Inmutable (Su naturaleza no cambia)

Este atributo de Dios, no tiene nada que ver con aquello cuando decimos que
tal o cual persona “no se inmuta por nada”, es decir, que no siente afecto,dolor,
amor, simpatía de Dios, “que dice que Él no cambia. Él permanece inalterable,
su naturaleza no cambia, su esencia no cambia, su conducta no cambia, nada
en Él es de doble ánimo”. Nuestro Dios, es un Ser Puro sin límites ni
composición imperfecta; por tanto no puede perder nada de lo que
tiene(limites), ni adquirir nada nuevo (composición). Veamos lo que la Biblia
dice al respecto:

Desde el principio tu fundaste la tierra, y los cielos son obras de tus manos.
Ellos perecerán, mas tu permanecerás… tu eres el mismo y tus años no
acabaran (Salmos 102.25.27).

Porque yo Jehová no cambio… (Malaquías 3.6). Toda buena dadiva y todo

don perfecto desciende de lo alto, del Padre de las luces, en el cual no hay
mudanza ni sombra de variación (Santiago 1.17).

La inmutabilidad de Dios significa, que la naturaleza de Dios no sufre cambio

alguno y que su divinidad permanece inalterable. Pero si es posible que las
actitudes de Dios para con el ser humano cambien.
Esto es lo que encontramos, por ejemplo en la palabra de Dios (Génesis 6.6)
“Y se arrepintió Jehová de haber hecho al hombre en la tierra, y le dolió en su
corazón”; o en Jonás 3.10 que dice: “Y vio Dios lo que hicieron, que se
convirtieron de su mal camino; y se arrepintió del mal que había dicho que les
haría, y no lo hizo”.
La actitud de arrepentimiento en Dios no encierra ningún cambio real en su
carácter o en sus propósitos. Él siempre odia el pecado y tiene compasión y
ama al pecador. El arrepentimiento divino, entonces, encierra un principio
obrando en forma diferente según cambien las circunstancias. Las acciones de
Dios tienden a ser un medio para conseguir el bien y para hacer que reine la
ley de la justicia.
La actitud de Dios para con los Ninivitas, no cambio; sino que cambiaron ellos y
como ellos habían cambiado de su pecado a la justicia, debió cambiar
necesariamente la actitud de Dios para con ellos y el modo en que los iba a
tratar. La naturaleza, el carácter divino de Dios, no había cambiado; aunque si
cambio la forma en que los trato. Podemos decir, por consiguiente, que el
carácter y esencia de Dios no cambia, pero su modo de tratar al hombre
cambia en la medida que este cambia su actitud de pecado a santidad y de
desobediencia a obediencia.

Infinito

Infinito, según su etimología, equivale a: “sin limites”; infinito significa, pues, “no
limitado”. Un ser puede quedar limitado de tres maneras:

Una, por la relatividad de su propia naturaleza, que lo define dentro de una

parcela del ser.

Otra, por el espacio que ocupa; y

Finalmente, por el tiempo de su existencia. Ninguno de estos tres limites afecta

a Dios: Él es el absoluto, que posee en grado infinito la perfección del ser,