You are on page 1of 15

RESUMEN PEDAGOGÍA I

La educación como objeto y la pedagogía como campo disciplinar

1. DURKHEIM

La educación es un objeto digno de análisis científico (la pedagogía es una ciencia ya que busca estudiar la
realidad, un conjunto de saberes y un saber moderno) según todas las características que presenta el autor.
Sin embargo diferencia entre pedagogía y ciencia de la educación. Se conocen los hechos que pueden ser
señalados con el dedo y no es deber juzgarlos. Está inevitablemente ligada al contexto histórico social del
momento (atmosfera de ideas y sentimientos colectivos). ‘’Todas las prácticas educativas, de cualquier tipo
que puedan ser, sea cual fuere la diferencia que existe entre ellas, tienen en común un carácter esencial; son
todas ellas el resultado de la acción ejercida por una generación sobre la generación que le sigue, a fin de
adaptar a esta última al ambiente social en el que está llamada a vivir’’.Cada pueblo en cada momento tiene
propias practicas educativas a cargo de diferentes sectores de la sociedad. Cuando la Iglesia se encarga de
fomentar la educación crea como repercusión que los contenidos enseñados tengan un carácter de
instrucción ‘’Estos conocimientos especulativos no se enseñan por sí mismos, sino en razón de las relaciones
que mantienen con las creencias religiosas; tienen un carácter sagrado, están todos llenos de elementos
específicamente religiosos porque se han formado en el seno mismo de la religión y no pueden separarse de
ella’’.

‘’Pues bien, la pedagogía es una teoría práctica de este género. No estudia científicamente los sistemas de
educación pero reflexiona sobre ellos a fin de proporcionar a la actividad del educador unas cuantas ideas que
la puedan dirigir.’’ ¿qué es la pedagogía sino la reflexión aplicada lo más metódicamente posible a las cosas
de la educación, con vistas a regular su desarrollo?

La educación, al estar bajo el manto del contexto histórico cultural, debe tener un carácter maleable para ir a
la par de los cambios de costumbres, opiniones y necesidades nuevas que van surgiendo. Dicho cambio debe
ser reflexivo (así se evita también caer en la costumbre). ‘’Cuando el educador se da cuenta de los métodos
que emplea, de su finalidad y de su razón de ser, está en condiciones de juzgarlos y, por tanto, se muestra
dispuesto a modificarlos si llega a convencerse de que el objetivo que hay que perseguir ya no es lo mismo o
que los medios que se emplean tienen que ser diferentes.’’

El autor hace un enfásis en que la educación se debe adaptar a los distintos tipos de inteligencia que existen.
Explica que en la época medival la educación era supremamente impersonal y que por este motivo, no se
necesitaba de la pedagogía y el sistema educativo estaba trabado debido a la inmutabilidad de las creencias
fundamentales.

*** http://educacioncomosocializacion.blogspot.com.ar/2008/10/naturaleza-y-mtodo-de-la-pedagoga.html **

2. PINEAU

En cada momento de la historia se habla de la presencia de distintas pedagogías (que el autor define como un
"conjunto de saberes no necesariamente coherentes, ni cerrados, ni completos que se organizan
disciplinariamente para referirse a lo educativo en su acepción moderna") que han luchado por tener la
hegemonía e imponerse antes las demás. A finales del siglo XIX y comienzos del siglo XX la pedagogía que
se impuso estaba estructurada bajo tres elementos básicos: El Liberalismo, Positivismo y la Escuela
Tradicional.
En el liberalismo se proponía que la educación era un derecho de los individuos que la sociedad debe
garantizarle y a su vez una obligación de los ciudadanos para con la sociedad.

Por su parte el positivismo consideraba la escuela como institución de difusión de la cultura, así mismo toda
propuesta educativa debía demostrar que era científica para ser considerada correcta, por tanto la ciencia era
considerada la única forma correcta de “conocer”, la idea de experimentación o investigación como estrategia
pedagógica se convirtieron en una repetición mecánica sin la posibilidad de construir nuevos saberes por
parte del alumno.

Entre los años 1920 y 1930 las pedagogías se disputaban la hegemonía en el campo pedagógico, entre ellas
encontramos el Espiritualismo, la Escuela Nueva y el Nacionalismo. Dado que el positivismo limitaba la
realidad, el espiritualismo consideró necesario analizar que otras formas validas de conocer se presentaron en
esta época, en el espiritualismo la mayor influencia en el tema educativo vino de Italia con los planteamientos
de Giovanny Gentile y Lombardo Radice. En el primero encontramos el hombre como ser portador de un
espíritu que busca su autorrealización individual, social y moral, en este pensamiento se contempla que no
existe un método único y general que sirva para todas las disciplinas y todos los docentes y se pasó de un
currículo Psicologista influido por el positivismo a un currículo humanista, el espiritualismo dio lugar a un
nuevo sujeto pedagógico, el individuo como portador de nuevos valores buscaba la formación del educando
de manera integral: formación intelectual, del cuerpo y del alma. Por otro lado Lombardo Radice definió lo
educativo como la actividad que el hombre desarrolla para conquistar la verdad, la educación es
descubrimiento y creación continua.

La pedagogía hegemónica articuló al espiritualismo con la Escuela Nueva, esta se entiende como la
traducción escolar de la modernización social: ampliación democrática, creación de nuevos regímenes
políticos, avances tecnológicos. Mirando un poco mas su interior encontramos dos elementos fundamentales:

a) La centralidad del alumno en el proceso pedagógico

b) El rescate de las posibilidades educativas del “hacer”. Esto es el Activismo y el Paidocentrismo el


primero implicó un rescate del “hacer” y el otro por su lado establece la centralidad del alumno en el
proceso pedagógico. Así mismo el Nacionalismo en el siglo XX, planteó que la Nación era el lugar
donde reside el espíritu y se pone a disposición de las nuevas pedagogías un nuevo sujeto para
formar: el nacionalista o Patriota.

Temas centrales

- El olvido de la pedagogía debido a la crisis epistemológica, hoy en día se evidencia la ausencia de la


pedagogía en el aula debido a la cantidad de procesos que debe llevar a cabo el docente, este suceso
es más conocido como la despedagogización. De acuerdo a las reformas educativas los docentes
deben someterse a realizar sus trabajos basados en documentos existentes sin oportunidades de
cambio. No existe un modelo pedagógico definido en el Ministerio de Educación Nacional.

- El origen del espacio institucional dio origen gracias al proceso entre Comenio y Descartes, donde
Descartes forma al sujeto y Comenio lo constituye pedagógicamente. En nuestra sociedad Colombiana
nos encontramos con el origen de nuevas instituciones educativas a nivel superior, pero de igual
manera observamos el cierre de algunas de ellas por la misma ausencia de la pedagogia. Como bien
sabemos, todas las instituciones educativas están vigiladas por organismos encargados de acreditar el
funcionamiento de las mismas. Por tal razón, todas aquellas instituciones que no cumplen con las
normativas son cerradas.
- La pedagogía debe articular diferentes elementos de diferentes fuentes dando pie a distintas
pedagogías hegemónicas en cada momento histórico.

- Cada pedagogía busca lograr el objetivo para convertirse en una “pedagogía hegemónica”Las
pedagogías se originan a partir de conflictos, compromisos y alianzas de diferentes grupos, buscando
siempre un posicionamiento en las instituciones.

Temas secundarios

- En los diferentes periodos históricos, importantes aportes han dado triunfo a diferentes pedagogías, las
cuales han sido llamadas pedagogías hegemónicas, es decir que en algún momento de la historia han
sido imperantes. Nuestra realidad en la educación superior carece de una pedagogía definida,
simplemente se está implementando de manera instrumental. El docente recibe la orden de lo que
debe enseñar.
- En la era del positivismo se originó el proyecto cientifista a través de una serie de reducción en el
Método Lancasteriano donde se clasificaba los estudiantes por los que triunfarían y los que no tenían
esperanzas y que además debían aprender más allá de su voluntad. En la educación actual ya no
existe esa clasificación de estudiantes, hoy en día gracias a la igualdad de condiciones, la libertad y la
obligatoriedad del estado docente, todos tienen los mismos derechos sin oportunidad de
discriminación. De otro lado nos encontramos con la autonomía de los estudiantes, esta modalidad es
cada vez más exigente en la educación superior e incluso en la media.

- El liberalismo dio lugar a dos importantes aportes a nivel educativo: el estado docente y la
obligatoriedad escolar, es decir el derecho y la obligación educativa. Hoy en día el Estado docente es
el encargado de controlar, supervisar, controlar y garantizar la educación en el sistema educativo. Es
este organismo el encargado de decidir que se debe enseñar en cada uno de los programas de las
diferentes universidades.

Conclusión

Podemos dar cuenta de la lucha que presentaron cada uno de los pensadores de la época por conseguir una
pedagogía hegemónica. Cada uno de ellos articulaba diferentes elementos con el fin de cubrir las
necesidades que se presentaban en cada uno de los momentos históricos. Eran muchos los que defendían
sus proyectos, pero a pesar de ello hubo un gran receso en la invención de nuevas pedagogías, por lo cual
Pablo Pineau referencia el olvido de la pedagogía. Como podemos ver, esta lectura le ofrece a los docentes
una gama de tendencias educativas, que pueden aplicar, teniendo en cuenta la época y el tipo de sociedad en
la vivimos actualmente, ya que el entorno va cambiando constantemente y sobre todo los avances
tecnológicos que influyen significativamente en estos cambios. Con este recorrido histórico evidenciamos
algunos de los más fuertes modelos pedagógicos de la historia con muchos beneficios pero a la vez con
muchas problemáticas, las cuales son una base fundamental para el desarrollo de nuevas pedagogías.
3. GIMENO SACRISTÁN

Gimeno Sacristán, apoya su teoría sobre el paradigma “crítico” de la educación. Tomando como referencia los
tres paradigmas desarrollados por Popekwitz, podemos señalar que este paradigma, a diferencia del
empírico-analítico y del simbólico-hermenéutico, propone que la realidad se compone de fenómenos sociales
en lucha, como reflejo de un proceso histórico atravesado por el conflicto. A su vez, el investigador, ese un
ser que se encuentra atravesado a su vez por esos valores, y por ende, se encuentra involucrado en la teoría
que describe, no de un modo neutral y con pretendida objetividad, sino valorativamente, siendo consciente del
rol en el cual se encuentra inmerso. De este modo, la teoría nunca será algo objetivo separado de la práctica,
sino que se encuentran necesariamente en una relación dialéctica, donde una ilumina a la otra en un proceso
de construcción: es la propia práctica de la educación la que va creando el objeto educación.

De esta manera, señala el pedagogo español, que tanto el hombre como el mundo están en proceso de
construcción, que no son objetos cerrados, y por ende, tampoco la educación lo será. Lo cual no hace que
deje de ser el objeto de una ciencia, sino que es coherente con el objeto de estudio de las ciencias humanas.
El esquema de la ciencia de la educación tiene tres componentes claves: la explicación, la normatividad y la
utopía.

La explicación es un componente completamente necesario, pero no puede quedar la ciencia reducida a eso.
Si lo hiciere, estaría basándose únicamente en la función reproductora de la educación, olvidando su función
transformadora.

La normatividad rige el proceso educativo, ya que es elegida como la mejor posible. Pero siempre debe
recordar que es la mejor posible dentro de un abanico de posibilidades, no el reflejo de la única realidad
posible. Estos dos conceptos deben tener en cuenta que el método elegido para la observación de un
determinado objeto científico siempre está mediado y filtrado por nuestra propia subjetividad, por nuestra
formación, por nuestro propio paradigma implícito.

El último componente, es la utopía. Sacristán hace énfasis en la relevancia de este concepto, ya que es el
que permite la innovación en la educación. Es el elemento valorativo sobre el cual fundamos nuestra elección
a la hora del análisis, estrechamente relacionado con el conocimiento que tendremos de ese objeto.

Es decir, la provisionalidad de conocimiento que tenemos es inexorable, ya que nuestro objeto de estudio está
abierto a la innovación, a los cambios, siempre sujeto a la parcialidad de nuestro acceso a él, como sujetos en
construcción, subsumidos a nuestras propias experiencias y atravesados de valores que nos trascienden. Eso
no quita que la educación, como objeto abierto y complejo, sea objeto de una ciencia ya que se ajusta a los
parámetros de cientificidad de las ciencias humanas (y no naturales, como pretende, desde el paradigma
empírico-analítico de raigambre positivista, Durkheim).
La escuela como producto histórico La institución escolar como dispositivo de socialización y
disciplinamiento en el marco de la modernidad. La configuración de la infancia y de los docentes
como sujetos sociales y pedagógicos. Escuela tradicional

1. VARELA Y ALVAREZ URÍA

El texto habla de la escuela como una institución creada recientemente, que cuenta con poca experiencia y en
la que los maestros se han convertido en funcionarios del Estado, pretendiendo inmovilizar a los niños entre
los 6 y los 16 años.

¿Que caracteriza a esta institución?

1. Definición del estatuto de infancia

El niño es una institución social que aparece ligada a los acontecimientos familiares que le rodean, los modos
de educación que se emplean, y a las clases sociales. Los moralistas y los hombres de la Iglesia del
Renacimiento, ponen en marcha un conjunto de técnicas con el objetivo de que la Iglesia conserve su
prestigio y sus poderes. Estas tácticas van a ser diversificadas y comprenderán tanto la manipulación de las
almas como gestos necesarios para la extensión de la fe. La Iglesia encierra a los niños en donde lo mundno
no los influencia para asi poder adoctrinarlos. Las principales funciones de la Iglesia serán de disciplina,
adoctrinamiento y emancipación.

De todo esto nos interesa centrarnos en el desarrollo de las prácticas que intentan regular la vida y las
costumbres mediante la erección de seminarios desde los que se dirigirá la formación de niños. Para que sus
tácticas funcionasen, se dieron cuenta que la separación por edades no funcionaba, por lo que poco a poco,
se separan a los mayores de los pequeños en etapa de infancia, que se centra en la niñez, ámbito más idóneo
para marcar con unos pensamientos fijos.

Se crean así dos grandes bloques religiosos que surgirán de los jóvenes de hoy, que serán los futuros
católicos o protestantes del mañana. Los reformadores católicos por tanto, intentaran educar a los nuevos
“delfines” de las clases distinguidas en colegios fundados para ellos, en los que se sometían a dos tutelas, la
familia y el colegio y por otro lado, los hijos de los pobres que ejercerán a través de instituciones caritativas
donde serán recogidos y adoctrinados, en los que una tutela les bastaba, la de las instituciones de caridad
*funciones económica y política de la educación* Las características que van a resumir a esta etapa son la
maleabilidad, la debilidad, la rudeza, la flaqueza de juicio, la cualidad del alma y la naturaleza en que se
asientan los gérmenes de los vicios y de las virtudes.

2. Emergencia de un dispositivo institucional: el espacio cerrado

El niño entra en una especie de cuarentena en la que se aísla de los adultos. Este periodo de tiempo
transcurre en la escuela. (escolarización). Estas instituciones son colegios, albergues, casas de la doctrina,
seminarios...

El programa de gobierno de los pobres se pondrá en marcha en los países católicos, en lo que respecta a
España, se interesaran por el problema de la pobreza. También se dan cuenta que aparecen problemas como
la separación de sexos y edades, por ello, se plantea un plan diferenciado para cada grupo, sin olvidarse de
los niños gitanos, que no se quedaran excluidos de estas medidas.

3. Formación de un cuerpo de especialistas

Será en los colegios donde se ensayen formas de moldear los comportamientos que supondrán la adquisición
de saberes codificados acerca de cómo puede ser más eficaz llevar a cabo la educación. Ahora, se realizará
lo imposible para conseguir una formación esmerada.
El maestro para ello ya no se basará solo en una posesión y transmisión de los saberes. Y el alumno
permanecerá aprisionado, permanentemente ocupado y activo. El maestro además de poseer conocimientos,
deberá tener una correcta interpretación de la infancia para así seguir unos comportamientos y principios que
correspondan con la condición y edad de cada uno.

Los nuevos especialistas recibirán ahora una formación controlada por el Estado (idea del maestro como
funcionario del Estado) e impartida en instituciones especiales, estas son las Escuelas Normales. Estas
comenzarán a funcionar en Madrid, en el año 1839 y los maestros sufrirán en ella un aprendizaje intensivo de
transformación y vigilancia. El Estado espera del maestro que se integre en una política de control
encaminada a establecer las bases de la nueva configuración social. Esta enseñanza, para gente ignorante,
no tiene por finalidad facilitar el acceso a la cultura, sino inculcar estereotipos y valores morales en las vidas
de las clases populares, y sobre todo, imponerles hábitos de limpieza, compostura, obediencia, respeto, amor
al trabajo y espíritu de ahorro. El pago que el maestro recibe por todo ello es ahora aún más bajo, y además,
tendrán inspecciones que le harán recordar que tiene que cumplir mejor sus funciones.

4. Destrucción de otras formas de socialización

La escuela es también una institución social que emerge enfrentándose a otras formas de socialización y de
transmisión de saberes que se verán relegadas y descalificadas por su puesta en marcha. Los reformadores
católicos instauran en los colegios un modo específico y particular de educación que rompe con las prácticas
habituales de formación y aprendizaje. Gracias a la escuela, éstas se distanciarán cada vez más, hasta
establecerse la ruptura que persiste en la actualidad entre el trabajo manual y trabajo intelectual.

De las escuelas medievales pasamos a las instituciones modernas, que tienen un nuevo estatuto, en el que
ejercerán sobre los estudiantes funciones de control moral y de individualización psicológica. Lo que se intenta
es mejorar las costumbres y consolidar las instituciones que son la fuente de la civilización y refinamiento de
la sociedad.

5. Institucionalización de la escuela obligatoria y control social

Se llevarán a cabo una serie de medidas destinadas a controlar las clases populares como por ejemplo, la
construcción de casas baratas para obreros, la reglamentación del trabajo de mujeres y niños, la creación de
cajas de ahorro, sociedades mutuas, cooperativas y casas de seguros, la remodelación de barrios y extensión
de la vigilancia y la policía, la creación de escuelas dominicales y de adultos...

Todos tienen como finalidad tutelas al obrero, moralizarle y convertirle en honrado productor. Intentan también
con ello neutralizar e impedir que la lucha social se desborde poniendo en peligro la estabilidad política. La
educación del niño obrero tiene como objetivo el enseñarle a obedecer, inculcarle la virtud de la obediencia y
la sumisión a la autoridad y la cultura legítima. Todo lo que se lleva a cabo en este recorrido se va perfilando
hasta llegar finalmente a un nuevo contexto retomado y readaptarlo por los nuevos grupos sociales
dominantes.
2. PINEAU

‘’¿Por qué triunfó la escuela?’’

Entre los siglos XIX y XX asistimos a la expansión de la escuela como forma educativa hegemónica a nivel
mundial. La educación comenzó a ser obligatoria, llevando al boom en las matriculaciones.

En los análisis para explicar este fenómeno, se ha propuesto que la escuela es el resultado del desarrollo
evolutivo, o en algunos casos se ha buscado problematizar la cuestión. Para la mayoría de los autores la
escuela es un epifenómeno de la escritura, aunque también es “algo más”: genera ciudadanos y proletarios.

Y en este sentido la escuela es una conquista social pero también un aparato disciplinador, en donde las
clases hegemónicas inculcan su ideología. Pero cabe aclarar que el triunfo de la escuela está en la
socialización de los conocimientos, la alfabetización y la institucionalización educativa.

La mayoría de las lecturas sobre esta problemática ubica en el sentido de lo escolar fuera de la escuela. Por
lo tanto serían fenómenos extra escolares (capitalismo, imperialismo, occidente, meritocracia, etc) lo que
explicaría el por qué de la escuela. ¿Pero cómo se explica que si bien estos contextos cambiaron el texto
escolar resistió?

El problema es que a los educadores modernos, les resulta difícil ver a la escuela como un ente no fundido en
el pasaje educativo, lo que demuestra que su construcción social es producto de la modernidad. El plus de
significación tiene que ver con la consolidación de la escuela como forma educativa hegemónica que fue
capaz de hacerse cargo de la definición moderna de la educación.

¿Qué es la escuela?

Piezas que se fueron ensamblando para generar la escuela:

1. Homología entre la escolarización y los procesos educativos. La escuela de formó mediante


operaciones de negociación y oposición con otras formas educativas presentes.

2. Matriz eclesiástica. La escuela hereda del monasterio su condición de espacio educativo total. Lo que
sucede en las aulas son experiencias educativas a las que son sometidos los alumnos sin posibilidad
de escape.

3. Regulación artificial. Se reelabora el dispositivo de encierre institucional heredado del monasterio.

4. Uso específico del espacio y del tiempo. Se diferencia claramente entre los espacios de trabajo y de
juego, el docente y los alumnos, definiéndose ciertos momentos. De modo que se dosifica el tiempo,
señalando ritmos y alternancias.

5. Pertenencia a un sistema mayor. Cada escuela es un nudo en la red del sistema educativo, en
donde las regulaciones de la escuela provienen de afuera (aunque en parte también desde dentro de
la institución).

6. Fenómeno colectivo. Para construir el poder moderno se tuvo que construir saberes que permitieran
coaccionar sobre el colectivo, pero sin anular del todo la actuación sobre cada uno de los individuos en
particular.

7. Constitución del campo pedagógico y su redacción a lo escolar. El “cómo enseñar” se vuelve


objeto de una nueva disciplina, la pedagogía. Entre los siglos XVIII y XIX, lo pedagógico se redujo
exclusivamente a lo escolar.
8. Formación de un cuerpo de especialistas dotados de las tecnologías específicas. Este es el rol
de los docentes, a los cuales se les otorgó el monopolio de saberes específicos, permitiéndoles
diferenciarse de otras figuras sociales. Estos fueron moldeados en instituciones específicas fundadas
dentro del propio sistema educativo.

9. El docente como ejemplo de conducta. El docente debe ser ejemplo, perdiendo su vida privada,
quedando expuesta a sanciones laborales. Se presentan también condiciones de trabajo precarias por
lo cual se dio una vocación forzada que condujo a la feminización de la profesión.

10. Especial definición de la infancia. En la modernidad la infancia comienza a ser caracterizada desde
posturas negativas: diferenciándola de la adultez por su incompletitud.

11. Establecimiento de una relación inmodificablemente asimétrica entre docentes y alumnos. El


docente tiene el conocimiento, el alumno no lo posee por lo cual en el proceso pedagógico jamás será
visto como igual, será menor siempre respecto del otro miembro de la díada.

12. Generación de dispositivos específicos de disciplinamiento. Construcción de dispositivos de


producción de “cuerpos dóciles”. La escuela obligatoria como un mecanismo de control social.

13. Currículo y prácticas universales y uniformantes. Esta uniformidad se basó en la constitución de un


conjunto de saberes considerados indisolubles, neutros y previos a cualquier aprendizaje: los saberes
elementales (la lectura, la escritura y el cálculo) y religión y/o ciudadanía.

14. Ordenamiento de los contenidos. La escuela recorta, selecciona y ordena lo que considera que
debe impartir a sus alumnos por medio de un proceso de elaboración y concreción del currículo.

15. Descontextualización del contenido académico y creación del contenido escolar. La escuela
genera el currículo descontextualizando los saberes de su universo de producción y aplicación. El
saber escolar debe ser gradual, debe poder adaptarse al alumno, ordenarse en unidades, etc. Esto
está íntimamente vinculado al funcionamiento disciplinal.

16. Creación de sistemas de acreditación, sanción y evaluación escolar. Se establece un nuevo tipo
de capital cultural, el institucionalizado. Se acredita el conocimiento por medio de un diploma o título
que le permite al egresado el funcionamiento en el mercado laboral. Es así como el capital cultural
institucionalizado es monopolizado por el sistema educativo, convirtiéndolo en un tamiz de clasificación
social. Consecuentemente el examen se convierte en una práctica continua e ineludible.

17. Generación de una oferta y demanda impresa específica. Los libros de texto se constituyeron como
un género menor, de poco reconocimiento social y simbólico, que responde a las reglas propias de la
escuela.

La escolarización como escuela moderna

Pineau, desde un recorrido que abarca desde la Edad Media hasta nuestros días reubica aquí este fenómeno
en el paisaje, sosteniendo su hipótesis de que “la constitución de la escuela no es un fenómeno que resulta de
la evolución lógica y natural de la educación, sino de una serie de rupturas y acomodaciones en su devenir.
Pero, a su vez, la escuela puede considerarse el punto cúlmine de la educación entendida como empresa
moderna, en tanto proceso sobre el que se apoya su naturalización”.

En efecto, hasta el Siglo XVII, el proceso fue lento, luego acelerado y finalmente decantado. En la ‘’Edad
Media ocurre la maceración lenta de alguno de estos componentes. En el Siglo XVI, inicio de la modernidad,
el proceso se acelera. En el Siglo XVII, decantan muchos de sus elementos’’.
En el ilustrado Siglo XVIII, se comenzó a teorizar sobre las cuestiones educativas, avanzándose en la
construcción de la escuela como forma educativa moderna por excelencia. Desde Kant y otros pensadores, se
comprendió a la educación como el fenómeno esencialmente humano piedra de toque del cambio social y de
los procesos de superación o progreso individual y colectivo y reafirmó a la infancia como el período etario
educativo por antonomasia.

‘’Kant, en Pedagogía, retoma el pensamiento pedagógico de los siglos XV al XVII y lo entronca con la
Ilustración, lo que le permitió desplegar las premisas educativas modernas. Kant constituye a la educación en
un fenómeno humano, externo a la realidad dada y a la divinidad. La clasificación interna de lo educativo –
cuidados, disciplina e instrucción- que da lugar a las tres interpelaciones a su sujeto –niño pequeño, educando
y estudiante- establece los límites entre un interior y un exterior. La educación es la piedra de toque del
desarrollo del ser humano. El hombre es capaz de conocer prescindiendo de todo criterio de autoridad y de
otredad, a partir de desarrollar la razón, y este fenómeno es el proceso educativo.
Los cuidados son propios de todas las especies animales. Por el contrario, la relación entre disciplina e
instrucción -ambos procesos esencialmente humanos- soldada por Kant se mantiene en las concepciones
modernas sobre educación. La relación instrucción/disciplina, como binomio de relación negativo/positivo,
represión/producción, establece las fronteras precisas de lo educativo. El hombre educado es un hombre
cultivado/disciplinado. Es posible comprender este fenómeno dentro de lo que Foucault llamó
la gubernamentabilidad, en tanto forma de disciplina y gobierno no ya dirigida a un territorio, o a la familia,
sino a la población. La construcción del poder moderno, que actúa por producción y no por represión, que
genera y no cercena sujetos, implicó la construcción de esta estrategia por la que el poder actúa a la vez
sobre todos y cada uno de los sujetos. En este marco, Kant reforzó una de las operaciones centrales de la
educación moderna: la constitución de la infancia como sujeto educativo por excelencia.’’

El burgués Siglo XIX fue un “laboratorio de pruebas” de la escuela, reprocesándose el pensamiento educativo
moderno principalmente a partir del despliegue de tres discursos: liberalismo, positivismo y el aula tradicional:

a) Liberalismo: el fin de la educación liberal es la formación del ciudadano, en un doble juego de


obligaciones y derechos. Estas consideraciones dieron origen a:
- Aportes del liberalismo en el nivel educativo: el Estado docente y la obligatoriedad escolar
- Comprensión de la educación como un cursus honorem que permitía la “carrera abierta al talento” a
partir de su función monopólica de dotación de capital cultural institucionalizado. El sistema educativo
se convirtió en una vía inestimable de ascenso social y de legitimación de las desigualdades, en una
tensión constante entre la igualdad de oportunidades y la meritocracia que ordenan sus prácticas.
- El hecho de que se marcó el camino de construcción de las naciones y el sentimiento de adscripción a
ellas. La nacionalidad debía ordenar la totalidad de las prácticas escolares

b) Positivismo:

- Comprensión de la escuela como la institución evolutivamente superior de difusión de la cultura válida


como instancia de disciplinamiento social. as´, Europa constuía una justificación cultural y educativa
del imperialismo.

- La cientificidad como el único criterio de validación pedagógica. Este cientificismo adoptó distintas
formas y produjo diversos impactos:
1. Realización de una serie de reducciones para la comprensión del hecho educativo. Todo problema
educativo era en última instancia un problema de un sujeto que aprende, y las posibilidades de
aprender de ese sujeto estaban determinadas por sus genes, su anatomía o su grado de evolución
(mielinización, consumo de fósforo). De esta forma se podía establecer desde el comienzo quiénes
triunfarían en el terreno educativo y quiénes no tenían esperanzas. Esta reducción interpelaba a
los sujetos sociales excluidos como productos de enfermedades sociales o como expresiones de
deficiencias provenientes de la raza de origen.
2. Abonó la dimensión prescriptiva de la didáctica mediante lo que Tedesco ha denominado
“detallismo metodológico”
3. Pelea por el establecimiento de un currículo científico, cuyos triunfos fueron escasos y variados. La
idea de la experimentación e investigación propugnadas como estrategias pedagógicas se
convirtieron en una repetición mecánica por parte de los alumnos de los pasos científicos para
llegar a los fines y los resultados predeterminados, sin la posibilidad de variación ni de construcción
de nuevos saberes.

c) Aula tradicional: ordenó las prácticas cotidianas, a partir del triunfo final y avasallante del método
simultáneo, gradual o frontal. La organización del espacio, el tiempo y el control de los cuerpos siguió
el método de organización propuesto por éste último. Docente en lugar privilegiado, aprendizaje
fundido en la enseñanza. A su vez, se privilegiaron los procesos intelectuales de todo tipo con sede en
cuerpos indóciles a ser controlados, reticulados y moldeados. Se buscaba formar la mente de los
alumnos en su máxima expansión, y para ello era necesario inmovilizar sus cuerpos.

La escuela triunfa y se expande por todo el globo, al mismo tiempo descabezándose la pedagogía tradicional
al cambiarle los fines transcendentales o metafísicos comenianos, kantianos o herbartianos, y ubicando allí el
liberalismo, el nacionalismo y/o el cientificismo. El logro de los procesos de aprendizaje escolar quedó
conformado centralmente por el siguiente triángulo:
a) Alumno pasivo y vacío, reductible a lo biológico, y asocial. Se debe controlar su cuerpo y formar su
mente
b) Docente fundido en el método, reducido a ser un robot enseñante
c) Saberes científicos acabados y nacionalizadores.

Con respecto al Siglo XX, donde ya el reinado y la notable expansión global de la escuela es innegable, en las
primeras décadas el énfasis estuvo puesto en la generación de una validación académica y teórica del
modelo, y fundamentalmente, nos queda la definición durkheimiana de la educación como proceso
social que, a pesar de haber sido revisada y cuestionada, para Pineau no ha sido superada, ya que su
matriz sigue en pie. En efecto, Durkheim, en su Educación y Sociología, definió a la “educación” realizando
varias operaciones:

a) Despega la educación de cualquier definición trascendental y la limita a la espera de lo social. de


fenómeno esencialmente humano en Kant, la educación se vuelve un fenómeno esencialmente social.
b) Determina muy fuertemente el lugar del educador y del educando. Continuando los planteos de Kant,
la educación es un proceso de completud del infante como sujeto inacabado, al que Durkheim sumó su
comprensión como sujeto social.
c) Refuerza la dupla represión/liberación mediante la inscripción social de la educación.
d) Ya fuera de la definición, Durkehim naturaliza a la escuela al volverla heredera de la evolución
pedagógica previa, negando su historicidad.
e) La pone bajo el control estatal. Las ecuaciones son educación=escuela y sociedad=estado, de forma
tal que la enunciación fundante, “la educación es un proceso social”, se desplaza a “la escuela debe
ser estatal”.
Luego, la historia siguió nuevos derroteros, como el debate entre la escuela nueva y la tradicional,
la psicologización de la pedagogía, nuevas formas de organización y administración, la globalización de la
información, la masificación del sistema, la constitución de nuevos agentes educativos, y la aparición
de nuevas formas de procesamiento de la información, entre muchos otros fenómenos que condicionaron su
devenir.

A modo de breve cierre, digamos que Pineau aporta el pensar la escuela no como un fenómeno natural y
evolutivo, sino histórico y contradictorio, como una de las tantas, y no la única opción posible. De tal modo, el
autor deconstruye el concepto “escuela” desde lo histórico-social, invitándonos a tratar de separar la escuela
del paisaje exterior que la rodea, la modernidad, poniendo a rodar lo naturalde la escuela, que no es algo
dado, sino una construcción a desarmar. Y luego de esta deconstrucción, nos invita a confiar en la escuela
como una alternativa posible.

Funciones sociales de la educación: función política y función económica

1. DURKHEIM

El texto tiene la forma de un artículo para una enciclopedia. De ahí que resulte especialmente didáctico para
conocer la concepción que tenía Durkheim de la educación.

La estructura del artículo es la siguiente:

1. Las definiciones de la educación. Examen crítico. (pp. 43- 49).


2. Definición de educación (pp. 49-53).
3. Consecuencia de la definición anterior: Carácter social de la educación (pp. 53-60).
4. El papel del Estado en materia educacional (pp. 61-63).
5. Poder de la educación. Los medios de acción (pp. 64-72).

Durkheim formula la siguiente definición de la educación: “La educación es la acción ejercida por las
generaciones adultas sobre aquellas que no han alcanzado todavía el grado de madurez necesario para la
vida social. Tiene por objeto el suscitar y desarrollar en el niño un cierto número de estados físicos,
intelectuales y morales que exigen de él tanto la sociedad política en su conjunto como el medio ambiente
específico al que está especialmente destinado.” (p. 53).

La educación es, por tanto, un proceso de transmisión de conocimientos e ideología que se da principalmente
entre generaciones; se trata, de un proceso esencialmente social. Esta afirmación del carácter social de la
educación se asienta en su crítica del individualismo metodológico (IM a partir de aquí).

El ser humano, desprovisto de educación, no es nada: “…si se hace abstracción de las vagas e inciertas
tendencias que pueden ser atribuidas a la herencia, el niño, al integrarse a la vida, no aporta a ésta más que
naturaleza de individuo. (…) Es necesario que, por las vías más rápidas, al ser egoísta y asocial que acaba de
nacer, superponga ella otro, capaz de llevar una vida moral y social. Ésta es en esencia la labor de la
educación, y nos percatamos de inmediato de toda su grandeza.” (p. 54). En otras palabras, el ser humano tal
como lo conocemos es producto de la educación, es decir, de un conjunto de órganos especializados de la
sociedad. No existe, por tanto, ningún estado de naturaleza ni nada que se le parezca; tampoco puede
hablarse de la existencia de una esencia humana inmutable desde el principio de los tiempos . Como la
socialización del individuo, es decir, la incorporación de las habilidades y valores necesarios para la vida en
una sociedad determinada se da por medio de la educación, corresponde decir que esta última es uno de los
pilares en el proceso de creación de los individuos humanos.
Esto es así porque los seres humanos existen como tales en sociedad: si al hombre se le “retirase todo cuanto
debe a la sociedad: retrocedería a la condición animal.” (p. 59).

La educación constituye, en rigor, dos tipos de seres humanos en el mismo individuo. [Hay aquí un resabio de
la distinción hegeliana entre Estado y Sociedad Civil]. Durkheim expresa esto diciendo que el sistema
educacional presenta “un doble aspecto: es a la vez, único y múltiple.” (p. 49).

¿Qué significa que el sistema educacional es “múltiple”?

“Es múltiple. En efecto, y en cierto sentido, se puede decir que hay tantos tipos diferentes de educación como
capas sociales diferentes hay en dicha sociedad.” [Esta proposición es una muestra acabada de la agudeza
con que Durkheim analiza el proceso educativo. Hay en ella un reconocimiento implícito de la centralidad de
las clases sociales para comprender la organización y el carácter de la sociedad. Puesto que somos una
sociedad dividida en clases sociales con intereses antagónicos, forzosamente tienen que existir distintos tipos
de educación, pues la educación del empresario no puede ser la misma que la del obrero, so pena de afectar
sensiblemente la reproducción de las relaciones sociales capitalistas.].

“¿Acaso se argüirá que esta organización no es moralmente justificable y que no se puede ver en ella más
que una perduración condenada a desaparecer? No resulta difícil defender dicha tesis. Es evidente que la
educación de nuestros hijos no debería depender del azar que les ha hecho nacer aquí o allá, de tales padres
y no de tales otros. Pero, aun cuando la conciencia moral de nuestro tiempo hubiese obtenido la satisfacción a
la que aspira, no por esto la educación se tornaría más uniforme. Aun cuando la carrera escogida para cada
niño no sería ya, en gran parte, predeterminada por una obcecada herencia social, la diversidad moral de las
profesiones no dejaría de arrastrar en pos suya una gran diversidad pedagógica. En efecto, cada profesión
constituye un ámbito sui generis que recaba aptitudes concretas y conocimientos especiales, en los que
imperan determinadas ideas, determinadas costumbres, determinadas maneras de contemplar las cosas; y
dado que el niño debe estar preparado con vistas a la función que está llamado a desempeñar el día de
mañana, la educación a partir de una cierta edad, no puede ser la misma para todos los sujetos a los que se
aplica. Este es el motivo por el cual vemos que en todos los países civilizados, la educación tiende a
diversificarse cada vez más y a especializarse; y esta especialización empieza cada día más pronto. La
heterogeneidad que se produce de esta suerte no se basa, como aquella de la que habláramos anteriormente,
sobre desigualdades injustas a todas luces; a pesar de ello, no es por esto menor.” (p. 50).

Estamos en presencia del mejor Durkheim. Dicho de manera clara, en una sociedad capitalista (y de ella está
hablando todo el tiempo, aunque no use el término) la educación no puede ser igual para todos. Esto es así
porque dicha forma de organización social está basada en la existencia de clases sociales cuyos intereses
son antagónicos, y la educación está obligada a reproducir dicha estructura de clases sociales, le guste o no a
los educadores. Durkheim tiende a oscurecer la cuestión planteando implícitamente que dicha diversificación
de los grupos sociales obedece a motivos técnicos, es decir, a una extensión de la división del trabajo. Pero
hay que tener siempre en cuenta que la base de la división del trabajo es la separación entre los productores
directos y los medios de producción. Las relaciones de propiedad son el fundamento, la condición de
posibilidad, para el desarrollo de la división del trabajo social en el capitalismo. Dicha división requiere, por
ejemplo, el mantenimiento de la separación entre el trabajo intelectual y el trabajo manual, entre la concepción
y la ejecución. El truco consiste en presentar dicha división como el producto de una necesidad meramente
técnica y que, por tanto, no puede ser discutida so pena de perder las ingentes fuerzas productivas que
genera su existencia.
¿Qué significa que el sistema educacional es “único”?

Quiere decir que si bien la educación se halla dividida en distintos trayectos, cada uno de los cuales
corresponde a una determinada posición social, es preciso educar a todos los individuos de esa sociedad en
“una base común”. En las sociedades “menos evolucionadas” (precapitalistas), esa base común está
constituida por las creencias religiosas, dioses comunes, etc., cada una de las cuales exige pautas comunes
de conducta. En la sociedad moderna (capitalista), y como consecuencia de la historia, “se ha ido
constituyendo todo un conjunto de ideas sobre la naturaleza humana, sobre la importancia respectiva de
nuestras diversas facultades, sobre el derecho y sobre el deber, sobre la sociedad, sobre el individuo, sobre el
progreso, sobre la ciencia, sobre el arte, etc., que constituyen la base misma de nuestro espíritu nacional; toda
educación, tanto la que lleva a las carreras liberales como la que prepara a cargos industriales, tiene por
objeto el de grabarlos en las conciencias.” (p. 52).

En definitiva, cada sociedad labra “un cierto ideal del hombre, de lo que debe ser éste tanto al punto de vista
intelectual como físico y moral (…) ese ideal es, en cierta medida, el mismo para todos los ciudadanos de un
país…” (p. 52). Esto no es otra cosa que la ideología de la clase dominante – o del bloque hegemónico – en
esa sociedad. Pero en Durkheim es presentada como la ideología de TODA la sociedad. Aquí entra a jugar
con toda su fuerza el peso de la metáfora organicista en la construcción de la sociología de Durkheim. En un
organismo no puede haber clases antagónicas; en cambio, si deben existir funciones que se complementan
para lograr el estado de salud del organismo. Pero, a pesar de esta posición, la manera en que Durkheim
analiza la dualidad del funcionamiento del sistema educativo es irreprochable.

Durkheim sintetiza la dualidad de objetivos de la educación (los cuales se reflejan también en la estructura
misma del sistema educativo) del siguiente modo: La educación tiene “por misión la de suscitar en el niño:

1. Un cierto número de estados físicos y mentales que la sociedad a la que pertenece considera como
debiendo florecer en cada uno de sus miembros.
2. Ciertos estados físicos y mentales que el grupo social específico (casta, clase, familia, profesión) considera
asimismo como debiendo existir en todos aquéllos que lo constituyen. Por consiguiente, es la sociedad, en su
conjunto, y cada ámbito social específico, los que determinan ese ideal que la educación realiza. La sociedad
no puede subsistir más que si existe entre sus miembros una homogeneidad suficiente: la educación perpetúa
y refuerza dicha homogeneidad, fijando por adelantado en el alma del niño las similitudes esenciales que
requiere la vida colectiva. Sin embargo, por otra parte, sin una cierta diversidad toda cooperación resultaría
imposible: la educación asegura la persistencia de dicha diversidad necesaria, diversificándose por sí mismo y
especializándose.” (p. 52).

En el caso de la sociedad capitalista la necesidad de una educación que desarrolle una mentalidad común –
difusión de la ideología dominante en esa sociedad -, es especialmente aguda, porque en esta forma de
organización social los individuos son “recíprocamente indiferentes” y, por tanto, predomina la división
atomística entre ellos. Las relaciones entre los individuos, basadas en el egoísmo, asumen la forma de lucha
de todos contra todos. Desde este punto de vista, el Estado es el encargado de constituir el interés general,
mejor dicho, el interés general de la clase capitalista en su conjunto. Eso es lo que hace la educación,
impidiendo que la sociedad capitalista sucumba en la lucha competitiva. Es importante puntualizar esto,
porque no solamente se trata de que la educación asegure la subordinación de las clases dominadas, sino
también de que permita la conformación de una clase dominante acostumbrada a dominar la sociedad. Es
notable consiste en que dicha difusión es llevada a cabo por individuos (los maestros) que en su mayoría no
pertenecen a la clase dominante.
La concepción durkheimiana de la educación se encuentra enfrentada a la de los autores que estudian la
educación partiendo de una determinada concepción ideal. Todas ellas tienen en común el partir de “este
postulado que asegura la existencia de una educación ideal, perfecta, válida para todos los hombre
indistintamente; y es esa educación universal y única que el teórico se afana en definir.” (p. 45). Durkheim
rechaza de plano la existencia de un concepto ideal de educación, pues “la educación ha variado muchísimo a
través de los tiempos y según los países.” (p. 45).

Durkheim sostiene que “Si empieza uno por preguntarse cuál debe ser la educación ideal, haciendo caso
omiso de toda condición de tiempo y lugar, es que, implícitamente, se admite que un sistema educacional no
tiene nada de real por sí mismo. No se halla en él un conjunto de prácticas y de instituciones que se han ido
organizando paulatinamente con el paso del tiempo, que son solidarias de todas las demás instituciones
sociales y que las expresan, que, por consiguiente, no pueden ser cambiadas a capricho como tampoco lo
puede ser la estructura misma de la sociedad.” (p. 46).
Esta reticencia a ver a un sistema educativo determinado como una respuesta específica a determinadas
necesidades sociales supone asumir un punto de vista idealista en educación, y conduce a un callejón sin
salida en el que a unos ideales se opone otros ideales. Nada positivo se obtiene de este modo. Si se quiere
avanzar en la teoría de la educación hay que partir del hecho de que “la educación no es, pues, para ella [para
la sociedad] más que el medio a través del cual se prepara en el espíritu de los niños las condiciones
esenciales de su propia existencia.” (p. 53). Indagar sobre la educación implica, entonces, indagar sobre la
sociedad en la que se desarrolla esa educación.

En el cuarto apartado Durkheim analiza el papel del Estado en materia de educación. Allí, en medio de la
confrontación entre el Estado y la Iglesia por el control de la Educación, plantea que es el Estado quien debe
hacerse cargo de la educación de las jóvenes generaciones. Para ello se basa en que “la educación es una
función esencialmente social [de ahí que el Estado] no puede desinteresarse de ella. Muy al contrario, todo
cuanto es educación debe quedar, en cierta medida, supeditado a su influencia. (…) No es ni siquiera
admisible que la función de educador pueda ser desempeñada por alguien que no ofrezca las garantías
especiales de las que el Estado puede ser el único juez. (…) Ni por asomo cabe admitir la existencia de una
escuela que reivindique el derecho de impartir, con toda libertad de acción, una educación antisocial.” (p. 62-
63). Pero después entra en una serie de vacilaciones acerca de cuál debe ser el papel político efectivo del
maestro en el aula; surge el argumento repetido de que el docente no debe hacer política en el aula, etc.

El artículo finaliza con una larga disquisición sobre los medios con que cuenta el educador para cumplir su
función social. Basándose en su concepción de la educación moral, Durkheim sostiene que no existe una
contraposición entre la libertad y la autoridad, sino que la primera sólo puede lograrse gracias al respecto a la
autoridad y a la disciplina.

Por último, hay una caracterización verdaderamente antológica del educador: “No es del exterior que el
maestro debe esperar que proceda su autoridad, es de sí mismo, tan sólo se la proporcionará un íntimo
convencimiento. Ha de creer, no en sí, desde luego, ni en las cualidades superiores de su inteligencia o de
corazón, sino en su labor y en lo trascendental de su cometido. (…) El educador laico puede y debe
experimentar un sentimiento parecido a éste [al del sacerdote]. Él también es órgano de una insigne persona
moral que le es superior: la sociedad. De igual forma que el sacerdote es el intérprete de su dios, él es el
intérprete de las grandes ideas morales de su época y de su país.” (p. 71). Esta es, según Durkheim, la fuente
del respeto que recibe el maestro. En definitiva, al sacerdote “religioso” le opone una especie de “sacerdote
laico”.
2. PEREZ GÓMEZ

You might also like