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UNIVERSIDAD CENTRAL DE VENEZUELA


FACULTAD DE HUMANIDADES Y EDUCACIÓN
ESCUELA DE ARTES
ARTE LATINOAMERICANO I
SOPHIA BATTAGLINI
15 DE FEBRERO DE 2017

JUAN LOVERA – BIOGRAFÍA Y CONTEXTO HISTÓRICO

Juan Lovera (Caracas 1776-1841) fue un artista venezolano considerado


como el primer pintor republicano1 y el más “notable de los pintores que
alcanzaron su madurez en los momentos iniciales de las guerra de
independencia”2; al tiempo que por sus orígenes culturales coloniales representa
la transición de las artes hacia esta orientación. Para Alfredo Boulton, el desarrollo
estilístico y pictórico de Lovera puede definirse como una derivación “del
neoclasicismo francés en cierta forma heredado por los pintores norteamericanos,
y con mezcla de influencias procedentes algunos retratistas anglosajones de la
escuela de Gilbert Stuart”3. Lovera además es considerado como el único pintor
cuya tradición colonial logra sobrevivir a los años posteriores a los cambios
ideológicos que vendrían con los procesos independentistas a partir de la Batalla
de Carabobo4. Para Francisco Da Antonio, Lovera no es sólo un pintor histórico,
de género o retratista: “fue un pintor realista […], él transcribió en imágenes
plásticas los acontecimientos de los cuales fue testigo presencial, y a los hombres
que fueron sus contemporáneos” 5.
Como antecedente histórico del artista, es importante señalar que las
producciones anteriores a la segunda mitad del siglo XVIII en Venezuela
estuvieron signadas por un carácter de menor envergadura si se les compara con
aquellas de otras partes del continente, como es el caso de México o de Perú;

1
Alfredo Boulton. Historia de la pintura en Venezuela. Tomo II. Caracas: Monte Ávila Editores, C.A., 1971, p. 20.
2
Juan Calzadilla. Obras singulares del arte en Venezuela (textos, selección de obras e índice biográfico de Juan
Calzadilla). Caracas: Euzko Americana de Ediciones, S.A., 1979, p.4.
3
Alfredo Boulton. Historia de la pintura en Venezuela. Tomo II. Caracas: Monte Ávila Editores, 1971, p. 20
4
Cornelis Goslinga. Venezuelan painting in the nineteenth century. Asseen: Koninklijke Van Gorcum N.V., 1967,
p, 1. (Texto original en inglés).
5
Francisco Da Antonio. “Juan Lovera y el tiempo del arclásico”, en: Textos sobre el arte. Venezuela 1682-1982.
Caracas: Monte Ávila Editores, C.A., 1980, p, 67.
2

Venezuela “fue una colonia pobre, marginada de las grandes rutas de oro y de las
cortes virreinales”6. De acuerdo con Miguel Arroyo, las primeras escuelas de
pintura y dibujo en Venezuela surgen de la mano de artistas como Juan Pedro
López, Francisco José de Lerma y Villegas, los Zurita, los Landaeta, así como
también de desarrollos en conventos e instituciones dirigidas por la Iglesia7. Bajo
la guía de este último grupo, a finales del siglo XVIII Lovera inicia sus estudios de
pintura en el convento de San Jacinto dirigido por los frailes dominicos, y
posteriormente es discípulo de la Escuela de los Landaeta, donde gracias a su
maestro Antonio José Landaeta8 aprende las técnicas, elaboración de marcos,
iluminación de estampas, utilización del dorado, preparación de lienzos y colores
propios de la tradición colonial.
También en su juventud recibió educación en pintura y dibujo de parte de
José de Madrazo, padre del pintor de la corte española Federico de Madrazo,
mientras se encontraba en España durante el reinado de Fernando VII 9. Sus
primeras obras se encuentran enmarcadas en una tradición religiosa y de carácter
colonial en la cual realiza imágenes votivas, restauraciones y decoraciones para
iglesias y la Catedral de Caracas, aunque también se destaca por su producción
de retratos. A partir de 1799 posee su propio taller10, y ese mismo año realiza un
retrato de Alexander Von Humboldt, quien lo visita en Caracas junto con Aimé
Bonpland11 y entre sus trabajos más importantes se destacan los cuadros de los
retablos para recintos religiosos como la iglesia parroquial de La Victoria en 1808,
así como también el doble retrato de rector de la Real y Pontificia Universidad de
Caracas. Tomás Hernández de Sanabria— y del presbítero Juan Félix de Arana
en 1809.

6
Mariano Picón Salas. Las formas y las visiones: ensayos sobre el arte (compilación, selección y prólogo de Juan
Carlos Palenzuela). Caracas: Universidad Católica Andrés Bello, 2007, p. 21.
7
Miguel Arroyo. Breve introducción a la pintura. Caracas: Ediciones Fundarte, 1978, p.7.
8
Manuel Landaeta Rosales, “Los antiguos pintores venezolanos, Juan y Pedro Lovera”. El Constitucional. Caracas,
8 de noviembre de 1906. En: Roldan Esteva-Grillet (compilador). Fuentes documentales y críticas de las artes
plásticas venezolanas: siglos XIX y XX. volumen I. Caracas: CDCH UCV, 2001, p.603.
9
Cornelis Goslinga. Venezuelan painting in the nineteenth century. Asseen: Koninklijke Van Gorcum N.V., 1967,
p, 5. (Texto original en inglés).
10
Ibídem, p.603.
11
María Magdalena Ziegler. “Juan Lovera por sí mismo (de súbdito a ciudadano)”, en: “Ars moriendi. Ideas, ritos e
imágenes de la muerte” (José María Salvador González, organizador). Revista Mirabilia Ars, Barcelona, No 4,
2016, p.97.
3

Según Ramón de la Plaza, “[…] a tiempo de la emancipación política de


Venezuela del gobierno de España, figuraba Lovera como uno de los que
alcanzaron algún aprovechamiento en el estudio del dibujo y la pintura” 12.
Siguiendo los cambios ideológicos que se producen a partir de los procesos
independentistas de América –que no sólo atañen al ámbito político, sino también
a múltiples aspectos de la vida social y cultural, incluidas las artes y la literatura-,
Lovera comienza a desligarse de la tradición colonial y se manifiesta partidario
cercano de los mismos. El pintor presencia la proclama de independencia por el
Congreso Constituyente de Venezuela del 19 de abril de 1810 y la firma del Acta
de Independencia del 5 de julio de 1811, acontecimientos a la vez que se
convertirán en los temas de sus obras más conocidas y difundidas. El 1 de enero
de 1811 en El Mercurio Venezolano es alabada su versión de Los Cuatro
Elementos del pintor francés Charles Le Brun y se pide la protección benéfica de
Lovera13. Más tarde ese mismo año realiza la restauración de la Santa Rosa de la
Catedral de Caracas.
El cambio en la tradición pictórica pasa de ser “predominantemente religiosa
y de influencia española […] a una pintura literaria destinada a exaltar los héroes y
sus hazañas”14. En 1814, a raíz de la toma del poder de la ciudad de Caracas por
José Tomás Boves, la producción de Lovera se ve interrumpida, pues éste forma
parte del episodio de la historia conocido como “Emigración de Oriente”, en el
cual la población caraqueña exiliada sigue a Simón Bolívar hacia las Antillas15.
Lovera se encontrará en el exilio durante varios años16, período en el cual se
presupone que muchas de sus obras se extraviarán y su figura desaparecerá
prácticamente por completo del panorama artístico. El pintor retornará a Caracas
cuando aún se encontraba ocupada por las tropas del ejército expedicionario

12
Ramón de la Plaza. Ensayos sobre el arte en Venezuela [1883]. Caracas: Presidencia de la República, 1977,
p.185.
13
Francisco Da Antonio et al. Diccionario biográfico de las Artes Visuales en Venezuela. Caracas: Fundación de la
Galería de Arte Nacional, 2005, p.714.
14
Juan Calzadilla. “Una visión de la pintura venezolana”, en: Pintores venezolanos, Caracas: Ediciones del
Ministerio de Educación, 1963, p.13.
15
Juan Calzadilla. Obras singulares del arte en Venezuela (textos, selección de obras e índice biográfico de Juan
Calzadilla). Caracas: Euzko Americana de Ediciones, S.A., 1979, p.4.
16
Existe una discrepancia con respecto a la precisión de las fechas, pues Calzadilla sostiene en el texto
anteriormente citado que se trata de un período de 20 años, mientras que en el texto Juan Lovera. El pintor de los
próceres. Caracas: Fundación Pampero, 1985, p 14, escrito por Carlos Duarte se propone que el exilio duró 3 años.
4

español, y una vez finalizada la guerra de independencia desempeñará en su


escuela particular un cargo como profesor de dibujo. En 1820 pintará por encargo
del presbítero José Cecilio Ávila el lienzo de La Divina Pastora, la cual toma como
modelo un grabado –del cual se desconoce procedencia- y que junto a la obra de
producción mucho más posterior, Nuestra Señora del Carmen (1840), son de las
pocas obras de carácter religioso elaboradas por Lovera de las que se tiene
conocimiento17.
Hacia 1821 Carlos Soublette, el vicepresidente del departamento de
Venezuela que formaba parte de la Gran Colombia, le ofrece a Lovera el cargo de
“corregidor de la ciudad de Caracas”, posición que inicialmente el pintor rechaza
pero que luego acepta. Posteriormente en 1824 recibe el título de maestro de
pintura y le es encargada por la familia Nuñez de Cáceres la realización de una
serie de retratos de José Antonio Páez, de los cuales actualmente no se tiene
registro18. Ese mismo año, en noviembre, el Ayuntamiento le comisiona la
elaboración del escudo de Colombia –obra que aún se encuentra en la secretaría
del Consejo Municipal de Caracas- y el cual “pinta en vidrio, con dibujos en hojilla
de oro, y la representación de unas estatuas neoclásicas que enmarcan el artículo
1 de la Constitución”19. En 1825, entre otros proyectos, forma parte como asesor
para la erección de una estatua ecuestre de Bolívar para la plaza de San Jacinto,
y en diciembre abre una cátedra de dibujo para niños pobres, en la escuela
pública de las primeras letras dirigida por Vicente Méndez. Posteriormente en
1827 realiza una pintura al natural de Bolívar, mientras este se encontraba en su
última visita a la ciudad de Caracas, en 1828 Lovera es invitado por el coronel
Francisco Avendaño, quien instaló la primera máquina litográfica en Venezuela, “a
trabajar en la prensa y perfeccionarse en el manejo del arte”20. Durante este
tiempo Lovera enfoca obra en la producción de retratos, realizando, entre ellos,
uno del mismo Avendaño, el arzobispo Ramón Ignacio Méndez y el licenciado
Francisco Antonio Paúl.

17
Francisco Da Antonio et al. Diccionario biográfico de las Artes Visuales en Venezuela. Caracas: Fundación de la
Galería de Arte Nacional, 2005, p.714
18
Ibídem, 714.
19
Ibídem, 714.
20
Ibídem, 715.
5

En la década de 1830 comienza el período más prolífico de la producción


artística de Lovera, en el cual realiza no sólo diversos retratos, sino también obras
de carácter eclesiástico como un Ecce Homo y una Dolorosa, ambas de 1832
aproximadamente y actualmente desaparecidas. Ese mismo año, durante su
dedicación a la enseñanza de la pintura y dibujo, tiene entre sus discípulos más
destacados a los pintores Pedro Lovera (1826-1914) –con el cual comparte
parentesco21- y Celestino Martínez (1820-1885). El tumulto del 19 de abril de
1810, una de las obras más conocidas de carácter histórico de su producción
artística -como se mencionó con anterioridad-, es pintada por Lovera en 1835 y
dedicada a la Diputación Provincial de Caracas; que junto a la obra El 5 de julio de
1811, realizada en 1838, representan lienzos especialmente elogiados durante su
tiempo. Asimismo, cabe señalar que si bien estas obras no son realizadas durante
los años en los cuales los acontecimientos independistas estaban sucediendo, son
“los primeros cuadros narrativos sobre la emancipación de Venezuela”22.
El 20 de enero de 1841, Lovera muere en Caracas a los 63 años de edad,
concluyendo así una larga vida en la que pudo ser parte de importantes hechos
históricos, culturales y artísticos, tales como las empresas independistas de
figuras como Simón Bolívar, Francisco de Miranda y Antonio José de Sucre,
“la Revolución Francesa y las Guerras Napoleónicas; […] el invento de la máquina
de vapor y de la música de Beethoven, […] de Landaeta, Gallardo y Meserón. De
la poesía de Bello y de las ideas educativas de Rodríguez”23. En este sentido, es
posible afirmar que Lovera se presenta durante su tiempo y como un cronista de la
historia y sociedad de la primera república venezolana, y su producción permite
sentar las bases fundacionales de un nuevo ideal artístico que luego seguirán
pintores sucesivos como Arturo Michelena, Martín Tovar y Tovar, entre otros.

21
Aunque en numerosos textos, incluido La pintura en Venezuela (1956) de Enrique Planchart, se propone que
Pedro Lovera es hijo de Juan Lovera, las investigaciones de Carlos Duarte (Juan Lovera. El pintor de los
próceres. Caracas: Fundación Pampero, 1985) señalan que Pedro es en realidad hijo de Fernando Lovera (hermano
del pintor), o en su defecto otro familiar del mismo. También en: Francisco da Antonio et al. Diccionario
biográfico de las Artes Visuales en Venezuela. Caracas: Fundación de la Galería de Arte Nacional, 2005, p.718.
22
Juan Calzadilla. “Una visión de la pintura venezolana”, en: Pintores venezolanos, Caracas: Ediciones del
Ministerio de Educación, 1963, p.14.
23
Francisco Da Antonio. “Juan Lovera y el tiempo del arclásico”, en: Textos sobre el arte. Venezuela 1682-1982.
Caracas: Monte Ávila Editores, C.A., 1980, p, 74.
6

FUENTES BIBLIOGRÁFICAS

- ARROYO, Miguel. Breve introducción a la pintura. Caracas: Ediciones Fundarte,


1978.

- BOULTON, Alfredo. Historia de la pintura en Venezuela. Tomo II. Caracas: Monte


Ávila Editores, C.A., 1971.

- CALZADILLA, Juan. Obras singulares del arte en Venezuela (textos, selección de


obras e índice biográfico de Juan Calzadilla). Caracas: Euzko Americana de
Ediciones, S.A., 1979.

Pintores venezolanos, Caracas: Ediciones del Ministerio de


Educación, 1963.

- DA ANTONIO, Francisco et al. Diccionario biográfico de las Artes Visuales en


Venezuela. Caracas: Fundación de la Galería de Arte Nacional, 2005,

Textos sobre el arte. Venezuela 1682-1982.


Caracas: Monte Ávila Editores, C.A., 1980

- DE LA PLAZA, Ramón. Ensayos sobre el arte en Venezuela [1883]. Caracas:


Presidencia de la República, 1977.

- DUARTE, Carlos. Juan Lovera. El pintor de los próceres. Caracas: Fundación


Pampero, 1985.

- ESTEVA-GRILLET, Roldan (compilador). Fuentes documentales y críticas de las


artes plásticas venezolanas: siglos XIX y XX, volumen I. Caracas: CDCH UCV, 2001.

- GOSLINGA, Cornelis. Venezuelan painting in the nineteenth century. Asseen:


Koninklijke Van Gorcum N.V., 1967.

- PICÓN SALAS, Mariano. Las formas y las visiones: ensayos sobre el arte
(compilación, selección y prólogo de Juan Carlos Palenzuela). Caracas: Universidad
Católica Andrés Bello, 2007.

- PLANCHART, Enrique. La pintura en Venezuela. Caracas: Editorial Imprenta López,


1956.

FUENTES ELECTRÓNICAS

- ZIEGLER, María Magdalena. “Juan Lovera por sí mismo (de súbdito a ciudadano)”,
en: “Ars moriendi. Ideas, ritos e imágenes de la muerte” (José María Salvador
González, organizador). Revista Mirabilia Ars, Barcelona, No 4, 2016.
https://www.researchgate.net/publication/312488688_Juan_Lovera_por_si_mismo_de
_subdito_a_ciudadano (Consultado 13/2/2017)

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