culturales específicas,
lo cual es relevante para reflexionar la identificación identitaria de los profesionales docentes
de dicho espacio.

Metodología

El estudio se adscribe a una metodología cuantitativa a partir de la recuperación y aná-


lisis de información de tipo censal. A partir de la aplicación de la ERIINY 2014, a docentes
de Pachuca y Tulancingo, la información derivada fue organizada con el apoyo de EXCELL,

CAPÍTULO xiii 1326


posterior a ello se sometió a un análisis que exigió el cruce de diversas fuentes teóricas y nor-
mativas, y con ello obtener un panorama sobre el contexto social y temporal de dicho espacio.

La hipótesis que orienta el análisis es que la identidad social de los docentes es un


constructo variable influenciado por distintos ámbitos de socialización la familia, la localidad,
el gremio. Estas identificaciones constituidas a partir de experiencias concretas varían en el
tiempo, y logran un reconocimiento sobre quiénes son los docentes, cómo se logran articular a
los nuevos discursos gestantes, cómo se perciben y cómo son percibidos por los otros, y cómo
logran parecerse y diferenciarse de los otros.

Importantes insumos para el análisis de la identidad de los docentes y la definición del


contexto lo han ofrecido el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), quien ha
venido generando información estadística sobre diversos temas a nivel federal, estatal y mu-
nicipal, con lo cual es posible caracterizar y conocer aspectos demográficos, económicos y so-
ciales de la población hidalguense y particularmente de Pachuca y Tulancingo, desde distintas
variables como vivienda, situación laboral, migración, etc. procura definir el ¿quiénes somos
los mexicanos?; en el grupo poblacional específico de los docentes también se tiene el Censo
Escuelas, maestros, alumnos de Educación Básica y Especial (CEMABE) realizado por INEGI
en el 2013, el Informe sobre los docentes de México 2015 por el INEE, así como el insumo del
Departamento de Estadística de SEP, información de tipo estadística que recopila y organiza
datos sobre los docentes en cuanto a matrícula, condiciones laborales, salario y formación con-
tinua, entre otros.

Pachuca y Tulancingo

Los datos derivados de la ERIINY 2014, permiten avanzar en el reconocimiento del


contexto social en el que viven y se desenvuelven los docentes encuestados, y la forma en que
funcionan variables como la migración del lugar de origen a localidades con población indígena
mínima, el estado civil y el crecimiento académico y profesional, en la identificación identita-
ria. Una consideración sobre el estudio del espacio, la ofrece Taracena (2008):

(…) El territorio de las regiones no tiene por qué estar encerrado en un


marco geográfico homogéneo, puesto que la extensión del mismo depende
de la territorialidad—la forma de apropiárselo— con que han operado y
operan sobre él sus habitantes y los actores sociales colectivos, internos y

CAPÍTULO xiii 1327


externos. O sea, además de la geografía, sus características espaciales están
dadas por diferentes fenómenos que hacen posible la existencia de una so-
ciedad regional, como son la etnicidad, la economía, la cultura, la lengua y
un sentido de pertenencia (regionalismo)  (…) (Taracena, A., 2008)

Se puede pensar al territorio con cualidades que le son atribuidas por los sujetos sociales
que los conforman quienes participan en un espacio y tiempo específico, así Pachuca y Tulan-
cingo son más que un espacio de tierra delimitado por fronteras, es el territorio donde sus suje-
tos construyen ideas, esquemas, imágenes, dotando y dotándose de identidad al propio territorio
y a sus sujetos, entonces adquiere importancia referirse a ella desde la multirreferencialidad que
puedan ofrecer distintos acercamientos como lo geográfico, social, político, ideológico, etc.
Pachuca y Tulancingo, son dos de los municipios del estado de Hidalgo mayormente
poblados, según datos del Censo de Población y Vivienda 2010, Pachuca cuenta con una po-
blación de 267 862 habitantes y Tulancingo con 151 584 habitantes; ambos se localizan en la
parte centro oriente del país y se encuentran a una distancia muy cercana a la ciudad de México.
Tulancingo se encuentra en el espacio geográfico conocido como Valle de Tulancingo,
cuenta con zona boscosa, terrenos para cultivo y ganadería y una zona urbana en crecimiento;
en tanto que Pachuca es escenario de visibles contrastes, contando con zonas montañosas, lo-
meríos y llanuras, además de caracterizarse por fuertes vientos dominantes durante 8 o 9 meses
del año. La imagen de la ciudad es mayormente urbana y la mayoría de las localidades que los
conforman cuentan con servicios públicos como energía eléctrica, drenaje, teléfono, transporte
y comunicación además de un fácil acceso a instituciones de salud y educación. Según datos
del Anuario estadístico y geográfico de Hidalgo 2013, en los servicios de salud la población
derechohabiente a junio de 2010, se distribuye en distintas instituciones como IMSS, ISSSTE,
PEMEX, SEDENA, institución privada, seguro popular y otros. Para Tulancingo de un total de
151 584 son derechohabiente 73 146, y para Pachuca de un total de 267 862 habitantes hay 89
746 derechohabientes, con mayor presencia en IMSS e ISSSTE.
La actividad económica predominante de estos municipios se ubica principalmente en
el sector terciario con el comercio y servicios, ligado por supuesto, al crecimiento urbano y las
necesidades de sus pobladores. (Instituto Nacional para el Federalismo y el Desarrollo Muni-
cipal, 2005)
Existe presencia indígena en ambos municipios, debido principalmente a la migración
de los jefes de familia de sus lugares de origen, de acuerdo con Lydia Rasfield (2006) docu-
menta la alta presencia de población indígena migrante que vive en Pachuca; compuesta prin-

CAPÍTULO xiii 1328


cipalmente de nahuas, hñahñus y tepehuas, procedentes de algunas regiones del estado como el
Valle del Mezquital, la sierra oriental y la huasteca hidalguense. Estas familias llegaron tras la
búsqueda laboral del jefe de familia y se asentaron en lo que en su momento fueron las colonias
marginales de la capital (Norte de la ciudad, Cerro de Cubitos y las colonias de Santa Julia y
San Cayetano) mismas que debido al crecimiento de los últimos años de Pachuca han quedado
dentro de la mancha urbana.
En México, las investigaciones sobre la migración abordan los flujos internacionales
hacia Estados Unidos, así como los interestatales de jornaleros agrícolas y la migración intraes-
tatal y rural-urbana. Pachuca y Tulancingo han vivido un fenómeno migratorio principalmente
intraestatal que se caracteriza por la redistribución y reorientación de la población a nivel na-
cional (Valencia Rojas citado por Raesfeld, 2006). En cuanto a la migración interestatal llega
población de estados vecinos de Veracruz, Oaxaca y Distrito Federal.
En este sentido las ciudades de Pachuca y Tulancingo se han convertido en importantes
puntos de atracción migratoria de la población indígena del estado:

La ciudad de Pachuca, como capital del estado de Hidalgo, constituye uno


de los centros de más alta atracción migratoria, especialmente de las zonas
indígenas del estado. Los primeros flujos migratorios se registran en los
años sesenta, cuando el censo de la población de Pachuca muestra un total
de 233 personas que hablan lengua indígena, de origen nahua, provenientes
principalmente de la Huasteca hidalguense, las cuales trabajaban en las mi-
nas de la ciudad de Pachuca. Durante las siguientes décadas, esta población
en la ciudad aumentó, en especial en los años setenta cuando los conflictos
agrarios en la Huasteca se profundizaron. También se observa que se en-
cuentra inmersa en flujos migratorios importantes desde sus localidades de
origen hacia los centros urbanos de la entidad. En especial, en las ciudades
de Pachuca y Tulancingo puede constatarse. (Raesfeld, 2006, p. 44)

De modo que, la migración de la población indígena hacia la capital del estado de Hi-
dalgo ha ido aumentando en las últimas décadas, lo que significa para este grupo de personas
enfrentarse y convivir con nuevas reglas de funcionamiento social.
Los hablantes de lengua indígena, de acuerdo con INEGI (2010) muestra que en el caso
de Pachuca un 3% de la población de 5 años y más municipal habla alguna lengua indígena,
siendo las más frecuentes Náhuatl con un 69.8% y Otomí con un 20.4%. Para Tulancingo hay
4 830 hablantes de lengua indígena, representando un 4% de la población de 5 años y más. Las

CAPÍTULO xiii 1329


lenguas indígenas más habladas son Otomí con un 6.36% y náhuatl con un 28.7%.

Del total de la población hablante de lengua indígena en Pachuca, se regis-


traron 511 niños y jóvenes, entre cinco y 14 años; es decir, 7.13%. (…) Sin
embargo, en las estadísticas escolares, los alumnos indígenas no aparecen
contabilizados. Es significativo que la existencia de los niños indígenas en
las escuelas urbanas sigue siendo un fenómeno ampliamente ignorado tanto
por maestros como por funcionarios educativos, (…) es decir, los niños in-
dígenas en las escuelas no se identifican, los maestros no saben quiénes son,
mucho menos qué lengua hablan. (Raesfeld, 2006, p. 48)

Lo anterior deja entrever la presencia de niños indígenas en escuelas urbanas de educa-


ción básica que no pertenecen al subsistema de educación indígena, en consecuencia se puede
pensar que sus maestros no dominan la lengua ni cuentan con las habilidades para incorporar a
estos alumnos en la tarea de aprendizaje, con lo que de alguna manera se contribuye a la pérdida
de la lengua indígena y a una difícil permanencia y egreso exitoso de estos niños y jóvenes en
trayectoria escolar. De modo, que emergen diferentes cuestionamientos, para los maestros que
se enfrentan a la necesidad de atender alumnos hablantes de lengua indígena, pues pone en en-
tredicho los procesos de enseñanza y aprendizaje bilingüe, teniendo mayor presencia el español
si se considera que los libros de texto y materiales educativos llegan en español, a pesar de los
esfuerzos de algunas instancias en educación que han promovido la transcripción de los libros
de texto en la lengua indígena del lugar.
En las escuelas, a pesar de la existencia de programas de educación intercultural y de un
aparato de legislación vigente que defiende los derechos de la población indígena, la población
se encuentra muy lejos de ser reconocida en su particularidad. De igual forma, en el ámbito
académico hay una creciente preocupación sobre el valor de la diferencia y respeto a la misma,
el reconocimiento a la composición multicultural de la población, y plantear la educación desde
una perspectiva interculturalidad.
La decisión de hacer mínimo el uso de la lengua indígena como objeto de estudio en las
escuelas de educación básica, puede estar detonado desde el propio Sistema Educativo Nacio-
nal puesto que aunque el plan y programas de estudio vigente establece en el mapa curricular
la asignatura de lengua indígena para escuelas bilingües, a esta se le asigna escasas 2 horas a la
semana a lo que se agrega el porcentaje tan alto de docentes que llegan a dichos espacios con
el dominio parcial o nulo de la lengua, lo que permite vislumbrar un futuro lingüístico en Mé-
xico, con cada vez menos presencia y legitimación cultural de la lengua como rasgo identitario

CAPÍTULO xiii 1330


de las comunidades indígenas, aspecto que quizá más adelante incluso pueda acompañar a un
renunciamiento de la identidad étnica.

Así, es una realidad que el estado de Hidalgo enfrenta la pérdida de la lengua indígena,
hecho histórico no sólo para el estado sino para el país, tal como se manifiesta en la siguiente cita:

Para 1930 la población de 5 años de edad o más hablante de lengua indíge-


na, sumaba casi 2.3 millones de personas, y en 1997 paso a 6.7 millones,
esto es tres veces más. Sin embargo el porcentaje de los hablantes de lengua
indígena respecto a la población regional mostró una tendencia decreciente,
pasando de 16 por ciento en 1930 a 6.7 por ciento en 1997 (Anguiano, 2003,
p. 8)

Estudios empíricos recientes han confirmado lo que teóricos clásicos como Bourdieu
y Passeron (1998) han destacado como el valor del origen social, siendo la familia un ámbito
de origen en la reproducción de un determinado capital cultural que es heredado al interior del
grupo. La noción de capital cultural es utilizada como un elemento que contribuye a explicar
el proceso de reproducción social de formas de conocimiento, valores, lenguaje, gusto y estilos
de vida.

La pérdida generacional del lenguaje puede entonces ser interpretado como producto
de lo que ellos han aprendido como valioso o poco valioso en su contexto familiar, siendo el
lenguaje un aspecto que quizá se ve debilitado por la serie de prejuicios que la propia historia de
México se ha encargado de inculcar en la conciencia de los mexicanos. Por supuesto sin excluir
la poderosa participación del Estado y de sus aparatos, entre ellos la institución escolar como
reproductora de modelos y valores dominantes.

Se coincide con Delaunay, quien manifiesta que este decrecimiento en el uso de la len-
gua, expresa muy probablemente el éxito de una larga política indigenista de integración com-
partida por todos:

La escuela contribuye a debilitar la práctica de las lenguas vernáculas e inclu-


so acaso el sentimiento de pertenencia étnica. Los parámetros probabilistas
estimados por el modelo logístico se vuelven particularmente adecuados para
esta interpretación. En efecto, saber leer reduce casi en 60 por ciento la proba-

CAPÍTULO xiii 1331


bilidad de proclamarse bilingüe, cada nivel de estudio que se añade la reduce
en 40 por ciento. La política de integración a través de la escuela resultó no-
tablemente exitosa. (Delaunay, 2003, p. 215)

Teóricos como Macedo y otros, ponen en entredicho el papel del Estado en esta defini-
ción: “La relación entre lengua y nación tiene una gran historia (…) Así, nos han llegado los
valores mediante eslóganes populares como una lengua – una nación. La creencia de que una
única variedad lingüística unificada simboliza la unidad de una nación es muy fuerte, sobre
todo, en comunidades cuyas prácticas culturales y lingüísticas se ven amenazadas por circuns-
tancias sociopolíticas inestables. (…)” (Macedo, Dendrinos y Gounari, 2005, p. 49). Se mira así
la obsesión por la exclusividad y la pureza, que funciona para perfilar ideologías homogeneiza-
doras como las únicas capaces de actuar eficazmente.

Otras opciones discursivas también homogeneizan en lugar de legitimar la diferencia-


ción y de reconocer la pluralidad lingüística y cultural como algo socialmente valioso.

En la mayoría de las ocasiones, la homogeneidad lingüística se obtiene me-


diante la planificación de la enseñanza de las lenguas, la política educa-
tiva, lo que refuerza las relaciones de poder y, a menudo formalizan los
desarrollos políticos. Incluso en sociedades que reconocen oficialmente la
pluralidad lingüística, la planificación lingüística educativa aspira a alguna
forma de asimilacionismo, ya que no hay ninguna otra lengua a la que se le
atribuya semejante estatus aparte de la lengua oficial o nacional, y a las len-
guas “minoritarias”-, y a sus usuarios, a menudo, se les considera inferiores
o subordinados (Macedo, Dendrinos y Gounari, 2005, p. 51)

El papel del currículo en educación básica ha sido el de reintegrar y reafirmar los co-
nocimientos y valores nacionales compartidos y su objetivo ha sido producir sujetos con una
identidad nacional. La planificación educativa en sintonía con la narrativa de una cultura nacio-
nal, aspira a acabar con la diferencia, la diferencia se considera infructuosa, una amenaza a la
estabilidad, a la tradición y a la cultura.

En el aspecto de infraestructura educativa, ambos municipios cuentan con una amplia


oferta de escuelas públicas y privadas de educación básica, media superior y superior, así como
bibliotecas públicas y museos. En lo que se refiere a Educación Básica, se cuenta con una total

CAPÍTULO xiii 1332


cobertura con escuelas que atienden a los distintos niveles y modalidades educativas. En cuanto
a la escolaridad, la distribución de la población de 15 años y más, un 49% se ubica en educación
básica, un 22% en media superior y 22% en Superior. Para el caso de Pachuca alcanza un 99%
de población alfabetizada y para Tulancingo un 89% de personas que saben leer y escribir. La
población escolar en Educación Básica se distribuye de la siguiente manera:

Cuadro 1

Matrícula de escuelas, alumnos y maestros distribuidos en los niveles de preescolar, pri-


maria y secundaria, de los municipios de Pachuca y Tulancingo, Hidalgo.

Municipio Nivel educativo Escuelas Alumnos Maestros

Total Hombres Mujeres

Preescolar 303 13 388 950 11 939

Primaria 280 57 660 2 270 441 1829


Pachuca
Secundaria 119 28 777 1 956 742 1214

Preescolar 232 10 574 514 32 482

Primaria 243 34 629 1378 319 1059


Tulancingo
Secundaria 83 16 106 901 366 535

Fuente: SEPH, Estadística Básica Educativa inicio de curso 2014-2015, Dirección General del Sistema Estatal
de Información y Estadística Educativa de Acreditación, Incorporación y Revalidación; y dirección General de
Estadística, Hidalgo.

Si se considera que la población total de maestros adscritos a educación básica en el


estado son 32 127 y en estos dos municipios se encuentra un total de 7969, lo que correspon-
de a un 24.8% de los docentes del estado, dato que permite visualizar que la mayor cantidad
de docentes en Hidalgo se concentra en estos dos municipios. Los docentes adscritos al nivel
básico cuentan con un ingreso quincenal, variable en cada caso, establecido según el tipo de
contratación, tipo de plaza y/o número de horas y función, así, como los beneficios económicos
que pudieran haber adquirido a través del programa de Carrera Magisterial, además de contar
con servicios de ISSSTE y demás prestaciones. En este sentido la seguridad laboral que propor-
ciona la profesión se convierte en un importante motivo para que la profesión resulte atractiva
para un sector importante de la población. De acuerdo con el informe INEE 2015: “No obstante
que en términos relativos los salarios de los maestros no son tan competitivos como los de otras

CAPÍTULO xiii 1333


profesiones, existen ventajas de pertenecer al gremio docente. Se pueden citar cuando menos
tres: la protección del salario; la compatibilidad entre el trabajo docente y el hogar, y la seguri-
dad en el empleo y las prestaciones sociales. (…)” (INEE, 2015, p. 79).
La gran mayoría de los docentes, con la prestación de vivienda, han adquirido una vi-
vienda que por lo regular se asienta en colonias urbanas en los que prevalece el uso de aparatos
y servicios, con una fuerte presencia del mundo digitalizado; todo lo cual advierte que su estilo
de vida se asemeja a los ritmos y condiciones materiales de los contextos urbanos.
Los profesores de estos municipios al igual que el resto del estado y del país, se enfren-
tan a una política educativa que los sitúa ante un nuevo campo institucional caracterizado por
cambios en el curriculum, en la evaluación docente, y en el desempeño profesional; aunado a un
discurso profesionalizante de la tarea que establece saberes, competencias, estándares y habili-
dades básicas para orientar tanto la formación permanente como el desempeño dentro del aula.
En las prácticas discursivas se viene delineando a través de la Reforma 2011 para Educación
Básica a un sujeto de conocimiento pedagógico con cierta complejidad mismo que no siempre
coincide con el saber y actuar cotidiano generando en los docentes una serie de confusiones,
resistencias y contradicciones. Así, la profesión se enfrenta a una dinámica de cambio y ten-
siones, hay por un lado una tendencia profesionalizante en un discurso oficial que demanda un
perfil competente y al mismo tempo hay un discurso de descalificación y desprestigio social;
identificando a la profesión como un trabajo que produce fatiga, poco reconocimiento, indivi-
dualismo e impotencia.
De modo que hablar de identidad docente implica reconocer quién es el profesor, en el
marco de su actuar educativo, pero también quién es a partir del reconocimiento del sentimiento
de pertenencia como mexicano y de pertenencia a su profesión; pues es un ámbito que influye en
la definición no sólo de su gremio sino también de las posibilidades de reflexión y conciencia ciu-
dadana que el docente pueda promover en sus alumnos, de ahí la necesidad de abordar el estudio
de la identidad mexicana de los docentes de la región de Pachuca y Tulancingo, en el estado de
Hidalgo.

Un último aspecto a destacar, es sobre los factores de cambio como la migración, las
trayectorias escolares y profesionales, y la unión conyugal; factores que han provocado trasla-
dos en estrecha relación con las elecciones y prioridades que el propio sujeto establezca, en este
sentido se advierte que la gran mayoría de docentes se ha movido de su lugar de origen por dis-
tintos factores, entre los que destacan la búsqueda de fuentes de trabajo por los padres, dar con-
tinuidad a la trayectoria escolar, la trayectoria profesional y por unión conyugal. La migración
obedece al propio ritmo de movilidad de los profesionales, así es muy común que los primeros
años de servicio inicien en localidades marginadas algunas de ellas de carácter indígena y con-

CAPÍTULO xiii 1334


forme van transcurriendo los años estos maestros van buscando la cercanía a contextos urbanos.
En este sentido los docentes, se van moviendo entre los diferentes contextos que les van
posibilitando acceder a modelos y formas distintas de vida, es decir, se enfrentan a una sociali-
zación secundaria que les permite la adopción de estilos distintos a su origen de nacimiento. Al
rastrear qué características de vivienda tienen estos docentes, se tiene que la mayoría tienen su
domicilio actual en contextos urbanos y los menos en contextos rurales, sus casas del 100% son
construidas con tabique, losa de concreto, piso de mosaico. Hay en su vivienda significativa de
bienes y servicios urbanizados.

Conclusión
En el proceso de identificación coexiste una dimensión heredada que es el territorio y el
parentesco, adquiridas al nacer; y una dimensión social que se hace presente en la definición de
ciertos gustos y apreciaciones, en este caso la comida y la fiesta tradicional, así como el conjun-
to de adjetivos gestados dentro y fuera del grupo que delinean una imagen del ser; todo en su
conjunto influye en la sensación de pertenencia al grupo.

Así, la identidad se construye y reconstruye desde el nacimiento, los acontecimientos,


las influencias de los centros educativos y las relaciones con los otros, el optar por una deter-
minada formación profesional, ingresar y pertenecer a un grupo laboral de docentes, el asumir
los cambios sociales y tecnológicos de la época, les hace continuamente redefinir el sentido de
pertenencia a su identidad. Esto nos dice también que la identidad no se construye en el aquí y
en el ahora, sino que es producto de una largo proceso biográfico, se reconoce que el maestro
en tanto sujeto social, no es un sujeto pasivo que asume y reproduce, sino un sujeto activo que
va definiendo su identidad paulatinamente, de modo que podemos pensar en maestros distintos,
con perfiles identitarios distintos, con apegos y sentidos de pertenencia distintos; diferencia
definida por la experiencia de vida acumulada.

La construcción de la identidad profesional se enfrenta a un permanente encuentro de


situaciones, disposiciones y esquemas que se presentan en distintas socializaciones primero
como estudiante y después como docente, que le permiten ir interiorizando maneras de enseñar
y de aprender a ser docente, las tradiciones, prácticas, valores y normas presentes en los espa-
cios escolares formales.

Tal mediación individual de los profesores siempre existe, pero, en general está media-
tizado en la realidad por relaciones sociales profesionales, por otros profesores, compañeros

CAPÍTULO xiii 1335


de trabajo, por medios formales e informales de comunicación. La socialización profesional
producida por los propios compañeros es un factor de diseminación de actitudes y creencias
sobre el currículum, el conocimiento, la evaluación, los comportamientos ante los alumnos, etc.
Buena parte de lo que son los profesores como tales, en cuanto a su pensamiento y a su com-
portamiento, se explica por mediaciones de socialización profesional. (Sacristán, 1998, p. 233)

En este proceso hay contradicciones, enfrentamientos, conflictos, como también se con-


firma, renegocia, se resiste y se construye configurando formas de pensar, de percibir, de sentir
y de actuar la docencia; dando lugar a una continua y permanente constitución identitaria del ser
docente. Así, todo individuo que viva en este contexto social que aquí se ha descrito, de laguna
forma es heredero de una identidad constituida por ideas, esquemas, prejuicios, etc. Sobre los
que se evidencia un arraigo social fuerte y duradero hacia el territorio, hacia la profesión y hacia
lo que ella significa.

Se asume entonces que el contexto socio cultural expresa una síntesis que define e
identifica a cada hombre en lo particular, universalmente situado.

La identidad sólo es posible y puede manifestarse a partir del patrimonio


cultural, que existe de antemano y su existencia es independiente de su
reconocimiento o valoración. Es la sociedad la que a manera de agente
activo, configura su patrimonio cultural al establecer e identificar aque-
llos elementos que desea valorar y que asume como propios y los que, de
manera natural, se van convirtiendo en el referente de identidad (...) Dicha
identidad implica, por lo tanto, que las personas o grupos de personas se
reconocen históricamente en su propio entorno físico y social y es ese
constante reconocimiento el que le da carácter activo a la identidad cultu-
ral (...) El patrimonio y la identidad cultural no son elementos estáticos,
sino entidades sujetas a permanentes cambios, están condicionadas por
factores externos y por la continua retroalimentación entre ambos. (Bákula
citado en Molano L. )

La identidad de los docentes se relaciona en primera instancia con la pertenencia a un


territorio, de modo que la familia y el grupo social, se visualizan como reproductores de la
Identidad, en tanto es evidente que el hecho de haber nacido en determinado espacio los hace
compartir una serie de rasgos culturales y sociales que les hace sentir adherencia y pertenencia
al grupo.

CAPÍTULO xiii 1336


Obra citada
Bourdieu, P. (1976). “La escuela como fuerza conservadora: desigualdades escolares y cul-
turales”. En De Leonardo, P., La Nueva Sociología de la Educación. México: SEP, el
caballito.
Boudieu, P. y J. C. Passeron (1998). La reproducción, elementos para una teoría del sistema de
enseñanza. México: Fontarama, 3ª. Edición.
Delaunay, D. (2003). “Identidades demográficas del poblamiento y de los pueblos indígenas.
Un análisis contextual”. En F. Lartigue y A. Quesnel (eds.), Las dinámicas de la pobla-
ción indígena. Cuestiones y debates actuales en México. México, DF.: Centro de Inves-
tigaciones y Estudios Superiores de antropología Social, Instituto de Investigación para
el Desarrollo, Miguel Ángel Porrua.
Giménez, G. (2002). Paradigmas de la Identidad en México. México: Universidad Autónoma
Metropolitana.

García M., A. (2004). “Daimón”. Revista de filosofía, número 31. Universidad de Murcia. De-
partamento de Filosofía y Lógica.
Macedo D., Dendrinos B., y Gounari P. (2005). Lengua ideología y poder: la hegemonía del
inglés. Crítica y Fundamentos. España: GRAO.
Taracena A., A. “Propuesta de definición histórica para región”. En Antología Desarrollo social
y la Microhistoria. Hidalgo: Universidad Pedagógica Nacional

Obra citada de Internet

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sultado en 10 de enero 2016.

INEGI (2011) Censo de Población y Vivienda 2010. Panorama Sociodemográfico de Hidalgo.


Instituto Nacional de Estadística y Geografía, INEGI, México. www.inegi.org.mx, con-
sultado en 10 de enero 2016.

INEGI (2014) Anuario estadístico y geográfico de Hidalgo 2013. Instituto Nacional de Estadís-
tica y Geografía. México: INEGI. www.inegi.org.mx, consultado en 25 de enero 2016.

CAPÍTULO xiii 1337


SEP, Estadística Básica Educativa, Inicio de cursos 2014-2015. Dirección General del sistema
Estatal de Información y Estadística Educativa de Acreditación, Incorporación y Reva-
lidación/ Dirección de Estadística, Pachuca, Hidalgo. , consultado en 10 de enero 2016.

Molano L., O. L. Opera, No. 7, 73 y 74, Revistas.uexternado. edu.co

Schmelkes, S. (2009). “Interculturalidad, democracia y formación valoral en México”. Revista


Electrónica de Investigación Educativa, 11 (2). en: http://redie.uabc.mx/vol11no2/con-
tenido-schmelkes2.html Consultado el 23 de noviembre de 2015.

Raesfeld, L. (2009). “Niños indígenas en escuelas multiculturales Pachuca, Hidalgo”. Revista


Trayectorias, volumen 11, número 28 enero-junio 2009. Consultado el 19 de febrero
2016.

CAPÍTULO xiii 1338


El imaginario colectivo en la configuración de
la identidad negra.
(Cuajinicuilapa, Guerrero y Collantes, Oaxaca)

Jorge León Colín4

Desiree Cuestas Flores5

Germán Vázquez Sandrín6

Resumen: En el presente texto discutiremos el entramado social y político en la configuración


de la identidad de los mexicanos cuyo origen está cruzado por la herencia afro. Es menester
mencionar que la idea de la pertenencia al grupo social, cuyo caso aquí trataremos, tiene ante-
cedentes desagregados, es decir, a la población de origen africana traída a México, ya sea como
mano de obra esclava o servidumbre, hasta hoy, no se le ha reconocido social y políticamente
su pertenencia a la nación mexicana, ni como constructores de la cultura, ni como partícipes
de la sociedad en sus diferentes componentes, jurídica, política o económicamente, entre otros.
Desde hace un poco más de veinte años se ha intensificado una serie de estudios y debates
en torno de la presencia y reconfiguración de la(s) identidad(es) negro-afrodescendientes en
México, especialmente en la Costa Chica, en este proceso de reconfiguración es importante
ubicar tanto el contexto internacional como el nacional. En el contexto internacional daremos
cuenta de aquellos aspectos que han contribuido a la reconfiguración de los componentes de la
identidad negra en la Costa Chica, y en el contexto nacional plantearemos cuáles han sido los
factores de la misma. La contribución que buscamos hacer, es dar cuenta de los componentes de
la identidad negra en la poblaciones de Cuajinicuilapa, Guerrero y Collantes, Oaxaca a través
de un instrumento estadístico que nos permita ubicar marcadores sociales.

Palabras clave: configuración de la identidad, imaginario colectivo, identidad negra.

4
Dr. en Sociología, CCH, UNAM. Email: jo_rgeleon@hotmail.com
5
Lic. en Estudios Latinoamericanos, CCH, UNAM. Email: desiree_flores@hotmail.es
6
Dr. en Demografía, Instituto de Ciencias Sociales y Humanidades, Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo.
Email: german_03020@yahoo.com

CAPÍTULO xiii 1339


Summary: In this paper we will discuss the social and political framework in shaping the iden-
tity of Mexicans whose origin is crossed by the African heritage. It should be mentioned that the
idea of belonging to a social group, whose case here try, has unbundled history, ie, the popula-
tion of African origin brought to Mexico, either as slave or bonded labor, until today, not he has
recognized socially and politically belonging to the Mexican nation, and as builders of culture,
not as participants in society in its various components, legally, politically or economically,
among others. From a little over twenty years ago has intensified a series of studies and debates
on the presence and reconfiguration (s) identity (s) black-African descent in Mexico, especially
in the Costa Chica, in this process of reconfiguration it is important to locate both the interna-
tional context and national levels. In the international context we will realize those aspects that
have contributed to the reconfiguration of the components of black identity in the Costa Chica
and in the national context will rise what were the factors of it. The contribution we seek to do
is to account for the components of black identity in Cuajinicuilapa populations, and Collantes
Guerrero, Oaxaca through a statistical tool that allows us to locate social bookmarking.

Keywords: configuration of identity, collective imagination, black identity.

Metodología

El planteamiento metodológico que aquí presentamos se da a partir de la necesidad


de la elaboración de una encuesta multidisciplinaria que permita a diferentes investigadores
allegarse indicadores para establecer marcadores sociales con fines estadísticos. Los objeti-
vos de este planteamiento metodológico son:

1. Conocer en toda su complejidad los componentes principales de la identidad


étnica, afrodescendiente y mexicana desde el enfoque del análisis demográ-
fico, sociológico y antropológico de biografías.

2. Estudiar los factores asociados a los cambios en la identidad étnica, afrodes-


cendiente y mexicana a lo largo del curso de vida de la población.

3. Construir un conjunto mínimo de categorías empíricas que permitan identifi-


car a los indígenas, negros y mexicanos.

La elaboración del instrumento metodológico corrió a cargo del demógrafo Dr. Ger-
mán Vázquez Sandrín bajo los siguientes elementos:

Es necesario partir de los conceptos, descomponerlos en partes, llámense dimensio-


nes, para después generar indicadores observables e intercambiables de cada dimensión y

CAPÍTULO xiii 1340


finalmente índices que reagrupen y sinteticen los datos anteriormente obtenidos (Boudon,
Lazarsfeld, 1973).

Esto se hará para cada una de los tres tipo de identidades de estudio: la étnica, la racial
y la nacional; en orden de cumplir cada uno de nuestro tres objetivos de investigación.

Las tres identidades (indígena, racial y nacional) son identidades sociales, y por lo
tanto tienen aspectos en común. Uno de ellos, es que sólo tienen sentido dentro de un con-
texto de lucha simbólica por las categorías sociales. Es por esta razón, que no tiene sentido
estudiar todas las categorías identitarias posibles, sólo aquellas que luchan por distinguirse
en un contexto más amplio o nacional.

Otro factor común es la autoadscripción o el autoreconocimiento, como un elemento


cada vez más aceptado por la bibliografía para reconocer la identidad social, aunque este no
debe de estar desprovisto de la perspectiva externa, llámese de las características objetivas o
comportamientos observables.

-De los conceptos a los indicadores

Es necesario partir de los conceptos, descomponerlos en partes, llámense dimensio-


nes, para después generar indicadores observables e intercambiables de cada dimensión y
finalmente índices que reagrupen y sinteticen los datos anteriormente obtenidos (Boudon,
Lazarsfeld, 1973). Esto se hará para cada uno de los tres tipos de identidades de estudio: la
étnica, la racial y la nacional.

Las tres identidades (indígena, racial y nacional) son identidades sociales, y por lo
tanto tienen aspectos en común. Uno de ellos, es que sólo tienen sentido dentro de un con-
texto de lucha simbólica por las categorías sociales. Es por esta razón, que no tiene sentido
estudiar todas las categorías identitarias posibles, sólo aquellas que luchan por distinguirse
en un contexto más amplio o nacional.

Otro factor común es la autoadscripción o el autoreconocimiento, como un elemento


cada vez más aceptado por la bibliografía para reconocer la identidad social, aunque este no
debe de estar desprovisto de la perspectiva externa, llámese de las características objetivas o
comportamientos observables.

Se considera como premisa que la identidad (étnica, afrodescendiente o mexicana) es


el referente o la sustancia a la que se alude en una pregunta censal cuando se requiere iden-
tificar, es decir, saber cuántos son vistos como o se dicen ser indígenas/negros/mexicanos.

CAPÍTULO xiii 1341


No importa si esta identidad es vista desde la mirada externa como un repertorio de rasgos
culturales objetivos o como una adscripción propia, introspectiva y subjetiva; la identidad es
el único contenido que permite identificar al individuo como A, B o C.

Es necesario reconocer que la identificación de un individuo como miembro de un


grupo étnico, racial o nacional o de cualquier otra identidad social, no es un requisito sufi-
ciente. Es más, Giménez señala que “la identidad, en cuanto auto-identificación, auto-recono-
cimiento o auto-adscripción, se confronta siempre de manera dialéctica con la hetero-identifi-
cación, el hetero-reconocimiento y la hetero-adscripción; de allí que se produzcan inevitables
desfases o equilibrios inestables entre los polos contrapuestos.” (Giménez, 2009, p. 217)

Un criterio de validación de los resultados obtenidos en el fraseo de la pregunta de


pertenencia por autoadscripción consiste en someter distintos fraseos al grado de apego o
fuerza de la identidad. Este principio parte del hecho que un fraseo correcto será aquél que
obtenga como resultado un elevado grado de identidad étnica en los sujetos autoadscritos,
debido a que, como se desarrolló más arriba, ese el propósito mismo de la pregunta.

Trasladado al campo de las preguntas censales, estos razonamientos implican que la


identificación socialmente existente de la membresía a un grupo identitario debe incluir al
menos dos dimensiones: la autoadscripción y la heteroadscripción. La regla interpretativa
de los resultados debería de ser, en un caso ideal de buena calidad de los datos, que cuando
ambas identificaciones coinciden entonces se identifica a un miembro del grupo.

Exponemos aquí lo más relevante de la metodología, está se encuentra desarrollada


con más detalle en la publicación de un próximo libro. Lo que presentamos a continuación es
relativo a lo afrodescendiente.

El imaginario colectivo

El proceso de la construcción de la identidad afrodescendiente de la población que


vive en la Costa Chica tiene que ver con una pregunta ontológica ¿Existe la población afro-
mexicana? Desde el punto de vista institucional la respuesta es no, en principio se debe a que
la identidad del mexicano tiene que ver solo con dos raíces: la española y la indígena. Idea
esta reproducida de forma institucional reflejada en la Constitución y reiterada en todos aque-
llos textos jurídicos emanados de ella. Para una buena parte de la sociedad mexicana tampoco
existe, debido a que no hay un reconocimiento explícito de su existencia. En varios estados

CAPÍTULO xiii 1342


de la república mexicana se les denomina de diferente manera, jarochos, boxitos, costeños,
morenos. Sin embargo, estas denominaciones esconden un profundo desconocimiento y dis-
criminación hacia la herencia africana en México. La cual tiene que ver más con el color de
la piel que con los atributos socio-culturales que componen esta herencia.

En el terreno de la historia sabemos que los trajeron los españoles, su estatus está ma-
yoritariamente identificado como el de esclavos, como sustitutos de la mano de obra indígena
en la explotación de las minas o en el duro trabajo de los ingenios azucareros. Los negros pro-
venientes del África y que en muchas ocasiones pasaron por el Caribe antes de pisar tierras de
la Nueva España, eran visibles tanto por su color de piel como por su utilidad laboral, aspecto
este contemplado más como mercancía que como seres humanos. En el periodo colonial fue-
ron estratificados como castas dependiendo de su unión con la otra parte de la población, es-
pañola, criolla o indígena. Nos enteramos que existían como esclavos porque Miguel Hidalgo
decretó la abolición de la esclavitud. No obstante, en el proceso de independencia también
han sido borrados a pesar de que dos de sus grandes caudillos tienen la herencia africana: José
María Morelos y Pavón y Vicente Guerrero Saldaña.

Dentro de la sociedad mexicana como en muchas otras, se han construido distintos


modos de ver a los hombres y a las mujeres negras, todas relacionadas con el pasado novohis-
pano donde la justificación de la esclavitud, del trabajo y de la explotación sexual tuvieron un
peso importante en estos estereotipos. De esta manera, en la sociedad en general los hombres
y las mujeres negras, a diferencia de los indígenas y de los mestizos, no han sido personas a
las que se les reconozcan algunas características de fragilidad, ni de delicadeza. Por el con-
trario, siempre se les ha ubicado por tener una gran resistencia al sol, tener disposición al acto
carnal casi inagotable, poseer una musculatura aventajada para aguantar largas jornadas de
trabajo, resistencia física y algunas “malas artes”.

Algunos ejemplos que se pueden mencionar son, la relación que hay de las mujeres
negras vinculadas con la brujería, los brebajes y los hechizos amorosos. En la colonia hubo
mujeres acusadas de brujería por el Santo Oficio, aunque fueron pocas. En la clandestinidad,
ofrecían fórmulas mágicas, bebedizos, amuletos, oraciones maravillosas, yerbas alucinóge-
nas. Solían practicar la hechicería amorosa dirigida sobre todo a mujeres. (Campos y Villa-
nueva, 2008)

Los hombres negros también fueron acusados de brujos durante la etapa colonial, so-
bre todo de hacer brujería para escapar de condiciones adversas como la cárcel, o de realizar
“pactos con el Demonio en forma de negritos”, es decir, eran negros porque hacían pactos

CAPÍTULO xiii 1343


para escapar de la esclavitud o cambiar sus condiciones adversas, también practicaban ser
curanderos pero eran demandados cuando sus remedios no funcionaban y por ello buscaban
salir de las cárceles. Dentro de estos relatos el carácter que se describe de ellos es que eran
insolentes y desvergonzados. (Guevara, 2000)

Las prácticas de brujería tuvieron una relación muy fuerte con la prostitución, debido
a la imposibilidad de acceder al matrimonio, sobre todo en el caso específico de las mujeres
negras, mestizas y mulatas. Esta actividad se llegó a considerar como un comportamiento
inherente a su condición de “inferioridad” social por parte del resto de la sociedad. (Quezada,
1996)

Otro estereotipo que pesó en la sociedad mexicana, es lo relacionado a la división de


estancos de la sociedad novohispana, donde distinguió a las mezclas o no puros, como los
sectores de la sociedad de donde provenían los “peladitos”, los escándalos, las zonas sin edu-
cación que constituyeron los niveles más bajos de la sociedad. (Aguirre, 1992) A los negros
se les adjudicó el mito de ser “mal hablados” o decir muchas groserías, no obstante, habría
que entender que “maldecir” era una forma de desquitar su coraje ante las condiciones de
esclavitud y de explotación que padecían.

Todo este entramado social, que se fue construyendo a lo largo de la historia de Mé-
xico, ha hecho que los afromexicanos estén presentes o desaparezcan de la conciencia de lo
mexicano dependiendo de la importancia o no que han tenido en el terreno socioeconómico.
En el imaginario colectivo mexicano, que es un “magma de significaciones imaginarias so-
ciales” (Castoriadis, 1997) y que regula y orienta la acción de los miembros de una sociedad,
ha puesto en una situación de incertidumbre la existencia de lo afromexicano. ¿Existen?,
¿Dónde están?, ¿Cómo viven?, ¿Cómo se conciben? Son preguntas que intentaremos contes-
tar en este trabajo.

Es a través del imaginario social que se provee a la sociedad de significaciones y valo-


res, y en ellos lo afromexicano no es reconocido como tal, sino más bien se ha escatimado su
presencia en lo mexicano como algo no digno de reconocerse. Esta falta de reconocimiento
tiene que ver también con el autoreconocimiento, es decir ¿qué somos como mexicanos?,
¿cómo nos constituimos? Este proceso de construcción de la identidad presupone la concien-
cia de una singularidad, tanto como persona, tanto como pueblo. (Villoro, 1998)

En un intento por darles visibilidad, a los afromexicanos, en los años 40 y 50 del siglo
XX, aunque sea en una sola región del país, Gonzalo Aguirre Beltrán dio a conocer sus inves-

CAPÍTULO xiii 1344


tigaciones acerca de la presencia afro en la Costa Chica de Guerrero, más específicamente en
el poblado de Cuajinicuilapa, sin embargo, no logró que este trabajo se irradiara hacia otros
investigadores, antropólogos, historiadores, sociólogos, posiblemente porque también en el
campo de la investigación académica haya estado presente la idea de que lo español y lo indí-
gena son las únicas fuentes de la identidad del mexicano. Lo que sí podemos formular es que
el Estado mexicano buscó, por diferentes medios, crear cierta homogeneización social con el
sentido de fortalecer los vínculos que mantienen unidos a los mexicanos, engarzados con un
gobierno de corte nacionalista buscando cierta “continuidad en la historia”. (Villoro, 1998)

El imaginario social de lo mexicano se centró en la herencia indígeno-española des-


plazando cualquier otra ascendencia a un plano secundario, al grado de invisibilizar la exis-
tencia de lo afromexicano. Aspecto este que fue asumido por la población con esta herencia
bio-socio-cultural para hipostasiarla por el mestizaje en lo indígena y lo español.

Ubicación espacio temporal: Los negros en la Costa Chica

Si bien es cierto podemos encontrar población afrodescendiente en la mayoría del


país, es en los estados de Guerrero, Oaxaca y Veracruz donde se ubica una parte importante
de ésta.7 El trabajo que aquí presentamos se centra en los estados de Guerrero y Oaxaca,
específicamente en las poblaciones de Cuajinicuilapa, y Collantes respectivamente. En es-
tos estados el índice de marginación es Muy alto, lo que quiere decir que se encuentran en
pobreza extrema, con muy bajo acceso a la educación, vivienda en situaciones precarias y
salario insuficiente para cubrir necesidades básicas. Los municipios en los que se reconoce
una composición poblacional afrodescendientes son 16 para Guerrero y 12 para Oaxaca. La
Costa Chica cuenta con un clima caluroso y una cercanía con las costas del pacífico sur de
México. La actividad económica preponderante es la ganadería, el comercio y la agricultura
(maíz y frijol) en Cuajinicuilapa y la agricultura (maíz) y la ganadería en Collantes. A pesar
de que hay acceso al mar, la pesca no es una actividad relevante en términos de ingresos eco-
nómicos, más bien es de autoconsumo y a muy baja escala.

El cómo llegaron a esta región de la Costa Chica nos lo aclara Arturo Motta Sánchez,
y Ethel Correa Duró (1996), los estancieros a mediados del siglo XVI, hacendados que se
dedicaban a la ganadería, llevaron a la zona esclavos negros para el manejo del ganado. La

7
Debido a una fuerte presión de algunos grupos afrodescendientes de la Costa Chica de Guerrero y Oaxaca, final-
mente el INEGI hizo un levantamiento censal en el año 2015 de la población que se identifica con orígenes afro.

CAPÍTULO xiii 1345


peculiaridad de estos esclavos era que no provenían directamente del África o habían llegado
previamente al Caribe para después ser traídos al macizo novohispano, sino ya eran nacidos
en la Nueva España, es decir eran esclavos criollos, en su mayoría. No obstante, nos men-
cionan estos autores, también había esclavos traídos del África, provenientes de varias etnias
y que se les ubicó en una hacienda trapiche de San José, en la villa de Nejapa de Madero,
Oaxaca.

El hecho de haber nacido en la Nueva España en su mayoría, posiblemente no le


permitió a los esclavos negros crear una conciencia de su origen africano, lo que impactó
en el proceso de la generación de su identidad como afrodescendientes, sino como esclavos
primero y negros o mulatos después, aspecto que perduró al paso del tiempo creándose una
idea de inferioridad debido a su color de piel, y de mestizaje, el cual se fue incrementando
con el contacto indígena, asumiendo y recreando de alguna manera rasgos culturales indí-
genas, españoles y negros. Con el transcurrir de ciertos acontecimientos históricos, como la
independencia y la abolición de la esclavitud para sostener, aunque sea en el papel, que todos
los habitantes del México independiente dejaban de identificarse a través de la tipología de
castas y pasaban a ser simplemente americanos.

El paso de lo negro a lo afrodescendiente

El proceso de construcción de la identidad tiene que ver con el autoreconocimiento


a través del reconocimiento del otro. La mirada ajena nos determina, nos otorga una perso-
nalidad (en el sentido etimológico de “máscara”) y nos envía una imagen de nosotros. El
individuo se ve entonces a sí mismo como los otros lo miran. (Villoro, 1998) En el caso de
la mirada del otro para la construcción de la identidad del afrodescendiente es que el otro
no es un solo actor sino más bien son varias las miradas que impactan la construcción de la
identidad del afrodescendiente, son el español, el indio y el mestizo. Esas miradas van con-
figurando la identidad del negro que al momento de dejar de ser esclavo y convertirse en un
hombre libre se ve obligado a incorporarse al mundo de los “iguales”. Ya no es esclavo, sin
embargo, tampoco es igual a los otros, es de piel negra, en una sociedad donde una de las
aspiraciones sociales para engrosar las confinadas filas de los “iguales” es la piel blanca. Po-
siblemente pueda dejar de ser pobre pero su piel sigue siendo oscura, negra. Lo único que le
puede ayudar para dejar de ser un sujeto mal visto, para ser aceptado en la sociedad mexicana
es parecerse al mestizo, al moreno, y dejar de ser negro. Lo moreno es mejor que lo negro,
más aun si social e históricamente se ha venido forjando la identidad de lo mexicano a través

CAPÍTULO xiii 1346


de la fusión de dos culturas, la indígena y la española. Es mejor parecer mestizo moreno con
una raíz histórica que un negro sin raíces.

Ser mexicano implica el reconocimiento de los otros, en donde el Estado juega un pa-
pel muy importante, pues es el que gestiona, en el terreno ideológico, el sentido de la unidad
nacional, que implica una pertenencia territorial y en la que de alguna manera los ciudadanos
dirigidos por el Estado pertenecen a la misma comunidad o “nación” y lo que une a estos
ciudadanos es algo así como una etnicidad, una lengua, una cultura, una raza, una religión o
antepasados comunes. (Hobsbawm, 1993) La consolidación del sentido de unidad nacional
tuvo su esplendor en el México posrevolucionario, la reivindicación del mestizaje intentó
eliminar toda diferencia en lo mexicano, esa fue una de las contribuciones de José Vasconce-
los y su raza cósmica, no había lugar ya para lo discordante, todos somos mexicanos, todos
somos “iguales” aunque nada más sea de palabra, aunque siga imperando la discriminación
al indio, no digamos ya al negro.

A pesar de que se utilizó todo el entramado institucional para forjar la hegemonía


histórico-cultural del mestizaje, sobre todo en la segunda mitad del siglo XX, la fuerza de lo
identitario resurgió con un ímpetu inusitado. La coyuntura de los 500 años del descubrimien-
to de América le dio un nuevo aliento a la idea de identidad diferenciada en los mexicanos,
sobre todo lo que se refiere a lo indígena y a lo negro. La concepción de la unión, del “encuen-
tro” o de la fusión de dos culturas llevó a los festejos del quinto centenario cuyo propósito fue
dejar en el olvido todos los agravios cometidos por los españoles en la conquista. La reacción
a tal concepción fue el Primer Encuentro Continental de Pueblos Indios, celebrado en Quito,
Ecuador en 1991, con el objetivo de oponerse a las celebraciones por el descubrimiento de
América. Junto con este evento se llevaron a cabo muchos otros en diferentes partes de Amé-
rica. En el mismo año se realizó el II Encuentro Continental de Resistencia Indígena, Negra
y Popular en la población de Xelajú, Guatemala.

En México la reacción al pretendido “encuentro” de dos culturas fue también de mu-


cha actividad por parte de organizaciones indígenas y populares para rechazar los festejos
del V Centenario. En estas actividades participaron los negros de la Costa Chica, lo hicieron
a lado de los indígenas a través del Consejo Guerrerense 500 Años de Resistencia Indígena,
Negra y Popular, sin embargo, hubo discrepancias entre ellos, lo que los llevó por caminos
distintos en la reivindicación de sus identidades. Más aun, cobro mucha más fuerza la reivin-
dicación identitaria indígena a partir de la aparición del movimiento zapatista chiapaneco,
mientras que la presencia e identidad afromexicana quedaba en un segundo plano. Para efec-
tos de nuestro trabajo vamos a seguir los acontecimientos en los que los negros de la Costa

CAPÍTULO xiii 1347


Chica se vieron involucrados, a partir de los años noventa, en el proceso de la reivindicación
de su identidad afrodescendiente.

Pensamos que la coyuntura de los quinientos años del descubrimiento de América


inició un camino en el que un grupo, tal vez muy reducido de afrodescendientes, empezó a
reflexionar acerca de la “identidad perdida”.

Debido a la ausencia, entre la gente, de una explicación acerca de cómo llegó la pobla-
ción afrodescendiente a la región de la Costa Chica, hubo la necesidad de forjarse un origen.
Como en la historia no se cuenta la forma en que llegaron los afrodescendientes a la región,
éstos se crearon un origen. Entre la población es constante la referencia de un barco mercan-
te, algunas historias cuentan que salió del puerto de Acapulco y como iba con demasiado
peso, debido a la carga, el capitán decidió deshacerse de parte de la tripulación de origen afro,
en lugar de dejar la mercancía. Entonces seleccionó a los hombres que se quedarían y con
engaños los hizo bajar del barco para ir a buscar agua potable. Así, el barco se detuvo en un
pequeño puerto de pescadores conocido como Punta Maldonado, muy cerca de Cuajinicuila-
pa, y allí el capitán ordenó a una veintena de marineros ir por el agua y cuando éstos llegaron
a tierra, el barco se alejó dejándolos abandonados.

Otra versión es que un barco llamado “Puertas de Oro”, del que los lugareños aseguran
que aún existen vestigios en Punta Maldonado, iba rumbo al puerto de Acapulco, se dice que
la tripulación iba de fiesta, incluyendo al timonel, el cual perdió el control del barco teniendo
como final un encallamiento y una tripulación, compuesta por negros, en fuga a tierra firme.

Otra versión más, es aquella en que el barco que encalló en Punta Maldonado era un
barco esclavista, aunque se desconoce de dónde venía ni cuando encalló, pero se asegura que
así llegó la población negra a la Costa Chica.

Las dos primeras versiones que la gente repite en las calles han sido recogidas por
historiadores locales como Raúl Luna Mayani con su Biografía Moderna del estado de Gue-
rrero y el historiador Moisés Ochoa Campos con su libro La chilena guerrerense. Estos a su
vez, han retomado las versiones del escritor chileno Carlos López Urrutia, de quien rescatan
el relato del origen de las chilenas costachiquenses, con la llegada de la Escuadra proveniente
de Chile al puerto de Acapulco el 25 de enero de 1822. (Peláez, 2010)

En los años noventa del siglo XX los acontecimientos, a escala nacional e internacio-
nal, apuntaban al surgimiento de un escenario donde lo afrodescendiente sería protagónico
en la Costa Chica. Así en 1997 se inaugura una serie de eventos para hablar de la cultura

CAPÍTULO xiii 1348


afromexicana. Desde entonces, año tras año, hasta la actualidad, el Encuentro de Pueblos
Negros recorre las diferentes poblaciones que se consideran afrodescendientes en territorio
guerrerense como oaxaqueño. Su objetivo principal es el reconocimiento constitucional de su
existencia. Otro de sus objetivos fue que el INEGI hiciera un conteo de la población afrodes-
cendiente en el país. A estos encuentros han asistido Diputados locales y federales, Senadores
y el Gobernador de Oaxaca, Gabino Cue. Detrás de la organización de los encuentros están
diversas organizaciones sociales, como algunos connotados académicos. Dos de sus grandes
logros han sido que se les reconozca, a escala estatal, su existencia en las Constituciones de
Oaxaca, primero y de Guerrero después. El objetivo de mayor relevancia es que en la Cons-
titución de la República también se les reconozca.

En el escenario internacional ha habido un fuerte empuje para que se reconozca que


la población africana sufrió una constante esclavización debido a la cual se dio una diáspora
africana hacia el resto del mundo, especialmente hacia América. De esta manera se organi-
zaron sendos eventos como la Cumbre regional americana de preparación a la Conferencia
de Durban, en Santiago de Chile realizada en el año 2000 y posteriormente la Conferencia
Mundial contra el Racismo, que se llevó a cabo en Durban, Sudáfrica en el año 2001. Ambos
impulsados desde el seno de las Naciones Unidas. Una frase que circuló entre los asistentes,
en torno a estos eventos, fue la de “Entramos Negros y salimos afrodescendientes”.

A los anteriores, le siguieron reuniones en diferentes partes del mundo, producto de


ellas fue la declaratoria, por parte de la ONU, de que 2011 fuese el Año Internacional de los
Afrodescendientes. Otro fue que los países miembros de la ONU se comprometieron a llevar
a cabo políticas contra la discriminación hacia los afrodescendientes, además se logró un
acuerdo muy importante, realizar un conteo estadístico para saber la cantidad de población
que se reconoce como afrodescendiente. Asunto que en México se concretó hasta el 2015 a
través de la encuesta intercensal de ese año.

Los resultados

Los resultados que aquí presentamos son sólo algunos de los que obtuvimos en nues-
tra investigación.

Ante la pregunta “He dedicado tiempo tratando de averiguar más acerca del pueblo
negro, tal como su historia, tradiciones y costumbres” observamos que el 49% dijo estar de
acuerdo y muy de acuerdo, mientras que el 30% dijo estar en desacuerdo y muy en desacuer-

CAPÍTULO xiii 1349


do. El 18% dijo no estar ni de acuerdo ni en desacuerdo (Véase gráfica 1).

Gráfica 1. “He dedicado tiempo tratando de averiguar más acerca del pueblo negro, tal
como su historia, tradiciones y costumbres”

Ante la pregunta “Muchas veces hago cosas que me ayudan a entender mejor mi origen
negro” (Gráfica 2) 52% contestó muy de acuerdo y de acuerdo, mientras que 23% contestó muy
en desacuerdo y en desacuerdo. 20% dijo no estar ni de acuerdo ni en desacuerdo.

Gráfica 2. “Muchas veces hago cosas que me ayudan a entender mejor mi origen negro”

CAPÍTULO xiii 1350


Ante la pregunta “Muchas veces he hablado con otras personas con el fin de aprender
más acerca de mis raíces negras” 72% dijo estar muy de acuerdo y de acuerdo, mientras que
15% dijo estar muy en desacuerdo y en desacuerdo, 13% dijo no estar ni de acuerdo ni en des-
acuerdo (Gráfica 3).

Gráfica 3. “Muchas veces he hablado con otras personas con el fin de aprender más acerca de
mis raíces negras”

Ante la pregunta “Tengo un fuerte sentido de pertenencia al propio pueblo negro” 82%
dijo estar muy de acuerdo y de acuerdo, mientras que 10% dijo estar muy en desacuerdo y en
desacuerdo. 8% dijo estar ni de acuerdo ni en desacuerdo (Gráfica 4).

CAPÍTULO xiii 1351


Gráfica 4. “Tengo un fuerte sentido de pertenencia al propio pueblo negro”

Ante la pregunta “Entiendo perfectamente lo que significa para mí pertenecer al pueblo negro”
(Gráfica 5) 67% dijo estar muy de acuerdo y de acuerdo. Mientras que 25% dijo estar muy en
desacuerdo y en desacuerdo. 8% dijo estar ni de acuerdo ni en desacuerdo.

Gráfica 5. “Entiendo perfectamente lo que significa para mí pertenecer al pueblo negro”

Ante la pregunta “Siento un fuerte apego hacia el pueblo negro” 67% dijo estar muy de
acuerdo y de acuerdo. Mientras que 23% dijo estar muy en desacuerdo y en desacuerdo. 10%
dijo estar ni de acuerdo ni en desacuerdo (Gráfica 6).

CAPÍTULO xiii 1352


Gráfica 6. “Siento un fuerte apego hacia el pueblo negro”

Ante la pregunta “De acuerdo con su cultura, pueblo o rasgos físicos, ¿Usted se consi-
dera Afromexicano(a), Afrodescendiente, Negro(a), Moreno(a), Mulato(a)?” 32% se considera
moreno, 25% afromexicano y 25% negro como se observa en la Gráfica 7.

Gráfica 7. “De acuerdo con su cultura, pueblo o rasgos físicos, ¿Usted se considera Afromexica-
no(a), Afrodescendiente, Negro(a), Moreno(a), Mulato(a)?”

CAPÍTULO xiii 1353


Conclusiones

De acuerdo a los resultados podemos sostener que hay un elevado sentido de perte-
nencia al pueblo negro, 82%, lo que significa que la población de origen afro tiene bastante
claro cuál es su identidad. En un segundo momento esta población está bastante interesada en
aprender más acerca de sus raíces afro, 72%. Posteriormente, con 67%, la población afro tiene
un fuerte apego hacia el pueblo negro y en la misma proporción entiende perfectamente lo que
significa pertenecer al pueblo negro. Con respecto a la denominación la población incrementa
su reconocimiento afrodescendiente, 25%, y no se siente avergonzada por identificarse como
negro, 25%.

Los marcadores que aquí vemos nos llevan pensar que hay un proceso de cambio en
la identidad de la población afrodescendiente de la Costa Chica y hay una disputa entre seguir
llamándose morenos, un tanto de para ocultar su origen afro, y la de transitar a una identidad
acorde con sus raíces afro. Nos parece que no hay una rivalidad entre la denominación afro-
mexicano y negro sino una asunción de su identidad negro-afrodescendiente.

Pensamos que esta transición se debe a un proceso de reconfiguración de su identidad


cuya causalidad ha sido el proceso de reconocimiento que han logrado sobre todo a partir de la
organización de los encuentros de pueblos negros desde 1997. Con esto vemos que ha ganado
terreno la autoadscripción y el autoreconocimiento y que esto no se debe sólo a lo que ellos
piensan de sí mismos, sino que se debe a un proceso de hetero-identifcación lo que se ve plas-
mado en las constituciones de Oaxaca y Guerrero y que instituciones estatales como el INEGI
y CONAPO los han incorporado en sus agendas.

Pensamos también que de continuar con este proceso de auto-identificación se va a


lograr una mayor hetero-identificación en el terreno institucional, así como social a escala na-
cional.

CAPÍTULO xiii 1354


Obra citada

Aguirre B., G. (1992). Obra Antropológica XI. Obra Polémica. México: FCE.

Castoriadis, C. (1997). “El Imaginario Social Instituyente”. Zona Erógena. Nº 35, pp. 1-9.

Giménez, G. (2009). Identidades sociales, México: CONACULTA / Instituto Mexiquense de


Cultura, Col. Intersecciones.

Guevara S., M. (2000). “La inquisición en Guanajuato”. Inquisición Novohispana. México:


IIA-UNAM, pp. 216-235

Lazarsfeld, P. (1973). “De los conceptos a los índices empíricos”. En Metodología de las cien-
cias sociales. Barcelona: Laia.

Motta S., J. A. y E. Correa D. (1996). “Población negra y alteridentificación en la Costa Chica


de Oaxaca”. Dimensión Antropológica, 8, septiembre-diciembre, pp. 7-27.

Villoro, L. (1998). “Sobre la identidad de los pueblos”. En Estado plural, pluralidad de cultu-
ras. México: UNAM/Paidós, pp. 63-78

Quezada, N. (1996). Sexualidad y Magia en la Mujer Novohispana: siglo XVI. México: Plaza
y Valdés Editores.

Obra citada de Internet

Campos M., A. y Villanueva D., C. I. (2008). Brujería y hechicería sexual: las redes de su apren-
dizaje según procesos inquisitoriales de los siglos XVII y XVIII. México: UAM-Iztapa-
lapa. 402 p. http://www.rlp.culturaspopulares.org/textos/23/04.campos.pdf pp. 401-435.

Hobsbawm, E. J. (1993). Nacionalismos en Europa: Pasado y Presente. 25 de mayo de 2016,


27-29 de septiembre de e-spacio.uned.es Sitio web: http://e-spacio.uned.es/fez/eserv.
php?pid=bibliuned:filopoli-1994-3-47805E41-BBF2-4D8F-D9B7-7AFE6F430F37&d-
sID=identidad.pdf )

Pelaez R., H. (21 de mayo de 2010). Tres versiones de cómo llega la cueca. Cultura Popular
de la Costa Chica, pág. 1. http://guerrerocultural87.blogspot.mx/2010/05/tres-versio-
nes-de-como-nos-llega-la.html

CAPÍTULO xiii 1355


La Danza de los Diablos como expresión
artística de la identidad afrodescendiente

Martha Patricia Trejo Cerón8

Resumen: La Danza de los Diablos es el elemento que forma parte de su identidad dentro de
la Cultura Afrodescendiente de la Costa Chica de Guerrero y Oaxaca, pues ésta nos relata su
llegada a nuestras costas, su etapa de esclavitud en las haciendas, el maltrato que recibían de
sus patrones, las humillaciones y las largas jornadas de trabajo a las que estaban sometidos los
pobladores día con día.
Dentro de la danza aparte de relatarnos su historia, también nos muestra su lado artístico, por
medio de su danza, cada movimiento en ella, me hace imaginar su trayecto al campo cuando
recolectaban el algodón bajo el sol intenso del día sufriendo de hambre, de sed, de golpes pro-
ducidos por el capataz cuando bajan su ritmo de trabajo, pero también con el Diablo Mayor y
la Minga, podemos ver el juego sexual que hace con el público y el capataz, como si fuera un
triángulo amoroso, donde ella provoca los celos del Diablo Mayor coqueteando con los hom-
bres que se encuentran disfrutando de la danza, a su vez la complicidad de ambos como pareja
y de apoyo en el trabajo.
La música va de acuerdo a sus movimientos, que es como ir marchando, además de ser muy
rítmica que provoca en el público felicidad e invita a la fiesta, los instrumentos musicales de la
danza son bastante originales, ya que eran elementos usados por un brujo para curar o ahuyentar
algunos males de las personas.
La Máscara del Diablo es la que portan durante la danza, la cual causa gran impacto, es lo más
esperado en el espectador, ya que cada bailarín pone en práctica su creatividad para lograr el
efecto de miedo en las personas, debe de reflejar la cara de un diablo, a través de facciones o
semblante de furia, así como acompañada de otros elementos que hacen de ésta cause temor en
el público.
Tanto los instrumentos musicales como la máscara tienen cierta influencia de dos corrientes

8
Diseñadora Gráfica. Colegio de Ciencias y humanidades-Naucalpan. Email: dgpatytrejo@gmail.com

CAPÍTULO xiii 1356


artísticas las cuales desarrollaremos en el escrito, explicando el porqué de ello. Aunque no lo
parezca la cultura afrodescendiente tiene una gran riqueza artística, además le da identidad a
su cultura, porque en toda la Costa Chica la danza de los Diablos es el elemento clave de sus
raíces.

Palabras clave: tradición, danza, Costa chica.

Summary: The Devil´s Dance is the element that is part of their identity within the Afro-des-
cendant Culture of the Costa Chica of Guerrero and Oaxaca, and this tells us the arrival on our
shores, the stage of slavery on the ranches, the bad treatment that their employers bring, humi-
liations and long working hours they were subjected to every day.
Inside the dance also it tell us the histoy, it shows the artistic side too, by the dance, ev/ery move
in this, I can imagine the way to the countryside when the people collect the cotton under the
intense sun, with hungry, thirsty, shock by the foreman when they get low the work, but with
the “Mayor Devil” and the “Minga”, we can see the sexual game with the audience and the
foreman, like a love triangle, and she produce the jelousy of the “Mayor Devil”, flirting with
the men who are enjoying of the dance, and the complicity of both as a couple and the support
at work.
The music is going as the moves, like it is marching, also it is with rhythm that cause the happi-
nes of the audience and invite at the party, the musical instruments of the dance are really origi-
nal, because it was elements that the witch used to cure or drive away some bads for the people.
The devils mask are using during the dance, it causes a big impact, is the most expected for the
audience because each dancer use their creativity to cause fear in the audience, it should reflect
the devil face by fury factions, also other elements.
As the musical instruments and the mask have the influence of two artistic currents, and we
have to explain the reason of this, because although the afro-descendant culture doesn´t look,
it´s rich and bring identity at their culture, because at all the Costa Chica, the Devil Dance is the
most important element of their origin.

Keywords:dance, tradition, Costa chica.

Introducción

Hace cuatro años en una madrugada emprendimos nuestro viaje de investigación, donde
comenzamos a construir el camino de un destino desconocido para nosotros pero de grandes
aprendizajes, donde viviríamos miles de experiencias, de su riqueza cultural, aunque para al-
gunos esta parte de nuestra historia ha quedado olvidada en el tiempo, en nuestra actualidad,
no dan crédito de su existencia, son ignorados, discriminados y ante las leyes no son recono-
cidos como parte de la civilización, de considerarlos como una cultura, como lo hacen con las
culturas indígenas, son parte de nuestras raíces, una cultura que debería ser conocida a nivel
mundial,  que deberíamos estar orgullosos de ella por todo lo que representa, porque en todo

CAPÍTULO xiii 1357


inicio hay un punto de partida para comenzar a narrar la historia donde no omitamos ningún
detalle y a ninguna cultura.

Me refiero a la Cultura Afrodescendiente específicamente de la Costa Chica de Guerrero


y Oaxaca, visitando los poblados, de Cuajinicuilapa, San Nicolás y Collantes,  en cada uno de
estos lugares nos han recibido con los brazos abiertos, a pesar de que han tenido algunas malas
experiencias con personas que también vienen a estudiar su cultura, como alguien me dijo, mu-
chos vienen, nos estudian, nos sacan toda la información de nuestra historia, prometen volver
con el material que realizarán sobre la investigación, donde nos darán el crédito, se van y jamás
regresan, jamás vemos que hicieron con todo eso que trabajaron en su estadía aquí, es injus-
to, nosotros no nos negamos a que vengan y conozcan nuestra cultura, aquí las puertas están
abiertas siempre, lo único que deseamos es que narren nuestra historia, que los que no saben de
nosotros sepan que existe esta cultura, de nuestra lucha constante por ser reconocidos en todos
los ámbitos, donde nos den los mismos derechos, que nos den un lugar honorable en la historia,
tal vez sea mucho pedir, pero de verdad tenemos mucha riqueza aquí.

He de aceptar que yo no conocía esta cultura, al menos en mi paso por la escuela no los
mencionaban como una cultura, solo escuchaba decir que los Afrodescendientes como lo men-
cionaban en las clases, eran esclavos, tiempo después obtuvieron su libertad, su lucha constante
por ser reconocidos con los mismos derechos que los demás, a no ser discriminados por nadie
de ninguna forma, fue el sueño y realidad de Nelson Mandela, al llegar ser presidente de su
nación, su principal objetivo era cambiar esa visión que se tenía de ellos, haciendo un mejor
país, donde todos pudieran vivir tranquilos, donde no fueras juzgado por tu color de piel, que
te vieran solo como un ser humano común y corriente, no temerle a la policía, esa la libertad de
caminar por la calle a cualquier hora sin temor a ser agredido o discriminado, con los mismos
derechos que todos, donde exista una mejor calidad de vida para ti y tu familia, donde no se
dejaran llevar por tu color de piel, no fue fácil pero logró grandes cosas, aunque en la actualidad
todavía siguen en pie de lucha, ya que en muchos países la forma de verlos no ha cambiado,
cuantas veces no hemos escuchado o visto noticas o injusticias, donde han sido agredidos,
discriminados y asesinados solo por su color de piel o expresiones ofensivas hacia ellos, so-
bre todo cuando les dicen “Negros”, mucho tiene que ver la forma en como lo digas, algunos
de verdad lo dicen de una manera ofensiva, por tal motivo ellos se sienten agredidos, eso lo
aprendí en mis viajes, cuando le preguntamos a un señor si le molestaba que le dijeron negro,
comentó que no, nos explicó que algunos se ofenden si les dices así, entonces prefieren que les
digan Afromestizo, Afrodescendiente, Afromexicano o Mexicano, pero como en todo, la forma
en que lo digas será la reacción de las personas, si lo dicen con respeto no habrá problema y es

CAPÍTULO xiii 1358


muy cierto, el mundo sigue avanzando, evolucionado, la forma de pensar de muchas personas
no cambia, sigue estancada, llena de prejuicios y sobre todo sigue sin reconocer que no solo
son Afrodescendiente, son una cultura, con gran riqueza en todos los ámbitos, de la cual pode-
mos aprender mucho, pero seguimos dejándolos en el olvido, pongamos un ejemplo, el Museo
Nacional de Antropología de la Cuidad de México donde en cada una de sus salas nos habla
de las diferentes culturas que existen en nuestro país, todos hemos visitado este lugar en varias
ocasiones pero jamás nos habíamos puesto a pensar, analizar y a cuestionar porque la Cultura
Afrodescendiente no es parte de su exhibición en sus salas o al menos mencionarla, cuáles son
los motivos de esa omisión, lo pregunte en una ocasión y solo me dijeron que no sabían de que
les hablaba, que no era importante o que no era una cultura, eso es grave, en mi punto de vista,
porque la realidad es que si lo son, lo hemos comprobado en el transcurso de nuestra investiga-
ción, incluso hace tiempo vi un breve documental en canal 22 sobre este tema, entonces cómo
pueden decir que no es importante.

Dentro de nuestro equipo de investigación, los integrantes hablaran de diferentes temas,


que darán a conocer más sobre esta cultura, en mi caso, me enfocaré en el arte, podríamos
abarcar varios temas, como sus danzas, la música, las artesanías, los instrumentos, la pintura, la
escultura, en fin, pero básicamente me basaré en la danza más conocida y de gran impacto en
esta cultura me refiero a la Danza de los Diablos, aquí podemos analizar varios aspectos y sobre
todo el origen de esta cultura en nuestro país.

La historia

La Danza de los Diablos es el emblema más representativo de la Costa Chica de Guerre-


ro y Oaxaca en ninguno de sus poblados puede faltar, claro, cada uno le pone su sello personal,
pero antes de entrar en materia conozcamos su historia que dio origen a esta magnífica danza.

Todo comenzó con la llegada de los españoles a las costas de nuestro país, en la época
de la conquista, donde en nuestras investigaciones de campo nos han hablado de cómo fue la
llegada de los Afrodescendiente a nuestro país, hay dos versiones, la primera versión es que los
españoles los trajeron como esclavos para trabajar en sus haciendas en la producción del algo-
dón,  la segunda versión es que fue un barco lleno de Afrodescendiente que encalló en la playa
conocida hoy como Punta Maldonado y muchos nos cometan que aún a lo lejos puedes ver el
casco de la embarcación, en fin son las versiones que se manejan de su origen aunque muchos
manejan la primera versión, es la que tiene más fuerza entre los poblados.

CAPÍTULO xiii 1359


No es de nuestro desconocimiento que a los Afrodescendiente solo se les veía como
esclavos, de hecho muchos los consideraba animales, por su forma física, los comparaban con
monos, pero solo eran seres humanos que pedían ser respetados, que los tratarán igual que a
los demás, pero sabemos que no era así, eran maltratados días y noche, con largas jornadas
de trabajo a pleno sol donde el más débil o viejo no resistía la carga de trabajo, pero aun así
los obligaban a trabajar porque lo único que importaba para los españoles era tener la mayor
producción de algodón para poder sacar provecho de ella y obtuvieran grandes ganancias, para
hacer crecer más sus haciendas.

Muchos maltratos tuvieron que soportar los Afrodescendiente, usaban ropa vieja, rota,
desgastada, incluso algunos en calzones y descalzos, eran golpeados con látigos para que si-
guieran haciendo su labor, sin comer, sin tomar agua, sin importa que tan fuerte estuviera el
sol, ellos debían ganarse su comida con trabajo duro, de otra forma no la obtendrían, pero para
el tipo de comida que les daban, muchas veces eran las sobras que dejaban los españoles de
sus grandes banquetes, lo que tiraban a la basura, o lo que les daban a los animales, pan duro
y algo de agua para pagar su sed, claro que para los Afrodescendiente eso era la gloria, poder
tener algo de comer sin importar en qué condiciones se les daba la comida, lo importante era
recuperar fuerzas para el siguiente día, dormir unas cuantas horas para poder seguir trabajando 
al día siguiente y no quedar tendido en el campo molido a golpes o tal vez muerto, por hambre,
deshidratación o por la paliza que el capataz les daba cuando les exija trabajar, las mujeres
Afrodescendiente fueron obligadas a trabajar en las haciendas, haciendo la limpieza de estas, la
comida, atender a las personas que vivían ahí, en muchas ocasiones fueron violadas por los pa-
trones o vendidas a otros, muchas injusticias tuvieron que pasar en su llegada a nuestras costas.

Cuando eran las grandes fiestas en las haciendas los Afrodescendiente eran excluidos,
en una festividad religiosa, donde los españoles realizaban dejaron a los negros afuera,  dán-
doles solo un garrafón de aguardiente que les hicieron el favor de regalarles como es de nues-
tro conocimiento los españoles trataban de inculcar por la fuerza sus creencias religiosas,
nadie podía creer o venerar a otros Dioses si no fueran los suyos, por eso tal vez no compren-
dían los Afrodescendiente y a su vez se sintieron despreciados por los españoles, pero poco
les importó, ellos comenzaron a beber, a ponerse muy borrachos, y dentro de eso ellos rea-
lizaron su propia fiesta, la dedicarían a Ruja, así le decían al capataz, aunque su nombre era
Rufo, así que iría dedicada a ese Dios Africano, todo listo comenzaron su celebración entre
baile, gritos y alcohol realizaron su fiesta, pero esta se salió de control a tal manera que uno
de sus compañeros acabo muerto, sólo así, los españoles voltearon las miradas hacia ellos,
dejando su celebración a un lado para salir de la Hacienda a ver qué estaba sucediendo con

CAPÍTULO xiii 1360


ellos, cuando por fin pudieron calmarlos les preguntaron qué había pasado, solo se limitaron a
decir que era un fiesta para su Dios Negro Africano, esto escandalizó a los españoles pues su
tal Dios en sus Santas Escrituras era catalogado como el Diablo, el más grande temor de los
españoles, nadie debía venerarlo, porque era una falta de respeto para su Dios por tal motivo
el patrón los corrió pero ahí no dejo las cosas mando una carta denunciando los hechos del
ritual de los Afrodescendiente para que mandaran a un obispo arreglar está situación, hizo
varias preguntas a los Afrodescendiente pero nadie quiso contestarle nada sobre el tema, así
que los amenazo que si seguían realizando este tipo de rituales serían llevados ante la Santa
Inquisición y culpados por brujería otorgándoles la pena máxima por su delito, esto amenaza
causo mucho temor entre los Afrodescendiente a tal grado que decidieron no realizar más
ese ritual y olvidarse de todas esas creencias ancestrales que habían traído de su tierra natal,
mucho tiempo tuvo que pasar, justo fue cuando se abolió la esclavitud, los Afrodescendiente
ya no eran esclavos, eran hombres libres, libres para hacer su propia vida, forjar un futuro
digno para ellos y sus familias.

Comenzaron hacer su vida, aquellas 24 familias Afrodescendientes, retomando sus cos-


tumbres, sus raíces, su religión, sin temor de que algo pudiera sucederles, es ahí donde comien-
za a surgir esta cultura, abriéndose camino en nuestro país y que sigue haciéndolo porque aún
no son reconocidos del todo.

La Danza de los Diablos (origen)

Esta danza representa la vida que los Afrodescendientes vivieron en su etapa de escla-
vos, aquellas largas jornadas de trabajo donde a pleno rayo del sol debían marchar para des-
empeñar su actividad, ya que se dedicaban a la recolección de algodón, vigilados por el viejo
capataz, que se encargaba de que todo estuviera en orden acompañado siempre de su puro y lá-
tigo pero también tenían a otro vigilante que era la esposa de capataz conocida como la Minga,
juntos trataban de poner el orden en el campo, no permitir que ninguno de los esclavos dejara
de trabajar, este matrimonio tenía una hija muy bella a la cual cuidaban con mucho recelo, ya
que todos los hombres se le quedan viendo y la deseaban, pero cierto día se descuidaron, un
hombre se llevó a su hija al monte para violarla, cuando la Minga de percato de esto, le aviso
inmediatamente al Capataz el cual fue a buscarla y sobre todo al violador que se atrevió a qui-
tarle el virgo (virginidad) a su hija, para llevarlo ante las autoridades y pagara por su delito,
solo había dos formas para pagar por ese delito, una seria casándose con ella, la otra pagando
con dinero, al presentar al violador ante las autoridades estas les preguntan a los padres que si

CAPÍTULO xiii 1361


desean casar a su hija con el acusado ellos dijeron que no, que como él se la había llevado por la
fuerza, robándose su virginidad, tendría que pagar la suma de dos billetes de a quinientos para
cubrir su deuda.

Cuajinicuilapa, Guerrero

En este poblado la Danza de los Diablos, es enseñada desde que son niños, ya que es
cuando más interés tienen a ser parte de ella, dentro de nuestra investigación hemos descubierto
que los adolescentes ya no es tan fácil que se integren a esta danza pues les da pena ser parte de
ella, por tal motivo empiezan desde muy chicos.

La danza se representa junto con una de las más grandes festividades de nuestro país que
es el Día de Muertos, donde en cada estado de la republica honra a sus muertos, con ofrendas
en sus casas o en las tumbas para recibirlos.

En Cuajinicuilapa, se hace un concurso donde todos los poblados de la Costa Chica van
a bailar y a demostrar quién es mejor realizando la danza, se ponen sus mejores galas para ello,
por así decirlo,  le dedican mucho tiempo a su preparación, con el vestuario, sobre todo con la
máscara que usará cada uno de los integrantes, también lo que la Minga usara, de cómo será
su actuación para ese día, la música no puede faltar, desde dos meses antes ellos comienzan a
ensayar para poder ser los numero uno en la presentación y llevarse el premio que den pero con
algunos nos han dicho, simplemente es honrar una de nuestras más grandes tradiciones, nunca
olvidar donde como comenzó nuestra historia, como han cambiado las cosas desde entonces, a
dónde hemos llegado, que seguimos en pie de lucha por ser reconocidos como una cultura más
y con los mismos derechos que los demás en este país.

Es una gran celebración, donde cada poblado da su mejor presentación, este evento
genera una gran expectativa, todos están presentes para disfrutar el momento y dar apoyo a los
danzantes, personas de todas las edades se reúnen, todos desde muy temprano se reúnen frente
al Museo de las Culturas Afromestizas, el único en todo el país, que lamentablemente no cuen-
ta con ningún apoyo del gobierno, el INAH u otra institución, se mantiene por medio de los
visitantes que aducen a él, en cada una de sus paredes podemos ver lo que ha sido su historia,
a través de los años, la gran riqueza cultural que tiene, las danzas que la conforman, así como
instrumentos, fotos, dibujos y máscaras, es una pena que no cuente con apoyos pues es algo
muy importante de conservar y salvaguardar este espacio, como lo han hecho con otros museos
en nuestro país.

CAPÍTULO xiii 1362


Dentro de nuestra experiencia al asistir en Día de Muertos a Cuajinicuilapa hemos
podido de disfrutar de la danza de cada poblado, algunos dentro de su danza interactúan
con el público, invitan a que bailes con ellos, de eso se encarga la Minga, esta empieza a
coquetearles, les baila, se sienta en ellos  y luego los jala para que bailen con ella, algunos
acceden otros no, sobre todos los que vienen de fuera, son los que se animan a bailar con
ella, porque los de ahí no mucho ya que saben lo que sucederá si bailas con la Minga, corres
el riesgo de que el capataz te vea y te empiece a perseguir con su látigo por andar bailando
con su mujer, algunos si les llega a dar con el látigo otras veces no pero es un momento
chusco de la danza que arranca varias carcajadas de los asistentes, incluso en una ocasión
también vimos a los diablos hacer travesuras al público, pues empiezan a jalar personas ha-
cia el centro, eso le pasó a uno de mis alumnos, él estaba muy tranquilo grabando la danza y
cuando menos lo espero llego un diablo y lo jaló de su pierna para llevarlo al centro, obvio
se asustó, no sabía que le harían pero no pasó nada, solo fue una pequeña travesura, estos
momentos hacen que te diviertas, cada poblado le pone algo de su cosecha para hacerla ver
diferente a las demás.

Collantes, Oaxaca

Es muy diferente, lo que no cambia es la fecha, pero la modalidad si, aquí el día 1 de
Noviembre salen a las calles los niños y el día 2 de Noviembre salen los adultos, llegan a una
casa realizan la danza, al término de esta, los dueños de la casa les ofrecen, comida, agua,
fruta, para que el largo camino que aún les falta por recorrer no sea tan pesado, me recuerda
un poco esto cuando los niños salen disfrazados a pedir dulces a las casas, como le dicen a
pedir calaverita.

Nosotros tuvimos la experiencia de ir el primero de Noviembre, acompañamos a los


niños en un parte de su recorrido, disfrutamos de ver la interpretación de la danza, del empeño
que le ponían, de su alegría, de su curiosidad por ver que les darían en cada casa, notar como
también personas del poblado también los acompañaban en su recorrido, apoyándolos, dándo-
les aplausos, motivándolos para que siguieran su camino, para ellos la danza es divertida, si
ven gente de fuera se acercan para hacerte platica, preguntarte por qué grabas o tomas vídeo,
a su vez ellos te empiezan a mostrar sus máscaras, comentándonos de que material son hechas
y quien les ayudo para elaborarlas, también quién es el que mejor baila y te lo demuestran ha-
ciendo unos pasos enfrente de nosotros, a parte que están muy conscientes del porque hacen la
danza, saben que representa parte de su historia, legado de sus antepasados, que ha pasado de

CAPÍTULO xiii 1363


generación en generación y que están orgullos de poder ser parte del grupo de danzantes que la
interpreta, no importan si el sol esta fuerte y el camino es largo, ellos son felices de salir ese día
a la calle y poder bailar.

Expresión artística

La danza es la máxima expresión del movimiento corporal, una de las formas artísticas 
de gran disciplina y limpieza en su ejecución, que requeriré de mucha dedicación y preparación
para llegar a realizará el objetivo de esta, que es la de comunicarnos a través de sus diferentes
movimientos por medio del cuerpo, donde nos narra una historia, una canción, una melodía y
así conseguir provocar en el espectador diversos sentimientos y sensaciones que son únicas
para cada persona, llegando así a entender lo que el bailarín trata de transmitirnos.

La Danza de los Diablos de la Costa Chica de Guerrero y Oaxaca nos habla de su histo-
ria en las haciendas, en el campo donde ellos trabajaban recolectando el algodón, el cómo los
españoles los trataban como esclavos, la discriminación que sufrían por su color de piel, sus
creencias religiosas, las largas jornadas de trabajo muriendo de sed y de hambre, las golpizas
que les daban si no hacían su trabajo bien y rápido.

Es por ello que antes hable sobre la historia de la danza para que se entendiera mejor el
porqué de su origen, la vida que ellos llevaban al llegar a nuestras costas, sus creencias y cos-
tumbres fuera del ámbito laboral.

Dentro de nuestras visitas a Cuajinicuilapa y Collantes, en su festividad del día de Muer-


tos y en el Encuentro de los Pueblos Negros hemos podido apreciar la danza, donde podemos
entender porque es la Danza más representativa de esta cultura y la más esperada en sus even-
tos y fiestas, ya que notamos el empeño que pone cada danzante, ese paso firme y fuerte en el
suelo, como si estuvieran marchando, el movimiento de su cuerpo y su cabeza que van de un
lado hacia otro, todos van al ritmo de la melodía que los músicos producen a través de sus ins-
trumentos.

La danza es conformada por 24 danzantes, ya que representa a las 24 familias que se es-
tablecieron en la Costa Chica, uno de ellos representa al Capataz o el Diablo Mayor,  un hombre
grande, con rasgos duros en su expresión facial, que portaba un látigo, vistiendo una camisa, un
sombrero y chaparreras, este personaje que al pararse en el campo de trabajo causaba temor y
respeto en los demás, ya que se encarga de controlar a los diablos, para que realizaran bien su

CAPÍTULO xiii 1364


trabajo, que no anden jugando, de flojos o perdiendo el tiempo, claro, no estaba solo, siempre
estaba acompañado de su esposa conocida como la Minga o La Diabla, ella viste como una
mujer de campo, que se dedica al hogar y como indique antes portaba siempre una muñeca que
representa a su hija, esta lo apoyaba en su labor, pero a su vez también había ese juego sexual
entre estos dos personajes, basándonos en ciertas actitudes y expresiones que podemos admirar
en la danza, incluso hasta con el público hay ese juego sexual y de coqueteo por parte de la
minga, esta se acerca al público bailando, sentándose en sus piernas de los hombres, trata
de besarlos, claro estos se resisten, también los jala para que vayan al centro y bailen con
ella, algunos acceden pero otros no, ya que saben que el Diablo Mayor los puede ver y los
puede perseguir con su látigo para pegarle por andar con su mujer, es un momento para el
público muy divertido, aunque no tanto para el que es perseguido, es por eso que muchos
no acceden a seguirle el juego a la Minga, pero para las personas que vienen de fuera, que
no conocen la danza, son las primeras en caer.

Aunque hay un dato que tenemos pendiente para nuestra próxima visita con respeto a
la Minga, ya que en el último Encuentro de los Pueblos Negros observamos que su vestimen-
ta va cambiando, ya no era la típica vestimenta de una mujer de campo, ahora usaban vestidos
de noche, minifaldas, falda y blusa escotada, algunas personas del pueblo decían que como
era para ganar el premio que había en juego por eso se vistieron así, otros comentaban que
conforme pasaba el tiempo la vestimenta de la Minga tradicional se iba perdiendo, lo cual no
les parecía, porque el objetivo de la danza es conservar las raíces de sus antepasados, pero es
un tema que aún debemos desarrollar y trabajar para profundizar más en él.

Por último los otros bailarines son diablos son los que representan a los esclavo
en el campo de algodón, que todos los días antes de que saliera el sol ya tenían que es-
tar trabajando, vistiendo su ropa rasgada y sucia, descalzos, soportando hambre y sobre
todo conforme pasaba el día morir de ser a causa del sol intenso que se postraba en el
firmamento haciendo de esto más insoportable su jornada de trabajo,  a pesar de eso de-
bían seguir adelante si no el Diablo Mayor los golpearía, dentro de la danza los diablos
también hacen sus travesuras, asustando al público por medio de la máscara que portan
que representa aún diablo pero no tocaré aún el tema de la máscara, lo haré más delante,
también empujan al público o los jalan, también su movimiento corporal denota en un
tono sexual, que es parte de las características de la Cultura Afrodescendiente, personas
alegres y coquetas, que no sufren de ningún prejuicio en ser directos en el tema, también
cabe mencionar que en esta danza todos los integrantes, hasta el personaje de la Minga
son interpretados por hombres.

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Los Instrumentos

Como comenté anteriormente en la historia de la Danza de los Diablos, fue un brujo el


que les dijo que objetos podían usar, que el mismo empleaba para hacer sus cosas, aquí me puse
a pensar que podríamos basarnos en una corriente artística que tuvo según los escritos un breve
momento de plenitud en la historia del arte, pero que fue de gran significado.

Me refiero al Dadaísmo, esta corriente artística que puso en duda que el arte realmen-
te existiera, rompió esquemas, pues se le consideró un anti arte, ya que se burlaba de este,
ya que no tenía reglas establecidas, fue todo un movimiento de protesta que luchó contra el
orden establecido impuesto por una sociedad llena de reglas que había causado que el arte se
estancará, analicemos un poco si el arte se tuviera que regir por una serie de reglas, donde te
indiquen como debe ser y que materiales debes de usar para una pintura, escultura, poema no
estaríamos poniendo límites a los artistas, estaríamos cuarteando su libertad de expresión, de
que el mismo nos muestre su visión de cómo ve al mundo en general, cuál sería la diferencia
entre una corriente artística u otra, que sería si un artista fuera réplica del otro,  donde estaría
ese sello personal que los caracteriza y del cual nos hablan tanto en clases de historia del
arte, por eso no debe regirse por reglas, no debe de existir límites en el arte debe hacer una
evolución constante, partiendo de su originalidad, la cual la lleva a trascender con el tiempo,
de experimentar cosas nuevas, por medio de materiales, formas, pigmentos, utensilios de
pintura, hasta elementos del mismo ambiente para la producción de sus obras de arte, es ahí
donde un artista se vale de lo que sea para transformarlo en una pieza de arte, con significado,
mostrándolo al mundo máxima plenitud, como dicen las reglas se hicieron para romperse y
al hacerlo surge un gran crecimiento creativo para todo artistas, ya que se atreví hacer lo que
otros no han hecho.

En mi punto de vista particular yo consideraría que los instrumentos de la Danza de los


Diablos son obras artísticas del Dadaísmo, tal vez en aquel entonces no lo vieron así, tanto el
brujo y los Afrodescendientes, que ellos dieron vida nuevamente a esta corriente artística, una
que dejó huella y marco una nueva era en el arte.

Cuando alguien pudo a ver imaginado que la mandíbula de un burro podría ser utilizado
como instrumento, el brujo le puso el nombre de La Charrasca la función que este le daba era
para alejar el mal de amores de hombres y mujeres que podrían sufrir, porque alguien se los ha-
bía puesto o invocado, con solo el sonido que hacía al rasparla se desaparecía, pero el también
noto que al hacer eso parecía  que decía Ruja, el nombre de su Dios negro al cual va dedicada
la danza, por tal motivo él recomendó que usaran eso.

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El siguiente instrumento era usado por el brujo para curar el mal de ojo de las personas,
se le conoce como Gatita, que en aquel entonces era una madera maciza con varios agujeros,
tipo una flauta, que al hacerlo sonar curaba, aunque en la actualidad está a sido cambiada por
una armónica.

El último es La Tigrera o Bote del Diablo, era utilizada para ahuyentar a los tigres tona-
les  que existían en el poblado, ya que estos amarraban a los niños en el monte para apoderarse
de su alma pero al acero sonar salían huyendo del lugar, este instrumento está conformado por
un parche de cuero en la parte superior, con un hoyo en el centro y se amarran con un mecate al
bule, para producir el sonido se usa una vara  con un cascabel de serpiente amarrado y se coloca
en el orificio que se hizo en el cuero y se jala de arriba hacia abajo para que produzca el ruido.

Estos son los tres elementos que se usan para entonar las hermosas melodías de la
Danza de los Diablos, podemos notar que cada uno de ellos sale de lo convencional, quien
hubiera tenido la visión de creer que estos elementos usados por el brujo para sus diferentes
rituales pudieran convertirse en instrumentos musicales, además que al paso del tiempo si-
guen vigentes.

La Máscara de los Diablos

Por último, hablare del elemento más importante de la Danza de los Diablos, el factor
que le da ese toque de misterio, me refiero a la Máscara que es empleada durante su ejecución,
como mencioné anteriormente, esta danza era dedicada a Ruja su Dios negro, así que la máscara
representa la viva imagen de un Diablos y que al verla provoque temor entre las personas, como
pasó con los españoles que era a lo que más temían, por eso quisiera hablar sobre el Surrealis-
mo pues este movimiento logro trascender partiendo de lo imaginario e irracional, disfrutar de
la libertad con plenitud, sin que te controlen la mente, dejándola abierta para plasmar formas
figurativas y abstractas sobre cualquier tema aunque fuera prohibido, donde los perjuicios de
cualquier tipo quedarán fuera de todo, para así llegar a su máximo esplendor de la realidad de
su propio ser.

Esta corriente artística plasmo temas prohibido en sus pinturas y literatura, como el
desnudó, el erotismo, lo oculto, los demonios pero también abarcó el tema de la religión, de-
jándola expuesta ante una sociedad fiel que no permitiría que la cuestionaran o  desacreditarán,
estos temas eran intocables, nadie podía hablar de ellos, ya que la sociedad no lo permitía por
su ética moral, pero como en aquel entonces y en la actualidad existen personas que hablan de

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moral y son las no cumplen esas normas, ya que sale a flote su doble moral, pero eso sí son los
primeros en juzgar si alguien rompió esas reglas pero si fueran ellos como ha pasado tiene el
pretexto o justificación perfecta para salir por la tangente, es algo que a través de los años no ha
cambiado, no nos permitimos como seres humanos tener la mente abierta, sin prejuicios hacia
lo desconocido o prohibido, todo evoluciona pero nuestra mente y de hablar de ciertos temas
no cambia, nos estacamos en reglas tontas impuestas por personas que tiene miedo a que se
muestre la realidad que vivimos, por ejemplo en la literatura, en aquellos tiempos que salió este
libro fue un escándalo, como es que se atrevió a tocar algo tan sagrado como lo es la religión,
a sus sacerdotes de esa doble vida que llevaba dentro de la iglesia, que abusaban sexualmente
de las mujeres de todas las edades, practicando el sadomasoquismo, me refiero al Márquez de
Sade, abrió una cloaca, donde los secretos más profundos de la iglesia salieron a la luz, que en
la actualidad siguen sucediendo estas cosas y hay personas que se ofenden por que atacan a la
iglesia, dentro de la pintura se empieza a tocar abiertamente el tema del desnudo, lo cual no a
todos les aprecia, pero cuál era el problema si es algo hermoso, al igual que pintar demonios,
sobre todo al diablo, estos temas considerados pecado tiempo atrás pero hoy en día es lo más
común pero aun así existen personas que juzgan por este tipo de cosas.

Retomado el tema de las Máscaras podemos comentar que son realizadas por cada bai-
larín, cada uno le pone su sello personal, para hacerla lo más realista posible, puede ser de ma-
dera, de cartón o de piel de venado, incluso en el último encuentro al que fuimos una era hecha
de huesos, fue muy impresionante pues logró su objetivo, de impactar al público, mostrarse
como el diablo, pintadas de color negro, podemos notar que las facciones del rostro son toscas,
los ojos son alargados, la boca con expresión de enojo, de furia y en la barbilla alrededor se le
pega pelo de crin de caballo, puede manejar un tono o varios en la barba, logrando así, que se
vea como un hombre viejo, de mirada dura, sin olvidar el último toque de la máscara que son los
cuernos hechos de cartón o cuernos de venado, con eso le da el toque final de parecer realmente
todo un diablo y lo notas cuando las personas los ven con un poco de miedo y dicen ahí vienen
los diablos, es el elemento clave de la danza, no pude faltar.

Conclusión

Como podemos notar la cultura Afrodescendiente tiene manifestaciones artísticas den-


tro de sus tradiciones, la cual cuenta con una gran riqueza, que lamentablemente poco se conoce
de ella, pero que vale la pena que se le abra camino para que todo mundo vea la otra parte im-
portante de nuestras raíces, no podemos dejarlo a un lado, pues fue el inicio de todo.

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A su vez la Danza de los Diablos ha pasado por algunas transformaciones con el paso
del tiempo pues en la actualidad deben enfrentar que los jóvenes, algunos, ya no están muy
dispuestos a conservar sus tradiciones, por pena o por que le van perdiendo interés, es por eso
que para Afrodescendiente es muy importante que desde muy niños estén dentro de la danza,
conozcan su historia, el gran valor que tiene su origen, lo que vivieron como esclavos en gene-
ral hasta conseguir su libertad, una parte de su historia que jamás debe ser olvidada.

Como mencione aún tenemos pendiente sobre la vestimenta de la Minga, que hemos
visto poco a poco su transformación pero queda la incógnita que ha llevado a esto, pueden ser
muchas cosas pero aun no quiero adentrarme.

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Obra citada

Lozano F., J. M. (2005). Historia del Arte. México: Compañía Editorial Continental.

Pierre, J. (1968). El Futurismo y el Dadaísmo. Madrid: Ediciones Rencontre Lausanne,

Rojas S., L. A. (1988) Antecedentes Históricos de la Danza de los Diablos de Collantes.

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DIRECTORIO

UNIVERSIDAD DE GUANAJUATO

Luis Felipe Guerrero Agripino


Rector General

Héctor Efraín Rodríguez de la Rosa


Secretario General

José Luis Lucio Martínez


Secretario Académico

Carlos Hidalgo Valadez


Rector del Campus León

Alex Ricardo Caldera Ortega


Director de la División de Ciencias Sociales y Humanidades
Y Responsable de la Cátedra
“Cambio y dinámicas sociales emergentes en América Latina”

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