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Pontificia Universidad Javeriana

Omaira Andrea López Rivas

Seminario de Marx

El concepto de totalidad en Marx y su relación con la historia de América latina

En el famoso escrito del 18 Brumario de Luis Bonaparte, Marx expone una frase

la cual diversos autores conceden como inspirada en una similar dicha por Hegel y

complementada por Marx, la frase expone que “la historia se repite dos veces una como

farsa y otra como tragedia”, este es un sello característico del filósofo de Tréveris, que

lo llevan a catalogar como un maestro de la sospecha, puesto que lleva a pensar la

historia como un proceso que debe someterse a la duda, para concretarse del todo en la

conciencia de los hombres, mediante el cual se trunque con la falsa verdad de las

apariencias heroicas de la historia solemne hecha de grandes hombres, grandes

acontecimientos y callados procesos sociales subterráneos.

Mediante su sospecha a la historia, Marx identifica que esa cortina de fructosita sobre la

que la se revierte la modernidad, ha generado una crisis en la cual gran parte de la

responsabilidad recae sobre el capitalismo, por lo que retoma el concepto de totalidad

del sistema hegeliano para adherirlo a su análisis de la historia especialmente al campo

de la economía política, y los extiende a diversas zonas como lo es Latino América. En

orden con lo anterior, el presente escrito pretende exponer el término totalidad en Marx

y su relación con Latino América para lo cual se dividirá en dos partes; la primera

consistirá en abordar el concepto de totalidad y la segunda su implicación en el análisis

histórico de América latina.


El concepto de totalidad se inicia en Hegel en su intención por condensar dentro de una

estructura teórica todo lo que los seres humanos han producido a través de la historia, es

la Ley que rige el desenvolvimiento del Espíritu, es decir, la filosofía misma (Duso,

1998). La categoría de totalidad es la columna vertebral del método dialéctico de Hegel.

Para él lo único real es la totalidad, en donde sus elementos constitutivos el sujeto y

objeto no son más que momentos históricos de dicha totalidad como sistema

(Bermúdez, 2017).

En este orden de ideas, para Hegel el conocimiento está en los Absoluto y éste se

encuentra dentro de los seres humanos, por lo anterior este tiene un proceso, el cual se

inicia en la mera consciencia sensible, luego pasa por la autoconsciencia hasta llegar

finalmente al saber absoluto. Esto significa para Hegel, que el propio Absoluto se piensa

a sí mismo (Díaz, 2009).

Marx aborda el problema de la modernidad criticando el idealismo alemán incluido

dentro de este a Hegel, sin embargo, toma de este último el método dialéctico, así como

también el de totalidad. A causa de lo anterior, es posible un análisis más extenso de la

historia especialmente en el campo económico, puesto que ahí donde los economistas

políticos veían simples relaciones mercantiles del sistema capitalista, Marx debela las

características leoninas del mismo, las cuales entrañan un sistema de explotación y

dominación del hombre por el hombre, de naciones invasoras y saqueadoras de recursos

con los cuales, se logró la acumulación del capital y a los que accedieron mediante la

eliminación de civilizaciones y asesinatos de decenas de miles de seres humanos. Como


causa de lo anterior Marx expone que el capitalismo “viene al mundo chorreando lodo y

sangre”.

El uso del método dialectico y del concepto de totalidad, le permitió a Marx poder

descubrir la contradicción principal del sistema capitalista: la del capital contra el

trabajo. Dicha contradicción es la síntesis y abstracción de la lucha entre la esclavitud

asalariada y la dominación del capitalista sobre el obrero (Harnecker, 1969). Esta

contradicción da origen a la disputa entre explotados y explotadores desde la creación

de la propiedad privada sobre los medios de producción y del cambio a través de la

totalidad de la historia lo cual según Marx ha traído consigo entre otras problemáticas,

las guerras, la muerte, la explotación, la represión, y sólo puede ser entendida y

superada desde un sentido de totalidad histórica mediante un enfoque materialista.

Contario a Hegel para Marx no es el Espíritu Absoluto el que construye los

acontecimientos históricos, sino las masas explotadas las que con su lucha, sudor y

sangre la escriben. El paso de la conciencia a la autoconciencia en Marx, es la

transformación de la masa obrera amorfa o clase en sí, para convertirse en clase para sí,

materia consciente y organizada con un propósito definido, la revolución proletaria y

con ella la emancipación humana. Aunque la categoría de totalidad no es la única ni la

fundamental del método dialectico de Marx, es de gran importancia porque sintetiza y

relaciona de manera implícita a todas las demás categorías como la de contenido y

forma, fenómeno y esencia, unidad y lucha de contrarios.


¿Construye o mas bien ha construido historia Latinoamérica? Si vemos la región como

una masa explotada, si. El paso de masa amorfa en clase para sí, mucho antes de la

llegada o invasión europea, Latinoamérica, aunque sin nombre ni título, ya escribía su

historia y aún hoy la sigue escribiendo.

Una mirada desde la totalidad para pensar Latinoamérica hoy nos adentra en la historia

que escribió su presente. Sin romanos ni griegos, pero si con la tradición de sus huestes,

la región se ve envuelta en una serie de transformaciones que hoy en día palidecen hacia

una identidad de territorio y lucha por dar una mirada uniforme; el paso de una masa

amorfa a una masa que busca un significado para si.

Aunque se haga énfasis en un Marx economicista, reduciendo los fundamentos de su

teoría, bien es cierto, que la mirada marxista da un revés a la forma en que es

interpretado desde la historia los factores económicos que la componen bastante alejado

de una mirada reduccionista. Por ello, y desde una noción de la totalidad, basados en

Marx, una posición del concepto objeto de análisis y la historia en Latinoamérica,

demuestran que va más allá de una visión economicista de la historia y del desarrollo de

la región, sobre todo, si partimos del hecho que totalidad supone comprensión de la

sociedad en forma global, en palabras críticas, es comprender el proceso como tal, ya

que el estudio de cada fenómeno particular solo podemos estudiarlo en relación con el

todo. De este modo, comprender Latinoamérica, es necesario analizarlo con su historia

atropellada, conquistada, reevaluada y reescrita. En cualquier categoría “se refleja el

hecho de que la sociedad representa una unidad dialéctica entre ser y conciencia, y por

tanto es un todo” (Kofler, 1973).


Por paradójico que suene, no debemos considerar el concepto de totalidad como

“totalitario”, al contrario, entender que, en él, yacen las relaciones que constituyen una

realidad concreta o mas bien construida. Lo que permitiría entender la esencia de una

totalidad.

Referencias

Bermúdez, M. E. (2017). Totalidad y dialéctica en Adorno y Hegel. Estudios de

Filosofía, 119-135.

Díaz, J. A. (2009). LO ABSOLUTO DEL SABER ABSOLUTO. Revista Eidos.

Obtenido de http://www.scielo.org.co/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1692-

88572009000200002

Duso, G. (1998). HISTORIA CONCEPTUAL COMO FILOSOFÍA POLÍTICA.

Revistas Científicas Complutenses. Obtenido de

https://revistas.ucm.es/index.php/index/search/advancedResults

Harnecker, M. (1969). Los conceptos elementales del Materialismo Historico. siglo 21 .

Obtenido de

http://elsarbresdefahrenheit.net/documentos/obras/705/ficheros/Harnecker_Mart

a_Los_conceptos_elementales_del_materialismo_historico_completo_220pag_.

pdf

Kofler,L (1973) Historia y dialéctica, Edit. Amorrourtu, Buenos Aires,

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