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Dialogo Entre Masones

A r t í c u l o s Masónicos Seleccionados
Año 5 - N° 53

Mayo 2018
Herbert Oré Belsuzarri

Mario López Rico


Vicente Alcoseri
Julio Villarreal III

-El egregor masónico…………………………………………..3


-Masones y escultores medievales mujeres……………13
-La transición del templario a francmasón………….34
-La masonería en sus imágenes………………………….59
-Las herramientas masónicas…………………………….82
-Mujeres masonas…………………………………………….113

La revista agradece la difusión de los artículos


publicados, mencionando la fuente y la autoría.

Valle de Lima Mayo 2018


EL EGREGOR MASONICO
UN FENOMENO DE FUERZA INCREIBLE
Vicente Alcoseri

3
Luego de la iniciación masónica, el masón o la francmasona, si
lo permite libremente ira recibiendo de poco en poco una ener-
gía especial, un algo especial a lo que los masones llamamos
egregor, o bien el masón o la francmasona sencillamente se ce-
rraran a recibir esto o formar parte del Egregor masónico, sim-
plemente asistirán a logia y se cerraran a este efluvio, subirán
de grados, vestirán mandiles, ocuparan altos puestos en Logias
y nada más, serán más que simples espectadores. Pero habrá
quienes quedarán ser partes del Egregor masónico.

Para entender esto es sencillo, muchos van a un estadio de fut-


bol soccer compran su boleto y se convierten en espectadores,
uno más entre miles, mientras ven jugar a los futbolistas. Pero
otros son los jugadores los peloteros, los futbolistas, el director
técnico , y demás del equipo; todo estos jugadores, entrenado-
res , directivos , árbitros crean el egregor masónico propiamen-
te y contagian a los expectores presentes en el estadio y así por
la radio y la televisión. Igual pasa en la Masonería, pocos son
los que crean y viven el Egregor, los demás simplemente son
dignidades, oficiales o miembros de un alto cuerpo masónico,
repitiendo esquemas.

Los propósitos masónicos son trasmitidos al Masón al iniciarse,


pero esto es parcial, como la palabra lo dice apenas inicia, co-
mienza da sus primeros pasos, igual puede no volver, o seguir
su senda masónica, e ir más allá de todo, esto dependerá de
cada cual.

El ambiente en logia masónica crea los primeros pasos del


egregor, su jerga, su esoterismo, su magia, sus rituales, sus litur-
gias, sus mandiles, arreos, símbolos y sus secretos.

La primera limpieza espiritual empieza a ser activado en este


momento de la iniciación, activa su voluntad, el contacto con su
alma, el Masón debe entrar en un proceso de “ Purificación “,
sanando de la herida al desprenderse de su vida anterior. El
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Masón ya no podrá culpar a otros, a todo se culpará a sí mismo,
y ese es el paso a la transformación.

El masón ira pasando por un largo proceso, y buscará en las


profundidades de su ser reminiscencias de vidas anteriores, de
experiencias previas de su alma añeja que le ayuden a enten-
der como activarse para entrar en el rol del egregor masónico.

Pero es la apertura de la Logia, con la lectura del Salmo 133 de


la Biblia, libro sagrado que contactará con fuerzas superiores,
ángeles, arcángeles, etc., con masones del pasado que le ayu-
daran en su tarea de encender la luz dentro de sí. Fue entonces
cuando el Salmo 133 es leído que desde otras dimensiones ce-
lestiales, el masón se uno al Egregor Centenario de todas las
Logias del Mundo visible e invisible.

Por lo cual en logia debe ser una convivencia fraterna, que lo


impregna todo y humedece como ese rocío descrito en la bi-
blia.

En el mismo momento de la apertura del libro sagrado y leyen-


do el transcurso de ese pasaje del libro de la ley como el grado
en que se abre la tenida, comienza la formación del principio
del Egrégor, objeto de esta modesta pieza que comienza a ser
detallado cuyo campos masónicos evocan a la hermandad y a la
espiritualidad. Muchos en Logias Masónicas se cierran, no de-
jan atrás sus preocupaciones diarias, ni sus vilezas mentales.

Creer y entender el significado de Egrégor masónico impone


a creer por primera vez en la existencia del espíritu, de un algo
mucho más allá de la Materia. En este sentido la Constitución
Anderson en Landmark número 1 señala que requiere el Franc-
masón en una creencia en la vida futura luego de la muerte. Y no
incurrir en el error que lo físico lo es todo. El recién ingresado
a la masonería “que no pueden leer ni escribir”, y está lejos de
dominar el arte de saber leer y escribir cosas referentes a la
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Masonería, ni lo que lee sabe interpretarlo, y poco a poco, traza-
do tras trazado, va aprendiendo el arte de escribir referente a lo
masónico, y sabrá también luego leer lo masónico y compren-
derlo, y pienso debería incluirse también saber escuchar de lo
masónico y comprenderlo, no entiendo porque no se dice esto
en logia.

Este Todo, va creando el Egregor Masónico, la Biblia, Dios, el


templo, los símbolos, los hermanos en Logia, su actividad fuera
y dentro de Logia, su estudio , su mentalización, y mucho más.

En otra aproximación, podemos decir que el espíritu aunque no


constituyen la materia prima se forma a partir de la unión de un
cuerpo físico, un cuerpo mental (vida) y un cuerpo astral (peri-
espíritu). Esta amalgama aparece en la saliva humana divina. El
hombre es su espíritu motor.

Pero se trata de un área física, muy física, extra-corporal, que


toca la piel, es dejar una cantidad de energía, un algo , casi im-
perceptible, como una niebla fina , para algunos incluso un esta-
do casi de plasma como un rastro humo sutil, formando un cuer-
po de protección, más allá de su fuente de conceptos físicos de
espacio-tiempo.

El egregor no es un emulado por la fe o la idealización, sino


creado de una fuerza real, relacionada con materiales de carne
y huesos, un algo físico y tangible, el egregor es creado y sos-
tenido por seres humanos de carne y huesos. Un material físi-
co, un templo físico, creado por cerebros con neuronas. Creado
por organismos como el hígado, el corazón la sangre, un templo
de cemento y piedra, el egregor masónico tiene los nombres y
apellidos de los masones asistentes, siempre que nos reunimos
en la Asamblea y en este caso, en Logia, todo esto y más da el
nombre de Egregor.

“Se llama egregor una entidad real, un ser colectivo originado


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por una asamblea, cada Logia tiene su egregor, cada uno tiene su
obediencia, y el cumplimiento de todos estos egregores forman
un gran Egregor MASONICO”.

Pero debe entenderse igual que en el futbol, todos espectado-


res, jugadores, televisoras, directores técnicos , presa ,comenta-
ristas etc. forman el egregor, pero los jugadores crean el egre-
gor, así un pequeño grupo de masones crean el egregor.

Papus, en su “Tratado Elemental de Ciencia Oculta” introduce la


noción de que se egrégores Astrales imágenes generadas por
una colectividad.

Se señala que la energía nerviosa se manifiesta por un rayo en


el plano astral. El plano astral estaba lleno de chispas, flechas
del color de las ideas-fuerza. “Cada pensamiento, cada acción
que mezcla un elemento de pasión de deseo, se transmite en la
idea-movimiento dinámico, a estar completamente separado del
formulario y enviarlo, pero siempre siguiendo la dirección dada.

Estas ideas siguen su dirección trazada por el deseo del emisor”.


Es por eso que tenemos que controlar nuestros deseos para que
no pesan sobre nosotros, encadenándonos a la impresión trazada.
La meditación y la oración son los inician regenerar nuestro ser, lo
que permite enviar las ideas de sonido y tranquilizantes al plano
astral, el espíritu guía para canalizar la fuerza de las ideas-a cier-
tas áreas.

Así, en el plano astral las cosas similares se unen para crear un co-
lectivo gracias a sus vibraciones idénticas. “El egregor está tam-
bién en el plano astral, tiene su eje en este plan y busca un punto
de apoyo en el plano físico para asegurar formas estables, todo a
través de la mente.”

La Mason puede contactar a los seres de altas y sublime dimen-


siones a través de su mente. En el astral nace el germen de las
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grandes asociaciones, grandes amistades, grandes escudos de
protección.

Pero a medida que estos egrégores están en constante cambio,


en virtud de los cambios en las ideas-fuerza, que no tienen un
punto de apoyo en una logia física, se hace contacto con logias
masónicas en dimensiones superiores.

Por lo tanto la necesidad de concentración es necesario y man-


tenerlo fuerte durante el ritual masónico de modo que este egre-
gor puede mantenerse tan activo como sea posible un tiempo
prolongado, constante y homogéneo.

Los masones viajamos juntos en grupos de almas, siendo ense-


ñados por los distintos grupos de guías maestros ángeles que
forman las sociedades agrupadas en una gran cuerpo colectivo.

El Maestro Jesucristo, dijo: “Donde dos o tres están reunidos en


mi nombre, yo estoy en medio de ellos.”

Así, “todo el colectivo es en realidad una familia en el plano es-


piritual. Así que uno nunca debe responder al odio con el odio,
porque entonces los dos egrégores forman una estrecha alianza
para el mal.

El Egregor es una forma de pensamiento que se crea por cientos,


miles o millones pensamientos y sentimientos, que se mantienen
con vida alimentados por mentalizaciones y energías psíquicas,
rezos, rituales, o cosas tan banales como un equipo de futbol soc-
cer, o por algo más serio como un fervor nacional, un partido po-
lítico, una religión o en el caso que nos ocupa una Logia masónica.
Es una entidad autónoma que se forma por la persistencia e in-
tensidad de las corrientes emocionales y mentales. Pensamientos
y sentimientos débiles crean poco de vida o duración egrégores
mal definidos y, pero los pensamientos y sentimientos fuertes
crean egrégores extremadamente potentes y de larga duración.
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El amor de pareja crea un egregor, luego se suman los hijos”.

Hay egrégores positivos que protegen, atraer buena energía y


distancia cargas negativas y egrégores negativos que fortale-
cen las fuerzas negativas del mal, el canal y repelen las fuerzas
positivas.

Existen sitios sagrados como el Cerro de la Silla en Monterrey


(México), Lourdes (Francia) Santiago de Compostela (España)
y Fátima (Portugal), tienen egrégores muy potentes formados
por la acumulación de energía por las mentalizaciones de per-
sonas que se acumulan las energías psíquicas de sus mentes,
y cuando alguien puede canalizar para usted energía psíquica
acumulada en causas conocidas egregor “milagro”. Esta es la
explicación oculta gran parte de la realización de los milagros
que suceden. Egrégores locales han formado las energías psí-
quicas de personas y sus canales que para su beneficio a través
de la mentalización.

El origen del término Egrégor es lo mismo que “gregaria”, el


gregariu, que es parte del rebaño o manada, congregación, em-
presa, grupo de personas. En la espiritualidad masónicas usa-
mos el nombre egrégor para un grupo de vibración, un campo
de energía sutil que se han unido, pensamientos o vibraciones
con un objetivo determinado. Así también egrégor o egrégo-
ra significa “alma colectiva”, “espíritu en común”, en el sentido
de idea, objetivos, deseos, pensamientos, pasión, etcétera, es
decir, sinergias que constituyen y dan sentido a un grupo. De
etimología griega (egregoroi), significa velar, estar despierto,
consciente.

Es poco conocido porque ha sido históricamente ocultista, es-


pecialmente utilizado en círculos internos de congregaciones
religiosas, hermandades, sociedades secretas o cultos particu-
lares. Especialmente la masonería lo ha adoptado como mejor
definición del cuerpo místico de todos los masones cuando se
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unen para crear.

También es y ha sido usado en crecimiento y sanación espiri-


tual -a menudo tildado de ocultismo- refiriéndose a la “mente
colectiva” como entidad energética autónoma capaz de influir
en el grupo.

El egregor personal está formado por las energías psíquicas de


la persona y sobre todo por sus pensamientos. De este modo,
los pensamientos que una persona psicológicamente equili-
brada y positiva crean egregor positivo. Del mismo modo, una
persona emocionalmente desequilibrada y negativa crea una
egregor negativo. Debido a que el egregor es como una espon-
ja colectiva que se retroalimenta de las mismas emociones que
lo crearon.

El masón la francmasona por todo esto debe tener plena con-


vicción de que sus aspiraciones y deseos bien fundados, inclu-
so en sus pensamientos más profundos. Nuestra vida debe pro-
ducir las ideas más correctas y poderosas.

La masonería acepta la presencia de Egregores de diferentes


religiones, ideas políticas, razas, credos etc. en sus sesiones li-
túrgicas, luego las amalgama en un todo de Luz .-El egregor es
un momento de “entidad” que permanece como en el grupo
está cumpliéndose. Aparece en medio ambiente y es necesaria
para su manifestación, del sonido la fragancia de incienso y las
vibraciones de los presentes.

Estas vibraciones deben ser puras. El Masón debe dejar inclu-


so en el vestíbulo o (pasos perdidos), todo el pensamiento in-
apropiado para el culto masónico. El ritual y la liturgia deber
preparar la aparición de egregor, en el mismo momento que
el hermano fiscal u orador hace la invocación a “Dios, El Gran
Arquitecto del Universo” en altavoz el egregor divino aparece.
Los más sensibles se dan cuenta de esta entidad, que si bien
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permanece en silencio, actúa inmediatamente en todos los pre-
sentes Masones, dándole la asistencia espiritual que necesita, la
manipulación de permutas de Mason a Mason, construyendo así
la Hermandad Masónica. Para cada Logia se forma un egrégor
específico.

Los escépticos no aceptan esta entidad, pero los estudios a pro-


fundidad del tema revelan la posibilidad de su aparición inclu-
so de forma visible - luces violetas, transformación de rostros,
ráfagas de energía que tocan nuestra piel, transfiguración de
masones incluso, y claro la presencia lumínica de esta entidad
principalmente sobre el Ara Sagrada. Sin embargo, esta entidad
no debe ser motivo de culto, ya que es una entidad formada por
la fuerza mental y la vibración del conjunto de la logia. El egre-
gor es la materialización de la fuerza mental de todos, en Logia
y que incluso dados algunos casos sale de ella para transformar
al Mundo para su bien.

El egrégor puede estar asociada con la conciencia de grupo,


pero es, al mismo tiempo, algo más que eso. Hemos aprendido
que cuando dos o más se reúnen en un esfuerzo conjunto, se
crea algo más grande que la suma de sus esfuerzos individua-
les. Por lo tanto podemos comparar esta idea a la idea de que
“el todo” es mayor que las partes que lo componen. Tampoco
hay que olvidar que el egregor de la Orden incluye a todos los
masones que viven y también aquellos que han pasado por la
transición y ahora viven en el Oriente Eterno. Por tanto, el egre-
gor es el resultado de nuestro pensamiento creativo en planos
exotéricos y esotéricos del pensamiento.

El egregor masónico puede quebrarse en logia por tener in-


tegrantes inadecuados, puede romperse por estrés y la mala
meditación de cada hermano. El egregor es un Ente diáfano que
aunque en otro plano de la realidad revela incluso emana luz y
absorbe luz. Un Egregor bien elaborado Actúa en equilibrar las
desigualdades emocionales y espirituales de los hermanos, un
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Egregor bien manejado puede acabar con una amenaza como
la de otro egregor malino como el del Nacismo de Hitler, un
egregor mal formado puede crear una calamidad como la pro-
ducida en la España del Dictador anti masón Francisco Franco,
o matar a hermanos en logia en un encadenamiento de muertes.
Grande es su papel en la cadena de UNION en la formación de
un Egregor. Sobre los procedentes de la formación de un egre-
gor, en el que todos los hermanos, somos copropietarios de este
fenómeno, que dados algunos momentos es interlogial.

Es en su expresión más sublime el Egregor “siendo bien cubier-


to.” Se convierte en un manto de protección y una cadena de
éxitos que se fija a la materialización de su fraternidad, así cada
Mason cuando un poco o mucho de sí mismo es ofrecido por
un mecanismo es multiplicado muchísimas veces. Por tanto son
necesarios las positivas actitudes mentales, espirituales y cor-
porales, lo que para nosotros puede ser simbolizado por llegar
a la cima de la escalera de Jacob, para que podamos disfrutar de
la presencia de Dios el Gran Arquitecto del universo. Todo esto
para que siempre pueda contribuir al crecimiento espiritual de
nuestra Orden, y extirpar el comportamiento profano que oscu-
rece la formación de la egregor, extirpar el Odio, el rencor, la
envida, y todo lo que pueda dividirnos.

Las tenidas masónicas no deben efectuarse mecánicamente,


sino de forma consciente “para participar en la ceremonia se
debe invitar a la fraternidad y no a la discordia. Entonces, así se
dará cuenta de que la Masonería no es un club social o recreativo
sino un lugar de perfeccionamiento espiritual”.

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Detalle de una miniatura alegórica de Christine de Pizan ante las personificaciones de Rec-
titude, Reason, and Justice en su estudio; luego ayudando a otra dama a construir la ‘Cité des
dames’, del Libro de la Ciudad de las Damas (Le Livre de la Cité des Dames) , Christine de
Pizan, del siglo XV.

Masones y Escultores
Medievales Mujeres.
Dia Sobin (Araqinta)
“En cuanto a cómo se percibía a las mujeres que participaban
en este tipo de trabajo, las voces de muchos autores históricos
dejan en claro que las mujeres deberían ser desanimadas de tra-
bajar fuera del hogar, y especialmente no deberían involucrarse
en trabajo manual. Las mujeres que no podían cumplir con este
la prescripción era considerada como la clase más baja de la so-
ciedad, solo un paso por encima de la clase de las prostitutas”.
Su pobreza era vista como un castigo por el pecado. Estas ac-

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titudes llevaron a grabaciones vagas de las actividades de las
mujeres en documentos históricos y a la invisibilidad histórica
de las mujeres el sitio de construcción. Sin embargo, había
ciertas artesanías relacionadas con el diseño de edificios que
se consideraban un empleo aceptable para las mujeres, como
la escultura, la pintura y el tejido de tapices, que se creía que
elevaban la mente y mantenían la virtud de la castidad.

Además de la documentación escrita, hay evidencia gráfica en


los manuscritos y libros ilustrados europeos que demuestran
que las mujeres son trabajadoras, artesanas y mecenas de la
construcción. Algunas de las imágenes parecen ser documenta-
ción literal del trabajo, sin embargo, la mayoría de los ejemplos
conocidos usan la idea de una mujer como patrona o como tra-
bajadora en un contexto simbólico. Un ejemplo bien conocido
es una miniatura en Christine de Pisan, El Libro de la Ciudad de
las Damas (Le Livre de la Cité des Dames).1

“Baron cataloga a los pintores, iluminadores y escultores que fi-


guran en los registros impositivos parisinos de finales del siglo
XIII y principios del XIV. Aunque su trabajo no se centra princi-
palmente en las mujeres, Baron descubre al menos doce pintoras,
iluminadoras y ”ymagieres” (un término de significado incierto),
así como otras tres mujeres involucradas en la industria del traba-
jo de la piedra ...

Las mujeres medievales y el arte medieval han compartido un


destino desafortunado. Ambos han sido privados por los historia-
dores del poder muy real que pueden haber ejercido sobre los
pensamientos y acciones humanas en su propia era. Como campo
de investigación, la historia de las mujeres artistas medievales y
su arte nos invita a redefinir estos objetos proverbiales como fuer-
zas dinámicas en el pasado medieval “.2
1 De Mujeres en la Construcción: Una Perspectiva Histórica Temprana, Yil-
maz Hatipkarasulu, PhD y Shelley E. Roff, PhD, 2011 (.pdf).
2 De Mujeres Medievales Artistas e Historiadores Modernos , Lila Yawn-Bon-
ghi (.pdf)
14
Emblema Medieval Mason y Carpenter Guild

“Cada cláusula en el Certificado del gremio de masones de Lin-


coln en 1389 se refería tanto a los hermanos como a las herma-
nas. Los carpinteros admitían mujeres, y los canteros a menudo
combinaban con ellos a los otros artesanos. Los ‘Viejos Cargos’ se
referían a ‘hermanos y hermanas’. y Dames ‘y para “... él o ella que
se convertirá en un albañil ...”

“Ha habido sugerencias de que puede haber un error por el cual


‘él o ella’ debería haber leído ‘él o ellos’. De esta posibilidad, la
Rev. Cryer dice: ‘Ahora tengo que decirte, que mis predecesores
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en Masonic Research en Inglaterra, de Hughen y Vibert y de todo
lo demás en adelante, han tratado de fingir que el’ shee ‘es simple-
mente un error de impresión para ‘ellos.’ Ahora soy el presidente
del Comité de Patrimonio de York. Conozco estos documentos, los
he examinado y les digo que dicen ‘ella’ sin ninguna pregunta ‘”.

“Así, las mujeres no solo soportaron la fatiga del trabajo en los


oficios de la construcción, sino que también, al menos en el caso
de Würzburg, superaron ampliamente a los hombres. De hecho,
debido a la prevalencia de mujeres y su aceptación de salarios
más bajos y una productividad relativamente alta, las logias de los
jornaleros, temiendo por sus propias perspectivas, agitadas por
su exclusión, y la de los extranjeros, de la mayoría de los comer-
cios de la Baja Edad Media. Claudia Opitz describió la tensión
sobre las tasas de pago hacia el final de la Edad Media, diciendo:
La competencia entre varios grupos de interés estragos aún más
fuertemente, sobre todo cuando los tiempos eran difíciles. Jour-
neymenjugó un papel clave en estas batallas; dado que las don-
cellas y los aprendices ganaban un tercio menos en promedio,
los hombres lucharon con éxito para excluirlos de prácticamente
todos los gremios hacia el final de la Edad Media. “

“Si bien podemos debatir detalles sobre la participación de las


mujeres en las construcciones medievales, encontramos que te-
nían una presencia duradera que fue suficiente para legitimar su
participación en los Viejos Cargos. ¡Por lo tanto, concluyo que el
Emperador no tiene ropa! ¡Que ninguna cantidad de repetición
puede hacer que una falsedad sea verdad! ¡Y que había mujeres
en los oficios de la construcción y como Cantero! “ 3

“Había muchas mujeres de la masonería de las cuales ahora sa-


bemos muy poco y lo que queda se está escapando rápidamente.
Con cada generación que pasa, sabemos aún menos. Es demasia-
3 Cuatro citas de Craftswomen in the Old Charges, en Building Trades and
as Stonemasons , de Philip Carter, encontrado en The Quarry Masonic Forum
aquí yaquí .

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do tarde para recuperar los nombres y las historias de la inmensa
mayoría. El despilfarro y el empobrecimiento de los eruditos no
pueden deshacerse. Si bien podemos estar apenadas por eso, de-
bemos aceptarlo y esforzarnos por no aumentarlo “. 4

Nunca olvidaré el momento en que se me pasó por la cabeza


que algunas de las Mujeres Verdes medievales (y símbolos de
Tres Liebres) pueden haber sido talladas por mujeres. No haber
aprendido absolutamente nada sobre la existencia de artistas
femeninas en la Edad Media -dejar que Escultoras solos o alba-
ñiles- en la escuela de arte en la década de 1970, y (en ese mo-
mento) desestimar la totalidad posiblemente que las mujeres
podrían estar implicados -la tácita que va sin- diciendo asunción
por parte de mis instructores masculinos (es decir, las mujeres
eran y no son capaces de crear cualquier cosa artísticamente
significativa). Fue con gran inquietud que incluso me atreví a
googlear frases como: “mujeres artistas y escultoras medievales”
y mucho menos “mujeres masonas medievales”. A decir verdad,
me sentí avergonzado de preguntar ... y pensé que el motor de
búsqueda se saltaría la palabra “mujer” por completo. Lo cual
hizo en su mayoría. Tuve que arrastrarme por un montón de ma-
terial que solo presentaba representaciones artísticas medieva-
les de mujeres hechas por artistas masculinos, lo cual no era mi
objetivo.

Pero ... sorpresa, sorpresa! De vez en cuando golpeaba tierra;


de hecho, logré reunir tantos datos que juntarlo todo ha sido una
tarea casi imposible. Sin embargo, el resultado es que, sí, se da
la circunstancia de que las mujeres con toda seguridad fueron
empleados como ambos artistas, escribas y albañiles durante la
Edad Media a lo largo de las habilidades femeninas más acepta-
das, tales como el hilado, bordado, etc .. no sabía esta. Entonces,
quizás, seguir a los conejos no es algo malo después de todo ...

4 From Haunted Chambers: The Lives of Early Woman Freemasons , por Ka-
ren Kidd, Cornerstone Publishers , 2009 (.pdf)

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Artistas desconocidos De mulieribus claris (Sobre mujeres famosas) de
Boccacio se encuentran aquí.

Pero, ¿por dónde empezar? Bueno, originalmente el título de


este post fue “En la compañía de las mujeres verdes: masones
medievales, artistas y místicos” pero, en un esfuerzo por hacer
que este documento sea más conciso y coherente, tuve que di-
vidirlo y conquistarlo, tratando con la hembra fabricantes me-
dievales una categoría a la vez. Entonces, primero, enfrente-
mos a las albañiles y escultoras, que (para mí) se encuentran
en el vértice de esta pirámide creativa. Es cierto que cuando
me encontré con las tres iluminaciones medievales de arriba (y
abajo), fui aturdido. Sin embargo, si hubiera permitido que mis
especulaciones quedaran justificadas solo por esta “evidencia”,
estaría bromeando con usted y conmigo, ya pesar de lo que las
imágenes parecen representar, su contexto real es otra de las
grandes incógnitas, como lo es mucha de la escasa “evidencia”

En cuanto a las ilustraciones, las tres proceden de diferentes


ediciones de “De mulieribus claris (On Famous Women)”, un fa-
moso tomo escrito por el escritor, poeta y humanista florentino
Giovanni Boccaccio (escrito en otro lugar como Jahan Boccace),
y publicado por primera vez en 1374 Boccaccio fue también au-
tor del aún más famoso “The Decameron”, un relato ficticio de la

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peste negra.que recientemente había devastado Europa, pero,
en lo que respecta a “Famous Women”, Boccaccio escribió una
colección de 106 biografías de mujeres mitológicas e históricas,
así como de algunos de sus contemporáneos renacentistas, en
el dudoso esfuerzo de proporcionar ejemplos de mujeres hono-
rables (y mujeres no tan honorables) fomentando así la virtud
y refrenando el vicio (a través del artículo de Wiki vinculado
arriba). No estoy seguro de qué vicios pretendería curar, pero
supongo que las mujeres no tan honorables fueron probable-
mente mucho más interesantes y mucho más influyentes que
sus virtuosas contrapartes.

Artista desconocido de De mulieribus claris (Sobre mujeres famosas) de


Boccacio encontrado aquí .

En cualquier caso, es casi imposible saber quiénes representan


realmente las iluminaciones, ni cuán auténticamente se retrata
a ninguna de las mujeres “artistas”, ¡pero ciertamente se ven

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impresionantes! Muy especialmente la iluminación de arriba,
en la que el pintor “desconocido” tiene una disposición de he-
rramientas de tallado, y lo que parece ser un bloque de madera
que está cerca. Me vienen a la mente algunos de los jefes de
madera que aparecen en las iglesias y catedrales medievales,
que no fueron talladas en el lugar sino que fueron aplicadas (es
decir, literalmente clavadas en el techo) y fácilmente podrían
haber sido manejadas por ambos sexos.

Dos ejemplos de jefes de madera encontrados en el techo de los claustros


de la catedral de Lincoln. Tenga en cuenta que el símbolo liebre (izquier-
da) es similar al asociado con Saint Melangell. En cuanto a la extraña figura
de media monja, mitad cordero a su derecha, mientras que puede ser una
representación de una monja como el “cordero de Dios”, las liebres de San
Melangell también fueron referidas como “corderos” (Ver: Las tres liebres,
la liebre lunar, una bruja de liebre y Saint Melangell) Crédito de la foto
Mervyn, 2007

Por lo tanto, una vez más, apenas una prueba positiva de las es-
cultoras que estaba buscando, ¡pero alentadoras! Y, como escri-
be este blogger con respecto a las iluminaciones Boccaccio:

“Esto no quiere decir que no hubo artistas medievales europeas,


¡las hubo totalmente! Es muy posible que los iluminadores de es-
tas piezas se basaran en sus propias experiencias con mujeres
artistas para crear estas imágenes, o estas imágenes incluso se
hicieron por las mismas artistas ... “

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Y, sin embargo, ¿qué pasa con la piedra real? ¿Podrían las mu-
jeres medievales haber estado involucradas en eso? Como ve-
mos a partir de la cuarta iluminación, las “Constructoras”, las
mujeres no eran infrecuentes en las obras de construcción, y
esto es cierto -según Gremio y registros impositivos- pero en-
tonces, como es cierto hasta el día de hoy, las mujeres propor-
cionó la mano de obra más barata. Aunque algo me dice que era
poco probable que se engalanaran con vestidos y velos como
se muestra.

“Mujeres Constructoras” (detalle). Roman des Girart von Roussillon, fla-


menco, 1,447 (Encontrado con: Artesanas en los viejos cargos, en oficios de
la construcción y como canteros ).
21
Pero, no, no termina con trabajo de baja categoría, porque, como
se presume en las citas al comienzo de la publicación, “Shee” no
solo era un cantero, sino también el equivalente medieval de un
Francmasón rudimentario , Teniendo en cuenta que la Francma-
sonería que conocemos hoy no se estableció hasta el siglo XIX,
aunque la primera Gran Logia de Inglaterra apareció en el siglo
XVIII (1,717).

En cualquier caso, aparentemente la Orden Fraterna de Franc-


masones no siempre fue una organización enteramente “Fra-
ternal”, como muchos Francmasones modernos lo harían creer.
En otras palabras, hace mucho tiempo, las mujeres, en algunos
aspectos, fueron aceptadas ya que el género equivale a mucho
más de lo que son ahora.

En una nota relacionada: “ Una mujer enseñando geometría “, una ilustra-


ción del siglo 14 atribuida a Abelardo de Bath, a partir de una copia de los
Elementos de Euclides.
22
No es que hubiera regimientos enteros de albañiles en su lugar.
En realidad, solo encontré un nombre real en la web: “Gunnilda
el Masón de Norwich en el Calendario de Close Rolls para el año
1256.” Mi fuente fue “Haunted Chambers: The Lives of Early Wo-
man Freemasons” de Karen Kidd (vinculado al comienzo de esta
publicación y en todo).

Había un “nombre” más con el que evocar y ella era bastante fa-
mosa, pero, por desgracia, existe un pequeño problema: ahora
se la considera una mera “leyenda” y se “demostró” que nunca
existió. Esa historia. así que llegamos a la extraña historia de
Sabina von Steinbach.

Debo confesar que mis esperanzas inicialmente se elevaron


con Sabina ... por desgracia, solo para ser destruidas como el
Titanic contra los icebergs de la fría y dura lógica ... ¡e historia-
dores del arte!

Sabina von Steinbach

“Sabina von Steinbach fue, según la leyenda, una albañil que vi-
vía en Alsacia (en lo que hoy es el este de Francia) durante el si-
glo XIII. Se dice que fue hija de Erwin von Steinbach, arquitecto
y maestro de obras de Notre-Dame. de Estrasburgo, la catedral
de Estrasburgo. Cuando, después de la muerte de su padre, su
hermano Johann continuó construyendo la torre de la catedral
de 1318 a 1339, se cree que Sabina fue empleada como hábil
albañil y escultor en su finalización. dudas sobre si ella existió
o no “.5

“De hecho, Albert Mackey, en su Enciclopedia cita la teoría” que


coloca la organización de la Orden de la Francmasonería en el
edificio de la Catedral de Estrasburgo, en el año 1275. “Por lo tan-
to, como” Maestro de los Masones “de Estrasburgo, Sabina no ha-
bría sido el equivalente de un maestro masón de hoy, sino de un

5 A través de la entrada Wiki .


23
gran maestro venerable “.6

La estatua de Sabina en la Catedral de Estrasburgo (observe el martillo de


albañil en su mano derecha).

6 Via Sabina von Steinbach desde la leyenda de la catedral de Estrasburgo .


24
“... Y debemos renunciar a Sabina von Steinbach. Ella nunca exis-
tió. Período. Este es el juicio de los historiadores del arte que, en
las últimas décadas, reexaminaron la inscripción ahora perdida
en ese rollo sostenido por la mano de San Juan, la escultura atri-
buida a Sabina. Descubrieron que no dice lo que muchos pensa-
ban que era. Uno de estos historiadores del arte es Leslie Ross,
quien señala que la historia de Sabina probablemente fue crea-
da para seguir romantizando la historia de su supuesto padre. él
existió, sabemos poco sobre él “.7

Y, tanto para Sabina uno podría decir. Bueno, uno podría ... sim-
plemente no este en particular; es decir, moi. Cuando todo está
dicho y hecho, me resulta difícil tragar que Sabina se materiali-
zó en el aire. En cuanto a la presunta inscripción en el rollo de
la estatua que supuestamente talló, bueno, como se ha “perdi-
do” -? - tanto por la evidencia. En cualquier caso, cuando existió
(más o menos) dijo: “La gracia de Dios contigo, oh, Sabina, cuyas
manos de esta piedra dura han formado mi imagen”. No estoy
seguro de cuántas maneras se pueden malinterpretar, pero, se-
gún los historiadores, aparentemente lo fue. Luego, también,
en cuanto a las estatuas que supuestamente talló, se comprobó
(una vez más) que no fueron talladas en el período en que se
dice que existió.

7 From Haunted Chambers: The Lives of Early Woman Freemasons por Ka-
ren Kidd 2009

25
Pero no estoy convencido, no tanto de que un cantero, la hija
de Erwin Von Steinbach no existiera, sino de que una albañil
en particular no participó en la construcción de la Catedral de
Nuestra Señora de Estrasburgo . Después de todo, hay miles de
figuras talladas que adornan las magníficas paredes de esa ca-
tedral. Repito: ¡miles! (incluida la Mujer Verde a su izquierda,
de origen aquí ) Y si alguna mujer medieval fuera “donde nin-
guna mujer se había ido antes”, sería una mujer francesa o ale-
mana. Que la historia de Sabina fue “idealizada” es un tributo
especialmente a Francia, un país que, a diferencia de Estados
Unidos, siempre ha elevado con entusiasmo a sus mujeres y a
sus artistas de ambos sexos. Juana de Arco, por ejemplo, nació
en una región de Francia que limita con Alsacia, donde nació la
“ficción” Sabina más de cien años antes, y su historia no resuena
ahora tanto como en su tiempo. Además, Francia también es con-
siderada como el país que engendró los primeros movimientos
femeninos de la Francmasonería , y estableció la primera logia
de Masonería Co-Masonería, que existe hasta el día de hoy -“Le
Droit Humain: Internacional”- y proclama: “Si es verdad que es
el inglés que trajo la masonería a Francia, luego son los franceses
de hoy quienes la devuelven a Inglaterra vigorizada, completa y
fortalecida por la admisión de una mujer en la Logia al lado de un
hombre”. A lo que digo: ¡Vive La France!

Pero, como sucede, una de las primeras mujeres estadouniden-


ses en rendir homenaje a Sabina fue Judy Chicago , quien inclu-
yó su nombre en el Heritage Floor de su famosa “Dinner Party”.
Otro nombre que usted encontrará allí es el de Properzia de
Rossi , un escultor nacido en Italia en 1490. Desde el partido de
cena de Rossi página es esta breve descripción:

“La escultora Properzia de ‘Rossi se entrenó con el maestro gra-


bador Marcantonio Raimondi. Comenzó su carrera esculpiendo
piedras de durazno con figuras de santos (utilizadas para joyería),
el asombroso detalle de estas diminutas tallas fue muy elogiado
por Vasari. Más conocida por ella bustos de mármol y decoración
26
escultórica de edificios públicos, ganó importantes encargos du-
rante su carrera. A pesar del éxito, aparentemente tuvo una vida
problemática y murió empobrecida en un hospicio en Bolonia“.

El impresionante Reloj Astronómico de Estrasburgo, el segundo después


del encontrado en Praga .

27
Emily-Jane Hills Orford agrega otra triste nota al destino de De
Rossi (y la de casi todas las artistas medievales) al final de su
artículo de Rossi : “Tristemente, como tantas mujeres artistas del
Renacimiento, sabemos muy poco sobre esto mujer, y muy pocas
de sus obras están todavía en circulación y en exhibición. Ocasio-
nalmente, una pequeña escultura atribuida a De Rossi aparecerá
en una subasta, y parte de su trabajo de socorro se realizará en
algunas de las iglesias de Bolonia. Desafortunadamente, realmen-
te existe no hay una lista completa de la escultura de de Rossi”.

28
A su derecha (aunque esto, también, es “debatido”) es una de
las asombrosas piedras de durazno de Properzia, talladas con
miríadas de figuras humanas, hechas en un broche de oro alre-
dedor del año 1510, y encontradas aquí. Debajo hay una escul-
tura en relieve de mármol (la única obra “segura”) atribuida a
de Rossi en el portal de la Catedral de Bolonia que representa
la historia del Antiguo Testamento de la Castidad de José (circa
1520), que se encuentra aquí .

Otro escultor de la nota, Luisa Roldán , aunque nació algo más


tarde que nuestro marco de tiempo (1652), era una mujer espa-
ñola que:

“... creó esculturas de madera, así como estatuas para la Catedral


29
de Cádiz y el ayuntamiento. En 1688 se mudó a Madrid, donde se
convirtió en escultor de la corte en 1692, sirviendo a Carlos II y
Felipe V. También sirvió al duque del Infantado y fue admitida al
final de su vida en la Accademia di San Luca. Sin embargo, murió
en la pobreza en Madrid.”

Con respecto a esa línea “sin embargo”, debes preguntarte


dónde estaban los siete hijos de Luisa cuando mamá estaba mu-
riendo ... (Plan B, ¿alguien?) A continuación se muestra una de
las obras de Roldán: La muerte (o éxtasis) de Santa María Mag-
dalena “albergó en la Hispanic Society of America, Nueva York,

Cuando se trata de mujeres medievales en las artes, específica-


mente los escultores, este artículo representa una mera punta
del iceberg, pero no estoy seguro del resto de nuestra historia
(perteneciente a mujeres y hombres), ni evidencia de las muje-
res albañiles que alguna vez será encontrado. Citando nueva-
mente de Haunted Chambers de Karen Kidd: The Lives of Early
30
Woman Freemasons:

“Además de la decadencia y oscuridad del registro escrito, las


mujeres de la época fueron especialmente atacadas por la aniqui-
lación, especialmente después de la Peste Negra y lo que se lla-
maría” los tiempos de quema “. Este período, para las mujeres en
general y las mujeres talentosas y capacitadas en particular, a pe-
sar de todo su fuego, era muy oscuro. Edith Hoshino Altbach dice
en su “ Feminismo alemán: Lecturas en política y literatura “: “Por
razones comprensibles, los textos de la literatura sobre persecu-
ción de brujas no dejan en claro el hecho de que hubo poetisas y
pensadores, pintores y escultores, cuyas obras también consistían
en material inflamable, al igual que los cuerpos de sus creadores,
y que era la cultura de las mujeres la que provocaba la envidia del
perseguidor en un grado tan elevado“.

Curiosamente, y en un intento de terminar esta publicación con


una nota optimista, voy a enumerar algunos “titulares” que han
aparecido de forma sincronizada en los últimos años en Inter-
net, todos los cuales informan la extraña emergencia de un gru-
po contemporáneo de masones. Por supuesto, se considera que
las mujeres son “las primeras”, pero creo que los periodistas
querían agregar: “en la historia grabada”.

(2013) EMILY DRAPER, VEINTISÉIS, ES EL PRIMER APETIENDO


DE STONEMASON FEMENINO DE WORCESTER CATHEDRAL
(2010) Habilidades de cantero en St Mary’s
(2015) Primera albañil nombrada ( Catedral de Exeter)
(2013) Cantero femenino para aprender la artesanía en la Cate-
dral de St Magnus

La confusión surge de lo que los masones mismos describen


como francmasonería “especulativa” u “operativa” y todas las
demás categorías intermedias, como “ clandestina “ y “regu-
lar”, una discusión y naturalmente la confusión que de ella se
desprende, que no ha terminado aún.
31
Tres Liebres talladas en piedra por la albañil moderna, Carrie Horwood ,
quien, en 1999, se convirtió en la primera aprendiz de cantero en la Cate-
dral de Gloucester (En cuanto a las 3 liebres, ¿estaba siguiendo una tradi-
ción entre las albañiles?)

Mientras tanto, esto encontramos:

32
... Una placa que honra a Elizabeth Aldworth (St. Leger), un
francmasón irlandés, que se encuentra en esta página irónica
de la historia masónica.

Para una discusión interesante sobre el arte y las mujeres me-


dievales, consulte “Las mujeres medievales son ‘buenas para
pensar’ con Kathryn A. Smith‘’ (pdf) . Además, aquí hay otra ma-
ravillosa página de Medieval y Early Modern Women (tumblr)
llena de varias mujeres notables de la Edad Media y muchas
iluminaciones medievales. Con respecto a un enlace (original-
mente publicado aquí) a un tratado feminista masónico (The
Compass and Square, circa 1,916); por varias razones, he de-
cidido eliminarlo, pero, para los interesados, todavía se puede
encontrar como un enlace externo al final del artículo de Wiki
para Masones y Mujeres . Por cierto, hay algunos nombres intri-
gantes que se encuentran en el artículo de Wiki ... por ejemplo,
¿sabías que el teósofo, Annie Besant , era una Co-Francmasón ...
¿o que la Emperatriz Josephine presidió una logia en Estrasbur-
go? Luego, en 1,892, apareció la estadounidense Salomé Ander-
son, promocionada como “la primera mujer masón en el mundo”
que nació (como la mítica Sabina) en Alsacia.

Estos casos dignos de mención han sido estudiados con prove-


cho, a menudo dentro del marco de la excepción que prueba la
regla. Pero, ¿cuántas de las llamadas excepciones deben existir
antes de decidir que una nueva regla está en orden? ¿En qué
punto hacer estas aberraciones percibidas de la norma se con-
vierte más bien en un nuevo patrón a la espera de ser recono-
cido?

Tomado de:
http://trans-ddigitalart.blogspot.pe/2015/05/in-company-of-
green-women-medieval.html

33
LA TRANSICIÓN DEL TEM
34 Herbert Oré
MPLARIO A FRANCMASON
é Belsuzarri 35
La afirmación del Caballero Ramsay –en su discurso de 1,736
ante la Gran Logia de Francia en París– de que la Orden de los
francmasones tiene su origen en los Caballeros Templarios, es
y ha sido materia de abundante opinión

Muchos eminentes masones comparten esa percepción y los


historiadores también coinciden en que las raíces de la Franc-
masonería se remontan a las Cruzadas del siglo XII y al Caballe-
ro del Templo en particular, pero otra cantidad similar o mayor
de masones e historiadores no lo consideran así.

Andrew Michael Ramsay nació en 1,686 en Ayr, Escocia, y murió


en Saint-Germain en Laye, Francia, en 1,743. Fué preceptor de
grandes familias: Wemyss, Sassenage, Estuardo (Roma, 1,724),
Château-Thierry, Bouillon. Hecho Caballero de S. Lázaro por el
duque de Orleáns, regente de Francia y Gran Maestre de esa
Orden, en 1,723.

Ramsay es escritor, autor entre otras obras de “The Philosophi-


cal principles of natural and revealed religion unfolded in geo-
metrical order”, 1,748. Gran Orador de la Orden en Francia, su
Discurso, del que ofrecemos la versión, es un testimonio muy
conocido –famoso– sobre el pensamiento esotérico presente en
los “altos grados” del “Escocismo”, discurso al que se ha llega-
do a atribuir el origen de éstos, y no sólo el ser expresión de
una corriente ya existente. Fue pronunciado en la logia parisina
Saint Thomas nº 1, la primera logia fundada en Francia, en 1,725,
por nobles ingleses, dos de los cuales serían, después del du-
que de Wharton, los primeros Grandes Maestres de la Masone-
ría en dicho país.

Hay que señalar con respecto al término “dogmas” que aparece


en el escrito, que en el lenguaje del s. XVIII esta palabra debe
interpretarse como “creencias” o experiencias de orden inte-
lectual-espiritual.

36
1,736 DISCURSO DEL
SEÑOR CABALLERO DE
RAMSAY PRONUNCIA-
DO EN LA LOGIA DE SAN
JUAN EL 25 DE DICIEM-
BRE.

Señores,
El noble entusiasmo que us-
tedes demuestran para ingre-
sar en la antigua y muy ilustre
Orden de los francmasones es
una prueba evidente de que
ya poseen todas las cualida-
des necesarias para conver-
tirse en sus miembros. Estas
cualidades son la filantropía,
el secreto inviolable y el gusto
por las bellas artes.

Licurgo, Solón, Numa y todos


los demás legisladores políti-
cos no lograron que sus institu-
ciones llegaran a ser durade-
ras: por muy sabias que hayan
sido sus leyes, no han podido
extenderse a todos los países y
perdurar a través de los siglos.
Puesto que se fundamentaban
en las victorias y las conquis-
tas, en la violencia militar y en
el dominio de un pueblo sobre
otro, no han podido llegar a
ser universales ni adaptarse al
gusto, al genio y a los intereses
de todas las naciones. No se
37
basaban en la filantropía: el falso amor por una parcela de hom-
bres, quienes habitan una pequeña región del universo que se
llama patria, destruía en todas estas repúblicas guerreras el amor
por la humanidad en general. Los hombres, fundamentalmente,
no se diferencian por las lenguas que hablan, las ropas que visten
o los rincones de este hormiguero que habitan. El mundo entero
no es más que una gran república, en la cual cada nación es una
familia y cada individuo un niño. Señores, nuestra sociedad se es-
tableció para hacer revivir y propagar las antiguas máximas to-
madas de la naturaleza del ser humano. Queremos reunir a todos
los hombres de gusto sublime y de humor agradable mediante el
amor por las bellas artes, donde la ambición se vuelve una virtud
y el sentimiento de benevolencia por la cofradía es el mismo que
se tiene por todo el género humano, donde todas las naciones
pueden obtener conocimientos sólidos y donde los súbditos de
todos los reinos pueden cooperar sin celos, vivir sin discordia, y
amarse mutuamente. Sin renunciar a sus principios, desterramos
de nuestras leyes todas las disputas que pueden alterar la tranqui-
lidad del espíritu, la delicadeza de las costumbres, los sentimien-
tos afectuosos, la alegría legítima, y aquella armonía absoluta que
sólo se encuentra en la eliminación de todos los excesos indebi-
dos y de todas las pasiones discordantes.

Asimismo tenemos nuestros misterios: son signos que representan


nuestra ciencia, jeroglíficos muy antiguos y palabras que se toma-
ron de nuestro arte; todos ellos componen un lenguaje algunas
veces mudo y otras muy elocuentes para comunicarse a grandes
distancias, y para reconocer a nuestros hermanos sin importar su
lengua o país. En un primer momento, a los que ingresan nada
más se les da a conocer el sentido literal. Es sólo a los adeptos que
se les revela el sentido sublime y simbólico de nuestros misterios.
Es así como los orientales, los egipcios, los griegos y los sabios de
todas las naciones ocultaban sus dogmas por medio de figuras,
símbolos y jeroglíficos. A menudo, el sentido literal de nuestras
leyes, de nuestros ritos y de nuestros secretos sólo ofrece a la ra-
zón un sinnúmero de palabras ininteligibles; sin embargo, los ini-
38
ciados encuentran en ellos un manjar exquisito que alimenta, que
eleva, y que le recuerda al espíritu las verdades más sublimes.
Ha sucedido con nosotros lo que casi nunca ha sucedido con otra
sociedad. Nuestras logias se han instaurado hace mucho tiempo y
se difunden hoy por todas las naciones civilizadas del mundo; sin
embargo, entre tan numerosa multitud de hombres ningún her-
mano jamás ha traicionado nuestro secreto. Desde el momento en
que comienzan a formar parte de nuestra cofradía, las personas
más frívolas, las más indiscretas y las menos instruidas aprenden
a guardar para sí mismas esta gran ciencia: entonces, parecen
transformarse y convertirse en hombres nuevos, impenetrables y
penetrantes al mismo tiempo. Si alguien rompiera los juramentos
que nos unen, no tenemos ninguna ley penal excepto el remordi-
miento de conciencia y la exclusión de nuestra sociedad, según
las siguientes palabras de Horacio:

Est et fideli tuta silentio


Merces: vetabo, qui Cereris sacrum
Vulgarit arcanae, sub isdem
Sit trabibus, fragilemve mecum
Solvat phaselum

Horacio, antiguamente, fue orador de una gran logia establecida


en Roma por Augusto, mientras Mecenas y Agripa eran sus vigi-
lantes. Las mejores odas de este poeta son himnos que compuso
para que se cantaran en nuestras orgías. Sí, señores, las famosas
fiestas de Ceres en Eleusis, de las cuales habla Horacio, así como
las de Minerva en Atenas y las de Isis en Egipto no eran otra cosa
que logias de nuestros iniciados, donde se celebraban nuestros
misterios con las comidas y las libaciones pero sin los excesos, los
desenfrenos y sin la intemperancia en que cayeron los paganos,
después de haber abandonado la sabiduría de nuestros princi-
pios y la pureza de nuestras máximas.

El gusto por las artes liberales es la tercera cualidad que se re-


quiere para entrar en nuestra Orden, la perfección de este gusto
39
es la esencia, el fin y el objeto de nuestra unión. De todas las cien-
cias matemáticas, la de la Arquitectura, ya sea civil, naval o militar
es, sin duda, la más útil y la más antigua. Es a través de ella que nos
defendemos contra las injurias del aire, contra la inestabilidad de
las olas y sobre todo contra el furor de otros hombres.

Es por medio de nuestro arte que los mortales han encontrado


el secreto de construir casas y urbes con el propósito de reunir
las grandes sociedades; el secreto de recorrer los océanos para
llevar de uno a otro hemisferio las riquezas de la tierra y de los
mares y en fin el secreto de construir murallas y máquinas contra
un enemigo más terrible que los elementos y los animales, quiero
decir contra el hombre mismo que no es más que una bestia feroz,
a menos que su naturaleza sea templada con la dulzura, la paz y la
filantropía de las máximas que reinan en nuestra sociedad.

Tales son, señores, las cualidades que se requieren en nuestra Or-


den de la cual revelaremos ahora, en pocas palabras, el origen y
la historia.

Nuestra ciencia es tan antigua como el género humano, pero no


se debe confundir la historia general del arte con la historia par-
ticular de nuestra sociedad. Han existido en todos los países y en
todos los siglos arquitectos, pero todos estos arquitectos no eran
francmasones iniciados en nuestros misterios. Cada familia, cada
república y cada imperio cuyo origen se pierde en la noche de
los tiempos tienen su fábula y su verdad, su leyenda y su historia,
su ficción y su realidad. La diferencia que hay entre nuestras tradi-
ciones y aquellas de todas las demás sociedades humanas es que
las nuestras están fundadas en los anales del pueblo más antiguo
del universo, el único que hoy conserva el mismo nombre que te-
nía antiguamente, que no se confunde con las otras naciones aun-
que esté disperso por todas partes y en fin, el único que ha con-
servado sus libros antiguos, al contrario de casi todos los demás
pueblos en los que éstos se han perdido. Por lo tanto, he aquí lo
que he podido recopilar sobre nuestro origen en los antiquísimos
40
archivos de nuestra Orden, en las actas del Parlamento de Ingla-
terra que hablan frecuentemente de nuestros privilegios, y en la
jurisdicción actual de un país que ha sido el centro de nuestra
ciencia arcana desde el siglo décimo. Señores, dígnense prestar
más atención; hermanos vigilantes protejan la logia, aparten de
este lugar la vulgaridad profana. Procul oh procul este profani, odi
profanum vulgus et arceo, favete linguis.

El gusto supremo por el orden, la simetría y la proyección sólo


pueden ser inspirados por el Gran Geómetra, arquitecto del Uni-
verso, cuyas ideas eternas son los modelos de la belleza verda-
dera. Además, vemos en los anales sagrados del legislador de los
judíos que Dios mismo fue el que enseñó al restaurador del géne-
ro humano las proporciones de la construcción flotante que tenía
como función preservar durante el diluvio los animales de todas
las especies para que repoblaran nuestro globo, cuando saliera
del seno de las aguas. Por consiguiente, Noé debe ser considera-
do como el autor y el inventor de la arquitectura naval así como el
primer gran maestro de nuestra Orden.

La ciencia arcana fue trasmitida por medio de una tradición oral


desde Noé hasta Abraham y los patriarcas, el último de los cuales
llevó nuestro arte sublime a Egipto. Fue José quien dió a los egip-
cios la primera idea para la construcción de los laberintos, de las
pirámides y de los obeliscos que se han admirado en todas las
épocas. Es por esta tradición patriarcal que nuestras leyes y nues-
tras máximas se difundieron en Asia, Egipto, Grecia y entre todos
los Gentiles; sin embargo, rápidamente nuestros misterios fueron
alterados, degradados, deformados y mezclados con supersticio-
nes y la ciencia secreta sólo se conservó pura entre el pueblo de
Dios.

Moisés, inspirado por el Altísimo, hizo construir en el desierto un


templo móvil de acuerdo con el modelo que se le había revelado
en una visión celeste en la cumbre de la montaña sagrada, prueba
evidente de que las leyes de nuestro arte se observan en el mundo
41
invisible donde todo es armonía, orden y proporción. Este taber-
náculo ambulante, copia del palacio invisible del Altísimo, que es
el mundo superior, se convirtió después en modelo del famoso
templo de Salomón el más sabio de los reyes y de los mortales.
Este edificio soberbio sostenido por mil quinientas columnas de
mármol de Paros, con más de dos mil ventanas, con capacidad
para cuatrocientas mil personas, fue construido en siete años por
más de tres mil príncipes o maestros masones que tenían por jefe
a Hiram Abif gran maestro de la logia de Tiro, a quién Salomón
confió todos nuestros misterios. Fue el primer mártir de nuestra
Orden… su fidelidad se debe conservar… su ilustre sacrificio.
Después de su muerte, el rey Salomón escribió en jeroglíficos
nuestro estatuto, nuestras máximas y nuestros misterios, y este li-
bro antiguo es el código original de nuestra Orden.

Después de la destrucción del primer templo y el cautiverio de


la nación escogida, el ungido del Señor, el gran Ciro que se había
iniciado en todos nuestros misterios designó a Zorobabel como
gran maestro de la logia de Jerusalén, y le ordenó poner los ci-
mientos del segundo templo donde fue depositado el misterioso
Libro de Salomón. Durante doce siglos este Libro se conservó en
el templo de los israelitas, pero después de la destrucción del se-
gundo templo y la dispersión de este pueblo durante el imperio
de Tito, el antiguo libro se extravió hasta el tiempo de las cruza-
das, cuando se encontró parte de él después de la toma de Jeru-
salén. Se descifró este código sagrado y sin penetrar en el espíritu
sublime de todos los jeroglíficos que se encontraron, se resucitó
nuestra antigua Orden de la cual Noé, Abraham, los patriarcas,
Moisés, Salomón y Ciro habían sido los primeros grandes maes-
tros. He ahí, señores, nuestras antiguas tradiciones. He aquí ahora
nuestra verdadera historia.

Desde los tiempos de las guerras santas en Palestina, varios prín-


cipes, señores y artistas se unieron, hicieron voto de restablecer
los templos de los cristianos en Tierra santa, se comprometieron
por medio de un juramento a emplear su ciencia y sus bienes para
42
devolver la arquitectura a su primitiva constitución, rescataron to-
dos los antiguos signos y las palabras misteriosas de Salomón,
para distinguirse de los infieles y reconocerse mutuamente... (y
decidieron) unirse íntimamente con.... Desde entonces y después,
nuestras logias llevaron el nombre de logias de San Juan en todos
los países. Esta unión se hizo a imitación de los israelitas cuando
construyeron el segundo templo. Mientras unos usaban la paleta y
el compás, los otros los defendían con la espada y el escudo.

Después de los grandes reveses de las guerras sagradas, la deca-


dencia de las armadas cristianas, y el triunfo de Bendocdor Sultán
de Egipto durante la octava y última cruzada, el hijo de Enrique III
de Inglaterra, el gran príncipe Eduardo, viendo que ya no había
seguridad para sus hermanos masones en Tierra santa quiso que
todos lo acompañaran cuando las tropas cristianas se retiraron y
esta colonia de adeptos se estableció así en Inglaterra. Puesto que
este príncipe estaba dotado de todas las cualidades del espíritu y
del corazón que forman a los héroes, amó las bellas artes y sobre
todo nuestra gran ciencia. Estando en el trono, se declaró gran
maestro de la Orden, le otorgó varios privilegios y franquicias,
y desde entonces los miembros de nuestra cofradía tomaron el
nombre de francmasones.

Desde esta época Gran Bretaña se convirtió en la sede de la cien-


cia arcana, en la conservadora de nuestros dogmas y en la depo-
sitaria de todos nuestros secretos. Desde las islas británicas la an-
tigua ciencia comienza a pasar a Francia. La nación más espiritual
de Europa se convertirá en el centro de la Orden y derramará en
nuestros estatutos las gracias, la delicadeza y el buen gusto, cuali-
dades esenciales en una Orden cuya base es la sabiduría, la fuer-
za y la belleza del genio. Es en nuestras logias que en lo sucesivo
los franceses verán, sin viajar, como en una pintura sintetizada, las
características de todas las naciones y es aquí donde los extranje-
ros aprenderán por experiencia que Francia es la verdadera pa-
tria de todos los pueblos.

43
¿CÓMO PASO ESO?

Es un mito creer que las Cruzadas fueron expediciones que


apuntaban a defender la fe católica. Como cuestión de hecho,
también se habían organizado para la codicia.

Hay una gran variedad de opiniones sobre este asunto. Algunos


afirman que fueron una respuesta necesaria de la cristiandad
por la opresión hacia los peregrinos por parte de los musulma-
nes que controlaban Jerusalén. Otros afirman que era una políti-
ca imperialista enmascarada en la piedad religiosa. Sin embar-
go, otros argumentan que se trataba de movimientos sociales en
una Europa medieval que estaba saturada con nobles sin tierras.

A mediados del siglo XI los turcos selyucidas, de raza mongó-


lica y religión musulmana procedentes del Turkestan, habían
conquistado el Califato de Bagdad, imponiendo su dominación
desde Jerusalén hasta las costas del Golfo Pérsico.

Los turcos, dentro de sus conquistas, le arrebataron al imperio


bizantino, el Asia Menor, estableciendo su capital en Nicea, ciu-
dad que se encontraba a solo 100 km. de Constantinopla. El te-
mor del emperador bizantino, Alejo I, fue tan grande, que tuvo
que solicitar ayuda al Papa Urbano II. Este acogió con beneplá-
cito el llamado del emperador y unifico la idea de las Cruzadas
en el Concilio de Clermont (1,095), resolviéndose invitar a to-
dos los príncipes y nobles cristianos, a emprender una cruzada
contra los musulmanes.

Un fundamento importante fue la fe religiosa del pueblo euro-


peo. Aprovechando este sentimiento colectivo, el Papa Urbano
II inicio la predica de la cruzada ante una multitud de fieles, en
la ciudad de Clermont (Francia 1,095), para luchar contra los
infieles mahometanos. Al terminar su prédica el Papa empleo
la siguiente frase: “Renuncia a ti mismo, toma tu cruz y sígueme”.
La aprobación de la multitud se hacía sentir al grito de “Dios lo
44
quiere”.

Este punto de vista concluye, que la causa es la rivalidad entre


el cristianismo y el islam, y la preocupación del pueblo europeo
por recuperar el Santo Sepulcro del poder de los turcos, que
hostilizaban a los peregrinos que visitaban estos santos lugares.

Esta empresa de las cruzadas, prometía gloría, fama, fortuna, y


nuevas tierras a los grandes señores adiestrados en el guerra; a
los vasallos más pequeños, riquezas y liberación del poder feu-
dal. También respondía al deseo de emprender comercio con
Oriente, imposibilitado por los pueblos musulmanes. Otra cau-
sa podemos considerar el espíritu aventurero, condición innata
de los señorees feudales, a quienes seducía lo desconocido y lo
extraño.
45
En esos años oscuros, el continente europeo experimentaba
hambrunas, una gran pobreza y la miseria causada por infes-
taciones y enfermedades de todo tipo que afectaban no solo a
las masas pobres sino también a las familias aristocráticas cuya
riqueza se estaba erosionando. En particular, aquellos que esta-
ban en su mayoría en el lado perdedor eran los descendientes
masculinos más jóvenes de matrimonios nobles que termina-
ban heredando ni título ni riqueza.

Necesitaban mirar fuera de las fronteras de su reino en busca


de riqueza, poder y gloria, y consideraban que las Cruzadas
eran una fachada adecuada para ocultar su deseo de ganancias
mundanas.

El instigador de la primera Cruzada fue el Papa Urbano II, que


convoco el Consejo de Clermont, Francia, y pidió una guerra
que tenía la intención de reclamar las Tierras Santas a los ocu-
pantes de la población musulmana. Cientos de príncipes, ca-
balleros, vasallos y decenas de miles de personas comunes
participaron en las cruzadas, cada una con su propio objetivo:
los caballeros franceses querían más tierras, los comerciantes
italianos buscaron agregar otra buena oportunidad comercial
a su cartera, los soldados comunes. Soñaba con la gloria y los
campesinos de la libertad de la vida miserable a la que estaban
condenados en casa.

Cuando después de meses de viaje por mar, a pie y a caba-


llo, los cruzados llegaron a Jerusalén, fue en el año 1,099. Sos-
tuvieron la ciudad y cinco semanas más tarde entraron en ella
como conquistadores, saqueando todo y masacrando a todos en
su camino. Se informa que en dos días los cruzados mataron a
unas 40,000 almas entre musulmanes y judíos. Luego eligieron a
Jerusalén como su capital y fundaron un Reino que se extendía
desde Palestina hasta Antioquía.

Siguió un tiempo para que los cruzados se organizaran de una


46
manera que respaldaría eficientemente el nuevo estado que ha-
bían fundado. Con ese fin, el escalón más alto estableció órde-
nes militares que han permanecido únicas en la historia; entre
los cuales había uno que ha fascinado a la gente a lo largo de los
siglos: la Orden de los Caballeros Templarios.

Sitio de Jerusalén 1,099

LOS MONJES GUERREROS

El nombre completo de esa Orden era: “Los Pobres Compañe-


ros-Soldados de Jesucristo y el Templo de Salomón” y fue funda-
do por dos caballeros franceses –Hugh de Payens y Godfrey de
St Omer– unos veinte años después de que Jerusalén había sido
saqueada.

Su conexión con Salomón fue el monte en el que se encontraba


el antiguo rey del templo de Jerusalén y que se había converti-
do en la base de los templarios. El rey Balduino I, un francés de
Boulogne y hermano de Godofredo de Bouillon, el primer go-
bernante cruzado de Jerusalén, había otorgado a los caballeros
47
un ala completa de su palacio, construida junto a las ruinas del
Templo de Salomón. Como consecuencia, los caballeros se ha-
bían conocido como los “Caballeros del Templo” o templarios.

Se convirtieron en banqueros y prestaron dinero a mercaderes


y reyes, cambiaron monedas, compraron tierras, construyeron
castillos e iglesias y amasaron una gran cantidad de riqueza.
Habiéndose establecido primero como hombres de excelente
habilidad militar, ya no necesitaban vivir de las recompensas
recibidas por proteger a los miles de peregrinos y mercaderes
que llegan a las Tierras Sagradas de todas partes de Europa.
Se convirtieron en los intermediarios legítimos y únicos en casi
todas las cosas que suceden entre Occidente y Oriente.

La batalla de los Cuernos de Hattin 1,187

48
Finalmente, en 1,187, los cruzados perdieron Jerusalén ante los
musulmanes y fueron asesinados en reiteración por sus ma-
sacres anteriores; aquellos que lograron escapar de la muer-
te huyeron a Europa, donde continuaron silenciosamente para
prosperar financieramente y recuperar el poder. La mayoría se
instaló en Francia y, en particular, en la región sur de Provenza.
Pero, décadas más tarde, su actividad de préstamos de dinero a
la familia real llevó al rey Felipe (le Bel) a endeudarse. Temero-
so de perder el control, decidió arrestar a todos los miembros
de la Orden con la esperanza de apoderarse de su tesoro es-
condido.

Pero aunque demostró ser exitoso en arrestar a un gran núme-


ro de los líderes de la Orden, la incursión de 1,307 en París no
dio los resultados esperados: ¡las bóvedas subterráneas de la
ciudad en las que se había almacenado el tesoro hasta ese mo-
mento, se encontraron vacías!

Luego el Papa Clemente V se unió a la arena y continuó la purga.


Al acusar a los caballeros del herejismo y ponerlos frente a los
Tribunales de la Inquisición, la Iglesia Católica selló el futuro de
los Caballeros.

49
El Gran Maestre de la Orden, Jacques de Molay, fue quemado
públicamente en la hoguera en París en 1,314. A partir de en-
tonces, lo que quedó de los templarios se dispersó por Europa,
¡tal vez incluso navegó el Atlántico! y pasó a la clandestinidad.

Habiendo sido etiquetados como “herejes” por Roma, los so-


brevivientes de la represión solo podían encontrar refugio en
los Reinos que no reconocían la autoridad de la Iglesia Cató-
lica. Bajo el gobierno del Rey Robert El Bruce, Escocia fue uno
de esos estados anticlericales. Cuando los caballeros llegaron
a Alba [1] , planearon una forma conveniente de disfrazarse e
infiltrarse en las logias de los constructores de muros, pasando
así por masones operativos. Este dualismo de “caballero cons-
tructor” es exactamente a lo que se refería el Caballero Ramsay
en su discurso cuando dijo:

“(...) La palabra FM no debe tomarse en un sentido literal (...) y


material como si nuestros fundadores hubieran sido simples tra-
bajadores en piedra o simplemente genios curiosos que quisieran
perfeccionar las Artes. No solo eran hábiles arquitectos (...) sino
también príncipes religiosos y guerreros que diseñaron, edifica-
ron y protegieron los Templos vivos del Altísimo. Y (...) mientras
manejaban la paleta y el mortero con una mano, en la otra soste-
nían la espada y el escudo”.

Los Templarios que sobrevivieron, mantuvieron vivos sus ritua-


les y su filosofía a través del rito escocés masónico. El líder de
los templarios que se había refugiado en Escocia era Mabeig-
nac y que su nombre se cambió más tarde al escocés que sona-
ba “Mac Benach”, probablemente para obtener más fácilmente
acceso a la obra de los constructores. Ese nombre suena fami-
liar indudablemente al maestro masón.

¿EL TEMPLARIO ABANDONO AL CRISTIANISMO?

Mientras estaban en Jerusalén, se dice que los templarios adop-


50
taron una cantidad de doctrinas extrañas y místicas. Parecería
que la Orden fue influenciada por algunos “secretos” que había
descubierto allí, lo que resultó en que los caballeros abandona-
ran el cristianismo o dudaran de el.

¿Qué podrían ser esos secretos?

¿Acaso esas fueron las enseñanzas robadas del antiguo Egipto


incluidas en la Kabala cuyos rituales a menudo están asociados
con la Magia?

¿Era la información oculta que solo los faraones poseían?

¡Después de todo, el Templo del Rey Salomón tenía algunos de


los secretos matemáticos de los antiguos habitantes del Sinar!

Algunos afirman, que definitivamente hay pruebas de una gran


cantidad de excavaciones realizadas bajo el Templo del Rey Sa-
lomón, planteando la teoría de que los Templarios debieron ha-
ber descubierto algo debajo del Templo que cambió por com-
pleto su visión del mundo y de la historia.

Esta teoría parece incluso ser compartido por el famoso nove-


lista italiano y antiguo Venerable Maestro de la Orden Umber-
to Eco [3] , autor de “El Nombre de la Rosa” y otros similares.
En su libro “El péndulo de Foucault”, insinúa que algunos judíos
prominentes habían aprendido esos secretos durante su perma-
nencia en Egipto, los habían robado y los habían incluido en el
Antiguo Testamento. Él escribe: “(...) El secreto (del Templo) es
conocido solo por un pequeño grupo de rabinos que permane-
cieron en Palestina (...) y de ellos los Templarios lo aprendieron”.
Evidencias recientes por otra parte, nos muestran que los cono-
cimientos más antiguos de la geometría y las ciencias en gene-
ral se habían desarrollado en calidad y antigüedad superior a la
egipcia en las tierras del Sinar (Sumeria) de donde salió Abram
al llamado de su Dios, para formar el pueblo hebreo del cual
51
surgirán las tres religiones del libro más importantes del orbe:
El judaísmo, el cristianismo y el islamismo.

Los autores del s. XVIII y XIX aún no contaban con información


fiable sobre la existencia de la cultura sumeria, cuya escritu-
ra estaba en proceso de ser descifrada, por ello basaban sus
hipótesis en la ciencia de los egipcios, quienes nunca creye-
ron en el milagro de la creación; pensaban que el Universo se
había originado a partir del Caos evolucionando simplemente
por accidente. Y lo que presenciamos en nuestra vida diaria es
simplemente una guerra entre las fuerzas del caos y el orden.

Al aprender y adoptar esa doctrina egipcia-kabalista, compar-


tida por los judíos, los templarios claramente se embarcaron en
un conflicto irreversible con la Iglesia Católica y así sellaron su
destino.

EL NACIMIENTO DEL RITO ESCOCÉS

El rey escocés que había dado la bienvenida a los templarios en


su tierra les permitió continuar ejerciendo libremente su doctri-
na y así influir en gran medida en las futuras logias masónicas
de su Reino.

Muchos años después, algunos de los templarios escoceses y


sus hermanos regresaron a Francia y establecieron lo que se
conoce como “El rito escocés masónico”, reconocido por todos
como el rito más antiguo de la masonería, es decir que este se
había constituido antes de 1,717, lo que demuestra dos cosas:

Primero.- Existía masonería en Europa antes de 1,717


Segundo.- Existe vínculo entre la masonería y los templarios.

LA MASONERIA EUROPEA ANTES DE 1,717

El conde Eugene Félicien-Albert Goblet d’Alviella hijo y nieto


52
de masones y autor de: “Los Origenes del Grado de Maestro en
la Fransmasoneria”, nos dice: “en el siglo XIII las primeras Lo-
gias (Hütten) de los picapedreros o Steinmetzen, que adoptaron
el nombre de francmasones. Las hallamos sucesivamente esta-
blecidas en Colonia, Wurzburgo, Espira, Estrasburgo, Ratisbona,
Hildesheim, etc., comprendían Aprendices, Compañeros y Maes-
tros. Después de concluir su tiempo, el Aprendiz se convertía en
Compañero, prestaba la obligación al uso y recibía la comunica-
ción de las palabras de contraseña y los signos de reconocimien-
to. Debía entonces, si quería ascender a Maestro, emprender un
viaje de varios años, en el curso del cual utilizaba las palabras y
los signos de la corporación para ser reconocido por los grupos
similares establecidos en las diversas localidades del país o del
extranjero. Pero para obtener el Maestrazgo, debía producir una
obra maestra (Probestück o Meistersruck), y si la prueba resulta-
ba satisfactoria recibía el derecho eventual de hacer trabajar a
otros obreros bajo sus órdenes. Está claro que sólo una parte de
Compañeros llegaban a ser Maestros, en tanto que los demás se-
guían como simples jornaleros. Una organización análoga existía
en Francia, en los Países Bajos y en Gran Bretaña. En Francia, a juz-
gar por los documentos, los oficios sólo contaban con dos grados:
Aprendices y Compañeros, o Aprendices y Maestros. No obstante,
en el siglo XVI, los estatutos de los tallistas de piedra de Montpe-
llier (1,544) establecen la existencia de tres grados. El Aprendiz,
después de servir durante tres años, debía servir otros tres como
Compañero; si entonces había demostrado, con la producción de
su obra maestra, que conocía el oficio, era recibido como Maes-
tro. En Bélgica, al menos en Amberes, Gante, Brujas y Bruselas,
los oficios relacionados con el arte de la construcción, como al-
bañiles, picapedreros, escultores, encofradores, techadores, etc.,
tendieron a agruparse juntos en una corporación local o Amba-
cht, colocada bajo la invocación de Vier Gecroonde o Gekroonde,
los Cuatro Coronados, según los escultores legendarios del mar-
tirologio romano. Se subdividían en Aprendices (Leerknappen),
Compañeros (GeseUen o Knappen) y Maestros. La distinción de
los Compañeros y los Maestros no quedaba bien confinada en
53
todas partes. En Amberes y en Gante, no se mencionan en los do-
cumentos oficiales más que Aprendices y Maestros. El juramen-
to de fidelidad y discreción lo prestaban los Maestros. No existe
ningún indicio ni la menor probabilidad de que los secretos de
la corporación hubieran tenido otro objeto que los procedentes
de la construcción. He aquí, por lo demás, el texto del juramento
impuesto, entre los Vier Gekroonde de Gante, al Aprendiz que,
tras haber finalizado su tiempo y ejecutado su obra maestra pro-
fesional (proefstuck), era admitido como Maestro. “Juro ser desde
ahora un buen, honesto y leal Maestro del Franco Oficio de los
Albañiles y Picapedreros de esta ciudad; defender y sancionar los
derechos, libertades y privilegios de dicho oficio, observarlos y
hacerlos observar; de protegerlos y contribuir a su protección;
de no trabajar jamás ni dejar trabajar a otros por debajo del pre-
cio establecido; de guardar el secreto sobre todos los asuntos del
oficio; de defender la fe católica y observar sus reglas; de obede-
cer a nuestro Soberano, como Conde (o Condesa) de Flandes; de
ayudar a la defensa de los derechos; en fin, de hacer todo lo que
cabe esperar de un buen, honesto y leal Maestro Masón (albañil)
(o Picapedrero) de dicho oficio. Así me ayuden Dios y los Santos.”
Este texto puede tomarse como el tipo de juramento que señalaba
por doquier la admisión en el grupo de un oficio. Debe observar-
se la parte referente al respecto a la autoridad civil y religiosa.
Ocurría exactamente lo mismo entre los francmasones alemanes.
Si bien es cierto que ciertos reglamentos prohibían entregarse
en la Logia a discusiones religiosas o políticas, era porque en ello
había menguado el trabajo, y no por respeto a la libertad de con-
ciencia. Las caricaturas religiosas, como se hallan entre todas las
esculturas catedralicias, no representan, como se ha pretendido,
una reivindicación del libre examen ni siquiera un testimonio de
tolerancia, sino simplemente episodios de la rivalidad entre la
clerecía regular y las órdenes monásticas. Son los mismos usos
que hallamos en Inglaterra y Escocia. Escocia posee todavía hoy
día cierto número de Logias que datan del siglo XVI y hasta del
XV; por ejemplo, la Logia de Santa Maria, en Edimburgo, que data
en 1475, y que posee unos procesos verbales que se remontan
54
a 1,599. La Logia de Kilwinning cree ser más antigua todavía. Se
poseen los procesos verbales de las Logias de Glasgow desde
1,620, Scoon y Perth (1,658), Aberdeen (1,670), Melrose (1,674),
Dumblane (1,675), Durnfries (1,687). Finalmente, los reglamentos
generales de la Francmasonería escocesa, promulgados en 1,598-
1,599, los Shaw Statutes, han llegado hasta nosotros y han permi-
tido al H.•. Murray Lyon escribir, a propósito de la Logia de Edim-
burgo, una magistral historia de la Francmasonería en Escocia”.

Como se puede percibir existía masonería en toda Europa an-


tes de 1,717 y todas ellas en el pasado habían sido influidos por
el Imperio romano; en ellas los templarios no habían influencia-
do con sus prácticas. Es en la masonería escocesa donde ellos
aportaran su influencia.

LOS TEMPLARIOS EN LA MASONERIA

La tradicion masonica explica que no todos los templarios fran-


ceses fueron prendidos o ajusticiados por los verdugos de Fe-
lipe el Hermoso. Algunos lograron ganar las costas de Escocia
e ingresar en las hermandades de constructores que ahi opera-
ban. Fue asi –siempre segun la tradicion– como se incorporaron
los temas templarios a la masoneria operativa y como, transfor-
mada esta en especulativa, siguio ostentando alegoricamente el
recuerdo de la Orden exterminada por el rey frances.

En este contexto semilegendario tomo cuerpo el tema de “la


venganza templaria”: la masoneria, “templarizada” asumiria
como objetivo politico el derrocamiento de la dinastia Cape-
ta y de los herederos de Felipe el Hermoso, propiciando un fin
ejemplar para sus titulares. A este respecto, en el ritual maso-
nico del Grado 30 (CABALLERO KkADOSH) del rito escoces se
dice: “La venganza templaria se abatio sobre Clemente V no el
dia en que sus huesos fueron entregados al fuego por los calvinis-
tas de Provenza, sino el dia en que Lutero levanto a media Europa
contra el Papado en nombre de los derechos de conciencia. Y la
55
venganza se abatio sobre Felipe el Hermoso, no el dia en que sus
restos fueron arrojados entre los desechos de Saint Denis por una
plebe delirante, ni tampoco el dia en que su ultimo descendien-
te, revestido del poder absoluto, salio del Temple, convertido en
prision del Estado, para subir al patibulo, sino el dia en que la
Constituyente francesa proclamo, frente a los tronos, los derechos
del hombre y del ciudadano”.

Queda claro, pues, que la “venganza templaria” tiene, no solo el


contenido de un ajuste de cuentas historicas, sino tambien un
componente doctrinal: tal venganza se consuma sustituyendo
los principios del absolutismo y la sociedad trifuncional here-
dada del medievo, por una sociedad igualitaria, politicamente
libre, sin aristocracia gobernante.
________________________________________
NOTAS.

[1] Palabra gaélica para Escocia


[2] Christopher Knights y Robert Lomas
56
[3] Umberto Eco: este eminente francmasón y profesor universi-
tario, en 2,016 pasó a la Gran Logia.

FUENTES

-La clave Hiram de Christopher Knights y Robert Lomas


-El péndulo de Foucault de Umberto Eco
-Los Orígenes del Grado de Maestro en la Francmasonería de
Goblet D´ Alviella
57
LIBROS DE
HERBERT ORE
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58
LA MASONERIA EN SUS
IMAGENES
59
POCAS ILUSTRACIONES Y ALGUNAS
VERSIONES.

Cuando entramos en la masonería en alguno de los muchos ri-


tos existentes y sobre todo, las generaciones de masones que
no tenían más posibilidad de conocer la masonería que la in-
formación que en sus logias se les transmitía, podrían llegar a
pensar que el templo masónico y su riatualistica siempre fueron
así, que ya los antiguos masones pasaron por exactamente lo
mismo.
60
Sin embargo en la actualidad, estamos en condiciones de po-
der comprender mejor la forma en la que fue evolucionando la
ritualistica, los elementos del taller, etc. Una de las formas que
tenemos para comprender cómo fue la masonería original y la
forma en que evolucionó, los elementos del templo, la distribu-
ción de los hh:. durante la tenida etc., son las pocas imágenes
que nos han llegado.

Las ilustraciones más antiguas que muestran estos elementos,


son al parecer de origen francés y del siglo XVIII, lo que nos
viene muy bien, el autor de estos grabados posiblemente nunca
imaginó lo útiles que nos han llegado a resultar.

Existen pocas imágenes que muestren el desarrollo de una te-


nida, y como iremos viendo casi todas ellas son de la misma
logia y posiblemente de autor, y en algunas de ellas se puede
leer el autor: Leonard Gabanon, autor de un Catecismo de los
Francmasones.

Pero también hay copias o versiones, como ocurre con esta ima-
gen que traigo a esta primera entrega de este tema.

La imagen de la página siguiente sería el dibujo original y la


imagen de abajo sería una versión de la primera.

Es fácil darse cuenta, solamente hay que fijarse en la distribu-


ción y los gestos, también sobre todo en el cuadro de la logia.

En la imagen coloreada lo que más se aprecia es el cambio en la


indumentaria y en las cabezas desprovistas de peluca.

El autor modernizó a los participantes pero no hizo mayor alte-


ración, pudiendo haber usado la imagen para inspirar una nue-
va composición pero lo que hizo fue copiar la primera, algo que
hay que agradecerle, ya que de este modo nos viene a decir
que en su tiempo poco había cambiado la práctica ritualistica.
61
Observamos que la persona que está a la derecha del venera-
ble tiene en ambas imágenes una mano oculta, la mesa y los
elementos en la banqueta como el cuadro de la logia, son idén-
ticos, solamente cambia la indumentaria.
62
También aquí se aprecia que es una copia incluso de la actitud
de las dos personas protagonistas.

La ilustración coloreada se limita a actualizar la indumentaria,


que parece ser más de inicios del XIX.
63
CATECISMO MASONICO DE LEONARD GABANOM

En la anterior entrada descartaba uno de los grabados más po-


pulares que ilustraba la ritualistica y los elementos usados en
los trabajos era la mejor manera de comenzar, pues considerar-
lo como válido a la hora de sacar conclusiones sería engañoso,
ya que se trata de una copia de un grabado anterior.

Las más conocidas y que representan escenas de una tenida,


son de un mismo libro y van numeradas, lástima que no todas
las láminas están completas y tengan la suficiente calidad, tam-
bién se puede apreciar que hay láminas de distintas ediciones
del mismo libro.

Son litografías del Catecismo de los Francmasones de Leonard


Gabanóm, que era el seudónimo de Louis Travenol, publicado
en 1,740 y reeditado varias veces, hasta cuarenta años después.

El titulo completo: “La desolación de los modernos empresarios


del templo de Salomón o Nuevo Catecismo de los Francmaso-
nes”.

Aunque se trataría de un libro con ánimo antimasónico, moti-


vado por el deseo de mostrar los secretos de la masonería al
público profano. Paradójicamente nos viene ahora bien para es-
tudiar los orígenes de nuestra institución.

Las siete litografías del Catecismo son las siguientes:

En esa fecha aún no estaban fijados los rituales tal y como los
conocemos en la actualidad, aunque podemos distinguir los
elementos fundamentales que son las tres luces que represen-
tan a la Luna, al Sol y al Venerable.

Un cuadro central con las columnas alusivas a las dos del Tem-
plo de Salomón, la cuerda anudada que ya prácticamente ha
64
desaparecido de los templos actuales, el Sol, la Luna, la escua-
dra y el compás, la piedra cubica y la tosca y las tres ventanas
orientadas al paso del Sol en su ciclo diario.

También hay una frase que parece decir “fidelitas moribus uni-
tas” pero la imagen no parece muy clara. Y también la palabra
“beauté”.

2
65
3

4
66
En 1,740 la apertura de trabajos era sencilla, no existían rituales
escritos como los actuales, el venerable maestro o presidente
de la logia, abría trabajos realizando algunas preguntas del ca-
tecismo que tras ser contestadas, el venerable consideraba ini-
ciados los trabajos.

Algo que puede recordar a la apertura de trabajos en R:.E:.A:.A:.


y en mayor medida la apertura en Emulación.

A partir de ahí no había un rito entendido como la ordenación


de las distintas partes de la que se compone la tenida.

Lo interesante es que un masón de nuestro tiempo, puede reco-


nocer y saber qué se está haciendo en cada una de las litogra-
fías.

67
6

7
68
FRANCMASONES CATECISMO DE LEONARD
Gabanon (1744)
Fragmento traducido del catecismo.

Pregunta: Es usted Mason?


Respuesta. Mis Hermanos y Compañeros me reconocen como
tal.

D. ¿Por qué quiso ser Mason?


R Porque estaba en la oscuridad, y quería ver la luz.
P. ¿Cuándo vio la luz, ¿qué vio?
A. Tres grandes luces.
D. ¿Cuáles son estas tres luces?
A. El Sol, la Luna y el Gran Maestro de la Logia.
D. ¿Cómo puede usted saber que alguien es masón?
A. Por la Señal, el Toque y la Palabra.
D. Dime la palabra del aprendiz?
R. Dime hay primera letra que te diré el segunda.
D. J.
R. A.
D.K.
R. I.
D. N.
¿Qué Jakin?
A. Este es el nombre de una de las dos columnas de bronce que
estaban en la puerta del templo de Salomón, cerca de la cual los
aprendices reciben su salario.

D. Es usted compañero?
R. Lo soy
D. Dime la palabra del compañero?
A. Dime la primera letra, voy a decirle la segunda.
D. B.
R. O.
D. Z.
¿Qué Boz?
69
A. El nombre de la otra columna que se encontraba en la puerta
del templo, cerca de la cual los Compañeros reciben su salario.
D. ¿A qué altura tenía estas dos columnas?
R. dieciocho codos.

Los catecismos han conservado lo esencial, y algunas cosas pa-


saron a ser integradas en la ritualistica, y si nos fijamos en este
catecismo, se hace más complicado de lo que parece el diferen-
ciar entre lo Moderno y lo Antiguo y no solamente porque por la
palabra de aprendiz, compañero o de maestro sino también por
ejemplo a la referencia a la escalera de caracol, la ubicación de
los vigilantes, a la apertura de trabajos, semejanzas que encon-
tramos en el Rito de Emulación siendo un rito que se considera
más influenciado por los Antiguos que por los Modernos.

Cuadro segundo grado en Emulación.

70
Es una masonería que todavía no estaba organizada como la ac-
tual y que en aquella época en la iniciación a aprendiz se ad-
quiría la condición de compañero. La masonería francesa, fran-
ceses incluidos, hasta la mitad del XVIII trabajaba tal y como
trabajaban los británicos exiliados en Francia.

Hasta también la segunda mitad del XVIII no apareció otra Obe-


diencia, la de los Antiguos, que reivindicaba correcciones a lo
que consideraba errores de los Modernos.

DE LA MESA AL TEMPLO.

La masonería pasó un día de las mesas de las tabernas a otras


mesas en otros recintos.

La imagen de arriba es una litografía de una logia inglesa en 1,747.

Están todos en pie y solo se aprecian cinco sillas, pero ya obser-


vamos elementos que van a llegar hasta nosotros, como las tres
luces, las dos columnas, que están en los lugares que ocupan el
primer y segundo vigilante, algo que el Rito de Emulación ha
71
conservado. También el libro en el lugar que ocupa el venera-
ble que porta una espada.

Otra similitud con Emulación es la ubicación del secretario.

Las reuniones masónicas consistían fundamentalmente en el es-


tudio del catecismo y los símbolos masónicos, también cues-
tiones de la metafísica y filosofía incluidos en la simbología del
oficio.

De la planta de los templos masónicos se han hecho muchas es-


peculaciones, pero ¿No serían los trabajos masónicos una acti-
vidad que se hacía alrededor de una mesa, hasta que el número
de participantes hizo eliminar la mesa?

Imaginemos a los personajes de arriba sin la mesa, pongamos


las luces sobre candelabros al venerable sentado, tendríamos
una composición similar a las litografías del catecismo de Leo-
nard Gabanóm, es más, tenemos la distribución de un templo
muy similar a uno de Emulación.
72
Planta del Templo en Emulación y mesa del 2º vigilante.

Una vez que la creencia en la transición de los talleres operativos


a los especulativos va perdiendo fuerza, tenemos que deducir
algunas cosas en relación a la información de la que dispone-
mos y es cierto que este tabernero no es un experto en historia
de la masonería, pero con un poco de razonamiento lógico se
llega a la conclusión sencilla de que la masonería moderna es
más una ruptura con una masonería que pudo haber sido mixta
entre operativos y aceptados, pero que éstos en un momento
dado deciden tomar su propio camino adaptando el oficio como
metáfora constructiva de un nuevo paradigma, en esta ocasión
con vocación universalista.

Y comienzan trabajando alrededor de una mesa y a partir de


esa mesa de taberna se va desarrollando todo.
73
Impreso en 26 de Diciembre de 1754

En la imagen de arriba se ve a una mujer que se atraviesa el te-


cho, la reunión masónica se interrumpe y una multitud de gente
entra en la estancia en donde la reunión se está llevando a cabo.

74
Han pasado diez años desde este grabado y el anterior, la reu-
nión masónica sigue desarrollándose alrededor de una mesa,
vemos los tres elementos fundamentales porque siempre están
presentes, las tres luces. Podemos ver además una ponchera y
varios vasos y algunas pipas para fumar.

No hay rituales establecidos (leer los comentarios a esta entra-


da) y cada grupo debía de trabajar según sus criterios, aunque
las tres luces debieron de ser el único elemento obligado así
como las joyas móviles de los oficiales.

Ahora bien, en los grabados franceses de la misma época ya


no trabajan de este modo, lo que no significa que no lo hicieran
pues imágenes inglesas tenemos más que francesas que suelen
ser las del catecismo de Leonard Gabanóm o bien copias de
ellas como la primera con la que empecé este tema de las imá-
genes.

Aunque quizá esta imagen que pretende narrar algo que debió
de ocurrir realmente, plasmara lo que sucedió sin reflejar con
exactitud los elementos masónicos presentes. Es la ilustración
de un acontecimiento dibujado por alguien que quizá no fuera
masón pero que tuviera alguna información de ella.

EL CUADRO DE LOGIA

Recientemente el h:. Víctor Guerra, publicó una entrada de mu-


cho interés en relación con estos cuadros. La enlazo a esta en-
trada porque viene al caso y es recomendable, para leerla.

Las reuniones masónicas en sus inicios, consistían al parecer


en sentarse alrededor de una mesa y o bien dedicar el tiempo
a lecturas, o a la instrucción e interpretación de los símbolos
masónicos como elementos de construcción de la obra que el
propio masón realiza sobre sí mismo.

75
La masonería en aquella época se interesaba por su propia sim-
bología y los temas relacionados con la enseñanza moral, filosó-
fica y metafísica que de ellos se desprendía.

Todavía no había sido traspasada e influenciada por corrientes


más esotéricas y místicas, algo que sucederá sobre todo en el
XIX.

Tenemos una masonería que trabaja sobre la idea de lo cons-


tructivo aplicado al ser humano.

Grabado de un grupo de masones alrededor de un cuadro de logia (Viena


1,791)

76
Aparte del Catecismo y de su lectura, la instrucción masónica
debieron de realizarla usando el cuadro de logia, aquí lo vemos
sobre una mesa y uno de ellos parece señalar alguno de los ob-
jetos representados en el cuadro.

El cuadro de la logia parece ser el verdadero eje sobre el que


se realizaban los trabajos de la masonería, es su centro y la ac-
tividad gira entorno a él.

En la actualidad a la hora de construir un edificio se tiene todo


el diseño, se dibujan los planos que orientarán a los trabajado-
res a la hora de llevar a cabo la obra, pero en la antigüedad no
era así, los edificios se construían a partir de una idea inicial y
se iba perfeccionando o diseñando, haciendo los cambios que
consideraban oportunos.

El diseño se iba explicando y estudiando dibujándolo en la tie-


rra, el “saber hacer” lo que se llama “tener oficio” o el conoci-
miento para poder llevar a cabo la obra era el secreto del maes-
tro que dirigía la construcción.
77
Aun hoy, hay logias que dibujan con tiza el cuadro de logia a la
hora de abrir trabajos, dándole ese sentido de plancha en la
que se trazan los objetos a construir y proceder a su explica-
ción.

De modo que su sentido es esencialmente instruir en el oficio.

Actualmente las empresas contratan a trabajadores que antes


de solicita el empleo, han tenido ya una formación en algún cen-
tro de enseñanza, pero no hace tanto tiempo, las empresas con-
trataban a los trabajadores y tenían que formarlos, el aprendiz
era la persona que debía de ser instruido en el oficio y se hacía
sobre la marcha, a través de la observación y de la experimen-
tación recibiendo las explicaciones oportunas.
78
La traslación del oficio operativo al especulativo, tenía que ma-
nifestarse en esa práctica instructiva y las primeras reuniones
masónicas eran pues, reuniones fundamentalmente de ense-
ñanza y estudio del oficio a través de los Catecismos, pero tam-
bién a través de los cuadros de logia o planchas de trazar.

Los cuadros de logia no son elementos ornamentales, nada lo


es en un taller masónico, todo posee un sentido individual y de
conjunto.

El trabajo masónico genuino desde un punto de vista simbólico,


esotérico, es el que el taller o el masón individualmente efectúa
sobe sus propio universo simbólico ligado al oficio constructivo,
a pesar de que la masonería está en la actualidad traspasada e
influenciada por corrientes esotéricas de corte new age, her-
méticas, rosacruces... y que aportan una mística ajena a la idea
principal de la masonería, que es el paradigma constructivo. La
idea del progreso de la humanidad está ligada a ese paradigma
en el que el ser humano es un agente activo en esa progresión,
el progreso es una construcción que el ser humano realiza cons-
cientemente, lo otro es evolución.

El Catecismo es entonces lo que define el carácter y la vocación


del rito y era al parecer el centro de interés en las primeras re-
uniones masónicas, algo que está más o menos presente en al-
gunos ritos como en Emulación, en donde los trabajos se abren
con preguntas y respuestas, como también en el Regulador del
Masón en el rito moderno, en donde al catecismo se le da un
tiempo importante dentro de la tenida.

¿Qué es entonces la Masonería para un masón? Lo que parece


difícil de explicar para un profano, es fácil de responder si con-
sideramos que la masonería para un masón, es pues lo que se
deduce del catecismo masónico y de la experiencia ritualistica.

Iniciarse en la masonería y no entrar en el estudio de lo masó-


79
nico es prescindir del paradigma que le da sentido y que es la
idea de la construcción. El ser que se construye a sí mismo y
participa en la construcción colectiva.

Tomado de:
http://latabernadelganso.blogspot.pe/search?q=La+maso-
ner%C3%ADa+en+sus+imagenes+
80
81
HERRAMIENTA
Mario Ló
82
AS MASONICAS
ópezHerramientas
Rico masónicas (1 de 8) – El Mazo
83
EL MAZO.

Escribe Albert Pike en su monumental obra “Moral y dogma”


lo siguiente: “La Fuerza, no regulada o mal regulada, no solo se
desperdicia en el vacío, como la pólvora quemada al aire libre o
el vapor no confinado por la ciencia, sino que golpeando sin sen-
tido y no encontrando sus explosiones más que el espacio abierto,
provocan un retroceso perjudicial. Es destrucción y ruina”

Cuando uno es iniciado en la Masonería y se le reconoce como


aprendiz se el entregan varias herramientas para comenzar tu
trabajo, pero una es la que golpea y produce la fuerza que apli-
carás a otra. Me refiero al Mazo que golpea tu Cincel. Esa fuerza
aplicada debe ser regulada y con sentido, tal como Pike nos avi-
sa, pues, de otro modo, al incidir sobre el Cincel y este sobre la
piedra, generará un efecto no deseado.

El Mazo representa la voluntad con la que el Aprendiz golpeará


y expulsará todos los aspectos psicológicos que han formado
su personalidad individual: sueños, emociones, cargas, apegos,
ilusiones. y que debe transformar en Voluntad Universal. Es la
fuerza y la energía del Mazo la que golpea todos estos aspectos
individuales en un ejercicio de certeza y de rigor para buscar la
Luz del Gran Arquitecto y fundirse con el Universo.
84
Pero dicho todo esto, no debe el aprendiz confundir el mazo y el
mallete, el primero es su útil de trabajo mientras que el segun-
do es el signo de la autoridad del que lo lleva, es el atributo del
Venerable Maestro y de los Vigilantes.

El uso del mallete, dicho sea de paso, no es para imponer sino


para servir. El mallete otorga poder; pero este ha de ser ejerci-
do con mesura y no deben olvidar Venerables y Vigilantes que
ellos no están para ser servidos por la logia sino para servir a la
logia y a sus hermanos aportando sus luces en los trabajos.

El empleo del mazo simboliza la voluntad del aprendiz y, por


extensión, del masón. Antes de golpear hemos de tener la vo-
luntad de hacerlo y, teniendo dicha voluntad, somos libres de
hacerlo o no. Nos encontramos aquí con el libre albedrío, con
la disyuntiva de golpear o no golpear. De aplicar más o menos
fuerza y, una vez aplicado, de repetir el golpe o no. Podríamos
decir, que simbólicamente, vemos implícito el número dos en
el mazo, el ying y el yang, la acción o el reposo. Será en combi-
nación con el cincel que se generará algo nuevo, se creará algo
diferente a partir del dos, es decir, llegaremos al tres.

Implica, el empleo del mazo, el uso de la inteligencia pues mu-


cha fuerza en el golpe con el mazo puede estropear la obra, y
muy poca, hacer ineficaz el trabajo. De igual manera, un golpe
en el lugar equivocado puede dar un resultado no deseado y la
labor emprendida quedar inservible.

Por todo ello, como escribe Iván Herrera Michel en su obra “Las
herramientas masónicas“: “… el Masón debe dominar los impul-
sos de su voluntad, en el afán de ser responsable de su desarrollo
personal y dueño de su devenir, en una tarea que exige mucho
cuidado y no poca destreza…“

Simbólicamente el mazo representa la fuerza del espíritu gol-


peando la materia para ser purificada. El mazo posee un asidero
85
vertical y en su parte superior un bloque pesado – de madera,
metal o piedra – en posición horizontal. Cuando lo empleamos
hacemos descender ese bloque sobre la piedra, sobre la mate-
ria. El mazo representa, pues, a las fuerzas de lo Alto, de lo es-
piritual, descendiendo por la Santa Ley de la Gravedad hacia lo
bajo, hacia la materia.Y, en ese descenso, es el intelecto humano
quien debe regular la dirección y la cantidad de fuerza a apli-
car sobre el cincel. El Espíritu golpea, pero el hombre sigue a
poseer la opción de cómo hacerlo, su librepensamiento es vital
en el proceso.

Una de las grandes lecciones que ha de aprender el aprendiz


con el uso del mazo es que la fuerza aplicada no es suya, la
Fuerza aplicada procede del Espíritu, de lo alto y, por extensión,
del Gran Creador de todas las cosas, del Gran Arquitecto del
Universo pues El es la fuente de todo lo que existe. Al aprendiz
apenas le resta la capacidad de direccionar la misma. Esto le
enseñará a no confiar en sus propias fuerzas pues estas son va-
riables y siendo poderosas en su juventud serán débiles en su
senectud. Pero ¿no ves al anciano maestro que realiza su trabajo
con prontitud y elegancia? Se debe a que confía en las fuerzas
de su Espíritu y por ello realiza igualmente su trabajo mejor y
más rápido que los jóvenes. Ha aprendido a ser uno con el Uni-
verso. Ha aprendido a dirigir la inmensa fuerza que el Gran Ar-
quitecto pone a su disposición.

Esta Fuerza Universal proviene de la Fuente de la que todo pro-


viene. Si esa Fuerza Universal actúa en la obra, todo se construi-
rá en orden y armonía. Si esa Fuerza Universal actúa en tu inte-
rior, tu materia será dominada por tu espíritu y serás elevado
hacia la Luz, toda tu existencia pasará a tener un sentido y verás
con claridad el trabajo que te ha sido asignado en esta vida ma-
terial y temporal Si esa Fuerza Universal actúa en el momento
en que dejes este mundo, tu misión habrá sido cumplida.

Así pues, aprendiz, no veas en el mazo una simple herramienta.


86
Mira más allá, sostenlo en tu mano, observa cómo se genera la
fuerza por medio de la Ley Universal de la Gravedad a la que
nada escapa. Aprende así que el Gran Arquitecto ha dictado le-
yes ineludibles y que su cumplimiento te ayudará en tu caminar
y aprende que en esas leyes el Gran Arquitecto hace presencia
constante en tu vida. El siempre está ahí, a tu lado, solo hace
falta que observes.

EL CINCEL.

Si en la primera entrega tratamos el mazo, la segunda estamos


obligados a hablar acerca del cincel. De nada sirve la Fuerza
del Mazo si se aplica directamente sobre la piedra. Es necesario
un intermediario, el Cincel, para que todo conduzca a un buen
término. Antes de seguir, recomiendo que releas la entrada an-
terior pues usaré varios conceptos allí tratados y que doy por
conocidos como la relación entre el mazo y el Espíritu o la Fuer-
za Universal. Si no tienes eses conceptos claros podrías perder-
te un poco en esta lectura.

Si partimos de la base que la piedra bruta sobre la cual apli-


camos la punta del Cincel es la materia a transformar y que el
Mazo era el Espíritu que descendía sobre la materia, podemos
afirmar que el Cincel representa al Alma del masón. Obtene-
mos así el número tres, el hombre trinitario formado por mate-
ria, alma y espíritu que en tantas escuelas de misterios aparece
87
y que, en la masonería, no podía ser menos. Es el Espíritu (el
Mazo) quien precisa de Alma (el Cincel) para poder actuar so-
bre la Materia (nuestra piedra bruta).

El Cincel representa también la Inteligencia con la que el Apren-


diz, una vez golpeadas sus asperezas individuales, empieza a
moldear la piedra bruta, a través del discernimiento que sepa-
rará lo sutil de lo denso y a dirigir con inteligencia la decisión
de la voluntad.

En su libro “Secreta Scala Artis“, José Miguel Jato nos dice: “La
segunda herramienta de la que te hablaré es El Cincel. Desde la
época de los primeros canteros, esta herramienta es la única que
siempre hemos podido tener en propiedad y que tradicionalmen-
te se nos proporcionaba durante los trabajos.”

El uso del cincel nos enseña la necesidad de tener un objetivo


claro. Para poder desbastar la piedra el Cincel ha de ser apli-
cado en el lugar justo del piedra para que la fuerza canalizada
a su través –producida por el golpe del mazo sobre su parte
superior– alcance con todo su vigor la imperfección a corregir.
Debemos aplicar pues, el Cincel sobre el punto correcto o todo
el trabajo será inútil o, mucho peor, destructivo.

Otra enseñanza que debes aprender es a fijar tus objetivos por


orden. Tu energía debe concentrarse en cada momento en la
realización de una tarea porque dispersar la energía conduce
al caos del cual procede. El Universo era un gran Caos antes
de que el Gran Arquitecto comenzase su obra. Solo la Energía
de su Voluntad fue transformando el Caos en el Orden Cósmico
que conocemos. Lo mismo sucede con el uso de nuestra ama-
da herramienta. Si aplicamos la energía en el punto correcto, la
piedra se irá perfeccionando poco a poco y del Caos del cual
salió se convertirá en una piedra cúbica perfecta que podrá or-
denarse con otras muchas en la construcción de nuestro templo.
Pero si aplicamos mal la fuerza, si dispersamos esta, la piedra
88
no será cúbica y no podrá ordenarse. El Caos seguirá o incluso
aumentara si un mal golpe la hiende y sus pedazos se dispersan
por todo el suelo. ¿Acaso puede predecir tu a donde irá a parar
cada trozo de la piedra? Nadie puede predecir nada en el Caos.
El Cincel nos enseña también que todo en este mundo es dual.
Siempre existe una parte activa y una parte pasiva, una parte
masculina y una parte femenina que se complementa y trabajan
juntas para la consecución de la gran obra que el Gran Arqui-
tecto haya ordenado. En el caso del Cincel la parte pasiva es la
parte superior del mismo, la zona sobre la cual el mazo golpea,
la parte donde el Espíritu ejerce su Fuerza. La parte activa es su
parte inferior, la que apoyamos sobre la materia y que, transmi-
tida la energía a su través, la deposita sobre la piedra.

Para que el proceso superior sea correcto el Cincel debe cum-


plir varios requisitos. El Cincel debe tener su punta en perfec-
to estado de conservación, debemos estar siempre atentos a
ello. Nuestra atención en este aspecto de nuestra herramienta
se asimila a la voluntad de conservación y perfeccionamiento
constante. Solo conservando en perfecto estado nuestro cuer-
po, nuestra alma, nuestro intelecto, podemos seguir avanzando
hacia la perfección de nuestra parte espiritual y seguir el cami-
no hacia la Luz. Igualmente, el Cincel debe estar perfectamente
recto para que la fuerza no se disperse y toda sea aplicada en el
lugar correcto. Este punto nos recuerda que el camino más cor-
to entre dos puntos es siempre la línea recta y que no debemos
desviarnos en nuestro camino.

Si cumplimos todo esto y aplicamos todo lo ya dicho veremos


que toda la energía aplicada proveniente del Espíritu (la Fuerza
Universal que el mazo aplica) alcanzará a la materia. Se cum-
plirá el viejo adagio que afirma que como es arriba es abajo.
Queda mucho por aprender del humilde Cincel que recibe gol-
pe tras golpe. No lo veas como algo simple y secundario piensa
que esa creencia debe de ser muy equivocada si, como ya sa-
bes, era la única herramienta que el masón tenía en propiedad.
89
LA REGLA DE 24 PULGADAS.

Vivimos en un mundo tridimensional donde precisamos medir-


lo todo. Si una herramienta es adecuada para medir el espacio
esta es la regla. Sin embargo, como todo en cualquier Orden Ini-
ciática (incluida la masónica), las cosas no son tan sencillas. En
Masonería se emplea la regla de 24 pulgadas y es mucho más
que una simple regla para medir distancias entre dos puntos.

En mano de un aprendiz, la regla le permite controlar la forma


de su piedra bruta y ajustar tanto su verticalidad como su ho-
rizontalidad; pero dado que todo posee un aspecto especulati-
vo, la regla ha de indicar alguna virtud o aspecto de comporta-
miento deseable en el hombre. Nunca mejor dicho, una regla de
vida y conducta.

Nos han enseñado que todo tiene su momento, o como dice el


refrán: “una cosa para cada tiempo y un tiempo para cada cosa”.
Las 24 divisiones de la regla nos recuerdan el día y sus 24 horas,
las cuales, divididas por la edad del aprendiz nos da tres grupos
de ocho horas. Es decir, 8 horas de trabajo, 8 horas para comer,
estudiar y disfrutar y 8 horas de descanso. Nos marcamos así
una primera regla de comportamiento diario que nos ayuda-
rá en nuestro camino y perfeccionamiento puesto que protege
nuestra salud proporcionando al cuerpo el tiempo necesario
para su recuperación sin olvidarse de la necesidad de estudio y
la práctica (el trabajo).
90
La regla nos recuerda que la medida ha de estar también pre-
sente también en todas las manifestaciones del espíritu, que
han de ser ajustadas en su formulación e intensidad. Así pode-
mos decir que existen siete reglas básicas o sentidos que todo
hombre debe cumplir siempre

Sentido de la Existencia: la atención equilibrada en la sensación


física. Son nuestros sentidos los que nos informan de nuestra
existencia. Estamos vivos por algo y para algo, no es posible
que nuestra existencia no tenga sentido pues el Gran Arquitec-
to no trabaja ocioso sino con una idea y una meta establecida
.Todo lo creado tiene un porque y una razón de la cual no somos
excepción.

Sentido de la Armonía: la voluntad de conocer equilibrada por


la pulsión sexual. El conocimiento precisa de voluntad pero los
bajos instintos pueden conducirnos a los vicios. Hemos de equi-
librar y medir ambos, recordar que todo es bueno en su justa
medida. Midamos pues en todo momento.

Sentido de las Relaciones positivas entre los hombres que es el


sentimiento ordinario equilibrado con la inteligencia ordinaria.
Debemos mantener relaciones de amor y amistad con todos los
semejantes; pero también es cierto que no todos querrán hacer
lo mismo; por lo tanto hemos de emplear nuestra inteligencia
para, si dejar de amar al Ser Humano, protegernos ante aquellos
que no obran como es deseable.

Sentido del Valor, que es la compasión equilibrada con la in-


teligencia. La compasión hacia todo Ser viviente es una de las
virtudes que más valora el Espíritu, pero la compasión ha de ser
aplicada inteligentemente. El Valor sin sentido pierde su valor.
Valiente es aquel que actúa inteligentemente una vez sopesa-
dos los riesgos de sus actos.

Sentido de la Verdadera Ciencia, que es el equilibrio entre la


91
Sabiduría y el Conocimiento. El conocimiento no es Sabiduría.
El primero puede tenerle cualquiera, el segundo no. El Sabio lo
es porque ha dado el siguiente paso: Aplicar su conocimiento
en el día a día. Algo tan simple y a la vez tan difícil.

Sentido de la Justicia y el Orden, que es el Conocimiento equi-


librado con la Inteligencia. Un conocimiento de las leyes, tanto
humanas como Divinas, nos impulsa a actuar en todo momento
de acuerdo con dichas leyes. El Gran Arquitecto ha ordenado
todo para eliminar el Caos. Sus leyes no son arbitrarias ni un
antojo. Son justas y encaminadas hacia el Orden Universal. La
inteligencia debe actuar en el Ser Humano para permitir dis-
cernir unas leyes de otras que, aparentando ser Divinas, no lo
son. Toda ley que vaya contra la Justicia y el Orden será siempre
humana y nada virtuosa, lo cual nos obligará a combatirla en
harás de nuestra misión de defensa de la Justicia y el Orden.

Sentido de la Compasión, que es la Sabiduría equilibrada con


el Sentimiento común. Evidentemente, si uno posee Sabiduría
no tendrá duda de que su primera obligación es servir a los
demás. ¿Existe alguna forma mejor de servir al prójimo que la
compasión bien entendida? La compasión, al igual que la cari-
dad con la que muchas veces se confunde, jamás debe denigrar
a quien la recibe ni ensalzar a quien la aplica. Es un acto que
debería verse tan natural como el respirar.

Volviendo a su uso geométrico, la regla permite unir dos puntos


en el espacio. Y la línea recta que los une es la distancia más
corta entre ambos. Aplicando este conocimiento a la parte es-
peculativa nos indica que establecido el punto de salida (nues-
tra piedra bruta) y el punto de llegada (nuestra piedra pulida),
no debemos desviarnos del camino. Hemos de cumplir las re-
glas establecidas sin vueltas y reviravueltas o solo conseguire-
mos que el tiempo se alargue. Así lo saben los masones y así lo
han señalado. Recuerde el que me lee como camina el aprendiz,
el compañero y el maestro. Todos ellos, al final, regresan al pun-
92
to medio. Punto medio que siempre se encuentra sobre la línea
recta que une su comienzo de camino y su final.

El trayecto más corto siempre es la línea recta y así debemos re-


cordarlo siempre. Tenemos una misión que cumplir y nada debe
impedirlo. Solo fijando nuestra vista en la meta y manteniendo
nuestra voluntad firme podremos lograr nuestros objetivos.

Y no olvidemos que igual que la regla de los masones operati-


vos era vital para construir el templo en edificación, la regla del
masón especulativo lo es para construir su Templo Interior.

Tomando las palabras de Mainguy: “La regla utilizada de la ma-


nera correcta ayuda al masón a encontrar la medida, la precisión y
la corrección en su conducta, el orden inherente a todas las cosas,
la disciplina diaria, la presencia en el instante, la atención a todo
lo que hace, la constancia en su libremente asumido compromiso
de realizar la construcción de su templo interior.”

LA PALANCA

Vamos a hablar de una herramienta singular, vamos a hablar de


la palanca. Esta herramienta no sirve para tallar la piedra, pero
es indispensable en toda construcción al permitir mover y colo-
car en su lugar piedras de gran tamaño. Su manera de trabajar
es peculiar pues, la fuerza no viene de uno mismo, sino que se
aplica sobre ella y, cuanto más lejos se aplica del objeto a mo-
ver, mayor facilidad para hacerlo.

Aprendemos así que lo más cercano no siempre es lo mejor,


que muchas veces es necesario tomar distancia para lograr los
objetivos pensados.

Pero volvamos a la herramienta de la que te hablo aquí, la pa-


lanca. Todos sabemos que cuanto más lejos nos encontremos
con mayor facilidad conseguiremos levantar el peso (recorda-
93
mos que la palanca masónica es de primera clase). El secreto es
pues la distancia. Si queremos levantar algo con nuestras manos
debemos acercar el peso lo más posible al cuerpo para hacerlo,
pero con la palanca es justamente lo contrario: hemos de situar-
nos lo más lejos posible en la palanca.

Si analizamos lo dicho anteriormente vemos claramente que


es preciso tomar distancia. Desde un punto de vista hermético
nos dice que es preciso alejarse, tomar distancia, para tener un
punto de vista de conjunto ante las dificultades. Vulgarmente
decimos que muchas veces el árbol no deja ver el bosque, es
preciso alejarse, subir a una montaña y contemplar el bosque
en conjunto para poder apreciar su completa belleza. Lo mismo
ocurre con el ser humano. Nuestra Alma, lo más valioso que el
hombre posee, no es percibida si miramos muy de cerca, ve-
remos un vacío y ecos de lo que creemos ser. Nuestra mente
se centrará en lo que tiene más cerca y nos confundirá; pero,
si tomamos distancia veremos que nuestra conciencia, nuestra
visión de nosotros mismos, empieza a tomar perspectiva, y de
94
esta manera, al no estar pegados y confundidos con uno mis-
mo, nuestra fuerza empieza a crecer. Sin embargo, al principio
parecerá que es todo lo contrario, que alejarse nos hace más
débiles, más vulnerables. Sin embargo, no es así.

“Realiza por tanto ese esfuerzo de elevar tu conciencia sobre


ti mismo, y luego busca un punto de apoyo justo y fiable. Ese
será el punto, que absorberá realmente la fuerza, proyectada
posteriormente, multiplicada ella misma, por cien o mil, y que
proporcionará movimiento al peso imposible. Ese punto de
apoyo no está fuera de ti, si no que es el punto central de todo
tu ser. Es el único lugar, que realmente tiene una cualidad noble
y distinta; es el único lugar en el que el hombre puede apoyar
sus acciones para situarse fuera de la influencia de la ley del
accidente. Aprende a encontrar este punto central y habrás co-
menzado a resolver el enigma de la cuadratura del círculo”[Jato,
Jose Miguel – Secreta Scala Artis (Los catecismos de Knum I)]

Vemos pues que más que nunca, es necesario el VITRIOL, cono-


cernos y rectificarnos por dentro pues, es justamente en nuestro
interior donde se encuentra el punto de apoyo necesario para
que nuestra Alma pueda ser reconocida y purificada, espiritua-
lizada, y avance en su camino. Sin embargo, no solo existe este
punto de apoyo o, mejor dicho, este punto de apoyo se forma
con la unión de otros dos respondiendo así a la conocida Ley
del Triangulo por la que de dos puntos, acciones o estados se
genera siempre un tercero. Es el paso del dos al tres, de la dua-
lidad a la trinidad que representa la vuelta a lo divino, a la ge-
neración y la creación a escala humana pues, solo el Uno, solo el
GADU puede crear directamente.

El primer punto donde se ha de apoyar el hombre es «la Com-


pasión». Este punto de apoyo es el lugar desde el cual el hom-
bre debe asentar su manifestación sentimental. Decía el gran
Chico Xavier “Sin compasión, sin caridad, no hay salvación” Y
así es. El ser humano ha venido a este mundo para servir a sus
95
semejantes. Cuanto más nos purificamos y elevamos hacia la
consciencia de nuestra Alma más nos damos cuenta que lo ver-
daderamente importante es el trabajo realizado para ayudar a
los que más lo necesitan. “Dar es mejor que recibir” nos han di-
cho siempre los grandes maestros de todos los tiempos. Deja
que la compasión sea la fuerza motora que tire de todo su ser.
Los sentimiento son fuego, fuego en el corazón, que calienta y
alumbra tu Alma y a todos los que a ti se acerquen. La compa-
sión es un crisol donde todo lo malo se quema porque aquel
que hace lo correcto, atrae, antes o después, lo correcto.

El segundo punto de apoyo sobre el cual has de afianzarte es la


Justicia…y no te será fácil. El mundo está repleto de gente mala
e injusta de la cual, aplicando el primer punto anterior, deberás
tener compasión. Será esta una prueba de fuego que deberás
pasar en tu camino hacia la Luz. Verá también que la justicia hu-
mana, como todo lo que no es Divino, es falible y muchas veces
injusta. Lo legal no siempre será justo; pero poco podrás hacer
para cambiar muchas de estas injusticias; mas debes intentar-
lo. Como Iniciado tienes el deber de señalar todo lo que no es
correcto y está será otra de las pruebas de tu camino pues ir
contra lo establecido hará que muchos te den la espalda y te
señalen como alguien problemático, que ataca los status esta-
blecidos. Jamás dejes que esto de impida señalar lo injusto.

Lo injusto suele surgir por beneficio de quien crea la ley para


ganancia propia. Cuando el hombre se apega a una idea y de-
sea algo no razona justamente, se centra en lograr su objetivo a
toda costa sin pensar si es justo lo que hace, si aquello que ansía
debe o no se poseído por su persona, El individuo se materia-
liza y lo desea todo, ya no se trata de compartir, de ayudar a los
demás, sino de poseer y ayudarse a uno mismo. No caigas en
este vicio, piensa en todas las guerras absurdas que tienen su
origen en este vicio individual y colectivo del hombre.

Haz uso de la palanca para, incrementando la distancia en su


96
visión, mover el obstáculo. Podrás así apreciar si lo que haces es
justo o no porque conseguirás ver como tus decisiones afectan
al resto de los seres humanos, a la naturaleza y a todo lo que te
rodee. Evitarás la obsesión, que es lugar desde el cual, los hom-
bres que no han aprendido el Oficio y que desconocen el Arte,
ven y explican el mundo.

Aprende por tanto bien esta herramienta, aprende a encontrar


los obstáculos que hay que mover y que el accidente depositó
en el suelo. Aprende a buscar el punto de apoyo que no está
influido por esta ley, y aprende sus dos expresiones: la Compa-
sión y la Justicia.Aprende todo esto, primero en tu alma, y luego
ve a la Obra, a ser digno Artista al servicio del Supremo Arqui-
tecto.

LA PLOMADA.

“El SEÑOR me mostró otra visión:


Estaba El de pie junto a un muro construido a plomo,
y tenía una cuerda de plomada en la mano”.
Amos 7:7

97
La “Enciclopedia de la Francmasonería”, de Albert Gallatin Mac-
key, destaca que La Plomada “Es el símbolo de la rectitud de con-
ducta, e inculca esa integridad debida, y senda sin desvío de la
rectitud moral que sólo distinguen al hombre bueno y justo”.

Aplicando la plomada en nuestras decisiones debemos ser


como ella, recta y justa. La plomada no admite desviaciones
pues se rige por una Ley Natural inmutable, la ley de la grave-
dad. Ley que nadie puede ignorar ni dejar de cumplir. Así, al
igual que la plomada no puede más que, atraída por la grave-
dad, marcar una línea recta perpendicular al suelo; así nosotros
debemos tener un comportamiento recto, justo, bondadoso, mo-
derado, sabio y estrictamente apegado a la verdad.

He conocido a mucha gente culta, con grandes conocimientos


sobre los más diferentes temas que, a la hora de aplicarlo lo
hace solo en su propio beneficio, ignorando –cuando es nece-
sario– la igualdad, la equidad y la justicia de las acciones rea-
lizadas sobre la vida del resto de la humanidad. Es un compor-
tamiento egoísta que refleja una vez más que conocimiento y
sabiduría no siempre van de la mano. Debemos tener presente
que el conocimiento no es de ninguna utilidad sino se refleja
en la conducta y se lleva a la práctica. El conocimiento que se
aplica a la práctica es Sabiduría.

Sin embargo, sin la plomada que todo lo alinea con la Ley Na-
tural, de poco nos pueden servir el resto de herramientas. Nos
enseña claramente que existen leyes que no podemos eludir
y que sin cumplirlas nada más es posible. Por muchas piedras
que tengamos, por muy cúbicas que estas sean, si no hacemos
uso de la plomada, la pared o torre construida fuera de la verti-
calidad acabará por caer. Aprendamos pues de la humilde plo-
mada que aceptar leyes no siempre es sucumbir a los deseos
de otros seres humanos, no siempre es rebajarse ante el poder
Divino o de la Naturaleza, sino que es reconocer que existe una
sabiduría intrínseca en cada ley Natural que permite una evolu-
98
ción y la existencia de un camino que permite nuestra elevación
hacia la Luz. La Leyes Naturales, y las humanas justas, existen
porque es preciso un orden porque del caos nada surge.

Nos enseña la plomada también que nada es lo que parece ser.


Las rectas paralelas no existen pues, aunque así lo digamos, las
perpendiculares lo son con respeto a la Tierra. Solo si esta fuese
plana podríamos hablar de auténticas paralelas, pero ¡La tierra
es redonda! Por lo que no existen tales paralelas. A la escala
humana no hay diferencia, pero a medida que elevamos la línea
hacia el Universo, estas se alejan más y más entre ellas. Todo
tiene, pues, dos puntos de vista, el aparente y el real. Vivimos
en un mundo de apariencias y conocemos pocas realidades; es
nuestro trabajo ir descubriendo estas con paciencia, estudio y
razonamientos y, por supuesto, aceptando que en todo lo que
creemos y vemos podemos estar totalmente equivocados.
99
Llevando un poco más lejos las paralelas generadas por la plo-
mada, vemos que la gravedad atrae el peso de la plomada ha-
cia la superficie terrestre, y ello sucede por igual en cualquier
parte del globo terráqueo. Es lógico pensar que el punto de
atracción es el centro de nuestro planeta. Dicho de otro modo,
todas las perpendiculares convergen en el centro de la Tierra
tal y como se aprecia en la figura lateral. Cada recta es perpen-
dicular en el punto, pero la curvatura de la Tierra hace que no
sean paralelas como se esperaba. Es más, vemos que se alejan
más y más en la distancia.

Nos enseña esto que es necesario tomar distancia para obtener


una visión de conjunto y real de las cosas. Nuestra pequeñez
comparada con el planeta que habitamos nos lleva a creer que
la tierra es plana cuando es curva en toda su extensión. Nuestras
construcciones, si tuviésemos la facultad de medirlas con total
exactitud serían mucho más grandes en la altura que en la base
pues, como ya vimos, las “paralelas” se alejan en la distancia.

Y finalmente, nos enseña que todo parte de un único punto, que


el UNO es la fuente de todo. Todo existe a partir de un punto
común al que llamamos Gran Arquitecto de Universo. El empleo
de la plomada nos recuerda en todo momento que estamos
unidos al origen, al Creador, pues su presencia, representada
por la gravedad que atrae el peso de la plomada, siempre está
presente. Es solo cuestión nuestra aprender a verlo y recuerda
siempre que pienses que el Gran Arquitecto no está ahí que el
maestro siempre está en silencio durante las pruebas y nuestra
prueba es justamente la vida en la cual podemos aprender y
perfeccionarnos.

No os quepa duda: la plomada es un instrumento perfecto, y


como es así, también tiene la autoridad de denunciar a todo lo
que se sale de la perfección. Como bien dice Herrera Michel;
“al igual que en la construcción de un muro, la plomada no inter-
100
viene al principio del trabajo sino cuando ya va adelantado y se
usa para ir verificando si posee la rectitud correcta, con el fin de
corregir las desviaciones o errores que pudieren haberse pre-
sentado en el avance de la obra.”

Es así que en todo nuestro camino hacia la perfección hemos


de hacer uso de la plomada para ver nuestras desviaciones y
corregir los errores que tengamos durante el proceso. No llega
el caminar y el aprender, sino que hay que hacerlo de modo
correcto y solo verificando con una herramienta sagrada, que
obedece a una ley Natural inmutable, se puede tener la certeza
del veredicto que esta arroje.

Es así que la plomada se convierte en nuestra herramienta per-


sonal, en nuestra consciencia propia que permite que distinga-
mos el bien del mal sin que nadie deba venir a decirnos lo que
está bien y lo que está mal. Representa el conocimiento activo
que surge de nuestro centro, del punto de convergencia y cuyos
radios, al modo de las perpendiculares que comentamos en el
ejemplo de la Tierra, se irradian hacia nuestro exterior en todas
direcciones porque, lo recordamos una vez más, y serán pocas,
de nada sirve todo lo que aprendamos si no lo transmitimos a
los que nos siguen en el camino.

EL NIVEL.

El nivel es la joya que porta el Primer Vigilante. Nos encontra-


mos ante una de las herramientas usadas por los obreros más
simple en apariencia y de costo material casi insignificante; sin
embargo, es un símbolo que guarda principios y enseñanzas
fundamentales tanto para los masones como para el progreso y
evolución de los profanos y, por extensión, de los pueblos.

No se tiene certeza de quien fue el inventor del nivel es la ver-


sión más clásica, la mostrada en la imagen lateral. Algunos di-
cen que Dédalo, tras su huida del Laberinto de Creta (1300 ac)
101
pero otros autores indican como su creador a Rihcus, arquitecto
del Laberinto de Samos o incluso a Teodoro, arquitecto del Tem-
plo de Samos. Sea como sea, lo cierto es que este útil es muy
antiguo.

A poco que nos fijemos nos daremos cuenta que el nivel es en


realidad una plomada suspendida del vértice de una estructura
cuyo ángulo superior es de noventa grados. Por lo tanto, el nivel
incluye en si mismo a la plomada, lo cual indica que antes de
usar el nivel es preciso conocer la plomada.

La función de todo nivel es marcar la horizontal, pero para ello


es preciso que la vertical cruce el punto medio de su base, es
decir el nivel no sólo presupone la plomada, sino que la con-
tiene y es su resultado. Es imposible saber si una recta es real-
mente horizontal por ella misma, puede parecerlo y estar sin
embargo sesgada, inclinada hacia cualquier aspecto o tenden-
cia particular; la única forma de verificar su horizontalidad es
comprobando que la plomada la atraviesa por su punto medio,
102
es decir por su centro. Desde un punto de vista místico, la ver-
tical de la plomada fecunda la horizontal haciéndola por tanto
generosa y bella, reflejo de la Verdad. Esta Verdad no deja de
ser una cruz en cuyos extremos se colocan los cuatro elementos
(Aire, Agua, Tierra y Fuego) y cuyo punto de corte, el centro, re-
presentaría la quintaesencia, la rosa de los rosacruces, el alma
interior, el fuego interno, el vitriol…

Recuerde el lector que la plomada marca la rectitud, y esta rec-


titud es imprescindible para buscar la igualdad. Esta igualdad
es otra de las enseñanzas del nivel. Su uso nos permite deter-
minar la diferencia de altura entre dos puntos y es fundamental
para obtener la horizontal de un plano. Es del todo claro que si
dos puntos están unidos por una recta horizontal, ambos puntos
se encontrarán a la misma altura.

Aplicado el conocimiento del párrafo anterior a los problemas


de nuestra sociedad veremos que derivan, justamente, de la di-
ferencia de nivel entre sus clases. Nada malo hay en ello, pues
no todos podemos tener lo mismo, pero si podemos no hacer
uso de estas diferencias de clases para someter a los inferiores
o creernos superiores a los demás. El nivel es un símbolo de
Igualdad y nos enseña que debemos despojarnos del orgullo
basado en una eventual y transitoria posición superior, sea ma-
terial o intelectual y considerar a todos los seres humanos como
iguales y al mismo nivel. Recordemos que estamos en esta vida
de modo temporal y nada de lo que aquí consigamos podremos
llevarnos con nosotros salvo nuestros actos. Todo lo demás, ri-
quezas, posesiones aquí se quedarán. Sin nada venimos y sin
nada nos iremos – dicen las escrituras antiguas.

Ahora bien, es importante definir de qué Igualdad estamos ha-


blando. Porque igualdad no es hacer a todos los humanos clo-
nes unos de otros. Sin querer entrar en debates sesudos sobre
este tema, no creo que nadie dude de que no podemos exigir
las mismas obligaciones a aquellos privados de capacidad in-
103
telectual o física. Incluso se plantea, en la sociedad actual, si da-
das sus carencias deberían tener más o menos derechos que
las personas catalogadas como normales. Se nos plantean así
dos preguntas cuya respuesta creo que debe ser SI, pero con
matices.

¿Igualdad intelectual? Si, pero entendida desde el punto de que


todas las personas tengan las mismas oportunidades y medios
de poder desarrollarla.

¿Igualdad material? Si, pero siempre que sea obtenida por su


esfuerzo y no entregada a quien nada se ha esforzado y no me-
rece por lo tanto tenerla.

Resumiendo, debemos luchar por la igualdad de condiciones


y orientarlas de tal modo que todos los seres humanos puedan
conseguir el mismo nivel si lo desean, lo buscan y trabajan para
ello.

No es mi intención extenderme mucho más sobre el tema. Exis-


te amplia bibliografía sobre el tema del nivel y el debate de
la igualdad. Simplemente permitirme que esquematice en dos
puntos las enseñanzas del nivel.

Igualdad de los masones: Todos los masones somos iguales, si


bien es cierto que toda Logia Masónica solo tiene un líder, que
es el Venerable Maestro, su poder se debe al reconocimiento de
sus hermanos que lo han situado en dicho puesto. El Venerable
no es más que un Primus Inter Pares, es decir, el primero entre
los iguales. Bajo ningún pretexto se puede pretender una jerar-
quía de clases al interior de la Orden.

Trabajar por un mundo más igualitario: Todos sabemos que un


masón lo es las 24 horas del día y que sus actos en la sociedad
han de ser reflejo de todo el perfeccionamiento que obtiene
en el templo. El masón enseña con sus actos y no con sus pala-
104
bras –se suele decir– y en ello debemos poner nuestro empeño.
Aunque no debemos ser orgullosos puesto que solo hacemos
nuestro trabajo, si podemos decir que grandes logros como los
principios de los Derechos humanos deben mucho a la masone-
ría. Sin embargo, nuestro trabajo no estará completo hasta que
toda la humanidad tenga derecho a la igualdad de oportunida-
des, debemos trabajar para, en palabras de nuestro hermano
Iván Herrera Michel, trabajar “a favor de crear las condiciones
necesarias para una humanidad más horizontal en sus condicio-
nes de vida y en sus oportunidades, en la que todos los hombres
y mujeres tengan los mismos derechos”.

LA ESCUADRA.

La escuadra es el símbolo de la perfección. Con su ayuda po-


demos comprobar la perfección del ángulo recto en las piedras
cúbicas. Desde el punto de vista operativo eso nos permite ase-
gurar que unas piedras encajarán a la perfección con todas las
que le rodeen y asegurar que el muro construido con ellas será
firme y seguro. Cualquier pequeña desviación, cualquier error
en el escuadramiento pondrá en peligro, sino toda la construc-
ción, si la parte afecta de la misma.

Desde el punto de vista especulativo podemos considerar que


el escuadramiento de la piedra es extensible al escuadramiento
de nuestro carácter y acciones. El comportamiento del ser hu-
mano debe ser perfecto, de acuerdo a las normas establecidas,
desde cuando estas sean justas y adecuadas a la convivencia
humana.

Nos dice esto que no es mejor persona quien cumple siempre


las normas, pues algunas normas pueden no ser adecuadas. En
cuyo caso estaríamos obligados a rechazar dicha norma, a de-
nunciarla y cambiarla en aras de la igualdad y la justicia que
debe presidir todo comportamiento humano.

105
La escuadra, realmente, no es un útil de trabajo que modifique
la materia, es, simplemente, un útil que verifica que el trabajo
ha sido realizado correctamente. El trabajo de escuadrar una
piedra se realiza por medio del mazo y el cincel, eliminando
las pequeñas imperfecciones que la piedra pueda presentar –a
veces no tan pequeñas. Es una vez terminado el trabajo que se
echa mano de la escuadra para poner en evidencia si lo hemos
logrado o no.

En virtud de todo lo dicho es normal que la escuadra sea una


herramienta del maestro pues este ha de verificar que el tra-
bajo y los conocimientos depositados sobre sus alumnos están
dando el fruto perseguido. El maestro puede enseñar pero tam-
bién es su trabajo comprobar que los cambios necesarios en
sus alumnos se van produciendo.

Una escuadra no deja de ser la mitad de un cuadrado. Con la


escuadra solo es posible trazar figuras cuadradas y, simbólica-
mente, toda figura cuadrada representa a la Tierra, a lo terranal
o material. Del mismo modo que todo lo circular representa a
lo divino, al cielo. La escuadra como Símbolo Masónico es tan

106
antiguo como la misma Masonería, pero su uso en las Artes Grá-
ficas se remonta hasta la Edad Media, puesto que fue adoptada
desde entonces, por nuestros Hermanos Albañiles organizados
en Potencia Especulativa por aquella época.

La escuadra que es formada por la partición diagonal de un


cuadrado posee dos lados perfectamente iguales. Dichos lados
se han asociado desde siempre a dos virtudes, pero estas varían
de acuerdo al autor. Para algunos representan las virtudes de la
equidad y la justicia, para otros las de la moderación y la razón
y para otros el equilibrio entre la lógica o la razón y lo espiritual.
Pues, todo lo dicho, tomemos el par de virtudes que tomemos,
debe estar en equilibrio tal y como la escuadra –sus lados– es-
tarán si la tomamos por el vértice que forma.

Independientemente de las virtudes que asignemos a la escua-


dra está claro que las enseñanzas que se desprenden de la mis-
ma son de incalculable valor pues, siendo importantes todas las
virtudes, nos indica que están deben estar en equilibrio. No es
posible la perfección si una virtud supera a la otra en nosotros.
No podemos ser más justos que equitativos o más moderados
que razonables. Hemos de llevar todas esas virtudes a su mayor
grado y, si lo logramos, se producirá una igualdad, un equilibrio
entre todas ellas.

A modo de conclusión indicaré que la escuadra se encuentra


“camuflada” en otra herramienta ya tratada, el nivel.

Si tomas la escuadra por su ángulo y colocas una plomada en


la misma habrás generado un nivel. Tan solo precisarás colocar
una regla uniendo ambos lados de la escuadra para marcar su
punto medio. Cuando la cuerda de la plomada se encuentre en
dicho punto, podrás determinar la horizontal sin error alguno.

Lo que quiero indicar con este ejemplo de conclusión de este


trabajo es que todo está relacionado. Aprendemos a usar las he-
107
rramientas simples como el mazo y el cincel, la plomada y la
palanca y otras muchas, pero ciertas herramientas no son sino
la unión de otras más simples.

Es el camino que todo inciado debe seguir partiendo de lo sim-


ple hacia lo compuesto y más complicado. Por ello, debe el pro-
fano tener paciencia para poder ser iniciado, debe el aprendiz
tener paciencia para ser elevado a Compañero y llegar final-
mente a Maestro. No adelanta apurar porque sin la base firme
que nos permite ver con amplitud el resto del camino no es po-
sible seguir adelante.

Aquí hemos visto que el nivel es en realidad la unión de dos he-


rramientas por lo que su estudio pormenorizado debería incluir
a dichas herramientas para ser completo. Es la enseñanza que
todo maestro debe inculcar a sus alumnos: no te quedes con la
apariencia, detrás de todo, de cada cosa que aprendes, puede
haber más, mucho más. La gente normal, los profanos, no ven
más allá. No lo necesitan ni lo buscan; pero tu, que quieres saber
más, debes ver más allá de lo aparente. Ese es tu trabajo como
iniciado. Pero recuerda siempre avanzar y actuar de acuerdo al
uso de la escuadra: se virtuoso, se justo, se equitativo, se razona-
ble,…en síntesis busca el equilibrio de todas las virtudes, pule
tu piedra de imperfecciones y usa la escuadra para ir verifican-
do tu avance, detectar tus errores y poder pulirlos.

EL COMPÁS.

El compás es el símbolo de la perfección. Solo con ayuda del


compás es posible trazar la más perfecta de las figuras geomé-
tricas, aquella que no posee lados o, si se quiere ver de otro
modo, aquella que posee infinitos lados. Estamos hablando de
la circunferencia que da lugar al círculo.

El circulo representa lo divino, la perfección de perfecciones.


Nada hay igual a El, ninguna figura se asemeja a El. El está en
108
todas partes del mismo modo que la circunferencia puede de-
cirse que es un número infinito de lados.

El compás representa lo más perfecto, lo infinito, el Creador. Tó-


malo siempre con prudencia, con el mayor de los respetos y
nunca antes de haber entendido y trabajado las demás herra-
mientas que se te han proporcionado. El compás es la perfec-
ción, solo comprendiendo las herramientas anteriores y el com-
pás podrás alcanzarla; pero, hay de ti si eso pretendes. Jamás
lo lograrás. Solo el Creador es perfecto. Podrás acercarte a él
pero jamás podrás igualarlo. Comprender el compás en toda su
extensión es imposible para el mortal humano. 1

Lecciones muy importantes sacarás del estudio del compás,


pero la más clara, la primera que te enseñará es que todos los
puntos son iguales. En la circunferencia no hay un punto que
destaque sobre los demás, todos forman la circunferencia, todos
son necesarios y ninguno puede ser excluido o ya no tendremos
109
una circunferencia. Aplica eso a los ciudadanos que te rodean,
que todos sean iguales para ti, ninguno superior o inferior a los
demás. Todos son necesarios para que la sociedad avance: tan
importante es el ingeniero que ha diseñado algo como el obre-
ro que siguiendo sus instrucciones lo construye. Uno no puede
trabajar sin el otro. Todo está interrelacionado.

Te enseña también que has de ser ecuánime y colocarte en el


medio de todo. La circunferencia trazada con el compás solo es
posible situando una de las puntas en lugar firme y seguro y
moviendo la otra usando la primera como eje. Ese punto central
se encuentra a la misma distancia de todos los demás, ni más
cerca ni más lejos de ninguno de ellos. Ese punto central he-
mos de ser nosotros tratando a todos por igual; pero para poder
hacerlo has de estar firme en tus decisiones porque no toda la
sociedad entenderá que trates por igual al poderoso y al pobre.
Solo permaneciendo firme en tus convicciones como la punta
apoyada en el centro será posible que actúes así.

Esa fortaleza solo la lograrás cuando interiorices lo que real-


mente eres, lo que todos los hombres somos en realidad, y per-
cibas que lo importante se encuentra en el Oriente Eterno y no
en la Tierra temporal donde estamos morando ahora. Deberás
comprender tu verdadera naturaleza y para ello, el compás te
muestra el camino. La circunferencia perfecta, el símbolo de
la perfección y el Creador solo son posible con un centro. Has
de encontrar el centro para poder trazarlo. Así, de ese mismo
modo, has de buscar tu centro, has de mirar en tu interior, es tu
VITRIOL, el punto que te permitirá comenzar a comprender la
grandeza de la creación y acercarte a su entendimiento. Acer-
carte a la circunferencia divina y al compás que la genera. Co-
menzarás a comprender la herramienta y comenzarás a verla
con el respeto que merece porque te darás cuenta que es la más
sagrada de todas las herramientas, te darás cuenta que es la
herramienta que te guía en el último tramo del camino que has
iniciado hacia la Luz y te darás cuenta que es la herramienta que
110
solo el Creador puede manejar a la perfección para completar
su obra.

El compás muestra lo divino del mismo modo que la escuadra


representa lo material. El símbolo masónico es claro sobre ello
y el avance a lo largo de sus grados te lo muestra sin velos. Al
principio lo material se encuentra sobre lo divino, luego se en-
trelaza y al final lo divino se encuentra sobre lo material. No
quiere esto decir que solo a la muerte seas perfecto, lo perfec-
to no existe ni siquiera en la muerte ya que solo el GADU lo
es. Pero acercarse a lo divino es posible incluso en la vida. El
111
desapego por lo material, el apego hacia lo existencial, hacia
lo espiritual, te acercará al Arquitecto de los Mundos y una vez
comprendido lo que eres y hacia donde deber dirigir tus pasos
comprenderás por qué has necesitado bajar a lo material para
perfeccionarte. Comprenderás que tu alma inmortal es pura
pero no perfecta porque ningún mérito tendrías si la perfección
te hubiese sido dada. El Gran Creador te ha dado la libertad,
el mayor de los regalos posibles y esta libertad solo es posible
gracias a la imperfección y el libre albedrio. Tu y solo tú eres
responsable de tu avance gracias a las elecciones que hagas.

Si te has fijado en el compás verás que su grado de apertura


cambia en virtud del avance que has logrado en la orden y pue-
de ser de 30 – 60 o 90 grados de amplitud. Algunos autores citan
las medidas de 45, 60 y 90 u otras similares; pero la de 90 grados
siempre es coincidente. El ser humano no puede comprender
más allá, no puede comprenderlo todo y la apertura máxima –
180º– es la apertura que le correspondería al Creador que todo
lo sabe.

Para terminar podemos decir que el compás abierto simboliza


el trabajo. Solo cuando los trabajos están abiertos se coloca el
compás en su lugar sobre el ara y se abre en alguno de los án-
gulos ya descritos. Cuando los trabajos se cierran, el compás se
guarda pero con las puntas cerradas. Vemos así que el compás
puede representar tanto el trabajo necesario para instruirnos y
avanzar como el descanso necesario para lograr la introspec-
ción, la calma y la tranquilidad en nuestras vidas. Parece como
si el compás lo englobase todo y así ha de ser. ¿Acaso aún no
has comprendido que el compás representa al Creador que
todo lo engloba?

Así pues, mira al compás con el máximo de los respetos porque


cuando lo miras estás mirando la herramienta del Creador. Es-
tas mirando lo más sagrado que cualquier hombre puede tener
en sus manos.
112
MUJERES MASONAS
Yolanda Alba.

A lo largo del devenir histórico, a las mu-


jeres –la mitad del Cielo como las des-
cribía Mao–, es decir, a media Humani-
dad, se le negó el derecho a la Libertad
en toda su extensión. Y ellas lucharon
por reconquistar sus derechos viola-
dos, se fueron imponiendo para que su
voz fuera escuchada y sus pensamien-
tos respetados. Fueron descorriendo
el velo de la ignorancia y la esclavitud,
abriendo un sendero de luz hacia la Li-
bertad plena. Contradictoriamente, por
muchos siglos consideradas la mitad
esencial de la Iluminación espiritual, es-
tuvieron y todavía están ausentes de las
jerarquías de casi todos los templos del
mundo.

Tradición versus modernidad

Se suele suponer históricamente que la


imagen cultural del padre se produjo
“hace alrededor de 8,000 años” (Gérard
Mendel, 1968). Sería el comienzo de los
grandes sistemas patriarcales, el nuevo
orden mundial al que acompaña el cam-
bio de sexo de todas las divinidades
primigenias; hasta entonces no habrían
existido sacerdotes ni dioses sino sola-
mente una diosa universal y sus sacer-
dotisas. El Patriarcado se basa en la ne-
gación de la autoridad espiritual de las
mujeres y la negación de la divinidad
113
femenina. Existe una relación entre la posición históricamente
inferior de las mujeres y la desaparición de la diosa, del mismo
modo que hay un paralelismo entre el papel dominante de los
hombres y el monoteísmo (masculino).

Cuando el lado femenino de la Humanidad comienza a hacerse


notar en las Ciencias, las Artes y el Pensamiento es precisamen-
te a partir del siglo XVIII (independencia de América, Revolu-
ción Francesa, Ilustración). A partir de ese momento histórico
desencadenante del pensamiento liberal, es cuando nombres
femeninos comienzan a aparecer en ámbitos hasta entonces
vedados, irrumpen con fuerza –y a regañadientes–, y muchos
varones tienen que reconocer su valía. La corriente feminista
brota en Francia con impulso tal que llega a inundar los campos
de la Franc-masonería, en la cual aparecen inteligentes, activos
y denodados partidarios del reconocimiento de los derechos
a la mujer para que por propios merecimientos pueda entrar
con plenitud de derechos en los templos masónicos (Descartes,
Condorcet). Estábamos ante uno de los momentos históricos
más importantes para el futuro de la Humanidad. Estaba ger-
minando otra revolución que trastocaría el orden social hasta
entonces establecido: la emancipación de las mujeres. Por todo
ello es muy natural que, dentro de todo este auge de conoci-
mientos, a las mujeres les interesara la Masonería por sus prin-
cipios fundamentales: las Igualdad-Libertad-Fraternidad, el Li-
brepensamiento, la negación de cualquier dogma, el Progreso
de la Humanidad, la laicidad, (entre otros).

De los gremios de constructoras a las librepen-


sadoras laicistas del XIX

La Ars Structoria, el Arte de la Construcción –siempre si-


guiendo el ritmo de la evolución social, jurídica y política– ha-
bía contribuido a lo largo de los siglos a simbolizar a la vez que
a potenciar la democratización. Desde el siglo XIV existían ya
en la Masonería Operativa maestras y obreras de los gremios,
114
tal y como la historiografía está constatando. A principios del
siglo XVIII –el de la Libertad y la Luz– las logias se abrieron asi-
mismo a otros obreros que no eran albañiles o del oficio de la
construcción. En Francia, desde 1,740 algunas logias comenza-
ron a iniciar a las mujeres en tanto que miembros (y no hay que
olvidar tampoco que al principio del siglo las mujeres poseían
en la mayor parte de Europa el mismo estatuto que una criatura
menor). La Masonería moderna o Especulativa, se extendió por
todo el continente europeo. Y en el siglo XIX se abriría una pro-
funda fisura en la Orden del Arte Real cuando muchas logias de
Europa dejaron de exigir una creencia religiosa a los posibles
candidatos a la iniciación y abrieron sus templos a personas de
cualquier concepción religiosa (ateos y agnósticos inclusive).
En el siglo XX la evolución no se detuvo y se reconoció a las mu-
jeres su derecho a ser masonas en pie de igualdad. Al igual que
entonces, es tiempo ya en el siglo XXI de rehacer y reescribir la
realidad histórica de la pertenencia de las mujeres a las logias
y afrontar sin restricciones el papel importante que representa-
ron en la Orden.

En el último cuarto del siglo XIX, el Feminismo, la Masonería, el


Librepensamiento y los positivistas, los krausistas de la Institu-
ción Libre de Enseñanza y el espiritismo constituían un sector
sociocultural del que era difícil establecer sus fronteras inte-
riores, frecuentemente existía ósmosis entre todas estas ten-
dencias que, por lo demás, tenían respuestas comunes ante los
mismos estímulos. En España, los temas de la educación de las
niñas y las escuelas laicas serán el caballo de batalla de todas
estas mujeres que lucharán por la emancipación de la mujer
en todos los campos y con todas las armas a su alcance. Rosa-
rio de Acuña (la Hermana Hipatía) –una de nuestras feministas
históricas– ya reivindicaba, en bien de la Humanidad entera,
no sólo la igualdad jurídica entre hombres y mujeres sino algo
más profundo que parte del género masculino se niega todavía
hoy a aceptar: el desmoronamiento de la sociedad patriarcal.
Abogó siempre por una sociedad democrática y laica –donde
115
se respetan y conviven todas las creencias y religiones–.Y como
ella: Belén Sárraga, Concepción Arenal –como miembro de la
dirección del Ateneo Artístico y Literario había sido una de las
impulsoras de la Asociación para la Enseñanza de la Mujer, re-
lacionada con los krausistas de la Institución Libre de Enseñan-
za–, Angels López de Ayala, Carmen de Burgos, Consuelo Ver-
gés, Clara Campoamor y tantas y tantas más….

La Espiritualidad laica del siglo XXI

Hoy, en el siglo XXI, la constante y creciente incorporación de


mujeres (de todas las edades, géneros, opciones sexuales, e
ideologías) es constatable. Muchas de las que llaman a la puerta
de las Logias masónicas pidiendo su ingreso y participación, lo
hacen también perplejas ante la realidad de los llamados Maso-
nes Regulares –o de tradición escocesa–, que las excluyen pa-
radójica y contradictoriamente con respecto a sus inviolables,
aceptados y decretados principios de Igualdad y Fraternidad.
Ello supone de facto una inequidad antidemocrática y un anqui-
losamiento pétreo que denota precisamente un aferramiento al
anti-Progreso de la Humanidad –objetivo de la Orden–. Recor-
demos que desde el siglo anterior el valor de la Igualdad entre
las personas de distinto sexo –no sólo la igualdad de oportuni-
dades entre ambas– ya forma parte del imaginario social, legal
y político, e incluso el concepto de Diversidad alcanza ya a ex-
tenderse en las prácticas políticas, sociológicas y demográficas.
Sí es la Masonería Mixta –no excluyente, liberal y de tradición
francesa– la que comprende mejor nuestro tiempo presente.
Pero si ambos grupos –escoceses y franceses– rechazan el dog-
ma, ¿por qué no se combate con fiereza ese supra-dogma del
sistema social perverso, no-igualitario, llamado Patriarcado?
¿Desde qué conciencia, racionalidad, ideología o imaginario o
escuela teórica?

Si la Tolerancia –otro de los principios de la Orden– es respe-


to y consideración hacia opiniones y/o prácticas de los demás
116
aunque sean diferentes a las nuestras, entonces, en esa lógica,
no sería respetable el machismo (ergo el Patriarcado) como sis-
tema desigual y opresor que es por definición y que ha sido el
preponderante a lo largo de la historia.

Además hoy, urbi et orbi, está aceptado que el principal des-


cubrimiento de los últimos tiempos, el que más ha impactado
a la sociedad occidental y el que más está transformando los
usos y costumbres, es, sin duda alguna, la emancipación de las
mujeres como personas libres y por ende su igualdad -desde la
diferencia- con respecto a los hombres. Una de las revolucio-
nes que contribuyeron al Progreso de la Humanidad en el siglo
pasado ha sido, sin duda, el logro social de la equidad de de-
rechos y deberes de mujeres y hombres, derechos que a ellas
se les limitaron durante mucho tiempo –sin cantar victoria por
completo pues aún en muchos lugares del mundo se somete al
género femenino a bárbaras discriminaciones.

Hoy las masonas, mujeres librepensadoras, presentes en todos


los continentes de la Madre Tierra, representan sin duda la rei-
vindicación de la disidencia como emanación de un espíritu li-
bre: siguen la estela de las valientes herejes, sanadoras y sabias,
ocultistas, brujas irreverentes e iniciáticas, constructoras de un
mundo nuevo, artesanas del cambio, pioneras, progresistas, fe-
ministas siempre, heroínas, cuya doble osadía el pensar y vi-
vir libremente y el atreverse a hacerlo, finalizó –en muchísimas
ocasiones y en todas las culturas y civilizaciones– con la muerte
a manos de los intolerantes. Todas ellas hijas de la patria, que
es un lugar por construir que proviene de nuestra pertenencia
a la Tierra, carecen de fronteras y se puede edificar en cual-
quier lugar, pues nace del anhelo de crear un mundo distinto.
De constructoras a la postre de arcaicas y oprimentes estructu-
ras que las encorsetaban en roles predefinidos.

Tomado de:
http://www.pikaramagazine.com/2013/05/mujeres-masonas/
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