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© Ediciones Alteridad
Santiago de Chile
Enero de 2014.
Primera Edición
I.S.B.N.:
Registro de propiedad intelectual N°
Sergio Manosalva
A mi hija Amanda,
que con su mirar me enseña
nuevos y hermosos mundos posibles.
Carolina Tapia
Presentación ............................................................................................. 15
• Introducción.................................................................................... 19
• El otro atrapado en categorías significantes .............................. 21
• Introducción.....................................................................................27
• Representaciones sociales de la discapacidad y el
nacimiento de la educación especial............................................ 31
• Introducción.................................................................................... 45
• Inicios de la educación especial en chile .....................................47
• Educación especial y su institucionalización ............................. 57
• Introducción.................................................................................... 63
• Consolidación de la educación especial...................................... 65
• La construcción identitaria del sujeto-objeto interventor
(los/las profesores/as).................................................................... 69
• Introducción ................................................................................... 77
• La integración social y educacional como transformación
paradigmática a nivel global......................................................... 79
• Conceptualización y clasificación de la discapacidad............... 87
• La integración social y educacional como transformación
paradigmática a nivel local........................................................... 97
El fin de la normalidad
Todo el poderío que se reúne en torno de lo normal, de la normalidad,
encierra al mismo tiempo una profunda sospecha a propósito de su origen,
construcción y fundamento.
Hay aquí una pregunta inicial que tal vez exija de toda nuestra
atención, antes y después de apostarnos con cierta comodidad en el
paraíso de la inclusión, ése desenlace en apariencia inevitable de la
conflictiva historia de lo normal y lo anormal. A mi modo de ver la
cuestión –múltiple, entrecortada, difícil- es la que sigue: ¿puede el
pensamiento educativo surgir de la aparente naturalidad del aprender
y ensañarse contra los que no lo logran en los tiempos y en los modos
establecidos? ¿O el pensamiento pedagógico nace, justamente, a partir
de la experiencia que contradice dicha naturalidad, es decir, de la
experiencia de lo vulnerable, lo frágil?
Así lo expresa Bárcena (2012: 1): “No es la «facilidad» en el aprender -el hecho
de que sea habitual hacerlo- lo que justifica un pensamiento sobre educación, sino
la experiencia de su dificultad”.
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Quizá por todo ello es que buena parte de las culturas occidentales se
han vuelto capaces de fantásticas retrospectivas y prospectivas de las
diferencias e incapaces, sin embargo, de un pensamiento que difiera de
sí en el presente. En ese mismo instante en que algo nombrado como
diferente toma lugar, en un sitio inesperado donde no había ningún lugar,
en ese tiempo en que se piensa con un pensamiento no pensado, allí donde
no había pensamiento y en el que se dice en una lengua nunca escuchada
ni pronunciada antes.
Pero las cosas no han sido así, ni en éste ni en otros lugares del mundo.
Entre las innumerables razones que asisten a esa grave aseveración,
intentaré detenerme en tres cuestiones esenciales que la lectura de este
libro me autoriza a hacer.
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Referencias
Bárcena, Fernando. Aprender la fragilidad. Meditación filosófica sobre una excepción existencial. Childhood &
philosophy, Rio de janeiro, v.8, n.15, jan./jun. 2012, pp. 11-31.
Foucault, Michel. La arqueología del saber. México: Fondo de Cultura Económica, 1996.
Kohan, Walter. Infancia entre Educación y Filosofía. Barcelona: Laertes, 2007.
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Ahí, entre las palabras y con las palabras se mantiene la desigualdad social
y en ellas se sacrifican poblaciones para mantener la pretendida norma-
lidad con que se justifica la inequidad social. Así ha sido históricamente
con las personas ciegas, sordas, con restricciones para desplazarse, con
malformaciones congénitas o amputaciones; poblaciones denominadas
“con discapacidad”. Para estas personas ¿cuáles han sido las categorías
construidas para denotar y connotar anormalidad? ¿Qué significados y
sentidos cobran los distintos signos con los que se nombra a las perso-
nas con discapacidad? ¿Es la Educación Especial un aparato disciplinar de
anormalidad? ¿Desde dónde y cómo se construye el concepto de alteridad
deficiente, anormal, defectuosa? ¿Pueden las políticas de valoración de la
diversidad romper con el estigma de anormalidad con que se significa a
las personas con discapacidad? ¿Se mantendrá el sentido clásico de la ló-
gica formal de construcción de identidad y diferencia en los nuevos dispo-
sitivos de categorización de anormalidad?
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S.M. y C.T.
INTRODUCCIÓN
Toda situación de normalidad, de aparente normalidad, está definida cro-
nológicamente de acuerdo a los discursos de poder que la construyen, la
sostienen y constriñen para unos incluidos y la desbordan para los exclui-
dos en los espacios de la anormalidad. Es realizando la anormalidad que
se reafirma la normalidad. Se construye la alteridad anormal para reafir-
mar la mismidad normal. Un Otro es el deficiente, el minusválido, el inca-
pacitado, el atípico, el anormal. Siempre un Otro. El diferente, asignado a
un espacio geográfico y marcado con un significante personal reduccionis-
ta, es significado más allá de la palabra; desde un lenguaje desbordado, se
naturaliza su condicionamiento hasta invisibilizar su construcción social
(aun cuando no es total).
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Respecto de los y las infantes: Es en el siglo XIV que recién se comienza a dar
importancia a la infancia. Una infancia que se mantuvo invisible hasta finales
de la Edad Media, es reconocida y valorada en sí misma a partir del siglo XVI,
donde se distancia y diferencia de los adultos. Pero esta diferencia aun no es
1 Encontramos esta información por un mágico accidente en http://es.wikipedia.org/wiki/Lilith (el 04 de
mayo de 2009).
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totalmente reconocida, puesto que aun se usa y abusa de la infancia por los ex-
plotadores de mano de obra más barata o simplemente mano de obra esclava.
Respecto de los y las homosexuales: Hace algún tiempo una amiga, del
Colectivo Lésbico Mafalda, nos compartió que una prestigiosa Universi-
dad en Chile se encontraba desarrollando una actividad de extensión en
torno a “la cura de la homosexualidad”. Nuestra respuesta, ciertamente,
fue de horrorosa sorpresa. No podíamos creer lo que ya estaba superado
en 1973 por la APA en su DSM IV, donde excluyó la homosexualidad como
trastorno psicológico e instaló la homofobia como una enfermedad.
Pero ya sabemos que los argumentos para excluir pueden ser de variada
índole. Las justificaciones para oprimir pueden ocultarse en lo mítico, re-
ligioso y hasta científico. Cualquier creencia se valida para mantener una
supuesta normalidad.
2 Para una mayor profundización y conciencia sobre el tema, recomendamos la siguiente pagina de la Web:
http://www.prensamercosur.com.ar/apm/nota_completa.php?idnota=1034
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Respecto de las y los discapacitados: Hasta fines del siglo XVI, la disca-
pacidad aun representaba el pecado, la maldad, porque a la base era ex-
plicada desde una mirada demonológica o de posesión diabólica. Repre-
sentantes de Satanás en la Tierra o el pecado de los padres encarnado en
“ese cuerpo deforme”. También, lo mismo que a los y las homosexuales, es
representada en el Levítico como una abominación.
3 La clasificación Internacional de las Deficiencias, las Discapacidades y las Minusvalías (CIDDM) fue publi-
cada en 1980 por la Organización Mundial de la Salud (OMS), constituyéndose, desde ese entonces, en una
valiosa herramienta para los profesionales e instituciones relacionados con las personas con discapacidad
y en un aporte conceptual al momento de elaborar cualquier plan de trabajo o documento público, pero
a pesar de su utilidad, no entrega una adecuada relación entre los distintos conceptos implicados, como
tampoco refleja la importancia del entorno social y físico en sus distinciones, interpretándose así, como un
modelo causal unidireccional y reduccionista. Esta implicancias, más las influencias socio-políticas genera-
das como resultado de nuevas valoraciones, conceptualizaciones y relevaciones de movimientos sociales,
hicieron que el 22 de mayo de 2001, la Asamblea Mundial de la Salud aprobara por unanimidad un nuevo
clasificador “Clasificador Internacional del Funcionamiento, de la Discapacidad y de la Salud” (CIF), el que
fue aceptado por 191 países como el nuevo patrón internacional de descripción y medición de la salud y la
discapacidad.
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Pero no es posible que en pleno siglo XX se les haya usado para expe-
rimentos de exterminio del pueblo judío y gitano en la Alemania Nazi4.
Siempre un otro deficiente o anormal puede ser fácilmente reconstruido
como una cosa. Hay aquí una normalidad construida desde un ser capaci-
tado contra una anormalidad construida del ser discapacitado.
4 En la Alemania nazi (1933 – 1945), se aplicó un siniestro plan de exterminio de las personas con discapa-
cidad. El Proyecto T4 permitió experimentar con los métodos de exterminación que luego se aplicaron
sobre los pueblos judío y gitano, especialmente con el gas de monóxido de carbono. Si bien no se sabe
acerca del número real de hombres, mujeres y niños que fueron víctimas del programa T4, se calcula que
las cifras rondarían entre los 200.000 y 1.000.000 de personas con discapacidad. Para una mayor profundi-
zación sobre este horroroso crimen de lesa humanidad, recomendamos el texto del Museo del Holocausto
(2007) Nuestra Memoria. Año XIII, Nº 29, Diciembre. Fundación Memoria del Holocausto. Buenos Aires.
Argentina.
5 En un error -más frecuente de lo usual- Lévinas usa “hombre” en términos genéricos (lo mismo que en
algún momento lo hizo P. Freire. Podemos encontrar este reconocimiento en: Freire, P. (2003) El Grito
Manso. Argentina: Siglo XXI Editores (p. 24)) para incluir a hombres y mujeres, pero esta proposición es
contraria al reconocimiento y valoración de la diversidad humana. Nosotros usamos esta cita textual, con
esta salvedad.
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INTRODUCCIÓN
A diferencia de una visión más positivista del lenguaje, las nuevas teorías
respecto a explicaciones que se enmarcan dentro de las ciencias sociales
en general, sostienen que el lenguaje construye realidad y no que la refleja
(Watzlawick, 1981; Pierce, 1998; Von Glasersfeld, 2000; Searle, 1997; Matu-
rana, 2005, Rorty, 1996, entre otros). En este sentido, tenemos la convicción
que todo texto, todo discurso, toda palabra, está cargada de una política
cultural dentro de un contexto histórico específico. Podríamos decir que
existe una política de la sexualidad, una política de género, una política de
las etnias, una política de la normalidad, etc., en definitiva, unas políticas
culturales donde se producen y reproducen las subjetividades. Más am-
plio aun, unas políticas culturales de construcción de identidades, tanto
individuales como sociales.
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Como lo explica Díaz (2003), existe una relación entre la sociedad que
se considera y denomina “normal” y las personas que son consideradas
“anormales”, con lo cual surgen unas alteridades construidas por la opo-
sición entre el grupo de personas consideradas “normales” y el grupo de
personas consideradas “anormales”. Sin embargo, en el caso de las perso-
nas con discapacidad, la autora aclara que:
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6 Una detallada descripción de estas miradas las puede encontrar muy bien explicadas en: http://www.
declarationmontreal.com/docs/discapacidad.pdf, Julio 2008.
7 Aguado, A (1995), da cuenta de la existencia de restos arqueológicos en la península danesa de Jutlandia
en los cuales se descubrieron fragmentos de cráneo que revelan una trepanación en un niño hidrocefálico.
También se descubrieron en varios lugares cráneos con orificios. Algunos los consideran trepanaciones
para dar salida a los espíritus; otros prefieren hablar de otras alternativas de explicación, como reducción
de la presión intracraneal. Asimismo, el autor explica que no hay que descartar que sean producidas por
heridas de guerra o una combinación de las causas anteriores.
8 http://www.declarationmontreal.com/docs/discapacidad.pdf. Agosto, 2008
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“la diferencia más allá de ser un hecho biológico con características parti-
culares es un problema epistemológico”
“en este lugar era frecuente que los niños de muy corta edad fueran arro-
jados desde lo alto de un acantilado debido a una aparente deformación
de nacimiento o que el padre decidiese si se quedaba con el niño. Si lo
rechazaba, era tirado a la basura, en donde moría poco después”.
Algo parecido practicaban los romanos, sin embargo ellos tenían estipula-
do el derecho a matar a los recién nacidos durante los primeros ocho días
de vida. Luego de transcurrido ese tiempo el niño quedaba bajo la tutela
del Estado en una institución.
9 Ídem.
10 Citado en: http://www.declarationmontreal.com/docs/discapacidad.pdf.
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21:22 Sin embargo, podrá comer el alimento de su Dios, las cosas sacra-
tísimas, y las sagradas;
21:24 Moisés dijo esto a Aarón y a sus hijos y a todos los israelitas”.
“fruto de causas ajenas al hombre ante las que no cabe ningún otro tipo
de actuación distinto de la aceptación resignada, la súplica a los dioses
y/o la eliminación del deficiente. En este contexto, tienen perfecta cabida
el animismo11, el infanticidio y algunas otras concepciones y/o prácticas
similares”. (Aguado, 1995:34)
11 Animismo se considera a la creencia de que las enfermedades y los males son provocados por espíritus,
dioses o fuerzas animadas. Es decir, por poderes sobrenaturales, ajenos a la humanidad y que requieren
de “curación espiritual”.
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ción de las letras y arte de enseñar a hablar a los mudos”; en 1776 Carlos
de l’Epée15 publica su manual: “Instrucción de los sordomudos, por medio
de signos metódicos”; y la invención del método fonético creado por el
alemán Samuel Heinicke16.
En los inicios del siglo XIX se realizaron algunos estudios que aportaron
al conocimiento y educación con personas que presentan discapacidad.
Entre los autores que se destacan se encuentran Pinel, Séguin e Itard.
15 Más que su manual, la figura del Abate de l’Epée cobra importancia para el mundo de las personas con
discapacidad por su actitud manifiesta hacia las personas sordas. Su afán por educarlos nacía de su impe-
riosa necesidad de que no les viera como “parias”. De hecho, en oposición a los oralistas, el Abate de l’Epée
permitió la lengua natural de las señas en las personas sordas.
16 De su método poco se sabe, pues se mantenía en secreto, tanto así que a su muerte a los 63 años (29 de abril
de 1790) le dejó a su esposa un documento sellado en el que le exponía los secretos de su trabajo con las
personas sordas.
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“(…) el muchacho fue llevado a París por orden del ministerio del in-
terior, donde lo examinó una comisión de la Sociedad de Observadores
del Hombre (Socieété des observateurs de l’homme), la primera sociedad
antropológica del mundo. En ella, un médico siquiatra llamado Philippe
Pinel argumentó que el muchacho sufría de un idiotismo incurable. Pero
Itard, quien estaba entre los estudiosos que discutían sobre el tema, se
17 Metateoría positivista hace referencia a los paradigmas Empírico y Positivista en el surgimiento de las
ciencias.
18 Este y otros documentos relacionados con las personas sordas se pueden encontrar en la página Web:
www.cultura-sorda.eu en diciembre de 2007 (texto consultado en enero de 2010).
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19 En esta época vamos a encontrar adjetivos hacia las personas con discapacidad mental, que se mantienen
de las distinciones que hace San Vicente de Paul , en el siglo XVII, para referirse a los que en una categoría
mayor denominó “alienados”. Se refiere a locos, imbéciles, idiotas, cretinos y posesos. En este texto aparece
esta denominación indistintamente para referirse a las personas con discapacidad intelectual, mantenien-
do el adjetivo de la época.
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Aun cuando en esta época surge una de las grandes revoluciones paradigmáti-
cas en torno al fenómeno de la discapacidad, que marca un hito en la interven-
ción hacia esta población, dado que se aleja de concepciones demonológicas,
esta mirada conserva, mantiene y desarrolla una terminología marcadamente
clínica, atribuyendo la discapacidad a condiciones orgánicas, centrada en el su-
jeto-objeto de intervención y sus posibilidades de curación. En este enfoque, la
discapacidad fue conceptualizada como un daño o deficiencia a nivel orgánico
y/o genético cuya etiología es por alteraciones en el desarrollo pre o post natal.
Así podemos decir que la Educación Especial surge con proposiciones explicati-
vas, de rigurosidad científica, validadas socialmente, para conservar el constructo
normal/anormal, que se mantiene hacia poblaciones socialmente segregadas.
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21 Una relación con este movimiento a nivel social se puede encontrar en Manosalva, S (2002) Integración
Educacional de Alumnos con Discapacidad. Mapa Ltda. Santiago.
22 Fueron varios los teóricos que se pronunciaron y redefinieron el principio de normalización, sin embargo
el precursor es Bank-Mikkelsen , y su principal teórico es Wolf Wolfensberger.
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23 Una breve reseña en relación a los conceptos de normalización e integración, la podemos encontrar en la
Web, página: http://usuarios.discapnet.es/disweb2000/Portadas/24may2004.htm
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INTRODUCCIÓN
El surgimiento de la Educación Especial en Francia, marca un hito his-
tórico en la representación y atención a personas con discapacidad, pero
como hemos señalado, marcadamente clínica. Esta mirada, de clara raíz
biologicista y comportamental, se va fortaleciendo con teorías reduccio-
nistas y psicopatologizantes, impregnando de tal modo la subjetividad
individual, que luego se naturalizan socialmente en su dimensión moral,
hasta ser imperceptible la transitividad matemática que oculta. Como nos
describe Thomas Skrtic (en Franklin 1996:39):
45
24 En algunos documentos aparece como fecha de publicación de este decreto, el 27 de octubre de 1852.
Nosotros mantenemos el publicado en los Anales de la Universidad de Chile.
25 Hemos mantenido la transcripción literal del texto y, para toda cita, de aquí en adelante, entiéndase el
español de la época.
26 En esa época, lo cual se extiende hasta mediados del siglo XX, existe la creencia de que una persona sorda
es también muda, por lo que se refiere a una sola característica, lo que deja notar la valoración que tiene la
palabra hablada en el binomio mutismo/desmutismo.
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Cabe hacer notar que, aun cuando los documentos oficiales fechan el ini-
cio de la Educación Especial en Chile vinculado a este Decreto y, como
primera escuela especial de sordos, la que funcionaría en la sala contigua
a la Capilla de la Soledad, existen antecedentes de dos escuelas privadas
para niños y niñas con sordera, según consta en un documento escrito el
8 de septiembre de 185228 por el mismo profesor que queda a cargo de la
27 El texto mantiene el original que se puede encontrar en los Anales de la Universidad de Chile, publicado
en el sitio www.anales-uchile.cl/1s/1852/E-006.pdf (visitado el 29 de marzo de 2009).
28 Este texto, publicado el 15 de septiembre, da cuenta de la existencia de dos escuelas para niños y niñas con sordera
respectivamente, como consta en Shieroni, Eliseo (1852) El Monitor de las Escuelas Primarias. Periódico Mensual
mandado crear por el Gobierno de Chile i dirijido por Domingo Faustino Sarmiento. Miembro de la Universidad
de Chile. Tomo I. Santiago de Chile. Septiembre 15 de 1852. N° 3. Imprenta de Julio Belin y Ca (pp. 79-81).
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“Los resultados conseguidos desde tres meses que está planteada la Es-
cuela privada de Santiago son todavia poca cosa; sin embargo, en razon
del poco tiempo i de las notables disposiciones de los discípulos, pueden
considerarse como cierta importancia; pues ya saben los alumnos leer i
escribir correctamente, i pueden aun componer algunas proposiciones en
su idioma. Tres jóvenes cursan diariamente las lecciones en la escuela es-
tablecida para los hombres, calle de las Monjitas, casa de don Tadeo Lazo,
i dos niñas en el abierto para las señoritas en el Colejio la señora Cabezon.
Cada uno de estos cursos es de 3 horas consecutivas”.
“Los datos faltan para apreciar el número de los Sordo Mudos en Chile;
pero las informaciones necesariamente incompletas que he podido recoger
yo mismo me han dado a conocer en Santiago 18 Sordo Mudos i 17 en las
inmediaciones. Es probable que este número para aproximarse a la verdad
debe duplicarse, i entónces la provincia de Santiago tendria respecto a su
población una igual relacion a la que hemos notado en Europa”.
“Es este método (se refiere al lenguaje de señas) que he debido preferir
tratando de plantear la instrucción en este pais, reservándome a emplear
49
Otro dato que deja ver Shieroni en este documento, es ya la idea, tal vez
en un estado embrionario, de lo que se instaura posteriormente, en el año
1860; es decir, la Ley Orgánica de Instrucción Primaria (que no fue obli-
gatoria dada la ideología liberal imperante). Este profesor, que aboga por
las personas en sordera, no sólo da argumentos históricos y cifras, sino
además entrega el siguiente argumento ideológico, tal vez por influencia
de los franceses del movimiento de la ilustración:
Además, este texto muestra las influencias del abad L’Epée, tanto en el
método utilizado para enseñar a los estudiantes con sordera, como en el
lenguaje con el que hace referencia a esta población.
No deja de llamar la atención que en la misma revista “El Monitor de las Escue-
las Primarias”, en el número anterior29 se muestra otro argumento, desde otra
lógica explicativa, para demandar la creación de instituciones para personas
con discapacidad, y más enérgicamente para personas sordas. Podemos leer:
“¿Por qué un pueblo cristiano ha permanecido tres siglos sin una casa
de educacion para sordos mudos, un asilo para ciegos, i un hospital para
locos? Contestaremos con otras preguntas. ¿Por qué al iniciarse la horri-
ble i salvaje tiranía del Rio de la Plata, el tirano principió por cerrar la
29 Ob. Cit. N° 2. (pp. 37-38).
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32 El texto mantiene el original que se puede encontrar en los Anales de la Universidad de Chile, publicado
en el sitio www.anales-uchile.cl/1s/1852/E-006.pdf (visitado el 29 de marzo de 2009).
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recibido toda la instrucción especial a que son tan acreedores i que el Su-
premo Gobierno ha procurado proporcionarles; pero tambien es desgracia
exponerlos a contraer habitos de ociosidad o pereza que los inhabiliten
para ganar mas tarde la vida por medio del trabajo, manteniéndolos es-
tacionarios por largo tiempo o por un tiempo indefinido, pues se sabe que
han sido infructuosas las dilijencias practicadas hasta aquí, en el pais i en
Europa, para obtener un Profesor competente que viniera a hacerse cargo
de su enseñanza”33 (Anales de la Universidad de Chile, 1859: 750).
“(…) formar maestros para escuelas especiales que con el mismo fin sea
conveniente fundar en la República”35
“No sin objeto hemos escrito estas lineas para dar noticia de un hecho im-
portante, realizado últimamente en Estados Unidos i en algunos pueblos
europeos. Es este la educación de los idiotas, regenerando sus cuerpos i
despertando alguna chispa de intelijencia en esas masas inertes i perdidas
para todo lo que no sea vejetar en el embrutecimiento…”(1858: 293)
33 El profesor Eliseo Shieroni ya se había retirado de la escuela en el año 1854.
34 Para una mayor profundización se recomienda consultar la fuente original que corresponde al Boletín de
Leyes y Decretos del Gobierno (1875) Ministerio del Interior. Tomo I, Libro XVIII, Santiago de Chile.
35 Corresponde al Tomo del primer cuatrimestre de 1889 del Boletín de Leyes y Decretos del Gobierno de
Chile. Ministerio del Interior.
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36 Este texto aparece en el artículo 17 de la Ley N° 7.500. Cuando Carlos Ibáñez del Campo se encuentra en su
primer año de gobierno.
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“Muchas cosas que el individuo normal aprende con el sólo hecho de vi-
vir deben ser cuidadosamente enseñadas al defectivo. El normal aprende
tan ligero que es casi imposible saber cómo aprende; el subnormal, por el
contrario, tan despacio, que es muy fácil seguir el proceso del aprendizaje
paso a paso.
37 Flores, J. (1931) Reporte Trimestral sobre Pedagogía de los Niños Anormales. Revista de Educación, N° 25,
Enero. Ministerio de Educación. Chile.
58
Por Decreto N° 5.881, (en el año 1928) se crea la Escuela Especial de De-
sarrollo, cuyo director fue un profesor norteamericano llamado Lloyd
Yepsen. Esta escuela estaba destinada a la enseñanza de estudiantes con
deficiencia mental.
En una publicación realizada por Jaime Caiceo (1988: 49) podemos leer:
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cargo del Dr. Ricardo Olea con el objeto de estudiar y tratar a los niños
disléxicos en la Escuela N°29 de la capital; el 27 de julio de ese año
por Decreto N° 8.407 se creó un curso para sordos, anexado al Hos-
pital Carlos Van Buren de Valparaíso con dependencia de la escuela de
sordos de Santiago; 1959 la Escuela Especial N° 5, en conjunto con el
Hospital Arriarán, creó cursos para disléxicos con retardo mental
leve; en 1961 inició sus actividades la Fundación Leopoldo Donne-
baum, dirigida por él mismo, preocupada de la educación y rehabilitación
del deficiente mental (problema de oligofrenia, especialmente), constitu-
yendo al año siguiente una Escuela de Recuperación; Director de ella
fue don Juan Sandoval Carrasco, quien desde allí organizó y dirigió la
Revista “El Niño Limitado”; y en 1964 se puso en marcha la Asociación
Nacional Pro-Niño y Adulto Deficiente Mental”.
Luis Bravo Valdivieso (1977: 22) describe esta etapa de forma general y nos
muestra dos nuevas categorías diagnósticas de ocupación de la Educación
Especial. Escribe:
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Esta etapa fue de fuerte investigación clínica, donde los profesores co-
mienzan a recibir nuevas categorías diagnósticas, siempre asociadas a una
patología. Ya se teorizaba y escribía más respecto del “retardo mental”,
los trastornos específicos del aprendizaje, la epilepsia y la “disfunción ce-
rebral mínima”41. Junto con ello, fue creciendo la acción educativa desa-
rrollada por psicólogos, neurólogos y psiquiatras, hacia los profesores que
trabajaban en las escuelas especiales.
41 El término Disfunción Cerebral Mínima ha dejado de emplearse, pues se demostró que los niños y niñas
con actividad motora en exceso e hiperactividad, tienen un cerebro orgánicamente indemne.
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INTRODUCCIÓN
Los grandes movimientos socio-políticos generados en la década de 1960 se
centraron en la educación, entendida como una garantía para el crecimiento
económico, en tanto respuesta a la teoría del capital humano que sostenía la
estrecha relación entre educación y desarrollo económico. Así, la educación
es vista como una inversión social e individual que garantiza el mejoramiento
de la calidad de vida y el desarrollo de los pueblos. Comienza, entonces, a
gestarse políticas de inversión en todos los países, apoyados por las agencias
internacionales que expanden sus acciones al campo educativo. Dentro de es-
tas agencias reconocemos a una de las más significativas en la definición de las
concepciones del desarrollo educativo, como lo es el Banco Mundial42.
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Dentro de los diferentes sistemas en los que actúa la cultura de las transnacio-
nales tenemos el sistema económico, el sistema político, el sistema militar y el
sistema social-ideológico. Dentro de cada uno de ellos podemos develar sus di-
ferenciados instrumentos de control, como el Banco Mundial (BM) y el Fondo
Monetario Internacional (FMI) para el primero, pero existen otros no tan evi-
dentes que deseamos señalar. Dentro del sistema político podemos encontrar
la Organización de las Naciones Unidas (ONU), que es dirigida por no más del
5% de las naciones que la constituyen; dentro del sistema militar encontramos
la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN); y dentro del sistema
social-ideológico podemos situar a la Organización Internacional del Trabajo
(OIT), la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y
la Cultura (UNESCO) y el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo
(PNUD), que a su vez utilizan e instrumentalizan a otros sistemas dentro de la
estructura macro-social como es el sistema de comunicación (información) de
masas y el sistema educacional formal.
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Así, las diferencias nos hacen diferentes para distanciarnos, alejarnos, se-
ñalarnos, pero no para conocernos y comprendernos en la relación que
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surge del convivir. Con el estereotipo ocultamos a las personas porque, tal
vez, nos es más fácil relacionarnos con un concepto. De esta forma se fue
potenciando la Educación Especial como una disciplina de “los diferen-
tes”, que se pueden estereotipar y estigmatizar para facilitar su reconoci-
miento, y luego su aparente conocimiento.
43 Para una mayor profundización y detalle, se recomienda consultar en la Universidad de Chile, Facultad de
Educación, el informe titulado “El Departamento de Educación Diferencial 1964-1977. Impresiones Camilo
Henríquez Ltda. Santiago de Chile de 1978.
68
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Tal vez por ello que, siendo proclamado (1970) el Año Internacional de la
Educación, la Subsecretaría de Educación, la Dirección de Educación Pri-
maria y Normal y la Jefatura de Educación Especial del Ministerio de Edu-
cación Pública, realizaron (como primer evento del Año Internacional de
la Educación) una Jornada sobre Diagnóstico en las Escuelas de Educación
Especial, donde se destaca la participación y el esfuerzo en su realización,
de Axidalia Mac Connell -en ese entonces- Jefa del Departamento de Edu-
cación Especial del Ministerio de Educación45.
44 Paulo Freire hace uso de esta palabra en Cartas a quien pretende Enseñar (2009: 16) señalando que es “del
gusto de la maestra Ana María Freire”.
45 La mayor parte de los trabajos expuestos en esta Jornada fueron publicados en la Revista de Educación N°
28 de Julio de 1970. Ministerio de Educación. Chile.
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71
Tenemos el:
• Decreto Supremos N° 310/76: Aprobación de Planes y Programas de
Estudio para Deficiencia Mental.
• Decreto Supremo Exento N° 148/80: Aprobación de Planes y
Programas de Estudio para alteraciones del Lenguaje Oral.
• Decreto Supremo Exento N° 143/80: Aprobación de Planes y
Programas de Estudio para Trastornos Específicos de Aprendizaje de
la Lecto-escritura y cálculo.
• Decreto Supremo Exento N° 175/80: Aprobación de Planes y
Programas de Estudio para Trastornos de la Visión.
• Decreto Supremo Exento N° 15/81: Aprobación de Planes y Programas
de Estudio para Trastornos de la Audición.
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47 Como describe Ruminot (2008: 144) este Informe “(…) fue encargado en 1974 por el Secretario del
Departamento de Educación de Gran Bretaña, con el propósito de determinar las causas del elevado fra-
caso escolar en ese país. Gran parte de sus propuestas fueron incorporadas a la Ley de educación de Gran
Bretaña en 1981 y aplicadas posteriormente al sistema educativo Inglés”.
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INTRODUCCIÓN
En este apartado pretendemos dar cuenta de las transformaciones repre-
sentacionales, valóricas, éticas y actitudinales que impulsaron los procesos
del “movimiento de integración” y que enmarcan la crisis de la educación
especial segregada.
Con ello, no sólo estamos haciendo mención a una crisis instrumental ba-
sada en el tipo de oferta educacional sino, más bien, a la crisis paradigmá-
tica que impulsó nuevas formas de pensar, representarse y comprender la
educación en general, la concepción y definición de la discapacidad y, en
especial, la educación diferencial.
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48 Para una mayor comprensión revisar el siguiente apartado del capítulo, en el cual se abordan los instru-
mentos de clasificación y comprensión de la discapacidad y el impacto de éstos en las políticas educativas
para personas que presentan una discapacidad.
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“Se destaca el papel activo del aprendiz y la importancia de que los pro-
fesores tengan en cuenta su nivel de conocimientos y le ayuden a com-
pletarlos o a reorganizarlos. (….) el proceso de enseñanza se convierte
en una experiencia compartida más individualizada, en la que no debe
suponerse que los alumnos que están en un aula, aunque tengan la mis-
ma edad o discapacidad, van a enfrentarse al proceso de aprendizaje de la
misma manera.” (Marchesi, 2004: 26)
80
“De esta forma, se replantean las razones de la separación entre las es-
cuelas normales y las de educación especial y se amplían notablemente las
experiencias innovadoras en las escuelas en relación con los alumnos que
manifiestan serios problemas en sus aprendizajes.” (Marchesi, 2004: 26)
49 Para una mayor profundización al respecto, sugerimos consultar el texto de Bazán, D. (2009) El Oficio
del Pedagogo. Aportes para la construcción de una práctica reflexiva en la escuela. Homosapiens, Buenos
Aires.
81
“(…) este concepto, cuyas causas, aún siendo poco precisas, se sitúan
prioritariamente en factores sociales, culturales y educativos, replantea
las fronteras entre la normalidad, el fracaso y la deficiencia, y como con-
secuencia de ello, entre alumnos que acuden a una escuela ordinaria y
alumnos que van a una unidad o escuela de educación especial” (Mar-
chesi, 2004: 27).
82
“(…) favor de que todos los ciudadanos se beneficien por igual de los
mismos servicios, lo que supone evitar que existan sistemas paralelos que
diferencien a unos pocos de la mayoría” (Marchesi, 2004: 27)
Según Marchesi, son el conjunto de estos factores los que impulsan los
cambios en las actitudes, las representaciones y las concepciones, que a
su vez, han permitido materializar nuevas formas de intervención social y
educativa hacia las personas con discapacidad.
83
“(…) en realidad son personas que tienen una deficiencia, que les ocasio-
na una discapacidad, pero que resuelta ésta no tienen por qué aparecer
como minusválidos: sólo tienen unas necesidades educativas especiales,
que exigen unas atenciones también especiales” (Verdugo, 2002: 51).
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Siguiendo esta lógica, se comprende que las estructuras de los sistemas edu-
cativos responden a un contexto histórico, cultural y a una tradición educativa
que condicionan los cambios y las transformaciones. A lo anterior se suma, que
cada sociedad entiende el significado de la educación de forma distinta, y que
las soluciones y estrategias que se plantean para abordar las diferentes proble-
máticas dependen, en gran medida, de estas significaciones y comprensiones.
50 Marchesi menciona que es posible hablar de ideologías en educación, teniendo en cuenta que el significado
que se le otorgue a ésta depende de creencias y valores que sostienen una determinada visión sobre las
funciones de la educación y sus relaciones con el conjunto de la sociedad.
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Deficiencia Minusvalía
Enfermedad o Discapacidad
(Situación (Objetivada/
Trastorno (Exteriorizada)
Intrínseca) Socializada
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NIVELES CONTENIDOS
•Deficiencias intelectuales
•Otras deficiencias psicológicas
•Deficiencias del lenguaje
•Deficiencias del órgano de la audición
DEFICIENCIAS •Deficiencias del órgano de la visión
•Deficiencias viscerales
•Deficiencias músculo-esqueléticas
•Deficiencias desfiguradoras
•Deficiencias generalizadas, sensitivas y otras
•Discapacidades de la conducta
•Discapacidades de la comunicación
•Discapacidades del cuidado personal
DISCAPACIDADES •Discapacidades de la locomoción
•Discapacidades de la disposición del cuerpo
•Discapacidades de la destreza
•Discapacidades de situación
•Discapacidades de una determinada aptitud
•Minusvalía de orientación
•Minusvalía de independencia física
•Minusvalía de la movilidad
MINUSVALÍAS •Minusvalía ocupacional
•Minusvalía de integración social
•Minusvalía de autosuficiencia económica
•Otras minusvalías
51 Tabla extraída de Vaz Leal, F Y Cano, M: Clasificación de las Deficiencias, discapacidades y Minusvalía. En
http://www.proyectoiuvenalis.org/docs/clasificacion.pdf. (23 de mayo de 2009).
91
“se trataba de mostrar al individuo antes como persona que como sujeto
de una determinada situación limitante. La manera de lograrlo era ante-
poner siempre el “persona con… (Egea-Sarabia 2001:16) ”.
Las críticas que recibió este instrumento, permitió que se realizaran unas
exhaustivas revisiones del mismo; este proceso duró más de una década y
culmina con un nuevo Clasificador Internacional del Funcionamiento, de
la Discapacidad y la Salud (CIF), publicado en el año 2001, cuyo objetivo
principal es
“(…) proporcionar un lenguaje unificado y estandarizado que sirva como
punto de referencia para la descripción de la salud y los estados relacio-
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nados con la salud” (…) Con este objetivo, la CIF posibilita la comuni-
cación sobre la salud y la atención sanitaria entre diferentes disciplinas y
ciencias en todo el mundo” (OMS, 2001: 1).
53 La CIF está basada en la integración de dos modelos opuestos: El modelo médico y el modelo social. El pri-
mero –modelo médico- lo define como aquel que considera la discapacidad como un problema de la per-
sona directamente causado por una enfermedad, trauma o condición de salud, que requiere de cuidados
médicos prestados en forma de tratamiento individual por profesionales. El tratamiento de la discapacidad
está encaminado a conseguir la cura.
Por otro lado, el modelo social de la discapacidad, considera el fenómeno fundamentalmente como un
problema de origen social y principalmente como un asunto centrado en la completa integración de las
personas en la sociedad. La discapacidad no es un atributo de la persona, sino un complicado conjunto
de condiciones, muchas de las cuales son creadas por el contexto/entorno social. Por lo tanto, el manejo
del problema requiere la actuación social y es responsabilidad colectiva de la sociedad hacer las modifica-
ciones ambientales necesarias para la participación plena de las personas con discapacidades en todas las
áreas de la vida social. Por lo tanto el problema es más ideológico o de actitud, y requiere la introducción
de cambios sociales, lo que en el ámbito de la política constituye una cuestión de derechos humanos. Según
este modelo, la discapacidad se configura como un tema de índole política.
54 Estos tres niveles corresponden a los conceptos de deficiencia, discapacidad y minusvalía definidos por el
antiguo instrumento de clasificación: CIDDM.
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Así tenemos:
• Funcionamiento: Como término genérico para designar todas las fun-
ciones y estructuras corporales, la capacidad de desarrollar activida-
des y la posibilidad de participación social del ser humano.
• Discapacidad: Como término genérico que recoge las deficiencias en
las funciones y estructuras corporales, las limitaciones en la capacidad
de llevar a cabo actividades y las restricciones en la participación social
del ser humano.
• Salud: Como elemento clave que relaciona los dos anteriores.
• Funciones corporales: son las funciones fisiológicas de los sistemas
corporales (Incluyendo las funciones psicológicas).
• Estructuras corporales: son las partes anatómicas del cuerpo, tales
como los órganos, las extremidades y sus componentes.
• Deficiencias: son problemas en las funciones o estructuras corporales,
tales como una desviación significativa o una pérdida.
• Actividad: es la realización de una tarea o acción por parte de un individuo.
• Participación: es el acto de involucrarse en una situación vital.
• Limitaciones en la Actividad: son dificultades que un individuo pue-
de tener en el desempeño/realización de actividades.
• Restricciones en la Participación: son problemas que un individuo
puede experimentar al involucrarse en situaciones vitales.
• Factores Ambientales: constituyen el ambiente físico, social y actitudi-
nal en el que las personas viven y conducen sus vidas.
El cambio de perspectiva -de la clasificación de las “consecuencias de enferme-
dades” a una clasificación de “componentes de salud”- implica que la mirada
y las intervenciones en materias de discapacidad, ya no están centradas en la
etiología de una enfermedad, sino que se amplía la mirada sobre los factores
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En este sentido, y como una forma de dar respuesta a los modelos exclu-
yentes y a las concepciones estigmatizadoras sobre las personas con dis-
capacidad, la integración surge como un movimiento social y político que
espera transformar las formas de pensar y concebir la discapacidad en el
sistema educativo y social.
Con estas aspiraciones, hace casi dos décadas que nuestro país se ha com-
prometido a implementar mecanismos que aseguren la igualdad y la equi-
paración de oportunidades para las personas con discapacidad. Sin em-
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Dentro de los mecanismos que se han impulsados para promover los proce-
sos de integración a nivel nacional, se encuentran la construcción de marcos
legales, tales como: el decreto 490/1990, que establece las normas para integrar
a alumnos con Necesidades Educativas especiales asociadas a discapacidad a
establecimientos comunes, la Ley 19.284 (1994) que establece normas para la in-
tegración social de personas con discapacidad, y en el año 1998, el MINEDUC
reglamenta el Capítulo II. A estas normativas se suma un proyecto de Ley en-
viado al congreso el 18 de mayo del 2005 que formula indicación sustitutiva a
la Ley 19.284. En el año 2010 se promulgó la Ley 20.422 que establece normas
sobre igualdad de oportunidades e inclusión social de personas con discapaci-
dad, normativa publicada en el Diario Oficial de nuestro país el 10 de febrero
de 2010 y el Decreto 170/2010, que fija normas para determinar los alumnos con
Necesidades Educativas Especiales que serán beneficiarios de las subvenciones
para Educación Especial, según la Ley 20.201, publicada en el año 2007. Con
esta Ley se derogó el DFL N° 2 (1998) sobre subvenciones a establecimientos
educacionales y otros cuerpos legales. Entre otros, inserta un nuevo apartado
denominado “Necesidades Educativas Especiales de Carácter Transitorio”.
55 Este servicio fue creado primero como fondo nacional de la discapacidad (FONADIS) en el año 1994 por
mandato de la Ley 19.284 de Integración Social de Personas con Discapacidad. Desde el mes de marzo del
año 2010 pasa a ser el Servicio Nacional de la Discapacidad (SENADIS) por mandato de la Ley 20.422 que
Establece Normas sobre Igualdad de Oportunidades e Inclusión Social de Personas con Discapacidad.
56 La página donde se pueden encontrar referencias relacionadas con las personas con discapacidad es: http://
www.senadis.cl
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Sin embargo, cuatro años más tarde, en 1994, fue promulgada la Ley Nº
19.284 sobre la Plena Integración Social de las Personas con Discapacidad,
la que mandató al Ministerio de Educación a reglamentar y asegurar la
incorporación a la enseñanza regular de la población escolar con discapa-
cidad (Decreto Supremo de Educación Nº 1/98).
“Artículo 3º.-Para los efectos de esta ley se considera persona con disca-
pacidad a toda aquélla que, como consecuencia de una o más deficiencias
físicas, psíquicas o sensoriales, congénitas o adquiridas, previsiblemente
de carácter permanente y con independencia de la causa que las hubiera
originado, vea obstaculizada, en a lo menos un tercio, su capacidad edu-
cativa, laboral o de integración social”.
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Por otro lado estaban quienes planteaban que todos los ciudadanos deben
poder acceder desde edad temprana a la enseñanza común de su país, es
decir, quienes estaban a favor de una política de integración escolar desde
los planteamientos filosóficos y prácticos que ésta conlleva.
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Todas estas acciones realizadas durante los años 1999 hasta el 2003, sin
duda dan cuenta del tránsito paradigmático desde una Educación Espe-
cial con un enfoque eminentemente médico-rehabilitador centrado en el
déficit o los trastornos, a una Educación Especial que apunta a otorgar los
apoyos pedagógicos necesarios para que los sujetos que se benefician de
ésta accedan a una educación, ya no con fines rehabilitadores. Sin embar-
go, ninguna de las acciones realizadas en este periodo da cuenta de un
vuelco en la mirada que permita mirar al propio sistema y a las relaciones
humanas-sociales que se construyen en éste. Con ello, la atención y los
esfuerzos continúan estando centrados en los otros y para los otros, ya
no sólo centrados en la categoría diagnóstica (al menos desde el discurso)
sino que centrados en los dispositivos disciplinares para abordar pedagó-
gicamente las necesidades de “ese otro”. Es decir, si revisamos las acciones
implementadas, y los objetivos de las mismas, nos encontramos con que
en su mayoría se centran en aspectos instrumentales y técnicos que poco
impacto tienen en los pensamientos, creencias y actitudes de las personas;
en palabras de Skliar60
60 Skliar, C(s/f): De la razón jurídica a la pasión ética – a propósito del informe mundial sobre el derecho a la
educación de personas con discapacidad. Pág. 6.
Ponencia disponible en: www.institutosadop.edu.ar/file.../Ponencia_de_Carlos_Skliar.pdf
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61 En esta Política se define las Necesidades Educativas Especiales como un concepto que hace referencia a
aquellos estudiantes cuyas necesidades educativas individuales no pueden ser resueltas con los medios
y los recursos que habitualmente utiliza el docente para responder a las diferencias individuales y que
requieren para ser atendidas de ajustes, recursos o medidas pedagógicas especiales. Este puede ser el caso
de los estudiantes con discapacidad, dificultades de aprendizaje e incluso con altas capacidades.
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Dentro de los principios que adhiere esta política se encuentran los siguientes:
62 Para una mayor profundización respecto a estas reflexiones, recomendamos consultar los siguientes au-
tores: Manosalva, S (2008) Identidad y diversidad: el control de la alteridad en los sistemas educativos.
Revista de Pedagogía Crítica Paulo Freire, año 7, Nº 6, diciembre de 2008. Universidad Academia de
Humanismo Cristiano. Santiago de Chile (pp.111 a 124), Skliar, C en una presentación que hace el autor
en http://www.flacso.org.ar/formacion_posgrados_contenidos.php?ID=186&I=0 (2008: 1) y Manosalva, S,
Tapia, C (2009): “Atender a la diversidad: El control social en la significación de alteridad (a) normal”.
Revista de Pedagogía Crítica Paulo Freire, Nº 7. Universidad Academia de Humanismo Cristiano. Santiago
de Chile.
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Como podemos notar, las acciones que se han planteado para mejorar
la calidad de los procesos educativos se centran en la construcción y
el aumento de saberes y de conocimientos eruditos frente a los otros, a
cómo aprenden esos otros, cómo enseñarles a esos otros, qué materiales
utilizar para enseñarle a esos otros. Con ello, se evidencia la práctica de
“preparar/nos para” el trabajo con aquello que se denomina diversidad
en la escuela. Al respecto, compartimos con Skliar63 que más que prepa-
rar a la comunidad educativa y, principalmente, a los profesores se trata
de reflexionar sobre cuestiones éticas que apunten a devolvernos la mira-
da: “hay que enfatizar la idea de que más que estar preparados, anticipados a lo
que vendrá, que nunca sabemos qué es, de lo que se trata es de estar disponibles
y ser responsables (…) habría que invertir la lógica entre el saber temático y el
saber pedagógico relacional.
63 Skliar, C(s/f): De la razón jurídica a la pasión ética – a propósito del informe mundial sobre el derecho a la
educación de personas con discapacidad. Pág. 6.
Ponencia disponible en: www.institutosadop.edu.ar/file.../Ponencia_de_Carlos_Skliar.pdf
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Por último, cabe destacar que uno de los grandes avances conseguidos a
raíz de la materialización de la Política Nacional de Educación Especial,
lo constituyó el hecho de que en la actualidad ha sido consagrada la Edu-
cación Especial como una modalidad del Sistema Educativo en la Ley
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64 La Ley General de Educación, es la ley que se ha creado bajo el último gobierno de la Concertación para derogar
la LOCE (Ley Orgánica Constitucional de Enseñanza) ley de educación heredada de la dictadura militar.
65 En marzo del presente año asumió la presidencia Sebastian Piñera Echeñique, con lo cual se da término a
los gobiernos de la Concertación y se inicia un nuevo gobierno de derecha en nuestro país. Hacemos alu-
sión a esta información, debido a que los procesos descritos y analizados en este capítulo han sido fruto de
las iniciativas y líneas de trabajo de los cuatro gobiernos de la Concertación, lo cual facilitó la continuidad
en los trabajos emprendidos, en la medida que los presidentes, y respectivos gobiernos, pertenecían a la
misma coalición.
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Aquí observamos ciertas incongruencias entre una y otra Ley puesto que
en la Ley 20. 422 se hace especial énfasis en la calidad de vida de las per-
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Pero, por otra parte podemos leer en la Ley 20. 201, lo siguiente:
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“Artículo 16.- Será requisito para la evaluación diagnóstica que ésta sea efectua-
da por los siguientes profesionales idóneos:
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Por otra parte, se visualiza a las y los estudiantes como deficitarios, enfer-
mos, defectuosos, carentes, pues son ellos los que se deben ajustar al cu-
rriculum escolar y no la escuela ajustarse a las características de desarrollo
de todo estudiante
El anterior texto muestra la imposición del currículo por sobre las característi-
cas singulares y originales de toda persona, de todo ser humano idéntico sólo a
sí mismo. No se ve intención de generar diversificación curricular, sino -por el
contrario- se observa conservadurismo de las adaptaciones curriculares.
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para avanzar en sus aprendizajes; nos referimos a los alumnos con déficit
atencional, problemas de aprendizaje y de adaptación escolar, y aquellos
con altas capacidades” (MINEDUC, 2005: 42).
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los Otros. Es en esta lógica, donde la Educación Especial surge para con-
trolar aquello “desviado”, “extraño”, “atípico”, cuyos rostros y nombres
han importado poco o casi nada.
Es así, que la Educación Especial -bajo sustentos epistemológicos y paradigmá-
ticos positivistas- ha pretendido cosificar a los seres humanos, fragmentándo-
los y dando cuenta de aquellas características que lo hacen parte de grupos de
poblaciones anormales, objetos de estudios interdisciplinares, desdibujándose
con ello, el sujeto. A lo largo de su construcción ha desarrollado variadas prác-
ticas y estrategias, todas enfocadas a mirar fragmentos de Otredad.
En este sentido, esta disciplina surge identitariamente positivista, lo que
no le ha permitido analizar y comprender los efectos de su ser y las lógicas
e intereses a los cuales responden su hacer. Creemos que es debido a ello,
que persisten en la actualidad discursos y prácticas de reducción del ser
humano en fragmentos de anomalías.
Lo anterior es fácilmente identificable si analizamos, al menos, dos cons-
tructos disciplinares de la Educación Especial: El diagnóstico (sobrevalo-
rado) y la intervención psicopedagógica.
En el área de la Educación Especial, el proceso que por excelencia se ha
utilizado para definir y clasificar a un ser humano como normal o anor-
mal, es el diagnóstico. La mayoría de las veces, este diagnóstico es la suma
de aplicación de test sobre todo lo que el sujeto no puede hacer; es decir, “so-
bre todos los errores, síntomas y anomalías que permiten clasificar al sujeto dentro
de una categoría diagnóstica“(Careaga, 1994: 20).
Asimismo, este proceso siempre ha desencadenado en un etiquetamiento
de la persona, no permitiendo ver la complejidad del ser humano, determi-
nándolo a una condición petrificante. Como consecuencia de este modelo,
al diagnóstico se le ha otorgado una condición primordial en la determina-
ción de las posibilidades de desarrollo del sujeto, casi cumpliendo la función
de un oráculo que puede anticipar y determinar la vida de la persona.
Este proceso lejos de ir perdiendo fuerza a raíz de los nuevos enfoques de la
Educación Especial chilena, ha reafirmado su valor en los nuevos decretos
para acceder a las subvenciones, en los cuales se hace hincapié en la necesi-
dad de realizar diagnósticos especializados que justifiquen los presupuestos
especiales, ya sea en la Educación Regular como en la Educación Especial.
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Este enfoque -si bien en el discurso está en retirada- sigue teniendo valor
en las prácticas escolares y en las diferentes opciones educativas propues-
tas en los proyectos de integración de nuestro país. Ejemplo de ello, son
las famosas Salas de Recurso, lugar que por excelencia reproduce y pro-
duce que “el problema” del sujeto está siempre en el sujeto y nunca en la
relación sujeto-medio; por lo tanto, le resta importancia y valor al contexto
socioeducativo.
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Son estos los criterios que operan a la base de los procesos de inclusión/
exclusión de las personas con discapacidad, y que se manifiestan de di-
ferentes formas como argumentos que hacen válida las representaciones
sociales que de ellos se tiene en algún momento de la historia.
Aun cuando cada una de estas representaciones las podemos situar en al-
gún momento determinado de la historia humana y sus correspondientes
modelos de actuación política validaron para una época especifica formas
de operar a gran escala, sostenemos que estas aun coexisten en la memoria
social y se manifiestan en micropolíticas grupales y/o en dichos individua-
les que mantienen viva la distancia que con ellos se conserva. Respecto a
ellos, todavía vivimos en el discurso que constriñe la mirada, la sensuali-
dad y la amorosidad que surge de la experiencia de transformación en la
integración con el otro-otro (alteridad), pues estamos en la propia cárcel
de la palabra construida. Nos cuidamos tanto del otro dibujado, que des-
cuidamos nuestro ser-siendo en convivencia emocional por el confort en la
razón socialmente sostenida.
Comulgamos con la idea de Lèvinas (2006: 22) que “cada significación ver-
bal está situada en la confluencia de innumerables ríos semánticos. Exactamente
como el lenguaje, la experiencia ya no aparece conformada con elementos aislados,
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71 Como dice Skliar: Las diferencias que nos hacen diferentes son sólo eso, diferencias. Pero se insiste en con-
notar a los diferentes. Este y otros argumentos se pueden encontrar en una presentación que hace el autor
en: http://www.flacso.org.ar/formacion_posgrados_contenidos.php?ID=186&I=0 (2008: 1)
130
Como hemos señalado, de este nuevo desafío (instalado bajo los postu-
lados de la inclusión/integración) se han desprendido políticas públicas
y educativas, generándose discusiones en los más diferentes espacios so-
ciales, sin que necesariamente, siquiera, se haya consensuado qué y cómo
vamos a entender y representarnos la diversidad.
72 Como dice Skliar: Las diferencias que nos hacen diferentes son sólo eso, diferencias. Pero se insiste en con
En este artículo, el autor plantea una diferenciación de diversidad en dos categorías de sistemas: sistemas
humanos y sistemas sociales. El texto lo puede profundizar en: Manosalva, S (2008) Identidad y diversidad:
el control de la alteridad en los sistemas educativos. Revista de Pedagogía Crítica Paulo Freire, año 7, Nº 6,
diciembre de 2008. Universidad Academia de Humanismo Cristiano. Santiago de Chile (pp.111 a 124).
131
En este sentido, nuevamente nos “preparamos” para los Otros, nos “anti-
cipamos” (ilusamente, por cierto) para la presencia de los Otros, creyendo
posible que mediante capacitaciones, talleres, estudios de diferente índole,
construcción de textos escolares, de “manuales especializados”, de mate-
riales didácticos, entre otros, podemos lograr la inclusión/integración en
educación. Con ello, nuevamente la mirada está en el Otro que llega, en el
Otro que irrumpe la normalidad y homogeneidad tan valorada y cuidada
en el mundo escolar.
En efecto, todas las acciones que se han realizado durante los últimos años
en la Educación Especial, centradas en estas lógicas de preparación (érudi-
ta e instrumental) para una “atención de los otros diversos” en las escuelas
regulares, sólo han reproducido formas de convivencia y coexistencia que
restringen la alteridad, la presencia de otros a “dimensiones no-singulares,
no-personales, no-experienciales, no-subjetivas, no-narrativas: se dice que ‘es/hay
diversidad’, confesando entonces la propia naturaleza descriptora vuelta hacia fue-
ra y emparentada, por lo tanto, con una referencia explícita a que la diversidad son
los demás, que la diversidad es lo otro”. (Skliar, 2008: 4)
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73 Considerables argumentos entrega el profesor Domingo Bazán Campos en la comprensión del rol del
pedagogo desde una racionalidad epistémica en la comprensión de la educación. Estos argumentos, si bien
están dirigidos hacia la profesión de educador, bien se pueden extender y expandir hacia todo profesional
de las Ciencias Sociales. Bazán, D. (2008) El Oficio del Pedagogo. Aportes para la construcción de una
práctica reflexiva en la escuela. Argentina: Homo Sapiens.
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