Professional Documents
Culture Documents
primida. Por esta razón, es necesario saber en qué lugar se sitúa el Consejo y
hasta qué punto estuvo relegado para la dotación de cargos de su jurisdicción.
Los trabajos sobre venalidad en Indias son abundantes 3 pero, en general,
todos ellos responden a preguntas muy concretas, es decir, la venta de cargos en
un determinado virreinato durante un periodo de años concreto. Mención especial
merece el trabajo que para la misma época que estoy tratando realizó Francisco
Andújar Castillo 4. En él, su autor amplió el marco de estudio, permitiendo
una visión global de la venalidad española y americana durante estos primeros
años del reinado de Felipe V. En uno de sus capítulos, «El gran mercado de
Indias», señaló la necesidad de un estudio global de la venalidad en América
a la vez que trazó las directrices generales del mismo y sus aspectos más ca-
racterísticos. El conjunto de estos estudios deja sin embargo algunos aspectos
por estudiar. Estamos hablando de una realidad con dimensiones que exceden
un solo ámbito. La historiografía sobre la venalidad en Indias debe dar un paso
adelante y proporcionar visiones de conjunto que abarquen de manera sistemática
un marco cronológico más amplio; todos los tipos de operaciones venales ya
sean de justicia, gobierno, militares u otros, y todo ello en el conjunto de los
territorios cuya administración comprendía el Consejo de Indias.
En este trabajo pretendo hacer una breve introducción al estudio de la ena-
jenación de cargos por parte de la Corona durante los primeros años del siglo
XVIII. Para ello, y como punto de partida de un estudio posterior, es importante
trazar las líneas generales de dos aspectos. Por una parte, la venalidad en los
territorios americanos y, por otra, el papel que durante esta intensa etapa de
ventas de cargos jugó el Consejo de Indias.
3. Cabría destacar los de Michel Bertrand, Grandeur et misère de l’office. Les officiers de
finances de Novuelle-Spagne. XVIIe-XVIIIe siècles, París, 1999; Mark Burkholder y Dewitt Chandler,
De la impotencia a la autoridad: La Corona española y las Audiencia en América, 1687-1808.
México, 1984; Ángel Sanz Tapia, ¿Corrupción o necesidad?: la venta de cargos de Gobierno ame-
ricanos bajo Carlos II (1674-1700). Madrid, 2009; Luis Navarro García, «Los oficios vendibles en
Nueva España durante la Guerra de Sucesión», Anuario de estudios americanos, 1975, XXXII, págs.
133-154 y Alfredo Moreno Cebrián, «Venta y beneficios de los corregimientos peruanos», Revista de
Indias, 143-4, 1976, págs. 213-246.
4. Francisco Andújar Castillo, Necesidad y venalidad. España e Indias, 1704-1711.
Madrid, 2008.
LA VENTA DE CARGOS Y EL CONSEJO DE INDIAS DURANTE LA GUERRA... 641
que lo impedían. Se trata de una operación que, según los datos registrados en
la Tesorería Mayor —que desde luego no suponen la totalidad de los ingresos—
se puede cifrar en 39.039.955 reales 5. Sin embargo, se hace imprescindible
realizar una serie de aclaraciones previas.
Para empezar, la cifra que se aporta es, desde luego, una estimación a la
baja. Sólo se han tenido en cuenta para su obtención las ventas por dinero y
aquellas en especie cuyo valor conocemos documentalmente. Es por ello que
quedan fuera del cálculo un importante número de ventas cuyo valor exacto
no podemos conocer directamente. Por otra parte, en ningún momento se han
contabilizado las ventas de títulos nobiliarios ni ningún otro tipo de mercedes
u honores.
También debemos tener en cuenta otro tipo de características de las ope-
raciones venales. Si uso el término de «operación» es porque en muchas oca-
siones, una determinada cantidad de dinero comprendía varios elementos y la
documentación sólo nos proporciona el monto total del conjunto. Es bastante
normal encontrarnos con ventas de cargos de justicia en las que, junto con el
propio oficio, se incluía la dispensa de contraer matrimonio con una mujer
natural de esa jurisdicción o la dispensa de ejercer el oficio en la jurisdicción
de la que el sujeto era natural. En esos casos el precio de estas ventas no se
solía desvincular del pagado por el oficio, salvo que la compra de la dispensa
se hiciese con posterioridad a la del oficio. También, en muchas ocasiones y
sobre todo en los cargos de gobierno, la operación incluía la facultad de poder
nombrar un teniente que ejerciese la plaza. En estos casos no podemos saber
qué cantidad corresponde al oficio y cuál a las cláusulas adicionales. En este
sentido, mención especial merecen los oficios de gobierno político-militares, es
decir, aquellos para cuyo desempeño era necesario tener un determinado rango
del escalafón militar. Existen muchas ventas en las que junto con este tipo de
cargos se están vendiendo grados militares, aunque no siempre se hacía constar
en la transacción. También un precio sospechosamente alto pagado por un cargo
político-militar podía ser señal de que su venta incluía la del rango necesario
para su desempeño. Incluso en las ocasiones en que conocemos que se produjo
una venta doble, es decir, del cargo y de las condiciones previas del individuo
6. Tal es el caso de Antonio Landeche quien en 1707 compró conjuntamente por 45.000 reales
la capitanía general de la Isla de La Española junto con el grado de Coronel. Archivo General de
Simancas [AGS] Dirección General del Tesoro, inventario 2, legajo 2.
7. En 1707, Juan Olóriz compró por 9.000 pesos las alcaldías mayores de San Luis de Potosí
y Tlapa sin que podamos cuantificar el valor de éstas singularmente. AGS, Dirección General del
Tesoro, Inventario 2, legajo 3
8. Francisco Andújar Castillo, Necesidad y venalidad…, op. cit., pág. 255.
LA VENTA DE CARGOS Y EL CONSEJO DE INDIAS DURANTE LA GUERRA... 643
de Tegucigalpa por 4.500 hasta los 102.000 reales que pagó Alonso Ortega en
1705 por el corregimiento de Andes del Cuzco 9.
Político-
Gobierno Justicia Hacienda Militares Dispensas Otros Total anual
militares
1704 143.500 64.000 478.500 0 689.000 45.000 0 1.420.000
1705 1.688.122 180.000 255.000 54.000 169.500 105.000 7.500 2.459.122
1706 1.406.578 180.000 677.450 63.029 559.000 45.058 30.106 2.961.221
1707 1.807.500 1.398.400 274.400 249.000 258.200 12.000 120.000 4.119.500
1708 3.325.200 1.882.000 1.789.200 246.250 651.000 24.000 499.200 8.416.850
1709 1.461.600 1.045.705 1.327.500 165.000 1.505.500 34.500 115.500 5.655.305
1710 1.361.300 1.884.500 958.500 73.500 776.500 31.157 166.500 5.251.957
1711 4.126.000 1.885.500 1.638.000 172.500 484.000 60.000 390.000 8.756.000
Total 15.319.800 8.520.105 7.398.550 1.023.279 5.092.700 356.715 1.328.806 39.039.955
Sin duda, los oficios que por término medio presentan un valor más alto
son los de justicia. En cifras absolutas aportaron al total de la operación venal
de Indias entre 1704 y 1711 un total de 8.520.105 reales (21’8%) a pesar de
representar poco más del 11’7% del total de las operaciones. La opinión sobre
que la administración de justicia fuese objeto de especulación fue en general
negativa. Juan Solórzano escribió, en clara contraposición al proceso que estaba
acaeciendo, que era mejor buscar a los sujetos que no deseaban ansiosamente
estos oficios y que hubiesen dado muestras de prudencia y entereza, obligán-
dolos, si fuera necesario, a aceptarlos por la fuerza 10.
Sin embargo, los oficios de justicia siguieron siendo objeto de especulación
a pesar de que se insistió en que dada la importancia de los mismos, su adju-
dicación, además de en personas con estudios jurídicos, sólo debía recaer en
sujetos «tan capaces que en condiciones normales merecieran la designación por
sus cualidades y antecedentes de servicio» 11. También se quiso que los precios
de los oficios de justicia no superaran un nivel excesivo que crease barreras
para el acceso a aquellos sujetos capaces por sus «cualidades y antecedentes»
pero no tanto por su hacienda 12. Sin embargo, los datos que se aportan para el
conjunto de los oficios muestran que la teoría no fue aplicada pues los precios
medios de los oficios de justicia siguieron siendo altos (Cuadro II). Por otra
parte, la venta de magistraturas en América supuso además, el doble proceso
que Burkholder y Chandler describieron cuando afirmaron que, por medio de
9. AGS, Tesorería Mayor de Cuentas, legajo 1.870; AGS, Dirección General del Tesoro,
inventario 24, legajo, 2 y AGI, Indiferente General, legajo 525, libro 1.
10. Alfredo Moreno Cebrián, «Venta y beneficio…», op. cit., pág. 214.
11. Mark Burkholder y Dewitt Chandler, De la impotencia…, op. cit., pág. 36.
12. Ibidem.
644 GUILLERMO BURGOS LEJONAGOITIA
Cuadro II. Importe medio anual en reales por operación venal según los tipos de oficio (1704-1711)
este grupo se han tenido en cuenta todos los grados militares, capitanías, grados
de coronel, brigadier e incluso de teniente general, que se vendieron para su
ejercicio en Indias.
Como se ha dicho, muchas de las operaciones venales que se realizaron in-
cluyeron multitud de disposiciones adicionales para amoldar, a cambio de dinero,
la compra del oficio que se estaba realizando a las necesidades del comprador.
También, los compradores de oficios de gobierno y hacienda, pudieron por esta
vía nombrar tenientes, es decir, subarrendar los oficios cuando no los ejercían
los propios familiares, e incluso lograron facultades para revender los empleos
adquiridos. De este modo, no es extraño que en un mismo momento un solo
comprador se hiciese con distintos corregimientos que, obviamente, no podía
gestionar personalmente y que, merced a pagos de mayor cuantía, podía vender de
forma privada a otras personas. Distinto es el caso de quienes compraron varios
oficios en los que emplear a su descendencia por vía directa o, en el caso de las
hijas, para mejorar su dote. En cualquier caso, y a pesar de la proliferación de
este tipo de cláusulas, resulta imposible diferenciar su monto en cada una de las
operaciones por no quedar reflejados en los contratos los distintos conceptos de
pago y su valor por separado. No obstante, se documentan un grupo de compras
de este tipo efectuadas con posterioridad a la compra del cargo, surgidas sin
duda de la necesidad de adaptarlas a algún tipo de circunstancias o apetencias
concretas. Estas últimas suman sólo 356.715 reales.
Por último, tenemos otro pequeño grupo de operaciones de distinta naturaleza
que no podemos incluir en ninguna de las categorías anteriores y que importan
1.328.806 reales. El alto valor medio de las operaciones de este grupo, 102.215
reales, es consecuencia de que, habiéndose contabilizado sólo trece, entre ellas
hay algunas de gran importancia. Se trata por ejemplo del alguacilazgo mayor
de la Inquisición de Lima que en 1711 adquirió por la nada despreciable cifra
de 360.000 reales el rico comerciante cántabro afincado en Lima Alonso Cal-
derón de la Barca 14 o del oficio de tallador mayor de la Casa de la Moneda de
México que en 1708 compró a perpetuidad el también cántabro Pedro Sánchez
Tagle por la aún mayor de 480.000 reales 15.
En su conjunto y con los datos que tenemos, el total de las ventas para esta
época nos aporta unos ingresos medios de 4.879.994 reales al año. Desde que
se reabre el mercado venal en Indias en 1704, en que se realizaron operaciones
de beneficio de oficios por valor de 1.209.500 reales, la recaudación producto
de las ventas por año subió de manera constante. Como es natural, el año 1704
es el principio de la operación y el monto total es bajo si lo comparamos con
la media anual. Lo importante a mi juicio es ver el desarrollo de los ingresos
de la Corona por este concepto para el total del periodo tratado. El volumen de
ventas en dinero no dejó de crecer entre 1704 y 1708. Del primer al segundo
año las ventas aumentaron en un 103’3%; un 17’9% entre 1705 y 1706 y un
41’8% de 1706 a 1707. El gran salto vino en el ejercicio siguiente. Si en 1707
se habían obtenido 4.114.500 reales, la recaudación del año siguiente ascendió a
los 8.416.850 reales, en una proporción del 104%. Los años 1709 y 1710 fueron
de un fuerte descenso en los ingresos por venalidad, llegando la bajada hasta el
punto de que en 1710 se ingresaron sólo 5.241.957 reales. Por último, en 1711
obtenemos la cifra de ventas más alta del ciclo venal con 8.756.000 reales.
Estamos tratando una entrada de dinero importante a la que seguro se deben
añadir otras cantidades que en el momento de la redacción de estas líneas no
podemos precisar. Entre ellas, importante sería saber qué parte corresponde a
oficios de Indias de los 3.081.000 reales que se ingresaron entre 1704 y 1711
en concepto de «beneficio secreto» en la Tesorería Mayor de Guerra, en su in-
mensa mayoría por mano de Bartolomé Flon 16. A pesar de todo, no podemos,
por incompleta que sea la cifra, dejar de valorar la importante aportación que
supuso para la siempre complicada economía de guerra. Creo que ha quedado
demostrado que las dimensiones de la operación venal que discurre paralela a
la contienda sucesoria no se amoldan a un solo ámbito y que este fenómeno
necesita un estudio que trate de manera global los actores del mismo, los esce-
narios y lo ponga en relación con el máximo organismo consultivo en materia
de provisión de empleos: el Consejo de Indias.
16. AGS, Tribunal Mayor de Cuentas, legajos 1.870, 1.875, 1.880 y 1.881.
17. Antonio Domínguez Ortiz, La sociedad…, op. cit., pág. 176.
LA VENTA DE CARGOS Y EL CONSEJO DE INDIAS DURANTE LA GUERRA... 647
18. José A. Escudero López, «La creación del Consejo y Cámara de Indias», en Feliciano
Barrios Pintado (coord.), Derecho y administración pública en las Indias hispánicas: Actas del XII
congreso internacional de historia del derecho indiano, Toledo, 1998, pág. 621.
19. Juan L. Castellano Castellano, Gobierno y poder en la España del siglo XVIII, Granada,
2006, pág. 43.
20. Antonio Domínguez Ortiz, La sociedad…, op. cit., pág. 162.
648 GUILLERMO BURGOS LEJONAGOITIA
23. Desde el 10 de febrero de 1705 los virreyes tenían facultad para beneficiar mercedes
y oficios que no fuesen de justicia y gobierno. Cif. Luis Navarro García, «Los oficios…», op. cit.,
pág. 140. A pesar de gozar del beneplácito del duque de Alburquerque, el corregidor de México
necesitaba ser refrendado por un título expedido desde Madrid.
24. AGI, Indiferente General, legajo 554, libro 2.
25. Ibidem.
26. AGI, Indiferente General, legajo 554, libro 1.
650 GUILLERMO BURGOS LEJONAGOITIA
Las razones por las que el Consejo de Indias quedó marginado de la pro-
visión de oficios en América fue resultado de la intensa actividad venal que
controló la práctica totalidad de los oficios vacantes que se proveyeron por vía
ejecutiva dejando al Consejo la sola responsabilidad de expedir los títulos de
nombramiento. Según Michel Bertrand, la importancia del Consejo de Indias
se mantuvo en tanto en cuanto no perdió nunca su calidad de órgano supremo
judicial y administrativo desde la cual ejerció una presencian tutelar 27.
En cuanto a la opinión que el Consejo tuvo sobre el «gran mercado de
Indias», ésta parece que fue sufriendo una mutación desde finales del reinado
de Carlos II. En 1693 se manifestaba enérgicamente por medio de una consulta
contra el beneficio de oficios en Indias, y muy especialmente en lo que tocaba
a los de Justicia, llegando a decir que por medio de la consulta descargaban
los consejeros su conciencia en la del rey 28. Años más tarde, el 20 de abril de
1701 manifestaban los consejeros sus «reparos» a ejecutar la orden de reforma,
es decir, de suspensión de aquellos empleos beneficiados desde 1691 que había
dado el rey 29. Finalmente en 1709, desde el mismo Consejo de Indias se llegó
a afirmar que en momentos de necesidad, hasta los cálices podían venderse 30.
Seguramente, en esta tendencia que marca el paso de una posición abiertamente
contraria al beneficio de cargos por parte del Consejo a la de defensa de la
actividad venal tuviese mucho que ver que entre 1695 y 1711 se beneficiaron
dentro del propio Consejo numerosos empleos, entre ellos algunos de consejero
e incluso la propia presidencia 31.
Para terminar, podría decirse que la enorme operación venal de que fueron
testigos los años que van desde 1704 a 1711 fue causa de un proceso que afectó
al poder real en dos sentidos. Por una parte, la venta de cargos supuso la con-
cesión de éstos por razones muy alejadas al mérito y al servicio. A su vez, el
hecho de que el rey proveyera los cargos por la vía ejecutiva, dejando totalmente
a un lado al Consejo de Indias, es un reflejo de la autoridad del monarca y de
su poder absoluto. El Consejo mantuvo solo en sus manos operaciones mani-
fiestamente menores, pues los grandes capitales que por medio de la venalidad
se embolsó la Corona corrieron a través de intermediarios, agentes de negocios,
y financieros privados. El mérito fue sustituido casi totalmente por el dinero.
Además, la gran oferta de cargos produjo la devaluación del mercado venal que,
a pesar de todo, en muchos casos ofrecía unos precios muy lejanos a los niveles
de amortización de la inversión, abriendo así las puertas a la corrupción en el
ejercicio de los cargos adquiridos.