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CAPITULO II

TEORIAS QUE SUSTENTAN EL FENOMENO DE LA VIOLENCIA


CONTRA LA MUJER.

 Teorías Activas:
La teoría genética, etológica, psicoanalítica, personalidad, frustración y
señal-activación explican que la violencia se origina desde los impulsos
internos de la persona.
Teoría Etológica: menciona que la agresión es una reacción innata
basada en impulsos inconscientes, siendo como un aspecto biológico del
ser humano.
Teoría Psicoanalítica: la agresividad surge debido al bloqueo del Libido;
es decir, que es un cumulo de afectos negativos internos que la persona es
incapaz de exteriorizar, surgiendo de ello la agresión.
Teoría de la Personalidad: mencionan que el comportamiento violento es
un rasgo de la propia personalidad de la persona.
Teoría de la Frustración: según Dollar, Miller y sus colaboradores (1938),
mencionan que el comportamiento agresivo es la consecuencia de una
frustración previa del ser humano.
Teoría de la señal-activación: según Berkowitz (1962, 1996) la frustración
surge cuando la persona prevee que va a perder aquello que quiere y
sostiene que existe una variable intermedia entre frustración y agresión a la
que denomina cólera.
Teoría de la genética: sostiene que las manifestaciones agresivas son
resultados de síndromes patológicos orgánicos o procesos bioquímicos y
hormonales.
 Genética de la violencia:
La violencia consta de diversas facetas que han sido motivo de análisis y
proposiciones de mucha disciplinas.
Siendo definida como Personalidad Psicopatía Antisocial, la cual es un
trastorno de la personalidad, que desprecia y viola los derechos de los
demás, que inicia en la infancia o a temprana adolescencia y continua
hasta la adultez. Además tiene en común con la personalidad psicopática
que Kurt Schneider califico como desalmado, un ejemplo de ello son los
desalmados criminales pero no toda conducta criminal puede relacionarse
con un concepto de personalidad psicopática antisocial. También la
investigación genética de la violencia se extiende a otras patologías.
 Neuropsicología de la violencia:
La violencia es un estado que conlleva a infringir dolor de diferentes
formas, lo cual desmejora la calidad de vida de las personas afectadas por
la violencia pero detrás de esas agresiones prevalecen alteraciones
cerebrales. Según Blair (2010), la inflamación de la amígdala conlleva a las
personas a estados violentos y genera una reducción en la actividad
reguladora frontal, además menciona que sujetos con psicopatía y
comportamiento antisocial presentan problemas de procesamiento
emocional. Para Gil Verona (2002), las conductas agresivas se relacionan
con la alteración de síntesis de la serotonina, según autores, mencionan
que los maltratos y abusos sexuales en las personas disminuyen los
umbrales biológicos de la violencia y esto guarda relación con el sistema
serotonina y dopamina.
Por otro lado, Rudebeck, Bannerman y Rushworth (2008), un daño en la
corteza frontal ventromedial generan cambios emocionales y
comportamiento social. Para Atenea, Mattew, Fulwiler y Gansler (2011),
encontraron en pacientes psiquiátricos y voluntarios sanos, que la materia
gris posiblemente está relacionado con la impulsividad y falta de
planificación. Pero Krame, Kopyciok, Richter y Mute (2009), realizaron un
estudio a sujetos donde 231 sufrían deterioro de funciones en la prefrontal,
lo cual los hacen susceptibles a comportamientos agresivos. Asimismo,
Alcazar, Verdejo, y Bouso (2008) mencionan que sujetos gresivos tienen
una reducción del 11% de materia gris. En cambio para Tatjana los
episodios traumáticos dañan al funcionamiento y estructura del cerebro,
generando conductas agresivas en la persona. Para Yang, Raine, Han,
Chen, Schug, Toga y Narr (2010) una afectación al hipocampo conlleva a
generar conductas agresivas.
Bonilla y Fernández Guinea (2006), lo bajos niveles de serotonina están
asociados a problemas de control de impulsos y conductas agresivas,
además que personas con conducta antisocial presentaran alteraciones
neuropsicológicas. Para Brezan (2009), en su investigación a pacientes
con Transtorno de Estrés Postraumatico en contextos violentos, se
encontraban afectados en aspectos neuropsicológico, lo cual
desestabilizan el estilo de vida de las personas a nivel familiar, social y
supuesto cerebral.
En cambio Miczek y Fish (2005), en su investigación, la dopamina,
glutamato y agresión, alteraban al sistema dopaminérgico generando una
defensa agresiva, además manifiestan la importancia del neurotransmisor
glutamato que tienen relación con comportamientos violentos, pues una
desregulación en el glutamato generaría un síndrome de descontrol y
ocasionaría la excitabilidad de sistemas neurales, respnsables de
conductas agresivas.

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