You are on page 1of 11

BASES TEÓRICAS DE AUTOEFICASIA

Como señaló originalmente Kirsch (1985), y han puesto de relieve


posteriormente otros autores (Demarbre, 1989; Font, 1989; Villamarin,
1990b), a partir de la definición de Bandura no queda claro si las expectativas
de resultados se refieren a las creencias del individuo sobre las consecuencias
probables de una acción determinada, en abstracto -que podriamos
denominar expectativas de resultados teóricas o no autorreferenciales- o a las
creencias sobre las consecuencias probables de la propia conducta -que
podriamos denominar expectativas de resultados autorreferenciales-.
Partiendo de la anterior reflexión, Font (1989) consideró la conveniencia de
definir tres tipos de expectativas diferentes -de auto-eficacia (EXEF), de
resultados no autorreferenciales (EXRE~) y de resultados autorreferenciales
(ExRE~)- al objeto de estudiar la relación entre dichas variables cognitivas y la
calidad de vida afectada por la salud, en una muestra de 215 pacientes de
cancer de mama en diferentes fases de su enfermedad. Las EXEF se definieron
como <<<. La calidad de vida en relación con la salud se consideró tanto desde
un punto de vista objetivo -fase de la enfermedad- como subjetivo: la medida
en que la persona considera que su estado de salud ha influido en aspectos
concretos de su vida cotidiana. Los principales resultados obtenidos podrian
resumirse del modo siguiente: a) 10s tres tipos de expectativas se mostraron
relacionados entre si; b) se encontraron relaciones significativas entre 10s tres
tipos de expectativas y la calidad de vida, tanto objetiva como subjetiva,
afectada por la salud; e) el tipo de expectativas más intensamente relacionado
con la calidad de vida, tanto subjetiva como objetiva, parece ser el de
resultados autorreferenciales; 4 considerando conjuntamente 10s tres tipos
de expectativas (Font, 1991) 10s pacientes con mejor calidad de vida son
aquellos que poseen unas expectativas elevadas

Por su parte, Blasco (1990) en una investigación sobre la influencia de 10s


factores psicológicos en la modulación de las náuseas y vómitos en la
quimioterapia del cáncer, consideró la auto-eficacia y las expectativas de
resultados como variables moduladoras de carácter disposiciones. En esta
investigación la autoeficacia se definió como ((la capacidad percibida para
seguir 10s tratamientos prescrit~~>> y las expectativas de resultados
(autorreferenciales) como ((la confianza en superar el problema de salud>) y
((la anticipación cognitiva de molestias)) producidas por el tratamiento. Según
10s resultados de este estudio, mientras que las expectativas referidas a las
molestias producidas por el tratamiento se incrementan a medida que se
avanza en 10s ciclos de quimioterapia, la capacidad percibida para seguir el
tratamiento permanece estable. Estos datos sugieren una cierta
independencia entre ambos tipos de expectativas, independencia que ha sido
planteada a nivel teórico por Bandura en diferentes ocasiones (Bandura, 1984,
1986).
Para dar una definición diremos que la autoeficasia es la creencia en las
propias capacidades para hacer frente a diversaa situaciones. De este modo la
autoeficasia puede desempeñar un palpel importante no solo en como te
sientes contigo mismo., si no en tu actitud y posibilidades para alcanzar con
éxito.

Para el famoso psicólogo Albert Bandura, creador de la teoría


cognitiva social, el concepto de autoeficacia es fundamental.

Bandura hace hincapié en esta teoría en el papel del


aprendizaje por observación, la experiencia social y el
determinismo recíproco en el desarrollo de la personalidad.
Según Bandura, las actitudes de una persona, sus
capacidades y sus habilidades cognitivas le ayudan a
comprender lo que se conoce como el sistema del yo.

Este sistema juega un papel importante en la forma en que


percibimos las situaciones y cómo nos comportamos en
respuesta a diferentes situaciones. La autoeficacia es una
parte esencial de este autosistema.
Según Bandura , la autoeficacia es la creencia en la propia
capacidad de organizar y ejecutar los cursos de acción
necesarios para gestionar las situaciones posibles. En otras
palabras, la autoeficacia es la creencia de una persona en su
capacidad de tener éxito en una situación particular. Bandura
describe estas creencias como determinantes de la forma de
pensar, de comportarse y de sentir.

Desde que Bandura publicó en 1977, “Auto- Eficacia: cómo


afrontamos los cambios de la sociedad actual“, el tema se ha
convertido en uno de los más estudiados en psicología ya
que, como el mismo autor y otros psicólogos e investigadores
han demostrado, la autoeficacia puede tener impacto en
todo, desde los estados psicológicos de la conducta a la
motivación.

El papel de la autoeficacia

Prácticamente todas las personas puedan identificar las


metas que quieren lograr, las cosas que les gustaría cambiar
y aquellas que les gustaría conseguir. Sin embargo, la
mayoría de las personas también se dan cuenta de que poner
estos planes en acción no es tan simple.
Bandura y otros han encontrado que la autoeficacia de un
individuo desempeña un papel importante en cómo se
abordan los objetivos, las tareas y los desafíos.

¿Cómo son las personas con un fuerte sentido de la


autoeficacia?

Las personas con un fuerte sentido de autoeficacia ven


problemas difíciles como tareas a ser dominadas, desarrollan
un interés más profundo en las actividades en las que
participan, se recuperan rápidamente de los reveses y las
decepciones y tienen un mayor sentido del compromiso con
sus intereses y actividades.

¿Cómo son las personas con un débil sentido de la


autoeficacia?

Por el contario, las personas con un débil sentido de


autoeficacia evitan siempre que pueden tareas desafiantes,
creen que las tareas y situaciones difíciles están más allá de
sus capacidades, pierden rápidamente la confianza en sus
capacidades personales y se concentran en los fracasos
personales y los resultados negativos.

¿Cómo se desarrolla la autoeficacia?

Las creencias sobre la capacidad de autoeficacia se empiezan


a formar en la primera infancia, cuando los niños empiezan a
lidiar con una amplia variedad de experiencias, tareas y
situaciones. Sin embargo, el crecimiento del sentido de la
autoeficacia no termina en la juventud, sino que sigue
evolucionando a lo largo de la vida, cuando la gente adquiere
nuevas habilidades, experiencias y conocimientos.

Según Bandura, hay cuatro fuentes principales de


autoeficacia:
“La forma más eficaz de desarrollar un fuerte sentido de la
eficacia es a través de experiencias de dominio”, explicó
Bandura. La realización de una tarea con éxito fortalece
nuestro sentido de autoeficacia. Sin embargo, el no tratar
adecuadamente una tarea o desafío, puede socavar y
debilitar la autoeficacia.
Ser testigo de cómo otras personas completan con éxito una
tarea es otra importante fuente de autoeficacia. Según
Bandura, ver a personas similares tener éxito en un mismo
esfuerzo ayuda a creer que uno mismo también posee las
capacidades para dominar actividades comparables para
tener éxito.

La persuasión social

Bandura también afirmó que las personas pueden ser


persuadidos a creer que tienen las habilidades y las
capacidades necearias para tener éxito. Conseguir estímulo
verbal de los demás, ayuda a las personas a superar la duda
y, en su lugar, se centran en dar lo mejor de ellos mismos
para realizar la tarea en cuestión.

Las respuestas psicológicas


Nuestras propias respuestas y reacciones emocionales ante
situaciones también desempeñan un papel importante en la
autoeficacia. Los estados de ánimo, los estados emocionales,
las reacciones físicas y los niveles de estrés pueden repercutir
en cómo una persona se siente sobre sus habilidades
personales, en una situación particular.

Sin embargo, Bandura también señala que lo importante no


es la gran intensidad de las reacciones emocionales y físicas,
sino más bien cómo son percibidas e interpretadas. De este
modo, aprender cómo reducir al mínimo el estrés y cómo
elevar el estado de ánimo ante tareas difíciles o desafiantes,
ayudará a mejorar el sentido de autoeficacia.
1. Introducción a la Teoría Cognitiva Psicosocial Uno de los
principales conceptos es que cada individuo es
responsable de sus propias acciones y puede aprender
a regular y a mejorar su conducta utilizando las
habilidades del pensamiento. En esta perspectiva socio-
cognitiva los individuos son vistos como proactivos y
autorreguladores de su conducta mas que como seres
reactivos y controlados por fuerzas ambientales o
biológicas. Los seres humanos pueden producir cambios
en ellos mismos y en las situaciones que les rodean a
través de su propio esfuerzo, es decir que tienen la
posibilidad de ejercer un determinado grado de control
sobre su destino. Bandura no considera que el ser
humano esté gobernado por fuerzas internas
(determinismo personal), ni por estímulos externos
(determinismo ambiental), sino que la conducta, los
factores ambientales y los personales actúan entre sí
como determinantes interactivos. Para la teoría
cognitiva psicosocial uno de los aspectos más
importantes del funcionamiento psicológico y social de
la persona es el pensamiento autorreferente Bandura
(1999), estos pensamientos que el ser humano realiza
de sí mismo son determinantes para su motivación y su
forma de actuar. El pensamiento autorreferente o
autoconocimiento actúa como intermediario entre el
conocimiento y la acción. El ser humano tiene capacidad
para reflexionar sobre sus propias experiencias y sobre
sus conocimientos, para poder llegar a alcanzar un
conocimiento genérico sobre sí mismo y sobre el mundo
que le rodea, pudiendo evaluar y modificar sus
pensamientos. Es decir que, puede llegar a percibir sus
ideas, actuar sobre éstas, e incluso juzgar si son
adecuadas o no a partir de los resultados obtenidos.
Entre los distintos aspectos del autoconocimiento o
pensamiento autorreferente, la opinión que el propio
ser humano tenga de su eficacia personal es el aspecto
que más influye en su vida diaria, según Bandura, es
decir, que el nivel de motivación, los estados afectivos y
las acciones de las personas se basan más en las
creencias que en la información objetiva, y como es
lógico suponer, los distintos individuos procesan la
información de diferente forma. El concepto de
autoeficacia percibida de Albert Bandura (1986) se
centra en las creencias sobre la capacidad para
organizar y ejecutar los cursos de acción requeridos
para manejar situaciones futuras. Dichas creencias
influyen en la conducta de las personas desde distintas
perspectivas, por ejemplo: la cognitiva al seleccionar las
metas, la motivacional al perseverar ante los
obstáculos, la emocional al regular el nivel de activación,
y la de selección de procesos al elegir conductas.
2. Concepto de Autoeficacia Bandura, define autoeficacia
percibida como "los juicios de cada individuo sobre sus
capacidades, en base a los cuales organizará y ejecutará
sus actos, de modo que, le permitan alcanzar el
rendimiento deseado". “Por lo tanto, el concepto no
hace referencia a los recursos de que se disponga sino a
la opinión que tenga sobre lo que puede hacer con
ellos”. La autoeficacia o las percepciones de
autoeficacia son juicios personales y por lo tanto tienen
un componente de mayor o menor subjetividad, son
creencias sobre nuestras propias capacidades,
relacionadas con la experiencia de dominio personal y
que afectan a la motivación y a la conducta. "Un
rendimiento adecuado requiere tanto de la existencia
de habilidades como de la creencia por parte del sujeto
de que dispone de la eficacia suficiente para utilizarlas",
siendo en muchas ocasiones la falta de creencias de
autoeficacia la que impide el rendimiento adecuado. Las
personas cuando creen con firmeza en sus propias
capacidades para resolver situaciones de toma de
decisiones complejas, se establecen retos, usan un buen
pensamiento analítico Bandura y Wood (1989) y
consiguen logros en la ejecución, mientras que cuando
cuentan con un nivel de autoeficacia bajo cometen más
errores, reducen sus aspiraciones y disminuyen la
calidad de sus ejecuciones. Bandura lo resume así: "es
difícil lograr algo cuando se lucha contra las dudas en
relación a uno mismo". Las personas que fijan y alcanzan
logros experimentan un incremento en la autoeficacia
que puede facilitar la fijación de logros más difíciles cuya
consecuencia permite aumentar de nuevo su
autoeficacia, y así sucesivamente, es decir que la
autoeficacia puede ser tanto una causa como una
consecuencia de los resultados de ejecución. Las
creencias de autoeficacia son el resultado de un proceso
complejo de autopersuasión que depende del
procesamiento cognitivo de la información procedente
de las experiencias de éxito o dominio, la información
vicaria, la persuasión verbal y el estado fisiológico. Sin
embargo habrá que diferenciar entre la información
proporcionada por estas cuatro vías y la información
realmente seleccionada, valorada e integrada por la
persona. Para sentirse eficaz, es preciso haber tenido
éxito antes y haberlo percibido así. Bandura (1977,
1986, 1999) establece las diferencias existentes entre
autoeficacia percibida y expectativas de resultados:
autoeficacia percibida es la creencia de que uno es
capaz de ejecutar con éxito un determinado
comportamiento requerido para obtener unos
resultados específicos a un determinado nivel de
ejecución. Expectativa de resultados es la creencia de
que un determinado comportamiento conducirá a unos
determinados resultados, es decir que implica una
valoración de las consecuencias subsecuentes a la
conducta. Ahora bien, para Bandura (1986) no es
posible separar los resultados obtenidos de los juicios
valorativos sobre el propio rendimiento del cual
depende. Así pues, la forma que tiene cada ser humano
de comportarse determinará en gran medida los
resultados obtenidos; por lo tanto, ambos pueden
interactuar para determinar la conducta de manera
que, aunque un sujeto JIMCUE´09 - IV Jornadas Intern

You might also like