You are on page 1of 2

Señalar los posibles nexos y laxos entre la realidad de 1995 y la actualidad

La viveza del venezolano es muy acentuada, pero eso no quiere decir que todos somos así o
que nacimos así. Pienso que mayor parte de la sociedad cuenta con esa característica, ya
es parte de la cultura venezolana

José Ignacio Cabrujas describe bien a la sociedad venezolana en enero de 1995, descripción
que considero dados los hechos que no ha perdido vigencia, los venezolanos creemos que
somos un pueblo vivo, en el sentido de astutos, de pícaros, de una gran destreza y de una
gran habilidad. Hemos asociado la palabra vida, palabra hermosa, y la llegamos a confundir
con viveza, pensamos que estar vivos es hacer una picardía, , el venezolano piensa que
hay que aprovecharse de todas las situaciones que se nos presenten. Ésa creencia, esa
costumbre; nace de la familia, se intensifica en la sociedad, y así se transmite de generación
en generación; hay que “ser vivos” para todo, sin embargo, no nacemos así ninguno de
nosotros nace así con esa viveza, eso es un producto social, es la cultura del venezolano,
pues en el proceso de socialización desde que somos pequeños nos adaptamos a ciertas
conductas y nos transmiten valores que se supone deben ser los correctos

La viveza se puede definir como la “técnicas que emplean los individuos para hacer uso de
bienes y servicios para beneficiarse”, y asegura que la sociedad obtiene esas ideas de las
vivencias del día a día, logra nuevas habilidades y se aprovecha cuando puede hacerlo. La
sociedad venezolana se identifica en eso, eso que raya en el “facilismo”, o bien puede ser
“si el gobierno me da yo agarro”. Es una mala costumbre de querer obtener las cosas sin el
más mínimo esfuerzo, es mucho mejor que todo llegue fácil sin que sudes una gota. Por
supuesto existen las excepciones, los venezolanos también se caracterizan por “esa viveza
para salir adelante.

José Ignacio Cabrujas expreso acerca Aquel 27 de febrero del 89, cuando ocurrió el
Caracazo. “A mí me quedó la imagen de un caraqueño alegre cargando media res en su
hombro, pero no era un tipo famélico buscando el pan, era un jodedor venezolano, aquella
cara sonriente llevando media res se corresponde con una ética muy particular; si el
presidente es un ladrón, yo también; si el Estado miente, yo también “
Muchas de las situaciones vividas en esa época se han llevado acabo también en la
actualidad, como si se tratara de un bucle ,de un ciclo del cual ele venezolano no puede
escapar y puede ser debido que no hemos condenado nosotros mismos por nuestra forma de
ser, o por nuestro conformismos, porque tenemos ganas de hacer las cosas, de salir de esto,
pero no lo llevamos a cabo , porque no hacemos nada hasta que ya hemos dejado que la
situación haya ido muy lejos, y la viveza criolla que se registra en nuestro ADN, que no
solo nos aprovechamos de todo y todos en Venezuela, sí no que en esta ola de emigración
hemos llevado esta característica a otros países, Sin lugar a duda a viveza criolla es dañina.
No deberíamos enorgullecernos de ser vivos.

Venezuela sigue buscando salir del pozo en el que cayó. El cambio para mejorar el país es
lo que más se anhela, pero es necesario buscar en cada una de las personas, de ahí nace el
cambio de la mente.

You might also like